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Full text of "Campaña de los Andes al sur de la Patagonia, por la 2a. división del ejercito, 1883; partes detalladas y diario de la expedición. Publicación oficial"

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CAMPIÑA  DE  LOS  ÁlES 
AL  SI  R  nE  LA  PATAGONIA 

r  DIVISIÓN  DEL  EJERCITO 
lees 


PARTES   DETALLADOS 

DIAHIO     OE     1.A     BXPRUICIOIV 


Publicación  Oficial 


,M-J.P,    V   ).1T,    .).«    I.latl».    JI.CIO».^..    SOUVA,    ,8 

I  8«a 


/4  o.  "5 


Bnenos  Ains,  Mayo  10  de  188S. 


A  S.  E.  él  señor  Ministro  de  Guerra  y  Marina^  Dr,  2>.  Ben^ 
jamin   Victorica, 


Tengo  el  honor  de  elevar  á  V.  E.  el  parte  detallado  de 
las  operaciones  que  ha  llevado  á  cabo  la  2"  División  del 
Ejército,  al  mando  del  señor   General    D.   Conrado  Villegas. 

El  parte  del  señor  General,  Gefe  de  la  División,  es  un  do- 
cumento importante;  sus  detalles  son  tan  precisos  que  me 
parece  inútil  entrar  en  mayores  consideraciones. 

La  actividad  y  arrojo  con  que  han  sido  llevadas  á  cabo 
esas  operaciones  por  los  encargados  de  ejecutarlas  y  los  he- 
chos heroicos  que  se  han  producido,  son  de  aquellas  acciones 
que  las  ordenanzas  recomiendan  como  distinguidas  y  dignas, 
por  lo  tanto,  de  justa  recompensa. 

Me  hago,  pues,  un  deber  de .  recomendar  á  la  consideración 
de  la  superioridad,  los  méritos  y  servicios  contraidos  en  esta 
ruda  campaña  por  el  señor  General,  Gefes,  Oficiales  y  tropa 
que  forman  la  segunda  División  del  Ejército. 

Dios  guarde  á  V.  £. 

Joctquin  Viejobueno. 


—  2  — 


Majo   11   de   1888. 

Solicitado  del  Honorable  Congreso  por  el  Mensage  y  Pro- 
yecto de  Ley  fecha  8,  el  premio  de  honor  á  que  se  han  hecho 
acreedores  el  General,  Gefes,  Oficiales  y  soldados  de  la  3** 
División  del  Ejército  por  la  última  y  meritoria  campafia  de 
los  Andes  de  que  dá  cuenta  el  parte  y  diario  que  preceden, 
publíquese  con  todos  sus  antecedentes  y  planos  en  edición 
especial  que  se  repartirá  como  anexo  i  la  Memoria  de 
Guerra. 

Contéstese  al  sefior  General  Villegas  aprobando  en  todas 
sus  partes  sus  procedimientos  y  estimando  el  acierto  con  que 
ha  dirijído  las  operaciones,  mereciendo  bien  del  pais  y  el 
aprecio  del  Gobierno  así  como  los  demás  gefes,  oficiales  y 
soldados  que  recomienda  nominalmente,  lo  que  se  dará  en  la 
orden  del  dia  del  Ejército,  y  se  asentará  en  los  cuadros  ge- 
nerales de  ascensos.  La  Comandancia  é  Inspección  General 
propondrá  les  %iie  1m  haiaa  i—<iié>  y  no  se  les  baya  aun< 
acocdado,  nsando  de  la  atribución  conferida  por  el  artículo 
27,  38  y  39  de  la  Ley  de  3  de  Noviembre  de  1882. 

Comuniqúese  á  quien  corresponda,  dése  en  la  orden  general 
del  Ejército  y  publíquese. 

ROCA. 

BÉKJAHIN  VlCTOBICA. 


* 


tj 


J  •  JHtition  del  EjéreUo  Nadoml 


COM AKDAKCIA  XH  Gin 


Patacones,  Mayo  5  de  18S3. 


M  Sr,  Inspector   y  Comandante  Oeneral  de  Amias,  Gmera 
de  División,  D.  Joaquín   Viejobueno. 


Tentó  el  honor  de  dar  á  Y.  S.  cuenta  de  las  operaciones 
llevadas  á  cabo  con  fuerzas  de  la  División  á  mis  órdenes 
sobre  los  indios  que  habitaban  los  territorios  comprendidos 
entre  los  Rios  Neuquen  y  Limay,  cordillera  de  los  Andes, 
Lago  Nahüel-Huapi  y  Patagonia  Austral. 

Después  de  la  espedicion  que  en  1881  llevé  hasta  el  Lago 
Nahüel-Huapí  y  la  que  como  V.  S.  sabe  marchó  en  tres  co- 
lumnas, quesaliendade  Ñorquin,  Roca  y  Choele-Choel,  debían 
de  batir  todos'  los  indios  que  encontrarán  en  su  marcha  y 
reunirse  el  dia  10  de  "Abril  en  el  gran  Lago,  y  lo  cual  se 
efectuó  con  toda  felicidad;  desde  entonces  me  convencí»  coino 


—  4  — 

lo  demostré  á  V.  S.,  de  la  necesidad  de  variar  en  lo  suce- 
sivo el  género  de  gueira.  Ya  no  seria  conveniente  operar 
con  columnas  pesadas  y  sí  colocar  éstas  en  puntos  estratéjicos, 
y  de  allí  por  medio  de  fuertes  ó  pequefias  partidas,  innundar 
todo  el  territorio  que  se  iba  á  batir,  guerra  que  se  debia  de 
llevar  con  toda  actividad  y  rapidez,  no  suspendiéndola  hasta 
concluir  con  los  moradores  de  aquellos  territorios,  sometién- 
dolos á  las  leyes  de  la  Nación,  haciéndolos  emigrar  allende 
las  cordilleras  ó  destruyéndolos.  En  consecuencia  de  haberse 
adoptado  este  plan,  tomé  mis  disposiciones,  las  cuales  consis- 
tían en  primer  lugar  en  sus  dos  necesidades  mas  apremiantes: 
manutención  y  medios  de  movilidad. 

Habiendo  sido  provisto  de  lo  primero  convenientemente  y 
á  pesar  que  de  lo  segundo  solo  se  recibió  la  mitad  de  lo  soli- 
citado, dispuse  no  esperar  para  llevar  k  cabo  la  operación, 
contando  como  contaba  con  la  voluntad  decidida  de  todos 
mis  gefes  subalternos  y  no  trepidé  en  tomar  las  demás  dispo- 
siciones, que  consistían  en  marcar  su  colocación  á  cada  Brigada 
y  su  r&dio  de  operaciones-  No  podia  poner  en  movimiento 
todas  las  fuerzas  de  la  División,  pues  la  línea  del  Agrio»  Neu- 
quen  y  Negro,  debia  de  quedar  resguardada  á  fin  de  repeler 
toda  tentativa  de  los  indios  que  pudieran  pasarse  á  reta- 
guardia por  alguno  de  los  flancos  de  las  fuerzas  que  los  batí- 
rian  en  sus  guaridas;  fué  pues  en  consecuencia  de  ello  que 
ordené  á  los  Gefes  de  la  1*,  2'  y  3*  Brigada,  estuvieran 
prontos  íl  marchar  dejando,  como  he  dicho  antes,  cada  una  la 
fuerza  necesaria  para  el  cuidado  de  su  línea. 

Instrucciones  escritas  se  enviaron  á  los  Gefes  de  aquellas  y 
las  que  encontrará  V.  S.  en  el  encabezamiento  de  sus  respec- 
tivos partes.  Por  ellas,  la  1  *"  debia  emprender  las  operaciones 
de  su  campamento  de  Ñorquin,  la  2"*  pasando  el  Neuquen 
por  la  confluencia  remontaria  el  Liroay  y  se  situaria  en  la 
unión  de  los  rios  Collon-Guríi  y  Quemquemtren,  base  de  sus 
operaciones,  y  la  3  *  después  de  pasar  el    mismo  rio  por  el 


—  5  — 

mismo  panto  que  la  2'.  remontaría  el  Limay  hasta  llegar  a 
Lago  Nahüel-Huapí,  punto  designado  para  bUse  de  las  suyas. 
Empezaré*  señor  Inspector,  á   detallar  laa   operaciones  de 
cada  Brigada  por  su  orden  numérico: 


Primera  Bridada 

Habiendo  los  caciques  Reuquecurá,  Namuncurá  y  otros,  soli- 
citado por  repetidas  veces  la  paz  enviando  parlamentarios, 
pero  siendo  su  conducta  y  miras  las  de  siempre,  es  decir  en- 
tretener y  ganar  tiempo,  el  Coronel  Ortega  me  comunicó  que 
habiendo  recibido  un  enviado  secreto  del  capitanejo  Milla- 
manque,  en  que  le  pedia  protección  de  fuerzas  para  presentar- 
se, pues  se  lo  impedían  aquellos  caciques,  se  ponia  en  marcha 
de  Ñorquin  el  22  de  Noviembre  con  4  gefes,  20  oficíales  y 
310  individuos  de  tropa  con  el  objeto  de  marchar  rápidamente 
sobre  Millamauque  y  apresurar  su  presentación,  la  que  se 
efectuó  el  28  del  mismo.  Desde  ese  dia  continúan  con  rapi- 
dez las  operaciones  de  esa  Brigada  y  en  la  zona  que  se  le 
habia  encomendado,  hasta  el  dia  !<>  de  Enero  en  que  termi- 
naba, después  de  haber  batido  mas  de  1200  leguas  cuadradas 
de  territorio  sin  dejar  un  solo  cajón  de  las  cordilleras  que  no 
fuera  recorrido  y  reconocido,  librando  distintos  combates  y 
consiguiendo  el  siguiente  resultado:  120  indios  muertos,  27 
de  lanza  y  61  de  chusma  presentados,  52  de  lanza  y  396  de 
chusma  prisioneros,  6  cautivos  rescatados  y  200  caballos  toma- 
dos. Puede  decirse  sin  exageración,  que  esta  Brigada  ha  hecho 
desaparecer  del  territorio  que  ha  batido,  700  personas.  Por 
su  parte,  ha  tenido  la  pérdida  de  un  soldado  muerto  en  com- 
bate y  cinco  ahogados  en  el  rio  Aluminé,  un  gefe  y  dos  sol- 
dados heridos» 


I 


-»  — 


Secada  Brl|;ada 

Se  puso  en  marcha  del  pveblo  General  Roca  el  19  de  No- 
viembre de  1882f  con  '6  gefes,  32  oficiales  y  613  de  tropa, 
en  dirección  al  paso  del  Neuquen.  El  24  del  mismo,  estando 
toda  la  fuerza  al  Sur  de  dicho  rio,  continuó  su  marcha  hacia 
el  punto  que  se  le  habia  designado  en  las  instrucciones.  Esta 
Brigada  debia  de  batir  la  zona  comprendida  entre  los  rios 
Aluminé  6  CoUon-Curá  y  Caleufú  desde  el  nacimiento  de  am- 
bos, por  su  frente  hasta  el  límite  con  la  República  de  Chile  y 
sus  flancos  hasta  encontrarse  con  los  destacamentos  de  la 
I*  y  8',  batir  á  las  tribus  de  los  caciques  Naucucheu,  Reu- 
quecurá,  Namuncurá  y  otros  que  pudieran  escapar  á  la  perse- 
cución que  les  haria  la  1 '.  El  26  empezaron  lais  operaciones 
de  esta  Brigada,  las  que  continuaron  sin  interrupción  y  con 
la  mayor  actividad  hasta  fines  del  mes  de  Marzo  del  cor- 
riente flflo. 

• 

Combates  heroicos  se  han  librado  por  los  bravos  de  la  2  * 
Brigada,  de  lo  que-  me  haré  un  deber  y  un  honor  ocuparme 
mas  adelante  al  hablar  de  las  acciones  distinguidas.  Los  es- 
fuerzos y  sacrificios  de  estos  veteranos,  han  dado  los  siguientes 
i'csultados:  100  indios  muertos,  700  personas  entre  prisione- 
ros y  presentados  de  lanza  y  chusma  y  alguna  hacienda  tomada. 
Si  grandes  han  sido,  sefior  Inspector»  los  resultados  consegui- 
dos por  la  2**  Brigada,  grandes  y  sensibles  han  sido  también 
BUS  pérdidas.  Tres  jóvenes  oficiales,  tres  esperanzas  de  la 
patria  han  caido  como  buenos  k  la  sombra  de  su  sagrado 
pabellón,  derramando  su  sangre  en  holocausto  de  la  grandeza 
y  esplendor  de  ella  y  en  aras  de  la  civilización.  Capitán 
Crouzeilles,  Teniente  Lescano  y  Teniente  Nogueira,  son  los 

• 

nombres  de  asas  Ilustres  víctimas,  sus  cuerpos  descansan  en 
las  nevadas   cordilleras   que  nuestros  padres  treparon  para 


—  7  — 

Uftvar  b  libertad  á  nuestMB  hermuM  de  allende.  Sns  tm- 
lw8  ham  sido  dignas  de  Argentittos.  Han  muerto  también  al 
lado  de  sos  beneméritos*  oficiales,  dies  bravos  veteranos  de 
esta  Brigada  y  tres  han  sido  arrebatados  por  las  impetuosas 
corrientes  andinas.  En  la  aona  batida  por  aqaella^  y  la  qce 
no  baja  de  2,400  leguas  cuadradas»  no  ha  quedado  un  solo 
indio.  Valles,  monta&as,  desfiladeros,  todo  ha  sido 
y  reconocido. 


Tercera  Brigada 

El  15  de  Noviembre  de  1M2  se  puso  en  marcha  de  Ghoe- 
le-Choél  en  dirección  á  la  confluencia  con  4  Gefes,  23  oficiales 
y  437  de  tropa.  Llegada  allí,  efectuó  el  paso  poniéndose  en 
seguida  en  marcha  el  25  del  mismo  hacia  NahOd^Huapf  punto 
designado  para  base  de  sus  operaciones  y  adonde  llegó  el  16 
de  Diciembre.  Desde  el  26  de  Noviembre,  dia  en  que  fué 
desprendido  el  Teniente  Coronel  D.  Rosario  Suarez  con  la 
vanguardia  de  esta  Brigada,  empiezan  sus  operaciones,  las  que 
han  sido  constantes  y  activas  hasta  el  16  de  Marzo  en  que  ter- 
minaron. El  territorio  del  cuadriUttero  que  no  ha  sido 
batido  por  la*  1'  y  2^  Brigada»  lo  ba  sido  por  la  3",  de 
suerte  que  no  queda  una  vara  de  tierra  de  las  6,000  leguas 
cuadradas  que  lo  componen,  que  no  haya  sido  pisada  por  la 
planta  de  nuestros  soldados. 

Esta  Brigada  ha  librado  brillantes  combates,  no  solo  en  la 
región  Andina,  sino  también  en  el  corazón  mismo  de  la  Pata- 
gonia.  Ha  recorrido  al  Sud  del  Limay  una  zona  inmensa  de 
territorio,  dando  un  combate  á  126  leguas  al  S.  E.  del  gran 
Lago  y  á  un  dia  y  medio  de  jomada  del  Bio  Chico  afluente 
del  Santa  Cruz.    Sus  esfuerzos  han  sido  coronados  de  gran- 


—  8  — 

des  restdtados;  3  capitanejos  y  140  indios  de  lanza  muertos, 
muchos  heridos,  2  caciques,  4  capitanejos,  114  indios  de  lanza 
y  361  de  chusma,  entre  prisioneros  y  presentados.  Ocho 
rifles,  6  sables,  180  lanzas  y  un  buen  número  de  caballos, 
vacas  y  ovejas  tomadas;  pero  también  ella  tiene  que  lamentar 
la  pérdida  de  un  joven  oficial  y  11  individuos  de  tropa  ahogar 
dos  en  los  torrentosos  CoUon-Curá  y  Trafúl,  un  sargento,  6 
soldados  y  3  indios  auxiliares  muertos  en  combate,  2  oficiales 
y  16  de  tropa  heridos ;  sin  embargo  hay  la  satisfacción  de  que 
estos  últimos  se  encuentran  completamente  restablecidos. 

En  resumen,  el  resultado  conseguido  por  las  fuerzas  á  mis 
órdenes  es  el  siguiente:  364  indios  de  lanza  muertos  en  com- 
bate, muchos  heridos,  1721  prisioneros  y  presentados  entre 
lanza  y  chusma;  pero,  puedo  asegurar  á  V.  S.  sin  temor  de 
ser  tachado  de  exagerado,  que  han  desaparecido  del  territorio 
batido  mas  de  3,000  personas.  Por  nuestra  parte  tenemos 
que  lamentarla  pérdida  de  4  oficiales,  y  38  de  tropa  muertos, 
y  heridos  1  gefe,  3  oficiales  y  40  de  tropa,  p8ro  como  digo 
mas  arriba  estos  se  encuentran  ya  restablecidos. 


Flora,  fauna,  topografía,  ríos  y  arroyos  y  demás  obser- 
vaciones del  territorio. 

En  los  itinerarios  de  las  Brigadas  y  diario  de  la  Coman- 
dancia, encontrará  Y.  S.  las  observaciones  sobre  la  topografia 
del  territorio  reoorrido,  su  flora,  faunas  rios  y  arroyos. 


—  9  — 


PlaBO  y  Cr¿qai8 

Se  está  confeccionando  un  plano  y  un  croquis  de  los  tenito- 
rios  recorridos  por  las  fuerzas»  y  así  que  sean  terminados  serán 
elevados  á  V.  S. 


Paso  de  Bariloelie 


En  cumplimiento  de  la  comisión  que  le  fué  confiada  al  Ca* 
pitan  del  Batallón  2  de  línea,  D.  Jorge  Bohde,  se  puso  en 
marcha  de  Nahüel-Huapí  el  dia  22  de  Febrero  del  corriente 
Año»  con  el  objeto  de  operar  el  reconocimiento  de  dicho  paso 
lo  que  efectuó  con  toda  felicidad,  llegando  hasta  2  leguas  del 
Golfo  de  Beloncari  en  el  Pacífico.  Según  este  oficial,  se  puede 
abrir  con  toda  facüidad  un  camino  de  comunicación  entre  Na- 
hüel-Huapi  y  el  Pacífico  y  el  cual  tendría  de  ostensión  menos 
de  25  leguas.  £1  capitán  Sohde  regresó  de  su  comisión  el 
14  de  Marzo  según  órdenes  terminantes  que  se  le  hablan 
dado.  Así  que  éste  oficial  concluya  el  informe  y  croquis  que  se 
le  ha  pedido,  serán  elevados  á  manos  de  V.  S. 


Acciones  distinguidas 


Durante  la  campaña  han  tenido  lugar  varias  acciones  distin- 
guidas llevadas  á  cabo  por  gefes,  oficiales  y  soldados  de  la 
División. 


-w- 


C^nbate  46  CimullA 


f  ersigaiendo  el  segundo  Gefe  del  Regimiento  11  de  cftballe- 
ría  D.  Manuel  Ruibal  al  cacique  Queufú  j  escalando  las  frago* 
sas  cordilleras  de  CumuUú,  lo  que  efectuó  á  pié,  pues  la 
espesura  del  bosque  no  lo  permitía  hacer  á  caballo,  se  estra- 
vió  del  resto  de  su  fuerza  aeompafiado  del  alférez  D.  Teófilo 
O'Donell  7  6  soldados,  y  al  llegar  á  la  cima  de  la  sierra  se 
encuentra  con  un  grupo  considerable  de  indios.  Este  bizarro 
gefe,  sin  mirar  el  número  superior  del  enemigo  lo  carga  con 
arrojo,  pero  aquellos,  alentados  por  su  superioridad,  combaten 
también  con  valentía.  El  comandante  Ruibal  recibe  tres  lan« 
zasos  y  dos  balazos  j  hubiera  sido  yfctíma  á  no  ser  la  deci- 
sión 7  valentía  del  joven  alférez  O'Donell  7  sus  6  soldados  que 
defendieron  con  denuedo  á  su  gefe.  Un  veterano  nuestro 
ca7ó  en  la  refriega  muerto  de  bala  7  otro  herido  de  lanza. 
Los  salvajes  dejaron  en  aquel  pequefio  teatro  donde  habia 
tenido  lugar  tan  heroica  lucha,  15  .muertos,  entre  ellos  el 
cacique  Ranquelino  Hueiquifier  7  capitanejo  Millaqueo.  Esta 
distinguida  acción  fué  premiada  por  el  Gobierno,  pues  el  te* 
niente  coronel  graduado  D.  Manuel  Ruibal  recibió  la  efectivi- 
dad de  su  empleo  7  los  cuatro  veteranos  que  sobrevivieron 
fueron  ascendidos  á  Sargentos. 


-u- 


Combate  de  QJilmeJuiUi 

Hiibiendo  sido  desprendido  el  Teniente  Coronel,  Gefé  acci- 
dental del  Regimiento  2  de  Qaballeria,  D.  Roque  Peitiado  á 
sorprender  al  cacique  Naucucheu  en  sus  propias  tolderías, 
desprendió  á  su  vez  al  Capitán  del  mismo  4^uerpo,  D.  Vicente 
Bustos*  llevando  á  sus  (ordenes  al  Teniente  2^  D.  Vicente 
Grímau  y  25  soldados.  £1  Capitán  Bustos  did  de  improviso 
con  la  tribu  de  Neucucheu  que  prevenida  de  antemano  estaba 
reunida,  y  libró  un  heroico  combate  k  arma  blanca  y  cuerpo  i 
cuerpo  contra  150  salvajes  que  lo  atacaron,  100  de  ellos  pié 
á  tierra  y  los  restantes  montados.  La  lucha  fué  cruda  y  en- 
carnizada por  ambas  partes.  El  valiente  Capitán  secundado 
por  el  no  menos  valiente  Teniente  6ríma.u,  dieron  pruebas  de 
intrepidez  y  energía.  £1  combate  duró  media  hora  cediendo  los 
salvajes  en  completa  dispersión,  dejando  en  el  campo,  teatro 
del  valor  de  nuestros  veteranos,  13  cadáveres,  arrojándole 
otros  aterrorizados  al  torrentoso  Chimehuin,  donde  perecieron 
junto  con  sus  familias  devorados  por  las  aguas  algunos,  y 
otros  por  el  fuego  de  nuestros  soldados.  Por  nuestra  parte 
hubo  que  lamentar  la  pérdida  de  un  cabo  y  4  soldados  muer-r 
tos,  el  Capitán  Bustos,  4  de  aquellos  heridos  y  el  resto  con- 
tusos de  bola. 


—  12- 


Combate  de  la  Trincliera 


Habiendo  sido  desprendido  el  2^  Gefe  del  Batallón  2  de 
Línea,  D.  Juan  G.  Diaz  á  batir  al  mismo  Cacique  que  se  en- 
contraba en  el  punto  denominado  <  Huichú-Lauquen  > ,  y  forti* 
ficado  éste  eii  un  desfiladero  donde  habian  amontonado  gran 
cantidad  de  piedras  para  lanzarlas  sobre  nuestras  tropas  en 
caso  de  ser  atacados,  avanzó  dicho  gefe  resueltamente  al  punto 
que  se  encontraban  los  salvajes,  donde  fué  recibido  h  piedra 
y  bala  por  ellos.  Viendo  la  resistencia  que  oponían,  fué  des- 
prendido el  Teniente  Sonntag  del  Batallón  2  de  Línea  con 
ún  piquete  del  mismo,  cuyo  oficial,  escalando  á  pié  el  cerro, 
los  dispersó  con  bastantes  bajas,  pero  sufriendo  la  sensible 
pérdida  del  Teniente  1^  del  Regimiento  2  de  caballería 
D.  Joaquin  Nogueira,  que  siendo  el  primero  en  asaltar  la 
trinchera,  fué  mortalmente  herido  de  bala  como  asi  mismo 
un  soldado  que  lo  seguia.  Muchos  otros  veteranos  recibieron 
contusiones  de  piedra  pero  sin  mayores  consecuencias.  For- 
zado el  desfil&dero,  penetró  nuestra  tropa  al  valle,  donde  se 
encontraba  la  tribu  siendo  completamente  dispersada  y  cayen- 
do parte  de  ella  en  poder  de  los  nuestros.  La  pericie  y 
valor  del  Comandante  Diaz  fué  recomendable  en  esta  ocasión 
como  así  mismo  la  de  sus  bravos   oficiales. 


—  13  — 


Combate  de  Pnlmary 

£1  dia  2  de  Enero  fué  desprendido  el  Capitán  del  Regi- 
miente» 6^  de  caballeria,  D.  Emilio  Crouzeilles,  acompañado 
del  Teniente  2^  D.  Nicanor  Lescano  y  46  de  tropa,  á  perse- 
guir una  partida  de  indios  que  se  habia  hecho  sentir  por  la 
línea  de  comunicación.  El  yaliente  oficial  lo  hace  con  tena- 
cidad, y  el  dia  6  del  mismo  les  da  alcance  en  Pulmary,  punto 
que  queda  casi  en  el  límite  con  la  Bepública  vecina.  El  Ca- 
pitán Crouzeilles  se  adelanta  con  I O  hombres  y  en  un  desfi- 
ladero es  atacado  por  100  indios  que  lo  esperaban  embosca- 
dos. Se  ti  aba  una  lucha  desigual  y  cuerpo  á  cuerpo.  El 
bravo  Capitán  y  sus  soldados  se  batian  con  ardor,  pero  aisla- 
dos unos  de  otros  por  las  dificultades  del  terreno.  En  medio 
de  la  lucha  llega  el  Teniente  Lescano  acompañado  de  5  sol- 
dodos  máSf  pero  sin  poder  unirse  á  sus  compañeros  hecha 
pié  á  tierra  y  se  bate  con  desesperación  dispuesto  á  vender 
cara  su  vida  y  la  de  sus  soldados. 

Tan  desigual  lucha  debia  de  tener  fatales  consecuencias.  El 
Capitán  Crouzeilles  y  el  Teniente  Lescano  rindieron  sus  vidas 
en  cumplimiento  de  su  deber,  como  asi  mismo  el  soldado 
Francisco  Carranza  del  Regimiento  5^  y  un  indio  amigo,  pero 
al  rededor  de  sus  cuerpos  quedan  también  tendidos  porción  de 
bárbaros.  La  noche  protejió  al  resto  de  nuestros  bravos,  los 
que  reunidos  y  bajo  las  órdenes  del  Sargento  José  Mallorca, 
buscaron  la  incorporación  de  sus  compañeros  que  habian  que- 
dado á  retaguardia  al  cuidado  de  la  caballada  y  volviendo  al 
dia  siguiente  al  lugar  del  combate,  recogieron  los  cadáveres 
de  sus  dos  malogrados  oficiales  conduciéndclos  al  campamen* 
to  de  la  Brigada. 


-14  — 


Begntido  coAibate  de  Puliiary 

Habiendo  sido  desprendido  el  i2  de  Febrero  el  Teniente 
Coronel  D.  Juan  G.  Diaz  con  60  hombres  á  fin  de  avanzar 
has^A  el  antiguo  campamento  de  Beuquecurá,  situado  en  el 
Talle  de  Pulmary,  y  practicar  batidas  por  los  bosques  de 
pinos  adyacentes,  con  el  fin  de  evitar  que  los  indios  se 
proveyesen  del  alimento  que  aquellos  producen  y  obligarlos 
así  ii  someterse  ó  emigrar  de  nuestro  territorio,  en  una  de 
sus  batidas  nota  huellas  frescas  de  indios  y  fraccionando  sus 
fuerzas  los  persigue  dejando  solamente  á  su  lado  un  oficial 
y  diez  y  seis  soldados.  Seguía  el  Comandante  Diaz  su  mar- 
cha cuando  de  improviso  se  encuentra  con  un  número  de  120 
á  160  indios;  en  vista  de  tal  desproporción,  tomó  posesión 
de  un  cerro  y  se  parapetó  á  la  defensa.  Como  los  'indios 
se  concretaran  á  hacerle  algunos  disparos  á  la  distancia,  sin 
llevarle  ataque»  resolvió  retirarse  hacia  su  campamento  de 
Pulmary,  y  cuando  lo  verificaba,  fué  alcanzado  por  los  mismos 
y  un  grupo  de  40  hombres  armados  á  fusil  que  parecían  ser 
soldados;  suspende  entonces  su  retirada  en  presencia  de  un 
enemigo  que  lo  estrechaba  por  todos  lados  y  echando  pié 
á  tiena  se  prepara  á  la  defensa.  Los  indios  le  hablan  ro- 
deado completamente  y  el  giiipo  de  gente  á  pié  se  le  venia 
encima  dispersado  en  guerrilla,  y  á  menos  de  un  tiró 
de  carabina  levanta  un  trapo  blanco  pero  sin  detenerse 
aquella.  El  Comandante  t)iaz,  con  la  esperiencia  de  suce- 
sos análogos  en  que  los  indios  valiéndose  de  igual  super- 
chería hablan  atacado  traidoramente  en  el  curso  de  está 
campafia  al  Sargento  Mayor  Vidal,  al  Capitán  Bustos  y  al  ma- 
logrado Capitán  Crouzeilles»  rompió  el  fuego  sobre  aquella 
tropa  que  avanzaba  y  sostuvo  un  brillante  combate»  rechazan* 
do  completamente  á  esa  fuerza  superior  en  número  que  avanzó 


—  15  — 

hásto  40  pasos  át  «ns  posicioiies.  Quedavon  tendidos  en  ^ 
eampo  A%  parte  de  "ellotf:  6  eeldsdos  uniformados  j  na 
indio.  Por  nuestra  paite  hubo  que  lamentar  la  pérdida  de^ 
los  soldados  Esteban  Godoy  y  Pedro  Leal  del  Batallón  H  dé 
lineat  muertos,  y  herido  d  de  igual  clase  Domingo  Rios. 

El  Comandante  Dias  y  d  Sub-Teniente  Wappers  han  de^ 
moatrado  en  esta  aceion^  valor  y  energía,  y  son  dignos  de  la 
coiisideraeion  del  Gobierno  y  dd  pafs. 


i^mM 


Combate  de  Apvlé 

Habiendo  el  Teniente  Coronel  D.  Nicolás  H.  Palacios,  mar- 
chado el  9  de  Febrero  del  campamento  de  su  Brigada  en  el 
Lago  Nahüel-Huapí,  con  4  gefes,  14  oficiales»  250  soldados  y 
79  indios  amigos^  con  objeto  de  efectuar  una  operacioa  sobro 
los  Caciques  Shayhueque  é  Inaesyal  que  se  hallaban  al  Sor 
del  Limay»  vadeó  ese  río  el  espresado  dia  y  después  de  marchas 
forzadas,  llegó  á  Lipauduan,  punto  donde  se  creía  estuviera 
el  último  Cacique,  y  el  cual  dista  118  leguas  al  S.E.  del 
Lago;  llegado  allí,  se  encontró  con  que  los  indios  habiaíi 
mudado  su.  toldería.  El  22  del  mismo,  á  fin  de  practicar 
una  descubieila  y  reconocimiento,  y  averiguar  el  rumbo  que 
hablan  tomado  los  salvajes,  desprendió  al  Capitán  del  Regi- 
miento 7^  de  caballeria  D.  Adolfo  Drury,  con  ana  partida  de 
soldados  de  línea  é  indios  amigos.  Dicho  oficiali  después  de 
avanzar  7  leguas  del  punto  de  qpe  habia  sido  desprendido^ 
se  encuentra  de  improviso  en  las  llanuras  de  Apulé  con  380  éJ 
400  indios;  desprende  chasque  urgente  a  aquel  gefe  dándole 
cuenta  de  lo  ocurrido  y  comunicándole  que  se  disponia  á 
cargar  á  la  indiada,  pues  temia  que  huyera  con  la  chusma  y 
hacienda.    La  partida  del  Capitán  Drury    era    muy    pequeña 


—  16  - 

en  ese  momento,  pues  se  componía  de  15  soldados  del  Be- 
gimiento  7^  y  10  indios  amigos ;  sin  embargo,  este  arrojado 
oficial  carga  decididamente  acompañado  de  los  bravos  solda- 
dos del  7^  y  se  apodera  en  el  primer  momento  de  toda  la 
chusma  de  los  indios  <^ue^^, consistía  en  1000  personas  mas 
ó  menos.  En  ese  momento  siente  un  fuerte  fuego  de  fusilería 
que  se  rompe  soBre  él,  el  que  le  ocasiona  11  bajas»  siendo 
todas  ellas  de  los  soldados  de  línea.  Eran  los  Thehuelches 
los  que  babian  roto  el  fuego  sobre  el  Capitán  Drury. .  Desde 
ese  momento  se  traba  un  combate  terrible  entre  el  diminuto  nú- 
mero de  nuestros  valientes  veteranos  y  la  numerosa  indiada, 
la  que  en  sus  cargas  continuas  consiguió  rescatar  su  chusma 
y  hacerla  huir.  Nuestros  bravos  se  defendieron  con  esa  va- 
lentía con  que  lo  hacen  en  todos  los  momentos  difíciles; 
ciertamente  que  su  situación  era  terríbleí  pues  el  Comandante 
Palacios,  á  pesar  de  marchar  en  su  protección  reventando 
caballos,  tardó  tres  horas  en  llegar  al  lugar  donde  se  batían 
con  desesperación  el  bravo  oficial  y  sus  soldados.  Los  salva- 
jes al  ser  atacados  por  la  columna  del  Comandante  Palacios 
huyeron  dispersados  en  todas  direcciones,  pero  dejando  en 
aquel  teatro  de  tan  heroica  lucha  mas  de  80  cadáveres.  Por 
nuestra  parte  hubo  un  sargento  muerto  de  los  Indios  Auxilia- 
res, el  capitán  y  11  soldados  heridos.  Cumplo,  pues,  con  el 
deber  de  poner  en  conocimiento  del  Gobierno  tan  distínguida 
acción  que  es  la  sesta  que  han  llevado  á  cabo  fuerzas  de  la 
División  á  mis  órdenes  durante  esta  campafia. 


—  17- 


ProYisioB  de  la  División 


Tengo  la  satisiaccion  de  decir  á  Y.  S.  que  la  División  á 
mis  órdenes  es  la  primera  vez  que  al  efectuar  una  operación 
á  distancias  tan  inmensas  como  lo  ha  hecho  y  en  terrenos 
inesplorados,  no  ha  carecido  un  solo  dia  de  alimentos,  siendo 
los  que  se  le  han  suministrado  abundantes  y  de  primera  cali- 
dad. £1  racionamiento  extraordinario  suministrado  por  e 
Gobierno  ha  estado  bajo  la  dirección  del  Teniente  Coronel 
D.  Alejandro  Montes  de  Oca,  cuyo  gefe,  al  dar  cumplimiento 
á  comisión  tan  delicada,  ha  dado  pruebas  de  inteligencia,  acti- 
vidad y  administración.  Así  que  ese  racionamiento  sea  con- 
sumido por  las  fuerzas  que  han  quedado  destacadas  en  las 
Cordilleras  daré  de  ello  cuenta  detallada,  y  desde  ya  puedo 
asegurar  á  V.  S.  que  el  tesoro  público  ha  economizado  lo 
menos  un  60  %,  lo  que  viene  á  importar  muchos  miles  de 
miles  de  fuertes. 


Caballadas  j  haciendas  tomadas  ¿  los  Indios 

De  las  caballadas  tomadas  á  los  indios  se  han  patriado 
algunas  para  reponer  las  pérdidas  y  el  resto  ha  sido  distri- 
buido entre  los  gefes,  oficiales,  tropa  é  indios  amigos.  De 
las  haciendas  vacuna  y  lanar  algunas  se  han  consumido  por 
las  fuerzas  y  el  resto  se  ha  distribuido,  por  los  gefes  de 
Brigada,  entre  los  gefes  y  oficiales  de  sus  respectivas  tropas  por 
autorización  del  que  firma.  Todos  los  indios  presentados  han 
recibido  caballos,  yeguas  y  ovejas,  siendo  el  mayor  número 
de  estas  últimas. 


—  18  — 


Linea  sobre  los  Andes 


Al  practicar  la  operación  que  acabo  de  efectuar,  he  creído 
de  suma  necesidad  trazar  una  línea  de  defensa  paralela  á  la 
Cordillera  á  fin  de  evitar  que  los  salvajes  que  hablan  sido 
arrojados  de  nuestro  territorio  volvieran  á  pasar  á  él ;  con  tal 
objeto  se  nombraron  varias  comisiones  de  gefes  y  oficiales 
para  que  estudiasen  los  puntos  mas  convenientes  para  la  colo- 
cación de  fuertes  y  foitines  en  los  boquetes  de  aquella,  domi- 
nando y  vigilando  los  caminos  que  conducen  del  oriente  al 
occidente  de  los  Andes. 

Concluidas  las  operaciones  de  guerra  empezaron  las  de  ocu* 
pación  y  al  retirarme  con  algunas  fuerzas  á  los  cuarteles  de 
invierno,  han  quedado  establecidos  y  paralelos  á  las  cordilleras 
3  fuertes  y  13  fortines  los  que  guardan  desde  Nahfiel-Huap( 
hasta  Pulmary  los  principales  caminos  que  conducen  á  Chile. 
Estos  fuertes  y  fortines  están  situados  en  los  puntos  que  a 
continuación  se  determinan  y  cuyos  nombres  se  denominan: 
en  NahüuelHuapí  fuerte  "Chacabuco",  Vega  Chapoleo  fuerte 
^  Maypú  "9  Cuncunnieiu  en  el  rio  Chimehuin  fuerte  *"  Junin ", 
en  Huichú-Lauquen  fortín   "  Teniente  Lescano ",  en  Mamui- 

* 

Malal  fortín  "  Capitán  Crouzeilles  "  y  en  Pulmary  fortín  **  Paso 
de  los  Andes".  A  mas  se  ha  construido  á  retaguardia . del 
fuerte  ''  Junin "  á  12  leguas  de  él  y  sobre  la  margen  derecha 
del  rio  CoUon-Curá  un  fortin,  el  cual  se  denomina  ^  Subte- 
niente Sharples"  y  es  el  depósito  de  víveres  de  todas  las 
fuerzas  que  han  quedado  en  el  cuadrilátero.  Del  fortín  Sub- 
teniete  Sharples  al  paso  del  rio  Neuquen,  se  han  construido 
otros  dos  más,  los  que  sostíenen  la  comunicación  con  Boca : 
el  primero  sobre  el  arroyo  Pichi-Leufú,  se  denomina  *"  Te- 
niente Nogueira",  y  el  segundo  sobre  el  arroyo  Fichí*Picun* 


—  19  — 

Leafú  **  Cabo  Alarcon ".  Estos  nueve  fuertes  y  fortines  han 
quedado  guarnecidos  por  4  gefes,  17  oficiales,  438  soldados 
de  línea  y  100  indios  an)igos.  También  han  quedado  en  ellos 
120  familias  pertenecientes  á  la  tropa  é  indios. 


Observaciones  y  consideraeioses   generales 


Cuando  la  operación  llevada  á  cabo  en  1881  hasta  el  Lago 
Nahüel-Huapi,  tuve  en  mi  poder  al  Cacique  Inacayal  con  sus 
caciquillos,  capitanejos  é  indios,  mas  como  tenia  la  creencia 
que  dicho  Cacique  era  de  índole  mansa,  pues  según  la  relación 
de  algunos  viajeros,  les  habia  prestado  su  protección,  después 
de  hablar  largamente  con  él,  dándole  consejos  de  obediencia 
y  respeto  á  las  leyes  de  la  Nación  y  á  su  Gobierno,  resolví  de- 
jarlo  en  su  territorio,  pero  con  la  condición  de  no  admitir  en 
él  al  Cacique  Shayhueque,  lo  cual  me  prometió  Inacayal.  Mas 
tarde  supe  que  no  solo  Shayhueque  se  habia  refugiado  en  los 
territorios  del  Sur  del  Limay,  sino  también  que  el  hijo  de  Ina- 
cayal cuidaba  los  intereses  del  Cacique  Naucucheu,  el  indio 
mas  reacio  é  indóipito  de  los  que  habitaban  la  Cordillera. 
Convencido,  pues,  de  la  índole  desleal  y  falsa  de  los  indios, 
resolví,  al  efectuar  la  operación  que  acabo  de  terminar,  no  dejar 
indios  que  no  sintieran  el  poder  de  la  Nación,  sometiéndolos 
á  sus  leyes  ó  esterminándolos. 

Esta  observación  la  hago,  señor  Inspector,  porque  no  ha 
faltado  quien  diga  que  al  indio  se  le  trata  con  sumo  rigor  y 
que  se  ha  decretado  su  esterminio. 

Mucho  antes  de  esta  campaña,  mantenía  comunicaciones  con 
los  caciques  mas  importantes,  y  en  todas  ellas  les  aconsejaba 
£u  sumisión  al  Gobierno,    garantiéndoles  en  su    nombre  sus 


-20- 

vidas,  familias  é  intereses;  pero  tiido  ha  sido  en  vano,  siendo 
necesaria  la  represión  de  las  armas  para  convencerlos  que 
son  impotentes  contra  el  poder  de  la  Nación. 

En  el  territorio  comprendido  entre  los  ríos  Neuqaen  y  Li- 
may.  Cordillera  de  los  Andes  y  Lago  Nahüel-Haapí  no  ha 
quedado  un  solo  indio,  todos  han  sido  arrojados  al  Occiden- 
te, y  con  la  vijilancia  que  ejercerán  en  lo  sucesivo  nuestros 
destacamentos  colocados  en  los  boquetes,  les  será  imposible 
pasar  al  oriente. 

AI  Sur  del  Limay,  y  en  lo  que  propiamente  se  puede  lla- 
mar Patagonia,  queda  Shayhueque»  pero  huyendo  pobre^  mise- 
rable y  sin  prestigio.  Inacayal  se  someterá  á  la  primera 
insinuación,  lo  mismo  los  Thebuelches,  gentes  de  índole  mansa 
y  dulce  y  que  por  una  fatalidad  para  ellos  se  encontraron 
sin  pensarlo  en  el  combate  de  Apulé. 

Hoy  puede  decir  la  Nación  que  tiene  los  territorios  del  Sur 
despejado»  de  indios,  prontos  á  recibir  en  su  fértil  suelo  á 
millares  de  seres  que  sacarán  de  él  sus  ricos  productos. 

La  Patagonia  tan  calumniada,  será  un  emporio  de  riqueza  el 
din  que  el  vapor  concluya  con  el  desierto  y  que  sus  moradores 
puedan  llevar  los  productos  de  su  fértil  tierra  del  Atlántico  al 
Pacífico  y  del  Pacífico  al  Atlántico. 

¥A  territorio  del  Sur  del  Limay  recorrido  por  la  3  *  Brigada, 
es  inmenso,  es  rico  y  está  brindándose  á  la  colonización.  La 
vía  de  Bariloche  que  conduce  al  Pacífico  será  para  los  futuros 
pobladores  de  la  Patagonia  el  fácil  y  corto  camino  por  donde 
conduzcan  los  frutos  que  saquen  á  aquella  fértil  tierra.  En 
el  territorio  del  cuadrilátero  existen  inmensidad  de  lagos,  sino 
tan  grandes  como  el  Nahüel-Huapí,  son  al  menos  importantes. 
En  RUS  márgenes  podrán  establecerse  millares  de  hombres  y 
conducir  por  8Uo  arterias  fluidas  los  productos  que  la  natura- 
leza les  está  brindando.  Todo  allí  se  produce  y  solo  falta 
que  la  mirada  inteligente  del  hombre  se  fije  en  aquel  suelo 


—  21  — 

para  sacar  de  él  un  céntuplo  de  lo  que  boy  el  indio  ignorante 
le  arranca. 

Como  y.  S.  verá  por  el  croquis  anexo  íi  la  memoria  de  la  2  ' 
Brigada,  en  el  Fuerte  '^  Junin  '*  se  ha  delineado  un  pueblo  y  creo 
que  muy  pronto  será  aquello  un  regular  centro  de  población. 

En  Chapelco  ó  Fuerte  *"  Maypú  "  se  ha  delineado  otro,  y  ci*eo 
que  allí  concurrirá  pronto  mucha  población  chilena,  pues  bas- 
tantes personas  me  han  significado  el  deseo  de  poblar,  con  la 
sola  condición  de  que  el  Gobierno  les  dé  tierras. 

AI  terminar,  señor  Inspector,  solo»  me  resta  recomendar  á 
la  consideración  del  Gobierno  ¿i  los  señores  gefes  de  Brigada 
Coroneles  D.  Enrique  Godoy  y  D.  Rufino  Ortega  y  Teniente 
Coronel  D.  Nicolás  H.  Palacios ;  á  los  Tetiicntes  Coroneles 
D.  Alejandro  Montes  de  Oca,  D.  Rosario  Suarez,  D.  Benja- 
mín Moritan,  D.  Manuel  Ruibal.  D.  Juan  G.  Diaz,  D.  Roque 
Peitiado,  D.  Saturnino  Torres,  D.  Pedro  Diez  Arenas  y  D.  Juan 
Terréz;  Sargentos  Mayores  D.  José  S.  Daza,  D.  Julio  Mo- 
rossini,  D.  Carlos  E.  O'DoneU,  D.  Miguel  E.  Vidal,  D.  Balta- 
zar  Peñiñory,  D.  Ponciano  Torres  y  D.  Francisco  Riveiro,  como 
así  mismo  á  todos  los  oficiales  que  son  recomendados  en  sus 
partes  por  los  gefes  de  Brigada.  Son  así  mismo  dignos  de 
recomendación,  los  Cirujanos  D.  Antonio  Canellas  y  D.  Abraham 
Pérez,  practicante  D.  Tadeo  Styrle  y  farmacéutico  D.  Miguel 
N.  Tagliafico. 

El  Teniente  Coronel  D.  León  Orma  Comisario  de  Guerra 
de  la  División  y  eVde  igual  clase  D.  Martin  Díaz  encargado  de 
la  provisión  extraordinaria  en  Roca»  son  así  mismo  dignos  de 
una  mención  especial  como  sus  ayudantes  Sargento  Mayor  don 
Segundo  Molina,  Tenientes  D.  Santiago  Baez  y  D.  Gregorio 
Ganduglia  y  el  de  igual  clase  D.  Elíezer  Grandoli  encargado 
del  depósito  de  víveres  en  el  CoUonCurá.  El  gefe  de  la  ofi- 
cina de  pagos  D.  Adolfo  Escalada  y  su  ayudante  D.  Ambrosio 
P.  Escalada,  son  así  mismo  dignos  de  una  recomendación^ 
pues  me  han  servido  de  secretarios  en  campaña.    El  Sargento 


—  22  — 

Mayor  D.  Marcos  Clavel,  Teniente  1®  del  Regimiento  1®  de 
Artillería  D.  Eduardo  Oliveros  Escola,  y  Teniente  2®  D.  Satur- 
nino Gorordo,  mis  ayudantes,  han  cumplido  con  actividad  é 
inteligencia  todas  mis  órdenes,  siendo  el  Teniente  Oliveros 
Escola  el  encargado  del  diario  de  campaAa,  el  cual  lo  ha  lle- 
vado á  mi  satisfacción. 
El  presbítero  D;  José  M.*  Beauvoir  que  ha  acompañado  la¿ 

fuerzas  hasta  NahüelHuapí  en  cumplimiento  de  su  sagrado 
ministerio  es  también  acreedor  á  una  recomendación. 

Todos  los  gefes,  oñciales  y  soldados  de  la  2  *  División  han 
cumplido  dignamente  con  su  deber  y  es  un  honor  para  el 
que  firma  estar  á  su  frente. 

Dios  guarde  á  V.  S. 

Conrado  E:   Villegas. 


INSTRUCCIONES 


Al  gefe  de  la  primera  brigada,  señor  Coronel 

Don  Rufino  Ortega 


Habiendo  demostrado  la  anterior  campaña  al  Lago  Nahft^ 
Haapf,  que  ya  no  son  necesarias  las  operaciones  combinadas 
en  grandes  columnas,  puesto  que  los  indios  se  han  disemina- 
do en  el  territorio  comprendido  entre  los  nos  Neuquen, 
Limaj  7  cordillera  de  los  Andes,  habiendo  el  cacique  de  los 
''Manzaneros"  pasado  al  Sud  del  último  con  algunos  de  su 
tribu,  debemos  concretamos  á  hacerles  una  guerra  continua  y 
activa  á  fin  de  desalojarlos  de  sus  últimas  guaridas,  reducir- 
los ó  apresarlos.  Es  con  este  objeto,  que  la  primera  Brigada 
observará  las  siguientes  instrucciones : 

1^  La  primera  Brigada  situada  en  Ñorquin,  desprenderá 
fuertes  partidas  en  distintos  rumbos  íl  fin  de  batir  su  frente 
y  flanco  derecho. 

2  ^  Las  partidas  se  compondrán  de  60  á  100  hombres  6  de 
mayor  número  si  él  gefe  de  aquella  lo  creyere  necesario. 

3  ^  Las  partidas  de  la  primera  Brigada,   batirán  su  frente 


—  24  — 

hasta  40  leguas  de  distancia  y  hasta  encontrarse  con  las  de  la 
segunda,  que  situada  en  la  confluentía  del  Collon-Gurá  con  el 
Quemquemtren,  batirá  su  frente  y  flancos  hasta  encontrarse  las 
de  su  derecha  con  las  de  la  primera. 

4  ^  La  batida  de  las  partidas  debe  llegar  hasta  el  límite  de 
la  República  con  la  vecina,  en  la  línea  de  las  cordilleras,  sin 
ultrapasarlas  bajo  ningún  pretesto. 

5  ^  Todo  gefe  ú  oficial  qué .  salga  con  una  partida,  llevará 
un  diario  en  el  que  marcará  el  itinerario  que  siga,  rumbos, 
horas  de  marchj^,  descansos,  topografía  del  ten*eno,  calidad  de 
campos  y  aguadas,  arroyos,  ríos  y  sus  direcciones,  y  todo 
(aquello  que  observare  y  fuere  de  utilidad  para  el  mejor  cono- 
cimiento del  terreno»  recomendando  en  esto  la  mayor  atención 
y  minuciosidad. 

6  <>  El  ingeniero  de  la  Brigada,  agregado  á  alguna  de  las 
partidas  que  operen,  hará  los  estudios  correspondientes  á  fin 
de  levantar  un  plano  del  territorio  que  ella  bata. 

7  ^  Debiendo  las  fuerzas  de  la  frontera  de  Chile  ponerse  en 
movimiento  en  Enero  del  año  próximo,  con  el  objeto  de  tomar 
posiciones,  se  recomienda  á  los  gefes  y  oficiales  que  manden 
partidas,  observen  el  miramiento  que  es  debido  entre  nacio- 
nes amigas,  prestando  auxilio  en  todo  aquello  que  les  fuere 
requerido  y  poniéndose  en  buena  armonía,  en  las  operaciones 
á  fin  de  conseguir  de  ellas  los  mayores  y  mejores  resultados 
posibles. 

8  ^  £1  Comandante  en  geíe  de  la  División  no  tendrá  lugar 
determinado,  pues  andará  recorriendo  las  Brigadas,  así  que, 
toda  novedad  de  la  primera  le  será  comunicada  por  su  gefe  y 
por  telégrafo  al  fortin./ Primera  División",  de  donde  le  será 
enviada  por  la  línea  de  comunicación  que  se  establecerá  al 
respecto,  al  punto  en  que  se  encuentre. 

9  ^  Como  las  distintas  partidas  de  la  División  que  se  des- 
prendan, pueden  encontrarse  durante  la  noche,  á  fin  de  evitar 


—  25  — 

accidentes  desgraciados»  se  previene  que  las  palabras  de  orden 
serán:  Barbarie,  Atrás. 

10.  Como  los  caciques  Benque-Curá,  Namuncurá,  fiumay  y 
otros  han  solicitado  las  paces  enviando  rehenes  en  prueba  de 
buena  fé,  el  gefe  de  la  primera  Brigada  prevendrá  á  todos  sus 
subordinados,  que  todo  grupo  de  indios  que  se  presente  en 
actitud  pacifica,  sea  recibido  y  tratado  con  la  humanidad  que 
es  debido  á  naciones  civilizadas. 

11.  Las  batidas  de  la  Brigada  serán  constantes  y  no  se 
suspenderán  hasta  que  el  Comandante  en  gefe  de  la  División 
lo  ordene. 

12.  Se  previene  al  gefe.de  la  primera,  que  las  partidas  de 
la  segunda,  á  mas  de  batir  su  flanco  derecho  hasta  encontrar- 
se con  las  de  él,  batirán  su  frente  hasta  el  límite  nacional  en 
las  Cordilleras,  y  su  flanco  izquierdo  hasta  el  rio  Caleufú,  y  la 
tercera  que  se  situará  en  el  Lago  Nahüel-Huapí,  lo  hará  por 
su  derecha  hasta  encontrarse  con  las  de  la  segunda  y  por  su 
frente  hasta  el  límite  sobre  las  Cordilleras. 

13.  £1  Comandante  en  Gefe  de  la  División  ordenará  el  di9 
en  que  deban  de  ponerse  en  movimiento  las  partidas  de  esa 
Brigada,  para  cuyo  efecto  se  trasladará    á  ese  campamento. 

14.  Dejo  á  la  inteligencia  y  pericie  del  Gefe  de  la  primera 
Brigada,  todo  aquello  que  pudiere  ocurrirse  en  el  curso  de 
las  operaciones  y  que  no  estuviere  determinado  en  estas  ins- 
trucciones, siempre  que  ello  responda  al  mejor  resultado  de 
aquellas. 


Chode-Choel.  Noviembre  8  de  1882. 


Conrado  E,  Villegas 


INSTRUCCIONES 

A 1  gefe  de  la  segunda  brigada,  sefior  Coronel 

Don  Enrique   Godcy 


Habiendo  demostrado  la  anterior  campaña  al  Lago  Ñahñel- 
Huapf,  que  ya  no  son  necesarias  las  operaciones  combinadas 
en  grandes  columnas,  puesto  que  los  indios  se  han  diseminado 
en  el  territorio  comprendido  entre  los  rios  Neuquen,  Limay  «y 
Cordillera  de  los  Andes,  habiendo  el  cacique  de  los  <  Manza- 
neros »  pasado  al  Sud  del  iHtimo  con  algunos  dé  su  tribu,  debe* 
mós  concretamos  á  hacerle^  una  guetra  continua  y  activa  á  fin 
de  desalojarlos  de  sus  últimas  guaridas,  reducirlos  6  estermi- 
narlos.  Es  con  ese  objeto  que  el  gefe  de  la  segunda  Brigada 
observará  las  siguientes  instrucciones : 

1®  La  Brigada  se  pondrá  en  marcha  del  pueblo  General 
Boca  con  el  mayor  número  de  fuerza  posible  el  dia  19  del 
corriente,  en  dirección  á  la  confluencia  de  los  rios  Neuquen 
y  Limay-  , 

3^  Llegada  á  la  confluencia,  efectuará  el  pasage  del  Neu- 
quen al  Sud  en  los  botes  que  están  destinados  para  el 
efecto. 


—  28  — 

3  ^  *  Efectuado  el  pasage,  seguirá  la  marcha  por  la  banda 
Norte  del  Limay  hasta  llegar  á  la  confluencia  de  los  ríos 
CoUon-Curá  y  Quemquemtrem,  punto  en  que  hará  su  cam- 
pamento. 

4^  Cada  soldado  irá  á  dos  caballos  y  una  muía»  llevando 
de  estas  ultimas  una  reserva  para  los  casos  necesarios. 

B^  La  Brigada  se  proveerá  de  víveres  hasta  fines  del  pre- 
sente mes,  los  que  cada  individuo  llevará  personalmente. 

6^  Las  raciones  consisten  en  los  siguientes  artículos:  dia- 
ria: tres  libras  de  carne,  diez  onzas  de  harina  y  media  de 
sal;  mensual:  cinco  libras  de  yerba  paranaguá,  veinte  onzas 
de  tabaco  negro  y  treinta  y  dos  colorado,  seis  pliegos  de 
papel  de  hilo,  uña  libra  de  jabón ;  extraordinarios :  una  onza 
de  café,  dos  de  azúcar  y  una  cuarta  de  caña  para  diez  indi- 
viduos (diaria). 

7  ®  En  el  arroyo  Pichí-Picun-Leufú  dejará  un  destacamento 
de  un  oficial  y  veinte  individuos  de  tropa  y  en  el  Pichí-Leufú 
otro  del  mismo  número  de  fuerza  á  fin  de  mantener  y  sostener 
la  comunicación  con  el  fortin  «Primera  División». 

8°  Una  vez  en  el  campamento  que  se  le  ha  designado  y 
que  sus  caballadas  se  hayan  refrescado  de.  la  marcha,  despren- 
derá partidas  á  fin  de  batir  su  frente  y  flancos. 

9^.  Las  partidas  se  compondrán  de  50  á  100  hombres  ó  de 
mayor  número  si  el  gefe  de  la  Brigada  lo  creyera  necesario. 

'  10.  Las  partidas  batirán  su  frente  hasta  el  límite  argentina 
sobre  las  Cordilleras,  su  flanco  derecho  hasta  encontrarse  con 
las  de  la  primera  Brigada  que  saliendo  de  Ñorquin  batirá  su 
izquierda  hasta  encontrarse  con  las  de  la  seguuda,  y  ésta  su 
flanco  izquierdo  hasta  el  rio  Caleufú,  donde  se  encontrará  con 
un  destacamento  de  la  tercera  «Brigada,  la  que  situada  en  el 
Lago  Nahüel-Huapí,  batirá  su  frente  hasta  el  límite  argentina 
sobre  las  Cordilleras  y  su  flanco  derecho  hasta  el  espresado  rio. 
11.     £1  Detall  de  la  Brigada,  llevará  un  diario  en  el  que 


—  29  — 

marcará  el  itinerario  que  siga,  rumbos,  horas  de  marcha,  des- 
cansos^ topografia  del  terreno,  calidad  de  campos  y  aguadas^ 
arroyos*  ríos  y  sus  direcciones,  fauna  y  flora,  las  novedades  de 
la  marcha  y  todo  aquello  que  observare  y  fuere  de  utilidad  para 
el  mejor  conocimiento  del  terreno,  recomendando  en  esto  la 
mayor  atención  y  escrupulosidad. 

12.  Ordenará  á  todos  los  gefes  y  oficiales  que  marchen  al 
frente  de  una  partida,  lleven  el  diario  que  se  les  recomienda 
en  el  anterior  artículo. 

13.  Debiendo  las  fuerzas  de  la  frontera  de  Chile  ponerse 
en  movimiento  en  £nero  del  afio  próximo,  con  el  objeto  de 
tomar  posiciones,  se  recomienda  á  los  gefes  y  oficiales  que 
manden  partidas,  observen  el  miramiento  que  es  debido  en- 
tie  naciones  amigas,  prestando  auxilio  en  todo  aquello  que 
les  fuere  requerido  y  poniéndose  en  buena  armom'a  en  las 
operaciones  á  fin  de  conseguir  de  ellas  los  mayores  y  mejo- 
res resultados  posibles. 

14.  £1  Comandante  en  gefe  de  la  División  no  tendrá  lu- 
gar determinado  pues  andará  recorriendo  las  Brigadas,  así  es 
que,  toda  novedad  ocurrida  en  la  tercera,  le  será  comunicada 
al  gefe  de  la  segunda,  según  órdenes  dadas  y  el  de  esta 
.última  las  pasará  donde  se  encuentre  el  Comandante  en  gefe. 

15.  El  gefe  de  la  tercera  Brigada,  ha  recibido  órdenes  de 
dar  cuenta  al  de  la  segunda,  de  todas  las  novedades  que 
ocurran,  mientras  no  esté  en  aquella  el  Comandante  en  gefe 
de  la  División. 

16.  Como  las  distintas  partidas  de  la  División  que  se  des- 
prendan pueden  encontrarse  durante*  la  noche,  á  fin  de  evitar 
accidentes  desgraciados,  se  previene  que  las  palabras  de  orden 
serán:  Barbarie,  Atrás. 

17.  Como  los  caciques  Renque-Curá,  Namuncura,  Rumay 
y  otros  han  solicitado  las  paces,  enviando  rehenes  en  prueba 
de  buena  fé,  el  gefe  de  la  segunda  Brigada  prevendrá  á  to* 
dos  sus  subordinados,  que  todo  grupo  de  indios  que  se  pre-^ 


-30- 

senté   en   actitud    pacífica,   sea    recibido   y  tratado  con  la 
humanidad  que  es  debida  á  naciones  ciyilizados. 

18.  Las  batidas  de  la  Brigada  serán  constantes  y  no  se 
suspenderán  hasta  que  el  Comandante  en  gefe  de  la  División 
lo  ordene. 

19  Se  previene  al  gefe  de  la  segunda  Brigada,  que  las 
partidas  de  la  primera  batirán  su  derecha  hasta  el  límite 
argentino  sobre  las  Cordilleras,  su  frente  hasta  40  leguas  de 
distancia,  y  en  las  mismas  Cordilleras  y  su  izquierda  hasta 
encontrarse  con  las  de  la  segunda. 

20  En  el  campamento  de  la  Brigada  estará  el  depósito  de 
racionamiento  extraordinario  á  cargo  del  teniente  coronel  don 
Alejandro  Montes  de  Oca,  cuyo  gefe  entregará  por  relación  y 
recibo,  aquello  que  le  fuere  solicitado  para  la  manutención  de 
la  tropa. 

21.  En  Roca  recibirá  la  Brigada  las  herramientas  de  zapa 
necesarias  para  la  coustruccion  de  alojamientos  para  ella  ú 
obras  de  defensa  si  fuere  necesario. 

22.  Dejo  á  la  intelijencia  del  sefior  Coronel,  gefe  de  la 
Brigada,  todo  todo  aquello  que  pudiera  ocurrir  en  el  curso 
de  las  operaciones  y  que  no  estuviere  determinado  en  estas 
instrucciones,  siempre  que  ello  responda  al  mejor  resultado 
de  ellas. 

Cboele-Choel.  Noviembre  8  de  1882. 

Conrado  E.    Vüttgas, 


INSTRUCCIONES 


Al  gefe  de  la  tercera  brigada  Ten'te.  Coronel 

Don  Nicolás  H.  Palacios 


Habiendo  demostrado  la  anterior  campaña  al  Lago  Nahüel- 
Huapí,  que  ya  no  son  necesarias  las  operaciones  combinadas 
en  grandes  columnas  puesto  que  los  indios  se  han  disemina- 
do en  el  territorio  comprendido  entre  los  rios  Neuquen,  Li- 
may  y  Cordillera  de  los  Andes,  habiendo  el  cacique  de  los 
«Manzaneros»  pasado  al  Sud  de  este  último  con  algunos  de 
su  tribu,  debemos  concretamos  á  hacerles  una  guerra  conti- 
nua y  activa  á  fin  de  desalojarlos  de  sus  últimas  guaridas, 
reducirlos  ó  esterminarlos.  Es  con  este  objeto  que  el  gefe 
de  la  tercera  Brigada  observará  las  siguientes  instrucciones: 

1^  La  Brigada  se  pondrá  en  marcha  de  este  campamento 
con  el  mayor  número  de  fuerza  posible  el  dia  15  del  corrien- 
te y  con  dirección  al  pueblo   General  Roca. 

2°  Cada  soldado  irá  á  dos  caballos  y  una  muía  por  hom- 
bre, llevando  de  estas  últimas  una  reserva  para  los  casos 
necesariés. 


—  32  - 

3^  Llegada  á  Boca,  se  proveerá  de  víveres  y  vicios  para 
15  días,  los  que  cada  individao  llevará  personalmente. 

4t^  Conducirá  en  su  arreo  el  mayor  número  de  radones 
posibles  para  cuyo  efecto  haríi  pedidos  al  oficial  encargado 
del  racionamiento   extraordinario. 

S"*  En  Boca  recibirá  órdenes  del  sefior  Coronel  D.  Enri- 
que Godoy,  quien  permanecerá  allí  hasta  el  pasaje  de  la 
Brigada. 

6^  Las  raciones  consisten  en  los  siguientes  artículos:  dia- 
ria: 3  libras  de  carne,  10  onzas  de  harina  y  media  de  sal; 
mensual :  6  libras  de  yerba  paranaguá,  20  onzas  tabaco  negro 
ó  32  colorado,  6  pliegos  papel  de  hilo  y  una  libra  jabón; 
extraordinarios :  una  onza  de  café,  dos  de  azúcar  y  una  cuar- 
ta de  caña  para  diez  individuos  (diaria). 

7^  Becibido  el  racionamiento,  se  pondrá  en  marcha  para 
la  confluencia,  efectuando  allí  el  paso  del  Ncuquen  en  los 
botes  establecidos  para  esa  operación. 

8  ^  Una  vez  efectuado  el  pasage,  remontará  el  Limay  por 
su  banda  Norte  haciendo  jornadas  convenientes  á  fin  de  que 
laa  cabalgaduras  y  arreos  no  sufran,  hasta  llegar  al  Lago 
Nahüel-Huapí,  punto  en  que  se  situará. 

'  9^  En  el  rio  Caleufú  dejará  un  destacamento  de  un  oficial 
y  30  individuos  de  tropa  á  fin  de  mantener  la  comunicación 
con  la  segunda  Brigada  que  se  situará  en  la  confluencia  del 
Collón- Cura  con  el  Quemquemtrem. 

10.  Una  vez  en  el  Lago  y  que  sus  caballadas  se  hayan 
refrescado  de  la  marcha,  desprenderá  partidas  á  fin  de  batir 
su  frente  y  flanco  derecho 

11.  Las  partidas  se  compoüdrán  de  50  á  100  hombres  ó 
de  mayor  número  si  el  gefe  de  la  Brigada  lo  creyese  nece- 
sario. 

12.  Las  partidas  batirán  su  frente  hasta  el  límite  argén, 
tino  sobre  las  Cordilleras  y  su  flanco  derecho  hasta  encon- 
trarse con  el  destacamento  establecido  en  Caleufú.  « 


—  as- 
ís. El  Detall  de  la  Brigada  llevará  un  diario  en  el  que 
marcará  el  itinerario  que  siga,  rumbos,  horas  de  marcha,  des- 
cansos, topografia  del  terreno,  calidad  de  campos  y  aguadas» 
arroyos,  ríos  y  sus  direcciones,  fauna  y  flora,  las  novedades  de 
su  marcha  y  todo  aquello  que  observare  y  fuere  de  utilidad 
para  el  mejor  conocimiento  del  terreno,  recomendando  en  esto 
la  mayor  atención  y  minuciosidad. 

14.  Ordenará  á  todos  los  gefes  y  oficiales  que  marchen  al 
frente  de  una  partida,  Ueven  asimismo  el  diario  que  se  reco* 
mienda  en  el  artículo  anterior. 

15.  Debiendo  las  fuerzas  de  la  frontera  de  Chile  ponerse  en 
movimiento  en  Enero  del  afio  próximo,  con  el  objeto  de  tomar 
posiciones,  se  recomienda  á  los  gefes  y  oficiales  que  manden 
partidas,  observen  el  miramiento  que  es  debido  entre  naciones 
amigas,  prestando  auxilio  en  todo  aquello  que  les  fuere  reque* 
rido  y  poniéndose  en  buena  armonía  en  las  operaciones  á  fin 
de  conseguir  de  ellas  los  mayores  y  mejores  resultados  po- 
sibles. 

16.  El  Comandante  en  gefe  de  la  División  no  tendrá  lugar 
determinado,  pues  andará  recomendó  las  Brigadas,  así  es  que 
toda  novedad  de  la  tercera  le  será  comunicada  al  de  la  se- 
gunda, quien  la  pasará  á  donde  se  encuentre  el  Comandante 
en  gefe. 

17.  Mientras  el  Comandante  en  gefe  no  esté  presente  en 
la  tercera  Brigada,  se  observará  lo  que  determina  el  artículo 
anterior. 

18.  Como  las  distintas  partidas  de  la  División  que  se  des- 
prendan,  pueden  encontrarse  durante  la  noche,  á  fin  de  evitar 
accidentes  desgraciados,  se  previene  que  las  palabras  de  orden 
serán:  Barbarie,  Atra^. 

19.  Cómo  los  caciques  Benque-Curá,  Namuncurá,  Rumay  y 
otros  han  solicitado  las  paces,  enviando  rehenes  en  prueba  de 
buena  fé,  el  gefe  de  la  tercera  Brigada  prevendrá  á  sus  subor- 
dinados,., que  todo  grupo  de  indios  que  se  presente  en  actitud 


—  34  — 

pacífica,  sea  recibido  y  tratado  con  la  humanidad  que  es  debi- 
da k  naciones  civilizadas. 

20.  Las  batidas  de  la  Brigada  serán  constantes  y  no  9e 
suspenderán  hasta  que  el  Comandante  en  gefe  de  la  División 
lo  ordene. 

21.  Se  previene  al  Gefe  de  la  tercera,  que  las  partidas»  de  la 
segunda,  á  mas  de  batir  su  frente  hasta  el  límite  en  las  Cor  - 
dilleras,  lo  hará  por  su  derecha  hasta  encontrarse  con  las  de 
la  primera,  y  por  su  izquierda  hasta  el  rio  Caleufú,  y  que  la 
primera  situada  en  Sorquín  batirá  su  derecha  hasta  el  límite 
en  las  Cordilleras,  su  frente  hasta  40  leguas  de  distancia  y  su 
izquierda  hasta  encontrarse  con  las  de  la  segunda. 

22.  El  Gefe  de  la  tercera  Brigada  mandará  por  su  racio- 
namiento, siennpre  que  lo  necesitare,  a  campamento  de  la  segunda, 
punto  en  que  se  hará  el  depósito  general  de  hacienda,  víveres 
y  vicios. 

23.  Siempre  que  necesitare  raciones  enviará  sus  relaciones 
al  encargado  del  depósito  quien  se  las  entregará  mediante 
recibo. 

24.  En  Roca  recibirá  la  Brigada,  las  herramientas  de  zapa 
necesarias  para  la  construcción  de  alojamientos  para  ella  ú 
otros  de  defensa  si  fue^e  necesario. 

26.  (Reservado)  Como  los  indios  pertenecientes  k  la  tribu 
del  cacique  Inacayal,  que  en  la  expedición  pasada  fueron 
encontrados  en  el  Lago,  tratados  con  toda  consideración  y  mi- 
ramientos posibles,  fueron  dejados  allí  con  cieilos  compromi«* 
sos  con  el  Comandante  en  Gefe  de  la  División,  á  los  cuales 
han  faltado,  él  Gefe  de  la  tercera  Brigada  dispondrá  al  encon- 
trarse á  una  distancia  conveniente  de  aquel  punto»  que  una. 
buena  partida  mandada  por  un  oficial  activo,  avance  á.  las 
tolderias. 

26.  (Reservado)  Si  la  operación  que  determina  el  artíoolo 
anterior,  es  llevada  á  cabo  con  felicidad,  sacará  baqueanos  en 
los  prisioneros  tomados  y  mandará  una  fuarto  partida  que  caiga. 


—  35  — 

sobre  Saihueque»  que  al  decir  de  algunos  indios  prisioneros 
que  están  en  nuestro  poder,  se  encuentra  en  el  Cumallo-Leu- 
fú,  que  como  se  sabe,  dista  solo  12  leguas  del  Lag^. 

27.  Se  recomienda  al  Gefe  de  la  Brigada  que  para  las 
operaciones  que  determinan  los  dos  artículos  anteriores,  ponga 
al  frente  de  las  partidas  que  las  van  á  efectuar,  gefes  ú  oficia- 
les expertos  y  activos,  y  que  en  ocasiones  anteriores  hayan 
demostrado  competencia  en  comisiones  tan  delicadas,  debiendo 
tener  presente  que  ésta  que  se  les  confía  será  de  benéficos 
resultados  para  la  Nación,  lustre  para  las  armas  de  la  Bri- 
gada de  la  División  y  buen  nombre  del  que  la  lleve  á  cabo. 

28.  Dejo  á  la  inteligencia  del  Gefe  de  la  tercera  Brigada» 
todo  aquello  que  pudiera  ocurrir  en  el  curso  de  las  operaciones 
y  que  no  estuviere  determinado  en  estas  instrucciones,  siem- 
pre que  ello  responda  al  mejor  resultado  de  ellas. 

Gboele-Choel,  Noviembra  8  do  16S2. 


Conrado  E,   Villegas. 


CONSIDERACIONES  GENERALES 


La  campaña  al  Lago  Nahüel-Huapf  llevada  á  cabo  por  la 
segunda  División  del  Ejército,  coronada  con  la  llegada  de  las 
fuerzas  á  las  márgenes  de  él,  ha  dado  la  solución  de  graDdes 
problemas  que  la  civilización  buscaba  pacientemente  para  es- 
tender su  imperio  en  aquellas  regiones.  El  piimero  es  el  re- 
conocimiento del  terreno,  su  topografía  y  accidentes,  estudian- 
do en  general  su  aspecto  mineralógico,  zoológico,  botánico  y 
geológico,  sus  condiciones  climatéricas,  que  sin  duda  alguna, 
superan  á  las  mas  hermosas  regiones  de  la  República,  el 
carácter  feraz  y  productivo  que  convertirá  esos  ténsenos  en  un 
verdadero  tesoro  cuando  nuestras  riquezas  agrícolas  y  gana- 
deras tomen  en  su  seno  incremento  y  progresión.  Los  cam- 
pos de  Balcheta,  del  Chasí-Leufú,  Trapal-Leufú,  del  Maquin- 
chegna,  hablan  por  sí  solos.  Mas  que  los  fines  positivos,  fué  éste 
el  resultado  de  mas  inmediatas  consecuencias  que  se  obtuvo, 
resultado  que  envuelve  el  segundo  problema  también  hoy  re- 
suelto :  la  idea  estratégica  de  las  posiciones  ocupadas  por  los 
vándalos,  que  encarna  en  sí  las  probabilidades  de  una  con- 
clusión final  ó  de  un  sometimiento  total  de  todas  las  tribus. 
Con  estos  conocimientos  prácticos  y  esta  esperiencia  geográfica, 


—  as- 
ía guerra  indígena  toma  una  faz  opuesta  en  esta  campafia,  ó 
mejor  dicho»  recupera  la  que  ha  tenido  anteriormente:  la  faz 
ofensiva  por  medio  del  orden  disperso. 

Los  cuerpos  fraccionados  y  subdivididos  operarán  como 
grandes  guerrillas  en  las  zonas  del  Limay,  Neuquen,  Cordillera 
de  los  Andes  y  Lago  Nahüel-Huapí ;  sus  partidas  esparcidas 
recorrerán  los  valles  y  cajones  de  las  montañas,  penetrando 
en  sus  cubiles,  agotando  toda  vijilancia  y  actividad  para  in- 
terceptar la  huida  del  salvaje,  como  los  medios  mas  concluyen- 
tes  para  atraerlos  pacíficamBute. 

En  el  mes  de  Pctubro  los  caciques  Rumay,  Manquel,  Ren- 
que-Curá  y  Namuncurá,  enviaron  parlamentarios  para  combi- 
nar medios,  que  consultando  sus  intereses,  los  pusiera  á 
cubierto  de  peligros,  ofreciendo  en  cambio  un  completo  some- 
timiento al  Gobierno  Nacional.  Esto  dice  implícitamente  que 
su  situación  no  es  halagüeña  ni  se  halla  en  perspectivas  satis- 
factorias. De  ellos,  pues,  se  espera  acatamiento  á  las  fuerzas 
nacionales  dentro  de  un    tiempo  mas  ó  menos    limitado. 

El  cacique  Sayhueque,  cuyas  lanzas  son  las  mas  numerosas 
pudiendo  llegar  de  600  á  700,  encuéntrase,  según  últimas  ave- 
riguaciones, al  Sur  del  Limay.  Allí  será  perseguido,  ó  en 
defecto  de  no  morar  en  ese  punto,  buscado  en  las  quebradas 
de  las  sen*anías« 

Los  mas  reacios  de  estos  príncipes  del  desierto  son  iPancw- 
clieo  y  Quenpo  como  lo  manifiestan  las  comunicaciones  reci- 
bidas en  la  Comandancia  en  Gefe  de  esta  División,  pero  no 
son  los  mas  numerosos  y  por  consiguiente  menos  temi- 
bles. Las  fuerza  de  ambos  no  pasa  de  la  mitad  de  las  de 
Sayhueque. 

Quedan  en  escala  terciaria  Foyel^  CliagaUo,  Pichfrhuincá  ó 
Peineo^  Morfiqueo,  Millahuincá,  Nahüel  y  otros  capitanejos, 
algunos  de  los  cuales  buscan  reconciliaciones  y  han  escrito 
anunciando  su  disposición  de  transar  y  concluir  con  el  estado 
de  su  vida  rebelde  y  nómade.    El  remate  de  estas  disposicio- 


—  39  — 

nes  conciliatorias,  es  ir  á  provocarles  su  sometimiento.  Últi- 
mamente, cuando  ya  las  fuerzas  se  pusieron  en  movimiento,  el 
cacique  Manquél  ha  ofrecido  presentarse. 

En  las  circunstancias  mencionadas,  las  Brigadas  inician  sus 
operaciones  divergentes  sobre  el  cuadrilátero,  comprendiendo 
todas  las  radiaciones  fluviales  nacidas  de  las  Cordilleras  y  pe* 
netrando  en  sas  cajones  mas  ocultos  por  medio  de  las  partidas 
volantes  y  lijeras  que  para  el  efecto  se  desprenderán. 

Las  Brigadas  de  la  División  segregadas,  batirán  el  cuadri- 
látero de  la  siguiente  manera: 

La  primera,  bajo  el  mando  del  Coronel  don  Ruñno  Ortega, 
estacionada  en  Ñorquin,  lanzará  sus  partidas  compuestas  de 
50  á  100  hombres  al  frente  hasta  40  leguas  de  distancia,  al 
flanco  derecho  buscando  el  contacto  con  las  partidas  pertene- 
cientes á  la  segunda  Brigada,  no  pasando  en  ningún  caso 
mas  allá  de  nuestro  límite  internacional  con  la  Eepública  de 
Chile. 

La  segunda  Brigada  á  las  inmediatas  órdenes  del  coronel 
don  Enrique  Godoy,  marchando  del  fuerte  General  Roca  y 
salvando  el  paso  del  Neuquen  en  su  confluencia  con  el  Li- 
may,  costeará  la  ribera  izquierda  de  este  último,  buscando  el 
punto  donde  su  afluente  el  CoUon-Curá  es  alimentado  por  el 
Quemquemtren.  En  el  mencionado  paraje  establecerá  su  cam- 
pamento general.  Con  rápidas  partidas  que  no  lleguen  al 
número  de  100  hombres,  sino  en  casos  extraordinarios,  ba- 
tirá su  frente  y  flancos. 

El  primero  hasta  el  límite  argentino -chileno,  en  la  cordi- 
llera de  los  Andes,  el  flanco  derecho,  tratando  de  comuni- 
carse con  la  derecha  de  la  Brigada  de  Ñorquin  y  el  izquierdo 
hasta  el  rio  Caleufú. 

La  tercera  Brigada,  al  mando  del  teniente  coronel  don  Ni- 
colas  Palacios,  se  moverá  desde  su  acantonamiento  en  Choe- 
le^Ghoel,  marchará  por  el  Norte  de  los  vios  Negro  y  Limay, 
vadeará  á  este  último  en  su  confluencia  con  el  Neuquen.    Al 


—  40  — 

pasar  por  el  rio  Caleufú,  destacará  en  sus  márgenes  un  oficial 
y  30  individuos  de  tropa  para  que  mantenga  la  comunica» 
cion  con  la  segunda  Brigada. 

Campado  en  las  orillas  del  gran  Lago,  buscará  con  sus 
partidas  por  la  izquierda  las  tolderías  del  cacique  Inacayal, 
por  su  retaguardia  las  del  rey  de  las  "^  Manzanas'',  Sayhueque, 
hasta  el  arroyo  Gumallo-Leufd,  por  su  derecha  hasta  el  rio 
Caleufú,  y  por  su  frente  hasta  el  límite  de  la  República  con 
la  nación  chilena. 

Así  pues»  la  zona  accidentada  del  Limay,  Neuquen,  Nahüel- 
Huapí  y  cordillera  de  los  Andes,  queda  cruzada  en  todas  di- 
recciones. Las  fuerzas  de  la  División  irradiadas,  batirán 
aquella  arrojando  á  su  morador  al  Occidente  y  Sur  del  Lago. 

Las  Brigadas  expediicionarias  para  poner  en  práctica  el  plan 
estratégico  descrito,  cuentan  con  el  siguiente  personal,  de* 
mentó  de  movilidad  y  manutención: 

La  tercera  Brigada,  compuesta  del  Batallón  6  de  Lifanteria 
de  línea,  Regimiento  7^  de  Gaballeria  de  línea  y  Escuadrón 
Indios  Auxiliares,  marcha  con  4  gefes,  22  oficiales,  436  sol- 
dados ;  con  1000  caballos  y  682  muías,  como  elemento  de  mo- 
vilidad, con  500  novillos  y  400  yeguas  para  racionarse. 

La  segunda  Brigada,  compuesta  del  Batallón  2  de  Infantería 
de  línea.  Regimiento  2  de  Gaballeria  y  Regimiento  5  ®  de  Gaba- 
lleria, marcha  con  6  gefes,  32  oficiales,  612  soldados  y  12 
arrieros,  con  1395  caballos,  y  769  muías,  como  agente  de  mo- 
vilidad, con  489  novillos  y  182  yeguas  para  racionarse. 

La  primera  Brigada,  compuesta  del  Batallón  12  de  Infan- 
tería de  línea  y  de  los  Regimientos  3  y  II  de  Gaballeria, 
cuenta  con  personal  superior  al  de  las  anteriores,  con  la  dota- 
ción completa  de  caballos  y  muías  para  moverse,  y  haciendas 
para  racionarse. 

Se  dará  con  dates  numéricos  la  fuerzap  el  elemento  de  mo- 
vilidad  y  racionamiento  de  esta  Brigada,  cuando  el  Goman- 


-  41  — 

dante  ea  Gefe  de  la  Divisioa  se  traslade  al  campamento  de 
Ñorqoin. 

La  seganda  Brigada,  que  como  se  ha  dicho  campará  en  la 
confluencia  del  Collon-Gurá  con  el  Quemquemtren,  tendrá 
bajo  su  custodia  la  provisión  de  víveres  para  sí  y  la  tercera 
Brigada. 

Para  complementar  el  movimiento  civilizador  de  la  presente 
campaña,  debo  recordar,  que  el  Comandante  don  Erasmo  Obli- 
gado, con  el  vapor  **  Rio  Negro "  de  la  escuadrilla,  explora  á 
su  vez  la  arteria  fluida^  queriendo  hallar  por  las  aguas  del 
Limay,  la  solución  del  problema  que  el  afio  pasado  las  fuerzas 
ten'estres  resolvieron  por  el  centro  de  la  Patagonia. 

De  esta  manera  dejamos  consignados  los  movimientos  de 
las  Brigadas  en  la  presente  expedición  al  desierto,  movimien- 
tos, que  si  son  llevados  á  la  práctica  con  eficacia  é  inteligencia, 
darán  por  concluida  nuestra  contienda  secular  con  el  númida 
argentino. 


Dia  22  de  Noviembre 


Termómetro    5  a.  m.  16^  Barómetro     6  a.  m.  736°>™ 

1  p.  m.  SO**  "  1  p.  m.  736,5«"°* 


•t 


8  p.  m.  22^  "  8  p.  m.  733,5°»'*» 


Eumboa  generales:  SO. O. NO. 
Jomada  10  leguas. 

En  este  dia  púsose  en  marcha  el  general  Villegas,  hkcia  la 
confluencia  del  Limay  y  Neuquen. 

El  Coronel  Godoy  y  Comandante  Palacios,  conforme  á  las 
instrucciones  recibidas,  se  movieron,  el  primero  el  19  del  cor- 
riente del  pueblo  General  Boca^  y  el  segundo  el  15  del  mismo 
del  acantonamiento  de  Choele-Choel. 

6 


—  42  — 

La  segunda  Brigada,  efectuó  el  paso  del  Neuquen  sin  nin- 
gún contratiempo,  en  los  botes  destinados  al  efecto.  Las 
caballadas  y  haciendas  (especialmente  estas  últimas)  no  deja- 
ron de  presentar  inconvenientes  por  el  estado  de  crecimiento 
del  rio. 

La  tercera  Brigada,  ha  llegado  hoy  á  este  punto  (fortín 
1*  División)  y  dará  comienzo  al  paso  el  dia  de  maüana. 

Los  campos  en  general  no  se  hallan  en  perfecto  estado  de 
verdosidad,  pero  al  Norte  del  Limay  por  los  valles  del  Collon- 
Curá  y  Caleufú,  á  estar  k  los  datos  recibidos,  se  mantienen 
profusos,  no  obstante  la  amenaza  consecuente  de  ser  calcina- 
dos por  los  salvajes. 

El  general  Villegal  ha  telegrafiado  al  coronel  Ortega,  ha- 
ciéndole presente  las  precauciones  que  se  deben  tomar  en  vista 
de  que  Namuncurá,  Renque-Curá  y  otros  caciques,  han  dejado 
rehenes  para  transar  amistosamente.  Le  comunica  igualmente 
que  el  cacique  Manquel,  debe  pasar  el  Catalin  (bastante  cre- 
cido) para  presentarse  al  Coronel  Godoy,  cuya  Brigada  de  un 
momento  á  otro  se  pondríi  en  marcha  al  CoUon-Curá. 


Dia  23 


Termómetro    6  a.  m.    7«  Barómetro    5  a.  m.  735™™, 

"  12  m.       25«  "  12  m.       735«™ 

"  8  p.  m.  22«  «  8.  m.      734,5™™ 

Campados. 

La  tercera  Brigada,  con  sus  haciendas,  ha  principiado  el 
paso.  Algunas  puntas  se  mezclaron  con  los  restos  de  la  se- 
gunda Brigada,  perturbando  á  aquel  y  absorbiendo  tiempo. 

Gomo  lo  indica  el  barómetro,  el  tiempo  estk  descompuesto 
Por  la  mañana  hemos  tenido  un  sol  despejado,  á  las  2  p.  m. 
nos  azotó  un  vendabal  furioso  del  O. 


—  «ñ  — 


.  Dia  24 


Tennómetro    5  a.  m.    8° 
"  12  m,        28« 


9  p.   m.  16<> 


Barómetro    5  a.  m.  734,5™™ 
12  m.      735™™ 

a 


6  p,  m.  734,5™™ 


Hemos  permanecido  campados. 

En  la  dificultad  del  paso  de  Isl^  haciendas,  se  perdieron  tres 
animales  vacunos  y  uno  caballar.  £1  Neuquen  considerable- 
m^te  crecido  ha  sido  en  el  caso  presente  el  mayor  de  los 
enemigos. 

Hemos  recibido  correspondencia  de  Buenos  Aires. 
Mañana  se  pondrá  en  marcha  á  Ñorquin  el  Comandante  en 
Gefe  de  la  División. 


Dia  25 


Termómetro    4  a.  m.  8° 

10  a.  m.  22° 

1  p.  m.  25<> 

9  p.  m.  15<> 


Barómetro  4  a.  m.  734™™ 
"         10  a.  m.  735™™ 

1  p.  m.  735,5™™ 
"  9  p.  m.  735™™ 


Rumbos  generales:  N.NO.NNO.O. 

Jomada:  10  leguas. 

Hemos  salido  á  las  5  de  la  mañana. 

Marchamos  hasta  el  fortín  Vidal,  donde  haciendo  un  des- 
canso de  una  hora  continuamos  avanzando  tres  leguas  mas 
arriba,  completando  diez  desde  la  confluencia  y  campando  á 
orillas  de  un  gran  cañadon,  en  circunstancias  de  agitar  dicho 


—  44  — 

punto  un  viento  furioso  las  cálidas  arenas  y  cenizas  del  cam- 
po recientemente  quemado. 

Al  partir  de  la  confluencia,  avánzase  sobre  campos  desman- 
telados de  vegetación.  Su  aspecto  y  arborescencia  es  de  la 
naturaleza  indicada  en   esa  gran  zona  que  hemos  dejado  á 

nuestras  espaldas,  y  las  grandes  familias  de  arbustos  pálidos 
y  éticos.    El  jume^  cadU-yuyo^  zampa,  frutilla  pampa,  retor^ 

iuño^  Jarilla,  chañar^  zulupe,  brea,  etc.,  permanecen  reinando. 

Los  mas  escasos  de  estos  árboles-arbustos,  son  el  piqutyin 
y  chañar,  cuyo  imperio  es  mas  profuso  desde  el  fuerte  Gene- 
ral Boca  hacia  el  Océano. 

Las  sierras,  cuya  altura  barométrica  sobre  el  nivel  del  mar, 
puede  calcularse  á  300  metros  (deducidos  del  nivel  del  rio  á 
246  m.)  se  encuentran  del  Neuquen  á  4  y  4  112  leguas,  estre- 
chándose poco  antes  de  llegar  al  fortín  ''Vidar  á  media 
legua,  para  retirarse  á  una  y  media  al  llegar  a  aquel.  Suce- 
sivamente se  abren  ó  cierran  entre  3  112  á  á  4  leguas  y  una  á 
una  y  media,  no  siendo  constantes  en  ningún  caso  estas  dis- 
tancias por  la  natural  oscilación  de  las  serranías. 

Las  faldas  por  el  Norte  son  accidentadas  como  variables, 
mientras  que  en  el  Sur  terminan  sobre  las  costas  del  Nauquen 
en  un  talud  bastante  regular  y  casi  tocando  la  superficie  líqui- 
da. Podría  decirse  que  ese  espacio  es  una  gran  berna  esten- 
dida en  gran  trayecto  con  desigualdades  apenas  sensibles. 

En  el*  fortín  **  Vidal "  no  existen  fuerzas.  Con  motivo  de  la 
expedición  los  puntos  intermedios  de  la  línea  han  quedado 
desguarnecidos,  manteniéndose  estables  los  mas  importantes: 
M»   División'',  "Tratayen"y  ** Paso  de  los  Indios^ 


—  45  — 


Dia  26 


Termómetro  41l2a.  m.    4^    Barómetro  4  ll2  a.  m.  737,6"" 

12  m.  23°  "         12    m.  730"" 

9  p.  m.        17*^  "'         9  p.  m.        732"" 

Bumbos  generales:  O.NO.NNO.N. 

Jomada:  10  leguas. 

Montamos  á  caballo  á  las  6  de  la  mañana;  una  marcha 
constante  nos  ha  puesto  en  «Tratayen»  á  las  11. 

£1  fortín  colocado  en  la  costa  del  rio,  foseado  y  protejido 
de  palo  á  pique»  se  halla  guarnecido  por  un  oficial  y  10  indi- 
viduos de  tropa.  20  cuadras  al  flanco  derecho  está  el  paso 
del  mismo  nombre. 

Dos  leguas  y  media  antes  de  llegar  al  fortin,  las  eminen* 
cias  del  N.  se  cierran,  (por  el  S.  no  hay  variaciones  de  tras- 
cendencia) concluyendo  esa  clausura  en  el  mismo  ''Tratayen", 
lo  cual  le  dá  la  colocación  estratégica  en  una  garganta:  Tro- 
iayen  quiere  decir  estrechura. 

No  pasan  los  indios  sin  ser  sentidos. 

Aquí  ha  recibido  el  General  Villegas  telegramas  del  Coro- 
nel Ortega  comunicándole  el  movimiento  que  ha  dado  á  una 
fuerte  partida  de  300  hombres  para  espedicionar  y  proteger 
al  cacique  Millamque,  que  queriendo  presentarse,  no  puede 
hacerlo  por  verse  vijilado  de  cerca  por  Benque  y  Namuncurá. 
Encuéntrase  el  cacique  Millamanque»  según  dicho  telegrama, 
con  un  número  de  150  lanzas  y  otro  tanto  de  chusma,  á  pié» 
desprovisto  de  toda  clase  de  elementos  y  cercano  á  las  nacien- 
tes del  Aluminé  ó  CoUon-Curá. 

En  cuanto  á  Namuncurá  y  Renque,  parece  no  quieren  tran- 
sacciones sino  aparentemente,  porque  más  vivamente  obedecen 
á  trabajos  ocultos  é  insinuaciones  de  las  tribus  de  allende  las 
montañas. 


—  46  — 

Las  fuerzas  desprendidas  de  Ñorquin,  están  destinadas  á 
dilucidar  y  evidenciar  estas  fluctuaciones. 

Los  conocidos  caciques  Sayhueque  é  Inayacal,  se  han  pues- 
to en  camino  al  Cliubut  para  presentarse  á  la  colonia  Galence 
(al  decit  de  los  indios  de  Millamanque)  y  es  muy  probable  lo 
hayan  efectuado  á  la  fecha. 

Anticipadamente  á  esta .  noticia,  se    desprendió    una  partida 

veloz  y  móvil  en  persecución  tenaz  del  primero  de  los  caciques 

mencionados,    hasta    inutilizar    completamente    los     caballos 

gualmente  á  Ñancuchecf,  se  le  ha  enviado  otra  partida  rápida 

para  batirlo  ú  obligarlo  á  entregarse. 

Respecto  del  capitanejo  Manquel,  que  debe  presentarse  den- 
tro de  pocos  dias,  ha  salido  en  su  cooperación  oUa  partida  aun 
mas  lijera  que  las  anteriores. 

Estamos  á  la  espectativa,  dada  la  invasión  que  van  á  tener 
las  tolderías  desvencijadas  de  los  caciques  del  cuadrilátero. 

En  el  dia  de  mañana  contiuuaremos  la  marcha. 

El  dia  ha  sido  agi*adable,  escepcion  hecha  del  trayecto  dondQ 
el  caliente  resplandor  de  las  tierras  silícias»  ha  elevado  la 
columna  termométrica  entre  32  y  34*^  al  pasar  el  sol  por  el 
meridiano. 

£1  pié  de  las  laderas  por  el  N.,  pasa  360  metros  distante 
del  fortin,  y  por  el  S.  toca  casi  las  orillas  del  cerrentoso  afluen- 
te del  Negro. 


Dia   27 


Termómetro    5  a.  m.    2*^  Barómetro    5    a.  m.  734"™ 

**  12  m.        85<>  **  12    m.       732»» 


tf  o    »      ^      len  tt 


8  p.  m.  15«  "  8    p.  m.  732»» 

Suild>08  generales:  0^0.  NO.  O.  SO  O 
Jomada:  7  1I2  leguas. 


—  47  — 

Hemos  partido  de  Tratayen  á  las  5  y  30*  marchando  hasta 
el  fortin  Vanguardia,  cuya  guarnición  se  ha  replegado  al  fuer- 
te General  Eoca. 

Al  dejar  á  Tratayen,  ec  la  ribera  derecha  las  alturas  pier- 
den su  regularidad  y  se  quiebran  en  distintas  cadenas  como 
en  el  N. 

El  camino  es  efectuado  en  una  gran  lengua  llana — como 
máximun  3l4  de  legua  al  Neuquen. 

Media  legua  mas  acá  de  Tratayen,. vése  á  la  derecha  del 
camino  el  singular  trabajo  de  épocas  primeras :  dos  moles  de 
piedra  roja  semejan  « Pilares »  y  estíin  equilibradas  perfecta- 
mente, siendo  sus  volúmenes  desiguales ;  uno  es  triple  del  otro 
con  una  forma  trapezoidal,  la  cúpula  sobresale  en  una  gi*an 
plancha  ó  meseta. 

£1  color  gredoso  de  las  sierras  ramifica  su  influencia  al 
valle. 

En  ambas  costas  las  faldas  desaparecen  y  las  alturas  que- 
dan fraccionadas  descubriendo  una  estratificación  variable  y 
sinuosa  de  distintos  períodos  geológicos. 

¿Qué  causa  ü  origen  en  la  operación  cosmogónicp  del  mundo 
ha  dado  este  aspecto  de  regularidad  á  la  corteza  terrestre? 
¿Por  qué  en  paite  vemos  tapizados  los  declives  de  flora,  aunque 
pobre,  y  en  otras  bruscamente  desaparece  para  dividirse,  pre- 
sentando  su  construcción  intrínseca? 

Los  sacudimiento^,  los  movimientos  é  terremotos  del  planeta 
en  pasadas  edades  los  han  producido.  Solo  asi  se  esplíca  y 
comprende  que  los  « Pilares »,  siendo  masas  de  naturales  ho- 
mogénea á  la  de  la  sierra,  estén  empero  separados  de  ella 
gravitando  en  seguros  cimientos,  sin  que  los  siglos  acumulados 
imoB  8obre  otros,  hayan  aniquilado  esa  posición  altiva. 

Pasamos  por  Afielo^  Qugar  de  combate)  campo  de  guerra*  de 
las  huestes  dominantes  en  aftos  anterrores^  de  los  territorioB 
hoy  en  poder  del  progreso. 


£1  suelo  no  ha  variado;  aun  no  hemos  salido  de  la  zona  in- 
dicada para  los  grandes  declives  de  la  Cordillera  de  los  Andes. 
Ese  punto  lo  hemos  marcado  40  leguas  al  occidentei  partiendo 
de  la  confluencia  del  Limay  y  Neuquen. 

El  fortin  €  Vanguardia »  está  sobre  el  mismo  río.  El  lecho 
de  éste  á  la  altura  que  nos  encontramos  es  idéntico  al  del  Li- 
may, y  en  cuanto  á  las  aguas  se  hallan  en  circunstancias 
iguales  para  no  diferenciar. 

Dícese  de  la  corriente  de  este  rio  ser  mas  poderosa  á  la 
del  Limay  y  en  general  puede  aceptare  aun  cuando  en  algu- 
nos puntos  la  tenga  inferior.  Por  ejemplo :  frente  á  e8t;e  for- 
tin tiene  6  ll2  millas  por  hora^  viéndonos  bien  distantes  de 
las  cordilleras,  entretanto  que  el  Limay  á  dos  y  media  leguas 
del  lago,  (Paso  Cabo  Campos)  lleva  la  misma  velocidad  en  su 
curso  al  mar.  Deduciendo  lógicamente,  mas  arriba  el  Neuquen 
debe  superar  al  Limay. 

£1  rio  Neuquen  al  presente  crece  de  una  manera  intermi- 
tente y  sus  aguas  están  bastante  turbias.  Mantiene  una  an- 
chura de  100  á  120  metros. 


Dia  28 


Termómetro    4  a.  m.    0°  Barómetro    4  a.  m.  735"™ 

12  m.       2-7<>  "         ,  12  m.       724«» 

"  9  p.  m.  15^  **  O  p.  m.  720»'°>  . 

Eumbos  generales:  S.  SO.  O.  SSO. 

Jomada:  7  leguas. 

Marchamos  á  las  5  a.*  m.  del  fortin  "Vanguardia",  llegando 
al  '"Mangrullo."  Descansamos  en  éste  tres  cuartos  de  hora 
y  prosiguiendo  la  marcha  campamos  en  e\  Bincon  del  "^ Cón- 
dor" á  las  10  y  15'  de  la  mañana. 


—  49  — 

Inmediatamente  de  salir  del  fortín,  las  cadenas  del  S.  for- 
man en  nna  entrada  sobre  el  rio  un  cerro,  cuyo  vértice  se 
destaca  á  la  distancia  y  puede  servir  de  guia  para  la  designa- 
ción del  parage.  Le  pusimos  el  nombre  de  "  Cerro  Chico  ". 
Por  la  marcha  que  traemos  dista  ocho  leguas  de  Tratayen. 
Del  fortin  '^  Vanguardia ",  se  le  vé  á  la  derecha  diagonalmente 
mirando  rectamente  el  curso  del  río. 

A  ^  leguas  de  trayecto,  encontramos  una  abra  de  conside- 
ración en  la  otra  costa. 

£1  valle  no  varía  entre  media  y  tres  cuartos  de  legua,  y 
algunos  puntos  como  el  '^  Mangrullo "  son  otros  tratayen. 

Antes  de  campar  en  el  '^  Bincon  del  Cóndor ",  hemos  pasa- 
do por  leves  ondulaciones  del  terreno  arenoso  mas  pronuncia- 
das que  lo  restante  del  camino,  parage  conocido  por  los 
"Médanos". 


Dia  29 


Termómetro 

4  a.  m.     7« 

Barómetro 

4  a.  m. 

72omm 

tt 

12     m.  3P 

tt 

12     m. 

719™™ 

tt 

9  p.  m,  370 

tt 

9  p.  m. 

718™™ 

Bumbos  generales:  S.SO.O. SSO. 
Jomada:  7  leguas  y  media. 

Montamos  á  caballo  á  las  5  de  la  mañana,  para  efectuar  la 
travesía  "^  Paso  de  los  Indios. " 

Nos  hallábamos  á  una  legua  próximamente  de  su  boca. 

Por  el  rumbo  (en  el  itinerarío-cróquis  están  todos  los  rum- 
bos ;  aquí  no  pongo  sino  los  generales),  se  vé  el  cambio  brusco 
del  camino  tan  pronto  como  se  penetra  en  las  alturas,  cambio 
que  se  sigue  en  un  espacio  de  dos  y  media  leguas  hasta  con- 
cluir por  tomar  una  Ifnea  paralela  al  río. 

£1  centro  de  la  travesía  es  una  meseta  de  tres  y  media 
leguas  hasta  tocar  en  el  talud  de  la  bajada. 


\ 


—  so- 
La  entrada  y  salida  del  pasage  sin  agua,  son  lechos  de 
arroyuelos  extinguidos  hoy,  pero  que  en  otras  épocas  alimen- 
taron al  Neuquen,  lechos  delineados  con  riberas  y  pedregullo 
que  han  soportado  el  respectivo  período  de  sedimentación  de 
las  aguas. 

En  la  meseta,  el  horizonte  despejado,  nos  mostró  distinta- 
mente y  por  vez  primera  la  línea  ondulada  y  caprichosa  de  la 
Cordillera  de  los  Andes. 

A  la  derecha  diagonalmente,  la  altura  dominante  y  mas 
cercana  á  nosotros,  era  el  cerro  Chigaillo  de  abajo  en  la  costa 
Sud  del  Neuquen. 

La  travesía  es  pedregosa  y  podemos  clasificarla  como  hrava^ 
aun  cuando  no  tenga  la  importancia  de  las  que  el  aflo  pasado 
hicimos  por  las  rocas  vivas  del  Ghasí-Leufú. 

Al  tocar  en  el  descenso  la  pendiente  que  lo  constituye,  es 
un  vértice  en  zig-zag  en  el  cuerpo  de  aquella,  que  paulatina- 
mente se  ensancha,  transformándose  en  un  arroyo  vaciado  por 
la  voracidad  del  terreno  que  le  circunda.  A  medida  que  con- 
cluye la  caída  sus  singularidades  aumentan.  La  huida  de  las 
aguas,  está  perpetua  en  las  planchas  pétreas  superpuestas  y 
se  diria,  que  al  pasar  aquel  elemento  gigante  ha  marcado  inde- 
leble **  la  huella  de  sus  estragos  ".  Por  momentos  parecia  que 
esos  colosos  detenidos  por  estrafios  equilibrios  rodaban  á 
nuestro  paso. 

Los  terrenos  á  que  nos  referimos  pertenecen  á  las  épocas 
terciaría  y  cretácea,  opuestos  á  los  del  S,  (á  cierta  altura) 
pues  no  hemos  visto  cuerpos  plutónicos  ni  desorden  en  la 
estructura  de  las  masas ;  todo  lo  contrario,  un  orden  especial 
y  admirable  cual  si  la  operación  geológica  hubiera  tenido  lugar 
sin  interrupción  y  obedeciendo  á  leyes  perfectamente  orde- 
nadas. 

Concluimos  el  descenso,  notando  inmediatamente  el  cambio 
en  los  reducidos  límites  del  valle.  Con  el  aumento  natural  de 
\  las  sierras,  éste  se  halla  estrechado. 


Mi- 


—  SI  — 

£1  rio,  sin  embargo,  so  tat  disminuido  notablemente  m 
ancho  y  frente  á  este  fortin  conserva  el  del   ''Vanguardia." 

A  las  11  de  la  mafianá,  costeando  las  laderas  peipendBcula- 
res,  llegamos  al  fortin  "  Paso  de  los  Indios. "  Guarnecido  por 
un  oficial  y  diez  soldados  tirae  uaa  posición  admirable  para 
la  defensa. 

£1  tiempo  se  mantiene  bueno. 

El  calor  se  ha  manifestado  sensible  de  las  11  de  la  maña- 
na i  las  10  de  la  nodie.  En  ese  tiempo  el  termómetro  ha 
oscilado  entre  32  y  36  ll2  grados. 

El  barómetro  ha  descendido  hasta  718  milímetros,  indican-» 
^onos  como  término  medio  sobre  el  nivel  del*  mar,  482  metros 
185  milímetros. 

Las  alturas  de  las  sierras,  las  tomaremos  desde  este  fortín, 
que  es  cuando  verdaderamente  son  de  importancia. 

En  el  día  de  mañana  nos  internaremos  en  él  cuadrilátero. 


Dia  30 


Termómetro  4  y  30*  a.  m.  11<>  y  30' 
"  12    m.  28« 

^  9  p.  m.  17« 

Barómetro    4  y  80'  720  ««^ 

12  m.      714  «^™ 
9  p.  m.  715  »"* 

Bumbos  generales:  O.  SO.  OSO.  NO. 
Jomada:  6  leguas. 

A  las  6  y  media  de  la  mañana  salimos  del  **  Paso  de  los 
Indios ",  pasamos  el  Neuquen  y  penetramos  en  el  cuadrilátero. 

El  camino  ó  senda  tomado^  es  pOr  demás  accidentado  y 
pedregoso.    La  entrada  á  las  serranías  por  entre  quebradas, 


—  52  — 

nos  ocultó  tres  6  cuatro  veces  el  Neuquen  antes  de  llegar  á  la 
confluencia  del  Covtmcó. 

A  las  9  a.  m.  pasamos  por  el  vértice  de  ambas  corrientes, 
continuando  por  las  orillas  del  último. 

El  Covuncó,  corre  de  SO.  á  NO.  con  curso  muy  variable; 
desagua  en  el  Neuquen  con  corriente  suave  y  con  un  ancho 
de  35  á  40  metros.  Mas  arriba  disminuye  y  en  algunas  par- 
tes forma  isletas  insignificantes.  Una  legua  del  Neuquen, 
corre  encajonado  y  barrancoso  entre  caldas  casi  verticales  de 
configuración  semejante  á  la  del  rio,  antes  y  después  del 
'^  Paso  de  los  Indios ." 

Mas  arriba  (es  decir  hacia  Govuncó)  el  valle  se  estiende  por 
igual  al  E.  y  O.  de  600  á  600  metros  por  sierras  inferiores 
y  cuya  flora  presenta  el  aspecto  aciguatado  de  las  anteriores 
mencionadas. 

Las  costas  están  ribeteadas  por  sauces  secundarios  y  en 
cantidad  reducida ;  el  lecho  es  arenoso  y  las  aguas,  aunque  no 
muy  transparentes,  mantienen  una  frescura  siempre  agradable. 

Todas  estas  observaciones  varian  evidentemente  en  tanto 
éste  arroyo  se  aproxima  al  origen. 

El  fortín  Covuncó  donde  llegamos  á  las  10  de  la  mañanai 
está  guarnecido  por  un  oflcial  y  30  soldados  pertenecientes  á 
la  primera  Brigada,  y  determinando  de  consiguiente  la  estre- 
ma izquierda  de  la  línea  de  destacamentos  de  aquella. 

Las  sierras  tienen  frente  al  fortin  una  altura  sobre  el  nivel 
del  rio  de  60  metros,  y  sobre  el  del  Océano,  deducida  de  la 
altura  barométrica,  660  metros. 


—  53  — 


Dia  I""  de  Diciembre 


Tennómetro    4  a.  m.    6^  Barómetro    4  a.  m.  714°^"^ 

12  m.       29<>  "  12  m.       709»» 

9  p.  m.  140  «  9  p.  m.  710»» 

Bumbos  generales :  O.  SO.  NO.  ONO. 
Jomada:  8  leguas. 

A  las  4  7  60'  de  la  mañana  rompimos  la  marcha  del  for- 
tín CoTuncó.  Una  legua  mas  arriba  de  éste,  vadeamos  el 
arroyo  pasando  á  la  banda  Oeste.  Marchando  por  ella  otra 
legua  tomamos  al  occidente  directo,  rodeados  de  elevaciones 
tanto  mas  variables  cuanto  es  el  ascenso  que  llevamos  hacia 
las  Cordilleras- 
Campamos  á  las  10  7  60'  en  la  ribera  derecha  del  mayor 
de  los  afluentes  del  Neuquen:  el  Agrio. 

La  senda  recorrida,  es  una  travesía  de  6  leguas  entre  el 
Agrio  y  el  Covuncó. 

Las  serranías  han  perdido,  aunque  no  sensiblemente,  su 
arborescencia  agreste  y  el  suelo  firme  en  lo  arenoso  y  yer- 
mo, mantiene  con  la  radiación  de  su  seno  ardiente  y  volcánico, 
un  calor  elevado  para  esta  latitud. 

He  observado  el  termómetro  en  la  marcha  é  indicaba  38^ 
centígrados. 

£1  Agrio  corre  de  SO.  á  NE.  con  las  variantes  que  mas 
tarde  designaremos  desde  sus  nacientes.  Corre  suavemente; 
las  aguas  son  límpidas  y  el  lecho  de  pedregullo  mediano. 

En  algunos  puntos  forma  rápidos,  dando  superior  corriente 
al  fluido  que  conserva  ese  azul  intenso,  característico  de  la 
proximidad  á  las  montañas.  Es  bastante  profundo,  teniendo 
an  caudal  líquido  comparable  al  CoUon-Curá  el  mas  impor- 
tante de  los  tributarios  del  Limay . 


Al  presente  está  regularmente  creciente.  Corre  espedito 
por  un  cajón  fecundo  y  exuberante  de  vegetación.  Becibe  la 
afluencia  de  numerosos  arroyos  que  subdividen  el  territorio 
cruzándole  en  todas  direcciones,  anuentes  que  se  irkn  indican* 
do  sucesivamente  por  el  orden  en  que  se  presenten. 

Tiene  el  valle  en  el  sitio  donde  hemos  campado,  á  ambos 
lados  del  rio,  350  á  400  metros  y  las  sierras  (resultado  de  su 
medida  directa)  106  metros,  que  sumados  con  el  nivel  á  que 
nos  hallamos,  hacen  678  metros  sobre  el  del  Océano. 

Este  último  es  tomado  como  término  medio  de  las  observa- 
ciones  atmosféricas. 

£1  tiempo  que  ha  mantenídose  fluctuante,  descompúsose  á 
las  2  p.  m.,  lloviéndonos  hora  y  media. 


Dia  2 


Termómetro    4  a.  m.    6®  Barómetro    4  a.  m.  Til™™ 

12  m.        270  «         12  m.       704™" 

•*  9  p.  m.  220  «  9  p,  ni.  705™™ 

Bumbos  generales:  O.  SO.  SSO. 
Jomada:  4  leguas. 

Salimos  á  las  5  a.  m.  Una  corta  y  rápida  marcha  nos  ha 
puesto  á  las  8  en  el  fortin  "  Gohuncó ",  situado  en  la  misma 
mkrgen  que  costeamos  del  Agrio. 

El  trayecto  inmejorable,  por  campos  fértiles^  manteniéndose 
las  sierras  á  una  altura  casi  constante  y  habiendo  desapare- 
cido de  ellas  el  amarillo  matiz  de  los  arbustos  mas  arriba 
señalados  y  que  no  omito  observar,  porque  esa  particularidad 
especializa  la  metamorfosis  de  tierras  al  acercarnos  á  las  Cor* 
dilleras  (hablando  de  los  terrenos  elevados,  pues  que  en  los 
valles  no  varia). 


-^55  — 

Frente  al  fortín  Cohuncd,  guarnecido  por  un  oficial  y  30 
soldados  y  en  estension  de  legua  y  media,  las  serranías  al  E. 
toman  el  nombre  de  ^  Rampay "  por  haber  sido  la  morada  de 
ese  cacique  en  tiempos  pasados,  y  del  cual  aun  vemos  vesti- 
gios pronunciados  en  los  corrales,  tolderías  en  ruinas  y  cemen- 
terios abandonados. 

A  las  4  p.  m.  hicimos  un  reconocimiento  á  las  pendientes 
de  *^  Bampay "  hallando  á  una  legua  en  línea*  paralela  al  Agrio, 
la  laguna  de  "  Rampay "  entre  alturas,  con  un  valle  de  3l4  de 
legua  y  una  longitud  poco  mayor  de  una  legua.  Está  man- 
tenida por  dos  arroyuelos  que  bajan  de  cadenas  próximas, 
yendo  uno  de  ellos  (que  casi  envuelve  la  laguna)  á  desembo* 
car  en  el  Agrio,  encerrando  á  las  de  ""  Rampay "  en  una  pem'n- 
sula,  en  contingencia  con  el  rio.  Las  costas  de  la  laguna  son 
cenagosas,  pero  hacia  el  O.  en  la  apertura  del  cajón  hay  mag- 
níficos campos. 

Kos  ha  llovido  con  fuerza  á  las  6  p.  m.  por  espacio  de  dos 
horas  y  el  tiempo  permanece  encapotado  hasta  este  momento 
(11  de  la  noche). 


ia  3 


Termómetro    4  a.  m.  W  Barómetro    4  a.  m.  714™™ 

2  p-  m.  25^  "  2  p.  m.  697™™ 


mm 


■  9  p.  m.  12«  "  9  p.  m.  714 

Rumbos  generales:  S.  O-  OSO.  O.  NO.  O.  NO. 
Jomada:  4  leguas. 

Nos  pusimos  en  marcha  á  las  9  y  45'  de  la  mañana,  cam- 
pando en  la  margen  izquierda  del  arroyo  "CWtAwé"  en  «1 
campamento  del  mismo  nombre,  á  las  12  y  45'. 

Sin  contar  numerosos  arroyuelos  y  vertientes  desprendidas 
de  las  faldas,  hemos  vadeado  cuatro  importantes  afluentes  del 


—  56  — 

Agrio:  el  Laja,  Lencuyü,  Achol  y  Codihué,  Todos  ellos 
se  mantienen  casi  paralelos ;  los  dos  primeros  de  SO.  á  NO. 
con  poca  diferencia;  los  dos  últimos  formando  un  solo  brazo, 
á  lOO  metros  antes  del  Agrio,  corren  á  él  con  rumbo 
de  O.  á  E. 

En  las  nacientes,  el  Achol  corre  de  S.  a  N.  y  el  Codihué 
de  ONO.  á  ESE.  Violentos  en  la  corrientei  con  aguas  trans- 
parentes por  completo  y  con  un  lecho  pedregoso^  visible  de 
la  superficie  en  su  mayor  profundidad,  arrójanse  al  Agrio,  ya 
también  en  la  claridad  del  elemento,  como  en  la  velocidad 
de  la  corriente. 

Las  sierras  desmanteladas,  se  suceden  en  declives  superio- 
res de  los  Andes. 

Legua  y  media  antes  de  llegar  á  Codihué,  el  Agrio  varia 
rumbo  al  N.  y  el  fuerte,  circundado  de  elevaciones,  aparece  de 
pronto  al  viajero  que  transite  por  nuestro  camino.  Está  si- 
tuado sobre  un  valle  estrecho,  siendo  ya  por  su  estension  una 
pequeña  población  guarnecida  por  un  oficial  y  60  soldados. 

A  20  cuadras  del  fuerte,  existe  sobre  las  faldas  de  las  serra- 
nías, una  pequeña  fuente  de  agua  templada  (agua  termal) 
cuyo  origen  esplica  la  calidad  de  ten-enos  que  la  han  formado 
(terrenos  metalíferos). 

La  vegetación  y  fertilidad  del  valle,  es  vigorosa;  el  rio  se 
estrecha  y  se  separa  de  las  serranías  obligando  á  escalar 
éstas.  Entonces  vemos  el  paisaje,  á  nuestros  pies,  de  la  cin- 
ta azul  serpenteando  subdividída  en  brazos  con  islas,  algunas, 
sino  de  consideración,  por  lo  menos  no  insignificantes,  cual 
acontece  al  pasar  el  arroyo  Laja,  marchando  sobre  pendientes 
escarpadas  y  á  pique :  el  rio  se  fracciona  en  un  hermoso  ar- 
chipiélago  y  una  de  las  islas  tiene  una  estension  de  mas  de 
3000  metros. 

Mas  adelante  y  con  mejores  fuentes  daremos  detalles  es- 
tensos  del  organismo  fluvial  del  cuadrilátero,  tanto  del  Neu- 
quen  como  del  Limay. 


—  57  — 


El  tiempo  ha  fluctuado.  Por  la  mañana  mantúvose  nebu- 
loso, k  las  12  despejado  y  por  la  tarde  el  cielo  apareció 
manchado  con  cúmttlús  y  nimbus  aunque  sin  lloverj 


Dia  4 


Termómetro    4  a.  m.    2®  (bj.cero)  Barómt.  4  a.  m.  694,3™"* 

12  m.       26*»  •*       12  m.        686«« 

9  p.  m.  16*»  "  9  p.  m.  6tí7™°* 

Eumbos  generales:  O.  NO.  NO.  N. 
Jomada:  4  leguas. 

Partimos  á  las  5  y  20'  de  la  mañana,  campando  media 
legua  mas  airiba  del  fortin  < Guarenchenque »  sobre  la  costa 
O.  del  arroyo  del  mismo  nombre,  casi  en  su  confluencia  con 
el  Agrio. 

Al  salir  de  Codihué,  abandonamos  las  costas  del  rio,  to- 
mando el  talud  de  sus  sierras  y  marchando  por  el  centro  de 
ellas,  dejamos  ¿  la  derecha  el  Agrio  y  á  la  izquierda  las 
Cordilleras. 

La  meseta  que  hemos  atravesado  por  el  £.  forma  la  cuenca 
del  Agrio  y  por  el  O.  la  del  Godihue  hasta  cierta  altura,  en 
que  se  une  á  superiores  cerros  y  mesetas. 

Legua  y  media  de  Codihué,  bajamos  la  pendiente  tomando 
^a  costa  derecha  del  Agrio,  y  siguiéndola  campamos  en  el  pa- 
raje designado  mas  arriba. 

Al  terminar  la  pequeña  travesía,  las  sierras  del  Agrio  al  E. 
se  levantan  prodigiosamente,  variando  en  un  todo  el  aspecto 
granítico  y  arborescente.  Toda  la  fertilidad  afluye  al  valle  y 
el  terreno  convulsionado  es  plutónico  antes  que  neptúnico. 

Al  la  distancia,  donde  el  análisis  escapa,  parecen  inclinacio- 
nes homogéneas  con  un  césped  de  pálido  espartillo. 

8 


--  68  - 

El  Guarenchenque  baja  al  Agrio  con  rumbo  SSO.  á  NNE.  y 
parece  tomar  en  sus  nacientes,  del  N.  al  S.  como  los  pasados ; 
es  cerrentoso,  con  lecho  Toluminoso  y  ancho  variable  entre  30 
y  30  metros.    Desagua  con  fuerza  en  el  Agrio. 

El  fortin  de  Guarenchenque  está  construyéndose  con  una 
guarnición  de  dos  oficiales  y  20  soldados. 


Dia  5 


Termómetro    4  a.  m.     6*>  Barómetro    4  a.  m.  685"»°^ 

"  12  m.        220  «  12  m.       674™'» 

9  p.   m.    16*>  •*  9  p.  m.  676,5°»"» 

Bumbos  generales :  N.  NNE.  NE. 
Jomada:  7  leguas. 

Hemos  salido  k  las  6  y  10'.  Con  un  descanso  de  tres 
cuartos  de  hora  en  el  arroyo  Pichincó^  campamos  á  las  11  en 
la  margen  izquierda  del  notable  Guákupen. 

No  puede  haber  sido  mas  variado  el  trayecto  desde  nues- 
tra salida,  tanto  por  el  nú:nero  de  arroyos  pasados,  como  por 
el  camino  sobre  las  sierras  en  aquellos  puntos,  en  que  el  rio 
Agrio  toca  el  pié  de  las  laderas.  Es  la  jornada  en  que  hemos 
visto  mayoria  en  los  afluentes,  así  permanentes  como  de  des- 
hielos ó  lluvias. 

Éntrelos  primeros  se  cuentan  los  siguientes:  Guarenchen- 
que, Banquilcó,  (agua  de  carrizo)  Tumtt-yumu,  (de  la  tuza) 
Filahuencó^  (de  un  arbusto  desconocido  llamado  pilalmen  y 
agua  có)  Loncopué,  (sin  traducción)  Pichincó,  (agua  de  paico) 
Atreuoó,  (agua  fria)  y  el  mas  caudaloso  de  todos  ellos,  el 
Gtudcupen^  en  cuyas  costas  está  el  fortin  del  mismo  nombre. 

Por  el  E.  tiene  así  mismo  tributarios  el  Agrio  en  las  dos 
categorías  designadas,  pero  no  son  en  el  número  que  al  O. 


—  59  — 

Los  arroyos  expresados  corren  paralelos  con  poca  diferencia, 
de  corriente  viva,  álveo  pedregoso  y  aguas  cristalinas. 

A  una  legua  de  Guarenchenche,  nos  pusimos  frente  ¿1 
cerro  '  Campana-Mahuída "  sobre  la  ribera  opuesta,  cerro 
abrupto  en  su  cima  y  cuyas  faldas  ramificadas  lateralmente, 
se  confunden  con  las  de  la  cuenca  del  Agrio.  Sobre  la  mis- 
ma costa  y  también  á  una  legua  del  cerro  ^Campana-Ma- 
huida"  son  observables  una  serie  de  cerros  aglomerados 
formando  ''Cuatro  Puntas"  y  de  mayor  altura  que  el  ante- 
rior. 

No  es  menos  notable  sobre  la  ribera  O.  y  dos  leguas 
mas  avanzado  de  *"  Campana-Mahuida ",  '"Los  Manzanos", 
donde  aparecen  como  estación  este  abundante  fruto  de  las 
Cordilleras. 

Las  alturas  que  hemos  subido  al  descajonarse  el  Agrio  son 
escarpadas,  notándose  en  ellas  como  en  los  arroyos  y  que- 
bradas, los  arbustos-árboles:  molle  y  Chacay, 

Con  particularidad,  el  Agrio  queda  marcado  en  sus  orillas 
como  flora  sobresaliente,  por  el  chacay,  cuya  presencia  domi- 
na de  dos  leguas  mas  abajo  de  Godihuéi  y  que  predomina 
hasta  sus  nacientes  como  lo  veremos  después. 

£1  fortin  de  "^  Gualcupen ",  está  guarnecido  por  un  oficial 
y  20  soldados  de  infanteria  y  caballería  á  600  metros  de  la 
confluencia  del  arroyo  con  el  Agrio. 

£1  Gualcupen  y  Codihué  son  los  de  mas  cauce  entre 
los  que  forman  al  Agrio,  sucediéndole  en  importancia  el  Yu^ 
mt^yumu  y  ChMrenchenque.  Seria  necesario  recorrerlos  sepa- 
radamente, para  dar  auténticos  datos  de  sus  orígenes  y  curso, 
como  de  la  accidentacion  del  terreno  que  bañan. 

£1  Agrio  cambia  rumbo  hacia  el  N.  y  en  el  dia  de  mañana, 
debemos  abandonarlo  pasándolo  á  legua  y  media  de  Ñorquin. 


-  eo  — 


Dia  6 


Termómetro    4  a.  m.    6**  Barómetro    4  a.  m.  676,5°°^ 

12  m.       25^  "  12  m.       666,B«" 

9  p.  m.  22^  "  9  p.  m.  661,5»"^ 

Rumbos  generales:  N.  NNO.   NO. 
Jomada :  7  y  media  leguas. 

A  las  4  de  la  mañana  salimos  de  Gualcupen.  Una  marcha 
de  7  y  media  leguas  nos  ha  puesto  en  el  campamento  de  Ñor- 
quin  á  las  9  a.  m, 

En  este  trayecto  hemos  cruzado  los  arroyos  del  Pino, 
Unu'ühncó^  (vuelta  de  agua)  y  tres  arroyuelos  de  deshielo; 
marchando  por  campos  feraces  y  sierras  pedregosas,  particu- 
larmente al  salvar  el  Ühu-unuc6  y  el  primero  de  crecientes  en 
donde  una  legua  y  media  la  demarcaban  pequeños  médanos 
graníticos  estendidos  y  confundidos  con  las  alturas. 

El  Agrio,  que  hemos  cortado  legua  y  media  antes  de  lle- 
gar á  Ñorquin,  tema  rumco  al  O.  hacia  las  nacientes. 

En  el  paso  es  desplayado,  se  precipita  por  un  talweg  volu- 
minoso y  entre  barrancas  que  le  ocultan  hasta  hallarse  en  sus 
orillas. 

Vadeado  el  Agrio,  tomamos  el  N.,  dejando  á  la  derecha  el 
arroyo  Ñorquin  corriendo  de  N.  á  S.  y  uno  de  cuyos  brazos 
(arroyo  de  creciente)  pasamos  á  media  legua  del  campamento. 
£1  Ñorquin  toma  el  nombre  de  CvicnUMalal  (corral-meseta) 
de  la  pequeña  meseta  que  en  el  campamento  determina  su 
izquierda  y  que  envolviéndolo  por  entero  toma  nacientes  al  O. 

Ñorquin  se  extiende  de  O.  á  E.  á  3,000  metros;  se  cierra  á 
60  metros  al  O.  y  al  E.  se  dilata  á  400  metros. 

El  nuevo  campamento  de  Ñorquin  está  al  S.  del  presente 


—  61  — 

7  en  su  superficie  mayor  que  la  de  éste,  ha  sido  delineado  el 
futuro  pueblo  por  el  ingeniero  Sr.  Seidler. 

Las  fuerzas  en  campaña  de  esta  Brigada  han  dejado  el  punto 
con  las  fuerzas  estrictamente  necesarias  para  su  protección. 
El  Coronel  Ortega,  como  he  dicho,  el  26  del  mes  ppdo,  se 
puso  en  marcha  con  300  hombres  buscando  la  conciliación 
forzada  de  Benque  y  Namuncurá  y  en  apoyo  del  cacique  Mi- 
Uamanque  que  ofreció  presentarse.  Ha  marchado  racionado 
por  un  mes. 

El  General  Villegas  permanecerá  en  este  punto  hasta  tener 
conocimiento  del  resultado  completo  de  la  expedición,  para 
ponerse  en  marcha  al  Lago  Nahüel-Huapí,  a  conocer  los  mo. 
yimientos  de  las  demás  Brigadas,  en  la  otra  parte  del  cuadri- 
látero. 

La  primera  Brigada  cuenta  con  mayor  fuerza  á  las  de 
Choele-Ghoel  y  Boca,  siendo  su  personal  10  üefes,  70  oficia- 
les y  918  soldados  con  1142  caballos  y  1262  muías. 

Los  destacamentos  en  los  fortines  que  guarnecen  la  línea, 
absorben  mas  de  la  mitad  de  la  fuerza  que  ordinariamente 
permanece  en  el  campamento  para  lanzar  comisiones  á  las 
tolderías. 

Hemos  tenido  buen  tiempo.  El  barómetro  nos  indica  como 
término  medio  sobre  el  nivel  del  mar,  1300  metros. 

Las  sierras  que  nos  circunvalan  no  son  las  mas  importan- 
tes, ocultándonos  la  Cordillera  de  los  Andes  por  la  derecha» 
y  por  la  izquierda  á  sus  mas  grandes  ramificaciones. 

Al  E.  del  campamento,  lo  limitan  las  sierras  denominadas 
''Banquilon"  á  continuación  de  las  cuales  está  el  valle  del 
mismo  nombre. 


—  62  — 


Día  7 


TeriDÓm^tro    6  a.  m.  lO^'  Barómetro    6  a.  m.  662,6°^°^ 

18  m.       24^  30*  "  12  m.       660,5»"^ 

**  9  p.  m.  20°  "  9  p.  m.  656»°^ 

Campados. 
No  ha  ocurrido  novedad. 


Dia  8 


Termómetro    6  a.  m.  12<^  Barómetro    5  a.  m.    66i^^ 

•  12  m.       24°  *         12  m.         668«°^ 

**  9  p.  m.    8*>  **  9  p.  m.    662«» 

Campados. 

No  ha  ocurrido  novedad. 

Las  observaciones  barométricas  y  termométrícas  son  dedu- 
cidas como  término  medio  cada  una  de  seis  observaciones 
respectivas. 

Dia  9 

Termómetro    6  a.  m.    4^  Antes  de  salir  de  liforquin. 
^  11  a.  m.  20^  En  la  confluencia  del  Agrio  y 

Dulce. 
"*  9  p.  m.    2°  Al  N.  de  la  laguna  que  dá  na- 

cientes al  Dulce. 
Barómetro    5  a.  m.    659™°^ 
"  11  a.  m.    632,6" « 

**  9  p.  m.    614»™ 

Bumbos  generales:   NO.  N.  O. 
Jomada:  10  leguas. 


—  63  — 

Habiéndome  ordenado  el  señor  Comandante  en  Gefe  de  la 
DiTision,  marchara  á  tomar  las  nacientes  del  rio  Agrio,  me 
puse  en  marcha  del  campamento  de  Ñorquin  á  las  7  y  46' 
de  la  mafiana. 

Pasamos  por  el  campamente  nuevo;  al  llegar  al  Agrio,  to- 
mamos al  N.  siguiendo  aguas  arriba  y  por  la  ribera  N.  del 
espresado  rio- 

Los  Andes  están  nevados.  El  frió  de  anoche,  en  que  el  ter- 
mómetro  descendió  algunos  grados  bajo  cero,  hizo  caer  una 
nevada  que  ha  dejado  blanco  en  partes  el  trayecto  que 
llevamos. 

Del  paso  para  fforquin,  hacia  el  O.  tres  leguas  y  media, 
baja  como  ordinariamente,  entre  médanos  cretáceos  y  bajos 
reducidos  pero  fértiles.  A  la  distancia  dicha»  se  permuta  el 
cajón  en  una  accidentacion  ^de  lomas  peñascosas  que  nada 
agradable  ni  digno  de  estudio  ofrecen. 

Pasamos  por  un  frondoso  manzano  en  la  ribera  izquierda. 
Media  legua  mas  arriba  vadeamos  el  Agrio»  trasladándonos  á 
la  banda  S.  que  continuamos  costeando. 

Durante  este  tiempo,  las  montañas  unian  sus  faldas  y  las 
protuberancias,  dibujándose  mas  pronunciadas,  aparecían  por 
el  N.  y  S.  dd  camino. 

A  la  derecha  del  paso  y  á  60  metros,  el  rio  forma  un  sal- 
to de  3  y  medio  metros»  y  100  metros  mas  adelante,  entre 
capas  y  piedras  cortadas  perpendicularmente,  un  segundo  ma- 
yor que  el  primero.  La  violencia  del  agua  agita  en  la  atmós- 
fera moléculas  impalpables. 

Este  salto  forma  igualmente  dos  fuertes  rápidos  también 
visibles  al  efectuar  el  paso.  £1  rio  conserva  en  dicho  punto 
un  ancho  de  10  á  12  metros. 

En  la  confluencia  de  los  nos  Agrio  y  Dulce,  las  montañas 
se  cierran  á  200  metros  por  el  N.  £1  Dulce  corre  en  una 
canal  escondida  al  pié  de  las  sierras,  y  al  unirse  con  el 
Agrio,  mantiene  un  ancho  de  20  metros. 


—  64  — 

De  la  confluencia,  las  alturas  se  abren  dando  cabida  á  los 
lados  líquidos  del  ángulo  cuyo  yértíce  es  el  verdadero 
Agrio. 

Me  encuentro  campado  una  legua  mas  arriba  de  la  con- 
fluencia donde  el  Agrio  toma  el  SSO.  y  el  Dulce  el  NNO.  á 
una  altura  de  1600  metros  sobre  el  nivel  del  mar. 

La  Cordillera  de  los  Andes  se  presenta  opaca,  confundiéndose 
con  grandes  nínibua  que  el  fuerte  O.  que  sopla  hace  oscilar 
en  sus  copas. 

He  tomado  la  altura  que  con  el  valle  dan  sobre  el  nivel 
del  Océano    siendo  1.860  metros. 

Marchamos  hasta  las  nacientes  al  N.  del  Agrio  campando  á 
las  7  y  30  p.  m. 

En  el  dia  de  mafiana  reconoceremos  la  laguna  Dulce. 


Dia  10 


Termómetro    5  a.  m.    4^ 

"^  12  m.       22^  (sobre  las  serranías  al  SE.  de  la 

lagunaen  el  paraje  los  «Pinares») 
"  9  p.  m.    6®  (al  N.  de  la  laguna) 

Barómetro     5  a.  m.    615™" 
12  m.         610"»» 
**  9  p.m.      61B,B«» 

He  recorrido  la  laguna  de  O.  á  E.  y  vice*versa.  Parecía  que 
al  Oeste  tocara  el  límite  argentino  dando  nacientes  á  otros 
arroyos  de  ultra-cordillera,  pero  nada  hay  de  eso.  Encerrada 
en  el  levante  recibe  el  contingente  de  un  arroyo  secundario; 
al  S.  la  d3  dos  de  igual  categoría  y  en  todos  rumbos,  la  de 
infinitas  vetas  y  vertientes  desprendidas  de  las  alturas.  Está 
formada  de  dos  cuerpos  importantes  de  superficie  hidrográfica 


—  65  — 

coB  poca  diferencia  la  misma,  unidas  por  un  itsmo  líquido  de 
80  metros  de  anchura. 

Por  el  O.  su  longitud  es  de  2000  metros  por  700  de  latitud 
7  hacia  el  E.  2500  metros  de  longitud  por  800  de  anchura, 
dando  en  total  4600  metros  de  O.  á  E. 

La  primera  parte  tiene  el  rumbo  ONO.  y  la  segunda  el  O. 
De  este  lado  está  formado  el  Dulce  por  un  brazo  de  aquella  á 
suave  nivel,  que  no  es  precisamente  el  rio,  pues  al  despren- 
derse el  verdadero,  estréchase  &  13  metros,  formando  un  vigo- 
so  salto  de  dos  metros  de  desnivel,  continuando  su  curso  violento 
en  proporción  á  la  diferencia  de  niveles. 

♦ 

Tres  mil  metros  de  las  nacientes,  el  tributario  del  Agrio 
forma  un  segundo  salto  ignal  al  primero,  y  50  metros  mas 
abajo,  dos  enérgicos  rápidos.  Descendiendo  progresivamente 
hasta  la  confluencia,  la  velocidad  en  las  sierpes,  como  los  alu- 
des del  lecho  y  los  desniveles,  hacen  formar  dos  saltos  aun  con 
una  serie  no  interrumpida  de  rápidos 

Resulta  que  el  Agrio  y  el  Dulce  (suponiendo  el  segundo 
como  un  solo  brazo)  forma,  tres  y  media  leguas  del  campamen- 
to de  Ñorquin  á  su  origen,  seis  saltos  aunque  no  elevados  y  tan* 
tos  otros  rápidos,  cuyo  detalle  no  es  tan  interesante  como  en 
los  primeros. 

De  la  laguna  al  desagüe,  el  Dulce  tiene  dos  y  media  leguas 
Entre  él  y  el  Agrio,  se  interpone  una  cadena  de  médanos; 
dichos  médanos  son  bajos,  (60  metros)  lo  cual  no  obsta  para 
qne  de  su  cima  veamos  la  silueta  del  río,  ondeando  por  la  in- 
terplanicie  con  la  base  líquida  de  la  laguna,  tanto  mas  azulada 
cuanto  mayor  es  la  profundidad. 

Las  costas  por  el  N.  de  la  laguna  son  intransitables  por 
los  afluentecillos  que  la  riegan,  y  para  reconocerla  fué  preci- 
so marchar  por  el  agua  á  una  altura  conveniente. 

Por  el  S.  las  mtntañas  llegan  á  una  altura  de  1950  me- 
tros, escediendo  del  nivel  de  la  laguna,  de  150  metros.  A 
esa  altura  dos  gitindes  bosques  escalonados,  son  los  árboles 

9 


—  68  — 

dominantes  en  la  flora  de  este  punto.  Dichos  pinos  tienen 
alturas  verdaderamente  colosales;  algunos  pasan  de  treinta 
metros  y  uno  (como  tantos)  medido  en  la  base  resultó  tener 
6  y  media  varas  de  circunferencia. 

A  la  derecha  de  estos  bosques,  corre  como  torrente  un 
arroyo  en  el  fondo  de  una  sima,  (arroyo  los  «Pinares»)  na- 
ciendo de  una  vertiente  y  formando  una  cascada  en  que  el 
agua  se  esparce  en  ramillete,  cayendo  con  ímpetu  en  aquella. 

Es  admirable,  verdaderamente,  este  cuadro. 

El  pino  ya  nombrado,  él  ñire  ( degeneración  del  roble)  árbol 
asimismo  corpulento,  el  chacay  y  la  coligua^  son  los  que 
imperan  en  el  reino  vegetal. 

Al  O.  de  los  pinares  queda  el  paso  de  Trapa-Trapa  á  la 
República  vecina. 

Ninguno  de  los  cen*os  que  limitan  el  Dulce  tiene  denomi- 
nación. El  mas  elevado  queda  al  O.  de  la  laguna  y  está 
como  cortado  en  su  cima:  es  el  cerro  «Cortado». 


Dia  11 

Termómetro    6  a.  m.    4^  (Al  N.  de  la  laguna  Dulce) 
„  11  a.  m.  34^  (Al  occidente  de  la  luguna Agria 

que  d&  nacientes  al  rio  del 
mismo  nombre) 
„  9  p.  m.  \9i^  (En  el  campamento  de  Ñor- 

quin) 
Barómetro    6  a.  m,    612«>™ 
„         11  a.  m.    610"*"* 
„  9  p.  m.    666,5«™ 

Ftumbos  generales;  S.  SO.  O.  N.  NO.  (En  la  ida  y  vuelta 
de  la  laguna  Agria,  hay  esta  ^an  variación  en  los  rumbos). 
Jomada:  14  leguas. 


-  67- 

En  el  dia  de  hoy  debia  esplorar  la  laguna  Agria  y,  para  el 
efecto,  me  puse  en  marcha  á  las  6  1T2  de  la  mañana,  del  N- 
de  la  laguna  Dulce. 

£1  baqueano  me  condujo  por  la  vía  mas  corta  de  una  á 
otra  vertiente,  cortando  una  cadena  de  sieiras  que  como  línea 
divisoria  separa  las  cuencas  de  ambos  rios. 

Esa  zona  es  quebrada  y  rocallosa.  El  que  la  transita  baja 
y  sube  colinas  rodeando  á  bajos,  ó  cajones  estrechos,  con 
lagunas  de  agua  dulce.  Hacia  el  S.  E.  (tomando  como  base  el 
N.  de  la  laguna  Dulce)  es  notable  como  agente  líquido  de  la 
naturaleza  espresada,  una  laguna  cuya  supei-ficie  hízome  creer 
fuera  la  originaría  del  Dulce  al  verla  el  día  9  por  primera  vez. 
Estando  situada  legua  y  media  mas  arriba  de  la  confluencia, 
la  denominé  laguna  de  la  «Confluencia». 

Marché  pues,  por  entre  sierras  á  la  Agria  y  á  las  9  y  30 
tocaba  su  estremidad  O.  habiendo  pasado  dos  arroyos  de 
alguna  importancia  que  caen  á  su  seno. 

Parece  la  laguna  un  gran  rio  observada  de  las  serranías, 
tomando  incremento  al  marchar  al  occidente,  de  tal  manera, 
que  al  encontrarse  sobre  los  mismos  Andes,  se  presenta  el 
espléndido  panorama  de  un  lago  fraccionado  en  dos  brazos 
por  una  isla  levantada  en  él  centro  cual  otra  montafia  rivali- 
zando con  las  contiguas;  y  digo  isla  porque  tal  parecía,  pero 
al  volver  por  el  S.  circunvalando  la  laguna,  lo  que  semejaba 
isla,  era  una  península  que  aparentemente  nos  habia  enga- 
ñado. 

Uientras  tanto  el  Agrio  permanecía  incógnito  y  ni  de  los 
cerros  ni  del  valle  podía  verse  su  nacimiento,  debiendo  llegar 
á  los  taludes  que  lo  esconden  para  encontrarlo. 

Tiene  la  laguna  la  forma  tosca  de  una  herradura.  Hacia  el 
N.  introdúcese  en  las  montañas  formando  una  ensenada  y  en 
las  estremidades  estes  (por  el  N.  y  S.  se  limita  notable- 
mente decreciendo  desde  el  O.  )• 

Por  el  N.  dá  origen  al  Agrio. 


r 


—  68  — 

£1  rio  sale  directamente  al  E.  estrecho  á  5  metros ;  corre 
por  un  lecho  de  inmensos  aludes  ó  mejor  dicho  de  un  pedregu- 
llo triple  y  cuádruple'que  el  Dulce,  piedras  tanto  ma&  notables, 
cuanto  que  sus  aristas  parecen  insensibles  k  la  acción  del 
tiempo  y  las  aguas,  y  que  k  3.000  metros  de  curso  han  varido, 
han  desaparecido,  deslizándose  siempre  misterioso  pero  por 
un  cauce  regular  y  semejante  al  del  Dulce. 

Esos  aludes  en  el  lecho,  son  resultados  de  la  dilatación  de 
las  aguas  en  los  deshielos. 

A  2.500  metros  del  origen,  el  Agiio  toma  el  N.  hasta  la 
confluencia ;  mantiene  en  el  cuerpo  de  sus  aguas  una  palidez 
azulada  y  el  fondo  se  destaca  con  un  color  rojo  oscuro,  dis- 
tinguiéndose las  costas  á  su  vez  por  un  tinte  blanquecino  en 
el  pedregullo  como  depósito  básico  del  agua  al  retirarse. 

Tan  solo  un  salto  le  he  visto,  no  contando  el  numere  de 
rkpidos  del  Dulce. 

La  laguna  entre  tien*as  fértilísimas  y  productivas,  conserva 
una  acidez  y  acritud  que  le  dan  poderosas  y  eficientes  cuali- 
dades catárticas,  cual  lo  manifiestan  los  naturales,  siendo  dicho 
elemento  un  agente  terapéutico  en  su  medicina  salvage. 

Sin  elementos  ningunos,  para  analizarlas,  no  podria  afirmar 
que  estas  aguas  son  alcalinas  cual  parece  por  las  eflorescencias 
en  las  costas  sobre  el  pedregullo. 

La  estension  de  la  laguna  tomada  lo  mas  aproximadamente 
posible  por  el  paso  del  caballo,  dá  en  sus  brazos  la  siguiente 
estension. 

El  brazo  austral  al  O.  900  metros  anchura  por  4.500  longitud; 
el  brazo  septetrional  al  O.  700'  metros  de  anchura  por  6.000 
longitud;  la  península  por  el  O.  400  metros  y  por  el 
E.  600. 

Al  S.  E.  de  la  Agiúa,  las  montañas  se  parten:  una  gran 
quebrada  perdida  y  estendida  entre  otras  al  oriente  dá  na- 
cientes al  arroyo  de  Gualcupen  tributario,  como  sabemos,  del 
río  Agrio  7  leguas  al  S.  del  campo  de  Ñorquin.    Es  el  con- 


—  69  — 

tratiempo  que  halla  la  circunferencia  montañosa  que  comprende 
al  Agrio  7  Dulce  con  las  magníficas  lagunas  que  les  dan 
salida. 

Ingente  trabajo  imaginativo,  seria  dibujar  el  espectáculo 
sublime  de  la  naturaleza  en  esta  región.  Contemplada  de  los 
cerros  aparece  la  península  y  costas  de  la  laguna  opacas  po^ 
los  tupidos  bosques  de  pinos  aglomerados  en  líneas  armónicas, 
de  tal  manera  que  parecen  artificiales  alamedas,  en  hondas 
rasgaduras  de  los  Andes,  por  los  cuales  bajan  arroyos  que  son 
como  e!  límite  de  la  Agria:  uno  al  N.  de  agua  dulce,  otro  al 
S.  de  agua  igualmente  acidulada. 

En  esta  región  de  las  Cordilleras  debe  existir  hierro.  Al 
observar  la  brújula  habiendo  marchado  con  cuidado  por  la 
orientación  de  la  senda,  la  conceptué  variada  en  mas  de  16^ 
al  O.,  lo  cual  pude  confirmarlo  con  el  baqueano,  habiéndole 
indagado  la  situación  del  campamento  recientemente  abando- 
nado. 

Terminado  el  reconocimiento,  tomé  por  la  ribera  opuesta  del 
Agrio;  la  contramarcha  dio  en  circunferencia  á  la  laguna  2  1¡2 
leguas  y  dos  leguas  del  nacimiento  al  desagüe  del  rio  en  el 
Dulce. 

A  las  7  ll2  llegaba  al  campamento  para  dar  cuenta,  al 
señor  Comandante  en  Gefe  de  la  División,  del  resultado  del 
reconocimiento. 


Dia  12 


Termómetro    5  a.  m.     15^  Barómetro      6  a.  m.  GS^"'"^ 

„  12       m.    24<>  „         12        m.  659™» 

9  p.  m.     14^  30'  „  9  p.  m.  656,5"^"^ 

Campados. 

Hemos  tenido  noticias  de  la  espedicion  del  coronel  Ortega. 


r.N 


-TO- 

El  General  Villegas  recibió  comunicaciones  de  dicho  Gefe 
dando  cuenta  de  la  batida  que,  comisiones  desprendidas  á  las 
tolderias,  han  efectuado  nmediatamente  de  campar  en  las  cos- 
tas al  S.  del  Aluminé. 

£1  cacique  Millamanque  permaneció  fiel  á  la  palabra  dada, 
esperando  en  sus  tolderías  á  las  fuerzas  espedicionarias  y 
entregándose  con  27  indios  de  lanza  y  61  de  chusma. 

Millamanque  es  el  mejor  baqueano  de  estas  montanas  y  con 
su  posesión,  los  salvages  reacios  tomarán  dobles  precauciones 
para  no  caer  en  poder  de  las  fuerzas  nacionales. 

Las  partidas  lanzadas  á  las  Cordilleras,  dieron  el  resultado 
siguiente : 

El  Teniente  Coronel  Graduado  don  Manuel  Buibal  con  85 
soldados  del  Regimiento  11  de  caballería,  llegó  álos  toldos  de 
Quempó  sin  ser  sentido  al  amanecer  del  dia  23  del  mes  pasado, 
capturando  65  de  chusma  y  haciendo  14  muertos  en  la  sor- 
presa. 

En  el  paso  del  Aluminé,  de  noche  y  á  nado,  tuvimos  que 
lamentar  la  pérdida  de  un  sárjente  y  4  soldados  y  la  de  31 
caballos,  en  el  punto  que  quedaba  frente  a  las  tolderías  de^ 
cacique  y  donde  era  necesai*io  atravesar  el  torrente. 

El  Teniente  Coronel  D.  Saturnino  Torres  marchó  sobre  Cayul, 
importante  capitanejo  de  Renque,  con  40  soldados  del  3  y  1 1 
de  caballeria,  y  habiéndole  sorprendido,  tomó  á  Cayul,  7  de 
lanza  y  65  de  chusma,  matando  tres  en  la  sorpresa. 

El  Sargento  Mayor  don  José  S.  Daza  con  70  soldados  del 
Regimiento  3  de  Caballería  é  igual  número  del  batallón  12  de 
Infantería^  mandados  por  el  Mayor  O'BonnelI,  se  puso  en 
marcha  sobre  Renque  y  Namuncurá. 

Estos  caciques  hablan  sentido  el  movimiento  de  las  fuerzas 
y  puéstose  en  fuga. 

El  Mayor  Daza  emprendió  la  persecución  después  da  frac- 
cionar las  fuerzas  por  distintos  puntos.  Renque  se  salvó  con 
o  puesto  quedando  en  nuestro  poder  todos  sus  an'eos.    Al 


-  71  - 

llegar  al  límite  argentíno-chileno,  por  el  boquete  de  Llaimá 
centro  de  la  Araucania»  cesó  la  persecución  contra  este  cente- 
nario cacique. 

El  mayor  Daza  capturó  32  de  chusma  y  mató  9  al  enemigo 
en  las  fracciones  mandadas  parcialmente  por  el  mayor  Moro- 
sini  y  capitán  Nis  del  Begimiento  3  de  Caballería. 

La  partida  desprendida  el  dia  30  á  órdenes  del  alférez  de 
la  P.  M .  de  la  Brigada»  don  Ignacio  Albornoz,  compuesta  de 
94  de  tropa  del  3  y  11  de  caballería,  regresó  conduciendo  24 
de  lanza  y  78  de  chusma,  habiendo  muerto  7  al  enemigo  en 
la  sorpresa. 

Entre  los  indios  de  lanza  de  ésta  comisión,  se  cuenta  á  los 
capitanejos  Cayupan  y  Nahuelpan. 

El  resumen,  pues,  de  los  indios  tomados  y  presentados  es : 
2  caciques,  2  capitanejos,  54  de  lanza  y  311  de  chusma  con 
33  muertos. 

El  Coronel  Ortega  se  ha  apoderado  de  la  correspondencia 
de  Benque  y  por  medio  de  ella  se  sabe,  que  dicho  cacique  no 
piensa  presentarse,  tanto  por  su  libertad  propia,  cuanto  por 
las  sugestiones  dominantes  de  Namuncurá  y  Rumay. 

No  obstante,  Benque  y  Namuncurá  no  pasarán  al  otro  lado 
da  los  Andes,  porque  hoy  los  araucanos,  bajo  las  fuerzas  chi- 
lenas, ningún  apoyo  les  prestarían,  y  tendrán  que  vagar  por 
selvas  profundas  siendo  muy  felices  si  escapan  á  nuestra  vi- 
jdancia. 

El  Coronel  Ortega,  con  los  antecedentes  espuestos,  hades- 
prendido  nuevas  comisiones  cuyos  resultados  se  esperan  aun 
mas  satisfactorios. 

Tal  es  el  resumen  de  las  comunicaciones  recibidas. 


-72  — 


Dia  13 


Termómetro    5  a.  m.  10^ 

12  m.       20^ 
**  9  p.  m.  10> 

Campados. 

No  hubo  novedad. 


Barómetro    5  a.  m.  eeo»»"^ 
12  m-       6B4,5«« 
9  p.  m.  655,5»» 


Dia  14 


Teimómetro    5  a.  m.    8° 

12  m.        22^ 
9  p.  m.   16« 

Campados. 

No  hubo  novedad. 


Barómetro    5  a.  m.  660™» 
"  12  m.       656»» 


9  p.  m.  658,5»» 


Dia  15 


Termómetro    5  a.  m.    8^ 

"  12  m.       25« 

9  p.  m.  16« 

Campados. 

No  hubo  novedad. 


Barómetro    5  a.  m.     655»» 

12  m.         652»» 

**  9  p.  m.     653»» 


—  73  — 


Dia  16 


I 


Termómetro    6  a.  m.  12<>  Barómetro    5  a.  m.  664,5°^™ 

12  m.       28^  "  12  m.        650"» 

"  9  p.  m.  18*  "  9  p.  m.  667"-^ 

Campados.  ' 

Nuevas  comunicaciones  del  Coronel  Ortega  nos  ponen  en 
conocimiento  de  las  operaciones  realizadas  por  las  partidas 
desde  el  5  al  14  del  actual. 

£1  Teniente  Coronel  D.  Manuel  Buibal  fué  desprendido  con- 
tra Queupó  al  mando  de  45  soldados  y  4  indios  del  Begi- 
miento  11  de  Caballeria  de  Línea. 

£1  Sargento  Mayor  D.  José  S.  Daza,  contra  Renque  y 
Kamuncurá,  con  50  soldados  y  4  oficiales  del  Regimiento  3 
de  Caballería  de  Línea. 

£1  Teniente  Coronel  D.  Saturnino  Torres  y  el  Sargento 
Mayor  D.  Carlos  O'Donnell,  ambos  con  50  hombres  del  Ba- 
tallón 12  de  Infantería  de  Línea,  contra  Ñancucheo. 

£1  Alférez  D.  Ignacio  Albornoz,  con  25  hombres  para  que 
recorríendo  la  retaguardia  del  campo  batido  por  las  anterio- 
res fuerzas,  recoja  los  dispersos»  moviéndose  velozmente  de  un 
punto  á  oiro. 

De  estas  comisiones,  la  que  mandaba  el  Comandante  Rui- 
bal,  ha  librado  un  fuerte  combate  con  los  indios  de  Queupó, 
habiendo  dicho  Gefe  atacado  con  un  número  de  fuerza  muy 
inferior  á  la  del  enemigo. 

Los  indios  retirados  á  la  cima  de  la  Cordillera  de  Cuma* 
Uaé,  rodeados  de  bosques  y  montes  impenetrables,  obligaron 
al  Comandante  Ruibal  á  abandonar  las  cabalgaduras,  escalar 
dichas  montañas  con  los  soldados  dispersos,    por    la   tupidez 

10 


—  74  - 

de  aquellos,  y  llegar  al  campo  del  contrarto  con  el  reducido 
número  de  6  soldados  y  el  Alférez  O'Donnell,  donde  inició  la 
lucha  contra  60  y  mas  salvajes,  entretanto  llegaba  el  resto  de 
la  fuerza.  Obligado  por  la  superioridad  numérica  á  retirarse, 
puso  entre  él  y  los  indios  un  arroyuelo,  que  por  haber  que- 
dado el  último  de  los  suyos,  no  pasó  sin  haber  recibido  en 
dicha  circunstancia  tres  lanzases  y  dos  balazos  en  la  cabeza. 
Este  hecho  originó  una  lucha  tenaz  en  la  que  perecieron  15 
indios  con  otros  tantos  heridos,  estando  entre  los  primeros  el 
cacique  ranquelino  Guaiquiñer  y  el  capitanejo  Miftaques.  Por 
parte  de  los  nuestros,  la  de  un  soldado  muerto  á  bala  y  otra 
herido  de  lan^a. 

El  Comandante  Ruibal,  antes  de  pelear  á  los  indios  en  la 
Cordillera  de  CumuUué,  sorprendió  al  capitanejo  Marillan,  to- 
mando todas  las  familias,  pero  escapándose  aquel  á  poner 
alerta  á  Queupó  y  demás  caciques. 

Entre  la  chusma  tomada,  se  cuentan  importantes  ramas  de 
la  familia  real  de  los  ranqueles,  que  son:  una  hermana  de 
Mariano  Rosasi  la  madre  y  familia  del  cacique  Yancamil,  hcr^ 
mano  del  del  mismo  nombre,  muerto  anteriormente  por  fuer- 
zas de  esta  brigada,  la  familia  del  capitanejo  Marillan,  cuatro 
cautivas  argentinas,  entre  las  cuales  viene  una  antigua  mujer 
de  Mariano  Rosas  con  un  hijo  del  mismo;  una  hermana  de 
Epumer  Rosas  y  otros  tantos  gajos  menos  interesantes  de  la 
noble  familia. 

El  hecho  referido  tuvo  lugar  el  dia  5  del  actual.  E| 
anterioi*,  el  Comandante  Ruibal  marchando  por  el  cajón  de 
Huelluntué  con  tres  soldados  de  custodia,  se  presentó  en  las 
tolderías  del  cacique  ranquelino  Painé,  é  inter  formulaba 
tranzar  para  que  se  entregasen,  ganan  tiempo  á  la  incorpo- 
ración del  complemento  de  las  fuerzas  que  venian  á  retaguar- 
dia, le  hicieron  fuego  repentinamente,  huyendo  acto  continuo, 
no  sin  antes  morir  siete  de  los  agresores. 

Respecto  al  Mayor  Daza,    parece  ha  entrado    en    arreglos 


V 


—  76  -- 

con  Benque  y  Namuncará,  pero  como  de  estos  caciques  nada 
exacto  y  positivo  puede  esperarse»  conociéndose  sus  trabajos 
ocultos  y  adversos  á  nuestras  mas  vivas  insinuaciones  con- 
ciliatorias, una  nueva  espedicion  se  está  realizando  contra  su 
mas  decidido  aliado  Bumay,  que  penetrando  basta  Llaimá, 
le  corten  sus  comunicaciones  y  le  envuelvan,  obligándolo  á  en- 
tregarse á  discreción  ó  quedar  en  el  campo. 

Bumay,  como  se  sabe,  mandó  há  un  mes  parlamentarios  á 
Boca  con  fines  dobles  y  miras  ambiguas,  y  sus  propósitos, 
siendo  conocidos,  le  ponen  en  mayores  estrecheces  para  sal- 
varse  y  en  perspectivas  doblemente  peligrosas  para  escapar, 
siendo  con  insistencia  perseguido,  pues  su  captura  es  quizá 
la  llave  que  nos  abrirá  la  de  Benque  y  Namuncurá. 

£1  Alférez  Albornoz»  en  su  marcha  oscilante  por  la  reta- 
guardia de  las  partidas  anteriores,  ha  obtenido  la  presenta- 
ción de  9  individuos  de  lanza  y  30  de  chusma  que  vagaban 
dispersos  por  los  pinares,  pertenecientes  á  la  tribu  de  Mi- 
Ilamanque. 

El  Comandante  Torres  y  el  Mayor  O'Donell  han  cercado 
por  su  posición  á  Ñancucheo,  estando  el  segundo  próximo  á 
la  Cordillera  de  Villarica  en  el  paso  de  San  José,  donde 
dicho  cacique,  perseguido  por  el  Comandante  Torres  ira  á 
pasar,  siendo  en  ese  mismo  instante  hecho  prisionero. 

Aun  no  se  sabe  el  resultado  de  la  operación  mencionada. 

£1  alférez  Albornoz  fué  mandado  con  25  hombres  á  seguir 
una  gran  rastrillada  que,  partiendo  de  Codihué  toma  la  direc- 
ción de  Llaimá,  hasta  cuyo  punto  deberá  seguirla  sin  penetrar 
en  el  valle  ni  escalar  las  montañas,  con  el  objeto  de  cercio- 
rarse de  la  verosimilitud  que  tal  aviso  tenga. 

Los  indios  tomados  nos  revelan  que  el  capitanejo  Marillan> 
anda  en  malón  por  el  O.  de  la  línea,  hacia  los  fuertes  de 
"San  Martin"  y  "Agua  Nueva"  y  dichas  noticias  han  coin- 
cidido con  los  avisos  que  los  Comandantes  de  dichos  puntos 
han  dado  al  Coronel  Ortega. 


—  76- 

Dentro  de  algunos  dias  estaremos  al  corriente  del  fin  rea- 
lizado en  las  operaciones  mencionadas,  esperando  que  él  será 
el  remate  del  gran  propósito  que  llevamos,  ó  en  todo  caso, 
]a  parte  mas  viva  de  él,  que  por  natural  deducción  atraiga  la 
segunda  al  finalizar  los  presentes  movimientos  de  las  Bri- 
gadas. 

Día  17 


Termómetro    6  a.  m.  14^ 

13  m.       2Q0 
9  p.  m.  16« 

Campados. 

No  hubo  novedad. 


tt 


Barómetro    4  a.  m.  658,5™™ 
12  m.       656,5™™ 
9  p.  m.     659™™ 


Día  18 


u 


u 


Termómetro    5  a.  m.  15^  Barómetro    5  a.  m.  658,5™™ 

12  m.        280  «  12  m.       665™™ 

9  p.  m.   10«  "  9  p.  m.  667™™ 

Rumbos  generales:  S.  SSE.  SE. 

Jornada:  7  1I2  leguas. 

Habiendo  dispuesto  el  Comandante  en  Gefe  de  la  División 
marchar  al  campamento  del  Coronel  Ortega,  en  las  nacientes 
del  Aluminé,  salimos  del  acantonamiento  de  Ñorquin  a  las  5 
y  15'  a.  m.  marchando  hasta  el  fortin  Gualcupen,  donde  cam- 
pamos á  las  10  7  30'  a.  m. 


-77- 


Día  19 


Termómetro    4  a.  m.  12^  Barómetro    4  a.  m.    666""" 

12  m.       25^  "  12  m.         682™» 


«  f\       ^  1    PA  U 


9  p.  m,  15^  "  9  p.  m.    686™™ 

Bumbos   generales:  S.  SE. 
Jomada:   7  li2   leguas. 

Hemos  continuado  la  marcha,  saliendo  de  Gualcupen  á  las 
4  a.  m.  y  llegando  al  fortín  de  Guarenchenque  á  las  8  y 
57'  a.  m. 

Volviendo  por  el  camino  anteriormente  descrito,  nos  referi- 
mos á  lo  dicho  en  la  marcha  de  ida  al  campamento  de  Ñor- 
quin. 

Dia  20 


Termómetro    4  a.  m.    4P  Barómetro    4  a.  m.    682™" 

12  m.        24^  **         12  m.        693™™ 

9  p.  m.  10^  **         9  p.  m.      694™™ 

Bumbos  generales:  S.  SE. 
Jomada:  4  leguas. 

Nos  hemos  puesto  en   marcha  de    Guarenchenque  á  las  4 
de  la  mañana,  llegando  á  Codihué  alas  8  a.  m. 


-78  — 


Dia  21 


Termómetro    4  a.  m.  lO^        Barómetro    4  a.  m.    694,6°^"^ 
"  12  m.       22<>  "  12  m.         690»» 

10  p.  m.  20«  **  10  p.  m.    688,5» « 

Campados. 

Hemos  sabido  que  las  fuerzas  del  Coronel  Ortega  se  encuen- 
tran á  7  leguas  de  este  punto. 

El  Gefe  de  la  primera  Brigada  se  ha  puesto  en  comunica- 
ción verbal  con  el  Generali  Villegas,  sobre  los  movimientos 
de  las  partidas  lanzadas  y  resultados  obtenidos  que  se  men- 
cionan en  el  dia  16,  ignorándose  aun  los  recojidos  por  las  del 
Comandante  Torres  y  Mayor  O'DonnelL 

Dia  22 


Termómetro    4  a*  m.  12^  Barómetro    4  a.  m.    691»» 

12  m.       25<'  **  12  m.        686»» 

«  9  p.  m.    60  **  9  p.  m.    692»» 

Hemos  permanecido  campados. 

El  fuerte  O.  que  ha  Soplado  y  la  descomposición  del  estado 
atmosféricoi  hizo  descender  el  barómetro  á  686»» 


Dia  23 


Termómetro    4  a.  m.    4^         Barómetro    4  a.  m.    692,5»» 
•^  12  m.       240  «  12  m.        690,5 

9  p.  m.  120  •*  9  p.  m.  694»» 

Campados. 
No  ha  ocurrido  novedad. 


-  w  — 


Dia  24 


Termómetro    4  a.  m.    4^ 

12  m.       20« 
9  m.  p.     7» 

Campados. 

No  hubo  novedad. 


Barómetro    4  a.  m.  696,5"^"^ 
"  12  m.        692»"» 

10  p.  m.  694,6™"* 


Dia  25 


Termómetro    4  a.  m.    8^ 

12  m.       270 
9  p.  m.  20o 

Campados. 

No  hubo  novedad. 


Barómetro    4  a.  m.  694™ 

**  12  m.      690 

tt 


9  p.  m.  691 


Dia  26 


Termómetro    4  a.  m   16^ 

12  m.       20O 
9  p.  m.  140 
Campados. 
No  hubo  novedad. 


Barómetro    4  a.  m.  689,5™' 
**  12  m.      689™™ 

*  9  p.  m.    691™™ 


-80- 


Dia  27 


Tennómetro    5  a.  m.     10° 

"  12  m.         260 

9  p.  m.    3P 

Campados. 

No  hubo  novedad. 


Barómetro    5  a.  m.  696™" 
"  12  m.      694™™ 

u 


9  p.  m.  698™™ 


Día  28 


Termómetro    5  a.  m.  12° 
"  12  m.       25° 

"  9  p.  m.  20° 

Campados. 

No  hubo  novedad. 


Barómetro    B  a.  m.  697™™ 
12  m.       695™™ 

a 


9  p.  m.  690™™ 


Día  29 


Termómetro    5  a.  m.    7° 
"  12  m.       31° 

"  9  p.  m.  22° 

Campados. 

No  hubo  novedad. 


Barómetro    B  a.  m.  691™™ 
**  12  m.       690™™ 


9  p.  m.  690™' 


—  81  — 


Día  30 


Termómetro    5  a.  m.  16®  Barómetro    5  a.  m.  695™™ 

••  12  m.       30*>  "  12  m.       690""» 

•  9  p.  m.  24°  30'  "  9  p.  m.  692°»°* 

Campados. 

No  ha  ocurrido  novedad. 


Dia  31 


Termómetro    5  a.  m.  17**  Barómetro    5  a.  m.  694"™ 

12  m.        3P  "  12    m.     691"™ 

*  9  p.  m.  20°  "  9  p.  m.  693"™ 

Campados. 

Sin  novedad. 

A  las  2  p.  m.  el  termómetro  ascendió  á  33<*    30'  sobre  cero- 


te de  Enero  de  1883 


Termómetro    5  a.  m.  16°         Barómetro    6  a.  ip.  692"™ 

"  12  m.        30°  **  12  m-      692"™ 

**  9  p.  m.  19°  **  9  p.  m.  692,5"™ 

Campados. 

No  hubo  novedad. 

A  las  3  p.  m.  el  termómetro    subió  á  33°  30'  sobre  cero. 


11 


—  82  — 


Dia  2 


Termómetro    5  a.  m.  19«  Barómetro    5  a.  m.  692™™ 

12  m.        32^  **  12  m.      691™» 

9  p.   ra.  29<>  "  9  p.  m.  690™™ 

Campados : 

Hoy  han  regresado  las  comisiones  del  Comandante  ToiTes 
y  Mayor  O'Donell, 

Ñancucheo  salvó  al  otro  lado  de  las  montañas;  está  en 
territorio  etrangero  y  á  cubierto  de  nuestros  ataques.  Reuque 
y  Namuncurá  también  se  esconden  en  el  occidente  andino, 
pero,  si  como  lo  ha  prometido  el  Gobierno  de  la  República 
del  Pacífico  les  impide  el  tránsito  aquende  las  Cordilleras, 
dentro  de  meses  estarán  aquellos  caciques  en  manos  de  ese 
pais  no  teniendo  por  nuestra  parte  que  aprestar  soldados 
para  someterlos  forzadamente  á  las  leyes  de  la  civilización. 

El  General  Villegas  ha  recibido  comunicaciones  del  Coronel 
don  Gregorio  Umitia,  Gefe  del  Ejército  del  S.  en  Chile,  que  en 
el  mes  de  Diciembre  ha  operado  contra  la  Araucania  posesio- 
nándose de  varios  boquetes  de  las  Cordilleras,  significando  con 
ello  el  absoluto  exterminio  de  los  araucanos  y  la  anulación 
de  esas  tribus  enseñoreadas  por  siglos  en  una  lengua  territo- 
rial de  donde  bajaban  como  los  cóndores  de  las  montañas  á 
devorar  y  arrasar  las  vecinas  poblaciones  de  allende. 

El  Coronel  Urrutia  esplica  la  actitud  de  su  país  respecto  de 
la  guerra  el  salvage,  con  estas  palabras  que  creemos  sinceras : 
"  Yo  puedo  asegurar  h.  V.,  que  el  propósito  del  Gobierno  de 
"  Chile  es  evitar  las  depredaciones  que  hasta  ahora  se  han 
"  hecho  y  que  es  indudable  se  conseguirá  el  objeto,  pues  en 
*'  éste  año  quedará  definitivamente  terminada  la  ocupación  de 
"  la  Araucania,  porque  he  podido  ver    por    mí  mismo  que 


—  83  — 

^  todas  las  tribus  que  antes  no  obedecían  ni  respetaban  nues^ 
"^  tras  leyes,  se  han  sometido  k  ellas  con  entera  voluntad  y 
*"  sin  otras  condiciones  que  respetarlas  algunas  de  aquellas 
"^  costumbres  que  no  se  oponen  al  buin  orden  y  que  por 
"^  ahora  no  conviene  quitar  ". 

Ya  era  tiempo  que  el  Gobierno  Chileno  se  preocupara  en 
resolver  tal  problema  que  por  una  negligencia  y  laxitud  imper- 
donables abandonaba  al  ostracismo,  dando  incremento  a  la 
osadía  de  los  hunos  que  nos  han  asolado»  para  tener  á  la 
linea  anticliminal  por  puente  de  sus  pasnges  á  los  oasis 
argentinos  y  barrera  invulnerable  a  nuestras  persecuciones 
cuando  fracasando  en  sus  vandálicas  escursiones  podian  cu- 
biTTse  del  plomo  de  los  remingtons,  pasando  por  ese  puente 
Uvadizo  que  se  alzaba  en  representación  de  la  inviolabilidad 
territorial  de  ambos  paises,  al  presentarse  nuestras  fuerzas 
demandando  en  nombre  de  la  humanidad  y  del  progreso  el 
sometimiento  de  los  bárbaros. 

Ha  sido  materia 'de  civilización  tomara  como  suya  nuestra 
lucha  tenaz  y  consecuente  con  el  indio,  cuando  éste  insultando 
el  siglo  corria  á  asilai'se  en  pais  civilizado,  preparaba  allí  sus 
hordas  para  lanzarse  á  nuestras  posesiones  mediteiTáneas 
destruyendo  y  matando  las  fuentes  productoras  de  la  Pa- 
tria. 

Hoy  que  nuestras  fuerzas  se  han  formado  en  línea  de  batalla 
á  las  puertas  de  los  Andes,  hoy  que  las  vigilan  los  pasages  y 
boquetes  mas  importantes,  que  el  ejército  descansa  sus  armas 
en  San  José,  Llaima  ó  Lonquimay  que  mañana  fortificará  para 
trazar  la  recta  interandina  verdadera  de  la  República  Argentina 
y  de  Chile,  esta  mueve  á  su  vez  las  masas  gueneras  al  occi- 
dente, porque  ha  comprendido  con  ojo  avizor  la  magnitud  de 
los  resultados  obtenidos  á  los  pedazos  de  las  tribus  de  Renque, 
Namuncurá,  Saihueque,  Queupó,  etc.,  porque  ha  visto  llegado 
el  dia  en  que  esos  colosos  del  de^ieilo  no  son  para  nosotros 
una    preocupación  ni  harán  ^en    un    disturbio    exterior,  bajar 


—  84  — 

cuerpos  de  guardias  nacionales  á  guarnecer  las  pampas  y  las 
infinitos  zonas  al  presente  libres  del  pillage,  robo  y  el  van- 
dalage. 

El  Coronel  Urrutia*  inicia  su  carta  con  una  protesta.  "  Por 
^  distintos  conductos  ha  llegado  £  mi  conocimiento  que  las 
*"  avanzadas  de  las  fuerzas  de  su  mando  han  traspasado  la 
**  línea  divisoria  que  separa  á  la  República  Argentina  de  la 
"*  de  Chile.  Esto  me  ha  obligado  muy  á  pesar  mió  á  dirigir- 
**  me  al  Gefe  de  las  fuerzas  de  su  vanguardia,  haciéndole  ver 
^  la  inconveniencia  de  esa  transgresión»  protestando  al  mismo 
"  tiempo  á  nombre  del  Gobierno  de  Chile  como  es  de  mi 
•*  deber". 

En  las  instrucciones  dadas  á  los  Gefes  de  Brigadas,  están 
en  aitículos  especiales,  el  espíritu  de  equidad  y  justicia  que 
debe  animar  á  los  Qefes  y  oficiales  de  partidas  cuando  las 
consecuencias  y  el  desaiToUo  de  las  operaciones  divergentes 
en  el  cuadrilátero,  ofreciera  el  caso  de  un  encuentro  entre 
fuerzas  argentinas  y  chilenas,  nó  debiendo  en  ningún  caso  y 
por  mas  ardientes  que  fueren  las  persecuciones  cuando  la 
naturaleza  topogríiflca  del  suelo  marque  nuestro  límite  inter- 
nacional, ultrapasarle  al  O.  comprendiendo  como  es  lógico^ 
<  la  inconveniencia  de  esa  transgresión  ». 

Si  el  caso  de  que  esas  rígidas  y  severas  prescripciones  no  se 
han  cumplido  y  hubiere  tenido  lugar  la  internación  al  poniente^ 
puede  comprenderse  que  el  hecho  seria  insensible  k  los  oficia- 
les  que  en  el  fuego  de  la  persecución  y  en  la  ignorancia  geo» 
gráfica  del  tenitorio  fraccionario  de  las  posesiones  del  Plata  y 
del  Pacifico,  pudieron  llegar  mas  allá  de  nuestros  domi- 
nios. 

En  otra  parte  de  su  carta,  dice  el  Coronel  Umitia.  "  Se  me 
^  asegura  que  estos  (hablando  de  indios  asilados  al  occidente) 
**  en  número  de  50  según  unos,  de  100  según  otros  y  de 
*^  mayor  número  según  algunos,  han  venido  á  asilarse  en 
**  nuestro  territorio  y  como  V.  debe  suponerlo,  no  puede  meno» 


—  85  — 

^  que   permitírseles    ese    asilo    á    condición    de    que   vivan 

*  sujetándose  á  nuestras  leyes  y    abandonando  para  siempre 

*  su  vida  nómade  así  como  las  depredaciones  que  han  acos- 
^  tumbrado    especialmente  en    esa   República»    Asi    lo    han 
^  pracüoado,  pero  á  mí  no  me  han  bastado  sus  promesas,  po 
^  cuya  razón  les  he  impuesto  la    condición    obligatoria    de 
*"  residir  al  poniente  de  los  fuertes  que  estableceré. 

*"  Hoy  les  mando  un  correo  haciéndoles  ver  esta  resolución 
^  advirtiéndoles  al  mismo  tiempo  que  el  que  sea  argentino 
'^  y  quiera  ir  á  entregarse  á  V.  no  tengo  inconveniente  para  que 
"^  lo  haga  desde  luego". 

Se  vé,  pues,  que  Chile  busca  el  sometimiento  de  los  salvages 
imposibilitándoles  que  recrudezcan  en  sus  invasiones  al  oriente 
con  el  guardián  de  los  fuertes  en  los  pasos  de  las  montañas» 
Los  hechos  hablarán  mas  tarde. 

Se  comprenderá  el  producto  recogido  del  tmbajo  y  la  labor 
perseverante  en  el  seno  de  estas  regiones,  leyendo  el  último 
párrafo  de  la  carta  mencionada:  ""Villarica.  será  (concluye 
^  el  Coronel  Urrutia)  pronto  un  centro  comercial  donde  V. 
^  podría  hallar  algunos  recursos  si  los  necesitare.  Desde 
*^  luego  podría  encontrarse  harina  flor  á  8  9  qq-  y  creo  que 
'^  con  15  ó  20  dias  mas  su  precio  no  sem  mayor  de  6  9  y  en 
"  esta  proporción  varios  otros  artículos. 


Dia  3 


Termómetro    4  a.  m.  22^  Barómetro    4  a.  m.  688"''° 

»            12       m.  33«  t          12        m.  683«« 

»              9  p.  m.  24^  »            9  p.  m.  681" «° 

Bumbos  generales:  S.  SE. 

Jomada:  3  ll2  leguas. 


-  86  — 

El  Coronel  Ortega  con  sus  fuerzas  reunidas,  se  pondrá  en 
marcha  al  acantonamiento  de  Ñorqnin  el  dia  de  mañana,  de 
donde  comunicará  los  movimientos  que  se  realizaren  hastu  el 
término  de  la  presente  campaña. 

£1  Comandante  en  Gefe  de  la  División  se  ha  puesto  en 
marcha  hacia  el  campamento  de  la  2*  Brigada  en  el  rio 
CoUon-Curá  á  Aluminé. 

Salimos  á  las  4  a.  m.  Media  legua  de  Codihué  nos  inclinamos 
al  SE.  retirándonos  por  tanto  de  las  costas  del  Agrio  y  cam- 
pando en  las  orillas  del  Laja  á  las  7  a.  m. 

Este  corto  tmyecto  en  general  no  es  malo.  La  línea  de  las 
Cordilleras  á  la  cual  nos  hemos  aproximado  como  pueJe 
observarse  en  el  descenso  del  barómetro,  dista  4  a  5  leguas 
de  nuestro  campamento. 

El  tiempo  descompuesto  hizo  bajar  la  columna  barométrica 
á  672  ™™  (á  las  4  p.  m.  y  el  termómetro  ascendido  á  34®. 

Este  exceso  en  la  altura  del  punto  sobre  el  nivel  del  Océano 
no  se  tendrá  en  consideración  en  el  cuadro  de  las  alturas  que 
al  finalizar  este  diario  exhibiremos. 


Dia  4 


Termómetro    4  a.  m.  12*^  Barómetro    1  a.  m.    678™"» 

»  12       m.  30*  »  12        m.  658,6»°» 

9  9  p.  m.  12*  »  9  p.  m.     649°» « 

Rumbos  generales :  S.  SE. 

Jomada:  10  leguas. 

Proseguimos  li  marcha  á  las  4  de  la  mañana. 

Antes  de  salir  del  Laja  (I  de  la  mañana)  se  percibieron  á 
nuestra  derecha  dos  grandes  fogones,  cuya  viva  luz  nos  hizo 
creer  fueran  fuerzas  de  la  segunda  Brigada.  Inmediatamente 
se  mandó  reconocer,  resultando  eran  indios  que  dejando  fue- 


—  87  - 

gos  de  señales  habian  pasado  por  allí.  Su  número  era  insig- 
nificante; el  oficial  enviado  á  reconocer  los  rastros  los  cal- 
culó en  4. 

Costeando  el  arroyo,  á  media  legua  nos  inclinamos  al  E. 
para  introducirnos  en  una  variable  cadena  de  médanos  y  cam- 
pos pedregosos. 

Campamos  á  las  8  y  15'  á  orillas  del  arroyuelo  de  "Lia- 
muco". 

El  camino  ondulado,  inculto  y  silíceo,  falto  de  arbustos  y 
y  contingentes  combustibles,  si  se  esceptúan  algunos  exiguo? 
que  en  solución  de  continuidad  viven  en  las  faldas  de  los 
cerros.  * 

Al  campar  en  Llamucó,  parage  el  mas  despejado  del  tra- 
yecto, nuestra  posición  quedó  circundada  por  alturas,  siendo 
el  valle  de  aquel  despejado  con  ramificaciones  en  las  monta- 
ñas, y  que  regado  por  variables  vertientes,  se  estiende  en  una 
á  una  y  media  legua  al  O. 

A  las  3  y  30'  p.  m.  nos  poníamos  nuevamente  en  marcha, 
cortando  el  valle  de  Llamucó  en  su  anchura  ( 2500  m. )  para 
tomar  el  S   O.  por  entre  ondulaciones  pétreas. 

Pasando  arroyos,  ascendiendo  sierras  con  declives  ligeros  y 
cubiertos  de  trozos  rocallosos,  llegamos  al  impelíante  arroyo 
Trdantrié^  que  corre  por  una  planicie  espaciosa  y  fértil. 

En  el  croquis  van  indicados  todos  los  arroyuelos  sin  desig- 
nación ó  con  denominaciones  ambiguas. 

De  las  corrientes  que  hemos  vadeado,  las  mas  importantes 
son  los  arroyos  **  Í7a«a«  de  Piedra''    y     *^  Ñirecó^'    (agua  ae* 
Ñire). 

Campamos  frente  al  cerro  ""  Carrere'*,  en  la  costa  occidental 
del  Trelantué. 

El  cerro  mencionado  tiene  una  foima  particular:  dos  tron- 
cos de  cono  en  que  el  mas  elevado  parece  hubiera  sido  extraí- 
do de  la  masa  del  segundo.  Se  elova  sobre  el  nivel  del  rio 
150  metFOS  y  sobre  el  del  mar  1 550  metros. 


—  88  - 

El  arroyo  de  Trelantué  parece  ser  el  Covuncó ;  es  violento  en 
la  corriente  y  de  un  ancho  de  8  á  10  metros,  frente  á  nuestro 
campamento. 

Lleva  el  rumbo  de  N.  á  S. 


Día  5 


u 


Termómetro    4  a.  m.  13^  Barómetro    4  a.  m.  650°"" 

12  m.       26^  **  •      12  m.        641«°' 

9  p.  m.   IP  "         9  p.  m.    647«» 

Rumbos  generales :  S.  E.  S.  SO.  SSE. 
Jornada:  9  1I2  leguas. 

Desde  las  4  y  6*  de  la  mañana,  á  las  7  y  26\  efectuamos 
una  jornada  de  5  leguas,  campando  en  el  aiToyo  Vuta^ 
Ñirecó, 

Como  en  el  trayecto  del  dia  4,  el  horizonte  se  perturba  con 
ascensos  y  descensos,  teniendo  á  ambos  lados  del  camino 
arroyos  y  lagunas  entre  innumerables  quebradas. 

Saliendo  del  cerro  de  ''Carrere"  vadeamos  el  an*oyo  toman-» 
do  su  banda  Este  que  costeamos  legua  y  media. 

El  anoyo  Trelantué  está  formado  al  SO.  del  cerro,  é  inme- 
diatamente de  abandonar  nuestro  último  campamento,  por 
dos  brazos,  uno  de  los  cuales  toma  al  SO. 

De  las  cadenas  de  sierras  que  hemos  atravesado,  las  pii- 
meras  se  elevan  á  1650  metros  y  las  segundas  á  1700. 
Estas  últimas  nos  hicieron  caer  ai  Vuta-Ñirecó,  Este  arroyo 
es  de  consideración ;  corre  de  NO.  á  SE.  con  corriente  viva  y 
por  un  cauce  de  piedras   medianas. 

A  las  3  y  30*  continuamos,  por  segunda  vez,  marchando  4  y 
media  leguas  hasta  las  márgenes   del  arroyuelo  Yau-Yanhué 


—  89  — 

Marcha  nías  quebrada  que  la  anterior;  tres  glandes  cpde- 
nas  de  sierras  nos  elevaron  sucesivamente  á  1650,  1550  y 
1700  metros,  siendo  ellas  las  aristas  de  pendientes,  que  derra- 
madas á  ambos  flancos,  dan  nacientes  a  arroyos  y  vertientes 
importantes. 

Las  primeras  serranías  nos  dejó  al  O.,  al  llegar  a  sus  cres- 
tas, la  Cordillera  de  Tralcatué^  presentando  el  bello  panora- 
ma de  sus  cimas  manchadas  por  la  nieve  perpetua,  intercalada 
entre  bosques  seculares,  cuyos  relieves  semejan  al  viajero, 
gigantescos  fantasmas  que  quisieran  caer  con  saña  para  ani- 
quilarle. 

En  uno  de  los  ascensos,  percibimos  á  la  distancia,  ginetes 
en  las  sierras,  fuera  del  alcance  de  nuestras  carabinas,  que  gi- 
rando sus  corceles  en  las  cúspides,  desaparecieron  inmedia- 
tamente. 


Dia  6 


Termómetro    4  a.  m.     2^  Barómetro  4  a.  m.  646,5™"» 

12       m.  30''  "  12       m.  674"™ 

9  p.  m.  170  "  9  p.  m.  678™™ 

Rumbos  generales:  S.  SO.   SE. 
Jomada:     6  leguas. 

Interesante  marcha.  Salida  á  las  4  y  30'  a.  m.  y  llegada 
al  ajroyo  Üaialin  á  las  8  y  30\ 

De  Yau-yanhué,  corriente  que  costeamos  poco  mas  media 
legua,  tomamos  al  S.  atravesando  un  arroyo  mas  caudaloso  qae 
el  mencionado  ( an*oyo  Catalin ).  Media  legua  mas  abajo»  este 
arroyo  queda  encajonado»  formando  en  ambas  riberas  un  pro- 
fundo desfiladero,  tan  pronto  al  pié  mismo  de  aquellas,  como 
á  35  y  40  metros  del  nivel  del  arroyo,  desfiladero  tanto  mas 

hermoso,  cuanto  que  aquel  en  faja  líquida,    por  un  lecho  de 

12 


^00  — 

pénaseos  gigantescos,  origina  un  salto  entre  la  pena»  cortada 
Terticalmente  por  el  ciclón  de  las  edades.  Como  en  el  rio 
Agrio,  hemos  vidto  en  este  magestuoso  arroyo,  aludes  prisma» 
ticos  que  parecen  ayer  mismo  haber  caido  de  alturas  colosales, 
en  cimas  no  menos  colosales. 

£1  arroyo  Catalin,  del  cual  teníamos  datos  muy  atractivos, 
pues  se  decia  y  dice  arrastra  arenas  auríferas,  podemos  asegu- 
rar con  conocimientos  esperímentoles^  posee  minerajes  en  las 
montañas  que  señalan  su  cuenca. 

Vulgarmente,  los  naturales  dan  á  una  piedra  cou  chapas  bri- 
llantes y  fúlgidas,  el  nombre  de  bronce,  chapas  que  no  son 
otro  cuerpo  que  la  mica  exhubernnte,  cuyos  reflejos  dorados  y 
metálicos  ha  producido  esa  ilusión.  La  mica  abunda  notable- 
mente en  las  faldas  y  lechos  de  los  ríos  y  an*oyos  afluentes  del 
Agrio  y  Aluminé,  siendo  el  principal  componente  de  aquellos. 
Kl  cuarzo  es  asi  mismo  el  cuerpo  que  en  el  trayecto  de  Codihué 
al  Catalin,  por  las  laderas  andinas,  se  presenta  en  el  cammo 
ya  en  capas  como  en  manchas,  sobre  las  elevaciones  y 
serranías. 

Respecto  del  carácter  aurífero  del  Catalin,  no  podemos  dar 
datos  fehacientes.  Sus  arenas  son,  con  efecto,  brillantes,  pero 
de  aquí  h  establecer  la  existencia  del  metal  precioso,  rey  del 
siglo,  hay  una  gran  distancia.  Quizá  el  desea  de  hallar  tan 
importante  contingente  de  la  vida  material,  nos  ilusinó  dando 
un  esplendor  á  las  arenas,  mayor  que  el  natural.  Pero  es 
evidente  la  presencia  de  metales  á  estas  alturas ;  es  creencia 
arraigada  en  los  mismos  salvajes,  que  sin  conocer  quizá  su 
verdadero  valor,  hablan  de  ello  como  de  algo  terrorífico  y 
misterioso,  y  bien  sabido  es  por  otra  paite,  que  tales  indicios, 
aun  cuando  sean  ambiguos,  encierran  alguna  verosimilitud  que 
la  civilización,  la  curiosidad  humana  y  la  ciencia  determinarán 
mas  tarde. 

El  Catalin  toma  su  nombre  de  las  sierras  que  por  el  O., 
marcando  el  valle,  aparecen  con  grandes  protuberancias  seme- 


—  91  — 

jaado  pirámides,  que  á  la  distancia  se  las  ci*ee  compuestas  de 
una  materia  homogénea  y  cuyos  relieves  causan  una  sensación 
agindable»  cuanto  contrastan  con  la  igualdad  del  tapiz  en  los 
médanos  y  valles.  Al  aproximarse  á  aquellas,  la  homogeneidad 
desaparece,  presentándose  con  su  verdadero  aspecto.  Arenas 
sedimentarias,  lesiduos  estraños  arrastrados  por  las  aguas> 
pedregullo  lamido  por  un  período  geológico  perdido  en  la  serie 
de  los  siglos,  tal  es  la  aglomeración  de  cuerpos  antitéticos  que 
justapuestos  coa  armonía  y  arte,  en  dos  hileras  paralelas, 
parecen  monumentos  de  la  antigua  historia,  cuyas  cúpu- 
las se  confundieran  con  el  cénit.  Impresiona  transitar  por  su 
centro,  en  medio  de  cíclopes  que  conferencian  con  el  firmamen- 
to azulado  de  los  cielos. 

La  materia  conglomerada  se  disgrega  fácilmente;  la  simple 
I)resion  de  los  dedos  aiTanca  un  trozo  de  su  núcleo. 

Catalin  significa  risco  ó  peñasco  con  acueducto^  (Cata-lín, 
rUco-acueducto)  porque  e:i  la  estremidad  inferior  de  tan  estra- 
ña  obra  de  la  naturaleza,  las  moles  tienen  una  cavidad  suficien- 
temente espaciosa  para  dar  paso  á  un  ginete. 

En  el  punto  donde  hemos  campado  (i  orillas  de  un  pequeño 
an*oyo.  afluente  del  Catalin)  es  donde  el  cacique  Manquel 
esperaba  las  fuerzas  de  la  segunda  Brigada  para  ser  protegida 
y  pasar  el  afluente  del  Aluminé  con  el  objeto  de  presentarse 
al  Coronel  Godoy. 

Es  muy  probable  que  á  la  fecha,  esté  en  la  confluencia  del 
Collon-Curá  con  el  Quenquemtren  incorporado  á  la  segunda 
Brigada. 

Los  campos  trillados  y  fogones  recientes,  nos  indican  la  pre 
sencia  de  fuerzas  ha  pocos  días  en  este  punto, 


-92  — 


Dia  7 


Termómetro    4  n.  m.  16^  Barómetro    4  a.  m.    676" «» 

12  m.       30'^  •*  12       m.     685"°* 

9  p.  m.  20«  "  9  p.  m.    687"" 

Rumbos  generales:  S.  SSE.  SE. 
Jornada:  8  y  media  leguas. 

Partimos  á  las  3  y  50'  a.  m.,  campando  á  las  8  y  15'  en 
la  margen  E.  del  Cataliu,  en  el  parage  denominado  ''Yuta- 
auyem". 

El  Catalin  en  el  trascurso  de  su  corriente,  ha  adquirido 
superior  volumen,  tomando  el  carácter  de  nn  verdadero  rio. 

Comisiones  de  la  segunda  Brigada,  conócese  han  pasado  por 
aquí;  hay  ra^rilladas  é  indicios  de  campamentos:  fogones, 
trozos  de  géneros,  de  lanzas,  cabestros,  etc. 

A  las  6  p.  m.  rompimos  marcha  por  segunda  vez,  avanzan- 
do dos  leguas  para  detenernos  k  las  6  y  30*  en  el  ^  Barro 
Negro'',  ó  sea  en  una  quebrada  con  su  respectiva  vertiente. 
Media  legua  antes  de  entrar  en  el  Barro  Negro»  dejamos  las 
costas  del  Catalin  que  tomando  el  O.  directo,  busca  el  desa- 
güe en  el  CoUon-Curá  á  7  leguas  de  este  punto. 

Poco  antes  de  abandonar  el  Catalin,  este  arroyo  queda  en* 
cajonado  por  las  sierras  al  N.  y  S.  formando  un  magnífico 
salto,  siendo  la  última  interrupción  para  que  su  curso  conti- 
núe regular  hasta  el  Aluminé. 


J 


—  93  — 


Dia  8 


Termómetro    4  a.  m.     6^  Barómetro    4  a.  m.  682™" 

•  12  m.       310  «  12  m.       700""™ 

9  p.  m.  20^  **  9  p.  m.  705™" 

Bumbos  generales:  S.  SE.  SO. 

Jomada:  8  1I2  leguas. 

A  las  3  y  45*  nos  pusimos  en  movimiento,  llegando  á  las 
márgenes  esplendidas  del  Collon-Curá    á    las   10  y  15'  a.  m. 

Los  campos  talados  y  calcinados,  el  suelo  árido  y  ardiente 
como  una  estepa,  la  Cordillera  de  los  Andes  que  apareció  de 
improviso  al  escalar  pequeños  médanos  y  el  coloso  del  cerro 
Quetrú-Piyac  dominando  los  albos  picos,  tal  es  el  trayecto 
que  prolongado  por  8  112  leguas,  nos  ha  traido  por  segunda 
vez  á  las  costas  del  Aluminé,  primero  de  los  tributarios  del 
Limay. 

Entrando,  pues,  en  el  dominio  de  tan  interesante  via  fluida, 
bueno  es  reflexionemou  sobre  las  comentes,  que  desde  nues- 
tra salida  de  Ñorquin  hemos  atravesado,  determinando  á  cual 
de  los  ríos  directamente  pertenecen,  si  al  Agrio  ó  Collon- 
Curá.  Las  primeras  por  su  rumbo  y  curso,  pertenecen  al 
primero  de  esto^  rios  y  las  sierras  k  1700  metros  entré  el 
Neuquen  y  Limay,  es  la  Ifnea  divisoria  de  las  cuencas  de  am- 
bos anuentes  del  Negro,  que  al  N.  y  S.  dan  origen  á  arro- 
yuelos  y  tributarios  de  aquellos. 

£1  Agrio  y  Collon-Curá,  cada  uno  separadamente,  tienen  un 
dominio  territorial  que  riegan  antes  de  desaguar  en  el  Neu- 
quen y  Limay,  pero  entre  ellos  el  segundo  supera  al  primero, 
tanto  por  el  caudal  de  sus  afluentes  como  por  la  dilatación  y 
prolongación  de  sus  costas  y  su  mismo  origen. 


—  94  — 

En  el  punto  donde  hemos  campado  el  Aluminé  se  fraccio- 
na en  dos  brazos  de  una  anchura  de  80  á  100  metros ;  las 
aguas  azuladas  y  cristalinas  transitan  por  un  pavimento  de 
pedregullo  secundario. 

Entre  las  marchas  que  hemos  efectuado  y  las  llevadas  por 
la  primera  Brigada  el  aflo  81  al  espedicionar  sobre  el  Na- 
hüelHuapí,  hay  contrariedades  tanto  en  las  distancias  como 
en  los  puntos  tocados;  pero  dicha  discordancia  no  debe  es- 
trafiarse,  por  una  parte,  por  la  incertidumbre  nominal  que  cada 
baqueano  tiene  de  los  lugares,  y  por  otra,  porque  nnestro 
trayecto  ha  sido  mas  próximo  á  las  Cordilleras,  cayendo  á  las 
nacientes  del  Catalin,  al  paso  que  las  fuerzas  de  aquella  Bri- 
gada tocaron  el  lugar  mismo  que  dá  nombre  al  afluente  del 
Collon-Curá,  por  primera  vez. 

A  las  3  p.  m.  el  General  Villegas,  mandó  chasques  al  Co- 
ronel Godoy,  participándole  su  llegada,  y  una  hora  después 
el  Gefe  de  la  División  tenia  los  documentos  justificativos  de 
las  operaciones  de  la  segunda  y  tercera  Brigadas,  con  los 
resultados  consiguientes. 

La  segunda  Brigada,  cuyos  movimientos  hacia  este  rio  es- 
tán indicados  en  las  consideraciones  generales  de  éste  diario, 
llegó  á  sus  márgenes  el  dia  7  del  mes  de  Diciembre,  habiendo 
desde  el  instante  mismo  de  iniciar  la  ofensiva  hacia  la  línea 
de  las  operaciones,  desprendiendo  partidas  y  avanzadas  á  las 
Cordilleras. 

Los  golpes  de  sus  operaciones,  manifestados  en  globo,  son 
los  siguientes: 

El  cacique  Manquel,  con  75  de  lanza  presentados  y  toda  la 
chusma:  prisioneros  de  lanza  y  chusma,  tomados  en  comisiones 
sueltas  que  alcanzan  á  500  y  tantos,  30  y  mas  muertos,  y  un 
número  regular  de  haciendas  y  caballos,  son  los  resultados 
obtenidos,  debiendo  por  nuestra  parte  lamentar  la  pérdida  del 
Teniente  1^  del  Regimiento  2  de  Caballería,  D.  Joaquín  No- 


—  95  — 

gueira,  muerto   en  combate  con  5  soldados  del  mismo  Regi- 
miento. 

La  tercera  Brigada  por  su  parte,  púsose  en  operaciones, 
desprendiendo  una  fuerte  vanguardia  al  mando  del  Teniente 
Coronel  D.  Bosario  Suarez,  compuesta  de  120  hombres  de! 
Batallón  6  de  Línea  y  Regimiento  7^  de  Caballería.  Dicha 
fuerza  efectuó  el  paso  del  cerrentoso  Collón -Cura,  el  dia  dos 
del  mes  de  Diciembre,  paso  que  fué  mortal  para  el  Sub -te- 
niente del  Batallón  6,  D.  Lorenzo  Sharples,  Sargento  Carmen 
Ferreira,  soldados  Felipe  Luna,  Pastor  Gallardo,  Andrés  Po- 
zano,  Eleuterio  Várela,  Mariano,  Celio  y  Fortunato  Ramírez 
y  del  Regimiento  7*^  los  soldados  Segundo  Alvarez  y  Pedro 
Ochoa. 

JEste  desventurado  acontecimiento,  hace  comprender  lo  ter- 
rible que  á  estas  alturas  son  los  arroyos  y  ríos,  y  la  suma  de 
precauciones  que  se  deben  tomar  para  impedir  repetición  de 
siniestros  de  la  magnitud  del  presente. 

£1  Comandante  Suarez  al  pasar  el  rio  Traful,  recibió  el 
sometimiento  del  cacique  Curuhuincá  con  18  indios  de  lanza, 
^talizando  mas  tarde  con  los  presentados  al  Comandante 
Palacios,  66  de  lanza  y    106  de  chusma. 

£1  Comandante  Palacios,  tan  pronto  como  campó  en  las 
márgenes  del  gran  Lago»  el  dia  15  de  Diciembre,  desprendió 
en  comisión  á  la  laguna  de  Lacar,  al  Teniente  Coronel  don 
Pedro  Diez  Arenas,  con  3  oficiales,  60  soldados  y  4  baquea- 
nos, á  batir  segmentos  de  tribus  en  esos  puntos,  comisión  de 
la  cual  no  conocemos  los  resultados  hasta  la  fecha. 

Por  su  paite  el  Comandante  Suarez,  protejido  y  cooperado 
por  los  indios  de  Curuhuincá,  pasó  el  dia  14  el  Limay  y  el 
15  en  la  vega  de  Uta-Hueon,  sorprendió  unos  toldos  de  íiancu- 
cheo,  en  circunstancias  de  vagar  los  salvages  por  el  campo 
en  las  tradicionales  boleadas.  Les  tomó  19  de  chusma,  una 
cautiva,  22  caballos,  40  yeguas»  una  muía  y  cinco  vacas. 
El  16  capturó   6  indios  de  Ñancucheo  y  10  de  chusma. 


—  96  — 

£1  Comandante  Suarez,  púsose  en  marcha  contra  los  tol- 
dos del  cacique  Huincabo  el  18  del  mes  espresado,  le  soi^ 
prendió  apoderándose  de  Huincabo  padre  é  hijo,  dos  capita- 
nejos» 30  indios  de  lanza,  147  de  chusma,  (entre  los  cuales 
se  cuentan  un  hombre  y  una  mujer  cautivos).  Perecieron  en 
una  débil  resistencia  5  indios,  escapando  3.  Asi  mismo  se 
tomaron  en  este  ataque  100  caballos,  150  yeguas,  100  vacas 
y  400  ovejas. 

Continuando  la  ofensiva  y  con  el  resultado  que  se  expresa 
en  el  párrafo  anterior,  el  Gefe  de  la  vanguardia  púsose  en 
marcha  contra  Sayhueque,  distante  26  leguas  del  Chenque- 
Niereu  el  19,  y  el  30  á  las  2  y  30'  a.  m.  asaltó  á  aquel  en 
el  parage  *^  Calquetepuan ",  que  prevenido  por  el  capitanejo 
Morñqueo,  se  puso  en  fuga  con  su  familia  y  50  de  lanza. 
Quedaron  en  poder  de  la  vanguardia»  un  capitanejo,  (cufiado 
de  Sayhueque )  8  de  lanza,  (entre  estos  un  hermano  de  Namun- 
curá)  68  dé  chusma  y  una  cautiva,  siendo  muertos  en  la  pe- 
lea^ 3  capitanejos  y  29  de  lanza. 

En  la  persecución  fué  muerto  el  hijo  del  cacique  NahQel- 
Pan  con  muchos  heridos,  encontrándose  entre  ellos  el  hijo  de 
Namuncurá  y  tomando  prisioneras  á  la  madre  é  hija  de 
Kahttel-Pan  con  una  cautiva. 

En  este  segundo  ataque  se  tomaron  60  caballos,  32  vacas 
y  120  ovejas. 

Sesulta,  pues,  que  los  indios  presentados,  prisioneros  y 
muertos  son  en  total  los  siguientes: 

3  Caciques,  3  capitanejos,  92  de  lanza,  367  de  chusma  y 
4  cautivos;  muertos  4  capitanejos  y  34  de  lanza,  tomándose 
70  lanzas,  un  rifle,  una  carabina,  182  caballos,  230  yeguas, 
137  vacas,  una  muía  y  620  ovejas. 

El  Comandante  Suarez  al  presente,  opera  contra  Sayhueque 
y  capitanejos  Morfiqueo,   Chacayal,  etc. 

El  Teniente  Coronel  D.  Nicolás  H.  Palacio?,  púsose  en 
marcha  del  Lago  á  sorprender   á  los  caciques    Ñancucheo  y 


-  97  - 

CSoiUá  (esto  bace  preBumir'qiie  en  la  tercera  Brigada  se  igQO« 
Tan  las  operaciones  de  la  primera  y  segunda)  en  las  nacien- 
tes del  Caleufú. 


Dia  9 


Termómetro    4  a.  m.  17^  Barómetro    4  a.  m.    705"*"^ 

12  m.        29«  -  12  m.  703»» 

9  p.  m.  22*  "  9  p.  m.     706™* 

Bumbos:   S. 
Jomada:  1  legua. 

Nos  hemos  movido  á  las  4  a.  m.  al  campo  de  la  segunda 
Brigada,  efectuando  el  paso  del  CoUon-Cura  por  dos  brazos 
de  mas  de  60  metros  cada  uno,  con  toda  felicidad,  detenién- 
donos en  dicho  campamento  á  las  5  de  la  mañana. 

Se  encuentran  en  comisión  á  Tulmary",  40  hombres  de^ 
Regimiento  2  y  3  de  Caballeria,^  al  mando  del  Capitán  D.  Emi- 
lio Crouzeilles  y  Teniente  2^  D.  Nicanor  Lescano,  de  cuya 
comisión  nada  se  sabe. 

Estos  oficiales  han  salido  de  aquí  el  dia  2  del  corriente. 


Dia  10 


Termómetro    4  a.  m.  J4®  Barómetro    4  a.  m.  706™» 

*•  12  m.         3P  "12  m.       704»» 


u  rk    ^       rk/\A  U 


mm 


9  p.   m.    20<>  "  9  p.  m.  705,5 

Campados. 

Se  presume,  por  datos  recientes,  que  Ñancucheo  no  ha 
traspasado  la  Cordillera  de  los  Andes  y  merodea  entre  el 
cerro  de  Quetrá-Piyan  y  la  laguna  de  *Hu¡chú"  (Huichú-Lau- 

13 


-98  — 

quen).  Gomo  se  comprende,  si  ello  es  exactOi  puede  aun  caer 
en  poder,  ese  indómito  cacique,  de  fuerzas  de  esta  Brigada. 
Quizá  cuando  le  perseguían  comisiones  de  la  primera  Brigadat 
replegóse  al  Sud  amenazando  una  falsa  huida  á  la  vecina 
Bepública,  escapando  al  paso  de  San  José.  Por  esta  circuns- 
tancia, hoy  ha  salido  en  su  persecución  el  Sargento  Mayor 
D.  Miguel  £.  Vidal  con  60  hombres  del  Regimiento  6^  de 
Caballeria,  para  que  pasando  por  el  valle  de  "  Mamuí-Malal" , 
(co.iTal  de  leña)  tome  por  el  Sur  de  la  laguna  de  la  *"  Tormen- 
ta "  el  camino  de  Villaríca  hasta  unirse  al  que  parte  al  N.  de 
Huichú-Lauquen»  por  el  brazo  de  ese  mismo  nombre.  Mien- 
trastanto  el  Coronel  D.  Enrique  Godoy,  deberá  ponerse  en 
marcha  el  dia  12,  costeando  el  arroyo  Chimehuin  hasta  sus 
nacientes,  tomará  al  S.  de  la  laguna  hasta  el  punto  de  las 
"Horquetas",  donde  esperará  l\  incorporación  del  Mayor 
Vidal. 

Esta  operación,  bate  el  N.  y  S.  de  Huichú-Lauquen,  donde 
se  cree  pudiera  estar  Ñancucheo. 


Dia  11 


Termómetro    4  a.  m.  IG'» 

12  m.        26« 
"  9  p.  m.  19^ 

Campados. 

No  hubo  novedad. 


Barómetro    4  a.  m.  707"™ 
**         12  m.       706"™ 


9  p.  m.  707™» 


—  99  — 


Día  12 


Termómetro    4  a.  m.  12«  Barómetro    4  a.  m.  707«"« 

"  12        m.  28^  "  12       m.  698»™ 

10  p.  m.  W  "  10  p.  m.  687"» 

Kumbos  generales:  S.  O.  SO. 
Jomada :  10  1I2  leguas. 

A  las  6  y  15'  a.  m.  nos  movimos  costeando  la  margen  S, 
del  Collon-Curá,  tomando  á  legua  y  media  una  fértil  quebra- 
da que  nos  ha  hecho  bajar  (después  de  dos  y  media  leguas) 
al  arroyo  Ghimehuin. 

£1  camino  que  traemos  fué  el  mismo  llevado  por  el  Mayor 
Daza  en  la  última  espedicion  cuando  debió  sorprender  al  ca- 
cique Curuhuincá.  No  lejos  del  punto  donde  hemos  campado, 
existen  sementeras  de  albeijas,  patatas,  trigo,  etc.,  de  los  in- 
dios, abandonadas  al  sentir  las  fuerzas. 

El  trayecto  es  fácil  y  cómodo ;  los  campos  en  buen  estado. 

A  las  3  y  50*  continuamos  la  marcha  y  á  las  6  y  20'  cam- 
pamos en  las  orillas  del  Curu-Leufá  (arroyo  negro)  afluente 
del  Ghimehuin.  Hemos  vadeado  otro  importante  afluente  del 
mismo,  llamado  Quilquihué^  por  cuya  margen  derecha  el 
Mayor  Daza  avanzó  á  la  vega  de  Chapoleo  y  que  equivocada- 
mente tomamos  por  el  verdadero  Ghimehuin. 

Al  campar,  indios  prisioneros  que  trae  el  Coronel  Godoy, 
comunicaron  que  hacia  el  O.  y  siguiendo  las  costas  del  Curué- 
Leufú  hasta  sus  nacientes  en  la  laguna  ^  Gurué ",  podian 
existir  indios  en  los  cajones  de  aquel 

En  vista  de  ello,  el  Coronel  resolvió  tomar  al  O.  de  Curué- 
Lauquen  y  Huichú-Lauquen,  (laguna  punteaguda)  batiendo 
esas  quebradas  en  vez  de  continuar  por  el  camino  que  tene- 
mos al  frente  á  la  segunda  de  las  lagunas  dichas. 


-100  — 


Dia  13 


Termómetro    3  a.  m.  12*>  Barómetro    3  a.  m.  686»» 

**  la       m.  24«  "  12       m.  677»"^ 

**  10  p.  m.     7<»  "  10  p.  m.  673»» 

• 

Rumbos  generales:  SO. O. NO. 
Jornada;  6  leguas. 

Tenemos  la  Cordillera  de  frente.  Hemos  salido  al  O.  á 
las  3  7  30'  a.  m. 

Con  vanguardia  y  descubiertas»  marchamos  basta  las  5  y 
46'  campando  en  la  margen  del  Curué-Leufú,  después  de  pa- 
sarle dos  veces  y  vadear  su  afluente  el  ''  Arraifíí-Leufu ". 

Jomada  por  campos  exuberantes  y  fértiles,  con  especiali- 
dad tapizados  de  frutilla  con  su  magnífico  fruto,  valle  dila- 
tado, no  obstante  las  Cordilleras.  Hemos  campado  en  una 
vega  frente  á  un  cerro  desconocido,  cuyas  faldas  de  esme- 
ralda^  exhiben    el  silvestre  fruto  mencionado  mas  arriba. 

A  las  9  de  la  mañana,  recibió  el  Coronel  Godoy  comunica- 
ciones del  campamento,  traídas  por  una  comisión  de  un  oficial 
y  16  soldados  del  Batallón  2  de  Infantería,  comisión  que  el 
Coronel  hizo  incorporar  á  nuestra  fuerza. 

A  las  6  p.  m.  nos  movimos,  penetrando  directamente  en  las 
Cordilleras,  elevándonos  á  1660  metros  por  cerros  de  tierra 
negra  y  terrenos   fecundos  y  productivos. 

El  an*oyo  Curué  que  costeábamos,  lo  dejamos  á  la  izquier- 
da, cortándole  para  tomar  un  pequeño  afluente  al  NO. 

£1  Curué-Leufú,  como  se  sabe,  toma  nacientes  de  la  laguna 
del  mismo  nombre. 

Campamos  á  las  7  en  una  vega  elejida  por  la  vanguardia 
á  una  legua  de  Huichú-Lauquen,  que  ya  desde  la  cima  de  los 


—  101  — 

cerros  hemos  contemplado,  estendida  entre  las  montañas  ne- 
gadas. 

£1  tiempo  se  ha  descompuesto;  nos  está  lloviendo  pausa- 
damente, por  el  estado  de  aqnel»  la  lluvia  continuará  hasta 
mailana. 


Dia  14 


Termómetro    3  a.  m.  12^  Barómetro    3  a.  m.  67  7»  «^ 

•*  12  m.        26«  "  12  m.       673"*"^ 

10  p.  m.   lOo  "       10  p.  m.  678» » 

Bumfoos  generales:  O.  SO.  S. 
Jomada :  6  leguas  y  media. 

El  dia  de  hoy,  debia  ser  penoso  por  la  marcha  entre  des- 
filaderos que  debíamos  efectuar. 

Nos  movimos  á  las  3  y  10'  a  m.  y  á  las  4  estábamos  en 
la  costa  S.  de  Huichú  Lauquen,  avanzando  al  O.  por  dicha 
banda. 

Hemos  pasado  tres  desfiladeros.  El  primero,  elevado  del 
nivel  del  Lago,  30  y  tantos  metros,  no  ofreció  gran  inconve- 
niente :  su  última  parte  llamada  la  *^  Trinchera  "9  nos  obligó 
á  echar  piéá  tierra  para  pasarla.  La  ''Trinchera"  son  mo- 
les de  granito  escalonadas  y  disgregadas  en  senda  estrecha  y 
talud  riipido.  En  ella  los  indios  se  han  defendido  admira- 
blemente, y  200  metros  antes  de  atravesarla,  fué  herido  de 
hala  y  ultimado  por  los  vándalos,  el  Teniente  1^  del  Begi- 
miento  2  de  Caballeria,  D.  Joaquín  Nogueira,  el  dia  11  del 
mes  de  Diciembre. 

El  segundo  desfiladero  ofrece  el  paso  llamado  ^  Cantra"  ó 
"Contra"  mas  acá  del  cual  las  serranías  esconden  sus  faldas, 
dejando  una  planicie  estrecha  pero  de  pastos  profusos  en  don- 
de campamos  á  las  7  y  media.    Hasta  *^  Contra ",  la  marcha  es 


—  102  — 

de  4  leguas.  Este  desfiladero  diferenciase  del  primero,  ea 
que  se  transita  por  bosques  de  árboles  jigantescos  y  frondosos, 
entre  los  que  descuellan  el  ñire,  el  cipré,  el  pino^  (bastante 
escaso)  el  manzano  y  el  vnaiten. 

En  este  punto  dejóse  destacado  un  oficial  y  20  soldados» 
en  custodia  de  haciendas  y  equipos  excesivos,  poniéndonos  en 
marcha  mas  livianos  á  las  9  y  30'  para  efectuar  el  paso  del 
tercer  desfiladero. 

Nos  elevamos  á  120  metros  del  nivel  de  Huichú-Lauquen» 
descendiendo  sucesivamente  hasta  treinta  &  mas  metros,  cayen- 
do seguidamente  á  la  costa  de  aquella.  Sorpresa  causa  me- 
ditar que  los  indios  oprimidos  por  los  azares  de  sus  luchas 
intestinas  y  las  sostenidas  por  la  civilización,  hayan  podido 
perforar  entre  las  pefias  vivas,  pasos  mortales,  hundiéndose  en 
fosos  y  quebradas  de  los  Andes,  en  donde  como  los  reyes  in- 
vulnerables del  Asia,  jamás  creyeran  poder  ser  buscados  por 
las  armas  del  progreso  y  la  conquista  civilizadora.  Los  caba- 
llos desbarrancados  de  las  cúspides,  mueren  indefectiblemente. 
Dias  pasados,  comisiones  desprendidas  á  sorprender  los  tol- 
dos de  Ñancucheo  en  este  mismo  desfiladero,  perdieron  ocho 
caballos.  Nosotros  hemos  sido  mas  felices,  no  lamentando 
sino  la  pérdida  de  uno.  Este  paso  fué  denominado  del  ^^  In- 
fierno ". 

Si  como  anuncióse  el  dia  lluvioso,  permaneciera  en  el  tránsito 
del  desfiladero  del  *^  Infierno ",  hubiera  sido  materialmente 
imposible  efectuarlo.  Felizmente  k  las  9  tuvimos  un  radiante 
sol  que  seco  las  sendas  y  caminos. 

Después  de  tan  aventurada  marcha,  campamos  3l4  de  legua 
mas  arriba,  en  el  parage  denominado :  "^  Epú-Lauquen '',  (dos 
lagunas)  frente  á  las  ""  Horquetas "  6  vértice  formado  por  los 
dos  brazos  de  Huichú-Lauquen  y  próximos  al  paso,  que  por  el 
Sur  presenta  dicha  Laguna. 


1 

V 


•     I 

é 

«       • 


— 1(»  — 


Dia  15 


Termómetro    4  a.  m.     2<>  Barómetro    4  a.  m.  683™°^ 

"  12  m.        29«  "  12  m.       679°»°^ 

10  p.  m.   16»  •*  10  p.  m.  678»"°» 

Campados. 

No  hallándose  el  Mayor  Vidal  en  este  punto,  él  Coronel 
Godoy  desprendió  al  Mayor  Girón  con  10  soldados  y  10  indios 
auxiliares,  para  que  pasando  á  la  costa  Norte  de  la  laguna, 
lanzara  descubiertas  y  bomberos,  tanto  mas  adelante  como  po- 
sible fuera. 

A  las  5  p.  m.  el  Mayor  Girón  regresó  sin  resultado.  No 
hay  vestigios  de  proximidad  de  fuerzas.  Ha  reconocido  el 
brazo  N.  hasta  4  leguas  del  vértice,  tomando  á  nuestro  cam- 
po en  vista  de  lo  infructuoso  del  reconocimiento. 

Dia  16 


Termómetro    4  a.  m.    2®  (bj.  cero)  Baróm.    4  a.  m.     680*""* 

12  m.       20°  "      12  m.         676"»™ 

10  p.  m.  10°  "      10  p.  m.     679™*^ 

Campados. 

A  las  10  a.  m.  fueron  desprendidos  dos  indios  con  comu- 
nicaciones para  el  Mayor  Vidal,  y  á  las  9  p.  m.  han  regresado. 
Han  hallado  otros  dos  eu  el  trayecto,  á  los  cuales  han  tras- 
pasado la  misiva  para  aquel.  Por  tal  conducto  (aunque  vago) 
hemos  sabido  que  el  mencionado  Gefe  háse  apoderado  de  5 
indios  de  lanza  y  treinta  y  tantos  de  chusma,  contándose  en  los 
primeros  un  capitanejo. 

Esperamos  la  reincorporación  del  Mayor  Vidal  en  el  dia  de 
mañana. 


—  104  — 


Día  17 


Termómetro    4  a.  m.    B^ 
"  13  m.       24» 


Barómetro    4  a.  m.  679"  "* 
12  m.       675«» 


10  p.  m.     50  "         10  p.  m.  678»"^ 

Campados. 

£1  Mayor  Vidal  no  se  ha  incorporado.  La  ignorancia  de 
su  situación  prohibe  llevar  á  cabo  ningún  avance  al  O.  donde 
se  cree  esté  Tacoman. 


Día  18 


Barómetro    4  a.  m.  678"'^ 
"  12  m.       676»« 

**  10  p.  m.  680°2™ 


Termómetro    4  a.  m.  2^ 

"  12  m.  8<> 

"  10  p.  m.  P 

Campados. 

Dos  nuevos  chasques  se  envian  con  orden  terminante  de 
encontrar  al  Mayor  Vidal  y  entregarle  nuevas  comunicaciones. 

Han  salido  i  las  6  a.  m.  Indudablemente  el  campamento 
de  aquel  Gefe,  se  halla  distante,  pues  nada  hemos  sabido  de 
los  chasques  urgentemente  desprendidos. 


Dia  19 


Termómetro    4  a.  m.    0° 

12  m.       18« 
10  p.  m,    4^ 
Rumbos  generales :  S.  SO.  O. 


Barómetro    4  a.  m. 
12  m. 

u 


679»" 

676™" 

10  p.  m.    676"" 


Jomada :  de  avance,  3  leguas.    Id  de  retroceso :  3(4   legua. 


—  105  — 

A  las  9  a.  m.  presentáronse  los  chasques  mandados  al 
Mayor  Vidal.  Regresan  con  contestación  de  éste,  situado  ea 
la  estremidad  occidental  del  brazo  N.  de  la  laguna,  ocho  le- 
guas de  Epú-Lauqueñ.  Ha  desprendido  al  capitán  Vega  en 
persecución  de  Ñancucheo  y  espera  su  unión  para  practicar 
á  su  Tez  la  suya  á  nuestra  fuerza. 

Ñancucheo,  oculto  al  Sud  del  paso  de  Villarica  y  N.  del  paso 
meridional  de  Huinchú*Lauquen,  salvó  de  las  tenaces  persecu- 
ciones de  esta  y  k  primera  Brigada,  saltando  definitivamente 
á  ultra-cordillera,  según  cálculo  por  los  rastros  de  há  mas  de 
quince  dias.  Este  cacique,  que  tanto  ha  dado  que  hacer  y  al 
cual  esta  Brigada  ha  llevado  tres  espediciones,  ha  pasado 
respectivamente  del  S.  al  N.  de  Huinchú-Lauquen,  acosado 
por  comisiones  y  partidas;  ha  huido  impune  del  castigo 
merecido  por  su  insólita  actitud  de  rebeldía  y  falacia  á  las  armas 
de  la  !N ación. 

Ñancucheo  huye  con  sus  secuaces  Gervasio,  Cañumü,  Taco- 
mau,  Coilláf  Nahüelquí,  Nirrelef,  Curaimio  y  Cagnin. 

£1  campo  batido,  las  accidentaciones,  fosos  y  quebradas 
reconocidas,  las  señales  deshechas  por  el  tiempo  y  las  lluvias» 
nos  muestran  evidentemente  el  escape  de  Ñancucheo.  Quizá 
se  presente  como  intruso  en  la  tribu  chilena  de  Maulin  el 
"Adivino"  en  el  lugar  llamado  Carré-Keüí,  quizá  vaya  al 
gobierno  del  Pacífico  con  miras  dobles,  ó  tal  vez,  reacio  como 
es,  prefiera  descender  de  las  montañas  á  este  lado»  tentan- 
do un  postrer  esfuerzo. 

Todos  los  salvajes  que  hoy  atravesaban  la  línea  internacio- 
nal al  poniente,  mañana  volvían  sobre  sus  pasos  á  los  territo- 
rios desamparados,  entregándose, — por  mas  que  parezca  sor- 
Srendente,—á  la  labranza  y  agricultura,  utilizando  la  lozanfa 
de!  suelo.  Hacian  grandes  acopios  de  trigo,  cebada,  legum- 
bres, en  chacras  espaciosas  sobre  los  declives  de  las  serranías, 
y  cargados  con  tan  excelente  atavío,  lo  lucraban  allende,  ora 

con  los  araucanos,  ora  con  los  mercenarios    que    escuchando 

u 


—  106  — 

tan  solo  á  la  especulación  y  dinerísino,  establecían  con  los 
salvajes  transacciones  y  negocios  fructíferos  para  ellos.  Vivían 
entre  los  ladrones  sin  patria  ni  hogar,  acumulando  artículos 
productores  en  cambio  de  nimiedades  y  objetos  de  insignifi- 
cante valor  intrínseco.  Este  intercambio  prolongado  y  sin 
punición,  hubiera  hecho  interminable  la  guerra  indígena.  Por 
dicha,  hoy  con  la  pugna  k  la  civilización,  tienen  obstruido 
tan  desventajoso  comercio  y,  ni  pueden  ser  el  pan  ageno,  ni 
de  la  ageno  hacer  pan. 

Con  fuerzas  sobre  las  Cordilleras  y  con  guarniciones  en 
los  boquetes,  quedan  ahogados  y  estiüidos  en  la  alternativa 
de  la  vida  en  la  sumisión,  de  la  muerte  en  la  rebeldía.  Redu- 
cidos y  estrechados  por  los  elementos  vitales,  echan  mano 
de  la  existencia  natural  manteniéndose  de  frutos.  Esprimen 
el  zumo  de  arbustos,  comiendo  la  abundante  frutilla^  la  ama- 
rillenta y  perforada  fruta  del  ñire^  (yau-yahué)  la  violácea 
del  chalcU,  el  manzano  y  el  pino.  Este  último  es  sobre  todo 
nutritivo.  Cuando  las  fuerzas  de  la  primera  Brigada  perse- 
guían á  Renque  y  Namuncurá,  viéronse  indios  correr  por 
montes  impenetrables  de  coUfftias  cargados  completamente  de 
pifiones. 

Todo  cuanto  sea  aliciente  de  vida,  !os  bárbaros  lo  hallan 
al  oriente  de  los  Antes;  es  aquí  donde  se  regalan  y  sopor- 
tan vigorosos  durante  los  nevados  meses  de  invierno. 

Chile,  que  hoy  opera  sobre  la  Araucania,  recibirk  quizá, 
sometidos  á  Renque  y  Namuncurá,  Queupo  y  Ñancucheo, 
esperándose  en  consecuencia,  ya  que  no  han  caido  en  poder  de 
nuestras  armas,  no  verles  en  nuevos  coloquios  con  las  comisio- 
nes y  partidas  esploradoras,  ni  en  refugios  al  presente  desalo- 
jados por  la  violencia. 

La  laguna  Huichú  ó  Huichú-Lauquen,  morada  de  Ñancucheo, 
del  E.  al  O.  en  " Mayin-Mapú ",  (tierra  pantanosa)  tiene  al 
S.  y  N.  tolderías  desmanteladas,  sementeras    de    trigo,  habas, 


—  107  — 

lino,  etc.,  en  profusión  que  han  prestado  excelentes  servicios 
á  nuestras  caballadas  y  muladas. 

Tolderías  (sobre  todo  las  de  Ñancucheo)  hemos  hallado 
interceptadas  por  los  bosques  de  tal  manera,  que  á  cinco  y 
diez  pasos  quedaban  insensibles  á  la  vista. 

Huichú-Lauquen  es  una  laguna  importante  por  la  profun- 
didad de  las  aguas  y  estension  de  sus  costas. 

Con  motivo  de  haber  comunicado  la  vanguardia»  que  á  una 
legua  mas  arriba  de  Epú-Lauquen  habíanse  encontrado  rastri- 
lladas frescas,  el  Coronel  Godoy  dispuso  inmediatamente  la 
marcha  en  protección  de  aquella»  saliendo  á  las  12  y  30'  y 
llegando  á  '^  Mayin-Mapú "  á  las  3  y  45'.  El  rastro  perdióse 
entre  los  montes,  habiendo  por  otra  parte  de  ser  reciente, 
fluctuación  entre  los  baqueanos. 

Esta  marcha  nos  ha  hecho  llegar  á  la  estremidad  occidental 
de  Huichú-Lauquen,  ó  como  se  ha  dicho,  Mayin-Mapú,  último 
punto  argentino  y  límite  de  nuestras  posesiones  en  los  valles 
alE.  de  las  Cordilleras. 

Se  divide  en  dos  cuerpos  la  laguna :  el  núcleo  y  los  brazos 
que  angulares  parten  al  O.  hasta  la  línea  divisoria  de  los 
Andes. 

El  brazo  N.  ha  sido  esplorado  por  el  Mayor  Vidal  y  el  S 
por  el  Coronel  Godoy.    De  este  último  es  del  que  hablaré. 

Epú-Lauquen  ó  las  "^  Horquetas "  es  un  bajo,  frente  á  dos 
cerros  secundarios  que  le  separan  del  paso  ó  tránsito  á  la 
costa  N.;  tiene  treinta  metros  de  anchura  constantemente  a 
nadOy  señalándose  con  especialidad  por  su  rumbo  Norte-Sud 
y  por  los  médanos  al  E.  y  O.  que  le  demarcan  perfecta- 
mente. 

De  Epú-Lauquen  á  Mayin-Mapú,  el  trayecto  es  montuoso» 
pedregoso,  ondulado,  teniendo  dos  pasos  difíciles :  el  de  Achí- 
Nielen  y  de  las  *^  Raices ".  El  primero  es  causado  por  una 
erupción  volcánica ;  la  superficie  natural  está  destruida ;  el  sacu- 
dimiento ha  dado  al  esterior  un  aspecto  tal  de  cataclismo  que 


-108- 

se  creería  ayer  mismo  hubiera  estado  sometido  á  esa  convul- 
sión. Segmentos  plutónicos,  toscos  y  desordenados»  parten  de 
la  laguna  á  las  quebradas  de  las  sierras  y  vienen  á  quedar 
envueltos  por  dos  arroyos,  el  mayor  de  los  cuales  es  el  Achí- 
Leufú. 

Hacia  el  O.  el  camino  corta  tan  estraüa  construcción,  cer- 
cano al  vértice  con  las  montañas,  dejando  á  la  derecha  el 
aspecto  derruido  y  abierto  en  cascos  de  la  masa  eruptiva. 

Achí-Nieien  tiene  un  color  oscuro,  resaltando  tanto  mas, 
cuanto  viva  es  la  verdosidad  de  los  montes  y  campos  cir- 
cunvecinos. 

£1  Achí-Leufú  es  el  mayor  de  los  afluentes  al  S.  de  la 
laguna,  teniendo  otros  secundarios  ya  permanentes,  ya  de 
deshielos.  Achí-Leufú,  dista  de  Epú- Lauquen,  legua  y 
cuarto. 

£1  segundo  paso  que  como  el  primero  nos  hizo  descabal- 
gar, es  el  de  las  *'  Raices "  ó  la  interposición  de  ellas  que  los 
ñires  corpulentos  en  el  declive  mismo  de  las  serranías.  £ste 
paso  lo  dificultó  mas  la  lluvia  recientemente  caida,  poniéndolo 
cenagoso  y  enlodado.  De  él  á  Mayin-Mapú  hay  legua  y 
media. 

Mayin-Mapú  no  es  llanura,  pero  sí  campo  despejado  por  los 
bosques  del  trayecto  sobre  declivee  suaves.  Al  SO.  continúa 
por  la  gran  Cordillera,  el  camino  á  la  Bepública  de  Chile, 
camino  que  se  halla  en  mal  estado,  cubierto  de  bañados  y 
pasos  imposibles.  £sta  camino  va  £  la  toldería  de  Maulin  el 
^  Adivino",  en  el  lugar  "  Carré-Keflí." 

Para  llegar  á  MayinMapúy  el  camino  toca  con  la  misma 
ribera  de  Huichú*Lauquen,  penetra  al  terminar  esta  en  los 
bosques  de  coUgtias,  volviendo  á  la  costa,  no  ya  de  Huichú- 
Lauquen,  sino  de  la  pequeña  de  ^  Desagüe  ^  unida  á  la  pri- 
mera por  un  arroyo  ó  corto  brazo  de  confluencia.  Esta  laguna 
está  á  algunos  metros  mas  elevada  que  Huichú-Lauquen 
teniendo  una  forma  casi  circular. 


—  109  — 

No  existiendo  vestigios  ni  rastros  de  indios  que  desalojaran 
á  Mayin-Mapú  y  alrededores,  en  estos  dias,  sino  por  el  con- 
trario de  tiempo  atrás,  contramarchamos  acampando  á  las 
5  p.  m.  en  el  brazo  denominado  mas  aniba. 

Huichú-Lauquen  está  á  1000  metros  de  altura  sobre  el 
nivel  del  mar. 

De  su  estremidad  E.  al  límite  argentino-chileno,  por  el  brazo 
Sad,  tiene  nueve  leguas  aproximadamente.  La  parte  mas 
ancha  es  la  confluencia  donde  pasa  de  3000  metros ;  al  £•  se 
estrecha  teniendo  como  término  medio  1600  metros.  En  su 
parte  mínima,  por  su^  anchura,  Huichú-Lauquen  está  fuera  del 
alcance  de  los  fusiles  y  carabinas.  El  brazo  N.  tiene  menos 
anchura,  (doce  metros  en  el  paso)  es  correntoso  y  de  menor 
longitud,  dejando  en  su  estremidad  accidental  y  la  línea  inter- 
nacional, 3  y  media  á  4  leguas. 

Gomo  en  el  Sur,  los  caminos  y  pasos,  son  terribles  por 
lo  rocallosos,  montuosos  y  estrechos  á  niveles  respetables 
de  la  laguna. 

Huichú-Lauquen  es  un  pulpo,  cuyos  brazos  arqueados  opri- 
men los  Andes.  Entre  nieves  eternas  y  bosques  profundos 
estiende  su  cuerpo  imponente,  lamiendo  con  furia  las  costas 
rocallosas  cuando  el  huracán  ó  el  ciclón  agita  su  cabellera 
espumosa. 


Dia  20 


Termómetro    4  a.  m.     3°  Barómetro    4  a.  m.     680™  "> 

12  m.        16«  "         12  m.        681°»™ 

10  p.  m.     6«  "       10  p.  m.      682°»™ 

Rumbos   generales:  E.  NE.  N. 
Jornada :   6  112   leguas. 

Nos  hemos  movido  á  las  4  y  10  a.  m. 


-lio  — 

A  las  7  estuvimos  en  Epú-Lauquen,  deteniéndonos  en  la 
marcha  regular  por  los  desfiladeros  de  Achí-Nieién  y  las 
Baices.  ^  las  8  a.  m.  nos  movimos  por  segunda  vez  cam- 
pando una  legua  mas  abajo  del  paso  del  '^Infierno.'' 

Al  pasar  por  el  destacamento  del  oficial  desprendido  el  dia 
14,  Teniente  D.  Vicente  Grimau,  el  Coronel  Godoy  hízole  in- 
corporar á  la  columna,  con  un  indio  de  lanza,  8  de  chusma 
y  200  ovejas  que  dicho  oficial  ha  tomado  inter  avanzábamos 
al  occidente* 


Dia  21 


Termómetro    4  a.  m.    6®  Barómetro    4  a.  m.  682°^"» 

12  m.        24°  **  12  m.       675»"» 

10  p.  m.  2^  "  10  p.  m.  678°*» 

Bumbos  generales:  E.  NE. 
Jomada :  2  y  media  leguas. 

Nos  hemos  movido  á  las  6  a.  m.  y  efectuando  una  jomada 
de  2  y  media  leguas,  llegamos  media  legua  mas  abajo  del 
camino  de  la  ida,  campando  á  las  9  a.  m.  en  la  costa  misma 
de  la  laguna.  Los  desfiladeros  de  **  Contra"  y  la  "Trinche- 
ra "    nos  han  absorbido  mas  de  una  hora  de  tiempo. 

El  Coronel  Godoy  ha  encontrado  campado  en  este  punto  á 
un  oficial  desprendido  por  el  Mayor  Vidal  con  la  chusma 
tomada. 

El  camino  de  la  ida  al  campamento  en  el  Collon-Curá,  no 
será  el  mismo  que  hemos  traido,  porque  como  se  ha  dicho 
anteriormente,  queda  á  nuestra  derecha.  Costearemos  la 
margen  S.  del  Chimehuin  por  la  quebrada  denominada  **  Cum- 
cum-Nieién ".   (temblor) 

A  las  4  p.  m.  el  Coronel  Godoy  ha  recibido  por  un  chasque 
del  Mayor  Vidal,  la  siguiente  taijeta  de  un    agente    chileno, 


— 111  — 

con  carácter  cientíñcomilitar :  *^ Señor  Coronel  Godoy :  Ha- 
^  bia  deseado  pasar  á  su  campamento  para  saludarlo  á  nom- 
**  bre  del  Comandante  de  la  División  Chilena,  D.  M.  Drouilly, 
"  acampada  á  orillas  del  Trancurá,  en  el  camino  de  Villarica. 
'^  (en  Maichi)-  £1  mal  estado  de  las  cabalgaduras  no  me  per- 
'^  mite  alcanzar  hasta  el  campamento  de  Vd.  Quedo  de  Yd. 
"  atento  y  S.  S.  Francisco  8.  Oyarzun,  Cirujano  de  la  Di- 
Tision. 

Al  autor  de  la  misiva  cuyos  términos  nada  dicen,  dedu- 
ciéndose en  el  fondo,  según  lo  manifiesta  el  Mayor  Vidal, 
que  tiene  fuerzas  armadas  en  nuestro  teiiitorio  y  escusa  con 
un  cumplimiento  y  atento  saludo  la  estemporánea  visita,  le 
ha  sido  enviado  con  la  contestación  al  Mayor  Vidal,  y  dos 
oficiales  con  8  soldados  para  tomar  las  medidas  de  investi- 
gación y  explícita  explicación  de  tan  estraña  cortesanía,  ha- 
ciendo constar  documentariamente  el  carácter  que  ella  envuelva 
ó  en  su  defecto,  tomar  las  medidas  consiguientes  y  restric- 
tivas ;  repetición  tanto  mas,  cuanto  que  el  Gobierno  Chileno, 
tomando  con  prioridad  pero  con  opuestos  datos,  y  conductos 
mas  débiles  esta  misma  manera,  protestó  no  há  mucho  en 
nombre  del  derecho  y  la  inviolabilidad  geográfica  de  los  paises. 

Precisamente,  y  cual  si  estas  emergencias  internacionales 
hubieran  deseado  hallarse  frente  á  frente,  una  hora  después, 
{5  p.  m.)  presentóse  al  mis:no  Gefe  un  correo  chileno,  llega- 
do por  el  S.  de  la  laguna,  compuesto  de  tres  hombres,  con 
notas  del  Coronel  Urrutia»  dirigidas  al  Gefe  de  las  avanzadas 
argentinas,  en  las  que  manifiesta  en  resumen:  ''Que  fuer- 
*"  zas  argentinas  han  pasado  al  territorio  chileno ;  que  en 
""Rehuincó"  y  "  Carré-Keüí ",  han  llevado  un  considerable 
^  número  de  haciendas,  tomando  cautivos  y  hecho  mueilos, 
"  por  lo  cual  protesta  á  nombre  del   Gobierno  de  Chile." 

El  Coronel  Godoy  contesta  al  respecto  defendiendo  nuesti  :i 
causa  y  haciéndole  á  su  vez  cargos  por  el  grave  incidente  del 
Sr.  Oyarzun. 


—  112  — 


Dia  22 


Termómetro    4  a.  m.    6°  Barómetro    4  a.  m.  675"»™ 

12  m.       250  **         12    m.       677»« 

"  10  p.  m.     8°  "         10  p.  m.   680°^™ 

Rumbos  generales:  N.  NO.  (En  la  ida  21) 
Jornada:  11  y  media  leguas. 

Rumbos  generales:  S.  SE.  (En  la  vuelta  el  dia  22) 
Jomada:  11  y  media  leguas. 

El  Mayor  Vidal  y  oficiales  desprendidos  á  encontrar  al 
comisionado  científico,  alcanzaron  á  éste  después  de  marchar 
la  noche  del  21  y  22,  pasando  por  la  Cordillera  que  elevada 
á  1600  metros,  separa  las  cuencas  de  los  afluentes  del  Co- 
Uon-Curá,  Chimehuin  y  Mayen. 

En  el  valle  de  Mamuí-Malal,  á  las  6  y  media  a.  m.  el  seflor 
Cirujano  de  la  División  Chilena,  al  mando  del  Comandante 
Drouilly,  D.  Francisco  Oyarzun  en  descargo  de  su  paso  insó- 
lito á  nuestro  territorio,  hizo  constar  en  forma  y  debida  regla 
su  avance  con  pleno  conocimiento,  j  que  debido  á  excesiva 
atención  internacional,  no  se  procedía  ni  se  tomaban  las  me- 
didas represivas  por  parte  del  Gobierno  Argentino,  en  hechos 
anormales  y  acontecimientos  de  esta  naturaleza. 

Así,  pues,  nuestros  choques  con  los  salvajes,  nos  han  traido 
y  arrastrado  h,  litigios  extemos,  en  los  cuales  felizmente,  lleva- 
mos  la  parte  mas  cohesiva  y  sólida,  viéndonos  á  nuestra  vez 
en  el  campo  de  ella,  no  con  indicios  ni  ambigüidades,  sino 
con  sucesos  piácticos,  á  la  vista,  y  apoyados  por  declaracio- 
nes expontaneas,  á  cuyo  pié  se  exhiben  firmas  de  oficiales, 
confesando  la  transgresión,  con  el  rifle  cruzado  á  media  es- 
palda de  los  soldados  chilenos  y  bajo  el  poder  de  la  razón  y 
la  justicia. 


—  113  — 


Día  23 


Termómetro    4  a-  m.  10^  Barómetro    4  a.  m.  681™™ 

12  m.       26«  •         12  m.        679™»» 

•*  10  p.  m.  12®  "         10  p.  m.  687™™ 

Sumbos  generales:  SE.  SSE. 
Jornada :  2  leguas  y  media. 

£1  Mayor  Vidal  se  ha  incorporado  á  las  fuerzas  del  Coronel 
Godoy,  con  15  indios  de  chusma  tomados  por  el  Capitán 
Vega. 

Totalizando:  las  fuerzas  desprendidas  los  dias  10  y  12,  se 
han  apoderado  de  6  de  lanza  y  66  de  chusma,  dos  vacas*  27 
caballos»  214  c  vejas,  resultado  que  no  es  material  como  era 
de  desear»  pero  que  es  lógico  cuando  es  obtenido  contra  Ñan- 
cucheo,  que  ha  escapado  á  pié,  sin  qué  comer  y  *^  quien  sabe 
cómo "  según  él  personalmente  lo  manifestó  al  con*eo  chileno, 
enviado  con  la  protesta  del  Coronel  Urrutia. 

En  la  persecución  llevada  k  cabo,  murieron  tres  indios  y  el 
capitanejo  Boayanqué. 

A  las  4  p.  m.  nos  pusimos  en  marcha,  campando  sobre  la 
costa  derecha  del  Chimehuin,  dos  y  media  leguas  del  campa- 
mento anterior.  La  marcha  ha  sido  por  el  valle  de  aq^el,  sin 
oft^ecer  particularidad  alguna. 

Antes  de  movernos,  fué  desprendido  por  el  camino  de 
nuestra  venida,  a  Huichú*Lauquen,  el  Comandante  Peiteado 
con  30  hombres,  para  reconocer  los  cajones  de  la  laguna 
Curué  y  Loló  que  dá  nacientes  al  Quelquihué. 


15 


-  114  — 


Dia  24 


Termómetro    4  a.  m.  16«  Barómetro    4  a.  m.  688""* 

"  12  m.       28^  **  12  m.      698"^" 

10  p.  m.  18«>  "        10  p.  m.  707°»"^ 

Rumbos  generales:  S.  SE. 
Jomada  13  leguas. 

Poniéndonos  en  movimiento  á  las  4  y  15'  y  tomando  hacia 
el  S.  por  la  quebrada  de  Cumcum-Nieien,  caimos  al  Gurué- 
Leufú  á  las  6  y  15'  al  mismo  punto  tocado  el  dia  12. 

El  Coronel  Godoy  adelantóse  al  campamento  del  Collon- 
Curá,  donde  llegamos  á  las  12  m.  quedando  la  fuerza  al 
mando  del  Mayor  Vidal. 

El  dia  12,  cuando  se  inició  la  marcha  contra  Ñancucheo, 
recibióse  en  este  campamento  la  noticia  de  una  desventurada 
y  desgi'aciada  escena. 

El  Capitán  D.  Emilio  Crouzeilles  y  Teniente  2**  D.  Nica- 
nor Lescano,  que  fueron  desprendidos  á  Pulmary  el  dia  2  del 
comente  mes,  no  han  regresado. 

El  dia  6  del  mismo,  los  indios  en  número  de  60,  tomando 
aislados  á  estos  oficiales  con  un  reducidísimo  número  de  hom- 
bres, sorprendidos  en  un  terrible  desfiladero,  dieron  fin  con 
ellos  y  4  soldados,  acribillándolos  á  lanzases  é  hiriéndolos  de 
bala. 

Este  acontecimiento  lamentable,  debido  en  parte  al  valor 
temerario  y  personal  de  nuestros  oficiales,  á  la  confianza  ilimi- 
tada de  sí  mismos,  ha  venido  á  producir  una  sensación 
amarga  en  las  fuerzas  de  la  División  y  matar  en  parte  con 
tan  terrible  dolor  por  pérdida  semejante,  el  aliento  de  una 
campaña  que  definitivamente  *  puede  serla  que  cierre  nuestras 
luchas  con  el  barbarismo. 


—  115  — 

£1  sumario  abierto  á  este  respecto,  dará  luz,  poniendo  de 
relieve  los  antecedentes  de  tan  trágico  incidente. 

El  dia  13  el  Capitán  CrouxeíUes  y  Teniente  Lescano  han 
tido  traídos  casi  desconocidos,  por  los  soldados  que  separa- 
dos por  los  accidentes  de  la  naturaleza  y  la  brevedad  de  las 
circunstancias,  no  pudieron  cooperar  lo  suficiente  para  salvar 
sus  vidas. 

La  oscuridad  de  la  noche  y  el  cumplimiento  de  la  orden 
recibida  para  custodiar  la  caballada,  les  separó  del  centro  de 
la  acción,  llegando  al  siguiente  dia  á  ella  para  contemplar 
los  cadáveres  de  los  valientes  jóvenes. 

Una  caballada  custodiada  por  un  cabo  y  4  soldados,  fué 
arrebatada  por  los  indios  que  atrevidos  y  sagaces  huyeron 
precipitadamente  con  el  robo. 

£1  Alférez  Crobetto  del  Regimiento  3  de  Caballeria,  fué 
mandado  á  perseguirlos  y  el  dia  14  regresó  este  oficial  con 
los  indios  prisioneros  y  los  caballos  rescatados. 

£1  15,  el  Comandante  Pérez  fué  enviado  á  Nahüel-Huapí 
con  correspondencia  para  la  tercera  Brigada. 

£1  16  el  cacique  Manquel,  salió  con  parte  de  su  tribu  á 
recorrer  é  inspeccionar  los  campos  al  N.  de  este  rio.  * 

£1  dia  l7,  18  y  19  no  hubo  novedad. 

El  20  tuvimos  comunicaciones  de  la  tercera  Brigada.  Por 
ellas  se  sabe  que  el  Comandante  Suarez  ha  batido  á  los  salva- 
ges  en  **  La  Pá "  en  número  de  l70  aproximadamente,  con 
60  hombres  del  Regimiento  7  y  Batallón  6  y  con  25  indios 
auxiliares  de  Huincaleo  y  Traiman.  Los  indios  dispersados  y 
huyendo,  perdieron  un  capitanejo  y  dos  indios,  quitándoseles 
160  caballos.  £1  Comandante  Suarez,  seguidamente  despren- 
dió de  vanguardia  33  soldados,  al  mando  d^  un  sargento,  en 
persecución  de  Milian,  al  cual  se  le  tomaron  ciento  y  tantos 
caballos. 

En  el  combate  anterior,  el  Grefe  de  la  vanguardia  de  la  ter- 
cera Brigada,   se  internó  60  y  mas  leguas   al  SE.  del  Lago 


-116  — 

Nahüel-Huapí,  penetrando  por  campos  feraces  y  lozanos,  como 
por  territorios  agrestes  y  pedregosos. 

Respecto  de  los  Comandantes  Palacios  y  Diez  Arenas,  no 
se  han  tenido  basta  el  presente  noticias. 

El  2l  llegaron  comunicaciones  de  la  primera  Brigada. 

El  22  se  recibió  cbasque  del  Coronel  Godoy,  dando  cuenta 
de  las  operaciones  llevadas  á  Ñancucheo  y  de  los  resultados 
obtenidos. 

El  23  envióse  á  Nabüel*  Huapí  al  Sargento  xMayor  D.  Mar- 
cos Clavel,  con  haciendas  para  la  tercera  Brigada. 

El  mismo  dia  el  Alférez  Crobetto  y  Pereyra,  se  pusieron 
en  marcha  al  acantonamiento  de  Ñorquin,  debiendo  batir  el 
territorio  que  recorran. 

En  el  dia  de  hoy,  á  las  9  p.  m.  se  han  recibido  chasques 
del  Comandante  Peiteado,  que  persigue  por  la  rastrillada 
una  partida  aproximadamente  de  30  indios  al  E.  de  Curué- 
Lauquen. 


Dia  25 


u 
a 


Termómetro    4  a.  m.  17®  Barómetro    4  a.  m.  708™"» 

12  m.       31®  **  12  m.        704"°» 

10  m.  p.  15®  **  10  p.  m.  707™"» 

A  las  6  a.  m.  salió  el  Ayudante  del  Regimiento  6^  de  Ca- 
ballería D.  Marcelo  Robles,  para  proteger  la  persecución  del 
Comandante  Peiteado  al  mando  de  30  hombres. 


—  117  — 


Dia  28 


Termómetro    4  a.  m.  13^  Barómetro    4  a.  m.   708,6°^"^ 

•  12  m.        280  «  12  ni,      706mm 

10  p.  m.  20<>  **        10  p.  m.    707»™ 

Campados. 

Con  chasques  especiales,  el  General  Villegas  ha  enviado  co- 
mmiicaciones  para  el  Coronel  ürrutía,  sobre  el  suceso  del 
Sr.  Oyarzun  y  cartas  á  Ñancucheo,  impulsándolo  para  que 
mediante  el  perdón  que  se  le  otorga  en  beneficio  del  término 
de  las  hostilidades,  se  venga  á  este  lado  de  los  Andes,  dou- 
de  se  le  darán  campos  que  cultivar  sosteniéndolo  el  Gobierno 
en  los  territorios  que  le  han  servido  de  guarida  para  traemos 
sus  depredaciones  y  robos,  con  la  condición  precisa  de  olvi- 
dar sus  instintos  montaraces  y  someterse  al  poder  de  la 
Nación. 


Dia  27 


Termómetro    4  a.  m.     17<> 
„  12       m.     29<» 

„  10  p.  m.     18*» 

Campados. 
Sin  novedad. 


Barómetro     4  a.  m.  709™™ 

12        m.  705»»™ 

"  lo  p.  m.  706™™ 


-118  — 


Día  28 


Termómetro    4  a.  m.  15^  Barómetro    4  a.  m.  707"^°* 

"  12  m.       320  «  12  jn,        704mm 

"  10  p.  m.  20^  **  10  p.  m.  703"™ 

Campados. 

Ha  partido  una  comisión  con  carácter  científico,  compuesta 
del  Teniente  Coronel  D.  Benjamin  Moritan,  como  presidente, 
7  del  Sargento  Mayor  D.  Miguel  E.  Vidal  é  Ingeniero  D.  Jor- 
ge Brondsted,  como  vocales,  para  tomar  datos  de  los  puntos 
mas  importantes  de  la  Cordillera,  examinando  los  boquetes 
donde  ofrezca  mas  ventaja  estratégica  establecer  avanzadas  y 
fortines  desde  la  laguna  "  Huichú-Huehué "    hasta  Pulmaiy. 

Como  esta  materia  se  presta  á  un  detenido  estudio,  para 
dar  detalles  sobre  los  pasos  y  pasages  á  ultra-cordillera, 
queda  para  mas  adelante  su  descripción,  una  vez  recogidas 
las  fuentes  exactas  del  número  y  colocación  geográfica  de 
aquellos,  partiendo  de  Nahüel-Huapf  al  campamento  de  Ñor- 
quin. 

Así  mismo  la  primera  Brigada  ha  recibido  orden  de  enviar 
fuerzas  á  Pulmary  y  Trapa-Trapa  y  demás  boquetes  de  esa 
zona,  con  las  condiciones  de  un  estudio  detenido  de  todas 
ellas. 

Dia  29 


Termómetro    4  a.  m.  14®  Barómetro    4  a.  m.  706™  "> 

12  m.        30^  "         12  m.       702™" 

10  p.  m.  20^  *"         10  p.  m.  703»» 

(A  las  2  p/  m.  el  termómetro  ascendió 

á  33®  30'  sobre  cero) 
Campados- 


—  119  — 

Se  presentó  -una  cdmisíon  de  la  tercera  Brigada  con  comu- 
nicaciones de  NahüeUHaapí,  compuesta  de  un  oficial  y  20 
soldados. 

# 

£1  Comandante  Palacios  ha  regresado  de  su  marcha  al 
N.  del  Nahüel*Huapí  á  perseguir  á  Coillá  y  Gervasio.  Ha 
batido  esos  cajones  penetrando  por  las  fuentes  del  rio  Caleufu 
al  S.,  al  N.  de  las  lagunas  *"  Meliquina "  y  ''Lacar.''  En  los 
encuentros  ha  muerto  28  indios  de  lanza  y  tomado  4  prisio- 
neros con  10  de  chusma,  (entre  ellos  una  cautiva)  110  caba- 
llos y  yeguas,  90  vacas  y  100  ovejas,  una  carabina  y  60 
lanzas. 

£1  Comandante  Diez  Arenas  desprendido  á  *"  Lascar ** ,  se 
ha  apoderado  de  dos  ini^os  de  lanza  y  9  de  chusma  con  70 
caballos  y  76  animales  vacunos. 

Un  chasque  chileno  llegado  á  las  9  a.  m.  ha  traido  comu- 
nicaciones del  Comandante  D.  Martin  Drouilly  respecto  del 
^uceso  del  Sr.  Oyarzun. 

£1  Gefe  mencionado  propone,  por  vías  estrañas,  una  con- 
ciliación ó  relación  amistosa  entre  los  ejércitos  argentinos  y 
chilenos,  un  modus  vivendo,  como  él  dice,  para  que  ambas 
naciones  puedan  transar  de  este  y  aquel  lado  de  !a  Cordillera 
con  motivo  de  la  guerra  á  los  bárbaros. 

£1  General  Villegas  le  ha  contestado  la  impremeditación 
que  envuelve  un  acto  de  tal  carácter,  pues  es  anti-conciliatorio 
con  las  medidas  regulares  y  armónicas  que  rigen  á  paises 
civilizados,  siendo  un  proceder  contrario  á  la  marcha  normal 
y  autonómica  de  las  instituciones  civiles  y  militares  en  ambas 
naciones.  De  esa  manera  el  poder  militar  se  abrogaría  Jos 
derechos  y  atributos  de  su  gobierno,  penetrando  en  el  santuario 
de  la  legislación  y  leyes  liberales  de  los  pueb!os. 

Le  manifiesta  también  que  las  armas  del  Plata  jamás  han 
ultrapasado  á  sabiendas  los  límites  chilenos  y  argentinos,  y 
que  si  ello  hubiera  tenido  lugar  en   las  operaciones    abiertas 


en  esta  campafia,  dimana  de  la  ignorancia  geográfica  de  aque* 
Ros  limites,  á  los  cuales  la  ciencia  tiene  que  dedicar  mucbo 
tiempo  para  dejarlos  evidentes  y  claros  en  las  miles  acciden- 
,tacioaes  de  esos  territorios. 


Dia  30 


Termómetro    4  a.  m.    13^  Barómetro    4  a.  m.  705™*^ 

12  m.         290  30'  «  la  m.       704mm 

10  p.  m.    18*  "         10  p,  m.  703»» 

Campados. 

A  las  7  p.  ha  salido  en  comisión  un  oficial  y  30  hombres 
del  Regimiento  1  de  Caballería  para  situarse  en  los  desfila- 
deros de  Huichú-Lauquen  donde  pueden  haberse  recogido  los 
indios  perseguidos  por  el  Comandante   D.  Boque  Peiteado. 


Día  31 


Termómetro    4  a.  m.  14°  Barómetro     4  a.  m.  705"""» 

12  m.       29°  *"  12  m.       703«» 

10  p.  m.  17»  "  10  p.  in.  704,8*« 

Campados. 

A  las  4  a.  m.  salió  un  oficial  del  Regimiento  2  de  Caba- 
llería con  15  soldados,  siguiendo  la  rastrillada  de  un  grupo 
dé  indios  que  han  arrebatado  la  caballada  á  fuerzas  campadas 
eu  las  costas  de  Chimehuin. 


—  121  — 


Dia  1'  de  Febrero 


Termómetro    4  a.  m.  14<^ 

Barómetro    4  a.  m. 

705 

12  m,        30« 

12  m. 

702 

10  p.  m.  18« 

*          10  p.  m. 

704' 

Campados. 

A  las  11  a.  m.  salió    el 

Teniente  D.    Saturnino   ^ 

QonH 

con  10  hombres  de  la  escolta  del  Comandante  en  (Jefe  de  la 
Diyision»  para  que  tomando  por  el  paso  al  N.  del  Collón* 
Cura,  cortara  rastros  i  unos  indios  cuyos  polvos  se  han  yisto 
finente  á  este  campamento. 

Dia  2 


Termómetro    4  a.  m.  16*  Barómetro    4  a.  m.    701"™ 

"  12  m.        31«  "  12  m.         707»»"^ 

lo  p.  m.  22*>  "  10  p.  m.     706«» 

Campados. 

Los  oficiales  desprendidos  el  3l  de  Enero  y  1^  de  Febre- 
ro han  regresado.  El  Teniente  Gorordo  dio  alcance  á  los 
indios  en  el  paraje  denominado  ''Barro  Negro '^  por  el  cami- 
no que  hemos  traído  del  acantonamiento  de  Ñorquin,  quitán- 
doles la  caballada  robada,  matando  al  capitanejo,  3  indios  y 
haciendo  uno  prisionero.    Los  demás  escaparon  á  caballo. 

una  comisión  de  50  hombres  bajo  las  órdenes  del  Teniente 
Coronel  graduado  D.  Juan  O.  Diaz,  marchó  á  Pulmary  en 
vigilancia  del  boquete  de  Lonquimay,  y  otra  de  60  soldados 
bajo  el  mando  del  Teniente  Coronel  graduado  D.  Roque 
Beiteado  á  sitiar  al  capitanejo  Gervasio  en  el  paraje  deno- 
minado **  Quelquihué.*' 


—  122  — 


Dia  3 


Termómetro    4  a.  m.  16<*  Barómetro    4  a.  m.    709'°'° 

"  12  m.       32^  **  12  m.        709»" 

"  10  p.  m.  22«  **  10  p.  m.   711»™ 

Bumbos  generales:  S.  SE. 
Jornada:  7  leguas. 

En  este  dia  nos  hemos  movido  para  continuar  nuestro'  avan- 
ce al  Nahüel  Huapí,  del  cual  distamos  30  leguas  aproximada- 
mente. 

A  las  4  y  40  salimos  costeando  la  margen  S.  del  Catapulich, 
llegando  después  de  un  descanso  de  media  hora  á  las  costas 
del  rio  Caleufú. 

En  el  itinerario  de  la  espedicion  pasada,  ñgura  este  mi^mo 
trayecto;  pero  por  camino  distinto.  Aquel  lo  efectuamos  sobre 
las  mesetas  que  dividen  las  cuencas  de  los  afluentes  del  Limay, 
y  éste  por  el  valle  del  Collon-Curá,  hasta  su  unión  con  el  Ca* 
lenfú. 

La  confluencia  de  estos  tributarios  del  Limay,  se  efectúa  pOr 
txes  brazos,  al  presente  en  reflujo,  debido  á  la  notable  bajante 
que  están  sufriendo  los  ríos  y  arroyos  del  Cuadrilátero.  El  ca* 
mino  es  espedito  y  los  valles  del  Aluminé  y  Caleufú  espaciosos 
y  sombreados  de  profusos  pastos. 

En  la  margen  derecha  del  Caleufú  está  un  destacamento  de 
un  oficial  y  30  soldados,  que  guarda,  según  las  instrucciones, 
las  comunicaciones  de  la  segunda  con  la  tercera  Brigada. 

La  altura  de  las  mesetas  sobre  el  nivel  de  los  rios  es  apro* 
ximadamente  de  140  metros, 

La  confluencia  de  ambos  rios  se  encuentra  a  620  metros  so- 
bre él  nivel  del  Océano. 


—  123  — 


Dia  4 


Termómetro    4  a.  m.  14®  Barómetro    4  a.  m.    711"°» 

•  12  m.      30®  **         12     m.        705»°* 

•  10  p.  m.  10®  **        10   p.  m.     702°»°* 

Rambos  generales  :    S.  SO.  SE. 
Jomada :    7  leguas. 

Levantamos  campo  á  las  4  y  30  a.  m.  y  á  las  9  y  45'  con 
una  marcha  no  interrumpida,  campamos  sobre  la  costa  seten  - 
trional  del  Limay. 

Salimos  del  Caleufú  por  una  quebrada  al  S.  Media  legua  des- 
pués estábamos  en  el  arroyo  ''Yaialamurá'',  agotado  por  la 
sequedad  de  la  estación.  Le  costeamos  legua  y  media,  aban- 
donándole para  tomar  el  SE.  y  dirijimos  al  Limay. 

£1  terreno  es  agreste  y  la  vegetación  pobre. 

£1  rio  Limay  aparece  estrecho,  sufriendo  las  consecuencias 
de  la  decreciente.  Corre  con  una  velocidad  de  5  ll2  millas  por 
hora  (en  este  punto)  por  un  cauce  de  regular  pedregullo.  Las 
sierras  del  S.  tocan  con  sus  faldas  la  ribera,  las  del  N.  retira- 
das le  dan  un  valle  de  3.000  metros.  Tiene  7  metros  de  ancho, 
con  una  profundidad  á  nado. 

El  chacay  y  moUe  habitan  las  costas.  Los  demás  arbustos 
7  arbolillos  son  ya  conocidos. 


—  124  — 


Dia  5 


Termómetro    4  a.  m.    8*»  Barómetro    4  a.  m.    702"*" 

"  12     m.  30«  "  12    m.      697«» 

10  p.  m-  l2«  **  10  p.  m.   698»» 

> 

Bumbos  generales :    SO. 
Jomada :    6  leguas. 

Salimos  á  las  3  y  45'  y,  costeando  el  Limay,  llegamos  á  la 
confluencia  del  Troful  á  las  9  y  10. 

Pasamos  por  el  arroyo  Limay  y  otros  afluentes  inferiores, 
quedando  encajonados  entre  las  montañas  de  ambos  nos,  cuya 
conjunción  presenta  cuatro  cerros  importantes. 

El  rio  Traful  está  bajo,  pero  violento  en  la  corriente.  Al  * 
unir  sus  aguas  con  el  Limay,  mantiene  una  velocidad  de  6  mi- 
llas por  hora,  velocidad  que  aumenta  60  metros  hacia  el  S., 
debido  á  la  presencia  de  un  vigoroso  rápido.  £1  lecho  está  de 
la  superficie  á  una  profundidad  inmensa,  se  le  percibe  tras  una 
masa  fluida  de  un  azul  poderoso. 

Los  cuatro  cerros  nombrados  sefialan  la  confluencia  por  la 
elevación  de  sus  picos  y  la  dirección  magnética.  Al  SE.  el 
cerro  del  "Ermitaño",  á  404  metros  sobre  el  nivel  del  rio,  y 
1,134  sobre  el  del  Océano;  al  E.  el  cerro  Limay,  á  460  metros 
sobre  el  rio,  y  1,190  sobre  el  del  Océano;  el  cerro  Traful  al 
NE.,  á  480  metros  sobre  el  nivel  del  rio,  y  l,2lO  sobre  el  de^ 
océano,  el  "21  de  Abril"  k  360  sobre  el  nivel  del  rioi  y  1,080 
sobre  el  del  mar. 

Todos  los  cerros  de  inferior  elevación,  son  ramificaciones  de 
los  nombrados,  cubiertos  por  la  lava  y  basalto  en  sus  cúspides 
de  tiempos  primitivos,  la  cual  les  ha  dado  esos  relieves  fan- 
tásticos y  estraflos,  que  impresionan  hondamente  al  viajero  que 
por  primera  vez  los  vé. 


—  126  — 

Hacia  las  nacientes  del  Traful,  una  Comisión  reciente  ha  en- 
contrado sesquicarbonato  de  sosa,  y  según  datos,  esos  parajes 
son  ricos  en  otros  productos  naturales, 

£1  Traful  nace  de  la  laguna  Traful  ó  Trasbun. 


Día  6 


Termómetro    4    a.  m.  14**  Barómetro    4  a.  m.  692™™ 

*  12     m.       27°  *•  12     m.     694™™ 

•  10  p.  m.    13°  "  lo  p.  m.  692,5™™ 

Bumbos  generales  '•  SO.  S.  O. 
Jomada :    10  leguas. 

Montamos  k  caballo  á  las  4  y  15'  a.  m.,  llegando  al  acan- 
tonamiento de  la  tercera  Brigada  á  las  11  y  20',  habiendo  en 
el  trayecto  detenídonos  media  hora  para  descansar. 

Parte  de  la  marcha  ha  sido  por  el  camino  antiguo  y  su 
conclusión  por  una  nueva  senda  abierta  por  los  indios  de  Cu- 
mhuincá,  que  baja  al  campamento  cortando  una  cadena  de  mé- 
danos de  dos  leguas  de  ostensión,  dejando  el  Limay.  que  serpea 
á  nuestra  izquierda. 

La  tercera  Brigada  está  campada  al  SO.  del  «Paso  Cabo 
Campos»,  poco  menos  de  una  legua  sobre  el  arroyo  «Chaca- 
buco»,  quedando  por  dicha  situación  á  una  legua  sobre  la 
costa  N.  del  gran  lago. 

Estos  parajes  recorridos  con  placer,  después  de  dos  años 
de  ausencia,  han  estado  al  albedrío  del  indio  en  ese  interregno 
de  la  civilización,  y  los  vestigios  dejados  al  retiramos,  han 
desaparecido  bajo  la  mano  desvastadora  del  pehuenche  con  el 
estéril  regocijo  de  una  venganza  impotente. 

Los  maderos  labrados  rectangularmente  en  una  y  otra  banda 
del  Limay,  el  dia  16  de  Abril   de  1881,  marcando    el  «Paso 


—  126  — 

Cabo  Campos»,  y  el  recuerdo  de  haber  llegado  hasta  él  la 
primera  lancha,  llevando  á  popa  el  estandarte  Argentino,  han 
sido  arrancados,  el  asta  de  la  bandera  patria  izada  en  el  cerro 
del  Carmen,  el  3  de  Abril  del  mismo  afio,  no  existe;  el  cadá- 
ver del  servidor  argentino  que  dio  nombre  al  paso,  ha  sido 
exhumado  y  sus  huesos  calcinados  ó  pulverizados  por  la  safia 
del  bárbaro,  derramados  en  el  suelo  donde  nuestras  tropas  cru- 
zaron victoriosas  y  dominantes  del  oscurantismo. 

Nuestro  campamento  está  señalado  geográficamente  por  los 
siguientes  puntos :  al  S.  SO.  el  cerro  ''Salinas'',  cuyas  faldas 
toca;  al  £.  SE.  por  el  del  ''Carmen",  distante  4.000  metros;  el 
NO.  por  las  serranías  del  Limay,  sobre  las  cuales  cruza  el  cami- 
no del  Collon-Curá. 

Los  campos  hállanse  en  perfecto  estado,  al  SO.  se  estiende 
ancha  vega,  que  alimenta  regular  número  de  caballadas. 

Los  movimientos  de  esta  Brigada,  sus  operaciones  al  N.  y  S. 
del  lago,  están  mencionados  en  dias  anteriores. 

Una  nueva  operación  se  está  preparando  hacia  el  S.  del  Li- 
may  y  Nahüel-Huapí  contra  Inacayal  y  Sayhueque,  cuyo  éxito 
complementará  los  beneficios  y  frutos  recogidos  en  esta  espedi- 
cion,  destruyendo  los  misterios  de  la  Patagonia- 


Día  7 


Termómetro    4  a.  m.  10<*  Barómetro    4  a.  m.  693""* 

12  m.       120  "  12  m.      691"°» 

"  10  p.  m.    8^  «  lo  p.  m.  693°»» 

Campados. 

No  hubo  novedad. 


—  127- 


Dia  8 


Termómetro    4  a.  m.  14^  Barómetro    4  a.  m.  692,6*» 

•  12  m.       20«  "  12  m.      693«« 

*  10  p.  m.  13«  "  10  p.  m.  692,6«« 

Campados. 

Púsose  en  marcha  á  la  vega  de  Chapelco  (Los  Manzanos) 
con  20  soldados,  el  Capitán  Don  Jorge  Bohde  para  buscar  pun- 
tos adecuados  á  la  línea  de  fuertes  sobre  el  Oriente  de  las 
Cordilleras. 


Dia  9 


Termómetro    4  a.  m.  17**  Barómetro    4  a.  m.  690™™ 

•  12  m.        31«>  "  12  m.    691,5™» 

"  10  p.   m.     6°  ""         10  p.  m.  690™™ 

Rumbos  generales  '•  S.  SO. 
Jomada:  6 1I2 leguas. 

El  diario  llevado  desde  este  dia,  pertenece  á  la  tercera  Bri- 
gada. A  fin  de  completar  el  de  la  Comandancia  General  de  la 
División,  lo  uno  trascribiéndolo  de  aquella. 

Al  frente  de  250  hombres  y  70  indios  amigos,  el  Gefe  de  la 
tercera  Brigada,  Teniente  Coronel  Don  Nicolás  H.  Palacios,  se 
poso  en  marcha  de  las  costas  del  Nahüel-Huapí. 

La  fuerza  está  compuesta  de  la  siguiente  manera  ' 

Batallón  6  de  línea  :  2  Gefes,  6  oficiales  y  UO  soldados; 

Regimiento  7  ®  de  Caballería  :  1  gefe,  5  oficiales  y  l40  sol- 
dados; 


—  128  — 

Detall  de  la  Brigada:  3  gefes,  un  nficial  y  5  soldados; 

Indios  auxiliares  de  Purrayan  y  Traimao,  SO;  indios  ami- 
gos de  Curuhuincá  12  y  de  Huincaleo  28. 

Efectuamos  el  paso  del  Limay  en  botes,  invirtiendo  7  y 
media  horas. 

A  las  3  p.  ra.,  inmediatamente  de  pasar  la  fuerza  necesaria 
al  S.  del  rio,  fué  desprendida  la  vanguardia  compuesta  de 
3  oficiales  y  50  soldados,  bajo  las  órdenes  del  Teniente  Coro- 
nel graduado  D.  Pedro  Diez  Arenas. 

Una  vez  terminado  el  pasage  (4  y  30'  p.  m.)  nos  pusimos 
en  marcha  á  las  5  p.  m.,  llegando  á  las  nacientes  del  Limay 
alas  5  y  30',  variando  al  SE.  para  internarnos  en  la  Pa- 
tagonia. 

Cortamos  el  arroyo  "ileanan"  &  cuyas  márgenes  campó 
por  primera  vez  esta  Brigada  el  año  81,  dejando  al  £.  el 
cerro  "  Tequé-Malal "  que  dá  nombre  al  lago. 

El  arroyo  ^ Renán'',  que  con  su  curso  toca  la  falda  aus- 
tral del  cen*o  espresado,  circula  por  ella  entre  rocas  plutóni* 
caá,  ensancha  el  valle  tomando  una  importancia  recomendable 
como  afluente  del  Nahüel-Huapí. 

Con  un  descanso  de  20'  en  el  valle  del  "  Renán "  ( 2  de 
Abril)  proseguimos  la  marcha  buscando  el  campamento  de  la 
vanguardia. 

Campamos  á  las  10  y  30'  p.  m.  en  un  afluentecillo  del 
''Renán"  poco  menos  de  media  legua  al  S.  de  aquella. 

Día  10 


írmómetvo    4  a.  m.    9*^ 

Barómetro    4  a.  m.  680™°* 

"            2  p.  m.     270 

2  p.  m.  677°*" 

10  p.  m.  160 

10  p.  m.  679°>»° 

Rumbos  generales:  S.  SE. 

Jomada:  14  y  media  leguas. 


—  129  — 

Montanos  á  caballo  á  las  6  a.  ni.  con  rumbo  Sud.  Una 
cadena  de  médanos  alfombrados  de  frutilla,  cuya  ascensión  nos 
elevó  á  1200  metros  de  altura,  nos  hizo  caer  á  las  costas  de^ 

•  Pichí-Leufd  "  que  vadeamos. 

Del  Pichí-Leufd  al  "  2°  Pichí-Leufu  "  empleamos  3  y  cuarto 
horas,  campando  á  las  11  y  18'. 

El  2*  Pichí-Leufú  corre  de  SE.  á  NE.  por  un  valle  secunda- 
rio, teniendo  las  serranías  el  aspecto  escuálido  y  estéril  de  lo 
infecundo. 

Salimos  del  2^  Pichí-Leufu  á  las  4  y  5'  p.  m.  campando 
después  de  un  descanso  en  la  jornada,  á  las  8  p.  m.  sobre  las 
costas  del  *"  Chenque-Nieieu '^  (cementerio). 

La  internación  al  merídion  nos  muestra  desiertos  y  méda- 
nos pálidos,  donde  la  mirada  busca  atracción,  chocándola  ese 
mirage  sempiterno  de  la  homogeneidad  en  la  naturaleza  geo- 
gráfica del  terreno. 

Con  la  última  batida,  los  indios  de  Inacayal  y  Sayhueque 
hánse  retirado  á  la  costa  del  Chubut,  (por  lo  menos  así  lo 
creemos),  debiendo  confirmarlo  á  medida  de  nuestro  avance 
en  la  Patagonia.  Tal  vez  les  encontremos  mezclados  con  los 
Tehuelches, — lo  que  es  muy  probable, — en  cuyo  caso  deben 
haberse  retirado  á  Senta-Cruz. 

En  el  dia  de  hoy  á  las  9  p.  m.  recibióse  chasque  del  lago, 
con  comunicaciones  para  el  Gefe  de  la  Brigada : 

Dice  así: 

"  Al  Gefe  de  la  tercera  Brigada,  Teniente  Coronel  D.  Nicolás 
•H  Palacios. — A  efecto  de  que  se  haga  conocer  en  la  ór- 
"  den  de  la  Brigada  de  su  mando,  se  transcribe  á  Vd.  el 
"  satisfactorio  telegrama  que  se  ha  recibido  de  S.  E.  el  señor 
^Ministro  de  Guerra  y  Marina,  que  dice  asi: 

*  Buenos  Aires,  Enero  28  de  1883 — Al  General  Villegas — 

•  Oficial- 

''Tuve  la  satisfacción  de  imponerme  de  los  telegramas  del 
"  31,  que  comunican  continuación  activa  y  empeüosa    de    las 

17 


iá 


-  130  ^ 

^  operaciones  brillantes  de  la  División  de  su  digno  mando  en 
"los  confines  de  la  República,  que  pi:onto  completará  con 
"  espléndido  éxito,  méritos  especialísímos  y  acciones  distinguí - 
"  das  que  honran  ai  Ejército :  eliminación  del  salvaje  en 
"  nuestros  inmensos  territorios. 

"  Espero  sus  últimos  partes  para  que  el  Gobierno  reconozca 
"  ante  la  Nación  entera  esos  méritos  adquiridos  y  vote  la 
""  recompensa  que  los  perpetúe  en  la  gratitud  pública. 

"  Puede  V.  S.  estimar  mi  complacencia  y  la  efectuación  del 
*"  caluroso  abrazo  con  que  lo  estrecha,  felicitándolo  su  sincero 
**  amigo — Firmado — Victobica." 

"Felicito  á  Vd.,  á  los  señores  gefes,  oficiales  y  tropa  de  la 
Brigada  de  su  mando,  por  haberse  hecho  acreedores  á  tan 
honrosa  distinción,  y  el  que  firma  en  nombre  de  todos  los 
que  componen  la  segunda  División,  lo  agradecerá  á  &  E.  el 
señor  Ministro  de  Guena  y  Marina. — Dios  guarde  h,  Vd. — 
Conrado  E.   Villegas" 

El  Comandante  Palacios  ha  contestado  agradeciendo  la  dis- 
tinción que  ha  merecido  del  Gobierno  Nacional  la  Brigada 
de  su  mando,  devolviendo  en  representación  de  todas  las 
fuerzas  h  sus  órdenes»  esas  felicitacioaes  al  Gefe  de  la  segun- 
da División. 


Diall 


Termómetro    4  a.  m.    O®  Barómetro    4  a.  m.  668" 

12       m.  27<>  "         12       m.  677» 


a  lA^^i^A  tf 


10  p.  m.  16^  *"         10  p.  m.  683™' 

Bumbos  generales:  S.  SE.  SO. 
Jomada:  9  leguas. 


—  131  — 

Campados  en  el  Chenque-Nieieu,  nos  movimos  de  este 
arrovo  á  las  5  a.  m. 

Pasamos  por  otro  arroyuelo  llamado  "^  Menucó  "  afluente  del 
primero.  Descansamos  20'  en  el  camino,  campando  á  las  8 
y  45'  á  orillas  del  "  Chacay-Barruca/  gran  vertiente  antes  que 
arroyo,  perdida  en  los  cajones  del  terreno. 

A  las  3  y  30'  p.  m.  emprendimos  nuevamente  la  marcha 
llegando  á  las  7  y  5'  p.  m.  al  arroyo  /*  6utatamen,1  donde 
la  vanguardia  nos  habia  precedido  una  hora  antes. 

La  última  marcha  nos  ha  llevado  á  las  mesetas  de  los 
arroyos  nombrados,  quedando  el  horizonte  abierto»  aparecien- 
do perfectamente  dibujada  al  O.  la  pre-cordiUera  que  debe 
dar  nacientes  al  rio  Chubut,  (de  la  parte  occidental  y  salien- 
do de  la  verdadera  cadena  andina) ;  por  el  E.  la  zona  chubu- 
tiana,  semejando  una  llanura  no  interrumpida;  por  el  S. 
igual  aspecto;  por  el  N.  las  montañas  del  Limay  y  Nahüel- 
Huapí,  6  mejor  dicho,  sus  ramiñcaciones  al  saliente  de  ambos 

£1  ''Gutatamen'',  parte  de  la  pre-cordillera  que  tenemos  al 
O.  á  tres  y  media  leguas,  corre  al  S.  donde  debe  caer  al 
cauce  del  Chubut. 

El  valle  es  ancho  y  la  fertilidad  secundaría.  Inacayal  hálla- 
se, según  averiguaciones  á  los  indios,  á  cuatro  dias  de  camino 
de  este  punto,  sin  determinación  fija  de  su  situación,  por  la 
ambigüedad  en  los  datos  de  aquellos. 


-13»  — 


Dias  12  y  13 


Termómetro  4    a.  m.    8®  \  /Termómetro  4  a.m.  6<» 

12        m.  28«  J  i         "  12    m.  25°  30' 

**  10  p.    m.  160  (  íí    «  )         «  10  p.m.  15° 

Barómetro  4  a.m.  682,5™"í  ^    s  jBarómetro    4  a.m.  ers*»"" 
•*        12    m.   684,5°»™1  1         "  12      m.  708™« 

"        10  p.m.  685*»"»    y  \         "  10  p.m.  705»°» 

Rumbos  generales :  S.  SE. 

Primera  jomada:  16  leguas. 

Segunda      id        40  y  media  leguas. 

Campados  hasta  las  6  y  60'  del  dia  12,  salimos  á  esa 
hora  habiéndonos  precedido  la  vanguardia  por  40'. 

Costeamos  dos  leguas  el  ^Gutatamen^,  llegando  á  uno  de 
sus  ángulos  en  donde  se  nos  presentaban  dos  caminos,  uno  á 
la  derecha  al  O.,  otro  á  la  izquierda  siguiendo  la  margen  del 
arroyo. 

Tomamos  el  de  la  izquierda,  juzgando  fuera  el  tomado  por 
la  vanguardia. 

A  las  9  y  6'  hicimos  alto  para  dar  descanso  á  las  caba- 
lladas, continuando  10'  después. 

Una  legua  mas  de  marcha  (4  desde  la  salida)  tomamos  al 
O.  dejando  el  curso  del  Gutatamen  al  £.  para  dar  principio 
á  la  travesía. 

Próximamente  de  10  leguas  con  tres  descansos,  terminó  á 
las  8  a.  m.  del  dia  de  hoy,  (13)  descendiendo  al  valle  del 
"  Coquel "  ó  Chubut. 

Llevando  una  marcha  precipitada,  no    es    posible   esplorar 

• 

los  parages  para  dar  criterio    sobre  el  rio  á  cuyas  márgenes 
estamos  campados.     Se  deja,  pues,  la    descripción  de  él,  de 


—  133  — 

sus  afluentes  y  el  nacimiento  para  dias  posteriores,  debiendo 
considerarse  la  importancia  que  ello  tiene»  en  lugares  donde 
80I0  las  descripciones  de  Musters,  Simpson  y  Moreno  pueden 
ser  oidas,  y  aun  así  ellas  mismas  impregnadas  de  perplegi- 
dadeSy  en  vista  quizá  de  la  falta  de  un  reconocimiento  minu- 
cioso y  un  estudio  especial,  lo  cual  no  es  de  admirar  en 
soledades  á  que  la  planta  del  hombre  llegó  como  horóscopo 
esplicado  mas  tarde  con  la  invasión  de  nuestras  fuerzas»  y 
donde  los*  elementos  y  comodidades  eran  vanos  recursos  de  la 
denda  investigadora,  debiendo  luchar  con  la  naturaleza  desnu- 
da para  quitarla  sus  secretos. 

El  valle  del  Caquel  es  espléndido ;  corre  de  O.  á  E.  (frente 
al  paso),  pareciendo  nacer  tras  la  pre-cordillera  que  tenemos 
al  Oeste. 

La  travesía  es  árida,  quebrada  y  pedregosa ;  elévase  á  200 
metros  del  nivel  del  valle. 

La  vanguardia,  como  se  ha  dicho,  salió  ayer  con  anticipa- 
ción ;  no  ha  llegado  al  punto  de  cita  en  este  río,  habiéndose 
esperado  durante  el  dia  para  proseguir  la  operación,  pues  con 
otra  jomada  como  la  de  anoche,  es  mas  que  evidente  llega- 
remos á  los  primeros  toldos  del  capitanejo  Salputía. 

Ignórase  lo  que  pueda  haberla  acontecido.  Estamos  con 
zozobras  y  en  la  indecisión  si  háse  puesto  tras  rastrilladas  de 
indios  ó  tenido  algún  contratiempo  de  trascendencia. 

Por  la  anterior  circunstancia,  el  Comandante  Palacios  ha 
permanecido  campado  hasta  las  7  p.  m. 

A  las  3  p.  m.  con  motivo  de  haberse  visto  al  SE.  fuegos 
que  coronaban  los  médanos,  desprendióse  al  Capitán  Don 
Adolfo  Drury,  con  20  hombres  del  Regimiento  7^  de  Caba- 
lleria,  para  que  los  reconociera  con  bomberos  lanzados  á  la 
distancia. 

Salió  este  oficial  con  orden  de  campar  6  leguas  al  S.  de 
este  campamento^  mandando  chasques  en  caso  de  ver  señales 
é  rastros  frescos. 


—  134  — 

Marchamos  á  las  7  p.  m.  campando  á  las  10  y  30'  p.  m. 
sobre  las  orillas  del  arroyo  Lec-Lec. 

£1  vaHe  de  este  arroyo  está  quemado  en  casi  su  totalidad. 
La  quemazón  es  de  estos  dias;  se  ha  estendido  á  las 
alturas,  tomando  hacia  el  Este.  Por  momentos  se  creyó  fue- 
ran hogueras  levantadas  por  los  salvajes  caso  de  habernos 
sentido^  preparando  alarma  á  los  que  se  encuentran  mas  al 
Sur,  pero  no  es  así.  La  quemazón  se  origina  del  O.  y  no 
del  S.;  hay  probabilidades  de  que  marchamos  impunemente. 

11  p.  m.  Hasta  este  momento  no  se  sabe  nada  del  Coman- 
dante Diez  Arenasi  Gefe  de  la  vanguardia. 


Dia  14 


Termómetro    4  a.  m.  W* 

Barómetro    4  a.  m. 

704""» 

13  m.       26» 

12  m. 

700""" 

"         10  p.  m.    8» 

10  p.  m. 

702»» 

Campados. 

Esperamos  la  reincorporación  de  la  vanguardia. 

A  las  3  p.  m.  el  tiempo  se  descompuso ;  nos  cayó  una  lluvia 
intermitente  de  tres  horas. 

Se  han  despachado  chasques  á  encontrar   á  la  vanguardia 
por  el  camino  de  las  Cordilleras,  al  O.  del  que  hemos  traido. 
11  p.  m.     No  han  regresado  los  chasques  desprendidos. 


—  135  — 


Dia  15 


Termómetro    4  a.  m.  10®  Barómetro    4  a.  m.  703™™ 

"  12  m,        260  «  12  m.       70l™™ 

10  p.  m.  12^  "  lo  p.  m.  697™™ 

Rumbos  generales :  SO. 
JcNnaada:    5  y  media  leguas. 

A  las  5  7  20'  los  chasques  enviados  á  hallar  la  vanguardia 
contramarchai*on  por  haber  visto  una  gran  rastiillada  que 
creyeron  fuera  de  enemigos. 

El  Comandante  Palacios  hizo  ensillar  saliendo  hacia  el  N. 
directamente  á  las  Cordilleras  á  las  6  y  20'  a.  m. 

Dos  leguas  llevábamos  de  marcha  cuando  habiéndose  visto 
polvos  al  frente,  mándeseles  reconocer,  resultando  ser  la  fuerza 
del  Comandante  Diez  Arenas. 

Contramarchamos,  campando  en  el  punto  de  donde  nos 
hemos  movido. 

3  y  35'  p.  m.  Salimos  del  anoyo  Lec-lec  tomando  por  las 
sierras  al  E. 

Una  marcha  de  5  y  media  leguas  nos  ha  traido  á  la  vega  de 
'^  La  Pá,**  campando  á  las  8  p.  m.  en  el  arroyo  Caquel-Lincó 

El  arroyo  dicho  es  tributario  del  Caquel  y  el  mayor  de  los 
que  hemos  pasado.  Corre  por  la  vega  de  *"  La  Pá ""  naciendo^ 
del  occidente  de  la  pre-cordillera  que  costeamos- 


—  136  — 


Dia  16 


Termómetro    4  a.  m.    6^  Barómetro    4  a.  m.  698°^  ^i 

•  12  m.       240  **         12  m.        692"^» 

"  10  p.  m.     9^  •         10  p.  m.     697»°* 

Rumbos  generales :  S .  SE.  SO. 

Jomada:  16  leguas. 

Nos  hemos  puesto  en  movimiento  del  "  Caquel*Lincó  '^  á  las 
4  a.  m.  campando  después  de  una  marcha  de  6  leguas  en  el 
arroyo  **  2^*  Pichí-Leufú "   á  las  8  y  45'  a.  m. 

Según  las  noticias  trasmitidas  por  los  baqueanos,  estamos 
h,  dia  y  medio  de  las  tolderías  de  Inacayal. 

Aunque  se  han  hallado  rastrilladas*  son  viejas,  es  posible 
pues»  no  hayamos  sido  sentidos. 

Por  las  marchas  efectuadas  y  la  latitud,  nuestra  situa- 
ción geográfica  está  entre  los  paralelos  42  y  43  (casi  el 
último)  y  el  meridiano,  el  72.  (O.  de  Gr.)  es  decir,  en  las 
regiones  australes  de  la  Patagonia  y  entre  las  cuencas  de  los 
nos  Chubut  y  Santa-Cruz. 

En  la  marcha  del  dia  15,  hemos  pasado  según  creo,  frente 
-al  cerro  denominado  *"  Corcovado'',  y  en  las  anteriores  por  los 
de  *"  Yate ""  y  '^  Machinmadiva.''  La  distancia  que  nos  ha 
separado  de  las  montañas,  ha  impedido  determinarlos  fija- 
mente. 

4  y  30'  p.  m.  Marchamos  por  segunda  vez  sobre  una  gran 
meseta  arenosa  y  agi'este. 

Uno  de  los  baqueanos  indicó  la  presencia  de  tolderías  al 
SS.  E,  por  entre  una  quebrada  de  las  Cordilleras. 

Esos  toldos  han  existido  con  efecto,  siendo  guarida  de  un 


—  137  — 

capitanejo  de  Inacayal,  pero  al  presente  están  abandonados. 
Las  fuerzas  mandadas  i  atacarlos  contramarcharon  sin  resul- 
tado. 

Campamos  en  el  parage  ''Nion*,  desalojadas  tolderías  y  al 
pié  mismo  de  los  Andes  á  las  12  m. 


Dia  17 


Barómetro    4  a.  m. 

696™"* 

12       m. 

694111  m 

"          10  p.  m. 

698™"* 

Termómetro    4  a.  m.  10<^ 

12  m.       27« 
10  p.  m.    8^ 

Kumbos  generales :  £.  ESE. 
Jornada ;  4  leguas. 

Salimos  de  "*  Nion  '^  á  las  4  p.  m.,  tomamos  al  E.  bajando 
y  subiendo  series  de  médanos,  entrando  en  una  planicie  in- 
fecunda que  de  vez  en  cuando  pierde  su  rectitud,  con  protu- 
berancias prolongadas  indefinidamente  k  todos  rumbos. 

La  marcha  de  ayer,  cortando  campos,  nos  desvió  del  verda- 
dero camino^  que  hemos  tomado  en  el  punto  de  campamento 
llamado  **  Üf-Nicien  "  (vertiente)  á  las  8  y  16'  p.  m 

Fué  desprendida  una  descubierta  de  lO  soldados,  al  mando 
de  un  sargento,  á  las  2  p.  m.,  por  haberse  distinguido  sobre 
las  alturas  humaredas,  á  poco  menos  de  dos  leguas. 

9  p.  m.    Regresó  la  descubierta  sin  resultado. 


18 


—  138  — 


Dia  18 


,o 


Termómetro    4  a.  m.    9  .  Barómetro    4  a.  m.    699"°^ 

13       m.  SB^'SO'  "  12       m.  704,6° « 

*•  10  p.  m.    8"*  "  10  p.  m.    705°» « 


Rumbos  generales:  S.  SE.  E. 

Primera  jomada:  12  leguas 

Segunda      id.       6  y  media  leguas. 

Estamos  á  medio  dia  de  marcha  á  las  tolderías  de  Inaca- 
yal.    Debemos  llegar  á  ellas  á  las  12  próximamente. 

Así  lo  han  manifestado  los  baqueanos. 

Salimos  á  las  4  y  30'  a.  m.,  continuando  la  travesía  del  dia 
17,  entrando  á  una  llanura  arenosa  y  desierta,  subiendo  sierras 
de  IlOO  metros  ue  desnivel  con  el  Océano  y  campando  sobre 
las  costas  del  Tacá-Leufú. 

Aquí  se  creía  estuviera  Inacayal. 

No  hay  indicios  ni  huellas  transitadas  recientemente. 

Inacayal  debe  haberse  alejado  al  pais  de  los  tehuelches. 

2  p.  m.  Salió  una  descubierta  de  10  soldados,  volviendo  á 
las  5  p.  m.  sin  éxito  alguno.  Ha  vistro  rastros  de  indios  de 
lanza  de  4  dias  que  toman  al  Oeste. 

7  y  30'  p.  m.  Continuamos  marcha,  costeando  el  Tacá- 
Leufú  hacia  el  SE.  y  campando  sobre  su  margen  izquierda  á 
las  11  y  20'  p.  m. 


139  — 


Dia  19 


Termómetro    4  a.  m.    6^  Barómetro    4  a.  m.  704™™ 

>  12       m.  32®  >  12        m.  701™™ 

»  10  p.  m.  16°  »  10  p.  m.  683™™ 

Bombos  generales:  S.  SE.   SSO. 

Jomada:  6  leguas. 

Salimos  del  TacárLeufú  á  las  4  p.  m. 

Una  legua  mas  abajo  tomamos  el  SSE.,  costeando  un  arro- 
ynelo  confluente  con  el  primero,  hasta  su  téimino  y  cuya 
ascensión  nos  Uevó  á  las  mesetas  del  Taca-  Leufú,  pedregosas, 
eruptivas. 

La  marcha  nos  separa  de  las  Cordilleras ;  tomamos  el  Este 
buscando  á  Inacayal  en  las  tolderías  subsiguientes  á  las  del 
Tacá-Leuíú,  de  donde  ha  huido  hace  mes  y   medio. 


Dia  20 


Termómetro    4  a.  m.  12^  Barómetro  4  a.  m.  683™™ 

12       m.  27°  "  12       m.  688,6™™ 

"  10  p.  m.    4°  "  lo  p.  m.  696™™ 

Rumbos  generales:  S.  SE. 
Primera  jomada:  6  leguas. 

Segunda      id         8    id. 

6  y  16'  a.  ^.    A  esta  hora  hemos  roto  el  movimiento. 

Una  maixha  de  6  leguas  nos  ha  traído  á  las  costas  del 
arroyo  cortado  ''Topul''  en  donde  campamos  á  las  9  y 
16'  a.  m. 


—  140  — 

No  hay  vestigios  de  indios. 

La  senda  está  muerta  y  los  alrededores  desolados. 

6  p.  m.  Continuamos  la  marcha  forzándola  hasta  ias  13  y 
10'  p.  m.  campando  en  el  "  Pichí-Leufú  ". 

Corre  el  "  Pichí-Leufú  '^  de  S.  a  N ;  afluyen  á  él  numerosas 
vertientes  y  bafta  una  rica  vega,  donde  se  hace  sentir  muy 
especialmente  la  carencia  de  combustibles. 

Estamos  á  7  leguas  de  los  toldos  y  seguiremos  marchando 
dentro  de  dos  ó  tres  horas. 

Mas  de  100  leguas  nos  separan  del  NahQel-Huapí  y  hasta 
ahora  la  marcha  ha  sido  infructuosa. 


Dia  21 


Termómetro    4  a.  m.    O*»  Barómetro    4  a.  m.  694"™ 

12        m.  26«  **  12       m.  705™°^ 


U  1  rv    ^      Oa  U 


10  p.  m.     6*  *"  10  p.  m.  707™« 

Rumbos  generales:  S.  SE. 
Jornada:  7    leguas. 

Nos  movimos  á  las  4  a.  m.  cortando  el  curso  del  ^  Pichí- 
Leufú". 

11  a.  m.  A  esta  hora  campamos  en  las  tolderías  donde  se 
creia  hallar  á  luacayal»  después  de  su  escape  del  Facá-Leufú. 

El  parage  y  arroyo  se  llaman  **  Lipanduan  ^ .  Es  una  pla- 
nicie exuberante  de  campos,  fértil,  estendida  por  leguas  en 
todas  direcciones.  Los  vientos  del  O.  parecen  radicados  á 
merced  de  la  desnudez  de  la  llanura. 

Este  punto  ha  sido  ciertamente  morada  de  Inacayal.  Toldos 
deshechos,  árboles  cortados,  el  campo  lamido  y  estercolado» 
lo  indican*  pero   pasa  de  un  mes  que  aquel  cacique  no  ere- 


—  le- 
yéndose guardado  y  seguro  procurándose  la  mayor  suma  de 
tranquilidad  posible. 

La  marcha  de  esta  Brigada  á  través  de  la  Patagonia,  sin 
ver  Testigios  de  su  antiguo  morador,  demuestra  el  efecto  moral 
entre  los  salvages  con  la  presencia  de  las  fuerzas  en  el  Na- 
hüel-Hoapí. 

El  Comandante  Palacios  dispuso  á  las  3  p.  m.,  desprender 
tres  descubiertas,  compuestas:  una  de  30  y  dos  de  16  hombres, 
para  batir  los  puntos  circunvecinos  de  esta  posición,  con 
orden  de  regresar  inmediatamente  caso  de  buen  éxito  en  los 
reconocimientos. 

7  p.  m.    Eegresaron  las  fuerzas  desprendidas  habiendo  ha- 
llado rastrilladas  de  uno,  tres  y  ocho  dias. 
No  deben  pues,  estar  distantes  los  enemigos. 


Dia  22 


Termómetro    4  a,  m.    6**  Barómetro    4  a.  m.  705"»™ 

"  12  m.       27*»  "  12  m.       708™™ 

10  p.  m.  5^  •*  10  p.  m.  710™™ 

Bumbos  generales:  S.  SE. 
Jomada:  7  leguas. 

Habiéndose  concluido  el  racionamiento,  el  Comandante  Pa- 
lacios dispuso  que  á  las  3  p.  ni.,  saliera  una  Comisión  de  40 
hombres  del  Regimiento  7®  de  Caballería  y  50  indios  auxilia- 
res, al  mando  del  Capitán  del  mismo  cuei-po  D.  Adolfo  Drury, 
para  que  estendiéndose  al  SE.,  boleara  la  cantidad  de  gua- 
nacos suficiente  á  las  fuerzas  espedicionarias. 

A  las  8  a.  m.  el  Capitán  Drury  envió  chasques  comuni- 
cando haber  distinguido  á  su  vanguardia  unas  caballadas, 
participando  igualmente  se  disponía  á  anebatarlas. 


El  Gefe  de  la  Brigada  dispuso  ensillar,  saliendo  de  ''Li- 
panduan*"  hacia  el  SE.  á  las  8  y  20'  á.  m. 

En  el  trayecto  hasta  donde  se  hallaba  el  oñcial  espresado, 
recibimos  chasques  comunicando  haber  atacado  unas  tolderías, 
que  los  indios  eran  numerosos  y  que  con  armas  de  fuego 
diezmaban  nuestras  tropas. 

Salimos  al  galope,  llegando  al  campo  de  la  acción  dos 
horas  después,  indecisos  sobre  la  posición  del  enemigo  por  los 
numerosos  datos  que  se  recibían  de  su  número  y  el  modo  de 
agredir  la  avanzada  del  Capitán  Drury. 

El  Comandante  Palacios  fraccionó  la  fuerza,  atacando  por  la 
derecha,  continuación  del  valle  en  que  hemos  venido  galo- 
pando, por  la  izquierda  con  la  Infantería  y  por  el  centro  con 
el  resto  del  Regimiento  7^,  teniendo  las  dos  últimas  fraccio- 
nes que  escalar  la  cadena  de  sierras  cuyas  faldas  tocan  el 
camino,  para  perseguir  á  los  salvages,  algunos  de  los  cuales 
hacian  fuego  de  las  cimas  de  aquellas. 

Al  caer  á  la  planicie  del  lado  opuesto  de  las  alturas,  la 
dispersión  se  hizo  general,  persiguiéndolos  vivamente  hasta 
postrar  totalmente  las  cabalgaduras. 

El  Oefe  de  la  Brígada  mandó  cesar  la  persecución,  haciendo 
replegar  las  fuerzas  á  las  tolderías,  que  no  eran  otras  que 
las  del  cacique  Inacayal  con  sus  mas  importantes  capitanejos, 
Foyel,  OhagaJlo,  NaMel,  ScdpuÜa,  Ojo  de  Pulga  y  otros. 

Besulta  de  aquí  que  Inacayal  distaba  de  **  Lipanduan  **  7 
leguas,  que  no  ha  sentido  nuestras  marchas  y  que  un  violento 
j  airqjado  ataqii^  como  el  llevada  <  abo  por  laa  fuerzas  del 
.Capitán  Drury,  ha  podido  descubrírlo,  huyendo  áeBgnad^ 
mente  sin  haber  podido  capturarle  debido  al  cansancio  de  las 
caballadas. 

En  este  combate,  los  bárbaros  han  perdido  45  á  SO  muer- 
tos con  un  superior  número  de  herídos.  Se  han  tomado  300 
caballos  y  yeguas,  800  vacas  y  1150  ovejas. 


—  J43  — 

Por  la  parte  nuestra,  debemos  lamentar  herido  de  bola  al 
Capitán  D.  Adolfo  Drury^  de  lanza  y  bala  al  Teniente  del 
Primer  Regimiento  de  Artillería  D.  Eduardo  Oliveros  Escola; 
muertos,  el  Sargento  Victoriano  del  Escuadrón  Indios  Auxilia- 
res y  heridos  once  soldados  del  Begimiento  7^  de  Caballería 
é  Indios  amigos. 

Debe  hacerse  presente  una  grave  observación  acaecida  en  la 
lucha  librada  conti*a  380  á  400  indios  aliados  con  parte  de  los 
tehuelches,  observación  que  es  un  cargo  para  la  vecina  colo- 
nia galense,  en  su  contacto  con  el  adversario  perseguido,  en 
nombre  de  los  gi*andes  intereses  de  la  humanidad :  tal  es  el 
armamento  con  que  han  combatido  hiríendo  á  nuestras  tropas 
con  armas  de  fuego. 

La  Colonia  del  Cbubut  mantiene,  como  es  sabido,  relacio- 
nes comerciales  con  los  indios  tehuelches  que  por  naturaleza 
son  de  carácter  benigno»  y  esas  relaciones  y  negocios  no  se 
limitan  á  simples  intercambios  de  productos  para  la  vida 
ordinaría,  ni  h  que  los  vecinos  de  los  galenses  lleven  pieles, 
plumas,  en  beneficio  de  artículos  imprescindibles,  nó;  la  Co- 
lonia del  Chubut  provee  á  sus  ricos  dependientes  de  los 
territorios  patagónicos,  de  fusiles  Bemingtons  y  de  repetición, 
con  los  cuales  nuestros  enemigos  se  sirven  para  luchar  con 
los  soldados  de  la  Nacioui  haciendo  que  la  guerra  llevada 
por  la  civilización  al  reacio  habitante  del  desierto,  tome  una 
faz  contraría  á  los  fines  benéficos  encamados  en  aquella,  pues 
no  es  su  exterminio  materíal  el  buscado,  sino  su  redención  á 
la  sombra  del  pabellón  patrio. 

El  Gobierno  Argentino  ha  donado  á  la  Colonia  galense  el 
fértil  campo  del  Chubut»  para  que  dé  actividad  y  vida  á  esos 
lejanos  rincones  del  terriiorío  Argentino,  para  que  protegidos 
por  nuestras  instituciones,  recojan  de  la  fecundidad  del  suelo, 
con  la  laboríosidad  del  trabajo  cuotidiano,  beneficios  para  sí 
y  el  país  que  los  asila;  el  Gobierno  ha  traido  esa  Colonia 
para  compulsar  la  natural  riqueza  agrícola  del  país ;  la  ha  tras- 


—  144  — 

portado  de  sus  glaciales  hogares  para  dar  alma  á  esa  zona 
deshabitada,  irradiando  con  las  ventajas  de  la  vida  colonial, 
la  que  va  envuelta  en  un  coptacto  consecuente  y  una  comuni- 
cación diaria  con  los  natur^ües  patagónicos,  pero  en  manera 
alguna  para  saltar  el  dintel  de  sus  derechos  atacando  los  in- 
tereses de  la  Nación,  pues  el  hecho  de  subvertir  el  comercio 
legítimo  y  vital,  proveyendo  con  rifles  de  repetición  á  los 
indios  tehuelches,  es  atentatorio  y  abusivo.  Los  tehuelches 
no  necesitan  armas  de  fuego  para  cazar  guanacos  ni  bolear 
avestruces. 

En  el  combate,  los  indio9  de  Inacayal  y  tehuelches^  tenian 
de  60  á  80  tiradores. 

Inacayal  y  los  patagones,  huyen  en  dirección  á  Santa*Cruz. 
No  todos  los  últimos  han  atacádonos,  pareciendo  haber  estado 
en  disidenda  con  aquel. 

£1  posterior  dia  al  combate,  (23)  Inacayal  debia  ponerse 
en  marcha,  aliarse  á  Sayhueque  y  juntos  invadir  el  Lago, 
pero  sin  hacienda  y  desprovistos  de  parte  de  sus  caballos,  es 
mas  que  evidente  hayan  variado  de  proyectos. 


DJa  23 


Termómetro    4  a.  m.      2®  Barómetro    4  a.  m.  711""" 

12  m.        25°  .   "  12  m.       708°"°» 

"  10  p.  m.     8«  **  10  p.  m.  704™°* 

Rumbos  generales:  N.  NO. 
Jomada:  7  leguas 

El  Comandante  Palacios  resolvió  contramarchar  en  vista  de 
la  ventaja  que  nos  llevan  los  indios,  bien  cabalgados,  con  5  á 
6  horas  de  tiempo  del  dia  22  y  noche  de  éste  y  el  23,  no 
queriendo  obstinarse  en  una  persecución  con  caballos  destruí- 


—  145  — 

dos  y  fatigados  por  la  rapidez  de  las  marchas.  Por  otra 
parte,  la  pesadez  del  arreo  es  un  nuevo  inconveniente  que  nos 
obliga  á  distraer  fuerzas,  la  distancia  al  Lago  pasa  de  lo 
ordinario  y  los  medios  de  comunicación  con  él  son  mas  que 
difíciles  á  través  de  125  leguas. 

Salimos  pues,  de  '^  Apulé**,  á  las  9  a.  m.   y  con  dos  des- 
cansos campamos  en  *"  Lipanduan  "^  á  las  3.  p.  m. 


Dia  24 


Termómetro    4  a.  m.    2®  Barómetro    4  a.  m.  705™™ 

12       m.  20«  "         12       m.  699™™ 

10  p.  m.    4?  ""         10  p.  m.  698,6™™ 

Rumbos  generales:  N.   NO 
Jomada:   5  leguas. 

Nos  movimos  á  las  6  y  10'  a.  m.    Marchamos  hasta  cam- 
par en  un  arroyuelo  entre  Lipanduan  y  el  Pichí-Leufú. 
£1  tiempo  se  descompuso.  Llovió  desde  las  12  m.  alas  7  p.m. 


Dia  25 


Termómetro    4  a.  m.    2<>  Barómetro    4  a.  m.    699™™ 

12  m.        24?  "  12  m.         692™™ 

10  p.  m,     6«  "  10  p.  m.    694™™ 

Rumbos  generales :  N.  NNO.  NO. 
Jomada:  6  leguas. 

Continuamos  la  marcha,  saliendo  á  las  5  y  60'  a.  m.  Cor- 
tamos el  Pichí-Leufú,  campando  entre  éste  y  el  Tapul.  ei^  el 
parage  "Lagunitas*  á  las  12  y  16'  p.    m. 


-146- 

A  las  6  p.  m.  despréndese  chasque  para  el  Lago  Nahflel- 
Huapí  con  el  pátte  Oficial  del  combate  del  22. 

Dice  as(: 

''Lagunitas,  Febrero  25  de  1883.— Al  Sr.  Comandante  en 
Gefe  de  la  segunda  División  del  Ejército,  General  D.  Conrado 
E.  Villegas. 

"  Tengo  el  honor  de  poner  en  conocimiento  de  V.  S.,  el 
resultado  de  la  operación  confiada  á  mis  órdenes. 

^Habiéndome  puesto  en  marcha  de  ese  campamento  el  dia 

9  del  corriente,  después  de  una  serie  de  marchas  forzadas  de 

10  á  18  leguas,  llegué  el  dia  21  á  las  once  de  la  mañana  á 
las  antiguas  tolderias  del  cacique  Inacayal,  en  el  parage  de- 
nominado "^  Lipanduan  *'. 

"En  esa  larga  zona  de  territorio  batida,  que  llega  á  118 
leguas,  no  encontré  vestigios  de  indios  ni  señales  de  hacien- 
das que  pudieran  dar  luz  sobre  la  distancia  á  que  se  encon- 
traban los  salvages,  ni  el  tiempo  preciso  en  la  huida  de  sus 
antiguas  guaridas. 

"  Siendo  mi  objetivo  Inacayal,  no  obstante  la  vaguedad 
ofrecida  por  los  datos  de  los  baqueanos,  señalándome  toldos 
á  ambos  lados  del  camino,  de  habitabilidad  dudosa,  continué 
al  Sud  hasta  campar  en  "Lipanduan",  que  como  los  anteriores 
refugios  de  los  indios,  estaba  desierto,  con  rastros  de  mas 
de  un  mes  y  señales  visibles  de  haber  estado  allí  el  impor- 
tante cacique. 

''En  la  tarde  del  dia  21  dispuse  mandar  descubiertas  á 
todos  rumbos,  buscando  y  escudriñando  los  puntos  circunve- 
cinos, pues  era  indudable  que  Inacayal  no  debia  distar  ma- 
cho camino  de  sus  nuevas  tolderías  á  las  abandonadas. 

*"  Las  partidas  desprendidas  tenían  orden  de  avanzar  hasta 
3  leguas  de  distancia  de  nuestro  campamento,  regresando  in- 
mediatamente caso  no  fueran  infructuosos  sus  reconocimientos. 

**  Por  la  tarde  del  mencionado  dia,  las  partidas  regresaron 
habiendo  hallado  rastros  de  uno,  tres  y  ocho  dias. 


—  147  — 

*  £1  2'i  ordené  se  hicieran  boleadas  de  guanacos  en  yista  de 
haberse  concluido  el  racionamiento,  saliendo  para  el  efecto  40 
hombres  del  Regimiento  7^  de  Caballería  con  50  indios  al 
mando  del  Capitán  D.  Adolfo  Drury. 

"A  las  8  a.  m.  este  oficial  me  mandó  chasque  comunican- 
do haber  distinguido  á  su  vanguardia  hacienda  caballar,  al 
mismo  tiempo  que  avanzaba  sobre  ella  para  arrebatarla. 

'^  Mandé  ensillar  y  me  puse  en  marcha  al  galope,  avivando 
la  marcha  sucesivamente  por  haber  recibido  chasques  en  el 
trayecto,  de  que  el  oficial  espresado  habia  atacado  unas  tol- 
derías y  se  batía  contra  un  grupo  considerable  de  enemigos. 

''Llegué  al  campo  de  la  acción  y,  fraccionando  la  fuerza, 
ataqué  por  la  derecha,  centro  é  izquierda  á  un  adversario 
desconocido  por  su  posición  y  número. 

*"  £1  resultado  de  esta  ofensiva,  fué  una  total  dispersión  de 
los  indios,  habiéndome  obligado  á  escalar  una  cadena  de  mé- 
danos arenosos  para  antojarlos  á  una  gran  planicie  en  donde 
se  desbandaron  en  todas  direcciones. 

*^  Por  la  tarde  mandé  cesar  la  persecución  no  habiéndose 
capturado  enemigos,  pero  quitándoles  300  caballos  y  yeguas, 
800  vacas  y  1150  ovejas,  campando  en  las  tolderías  del  caci* 
que  Inacayal,  pues  eran  estas  las  que  habíanse  atacado. 

Como  V.  S.  verá,  la  ofensiva  violenta  del  capitán  Drury 
con  15  soldados  y  10  indios,  si  bien  es  un  hecho  de  notorio 
arrojo,  ha  venido  en  parte  á  contrariar  el  completo  éxito  del 
combate,  pues  los  enemigos  en  número  de  380  á  400,  han 
tenídolo  en  jaque,  huyendo  oportunamente  al  sentir  nuestra 
aproximación  con  una  ventaja  de  5  á  6  horas  de  tiempo  mon- 
tados en  caballos  de  refresco. 

"  No  puedo  calcular  con  exactitud  la  pérdida  del  enemigo, 
por  la  gran  ostensión  de  territorio  en  que  se  le  ha  batido, 
pudiendo  estar  entre  40  y  50  con  bastantes  heridos.  Por 
nuestra  parte  debemos  lamentar  heridos  al  Capitán  D.  Adolfo 
Drory  y  Teniente  1®  del  Regimiento   1?   de  ArtiUeria   Ligera 


—  148  — 

D.  Eduardo  Oliveros  Escola;  muerto,  el  Sargento  V'íctoriano, 
del  Escuadrón  Indios  Auxiliares  y  heridos  once  soldados  del 
Regimiento  7^  de  Caballería  é  indios  amigos. 

*"  Debo  de  llamar  la  atención  de  V.  S.  sobre  el  armamento 
de  los  salvajes  con  fusiles  Remingtons  y  de  repetición;  contim- 
dose  hasta  80  tiradores  los  qne  mas  han  combatido,  arma* 
mentó  que  les  viene  directamente  del  comercio  que  mantienen 
con  la  vecina  Colonia  del  Chubut. 

^El  terreno  esplorado  por  las  fuerzas  de  mi  mando,  par- 
tiendo del  lago,  su  dirección  general  es  al  S.  E.  aproxi- 
mándose y  separándose  de  la  Cordillera  de  los  Andes  y 
apareciendo  con  un  solo  carácter:  completamente  desmantelado 
de  arborescencia  y  muy  accidentado;  terrenos  regados  por 
corrientes  ,  importantes  como  las  del  *^  Caquel "  y  afluentes, 
con  exuberantes  valles  y  bajos  fecundos  como  "  La  Pá^'i  *"  Li- 
panduan"  y  **Apuié." 

''Desde  Lipanduan  á  Apulé  hay  7  leguas,  lo  que  hace  un 
total  de  126  leguas  desde  el  Lago  Nahüel-Huapí. 

''El  dia  23  resolví  contramarcbar  no  queriendo  obstinarme 
en  una  persecución  en  la  que  el  contrario  habia  tomado  toda 
la  noche  del  22,  con  caballadas  destruidas  por  las  repetidas 
jomadas  y  con  un  arreo  que  hacfamela  incómoda.  *  Este  pare- 
cer fué  asimismo  el  de  los  tres  Gefes  superiores  que  me 
acompañan. 

Inacayal  escapa  con  todos  sus  capitanejos :  Foyel,  Salputia, 
Cliagallo,  Ojo  de  Pulga,  NáJiüel  y  el  capitanejo  Me  loo  te- 
huelches. 

"  Según  datos  recogidos,  parece  hay  disidencia  entre  Inaca- 
yal y  su  hijo  Uíraca  que  quiere  presentarse — Dios  guarde  í 
V.  S— Nicolás  H.  Palacios." 


\ 


—  149  — 


Día  26 


Termómetro    4  a.  m.    2^  Barómetro    4  a.  m.    692™™ 

12     m.  220  «  12    na.       680»™ 

•  10  p.  m-    8<>  "  10  p.  m.    683™™ 

Bumbos  generales :    N.  NNO.  NO. 
Jomada  :    5  leguas. 

Salimos  á  las  7  7  30'  a.  m.  y  con   dos    detenciones    cam- 
pamos en  el  "^  Chasí-Leufú "  á  las  U  a.  m. 


Dia  27 


Termómetro    4  a.  m.     2^ 

Barómetro    4  a.  m. 

684™™ 

12  m.        220 

.12  m. 

686™™ 

10  p.  m.     40 

"         10  p.  m. 

683™™ 

Rumbos   generales:  N.  NNO.  NO. 
Jomada:   5  leguas. 

5  y  40'  a.  m.    Salimos  del    Chasí-Leufú  marchando  basta 
el  "  Topul "  donde  campamos  á  las  10  y  20'  a.  m. 


28 


Termómetro    4  a.  m.    3®  Barómetro      4  a.m.  686™™ 

"  12  m.        25«  "         12  m.       707,5™™ 

*"  10  p.   m.     8^  "         10  p.m.  703™™ 

Bumbos  generales  -  NO. 
Jomada:  6  leguas. 


—  150  — 

6  y  40'  a.  m.  A  esta  hora  rompemos  marcha,  campando 
en  las  costas  del  Tacá-Leufú  á  las  11  y  6'  a.  m. 

Para  bajar  al  arroyo  dicho  hay  que  hacerlo  por  uno  de  sus 
afluentes  en  cuya  confluencia  se  han  hallado  rastros  frescos, 
parecen  de  esta  mañana  y  se  dirijen  hacia  las  nacientes  del 
Tacá-Leufú. 

El  Comandante  Palacios  despachó  una  comisión  de  25  sol- 
dados y  16  lanceros  al  mando  del  Teniente  D.  Pedro  Sobre- 
Casas  para  que  siguiera  los  rastros. 

Los  campos  están  calcinados.  Á  las  12  m.  se  ha  visto 
una  gran  quemazón  hacia  el  O.  en  dirección  del  camino  toma- 
do por  la  comisión.  Probablemente  los  indios  han  sentido 
el  movimiento  de  las  fuerzas. 


Dia  I""  de  Marzo 


Termómetro    4  a.  m.  10®  Barómetro    4  a.  m.    702°*"» 

"  12  m.       27®  "  12  m.        707»™ 


10  p.  m.    6®  "  lo  p.  m.    705"»"» 

Bumbos  generales:  NO.  N. 
Jornada:  6  leguas. 

12  y  30  p.  m.  Regresó  el  Teniente  Sobre-Gasas  sin  resul- 
tado. La  rastrillada  penetra  en  las  Cordilleras,  no  siguién- 
dola por  el  mal  estado  de  los  caballos. 

6.  y  40  a.  m.  A  esta  hora  nos  movemos  costeando  el 
Tacá-Leufú  campando  sobre  sus  costas  á  las  11  y  15  a.  m. 


— 151  — 


Dia  2 


Termómetro    4  a.  m.  10^  Barómetro    4  a.  m.  704,6™"^ 

•  12  m.       24<>  "  12  m.      704'"'»^ 

10  p.  m.    6»  ••         10  p.  m.  707,"^» 

Rambos  generales  :   NO. 
Jomada :    5  leguas. 

Continuamos  la  marcha  saliendo  á  las  6  y  30  a.  m.  por  las 
costas  del  Tacá-Leuñi,  tomando  un  nuevo  camino  y  evitando 
la  Cordillera  del  día  17  del  mes  próximo  pasado. 

Los  campos  han  sido  quemados  hacia  el  Sud  del  punto 
de  donde  nos  hemos  movido. 

Campamos  á  las  9  y  50  a.  m. 


Dia  3 


Termómetro    4  a.  m.    8<»  Barómetro    4  a.  m.  706™"» 

12  m.        25*>  "         12    m.       GOS"*»" 

10  p.  m.  12<>  "         10  p.  m.   <;98°^«" 

Rumbos  generales :  O.  NO. 
Jomada:  5  y  media  leguas. 

Costeando  el  Tacá-LeuM  salimos  á  las  6  y  6  a.  m.  varian- 
do al  O.  por  terrenos  de  sílice.  Con  un  descanso  de  media 
hora,  campamos  en  *"  Uf-Nieien '^  á  las  11  a.  m. 

Por  la  jomada,  se  vé  es  el  nuevo  camino  mas  (/orto  legua 
y  media  al  de  la  ida,  habiéndonos  ahorrado    la   incomodidad 


—  152  — 

de  ascender  la  cadena  de  médanos    á  1100  metros  sobre  el 
nivel  del  mar. 

El  Tacá-Leufd  con  sus  tarbías  aguas,  continúa  corriendo  al 
N.  hasta  confluir  con  el  Coquel. 


Dia  4 


TernüSmetro    4  a.  m.  14**  Barómetro    4  a.  m.  698,5™* 

12  m.        26*>  •*  12  m.      695,6«» 

**  10  p.  m.     8<»  •  10  p.m.    693™» 

Rumbos  generales:    NO. 
Jomada :  6  y  media  leguas. 

Continuamos  la  marcha  saliendo  de  Uf-Nieien  á  las  6  y 
5'  a.  m.  y  campando  en  la  laguna  *"  Esquel  *"  á  las  10  y  5  a.  m. 
sin  tocar  el  cajón  **  Nion "  y  por  tanto  acortando  el  trayecto. 

12  y  30  p  m.  Se  despachó  chasque  al  Nahüel-Huapí  con 
comunicaciones  para  el  ueñor  Comandante  en  Gefe  de  la  segun- 
da División,  concebidas  en  los  términos  siguientes : 

*^  Laguna  Esquel  Marzo  4  de  1883 — Al  señor  Comandante  en 
Gefe  de  la  segunda  División  del  Ejército,  General  D.  Conrado 
E.  Villegas — Temiendo  que  el  chasque  enviado  á  V.  S.  con  el 
parte  oficial  de  mi  marcha  hasta  el  campo  de  Apulé  y  del 
combate  del  22  de  Febrero  ppdo.,  cayera  en  poder  de  los  in- 
dios/  no  participaba  k  V  S.  el  plan  que  tenia  de  atacar  á 
Sayhueque  en  sus  tolderías  en  el  paraje  denominado  ^  Lalaba- 
batat" 

"  Sayhueque  dista  de  Gutatamen,  según  los  baqueanos,  siete 
dias  de  marcha,  distancia  que  puedo  hacer  una  vez  de  llegar 
&  aquel  punto  del  que  disto  33  leguas,  no  obstante  de  ha- 
llarse las  caballadas  en  un  estado  bastante  mediano. 


—  153  — 

*He  sabido  que  Sayhueque  con  sus  lanzas,  que  llegan  á 
380,  debía  aliarse  á  Inacayal  con  objeto  de  llevar  una  agre- 
sión á  ese  campamento,  pero  es  mas  que  evidente  que  á  la  fecha 
haya  desistido  de  ese  proyecto,  especialmente  el  último  caci- 
que, en  vista  del  ataque  recientemente  recibido. 

''Inacayal  ha  buscado  la  contingencia  de  los  tehuelches  y 
á  pesar  de  sus  esfuerzos  no  ha  obtenidola,  debiéndose  el 
encuentro  de  estos  indios  en  los  toldos  del  primero  á  un 
parlamento  que  debian  tener  en  momentos  mismos  del  22  de 
Febrero.  Cuenta  entre  sus  indios  mas  de  100  tiradores,  en 
su  mayor  parte  patagónicos. 

^No  llevo  un  vivo  ataque  sobre  Sayhueque,  sin  embargo  de 
lo  que  tengo  el  honor  de  decir  á  V.  S*  por  el  estado  de  las 
cabalgaduras,  fluctuando  por  otra  paite  sobre  la  distancia 
exacta  á  que  se  encuentre  de  Gutatamen.  Puede  muy  bien 
haberse  movido  de  *"  Lalababatat "  hacia  el  S.,  exigiéndome  en 
ese  caso  seguirlo  en  un  trayecto  indefinido  que  me  postrarla 
totalmente  las  caballadas. 

*Por  la  anterior  circunstancia,  V.  S.  se  servirá  emitir  su 
superior  resolución  para  si  lo  halla  conveniente  asalte  á 
Sayhueque,  debiendo  en  caso  afirmativo  dejar  en  Outatamen 
al  Comandante  Diez  Arenas  con  120  hombres  en  custodia  del 
arreo,  moviéndome  con  el  resto  de  la  fuerza. 

"He  escrito  á  Inacayal  y  capitanejos  Foyd,  Cluu/aUo, 
Coal,  Utraca  y  Ciirache  por  medio  de  uu  prisionero,  impul- 
sándolos en  nombre  de  V.  S.  para  que  se  presenten  bajo  la 
garantía  de  sus  familias  y  bienes,  observándoles  en  contrario 
volver  sobre  sus  tolderías  y  perseguirlos  hasta  destruirlos. 
Dios  guarde  á  V.  S. — Nicolás  H.  Palacios. 


ao 


-154  — 


Día  5 


Termómetro    4  a.  m.  15°  Barómetro    4  a.  m.  694™" 

"  12  m.       26«*  •*  12  m.       690"™ 

•  10  p.  m.  14°  •*  10  p.  m.  688»» 

Bumbos  generales:  NO.  NNO. 
Jomada:  3  y  media  leguas. 

Marchamos  á  las   6  y  5'  a.  m.,  saliendo  de  la  laguna  Es- 
quel  y  campando  en  el   2^  Pidii-Leufú  á   las  8  y  20'  a.  m. 


Dia  6 


Termómetro    4  a.  m.  l?^'  Barómetro    4  a.  m.  684»» 

••  12  m.        28«  **         12  m.        690»» 


a  t/\   ^     tAA  u 


10  p.  m.  12°  "         10  p.  m.  689»» 

Bumbos  generales:  NO.  O. 
Jornada:  5  leguas. 

Hemos  salido  á  las  6  y  10'  a.  m. ;  con  un  descanso  de  30' 
campamos  sobre  las  costas  del  Coquel-Lincó,  en  los  campos 
de  ''La  Pá"  á  las  10  a.  m. 

Con  anterioridad  (4  a.  m.)  salió  una  descubierta  al  Caquel- 
Lineó  que  se  ha  incorporado  sin  novedad  á  las  10  y  30 
minutos  a.  m. 


—  155  — 


Dia  7 


Termómetro    4  a.  m.    9^  Barómetro    4  a.  m.  691™™ 

•  12  m.       30^  "  12  m.       702™™ 

•  10  p.  m.    8<>  "         10  p.  m.  704™™ 

Bumbos  generales:  N.  NO. 

Jomada:  5  y  media  leguas. 

S  a.  m.    A  esta   hora   hemos  salido  del    Caquel-Lincó   y 
campado  en  el   Lec-lec  a  las  9  y  50,  a.  m. 


Dia  8 


Termómetro    4  a.  m.  Barómetro    4  a.  m. 

"  12  m.  "         12  m. 

"  10  p.  m.  "9  p.  m. 

Bumbos  generales:  N.  NO.  N. 
Jomada:  5  leguas. 

5  y  15'  a.  m.    Nos  pusimos    en    movimiento  tomando  el 

camino  de  la  vanguardia    en  los    dias  12,  13  y  14  del  mes 

próximo  pasado,  atravesando  el  valle  que  fertiliza  el  Lec-lec  y 
otros  afluentes  del  Caquel. 

Entre  el  Lec-lec  y  las  montañas,  k  una  legua  de  trayecto, 
^sten  al  E.  dos  lagunas  rodeadas  de  médanos  pedregosos; 
una  de  ellas  se  une  al  Caquel  por  un  arroyuelo. 

Qampapios  sobre  la  margen  S.  del  Caquel  á  las  lO  y  15 
minutos  a.  m. 

A   las  4    a.  m.  salió   una    comisión  de   l5  soldados  y  10 


—  156  — 

indios  por  el  camino  de  nuestra  ida,  al  mando  de  un  Sargento 
para  que  llegando  al  Gutatamen,  espere  la  incorporación  del 
Comandante  Palacios. 

Descompúsose   el  tiempo,  lloviendo  desde  las  4   p.    m.  á 
las  8  p.  m. 


Día  9 


Termómetro    4  a.  m.  5®  (bj.  cero)  Barómetro  4  a.  m.  696,5"" 
**  12  m.      239  "  12  m.       695"" 

"  10  p.   m.  5^  "  10  p.  m.  698"" 

Rumbos  generales:  *N.  NO. 
Jornada:  5  y  media  leguas. 

Salimos  á  las  5  y  5'  a.  m.  y  con  una  detención  de  35'  cam- 
pamos en  la  costa  N.  del  Caquel,  en  el  paraje  denominado 
^Huencul",  é  inmediatamente  de  efectuar  el  pasaje. 

5  p.  m.  Se  recibió  chasque  del  Nahuel-Huapí,  con  las  si- 
guientes notas  del  Jefe  de  la  División: 

€  Nahuel-Huapí,  Marzo  6  de  1883— Al  Jefe  de  la  3*  Bri- 
gada, Teniente  Coronel  Don  Nicolás  H.  Palacios — Se  ha  reci- 
bido su  nota  de  fecha  25  del  mes  próximo  pasado,  en  que  se 
da  cuenta  del  combate  habido  el  dia  22  del  mismo  en  el  pa- 
raje denominado  "Apulé",  con  los  indios  de  Inacayal,  Salpu- 
tia>  Ñahuel  y  los  tehuelches,  y  que  tan  brillantes  resultados 
ha  dado  para  la  feliz  terminación  de  la  guerra  con  los  sal- 
vajes. 

«  Al  felicitar  k  V.,  oficiales  y  tropa  por  tan  importante  he- 
cho de  armas,  lo  hago  asimismo  por  el  hecho  de  ser  la  Bri- 
gada de  su  mando  la  primera  del  Ejército  Nacional  que  ha 
llevado  sus  armas  al  corazón  mismo  de  la  Patagonia.  Dios 
guarde  á  V. — Conrado  E,  Villegas.  » 


—  157  — 

€  Nahuel-Huapí,  Marzo  6  de  1883,— Al  Jefe  de  la  3»  Bri- 
gada, Teniente  Coronel  Don  Nicolás  H.  Palacios. — He  recibido 
su  nota  fecha  4  del  corriente,  é  impuesto  de  su  contenido, 
debo  decir  á  Y.  que  por  ahora  creo  oportuno  no  emprender 
ninguna  operación  sobre  Saibueque;  ese  cacique,  al  tener  co- 
nocimiento del  combate  del  22,  ha  debido  alejarse  del  punto 
que  ocupaba,  y  es  de  suponer  que  cambie  continuamente  de 
campamento,  lo  que  haría  difícil  su  persecución,  mucho  mas  si 
se  üene  en  vista  el  mal  estado  de  las  caballadas  y  la  proximi- 
dad del  invierno;  por  otra  parte,  su  presencia  es  necesaria  en 
este  campamento»  a  fin  de  ocuparse  de  la  organización  de  los 
destacamentos  que  deben  quedar  en  la  línea;  así  pues,  reco- 
miendo á  V.  regrese  lo  mas  pronto  que  sea  posible. 

«  Unos  indios  que  el  Comandante  Diaz  Arenas  habia  enviado 
á  V.  con  no  sé  que  comisión,  llegaron  á  este  campamento 
heridos,  pero  actualmente  se  encuentran  buenos. — Dios  guarde 
á  V. — Conrado  E.  Villegas.  > 


Dia  10 


Termómetro    4  a,  m.    5°  Barómetro    4  a.  m.  699™™ 

**  12        m.  24^  "  12       m.  686™™ 

"  10  p.  m.     Qo  "  10  p.  m.  688™™ 

Rumbos  generales  -  N.  NE. 

Jornada :  8  ll2  leguas. 

Nos  movimos  de  ''Huencur  á  las  5  y  20'  a.  m.  Con  dos 
altos  en  el  trayecto,  campamos  sobre  las  costas  del  Gutatamen 
i  las  12  y  20'  p.  m. 

Por  este  nuevo  camino,  la  travesía  á  efectuar  entre  el  Guta- 
tamen y  el  Caquel  es  de  5  leguas;  tiene  la  ventaja  de  costear 


—  158  — 

el  último  de  los  ríos  nombrados,  y  es   media  legua   mas  corta 
que  el  camino  anterior. 

12  y  30  p.  m.  Se  presentó  la  Comisión  desprendida  del  Lec- 
lec.  No  ha  hallado  rastros  ni  sefiales  recientes,  pareciendo 
que  los  indios  se  han  retirado  bien  lejos  de  nuestros  campa- 
mentos. 


Dia  11 


Termómetro    4  a.  ra.    S'^  Barómetro    4  a.  m.    687™°^ 

12  m.       24<>  "  12       m.     682™°^ 

10  p.  m.    4^  "  10  p.  m.    679"»°» 

Rumbos  generales  •  NO. 
Jornada  -    4  y  ll2  leguas. 

Partimos  del  Gutatamen  á  las  5  a.  m.  campando  en  el  arro- 
yito  "Nahuel-Quí"  á  las  7  y  U'  a.  m. 

12  y  55'  p.  m.  Continuamos  la  marcha,  campando  en  el 
"Chacay  Barruca",  á  las  3  y  60' p.  m. 


Dia  12 


Termómetro    4  a.  m.    0°  Barómetro    4  a.  ra.  687°»™ 

**  12  m.        24«  "  12  m.       682°»° 

"  10  p.  m.  4**  "  10  p.  m.  679°»°» 

Humbos  generales:  NO.  NO. 
Jomada:  3  y  media  leguas. 

Nos  pusimos  en  movimiento  á  las  4  y  55'  a.  m.  y  campamos 
en  el  Ghenque-Nieieu  á  las  8  y  45*  a.  m. 


—  159  — 


Dia  13 


Termómetro    4  a.  m.      4**            Barómetro  4  a.  m.  679°^™ 

12  m.        23»  30'               "  12  m.        678™» 

10  p.  m.     4P                    "  10  p.  m.  675"» « 

Sumbos  generales  -  N.  NO. 
Jomada  :    5  1I2  leguas. 

Salimos  del  Chenque-Nieieu  á  las  4  y  65'  a.  m.  y  campamos 
en  el  2  ^  Pichí-Leufú  á  las  9  y  50  a.  m. 


ia  14 


Termómetro    4  a.  m.    2"  Barómetro    4  a.  m.  677°*™ 

*  12  m.       26^  "         12  m.        683™™ 


mm 


•^  10  p.  m.     8o  «         10  p.  m.     686 

Rumbos  generales  :    NO.  O.  NO. 
Jomada  7  li2  leguas. 

4  y  50  a.  m.  A  esta  hora  montamos  á  caballo,  campando 
después  de  un  descanso  de  30'  en  el  Primer  Pichí-Lenfú. 

1  y  55'  p.  m.  Continuamos  la  marcha,  campando  en  el  valle 
•2  de  Abril"  á  las  4  y  10'  p.  m.,  al  N.  del  arroyo  "Rencu". 


-180 


Dia  15 


Termómetro     4  a.  m.  12^  Barómetro    4  a.  m.  677°^" 

**  12  m.        17«  **  12  m.       esa™"» 

**  10  p.  m.     60  **  10  p.  m.  686«° 

BumboB  generales :    NO.  O. 
Jornada  :    6  112  leguas. 

A  las  4  y  55'  a.  m.  nos  hemos  puesto  en  marcha  por  el 
valle  "2  de  Abril".  Al  llegar  al  Tequé-Malal  tomamos  su  falda 
oriental. 

Dos  descansos  en  la  jornada,  nos  han  traido  al  paso  del  Li- 
may  alas  11  y  10  a.  m. 
Se  procedió  inmediatamente  de  la   llegada,  al   paso   de  las 

haciendas. 

£1  Gefe  de  la  Brigada  comunicó  personalmente  al  Comandan- 
te en  Jefe  de  la  División,  el  resultado  de  la  operación  que  ya 
se  conoce. 


En  el  aflo  de  1881  las  fuerzas  de  esta  Brigada  cruzaron  del 
Oriente  al  Occidente  la  Patagonia  Septentrional,  demostrando 
con  la  bondad  del  clima  la  riqueza  de  su  seno. 

Hoy  esas  mismas  fuerzas  á  lo  hondo  de  las  misteriosas  re- 
giones de  esa  Patagonia,  pisando  los  bordes  de  la  laguna 
Colu-Cuape  por  el  grado  47  y  al  S.  del  golfo  de  San  Jorge, 
de  donde  solo  hemos  contado  hasta  la  fecha,  con  las  referen- 
cias de  esploradores  audaces  y  aventurados. 


—  161  — 

Tratando  hidrográfica  y  geográficamente  el  terreno  recorrido, 
hay  que  fraccionar  esa  zona  por  el  N.  y  S.  del  Chubut,  ha* 
tiendo  punto  general  en  el  rio  expresado. 

Por  el  N.,  al  salir  de  Nahuel-Huapí,  las  faldas  de  los  Andes 
estendidas  al  £.  del  gran  lago,  forman  el  importante  arroyo 
"Eeuau^.cuyo  curso  vigoroso  por  la  vega  *Dos  de  Abril",  desagua 
en  aquel,  trayendo  el  contingente  de  sus  límpidas  aguas  de  8  á 
9  leguas  de  distancia.  Mas  al  S.  del  lago  recibe  varios  afluen- 
tes y  muchas  vertientes  en  su  banda  N.,  y  en  mitad  del  valle» 
inclínase  al  O.  para  desembocar  en  el  Nahüel-Huapf. 

Media  legua  antes  de  terminar  su  curso,  el  Reuau  pasa  por 
la  ialda  S.  del  Tequé-Malal,  quedando  sus  costas  perpendicu- 
lares en  el  fondo  de  moles  pedregosas. 

La  vega  Dos  de  Abril  prolóngase  al  N.  próximamente  á  3 
leguas,  donde  enceiTada  por  las  serranías,  concluye  estendida  á 
todos  iiimbos  en  quebradas  y  cajones  de  vertientes  y  arroyue- 
los  confluentes  al  Reuau. 

La  fertilidad  es  prodigiosa  y  magnífica,  la  profusión  de  los 
campos  estiende  su  manto  de  verdosidad  en  todas  direcciones 
por  6  á  7  leguas  al  S.  y  3  ó  4  al  poniente. 

Después  del  Reuau,  las  corrientes  importantes  son  -  Primer 
Pichí-Leufü,  Segundo  PichíLeufá,  Thenque-Nieieu,  Menucó, 
Nahuel-Quí  y  Gutatamen. 

El  primero  de  los  nombrados  es  el  mas  caudaloso»  pudiendo 
compararse  al  Reuau  en  la  brillantez  de  sus  aguas  y  en  el 
aspecto  de  sus  costas  y  lecho.  Este  arroyo  por  la  dirección  de 
su  curso  (de  SE.  á  NO.)  va  a  desaguar  al  Limay,  y  es  quizá 
el  conocido  en  las  cartas  geográficas  con  el  nombre  de  He- 
chicero, frente  al  PiquíParamí — Dista  del  lago  diez  leguas. 

El  2  ®  Pichí-Leufú,  menos  interesante  que  el  primero,  baja 
de  la  pre-cordillera,  que  desde  la  salida  del  Nahüel-Huapí  era  - 
piézase  á  distinguir,  y  corriendo  directamente  al  E.  por  un  alvéo 
exiguo  y  un  valle  de  fertilidad  mediocre^  debe  unir  sus  aguas 
en  el  Thenque-Nieieu,  con  el  cual  coito  en  su  principio  paralelo, 

21 


—  162  — 

pues  no  es  posible  que  envolviendo  á  aquel,  caiga  en  el  Chu- 
but  ó  Caquel,  donde  llegaría  con  sus  aguas  concluidas. 

El  Obenque  Nieieu  y  el  Menucó  (este  último  afluente  del 
primero)  pertenecen  como  el  Gutatamen  á  la  cuenca  del  Ca- 
quel,  entrando  por  tanto  en  la  descripción  de  estos  parajes» 
que,  .como  dice  el  esplorador  señor  Moreno,  son  poco  cono- 
cidos. 

El  Chénque  Nieieu  y  el  Gutatamen  corren  paralelos;  nacen 
de  la  pre- Cordillera  al  S.  del  Nabüel-Huapí,  coiTen  por  valles 
mas  ó  menos  dilatados,  sobrepujando  el  Gutatamen  en  la  abun- 
dancia de  sus  campos  y  dilatación  del  valle.     . 

Entre  el  Nahüel  -Huapí  y  el  Caquel,  existen  otras  corrientes 
temporales,  que  como  las  del  Cbacay  Barruca  y  Nahuel-Quf, 
son  grandes  vertientes  perdidas  en  la  infinita  accidentacion 
del  suelo  patagónico. 

El  2®  Picbí-Leufú  dista  del  lago  15  leguas,  el  Obenque 
Nieieu  20,  el  Obacay  Barruca  25,  y  el  Gutatamen  30. 

Del  Gutatamen  al  Caquel  bay  que  efectuar  una  travesía  de 
6  á  10  leguas,  según  sea  el  camino  tomado,  y  que,  según  se 
ba  visto  en  el  diario,  es  tanto  menor  basta  cieila  altura  cuanto 
se  aproxima  á  las  nacientes  del  segundo. 

Preséntase  abora  el  rio  Caquel,  Obubut  6  Senguel,  que 
tan  ageno  ba  sido  al  exacto  conocimiento  de  los  geógrafos  y 
esploradores  argentinos,  y  cuyo  verdadero  origen  no  está  per- 
fectamente definido,  no  obstante  los  esfuerzos  llevados  á  cabo 
por  los  segundos. 

Las  fuerzas  de  la  3^  Brigada  lo  ban  recorrido  en  parte,  y  de- 
bido á  la  falta  de  tiempo  y  apremio  de  las  circunstancias,  no 
ban  llegado  á  sus  nacientes  (lagunas  Usquedagtoo,  Obig-Chig 
y  Calaja-Quitrin). 

El  rio  Caquel  (este  nombre  indígena  es  dado  por  la  situa- 
ción perpendicular  de  los  cerros  á  la  línea  argentino  cbilena, 
en  cierta  parte  del  curso)  nace  mas  al  S.  de  la  situación  dada 
en  las  cartas»  y  las  lagunas  espresadas  quedan    de  18  á  20  le- 


—  163  — 

guas  al  meridion  del  Nahüel-Huapí.  Esta  deducción  es  conce* 
bible  con  el  curso  regular  y  armónico  que  el  Caquel  lleva  frente 
al  paso  Huencul,  á  cuya  altura  parece  tener  un  curso  de  10 
á  15  leguas  de  N.  á  S.  cortando  la  cadena  andina. 

Al  N.  y  S.  del  paso  Huencul,  el  Chubut  conserva  en  sus 
aguas  una  completa  transparencia,  siendo  muy  inferior  en  esta 
condición  á  los  ríos  Limay  y  Neuquen.  £1  cauce  es  de  pedre- 
gullo fino  relativamente  á  la  altura  á  que  se  halla  sobre  el 
nivel  del  mar  (750  ms.)  y  la  proximidad  alas  montañas,  la  an- 
chura de  12  metros,  corriendo  pausadamente  con  una  velocidad 
de  una  milla  por  hora.  Diez  leguas  mas  abajo,  en  el  paso 
efectuado  el  13  del  mes  de  Febrerot  saliendo  ya  al  E.  de  la 
pre-cordillera,  aún  cuando  el  ancho  aumenta,  la  transparencia 
de  las  aguas  disminuye,  y  el  lecho  en  soluciones  de  continui- 
dad, se  impregna  de  un  musgo  oscuro. 

La  corriente  es  siempre  lenta  en  el  paso  mencionado,  como 
término  medio  á  penas  alcanza  á  media  milla  por  hora.  Doce 
leguas  mas  abajo  en  el  paso  del ''Caballo  zonzo"  (Fofo  Cabal) 
debe  en  iguales  proporciones  haber  perdido  en  limpidez  y  ve- 
locidad de  corriente,  quedando  esta  observación  en  armonía 
con  lo  que  el  señor  Moreno  dice  de  este  rio,  especificando  los 
distintos  puntos  en  que  las  aguas  están  interceptadas  por  lo- 
dazales y  cieno. 

Lo  dicho  demuestra  la  diferencia  entre  el  rio  Chubut  con  el 
Limay  y  Neuquen.  Es  inferior  en  profundidad,  en  ancho,  en  la 
fuerza  de  la  corriente  y  en  lo  cristalino  de  las  aguas. 

Aún  cuando  se  ha  dicho  que  el  valle  de  este  rio  austral  es 
menos  fecundo  que  el  de  los  nombrados,  hasta  donde  lo  hemos 
recorrido  en  nada  desmerece  de  los  primeros.  Al  Oriente  y 
Occidente  de  la  pre-Cordillera,  la  fertilidad  de  las  tierras  es 
eximia,  cooperando  en  un  todo  la  naturaleza  á  rivalizar  con 
los  mas  productivos  territorios  al  N.  del  rio  Negro. 

Entre  la  pre-Cordillera  y  la  verdadera  de  los  Andes,  media 
una  distancia  de  dos  y  media  á  tres  leguas.    El  Senguel  corre 


—  164  — 

t 

casi  adherido  á  la  falda  O.  de  la  primera,  rompiéndola  á  5  le- 
guas del  paso  Huencul,  en  su  marcha  al  saliente  i  través  del 
territorio  de  la  Patagonia. 

La  pre-CordilIera  de  que  se  ha  hablado,  es  quizá  aquella  de 
que  Musters  y  Simpson  recuerdan  en  sus  informes  y  cuya  si- 
tuación ha  dado  margen  para  establecer  diera  nacientes  &  rios 
que,  corriendo  en  direcciones  opuestas,  estuvieran  no  obstante 
en  territorio  argentino. 

El  Aissen  de  Simpson  no  es  el  Senguel  de  Musters.  La  pre* 
Cordillera  no  da  por  el  O.  origen  á  ningún  arroyo  6  río  impor- 
tante que  vaya  á  desaguar  al  Gaquel,  ni  que  fraccione  las  Cor* 
dilleras  traspasando  el  límite  argentino  para  correr  por  los 
valles  de  la  Bepública  de  Chile.  Por  esa  latitud  (42^)  no  existe 
otro  rio  caudaloso  que  el  Chubut,  pues  habiendo  la  Brigada 
penetrado  tan  al  S.  hubiera  dado  con  su  curso.  Quizá  el  hecho 
de  una[corriente  naciendo  al  Occidente  de  las  montañas,  pero  que 
por  una  gran  sinuosidad  al  E.  en  su  trayecto  par&  bajar  se- 
guidamente al  O.,  haya  sido  la  causa  que  motivó  al  comisiona- 
do chileno  dar  al  Aissen  un  curso  opuesto  al  normal  de  ^los  rios 
en  la  otra  parte  de  los  Andes. 

El  paso  Huencul  queda  al  Sud  del  golfo  de  Reloncavi  y 
frente  al  golfo  de  Ancud,  entre  los  grados  41  y  42.  Partiendo 
de  él  al  paso  del  Caballo  Zonzo,  recibe  el  Chubut  la  afluencia 
de  varias  comentes,  cuyas  mas  importantes  son  el  "Lec-Lec^ 
y  "Caquel-Linco",  favorecidos  por  grandes  vertientes  y  tributa- 
rios inferiores. 

El  Lec-Iec  baja  de  la  pre  Cordillera  dividida  por  el  Senguel, 
baña  una  región  fértilísima  y  se  derrama  en  el  último  con  un 
curso  de  6  á  7  leguas.  Es  de  corriente  pausada  y  aguas  tur- 
bulentas con  un  cauce  en  su  mayor  parte  cenagoso.  Antes  de 
unirse  con  el  Caquel,  deja  sobre  su  ribera  izquierda  unas  pe- 
queñas lagunas  circundadas  por  cerros,  una  de  las  cuales  únese 
á  aquel  por  un  pequeño  tributario. 


—  165  — 

£1  Caqnel-Lincó  es  de  lecho  pedregoso,  con  aguas  semi- 
transparentes; corre  por  los  preciosos  campos  de  La  Pá,  na- 
ciendo de  alguna  laguna  al  pié  de  los  Andes,  y  dividiendo  la 
pre-CordilIera  que  ya  conocemos.  Envuelve  al  Lec-lec  en  su 
curso,  confluyendo  con  el  Senguel  al  S.  á  ima  distancia  que 
pudiera  calcularse  en  8  á  10  leguas. 

Puede  tener  de  curso  20  leguas,  distando  del  Caquel  al  pun- 
to donde  lo  vadeó  la  Brigada,  10  leguas. 

De  lo  dicho,  se  desprende  que  hay  una  región  al  N.  y  S.  del 
Caquel,  fecundada  por  vertientes,  arroyuelos  y  arroyos,  donde 
la  vida  late  vigorosa  y  donde  la  prodigalidad  del  suelo  se 
amalgama  á  las  mas  vivas  exijencias  y  necesidades  de  la  vida 
colonial.  Es  esta  región,  sin  duda  alguna,  la  que  Moreno  in- 
dica fi^ilizada  por  los  arroyos  Chililao  y  Quisnel. 

Desde  el  Caquel-Linco  al  Caquel,  la  altura  barométrica  es, 
como  término  medio,  700  metros  sobre  el  nivel  del  mar,  y  la 
pre-Cordillera  elévase  próximamente  á  500  metros  sobre  el  ni- 
vel del  río  (es  apreciación  al  golpe  de  vista,  la  altura  de  la 
pre-CordiUera). 

Del  Caquel  Lineo  al  S.  y  SE  ,  faldeando  las  montañas  hasta 
el  puto  denominado  Nion,  las  corrientes  que  bajan  al  Senguel 
no  superan  en  cauce  á  las  conocidas»  y  según  su  orden  son  las 
siguientes :  Mayo-Leufú,  Primer  Pichí-Lenfú,  Segundo  Pi- 
chí-Lenfú  y  arroyo  Esquel,  con  la  laguna  del  mismo  nombre. 

Por  el  orden  nombrado,  y  á  la  distancia  media  de  las  Cor- 
dilleras distan  del  Senguel,  11,  15,  16,  19  IfS  y  26  ll2  le- 
guas. 

El  Mayo-Lenfú  es  afluente  del  Caquel-Linco,  bajando  los  de* 
más  casi  paralelos  (de  N.  á  S.)  á  derramarse  en  el  Senguel. 
Solo  cuando  las  lluvias  son  consecuentes  y  las  nieves  se  des* 
hacen  en  el  rigor  del  estío,  estos  arroyos  coadyuvan  eficazmen* 
te  á  levantar  el  nivel  del  Caquel.  Por  su  aspecto,  en  general 
permanecen  absorbidos  por  la  adyacencia  de  los  parajes,  aun- 
que al  estenderse  al  N.  bajan  á  valles  fértiles  y  espaciosos. 


-166  — 

La  zona  mas  rica  en  vegetación  del  Caqnet-Linco  á  Nion,  son 
los  cajones  de  la  laguna  Esquel. 

De  Nion  á  Apulé,  límite  de  nuestra  esploracion,  preséntase 
la  tercera  subdivisión  en  los  agentes  líquidos  [del  Senguel.  To- 
mando el  3E.  y  retirándonos  de  los  Andes,  quedamos  en  el 
corazón  patagónico,  cortando  médanos  de  variados  caracteres 
geológicos,  arroyos  turbios  cenagosos  ó  de  rodado  ñnísimo, 
donde  la  erosión  de  las  aguas  ha  fenecido  su  operación  de 
sedimento,  tales  son  el  Tacá-Lenfú,  Topul,  Pichí-Lenfú,  Lepan- 
duan  y  Apulé.  Estos  arroyos,  especialmente  el  Topul,  tienen 
el  curso  cortados  por  lagunas. 

El  Tacá-Leufú  de  ancho  valle  y  aguas  opacas,  el  rio  Pichí 
Leufú  y  Lepanduan  de  corriente  mas  viva,  y  el  Apulé,  como 
el  Troful  cortado,  deslízanse  por  grandes  valles  de  6  á  6  leguas, 
constituyendo  planicies  donde  reinan  vientos  perpetuos  salidos 
de  los  ventisqueros  andinos. 

Dista  el  Caquel  de  Lipanduan  63  ll2  leguas  y  Apulé  70  1[3 
leguas.  Estos  dos  últimos  tributarios  del  Senguel,  han  sido  la 
morada  del  cacique  Inacayal,  por  el  orden  de  su  denominación. 
Al  presente  se  ven  abandonados  por  el  cacique  dicho,  que  se 
refugia  en  las  costas  del  Rio  Chico»  en  el  país  de  los  tchuel- 
ches,  que  tan  perjudiciales  nos  han  sido  en  la  lucha  del  22  de 
Febrero. 

De  esta  manera  queda  descrita  la  región  hidrográñca  de  la 
Patagonia  austraU  hasta  la  cuenca  del  Santa  Cruz,  pudiéndose 
decir  de  ella  que  rivaliza  con  el  setentrion  del  Rio  Negro,  Limay 
y  Neuquen. 

La  elevación  barométrica  del  suelo  patagónico  es  mayor 
que  la  mesopotamia  del  Rio  Colorado  y  Negro.  Los  médanos 
despoblados  de  flora  levántanse  á  800  y  1000  metros  sobre  el 
nivel  del  mar,  y  la  inclinación  de  ellos  hacia  el  Océano  Atlán* 
tico  parece  ser  muy  suave,  pues  costeando  arroyos,  como  el 
Taca  Lenfú,  el  descenso  atmosférico  es  muy  pausado. 


—  167  — 

Saliendo  del  Kmite  orográfico  y  entrando  en  los  cajones  de 
las  comentes  y  arroyos  desprendidos  de  él  para  rociar  la  su- 
perficie, la  arborescencia  desaparece;  los  médanos  salpicados  por 
arbustos  de  casi  ninguna  consistencia  combustible  como  elementos 
para  la  vida  ordinaria,  tienen  la  propiedad  de  ser  excesivamente 
resinosos. 

Hay  un  arbusto  amarillo,  espinoso,  con  tallos  unidos  en  for- 
ma globosa,  tan  ígneo  que  basta  una  chispa  para  producirle 
incendio,  estendido  en  sábana  por  toda  la  superficie  chubutiana» 
especialmente  sobre  los  terrenos  elevados.  Vulgarmente  se  le 
denomina  cuerno  de  cabra.  La  designación  científica  desconóz* 
cola. 

En  los  valles  y  alturas  sobresalen  en  los  habitantes  vegetales 
partiendo  del  valle  Dos  de  Abril  á  las  soledades  de  Apulé>  los 
siguientes : 

En  las  faldas  de  la  pre-Cordillera  hasta  ''Nion",  en  la  fa- 
milia de  los  coniferos:  el  pino,  ciprés  y  ñire;  en  la  de  las 
rosáceas:  la  groseüa  j  frutilla;  en  la  de  las  umbelíferas:  la 
ctctfto;  en  la  de  las  urticáceas:  la  ortiga;  entre  las  malváceas: 
el  malvavisco;  en  las  gramíneas:  el  esportillo,  mayin  ceba, 
dxBa,  fframUla^  trébol;  en  la  de  las  rubiáceas:  la  escabrosa*^ 
en  la  de  las  sinantéreas:  la  manzanilla  y  entre  las  labiadas 
el  romeriUo, 

Sobre  las  costas  de  los  Arroyos,  vénse  entre  las  criptóga- 
mas,  liqúenes  y  hongos  que  señalan  los  lugares  húmedos. 

En  las  faldas  de  las  montañas  viven  otras  familias  cuyo 
análisis  seria  indefinido,  tanto  mas,  cuanto  que  la  diversidad 
de  ellos  representa  la  vitalidad  del  suelo  con  la  templanza 
de  la  latitud. 

En  los  cerros  céntricos  ó  médanos  cuya  accidentacion  ha 
dado  nombre  á  los  territorios  del  Ghubut  y  Santa  Cruz,  la 
existencia  vegetativa  desaparece  ante  la  suma  esterilidad  del 
pavimento  que  los  cubre. 


^168-- 

Terrenos  terciarios  con  láminas  primitivas  sobre  las  laderas 
de  los  Andes  cubieilas  por  capas  de  pedregullo  cuarzoso  y 
íeldespático. 

A  dos  causas  puede  atribuirse  ese  gran  manto  de  piedras 
layadas  por  los  elementos  que  interceptan  la  transibilidad, 
que  no  solamente  descansan  en  el  esterior  de  la  superficie, 
sino  que  justapuestas  sobre  otras,  es  la  primer  capa  halUada 
al  averiguar  la  operación  cosmogónica  del  globo:  al  trabajo 
neptúnico  y  al  niveo  ó  del  deshielo. 

A  esta  última  háse  atribuido  el  origen  de  las  capas  pedre- 
gosas en  la  Patagonia  y  territorios  del  Rio  Negro  y  Colorado, 
aceptando  que  los  deshielos  anuales,  el  trabajo  mecánico  haya 
podido  fracturar  las  masas  pétreas  royendo  los  fragmentos 
hasta  convertirlos  en  los  detritus  que  conocemos.  Esto  su- 
puesto, vendríamos  á  tener,  que  el  pedregullo  contaría  una 
edad  inferior  á  tantos  compuestos  de  la  superficie  terráquea, 
á  los  cuales  es  en  realidad  primitivo. 

Si  bien  es  cierto  que  el  hielo  tiene  una  parte  activísima  en  él 
y  es  al  presente  quien  prosigue  minorando  el  volumen  de 
aquel,  no  fué  quien  llevó  la  prioridad  en  tiempos  geológicos 
cuando  los  elementos  han  oscilado  en  confusión  caótica  para 
concurrir  mas  tarde  á  su  verdadera  separación;  fué  el  agua 
que  inundando  el  mundoi  lavó  por  miles  de  siglos  las  capas 
en  génesis,  deshaciendo  los  cuerpos  sólidos  y  tirándolos  en 
planchas  homogéneas  sobre  la  esfera  terrestre,  después  de 
roidos,  divididos  y  regularizados  en  la  configuración. 

Las  aguas  retiradas  abrieron  valles  profundos  y  formaron 
los  cauces  de  los  rios  dejando  que  mas  tarde,  cuando  la  atmós- 
fera templada  del  planeta  permitiera  la  presencia  del  fai^, 
^ste  continuara  ejerciendo  paulatinamente  sus  funciones. 

Así  se  espliea  la  presencia  de  la  eapa  pedregosa  sobre  las 
serranías;  es  un  depósito  de  formación.  Los  ouerpea  frag* 
mentarlos  se  han  superpuesto  con  tanta  mas  energíai  cuanto 
«uperior  fué  sobre  ellos  la  marcha  del  a^^nte-fluido.   Bfuo  f^ 


-ífiO- 

pedr^püUo  silíceo  ea  las  costas  derrambadas  de  algunos  arro- 
yos, se  yé  una  capa  de  tierra  gredosa  siguiéndola  otra  de 
planchas  estratificadas  y  de  composición  pizarrosa.  Cuanto  mas 
próximos  á  las  Cordilleras  el  pedregullo  de  alúmina  y  sílice 
metamorfoséase  en  cuarzoso. 

En  las  costas  del  Gaquel  abunda  el  pórfido.  En  la  pre- 
Cordillera  conocida  hacia  el  O.  las  cimas  tienen  basalto  y  lava, 
y  la  planicie  del  rio  á  los  Andes  es  toda  de  terrenos  erup- 
tiyos. 


La  latitud  de  la  Patagonia  Meridional  no  se  presta  á  exube* 
rancia  de  fauna.  No  obstante  el  guanaco  (familia  de  los  ru- 
miantes) riqueza  natural  por  su  abundancia  lucra  yentcyosamente 
y  á  precios  módicos  la  colocia  galense  con  los  indios  tehuelches, 
exportando  á  Europa  sus  ricas  lanas  y  pieles,  sin  beneficios 
ningunos  para  la  Nación. 

El  zorro  (de  los  carnívoros),  el  piche  (de  los  desdentados),  el 
raUm  y  tuco^tuco  (de  los  roedores)  se  les  ve  cruzar  escasamente 
los  campos.  La  lagartija  (de  los  saurios),  y  el  sapo  (de  los 
batracios)  son  asimismo  poco  exuberantes. 

Entre  los  insectos  la  mo^ca  y  el  tábano  (orden  de  los  dípte- 
ros), el  escarabajo  y  aberrojo  (orden  de  los  coleópteros),  la 
langosta^  el  grillo  y  la  curiana  (orden  de  los  ortópteros),  el 
alguacil  (de  los  neurópteros),  la  mariposa  diurma  y  nocturna 
(de  los  lepidópteros),  y  la  hormiga  (de  los  himenópteros). 

Entre  los  crustiiceos  el  congrio  y  entre  los  anélidos  el 
gusano  de  tierra. 

Hay  asimismo  arácnidos  muy  escasos,  manifestándose  en 
los  géneros  nombrados. 


—  no  — 

Ea  las  aves  fígara  en  primera  escala  el  cóndor  (familia  de 
los  rapaces),  el  águila,  el  carancho,  el  chimango,  el  huho  y  la 
lechuza,  £1  avestruz  (de  las  zancudas),  la  avutarda,  el  flamenco, 
el  teru'teruy  la  garza,  el  cisne  (del  género  lamelirostro)  y  los 
ánades  6  patos  silvestres. 


Tal  es  compendiadamente  el  aspecto  de  la  Patagonia  con 
sus  valles  y  regiones  prontas  á  ser  [rasgadas  por  la  ma  no  del 
colono.  Si  en  este  aflo  el  Ejército  ha  casi  tocado  las  orillas  del 
Santa-Cruz,  mañana  con  mas  concluyentes  éxitos,  llegará  al 
Estrecho  de  Magallanes,  estableciendo  viabilidad  donde  hasta 
ahora  se  creyeron  rocas  abruptas,  agenas  á  la  evolución  del 
progreso  humano,  que  pudieron  ser  tema  á  que  las  naciones 
amigas  rompieran  sus  relaciones  internacionales. 

Con  la  invasión  al  país  de  los  tehuelches,  un  mérito  se 
desprende  después  de  los  sacrificios  inherentes  á  atravesar 
regiones  desconocidas  :  ese  mérito  es  el  progreso  encarnado 
con  el  avance,  la  evidencia  de  transitabilídad. 

Tan  perfectas  están  las  jornadas  á  efectuar  por  travesías, 
rios,  arroyos,  del  lago  Nahuel-Huapí  á  Apulé,  por  ejemplo,  que 
puede  decirse  hay  una  vía  carretera  entre  ambos  puntos. 


—  171  — 


Dia  16 


Tenndmetro    4  a.  m.      2^  Barómetro    4  a.  m.  691°^™ 

*  12  m.  180  «  12  m.       690°»"" 

•  10  p.  m.      4^  "         10  p.m.  690,5""» 

Campados. 

Las  novedades  ocurridas  durante  nuestra  ausencia,  son  las 
siguientes  : 

El  dia  10  de  Febrero  llegó  correspondencia  de  la  Capital, 
despachándose  la  correspondiente  a  esta  Brigada,  por  chasques 
al  Comandante  Palacios. 

£1  11  y  12  llegaron  los  chasques  enviados  al  Comandante 
Palacios. 

£1  l3  7  14  sin  novedad. 

£1  16  presentáronse  en  este  campamento  tres  indios  des- 
prendidos por  la  vanguardia  del  Comandante  Palacios,  con 
objeto  de  hallar  el  grueso  de  la  fuerza.  £n  el  camino  encon- 
triironse  con  cuatro  indios  enemigos,  tomándose  en  pelea,  sa- 
liendo heridos  é  hiriendo  a  los  adversarios. 

£1  16,  17  7 18  sin  novedad. 

£1  l9  regresó  el  Capitán  Rohde  de  su  comisión. 

£120  sin  novedad. 

£1  2l  llegaron  comunicaciones  de  Buenos  Aires  7  de  los 
acantonamientos  déla  línea. 

El  22  marchó  el  Capitán  Rohde  con  11  infantes  7  nn  indio 
de  Cnruhuinci  á  descubrir  el  paso  de  Barílochi. 

El  23  llegaron  chasques  del  Coronel  Godo7»  dando  cuenta 
del  combate  dado  en  Pulmar7  por  el  destacamento  del  Teniente 
Coronel  Graduado,  Don  Juan  £.  Diaz. 

Este  grave  incidente  ocurrido  entre  las  fuerzas  argentinas  7 
chilenas,  es  mas  que  todo  lamentable  por  la  interpretación  que 


—  172 — 

á  ambos  gobiernos  pudiera  sugerir.  No  obstante,  es  un  hedió 
consecuente  dado  el  carácter  de  las  operaciones  realizadas  por 
ambas  Repúblicas  en  esta  y  aquella  parte  de  los  Andes,  y  el 
criterio  sensato  de  ambas  partes  no  puede  llegar  á  desvirtuar 
las  verdaderas  y  rectas  medidas  tomadas,  conducentes  á  evitar 
conflagraciones  en  que  una  nación  puede  perturbar  momentá- 
neamente la  atmósfera  de  paz  y  tranquilidad. 

El  Comandante  Diaz  en  su  parte  oficial,  manifiesta  «que  tras 
la  bandera  parlamentaria  alzada  por  el  enemigo,  marchaba  una 
compañía  de  infantería  chilena  desplegada  en  guerrilla,  y  que 
temiendo  le  aconteciera  lo  de  o^ras  comisiones,  mandó  romper 
el  fuego». 

Con  efecto,  el  Capitán  Crouzeilles  y  el  Teniente  Lescaao 
fueron  asesinados  de  un  modo  misterioso.  En  medio  del  com- 
bate, el  enemigo  inició  toques  de  cometa  y  el  Capitán  Crou- 
zeilles mandó  cesar  el  fuego.  Momentos  después,  los  ofiiciaiee 
argentinos  eran  muertos  alevosamente  sin  tiempo  material  para 
defenderse. 

Entre  los  adversarios  vióse  un  oficial  con  rewólver  y  espada 
en  mano  que  los  animaba.  ¿Era  en  realidad  oficial  ó  indio 
disfrazado  con  uniforme  guerrero  ?  No  se  sabe,  pero  su  eiis- 
tencia  es  ratificada  por  todos  los  testigos  figurantes  en  la 
información  de  tan  triste  suceso. 

Así,  pues,  el  Comandante  Diaz,  con  estos  antecedentes 
temió,  y  con  razón,  seguir  las  huellas  del  Capitán  Crouzeilles 
y  Teniente  Lescano,  prefiriendo  antes  que  perderse,  arrostrar 
las  consecue.icias  del  combate. 

Nunca  la  bandera  blanca  se  levanta  protegida  por  tiradores ; 
las  leyes  de  la  guerra  y  el  derecho  de  gentes,  son  ostensivos 
á  todos  los  países  del  mundo  y  en  el  Occidente  como  en  el 
Oriente  Andino,  sabemos  que  los  actos  ambiguos  y  las  me- 
didas dobles  no  son  los  normales,  trayendo  por  su  misma 
indecisión  los  mayores  cataclismos  y  arrastrando  en  un  vacío 


—  173  — 

de  peligros  á  los  espfritns  mas  bien  dispuestos  y  voluntades 
mas  abnegadas. 

£1  choque  lamentado  ha  tenido  lugar  en  el  límite  argentino- 
chileno;  nuestras  fuerzps  no  han  avanzado  ni  pueden  avanzar 
mas  allá  de  la  Ifaiea  internacional  y,  recrudeciendo  sobre  lo 
que  tanto  se  ha  debatido,  sino  obstante  nuestras  partidas 
veloces  hubieran  traspasado  aquella  ¿qué  resultaría  de  ello? 

Evidentemente  nada.  La  línea  anticliminal  no  está  defijiida ; 
nadie  la  conoce  en  el  terreno  práctico,  ni  en  la  variedad  topo- 
gráfica del  territorio ;  es  pues,  factible  de  ser  violada  incons- 
cientemente. Tan  es  así,  que  preciso  fuera  transitar  por  esas 
infinitas  quebradas,  con  la  ciencia  y  los  instrumentos  técnicos 
para  dejar  grabado  en  el  granito  ó  la  peña  esa  recta 
imaginaria,  hasta  hoy  divisora  de  las  posesiones  del  Plata  y 
dd  Pacífico. 

El  dia  24  salieron  chasques  con  comunicaciones  para  el 
Coronel  Godoy. 

El  25  salió  el  Mayor  Arteaga  con  15  soldados  á  reconocer 
él  S.  del  Limay,  por  haberse  visto  un  indio  bombero. 

El  26  llegaron  comunicaciones  de  la  línea. 

El  Coronel  Godoy  dá  cuenta  al  General  Villegas  de  la 
pronta  presentación  de  Nancucheo,  y  que  una  comisión  que 
operaba  en  Mamuy-Malál,  ha  tomado  30  indios  de  lanza  y  de 
chusma. 

Kegresó  el  Mayor  Arteaga,  habiendo  hallado  rastros  de 
indios  malones  en  número  de  5. 

El  27  llegaron  y  salieron  chasques  para  la  hnea  y  Capital. 

El  28  sin  novedad. 

£11^  de  Marzo  recibióse  noticias  del  combate  de  Apulé, 
el  22  de  Febrero. 

El  2  llegaron  chasques  de  la  segunda  Brigada. 

El  3  sin  novedad. 

£1  4  llegaron  comunicaciones  de  la  segunda  Brigada. 

£1  5  y  6  sin  novedad. 


-174- 

£1  7  salieron  chasques  para  las  brigadas  segunda  y  ter- 
cera. 

El  8,  9  7  10  sin  novedad. 

El  11  salieron  comunicaciones  para  el  Coronel  Godoy. 

El  12  y  13  sin  novedad. 

El  14  regresó  el  Capitán  Bohde,  dando  cuenta  haber,  según 
todas  probabilidades,  encontrado  el  paso  de  Barílochi. 


Dia  17 


o 


Termómetro    4  a.  m.    5  Barómetro    4  a.  m.    690,5°*"^ 

**  12      m.  20^  "  12       m.  688«™ 


a  (\   ^    ^        ao 


O  p.  m.    6''  "  10  p.  m.    689,5™°» 

Campados. 
No  hubo  novedad. 
Tiempo  lluvioso  con  fuerte  viento  del  Oeste. 


Dia  18 


Termómetro    4  a.  m.    2^  (bj.  cero)  Baróm.  4  a.  m.  689™°» 
**  12  m.       170  "      12  m.      688,B«» 

"  10  p.  m.    0<>  **      10  p.  m.  689,B«» 

Campados. 

No  hubo  novedad. 

Tiempo  lluvioso. 


—  175  — 


Dia  19 


Termómetro    4  a.  m. 

20 

Barómetro 

4  a.  m.  685"»» 

12       m. 

16« 

« 

12      m.  687"™ 

"            10  p.  m. 

40 

tt 

10  p.  m.  688°»  "* 

Campados. 

Becibiéronse  chasques    con  correspondencias  de  la  Capital, 
sobre  los  sucesos  de  Pulmary. 
Tiempo  lluvioso  con  violento  vendaval  del  O. 


Día  20 


Termómeti'o    5  a.  m.    4*         Barómetro    6    a.  m.  688,5"™ 

12  m.        22^  "  12    m.      687"™ 

10  p.  m.    3«  "  10    p.  m.  687,5™™ 

Campados. 
No  hubo  novedad. 
Tiempo  indeciso. 

A  las    12  m.  se    despejó  al    levante,  pero  las  Cordilleras 
continúan  ocultas. 


Día  21 


Termómetro    4  a.  m.    8®  Barómetro    4  a.  m.  688™™ 

»  12       m.  17<>  >  12       m.  687™™ 

>  10  p.  m.     60  30'  >  10  p.  m.  686™™ 

Campados. 
No  hubo  novedad. 
Tiempo  lluvioso. 


—  176  — 


Día  22 


Termómetro    4  a.  m. 

12  m. 
10  p.  m. 

Campados. 

No  hubo  novedad. 

Tiempo  lluvioso. 


2^ 

180 

50 


Barómetro     4  a.  m.  687»™ 

"  12  m.       686»™ 

tt 


10  p.  m.  685,5»™ 


Día  23 


Termómetro    4  a.  m.    3^ 
**  12  m.       170 

"  10  p.  m.    90 

Campados. 

No  hubo  novedad. 

Tiempo  lluvioso, 


Barómetro    4  a.  m.     686»™ 
"  12  m.         685™™ 

**  lo  p.  m.     683™™ 


Día  24 


Termómetro    4  a.  m.    60 

12  m.       160 
"  10  p.  m.    40 

Campados. 
Sin  novedad. 
Tiempo  lluvioso. 


Barómetro    4  a.  m.    684™™ 
"  12  m.         680»™ 

**  10  p.  m.     679»™ 


—  177  — 


Dia  25 


Termómetro    4  a.  m.     2®  Barómetro  4  a.  m.  678™" 
•*             12       m.  150  «  12       jjn.  677™™ 

lo  p.  m.    4*>  **  10  p.  m.  678,5™" 

Campados. 

Salieron  chasques    con  correspondencias   para  la  Capital  y 
la  línea. 

Tiempo  lluvioso. 


Dia  26 


Termómetro    4  a.  m.    O®  Barómetro    4  a.  m.  680™™ 

"  12  m.       13^  "  12  m.         681™™ 

10  m.  p.     3^  "  10  p.  m.  680™™ 

Campados. 
Sin  novedad. 

La  nieve  de  las  Cordilleras  ha  estendídose  al  E.  del  lago 
en  la  nevada  de  anoche.  Los  cerros  que  nos  circunvalan 
est:m  albos  completamente. 

Tres  soldados  del  Batallón  6  de  Infantería  de  Línea  á 
bordo  del  bote  utilizado  para  el  paso  de  las  fuerzas,  zarpa- 
ron del  ''Paso  Cabo  Campos"  debiendo  llegar  á  la  confluencia 
del  Limay  con  el  Traful  y  esperar  la  llegada  de  la  Brigada. 


Zí 


-178- 


ia27 


Termómetro    4  a.  m.    5^  Barómetro    4  a.  m.     680™™ 

12  m.       16«  "  12  m.         684™ « 

10  p.  m.     3^  "  10  p.  m.     683™™ 

Campados. 

Marchó  en  comisión  á  la  vega  de  Chapelco»  el  capitán 
D.  Adolfo  Drury  con  40  hombres  del  Regimiento  7*^  de  Ca- 
ballería y  la  tribu  de  Cumhuincá. 

7  p.  m.  Se  ha  recibido  chasque  del  Traful,  comunicando 
que  los  soldados  desprendidos  el  26  por  las  aguas  del  Limay, 
han  llegado  &  su  destino  con  toda  felicidad,  sin  esperimentar 
graves  contratiempos. 

Es  la  primera  embarcación  que  ciniza  esta  arteria  fluida, 
conducida  no  por  los  recursos  ni  la  inventiva  del  hombre 
ilustrado,  sino  por  la  esperiencia  de  nuestro  soldado,  cuya 
inteligencia  natural,  unida  á  una  entereza  y  estoicidad  supe- 
rior cuando  se  vé  frente  á  los  elementos,  resuelve  los  pro- 
blemas mas  complicados,  penetra  en  los  bosques,  escala  la 
montaña  ó  desciende  por  el  torrente  con  serenidad  incon- 
trastable. 

Cax  en  el  rápido  del  Limay,  media  legua  antes  de  llegar  al 
TrafuU  encalló  su  bote ;  los  cabos  y  soldado  argentinos  Sabad 
Silva,  José  Nichea  y  Felipe  Miño  le  salvaron  instantáneamente 
en  cuatro  trozos  de  madera  semejando  una  lancha,  sin  timón, 
con  remos  construidos  en  los  bosques  del  Nahüel-Huapí, 
llegando  donde  no  alcanzó  el  explorador  inglés,  grabando  sus 
nombres  en  el  metal  histórico  y  dejando  al  paso  por  las  azu- 
les aguas  del  Limay,  la  estela  de  su  esquife  que  la  ciencia 
esperímental  y  la  civilización  de  un   pueblo  joven,    buscarán 


—  179  — 

anhelantes  mañana  mismo,  cuando  la  ola  del  emigrante  vita- 
lice estos  desiertos  bajo  la  acción  fecunda  y  fructífera  del 
trab^o  cuotidiano. 

Los  soldados  espresados,  una  vez  retirada  la  Brigada  del 
Gran  Lago,  continuaron  navegando  el  río  hasta  el  mismo 
puerto  de  Patagones,  donde  habrán  coronado  su  obra  y  hecho 
evidente  un  contacto  humano  entre  las  misteriosas  regiones 
del  padre  Muscardy  y  el  Gran  Océano  Atlántico. 


Dia28 


Termómetro    4  a.  m.     2^  Barómetro    4  a.  m.  683™" 

12  m.        180  «         12  m.        694"» 

"  10  p.  m.     2*»  "         10  p.  m.  696"" 

Rumbos  generales  '•  N.   NO. 
Jomada :    10  leguas. 

Hemos  salido  del  Nahüel-Huapí  á  las  5  a.  m.  y  azotados 
por  el  temporal,  marchamos  hasta  el  Traful,  donde  acampa- 
mos á  las  10  y  30'  a.  m. 

£1  rio  Traful  hállase  excesivamente  crecido,  las  aguas  opa- 
cas y  la  corriente  de  7  millas  por  hora. 

£1  tiempo  continúa  en  su  mal  estado.  Un  aguacero  torren- 
cial nos  ha  caido  hasta  las  6  p.  m.,  hora  k  que  ha  cesado 
pero  sin  indicio  de  bonanza;  parece  una  simple  detención  de 
los  elementos. 


—  180  — 


Día  29 


Termómetro    4    a.  m.    4®         Barómetro    4  a.  m.  696""» 

12    m.       20<»  "  12     m.    69B«"" 

**  10  p.  m.      50  *"  10  p.  m.  696,6°>™ 

La  fluctuación  del  estado  atmosférico  nos  hace  permanecer 
campados,  invirtiéndose  el  dia  en  el  paso  del  TrafuU 

6  p.  m.  El  barómetro  indica  tiempo  variable  con  tenden- 
cias á  bonanza ;  hacia  el  O.  el  disco  solar  traspónese  rodeado 
de  algunos  stratua. 


Día  30 


Termómetro    4  a.  m.    B<*  Barómetro    4  a.  m.  696°*" 

**  12  m.        17°  "  12  m.       699°»°* 

**  10  p.  m.     2**  "  10  p.  m.  696°>°» 

Rumbos  generales :  N.  NE. 
Jomada:  6  leguas. 

Salimos  del  rio  Traful  á  las  H  y  45'  a.  m.  campando  en  el 
Limay  á  las  12  y  30'  p.  m. 

3  p.  m.  A  esta  hora  se  desprendió  chasque  al  Caleufú 
para  saber  el  estado  de  crecimiento  y  la  facilidad  de  su 
paso. 

2.  p.  m.    El  barómetro  indica  buen  tiempo. 

5  y  30'  p.  m.    El  sol  se  oculta  rodeado  de  stratus. 


—  181  — 


Dia   31 


Termómetro    4  a.  m.    3^  (bj.cer.)Barómetro    4  a.  m.  702™°^ 

12        m.  24<>  **  12        m.  700""» 

"  10  p.  m.    4^  "         10  p.  m.  701""» 

Bombos  generales:   N.  NE. 
Jomada:    7  leguas. 

Montamos  á  caballo  á  las  7  y  10*  a.  m.  campando  en  el  río 
Caleofú  á  las  10  y  30  a.  m. 

Encuéntrase  el  Caleufó  crecido,  pero  en  el  dia  de  ayer  ba 
descendido  de  su  máximum. 

£1  irrea  conductora  de  víveres  para  la  tercera  Brigada,  ba 
estado  detenida  en  la  banda  N.  del  rio  esperando  el  reflujo. 


Dia  1'  de  Abril 


Termómetro    4  a.  m.    6®  (bj.cer.)  Barómetro    4  a.  m.  702""* 
*  12  m.       25^  •*  12  m.     705,5»"» 

"  10  p.  m.    4**  **  W  p.  m.  707»» 

Rumbos  generales:  N.  NE. 
Jomada:  7   leguas. 

Nos  bemos  movido  del  Caleufó  á  las  6  y  40'  a.  m.  y  con 
un  descanso  de  30'  campamos  por  segunda  vez  en  las  már- 
genes del  CoUon-Curá»  en  el  campamento  general  de  la 
segunda  Brigada.  Esta  ba  terminado  sus  operaciones ;  dentro 
de  dos  dias  pónese  en  retirada  á  su  acantonamiento  dejando 


—  182  — 

guarnecido  este  campamento  y  algunos  pasos  de  la  Cordi- 
llera que  al  final  de  este  diario  se  nombran,  con  las  fuerzas 
del  Regimiento  6^  de  Caballeria  y  bajo  las  órdenes  del  Tenien- 
te-Coronel D.  Diego  Lucero. 


Dia  2 


Termómetro    4  a.  m.  4°  (bj.  cero)  Barómetro  4  a.  m.  706™»» 

12       m.  230                     «          12    m.      774«« 

10  p.  m.  40                     "          10  p.  m.  705'°'°> 
Campados. 

La  segunda  Brigada  ha  concluido  de    pasar  el  Collon-Curk. 

El  Batallón  2  de  Línea  se  ha  puesto  en  marcha  con  todo 
el  chusmage  prisionero,  debiendo  continuar  el  movimiento  el 
Eegímiento  2  de  Caballería. 


Dia  8 


Termómetro    4  a.  m.    3®  (bj.  c.)  Barómetro  4  a.  m.  706,6™°* 

12  m.       240  "        12  m.     703,5"  °> 

10  p.  m.    6°  "        lo  p.  m.  706™»» 

Rumbos  generales:  SO.  N.  NE. 
Jomada  10  leguas. 

Hemos  salido  de  las  costas  del  CoUon-Curá  á  las  6  y  20' 
a.  m.,  tomando  la  quebrada  denominada  ^  Menucó  *\  campan- 
do en  las  orillas  del  arroyo  *"  Nemucó "  á  la  1  p.  m. 

La  rapidez  de  la  marcha  nos  ha  hecho  alcanzar  al  Bata- 
llón 2. 

El  Regimiento  2  de  Caballería  ha  campado  igualmente  en 
el  *^  Nemucó". 


—  183  — 


Dia  4 


Termómetro    4  a.  m.    3^  (bj.c.)  Barómetro    4  a.  m.  705°*™ 

12  m.       25«  "  12  m.       714°»« 

10  p.  m.     8^  "  10  p.  m.  712»°°» 

Kumbos  generales:  NE. 
Jomada:  10  leguas. 

Salimos  del  *"  Nemucó ''  á  las  5  y  20'  a.  m.  subieado  la 
pendiente  que  separa  el  valle  de  aquel  con  el  Pichí-Leufü, 
llegando  al  fortín  *"  Nogueira ""  y  campando  á  una  legua  mas 
abajo  sobre  las  costas  del  Limay  á  la  1  p.  m. 

£1  fortin  ''Nogueira'',  establecido  como  punto  de  comuni- 
cación para  las  fuerzas  que  quedan  destacadas,  vá  á  ser 
trasladado  por  la  inconveniencia  de  su  situación  al  manteni- 
miento de  las  caballadas.  Su  posición  exige  tener  el  elemento 
de  movilidad  á  una  distancia  de  dos  leguas ;  lo  que  perjudica 
la  agilidad  y  prontitud  en  el  servicio. 

£1  Begimiento  2  ha  campado  á  una  legua  al  NE.  de  nuestro 
campamento,  donde  deberá  permanecer  dos  dias  hasta  echar 
los  cimientos  del  nuevo  fortin. 

£1  Batallón  2  con  el  chusmage,  ha  campado  una  legua 
mas  arriba  del  fortin,  en  el  valle  del  Pichí-Leufú. 


—  184  — 


Dia  5 


Termómetro    4  a.  m.    6^  Barómetro    4  a.  m.  715""" 

"  12  m.        26«  **         19  m.       720"" 

"  10  p.  m.    4«  "        10  p.  m.  721"" 

Rimbos  generales:    NE.  ENE. 
Jornada:  10  leguas 

Estuvimos  á  caballo  a  las  5  y  40'  a.  m. 

Efectuamos  la  corta  travesía  de  2  y  media  leguas,  donde  se 
contempla  por  vez  última  el  "  Quetrú-Pillyan "  y  las  blancas 
ramificaciones  de  los  Andes,  campando  á  las  11  y  6'  a.  m. 
en  el  valle  del  Limay,  cercanos  al  punto  denominado  ^  Tue- 
nieieu"  (iglesia). 


Dia  6 


Barómetro  4 

a.  m. 

720,5"" 

12 

m. 

726"" 

10 

p.  m. 

727"" 

Termómetro    4  a.  m.  6® 

12  m.      25*> 
10  p.  m.    8« 
Rumbos  generales:  NE. 
Jornada:  10  leguas. 

6  y  30'  a.  m.  A  esta  hora  salimos  del  Limay;  le  costea- 
mos haciendo  una  travesía  de  tres  leguas  para  bajar  al  iortin 
**  Cabo  Alarcon  **  sobre  el  arroyo  Pichí  Picun-Leufú,  campando 
á  las  11  y  lo'  a.  m. 


—  185  — 


Dia  7 


Termómetro    4  a.  m.    7^  Barómetro    4  a.  m.  726™™ 

"  12  m.       24^  **         12  m.       730™" 

*  10  p.  m.    8°  "        10  p.  m.  731™™ 

Rumbos  generales:  N.  NE. 

Jomada:  7  leguas. 

Partimos  del  Pichí-Picun-Leufú  á  las  6  y  15'  a.  m. 
10  y  30'  a.    m.    Campamos   á  esta  hora  sobre  las  costas 
del  Limay. 

Dia  8 


Termómetro    4  a.  m.  S^  Barómetro    4  a.  m.  730,5™™ 

12  m.      250  «  12  m.       734™™ 

•  10  p.  m.  10^  «  10  p.  m.  735™™ 

.  Rumbos  generales :  NE. 
Jomada:  7  leguas. 

Hemos  efectuado  una  travesía  de  5  leguas,  saliendo  á  las 
5  y  30'  a.  m.,  deteniéndonos  una  legua  de  su  bajada  en  las 
orillas  del  rio  á  las  U  a.  m. 


Dia  9 

Termómetro     4  a.  m.    6^  Barómetro    4  a.  m.  735™™ 

12  m.        250  30'  «  la  m.       736™™ 

10  p.  m.   lOo  "  10  p.  m.  737™" 

Rumbos  generales:    NE.  N. 
Jomada :    7  leguas. 


—  186  — 

Continuamos  por  las  costas  del  Limay,  saliendo  á  las  6  y 
16'  a.  m.  y  campando  á  las  9  y  16'  a.  m. 

12  m.  Recibióse  chasque  de  la  confluencia,  con  corres- 
pondencia de  la  Capital  y  la  línea. 


Dia  10 


Termómetro    4  a.  m.    6^  Barómetro    4  a.  m.  736"*"* 

**  12        m.  26<>  "  12       m.  TSe"»»» 

"  10  p.  m.  10«  **  10  p.  m.  737»n«» 

Rumbos  generales  -  NE.  E. 
Jomada:  6  leguas. 

Estamos  en  la  confluencia  de  donde  salimos  el  26  de  No- 
viembre del  afio  próximo  pasado,  ó  sea  á  los  cuatro  meses  y 
16  dias. 

Aquí  termina   la  presente  campaña  y  con  ella  este  diario. 

Los  terrenos  recorridos  del  CoUon-Curá  á  este  punto  vértice 
del  Limay  y  Neuquen,  no  han  sido  descritos  por  presentar 
en  un  todo  la  naturaleza  de  los  del  segundo  de  los  ríos 
espresados. 

Los  campos  encuéntranse  calcinados;  recientes  quemazones 
los  han  lamido  en  una  estension  de  26  á  30  leguas,  abrazando 
el  flagelo  todo  el  ancho  del  valle. 


—  187  — 

Retiradas  las  fuerzas  a  sus  acantonamientos,  dejan  puntos 
avanzados  sobre  las  Cordilleras,  desde  las  nacientes  del  Alu- 
miné al  gran  lago  Nahüel-Huapí,  vigilando  y  dominando  los 
boquetes  de  aquellas  en  esa  estension  andina,  y  siendo  los 
centinelas  que  nos  den  el  alerta  á  la  menor  insinuación  ofensiva 
del  enemigo  de  la  civilización. 

La  espedicion  á  los  Andes,  con  la  eficacia  de  sus  triunfos  y 
reconocimientos,  ha  despejado  la  incógnita  de  la  viabilidad,  y 
esas  sendas  seculares  por  valles,  desfiladeros  y  montañas,  cuyas 
tortuosidades  misteriosas  sobre  cimas  fatales,  fueron  un  día  el 
asilo  y  hospedaje  del  hombre  incivil^  á  cuyo  amparo  sombrío 
permanecía  impune  el  vandalaje,  robo  y  crímen,  están  hoy 
espeditas  y  fáciles  bajo  la  mirada  de  un  ejército  que  las  escaló 
en  representación  de  un  pueblo  primitivo  rescatado  á  la  barbarie 
y  entregado  bajo  la  garantía  de  leyes  humanas  al  torrente  de  la 
vida  laboriosa,  activa  y  feliz  de  nuestra  patria. 

La  primera  Brigada  con  2  oficiales,  50  soldados  y  10  in- 
dios, protejo  y  guarnece  el  valle  de  Pulraary,  frente  a  varios 
boquetes,  recibiendo  el  nombre  de  Paso  de  los  Andes. 

La  segunda  Brigada  guarnece  en  el  valle  de  Mamuy-Malal  á 
23  leguas  de  Pulmary  (rumbo  S.)  con  30  soldados,  vigilando 
los  pasos  de  San  José  y  Villarrica,  recibiendo  el  nombre  de  ''Ca- 
pitán Crouzeilles." 

Huinchú  Lauquen  en  la  costa  N.  queda  protcyida  por  2o  sol- 
dados, distando  de  ""  Capitán  Crouzeilles''  6  leguas. 

£1  fuerte  Hinchú-Lauquen  se  denominará  en  lo  sucesivo 
*  Teniente  Lascano". 

Al  Sud  de  los  fuertes  mencionados  sobre  las  costas  del  Chim- 
chuin,  en  el  paraje  conocido  por  Cumcum  Nieieu  (temblor)  á  9 
leguas  del  segundo,  está  establecida  la  Comandancia  Junin,  y 
en  la  estrema  izquierda,  donde  la  Brigada  ha  tenido  su  campa- 
mento general,  el  fortin  CoUon-Curá,  denominado  posteriormente 
''Subteniente  Sharples*". 


-  188  — 

La  tercera  Brigada  á  su  vez  deja  gaamecido  al  Gran  Lago 
Nahüel-Huapí  con  110  hombres  del  Regimiento  7  '^  de  Caballería 
y  Batallón  6  de  línea  y  16  indios  baqueanos.  Este  fuerte  ha 
sido  denominado  ''Chacabuco''. 

En  Chapelco  ó  los  Manzanos  deja  también  esta  Brigada  40 
soldados  del  Begimiento  7  ®  de  Caballería  con  la  tribu  de 
Gurubuincá.  En  lo  sucesivo,  los  Manzanos  llevará  el  nombre  de 
fortín  "Maipú". 

Los  fuertes  '^Chacabuco'^  y  ""Maipú"'  sóbrelos  Andes,  quedan 
bajo  las  inmediatas  órdenes  del  Teniente  Coronel  graduado, 
Don  Rosario  Suarez,  dependiendo  este  Gefe  del  Gefe  de  la 
tercera  Brigada. 

£1  fortin  Maipú,  situado  entre  las  nacientes  del  ''Quilquihué'', 
y  prdximo  k  la  laguna  ''Lacar'",  vigila  los  pasos  &  ultra-Cordi- 
llera en  la  Provincia  de  Valdivia. 


La  descripción  del  terreno  esplorado  nos  ha  dado  á  conocer 
la  nivelación  barométrica  de  los  principales  parajes,  dándonos 
en  globo  el  nivel  general  del  territorio  del  Cuadrilátero  y  Pata- 
gonia,  por  cuyos  valles  las  aguas  se  deslizan  para  alimentar  el 
rio  Negro  y  Chubut. 

En  anteriores  dias,  he  dado  la  elevación  de  algunas  serranías, 
consignando  en  este  resumen  la  de  puntos  importantes  donde 
hemos  campado,  para  complementar  aquellas. 

Son  los  siguientes : 


€  4C 


—  189  — 

General  Roca 245  mts.      sobre  el  nivel  del  mar 

£1  Manzano 265     c  «  « 

Confluencia  de  los  rios  Neu- 

quen  y  Limay 270     c  «  « 

Fortín  Vidal 280 

€      Tratayen 310 

«      Vanguardia 345 

Rincón  del  Cóndor 440 

Paso  de  los  Indios 482,285  mis.      <  « 

Fortín  Covuncó 533,18    cts.        «  « 

£1  Agrio  á  4  leguas  de  Co* 

hunco 612,5      cts.       «  « 

Fortín  Cohuncó 662,5  <  « 

Codihué      777j42  «  « 

Fortin  Guarencbenque.  .  .  .     919,9  <  « 

Id  Gualeupere 1106,25  «  « 

Campamento  de  Ñorquin  .  .  1300  mts.  <  « 

Nacientes )  Laguna  Dulce.  .  1853,2      cts.       <  « 

del  Agrio)  Id  Agria 1800     c  «  « 

Confluencia    del     Agrio    y 

Dulce 1631,25  «  « 

Nacientes  del  Catalin.  .  .  .  1550  mts.  «  « 
Collon-Curá    en    el    fortin 

Sharples 662,5  «  « 

Confluencia  del   Caleuíu   y 

Collon-Curá 675,5  «  « 

Confluencia    del    Traful    y 

Limay 762,5  «  « 

Lago  Nahüel-Huapí 800  mts.  «  « 

Id  Huinchú-Lauquen .  .  .  .  1000    c  «  « 

Vega  de  LaPá 800    «  «  « 

Rio  Chubut,  Paso  Huencul.     762,5  «  « 

Lipanduan 650    «  «  « 

Apulé 624    «  «  « 


-190- 

La  Comandancia  en  Gefe  de  la  División  en  las  marchas  que 
ha  efectuado  del  22  de  Noviembre  de  188'}  al  10  de  Abril  de 
1883,  ha  re:omdo  la  notable  distancia  de  621  leguas,  á  las 
cuales  aumentadas  240  de  Patagones  al  pueblo  General  Roca 
(ida  y  vuelta)  hacen  un  total  de  861  leguas. 

Las  dos  Brigadas,  derramando  sus  partidas  sobre  las  Cor- 
dilleras y  la  Patagonia,  han  recorrido  miles  de  leguas,  cuyo 
cómputo  parecería  sorprendente,  si  no  estuviera  anotado  minu- 
ciosamente dia  á  dia  en  los  itinerarios  y  diarios  de  marchas 
respectivas. 

El  resultado  de  las  operaciones  de  esta  División,  es  el 
siguiente : 

Primera  Brigada  -  presentados  27  de  lanza  y  61  de  chusma 
prisioneros,  52  de  lanza  x  396  de  chusma;  muertos,  129. 

Segunda  Brigada  :  800  personas  entre  presentados,  prisio- 
neros y  muertos. 

Tercera  Brigada  :  prisioneros  y  presentados,  2  caciques^ 
114  de  lanza  y  36 1  de  chusma;  muertos,  3  capitanejos  y  140 
de  lanza;  tomados,  8  rifles,  6  sables,  US  lanzas,  1292  caballos 
y  yeguas,  1250  vacas  y  1802  ovejas. 

Por  nuestra  parte,  en   la   primera  Brigada   hemos    tenido, 
un  Gefe  herido,  6  soldados  muertos  y  2  heridos;  en  la  segunda, 
*  3  oficiales  y  13  soldados  muertos  y  varios  heridos;  en  la  ter- 
cera, un  oficial  muerto  y  dos  heridos,  un  sargento,  5  soldados 
y  3  indios  muertos  en  combate,  ll  ahogados  y  16  heridos. 

De  lo  anterior  se  deduce,  que  el  salvaje  ha  perdido  dos  mil 
y  tantas  personas  entre  muertos,  prisioneros  y  presentados. 
Diezmado,  casi  anulado,  mejor  dicho,  anulado  totalmente,  no 
le  quedaj  como  ya  lo  hemos  dicho,  sino  el  recurso  de  la  vida 
en  la  sumisión,  de  la  muerte  en  la  rebeldía. 

Los  Andes  del  Oriente,  los  Andes  argentinos,  no  sienten 
ya  el  paso  agitado  del  indio :  escuchan  callados  sus  murmullos 
de  Allende  y  en  sus   faldas,  cualquiera  de  las  cuales  es  una 


—  191  — 

hoja  metálica  que  nos  repercute  una  gloria  nacional — está  el 
soldado  de  Mayo.  Centinela  alerta!  pronto  á  castigar  su  osa- 
día como  á  recibirle  fraternalmente,  si  escuchando  el  llamado 
de  la  civilización,  busca  la  libertad  de  nuestras  leyes  y  las  ga- 
rantías de  nuestras  instituciones. . 


Fuerte  Oenenü  Roca,  Abril  12  de  1883. 


Eduardo  Oliveros  Escola, 

Teniente  1  ^  del  Primer  Regimiento  de  CabaIlor(a  Licem. 


Vo  Bo 

ViLLZOAS. 


PRIMERA  BRIGADA 


^ 


i  ^  Divinon  del  Ejército  Nacional 
Pbixkra  Bxigadá 


Mendon,  Mano  30  de  1883. 


Al  señor  Inspector  y  Coinandante  Gfeneral  de  Armas,  Generad 
de  División  D,  Joaquin   Viejobueno. 


Tengo  el  honor  de  elevar  á  V.  S.  la  Memoria  anual  de  la 
Brigada  de  mi  mando. 

Al  hacerlo  directamente  á  Y.  S.,  es  porque  tengo  en  vista 
lo  exesivamente  vencido  que  se  encuentra  el  plazo  fijado  para 
su  remisión  al  seiior  Comandante  en  Gefe  de  la  División. 

La  demora  en  su  formación  es  debida,  después  de  lo  oca- 
sionado por  las  últimas  operaciones  sobre  los  indios,  á  no 
haberse  podido  reunir  en  Esta  Comandancia  todos  los  docu- 
mentos necesarios  para  ella. 

Dios  guarde  á  Y.  S. 

Rufino   Ortega, 


MEMORIA  DE  LA  ESPRESADA  EN  1882 


Operaciones  militares 


Al  informar  de  las  ejecutadas  por  la  Brigada  de  mi  mando, 
en  el  período  que  abarca  esta  Memoria,  me  permitiré  entrar 
en  algunas  consideraciones,  que  si  bien  no  son  indispensables, 
las  creo  de  alguna  utilidad,  porqué,  á  la  vez  de  esplicar  con 
mas  claridad  su  ejecución,  facilitarán  el  estudio  de  las  que  en 
lo  sucesivo  se  proyecten. 

Pienso,  además,  que  es  deber  de  todos  los  que  estamos  al 
frente  de  una  fracción  de  tropas  encargados  de  velar  y  garan- 
tir la  seguridad  de  una  zona  müitar,  no  solamente  llevar  á 
conocimiento  de  la  superioridad  el  simple  relato  de  los  suce- 
sos, sino  también  presentar  á  su  análisis  el  resultado  de 
nuestras  meditaciones  y  esperiencias. 

Espresaré,  pues,  los  antecedentes  que  se  piden  y  mi  opi- 
nión respecto  á  ellos,  que  no  tendrá  otra  autoridad  que  la 
que  puede  dar  la  práctica  del  mando  y  una  observación  cons- 
tante; ni  otro  deseo  que  el  de  contribuir  en  la  reducida  esfe- 
ra de  mis  conocimientos,  á  la  acertada  solución  del  fin  que 
se  persigue  en  la  secular  contienda  contra  el  salvaje. 


-198- 

Exponiendo  y  analizando  los  hechos  observados  en  las  ope- 
raciones ejecutadas  y  haciendo  las  obsei-vaciones  á  que  estas 
dan  lugar,  creo  llenar  mi  propósito. 

Tomaré  como  punto  de  partida  para  estas,  la  campaña  que 
dio  por  resultado  la  ocupación  definitiva  y  permanente  de  la 
línea  del  Rio  Negi*o  y  Neuquen. 

La  importancia  de  esta  hábil  y  fecunda  campaña  está  juz- 
gada por  propios  y  estraños;  sus  benéficos  resultados  los 
palpa  diariamente  el  pais,  y  no  habrá  quien  desconozca  su 
verdadero  mérito. 

Esta  fué  la  solución  feliz  de  un  problema  indescifrable,  que 
esterilizó  hombres,  tesoros  y  siglos.  Con  ella  finalizó  la  perpe- 
tua alarma,  la  zozobra,  el  arrasamiento  de  la  campaña,  des- 
trucción de  nuestra  riqueza,  el  incendio  de  poblaciones,  la 
pérdida  de  inmensas  vidas  y  de  cuantiosos   tesoros. 

El  nido  de  los  bárbaros  que  mantenían  y  encubrían  las 
vastas  soledades  de  la  Pampa,  quedó  destruido. 

Extinguido  el  enemigo  que  devastaba  esa  inmensa  y  rica 
región,  abrió  y  dilató  los  horizontes  de  la  patria  al  desenvol- 
vimiento de  grandezas  futuras,  porque  lo  ha  dicho  bien  uno 
de  nuestros  militares :  « hasta  entonces  hablamos  vivido  encer- 
rados en  la  mitad  de  nuestro  territorio,  cuyas  inmediatas 
fronteras  azotaban  innumerables  hordas  de  bárbaros,  que 
absorbían  por  valor  de  millones  de  pesos  fuertes  anuales,  la 
riqueza  ganadera,  detenían  el  desarrollo  de  las  poblaciones 
fronterizas,  por  el  robo,  el  asesinato  y  el  incendio ;  hacian  de 
la  vida  del  soldado  de  frontera,  un  martirio  eterno,  casi 
inútil,  por  los  continuos  esfuerzos  y  sacrificios  sin  resultados 
durables;  y  todavía  pagábamos  un  fuerte  tributo  anual  de 
dinero  y  especies  á  varias  tribus,  cuya  amistad  apenas  podía- 
mos comprar  temporariamente.» 

La  esperiencia  fué  larga  y  dolorosa.  Ella,  sin  embargo, 
nos  enseño  cuál  era  el  camino  para  evitar  tantos  males,  y  lo 


—  199  — 

que  debía  hacerse  para  asegurar  completamente  la  frontera, 
lo  qae  á  una  gran  economía  traería  la  confianza  y  bienestar 
de  sus  habitantes. 

Fué  necesario  hacer  un  esfuerzo,  y  se  hizo.  Y  en  cinco 
meses  de  infatigable  actividad  se  llevó  á  cabo  una  obra  que 
será  siempre  nuestro  mas  justo  motivo  de  orgullo. 

Se  conquistó  al  desierto  una  vastísima  estension  de  terri- 
torio, que  era  necesario  al  desarrollo  de  la  producción;  se 
acortó  en  mas  de  la  mitad  la  línea  de  defensa,  y  se  facilitó 
esta,  por  la  ventajosa  posición  ocupada;  pues  se  interpuso  una 
barrera  natural  á  la  incursión  de  los  salvajes. 

Las  disposiciones  adoptadas  para  realizar  este  plan,  así 
como  su  ejecución,  correspondían  perfectamente  al  objetivo 
bascado ;  las  posiciones  tomadas  por  las  Divisiones  encargadas 
de  operar  sobre  el  curso  de  los  nos  Negro  y  Neuquen,  fueron 
de  importancia  estratégica  innegable,  pues,  situadas  sobre 
los  pasos  de  estos  rios  y  los  caminos  que  conducen  de  la 
Pampa  á  la  Patagonia  y  á  la  Cordillera,  interceptaba  toda 
comunicación  entre  uno  y  otro  punto.  Operando  estas  Divi- 
siones sobre  la  línea  de  retirada  del  enemigo,  debian  servir, 
como  sirvieron  al  principio  esas  posiciones,  de  bases  eventuales 
ó  como  ejes,  al  rededor  del  cual  podian  sus  fuerzas  maniobrar 
con  mas  latitud. 

Encerradas  dentro  de  este  círculo  las  tribus  de  la  Pampa, 
las  tropas  encargadas  de  operar  en  aquellas  regiones  avanza" 
ron  de  frente  y  las  arrojaron,  ó  al  Sud  del  Rio  Negro,  ó  en 
nuestro  poder. 

A  lo  atrevido  de  la  empresa  debia  responder  el  esfuei*zo 
de  nuestras  tropas.  Si  ellas  llenaron  la  misión  que  les  fué 
encomendada,  responderán  los  hechos  que  entonces  tuvieron 
lugar.  La  gloriosa  y  difícil  parte  que  en  ellos  le  tocó  á 
esta  Brigada,  denominada  entonces  4*  División  y  comandada 
por  el  señor  Coronel  D.  Napolecm  Uriburu,  está  consignada 
en  documentos  de  todos  conocidos. 


-200  -^ 

Pero  esta  operación  que  bastó  para  garantir  la  seguridad  de 
toda  la  Pampa,  no  es,  ni  era  el  término  definitivo  de  la 
conquista.  *^  La  República,  no  termina  en  el  Bio  Negro.  Mas 
allá  campan  numerosos  enjambres  de  salvajes,  que  son  una 
amenaza  para  el  porvenir  y  que  es  necesario  someter  á  las 
leyes  y  álos  usos  déla  Nación",  dijo  el  General  enGefe  al 
iniciar  su  campaña   al  Rio  Negro. 

En  efecto;  al  Norte  y  al  Sud  del  Limay,  como  en  las 
faldas  mismas  de  las  Cordilleras,  pululaban  tribus  numerosas 
que  obedecían  á  caudillos  de  tradicional  renombre,  como  Say- 
liueque,  Purran,  Renque ;  que  no  conocían  el  poder  de  nuestras 
armas  y  que  era  necesario  sojuzgar. 

Estas  tribus  estaban  animadas  y  ensoberbecidas  por  un 
espíritu  de  orgullo  y  desprecio  hacia  nuestros  soldados»  por- 
que estaban  acostumbrados  á  que  se  les  comprara  su  amistad. 
Creíanse  invencibles  además,  por  las  posiciones  que  ocupaban. 

Limpia  la  Pampa,  aseguradas  y  normalizadas  nuestras 
comunicacioneíS  á  retaguardia,  nada  nos  impedia  llevar  nues- 
tras espediciones  á   vanguardia. 

El  80  esta  Brigada,  el  81  y  82,  toda  la  División  llevó 
sucesivas  é  incesante'^  expediciones.  En  ellas  se  dieron  golpes 
sensibles  &  esas  tribus,  se  les  hostigó,  se  les  tuvo  en  continua 
zozobra,  en  incesante  amenaza,  se  las  persiguió,  en  fin, 
hasta  quebrantar  su  poder,  hasta  someterlas  ó  expulsarlas 
fuera  del  país. 

Destruido,  disperso  ó  sometido  el  enemigo,  en  la  nueva 
región  en  que  se  le  perseguía,  era  necesario  modificar  la  dirección 
de  las  operaciones,  adaptándose  á  la  nueva  situación  creada 
por  el  enemigo  en  su  retirada;  situación  que,  si  bien  no 
entrañaba  los  peligros  que  la  que  se  acababa  de  vencer,  no 
deja  de  tener  otros,  no  menos  dignos  de  especial  atención  y 
estudio. 

Es  notorio  que  una  de  las  principales  ventajas  obtenidas, 
con  la  ocupación  del    Rio    Ne;íro     fué    interceptar  el    tráfico 


—  201  — 

ilícito  que  con  los  indios  mantienen   las    provincias  del  Sud 
de  Chile. 

Nuestra  riqueza  ganadera  era  anualmente  diezmada  por  los 
robos  que  los  indios  de  la  Pampa,  hacian  en  unión  con  los 
Ai*aucanost  robos  que  eran  conducidos  allende  los  Andes,  y 
con  los  cuales  especulaban  y  se  enriquecian  los  pueblos 
Imitados. 

Ese  comercio  se  había  hecho  una  necesidad  vital  para 
aquellos  pueblos,  como  que  con  él  vivian,  prosperaban  y 
acrecentaban   su  población. 

Los  elementos  en  actividad  para  esta  especulación  eran 
poderosos,  y  aunque  ya  vencidos,  era  juicioso  precaverse  de 
nuevas  tentativas- 

Los  restos  de  las  tribus  que  nosotros  perseguimos,  han 
encontrado  en  aquel  país  benévola  y  fácil  acogida,  pero,  en 
contra  de  lo  que  podia  esperai*se  no  han  cesado  en  sus  tenta- 
tivas de  robo. 

La  mayor  parte  de  las  invasiones  que  han  traido  los  indios 
en  estos  últimos  tiempos,  han  sido  preparadas  en  territorio 
chileno.  Las  pequeñas  partidas  que  continuamente  hacen  sus 
incursiones  por  la  línea  de  fortines,  y  que  algunas  veces  pene- 
tran á  la  Pampa,  se  componen,  casi  en  su  tota^dad,  de 
indígenas  que  viven  sometidos  á  la  vecina  Bepública,  en  la 
Araucania.  Mas  de  la  mitad  de  los  indios  que  atacaron,  en 
Enero  del  82  al  fortin  primera  División,  y  los  que  concluyeron 
con  el  destacamento  de  Guanacos  el  80,  eran  también 
araucanos. 

Contando  con  la  impunidad  de  sus  actos  y  con  un  seguro 
refugio,  los  indios  repetían  sus  conerias.  En  su  nueva  situa- 
ción hablan  obtenido  ventajas  que  era  indispensable  cortar ;  y, 
para  esto,  no  quedaba  otro  camino  que  apoderarse  de  los 
boquetes  inmensos  de  la  Cordillera,  y  evitar  así  su  interna- 
ción. 

26 


—  202  — 

Pero  en  la  Cordillera  aun  quedaban  algunas  tribus,  que» 
mas  tenaces  que  las  otras*  vivian  escondidas  en  lo  mas 
inaccesible  del  terreno.  Habia.  sin  embargo,  que  posesionarse 
de  los  mejores  parages,  estableciendo  en  ellos  un  cordón  de 
fuertes,  que  vigilase  á  los  que  podian  venir  de   Chile. 

Busqué  al  efecto,  una  Unea  nueva  de  operaciones  que 
respondiera  á  aquel  fin,  á  las  neceiAQades  de  la  fuerza  de  mi 
mando,  y  al  objeto  que  toda  ocupación  tiene  en  estas  regiones, 
y  creyendo  ser  la  mas  conveniente  propuse  k  V.  SI  la  tras- 
lación de  la  frontera  á  la  línea  que  forma  el  Rio  Agrio. 

Aceptada  ésta  y  concedida  la  autorización  correspondiente, 
tomé  posesión  de  ella  en  Marzo  del  año  ppdo. 

Inmediatamente  procedí  k  establecer  sobre  el  curso  de  este 
rio  un  cordón  de  fuertes,  que,  como  es  de  práctica,  sirvieran 
de  vigilancia. 

El  croquis  número  1,  adjunto,  demostrará  &  V.  S.  la 
configuración  de  la  línea,  así  como  el  punto  donde  están 
establecidos  los  diversos  destacamentos  en  observación. 

Al  elegir  éstos  se  ha  tenido  en  vista,  además  de  las  ventajas 
estratégicas,  pues  dominan  todos  los  pasos  conocidos  de  la 
Cordillera,  las  necesidades  y  mejor  forma  de  su  aprovisiona- 
miento y  seguridad. 

En  el  valle  de  "Las  Damas",  "Gualcupen",  "Huerinchen- 
que",  "Codihué",  •*Cum-c6"  y  "Covuncó",  se  encuentran 
establecidos  esos  destacamentos,  vigilando  desde  el  nacimiento 
del  Rio  Agrio,  en  la  Cordillera,  hasta  unas  leguas  mas  abajo 
de  su  confluencia  con  el  Neuquen. 

Bajo  la  dirección  del  Ingeniero  de  la  Brigada  Sr.  Seidler, 
se  han  construido  en  todos  esos  puntos,  fortines,  en  la  forma 
que  lo  explica  el  plano  núm.  2,  los  que  sirven  de  seguridad 
como  puestos  fortificados,    y  de  habitación    á  su   guarnición. 


—  208  — 

Ocapada  la  nueva  posición,  regularizado  el  servicio  y  cons- 
truidas todas  las  obras  necesarias  para  la  defensa  y  comodidad 
de  las  tropas,  fué  preciso  ocuparse  de  hacer  una  prolija 
policía  para  limpiar  todo  el  frente,  llevando  al  efecto,  la 
ofensiva  tenaz  é  incansable  sobre  los  indios. 

Pronta  la  Brigada  de  mi  mando  para  entrar  en  operaciones, 
en  combinación  con  las  otras  que  forman  la  División,  en 
cumplimiento  á  las  órdenes  recibidas  de  V.  S.,  solo  esperaba 
la  de  marcha  y  las  instrucciones  á  que  debía  sujetarme, 
cuando  ocurrió  la  captura  del  hijo  de  Namuncurá. 

Los  motivos  que  me  indujeron  á  acelerar  el  momento  de  la 
marcha,  son  conocidos  de  V.  S.  y  están  consignados  en  el 
parte  que  dirijí  á  mí  regreso,  dando  cuenta  del  resultado  que 
obtuve  en  ese  movimiento,  del  cual  acompaño  una  copia,  as 
como  de  otra  partida  desprendida  después  sobre  unos  indios 
que  estaban  á  pocas  leguas  de  Ñorquin. 

A  primera  vista,  parecerá  poco  metódico  y  contra  los 
principios  proscriptos  por  la  guerra,  el  sistema  adoptado  por 
mí  en  la  última  expedición;  pero  si  se  toma  en  cuenta  el 
carácter,  recursos  y  número  del  enemigo,  así  como  el  terreno 
donde  se  abriga>  se  verá  que  todas  esas  condiciones  hacen 
salir  á  esta  guen*a  del  sistema  regular,  imprimiendo  á  sus 
operaciones  un  sello  especial. 

Es  imposible  metodizarla,  ni  ajustaría  á  los  principios 
enseñados  para  la  guerra  en  pequeña  escala^  ó  de  guennllas, 
de  puestos^  de  cordón^  de  partidarios^  porque  participa  de 
todas  á  la  vez,  sin  que  predomine  en  absoluto  alguna  de  las 
cualidades  que  distinguen  á  estas.  Menos  se  puede,  por 
consiguiente,  practicarla  con  arreglo  á  la  guerra  regular. 

La  guerra  contra  el  indio  es  especial  y  su  enseñanza  solo 
se  adquiere  en  el  teireno  mismo  de  la  guerra. 

Los  medios  para  combatirlo  no  se  aprenden  en  ningún 
texto,  sobre  el  aito  militar,  sino  en  largos  años  de  práctica  y 
guen-as  contra  el  salvaje,  después  de  conocer  por  uno  mismo 


—  70i  — 

las  cualidades  de  este  enemigo,  despreciable  por  su  ignorancia 
y  los  elementos  de  que  dispone,  pero  temible  por  su  audacia, 
actividad  y  valor. 

"  Móvil  y  audaz,  rápido  y  violento  en  la  carga,  escararau- 
ceador  en  el  sosten  de  la  lucha ;  pronto  á  huir  para  reaparecer 
con  sorpresa,  cuando  se  le  crefa  abrumado  por  la  derrota. 
Incansable  para  la  marcha,  pasa  dias  enteros  sin  tomar 
alimento  ni  descanso:  sobre  el  caballo  todo  lo  soporta;  su 
insensible  epidermis,  desafía  la  inclemencia  de  las  estaciones ; 
nació  para  la  guerra,  vivirá  batallando,  y  tendrá  tal  vez  el 
fin  de  los  héroes  ignorados". 

"Enseñado  por  la  esperiencia  diaria  del  combate,  pone  en 
práctica,  sin  saberlo,  en  sus  escursiones,  un  principio  elemen- 
tal de  la  guerra  de  guerrilla:  "Daflar  al  enemigo  sin  dar 
combate  decisivo,  desempeñar  misiones,  en  que  la  astucia  y  la 
maña,  apoyadas  por  las  armas,  obtendrán  mejores  resultados 
que  la  fuerza  abierta,  procedimiento  de  la  guerra  campal ''. 

Jamás  acepta  combates,  sino  cuando  cuenta  con  todas  las 
probabilidades  del  triunfo ;  su  arma  pi  incipal  es  la  sorpresa,  y 
sus  medios  su  admirable  actividad,  su  conocimiento  perfecto 
del   país,  de  los  caminos,  de  las  aguas. 

El  conocimiento  exacto  de  nuestras  posiciones,  el  servicio 
de  seguridad  que  practican  con  tanta  escrupulosidad,  como 
las  mas  esperimentadas  tropas,  hacen  difícil  llegar  hasta  él 
sin  ser  sentidos. 

Diseminados  en  pequeñas  partidas,  encabalgados  en  caballos 
de  primer  órdei,  tienen  una  movilidad  que  asombra;  desa* 
parecen  y  se  ocultan  a  nuestra  persecución  fácilmente,  encuen- 
tran subsistencia  en  cualquier  parte,  porque  la  necesidad  les 
ha  enseñado  á  vivaquear,  y  á  vivir  de  los  recursos  del  pais, 
lo  mismo  en  las  llanurao  de  la  Pampa,  que  en  las  intrincadas 
cimas  de  los  Andes.  Aunque  siempre  escasos  de  víveres, 
poseen  el  secreto  de  extendei*se  para  subsistir. 


—  205  — 

De  ellos  mas  que  de  ningún  otro,  se  puede  decir  que  saben 
poner  en  verdadera  práctica  el  antiguo  axioma  de  *"  la  guerra 
alimenta  la  guerra." 

Formados  en  tan  dura  práctica,  hostigados  y  perseguidos 
incesantemente,  no  es  de  estraflar  que  estas  partidas  en  manos 
de  caudillos  astutos,  audaces,  ingeniosos,  causen  daños,  y  que 
prolonguen  tanto  tiempo,  y  que  presenten  dificultades  incom- 
prensibles para  su  reducido  número,  para  la  conclusión  de 
esta  guerra. 

Para  combatir  este  enemigo  que  posee  cualidades  especiales, 
para  vencerlo,  se  necesitan  también  cualidades  especiales  en 
nuestras  tropas  y  un  sistema  especidl  en  las  operaciones. 

"La  sagacidad,  la  inteligencia,  cierta  delicadeza  de  imaji- 
nacion,  deben  ser  sus  cualidades  desde  el  Gefe  hasta  el  último 
soldado;  porque  la  independencia  y  la  expontaoeidad  de 
acción,  son  el  alma  de  esta  guerra". 

La  aptitud  militar,  su  experiencia,  la  disciplina,  la  perse- 
verancia, un  cuerpo  robusto,  una  actividad  infatigable,  una 
obediencia  ciega  é  instantánea,  tales  son  las  cualidades  que 
la  guerra  de  guerrillas  exije  en  sus  soldados. 

Diseminar  la  fuerza  disponible  en  un  número  considerable 
de  destacamentos»  para  cubrir  con  su  auxilio  muchos  puntos 
interesantes,  y  aun  una  gran  extensión;  es  un  error. 

Este  medio  tiene  multitud  de  inconvenientes.  Disemina  las 
tropas  y  las  enerva;  destruye  la  iniciativa»  la  expontaneidad, 
si  se  las  sujeta  á  un  itinerario  fijo.  Si  combinando  su  marcha 
se  pretende  asegurar  el  frente  que  se  abarca  en  su  disper- 
sión, presenta  al  enemigo  facilidad  de  romper  el  cordón  débil 
en  todas  partes  y  sustraerse  así  de  la  persecución  que  se 
le  lleva. 

Este  sistema  es  solo  practicable  en  el  caso  de  querer  domi- 
nar una  zona  dada  con  un  cuerpo  poco  numeroso,  pero  en  la 
que  se  tiene  que  fortificar  cada  etapa  de  línea  de  operaciones, 
en  el  caso,  por  ejemplo»  de  conservar  y  asegurar  nuestra  línea 


—  206  — 

de  frontera,  en  la  que  hay   establecido  un  cordón  de  puestos 
fijos  y  fortificados  para  asegurar  su  conservación. 

Limpiar  á  un  país  de  enemigos  es  un  problema,  tanto  mas 
difícil,  cuanto  el  terreno  es  mas  extenso,  y  las  avenidas  y 
medios  de  comunicación  mas  multiplicados.  Ahora  bien,  es 
imposible  expulsar  al  enemigo  de  una  vez  de  toda  una  comar- 
ca; preciso  es,  por  lo  tanto,  contentarse  con  proceder  ¿  ello, 
por  partes^  es  decir,  de  una  coitadura  k  otra  del  terreno. 

Pretender  limpiar  de  una  vez  toda  la  región  Andina  que 
tengo  á  mi  frente,  es  pretender  un  imposible.  Además  de  la 
grande  estension  de  terreno,  se  oponen  á  ello  los  mil  caminos 
que  conducen  al  país  vecino,  donde  tiene  que  cesar  la  per- 
secución. 

A  esto  debo  agiegar,  que  el  poco  conocimiento  práctico  del 
terreno,  es*  uno  de  los  inconvenientes  que  mas  complica  la 
dirección  acertada,  á  las  pequeñas  expediciones  que  se 
ejecutan. 

Para  compensar  estas  desventajas,  he  creido  que  el  medio 
mas  práctico  y  mas  eficaz,  para  obtener  un  buen  éxito,  era 
operar,  adoptando  el  mismo  sistema  practicado  por  nuestro 
enemigo. 

Esta  vez,  como  en  Enero  del  80,  marché  con  la  Brigada 
de  mi  mando  á  un  punto  céntrico  de  la  región  ocupada  por 
los  indios,  y  fraccionándola  allí  en  destacamentos  ligeros,  á 
la  vez  que  consistentes,  es  decir,  lo  bastante  numerosos  para 
que  pudieran  bastarse  á  sí  mismos  á  toda  eventualidad,  y 
que  tampoco  ofrecieran  inconveniente  á  la  rapidez  con  que 
debian  obrar,  los  lancé  en  distintas  direcciones,  á  tomar  por 
sorpresa  el  campamento  de  las  tribus,  cuya  posición  me  era 
conocida^  dando  á  sus  comandantes  la  libertad  consiguiente 
para  modificar  la  dirección  ó  tomar  nuevas  disposiciones,  si  lo 
aconsejaban  las  circunstancias,  es  decir,  dejando  al  Gefe  de  la 
tropa  la  iniciativa  necesaria  y  conveniente  á  fin  de  obtener  el 
mejor  éxito  posible. 


—  207  — 

Para  compensar  las  ventajas  que  tíene  el  indio  sobre 
nosotros,  por  su  exacto  conocimiento  del  teireno  y  por  su 
esquisita  yijilancia»  se  exige  de  esos  destacamentos  que  intro- 
duzcan por  su  parte»  un  elemento  que  les  preste  un  acrecen- 
tamiento de  fuerzas  y  colme  la  diferencia:  este  elemento  es 
la  sorpresa»  que  á  veces  hace  posible  lo  que  menos  lo  parece» 
y  engendra  resultados  increíbles;  pero  para  ejecutar  una 
sorpresa  se  necesita  el  misterio^  y  tener  por  compañero  inse- 
parable la  audacia. 

Por  esto  se  exige  de  los  oficiales  que  los  comandan, 
extraordinaria  destreza,  un  vigor  infatigable»  una  sagacidad  y 
un  valor  á  prueba  y  hasta  si  se  quiere  temeridad. 

La  maña,  la  fuerza,  la  astucia,  el  acaso,  y  sobre  todo  la 
fortuna,  son  los  medios  que  el  oficial  tiene  que  emplear  en 
estos  casos. 

Por  los  resultados  obtenidos  en  las  expediciones  que  he 
llevado  á  cabo,  se  puede  juzgar  si  los  gefes,  oficiales  y  tropa 
que  tengo  el  honor  de  comandar,  satisfacen  todas  esas  con- 
diciones. 

Cábeme  la  satisfacción  de  informar  que  en  esta  última 
campaña,  como  en  todas  las  que  he  efectuado,  han  cumplido 
todos  sus  debeles,  á  medida  de  mis  deseos. 

Incansables,  activos,  inteligentes,  valientes,  no  han  recono- 
cido obstáculos»  ni  fatiga»  cuando  ha  llegado  el  momento  de 
cumplir  con  su  deber.  La  prontitud  y  precisión  con  que 
han  penetrado  y  ejecutado  mis  designios,  secundando  mis 
proyectos,  los  hacen  dignos  de  la  especial  recomendación  que 
ante  V.  S.  elevo. 


—  208  — 

Para  concluir  con  lo  que  se  refiere  á  operaciones,  informaré 
á  V.  S.  que,  coincidiendo  con  nuestra  última  expedición» 
fuerzas  del  ejército  de  Chile  han  tomado  posesión  de  los 
principales  pasos  del  otro  lado  de  la  Cordillera. 

Han  colocado  fuertes,  buscando,  en  cuanto  ha  sido  posible, 
combinarlos  con  los  que  nosotros   tenemos. 

Si  las  tropas  chilenas  que  guardan  los  pasos  de  la  Cordi- 
llera, cooperasen  nada  mas  que»  en  muy  poco,  impidiendo  que 
pasen  los  indios  sus  líneas,  quedaría  para  siempre  limpia  y 
segura  la  rica  é  inmensa  región  que  comprende  el  triángulo 
formado  por  el  Limay  y  Neuquen. 


Rufino  Ortega, 


COPIA 


ííorquin,  Enero  de  1883 — Señor  Comandante  en  Gefe  de  la 
segunda  División  del  Ejército,  General  de  División,  Don  Con- 
rado E.  Villegas. — Tengo  el  honor  de  dirijirme  á  V.  S.  dándole 
parte  de  las  operaciones  que  he  practicado  últimamente  sobre 
los  indios,  con  fuerzas  de  la  Brigada  á  mis  órdenes. — Como 
anteriormente  comuniqué  á  V.  S.,  se  presentó  á  este  Campa- 
mento el  Secretario  de  Namuncurá,  Juan  Paillecurá,  con  propo- 
sición de  paz  de  este  cacique  y  de  Renquecurá;  motivado  este 
paso,  sin  duda,  por  la  captura  del  hijo  del  primero  de  estos 
caciques. — Contesté  á  ellos  en  términos  que  les  estimulara  á 
realizar  su  proyecto,  fijando  á  su  enviado  un  plazo  de  cinco 
dias  para  que  regresara  á  mi  Campamento  con  su  resolución 
definitiva. — Trascurrió  este  plazo  sin  que  se  presentara  Taille- 
cura;  pero  dos  dias  mas  tarde  se  apareció  un  enviado  secreto 
de  Millaman,  capitanejo  de  Renque,  que  me  pedia  fuerzas  que 
protejieran  su  presentación  y  la  de  la  gente  á  sus  órdenes,  que 
era  impedida  por  los  otros  capitanejos. — Comprendiendo  que 
era  necesario  aprovechar  los  momentos,  me  puse  en  marcha, 
después  de  comunicar  á  V.  S.  mi  resolución. — Había  previa- 
mente enviado  á  Millaman,  á  su  propio  hermano,  con  algunos 
regalos,  fijándole  dia  para  que  me  esperara    en    sus  toldos,  y 

27 


—  210  — 

recomendándole  toda  reserva. — El  día  22  de  Noviembre  ppdo^ 
es  decir,  horas  después  de  recibir  este  emisario,  me  puse  en 
marcha,  llevando  á  mis  órdenes:  de  la  Plana  Mayor  de  la 
Brigada,  al  Teniente  Coronel  Don  Saturnino  Ton-es,  dos  ofi" 
ciales  y  diez  baqueanos;  de  cada  cuerpo  cien  hombres;  siendo 
mandados  los  del  Regimiento  ll  por  el  Comandante  Ruibal, 
los  del  Batallón  12  por  el  Mayor  O'Donell  y  los  del  Regimiento 

3  por  el  Mayor  Daza.— Con  idea  de  ocultar  mi  presencia  en 
sus  dominios  á  los  indios  que  ignoraban  mi  marcha,  determiné 
ejecutar  esta,  solamente  de  noche,  y  con  la  mayor  rapidez 
posible. — £1  28  del  mismo,  á  la  una  de  la  mañana,  después 
de  pasar  el  Rio  Aluminé,  sin  perder  ni  un  hombre,  apesar  de 
lo  muy  crecido  que  este  rio  se  encontraba,  y  que  su  corriente 
es  de  una  fuerza  poderosa,  llegué  á  Melun,  punto  donde  se 
encontraba  Millaman,  y  antes  del  tiempo  en  que  él  me  aguarda* 

ba. — Este  capitanejo  se  me  presentó  sin  vacilar,  con  61  indios 
de  chusma  y  27  de  lanza,  que  inmediatamente  fueron  incor- 
porados á  la  columna  donde  prestaron  servicios  de  grande 
importancia,  k  consecuencia  del  conocimiento  tan  completo 
que  tienen  de  esas  regiones. — El  mismo  dia  28  desprendí  las 
siguientes  comisiones. — Al  Teniente  Coronel  D.  Manuel  Ruibal 
con  85  hombres  del  Regimiento  11,  sobre  las  tolderías  de 
Queupo,  donde  llegó  en  la  madrugada  del  dia  siguiente,  sin 
haber  sido  sentido. — El  resultado  alcanzado  por  esta  comisión 

fué  la  captura  de  65  de  chusma  y  14  muertos;  teniendo  que 
lamentar  la  pérdida  del  Sargento  Reinóse  y  cuatro  soldados 
que  se  ahogaron  en  el  Aluminé,  que  el  Comandante  Ruibal 
tuvo  que  volver  á  atravesar,  para  caer  sobre  Queupo.  Arras- 
trados también  por  la  espantosa  corriente  de  este  rio,  se 
ahogaron  3l  caballos.  — Al  Teniente  Coronel  Don  Satuniino 
Torres  con  40  hombres  de  los  Regimientos  3  y  11,  con  la 
orden  de  operar  sobre  Cayul,  uno  de  los  caciques  mas  impor- 
tantes de  los  que  obedecen  á  Reuque-curá. — Habiendo  este 
Gefe  efectuado  su  marcha  sin  ser  sentido,  cayó    sobre  Cayul, 


—  211  — 

captarándole  con  casi  toda  su  gente;  el  resnitado  fué :  en 
prisioneros,  el  cacique  mencionado,  cinco  de  lanza,  setenta  y 
uno  de  chusma,  y  á  roas  tres  muertos. — ^Al  Mayor  D.  José  S. 
Daza  con  setenta  hombres  del  Regimiento  3  de  Caballería,  é 
igual  número  del  Batallón  12  de  Infantería,  sobre  Namuncurá 
y  Benquecurá. — ^A  causa  de  haber  sido  ya  descubierta  por  los 
indics  la  Brigada,  no  pudo  efectuarse  la  captura  de  estos 
caciques,  que  ya  se  hablan  puesto  en  fuga. — Comprendiendo 
el  Mayor  Daza  que  no  debian  ir  muy   lejos  del  punto  donde 

estaban  situadas  las  tolderías,  emprendió  con  brio    su  perse- 
cución, y  pocas  horas  después    se  le  presentó  el   ya   citado 
Secretario  de  Kamuncurá,  Juan  Paillecurá,   enviado  por  Ben* 
que,  que  ofrecía  presentarse. — ^Este  cacique,  obedeciendo  ¿  la 
influencia  tan  poderosa  que  Namuncurá  ejerce  sobre  él,  faltó  á 
sus    promesas,  á  pesar  de   haber  enviado    en    piiieba  de  su 
buena  fé,  á  su  propio  hijo. — Al  ver  el  Mayor  Daza  que  Renque 
solo  trataba  de  ganar  tiempo,  y  que  huia,  desprendió  su  fuerza 
en  partidas  en  persecución  de  la    tribu  fugitiva,  llegando  este 
Gefe    con    24  hombres,    siguiendo  á    Alvarito  Roumay,  hasta 
la  cumbre  de  la  Cordillera  frente    á  Yaima.— Los    impenetra- 
bles   bosques    que   pueblan  esta  región,    fueron    la  causa  de 
que  este  Gefe  no  pudiera  capturar  á  Renque-  a  quien  encontró 
en  su  marcha  sobre  Roumay,  dejando  en  poder  de  él    no  solo 
caballos  ensillados,  sino  hasta  el  poncho  que  llevaba  puesto  y 
todo  su  equipaje.    A  causa  de  estos   mismos  bosques  no   fué 
posible  al  mayor  O'Donell,  que  mandaba  una  de  las  partidas, 
capturar  á  Namuncurá. — Regresó  esta  Comisión  con  treinta  y 
dos  indios  de  chusma,    tomados  por    el  Mayor  Morassini    y 
Capitán  Niz  del  Regimiento  3  de  Caballería,  los    cuales  tam- 
bién mataron  nueve  indios. — Estoy  convencido  de  que  Renque 
segim  su  propia    correspondencia,    que    existe  en  mi    poder, 
jamás  ha  abrigado   en  su  mente  la    idea  de  someterse  al  Go- 
bierno.— Al  Alférez  de  la  Plana  Mayor    de  esta  Brigada,  Don 
Ignacio  Albornoz,  con  24  individuos  de  tropa  de  los  Regimien- 


-  212  — 

tos  3  y  11,  el  cual  regresó  con  24  de  lanza  prisioneros,  incluso 
los  capitanejos  Cayupan  y  Nahuelpan,  k  roas  setenta  y  ocho 
4e  chusma  y  siete  bajas  que  les  causó. — Reunidos  ya  el  dia  4 
de  Diciembre  los  trescientos  hombres  que  componian  mi  Bri- 
gada en  operación,  el  dia  5  volví  á  fraccionarlos  nuevamente^ 
enviando  las  siguientes  partidas :  una  de  46  hombres  á  las 
órdenes  del  Comandante  Ruibal,  contra  Queupo;    una  de    60 

hombres  y  cuatro  oficiales  del  Regimiento  3  de  Caballería, 
con  el  mayor  Daza  sobre  Renque  y  Namuncurá;  una  tercera 
partida  al  mando  del  mayor  O'Donell,  compuesta  de  60  hom* 
bres  del  12  de  Infantería,  á  ocupar  el  paso  de  la  Cordillera, 
llamado  San  José,  cerca  de  Villarrica,  para  impedir  que  Ñan- 
cucheo,  sobre  quien  iba  á  operar  el  Comandante  Torres,  se 
pasara  á  ten-itorío  chüeno. — Danos  tiempo  para  que  el  Mayor 
O'Donell  ocupara  la  posición,  que  se  le    habia    designado;  el 

Comandante  Torres  salió  el  dia  6  con  lu  cuarta  partida;  ha- 
biendo el  mismo  dia  capturado  6  indios,  supo  por  ellos  que 
á  inmediaciones  de  la  laguna  Pololo,  cerca  de  donde  se  encon- 
traba, estaba  el  cacique  Guaiquelao. — En  vista  de  hallarse 
tan  cerca  de  este  cacique,  resolvió  atacarlo,  cayendo  sobre  él 
el  3  por  la  mañana,  haciéndole  varios  muertos,  tomándole 
200  caballos,  4  ó  6  vacunos  y  una  pequeña  majada  de  ovejas. 
— Por  su  parte,  el  mayor  O'Donell,    después  de  marchar  casi 

desde  su  salida  hasta  el  dia  8,  de  haber  tomado  51  prisio- 
neros de  chusma,  mcluso  una  cautiva  chilena  y  50  caballos, 
tuvo  el  mismo  aviso  que  el  Comandante  Torres,  y  también  se 
dirijió  sobre  Guaiquelao,  llegando  al  punto  donde  este  indio  se 
encontraba  como  media  hora  después  que  el  Comandante. — 
Sabiendo  el  Mayor,  por  sus  prisioneros,  que  el  camino  hasta 
el  paso  de  San  José  era,  de  ahí,  impracticable,  u  causa  de  la 
nieve  que  cubria  aún  aquellas  escarpadas  Cordilleras,  resolvió 
ponerse  á  las  órdenes  del  Comandante  Torres. — Este  Gefe 
continuó  entonces  su  empresa  contra  ;Ñancucheo,  llegando  á 
sus  toldos  el    dia  10,  le  mató  12  ó  l5  indios  y  le  tomó  como 


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30  caballos.— Determinó  eatoncds  regresar  de  aquel  mismo 
punto,  llegando  á  mi  campamento  en  el  lago  Aluminé,  el  dia 
l5  de  Diciembre. — Debo  de  hacer  presente  á  V.  S.  de  que 
cuando  el  Comandante  Torres  llegó  á  las  tolderías  de  este 
cacique,  éste  las  habia  ya  abandonado;  porque  se  hablan  hecho 
sentir  por  allí  fuerzas  de  la  segunda  Brigada^  á  las  órdenes 
del  Comandante  Peiteado.  Asimismo  mencionaré  el  hecho  del 
capitanejo  de  esta  tribu,  Alquetral,  que  viéndose  encerrado 
entre  esta  comisión  y  la  de  la  segunda  Brigada,  se  presentó, 
según  noticias,  al  Coronel  Godoy. — El  Comandante  Ruibal  mar- 
chó hacia  una  Cordillera  que  se  encuentra  al  Occidente  del  Lago 
Huenu-co,  en  cuyas  cimas  supo  que  se  encontraba  Queupo  con 
su  tribu. — En  su  marcha  sorprendió  los  toldos  del  capitanejo 
Maiillan,  y  tomó  las  familias  que  en  ellos  hablan,  no  pudiendo 
hacer  lo  mismo  con  aquel  capitanejo,  por  haber  escapado 
llevando  el  aviso  de  la  proximidad  de  la  fuerza  á  los  demás 
indios.— Después  de  este  golpe,  el  Comandante  siguió  su  mar- 
cha   contra  Queupo>  teniendo,  á   poco  andar,  que  abandonar 

los  caballos,  pues  los  espesísimos  bosques  de  cañas  tacuaras 
que  cubren  esas  Cordilleras,  hacían  imposible  la  ascensión» 
que  tuvo  que  continuar  á  pié. — Estravlado  del  resto  de  la 
fuerza  el  Comandante  Ruibal,  con  el  Alférez  Don  Teófilo 
O'Donell  y  cinco  soldados,  se  encontraron  con  un  grupo  de 
indios  considerable  que  se  disponía  á  acometerlos;  á  la  vista 
del  enemigo  el  Comandante  cargó  blzan-amente  sobre  él,  pero 
por  su  número  tan  superior  se  vló  obligado  á  pelear  en  reti- 
rada hasta  protegerse  con  un  anoyo,  cuyas  barrancas,  bastante 

profundas,  el  Comandante  no  alcanzó  á  vadear.  Allí  se  trabó 
una  desigual  y  encarnizada  lucha,  por  parte  del  Comandante 
Buibal,  que  en  una  orilla  del  anroyo  se  defendió  heroicamente^ 
y  el  Alférez  O'Donell,  que  con  los  cinco  soldados  defendía, 
desde  la  otra  orilla,  con  desesperación  á  su  Gefe. — El  Coman- 
dante Ruibal  recibió  tres  heridas  y  dos  bolazos,  y  sin  la  deci- 
sión del  Alférez  y  de  los  cinco  soldados,  hubiera  Indudablemente 


—  214  — 

sacumbido  al  número.  El  resaltado  para  los  enemigosi  fué  el 
de  15  muertos,  entre  ellos  el  cacique  Ranquelino  Guaiquifleo 
7  capitanejo  Millaqueo,  y  por  parte  nuestra  un  soldado  muerto 
de  bala  y  otro  herido  de  lanza. — De  este  hecho  V.  S.  ya  tiene 
conocimiento,  y  cumpliendo  la  orden  recibida,  se  ha   dado  en 

la  Brigada  de  mi  mando  la  orden  general  ascendiendo  á  Sar- 
gentos de  segunda  clase  á  los  soldados  que  tomaron  parte  en 
aquel  combate. — El  dia  anterior  á  este  suceso  el    mismo  Co- 
mandante, acompañado  de  tres  soldados,  encontró  y  sorprendió 
las  tolderías  de  Pairoé,  cacique  también  Ranquelino,   á  quien 
se  rindiera  con  sus  treinta  indios. — Estando  en    estas  intima- 
ciones fué  atacado  alevosamente    por  los  indios,   que  hicieron 
sobre  él,  sin  lograr  herirlo,  dos  disparos    de   carabina;  el  Co- 
I         mandante  entonces  los  cargó,  matándoles  siete  indios  y  tomando 
r         alguna  chusma,  entre  ella  vienen :   una  hermana  del    cacique 
[         Eanquelino    Mariano  Rosas,    la    madre  y    demks  familia  del 
I        cacique  Yancamil  familia  del  capitanejo  Marillan,  cuatro  cau- 
[        tivas  argentinas,  una  de  ellas  ha  sido  mujer  de  Mariano  Rosas, 
con  un    hijo  del  mismo,   una  hermana  de    Epumer  Rosas;  y, 
r         además  de  los  citados,  otros    miembros  importantes    de  esta 
^        familia. — El  Mayor  Daza  al  perseguir  á  Renque  y  Namuncurá, 
\        entró  en  negociaciones  de  paz  con  ellos,  siendo  burlado  en  sus 
;;        esperanzas  por  los  dos  caciques  que  se  internaron  en  los  bos- 
ques, consiguiendo  el  Mayor  tomar  una  parte  de  la  familia  de 
Namuncurá,  entre  la  que  se  encuentra  una  de  sus  mujeres  y 
una  hija. — El  Alférez  Albornoz,  que  habia  destacado  con  veinte 
y  cinco  hombres  para  que  hiciera  batidas  en  todas  direcciones 
en  la  zona  recorrida  por  las  comisiones  desprendidas,   obtuvo 
en  sus  correrías  la  presentación  de  nueve  indios  de    lanza  y 
treinta  y  cinco  de   chusma  de  los  mismos    de   Millaman,  qu^ 
habian  quedado  dispersos  en  los    pinares  recojiendo    piñones. 
— Habiendo  encontrado  una  rastrillada  de  indios  que  habian 
Tenido  como    á  observar  mis  movimientos,    desprendí    en  su 
persecución  al  Teniente  1  ®  Don  Pedro  Lascano  con  15  hom* 


—  215  — 

bres  del  Batallón  12,  no  pudiéndolos  tomar,  porque,  á  pesar 
de  haberles  hecho  dejar  sus  monturas  y  prendas  de  uso  una 
fuerte  nevada  y  la  oscuridad  de  la  noche,  se  lo  impidieron . 
Al  regresar  este  oficial  de  su  comisión,  aprehendió  dos  indi- 
Tiduos  desertores  del  Coronel  Godoy,  que  tenia  en  su  poder» 
como  i^henes  de  Renque. — Al  regresar  una  comisión    que  llevó 

i  Codihué  la  correspondencia,  me  dio  cuenta  de  que  habia 
encontrado  una  rastiillada  en  dirección  á  las  tolderías  de 
Quenpo,  que  me  hizo  creer  fuera  la  de  una  tropa  de  muías 
de  Proveeduría,  que  habian  arrebatado  de  Cobuncó,  por  lo 
que  desprendí  con  17  hombres  al  Alférez  Albornoz,  con  orden 
de  llegar  hasta  el  boquete  de  Llaimá,  sin  pasar  la  Cordillera 
ni  entrar  al  cajón. — Este  oficial  siguió  la  rastrillada,  que  se 
internó,  después  de  pasar  el  Bio-bio  á  Lonquimay,  y  encon- 
trando  otros  rastros  en  su  marcha  los   siguió,   resultando  ser 

de  Queupo,  con  quien  estuvo  dos  dias  en  comunicación,  pro- 
metiéndole este  cacique  que  se  iba  á  someter,  y  que  solo 
esperaba  á  reunir  lo  demás  de  su  tribu,  para  cuyo  efecto 
empezó  á  hacer  las  señales  usuales  entre  ellos:  prender  fuego 
i  los  montes.— Entabladas  las  negociaciones,^  el  cacique  se 
negó  a  entrar  francamente  en  ellas,  protestando  que  no  estarla 
debidamente  autorizado  para  el  acto,  ec  virtud  de  lo  que  el 

Alférez  regresó  á  mi  campamento,  de  donde»  dándole  autori- 
zación bastante  y  aumentándole  la  Comisión,  salió  al  lugar 
donde  Queupo  habia  quedado»  encontrando  á  su  arribo  á  él, 
que  el  cacique  habia  emprendido  su  fuga  pasando  una  Cordi- 
llera que  se  encuentra  antes  de  llegar  á  las  nacientes  del  Rio 
Agrio.  — Destacado  por  tercera  vez,  el  dia  14  de  Diciembre,  el 
Mayor  Daza,  sobre  Renquecurá,  con  120  hombres  de  los  tres 
cuerpos,  marchó  con  su  comisión»  fraccionada  por  dos  caminos; 
por  uno  de  ellos  siguió  el  Capitán  Niz  del  Regimiento  3»  con 
40  hombres,  por  el  otro  con  el  resto  de  la  fuerza  el  mismo 
Mayor,  habiendo  arreglado  su  marcha  de  manera  de  caer  jun- 
tos, el  dia  19,    al  cajón  de  Rumeco»  donde  Renque  se  encon- 


—  216  — 

traba. — El  dia  fijado,  temprano,  se  encontraron  las  dos  partidas 
cu  el  punto  designado,  no  pudiendo  capturar  h  aquel  cacique» 
porque  estando  sobre  aviso  se  habia  puesto  en  fuga. — El  21, 
es  decir,  dos  dias  mas  tarde,  el  Mayor  Daza  me  alcanzó  en 
Aichol,  trayendo  31  de  chusma,  todos  de  la  familia  de  Benque, 
á  quien  también  hizo  varios  muertos. — El  dia  16,  habiendo 
tenido  aviso  por  las  descubiertas  de  que  á  dos  leguas  de  nues- 
tro campamento,  pasaba  en  dirección  á  la  Cordillera  la  ras- 
trillada  de  un  arreo,  dispuse  inmediatamente  enviar  en  su 
alcance  al  Mayor  Morossini,  con  30  hombres  del  Regimiento  3. 
— El  Mayor  siguió  esta  rastrillada,  y  en  la  mafiana  del  siguiente 
día  dio  alcance  á  los  indios,  quitándoles  80  animales,  y  ma- 
tándoles siete  indios;  de  aquel  punto  regresó  incorporándoseme 

también  el  21  en  Aichol. — Habiendo  .regresado  el  dia  18  una 
partida  del  indio  Millaman,  presentado  recientemente,  que  ha- 
bia destacado  á  recorrer  el  campo  hacia  varios  diaSi  con  la 
noticia  de  haber  encontrado  una  fuerte  partida  de  indios  ene- 
migos, con  la  cual  habia  combatido,  sufriendo,  por  su  parte,  y 
ocasionándoles  á  ellos  también,  varías  bajas,  y  quitádole  algu- 
nos caballos,  decidí  enviar  en  su  busca  una  comisión. — Al  dia 
siguiente,  l9,  salió  el  Comandante  Torres  con  30  hombres  del 
Regimiento  )1.  al  mando  del  Alférez  O'Donell,  y  no  consi- 
guiendo encontrarlos  y  sabiendo  que  cerca  de  él,  en  el  pa- 
raje llamado  ""Cochicó"^,  se  encontraba  una  partida  de  indios 
juntando  piñones,  se  dirijió  allí,  encontrándolos,  capturó  siete 
de  lanza  y  treinta  y  tres  de  chusma. — Este  Gefe  llegó  á  mi 
Campamento  en  Aichol  el  dia  2:2,  con  los  indios  capturados 
y  sin  mas  tiempo  que  para  mudar  caballos,  se  puso  en  mar- 
cha en  dirección  al  lago  Aluminé,  en  cuyo  punto  lo  esperaba, 
desde  el  dia  anterior;  el  Mayor  O'Donell  debia,  desde  allí, 
dirijirse  nuevamente  sobre  Renque,  á  quien,  desde  Aichol,  le 
habia  yo  enviado  emisarios. — El  dia  26  llegó  al  cajón  de  Ru- 
mecó,  y  esperó  ese  dia  y  todo  el  27,  la  respuesta  del  cacique, 
pero  como  no  la  recibiera  marchó  el  26  sobre  él;  esta  marcha 


—  217  — 

fué  sumamente  penosa,  pues  los  indios  habian  obstruido  com* 
pletamente,  por  medio  de  talas,  de  gruesos  pinos  y  robles, 
los  angostos  caminos  que  cruzan  aquellos   terrenos  montuosos 

y  escarpados,  teniendo  que,  con  gran  trabajo,  desembarazarlos 
de  aquellos  obstáculos.  — El  dia  29  llegó  al  punto  en  que  creía 
encontrar  al  cacique;  pero  no  sucediendo  esto,  siguió  su  marcha. 
AI  pasar  la  fuerza  que  iba  de  vanguardia,  un  arroyo  caudaloso^ 
que  se  encontraba  á  nado,  como  50  ó  60  indios  se  presenta- 
ron dispuestos  á  impedirles  el  paso,  trabándose  allí  mismo  un 
combate,  del  que  sufrieron  los  indios  como  veinte  bajas,  te- 
niendo por  nuestra  parte  un  herido,  el  cabo  Romero,  del  Re- 
gimiento 2,  que  lo  íiié  al  pasar  el  rio  á  nado.— Sabiendo  el 
Comandante,  por  un  prisionero  tomado  durante  el  combate, 
que  Renque,  avisado  de  su  movimiento,  se  encontraba  muy 
distante  de  aUí,  le  envió  otro  emisario»  que  volvió  con  la  i es- 
puesta  del  cacique,  que  se  negaba  á  someterse,  determinó» 
pues,  regresar  de  aquel  mismo  punto,  incorporándoseme  el  dia 
primero  del  presente  en  las  orillas  del  Agrio. — ^En  resumen,  el 
resultado  de  esta  campaña  es  :  presentados,  Millaman  con  sus 
27  de  lanza  y  61  de  chusma;  prisioneros  mas  de  62  de  lanza  y 
396  de  chusma;  muertos,  mas  de  120  indios,  y  cinco  cautivas 
rescatadas.  Cababallos  quitados,  mas  de  200.  En  total,  entre 
indios  de  chusma  y  de  lanza  presentados  y  prisioneros,  y  las 
bajas  ocasionadas,  puede,  sin  exajeracion,  calcularse  que  han 
desaparecido  del  territorio  enemigo  unos  setecientos. — Este 
golpe  les  ha  sido  sensible,  no  solo  por  el  número  en  que  los 
ha  disminuido  sino  por  la  situación  á  que  los  que  aún  perma- 
nescan  escondidos  entre  los  abrigos  naturales  del  terreno,  han 
quedado  reducidos. — Hoy,  privados  de  animales  para  su  consu- 
mo y  movilidad,  solo  tienen  por  alimento  la  fruta  de  los  pi- 
nos» que  recojerán  á  pié. — Enviando  partidas  que  recorrieran 
constantemente  aquella  región,  hasta  de  este  mezquino  medio 
de  subsistencia  se  les  privaría;  haciéndoles  asi  de  todo  punto 
imposible  su  vida  en  aquellos  lugares. — Puede,    pues,   decirse» 

28 


—  218  — 

sin  temor  de  equivocarse,  que,  por  este  punto,  el  dominio  del 
salvaje  ha  desaparecido  por  completo. — Debo  de  hacer  presente 
á  V.  S.,  que  en  la  zona  de  1200  leguas  cuadradas  que  en  mi 
Brigada  habré  recorrido,  no  ha  quedado  un  camino»  una  senda, 
que  no  haya  sido  visitada  por  las  partidas  desprendidas  de 
ella. — Cumpliendo  con  un  deber  de  justicia,  debo  recomendar 
á  la  consideración  de  la  superioridad,  á  los  señores  Gefes,  Te- 
nientes Coroneles  Don  Manuel  Ruibal  y  Don  Saturnino  Torres; 
Sargentos  Mayores,  Don  José  S.  Daza,  Don  Carlos  £.  O'Do- 
nell  y  Don  Julio  Morossini;  y  á  los  Alféreces,  D.  Teófilo  O'Do- 
nell  y  Don  Ignacio  Albornoz. — Cumpliendo  también  con  un 
deber  y  haciéndole  merecida  justicia,  recomendaré  de  una 
manera  muy  especial  al  Practicante  Mayor  Don  Tadeo  Sztiiloi 
cuya  competencia  en  esta  campaña  ha  sido  demostrada. — Dios 
guarde  á  V.  S. — Firmado — ^Rufino  Ortega. 


Campamento  en  Ñorquin,  Enero  18  de  1883. — Al  señor  Gefe 
interino  de  la  primera  Brigada  de  la  línea  militar  del  Rio 
Negro  y  Neuquen,  Teniente  Coronel  Don  Pablo  C  Belisle. — 
Tengo  el  honor  de  dar  cuenta  á  vd.  que  en  cumplimiento  a 
las  órdenes  recibidas,  y  después  de  dos  dias  y  una  noche  do 
marchas  regulares^  llegué  k  las  tolderías  del  cacique  CoIibum\ 
que  están  situadas  en  el  centro  de  la  Cordillera  oriental,  ata- 
cando á  estas  en  la  madrugada  del  dia  23  del  corriente,  con- 
siguiendo matar  á  los  capitanejos  Llimman  y  Maripil,  mas 
seis  indios  de  lanza,  haciéndoles  doce  prisioneros  de  chusma» 
y  tomado  cuatro  vacas,  siete  muías  patrias  y  nueve  caballos 
y  yeguas. — No  me  ha  sido  posible  obtener  resultado  mas  satis- 
factorio, en  razón  á  que  las  tolderías  están  ¿situadas  en  gran- 


—  219  — 

des  bosques,  y  distantes  los  toldos  unos  de  otros,  además  los 
indios  han  sido  prevenidos,  que  iban  á  ser  atacados  en  sus 
tolderías. — ^Por  datos  que  he  conseguido  tomar,  i-esulta  que  el 
que  les  dio  aviso  del  ataque  que  se  les  llevaba,  ha  sido  un 
español  llamado  Manuel  Para,  que  hacia  vida  común  con  los 
indios,  cuyo  individuo  ha  sido  hecho  prisionero,  á  fin  de 
que  vd.  resuelva  de  él,  lo  que  crea  conveniente. — Los  indios  y 
chusma  que  han  logrado  salvarse,  han  huido  despavoridos  á 
ampararse  en  las  tolderías  del  cacique  Zúñiga,  que  están  á  me- 
dio dia  de  camino  de  las  de  Goliburrí. — Me  consta,  particu- 
larmente y  por  datos  fidedignos,  que  el  cacique  Zúfiiga  es  el 
que  manda  constantemente  á  sus  indios  robar  á  nuestra  fron- 
tera, y  esto  lo  hace  á  la  vista  y  paciencia  de  las  autoridades 
militares  de  Chile,  que  están  inmediatas  á  las  reducciones  del 
cacique  mencionado. — ^En  cuanto  al  individuo^que  me  ha  ser- 
vido de  baqueano,  Segundo  Troncóse,  me  permito  recomendarlo 
á  la  consideración  de  vd.»  pues  su  desempeño,  actividad  y 
buena  voluntad,  lo  hacen  digno  de  aprecio  y  estímulo. — Es 
todo  cuanto  tengo  el  honor  de  decir  á  vd. — Dios  guarde  á  vd. 
— Firmado— Julio  Morossini. 


SEGUNDA  PARTE 


SeSíob  Genebal  ' 


Tócame  ahora  informar  acerca  de  los  incidentes  ocunidos» 
y  éxito  alcanzado  hasta  hoy,  por  la  Brigada  de  mi  mando,  en 
la  trascendental  campaña  que  se  opera  contra  las  tribus  de 
indios  bárbaros,  que  habitan  las  regiones  Andinas  del  Sur. 

El  19  de  Noviembre  del  año  ppdo.  se  puso  en  marcha  la 
Brigada,  desde  su  acantonamiento,  Comandancia  "" General  Ho- 
ca",  en  ejecución  del  plan  de  campaña  trazado  por  V.  S. 

En  el  reparto  de  operaciones  designadas  á  cada  una  de  las 
Brigadas  que  componen  la  División,  tocó  á  la  de  mi  mando 
la  misión  de  batir  á  la  tribu  del  cacique  Ñancucheo,  situada 
en  la  zona  comprendida  entre  los  rios  Aluminé  y  Caleufú, 
desde  sus  nacimientos  hasta  sus  desagües  en  el  Limay,  y  por 
disposición  de  última  hora,  debía  estender  mi  acción  hasta 
las  tribus  del  Reuque-Curá,  Namuncurá  y  Manquiel,  morado- 
res los  dos  primeros  del  gran  valle  Pulraarí,  y  de  las  márge- 
nes  del  Arroyo  Silchiñé,  el  último,  lugares  situados  entre  las 
Cordilleras  y  en  la  zona  de  los  grandes  bosques  de  pinos. 


—  222  — 

Una  campaña  de  60  leguas  de  estensíon  á  lo  largo  de  los 
Andes,  per  40  de  latitud,  era  pues  el  campo  de  operaciones 
para  esta  Brigada,  y,  cábeme  la  satisfacción  de  informar,  que 
toda,  ella  ha  sido  recorrida  y  batida,  aun  en  sus  valles  mas 
profundos,  montañas  mas  escarpadas  y  bosques  mas  espesos, 
hasta  aprisionar  á  sus  habitantes  ó  arrojarlos  dispersos  y  mi- 
serables al  Occidente  de  las  Cordilleras. 

Aunque  el  diario  general  de  novedades,  itinerarios  parciales 
de  las  operaciones  practicadas,  partes  é  informes  oficiales  que 
anexo  á  continuación,  instruyen  ampliamente  de  los  sucesos 
que  han  tenido  lugar  en  el  trascurso  de  esta  campaña,  debo, 
no  obstante,  hacer  resaltar  aquellos  que,  por  su  naturaleza, 
merecen  una  mención  especial. 


La  primera  operación  fué  confiada  al  Teniente  Coronel  Pei- 
teado,  Gefe  accidental  del  Begimiento  2  de  Caballería,  con 
una  columna  á  sus  órdenes  de  140  individuos  de  tropa.  Fué 
desprendido  con  anticipación  de  la  Brigada,  el  dia  26  de 
Noviembre,  mientras  ésta  hacia  una  marcha  ordinaria. 

Su  objetivo  era:  sorprender  al  cacique  Ñancucheo  en  sus 
propias  tolderías;  pero,  habiendo  sido  sentido  con  anterioridad 
por  los  indios,  fracasó  en  paite  el  resultado  que  se  esperaba, 
y  solo  una  partida  compuesta  de  25  hombres  del  Regimiento 
de  su  mando,  á  las  órdenes  del  Capitán  del  mismo  cuerpo 
D.  Vicente  Bustos,  dio  de  improviso  con  la  tribu,  que  pre- 
venida de  antemano  estaba  reunida,  y  libró  un  bríllante 
combate  á  arma  blanca  y  cuerpo  á  cuerpo,  contia  150  salvajes 
que  le  atacaron;  100  de  ellos  pié  á  tierra  y  los  restantes 
montados. 


—  223  — 

La  lucha  fué  cruda  y  encarnizada  por  ambas  partes;  los 
salvajes  alentados  por  la  superioridad  en  el  número  y  la 
seguiídad  de  la  victoria/  y  nuestros  valientes,  por  su  propio 
coraje  y  la  disciplina. 

El  intrépido  Capitán  Bustos,  que  sereno  y  enérjico  en  el 
peligro  dirijía  el  combate  dando  ejemplo  de  valor,  rompió  su 
espada  en  la  lucha  y  descargó  eficazmente  su  rewolvers,  que- 
dando, por  tanto,  desaunado  en  lo  mas  crítico  de  la  pelea; 
los  bárbaros  dirijían  sus  golpes  á  este  valiente  oficial,  á  quien 
reconocieron  por  Gefe,  y  á  no  ser  la  intrepidez  y  destreza  del 
cabo  Ignacio  Tabeada,  que  apercibido  del  peligro  que  corria 
su  oficial,  se  colocó  á  su  costado  é  hizo  prodigios  con  su 
sable,  quitando  las  lanzadas  que  á  uno  y  á  otro  les  dirijían  é 
hiriendo  á  cada  golpe  que  descargaba  sobre  los  mas  atrevidos, 
hubiera  sido  víctima  tal  vez. 

El  Teniente  2®  D.  Vicente  Grimau,  también  del  mismo 
Regimiento,  secundaba  dignamente  en  esta  acción  al  Capitán 
Bustos. 

Media  hora  duró  la  lucha,  cediendo  por  fin  los  salvajes  en 
completa  dispersión,  dejando  á  los  pies  de  nuestros  bravos, 
13  cadáveres;  mientras  que  oti*os  ateiTorizados  se  lanzaban 
al  rio  Chimehuin,  á  cuya  margen  tuvo  lugar  el  suceso,  junta- 
mente con  13  personas  de  familia  que  momentos  antes  se 
habian  tomado  prisioneras,  pero,  perecieron  todos  por  el  fuego 
de  nuestros  soldados  ó  devorados  por  las  torrentosas  aguas 
del  Chimehuin. 

De  nuestra  parte  lamentamos  un  cabo  y  4  soldados  muer- 
tos; 4  heridos  inclusive  el  Capitán  Bustos  y  la  mayor  parte 
contusos  por  golpes  de  bola. 

Tan  distinguida  acción,  fué  la  que  inauguró  la  serie  de 
combates  no  menos  honrosos,  que  se  han  sucedido  en  el 
curso  de  la  expedición. 


—  224  — 

Otra  partida  de  la  misma  columna  del  Comandante  Peitea- 
do^  fué  desprendida  á  las  órdenes  del  Teniente  1^  Don 
Saturnino  Canaverí>  sobre  unas  tolderías,  y  fué  desempeñada 
con  actividad,  acierto  y  éxito. 


Mientras  la  columna  del  Comandante  Peitiado  obraba  sobre 
las  márgenes  del  Chimebuin,  el  infrascripto  lo  hacia  sobre 
los  bosques  de  pinos,  residencia  de  las  tribus  de  Namuncurá^ 
Benquecura  y  Maneuiel,  llevando  á  sus  órdenes  al  Teniente 
Coronel  D.  Benjamin  Montan,  con  un  piquete  de  su  Bata- 
llón y  al  Sargento  Mayor  D.  Miguel  E.  Vidal  con  una  frac- 
ción de  su  cuerpo.  Esta  operación  se  practicaba  de  acuerdo 
con  las  instrucciones  especiales  recibidas  del  señor  Coman- 
dante en  Gefe  de  la  División,  pero  no  produjo  todo  el  resul- 
tado que  se  esperaba,  por  cuanto  las  fuerzas  de  la  primera 
Brigada»  avanzaron  sobre  aquellas  tolderías,  contra  lo  que 
estaba  previsto  por  el  infrascripto,  con  nueve  dias  de  antici- 
pación; pero  el  éxito  obtenido  por  aquella  Brigada,  compen- 
sa satisfactoriamente  al  que  pudo  obtener  ésta.  Sin  embargo» 
la  jornada  no  fué  del  todo  infructuosa,  por  cuanto  se  hicie- 
ron 59  prisioneros  que  no  pertenecían  á  tribu  organizada  y 
se  intimó  con  éxito  completo  al  cacique  Manquiel,  el  some- 
timiento de  su  tribu.  El  Comandante  Moritau,  fué  encargado 
de  recibir  á  los  sometidos  y  lo  verificó  con  especial  tino  y 
acierto.  La  tribu  de  Manquiel  constaba  de  350  personas, 
inclusive  68  guerreros,  la  cual,  fué  incorporada  á  nuestra 
columna  y  trasladada  al  campamento  general»  donde  actual" 
menté  presta  eficaces  servicios  como  baqueanos  y   auxiliares. 


—  225  — 

Darante  mi  ausencia^  mi  reemplazante  en  la  Comandancia 
de  la  Brigada,  Teniente  Coronel  D.  Alejandro  Montes  de  Oca, 
dispuso  una  nueva  operación  sobre  la  tribu  de  Nancucheo, 
que  se  habia  refugiado  en  un  profundo  valle  de  las  Cordilleras^ 
y  confió  su  dirección  al  Teniente  Coronel  D.  Juan  G.  Diaz, 
2^  Gefe  del  Batallón  2  de  Línea,  á  la  cabeza  de  80  soldados 
del  Regimiento  2  y  Batallón  2.  Esta  débil  columna  avanzó 
resueltamente  al  valle  de  refugio  de  los  salvajes,  que  con 
mucha  antelación  le  hablan  fortificado  sus  dificultosos  desfila- 
deros y  acopiado  gran  cantidad  de  gruesas  piedras  en  las 
pendientes  de  las  montañas,  listas  para  lanzarlas  en  caso  de 
ser  asaltados  por  nuestras  tropas;  mientras  que,  por  otro 
lado,  otros  indios  armados  de  rifles  y  carabinas  harian  fuego 
á  mansalva,  como  efectivamente  sucedió ;  pues,  nuestra  colum- 
na, no    creyendo    que   hubiera    obstáculo    que    la  detuviera, 

avanzó  intrépidamente  á  forzar  aquella  fortificación,  que  en 
otras  manos  hubiera  sido  inespugnable.  Los  bárbaros  hicie- 
ron la  defensa  h  que  estaban  preparados»  pero,  muy  pronto 
fueron  desalojados  por  un  piquete  del  Batallón  2  á  las  órde- 
nes del  Teniente  Sontag,  que  escalando  á  pié  el  cerro,  los 
dispersó  con  bastantes  bajas,  pero  nó,  sin  que  antes  nos 
ocasionaran  la  sensible  pérdida  del  Teniente  1^  del  Regi- 
miento 2  Don  Joaquín  Nogueira,  que  siendo  el  primero  en 
asaltar  la  trinchera,  fué  mortalmente  herido  de  un  balazo,  y 
así  mismo,  otro  soldado  que  le  seguía  en  tan  arrojada  empresa. 
Muchos  otros  soldados  recibieron  contusiones  de  piedra  sin 
mayores  consecuencias. 

Forzado  el  desfiladero  que  creían  inaccesible,  penetró  nuestra 
tropa  al  valle  donde  se  encontraba  la  tribu  y  fué  completa- 
mente dispersada,  escapándose  casi  en  su  totalidad,  huyendo 
á  pié  por  las  escarpadas  montañas  vecinas,  pero  dejando  en 
poder  de  nuestros  soldados,  todos  sus  útiles  y  animales 
domésticos. 

La  pericie  y   valor    del    Comandante    Diaz,  le  recomienda 

29 


-228- 

muy  especialmente  en  esta  ocacíon  y  él,  lo  hace  á  su  vez 
respecto  de  sus  subalternos  Teniente  Sontag,  Teniente  Gri- 
inau,  y,  con  muy  honrosa  mención  á  la  memoria  del  malo- 
grado Teniente  Nogueira,  por  su  valerosa  conducta  y 
abnegación. 


Una  nueva  operación  dispongo,  sobre  el  mismo  lugar, 
donde  dias  antes  atacó  el  Comandante  Diaz;  pues,  tenía 
datos  que  la  tribu  del  rehacio  cacique  Ñancucheo,  no  habia 
abandonado  aquel  refugio  y  que,  por  el  contrario,  engrosaba 
sus  filas  con  algunos  grupos  de  indios  que  habitaban  otros 
parages  y  reconstruía  la  forzada  fortificación  con  mayor 
acopio  de  elementos;  tomando  el  infrascrito  la  dirección 
personal  de  la  expedición.  Al  efecto,  se  emprendió  la  mar- 
cha con  una  columna  fuerte  de  200  hombres,  y  estraviando 
caminos  nos  dirijimos  al  punto  indicado;  pero,  encontramos 
la  fortificación  sin  defensores  y  efectuamos  el  pasage  de  los 
tembles  desfiladeros,  con  toda  tranquilidad}  no  encontrando 
en  el  valle,  mas  que  un  grupo  de  60  á  80  personas  que 
mas  confiados  ó  temerarios  que  sus  compaileros,  permanecían 
en  él;  algunos  fueron  muertos  ó  prisioneros,  pero  la  mayor 
parte  escaparon  á  pié  en  las  montañas. 

Ñancucheo  y  la  tribu,  despojados  ya  de  sus  haciendas  y 
útiles,  se  hablan  internado  aun  mas  á  las  Cordilleras,  esca- 
lando con  sus  familias,  serranías  que  parecían  intransitables; 
allí  penetraron  nuestras  fuerzas,  sin  embargo,  venciendo  las 
mayores  dificultades  y  perdiendo  caballos  despeñados  en  los 
precipicios,  sin  que  tales  obstáculos,  nos  hicieran  retroceder. 
Apesar  de  tanta  fatiga,  no  conseguimos  un  resultado  práctico, 
pues    los   indios,   espantados  con   nuestra   presencia,   habían 


—  227  — 

trepado  las  montañas  á  donde  era  imposible  una  persecución 
eficaz,  dejando  nuevamente  abandonados  los  últimos  restos  de 
sus  provisiones,  quedando  por  tanto,  entregados  á  los  rigores 
del  hambre  j  extenuados,  por  lo  azaroso  de  una  existencia 
tan  llena  de  peligros  y  persecuciones. 

Seis  indios  muertos,  treinta  prisioneros  y  algunas  haciendas 
tomadas,  fué  el  resultado  de  esta  jornada. 


Al  resolver  regresar  al  Campamento  general,  dispongo,  que 
el  Teniente  Coronel  D.  Benjamin  Moritau,'  con  100  hombres, 
bata  las  Cordilleras  hacia  el  Sur  del  Chimehuin,  *  hasta  las 
nacientes  del  rio  Caleufú,  lo  cual  se  verificó  con  buen  resul- 
tado, dispersando  algunos  indios,  á  quienes  se  les  toma  77 
caballos,  escapándose  sus  dueños  á  pié. 


A  mi  regreso  al  Campamento,  el  Comandante  Montes  de 
Oca,  que  me  reemplazaba  en  la  Comandancia  durante  mi 
ausencia  me  dá  parte:  que  el  Sargento  Mayor  Vidal,  en 
ejecución  de  sus  órdenes,  habia  perseguido  y  preso  en  las 
costas  del  Limay,  un  grupo  de  51  indios,  siendo  desempeñada 
esta  comisión  con  una  actividad  é  inteligencia  digna  del  ma- 
yor elogio. 


—  228  — 

Otra  comisión  confiada  al  mismo  Gefe  Mayor  Vidali  durante 
el  interinato  del  Comandante  Montes  de  Oca,  did  alcance  á 
un  grupo  de  26  indios  de  pelea  que  merodeaban  no  lejos  del 
Campamento,  consiguiendo  tomarles  un  prisionero  y  todas 
sus  lanzas  y  monturas,  que  abandonaron  en  la  precipitada 
fuga  que  emprendieron  por  todas  direcciones.  Recomiéndase 
de  nuevo  la  conducta  del  Mayor  Vidal  y  Capitanes  Vega  y 
Bustos  que  lo  acompañaban. 


£1  31  de  Diciembre  ppdo.,  confió  al  Capitán  D.  Mariano 
Vega,  del  Regimiento  5*^,  la  comisión  de  perseguir  un  grupo 
de  indios  que  se  habían  hecho  sentir  por  las  costas  del  rio 
Aluminé  arriba,  y,  después  de  ocho  dias  de  activas  marchas  y 
habiendo  batido  una  estension  de  40  leguas  próximamente, 
regresa  conduciendo  51  prisioneros.  La  operación  ha  sido 
desempeñada  por  el  Capitán  Vega,  á  entera  satisfacción. 


El  dia  1®  de  Enero,  recibo  parte  del  Alférez  Espinosa,  Co- 
mandante de  uno  de  los  fortines  de  la  línea  de  comunicación, 
que  en  la  madrugada  del  dia  anterior,  habia  sido  atacado  por 
un  grupo  de  50  indios,  quienes  consiguieron  arrebatarle  algu- 
nos animales,  pero  que,  perseguidos,  fueron  rescatados  en  su 
mayor  parte  y  ocasionádoles  tres  muertos  á  los  asaltantes.  Con 
este  motivo,  dispongo  que  el  Capitán  del  Regimiento  5?  de 


—  229  — 

Caballeña  D.  Emilio  Grouzeilles  con  46  hombres,  marche  en 
seguimiento  de  aquellos  ladrones  que  huian  hacia  las  Cordi- 
lleras. £1  valiente  Capitán  efectúa  la  persecución  con  tal  acti- 
vidad, que  al  cuarto  dia  (6  de  Enero)  les  dá  alcance  en  el  valle 
Palman,  próximo  á  la  línea  divisoria  con  Chile;  pero  estos 
indios,  reunidos  allí  con  otros,  preparan  una  emboscada  y  con- 
siguen atraer  á  ella  al  Capitán  Grouzeilles,  que  con  10  hom- 
bres se  habia  adelantado  de  su  fuerza,  al  sentir  la  proximidad 
de  los  salvajes,  sin  considerar  el  número  de  enemigos  que 
tenía  al  frente,  confiado  en  su  valor,  tantas  veces  provado  y 
en  el  de  la  escasa  tropa  que  le  acompañaba.  En  ésta  acti- 
tud fué  atacado  por  100  indios  en  un  desventajoso  desfilade- 
ro, donde  ni  era  posible  organizar  su  débil  fuerza;  fueron 
pues  cercados  y  batidos  en  detall,  travándose  una  lucha  de- 
sesperada. Mientras  esto  sucedía,  el  Teniente  2^  del  Regi- 
miento 2  de  Caballería  D.  Nicanor  Lezcano,  llega  con  5  hombres 

en  protección  de  sus  bravos  compañeros,  pero  tiene  también 
que  batirse  aislado  por  no  ser  posible  reunirse  á  aquellos,  á 
causa  del  desfiladero.  Unos  y  otros  abandonan  sus  caballos 
para  vender  caras  sus  vidas  en  la  lucha  cuerpo  á  cuerpo,  pero 
desgraciadamente,  ella  tenía  que  ser  fatal  para  los  nuestros, 
por  la  desproporción  del  número  y  crítica  situación ;  y,  asi  fué, 
que  después  de  dos  horas  de  pelear  como  héroes»  muere  el  Ca- 
pitán Crouzeilles,  Teniente  Lezcano,  el  soldado  del  Regimien- 
to 5  "^  Francisco  Carranza  y  un  indio  amigo,  salvando  el  resto 
de  éste  puñado  de  valientes,  con  tres  herídos,  gracias  á  su  valor 

no  enervado  ni  un  momento  y  á  la  noche  que  sobrevino.  Los 
malogrados  Capitán  Crouzeilles  y  Teniente  Lezcano,  dejaron 
tendidos  al  pié  de  sus  cadáveres,  algunos  muertos  y  muchas 
lanzas  tronchadas,  notándose  en  el  prímero,  al  dia  siguiente, 
cuando  fueron  á  recoger  sus  restos,  que  aún  conservaba  en  su 

mano  crispada  por  el  coraje  y  la  desesperación,  el  pequeño 
puñal  de  campaña,  con  que  se  habia  batido  en  sus  últimos  mo- 
mentos. 


—  230  — 

Debo  consignar,  en  presencia  de  un  suceso  tan  lamentable» 
que  en  las  instrucciones  escritas  dadas  al  Capitán  Crouzeilles, 
en  ésta  comisión  se  le  prohibía  operar  con  su  fuerza  fraccionada, 
en  atención  k  la  poca  numerosa  columna  que  se  ponia  á  sus 
órdenes,  pero,  reconozco,  que  la  honrosa  ambición  de  la  gloria 
y  el  propio  valor  que  le  alentaba,  le  hicieron  precipitarse  sin 
mirar  el  peligro. 

La  pérdida  de  estos  dos  denodados  oficiales,  ha  sido  suma* 
mente  sensible  y  los  claros  que  dejan  en  sus  cuerpos,  serán 
muy  difíciles  de  llenar. 

Sufrido  este  fracaso,  quedó  la  tropa  sin  oficiales,  y  el  sargen- 
to José  Mallorca  del  Regimiento  2  de  Caballería,  asumió  el 
mando  de  ella  y  con  medidas  muy  oportunas  se  puso  á  cubier- 
to del  peligro  que  pudiera  sobrevenir.  Recojió  los  cadáveres 
de  sus  desgraciados  oficiales  y  los  condujo  hasta  el  campamen- 
to, con  el  cariño  y  respeto  que  inspiran  los  valientes  que  sucum- 
ben en  el  puesto  de  honor. 

Todos  estos  antecedentes  están  constatados  en  la  información 
sumaría,  que  se  instruyó  al  respecto. 


El  diez  de  Enero,  dispuse  una  última  operación  sobre  el  per- 
tinaz cacique  Ñancucheo,  que  según  mis  noticias  aún  no  aban* 
donaba  nuestro  territorío  y  permanecía  refugiado  en  ocultos 
valles  de  la  cordillera.  Al  efecto,  desprendí  al  Gefe  accidental 
del  Regimiento  6"^  con  60  hombres  de  su  cuerpo,  para  que, 
haciendo  un  largo  rodeo,  ganara  por  el  occidente,  el  camina 
conocido  por  el  de  Villa  Rica,  que  dá  acceso  á  ChilOi  y  por  el 
cual,  presumía  debía  emigrar  aquella  tribu,  una  vez  estrachada 
con  tenacidad  en  su  último  refugio;  como  me  lo  proponía. 


—  231  — 

Mientras  el  Mayor  Vidal  verificaba  esa  marcha,  yo,  con  igual 
número  de  fuerza,  lo  hacia  por  camino  contrario,  á  fin  de  caer 
simultáneamente  en  dia  y  hora  prefijada,  sobre  el  enemigo. 
Este  plan  se  llevaba  á  cabo  con  exactitud,  pero  el  Mayor  Vidal, 
antes  de  llegar  al  punto  determinado,  nota  sobre  las  Cordille- 
ras numerosas  huellas  de  familias  que  emigraban  hacia  Chile, 
7  de  acuerdo  con  un  artículo  de  las  instrucciones  que  habia 
recibido,  emprende  la  persecución,  y  k  poco  andar,  toma  á  tres 
indios  de  lanza,  quienes  le  declararon,  que  Ñancucheo,  con 
todos  sus  Capitanejos,  indios  y  familias,  huian  á  Chile,  traspo- 
niendo las  cordilleras  sin  camino ;  sin  embargo»  la  persecución 
no  se  detiene  y  se  hace  á  pié,  cuando  las  cabalgaduras  no 
pueden  continuar,  hasta  llegar  á  los  confines  de  la  Nación, 
donde  no  era  permitido  avanzar. 

Un  capitanejo  y  tres  indios  han  sido  muertos  en  esta  per- 
secución y  se  han  tomado  48  prisioneros. 

El  Mayor  Vidal,  Capitán  Vega  y  Teniente  Insay,  todos  del 
Regimiento  5^,  se  han  hecho  otra  vez  merecedores  á  una 
justa  recomendación. 

£1  infrascrito,  por  diverso  camino,  hacia  al  mismo  tiempo 
una  prolija  batida  hasta  los  límites  mismos  de  la  Nación,  por 
los  valles  que  servían  antes  de  refugio  á  los  emigrados,  sin 
encontrar  mas  que  una  familia  compuesta  de  nueve  personas, 
que  fué  hecha  prisionera  por  el  Teniente  Grimau. 

Esta  operación  ha  dado,  pues,  un  resultado  de  cuatro  indios 
muertos,  61  prisioneros  y  la  evacuación  completa  de  nuestro 
tenitorio,  de  la  tiibu  de  indios  mas  rehacia. 


A  mi  retirada  al  campamento,  dispongo  que  el  Teniente  Co- 
ronel Peitiado  se  dirija  a  la  laguna  Loló,  y  la  recorra  en  todos 
sus  contomos  hasta  dar  con  los  capitanejos  Antener  y  Coillá> 


—  232  — 

ünicos  que  tenia  noticia,  subsistían  de  este  lado  de  la  Cordi- 
llera. La  Comisión  se  desempeña  con  acierto,  pues  al  siguiente 
día  encuentra  á  los  citados  capitanejos,  á  quienes  bate,  oca- 
sionándoles algunos  muertos  y  tomado  dos  chinas  prisioneras, 
los  animales  que  tenian  y  todas  sus  provisiones.  Mas  tarde» 
este  mismo  Gefe  dh  de  nuevo  con  los  mismos  indios,  cuya 
persecución  no  se  abandonaba,  sobre  una  elevada  Cordillera 
que  trasponían  á  pié  y  que,  según  pudo  calcular^  era  el  límite 
de  la  Nación;  allí  les  bace  nuevas  bajas  y  los  despoja  de  los 
últimos  restos  de  útiles  y  provisiones  que  aún  conservaban, 
arrojándolos  allende  los  confines.  La  actividad  y  perseve- 
rancia del  Comandante  Peitiado  se  ba  hecho  muy  recomen- 
dable en  esta  ocasión. 


Resuelto  por  el  señor  General,  Comandante  en  Gefe  do  la 
División,  establecer  destacamentos  permanentes  de  esta  Bri- 
gada en  la  espléndida  zona  que  acaba  de  conquistarse,  comi- 
sioné con  fecha  28  de  Enero  al  Teniente  Coronel  Don  Benja- 
mín Moritan,  Sargento  Major  Don  Miguel  E.  \^idal  é  Ingeniero 
D.  Jorge  Brondsteim,  para  que  practicaran  los  estudios  del 
caso  y  me  presentaran  un  proyecto  de  línea  de  Fuertes,  que 
nos  asegurara  los  caminos  de  Ultra-Cordillera,  á  fin  de  evitar 
que  los  indios  emigrados  á  territorio  Chileno  la  ultrapasen  con 
propósitos  de  latrocinios.  En  el  establecimiento  de  los  Fuer- 
tes debia  concurrir  á  la  estrategia,  condiciones  ventajosas 
en  la  topografía  del  terreno  para  el  cultivo  y  pastoreo. 

Tan  importante  comisión  fué  desempeñada  h,  completa  satis- 
facción,  y  el  infrascrito,  competentemente  autorizado,  aprobó 
el  proyecto    que  le  fué  presentado;  y    acto    continuo  mandó» 


—  233  — 

bajo  la  dirección  de  la  misma  comisión»  construir  el  Fuerte 
principal  en  el  lugar  elejiüo  (Cuncum-Nieiú,  márgenes  del  rio 
Chimehuin)  y  tres  fortines  avanzados,  en  los  boquetes  que 
dan  paso  á  Chile,  por  los  caminos  de  Villa  Rica  y  Ca- 
rineüi. 

£1  Fuerte  principal  está  construido  y  comenzadas  las  con- 
fortables habitaciones  que  deben  uervir  de  cuarteles  de  invierno 
á  su  guarnición;  asimismo,  uno  de  los  fortines  situado  en  Ma- 
mui-Malal  está  también  terminado. 

Los  trabajos  continúan  con  actividad  y  solidez. 

£1  Regimiento  5^  de  Caballería,  que  debe  ocupar  el  nuevo 
Fuerte,  como  los  indios  sometidos,  se  encuentran  ya  en  él, 
desde  el  8  de  Febrero. 

No  será  el  nuevo  Fuerte  solamente  un  puesto  militar,  pues, 
él  ha  sido  delineado  bajo  las  bases  de  un  pueblo;  con  su 
plaza,  manzanas  divididas  en  solares,  quintas  y  chacras,  para 
que  en  tiempo  no  lejano,  seguramente,  sean  ellas  ocupadas  por 
colonos  trabajadores,  que  vengan  atraídos  por  la  feracidad 
del  suelo  y  magnificencia  del  clima. 

A  los  indios  sometidos  se  les  ha  concedido  el  derecho  al 
terreno  que  habitan  en  la  nueva  población,  y  obligádoles  á 
abandonar,  por  siempre,  el  tradicional  toldo  y  á  construir 
casas  regularmente  cómodas;  obligación  que  ellos  aceptan 
gustosos,  estimulados  por  nuestros  oficiales  y  soldados,  que 
les  dan  el  ejemplo  y  los  enseñan. 


£1  2  de  Febrero  desprendo  al  Teniente  Coronel  D.  Juan  6. 

Diaz,  2^  Gefe  del   Batallón  2  de  línea,    k    la  cabeza  de  15 

hombres  de  su  propio  cuerpo,  26  del  Regimiento  5®  de  Caba- 

ao 


-^  284  — 

Hería  y  20  del  Regimiento  2,  con  instrucciones  de  avanzar 
hasta  el  antiguo  campamento  de  Beuque-Curá,  situado  en  el 
Valle  Pulmarí,  á  40  leguas  al  N.  O.  de  este  campamento,  y 
desde  allí  practicar  batidas  por  los  bosques  de  Pinos  adya- 
centes al  lugar,  con  el  fin  de  perseguir  á  los  indios  que  tra- 
ten de  hacer  provisiones  de  pifiones  para  el  invierno.  Llegado 
al  punto  designado»  ejecuta  las  órdenes  recibidas,  y  en  una 
de  sus  batidas,  habiendo  notado  huellas  frescas  de  indios, 
les  persigue,  fraccionando  su  fuerza,  creyéndolo  mas  eficaz,  y 
dejando  á  su  lado  solamente    1  oficial  y  16  soldados.    Seguia 

el  Comandante  Diaz,  una  de  las  huellas  notadas»  cuando  de 
improviso  fué  atacado  por  un  número  de  120  á  150  indios,  y 
en  vista  de  tal  desproporción,  tomó  posesión  de  un  cerro  y  se 
aprestó  á  la  defensa,  pero  los  indios  se  concretaron  á  hacer 
algunos  disparos  a  la  distancia,  sin  llevarle  ataque  decisivo; 
resolvió  entonces  retirarse  hacia  su  campamento  de  Pulmarí, 
y  cuando  lo  verificaba  fué  alcanzado  nuevamente  por  la  misma 
banda  de  indios  y  un  gi-upo  de  40  hombres  armados  á  fusil, 
que    parecían  ser  soldados;  suspendió  entonces    su    retirada, 

en  presencia  de  un  enemigo  que  le  estrechaba  por  todos  lados, 
y  echando  pié  á  tierra,  se  preparó  de  nuevo  d  la  defensa.  Los 
indios  le  hablan  rodeado  completamente,  y  el  grupo  de  gente 
á  pié  armados  de  fusiles,  se  le  venia  encima  dispersado  en 
guerrilla,  y  á  menos  de  tiro  de  carabina,  levantaron  un  trapo 
blanco,  pero  sin  detenerse  la  guerrilla.    £1  Comandante  Diaz, 

con  la  esperiencia  de  sucesos  análogos,  en  que  los  indios 
valiéndose  de  la  misma  añagaza,  hablan  atacado  traidoramente 
en  el  curso  de  esta  campaña,  al  Sargento  Mayor  Vidal,  al  Ca- 
pitán Bustos  y  al  malogi'ado  Capitán  Crouzeilles,  que  fué  vfc- 
tima  de  idéntica  alevosía,  esperimentando  digo,  rompió  el 
fuego  sobre  aquella  tropa  que  avanzaba  y  sostuvo  el  mas  brí*- 
liante  combate,  rechazando  con  esfuerzos  heroicos,  en  vergon- 
zosa derrota,  á  aquel  enemigo  infinitamente  superior,  dejando 
tendidos    sin  vida   á  seis  soldados  y  un  indio  enemigos,  de 


—  235  — 

■ 

quienes  recogió  seis  rifles  sistema  Martin  Henry,  y  perdiendo 
por  su  parte  á  los  soldados  del  Batallón  2,  Esteban  Godoy 
y  Pedro  Leal,  muertos,  y  herido  el  de  igual  dase,  Domingo 
Rios. 

£1  enemigo  cargó  á  la  bayoneta  á  nuestros  valientes  hasta 
la  distancia  de  30  pasos,  donde  fué  obligado  á  dar  la  espal- 
da, abandonando  acto  continuo»  cristianos  é  indios  el  campo 
del  combate,  llevándose  los  numerosos  heridos. 

Por  conducto  distinto  me  he  informado  con  ceileza  que  los 
indios  que  tomaron  parte  en  ese  combate  han  sido  los  perte- 
necientes al  Cacique  Queupo,  Painés  y  Capitanejo  Nahüel»  y 
que  el  grupo  de  soldados  era  una  compañía  del  ejército  chi- 
leno, comandada  por  el  Teniente  Don  Domingo  A.  Rodríguez, 
y  Alférez  Norambuena,  que  guarnece  el  fortin  chileno  "Lien- 
curá"",  situado  sobre  la  misma  línea  divisoria  de  aquella  y 
esta  Nación,  £1  combate  ha  tenido  lugar  á  cinco  leguas  al 
Oriente  de  aquel  fortin,  y  según  lo  asegura  el  Comandante 
Diaz.  en  territorio  Argentino.  £n  presencia  de  tan  grave 
sucesoí  ordené  que  sin  pérdida  de  momento  saliera  el  Sar- 
gento Mayor  Vidad.  ala  cabeza  de  60  hombres  de  su  Regi- 
miento, en  protección  de  aquel  GefCt  á  quien  trasmití  las 
siguientes  instrucciones  -  que  si  el  enemigo  aún  permanecia 
en  territorio  de  la  Nación,  bien  determinado,  fuera  perseguido 
y  batido;  que  si  encontraba  algún  destacamento  del  ejército 
chileno,  ya  fuera  acantonado  ó  en  marcha,  dentro  de  los  lími  - 
tes  del  país>  le  intimara  la  desocupación  inmediata  del  terri- 
toríoi  pero  que  si  se  aseguraba  de  una  manera  clara  y  evi- 
dente que  alguno  de  esos  destamentos  del  ejército  de  la  nación 
vecina  que  aún  permaneciera  dentro  de  los  dominios  de  la  Re- 
pública, fuera  el  que  le  atacó  en  el  combate  de  que  dá 
cueata,  procediera  á  su  desarme  y  detención,  dándome  aviso 
en  el  acto  para  resolver  en  consecuencia. 

No  obstante  de  haber  sufrido  nuestras  tropas  empeñadas 
en  una  guerra  de  civilización   y  moral,  un  ataque  tan  insólito 


—  236  — 

por  tropas  del  ejército  de  una  nación  hermana,  aliados  á  los 
mismos  indios  ladrones  que  perseguimos,  he  recomendado  al 
Comandante  Diaz  el  mayor  tino  y  prudencia  en  los  inciden» 
tes  que  sobrevinieran  con  aquella  tropa,  para  evitar  conflictos 
que  pudieran  ser  funestos  para  ambas  Naciones;  pero  bien  en- 
tendido, que  no  deberá  prescindir  en  el  terreno  del  derecho, 
de  las  razones  que  nos  asistan,  ein  separarle  por  ello  de  los 
deberes  de  cortesía  á  que  están  obligadas  las  tropas  civili- 
zadas. 

Me  aseguran  que  los  indios  de  los  caciques  Queupó,  Painéo 
y  Nahuel,  que  han  sido  y  son  los  mas  tenaces  y  crueles 
invasores  de  nuestras  poblaciones  fronterizas,  habitan  actual 
mente  en  la  misma  línea  divisoria  con  la  República  de  Chile, 
á  vanguardia  de  sus  fuertes  y  próximos  al  fortin  **  Liencurá ' 
de  aquella  Nación,  amparados  por  su  guarnición,  como  queda 
comprobado,  y  por  consiguientei  en  plena  libertad  de  pasar  á 
nuestro  territorio,  armados  como  están  y  continuar  sus  latro- 
cinios y  asesinatos,  salvaguardados  en  su  recideucia  por  los 
derechos  de  gentes»  que  nos  impiden  penetrar  hasta  eUos. 

Muy  duras  serian  las  consideraciones  á  que  dan  lugar  tan 
tristes  circunstancias  y  absténgome  por  mi  parte  de  produ- 
cirlas en  este  informe,  por  un  exceso  de  respeto  á  aquella 
Nación  amiga. 

No  cumpliría  un  deber  de  estricta  justicia,  si  no  recomen" 
dará  á  la  consideración  pública  y  del  Superior  Gobierno  ai 
valiente  Teniente  Coronel  D.  Juan  G.  Diaz,  Sub-Teniente 
Wappers»  y  á  los  14  soldados  sobrevivientes  de  aquel  heroico 
combate,  que  por  sus  especialísimas  circunstancias  está  colo- 
cada en  la  categoría  de  las  acciones  distinguidas  y  acreedo- 
ras al  premio  que  universalmente  se&alan  las  ordenanzas  de 
los  ejércitos  en  tales  casos. 

El  combate  tuvo  lugar  el  17  de  Febrero  ppdo.,  á  inmedia- 
ciones de  la  laguna  Aluminé. 


—  237  — 

£1  13  de  Enero  por  la  noche»  una  pequeña  partida  de 
indioSt  aiTebató  de  este  campamento  un  grupo  de  caballos, 
pertenecientes  &  una  Comisión  del  Regimiento  3  de  Caballería» 
y  el  1**  de  Febrero  otra  mas  numerosa;  dio  el  mismo  golpe 
de  mano,  á  una  partida  perteneciente  á  esta  Brigada  que 
pemoctaba  á  tres  leguas  de  aquí,  perseguidos  ambos  ladro- 
nes fueron  alcanzados  y  rescatados  todos  los  animales  arreba- 
tados, ocasionando  á  los  primeros  tres  muertos  y  siete  á  los 
segundos»  siendo  estos  últimos,  por  un  piquete  de  la  escolta 
del  Señor  General,  Gefe  de  la  División,  á  órdenes  del  Teniente 
Don  Saturnino  Gorordo. 


Y,  finalmente,  el  13  del  ppdo.  mes,  fué  desprendida  del 
nuevo  Fuerte  una  partida  compuesta  de  38  hombres  al  mando 
del  Capitán  del  Regimiento  5®  D.  Mariano  Vega,  con  el 
objeto  de  recorrer  los  bosques  de  pinos  próximos  al  valle 
Mamui-Malal,  en  donde  se  habian  notado  unos  rastros  dias 
anteriores.  Esta  operación  dio  por  resultado  la  captura  de 
38  indios,  que  fueron  aprehendidos  entre  las  espesuras  del 
monte,  habiendo  tenido  que  perseguírseles  á  pié,  por  no  ser 
practicable  de  á  caballo  la  montaña  donde  estaban  refugiados. 
Estas  familias,  como  algunas  otras  en  número  insignificante, 
vagaban  por  entre  las  arboledas  de  pinos,  de  cuyo  fruto 
esclusLvamente  se  mantienen,  sin  tener  residencia  fija  por 
temor  á  las  persecuciones. 

Tales  son  hasta  hoy^  los  sucesos  mas  remarcables  que  han 
tenido  lugar  en  el  trascurso  de  esta  gran  campaña,  la  que 
nos  ha  dado  el  siguiente  resultado  material :  De  80  á  100 
enemigos  muertos,  700  almas    reducidas   entre    prisioneros  y 


—  238  — 

presentados  y  regular  cantidad  de  hacienda  vacuna,  lanar  y 
caballar  que  era  todo  cuanto  constituía  el  haber  de  los  mora- 
dores de  la  estensa  zona  batida  por  esta  Brigada.  En  cuanto 
al  éxito  moral  obtenido,  es  más  completo;  las  tribus  despe- 
dazadas y  empobrecidas  se  han  visto  obligadas  á  emigrar  á 
territorio  estrangero,  buscando  amparo  para  sus  miserables 
existencias»  y  dejando  por  siempre  entregado  á  la  civilización, 
el  espléndido  territorio  que  tantas  riquezas  atesora  y  del 
cual  eran  dueflos  y  señores  absolutos. 

Los  desgraciados  emigrados,  si  bien  han  encontrado  en  la 
nación  vecina,  un  refugio  seguro  á  la  persecusion  de  nuestras 
tropas,  no  ha  sucedido  as{  en  cuanto  á  los  medios  de  subsis- 
tencia, que  según  se  me  ha  informado,  son  por  demás  pre- 
carios. 

Ñancucheo,  el  mas  recalcitrante  de  los  caciques,  me  ha 
enviado  ya  tres  embajadas  solicitando  el  perdón  de  sus  faltas 
pasadas  y  el  indulto  para  él  y  sus  indios,  sin  exigir  condi- 
ción ni  retribución  alguna,  y  jurando,  según  su  propia  espre- 
fiion,  «con  un  cristo  en  las  manos »^  de  que  será  siempre 
leal  y  sumiso  á  las  autoridades  del  pais.  Competentemente 
autorizado,  he  ofrecido  al  terrible  cacique  de  ayer,  el  perdón 
é  indulto  que  implora  y  le  espero  muy  en  breve,  en  mi 
campamento,  manso  y  obediente. 

Tan  benéficos  resultados,  si  bien  no  han  costado  á  la  Na- 
ción sacrificio  alguno  pecuniario,  ha  perdido  en  la  conquista 
algo  mas  caro :  tres  distinguidísimos  oficiales,  diez  soldados  y 
un  indio  amigo,  muertos  en  combate,  y  dos  soldados  ahoga- 
dos y  un  baqueano  despeñado  en  un  precipicio  durante  las 
persecuciones;  pero,  por  mas  sensibles  que  tales  pérdidas 
sean,  los  beneficios  para  el  engrandecimiento  nacional,  con- 
quistados con  su  sangre,  son  inmensos  y  las  compensan. 

Al  terminar  este  informe,  séame  permitido  cumplir  con  un 
deber  de  rigurosa  justicia  y  equidad  recomendando  á  la  con- 
sideración del  Gobierno  y  de  la  Nación,   á   las    fuerzas    que 


—  239  — 

componen  esta  Brigada,  por  el  valor  demostrado  en  los  com- 
bates, constancia  y  sufrimiento  en  las  fatigas,  disciplina  en 
todos  los  momentos  y  firme  perseveraacia  en  las  empresas. 
Debo  hacer  una  mención  especial  del  Teniente  Coronel  Don 
Alejandro  Montes  de  Oca,  que  por  dos  Teces  me  ha  reem- 
plazado en  la  Comandancia  de  la  Brigada,  distinguiéndose 
por  su  celo  y  energía  en  el  servicio;  de  los  Tenientes  Coro- 
neles D.  Benjamín  Montan,  D.  Juan  G.  Diaz,  D.  Boque 
Peiteado,  y  del  activo  Sargento  Mayor  D.  Miguel  E.  Vidal, 
Capitán  D.  Guillermo  Dameli  que  con  inteligencia  y  contrac- 
ción especial  ha  desempeñado  durante  la  campaña  el  delicado 
y  laborioso  puesto  de  Gefe  del  Detall  á  mi  mas  completa 
satisfacción;  de  los  Capitanes  Bustos  y  Vega,  Tenientes  Ca- 
naverí,  Sontag,  Grimau  é  Insay,  á  mis  Ayudantes  Sargento 
Mayor  D.  Justo  Girón,  Teniente  D.  Martin  Hernández,  y  al 
Teniente  1®  D.  Laurentino  Vigil,  que  con  inteligencia  y  volun- 
tad ha  desempeñado  á  mi  lado  el  doble  oficio  de  Ayudante 
y  Secretario. 

Todos  y  cada  uno,  han  cumplido  dignamente  con  su  deber 
y  el  infrascrito,  no  tiene  mas  que  motivos  de  elogio  para  sus 
subordinados. 

Debo  una  última  palabra  en  honor  de  la  eficaz  administra- 
don  a  euyo  cargo  se  halla  la  provisión  de  víveres  para  las 
fuerzas  expedicionarias. 

Un  racionamiento  bueno,  abundante  y  siempre  oportuno, 
ha  gozado  esta  Brigada,  sin  faltarle  (por  primera  vez  en  este 
género  de  Campañas)  ni  un  solo  dia  de  raciones. 


Campamento  en  el  Collon-Gurá.  Mano  1^  de  18S3. 


Enrique    Gcdoy, 


SEGUNDA  BRIGADA 


OPERACIONES  DE  LA  SEGUNDA  BRIGADA 

De  la    Segunda  DÍTision  del  Iljéreito,  en  la  eampafta  y 
oenpaeion  de  los  territorios  del  Sud  de  la  Repúbliea 


Fuerte  Oenenl  Roca.  Noriembie  18  de  1883. 

La  Orden  de  Brigada  promulgada  en  la  fecha,  hace  cono- 
cer á  todas  sus  reparticiones  que  mañana  se  encontrarán  en 
<:ampaña. 

Como  las  disposiciones  que  ella  encierra  se  relacionan 
directamente  con  el  objeto  de  este  diario,  se  copia  literal- 
mente á  continuación,  y  dice  asi : 

Orden  de  Brigada 

""Art.  1^  Fijase  el  dia  de  mañana  á  las  8  a.  m.  para  la 
marcha  de  esta  Brigada,  en  ejecución  de  la  Campaña  orde- 
nada por  el  Señor  Comandante  en  Gefe  de  la  División. 

2"^  Los  Sres.  Gefes  de  los  Cuerpos,  harán  en  los  suyos, 
con  antelación,  el  racionamiento  ordenado. 

3®  Toda  la  fuerza  espedicionaria  tomará  muías  para  las 
marchas. 


—  244  — 

4"^  Becomiéndase  á  los  Sres.  Gefes  de  Cuerpo  hagan 
observar  en  los  suyos,  mucha  prolijidad  al  ensillar,  á  fin  de 
evitar  completamente,  sean  los  animales  estropeados  en  el 
lomo. 

6  "^  Las  armas  deberán  llevarse,  en  todos  los  momentos,  en 
la  mano,  ó  pendientes  de  la  bandolera ;  y  de  ninguna  manera 
atados  á  la  montura. 

6"^  Es  absolutamente  prohibido  galopar  durante  las  mar- 
chas ó  campamentos,  salvo  servicio  urjente.  Los  Ayudantes 
quedan  esceptuados  de  esta  prohibición  cuando  vayan  en  eje- 
cución de  órdenes  de  sus  Gefes. 

7  ^  Para  el  servicio  diario  se  pedirá  á  los  Cuerpos  por  su 
tumo»  por  el  DetuU  de  la  Brigada,  una  guardia  de  1  oficial, 
1  sargento,  2  cabos,  1  trompa  y  12  soldados,  que  se  pondrá 
á   las  inmediatas  órdenes  del  Comandante  de  campo  en  tumo. 

O  T  B  ▲ 

Queda  nombrado  Gefe  de  este  punto  y  sus  dependendasi  el 
Teniente  Coronel  Don  Tomás  O'Gorman,  mientras  dure  la 
ausencia  del  infrascrito. 


Firmado — 


E.   Oodoy. 


I  -^«-j 


i 


J  *  Divition  del  JS^ércUo  Naei<mal 
BiGüirBA  Brigada 


Fuerte  Oeneral  Roca,  19  de  Noviembre  de  1883. 


£1 19  de  Noviembre  de  1882  habia  sido/señalado  por  el  se- 
ñor Comandante  dn  Gefe  de  la  segunda  División  del  Ejército, 
para  que  nuestra  Brigada  se  pusiese  en  marcha  con  arreglo  á 
las  instrucciones  é  itinerarios  que  debia  seguir  en  el  plan 
concebido  para  la  realización  de  la  campaña  que  se  iba  á  em- 
pezar. Dichas  instrucciones  dicen  á  la  letra  : 

Instrucciones  al  Gefe    de  la    segunda    Brigada,    seSFob 

COBONEL   DON    EnBIQUE   GoDOT. 

''Habiendo  demostrado  la  anterior  campaña  al  Lago  Nahüel- 
Huapí,  que  ya  no  son  necesarias  las  operaciones  combinadas  en 
grandes  columnas,  puesto  que  los  indios  se  han  diseminado 
en  el  territorio  comprendido  entre  los  ríos  Neuquen,  Limay  y 
Cordillera  de  los  Andes,  habiendo  d  cacique  de  los  Manzane- 
ros pasado  al  Sud  del  último  con  algunos  de  su  tribu,  debe- 
mos concretamos  á  hacerles  una  guerra  continua  y  activa  á  fin 
de  desalojarlos  de  sus  últimas  guaridas,  reducirlos  ó  estermi- 
narlos.  Es  con  ese  objeto  que  el  Gefe  de  la  segunda  Brigada 
observará  las  siguientes  instrucciones  : 


—  246  — 

**  1^  La  Brigada  se  pondrá  en  marcha  del  pueblo  ''General 
Roca''  con  el  mayor  número  de  fuerza  posible,  el  dia  19  del 
corriente  con  dirección  á  la  confluencia  de  los  rios  Neuquen  y 
Limay. 

'^  2^  Llegada  á  la  confluencia,  efectuará  el  pasaje  del  Neuquea 
al  Sud,  en  los  botes  que  están  destinados  para  el  efecto. 

"  3^  Etectuado  el  pasaje  seguirá  la  marcha  por  la  banda 
Norte  del  Limay,  hasta  llegar  á  la  confluencia  de  los  ríos  Go~ 
llon-Curá  y  Quemquentren,  punto  en  que  hará  su  campa- 
mento. 

"  4^  Cada  soldado  irá  á  dos  caballos  y  una  muía,  llevando 
de  estas  últimas  una  reserva  para  los  casos  necesarios. 

**  5®  La  Brigada  se  proveerá  de  víveres  y  vicios  hasta  fines 
del  presente  mes,  los  que  cada  individuo  llevará  personal- 
mente. 

"  6^  Las  raciones  consisten  en  los  siguientes  artículos  -  Dia- 
rio:  tres  libras  de  carne,  diez  onzas  de  harina  y  media  de  saL 
Mensual:  cinco  libras  de  yerba  paranaguá,  veinte  onzas  de  ta- 
baco negro  ó  treinta  y  dos  colorado»  seis  pliegos  de  papel 
de  hilo,  una  libra  de  jabón.  Estraordínarios  :  una  libra  de 
café,  dos  de  azúcar  y  una  cimrta  de  caña  para  diez  indivi- 
duos (diaria). 

**7**Enel  arroyo  Pichí- Puin-Leuf ú  dejará  un  destacamento 
de  un  oficial  y  veinte  individuos  de  tropa,  y  en  el  Pichí-Leuf ú 
otro  del  mismo  número  de  fuerza  á  fin  de  mantener  y  soste- 
ner su  comunicación  con  el  fortin  ''Primera  División." 

"  8^  Una  vez  en  el  campamento  que  se  le  ha  designado,  y  que 
sus  caballadas  se  hayan  refrescado  de  la  marcha,  desprenderá 
partidas  a  fin  de  batir  su  frente  y  flancos. 

'*9®  Las  partidas  se"  compondrán  de  50  á  100  hombres  o 
de  mayor  número  si  el  Gefe  de  la  Brigada  lo  creyese  nece- 
sario. 

"  10.  Las  partidas  batirán  su  frente  hasta  el  límite  argenti- 
no sobre  las  Cordilleras,    su  flanco  derecho  hasta  encontrarse 


-«  247  — 

con  las  de  la  primera  Brigada,  que  saliendo  de  Ñorquin  ba- 
tirá su  izquierda  hasta  encontrarse  con  las  de  la  segunda,  y 
esta  su  flanco  izquierdo  hasta  el  río  Caieufú,  donde  se  encon- 
trará con  un  destacamento  de  la  tercera  Brigada,  la  que 
situada  en  el  Lago  Nahüel-Huapf,  batirá  su  frente  hasta  el 
Uroite  argentino,  sobre  las  Cordilleras,  y  su  flanco  derecho 
hasta  el  espresado  rio. 

'^  11.  £1  Detall  de  la  Brigada  llevará  un  diario  en  el  que 
marcará  el  itinerario  que  siga,  rumbos,  horas  de  marcha,  des- 
cansos, topografía  del  terreno,  calidad  de  campos  y  aguadas, 
arroyos,  rios  y  sus  direcciones,  fauna  y  flora,  las  novedades 
de  la  marcha,  y  todo  aquello  que  observare  y  fuere  de  utilidad 
para  el  mejor  conocimiento  del  terreno,  recomendando  en  esto 
la  ma^or  atención  y  minuciosidad. 

*"  12.  Ordenará  á  todos  los  gefes  y  oficiales,  que  marchen  al 
frente  de  una  partida,  lleven  el  diario  que  se  les  recomienda 
en  el  artículo  anterior. 

""  13.  Debiendo  las  fuerzas  de  la  frontera  de  Chile  ponerse 
en  movimiento  en  Enero  del  aüo  próximo  con  el  objeto  de 
tomar  posiciones,  se  recomienda  á  los  gefes  y  oficiales  que 
manden  partidas»  observen  el  miramiento  que  es  debido  en- 
tie  naciones  amigas,  pi*estando  auxilio  en  todo  aquello  que 
les  fuere  requerido,  y  poniéndose  en  buena  armonía  en  las 
operaciones,  á  fin  de  conseguir  de  ellas  los  mayores  y  mejo- 
res resultados  posibles. 

*"  14.  El  Comandante  en  Gefe  de  la  División  no  tendrá  lugar 
determinado,  pues  andará  recomendó  las  Brigadas,  así  es 
que  toda  novedad  ocurrida  en  la  tercera  le  será  comunicada 
al  gefe  de  la  segunda,  según  órdenes  dadas,  y  de  esta  ultima 
las  pasará  donde  se  encuentre  el  Comandante  en  Gefe. 

15.  El  Gefe  de  la  tercera  Brigada  ha  recidido  orden  de  dar 
cuenta  al  de  la  segunda  de  todas  las  novedades  que  ocurran, 
mientras  no  esté  en  aquella  el  Comandante,  Gefe  de  la  Di* 
visión. 


-248  — 

'^  16.  Como  las  distintas  partidas  de  la  División  que  se  des- 
prendan pueden  encontrarse  durante  la  noche,  á  fin  de  evitar 
accidentes  desgraciados,  se  previene  que  las  palabras  de  or- 
den serán  :    Barbarie — Atrás. 

**  17.  Como  los  caciques  Reuque-Curá,  Namuncurá.,  Bumay  y 
otros  han  solicitado  las  pacest  enviando  rehenes  en  prueba  de 
buena  fé,  el  Gefe  de  la  segunda  Brigada  prevendrá  á  todos 
sus  subordinados,  que  todo  grupo  de  indios  que  se  presente 
en  actitud  pacífica,  sea  recibido  y  tratado  con  la  humanidad 
qne  es  debida  á  naciones  civilizadas. 

^  18.  Las  batidas  de  la  Brigada  serán  constantes  y  no  se 
suspenderán  hasta  que  el  Comandante  en  Gefe  de  la  División 
lo  ordene. 

''19.  Se  previene  al  Gefe  de  la  segunda  Brigada  que  las 
partidas  de  la  primera  batirán  su  derecha  hasta  el  límite  ar- 
gentino sobre  las  Cordilleras,  su  frente  hasta  cuarenta  leguas 
de  distancia  y  en  las  mismas  Cordilleras,  y  su  izquierda  hasta 
encontrarse  con  las  de  la  segunda. 

""  20.  En  el  campamento  de  la  Brigada  estará  el  depósito 
•de  racionamiento  estraordinario,  al  cargo  del  Teniente  Corone^ 
Don  Alejandro  Montes  de  Oca,  cuyo  gefe  entregará  por  rela- 
ción y  recibo  todo  aquello  que  le  fuere  solicitado  para  la  ma- 
nutención de  la  tropa. 

*"  21.  En  Boca  recibirá  la  Brigada  las  herramientas  de  zapa 
necesarias  para  la  construcción  de  alojamientos  para  ella  ú 
obras  de  defensa  si  fuere  necesario. 

^  22.  Dejo  á  la  inteligencia  del  señor  Coronel,  Gefe  de  la 
Brigada,  todo  aquello  que  pudiera  ocurrir  en  el  curso  de  las 
•operaciones,  y  que  no  estuviese  determinado  en  estas  ins- 
.trucciones,  siempre  que  ello  responda  al  mejor  resultado  de 
^Uas". 

Choele-Choel,  NoTiembre  8  de  1882. 

Firmado — Conrado  F.  Villegas 


—  249  — 

Tocóse  diana  á  las  3  a.  m.,  y  delde  después  de  lista  se 
empezaron  los  aprestos  para  emprender  la  marcha.  Todo  estaba 
listo  de  antemano. 

A  las  8  30'  a.  m.  nos  pusimos  en  marcha.  La  Brigada  era 
comandada  accidentalmente  por  el  Teniente  Coronel  Don  Ben- 
jamín Moritan,  Gefe  del  Batallón  2  de  línea;  pues  el  Gefe  de 
eUa,  Coronel  D.  Enrique  Godoy,  quedaba  en  el  campamento 
acompañado  de  sus  Ayudantes. 

El  mando  de  las  diferentes  reparticiones  estaba  distribuido 
de  la  siguiente  manera :  Coronel,  Gefe  de  la  Brigada,  Don 
Enrique  Godoy — Gefe  del  Detall,  el  Capitán  que  suscribe — 
Comisario  de  Guerra  en  campafia,  Teniente  Coronel  Don  Ale* 
jandro  Montes  de  Oca. 

Batallón  2  de  línea — Teniente  Coronel  Don  Benjamín  Mori- 
tan, Gefe  del  Batallón;  Teniente  Coronel  Graduado,  Sargento 
Mayor  D.  Juan  G.  Diaz,  segundo  Gefe. 

Regimiento  2  de  Caballería — Teniente  Coronel  Graduado 
Don  Boque  Peitiado,  Gefe  interino  del  Begimiento. 

Regimiento  5°  de  Caballería — Sargento  Mayor  D.  Miguel  E. 
Vidal,  Gefe  accidental  del  mismo. 

El  Estado  que  figura  á  continuación  dará  á  conocer  el  número 
de  fuerza  y  elementos  con  que  se  emprendía  la  campaña  : 


S2 


CUERPOS 


—  250  — 


6 

3 

*3 

«a 
O 


I 


'E  I 


JS 
¿5 


^ 


3 


o 
o 


Plana  Mayor 

Batallón  2« 

Regimiento  2^ 

Begimiento  6^ 

En  depósito .    . 


Total.    . 


1 

— . 

12 

12 

60 

___ 

40 

2 

8 

110 

— 

240 

— 

170 

2 

16 

180 

— 

433 

— 

259 

1 

8 

210 

— 

420 

• 

— 

300 

— 

■" 

— 

^— 

242 

— 

^ 

6 

32 

512 

12 

1305 

180 

769 

449 


Además  llevábanse  clea  cargas  con  racionamiento  de  víveres 
y  vicios. 

Ya  fuera  de  las  poblaciones  del  campamento  la  Brigada 
tomó  el  camino  que  costea  el  rio  Negro  y  se  fijó  el  rumbo  de 
la  marcha  al  Oeste. 

A  las  10  y  6  a.  m.  se  hizo  un  alto  de  10  minutos  y  otro  de 
15,  á  las  11  y  45  a.  m.  y  á  la  1  y  17  minutos  p.  m.  se 
campó  sobre  la  margen  izquierda  del  rio  Negro  en  el  paraje 
denominado  ''Sauce  Ladeado**. 

Distancia  recorrida,  6  ll2  leguas. 

A  las  4  p.  m.,  orden  de  Brigada.  A  las  6  y  30  m.,  lista 
mayor.  A  las  9  p.m.»  retreta.    Alas  10  p.  m.,  silencio. 


—  251  — 


¡livmes  90  de  Moiriembre  de  t»H9 


Diana  á  las  2  y  30  ni.  a.  m. 

Pasada  la  Diana,  se  arrimaron  las  muladas  á  los  Cuerpos,  y 
se  tomó  muía  para  proseguir  la  marcha. 

A  las  4  y  40'  a.  m.  se  emprendió  la  marcha,  costeando  el 
rio  hacia  arriba  con  rumbo  al  Oeste. 

A  las  6  y  5  a.  m.  se  hizo  un  alto  de  15  m.  y  á  las  8 
a.  m.  se  campó  sobre  la  costa  del  Nauquen,  una  legua  mas 
arriba' de  la  confluencia  de  este  con  el  Limay,  y  frente  al  fortiu 
1*  División.  En  este  punto  debía  efectuarse  el  pasaje  del  rio. 

A  la»  11  y  40  a.  m.  llegó  el  Coronel  Gefe  de  la  Briga- 
da, Dan  Enrique  Godoy,  acompañado  de  sus  Ayudantes,  del 
Presbítero  Don  José  María  Beauvois,  Ingeniero  Bronsthed  y  el 
turista  Mr.  John  Luckham  Williams  Andreus,  que  figura  como 
voluntario  en  la  Plana  Mayor  de  la  espresada. 

Desde  su  llegada,  el  Gefe  de  la  Brigada  empezó  á  disponer 
lo  necesario  para  efectuar  el  pasaje  del  rio.  A  nuestra  llegada 
encontramos  dispuesta  una  balsa  que  se  había  mandado  cons- 
truir con  anticipación,  y  establecida  ya  la  maroma  que  debía 
conducirla  de  una  á  otra  ríbera;  pero  sin  embargo  de  que  su 
construcción  había  sido  prolija,  y  ambos  trabajos  perfectamente 
acabados,  no  se  pudieron  utilizar  porque  la  impetuosidad  de 
la  corriente  del  rio  los  hizo  ineficaces. 

Entre  una  y  ^otra  prueba  habíase  perdido   el  día,  y  se  dejó 
para  el  siguiente  el  pasaje. 
Pailj^efectnarlo  contamos  con  una  palanca  poderosa. 

El  señor  Teniente  Coronel  de  la  Armada,  Don  Erasmo  Obli- 
gado, el  Teniente  Don  Eduardo  O'Connor  de  la  misma  arma, 
prácticos  y  marinería  del  vaporcíto  "Rio  Negro",  están  aquí 
para  ayudamos.  Han  dejado  su  buque  anclado  en   la  confinen- 


>•• 


—  252  — 

cía,  y  remontando  el  Nauquen  en  botes,  vienen  á  participar 
de  nuestra  fatiga.  Bien  venidos  sean. 

Esta  noche  vivaquearán  con  nosotros,  y  mafiana  empren- 
derán la  tarea  que  voluntariamente  quieren  darse  y  que  nos- 
otros tanto  agradecemos. 

Dióse  la  orden  á  las  6  p.  m. 

6  y  30  p.  m.  Lista  Mayor.  9  p.  m.  Retreta.  10  p.  m.  Si- 
lencio. 


Martes  tt  de  IVoTleinbre  de  MH9 


A  las  3  a.  m.  se  tocó  diana. 
Se  carneó  y  racionó  la  fuerza. 

A  las  6  a.  m.  se  dio  principio  á  vadear  el  Sio,  haciéndolo 
en  botes. 

Empezóse  por  las  cargas  de  la  Comisaría,  á  estas  siguió  el 
Begimiento  2,  á  continuación  el  Batallón  del  mismo  número, 
y  á  las  6  y  30  p.  m.  se  encontraban  campados  en  la  margen 
derecha. 

A  la  1  p.  m.  se  presentó  el  capitanejo  Gallardo,  de  la  tribu 
de  Manquiel,  acompañado  de  un  indio  con  comunicaciones  para 
el  General  Gefe  de  la  División. 

Aprovecháronse  las  últimas  horas  de  la  tarde  en  hacer  pa- 
sar dos  trozos  de  caballada,  que  vadearon  con  facilidad  y  sin 
haber  pérdida  de  animales. 

El  dia  ha  sido  bien  aprovechado.  De  continuar  asi  pronto 
nos  encontraremos  costeando  el  Limay.  Un  incidente,  sin  em- 
bargo, ha  estado  á  pique  de  altt'rar  el  orden  y  la  confianza 
con  que  se  hacia  el  pasaje.  En  las  primeras  horas  de  la  ma- 
fiana se  tumbó  un  bote,   que   regresaba  de  la  orilla  opuesta, 


—  253  — 

tripulado  por  cuatro  soldados.  Esta  circunstancia  fué  debida  á 
una  imprudencia  de  los  tripulantes,  que  viniendo  aguas  abajo, 
dieron  sobre  la  maroma  con  una  de  las  bordas,  y  tumbaron  la 
embarcación.  Felizmente  eran  nadadores,  y  fueron  auxiliados 
prontamente  por  nuestros  compañeros  de  la  armada,  y  no  hubo 
que  lamentar  ninguna  desgracia. 

Se  dio  la  orden  á  las  6  p.  m. 

A  las  6  y  30  p.  m.  Lista  Mayor.  Retreta  á  las  9  p.  m.  y  á 
las  10  p.  m.  silencio. 


Hiércolea  99  de  IVoTlenribre  de  1889 


Diana  a  las  3  a.  m. 

Al  salir  el  sol  dio  principio  el  Regimiento  5^  á  pasar  el 
rio.  Se  embarcaron  primero  los  equipos,  y  á  estos  siguió  la 
tropa,  terminando  su  pasaje  á  las  10  y  45  a.  m. 

A  continuación  se  hicieron  azotar  las  caballadas  y  en  pos  de 
ellas  la  hacienda  vacuna;  pero  nn  se  pudo  pasar  toda  apesar 
de  haber  tocado  todos  los  medios  para  conseguirlo.  Es  arisca, 
d  rio  cerrentoso  y  las  varías  tentativas  que  se  han  hecho 
aumentan  la  dificultad. 

A  las  10  a.  m.  llegó  el  General  Villegas  y  campó  con  sus 
ayudantes  á  retaguardia  nuestra. 

A  las  11  a.  m.  se  trasladó  el  que  suscribe  á  la  margen 
opuesta  con  el  Detall  y  sus  dependencias. 


-  254  — 


Jíuéves  9S  de  IVowlembre  de  1889 


Tocóse  diana  á  la  hora  de  costumbre. 

A  las  6  y  15  marchó  el  Regimiento  3  á  situarse  á  ll2  legua 
á  vanguardia,  y  casi  sobre  el  Limay.  Su  misión  es  el  cuidado 
de  las  caballadas  y  hacienda  que  se  envian  también  allí,  por 
ser  mejor  el  campo  y  mas  abundantes  los  pastos. 

A  las  9  a.  m.  se  puso  en  marcha  para  ir  á  instalarse  en  el 
mismo  paraje  la  tropa  de  arreo. 

A  las  9  y  45  a.  m.  llegó  la  tercera  Brigada  y  campó  en  la 
margen  izquierda  del  Nauquen,  en  el  mismo  campamento  que 
ha  ocupado  la  nuestra. 

Toda  la  tarde  se  ha  invertido  inútilmente  en  tratar  de  hacer 
pasar  la  hacienda  de  la  tercera  Brigada  y  las  ciento  y  tantas 
reses  que  aún  quedan  de  la  segunda. 

Desde  las  11  n.  m.  la  tercera  Brigada  empezó  h,  efectuar 
su  pasaje.  Dieron  comienzo  por  el  bagaje  y  la  tropa  [del  6, 
que  está  formando  su  campamento  en  donde  lo  tenia  el  Begi* 
miento  3. 

Lista  Mayor  sin  novedad. 


Viernes  t4  de  IVoi^leuilire  de  MH9 

Diana  á  las  3  a.  m. 

Al  aclarar  hiciéronse  los  aprestos  para  levantar  el  campo  y 
abandonar  las  costas  del  Nauquen. 
En  el  punto  que  vamos  á  abandonar   queda  instalada  una 


—  255  — 

sucursal  de  la  Comisaría  de  Guerra  al  cargo  del  Teniente  2^ 
D.  Gregorio  J.  Ganduglia  con  estas  instrucciones: 

Instrucciones  al  Tenients  Gandüolia 

1^  Tendrá  su  permanencia  en  este  punto  (Fortin  Limay)  y 
á  sus  órdenes  quince  indios  amigos  de  Choele-Choel. 

**  2®  Sumisión  es:  recibir  del  Capitán  Rohde  los  víveres 
para  el  consumo  de  las  fuerzas  espedicionarias  y  conservarla 
en  depósitos  apropiados  hasta  que  las  tropas  de  arreos  ven- 
gan á  buscarlas. 

'^  3°  Becibirá  así  mismo  los  ganados  que  quedan  en  depó- 
sito y  los  remitirá  bien  escoltados  hasta  la  Comandancia  de 
la  segunda  Brigada,  relevándose  las  escoltas  de  fortin  en 
fortin. 

*"  4?  Tratará  de  pasar  el  rio  los  495  novillos  que  quedan 
en  este  punto  juntamente  con  las  400  yeguas  que  vienen  de 
Choele-Choel,  mandándolas  á  cargo  del  Sub-teniente  Castro 
con  10  soldados  del  Fortin  y  los  15  indios  que  quedan  á  sus 
órdenes. 

**  5**  Conser^'aní  en  el  mejor  estado  posible  las  embarca- 
ciones que  se  le  dejen,  á  fin  de  tener  siempre  un  pasaje  íStcil 
del  rio. 

**  6«  Obedecerá  las  órdenes  é  indicaciones  del  Capitán  Roh- 
de en  todo  aquello  que  se  refiera  á  la  administración  de  los 
víveres  que  se  han  confiado  k  dicho  Capitán. 

*  7*»  Pedirá  al  Sub-teniente  Castro,  Comandante  del  fortin, 
todos  los  recursos  de  hombres  y  elementos  que  necesite  para 
el  buen  desempeño  de  su  importante  comisión. 

*^  8^  Llevara  la  contabilidad  del  caso,  para  conocer  en  todo 
tiempo  el  movimiento  ocurrido  en  los  depósitos  á  su  cargo. 

*"  9^  Racionará  con  las  provisiones  á  su  cargo  todas  las  co- 
mL  iones  pertenecientes  á  las  fuerzas  espedicionarias,  de  cual- 
quier Brigada  que  sean,  dejando  al  efecto  40  novillos  en  ese 
punto,  de  los  495  que  recibirá  del  Sub-teniente  Castro. 


—  256  — 


a 


10.  La  delicada  é  impoitante  comisión  que  se  confía  á  la 
inteligencia»  actividad  y  patriotismo  del  Ten.ente  Ganduglia, 
exije  una  contracción  personal  decidida,  á  fin  de  asegurar  á  las 
fuerzas  espedicionarías  la  manutención  necesaria;  pues  si  ello 
se  descuidara  por  abandono  ó  negligencia,  podria  dar  lugar  á 
fracasos  en  las  importantes  operaciones  que  se  emprenden; 
siendo  entonces  gravemente  responsables  los  que  resultaren 
«ulpables. 

"  Paso  del  Neuquen,  Noviembre  24  de  1883. — Firmado — 
Enrique  Godoy." 

Al  Sub-teniente  Don  José  M.  Castro,  Comandante  del  for- 
tín Primera  División,  se  le  han  dejado  las  instrucciones  que 
se  escriben  á  continuación,  &  fin  de  que  entre  este  y  el  Te- 
niente Ganduglia,  no  se  susciten  dificultades  que  puedan  en- 
torpecer el  buen  servicio,  y  dicen  así: 

» 

Ikbtbucciokes    al    Sub-Teniente    CabtbOi    Comandante 

del  fobtin 

**  1^  Prestará  todo  el  concurso  de  hombres  y  elementos  al 
Teniente  Don  Gregorio  Ganduglia,  encargado  de  una  sucursal 
de  la  Sub-Gomisaría  de  Guerra  en  este  punto,  tanto  para  la 
construcción  de  depósitos  y  cuidado  de  haciendas,  cuanto  para 
el  pasaje  de  los  artículos  que  necesita  para  las  fuerzas  espe- 
dicionarias. 

*"  2°  Siendo  lo  designado  en  el  artículo  anterior  la  principal 
misión  por  ahora  de  la  guarnición  de  este  fortín,  debe  ser 
atendido  con  toda  preferencia. 

^  3°  Atenderá  del  mismo,  con  especial  cuidado,  el  servicio 
de  la  correspondencia,  tanto  para  las  fuerzas  espedicionarías 
cuanto  para  la  primera  Brigada,  siempre  que  la  de  esta  ul- 
time sea  oficial. 

^  4^  No  practicará  operación  de  guerra  fuera  de  los  alre- 
dedores del  fortin,  salvo  los  casos  de  protección  á  transeúntes 


—  267  — 

ó  comisiones  que  lleguen  á  ser  atacadas  por  los  indios  ü  ór- 
denes espresas  del  señor  Comandante  O'Gorman,  Gefe  acciden* 
tal  de  esta  Ifnea. 

**  5^  Siendo  el  Teniente  Ganduglia,  por  su  graduación  su- 
perior al  Subteniente  Castro,  se  subordinará  este  á  aquel 
en  caso  de  operaciones,  siempre  que  ambos  estuvieren  pre- 
sentes." 

*  6®  Lo  imprevisto  queda  librado  á  la  inteligencia  y  acti- 
vidad del  Subteniente  Castro." 

**  Nauquen,  Noviembre  24  de  1882. — Firmado — Enrique 
Godoy  ". 

Eran  las  9  y  20  a.  m.  cuando  se  puso  en  marcha  la  Brigada, 
y  á  las  10  y  10  a.  m.  llegamos  á  Trapueque,  cerca  del  Limay 
Es  una  rinconada  de  campo  espacioso  y  abundante  pasto,  en 
donde  se  encontraba  campado  el  Regimiento  2,  el  arreo  y  las 
caballadas  y  hacienda  de  la  Brigada. 

Campamos  á  la  izquierda  del  Regimiento  2,  y  á  continua- 
ción se  racionó  la  tropa. 

En  el  resto  del  dia  no  ocurre  novedad. 


Sábado  95  de  moTlcmbre  de  1899 


Tocóse  diana  á  la  hora  de  costumbre. 

En  las  primeras  horas  de  la  mañana  se  enviaron  cargueros 
para  traer  racionamiento  de  carne  para  dos  dias  para  la  Bri" 
gada.  Las  reses  que  se  nos  quedaron  ha  sido  imposible  hacer- 
las pasar  el  Neuquen,  y  el  Gefe  de  la  Brigada  ha  mandado 
hacer  esta  canjeada  con  objeto  de  aprovechar  el  mayor  nú- 
mero de  reses  posibles  que  se  nos  quedan. 

33 


—  258  — 

A  las  9  y  45  a.  m.  pasa  por  frente  de  nuestro  campamento 
el  arrea  de  la  tercera  Brigada  y  vá  á  situarse  á  una  media 
legua  á  vanguardia. 

A  las  10  y  30  a-  m.  llegó  el  Gefe  de  la  Brigada,  que  con 
sus  ayudantes  había  quedado  al  otro  lado  del  Neuquen. 

Media  hora  después,  desfiló  por  nuestro  frente  la  tercera 
Brigada  que  fué  á  campar  donde  lo  habia  hecho  su  án*ea. 

12  y  30  p.  m.    Regresaron  las  cargas  trayendo  10  reses. 

Este  dia  se  permanece  campados. 

El  Comandante  Peiteado,  Gefe  accidental  del  Regimiento  2, 
se  prepara  para  salir  de  vanguardia  con  130  hombres  de  su 
Regimiento  y  10  infantes  del  Batallón  2. 

La  misión  de  este  Gefe  se  puede  conocer  por  las  instruc- 
ciones que  lleva  y  que   se  escriben  á  continuación: 

Instrucciones  al   Comandante  Peiteado 

"I®  El  Comandante  Peiteado  marchará  con  el  Regimiento 
de  su  mando  al  aclarar  del  dia  de  mañana,  con  el  objeto  de 
sorprender  las  tolderías  del  cacique  Ñancucheo  que  se  hallan 
situadas,  según  datos  ciertos,  en  el  paraje  denominado  Huichú 
Lauquen,  próximo  al  cerro  Nevado." 

"  2  *  Hará  sus  marchas  sin  precipitarse,  observando  las 
prácticas  mas  eficaces  para  la  conservación  de  sus  caballadas.'* 

"3^  Se  pondrá  de  acuerdo  con  el  Comandante  Suarez, 
i^uien,  con  una  fuerza  de  la  tercera  Brigada,  se  desprende 
igualmente  con  el  propósito  de  batir  al  cacique  Sayhuequei 
situado  al  Sud  del  Lago  Nahüel-Huapí,  á  fin  de  caer  simul- 
táneamente ambas  partidas  sobre  las  tolderías  á  que  se  dirijen 
para  asegurar  mejor  el  suceso." 

"4"*  Practicada  la  operación  con  resultado  favorable, 
regresará  con  los  prisioneros  hasta  el  rio  CoUon-Curá,  lugar 
designado  para  el  Campamento  general  de  la  Brigada;  ó  si 
las  circunstancias  se  lo  permiten,  sin  temores    ni  peligros  de 


—  259  — 

• 

trastornos,  enviará  á  otro  Campamento  de  la  Brigadaí  bajo 
segura  custodia,  á  los  prisioneros  que  tomare,  continuando 
entonces  su  operación  de  avance  hasta  otras  tolderías  próxi- 
mas de  que  tuviera  noticias  y  seguridad  de  obtener  resultado 
eficaz. '^ 

'  5  "^  Si  fuere  sentido  con  anticipación  por  los  indios  que 
vá  á  atacar,  los  perseguirá  entonces  con  la  rapidez  posible  y 
necesaria  en  esos  casos,   pero  sin  dejar  soldados    rezagados."" 

''6''  Si  algún  cacique  ó  capitanejo  ofreciera  someterse 
voluntariamente,  lo  aceptará  garantizándoles  vidas  y  subsis- 
tencias.*' 

''7'^  No  ultrapasará  los  límites  del  territorio  argentino  en 
ningún  caso." 

*'8''  Llevará  un  diario  prolijo  de  las  novedades  que  ocur- 
ran en  su  expedición  y  marchas  que  efectúe,  con  espresion  de 
caminos  y  parajes  que  recorra." 

""9°  De  la  inteligencia  y  actividad  del  Comandante  Pei- 
teado,  espera  el  Señor  Comandante  en  Gefe  de  la  División  y 
el  infrascrito,  en  la  comisión  que  se  le  confia,  sucesos  prove- 
chosos para  la  conquista  de  los  salvajes  y  gloria  de  las 
armas." 

"Campamento  en  marcha  orillas  del  Limay,  Noviembre  26 
de  1882. — ^Firmado. — ^Enrique  Godoy". 

A  las  3  p.  m.  se  dio  la  orden  de  Brigada,  con  la  siguiente 
novedad: 

Obden  de  Bbigaba 

"  En  atención  á  que  el  mejor  resultado  de  nuestra  campaña, 
depende  ante  todoi  del  sigilo  con  que  se  debe  evitar  el  ser 
descubierto  por  el  enemigo  que  vamos  á  combatir,  y  de  las 
precauciones  con  que  se  han  de  prevenir  los  golpes  de  mano 
qae  quiera  intentar. — ^El  Gefe  de  la  Brigada  ordena : 

''l^  Bajo  ningún  protesto  y  por  ningún  motivo»  han  de 
producirse  quemazones   que  puedan  revelar  nuestra  presencia 


•  * 


—  260  — 

en  el  campo  ;  y  se  castigará  muy  severamente  al  que  las 
produjese.  Si  por  cualquier  circunstancia,  y  á  pesar  de  todo, 
se  llegase  á  quemar  el  campo,  todos  los  individuos  que  se 
encuentren  próximos  al  lugar  del  incendio,  deberán  acudir 
prontamente  á  él,  é  intentar  todos  los  medios  para  procurar 
su  extinción  hasta  conseguirlo/ 

""  2  "^  Queda  absolutamente  prohibido  á  todos  y  á  cada  uno 
de  los  individuos  que  componen  la  Brigada*  el  desprenderse 
de  las  armas  de  su  uso  cuando  se  separen  del  campamento ; 
y  solo  dentro  del  recinto  de  éste  les  será  permitido  quitárse- 
las, pero  colocándolas  de  manera  á  servirse  de  ellas  al  primer 
momento.  Los  empleados  en  las  caballadas,  muladas  y 
demás  comisiones,  que  por  la  naturaleza  del  servicio  que 
prestan  están  alejados  del  campamento»  no  deben  alejarse  de 
sus  armas  en  ningún  momento  y  han  de  llevarlas  prontas  y 
en  la  forma  ordenada  en  las  órdenes  anteriores.  Se  le  casti- 
gará con  severidad  al  que  se  le  encuentre  con  ellas  en  la 
montura,  ó  que  las  tenga  colocadas  de  modo  que  no  pueda 
utilizarlas  en  el  mismo  momento  que  las  necesite.*' 

"  El  Comandante  de  Campo,  los  oficiales  encargados  del 
cuidado  de  las  caballadas,  muladas^  etc.,  son  responsables 
ante  el  que  firma  del  exacto  cumplimiento  do  esta  dispo- 
sición." 

"  3  "*  El  Gefe  de  la  Brigada  espera  que  los  Señores  Gefe^ 
y  oficiales  de  la  misma,  bien  penetrados  del  espíritu  de  esta 
orden  y  animados  del  mismo  deseo  que  la  ha  dictado,  llega* 
rán  hasta  el  desvelo  para  que  ella  sea  fielmente  cumplida  en 
todas  sus  partes."—  Firmado.—E.   Godoy. 


—  261  — 


Itomlns:!»  9S  de  .líoYlembre  de  tHHM 


Diana  á  las  3  a.  m. 

A  las  5  a.  m.  se  puso  en  marcha  la  fuerza  que  á  las  órde- 
nes del  Comandante  Peitiado,  ha  de  efectuar  las  operaciones 
que  indican  las  instrucciones  que  se  mencionan  mas  aniba. 

A  las  5  y  55  a.  m.  emprendió  la  marcha  la  Brigada  con 
rumbo  al  O. 

A  las  8  a.  m.  se  hizo  un  alto  de  30  minutos. 

A  las  9  y  50  a.  m.  nos  encontramos  con  un  chasque  del 
cacique  Renque-curá  que  traía  comunicaciones.  Se  hizo  alto 
para  conocer  el  contenido  de  éstas,  y  á  las  11  y  10  a.  m.  se 
emprendió  nuevamente  la  marcha,  llevando  con  nosotros  á  los 
emisarios  ó  correos. 

A  las  once  y  media  campamos  sobre  la  costa  de  una  laguna 
de  unos  30  metros  de  anchura  por  2  y  medio  ó  3  cuadras  de 
estension.  Está  rodeada  de  sauces  sombríos  y  de  regular 
elevación. 

La  distancia  recorrida  es  de  6  leguas  y  media,  de  camino 
íacü  aunque  pedregoso  á   trechos. 

£1  campo  que  ocupamos  es  estenso,  con  buenas  aguadas, 
abundante  leña  y  magníficos  pastos. 

£1  Limay  que  venimos  costeando,  y  al  cual  se  acerca  ó  se 

aleja  el  camino  que    dejamos    recorrido,  le  tenemos  ahora  á 

unas  treinta  cuadras  al  Sud.    En  él  y  frente  mismo  á  nuestro 

campamento  se  encuentra  anclado  el   *"  Rio  Negro  "  que  seguirá 

viaje  al  amanecer  del  dia  próximo. 
4  p.  m.    Se  dio  la  orden  y  contenía  la  siguiente  novedad : 

Obdek  de  BniaADA 

^Atendiendo  al  mejor  servicio,  se  dispone  que  en  lo  sucesivo, 
d  servicio    se  relevark  en  la  tarde;   para   cuyo    efecto   las 


—  262  — 

guardias  y  los  diferentes  servicios  que  se  pidan,  estarán 
listos  desde  después  de  campar.  La  guardia  para  el  Coman- 
dante de  campo,  se  dará:  á  caballo  mientras  la  Brigada 
permanezca  campada;  y  en  muía  y  con  caballo  de  tiro  du- 
rante las  marchas." 

*"  Lo  que  se  hace  saber  á  los  cuerpos  para  su  cumplimiento, 
firmado— E.  Godoy". 

7  p.  m.  Llega  la  tercera  Brigada  y  campa  á  pocas  cuadras 
coronando  una  pequeña  lomada  al   S.  E.  de   nuestros  reales. 


Iiiine«  tV  de  IVovIembre  de  i899 


A  las  3  a.  m.  se  tocó  diana. 

Empezamos  á  ensillar  á  las  4,  y  á  las  5  nos  pusimos  en 
marcha,  costeando  el  rio  Limay  al  cual  nos  acercamos  á  veces 
para  volverlo  á  dejar  después  según  los  caprichos  de  su  curso 
y  las  ondulaciones  del  camino. 

A  las  8  y  10  a.  m.  se  hizo  un  alto  de  20  minutos  y  se 
continuó  la  marcha  hasta  las  9  y  15  a.  xa.  que  se  campó 
sobre  la  costa  del  Limay,  en  una  gran  rinconada  que  forma 
el  arroyo  Chaleuf  al  desembocar  en  este  rio. 

£1  valle  es  bastante  estenso  y  contiene  abundantes  pastos; 
y  las  costas  del    rio  se  encuentran  pobladas  de  arboleda. 

Distancia  recorrida  6  leguas. 

A  las  10  y  35  a.  m.  se  divisó  el  vapor,  que  poco  tiempo 
después  se  amarró  á  la  costa,  unas  10  cuadras  mas  abajo  de 
nuestro  campo. 

A  las  11  a.  m.  habiendo  llegado  la  tropa  de  hacienda,  se 
carneó  y  racionó  la  fuerza. 

A  la  1  p.  m.  habiendo  hecho    provisión    de    carne  fresca» 


—  263  — 

zarpó  el  '^  Rio  Negro  "    y  continúa    aguas  arriba.    Mañana  le 
daremos  caza  por  tierra. 

En  el  resto  del  dia,  no  ocurre  otra  novedad  que  la  suce- 
sión de  los  toques  de  ordenanza  y  el.  desempeño  de  Las 
obligaciones  del  servicio  diario,  que  se  repiten  invariable- 
mente. 


Martes  ts  de  IVovIembre  de  t98t 


Después  de  la  lista  de  diana,  que  tuvo  lugar  á  la  hom  de 
costumbre,  se  ai-rimaron  las  muladas  á  los  Cuei*pos  y  empe- 
zaron los  aprestos  para  levantar  el  campo. 

A  las  4  y  45  a.  m.  se  tocó  á  caballo  y  emprendimos  la 
marcha  siguiendo  la  dirección  del  valle  que  se  prolonga  al 
Sud,  y  vá  á  morir  á  unos  tres  cuartos  de  legua  en  el  recodo 
de  la  sierra,  que  en  este  punto  llega  hasta  el  Limay  y  forma 
su  margen  izquierda  en  barrancas  cortadas  á  pico. 

A  las  6  y  15  a.  m    habíamos  ya  recorrido    esta  pequeña 

parte  del  valle  y  empezamos  á  subir  la  sierra  que  forma  una 

travesía  de  seis  y  media  leguas  antes  de  volver  á  caer  en  e  I 
valle  del  Limay. 

A  las  6  y  50  a.  m.  se  hizo  un  alto  de  veinte  ^  minutos  y 
continuamos  la  marcha  hasta  las  9  y  20  que  llegamos  á  la 
bajada  de  la  travesía  llamada  Ghocon,  que  significa,  muerto 
de  frío.  Este  nombre  está  perfectamente  justificado  porque 
en  el  parage  á  que  se  refiere,  se  encuentran  multitud  de 
tumbas  cónicas  formadas  de  piedras,  tierra  y  ramas,  y  en 
ellas  los  cadáveres  de  una  pa/tida  de  indios  que  en  épocas 
anteriores  fueron  sorprendidos  aquí  por  un  temporal  de  nieve 
y  perecieron. 


—  264  — 

El  camino  que  hemos  traído  en  la  travesía  en  dirección  SO. 
es  bueno  en  general. 

Hicimos  una  parada  de  diez  minutos  y  empezamos  el  des- 
censo de  la  bajada  que  es  corta  pero  escabrosa. 

Ya  en  el  bajo  divisamos  el  "Rio  Negro"  que  estaba  amarrado 
á  la  costa  k  unas  quince  cuadras  de  nuestro  camino  y  levan- 
tando vapor  para  seguir  su  navegación. 

A  pocas  cuadras  de  la  bajada  el  valle  se  estrecha  tanto, 
que  ha  dado  motivo  á  que  algimos  le  llamen  el  desfiladero, 
8in  embargo  de  no  serlo.  Esta  estrechura  tiene  unas  veinte 
y  cinco  cuadras  de  estensíon  y  su  anchura  varía  entre  4  y 
15  metros.  A  la  derecha  se  levanta  la  sierra  y  á  la  izquier- 
da corre  el  Limay. 

A  las  10  y  45  a.  m.  campamos  en  Trecau,  casi  sobre  la 
costa  del  rio.  Este  paraje  es  pobre  de  pastos  pero  tiene  el 
suficiente  para  nuestras  caballadas  y  es  lo  que  se  necesita  por 
el  momento. 

Distancia  recomda:  8  leguas. 

3e  carneó  7  racionó  después  do  campar. 

A  las  12  y  30  los  golpes  uniformes  de  las  palas,  nos  anun- 
cian el  aiTivo  del  "Rio  Negro"  y  abandonamos  nuestras  sombras 
para  salir  á  contemplar  y  recibir  á  sus  tripulantes;  pero  se 
defraudaron  nuestras  esperanzas,  porque  al  encontrarse  á 
nuestra  altura,  los  del  vapor  se  contentaron  con  saludarnos 
y  el  buque  siguió  cortando  suave  pero  incesantemente  las 
puras  ondas  del  Limay  hasta  perderse   de  vista. 

El  día  termina  sin  otra  novedad. 


Mléreole«  ••  de  IHovIemlire  de  iSftt 


Emprendimos   la    marcha    á    las   4   y  30  a.  m.  en  direc- 
•cion  al  SO. 


^265  — 

Vamos  marchando  por  un  estensísimo  valle  rico  en  vegeta- 
ción y  poblado  de  aguadas.  £1  rio  lo  limita  por  la  izquier* 
da  formando  un  medio  círculo  casi  perfecto,  y  al  cual,  el 
camino  que  está  trazado  siguiendo  á  mayor  ó  menor  distancia 
la  costa  de  la  sierra,  sirve  de  cuerda  tocándolo  en  sus  dos 
puntos  estremos.  Allá,  al  frente,  en  el  punto  opuesto  al  que 
acabamos  de  dejar,  está  el  sitio  fin  de  la  jomada  de  hoy. 

A  las  7  y  40  hicimos  un  alto  de  veinte  minutos  y  seguimos 
la  marcha  hasta  las  8  y  45  que  se  dio  un  descanso  de  media 
hora. 

Después  que  cada  uno  dio  fin  con  el  fiambre,  que  nunca  so 
deja  de  llevar  en  estos  casos,  y  de  arreglar  las  monturas, 
proseguimos  la  marcha  hasta  las  11  y  15  que  establecimos 
el  campamento  sobre  la  costa  de  un  pequeño  brazo  del  Limay, 
una  media  legua  mas  abajo  de  la  desembocadura  del  arroyo 
Picun-Leufú  (Piquin-Puramí  de  Villarino). 

Se  carneó  y  se  provisionó  la  tropa. 

A  las  5  y  minutos  p.  m.  se  sintió  el  vapor  que  llegaba  pero 
no  alcanzamos  á  descubrirlo,  porque  algunas  islas  formadas  por 
pequeños  brazos  y  pobladas  de  árboles  gigantescos,  no  permi- 
ten descubrir  el  brazo  principal  en  donde  ha  parado  el  bu- 
quecito. 

10  de  la  noche.  Hasta  este  momento  no  ha  cesado  el  ruido 
del  hacha  en  las  islas.  Son  los  tripulantes  del  ''Rio  Negro"  que 
hacen  su  provisión  de  leña,  y  alguna  causa  mueve  el  contento 
de  los  marineros  porque  sus  cantares  y  chasquido  de  los 
árboles  al  ser  derribados  son  el  único  rumor  que  interrumpen 
el  silencio  y  quietud  del  campamento. 


34 


—  266  — 


Jueves  SO   de  IVovlembre  de  1999 


Ha  pasado  la  diana  sin  novedad. 

Hoy  no  nos  movemos.  He  dicho  mal,  no  marchamos  pero 
el  movimiento  es  inherente  á  la  vida  activísima  que  llevamos 
desde  nuestra  salida  de  Boca. 

Permanecemos  campados  porque  este  lugar  es  uno  de  los 
designados  en  las  instrucciones  del  General,  Gefe  de  '  la 
División,  para  establecer  un  fortin  que  asegure  la  via  de 
comunicación  con  el  centro  de  los  recursos. 

£1  sitio  no  puede  ser  mas  hermoso»  sobre  todo,  si  se  con- 
templa á  la  hora  en  que  yo  trazo  estas  líneas. 

El  sol  empieza  á  aparecer  y  derrama  sobre  la  tierra  la 
profusión  de  sus  rayosi  colmándola  de  luz  y  esplendor. 

El  valle,  exuberante  de  vegetación  y  húmedo  por  el  roció 
de  la  noche,  parece  una  inmensa  sábana  cubierta  de  esme- 
raldas y  salpicada  de  diamantes.  £1  rio  y  el  camino  se  des- 
tacan de  entre  la  verdura:  el  primero  por  la  brillantez  de 
sus  aguas  como  una  sierpe  de  plata,  y  el  segundo,  blanco  de 

polvo  como  una  cinta  de  seda Todo 

es  movimiento.  Se  ha  pedido  la  fuerza  que  debe  construir  el 
fortin  que  se  llamará  '  Picun-Leufu "  y  quedará  guarnecido 
por  un  oficial  y  20  de  tropa  del  Regimiento  6^  de  Caballería 

de  Línea. 
Las    siguientes   instrucciones    harán  conocer  el    objeto  del 

fortin  y  la  misión    del  oficial  y  tropa    que    lo   guarnecerá;  y 

dicen  así: 

Ikstbucciokes  para,  el  Alfébez  López  del  Regimiento  5^ 
BE  Caballería,  be  Línea^  Comandante  del  Fortik 
"  Picün-Leueií  ". 

'^  P  El  objeto  de  este  destacamento  es  garantir  la  vía  de 
comunicación  entre  el  campamento  general  de  la  Brigada  y  la 


—  267  — 

línea  del  Rio  Negro,  prestar  toda  cooperación  á  las  tropas  de 
haciendas  y  de  provisiones  que  transiten  para  el  racionamiento 
de  las  fuerzas,  recibir  y  despachar¡^por  chasques  de  su  guar- 
nición, que  no  bajen  de  cinco  hombres,  hasta  el  foitin  próximo, 
la  correspondencia  que  llegare." 

*^2^  Pondrá  especial  cuidado  en  la  construcción  del  foilin 
y  corral,  para  la  mas  completa  seguridad  de  su  destacamento 
y  animales  de  servicio." 

"  3^  Tendrá  siempre  de  dia  de  8  á  10  caballos  atados  pró- 
ximos al  fortín,  y  de  noche  un  caballo  por  cada  hombre  en  el 
fortín  mismo,  haciéndoles  dar  pasto  cortado;  el  resto  de  sus 
caballos  y  muías  los  hará  pastar,  tanto  de  dia  como  de  noche, 
en  lugar  seguro,  aprovechando  para  ese  fin  las  diversas  islas 
próximas,  cambiándolos  constantemente  de  lugar  para  esca- 
par á  la  vigilancia  y  golpes  de  manos  que  pudieran  intentar 
los  indios." 

**  4^  En  ningún  caso  y  por  ningún  motivo  deben  salir  sol- 
dados fuera  del  fortín  sin  llevar  todas  sus  armas  y  municiones 
listas  para  hacer  uso  de  ellas»  bajo  la  mas  formal  responsa- 
bilidad por  parte  del  Alférez  López." 

''S^  De  noche  observará  la  mas  rigurosa  vigilancia,  esta- 
bleciendo el  servicio  adecuado  que  ha  de  ser  siempre  estricto 
é  inalterable." 

"  6^  La  comisión  del  Alférez  López  es  de  gran  importancia 

para  las  operaciones    que  se  practican,    y    por  lo  tanto  debe 

\  dicho  oficial  penetrarse  de  la  delicadeza  del    puesto  que  se  le 

con&ay  desempeñarlo  con  la  actividad  y  patriotísmo  consi* 
guientes." 

''Campamento  en  marcha.  Picun-Leufú,  Diciembre  1^  de 
1882.— Firmado— Enrique  Godoy." 

Además  de  la  construcción  del  fortín  existe  otra  causa  para 
que  nos  hayamos  detenido  aquí. 

El  Coronel  Godoy,  Gefe  de  la  Brigada,  al  frente  de  una 
columna  compuesta  de  el  Teniente  Coronel,  Gefe  del  Batallón 


—  268  — 

2  de  línea,  Don  Benjamín  Montan,  con  3  oñciales  y  30  de 
tropa  de  su  Batallón,  y  del  Sargento  Mayor  Don  Miguel  Vidal» 
Gefc  occidental  del  Regimiento  5^^  con  5  oñciales  y  120  de  tro^ 
pa  de  este  Regimiento,  se  separará  mañana  de  nosotros  para 
llevar  á  cabo  una  operación  sobre  los  caciques  Reuquecurá, 
Namuncurá  y  Mainquel,  que  habitan  en  Pulmari  los  dos  pri- 
meros y  en  PilchiQic  el  último. 

Esta  operación  responde  á  un  plan  concertado  de  antemano 
entre  el  señor  Comandante  en  Gefe  de  la  División  y  el  Gefe 
de  la  Brigada. 

Como  los  caciques  arriba  mencionados  han  enviado  diferen- 
tes embajadas  solicitando  la  paz  y  ofreciendo  someterse  á  la 
autoridad  del  Gobierno,  el  Coronel  Godoy  y  sus  fuerzas  se 
presentarán  en  las  tolderías  mismas  de  estos  caciques  á  pe- 
dirles el  cumplimiento  de  sus  promesas  y  ofrecerles  los  medios 
de  mobilidad  para  ser  trasladados  con  sus  tribus  al  campa- 
mento general  que  establezcamos. 

Es  de  creerse  que  la  empresa  obténgalos  mejores  resultadosj 
porque  el  Gefe  de  la  Brigada  va  á  hacer  su  visita  diplomática 
2l  los  caciques,  con  un  acompañamiento  capaz  de  hacerles 
hacer  por  fuerza  lo  que  ellos  no  quieren  hacer  de  su  propia 
voluntad. 

Por  otra  parte,  tenemos  en  nuestro  poder,  y  en  calidad  de 
rehenes,  una  buena  cantidad  de  personas  allegadas  y  de  la 
familia  de  estos  caciques;  entre  las  que  se  encuentra  el  hijo  me- 
nor de  Namuncurá. 

En  la  tarde  queda  á  medio  concluir  el  fortin  y  lo  bastante- 
mente seguro  para  garantir  las  personas  que  forman  su  guar- 
nición. 

No  ha  ocurrido  otra  novedad  durante  el  dia  que  la  de  ha- 
berse racionado  toda  la  fuerza  presente,  de  víveres  y  vicios 
por  la  primera  quincena  del  entrante  mes. 


—  269  — 


Ylérneii  !<>  de  Dieiemfcre  de  189t 


Después  de  diana  se  mandó  ensillar  y  se  separó  la  fuerza 
que  á  las  órdenes  del  Gefe  de  la  Brigada  iba  á  envprender  la 
operación  que  antes  he  mencionado.  El  resto  de  la  columna,  á 
las  órdenes  del  Teniente  Coronel  Don  Alejandro  Montes  de 
Oca,  debia  seguir  su  marcha  hasta  las  márgenes  del  Collón- 
Cura,  lugar  designado  para  fijar  el  campamento  general  y 
centro  de  operaciones  de  la  Brigada. 

Al  asumir  el  mando  accidental  de  la  Brigada,  el  Coman* 
dante  Montes  de  Oca  fué  munido  de  las  siguientes  instruc- 
ciones. 

tíSTBUCCIÜNES   PABA   EL    TeXIENTE   CoEONEL   DoN   AlEJANDBO 

Montes  de  Oca,  Gefe  accidental  de  la  Brigada  düeante 

* 

LA  AUSENCIA  DEL    INFBASCBIPTO. 

"1®  El  Teniente  Coronel  Don  Alejandro  Montes  de  Oca, 
Ínterin  dure  la  ausencia  del  infrascripto,  Gefe  de  la  Brigada, 
asumirá  el  mando  de  la  columna  que  queda  en  este  campamento, 
y  que  debe  seguir  marcha  hasta  el  rio  CoUon-Curá,  en  cuyo 
punto  establecerá  un  campamento  provisorio  en  lugar  apa- 
rente, para  la  seguridad  de  las  haciendas.'' 

"  2**  Dirijiéndose  la  tercera  Brigada  hasta  el  lago  Nahuel- 
Huapí  por  el  mismo  camino  que  debe  llevar  esta,  arreglará 
sus  marchas  con  aquella,  poniéndose  al  efecto  de  acuerdo  con 
su  Gefe,  á  fin  de  garantir  completamente  el  gi'an  número  de 
"hacienda  y  cargueros  que  lleva,  quedando  librado  á  su  pericie 
€íl  establecimiento  y  distribución  del  servicio,  ya  en  las  mar- 
<jhas  como  en  los  campamentos." 

"  3^  Las  fuerzas  que  componen  la  columna,  cuyo  mando  asu- 
me el  Comandante    Montes  de  Oca,    alcanza    al   número    de 


—  270  — 

ciento  ochenta  y  seis  individuos    de  tropa,  y  mas  la  dotación 
de  oñciales  correspondientes  y  doce  peones  arrieros. '^ 

''  4^  Salvo  los  empleados  indispensables  en  las  caballadas  y 
haciendas,  el  resto  déla  fuerza  debe  campáronla  mejor  orga- 
nización posible,  sin  eximir  aquellos  empleados  en  cargueros 
ú  oficios  idénticos." 

"  5®  Llegada  la  columna  al  rio  Collon-Curá  y  establecido  el 
campamento  prevenido  en  el  artículo  1°,  hará  reconocer  sus 
inmediaciones  hasta  un  radio  de  cuatro  leguas  mas  6  menos 
con  partidas  livianas  y  bien  montadas,  practicando  este  mismo 
servicio  de  descubiertas  aunque  á  menor  distancia  cada  dia  al 
amanecer." 

"  C°  Hará  construir  coiTales  con  la  solidez  y  capacidad  su- 
ficiente para  encerrar  de  noche  la  hacienda  vacuna  y  otros 
para  la  caballada  cuando  el  caso  lo  exija." 

"  7^ '  Incorporado  á  la  Brigada  el  Gefe  accidental  del  Regi- 
miento 2  de  Caballería,  Comandante  Peitiado,  recibirá  de  dicho 
Gefe  los  prisioneros  y  haciendas  que  hubiere  tomado  al  enemigo, 
conservándolas  en  depósito  con  buena  seguridad.  " 

"  8o  Incorporado  el  Regimiento  2,  podrá  desprender  partidas 

al  mando  de  Gefesú  Oñciales   esperimentados,  que  no    bajen 

'  de  cincuenta  hombres,  á  que  batan  los  lugares  en  que  por  da- 

.  tos  b    sospechas    pudieran    estar  refugiados    algunos    indios» 

con  prevención   especial  de    no  ultrapasar   los  límites    de  la 

Nación." 

"  9^  Dirijiéndose  el  infrascripto  hacia  las  tolderías  de  los 
caciques  Reuquecurá  y  Namuncurk,  situadas  en  las  inmediacio- 
nes del  Rio  Jamucó  ó  Aluminé  á  40  leguas  próximamente  arri- 
ba del  campamento  que  debe  ocupar  la  Brigada  de  Collon- 
Curá,  diríjirá  las  comunicaciones  urgentes  que  por  asuntos 
gi*aves  ocurrieren  por  medio  de  partidas  que  no  bajen  de 
veinte  hombres,  mandándolas  por  el  camino  que  costea  el  río 
Aluminé,  por  el  cual  transitó  la  prímera  Brigada  en  su  espe- 


—  271  — 

dicion  al  lago  Nahüel-Huapí  por  cuanto  el  que  firma  hará  su 
marcha  de  incorporación  á  la  Brigada  por  dicho  camino." 

*  10.  Alistará  la  tropa  de  arreas  una  vez  establecido  el  cam- 
pamento para  hacerle  regresar  hasta  el  Paso  del  Neuquen  en 
busca  de  provisiones  tan  luego  como  el  infrascripto  llegue  al 
campamento/ 

'^  II.  Prestará  la  cooperación  que  le  fuere  solicitada  por  el 
Gefe  de  la  tercera  Brigada,  siempre  que  las  exijencias  del  ser- 
vicio de  esta  lo  permitieren." 

"  12.  Lo  imprevisto  queda  librado  á  la  pericie  é  inteligencia 
del  Comandante  Montes  de  Oca,  con  ámpHa  libertad  de  dispo- 
ner las  operaciones  que  los  casos  exijiesen,  y  que  á  su  juicio 
fueren  eficaces  para  el  mejor  suceso  de  esta  campaña,  siem- 
pre que  ella  no  se  aparte  de  lo  prevenido  en  estas  instruc- 
ciones. " 

"  13.  La  seña  de  orden  en  toda  la  División  es  la  siguiente: 
— Barbarie — Atrás. " 

"  Campamento  en  marcha.  Picún-Lenfú,  Diciembre  1®  de  1882. 
— Firmado — Enrique  Godoy  ** . 

A  las  5  a.  m.  se  tocó  á  caballo,  y  el  Coronel  con  su  columna 
púsose  en  marcha  con  rumbo  al  O. 

Media  hora  después,  habiendo  organizado  el  orden  de  mar- 
cha del  resto  de  la  Brigada,  emprendimos  la  nuestra;  dejando 
el  fortín  ya  instalado. 

A  las  6  vadeamos  el  Pucun-Lenfú.  Este  arroyo  corre  de 
O.  á  E.,  y  en  el  punto  en  que  lo  vadeamos  viene  serpenteando 
por  el  pié  de  unas  pequeñas  colinas  arenosas,  que  así  for- 
man la  entrada  de  una  corta  travesía  que  vamos  á  cruzar  en 
toda  su  extensión. 

A  las  8  y  20  se  hizo  un  alto  de  media  hora  en  el  valle  del 
Limay  á  la  salida  de  la  travesía  que  acabamos  de  salvar  y 
que  tendrá  mas  de  3  leguas  de  longitud. 

Hecho  este  descanso,  seguimos  la  marcha  y  acampamos  en 
Tuengheo  á  las  9  y  30  a.  m. 


-  272  — 

La  distancia  recomda  es  de  4  leguas,  y  el  rumbo  general 
de  la  marcha  el  S.  S.  O. 

£1  campo  grande,  bueno  y  de  magníficos  pastos. 

Se  hizo  la  carneada  y  se  racionó  la  fuerza. 

A  las  4  p.  m.  se  dio  la  orden  de  Brigada,  cuya  novedad  se 
puede  ver  á  continuación  : 

"  Orden  de  la  Brigada — ínterin  dure  la  ausencia  del  infras- 
críptOi  encárgase  del  mando  de  la  Brigada  al  Teniente  Coronel 
Don  Alejandro  Montes  de  Oca. — Firmado— E.  Godoy". 

El  dia  trascurre  sin  otra  novedad. 

¿Qué  habrá  sido  de  nuestros  amigos  del  vapor? 


Sábado  9  de  Dlelembre  de  IHHM 


La  noche  se  ha  pasado  sin  novedad. 

A  las  3  y  30  a.  m.  se  tocó  diana,  y  media  hora  después  se 
mandó  ensillar.  Levantamos  el  campo  y  nos  pusimos  en  mar- 
cha a  las  4  y  15  a.  m.  en  dirección  S.  S.  O. 

A  poco  andar  empezamos  á  trepar  unas  colinas  de  poca 
consideración,  que  cortan  el  valle  dividiéndolo  y  bajan  insen- 
siblemente hasta  el  rio,  sobre  el  cual  se  desploman  en  bar- 
rancas. Empleamos  media  hora  en  atravesarlas  y  volvimos  á 
bajar  al  valle  del  Limay,  que  en  esta  parte  es  mas  importante 
que  el  que  acabamos  de  dejar.  Lo  aprecio  en  5  á  6  leguas  al 
largo  por  1  112  legua  de  anchura,  término  medio. 

La  vegetación  aquí  es  exuberante  y  el  pastizal  tan  espeso, 
que.  los  animales  encuentran  dificultad  en  marchar  si  se 
apartan  del  camino.  El  campo  está  sembrado  de  multitud 
de  pequeñas  lagunas  ó  zanjones  que  reciben  agua  del  rio. 

A  las  6  y  15  a.  m.  se  hizo  alto,  se  dio  un  descanso  de  20 
minutos  y  continuamos  la  marcha  hasta  las  9  y  20,  que  acam- 


—  273  — 

p&mos  bajo  un  gnipo  de  sauces»    y  á    lo  largo  de  una  de  las 
lagunas  ó  zanjones  que  ya  he  mencionado.    El  Limay   corre  á 
nuestra  espalda  á  10  ó  15  cuadras  de  distancia. 
Se  carneó  y  racionó. 

En  la  tercera  Brigada  (que  se  encuentra  acampada  á  unas 
diez  cuadras  al  Sud  de  nosotros)  se  ha  tomado  una  muía 
ensillada  con  montura.  Se  ha  reconocido  y  resulta  pertenecer  al 
Teniente  Don  Vicente  Grímau  del  Regimiento  2  de  Caballería* 
Este  Oficial  forma  parte  de  la  fuerza  que  vá  á  las  órdenes 
del  Comandante  Peitiado,  y  que,  como  se  ha  dicho  anterior- 
mente, lleva  por  objeto  golpear  á  Ñancucheo. 

Esperamos  que  lo  ocurrido  al  Teniente  Grimau  no  sea  cosa 
graTe«  y  que  la  pérdida  de  su  cabalgadura  se  reduzca  á  pri- 
varle de  las  comodidades  de  la  montura  durante  el  tiempo 
que  dure  la  jomada  del  Comandante  Peitiado. 

Dos  y  media  de  la  tarde.  Con  sorpresa  me  apercibo  que  la 
multitud  de  nubéculas  que  durante  la  primera  parte  del  dia 
han  surcado  el  espacio  en  orden  abierto,  empiezan  á  formar  en 
masa  precisamente  sobre  nuestras  cabezas  y  al  parecer  con 
intención  de  desgajarse  sobre  el  campamento.  Esta  actitud 
insólita  de  las  nubes  me  ha  sorprendido,  porque  un  agua- 
cero es  á  la  verdad  un  lujo  que  yo  no  me  esperaba  en  estos 
parajes. 

A  las  6  y  45  p.  m.  se  pasó  lista  mayor. 

8  y  15  p.  m.  En  este  momento  empieza  á  llover. 

La  tormenta  es  magnífica  y  hay  momentos  en  que  casi  llega 
á  lo  sublime  en  su  género;  pero  yo  no  la  describo  porque  no 
lo  sé  hacer. 

Los  que  aparte  del  que  suscribe  consigan  no  mojarse  ha- 
brán pasado  el  Hubicon.  De  todas  maneras,  ni  está  demás 
calarse  un  poco,  aunque  solo  sea  por  no  olvidar  la  cos- 
tumbre. 

Los  tripulantes  del  Bio  Negro  no  dan  señales  de  vida,  pero 
ellos  marchan  con  la  casa. 

S5 


—  274  — 


Bomlnye  S  de  Blelembre  de  1999 


El  dia  atoanece  despejado* 

Después  de  la  diana  se  mandó  ensillar,  y  á  las  4  y  25  a.  m. 
emprendimos  la   marcha  con  rumbo  al  O. 

En  este  punto  el  camino  se  desvía  del  valle^  al  cual  deja  á 
la  izquierda  para  trepar  á  la  derecha  las  colinas  que  lo  limitan 
por  este  lado,  y  va  á  encontrarlo  nuevamente  dos  leguas  mas 
allá  en  el  rumbo  que  dejo  indicado,  y  después  de  cortar  esta 
pequeña  travesía. 

A  las  6  y  50  a.  m.  habíamos  recorrido  ya  esta  cerrillada  de 
colinas,  y  nos  encontrábamos  en  lo  alto  de  la  bajada.  Desde 
este  punto  se  descubre  un  inmenso  valle,  y  por  él  serpentea 
el  Limay. 

Allá  abajo,  en  el  rio,  y  como  á  2,000  metros  del  pié  de  la 
sierra,  se  vé  un  objeto  blanco,  así  como  una  pequeña  casilla  de 
tablas.  Es  el  vapor  Bio  Negro  amarrado  á  la  costa,  que 
hace  provisión  de  leña. 

A  las  6  y  25  se  hizo  un  alto  de  20  minutos  para  dar  des- 
canso á  las  cabalgaduras,  acomodar  las  monturas  y  esperar 
la  incorporación  de  los  que  se  rezagaban  á  causa  del  descenso 
de  la  siena. 

Continuamos  la  marcha,  y  á  las  10  y  30  a.  m.  acampamos 
sobre  la  costa  del  rio. 

El  valle  en  que  se  ha  acampado  y  que  hemos  recorrido  en 
una  extensión  de  4  á  4  112  leguas  es  bastante  extenso  y  bien 
poblado  de  pastos. 

En  el  camino  que  hemos  traido  por  él,  se  han  tenido  que 
cnizar  tres  arroyos  de  poca  consideración,  casi  secos,  pero 
sumamente  pantanosos,  y  que  ha  dificultado  la  marcha  de  la 
columna. 

Por  lo  demás,  como  dejo  dicho,  el  campo  es  vastísimo  y  por 


—  275  — 

Ia  ealidad  y  abundancia  de  sus  pastos,  se  le  puede  reputar 
como  uno  de  los  mejores  entre  los  que  hemos  recorrido  hasta 
la  fecha. 

Las  caballadas  encuentran  aquí  un  espléndido  festín  que  les 
compensa  la  fatiga  de  la  jomada. 

Distancia  recorrida^  7  leguas. 

La  tercera  Brigada  ha  establecido  su  campamento  unas  30 
cuadras  á  retaguardia  del  nuestro,  y  también  sobre  la  costa 
del  Limay. 

A  las  11  a.  m.  se  carneó  y  racionóla  fuerza. 

En  la  tarde,  después  de  la  lista  mayor,  recibimos  la  visita 
del  Cirujano  de  la  tercera  Brigada  y  nos  comunica  que  el  ya- 
porcito  JSio  Negro  ha  arribado  hasta  su  campamento  y  ma- 
ñana seguirá  remontando  el  rio. 


liúnes  4  de  Blelemlire  de  1989 


Durante  el  resto  del  dia  anterior  y  toda  la  noche  plisada  no 
ha  ocurrido  novedad. 

A  las  2  ll2  de  la  mañana  se  tocó  diana,  y  á  las  3  y  15  se 
mandó  ensiUar. 

Habiendo  levantado  el  campamento  y  encontrándonos  dis- 
puestos para  la  marcha,  emprendimos  esta  con  rumbo  al  S.  O. 
á  las  4  a.  m. 

El  camino  atraviesa  el  valle  dividiéndolo  en  dos  partes,  si- 
gue rectamente  á  la  sienta,  y  sube  á  esta  en  el  punto  en  que 
cae  á  pico  sobre  el  rio,  limitándolo. 

Hasta  el  momento  en  que  empezamos  á  trepar  estas  colinas 
habremos  caminado  tres  leguas. 


—  276  — 

Desde  este  momento  el  camino  sigiie  el  curso  del  rio,  obe- 
deciendo á  las  ondulaciones  que  forma  en  su  marcha  capri* 
chosa. 

6  y  45.  En  este  momento  y  aí  rodear  un  cerro  de  bastante 
elevación,  que  durante  un  cuarto  de  hora  hemos  traído  inme- 
diata y  constantemente  á  nuestra  derecha,  descubrimos  á  poca& 
cuadras  el  sitio  fin  de  la  jornada  de  hoy  (Arroyo  Pichi-Picun- 
Leufú,  según  algunos,  ó  Huiquen-Leufü,  según  otros). 

Minutos  después  llegamos  á  él,  y  acampamos  en  el  ángulo 
que  forma  con  el  Limay  en  el  punto  en  que  le  tributa  sus 
aguas. 

El  arroyo  en  cuestión  es  un  hilo  de  agua  impura,  insignifi- 
cante, y  que  sin  embargo  nos  ha  obligado  á  construir  un 
puente  para  vaderlo  y  garantir  las  cargas  del  racionamiento- 
Su  cauce  es  mas  bien  una  giúeta  profunda,  pues  sus  aguas 
conen  por  entre  dos  barrancas  á  pico,  y  tan  próximas,  que 
en  algunas  partes  no  tiene  un  metro  de  anchura,  pero  sí 
el  doble  de  profundidad.  En  todas  partes  es  pantanoso — Corre 
de  O.  á  E. 

El  valle  ó  cajón  en  que  corre  esta  cinta  de  agua,  y  el  án- 
gulo en  que  está  nuestro  campamento,  son  pobres  de  pasto  y 
feos  de  aspecto.  Debia  ser  así.  La  naturaleza  al  vaciar  cual- 
quiera de  sus  obras  hace  que  las  partes  que  la  forman  respon- 
dan á  la  mas  perfecta  armonía. 

Pero  es  el  caso  que  este  punto,  en  razón  de  ser  el  equidis- 
tante entre  el  Picún-Leufú  y  el  Collon-Curá,  atendiendo  á  las 
necesidades  de  la  comunicación,  y  en  vista  de  que  su  topogra* 
fía  se  presta  para  la  instalación  de  un  fortín  y  favorece  su  se- 
guridad, ha  sido  clejido  para  este  fin  por  el  señor  Comandante 
en  Gefe  de  la  División.    Algo  bueno  habia  de  tener. 

Inmediatamente  después  de  acampar,  y  en  tanto  que  se 
hacíala  carneada,  diuse  principio  á  la  construcción  del  puente 
que  debia  allanar  el  arroyo. 


—  277  — 

Media  hora  después  de  nosotros,  llegó  la  tercera  Brigada  y 
acampó  á  nuestro  frente,  casi  sobre  la  costa  del  Pichf-Picún- 
Leofu.  Prestaron  su  contingente  para  ayudamos  á  hacer  el 
puente. 

A  las  2  p.  m.  se  avistó  el  vapor  en  el  recodo  del  rio,  y  fué 
i  amarrarse  en  la  costa  unas  seis  cuadras  arriba  de  nuestro 
campo.  Inmediatamente  nos  pusimos  en  comunicación  con  sus 
tripulantes»  que  han  hecho  un  viaje  feliz. 

A  las  5  p.  m.,  habiéndose  terminado  la  contruccion  del 
puente,  la  tercera  Brigada  se  puso  en  marcha,  vadeó  el  arroyo 
y  siguió  por  su  banda  S.  con  rumbo  al  O.  Pronto  se  perdieron 
de  vista  en  una  de  las  vueltas  que  el  camino  hace  para  rodear 
los  cerros. 


Martes  &  de  Blelembre  de  t88« 


Anoche  hemos  tenido  un  fuerte  aguacero,  pero  el  dia  ama- 
nece despejado. 

La  diana  se  ha  pasado  sin  novedad  y  ha  tenido  lugar  h,  la 
hora  de  costumbre. 

A  las  4  a.  m.  nos  ponemos  en  marcha,  dejando  á  medio 
construir  elforün,  que  será  guarnecido  desde  el  campamento 
general,  cuando  se  reúnan  las  fuerzas  que  ahora  operan  par- 
cialmente. 

Desde  el  punto  que  dejamos,  cortaremos  directamente  al 
sitio  en  que  el  Quem-quemetreu  desagua  en  el  CoUon-Curá» 
lugar  designado  para  establecer  el  campamento  general  de  la 
Brigada.  De  modo  que  ya  no  volveremos  á  ver  el  Limay  hasta 
nuestro  regreso. 


—  278  — 

A  las  5  y  20  se  avistó  por  el  O.  el  cerro  nevado  de  ^illa- 
rica. 

A  las  6  y  30  a.  m.  se  hizo  el  primer  alto,  se  dio  un  des- 
canso de  45  minutos  y  se  continuó  la  marcha  hasta  las  11 
ai  m.,  en  que  hubo  otro  alto  de  10  minutos. 

A  las  11  y  35  llegamos  á  Levucó  y  acampamos  sobre  la 
costa  de  este  arroyo,  que  es  de  poca  consideración.  £1  cajón 
en  que  corre  y  al  cual  dá  nombre,  es  angosto  pero  extenso, 
y  contiene  abundantes  pastos . 

La  tercera  Brigada  que  marchaba  á  vanguardia  tiene  for- 
mado su  campamento  a  pocas  cuadras  delante    de  la  nuestra* 

£1  rumbo  general  de  la  marcha  ha  sido  al  S.  O.  y  la  dis- 
tancia recorrida  de  8  ll2  leguas. 

A  las  12  li2  llegó  la  hacienda  y  se  carneó. 

Se  pasó  lista  de  tarde  k  las  7  p.  m.,  á  las  8  ll2  retreta  y 
á  las   9  se  tocó  silencio. 

La  noche  trascurre  sin  que  la  mas  m(nima  novedad  venga 
á  alterar  la  quietud  del  campamento. 


Ulereóles  H  de  Diciembre  de  tHHM 


La  diana  ha  tenido  lugar  á  las  2  a.  m.,  y  media  hora  des- 
pués empezamos  á  ensillar.  La  tercera  Brigada  hace  lo 
mismo. 

Montamos  á  caballo  á  las  3  y  45  de  la  mañana  con  un 
tiempo  hermosísimo  y  emprendimos  la  marcha  con  rumbo 
ais.  O. 

A  las  5  y  20  se  hizo  un  alto  de  16  minutos  y  emprendimos 
nuevamente  la  marcha.  A  los  pocos  minutos  de  andar,  el  camino 


—  279  — 

se  desvia  súbitamente  á  -la  izquierda  y  entia  en  un  estrecho 
desfiladero  formado  por  dos  cerros  que  se  levantan  á  pico,  se 
hacen  vis  á  vis  y  son  de  tan  rara  semejanza  sus  escarpadas 
paredes,  que  si  fuera  posible  acercarlos  hasta  unirlos,  las  en- 
dentaciones  del  uno  encajarían  perfectamente  entre  las  hendi* 
duras  del  otro. 

Por  el  plan  de  esta  estrechura  corre  el  pequeño  arroyo  de 
Nemucó,  que  vadeamos  diez  veces  porque,  amoldándose  en  su 
curso  á  las  ondulaciones  del  desfiladero,  corre  en  zic  zac  de 
uno  a  otro  de  lou  cerros  que  forman  el  cajón. 

A  las  6  y  25  y  á  unos  800  metros  de  la  salida  de  esta  an- 
gostura, se  hizo  un  alto  de  20  minutos  para  esperar  la  incor- 
poración de  toda  la  fuerza,  caballadas  y  bagajes,  retrasadas 
por  efecto  del  mal  paso  que  acabamos  de  salvar.  Hecho  este 
descanso  continuamos  nuestra  marcha. 

A  las  7  y  20  llegamos  á  Huezan-Repué,  punto  donde  se 
bifurca  el  camino.  Uno  de  ellos  se  dirijo  al  O.  y  el  otro  al  S.,  y 
ambos  van  k  dai*  al  CoUon-Curá,  pero  siendo  este  último  el 
mejor  y  el  que  va  mas  directamente  al  punto  que  nosotros  bus- 
camos, lo  preferimos  al  primero  y  entramos  con  él  en  un 
nuevo  cajón  que  nos  llevará  á  desembocar  en  el  valle  del  Co- 
llon-Gurá. 

Son  las  11  en  el  momento  que  llegamos  á  la  salida  del  ca- 
jón. A  nuestros  pies  se  estiende  el  valle,  que  se  descubre  mas 
y  mas  á  medida  que  avanzamos  y  que  está  cortado  por  el  citaua 
rio.  Una  cadena  de  colinas  de  color  gris  se  levanta  al  lado 
opuesto  y  se  dibujan  admirablemente  sobre  el  azul  puro  é  in- 
maculado del  firmamento. 

A  las  ll  y  25  acampamos  sobre  la  margen  izquierda  del 
rio,  y  casi  enfrente  de  la  desembocadura  del  Tuem-quem- 
tren. 

La  tercera  Brigada,  que  llegó  primero,  está  acampada  unas- 
3  ó  4  cuadras  mas  arriba. 

Después  de  establecido  el  campamento,  se  carneó  y  fué  des- 


—  280  — 

pachado  el  Ayudante  Mayor  del  Regimiento  5®  de  Caballería, 
Don  Marcelo  Robles»  con  20  individuos  de  tropa  de  su  mismo 
cuerpo  á  efectuar  una  descubierta,  costeando  el  río  háeia 
abajo 

A  las  7  p.  m.  lista  mayor. 

Momentos  después  del  toque  de  oración,  se  presentó  el  Ayu* 
dante  Robles»  de  regreso  de  su  comisión,  y  no  ha  notado 
novedad  en  el  campo. 

Me  olvidaba  decir  que  se  ha  observado  el  pasaje  de  Venus. 
Nosotros  lo  hemos  hecho  por  pura  curiosidad,  pero  es  de 
creerse  que  el  Ingeniero  Mr.  Brondeted  haya  sacado  de  ello 
alguna  utilidad. 


Jnéves  9  de  IMelembre  de  i98t 


Como  hemos  llegado  al  fin  de  la  jornada,  y  hoy  no  hay  que 
marchar,  nos  hemos  permitido  dormir  una  hora  mas  que  en 
los  dias  anteriores^  y  se  ha  tocado  diana  á  las  S  de  la  ma- 
ñana. 

Los  primeros  tintes  del  alba  dan  al  campamento  un  colorido 
apenas  perceptible  con  su  luz  incierta  y  vaga,  el  vivac  empieza 
á,  despertar,  se  anima,  abandona  el  reposo  y  vuelve  á  la  vida. 
Vamos  á  darnos  cuenta  de  la  situación  que  ocupamos. 

El  rio  CoUon-Curi  ó  Catapuliche  de  Villarino,  sobre  cuya 
margen  nos  encontramos,  nace  en  la  laguna  Aluminé  y  lleva 
sus  aguas  al  Limay,  del  cual  es  tributario,  y  en  su  curso  riega 
innumerables  valles.  Nos  encontramos  en  uno  de  ellos. 

Este  es  estenso,  bastante  ancho,  exuberante    en  vegetación, 

y  contiene  ricos  y  abundantes  pastos. 

En  este  punto  el  rio  corre  en  un  brazo  de  200   metros  de 


—  281  — 

aocbura  mas  ó  menos,  viene  del  N.  O.  y  se  pierde  al  S.  S.  £., 
ea  una  de  las  vueltas  de  su  curso.  Dos  murallas  de  cerros  de 
bastante  altura  se  prolongan  paralelamente  al  rio,  le  dejan  en 
medio  j  limitan  su  valle  por  ambos  lados.  Hacia  occidente 
estos  cerros  van  ascendiendo  gradualmente  en  altura  hasta  con- 
fundirse con  las  Cordilleras  de  los  Andes  cuyas  cimas  divi- 
samos. 

Tal  es  el  valle,  tal  el  rio»  tal  la  posición  que  ocupamos  pasa* 
jeramente  hasta  pasar  á  situarnos  sobre  el  Quem-quemetreUi 
que  tenemos  á  pocas  cuadras  en  la  banda  opuesta. 

Al  salir  el  sol  la  tercera  Brigada  empezó  el  pasaje  del  rio» 
haciéndolo  en  botes. 

Momentos  después  se  despacha  al  Teniente  1^  D.  Julio  C. 
Mallea  que.  con  16  hombres  de  su  mismo  cueii>o,  debe  hacer 
una  descubierta  al  £.  y  hasta  unas  3  ó  4  leguas  del  campa- 
mento. 

£1  dia  trascurre  sin  novedad. 

A  las  7  p.  m.  se  pasó  lista  mayor,  á  las  9  se  tocó  retreta 
y  á  las  lo  silencio. 

Hasta  este  momento  no  ha  regresado  el  Teniente  Mallea, 
apesar  de  que«  como  dejo  dicho,  solo  llevaba  orden  de  recorrer 
hasta  una  distancia  de  tres  á  cuatro  leguas  cuando  mas. 


Tlémes  9  de  melembre  de  1889 


A  las  3  p.  m.  pasóse  lista  de  diana. 

Se  carneó  á  las  5  y  fué  desprendido  el  Ayudante  Bobles 
con  quince  hombres.  Su  misión  es  inquirir  la  causa  de  la 
demora  del  Teniente  Mallea. 

96 


—  282  — 

.  A  las  6  y  35  se  divisa  una  pequeña  polvareda  al  N.,  por 
entre  ua  cajón  que  se  abre  paso  entre  la  sierra  y  viene  ¿ 
desembocar  á  este  valle.  Se  manda  reconocer,  y  resulta  ser  el 
Teniente  Mallea  que  regresa  de  su  descubierta  y  asegura  no 
haber  novedad  en  el  campo. 

A  las  7  p.  m.  se  pasó  lista  de  la  tarde»  y  á  esta  misma 
hora  regresó  el  Ayudante  Robles  sin  novedad. 

A  las  7  y  46  se  tiene  conocimiento  que  el  Comandante  Pei- 
tiado  se  encuentra  de  regreso  de  su  comisión  y  ha  establecido 
su  campamento  sobre  el  Quem-quemetreu,  mas  ó  menos  donde 
hemos  de  hacerlo. 

Este  Gefe  trae  24  personas  prisioneras  y  una  regular  canti- 
dad de  hacienda  caballar,  vacuna  y  lanar.  Los  detalles  de  los 
combates  librados,  el  itinerario  de  sus  marchas  y  las  novedades 
de  su  espedicion,  pueden  verse  en  el  parte  y  demás  docu* 
mentes  que  se  adjuntan  á  este.  (Véase  anexo  núm.  1). 


Sábado   O  de  Dlelembre  de  1999 


Habiendo  terminado  su  pasaje  la  tercera  Brigada,  procedi- 
mos k  efectuar  el  de  la  nuestra,  dando  comienzo  por  las  car- 
gas del  racionamiento  y  todo  lo  perteneciente  á  la  Comisaría. 
£1  pasaje  se  hace  en  dos  botes  armados  al  efecto. 

En  conocimiento  del  resultado  de  la  espedicion  del  Coman- 
dante Peitiado,  y  teniendo  en  cuenta  los  datos  suministrados 
por  este  Gefe,  el  Geie  accidental  de  la  Brigada,  Teniente  Co- 
ronel Don  Alejandro  Montes  de  Oca,  resuelve  enviar  una  comi- 
sión cuya  misión  es  sorprender  y  batir  á  Ñancucheo,  y  hacer 
de  paso  algunas  operaciones  en  los  alrededores  del  paraje  que 


—  283  — 

ocupa  este  cacique,  si  se  llega  á  tener  conocimiento  de  la 
existencia  de  indios  en  ellos.  Esta  comisión  es  confiada  al  2^ 
Gefe  del  Batallón  2  de  línea,  Teniente  Coronel  Graduado  Don 
Juan  G.  Diaz,  y  lleva  á  sus  órdenes  2  oficiales  y  26  de  tropa 
de  su  propio  Cuerpo  y  5  oficiales  y  60  de  tropa  del  Begi- 
miento  2  de  Caballería,  pasa  el  rio  k  las  3  y  20  p.  m.  con  2 
oficiales  y  15  de  tropa  del  Batallón,  y  va  á  recibir  el  resto 
de  la  fuerza  en  el  Quem-quemtren,  que  se  la  entregará  el  Co- 
mandante  Peitiado. 

A  las  4  y  40  se  presenta  una  comisión  del  Picun-Leufú,  tra- 
yendo correspondencia  de  la  Capital  y  puntos  intermedios  para 
esta  y  la  tercera  Brigada. 

A  las  7  se  pasó  lista  mayor. 


mlae^  t«  de  IMelembre  de  1889 


« 

Se  ha  pasado  la  noche  sin  novedad. 

Después  de  la  diana,  que  tuvo  lugar  á  las  3  a.  m.,  conti- 
nuamos efectuando  el  pasaje  del  Collon-Gurá. 

A  las  5  se  carneó  y  racionó  la  fuerza. 

£1  dia  trascurre  sin  que  la  mas  insignificante  novedad  venga 
á  interrumpir  nuestra  quietud. 

A  las  7  lista  mayor,  alas  9  retreta  y  á  la?  10  silencio. 


—  284  — 


Miúnem  ti  de  Diciembre  de   1999 


A  las  2  y  30  a.  m.  se  sienten  algunos  disparos  de  fusil, 
y  algazara  en  la  otra  parte  del  rio,  sobre  el  Quemquemtren 
y  en  donde  está  acampado  el  Comandante  Peitiado.  Igno- 
ramos qué  sea,  pero  ya  nos  suponemos  que  será  alguna 
refriega  con  los  salvajes.  El  dia  promete  no  ser  tan  monó- 
tono como  el  de  ayer. 

Después  de  aclarar  hemos  recibido  noticias  de  la  otra 
banda.  El  tiroteo  de  la  madrugada  ha  sido  hecho  sobre  una 
partida  de  indios  que  avanzaron  la  caballada  del  Comandante 
Peitiado,  y  aunque  fueron  recibidos  k  balazos,  consiguieron 
á  pesar  de  todo,  arrear  una  punta  de  caballos  y  muías. 

*    

El  Gefe  mencionado  los  persigue  con  26  hombres  y  si  los 
alcanza  llevarán  su  merecido. 

Nosotros  continuamos  vadeando  tranquilamente  en  CoUon- 
Curá,  y  es  probable  que  á  la  tarde  hayamos  -terminado  esta 
tarea. 

A  las  6  regresó  la  comisión  del  Picun-Leufú,  llevando 
correspondencia. 

Son  las  7  y  16  p.  m.  cuando  nos  largamos  en  el  último 
bote.    El  pasage  se  ha  terminado. 

A  las  9  p.  m.  regresa  el  Comandante  Peitiado  sin  haber 
dado  alcance  á  los  ladrones;  les  ha  hecho  una  persecución 
viva  y  tenaz,  pero  los  indios  han  hecho  perder  el  rastro  en 
los  arroyos,  escoriales  y  escarpaduras  de  la  montaña,  disemi* 
Dándose  en  todas  direcciones.  Ya  daremos  con  ellos  algu- 
na vez. 


—  285  — 


Martes  19  de  DlelemlMre  de  1899 


En  las  primeras  horas  de  la  mañana  se  fija  una  situación 
regular  al  campamento,  sobre  la  marjen  izquierda  del  Quem- 
quemtren,  unas  15  cuadras  amba  de  su  desembocadura;  y 
se  organiza  y  establece  el  servicio  de  avanzadas  y  observación. 

El  valle  en  que  estamos,  es  estenso,  de  poca  anchura» 
fértil,  con  abundantes  pastos  y  gian  cantidad  de  arboleda  en 
su  mayor  parte  Chacayes,  y  está  situado  perpendicularmente 
al  del  CoUon-Curá.  Las  glandes  colinas  que  lo  encajonan 
son  bastantes  altas  y  están  cubiertas  de  vejetacion. 

Pasa  el  resto  del  dia  sin  novedad. 


mercóles  iS  de  Dielcmlire   de  188» 


La  diana  ha  tenido  lugar  á  la  hora  de  costumbre. 

Al  aclarar  se  carneó  y  racionó  la  fuerza  y  en  seguida  se 
pidieron  20  hombres  á  los  cuerpos  para  dar  principio  al  corte 
de  madera.  Tratase  de  dar  comienzo  a  la  construcción  de 
corrales  para  la  seguridad  de  las  caballadas  y  haciendas. 

En  el  resto  del  dia  no  ocurre  otra  novedad.  A  las  7  se 
pasó  lista  de  tarde. 


—  286- 


Swkéwem  lA  de  Biciemlire  de  1999 


A  las  3  se  pasó  la  diana. 

Al  aclarar,  las  guardias  avanzadas  y  el  Comandante  de  Cam- 
po con  su  escolta,  han  hecho  una  descubierta  prolija  y  no 
han  notado  el  menor  indicio,  el  mas  leve  rastro,  ni  nada  que 
revele  la  presencia  de  indios  en  las  cercanías. 

7  a.  m.  En  este  momento  se  acaba  de  levantar  una  que- 
mazón al  N.  y  suponemos  la  haya  producido  alguna  de  las 
comisiones  que  andan  en  operación.  Por  lo  que  puede  suce- 
der se  despachó  al  Ayudante  Bobles  con  30  hombres  á  hacer 
una  descubierta  costeando  el  Collon-Curá  arriba.  Este  oficial 
encontró  la  vanguardia  del  Coronel,  Gefe  de  la  Brigada,  que 
regresa  de  su  expedición  y  está  acampada  á  la  otra  banda, 
á  unas  dos  leguas  de  este  campamento. 

3  p.  m.  Llega  al  vado  la  fuerza  á  las  órdenes  del  Coro- 
nel Godoy»  y  desde  aquí  se  dispone  lo  conveniente  para 
facilitarle  el  pasage  y    auxiliarle  con  los  botes,  remeros,  etc. 

A  las  4  p.  m.  se  encuentra  ya  en  este  el  Coronel  y  sus 
Ayudantes,  quedando  la  fuerza  del  otro  lado,  al  mando  del 
Teniente  Coronel  D.  Benjamín  Moritan.    Pasarán  mañana. 

A  las  4  y  30  se  dio  la  orden  de  Brigada  con  la  siguiente 
novedad : 

Obbek  de  Brigada 

Habiéndose  presentado  el  que  firma,  cesa  en  el  mando  de 
la  Brigada  el  Teniente  Coronel  D.  Alejandro  Montes  de  Oca. 
Firmado — E.  Godoy. 

El  resultado  obtenido  por  el  Coronel  Godoy  en  su  expe- 
dición, es  lo  mejor  que  podia  esperarse  dadas  las  circuns- 
tancias que  le   han  rodeado  á    su  aparición  en    los   toldos; 


—  287  — 

pues  Benquecuri  y  Namuncurá  habían  levantado  ya  el  campo 
á  su  llegada  y  pasado  i  Chfle  con  lo  que  pudieron  llevar. 
Parece  que  esta  resolución  de  los  caciques,  ha  sido  tomada 
en  razón  de  que  las  fuerzas  de  la  primera  Brigada,  situadas 
en  Sorquín,  desconociendo  los  designios  del  Coronel  Godoy,  ó 
por  causas  que  ignoramos,  han  llegado  en  sus  batidas  hasta 
los  toldos  de  los  caciques  mencionados.  A  pesar  de  todo,  el 
Coronel  Godoy  trae  consigo  al  cacique  Maínquel  y  k  los 
capitanejos  Ancatrú  y  Gallardo,  77  indios  de  lanza  y  326  de 
chusma,  contando  algunos  indios  y  familias  prisioneras  que 
se  han  agregado  k  esta  tribu. 

Su  jornada,  pues,  ha  sido  de  soberbio  resultado. 

£n  el  Anexo  núm.  2  pueden  verse  los  detalles  de  su  expe- 
dición, itinerario  de  sus  marchas,  descripciones,  novedades,  etc. 

Los  Gefes  y  oficiales  de  la  Brigada  ^y  las  bandas  de  los 
Cuerpos,  han  acudido  á  saludar  y  felicitar  al  Coronel  Godoy 
porque  se  presenta  á  sus  fuerzas  después  de  una  ausencia  de 
14  dias  y  por  el  éxito  brillante  de  su  caropafia. 

En  el  resto  del  día  no  ocurre  otra  novedad. 


%'iérneB  ift  de  Diciembre  de  1889 


Desde  las  primeras  horas  de  la  mañana  empieza  á  pasar 
el  rio  el  Comandante  Moritan,  la  fuerza  k  sus  órdenes  y  la 
tribu  presentada. 

A  las  10  a.  m.  llega  el  Comandante  Diaz,  de  regiego  de 
su  expedición.  Trae  un  chico  prisionero,  400  ovejas,  158 
animales  vacunos  y  78  caballos,  sin  embargo  de  ser  ma)  r  r  e 
número  de  animales  quitados,  pero  según  él  mismo  lo  ma- 
nifiesta en  su  parte,  ha   carteado  del  botin  para  racionar  su 


—  288  — 

tropa  en  la  marcha  y  ha  repartido  algunos  caballos  entre 
los  que  le  acompañaban. 

La  relación  de  su  jornada  es  curiosa  y  ha  causado  asom- 
bro entre  nosotrosi  por  cuanto  las  circunstancias  en  que  se 
ha  efectuado,  difieren  enteramente  de  las  conocidas  hasta 
ahora  en  la  guerra  contra  los  indios.  Baste  dt;cir  que  se  vio 
precisado  A  desalojar  al  enemigo  de  un  desfiladero  en  que  se 
hablan  fortificado  levantando  trincheras  que  cerraban  el  paso, 
y  desde  las  cuales  fueron  recibidos  á  balazos,  en  tanto  que 
una  fila  de  guerreros  coronaban  los  cerros  á  lo  largo  del 
desfiladero  y  desmoronaban  cantidad  de  piedras  sobre  nues- 
tros soldados  que  marchaban  al  ataque.  Pero  ya  se  sabe  que 
una  fortificación  no  es  inconveniente  de  tal  magnitud  que 
pueda  detener  á  nuestros  soldados;  y  si  esta  fortificación 
está  defendida  por  indios,  no  se  debe  preguntar  el  resultado 
de  la  acción. 

Durante  el  combate  fué  herido  de  bala  el  Teniente  Don 
Joaquín  Nogueira,  del  Regimiento  2  de  Caballería,  y  murió 
algunos  momentos  después ;  y  el  soldado  Salomón  del  mismo 
cuerpo,  fué  desbarrancado  por  un  peñasco  que  lanzó  caballo  y 
ginete  á  una  laguna  profunda  situada  abajo  del  desfiladero. 
(Véase  el  Anexo  núm.  3). 

A  las  4  y  30  se  dio  la  orden  de  Brigada,  con  la  novedad 
que  se  expresa  á  continuación: 

Obden  de  Bbioada 

**  En  los  pocos  dias  de  campaña  que  cuenta  la  segunda 
Brigada,  se  han  realizado  operaciones  tan  diversas  como 
fructuosas  y  librádose  combates,  dejando  en  cada  uno  de 
ellos  sembrado  el  escarmiento,  el  terror  y  el  castigo  temblé 
para  los  salvajes,  que  desesperadamente  en  sus  últimos  mo- 
mentos   de  esterminio  han  osado    oponerse   á  nuestro  paso.*" 

**  Algunas  víctimas  tenemos  que  lamentar  por  nuestra  parte, 
todos  pertenecientes  al  Regimiento  2  de  Caballería  de  Línea ; 


—  289  — 

el  Teniente  1^  D.  Joaquín  Nogueira  y  soldado  Isidro  Salomón, 
muertos  valientemente  al  forzar  una  fortificación,  tenazmente 
defendida,  pero  franqueada  &  los  pocos  momentos  de  lucha 
por  nuestros  bravos  compañeros,  bizarramente  dirijidos  por  el 
Teniente  Coronel  D.  Juan  6.  Diaz,  los  soldados  José  Lacaba 
7  Toribio  Oliva,  también  víctimas  en  su  puesto  de  honor,  en 
un  combate  de  doscientos  contra  veinte,  como  el  que  tuvie- 
ron que  sostener  á  arma  blanca,  tan  brillantemente  condu- 
cidos por  el  Capitán  D.  Vicente  Bustos  y  Teniente  2®  Don 
Vicente  Grimau.  Debemos  también  un  recuerdo  respetuoso 
para  el  Cabo  Atanacio  Alarcon  y  soldados  Pedro  Bustos, 
Telmo  Domínguez  y  Fidel  Miranda,  traídoramente  asesinados 
los  tres  primeros  al  conducir  una  correspondencia,  y  el  último 
ahogado  en  las  aguas  del  rio  Chimehuin,  al  vadearlo  á  nado 
para  atacar  al  enemigo.'^ 

*"  Nuestros  desgraciados  compañeros  nos  piden  venganza  y 
por  cierto  que  la  tendrán  cumplida.  Otra  vez  y  muchas  veces 
mas,  si  necesario  fuese,  sentirán  de  nuevo  los  salvajes  el  filo 
de  nuestros  sables  y  el  ardor  en  la  persecución  hasta  ester- 
minar á  todo  el  que  aún  se  atreva  á  colocarse  á  nuestro 
frente,  en  actitud  rebelde. " 

"Todos  conocemos  al  enemigo  que  combatimos,  y  sin  exa- 
jerar,  cada  uno  de  nuestros  soldados  vale  por  diez  en  lucha 
de  frente,  porque  está  con  nosotros  la  disciplina,  la  organiza- 
ción, la  ventaja  de  las  armas  y  la  conciencia  de  la  superio- 
ridad moral  y  material/ 

Trecavámonos  pues  de  la  traición,  de  los  descuidos  del 
sueño  hasta  donde  sea  posible  y  estaremos  seguros  de  triun- 
fos fáciles  y  provechosos  para  las  consecuencias  de  esta  gran 
campaña,  emprendida  contra  los  restos  de  la  barbarie  que 
por  tantos  siglos  á  ñajelado  nuestras  poblaciones  fronterizas/ 

''Se  practican  las  informaciones  del  caso  para  el  conoci- 
miento claro  de  todos  aquellos  que  se  han  distinguido  en 
tstas  operaciones  y  pedir   al    Superior   la   justa   recompensa 


—  290  — 


para  estímulo  y  satisfacción  propia  y  la  de  sus  compiAeros 
de  armas  como  para  imponer  el  condigno  castigo  para  yer* 
guenza  y  oprobio  de  los  cobardes,  si  hubiera  desgraciada- 
mente alguno  entre  tanto  valiente.'' 

''Habiéndose  conducido  hasta  este  departamento  los  restos 
del  infortunado  Teniente  Nogueira,  su  inhumación  se  practi- 
cará hoy  á  las  6  de  la  tarde  con  los  honores  que  por  las 
ordenanzas  le  corresponden  en  el  lugar  que  se  determinará 
con  antelación,  y  que  le  servirá  de  tumba  provisoria  hasta 
tanto  sea  posible  trasladarlos  á  lugar  sagrado.  Invítase  á 
los  señores  gefes,  oficiales  y  tropa  francos  á  acompañar  harta 
la  última  morada  al  que  fué  Teniente  1"*  Don  Joaquín 
Nogueira." 

^  La  tribu  del  cacique  Mainquel,  incorporada  hoy  á  nuestras 
ñierzas,  se  ha  sometido  voluntariamente  al  imperio  de  las 
leyes  de  la  Nación  y  han  sido  recibidos  con  la  humanidad  y 
blandura  á  que  están  obligadas  las  gentes  civilizadas." 

"Son  pues,  desde  hoy  nuestros  compañeros  de  campaña  y 
lo  serán  mañana  de  combate,  los  recomiendo  por  tanto,  á 
la  consideración  de  todos  en  su  condición  de  tribu  amiga 
siempre  que,  como  lo  espero,  sepan  hacerse  acreedores  á  ello 
por  su  lealtad  y  buena  fé — Firmado — E.  Godoy." 

5  y  30  p.  m.  A  esta  hora  queda  terminado  el  pasage  de 
las  fuerzas  que  han  acompañado  al  Coronel  Godoy  en  su 
espedicion.  La  tribu  de  Mainquel  va  á  campar  200  metros 
arriba  de  nuestro  campo. 

A  las  7  se  pasó  lista  de  tardci  á  las  9  p.  m.  retreta  y  á 
las  10  silencio. 


—  291  — 


SálNUio  !•  deBlelembre  de  t9S« 


Pasóse  la  diana  á  la  hora  de  costumbre. 
A  las  4  7    30  se  camed  y  se   racionaron  las   fuerzas    así 
como  la  tribu  reducida. 

Empléase  el  dia  en  racionar  de  víveres  y  vicios  de  entre- 
tenimiento á  las  fuerzas  por  la  segunda  quincena  del  mes. 

En  la  tarde  se  nombra  al  Alférez  del  Regimiento  3  de  Ca- 
ballería de  línea,  Don  Jacinto  Espinosa  para  que  con  20  indi- 
viduos de  tropa  del  mismo  Regimiento,  marche  mañana  á 
guarnecer  el  fortin  situado  en  Pichi-Peuin-Leufu.  Va  racionado 
hasta  el  15  de  Enero  próximo. 

Las  instrucciones  de  este  oficial  son  idénticas  á  las  del  Co* 
mandante  del  fortin  Picun-Leufu,  pues  que  su  misión  es  la 
misma. 

A  las  4  p.  m«  se  dá  la  orden  anunciando  que  mañana  se  dirá 
una  misa  en  la  tienda  del  Detall,  oficiada  por  el  Presbítero 
D.  José  M.  Beauvois,  como  puede  verse  a  continuación : 

Obden  de  Bkioada 

"  Mañana  á  las  6  a.  m.  se  celebrara  una  misa  por  el  des- 
canso de  los  que  han  perecido  en  su  puesto  en  las  diferentes 
operaciones  que  se  han  llevado  á  cabo  en  la  presente  campaña 
Será  oficiada  por  el  Presbítero  D.José  M.  Beauvois*'. 

"  Los  Cuerpos  de  la  Brigada  con  el  mayor  número  de  pla- 
zas posible,  asistirán  á  este  acto,  que  tendrá  lugar  en  la 
tienda  del  Detall  de  la  espresada'' . 

''Las  fuerzas  serán  mandadas  por  el  segundo  Gefe  del 
Batallón  2  de  Infantería  de  Línea  Teniente  Coronel  D.  Juan 
G.  Diaz — ^Firmado— E.  Godoy." 


—  292  — 

A  las  6  de  la  tarde  se  inhumaron  los  restos  del  Teniente 
D.  Joaquín  Nogueira  y  se  le  hicieron  los  honores  de  ordenanza. 

Todos  los  Gefes,  todos  los  Oficiales  y  la  tropa  franca  pre- 
sente en  el  campamento,  acompañaron  el  cadáver  hasta  el 
paraje  en  que  se  le  iba  á  depositar.  Queda  sepultado  en  la 
falda  oriental  de  la  colina  que  tenemos  á  nuestro  frente. 


Domliiflro  19  de  Diciembre  de  tHH9 


Diana  sin  novedad  á  las  2  y  30  a.  m. 

A  las  5  de  la  mañana  tiene  lugar  la  misa  en  el  sitio  y  en 
la  forma  indicada  en  la  orden  de  ayer.  Después  de  retirarse  la 
tropa  á  sus  campos  respectivos»  se  hizo  la  carneada. 

En  este  mismo  momento  marcha  la  fuerza  que  va  á  guar- 
necer el  Pichí-Picún-Leufú  y  con  ella  el  arrea  que  regresa  en 
busca  de  provisiones. 

Queriendo  perpetrar  la  memoria  de  los  que  perecen  en  el 
cumplimiento  del  deber,  el  señor  Coronel  Gefe  de  la  Brigada 
ha  dado  en  la  fecha  la  orden  siguiente  : 

Obden  de  Bbigada 

^  Para  honrar  la  memoria  de  los  compañeros  de  armas  que 
han  caido  en  su  ley  combatiendo  por  la  causa  de  la  civiliza- 
ción, de  la  cultura  y  del  derecho,  y  como  justo  tributo  á  su 
valor  y  abnegación,  el  Coronel  y  Gefe  de  la  Brigada  ordena : 

"1°  Llámese  fortín  "Teniente  Nogueira"  al  establecido  en 
Pichí-Picun-Leufú,  y  que  va  k  guarnecer  un  destacamento  del 
Begimiento  2  de  Caballería  de  línea. 

"  2^  Denomínese  asimismo  fortín  "Cabo  Alarcon^  al  que  está 


—  293  — 

situado  en  Pícun-Leufd  y  guarnecido  por. fuerza  del  Regi- 
miento 5^. 

"^  3"^  Dése  en  la  orden  del  dia,  léase  á  los  Cuerpos  á  la  lista 
de  la  tarde  y  comuniqúese  á  quienes  corresponda. — Firmado — 
E.  Godoy". 

A  las  7  p.  m.  se  pasó  lista  de  tarde. 

La  siguiente  nota  fué  pasada  al  segundo  Gefe  del  Batallón 
a  de  línea,  Teniente  Coronel  Don  Juau  G.  Diaz,  en  contesta- 
ción al  parte  dando  cuenta  de  la  jomada  llevada  á  cabo  con- 
tra el  cacique  Ñancucheo,  el  día  J 1  del  corriente  mes  de 
Diciembre  : 

"  CoUon-Curá,  Diciembre  17  de  1882.— AJ  Teniente  Coronel 
Don  Juan  G.  Diaz,  segundo  Gefe  del  Batallón  2  de  línea. — 
Tengo  la  satisfacción  de  acusar  recibo  de  su  parte  detallado 
pasado  á  esta  Comandancia  acerca  de  la  operación  confiada  á 
su  dirección,  y  combate  librado  contra  la  tribu  del  cacique 
Ñancucheo"'. 

"Al  aprobar,  como  lo  hago,  su  proceder  en  dicha  jornada, 
me  es  muy  agradable  felicitar  á  vd.  y  subalternos  que  lo 
acompañan,  por  la  actividad  y  tino  empleado  en  la  espedicion, 
como  por  el  valor  demostrado  en  la  pelea*'. 

'^  Al  elevar  al  Superior  su  precitado  parte,  me  haré  un  honor 
en  recomendar  á  vd.  y  fuerzas  que  condujo,  á  las  considera- 
ciones á  que  se  han  hecho  acreedores  sin  olvidar  una  men- 
ción especial  en  honor  á  la  memoria  del  infortunado  Teniente 
Nogueira,  muerto  en  su  puesto  de  honor  al  forzar  intrépida- 
mente la  fortificación  enemiga. — Dios  guarde  á  vd. — Firmado 
— ^Enrique  Godoy". 

También  se  dirijió  al  señor  Ministro  de  la  Guerra  el  si- 
guiente telegrama : 

*  Collon-Curá,  17  de  Diciembre  de  1882 — ^Ministro  de  Guer- 
ra—Buenos Aires — Oficial— Como  el  señor  General  Villegas 
se  encuentra  en  camino  de  Ñorquin  á  mi  campamento,  me  per- 
mito   anticipar    á   Y.    S.   confidencialmente    algunas  noticias 


—  294  - 

respecto  á  los  resultados  obtenidos  por  la  Brigada  de  mi  mando 
en  los  pocos  dias  que  cuenta  de  operaciones  en  esta  campana 
decisiva^. 

£1  dia  9  establecimos  nuestro  Campamento  en  este  punto  j 
dimos  principio  á  las  batidas  de  las  Cordilleras  en  que  están 
refugiados  los  indios  y  hasta  hoy  se  han  obtenido  los  siguien- 
tes resultados :  376  personas  reducidas  entre  prisioneros  y  pre- 
sentados 30  indios  muertos  y  buen  número  de  haciendas 
tomadas. 

"^  Por  nuestra  parte,  hemos  perdido  un  oficial  y  seis  solda- 
dos, pues  los  indios  se  baten  con  coraje  y  desesperación''. 

**  Se  emprenden  nuevas  operaciones  hasta  aniquilar  por  com* 
pleto  los  restos  de  las  tribus  que  permanecen  rebeldes''. 

*^  La  primera  y  la  segunda  Brigada,  cada  una  por  su  lado 
también  han  obtenido  resultados  muy  satísCactorios**. 

''La  disciplina  y  espíritu  de  las  tropas  siempre  admira- 
bles^ 

"  Felicita  particularmente  al  sefior  Presidente  y  á  V.  £.  su 
aífmo.  subalterno  y  amigo. — ^Firmado — Coronel  Godoy." 


JLúnes  19  de  Dlelemlire  de  i99t 


La  noche  anterior  se  ha  pasado  sin  novedad  y  la  diana  ha 
tenido  lugar  i,  la  hora  acostumbrada. 

A  las  6  a  m.  se  hace  la  carneada. 

£1  cacique  Ñancucheo  es  todavia  el  objeto  que  dá  margen  á 
las  espediciones  de  mas  importancia,  que  se  preparan  en  la 
Brigada. 

£1  Coronel  Gefe  de  la  espresada,  saldrá  esta  tarde  al  frente 


—  295  — 

de  300  hombres  de  los  tres  Cuerpos  con  la  dotación  de  Gefes 
7  oficíales  correspondientes,  y  el  fin  que  se  propone  es  dar  un 
golpe  al  cacique  arriba  mencionado,  si  aún  se  encuentra  den- 
tro de  los  límites  de  la  República.  Al  mismo  tiempo  hará  una 
batida  general  por  los  Talles  y  cajones  donde  se  supone 
existan  indios. 

A  las  4  p.  m.  se  dio  la  orden,  y  por  ella  se  avisa  á  loa 
cuerpos  que  mientras  dure  la  ausencia  del  Gefe  de  la  Brigada» 
queda  encargado  del  mando  interino  de  la  misma  el  Teniente 
Coronel  Don  Alejandro  Montes  de  Oca. 

A  las  5  y  35  se  puso  en  marcha  la  columna  y  salió  cos- 
teando el  Collón- Cura  aguas  arriba. 

Los  Gefes  que  acompañan  en  su  espedicion  al  Coronel  Go"^ 
doy  son  :  el  Teniente  Coronel  Don  Benjamín  Montan,  Gefe 
del  Batallón  2  de  línea;  Teniente  Coronel  Don  Juan  G.  Diaz, 
segundo  Gtefe  del  mismo  Cuerpo,  y  el  Teniente  Coronel  Don 
Boque  Peitiado,  Gefe  accidental  del  Regimiento  2  de  Caballería. 
Además  ya  el  ingeniero  Don  Jorge  Brondsted  y  el  turista. 
Mr.  Jhon  Luckham  WiUiams  Andreros. 

A  las  7  y  16  se  pasó  lista  mayor. 


Uájrtrm  fl9de  IMelemfcrede  1999 


A  las  2  de  la  mañana  ha  tenido  lugar  la  diana  de  hoy. 

Después  de  amanecer  han  regresado  las  descubiertas  sin 
haber  notado  novedad  en  el  campo. 

Hoy  quedan  terminados  los  corrales,  y  la  seguridad  de  las 
caballadas  está  garantida.  En  adelante  el  servicio  de  vijiliai- 
da  durante  la  noche  puede  hacerse  mas  descansadamente. 


-  296  — 

3  p.  m.  £a  este  momento  se  presenta  el  ingeniero  Bronds- 
ted  que  habia  marchado  con  el  Coronel.  Viene  enfermo  y  le 
acompañan  dos  soldados  y  un  indio. 

Termina  el  dia  sin  otra  novedad. 


Miércoles  te  do    Dlelembre  de  199 • 


2  a.  m.    Diana. 

A  las  6  de  esta  tarde  es  despachado  el  Capitán  D.  Mariano 
Vega  del  Regimiento  S""  de  Caballería  de  Línea  con  25  hom- 
bres de  su  mismo  Cuerpo  y  5  indios  que  han  de  servirle  de 
baqueanos.     Su  misión  es  esta: 

Debe  efectuar  un  prolijo  reconocimiento  del  terreno  com. 
prendido  entre  el  Collon-Curá,  el  Limay  y  el  Caleufú. 

Saldrá  de  aquí  dirijiéndose  al  Limay  directamente,  de  este 
cortará  al  Caleufú  y  se  vendrá  recorriendo  el  valle  del  Quem- 
quemtren  en  que  nos  encontramos. 

Vá  racionada  por  tres  dias  á  contar  desde  mañana,  y  a^ 
espirar  este  plazo  debe  presentarse  en  este  campamento. 

El  verdadero  trayecto  que  ha  de  recorrer  depende  de  los 
indicios  que^  encuentre  en  el  campo,  de  la  naturaleza  de  los 
terrenos  que  atraviese  y  sobre  todo  de  la  indicación  de  los 
guías  que  lleva. 

6  y  30  p.  m.  En  este  momento  se  presenta  un  cabo  y 
nueve  soldados  del  Batallón  6  de  infantería  de  Línea,  con  una 
nota  urgente  para  el  Gefe  ae  la  Brigada. 

Esta  comisión  pertenece  á  la  guarnición  de  un  fortin  situa- 
do en  el  Caleufú  y  cuyo  Comandante  es  el  Subteniente  Don 
Abdilon  Aubones  del  espresado  Batallón,  el  cual  envía  la  nota 
que  mas  arriba  se  menciona.    En   ella  avisa  que  en  la  descu- 


—  297  — 

bierta  de  la  mañana  encontró  un  grupo  de  9  indios  y  los 
cargó;  que  los  indios  huyeron  dejando  en  poder  de  los  sol- 
dados 16  muías,  6  yeguas  y  3  cargueros  de  cueros;  que 
poco  después  los  mismos  que  formaban  la  descubierta  divi- 
saron hacienda  al  parecer  vacuna,  y  que  esta  era  conducida 
por  un  grupo  de  40  indios  mas  ó  menos,  y  que  como  en 
sus  instrucciones  se  le  prohibe  alejarse  a  mas  de  4  leguas 
de  su  fortin,  no  ha  podido  emprender  la  persecución  de  estos 
indios  y  lo  avisa  para  los  fines  á  que  dé  lugar. 

Inmediatamente  fué  despachado  el  Sargento  Mayor  D.  Mi- 
guel Vidal  al  frente  de  15  hombres  de  su  Regimiento,  para 
que,  incorporándose  al  Capitán  Vega,  tome  el  mando  de  toda 
la  fuerza  y  persiga  á  los  salvajes  hasta  darles  alcance. 

Con  él  regresa  el  chasque  del  Caleufú,  cuyos  soldados, 
conocedores  de  la  parte  por  donde  han  pasado  los  indios, 
deben  ponerlo  sobre  el  rastro  y  regresar  á  su  fortin. 

A  las  7  y  30  p    m.  se  pasó  lista  mayor. 


Jueves  ti   de  IMelembre   de  i99t 


Salvo  los  toques  de  ordenanza  y  las  obligaciones  del  servi- 
cio, el  dia  transcurre  sin  que  la  mas  leve  novedad  venga  á 
conmover  este  estanque  de  aceite. 

A  las  7  y  30  se  pasó  lista  de  tarde. 

10  y  40  p.  m.  En  este  instante  se  presenta  un  indio  por- 
tador de  una  comunicación  del  Mayor  Vidal,  cuya  esencia  es 
esta:  Ha  alcanzado  los  indios  que  se  le  mandó  perseguir  y 
ha  tomado    prisioneros    7    indios    de  lanza  y  44  de  chusma; 


—  298  — 

les  ha  quitado  36  caballos  pampas,  U  animales  vacunos»  30 
lanares  y  8  caballos  y  una  muía  marca  del  Regimiento  2  de 
Caballería. 

£1  parte  oficial  obra  anexado  al  presente  y  puede   cónsul* 
tarse. 


viernes  tt  de  IMeiembre  de  i99« 


La  diana  como  de  costumbre  tuvo  lugar  á  las  2  a.  m. 
Después    de   aclarar    se   hizo    la  carneada  y  se  racionó  la 
fuerza* 
A  las  4  p.  m.  se  dio  la  orden  de  Brigada  sin  novedad. 

7  y  30  p.  m.    Se  tocó  llamada  y  se  pasó  lista  de  tarde. 
En  toda  el  dia  no  ha  ocurrido  una  sola  novedad  que  sea 
digna  de  mencionarse. 

A  las  9  retreta  y  á  las  10  silencio. 


Sélbado   »S  de  BNclemlNre  de  189» 


Después  de  diana  que  se  ha  tocado  á  la  hora  de  costum- 
bre»  y  cuando  empieza  á  aclarar,  se  envían  las  descubiertas 
que  regresan  una  hora  mas  tarde  sin  haber  notado  novedad 
en  el  campo. 

A  las  4  y  30  se  hace  la  carneada  y  raciónase  la  fuerza. 

8  a.  m.    En  este  momento  los  centinelas  de  caballería  apos- 


—  299  — 

tados  sobre  las  cumbres  mas  elevadas  de  la  sierra»  hacen 
señales  de  alarma  con  sus  banderolas.  El  Comandante  de 
campo  con  sa  escolta  sale  á  reconocer  la  causa  que  motivan 
estas  sefiales,  j  resulta  ser  el  Mayor  Vidal  que  regresa  con 
su  fuerza,  prisioneros  y  botín.  Algunos  momentos  después 
se  encuentra  entre  nosotros  y  los  prisioneros  son  entregados 
á  la  guardia  del  Batallón  2  de  Infantería  de  Línea. 

En  la  tarde  se  concede  licencia  y  pasaporte  á  cuatro  indios 
de  la  tribu  reducida,  para  que  vayan  en  busca  de  algunos 
parientes  que  se  encontraban  ausentes  cuando  tuvo  lugar  la 
presentación  de  Mainquel  y  que  al  presente  deben  encontrarse 
de  regreso  en  sus  tolderías.  La  licencia  se  les  concede  con 
cinco  dias  de  plazo  á  contar  desde  la  fecha. 

En  el  resto  del  dia  no  ocurre  otra  novedad. 


Biliiffo  94  de  Dteiemfcre  de  t89)i 


3  a.  m.  Diana. 

A  las  4  y  30  se  tocó  carneada  y  en  este  instante  regresan 
W  descubiertas  sin  novedad. 

10  a.  m.  Las  guardias  de  caballada  dan  cuenta  que  un 
grupo  de  ginetes  se  acerca  en  este  momento  al  paso  del 
Gollon-Gurá,  por  la  banda  opuesta.  Mándanse  reconocer  y 
son:  el  Teniente  Coronel  de  la  Plana  Mayor  de  la  División 
Don  Bamon  E.  Pérez  y  el  Sargento  Mayor  Don  Francisco 
Kveiro»  acompañados  de  sus  asistentes  y  una  escolta  del 
fortín  "Teniente  Nogueira."  Vienen  á  incorporarse,  el  pri- 
mero al  General,  Gefe  de  la  División  cuando  llegue  á  este 
punto  y  el  segundo  pasa  á  Nahüel-Huapí,  al  Batallón  6  de 
Línea. 


—  300  - 

En  la  tarde  se  mandan  dos  comisiones  muy  livianas  i  hacer 
una  descubierta  al  Sud  y  otra  al  O.  de  este  campamento. 
Llevan  orden  de  no  alejarse  mas  de  dos  leguas. 

7  y  30  Lista  mayor. 

Después  de  la  lista  regresan  las  descubiertas  y  no  han 
notado  novedad  alguna  que  revele  la  presencia  de  enemigos 
en  las  cercanías  del  campamento. 


liúne»  MS  de  Diciembre  do  t9St 


La  noche  se  ha  pasado  sin  novedad  y  la  diana  tiene  lugar 
á  las  2  a.  m. 

Al  aclarar  se  presentaron  dos  de  los  cuatro  indígenas  que 
salieron  con  licencia  y  dicen  que,  como  á  medio  dia  de  camino 
rumbo  al  N.,  han  descubierto  una  partida  como  de  30  indios 
malones;  que  vienen  á  dar  cuenta  que  han  dejado  en  obser* 
vacien  á  sus  dos  otros  compaílcros. 

En  el  acto  es  despachado  el  Sargento  Mayor  Don  Miguel 
Vidal,  con  4  oficiales  y  10  de  tropa  del  Batallón  2  de  infan- 
tería, 16  del  Regimiento  2  y  30  del  Regimiento  5*^  de  Caba- 
llería de  Línea.  Ocho  indios  de  la  tribu  amiga  le  servirán 
de  partida  de  baqueanos. 

Van  con  caballo  de  tiro  y  llevan  algunos  pocos  de  arreo. 
Las  instrucciones  verbales  que  se  han  dado  al  Mayor  Vidal 
se  reducen  á  éstas:  atacar  á  los  indios  que  se  han  descu- 
bierto y  someterlos  de  grado  ó  por   fuerza. 

Son  las  6  a.  m.  cuando  esta  pequeña  columna  se  pone  en 
marcha. 

A  las  6  p.  m.  se  pone  en  viaje  para  el    Lago    el    Mayor 


—  301  — 

Biveiro,  que  vá   á   incorporarse  á  su  cuerpo.    Le   acompaña 
una  escolta  compuesta  de  un  Sargento  y  seis  soldados  de  los 
tres  cuerpos,  que  regresará  del  fortín  situado  en  Caleufú. 
El  resto  del  dia  se  pasa  sin  novedad. 


Martes  MU  de  Blelembre  de  MÍI9 


La  diana  y  descubieitas  sin  novedad. 

A  las  4  y  25  se  hizo  la  carneada. 

1  p.  m.  Regresa  de  su  comisión  el  Mayor  Vidal  y  el 
resultado  obtenido  es  el  siguiente:  1  indio  prisionero,  2  ani- 
males yeguarizos  quitados,  todas  las  monturas  de  los  salvajes 
que  eran  25  y  además  6  ?anzas.  Los  indios  escaparon  en 
pelo. 

Como  puede  verse  en  el  parte  que  obra  agregado  á  este 
diario,  el  Mayor  Vidal  atribuye  el  poco  resultado  de  su  jor- 
nada á  la  inutilidad  y  cobardía  de  los  indios  amigos. 

Casi  en  seguida  de  esta  comisión,  se  presenta  la  que  ayer 
marchó  escoltando  al  Mayor  Riveiro.  Su  ida  y  regreso  ha 
sido  sin  novedad. 

7  y  30  p.  m.    Lista  mayor. 

A  esta  hora  es  despachado  nuevamente  el  Mayor  Vidal  con 
una  comisión  compuesta  de  10  de  tropa  del  Batallón  2  de 
Línea«  16  del  Regimiento  2  y  35  del  Regimiento  5^  de  Ca- 
ballería, con  más  10  indios  prácticos. 

Su  misión  es  hacer  una  batida  en  la  Vega  de  Ghepelcó; 
lleva  de  baqueano  al  indio  prisionero  y  toda  la  fuerza  va  á 
una  muía  y  dos  caballos  por  hombre. 


—  ao2- 


MléreolM  2»V  de  Dlelembre  de  199» 


Háse  pasado  la  noche  sin  novedad. 

Al  aclarar  se  envían  las  descubiertas. 

9  y  36  a.  m.  Acaba  de  levantarse  un  humo  á  la  otra 
parte  del  rio  y  en  el  mismo  punto  en  que  efectuamos  el 
pasage;  se  manda  reconocer  y  es  el  Teniente  Coronel  del 
Begimiento  6^  de  Caballería  Don  Vicente  Laciar  que  viene  á 
incorporarse  á  la  Brigada.  Le  acompañan  sus  asistentes  y 
una  escolta  del  fortin  "Teniente  Nogueira". 

12  m.  Llega  procedente  del  fuerte  ''General  Boca''  el 
Teniente  del  Escuadrón  Indios  Auxiliares  de  la  Patagonia, 
Don  Juan  Pereira,  conduciendo  reses  y  yeguas  para  el  consu- 
mo de  ésta  y  la  tercera  Brigada.  En  pos  de  él  se  presenta 
el  Teniente  Don  Antonio  Cano  del  Begimiento  7^  de  Caba- 
llería de  Línea,  desempeilando  idéntica  comisión.  Una  vez 
que  hagan  entrega  de  los  arreos  que  traen,  se  alistarán  para 
su  regreso. 

A  las  7  y  30  se  pasó  lista  de  tarde. 


Jueves    99  de   Diciembre  de  tSH9 


En  el  resto   del  dia  de  ayer  y  durante  la   noche  anterior, 
no  ha  ocurrido  novedad  que  sea  digna  de  mencionarse. 
La  diana,  como  de  costumbre,  tiene  lugar  á  las  2  a.  m. 

Al  salir  el  sol  regresan  las  descubiertas  sin  novedad  y  se 
hace  la  carneada. 


—  sos- 
ia y  10  p.  m.  Acaba  de  producirse  una  quemazón  en  el 
campamento,  en  unas  cabaj&as  situadas  al  lado  del  corral  del 
5^  de  GaballeTÍa.  Las  cabanas  y  el  corral  no  forman  mas 
que  una  sola  hoguera,  pero  toda  la  tropa  acude  al  lugar  del 
incendio  y  consiguen  extinguirlo.  En  la  tarde  quedan  rquira- 
dos  los  destrozos  ocacionados  por  el  fuego. 

A  las  6  p.  m.  se  ponen  en  marcha  de  regreso  para  el 
Keuquen,  los  Tenienes  Cano  y  Pereira,  al  frente  de  sus 
fuerzas  respectivas. 

7  y  30.    Lista  mayor  sin  novedad. 


Tlérnes   m    de    Blelemlire  de  1989 


6  p.  m.  Si  se  esceptúan  las  listas  y  las  obligaciones  dq 
servicio  diario,  en  todo  el  dia  no  se  ha  producido  un  solo 
hecho  que  pueda  titularse  novedad  y  que  venga  á  interrumpir 
la  monotonia  en  que  vivimos. 

A  esta  hora  llega  de  regreso  de  su  expedición  el  Gefe  de 
la  Brigada,  acompañado  de  sus  ayudantes  y  una  pequeña 
escolta,  anticipándose  á  su  fuerza  que  queda  á  una  jomada 
de  aquí. 

£1  resultado  de  la  expedición  llevada  á  cabo  es  el  siguiente: 
10  indios  de  lanza,  10  mujeres  y  20  criaturas  prisioneros  y 
una  buena  cantidad  de  hacienda  quitada. 

£1  Teniente  Coronel  D.  Benjamín  Moritan,  Gefe  del  Batallón 
3  de  Línea,  ha  sido  desprendido  desde  Huechú-laíque!i  al 
mando  de  100  hombres  de  los  tres  Cuerpos;  y  el  Teniente 
Coronel  D.  Juan  G.  Diaz,  llegará  mañana  á  este  campamento 
con  el  resto    de    la  fuerzai  prisioneros   y  animales  quitados. 


—  304  — 

Las  instrucciones  que  se  insertan  á  continuación,  harán 
conocer  el  objeto  y  misión  del  Comandante  Montan,  dicen 
así: 

InSTBUCCIOKES   al    CoMANDANTiS  MOBITAK  EN   8ü    EXPEDICIÓN 
AL   SUD   FALDEANDO     LAS   COBDILLEBAS 

"1^  A  la  cabeza  de  100  hombres  marchará  por  el  camino 
de  Curuhué,  buscará  de  paso  en  su  lugar  la  guarida  de  los 
capitanejos  Gervacio,  Antener,  Coillá  Nahuelquil,  que  según 
datos  viven  por  esas  inmediaciones.  De  Guruhué  tomará  el 
camino  que  mas  se  interne  á  las  Cordilleras  faldeándolas, 
practicará  una  batida  á  fin  de  perseguir  á  los  indios  que  se 
hayan  interaado  allí." 

^  2  '^  Llegará  hasta,  la  misma  toldería,  donde  habita  actual' 
mente  el  cacique  Curú-Huincá  y  al  efecto  llevará  un  indio 
baqueano  de  esa  tribu. " 

"3^  Como  Curú-Huincá  envió  parlamentarios  proponiendo 
la  paz  y  se  le  contestó  aceptando  bajo  la  condición  de  some- 
terse á  la  autoridad  del  Gobierno,  en  tal  caso  se  le  recibirá 
como  amigo  y  en  idénticas  condiciones  que  al  cacique  Man- 
quiel,  pero  si  rehusase,  ya  sea  directa  5  indirectamente  some- 
terse, en  el  acto  lo  obligará  haciendo  uso  de  la  fuerza 
tratándolo  como  enemigo." 

"4''  Practicadas  estas  operaciones  ú  otras  no  previstas,  á 
que  pudieran  dar  oportunidad  eficaz  los  sucesos  que  se  desar- 
rollen durante  esta  expedición,  regresará  al  campamento  de 
CoUon-Curá,  batiendo  las  márgenes  del  rio  Caleufú  y  otros 
parages  donde  pueda  haber  indios" 

"  5  ^  Los  capitanejos  de  que  se  tiene  noticia,  habitan 
por  los  lugares  citados,  son  los  siguientes :  Gervacio,  Antener, 
Coillá,  Nahuelquil,  Bayoanque  y  Curúhuincá,  algunos  de  ellos 
tienen  hacienda." 

"  6 ""  Las  persecuciones  tendrán  por  límite  la  línea  diviso- 
ria entre  la  Nación  y  la  de  Chile." 


—  305  — 

"  7  ®  Las  palabras  de  ordenanza  para  reconocerse  con  fuer- 
zas de  la  División,  durante  la  noche  es :  Barbarie,  Atrás. 

'^  Huechú-laufquen,  Diciembre  27  de  1882. — Firmado. — 
E.  Godoy. " 

Los  detalles,  particularidades,  itinerario»  observaciones  y 
novedades  ocurridas  en  esta  expedición  del  Coronel  Godoy» 
se  registran  en  el  anexo  núm.  4  que  vá  agregado  á  este. 

A  las  6  y  45  se  dio  una  adición  á  la  orden  cuyo  tenor  es 
el  siguiente : 


'O' 


Adición  á  la  Orden  de  Bbigada 

*"  Habiendo  regresado  el  que  firma,  cesa  en  el  mando  de  la 
Brigada,  el  Teniente  Coronel  D.  Alejandro  Montes  de  Oca. — 
Firmado — E.  Godoy.** 

A  las  7  y   30  se  pasó  lista  de  tarde. 


Sábado  SO  de  Dlelembre  de  1989 


A  las  7  y  55  a.  m.  se  presenta  el  Comandante  Diaz  con 
la  fuerza  que  quedó  á  sus  órdenes,  prisioneros,  etc.  Los 
diferentes  piquetes  marchan  k  incorporarse  á  sus  cuerpos  y 
los  prisioneros  son  entregados  á  la  guardia  del  Batallón  2 
de  Línea. 

A  pesar  de  haberse  hecho  la  carneada  á  la  hora  de  cos- 
tumbre, carnéase  ahora  una  res  mas  para  racionar  la  fuerza 
que  acaba  de  presentarse. 

A  las  4  p.  m.  se  dá  la  orden  de  Brigada  sin  novedad. 

7  y  30.    Se  toca  llamada  y  tiene  lugar  la  lista  de  tarde. 

No  ocurre  otra  novedad  en  el  resto  del  dia. 

A  las  9  se  toca  retreta  y  á  las  10  silencio. 

89 


-306- 


Domluiro    Si  de   Diciembre  de  1899 


Se  pasa  la  diana  y  al  aclarar  se  hace  el  servicio  de  descu- 
biertas sin  novedad. 

9  a.  m.  A  esta  hora  es  despachado  el  Capitán  del  Begi- 
miento  5*^  D.  Mariano  Vega,  con  15  hombres  de  su  Regimiento, 
25  del  Regimiento  2  y  30  indios  amigos.  El  objetivo  prin- 
cipal de  su  comisión  es  tratar  de  apoderarse  del  indio  Nahuelí 
hacer  una  batida  general  entre  el  Aluminé  y  el  Catambá,  y 
por  último,  operar  sobre  Mamuí-Malal,  sorprender  y  reducir 
al  cacique  Nalpichichuin  que  se  cree  vive    allí. 

Las  instrucciones  que  se  le  han  dado  van  apuntadas  á  con- 
tinuación copiadas  á  la  letra.  Ellas  darkn  á  conocer  mejor  los 
puntos  esenciales  de  la  misión  que  se  confía  al  Capitán 
Vega : 

Insteucciones  al   Capitán   Vega    del  Regimiento    5®    de 

Caballebia  de  Línea 

^  1  "^  A  la  cabeza  de  40  hombres  de  Ifnea  v  30  indios 
amigos,  marchará  practicando  batidas  por  los  valles  situados 
entre  los  rios  Catanlí  y  Aluminé. " 

**2®  Su  objetivo  es  atacar,  sorprendiendo  si  es  posible,  al 
indio  Nahüel,  que  con  un  gnipo  de  30  lanzas  merodea  <i  in- 
mediaciones y  al  norte  de  Mamuí-Malal". 

"  3  '^  Practicada  la  operación  que  espresa  el  artículo  ante- 
rior, tomará  noticias  ciertas  respecto  al  paradero  del  cacique 
Nalpichiuin  que,  según  datos,  habita  próximo  y  al  Sud  Oeste 
del  cerro  nevado  (á  Mamuí-Malal)  á  quien  atacará.  Este 
cacique,  que  tiene  muy  pocos  indios,  es  posible  se  sometiera 
de  buen  grado  ofreciéndole  las  garantías  que  el  Gobierno 
acuerda,  en  consecuencia  se  autoriza  al    Capitán  Vega   para 


—  307  — 

mandar  un  indio  de  los  prisioneros  que  haga  tales  ofreci- 
mientos, en  el  caso  probable  que  hubiesen  emigrado  á  Chile  ó 
no  se  pudiera  averiguar  su  paradero "". 

^4^  Se  recomienda  muy  particularmente  á  la  perície  del 
Capitán  Vega  la  conservación  de  la  tropa  que  lleva  á  sus 
órdenes,  al  efecto  no  desprenderá  comisiones  sino  sobre  golpe 
seguro". 

"  6 ""  Terminadas  estas  operaciones,  regresará  á  este  cam  - 
pamento,  practicando  de  paso  las  batidas  que  creyera  oportunas 
sin  entrar  en  operaciones  sérias>  que  se  aparten  del  texto  de 
estas  instrucciones''. 

'^  6  ^  Los  prisioneros  y  haciendas  que  tome  los  conducirá 
íntegros  á  esta  Comandancia,    sirviéndose  de  las  que  puedan 

serle  necesarias  en  el  curso  de  la  espedicion". 

**  7  ®  Las  persecuciones  cesaran  en  el  límite  del  territorio 
argentino''. 

"Campamento  en  el  CoUon-Curá,  Diciembre  31  de  1882. — 
Firmado — ^Enrique  Godoy". 


liúnefii  1  '^  de  Enero  dé  i98S 


Como  de  costumbre,  la  diana  ha  tenido  lugar  á  las  2  a.  m. 

Después  de  aclarar  se  hacen  las  descubiertas  sin  novedad. 

5  a.  m.  En  la  tienda  del  Sacerdote  Don  José  Maria 
Beauvois  tiene  lugar  en  estos  momentos  una  misa  que  es 
oficiada  por  dicho  señor.  Algunos  soldados  asisten  al  acto. 

A  las  7  los  Gefes  y  Oficiales  de  la  Brigada  acuden  al  alo- 
jamiento del  señor  Coronel,  á  saludarle  y  felicitarle  en  él 
primer  dia  del  año  nuevo,  y  son  recibidos  por  el  Gefe  de  la 
Brigada  con  la  cordialidad  y  franqueza  con  que  recibe  siempre 


—  308  — 

á  sus  subordinados.  Después  de  los  primeros  saludos  y  feli- 
citaciones recíprocas,  que  son  de  orden  en  una  reunión  de 
esta  especie,  la  conversación  se  hace  famüiar  y  versa,  como  es 
natural  sobre  el  único  punto  á  que  ligeramente  debe  reducirse, 
dada  una  situación  como  la  nuestra.  Se  habla  de  la  campaña 
que  hemos  emprendido,  de  las  operaciones  que  se  han  llevado 
á  cabo,  de  las  espediciones  que  han  de  hacerse  todavía,  de  los 
resultados  que  se  han  obtenido  y  de  los  que  se  esperan  obte- 
tener  en  el  porvenir.  Entre  los  asistentes  no  hay  uno  solo  que 
dude  que  el  año  83  verá  á  la  República  Argentina  libre  de 
los  salvajes  que  asolaban  su  territorio,  incendiaban  las  pobla* 
clones  fronterizas,  asesinaban  sus  moradores  é  impedían  la 
colonización  de  esta  hermosa  y  rica  zona  del  suelo  de  la 
patria. 

Entre  los  hechos  que  pueden  colmar  de  orgullo  y  satisfac- 
ción al  Gefe  de  una  fuerza,  debe  figurar  el  de  verse  rodeado 
de  una  joven  y  brillante  oficialidad,  llena  de  fé,  de  esperanzas 
y  de  brios,  abrigando  los  mismos  deseos  que  su  Gefe  y  anhe- 
lando las  ocasiones  de  ser  útil  á  su  país  aunque  sea  á  costa  de 
su  vida.  Las  Bandas  de  los  Cuerpos  alegraban  el  acto»  y  la 
reunión  duraría  unas  dos  horas  mas  ó  menos. 

7  y  30  p.  m.  Llega  el  Comandante  Moritan  de  regreso  de 
su  espedicion  con  la  fuerza  á  sus  órdenes,  y  el  resultado  de 
su  jornada  es  61  caballos  y  16  muías  quitadas  á  un  pequeño 
grupo  de  indios  (8  ó  10)  que  dispararon  íí  pié,  abandonando 
cuanto  tenían,  y  perdiéndose  entre  las  escabrosidades  de  la 
montaña. 

Este  grupo  de  indios  es  el  único  que  ha  encontrado  en  su 
marcha,  como  se  verá  en  la  relación  que  dicho  Gefe  hace  de 
su  campaña,  y  que  figura  entre  los  documentos  que  se  anexan 
al  presente. 


—  309  — 


Martes  9  de  Enero  de  1883 


La  noche  se  ha  pasado  sin  novedad. 

11  y  30.  Llega  chasque  del  fortín  "Teniente  Nogueira"  con 
notas  del  Comandante  del  fortín,  en  que  dá  cuenta  haber  sido 
atacado  por  una  partida  de  indios.  Como  dicha  nota  contiene 
la  relación  del  hecho  que  ha  tenido  lugar  en  ese  punto^  se 
trascribe  á  continuación  para  el  mejor  conocimiento  del  suceso, 
y  dice  así  : 

Fortin  "Teniente  Nogueira".  Enero  1^  de  1883.— Al  Gefe 
del  Detall  de  la  segunda  Brigada,  Capitán  Don  Guillermo  K. 
Dameli — Tengo  el  honor  de  dar  cuenta  á  vd.  que  en  la  ma- 
drugada del  dia  de  la  fecha,  á  las  dos  próximamente,  fui 
atacado  por  un  grupo  de  indios.  Unos  preocupaban  la  guarni- 
ción mientras  otros  an*ebataban  la  caballada,  logrando  estos  su 
intento,  apesar  de  estar  prevenido.  Una  vez  que  fueron  sentidos 
se  les  hizo  fuego  desde  el  fortin,  huyendo  estos  inmediata- 
mente, mientras  yo  con  diez  soldados  trataba  de  recuperar  la 
caballada  que  habia  sido  arrebatada,  no  consiguiendo  hacerlo 
tan  pronto  como  se  debió  por  el  lamentable  estado  en  que  se 
encuentra  la  caballada;  apesar  de  todo  conseguí  darles  alcance 
como  á  unas  tres  leguas  del  fortin,  y  arriba  de  las  sierras, 
estos  iban  bajando  una  cuesta  cuando  llegué  con  solo  dos 
soldados,  pues  los  otros  habían  quedado  á  retaguardia  con  los 
caballos  aplastados.  Cuando  los  indios  me  descubrieron  hicie- 
ron alto,  trayéndome  una  carga,  siendo  rechazados  por  la 
altura  del  cerro  que  nos  servia  de  defensa,  volvieron  á  cargar- 
nos por  segunda  vez,  logiando  nosotros  matar  tres  indios,  lo 
que  les  causó  gran  desmoralización,  en  esto  llegaron  cuatro  sol- 
dados   maSy  entonces  les  llevé    una    carga  de    á  pié,    consi- 


—  310  - 

guiendo  quitarles  el  arreo,  y  huyendo  los  indios  cobardemente 
sin  poder  darles  alcance^. 

^  El  grupo  de  indios  eran  como  quince  en  su  mayor  parte 
armados  á  lanza'' . 

"  Los  animales  que  estos  arrebataron  en  el  fortín  eran  :  las 
leses,  6  muías,  6  caballos,  á  mas  se  les  quitó  de  ellos  5  ca- 
ballos, 3  de  estos  ensillados,  siendo  2  de  la  tercera  Brigada  y 
3  yeguas  de  oreja". 

"  una  vez  allí  reuní  la  fuerza  y  regresé  al  íoAin  como  á  la 
una,  donde  me  dio  cuenta  el  Sargento  que  por  el  costado  de- 
recho de  esta  isla  salia  una  rastrillada  de  otro  grupo  de 
indios,  que  se  habia  llevado  14  muías  y  la  tropilla  del  Capitán 
Bustos,  que  yo  la  tenia,  siéndome  imposible  perseguirlos,  por 
tener  los  animales  cansados". 

"  Los  animales  que  han  llevado  los  indios  son  14  muías, 
dejándome  únicamente  con  6,  y  siéndome  de  suma  necesidad 
tener  el  completo  ruego  á  vd.  se  sirva  reponérmelas,  lo  mismo 
que  los  caballos,  pues  de  los  30  que  tengo  para  el  servicio  no 
hay  uno  solo  que  sirva  para  andar  una  legua" . 

"  Al  mismo  tiempo  ruego  á  vd.  se  sirva  recomendar  á  la 
consideración  del  señor  Gefe  de  la  Brigada  la  conducta  obser- 
vada por  los  soldados  del  Regimiento  2  de  Caballería,  Benito 
Pintos  y  José  Vega,  quienes  se  han  portado  valientemente.  — 
Dios  guarde  ávd. — Firmado — Jacinto  Espinosa". 

En  vista  de  lo  que  ha  pasado  en  el  fortín  "Teniente  No- 
gueira",  resuélvese  enviar  una  partida  en  busca  de  los  ladrones 
y  se  designa  al  Capitán  del  Regimiento  5®  de  Caballería,  Don 
Emilio  Crouzeilles,  para  que  al  frente  de  una  comisión,  com- 
puesta de  20  hombres  del  Regimiento  2  y  20  del  Regimiento  o^ 
con  mas  5  indios  amigos  que  le  servirán  de  baqueanos,  se 
ponga  en  marcha  esta  misma  tarde  y  dé  cima  á  las  órdenes 
que  se  le  dan  en  las  siguientes  instrucciones : 


—  311  — 
Instrucciones  al  Capitán  Csouzeilles  del  Reodiiento  6^ 

DE   CaBALLEBÍA 

*  1  "*  Con  40  hombres  de  los  Regimientos  2  y  5  *•  de  línea 
7  5  indios  amigos,  marchará  en  la  tarde  de  hoy  con  el  pro- 
pósito de  perseguir  y  batir  una  partida  de  indios  ladrones, 
que  en  la  madrugada  de  ayer  han  arrebatado  algunas  muías  y 
caballos  del  fortín  **  Teniente  Nogueira". 

*"  2  ^  La  marcha  la  efectuará  por  el  camino  de  Felicurá 
hasta  encontrar  las  costas  del  Rio  Cotanli,  donde  le  será  fácil 
encontrar  los  rastros  de  los  indios  invasores,  quienes,  según 
datos,  llevan  en  su  fuga  esa  dirección,  buscando  internarse  en 
las  Cordilleras''. 

**  3  **  Encontradas  que  sean  las  huellas  de  los  ladrones,  los 
perseguirá  sin  perder  momentos  hasta  alcanzarlos  y  darles 
ejemplar  castigo "" . 

"^  4  ^  Si  encontrara  en  su  camino  al  Capitán  Don  Mariano 
Vega,  que  á  la  cabeza  de  70  hombres  opera  actualmente  en  la 
misma  dirección,  lo  incorporará  á  su  columna  ya  sea  á  toda  ¿ 
]>arte  de  la  fuerza,  según  lo  juzgue  necesario,  en  vista  de  los 
datos  que  pueda  haber  adquirido''. 

"5"^  £1  Capitán  Vega  perseguirá  al  capitanejo  Nahuel, 
que  con  40  ó  50  hombres  de  lanza  merodeaba  con  sus  fami- 
lias á  inmediaciones  de  Mamuí-Malal,  pero  datos  recientes  me 
aseguran  que  dicha  partida  de  indios,  después  de  haber  arre- 
batado una  manada  de  yeguas  del  cacique  Manquiel,  se  movia 
el  31  del  próximo  pasado  hacia  Loncó-May,  no  siendo  difícil 
que  una  fracción  de  ellos  mismos  sean  los  asaltantes  del  fortin 
"Nogueira*";  así,  pues,  caso  de  no  encontrar  los  rastros  que  le 
indiquen  el  camino  que  deba  seguir,  marchará  directamente  en 
dirección  á  Loncó-May,  persiguiendo  á  Nahuel,  siempre  que  el 
Capitán  no  le  precediere  en  tal  caso,  se  ocupará  el  Capitán 
Crouzeilles  en  practicar  una  policía  prolija  entre  los  rios  Alu- 
miné  y  Catanli  hasta  alguna  distancia  de  sus  márgenes 
opuestas". 


—  312  — 

"6®  Las  persecuciones  y  toda  operación  que  emprenda  las 
practicará  con  el  todo  ó  mitad  de  su  fuerza  reunida,  sin  des* 
prender  hombres  fuera  del  alcance  de  su  vista,  á  fin  de  evitar 
desgracias  ).mentables". 

"7®  lo  podrá  ultrapasar  los  límites  del  territorio  de  la 
Nación" . 

"  8  ®  La  seña  de  orden  en  toda  la  División  en  campaña 
es: — Barbarie,  Atrás". 

"  Collon-Curíi,  Enero  2  de  1883.— Firmado— Enrique  Godoy" 

Atendiendo  á  la  mejor  conservación  de  las  haciendas  y  á 
la  mayor  comodidad  y  seguridad  del  campamento,  el  Gefe 
de  la  Brigada  ha  resuelto  trasladar  este  unas  dos  leguas  al 
NNO.  y  sobre  la  míirgen  derecha  del  Collon-Curá. 

p]n  la  orden  de  Brigada  se  designa  el  dia  de  mañana  para 
dar  comienzo  á  la  traslación,  y  se  indica  el  orden  en  que 
debe  efectuarse  esta .     Va  la  orden  á  continuación : 

Obdek  de  Bbioada 

"  Se  ha  señalado  el  dia  de  mañana  para  que  la  Brigada  tras- 
lade su  campamento  al  paraje  que  se  ha  elejido  con  oportu- 
nidad" 

"  En  consecuencia  los  Cuerpos  que  la  componen  se  encon- 
trarán listos  para  efectuar  su  traslación  mañana  después  de 
diana,  con  escepcion  del  Regimiento  5*^  que  permanecerá  en 
su  campamento  hasta  que  instalada  la  Brigada  en  su  nuevo 
campo  se  le  ordene  seguir  el  movimiento." 

"La  Comandancia  indicará  el  momento  de  tomar  caballos 
y  ensillar  -  Firmado — E.  Godoy." 

5  y  40  p.  m.  A  esta  hora  se  pone  en  marcha  la  comisión 
á  las  órdenes  del  Capitán  Crouzeilles. 

En  el  resto  del  dia  no  ocurre  otra  novedad. 


—  313 


Mléreolefl  3  de  Enero  de  1993 


La  diana  se  tocó  á  la  hora  de  costumbre. 

Después  de  carnear  y  racionar  la  Brigada,  el  Batallón  2 
y  el  Regimiento  del  mismo  número  empiezan  á  ensillar  para 
marchar  al  nuevo  campamento.  £1  Regimiento  5^  quedará 
en  este  hasta  tanto  se  haya  hecho  la  traslación  de  equipos, 
Comisaria,  etc.,  y  será  el  último  en  moverse. 

A  las  6  y  45  a.  m.  se  pone  en  marcha  el  Coronel  Godoy 
con  la  fuerza  amba  indicada,  y  el  resto  del  dia  se  emplea  en 
enviar  los  bagajes  al  nuevo  campo. 

Como  se  ha  aumentado  al  áiTea  50  cargas  con  los  apare- 
jos de  los  Cuerpos,  solo  se  dispone  de  8  de  estos  para  la 
mudanza,  y  esta  tiene  que  ser  morosa. 

6  y  30  p.  m.  Llega  una  comisión  del  Caleufú  con  comu- 
nicaciones para  el  General  Villegas  y  se  hacen  pasar  sin 
demora  hasta  se  encuentra  el  Coronel,  Gefe  de  la  Brigada. 


JuévfMi   4   de   Enero   de  1983 


Continúa  la  mudanza. 

3  7  50  p.  m.  A  esta  hora  regresa  del  otro  campamento 
el  chasque  del  Caleufú  y  pasa  hasta  ese  fortin.  Con  él  viene 
el  presbítero  D.  José  M.^  Beauvois  que  vá  hasta  Nahüel- 
Huapí  á  visitar  al  cacique  Curu-huincá  y  su  tribu. 

A  las  4  se  dio  la  orden  con  la  siguiente  novedad: 

40 


—  314  — 

Ordek  de  Bbigada 

"  El  infrascripto  tiene  la  satisfacción  de  participar  &  la  Bri- 
gada los  óptimos  resultados  obtenidos  contra  las  tribus 
salvajes  por  las  fuerzas  de  la  División  en  operacioness/ 

*^  En  los  pocos  dias  de  campaña  que  contamos  se  han  reco- 
jido  los  frutos  siguientes :  ** 

''Por  la  primera  Brigada  á  las  órdenes  del  señor  Coronel 
Ortega  mas  de  40  indios  muertos,  600  personas  reducidas 
entre  prisioneros  y  presentados." 

^  Por  la  tercera  Brigada  al  mando  del  señor  Comandante 
Palacios  35  indios  muertos  y  600  almas  sometidas  entre  pri- 
sioneros y  presentados,  y  finalmente  por  nuestra  Brigada, 
como  es  conocido,  36  muertos  y  4&0  personas  sometidas  entre 
prisioneros  y  presentados  voluntariamente." 

"Todas  las  Brigadas  han  recojido  de  los  enemigos  buen 
número  de  haciendas  y  elementos  de  vida  con  que  contaban." 

"  Debemos  pues,  felicitarnos  patrióticamente,  ya  por  la  sa* 

tisfaccion  propia  del  deber    cumplido,  como  por  las  ventajas 

nmensas  que  recojerá  nuestro  pais  con    la  conquista  de  tan 

ricos  territorios  para  industria  y    engrandecimiento  nacional." 

"Tengamos  un  poco  mas  de  constancia  en  las  fatigas  y  fé 
en  tan  gloriosa  empresa,  y  antes  de  dos  meses  habremos  ter- 
minado definitivamente  la  grande  y  fructífera  obra  que  nos 
tiene  empeñados." 

**  La  patria  y  el  Gobierno  para  dicernirnos  al  fin  de  la  jor- 
nada, con  espiritu  justiciero,  el  honor  ó  el  castigo  según 
hayamos  sabido    merecerlo  por  nuestra  conducta." 

"  Léase  esta  orden  á  los  Cuerpos  á  la  lista  de  la  tarde  de 
hoy  y  trasmítase  copia  de  ella  por  el  Detall  á  los  campamen- 
tos que  existen  fuera  del  Campamento  General — Firmado — 
E.  Godoy." 

7  y  20  p.  m.  Habiéndose  terminado  el  envío  de  lo  que 
pertenece  ^  este  Detall  nos  ponemos  también  en  marcha  pai*a 
el  nuevo  campamento  á  donde  llegamos  á  las  9  p.  m. 


—  315  — 


fiemes  &  de  Enero  de  1993 


Diana  á  las  2  a.  m.  sin  novedad. 

El  nuevo  campamento  está  situado  sobre  la  margen  derecha 
del  Collon*Curá,  en  un  valle  de  unas  tres  á  cuatro  leguas  de 
estension,  por  diez  cuadras  de  anchura,  término  medio ;  con- 
tiene excelentes  pastos  y  el  aspecto  general  es  magnífico. 
Yarios  cajones  desembocan  en  él  y  aumentan  su  importancia 
por  la  riqueza  del  suelo  y  su  exuberante  vejetacion. 

Los  cuerpos  están  acampados  con  frente  al  S.  O.  y  para- 
lelos al  rio  que  corre  á  nuestra  retaguardia. 

En  este  punto,  el  rio  corre  en  dos  brazos  y  el  que  baña 
la  ribera  en  que  nos  hallamos  tendrá  unos  100  metros  de 
anchura. 

A  las  4  p.  m.  se  dio  la  orden  sin  novedad. 

7  y  30  p.  m.    Tuvo  lugar  la  lista  de  tarde. 

No  ocune  ninguna  novedad  durante  el  dia. 


üábado  S  de  Enero   de    1898 


Ha  pasado  la  diana  sin  novedad. 

A  las  6  a.  m.  llega  la  tribu  de  Manquiel  y  acampa  á 
unas  tres  cuadras  abajo  de  nuestros  reales;  y  á  las  7  y  5 
llega  el  Regimiento  5^  que  vá  á  ocupar  el  puesto  que  le  está 
designado  á  la  izquierda  del  Batallón  2.  Con  esto  queda 
terminada  la  traslación  del  campamento. 

A  la  I  p.  m.  se  tiene  conocimiento  que  la  tropa  de  arrea 


—  316  — 

se  encuentra  frente  al  paso  del  campamento  abandonado,  y  se 
le  hace  un  propio  ordenándole  continúe  su  marcha  hasta 
encontrarse  frente  á  éste.  Aquí  el  pasage  de  las  cargas  se 
hará  mas  segura  y  fácilmente. 

A  las  4  se  dá  la  orden  de  Brigada  sin  novedad  y  á  esta 
misma  hora  llega  el  arrea  y  acampa  frente  á  nosotros,  en  la 
banda  opuesta  del  rio. 

7  y  45  p.  m.    Lista  mayor. 


Domingo  9    de  Enero    de  tHH9 


2  a.  m.  En  la  noche  que  ha  pasado  no  ha  ocurrido  nin- 
guna novedad;  y  la  diana  ha  tenido  lugar  á  la  hora  acos- 
tumbrada. 

Desde  después  de  aclarar  empiezan  á  pasarse  en  botes  los 
bultos,  conteniendo  los  víveres  que  ha  conducido  el  iiirea. 

Con  la  tropa  han  llegado :  el  Comandante  Terrés  y  el  Te- 
niente Sobrecasas  del  Regimiento  7°,  que  pasaríin  hasta  el 
Lago  a  incorporarse  á  su  cuerpo;  el  Doctor  Caüellas,  que  va 
como  cirujano  á  la  tercera  Brigada,  y  el  Capitán  Don  Daniel 
Vega  de  la  Comandancia  en  Gefe  y  Teniente  Don  Rogelio  de 
los  Llanos  del  Batallón  2  de  línea,  que  quedan  en  este 
campamento. 

7  y  30  p.  m.     Lista  mayor. 


—  317 


liúnefl  8  de  Enero  de  tHH9 


A  las  2  a.  m.  se  echó  diana.  , 

Continúase  el  pasage  de  las  provisiones. 

A  las  6  y  20  se  ponen  en  viage  para  su  destino,  el  Co- 
mandante Terrés,  el  Doctor  Cañellas  y  el  Teniente  Sobrecasas; 
y  van  acompañados  de  un  sargento  y  4  soldados  que  deben 
contramarchar  del  Caleufú. 

En  la  tarde  se  tiene  conocimiento  que  el  General  Gefe  de 
la  División,  que  se  encontraba  en  Ñorquin,  estará  mañana 
entre  nosotros. 

En  consecuencia  se  promulga  la  siguiente  orden  de  Brigada: 

Obden  de  Brigada 

''Debiendo  llegar  mañana  á  primera  hora  á  este  campamento, 
el  Señor  Comandante  en  Gefe  de  la  División,  los  Cuerpos  de  la 
Brigada  estarán  listos  para  hacerles  los  honores  en  sus  cam- 
pos respectivos. — Firmado — Enrique  Godoy.  " 

5  p.  m.  Queda,  terminado  el  pasage  del  aprovisionamiento 
llegado. 

A  las  7  y  30  se  pasa  lista  de  tarde  y  el  dia  termina  sin 
otra  novedad. 


Martes  •    de    Enero  de  1998 

La  diana,  como  de  costumbre  se  ha  tocado  á  las  2  de  la 
mañana. 

A  las  6  y  50  a.  m-  llega  el  General  Villegas  Comandante 
en  Gefe  de  nuestra  División.    Le  acompaña  el  Sargento  Ma- 


—  318  — 

3'or  D.  Marcos  Clavel,  los  Sres.  D.  Ambrosio  y  D.  Adolfo 
Escalada,  los  Tenientes  D.  Saturnino  Gorordo,  D.  Eduardo 
Oliveros  y  su  escolta.  Permanecerá  algunos  dias  entre  noso- 
tros y  seguirá  viaje  á  Nahtiel-Huapí. 

A  las  11  a.  m.  regresa  el  Sargento  y  los  cuatro  soldados 
que  salieron  ayer  acompañando  al  Comandante  Terrés- 

6  y  25  p.  m.  En  estos  momentos  se  presenta  el  Capitán 
Vega  de  regreso  de  su  comisión.  Ha  tomado  prisionero  al 
capitanejo  Caüupil  y  además  8  indios  de  lanza  y  40  de  chus- 
ma, pero  no  ha  encontrado  á  Nahuel. 

Lista  mayor  á  las  7  y  30  p.  m. 


Miércoles   iO    de  Enero  de  tHH9 


El  Coronel  Godoy  Gefe  de  la  Brigada,  resuelve  emprender 
una  segunda  operación  sobre  el  cacique  Ñancucheo. 

Supónese  que  Ñancucheo  y  sus  lanzas  deben  encontrarse 
sobre  las  costas  de  la  laguna  Huichú-lafquen,  y  el  Coronel  se 
propone  atacarle  en  este  punto  por  vanguardia  y  retaguardia, 
para  impedir  pase  su  tribu  á  la  República  vecina. 

En  consecuencia,  saldrá  hoy  de  aquí  el  Sargento  Mayor  Don 
Miguel  E.  Vidal  del  Regimiento  5^  con  60  hombres  de  su 
Cuerpo  y  10  indios  amigos,  y  arreglará  sus  marchas  para 
tomar  oportunamente  los  caminos  que  salen  de  la  parte  occi- 
dental de  Huechú-Lafquen,  de  modo  que  corte  la  retirada  á 
los  indios  cuando  el  Gefe  de  la  Lrígada  entre  por  Oriente, 
batiendo  las  costas  de  dicha  laguna. 

Las  instrucciones  de  que  se  le  muñen  y  que  se  insertan  á 
continuación,  harán  conocer  las  marchas  que  este  Gefe  ha  de 


—  319  — 

efectuar   para  responder  á   la  combinación  proyectada  por  el 
Coronel  Godoy : 

Ikstbucciones  al  Mayor  Vidal 

*  I""  A  las  4  p.  m.  de  hoy  se  pondrá  en  marcha  el  Mayor 
Vidal  á  la  cabeza  de  60  hombres  de  su  Regimiento  y  10  indios 
amigos  por  el  camino  que  conduce  á  Mamuí-Malal,  desde  cuyo 
punto  tomará  el  camino  de  ViUa  Rica  hasta  encontrarse  con  el 
camino  que  de  Huechú-lafquen  va  á  juntarse  con  aquel,  tomando 
entonces  éste  á  fin  de  caer  hacia  la  estremidad  Oeste  de  dicha 
laguna  con  el  propósito  de  impedir  á  los  indios  que  allf  se  en. 
cuentren  escapen  impunemente  al  territorio  chileno". 

^  2 ""  El  día  14  del  corriente,  de  1 2  á  3  p.  m.,  tratará  de 
llegar  al  extremo  Oeste  de  la  laguna  citada,  dia  y  hora  que  el 
infrascripto  llegará  también  por  el  estremo  opuesto". 

''S*  El  plan  de  esta  operación  es  atacar  al  cacique  Nan- 
cucheo  y  su  tribu  por  vanguardia  y  retaguardia". 

"4**  En  cualquier  caso  que  escaparan  indios  con  familia 
ó  haciendas  serán  perseguidos  indefectiblemente  hasta  alean- 
zarse,  pero  sin  ultrapasar  los  límites  de  la   Nación  en  ningún 


caso". 


"5**  Si  durante  esta  operación  se  encontrara  con  fuerzas 
regulares  del  Ejército  Chileno,  mantendrá  la  buena  armonía  y 
cortesía  que  cumple  á  militares  pertenecientes  á  Naciones  ami- 
gas y  vecinas". 

"Collón  Cura,  Enero  10  de  1883.— Firmado— Enrique 
Godoy". 

A  las  4  y  15  p.  m.  se  pone  en  marcha  el  Mayor  Vidal  y  su 
pequeña  columna. 

7  y  30.  El  Teniente  Coronel  del  Regimiento  5®,  Don  Vicente 
Laclar,  y  el  Capitán  del  Regimiento  2,  Don  Vicente  Bustois. 
pasan  el  río  para  marchar  con  el  arrea,  que  partirá  para  el 
Neuquen  mañana  á  primera  hora. 


—  320  — 

Van  á  Buenos  Aires  :  el  primero  á  presentarse  á  la  Ins- 
pección General  de  Armas  y  el  segundo  baja  enfermo  al  Hos- 
pital Militar  de  la  Capital. 

Lista  mayor  á  esta  misma  hora. 


Suéwem  tt  de  Enero  de  f  §SS 


La  noche  anterior  y  la  diana  de  hoy  se  han  pasado  sin 
novedad. 

Al  aclarar  se  puso  en  marcha  la  tropa  de  arrea,  el  Coman- 
dante Laclar  y  el  Capitán  Bustos.  Con  ellos  vá  también  la  cor- 
respondencia para  Buenos  Aires  y  puntos  del  transito. 

9  y  45.  En  este  momento  llega  una  comisión  delfortin  "6  de 
línea'',  situado  en  el  Caleufú,  es  portadora  de  comunicaciones 
para  el  General  y  trae  correspondencia  para  Choele-Choel  y 
Buenos  Aires.  En  el  acto  se  despacha  un  chasque  á  alcanzar 
el  arrea  y  entregar  al  oficial  encargado  la  correspondencia  de 
la  tercera  Brigada.^ 

A  las  4  se  dá  la  urden  de  Brigada,  haciendo  conocer  la  de 
la  División  dada  en  Huarin-Chenque,  y  en  la  cual  el  Generaj 
Don  Conrado  E.  Villegas  publica  el  premio  á  que  se  han 
hecho  acreedores  por  su  conducta,  algunos  individuos  de  la 
primera  Brigada  que  se  han  distinguido  en  la  presente  campa, 
ña.  Ella  pondrá  mejor  de  manifiesto  el  hecho  á  que  hace  refe- 
rencia>  y  á  ese  fin  se  trascribe  á  continuación  ' 

Obden  de  DrvisiON 

^  Siendo  un  deber  al  mismo  tiempo  que  un  acto  de  justicia, 
premiar  las  acciones  distinguidas  llevadas  á  cabo  por  individuos 
del  Ejército  y  habiendo  tenido  conocimiento  el  Comandante  en 


—  321  — 

Gefé  de  la  División  deque  los  soldados  del  Regimiento  11  de 
Caballería  de  linea,  Justo  Bogoñn,  Froilan  Garucepo,  Manuel 
Salcedo  y  Federico  Robledo,  combatieron  heroicamente  el  dia 
10  del  ppdo  Diciembre  en  la  Cordillera  de  CumuUú,  prote- 
giendo y  defendiendo  á  su  Gefe,  Teniente  Coronel  del  mismo 
Regimiento,  Don  Manuel  Ruibal  y  Alférez  Don  Teófilo  O'Don- 
nell,  quienes  se  habian  comprometido  en  un  combate  desigual 
con  un  número  de  indios  diez  veces  mayor  que  el  de  ellos,  y 
siendo  estos  actos  de  los  que  la  Ordenanza  marca  como 
acciones  distinguidas»  el  Comandante  en  Gefe  de  la  División 
dispone  : 

'^  Art.  1  "^  El  señor  Coronel  Gefe  de  la  primera  Brigada 
ordenará  se  estiendan  los  nombramientos  de  Sargentos  de  se" 
gunda  clase  con  la  fecha  de  aquel  hecho  á  los  espresados 
soldados,  debiendo  constar  en  los  nombramientos  la  acción 
distinguida*' . 

**  2  °  Los  nombramientos  serán  remitidos  á  esta  Comandan- 
cia en  Gefe  para  esta  elevarlos  á  la  General  de  Aimas**. 

"  3  ^  Comuniqúese  esta  resolución  á  las  Brigadas  de  la 
División  para  su  conocimiento'*. 

"Firmado — Conrado  E.  Villegas". 

Lista  mayor  á  las  7  y  30  p.  m. 

£1  resto  del  dia  trascurre  sin  otra  novedad. 


^^lérnes  19  de  Knero  de  Í98S 


A  las  2  a.  m.  se  tocó  diana. 

Al  amanecer  regresa  á  su  fortin  la  comisión  del  6,  qie  vino 
ayer  del  Caleufú. 
Empléanse  las  primeras  horas  del  dia  en  preparar  la  fuerza  y 

41 


-  822  — 

elementos  con  que  ha  de  marchar  el  Coronel  Gefe  de    la  Bri* 
gada,  pues  hoy  es  el  dia  designado  para  emprender  el  moví- 
miento  que  ha  de  responder  á  la  operación  combinada  con  el 
Mayor  Vidal. 
A  las  4  se  dá  la  orden  de  Brigada  siguiente  : 

Obdende  Brigada 

^  Mientras  dure  la  ausencia  del  que  firma,  queda  encargado 
del  mando  de  la  Brigada  el  Gefe  del  Ba^tallon  S  de  línea,  Don 
Benjamín  Moritan. — ^Firmado— E.  Godoy" 

6  y  30  p.  m.  Pónese  en  marcha  el  Coronel  6odoy«  llevando 
á  sus  órdenes  al  Teniente  Coronel  Don  Roque  Peitiado,  6  ofi- 
ciales y  60  de  tropa  del  Regimiento  2.  Conforme  con  lo  pro- 
yectado, se  dirijo  á  entrar  en  el  cajón  en  que  está  situado 
Huechú-lafquen,  por  la  parte  oriental  de  esta  laguna. 

7  y  10  p.  m.  En  es  este  momento  llega  un  chasque  enviado 
por  el  Sargento  segundo  José  Mallorca  del  Regimiento  2  de 
Caballería  de  línea,  que  foima  parte  de  la  comisión  que  se  des- 
prendió á  las  órdenes  del  Capitán  del  Regimiento  5,  D.  Emilio 
Crouzeilles.  Dá  cuenta  que  ha  asumido  el  mando  de  la  comi- 
sión, porque  el  Capitán  Crouzeilles  y  el  Teniente  Don  Nicanor 
Lezcano,  que  también  formaba  parte  de  esa  comisión,  han  sido 
muertos^en  un  combate  habido  con  los  indios  el  6  del  corriente, 
y  como  d  unas  40  leguas  de  este  campamento.  Espérase  la 
llegada  de  esta  fuerza  para  conocer  los  detalles  de  este  su- 
ceso. 

Lista  mayor  sin  novedad. 


—  323  — 


Sábado    i S  de  Knero    de  i SSS 


2  a.  m.  diana.  En  la  madrugada  de  hoy,  unos  tres  ó  cuatro 
indios  ladrones,  se  han  llevado  los  caballos  de  la  comisión 
del  Regimiento  3  de  Caballería,  que  vino  escoltando  al  Gene- 
ral  Gefe  de  la  División.  Salen  persiguiéndolos  el  Alférez 
Crobetto  con  la  escolta  que  comanda  y  le  acompaña  el  caci- 
que Mainquel  con  algunas  lanzas. 

11  a.  m.  Se  presenta  en  este  campamento  la  Comisión, 
cuyo  mando  se  dio  al  Capitán  Crouzeilles. 

Traen  los  restos  del  malogrado  Capitán  y  los  del  Teniente 
Lescano.  £1  combate  en  que  han  perecido  ha  tenido  lugar 
de  la  manera  siguiente : 

El  6  del  corriente  mes,  una  hora  mas  6  menos,  antes  de  la 
puesta  del  sol,  encontraron  unos  rastros  frescos  de  poca  con- 
sideración y  se  pusieron  en  persecución  de  los  indios  que  los 
iban  dejando.  El  Capitán  CrouzeUles  ordenó  á  su  vanguardia 
(que  se  componia  de  tres  hombres)  siguiese  al  trote  y  galope 
por  sobre  los  rastros  que  habian  descubierto,  y  pelease  á  los 
indios  en  el  número  que  fueran,  que  él  seguiría  detrás  y  los 

• 

protejeria  oportunamente.  Las  disposiciones  áeY  Capitán 
fueron  cumplidas  y  la  persecución  se  emprendió  en  el  orden 
que  queda  dicho.  A  poco  andar  se  sintió  el  fuego  de  la 
vanguardia  que  habia  entrado  en  combate  y  el  Capitán  de- 
jando 20  hombres  al  cuidado  de  la  caballada  se  adelantó  con 
el  resto  en  grupos,  á  proteger  los  que  peleaban,  pero  no 
lograron  reunirse  porque  la  vanguardia  habia  sido  rodeada 
como  por  150  indios  y  el  Capitán  Crouzeilles  y  los  que  le 
acompañaban,  lo  fueron  tambieut  y  se  vieron  precisados  & 
defenderse  en  grupos  como  iban  llegando  al  lugar  de  la 
acción.  Esta  duró  como  hasta  las  9  de  la  noche,  en  que  se 
retiraron  los    indios  con  grandes  pérdidas;   pero   el  Capitán 


—  324  — 

Crouzeílles,  el  Teniente  Lescano,  un  soldado  y  un  indio  amigo 
quedaban  muertos  después  de  una  lucha  desesperada  y 
titánica. 

Tal  es  la  relación  que  del  suceso  hace  el  Sargento  Ma- 
llorca. 

Se  manda  sepultar  los  cadáveres  de  estos  dos  malogrados 
oficiales  y  levantar  la  información  del  caso  para  averiguar  la 
comportacion  de  la  tropa  en  esta  jomada. 

12  m.  Llega  procedente  del  fuerte  Roca,  el  Capitán  Don 
Jorge  Rohde  del  Batallón  2  de  Línea. 

7  y  50  p.  m.  Lista  mayor.  Sale  en  comisión  el  Subte- 
niente Don  Juan  R.  Combas  del  Batallón  2  de  Línea  con  9 
individuos  de  tropa  del  mismo  Cuerpo  y  es  conductor  de 
comunicaciones  para  el  Coronel  Gefe  de  la  Brigada. 


Itonilu^o  14  de  Enero  de  1983 


La  diana  se  ha  tocado  á  la  hora  de  costumbre  y  no  ha 
ocurrido  novedad  en  la  noche  que  ha  pasado. 

10  y  30  a.  m.  A  esta  hora  se  presenta  de  regreso  el  Al- 
férez Crobetto  y  su  comisión  con  el  siguiente  resultado :  Ha 
alcanzado  y  sorprendido  á  los  indios  que  le  robaron  los  caba- 
llos ;  los  indios  eran  4,  de  los  cuales  tres  han  muerto  y  uno 
se  ha    escapado;  les   ha  quitado    el  robo  y  además  algunos 

caballos ;   únicos  bienes  con  que  contaban Quiere 

decir  que  han  sido  escarmentados. 

A  las  7  y  20  se  pasó  lista  de  tarde. 


—  325  — 


liúnefl  i  ft  4e    Kner»  de   i 99S 

A  las  2  a.  m.  se  tocó  diana. 

4  p.  m.  £1  General  (xefe  de  la  División  despachó  al  Te- 
niente Coronel  D.  Ramón  £.  Pérez,  con  comunicaciones  para 
la  tercera  Brigada^  y  le  acompañan  6  indios  de  la  tribu 
amiga  de  Mainquel,  que  deben   regresar    del  fortin  Caleufu. 

Dióse  la  orden  sin  novedad. 

7  y  30  Lista  de  tarde. 


ll4rtM  te  de   Enero  de  t9»S 


Después  de  diana,  que  ha  tenido  lugar  á  la  hora  de  cos- 
tumbre, se  nombra  á  Mainquel  para  que,  con  20  indios  de 
lanza,  salga  á  hacer  una  descubierta  al  Norte  de  este  campa- 
mento. 

5  a.  m.    Se  hace  la  carneada  y  se  raciona  la  fuerza. 

A  las  9  y  25  se  pone  en  marcha  Mainquel  y  sus  20 
hombres. 

El  dia  pasa  sin  otra  novedad  que  la  lista  y  demás  obliga- 
ciones del  servicio  diario. 


MIéreelefl   i  7  de  Enero   de  f»»S 

Diana  sin  novedad  a  las  2  y  16  de  la  mañana. 
Después  de  la  carneada  se  raciona  de  víveres  y  vicios  á  la 
fuerza  presente  para  la  segunda   quincena  del  corriente  mes. 
A  las  4  p.  m.  se  dá  la  orden  de  Brigada  sin  novedad. 
7  y  15  Lista  mayor. 


—  326  — 


Joéires  19  de  Enero  de  iSSS 


Aparte  de  las  listas  y  del  servicio  que  se  repite  diariamen- 
te con  una  regularidad  cuya  monotonía  es  obvia,  en  el  dia  de 
hoy  no  ocurre  otra  novedad. 


Vlémefl   iO   de  Enero  de   ÜHHM 


2  a.  m.    Diana. 

Los  partes  de  los  cuerpos  y  demás  reparticiones  llegan  sin 
novedad,  lo  que  prueba  que  la  noche  anterior  se  ha  pasado 
en  la  tranquilidad  mas  perfecta. 

A  las  6  se  hace  la  carneada  y  raciónase  la  fuerza. 

4  p.  m.  Se  dá  la  orden  de  Brigada  sin  novedad.  La  lista 
de  tarde  tiene  lugar  á  las  7  y  16  p.  m. 

A  las  9  retreta  y  á  las  10  silencio. 


S4bado  90  de  Enero  de  1898 


Tocóse  diana  á  las  2  de  la  mañana. 

A  las  4  y  20  se  hizo  la  carneada. 

9  y  80  a.  m.  Llega  una  comisión  del  Caleufú  trayendo 
correspondencia. 

Otra  comisión  procedente  de  la  primera  Brigada,  compuesta 
de  un  oficial  (Alférez  D.  Juan  Ferreyra)    y  20   de  tropa  del 


—  327  — 

Begímientx)  11  de  Caballería  de  Línea,  llega  un  cuarto  de 
hora  después  con  comunicaciones  para  el  Greneral  Villegas. 

A  las  4  p.  m.  se  dá  la  orden    de  Brigada  sin  novedad . 

6  y  46.  A  esta  hora  llega  Mainquel  de  regi*eso  de  la  des- 
cubierta que  se  le  mandó  hacer,  y  dice  no  haber  notado 
ninguna  novedad  en  el  campo. 

A  las  7  y  16  se  pasó  lista  de  tarde. 


Aomln^o  11  de  Enero  de  i98S 

La  noche  se  ha  pasado  sin  novedad  y  la  diana  ha  tenida 
lugar  á  las  2  y  30  a.  m. 

A  las  4  a.  m.  se  despacha  la  comisión  que  vino  ayer  del 
Galeufú,  llevando  correspondencia  para  la  tercera  Brigada. 

6  a.  m.  A  esta  hora  se  envía  un  chasque  con  la  correspon- 
dencia para  la  Capital,  debiendo  conducirla  hasta  el  fortin 
"Teniente  Nogueira"  y  regresar.  Una  hora  despms  de  ealir 
este  chasque,  se  recibe  uno  del  fortin  ''Teniente  Xogueira*^ 
con  correspondencia,  etc. 

Se  racionó  de  víveres  y  vicios  á  Muinquel  y  los  indios  que 
le  acompañaron  en  su  descubierta. 

4  p.  m«  Se  da  la  orden  de  Brigada  sin  novedad. 

A  las  7  y  16  se  pasó  lista  mayor. 


r-3í8   — 


liAiie»  99  de  finero  de  HSHM 


2  y  30  a.  m.  diana. 

A  las  6  a.  m.  llega  un  chasque  con  comunicaciones  del  señor 
Coronel  Gefe  de  la  Brigada. 

Se  hizo  la  carneada  y  racionóse  la  fuerza. 

Los  Alféreces  Crobetto  y  Ferreira  salen  con  sus  comisiones 
de  regreso  á  Ñorquiu. 

A  las  4  p.  m   se  aió  la  orden  de  Brigada  sin  novedad. 

7  y  15  p.  m.  lista  mayor. 

A  las  9  retreta  y  á  las  10  silencio. 


Marte»  98  de  Güero  de  1999 


La  noche  se  ha  pasado  sin  novedad  y  la  lista  de  diana  ha 
tenido  lugar  á  las  2  y  16  a.  m. 

6  a.  m.  A  esta  hora  se  hace  la  carneada  y  se  raciona  la 
fuerza. 

A  las  7  a.  m.  se  pone  en  marcha  el  Sargento  Mayor  Don 
Marcos  Clavel  con  25  indios  de  la  tribu  de  Mainquel,  condu- 
ciendo 500  reses  para  el  consumo  de  la  tercera  Brigada. 

A  las  4  p.  m.  se  dá  la  orden  de  Brigada  sin  novedad. 

7  y  15  p.  m.  lista  mayor. 

No  ocurre   otra  novedad  durante  el  resto  del  dia. 


—  329  — 


Mlére^les  94  de  Enero  de  i »»S 


Se  ha  pasado  la  diana  sin  novedad,  que  ha  tenido  lugar  á 
las  2  y  30  a.  m. 

A  las  5  se  carnea  y  es  racionada  la  fuerza. 

1  y  20  p.  m.  A  esta  hora  llega  el  Coronel  Godoy,  Gefe  de 
la  Brigada,  acompañado  de  sus  ayudantes  y  de  algunos  hom- 
bres que  le  escoltan,  habiéndose  adelantado  de  su  fuerza,  que 
queda  á  una  jornada  de  aquí. 

£1  resultado  de  su  espedicion  es  el  siguiente  :  Ha  batido  la 
zona  comprendida  entre  este  campamento  y  la  laguna  Huechú- 
Lafquen^  por  ambas  costas,  hasta  llegar  á  los  confines  de  la  Na- 
ción; y  además  el  espacio  que  media  entre  estos  puntos»  la 
laguna  Soló  y  el  campamento.  Trae  60  prisioneros  entre  lanza 
y  chusma,  y  ha  obligado  á  Ñancucheo  k  emigrar  á  Chile  con 
8U  familia  y  algunos  pocos  guerreros  que  le  siguen,  desde 
donde  implora  perdón,  solicita  la  paz  y  promete  someterse  á 
la  autoridad  del  Gobierno  de  la  Nación  y  vivir  al  amparo  de 
nuestras  leyes. 

Los  detalles  de  esta  espedicion  están  consignados  en  el 
anexo  núm.  6,  que  puede  verse  al  ñnal  de  este  diario. 

A  las  4  p.  m.  se  díó  la  orden,  haciendo  saber  que  encon- 
trándose de  regreso  el  Coronel  Gefe  de  la  Brigada,  cesaba 
en  el  mando  de  la  misma  el  Teniente  Coronel  Don  Benjamia 
Moritan. 

7  y  16  p.  m.  lista  mayor. 


42 


—  330  — 


Jnéires  9&  de  JBnero  de  i88S 


A  las  2  y  ll2  de  la  mañana  se  tocó  diana  y  en  la  noche  pa* 
sada  y  basta  este  momento  no  ha  ocurrido  novedad  que  sea 
digna  de  mencionarse. 

6  a.  m.  se  hace  la  carneada  y  se  raciona. 

A  las  9  a.  m.  se  presenta  el  Sargento  Mayor  Don  Miguel  E. 
Vidal  con  la  columna  que  quedó  ayer  acampada  á  una  jornada 
de  aquí. 

El  Comandante  Peitiado,  que  también  formaba  parte  de  la 
columna  á  las  órdenes  del  Coronel  Godoy,  ha  sido  desprendido 
de  Huechú-^Lafquen  con  30  hombres  de  línea  y  algunos  indios 
auxiliares,  para  que  recorra  y  bata  las  costas  de  las  lagunas 
Curú-hué  y  Loló,  situadas  al  Sud  de  la  primera. 

1  y  15  p.  m.  En  virtud  del  parte  contenido  en  un  oficio  que 
se  acaba  de  recibir  del  Comandante  Peitiado,  y  que  vá  interca- 
lado en  el  lugar  correspondiente  entre  los  documentos  que  se 
anexan  á  este  diario,  el  Coronel  Gete  de  la  Brigada  resuelve 
enviar  un  refuerzo  de  hombres  y  caballos  á  este  Gefe,  para 
que  continúe  las  persecuciones  que  ha  emprendido.  Es  desig- 
nado y  marcha  sin  pérdida  de  tiempo  el  Ayudante  mayor  Don 
Marcelo  Robles, del  Regimientos^,  con  20  hombres  de  su  Re- 
gimiento y  20  indios  amigos. 

Vá  munido  de  las  siguientes  instrucciones^  y  es  portador  de 
la  nota  que  se  trascribe  k  continuación  de  ellas : 

Instbucciones  al  Ayudante  Roblsb 

"  1  ^  A  la  cabeza  de  20  hombres  de  su  Regimiento  y  20 
indios  auxiliares,  marchara  al  trote  y  galope  en  dirección  á  la 
laguna  Loló,  ó  á  donde  tenga  noticias  que  vaya  el  grupo  de 
indios  que  se  encontró  ayer  con  el    Comandante    Peitiado,    y 


—  331  — 

tonnada  qae  sea  la  rastrillada  ó  adquirido  noticias  de  la  di- 
recdon  que  lleva,  los  perseguirá  sin  descanso  hasta  alcanzar- 
los, siempre  que  no  salgan  del  territorio  de  la  Nación. 

'^  2  ^  Si  se  encontrase  con  el  Comandante  Peitiado»  se  pon- 
drá á  sus  órdenes  y  obedecerá  las  instrucciones  que  le  fueren 
trasmitidas  por  dicho  Geíe,  aún  cuando  no  se  encuentren  las 
dos  fuerzas''. 

"  H  "*  La  persecución  solo  será  suspendida  al  llegar  á  la 
línea  divisoria  con  la  Nación  Chilena  ó  que  motivos  poderosos 
le  obliguen  á  retroceder''. 

''4^  £1  grupo  de  indios  que  debe  perseguir  lo  componen , 
según  datos,  los  capitanejos  Antener  y  Coillá,  con  30  indios  y 
sus  familias  respectivas''. 

"S"*    No  operará  con  las  fuerzas  fraccionadas". 

*  CoUon-Curá,  Enero  25  de  1883.— Firmado — Enrique  Go- 
doy*. 

"  Collon-Curá,  Enero  26  de  1883.— Hora  I  p.  m.— Al  Te- 
niente Coronel  Gefe  accidental  del  Regimiento  2  de  línea,  Don 
Boque  Peitiado — Se  han  recibido  sus  dos  comunicaciones  fecha 
de  ayer  y  hoy  dando  cuenta  del  encuentro  con  los  indios,  de 
las  medidas  adoptada»  y  las  que  piensa  adoptar  en  lo  sucesivo 
para  alcanzarlos  y  batirlos''. 

"  Marcha  en  este  momento  el  Ayudante  Mayor  Don  Marcelo 
Robles  con  20  hombres  de  línea  y  20  indios  amigos  con  ins- 
tracciones  de  buscar,  por  su  parte,  los  rastros  de  los  indios  y 
perseguirlos  hasta  donde  sean  alcanzados,  siempre  que  no 
pasen  de  tenítorio  argentino.  El  mismo  oficial  tiene  instruc- 
ciones de  obedecer  las  órdenes  de  vd.  en  esta  operación. 

**  Es  necesario  perseguir  á  ese  grupo  de  indios,  que  talvez 
es  el  último  resto  que  queda  de  este  lado  de  las  Cordilleras, 
hasta  hacerlo  prisionero,  destruirlo  ó  arrojarlo  al  otro  lado  de 
los  Andes;  para  ello  recomiendo  á  vd.  no  abandonar  la  perse- 
cución sin  conseguirlo  ó  que  casos  muy  imperiosos  é  imprevis- 
tos le  obligaran  á  retroceder". 


—  832  — 

**  La  fuerza  que  vá  á  órdenes  del  Ayudante  Robles  puede 
operar  separadamente  para  asegurar  el  mejor  sucesoí  esto  es 
si  vd.,  con  conocimiento  inmediato  de  los  sucesos,  lo  considera 
oportuno". 

^  El  Ayudante  Mayor  Robles  lleva  algunas  yeguas  de  las  que 
puede  proveerlo  en  caso  que  necesite''. 

"Dios  guarde  á  vd.— Firmado — Enrique  Godoy". 

A  las  4  p.  m.  se  dio  la  urden  de  Brigada  que  sigue  mas 
abajo.  Por  ella  se  verá  que  en  atención  al  mejor  servicio,  el 
Gefe  de  la  Brigada  ha  resuelto  recojer  las  caballadas  á  los 
Cuerpos,  y  formar  con  ellas  una  caballada  común,  para  repartir 
las  fatigas,  y  tener  siempre  un  trozo  de  resen'a  para  los  casos 
en  que  se  puedan  precisar. 

Obden   be  Bbigada 

"  Atendiendo  al  mejor  servicio  y  penetrado  de  la  necesidad 
de  repartir  por  igual  las  fatigas  entre  las  caballadas  y  mu- 
ladas de  la  Brigada,  el  Gefe  de  ella  dispone : 

"  Art.  1  ®  Los  Gefes  de  los  Cuerpos  que  componen  la  Bri- 
gada, harán  entrega  á  esta  Comandancia  de  todos  los  caballos 
muías  del  Estado  que  tengan  al  servicio  de  los  suyos  res* 
pectivos  para  ser  cuidados  bajo  la  dependencia  inmediata  de 
la  misma". 

"  2  ^  Esta  disposición  quedará  cumplida  hasta  mañana  á  las 
9  a.  m. 

"  3  "^  Comuniqúese  á  quienes  corresponda  y  tómense  las 
medidas  necesarias  para  que  en  el  plazo  que  se  indica  quede 
ejecutada  esta  disposición, — Firmado — E.  Godoy". 

A  las  7  y  15  se  pasó  lista  de  tarde. 


—  333  — 


ciernes  »•  de  Enero  de  198S 


La  diana  ha  tenido  lugar  á  las  3  y  30  a.  m. 

A  las  6  se  hace  la  carneada. 

A  las  ll  y  35  se  despacha  un  chasque  llevando  comunica- 
ciones para  el  Comandante  en  Gefe  del  Ejército  del  Sud  de 
Chile  y  para  el  cacique  Nancucheo  y  otros. 

A  las  4  p.  m.  se  dá  la  orden  sin  novedad. 

La  lista  de  tarde  tiene  lugar  á  las  7  y  15  p.  m. 

En  el  resto  del  dia  no  ocurre  otra  novedad. 


Sábado  «9  de  Enero  de  t8§S 


Hoy  se  ha  tocado  diana  á  las  3  de  la  mañana,  y  los  partes 
de  todas  las  reparticiones  son  sin  novedad. 

La  carneada  se  hace  á  la  salida  del  sol,  y  se  raciona  la 
fuerza. 

Como  la  campaña  que  ha  emprendido  la  División  no  se  re- 
duce á  una  simple  espedicion,  pues  encienda  en  sí  el  hecho  de 
la  ocupación  definitiva  de  esta  gran  parte  del  territorio  de  la 
República,  y  h.  ese  fin  han  de  establecerse  puestos  militares 
en  los  puntos  cuya  situación  estratégica  -ofrezca  mayores  ven* 
tajas  á  la  colocación  de  los  fuertes,  y  sean  al  mismo  tiempo 
mas  adecuados  para  la  formación  de  colonias^  el  Coronel  Gefe 
de  la  Brigada  cree  llegado  el  momento  de  dar  comienzo  á  los 
trabajos  de  instalación*  y  en  consecuencia  nombra  en  la  fecha 
una  comisión  encargada  de  practicar  los  estudios  del  caso.  La 


-  334  — 

orden  de  Brigada  que    va  á  continuación    esplicará  mejor  la 
clase  de  trabajos  que  dicha  comisión  ha  de  efectuar  : 

Obdek  de  Bbioaba 


"  Nómbrase  una  comisión  compuesta  del  Gefe  del  Batallón  2 
de  itifantería  de  línea,  Teniente  Coronel  Don  Benjamín  Mon- 
tan, Sargento  Mayor  Gefe  accidental  del  Regimiento  6  de  Ca- 
ballería, Don  Miguel  E.  ^idal,  é  Ingeniero  Don  Jorge  Brondes- 
ted,  bajo  la  presidencia  del  primero,  para  practicar  los  estudios 
topográficos  y  estratégicos  que  en  instrucciones  por  separado 
recibirán" . 

^  Los  señores  nombrados  esttirán  listos  el  dia    de   mañana 
para  dar  principio  á  su  cometido. — Firmado — E.  Godoy". 
A  las  7  y  1 5  se  pasó  lista  mayor. 


Dominico  t9  de  Enero  de  t^HM 


En  el  resto  del  dia  de  ayer  y  en  toda  la  noche  anterior  no  ha 
ocurrido  ninguna  novedad,  y  la  diana  de  hoy  ha  tenido  lugar  á 
las  3  de  la  mañana. 

A  la  1.  y  60  p.  m.  llega  procedente  de  Nahuel-Huapí  el 
Sub-Teniente  Yañez,  del  Batallón  6,  con  la  tropa  de  arreas 
de  dicha  Brigada  en  busca  de  racionamiento. 

4  p.  m.  El  Gefe  de  la  Brigada  ha  recibido  un  telegrama 
de  felicitación  del  Sr.  Ministro  de  la  Guerra,  y  resuelve  darlo 
en  la  orden  del  dia,  para  que  llegue  á  conocimiento  de  todos; 
dice  así: 

Tara  satisfacción  de  la  Brigada,  se  transcribe  a  continuación 
el  telegrama  de  felicitación  que   el    infrascripto  ha  tenido  el 


—  835  — 

bonor  de  recibir  de  S.  E.  el  Sr.  Ministro  de  la  Guerra;  y  es  como 
úgae: 

''Buenos  Aires,  Diciembre  21  de  1882. — 12  p.  m. — Al  Coro- 
nel Godoy. — Limay. — Oficial. — ^Le  envío  un  abrazo  de  felicita- 
ción, por  el  éxito  obtenido  por  la  Brigada  de  su  mando.'' 

''En  la  disciplina  que  conserva  su  fuerza,  en  medio  de  las 
gloriosas  fatigas,  luce  el  prestigio  y  pericie  del  Gefe  y  la  virtud 
del  soldado  argentino." 

"Trasmito  mi  sincera  felicitación  á  la  Oficialidad  y  tropa  á 
sus  órdenes. — Firmado — Ministro  de  la  Guen'a. — ^Firmado — ^E. 
Godoy-" 

A  las  5  p.  m.,  se  pone  en  marcha  la  Comisión  encargada  de 
practicar  los  estudios  topográficos  que  ya  se  han  mencionado  y 
y  van  acompañados  de  segura  escolta. 

Las  instrucciones  dadas  á  esta  Comisión,  van  á  continuación; 
por  ellas  se  verá  las  personas  que  la  componen,  los  trabajos  que 
van  á  ejecutar  y  las  condiciones  en  que  se  han  de  encontrar 
los  puntos  elegidos  para  campamento  y  línea  de  fuertes  avan- 
zados. 

Ikstbücciones  Jl  la  Comisión  nombrada  paba  pbacticab 
ESTUDIOS  estratégicos  t  topogbáficob^  sobbe  la  Cobdi- 
lleba  de  los  Andes. 

"i"^  La  Comisión,  compuesta  de  los  SS.  Teniente  Coronel 
D.  Benjamín  Moritan,  Presidente,  y  Sargento  Mayor  D.  Miguel 
Mdal  é  Ingeniero  D.  Jorge  Brondsted,  vocales,  con  una  escolta 
de  20  hombres  de  línea  baqueanos  y  los  demás  elementos 
necesarios,  procederán  sin  pérdida  de  tiempo  á  reconocer  y  es- 
tudiar los  caminos  de  ultra-Cordillera,  comprendidos  desde  el 
Valle  de  Pulmarí  hasta  el  Lago  Huechú-Huéhué,  los  accidentes 
del  terreno,  valles,  desfiladeros,  montañas,  ríos,  arroyos  y  bos- 
ques, comprendidos  en  dicha  zona. 

''2^  En  la  ostensión  terrítorial  espresada  en  el  artículo  ante- 
rior, trazará  en  proyecto  una  línea  de  fuertes  ó  puestos  avan- 


—  336  — 

zados,  frente  á '  los  pasos  y  boquetes,  de  tal  manera,  que  domi- 
nándolos, esté  por  su  situación  estratégica  en  condiciones 
superiores  de  defensa.  * 

""3^  Cada  fuerte,  en  cuanto  la  naturaleza  del  terreno  lo  per- 
mita, se  estacionará  con  superficie  cómoda  para  el  número  de 
hombres  á  que  deba  dar  cabida,  uniendo  á  esta   circunstancia 
el  batir  con  sus  fuerzas    la  circunferencia  de  defensa,  ya  sea 
quebrada  ó  llana/ 

*^4''  Si  el  aspecto  geográfico  del  suelo  coopera  por  su  domi- 
nio para  dar  colocación  á  un  fueite,  y  resguardada  su  reta- 
guardia por  los  accidentes  naturales,  como  arroyos  ó  desfilade- 
ros profundos,  descubre  campos  fértiles  y  acomodados  para  la 
industria  rural  y  agrícola,  los  adoptará  con  preferencia,  pues  en 
este  caso  la  naturaleza  tiene  á  su  cargo  la  mitad  de  la  tirea 
que  se  busca  científicamente. "" 

^'b'  Determinará,  cuanto  mas  exactamente  sea  posible,  la 
distancia  de  los  fortines  á  la  línea  internacional  con  la  Repú- 
blica de  Chile,  procurando  que  esa  distancia  sea  tan  corta,  cuan- 
to favorezca  la  vigilancia  á  los  salvages,  imposibilitando  su  paso 
impune  al  levante  de  aquellos.*' 

^"6'  Dará  una  descripción  detallada  de  las  condiciones  de  ha- 
bitabilidad que  en  la  estación  de  las  nieves  presten  estos  fuertes, 
ya  sea  en  pro  ó  en  contra." 

**  7  •  Determinará  un  parage  ó  punto  que  sea  el  Campamento 
General  ó  Comandancia,  al  cual  afluvan  v  del  cual  dimanen  las 
disposiciones  generales,  que  rijan  a  la  línea  de  puestos  avan- 
zados.** 

'^S^  El  Campamento  General  deberá  tener  la  superficie  com- 
petente para  contener  la  fuerza  que  guarnece  en  detalle  todos 
los  follines,  y  la  que  se  determinare  dejar  para  su  guarnición 
normal/ 

'^S^  La  Comandancia  estará  en  las  condiciones  que  se  espre- 
S8ft  para  los  fuertes,  en  los  artículos  4^  y  5""/ 

'^lO.  Deberá  reunir  la  principal  circunstancia  de  ser  habitable 


—  337  - 

en  invierno  y  verano,  pues  se  busca  con  ello  sea  el  núcleo  donde 
se  guarnezcan  los  destacamentos  de  los  fuertes,  dado  el  caso  de 
ser  negativa  la  descripción  reclamada  en  el  artículo  6^."^ 

''ll.  Eligirá  terrenos  adaptables  á  coloniajes,  cultivos  y  po- 
blacionesi  ordenando  y  armonizando  con  las  ventajas  de  riqueza 
ganadera  ypastoríl»  las  de  estrategia  y  dominio  bélico/ 

^12.  Levantara  un  plano  general  del  territorio  guarnecido» 
adjuntándole  una  memoria  descriptiva,  en  la  que  analizaado 
cuanto  le  surgiera  los  estudios  que  haga."" 

'^IS.  La  línea  de  fortines  y  la  Comandancia,  tendrán  una  rá- 
pida y  fácil  viabilidad,  en  terreno  llano  ó  quebrado,  para  lo  cual 
podrá  manifestar  en  general  los  trabajos  mas  ligeros  que  puedan 
efectuarse  y  deban  practicarse,  en  relación  con  el  tiempo  que  se 
emplee."  \ 

"14.  Queda  al  criterio  y  recto  juicio  de  la  Comisión,  tomar 
aquellas  medidas  ó  bacer  aquellas  observaciones  que  juzgare 
convenientes,  y  cuyos  fines  fueran  mas  prácticos  y  procedentes  á 
lo  determinado  yprescripto  en  estas  Instrucciones. — CoUon-Curá, 
Enero  28  de  1883. — Firmado — ^Enrique  Godoy." 

A  las  7  y  15  se  pasó  lista  mayor. 


/ 


■ 


liúnes  M9  de  Enero  de  t88S 


La  diana  ha  tenido  lugar  á  las  3. 

A  las  7  y  15  llega  un  chasque  de  la  República  de  Chile,  con 
comunicaciones  para  el  Gefe  de  la  Brigada.  Entre  otras,  trae 
una  carta  que,  por  su  originalidad  •  merece  conocerse,  y  á  ese  fin 
la  inserto  aquí,  copiada  á  la  letra.    Dice  así: 

""Reducción  de  Paqoipulli  de  la  Provincia  De  Valdivia  Enero 
11  de  1883. 

43 


—  338  — 

''A  los  gobiernos  Argentinos. 

"Nosotros  vivimos  en  nuestro  territorio  Chileno. 

"Pas  i  Tranquilamente  con  sin  ningún  amor  por  las  leyes  del 
gobierno  Chileno  porque  somos  de  una  bandera  hasta  la  cordille- 
ra de  los  Andes. 

"Así  Pues  Caballero  Argentinos  que  yo  soi  Chileno  Cati'iguir 
coperador  de  la  patria  i  atendida  en  el  gobierno  chileno,  por 
saber  respetar  las  leyes  chilenas;  porque  asf  tengo  el  documen* 
to  de  los  Antigos  de  mis  Antecesores,  abuelos  de  los  siglos 
asta  el  presente  del  siglo  que  vivimos  como  hermano. 

"Aliado  uno  con  otro. 

"Así  es  quelJds.  Caballeros  Argentinos  tienen  Razón  de  cor- 
rer al  otro  lado  de  la  cordillera  de  los  Andes  asta  la  raya 
donde  nace  el  Rio  que  cierre  al  mar  Atlántico  al  Este;  Por- 
que le  toca  por  la  razón  i  fuerza  del  gobierno  Argentino,  don- 
de dá  sus  intereses  animales  vacunos  i  caballar  i  de  mas  vis- 
tuarios  platas  i  los  de  mas  gastos  i  Robos  que  le  acen  á  los 
peuenches  á  Uds.  caballeros  Argentinos. 

"Nosotros  no  usamos  de  esta  costumbre  como  los  peuen- 
ches. 

"Sino  que  Pas  i  tranquilo  como  los  gobierna  el  gobierno  Chi- 
leno i  respetamos  las  leyes  asta  la  cordillera  de  los  Andes  que 
nigun  cigaro  se  puede  saltear  á  los  comerciantes  nigun  otro;  y 
los  mantenímos  con  el  Sudor  de  nuestra  frente  que  Nuestro 
Señor  Dios  nos  dio  fuerza  para  mantenernos. 

"También  bamos  sibilisando  mas  cada  año  por  la  ley  chi- 
lena. 

"Por  eso  le  escribo  á  Uds.  Caballeros  Argentinos. 

"Asi  pues  Caballeros  Argentinos  que  nosotros  no  teñimos 
orden  de  atrepellar  á  los  españoles,  ni  los  españoles  á  noso* 
tros  i  ni  teñimos  permiso  de  recibir  Caciques  alsado.  Antes 
mas  bien  teñimos  orden  resistirlo,  porque  nosotros  no  lo  ayu* 
damos  agarrar  nigun  sentado  ni  á  rogar. 

Asi  es  que  Caballero  Argentino  miren   la  Cara  de  Dios  de 


—  339  — 

atender  mí  oficio  de  ho  atropellar  mi  mando  i  también  no  lo 
atropellaran  ellos,  que  ya  le  mandé  á  decir  en  mis  correos. 

""Asi  pues  Caballero  Argentinos  me  hará  el  bien  de  contes- 
tarme con  mis  correo,  porque  yo  no  tengo  nigun  disgusto  con 
üds.  para  que  me  aga  mal,  eic, — ^Firmado — Camilo  Catriguir.** 

Como  se  \é,  el  caballero  Catriguir  vive  en  gracia  de  Dios  y 
cada  dia  se  civiliza  mas;  lo  que  para  él  debe  ser  una  fortuna. 

Apesar  de  todo,  estoy  casi  persuadido  de  que  el  Sr.  Catri- 
guir no  es  enteramente  feliz  en  su  nueva  vida,  y  que  hay  varios 
puntos  en  ella  con  los  que  no  se  encuentra  conforme.  Eso  de 
no  permitirle  robar  ni  un  cigarro  á  los  comerciantes,  es  una 
transición  demasiado  violenta  en  sus  costumbres,  para  que  la 
pueda  aceptar  de  buen  grado.  ¡Los  Pehuenches  pueden  robar 
y  él  se  vé  precisado  á  vivir  con  el  sudor  de  su  frente!    Eso  es 

incalificable Pero  d  pobre  tiene  una  compensación.  Solo  se  le 

exije  ser  honrado  hasta  la  Cordillera  de  los  Andes,  lo  que  no 
deja  de  ser  una  ventaja  y  una  indemnización  á  los  perjuicios 
que  sufre  y  que  le  vienen  directamente  de  las  costumbres  civi- 
lizadas que  ha  adoptado. 

A  las  8  y  30    a.  m.  se  puso    en  marcha   el    Sub*Teniente 

Tañez  con  el  arrea  y  el  racionamiento  para  la  tercera  Bri- 
gada. 

A  las  4  p.  m.  se  dio  la  orden  sin  novedad. 

A  las  8  y  35  llega  el  Teniente  Don  Julio  C.  Mallea  del 
Segimiento  2,  con  notas  del  Comandante  Peitiado  y  algunos 
animales  quitados  á  los  indios. 


Martes  SO  de  Enero  de  t88S 


A  las  3  a.  m.  se  ha  tocado  diana  y  no  ha  ocurrido  novedad 
en  toda  la  noche  pasada. 
6  a.  m.  se  hace  la  carneada  y  se  racionó  la  fuerza. 


—  340  — 

Después  de  medio  día  llega  el  Comandante  Peitiado  acom- 
pañado de  unos  cuantos  soldados  que  le  escoltan.  La  fuerza 
queda  acampada  a  unas  pocas  leguas  de  aquí. 

A  las  4  p.  m.  se  dá  la  orden  de  Brigada. 

7  y  15  lista  mayor. 

Después  de  lista  sale  en  comisión  el  Teniente  1^  del  Regi- 
miento %  Don  Julio  C.  Mallea,  con  2  oficiales  30  de  tropa  y 
10  indios  auxiliares  de  la  tribu  de  Mainquel.  El  objeto  de  su 
comisión  es  apoderarse  de  Goillá,  Antener,  sus  hombres  y  sus 
mujeres,  que  se  sabe  habitan  en  los  cajones  de  la  Cordi- 
llera. 

Las  instrucciones  dadas  al  Teniente  Mallea  se  trascriben  á 
continuación,  y  dicen: 

lístrucciones  al  teniente  1^  del  regimiento  2  de  linea, 

Don  Julio  C.  Mallea 

"  1  ®  Con  2  oficiales,  30  individuos  de  tropa  y  10  indios 
auxiliares,  que  se  ponen  bajo  sus  órdenes,  marchará  hacia  la 
laguna  Carhué  con  el  propósito  de  perseguir  a  los  capitanejos 
Coillá  y  Antener,  que  con  un  grupo  de  30  indios  y  las  fami- 
lias respectivas  merodean  por  entre  las  Cordilleras". 

"2''  Como  tal  grupo  de  indios  ha  sido  batido  y  disper- 
sado el  dia  26  del  corriente  por  el  Teniente  Coronel  Peitiado 
hasta  dejarlos  entre  las  Cordilleras  nevadas  sin  alimento  algu- 
no, es  casi  seguro  que  obligados  por  el  hambre  y  la  inclemen- 
cia bajen  á  los  valles  en  busca  üel  sustento,  donde  pueden  ser 
perseguidos  con  eficacia". 

"  3  ®  Si  tuviere  certidumbre  de  que  á  su  llegada  aún  per- 
manecen refugiados  los  indios  en  los  cerros  donde  los  dejó 
el  Comandante  Peitiado,  establecerá  entonces  un  bloqueo  con- 
veniente á  fin  de  obligarlos  por  el  hambre  á  someterse  ó 
ultrapar  la  Cordillera". 

"4®     Si    los  salvajes  tomaran    algunos  de   los    camin 


—  341  — 

ChQe  serán  perseguidos    hasta  el  límite   de  la   Nación  sola- 
mente'*. 

''S^  No  omitirá  esfuerzos  hasta  conseguir  la  destrucción 
óespulsion  al  otro  lado  de  los  Andes  de  ese  grupo  de  in- 
dios**. 

'  6  "^    No  operará  con  las  fuerzas  fraccionadas*' . 

'^T^  Tendrá  al  corriente  de  las  novedades  que  ocurran  en 
esta  comisión,  por  medio  de  chasques  servidos  por  indios 
anxiliares,  diríjiendo  los  partes  al  infrascripto". 

"  CoUon  Cura,  Enero  30  de  1883.— Firmado— Enrique  Go- 
doy"- 


Ulereóles  SI  de    Enero  de  t88S 


Diana  á  las  3  de  la  mañana. 

3  7  45  a.  m.  En  este  momento  se  presenta  un  chasque 
enviado  por  el  Teniente  Don  Vicente  Grímau,  que  quedó  al 
mando  de  la  comisión  del  Comandante  Peitiado.  Este  oficial  dá 
cuenta  que  como  á  las  11  y  112  de  la  noche  anterior,  ha  sido 
atacado  en  su  campamento  por  un  grupo  de  indios,  y  como  la 
caballada  disparase  asustada  por  las  detonaciones  de  los  rifles, 
los  salvajes  lograron  arrebatar  una  parte  de  esta  caballada,  y 
que  él  y  el  Alférez  Don  Carlos  Campos  Gutiérrez  van  en  per- 
secución de  los  ladrones,  pero  sumamente  mal  montados. 

En  vista  de  este  parte,  el  Gefe  de  la  Brigada  despacha  una 
comisión  ligera  y  bien  montada  á  las  órdenes  del  Teniente 
Don  Martin  Hernández  del  Regimiento  2. 

Este  oficial  marchará  al  trote  y  galope  hasta  alcanzar  el 
robo  y  escarmentar  á  los  ladrones. 

A  las  9  y  10  se  vé  una  polvareda  al  otro  lado  del   rio  en 


—  842  — 

dirección  N.  N.  £.,  entre  un  oaj(»n  de  las  sierras;  poco  después 
se  ven  algunos  ginetes,  salen  á  reconocerlos  de  la  escolta  del 
arrea  y  disparan. 

De  aquí  sale  el  Teniene  Gorordo  con  la  escolta  del  General} 
pasará  el  rio  un  poco  mas  arriba  y  cortará  h  retirada  á  los 
ginetes  que  se  han  avistado. 

9  y  40  Tiene  chasque  de  la  otra  banda,  y  resulta  que  el 
polvo  y  los  ginetes  que  se  avistaron  hoy  son  algunos  indios 
amigos  que  han  ido  á  recojer  manzanas  al  otro  lado,  sin 
licencia. 

£1  Teniente  Gorordo  no  regresa^  ha  encontrado  una    rastrí 
liada  fresca,  y  sigue  por  ella. 

A  las  4  p.  m.  se  dio  la  orden  sin  novedad. 

A  las  7  y  16  se  pasó  lista  mayor. 

No  ocurre  otra  novedad  durante  el  dia. 


Jnéires      ^  de  Febrero  de  tSSS 


En  el  resto  del  dia  anterior  y  en  la  noche  pasada  no  ha 
ocurrido  novedad.  La  diana  ha  tenido  lugar  á  las  3  de  la 
mañana. 

Se  ha  carneado  á  las  6  y  se  raciona  la  Brigada. 

A  medio  dia  se  recibe  una  nota  en  que  se  dá  cuenta  que  el  Te- 
niente Gorordo  ha  dado  alcance  á  los  indios  que  robaron  los 
caballos  al  Teniente  Grimau.  Serian  unos  20,  les  ha  quitada  el 
roba,  algunos  caballos  pampas,  y  han  muerto  cinco  indios  en 
la  refriega. 

La  alarma  producida  por  los  indios  amigos  que  fueron  á 
recojer  manzanas»  ha  dado,  pues,  un  buen  resultado. 

A  las  4  p.  m.  se  dá  la  orden  con  la  siguiente  novedad. 


—  343  — 
OsDEír  DE  Bbioada 

'^  Desde  la  fecha  en  adelante,  todos  los  Gefes  ú  oficiales  que 
se  desprendieron  en  comisión  deberán  hacer  constar  en  los 
partes  que  dirijieran  á  esta  Comandancia,  la  hora  en  que  han 
oourrido  los  sucesos  que  refieran  en  ellos,  debiendo  anotar 
también  en  la  parte  superior  del  sobre  la  hora  de  partida  del 
chasque  portador  de  la  comunicación. —  Firmado — Enrique 
Godoy". 

A  las  7  se  pasó  lista  de  tarde. 


viernes  9  de  Febrero  de  tSSS 


Diana  á  las  3  a.  m  sin  novedad. 

Al  amanecer  sale  el  arrea  para  el  Nauquen,  lleva  corres- 
pondencia para  la  Capital  y  puntos  intermedios  y  el  raciona- 
miento para  los  fortines  de  la  línea  de  comunicación. 

A  las  9  llega  de  regreso  el  Teniente  Gorordo  y  su  comisión. 
El  resultado  de  esta  ya  se  conoce. 

A  las  ll  se  presenta  el  Teniente  Hernández  y  la  fuerza  con 
que  se  le  despachó.  En  el  lugar  correspondiente  va  el  parte  de 
este  oficial. 

A  las  4  se  dá  la  orden  sin  novedad. 

Se  desprenden  dos  comisiones.  Una  la  manda  el  Comandante 
Peítiado  y  la  otra  va  a  las  órdenes  del  Comandante  Diaz.  £1 
objeto  de  estas  comisiones  es  el  siguiente : 

La  primera  se  situará  en  los  valles  de  Quilquihué  ó  Carhué, 

según  convenga,  y  desde   allí  batirá   los    alrededores  de  estos 

pantos,  haciendo  la  persecución  de   los  indios  que  moran  en 

esos  parajes;  la  segunda  irá  á  estacionarse  en    Pulmari  y  hará 

déntícas  operaciones  en  dicho  paraje. 


—  344  — 

Se  trascriben  á  continuación  las  instrucciones  de  que  se  ha 
munido  á  estos  dos  Oefes,  para  que  en  vista  de  ellas  se  tenga 
mejor  conocimiento  de  la  misión  que  se  les  ha  confiado  : 

Instbucoiones  paba  el  Comakbakte  Pkitiado 

1  ^  Con  3  oficiales  y  60  hombres  de  línea  y  6  indios  auxi- 
liares marchará  á  estacionarse  en  el  valle  de  Quilquihué  ó 
Garhué,  según  encuentre  conveniencia  para  sus  caballadas  j 
persecución  délos  indios  que  merodean  por  esas  alturas*. 

*^2^  Desde  el  Campamento  que  puede  cambiarlo  cuando 
las  circunstancias  lo  requieran  en  toda  la  ostensión  de  los 
valles  citados,  organizará  un  servicio  permanente  de  descubier- 
tas livianas  *". 

''3''  Conocido  el  lugar  donde  se  encuentre  algún  grupo 
de  indios,  operará  sobre  ellos  sin  abandonar  la  persecución 
hasta  conseguir  aprehenderlos  ó  espulsarlos  al  occidente  de 
las  Cordilleras". 

''é'^  Vigilará  con  constancia  y  preferencia  los  caminos  de 
ultra-Cordillera,  que  pasan  por  las  lagunas  Huechú-Lafquen  y 
Huechú-Huéhué,  á  fin  de  evitar  que  les  salvajes  escapen  impu- 
nemente al  territorio  chileno". 

"  6  ®  Dará  aviso  por  medio  de  chasques  seiTidos  por  indios 
de  las  novedades  que  le  ocurran". 

"  6  "^  Lo  imprevisto  queda  librado  á  la  buena  inteligencia  y 
actividad  del  Comandante  Peitiado". 

"  CoUon-Cnrá,  Febrero  2  de  1883.  — Firmado— Enrique 
Godoy". 

Instrucciones  pasa  el  Comandante  Dl^z 

"  1 ""  Con  4  oficiales,  60  soldados  y  6  indios  auxiliares, 
marchará  á  Pulmari  con  el  propósito  de  hacer  una  batida  gene- 
ral por  ese  lugar  y  sus  contornos". 

"  2  "="     Siendo  el  citado  paraje  el  punto  céntrico  de  los  bos* 


—  345  — 

ques  de  pinos  cayo  fruto  constituye  el  principal  alimento  de 
los  indios»  le  adoptará  como  base  de  sus  operaciones  al  efecto 
puede  construir  corrales  para  la  seguridad  de  sus  hacien- 
das» etc". 

""  3  ^  Debiendo  ser  ocupado  en  breve  ese  mismo  punto  por 
fuerzas  de  la  primera  Brigada,  operará  de  concierto  con  ellas, 
según  lo  prescribe  en  tales  casos  las  ^Ordenanzas  del  Ejér- 
cito**. 

''4''  Su  permanencia  por  aquel  lugar  durará  á  lo  menos 
^0  dias,  pudiendo  retirarse  á  este  campamento  vencido  ese 
término  siempre  que  tuviera  la  convicción  de  que  la  presencia 
de  sus  fuerzas  no  fueren  necesarias  aún  y  que  haya  sido  ya 
ocupado  ya  por  fuerzas  de  la  primera  Brigada  dicho  punto/ 

*"  5®  Dará  aviso  por  medio  de  chasques  servidos  por  indios 
de  las  novedades  de  carácter  urgente  que  le  ocurran/ 

*"  6^  Lo  imprevisto  queda  librado  á  la  inteligencia  del  Co- 
mandante Diaz  y  reconocida  actividad/ 

"  CoUon-Curá,  Febrero  2  de  1883  —  Firmado— Enrique 
Godoy/ 

A  las  7  p.  m.  se  pasó  lista  mayor. 


Sábado  S  de  Febrero  de  t88S 

Después  de  la  diana,  que  ha  tenido  lugar  á  las  3  a.  m.  y 
que  ha  sido  sin  novedad,  el  General,  Gefe  de  la  División, 
empieza  á  hacer  sus  aprestos  de  marcha,  pues  ha  resuelto 
seguir  viaje  á  Nahüel-Huapí. 

A  las  4  p.  m.  se  pone  en  marcha  y  es  acompañado  por  el 
Gefe  de  la  Brigada,  el  Comisario  de  Guerra  y  algunos  oficia- 
les que  irán  con  él  una  ó  dos  leguas. 

A  las  4  p.  m.  se  dio  la  orden  sin  novedad. 

Lista  mayor  á  las  7  p.  m. 

44 


—  346  — 


D^mlnyo  4   de  Febrera  de  1888 


En  este  día  no  ocurre  otra  novedad  que  las  listas,  carneada 
y  demás  obligaciones  del  servicio. 


liúnes  &  de  Febrero  de  1888 


La  noche  anterior  se  ha  pasado  sin  novedad  j  la  diana 
como  de  costumbre  á  tenido  lugar  á  las  3  de  la  maflana. 

Después  de  salir  el  sol  se  ha  hecho  la  carneada  y  racionado 
la  fuerza. 

4  p.  m.    Se  dio  la  orden  sin  novedad. 

A  las  7  se  dio  lista  mayor  y  en  este  momento  llega  chas- 
que del  Fortin  "Teniente  Nogueira"  con  correspondencia 
para  esta  y  la  tercera  Brigada. 


Martes  H  de  Febrero  de  1888 


Se  ha  tocado  diana  á  las  3  a.  m. 

A  las  6  a.  m.  se  carnea  y  se  despacha  un  chasque  para  el 
Galeufú  llevando  la  correspondencia  que  vino  ayer  para  la 
tercera  Brigada. 

A  las  3  y  50  llegó  el  chasque  que  el  dia  36  del  pasado 
se  envió  á  la  república  vecina   y  con  él  vienen  tres  chilenos 


—  347  — 

que  son  portadores  de  notas  y  cartas  para  el  Gefe  de  la  Bri- 
gada. Entre  otras,  viene  una  de  Ñancucheo  en  que  pide 
seguridad  para  volver  á  nuestro  territorio  y  promete  someterse 
á  la  autoridad  del  Gobierno  Nacional,  acatar  las  leyes  del  pais 
y  vivir  honradamente  y  del  trabajo.  De  modo  que  el  mas 
reacio,  el  mas  indomable  de  los  caciques,  Ñancucheo  en  fin, 
queda  convencido  de  la  inutilidad  de  su  resistencia  y  se 
somete  sin  condiciones. 

6  y  50.  A  esta  hora  se  presenta  el  Comandante  Moritan  y 
los  señores  encargados  de  hacer  los  estudios  topográficos  de 
la  Cordillera.  Según  parece,  han  terminado  satisfactoriamente 
su  cometido;  en  oportunidad  presentarán  los  planos  y  docu* 
mentes  del  caso. 

La  lista  mayor  tiene  lugar  á  las  7  p.  m. 


Ulereóles   V  de  Febrero  de  tSUS 


3  a.  m.    Diana. 

En  el  resto  del  dia  de  ayer  y  en  toda   la    noche    anterior 
no  ha  ocurrido  ninguna  novedad. 
Se  hace  la  carneada  á  las  5  y  se  raciona  la  fuerza. 

A  las  4  p.  m.  se  dá  la  orden  sin  novedad. 

6  y  45.  En  este  momento  llega  el  Cabo  2^  distinguido 
del  Begimiento  2  D.  José  Herrera,  que  viene  herido  de  bala 
en  un  brazo.  Le  acompañan  un  sargento,  4  soldados  y  2 
indios.  La  herida  que  ha  recibido  ha  sido  casual,  según  se 
manifiesta  en  el  parte  que  de  este  accidente  pasa  el  Coman- 
dante Peiteado.    Va  inserto  en  el  lugar  correspondiente. 

A  las  7  p.  m.  se  pasó  lista  de  tarde. 


—  348  — 


Jueves    9  de   Febrero  de  1888 


La  diana  ha  tedido  lugar  á  las  3  a.  m. 

A  las  6  se  hizo  la  carneada  y  se  racionó  la  fuerza. 

A  las  4  p.  m.  se  did  la  orden  sin  novedad. 

5  p.  m.  A  esta  hora  se  ponen  en  marcha  el  Teniente  Co- 
ronel D.  Benjamín  Moritan,  Sargento  Mayor  D.  Miguel  Vidal, 
Ingeniero  D.  Jorge  Brondsted,  practicante  de  medicina  Don 
Tadeo  Iztirle,  45  de  tropa  del  Batallón  S,  10  del  Regimiento 
del  mismo  número,  77  del  Regimiento  5^  y  los  indios  prisio- 
neros. Van  á  construir  el  fuerte  y  cuarteles  de  invierno 
para  la  fuerza  que  ha  de  quedar  guarneciendo  estos  parajes. 
El  punto  elegido  para  situar  este  fuerte,  es  el  Cum-cum-Nieieu, 
8  á  9  leguas  al  Oeste  de  este  campamento  y  sobre  la  margen 
derecha  del  rio  Chimehuin. 

A  las  7  p.  m.  se  pasó  lista  de  tarde. 

Hoy  han  llegado  tres  comerciantes  con  algunos  cargueros 
de  mercancías.  Se  les  dá  permiso  para  que  se  instalen  y 
espendan  sus  artículos,  con  escepcion  de  los  licores  alcohóli- 
cos de  lo  que  traen  una  buena  provisión. 


viernes   9    de    Febrero  de   1889 


A  las  3  a.  m.  se  tocó  diana  y  los  partes  se  reciben  sin 
novedad. 

A  las  11  y  35  se  pone  en  marcha  el  capitanejo  Ancatru 
con  14  de  lanza,  36  mujeres  y  45  de  chusma;  y  vá  también 
á  establecerse  en  el  Gum-cum-Nieieu. 


—  349    - 

Los  comerciantes  con  sus  bebidas  han  dado  margen  á  la 
siguiente  nota  que  se  transcribe  á  la  letra : 

"*  CoUon-Curá,  Febrero  9  de  1883— Al  Gefe  del  Fuerte  "Ge- 
neral Roca",  Teniente  Coronel  D.  Tomás  O'Gorman — Algunos 
vivanderos  han  llegado  á  esta  Comandancia  con  procedensia 
de  ese  punto  á  Choele-Choel,  trayendo  entre  sus  mercancías 
abundante  cantidad  de  bebidas  alcohólicas  que  espenden  con 
evidente  perjuicio  del  delicado  sei-vicio  que  rije  en  esta  cam- 
paña." 

"  Colocando,  por  tanto  al  infrascrito,  en  el  caso  de  tomar 
medidas  enojosas  con  dichos  comerciantes  para  evitar  tales 
efectos. " 

"  En  consecuencia,  dispondrá  Vd.  que  en  lo  sucesivo,  sean 
fiscalizados  los  vivanderos  que  partan  de  ese  punto  ó  pasen 
por  él  con  destino  á  este  campamento  y  prohibido  absoluta- 
mente el  tráfico  del  citado  artículo." 

"  Dios  guarde  á  Vd. — ^Firmado — Enrique  Qodoy." 

7  p.  m.    Lista  mayor. 

A  las  8  y  10  ¡p.  m.  llega  de  Hahüel-Huapí  el  Comandante 
Pérez  de  la  Plana  Mayor  de  la  División  y  vá  de  viaje  á  la 
Capital.  Es  portador  de  comunicaciones  para  el  Gefe  de  la 
Brigada. 


Sál»ado  10  de  Febrero  de  tSSB 

Después  de  la  diana,  que  se  ha  pasado  á  las  3  a.  m,  se  des- 
pachan 3  indios  amigos  para  que  lleven  hasta  el  Caleufú  una 
correspondencia  que  se  envia  al  Lago. 

A  las  5  y  30  parte  el  Comandante  Pérez  para  la  Capital,  y 
le  acompañan  3  indios  hasta  el  Pichí-Picun-Leufú. 

7  y  30.    Se  despachan  dos  indios  conduciendo  una  comu- 


—  350  — 

nicacion  para  el  Comandante  Moritan  y  se  transcribe  á 
continuación  porque  es  bueno  conocer  su  contenido. 

"  CoUon-Curá,  Febrero  10  de  1883.— Al  Comandante  Mo« 
ritan." 

"£1  Sefior  General  Comandante  en  Gefe  de  la  División, 
ha  resuelto  establecer  un  fuerte  destacamento  con  fuerzas  de 
}a  tercera  Brigada,  en  la  Vega  de  Chapelco  ó  sus  inmedia- 
ciones, á  efecto  de  cubrir  el  camino  de  Valdivia,  á  cuyo  fin  á 
comisionado  al  Capitán  Eohde  para  practicar  los  estudios  del 
caso.  En  consecuencia,  interesa  á  esta  Comandancia  con 
mayor  urgencia  conocer  la  topografía  del  Valle  Pulmarí  y  los 
caminos  de  ultra-cordillera  que  partan  de  aquel  punto,  para 
llevar  al  conocimiento  del  Señor  General  las  observaciones  que 
se  recojan,  á  fin  de  que  pueda  con  mejor  acierto  disponer  lo 
conveniente  para  la  completa  seguridad  de  la  nueva  línea  de 
fronteras  que  estii  en  via  de  establecerse. " 

"  Al  efecto,  dispondrá  Vd.  que  el  ingeniero  Brondsted,  parta 
á  la  brevedad  posible  á  practicar  los  estudios  apuntados,  pero 
dejando  antes  delineado  en  ese  punto  el  reducto  acordado." 

"  Encarezca  Vd.  al  Ingeniero  la  urjencia  de  los  trabajos  que 
se  le  encomiendaí  a  fin  de  que  habilitando  horas,  si  necesario 
fuera,  pueda  presentar  el  croquis  é  informe  correspondiente 
de  sus  estudios,  antes  del  dia  1^  de  Marzo  próximo." 

"  Para  obtener  datos  positivos  respecto  al  camino  de  Valdi- 
via que  parte  de  Chapelco,  puede  Vd.  ó  por  intermedio  del 
Ingeniero,  dirijir  una  comunicación  al  Capitán  Rohde,  actual- 
mente en  aquellos  parages,  pidiéndole  las  noticias  oportunas 
á  fin  de  poder  determinar  en  el  croquis  con  mayor  seguridad 
la  situación  de  dicha  Vega,  camino  de  Valdivia,  lagunas  y 
Cordilleras  adyacentes." 

"  El  actual  fortin  Caleufú,  debe  ser  avanzado  hacia  las  Cor- 
dilleras unas  6  leguas  próximamente  sobre  la  margen  del  rio 
del  mismo  nombre." 

"Dios  guarde  á  Vd.— Firmado— Enrique  Godoy.** 


—  351  — 

A  las  4  p.  m.  se  dá  la  orden  sin  novedad. 

6  p.  m.  A  esta  hora  se  presentan,  1  sargento  y  6  solda- 
dos del  Begimiento  6^  con  procedencia  de  Cum-cum-nieieu, 
y  qne  vienen  en  busca  del  equipo  de  dicho  Cuerpo. 

Regresarán  mañana. 

A  las  7  p.  m.  se  pasó  lista  mayor. 

8  p.  m.  Llega  de  Nahüel-Huapí  el  presbítero  D.  José  M. 
Beauvois  y  mañana  continuará  viaje  para  su  feligresía,  que  la 
tiene  en  Biedma.  Las  impresiones  que  ha  recibido  en  el  viaje 
no  le  han  sido  agradables.  Encuentra  que  el  Gran  Lago  Na- 
hüel-Huapí carece  de  poesía,  y  que  el  Collon-Curá  es  un  rio 
insignificante  y  de  pobre  aspecto,  y  es  natural  que  se  encuen- 
tre mejor  entre  sus  fieles. 


DoHiliiiro   ti  de  Febrero    de   1888 


La  diana  ha  sido  sin  novedad  y  ha  tenido  lugar  á  las  3  a.  m. 

A  las  5  se  hace  la  carneada  y  se  raciona  la  fuerza. 

6  y  15  a.  m.  El  piquete  del  Regimiento  5*^  que  habia 
quedado  aqui  y  los  7  hombfes  que  llegaron  ayer,  se  pusieron 
en  marcha  para  el  nuevo  campamento,  llevando  el  equipo  y 
todo  lo  perteneciente  á  dicho  cuerpo. 

A  las  11  y  10  a.  m.  llega  el  capitanejo  Gallardo  con  los 
indios  que  fueron  al  Lago,  y  con  ellos  viene  el  arrea  de  la 
tercera  Brigada  en  busca  de  racionamiento. 

£1  cacique  Mainquel  y  algunos  de  sus  indios  manifiestan 
hoy,  que  el  paraje  que  se  ha  elejido  para  campamento  en  las 
costas  del  Chimehuin,  es  inhabitable  durante  el  invierno  por 
la  abundancia  de  las  nieves  en  ese  punto.  Ya  se  puede  supo- 
ner el  efecto  de  semejante  noticia. 


—  352  — 

En  vista  de  lo  espuesto,  se  despacha  un  chasque  al  Coman- 
dante Moritan,  pidiéndole  una  entrevista  para  mañana  en  un 
punto  equidistante  de  ambos  campamentos  y  con  el  objeto  que 
esplicará  la  siguiente  carta  que  se  cdpia  á  la  letra: 

"  Collon-Curá,  Febrero  11  de  1883.— h.  10  y  30  a.,  m. 

**  Seüor  Teniente  Coronel  D.  Benjamín  Moritan. — ^Mi  esti- 
mado amigo. — En  este  momento  viene  Manquiel,  con  unos 
indios  conocedores  de  esos  parajes,  y  me  informa  que  ese 
lugar  no  es  á  propósito  para  la  población  proyectada,  porque 
en  el  invierno  las  nieves  lo  hacen  inhabitable,  especialmente 
para  las  haciendas;  y  que  por  otra  parte,  la  humedad  que 
producen  las  nieves,  las  lluvias  y  los  deshielos,  convierten  ese 
valle  en  un  pantano  intransitable. " 

""  Tales  informes  no  han  podido  menos  que  preocuparme 
seriamente,  á  fin  de  no  quedar  espuestos  á  perder  tiempo  y 
trabajo,  si  efectivamente  los  datos  que  le  trasmito  fueran 
ciertos. " 

"Los  indios  portadores,  han  vivido  por  allí  mucho  tiempo 
y  se  los  mando  con  el  objeto  de  que  en  presencia  del  lugar 
elegido,  le  informen  á  Vd.  personalmente." 

"  Por  mi  parte,  he  sostenido  una  prolija  conversación  con 
estos  indios  y  saco  en  limpio  que  aquel  lugar  no  es  adecuado 
para  el  pueblo  que  debe  levantarse.  Me  aseguran  que  en  el 
parage  llamado  Chimehuin  propiamente,  antigua  residencia  de 
Síancucheo,  es  muy  á  propósito  para  el  objeto;  que  allí  no 
existe  ninguno  de  los  inconvenientes  apuntados,  que  hay  un 
campo  estenso  y  apropiado  para  población,  agiicultura  y  pas- 
toreo. Dicho  lugar  queda  sobre  la  misma  margen  del  rio 
Chimehuin.  y  en  frente  á  la  bajada  que  queda  á  tres  leguas  de 
este  campamento  sobre  el  mismo  camino  que  hemos  seguido 
siempre  para  ir  allí,  para  ser  mas  claro  un  poco  mas  al 
Norte,  rio  Chimehuin,  abajo  de  las  manzanas  donde  arreba- 
taron los  caballos  al   Teniente  Grimau. " 

"  Si    como    creo,  Vd.    también    queda  convencido,  por  los 


•     —  353  — 

datos  de  los  indios  de  la  ineñcacia  de  aquel  punto,  conviene 
que  mañana  á  primera  hora  se  venga  con  el  Mayor  Vidal  é 
Ingeniero  á  estudiar  el  sitio  que  yo  le  indico,  suspendiendo 
por  consiguiente  los  trabajos  en  aquel." 

"^  Yo  saldré  también  de  aquí  mañana  temprano  con  el  mismo 
propósito  y  esperaré  su  llegada  para  tratar  definitivamente  del 
asunto/ 

''La  comisión  del  5^  que  vá  en  camino  con  los  cargueros 
y  algunos  indios  con  familias,  mando  se  detengan  en  la  costa 
del  C)iimehuin  hasta  nueva  orden,  para  evitar  marchas  y 
contramarchas,  si  resolvemos  fundar  el  campamento  donde  le 
indico." 

"  Desagi'adado  con  esta  polaina  que  ha  venido  de  atrás,  la 
saluda  con  todo  cariño  y  amistad  su  affmo.  amigo  y  S.  S.^^ 
Firmado — Enrique  Godoy." 

A  las  4  p.  m.  se  dá  la  orden  sin  novedad. 
7  p.  m.    A  esta  hora  tiene  lugar  la  lista  mayor. 


liútneü  19  de  Febrero  de  i88S 


En  el  resto  del  dia  de  ayer  y  durante  la  noche  anterior, 
no  ha  ocurrido  novedad  digna  de  mencionarse. 

La  diana  ha  tenido  lugar  á  las  3  a.  m. 

Después  de  la  carneada  partió  el  Coronel  Gefe  de  la  Bri- 
gada con  sus  ayudantes  y  una  pequeña  escolta.  Vá  al  Chi- 
mehuin  á  asistir  á  la  reunión  que  solicitó  ayer  del  Comandante 
Montan.  Mayor  Vidal  é  Ingeniero  Brondsted. 

12  y  30.    Begresa  el  Gefe  de  la  Brigada. 

45 


—  354  — 

De  la  conferencia  habida  resulta  que  los  datos  dados  por 
]08  indios  no  son  exactos,  y  que  el  parage  clejido  ofrece  las 
mejores  condiciones  para  el  objeto  á  que  se  le  ha  destinado ; 
y  en  consecuencia,  se  resolvió  definitivamente  instalar  allí  el 
campamento. 


Martes  18  de    Febrero  de  1998 


A  las  3,  como  de  costumbre,  se  tocó  diana  y  los  partes 
llegan  sin  novedad. 

5  a.  m.    Se  hace  la  carneada  y  se  raciona. 

A  las  3  y  50  p.  m.  llega  un  chasque  del  Caleufu,  con  comu- 
nicaciones y  correspondencia  para  éste  y  Buenos  Aires. 

Media  hora  después  se  pone  en  marcha  el  arrea  de  la  tercera 
Brigada,  conduciendo  provisiones  para  esa  fuerza.  Con  el 
arrea  van  los  comerciantes  Ban*era  y  Sánchez  y  llevan  una 
parte  de  sus  mercaderías  á  Nahüel-Huapí. 

4  p.  m.  En  la  orden  del  dia  se  publica  una  nota  del 
Señor  Comandante  en  Gefe  de  la  División  que  puede  verse 
en  lo  que  sigue: 

Oeden  de  Brigada 

"  Para  conocimiento  de  la  Brigada  se  transcribe  k  continua- 
ción la  nota  recibida  en  la  fecha,  cuyo  tenor  es  el  siguiente:'' 

*"  Campamento  en  el  Lago  Nahüel-Huapí,  Febrero  11  de 
1883 — Al  Gefe  de  la  segunda  Brigada,  Coronel  D.  Enrique 
Godoy." 

''Para  que  dé  á  conocer  á  la  Brigada  de  su  mando,  se  trans- 
cribe á  V.  S.  el  honroso  telegrama  del  Sr.  Ministro  de  la  Guer- 
ra, cuyo  tenor  es  el  siguiente: 


—  355  — 

"CeneraJ  Villegas — ^Limay — Oficial — Tuve  la  satisfacción  de 
imponerme  de  los  telegramas  del  21,  que  comunica  continuación 
activa  y  empeñosa  de  las  brillantes  operaciones  de  la  División 
de  su  digno  mando,  en  los  confines  de  la  República,  que  pron- 
to completara  con  espléndido  éxito  especialísimo.  Méritos  y 
acciones  distinguidas  que  honran  el  ejército — la  eliminación  del 
salvaje  de  nuestros  estensísimos  territorios.  Espero  sus  últi- 
mos partes,  para  que  el  Gobierno  reconozca  ante  la  Nación  en- 
tera, esos  méritos  adquiridos,  y  vote  la  recompensa  que  los 
perpetúe  en  la  gratitud  pública.  Puede  Y.  S.  estimar  mi  com- 
.placencia  y  la  efectuación  del  caluroso  abrazo  con  que  lo  estre- 
cha, felicitándolo,  su  sincero  amigo— Victorica,  Ministro  de  la 
Guerra". 

"Felicito  á  V.  S.,  á  los  Sres.  Gefes,  Oficiales  y  tropa  de  la 
Brigada  de  su  mando,  por  haberse  hecho  acreedor  á  tan  hon- 
rosa distinción,  y  el  que  firma,  en  nombre  de  todos  los  que 
componen  la  2.  °^  División,  lo  agradecerá  á  S.  E.  el  Sr.  Mi- 
nistro de  la  Guerra  y  Marina. — ^Dios  guarde  á  V.  S.— Conra- 
do E.  Villegas". 

"El  que  suscribe  se  complace  en  dar  á  conocer  á  la  Briga- 
da los  honrosos  conceptos  del  Sr.  Ministro  de  la  Guerra  y  del 
General,  Comandante  en  Gefe  de  la  División,  para  que  sirva  de 
estímulo  y  justa  recompensación  á  las  fatigas  y  desvelos  que 
los  Gefes,  Oficiales  y  tropa  de  la  Brigada,  dedican  al  bien  de  la 
Patria. — Firmado — E.  Godoy " . 

En  contestación  á  la  nota  arriba  escrita,  el  Gefe  de  la  Briga- 
da dirige  al  General  D.  Conrado  E.  Villegas,  la  siguiente: 

"  Collon-Curá,  Febrero  13  de  1883 — Al  señor  Comandante 
en  Gefe  de  la  segunda  División  del  Ejército,  General  D.  Con- 
rado E.  Villegas." 

"Con  la  mayor  satisfacción  acuso  recibo  de  su  oficio  fecha 
11  del  corriente  transcribiendo  el  despacho  telegráfico  que 
S.  E.  el  señor  Ministro  de  Guerra  y  Marina,    dirije    á   V.  S. 


—  356  — 

con  motivo  del  éxito  biillante  obtenido  en  las  op.eraciones  de 
la  campaña  que  lleva  k  cabo  la  División  de  su  digno  comando/ 

^  Como  V.  S.  lo  dispone  ha  sido  trasmitido  á  la  Brigada 
de  mi  mando  el  honroso  telegrama  de  S.  E.  por  la  orden 
del  dia  de  hoy." 

''Al  aceptar  la  segunda  Brigada  con  la  mas  legítima  com- 
placencia los  dignos  conceptos  de  su  Ministro  y  de  su  General 
por  la  parte  que  le  toca,  trasmite  por  mi  conducto  á  Y.  S.,  al 
Gobierno  y  al  pais,  sus  mas  sinceras  felicitaciones  por  los 
benéficos  resultados  á  que  sus  esfuerzos  hayan  podido  con- 
tribuir para  el  engrandecimiento  de  la  patria/' 

"Dios  guarde  á  Vd. — Firmado — Enrique  Qodoy." 


Ulereóles  14   de  Febrero  de  iSdS 


El  resto  del  dia  de  ayer  y  la  noche  anterior  se  ha  pasado 
sin  novedad. 

La  diana  ha  tenido  lugar  hoy  á  las  4  a.  m. 

7  a.  m.  Se  despacha  al  Subteniente  del  Batallón  2  de 
Línea  D.  Luis  B.  Roverano  acompañado  de  su  asistente  y  5 
de  tropa  del  Regimiento  2,  conduciendo  8  muías  cargada^ 
con  racionamiento  para  las  fuerzas  estacionadas  en  el  Cum- 
cum-Nieieu. 

A  las  4  p.  m.  se  dá  la  orden  de  Brigada  sin  novedad  y 
en  este  mismo  momento  llega  un  soldado  del  Regimiento  2 
y  un  indio  trayendo  correspondencia  del  Neuquen. 

6  y  45.    Lista  mayor. 


—  357  — 


Swkéwem  tA   de  Febrero  de   1898 


Háse  tocado  diana  á  las  4  a.  m. 

Se  hace  la  carneada  á  las  6  y  se  raciona  la  fuerza. 

A  las  12  llega  el  Teniente  del  Escuadrón  ''Indios  Auxiliares"» 
D.  Juan  Ferreira,  conduciendo  reses  para  la  provisión  de  ésta 
y  la  tercera  Brigada»  y  trae  también  correspondencia. 

En  el  acto  se  le  manda  recibir  la  hacienda  y  esta  opera* 
cion  queda  terminada  en  la  tarde. 

A  las  4  se  dá  la  orden  sin  novedad. 

6  y  30.    Lista  mayor. 


viernes  M  de  Febrero  de  1888 


Al  amanecer  se  despacha  la  correspondencia  para  el  Lago 
enviándola  hasta  el  Caleufú  con  dos  indios  auxiliares,  y  en 
el  resto  de  este  dia  no  ocurre  la  mas  insignificante  novedad 
que  pueda  mencionarse,  como  no  sean  los  toques  de  orde- 
nanza. 


liábado  17  de  Febrero  de   1888 


La  noche  ha  transcurrido    sin  novedad    y   la    diana  tiene 
lugar  á  las  4  a.  m. 
Al  salir  el  sol  se  carnea  y  raciona  la  fuerza. 
4  p.  m.    Orden  de  Brigada  sin  novedad. 
6  y  30.    A  esta  hora  se  pasa  lista  de  tarde. 


—  358  — 

Durante  la  lista  llega  un  chasque  con  nota  del  Comandan- 
te Diaz  en  que  dá  cuenta  del  poco  resultado  de  sus  opera- 
ciones. Comunica  además  habérsele  desertado  un  soldado  del 
Begimiento  2  y  haber  perdido  un  capitanejo  baqueano  que 
ha  muerto  desbarrancado  en  un  precipicio.  La  nota  vá  agre- 
gada en  el  lugar  correspondiente. 

A  las  8  y  30  p.  m.  llega  el  Comandante  Pciteado  y  su 
comisión  y  que  tampoco  ha  obtenido  el  resultado  que  se  espe- 
raba. El  itinerario  y  diario  de  sus  marchas  vá  anexado  al 
presente. 


Domingo    18    de  Febrero    de  1883 


A  las  4  a.  m.  se  toca  lista  de  diana  y  se  reciben  los  paites 
sin  novedad. 

Como  hasta  la  fecha  no  han  regresado  los  dos  indios  que 
se  enviaron  de  chasque  el  16  del  corriente,  sin  embargo  de 
que  la  distancia  hasta  el  Caleufú  no  pasa  de  8  leguas,  y  se 
teme  hayan  sufrido  algún  contratiempo  grave  en  el  camino, 
al  aclarar  del  dia  de  hoy  se  despacha  una  comisión  compues- 
ta de  un  oficial,  8  individuos  de  tropa  del  Eegimiento  2  y 
dos  indios  auxiliares^  para  que  hagan  una  descubierta  y 
lleguen  hasta  el  mismo  fortin  del  Caleufú  con  el  objeto  de 
averiguar  el  paradero  de  los  dos  indios. 

A  las  5  a.  m.  se  carnea  y  raciona  la  fuerza. 

10  a.  m.  En  este  momento  se  presentan  los  indios  que 
han  ocasionado  el  envío  de  la  Comisión  que  salió  hoy;  su 
demora  ha  consistido  en  que  el  oficial.  Comandante  del  fortin, 


—  359  — 

les  ha  detenido  por  que  esperaba  correspondencia  del  Lago 
de  un  momento  á  otro. 

A  las  4  p.  m.  se  dá  la  orden  sin  novedad. 

La  lista  de  tarde  tiene  lugar  á  las  6  y  30  p.  m.  y  el  dia 
termina  sin  otra  novedad. 


liñiie*  19  de   Febrero  de   1898 


El  dia  19  como  tantos  otros  empieza  y  concluye  sin  mas 
novedad  que  las  listas  de  ordenanza,  carneada,  etc.,  que  tie- 
nen lugar  invariablemente  á  las  horas  señaladas. 

7  y  15  p.  m.    Se  presentó  la  comisión  que  fué  al  Caleufú. 


Martes  te  de  Febrero  de  tSSS 


A  las  4  de  la  mañana  tiene  lugar  la  diana  de  hoy ;  la  noche 
anterior  se  ha  pasado  sin  novedad. 

Después  de  la  carneada,  que  ha  sido  al  salir  el  sol,  se 
pone  en  viage  para  Boca  en  busca  de  mercaderías,  el  nego- 
ciante D.  Garlos  Requejo  acompañado  de  tres  peones;  pero 
habiéndose  efectuado  un  robo  de  prendas  de  plata  en  los 
toldos  de  Mainquel,  y  teniendo  vehementes  sospechas  de  que 
el  ladrón  es  un  paisano  llamado  Kiarte  de  los  que  acompaña 
á  Sequejo,  se  le  detiene,  registra  y  se  encuentra  en  su  poder 
los  objetos  perdidos.    Como  puede  suponerse  Biaile  no  sigue 


—  300  - 

viaje  y  queda  preso  en  la  guardia  del  Regimiento  2  de 
Caballeria. 

A  la  1  y  40  p.  ro.  se  pone  en  viaje  para  el  fuerte  *^Gene- 
ral  Roca"  el  Teniente  Don  Juan  Pereira  y  la  comisión  á  sus 
órdenes. 

4  p.  m.  orden  de  Brigada  sin  novedad. 

A  las  7  p.  m.  se  tocó  lista  mayor. 


Mléreoles  M  de  Febrero  de  1999 


La  diana  ha  tenido  lugar  á  las  4  a.  m.  y  los  partes  se  reci- 
ben sin  novedad. 

A  las  9  a.  m.  llega  chasque  del  Caleuíú  con  correspondencia 
para  varios  puntos  y  comunicaciones  para  éste.  Entre  otras  ^ 
el  Gefe  de  la  Brigada  ha  recibido  una  carta  del  General  Gefe 
de  la  División,  que  se  inserta  íntegra  en  seguida,  porque, 
apaite  de  los  buenos  deseos  del  General,  contiene  en  globo 
todo  un  plan  de  ocupación.    Dice  así : 

*"  Nahüel-Huapí,  Febrero  18  de  1883— Seilor  Coronel  Don 
Enrique  Godoy-Collon-Curá.— Mi  querido  Coronel; — Nada  de 
nuevo  por  aquí. — Hoy  llegó  el  arrea,  y  recibo  su  apreciable  del 
13,  por  la  que  veo  con  gusto  que  los  trabajos  en  las  nuevas 
poblaciones  siguen  adelante  y  con  empeño.  Es  menester  que 
todos  y  cada  uno  nos  dupliquemos  en  la  gran  labor  en  que 
estamos  empeñados,  á  fin  de  suplir  con  una  inquebrantable 
voluntad,  constancia  y  patriotismo  la  deficiencia  y  escasez  de 
elementos  con  que  contamos  para  llevar  á  cabo  esa  gran  obra 
cuyo  fin  será  mas  tarde  nuestro  mayor  galardón»  pues  sentire- 
mos la  satisfacción  de  un  legítimo  y  patriótico  orgullo.  No  co- 
nozco un  sentimiento  mayor  que  el  que  el  hombre  esperimenta 


—  361  — 

íntimamente  cuando  tiene  la  convicción  de  haber  cumplido  con 
sa  deber,  y  que  de  est»  cumplimiento  resulta  una  nueva  era  de 
grandeza  y  esplendor  para  la  patria;  y  no  puede  haber  un 
hombre  que  haya  visto  la  luz  en  tierra  argentina,  que  no 
sienta  latir  su  corazón  al  unísono  del  nuestro,  pues  el  Ejército 
que  corona  esa  obra  es  una  parte  de  ese  pueblo,  y  á  quien 
se  le  ha  confiado  la  guardia  de  su  honor,  vida  é  intereses 
Es  un  ciudadano  salido  de  las  filas  de  aquel  que  mañana  vol- 
verá á  ellas,  dejando  al  que  ocupe  su  lugar  el  ejemplfo  de  sus 
nobles  virtudes  *". 

""  V^eo  que  el  Comandante  Peitiado  nada  ha  conseguido  so  - 
bre  Gervasio,  pero  el  objetivo  está  llenado;  que  era  la  desapa- 
rición   de  éste  de  nuestro  territorio''. 

*"  Como  con  los  estudios  hechos  é  indagaciones  tomadas  á 
los  antiguos  pobladores  de  este  punto,  he  llegado  á  com- 
prender que  él  queda  completamente  cercado  por  las  nieves  y 
por  lo  tanto  aislado,  pues  tanto  los  desfiladeros  de  Trasful 
como  los  del  Sud  del  Limay  se  cíeiTan  en  invierno,  he  variado 
en  parte  mi  plan  sobre  la  colocación  de  las  fuerzas  que  deben 
quedar  de  esta  Brigada.  Espero  todavia  el  regreso  del  Capi- 
tán Rohde  para  la  resolución  definitiva.  Sin  embargo,  la  rela- 
tiva áeste  punto  está  yatomada**. 

*"  Dejaré  aquí  cincuenta  hombres  de  línea  y  veinte  indios, 
los  que  permanecerán  hasta  fines  de  Mayo,  época  en  que  las 
nieves  interceptan  los  pasos  de  los  caminos,  poniéndose  en 
seguida  en  retirada,  ó  mas  bien  dicho,  en  marcha  á  reconcen- 
trarse al  campamento  general,  que  tendrán  las  fuerzas  que 
queden  de  esta  Brigada,  y  el  cual  se  establecerá  en  "^  Las  Man- 
zanas" ,  Ghipelco  (si  no  se  cierra)  ú  otro  punto  conveniente» 
recojiendo  al  mismo  tiempo  el  destacamento  del  Caleufú,  el 
cual  ya  no  tendrá  objeto ''. 

*"  En  el  campamento  general  se  harán  los  trabajos  necesa- 
rios para  la  comodidad  de  las  tropas". 

""  Dejaré  aquí  un  reducto    inespugnable    con    buenos  aloja- 
re 


—  362  — 

mientos  de  lo  que  me  estoy  ocupando  hace  unos  dias,  y  con 
algunos  pocos  indios,  pero  creo  que  cuando  regrese  el  Coman- 
dante Palacios  estará  todo  terminado  y  los  que  queden  aqu^ 
no  tendrán  que  trabajar." 

'^  A  mi  regreso  k  ese  punto  daremos  la  última  mano  á  la 
ocupación  estratéjica  de  los  puntos  que  nos  pongan  en  situa- 
ción de  vigilar  de  Pulmari  hasta  el  camino  de  Valdivia,  á  fin 
de  evitar  no  solo  el  paso  de  los  indios  á  este  territorio  sino 
también  el  que  se  procuren  alimentos". 

'^Espero  de  la  espedicion  del  Comandante  Palacios  un 
buen  resultado  que  corone  y  llene  la  medida  de  nuestros  de- 
seos". 

**No  olvide  en  las  instrucciones  que  formule  para  el  Gefe 
que  queda  al  mando  de  las  fuerzas  de  esa  Brigada,  la  protec" 
cion  mutua  que  deben  de  prestarse  en  caso  necesario,  y  si 
llegara  el  caso  de  tener  que  unir  ambas  fuerzas  tomará  el 
mando  el  mas  antiguo,  segan  lo  prescribe  la  Ordenanza". 

"  Deseando  felicidad,  me  repito  su  affmo.  S.  S.  y  amigo. — 
Firmado — Conrado  E.  Villegas". 

"P.  P.— Si  ha  llegado  la  tropa  de  Choele-Choel  no  mande 
los  quinientos  novillos  de  que  le  hablé,  pues  son  innecesarios* 
—Vale". 

A  las  4  se  da  la  orden  sin  novedad. 

5  p.  m.  En  este  momento  se  presenta  una  comisión  de  11 
ciudadanos  chilenos  con  comunicaciones  de  Ñancucheo  y  otros. 
En  su  nota  Ñancucheo  vuelve  á  dar  las  seguridades  de  la  buena 
fé  con  que  procede  al  solicitar  la  paz,  y  pide  disculpa  por  no 
haberse  presentado  todavia.  La  ausencia  del  Comandante  en 
Gefe  del  Ejército  del  Sud  de  Chile,  á  quien  se  presentó  á  su  lle- 
gada á  esa  República,  y  el  haberse  diseminado  su  tribu  en  el 
territorio  de  los  vecinos,  le  obligan,  á  pesar  suyo,  á  dete- 
nerse mas  que  lo  que  desea. 

A  las  7  p.  m.  se  pasó  lista  de  tarde. 


—  sés- 
il p.  m.    En  este  momento  llega  un  chasque    con  comuni- 
caciones del  Comandante  Díaz j  dá  cuenta  de  lo  siguiente  : 

£1  17  del  corriente  este  Gefe  fué  atacado  en  la  laguna  ""Bi- 
calma '  por  unos  100  ó  150  indios,  y  una  compañía  de  infan- 
tería chilena.  Los  enemigos  se  presentaron  al  Comandante 
Diaz  con  bandera  de  parlamento,  pero  en  disposición  de  com- 
bate; pues  mientras  los  infantes  chilenos  hacian  ondear  una 
bandera  blanca,  los  indios  le  atacaban  por  retaguardia --Alec- 
cionado con  los  hechos'análogos  que  han  tenido  lugar  en  esta 
campaña,  el  Comandante  recibió  á  balazos  á  los  que  le  ataca- 
ban, y  después  de  un  reñidísimo  combate,  los  enemigos  se 
retiraron  al  trote,  dejando  7  muertos  en  el  campo,  y  llevando 
algunos  heridos.  En  poder  de  nuestra  fuerza  quedaron  6  ri- 
fles sistema  Martin  Henry,  con  kepí,  algunos  porta-municion  y 
un  cinturon  de  cartuchera. 

El  Comandante  Diaz  ha  sostenido  este  combate  con  1  oficial 
y  16  individuos  de  tropa  de  los  tres  Cuerpos,  repartidos  en  la 
forma  siguiente  :  El  Sub-Teniente  Don  Carlos  Wapers  y  6 
soldados  del  Batallón  2  de  línea,  8  soldados  del  Regimiento  2 
y  2  soldados  del  Regimiento  6^. 

Las  pérdidas  por  nuestra  parte  son  2  soldados  muertos  y  1 
herido,  todos  del  Batallón  2. 

No  es  necesario  entrar  en  consideraciones  para  formar  juicio 
de  la  traición  de  que  casi  ha  sido  víctima  el  Comandante 
Diaz  y  el  puñado  de  valientes  que  le  acompañaban.  Los  docu- 
mentos que  se  escriben  á  continuación  y  el  parte  del  Coman- 
dante Diaz,  de  fecha  20  del  corriente,  que  va  agregado  en  el 
orden  que  le  corresponde  en  este  diario,  darán  luces  sobre  lo 
sucedido : 

"  Collon-Cura,  Febrero  21  de  1883. — Al  Comandante  Diaz, 
2®  Gefe  del  Batallón  2  de  línea — Son  las  11  p.  m.,  hora  en 
que  recibo  su  comunicación  de  fecha  de  ayer,  participándome 
el  combate  sostenido  por  fuerzas  de  su  mando  contra  indios  y 


—  364  — 

cristianosi  que  en  número  infinitamente  superior  le  atacaron  el 
17  del  corriente". 

""  El  hecho  de  que  soldados  que  visten  el  uniforme  estrangero 
hayan  hecho  armas  contra  las  fuerzas  de  la  Nación,  dentro  de 
su  propio  territorio,  es  de  la  mayor  gravedad,  y  lo  reagravan 
las  circunstancias  de  emplear  armas  de  precisión,  como  las 
que  han  dejado  en  su  poder  de  un  sistema  desconocido  com- 
pletamente por  los  indios,  lo  que  dá  vehementes  motivos  de 
sospechar  acerca  de  la  neutralidad  absoluta  é  imprescindible  á 
que  está  obligado  el  ejército  de  la  Nación  vecina  y  sus  subdi- 
tos, siempre  que  fuera  evidente  lo  manifestado  por  vd.  en  la 
nota  que  contesto,  de  que  la  guerrilla  de  infantería  enemiga 
que  tomó  parte  en  el  combate  era  compuesta  de  tropas  ex* 
trangeras  y  uniformadas ''. 

"  En  presencia  de  tan  grave  suceso,  dispongo  que  sin  pér«* 
dida  de  tiempo  marchen  desde  el  campamento  de  Cumcum- 
Nieieu  60  hombres  en  refuerzo,  á  fin  de  que  un  mayor  número 
pueda  batir  eficazmente  al  enemigo  que  se  le  ha  presentado» 
y  practicar  los  reconocimientos  oportunos  para  asegurarse  si  el 
destacamento  de  tropas  chilenas  situado  en  Lieu-Curá,  de  que 
vd.  habla  en  su  nota»  se  encuentra  efectivamente  situado  en 
territorio  de  la  Nación,  debiendo  proceder  en  caso  afirmativo  á 
formular  la  protesta  respectiva  y  exíjir  la  desocupación  inme- 
diata del  territorio". 

"  Si  lo  que  no  es  pi*esumible»  se  asegurara  á  vd.  que  algún 
destacamento  de  tropas  chilenas  ya  estén  apostados  ó  en  trán- 
sito en  territorio  argentino  y  se  informare  de  una  manera 
cierta  que  hubieran  tomado  parte  en  el  combate  de  que  dá 
cuenta,  procederá  á  su  desarme  y  detención,  dando  aviso  á  esta 
Comandancia  para  resolver  en  consecuencia". 

"  Practicadas  estas  operaciones,  trasmita  sin  demora  á  esta 
Comandancia,  por  la  vía  del  campamento  en  Cumcum-Nieieu, 
los  resultados  que  obtenga;  quedando  vd.  autorizado  para 
proceder  mientras    tanto  se  le  envían    nuevas    instrucciones, 


—  365  — 

según  lo  aconsejen  los  sucesos  que  se  desan*ollen  en  su  cam- 
paña*'. 

*"  £1  combate  sostenido  por  vd.  ¿  la  cabeza  de  un  puñado  de 
valientes  contra  un  enemigo  aleve  diez  veces  mayor,  es  digno 
de  todo  encomio  y  del  valeroso  ejército  á  que  pertenece". 

"  Cuando  lleguen  los  60  hombres  de  Ñorquin,  que  deben 
ocupar  Pulmari,  subordínelos  k  su  autoridad,  como  estaba  dis- 
puesto llegado  el  presente  caso.— Dios  guarde  á  vd. — Firmado 
— Enrique  Godoy". 

"  CoUon-Curá,  Febrero  21  de  1883.— Señor  Teniente  Coro- 
nel Don  Juan  G.  Diaz. — ^Estimado  Comandante  y  amigo : — 
Por  nota  oficial  le  trasmito  las  instrucciones  pertinentes  en 
presencia  del  grave  suceso  que  me  participa,  pero  bien  enten- 
dido que  dejo  librado  á  su  pericia  é  inteligencia  la  libertad  de 
obrar  en  vista  de  los  nuevos  acontecimientos  que  ocurran,  pues 
en  asunto  que  puedan  acarrear  complicaciones  internacionales 
no  puedo  dictar  disposiciones  oficiales  de  un  carácter  enérgico, 
sino  en  presencia  de  hechos  perfectamente  definidos  é  indu- 
dables, para  no  esponerme  á  comprometer  la  seriedad  y  cir- 
cunspección de  la  Nación,  si  por  impremeditación  procediera 
partiendo  de  una  base  ambigua  ó  errónea. 

*"  Es,  pues,  vd.  el  que  esta  en  actitud  de  apreciar  con  acierto 
las  ocurrencias  que  puedan  producirse  con  tropas  chilenas  den- 
tro de  nuestro  territorio  bien  determinado.  En  tal  caso,  todos 
los  derechos  y  razones  estarían  de  nuestra  parte"". 

**  Si  ocurriera  el  caso  espresado  en  mi  nota  de  tener  que 
desarmar  y  detener  alguna  partida  chilena,  conviene  que  se 
reconcentre  á  algunos  de  nuestros  campamentos,  pero  antici- 
pándome aviso*". 

^  Usted,  como  cualquier  otro  Gefe  ó  autoridad  argentina, 
que  presencie  un  avance  contra  los  derechos  legítimos  de  la 
Bepública,  representa  en  aquel  momento  á  la  Nación,  respecto 
á  las  protestas  á  que  haya  lugar  de  formular,  y  por  consiguiente 
está  comprometido  el  buen  tino  y  pericia  del  ejecutor''. 


—  366  — 

"  Le  trasmito  estas  consideraciones  que  su  claro  criterio  las 
tendrá  en  cuenta  anticipadamente,  solo  con  el  propósito  de  ar- 
monizar nuestras  ideas  en  asunto  tan  dilicado*'. 

"  La  lección  dada  á  los  chilenos  que  han  hecho  causa  común 
con  los  salvajes,  ha  sido  tan  tremenda  como  merecida.  Es 
bueno  que  se  vayan  acostumbrando  nuestros  pérfidos  vecinos  á 
dar  la  espalda  á  nuestros  soldados  en  la  proporción  de  diez 
contra  uno,  como  ha  sucedido  en  la  brillante  acción  dirijida  por 
vd.,  y  que  tanto  dice  en  honor  de  su  valor  y  pericia  recono- 
cida**. 

^  Lo  felicito,  pues,  con  toda  sinceridad,  y  lo  harán  como  yo 
todos  sus  compañeros  de  armas  cuando  conozcan  el  suceso  por 
mi  parte  oficial,  donde  ocupará  un  lugar  muy  preferente,  como 
lo  merece." 

**£!  chasque  sale  á  las  12  de  la  noche,  dirijido  al  Coman- 
dante Moritan  en  Cumcum-Nieieu,  desde  donde  debe  enviársele 
los  60  hombres  de  refuerzo**. 

**  Deseándole  nueva  gloria  y  mejor  éxito,  me  repito  su  muy 
affmo.  amigo. — Firmado — Enrique  Godoy". 


Jueves  tt  de  Febrero  de  t99S 


La  diana  tiene  lugar  á  las  4  a.  m. 

Inmediatamente  después  de  diana  se  despacha  un  chasque 
urgente^  dando  cuenta  al  General  de  la  jomada  del  Coman- 
dante Diaz. 

Hé  aquí  sus  comunicaciones : 

**  CoUon-Curá,  Febrero  22  de  1883— (1  a.  m.)— Al  señor 
Comandante  en  Gefe  de  la  División  General,  Don  Conrado  E. 


—  367  — 

Villegas--  Con  la  presente  remito  á  V.  S.  una  copia  de  la  nota 
que  á  las  1 1  de  esta  misma  noche  he  recibido  del  Teniente 
Coronel  D'on  Juan  G.  Diaz,  que  opera  k  40  leguas  al  N.  de 
este  campamento  sóbrelas  Cordilleras^. 

*"  Me  abstengo  de  entrar  en  consideraciones  sobre  el  hecho 
que  menciona  dicho  parte,  porque  V.  S.  al  enterarse  de  él 
podrá  apreciar  la  gravedad  del  suceso''. 

'^  He  dispuesto,  en  consecuencia  que  sin  pérdida  de  momen- 
toSf  marchen  desde  el  campamento  que  se  construye  en  el 
Cum-cum-Nieieu,  sesenta  hombres  en  refuerzo  de  aquel  Gefe, 
á  quien  he  trasmitido  las  instrucciones  siguientes : 

'^  Que  una  vez  incorporada  esta  fuerza  que  vá  en  su  refuerzo 
persiga  y  bata  al  enemigo  que  se  le  ha  presentado  en  la 
acción  del  17,  que  practique  los  reconocimientos  oportunos  á 
fin  de  asegurarse  si  el  fortin  Chileno  que  menciona,  se  en- 
cuentra efectivamente  en  territorio  Argentino,  y  en  caso 
afirmativo  proceda  al  desarme  y  detención  de  esa  guarnición 
ú  otra  tropa  que  encontrara  dentro  de  los  límites  del  País, 
siempre  que  se  informara  de  una  manera  exacta  que  hubieran 
tomado  parte  en  el  combate  librado. "" 

''Las  circunstancias  especiales  que  rodean  este  acontecí* 
miento  por  la  injerencia  de  tropas  estranjeras,  armadas  de 
fusiles  de  precisión  y  de  un  sistema  desconocido  para  nues- 
tros indios,  el  orden  de  formación  observado  en  el  ataque, 
que  solo  se  adquiere  por  la  instrucción  en  los  ejércitos  regu- 
lares, y  por  fin,  el  uniforme  de  soldados  que  vestían,  sujieren 
al  inñ*ascripto  serías  consideraciones  por  la  nueva  faz  que  vá 
tomando  esta  guerra,  y  tanto  mas,  que  es  el  segundo  hecho 
que  se  produce,  aparejado  de  las  mismas  circunstancias  y 
acerca  de  lo  cual  cree  de  su  deber  llamar  la  atención  de  U.  S. 
de  una  manera  muy  preferente  y  solicitar  instrucciones  es])o- 
ciales  al  efecto." 

"  Me  hubiera  trasladado  en  persona  al  lugar  del  suceso  para 
poder  apreciar  de  cerca  su  gravedad,  pero  una  lijera  enferme- 


—  368  — 

dad  que  por  el  momento  me  lo  impidet  como  por  aguardar 
las  disposiciones  de  V.  S ,  no  lo  he  hecho  para  apuntar 
como  Gefe  de  la  Brigada,  las  ocurrencias  que  sobrevengan  y 
responsabilidades  que  acarreen. — Dios  guarde  k  V.  S. — Fir- 
mado.—Enrique  Godoy." 

"  Collón- Cura,  Febrero  22  de  1883.— Señor  General  Don 
Conrado  E.   Villegas. 

"  Mi  querido  General : 

"^Lns  comunicaciones  adjuntas  lo  instruirán  del  brillante 
combate  librado  por  el  Comandante  Díaz  y  de  la  pérñda 
conducta  observada  por  nuestros  vecinos." 

"Siento  muy  deveras  no  haber  estado  en  disposición  de  ir 
yo  mismo  á  reunirme  al  Comandante  Diaz;  pues  hace  tres  ó 
cuatro  días  que  me  siento  desazonado  y  con  un  poco  de 
fiebre,  y  precisamente  hoy  tomé  un  purgante  que  me  ha 
dejado  mas  postrado." 

"  Convendría  despejar  nuestra  incógnita  con  los  Chilenos 
para  saber  á  qué  atenemos." 

"La  lección  recibida  esta  vez  ha  sido  en  regla  y  de  un 
precedente  saludable." 

"  Sin  mas  soy  de  Vd.  su  muy  amigo  affmo.  S.  S. — Firmado. 
Enrique  Godoy." 

A  las  4  p.  m.  se  dá  la  orden  sin  novedad. 

6  y  30  p.  m.    Lista  mayor. 


—  369  — 


Viernes  9S  de   Febrero  de  «88S 


A  las  4  a.  m.  tíene  Ingár  la  lista  de  diana. 

En  toda  la  noche  pasada  no  ha  ocurrido  novedad. 

Al  aclarar  sale  un  cabo  y  cuatro  soldados,  conduciendo  30 
reses  para  el  consumo  de  las  fuerzas  situadas  en  Cum-Cum 
Nieieu. 

A  las  11  y  5  a.  m.  llega  un  chasque  del  Comandante  Mon- 
tan, con  notas  para  el  Sr.  Coronel  Gefe  de  la  Brigada.  En 
ella  dá  cuenta  que  el  Capitán  D.  Mariano  Vcgai  del  Regimien- 
to 6«>,  que  fué  desprendido  del  Cum-cum-Nieieu,  con  orden 
de  seguir  una  rastrillada  de  indios,  ha  dado  cima  a  su  comi- 
sión tomando  38  prisioneros  entre  lanza  y  chusma.  Los  partes 
de  esta  jomada  van  en  el  lugar  correspondiente. 

2  y  media  de  la  tarde.  Llega  el  arrea  de  la  Brigada  con 
víveres  para  nuestras  fuerzas  y  las  del  Lago. 

A  las  4  p.  m.    se  dá  la  orden  sin  novedad. 

Momentos  después,  parte  de  regreso  á  la  Eepública  vecina, 
la  comisión  que  vino  en  representación  de  Ñancucheo,  lle- 
vando para  éste  y  para  el  cacique  Neculman,  las  siguientes 
comunicaciones : 

**  Collon-Curá,  Febrero  23  de  1883. 

**  Al  Cacique  Ñancucheo. — Regresan  los  comisionados  que 
han  venido  á  tratar  la  paz  á  su  nombre,  para  que  Yd.  su 
jente  y  su  familia,  puedan  volver  al  tenitorio  de  su  Nación, 
con  toda  seguridad  ni  mas  obligaciones  que  respetar  las  leyes 
y  obedecer  las  órdenes  del  Gobierno  y  sus  Gefes." 

*"  Su  pariente  el  caciquil  Quiñelef  me  ha  dicho  todo  lo  que 
Vd.  desea,  y  hemos  quedado  conforme  por  una  y  otra  parte 
en  los  tratados.  " 

"  Yo  he  dado  orden  á  mi  jente  de  no  matar  ni  perseguir 
mas  á  los  que  pertenecen  á  su  tribu  y  mando  chasque    á  Te- 

47 


-370- 

qué-malal,  diciendo  al  Gefe  de  la  División  que  está  allí,  que 
no  persiga  á  su  cuñado  Sayhueque,  porque  Vd.  se  compro- 
mete á  hacerlos  presentar  á  todos  cuando  llegue  aquí,  pero  es 
necesario  que  apure  Vd.  su  venida  para  acabar  de  una  vez 
con  esta  guerra  que  tanto  perjudica  á  todos  y  podamos  vivir 
en  paz  y  tranquilidad." 

**  Necesito  también  que  venga  pronto  con  su  jente  para  que 
nos  ayude  d  perseguir  á  los  Peuenches,  que  es  la  jente  mala 
por  cuya  cau?a  han  padecido  Vdes." 

"  No  le  digo  mas,  porque  sus  comisionados  lo  informarán 
claramente  de  todo  y  espero  que  antes  de  quince  dias  estará 
Vd.  aquí/  para  que  nos  conozcamos  y  hablemos  personal- 
mente." 

"Sin  mas  quedo  su  amigo  y  servidor.— Filmado — Enrique 
Godoy." 

"Collon-Curá,  Febrero  23  de  1883. 

"Al  cacique  Neculman* — He  recibido  su  carta  de  que  ha 
sido  portador  el  cacique  Quiüelef  y  paso  a  contestarla." 

"  Ñancucheo  está  perdonado  y  los  tratados  de  paz  quedan 
aneglados  y  conformes  por  una  y  otra  parte-" 

"El  Gobierno  Argentino  al  indultar  á  los  indios  que  hasta 
hoy  han  vivido  alzados  contra  su  autoridad,  lo  hace  compade* 
cido  de  sus  desgracias  y  en  la  inteligencia  de  no  ser  traicio- 
nado en  su  buena  fé." 

"  Es  bueno,  pues,  que  aconseje  Vd.  á  su  amigo  Ñancucheo 
que  no  tenga  mas  malos  pensamientos  en  adelante,  para  que 
pueda  vivir  tranquilo  y  feliz  ál  amparo  de  las  leyes  de  su 
nación,  tomando  ejemplo  de  Vds.  que  en  paz  con  su  Gobierno 
viven  sosegados  y  honradamente." 

"  Sin  mas  lo  saluda  y  queda  de  Vd.  A.  y  S.  S.— Firmado  -• 
Enrique  Godoy." 

6  y  30  p.  m.     Lista  mayor. 


—  371  — 


Sábado   94.de    Felirero  de   1893 


La  lista  de  diana  se  ha  tocado  á  las  4  a.  m.  y  los  partes 
son  sin  novedad. 

Al  salir  el  sol  se  hace  la  carneada  y  se  raciona. 

A  las  6  y  media  sale  la  correspondencia  para  Buenos  Aires 
y  puntos  intermedios. 

1  y  30  p.  m.  A  esta  hora  sale  el  Porta-Estandarte  del 
Eegimiento  2  D.  Saturnino  Castillo  con  5  de  tropa,  condu- 
ciendo 40  muías  cargadas  de  víveres  y  vicios  para  las  fuerzas 
del  Cum-cum-Nieieu. 

2  p.  m.  Llega  de  regreso  la  comisión  que  fué  conducien- 
do reses  para  el  nuevo  campamento. 

A  las  4  p.  m.  se  dio  la  orden  sin  novedad. 

6  y  30  p.  m.    Lista  mayor. 

A  las  7  y  media  de  la  noche  llega  un  chasque  del  Caleufú 
con  una  nota  urgente  para  el  Gefe  de  la  Brigada;  es  del 
Comandante  en  Gefe  de  la  División  y  va  agregada  en  su  lugar 
respectivo. 

El  General,  Gefe  de  la  División,  aprueba  el  proceder  del 
Coronel  Godoy  y  del  Comandante  Diaz  en  el  suceso  ocurrido 
el  17  entre  nuestras  tropas  y  las  chilenas  combinadas  con 
los  indios;  y  se  recomienda  que  llegado  el  caso  es  necesario 
que  nuestras  armas  salgan  siempre  con  honor,  pero  que  es 
preciso  obrar  con  prudencia  á  fin  de  no  traer  complicaciones 
que  puedan  alterar  las  buenas  relaciones  que  mantiene  nues- 
tra República  con  la   vecina. 


—  372  — 


Domingo  95   de  Febrero  de  10998 


La  noche  se  ha  pasado  sin  novedad  y  la  diana  ha  tenido 
lugar  á  las  4  a.  m. 

Al  salir  el  sol  se  envía  chasque  al  Comandante  Diaz  con  la 
nota  que  va  trascrita  á  continuación.  Ella  ha  sido  dictada 
en  virtud  de  las  recomendaciones  contenidas  en  la  nota  del 
Gefe  de  la  División  de  fecha  23. 

"  Collon-Curá,  Febrero  24  de  1883— Al  Teniente  Coronel 
D.  Juan  G.  Diaz,  2®  Gefe  del  Batallón  2  de  Línea. 

"  El  señor  General  Comandante  en  Gefe  de  la  División  ha 
trasmitido  orden  al  Gefe  de  la  primera  Brigada  para  que  á 
la  mayor  brevedad  mande  á  ocupar  Pulmarí  con  100  hombres 
del  Batallón  12  de  Línea.  Cuando  la  citada  fuerza  llegue  ¡1 
su  destino,  retírese  Vd.  con  las  fuerzas  de  esta  Brigada  que 
tiene  á  sus  órdenes,  á  incorporarse  al  campamento  de  Cum-cum- 
Nieieu,  siempre  que  juzgare  no  ser  necesaria  la  presencia  de 
la  columna  en  aquellos  lugares." 

''  En  su  retirada  de  regreso,  bata  en  la  estension  posible  el 
trayecto  que  recorra." 

"  Incorporado  al  campamento   que  se  le  indica,  se  presen- 

É 

tara  Vd.  al  Comandante  Moritan,  enviándome  el   parte  oficial 
é  itinerario  de  su  operación  sin  pérdida  de   tiempo."  . 

"  El  señor  General  recomienda  la  mayor  circunspección 
acerca  de  los  incidentes  que  puedan  sobrevenir  con  tropas 
chilenas  á  fin  de  no  interrumpir  la  buena  relación  que  existe 
las  dos  Repúblicas  por  causas  que  no  revistan  suma  grave- 
dad y  que  la  razón  y  justicia  estuviera  evidente  y  claramente 
de  nuestra  parte,  sin  embargo  confirma  mis  instrucciones 
trasmitidas    á   Vd.    ordenando   terminantemente    no  permitir 


—  373  — 


fuerzas  estrangeras  avancen  un  paso  dentro  de  los  confines  de 
la  Nación." 
"  Dios  guarde  &  Vd. — Firmado — ^Enrique  Godoy." 

^A  las  4  p.  m.  se  dio  la  orden  sin  novedad. 

La  lista  mayor  se  pasa  á  las  6  y  30  p.  m. 


Ijúues  9S  de  Febrero  de  19118 


4  p.  m.    Diana  sin  novedad. 

A  las  6  y  30  llega  una  comisión  del  Regimiento  Núm.  11  de 
Caballería  de  Línea,  procedente  de  Codihué,  connotas  urgen- 
tes para  el  Sr.  Comandante  en  Gefe  de  la  División.  Se  le  ra- 
ciona y  se  manda  alojar. 

A  las  10  y  25  a.  m.  llega  un  chasque  del  Caleufú,  con  te- 
legramas para  la  oficina  del  Nauquen  y  notas  urgentes  para 
Buenos  Aires.  Estas  comunicaciones  se  hacen  pasar  en  el 
acto  para  el  Fortin  ''Teniente  Nogueira''.  £1  chasque  del  Caleu- 
fu  regresa  también  sin  demora,  llevando  las  notas  que  lum  ve- 
nido de  Codihué. 

11  a.  m.  lilega  el  arreo  de  la  3.  ^  Brigada,  que  viene  en 
busca  de  aprovisionamiento. 

A  las  2  p.  m.  se  presenta  el  Porta  Castillo,  de  regreso  de 
la  comisión  con  que  fué  al  Cumcum  Nieieu. 

4  p.  m.    Se  dá  la  orden  sin  novedad. 

Llegan,  procedentes  de  Nahuel  Huapí,  el  Teniente  Coronei 
D.  EvaristaRuiz  y  el  Capitán  D.  Manuel  Tejedor;  el  primero 
vá  á  tomar  el  mando  de  la  Guarnición  de  Ghoele-Choel  y  el  se- 
gundo baja  enferma  á  Buenos  Aires. 

6  y  30  p.  m.    Lista  Mayor. 


—  374  — 


Martes  97  de  Febrero  de  1988 


Se  ha  pasado  la  noche  sin  novedad  y  la  diana  ha  tenido 
lugar  i,  las  4  a.  m. 

Se  hace  la  carneada  á  las  5  y  35  a.  m. 

7  a.  m.  Sale  el  arreo  para  el  Nauquen  y  el  racionamiento 
para  los  fortines  de  la  linea  de  comunicación,  por  todo  el  mes 
de  Marzo  próximo. 

Con  el  arreo,  siguen  viage  á  su  destino  el  Comandante  Ruiz 
y  el  Capitán  Tejedor. 

A  las  4  p.  m.  se  dá  la  orden  sin  novedad. 

6  y  30.    Lista  mayor. 

En  el  resto  del  dia,  no  ocurre  novedad. 


Mléreoleii  9H  de   Febrero   de  i89S 


La  diana  tiene  lugar  á  las  4  a.  m.  y  los  partes  se  reciben 
sin  novedad. 

A  las  5  y  16  se  hace  la  carneada  y  se  raciona. 

8  y  10.  Sale  para  Nahuel  Huapí  el  arreo  de  la  3.  ^  Bri- 
gada, llevando  las  provisiones  que  vino  á  buscar  para  las  fuer- 
zas del  Lago. 

A  las  8  y  25  a.  m.  llega  un  chasque  del  Cumcum  Nieieu, 
con  notas  del  Comandante  Moritan,  para  el  Coronel  Gefe  de 
la  Biigada. 

A  las  4  p.  m.  se  dá  la  orden  sin  novedad. 

6  y  30.    Lista  mayor. 


—  375  — 

7  y  45.  En  este  momento  llega  chasque  del  Caleufú,  y  es 
portador  de  notas  para  el  Coronel  Godoy  y  de  comunicaciones 
urgentes  para  Ñorquin  y  Buenos  Aires.  Mañana,  á  la  diana, 
^  harán  pasar  á  sus  respectivos  destinos. 

11  de  la  noche.  Se  presentan  los  dos  indios  que  dispararon 
durante  la  acción  del  i  7  del  corriente.  Han  estado  prisioneros 
en  Chile,  desde  donde  se  han  fugado  para  incorporarse  á  su 
tribu.    Mañana  se  les  hará  el  interrogatorio  del  caso. 

Con  esto  queda  cerrado  el  presente  diario. 

Mas  de  80  indios  muertos,  700  personas,  entre  prisioneros  y 
presentados,  y  un  crecido  botin  de  haciendas,  caballar,  vacuna 
y  lanar»  son  los  resultados  materiales  obtenidos  hasta  la  fecha. 
La  ocupación  definitiva  de  estos  territorios,  la  inmensidad  de 
terreno  recorrido  en  todas  direcciones  por  las  diferentes  comi- 
siones que  se  han  desprendido,  y  cuyos  itinerarios  pueden  con- 
sultarse, el  desalojo,  esterminio  ó  reducción  de  las  tribus  que 
moraban  en  ellos,  constituyen  la  otra  parte  de  nuestra  espe- 
dicion. 

Hé  aquí  contenidos  los  trabajos  que  ha  ejecutado  la  Brigada 
en  la  presente  campaña,  y  el  éxito  alcanzado  en  los  diferentes 
combates  que  se  han  librado  y  las  empresas  á  que  se  ha  dado 
cima.  La  campaña  queda  en  pié  y  no  todo  ha  concluido  to- 
davia. 

campamento  ea  el  Collon-Cnrá,  Mano  1.^  de  1883. 

Guillei^no  Ramdi. 
yo  ^Q_ 

Godoy. 


TERCERA  BRIGADA 


9  ^  Divinan  del  Ejército  Nncional 

TbECBIU  FB13ADA 


Roca.  Abril   19  de  1883. 


jil  Oomandantfi  en  Ge/e  de  la  segunda  División  del  Ejército  i 
señor  Chneral  Don  Conrado  E,   Villegas, 


Tengo  el  honor  de  comunicar  á  V.  S.  el  resultado  general 
de  la  operación  llevada  á  cabo  por  la  Brigada  de  mí  mando  al 
Norte  y  Sud  del  Eio  Limay. 

Conforme  al  plan  de  instrucciones  de  V.  S.,  salí  del  acanto* 
namiento  de  Choele-Choel  el  dia  15  de  Noviembre  de  1882, 
con  4  Gefes,  22  oficiales  y  437  individuos  de  tropa,  divididos 
en  la  forma  siguiente  : 

Plana  Mayor  de  la  Brigada — 3  Gefes,  3  oficiales  y  7  de 
tropa. 

Batallón  6  de  Infantería  de  Línea — 1  Gefe,  10  oficiales  y 
190  de  tropa. 

Regimiento  7*^  de  Caballería  de  Línea — 7  Oficiales  y  190  de 
tropa. 

Escuadrón  Indios  Auxiliares — 2  Oficiales  y  50  soldados. 


—  380  — 

Dejé  guarnecido  á  Choele-Choel  con  un  destamento  bajo  las 
órdenes  del  Sargento  Mayor  Don  Antonio  Recalde. 

El  20  de  Noviembre  llegué  al  fuerte  ''General  Roca^,  de 
cuyo  punto  salí  después  de  recibir  las  órdenes  de  V.  S.,  el  día 
22,  continuando  marcha  hacia  la  confluencia  de  los  ríos  Limay 
y  Neuquen. 

Efectuado  el  paso  de  este  último  en  los  dias  23,  24  y  25, 
después  de  muchas  dificultades,  tomé  la  margen  Norte  del  pri- 
mero, desprendiendo  el  mismo  dia  25,  la  vanguardia  de  la 
Brigada,  de  5  oficiales  y  150  de  tropa,  á  las  inmediatas  órdenes 
del  Teniente  Coronel  Graduado  Don  Rosario  Suarez,  Gefe  del 
Detall,  i  quien  reemplazó  en  este  puesto  el  de  igual  clase, 
Don  Pedro  Diez  Arenas,  incorporado  por  orden  de  V.  S.  á  mis 
fuerzas  el  22  del  corriente. 

Después  de  veinte  dias  de  marcha  por  las  costas  del  Limay, 
vadeando  sus  grandes  afluentes,  CoUon-Curd,  Calenfú  y  Tras- 
bun,  y  recorriendo  un  trayecto  de  100  leguas  de  la  confluencia 
al  Nahuel-Huapf,  campé  sobre  la  costa  Norte  de  este  el  15  de 
Diciembre. 

Al  pasar  el  Calenfú,  y  siguiendo  las  prescripciones  de  V.  S., 
dejé  destacados  un  oficial  y  30  soldados,  para  guardar  la  comu- 
nicación de  esta  con  la  segunda  Brigada. 

En  el  lago  Nahuel-Huapí  recibí  al  cacique  Curi-Huincíi,  que 
habíase  presentado  al  Comandante  Suarez  con  53  indios  de 
lanza  y  106  de  chusma. 

Dicho  Gefe  habia  pasado  con  su  fuerza  al  Sur  del  Limay, 
para  batir  las  tribus  de  Saihueque  é  Inacayal. 

Cuatro  horas  después  de  haber  campado  en  el  lago  el  dia 
mencionado,  teniendo  noticias  de  la  existencia  de  indios  próxi- 
mos á  la  laguna  de  Lacar,  desprendí  en  comisión  al  Teniente 
Coronel  Graduado  Don  Pedro  Diez  Arenas,  con  3  oficiales  y 
60  de  tropa  á  aquel  punto,  y  por  mi  parte  después  de  haber 
dado  descanso  á  nuestras  caballadas,  salí  el  24  del    mismo  con 


—  381  - 

6  oficiales  y  85  de  tropa  al  NO.  del  Ingo,  á  fiu  de  hacer  la 
batida  general  en  las  Cordillems,  ordenada  por  V.  S.  en  sus 
instrucciones. 

En  el  campamento  dejé  la  fuerza  conveniente  para  su  guar- 
nición, al  mando  del  Teniente  Coronel  Graduado  Don  Evaristo 
Buiz. 

Las  operaciones  efectuadas  por  las  ñiei*zas  sobre  la  Cordille- 
ra y  las  por  el  Sur  del  Limay,  dieron  por  éxito  una  completa 
batida  á  los  caciques  y  capitanejos  en  aquella,  y  por  el  Sur  de 
este  rio,  la  huida  de  Saihueque  é  Inacayal  al  centro  de  la  Pa- 
tagonia. 

El  Gefe  de  la  vanguardia,  operando  parcialmente  en  la  cuenca 
del  rio  Caquel  y  Limay,  atacó  las  tí^lderías  de  Saihueque  y 
Huicales,  llegando  hasta  la  Vega  de  La  Pá,  que  dista  50  leguas 
al  Sur  del  lago,  en  cuyo  punto  batió  al  capitanejo  Fujel  con 
sus  ciento  setenta  lanzas,  dando  por  rebultado  sus  operaciones 
la  prisión  de  Huicales,  padre  é  hijo  caciques,  3  capitanejos,  49 
indios  de  lanza  y  226  de  chusma;  muertos  3  capitanejos  y  34 
de  lanza;  tomados,  70  lanzas,  una  carabina,  797  caballos  y 
yeguas,  300  vacas  y  520  ovejas,  hnbiendo  recorrido  en  sus 
marchas  y  contramarchas,  un  trayecto  de  213  leguas  hasta  el 
25  de  Enero  del  comente  aüo,  que  regresó  al  lago  Nahuel 
Huapí. 

El  Comandante  Diez  Arenas  dio  alcance  a  los  indios  en  el 
lugar  denominado  Quechuquina,  haciéndole  4  muertos  y  tomando 
prisioneros  al  capitanejo  Neculante,  dos  indios  de  lanza  y  9 
de  chusma,  con  60  vacas,  70  animales  yeguarizos  y  3  ovejas, 
incorporándose  á  mis  fuerzas  des^pues  de  haber  dejado  en  el 
lago  sus  prisioneros  y  el  lírreo. 

Por  mi  parte,  después  de  haber  recorrido  las  lagunas  Tras- 
gim,  Filiguegun  y  Melliquina,  nacientes  del  Trasbun  y  del  Ca- 
lenfú,  y  costeado  por  el  N.  y  S.  la  laguna  de  Lacar  hasta  llegar 
al  limite  argentino,  perseguí  á  Lii  co  y  otros  capitanejos,  sal- 
vando los  obstáculos  que  a  cada  paso  nos  oponia  la  acciden- 


—  382  — 

tacion  del  terreoo,  y  efectuando  durante  tres  dias,  penosas 
marchas  á  pié,  en  la  tenaz  persecución  emprendida  k  este 
capitanejo,  dándole  al  ñn  alcance  y  batiendo  restos  de  salvajes 
en  los  límites  de  la  Bepública,  haciéndoles  28  muertos  y  doble 
número  de  heridos,  y  tomando  5  prisioneros,  90  animales  vacu- 
nos, 80  yeguarizos  y  100  ovejas. 

De  regreso  para  el  lago,  antes  de  llegar  á  la  Vega  de  Cha- 
peleo,  desprendí  en  comisión  al  Sargento  Mayor  Graduado  Don 
Baltasar  Pefiefiory  con  dos  oficiales  y  40  de  tropa,  quien  batió 
en  el  cerro  Quilquime  á  los  capitanejos  Gervasio  y  Coila, 
haciéndoles  varios  muertos,  tomando  prisioneros,  10  de  chus- 
ma y  quitándoles  30  caballos  y  15  muías. 

La  distancia  recorrida  por  esta  Comisión,  hasta  mi  regreso 
al  lago,  es  de  180  leguas. 

El  27  de  Enero  llegué  al  Nahüel-Huapí  y  el  9  de  Febrero 
en  anuencia  con  V.  S.  salí  de  ese  campamento  con  4  Gefes,  14 
oficiales,  255  soldados  y  70  indios,  para  realizar  la  última  ope. 
ración  al  Sur  del  Limay,  internándome  á  125  leguas  en  esta 
dirección,  en  persecución  de  Inacayal,  alcanzándolo  en  las 
llanuras  de  Apulé  el  22  del  mismo,  batiéndolo  y  haciéndole 
50  muertos  y  muchos  heridos;  tomando  15  prisioneros  y  300 
caballos,  800  vacas  y  1,150  ovejas. 

Esta  Brigada,  como  V.  S.  verá,  en  las  marchas  que  ha  efec- 
tuado y  combates  dados,  ha  llevado  las  armas  argentinas  & 
las  soledades  de  la  Patagonia  jamás  reconúdas  y  á  las  ásperas 
quebradas  de  los  Andes,  arrojando  en  esta  parte  á  su  morado- 
res al  otro  lado  de  la  Cordillera,  y  en  aquella  á  Inacayal  y 
Saihueque  á  mas  de  doscientas  leguas  del  Nahuel'Huapí,  ha' 
hiendo  recorrido  en  sus  marchas  y  contramarchas  distancias 
inmensas,  como  V.  S.  lo  podrá  apreciar  en  el  Diario  General  de 
la  misma. 

Contamos  en  nuestro  poder  entre  priuionei'os  y  presentados: 
2  caciques,  4  capitanejos,  114  indios  de  lanza  y  361  de 
chusma.    Han  sido  muertos  3  capitanejos  y  140   de    lanza  y 


—  383  ^• 

se  les  ha  tomado  8  rifles»    6  sables,  180  lanzas,  1292  caba- 
llos y  yeguas,  1250  vacas  y  1802  ovejas. 

En  los  partes  oficiales  y  diarios  parciales  de  los  Gefes 
respectivos,  desprendidos  con  fuerzas  de  esta  Brigada»  encon- 
trará V.  S.  detalladas,  las  operaciones  efectuadas  por  las 
diversas  comisiones  y  el  aspecto  natural  de  la  gran  zona 
esplorada,  se  halla  no  solamente  descrita  en  estos,  sino  mas 
extensamente  en  el  diario  llevado  por  el  Teniente  1®  del  Re- 
miento  1^  de  Artillería,  D.  Eduardo  Oliveros  Escola,  en  su 
expedición  al  Sud  del  Lago,  acompañando  las  fuerzas  de  la 
tercera  Brigada. 

Las  haciendas  tomadas,  han  sido  distribuidas  por  disposi- 
ción de  V.  S.,  entre  los  Gefes,  oficiales  y  soldados  de  la 
Brigada  y  los  de  la  Plana  Mayor  de  la  División ;  y  á  fin  de 
reponer  las  pérdidas  habidas  por  las  muchas  jornadas  efec- 
tuadaSf  fueron  patriados  300  caballos. 

Las  ovejas  divididas  en  fracciones,  repartiéronse  entre  los 
indios  auxiliares  de  Purrayan,  Traiman  y  Pereyra,  y  presen- 
tados de  Curú-huincá  y  Huincaleo. 

En  cumplimiento  de  lo  prescrito  en  la  Circular  de  V.  S.  de 
fecha  20  de  Marzo  ppdo.,  (artículos  6  y  7)  el  dia  27  del 
mismo,  establecí  los  fuertes  "Chacabuco"  y  "Maypú";  el 
primero  construido  bajo  la  dirección  de  V.  S.  en  el  mismo 
campamento  de  la  Brigada,  una  legua  al  NE.  del  Lago, 
guarnecido  por  4  oficiales,  110  de  tropa  y  15  indios  presen- 
tados ;  y  el  segundo  en  la  Vega  de  Chapelcó  ó  Manzanares, 
por  2  oficiales,  40  de  tropa  y  la  tr\bu  de  Curú-huincá,  que- 
dando ambos  destacamentos  á  las  órdenes  del  Teniente  Coro- 
nel Graduado  D.  Eosario  Suarez. 

El  dia  30  del  mismo^  me  puse  en  marcha  con  el  resto  de 
las  fuerzas  de  la  Brigada,  para  regresar  á  Choele-Choei, 
dejando  los  destacamentos  de  los  fuertes  Maypú  y  Chacabu.>>i 
bien  montados,  pues  quedan  con  260  caballos  y  las  tropilla:^ 
de  Gefes  y  oficiales  y  200    muías  escojidas. 


—  384  — 

El  racionamiento  de  esa  fuerza,  en  depósito  en  el  fuerte 
Ghacabuco  consiste :  en  367  novillos,  456  arb.  13  lib.  harina, 
30  arb.  7  lib.  sal;  vicios  de  entretenimiento,  56  arb.  3  lib. 
tabaco,  23  arb.  4  y  media  lib.  jabón,  202  arb.  3  lib.  yerba 
y  1250  cuadernillos  de  papel  de  fumar;  vicios  estraordinarioSf 
28  arb.  24  lib.  azúcar,  23  arb.  7  y  media  lib.  café  y  6  y  medio 
barriles  caña. 

Las  fuerzas  que  regresan  d  Choele-Choel  son:  4  Gefes,  12 
oficiales,  233  de  tropa,  44  indios  auxiliares,  llevando  47  indios 
de  lanza  y  171  de  chusma  prisioneros,  habiéndome  movido 
del  Lago  con  650  caballos  patrios,  250  muías»  y  á  mas,  un 
caballo  por  hombre  de  los  tomados  á  los  indios. 

Debemos  lamentar  en  esta  campaña,  la  pérdida  del  Subte- 
niente del  Batallón  6  de  Línea,  D.  Lorenzo  J.  Sharples  y  9 
individuos  de  tropa,  ahogados  en  el  rio  Collon*Curá,  al  efec- 
tuar el  pasage  el  Gefe  de  la  Vanguardia.  Heridos  en  diversos 
combates,  2  oficiales  y  16  individuos  de  tropa,  y  muertos.  1 
sargento,   6  soldados  y  3  indios  auxiliares. 

Al  efectuar  la  Brigada  á  su  regi*eso  el  paso  del  Trasbun, 
el  Batallón  6  perdió  dos  soldados  que  perecieron  en  este  rio, 
al  volcarse  el  bote  en  el  choque  contra  las  piedras  de  su 
desembocadura. 

Creo  haber  llenado  con  la  tercera  Brigada  en  todas  las 
operaciones  llevadas  á  cabo  por  ella,  las  instrucciones  que 
V.  S.  se  sirvió  señalarme,  obteniendo  sobre  los  salvajes  tan 
grandes  triunfos,  que  nunca  las  comisiones  por  pequeñas  que 
fueran,  vacilaron  un  momento  en  atacar  y  cumplir  con  su  deber 
sin  que  los  indios  hayan  obtenido  jamás  sobre  nuestras  fuerzas, 
la  mas  pequeña  ventaja. 

Para  concluir,  Señor  General,  solo  me  resta  ya,  recomendar 
muy  eficazmente  á  la  consideración  de  V.  S.,  á  objeto  de  que 
si  lo  estima  por  conveniente,  lo  ponga  en  conocimiento  del 
Superior  Gobierno,  á  todos  los  Señores  Gefes  y   oficiales  de 


—  385  — 

esta  Brigada,  que  con  su  comportamiento,  abnegación  y  disci- 
plina, han  contribuido  poderosamente  al  brillante  éxito  de  esta 
expedición,  ora  secundando  todas  mis  disposiciones  con  eficacia 
y  acierto,  ora  dando  ejemplo  al  soldado  para  soportar  con 
resignación  y  valor,  las  incomodidades  inherentes  á  tan  largas 
coiTerías.  Así  mismo  la  tropa,  es  digna  de  elogio  por  su 
comportacion. 

Orgulloso  el  que  suscribe  de  haber  sido  honrado  por  V.  S.  con 
el  mando  accidental  de  la  tercera  Brigada*  en  una  campaña,  cuyos 
resultados  ha  de  reportar,  tanto  provecho  y  prosperidad  á  la 
Patria  y  á  la  civilización,  concluyo  recomendando  especialmente 
al  Teniente  Coronel  Graduado  D.  Rosario  Suarez,  Gefe  de  la 
Vanguardia,  el  cual  ha  realizado  una  de  las  mas  importantes 
operaciones,  obteniendo  brillantes  resultados ;  al  Teniente  Co- 
ronel Graduado  D.  Juan  Terrés,  Gefe  del  Regimiento  7^  de 
Caballeria  de  Línea ;  al  Teniente  Coronel  Graduado  D.  Pedro 
Diez  Arenas,  por  el  buen  desempeño  en  varias  comisiones ;  al 

Sargento  Mayor  D.  Baltazar  Peñeüory,  que  marchó  al  frente 
del  Regimiento  7®  desde  Choele-Choel  al  Lago,  y  desempe- 
ñado algunas  comisiones  de  importancia;  al  Sargento  Mayor 
Graduado  D.  Ponciano  Ton-es,  quien  asi  mismo  mandó  el 
Batallón  6  de  Línea  desde  la    salida  de  Choele-Choel,  hasta 

Febrei'o  del  corriente  año,  desempeñándose  después,  unas  veces 
como  mi  Ayudante  y  otras  como  Gefe  interino  del  Detall ;  al 
Sargento  Mayor  D.  Francisco  Riveiro,  quien  mandó  las  fuerzas 
del  Batallón  6,  en  el  combate  de  Apulé ;  al  Capitán  del  Regi- 
miento 7*^  de  Caballeria  D.  Adolfo  Druiy,  por  acción  distin- 
guida en  el  mismo  combate;  al  Capitán  de  la  P.  M.  de  la 
Brigada  D.  Alfredo  Conde;  al  Teniente  1®  del  Regimien- 
to 1'  de  Artillería  D.   Eduardo  Oliveros  Escola,   que    recibió 

cinco  heridas  el  22  de  Febrero,  batiéndose  con  solo  dos  sol- 
dados contra  12  á  15  indios  que  le  atacaron,  como  por  el 
diario  de  marchas  y  croquis  levantados  por  él  mismo  de  los 
ten'enos  recorridos  al  Sud  del  Limay ;  á  mi  Ayudante  en  toda 

49 


—  386  — 

la  campaña,  Abanderado  del  Batallón  6  de  Línea  D.  Alfredo 
de  la  Croce,  por  haber  llenado  satisfactoriamente  sus  deberes, 
y  á  los  señores  del  Cuerpo  Médico  de  esta  Brigada,  Cingano 
de  División  D.  Antonio  Gañellas  y  farmacéutico  D.  Miguel  Ta* 
gUáfico ;  siendo,  como  ya  he  dicho  anteriormente,  recomendable 
la  conducta  de  todos  los  Gefes,  oficiales  y  tropa  que  componen 
la  Brigada. 
Dios  guarde  á  V.  S. 

Nicolás  H.  Palacios. 


DIARIO 


DS    LA 


VANGUARDIA 


DB     LA 


TERCERA  BRIGADA 


1««»-1SSS 


DIARIO  E  ITINERARIO 

Dt  las  marchas  y  operaciones  de  las  fuerzas  pertenecientes  á 
la  tercera  Brigada  (Vanguardia)  espedicionaria  á  la 
Patagonia  Central,  al  Sud  del  Lago  NaJmel  Huapí.  en 
persecución  de  los  caciques  Saghueque,  Huincaleo  y 
demás  que  se  encuentran  en  dicltas  regiones;  confada 
esta  cótniston  al  Señor  Oefe  del  Detall  de  la  misfina 
Brigada,  Teniente  Coronel  Graduado  D.  RosaHo  Suarez, 
con  la  fuerza  que  á  continuación  se  espresa:  llevado  por 
el  Cabo  2^  Distinguido  del  Batallón  6  de  Infantería  de 
Línea,  2>.  Emilio  C.  Sifredi,  ayudante  en  Comisión 
del  Señor  Comandante  Suarez,  Gefe  de  la  mencionada 
Vanguardia. 


FUEBZA  DEL     REGIMIENTO    7*^   DE    CABALLERÍA 

Capitán  D.  Manuel  Peüéüory. 
Porta-Estandarte  D.  Alejo  Faletti. 
Distinguido  D.   Tomás  Maradona. 
Soldados     85. 

Batallón  6  de   Infantebia   de  Linea 

Subteniente  D.  Lorenzo  J.   Scliarples. 

"  **    Pedro  González. 

Cabo  2^  distinguido    D.  EmUio  C.  Sifredi. 
Soldados    50. 

Escuadrón  Indios    Axtxiliares 

Teniente  %^  D.  Juan  Trayman. 
Indios    16. 


—  390  — 

Agbegabos 

Soldado  Regino    Suarez    de  la  escolta   del  Seftor  General 
Villegas — Comandante  en  Gefe  de  la  segunda  División. 
Santiago  Saá,  ex-soldado  del  Batallón  6  de  Línea. 

Pabticulabeb 
Juan  Hidalgo.— Manuel  Pino. 

Total  de  fuerza 


\ 

m 

8 

0 

2 

1 

1 

1 

TAL 

S 

6 

o 

1 

2 

2 

O 

H 

1 

5 

1 

1 

133 

15 

4 

154 

Cabaloasubas 

Caballos  de  marcha  y  reserva.     .     . 
Muías 


Total. 


386 
163 

489 


Bacionamiento 


60  yeguas  para  20  dias. 


Vicios  de  entretenimiento 


Para  6  dias. 


PRIMER  DÍA  DE  MARCHA 


CAMPAMENTO  AL  SUD  DEL  NEUQUEN 


Noviembre  25  de  1882 

A  las  8  p.  m.  se  emprendió  la  marcha  que  duró  una  hora ; 
á  las  9  p.  m.  campamos  con  el  objeto  de  dar  de  comer  á  las 
caballadas  y  esperar  la  llegada  del  Regimiento  2  de  Caba- 
llería de  Línea»  á  fin  de  emprender  juntos  la  marcha  hasta 
d  rio  CoUon-Curá. 

Horas  de  marcha:  1. 

Dia26 

Buen  tiempo. 

A  las  2  a.  m.  se  tocó  diana,  se  pasó  lista  no  habiendo 
ocurrido  novedad  alguna;  á  las  3  a.  m.  se  tocó  á  ensillar 
emprendiendo  la  marcha  á  las  7  a.  m.  Se  desprendió  como 
>9inguardia  al  Alférez  D.  Alejo  Talettí  con  20  de  tropa  del 
Regimiento  7^  de  Caballería.  A  las  9  y  25  a.  m.  se  campó» 
se  estableció  el  servicio  de  guardia,  se  carnearon  tres  yeguas 
para  el  consumo  de  la  fuerza,  y  una  para  la  tripulación  del 
vapor  Bio  Ne^ro  que  venia  a  caiiie  salada. 


—  392  — 

A  las  2  y  '\0  p.  m.  se  tocó  á  ensillar;  á  las  3  p.  m.  mar- 
chamos, durando  ésta  hasta  las  9  p  m.  que  campamos  en  el 
arroyo  PichULeufd.  Salió  el  Gefe  de  la  fuerza  á  recorrer 
las  guardias  y  caballadas. 

Horas  de  marcha:  6. 


Día  27 

Buen  tiempo. 

Diana  a  las  3  a.  m.  Se  pasó  lista  y  se  dio  cuenta  sin 
novedad. 

A  las  4  a.  m.  se  tocó  k  ensillar,  á  las  6  a.  m.  emprendi- 
mos la  marcha  hasta  las  5  y  40  para  principiar  el  paso  de 
la  travesía  del  Chocen;  á  las  6  a.  m.  emprendimos  la  marcha 
hasta  las  8  a.  m.,  que  se  dio  un  descanso  de  treinta  minu- 
tos; á  las  8  y  30  marchamos  hasta  las  11  y  40  a.  m.,  con- 
cluimos la  travesía  é  hicimos  alto  al  pasar  el  último  desfila- 
dero ;  á  las  13  del  dia  se  continuó  la  marcha  como  una  legua 
mas  y  se  mandó  campar  en  el  paraje  denominado  Trecau 
Niyon  (Rincón  del  Loro).  A  las  12  y  45  p.  m.  se  relevó  el 
servicio. 

Se  carnearon  tres  yeguas  para  el  racionamiento. 

Se  dio  una  orden  del  dia,  recomendando  la  vgilancia  del 
campo,  y  avisar  cualquier  polvo,  ginete,  etc.,  que  se  viese. 

A  las  4  y  media  se  tocó  á  ensillar  y  se  emprendió  la 
marcha  á  las  5  p.  m.,  campando  á  las  6  y  20  en  el  campo 
denominado  Cum-lem-fwn  hasta  las  11  de  la  noche  qne  se 
tocó  á  ensillar»  emprendiendo  la  marcha  á  las  12  de  la  misma ; 
80  recibieron  los  partes  y  no  hubo  novedad. 

Horas  de  marcha:  7  y  55. 


—  398  — 


Dia28 

Buei  tiempo. 

Se  hizo  alto  á  la  1  y  25;  á  las  2  y  6  la  marcha  hasta  las 
5  y  50  que  hicimos  alto  al  pié  de  la  segunda  travesía 
llamada. 

Se  hicieron  carnear  tres  yeguas,  relevando  en  seguida  el 
servicio. 

A  las  8  y  media  a.  m.  se  puso  la  fuerza  en  marcha  hasta 
las  10  a.  m.  que  hicimos  un  alto  de  diez  minutos,  marchando 
en  seguida  basta  las  12  y  20  de  la  misma,  que  hicimos 
alto  en  el  campo  donde  está  construido  el  fortin  "  Capitán 
Crouzeilles  "^  hecho  por  la  segunda  Brigada  en  su  espedicion 
á  las  costas  del  Agrio  en  Marzo  de  este  año. 

Durante  la  marcha  han  quedado  cansados  cuatro  caballos. 

A  las  3  p.  m.  se  mandó  ensillar;  el  Subteniente  del  Bata- 
llen 6  de  Linea  fué  desprendido  de  vanguardia  al  mando  de 
diez  infantes.  A  las  3  y  40  se  emprendió  la  marcha 
hasta  las  6  y  veinte  que  campamos  en  el  paraje  denominado 
Tuhenieu. 

Alas  11  de  la  noche  se  tocó  á  ensillar  emprendiendo  la 
marcha  á  las  U  y  30  hasta  las  12  de  la  misma  que  campa- 
mos al  pié  de  la  travesía  llamada. 

Horas  de  marcha:   U  y  media. 

Dia29 

Se  emprendió  la  marcha  k  la  1  a.  m. ;  á  las  2  y  tres  cuar- 
tos hicimos  alto  hasta  las  3  y  diez  minutos»  marchando  en 
seguida  hasta  las  5  a.  m.  que  hicimos  alto  y  campamos  en 
el  paraje  denominado  Gum-cum-Nieieu. 

Quedaron  4  caballos  cansados* 

50 


—  394  — 

Se  hicieron  carnear  3  yeguas,  para  el  racionamiento;  rele- 
vando en  seguida  el  servicio. 

En  la  orden  del  dia  de  esta  fecha,  el  gefe  de  la  fuerza  re- 
comendaba á  los  Comandantes  de  Piquetes,  q.ncada  vez  que 
se  campase,  revisasen  las  jergas  de  ensillar  y  el  estado  del 
lomo  de  los  caballos,  para  hacerlos  curar  siempre  que  fuera 
necesario. 

A  las  3  de  la  tarde,  se  tocó  á  ensillar,  emprendiendo  la  mar- 
cha á  las  3  y  20,  hasta  las  6  y  50,  que  hicimos  un  alto  de  1 0 
minutos,  continuando  la  marcha  hasta  las  6  y  10  p.  m.,  que 
se  estableció  el  campamento  en  el  paraje  denominado 

Horas  de  marcha :  4  y  35. 


Dia    30 

Buen  tiempo. 

A  las  12  de  la  noche  se  tocó  á  ensillar;  á  las  12  y  50  em- 
prendimos la  marcha,  hasta  las  2  y  25  que  hicimos  un  alto  de 
35  minutos ;  á  las  3  a.  m.  se  continuó  la  marcha,  hasta  las  6  y 
20  que  hicimos  el  segundo  alto  de  20  minutos.  A  las  7  y  5 
a.  m.  campamos  en  el  paraje  denominado  Pichi  Purramucá, 

Como  de  costumbre  se  carnearon  3  yeguas,  para  racionar  las 
fuerzas. 

En  estepunto  permanecimos  campados  hasta  las  3  p.  m,  que 
se  tocó  á  ensillar,  marchando  á  las  3  y  30.  Después  de 
una  hora  y  cinco  minutos  de  marcha,  campamos  en  el  campo 
que  lleva .  el  nombre  de  Tacnitué. 

Horas  de  marcha:  6  y  15. 


—  395  — 


A  las  12  de  la  noche  se  tocó  á  ensillar»  operación  que  ter* 
minó  á  las  12  y  30.  Los  Comandantes  de  Piquetes  dieron 
cuenta,  sin  novedad  A  la  1  de  la  mañana  se  emprendió  la 
marcha,  hasta  las  2  y  35  que  se  hizo  un  alto  de  25  miuutos, 
continuando  nuevamente  la  marcha  á  las  3  a.  m.  hasta  las  6  a.  m. , 
hora  que  se  hizo  campar  la  fuerza  en  el  paraje  denominado 

Se  hicieron  carnear  3  yeguas. 

En  este  campamento  permanecimos  hasta  las  7  p.  m ,  hora 
en  que  se  mandó  ensillao  poniéndonos  en  marcha  á  las  7  y  45 
de  la  noche,  en  que  se  hizo  alto  hasta  las  10  y  40  p.  m. , 
siguiendo  nuevamente  la  marcha  á  las  11  p.  m.  hasta  las 


Dia  2 


A  las  12  y  55  se  hizo  campar;  de  este  punto  se  adelantó 
el  Comandante  Suarez,  acompañado  del  sargento  del  Regimien- 
to 7®  Felipe  Torres  y  una  partida  del  Teniente  Trayman  y 
10  indios,  con  el  objeto  de  explorar  el  paso  del  rio  CoUon-Curá, 
regresando  al  campamento  á  las  2  de  la  mañana,  hora  que 
hizo  tocar  á  ensillar,  poniéndose  en  marcha  á  las  2  y  30  de  la 
mañana ;  á  las  3  y  15  llegó  la  fuerza  al  rio  Collon-Curá,  cam- 
pando en  el  antiguo  campamento  ae  la  3.  ^  Brigada ;  se  hizo 
la  carneada,  en  seguida  el  gefe  de  la  fuerza  comisionó  al  cabo 
Garcia,  del  Regimiento  7"^,  y  al  cabo  Silva,  del  Batallón  6, 
para  que  fueran  á  cortar  madera  para  la  construcción  de 
balsas  que  facilitaran  el  paso  del  rio»  disponiendo  á  la  vez 
e  armara  el  bote  que  con  ese  fin  llevaban. 


—  396  — 

Momentos  después  regresaban  los  cabos  García  y  Silva, 
diciendo  no  haber  encontrado  madera  adecuada  para  balsas; 
pero  dando  cuenta  de  haber  encontrado  un  paso  por  donde 
las  fuerzas  podían  efectuarlo  á  caballo;  al  saber  esto  el  Co- 
mandante, se  trasladó  acompañado  del  cabo  Silva  y  el  soldado 
Ocampos,  ambos  del  Batallón  6  al  paso  indicado,  para  que  á 
su  presencia  vadearan  el  rio;  verificada  ésta  y  habiéndose 
persuadido  de  la  facilidad  que  había,  regresó  al  campamento 
y  ordenó  á  los  Comandantes  de  Piquetes  hicieran  tomar  los 
mejores  caballos,  para  efectuar  el  pasage  en  el  punto  donde 
se  acababa  de  esplorar. 

A  las  8  se  emprendió  la  marcha,  llegando  al  paso  á  las  9 
y  cuarto,  hora  que  se  dio  principio  á  vadearlo,  yendo  el 
Comandante  Suarez  adelante;  el  primer  brazo  lo  pasó  sin 
novedad  alguna  el  Comandante  Suarez,  Capitán  del  Regi- 
miento 7  D.  Manuel  Pifiéñoiy  con  mas  de  50  hombres  del 
Regimiento  y  algunos  cargueros  con  el  equipo  de  la  fuerza. 
En  seguida  inició  el  pasage  el  Piquete  de  Infantería,  pero 
habiéndose  recostado  el  Subteniente  Scharples  y  algunos  de 
la  mitad  que  él  mandaba,  á  la  izquierda  donde  había  un 
rápido,  fué  entonces  cuando  fué  arrebatado  por  la  corriente, 
ahogándose  éste,  7  de  tropa  del  Batallón  6  de  Línea  y  2  del 
Regimiento  7  que  seguían  la  dirección  que  aquel  oficial 
llevaba. 

El  Subteniente  D.  Pedro  González  del  mismo  piquete  y  al 
mando  de  la  segunda  mitad^  siguió  el  rumbo  por  donde  habia 
pasado  la  primera  fuerza  y  lo  realizó  sin  novedad  alguna. 

En  vista  de  este  contratiempo  dispuso  el  Comandante  sus- 
pender el  pasaje  de  los  caballerizos  para  efectuarlo  una  vez 
terminado  de  armar  el  bote. 

El  Comandante  Suarez  comunicó  al  Gefe  accidental  de  la 
Brigada,  poi;^  medio  de  una  nota  que  entregó  al  Subteniente 
Aubone,  lo  ocurrido. 


—  397  — 

Este  oficial  quedaba  en  el  paso  donde   había  venido    para 
hacerse  cargo  del  bote. 
Los  que  perecieron  en  esta  catástrofe,  son  los  siguientes : 

Batallón  6  de  Linea 

Subteniente  D.  Lorenzo  J.  Sharples. 

Sargento  2°  Carmen  Ferreyra. 

Soldado  Fortunato  Bamirez. 

>  Eleuterio  Várela. 

»  Mariano  Celis. 

»  Andrés  Pizzono. 

*  Pastor  Gallardo. 

»  Felipe  Luna. 

Eegimiento    7®   DE  Cab.ílleria 


i  r-o  npa 


Segundo  Alvarez. 
Pedro  Ochoa. 


ia  3 


pas 
ál 
co 


ocó  diana  á  las  2  a.  m.     Partes  sin  novedad. 

r^iéndose  terminado  de  armar  el  bote,  se  dio  principio  á 
la  fuerza  á  la  margen  derecha,    operación    que    terminó 
7  p.  m.    £n  seguida  fué  el  Gefe  acompañado    de    una 
ion,  al  paso  á  dar  órdenes,  de  donde  regresó  á  las    12 
noche. 


—  398  — 


Se  tocó  diana  á  las   2  a.  m.    Partes  sin  novedad. 

Quedaban  aun  del  otro  lado  del  rio  las  caballadas  y  algu- 
nos caballerizos,  los  que  empezaron  á  pasar  á  las  6  a.  m , 
operación  que  terminó  á  las  3  y  media  p.  m.,  hora  en  que  se 
mandó  ensillar  marchando  á  las  4  p.  m.,  yendo  á  campar  á 
las  5  y  30  en  el  campamento  del  arroyo  Quem-quem-iren,  se 
carnearon  tres  yeguas  para  racionar  la  tuerza,  á  las  9  y  15 
p.  m.  se  mandó  ensillar,  marchando  á  las  10  p.  m.  hasta 
las  13  y  25. 

Horas    de    marcha:    2   y    25. 


Dia  5 


Que  hicimos  un  alto  de  media  hora,  seguimos  la  marcha  á 
la  1  de  la  mañana  que  paramos  26  minutos,  siguiendo  á  la  1  y 
25,  marchando  hasta  las  3  a.  m.,  hora  que  hicimos  el  tercer 
alto  de  veinte  minutos,  marchando  en  seguida  hasta  las  5  y 
media  a.  m.  que  hicimos  alto  paia  continuar  á  las  6  a.  m.; 
se  desprendió  una  comisión  al  mando  del  Capitán  Pifléñory  á 
fin  de  que  se  adelantase  hacia  el  Sud  para  reconocer  el  paso 
que  habia,  mientras  nosotros  llegábamos  al  río  Galeufú,  donde 
hicimos  alto,  echamos  pié  á  tierra  y  se  sacaron  los  frenos  á 
los  caballos.    Eran  las  8  a.  m. 

El  arroyo  Caleufú  estaba  sumamente  crecido,  por  lo  que  fué 
necesario  buscar  un  paso,  para  cuyo  efecto  tuvimos  que  con- 
tramarchar  para  encontrarlo ;  á  las  10  y  6  se  campó. 

Se  carnearon  3  yeguas  para  el  racionamiento. 


—  399  — 

A  las  5  y  tres  cuartos  se  dio  principio  al  paso  del  río,  él 
que  efectuamos  con  toda  felicidad»  campando  en  la  margen 
opuesta  á  las  8  7  media  p.  m. 

Huras  de  marchas:  6  j  45. 


Día  6 


Se  tocó  diana  á  las  2  a.  m. ;  se  pasó  lista  dando  cuenta 
sm  novedad. 

A  las  3  a.  m.  se  tocó  k  ensillar  emprendiendo  la  marcha 
i  las  3  y  media.  Se  mandó  al  Capitán  Pieñéñory  con  una 
comisión  de  15  hombres  por  un  camino  que  vá  hacia  la  iz- 
quierda hasta  llegar  al  rio  Limay,  y  costearlo  hasta  incor- 
porai^se  nuevamente  á  nosotros;  igual  comisión  fué  confiada 
'^^  «Sargento  Torres  para  que  cruzara  por  otro  camino  que 
^^^^  en  igual  dirección,  siguiendo  el  valle  hasta  el  arroyo 
bOAUtictírá,  buscando  también  la  incorporación  con  nosotros 
^^  el  rio  Limay. 

£1  resto  de  la  gente  marchó  á  las  3  y  media  por  el  valle 
del  mismo  arroyo  é  hicimos  alto  á  las  5  y  cuarto  a.  m., 
marchando  á  las  5  y  tres  cuartos  hasta  las  8  y  5  a.  m.  en 
que  campamos  hasta  las  8  y  media;  á  las  10  y  5  a.  m. 
subimos  la  zona  que  baja  al  Limay,  la  que  baj&mos  á  las  10 
y  25,  campando    á  las    10    y  50  a.  m.  en    la  costa  del  rio. 

Se  camearon  tres  yeguas.  Se  largaron  las  caballadas  y 
muías. 

En  este  parage  se  encontraron  varias  plantas  de  alberjas 
silvestres. 

A  las  5  y  45  se  mandó  ensillar,  marchando  á  las  5  y  tres 
cuartos.  Campamos  á  las  8  y  media  de  la  noche,  sin  ha- 
berse presentado  el  Capitán  Piüéüory,  ni  el  Sargento  Torres 
que  fueron  desprendidos  el  dia  anterior. 

Horas  de  marcha:     6  y  55. 


-  400  - 


Dia  7 


Gomo  de  costumbre  á  las  2  a.  m.  se  tocó  diana.  Partes 
sin  novedad. 

Se  mandó  ensillar  á  las  3  y  media  a.  m.  y  &  las  4  nos 
pusimos  en  marcha,  faltando  aún  las  comisiones  del  Capitán 
Pinéflory  y  Sargento  Torres;  á  las  5  y  15  a.  m.  hicimos  alto, 
86  echó  pié  á  tieira  mandando  sacar  los  frenos;  á  las  6  y 
20  emprendimos  la  marcha  y  á  las  7  y  35  campamos  al  pié 
del  arroyo  Traibul,  que  era  imposible  pasarlo  en  ese  momento 
por  estar  á  nado. 

A  las  9  y  media  a.  m.  se  desprendió  al  Teniente  Tray- 
man  con  una  comisión  de  15  hombres  del  Batallón  6  y 
Escuadrón  de  Indios  Auxiliares,  que  penetrara  por  el  cajón  y 
siguiera  un  rastro  que  llevaba  aquella  dirección,  internándose 
en  la  Cordillera,  suponiendo  el  Gefe  iría  a  los  toldos  del 
cacique  Cuini-Huincá,  que  por  presunción  creía  se  encontraba 
en  esas  inmediaciones.  Begresó  esa  comisión  á  las  5  y  55 
p.  m.  sin  haber  encontrado  el  punto  donde  se  dirijía  el  rastro 
que  se  le  encomendó  seguir. 

A  las  5  y  67  p.  m.  se  presentó  el  Capitán  Pinéflory  y  la 
comisión  del  Sargento  Torres,  los  que  conduelan  3  indios 
prisioneros  y  un  desertor  que  en  la  expedición  del  año  81 
habia  desertado  del  Regimiento  3  de  Caballería  de  Línea,  de 
nombre  Giménez. 

El  Comandante  Suarez  hizo  interrogar  á  los  indios  por  su 
lenguaraz  y  estos  manifestaron  pertenecer  á  la  tribu  de  Curú- 
huincá,  que  andaban  al  Sud  del  Limay  en  busca  de  sal. 

Con  conocimiento  de  esto,  el  Comandante  despachó  uno  de 
estos  indios,  entregándole  una  nota  para  el  cacique  Curu- 
huincá  en  la  cual  lo  invitaba  á  que  se  presentase,  ofrecién- 
dole   al   mismo  tiempo  toda  clase  de  garantías,  y  ordenando 


-  401  — 

que  los  otros  dos  y  el  desertor  fueran  pasados  á  la  guardia, « 
recomendándoles  la  mayor  vijilancia. 

A  las  10  de  la  noche  se  presentaron  en  la  guardia  de 
retaguardia  dos  chasques  que  venian  de  Gollon*Curá  de  lo  de 
Curú-huincá;  habiéndoles  conocido  el  señor  Comandante,  los 
trató  con  mucho  agasajo,  les  habló  del  gusto  que  tendría  de 
apretarle  la  mano  al  cacique  Curú-huincá,  su  gefe  y  le  encargó 
^e  dijera  que  el  señor  General  Villegas  lo  habia  recomendado 
mucho  á  fin  de  que  se  le  tratara  como  á  un  buen  amigo* 
Un  momento  después  seguían  viaje  rio  arriba;  y  tras  ellos 
mandó  el  Comandante  á  uno  de  sus  asistentes  Bejino  Suarc/^ 
á  fin  de  ver  si  podian  descubrir  el  punto  á  qué  estos  se 
dirijían. 

£1  soldado  Bejino  Suarez  regresó  á  ?as  3  a.  m.  dándole  al 
Comandante  los  datos  que  deseaba  saber. 

Horas  de  marcha  2  y   30. 


ia8 


Se  tocó  diana  á  las  2  a.  m.    No  hubo  novedad. 

A  la  hora  acostumbrada  se  relevó  el  servicio  y  se  hizo  la 
carneada. 

A  la  1  del  di  a  se  presentó  el  cacique  Curú  huincá  con  18 
indios,  trayendo  como  bandera  de  paz  el  pabellón  Chileno. 
El  Comandante  Suarez  se  adelantó  á  muchas  cuadras,  acom- 
pañado de  los  oficiales  y  cadetes  francos,  para  manifestar  al 
Indio  el  contento  que  tenia  por  su   llegada. 

Después  de  un  largo  parlamento  en  que  el  indio  espreso  se 
presentaba  bajo  el  amparo  del  Gobierno  Argentino,  el  Co- 
mandante Suarez  le  prometió  á  nombre  de  su  Gefe  el  Señor 
General  Villegas,  seiia  tratado  con  toda  consideración  él,  su 
gente  y  sus  familias,  pero  que  no  lo  reconocía  como  ciuda- 
dano chileno,  sino  como    indio  del  territorio    Argentino,  que 

51 


—  402  — 

se  sometía  al  poder  de  la  Nación.    En  seguida  se  marchó  al 
campamento    donde    se   hizo  carnear  una  yegua,  la  que  se 
repartía  á  los  indios  presentados. 
El  día  se    descompuso    de   tal    manera,  principiando  una 

copiosa  lluvia. 

Al  despedirse  el  Indio  Curú-huincá,  ofreció  al  Comandante 
alcanzarlo  en  el  Lago  Nahüel-Huapí,  él  y  su  tribu  en  el 
término  de  cuatro  dias. 

Durante  el  dia,  los  cabos  Garcia  y  Silva,  se  ocuparon  en 
la  construcción  de  una  balsa  que  facilitara  el  paso  del  rio, 
de  la  que  no  se  hizo  uso  por  haberlo  hecho  á  caballo. 


Dia  9 

Sigue  mal  tiempo. 

Se  tocó  diana  á  las  2  a.  m.    Partes  sin  novedad. 

A  las  4   y  media  se  hizo  la  carneada  (3  yeguas). 

A  las  6  a.  m.  se  intentó  pasar  el  rio  en  la  balsa,  pero  el 
fuerte  viento  que  soplaba  del  Este  la  echaba  al  Norte,  impo- 
sibilitando la  operación  y  peligrando  arrastrarla  á  las  corrientes 
del  Limay. 

En  vista  de  esto,  dispuso  esperar  pasase  el  viento  para 
efectuar  el  pasaje. 

No  ocurrió  otra  novedad. 


Dia  10 

Sigue  mal  tiempo. 

Se  tocó  diana  á  las  2  a.  m.    Partes  sin  novedad. 
Durante   la  noche  nos  ha  saludado  la  nieve,    alternándose 
con  una  fuerte  lluvia. 
A  las  9  a.  m.  se  mandó  animar  las  caballadas    y  á  las  9 


—  408  — 

y  tres  cuaitos  nos  pusimos  á  hacerlos  pasar  el  río,  operación 
qae  dio  bastante  trabajo  por  el  fuerte  viento  contrarío  que 
habia. 

A  las  10  y  10  emprendimos  la  marcha,  costeando  el  río 
con  rumbo  al  O.  para  pasarlo  á  caballo  en  un  paso  que  ha- 
bia descubierto  el  Comandante  Suarez,  siguiendo  una  rastrí- 
liada  á  unos  indios  de   Gurú-huincá. 

A  las  10  y  40  se  dio  principio  a  pasar  el  rio,  el  Coman- 
dante Suarez  pasó  prímero  cabalgando  en  una  muía,  para 
probar  á  la  fuerza  que  no  habia  peligro  alguno  de  ahogarse 
si  ejecutaban  el  pasaje  por  el  lugar  que  él  indicaba :  lo  que 
yisto  por  todos  y  siguiendo,  se  realizó  dicho  pasaje  sin  con- 
traste alguno. 

Una  vez  que  toda  la  fuerza  pasó  el  río  costeamos  los  cer- 
ros costa  Sud  y  tomamos  el  camino  que  vá  al  Lago,  hacien- 
do alto  y  campando  á  las  12  del  dia. 

Se  hizo  la  carneada  y  como  de  costumbre  se  carnearon 
tres  yeguas. 

En  este  campamento  el  Comandante  Suarez  se  ausentó  por 
espacio  de  una  hora  y  media,  la  que  empleó  en  trepar  los  cerros 
mas  elevados,  volviendo  en  seguida  y  haciendo  tocar  á  ensi- 
llar; á  las  3  y  media  nos  pusimos  en  marcha  y  empezamos 
la  ascensión  de  una  bonita  sierra  de  Lipela,  desde  la  cual  se 
contempla  el  mas  grandioso  panorama  que  forman  los  eleva- 
dos picos,  á  ambas  márgenes  del  río  Este  y  Oeste,  como  sus 
graciosas  pirámides  y  el  curioso  espectáculo  que  ofrecían  en 
ese  momento  las  fuerzas  expedicionarías,  al  ascender  y  des- 
cender esta  sierra. 

Una  vez  realizado  este  pasaje  hicimos  alto  á  las  4  y  me- 
dia, marchando  treinta  minutos  después  hasta  las  6  que  se 
hizo  nuevamente  alto  y  se  mandó  campar,  atando  muías  y 
caballos. 

Como  en  este  campamento  el  rio  y  los  médanos  forman 
estrechuras,  dispuso  el  Comandante  colocar  guardias  á  fin  de 


—  404  — 

evitar  cualquier  emergencia  y  estar  prontos  en  cualquier  even* 
tualidad. 

A  las  6  y  media  mas  6  menos,  se  presentaron  cuatro  in- 
dios de  Guru-huincá  que  venian  del  Sud  del  Lago  con  el 
objeto  de  incorporarse  k  este  cacique ;  de  estos  indios  dispasa 
el  Comandante  quedasen  tres  con  nosotros  para  marchar  al 
dia  siguiente»  y  que  el  otro  siguiera  á  su  destino  con  la 
noticia. 

Horas  de  marcha:     3  y  60. 


Dia  11 

Buen  tiempo. 

A  las  2  a.  m.  se  tocó  diana.    Pasóse  lista  sin  novedad. 

A  las  3  a.  m.  se  tocó  á  ensillar  y  á  las  3  y  media  em- 
prendíamos  la  marcha;  á  las  6  y  16  hicimos  un  alto  de  tres 
cuartos  de  hora,  siguiendo  á  las  6  hasta  las  8  y  cuarto  que 
llegamos  al  paso  del  ''Cabo  Campos'',  al  Norte  de  las  na- 
cientes del  Limay,  estableciendo  el  campamento  en  el  mismo 
punto  que  habia  campado  la  tercera  Brigada  en  la  expedición 
del  año  anterior;  á  las  10  a.  m.  se  hizo  la  carneada  (tres 
yeguas ). 

En  vista  de  que  el  rio  Limay  no  daba  pasoí  el  Comandan- 
te se  fué  con  los  Cabos  García  y  Silva  y  10  hombres  del 
Begimiento  7^  y  Batallón  6,  á  hacer  cortar  madera  de  ciprées 
para  construir  balsas  para  verificar  el  pasaje  al  Sud. 

Regresó  a  las  7  p.  m.,  recibió  los  partes  de  los  Coman- 
dantes de  Piquetes,  no  habiendo  ocurrido  novedad;  estableció 
el  servicio  de  gaardias,  se  largaron  las  cabalgaduras,  ordenan* 
do  durmieran  estas  á  ronda  abierta. 

Horas  de  marcha:    4. 


—  405  — 


Dia  12 

Buen  tíempo. 

Se  tocó  diana  á  las  3  a.  m.    Partes  sin  novedad. 

A  las  4  a.  m.  continuaron  los  trabajos  de  construcción  de 
balsas»  como  á  veinte  cuadras  al  Sud  del  campamento,  para- 
je por  donde  el  Comandante  habia  dispuesto  se  verificara  e^ 
pasaje. 

A  las  10  a.  m.  se  presentó  el  cacique  Curú-huincá  con  su 
tribu,  compuesta  de  44  indios  de  lanza  y  como  150  entre 
mujeres  y  chusma,  yendo  el  Comandante  y  demás  oficiales 
francos  á  recibirlos  y  designarles  el  punto  donde  debian  es- 
tablecer sus  toldos. 

A  las  12  del  día  se  emprendió  la  marcha  al  punto  donde 
se  construían  las  balsas,  las  que  termimidas  fueron  votadas 
al  agua ;  se  hizo  desensillar  y  liar  las  monturas  para  princi- 
piar el  pasaje  del  rio  á  las  2  de  la  tarde 

A  esta  hora  se  cargó  la  primera  balsa  con  monturas,  se 
hizo  echar  al  agua  al  soldado  Ocampo  del  Batallón  6,  para 
que  á  la  cola  de  un  caballo  condujera  la  balsa  a  la  orilla 
opuesta,  habiendo  de  antemano  establecido  una  maroma  con 
tazos,  operación  que  dio  un  buen  resultado.  En  seguida  se 
hicieron  embarcar  los  remadores,  Cabo  Silva,  soldado  Alejandro 
Fairano  y  Bamon  Ocampos,  pero  la  fuerza  de  la  corriente  era 
tan  rápida,  que  reventó  los  lazos  que  servían  de  maroma,  lle- 
vándose la  corriente  la  balsa  aguas  abajo,  con  tal  rapidez,  que 
solo  fué  posible  alcanzarla  como  á  diez  cuadras. 

Este  contratiempo  fué  causa  para  que  el  Comandante  sus- 
pendiera el  pasaje  de  la  fuerza  para  el  dia  siguiente,  orde- 
nando establecer  el  campamento  en  el  mismo  punto  en  que 
se  habia  construido  y  acomodado    la    montura»  'establecienda 


—  406  — 

como    de    costumbre    el    servicio    para  la  vijilancia  del  cam- 
pamento. 
De  la  fuerza,  tomó  el  Comandante   20   hombres    para  coft 

ellos  hacer   cortar  madera   y    construir  pequeñas  balsas  que 
pudieran  ser  remolcadas  á  la  cola  de  un  caballo. 

La  madera  se  encontraba  algo  retirada  de  este  punto, 
motivo  por  el  cual  regresó  á  las  9  de  la  noche,  trayendo 
cada  soldado  una  rastra  de  madera  de  ciprés. 


ía  13 

Buen  tiempo. 

Gomo  de  costumbre  á  las  2  a.  m.  se  tocó  diana  y  no 
ocumó  novedad. 

A  las  5  a.  m.  se  dio  principio  á  la  construcción  dé  las 
cuatro  balsas,  encargando  al  cabo  Silva  y  el  soldado  Obampos 
con  cuatro  mas,  la  construcción  de  los  remos  para  la  balsa 
grande  que  se  habia  salvado  el  di  a  anterior,  á  fin  de  probar 
si  con  ellos  podia  prestar  algún  servicio,  pero  desgraciadamen- 
te el  resultado  fué  negativo. 

A  las  12  del  dia  se  dio  principio  al  pasaje  con  las  dos 
balsas  chicas  remolcadas  á  la  cola  de  un  caballo,  verificándose 
la  primera  prueba  con  buen  resultado,  pasando  en  este  viaje 
diez  monturas. 

El  cacique  Curú-huincá  habia  ofrecido  generosamente  pres- 
tar su  gente  para  que  sirvieran  de  nadadores,  ofrecimiento  que 
fué  aceptado  por  el  Comandante  Suarez,  correspondiéndole 
este  servicio  con  treinta  patacones  oro  para  que  los  repar- 
tiese entre  los  que  servían  de  nadadores. 

A  las  4  y  media  p.  m.  habia  pasado  ya  una  tercera  parte 
de  las  fuerzas  con  sus  monturas  y  a  esta  hora  ordenó  el  Co- 
mandante hacer  el  último  viaje  por  estar  sumamente  frió  el 
aire  y  el  agua  para  los  nadadores  y  caballos.     Entre  los  sol- 


—  407  — 

dados  que  conduela  ''este  último  viaje,  pasaban  los  trompas  del 
Begimiento  7^,  y  al  encontrarse  en  la  mitad  del  rio,  tuvieron 
la  graciosa  ocurrencia  de  tocar  diana,  lo  que  auguró  que  esta 
vez  el  pasaje  de  todas  las  fuerzas  seria  mas  feliz  que  el  del 
malogrado  Collon-Gurá. 

Campadas  las  fuerzas  en  ambas  márgenes,  se  ordenó  hacer 
la  carneada  i  las  6  p.  m.  y  establecer  el  servicio. 


Día  14 

Buen  tiempo. 

A  las  6  a.  m.  se  continuó  el  pasaje  del  resto  de  la  fuerza, 
operación  que  terminó  á  las  9  y  30  a.  m.   sin  novedad. 

Al  emprender  el  pasaje  del  rio,  en  momentos  que  se  hacia 
la  carneada  para  la  fuerza  (las  últimas  3  yeguas)  de  les 
recibidas  para  el  racionamiento  el  25  del  mes  anterior,  el 
Comandante  Suarez  le  dio  al  cacique  Curú-huincá  cuatro 
yeguas  para  que  racionase  su  gente,  y  dos  mas  que  dejó 
al  cabo  Elanquia  que  quedaba  destacado  con  34  caballos  y 
dos  muías  á  invernar,  en  la  margen  opuesta  del  paso,  en 
el  mismo  campo  de  Curú-huincá. 

De  la  tribu  de  este  cacique  sacó  el  Comandante  Suarez  1  (> 
indios  de  lanza,  pam  agregarlos  á  los  Indios  auxiliares  que 
mandaba  el  Teniente  Trayman,  que  fueron  cedidos  por  Cu- 
rú-huincá con  la  mayor  voluntad,  permitiendo  los  elijiera  el 
Comandante  á  su  gusto. 

A  las  10  a.  m.  se  mandó  ensillar,  emprendiendo  la  mar- 
cha  a  las  11  a.  m.  39  minutos  mas  tarde,  pasábamos  frente 
á  la  embocadura  del  Gran  Lago  Nahüel  Huapí ;  á  las  12  se 
hizo  alto,  durante  15  minutos  en  el  punto  que  campó  la  ter- 
cera Brigada,  el  dia  12  de  Abril  del  año  anterior,  en  la 
margen  Sud  del  arroyo   que  desemboca  en  el  Lago. 

Durante  los  pocos  momentos  que  teníamos  de  descanso,  di 


--  408  — 

Comandante  nos  indicaba  á  algunos  que  lo  acompafiábamos, 
los  locales  en  que  estuvieron  colocadas  las  carpas  á  veces  del 
Señor  General  Villegas,  Coronel  Bernal,  Comandante  Palacios, 
y  el  punto  que  él  ocupó  con  el  Detall.  Aun  se  veia  gravada 
en  el  hermoso  tronco  de  un  Maiten,  esta  inscripción:  '^  Abril 
4  de  1881,  Comandante  Suarez." 

Después  de  haber  disfrutado  por  breves  instantes,  la  som* 
bra  que  por  segunda  vez  le  proporcionaba  este  árbol,  donde 
quedaba  grabado  su  nombre,  tocó  atención  y  á  caballo, 
siguiendo  la  marcha  con  rumbo  al  Sud  para  dar  principio  á 
la  ejecución  de  las  órdenes  que  habia  recibido,  al  salir  con  la 
comisión  que  motiva  este  diario.  Eran  las  12  y  45  p.  m. 
cuando  llegamos  á  un  arroyo  que  baja  de  la  costa  de  los 
médanos  y  campamos  como  á  la  1  del  dia  á  8  cuadras  del 
Lago. 

Desde  la  confluencia  hasta  este  punto,  se  han  empleado 
cincuenta  y  cuatro  horas  y  cincuenta  y  cinco  minutos  de  mar- 
cha; han  quedado  rezagados  ocho  caballos  y  una  muía, 
habiéndose  consumido  cincuenta  y  cinco  yeguas  para  el  racio* 
namiento  de  la  fuerza. 

Costa  del  Lago  Nahüel-Huapí  á   la  paite  Este,  Diciembre 
14  de  1883.     4  p.  m. 
lloras  de  marcha:  2  y  14. 


Diciembre  14 


Después  de  haber  dado  descanso  á  la  tropa  y  caballadas 
ilurante  4  liorns  y  cuarto»  á  las  4  y  30  se  tocó  á  ensillar, 
emprendiendo  la  marcha  á  las  5  p.  m.  con  rumbo  al  SSE , 
por  un  camino  que  decian  los  indios  de  Curú-huincá,  seguía 
hasta  las  antiguas  tolderías  de  Inacayal,  dejando  á  la  izquierda 
<el  camino  que  conduce    al  arroyo   '' Cumayo-Leufú'^  á  las  6 


—  409  — 

p.  m.  pasamos  el  rio  Regean,  que  coiTe  de  NE.  á  SE.;  15 
minutos  después  habíamos  pasado  dos  arrojos  de  poca  im* 
portancia,  que  corren  el  mismo  rumbo  del  rio  anterior.  Se 
hizo  alto  durante  30  minutos,  continuando  la  marcha  á  las  6 
7  media,  atravesando  un  campo  plano  y  parejo  de  excelentes 
pastos  y  abundantes  fiiitillares,  haciendo  alto  en  la  costa  de 
un  arroyo  de  nombre  "Ninebeau"  a  las  7  y  media  p.  m. 
donde  se  hicieron  sacar  los  frenos  á  Lis  muías  durante  una 
hora.  Este  campo  conocido  con  el  nombre  de  su  arroyo» 
según  cálculos  del  Comandante  Suarez,  tendrá  unas  6  leguas 
cuadradas,  campo  apropiado  para  colonia  ó  un  establecimien- 
to rural. 

Tiempo  de  marcha    I  hora  45  minutos. 

Distancia  recorrida:  4  y  media  leguas. 

A  las  8  y  cuarto  p.  m.  se  continuó  la  marcha,  rumbo  S.  y 
SSE.,  subiendo  una  cadena  de  médanos  elevada,  pero  de 
pocos  pastos,  formando  en  su  cima  una  meseta  plana  y  pareja, 
con  pequeños  bosques  de  chacay  y  tierc,  situados  á  la 
izquierda  del  camino.  A  las  9  y  tres  cuartos  se  hizo  un  alto 
en  un  cañadon,  cruzado  por  un  arroyo  de  muy  poca  agua 
(sin  nombre);  á  las  10  y  15  se  continuó  la  marcha  hasta 
las  11  de  la  noche  que  llegamos  al  arroyo  Pichí-Leu/d,  banda 
Sud ;  se  hicieron  campar  las  fuerzas,  atando  éstas,  las  muías  de 
marcha  y  caballos  de  reserva. 

Una  fuerte   helada   fué    el    principio  de   nuestra  campaña. 
Horas  de  marcha:    2    y    cuarto.    Distancia  recorrida:  6  y 
media  leguas. 


62 


—  410  — 


Día  15 

Viento  del    Este. 

A  las  2  de  la   mañana  se  tocó  diana.    Partes  sin  novedad* 
Se  ordenó    al  recibir  los  partes,   se    mandara    ensillar   lab 
fuerzas  é  hicieran  fuego  hasta  que  se  ordenara  marchar. 

A  las  4  de  la  mañana  se  tocó  á  caballo  y  marcha,  conü 
nuando  con  rumbo  al  SSE.  hasta  lq.s  6  a.  m.  que  se  hizo  un 
alto  de  diez  minutos  al  subir  una  cadena  de  médanos  desde 
los  que  se  mira  la  vega  de  Utalen  al  Este;  á  las  6  y  10  se 
continuó  la  marcha  descendiendo  por  un  cajón  que  furman 
los  médanos  hastn  un  arroyo  de  nombre  Carhué-Leufú,  donde 
se  hizo  alto  á  las  7  a.  m.;  se  hicieron  largar  los  caballos  y 
muías,  dejando  25  caballos  atados  por  el  Piquete  del  Regi- 
miento 7.  A  las  10  de  la  mañana  dio  aviso  el  particular 
Santiago  Saa  que  se  habia  visto  venir  de  la  parte  del  naciente 
un  penro  en  dirección  al  campamento,  sin  embargo  de  saberse 
por  los  baqueanos  del  indio  Curú-huincá  que  por  esos  lugares 
no  habia  toldos  de  ningún  indio.  El  Comandante  al  recibir 
este  parte,  ordenó  se  ensillasen  los  caballos  de  reserva  y  20 
minutos  después  se  desprendían  tres  comisiones,  una  hacia 
la  izquierda  del  Regimiento  7,  á  las  órdenes  del  Sargento 
Alvarado,  otra  al  centro  de  15  indios  auxiliares  y  5  soldados 
del  Regimiento  7,  á  las  órdenes  del  Teniente  Trayman;  otra 
hacia  la  derecha  del  Regimiento  7  é  indios  de  Curá-huincá, 
compuesta  de  15  hombres  á  las  órdenes  del  Sargento  Toitos; 
desprendidas  estas  tres  comisiones,  con  caballo  de  tiro,  nos 
pusimos  en  marcha  con  el  resto  de  la  fuerza  siguiendo  e| 
camino  rumbo  al  SSE. 

Como  á  las  15  cuadras  avisaba  el  indio  vaqueano  haber  en* 
centrado  el  rastro  de  un  ginete,  y  opinaba,  interrogado  por  el 
Comandante,  que  era  de  indios  boleadores,  porque  siempre  so- 


—  411  — 

lian  entrar  á  esos  campos,  por  haber  muchos  avestruces  y  hua- 
nacos. Un  momento  después,  el  mismo  indio  que  iba  bom- 
beando por  sobre  los  médanos,  hacia  señales  con  el  poncho  como 
si  viera  algo,  cerca  de  una  sierra  que  estaba  al  N.  £.  £1  Co- 
mandante mandó  hacer  alto  á  la  columna  y  ordenó  que  todos 
tomasen  sus  caballos  de  reserva,  subiendo  á  galope  el  cerro  don- 
de estaba  el  indio,  para  informarse  de  las  señales  que  aquel  le 
habia  hecho.  Llegado  allí,  le  hizo  decir  el  indio  que  á  la  dis- 
tancia se  veían  animales  y  ginetes;  con  auxilio  del  anteojo,  el 
Comandante  descubrió  que  efectivamente  se  veian  animales  y 
dos  ginetes  que  coman  en  dirección  á  los  cenillales  del  Este; 
acto  continuo   ordenó    al   Capitán  Peñeñoiy,  se  pusiera  á  gran 

galope,  con  20  hombres  del  Regimiento  y  20  del  Batallón,  al 
punto  donde  se  descubrían  los  animales  y  atacase  á  los  indios 
que  encontrase,  sin  fijarse  en  el  número,  organizando  el  resto 
de  la  fuerza,  marchando  al  galope  con  rumbo  al  S.  E.,  para 

llegar  á  un  portezuelo,  que,  según  los  indios  vaquéanos,   seria 
el  punto  por  donde  fugarían  los  indios  malones  que  se  vieron. 
Xilegado  á  dicho  portezuelo  minutos  después  recibía  el  Coman' 
dante  el  parte,  que  dentro  de  la  cenillada  se  hablan  encontra- 
do cuatro  toldos  y  que  se  hablan  tomado  6  chinas,  1  cautiva 
y    13  de  chusma;  además  un  regular  número  de   yeguas,  caba- 
llo s  y  5  vacas.    Esto    sucedía  hasta  las  11  y  media  a.  m. 

A  la  1  p.  jn.  se  siguió  la  marcha,  costeando  la  vega  por  el 
tostado  Sud,  hasta  caer  á  un  arroyo  conocido  con  el  nombre  de 
fjhenquc  hieu^  que  corre  de  E.  á  O.,  hasta  llegar  á  la  confluen- 
cia de  un  otro  arroyo  que  corre  en  dirección  S.  £ ,  llamado 
"^Menique**.  A  las  2  y  media  se  hizo  un  alto  de  dos  horas' 
marchando  después  durante  media  hora,  campando  á  las  6 
p.  m.  en  la  costa  del  arroyo  Chenque  hieu.    En  este  punto  se 

incorporó  el  Capitán  Peñeñory,  conduciendo  los  prisioneros  y  las 
haciendas  tomadas.  Se  presentaron  también  las  demás  comi- 
siones desprendidas  en  la  mañana. 


—  412  — 

Se  hicieron  carnear  4  vacas  de  las  tomadass,  racionando  la 
fuerza  y  prisioneros  por  dos  dias. 

Se  estableció  el  servicio  de  caballadas,  de  modo  que  estas 
quedasen  en  el  centro  del  campo,  rodeadas  por  cuatro  guar- 
dias y  su  correspondiente  rondin. 

Por  las  declaraciones  que  dieron  las  chinas  y  cautivas,  se 
supo  que  los  toldos  pertenecían  á  Nahuel  Kir,  y  se  babian 
establecido  el  dia  anterior,  para  de  aquel  punto  buscar  á  Sahi* 
hueque»  al  que  durante  tres  dias  lo  hablan  buscado,  sin  haber 
conseguido  dar  con  él. 

Horas  de  marcha:  4  y  media. 
Distancia:  14  leguas. 


Dia  16 


Como  de  costumbre,  ú  las  2  a.  m.  se  toe j  diana  y  no  ocur  - 
rió  novedad. 

En  vista  de  las  declaraciones  tomadas  á  las  chinas,  prisione- 
ras y  la  cautiva  rescatada  en  los  toldos  del  hijo  de  Nahuel  Kir, 
resolvió  el  Comandante  desprender  dos  comisiones ;  la  1^  ai 
mando  del  sargento  Tonyes,  compuesta  de  15  hombres  de  su 
cuerpo  incluso  el  cabo  Silva  del  6  y  el  soldado  Regino  Suarez  de 
la  Escolta  del  Sr.  General  Villegas,  para  que  llegasen  al  an-oyo 
Gutatemen,  y  la  2.  *  á  las  órdenes  del  cabo  Alcjandrini,  del  Ba- 
tallón 6,  con  5  soldados  de  su  cuerpo  y  lO  indios  auxiliares,  con 
la  orden  de  descender  costeando  el  aiToyo  abajo  á  una  distan- 
cia de  tres  leguas  y  variar  de  dirección  al  Sud  hasta  llegar  d  un 
caüadon  que  distaba  como  cuatro  leguas,  de  nombre  Menoco- 
hieu  y  de  este  punto  variar  al  Oeste  hasta  incorporarse  á  la 
comisión  del  sargento  Torres  en  el  arroyo  Gutatemen.  Estas 
comisiones  llevaban  de  reserva  los  26  caballos  tomados  á  Na* 
huel  Kir. 


—  413  — 

A  las  4  a.  m.  se  tocó  á  ensillar  la  tropa  y  arreglar  cabal- 
gaduras para  los  prisioneros.  A  las  5  y  media  a.  m.  se  em- 
prendió la  marcha  con  rumbo  al  S.  S.  E.,  subiendo  á  una 
meseta  que  forman  los  médanos  de  piso  algo  escabroso.  A  las 
8  y  media  se  hizo  un  alto  de  30  minutos,  siguiendo  la  marcha 
á  las  9  a.  m.  por  esta  meseta  hasta  llegar  á  un  hermoso 
cañadon  de  abundantes  pastos;  esta  jornada  duró  hasta  las  10 
a.  m.  que  ordenó  el  Comandante  campar  la  fuerza  á  la  costa 
de  un  arroyo,  mandando  largar  los  caballos  y  muías.  Como  la 
fuerza  habia  sido  racionada  por  dos  dias,  no  se  hizo  carneada. 
En  este  campamento  estuvimos  campados  hasta  las  5  p.  m., 
que  se  tocó  á  ensillar  y  seguir  la  marcha  con  el  mismo  rum- 
bo S.  S.  E.,  acercándonos  á  la  cordillera  que  existia  en  este 
paraje  y  que  con*e  de  O.  á  E.  A  las  7  y  40  p.  m.  se  hizo  alto, 
por  haberse  recibido  parte  de  las  dos  comisiones  desprendidas 
en  la  mañana  de  este  dia,  que  daban  cuenta  de  la  toma  de 
Nauquin  que  se  encontraba  establecido  en  la  costa  del  arroyo 
Outatemen  y  por  la  comisión  del  sargento  Torres,  mas  dos 
indios  de  Ñancucho  y  cuatro  del  cacique  Curru-Hunica  que 
venian  de  las  tolderías  de  Juachayal,  los  de  Nancuchero  fueron 
tomados  por  el  cabo  Alejandrini.  A  las  8  a.  m.  llegamos  al 
mencionado  an*oyo  de  Gutatemen,  donde  se  campó,  establecien- 
do el  servicio  de  guardias  para  los  prisioneros  y  caballadas  con 
su  correspondiente  rondin. 

Horas  de  marcha:  8  y  10. 

Distancia    recorrida:     12  leguas. 

Dia  17 


A  las  2  a.  m.  se  tocó  diana.    Partes  sin  novedad. 

A  las  4  a.  m.  se  mandó  ensillar  muías,  llevando  caballos  de 
tiro.  Se  hicieron  carnear  43  ovejas  de  las  tomadas  a  los  in- 
dios para  racionar  las   fuerzas  y  prisioneros  por  dos  dias.    Se 


—  414  — 

despacharon  los  indios  tomados  de  Curru-Huinca,  con  notas  ofi- 
ciales para  el  Gefe  accidental  de  la  Brigada.  A  las  5  a.  m.  se 
emprendió  la  marcha  con  rumbo  al  E.,  llevando  como  vaqueano 
al  indio  tomado  por  la  comisión  del  cabo  Alejandrini,  llamado 
Catrenan,  quien  prometió  conducir  las  fuerzas  cortando  campo 
hasta  las  tolderías  ocupadas  por  la  tribu  del  cacique  Sutncaleo 
y  Ancallo,  situadas  en  la  costa  del  arroyo  Chenque-hieu.  A  las 
7  a.  m.  llegamos  al  cafiadon  que  lleva  el  nombre  de  Menucó; 
se  hizo  un  alto  de  25  minutos,  marchando  á  las  7  y  25  a.  m. 
hasta  llegar  al  paso  del  Gutamechiguan;  se  mandó  campar  las 
fuerzas,  haciendo  largar  las  muías  de  marcha  y  atar  caballos 
de  reserva.  Se  desprendieron  dos  ligeras  comisiones,  una  con 
rumbo  al  S.  £.  y  la  otra  al  £.,  con  instrucciones  de  cortar  ras- 
tro sobre  una  cadena  de  médanos  que  forman  los  costados  la- 
terales de  dichos  cañadones,  por  haberse  avistado  en  aquellas 
direcciones  dos  humasones  que  se  levantaron,  pareciendo  ser 
señales  de  haber  sido  descubiertas  las  fuerzas.  Esta  opera- 
ción se  efectuó  á  las  II  a.  m. 

A  las  2  p.  m.  regresaban  las  comisiones  que  salieron  á  cor- 
tan rastro  y  daban  aviso  de  haber  encontrado  varias  rastrilla* 
das  por  la  falda  de  los  médanos  y  opinaban  fueran  de  indios 
boleadores,  porque  estas  rastrilladas  no  llevaban  uniformidad 
en  los  rumbos,  demostrando  por  las  pisadas  haber  hecho  cor* 
rer  los  caballos. 

En  vista  de  esto  mandó  el  Comandante  á  las  3  de  la  tar- 
to ensillar  muías  y  tomar  caballos  de  tiro,  emprendiendo  la 
marcha  cañadon  abajo,  rumbo  al  £.;  á  las  5  y  30  p.  m.  se 
varió  de  dirección  tomando  rumbo  al  N.  £.,  dejando  el  caña- 
don  á  la  izquierda,  penetrando  por  una  quebrada  que  forma- 
ban los  médanos,  de  pocos  pastizales  por  estar  quemado  el 
campo.  A  las  6  p.  m.  dio  aviso  el  baqueano  que  habia  que 
subir  un  gran  médano  que  dividían  los  campos  del  cafiadon 
Menucó  y  los  de  Chenque-Nteieu.  Preguntado  el  baqueano  la 
distancia  que  faltaría  para  llegar  á  los  toldos   ocupados    por 


—  415  — 

Huercaleo,  dijo  que  faltaban  como  tres  galopes  pampas,  por 
lo  que  el  Comandante  resolvió  suspender  la  marcha  para 
ocultar  las  fuerzas  y  evitar  se  descubrieran  los  polvos  que 
levantaban  éstas,  operación  que  se  efectuó  á  las  6  a.  m. 

A  las  8  7  30  se  emprendió  la  marcha  subiendo  por  una 
escabrosa  cadena  de  médanos  de  abundantes  matorrales.  A 
las  9  y  15  se  hizo  alto  sobre  estos  médanos  para  dar  tiem- 
po á  que  alcanzasen  las  caballadas,  recibir  los  partes  que 
fueron  sin  novedad»  emprendiendo  nuevamente  la  marcha 
hasta  las  12  y  30  p  m.  que  se  hizo  alto  en  un  bajo  que 
con  la  sombra  de  los  médanos  (Quedaban  ocultas  las  fuerzas 
y  caballadas. 

Horas  de  marcha:  7  y  media. 


18 


Interrogado  nuevamente  el  baqueano  por  la  distancia  que 
faltaba,  dijo  que  como  un  galope,  sefialando  dos  cerros  que 
estaban  á  la  vista;  frente  á  aquellos  quedaban  las  tolderías» 
por  lo  que  resolvió  el  Comandante  mandar  bomberos  que  se 
adelantaran,  comisión  que  le  fué  encomendada  al  Sargento 
Torres,  soldado  Regiuo  Suarez  y  el  indio  baqueano,  los  que 
regresaron  á  las  2  y  media  diciendo  que  no  habian  podido 
encontrar  las  tolderías  por  haberse  perdido  el  baqueano,  pero 
éste  aseguró  que  allí  estaban  y  que  al  venir  el  dia  nos 
conduciría  allí. 

Se  ordenó  ensillar  los  caballos  de  reserva  mejores  que  ha- 
bian en  la  caballada  y  nos  pusimos  en  marcha  a  las  3  a.  m. 
al  trote  y  galope,  llegando  á  los  médanos  que  dividen  la 
cuenca  del  valle  de  Chenque-Nieieu  á  las  3  y  50  a.  m. ;  se 
hizo  alto  para  ensillar  los  caballos  de  reserva,  dividiendo  la 
fuerza  en  el  orden  siguiente:  Capitán  Fiñéñory  con  25  hom- 
bres del  Regimiento  7;  al  centro    Teniente  Trayman  con  16 


—  416  — 

hombres  del  Begimiento  7,  16  indios  del  Escuadrón  auxilia- 
res al  costado  derecho;  Sargento  Araujo  del  Regiminto  7  con 
10  hombres  del  mismo  y  16  indios  de  Curü-buincá,  entre  el 
centro  y  el  costado  derecho;  Sargento  Torres  con  16  hombres 
del  Regimiento  7,  cabo  Silva  del  Batallón  6  y  Santiago  Saa, 
extremo  izquierdo  de  la  línea;  Alférez  D.  Alejo  Valetti  del 
Regimiento  7  y  ocho  soldados  con  el  Sargento  Montenegro  y 
12  de  tropa  del  Batallón  6  de  Línea,  cubriendo  la  retaguar- 
dia,  y  á  cargo  de  las  caballadas  el  Subteniente  D.  Pedro 
González ;  con  30  infantes  formaban  la  reserva,  yendo  el  que 
suscribe  como  ayudante  del  Gefe  de  la  fuerza  y  como  trompa 
de  órdenes  el  soldado  del  Batallón  6  de  Línea.  Gomo  esta- 
ban organizadas  las  fuerzas  desde  el  punto  donde  se  hizo 
alto,  demoró  para  estar  en  urden  de  ataque  10  minutos, 
siendo  en  seguida  dirijidos  cada  uno  al  punto  que  debian 
atacar  las  tolderías,  que  abarcaban  una  estencion  de  mas  de 
veinte  cuadras. 

El  Comandante  dio  la  orden  de  descender  los  médanos  á 
la  carrera,  y  atacar  sin  fijarse  en  el  número  de  enemigos, 
mandando  la  infantería  de  reserva  á  gran  galopCt  ocupando  el 
centro  de  la  línea  y  subdividida  para  los  casos  que  pudiera 
suceder  en  3  fracciones  de  10  hombres  cada  una  y  de  dis- 
tancia de  60  metros  una  de  otra. 

Alas  4  y  minutos  se  veian  las  tolderías  rodeadas  por 
nuestras  tropas,  atacando  los  soldados  á  los  que  oponían 
resistencia. 

A  las  4  y  40  estaban  rendidos  los  indios  que  ocupaban 
18  toldos,  quedando  muertos  en  el  campo  6  indios,  y  prisio- 
neros 2  caciques,  2  capitanejos,  30  indios  de  lanza  y  140 
entre  chinas  y  chusma,  y  una  cautiva  rescatada,  á  mas  las 
haciendas  que  se  encontraban  inmediatas  á  las  tolderías.  En 
el  momento  de  asaltar  los  toldos  entraba  simultáneamente  el 
Comandante  Suarez  con  el  resto  de  la  fuerza  que  conducía 
como  reserva,  saliendo  casualmente   á   los  toldos  del  cacique 


—  417  — 

principal  Huincaleo,  que  ya  estaba  rendido ;  hizo  rodear  dichos 
toldos  con  los  infantes  que  seiTian  de  guardia  a  los  prisio- 
neros y  ordenó  al  Subteniente  D.  Pedro  González,  no  permi- 
tiera tomar  cosa  alguna  de  dichos  toldos  y  que  al  efecto  se 
apostasen  4  custodias.  Entre  los  prisioneros  tomados  estaba 
José  que  simó    de  baqueano  el  año  anterior  al  Se- 

ñor Comandante  Ruiz.  Visto  éste  por  el  Comandante,  lo 
saludó  preguntándole  cual  era  el  cacique  Huíncaleo;  indicado 
éste  por  José,  le  dio  la  mano  y  le  dijo  poco  mas  ó  menos 
estas  palabras :  ""  Lo  he  tomado  prisionero  á  Yd.  y  su  gente 
de  orden  del  Gobierno  de  la  Nación  y  del  Señor  General 
Villegas  que  me  mandó  en  esta  Comisión,  pero  le  prometo 
que  será  bien  tratado  con  toda  su  gente  y  familias,  si  Vd.  se 
conduce  bien."  £1  cacique  se  encontraba  sereno  al  lado  de 
su  padre  no  obstante  de  estar  prisionero  y  contestó :  que  se 
conduciría  bien  con  toda  su  gente,  pues  él  nunca  habia  sido 
indio  malo  con  los  cristianos  y  que  actualmente  se  encontraba 
disgustado  con  Sayhueque  y  que  hacia  pocos  dias  lo  habia 
invadido,  robándole  caballos  y  yeguas. 

Un  momento  después  despachó  dos  comisiones  para  entre 
las  sierras,  guiadas  por  el  baqueano  José,  á  fin  de  traer 
yeguas  y  caballos  que  tenian  los  indios. 

El  cacique  Huincaleo  le  hizo  decir  por  medio  de  su  len- 
guaraz Santiago  Saa,  que  le  permitiera  mandar  un  indio 
de  baqueano  con  soldados  de  línea  dentro  la  sierra,  para  ha- 
cer traer  dos  manadas  de  yeguas  que  cuidaban  unos  mucha- 
chos, quienes  dispararían  cuanto  supieran  que  él  estaba  prisio- 
nero. En  el  acto  aceptó  el  Comandante  esta  generosa  oferta 
y  despachó  una  comisión  compuesta  de  indios  auxiliares. 

Las  fuerzas  distribuidas  en  el  gi*an  radio  que  ocupaban  las 
tolderías,  al  toque  de  reunión  formaban  en  línea  frente  h.  los 
toldos,  donde  estaban  los  prisioneros. 

Se  tocó  lista,  se  tomaron  los  partes  y  no  habia  ocunido 
novedad. 

53 


—  418  — 

£1  Comandante,  después  de  reconocer  las  toldeiías,  elijió 
una  gran  rinconada  que  formaba  el  arroyo  y  ordenó  se  esta- 
bleciese allí  el  campamento,  mandando  tomar  los  mejores 
caballos  á  los  indios  y  hacerlos  atar,  largando  los  que  habian 
servido  á  las  fuerzas  en  esta  jomada,  poniéndolos  en  buen 
campo  y  con  doble  custodia,  ordenando  en  seguida  el  recuento 
de  las  haciendas  tomadas. 

Se  mandó  carnear  ovejas  para  la  tropa  y  prisioneros. 

Dio  una  orden  del  dia  recomendando  el  comportamiento  de 
las  fuerzas  de  esta  comisión,  encargando  la  mas  estricta 
moral  y  disciplina  para  ejemplo  de  los  bárbaros  vencidos  é 
imponiendo  severas  penas  á  los  soldados  que  en  lo  sucesivo 
se  bajaran  y  entraran  á  los  toldos  en  los  momentos  que  se 
realizaba  la  toma  de  ellos,  pues  habia  tenido  noticias  que 
algunos  soldados  por  entrarse  á  unos  toldos,  atraídos  por  las 
riquezas  que  veían  en  ellos,  habíanse  bajado  á  tomarlas  dejan* 
do  escapar  tres  indios  que  disparaban  á  pié,  por  el  retardo 
en  perseguirlos,  dándoles  tiempo  k  tomar  caballos  y  huir. 

En  seguida  nombró  Comandante  del  campo  que  acababa 
de  establecer,  al  Subteniente  del  Batallón  6  de  Línea  D.  Pedro 
González,  para  que  hiciera  la  vijilancia  de  todo  él  con  el 
piquete  de  40  infantes  del  mismo  Batallón  y  20  indios  del 
Escuadrón  Auxiliares  y  de  Curú-huincá,  con  la  orden  de  sos- 
tenerse con  dicha  fuerza,  en  el  punto  y  sin  cambiar  posición, 
hasta  el  regreso  de  la  fuerza  que  marcharía  en  breves  horas 
á  atacar  las  tolderías  de  Sayhueque  que  estaban  como  á 
treinta  leguas  de  distancia. 

Después  de  recibir  las  instrucciones  necesarias,  el  Subteniente 

González  estableció  el  seiTicio  tal  se  lo  indicaba  el  Comandante 

Suarez,    elijiendo  con  preferencia    el  local  que   ocuparían  las 

'\lladas  para  las   rondas  durante  la   noche,   para  de  esta 

poder  evitar  cualquier  ataque  que  pudieran  traerle  los 

^ograban  descubrir  el    poco  número  de  fuerza  que 


—  419  — 

quedaba  custodiando   tan    crecido    número    de   prisioneros  y 
haciendas. 

A  las  2  7  media  de  la  tarde  pasaba  el  Comandante  revis* 
ta  de  la  fuerza  nombrada  para  marchar  á  los  toldos  de  Say- 
hueque,  que  se  componía  de  la  siguiente: 

Regimiento  7^  Gaballcbia  de  Linea 

Capitán  1. 
Alférez  1 
Distinguido  i. 
Soldados  77. 

Batallón  6  de  Linea 

Cabo  2°  distinguido  D.  Eusebio  Sefredi. 
Cabo  2°  Sabad  Silva. 
Trompa  Teodoro  Velazquez. 
Soldado  de  la  Escolta  del  sefior  General,  Regino  Suarez, 


EscuADBON  Indios  Auxiliares 


Oficial  1. 
Indios  5. 


Pabticülabes 


Santiago  Saa,  Juan  Hidalgo,  Manuel  Pino  y  como  baqueano 
el  cacique  Huincaleo. 

Total  de  füebza 

I  Gefe,  3  oficiales,  2  distinguidos,  90  de  tropa,  3    particu* 
lares,  4  baqueanos,  Ueyando  una  muía  y  dos   caballos  de 
mejores  tomados  á  los  indios. 


—  420  — 

El  resaltado  de  la  jomada  de  hoy,  es  el  siguiente : 

1  Cacique,  2  capitanejos,  indios  de  lanza  60,  chusma  140, 
cautiva  1,  caballos  150,  yeguas  140,  vacas  lOO,   ovejas  400. 

Se  despachó  un  chasque  al  campamento  con  notas  oficiales. 

Horas  de  marcha:  8  y  40. 

Distancia  recorrida:    18  leguas. 

A  las  3  y  media  p.  m.  se  tocó  á  ensillar;  se  tocó  atención 
y  marcha  tomando  la  columna  rumbo  al  E.,  subiendo  por  una 
cadena  de  médanos  que  forman  la  parte  oriental  de  la  cuenca 
del  cañadon  Chenque-Nieieu. 

La  marcha  se  verificó  al  paso  hasta  subir  á  una  gran 
pampa  que  precede  á  la  cadena  de  médanos.  Allí  se  hizo 
alto  durante  diez  minutos  y  á  las  4  p.  m.  se  continuó  la 
marcha  a  trote  largo  por  un  terreno  plano  y  parejo,  con 
capas  de  ripio  sobre  tierra  hueca  y  guadalosa.  A  las  6  y  40 
p.  m.  llegamos  á  una  cadena  de  sierras  formadas  de  escoria 
y  lava  volcánica;  en  este  punto  hicimos  alto  20  minutos,  si- 
guiendo después  al  paso  por  un  desfiladero  que  fué  necesario 
hacerlo  de  uno  á  uno,  dirigidos  por  el  cacique  Huincaleo  que 
demostró  pericia  en  el  conocimiento  del  terreno  que  formaba 
un  laberinto  inesplicable  capkz  de  confundir  al  mas  adiestrado 
en  aquellos  campos. 

Esta  sierra  es  conocida  en  el  lenguaje  indíjena  con  el  nom- 
bre  de  Sierra  de  la  Escoria.  Se  demoró  en  este  paraje  3  ho* 
ras  y  lo  minutos,  haciendo  alto  á  las  10  y  10  de  la  noche  al 
salvar  la  sierra  sobre  otra  planicie  igual  á  la  anterior,  plana  y 
pareja.  A  las  11  de  la  noche  se  continuó  la  marcha  al  trote 
largo  hasta  las  2  de  la   mañana  del 


—  421  — 


Dia  19 


en  la  entrada  de  una  cadena  de  médanos  y  sierras  á  25  leguas 
al  O.,  que  daba  entrada  á  los  campos  que  ocupaban  las  tolde- 
ñas  de  Sahyhueque.  En  este  lugar  existe  un  pequeño  espa* 
cío  en  forma  de  cajón  (sin  nombre)  con  una  pequeña  pampa  y 
aguada,  única  que  existe  en  esta  larga  travesia.  Como  el  ca- 
cique Huincaleo  le  habia  dicho  al  Comandante  que  en  aquella 
aguada  debia  haber  indios  de  Sahyhueque,  se  mandó  al  len- 
guaraz José  antes  de  subir  los  médanos  con  las  fuerzas,  man- 
dando al  sárjente  Torres,  2  soldados  de  linea  y  los  2  capi- 
tanejos que  llevaba  el  cacique,  para  que  descubriesen  la  agua- 
da á  fin  de  ver  si  existian  indios;  en  la  que  se  encontró  un 
toldo  ocupado  por  la  familia  del  indio  Catrenan,  compuesta  de 
la  mujer  y  un  hijo,  los  que  fueron  tomados  sin  darles  tiem- 
po á  montar  á  caballo.  Preguntado  el  cacique  y  á  José  de 
la  distancia  que  aun  faltaba  para  llegar  á  los  toldos,  dijeron 
que  como  dos  galopes  pampas;  consultando  entonces  el  Co- 
mandante que  no  le  faltaba  sino  una  hora  y  media  para  que 
aclarara  resolvió  emboscarse  con  la  fuerza  en  este  punto  du- 
rante el  dia  19  á  las  3  a.  m. 

Por  declaraciones  del  indio  que  se  habia  tomado,  se  supo 
que  dentro  de  los  cerros  k  la  parte  Norte,  como  á  tres  leguas, 
habia  un  toldo  con  tres  familias  que  habia  mandado  Sahy- 
hueque á  bolear  huanacos  para  mantener  sus  familias,  las  que 
estaban  sumamente  pobres. 

A  las  3  y  26  a.  m.  mandó  el  Comandante  una  comisión, 
compuesta  de  5  individuos  del  Regimiento  7"",  mandada  por 
el  sárjente  Torres,  llevando  al  indio  prisionero,  y  como  vaquea- 
no  á  José  y  un  capitanejo  de  Huincaleo,  y  como  custodia  del 
indio  al  soldado  Suarez. 

A  las  6  a.  m.  regreso  dicha  comisión,    trayendo  dos  indios 


—  422  — 

que  eran  los  boleadores  de  Sahyhueque,  dos  chinas  y  tres  de 
chusma,  ll  caballos,  entre  ellos  el  saino  de  Sahyhueque,  en 
muy  mal  estado. 

Se  estableció  un  servicio  de  bomberos  á  pié  sobre  los  mé- 
danoS/  circunvalando  el  campo  con  dobles  guardias  en  las  ca- 
balladas; este  servicio  se  relevó  h,  medio  dia. 

Gomo  este  punto  no  tenia  nombre,  el  Comandante  lo  deno- 
minó oficialmente  ""Emboscada  de  las  fuerzas  correspondientes 
á  la  2.  "^  División,  3.  ^  Brigada*",  que  operaba  al  Sud  de  la 
Patagonia. 

Horas  de  marcha :  9  y  10. 
Distancia   recorrida:    20  leguas. 


Dia  20 


A  las  7  y  media  p.  m.  se  mandó  ensillar  y  á  las  8  em- 
prendimos la  marcha,  llevando  de  vaqueano.  al  indio  Catre- 
nan,  tomado  aquella  noche. 

A  las  11  p.  m.  hicimos  un  aJto  de  20  minutos,  siguiendo 
alas  11  y  20  hasta  la  1  y  40  que  volvimos  á  hacer  alto, 
permaneciendo  oculta  la  fuerza  por  las  sinuosidades  del  ter- 
reno ;  á  las  5  y  55  se  emprendió  la  marcha  hasta  las  2  y  50 
que  se  mandó  ensillar  las  caballadas  que  se  llevaban  de  tiro, 
marchando  el  Comandante  acompañado  de  una  comisión,  á 
los  toldos  ocupados  por  una  guardia  del  cacique  Sayhueque, 
que  efectivamente  encontró  ocupado  por  los  indios,  logrando 
fugarse  uno,  herido  de  un  hachazo  en  la  cabeza. 

A  las  3  a.  m.  llegaban  las  fuerzas  á  estos  toldos;  organi- 
zadas éstas  se  emprendió  la  marcha  á  las  3  y  media,  en 
dirección  á  un  fogón  imperceptible  que  se  descubría.  Se 
desprendieron  varias  comisiones  que  al  poco  andar  llegaron  á 
los  toldos,  donde  pocos  momentos  después  llegaban  las  fuer- 


\ 


—  423  — 

zaSy  tomando  como  40  chinas  y  chusma,  7  prisioneros  y  como 
35  ó  40  muertos,  mas  23  de  chusma  y  chinas  que  al  poco 
rato  se  tomaron  dispersas;  también  se  tomaron  caballos  y 
yeguas,  vacas  y  ovejas,  pero  en  número  muy  limitado. 

A  las  6  y  20  se  campó  en  el  valle  de  Calquelipiicü^  se 
hizo  la  carneada,  mandando  en  seguida  prender  fuego  á  28 
toldos. 

Según  declaraciones  de  los  indios  tomados  en  estos  toldos, 
el  día  anterior  habia  fugado  Sayhueque,  pretestando  que  iba 
¿  buscar  campo. 

A  las  12  a.  m.  resolvió  el  Comandante  despachar  un  indio 
de  los  tomados  á  Sayhueque  para  que  le  llevara  una  nota, 
ordenándole  se  presentase  en  el  término  de  ocho  dias  en  el 
campamento  de  Chenque-Nieieu^  y  en  caso  de  no  hacerlo» 
que  no  se  le  daría  cuartel,  hasta  ultimarlo  con  toda  su  gente. 

A  las  4  y  10  del  dia  20  nos  pusimos  en  marcha,  de 
regreso  hasta  las  5  y  20  que  campamos  en  el  mismo  valle 
donde  se  encontraron  los  primeros  toldos. 

Horas  de  marcha:     8  y  15. 

Distancia  recorrida:     16  leguas. 


Día  21 


Gomo  de  costumbre,  la  diana  se  tocó  á  las  2  a.  m.  tra- 
yendo los  Comandantes  de  piquetes  el  parte  sin  novedad. 

Se  mandó  ensillar  a  las  5  a.  m.  y  se  emprendió  la  marcha 
á  las  6  y  30  a.  m.,  regresando  al  campamento    general  á  las 

9  y  30 ;  hicimos  un  alto  de  treinta  minutos,  marchando  á  las 

10  de  la  mañana  hasta   las  12  del  dia  que  campamos  en  el 
valle  de  la  emboscada. 

Se  mandó  hacer  la  carneada  para  racionar  la  fuerza  y 
prisioneros. 


—  424  — 

En  este  punto  estuvimos  campados  hasta  las  6  p.  m.  que 
se  mandó  ensillar  y  emprendimos  la  marcha  á  las  7  p.  m. ; 
á  las  9  y  60  hicimos  un  alto  de  10  minutos  en  la  travesía 
de  la  Escoria;  á  las  10  a.  m.  marchamos  hasta  las  11  y  40, 
permaneciendo  campados  desde  esta  hora  hasta  las  4  a.  m. 
por  estar  la  noche  sumamente  fría. 


Dia  22 


Emprendimos  nuevamente  la  marcha  á  esta  hora  hasta  las 
6  y  20  que  llegamos  á  una  gran  sierra  (Escoria)  donde  se 
mandó  sacax  los  frenos  durante  una  hora;  á  las  6  y  20  em- 
prendimos la  marcha  y  á  las  8  a.  m.  terminábamos  el  paso 
de  esta  travesía ;  se  hizo  alto,  adelantándose  el  Comandante 
con  una  escolta  para  llegar  al  campamento  general,  que  fué 
á  las  10  y  30,  quedando  á  cargo  de  las  fuerzas  el  Capitán 
D.  Manuel  Piñeflory  y  de  la  hacienda  el  Teniente  Trayman. 

A  las  11  y  20  llegamos  al  campamento  el  que  encontramos 
sin  novedad,  llegando  á  las  4  p.  m.  el  Teniente  Trayman 
con  la  hacienda. 

Se  estableció  el  servicio  de  guardias,  se  pasó  lista  y  no 
hubo  novedad. 


ía  23 


A  las  2  a.  m.  se  tocó  diana,  se  pasó  lista  y  no  hubo  no- 
vedad. 

A  las  5  y  30  se  hizo  la  carneada. 

A  las  7  a.  m.  fué  el  Comandante  á  buscar  campo,  regiesan- 
do  á  las  8  a.  m. ;  ordenando  al  Capitán  Pifieñoiy  se  trasladara 
Á  él  con  su  piquete  y  haciendas,    procediendo   el  Gefe  á  la 


—  425  — 

clasificación  de  ellas,  subdividiendo  en  dos  grupos,  en  el 
primero  las  caballadas  de  reserva  y  haciendas  en  mejor  esta- 
do, y  en  el  segundo  las  maltratadas  para  hacerlas  curar  con 
los  medios  que  se  disponían. 

A  la  entrada  del  sol  se  tocó  lista  mayor  y  no  ocurrió  no- 
vedad. 

A  las  8  p.  m.  retreta,  pasóse  lista  y  no  hubo  novedad. 


24 


A  las  2  a.  m.  se  tocó  diana.    Partes  sin  novedad. 

A  las  5  y  20  se  hizo  la  carneada. 

Se  presentaron  dos  chasques  del  cacique  Curache  y  se  le 
mandó  una  nota  para  que  se  presentase,  asegurándole  respe- 
tarle sus  bienes  y  familias. 

A  las  5  y  30  se  tocó  lista  de  tarde  sin  novedad. 

A  las  8  retreta  sin  novedad. 


25 


Liana  á  las  2  a.  m.  sin  novedad. 

A  las  5  y  30  se  hizo  la  carneada. 

A  las  7  a.  m.  se  mandó  ensillar  para  mudar  de  campo ;  á 
las  8  y  media  emprendimos  la  marcha,  campamos  á  las  10 
y  20  hasta  las  5  y  20  p.  m.  que  volvimos  á  marchar,  campando 
á  las  7  y  20  en  los  campos  de  Chacay  Guaruca,  abundantes 
en  exelentes  pastos  y  aguadas. 

Setreta  sin  novedad. 


54 


—  42tí  — 


Dia  26 


Diana  á  las  2  a.  m.    Salió  un  preso  en  libertad. 

A  las  6  7  20  se  hizo  la  carneada,  racionando  en  seguida 
las    fuerzas. 

A  las  8  a.  m.  se  presentó  el  hijo  del  cacique  Huincaleo  con 
otro  indio,   los  que  venian  del  Chubut. 

Lista  de  tarde  sin  novedad.    Retreta  sin  novedad. 


Dia  27 


Diana  á    las    2    a.  m.  sin  novedad. 

A  las  6  y  20  se  hizo  la  carneada ;  se  racionaron  las  fuerzas 
y  prisioneros. 

A  las  6  y  20  salió  el  Comandante  Suarez  k  fin  de  buscar 
un  campo  para  trasladar  el  campamento,  regresando  á  las 
ocho  a.  m. 

El  resto  del  dia,  estuvimos  campados  en  este  punto. 

Lista  de  tarde  y  retreta,  sin  novedad. 


Dia  28 


Diana  á  las  2  a.  m.    Partes  sin  novedad. 

A  las  5  y  20  se  hizo  la  carneada. 

A  las  6  a.  m.  se  mudó  campo  como  á  dos  leguas  do  dis- 
tancia, rumbo  O.  sobre  la  costa  Norte  del  arroyo  Chenquea 
Nieieu^  en  el  local  elejido  con  anterioridad  por  el  Comandante, 
demorando  una  hora  para  verificar  la  traslación  de  fuerzas» 
prisioneros  y  haciendas  a  dicho  punto. 


—  427  — 

A  las  10  a.  m.  se  mandó  cortar  madera  para  construir 
estacadas,  regresando  al  campo  en  que  había  establecido  el 
campamento  para  poder  defenderlo  con  pocas  fuerzas.  Se 
emplearon  durante  el  dia  en  dichos  trabajos  20  hombres  del 
Regimiento  7,  2  del  Batallón  6   y  30  indios  prisioneros. 

A  las  7  p.  m.  se  tocó  llamada.    Partes  sin  novedad. 

Setreta  á  las  9  sin  novedad. 


Dia  29 


Diana  á  las  2  a.  m.  sin  novedad.  Carneada  á  las  6  y  20, 
se  racionaron  las  fuerzas  y  prisioneros. 

A  las  7  a.  m.  continuaron  los  trabajos  empezados  el  dia 
anterior. 

A  las  12  del  dia  se  ordenó  separar  150  muías  de  las  mejo- 
res,  150  caballos  patrios  y  150  de  oreja,  los  que  tendrían 
inmediatos  al  cuadro  hasta  segunda  orden. 

A  las  6  p.  m.  se  terminaron  los  trabajos  mandados  prac- 
ticar en  el  dia  anterior.  A  las  7  p-  m.  se  pasó  lista  mayor 
sin  novedad. 

Se  ordenó  tomar  muías  y  caballos  de  tiro,  k  las  fuerzas  que 
estaban  nombradas  para  maixhar  fuera  del  campamento. 

Se  nombró  Comandante  del  punto  al  Subteniente  del  Bata- 
llen 6  de  Línea  D.  Pedro  González,  mientras  durase  la  ausen- 
cia del  Comandante  Suarez. 

Se  despachó  4  indios  de  los  presentados  de  Curú-huincá, 
con  la  correspondencia  para  el  campamento  de  la  tercera 
Brigada  en  Nahüel-Huapí. 

A  las  11  p.  m.  se  mandó  ensillar  la  fuerza  que  estaba 
nombrada  en  marcha,  emprendiéndola  á  las  12  de  la  noche 
con  rumbo  al  Sud. 


—  428  — 


Dia  30 


A  las  2  a.  m.  hicimos  alto.  Se  mandó  sacar  los  frenos 
hasta  las  3  a.  m.  que  se  emprendió  la  marcha;  ésta  se  veri- 
ficaba atravesando  una  cadena  de  médanos  plana»  pareja,  sin 
piedra  y  abundante  de  pastos. 

A  las  4  a.  m.  llegamos  al  valle  conocido  con  el  nombre  de 
Menucó,  punto  único  donde  habla  agua,  por  lo  que  se  mandó 
campar  y  largar  las  muías»  dejando  atados  los  caballos  de 
reserva.  Se  hizo  la  carneada  y  se  racionó  las  fuerzas  y  pri- 
sioneros. 

En  seguida  se  despacharon  dos  partidas  en  dirección  al 
Sud,  con  orden  de  llegar  al  arroyo  Gutatamtn. 

A  las  6  p.  m.  se  mandó  ensillar,  emprendiendo  la  marcha 
rumbo  al  Sud  á  las  7  p.  m.,  atravesando  otra  cadena  de  mé- 
danos que  divide  este  campamento  con  el  de  Gutatamen;  á 
las  9  p.  m.  hicimos  un  alto  de  20  minutos,  siguiendo  á  las  9 
y  cuarto  hasta  las  11  p.  m.  que  se  divisaron  dos  fuegos  a 
nuestro  frente,  en  la  banda  Sud  del  arroyo  Outaiamen.  Se 
desprendieron  tres  comisiones  á  fin  de  ver  si  se  tomaban  los 
indios,  que  los  hacian ;  haciendo  alto  el  resto  de  la  fuerza 
en  este  punto. 

Dia  31 


A  la  1  a.  m.  regresaron  las  comisiones  sin  haber  logrado 
capturar  los  indios,  á  causa  de  la  oscuridad  de  la  noche  y  se 
mandó  campar  hasta  las  3  a.  m.,  hora  en  que  se  mandó  en- 
sillar, desprendiendo  cuatro  partidas  en  distintos  rumbos  como 
descubiertas,  con  orden  de  incorporarse  á  las  6  a.  m.  al  resto 
de  las  fuerzas. 


—  429  — 

Una  hora  después,  á  las  4  a.  m.  se  emprendió  la  marcha, 
variando  de  rumbo  al  SSE.,  continuando  el  arroyo  Gutatamen; 
como  á  una  legua  de  distancia,  se  encontró  una  rastrillada 
como  de  50  ginetes  que  venian  del  Sud.  y  regresaban  sobre  el 
mismo  rumbo. 

Se  incorporaron  las  partidas  y  á  las  9  a.  m.  se  hizo  alto, 
mandando    largar  las  muías  y  se  ordenó  hacer  la  carneada. 

A  las  2  p.  m.  se  mandó  ensUlar,  marchando  á  las  2  y  me- 
dia hasta  las  6  y  30  que  se  hizo  un  alto  de  una  hora,  conti- 
nuando la  marcha  á  las  7  y  30  hasta  las  9  p.  m.  que  se 
mandó  campar  y  largar  las  muías,  atando  á  la  estaca  los  ca- 
ballos de  reserva. 

A  las  12  de  la  noche  se  mandó  ensillar. 

Horas  de  marcha:  15  y  16.    Distancia  31  leguas. 


Enero  I""  de  1883 


A  las  12  y  15  a.  m.  se  emprendió  la  marcha  con  rumbo 
al  S.,  atravesando  los  médanos  que  dividen  con  los  campos 
de  Baquel,  hasta  las  2  a.  m.,  que  llegamos  á  un  arroyo  panta- 
noso, de  nombre  (Robol-Cahüel),  caballo  sonso,  emprendiendo 
el  pasage  de  éste  y  continuando  con  el  mismo  rumbo  hasta 
las  3  a.  m.  que  se  llegó  á  la  costa  de  un  río,  conocido  por 
los  indios  con  el  nombre  de  Eaquel,  el  que  se  pasó  á  la 
banda  Sud,  mandando  largar  las  muías»  ensillar  caballo  de 
marcha  y  tomar  de  tiro  los  de  reserva,  continuando  la  marcha 
con  rumbo  O.  A  las  3  y  30  se  desprendió  una  partida  de 
vanguardia  costeando  el  rio  y  como  20  cuadras  delante  de 
nosotrou;  después  marchamos  con  el  mismo  rumbo  O.;  á  las 
9  se  encontró  la  rastrillada  que  atravesaba  de  N.  á  S.  por  el 
valle  de  Eaquel.    Por  la  dirección  que  traia  esta  rastrillada^ 


—  430  — 

indicó  el  cacique  Huincaleo,  que  debia  ser  la  que  se  babia 
encontrado  el  dia  anterior  en  las  costas  del  Gutatamen. 

A  esta  hora  se  mandó  campar  las  fuerzas,  largar  los  caba« 
líos  de  marcha  y  se  nombró  una  partida  del  Regimiento 
7i  &  las  órdenes  del  Sargento  i^  José  A.  Sosa,  compuesta  de 
15  hombres  de  su  cuerpo,  1  cabo  del  Batallón  6  de  Línea,  el 
baqueano  José,  el  ex-soldado  Santiago  Saa  j  15  indios  auxi- 
liares y  de  Huincaleo. 

Se  hizo  la  carneada,    racionando  las  fuerzas  y  prisioneros. 

Horas  de  marcha:  8. 
Distancia  recorrida:  16  leguas. 

A  lal  p.  m.  se  despachó  la  partida  nombrada,  sobre  la 
rastrillada  que  se  dirijía  rumbo  al  Sud,  con  la  orden  de  se- 
guirla hasta  descubrir  los  indios  y  mandar  aviso  al  Coman- 
dante, que  se  encontraría  sobre  la  misma  rastrillada,  por  la 
que  verifícaria  la  marcha  el  resto  de  las  fuerzas. 

A  las  3  p.  m.  emprendió  la  columna  la  marcha,  atravesando 
como  á  una  legua  y  media  una  cadena  de  médanos,  cayendo 
á  un  valle  cruzado  por  un  arroyo  de  nombre  Lec-lec  en  don- 
de se  hizo  alto  á  las  6  p.  m.  A  los  treinta  minutos  se  conti- 
nuó la  marcha  principiando  á  ascender  las  faldas  de  una 
sierra  de  bastante  elevación  por  la  que  continuaba  la  rastri- 
llada de  los  indios  y  de  la  partida. 

A  las  8  p.  m.  se  hizo  alto  y  se  campó  por  no  verse  la 
rastrillada  que  seguia  la  partida,  por  ser  la  hora  avanzada! 
se  ataron  caballos  de  reserva,  se  estableció  el  servicio  de 
guardia  para  la  vijilaucia  del  campo  y  caballadas. 

Horas  de  marcha:    4  y  media. 

Distancia  recorrida:    7  leguas. 


—  431  — 


Dia  2 


Diana  á  las  2  a.  m.    Partes  sin  novedad. 

Se  mandó  ensillar  á  las  2  y  media  marchando  á  las  3  a.  m.; 
á  las  4  se  vieron  unos  polvos  en  dirección  al  SSE.  como  á 
tres  leguas  de  distancia,  á  la  costa  de  un  arroyo  que  conocen 
los  indios  con  el  nombre  de  *"  Baquel  Lumcan." 

Inmediatamente  se  despachó  una  partida  á  las  órdenes  del 
Teniente  Trayman,  compuesta  de  10  hombres  del  Begimiento 
7^  y  15  indios  auxiliares,  á  descubrir  al  enemigo  que  al 
parecer  habia  hecho  alto  en  las  costas  del  río  mencionado» 
ordenando  en  seguida  cambiar  los  caballos  haciendo  ensillar 
los  de  reserva,  emprendiendo  la  marcha  con  el  resto  de  la 
fuerza  en  dirección  al  punto  que  se  veían  los  polvos ;  momen- 
tos después  recibía  aviso  del  Teniente  Trayman  que  habia 
descubierto  una  fuerza  considerable  de  indios  malones  por  lo 
que  ordenó  el  Comandante  emprender  la  marcha  á  galope. 
£1  enemigo  trató  de  atacar  á  la  partida  del  Teniente  Trayman 
la  que  se  subió  á  un  médano,  echando  pié  á  tierra  para  defen- 
derse; cuando  los  indios  trataban  de  rodear  dicha  partida, 
llegábamos  con  la  fuerza  por  el  costado  Norte  del  médano; 
poniéndonos  á  la  vista,  se  mandó  hacer  alto  y  organizarse 
para  atacar  al  enemigo,  el  que  formó  su  línea  al  parecer 
resuelto  al  combate.  £n  este  orden  se  mandó  romper  el 
fuego  á  treinta  y  cinco  hombres  que  formaban  la  línea  y  cargari 
el  cacique  Huincaleo  con  20  de  sus  indios  que  formaba  á  la 
derecha.  £1  enemigo  emprendió  desesperada  fuga,  dejando  en 
el  campo  un  cacique  y  dos  capitanejos  muertos,  y  dos  indios 
prisioneros. 

£1  desbande  de  los  indios  se  hizo  en  todas  direcciones,  los 
que  perseguidos  por  nuestras  fuerzas  se  consiguió  quitarles  la 


—  432  — 

caballada  que  tenían  en  la  banda  Sud  del  rio  Eaquel  Lumcon. 
Se  mandó  mudar  caballos  y  seguir  la  persecución  como  hasta 
cinco  leguas  de  distancia,  en  que  se  hizo  alto  organizando  las 
fuerzas  y  contramarchando  rumbo  O.  para  buscar  la  incorpo- 
ración de  la  partida  que  se  habia  desprendido  el  dia  an- 
terior. 

A  la  1  de  la  tarde  se  mandó  hacer  alto  á  la  costa  de  nn 
arroyo,  en  el  que  se  tomó  declaraciones  á  los  prisioneros,  y 
por  estos  se  supo  que  los  indios  que  habian  sido  batidos 
pertenecían  á  los  caciques  Sayhueque  é  Inacayal,  mandados 
por  los  capitanejos  Foyel,  Huincal,  Royel  y  Salputía  y  que 
ascendían  á  170  lanzas,  entre  estos,  algunos  con  carabinas 
remington. 

Se  mandó  hacer  la  carneada. 

A  las  3  p.  m.  se  mandó  ensillar,  y  media  hora  después  nos 
poníamos  en  marcha,  principiando  á  ascender  la  sierra  que 
hablamos  bajado  en  la  mañana,  hasta  que  se  encontró  la 
rastrillada  que  seguia  la  partida  del  Sargento  Sosa, 

De  este  punto  se  despachó  una  comisión  de  10  indios  auxi- 
liares y  de  Huincaleo,  adelante  k  buscar  á  este  Sargento ;  esto 
sucedía  á  las  5   y  media  de  la  mañana. 

A  las  6  y  media  llegábamos  á  la  costa  del  arroyo  Raquel 
Lumcon,  dentro  de  la  sierra ;  allí  se  recibió  parte  que  la  par- 
tida que  se  buscaba  estaba  dentro  de  la  sierra  con  algunos 
soldados  heridos,  esperando  la  incorporación  de  la  fuerza. 

En  vista  de  estos  datos  que  ^recibió  el  Comandante,  mandó 
hacer  alto  á  la  fuerza,  dejándola  á  las  órdenes  del  Capitán 
Piñéñory,  y  se  adelantó  con  20  indios  auxiliares  y  de  Huinca- 
leo, al  lugar  del  suceso,  llegando  á  aquel  punto  á  las  7  y 
media  p.  m.  El  sargento  Sosa  con  su  comisión,  habia  llegado 
á  las  10  de  la  mañana  de  ese  dia,  á  unos  toldos  del  capitanejo 
Millain,  tomándolo  por  asalto,  haciéndoles  6  muertos,  disper- 
sando mas  de  40  indios  y  tomando  6  prisioneros  y  40  entre 
chinas  y  chusma,  además  caballos  y  liacienda  vacuna,  regre- 


—  433  — 

sando  después  de  este  triunfo  hasta  este  punto  donde  lo 
atacaron  los  indios,  quitándole  los  prisioneros  y  chusma, 
matándole  tres  soldados  del  Regimiento  7^  y  un  indio  de 
Huincaleo,  además  heridos  dos  cabos  de  su  cuerpo  y  un  indio 
de  los  auxiliares.  En  la  defensa  que  hicieron  los  soldados  de 
la  partida,  mataron  siete  indios  enemigos  y  varios  heridos. 

Por  declaraciones  de  la  tropa,  confirmó  el  Comandante  que 
el  mencionado  Sargento,  faltando  a  su  deber  y  contraviniendo 
á  sus  órdenes  se  habia  dejado  sorprender  por  un  número  de 
indios  menor  que  la  fuerza  que  comandaba;  por  lo  que  lo  sus- 
pendió de  sus  ginetas,  mandándolo  preso  a  la  guardia  de  su 
cuerpo. 

En  seguida  nos  pusimos  en  marcha  para  incorporarnos  con 
el  resto  de  la  fuerza;  llegando  donde  esta  se  encontraba  á  las 
10  de  la  noche. 

Media  hora  después  se  emprendió  la  marcha,  rumbo  N.  O.» 
de  regreso  al  cuartel  general  de  Chenqúe-hieu, 

A  las  12  de  la  noche  encontramos  un  camino  que  seguia 
rumbo  S.  E.  á  N.  E.,  inmediato  al  campo  de  ''La  Paz*;  en 
donde  en  la  mañana  de  este  dia  se  batió  á  los  indios  de  FoyeU 
Huincal,  etc. 

Dia  3 


A  la  1  a.  m.  se  hizo  alto  durante  30  minutos;  marchando  en 
seguida  hasta  las  4  a.  m.  que  llegamos  al  aiToyo  Serlee,  en 
donde  se  hizo  un  alto  de  30  minutos;  siguiendo  la  marcha  á  las 
5  y  media  a.  m.  que  se  hizo  alto  en  la  costa  de  un  pequeño 
aiToyo  que  corre  de  S.  á  E. 

En  este  punto  se  mandó  desensillar  y  hacer  la  cai-neada. 

Horas  de  marcha  desde  el  dia  2  bástala  fecha:  22  y  media. 
Distancia  recorrida  de  ida  y  de  regreso :  34  leguas. 

A  las  8  a.  m.  se  mandó  ensillar;  á  las  8  y  media  se  empren- 

56 


—  434  — 

(lió  la  marcha  con  rumbo  N.  O.,  hasta  las  12  del  día  que  lle- 
gamos á  la  costa  del  río  Kaquel,  haciendo  alto  en  la  costa 
Sud,  largando  los  caballos  de  marcha,  atando  las  muías  y  los 
caballos  de  reserva. 

A  las  3  p.  m.  se  mandó  ensillar,  emprendiendo  la  marcha 
¿  las  3  y  media,  hasta  las  8  de  la  noche  que  se  pasó  el  rio 
en  el  paso  denominado  ^Kaquel  Hnencur,  donde  se  campó 
atando  los  caballos  de  resei-va. 

Se  estableció  el  servicio  de  guardia  para  la  vigilancia  del 
campo  y  caballadas. 

Horas  de  marcha  ^  8. 

Distancia  recorrida  ^  12  leguas. 


Dia  4 


A  las  2  a.  m.  se  mandó  ensillar  y  se  continuó  la  marcha 
&  las  2  y  media;  &  las  5  se  hizo  alto  durante  1  hora,  siguien- 
do marcha  á  las  6  con  rumbo  al  E.,  hasta  las  10  a.  m.  que 
hicimos  un  alto  de  3  horas  y  media  en  el  arroyo  Gutatemen, 
en  donde  se  hizo  la  carneada  y  se  mandó  largar  las  muías  y 
caballos. 

A  la  1  y  media  se  mandó  ensillar,  emprendiendo  la  marcha 
á  las  2  p.  m.  con  rumbo  al  E.,  hasta  las  6  que  se  hizo  alto 
durante  media  hora;  siguiendo  la  marcha  rumbo  N.,  atravesán- 
dolos médanos  que  dividen  los  campos  de  Gutatemen  con  el 
valle  de  Mefíicói  ¿  las  5  y  30  se  continuó  la  marcha  hasta 
las  7  y  30  p-  m.  que  llegamos  al  campo  de  Outamuchegan, 
donde  se  mandó  campar  las  fuerzas,  estableciendo  el  servicio 
como  de  costumbre. 

Horas  de  marcha:  11  y  media. 

Distancia  recorrida :  IB  leguas. 


—  435  — 


Dia  5 


Diana  á  las  2  a.  m.  sin  novedad. 

Se  mandó  ensillar  á  las  3,  y  á  las  3  y  media  marchamos, 
atravesando  los  médanos  que  dividen  este  campo  con  el  de 
Chengue  Atett;  á  las  6  hicimos  una  parada  de  16  minutos,  si- 
guiendo la  marcha  á  las  6  y  cuarto  hasta  las  9  y  10  que  He- 
f^mos  al  cuartel  general,  en  el  que  se  encontró  no  habia 
ocurrido  novedad. 

£1  Sub-Teniente  D.  Manuel  Yañez  esperaba  la  fuei'za  en  este 
campamento,  al  que  habia  llegado  conduciendo  víveres  y  vi- 
cios para  el  racionamiento  de  la  vanguardia  que  hacia  30  dias 
careciau  de  ellos. 

A  las  lo  se  hizo  racionar  la  fuerza  y  hacer  la  carneada,  y 
se  ordenó  estar  prontas  las  fuerzas  y  prisioneros  para  mudar 
de  campo  al  aiToyo  Chacay  Barruca  que  distaba  como  3 
leguas  al  Oeste. 

A  la  1  p.  m.  se  mandó  ensillar,  emprendiendo  la  marcha  á 
las  2  p.  m.,  hasta  las  3  y  media  que  campamos  en  el  punto 
designado.    Se  estableció  el  servicio  como  de  costumbre. 

Horas  de  marcha:  7. 

Distancia  recorrida :  10  leguas. 


ia  6 


Diana  á  las  2  a.  m.  sin  novedad.  A  las  4  a.  m.  se  man- 
daron los  indios  prisioneros  á  cortar  madera  paia  la  constiu:- 
cion  de  corrales  para  las  caballadas  y  haciendas,  que  para 
aprovechar  el  buen  campo  de  esta  localidad  dispuso  el  Coman- 
dante permanecer  durante  algunos  dias. 


—  486  — 

A  la  1  p.  m.  ordenó  separar  los  caballos  tomados  á  los  in- 
dios para  cuidarlos  por  separado  y  se  curasen  las  muías  y 
caballos  patrios  que  estuviesen  en  mal  estado. 

Lista  mayor  y  retreta  sin  novedad. 


Dia  7 


Diana  á  la  hora  de  costumbre   sin  novedad.     A  las  6  se 
hizo  la  caineada,  racionando  la  fuerza  y  prisioneros. 
Durante  este  dia  quedaron  terminados  los  corrales. 
Lista  mayor  y  retreta  sin  novedad. 
Noche  tranquila. 


'  Durante  los  dias  8,  9,  10  y  11  estuvimos  campados  en  este 
punto,  sin  haber  ocurrido  ninguna  novedad. 


Dia  12 


Diana  á  las  2  a.  m.  sin  novedad. 

Alas  8  a.  m.  se  mandó  ensillar;  á  Ins  10  a.  m.  emprendi- 
mos la  marcha  con  rumbo  al  O.;  á  las  l2  y  media  llegamos  á 
la  costa  del  arroyo  Chenque  hieu^  donde  se  hizo  alto  hasta  las 
2  p.  m.  que  se  emprendió  la  marcha  costeando  el  mismo  arro* 
yo  por  la  banda  Sud,  hasta  las  7  p.  m.  que  campamos  en  la 
costa  del  mismo. 

Se  estableció  el  servicio  como  de  costumbre. 


437 


Dia  13 


Diana  á  las  2  a.  m.  sin  novedad. 

Se  tocó  á  ensillar  á  las  6  y  media,  marchando  á  las  7  y  me- 
dia con  el  mismo  rumbo  y  por  la  misma  banda  Sud  del  men- 
cionado arroyo,  hasta  las  12  del  dia  que  hicimos  alto  durante 
2  horas,  mandando  sj^car  los  frenos  á  las  muías;  á  las  2  p.  m. 
se  emprendió  la  marcha  hasta  las  4  p.  m.  que  campamos. 

Se  hizo  la  carneada,  y  se  estableció  el  servicio. 

Dia  14 

Estuvimos  campados  todo  el  dia.    No  hubo  novedad. 

Dia  15 

Diana  como  de  costumbre  sin  novedad. 

A  las  6  a.  m.  se  hizo  la  carneada. 

A  las  8  a.  m.  *se  emprendió  la  marcha  con  rumbo  al  O., 
hasta  las  11  a.  m.  que  se  hizo  alto  hasta  las  2  p.  m.,  en  el 
lugar  denominado  Miniquí, 

Media  hora  después  seguimos  la  marcha,  hasta  las  4  que 
se  hizo  alto  durante  media  hora  sobre  la  sierra  al  costado  de 
la  vega  de  UiíUeu ;  siguiendo  á  las  4  y  media  hasta  las  6  que 
se  campó  en  el  arroyo  Buincú  weon,  estableciéndose  el  ser- 
vicio como  de  costumbre. 


—  438  — 


Dia  16  y  17 


Estuvimos  campados,  no  ocurriendo  novedad. 


Dia  18 


A  la  hora  de  costumbre  se  tocó  diana. 

Se  mandó  ensillar  á  las  7  a.  m.>  emprendiendo  la  marcha 
á  las  9  y  media,  hasta  las  18  del  dia  que  hicimos  alto  en  el 
arroyo  Pichí-Leofú,  hasta  las  2  p.  m.  que  continuamos  la 
marcha,  llegando  al  arroyo  Pichí*Leofú  á  las  5  p.  m. ;  se  hizo 
alto  durante  media  hora  y  se  marchó  hasta  las  6,  campando 
en  un  cafladon  (sin  nombre)  por  sus  abundantes  pastos,  aun- 
que de  poca  agua,  estableciendo  el  servicio  y  haciendo  la  car- 
neada. 


Dia  10 


Diana  á  la  hora  de  costumbre. 

A  las  8  se  emprendió  la  marcha  hasta  el  arroyo  Nerrebeau, 
en  donde  se  campó  á  las  U  de  la  mañana. 

Se  hizo  la  carneada»  estableciendo  el  servicio. 

Lista  mayor  y  retreta,  sin  novedad. 


—  439  — 


Di&  20 


Diana  á  las  2-  a  m.    Partes  sin  novedad. 

Se  mandó  cortar  madera  para  construir  corrales  para  las 
caballadas  y  haciendas,  porque  después  el  Comandante  campa- 
se por  4  dias  en  este  punto,  para  dar  descanso  á  las  caba- 
lladas y  aprovechar  los  magníficos  pastos  de  este  valle. 

A  la  lista  de  tarde  se  terminaron  los  trabajos.  Se  pasó  lista 
y  no  hubo  novedad. 

Betreta  sin  novedad. 


Dia  21  y  22 


Durante  estos  dias  no  hubo  novedad  alguna,  estando  campa 
dos  en  el  mismo  punto. 


Dia  23 


Diana  á  las  2  a.  m.,  sin  novedad. 

Se  hizo  la  carneada  á  las  6,  racionando  la  fuerza  y  pri- 
sioneros. 

A  las  11  se  emprendió  la  marcha,  haciendo  un  alto  de  10 
minutos  alas  12  y  media;  siguiendo  la  marcha  hasta  las  2  y 
media  p.  m.  que  llegamos  al  arroyo  Begeau^  en  donde  se  esta- 
bleció el  campamento.  £1  Comandante  despachó  al  que  firma^ 
acompañado  de  su  asistente,  con  comunicaciones  para  el  cam- 
pamento de  latercem  Brigada. 

Lista  mayor  y  retreta,  sin  novedad. 


—  440  — 


Dia  24 

Diana  á  las  2  y  inedia,  sin  noyedad.    Se  hizo  la  carneada. 
A  las  12  del  dia  regresó  el  que  ñrma,    llevando   comunica- 
ciones del  General  Villegas  para  el  Comandante  Suarez. 
Lista  de  tarde  y  retreta,  sin  novedad. 

Dia  25 

Diana  á  la  hom  de  costumbre,  sin  novedad. 

A  las  6  y  media  se  hizo  la  carneada,  racionando  las  fuerzas 
y  prisioneros. 

A  las  7  a.  ro.  se  mandó  ensillar,  emprendiendo  á  las  8  la 
marcha  para  el  paso  del  rio  Limay;  campando  en  la  banda 
Sud  á  las  lo  de  la  mañana. 

A  las  11  se  dio  principio  al  pasaje  de  la  fuerza  empleadas 
en  las  caballadas  y  haciendas,  hasta  las  5  que  se  suspendió 
para  continuarla  al  dia  siguiente.  De  este  punto  despachó  el 
Comandante  chasques  para  el  Collon-Curá,  con  notas  para  el 
señor  Comandante  en  Gefe. 

Se  mandó  al  Sub-Teniente  Yañez,  con  la  tropa  de  arreos,  á 
traer  víveres  para  la  fuerza  de  la  Comisaría  de  Collon-Curk. 

Lista  mayor  y  retreta,  sin  novedad. 

Dia  26 

Diana  á  las  2  a.  m.,  sin  novedad. 

A  las  5  a.  m.  se  continuó  el  pasaje  de  las  fuerzas  y  pri- 
sioneros, operación  que  terminó  á  las  5  p.  m. 

A  las  6  se  marchó  al  campamento  de  la  Brigada  y  se  orde- 
nó incorporarse  los  piquetes  a  sus  respectivos  cuerpos 

El  Comandante  Suarez  tomó  el  mando  accidental  de  la  Bri- 
gada. 


—  441  — 

Después  de  haber  faltado  60  dias,  que  fué  desprendido  de 
Yanguardia,  habiendo  recorrido  la  distancia  que  media  desde 
^uel  punto  hasta  este  campamento,  mas  de  223  y  media  le- 
guas, que  se  calcula  de  territorio  recorrido  en  el  Sud  del  lago 
Nahuel  Huapí. 

Besultado :  2  caciques,  52  indios  y  226  de  chusma  prisio- 
neros, que  hacen  un  total  de  280 ;  además,  presentado  el  ca- 
cique Guru-huincá,  con  su  tribu  de  180,  entre  indios  de  lan- 
za y  chusma. 

Haciendas  tomadas:  caballos  500,  yeguas  297,  vacas  300, 
ovejas  520. 

Campamento  en  el  la^o  Nahuel  Huapí,  Enero  26  de  1883. 

Emilio  C.  Se/redi. 

SUABEZ. 


S6 


TERCERA  BRIGADA 


SEGUNDA  EXPEDICIÓN 

Al  Lago  Nahfiel-Httapi,  y  batida  en  el  triángulo  de 
Cordillera  de  los  Andes,  territorios  de  la  Patagonia  y 
al  Sur  del  Lago. 


MAKHAS  ¥  OPHAIIMES 

Fraetioadas  por  la   tercera  Brigada  de  la  segunda  División  del 
Eüéroito  al  mando  del  Teniente  Coronel  D.  Nicolás  H.  Palacios 


15  DE  NOVIBMBRR  DE  1882  Á  9  PE  AimiL  DE  188^$ 


INSTRUCCIONES 


Al  Gef^    de    la  tercera  Briirtidla   Teniente  C^ranel 

non    IVIeolÁii    H.    Pnlnetos 


Habiendo  demostrado  la  anterior  campaña  al  Lago  Nahuel- 
Huapf,  que  ya  no  son  necesarias  las  operaciones  combinadas 
en  grandes  columnas,  puesto  que  los  indios  se  han  disemina- 
do en  el  territorio  comprendido  entre  los  ríos  Neuquen,  Limajf 
y  Cordillera  de  los  Andes,  habiendo  el  cacique  de  los  Manza- 
neros pasado  al  Sud  de  este  último,  con  algunos  de  su  tribu, 
debemos  concretarnos  á  hacerles  una  guerra  continua  y  activa, 
á  fin  de  desalojarlos  de  sus  últimas  guaridas,  reducirlos  ó  exter- 
minarlos. 

Es  con  ese  objeto,  que  el  Gefe  de  la  tercera  Brigada  obser- 
vará las  siguientes  instrucciones : 

1  "^  La  Brigada  se  pondrá  en  marcha  de  este  campamento, 
con  el  mayor  número  de  fuerza  posible,  el  dia  15  del  corrien- 
te, y  con  dirección  al  pueblo  General  Roca. 

2 ""  Cada  soldado  ivh  á  dos  caballos  y  una  muía  por  hom- 
bre, llevando  de  estas  últimas  una  reserva  para  los  casos  ne- 
cesarios. 

3^  Llegado  á  Roca,  se  proveerá  de  víveres  y  vicios,  para 
quince  dias,  los  que  cada  individuo  llevará  personalmente. 


—  448  -- 

4  ®  Conducirá  en  su  arrea,  el  mayor  número  de  racione» 
posible,  para  cuyo  efecto  hará  pedidos  al  Oficial  encargado  det 
racionamiento  estraordinario. 

5  ®  En  Eoca  recibirá  órdenes  del  Sr.  Coronel  D.  Enrique 
Oodóyi  quien  permanecerá  allí  hasta  el  pasaje  de  la  Brigada. 

6  °    Las  raciones  consisten  en  los  siguientes  artículos: 
Diaria:  3  libras  de    carne,    10  onzas    de    harina  y  media 

de  sal. 

Mensual :  6  libras  de  yerba  paranagua,  20  onzas  tabaco  ne- 
gro ó  32  colorado,  6  pliegos  papel  de  hilo  y  1  libra  de  jabón. 

Estraordinaria :  1  onza  café,  2  de  azúcar  y  1  cuarta  de 
caña  para  diez  individuos  (diaria). 

7^  Eecibido  el  racionamiento  se  pondrá  en  marcha  para 
la  confluencia,  efectuando  allí  el  paso  del  Neuquen,  en  los  botes 
establecidos  para  esa  operación. 

8  "^  Una  vez  efectuado  el  pasaje,  remontará  el  Limay  por 
su  banda  Norte»  haciendo  jomadas  convenientes,  á  fin  de  que 
las  cabalgaduras  no  sufran,  hasta  llegar  al  lago  Nahuel-Huapí, 
punto  en  que  se  situará. 

9  '^  En  el  rio  Caleufú  dejatu  un  destacamento  de  1  Oficial  y 
30  individuos  de  tropa,  á  fin  de  mantener  su  comunicación 
con  la  segunda  Brigada  que  se  situará  en  la  confluencia  del 
Ccllon-Curá  con  el  Quenquemtren. 

10.  Una  vez  en  el  lago  y  que  sus  caballadas  se  hayan  re* 
frescado  de  la  marcha,  desprenderá  partidas,  á  fin  de  batir  su 
frente  y  su  flanco  derecho. 

11.  Las  partidas  se  compondrán  de  60  á  100  hombrest  ó 
de  mayor  númeroi  si  el  Gefe  de  la  Brigada  lo  creyera  nece- 
sario. 

12.  Las  partidas  batirán  su  frente  hasta  el  límite  argen- 
tino, y  su  flanco  derecho  hasta  encontrarse  con  el  destaca- 
mento establecido  en  el  Caleufú. 

13.  El  Detall  de  la  Brigada  llevará  un  diario,  en  el  que 
marcará  el  itinerario  que  siga,  rumbos,  horas  de  marcha,  des- 


—  449  — 

cansos,  topografía  del  terrenoi  calidad  de  campos  y  aguadas, 
arroyos»  ríos  y  sus  direcciones,  fauna  y  flora,  las  novedades  de 
su  marcha,  y  todo  aquello  que  observare  y  fuere  de  utilidad 
para  el  mejor  conocimiento  del  terreno ;  recomendando  en  esto 
la  mayor  atención   y  minuciosidad. 

14.  Ordenará  á  todos  los  Gefes  y  Oficiales  que  marchen  al 
frente  de  una  partida,  llevar  así  mismo  el  diario  que  se  re- 
comienda en  el  artículo  anterior. 

15.  Debiendo  las  fuerzas  de  la  frontera  de  Chile,  ponerse  en 
movimiento  en  Enero  del  afio  próximo,  con  el  objeto  de  tomar 
posiciones,  se  recomienda  á  los  Gefes  y  Oficiales  que  manden 
partidas,  observen  el  miramiento  que  es  debido  entre  naciones 
amigas,  prestando  auxilio  en  todo  aquello  que  les  fuere  reque- 
rido, y  poniéndose  en  buena  armonía  en  las  operacionesi  á  fin 
de  conseguir  de  ellas  los  mayores  y  mejores  resultados 
posibles. 

16.  El  Comandante  en  Gefe  de  la  División  no  tendrá  lugar 
determinado,  pues  andará  recorriendo  las  Brigadas;  así  es, 
que  toda  novedad  de  la  tercera,  le  será  comunicada  al  de  la 
segunda»  quien  la  pasará  á  donde  se  encuentre  el  Comandante 
en  Gefe. 

17.  Mientras  el  Comandante  en  Gefe  no  esté  presente  en  la 
tercera  Brigada,  se  observará  lo  que  determina  el  artículo 
anterior. 

18.  Como  las  distintas  partidas  de  la  División  que  se  des- 
prendan pueden  encontrarse  durante  la  noche,  á  fin  de  evi- 
tar accidentes  desgraciados,  se  previene  que  las  palabras  de 
orden  serán:  Barbarie — Atrás, 

19.  Como  los  caciques  Eenquecurá,  Namuncurá,  Rumay  y 
otros,  han  solicitado  las  paces,  enviando  rehenes  en  prueba  de 
buena  fé,  el  Gefe  de  la  tercera  Brigada  prevendrá  á  sus  subor- 
dinados,  que  todo  grupo  de  indios  que  se  presente  en  actitud 
pacífica,  sea  recibido  y  tratado  con  la  humanidad  que  es  de- 
bida á  naciones  civilizadas. 

67 


—  450  — 

20.  Las  batidas  de  la  Brigada  serkn  constantes  y  no  se 
suspenderán  hasta  que  el  Comandante  en  Gefe  de  la  División 
lo  ordene. 

21.  Se  previene  al  Gefe  de  la  tercera,  que  las  partidas 
de  la  segunda,  á  mas  de  batir  su  frente  hasta  el  límite  en  las 
Cordilleras  I  lo  hará  por  su  derecha  hasta  encontrarse  con  las 
de  la  primera,  y  por  su  izquierda  hasta  el  Caleufú,  y  que  la 
primera  situada  en  Ñorquin  batirá  en  su  derecha  hasta  el  lí- 
mite en  las  Cordilleras,  su  frente  hasta  40  leguas  de  distan- 
cia y  su  izquierda  hasta  encontrarse  con  las  de  la  segunda. 

22.  El  Gefe  de  la  tercera  Brigada  mandará  por  su  raciona- 
miento, siempre  que  lo  necesitare,  al  campamento  de  la  segun- 
da, punto  en  que  se  hará  el  depósito  general  de  hacienda,  ví- 
veres y  vicios. 

23.  Siempre  que  necesitare  raciones,  enviará  sus  relaciones 
al  encargado  del  depósito,  quien  se  las  entregará,  mediante 
recibo. 

24.  En  Roca  recibirá  la  Brigada  las  herramientas  de  zapa 
necesarias  para  la  construcción  de  alojamiento  para  ella  ú 
obras  de  defensa,  si  fuere  necesario. 

26.  (Reservado.)  Como  los  indios  pertenecientes  á  la  tribu 
del  cacique  Inacayal,  que  en  la  espedicion  pasada  fueron  en- 
contrados en  el  Lago,  tratados  con  toda  consideración  y  mira- 
mientos posibles,  fueron  dejados  allí  con  ciertos  compromisos 
con  el  Comandante  en  Gefe  de  la  División,  á  los  cuales  han 
faltado,  el  Gefe  de  la  tercera  Brigada  dispondrá  al  encontrarse 
á  una  distancia  conveniente  de  aquel  punto,  que  una  buena 
partida  y  mandada  por  un  Oficial  activo,  avance  á  las  tolde- 
rías en  que  ellos  se  encuentran,  tomándolos  á  todos  prisioneros, 
juntos  con  sus  familias  é  intereses. 

26.  (ReseiTado.)  Si  la  operación  que  determina  el  artículo 
anterior,  es  llevada  k  cabo  con  felicidad,  sacará  vaquéanos  de 
los  prisioneros  tomados  y  mandará  una  fuerte  partida  que 
caiga  sobre  Sayhueque,  que  al  decir    de  algunos  indios  pri- 


—  451  — 

sioneros  que  están  en  nuestro  poder,  se  encuentra  en  el  Cu- 
mallo-Leufü,  que  como  se  sabe  dista  solo  12  leguas  del  lago. 

27.  Se  recomienna  al  Gefe  de  la  Brigada,  que  para  las  ope- 
raciones que  determinan  los  dos  artículos  anteriores,  ponga  al 
frente  de  las  partidas  que  las  van  a  efectuar,  Gefes  ú  Oficiales 
espertes  y  activos  y  que  en  ocasiones  anteriores  hayan  demos- 
trado competencia  en  comisiones  tan  delicadas,  debiendo  tener 
presente  que  esta  que  se  les  confia,  será  de  benéficos  resul- 
tados para  la  Nación,  lustre  para  las  armas  de  la  Brigada,  de 
la  División  y  buen  nombre  del  que  la  lleve  á  cabo. 

28.  Dejo  á  la  intelijencia  del  Gefe  de  la  tercera  Brigada» 
todo  aquello  que  pudiera  ocurrir  en  el  curso  de  las  operacio- 
nes, y  que  no  estuviere  determinado  en  estas  instrucciones, 
siempre  que  ello  responda  al  mejor  resultado  de  ellas. 

Choele-Choel,  Noriembre  8  de  1882. 

Conrado  £.  Villegas. 


A  fin  de  dar  cumplimiento  á  lo  que  se  ordena  en  el  artículo 
1  ^  de  las  instrucciones  del  Sr.  Comandante  en  Gefe  de  la  Di- 
visión, el  dia  15  de  Noviembre,  el  14  del  mismo  se  dio  en 
Choele-Choel  la  Orden  de  Brigada  que  á  continuación  se  trans- 
cribe : 


—  4S2  — 


ChoeIe>CboeIt  Noviembre  14  de  1682. 


Órdlen  de  Bridada 


Debiendo  salir  á  campaña  el  dia  de  mañana,  16  del  cor- 
riente, los  Cuerpos  que  componen  la  espresada,  y  siendo  ne* 
cosario  nombrar  un  Gefe  encargado  del  punto  y  demás  repar- 
ticiones de  esta  Brigada,  para  que  en  desempeño  del  mejor 
servicio  de  este  no  sea  alterado  en  su  orden  actual,  el  que  fir- 
ma, Gefe  accidental  de  la  Brigada,  dispone: 

Art.  1^  Queda  nombrado  accidentalmente  Gefe  de  este 
punto  y  demás  reparticiones,  el  Sargento  Mayor  D.  Antonio  Re- 
caído, de  la  Plana  Mayor  de  la  Brigada. 

Art.  2*^  Desempeñará  las  funciones  de  Ayudante  del  Gefe 
nombrado,  el  Ayudante  Mayor  D.  Marcos  Gáceres,  de  la  Plana 
Mayor  de  la  Comandancia  en  Gefe. 

Art.  3"^  Desempeñará  como  médico  del  Hospital  Militan 
interinamente,  el  Farmacéutico  D.  Luis  Beguerisse. 

Art.  4^  Las  fuerzas  disponibles  para  emprender  la  cam- 
paña, esta/an  en  formación  con  sus  monturas  y  equipost  desde 
el  toque  de  diana. 

Art.  5®    Al  emprender  la  marcha,  en  seguida  de  la  Plana 

Mayor,  tomará  la  cabeza  de    la  columna  el  Regimiento  7  ^  de 

Caballería  de  Línea,  siguiendo  sucesivamente  el  Batallón  6""  y 

Escuadrón  Indios  Auxiliares,  y  en  su  orden  alternarán,  toman- 
do la  cabe/a  de  la  columna  al  dia  siguiente,  el  Batallón  G''. 

Después  del  Escuadrón  Indios  Auxiliares,  seguirán  la  mar- 
cha los  cargueros  pertenecientes  á  la  Plana  Mayor  y  á  los 
Cuerpos,  las  arreas,  las  caballadas  y  muladas  de  reserva»  la 
hacienda  vacuna  para  provisión,  las  yeguas,  y  cerrará  la  reta- 
guardia la  Guardia  de  Prevención  del  Cuerpo  que  marcha  á  la 


—  453  — 

cabeza,  con  el  Comandante  de  Campo ;  quien,  además  de  hacer 
cumplir  lo  que  se  establecerá  en  los  artículos  siguientes,  todas 
aquellas  órdenes  que  recibirá  sobre  la  marcha. 

La  distancia  que  llevará  la  mencionada  Guardia,  será  de  10 
cuadras  á  lo  mas,  del  último  grupo  de  ganados  de  la  co- 
lumna. 

Alt  6  ^  Se  determina  como  radio  en  el  punto  en  que  cam- 
pen las  fuerzas,  tres  cuadras  á  todos  rumbos,  del  que  no  se 
podrá  salir  sino  en  comisión  del  servicio  ó  mandado  de  orden 
superior. 

Art.  7"^  £1  radio  que  ocuparán  las  caballadas  y  haciendas 
de  consumo,  lo  determinará  el  Inspector  de  caballadas,  de 
acuerdo  con  la  naturaleza  del  terreno  que  ocupen  y  de  las  ór- 
denes que  impartirá  el  Detall.  . 

Art.  8^  Queda  prohibido,  sin  excepción  de  los  Sres.  Ofi- 
ciales y  tropa,  galopar  durante  la  marcha  y  en  los  campa- 
mentos. Los  Ayudantes  de  la  Plana  Mayor,  como  los  Ayudan- 
tes de  los  Gefes  de  Cuerpo  y  demás  empleados,  según  su 
colocación  y  en  desempeño  de  asuntos  del  servicio,  lo  verifica- 
rán con  arreglo  á  las  órdenes  que  reciban. 

Art.  9  "="  Se  establece  como  pena  á  los  contraventores  á  lo 
dispuesto  en  el  artículo  8^,  ocho  dias  de  prisión  álos  Sres. 
Oficiales  y  cuatro  dias  de  andar  á  pié  con  sus  recados  y  equi- 
pos á  la  tropa. 

Art.  10.  Lo  que  se  comunica  á  las  fuerzas  para  su  conoci- 
miento y  efectos. 


Palacios, 


MARCHAS  Y  OPERACIONES 


Praeticadas  por  la  tercera  Brigada  de  la  segunda  División 
del  Ejército,  al  mando  del  Teniente  Coronel  Don  Nicolás 
H.  Palacios,  segnn  sn  diario  de  marchas. 


15  DE  NOVIEMBRE  DE  1882  AL  28  DE  FEBRERO  DE  18S3 


MoTlentbre  tS  de  199 1 

A  las  3  a.  m.  se  tocó  diana,  y  á  las  5  la  tercera  Brigada 
se  ponia  en  marcha,  abandonando  sus  cuarteles  de  Choele- 
Ghoel,  para  tomar  el  camino  carretero  que  conduce  al  Fuerte 
General  Boca.  En  el  campamento  quedó  tan  solo  la  ftferza 
necesaria,  del  Batallón  6"=",  Regimiento  7""  y  Escuadrón  Indios 
Auxiliares,  para  cumplir  con  las  exijencias  del  servicio. 

El  número  de  fuerza  puesta  en  campaña,  es  el  siguiente : 

BcUaHon  6'^  de  Infantería  de  Linea:  10  Oficiales  y  190 
de  tropa,  y  5  mas  que  van  á  bordo  del  vapor  "Rio  Negro",  á 
las  órdenes  del  Teniente  Coronel  D.  Erasmo  Obligado. 

Begimiento  7"^  de  Cahalleria  de  Línea:     7  Oficiales  y  l90 

de  tropa. 


-  456  — 

Escuadi'on  Indios  Auxiliares;  2  Oficiales  y  60  de  tropa» 
mitad  lanceros  y  mitad  tiradores. 

Toda  la  fuerza  vá  amunicionada  á  cien  tiros  cada  individuo, 
^levando  cada  cuerpo  dos  mil  de  reserva  para  reemplazar  la 
que  se  consuma  ó  pierda. 

Viene  al  mando  interino  del  Batallón  6^,  el  Sargento  Mayor 
graduado  Capitán  D.  Ponciano  Torres,  y  del  Regimiento  7^,  el 
de  igual  clase  D  Baltazar  Pefieñory. 

La  Plana  Mayor  de  la  Brigada  en  campafla,  la  componen : 
El  Gefe  del  Detall,  Teniente  Coronel  Graduado  D.  Bosario 
Suarez;  el  de  igual  clase,  D.  Evaristo  Ruiz,  Inspector  de  caba- 
lladas; Ayudantes,  el  Capitán  D.  Alfredo  Conde  y  el  Sub-Te- 
niente  D.  Felipe  Sáa,  y  7  individuos  de  tropa. 

Los  Oficiales  de  los    Cuerpos  salidos  á  campaña,   son  los 
que  á  continuación  se  espresan : 

Batallón  6  de  Infantebia   de  Linea 

Teniente  1^  D.  Joaquín  Ledesma. 

2«>    *'  Juan  L.  Correa. 

^  Subteniente    ^  Martin  E.  Aguirre. 

•*  Manuel  Yaflez. 

"  *  Pedro  González. 

"  "  Odilon  Aubone. 

"  **  Antonio  Tiscomia. 

Abanderado    "  Alfredo  de  la    Croce.    (Ayudante   del  Se- 
ñor Gefe  de  la  Brigada) 

Regimiento  7^  de  Caballería  de  Línea 

Capitán         D.  Adolfo  Drury. 

"  **  Manuel  Peneñoiy. 

«  "  Manuel  Tejedor. 

Alféreces         **  Mariano  Fosbery  y  D.  Florencio  R.  Indaite. 

Porta-estand.  "  Alejo  Faletti. 


—  457  — 
EscuABBON  Indios    Auxiliases 


Teniente    N.  Traiman. 
Alférez    N.  Puirayan. 


Los  enfermos  serán  asistidos  por  el  farmacéutico  de  la 
Brigada  D.  Miguiel  Tagliafico. 

£1  número  de  caballos,  yeguas,  muías  y  hacienda  vacuna 
que  lleva  la  Brigada,  es  el  siguiente: 

Caballos,  500  de  marcha  y  490  de  reserva. 

Muías  de    marcha   y  carga .  682 

Yeguas 400 

Novülos. 500 

Hallándose  las  yeguas  y  estos  últimos  en  los  corrales  de 
Queupó,  de  donde  se  sacarán  al  pasar,  estando  al  cuidado 
del  Capitán  D.  Adolfo  Drury  y  40  individuos    de  tropa. 

La  Brigada  lleva  así  mismo,  80  aparejos  para  carga  y  al- 
gunos útiles  de  herrería  y  carpintería. 

Sigamos  ahora  la  marcha  de  las  fuerzas. 

A  las  7  a.  m.  se  hizo  un  alto  de  un  cuarto  de  hora,  con- 
tinuando la  marcha  hasta  las  9  a.  m.  que  hicimos  alto  en  el 
parage  denominado  Laguna  del  Cura,  donde  se  campó. 

Las  fuerzas  fueron  racionadas  de  carne  y  víveres  por  la 
Proveeduria,  para  el  dia  de  hoy. 

Se  tocó  asamblea  á  las  10,  relevándose  el  servicio. 

A  la  lista  de  tarde  se  ataron  caballos  y  muías  á  soga»  pues 
el  campo,  aunque  no  excelente,  tenia  pasto  suficiente  para 
llenar  esta  exigencia,  tan  necesaria  como  medida  de  precau- 
don. 

Se  pas5  lista  de  retreta  á  las  9  p.  m  y  se  tocó  silencio  a 
las  10,  no  ocurriendo  novedad  durante  la  noche. 

Jornada:  6  leguas. 

58 


—  458  — 


MoTlembre     !• 


Se  tocó  diana  á  las  2  y  30  a.  m. 

A  ensillar  á  las  4  a.  m.  y  medía  hora  mas  tarde  se  em- 
prendió la  marcha.  A  las  7  a.  m.  se  hizo  un  alto  de  30 
minutos,  continuando  luego  hasta  las  9  y  10  que  se  campó  en 
los  corrales  de  Queupó^  muy  abundante  en  pastos,  teniendo 
próximo  el  rio,  donde  no  fué  posible  dar  á  las  caballadas  el 
baño  tan  necesario  en  esta  estación,  en  que  el  calor  empieza 
á  hacerse  sentir  demasiado,  por  no  haber  bajada  á  propósito. 

A  las  10  a.  m.  se  tocó  asamblea,  relevándose  el  servicio 
en  la  Brigada. 

La  hacienda  á  cargo  del  Capitán  Drury  en  este  punto,  se 
halló  sin  novedad  alguna  debiendo  seguir  desde  mañana  nues- 
tras marchas. 

El  estado  sanitario  se  mantiene  bueno  en  la  Brigada,  pues 
hasta  ahora  nadie  se  ha  dado  por  enfermo  ni  en  los  oficiales 
ni  en  la  tropa. 

A  la  lista  de  tarde  que  se  pasó  á  las  6  y  media  p.  m.  no 
hubo  novedad ;  se  ataron  muías  y  caballos  á  soga. 

El  campo  de  los  coiTales  de  Queupó,  en  la  estension  de 
mas  de  dos  leguas,  reúne  aquellas  circunstancias  que  lo  ha- 
cen inmejorable,  no  solo  por  la  abundante  y  buena  calidad  de 
sus  pastos,  sino  que  las  caballadas  ó  haciendas  vacunas  que 
se  coloquen  allí,  tienen  agua  potable  sin  necesidad  de  aproxi- 
marse al  rio»  en  algunos  cañadones  que  le  rodean. 

Si  en  todas  nuestras  jornadas  tuviésemos  la  suerte  de 
encontrar  campos  de  tan  buenas  condiciones,  no  estarian  ex- 
puestas nuestras  caballadas  y  haciendas  á  variar  el  estado  de 
gordura  en  que  se  hallan  ahora. 

A  las  9  de  la  noche  se  pasó  lista  de  retreta. 

A  las  10,  se  tocó  silencio. 

Jomada:    7  leguas. 


—  459  — 


IVovIembre    17 


A  las  3  a.  m.  se  tocó  diana  y'  á  las  4  á  ensillar,  pudiendo 
emprender  la  marcha  á  las  4]  7i20. 

A  las  6  y  30  a.  m.  se  hizo  un  alto  de  un  cuarto  de  hora, 
continuando  luego  la  marcha  á  las  6  y  45,  hasta  las  8  y  25, 
que  so  detuvo  la  columnaTmientras  el  Gefe  del  Detall  en- 
contraba un  campo  á  propósito  para  las  caballadas ;  seguimos 
en  seguida  la  marcha,  deteniéndonos  á  las  8  y  55  a.  m.  en 
una  rinconada  con  buen  pasto  y  agua  en  algunos  caüadones  y 
lagunas  pequeñas»  á  media  legua  del  fortin   Chilforó. 

Se  largaron  las  caballadas  y  muladas  para  que  comiesen  á 
discreción. 

.  A  las  9  y  30  se   tocó  asamblea,    y  en    seguida   carneada 
racionándose  toda  la  fuerza  de  carne  y  víveres  secos. 

£1  calor  ha  sido  fuertísimo  hasta  las  3  de  la  tarde  que 
refrescó  un  poco. 

A  las  4  se  mandaron  aproximar  las  caballadas  para  ensillar, 
á  fin  de  mudar  de  campamento  al  otro  lado  del  fortin,  donde 
el  inspector  de  caballadas  habia  encontrado  una  rinconada 
grande,   de  excelentes  condiciones  en  sus  pastos  y  aguas. 

Así  pues,  á  las  4  y  50  se  puso  en  marcha  la  Brigada,  y 
á  las  5  y  40  hacia  alto  para  campar  en  el  terreno  desig- 
nado. 

A  la  lista  de  tarde,  que  se  pasó  a  las  6  p.  m.  no  hubo 
novedad ;  no  se  ataron  caballos  y  muías  á  soga,  para  dejarlos 
pastorear  libremente. 

£n  el  resto  del  dia  y  en  la  noche,  no  ocurrió  ninguna 
novedad. 

Jornada:    5  leguas. 


—  460  — 


IVo¥Íeiiftlire  i^ 


Al  venir   el    dia    se  tocó    diana. 

No  marchó  la  Brigada  para  evitar  el  pasar  de  dia  la  trave- 
sía que  media  entre  Ghiiforó  y  el  fortin  Chichinul»  de  siete  ú 
ocho  leguas  de  extensión  y  tratar  de  hacerlo  en  la  tarde  y 
parte  de  la  noche,  á  fin  de  sufrir  por  menos  tiempo  la  fuerte 
acción  de  los  rayos  del  sol,  que  en  una  marcha  así»  dejarla 
extenuados  los  animales  por  la  misma  razón  de  hallarse  tan 
gordos. 

Se  tocó  carneada  á  las  4  a.  m.  y  se  racionó  la  fuerza  de 
carne  y  víveres,    . 

£1  cielo  contra  lo  que  se  habia  supuesto  se  nubló,  anun- 
ciando \:na  fuerte  lluvia  que  tardó  en  venir. 

Se  entregaron  de  la  caballada  de  reserva,  215  caballos  al 
Regimiento  7  y  se  dio  orden  al  Capitán  Drury,  de  que  con 
la  hacienda  vacuna»  las  yeguas  y  el  resto  de  las  caballadas» 
pasara  la  travesía  y  fuera  á  campar  del  otro  lado  del  Chi- 
chinal,  pues  el  dia  estaba  fresco  y  á  propósito  para  que  no 
se  fatigasen  los  animales. 

Marchó,  pues,  á  las  9  a.  m. 

Se  tocó  asamblea  á  la  misma  hora,  relevándose  el  ser- 
vicio. 

Se  dio  permiso  al  Proveedor  para  pasar  la  travesía  con  su 
hacienda. 

A  las  11  y  10  empezó  k  llover  con  fuerza,  durando  la 
lluvia  40  minutos,  y  se  volvió  á  sentir  un  poco  el  calor. 

Durante  el  resto  del  dia,  llovió  á  cortos  intervalos. 

A  la  1  y  30  p.  m.  llegó  la  correspondencia  del  campamento 
de  Choele-Choel  y  Patagones,  y  como  es  natural  el  consabido 
toque  de  orden  y  diana,  produjo  en  los  individuos  de  la 
Brigada,  diversas  sensaciones ;  la  duda  en  primer  lugar,  luego 


—  461  — 

contento  y  satisfacción  el  que  recibe,  y    sentimiento    y  poca 
conformidad  el  que  no  ha  recibido  nada. 

A  la  lista  de  tarde,  se  ataron  caballos  á  soga,  y  se  antici- 
paron los  toques  de  retreta  y  silencio»  tocándose  este  último 
á  las  8  y  30,  á  fin  de  que  la  tropa  pudiese  dormir  temprano, 
pues  se  dispuso  que  se  tocaría  diana  á  las  1 2  y  30  a.  m. 
para  poder  emprender  la  marcha  cerca  de  las  2  de  la  ma- 
drugada y  llegar  antes  que  el  sol  calentase  mucho  al  fortin 
Chichinal. 


IVovIembre   !• 


A  las  12  y  30  a.  m.  se  tocó  á  ensillar  y  á  la  1  y  45, 
pronta  ya  la  Brigada,  nos  pusimos  en  marcha  al  paso,  en- 
trando en  seguida  en  la  travesía. 

La  mañana  estaba  fresca;  á  las  2  y  65  se  hizo  el  primer 
alto,  prosiguiendo  la  marcha  á  las  3  y  25. 

Después  de  dos  horas  nos  detuvimos  nuevamente  y  conti- 
nuamos marchando  desde  las  6  y  10  hasta  las  8  y  IQ  que 
hicimos  el  último  descanso  de  un  cuarto  de  hora  y  á  las  9  y 
40,  habiendo  pasado  ya  el  fortin,  fuimos  á  campar  á  media 
legua  de  él,  próximo  á  un  cañadon,  echando  las  caballadas 
y  hacienda  en  una  rinconada  donde  si  no  abundaba  el  pasto 
bueno,  por  lo  menos  ofrecia  el  necesario  alimento  para  los 
animales. 

La  Brigada  fué  racionada  de  carne  y  víveres  y  al  toque  de 
asamblea  se  relevó  el  servicio. 

Después  de  lista  de  tarde,  se  ataron  muías  á  soga. 

Se  recibieron  en  este  punto  150  muías,  de  200  que  ésta 
Brigada,  entregó  á  la  segunda,  antes  de  salir  de  Choele- 
Choel. 

Jomada:     10  leguas. 


—  462  — 


IVovIembre  90 


Se    tocó    diana   á    la   1   a.    m. 

Era  necesario  despachar  con  anticipación  los  ganados, 
porque  en  esta  jornada  debíamos  llegar  al  fuerte  "  General 
Roca"  y  campar  en  sus  alrededores  donde  se  encontrase  un 
campo  bueno. 

A  la  1  7  30  el  Gefe  del  Detall,  despachó  al  Capitán  Dru- 
ry»  con  la  hacienda  vacuna  y  yeguariza,  con  la  orden  de 
acampar  después  de  cuatro  ó  cinco  horas  de  marcha,  si  en- 
contraba un  campo  conveniente. 

La  Brigada  se  puso  en  marcha  á  las  3  y  35  a.  m.,  siguien- 
do siempre  el  mismo  camino  carretero. 

El  viento  pampero  soplaba  con  fuerza;  la  columna  venia 
envuelta  en  un  torbellino  de  tierra,  que  no  permitia  verse 
uno  á  otro  á  mayor  distancia  de  ocho  á  diez  pasos  ;  se  lamen- 
taba mucho  la  falta  de  antiparras  ó  anteojos,  para  disminuir 
un  poco  los  efectos  del  polvo  lanzados  con  violencia  al  rostro 
de  los  soldados  por  la  fuerza  del  viento. 

A  las  6  y  15  se  detuvo  la  columna  para  darle  un  descanso 
hasta  las  6  y  47  que  emprendimos  de  nuevo  la  marcha, 
siguiendo  al  trote  hasta  las  8  y  45,  que  habiendo  encontrado 
un  campo  bueno,  donde  las  caballadas  podian  pastear  bien, 
campó  la  Brigada,  próximo  al  rio  y  á  unos  cañadones  con 
agua  buena  para  beber. 

Así  que  se  hubieron  largado  las  caballadas  y  muladas,  se 
tocó  asamblea,  relevándose  el  servicio  y  en  seguida  carneada, 
racionándose  la  fuerza  como  de  costumbre,    carne  y  víveres. 

Siendo    necesario    aproximamos  más  al  fuerte    Boca,  p 
recibir  órdenes  del  Sr.  General,  y  como  además  el   campo  no 
con*espondia  á  las  necesidades  de  la  hacienda  déla  Brigada, 


—  463  — 

á  las  2  p.  m.  se  tocó  á  ensillar,  emprendiendo  la  marcha  á 
las  2  y  28,  no  deteniéndonos  sino  hasta  las  4  y  18,  para  ha- 
cer un  alto  de  diez  minutos  y  continuar  luego  hasta  las  6,  que 
campamos  á  legua  y  media  del  fuerte,  en  una  rinconada  de 
buen  pasto  y  agua  del  río. 

Cuando  se  hubo  desensillado  y  se  largaron  las  muías  y 
caballos,  pasó  el  Gefe  de  la  Brigada,  acompañado  del  Co- 
mandante Suarez  y  sus  ayudantes,  al  fuerte,  en  donde  dio 
cuenta  al  Sr.  General  Villegas  de  su  llegada  á  ese  punto, 
recibiendo  orden  de  continuar  la  marcha  al  dia  siguiente. 

Se  recibió  orden  así  mismo  de  entregar  al  Teniente  Go- 
rordo,  ayudante  del  Señor  General,  veinte  yeguas  para  racio- 
namiento de  su  escolta,  á  la  que  se  dio  cumplimiento  inme- 
diatamente. 

El  señor  General,  hizo  entregar  400  antiparras  que  fueron 
distribuidas  en  la  fuerza  de  la  Brigada. 

Jornada:     10  y  media  leguas. 


iVovIenibre  91 


Eran  las  2  y  30  a.  m.  cuando  se  tocó  diana. 

Beinó  pronto  la  animación  en  todo  el  campamento;  los 
soldados,  tomaban  mate  y  contaban  cuentos  en  los  fogones; 
otros  sacudían  sus  mantas  y  arreglaban  sus  recados  para 
ensillar,  cantando  sus  canciones  favoritas  y  en  fin  todos  se 
hallaban  ocupados  en  distintas  faenas. 

A  las  4  a.  m,  se  tocó  a  ansillar  y  á  las  4  y  35  se  puso  la 
Brigada  en  marcha;  una  hora  mas  tarde  la  columna  atra>o- 
saba  el  pueblo  Eoca  y  tomaba  el  camino  que  conduce  á  las 
confluencias  de  los  rios  Limay  y  Neuquen. 


—  464  — 

AI  llegar  á  la  plaza  se  separó  de  las  fuerzas  el  Gefe  de 
la  Brigada,  para  recibir  órdenes  del  señor  Comandante  en 
Gefe  de  la  División,  quien  dispuso  que  el  Teniente  Coronel 
D.  Pedro  Diez  Arenas  y  el  Sargento  Mayor  Graduado  D.  José 
Arteaga,  se  incorporasen  á  la  Brigada  á  continuar  en  ella 
sus  servicios. 

También  se  recibió  orden  que  desde  la  fecha  se  racionasen 
las  fuerzas  por  cuenta  del  Gobierno»  haciéndose  al  efecto  los 
pedidos  necesarios  de  harina,  sal  y  vicios  de  entretenimiento. 

Se  ii^orporaron  asi  mismo,  de  orden  del  señor  General, 
catorce  indios  amigos  agi^egándose  al  Escuadrón  Indios  Auxi- 
liares de  esta  Brigada. 

Quedó  en  el  pueblo  el  Subteniente  D.  Felipe  Sáa,  con  la 
tropa  de  arreas,  á  fin  de  que  recibiese  el  racionamiento  del 
Depósito  General  de  la  División  y  los  aparejos  que  fueren 
precisosi  sino  alcanzaban  los  nuestros. 

La  columna  siguió  la  marcha  por  espacio  de  una  hora,  yen- 
do á  campar  en  el  paraje  conocido  con  el  nombre  de  La 
Invernada,  que  era  el  único  campo  regular  de  los  alrededo- 
res del  Fuerte  y  allí  se  debia  esperar  el  racionamiento  para 
la  Brigada. 

Jornada:     3  y  media  leguas. 

Se  despachó  un  oficial  de  cada  cuerpo,  con  algunos  asis- 
tentes á  fin  de  que  comprasen  en  el  pueblo  lo  que  hiciera 
falta  á  sus  demás  compañeros. 

A  las  12  del  dia  como  no  llegasen  aun  las  arreas,  el  Co- 
mandante Suarez  fué  al  Fuerte  á  activar  el  cargamento  de  los 
víveres. 

Se  mandó  luego  al  Capitán  D.  Alfredo  Conde  á  entregar 
al  señor  Coronel  D.  Enrique  Godoy,  Gefe  de  la  segunda  Bri- 
gada, que  debia  hallarse  en  la  confluencia  de  los  rios,  200 
yeguas  y  60  muías  en  cumplimiento  de  una  orden  del  señor 
General  Villegas  y  por    disposición   del    mismo    se   hizo    un 


—  465  — 

pedido  de  herramientas  y  demás  útiles  de  herrería  pues  ios 
que  llevábamos  no  eran  suficientes. 

Los  oficiales  encargados  de  las  caballadas  dieron  cuenta  de 
que  estas  no  venian  muy  bien;  empezaban  á  mancarse  mu- 
chos caballos,  debido  á  la  gran  cantidad  de  piedras  que  se 
encontraban  en  el  camino  y  á  que,  como  en  Ghilforó  y  Ghi* 
chinal,  hablan  estado  en  terrenos  húmedos  y  pantanosos,  se 
les  habia  ablandado  mucho  los  vasos. 

A  la  tarde  regresó  el  Comandante  Suarez,  dando  cuenta 
haberse  recibido  el  racionamiento,  pero  que  quedaban  algunas 
cargas  allí,  que  debían  llegar  en  la  noche  y  que  el  Subteniente 
Sáa  habia  salido  con  las  primeras  como  á  las  12  del*dia,  lo 
que  nos  sorprendió,  pues  dicho  oficial  no  se  habia  presentado 
aun  y  supusimos  se  hubiese  estraviado,  tomando  equivocada- 
mente el  camino  de  las  sierras  que  no  habíamos  seguido 
nosotros,  pero  sí,  comisiones  de  la  segunda  Brigada  las  que 
habían  dejado  la  rastrillada  que  talvez  equivocó  el  Subtenien- 
te Sáa. 

Fué  buscado  y  se  encontró  tendido  en  el  suelo  al  lado  de 
un  camino;  se  le  condujo  al  campamento  prodigándole  toda 
clase  de  cuidados. 

Una  vez  reconocido  por  el  farmacéutico,  su  mal  resultó 
ser  de  un  ataque  á  los  pulmones,  enfermedad  ya  crónica, 
siendo  imposible  su  curación  durante  la  marcha,  por  lo  que 
se  dispuso  regresara  á  Roca  para  someterlo  á  un  tratamiento 
médico  que  apresurase  su  restablecimiento,  quedando  encargado 
el  Comandante   Suarez    de  hacerlo  trasladar  al  día  siguiente. 


59 


—  466  — 


IVevIembre  •• 


A  las  2  a.  m.  8e  tocó  diana  y  á  las  4  y  10  la  Brigada 
f^e  puso  en  marcha,  llevando  caballos  de  tiro,  cosa  que  debia 
observarse  en  lo  Eucesivo  por  los  dos  Cuerpos. 

Encontramos  al  señor  General  como  á  veinte  cuadras  del 
campamento,  después  de  haber  pasado  un  arroyo,  quien  si- 
guió con  nosotros  un  corto  trecho,  adelantándose  luego  con 
su  escqlta. 

Se  hizo  alto  á  las  6,  continuando  nuestra  marcha  al  paso 
y  trote  después  de  un  cuaito  de  hora  de  descanso.  A  las  8 
se  hizo  alto  nuevamente,  siguiendo  la  marcha  á  las  B  y  16, 
dándose  orden  al  Capitán  Dioiry  que  marchaba  adelante,  de 
que  buscase  un  campo  conveniente  para  nuestras  haciendas  y 
caballadas  y  que  hiciera  alto  allí. 

A  las  8  y  40  se  campó  en  una  rinconada  distante  una 
legua  del  Manzcnc,  abundante  en  buenos  pastos,  sobre  todo 
el  trévol. 

Jornada:    4  leguas. 

No  siendo  posible  entregar  la  carne  al  peso  por  haberse 
quedado  la  romana  que  venia  en  la  tropa  de  arreas  muy  á 
retaguardia,  y  necesitándose  también  algunos  cueros  de  potro 
para  retobar  ciertas  cargas,  se  racionó  con  yeguas  la  fuerza 
de  la  Brigada. 

El  Gefe  interino  del  Batallón  6,  dio  cuenta  de  que  al  Te- 
niente 1^  D.  Joaquin  Ledesma  le  era  imposible  continuar  la 
marcha  por  hallarse  gravemente  enfermo,  necesitando  su  cu- 
ración el  tratamiento  de  un  médico  que  la  Brigada  no  tiene, 
por  lo  que  también  se  resolvió  que  regresara  á  Choele-Choel 
dándole  al  efecto  un  soldado  del  Escuadrón  Indios  para  que 
le  acompañara. 

Por  lo  demás  el  estado  sanitario    de  la  tropa  no  es    malo 


—  467  — 

hasta  el  dia  de  hoy ;  hay  varios  enfermos,  la  mayor  parte  de 
ellos  de  golpes  que  han  recibido  de  las  muías  y  otros  de 
enfermedades  de  poca  importancia. 

Como  á  las  12  del  dia  llegó  el  Gefe  del  Detall,  quien  dio 
cuenta  que  la  tropa  de  arreas  quedaba  aun  muy  atrás,  por 
haber  salido  tarde  y  por  no  haber  cumplido  con  su  deber  el 
oficial  encargado  de  ella,  que  habia  ido  á  recibir  las  últimas 
cargas  al  Fuerte,  habi^ido  abandonado  su  puestOt  por  lo  que 
le  dio  orden  de  prisión  en  su  campo,  siendo  éste  el  Alférez 
del  Rgimiento  7**  D.  Florencio  Rivera  Indarte. 

Como  el  calor  empezaba  á  hacerse  sentir  demasiadoi  se 
mandó  orden  al  Sargento  encargado  de  la  tropa  de  arreas,  que 
se  detuviera  en  el  Manzano,  y  si  habia  pasado  de  ese  puntO) 
lo  hiciera  donde  recibiese  la  orden,  debiendo  continuar  la  mar* 
cha  á  la  tarde  y  tratar  de  reunírsenos  antes  de  anochecer, 
paes  la  Brigada  debia  seguirla  también  á  las  5  p.  m. 

A  esta  hora  pues,  emprendimos  la  marcha  al  trote,  para 
llegar  á  las  confluencias  de  los  rios  Limay  y  Neuquen  á  las 
8  p.  m.  después  de  haber  hecho  un  alto  de  diez  minutos  á 
las  6  y  40,  campando  la  Brigada  como  a  media  legua  del 
paso. 

Inmediatamente  se  dio  cuenta  al  señor  General  de  haber 
llegado  la  Brigada  al  punto  donde  habia  campado. 

Se  ataron  solo  veinte  caballos  en  cada  cuerpo,  dejándose 
el  resto  de  las  caballadas  pastear  libremente. 

La  tropa  de  arreas  llegó  á  las  9  p.  m. 
'    Jomada:    5  leguas. 


—  468  - 


Movlemtere  99 


Se  tocó  diana  á  las  2  a.  ni. 

Al  cuarto  de  hora,  el  Gefe  de  la  Brigada  pasó  á  recibir  la» 
órdenes  del  señor  General  Villegas. 

A  las  4  a.  m.  marchó  el  Comandante  Suarez  para  que  bus- 
cara el  paso  mas  &  propósito  en  los  tres  arroyos  que  teníamos 
delante,  los  que  debíamos  vadear  para  llegar  al  paso  principal 
del  Neuquen. 

Media  hora  después  mandó  dar  cuenta  que  era  necesaria 
construir  un  puente  en  el  último  de  estos  arroyos,  que  estaba 
á  nado,  á  fin  de  que  no  se  mojasen  las  cargas  de  racionamiento 
que  traia  la  Brigada. 

En  consecuencia,  se  le  enviaron  los  individuos  que  mandaba 
pedir  y  las  herramientas  necesarias,  debiendo  estar  terminado 
dicho  puente,  según  su  cálculo,  á  las  11  a.  m. 

Sin  embargo,  á  las  7  a.  m.  regresó  el  Comandante  Suarez, 
sin  haber  hecho  puente  alguno,  por  ser  innecesario,  pues  los 
arroyos  daban  paso,  y  además  que  la  Brigada  podia  prescindir 
de  pasar  el  arroyo  mas  hondo,  debiendo  hacerlo  solo  la  hacien- 
da  y  caballadas. 

Se  tocó  carneada,  racionándose  las  fuerzas  con  animales  va- 
cunos. 

A  las  8  a.  m.  se  tocó  á  ensillar,  y  á  las  9  se  puso  en 
marcha  la  Brigada  en  dirección  al  rio,  de  donde  solo  distaba 
una  media  legua. 

La  hacienda  y  yeguada  habia  sido  despachada  con  antici- 
pación. 

Se  hizo  alto,  y  se  campó  en  la  costa  del  rio  á  las  9  y 
30  p.  m. 

Se  dio  orden  de  efectuar  el  pasaje  de  la  hacienda,  y  por 
disposición  del  Sr.  General,  se  mezclaron  nuestros  novillos  con 


—  460  — 

los  resabiados  de  la  segunda  Brigada,  que  hacia  dos  dias  se 
trabajaba  en  su  pasaje,  sin  haberlo  conseguido. 

Dos  veces  se  echó  la  hacienda  al  rio;  la  primera  entraron 
los  noYÜlos  hasta  mas  de  la  mitad»  pero  apenas  empezaron  los 
primeros  á  caer  en  lo  mas  cerrentoso,  volvieron  cara  á  esta 
orilla,  7  todos  cuantos  esfuerzos  hicieron  los  nadadores,  que  en 
número  de  veinte  debian  pasar  con  ella  al  otro  lado,  los  bote- 
ros en  cuatro  botes  y  toda  la  demás  gente  á  cabdlo,  no  bastaron 
á  hacerla  vadear  el  rio. 

Los  novillos  lo  atrepellaron  todo  y  fué  necesario  dejarlos 
volver. 

La  segunda  tentativa  tuvo  iguales  resultados,  apesar  de  todos 
los  esfuerzos  que  se  hicieron. 

Todo  fué  en  vano ;  se  perdieron  inútilmente  mas  de  seis  ho- 
ras, y  se  resolvió  dejar  para  el  dia  siguiente  el  pasaje  de  los 
animales  vacunos,  y  se  empezó  á  hacer  pasar  las  caballadas 
de  los  cuerpos  y  luego  en  los  botes  los  aparejos  de  carga  y  todo 
el  racionamiento,  sin  que  se  tuviese  que  lamentar  pérdida 
alguna. 

En  el  resto  del  dia,  no  ocurrió  novedad. 


noviembre  94 


Se  tocó  diana  a  las  3  a.  m.  Poco  después  reunida  la  hacien- 
da, se  trató  de  pasarla ;  se  buscó  un  paso  mas  arriba  y  allí  se 
azotó. 

Se  hablan  colocado  diez  ó  doce  nadadores  á  cada  lado,  mas 
de  treinta  soldados  montados  á  retaguardia  y  cuatro  ó  cinco 
botes  amarrados  en  un  pequeño  islote  que  habia  media  cuadra 
mas  abajo  del  paso,  situados  á  la  altura  poco  mas  ó  menos 
donde  la  fuerza  de  la  corriente  debia  llevar   la   hacienda,    los 


—  470  — 

que  debian  salirle  al  encuentro  y  colocarse  á  la  par  de  los  na- 
dadores en  su  flanco  izquierdo  é  impedir  que  esta  volviera  á 
la  costa  de  donde  habia  salido ;  tomándose,  en  fin,  todas  las 
disposiciones  que  se  requieren  en  estos  casos. 

Esta  tentativa,  como  la  del  dia  anterior,  obtuvo  los  mismoft 
resultados. 

Todo  fué  inútil,  como  lo  comprendió  el  Comandante  en 
Gefe  de  la  División,  que  presenciaba  estos  trabajos. 

Se  probó  a  pasar  trozos  de  cuarenta  á  cincuenta  animales, 
luego  mezclándolos  con  yeguas  y  caballos,  luego  azotándolos 
en  un  paraje  en  que  la  barranca  era  un  poco  alta  y  por  con- 
siguiente de  difícil  salida  cuando  estos  se  volvieran;  pero, 
como  antes,  nuestros  esfuerzos  tuvieron  malos  resultados. 

En  tantas  tentativas,  solo  pasaron  ayer  mezclados  con  algu- 
nos de  la  segunda  Brigada,  90  novillos. 

El  Comandante  de  la  División  dispuso,  pues,  que  se  entre- 
gara la  hacienda  al  Comandante  del  Fortin  primera  División, 
situado  en  las  confluencias,  quien  debia  quedar  al  cuidado  de 
ella,  siendo  estos  469  novillos. 

La  yeguada  y  mulada  pasó  sin  dificultad  alguna. 

En  seguida,  hallándose  desocupados  los  botes,  empezó  á  pa- 
sar la  tropa,  terminando  los  dos  cuerpos  á  las  6  y  30  p.  m., 
quedando  en  el  Norte  el  Gefe  de  la  Brigada,  el  del  Detall,  sus 
Ayudantes  y  el  Escuadrón  Indios  Auxiliares,  pues  aun  habia 
muchos  caballos,  yeguas  y  muías  estraviados  en  el  monte  y 
entre  los  fachinales  que  abundan  en  la  costa. 

En  la  tarde,  el  Sr.  Comandante  en  üefe  de  la  División^ 
siguió  viaje  por  la  costa  Norte  para  reunirse  á  la  primera  Bri- 
gada, habiendo  dado  sus  últimas  instrucciones  verbales  al 
Gefe  de  la  Brigada,  que  consistían  en  desprender  al  Teniente 
Coronel  D.  Rosario  Suarez,  con  150  hombres,  los  que  forma- 
rían la  vanguardia  de  la  tercera  Brigada,  debiendo  llegar  al 
Lago,  pasar  al  Sud  del  Limay  y  cumplir  con  lo  dispuesto  en 
los  artículos  25  y  26  de  las  instrucciones  del  Sr.  General  Vi- 
llegas. 


—  471  — 


MoTlembre  9Jh 


Después  de  diana  que  se  tocó  á  las  3  a.  m.,  se  hizo  pasar 
él  resto  de  la  caballada  y  los  indios.  Se  hicieron  carnear 
diez  y  nueve  animales  vacunos,  diez  para  la  segunda  Brigada 
y  nueve  para  la  tercera,  de  los  que  se  habían  entregado  al 
Comandante  del  Fortín,  para  racionar  las  fuerzas  para  dos 
dias. 

Esta  carne  se  pasó  en  los  botes  á  la  margen  opuesta  entre- 
gándose á  los  cuerpos  de  cada  Brigada;  la  segunda,  se  halla- 
ba acampada  á  una  legua  próximamente  del  paso. 

A  las  4  p.  m.  se  habia  efectuado  el  pasage  de  todos  los 
individuos  de  la  Brigada  y  sus  ganados. 

Contada  la  hacienda,  yeguadas,  caballadas  y  muladas,  se 
notó  la  falta  de  una  gran  cantidad  de  anímales,  lo  que  era  de 
suponerse  puesto  que  las  de  la  segunda  Brigada  no  se  hablan 
alejado  del  paso  aun,  cuando  se  ordenó  el  pasage  de  los  ga- 
nados de  ésta,  é  indudablemente  se  mezclaron  muchos  anima- 
les de  los  nuestros  entre  los  de  aquella,  sin  contar  los  que 
se  hallaban  estraviados  entre  los  fachinales  de  ambas  orillas. 

Con  el  deseo  de  alejarnos  pronto  de  la  costa  por  la  falta 
absoluta  de  pastos  para  las  caballadas,  se  despachó  temprano 
la  tropa  de  áiTeas  para  que  fuera  á  campar  á  dos  ó  tres 
leguas  de  allí,  donde  encontrase  campo  bueno,  y  á  fin  de 
recoger  cuantos  animales  perdidos  se  pudiese,  dispúsose  que 
el  Capitán  Drury  apartase  aquellos  que  se  hubiesen  mezclado 
con  los  de  la  segunda  Brigada  y  se  dejó  un  oficial  con  algunos 
soldados  en  el  paso,  que  debían  recorrer  ambas  orillas  y 
arrear  todos  los  animales  que  encontrasen. 

En  seguida  se  tocó  á  ensillar  y  á  las  6  p.  m.  la  Brigada  se 
ponia  en  marcha,    en    dirección    al  Oeste  siguiendo  la  huella 


—  472  — 

trazada  por  los    mismos    indios  sin    pensar    talvez  que  éstos 
pudieran  conducirnos  algún  día  al  centro  de  sus  tolderías. 

La  Brigada  campó  á  las  7  p.  m.  á  tres  leguas  del  paso 
del  Neuquen  y  k  una  del  Campamento  de  la  segunda  que 
dejamos  atrás  para  evitar  que  se  mezclaran  nuevamente  nues- 
tros ganados. 

Poco  antes  de  ocultarse  el  sol  salió  en  Comisión  el  Co- 
mandante Suarez,  con  la  fuerza  de  la  vanguardia,  compuesta 
del  Capitán  D.  Manuel  Pefleüory,  el  Porta-Estandarte  D.  Ale- 
jo Faletti  y  85  individuos  de  tropa  del  Regimiento  7*;  de 
los  Subtenientes  D.  Lorenzo  J.  Sharples  y  D.  Pedro  González 
y  60  de  tropa  del  Batallón  6  y  del  Teniente  Traiman  y  15 
soldados  del  Escuadrón  Indios  Auxiliares,  á  una  muía  y  dos 
caballos  por  hombre  y  60  yeguas  de  racionamiento,  llevando 
las  instrucciones  dadas  por  el  señor  General. 

Para  efectuar  sus  marchas  hasto  el  rio  Collon-Curá,  debia 
ponerse  de  acuerdo  con  el  Teniente  Coronel  D.  Roque  Pei- 
tiado,  (}efe  de  la  vanguardia  de  la  segunda  Brigada,  y  para 
efectuar  el  pasage  de  dicho  rio  llevaba  un  bote  desarmado, 
para  armarlo  allí. 

En  reemplazo  del  Comandante  Suarez,  en  su  puesto  de 
Gefe  del  Detall,  se  nombró  al  Teniente  Coronel  D.  Pedro 
Diez  Arenas. 

A  la  lista  de  tarde  se  ataron  caballos  y  muías  á  soga 
pues  las  exelentes  cualidades  del  terreno  en  que  habíamos 
campado  lo  permitía. 

Habiéndose  enfermado  de  gravedad  el  Inspector  de  caba- 
lladas, Teniente  Coronel  D.  Evaristo  Ruiz,  se  dispuso  queda- 
se en  este  campamento  con  el  farmacéutico  y  sus  asistentes, 
debiendo  seguir  la  marcha  mañana  á  la  tarde  si  mejoraba  y 
de  lo  conti*ario  regresar  al  Fuerte  Roca. 

Su  enfermedad  es  una  complicación  de  varias  pero  lo  que 
mas  ha  cundido  en  él,  ha  sido  una  erisipela. 

Jornada:    3  leguas. 


—  473  — 


lembre  9S 


AI  amanecer  se  tocó  diana  y  se  hicieron  soltar  los  caba- 
llos atados. 

Como  no  se  hubiesen  presentado  el  Capitán  Drury  ni  el 
Alférez  Fosbery  que  habian  quedado  en  el  paso  buscando  los 
caballos  perdidos,  á  las  8  a.  m.  se  envió  á  un  oficial  y  4 
soldados  para  que  pudiesen  ayudarles  y  darles  orden  de  que 
se  apresurasen  pues  solo  se  esperaba  su  incorporación  para 
continuar  la  marcha. 

A  la  misma  hora  se  mandó  se  pusiera  en  marcha  la  tropa 
de  arreas,  que  se  puso  á  cargo  del  Subteniente  del  Batallón  6 
D.  Manuel  Yañez,  debiendo  hacer  alto  á  dos  ó  tres  leguas  de 
este  campamento,  en  un  paraje  donde  encontrase  abundancia 
de  pastos  para  las  caballadas  y  hacienda  de  la  Brigada. 

A  las  9  a.  m.  se  presentó  el  Capitán  Drui7  que  di5  cuenta 
haber  traido  algunos  animales  pero  que  aun  quedaban  como 
yeinte  y  cinco  en  el  Norte  que  no  habian  podido  hacer  pasar» 

Empero  era  de  todo  punto  indispensable  traer  esos  anima- 
les, pues  la  Brigada  habia  sufrido  bastantes  pérdidas  en  sus 
ganados,  para  dejar  veinte  y  cinco  abandonados. 

Así  que,  se  ordenó  al  Capitán  Drury  regresase  al  paso  con 
todos  los  nadadores  que  hubiesen  y  no  omitiese  medio  alguno 
para  conseguir  pasarlos,  y  que  tratase  de  incorporarse  á  la 
Brigada  en  la  noche  ó  en  las  primeras  horas  del  dia  de 
mañana. 

Luego  se  despachó  en  Comisión  al  Subteniente  del  Batallón 
€  de  Línea  D.  Odilon  Aubone  con  20  individuos  de  tropa, 
al  paso  del  río  Collon-Curá  con  21  caballos,  21  muías  y  6  ye- 
guas, debiendo  permanecer  allí  al  cuidado  de  dos  botes,  uno 
de  los  cuales  debia  dejarle  el  Comandante  Suarez  y  el  otro 
la  vanguardia  de  la  segunda  Brigada. 

60 


—  474  — 

A  las  3  p.  m.  se  tocó  á  ensillar  y  50  minutos  después  nos 
pusimos  en  marcha  siguiendo  al  trote  hasta  las  6  p.  m.  que 
se  hizo  alto  para  campar  en  el  paraje  donde  lo  habia  efectua- 
do la  tropa  de  arreas. 

Se  campó  en  la  costa  del  rio»  siendo  en  campo  bueno  hasta 
cerca  de  las  sierras,  que  distaban  una  legua  ó  poco  mas. 

Se  ataron  caballos  á  soga  después  de  lista  mayor. 

Jomada:    2  y  media  leguas. 


lioTlembre  91 


Se  tocó  diana  á  las  3  a.  m. 

No  habiendo  llegado  aun  el  Capitán  Drury,  se  dispuso  no 
marchar,  no  tan  solo  por  esperar  su  incorporación  sino  para 
evitar  mezcla  de  caballadas  con  las  de  la  segunda  Brigada, 
con  la  cual  veníamos  marchando  casi  k  la  misma  altura. 

A  las  9  a.  m.  se  tocó  asamblea,  racionándose  después  toda 
la  fuerza  para  el  dia  de  hoy. 

El  calor  es  sofocante  en  las  horas  del  medio  dia,  así  como 
por  la  mañana  se  siente  frío  intenso. 

A  las  4  p.  m.  habiendo  refrescado  un  poco>  se  ordenó  em* 
pezara  á  cargar  la  tropa  de  arreas  y  así  que  estuvo  pronta 
emprendió  la  marcha,  efectuándolo  la  Brigada  á  las  6  y  60  p.  m. 
siguiendo  en  dirección  al  O.  hasta  las  6  y  65  que  se  campó 
próximo  á  la  segunda  Brigada,  en  un  campo  que  tendría  una 
estension  del  rio  hasta  las  sierras,  unas  tres  leguas,  siendo 
bueno  en  algunas  partes  en  que  abundaba  el  trévol  y  el  pasto 
cola  de  zorro,  teniendo  hacia  el  Norte  y  á  nuestro  frente  un 
cafiadon  que  nos  proporcionaba  agua  potable. 


—  475  — 

Todas  las  caballadas  y  hacienda,  se  colocaron  á  nuestra  de* 
recha,  á  fin  de  evitar  contusión  con  las  de  la  segunda. 
Se  calcula  en  una  legua  el  camino  recorrido  hoy. 
Se  ataron  muías  y  caballos  á  soga. 
£1  Capitán  Drury  no  se  nos  incorporó  en  toda  la  noche. 


Movlembre  99 


La  diana  se  tocó  á  las  3  y  35  a.  m.  y  se  hicieron  soltar 
los  caballos  atados. 

No  se  pudo  marchar  por  no  haberse  incorporado  aun  el  Ca- 
pitán Drury. 

En  la  madrugada  se  ha  sentido  bastante  frió. 

A  las  9  a.  m.  se  tocó  asamblea  relevándose  el  servicio ;  poco 
después  llegó  el  Comandante  Ruiz  que  habia  quedado  enfermo 
á  retaguardia»  con  el  farmacéutico  y  soldados  que  le  acom- 
pañaban. 

Por  último  á  las  12  p.  m.  llegó  el  Capitán  Drury  con  la 
fuerza  que  habia  quedado  en  el  paso,  trayendo  35  caballos, 
12  muías  y  4  novillos  carneados  que  se  entregaron  a  los 
cuerpos  para   su    racionamiento. 

En  estas  horas  del  día  el  calor  ha  sido  sofocante. 

A  las  3  de  la  tarde  seguia  el  tiempo  caluroso ;  sin  embargo 
como  habia  necesidad  de  marchar,  puesto  que  con  la  espera 
del  Capitán  Drury  nos  habíamos  visto  obligados  á  efectuar  mar- 
chas sumamente  cortas,  se  tocó  á  ensillar  y  prontas  las  fuerzas 
á  las  3  y  40  nos  pusimos  en  marcha  con  rumbo  al  O.  siguiendo 
siempre  la  senda  que  iba  en  esa  dirección,  costeando  el  rio 
Limay.    Al  trote  y  al  paso  se  marchó  hasta  las  6  y  60,  hora 


•-  476  — 

en  que  se  campd  en  el  paraje  conocido  por  los  indígenas  oon 
el  nombre  de  Ghalei-guaieu,  &  media  legua  próximamente  de 
la  subida  á  una  travesía  de  seis  leguas. 

Los  campos  que  hemos  atravesado  son  buenos  casi  en  su 
totalidad. 

El  camino  recorrido  se  calcula  en  4  leguas,  con  buenas 
aguadas,  alejándose  solo  del  rio  en  partes  en  que  este  descri- 
be una  curva  demasiado  grande. 

Se  campó  próximo  á  unos  cañadones  en  que  habia  agua 
potable;  habia  partes  del  campo  muy  buenas  y  allí  se  colo- 
caron las  caballadas. 

A  la  lista  de  tarde,  se  ataron  caballos  á  soga. 


IVovleiübre    9B 


Se  tocó  diana  a  las  3  a.  m. ;  so  hicieron  soltar  los  caballos 
atados  y  en  seguida  se  ensillaron  muías,  poniéndose  en  mar- 
cha la  Brigada  á  las  3  y  60. 

Como  k  las  20  cuadras  el  rio  se  unía  á  las  sierras,  inter- 
ceptando el  paso ;  allí  empezaba  la  travesía  y  dimos  principio 
al  ascenso  que  terminamos  bien  pronto  por  no  ser  las  sierras 
muy  elevadas  y  continuamos  por  la  senda  en  dirección  al  S. 
y  SO.  después. 

A  las  6  y  65  se  hizo  alto  para  dar  descanso  á  nuestras 
cabalgaduras»  continuando  luego  la  marcha  á  las  6  y  20, 
para  deternos  á  dar  otro  descanso  á  las  9.  Siete  minutos 
después  seguimos  la  marcha  siempre  al  trote,  ó  al  paso  cuan- 
do atravesábamos  alguna  pequeña  zona,  cuyo  terreno  era  muy 
pedregoso,  no  interrumpiéndola  hasta  las  10  y  6,  que  hicimos 
alto  para  campar. 


—  477  — 

A  las  9,  habíamos  llegado  al  final  de  la  travesía ;  el  des- 
censo fué  mas  dificultoso  que  la  subida,  pues  de  este  lado  las 
sierras  son  mas  escarpadas,  de  una  naturaleza  mas  acciden- 
tada, formando  la  senda  varios  ángulos,  ó  describiendo  cír- 
culos mas  ó  menos  grandes,  antes  de  llegar  al  valle,  dejando 
en  ciertas  ocasiones,  solo    el  espacio    suficiente   para  un  solo 

jinete. 

Continuamos  luego    por   el    camino  en  dirección  SO.,  que 

atraviesa  un  estenso  y  hermosísimo  valle,  con  buenas  aguadas 
y  abundancia  de  pastos  y  fuimos  á  campar  en  la  costa  del 
Limay,  que  en  ese  parage  corria  silencioso,  el  cual  es  cono- 
cido con  el  nombre  indio  de  Cliucae^neyeu. 

Es  el  sitio  mas  pintoresco  de  todos  nuestros  campamentos 
hasta  la  fecha.  £n  la  costa  Sud,  se  levanta  una  caprichosísima 
sierra,  siendo  la  meseta  mas  elevada,  la  que  está  frente  á 
nosotros,  disminuyendo  poco  á  poco  á  derecha  é  izquierda, 
hasta  perderse  en  las  defectuosidades  del  terreno.  Parece  una 
gran  ciudad,  convertida  en  ruinas,  ó  sepultada  entre  los  escom- 
bros ;  algunos  picos  de  forma  cónica,  podian  tomarse  por  las 
torres  de  una  iglesia  ó  castillo. 

A  los  pies  de  esta  sierra,  una  exuberante  vegetación  se 
estiende  por  toda  la  costa,  hasta  perderse  á  nuestra  vista  en 
la  vuelta  que  dá  el  rio. 

Por  lo  que  toca  á  nuestro  campo,  reúne  aquellas  cualida- 
des necesarias  para  dejarnos  satisfechos ;  buenos  pastos  para 
nuestros  ganados  y  buena  agua  que  era  lo  que  podíamos 
desear;  la  leña  abundaba  mucho  también. 

£n  la  marcha  se  venia  quedando  un  caballo  cansado,  el 
que  se  logró  hacer  llegar  hasta  el  campamento. 

Como  de  costumbre,  después  de  lista  mayor  se  ataron  caba- 
llos á  soga. 


—  478  — 


IVoviemlire    M0 


Se  tocó  diana  á  las  2  a.  m.  é  inmediatamente  se  mandó 
que  cargase  la  tropa  de  arreas,  la  que  se  puso  en  marcha  así 
que  estuvo  pronta.  AI  amanecer  se  hicieron  soltar  los  caballos 
atados  y  se  tomaron  muías  para  ensillar,  emprendiendo  la 
marcha  á  las  3  y  50  a.  m.,  hora  en  que  estuvieron  prontas 
las  fuerzas  de  la  Brigada. 

La  dirección  que  hemos  llevado  ha  sido  con  rumbo  al  Sud- 
oeste, con  pequefias  variaciones  que  describe  el  camino  hacia 
el  Sud. 

Los  campos  que  hemos  atravesado  son  regulares ,  hay  sin 
embargo,  zonas  de  tiena  arcillosa  que  no  produce  sino  plan- 
tas y  arbustos  espinosos;  las  sierras  á  derecha  é  izquierda 
del  camino  se  prolongan  de  E.  á  O.,  formando  valles  trans- 
versales mas   ó  menos  extensos  y  anchos. 

El  rio  se  aproxima  dos  veces  al  camino,  apartándose  luego 
para  formar  grandes  rinconadas. 

A  las  6  y  5  se  detuvo  la  columna,  para  dar  un  descanso 
de  un  cuarto  de  hora  á  las  muías  y  caballos  ensillados ;  con- 
tinuando luego  la  marcha,  sin  interrupción  alguna,  hasta  las 
9  a.  m.  que  se  hizo  alto  para  campar  próximo  á  la  segunda 
Brigada,  en  el  parage  denominado  Pícun-Letifa,  que  recibe 
el  mismo  nombi'e  de  un  arroyo  que  atraviesa  el  valle,  desem- 
bocando en  el  rio. 

Se  calcula  en  7  leguas  la  distancia  recorrida  hoy. 

En  la  marcha  se  venian  quedando  cansados  veinte  animales 

entre  caballos  y  muías,  pertenecientes  al  Regimiento  7,  lo  que 

hacia  suponer  que  el  oficial  encargado  de  la  caballada  de  ese 

cuerpo,  no  cumplía  con  lo  dispuesto  en   la  orden  de  Brigada 

del  dia  14  del  comente,  esto  es,  que  permitía  que  sus  sol- 


—  479  — 

dados  anduvieran  galopando  y  corriendo  continuamente  y  se 
tomaron  las  medidas  necesarias  para  que  esto  no  se  repitiese 
en  lo  sucesiYo;  los  caballos  y  muías  rezagadas  llegaron  aun- 
que tarde  al  campamento. 

A  las  10  a.  m.  se  tocó  asamblea,  relevándose  el  servicio ; 
en  seguida  se  carnearon  tres  animales  vacunos,  racionándose 
toda  la  fuerza  por  el  dia  de  hoy  y  los  cueros  se  entregaron 
¿  la  tropa  de  arreas  para  retobos. 

En  el  resto  del  dia  no  hubo  novedad ;  el  calor  ha  sido  fuerte 
desde  las  10  a.  m.  hasta  las  4  p.  m.  que  empezó  á 
refrescar. 

Después  de  lista  mayor  se  ataron  caballos  á  soga ;  el  campo 
es  bueno  por  la  abundancia  de  excelentes  pastos,  si  bien 
estos  se  encuentran  en  puntos  determinados  y  no  en  todo  el 
terreno  que  hemos  ocupado. 

En  este  punto  hemos  divisado  la  sierra  de  "  Cataluin  Ma- 
huida''  que  se  calcula  a  50  ó  60  leguas  de  distancia  de 
donde  hemos  campado  y  hacia  donde  el  seüor  Coronel  Godoy 
se  diríje  mañana  con  parte  de  las  fuerzas  de  su  Brigada, 
quedando  el  resto,  al  mando  del  Teniente  Coronel  D.  Alejan- 
dro Montes  de  Oca,  quien  hará  sus  marchas  con  arreglo  á 
las  nuestras. 


BleleHibre  1''  de    de  198» 


Se  hizo  tocar  diana  á  las  2  y  30  p.  m.,  poniéndose  la 
tropa  de  aireas  á  cargar  inmediatamente. 

A  las  4,  habiendo  ensillado  las  fuerzas  de  la  Brigada,  nos 
pusimos  en  marcha,  siguiendo  siempre  el  camino  trazado  por 
IOS  indios,  que  se  prolonga  en  dirección  SO. 

Pocos  momentos  después,  atravesábamos  el  arroyo  Picu»^ 
Leufd,  que  corre  á  confundirse  en  las  aguas  del  Limay ;  en  el 


—  480  — 

paso,  solo  tiene  seis  ó  siete  metros  de  ancho  y  es  de  poca 
profundidad. 

Teníamos  delante,  una  corta  travesía  de  tres  leguas  próxi- 
mamente y  pronto  dimos  principio  al  ascenso,  logizando  llegar 
á  su  término  á  las  6  a.  m.  Al  pié  de  la  bajada  existe  un 
manzano ;  este  árbol,  el  primero  que  encontramos  de  su  espe- 
cie, después  de  haber  pasado  el  Neuquen,  indica  sin  duda  la 
entrada  á  los  hermosos  valles  que  se  suceden,  casi  sin  inte^ 
rupcion  considerable. 

Al  entrar  en  el  primero  hicimos  alto,  continuando  la  marcha 
á  las  6, y  25,  la  que  no  fué  interrumpida  hasta  las  8  a.  m. 
que  nos  detuvimos  para  campar  en  la  costa  del  Limay  en  el 
parage  denominado  en  lengua  indígena  TuenilleU, 

Allí  también  estuvieron  campadas  las  fuerzas  del  Coman- 
dante Suarez,  pero  nos  pareció  reconocer  los  vestigios  de  un 
campamento  indio,  abandonado  tal  vez  cinco  ó  seis  días  antes 
porque  se  encontraron  pedazos  de  carne  de  vaca  y  rastrillada 
de  animales  vacunos  y  ninguna  de  las  comisiones  que  habian 
marchado  á  vanguardia,  ni  aún  las  de  la  segunda  Brigada, 
llevan  de  estos  animales. 

Se  carnearon  tres  novillos,  racionándose  toda  la  fuerza  por 
el  dia  de  hoy;  los  cueros  se  entregaron  uno  á  cada  cuerpo 
para  maneadores,  y   otro   á  la  tropa  de  arreas   para  retobos. 

Se  repartió    harina  y  sal  hasta  el  5  del  corriente  inclusive. 

Como  es  de  práctica,  se  ataron  caballos  á  soga  después  de 
la  lista  de  tarde. 

El  camino  recorrido  sigue  en  dirección  SO.  y  se  calcula  en 
5  leguas  lo  andado  hoy. 

Los  valles  que  atravesamos  siguen  la  misma  dirección  del 
camino ;  campos  hermosísimos  y  de  gran  valor  y  es  de  admi- 
rarse verdaderamente  la  abundancia  de  pastos  buenos^j^  sobre 
todo  la  cebadilla,  que  crece  en  algunas  partes  hasta  un  metro 
de  altura. 

En  el  resto  del  dia  no  ha  ocumdo  novedad. 


—  481  — 


Blelembre    9 

I 
J 


La  (liana  se  tocu  á  las  2  a.  n).;  la  tropa  de  arreas  empezó 
á  cargar  inmediatamente. 

A  las  3,  se  tocó  á  ensillar  y  45  minutos  después,  empren- 
dimos la  marcha  con  rumbo  al  O.  hasta  las  4  y  20  que  la 
senda  cambia  de  dirección  al  SO. 

A  las  5  y  50i  nos  detuvimos  para  dar  un  descanso  á  nues- 
tras caballadas  y  muladas,  siendo  el  campo  rejomdo  hasta 
esta  hora  muy  bueno. 

A  las  6  y  20,  continuamos  la  marcha,  siempre  al  trote,  ó 
al  paso  algunas  veces  cuando  el  camino  era  pedregoso,  hasta 
las  9  a.  m.,  que  se  hizo  alto  para  campar  en  una  rinconada 
y  en  la  costa  de  un  aiToyo,  cuyo  nombre  no  se  pudo  saber. 
£1  cai^po  no  es  muy  bueno,  pero  sí  extenso,  pudiendo  colo- 
carse los  ganados  en  determinados  puntos  en  que  hay  buenos 
pastos. 

Poco  ant«)s  de  llegar  á  este  punto,  vimos  una  muía  ensillada 
delante  de  la  columna,  la  que  huyó  espantada  apenas  nos  vio ; 
se  mandó  correrla,  sin  que  pudieran  darle  alcance,  por  no  ser 
buenos  los  caballos  en  que  iban  montados  los  que  la  corrie- 
ron ;  empero,  la  muía  en  su  caiTera  volteó  la  montura,  huyen- 
do por  las  sierras  con  solo  el  bozal  y  el  freno. 

Esta  montura  era  de  algún  Oficial,  que  se  supuso  fuera  de 
los  de  la  vanguardia»  y  se  hizo  llevar,  dando  aviso  luego  al  Gefe 
de  la  segunda  Brigada,  que  venia  á  retaguardia  y  que  campó 
con  sus  fuerzas  á  poca  distancia  de  nosotros,  á  fin  de  que 
mandara  algún  Oficial  que  pudiera  reconocer  á  quien  perteíie* 
cia  la  montura  encontrada. 

Poco  después^  un  Oficial  del  Segimiento  2  de  Caballería, 
dijo  ser  del  Teniente  Grímau,  de  ese  mismo  cuerpo,    siéndole 

61 


—  482  — 

entregada  inmediatamente,  y  bautizando  ese  paraje  con  el 
nombre  de  Bincon  de  la  mtiía. 

Después  de  Asamblea,  que  se  tocó  á  las  10  a.  m.»  se  hizo 
la  carneada  de  dos  novillos  y  una  muía  que  se  deslomó  en  la 
marcha,  racionándose  las  fuerzas  por  el  dia  de  hoy. 

Los  cueros  se  entregaron  á  los  Cuerpos. 

£1  calor  ha  sido  muy  fuerte;  sin  embargo,  en  la  tarde, 
grandes  nubes  oscurecieron  el  horizonte,  amenazando  toimenta ; 
llovió  muy  poco  y  á  grandes  intervalos. 

El  resto  del  dia,  sin  novedad. 


Dlelembre  S 


Se  tocó  diana  á  las  2  y  30  a.  m. 

A  las  3  se  tocó  á  ensillar,  y  media  hora  después  nos  pusimos 
en  marcha,  empezando  á  subir  á  las  sierras  para  entrar  á  una 
travesía  de  dos  leguas  y  media,  próximamente,  que  debíamos 
pasar. 

Las  sierras  son  de  bastante  altura,  pero  su  ascenso  no  es 
dificultoso  y  se  prolonga  al  S.  O. 

A  las  6  y  10  llegamos  á  la  boca  de  la  travesía ;  presentán- 
dose de  golpe  ante  nuestra  vista,  un  espectáculo  grandioso. 
El  valle  hermoso,  con  una  vegetación  admirable  y  el  río  el 
cual  se  dividía  en  varios  pequeños  brazos,  formando  pinto- 
rescos islotes,  se  hallaban  á  mas  de  trescientos  pies,  bajo 
nosotros,  y  allí  lejos,  al  lado  de  la  costa  Norte,  se  veia  un 
punto  blanco,  asemejándose  h  un  ave  del  mismo  color,  na- 
dando en  su  orilla;  era  el  vapor  .fito  Negro^  que  sin  duda 
no  tenia  leña  para  continuar  su  marcha,  y  habia  hecho  alto, 
bajándose  la  tripulación  á  cortarla. 


—  483  — 

La  bajada  de  la  travesía  de  un  declive  suave,  era  muy 
extensa  y  tardamos  mas  de  veinte  minutos  en  descender  al 
valle. 

Casi  á  la  misma  altura  donde  se  hallaba  el  Bio  Negro, 
se  hi20  alto  para  dar  descanso  á  nuestras  cabalgaduras ;  nos 
fué  imposible  llegar  hasta  el  vapor,  porque  nos  interceptaba 
el  paso  un  aiToyo  pantanoso.  Sin  embargo,  nos  aproximamos 
H  la  orilla  del  río,  un  poco  mas  abajo  é  hicimos  señas  á  los 
de  abordo,  viniendo  como  á  los  16  minutos  un  bote  con  va- 
rios tripulantes. 

Como  hacia  ya  media  hora  que  habíamos  hecho  alto,  el 
Gefe  de  la  Brigada  se  puso  en  marcha  con  la  columna,  sin 
esperar  el  bote,  quedando  el  Comandante  Diez  y  sus  ayu- 
dantes en  la  Costa,  para  que  saludaran  al  Comandante 
Obligado,  indicándole  el  parage  en  que  poco  mas  6  menos 
íbamos  á  campar,  por  si  continuaba  su  marcha. 

Poco  después  se  nos  incorporó  el  Comandante  Diez,  quien 
habia  cumplido  con  el  encargo  del  Gefe  de  la  Brigada,  salu- 
dando al  Comandante  Obligado^  que  era  uno  de  los  que  hablan 
venido  en  el  bote. 

El  extenso  valle  que  empezamos  k  atravesar  se  prolongaba 
en  dirección  SO. 

La  senda  que  recorriamos  seguia  costeando  el  Limay,  si 
bita  se  separaba  de  él,  en  ciertos  parages,  mas  de  una 
legua. 

La  muía  que  habíamos  encontrado  ensillada  ayer,  apenas 
subimos  la  travesía,  la  vimos  otra  vez;  aún  llevaba  el  bozal 
y  el  freno,  y  huía  espantada. 

Cuando  descendimos  al  valle^  la  corrieron  varios  soldados, 
logrando  después  de  mucho  trabajo,  apoderarse  de  ella  con 
dos  6  tres  pares  de  boleadoras. 

El  Gefe  de  la  Brigada  ordenó,  que  la  muía,  como  el  bozal 
y  freno,  fueran  devueltas  á  la  segunda  Brigada. 

La  zona  de  terreno  que  hemos  atravesado  desde  la  bajada 


—  484  — 

(Ic  la  travesía  que  dejamos  á  las  6,  hasta  las  9,  que  se  hizo 
alto  para  campar  en  la  costa  del  rio,  es  admirable  por  la 
riqueza  que  posee  en  sus  pastos;  la  gramilla,  cebadilla  y 
el  trébol,  crecen  en  abundancia  y  en  todo  el  ancho  del  valle, 
que  en  ciertos  puntos  es  de  dos  y  tres  leguas,  .teniendo  por 
límite  al  N.  las  sierras  que  se  extienden  de  E.  a  O.  y  SO.  y 
por  el  Sud  el  rio  Limay. 

Se  calcula  en  siete  leguas  y  media  la  distancia  recorrida 
hoy. 

Este  campo  es  conocido  con  el  nombre  de  la  Pampa  del 
Manzano. 

Se  carnearon  dos  novillos  para  el  racionamiento  de  la  fuer- 
za de  la  Brigada,  entregándose  un  cuero  á  cada  cuerpo  para 
maneadores  y  bozales. 

A  las  9  y  30  llego  la  segunda  Brigada,  campando  próximo 
H    nosotros,  pero  mas  adelante. 

El  vapor  llegó  á  la  tarde,  fondeando  frente  á  nuestro  cam- 
po ;  poco  después  el  Gefe  de  la  Brigada  recibia  la  visita  del 
Comandante  Obligado,  á  quien  acompañó  con  el  Comandante 
Diez  á  comer   abordo. 

Después  de  lista  de  tarde  se  ataron  caballos  á  soga. 

En  el  resto  del  dia,  no  ocurrió    novedad 


Diciembre    4 


Se  tocó  diana  á  las  2  a.  m.,  empezando  á  cargar  inme- 
diatamente la  tropa  de  aireas. 

A  las  4  y  20,  habiendo  ensillado  ya  las  fuerzas  de  la  Bri- 
da, nos  pusimos  en  marcha,  siguiendo  á  la  segunda  que  la 
habia  emprendido  poco  antes  que  nosotros. 


—  485  — 

Seguimos  al  trote  y  al  paso  hasta  las  6  y  15  que  se  hizo 
alto  para  dar  un  descanso  á  las  muías;  el  camino  es  bueno, 
si  bien  los  campos  no  lo  son  tanto»  por  la  mucha  piedra  que 
se  encuentra  en  ellos. 

A  las  6  y  45  continuamos  la  marcha,  con  rumbo  siempre 
al  SO. 

A  las  7  y  45  llegamos  a  un  aiToyo,  que  corre  de  O.  á  £., 
desembocando  en  el  Limay,  conocido  con  el  nombre  indio  de 
Traim-Leu/ü. 

Allí  había  acampado  la  segunda  Brigada  y  tuvimos  que 
hacer  lo  mismo,  por  no  ser  posible  pasar  el  anroyo,  sin  que 
quedaran  empantanados  muchos  soldados»  y  lo  que  es  mas 
probable/  casi  toda  la  tropa  de  arreas;  lo  qu3  debíamos  evi- 
tar á  toda  costa. 

El  lecho  de  Traiin-Leufú  es  todo  de  tierra ;  tiene  en  algu- 
nas partes  un  roetio  ó  metro  y  medio  de  agua  y  en  otras  un 
poco  menos,  y  su  ancho  varía  de  cinco  ó  seis  metros  á  uno 
V  medio  ó  dos. 

Se  resolvió,  pues,  construir  un  puente  que  sirviese  para  las 
dos  Brigadas,  é  inmediatamente  se  mandó  cortar  maderas  de 
Sauce  que  era  la  única  que  habia  en  aquellas  alturas  y  dos 
horas  después  se  daba  principio  á  construirlo,  bajo  la  direc- 
ción del  Ingeniero  Bronsted  que  viene  en  la  segunda  Brigada, 
quedando  terminado  a  las  11  y  30  a.  m.,  teniendo  cuatro 
metros  de  largo  por  dos  y  medio  de  ancho. 

Se  dispuso  no  marchar  hasta  la  tarde,  cuando  refrescase 
un  poco,  pues  el  calor  del  medio  dia  era  insoportable. 

Se  tocó  asamblea  relevándose  el  servicio. 

Con  dos  novillos  que  se  carnearon  se  racionó  la  Brigada 
para  este  dia,  entregándose  los  cueros  á  la  tropa  de  arreas. 

El  campo  en  que  estaban  nuestras  caballadas  era  malo ;  el 
pasto  escaseaba  no  solo  en  la  costa  del  aiToyo,  sino  en  las 
sierras. 

Habia,  pues,  necesidad  de  cambiar  de  campo. 


—  486  — 

A  las  4  y  20,  habiendo  ensillado  las  fuerzas  de  la  Brigada, 
nos  pusimos  en  marcha. 

Así  que  pasamos  el  puente,  que  era  bastante  sólido  y  sin 
peligro  de  que  cayera  algún  ginete  ó  muía  cargada,  tomamos 
al  O.  costeando  el  mencionado  arroyo. 

Una  hora  marchamos ;  el  campo  que  dejamos  atrás  es  malo 
también  por  la  escasez  de  pastos. 

Campamos  á  las  6  y  26  p.  m.  en  un  punto  en  que  habia 
algunos  retazos  buenos  donde  colocar  la  caballada  y  para 
atar  como  de  costumbre  los  caballos  á  soga»  así  que  se  hubo 
pasado  lista  mayor. 

El  resto  del  dia,  sin  novedad. 


Blelemlire    ft 


Se  tocó  diana  á  las  2  a.  m.  empezando  á  cargar  la  tropa 
de  arreas. 

A  las  3,  se  tocó  á  ensillar  y  á  las  3  y  45  emprendimos 
la  marcha,  alejándonos  por  el  camino  con  dirección  al  O. 
A  ambos  costados  se  extiende  la  interminable  cadena  de 
sierras  tan  caprichosas  en  sus  formas,  altura  y  colorido,  for- 
mando valles  mas  ó  menos  grandes  y  ricos  según  su  vegeta- 
ción. Algunas  veces  se  encuentran  estos  valles  á  mayor 
altura  que  las  mismas  sierras,  que  Íbamos  dejando  atrás; 
tan  pronto  descendíamos  á  la  llanura,  como  ascendíamos  á 
algún  escarpado  peñón,  para  volver  á  descender  nuevamente» 
seguir  el  camino  que  varía  de  derecha  á  izquierda*  presentar- 
nos á  la  entrada  de  un  vallecito  que  aumentaba  sus  dimen- 
siones ó  las  disminuía,  según  se  alejaban  ó  aproximaban  las 
sierras,  hasta  poder  continuar  por  algún  tiempo  por  la  llanura, 
que  en  estas  regiones  no  son  nunca  grandes. 


—  487  — 

Así  continuamos  hasta  las  6  y  6  que  nos  detuvimos  para 
dar  un  descanso  á  las  cabalgaduras,  en  la  costa  del  arroyo 
PUqtíin-Furambé^  que  debíamos  atravesar. 

Es  este  arroyo  mucho  mas  pantanoso  y  también  mas  ancho 
que  el  Traim-Leufú.  Al  volver  esta  Brigada  el  año  pasado» 
de  su  primera  expedición,  se  le  empantanaron  muchos  solda- 
dos con  sus  caballos  y  la  mayor  parte  de  los  indios  que 
venían  prisioneros  y  muchos  cargueros,  á  pesar  de  haberle 
buscado  cuatro  ó  cinco  pasos. 

En  esta  ocasión  se  pensaba  construir  un  puente,  pero  el 
Alférez  Purrayan  del  Escuadrón  Indios,  aseguró  que  costeando 
el  arroyo,  como  á  diez  ó  doce  cuadras  del  camino  habia  un 
paso  bueno. 

A  las  6  y  30,  continuábamos  la  marcha,  y  diez  minutos  des- 
pués, pasábamos  el  temido  arroyo  sin  dificultad  de  ninguna 
especie. 

Seguimos  luego  la  marcha  hasta  las  8  y  40,  que  se  hizo 
otro  alto  para  dar  descanso  á  las  muías. 

A  las  9,   se   continuó  la  marcha,  costeando  el  arroyo  Nu- 

umicó^  que  parece   tiene   su   nacimiento    en   las    sierras  que 

dejamos  á  nuestra  derecha;  sus  aguas  son  cristalinas  pero  un 

poco  salobres,  su  lecho    es  generalmente    Je  piedra  y    es  de 

poca  anchura. 
A  las  10,  en  un  parage  en  que  el  valle    se  inclina  al  Sud, 

habiéndolo  encontrado  con  buenos  pastos»  se  campó  en  la  costa 
del  mismo  an*oyo  y  se  dispuso  que  los  ganados  pasaran  al 
otro  lado,  al  pié  de  las  sierras,  (que  en  esos  lugares  tiene 
de  quinientos  á  seiscientos  metros  de  altura),  por  estar  mu- 
cho mejor  el  campo. 

Se  calcula  en  ocho  leguas  lo  que  hemos  andado  hoy. 

Se  carnearon  dos  novillos ,  entregándose  los  cueros  á  la  tro- 
pa de  arreas. 

Alas  II  a.  m.  próximamente    llegó  la  segunda  Brigada  y 

eampó    como  á  cinco  cuadras  de  nosotros. 
£1  resto  del  dia  sin  novedad. 


—  488  — 


Dlelembre    S 


Se  tocó  diana  á  las  2  a.  m.  Se  mandó  que  la  tropa  de 
arreas  cargase  inmediatamente,  así  como  los  cargueros  de  los 
cuerpos,  pues  como  solo  faltaba  una  jornada  para  llegar  al 
rio  Collon-Curá,  y  esta  era  un  poco  larga,  debíamos  empren- 
der la  marcha  temprano,  á  fin  de  no  sufrir  la  fuerza  del  sol 
en  las  horas  del  medio  día. 

A  las  2  y  30  se  tocó  a  ensillar,  y  á  las  3  nos  pusimos  en 
marcha,  costeando  el  Munucó  por  espacio  de  mas  de  una 
hora. 

En  seguida  empezamos  á  atravesar  sierras  que  cerraban  el 
valle  en  que  habiamos  marchado  anteriormente,  dejamos  el 
Munucó  que  se  perdiera  entre  ellas  y  tomamos  luego  el  arro- 
yo Pícht'Picunleu/dy  que  corve  de  O.  á  E.  pasando  entre  el 
oajon  que  forman  dos  cadenas  de  elevadísimas  y  escarpadas 
sierras,  que  se  unen  casi  en  la  estension  de  una  leguai  tanto 
que  puede  decirse,  que  solo  dejan  paso  para  el  citado  arroyo, 
que  corre  de  derecha  &  izquierda  serpenteando  caprichosamen- 
te, buscando  todas  las  hendiduras  de  las  rocas,  entre  las 
que  se  han  abierto  paso  k  su  formación,  con  un  pequeño 
salto  de  agua  de  tres  ó  cuatro  metros  de  altura  y  teniendo 
su  nacimiento  á  mas  de  doscientos  metros  sobre  el  valle  en 
que  se  pierde  formando  un  baüado. 

Este  arroyo  á  medida  que  Íbamos  ascendiendo  lo  atrave- 
samos ocho  veces,  pasando  indistintamente  de  la  margen  de- 
recha á  la  izquierda,  hasta  que  llegamos  al  valle  donde 
empezaba,  teniendo  su  nacimiento  al  parecer  en  las  sierras 
que  temamos  á  nuestra  derecha. 

Allí  hicimos  alto;   eran  las  6  y  30  a.  m. 

A  las  6  continuamos  la  marcha;  el  valle  varía  á  cada  ins- 
tante, según  la  dirección  de  las  sierras  que  lo  forman,  siendo 


—  489  — 

estas  de  taa  caprichosos  contornos  que  es  casi  imposible  re- 
tener una  de  ellas  en  la  imaginación,  con  solo  haber  pasado 
una  sola  yez. 

Se  ha  divisado  confundiéndose  con  las  nubes  la  nevada 
cordillera  de  los  Andes  y  el  elevado  pico  del  volcan  "Que- 
trupillan." 

A  las  10  a.  m.  llegamos  al  rio  CoUon-Curd,  después  de 
haber  hecho  un  alto  de  diez  minutos  a  las  8,  y  alH  poco 
antes  de  llegar  al  punto  donde  estaba  campado  el  Subtenien- 
te Aubone  con  su  fuerza  al  cuidado  de  los  botes,  un  Sargen- 
to del  Batallón  6,  después  de  indicar  al  Gefe  de  la  Brigada 
donde  era  mejor  el  campo,  le  dio  la  triste  noticia  de  haber 
perecido  ahogados  en  el  pasage  del  rio  el  Subteniente  D.  Lo- 
renzo J.  Sharples  con  un  Sargento  y  6  soldados  del  Batallón 
6  y  dos  soldados  del  Begimiento  7*^,  todos  de  la  vanguardia 
de  esta  Brigada. 

Este  triste  acontecimiento  causó  profunda  impresión  en  to- 
dos los  individuos  de  la  Brigada,  y  muy  particularmente  entre 
la  oficialidad  del  Batallón  6  que  lamentaba  la  pérdida  no  solo 
de  un  compañero  querido,  sino  de  un  oficial  distinguido  como 
el  Subteniente  Sharples,  de  un  Sargento  que  hacia  años  servia 
en  el  Cuerpo  y  de  muy  buenos  soldados,  todos  llenos  de  mé- 
ritos y  servicios. 

Se  campó  inmediatamente;  poco  después  el  Subteniente 
Aubone  entregaba  al  Gefe  de  la  Brigada  dos  notas  del  Co- 
mandante Suarez.  En  la  primera  de  fecha  2  del  corriente, 
dicho  Gefe  daba  cuenta  que  habiendo  encontrado  un  paso 
bueno  poco  mas  arriba  del  conocido  se  resolvia  á  pasar  su 
fuerza  sin  emplear  para  ello  el  bote,  el  cual  lo  entregaba  al 
Subteniente  Aubone  por  creerlo  innecesario  para  pasar  los 
demás  rios. 

La  segunda  nota,  era  de  fecha  4  del  mismo  y  en  ella  daba 
cuenta  que  el  paso  elejido  por  él,  tenia  cinco  brazos;  que 
pasó  el  primero  con  felicidad  pero  que  al  efectuar   el  pasage 

62 


—  490  — 

del  segundOi  la  primera  mitad  de  la  compañía  del  Batallón 
6  al  mando  del  Subteniente  D.  Lorenzo  J.  Sharples  que  ve- 
nia á  retaguardia  de  la  del  Regimiento  7"*  que  pasó  bien, 
dicho  oficial  se  inclinó  un  poco  2i  la  izquierda  de  la  direc- 
ción, siendo  inútiles  las  sefias  y  voces  que  se  le  dieron  para 
que  se  hiciera  á  la  derecha,  siguiéndole  en  tan  funesto  error 
toda  la  mitad,  siendo  arrastrados  violentamente  por  la  cor- 
riente cayeron  al  hondo  canal  dondo  perecieron  ahogados,  el 
Subteniente  D.  Lorenzo  J.  Sharples,  el  Sargento  2"^  Carmen 
Ferreira  y  los  soldados  Felipe  Luna,  Andrés  Pizono,  Pastor 
Gallardo,  Eleuterio  Várela,  Mariano  Celis  y  Fortunato  Ramírez 
del  Batallón  6,  y  los  soldados  Segundo  Alvarez  y  Pedro  Ochoa 
del  Regimiento  7."^ 

El  Comandante  terminó  el  pasage  del  Collon-Curá  en  uno 
de  los  botes  que  estaban  armados,  efectuándolo  después  la 
vanguardia  de  la  segunda  Brigada  sin  tener  que  lamentar  pér- 
dida alguna. 

La  segunda  Brigada  campó  próximo  á  nosotros  en  la  costa 
del  rio. 

Se  carnearon  dos  novillos  para  racionar  la  Brigada. 

A  la  tarde,  como  los  botes  que  estaban  armados  hacían 
mucha  agua,  se  mandó  que  el  carpintero  fuera  tapando  las 
hendiduras  con  alquitrán  y  lona  de  bolsa  pues  faltaba  la 
masilla,  á  fin  de  que  al  dia  siguiente  estuviesen  en  buen 
estado. 

Se  puso  en  libertad  antes  de  lista  mayor  al  Alférez  del 
Regimieto  7"^  D.  Florencio  R*  Indarte. 

£n  el  resto  del  dia  no  hubo  novedad. 

De  los  ahogados,  solo  se  encontró  el  cadáver  de  un  solda- 
do al  que  se  le  dio  sepultura;  los  demás  fueron  buscados 
inútilmente. 


—  491  — 


Diciembre  V 


Se  tocó  diana  á  las  3  a.  m.  y»  como  en  la  noche  anterior 
se  hablan  divisado  alguno  fuegos  en  dirección  O.  y  al  pare- 
cer á  distancia  de  cuatro  ó  cinco  leguas,  se  desprendió  al 
Alférez  del  Regimiento  1"*  D.  Mariano  Fosbery  con  15  hom- 
bres á  que  practicara  un  reconocimiento,  los  que  regresaron 
a  las  10  y  30,  sin  haber  encontrado  rastro  alguno. 

•  En  seguida,  luego  que  estuvieron  prontos  los  dos  botes,  se 
dispuso  empezara  á  pasar  sus  aparejos  y  cargas  la  tropa  de 
arreas,  como  así  mismo  la  de  los  cueii)OS,  mientras  que  un 
poco  mas  arriba  se  azotaron  las  caballadas,  muladas,  yegua- 
da y  hacienda  pasando  todo  al  otro  lado  sin  mucha  difi- 
cultad. 

Pasó  así  mismo  en  los  botes  la  fuerza  necesaria  para  el 
cuidado  de  los  ganados. 

Se  carnearon  dos  novillos  para  el  racionamiento  de  la  Bri- 
gada; la  hacienda  viene  enflaqueciendo  mucho,  tanto  que  hay 
algunos  animales  que   solo  pesan  trece  arrobas. 

Igual  cosa  sucede  con  los  caballos,  muías  y  yeguas. 

A  las  7  y  30  p.  m.  se  suspendió  el  pasaje  por  haber  ter- 
minado de  pasar  sus  cargas  y  aparejos  la  tropa  de  arreas  y 
la  de  los  cuerpos. 


—  492  — 


Dlelembre  H 


Después  de  dianai  que  se  tocó  á  las  3  a.  m.  se  empezó  á 
pasar  la  fuerza  del  Regimiento  7^  siguiendo  luego  la  del 
Batallón  6. 

A  las  2  p.  m.  empezó  á  soplar  un  fuerte  viento  pampero, 
poniendo  en  serio  peligro  los  dos  botes  en  que  se  efectuara 
el  pasage,  empleándose  en  esto  doblo  tiempo  pues  estos  eran 
llevados  dos  ó  tres  cuadras  mas  abajo  del  desembarcadero  por 
la  fuerza  del  viento  y  de  la  corriente;  el  rio  empezó  á  ere* 
cer  también. 

A  las  2  y  30  p.  m.  pasó  el  Gefe  de  la  Brigada  y  su  Ayu- 
dante al  Sud,  quedaudo  el  Comandante  Diez  con  la  fuerza 
que  aun  no  había  podido  pasar,  en  el  Norte,  á  fin  de  atender 
y  tomar  cualquiera  providencia  en  lo  que  pudiera  acón* 
tecer. 

La  Oficialidad  del  Batallón  6,  con  el  sentimiento  de  no  haber 
podido  encontrar  el  cadáver  de  su  infortunado  compañero  el 
Sub-Teniente  Sharples,  dejó  una  cruz  de  madera,  que  aunque 
muy  tosca»  porque  no  se  encontraron  maderas  buenas,  próximas 
al  campamento,  era  una  viva  demostración  del  dolor  que  les 
habia  causado  tan  sensible  pérdida. 

Esta  cruz,  que  debía  ser  reemplazada  por  otra  mejor,  traída 
del  Lago  Nahuel-Huapf,  tenia  la  siguiente  inscripción : 

^  El  2  de  Diciembre  de  1882,  perecio'on  ahogados,  en  el 
paso  de  este  rio,  el  Sub-Teniente  D,  Lorenzo  J.  Sharples, 
el  aarjento  Carmen  Ferreyra  y  loa  soldados  Felipe  Luna, 
Andrés  Pízono,  Pastor  Gallardo,  Eleuterio  Várela,  Mariano 
Célis  y  Fortunato  Ramirez,  del  Batallón  6  de  Línea;  y  los 
soldados  Segundo  Alvarez  y  Pedro  Oclioa,  del  Regimiento  7 
<le  Caballería  de  Línea:  nobles  víctimas  de  su  abnegación  y 
disciplina, " 


493 

A  las  4  p.  m.,  como  el  viento  seguía  soplando  con  fuerza, 
poniendo  siempre  en  grave  peligro  los  botes,  se  dispuso  suspen- 
der el  pasaje,  hasta  tanto  calmase  un  poco ;  y  el  Gefe  de  la 
Brigada  se  puso  en  marcha,  con  la  fuerza  que  estaba  en  el  Sud, 
que  era  toda  del  Batallón  6,  para  reuniría  á  la  del  Regimiento 
7,  que  marchó  á  campar  en  la  mañana,  á  un  valle  distante 
poco  mas  ó  menos  del  paso  en  la  costa  del  Sud  del  arroyo 
Qnenquemetreu,  que  desemboca  en  el  CoUon-Curá  y  corre  de 
O.  á  E. 

A  las  5  habíamos  campado  ya ;  se  carnearon  dos  novillos, 
racionándose  la  Brigada  por  el  dia  de  hoy.  Se  mandó  la  car- 
ne correspondiente  para  los  que  hablan  quedado  en  el  Norte. 

En  el  paso  habia  quedado  1  Oficial  y  algunos  soldados,  á  fin 
de  que  si  se  componia  el  tiempo,  se  siguiese  efectuando  el  pa- 
saje. Así  se  hizo,  y  á  la  noche  antes  de  las  9,  llegaban  los  40 
hombres  que  faltaban,  habiendo  quedado  en  el  Norte  solamente 
el  Comandante  Diez,  el  Farmacéutico^  algunos  asistentes  y  unas 
cargas  que  no  alcanzaron  á  pasar. 

En  este  dia  se  tuvo  noticia  de  que  el  Comandante  Peitiado, 
Gefe  de  la  vanguardia  de  la  segunda  Brigada*  habia  tomado 
prisioneros  unos  indios,  muerto  á  12  ó  13,  y  que  les  habia 
quitado  todo  el  aneo  que  llevaban. 


Dteiemlire  • 


Diana  á  las  3  a.  m. 

Poto  después  de  amanecer,  se  presentó  el  Comandante  Diez, 
con  los  que  habian  quedado  en  el  Norte. 

Como  el  Comandante  Montes  de  Oca,  Gefe  interino  de  la 
segunda  Brigada,  debia  entregamos  el  racionamiento  de  víve- 
res y  vicios,  por  todo  el  mes  de  Enero,  se  esperaba  que  de  un 


—  494  — 

momento  á  otro  hiciera  pasar  de  este  lado  los  artículos  conve* 
nientes  para  roandur  á  recibirlos. 

Seguia  el  viento  fuerte,  que  continuaba  siendo  un  incon- 
veniente para  el  pronto  traslado  de  las  cargas  a  la  costa  del 
Sud. 

Habiendo  tenido  noticia  que  el  sobrino  de  ÑancucheOí  venia 
del  Caleufú  para  Collon-Curá,  por  el  camino  del  centro»  con- 
duciendo un  arreo  de  ovejas,  se  nombró  una  comisión,  compues- 
ta del  Teniente  2"^  D.  Juan  L.  Correa,  con  12  individuos  de 
tropa,  del  Batallón  6,  y  20  del  Regimiento  7,  á  las  órdenes  del 
Sargento  Mayor  graduado  D.  Baltazar  Pifiefiory,  quien  debia 
salirles  al  encuentro  y  apoderarse  de  ellos. 

A  las  2  de  la  tarde  se  puso  en  marcha  esta  Comisión,  lle- 
vando yeguas  para  su  racionamiento. 

Se  carnearon  2  novillos  para  racionar  las  fuerzas  de  la  Bri* 
gada  y  se  entregaron  los  cueros  a  la  tropa  de  arreas. 

A  la  tarde,  no  habiendo  terminado  de  pasar  todo  el  racio- 
namiento, porque  el  viento  no  habia  calmado,  y  como  se  per- 
día un  tiempo  que  era  necesario  aprovechar,  se  dio  orden  de 
recibir  lo  que  hubiese  en  la  costa  del  Sud ;  consistiendo  esto,  en 
70  novillos,  13  cargas  de  harina,  1  de  jabón,  1  de  yerba,  1  y 
medio  de  tabaco,  1  de  sal  y  *)  resmas  de  papel,  dando  el  re- 
cibo correspondiente  al  Teniente  Coronel  D.  Alejandro  Montes 
de  Oca;  y  antes  de  que  se  hiciera  noche,  se  mandaron  al  paso 
las  muías  necesarias  aparejadas,  para  que  trasladaran  al  cam- 
pamento todo  lo  que  hablan  recibido,  y  el  Capitán  Drury  recibió 
orden  de  hacerse  cargo  de  los  70  novillos,  agregándolos  á  los 
que  ya  tenia. 

Después  de  lista  mayor,  se  ataron,  como  de  costumbre,  ca- 
ballos á  soga,  no  ocurriendo  novedad  en  el  resto  del  dia. 


—  495  — 


Dlelembre  !• 


A  las  2  a.  m.  se  tocó  diana,  poniéndose,  como  de  costumbre, 
a  cargar  la  tropa  de  arreas. 

A  las  3  se  tocó  á  ensillar,  y  46  minutos  después  emprendía- 
mos la  marcha,  tomando  el  camino  que  yá  costeando  el  Collón- 
Cura  por  encima  de  las  sierras,  siguiendo  siempre  al  Sud  y 
Sud-Este. 

La  marcha  se  hacia  un  poco  pesada  por  la  escabrosidad  del 
terreno,  no  pudiendo  ir  al  trote,  sino  á  cortos  intervalos.  A 
las  6  y  45  a.  m.  se  hizo  el  primer  alto,  continuando  la  marcha 
á  las  6  y  10,  con  rumbo  al  Sud.  A  las  8  se  hizo  otro  alto, 
emprendiendo  la  marcha  después  de  media  hora  de  descanso, 
variando  de  S.  E.  al  S. 

A  las  9,  al  despuntar  las  sierras,  vimos  el  CaJeufú,  que 
corria  en  el  valle  que  teníamos  delante  y  á  trescientos  metros 
bajo  nosotros;  el  que»  dividiéndose  en  cinco  ó  seis  pequefios 
brazos,  se  confundía  en  el  CoUon-Curá. 

Llegado  que  hubimos  al  valle,  el  brazo  principal  tenia  como 
ochenta  metros  de  ancho;  reconocido  el  paso,  resultó  bueno, 
con  el  agua  al  encuentro  del  caballo;  los  demás  brazos  eran 
angostos,  y  todos  daban  paso,  poco  mas  ó  menos,  dando  el 
agua  á  la  misma  altura. 

Se  hicieron  desensillar  las  muías  y  se  ensillaron  caballos; 
se  colocaron  unos  diez  nadadores,  para  que»  además  de  sefialar 
el  paso,  estuvieran  prontos  á  socorrer  á  cualquiera  que  pudie- 
se desviarse  de  la  dirección,  haciéndose  á  la  izquierda;  y  se 
empezó  á  efectuar  el  pasaje  á  las  JO  y  15,  que  se  hizo  con 
toda  felicidad,  sin  tener  que  lamentar  sino  un  baño  involunta- 
rio que  se  dio  el  Capitán  de  la  Plana  Mayor,  D.  Alfredo  Conde, 
que,  habiéndose  hecho  á  la  izquierda  del  paso,  cayó  en  el 
canal,  que  era  hondo    y  cerrentoso,    salvándose  por  fortuna, 


—  496  — 

merced  á  su  buen  caballo,  y  á  que  acudieron  pronto  á  su  auxi- 
lio los  nadadores. 

La  tropa  de  áiTeas  y  los  ganados  pasaron  también  con 
suerte. 

Los  otros  brazos  no  ofrecieron  dificultad  alguna,  y  á  las  11 
a.  n).  habíamos  campado  en  la  costa  Sud  del  Caleufú,  donde 
anteiiormente  existiéronlas  tolderías  de  Saybueque;  el  campo 
es  bueno,  valle  estenso  y  abundante  en  pastos. 

Foco  después  de  estar  campados,  el  centinela  de  las  caballa- 
das divisó  en  las  sierras  dos  ó  tres  ginetes,  que  venian  bajando 
por  camino  opuesto  al  que  habíamos  traido.  Salieron  algunos 
Oficiales  que  estaban  montados  y  varios  soldados,  que  pasaron 
al  otro  lado  del  rio  para  reconocerlos^  resultando  ser  el  vaquea- 
no  de  la  comisión  del  Mayor  Peñeüory  y  un  sárjenlo  del  Re- 
gimiento 7,  que  venian  de  chasque.  Él  Mayor  mandaba  dar 
cuenta  de  que  habia  acampado  al  Sud  del  ríoi  sin  haber  en- 
contrado nada,  ni  siquiera  rastros  en  el  camino,  hallándose  á 
dos  leguas  de  nosotros. 

Como  debíamos  pasar  por  el  punto,  en  donde  habia  acampado 
el  Mayor,  el  Gefe  de  la  Brigada  dispuso  que  esta  comisión  se 
nos  incorporase  cuando  la  Brigada  pasara  por  allí. 

En  cumplimiento  de  lo  dispuesto  en  el  artículo  9  de  las  ins- 
trucciones del  Sr.  Comandante  en  Gefe  de  la  División,  se 
nombró  al  Sub-Teniente  D.  Odilon  Aubonei  un  sárjente,  dos 
cabos,  dos  cadetes  y  veinte  y  cinco  soldados,  del  Batallón  6  de 
Línea,  dándose  principio  inmediatamente  á  construir  un  fortín, 
en  el  que  debian  quedar  destacados ;  empicándose  para  ello, 
toda  la  fuerza  que  se  pudo  disponer  de  este  mismo  cuerpo. 

Se  eligió  un  sitio  bueno,  como  a  una  legua  de  la  boca  del 
rio,  frente  al  paso ;  paraje  alto,  presentando  por  los  accidentes 
del  terreno,  una  defensa  natural. 

Se  cortaron  maderas  y  se  empezó  á  formar  el  foso.  A 
la  lista  de  tarde,  quedaron  con  el  Sub-Tenient«  Aubone,  solo 
la  tropa  de  su  destacamento,  retirándose  el  resto  á  su  cuerpo. 


—  497  — 

El  Qefe  de  la  Brigada  le  entregó  las  instrucciones  por  es- 
crito, debiendo  titularse  este :  Fortín  Batallón  6  de  Linea. 

A  las  9  de  la  noche,  se  presentó  un  soldado  del  Regimien- 
to 2,  que  habia  pasado  el  rio  poco  antes,  mandado  por  el  Te- 
niente Canavery  de  ese  mismo  cuerpo,  quien  enviaba  aviso  de 
hallarse  en  la  otra  costa,  con  la  correspondencia  para  la  Bri- 
gada, á  fin  de  que  se  mandara  á  recibir  ó  le  indicaran  el 
paso  para  pasar  con  su  comisión. 

Se  hi70  que  un  sargento  fuera  á  recibirla,  quien  no  se 
presentó  hasta  las  2  de  la  madrugada,  por  la  distancia  que 
separaba  al  Teniente  Canavery  de  nosotros. 


nielembre    tt 


Se  tocó  diana  á  las  2  a.  m.  A'las  3  á  ensillar  y  á  las  3  y 
45  la  Brigada  se  puso  en  marcha,  en  dirección  al  Sud  por 
donde  tomaba  el  camino,  habiéndose  hecho  entregar  ántes>  al 
Subteniente  áubone,  12  novillos  para  su  racionamiento  y 
todos  los  caballos  y  muías,  que  venian  muy  lastimados  ó  fla- 
cos, además  de  algunos  caballos  buenos. 

A  la  media  hora  de  marcha,  variamos  de  dirección  al  Sud- 
oeste, siguiendo  por  algún  tiempo  en  esta  dirección  hasta  que 
variamos  nuevamente  al  Sud,  é  hicimos  alto  para  dar  descan- 
so á  las  cabalgaduras. 

A  las  6  y  20  seguimos  la  marcha,  que  no  fué  interrumpida 
hasta  las  8  y  20,  hora  en  que  himos  alto  después  de  haber 
pasado  el  arroyo  Yalalincurá,  en  el  mismo  parage  en  que  la 
Brigada  estuvo  campada  por  un  dia  el  año  pasado. 

Veinte  minutos  mas  tarde  emprendimos  nuevamente  la  mar- 
cha ;  el  camino  sigue  por  un    valle  que  por  el  declive  aseen- 
es 


—  498  — 
dente  que  presentaba  debía  conducirnos  i  las  sierras ;  algunas 

* 

vertientes  y  arroyos  pequeños  le  cruzan  en  todas  direcciones. 

Por  mas  de  una  hora  recorrimos  un  camino  entre  las  sier- 
ras; k  las  10  y  30,  al  despuntar  una  de  ellas,  vimos  el 
Limay  como  á  media  legua  de  distancia  de  donde  nos  hallába- 
mos. Tardamos  media  hora  en  llegar  al  valle  y  á  las  11 
a.  m.  hacíamos  alto  para  campar  en  la  costa  del  río,  en  un 
punto  en  que  éste  forma  tres  pequeñas  islas. 

El  campo  es  extenso  y  hermosísimo;  abunda  el  pasto 
bueno  desde  la  misma  costa  del  rio  hasta  el  pié  de  las 
sierras  que  lo  rodean  completamente. 

Este  parage  es  conocido  por  los  indios  con  el  nombre  de 
El  Manzano,  existiendo  dos  ó  tres  de  estos  árboles  y  unos 
cuantos  toldos  abandonados,  donde  en  otra  época  vivieron 
indios. 

£1  Mayor  Peñeñory  y  su  Comisión  se  presentaron  dos  ho- 
ras mas  tarde,  no  habiéndosenos  incorporado  antes,  porque 
la  Brigada  tomó  un  camino  que  no  nos  conduela  á  su  cam- 
pamento. 

Se  carnearon  2  novillos  para  racionar  la  Brigada,  entre- 
gándose los  cueros  á  la  tropa  de  arreas. 

Se  calcula  en  7  leguas,  la  extensión  de  camino  recorrida 
hoy. 

A  la  lista  de  tarde  se  ataron  muías  á  sogai  no  ocurriendo 
novedad  alguna  en  el  resto  del  dia. 


—  499  — 


Meleoiibre  19 


Se   tocó    diana    á  las    2   a.    m. 

Emprendimos  la  marcha  á  las  4  a.  m.  costeando  el  Limay 
por  el  pié   de  las  sierras.    La  dirección  varia  de  S.  á    SO. 

£n  esta  parte  del  camino  se  vé  que  el  Limay  presenta 
menos  obstáculos  para  la  navegación,  que  desde  el  CoUon- 
Curá  hasta  el  campamento  del  Mcmxano  que  dejamos  hoy; 
parece  contener  mas  cantidad  de  agua»  y  estk  desprovisto 
casi,  de  esas  grandes  toscas  6  piedras,  en  donde  el  agua 
forma  fuertes  rompientes,  pequeños  rápidos  que  obstruyen 
casi  por  completo  el  paso.  En  cuanto  k  sus  orillas  siempre 
pobladas  de  árboles,  en  su  generalidad  Chacay ^  (pues  el 
sauce  desaparece  por  ccmpleto,  desde  que  uno  se  aleja  como 
á  veinte  leguas  de  la  confluencia  del  Neuquen  y  Limay )  pre- 
senta siempre  un  aspecto  pintoresco.  Asf  mismo  en  ^as 
sierras  crece  con  profusión  el  ciprés,  el  espino  negro,  el  diar 
riall  y  otros  arbustos  que  dan  flores  de  bellos  y  variados 
colores,  pero  sin  aroma  alguna. 

A  las  5  y  50  se  hi2o  alto  para  dar  un  descanso  á  las 
cabalgaduras,  continuando  después  la  marcha  á  las  6  y  20, 
siempre  costeando  el  rio  por  la  falda  de  las  sierras,  viéndo- 
nos obligados  varías  veces  k  pasar  pequeños  desfiladeros^ 
eada  vez  que  alguna  de  ellas  se  aproxima  tanto  al  río,  que 
apenas  deja  paso. 

Los  valles  que  vamos  dejando  atrás  son  siempre  fértiles; 
aun  en  las  mismas  sierras,  es  admirable  su  vegetación ;  pastos 
buenos,  árboles,  plantas»  flores  aromáticas  unas  y  vistosas 
otras,  y  hasta  la  frutilla  crece  en  abundancia  en  algunas 
de  días. 

A  las  8  y  20  se  hizo  otro  alto ;  el  viento  soplaba  con 
fuerza  y  el  frío  se  hacia   sentir  un  poco.    Los  blancos  picos 


I 


-  500- 

de  la  Cordillera,  se  veían  envueltos  en  una  densa  niebla,  pues 
hacia  dias  que  reinaba  un  fuerte  temporal  en  aquellas  regio- 
nes. 

Veinte  minutos  mas  tarde,  continuamos  la  marcha,  pasando 
por  dos  desfiladeros  bastante  altos ;  en  el  último,  al  llegar  á 
la  meseta  mas  elevada,  es  grande  la  abundancia  del  ciprés : 
el  camino  entonces  pasa  por  entre  una  calle  de  árboles,  que 
se  podia  creer  fueran  colocados  por  la  mano  del  hombre,  si 
el  resto  de  la  naturaleza  estuviera  en  armonía  con  esta  idea. 

A  las  10  llegamos  k  la  boca  del  arroyo  Trasbnn^  poco 
mas  angosto  que  el  Limay,  pero  quizá  tan  correntoso  como 
él,  entre  cuyas  aguas  se  confunde,  dando  paso  cuando  está 
bajo,  en  varios  puntos. 

Su  lecho  lo  forman  grandes  piedras,  cantos  rodados  de 
regulares  dimensiones,  que  hacen  algo  dificultoso  el  pasage, 
aumentando  esta  dificultad   la  fuerza    que  tiene  la  corriente. 

El  paso  que  era  conocido  por  nosotros  y  donde  encontra- 
mos una  balsa,  construida  por  el  Comandante  Suarez,  dista 
apenas  una  cuadra  de  la  desembocadura  del  arroyo. 

Campó  la  Brigada  frente  á  este  paso,  y  se  dispuso  hacerlo 
reconocer  por  el  baqueano,  resultando  que  el  agua,  daba  á  la 
falda  del  recado,  y  un  poco  mas  arriba,  en  lo  mas  hondo,  lo 
que  hacia  peligroso  el  pasage,  si  se  atendia  á  que  la  fuerza 
de  la  corriente  y  las  piedras  que  tiene  el  arroyo,  podian 
hacer  caer  algunos  ginetes,  los  que  serian  arrastrados  irreme- 
diablemente al  Limay. 

El  baqueano  dijo  que  conocía  otro  paso  como  á  diez  cua- 
dras mas  arriba,  y  se  mandó  fuera  á  reconocerle,  mientras 
se  disponía  que  armasen  el  bote  que  traía  la  Brigada,  para 
pasar  el  racionamiento  en  él,  si  las  fuerzas  podian  hacerlo  á 
caballo  ó  todos  si  sucedía  lo  contrario. 

El  baqueano  regresó,  diciendo  que  el  agua  daba  en  la  parte 
mas  honda,   al  encuentro  del  caballo. 


i 


—  501  — 

Se  dejó  que  continuaran  armando  el  bote,  para  pasar  en  él 
el  racionamiento,  debiendo  las  fuerzas  hacerlo  á  caballo  al 
día  siguiente. 

Se  carnearon  2  novillos  para  racionar  las  fuerzas  de  la 
Brigada,  entregándose  los  cueros  á  la  tropa  de  arreas. 

El  viento  sigue  soplando  con  fuerza ;  el  frío  aumenta. 


Dlelembre   tS 


Se  tocó  diana  á  las  3  a.  m.  El  viento  no  ha  cesado  en 
toda  la  noche  y  sigue  siendo  fuerte. 

Se  pusieron  inmediatamente  á  trabajar  los  carpinteros  en 
el  bote. 

Se  carnearon  dos  novillos  para  racionar  la  Brigada. 

A  las  9  se  tocó  asamblea  relevándose  el  servicio. 

A  las  9  y  30  se  tocó  á  ensillar  y  á  las  10  emprendimos  la 
marcha  en  dirección  al  paso,  ordenándose  al  Subteniente  Ya- 
ñez,  encargado  de  la  tropa  de  arreas»  que  podia  hacer  cargar 
en  muías,  todo  aquello  que  no  pudiese  mojarse,  dejando  la 
harina,  sal,  ect.,  para  pasarla  en  el  bote  tan  pronto  como 
estuviese  listo. 

Llegado  al  paso,  que  dista  como  diez  cuadras  de  la  boca, 
como  éste  era  largo  pues  se  hacia  necesario  entrar  al  arroyo 
y  subir  hasta  un  pequeño  banco  que  hay  en  el  centro  de  él, 
y  pasar  después  el  brazo  principal,  se  hicieron  colocar  algu- 
nos nadadores  á  la  izquierda,  á  fin  de  que  al  mismo  tiempo 
que  señalaban  el  paso,  estuviesen  prontos  para  auxiliar  á 
cualquiera  que  desviándose,  pudiera  ser  arrastrado  por  la 
corriente. 


—  502  — 

Coa  estas  disposiciones  empezamos  á  pasar  uno  tras  otros, 
logrando  después  de  una  hora,  tener  todas  las  fuerzas  en  la 
opuesta  orilla,  sin  tener  que  lamentar  desgracia  personal 
alguna. 

Una  muía  con  carga,  fué  arrastrada  por  la  corriente  y 
anduvo  algún  tiempo  golpeándose  en  las  piedras,  hasta  que 
consiguieron  enlazarla  de  la  costa»  y  sacarla;  este  carguero 
pertenecia  á  la  Mayoría  del  Batallón  6,  y  hubo  que  senürse 
el  papel  y  sobres  que  quedaron  inservibles  por  la  mojadura, 
salvándose  solo  alguna  parte,  después  que  se  secaron. 

Quedaron  los  nadadores  en  el  paso  para  que  se  lo  indicaran 
á  los  caballerizos  y  á  la  tropa  de  arreas,  y  continuamos  la 
marcha  empezando  á  subir  á  las  sierras,  que  en  ese  punto  se 
unen  tanto  al  arroyo  que  no  dejan  paso  por  su  orilla. 

Al  poco  tiempo  el  Comandante  Diezi  presentó  al  Gefe  de 
la  Brigada,  dos  indios  que  habia  tomado  el  Subteniente  Ya* 
ñez  del  otro  lado,  quienes  dijeron  ser  presentados,  entregán- 
dole un  papel  que  podia  considerarse  como  un  pasaporte, 
firmado  por  un  tal  Masías. 

Cuando  llegamos  otra  vez  á  la  boca  del  arroyo,  campamos 
en  la  costa  del  Limay,  y  el  Gefe  de  la  Brigada  mandó  venir 
á  los  dos  indios  tomados,  para  interrogarles,  de  donde  ve- 
nían, etc. 

Después  de  varias  preguntas  resultó  que  eran  de  la  tribu 
del  cacique  Curú-huincá,  que  se  habia  presentado  al  Coman- 
dante Suarez  y  que  venian  con  licencia  á  buscar  unas  familias 
que  hablan  quedado  en  unos  toldos,    entre  las  sierras. 

Sin  embargo,  como  esto  podia  no  ser  la  verdad,  pues  estos 
dos  indios  no  se  hablan  presentado,  sino  que  fueron  tomados 
cuando  trataban  de  huir,  se  despachó  después  de  una  hora, 
al  Mayor  Pefieftory  con  el  Teniente  Correa  y  26  individuos  de 
tropa,  que  fueran  con  uno  de  los  indios  al  punto  en  que 
ellos  decian  venian  marchando  las  familias,  costeando  el  Li* 
may,  debiendo    encontrarlas   á  una   legua  próximamente  del 


—  508  — 

''Trasbon"  y  media  hora  mas  tarde  se  despachó  otra  Comi- 
sión de  12  hombres,  al  mando  del  Subteniente  D.  Antonio 
Tisoomia,  del  Batallón  6,  guiados  por  el  otro  indio,  quien 
dibía  conducirle  costeando  el  Trasbun,  al  parage  en  donde 
tsaia  8u  familia. 

Antes  de  lista  de  tarde  el  Subteniente  Yañez,  habia  hecho 
pasar  toda  la  tropa  de  arreas,  sin  emplear  para  nada  el  bote, 
el  que  fué  desarmado  y  se  cargó  en  una  muía  como  venia, 
pues  como  el  arroyo  estaba  un  poco  bajo,  se  le  habia  man- 
dado orden  de  que  efectuara  así  su  pasage,  perdiéndose  solo 
una  bolsa  de  harina  que  cayó  al  agua. 

Las  caballadas,  muladas  y  haciendas  pasaron  muy  bien. 

A  las  8  y  30  p-  m,  se  presentó  el  Mayor  Pefleñory  con  su 
Comisión,  trayendo  24  indios  de  chusma  casi  todos  mujeres 
y  muchachos,  habiéndolos  encontrado  como  á  dos  leguas  y 
media  de  la  boca  del  Trasbun,  viniendo  por  el  Limay,  sien- 
do conductores  de  una  nota  del  Comandante  Suarez,  al 
cacique  Curú-huincá,  en  que  le  instaba  a  que  se  presentase^ 
mostrando  ésta,  como  prueba  de  que  iba  á  reunirse  al  citado 
cacique  que  ya  se  hallaba  en  el  Lago. 


IN^leiiibre   14 


Se  tocó  diana  á  las  3  a.  m*  Esperando  la  incorporación 
del  Subteniente  Tiscomia  no  se  pudo  marchar  hasta  las  8, 
hora  en  que  se  presentó,  no  habiendo  encontrado  nada,  por 
haber  las  familias  abandonado  los  toldos  siguiendo  los  rastros 
con  dirección  al  Lago,  siendo  su  demora  á  causa  de  las  esca- 
brosidades del  camino,  imposible  de  recorrerlo  de  noche. 


—  504  — 

Se  carnearon  tres  novillos  para  el  racionamiento  de  la  Bri- 
gada, entregándose  los  cueros  á  la  tropa  de  áiTeas. 

Emprendimos  la  marcha  á  las  8  y  15,  siguiendo  por  la  costa 
del    Limay. 

A  las  9  y  40  a.  m.,  después  de  haber  pasado  el  Lipela  al 
llegar  al  valle,  hicimos  alto  para  esperar  la  retaguardia  de  la 
columna,  que  se  habia  quedado  muy  atrás,  por  ser  el  camino 
muy  estrecho. 

A  las  10  y  10  continuamos  la  marcha. 

A  las  12  y  5  se  hizo  alto  para  campar  en  la  costa  del  rio. 

El  campo  es  escaso  de  pastos,  pero  sabíamos  que  no  habia 
otro  mejor  antes  de  llegar  al  Lago,  que  aun  dista  de  este 
campamento   seis  ó  siete  leguas. 

Por  el  camino  se  han  encontrado  rasti'os  frescos  de  algu- 
nos pocos  caballos,  y  se  supuso  que  fueran  las  familias  que 
ayer  se  mandaron  buscar. 

Se  calcula  en  cinco  leguas  lo  andado  hoy. 

A  la  lista  de  tarde  solo  se  ataron  veinte  caballos  á  soga, 
dejando  el  resto  de  la  caballada  suelta,  para  que  pudiesen 
comer  mejor. 

En  el   resto    del    dia  no    hubo  novedad. 


Diciembre    ift 

Se  tocó  diana  &  las  2  a.  m.  A  las  3  á  ensillar,  y  2i  las  4 
nos  pusimos  en  marcha.  £1  camino  sigue  con  rumbo  al  SE. 
con  pequeñas  variaciones  al  E. 

A  las  5  y  40  hicimos  alto  para  dar  descanso  á  las  cabalga- 
duras y  al  mismo  tiempo  esperar  que  viniesen  unos  dos 
indios  que  reconoció  el  baqueano»  se  hallaban  en  un  fogón 
próximos  al   río  y  que  no  se  movieron  al  vernos  llegar. 


—  505  — 

Conducidos  á  presencia  del  Gefe  de  la  Brigada,  uno  de 
ellos,  presentó  un  pasaporte  firmado  por  Masías,  én  el  que 
decía  que,  éstos  iban  en  busca  de  cosas  que  habían  dejado 
en  los  toldos  y  que  les  eran  necesarias.  También  los  acom* 
pañaba  una  mujer. 

Como  no  se  conociera  al  Masías  que  firmaba  los  pasapor- 
tes, se  dispuso  que  estos  indios  se  unieran  á  los  que  Tenían 
en  la  Guardia  del  Batallón  6,  y  se  les  prometió  que  así  que 
llegáramos  al  Lago,  se  les  daña  licencia  para  ir  á  buscar  lo 
que  les  faltaba. 

A  las  6  y  10  continuamos  la  marcha. 

A  las  8  y  20  nos  detuvimos  nuevamente,  y  continuamos  la 
marcha  después  de  quince  minutos,  pasando  el  último  desfi- 
ladero frente  al  cerro  Carmen  y  á  la  altura  del  paso  del 
Cabo  Campos. 

Luego  nos  apartamos  del  Limay  por  nuestra  derecha,  si- 
guiendo con  rumbo  al  Oeste. 

£1  Comandante  Diez  por  orden  del  Gefe  de  la  Brigada,  fué 
á  ver  si  en  el  paso  del  Cabo  Campos  habia  dejado  balsas  el  Co- 
mandante Suarez,  por  que  se  supo  por  los  dos  indios  tomados 
esta  mañana,  que  este  Gefe  habia  pasado  ayer  al  Sud  con  su 
fuei*za. 

Habíamos  andado  diez  cuadras,  cuando  nos  salieron  al  en- 
cuentro el  cacique  Curú-huincá,  su  secretario  Masías  y  parte 
de  su  gente,  acompañados  por  el  Cabo  Elanguía  del  Batallón 
6,  quien  entregó  al  Gefe  de  la  Brigada  una  nota  del  Coman- 
dante Suarez. 

Después  de  saludarse  amistosamente  el  cacique  con  el  Gefe 
de  la  Brigada,  se  siguió  la  marcha  hasta  llegar  á  un  arroyo, 
en  el  que  después  de  atravesarlo,  hicimos  alto  para  campar 
en  su  orilla,  frente  á  un  cerro  altísimo,  el  único  colocado  en 
medio  de  este  valle. 

£1  Gefe  de  la  Brigada,  después  de  haberse  impuesto  de  la 

64 


—  506  — 

nota  del  Comandante  Suarez  y  de  haber  escuchado  los  ofred- 
mientos  de  arnistad  del  cacique  Curú-huincá,  le  dijo  que  pe- 
dia retirarse  á  su  campamento  y  esperar  allí  las  órdenes  que 
se  le  darían  después,  debiendo  presentar  una  relación  del 
número  de  indios  de  lanza  y  chusma  que  tenia,  resultando  ser 
53  de  lanza  y  106  de  chusma,  sin  contar  algunos  otros  que  es- 
taban en  comisión. 

Se  dio  orden  al  Gefe  interino  del  Detall,  de  que  al  dia  si- 
guiente fueran  racionados  los  indios  de  lanza  y  todas  las 
mujeres  y  muchachos  hasta  la  edad  de  15  años,  á  razón  de 
dos  libras  de  carne  pbr  persona,  medida  que  fué  tomada  en 
vista  de  que  estos  indios  no  tenian  sino  unos  pocos  caballos  y 
unas  cuantas  vacas  lecheras. 

Se  acomodaron  las  caballadas  y  hacienda,  elijiendo  al  efecto 
los  mejores  campos  de  los  alrededores  del  campamento. 

El  Comandante  Suarez  habia  efectuado  su  pasage  como  á 
veinte  cuadras  del  paso  del  Cabo  Campos^  ayudado  por  los 
nadadores  de  Curú-huincá,  de  los  que  se  llevó  17  en  su  co* 
misión,  conocedores  de  los  campos  del  Sud. 

A  este  mismo  paso  se  mandó  que  se  armara  el  bote,  colo- 
cándose una  guardia  de  8  hombres. 

Habiendo  reconocido  que  los  indios  que  venian  en  la  guar- 
dia del  Batallón  6,  pertenecían  á  la  tribu  de  Curú-huincá,  fue- 
ron puestos  en  libertad  inmediatamente. 

A  la  tarde,  aprovechando  el  conocimiento  que  tienen  sobre 
el  terreno  y  la  existencia  de  las  tolderías  que  se  encuentran 
en  las  Cordilleras,  los  indios  de  Curú-huincá,  se  nombró  en 
comisión  al  Teniente  Coronel  D.  Pedro  Diez  Arenas,  con  el 
Sargento  Mayor  Graduado  D.  Baltazar  Pefieñory,  el  Alférez 
D.  Mariano  Fosbery  y  30  individuos  de  tropa  del  Regimiento 
T"*  de  Caballeria,  y  el  Teniente  2^  D.  Juan  L.  Correa  con 
igual  número  de  fuerza  del  Batallón  6  de  Línea,  con  destino 
á  la  laguna  de  Lacar,  distante  de  este  punto  de  30  á  36  leguas, 
donde  según  noticias  del  cacique  Curú-huincá,  hay  varios  indios 


—  sor- 
da Ñancucheo  y  era  probable  que  los  demás  indios  de  este 
capitanejo  al  ser  hostilizados  por  fuerzas  de  la  segunda  Brigada 
buscaran  ese  paraje  como  punto  de  reunión  y  como  el  mas  apa- 
rente para  escapar  á  la  persecución  de  las  partidas  de  esa 
Brigada. 

Esta  comisión  salió  á  las  5  p.  m.  llevando  las  instrucciones 
por  escritOi  racionada  para  dos  dias  con  carne  de  vaca  y  lie- 
yando  20  yeguas  para  el  racionamiento  sucesivo. 

£1  Gefe  de  la  Brigada  recomo  los  alrededores  del  campa- 
mento á  fin  de  buscar  la  situación  mas  conveniente  para 
establecerlo  definitivamente,  y  después  de  dos  horas  regresó 
con  la  seguridad  de  que  el  campo  que  ofrecía  mas  ventajas, 
era  el  que  hablamos  ocupado  y  resolvió  quedarse  definitiva- 
mente en  él. 

El  campo  en  ambas  costas  del  arroyo  es  abundante  en 
pastos;  solo  como  á  cuatro  cuadras  á  la  izquierda  de  nuestro 
campamento,  hay  una  zona  de  terreno  pedregoso. 

£1  an*oyo,  al  nacer  de  las  sierras,    describe  un  semicírculo 

7  vá  á  perderse  después  en  el  Limay. 
En  la  Orden  de   Brigada,    se    nombró  mientras    durase  la 

ausencia  del  Comandante  Diez,  Gefe  del  Detall  al   Sargento 

Mayor  Graduado  D.  José  Arteaga,  y  hasta  tanto  no  se  resta« 

blezca  de  su   enfermedad  el  Inspector  de  caballadas  Teniente 

Coronel  Graduado  D.  Evaristo  Ruiz,  se  nombró  para  desem- 

peftar  esta  Comisión  al  Capitán  del  Begimiento  7^  de  Caba- 

lleria  D.  Adolfo  Drury. 

La  lista  mayor  se  pasó  á  las  6  y  30  p.  m.  al  entrarse  el 
sol,  debiendo  en  lo  sucesivo  pasarse  á  esa  misma  hora,  así 
como  la  de  retreta  á  las  9  y  el  silencio  á  las  10. 

Se  atarian  caballos  á  soga  frente  á  los  Cuerpos,  debiendo 
estos  soltarse  al  amanecer,  después  de  haber  tocado  diana. 


—  508  — 


DIelembre  IB 


Después  de  diana,  que  se  tocó  á  las  3  a.  m.,  se  despachó 
una  comisión  en  descubierta  al  mando  del  Alférez  Purrayan 
con  6  soldados  del  Escuadrón  Indios  y  4  del  Regimiento  7^i 
debiendo  esta  recorrer  al  O.  y  al  N.  del  campamento  la  es- 
tension  de  cuatro  ó  cinco  leguas. 

A  las  5  se  carnearon  dos  novillos  para  racionar  la  Briga- 
da; se  repartieron  víveres  para  8  días,  y  vicios  de  entreteni- 
miento por   la  segunda  quincena  del  corriente. 

Se  tocó  asamblea  á  las  9,  relevándose  el  servicio. 

Se  ordenó  á  los  señores  Gefes  de  cuerpos  la  formación  de 
dos  cuadros  oblicuos  foseados  y  con  parapeto,  destinado  uno 
para  cada  cuerpo,  en  los  que  se  colocarían  las  cabanas  nece- 
sarias que  al  efecto  se  construirían  después  para  las  com- 
pailias. 

Estos  cuadros  de  50  metros  en  cada  frente,  además  de  servir 
de  cuarteles  á  la  tropa,  serán  de  gran  utilidad  en  caso  de 
que  la  Brigada  tuviese  que  desprender  mas  comisiones,  redu- 
ciendo la  fuerza  de  este  campamento  á  un  pequeño  número. 
En  este  caso  los  pocos  que  queden  reconcentrados  en  ellos» 
tendrán  un  punto  en  donde  defenderse  con  ventaja  de  un 
enemigo  superior  en  número. 

La  descubierta  del  Alférez  Purrayan,  regresó  á  las  10  a.  m. 
sin  haber  encontrado  nada. 

Se  hizo  repartir  por  el  Detall  6  hachas  y  9  palas  á  cada 
cuerpo  para  que  ejecutaran  sus  trabajos. 

En  el  resto  del  dia  no  ocurrió  novedad  alguna. 


—  509  — 


Diciembre   17 


Se  tocó  diana  á  las  3  a.  m. 

A  las  4  los  cuerpos,  después  de  haber  pasado  la  revista 
de  armasi  dieron  principio  á  los  trabajos  de  los  cuadros  or- 
denados. 

A  las  5  se  tocó  carneada,  racionándose  con  tres  novillos 
la  fuerza  de  la  Brigada  y  los  indios. 

A  las  9  se  tocó  asamblea,  relevándose  el  servicio. 

Por  espacio  de  tres  horas  el  Gefe  de  la  Brigada  recorrió 
los  alrededores  del  campamento,  para  conocer  las  sierras,  los 
valles  7  las  avenidas  que  nos  rodean;  visitó  el  Lago  Nahüel- 
Huapf,  siguiendo  por  la  costa  hasta  las  nacientes  del  Limayv 
recorrió  el  campo  de  las  caballadass,  hizo  una  corta  visita  á 
los  indios  y  regresó  luego  á  su  carpa. 

No  ocurrió  novedad   alguna  en  todo  el  dia. 


Diciembre   19 


Se   tocó   diana   á   las    3    a.  m. 

A  las  5  se  carnearon  dos  novillos,  racionándose  la  fuerza 
de  la  Brigada  y  los  indios. 

A  las  9  se  tocó  asamblea.  Los  trabajos  en  los  cuerpos 
adelantan  considerablemente. 

A  las  12  m.  próximamente,  se  tuvo  aviso  que  frente  al 
paso  habia  cuatro  indios  que  decian  ser  chasques. 


—  510  — 

Se  dispuso  fueran  pasados  inmediatamente  con  el  bote,  lle- 
gando á  presencia  del  Gefe  de  la  Brigada  después  de  una 
hora.  Era  el  hijo  de  Curú-huincá  con  tres  indios  mas  que 
venian  del  Chubut,  donde  babian  ido  á  comprar  caballos-  al 
cacique  Inacayal,  que  con  su  tribu  se  hallaba  en  las  costas 
de  ese  rio. 

En  el  arroyo  Outatamen  encontraron  al  Comandante  Suarez, 
quien  le  entregó  dos  notas  en  que  comunica  al  Gefe  de  la 
Brigada  lo  siguiente: 

En  la  vega  Uta^hueon,  sorprendió  el  dia  16  del  corriente 
unos  toldos  pertenecientes  á  8  indios  de  Ñancucheo,  refugia- 
dos allí  el  dia  anterior.  En  el  momento  de  penetrar  en  las 
tolderías,  estos  se  hallaban  en  las  boleadas,  por  lo  que  solo 
pudieron  apoderarse  de  19  indios  dé  chusma  y  una  cautiva  del 
25  de  Mayo,  22  caballos»  40  yeguas,  1  muía  y  5  vacas.  El  16 
una  de  sus  comisiones  tomó  dos  indios  de  Ñancucheo  que 
venian  de  las  tolderías  de  Sayhueque,  donde  habían  ido  á 
negociar  ovejas.  Por  estos  sabQ  que  las  tolderías  de  este  car 
cique  se  encuentran  diseminadas  en  varias  agrupaciones,  siendo 
la  mas  próxima  la  del  capitanejo  Huincaieo  que  debía  sorpren- 
der el  dia  de  hoy. 

Luego  forzando  la  marcha  debia  llegar  hasta  la  misma  resi- 
dencia de  Sayhueque.  £1  Comandante  Suarez  agrega  que 
con  rumbo  al  Sud,  á  dos  dias  de  camino,  hay  una  toldería 
de  un  cufiado  de  Sayhueque  que  tiene  bastante  hacienda,  pero 
que  por  no  retardar  sus  operaciones  al  punto  principal  que 
le  está  encomendado,  sigue  con  rumbo  al  E.  dejando  para 
mas  tarde  el  batir  esas  tolderías  diseminadas. 

También  habia  tomado  prisionero  á  un  indio  Nanquín  con 
4  mas  de  lanza  y  10  de  chusma. 

Con  tan  buenas  noticias,  se  alimenta  la  esperanza  de  que 
las  operaciones  que  efectúe  la  vanguardia  de  la  tercera  Btí^ 
gada  tendrán  un  brillante  resultado. 

Inmediatamente  se  hizo  avisar  h,  los  cuerpos  de  que  la  cor* 


—  511  — 

respondencia  saldría  i  la  lista  de  tarde  y  el  Gefe  de  la  Briga- 
da dirijió  al  seftor  Coronel  Oodoy,  Gefe  de  la  segunda  Brigada, 
una  nota  comunicándole  la  llegada  de  las  fuerzas  á  este  cam- 
pamento, los  indios  presentados  y  el  resultado  de  las  opera- 
ciones de  la  vanguardia,  á  fin  de  que  se  dignase  ponerlo  en 
conocimiento  del  señor  Comandante  en  Gefe  de  la  División. 

A  la  lista  de  tarde  se  despacharon  dos  indios  de  Curú- 
huincá  que  debian  conducir  la  correspondencia  al  campamento 
de  la  segunda  Brigada  en  el  Quemquemtren. 


Diciembre  19 

Se   tocó    diana   á    las    3    a.   m, 

A  las  5  se  carnearon  dos  novillos,  racionándose  la  Brigada 
y  los  indios;  los  cueros  se  entregaron  á  la  tropa  de  arreas  en 
depósito. 

A  las  9  se  tocó  asamblea,  relevándose   el  servicio. 

No  ocurrió  novedad  alguna  en  todo  el  dia. 

£1  frió  se  ha  mentido  un  poco;  tiempo  nublado  y  amena- 
zando tormenta. 


Dlelembre  9# 

Se  tocó  diana  á  las  S  a.  m.;  el  dia  amaneció  nublado. 

La  Cordillera  está  envuelta  en  densos  vapores  que  la  ocul- 
tan por  completo  á  nuestra  vista. 

Se  carnearon  dos  novillos  para  d  racionamiento  de  la 
gada  y  los  indios.    Los  cueros  en  depósito. 


—  512  — 

La  tropa  de  arreas  se  trasladó  á  la  izquierda  del  Regimiento 
7"",  habieado  dejado  todo  el  racionamiento  en  el  depósito 
provisorio  del  Detall. 

A  las  9  se  tocó  asamblea,  relevándose  el  seruicio. 

No    ocurrió    novedad   en    todo    el    dia. 


Diciembre    91 

Diana  á  las  3  a.  m.  El  dia  amaneció  también  nublado ; 
continua  el  fuerte  viento  del  Oeste,  y  se  siente  un  frío  in- 
tenso, impropio  de  la  estación,  en  que  entramos  hoy. 

Se  tocó  carneada  á  las  6,  racionándose  la  Brigada  y  los 
indios.  Los  cueros  se  hicieron  cortar  para  bozales  y  manea- 
dores. 

El  Batallón  6,  habiendo  terminado  el  foso  en  su  cuadro, 
dio  principio  con  parte  de  su  gente  á  la  construcción  de  ca- 
banas con  maderas  de  chacay  y  ciprés,    y  con  techos  de  paja. 

Se  tocó  asamblea  á  las  9  a.  m. 

A  las  6  p.  ro.  empezó  á  llover  con  fuerza,  siguiendo  luego 
mas  despacio  hasta  las  9  p.  m. 


Diciembre  •• 


A  las  3  a.  m.  se  tocó  diana.  Continúa  el  mal  tiempo  y  el 
frió  es  intenso. 

A  las  6  se  tocó  carneada,  racionándose  con  dos  novillos 
la  fuerza  de  la  Brigada  y  los  indios.  Los  cueros  se  entrega- 
ron á  los  cuerpos  para  cortar  la  guasquilla  que  debe  emplearse 
en  la  construcción  de  cabaflas. 


—  513  — 

A  las  9  a.  m.  se   tocó    asamblea,    relevándose    el  semcio. 

Los  trabajos  de  los  cuerpos  adelantan  considerablemente; 
hoy  se  dio  principio  á  construir  un  rancho  de  4  metros  por  6, 
con  destino  á  depósito  de  racionamiento. 

A  las  4  p.  m.  empezó  á  llover  y  el  viento  á  soplar  con  mas 
fuei-za;  á  las  6  y  30  calmó  y  cesó   la  lluvia. 

Foco  después  llegaron  los  dos  indios  que  fueron  á  llevar 
la  correspondencia  al  Quemquemtren,  los  que  solo  habian  ido 
hasta  el  Batallón  6  de  Línexi,  siendo  de  allí  despachada  la 
correspondencia  por  una  Comisión  de  la  guarnición  de  ese 
Fortin. 

El  Gefe  de  la  Brigada,  recibió  una  nota  del  Subteniente 
D.  Odilon  Aubone,  Comandante  del  Fortin,  en  la  que  daba 
cuenta  de  haberles  quitado  a  los  indios  17  caballos  y  15  mu- 
las  con  marca  del  Regimiento  2,  6  yeguas  orejanas,  3  car- 
gueros con  lana  y  1  lanza,  no  habiendo  podido  seguirlos  por 
el  mal'  estado  de  sus  caballos  y  porque  sus  instrucciones  le 
prohibían  retirar  su  fuerza  á  larga  distancia. 

Estos  indios  fueron  vistos  por  la  descubierta  como  á  cinco 
leguas  del  Fortin,  ignorándose  el  número  porque  huyeron  entre 
las  sierras. 

Los  caballos  y  muías  fi  eron  entregadas  á  la  segunda  Bri- 
gada, por  orden  del  Teniente  Coronel  D.  Alejandro  Montes  de 
Oca,  Gefe  interino  de  ella,  quien  envió  una  Comisión  en 
seguimiento  de  los  indios. 


66 


—  514  — 


Blelembre  9S 


Se  tocó  diana  á  las  3  a.  in.    Tiempo  bueno. 

A  las  6  a.  m.  se  racionó  la  Brigada  y  los  indios  con  dos 
novillos.    Los  cueros  se  entregaron  en  depósito. 

No  ocurrió  novedad  alguna,  en  todo  el  dia. 

Habiendo  cesado  por  completo  el  temporal  en  las  Cordille* 
ras,  se  nombró  una  Comisión  de  6  oficiales  y  85  hombres, 
á  fin  de  hacer  una  batida  en  todos  los  valles,  á  la  derecha  y 
frente  de  este  campamento,  hasta  encontrarse  con  las  partidas 
de  la  segunda  Brigada,  y  dejar  así  cumplidas  las  instruccio- 
nes del  señor  General,  Gefe  de   esta  División. 

Al  manao  de  esta  fuerza,  marcha  el  Gefe  de  la  Brigada, 
debiendo  salir    de  este  campamento  el  dia  de  mañana. 


Dleleitilire    94 


Diana    se  tocó  á  las  2    y  30  a.  m. 

A  las  3,  se  tocó  carneada  para  racionar  la  fuerza  que  debia 
marchar. 

Luego  se  di6  la  orden  de  Brigada,  haciendo  reconocer  Gefe 
interino  de  ella,  mientras  durase  la  ausencia  del  Teniente 
Coronel  D-  Nicolás  H.  Palacios,  al  Teniente  Coronel  Graduado 


NOTA  —  Detide  la  fecha,  baita  el  regreso  del  Gefe  de  la  Brigada  al  Gamoamento 
<Joneral,  el  diario  llevado  por  el  Gefe  ínteriDo  del  Detall,  no  ofrece  novedad  alguna 
<4Uo  merezca  mencionarse,  reduciéndose  al  racionamiento  de  las  fuersaa  y  noredadee 
diarias  del  servicio,  ^>erteneciendo  lo  que  á  continuación  se  espresa,  á  laa  operacionet 
practicadas  por  el  Gelo  de  la  Brigada,  en  su  batida  á  las  Cordilleraf . 


—  515  — 

D.  Evaristo  liui/,  que  ya  se   había  restablecido  de  su  enfer* 
medad. 

A  las  4  n.  m.  ensilló  la  fuerza  que  salla  en  Comisión, 
compuesta :  del  Capitán  D.  Adolfo  Drury,  el  Alfei-ez  D.  Flo- 
rencio B.  Indarte  y  45  individuos  de  tropa  del  Regimiento 
7^;  los  Subtenientes  D.  Martin  E.  Aguine  y  D.  Antonio 
Tiscomia,  el  abanderado  D.  Alfredo  de  la  Croce  y  36  de 
tropa  del  Batallón  6  de  Línea;  el  Alférez  Purrayan  y  6  sol- 
dados del  Escuadrón  Indios  Auxiliares  y  dos  indios  de  Curú- 
huincá  con  el  secretario  Masías,  como  baqueanos. 

Después  de  haber  dado  el  Gefe  de  la  Brigada,  las  instruc- 
ciones al  Comandante  Kuiz,  sobre  la  manera  de  hacer  el 
servicio  y  cuidado  de  las  caballadas,  se  puso  en  marcha  con 
su  comisión  á  las  5  a.  m. 

Como  se  ha  dicho  ya,  la  Comisión  emprendió  la  marcha  á 
las  6  a.  m.,  desprendiendo  1  Sargento  y  10  soldados  del 
Segimiento  7"^,  de  vanguardia,  con  dos  baqueanos  y  toma- 
mos el  camino  por  el  Norte  del  Campamento.  Este  camino 
sube  por  las  sierras,  siguiendo  después,  poco  mas  ó  menos 
en  la  misma  dirección  que  el  que  costea  el  Limay  y  por  el 
que  llegamos  al  Lago. 

Poco  después  variamos  con  rumbo  al  NE.  y  al  descender  al 
valle»  hicimos  alto  para  dar  un  descanso  á  las  cabalgaduras, 
siendo  las  6  y  50  a.  m. 

A  las  7  y  üO  continuamos  la  marcha,  llegando  á  las  9  al 
camino  de  la  costa,  al  que  se  unía  el  que  seguíamos  nosotros. 
Por  este  camino  seguimos  hasta  las  10  y  20  que  hicimos 
alto  para  campar  en  la  costa  del  Limay,  en  un  valle  no 
muy  extenso,  pero  sí  abundante  en  buenos  pastos. 

La  distancia  rccoiTida  desde  el  Lago  á  este  punto,  se  cal- 
cula en  seis  leguas.  El  camino  desde  la  salida  de  allí,  hasta 
que  se  une  al  de  la  costa,  va  por  encima  de  las  sierras  y  es 
bueno,  siguiendo   así  hasta  este  campamento. 

A  las  3  y  30    p.  m.,  debiendo  continuar  la  marcha  se  tocó 


—  516  — 

á  ensillar,  y  á  las  4  y  10  emprendimos  la  marcha,  biguiendo 
el  camino  de  la  costa ;  poco  después  nos  separamos  por  com- 
pleto de  aquel,  en  un  parage  en  que  las  sierras  dau  entrada 
á  unos  valles  ascendentes  y  seguimos  por  nuestra  izquierda 
con  rumbo  al  NO. 

El  valle  es  angosto ;  un  arroyo  le  baüa  completamonte 
bajando  de  una  altura  inmensa.  Pronto  empezamos  el  ascen- 
so á  las  sierras,  durando  éste  como  45  minutos,  siguiendo 
con  rumbo  al  O. 

» 

A  las  7  y  15,  habiendo  descendido  ya  de  las  sierras,  cam- 
pamos en  la  costa  del  arroyo  Manzana-Ntycu^  que  en  ese 
parage  es  bastante  ancho  y  muy  correntoso. 

Este  aiToyo  es  uno  de  los  afluentes  del  Trasbun^  unién- 
dose á  él,  como  á  cinco  leguas  de  su  desembocadura  al 
Limay. 

El  valle  en  que  campamos  es  muy  angosto  y  escaso  de 
pastos.  Hablan  existido  anterioimente  las  tolderías  ue  Cuili- 
huincá,  cuando  éste  abandonó  su  campamento  en  la  Laguna 
de  Lacar,  para  presentarse  á  las  fuerzas  de  la  Nación. 

Se  calcula  en  tres  leguas  la  distancia  recorrida  esta  tarde, 
siendo  el  camino  malo  por  el  dificultoso  ascenso  y  descenso 
de  las  sierras  que  son  de  mucha  altura. 


Blclembre  9S 


Emprendimos  la  marcha  á  las  4  a.  m. ;  atravesamos  el 
Manwina-Niyeu^  siguiendo  con  rumbo  al  NO. 

Seguimos  costeando  este  arroyo  y  durante  una  hora,  pasa- 
mos seis  ó  siete  mas  pequeños  que  desembocan  todos  en  él 
y  otras  tantas  vertientes  ó  hilos  de  agua,  que  bajan  de  las 
sierras  para  confundirse  también  en  las  del  Mau%anu''Niyeu' 


—  517  — 

Este  9iToyo  carece  casi  de  valles,  pies  las  sieiTas  apenas 
dejan  lugar  para  que  él  corra. 

A  las  5,  nos  alejamos  del  Manzana-Niyeu  y  seguimos  cos- 
teando uno  de  sus  afluentes  con  rumbo  al  O.  formándose  éste 
de  innumerables  vertientes  que  bajan  de  las  sierras,  las  que 
empezamos  á  subir,  llegando  á  las  6  á  la  cima  de  ellas 
donde  hicimos  alto  para  dar  un  descanso  á  nuestras  fatigadas 
cabalgaduras. 

A  las  G  V  30  continuamos  la  marcha  con  rumbo  al  NO., 
siguiendo  mas  tarde  al  O.  Hemos  encontrado  muchos  arbus- 
tos que  producen  casi  todos  ñores  desconocidas  para  nosotros » 
de  bellísimos  y  vivos  colores;  el  nombre  que  le  dan  los 
indios  es  por  lo  general  distinto  según  la  persona  á  quien  se 
le  pregunte,  estando  de.  acuerdo  solamente  en  algunos. 

Hay  uno  conocido  por  los  indios  con  el  nombre  de  Mecltai, 
es  espinoso,  de  hojas  pequeñas  y  produce  una  fruta  mas  pe- 
queña que  una  guinda  de  un  color  morado  y  de  un  gusto 
agradable;  puede  hacerse  tinta  de  su  jugo  carmin,  y  negra 
al  secarse. 

Después  de  un  trabajoso  descenso  lleg&mos  al  valle  del 
jTrashun,  el  que  seguimos  remontando  hasta  las  8  y  45  que 
hicimos  alto  en  una  rinconada  formada  por  este  arroyo  y  otro 
mas  pequeño  que  desemboca  en  él.  Hay  pastos  buenos  y 
abundantes. 

Se  calcula  en  cinco  leguas  la  ostensión  de  camino  recorrida 
hov. 

Antes  de  llegar  á  este  campamento  se  hizo  pasar  al  Capitán 
Dmry  &  la  otra  margen,  á  fin  de  que  reconociese  si  en  un 
camino  que  iba  por  lülí,  había  ó  nó  rastrillada. 

Regresó  dando  cuenta  que  había  rastrillada  del  dia  anterior 
y  que  iban  como  75  animales  yeguarizos,  cerca  de  60  vacunos 
y  como  30  ovejas,  y  suponía  fuera  la  comisión  del  Comandante 
Diez  de  regreso  al  campamento  de  Nahüel-Huapí,  en  cuya  di- 


—  518  — 

reccion  seguia  el  camino.    A  retaguardia  de  todo  iba  ol  rastra 
de  dos  lanzas,  los  cuales  debian  ser  los  baqueanos, 

A  las  3  y  30  llegaron  dos  indios  que  mandaba  de  chas- 
ques el  Comandante  Buiz,  adjuntando  el  parte  oñcial  del 
Comandante  Diez,  de  fecha  24  del  corriente  enviado  de  su 
campamento  en  la  costa  del  Trasbun,  dando  cuenta  del  re- 
sultado de  su  comisión,  siendo  el  contenido  de  él,  el  que  á 
continuación  se  transcribe: 


Campamento  en  marcha,  Trasbun  al  Xortc.  Diiicmlirc  24  «le  1S83. 

Al  señor  Ge/e  accidental   de  la    tercera    liritjada.    Teniente 
Coronel  D,  Nicolás  H.    Palacios. 


Para  su  mayor  tranquilidad,  me  apresuro  ú  tener  el  honor 
de  comunicarle  el  resultado  obtenido  por  la  comisión  que  se 
dignó  confiarme. 

Observando  en  todo  las  instrucciones  recibidas  de  Vd., 
arreglé  mis  marchas  al  estado  de  la  caballada  y  mulada»  re- 
corriendo al  NO.  la  ostensión  de  40  leguas  próximamente. 

£1  dia  19  del  corriente  llegué  al  parage  conocido  con  el 
nombre  de  Pucauyo,  inmediato  á  la  laguna  de  Lacar  y  á  la 
vega  de  Chapoleó,  y  allí  tomamos  una  rastrillada  fresca  de 
hacienda  vacuna  que  se  iba  internando  en  la  Cordillera  por 
la  costa  Norte  de  la  Laguna  y  emprendí  la  persecución  de 
los  indios  que  debian  llevarla,  logrando  darles  alcance  ese 
mismo  dia  á  las  4  p.  m.  en  el  lugar  conocido  por  ""  Quechu- 
quina",  donde  los  batí,  logrando  hacerles  4  muertos,  tomar 
prisioneros  dos  indios  de  lanza  y  9  de  chusma,  y  quitarles  60 
vacas  grandes,  70  animales  yeguarizos  y  32  ovejas,  habién- 
dose escapado  dos  indios  en  !a  espesura  del  bosque  que  en 
estos  lugares  son  impenetrables. 


—  519  — 

En  Quechuqaina  hay  toldos  abandonados  que  han  pertene- 
cido á  un  capitanejo  Lincol,  que  se  ha  escondido  en  los 
cajones  de  la  Cordillera. 

£1  camino  que  hemos  recorrido  es  bueno  casi  todo  hasta 
el  Caleufu  que  hemos  remontado  hasta  su  nacimiento ;  de  aquí 
para  adelante  \n  obstruyen  continuamente  piedras,  hay  varios 
desfiladeros  y  por  ultimo  la  senda  se  interna  en  los  bosques, 
donde  abunda  muchísimo  la  caña  de  Tacuara  que  los  hacen 
impenetrables,  ofreciendo  segura  salvación  á  los  indios  que  en 
ellos  se  oculten. 

Estoy  campado  con  la  comisión  en  la  costa  del  Trasbun; 
vengo  haciendo  marchas  cortas  por  lo  pesado  del  an-eo  y 
pienso  llegar  á  ese  campamento  pasado  mañana. 

£1  indio  Neculante,  que  así  se  llama  el  que  capitaneaba  á 
los  que  he  batido,  y  que  traigo  prisionero,  puede  sernos  muy 
útil  por  sus  conocimientos  sobre  las  tolderías  existentes  en 
esta  parte  de  la  Cordillera. 

Es  cuanto  tengo  el  honor  de  poner  en  conocimiento  de  Vd., 
a  quien  Dios  guarde. 

Firmado — 

m 

/ 

Pedro  Diez  Arenas, 


A  las  4  p.  m.  mudamos  de  campo  llegando  \  la  Laguna 
Trasbun  que  da  nacimiento  al  aiToyo  de  este  nombre  en  cuyas 
inmediaciones  campamos  á  las  5  p.  m. 

La  laguna,  ó  mas  bien  dicho,  el  Lago  Trasbun,  tiene  al 
parecer  una  legua  y  media  en  la  parte  mas  ancha  y  su  estén- 
sion  de  E.  á  O.  no  se  puede  calcular  pues  se  pierde  entre  la 
Cordillera,  pero  pasan  de  cuatro  leguas  lo  que  se  alcanza  á 
distinguir,  disminuyendo  en  anchura  notablemente  al  dar  na- 
cimiento al  arroyo. 


-  520  — 

El  valle  en  donde  hemos  campado  tiene  buenos  pastos  y 
es  de  notarse  que  esta  es  la  parte  única  donde  el  T^raahm 
ofrece  un  valle  de  alguna  ostensión,  pues  do  este  parage  para 
abajo  corre  perdido  entre  las  sierras  no  pudiendo  llamarse 
valles  los  terrenos  de  sus  m  írgenes  por  ser  enteramente  muy 
angostos. 

Siendo  el  propósito  del  Gefe  de  la  Brigada,  hacer  una  ba- 
tida que  diera  por  resultado  no  tener  que  despachar  mas 
comisiones  á  la  Cordillera,  pues  a  su  juicio  las  operaciones 
de  esta  Brigada  debian  tener  por  teatro  los  campos  de  )a 
Patagonia,  al  Sud  del  Limay,  por  encontrarse  allí  Sayhueque 
y  otros  muchos  capitanejos  y  caciques,  y  urgiendo  desocu- 
parse prontamente  de  las  operaciones  que  debian  practicarse 
al  Norte  del  Limay,  despachó  los  chasques  ordenando  se  le 
incorporara  el  Comandante  Diez,  con  el  Mayor  Pefleüory,  30 
individuos  de  tropa  del  Regimiento  7^  y  10  del  Batallón  6, 
pues  de  esta  manera  podría  desprender  partidas  siempre  que 
fuese  necesario. 


Dlelembre  •• 


Al  venir  el  dia  se  desprendieron  partidas  descubridoras  ai 
N.  y  al  S.  del  Trasbun,  á  fin  de  que  se  internaran  h  distancia 
de  tres  ó  cuatro  leguas  de  las  costas  y  dieran  cuenta  inme- 
diatamente de  cualquier  rastro  que  indicara  la  existencia  de 
indios  por  esos  parnges. 

Se  carnearon  como  de  costumbre,  dos  yeguas  para  el  m- 
cionamiento  de  la  fuerza. 

A  inmediaciones  de  la  laguna  y  del  arroyo  Trasbun,  hay 
una  vegetación  admirable;  se  encuentran  árboles  de  distintas 


—  521  — 

especies  propias  solamente  de  estas  regiones.  Abundan  sobre 
todo  el  Maiten  que  á  la  distancia  se  asemeja  mucho  al  Sauce, 
el  Ciprés,  el  Espino  negro  el  Lloncoin  y  el  Nieré  debiendo 
tener  algunos  de  estos  últimos  mas  de  25  metros  de  altura, 
y  se  encuentran  en  grandes  grupos  ó  pequeños  bosques,  y  en- 
tre los  arbustos  se  encuentra  la  magnolia  y  la  enredadera 
silvestre,  el  Palguin  que  da  una  flor  amarilla  del  tamaño  de 
una  frutilla  que  la  emplean  los  indios  para  teftir  de  ese  mis- 
mo color  después  de  cocerlas  en  una  caldera,  el  Chilcon  que 
tiene  una  florcita  de  varios  pequeños  canutos^  de  un  color  car- 
mín muy  subido»  de  mucha  vista  pero  sin  fragancia,  y  en 
cuanto  al  suelo,  está  tapizado  de  plantas  que  dan  flores  muy 
esUañas,  de  muy  vivos  colores  y  de  fragancia  casi  todas,  y 
por  lo  que  toca  ¿  la  frutilla,  no  se  dá  un  solo  paso  sin  en- 
contrar alguna  de  estas  plantas  muchas  de  ellas  con  frutas 
ya  maduras. 

Hay  además  de  estos,  multitud  de  árboles,  arbustos  y  plan- 
tas imposible  de  consignarlas  pues  ni  aun  su  nombre  en  lengua 
indígena  se  puede  saber. 


mclembre   99 


A  las  4  y  30  a.  m.  se  hizo  ensillar  y  á  las  5  nos  pusimos 
en  marcha  para  mudamos  á  un  campo,  donde  el  pasto  era 
mejor  y  mas  abundante ;  como  solo  distan  unas  cinco  cuadras 
roas  abajo,  pronto  llegamos  y  campamos  en  la  costa  de  un 
aiToyo,  que  desemboca  en  el  Trashun, 

Se  hicieron  carnear  dos   yeguas    y  se  racionó  la  Comisión. 

A  las  10  a.  m.  llegó  el  Comandante  Diez,  con  el  Mayor 
Peñeflory  y  ^40   individuos  de    tropa,   cuatro    baqueanos  y  el 


66 


—  522  — 

capitanejo  Neculante  quo  así  se  llamaba  el  que  había  tomado, 
el  cual  nos  iba  á  servir  de  baqueano  para  conducirnos  á  la 
toldería  del  capitanejo  Coiyá. 

Se  ordenó  campara  esta  comisión  próximo  ú  nosotros  y  se 
carneó  otra  yegua  para  racionarla  para  el  dia  de  hoy. 

A  las  3  y  15  p.  m.  se  mandó  á  ensillar  y  á  las  3  y  30 
nos  pusimos  en  marcha  para  Ir  á  campar  al  otro  lado  del 
**  Trasbun''.  El  pasage  se  efectuó  sin  dificultad  alguna,  dan- 
do el  agua  al  encuentro  del  caballo.  La  corriente  en  el  paso 
es  lenta. 

Una  vez  en  la  otra  costa,  seguimos  por  entre  las  sierras 
con  rumbo  al  E.,  y  á  las  4  hicimos  alto  para  oampar  como 
á  media  legua  del  paso,  en  un  valle  angosto  pero  muy 
extenso,  con  abundantes  pastos  tiernos  y  teniendo  próximo 
un  arroyo  que  desemboca  en  el  "*  Trasbun  ". 

Se  nombró  de  vanguardia  al  Comandante  Diez  con  el  Ma- 
yor Peñeñoiy,  el  Alférez  Rivero  Indarte  y  40  individuos  de 
tropa  del  Regimiento  7®. 

A  la  oración  se  ataron  caballos  y  muías  a  soga,  después 
de  haberse  elegido  los  mejores  caballos  para  la  fuerza  de  la 
vanguardia. 


Mclembre  98 


Emprendimos  la  marcha  á  las  4  y  10  a.  m. 

La  vanguardia  no  debia  alejarse  á  mayor  distancia  de  media 
legua  del  resto  de  las  fuerzas. 

Seguimos  con  rumbo  al  E.  costeando  el  Trasbun  hasta  las 
5  y  30  que  variamos  de  dirección  al  N.  empezando  el  cami- 
no á  ser  bastante  escabroso,    pues  va  faldeando    las  sierras. 


—  523  — 

A  ]as  6  se  hizo  alto  para  dar  descanbo  á  las  ínulas  y  des- 
pués de  15  minutos  seguimos  con  rumbo  al  NO. 

A  las  7  j  40  hicimos  otro  alto,  continuamlo  la  marcha  á  las 
S,  con  rumbo  al  N. 

£1  camino  sigue  siempre  por  las  sierras:  atraviesa  otros 
dos  ó  tres  pequeños  valles  y  algunas  veces  se  interna  en  la 
espesura  de  los  montes,  en  los  cuales  á  medida  que  avanza- 
mos se  encuentran  árboles  de  mayores  dimensiones.  Por  lo 
genera]  en  la  clase  de  los  conocidos  por  l(»s  indios  con  el 
nombre  de  Ni&'é  6  el  roble  de  nosotros,  son  los  de  mayor 
altura  y  espesor. 

Hemos  encontrado  con  abundancia  también  las  cafias  de 
Tacuaras  desde  un  metro  á  6  de  altura. 

A  las  10  y  30  hicimos  alto  para  campar  en  la  costa  de  un 
arroyo,  siendo  el  campo  bueno  y  abundante  en  pastos  de 
cebadilla 

Se  calcula  en  seis  leguas  el  camino  recorrido  hoy ;  habién- 
dose quedado  4  caballos  cansados  y  despiados. 

Se  carnearon  3  yeguas  para  racionar  la  Comisión. 

No  ocurrió  novedad  alguna  en  el  resto  del  dia. 


melembre     W 


Emprendimos  la  marcha  á  las  3  a.  ni.  con  rumbo  al  O., 
el  camino  como  el  de  ayer  va  faldeando  las  sierras. 

A  las  5  a.  m.  hicimos  alto,  pues  habfamos  llegado .  al  río 
Fikguegun  ó  sea  uno  de  los  dos  brazos  que  forman  el  Ca- 
leufú.  Este  brazo  solo  tiene,  unas  dos  leguas  y  media  de 
extensión  y  nace  de  la  luguna  del  mismo  nombre,  ¿  la  que 
se  le  calcula  unas  cuatro  ó  cinco  leguas  de  circunferencia. 


—  524  — 

Era  necesario  atravesar  este  rio  y  á  las  5  y  10  nos  pusi- 
mos en  marcha,  llegando  pronto  al  punto  por  donde  debía- 
mos efectuar  el  pasagc,  al  que  dimos  principio  inmediatamente; 
el  agua  daba  en  lo  mas  hondo  al  encuentro  del  caballo,  ha- 
bia  mucha  comente  y  multitud  de  piedras  grandes  que  hacian 
algo  peligroso  el  pasage.  El  ancho  del  río  en  este  punto 
no  pasa  de  30  metros. 

A  las  6  habíamos  terminado  el  pasage»  perdiendo  solo  un 
caballo  que  quedó  como  clavado  en  medio  del  arroyo,  tal  vez 
por  la  frialdad  del  agua,  sin  que  fuera  posible  sacarlo  á  pesar 
de  los  esfuerzos  que  se  hicieron. 

Continuamos  en  seguida  la  marcha,  con  dirección  al  X. 
encontrándonos  pronto  con  el  otro  brazo  del  Caleufú,  el  rio 
MeUiquina^  que  nace  también  de  la  laguna  del  mismo  nom- 
bre, siendo  su  extensión  de  tres  leguas  próximamente. 

Seguimos  costeando  dicho  rio,  hasta  las  8,  que  hicimos  alto 
para  dar  descanso  á  las  cabalgaduras;  á  las  8  y  30  conti- 
nuamos la  marcha,  y  entonces  tomamos  la  costa  de  la  laguna 
que  es  muy  montuosa. 

Esta  laguna  tiene  cinco  6  seis  leguas  de  circunferencia;  en 
sus  aguas  limpias  y  tranquilas  se  retrataban  las  elevadas  mon* 
tañas  que   le  rodean  y  numerosos  arroyos  vierten   sus  aguas 
n  ella,  alguno  de  ellos  bastante  caudalosos. 

A  las  9  y  50,  habiendo  llegado  al  final  de    la  lagunat  hici- 
mos alto  y  campamos  entre  dos  arroyos  que  desembocan  en 
la. 

Los  pastos  de  estos  campos  son  buenos  y  muy  abundantes. 

Se  calcula  en  5  Ics^uas  lo  andado  en  este  dia. 

Como  nos  fuéramos  aproximando  á  las  tolderías  que  debía- 
mos sorpi-ender,  se  dispuso  se  hiciera  el  menos  ruido  posible; 
se  hicieiDn  atar  los  cencerros  en  las  caballadas  y  se  prohi- 
bió el  gi'ito  de  los  caballerizos  para  arrear  las  muías  y 
caballos. 


—  825  — 

Se  racionó  la  comisión  con  tres  ye^as,  habiéndose  quedado 
cansados  en  esta  jornada  cuatro  caballos. . 

A  la  tarde  bajaron  de  las  sierras  dos  vacas  lecheras,  y  ha- 
biéndoselas presentado  al  indio  Neculante,  dijo  que  eran  de 
las  que  le  habian  pertenecido  y  que  habian  quedado  entre  el 
bosque  cuando  el  Comandante  Diez  los  tomó. 

Los  toldos  de  este  indio  estaban  muy  cerca  del  Lago. 

Durante  el  resto  del  dia  no  hubo  novedad. 


Alelcmkre  SO 


A  las  3  y  60  a.  m.  emprendimos  la  marcha  con  rumbo  al 
O.  y  pronto  atravesamos  uno  de  los  dos  arroyos  entre  los  que 
habíamos  campado,  con  el  agua  al  encuentro  del  caballo, 
siendo  el  ancho    del  paso  como  20  metros. 

Hicimos  alto  del  otro  lado  y  asi  que  hubieron  pasado  to- 
das las  caballadas,  continuamos  nuestra  marcha  costeando  el 
arroyo  en  dirección  al  NO.,  y  en  un  parage  en  que  las  sier- 
ras se  unen  mucho,  dejando  paso  solo  al  arroyo,  tuvimos  que 
pasar  un  estrecho  desfiladero,  hallándose  interceptado  el  paso 
por  grandes  piedras  que  se  encuentran  de  trecho  en  trecho. 

A  las  6,  habiendo  llegado  á  un  pequeño  valle,  hicimos  alto 
para  dar  descanso  á  nuestras  cabalgaduras  que  venian  muy 
fatigadas  y  esperar  la  retaguai'dia  de  la  columna  y  las  caba- 
lladas que  venian  muy  lejos. 

A  las  6  y  20  continuamos  la  marcha,  con  dirección  al  NO. 
y  á  las  8  hicimos  otro  alto ;  el  camino  empieza  á  ser  bueno, 
hemos  entrado  á  un  valle  que  parece  ser  muy  extenso. 

Seguimos  marcha  después  de  media  hora,  para  ir  á  hacer 


—  526  — 

alto  en  el  bajo  de  los  Manzanos  ó   Pucauyo  por    los  indios, 
á  las  10  y  20  a.  m.    Jornada:  7  leguas. 

Este  parage  está  inmediato  á  la  laguna  de  Locar,  cuya 
extensión  y  anchura  es  imposible  calcularse»  pues  se  pierden 
sus  aguas  entre  la  Cordillera  y  según  nuestros  baqueanos,  se 
comunica  con  algunos  ríos  de  Valdiyia,  yendo  a  desembocar 
en  el  Océano  Pacífico. 

£1  campo  de  los  Manzanos  está  separado  de  la  Vega  de 
Ghapelcó,  por  una  pequeña  cerrillada;  sus  pastos  son  inme- 
jorables, pues  casi  todo  está  cubierto  de  gramilla.  Su  exten- 
sión de  E.  á  O.  será  de  dos  legues,  y  d3  N.  á  S.  una  legua, 
cruzándolo  un  arroyo  de  bastante  agua,  que  desemboca  en  la 
laguna  Lacar, 

Tiene  un  bosque  de  manzanos  que  no  bajará  de  mil  árbo- 
les, que  se  extiende  al   pié  de  las  sierras. 

En  este  punto  lucirnos  nuestro  campamento,  á  fin  de  estar 
mas  ocultos  y  «]:o/ar  al  mismo  tiempo  de  la  sombra  que  nos 
proporcionaban  estos  árboles. 

Como  cu  la  madrugada  del  día  de  mañana,  debemos  sor- 
prender la  toldería  del  capitanejo  Coiyá,  antes  de  anocher  se 
hicieron  atar  caballos  y  muías  á  soga»  á  ñn  de  emprender  la 
marcha  á  las  11  do  la  noche. 

A  esta  hora  so  mandó  á  ensillar  y  20  minutos  después,  nos 
pusimos  en  marcha,  empezando  a  subir  las  sierras  por  entre 
un  espesísimo  bo<:r|.ie,  donde  apenas  penetraba  la  luz  de 
la  luna. 


—  527  — 


Blelemfere    SI 


Y  continuamos  niarelianclo  por  algún  tiempo  entre  las  tinie- 
blas. 

A  las  12  7  30  a.  m..  habiendo  salido  del  bosque,  hicimos 
alto  para  esperar  la  caballada,  que  debia  venir  lejos,  pues 
no  se  sentía  ruido  alguno  que  indicara  su  aproximación. 

Como  á  la  media  hora,  viendo  que  no  venia,  se  supuso 
que  por  uu  error,  hubiesen  tomado  otro  camino  y  se  manda- 
ron algunos  soldados  que  regresaron  pronto,  porque  sintieron 
que  la  caballada  habia  tomado  otro  camino,  pero  que  á  corta 
distancia  se  unía  al  que  llevábamos. 

A  la  1  f  20  a.  m.  continuamos  la  marcha  con  iiimbo  al  N£. 
Desde  que  salimos  del  campo  de  los  manzanos^  empezamos 
á  subir  sientas  y  seguimos  por  una  hora  más  nuestro  ascenso- 

A  las  2  y  45,  al  despuntar  una  de  ellas,  se  vieron  fogones 
en  el  bajo  y  se  supuso  fueran  de  los  indios. 

Se  ensillaron  caballos  y  se  manearon  las  muías,  poniéndose 
algunos  soldados  al  cuidr.do  de  ellas»  y  se  desprendió  á  la 
fuerza  de  la  vanguardia  para  hacer  el  reconocimiento  debido- 

Diez  minutos  después,  el  Comandante  Diez  mandó  dar 
cuenta  que  los  fogones  eran  de  una  comisión  de  la  segunda 
Brigada,  á  las  órdenes  del  Comandante  Montan. 

Como  pronto  nos  incorporamos  á  nuestra  manguardia,  el 
Gefe  de  la  Brigada,  mandó  traer  las  muías  y  ordenó  se  en- 
sillaran para  continuar  la  marcha. 

Por  el  mismo  Comandante  Montan,  supo  el  Gefe  de  la 
Brigada,  que  el  dia  anterior,  habia  batido  á  Coiya,  quitándole 
70  á  80  caballos  y  que  los  indios  hablan  huido  al  monte. 

Con  esta  noticia,  quedaba  desbarado  nuestro  plan,  por  lo 
que  resolvió  el  Gefe  de   la    Brigada  remontar  la  laguna  de 


—  528  — 

Loriar  pues  tenia  noticia  que  por  allí  existia  un  capitanejo 
lAncol, 

A  las   3  y  46    continuamos  la  marcha  con    rumbo  al  Sud. 

Desde  el  punto  en  que  estaba  campada  la  comisión  del 
Comandante  Moritan,  el  camino  cruza  por  entre  bañados  en 
mas  de  una  legua,  siendo  bueno  en  adelante. 

A  las  5  y  10  se  hizo  alto  y  á  los  10  minutos  proseguimos 
la  marcha,  rumbo  S.  SO. 

Se  hizo  otro  alto  á  las  7  y  50  y  se  continuó  la  marcha  á 
las  8,  que  no  fué  interrumpida  hasta  las  8  y  45,  que  habien- 
do entrado  en  la  vega  Quinal-nahiel  se  hizo  alto  y  campa- 
mos en  la  costa  de  un  arroyo  que  la  atraviesa,  á  la  sombra 
de  los  innumerables  chacai  que  se  encuentran  en  ambas 
orillas. 

La  vega,  tiene  de  N.  á  S.  unas  dos  leguas  de  extensión  y 
de  E.  á  O.  una  legua  y  media  próximamente,  y  posee  bue" 
nos  pastos  hasta  en  las  sienas  que  la  rodean. 

Se  calcula  en  siete  leguas,  la  extensión  de  terreno  recorrida 
en  esta  jornada,  habiéndose  cansado  6  caballos- 


Enero    i  <>  de   Í89S 


A  las  3  y  30  a.  m.  emprendimos  la  marcha  con  rumbo  aj 
SO.  Al  salir  de  la  vega,  la  senda  sube  á  las  montañas; 
nuestro  ascenso  duró  media  hora  y  seguimos  luego  atrave- 
sando pequeños  valles.  A  las  6  y  30  hicimos  alto  y  después 
dQ  un  descanso  de  media  hora,  continuamos  la  marcha  en 
dirección  al  O.,  entrando  pronto  á  un  espeso  monte. 

A  las  8  empezamos  á  descender  al  valle,  y  á  las  8  y  30 
hicimos  alto  para  campar  en  el  paraje  donde  fué    tomado  el 


—  529  — 

indio  Neculante  por  las  fuerzas  del  Comandante  Diez,  cono- 
cido con  el  nombre  de  Quechuquina,  en  la  costa  del  rio 
Guagem  ó  sea  la  misma  laguna  de  Lontué  ó  Lacar,  que  a 
medida  que  se  avanza  hacia  el  Oestei  toma  distintos  nom- 
bres, abriéndose  en  algunas  partes  hasta  formar  grandes 
lagunas  donde  el  agua  no  corre  casi,  y  cerrándose  en  otras 
para  formar  un  río  cerrentoso,  cuya  estension  no  pasa,  según 
los  datos  tomados,  de  cuatro  á  cinco  leguas. 

£n  este  punto  encontramos  cuatro  ranchos  regularmente 
trabajados  que  pertenecieron  al  capitanejo  Lincol,  quien  ne 
hacia  mucho  tiempo  los  habia  abandonado,  temiendo  que 
alguna  comisión  se  presentara  por  esta  toldería,  internándose 
más  en  la  Cordillera. 

Este  capitanejo  no  debía  estar  lejos,  pues  era  de  suponerse 
que  no  habia  ultrapasado  el  límite. 

Se  hallaron  rastros  frescos  de  gente  á  pié,  de  caballos  y 
poco  mas  allá  de  hacienda  vacuna,  si  bien  los  de  esta  últi- 
ma eran  como  de  quince  dias. 

Para  saber  mejor  que  camino  debíamos  seguir,  pues  por 
ambas  costas  iba  uno,  se  despacharon  dos  comisiones,  una 
á  las  órdenes  del  Comandante  Diez  con  35  de  tropa,  todos 
nadadores,  pasó  la  laguna  en  este  mismo  parage,  siendo 
paso  conocido  por  los  indios,  que  no  tiene  mas  de  25  á  30 
metros  de  ancho,  y  la  otra  de  25  de  tropa  á  las  órdenes  del 
Mayor  Pefleüory,  tomó  el  camino  de  la   costa  Norte. 

Así  mismo  el  Gefe  de  la  Brigada  mandó  en  descubierta 
por  el  bosque,  al  Capitán  Di-ury  con  diez  soldados  para  ver 
si  tomaban  los  cinco  indios  que  andaban  á  pié,  cuyos  rastros 
frescos  habiamos  hallado. 

A  las  10  a.  m.  llegó  chasque  del  Mayor  Peñeñory  que  ha- 
bia hecho  alto  como  á  dos  leguas  de  nuestro  campamento,  en 
la  costa  del  rio  donde  encontró  dos  canoas  de  los  indios ;  por 
el  camino  que  él  habia  seguido  iba  rastrillada  de  hacienda 
como  de  diez  dias. 

67 


—  530  — 

Como  el  Mayor  debia  avanzar  un  poco  mas  por  ese  cami- 
no, se  enviaron  al  paso  de  las  canoas  cuatro  soldados,  áñn 
(le  que  las  cuidaran  hasta  tanto  -llegásemos  nosotros  para 
pasar  al  otro  lado,  pues  se  sabia  que  por  la  costa  Norte 
liabia  camino  solamente  en  cinco  leguas  más,  y  era  de  supo- 
nerse que  Lincol  habia  pasado  al  Sud,  con  toda  su  hacienda 
por  donde  el  camino  avanzaba  más. 

El  Capitán  Drury  siguió  con  algunos  soldados  los  rastros 
de  los  indios  que  andaban  á  pié,  los  que  se  internaban  en 
el  bosque;  marchó  como  diez  ó  doce  cuadras  á  pié,  pues  era 
imposible  penetrar  á  caballo  por  entre  la  espesura  y  hubo 
de  renunciar  á  avanzar  mas,  porque  estaban  espuestos  á  es- 
traviarse  entre  el  monte  por  algunas  horas  y  tal  vez  á  can- 
sarse inútilmente,  pues  varias  veces  perdieron  el  rastro, 
encontrándolo  luego  gracias  á  los  pedacitos  de  manta  que 
iban  dejando  los  indios  en  las  ramas  de  los  árboles. 

A  las  2  y  30  p.  m.  se  mandó  ensillar  y  2i  las  3  y   16  nos 

pusimos  en  marcha  para  el  paso  de  las  canoas,  dejando  en 
Quechuquina  al  Sargento  2^  Tomás  García  del  Regimiento 
T"",  con  24  mas  de  tropa,  al  cuidado  del  resto  de  la  caba- 
llada que  quiso  el  Gefe  de  la  Brigada  descansara  en  ese  valle, 
donde  habia  abundancia  de  pastos,  llevando  nosotros  solo 
una  muía  por  hombre. 

A  las  4  y  30  llegamos  al  paso  de  las  canoas  y  desensilla- 
mos en  la  costa  del  rio ;  supimos  por  los  soldados  que  allí 
estaban,  que  el  Comandante  Diez  habia  mandado  un  chasque 
al  Mayor  Peñefiory  á  fin  de  que  se  le  incorporase,  pues  por 
aquella  costa  iba  rastrillada  de  hacienda  como  de  seis  dias,  y 
como  esta  era  de  mas  de  300  animales,  necesitaba  mas  gente 
para  emprender  la  persecución. 

£1  Sargento  que  mandó  de  chasque  el  Comandante  habia 
marchado  del  paso  como  á  las  11  a.  m.  y  á  la  hora  que 
nosotros  llegamos  aun  no  habia  regresado,  por  lo  que  creímos 
que  el  Mayor  habia  emprendido  otra  persecución,  siguiendo 
talvez  una  rastrillada  mas  fresca. 


—  531  — 

Sin  embargo  el  Gefe  de  la  Brigada  nombró  al  Capitán  Dru- 
ly  con  25  individuos  de  tropa,  para  que  pasaran  al  Sud  á 
incorporarse  al  Comandante  Diez. 

Empezó  pues  á  efectuar  su  pasage  en  la  canoa  mas  grande, 
que  era  la  única  que  tenia  remos,  y  asi  que  estuvieron  algu- 
nos soldados  en  la  opuesta  margen,  se  azotaron  las  muías 
necesarias,  mas  quince  caballos  y  cuatro  yeguas. 

A  las  5  y  30  p.  m.  llegó  la  comisión  del  Mayor  Peñeñory, 
quien  habia  recorrido  todo  el  camino  de  esta  costa,  encon- 
trando muchos  ranchos  y  toldos  que  no  hacia  mucho  tiempo 
hablan  sido  abandonados,  la  rastrillada  de  hacienda  seguia 
hasta  un  paso  del  rio,  donde  la  hablan  hecho  vadear. 

En  el  pasage  que  efectuaba  la  comisión  del  Capitán  Drury, 
se  sufrió  un  contratiempo  que  dio  por  resultado  no  poder 
pasar  toda  la  fuerza  antes  que  llegara  la  noche,  suspendién- 
dose hasta  el  siguiente  dia  la  marcha  de  ella. 

Con  el  deseo  de  terminar  mas  pronto  el  pasage»  el  Capitán 
hizo  colocar  al  tiempo  de  pasar  él,  seis  recados  en  la  canoa 
mas  pequeña  y  la  quiso  llevar  á  remolque,  pero  como  esta  era 
mas  pesada  de  lo  que  se  creía,  no  pudieron  salir  bien  en  el 
pequeño  desembarcadero  y  fueron  arrastrados  por  la  comente, 
no  siéndoles  posible  acercarse  á  la  costa.  Esto  obligó  á 
soltar  la  canoa  mas  pequeña,  pues  iban  á  caer  en  la  parte  del 
rio  donde  la  corriente  era  mas  fuerte,  conduciéndolos  á  un 
pequeño  rápido  que  hubiera  puesto  en  peligro  sus  vidas. 

Socorridos  de  la  costa,  lograron  acercarse  adonde  nos  hallá- 
bamos nosotros  y  mandáronse  algunos  hombres  á  caballo  para 
ver  si  podian  enlazar  la  canoa  chica,  pero  esta  se  di6  vuelta 
apenas  anduvo  unas  diez  cuadras,  perdiéndose  los  seis  recados. 

Ahora  bien,  la  canoa  grande  con  solo  dos  remos  no  podia 
venir  aguas  arriba,  porque  el  agua  corria  mucho  mas  que  en 
el  paso ;  silgarla  tapipoco  era  posible  pues  la  orilla  estaba 
poblada  de  árboles,  muchos  de  ellos  á  uno  ó  dos  metros  den- 
tro del  agua,  de  manera  que  fué  necesario  sacarla  á  tierra  y 


-  532  — 

después  de  dos  horas  de  trabajo  en  que  se  empleó  toda  la 
fuerza  que  había  y  á  la  cincha  de  tres  muías,  se  logró  dejarla 
nuevamente  en  el  paso. 

Se  dejó  pues  para  el  amanecer  el  pasaje  del  resto  de  la 
Comisión,  que  se  aumentó  con  diez  soldados  más  de  los  que 
hablan  venido  con  el  Mayor  Peñeñory. 

El  campo  próximo  al  paso,  tiene  en  la  extensión  de  casi 
una  legua  pasto  gramilla  en  abundancia ;  alejándose  algo  mas 
sólo  se  vé  el  espeso  bosque  hasta  la  cumbre  de  las  altísimas 
montañas  que  se  prolongan  de  E.  á  O.  en  ambas  costáis 
del  rio. 


Enero    • 


Al  venir  el  dia  dio  principio  á  su  pasage  el  resto  de  la 
Comisión  del  Capitán  Drury,  que  se  terminó  á  las  4  a.  \n* 
poniéndose  en  marcha  inmediatamente. 

Resuelto  el  Gefe  de  la  Brigada  á  seguir  la  persecución 
emprendida  por  el  Comandante  Diez,  a  las  3  p.  m.  mandd 
ensillar  y  envió  la  canoa  aguas  arriba  al  paso  de  Quechu- 
quina,  lo  que  podia  efectuarse  pues  avanzando  hacia  el  E. 
{q)enas  se  notaba  la  corriente. 

A  las  4  emprendimos  la  marcha  para  ese  punto  á  fin  de 
efectuar  nuestro  pasage  allí,  pues  tenia  menos  comente  y  me- 
jor salida  para  nuestras  caballadas. 

A  las  6  llegamos  á  Quechuquina  y  campamos  en  la  costa 
no  muy  lejos  del  paso. 

Durante  nuestra  ausencia  no  había  ocurrido  novedad  algu- 
na en  nuestra  caballada. 


—  533  — 


Enero  8 


A  las  3  y  30  a.  m.  se  mandó  ensillar  y  nos  dirijimos  al 
paso  de  la  Laguna,  donde  llegamos  á  los  cinco  minutos. 

Se  hizo  desensillar  y  se  empezó  á  efectuar  el  pasage  én 
nuestra  embarcación  indígena,  en  la  que  cabían  seis  hombres 
con  sus   monturas. 

Cuando  parte  de  las  fuerzas  estuvieron  en  la  márjen  opuesta 
se  azotaron  las  caballadas  y  muladas  que  pasó  sin  dificultad 
alguna. 

Terminamos  el  pasage  á  las  6  y  30,  poniéndose  la  Comi- 
sión á  ensillar  inmediatamente. 

A  esta  misma  hora  llegó  chasque  del  Comandante  Diez, 
quien  mandaba  decir  el  paraje  donde  se  hallaban  campados 
y  estando  pronta  la  Comisión  á  las  7  a.  m.  emprendimos  la 
marcha  rumbo  al  SO.  por  la  costa  de  la  Laguna,  que  estre- 
chándose desde  ese  punto  toma  el   nombre  de  Bio  Guagun, 

£1  camino  va  por  entre  el  bosque  y  se  halla  continuamente 
obstruido  por  gruesos  troncos  caldos,  atravesados  en  él ;  mu- 
chos de  ellos  los  indios  no  pudiendo  separarlos  por  su  im- 
ponderable peso,  han  usado  el  hacha  ó  el  cuchillo  para  disminuir 
su  altura  á  fin  de  dejar  libre  el  tránsito  á  caballo. 

A  las  8  y  60  se  hizo  alto  para  dar  descanso  k  las  cabalga- 
duras, continuando  la  marcha  á  las  9  y  10. 

Cuarenta  minutos  después,  al  salir  del  bosque  para  entrar 
a  on  peque&o  valle,  se  hizo  alto  y  campamos. 

Se  carnearon  dos  yeguas  para  el  racionamiento  de  la  Co- 
misión. 

Se  ordenó  al  Sargento  encargado  de  la  caballada,  quedase 
ea  este  punto  con  ella,  pues  era  mas  diffcil  el  arreo  cuanto 
mas  avanzábamos  hacia  el  Oeste. 

£1  resto  de  la  Comisión  solo  Itevaría  una  muía  por  hombre 


—  534  — 

y  unos  quince  caballos  de  reserva  y   cuatro  yeguas  para  el 
racionamiento. 

A  las  2  y  30  p.  m.  se  mandó  ensillar  y  emprendimos  la 
marcha^  siempre  por    entre  el  bosque    costeando  la  Laguna. 

Como  á  la  media  hora  de  marcha  encontramos  un  cabo  y 
4  soldados,  uno  de  ellos  herido  de  bala  en  la  cabeza»  el  que 
remitía  el  Comandante  Diez  á  ñn  de  que  se  tomase  la  pro- 
videncia del  caso.  Este  soldado  del  Begimiento  7^  fué  heri- 
do por  uno  de  sus  compañeros  al  tiempo  de  cargar  el  arma. 
£1  Gefe  de  la  Brigada  dispuso  lo  llevaran  hasta  el  punto 
donde  dejábamos  la  caballada  y  lo  entregaran  al  cuidado  del 
Sargento  y  soldados  que  allí  habia. 

Se  supo  por  estos  soldados  que  el  Comandante  Diez  habia 
pasado  á  la  m&rgen  Norte,  pues  allí  habian  azotado  los  indios 
parte  de  la  hacienda. 

A  las  4  y  30  p.  m.  llegamos  al  parage  donde  dicho  Gefe 
habia  efectuado  su  pasage,  sirviéndose  de  una  canoa  que  en- 
contraron en  el  paso  y  la  que  dejó  amarrada  en  aquella  orilla 
sin  recordar  que  todos  los  nadadores  de  la  Comisión  los 
llevaba  él  y  que  por  consiguiente  no  tendríamos  con  quien 
hacerla  traer. 

Desde  este  paiage  completamente  desconocido  por  los  indios 
que  nos  acompañaban,  no  debíamos  contar  mas  con  los  ba- 
queanos, pues  ninguno  de  ellos  habia  pasado  de  allí  é  igno- 
raban donde  nos  conduciría  la  senda  que   seguíamos 

Es  un  pequeño  valle  que  no  tiene  mas  de  diez  cuadras  de 
circunferencia;  hay  varios  toldos  y  cuatro  huertas  sembradas 
de  trigos,  alberjas  y  habas ;  mas  allá  todo  era  monte  de  Nieré 
y  cañaverales. 

Campamos  en  este  punto  en  la  costa  de  la  Laguna,  que 
desde  allí  se  ensancha  bastante  no  teniendo  casi  corriente  y 
se  lai'garon  la  caballada  y  mulada  á  los  trigales;  el  pasto 
sumamente  escaso. 

Como  no  podíamos  pasar  al  otro  lado  por  no  tener  ningún 


—  635  — 

nadador,  el  Gefe  de  la  Brigada  mandó  hacer  algunos  disparos 
de  fusil,  para  ver  si  acudían  soldados  de  la  Comisión  del  Co- 
mandante Diez,  que  ne  supuso  no  estuviera  muy  distante  y  no 
dando  buen  resultado,  establecióse  una  guardia  para  que  viji- 
laran  el  paso  y  la  canoa,  llegando  la  noche  sin  haber  ocur- 
rido otra  novedad. 


Enero    41 


A  las  4  a.  m.  se  mandaron  dos  descubiertas  de  10  hom- 
bres; una  para  que  registrara  el  bosque  pues  se  habian 
encontrado  rastros  frescos  y  la  otra  para  qne  avanzara  por  el 
camino  de  esta  costa  en  el  que  también  habia  rastrillada, 
pues  como  no  teníamos  baqueanos  se  ignoraba  si  habia  ó  nó 
campos  donde  pernoctar  y  si  era  bueno  ó  malo  el  camino. 

Interesado  el  Gefe  de  la  Brigada  en  que  el  Comandante 
Diez  se  nos  incorporase,  á  fin  de  obrar  de  común  acuerdo, 
mandó  ver  si  entre  los  soldados  que  teníamos  habia  alguno 
que  sabiendo  nadar  un  poco,  se  animase  á  atravesar  la  lagu- 
na con  un  buen  caballo. 

ün  soldado  del  Regimiento  7®,  viejo  ya,  comprendiendo  la 
necesidad  que  teníamos  de  apoderarnos  de  la  canoa,  se  pre- 
sentó y  con  un  caballo  nadador  por  excelencia,  pasó  la  Laguna 
que  tiene  una  cuadra  y  media  en  ese  punto  y  se  internó  en 
el  bosque  para  ver  qué  dirección  seguian  los  rastros  de  la 
Comisión. 

Begresó  al  poco  tiempo,  ató  la  canoa  á  la  cola  del  caba- 
llo y  llegó  con  toda  felicidad  á  esta  margen,  dando  cuenta 
que  los  rastros  de  la  Comisión  se  volvían   por  aquella  costa 


—  536  — 

hacia  el  E.,  al  parecer  para  regi*esar  al  campamento  de  Que- 
chuquina. 

Este  era  otro  contratiempo. 

Se  hizo  pasar  al  Norte  una  Comisión  de  ocho  soldados  para 
que  vieran  la  dirección  que  seguían  los  indios  con  la  hacien- 
da, la  que  regresó  á  las  3  p.  m.  trayendo  un  indio  que 
habian  herido  porque  huyó  apenas  los  vio.  Este  indio  hablaba 
el  castellano  y  decia  ser  chileno ;  la  herida  era  de  gravedad 
pues  le  habia  atravesado  el  cuerpo  y  el  brazo  derecho. 

Así  que  fué  curado,  le  hicimos  varias  preguntas  y  se  supo 
que  efectivamente  era  Lincol  el  que  huia  á  ocultarse  con  sus 
familias  y  ganados  entre  los  cajones  de  la  Cordillera  ;  ha- 
biéndole preguntado  por  la  distancia  que  habia  hasta  el  punto 
donde  debia  hacer  alto  Lincol,  respondió  que  se  poditi  llegar 
en  tres  dias,  pero  que  camino  solo  existia  por  la  costa  Sud  y 
que  éste  era  malísimo,  desprovisto  de  valles  en  donde  campar 
y  que  iba  siempre  por  la  costa  de  la  laguna  faldeando  las 
montafias. 

El  trozo  de  hacienda  que  habia  pasado  al  Norte,  la  hicie- 
ron pasar  nuevamente  al  Sud,  por  donde  habia  camino  que 
era  necesario  hacerlo  todo  á  pié  y  que  él  sus  viajes  á  aque- 
llos parages  los  habia  hecho  por  agua  en  las  canoas  que 
construia  él  mismo,  porque  era  carpintero  y  de  cuyo  oficio 
decia  mantener  á  su  familia  íintes  de  unirse   á  Lincol. 

La  otra  descubierta  llegó  antes  de  obtener  estas  noticias, 
trayendo  las  muías  y  caballos  lastimados,  tanto  por  la  abun- 
dancia de  grandes  piedras  en  el  camino  como  por  los  grue- 
sos troncos  atravesados  en  él,  siendo  el  ancho  de  la  senda 
en  muchas  partes  de  solo  una  vara;  habian  marchado  seis 
horas  sin  haber  alcanzado  á  hacer  mas  de  una  legua. 

Empezaban  á  sucederse  los  contratiempos  y  obstáculos  y 
sin  embargo  era  necesario  avanzar. 

Si  los  indios  habian  hecho  esa  travesía  á  pié,  también  no- 
sotros podíamos  hacerla. 


—  337  — 

Teníamos  delante  un  camino  desconocido,  falto  de  llanos  6 
valles  donde  campar,  no  sabíamos  lo  que  había  mas  allá  ni 
estábamos  seguros  de  poder  llegar  en  tres  dias  al  lugar 
donde  iba  Lincol,  pero  el  Gefe  de  la  Brigada  estaba  resuelto 
á  avanzar  y  toda  la  Comisión  deseando  que  así  sucediera, 
^ean  cuales  fuesen  los  obstáculos  que  tuviésemos  que  vencer, 
y  contratiempos  ó  necesidades  que  sufrir. 

Era  necesario  ir  adelante,  (pues  también  nos  faltaba  el 
racionamiento)  batir  h  los  indios  en  sus  refugios  y  quitarles 
el  arreo. 

Esperábamos  con  ansiedad  pues,  se  nos  incorporase  el  Co* 
mandante  Diez  ó  tener  noticias  de  él. 

A  las  5  p.  m.  llegó  chasque  de  dicho  Gefe  por  esta  costa, 
quien  habia  regresado  al  paso  de  las  canoas  sin  duda  creyen- 
do encontrasnos  allí  y  por  estos  mismos  chasques,  el  Gefe 
de  la  Brigada  mandó  la  orden  de  que  se  pusiese  en  marcha 
para  incorporarse  al  resto  de  la  fuerza,  ya  dispuesto  á  avan- 
zar  hacia  el  Occidente  por  la  senda  desconocida. 

A  las  7  y  30  p.  m.  se  presentó  el  cabo  3^  José  Nichea 
enviado  por  el  Comandante  Diez,  á  quien  los  soldados  de  la 
guardia  del  paso  hablan  pasado  á  esta  margen  y  por  él  se 
supo  que  la  Comisión  habia  llegado  al  paso  donde  habia  cam- 
pado. 

Dicho  Gefe,  mandaba  dar  cuenta  haber  encontrado  en  el 
punto  donde  estábamos  nosotros,  7  caballos  y  del  otro  lado 
otros  6  mas,  1  muía,  3  yeguas  con  cria  y  2  vacas  lecheras, 
algunas  monturas  y  demás  útiles,  en  los  toldos  que  en  el 
Norte  habia,  y  rastrillada  fresca  de  indios  á  pié,  que  indicaban 
ser  éstos  recientemente  abandonados. 

El  Gefe  de  la  Brigada,  le  envió  orden  de  permanecer  aUí 
hasta  el  día  siguiente   que  efectuarla  su  pasage  al  Sud. 

Se  carneó  una  yegua,  racionándose  la  Comisión  para  el  dia 
de  hoy. 


68 


—  538  — 


Gnero  6 


Al  venir  el  día  empezó  á  efectuar  su  pasage  la  Comisión 
del  Comandante  Diez,  que  terminó  á  las  9  y  30  a.  m. 

Como  podia  haber  mas  adelante,  necesidad  de  pasar  á  la 
margen  Norte,  se  despachó  1  cabo  y  tres  soldados  para  que 
llevaran  la  canaa  aguas  abajo  y  nos  esperaran  en  todas  las 
playas  donde  salia  el  camino^  tomándose  esta  determinación 
para  no  sufrir  algún  contratiempo  ó  quedar  burlados  por  los 
indios. 

Se  racionó  la  Comisión  para  dos  dias. 

A  las  10  se  despachó  al  Subteniente  Tiscornia  del  Batallón 
69  con  10  individuos  de  tropn^  llevando  un  hacha  a  fin  de 
ir  abriendo  en  lo  posible  el  pésimo  camino  que  debíamos 
recorrer. 

Se  dispuso  que  de  los  caballos  que  habíamos  traido  se 
apartaran  solo  20,  enviando  el  resto  así  como  las  muías  que 
llevábamos  de  más»  al  campo  donde  quedó  la  caballada  á 
cargo  del  Sargento  Garcia. 

A  las  2  p.  m.  se  mandó  ensillar,  emprendiendo  la  mar- 
cha el  Comandante  Diez  con  la  fuerza  de  la  vanguardia  á 
las  2  y  30,  siguiéndole  el  resto  de  la  fuerza  á  las  3. 

En  tres  cuadras  próximamente,  costeamos  la  laguna  por  la 
playa,  entrando  luego  al  bosque. 

A  la  media  hora  de  marcha  empezamos  á  detenernos  con- 
tinuamente, por  la  detención  de  las  fuerzas  de  la  vanguardia 
que  alcanzamos  apenas  entramos  en  la  espesura. 

Los  obstáculos  se  sucedían  prontamente;  habia  gi*andes 
troncos  atravesados  en  la  senda,  algunos  de  ellos  de  mas  de 
un  metro  de  espesor.  Habia  que  bajarse  muy  á  menudo, 
salvar  á  pié  los  inconvenientes,  hacer  saltar  la  muía  y  mar- 
char de  este  modo,  ya  en  cuesta  arriba  ó  cuesta  abajo. 


—  539  — 

Por  último  á  las  8  p.  m.  no  habíamos  avanzado  mas  de 
una  legua  y  la  noche  nos  sorprendió  entre  el  bosque  sin  ha- 
ber podido  conseguir  salir  á  alguna  playa. 

Se  dio  orden  haciendo  pasar  la  palabra,  pues  en  la  senda 
solo  cabía  un  ginete,  de  que  se  detuvieran  las  fuerzas,  de- 
sensillaran las  muías,  les  dieran  agua  en  un  arroyo  que  corría 
entre  el  bosque  y  se  les  cortara  callas  de  Tacuaras,  cuya 
hoja  al  parecer  les  agradaba  supliendo  la  falta  del  pasto. 

£1  camino  parece  que  aumenta  en  dificultades  á  medida 
que  se  avanza;  no  son  solamente  las  grandes  piedras  y  grue- 
sos troncos  que  le  obstruyen,  sino  los  pequeños  arroyos  que 
forman  pantanos  y  las  grandes  cuestas  que  hay  que  subir  ó 
biyar. 


Enero  • 


Apenas  amanece  emprendió  la  marcha  el  Subteniente  Tis- 
Gomia  con  sus  soldados  á  fin  de  continuar  abriendo  el  ca- 
mino. 

A  las  S  a.  m.  habiendo  ensillado  ya  la  fuerza  de  la  van- 
guardia se  puso  en  marcha  y  á  las  6  le  seguimos  nosotros, 
no  tardando  ni  diez  minutos  en  estar  reunida  toda  la  fuerza, 
por  haberse  detenido  los  de  adelante  para  salvar  obstáculos 
de  consideración. 

Las  detenciones  se  repetian  muy  á  menudo,  las  dificultades 
aumentaban  y  empezamos  á  hacer  toda  la  marcha  á  pié  ade- 
lantando por  consiguiente  muy  poco. 

A  las  9  a.  m.  logramos  salir  á  una  playa,  donde  encontra- 
mos la  canoa,  diciéndonos  el  cabo  que  la  navegación  por  la 
laguna  era  sumamente  fácil. 

Entramos  nuevamente  al   bosque. 


—  540  — 

A  las  9  y  30  fué  necesario  detenerse  por  mas  de  una 
hora.  Se  babia  encontrado  en  la  senda  y  cuesta  arriba  una 
gran  piedra  de  mas  de  dos  metros  de  altura,  el  soldado 
subia  primero,  luego  hacia  saltar  su  muía  y  en  seguida  hacia 
lo  mismo  con  el  caballo  que  llevaba  de  tiro,  operación  que  á 
pesar  de  ser  ayudado  por  el  que  le  seguía,  tomaba  siempre 
de  cinco  á  diez  minutos  cada  uno. 

En  este  alto  se  les  cortó  cañas  á  las  muías  y  recien  ^  las 
10  y  60  pudimos  continuar  la  marcha,  que  no  se  interrumpió 
sino  de  diez  en  diez  minutos,  hasta  las  5  p.  m.  que  se  hizo 
alto  para  campar  antes  que  nos  sorprendiera  la  noche  efec- 
tuándolo la  vanguardia  en  una  pequeña  playa  donde  logró 
salir  y  el  resto  de  las  fuerzas  en  el  camino,  próximo  á  dos 
arroyuelos  que  formaban  algunos  pantanos  en  sus  inmedia- 
ciones. 

Después  de  ocuparse  la  tropa  en  cortar  dos  6  tres  cargas 
de  cañas  para  los  animales,  emplearon  el  tiempo  que  les  que- 
daba antes  de  la  noche,  en  hacerse  de  comer  cosa  que  no 
bacian  desde  ayer,  y  á  las  9,  salvo  aquellos  que  estaban  de 
servicio,  todos  reposaban  de  sus  fatigas. 

El  oficial  que  venia  k  retaguardia,  dio  cuenta  haberse  des- 
barrancado al  pasar  los  desfiladeros  de  la  montaña,  1  yegua 
y  3  caballos. 

Solo  quedaba  otra  yegua  de  racionamiento  que  sin  duda 
nos  iba  á  faltar,  si  tan  penosa  marcha  se  prolongaba  algunos 
dias  sin  conseguir  dar  alcance  i  los  indios  que  solo  nos  lle- 
vaban un  dia  de  ventaja  á  juzgar  por  la  rastrillada  de  la 
hacienda. 

Se  calcula  solo  en  cuatro  leguas,  lo  que  hemos  recorrido 
en  ocho  ó  nueve  horas  de  marcha. 


—  541  — 


Euero    V 


Como  el  dia  de  ayer,  la  marcha  fué  emprendida  á  la  mis- 
ma hora  y  con  los  mismos  intervalos  en  las  fuerzas,  habién- 
dose carneado  la  última  yegua  que  fué  distribuida  á  toda  la 
Comisión. 

£1  Comandante  Diez,  dio  cuenta  que  el  indio  Neculante 
que  iba  en  la  vanguardia,  habia  huido  ayer  á  las  6  p.  m. 
aprovechando  el  descuido  en  que  se  hallaba  el  encargado  de 
vigilarle. 

Se  dejó  un  Sargento  y  4  soldados  á  retaguardia  para  que 
vieran  de  poder  sacar  los  caballos  desbarrancados  y  los  que 
quedasen  del  mismo  modo  en  adelante,  y  al  mismo  tiempo 
tratar  de  apoderarse  de  Neculante,  si  éste  volvia  por  la  sen- 
da hacia  atrás. 

El  camino  continúa  siendo  enteramente  dificultoso ;  la  mayor 
parte  de  las  muías  y  caballos  venian  lastimados;  se  marcha 
siempre  á  pié  y  avanzando  muy  despacio. 

A  la  1  p.  m.  los  soldados  que  iban  adelante  descubrie- 
ron el  rastro  de  un  indio  á  pié  y  dos  á  caballo,  que  habian 
venido  allí  y  luego  se  volvían  por  el  mismo  camino. 

A  las  2  p.  m.  subimos  á  la  cima  de  las  montañas,  separán- 
donos por  completo  de  la  costa  de  la  laguna  y  desde  enton- 
ces el  camino  empezó  á  mejorar,  siendo  el  bosque  mas  abierto 
en  sus  árboles,  con  menos  piedras  y  troncos  en  la  senda» 
pero  mas  abundante  en  cañaverales. 

A  las  5  p.  m.  alcanzamos  á  ver,  al  tiempo  de  descender, 
una  pequeña  vega,  que  reanimó  la  esperanza  en  nuestros  cora- 
zones, dando  por  teiminada  tan  penosa  marcha  por  entre  el 
bosque  y  al  borde  de  los  precipicios. 

A  las  5  y  45  campamos  en  la  vega,  próximos  á  un  arroyo 
y  habiéndose  encontrado  un  novillo  gordo,  apenas  llegamos  se 


—  542  — 

carneó,  ocupándose  voluntariamente  en  esta  operación  mas  de 
doce  soldados,  tal  era  el  apuro  que  tenian  por  comer,  pues 
además  de  venir  muy  fatigados,  empezaban  á  sentir  las  necesi* 
dades  del  hambre. 

Poco  después  fueron  encontrados  dos  bueyes,  que  sufrieron 
igual  suei*te,  con  lo  quedó  racionada  la  Comisión  por  3  días» 
y  enseguida  los  caballerizos  se  apoderarqn  de  cinco  yeguas,  de 
las  que  iban  dejando  los  indios  en  su  huida. 

Los  últimos  soldados  de  la  Comisión,  llegaron  á  la  vega 
á  las  7  y  30  p.  m.,  calculándose  en  tres  leguas  el  camino  re- 
corrido en  este  dia. 

A  las  6  se  despachó  una  comisión  de  1  Sargento  y  9  sol- 
dados, á  ñn  de  que  buscaran  la  canoa  y  llevaran  carne  á 
sus  tripulantes,  dándoles  la  orden  de  que  continuaran  hasta 
hallarse  frente  al  campamento  de  los  indios,  manteniéndose 
ocultos  hasta  nuestra  llegada. 

El  lugar  donde  se  hallaban  los  indios  no  debia  estar  lejos, 
si  bien  era  de  suponerse  que  hubieran  pasado  al  Norte  al 
descubrir  que  los  veníamos  persiguiendo. 

La  comisión  que  fué  en  busca  del  bote,  no  se  presentó  en 
toda  la  noche. 


Enero    H 


No  se  pudo  marchar  temprano  por  estar  envueltos  en  una 
densa  niebla,  que  nos  impedia  ver  amas  de  una  cuadra;  las 
sierras  quedaban  completamente  ocultas  á  nuestra  vista,  tar- 
dando mas  de  dos  horas  en  aclarar. 

A  las  6  y  46  a.  m.  pudimos  emprender  la  marcha  siguiendo 
con  rumbo  al  O.  y  á  las  6  hicimos  alto  en  un  f  arage  en  que 
habia  unos  toldos  abandonados  y  cuyo  nombre  se  ignora. 


—  543  — 

AHÍ  habían  tenido  los  indios  la  hacienda  pasteando  y  fué 
preciso  mandar  cortar  rastro  para  ver  que  dirección  habian 
seguido  después 

Se  continuó  la  marcha  á  las  6  y  15  a.  m.  en  la  misma  di- 
rección ;  después  de  atravesar  un  valle  entramos  otra  vez  al 
bosque,  y  á  las  10  y  30  llegamos  á  otro  vallecito  como  á 
diez  cuadras  del  paso  de  la  laguna  que  ya  habian  vadeado 
los  indios,  distancia  que  sabíamos  habia,  por  haber  encontra- 
do allí  la  comisión  que  iué  en  busca  de  la  canoa,  que  aun 
no  habia  llegado  á  aquel  punto. 

Esta  comisión  llegó  anoche  al  paso,  y  habiendo  visto  los 
fogones  de  los  indios  en  la  opuesta  margen,  se  retiraron  al 
vallecito  donde  habian  campado. 

En  consecuencia  se  mandó  al  Subteniente  D.  Antonio  Tis- 
comia  con  12  de  los  mejores  tiradores  del  Batallón  6,  para 
que  fueran  al  paso,  viesen  si  la  canoa  habia  llegado,  y  si  se 
presentaban  algunos  indios,  tratase  de  desalojarlos  á  balazos 
de  la  costa,  á  ñn  de  efectuar  el  pasage  de  la  fuerza. 

El  Subteniente  Triscomia  mandó  dar  cuenta  de  que  la  ca- 
noa llegaba  en  ese  momento  y  que  en  la  opuesta  margen 
habia  un  parlamentario  que  les  pedia  no  pasaran  al  otro  ladoi 
esponiendo  razones  descabelladas  y  á  quien  no  podían  hacer 
fuego  por  estar  escondido  tras  los  árboles  corpulentos  de  la 
costa. 

Nos  pusimos  en  marcha  al  momento  llegando  á  las  U  a.  m. 
al  paso ;  echaron  pié  á  tierra  los  soldados  y  se  les  hizo  ocultar 
tras  de  los  árboles,  mientras  er  chileno  Masías  entablaba  con 
el  parlamentario  un  especial  diálogo,  dadas  las  pretensiones 
de  los  indios  de  Ancalipí,  ¡i  quien  decían  pertenecer,  teniendo 
buen  cuidado  el  que  hablaba  del  otro  lado  de  no  descubrirse. 

Este  parlamento  entablado  por  los  indios,  talvez  con  el 
iinico  móvil  de  entretenernos  mientras  la  chusma  se  ponía 
en  fuga,  y  que  solo  se  reducía  á  decir  que  no  pasáramos  al 
Norte  porque  ellos    no    habian    hecho  mal  á  nadie»    no  duró 


—  544  — 

mas  de  un  cuarto  de  hora,  y  un  tiro  hecho  á  uno  de  los  in- 
dios en  momentos  en  que  se  descubrió,  fué  la  seilal  de  romper 
el  fuego  que  ejecutaron  todos  los  tiradores,  siendo  contestada 
por  un  tiro  de  fusil  y  el  grito  de  guerra  lanzado  por  muchos 
indios  escondidos  en  la  espesura. 

El  Gefe  de  la  Brigada  manda  embarcar  al  Subteniente  Tris- 
comla  con  diez  infantes,  los  que  debian  desembarcar  en  el  otro 
lado  protegidos  por  nuestro  fuego,  operación  que  efectuaron 
sin  que  los  indios  lo  impidieran,  los  que  al  parecer  se  hablan 
entrado  al  bosque,  y  en  tres  viajes  que  hizo  la  canoa,  se  en- 
contraron en  el  Norte  dos  oficiales  y  veinticinco  soldados  que 
avanzaron  resueltamente,  encontrando  solo  los  rastros  de  30 
á  40  indios  y  una  canoa  con  sus  correspondientes  remos  que 
nos  sirvió  para  activar  el  pasage  que  terminó  á  las  3  p.^m.,  y 
una  vez  que  todos  hubieron  ensillado,  nos  pusimos  en  marcha 
efectuándolo  la  vanguardia  con  anticipación. 

En  el  paso  quedaron  al  cuidado  de  las  canoas  el  Cabo  2® 
José  Nichca,  y  7  soldados,  á  quienes  se  dejaron  13  vacas 
que  hablamos  recogido  en  el  Sud. 

A  las  4  y  30,  al  salir  del  bosque  como  á  legua  y  media 
del  paso,  se  presentó  al  Comandante  Diez  un  indio  parlamen- 
tario á  quien  se  le  aseguró  y  supimos  que  sus  compañeros  no 
estaban  muy  lejos. 

Apenas  estuvo  montada  la  caballeria  en  sus  caballos  de 
reserva,  el  Comandante  Diez  recibió  orden  de  cargar  á  los  in- 
dios que  nos  esperaban  en  los  primeros  toldos. 

Los  indios  en  número  de  50  que  se  habian  presentado, 
ofrecieron  una  débil  resistencia  y  huyeron,  pero  fueron  quedan- 
do tendidos  en  la  senda  entre  el  bosque. 

Al  llegar  á  un  punto  donde  habia  un  toiTente  impetuoso,  en 
el  cual  se  hallaba  un  puente  de  tablas,  los  indios  echaron  pié 
á  tierra  para  tratar  de  deshacerlo  haciendo  una  buena  defensa 
de  él,  pero  el  aiTojado  Capitán  D.  Adolfo  Drury  y  cuatro  ó 
cinco  soldados   que  los  llevaban   mas  cerca,   con  el  Sargento 


—  545  — 

Nievas  del  Regimiento  7°  de  Cabidleria,  pasaron  el  puente  á 
riesgo  de  caer  al  torrente  y  emprendieron  una  lucha  á  pié  y 
cuerpo  á  cuerpo  con  los  salvajes,  cayendo  varios  de  ellos  al 
agua,  quedando  cuatro  muertos  y  poniéndose  el  resto  en  fuga 
que  fueron  perseguidos  por  el  mencionado  oficial  y  los  que 
iban  mejor  montados,  que  siguieron  matándolos  por  la  estrecha 
senda  por  donde  huían. 

En  la  defensa  que  hicieron  los  indios  en  el  puente,  hirie- 
ron de  un  balazo  en  la  frente  al  Sargento  Nievas,  que  fué 
recogido  y  atendido  por  sus  compañeros,  y  poco  mas  allá,  de 
un  lanzazo  en  una  pierna,  el  soldado  del  mismo  Regimienta 
Francisco  Agüero,  á  quien  el  Gefe  de  la  Brigada  hizo  recono- 
cer como  cabo  2°i  por  su  bizarra  conducta  en  este  dia. 

Ambas  heridas  felizmente  son  de  poca  gravedad,  sobre 
todo  la  del  segundo,  quien  después  de  atarse  un  pañuelo  en 
la  pierna,  montó  otra  vez  á  caballo  y  continuó  la  persecución, 
poniéndose  de  nuevo  entre  los  que  iban  adelante. 

A  las  6  continuaba  la  persecución  el  Capitán  Drury  con 
los  que  iban  mejor  montados,  retirándose  el  resto  á  campar 
en  los  primeros  toldos  que  habiamos  encontrado,  en  cuyo  lu- 
gar empezó  la  batida. 

A  la  vuelta  se  tomó  prisionero  otro  indio,  escapándose  dos 
que  dejaron  sus  caballos  ensillados  y  sus  lanzas  entre  el 
bosque. 

Se  contaron  nueve  muertos  en  la  senda,  entre  ellos  un 
capitanejo  Chapingo  que  los  mandaba,  habiendo  quedado  en 
nuestro  poder  20  caballos  ensillados  y  la  hacienda  que  se 
pudo  recojer  antes  que  llegara  la  noche. 

El  parage  donde  campamos  está  situado  frente  al  cerro 
Trocol,  de  donde  dista  unas  cuatro  ó  cinco  leguas  y  próximo 
á  la  laguna;  es  un  pequeño  valle  de  unas  diez  cuadras  de  es- 
tensión  y  en  él  hay  cuatro  ó  cinco  ranchos  regularmente  cons- 
truidos con  gruesos  tablones  de  nieré  cortados  con  hacha. 

De  este  punto,  avanzando  hacia  el  Oeste,  se  encuentran  á 

69 


—  546  — 

distancia  de  una  legua,  ó  algo  mas  á  veces,  otros  vallecítos; 
todos  han  sido  habitados  por  los  indios  siendo  iguales  las 
construcciones,  como  así  misino  en  todos  ellos  hay  sembrados 
de  trigos,  alberjas,  habas,  cebollas,  etc.,  etc. 

Kl  camino  es  siempre  estrecho  y  montuoso. 

La  caballada  y  la  mulada  se  encerraron  en  los  trigales, 
colocándose  en  cada  uno  de  ellos  una  buena  guardia,  á  quie- 
nes se  les  recomendó  la  mayor  vijilancia  pues  era  de  temerse 
un  ataque. 


Enero    • 


A  las  4  y  30  a.  m.  marchó  el  Comandante  Diez  con  el 
Mayor  Peñeflory,  el  Subteniente  Tiscornia  y  60  indiuiduos  de 
tropa  que  debían  ir  guiados  por  uno  de  los  indios  prisioneros, 
al  punto  donde  se  habian  ido  á  refugiar  los  indios  en  la 
costa  de  una  laguna  á  cuatro  leguas  de  nuestro  campa- 
mento. 

A  las  10  a.  m.  envió  chasque  el  Comandante  Diez  á  dar 
cuenta  al  Gefe  de  la  Brigada  que  habla  llegado  á  la  laguna, 
<londe  encontró  al  Capitán  Drury  haciendo  recoger  la  hacienda 
qtie  allí  había  y  que  anoche,  en  la  persecución  que  continuó  dicho 
oficial  hasta  aquel  paraje,  les  había  hecho  11  muertos  mas, 
tomándoles  como  veinte  caballos  ensillados  y  60  lanzas. 

.  Al  tiempo  de  llegar  á  la  laguna  el  Capitán  con  7  individuos 
que  iban  á  la  cabeza,  se  le  presentaron  formados  en  batalla 
mas  de  60  indios,  y  á  un  viejo  capitanejo  ó  cacique»  que  en 
buen  castellano  desafiaba  al  Gefe  de  las  fuerzas  que  los  venían 
persiguiendo,  á  pelear. 
Como  el  Capitán   no    tuviese   en    ese  momento  sino    siete 


—  547  — 

moldados,  se  mantuvo  por  algunos  minutos  á  la  defensiva  hasta 
^ue  se  le  incorporaron  catorce  mas,  nueve  de  ellos  montados 
€n  muía,  y  avanzando  al  trote  les  hizo  tres  descargas,  car- 
gándolos inmediatamente. 

Los  indios  fueron  puestos  en  dispersión  llevando  muchos 
heridos»  escapando  á  pié  la  mayor  parte  que  se  perdieron 
«n  el  bosque. 

No  se  pudo  continuar  la  persecución  por  ser  ya  de  noche, 
habiendo  quedado  en  poder  de  las  fuerzas  70  animales  ye- 
^arizos  y  30  vacunos. 

lia  chusma,  el  resto  de  la  indiada  y  lo  demás  de  la  hacien- 
da hablan  tenido  tiempo  de  pasar  la  laguna  que  en  ese  punto 
tiene  mas  de  dos  cuadras  de  ancho. 

Esta  mañana  la  descubierta  que  mandó  el  Capitán  por  los 
alrededores  del  campamento,  habia  encontrado  entre  el  bosque 
cuatro  indios  que  fueron  muertos  porque  trataron  de  huir, 
habiéndoles  tomado  una  tropilla  de  caballos. 

£1  Gefe  de  la  Brigada  mandó  orden  al  Comandante  Diez 
que  permaneciera  allí  hasta  la  tarde,  haciendo  recoger  la  ha* 
<;ienda  perdida  entre  el  bosque  y  que  al  tiempo  de  regresar 
á  nuestro  campamento,  desprendiera  partidas  á  derecha  é 
izquierda  para  ver  si  se  encontraban  algunas  familias  escon- 
didas y  trozos  de  hacienda  perdidos. 

A  las  6  y  30  p.  m.  llegó  al  campamento  el  Comandante  Diez, 
trayendo  el  ganado  recogido,  habiendo  encontrado  como  á 
cuatro  cuadras  de  la  senda,  otro  indio  muerto  que  aun  con- 
servaba en  sus  manos  ima  carabina  y  un  municionero,  marca 
del  Regimiento  6."^ 

Por  los  indios  prisioneros  se  supo  que  el  indio  Neculante 
que  se  nos  habia  escapado,  se  incorporó  á  ellos  un  dia  antes 
de  nuestra  llegada,  dándoles  la  noticia  de  nuestra  aproxi- 
mación. 


—  548  — 


Enero    id 


Habiéndose  sabido  que  el  soldado  Francisco  Buiz,  del  Ba- 
tallón 6,  habia  atravesado  ayer  la  laguna,  encontrando  un  pasa 
en  que  los  caballos  no  nadaban  y  teniendo  noticias  el  Gefe  de 
la  Brigada,  por  el  Comandante  Diez  y  Capitán  Drury,  de  que 
la  hacienda  estaba  abandonada  en  la  otra  costa,  mando  al 
segundo  á  las  4  y  30  a.  m.  con  el  Subteniente  Aguiíre  y  30 
nadadores  á  fin  de  que  pasaran  la  laguna  y  recogieran  la 
hacienda  que  encontrasen. 

A  las  doce  del  dia  regresó  esta  comisión  con  unos  cuantos 
animales  vacunos,  dando  cuenta  el  Capitán  que  el  resto,  así 
como  algunas  vacas  que  quedaron  de  este  lado,  hablan  sido 
recogidos  anoche  por  los  indios  que  seguian  huyendo  hacia 
el  Oeste. 

A  las  5  y  30  p.  m.  salió  nuevamente  en  comisión  el  Capitán, 
habiéndose  aumentado  su  fuerza  con  30  hombres  mas  para 
seguir  la  persecución  en  diez  leguas  mas. 


Enero     11 


Se  mandó  una  descubierta  de  diez  hombres  á  las  4  a.  m. 

A  las  6  se  cameó  un  novillo,  racionándose  la  fuei*za  para 
este  dia. 

A  las  8  y  30  regresó  la  descubierta  habiendo  encontrado 
rastros   de  indios  á  pié  que  entraban  al  bosque. 

No  ocuitíó  novedad  alguna  el  resto  del  dia. 


—  549  — 


Knero    19 


La  descubierta  que  salió  á  las  4  a.  m.  encontré  algunos 
animales  vacunos  entre  el  bosque. 

A  las  6  se  carneó  una  vaca,  racionándose  la  fuerza  para 
dos  dias. 

A  la  tarde  se  recibió  nota  del  Capitán  Drury  que  man- 
daba dar  cuenta  haber  llegado  á  una  gran  laguna,  de  mas 
de  veinte  cuadras  de  ancho,  viéndose  en  la  otra  margen  nu- 
merosa toldería  donde  se  hablan  refugiado  los  indios,  que  no 
hablan  dejado  ni  una  sola  oanoa  en  esta  costa. 

Poco  antes  de  llegar  allí  se  les  hablan  ido  varios  indios  que 
al  sentir  su  aproximación  se  escondieron  en  el  bosque  entre 
los  cañaverales,  logrando  solo  quitarles  una  majada  de  100 
ovejas,  60   vacunos  y  algunos  caballos. 

En  el  camino  que  habia  recorrido  hasta  dicha  laguna,  cal- 
culado en  trece  leguas,  encontraron  mas  de  sesenta  ranchos 
recientemente  abandonados,  de  los  cuales  fueron  destuidos 
muchos  á  fuego. 

No  siéndole  posible  pasar  la  laguna  y  considerando  además 
haber  llegado  en  su  batida  hasta  el  límite,  se  retiró  con  su 
comisión  campando  en  la  primera  laguna  por  ser  ya  tarde 
para  llegar  al  campamento  con  el  arreo  que  traía.  La  majada 
tuvo  que  hacerla  degollar  por  no  haber  podido  hacerle  pasar 
la  laguna. 

En  el  resto  del  dia  y  en  la  noche  no  ocunió  novedad. 


—  550  — 


Kuero    IS 


Tiempo  lluvioso. 

A  las  6  y  30  a.  m.  no  habiendo  llegado  aun  el  Capitán 
Drury  con  su  Comisión,  nos  pusimos  en  marcha  para  regre* 
sar  al  paso,  dándose  por  terminada  la  batida  de  estos  indios 
iniciada  el  dia  8. 

Llegamos  al  paso  á  las  7  y  30  y  se  empezó  á  efectuar  el 
pasage  de  la  tropa  en  las  dos  canoas  que  teniamos,  y  así  que 
se  hallaron  algunos  soldados  en  el  Sud,  se  azotaron  los  caba- 
llos, muías  y  hacienda  vacuna  que  pasó  sin  dificultad  alguna^ 
quedando  terminado  el  pasage  á  las  10  y  30  a.  m. 

Como  &  esta  hora  no  hubiese  llegado  aun  el  Capitán  Dru- 
ry, se  dejó  orden  de  que  apenas  llegase  efectuara  su  pasage 
y  marchase  á  incorporársenos,  debiendo  las  canoas  seguir 
nuestras  marchas  por  la  laguna. 

Se  ensilló  y  nos  pusimos  en  marcha  y  después  de  un  corto 
descanso  en  el  vallecito  cerca  del  paso»  continuamos  la  mar- 
cha para  ir  á  campar  á  otro  valle  que  habia  mas  allá,  donde 
llegamos  á  la  1  p.  m.,  después  de  haber  andado  mi^  de  dos 
horas  entre  el  bosque. 

Los  dos  indios  prisioneros,  en  un  descuido  de  los  que  los 
venian  custodiando,  se  largaron  á  pié  dentro  un  cañaveral, 
perdiéndose  en  la  espesura;  cuando  se  notó  su  falta  era 
tarde  ya.  Apesar  de  esto  se  mandó  una  comisión  á  reta- 
guardia para  ver  de  encontrarlos  y  al  mismo  tiempo  recoger 
los  animales  que  se  hubiesen  quedado. 

A  las  3  de  la  tarde  llegáronlos  dos  ultimes  trozos  de  ha* 
cienda  en  que  se  le  habia  dividido  para  que  fuera  mas  fácil  el 
arreo,  por  la  senda  que  no  tenia  mas  de  una  ó  dos  varas  de 
ancho. 

Llueve  á  intervalos. 


—  551  — 

£1  Capitán  Drary  se  presentó  con  su  comisión  h,  las  5  p.  ni. 
trayendo  60  animales  vacunos  y  40  caballos  en  mal  estado, 
de  los  tomados  á  los  indios. 

La  comisión  que  volvió  á  retaguardia  no  se  presentó  en 
todo  el  dia. 

Queda  fijada  que  la  distancia  receñida  por  las  fuerzas  de 
la  tercera  Brigada  en  su  batida  á  las  Cordilleras,  desde  el 
Lago  Nahüel'Huapí  hasta  la  laguna  donde  llegó  el  Capitán 
Drury,  es  de  95  á  100  leguas. 

Sigue  el  mal  tiempo. 


Enero    14 


Tiempo  lluvioso. 

Alas  6  a.  m.  se  puso  en  marcha  la  fuei'za,  habiéndose  he 
cho  cargo  de  los  ganados  el  Capitán  Dmry,  con  el  Subteniente 
Aguirre  y  40  individuos  de  tropa. 

A  las  9  a.  m.  llegamos  á  la  vega  donde  hallamos  los  pri- 
meros toldos  y  allí  campamos. 

Se  carneó  un  novillo  racionándose  la  fuerza  para  un  din. 

A  las  12  m.  se  despachó  al  Subteniente  Tiscornia  con  doce 
soldados,  llevando  3  hachas  con  objeto  de  ari*eglar  en  lo  posi- 
ble el  camino  que  debíamos  pasar  nuevamente. 

A  la  tarde  se  compuso  el    tiempo. 


—  552  — 


Enero    16 


No  se  pudo  marchar  temprano  por  la  niebla. 

A  las  6  y  30,  habiéndose  ésta  disipado,  nos  pusimos  en 
marcha,  empezando  á  las  7  á  entrar  al  bosque  y  subir  la  mon- 
taña que  debíamos  atravesar  para  caer  otra  vez  á  la  laguna  y 
seguirla  costeando. 

A  las  10  llegamos  al  primer  desplayado,  donde  se  hizo 
alto  para  esperar  á  los  que  venian  muy  á  retaguardia. 

£1  camino»  apesar  de  que  lo  iban  componiendo  era  siem- 
pre malo  y  con  obstáculos  que  no  se  podian  hacer  desapa- 
recer con  hachas. 

A  las  10  y  30  continuamos  la  marcha,  llegando  pronto  al 
paso  mas  difícil  de  la  laguna,  esto  es,  en  un  punto  en  que 
entraban  al  agua  unos  gruesos  troncos,  obstruyendo  por  con- 
siguiente el  camino.  Entonces  se  largaban  las  muías  ensi- 
lladas que  daban  la  vuelta  por  la  punta  de  los  troncos  casi 
nadando,  y  nosotros  pasábamos  por  ensima  de  ellos  volviendo 
á  montar  al  otro  lado. 

Apesar  de  todo  hubo  que  marchar  á  pié  tanto  como  á 
la  ida. 

El  Comandante  Diez  que  venia  enfermo  y  el  Sargento  Nie- 
vas que  aun  lo  estaba  de  resulta  de  su  herida»  se  embarcaron 
en  las  canoas  que  nos  esperaban  en  la  primera  pla>a. 

Al  pasar  uno  de  los  varios  desfiladeros  de  la  montaña,  se 
cayeron  3  muías  ensilladas  á  las  que  solo  se  les  pudo  sacar 
los  recados,  quedándose  ellas  allí  por  no  poder  subir. 

Llegamos  los  primeros  á  la  segunda  playa  á  la  1  p.  m.  de- 
sensillamos, haciendo  lo  mismo  los  demás  k  medida  que  iban 
llegando. 

A  las  3  p.  m.  llego  el  primer  trozo  de  animales  vacunos  y 
se  carneó  uno  para  racionar  la  fuerza. 


—  653  — 

A  las  4  y  30  llegaron  los  demás  con  el  resto  de  la  ha- 
tienda. 

La  retaguardia  que  se  babia  dejado,  llegó  á  las  8  y  30  p. 
m.,  dando  cuenta  haberse  vuelto  6  yeguas  y  de  haber  muerto 
repentinamente  una  muía. 

Se  calcula  en  cuatro  leguas  la  extensión  de  camino  recor- 
rida hoy. 


Enero     !• 


A  las  4  y  30  a.  m.  marchó  el  Subteniente  Tiscornia  para 
continuar  abriendo  el  camino. 

A  las  5  y  30  emprendimos  la  marcha,  encontrando  en  par- 
tes el  camino  mas  expedito. 

Las  marchas  á  pié  como  el  dia  de  ayer  se  repitieron  y  dos 
ó  tres  muías  murieron  al  subir  alguna  cuesta. 

£1  indio  que  habíamos  dejado  herido  en  un  toldo  con  agua 
y  alimentos  al  lado,  cuando  llegamos  al  valle  que  fué  á  las 
12  y  30  p.  m.,  notamos  que  no  estaba  en  él,  pero  mas  tarde 
fué  encontrado  mueilo  á  orillas  de  la  laguna. 

Campamos  á  esta  hora  y  en  el  mismo  parage  en  que  lo  hi- 
cimos á  la  ida. 

£1  Sargento  que  se  liabia  dejado  al  cuidado  de  la  caballa- 
da, mandó  dar  cuenta  haber  tomado  en  una  de  las  descu- 
biertas que  habia  hecho,  4  indios,  1   china  y  4  muchachos. 

£1  resto  de  la  fuerza  acabó  de  llegar  á  las  7  y  30  p.  m.; 
pero  la  hacienda  y  caballada  no  alcanzó  á  salir  del  monte 
antes  de  anochecer. 

De  los  pocos  animales  vacunos  que  alcanzaron  á  llegar  se 
carnearon  dos,  racionándose  la  fuerza  para  dos  dias. 

70 


—  564  — 

Se  mandó  orden  al  Sargento  Grarcia  de  que  se  nos  incor- 
porase con  su  fuerza  y  la  caballada. 
La  jornada  de  hoy  ha  sido  de  cuatro  leguas. 
El  tiempo  es  malo  y  llueve  á  intervalos. 


Enero    19 


Continúa  el   tiempo  lluvioso. 

A  las  8  y  5  a.  m.  se  presentó  el  Sargento  García  con  la 
caballada,  y  á  esta  hora  aun  no  había  llegado  el  resto  del 
ganado  que  no  pudo  salir  anoche  del  monte. 

Habiéndose  encontrado  una  parte  de  la  laguna  que  daba 
paso  á  caballo,  con  el  agua  al  encuentro  y  siendo  necesario 
campar  en  \m  punto  donde  hubiera  pasto  en  abundancia  para 
las  caballadas,  á  las  9  a.  m.  se  mandó  ensillar  y  á  las  9  y 
15  nos  dirijimos  al  paso  como  de  una  cuadra  de  ancho  y 
se  efectuó  el  pasage  de  la  fuerza  sin  ningún  contratiempo. 

En  la  banda  Sud,  se  dejó  al  Subteniente  Aguirre  con  al- 
gunos soldados,  á  fin  de  que  esperaran  el  resto  de  la  hacienda 
y  caballada  que  faltaba  y  después  continuaran  la  marcha. 

Seguimos  por  la  mkrgen  Norte,  hacia  el  E.  camino  por 
entre  el  bosque,  yendo  á  campar  á  las  12  y  30  p.  m.  en  el 
campo  del  paao  de  las  canoas  con  buenos  pastos  de  cebadilla 
y  gramilla  en  la  extensión  de  mas  de  media  legua. 

La  caballada  y  mulada  á  cargo  del  Sargento  García,  asf 
como  la  hacienda  que  había  pasado  al  Norte,  llegaron  á 
las  2  p.  m. 

Al  anocher  todavía  no  se  habia  presentado  el  Subteniente 
Aguirre. 

Sigue  el  mal  tiempo,  lluvia  cada  dos  ó  tres  horas. 


—  565  — 

I 


Enero    19 


Continúa  el  tiempo  malo ;  no  se  marchó. 

Se  carnearon  tres  animales  vacunos,  racionándose  para  dos 
días  la  fuerza. 

£1  Subteniente  Aguirre  no  llegó  con  el  ganado  que  nos 
faltaba. 


Knero    tS 


Amanece  lloviendo. 

A  las  6  a.  m.  se  mandó  una  Comisión  al  paso  k  averiguar  la 
demora  del  Subteniente  AguíiTe. 

Dicho  oficial  llegó  con  su  fuerza  y  los  animales  que  falta- 
ban á  las  12  p.  m..  habiendo  tardado  tanto  porque  los  sol- 
dados que  conduelan  los  últimos  trozos  de  hacienda,  hablan 
encontrado  cerrados  los  desfiladeros  por  el  continuo  pasar  de 
animales  y  se  vieron  precisados  á  abiir  camino  por  la  mon- 
taña mas  arriba  y  además  de  haberse  aumentado  los  obstá- 
culos de  tan  penoso  pasage  á  causa  de  la  lluvia,  avanzando 
apenas  dos  ó  tres  cuadras  en  una  hora 

A  las  12  y  30  p.  m.  se  mandó  á  ensillar,  poniéndonos  en 
marcha  á  la  1  y  15,  siguiendo  la  costa  del  Ouagim  hacia  el 
£,  llegando  á  Qtiecliuquina  á  las  3  y  30  p.  m. 

Se  campó  en  eate  parage  en  la  costa  de  un  arroyo  que 
desemboca  en  el  ño,  próximo  a  los  ranchos,  siendo  el  campo 
donde  se  colocaron  las  caballadas  muy  excelente. 


—  556  — 


Gnero  90 


Buen  tiempo. 

Se  tocó  k  ensillar  á  las  9  a.  in.  y  á  los  45  minutos  em- 
prendimos la  marcha;  se  desprendió  al  Subteniente  Aguirre 
con  13  hombres  para  que  siguiese  el  camino  de  la  costa  por 
donde  habia  de  encontrar  algunos  ranchos  talvez  habitados 
por  algunas  familias  y  llevó  un  indio  baqueano  debiendo  es- 
peramos en  el  JPucauyo  6  bajo  de  los  Manzanos. 

A  la  media  hora  de  marcha  nos  separamos  de  la  costa  de 
la  laguna  que  se  inclina  un  poco  al  Sur  y  empezamos  á  subir 
á  una  montafia  por  nuestra  izquierda  y  seguimos  luego  en 
dirección  al  E. 

A  las  11  y  30  llegamos  y  campamos  en  la  vega  de  QuincU- 
nahuel  en  la  costa  de  un  arroyo,  habiéndose  quedado  cansa- 
dos en  esta  marcha  dos  caballos.. 

Jornada:    4   y   media  leguas. 


Enero    •! 


Habiendo  tenido  conocimiento  el  Gefe  de  la  Brigada  que  el 
capitanejo  Eehihuanque  se  hallaba  escondido  en  el  cerro  Quil- 
quinte,  no  muy  distante  de  la  vega  de  Ghapelcó,  desprendió 
en  Comisión  al  Mayor  Pefieflory  con  2  oficiales  y  50  de  tropa 
á  1  muía  por  hombi*e  y  15  caballos  de  reserva  y  dos  baquea- 
noF,  á  fin  de  tratar  de  apoderarse  de  este  capitanejo,  de- 
biendo incorporársenos  antes  del  dia  24,  en  el  bajo  de  los 
Manzanos,  donde  se  le  iba  á  esperar. 


—  557  — 

Esta  Comisión  se  dirijió  á  su  destino  á  las  4  a.  m. 
A  las  5  a.  m.  se  tocó  á  ensillar  y  media  hora  después  nos 
pusimos  en  marcha»  rumbos  al  E.  SSE  y  SE. 

A  las  7  y  30  hicimos  alto ;  á  los  diez  minutos  continuamos 
la  marcha,  pasando  por  la  vega  de  Chapoleó  á  las  8  y  45. 

A  las  9  y  30  llegamos  al  Pucauyo  y  campamos  en  la  costa 
del  arroyo. 

Poco  después  se  presentó  el  Subteniente  Aguirre,  que  did 
cuenta  no  haber  encontrado  sino  unos  rastros  frescos  que 
suponian  fueran  de  indios. 

Se  racionó  la  fuerza  para  este  dia. 

Jomada:    5  leguas. 


Enero    9M 


No  ocurrió  novedad  alguna.    Se   racionó  la  Comisión  para 
dos  dias. 
Ha  reinado  durante  todo  el  dia  un  viento  fuerte  del  Oeste. 


Enero    M9 


A  las  8  y  30  a.  m.  llegó  el  Mayor  Peñefiory  con  su  Comi- 
sión, trayendo  2  indios  de  lanza,  4  de  chusma  y  una  cautiva, 
tomada  en  el  fortin  Guaüacos  cuando  los  indios  atacaron 
aquella  guaiiiicinn. 

£1  Mayor  habia  encontrado  á  los  indios  en  el  lugar  indi- 
cado, que  huyeron  al  sentir  su  aproximación,  logrando  hacer- 


—  558  — 

les  algunos  muertos  en  la  persecución,  escapando  los  demás 
debido  á  la  espesura  del  bosque,  habiéndoles  quitado  15  mu- 
las  y  17  caballos. 

A  las  2  p.  m.  se  tocó  á  ensillar  y  á  las  2  y  30  emprendi- 
mos la  marcha  por  el  mismo  camino  que  habiamos  traido  y 
á  las  5  p.  m.  hicimos  alto  para  campar  en  la  costa  de  un 
arroyo,  siendo  la  jomada  de  hoy  de  tres  leguas. 


Enero  Mé 


Se  tocó  á  ensillar  á  las  6  a.  m.  y  á  las  5  y  20  emprendi- 
mos la  marcha,  rumbos  al  SO.  SSO.  y  6. 

A  las  7  y  30  hicimos  nlto  continuando  la  marcha  á  las  8. 

A  las  10  y  20  llegamos  á  la  laguna  Melliquina  y  después 
de  pasar  el  arroyo  campamos  en  el  mismo  lugar  donde  lo 
hicimos  á  la  ida. 

Se  racionó  la  fuerza  para  el  dia  de  hoy. 

A  las  2  p.  m.  se  tocó  h  ensillar  y  46  minutos  después  nos 
pusimos  en  marcha,  costeando  la  laguna  y  después  el  río 
Melliquina  cuyas  aguas  habian  bajado  considerablemente!  así 
como  la  de  los  demás  pequeños  arroyos. 

A  las  6  y  30  p.  m.  campamos  como  á  media  legua  antes 
de  llegar  al  rio  Filiguegun\  el  campo  regular,  tiene  buenos 
pastos  al  pié  de  las  sierras. 

Se  cansó  un  caballo  en  esta  marcha. 
'    Jornada:    8  leguas. 


—  559  — 


finerw   •* 


A  las  5  y  30  a.  ro.  emprendimos  la  marcha,  atravesamos 
él  Melliquina  y  continuamos  por  la  otia  costa  pues  el  camino 
era  mejor  y  no  tenia  desfiladeros. 

A  las  7,  poco  antes  de  llegar  al  Filiguegun,  atravesamos 
nuevamente  el  Melliquina  y  seguimos  hasta  llegar  al  paso  del 
primero,  que  habiendo  sus  aguas  disminuido  considerable- 
mente no  ofreció  peligro  alguno  al  pasage  de  la  fuerza  y  de 
los  ganados. 

Este  terminó  á  las  8  y  después  de  quince  minutos  prose- 
guimos la  marcha,  costeando  el  Galeufú  y  fuimos  á  campar  á 
las  9  á  una  legua  de  su  nacimiento  en  el  mismo  parage  en 
que  lo  hicimos  á  la  ida. 

Se  cansaron  dos  caballos  en  esta  marcha. 

Se  racionó  la  fuerza  para  dos  dias. 

A  las  2  p.  m.  se  tocó  á  ensillar  y  á  lai^  2  y  45  nos  pusi- 
mos en  marcha,  nombrándose  al  Subteniente  Aguirre  con  11 
individuos  de  tropa,  á  ñn  de  que  quedaran  á  retaguardia 
para  arrear  los  animales  que  quedasen  cansados. 

Costeamos  por  espacio  de  una  hora  el  Galeufú  y  luego 
seguimos  con  rumbo  al  S. 

A  las  6,  no  habiendo  podido  llegar  al  Trasbun,  se  hizo 
alto  en  la  costa  de  un  arroyo;  el  campo  no  era  extenso  por- 
que estábamos  entre  una  cadena  de  sierras,  en  donde  se  colo- 
caron las  caballadas  pues  habia  buenos  pastos. 

Jomada  de   este   dia:  7  leguas 


—  560  - 


Enero    9B 


Se  tocó  á  ensillar  á  las  4  y  45  y  á  las  6  y  16  a.  m.  nos 
pusimos  CD  marcha  rumbo  hacia  el  Sud- 

A  las  7  llegamos  al  Trasbun  y  le  seguimos  costeando  ha- 
cia su  desembocadura. 

A  las  7  y  20  hicimos  alto  y  á  las  7  y  40  continuamos  mar- 
chando, llegando  á  las  8  al  paso  del  anoyo  á  doce  cuadras 
del  Limay. 

£1  pasage  se  hizo  sin  dificultad  y  campamos  á  las  8  y  40 
en  la  otra  costa. 

A  la  1  y  15  p.  m.  se  tocó  á  ensillar  emprendiendo  la  mar- 
cha á  los  25  minutos,  siguiendo  al  poco  tiempo  por  la  cos- 
ta del  Limay. 

Al  otro  lado  del  Lipela  encontramos  la  tropa  de  aireas 
campada,  la  que  iba  para  el  CoUon-Curá. 

A  las  3  y  30  campamos  en  la  costa  del  rio,  y  el  Gefe  de 
la  Brigada  diríjió  una  nota  al  Comandante  en  Gefe  de  la  Di- 
visión dando  cuenta  del  resultado  de  su  batida  á  las  Cordi- 
lleras, la  que  fué  entregada  al  Subteniente  D.  Manuel  Yañez, 
encargado  de  la  tropa  de  arreas. 

Jornada  de  este  dia:    8  leguas* 


Enero    97 

A  las  5  a.  m.  la  comisión  se  puso  en  marcha,  y  después 
de  haber  hecho  tres  veces  alto,  cada  dos  horas  de  marcha, 
llegamos  al  campamento  del  Lago  á  las  12  y  30  p.  m.,  siendo 
recibidos  por  el  Gefe   accidental   del  punto  Teniente  Coronel 


—  561  — 

Graduado  D.  Rosario  Suarez  y  demás  Gefes  y  oficiales  que  se 
hallaban  en  el  campamento.  ^ 

Las  fuerzas  de  los  cuerpos  desensillaron  en  sus  respectivos 
cuarteles  y  los  ganados  se  condujeron  á  los  puntos  donde  se 
hallaba  el  resto  de  las  caballadas  y  haciendas. 

La  vanguardia  hacia  dos  dias  que  habia  regresado  y  por 
las  notas  del  Gefe  de  ella  que  á  continuación  se  transcriben 
se  pueden  ver  los  brillantes  resultados  obtenidos  por  las  fuer- 
zas desprendidas  al  Sud  del  Limay. 


Las  novedades  ocurridas  durante  la  ausencia  del  Gefe  de 
la  Brigada,  en  este  campamento  son  las  siguientes: 

Llegada  del  Sargento  Mayor  1).  Francisco  Biveiro  el  27  de 
Biciembre  ppdd  nombrado  por  resolución  superior  de  fecha 
14  de  Noviembre  de  1882,  2^^  Gefe  del  Batallón  6  de  Línea. 

Llegada  del  Gura  D.  José  M.*  Beauvoir  el  7  de  Enero. 

Llegada  del  Teniente  Coronel  Graduado»  2^  Gefe  del  Be- 
gimiento  7°  de  Caballeria  de  Línea,  D.  Juan  Terrés,  del 
Teniente  2""  del  mismo  cuerpo  D.  Pedro  Sobrecasas  y  del 
Cirujano  de  esta  Brigada  1).  Antonio  Caftiellas  el  10  del 
corriente. 

Llegada  del  Teniente  Coronel  Graduado  D.  Kamon  Pérez 
el  14  del  corriente  i  continuar  sus  servicios  en  esta. 

£1  dia  22  se  quemaron  dos  cabanas  habitadas  por  un  Sar- 
gento y  varios  soldados  del  Batallón  6.  El  Sargento  2 ""  Apa- 
ricio Salinas  que  dormia  en  una  de  ellas  quedó  afiliado,  se 
quemó  casi  todo  el  cuerpo,  y  murió  al  siguiente  dia  de  resul- 
tas  de  sus  quemaduras. 

£1  dia  5  del  corriente  desertó  de  este  campamento  el  trom- 

71 


—  562  — 

pa  del  Batallón  6  de  Línea,  Victorino  Espíndola,  y  por  los 
prisioneros  tomados  en  Quilquime,  se  supo  que  este  soldado 
Ee  hallaba  entre  aquellos  indios,  siendo  desertor  reincídente 
por  tercera  vez. 

El  dia  25  llegó  del  CoUon-Curá  el  Sargento  Mayor  don 
Marcos  Clavel,  conduciendo  600  novillos  para  el  consumo  de 
la  Brigada  y  en  la  tarde  de  este  mismo  dia  entraban  en  el 
campamento  las  fuerzas  de  la  vanguardia. 


—  563  — 


Notas  del  Teniente  Coronel  Don  Rosario  Snarez^  al  6efe 
de  la  Brigada  dando  enenta  del  resaltado  de  las  ope- 
raciones de  la  yangnardia,  al  Snd  del  Rio  Limay. 


Campaaiemio  General  en  la»  tolderiae 
del  «ocióme  Huinealeo,  en  el  cam- 
3.C  de  CAenquemillev, 


2  p.  m.  —  Didembn  18  de  1882. 


Jl  señor  Ge/e  (iccidentál   de  la   tercera   Brigada,    TeniefUe 
Coronel  D,  Nicolás  SL   Palacios. 


En  el  día  de  hoy  á  las  4  a.  m.  asalté  las  tolderías  del  caci- 
que Huinealeo,  el  que  tengo  prisionero  con  el  padre,  el  cacique 
Huinealeo,  2  capitanejos,  30  indios  de  lanza  y  140  entre 
chinas  y  chusma,  haciendo  un  total  de  174,  entre  estos  un 
cautivo  varón  y  una  mujer  chilena. 

Hicieron  débil  resistencia,  quedando  muertos  5  indios  de 
lanza  en  la  persecución^  escapándose  según  declaraciones  so- 
lamente tres  indios. 

Tengo  también  en  mi  poder  al  individuo  José  que  fué 
baqueano  el  año  pasado  del  Comandante  Ruiz;  se  han  toma* 
do  treinta  lanzas  y  un  rifle  rmeíngton.  Según  declaraciones 
de  José  faltan  de  estos  toldos  19  indios  que  andan  boleando 
que  como  á  25  ó  30  leguas  hay  una  toldería  al  Sud  de  mas 
de  30  indios  de  lanza  del  capitanejo  Curache,  hermano  de 
Huinealeo,  y  me  promete  el  cacique  Huinealeo,  mi  prisionero 
hacerlo  presentar  con  toda  su  gente.  Por  declaraciones  de 
José  y  del  cacique,  la  toldería  de   Sayhueque   está  rumbo  al 


—  564  — 

Este,  á  mas  de  25  leguas  por  lo  que  me  preparo  á  marchar 
dentro  de  una  hora,  tiempo  que  preciso  para  dejar  estable- 
cido el  campo  que  servirá  para  custodiar  estos  prisioneros 
hasta  mi  regreso. 

£1  Subteniente  del  Batallón  6  de  Infantería,  Pedro  Gonzá- 
lez, queda  al  cuidado  del  piquete  del  mismo  cuerpo  y  20  in- 
dios auxiliares  de  Curú-huincá  para  custodiar  los  prisione- 
ros tomados,  caballadas  y  haciendas  quitadas  á  los  indios. 

Yo  me  pongo  en  marcha  con  80  hombres  del  Regimiento 
7c>,  10  indios  auxiliares,  el  cadete  Sifredi  que  me  sirve  de 
Ayudante,  el  cabo  Silva  y  el  trompa  Vela^^quez,  á  más  el 
soldado  Regino  Suarez  de  la  escolta  del  Sr.  Comandante  en 
Gefe,  fuerza  con  la  que  espero  batir  y  vencer  á  Sayhueque 
en  dos  dias  mas,  si  este  cacique  lo  encuentro  en  sus  told^ss 
y  hace  resistencia  á  las  armas  de  la  Nación. 

Este  triunfo,  señor  Comandante,  lo  conceptúo  de  alta  tras- 
cendencia para  la  conquista  definitiva  de  esta  región  del 
territorio  Argentino,  ocupada  hasta  hoy  por  las  tribus  de  bár- 
baros que  han  salvado  de  los  campos  centrales  del  poder  de 
nuestras  armas,  porque  el  indio  que  tengo  prisionero,  según 
los  informes  que  me  dá  José,  es  uno  de  los  que  goza  mas 
crédito  entre  todos  los  caciques. 

Con  los  pocos  elementos  de  caballos  en  estado  de  servicio 
que  he  tomado  tengo  suficiente  para  llegar  en  24  ó  30  horas, 
porque  me  dicen  hay  que  atravesar  un  campo  como  de  1 5 
leguas  de  médanos  de  arena  con  una  sierrita  muy  áspera  en 
el  centro. 

Me  es  grato  declarar  al  señor  Comandante,  para  que  lo  ha- 
ga llegar  al  conocimiento  del  señor  Comandante  en  Gefe»  que 
la  conducta  de  los  señores  oficiales,  distinguidos  y  tropa,  qvte 
componen  las  fuerzas  á  mis  órdenes,  son  dignos  de  la  mayor 
consideración  por  sd  digna  condacta,  disciplina  y  moralidad 
en  momentos  que  pongo  en  ejecución  asaltos  en  tolderías  des*- 


—  565  — 

conocidas,  sin  preocuparnos  del  número  de  enemigos  á  comba- 
tir y  vencer. 

Al  marchar  contra  Sayhueque  lo  hago  con  toda  tranquilidad 
porque  dejo  confiado  k  un  oficial  del  6  de  Infantería,  la  custo- 
dia del  triunfo  obtenido  por  las  fuerzas  desprendidas  de  la 
tercera  Brigrada,  que  tengo  el  honor  de  mandar. 

Reciba  mis  felicitaciones  •  y  en  nombre  de  las  fuerzas  que 
comando  á  la  segunda  División  del  Ejército  que  tendrá  la 
gloría  de  terminar  esta  campaña,  con  la  conquista  definitiva 
de  la  región  desconocida  de  la  Patagonia. 

Dios  guarde  á  Vd. 

« 

i7.  Suarez, 


Nota — Se  han  tomado  en  esta  toldería  ciento  y  tantos 
caballos,  150  yeguas,  100  animales  vacunos  y  40  ovejas. 

En  el  parte  general  al  terminar  la  campaña  daré  cuenta  á 
Vd.  minuciosamente  del  total  de  haciendas  tomadas  y  consumí* 
das  por  las  fuerzas  y  este  número  de  prisioneros. 

Si  Vd.  lo  estima  por  conveniente,  mándeme  algunas  cargas 
de  víveres,  que  no  tenemos  absolutamente  ni  que  fumar. 
La  falta  de  tiempo  material  me  priva  de  darle  detalles  mas 
minuciosos  de  las  operaciones  que  á  cada  momento  tengo  que 
realizar. 


Suarez. 


—  666  — 


Campamento  tn  marcha ^  Tolderías 
de  Sayhueque. 


Carneo  de  Calquetepaan,  Diciembre  20  de  1SS2. 

Al  señor  Gefe  accidental    de  la  tercera    Brigada,    Teniente 
Coronel  D.  Nicolás  H,  Palacios, 

1  y  30  p.  m. 

A  las  2  y  media  a.  m.  del  día  de  hoy  tomé  por  asalto  las 
tolderías  de  Sayhueque,  que  me  esperaban  prevenidos  por  haber 
tenido  aviso  el  dia  de  ayer  por  el  capitanejo  Morfiqueo,  que 
le  trajo  el  parte  á  este  cacique  haber  descubierto  nuestras 
polvaredas. 

Las  indiadas  de  este  cacique  se  encontraban  en  el  campo 
la  mayor  parte  en  las  boleadas,  quedando  en  los  toldos  un 
número  de  ciento  y  tantos,  que  al  empuje  de  nuestras  fuerzas 
no  hicieron  sino  una  débil  resistencia,  como  para  dar  lugar 
á  salvar  las  familias.  Quedan  muertos  en  las  tolderías  3  ca- 
pitanejos y  29  indios  de  lanza,  prisioneros  un  capitanejo 
(cufiado  de  Sayhueque),  8  indios  de  lanza,  entre  estos  Juan 
Namuncurá  y  68  entre  chinas  y  chusma,  entre  estas  una 
cautiva. 

Según  declaraciones  del  cuñado  de  Sayhueque,  éste  al  te- 
ner aviso  de  la  aproximación  de  mis  fuerzas,  en  el  mismo 
momento  se  internó  dentro  de  las  sierras  con  50  indios  y  6u 
familia,  por  lo  que  tengo  el  pesar  de  no  hacerlo  figurar  en 
este  parte  muerto  ó  prisionero. 

La  localidad  en  que  estaban  establecidas  estas  tolderías 
les  favorece  perfectamente  para  la  fuga,  porque  está  rodeada 
de  altas  montañas,  pero  apesar  de  esto  la  persecución  fué  tan 
tenaz  que  duró  hasta  las  11  a.  m.  habiendo  alcanzado  el  trom- 


—  ser- 
pa de  órdenes  Velazquez  coa  un  soldado  del  Begimiento  7^ 
7  uno  del  Escuadrón  Auxiliares,  á  6  leguas  de  distancia»  al 
hijo  de  Nahuel-Pan,  6  chinos,  2  chinas  y  la  cautiva,  dando 
muerte  al  hijo  del  capitanejo  Nahuel-Pan,  tomando  la  cautiva 
y  las  chinas  que  son  la  madre  de  NahuelPan  y  una  hija  de 
éste.  En  los  indios  de  fuga  van  muchos  heridos,  entre  ellos 
el  hijo  de  Namuncurá. 

Se  han  tomado  40  lanzas,  una  carahina  remington,  60  ca- 
ballos incluso  6  patrias,  40  yeguas,  32  vacas  y  120  ovejas. 
Los  indios  que  han  escapado,  según  declaraciones,  no  llevan 
ninguna  hacienda  y  sí,  muy  pocos  caballos.  Me  ocupo  en 
este  momento  de  hacer  destruir  á  luego  28  toldos  que  hay 
en  este  campo,  concluida  esta  operación  me  pondré  en  mar- 
cha al  Cuartel  General,  porque  necesito  establecerlo  en  debi- 
da forma  para  continuar  las  operaciones  contra  Sayhueque  y 
los  capitanejos  Morfíqueo,  Chacallal-Penelef,  Olingus,  Millians 
y  otros  que  son  los  que  andan  en  las  boleadas  con  sus  gen- 
tes y  éste  los  reunirá  en  algún  punto  inmediato. 

A  pesar  del  número  de  prisioneros  que  tengo  tomados,  que 
hacen  un  total  de  trescientos  entre  indios  de  lanza,  chinas  y 
chusma,  arreglaré  un  campamento  en  que  estaré  garantido  de 
cualquier  atoque. 

Los  golpes  que  he  dado  en  tan  pocos  dias,  estoy  seguro  in- 
fluirán de  tal  manera  entre  los  indios,  que  creo  confiado,  lo 
repetiré  con  buen  éxito,  sobre  cualquier  número  que  se  me 
presente  ó  les  dé  alcance  en  la  persecución  tenaz  que  empren- 
deré hasta  dejar  cumplida  la  orden  del  seüor  Comandante  en 
Gefe  y  la  de  Vd.,  si  no  tiene  á  bien  disponer  otra  cosa. 

He  dispuesto  largar  un  indio  que  tiene  mucha  familia  y  se 
la  tengo  prisionera,  para  que  le  lleve  una  nota  que  le  mando 
á  Sayhueque,  en  la  que  le  intimo  se  me  presente  en  el  térmi- 
no de  8  dias,  prometiéndole  en  nombre  del  señor  Comandante 
en  Gefe,  garantirle  la  vida  á  él  y  toda  su  gente  y  mantenerlo; 
pero  que  si  no  lo  hace   le  haré    la  guerra  á  sangre  y    fuego 


-  568  — 

liasta  esterminarlo.  Al  tomar  esta  resolución  no  escapará  á 
su  penetración  el  plan  que  me  propongo,  que  es  r^o;rganizar 
mis  fuerzas  convenientemente,  estableciendo  eil  campamento 
general  que  pongo  bajo  el  mejor  sistema  de  seguridad,  repo- 
ner  un  poco  las  muías  y  caballos,  que  estíin  muy  despiados  y 
por  otra  parte  que  reúna  sus  capitanejos  y  conseguir  si  es 
posible  atacarlos  á  todos  juntos. 

Sírvase  pedir  al  señor  Comandanre  en  Gefe,  si  lo  estima 
conveniente,  la  aprobación  de  lo  que  dejo   espuesto. 

Recomiendo  altamente  á  la  consideración  de  Vd.  la  digna 
conducta  de  los  señores  oficiales,  distinguidos  y  tropa  de  las 
fuerzas  del  Batallón  6  y  Regimiento  7^  á  mis  órdenes,  que 
todos  cumplen  dignamente  con  su  deber,  tanto  al  frente  del 
enemigo,  como  en  todas  las  operaciones  de  guerra  que  á  cada 
instante  ejecutan  en  cumplimiento  de  mis  órdenes. 

Dios  guarde  á  Vd. 

B.   Suarez. 


Vttngvardia  de  la  tercera  Jii'i  inda 
eu  nperaeiones  en  el  Sud  >le  la 
Pntagonia. 


Campamento  General  on  el  arroro  del  Trinnfo. 


Campoa  de  ChenQaenilleu,  Diciembre  23  de  1882. 


Al  señor  Gefe  accidental  de  la  tercera  Brigada,  Teniente  üo^ 
ronel  JD.  Nicolás  H.  Palacios. 

Con  fecha  2Q  del  corriente  di  cuenta  á  Vd.,  en  ipi  nota 
dirijida  desde  la  ex-tolderfa  de  Sayhueque,  que  de  los  prisio- 
neros tomados  á  éste,    habia   mandado  uno    con    nota  para 


—  569  — 

a^^él  cacique»  intimándole  se  presentara  eo  el  término  de 
ocho  dias»  que  seria  bien  tratado  por  el  Gobierno  ó  le  baria 
la  guerra  á  sangre  y  fuego  hasta  vencerlo. 

Presumo  que  Sayhueque  no  se  presentará,  y  como  tengo 
necesidad  de  dejar  establecido  un  campamento  que  me  garanta 
la  seguridad  de  los  prisionerost  haciendas  y  demás  que  tengo 
ya  asegurados  por  los  triunfos  obtenidos  hasta  la  fecha  y  que 
para  hacer  nuevas  operaciones,  necesito  tomar  todas  aque- 
llas precauciones  que  la  deficencia  del  número  de  la  fuerza 
que  tengo,  supla  al  número  que  pueda  presentar  el  enemigo 
cuando  yo  me  encuentre  ausente,  en  caso  este  quiera  traer  un 
ataque  al  campamento. 

Para  realizar  mi  plan,  en  el  dia  de  ayer  mudé  campamento 
en  las  costas  del  arroyo  y  me  ocupo  de  establecerlo  dejándo- 
lo en  condiciones  de  defensa,  aprovechándome  del  material 
que  la  naturaleza  en  este  campo  me  proporciona,  y  del  tiem- 
po que  como  tregua  le  he  dado  á  este  cacique  para  estar 
pronto  después  que  venga,  dicho  término,  para  emprender  la 
persecución  con  la  fuerza  que  tenga  disponible  de  la  que  for- 
ma esta  vanguardia. 

Por  el  croquis  que  le  adjunto,  Vd.  se  formará  idea  de  la 
seguridad  en  que  he  puesto  el  terreno»  que  ocupa  hoy  la 
guardia  que  custodiará  prisioneros  y  haciendas. 

He  estoy  sirviendo  y  con  grandes  ventajas  de  los  conoci- 
mientos en  estos  campos,  del  cacique  Huincaleo  y  su  gente, 
tanto  como  baqueano,  como  para  los  trabajos  en  las  obras 
de  defensa. 

El  comportamiento  de  este  cacique  y  sus  indios,  contribu- 
ye favorablemente  á  facilitarme  en  gran  parte,  la  rapidez  con 
que  hago  ejecutar  varias  operaciones,  tanto  militares  contra 
el  enemigo,  como  en  ayudar  á  aliviar  el  servicio  tan  recarga- 
do á  mi  tropa,  para  el  cuidado  de  haciendas  durante  el  dia. 

Se  están  estableciendo  relaciones  entre  estos  indios  y  nues- 
tros soldados,  que   parecen  compafieros   de    armas  como  los 

72 


—  5TO- 

indios  auxiliares  de  Choele-Ghoel  y  esto  me  augura  mucho  de 
bueno  para  el  porvenir  y  una  garantía  mas  para  la  seguridad 
de  estos  prisioneros. 

Aunque  el  número  de  oficiales  que  tengo  en  la  fuerza  que 
comando,  es  tan  limitado  y  por  esto  tan  recargado  el  servicio, 
suplen  al  número  multiplicándose  con  su  buena  voluntad,  que 
consagran  las  horas  que  debieran  aprovechar  para  el  descanso, 
en  ayudarme  perseverantemente  á  que  no  se  atrase  el  servi- 
cio, ni  se  note  siquiera,  que  son  los  mismos  que  lo  hacen 
como  si  relevados  fueran  por  otros  compañeros.  A  pesar  de 
esto  y  estar  plenamente  satisfecho  de  tan  honorable  conducta, 
no  dispenso  ni  hago  concesión  á  aquellas  leves  in*eguridades 
que  en  detalle  noto  en  el  servicio,  porque  entiendo  que  es 
mi  deber,  no  solamente  enseñar  con  el  ejemplo,  sino  también 
con  la  experiencia  que  la  práctica  y  los  años  me  han  dado 
sobre  estos  jóvenes  oficiales,  que  mañana  quizás  darán  páginas 
de  gloria  á  su  patria. 

Dios  guarde  á  Vd. 

B,    Suarez, 


Vanguardia  de  la  tercera  Brigada, 


Campamento  Qoneral  en  Chenque'Niyea,  Diciembre  29  Ue  1S82. 

Al  señor  Gefe  accidental  de    la    tercera    Bi^igada,    Teniente 
Coronel  D,  Nicolás  H.   Palacios. 


Ayer  terminó  el  plazo  de  8  dias  que  le  fijé  á  Sayhueque 
para  que  se  me  presentase,  y  no  habiéndolo  hecho  como  ya 
me  lo  imaginaba,  he  arreglado  el  campamento  como  lo  creo 
mas  conveniente  para  su  defeusa  en  un  caso  dado,    y  dentro 


—  571  — 

una  hora  me  pondré  en  marcha  rumbo  SSE.  en  dirección  á 
las  señales  que  cada  dia  aparecen,  y  me  dicen  el  cacique 
Huincaleo  y  el  baqueano  José,  son  las  indicaciones  del  punto 
de  reunión. 

Dejo  de  Comandante  de  este  campamento,  y  á  su  cargo, 
caballadas  y  haciendas  á  mas  los  prisioneros,  al  Subteniente 
D.  Pedro  González  con  el  piquete  del  Batallón  6,  de  31  de 
tropa  é  indios  auxiliares,  de  los  de  Trayman  y  Curú-huincá, 
que  apesar  del  poco  número  que  componen  esta  fuerza,  voy 
tranquilo  porque  su  Comandante  me  ha  probado  con  su  buena 
conducta  que  serán  cumplidas  con  honor  todas    mis   órdenes. 

La  fuerza  que  componen  el  piquete  con  que  voy  á  perseguir 
la  tribu  de  Sayhueque,  se  compone  de  la  siguiente:  2  oficia- 
les, 1  distinguido  y  70  de  tropa  del  Regimiento  7^;  1  cabo, 
distinguido  y  9  de  tropa  del  Batallón  6  de  infantería ;  1  oficial  y 
10  de  tropa  ludios  Auxiliares,  6  indios  amigos  del  cacique  Curú- 
huincá  ;  1  cacique,  3  capitanejos  y  22  indios  de  Huincaleo  de 
baqueanos  de  estos  campos,  mas  un  solaado  de  la  escolta  del 
señor  General  y  2  particulares  agregados,  haciendo  un  total 
de  3  oficiales,  2  distinguidos,  80  de  tropa  de  Línea,  con  2  par- 
ticulares y  42  indios  de  auxiliares,  amigos  y  baqueanos ;  mon- 
tada esta  fuerza  á  una  muía,  un  caballo  patria  y  uno  de 
oreja  de  los  tomados   á  los  indios. 

£1  cacique  Huincaleo  que  me  sirve  de  baqueano  me  dice 
que  cree  que  como  á  50  leguas  al  Sud  debe  ser  el  punto  de 
reunión  de  las  indiadas,  porque  las  distintas  quemazones  que 
se  han  levantado  en  estos  dias  y  en  el  de  hoy  así  lo  indican. 

Tengo  esperaza  que  si  Sayhueque  es  el  que  hace  esta  reu- 
nión, lo  batiré  en  pocos  dics,  cualquiera  que  sea  el  resultado 
de  la    nueva    operación    que    le  comunico.    Mi  regreso  será 
pronto.    Si   le    es    posible    mándeme  vicios  y  víveres  secos 
pues  hace  mas  de  un  mes  que  carecemos  de  todo  esto. 

Dios  guarde  á  Yd. 

IL  Suarez, 


—  s!n  — 


VangtMrdia  de  la  tercera  Brigada. 

En  marcha—Campo  de  batalla  en  La  Pá,  Enero  2  de  188S. 

Al  señor   Ch/e  acctdenial  de  la  iei^cera   Brigada,    Tenienie 
Coronel  D.  Nicoiás  H,    Palacios. 


Tengo  la  satisfacción  de  comunicar  á  Vd.  que  á  las  6  y  10 
a.  m.  descubrí  los  polvos  de  la  indiada,  que  vengo  persiguien- 
do» como  á  3  leguas  de  distancia  en  dirección  E:  del  rumbo 
que  yo  marchaba.  Organiza  sobre  la  marcha  la  fuerza  que 
en  este  momento  formaba  mi  columna,  y  á  gran  galope  me 
dirijí  al  punto  donde  se  encontraban  los  indios  que  según  los 
polvos  me  indicaban  se  dirijian  á  encontrarme. 

A  las  6  a.  m.  en  un  campo  llano  y  parejo  me  esperaban 
formados  en  línea  de  batalla,  en  un  orden  regular  que  es  de 
«strañar  según  el  modo  como  tienen  costumbre  de  atacar. 
En  este  instante  ordené  atacarlos  de  frente,  mandando  rom- 
per el  fuego  á  30  hombres  del  Regimiento  7**  y  5  hombres 
<iel  Batallen  6  que  formaban  en  mi  línea,  mandando  cargar  á 
mi  derecha  á  20  indios  al  mando  del  cacique  Huincaleo,  y 
<5omo  á  10  cuadras  mas  á  mi  derecha  cargaba  sobre  el  ene- 
migo el  Teniente  Trayman  con  6  indios  y  15  hombres  del 
Regimiento  7  "*  que  se  encontraban  separados  de  mi  columna 
por  haberlos  mandado  cuando  descubrí  al  enemigo  como  van- 
guardia, mientras  hacia  tomar  los  caballos  de  reserva,  sobre 
la  marcha. 

Iniciado  el  combate  rompiendo  el  fuego  mi  línea  al  toque 
•de  á  la  carga  y  á  degüello,  no  resistiendo  ni  diez  segundos, 
volviendo  cara  y  emprendiendo  una  fuga  tan  desesperada 
«cual  les  facilita  la  velocidad  de  sus  caballos,  dispersándose  a 


—  573  — 

varios  rumbos  por  sobre  médanos  y  las  montañas  de  piedra 
del  pié  de  las  Cordilleras  que  se  encontraban  muy  inmedia- 
tas; la  persecución  se  hizo  con  todo  empeño  por  nuestras 
fuerzas  tanto  cuanto  aguantaban  los  trabajados  caballos,  que 
tenian  tres  dias  con  las  noches  de  marcha  continuada  y  fof* 
zada,  por  lo  que  no  fué  diffcil  obtener  las  ventajas  que  son 
de  esperarse  sobre  un  enemigo  que  no  resiste  á  la  vista  de 
nuestros  bravos. 

Gomo  á  dos  leguas  del  campo  qu3  se  inició  el  combate  y  i 
la  cosU  del  río  Eaquel-Luincols,  tenian  estos  sus  caballadas, 
que  disparaban  en  esa  dirección  á  salvarlas.  A  esa  distancia 
podría  contarse  uno  á  uno  de  nuestros  soldados  persiguiendo 
grupos  hasta  de  20  indios  i  pues  por  dos  prisioneros  tomados 
supe  qué  indiada  combatía  y  su  número  que  hablan  formado 
en  la  línea;  170  de  lanza  mandados  por  el  capitanejo  Huin- 
cal,  Bayel  y  Salputía  de  la  tribu  de  Sayhueque,  y  el  capita- 
nejo Pollel  de  la  tribu  de  Inacayal,  que  como  aliado  oculto 
de  Sayhueque,  traidoramente  se  reunían  á  esa  que  los  descu- 
brió mis  fuerzas,  para  ir  á  atacarme  al  campamento  en  Chen- 
quellincon  creyéndome  descuidado,  puesto  que  le  habia  dado 
8  dias  de  plazo  para  que  se  me  presentase. 

Con  los  pocos  soldados  que  podian  continuar  la  persecución, 
y  los  indios  de  Trayman,  algunos  de  Curú-huincá  y  los  del  ca- 
cique Huincaleo  se  consiguió  quitarles  parte  de  sus  caballadas, 
mudando  los  cansados  de  mis  fuerzas  y  continuando  la  per- 
secución hasta  mas  de  cinco  leguas  á  todas  direcciones,  y 
sobre  las  serranijks  y  médanos. 

£1  resultado  de  esta  jomada  que  al  parecer  es  insignificante 
por  el  número  de  muertos  y  prisioneros  del  enemigo,  que 
son:  1  capitanejo,  2  muertos  y  2  prisioneros,  con  considera- 
ble número  de  heridos  que  se  veían  caer  volteados  por  el 
plomo  de  nuestros  soldados  y  alzados  por  los  indios  á  grupa 
de  sus  caballos,  tomándose  además  160  caballos  de  tropillast 
hará  comprender  que  es  un  espléndido  triunfo,  que  dias  mas 


..♦ 


^  —  W4—      * 

k  *     ■  , 

f 

Ó  menos  dará  grandes  ^^otpsá  la  jóonqnuiia  del  desierto  qne 
. contento  aCpn  i)palisa  noestro  Oobiénio. 

Vd.  :,notaTá  al  leer'esV  parte,  él.  poco  núipero  de  fpénu 
que  yo*  he  formado  en  la  línea  de  combate,  de  la  que  figbit 
en  mi  nota  de  fecha  39  del  ppdo.,  ipB  aprendía  la  marcha 
al  Sud  desde  el  campamento  de  CSi^ne^Nleyen. 

Pero  de  estas  fuerzas  tengo  de  Tangoardia  88  hombroSi, 
desprendidos  en  la  tarde  del  día  de  ayer,  siguiendo  ona  ras- 
trilladardip  los  indios  del  capitanejo  Idlaini  que  üei^  en 
retirada  desde  el  arroyo  Gutatamen  con  su  chusma  y  huta-, 
da  f^lb  sigo  hace  dos  dias  que  se  ha  entrado  k  los  cqones 
de  las.  Cordilleras. 

De  sobre  esta  rastrillada  es  de  donde  descubrí  al  enemigo 
que  acabo  de  yencer,  que  descendía  al  rio  Eaqud-Luincola  al 
amanecer,  para  dír^írse   á  sorprenderme  en  mi  campamento. 

Beorganí20  mis  fuerzas  para  ponerme  nueramente  sobre  la 
íiastrillada  que  sigue  mi  vanguardia,  porque  creo  que  ésta  á 
la  fecha  ya  habrá  dado  alcance  i  los  indios  y  no  tendrá  co*. 
nodmiento  en  el  punto  en  que  me  encuentro,  porque  en  1» 
pelea  varié  á  rumbo  contrario. 

Cierro  este  parte  felicitando  al  sellor  Comandante,  y  en  su 
nombre  á  todos  los  compafieros  de  armas  del  lyércitp  Argen- 
tino, porque  aunque  son  pequeños  triunfos  por  el  número  de. 
bárbaros  que  se  matan,  los  creo  serán  grandiosos  en  el  por- 
venir por  la  rica  zona  del  territorio  que  se  conquista  para  la 
civilizacioni  desconocido  hasta  hoy  y  que  abre  sus  caminos 
los  soldados  del  Ejército,  que  representan  la  voluntad  sobe- 
rana  de  la  Nación. 

Sírvase  hacer  presente  k  la  Brigada  que  Vd  dignamente 
comanda,  que  la  vanguardia  desprendida  del  Batallón  6  y  Re- 
gimiento 7^,  que  se  me  confió  su  mando,  ha  hecho  y  ham  fla- 
mear el  pabellón  Nacional  en  los  picos  mas  elevados  de  las 
montañas  mas  centrales  de  la  Patagonia  Sud  y  en  los  cer- 
ros que    forman  la  gran    cadena  occidental    de  la  Cordillera 


—  578  — 

de  los  Andes,  y  frente  al  Golfo  de  Beloncari  que  está  en  el 
Océano  Pacífico,  después  de  haberla  hecho  saludar  por  300 
indios  y  chusma  prisioneros»  que  se  han  batido  y  vencido  en 
sus  propios  toldos,  preparándolos  para  entregarlos  mafiana  á 
que  reciban  los  beneficios  de  la  civilización,  que  nuestro  Go- 
bierno les  tiene  preparado,  después  de  vencidos  y  sometidos. 

m 

Beitero  mi  recomendación  por  la  digna  conducta  de  los  seño- 
res oficiales  y  tropa  que  forman  esta  vanguardia,  que  espero 
llegaré  al  fin  de  la  jomada  cerrando  la  campaña  con  la  muer- 
te ó  toma  de  Sayhueque. 

Dios  guarde  á  Vd. 

jS.  Suarez^ 


£1  mismo  dia  2  de  Enero  el  Gefe  de  la  vanguardia,  en* 
centró  los  33  hombres  que  habia  desprendido  en  persecución 
del  capitanejo  Millian,  á  quien  dicha  fuerza  dio  alcance  y  los 
batió  en  sus  toldos,  haciéndoles  algunos  muertos  y  tomándo- 
les 6  prisioneros  de  lanza  y  40  de  chusma,  150  caballos  é 
igual  número  de  vacas. 

De  regreso  esta  fuerza  fué  sorprendida  por  unos  cincuenta 
y  tantos  indios  y  como  el  Sargento  encargado  de  ella,  tenia 
distribuida  su  fuerza  en  el  cuidado  de  la  chusma  y  en  el 
arreo  de  la  hacienda  y  caballadas,  no  tuvieron  tiempo  de  reu- 
nirse, se  batieron  en  detalle  y  los  indios  consiguieron  arreba- 
tarles la  chusma,  pero  no  las  caballadas  y  hacienda.  Los 
indios  tuvieron  7  muertos  y  muchos  heridos  y  por  parte 
nuestra,  fueron  muertos  tres  soldados  del  Regimiento  7^, 
y  un  indio  de  Huincaleo,    y  heridos    dos  cabos  y  dos  indios. 

(Esto  resulta  de  la  sumaría  que  se  mandó  instruir,  á  fin  de 
esclarecer  este  hecho.) 


—  578- 


EfelCii^    tS 


A  las  6  a.  m.  los  cuerpos  formaron  al  mando  del  Teniente 
Coronel  D.  Bamon  Pérez  y  oyeron  misa,  que  se  celebró  en 
una  capilla  improvisada  en  uno  de  los  ranchos  del  Campa- 
mento. 


Enero   99 


Sin  novedad. 

Los  trabajos  efectuados  en  el  campamento  durante  la  ausen- 
cia del  Gefe  de  la  Brigada,  son  los  que  á  continuación  se 
indican. 

Plana  Matob 

2  Banchos  para  oficinas,  palo  á  pique  de  ciprés  y  chacal. 
1        Id       para  Botica,      id  id  id 

1        Id       para  Depósito,    id  id  id 

1        Id       para  Gefe         id  id  id 

1  Taller  de  herrería  y  carpintería. 

Batallón  6  db  Línba 

1  Rancho  para  el  Comandante  en  Gefe  de  la  División,  de 
palo  á  pique  con  maderas  de  ciprés  y  chacai. 

3  Ranchos  para  Gefes  y  oficiales,  de  paja,    embarrados. 
3  Cabanas  para  oficiales  y  cadetes,    id. 

1  Cuadro  foseado  con  parapeto  (Cuartel  del  Cuerpo). 

2  Cuadras  grandes  para  la  tropa. 


—  577  — 

Begimiento  7^  DE  Caballebia 

1  Cuadro  foseado  y  con  parapeto,  50  metros  en  cada  frente 
1  Cuadra  pai-a  tropay  palo  á  pique,  15  m.   por  4  m. 
3  Banchos  para  Gefes  y  oficiales,  5  m.  por  4  m. 


Enero    S#    j    SI 


Sin  novedad. 

Los  cuerpos  tienen  ejercicios  doctrinales  de  4  á  6  p.  ni. 


Felirero  de  €888 


Durante  los  dias  1,  2,  3,  4  y  5,  no  ocurrió  novedad  algu- 
na en  el  campamento. 


Febrero  8 

A  las  11  a.  m.  llegó  el  Comandante  en  Gefe  de  la  Divi- 
sión, señor  General  D.  Conrauo  E.  Villegas,  con  sus  Ayudantes 
Capitán  D.  Jorge  Rohde  y  Teniente  1^  D.  Eduardo  Oliveros 
Escola,  Comisario  pagador  D.  Adolfo  Escalada  y  Ayudante 
del  mismo  D.  Ambrosio  Escalada. 


—  578  — 


Febrero    V 


Marcha  al  Collon-Curá,  el  Cura  D.  José  Maria  Beauvoir. 


Febrero    1^ 


I)ebiendo  marchar  el  dia  de  mañana  el  Gefe  de  la  Brigada, 
con  paite  de  la  fuerza  de  ella  al  Sud  del  Limay,  para  hacer 
una  batida  general  en  el  seno  de  la  Patagonia,  se  han  nom- 
brado en  la  fecha  los  señores  Gefes,  oficiales  y  tropa  que  deben 
acompañarle,  y  se  han  apartado  el  número  de  caballos  y 
muías  que  son  necesarias  para  la  marcha,  como  también  las 
yeguas  que  se  necesitan  para  el  racionamiento. 

Marchó  á  la  vega  de  Chapelcó  el  Capitán  D.  Jorge  Bohde, 
<;on  20  soldados  del  Batallón  6  de  Linea,  á  fin  de  buscar 
puntos  adecuados  para  establecer  foi-ttnes  en  la  Cordillera. 


ESPEDICION 


AL  SUD  DEL  LAGO  NAHUEL-HUAPI 


Diario  llevado  por  el  Tte.  1°  D.  Edaardo  Oliveros  Escola 


Pebre 


TeiTiiómetro    4  a.  m.  17**  Barómetro    4  a.  m.    690°*"» 

"  12  m.       3)^  "  12  m.        687,5°»"» 

10  p.  m.     6<>  "  10  p,   m.  681°»°» 

Rumbos  generales: 
Jomada:    6  y  media  leguas. 

Al  frente  de  250  hombres  y  70  indios  amigos,  el  Gefe  de 
la  tercera  Brigada  Teniente  Coronel  D.  Nicolás  H.  Palacios, 
se  puso  en  marcha  de  las  costas  de  Nahfiel-Huapf. 

La  fue/za  está  compuesta  de  la  siguiente  manera : 

BataUon  6  de  Línea-- 2  Gefes,   6  oficiales  y  110  soldados. 

Regimiento  1^  de  Caballería — 1  Gefe,  5  oficiales  y  140 
soldados. 


—  580  — 

LetaU  de  la  Brigada— 2  Gefes,   1  oficial  y  5  soldados 
Indios  Auxiliares  de  Purrayan  y  Traiman  —  30. 
Indios  amigos  de  Curá-huincá — 12. 
Indios  amigos  de  Huincaleo — 28. 

Efectuamos  el  paso  del  Limay  en  botes »  in virtiéndose  7  y 
media  horas. 

A  las  3  p.  m.,  inmediatamedte  de  pasar  la  fuerza  necesaria 
al  Sud  del  rio,  fué  desprendida  la  vanguardia  compuesta  de 
3  oficiales  y  60  soldados,  bajo  las  órdenes  del  Teniente  Coro- 
nel Graduado  D.  Pedro  Diez  Arenas. 

Una  vez  terminado  el  pasage  (4  y30p.  m.)  nos  pusimos 
en  marcha  á  las  5  p.  m.,  bajando  á  las  nacientes  del  Limay 
á  las  5  y  30,  variando  al  SE.  para  internarnos  en  la  Pata- 
gonía. 

Cortamos  el  arroyo  Reuau,  á  cuyas  márgenes  campó  por 
vez  primera  esta  Brigada  el  año  81,  dejando  al  E.  el  cerro 
Tequé-Malal  que  dá  nombre  al  Lago. 

El  arroyo  Reuau  que  con  su  curso  toca  la  falda  austral, 
del  ceiTO  expresado,  circula  por  ella  entre  rocas  plutónicas; 
ensancha  el  valle  tomando  una  importancia  recomendable 
como  afluente   del  Nahüel-Huapí. 

Con  un  descanso  de  20  minutos  en  el  valle  del  Renán, 
(dos  de  Abril)  proseguimos  marcha  buscando  el  campamento 
de  la  vanguardia. 

Campamos  á  las  10  y  30  p.  ni.  en  un  afluentecillo  del 
Beuau,  poco  menos  de  media  legua  al  Sud  de  aquella. 


—  581  — 


Wehrerm    !• 


Termómetro    4  a.  m.    9®  Barómetro    4  a.  m.  680""* 

"  12  m.        27^  "  12  m.       667""^ 


*"  10  p.  m.  16«  '  lo  p.  m.  670"^» 

Rumbos  generales:    S.  SE. 
Jornada:  14  y  media  legaas. 

Montamos  á  caballo  á  las  5  a.  m.  con  rumbo  al  Sed. 

Una  cadena  de  médanos  alfombrados  de  frutilla,  cuya 
ascensión  nos  elevó  á  i  200  metros  de  altura,  nos  hizo  caer 
á  las  costas  del  Pichí-Leufú  que  vadeamos.  Del  Pichí-Leufú 
al  2^  Pichí-Leufú,  empleamos  tres  y  cuarto  horas  campando 
á  las  11  y  18. 

El  2^  Pichí-Leufú,  corre  de  SO.  á  NE.  por  un  valle  secun- 
dario, teniendo  las  serranías  el  aspecto  escuálido  y  estéril  dé 
lo  infecundo. 

Salimos  del  2^  Pichí-Leufú  á  las  4  y  5,  campando  después 
de  un  descanso  en  la  jornada  a  las  8  p.  m.  sobre  las  costas 
del  Chenque-Niyeu  (Cementerio). 

La  internación  al  meridion  nos  muestra  desiertos  y  méda- 
nos pálidos  donde  la  mirada  busca  atracción,  chocándola  ese 
roirage  sempiterno  de  la  homogeneidad  en  la  naturaleza  geo- 
gráfica del  terreno. 

Con  la  última  batida  los  indios  de  Inacayal  y  de  Sayhueque 
hánse  replegado  á  las  costas  del  Chubut,  (por  lo  menos  así 
lo  creemos)  debiendo  confirmarlo  a  medida  de  nuestro  avance 
en  la  Patagonia.  Tal  vez  los  encontremos  mezclados  con  los 
Tehuelches  Oo  Que  es  muy  probable)  en  cuyo  caso  deben  ha- 
berse retirado  á  Santa-Cruz. 

En  el  dia  de  hoy  á  las  9  p.  m.  recibióse  chasque  del  Lago 
con  comunicaciones   para   el  Gefe  de  la  Brigada.    Dice  así : 


—  582  — 

*^  Al  Gefe  de  la  tercera  Brigada  Teniente  Coronel  D.  Nico- 
lás H.  Palacios. 

"^  A  efecto  de  que  se  haga  conocer  en  la  orden  de  la  Brigada 
de  su  mando»  se  trascribe  á  Vd.  el  satisfactorio  telegrama 
que  se  ha  recibido  de  su  Excelencia  el  señor  Ministro  de 
Guerra  y  Marina,  que  dice  así:  Buenos  Aires,  Enero  28  de 
1883. — Al  General  Villegas. — Oficial. — Tuve  la  satisfacción  de 
imponerme  de  los  telegramas  del  21,  que  comunica  continua- 
ción activa  y  empeñosa  de  las  brillantes  operaciones  de  la 
División  de  su  digno  mando  en  los  confines  de  la  República, 
que  pronto  completará  con  espléndido  éxito,  méritos  especia- 
lísimos  y  acciones  distinguidas  que  honran  al  Ejército,  elimi- 
nación del  salvaje  en  nuestros  inmensos  territorios ". 

^  Espero  sus  últimos  partes  para  que  el  Gobierno,  reconoz- 
ca  ante  la  Nación  entera,  esos  méritos  adquiridos  y  vote  la 
recompensa  que  los  perpetúe  en  la  gratitud  pública.  Puede 
V.  S.  estimar  mi  complacencia  y  la  efectuación  del  caluroso 
abrazo  con  que  lo  estrecha,  felicitándolo  su  sincero  amigo. — 
Firmado — ^Victoeica  ". 

^  Felicito  á  Vd.,  á  los  señores  Gefes,  oficiales  y  tropa  de  la 
Brigada  de  su  mando,  por  haberse  hecho  acreedores  á  tan 
honrosa  distinción,  y  el  que  firma  en  nombre  de  todos  los 
que  componen  la  segunda  División,  lo  agradecerá,  á  S.  £.  el 
señor  Ministro  de  Guerra  y  Marina. — Dios  guarde  á  V.  E. 
Conrado  E.   Vü¡egaB'\ 

El  Comandante  Palacios  ha  contestado  agradeciendo  la  dis- 
tinción que  ha  merecido  del  Gobierno  Nacional,  la  Brigada 
de  su  mando,  devolviendo  en  representación  de  todas  las 
fuerzas  á  sus  órdenes,  esas  felicitaciones  al  Gefe  de  la  se- 
gunda División. 


—  sea- 


Febrero   tt 


Termómetro    4  a.  m.    O**  Barómetro    4  a.  m.  668™°» 

"  12  m         27^  **  12  m.       667°*'" 

"  10  p.  m.   16«  "  lOp.  m.  683"*» 

Rumbos  generales:    S.  SE.  SO. 
Jomada:  9  leguas. 

Campados  en  Chenque-Nieieu,  nos  movimos  de  este  arroyo 
á  las  6  a.  m.  Pasamos  por  otro  arroyuelo  llamado  ""Menú- 
có  *^9  afluente  del  primero. 

Descansamos  20  minutos  en  el  camino,  campando  á  las 
8  y  45  á  orillas  del  "Chacai-BaiTuca",  gran  vertiente  antes 
que  arroyo,  perdida  en  los  cajones  del  terreno. 

A  las  3  y  30  emprendimos  nuevamente  la  marcha,  llegando 
á  las  7  y  6  al  arroyo  Gutatamen,  donde  la  vanguardia  nos 
habia  precedido  una  hora  antes. 

La  última  marcha  nos  ha  llevado  á  las  mesetas  de  los 
an*oyos  nombrados,  quedando  el  horizonte  abierto,  aparaciendo 
perfectamente  dibujada  al  Oeste,  la  pre-cordillera  que  debe 
dar  nacientes  al  rio  Chubut  (de  la  parte  occidental  y  saliendo 
de  la  verdadera  cadena  andina) ;  por  el  Este  la  zona  Chubu- 
tiana,  semejando  una  llanura  no  interrumpida,  por  el  Sud 
igual  aspecto,  por  el  Norte  las  montaflas  del  Limay  y  Nahüel- 
Huapf,  ó  mejor  dicho  sus  ramificaciones  al  saliente  del  naci- 
miento de  ambos. 

El  Gutatamen,  parte  de  la  pre-cordiilera  que  tenemos  al 
Oeste  á  tres  y  media  leguas;  corre  al  Sud  donde  debe  caer 
al  cauce  del  Chubut.  £1  valle  es  ancho  y  la  fertilidad  secun- 
daria. 

Inacayal  hállase,  según  averiguadones  á  los  indios*  á  cuatro 
dias  de  camino  de  este  punto,  sin  determinación  fija  de  su 
situación,  por  la  ambigüedad  de  los  datos  de  aquellos. 


—  584  — 


Felbrer»  tt  j  tS 


Día  12 

Tennómetro    4   a.  m.    8^         Barómetro    4  a.  m.  682,6"»"^ 
^  12    m.       28°  "        12  m.        684,B»« 

*  10  p.  m.    16°  "        10  p.  m.    686»« 

DUIS 

Termómetro    4  a.  m.    6°  Barómetro    4  a.  m.  675"*" 

12  m,       26°  80  "  12  m.       708«« 

"  10  p.  m.  15°  *  10  p.  m.  705»« 

Rumbos  generales:    S.  SE. 

Primera  Jornada:    16  leguas. 
Segunda  Jornada:    4  y  media  leguas. 

Campados  hasta  las  6  y  60  del  día  12,  salimos  á  esa  hora 
habiéndonos  precedido  la  vanguardia  por  40  minutos. 

Costeamos  dos  leguas  el  Gutatamen,  llegando  á  uno  de  sus 
:ángulos  en  donde  se  nos  presentaban  dos  caminos:  uno  á  la 
«derecha  (al  Oeste),  otro  á  la  izquierda  siguiendo  la  mkrgen 
del  arroyo.  Tomamos  el  de  la  izquierda,  juzgando  fuera  el 
llevado  por  la  vanguardia. 

A  las  9  y  5  hicimos  alto  para  dar  reposo  i  las  caballadas, 
•continnando  diez  minutos  después. 

Una  legua  mas  de  marcha  (4  desde  la  salida)  tomamos  al 
Oeste,  dejando  el  curso  del  Outatamen  al  £.,  para  dar  princi- 
pio á  la  travesía.  Próximamente  de  10  leguas  con  tres  des- 
cansos terminó  á  las  8  a.  m.  del  dia  de  hoy  (13)  descendiendo 
al  valle  del  Caquel  ó  Chubut 

Llevando  una  marcha  precipitada  no  es  posible  esplorar  los 
lugares»  para  formar  giterio  sobre  el  rio  i  cuyas  costas  esta* 
«nos  campados.  Se  deja  pues,  la  descripcioa  de  il,  de  sus 
Afluentes  y  el  nacimiento,  para  dias  posteriores,  debiendo  con- 


—  585  — 

sideraise  la  importancia  que  ello  tiene»  en  parages  donde  solo 
las  descripciones  de  Musters,  Simpson  y  Moreno  pueden  ser 
oidas,  y  aun  así  ellas  mismas  impregnadas  de  perplegidades, 
en  Tista  quiea  de  la  ialta  de  un  reconocimiento  minucioso  y 
un  estudio  especial,  lo  cual  no  es  de  admirar  en  soledades 
á  que  la  planta  del  hombre,  llegó  como  horóscopo  esplicado 
mas  tarde  con  la  invasión  de  nuestras  fuerzas,  y  donde  los 
elementos  y  comodidades  eran  ranos  recursos  de  la  ciencia 
investigadora,  debiendo  luchar  con  la  naturaleza  desnuda  para 
quitarla  sus  secretos. 

£1  valle  del  Caquel  es  espléndido ;  corre  de  O.  á  E.  (frente 
al  paso)  pareciendo  nacer  tras  la  pre-cordillera  que  tenemos 
al  Oeste. 

La  travesía  es  árida,  quebrada  y  pedregosa ;  elévase  á  200 

metros  del  nivel  del  valle. 

« 

La  vanguardia,  que  como  se  ha  dicho  salió  ayer  con  anti- 
cipación, no  ha  llegado  al  punto  de  cita  en  este  rio,  habién- 
dosela esperado  durante  él  dia  para  proseguir  la  operación, 
pues  con  otra  jomada  como  la  de  anoche  es  mas  que  eviden- 
te llegaremos  á  los  primeros  toldos  del  capitanejo    SalpuHa. 

Ignorándose  lo  que  pueda  haberla  acontecido,  estamos  en 
zozobras  y  en  la  indecisión,  si  háse  puesto  tras  la  rastrillada 
de  indios,  ó  ha  tenido  algún  contratiempo    de    trascendencia* 

Por  la  anterior  circunstancia,  el  Comandante  Palacios  ha 
permanecido  campado  hasta  las  7  p*m. 

A  las  3  p.  m.,  con  motivo  de  haberse  visto  al  S.  E.  fuegos 
que  coronaban  los  médanos,  desprendióse  al  Capitán  D.  Adol- 
fo Drury,  con  20  hombres  del  Regimiento  7^  de  Caballeria» 
para  que  los  reconociera  con  bomberos  lanzados  á  la  dis- 
tancia. 

Salió  este  oficial  con  orden  de  campar  cinco  leguas  al  Sud 
de  este  campamento,  mandando  chasque  en  caso  de  ver  se- 
fiales  ó  rastros  frescos. 


—  586  — 

Marchamos  á  las  7  p.  m.,  campando  á  las  10  y  30  sobre 
las  orillas  del  arroyo  Lec-Lec. 

El  valle  de  este  arroyo  está  quemado  casi  en  su  totalidad. 
La  quemazón  es  de  estos  dias,  se  ha  estendido  i  las  alturas 
tomando  hacia  el  Este.  Por  momentos  se  creyó  fueran  ho- 
gueras levantadas  por  los  salvajes,  caso  de  habernos  sentido 
preparando  alarma  &  los  que  sé  encuentren  mas  al  Sud ;  hay 
probabilidades  de  que  marchamos  impunemente. 

11  p.  m.  Hasta  este  momento  no  se  sabe  nada  del  Coman- 
dante Diez  ArenaSf  Oefe  de  la  vanguardia. 


Febrero    14 


Termómetro    4  a.  m.  17^  Barómetro    4  a.  m.    704"*^ 

**  12  m.       25*>  "  12  m.         700»»"^ 

*  10  p.  m.     80  *  10  p.  m.     702°»» 

Campados. 

Esperamos  la  incorporación  de  la  vanguardia. 

A  las  3  p.  m.  el  tiempo  se  descompuso ;  nos  cayó  una  llu- 
via intermitente  de  tres  horas. 

Se  han  despachado  chasques  i  encontrar  á  la  vanguardia 
por  el  camino  de  las  Cordilleras  al  Oeste  del  que  hemos 
traido. 

11  p.  m.    No  han  regresado  los  chasques  desprendidos 


—  587  — 


Feberr»  Ift 


Termómetro    4  a.  m.  10^ 

*  18  m.       260 

*  10  p.  m.  12*> 

Kumbos  generales:    SE.  SO. 
Jomada:    6  y  media  leguas. 


Barómetro    4  a.  m.  705"^°* 

"  18  m.      701™°* 

tt 


10  p.  m.  697™°* 


A  las  6  y  20  a.  m.  los  chasques  enviados  á  hallar  la  van- 
guardia»  contramarcharon  por  haber  visto  una  gran  rastrillada 
que  creyeron  fuera  de  enemigos. 

£1  Comandante  Palacios  hizo  ensillar,  saliendo  hacia  el 
Norte  directamente  á  las  Cordilleras,  á  las  6  y  20. 

Dos  leguas  llevábamos  de  marcha,  cuando  habiéndose  visto 
polvos  al  frente,  mandóseles  reconocer,  resultando  s&c  la  fuer- 
za del  Comandante  Diez  Arenas. 

Contramarchamos  campando  al  punto  de  donde  nos  hemos 
movido. 

3  y  55  p.  m.  Salimos  del  arroyo  Lec-Lec  tomando  por  las 
sierras  al  £.  Una  marcha  de  5  y  media  leguas  nos  ha  traido 
á  la  vega  de  La  Pá,  campando  á  las  8  p.  m.  en  el  arroyo 
CaquehLincó. 

£1  arroyo  dicho  es  tributario  del  Caquel,  y  el  mayor  de 
los  qae  hemos  pasado;  corre  por  la  vega  de  La  Pá,  naciendo 
del  occidente  de  la  pre-cordillera  que  costeamos. 


—  588  — 


Termómetro    4  a.  m.    6<»  Barómetro    4  a.  m.  698»*^ 

13  m.       24<>  **  la  m.       692»» 


10  p.  m.     9«  "  10  p.  m.  «97»» 

Bumbos  generales:    S.  SE.  SO. 
Primera  jomada:    6  leguas- 
Segunda  jomada:     ]0  leguas. 

Kos  hemos  puesto  en  movimiento  del  Caquel-Lincó  á  las 
4  a.  m.  campando  después  de  una  marcha  de  6  leguas,  en  el 
arroyo  2»  Pichf-Leufú  á  las  8  y  46. 

Según  las  noticias  trasmitidas  por  los  baqueanos,  estamos 
á  un  dia  y  medio  de  las  tolderías  de  Inacayal. 

Aunque  se  han  hallado  rastrilladas,  son  viejas.  Es  pues  po- 
sible no  hayamos  sido  sentidos. 

Por  las  marchas  efectuadas  y  la  latitud,  nuestra  situación 
geográfica  está  entre  los  paralelos  42  y  43  (casi  el  último)  y 
el  meridiano  72  (O  de  Gr.),  es  decir,  en  las  regiones  australes 
de  la  Patagonia,  y  entre  las  cuencas  de  los  rios  Chubut  y 
Santa-Cruz. 

En  la  marcha  del  dia  15  hemos  pasado,  según  creo,  frente 
al  cerro  denominado  el  ''Corcovado"  y  en  los  anteriores 
por  los  de  Yate  y  Machinmadiva.  La  distancia  que  nos  ha 
separado  de  las  montañas  ha  impedido  determinarlos  fijamente. 

4  y  30  p.  m.  Marchamos  por  segunda  vez  sobre  una  gran 
meseta  arenosa  y  agreste. 

Uno  de  los  baqueanos  indicó  la  presencia  de  tolderías  al 
SSO.  por  entre  una  quebrada  de  las  Cordilleras- 

Esos  toUos.lBn  erastído  con  efecto,  siendo  guarida  de  un 
capitanejo  de  Inacayal,   pero  al  presente  están  abandonados. 


—  589  — 

L&s  fuerzas  mandadas  á  atacarlos  contramarcharon  sin  resul- 
tado. 

Campamos  en  el  parage   '^Nion",  desalojadas  tolderías  y 
al   pié  mismo  de  los  Andes  á  las  12  m. 


Febrera   19 


Termómetro    á  a.  m.  10°  Barómetro    4  a.  m.  696™"» 

12  m.       27*>  "  12  m.       694«°» 

**  10  p.  m.    8°  "  10  p.  m.  698°»» 

Bumbos  generales:    E.  ESE. 
Jomada:    4  leguas. 

Saliendo  de  Nion  á  las  4  p.  m.  tomamos  al  E.  subiendo 
una  serie  de  médanos  para  bajar  á  una  planicie  infecunda, 
que  de  vez  en  cuando  pierde  su  rectitud  con  protuberancias 
prolongadas  indefinidamente  á  todos  rumbos. 

La  marcha  de  ayer  cortando  campos,  nos  desvió  del  ver 
dadero  camino  que  hemos  tomado  en  el  punto  de  campamento, 
llamado  XIfNieieu  (vertiente),  á  las  8  y  15  p.  m. 

Fué  desprendida  una  descubierta  de  10  soldados  al  mando 
de  un  sargento  á  las  2  p.  m.,  por  haberse  distinguido  sobre 
las  alturas  humaredas  á  poco  mas  de  dos  leguas. 

9  p.  m.    Regresó  la  descubierta  sin  resultado. 


—  seo- 


Febrera   18 


Termómetro    4  a.  m.    9'  Barómetro    4  a.  m.  699"*"* 

**  12  m.       28<^  30'  "  12  m.       704,5»  °> 

"  10  p.  m.    8^  "  10  p.  m.  705»"^ 

Rumbos  generales:    S.  SE.  £. 
Primera  jomada:    12  leguas. 
Segunda  jomada:    6   leguas. 

Estamos  k  medio  dia  de  marcha  á  las  tolderías  de  Inacayal. 
Debemos  llegar  á  ellas  á  las  12  próximamente.  Así  lo  han 
manifestado  los  baqueanos. 

Salimos  á  las  4  y  30  a.  m.  continuando  la  travesía  del  dia 
17,  entrando  á  una  llanura  arenosa  y  desierta,  subiendo  sierras 
de  IlOO  metros  de  desnivel  con  el  Océano  y  campando  sobre 
las  costas  del  TacárLeufú. 

Aquí  se  creía  estuviera  Inacayal. 

No  hay  indicios  ni  huellas  transitadas  recientemente.  Inaca- 
yal debe  haberse  alejado  al  país  de  los  Tehuelches. 

2  p.  m.  Salió  una  descubieita  de  diez  soldados  volviendo 
k  las  6  p.  m.  sin  éxito  alguno.  Ha  visto  rastros  de  indios 
de  lanza  de  cuatro  dias  que  toman  el  Oeste. 

7  y  30  p.  m.  Continuamos  marcha  costeando  el  TacárLeufú 
hacia  el  SE.  y  campando  sobre  su  margen  izquierda  á  las 
11  y  20  p.  m. 


—  591  — 


Febrera  10 


Termómetro    4  a.  m.    6®  Barómetro    4  a,  m.  704™™ 

**  12  m.        320  «  12  m.        701,5™™ 

**  10  p.  m.  15«  .      "  lo  p.  m.  683™™ 

Rumbos  generales:    S.  SE.  SSO.* 
Jomada:     5  leguas. 

Salimos  del  Tacá-LeuM  á  las  4  p.  m.  Una  legua  mas  abajo 
tomamos  al  SSE.,  costeando  un  arroyuelo  confluente  del  pri- 
mero, hasta  su  término,  y  cuya  ascensión  nos  llevó  á  las  me- 
setas del  Tacá-Leufú,  pedregosas  eruptivas. 

La  marcha  nos  separa  de  las  Cordilleras ;  tomamos  al  E. 
buscando  á  Inacayal  en  las  tolderías  subsiguientes  á  las  del 
Tacá-Leufú  de  donde  ha  huido  hace  mes  y  medio. 


Febrero  ÜO 

Termómetro    4  a.  m.  12°  Barómetro    4  a.  m.  685™™ 

12  m.      27<»  "  12  m.       688,5™™ 

**  lo  p.  m.  4°  "  lo  p.  m.  695™™ 

Rumbos  generales:    S.  SSE.  SE. 
Primera  jomada:    6  leguas. 
Segunda  jomada:    8  leguas. 

5  y  15  a.  m.  A  esta  hora  hemos  roto  el  movimiento.  Una 
marcha  de  5  leguas  nos  trajo  á  las  costas  del  arroyo  cortado 
Tapel,  en  donde  campamos  á  las  9  y  15  a.  m. 

No  hay  yestígios  de  indios. 

La  senda  está  muerta  y  los  alrededores  desolados. 


—  592  -^' 

6  p.  m.    Continuamos  la  marcha  forzándola  basta  las  12 
10  p.  m.f  campando  en  el  Pichí-Leufú. 

CoiTe  el  Pichí-Leufú  de  S.  k  N.;  afluyen  á  él  numerosas 
vertientes  y  baña  una  rica  vega,  donde  se  bace  sentir  muy 
especialmente  la  carencia  de  combustible. 

Estamos  á  7  leguas  de  los  toldos,  y  seguiremos  marchando 
dentro  de  dos  6  tres  horas. 

Mas  de  100  leguas  nos  separan  de  Nahüel-Huapí,  y  basta 
ahora  la  marcha  ha  sido  infructuosa. 


Febrero   •! 


Termómetro    4  a.  m.    O®  Barómetro    3  a.  m.  694™" 

**  12  m.       26o  «  11  jn.        705"°> 


"  10  p.  m.     6«  "  10  p.  m  707""» 

Eumbos  generales:    S.  SE. 
Jomada:    7  leguas. 

Nos  movimos  á  las  3  a.  m.  costeando  el  curso  del  Pichí^ 
Leufú. 

11  a.  m.  A  esta  hora  campamos  en  las  tolderías  donde  se 
crefa  encontrar  á  Inacayal  después  de  su  escape  de  Taca-* 
Leufú. 

El  parage  y  arroyo  se  llaman  Lipandunn ;  es  una  planicie 
exuberante  de  campos,  fértil  estendida  por  leguas  en  todas 
direcciones.  Los  vientos  dd  Oeste,  patecen  radicados  á 
meroed  de  la  desnudez  de  la  llanura. 

Este  punto  ha  sido  ciertamente  morada  de  Inacayal;  toldos 
deshechos,  árboles  cortados,  el  campo  lamido  y  estiercolado 
lo  indican,  pero  pasa  de  un  mes    que  aquel  cacique,  no  ere- 


—  593  —       . 

yéndose  guardado  y   seguro,    se  ha  retirado,  procurándose  la 
mayor  suma  de  tranquilidad  posible. 

La  marcha  de  esta  Brigada  á  través  de  la  Patagonia,  sin 
ver  vestigios  de  su  antiguo  morador,  demuestra  el  efecto 
moral  entre  los  salvajes  con  la  presencia  de  las  fuerzas  en  el 
Nahüel-Huapf. 

£1  Comandante  Palacios  dispuso  á  las  3  p.  m.  desprender 
tres  descubiertas,  compuestas  una  de  30,  y  dos  de  15  hom- 
bres, para  batir  los  puestos  circunvecinos  de  esta  posición, 
con  orden  de  regresar  inmediatamente,  caso  de  buen  éxito  en 
los  reconocimientos. 

7  p.  m.     Regresaron    las    fuerzas    desprendidas,   habiendo 
hallado  rastrilladas  de  1,  3  y  8  dias. 
No  deben  pues  estar  distantes   los  enemigos. 


Febrero    99 


Termómetro    4  a.  m.    6**  Barómetro    4  a.  m.  705°*°* 

12  m.       27«  "         12  m.         708™"» 

10  p.  m    50  "         10  p.  m.  710°»" 

Bumbos* generales:    S.  SE. 
Jomada:     7  leguas. 

Habiéndose  concluido  el  racionamiento  el  Comandante  Pa- 
lacios dispuso  que  á  las  3  a.  m.  saliera  una  Comisión  de  40 
hombres  del  Eegimiento  7  de  Caballería,  con  50  indios  auxi- 
liares al  mando  del  Capitán  del  mismo  cuerpo,  D.  Adolfo 
Drury,  para  que  extendiéndose  al  SE.  boleara  la  cantidad  de 
guanacos  suficiente  a  las  fuerzas  espedicionarias. 

A  las  8  a.  m.  el  Capitán    Drury    envió  chasques   comuni- 


75 


-  594  - 

cando  haber   distioguido   á   su   vanguardia  unas  caballadasi 
participando  igualmente  se  disponía  á  arrebatarlas. 

El  Oefe  de  la  Brigada  dispuso  ensillar,  saliendo  de  **  Li- 
pandimn""  hacia  el  SE.   á  las  8  y  20. 

En  el  trayecto,  hasta  donde  se  hallaba  el  oficial  espresado, 
recibimos  chasques,  comunicando  habia  atacado  unas  tolde- 
rías, que  los  indios  eran  numerosos  y  que  con  armas  de 
fuego  diezmaban  nuestras  fuerzas. 

Salimos  al  galope  llegando  al  campo  de  la  acción  dos  horas 
<Iespues,  indecisos  sobre  la  posición  del  enemigo  por  los  nu- 
merosos datos  que  se  recibian  de  su  número  y  modo  de  agre- 
<lii*  la  avanzada  del  Capitán  Drury. 

El  Comandante  Palacios  fraccionó  la  fuerza,  atacando  por 
la  derecha  continuación  del  yalle  en  que  hemos  Tenido  galo- 
pando, por  la  izquierda  con  la  infantería  y  por  el  centro  con 
e\  resto  del  Regimiento  7^,  teniendo  las  dos  últimas  fraccio- 
nes quo  escalar  la  cadena  de  sierras  cuyas  faldas  tocan  el 
camino,  para  perseguir  á  los  salvajes,  algunos  de  los  cuales 
hncian  fuego  de  la  cima  de  aquellas. 

Al  caer  á  la  planicie  del  lado  opuesto  de  las  alturas,  la 
dispersión  se  hizo  general,  persiguiéndolos  vivamente  hasta 
postrar  totalmente  las  cabalgaduras. 

El  Gefe  de  la  Brigada,  mandó  cesar  la  persecución  hacien* 
do  replegar  las  fuerzas  &  las  tolderías  que  no  eran  otras, 
que  las  del  cacique  Inacayal  con  sus  mas  importantes  capi- 
tanejos; Foytl,    Chagállo,    Nahiiel,  Salputia^  Ojo  de  pulga 

y  otros. 

Resulta  do  aquí  quo  Inacayal  distaba  de  Lipanduan  7  le- 
guas, que  no  ha  sentido  nuestras  marchas  y  que  un  violento 
y  arrojado  ataque  como  el  llevado  á  cabo  por  el  Capitán 
Drury,  ha  podido  descubrirlo,  huyendo  desgraciadamente  sin 
linberle  podido  capturar,  debido  al  cansancio  de  las  caballadas. 

En  este  combate,  los    bárbaros  han  perdido  45  á  60  muer- 


—  595  — 

tos  con  un  superior  número  de  heridos .    Se  han  tomado  300 
caballos  y  yeguas,  800  vacas  y  1150  ovejas. 

Por  la  parte  nuestra  debemos  lamentar  heridos,  de  bola  al 
Capitán  D.  Adolfo  Drury;  de  lanza  y  bala  al  Teniente  del 
Primer  Regimiento  de  Artilleria,  D.  Eduardo  Oliveros  Escola; 
muertos  el  Sargento  Victoriano  del  Escuadrón  Indios  Auxi- 
liares y  heridos  11  soldados  del  Regimiento  7^  de  Caballería 
é  indios  amigos. 

Debe  hacerse  presente  una  grave  observación  acaecida  en 
la  lucha  librada  contra  380  á  400  indios  aliados  con  parte 
de  los  Tehuelches,  observación  que  es  un  cargo  para  la  veci- 
na colonia  galense  en  su  contacto  con  el  adversario  perse- 
guido en  nombre  de  los  grandes  intereses  de  la  humanidad» 
tal  es,  el  armamento  con  que  nos  han  combatido  hiriendo  á 
nuestras  fuerzas  con  armas  de  fuego. 

La  Colonia  del  Chubut,  mantiene  como  es  sabido,  relacio- 
nes comerciales  con  los  indios  Tehuelches  que  por  naturaleza 
son  de  espíritu  benigno  y   esas  relaciones  y   negocios  no  se 
limitan  &  simples  intercambios  de    productos  primos  para  la 
vida  ordinaria,  ni    á  que   los    vecinos  de  los  galenses  lleven 
pieles,  plumas,  en  beneficio  de   artículos  imprescindibles»  nó ; 
la  Colonia  del    Chubut   provee    á    sus    dependientes    de  los 
ricos  territorios  de  la  Patagonia,  de   fusiles  Remington  y  de 
repetición,  con  los  cuales    nuestros   enemigos  se  sirven  para 
luchar  con  los  soldados  de  la  Nación,  haciendo  que  la  guerra, 
llevada  por  la  civilización    al    rehacio  habitante   del  desierto, 
tome  una  faz  contraria  á    los    fines  benéficos    encamados  en 
aquella,  pues  no  es    fu  exterminio  material  el  buscado»  sino 
su  redención  á  la  sombra  del  pabellón  patrio. 

El  Gobierno  Argentino,  ha  donado  á  la  Colonia  galense  el 
fértil  campo  del  Chubut,  para  que  dé  actividad  y  vida  á  esos 
lejanos  rincones  del  temtorio  Argentino,  para  que  protegi- 
dos por  nuestras  instituciones,  recojan  de  la  fecundidad  del 
suelo^   con  la  laboriosidad    del  trabajo    cuotidiano,  beneficios 


—  596  — 

para  sf  y  el  país  que  los  asila;  el  Gobiemo  ha  traído  esa 
Colonia  para  compulsar  la  natural  riqueza  agrícola  del  país; 
la  ha  trasportado  de  sus  glaciales  hogares,  para  dar  alma  á 
esa  zona  deshabitada,  in*adiando  con  las  ventajas  de  la  vida 
colonial,  la  que  vá  envuelta  en  un  contacto  consecuente  y  una 
comunicación  diaria  con  los  naturales  patagónicos,  pei*o  en 
manera  alguna  para  saltar  el  dintel  de  sus  derechos,  atacando 
los  intereses  de  la  Nación,  pues  el  hecho  de  subvertir  el 
comercio  legítimo  y  vital,  proveeyendo  con  riflles  de  repeti- 
ción a  los  indios  tehuelches,  es  atentatorio  y  abusivo.  Los- 
tehuelches  no  necesitan  armas  de  fuego  para  cazar  guanacos» 
ni  bolear  avestruces. 

En  el  combate,  los  indios  de  Inacayal  y  Tehuelches  tenían 
de  60  a  80  tiradores. 

Inacayal  y  los  patagones,  huyen  en  dirección  á  Santa-Cruz. 
No  todos  los  últimos  han  atacádonos,  pareciendo  haber  esta- 
do en  disidencia  con  aquel. 

El  día  posterior  al  combate  (23)  Inacayal  debía  ponerse  en 
marcha,  aliarse  á  Sayhueque  y  juntos  invadir  el  Lago,  pero- 
sin  hacienda  y  desprovistos  de  parte  de  sus  caballos,  es  maft 
que  evidente  hayan  variado  de  proyectos. 


Febrero   tS 


Termómetro    4  a.  m.    2®  Barómetro    4  a.  m.  711™°» 

"  12  25«  "  12  m.        708"»^ 

"  10  p.  m.    8<>  "  10  p.   m.  704°»"' 

Rumbos  generales:    N.  NO. 
Jornada:    7  leguas. 

El  Comandante    Palacios    resolvió   contramarchar,  en  vista 
de  la  ventaja  que  nos   llevan  les    indios,    bien  cabalgados  y 


—  597  — 

-con  6  á  6  horas  de  tiempo  del  dia  22  y  noche  del  23.  no 
queriendo  obstinarse  en  una  persecución  con  caballos  destrui- 
dos y  fatigados  por  la  rapidez  de  las  marchas. 

Por  otra  parte  la  pesadez  del  arreo,  es  un  nuevo  inconve- 
niente que  nos  obliga  á  distraer  fuerzas,  la  distancia  al  La* 
go  pasa  de  lo  ordinario  y  los  medios  de  comunicación  con 
él,  son  mas  que  difíciles  á  través  de  125  leguas. 

Salimos  pues  de  ""  Apulé"  alas  9  a.  m.,  con  dos  descansos 
campamos  en  Lipanduan  á  las  3  p.  m. 


Febrero   94 


Termómetro    4  a.  m.    2^  Barómetro    4  a.  m.  705™" 

"  12  m.        20*>  "  12  m.        699™™ 

•  10  p.  m.    4**  "  10  p.   m.  698,5™™ 

Bumbos  generales:    N.  NO. 
Jomada:    5  leguas. 

Nos  movimos  á  las  6  y  10  a.  m.  Marchamos  hasta  cam- 
par en  un  arroyuelo  entre  Lipanduan  y  el  Pichí-Leufú. 

£1  tiempo  se  descompuso.  Llovió  desde  las  12  m.  á 
las  7  p.  m. 


—  897  — 


febrero  91^ 


Termómetro    4  a.  m.    2"^  Barómetro    4  a.  m.  699"*°* 

•*  12  m.        24^  **        12  m.        692»^ 


u  i/v   /%A  a 


10  m.        6<>  *•         10  p.  m.  694™°^ 

Rumbos  generales:    N.  NNO.  NO. 
Jomada:    6  leguas. 

Continuamos  la  marcha  saliendo  á  las  5  y  50  a.  m.  Cor- 
tamos el  Pichf-Leufú,  campando  entre  éste  y  Topul,  en  el 
parage  Lagunitas  á  las  12  y  15. 

A  las  6  p.  m.  desprendióse  chasque  para  el  Lago  Nahüel- 
Huapí,  con  el  parte  oficial  del  combate  del  22. 

Dice  así:  Lagunitas,  Febrero  25  de  1883. — Al  seüor  Co- 
mandante  en  Gefe  de  la  segunda  División  del  Ejército  seüor 
General  D.  Conrado  £.  Villegas. 

^  Tengo  el  honor  de  poner  en  conocimiento  de  V.  S.  el 
resultado  de  la  operación  confiada  á  mis  órdenes  "* . 

**  Habiéndome  puesto  en  marcha  de  ese  campamento  el  di  a 

9  del  corriente,  después  de  una  serie  de  marchas  forzadas  de 

10  á  18  leguas,  llegué  el  día  21  5.  las  11  de  la  mafiana  á  las 
antiguas  tolderías  del  cacique  Inacayal  en  el  parage  denomi-^ 
nado  ''Lipanduan^. 

**  En  esa  larga  zona  de  territorio  batida,  que  llega  á  118  le- 
guas, no  encontré  vestigios  de  indios  ni  se&ales  de  haciendas 
que  pudieran  dar  luz  sobre  la  distancia  á  que  se  encontraban 
los  salvajes  ni  el  tiempo  preciso  en  la  huida  de  sus  antigua^ 
guaridas''. 

*^  Siendo  mi  objetivo  Inacayal,  no  obstante  la  vaguedad 
ofrecida  por  los  datos  de  los  baqueanos,  señalándome  toldos 
á  ambos  lados  del  camino  de  habitabilidad  dudosa,  continué 
al  Sud,  hasta  campar  en   Lipanduan  que  como  los  anteriore» 


—  599  — 

refugios  de  los  indios,    estaba   desierto,  con    rastros  de  mas- 
de  un  mes  7  seüales   visibles  de  haber  estado  allí  el  impor- 
tante cacique  **. 

"  Por  la  tarde  del  dia  21  dispuse  mandar  descubiertas  á 
todos  rumbos  buscando  y  escudriñando  los  puntos  circunve- 
cinos, pues  era  indudable  que  Inacayal  no  debia  distar  mucho ' 
camiuo  de  sus  nuevas  tolderías  á  las  abandonadas  *". 

*Las  partidas  desprendidas  tenian  orden  de  avanzar  hasta 
tres  leguas  de  distancia  de  nuestro  campo,  regresando  inme- 
diatamente, caso  no  fueran  infructuosos  sus  reconocimientos*'. 

^Por  la  tarde  del  mencionado  dia,  las  partidas  regresaron, 
habiendo  hallado  rastros  de  1,  3  y  8  dias.  '^ 

**  El  22  ordené  se  hicieran  boleadas  de  guanacos,  en  vi«ta 
de  haberse  concluido  el  racionamiento,  saliendo  para  el  efecto 
40  hombres  del  Regimiento  7^  de  Caballería,  con  50  indios, 
al  mando  del  Capitán  D.  Adolfo  Drury  **. 

^  A  las  8  a.  ra.  este  oficial  me  mandó  chasque,  comunican- 
do haber  distinguido  a  su  vanguardia  liaoienda  caballar,  al 
mismo  tiempo  que  avanzaba  sobre  ella  para  arrebatarla  *' . 

*^  Mandé  ensillar  y  me  puse  en  marcha  al  galope,  avivando 
la  marcha  sucesivamente,  por  haber  recibido  chasques  en  e^ 
trayecto  de  que  el  oficial  expresado,  habia  atacado  unas  tol- 
d^as  y  se  batia  contra  un  grupo  considerable  de  enemigos  "*. 

'^  Llegué   al  campo  de  la  acción  y    fraccionando  la  fuerza 
ataqué  por  la   derecha,    centro    é  izquierda    á  un  adversariou* 
desconocido    por  suposición  y  número''. 

*"  £1  resultado  de  esta  ofensiva  fué  una  total  dispersión  de^ 
los  indios,  habiéndome  visto  obligado  á  escalar  una  cadena  de 
médanos    arenosos    para    arrojarlos  i    una    gran  planicie  en 
donde  se  desbandaron  en  todas  direcciones  *" . 

"Por  la  tarde  mandé  cesar  la  persecución,  no  habiéndose 
capturado  enemigos,  pero  quitádoles  900  caballos  y  yeguas, 
800  vacas  y  1130  ovejas,  campando  en  las  tolderías  del  caci- 
que Inacayal,  pues  eran  éstas  las  que  habíanse  atacado^*. 


-  eoo  — 

Como  V.  S.  verá,  la  ofensiva  violenta  del  Capitán  Dniry 
con  15  soldados  y  10  indios,  si  bien  es  un  hecho  de  notorio 
arrojo,  ha  venido  en  parte  á  contrariar  el  completo  éxito  del 
combate,  pues  los  enemigos  en  número  de  380  á  400,  han 
tenídole  en  jaque,  huyendo  oportunamente  al  seatir  nuestra 
aproximación,  con  una  ventaja  de  6  li  6  horas  de  tiempo, 
montados  en  caballos  de  refresco. 

No  puedo  calcular  con  exactitud  la  pérdida  del  enemigo, 
por  la  gran  ostensión  de  territorio  en  que  se  ha  batido,  pu- 
diendo  estar  entre  40  y  50  coa  bastantes  heridos.  Por  nues- 
tra parte  debemos  lamentar  heridos  al  Capitán  D.  Adolfo 
Drury  y  Teniente  1®  del  Regimiento  1®  de  Artillería  Don 
Eduardo  Oliveros  Escola,  muerto  el  Sargento  Victoriano  del 
Escuadrón  Indios  Auxiliares  y  heridos  11  soldados  del  Regi- 
miento 7^  de  Caballería  é  indios  amigos. 

Debo  de  llamar  la  atención  de  Y.  S.  sobre  el  armamento 
de  los  salvajes  con  fusiles  Remington  y  de  repetición»  contán- 
dose hasta  80  tiradores  los  que  nos  han  combatido,  armamen- 
to que  les  viene  directamente  del  comercio  que  mantienen  con 
la  vecina  colonia  del  Chubut. 

El  terreno  esplorado  por  las  fuerzas  de  mi  mando,  partien- 
do del  Lago,  su  dilección  general  es  al  SE.  aproximándose 
y  separándose  de  la  Cordillera  de  los  Andes  y  apareciendo 
con  un  solo  carácter,  completamente  desmantelado  de  arbo- 
rescencia y  muy  accidentado,  terrenos  regados  por  corrientes 
importantes  como  las  del  Caquel  y  afluentes  con  exuberantes 
valles  y  bajos  fecundos  como  La  Pá,  Lipanduan  y  Apulé. 

Desde  Lipanduan  &  Apulé  hay  siete  leguas,  lo  que  hace 
un  total  de  125  leguas  desde  el  Lago  Nahüel-Huapf. 

El  día  23  resolví  contramarchar,  no  queriendo  obstinarme 
en  una  pei*8ecucion  en  la  que  el  contrario  habia  tomado  toda 
la  noche  del  32,  con  cabalhidas  destruidas  por  repetidas  jor- 
nadas y  con  un  arreo  que  hádamela  incómoda.    Este  parecer 


~  eoi  — 

faé  así  mismo  el  de  los  tres  Gefes  superiores  que  me  acom- 
pañan. 

Inacayal  escapa  con  todos  sus  capitanejos,  Foyd,  Scdpu- 
Ha,  Chagallo,  Ojo  de  pulga,  Nahud  y  el  capitanejo  de  los 
Tehuelches. 

Según  datos  recogidos,  parece  hay  desidencia  entre  Inacayal 
y  su  hijo  Vtmca  que  quiere  presentarse. — Dios  guarde  á 
V.  S.— -arícoto  ü.  Palacios. 


Termómetro    4  a.  m.    2®  Barómetro    4  a.  m.  692"^"* 

•  12  m.        220  «  12  m.        680»»» 

"  10  p.   m.    8«  •  10  p.  m.  683»" 

Rumbos  generales:    N.  NNO.   NO. 

Jomada:    6  leguas* 

Salimos  á  las  7  y  30'  a.  m.  y  con  dos  detenciones   campa* 
mos  en  el  Chasí-Leufó  k  las  11  a.  m. 


Febrero  99 

Termómetro    4  a.  m.    2r  Barómetro    4  a.  m.  684°^°" 

•*  12  m.        22»  ••         12  m.       686"» 

"  10  p.  m.    4?  "        10  p.  m.  683»» 

Kumbos  generales:    N.  NNO.  NO. 
Jomada:    5  leguas. 

5  y  40  a.  m.    Salimos  del  ChasMjeufú  marchando    hasta  el 
Tapuly  donde  campamos  á  las  10  y  20  a.  m. 

T6 


•  602  — 


Febrero    99 


Termómetro    4  a.  m.    3®  Barómetro    4  a.  m.  685"™ 

**  12  m.      26°  **  12  m.       705,5°»» 

"  10  p.  m.    8«  **  lo  p.  m.  703»" « 

BumboB  generales:    NO. 
Jomada:    6  leguas. 

5  y  40  a.  m.  A  esta  hora  rompemos  marcha  campando 
en  las  costas  del  Tacá-Leufd  álasllySa.  m. 

Para  bajar  el  arroyo  dicho  hay  que  hacerlo  por  uno  de 
esos  afluentes,  en  cuya  confluencia  se  han  hallado  rastros 
frescos ;  parecen  de  esta  mañana  y  se  dirijen  h&cia  las  nacien- 
tes del  Tacá-Leufú. 

£1  Comandante  Palacios  despachó  una  comisión  de  25  sol- 
dados y  15  lanceros,  al  mando  del  Teniente  2^  D.  Pedro 
Sobre-Casas,  para  que  siguiera  los  rastros. 

Los  campos  están  calcinados.  A  las  12  m.  se  ha  visto 
una  gran  quemazón  hacia  el  Oeste,  en  dirección  del  camino 
tomado  por  la  comisión.  Probablemente  los  indios  han  sen- 
tido el  movimiento  de  las  fuerzas. 


Marse  r 


Termómetro    4  a.  m.  10«  Barómetro    3  a.  m.  702»» 

"  12  m.       27«  *•  12  m.       707«» 

**  10  p.  m.    6<>  **  10  p.  m.  705«» 

Bumbos  generales:    NO.  N. 
Jomada:    5  leguas. 


—  eo8  — 

13  7  20  a.  m.  BegreBÓ  el  Teniente  Sobre*Casas  sin  regul- 
ado. La  lastriHada  penetra  en  las  Cordilleras  no  signién* 
dola  por  el  mal  estado  de  los  caballos. 

6  y  40  a.  m.  A  esta  hora  nos  movimos  costeando  y 
vadMSdo  el  Tacá^LeuM,  campando  sobre  sus  costas  á  las 
11  y  6  a.  m. 


•    9 


Termómetro    4  a.  m.  10^  Barómetro    4  a.  m.  704,5"* " 

•*  12  m.       24«  **  12  m.       704™"* 

"  10  p,  m.    6^  *•  10  p.  m.  707»"> 

Bombos  generales:  NO. 
Jomada:  5  leguas. 


Continuamos  la  marcha  saliendo  á  las  y  30  a.  m.,  por 
costas  del  Tacá-Leufú,  tomando  un  nuevo  camino  y  evitando 
a  cordillera  del  día  l7  del  mes  próximo  pasado. 

Los  campos  han  sido    quemados  hacia   el    Sud,    cérea  del 
punto  de  donde  nos  hemos  movido. 

Campamos  á  las  9  y  50  a.  m. 


Termómetro    4  a.  m.    S^  Barómetro    4  a.  m.  706™ °> 

*  12  m.       23«  **  12  m.       698™™ 


tt  4/\    ^        _       inn  tt 


10  p.  UL  12«  **         10  p.  m.  698™™ 

É 

Bumbos  generales:    O.  NO. 
Jomada :    6  y  media  leguas. 


—  eo4  — 

Costeando  el  Tacá-Leufú  salimos  á  las  5  y  5  a.  m.,  variando 
al  Oeste  por  terrenos  de  sílice.  Con  un  descanso  de  media 
hora  campamos  en  Uf-Nieieu  á  las  U  a.  m. 

Por  la  jornada  se  vé  es  el  nuevo  camino,  mas  corto  legua 
y  media  que  el  de  la  ida,  habiéndonos  ahon*ado  la  incomo* 
didad  de  ascender  la  cadena  de  médanos  á  1100  metros  de 
altura  sobre  el  nivel  del  mar. 

El  Taca  Leufú,  con  sus  turbias  aguas»  continúa  corriendo 
al  N.  hasta  confluir  con  el  Caquel. 


Marso   4 


Termómetro    4  a.  m.  14^  Barómetro  4  a.  m.  698,6™* 

**  12  m.       26«  "      12  ra.       695°»» 

**  10  p.  m.     8^  *"      10  p.  m.  693«" 

Rumbos  generales:    NO. 
Jomada:    6  y  media  leguas. 

Continuamos  la  marcha  saliendo  de  Uf-Nieieu  á  las  6  y  6 
a.  m.  y  campando  en  la  laguna  Esquel  á  las  lO  a.  m.,  sin  tocar 
el  cajón  Nion  y  por  lo  tanto  acortando  el  trayecto. 

12  y  30  p.  m.  Se  despachó  chasque  al  NahUel-Huapí  con 
comunicaciones  para  el  señor  Comandante  en  Gefe  de  la  Divi- 
sión, concebidas  en  los  términos  siguientes : 

''Laguna  Esquel,  Marzo  4  de  1863 — ^Al  seftor  Comandante 
en  Gefe  de  la  segunda  División  del  Ejército,  General  D.  Con- 
rado E.  Villegas — Temiendo  que  el  chasque  enviado  á  Y,  S. 
con  el  parte  oficial  de  mi  marcha  hasta  el  campo  de  Apulé  y 
del  combate  del  22  de  Febrero  ppdo.,  cayera  en  poder  de  los 


—  eos  — 

indios,  no  participé  á  V.  S.  el  plan  de  atacar  á  Sayhueque, 
en  sus  tolderías  el  parage  denominado  Lalababatat. 

*^  Sayhueque  dista  de  Gutatainen,  según  los  baqueanos,  siete 
días  de  camino,  distancia  que  puedo  hacer  una  vez  llegado  á 
aquel  punto  de  que  disto  33  leguas,  no  obstante  de  hallarse 
las  caballadas  en  un  estado   bastante  mediano*'. 

**  He  sabido  que  Sayhueque  con  ¿ius  lanzas  que  llegan  á  380 
debía  aliarse  á  Inacayal,  con  objeto  de  llevar  una  agresión  á 
ese  campamento,  pero  es  mas  que  evidente  á  la  fecha  haya 
desistido  de  ese  proyecto,  especialmente  el  último  cacique  en 
vista  del  ataque  recibido  recientemente ''. 

*"  Inacayal  ha  buscado  la  contingencia  de  los  tehuelches  y  á 

pesar  de  sus  esfuerzos  no  ha  obtenídola,  debiéndose  el  en- 
cuentro de  estos  indios  en  los  toldos  del  primero,  á  un  parla- 
mento que  debian  tener  en  momentos  mismos  del  22  de 
Febrero.  Cuenta  entre  sus  indios  mas  de  100  tiradores  en 
su  mayor  parte  patagónicos". 

"No  llevo  un  vivo  ataque  sobre  Sayhueque,  sin  embargo 
de  lo  que  tengo  el  honor  de  decir  á  V.  S ,  por  el  estado  de 
las  cabalgaduras,  fluctuando  por  otra  parte  sobre  la  distancia 
exacta  á  que  se  encuentra  de  Gutatamen.  Puede  muy  bien 
haberse  movido  de  Lalababatat  hacia  el  Sud,  exijiéndome  en 
ese  caso'  seguir  un  trayecto  indefinido  que  me  postrará  total- 
mente las  caballadas". 

■*  Por  la  anterior  circunstancia  V.  S.  se  servirá  emitir  su 
superior  resolución,  por  si  lo  halla  conveniente  asalte  á  Say- 
hueque, debiendo  en  caso  afirmativo  dejar  en  Gutatamen  al 
Comandante  Diez    Arenas  con  120  hombres,  en  custodia  del 

arreo,  moviéndome  con  el  resto  de  la  fuerza". 

"  He  escrito  á  Inacayal  y  capitanejos  Foyel,  Chagallo,  Coal 
Utraca  y  CnracJie^  por  medio  de  un  prisionero  impulsándolos 
en  nombre  de  V.  S.  para  que  se  presenten  bajo  la  garantía 
de  sus  familias  y  bienes,  observándoles  en  contraiío  volver 
sobre  sus  tolderías  y  perseguirlos  hasta  destruirlos.  Dios 
guarde  á  V.  S. — Nicolás  H,  Palacios^. 


—  806  — 


im    h 


Termómetro    4  a.  m.  15°  Barómetro    4  a.  m.  694"" 

•  12  m.       260  «         12  xn.        690"" 

"  10  p.  m.  W  **        lo  p.  m.     685»» 

Bumbos  generales :    NO.  ONO. 
Jomada:    3  y  media  leguas. 

Marchamos  á  las  5  y  6    a.  m.  saliendo  de  la  laguna  '^  Es- 
quel  **  y  campando  en  el  2^  Pichf-Leufd  á   las  8  y  20  a.  m 


Termómetro    4  a.  m.  17°  Barómetro    4  a.  m.  684"" 

12  m.        28<>  "12    m.     690"" 

•*  lo  p.  m.  12o  «  lo  p.  m,  689"" 

Rumbos  generales:    N.  NO. 
Jomada:    6  y  media  leguas. 

Hemos  salido  á  las  6  y  lO  a.  m.  Con  un  descanso  de 
30  minutos  campamos  sobre  las  costas  del  Gaquel-Lincó  en 
los  campos  de  La  Pá,  á  las  lO  a.  m.  Con  anterioridad  (4  a. 
m.)  salió  una  descubierta  al  Gaquel-Lincó  que  se  ha  incorpo- 
rado sin  novedad  á  las  10  y  30  a.  m. 


—  eo7  — 


Termómetro    4  a.  m.    9®  Barómetro    4  a.  m.  691"™ 

•*            12             30«  •           12  m.       702»"» 

•            10  p.  m.    8o  **          10  p.  m.  704™»" 

Rumbos  generales:    N.  NO. 

Jomada:    5  y  media  leguas. 

6  a.   m.    A  esta  hora   hemos  salido    del  Gaquel-Lincó  y 
campado  en  el  Lec-Lec  k  las  9  y  50  a.  m. 


H 


Termómetro    4  a.  m.  14^  Barómetro    4  a.  m.  699,5™"* 

•*  12  m.        22o  «  tó  m.       695™» 

"  10  p.  m.  10»  "  10  p.  m.  693"™ 

Rumbos  generales:    N.  NO.  O. 

Jomada:    5  leguas. 

6  y  16  a.  m.  Nos  pusimos  en  movimiento  tomando  el 
camino  de  la  vanguardia  en  los  dias  12»  13  y  14  del  mes 
próximo  pasado,  atravesando  el  valle  que  fertiliza  el  Lec-Lec 
y  otros  afluentes  del  CaqueL 

Entre  el  Lec-Lec  y  las  montafias,  á  una  legua  del  trayecto, 
existen  al  Este  dos  lagunas  rodeadas  de  médanos  pedrego- 
sos ;  una  de  ellas  se  une  al  Caquel  por  un  an*oyuelo. 

Campamos  sobre  la  margen  Sud  del  Caquel  á  las  10 
y  l5  a.  m. 


—  608- 

A  las  4  a.  m.  salió  una  comisión  de  15  soldados  y  10 
indios  al  mando  de  un  Sargento  por  el  camino  de  nuestra 
ida  para  que  llegando  al  Gutatamen,  espere  la  Incorporación 
del  Comandante  Palacios. 

Descompúsose  el  tiempo,  lloviendo  desde  las  4  p.  m.  á 
las  8  p.   m. 


Termómetro    4  a.  m.    5®  Barómetro    4  a.  m.  696°**» 

"  11    m.      23»  "12  m.        695» « 

"  10  p.  m.     5°  "  10  p.  m.     698» °* 

Rumbos  generales:    N.  NO. 

Jomada:    6  y  media  leguas. 

Continuamos  la  marcha  por  la  costa  del  Caquel,  desde  las  5 
y  6  a.  m.  y  con  un  descanso  campamos  en  la  costa  N.  en 
el  parage  denominado  ''Huencur',  después  de  haberlo  va- 
deado. 

6.  p.  m.  Se  recibió  chasque  del  Nahüel-Huapí  con  las 
siguientes  notas — Dicen  así:  "  Nahuel-Huapí,  Marzo  6  de 
de  1883. — Al  Gefe  de  la  tercera  Brigada,  Teniente  Coronel 
D.  Nicolás  H.  Palacios. —  Se  ha  recibido  su  nota  fecha  35 
del  mes  ppdo.,  en  que  dá  cuenta  del  combate  habido  el  dia 
22  del  mismo,  en  el  parage  denominado  Apulé  con  los  indios 
de  Inacayali  Salputia,  Nahuel  y  los  Tehuelches  y  que  tan 
brillantes  resultados  ha  dado  para  la  feliz  terminación  de  la 
guerra  con  los  salvajes". 

"  Al  felicitar  á  Vd.,  oficiales  y  tropa,  por  tan  importante 
hecho  de  armas,  lo  hago  así  mismo    por  el  hecho  de    ser  la 


—  eo9  — 

Brigada  de  su  mando»  la  primera  del  Ejército  Nacional  que 
ha  llevado  sus  armas  al  corazón  mismo  de  la  Patagonia. — 
Dios  guarde  á  Vd.— Obnracfo  JK    Viüegaa."  . 

**  Nahuel-Huapí,  Marzo  6  de  1883.— Al  Gefe  do    la  tercera 
Brigada,  Teniente  Coronel  D.  Nicolás  H.  Palacios. — He   reci- 
bido su  nota  fecha  4  del  corriente  é  impuesto  de    su    conte- 
nido   debo    decir    á    Vd.,    que  por    ahora    no  creo  oportuno 
emprender  ninguna  operación   sobre    Sayhueque;  ese    cacique 
al  tener  conocimiento  del  combate  del  22,  ha  debido  alejarse 
del  punto  que    ocupaba  y  es  de   suponer  que    cambie  conti- 
nuamente de  campamento,  lo  que  haria  difícil  su  persecución 
mucho  mas  si  se  tiene  en  vista  el  mal  estado  de  las  caballa- 
das y  la  proximidad  del  invierno;  por  otra  parte  su    presencia 
en    este  campamento  es    necesaria  á    ñn  de  ocuparse    en  la 
organización  de    los  destacamentos    que  deben    quedar  en  la 
línea;  así  pues  recomiendo  á  Vd.  regrese  lo    mas  pronto  po- 
sible." 

"Unos  indios  que  el  Comandante  Diez  Arenas  habia  envia- 
do á  V.,  con  no  sé  que  Comisión,  llegaron  á  este  campamento, 
heridos  pero  actualmente  se  encuentran  buenos. — Dios  guarde 
á  Yi.— Conrado  E.    Vilkgaa'', 


Marso    tO 


Termómetro    4  a.  m.    5°  Barómetro    4  a.  m.  699™"^ 

12  m.        24^  "         12   m         6S6°»"^ 

"  10  p.  m.     O*'  "         10  p   m.  689""» 

Rumbos  generales;    N.  NE. 
Jornada:    8  y  melia  leguas. 
Nos  movimos  del  Huancul  á  las  5  y  20  a.  m.  efectuando  la 

77 


—  610  — 

travesía  del  Caquel  ni  Gutatamen,  campando  en  éste  á  las 
12  y  20  p.  m. 

Este  camino  es  el  llevado  por  la  vanguardia  en  los  dias  12 
y  13,  siendo  una  legua  mas  corto  que  el  anterior. 

1  p.  ni.  La  comisión  desprendida  del  Lec-Lec  se  presentó; 
no  ha  hallado  rastros  ni  vestigios  frescos  de  enemigos. 


Marxo    tt 


Termómetro    4  a.  m.     O®  Barómetro    4  a.  m.  687"^"* 

12    m.       34<>  "12    m.     682""» 

10  p.   m.  40  "  10  p.  m.  679»» 

Rumhos  generales:     N.    NO. 
Jornada:    4  y  media  leguas. 

Partimos  del  Uutatamen  á  las  5  a.  m.  marchando  hasta  el 
Nahuel-Quf  donde  campamos  á  las  7  y  lO  a.  m. 

12  y  65  p.  m.    A  esta  hora  continuamos  la  marcha  y  á  las 
3  y  lo  p.  m.  campamos  en  el  Chacai-Barnica. 


Marxo    19 

Termómetro    4  a.  m.    4^  Barómetro    4  a.  m.  679"™ 

12  m.        23«  30'  **  12  m.       678»» 

10  p.  m.     4°  "  10  p.  m.  675»" 

Rumbos  generales:    NO. 
Jornada:     3  y  media  leguas. 

Nos  hemos  puesto  en  marcha  á  las  4  y  55  a.  m.,  tomando  á 
la  izquierda  del  camino  anterior,  llegando  al  Chenque-Nieieu 
ilc'^pucs  de  un  alto  de  30  minutos  á  las  8  y  45  a.  m. 


r 

r 


—  611  — 


Mano    18 


Termómetro    4  a.  m.     6®  Barómetro    4  a.  m.  670™™ 

"  12  m.        24«  "12  m.       666™™ 

10  p.  m.     6«  "  10  p.  m.  679™™ 

Rumbos  generales:     N.  NO. 
Jornada;     5  y  media  leguas. 

Salimos  del  Chenque-Nieieu  á  las  4  y  65  a.  ra.  y  con  un 
descanso  en  el  trayecto  hemos  campado  en  el  2<*  Pichí-Leufú 
á  las  9  y  50  a.  m* 


Mano    14 


Teiinómetro    4  a.  m.     2^  Barómetro    4  a.  m.  667°^™ 

12  m.        26^  "  12  m.       683°»"^ 


ti  4/\     -.       oo  « 


10  p.  m.     8«  «  10  p.  m.   686°»°^ 

Rumbos  generales:    NO.    N. 
Jornada:     7  y  media  leguas. 

5  y  50  a.  m.  A  esta  hora  salimos;  marchando  cuatro  le- 
^as  campamos  en  el  1®^-  Pichí-LeuM. 

1  y  15  p.  m.  Proseguimos  la  marcha  campando  por  segunda 
vez  en  el  valle  Dos  de  Abril,  al  N.  del  Reuau,  á  las 
4  y  10  p.  m. 


—  612  — 


MarEO    15 


Termómetro    4  a.  m.  12**  Barómetro    4  a.  ra.  683°^°* 

12  m.        17°  ''  12  m.       689«™ 

"  10  p.  ra.     6°  "10  p.  m.  690°»°* 

Rumbos  generales:    N.  NNO.  NO. 
Jornada:     6  y  media  leguas. 

Hemos  salido  á  las  4  y  65  a.  m.,  marchando  por  el  valle 
"Dos  de  Abril".  Al  llegar  al  Teque-Malal,  tomamos  su  fal- 
da oriental  por  distinto  camino  que  el  llevado  á  nuestra  ida, 
cuya  menor  longitud  nos  ha  hecho  llegar  al  paso  del  Limay 
á  las  11  y  10  a.  ni. 

El  Gefe  de  la  tercera  Brigada,  comunicó  personalmente  al 
Comandante  en  Gefe  de  la  División  el  éxito  d.e  la  expedición 
que  ya  conocemos. 


El  nilo  fil  las  fuerzas  de  esta  Brigada  cruzaron  del  Oriente 
al  Occiente  la  Patagonia  Setcntrional,  demostrando  con  la 
bondad  de  su  clima  la  riqueza  de  su  seno ;  hoy  esas  mismas 
fuerzas  se  han  internado  d  lo  hondo  de  las  misteriosas  rejio- 
nes  meridionales  de  esa  misma  Patagonia,  pisando  los  bordes 
de  la  laguna  "Colu-Guape"  por  el  grado  47  y  al  Sud  del 
Golfo  San  Jorge,  de  donde  solo  hemos  contado  hasta  la  fecha, 
con  la  referencia  de  exploradores  audaces  y  aventurados. 

Tratando  hidrográfica  y  geográficamente  el  terreno  recor- 
rido, hay  que  fraccionar  esa  zona  por  el  S.  y  N.  del  Chubut» 
haciendo  punto  general  en   el  expresado  rio. 


—  613  — 

Por  el  N.  al  salir  de  Nahuel-Huapí,  las  faldas  de  los  Andes 
extendidas  al  E.  del  Gran  Lago,  forman  el  importante  arroyo 
Beuau,  cuyo  curso  vigoroso  por  la  vega  Dos  de  Abril,  desa- 
gua en  aquel,  trayendo  el  contingente  de  sus  límpidas  aguas 
de  6  á  8  leguas  de  distancia.  Nace  al  Sud  del  Lago ;  recibe 
•varios  afluentes  y  muchas  vertientes  al  N.  y  en  mitad  del 
Talle  inclínase  al  O.  para  desembocar  en  el  Nahuel-Huapí. 

Media  legua  antes  del  término  de  su  curso,  el  Reuau  pasa 
por    la  falda  Sud  del    Tenque-Malal,    quedando    sus    costas  . 
perpendiculares  en  el  fondo  de  moles  pedregosas. 

La  vega  Dos  de  Abril  prolóngase  al  Sud,  próximamente 
tres  leguas  donde  encerrada  por  las  serranías  concluye 
*estendida  á  todos  rumbos  en  la  accidentacion  y  cajones  de 
vertientes  y  arroyuelos  confluentes  del  Reuau.  La  fertilidad 
es  prodigiosa  y  magnífica  y  la  profusión  de  los  campos  ex- 
tiende su  manto  exuberante  de  verdosidad  en  todas  direccio- 
nes por  6  á  7  leguas    al  S.  y  3  á  4  al  poniente. 

Después  del  Eeuau  las  corrientes  importantes  son:  primer 
Pichí-Leufii,  segundo  Pichí-Leufú,  Chenque-Nieieu,  Menuco, 
Kahuelquí  y  Qutataraen. 

El  primero  de  los  nombrados  es  el  mas  caudaloso,  pudien- 
do  compararse  el  Reuau  en  la  brillantez  de  sus  aguas  y  en 
el  aspecto  de  sus  costas  y  lecho.  Este  arroyo  por  la  direc- 
ción de  su  curso  (de  SE.  á  NO.)  vá  a  desaguar  al  Limay  y 
es  quizá  el  conocido  en  las  cartas  geográficas  con  el  nombre 
de  *' Hechicero  " ,  frente  al  Piquí-Puramí.  Dista  del  Lago  10 
leguas. 

£1  segundo  Pichí-Leufú,  menos  interesante  que  el  primero, 
baja  de  la  Pre-cordillera,  que  desde  la  salida  del  Nahuel- 
Huapí,  empiézase  á  distinguir  y  corriendo  directamente  al  E. 
por  un  álveo  exiguo  y  un  valle  en  fertilidad  mediocre,  debe  . 
unir  sus  aguas  en  el  Chenque-Nieieu,  con  el  cual  corre  en 
£u  principio  paralelo,  pues    no    es  posible  que  envolviendo  á 


r 


—  614  — 

aquel,  caiga  en  el  Chubut  ó  Caqucl  á  donde  llegaría  con  sus 
aguas  concluidas. 

El  Cbenque-Nieieu  y  el  Menucó  (este  último,  afluente  del 
primero)  pertenecen  como  el  Gutatamen  h,  la  cuenca  del  Ca* 
quel,  entrando  por  tanto  en  la  descripción  de  estos  parages 
que,  como  dice  el  esplorador  Moreno,  son  poco  conocidos. 

El  Chenque-Nieieu  y  el  Gutatamen  corren  paralelos,  nacen 
de  la  Pre-cordillera  al  Sud  del  Nahuel-Huapi,  corren  por 
valles  mas  ó  menos  dilatados,  sobrepujando  el  Gutatamen  en 
la  abundancia  de  sus  campos  y  en  la  dilatación  del  valle. 

Entre  el  Nabuel-Huapí  y  el  Chubut,  existen  otras  corrien- 
tes líquidas  temporales  que  como  las  del  Chacai-Barruca,  y 
Nabuelquí,  son  grandes  vertientes  perdidas  en  la  infinita  acci- 
dentacion  del  suelo. 

El  segundo  Piclii^Leufú  dista  del  Lago  15  leguas,  el  Chen** 
que-Nieieu  20,  el  Chacai-BaiTuca  25  y  el  Gutatamen  30. 

Del  Gutatamen  al  Caquel,  hay  que  efectuar  una  travesía 
de  5  á  10  leguas»  según  sea  el  camino  que  se  tome  y  que 
según  se  ha  visto  en  el  diario  es  tanto  menor,  hasta  cierta 
aUura  cuanto  se  aproxima  á  las  nacientes  del  segando. 

Preséntase  ahora  el  rio  Caquel,  Chubut  ó  Senguel  que  tan 
ageno  ha  sido  al  exacto  conocimiento  de  los  geógrafos  y  ex- 
ploradores argentinos  y  cuyo  verdadero  origen  no  está  per- 
fectamente definido,  no  obstante  los  esfuerzos  llevados  á  cabo- 
por  los  segundos. 

Las  fuerzas  de  la  tercera  Brigada  lo  han  recorrido  en  parte 
y  debido  á  la  falta  de  tiempo  y  apremio  de  las  circunstan- 
cias no  han  llegado  á  sus  nacientes  (lagunas  de  *'Usquedegtoo", 
"Chig-Chig"  y  "Calaja-Quitriú". 

El  rio  Caquel,  (este  nombre  indígena  es  dado  por  la  situa- 
ción perpendicular  de  los  cen'os,  á  la  línea  Argentino-Chilena 
*en  cierta  parte  del  curso)  nace  mas  al  Sud  de  la  situación 
dada  en  las  cartas  geográficas,  y  las  lagunas  referidas  quedan 
de  18  á  20  leguas  al  meridion  del  Nahuel-Huapf. 


—  615  — 

Esta  deducción  es  conciliable  con  el  curso  regular  y  armó- 
nico que  el  Caquel  lleva  frente  al  paso  de  Huencul  á  cuya 
altura  parece  tener  un  curso  de  10  á  16  leguas  del  N.  al  S. 
cortando  la  cadena  andina. 

AI  N.  y  S.  del  paso  Huencul,  el  Chubut  no  conserva  en  sus 
aguas  una  completa  ti*ansparencía,  siendo  muy  inferior  en 
esta  condición  á  los  nos  Limay  y  Neuquen- 

El  cauce  es  de  pedregullo  fino  relativamente  á  la  altura  á 
que  se  halla  sobre  el  nivel  del  mar  (750  mts.)  á  la  proximi- 
dad de  las  montañas  y  la  anchura  de  doce  mts.,  corriendo 
pausadamente  con  una  velocidad  de  una  milla  por  hora. 

Diez  leguas  mas  abajo,  en  el  paso  efectuado  el  13  por  estas 
fuerzas,  saliendo  de  la  pre-cordillera,  aun  cuando  aumente  el 
ancho,  disminuye  la  transparencia  de  las  aguas;  el  lecho  en 
soluciones  de  continuidad,  se  impregna  de  un  musgo  oscuro. 
La  corriente  es  siempre  lenta,  como  término  medio  apenas 
alcanza  á  media  milla.  Dos  leguas  mas  abajo,  en  el  paso 
del  caballo  zonzo  ( fofó-caval ),  debe  en  iguales  condiciones 
haber  perdido  en  limpieza  y  velocidad  de  corriente,  quedan- 
do estas  observaciones  en  armonía  con  lo  que  Moreno  habla 
de  este  rio,  especificando  en  los  distintos  puntos  de  su  curso 
en  que  las  aguas  esUid  interceptadas  por  lodazales  y  cieno. 

Lo  dicho  demuestra  la  diferencia  entre  el  rio  Chubut  con 
el  Limay  y  Neuquen ;  es  inferior  en  profundidad,  en  ancho, 
en  la  fuerza  de  la  corriente  y  en  lo  cristalino  de  las  aguas. 

Aun  cuando  se  ha  dicho  que  el  valle  de  este  rio  austral, 
es  mas  fecundo  que  el  de  los  rios  nombrados,  hasta  donde  lo 
hemos  recorrido  en  nada  puede  desmerecer  de  los  primeíos. 
Al  Oriente  y  Occidente  de  la  pre-cordillera  la  fecundidad  de 
las  tierras  es  eximia,  cooperando  en  un  todo  la  naturaleza  á 
rivalizar  con  los  mas  productivos  teiTitorios  al  N.  del  rio 
Negro. 

Entre  la  pre-cordillera  y  la  verdadera  de  los  Andes,  media 
una  distancia  de  2  y  media  á  3  leguas.    El  Senguel  coire  cas^ 


—  616  — 

adherido  á  la  falda  Oeste  de  la  primera,  rompiéndole  á  cinco 
leguas  del  paso  Huencul  en  su  marcha  al  S,  á  través  de  la 
Patagonia. 

La  pre-cordillera  de  que  se  ha  hablado  es  quizá  aquella  de 
que  Musters  y  Simpson  recuerdan  en  sus  informes  y  cuya 
situación  ha  dado  margen  para  establecer  diera  nacientes  á 
rios  que  corriendo  en  dirección  opuesta,  estuvieran  no  obstante 
en  territorio  Argentino. 

El  "Aissen"  de  Simpsons  no  es  el  **Senguer'  de  Musters. 
La  pre-cordillera  no  dá  por  el  E.  origen  á  ningún  arroyo  6 
rio  importante  que  vaya  k  desaguar  al  Caquel  ni  que  fraccione 
la  Cordillera  traspasando  el  límite  argentino  para  correr  por 
los  valles  de  la  Eepública  Chilena. 

Por  esa  latitud  ( 42^ )  no  existe  otro  rio  taudaloso  que  el 
Chubut,  pues  habiendo  la  Brigada  penetrado  tan  al  Sud  hu- 
biera dado  con  su  curso.  Quizá  el  hecho  de  una  comente, 
naciendo  del  occidente  de  las  montañas,  que  por  una  gran  si- 
nuosidad al  E.  en  un  trayecto  reducido  para  bajar  seguida- 
mente al  O.,  haya  sido  la  causa  que  motivó  al  comisionado 
chileno,  dar  al  Aissen  un  curso  opuesto  al  normal  de  los  rios 
en  la  otra  parte  de  los  Andes. 

El  paso  de  Huencul,  queda  al  Sud  del  golfo  de  Reloncavi  y 
frente  al  golfo  de  Ancud  entre  los  grados  41  y  42  Por  tanto 
de  él  al  paso  del  Caballo  Zonzo,  recibe  el  Chubut  la  aflencia 
de  varias  corrientes,  cuyas  mas  importantes  son  el  Lec-Lec  y 
Caquel-Lincó,  favorecidos  con  grandes  vertientes  y  tributarios 
inferiores. 

El  Lec-Lec  baja  de  la  pre-cordillera  dividida  por  el  Sen- 
guel,  baña  una  región  fértilísima  y  se  derrama  en  el  último 
con  un  curso  de  seis  á  siete  leguas.  Es  de  corrienre  pausada 
y  aguas  turbulentas,  con  un  cauce  en  su  mayor  parte  cena- 
goso. Antes  de  unirse  con  el  Caquel  deja  sobre  su  ribera 
izqiilerda  unas  pequeñas  lagunas  circundadas  por  cerros,  una 
de  las  cuales  únese  a  aquel  por  un  pequeño  tributario. 


-617  — 

£1  Caquel-Lincó  eB  de  lecho  pedregoso  con  aguas  semi- 
trasparentes;  corre  por  los  preciosos  campos  de  La  Pá  na- 
ciendo de  alguna  laguna  al  pié  de  los  Andes  y  dividiendo  la 
pre-cordillera  que  ya  conocemos.  Envuelve  al  Lee-Leo  en  su 
curso  confluyendo  con  el  Senguel  al  N.  en  una  distancia  que 
pudiera  calcularse  de  8  á  10  leguas.  Puede  tener  de  curso 
20y  distando  del  Caquel  por  el  punto  donde  le  vadeó  la 
Brigada,  diez  leguas. 

De  lo  dicho  se  desprende  que  hay  una  región  al  S.  y  N. 
del  Caquelí  fecunda  por  vertientes,  arroyos  y  arroyuelos>  don- 
de la  vida  late  vigorosa  y  donde  la  prodigalidad  del  suelo 
se  amalgama  á  las  mas  vivas  exigencias  y  necesidades  de  la 
vida  colonial.  Es  esta  región  sin  duda  alguna,  la  que  Moreno 
indica,  fertilizada  por  los  arroyos  Ghililao  y  Quismel. 

Desde  el  Caquel-Lincó  al  Caquel,  la  altura  baromérica  del 
suelo  como  término  medio  700  mts.,  y  la  pre-cordillem  elé- 
vase próximamente  á  500  mts.  sobre  el  nivel  del  primero. 
(Es  cálculo  apreciado  al  golpe  de  vista,  la  altura  de  la  pre- 
cordillera.) 

Del  Caquel-Lincó  al  S.  y  E.  faldeando  las  montañas  hasta 
el  punto  denominado  Nion,  las  corrientes  que  bajan  al  Sen- 
guel no  superan  en  cauce  á  las  conocidas,  y  según  su  orden 
son  las  siguientes:  Mayo-Leufú,  1^-  Pichi-Leufú,  2^  Pichí- 
Leufú  y  arroyo  Esquel  con  su  laguna  del  mismo  nombre. 

Por  el  urden  nombrado,  y  á  la  distancia  medía  de  ciuco 
leguas,  distan  del  Senguel  11,  15,  16,  19  y  media  y  26  y 
media  leguas. 

El  Mayo-Leufú  es  afluente  del  Caquel-Lincó,  bajando  los 
demás  casi  paralelos  (de  N.  á  S.)  á  derramarse  en  el  Sen- 
guel. Solamente  cuando  las  lluvias  son  consecuentes  y  las 
nieves  se  deshacen  en  el  rigor  del  estío,  estos  arroyos  coad- 
yuvan eficazmente  á  levantar  el  nivel  del  Caquel.  Por  su 
aspecto  general,  permanecerán  absorbidas   por    la    adyacencia 

78 


—  618  — 

de  los  parajes,  auque  al  estenderse   al  N.  bajan  á  valles   fér- 
tiles y  espaciosos. 

La  zona  mas  rica  en  vegetación  del  Caquel-Lincó  k  Nion, 
son  los  cajones  de  la  laguna  Esquel. 

De  Nion  á  Apulé,  límite  de  nuestra  esploracíon,  preséntase 
la  tercera  subdivisión  en  los  agentes  líquidos  del  Senguel. 
Tornando  al  S5.  y  retirándose  de  los  Andes,  quedamos  en  el 
corazón  Patagónico,  cortando  médanos  de  variados  caracteres 
geológicos,  arroyos  turbios  de  cieno  ó  rodados  finísimos  y 
donde  la  erosión  de  las  aguas  ha  fenecido  su  operación  de 
sedimento,  tales  son  el  Tacá-Leufú,  Tapul,  Pichí-Leufú,  Li- 
panduan  y  Apulé. 

Estos  arroyos,  especialmente  el  Tapul,  tienen  el  curso  cor* 
tado  por  lagunas. 

El  Tacá-Leufú  de  ancho  valle  y  aguas  opacas,  el  Pichí- 
Leufú  y  Lipanduan  de  corriente  mas  viva  y  el  Apulé  como  el 
Tapul  cortado,  deslízanse  por  grandes  valles  y  llanuras  donde 
reinan  vientos  perpetuos  salidos  de  los  ventisqueros  de  las 
montañas. 

Dista  el  Caquel  de  Lipanduan  63  y  media  leguas  y  de  Nion 

Apulé,  70  y  media  leguas. 

Estos  dos  últimos  tributarios  del  Senguel,  han  sido  la  mo- 
rada del  cacique  Inacayal  por  el  orden  de  su  denominación. 
Al  presente  se  vén  abandonados  por  el  cacique  dicho,  que 
se  refugia  en  las  costas  del  rio  Chico  en  el  país  de  los  tehuel- 
chest  que  tan  perjudiciales  nos  han  sido  en  la  lucha  del  22 
de  Febrero. 

De  esta  manera  queda  descrita  la  región  hidrográfica  de  la 
Patagonia  Austral,  hasta  la  cuenca  del  Santa-Cruz,  pudién- 
dose decir  de  ella  que  rivaliza  con  el  setentrion  del  rio  Ne- 
gro y  Limay. 

La  elevación  barométrica  del  suelo  de  la  Patagonia  es  mayor 
que  la  mesopotamia  del  rio  Negro  y  Colorado.  Los  médanos 
despoblados  de  flora,  levántanse  á  800  y  1000  metros  sobre  el 


—  619  — 

nivel  del  man  y  la  inclinación  de  ellos  hacia  el  Océano  Atlán- 
tico puede  ser  muy  suave  pues  costeando  arroyos  como  el 
Tacá-Leufú,  el  descenso  atmosférico  es  muy  pausado. 

Saliendo  del  límite  orográfico,  entrando  en  los  cajones  de 
las  corrientes  y  arroyos  desprendidos  de  él  para  rociar  la 
superficie,  la  arborescencia  desaparece,  los  médanos  salpica- 
dos por  arbustillos  de  casi  ninguna  contingencia  combusti- 
ble» como  elementos  de  la  vida  ordinaría,  pero  tienen  la 
propiedad  de  ser  excesivamente  resinosos. 

Hay  un  arbusto  amarillo  espinoso,  con  tallos  unidos  en 
forma  globosa,  tan  ígneo  que  basta  una  chispa  para  produ- 
cirle incendio,  estendido  en  sábana  por  toda  la  superficie 
chubutiana,  especialmente  sobre  los  terrenos  elevados.  Vul- 
garmente se  le  denomina  Cuerno  de  Cabra.  Su  designación 
científica  desconozco. 

En  los  valles  y  alturas  sobresalen  en  los  habitantes  vege- 
tales, partiendo  del  valle  Dos  de  Abril  a  las  soledades  de 
Apulé,  las  siguientes : 

En  las  faldas  de  la  pre -cordillera  hasta  Nion,  atravesando 
el  Senguel  se  hallan  en  la  familia  délos  coniferos:  el  pino, 
ciprés  y  ñire;  en  la  de  las  amentáceas  el  chctcai-^  en  la  de 
las  rosáceas,  la  grosella  y  frutilla ;  en  la  de  las  umbelíferas, 
la  cicuta ;  en  la  de  las  urticáceas,  la  ortiga ;  entre  las  mal- 
váceas,  el  malvavisco-^  en  las  gramíneas,  el  espartillOy  mayin, 
cebadilla,  gramilla  y  trébol ;  en  la  de  las  nibiáceas,  la  esca-^ 
hiosa-^  en  la  de  las  sinantáreas,  la  manzanilla  y  entre  las 
labiadas,  el  romerillo. 

Sobre  la  costa  de  los  arroyos  y  lagunas  vénse  entre  las 
críptógamas  liqúenes  y  hongos^  que  seiialan  los  lugares  hú- 
medos. 

Sobre  las  faldas  de  las  montañas,  viven  otras  familias,  cuyo 
análisis  seria  indefinido,  tanto  más  cuanto  que  la  diversidad 
de  ellos  representa  la  vitalidad  del  suelo  con  la  templanza  de 
la  latitud.    En  los  cerros  céntricos  5  médanos  cuya  acciden- 


—  620  - 

tacion  ha  dado  nombre  á  los  territorios  del  Chubut  y  Sauta- 
Croz,  la  existencia  vegetativa  desaparece  ante  la  suma  esteri- 
lidad y  ante  el  improducto  pavimento  que  los  cubre. 

Ten*enos  terciarios  con  láminas  primitivas  sobre  las  lade- 
ras de  los  Andes,  cubiertos  por  capas  de  pedregullo  cuarzoso 
y  feldespático. 

A  dos  causas  puede  atribuirse  ese  gran  manto  de  piedras 
avadas  por  los  elementos  que  interceptan  la  tramitabllidad, 
que  no  solamente  descansan  en  el  exterior  de  la  superficie, 
sino  que  justa  puestas  sobre  otras,  es  la  primera  hallada  al 
averiguar  la  operación  cosmogónica,  al  trabajo  neptúnico  y  al 
niveo  ó  del  deshielo. 

A  esta  última  háse  atribuido  el  origen  de  las  capas  pedre- 
gosas en  la  Patagonia  y  territorios  del  rio  Negro  y  Colorado, 
aceptando  que  en  los  deshielos  anuales,  el  trabajo  mecánico 
haya  podido  fracturar  las  masas  pétreas  royendo  los  frag- 
mentos hasta  convertirlos  en  los  detritus  que  conocemos. 
Esto  expuesto  vendríamos  á  tener  que  el  pedregullo,  contarla 
una  edad  inferior  á  tantos  componentes  de  la  capa  terrestre 
á  las  cuales  es  en  realidad  primitiva.     Sí  bien  es  cierto  que  el 

hielo  tiene  una  parte  activísima  en  él  y  es  o  I  presente  quien 
prosigue  minorando  el  volumen  de  aquel,  no  fué  quien  llevó 
a  prioridad  en  tiempos  geológicos,  cuando  los  elementos  han 
oscilado  en  confusión  caótica  para  concurrir  mas  tard3  á  su 
verdadera  separación;  fué  el  agua  que  inundando  el  mundo, 
lavó  por  miles  de  siglos  las  capas  en  formación,  deshaciendo 
los  cuerpos  sólidos  y  tirándolos  en  planchas  homogéneas  so- 
la esfera  terrestre,  después  de  roidos,  divididos  y  regulariza- 
dos en  la  configuración.  Las  aguas  retiradas  abrieron  valles 
profundos  y  formaron  los  cauces  de  los  ríos,  dejando  que  mas 
tarde,  cuando  la  atmósfera  templada  del  planeta  permitiera 
la  presencia  del  hielo,  este  continuara  ejerciendo  paulatina- 
mente sus  funciones. 


—  621  — 

Así  se  esplica  la  presencia  de  la  capa  pedregosa  sobre  las 
serranías.  Los  cuerpos  fracmatorios  se  han  imperpuesto  con 
tanta  mas  energía,  cuanto  SHperior  fué  sobre  ellas  la  marcha 
del  agente  líquido.  Bajo  el  pedregullo  silíceo  en  las  costas 
deruidas  de  algunos  arroyos,  se  vé  una  capa  de  tierra  gre- 
dosa,  siguiéndola  otra  de  planchas  estratificadas  y  de  compo- 
sición pizarrosa.  Cuanto  mas  próximos  á  las  Cordilleras,  el 
pedregullo  de  alumina  y   sílice,  metamoifoséase    en  cuarzoso. 

En  las  costas  del  Caquel  abunda  el  pórfido. 

En  la  pre-cordillera  que  conocemos  hacia  el  Oeste,  las 
cimas  tienen  basalto  y  lava,  y  de  la  planicie  del  rio  á  la 
Cordillera,  son  todos  terrenos  eruptivos  ó  platónicos. 

La  latitud  de  la  Patagonia  meridional  no  se  presta  á  exu- 
berancia de  fauna.  No  obstante  el  Cfuanaco  (familia  de  los 
rumiantes)  riqueza  natural  por  su  abundancia,  lucra  ventajo- 
samente y  á  precios  módicos  la  colonia  Galense  con  los  indios 
tehuelches,  exportando  á  Europa  sus  ricas  lanas  y  pieles, 
sin  beneficio  alguno  para  la  Nación. 

El  Zcm-o  (familia  de  los  carnívoros),  el  piche  (de  los  des- 
dentados), el  ratón  y  el  tuco-iuco  (de  los  roedores),  la  lagar^ 
tija  (de  los  saurios)  y  *el  sapo  (de  los  batráceos),  son  así 
mismo  poco  exuberantes. 

Entre  los  insectos,  la  mosca  y  el  tábano  (orden  de  los  díp- 
teros); el  escarabajo  y  abejorro  (de  los  coleópteros);  la  /an- 
gosta,  el  grillo  y  la  curiana  (de  los  ortópteros);  el  alguacil 
(de  los  neurópteros);  la  mariposa  diurna  y  nocturna  (de  los 
lepidópteros)  y  la  hormiga  (de  los  himenópteros). 

Entre  los  crustáceos,  el  cangrejo  y  entre  los  anélidas  el 
gusano  de  tierra. 

Hay  así  mismo  arácnidos  muy  escasos,  manifestándose  en 
los  géneros  nombrados. 


—  622  — 


En  las  aves  figuran  en  primera  escala,    el  cóndor  (familia 

de  los  rapaces),  el  águila,  el  carancho,  el  chimango  y  el  btiho 

6  lechuza.     £1    avestruz  (de  les    zancudos),    la  avutarda^    e[ 

Jlamenco,  el  teruteru  y  la  garza.     El  cisne  (del  género  lame- 

lirostro)  y  los  añades  6  patos  silvestres. 


Tal  es  compendiadamente  el  aspecto  de  la  Patagonia  con 
sus  valles  y  regiones,  prontas  á  ser  rasgadas  por  la  mano 
del  colono.  Si  en  este  afio  el  Ejército  ha  casi  tocado  las 
orillas  del  Santa-Cruz,  mañana  con  mas  concluyentes  éxitos, 
llegará  al  estrecho  de  Magallanes,  estableciendo  viabilidad 
donde  hasta  ahora  se  creyeron  rocas  abruptas,  escalonadas 
por  la  naturaleza,  que  pudieron  ser  tema  á  que  dos  naciones 
amigas  rompieran  sus  relaciones  internacionales. 

Con  la  invasión  al  país  do  los  tehuelches,  un  mérito  se 
desprendo  después  de  los  sacrificios  inherentes  á  atravesar 
regiones  desconocidas;  ese  mérito  evidente,  es  el  progreso 
que  va  encarnado  en  el  avance.  Tan  perfectas  están  las  jor- 
nadas á  efectuar  por  travesías,  ríos  y  arroyos  que  del  Lago 
Nahüel-Huapí  á  Apulé  por  ejemplo,  puede  decirse  hay  una 
línea  carretera  entre  ambos  puntos. 


Firmado — 


Eduardo  Oliveros  Escola, 


—  623  — 


Han*   t« 

Durante  la  ausencia  de  las  fuerzas,  el  cuadro  del  Batallón 
6  ha  sufrido  una  completa  transformación.  Vénse  cuadras 
nuevas  y  estensas  para  la  tropa,  bien  construidos  y  con  como- 
didad para  toda  una  compañia.  £1  cuadro  se  halla  rodeado 
de  una  fuerte  estacada,  apoyada  en  el  parapeto,  que  aumenta 
notablemente  sus  buenas  condiciones  de  defensa,  y  en  la  parte 
de  adentro  está  sostenido  por  otra  estacada  un  metro  mas 
baja  que  la  primera  formando  el  talud  interior. 

Estas  construcciones  se  han  hecho  bajo  las  órdenes  del 
señor  General  Villegas,  y  el  cuadro  del  Batallón  6  queda  des- 
tinado á  las  fuerzas  que  permanecerán  destacadas  en  este 
punto,  guarneciendo  el  **  Fuerte  Chacabuco "  con  cuyo  nombre 
se  le  denominará  en  adelante. 


MarM»    19 


Sin  novedad.    Sopla  viento  fuerte  de  las  Cordilleras, 


larM»    19 


Sin  novedad.    Mal  tiempo;  lluvia  á  intervalos. 


Marsa    t9 


Se  ha  pro:edido  al  recuento  de  las  caballadas  de  la  Briga-* 
da,  notándose  la  falta  de  300  animales,  los  que  serán  repues- 
tos con  igual  número  de  los  tomados  a  los  indios.  Estos 
caballos,  la  mayor  parte  han  quedado  cansados  en  las  diversas 


—  624  — 

comisiones,  otros  han  muerto  en  los  desfiladeros  de  la  Cordi* 
llera  y  el  resto  se  han  perdido  en  las  marchas  efectuadas  de 
noche  por  las  fuerzas  desprendidas  en  las  varías  operaciones 
que  se  han  llevado  á  cabo. 


Marco   90 

Debiendo,  por  orden  del  seüor  General  Villegas,  repartirse 
la  hacienda  tomada  á  los  indios,  entre  los  señores  Gefes  y 
oficiales  de  la  Brigada  y  Plana  Mayor  de  la  División,  hoy  se 
han  contado  los  animales  vacunos  y  lanares  existentes^  á  fin 
darse  cumplimiento  h  la  disposición  del  señor  Comandante  en 
Gefe  de  la  División. 

Resultan  1080  animales  vacunos  y  1150  lanares. 

Mal  tiempo. 


Marxo    91 


Mal  tiempo.    Lluvia  intermitente. 

Se  ha  procedido  al  reparto  de  la  hacienda  vacuna,  entre 
los  señores  Gefes,  oficiales  y  cadetes  de  la  Brigada  y  Plana 
Mayor  de  la  División. 


llarxo   99 

Mal  tiempo;  lluvia  durante   todo  el  dia. 
Llegó  la  corrsspondencia    del    Collon-Curá. 
En  la  fecha  se  ha  recibido  la  circular  del  20  del  corriente 
del  señor  Comandante  en  Gefe  de  la  División,  que  dice  así: 


—  626  — 


CIRCULAR 


"  Al  Gefe  de  la  tercera  Brigada,  Teniente  Coronel  D.  Nicolás 
H.  Palacios — Después  de  esta  breve  campaña,  en  que  las  tres 
Brigadas  de  esta  División  han  recorrido  y  batido  el  territorio 
comprendido  entre  los  ríos  Neuquen,  Limay,  Cordillera  de  los 
Andes  y  Lago  Nahüel-Huapí,  desalojando  de  él  á  los  nómades 
que  lo  poblaban,  sometiéndose  algunos  voluntariamente  á  la 
civilización,  muriendo  los  mas  reacios  a  ella  en  los  distintos 
combates,  y  por  fin,  escapando  otros  á  la  República  vecina, 
es  un  deber,  al  mismo  tiempo  que  una  conveniencia  nacional, 
el  evitar  que  estos  últimos  vuelvan  al  territorio  de  la  Repú- 
blica, á  repetir  sus  depraciones ;  por  lo  que  el  Comandante  en 
Gefe  de  la  División  ha  resuelto  dejar  permanentes  fuertes 
destacamentos  que  puedan  bastarse  á  sí  solos  y  vijilar  los 
caminos  de  Lonquimay,  Yaima,  San  José,  Yillarica  y  Valdivia ; 
siendo  así  mismo  conveniente  ocupar  definitivamente  este  pun* 
to,  pues  los  salvajes  que  han  sido  atacados  por  fuerzas  de  la 
tercera  Brigada  en  el  corazón  mismo  de  la  Patagonia,  dán- 
doles un  severo  escarmiento»  pueden  si  él  se  abandona,  volver 
y  llevar  algunos  ataques  á  nuestros  fortines  de  comunicación ; 
es  en  vista  de  lo  espuesto  que  el  que  firma  ordena : 

^  1 ""  La  primera  Brigada  á  mas  de  guardar  la  hnea  del 
Agrio  y  comunicación  con  Mendoza,  mandará  un  destacamento 
de  50  hombres  á  Pulmary,  estableciéndolo  en  punto  convenien- 
te á  fin  de  que  nuestras  fuerzas  estén  lo  mas  próximo  posible 
de  los  de  la  Repüblica  de  Chile,  pero  no  avanzando  un  paso 
de  nuestro  límite  internacional  con  aquella. 

'  2*"  La  segunda  Brigada  á  mas  de  guardar  su  línea  del 
Neuquen,  desde  Roca  á  Paso  de  los  indios,  dejarii  en  Cun- 
cumio  sobre  el  rio  Chimehuin,  el  mas  numeroso  en  personal 

79 


de  sus  Regimientos    de    Caballería  al  que    se  agregarán  los 
indios  presentados  del  cacique  Manquel". 

''3°  El  Gefe  destacado  de  la  segunda  Brigada  colocará 
fortines  convenientes  y  estratégicamente  para  dominar  y  viji- 
lar  los  caminos  de    Yaima,  San  José  y  Villarica". 

^"4^  Dejará  en  el  Collón- Cura  un  fuerte  destacamento  á  la 
guarda  del  punto  y  del  depósito  de  víveres  para  las  fuerzas 
de  esa  Brigada  y  tercera ". 

"^  5  ^  Será  obligación  del  Gefe  destacado  ea  Cuncumio  la 
guarnición  de  los  fortines  de  comunicación  con  el  *"  1*  Di- 
visión " . 

*'  6  "^  La  tercera  Brigada  dejará  un  fuerte  destacamento 
en  este  punto  (Nahüel-Huapí)  al  que  puede  agregarle  algunos 
indios  de  los  del  cacique  pi-esentado  Treuquentro  Curu- 
huincá". 

*"  7^  Mandará  otro  destacamento  á  la  vega  de  Chapoleó  ó 
Manzanares  con  el  que  marchará  el  resto  de  los  indios  del 
cacique  Curú-huincá  ". 

*'8^  Estará  al  cargo  de  este  último  destacamento  la  vijí- 
lancia  de  los  caminos  que  conducen  á  Valdivia". 

*'  9  '^  El  destacamento  de  Chapelcó  se  pondrá  en  comuni- 
cación con  los  que  están  á  su  derecha  de  la  segunda  Brigada, 
como  así  mismo  con  el  del  Collon-Curá,  punto  a  donde  debe 
ocurrir  por  sus  víveres". 

''lO.  Las  fuerzas  de  Cuncumio  buscarán  por  su  derecha 
la  comunicación  con  el  destacamento  de  Pulmary  y  por  su 
izquierda  con  el  de  Chapelcó''. 

"  11.  La  tercera  Brigada  como  es  natural  tiene  que  vljilar 
la  línea  del  rio  Negro  y  atender  la  comunicación  con  la  del 
Agrio  y  Neuquea  con  Patagones". 

"  12.  Los  Gefes  de  Brigada  á  mas  de  estas  instiiicciones 
generales  darán  sus  particulares  á  los  Gefes  que  dejen  desta- 
cados, siendo  prevension  que  en  caso  de  una  reunión  de  todas 


—  627  — 

las  fuerzas  que  quedan  en  este  territorio,  tomará  el  mando  de 
ellas  el  mas  antiguo  según  lo  previenen  las  ordenanzas ''. 

''Id.  Así  mismo  les  prevendrán  que  bajo  ningún  protesto 
pasen  el  límite  de  las  dos  Sepúblicas,  siendo  ellos  seria- 
mente responsables  de  cualesquiera    trasgresion  que  ocurra''. 

*"  14.  £1  Comandante  en  Gefe  de  la  División  ha  tomado 
todas  las  medidas  conducentes  á  fin  de  que  las  tropas  de  la 
primera,  segunda  y  tercera  Brigada  que  quedan  destacadas, 
sean  provistos  de  buen  vestuario,  y  en  cuanto  á  su  manten- 
ción ella  será  abundante,  pues  no  abandona  un  momento  tan 
importante  necesided**. 

^  16.  Los  Gefes  de  Brigada  recomendarán  á  los  que  que- 
dan destacados,  un  estudio  minucioso  de  todos  los  boquetes 
de  la  Cordillera  á  fin  de  más  adelante  colocar  destacamentos 
en  aquellos  mas  importantes  sin  perder  de  vistA  á  los  otros  y 
poder  a$í  rectificar  nuestra  línea  provisoria  ^ . 

""  16.  Siendo  esto  de  suma  importancia  sé  recomienda  á 
todos  los  Gefes  y  oficiales  su  mayor  atención  en  ello". 

^17.  Todos  los  Gefes  destacados  quedan  facultados  á 
ofrecer  á  los  indios  que  quieran  someterse,  (y  sin  distinción) 
garantía  de  sus  vidas,  familias,  propiedades  y  manutención  por 
el  tiempo  que  el  Superior  Gobierno  determine  *". 

"18.  Los  Gefes  destacados  se  entenderán  en  todos  los 
asuntos  del  servicio  con  los  de  su  Brigada  respectiva*". 

''Id.  Se  recomienda  á  los  Gefes  encargados  de  colocar 
destacamentos,  una  preferente  atención  á  fin  de  que  ellos  lo 
sean  sobre  puntos  convenientes  para  la  colonización,  sin  per- 
der de  vista  la  estrategia  **. 

^20.  Los  indios  sometidos  que  marcharen  con  los  distin- 
tos destacamentos,  deben  de  ser  situados  en  posición  de  que 
sean  vijilados  sin  que  ellos  lo  noten*'. 

''21.  Se  recomienda  á  los  Gefes  y  oficiales  destacados  en 
los  distintos  puntos  que  se  indican  sobre  la  GordiUerai  la  mayor 
armonía  y  circunspección  con  las  fuerzas  de  la  Bepública  ve- 


I 


—  628  -^ 

ciña,  pues  aquella  es  una  Nación  amiga  y  hermana,  enlazada 
por  su  origen  é  historia  con  la    nuestra ''. 

**  22.  Los  Gefes  ú  oficiales  destacados  no  abandonarán  el 
punto  en  que  hayan  sido  colocados,  bajo  ningún  pretesto,  y 
su  retirada  solo  puede  tener  lugar  en  aquellos  casos  en  que 
la  ordenanza  lo  determina,  dejando  salvaguardado  el  honor 
Nacional  y  el  de  sus  armas". 

"23.  En  todo  caso  grave  que  ocurra,  los  Gefes  destaca- 
dos deben  consultar  á  sus  inmediatos  superiores,  á  fin  de 
que  estos  resuelvan  ó  á  su  vez  lo  consulten  á  quien  corres- 
ponda, salvo  el  Cíiso  en  que  la  premura  del  tiempo  y  medidas 
á  tomar  no  dieren  lugar  á  aquella,  pues  entonces  lo  deben 
de  resolver  por  medio  de  un  consejo  de  todos  sus  subordir 
nados,  dando  inmediatamente  cuenta  de  la  resolución  que 
tomaren " . 

"  24.  Lo  que  determina  el  artículo  anterior  solo  tendrá 
lugar,  como  él  lo  dice,  en  un  caso  grave  y  circunstancia 
anormal". 

"26.  Las  fuerzas  destacadas  deben  de  quedará  ciento 
cincuenta  (160)  tiros  por  plaza,  para  lo  que  se  recogerá  á  los 
que  se  retiren,  la  munición  necesaria  para  el  completo  de 
aquellos,  para  lo  que  se  pasará  una  i*evista  prolija,  á  fin  de 
ver  si  algún  soldado  de  los  que  quedan  tiene  su  rifle  ó  cara- 
bina en  mal  estado,  les  sean  repuestos  por  los  de  los 
que   se  retiran". 

"  36.  Las  fuerzas  destacadas  serán  dotadas  del  número  de 
muías  y  caballos  que  los  Gefes  de  Brigada  creyeren  conve- 
niectes" . 

"27.  Si  alguno  de  los  Gefes  destacados  creyere  oportuno* 
7  conveniente  efectuar  alguna  operación  sobre  los  indiosi  lo* 
podrá  hacer,  poniendo  esto  en  conocimiento  de  su  Gefe  de- 
Brigada". 

"  28.  Si  llegase  el  caso  de  que  las  fuerzas  que  quedan* 
destacadas  en  este  territorioi  tuvieran    que  efectuar  una  reti* 


—  629  — 

rada,  ella  tendrá  lugar  sobre  el  Collon-Gurá  y  al  punto  en 
une  se  encuentra  el  depósito  de  víveres,  con  prevención  de 
•que  las  fuerzas  que  se  deban  de  reconcentrar  allí,  son  los 
destacamentos  de  la  segunda  y  tercera  Brigada,  pues  el  de 
ia  primera  que  está  en  Pulmary  lo  efectuará  á  Codihué "" . 

''Lo  que  se  comunica  á  Vd.  para  su  debido  cumplimiento.'' 

"  Dios  guarde  á  Vd. 

Conrado  K    Villegas'', 


MarjBO    98 


Continúa  el  mal  tiempo;  llueve  durante  todo  el  dia  con 
cortas  inteiTupciones. 

Los  caballos  y  yeguas  tomadas  á  los  indios  por  las  fuer- 
zas de  la  Brigada  han  sido  repartidos  entre  los  Gefesi  oficiales 
y  tropa  que  la  componen,  menos  (300)  trescientos  que  se 
lian  patriado  para  reponer  los  perdidos  en  esta  campaña. 


Mario    84 

Mal  tiempo;  frió  intenso    y  lluvia. 
Sin  novedad. 


—  630  — 


Marso   91^ 


Se  despacha  la  correspondencia  al  Collon-Curá. 

El  arroyo  Chacabuco,  en  cuyas  márgenes  se  levanta  el 
fuerte  del  mismo  nombre,  crece  cada  dia  mas  con  el  gran 
contingente  de  las  lluvias  de  estos  dias. 

El  mal  tiempo  y  la  lluvia  siguen. 


Mario   ttt 


Durante  la  noche  los  coitos  circunvecinos  se  han  cubierta 
de  nieve.  El  termómetro  á  las  12  m.  solo  marca  6  grados; 
la  lluvia  cae  por  momentos  y  el  viento  frió  de  la  Cordillera 
sigue  soplando  con  fuerza. 

En  la  fecha  se  han  repartido  entre  los  indios  auxiliares  de 
Purrayan,  Trayman  y  Pereyra  y  los  amigos  de  Curú-huincá  y 
Huincaleo,  (850)  ochocientas  cincuenta  ovejas,  quedando  el 
resto  para  racionamiento . 

Los  rios  Limay,  Caleufú  y  Trasbun  han  crecido  notable- 
mente. 

Por  orden  del  señor  General  Villegas  se  ha  mandado  el 
bote  aguas  abajo,  hasta  el  Trasbun,  cuyo  paso  está  á  nado 
siendo  acompañados  sus  tres  tripulantes  con  dos  ginetes  por 
la  costa,  á  fin  de  protejerlos  en  caso  necesario  y  dar  avisa 
si  no  podian  llegar  á  su  destino. 


—  631  — 


«•rM«    »f 


Marchó  á  la  vega  de  Chapelcó  el  Capitán  D.  Adolfo  Dmry, 
con  el  Teniente  3^  D.  Pedro  Sobrecasas,  2  distinguidos,  28 
de  tropa  del  Eegimiento  7\de  Caballería  y  10  del  Batallón 
6  de  Línea,  fuerza  que  debe  guarnecer  el  fuerte  Maipú,  con 
el  cacique  Curú-huinca  y  42  indios  de  lanza,  á  quien  acom- 
pañan 47  mujeres  y  82  muchachos  de  su  tribu. 

Después  de  lista  mayor,  llegó  la  correspondencia  conducida 
por  uno  de  los  tripulantes  del  bote  que  habia  llegado  con 
toda  felicidad  al  paso  del  Trasbun. 

Este  hecho  merece  consignarse.  Los  tres  tripulantes  det 
bote  sin  timón,  de  la  tercera  Brigada,  se  han  hecho  acredo- 
res  á  una  distinción.  Ellos  sin  ser  marinos  han  navegado» 
con  una  pequeña  embarcación  en  la  paite  mas  peligrosa  del 
Limay.  El  rápido  que  no  pudo  salvar  Cox,  el  viagero  intré- 
pido con  una  buena  falúa  y  marineros  escojidos,  lo  han  pasa- 
do tres  atrevidos  soldados  del  Batallón  6. 

Sus  nombres  son:  cabo  1®  Sabad  Silva,  cabo  2®  José 
Nichea  y  soldado  Felipe  Miño. 

Por  orden  del  señor  Comandante  en  Gefe  de  la  División, 
los  tres  tripulantes  del  bote  de  la  tercera  Brigada,  así  que 
esta  efectúe  el  pasage  del  Trasbun,  deberán  ir  por  el  Limay 
y  rio  Negro  hasta  Patagones,  donde  harán  entrega  de  la 
bandera  Nacional,  que  por  primera  vez  navegara  en  este  rio 
desde  su  nacimiento  hasta  el  mar. 

Mal  tiempo.    Viento  fuerte  del  Oeste. 


—  632  — 


Marx»    9H 


Al  venir  el  dia  el  señor  Comandante  en  Gefe  de  la  Divi* 
sion,  General  D.  Conrado  £.  Villegas,  con  sus  ayudantes, 
8u  escolta  y  los  señores  D.  Adolfo  y  D.  Ambrosio  Escalada, 
abandonaron  este  fuerte  y  tomaron  el  camino  del  Limay,  en 
dirección  al  campamento  de  la  segunda  Brigada. 

El  señor  General  lleva  consigo  3  cautivas  con  dos  hijos 
rescatados  á  los  salvajes  y  17  indios  chicos,  todos  huérfanos. 

A  las  10  a.  m.  marcharon  k  Chapelcó  el  Ingeniero  D.  Jor- 
ge Bronsted  con  1  Sargento  y  9  soldados  del  Batallón  6,  en 
comisión  del  servicio. 

Sigue  el  mal  tiempo ;  lluvia  copiosa  desde  las  9  a.  m.  hasta 
las  12  m.  y  de  2  á  5  p.  m. 


Mario    M9 


Se  compuso  el  tiempo. 

Se  dio  orden  de  es;ar  prontas  las  fuerzas  para   regresar  á 
sus  acantonamientos  ul  dia  de   mañana. 


Mnrso    80 

A  las  8  a.  m.  se  diu  la  orden  de  Brigada  que  á  continua- 
ción se  transcribe: 

Orden  de  Bbigada 

En  la  fecha  la  tercera  Brigada  se    pone    en    marcha  para 
regresar  á  sus  cuarteles  de  Choele-Choel. 


—  «B  — 

Nómbrase  Gefe  de  los  fuertes  Chacabuco  y  Maypú,  al  Te- 
niente Coronel  D.  Bosarío  Suarez,  á  cuyas  órdenes  quedan 
las  fuerzas  que  guarnecerán  ambos  puntos. 

El  que  firma,  al  alejarse  de  sus  compañeros  de  glorias  y 
fatigas,  lleva  consigo  la  convicción  de  que  todos  los  señores 
oficiales  y  tropa  del  Batallón  6  y  Regimiento  7^,  destacados 
en  los  fuertes  Maypú  y  Chacabuco,  cumplirán  siempre  con  sus 
sagrados  deberes  y  cooperarán  al  mejor  éxito  de  las  opera- 
ciones que  en  bien  de  la  patria  pueda  efectuar  el  Gefe  de 
quien  dependen. 

Espera  así  mismo  que  la  disciplina,  la  moral  y  buena  re- 
putación de  los  cuerpos*  será  conservada  por  todos  en  todo 
tiempo  y  en  cualquier  parte  en  que  haya  necesidad  de  demos- 
trar estas  virtudes  militares. 

Firmado — 

Pakícios. 

A  las  8  y  30  a.  m.  se  mandó  ensillar  y  á  las  9  y  20  las  fuerzas 
de  la  Brigada  se  ponian  en  marcha,  vadeaban  el  arroyo  Cha- 
cabuco y  tomaban  el  camino  del  Limay  por  sobre  las  sierras. 

Las  fuerzas  que  quedan  guarneciendo  el  fuerte,  son : 

Plana  ifayor— Sargento  Mayor  D.  José  Arteaga. 

Id  Farmacéutico  D.  Miguel  Tagliafico. 

Batallón  6  de  Zinea— Subteniente  D.  Martin  E.  Aguirre  con 
40  individuos  de  tropa. 

Begmienio  7^  de  OabaBeria — Alféreces  D.  Mariano  Fos- 
bery  y  D.  Florencio  Rivera  Indarte,  con  70  individuos  de 
tropa. 

Este  destacamento  como  el  de  Maypú»  quedan  perfectamen- 
te bien  montados.  Poseen  350  caballos  de  los  cuales  100 
son  patrios,  á  mas  las  tropillas  de  Gefes  y  oficiales   que  son 

80 


—  634  — 

numerosas,  200  muías  escogidas  y  otras  que  han  quedado  en 
los  alrededores  del  Lago  al  ponerse  en  marcha  la  Brigada. 

El  racionamieato  que  se  ha  dejado  en  depósito  para  dichas 
fuerzas  consiste  en  367  novillos,  100  arrobas  harina,  12  arro- 
bas 12  y  media  libras  sal,  19  arrobas  tabaco,  4  y  media 
arrobas  jabón,  110  arrobas  yerba,  40  cuadernillos  de  papel  de 
fumar,  10  arrobas  azúcar,  2  y  medio  barriles  de  cafia  y  1^  y 
media  arrobas  café,  además  del  conducido  por  el  arrea  que 
se  halla  detenida  en  el  Galeufú  á  causa  de  la  creciente  de 
este  rio. 

La  Brigada  se  ha  puesto  en  marcha  para  regresar  á  Choele- 
Choel  con  el  número  de  fuerza  siguiente : 


CUERPOS 

1 

8 

a 

o 

1 

1 

.■a 

s 

< 

•o 

<< 

Indios 
Prisionerob 

lansa 

ehusmA 

BatalUon  0  de  infantería  de  Línea. . 
Regim'to  7®  de  Caballería  de  Línea 
Escuadran  Indios  Auxiliares.  .  .  • 
Indios  prisioneros ,  . 

3 
2 

4 

7 
2 
2 

11 

182 
82 

214 

44 
44 

.182 
82 
44 

268 

47 
47 

171 

Total.  .  .  . 

371 

habiéndose  movido  del  Lago  con  650  caballos  patrios,  250 
muías,  y  &  mas  un  caballo  por  hombre  de  los  tomados  á  los 
indios. 

Racionamiento:    40  novillos. 

La  Brigada  marchd  hasta  las  II  a.  m.,  descendió  á  un 
valle  del  Limay  y  campó  en  un  punto  al  abrigo  de  los  vien- 
tes del  poniente ;  los  caballos  fueron  colocados  en  los  mejores 


—  635  — 

parages  i  pesar  de  ser  el  valle  exuberante  en  buenos  pastos 
Se  dio  la  orden    de   Brigada,  nombrándose    interinamente 

Gefe  del   Detall   al    Sargento  Mayor  Gradeado  D.  Ponciano 

Torres. 
En  el  resto  del  dia  no  ocurrió  novedad  alguna. 
Jomada:    2  leguas. 


Mara«    31 


Nos  movimos  á  las  6  y  i  O  a.  m.     Con  dos  detenciones  de 
media  hora,  campamos  en  la  costa  del  Limay  á  las  U  y  30  a.  m . 
Jomada:    4  y  media  leguas. 


Abril     r 


Nos  pusimos  en  marcha  á  las  6  y  3Ü  a.  m. 

A  las  8  y  45  hicimos  alto  y  continuamos  la  marcha  á  las 
9  y  25. 

A  las  11  y  1 0  a.  m.  llegamos  al  Trasbun  y  campamos  á 
una  cuadra  de  su  desembocadura. 

Este  rio  estaba  notablemente  crecido  y  apesar  de  que  sus 
aguas  disminuían  cada  dia  desde  que  hablan  cesado  las  lluvias» 
el  paso  k  caballo  era  muy  espuesto. 

£1  bottt  ORtaba  allí  y  se  dio  principio  al  pasage  de  los  ca- 
ballerizos y  encargados  del  ganado. 

La  impetuosa  corriente  lo  llevaba  una  cuadm  mas  abajo  iA 
punto  donde   salia. 


—  636  — 

No  obstante  todo  el  tiempo  que  se  perdia  ea  silgar  el  bote 
un  buen  trecho  aguas  amba  en  cada  pasage,  no  ocurrió  nin- 
guna novedad  hasta  las  7  p.  m-,  hora  que  se  suspendió. 

La  mayor  parte  de  las  caballadas  y  hacienda  particular 
estuvieron  al  otro  lado  antes  de  esta  hora. 

Jornada  de  este  dia :    4  y  media  leguas. 


Abril    9 


Al  amanecer  se  continuó  el  pasage.  A  las  9  a.  m.  empezó 
á  pasar  el  Batallón  6  y  hubiera  terminado  el  de  toda  la 
fuerza  antes  de  las  3  de  la  tarde,  si  un  desgraciado  incidente 
no  hubiera  venido  a  inteiTumpirlo,  cortando  la  vida  a  dos 
soldados. 

A  las  11  a.  m.  el  bote  con  1  Sargento,  3  soldados  y  los 
dos  remeros  se  alejaba  de  esta  costa  para  ir  á  la  otra.  No 
pudieron  salir  en  el  desembarcadero,  debido  á  que  el  bote  en 
muy  mal  estado  iba  haciendo  agua  y  quedaba  por  consi- 
guiente mas  pesado,  fué  llevado  por  la  corriente  que  lo  estre- 
lló contra  las  piedras  á  media  cuadra  de  la  boca»  dándolo 
vuelta  en  momentos  en  que  uno  de  los  remeros,  el  soldado 
Miño,  se  an'ojaba  al  agua  á  ñn  de  sostener  el  bote  é  impe- 
dir que  se  hiciera  pedazos  en  las  otras  piedras. 

El  Sargento  Pérez  y  el  soldado  Gómez,  que  también  se 
echaron  al  agua,  lograron  salir  después  de  muchos  esfuerzos 
á  la  otra  costa.    Miño  también  se  puso  en  salvo. 

El  bote  sacudiéndose  en  las  piedras  llegó  volcado  al  Limay 
á  cuyas  aguas  entregó  á  los  soldados  Ramón  Turíaga  y  Fer- 
mín Diaz  del  Batallón  6,  que  hablan  logrado  sostenerse  cogi- 
dos á  él,  hasta  que  el  brusco  choque  contra  un  peñasco,  les 
obligó  á  soltarse  y  perecieron  en  las  aguas  de  este  rio. 


—  637  — 

£1  Cabo  Silva  montado  en  el  bote  volcado  y  con  un  remo, 
logró  salvarse  protegido  por  los  de  la  costa. 

Esta  embarcación  quedó  inútil  pues  le  entraba  agua  por 
todas  partes. 

Como  las  aguas  del  Trasbun  habian  disminuido  bastante, 
el  paso  á  doce  cuadras  del  Limay  no  ofrecia  tanto  peligrOi  y 
los  indios  de  Huincaleo  habian  pasado  á  caballo  con  toda 
felicidad. 

El  Gefe  de  la  Brida,  en  vista  de  la  desgracia  ocurrida  y 
teniendo  en  cuenta  el  malísimo  estado  del  bote,  ordenó  pasa- 
ran á  la  costa  Sud  el  número  de  caballos  suficientes  para  la 
fuerza  que  allí  habia  y  dispuso  marcharan  á  aquel  punto  para 
efectuar  el  pasage. 

Tomadas  todas  las  precauciones  del  caso  á  fin  de  evitar 
nuevas  desgracias,  empezó  este  á  las  2  p.  m.  y  terminó  á  la 
media  hora. 

A  las  3  habiendo  ensillado  toda  la  fuerza  nos  pusimos  en 
marcha  costeando  el  Limay  é  hicimos  alto  á  las  4  y  15  p.  m., 
campando  en  un  valle  de  la  costa  del  rio. 

En  la  margen  Norte  del  Trasbun,  fué  colocada  una  cruz 
con  una  inscripción,  único  tributo  que  podian  dedicar  los 
soldados  del  Batallón  6  á  sus  desgraciados  compañeros  Turia- 
ga  y  Diaz«  víctimas  de  este  impetuoso  rio. 

Las  caballadas  de  la  Brigada  vienen  en  un  malísimo  estado 
ai)esar  délas  cortas  marchas  efectuadas  diariamente.  Pasan 
de  quince  los  caballos  que  han  quedado  cansados  y  muertos, 
y  hay  otros  tantos  atacados  de  una  enfermedad  que  los  mata 
i  los  dos  ó  tres  dias. 

Jornada:    1  y  media  leguas. 


—  tB8  — 


Ahwíl    9 


A  las  7  a.  m.  nos  pusimos  en  marcha  y  á  las  9  hacíamos 
alto  poco  mas  allá  del  parage  conocido  con  el  nombre  de 
el  '^ Manzano''»  donde  encontramos  la  tropa  de  arreas  condu- 
ciendo racionamiento  para  el  fuerte  Chacabuco. 

Gomo  el  Porta-estandarte  D.  Alejo  Faletti  encargado  de 
ella»  estaba  nombrado  para  regresar]  á  Ghoele-Choel,  el  Gefe 
de  la  Brigada  ordenó  se  recibiese  de  la  tropa  de  arreas  el 
Alférez  del  Regimiento  7®  D.  Mariano  Posbery  que  había 
llegado  ayer  del  fuerte  Chacabuco  con  ese  objeto,  incorporán- 
dose el  primero  á  su  cuerpo. 

A  las  9  y  26  a.  m.  continuamos  la  marcha  y  fuimos  á  cam- 
par á  las  11  a.  m.  en  la  costa  del  Limay. 

Jomada:    4  leguas. 

Se  despachó  la  correspondencia  con  nota  para  el  señor 
Gefe  de  la  División,  comunicando  la  muerte  de  los  dos  sol- 
dados del  Batallón  6  y  poniendo  en  su  conocimiento  el  mal 
estado  de  las  caballadas  que  nos  imposibilita  el  hacer  mar- 
chas largas. 


Abril    4 


La  marcha  emprendióse  á  las  6  y  65  a.  m. 

A  las  8  y  30  dejamos  el  Limay  y  ascendimos  á  las  siesras 
para  efectuar  una  pequeña  travesía. 

Hicimos  alto  á  las  9  continuando  la  marcha  después  de  30 
minutos. 


—  889  — 

A  las  t  O  entramos  á  un  cajón  regado  por  varias  vertientes 
y  arroyuelos  que  nos  condujo  al  arroyo  Yaialancurá,  al  que 
llegamos  á  las  U  a.  m.  y  le  seguimos  costeando. 

A  las  11  y  46  nos  detuvimos  y  continuamos  nuestra  mar- 
cha á  las  12,  hasta  la  1  p.  m.  que  hicimos  alto  y  campamos 
en  la  costa  del  mencionado  arroyo  á  las  dos  y  media  leguas 
del    Caleufú,  en  parage  abundante  de  pastos. 

Jomada  de  este  dia :  5  y  media  leguas. 


Abril    ft 


Las  fuerzas  se  pusieron  en  marcha  á  las  6  y  45  a.  m., 
llegando  á  las  9  al  Caleufu  é  hicimos  alto  frente  al  paso. 

Se  dio  orden  al  Comandante  del  fortin  Batallón  6  de  Linea^ 
Subteniente  D.  Odilon  Aubone,  de  incorporarse  con  la  fuerza 
á  sus  órdenes  á  su  cuerpo,  lo  que  efectuó  después  de  una 
hora. 

El  pasage  pudo  efectuarse  con  toda  felicidad  á  caballo, 
empezándose  á  las  10  a.  m.  y  terminando  á  las  11  y  30. 

Campamos  en  la  margen  norte. 

A  la  1  p.  m.  salió  en  comisión  el  Subteniente  D.  Odilon 
Aubone  con  5  soldados,  á  fin  de  hacer  componer  los  botes  del 
paso  del  CoUon-Curá  que  se  supo  estaban  en  muy  mal 
estado. 

Jomada  :    2  y  media  leguas. 


—  640  — 


Abril  • 


Nos  movimos  á  las  6  y  45  a.  m.  y  con  una  detención  de  30 
minutos,  campamos  á  las  10  y  30  a.  m.  en  un  cajón  bañado 
por  un  arroyuelo  cortado. 

El  camino  que  hemos  tomado  se  separa  del  Caleufú,  sube  á 
las  sierras  y  sigue  teniendo  siempre  á  la  vista  el  Collon-Cu- 
rá,  atraviesa  luego  dos  valles  y  llega  al  cajón  en  donde 
campamos,  el  que  termina  en  dicho  rio;  es  abundante  en 
buenos  pastos,  pero  algo  escaso  de  agua. 

Jornada:     3  leguas. 


Abril    y 

i 

A  las  (j  y  45  emprendimos  la  marcha;  hicimos  alto  k  la^ 
8  y  50  y  la  continuamos  á  las  9  y  20. 

A  las  lo  a.  ^.  llegamos  y  cortamos  el  arroyo  Quemquem- 
tren  y  seguimos  después  costeando  el  Collon-Gurá  hasta  las 
12  a.  m.  que  estuvimos  á  la  altura  del  fortin  Svhtenienie 
Sharpha  guarnecido  por  fuerzas  de  la  segunda  Brigada. 

Allí  pasamos  dos  brazos  de  este  rio  á  caballo  y  campamos 
en  una  pequeña  isla  á  fin  de  efectuar  el  pasage  del  tercero  ó 
principal*  en  los  botes  que  al  efecto  se  hallaban  allí. 

Se  dio  principio  k  esta  operación  á  la  1  p.  m.  y  fué  inter- 
rumpida al  anochecer. 

Se  recibieron  del  Depósito  general,  70  novillos  para  el  ra- 
cionamiento de  las  fuerzas. 


—  G41  — 


Abril    9 


Al  amanener  continuó  el  pasage,  contribuyendo  poderosa- 
mente á  que  este  terminara  pronto,  los  indios  de  Huincaleo 
con  sus  botes  improvisados  con  cueros,  en  los  que  pasaban 
sus  equipos. 

A  las  12  y  30  p.  m.  se  hallaban  en  la  opuesta  margen 
todas  las  fuerzas  y  los  ganados  de  la  Brigada. 

Habiendo  recibido  orden  el  Gefe  de  la  Brigada  del  señor 
Comandante  en  Gefe  de  la  División  de  adelantarse,  á  fin  de 
preparar  en  Choele-Cboel  la  Memoria  de  la  Brigada,  entregó  el 
mando  de  ella  al  Teniente  Coronel  Graduado  Gefe  del  Regi- 
miento 7  de  Caballería  de  Línea  D.  Juan  Teirés,  á  quien  di6 
orden  de  efectuar  jomadas  cortas,  para  que  no  sufrieran 
nuestras  caballadas  ya  sumamente  extenuadas  y  se  puso  en 
marcha  á  las  3  p.  m.  acompañado  de  sus  ayudantes,  toman- 
do el  camino  que  conduce  á  la  confluencia  de  los  ríos  Limay 
7  Neuquen. 

También  se  mandó  orden  al  Comandante  Terrés  de  que  en 
sus  marchas  colocara  una  guardia  a  retaguardia  de  la  columna 
á  fin  de  que  condujera  los  animales  rezagados. 

Qtmptmmxto  «d  maidiA.  Abril  9  da  188S. 

Al/redo  de  la  Croce. 
Pái^cios. 


n 


ESTUDIOS  TOPOGRÁFICOS 


Instalación  de  Fuertes  y  puestos  avanzados,  planteacion 
de  un  pueblo  sobre  la  costa  del  Chimehuin,  informes, 
plano,  etc.  etc. 


Cumcnm-Nieieu,  Muivo  I'  do  1S33. 


Al   8eñor  Gefe  de  la  stíjunda  Brigada,   Coronel  Don  Enrique 
Godoy. 


La  comisión  que  suscribe  tiene  el  honor  de  adjuntar  á 
V.  S.  el  informe  y  croquis  de  la  parte  de  la  Cordillera  recor- 
rida, desde  los  parages :  '"Pulmarí"  hasta '^  Huefchú-hué-hué", 
encomendados  al  estudio  de  esta  Comisión. 

£1  corto  tiempo  de  que  hemos  dispuesto  y  exijencias  del 
servicio,  no  han  permitido  que  la  Comisión  haya  andado 
junta,  como  k  V.  S.  le  consta,  nos  hace  ser  muy  lacónicos  en 
el  informe,  contrario   á  nuestros  deseos. 

Los  parajes  "Pulmarí"  y  *  Huefchú-hué-hué"  solo  han  sido 
estudiados  por  el  ingeniero  Brondsted,  cuyo  informe  vá  por 
separado. 

Los  fortines  construidos  en  los  parajes  denominados  "^  Ma* 
muil-Malal "  y  "  Huefchú-Lauquen "  se  ha  permitido  la  Comi- 
sión denominarlos:  al  primero,  ''Capitán  Crouzeilles"  y  al 
segundo,  *^  Teniente  Lescano "  y  esperamos  que»  en  vista  del 
modo  heroico  como  han  sucumbido  esos  dos  oficiales  valien- 
tes, sea  de  su  aprobación. 

Al  adjuntar  á  V.  S.  el  croquis  del  campamento  que  queda 
g&amecido  por  el  Regimiento  5^  de  Caballería  y  futuro  pue- 


—  646  — 

blo  por  sa  delineacion,  la  ComiBioii  se  hace  un  honor  en 
pedirla  V«  8.  se  denomine:  pueblo  "General  Frias",  pues 
creemos  que  los  servicios  prestados  á  la  Patria  por  este  valiente 
guerrero  de  nuestra  independencia,  merecen  se  le  recuerde 
con  el  nombre  de  un  pueblo,  al  pié  de  las  nevadas  Cordi- 
lleras que  tantas  veces  en  su  juventud  habrá  cruzado  en 
defensa  de  su  patria,  y  hoy  creemos  ha  llegado  él  momento 
de  que  se  le  inmortalize  k  la  edad  de  83  afios  que  cuenta, 
habiendo  dedicado  al  servicio  de  la  República  69  de  ellos. 

Creemos  innecesario  hacer  una  resefia  de  los  servicios  pres- 
tados por  este  viejo  soldado,  pues  su  foja  de  servicios  es 
bien  conocida  y  no  dudamos  de  que  V.  S.  esté  bien  enterado 
de  ella. 

Dios  guarde  á  V.  S. 

(  Miguel  E.    Vidal — Benjamin   Moriian 

— Jorge  Brond$Ud. 


INFORME 


De  la  C««i8ira  Mmbrada  para  praetiear  estadios  estraté 
Sieas  j  tapagrifleas  sebre  la  Carlillera  de  los  Andes 


Dando  cumplimiento  á  las  instrucciones  recibidas  el  iS  de 
Enero  ppdo.»  informa  esta  Comisión  á  V.  &  de  la  parte 
recorrida  y  estudiada;  no  habiendo  tenido  tiempo  suficiente 
para  estudiar  á  Tulmarí*  y  '^ Huefchu-huéhué ^  por  baber 
estado  el  Presidente  de  la  Comisión  ocupado  en  los  adelantos 
del  campamento  en  '^  Cumcum-Nieieu '^  y  el  Sargento  Mayor 
D.  Miguel  Vidal  en  comisión  la  mayor  parte  del  tiempo,  pero 
fueron  reconocidos  y  estudiados  estos  dos  puntos  por  el  inje- 
niero  Brondsted  y  se  adjunta  el  informe  por  separado. 

De  todos  los  valles  recorridos  por  la  Comisión  no  hay 
ninguno  tan  aparente  para  el  establecimiento  de  una  Coman- 
dancia central  y  delineadon  y  asiento  de  un  pueblo,  como  el 
valle  de  "^  Gumcum-Nieieu  "^  en  la  costa  del  rio  Chimehuin. 

Este  valle  se  encuentra  nueve  leguas  al  NO.  del  campa- 
pamento  de  "  Gollon-Curá  ^  donde  actualmente  se  encuentra 
la  Brigada  y  como  k  cinco  leguas  y  media  del  lago  **  Huef- 
chú-Lauquen  *"  y  ocho  de  ''Mamuil-Malal '^ ;  tiene  una  estén- 
sion  de  legua   y  cuarto  de   largo  de    Norte   á  Sud  y  media 


—  648  — 

legua  mas  ó  menos  de  ancho  de  Este  á  Oeste,  es  de  mny 
buenos  campos  para  la  cria  de  ganado  y  de  excelente  calidad 
para  la  agricultura,  etc.,  etc. 

El  rio  "Chimehuin^  corre  por  la  parte  Este  v  Norte  del 
valle,  sus  márgenes  están  pobladas  de  montes  y  bosques  mas 
¿  menos  espesos  y  de  muy.  buena   madera. 

En  continuación  de  este  valle,  se  encuentran  otros  de  cam- 
pos lindísimos  como  son :  el  valle  del  '^  Cumié  ^  al  Sud  como 
á  una  legua  de  **  Cumcum-Nieieu " ;  el  de  **  Cujincó  **  con 
magníficos  campos  como  lo  significa  el  nombre  de  **  Arroyo 
de  la  Hacienda'',  dado  por  los  indios;  esto  valle  se  estien- 
de en  dirección  Nor-Este. 

Al  NO.  de  "  Cumcum-Nieieu  **  se  estiende  otro  valle ;  el  de 
^Ghimehuin*'  es  mas  angosto  que  el  primero  pero  de  buenos 
campos  y  mucho  monte  de  buena  madera. 

Al  Norte,  hasta  el  rio  ''Mallieu'',  es  casi  una  continuación 
de  valles  fértiles  llamados:  "Palí  tué"  y  **  Pigui-Cháf "  ;  tam- 
bién al  Este,  por  el  otro  lado  del  **  Chimehuin  **  hay  un  pe- 
queño valle  de  superiores  terrenos  para  agricultura. 

Como  punto  central,  es  difícil  encontrar  un  lugar  estraté- 
gico á  la  vez  que  muy  á  propósito  para  la  formación  de  una 
población  agrícola,  en  esta  parte  de  la  Cordillera. 

Aquí  mismo  y  muy  cerca  de  este  punto  se  unen  los  prin^ 
cipales  caminos,  como  se  demuestra  en  el  croquis  que  se 
adjunta:  el  de  "Pulraarí^  ** Mamuil-Malal ",  lago  **Huefchú. 
Lauquen  **  y  **  Chapelcó  **  por  el  Noite  y  del  campamento 
^  CoUou-Curá  ^  por  el  Sud.  Todos  estos  caminos  se  dominan 
do  este  punto. 

El  paso  del  "Chimehuin*,  al  Norte  de  éste,  llamado  "  Oum- 
cumillo**,  es  ancho  pero  de  poca  profundidad,  pudiéndose  pasar 
«lempre  á  caballo 

Los  dos  fortines  construidos  están  situados  sobre  los  dos 
principales  caminos  que  vienen  del  paso  de  la  GorAiltorft  a 
*  Villarica "  en  Chile,   especialmente   el  fortin  establecido   en 


—  649  - 

el  valle  de  '^Mamuil-Malal'',  es  de  gran  importancia  por  ser 
el  camino  que  pasa  por  este,  el  mejor  y  mas  transitado.  £1 
otro  camino  qne  pasa  por  donde  está  situado  el  fortín  cons* 
tmido  á  orillas  del  lago  '^  Haefchú^Lauquen  "^  por  el  lugar 
llamado  "'Cumuyui'^  es  de  muj  difícil  tránsito,  á  causa  de 
un  desfiladero  muy  malo  cerca  del  fortín. 

£1  camino  que  pasa  por  el  Sud  del  lago  "  Huefchú-Lau- 
qnen ",  es  también  dificultoso  su  tránsito,  siendo  necesario  en 
algunas  partes  tener  que  efectuar  el  pasaje  á  pié,  es  Ueno  de 
desfiladeros  malísimos  y  de  pantanos  muy  grandes. 

£1  valle  de  ''Mamuil-Malal"  tiene  como  dos  leguas  y  media 
de  largo  y  una  de  ancho,  que  varía  de  un  cuarto  de  legua 
á  tres  cuaitos ;  tiene  muy  buenos  campos  en  una  gran  parte 
y  especialmente  en  donde  está  situado  el  fortin,  en  sus  orillas 
tiene  montes  de  robles,  nieré,  pinos  y  otras  maderas  de 
construcción  en  gran  abundancia,  pero  como  este  valle  está 
situado  á  una  altura  de  800  metros  sobre  el  nivel  del  mar^ 
se  cubre  de  nieve  en  el  invierno  y  queda  intransitable. 

De  un  fortin  á  otro  hay  un  camino  que  pasa  por  sobre 
cen*os  de  bastante  altura,  pero  es  bueno  y  sin  dificultad  al- 
guna, tiene  grandes  montes  de  ciprés,  robles,  nieré  y  algunos 
pinos  y  tiene  un  trayecto  de  cuatro  leguas  y  media  de  un 
fortin  á  otro. 

Del  fortin  situado  en  *"  Mamuil-Malal  "^  al  valle  de  '^  Cum- 
cum-Nieieu"  hay  ima  distancia  como  de  nueve  leguas,  y  del 
fortin  en  '^  Huefchu-Lauquen "  siete  leguas  y  media. 

Otros  valles  de  importancia  recorridos  por  la  Comisión  son 
los  dos  que  se  encuentran  al  Norte  y  Sud  del  lago  *"  Huefchú- 
Lauquen'';  el  terreno  de  estos  valles  es  muy  fértU  y  tiene 
una  vegetación  estraordinaria,  pero  son  de  una  ostensión  muy 
pequeños,  y  como  son  encajonados  entre  montañas  altas  y 
desfiladeros  por  todas  partes,  siendo  ademas  cubiertos  por 
la  nieve  en  el  invierno,  no  merecen  ser  habitados  en  esta  es  • 
taciooi 

82 


—  650  — 

El  Talle  del  "  Qaemqaemetreo  **  tíene  una  esteosion  de  mas 
de  cuatro  leguas  de  Este  á  Oeste,  y  tres  cuartos  de  legua 
de  ancho  de  Norte  á  Sud,  siendo  mas  al  Ooste  un  poco  mas 
angosto;  tiene  en  su  mayor  parte  buenos  campos,  pero  tam- 
bién lugares  grandes  muy  estériles. 

Por  la  orilla  del  arroyo  que  dá  muchísimas  Tueltas  y  se 
divide  en  varios  brazos,  tiene  pequeños  montes  de  chacay  y 
otros  árboles.  Por  el  valle  pasa  un  camino  que  vá  á  **  Cha- 
peleó"  y  al  lago  Tiajará/ 

£1  valle  "Nereim-Có",  antigua  residencia  do  Ñancucheot 
sale  del  valle  del  Chimehuin  por  la  parte  Norte,  tiene  una 
legua  y  tres  cuartos  do  largo  y  un  poco  mas  de  un  cuarto  de 
legua  de  ancho,  teniendo  solamente  en  la  boca  del  arroyito 
que  corre  por  este  vallo,  el  ancho  de  media  legua;  tiene 
exelente  pasto,  pero  falta  totalmente  montes. 

Por  este  valle  pasa  un  camino  que  va  á  "Cumcum-Níeieu'* 
encontrándose  en  su  trayecto  pequefios  valles  y  quebradas 
con  muy  buena  agua  y  pastos. 

Es  cuanto  tiene  que  informar  al  respecto  la  Comisión,  por 
ser  esto  lo  reconocido  y  estudiado. 


Miguel  K  Vidal -^Benjamin  Moritan 
—Jcrg%  BrcndiUd. 


RELACIÓN 


Be  Un  trabi^fs  efeetiaios  ei  el  ettmpaHentd  en  Cui- 
ein-Nieiett  y  en  los  paripés  deneiiiiiades :  Mumil- 
Malal  7  Iiefelii-LaiqaeB. 


BW  <:UMCUM-IVIBIBU 


MtamtOHa  oe 

rl  Batallóla 
nea.    • 


'  4  Ranchos  para  oficiales,  de  3  metros  por  3. 

i«MufajM>ri  10  Ranchos  para  tropa  de  igaal  dimensión. 

ngdmLi'J  1  Ramada  de  15  metros  de  largo  por  5  de 

'  *  '  '  i  ancho,  para  cuerpo  de  guardia  y  calabozo. 


1  Pozo. 


el  Regimientos 
Caballtria 


bporl 


6  Ranchos  para  oficiales,  de  5  metros  de  lar- 
go por  4  de  ancho,  con  paredes  de  barro. 
10  Ranchos  para  tropa,  de  3  metros  por  3. 
1  Pozo 
Madera  para  construir  grandes  cuadras. 


MnHwama  oeupada  por 
to9  Imdiot  Amigo9.  . 


15  Ranchos  de  4  ¿  5  metros  de  largo  j  de  3 

&  4  de  ancho. 
1  Corral  de  15  metros  de  di&metro. 
1  Pozo. 


JTortim  eoiutrmdo  en 
In  MSMcoiM  dd  Re- 
gianento  V* .  .    . 


44  Metros  de  largo  por  16  ite-  «ncbo  interior- 
mente con  un  parapeto  de  2  1|2  metros  de 
altura  j  rodeado  de  una  za^ja  de  2  li2 
metros  de  ancho  por  2  de  profundidad. 


Corral. 


—  652  — 

1  Corral   de   60  metros  de  largo   por  50  de 
ancho,  de  palos  á  pique,  dividido  en  dos. 


/v*a//rm« I    2  Pisaderos  con  16,000  adobes  cortados. 


42  Manzanas  de  100  metros  por  100 — delineadas 
41  Quintas  de  200  metros  por    200^-        id 
f   47  Chacras  de  400  metros  por  200—        id 


T^rrfno» |   41  Quintas  do  200  metros  por    200—        id 


V  o  1^  T  I IV  B  • 


Los  fortines  uituados  en  *"  Mamuil-Mftlal  "^  y  ^Huefchú-Lau- 
quen''  tienen  las  dimensiones  siguientes:  16  metros  de  largo 
por  10  de  ancho  para  construcción  de  ranchos  para  oficial  y 
tropa,  con  dos  baluartes  de  3  y  medio  metros  de  altura. 

TJn  corral  de  15  metros  por  15,  de  palos  á  pique,  á  cada 
lado  del  fortin.  La  parte  ocupada  por  los  ranchos  es  sepa- 
rada de  estos  por  una  palizada  de  gruesos  pinos.  Todo 
esto  rodeado  por  una  zanja  de  2  y  medio  metros  de  ancho 
por  1  y  medio  de  profundidad,  teniendo  cada  fortin  puente 
levadizo. 


Cumcum-Nieieu,  Mano  1^  de  1883. 


Benjamín  Montan. 


ITINERARIO 


Y  novedades  de  la  fuerza  que  á  las  órdenes  del  Teniente 
Coronel  Don  Juan  G.  Díaz,  opera  actualmente  sobre 
Pulmary  y  sus  inmediaciones. 


r 


ITINERARIO 


De  la  aareba  j  •peraeiraes  ejeeita4t8  par  la  CaaisiM 
al  aanda  del  qae  firma,  desde  el  2  de  Febrero  del 
corriente  afio,  hasta  el  28  del  misflio. 


FelbreM  9  de  f  ^^S 


A  las  4  y  30  p.  m.  de  este  dia  me  puse  en  marcha  á  la 
cabeza  de  4  oficiales»  60  de  tropa  y  7  indios  de  la  tribu  de 
Manquiel,  repartidos  de  la  manera  siguiente : 

2  oficiales  y  16  de  tropa  del  Batallón  2  de  Línea;  1  oficial 
y  SO  de  tropa  del  Regimiento  2  de  Caballería  y  1  oficial  y 
26  de  tropa  del  Regimiento  6^. 

La  dirección  llevada  es  como  sigue:  una  legua  al  N*,  dos 
leguas  al  SO.,  1  y  media  legua  al  K  Campé  á  las  9  p.  m 
á  orillas  del  rio  Chimehuin.  Trayecto  recorrido :  4  y  media 
leguas.    Campos  regulares.    Noche  sin  novedad. 


—  656  — 


Febrera   S 


A  las  4  y  46  a.  m.  me  puse  en  marcha  con  rumbo  al  N. 
pasando  el  rio  Chimehuin,  dejando  á  la  izquierda  el  arroyo 
Nercum-có ;  alto  á  las  6  y  46  a,  m.  en  el  arroyo  Quilché-Na- 
quem;  en  la  costa  de  dicho  arroyo  existen  dos  tolderías  aban- 
donadas; continué  la  marcha  á  las  7  y  16,  campando  k  las  8 
y  30  a.  m.  en  Husichá-hué.  Camino  recorrido  3  leguas» 
Campos  buenos. 

A  las  3  y  46  p.  m.  emprendí  nuevamente  la  marcha;  des- 
pués de  haber  marchado  una  legua  al  N.  el  rumbo  pasa  al 
O.,  volviendo  al  N.  después  de  otra  legua.  A  las  6  y  30  p. 
m.  paso  el  arroyo  Palitué,  campando  á  las  7  y  16  en  el 
Malleu.  Trayecto  recorrido:  4  leguas  próximamente.  Cam» 
pos  buenos.    Noche  sin  novedad. 


Febrero  4 


Me  puse  en  marcha  á  las  4  y  30  a.  m.  con  rumbo  al 
NO.  Pasando  el  arroyo  ''Huá-hún'*  á  las  7  y  10,  campando 
á  las  9  y  20  a.  m.  á  orillas  del  arroyo  "  Futa-Lelfún ".  Tra- 
yecto  recorrido:  6  leguas  por  un  camino  malo.  Campos  regu- 
lares. A  las  3  y  30  p.  m.  emprendí  nuevamente  la  marcha^ 
pasando  á  las  4  y  30  el  arroyo  ''Hueza-gun''.  Empiezan  lo» 
montes  de  pinos.  Campé  á  las  6  y  20  p.  ro.  en  ''Buea- 
ñamcú ^'.  Camino  receñido:  3  leguas.  Campos  regulares. 
Noche  sin  novedad. 


1 

I  -657- 


i 


Velirero  ft 


A  las  4  y  30  a.  m.  me  puse  en  marcha  con  rumbo  al  NO. 
á  las  5  y  15  desprendí  al  Teniente  Sontag  con  6  soldados, 
en  busca  de  unos  indios  tomados  por  el  capitanejo  baqueano 
que  habia  sido  desprendido  al  encontrar  rastros.  A  las  6  a. 
m.  campé  en  Nahuel-Mapí;  á  las  7  y  30  regresó  el  Teniente 
Sontag  conduciendo  6  de  chusma.  Camino  receñido :  1  legua. 
Buenos  campos. 

Marché  de  nuevo  á  las  3  y  30  p.  m.  con  nimbo  al  NO. 
habiendo  desprendido  una  comisión  para  hacer  una  batida  en 
los  piñales ;  campé  á  las  4  y  15  en  el  arroyo  Mallo-hé,  des- 
pués de  un  trayecto  de  una  y  media  legua,  teniendo  que 
hacer  noche  en  este  punto  por  la  demora  de  la  comisión  des- 
prendida, la  que  se  incorporó  como  a  las  6  p.  m.  Campo 
regular.    Pasó, la  noche  sin  novedad. 


Febrera  • 


Marché  á  las  4  y  40  a.  m.  con  rumbo  al  NO  pasando  el 
arroyo  Quillen  á  las  7  y  50,  y  campando  á  las  9  y  30  a.  m. 
en  Huéculle,  después  de  un  trayecto  de  5  leguas.  Campos 
buenos. 

Alas  6  y  media  p.  m.  desprendí  al  ayudante  Robles  con 
el  piquete  de  su  cuerpo  con  el  fin  de  llegar  á  la  madrugada 
á  Bucachoroi,  suponiendo  que  allí  se  encontraban  indios. 
Noche  sin  novedad. 


83 


--  (J58  — 


Febrero   9 

Emprendí  la  marcha  á  las  3  y  40  a.  m.  con  i-umbo  al  NO. 
campando  á  las  9  á  inmediaciones  de  la  laguna  Rucachoroii 
por  no  haberse  incorporado  el  Ayudante  Robles.  A  las  11  y 
30  a.  m.  llegó  dicho  oficial  con  la  noticia  de  haber  encontrado 
rastros  frescos. 

El  camino  recorrido  en  este  dia  es  muy  montañoso  y  se 
cree  sea  impasable  en  invierno,  si  se  tiene  en  cuenta  la  altu- 
ra á  que  se  encuentra  y  la  cantidad  de  nieve  que  tiene  aún 
ahora  mismo.  La  distancia  recorrida:  es  próximamente  tres 
leguas.  A  las  4  y  45  p.  m.  me  puse  en  marchai  tomando  al 
O.  con  el  ñn  de  seguir  los  rastros  frescos,  quedando  en  Ru- 
cachoroi  el  Ayudante  Robles  con  25  hombres,  á  cargo  de  las 
caballadas  y  reses.  Campé  k  las  6  y  30  p.  m.  á  la  punta 
S.  de  la  laguna.  A  las  7  y  30  se  desprendieron  dos  bombe- 
ros indios.  A  las  8,  observé  un  fogón  en  una  sieiTa  al  frente 
del  campamento.  Lluvia  copiosa  y  truenos  desde  las  7  y  30 
hasta  las  10  p.  m.  En  resto  de  la  noche  sin  novedad.  Cami- 
no recorrido :  una  legua. 


Febrero  S 

Me  puse  en  marcha  á  las  6  a.  m.,  subiendo  la  sierra 
donde  en  la  noche  anterior  se  habia  visto  fuego,  parecía  im- 
posible treparla  por  el  mucho  declive  y  espesura  del  bosque; 
debido  á  esto  no  encontramos   el  fogón. 

Llegaron  los  bomberos  despachados  anoche  con  la  noticia 
de  que  los  indios  hablan  abandonado  el  dia  anterior  el  paraje 
donde  estaban.    Campé  á   las   9  y  30  a.    m.   á  orillas    del 


é 


—  659  — 

arroyo  Muichen,  que  sale  de  la  laguna  con  objeto  de  dar 
descanso  á  las  muías  y  seguir  la  rastrillada.  A  las  11  mandé 
un  chasque  al  Ayudante  Robles  para  que  el  dia  siguiente 
marchase  á  Pulmarí.  A  las  11  y  30  a.  m.  marché  al  trote 
siguiendo  los  rastros,  á  las  2  y  media  p.  m.  mandó  avisar  el 
capitanejo  que  se  avistaban  los  indios ;  inmediatamente  ordené 
seguir  la  marcha  al  galope,  encontrándome  de  repente  en 
una  toldería  abandonada  pocos  momentos  antes.  Se  tomó  un 
indio  de  lanza  y  dos  de  chusma ;  mandé  buscar  rastros,  no 
pudiendo  tomar  mas  indios  por  la  espesura  de  los  montes. 

Campé  á  las  6  y  15  p.  m.  á  inmediaciones  de  los  toldos 
á  orillas  del  arroyo  Colon-có.  Trayecto  recorrido :  6  leguas. 
De  este  punto  se  desprenden  tres  caminos  para  Chile,  uno  de 
los  cuales  tomaron  los  indios  que  íbamos  persiguiendo,  inter- 
nándose en  territorio  de  la  nación  vecina  como  acostumbrado 
refugio.    La  dirección  llevada  en  este  dia  es  al  O. 


Febrero    9 


A  la  madrugada  se  tomó  una  china  que  volvía  á  los  toldos. 
Los  Tenientes  Sontag  y  Canaveri  salen  en  persecución  de  la 
chusma.  Regresó  el  primero,  mas  el  segundo  continuó  la 
persecución  á  pié.    Uno  de  los  baqueanos  se  ha  estraviado. 


Febrero    10 

A  las  5  a.  m.  salió  el  Teniente  Sontag,  conduciendo  muías 
para  el  Teniente  Canaveri,  regresando  a  las  2  y  30  p.  m.  no 
habiéndolo  encontrado.  A  las  4  p.  m.  llegó  el  Teniente 
Canaveri  con  el  resto  de  la  fuerza,  faltando  el  capitanejo  que, 
entusiasmado  en  la  persecución,  perdió  pié,  rodando  de  una 
inmensa  sierra  á  un  precipicio  donde  llegó  cadáver. 


—  660  — 

No  han  logrado  alcanzar  el  chusmage,  á  pesar  de  una  per- 
secución de  mas  de  cinco  leguas. 

A  las  6  p.  m.  emprendí  la  marcha  con  rumbo  al  NO.  llevando 
la  china  de  baqueano  y  campando  á  las  8  entre  las  lagunas 
de  Ñorquincó  y  Nompchuen  en  el  camino  que  vá  á  Chile 
después  de  una  y  media  legua  de  marcha.  El  resto  de  la 
noche  pasó  sin  novedad. 


Febrero   tt 

Marché  á  las  3  y  30  a.  m.  llegando  á  las  6  á  Benutil 
(toldos)  y  después  de  dar  una  inmensa  vuelta  por  entre  los 
pinaleS)  pasé  el  anoyo  Gurú-menú,  cuyas  aguas  tienen  un 
color  semejante  al  de  la  orchata,  campando  á  las  3  y  30  p.  m. 
^n  Purranquel,  (toldos)  que  queda  en  el  tercero  camino  á 
Chile;  marché  de  nuevo  á  las  4  y  30  p.  m.,  campaado  á  las 
8  y  30  en  Gancanem  á  orillas  de  la  laguna  Pilhué.  Trayecto 
recorrido :  16  leguas.  Buenos  campos.  Pasó  la  noche  sin 
novedad. 


Febrero  !• 

Emprendí  la  marcha  á  las  4  y  30  a.  m.  encontrando  á  las 
6  una  gran  rastrillada ;  mandé  seguirla  y  resultó  ser  el  Ayu- 
dante Robles  que  venia  ei)  nuestra  busca.  Campé  á  las  9  a.  m. 
en  la  punta  N.  de  la  laguna  Ñorquincó.  Camino  recorrido :  3 
leguas.  Marchando  de  nuevo  alas  6  p. m.  con  rumbo  al  E.i 
pasamos  el  arroyo  Coyaque,  campando  en  Pulmari  á  las  6  y 
media  p.  m.  á  orrillas  del  citado  arroyo.  Trayecto  recorrido :  2 
leguas.    Hermosos  campos.    Noche  sin  novedad. 


—  661  -- 


Fefeirer«  ts 

A  las  6  y  30  a.  m.  salieron  el  Ayudante  Bobles  y  los  Te* 
nientes  Sontang  y  Canaveri  en  comisión  á  distintos  rumbos 
con  el  objeto  de  hacer  batidas  en  los  montes  de  pinos,  si- 
guiendo yo  la  marcha  con  el  resto  de  la  fuerza.  Campé  á  las 
9  a.  m.  á  inmediaciones  de  la  laguna  Chique  al  E.  de  Pulma- 
ñj  después  de  un  trayecto  de  una  legua.  A  la  1  p.  m.  regresó 
el  Ayudante  Bobles;  á  las  6  y  30  el  Teniente  Sontang  y  i 
las  6  el  Teniente  Canaveri  sin  resultado  en  sus  comisiones. 
Noche  sin  novedad. 


Febrera    14 

A  la  madrugada  se  desertó  la  china  piisionera  faltando 
igualmente  un  soldado  del  Segimiento  2  de  Caballería  que 
resultó  haberse  desertado  también.  Salió  en  descubierta  el 
Teniente  Sontang  con  un  cabo  y  dos  soldados  i  buscar  ras- 
tros. A  las  7  y  15  a.  m.  me  puse  en  marcha  campando  á 
las  8  y  15  en  el  valle  de  Pulmarí. 

Se  construyó  un  corral.  A  las  11  a.  m.  llegó  el  Teniente 
Sontang  sin  resultado  en  su  descubierta.    Noche  sin  novedad. 


Febrero   Ift 

Pasó  el  dia  como  también  la  noche  sin  haber  ocurrido 
novedad.  

Febrero  !• 

A  las  7  a.  m.  despaché  chasque  con  nota  pai-a  el  campa- 
mento de  Collón  Cura. 

A  la  misma  hora  me  puse  en  marcha  con  3  oficiales  y  33 
de  tropa  con  rumbo  al  N. ;  á  las  10  a.  m.    se  encontró   una 


-  662  — 

rastrillada  fresca  que  tomaba  al  NE.,  siguiéndola.  A  la  1 
p.  m.  llegamos  á  la  laguna  Aluminé,  nacimiento  del  CoUon- 
Curá.  Salió  de  vanguardia  el  Teniente  Canaveri  con  7  hom* 
bres^  mas  adelante  salió  en  su  protección  el  Teniente  Sontang. 
A  las  8  p.  mv  habiendo  perdido  la  rastrillada  de  estos  ofi- 
ciales, resolví  campar  á  inmediaciones  de  la  laguna  Huélitué. 
Trayecto  recorrido,  16  leguas.  Campos  malos.  No  se  incor- 
poraron los  Tenientes.    Pasó  la  noche  sin  novedad. 


Febrero   19 

A  la  madrugada  se  mandaron  dos  indios  á  buscar  la  ras- 
trillada ;  á  las  7  y  30  se  encontró  poniéndome  en  marcha  con 
dirección  al  NO.,  después  de  andar  como  legua  y  media  la 
rastrillada  volvia;  i  las  8  a.  m.  nos  rodearon  como  160  in- 
dios que  salieron  de  los  montes,  cargándonos  varias  veces,  pero 
fueron  rechazados.  Retrocedí  Hasta  un  valle  que  hay  cerca  de 
Huélitué  y  me  vi  comprometido  á  sostener  un  fuerte  combate 
con  30  á  40  chilenos  armados  con  rifles,  los  que  pretendían 
bayonetearme,  usando  de  medios  bajos  y  traidores.  Felizmen* 
te  fueron  puestos  en  vergonzosa  fuga,  dejando  6  muertos  y 
varios  heridos  recojidos  por  los  indios ;  por  nuestra  parte  per- 
dimos dos  soldados  y  uno  herido,  y  nos  arrebataron  los  pocos 
animales  que  sobrevivieron,  quedando  en  nuestro  poder  6  ri- 
fles y  bastante  munición.  £1  combate  duró  desde  las  10  y  30 
bástalas  11  a.  m.;*  á  las  11  y  30  ordené  la  retirada  llevando 
tan  solo  6  caballos,  de  los  cuales  5  heridos  y  uno  sano  que 
sirvió  para  conducir  el  herido. 

A  las  8  p.  m.  campé  en  la  laguna  Aluminé,  marchando  de 
nuevo  á  las  10  p.  m.  hasta  las  2  a.  m.  en  que  campamos  en 
la  margen  derecha  del  CoUonCurá  y  en  su  nacimiento. 


—  G63  — 


FelMPer«  t8 

Me  puse  en  marcha  á  las  5  a.  m. ;  á  las  9  y  30  me  alcanza- 
ron los  dos  Tenientes»  trayendo  2  indios  de  lanza  y  3  de 
chusma,  campando  en  el  punto  donde  se  incorporaron  dichos 
oficiales  hasta  las  4  p.  m.  que  nos  pusimos  en  marcha  enan- 
cados para  Pulmari,  donde  llegamos  á  las  9  p.  m.  El  resto 
de  la  noche  pasó  sin  novedad. 


Febrero  fl9 

Pasaron  el  dia  y  la  noche  sin  ocurrir  novedad. 


Febrero  tO 


A  las  10  a.  m.  mudamos  el  campamento  &  orillas  del  arro- 
yo Coyaque  en  el  mismo  valle  frente  á  donde  estábamos. 

A  las  9  p.  m.  se  despachó  un  chasque  para  Collón- Cura 
con  el  paite  de  los  sucesos  del  dia  17. 


Febreeo  91  y  99 

El  dia  21  pasó  sin  novedad.  A  las  12  m.  del  dia  22  llegó 
un  chasque  de  CoUon-Curá,  con  nota  y  correspondencia  y 
orden  de  permanecer  aquí.  Se  supo  por  este,  que  el  soldado 
Gómez  del  Batallón  2,  que  fué  de  chasque  el  20,  ha  desertado. 


Febrero  93  j  94 

No  ha  ocurrido  ninguna  novedad  en  estos  dos  dias. 


Febrero  9& 

A  la  1  p.  m.  llegó  el  Mayor  Vidal  con  3  oficiales  y   30  de  ^ 

tropa  para  reforzarme  con  objeto  de  practicar  nuevos  recono-  i 

cimientos,  acompaüándolo  el  practicante  Stirle  que    viene    i  ] 

curar  el  herido.  i 


—  tí64  — 


Felbrer»  M 


A  las  S  7  30  p.  m.  la  columna  compuesta  de  3  Gefes,  6 
oficiales  y  66  de  tropa,  se  puso  en  marcha  con  objeto  de 
i*econocer  el  paraje  donde  tuvo  lugar  el  combate  del  17,  cam- 
pando  en  el  Maullil  á  las  6  y  30  p.  m.  Pasó  la  noche  sin 
novedad. 


Felbrere  19 

A  las  3  y  35  a.  m.  me  puse  en  marcha  campando  á  las  7 
a.  m.  á  orillas  de  la  laguna  Aluminé.  A  las  11  y  30  a.  m. 
emprendí  nuevamente  la  marcha  campando  á  las  4  y  30  p.  m. 
á  inmediaciones  del  punto  donde  fuimos  atacados  por  los  chile- 
nos. Fui  á  reconocer  el  pariye,  acompañado  del  Mayor  Vidal 
y  de  varios  oficiales.    Noche  sin  novedad. 


Febrero  9S 

« 

A  las  )i  a.  m.  me  puse  en  'marcha;  de  regreso,  pasando  cerca 
de  la  laguna  ''Patin-mahuida*',  campando  á  las  10  a.  m.  en  el 
Aluminé.  X  las  3  p.  m.  me  puse  nuevamente  en  marcha, 
campamdo  á  las  6  y  30  p.  m.  en  "  Pehuen-Huiucul."  Pasó 
la  noche  sip  novedad. 

Polmarr,  Mano  1^  do  IW* 

Juan  O.  Diaz,