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Full text of "Colección de documentos inéditos papa la historia de España"

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COLECCIÓN 


DE  DOCWIEMOS  INÉDITOS 


PARA  LA  HISTORIA  DE  tSPAÑA. 


COLECCIOIV 


DE 


PIRA 


u  iaii3!íeM  m  23!?ñM, 


POR 


LOS  SEiÑORES  MARQUESES  DE  PIDiL  Y  DE  MIRAFLORES  ¥  D.  MIGCEL  SiLTi, 
Individuos  de  la  Academia  de  la  Historia. 


TOMO  XLI, 


MADRID. 

IMPRENTA  DE  LA  \IIDA  DE  CALERO. 
Calle  de  Saoia  Isabel,  núm.  S6. 


7^  ¡of 


i86á. 


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Cé6- 

t.lfl 


CONTINUACIÓN 


DE  LOS  DOCUMENTOS  RELATIVOS  A  LOS  llELNOS  DE 


NAVARRA,   CASTILLA   Y   ARAGÓN, 


durante  la  segQüda  mitad  del  siglo  XV. 


Copia  del  traslado  del  sobreseimiento  entre  el  rey  de  Navar- 
ra y  el  principe  su  hijo,  3  de  diciembre  de  4454. 

Archivo  general  de  Simancas. — Capitulaciones  con  Aragón  y  Na- 
varra, legajo  núm.  1.* 

Sepan  cuantos  este  público  inslrmnento  vieren  como  en 
el  año  del  nascimiento  de  nuestro  Salvador  Jesucristo  de 
mili  é  cuatrocientos  é  cincuenta  é  cuatro  años,  en  la  cib- 
dad  de  Borja ,  que  es  en  el  regno  de  Aragón ,  á  saber  es; 
dia  martes  que  se  contaron  tres  dias  del  mes  de  diciembre 
dentro  de  una  cámara  de  la  posada  donde  posaba  la  ilustrí- 
sima  é  muy  virtuosa  señora  doña  María,  reina  de  Aragón 
é  de  las  dos  Secilias,  é  en  presencia  de  su  alteza  é  mi  se- 
cretario prolonotario  é  notario  público,  é  de  los  testigos  de 
yuso  nombrados,  fueron  personalmente  constituidos  el  ilus- 
trísimo  principe  é  señor  D.  Jolian  ,  rey  de  Navarra,  infante 
é  gobernador  general  de  Aragón  é  de  Sécula,  en  nombro  é 


6 

así  como  á  logar  teniente  general  del  serenísimo  príncipe 
D.  Alfon,  rey  de  Aragón  é  de  las  dos  Secilias,  é  así  como 
rey  de  Navarra  é  en  su  propio  nombre  de  la  una  parte ,  é 
el  muy  honorable  é  discreto  Enrrique  de  Figueredo,  guar- 
da é  vasallo,  é  en  nombre  é  como  procurador  del  ilustrísi- 
mo  príncipe  é  señor  don  Enrrique,  rey  de  Castilla  é  de  León 
de  la  otra  parte ,  habiendo  para  esto  pleno  é  bastante  poder 
del  dicho  señor  rey  de  Castilla ,  por  virtud  de  una  carta  su- 
ya de  poder  que  ende  tenia  é  demostró,  firmada  de  su  nom- 
bre é  con  su  sello  sellada ;  é  otrosí ,  el  muy  honorable  é  dis- 
creto don  Pedro  de  Rulia ,  doctor  in  utroque,  alcalde  de  la 
corte,  é  así  como  procurador  del  ilustre  señor  don  Carlos, 
príncipe  de  Viana  de  otra  parte,  habiendo  para  esto  pleno 
é  bastante  poder  del  dicho  señor  príncipe  de  Viana  por  vir- 
tud de  una  carta  suya  de  poder  que  ende  tenia  é  demostró, 
firmada  de  su  nombre,  é  con  su  sello  sellada  é  signada  de  su 
secretario  é  escribano  público,  las  cuales  cartas  de  poder 
del  dicho  señor  rey  de  Castilla  primero ,  é  después  del  dicho 
señor  príncipe  don  Carlos,  de  palabra  á  palabra  son  de  la 
forma  é  tenores  siguientes : 

"Don  Eryrique  por  la  gracia  de  Dios,  rey  de  Castilla, 
de  León,  de  Toledo,  de  Gallicia,  de  Sevilla,  de  Córdoba, 
de  Murcia,  de  Jahen,  del  Algarbe,  de  Algeciras,  é  señor 
de  Vizcaya  é  de  Molina.  Por  cuanto  por  causa  de  las  disen- 
siones, é  diferencias  é  debates  acaescidos  entre  nos  é  los 
muy  ilustres  reyes  de  Aragón  é  Navarra ,  nuestros  muy  ca- 
ros é  muy  amados  tios,  é  nuestros  regnos,  é  tierras,  é  se- 
ñoríos, é  vasallos,  é  subditos,  é  naturales  dellos  fueron  fe- 
chos, firmados  é  jurados  por  el  muy  ilustre  de  gloriosa  me- 
moria rey  D.  Johan,  nuestro  señor  é  padre,  cuya  ánima 
Dios  haya,  mediante  la  muy  ilustre  doña  María,  reina  de 
Aragón  é  de  las  dos  Secilias,  nuestra  muy  cara  é  muy  ama- 


da  lia ,  ciertos  capítulos  de  sobreseimiento  de  guerra  é  de 
otras  cosas  en  aquellos  espresadas,  de  que  largamente  en 
aquellos  se  face  mención ,  los  cuales  después  del  glorioso 
tránsito  del  dicho  rey,  nuestro  señor  é  padre,  fueron  confir- 
mados, é  aprobados  é  jurados,  asi  por  nos  como  por  la  dicha 
reina  nuestra  muy  cara  é  muy  amada  lia ,  é  asimesmo  por 
el  dicho  rey  de  Navarra  nuestro  muy  caro  é  muy  amado 
tio,  por  sí  é  como  gobernador  del  dicho  regno  de  Aragón  é 
logar  teniente  general  del  dicho  rey  de  Aragón,  nuestro 
muy  caro  é  muy  amado  tio,  de  que  mas  largamente  se  fa- 
ce mención  en  los  instrumentos  que  en  esta  razón  pasaron, 
que  son  firmados  de  nuestros  nombres  é  sellados  con  nues- 
tros sellos,  después  los  cuales,  mediante  la  dicha  muy  ilus- 
tre reina,  nuestra  muy  cara  é  muy  amada  tía,  é  otrosí  el 
dicho  justicia  de  Aragón  son  por  ellos  movidas  é  comenza- 
das á  se  fablar  é  tractar  algunas  cosas  tocantes  á  la  cesa- 
ción de  los  dichos  debates,  c  discordias  é  diferencias,  é  pa- 
ra la  ejecución  de  aquellas,  porque  el  tiempo  del  dicho  so- 
breseimiento se  cumple  en  breve,  conviene  aquel  ser  pro- 
rogado;  é  porque  en  esta  parte  haya  logar  de  se  facer  lo 
que  cumple  á  servicio  de  Dios  é  á  bien  común ,  é  paz  é 
concordia  de  todos,  é  por  evitación  de  los  escándalos  é  in- 
convenientes que  de  lo  contrario  se  podrían  seguir ,  por  la 
presente  confiando  de  la  prudencia  é  legalidad  de  vos  el 
nuestro  fiel  Enrriquede  Figueredo,  nuestro  guarda  é  vasa- 
llo, vos  damos  é  otorgamos  hbre  é  llenero,  complido  é  bas- 
tante poderío  para  que  por  nos  é  en  nuestro  nombre  é  de 
nuestros  regnos,  é  tierras,  é  señoríos,  ó  vasallos,  é  subdi- 
tos é  naturales  dellos,  podados  prorogar  é  proroguedes  una, 
dos  é  mas  veces  el  dicho  sobreseimiento  por  el  tiempo  ó 
tiempos  que  á  vos  visto  fuere,  seyendo  fecha  esa  mesma  pro- 
rogacion  ó  prorogaciones,  é  en  esa  mesma  forma  é  con  esas 


8 

raesmas  cualidades  por  las  otras  partes  á  quien  tañe,  la 
cual  prorogacion  ó  prorogaciones  se  hayan  de  facer  é  fagan 
por  los  mesmos  capítulos  é  so  las  mcsmas  penas,  é  firme- 
zas, ó  inslrurncnlos,  é  votos,  é  pleitos,  é  homenajes  é  re- 
nunciaciones contenidas  en  ios  capítulos  é  instrumentos  del 
dicho  sobreseimiento.  E  nos  desde  agora  lo  facemos  é  olor- 
gamos  segund  é  por  la  forma  é  manera  que  vos  en  nuestro 
nombre  las  ficierdes  é  otorgardes,  é  con  aquellas  mesmas 
cláusulas  é  firmezas,  aunque  aquellas  sean  de  tal  natura  é 
cualidad  que  requieran  haber  nuestro  especial  mandado,  é 
nos  obligamos  por  nos  é  por  nuestros  regnos,  é  tierras,  é 
señoríos,  é  subditos,  é  vasallos  é  bienes,  así  fiscales  como 
patrimoniales,  é  otros  cualesquier,  de  lo  haber  por  firme, 
estable  é  valedero  para  siempre  jamás,  segund  é  en  la  ma- 
nera que  vos  por  nos  é  en  nuestro  nombre  lo  ficierdes  é  otor- 
gardes, é  en  nuestra  ánima  lo  juráredes  é  promeliéredes  de 
non  ir,  ni  venir,  ni  pasar,  ni  consentir  ir  ni  pasar  contra 
ello,  ni  contra  cosa  alguna  ni  parte  dello,  agora  ni  en  al- 
gund  tiempo.  E  así  lo  prometemos  é  juramos  en  nuestra 
verdadera  palabra  efe  real,  é  mandamos  á  todos  nuestros 
subditos  é  naturales  de  cualquier  estado  ó  condición,  pre- 
eminencia ó  dignidad  que  sean,  que  lo  guarden ,  é  observen 
é  cumplan  en  todo  é  por  todo  segund  é  por  la  forma  é  ma- 
nera que  vos  por  nos  é  en  nuestro  nombre  lo  prorogáredes, 
é  ficierdes  é  otorgáredes  como  dicho  es,  é  que  no  vayan, 
ni  pasen  ,  ni  consientan  ir  ni  pasar  contra  ello  ni  contra  co- 
sa alguna  ni  parte  dello,  m  las  penas  en  el  dicho  instru- 
mento contenidas,  de  lo  cual  mandamos  dar  la  presente 
firmada  de  nuestro  nombre  é  sellada  con  nuestro  sello.  Da- 
da en  la  villa  de  Arévalo  treinta  é  un  dias  de  otubre,  año 
del  nascimiento  de  nuestro  Señor  Jesucristo  de  mili  é  cua- 
Irocienlos  é  cincuenta  é  cuatro  años. — Yo  el  Rev. — Yo  el 


9 

doctor  Fernando  Dias  de  Toledo,  oidor  é  referendario  del 
rey  su  secretario,  la  fiz  escribir  por  su  mandado." 

"Sea  manifiesto  á  todos  que  nos  diarios  por  la  gracia 
de  Dios  principe  de  Viana,  señor  propietario  del  regno  de 
Navarra,  duque  de  Neinos  é  de  Gandía,  acatando  como 
entre  el  señor  rey  D.  Johan  de  Castilla,   nuestro  lio,  de 
gloriosa  memoria,  á  quien  nuestro  señor  perdone,  por  sí  é 
por  el  muy  illustre  príncipe  é  muy  excelso  rey,  é  nuestro 
muy  preciado  señor  primo  don  Enrrique ,  por  la  gracia  de 
Dios  rey  de  Castilla  é  de  León,  las  horas  príncipe  su  fijo,  é 
sus  regnos,  tierras  é  señoríos,  subditos  é  naturales  dellos, 
é  asimesmo  en  nombre  nuestro  é  por  nos  é  por  las  cibdades, 
villas  é  fortalezas,  tierras  é  subditos  nuestros  deste  dicho 
nuestro  regno,  estantes  en  nuestra  obediencia  de  la  una 
parle,  é  el  muy  alto  é  muy  excelente  príncipe  é  muy  re- 
dutable  señor  é  padre,  el  señor  rey  don  Juan  por  sí  é  por  las 
cibdades,  villas,  logares,  tierras  é  pueblos  que  están  por 
él  en  este  dicho  regno  nuestro,  é  asimismo  como  logar  te- 
niente general  del  serenísimo  príncipe,  é  mi  mucho  honrado 
é  preciado  señor  lio  el  señor  rey  de  Aragón  é  de  las  dos  Se- 
cilias,  é  por  los  regnos  de  Aragón,  é  Valencia,  é  los  sub- 
ditos é  naturales  de'los,  mediantes  el  magnífico  mosen  Fer- 
rer  de  Lanuza,  justicia  de  Aragón,  su  legítimo  procurador 
para  ello  constituido,  de  la  otra  interviniente  la  muy  escla- 
recida é  muy  excelente  princesa,  é  muy  cara  é  preciada 
tia  señora  la  señora  reina  de  Aragón,  por  algund  sosiego  é 
reposo  de  las  diferencias  dislruisias  que  entre  nos  las  dichas 
partes  é  nuestros  dichos  regnos,  tierras,  é  señoríos  é  sub- 
ditos, instigante  el  negocio  de  natura,  eran  sucitadas  é  se 
continuaban  con  esperanza  de  concordia  de  aquellas  é  paz, 
hobiese  seido  tratado,  otorgado,  concluido,  fecho  é  firma- 
do sobreseimiento é  cesación  de  actos  de  guerra,  para  tiem- 


10 

po  de  un  año  en  cierta  forma  é  manera ,  é  so  ciertas  condi- 
ciones, segund  que  por  los  capítulos  del  dicho  sobresei- 
miento largamente  se  contiene ,  que  fueron  fechos  é  firma- 
dos en  la  noble  villa  de  Valladolid  á  siete  días  de  diciembre 
del  año  de  mili  é  cuatrocientos  é  cincuenta  é  tres  postrimera- 
mente pasado,  é  signados  de  las  manos  é  nombres  de  los 
dichos  señores  rey  don  Juan  de  Castilla,  á  quien  Dios  haya, 
é  reina  de  Aragón  é  de  mosen  Ferrer  de  Lanuza ,  procura- 
dor sobredicho ,  sellados  de  sus  sellos,  é  corroborados  é  sub- 
signados  de  las  manos  é  nombres  del  egregio  doctor  Ferran- 
do Diaz  de  Toledo ,  secretario  é  referendario  del  dicho  señor 
rey  de  Castilla  é  notario  en  todos  sus  regnos  é  señoríos,  é 
de  Pedro  de  Sames,  notario  apostólico  é  secretario  del  di- 
cho señor  rey  de  Aragón ,  dentro  del  cual  sobreseimiento 
por  algunas  ocupaciones  interpuestas  non  se  ha  podido  ob- 
tener concordia  alguna. 

E  por  cuanto  por  el  dicho  señor  rey  de  Castilla ,  mi  muy 
preciado  señor  primo,  asímesmo  por  la  dicha  señora  reina 
de  Aragón,  nuestra  mucho  honrada  tia  señora  nos  ha  seido 
enviado  rogar  6  encargar  por  sus  embajadores  é  cartas  que 
nos  teníamos  de  dar  logar  por  nuestra  parte  á  alguna  proro- 
gacion  del  dicho  sobreseimiento,  porque  los  fechos  non 
quedasen  en  rompimiento,  ó  la  dicha  concordia  é  paz  tanto 
deseada  se  pueda  tractar  é  haber,  queriéndonos  conformar 
con  la  voluntad  de  sus  escelencias,  confiando  plenamente  de 
la  fe ,  lealtad ,  prudencia  é  discreción  de  vos  el  bien  amado 
é  fiel  consellero  é  alcalde  de  nuestra  corte  don  Pedro  de  Ru- 
tia,  doctor  in  utroque,  quier  seades  presente  ó  no,  é  non 
revocando  los  otros  procuradores  por  nos  constituidos  é  ins- 
tituidos de  nuestra  cierta  ciencia  é  buen  grado  vos  facemos, 
constituimos,  instituimos,  creamos  é  ordenamos  procurador 
nuestro  enuncio  especial,  actor  éexpeditor,  é  de  las  cosas  in- 


li 

fraeseríptas  general  nuncio,  así  que  la  especialidad  á  la  ge- 
neralidad non  derogue,  ni  la  generalidad  á  la  especialidad, 
mas  la  una  por  la  otra  sean  roboradas  é  firmadas,  para  que 
por  nos  é  en  nombre  nuestro  hayades  é  podades  intervenir 
ante  la  dicha  señora  reina,  nuestra  tia,  junto  con  el  procu- 
rador ó  persona  habiente  poder  del  dicho  señor  rey  de  Casti- 
lla, nuestro  primo  señor,  en  la  prorogacion  facedera  del  di- 
cho sobreseimiento,  é contratar,  praticar,  concordar,  con- 
cluir ,  otorgar  é  firmar  el  dicho  sobreseimiento  ó  proroga- 
cion de  aquel  por  nos  é  en  nuestras  dichas  cibdades ,  vi- 
llas, fortalezas  é  subditos,  é  naturales  deste  nuestro  reino, 
gentes  é  parciales  estantes  en  nuestra  obidiencia  é  servicio, 
con  el  dicho  señor  rey  D.  Johan,  nuestro  padre,  ó  con  las 
persona  ó  personas  habientes  para  ello  poder  de  su  alteza 
por  sí  en  las  cibdades  é  villas,  lugares,  tierras,  pueblos, 
gentes  é  parciales  que  están  por  él  é  en  su  servicio  en  este 
dicho  nuestro  reino,  para  el  tiempo  ó  tiempos  que  fueren 
acordados ,  é  á  vos  parezcan  ser  convinientes  é  acebtos  á 
nos.,  écon  las  cualidades,  é  condiciones,  é  cláusulas,  é  obli- 
gaciones ó  provisiones,  penas,  submisiones,  estipulaciones, 
é  solepnidades ,  é  firmezas  é  juramentos  en  los  antedichos 
capítulos  del  dicho  presente  sobreseimiento  declaradas  é 
expresadas,  é  otras  eualesquier  que  á  vos  paresceran  ser 
útiles  é  complideras  á  nuestro  servicio,  é  por  razón  de  la  di- 
cha prorogacion  é  capítulos  que  dende  se  segiran,  é  farán 
facer  é  prestar  en  ánima  nuestra  eualesquier  juramentos, 
é  pleitos,  é  homenajes,  é  ver  é  facer  aquellos  á  las  otras  par- 
te ó  partes ,  c  obligar  en  general  é  en  especial  eualesquier 
bienes  nuestros ,  é  asímesnio  para  facer  en  nombre  nuestro 
é  por  nos  cualquier  requestas  é  protestas  que  al  caso  ó  ca- 
sos se  requieran,  é  á  disentir  en  lo  necesario  é  á  vos  bien 
visto,  é  cerca  de  todo  lo  sobredicho  ó  eualesquier  otras  co- 


\2 

sas  que  fueren  interese  nuestro  de  mandar  é  facer  retener, 
instar  é  haber  cartas  é  instrumentos  públicos,  uno  ó  mas, 
cuantos  bien  vistos  vos  serán  generalmente  para  todas  é 
cualesquier  otras  cosas  é  actos ,  en  é  cerca  de  las  sobredi- 
chas, é  cada  una  dellas  expedientes  é  oportunas  facer  é  li- 
bremente ejercer,  dando  é  otorgando  vos  como  vos  damos 
é  otorgamos  por  el  presente  público  instrumento,  para  en 
todas  las  cosas  sobredichas  é  cada  cosa  é  parle  dellas  con 
sus  incedentes,  dependientes  c  emergentes,  é  de  aquellas 
acesorias  en  cualquier  manera  (I),  veces  é  logar,  bastante 
é  coinplido  poder  con  plenísima  facultad,  é  libera,  é  gene- 
ral administración,  que  las  fagades  é  cumplades  como  si  nos 
personalmente  presente  seyendo  las  faríamos  é  podríamos 
faceré  complir,  aunque  fuesen  tales  que  requiriesen  haber 
mandado  mas  especial ,  prometientes  en  poder  del  notario 
é  secretario  nuestro,  infraescripto  estipulante,  élaeslipula- 
cion  é  la  obligación  en  sí  selepnemente  recibiente  en  vos  é 
en  nombre  de  todos  aquellos  é  aquellas  á  quien  pertenecerá, 
haber  por  firme,  agradable  é  seguro,  agora  é  todos  tiem- 
pos, cualquier  cosa  que  por  vos  el  dicho  D.  Pedro  de  Rutia 
en  nombre  nuestro  6  por  nos ,  en  é  cerca  de  las  dichas  co- 
sas é  cualesquier  dellas  sea  convenido  é  practicado,  trac- 
tado,  concordado,  concluido,  otorgado,  promeso ,  jurado, 
obligado,  é  firmado  c  fecho,  é  dicho  prometido,  é  aquello 
non  revocar  é  estar  á  drecho  c  pagar  la  cosa  judgada  con 
todas  sus  cláusulas  so  obligación  de  todos  nuestros  bienes 
é  rentas  habidas  é  por  haber. 

Dado  é  otorgado  fué  este  poder  en  la  nuestra  muy  no- 
ble é  leal  cibdad  de  Pamplona  el  postrimero  dia  del  mes  de 
noviembre,  lanio  del  nasciniiento  de  nuestro  Señor  de  mili 

(i)  Hay  una  palabra  que  no  su  puede  leer. 


15 

é  cuatrocientos  é  cincuenta  é  cuatro  años.  Senial  +  de  nos 
Carlos  por  la  gracia  de  Dios  príncipe  de  Viana,  señor  pro- 
pietario del  dicho  reino  de  Navarra ,  que  las  cosas  sobredi- 
chas otorgamos  é  firmamos,  é  el  presente  instrumento  pú- 
blico de  procuración  é  poder  con  nuestro  sello  al  de  yuso 
sellar  mandamos — Charles. — Testimonios  fueron  á  todo  lo 
sobredicho  presentes,  llamados  é  rogados  los  reverendos 
D.  Carlos  de  Beaumente,  protonotario  apostólico  ó  arcedia- 
no de  la  tabla  en  la  iglesia  catedral  desta  dicha  cibdad  don 
Miguel  de  Beamonte,  abad  del  monesterio  de  Jecucli  é  Mi^ 
guel  de  Haayt,  clavero  de  Asiani,  consellcros  del  dicho  se- 
ñor príncipe.  Signo  de  mí  Juan  dcMon  Real  del  dicho  prín- 
cipe nuestro  señor,. secretario  é  referendario,  é  notario  por 
su  real  actoridad  en  todo  su  regno  de  Navarra  que  á  las  co- 
sas sobredichas  á  una  con  los  dichos  testimonios,  presente 
fui  é  aquellos  en  nota  recibe  de  la  cual  el  presente  poder  é 
otorgamiento ,  é  mandado  de  su  señoría  en  pública  forma 
reduje  é  de  mi  mano  propia  é  escribí  é  cerré.  Los  cuales  di- 
chos señores  reina  de  Aragón  é  rey  de  Navarra,  é  Knrique 
de  Figueredo  é  doctor  don  Pedro  de  Rutia,  procuradores  su- 
sodichos en  los  dichos  nombres,  é  cada  uno  dellos  dijeron  é 
en  efeto  propusieron  que  por  cuanto  por  causa  de  las  disen- 
siones ,  diferencias  é  debates  acaescidos  entre  los  dichos  re- 
yes señores  reyes  de  Aragón ,  de  Castilla ,  é  de  Navarra,  é 
príncipe  de  Viana,  é  entre  los  regnos,  tierras  é  señoríos,  va- 
sallos, subditos  é  naturales  dellos  é  de  cada  uno  dellos  en 
vida  del  ilustrísimo  señor  don  Juan ,  rey  de  Castilla  é  de 
León,  de  buena  memoria,  eran  estados,  fechos,  firmados, 
otorgados  é  jurados  por  el  dicho  señor  rey  don  Johan  de  Cas- 
tilla, por  la  dicha  señora  reina  de  Aragón  é  por  el  dicho 
señor  rey  de  Navarra  en  los  dichos  nombres,  é  asimesmo 
por  el  dicho  príncipe  don  Carlos  por  él  é  por  las  tierras  é  gen- 


les  que  eran  é  son  de  su  parle  en  el  dicho  regno  de  Navar- 
ra ,  fuera  de  la  obediencia  del  dicho  señor  rey  de  Navarra 
cierlos  capítulos  de  sobreseimiento  de  guerra  á  tiempo  de 
un  año,  é  de  otras  cosas  en  aquellos  espresadas  de  que  en 
ellos  largamente  se  face  mención,  los  cuales  dichos  capítu- 
los así  jurados  é  firmados  después  fueron  personalmente  re- 
teficados  é  aprobados,  firmados  é  jurados  por  los  dichos  se- 
ñores reyes  de  Aragón  é  de  Navarra,  é  príncipe  de  Viana, 
é  aun  después  del  tránsito  dei  dicho  señor  rey  don  Juan  de 
Castilla  fueron  confirmados,  aprobados  é  jurados  por  el  di- 
cho señor  rey  don  Enrrique ,  agora  regnante  en  los  dichos 
regnos  de  Castilla,  é  por  la  dicha  señora  reina  de  Aragón, 
é  asimesmo  por  los  dichos  señores  é  príncipe  don  Carlos  de 
que  mas  largamente  eran  é  es  fecha  mención  en  los  instru- 
mentos é  recabdos  que  en  esta  razón  .pasaron,  que  eran  é 
son  firmados  de  sus  nombres ,  é  con  sus  sellos  sellados.  E 
otrosí ,  por  cuanto  el  tiempo  de  un  año  dei  dicho  sobresei- 
miento debia  finar  é  acabar,  é  finarla  é  acabaría  el  seteno 
dia  del  presente  mes  de  diciembre,  por  ende  los  dichos  se- 
ñores reina  de  Aragón  é  rey  de  Navarra ,  é  Enrrique  de  Fi- 
gueredo,  é  dolor  don  Pedro  de  Rutia,  en  los  dichos  nombres, 
é  cada  uno  dellos  por  lo  que  les  loca  é  pertenesce,  é  por 
tirar  toda  ocasión  de  escándalos  é  inconvenientes  que  se 
podrían  fácilmente  subseguir  entre  las  partes  sobredichas, 
regnos,  tierras,  subditos,  gentes  é  vasallos  de  aquellas,  é 
de  cada  una  dellas  en  grande  ofensa  de  nuestro  señor  Dios, 
é  danos  inreparables  de  los  dichos  regnos  de  Aragón ,  de 
Castilla  é  de  Navarra  por  medio  de  intervención  de  la  dicha 
señora  reina  de  Aragón. 
E  otrosí,  porque  las  cosas  que  serian  (l)por  medio  de  la 

(i)  Parece  que  aquí  falla  la  palabra  concertada  ú  otra  equivalente. 


45 

dicha  señora  reina  entre  los  diclios  señores  reyes  é  princ¡i)e 
de  una  hayan  logar  de  se  facer  é  complir  como  cumple  á 
servicio  de  Dios  é  á  bien  é  común  paz  é  concordia  de  todos, 
é  por  esquivar  los  escíindalos  é  inconvenientes  que  de  lo 
contrario  se  podrían  seguir,  dijeron  que  otorgaban  é  otor- 
garon prorogacion  del  dicho  sobreseimiento,  é  de  nuevo 
lo  firmaban  é  firmaron,  es  á  saber:  del  dicho  seteno  dia 
que  debe  finar  el  año  del  dicho  sobreseimiento  fasta  por  to- 
do el  me^  presente  de  diciembre  en  que  finará  el  año  pre- 
sente de  mil  é  cuatrocientos  é  cincuenta  é  cuatro  años, 
dentro  del  cual  tiempo,  placiendo  á  nuestro  Señor  Dios,  será 
dado  orden  é  complida  concordia  entre  las  dichas  partes, 
por  manera  que  los  dichos  señores  reyes  é  regnos  de  Cas- 
tilla, de  Aragón  é  de  Navarra,  é  príncipe  de  Viana,  tierras, 
é  subditos,  é  vasallos  dellos,  é  de  cada  uno  deilos,  venie- 
ran  en  paz  é  sosiego  6  tranquilidad,  la  cual  dicha  proroga- 
cion é  sobreseimiento  de  guerra  dijeron  que  facian,  é  ficie- 
ron ,  ó  otorgaban ,  é  otorgaron ,  ó  de  nuevo  firmaban  é  fir- 
maron en  los  dichos  nombres  é  cada  uno  dellos  los  dichos 
señores  reina  de  Aragón,  é  rey  de  Navarra,  ó  Enrrique  de 
Figueredo,  é  dotor  don  Pedro  de  Rutia  como  procuradores 
susodichos,  é  por  virtud  de  los  poderes  á  ellos  é  á  cada 
uno  dellos  dados  é  otorgados  fasta  por  todo  el  dicho  mes  de 
diciembre  inclusivamente,  con  los  mesmos  capítulos  é  so  las 
mesmas  penas,  é  firmezas,  é  juramentos,  é  votos,  é  plei- 
tos, é  homenajes,  é  renunciaciones  contenidos  é  contenidas 
en  los  capítulos  é  instrumentos  del  dicho  sobreseimiento,  é 
segund,  é  por  la  forma,  é  manera,  é  con  aquellas  mesmas 
cláusulas  é  firmezas  que  el  dicho  sobreseimiento  de  un  año 
fué  firmado  por  virtud  de  los  dichos  capítulos,  los  cuales 
dijeron  é  quisieron  las  [dichas  partes  que  fuesen  hobidos 


aquí  por  injerios  é  cncorporados ,  así  como  si  de  los  dichos 
capítulos  é  de  cada  uno  dellüs,  de  palabra  á  palabra  ahí 
fuese  fecha  expresa  mención,  por  lo  que  acata  é  acatar  pue- 
de á  las  dichas  partes  é  á  cualquier  deüas  singula  singulis 
uti  convenir  etreferendo,  el  cual  dicho  sobreseimiento  fasta 
por  todo  el  dicho  mes  de  diciembre  juxta  forma  de  los  di- 
chos capítulos  de  los  contratos  é  instrumentos  públicos  de- 
Uos  é  de  cada  uno  dellos  dispedicntcs  ó  resultantes ,  los  di- 
chos señores  reina  de  Aragón,  ó  rey  de  Navarra*  é  Enrri- 
que  é  doctor  don  Pedro  de  Rulia  en  los  dichos  nombres,  é  de 
cada  uno  dellos  dijeron  que  prometían  é  prometieron,  é  se 
obligaban  é  obligaron  de  los  tener,  guardar  é  complir,  é  de 
los  fer  tener,  guardar  é  complir  por  todos  los  rognos  ,  tierras 
é  señoríos,  subditos,  vasallos  é  gentes  de  los  dichos  regnos 
de  Aragón  ,  de  Castilla  ó  de  Navarra  inviolablemente,  so  las 
penas,  juramentos,   votos,   pleitos  é  homenajes,  é  otras 
obligaciones  generales  é  especiales  en  los  capítulos  del  di- 
cho sobreseimiento  contenidas  é  contenidos,   para  lo  cual 
todo  é  cada   cosa  é  parle  dello  tener,  guardar  é  complir, 
dijeron  que  obligaban  é  obligaron  la  dicha  señora  reina  é  el 
dicho  señor  rey  de  Navarra  todos  regnos,  tierras,  drechos 
é  bienes  del  dicho  señor  rey  de  Aragón  é  suyos,  é  el  dicho 
Enrrique  en  nombre  é  como  procurador  del  dicho  señor  rey 
de  Castilla,  é  el  dicho  dolor  don  Pedro  de  Rulia  en  nombre 
é  como  procurador  del  dicho  señor  príncipe,  los  regnos,  tier- 
ras, rentas,  drechos  é  bienes  del  dicho  señor  rey  de  Casti- 
lla, é  del  dicho  señor  príncipe  sus  principales,  donde  quier 
que  estén  é  fueren,  é  cuanto  quier  que  fuesen  previllegia- 
dos,  é  segund  é  por  la  forma  é  manera,  é  con  todas  las 
firmezas  é  seguridades,  penas  é  obligaciones  espirituales 
é  temporales,  cláusulas  é  cautelas  que  por  vigor  de  los  di- 


17 

olios  capítulos  del  dicho  sobreseimiento ,  así  por  los  unos 
como  por  los  oíros  que  los  firmaron,  otorgaron  é  (I) 
fueron  asignados  especial  ó  generalmente  obligados  así  6  en 
tal  manera  que  las  cuantías  que  se  han  de  pagar  por  virtud 
de  los  dichos  capítulos  se  hayan  de  pagar  por  la  rata  del 
tiempo,  é  aquel  mesmo  respeto  é  todas  las  otras  cosas  que 
non  son  ya  complidas  é  han  habido  su  efeto,  se  hayan  de 
guardar  é  cumplir  enteramente  por  la  forma  é  manera  que 
en  los  dichos  capítulos  es  contenido,  refiriendo  cada  cosa  á 
la  parle  á  quien  loca  é  es  obligada  de  lo  servar  é  complir 
segund  que  dicho  es.  É  por  mayor  firmeza  é  seguridad  de  to- 
das las  cosas  sobredichas  é  de  cada  una  dellas,  é  de  las  con- 
tenidas en  los  dichos  capítulos  é  cada  uno  dellos,  la  dicha 
señora  reina  de  Aragón  é  señor  rey  de  Navarra,  en  los  nom- 
bres susodichos  del  dicho  Enrrique ,  en  nombre  ó  en  ánima 
del  dicho  señor  rey  de  Castilla,  é  el  dicho  doctor  D.  Pedro 
de  Rutia  en  nombre  é  en  ánima  del  dicho  señor  príncipe  don 
Carlos,  juraron  á  Dios  é  á  ios  cuatro  Sanios  Evangelios,  con 
sus  manos  drechas  corporalmente  tañidos,  en  poder  de  mí 
Antonio  Nogueras,  secretario  prolonolario  é  notario  público 
de  yuso  nombrado,  como  pública  é  auténtica  persona  é  exci- 
biente  estipulante  por  ellos,  é  por  todos  aquellos  de  quien 
es  ó  de  quien  puede  ser  inclusive  de  aquí  adelante,  é  ficie- 
ron  pleito  é  homenaje  el  dicho  señor  rey  de  Navarra  é  los  di- 
chos procuradores,  é  cada  uno  dellos  en  persona  é  logar  de 
los  dichos  sus  principales,  una ,  dos  é  tres  veces  á  costumbre 
de  España,  en  poder  é  manos  del  magnífico  mosen  Ferrer  de 
Lanuza,  justicia  del  reino  de  Aragón,  como  caballero  é 
ome  fijo  dalgo,  de  tener,  guardar  é  complir  por  sí  é  por  todos 
los  reinos,  tierras,  subditos,  gentes,  vasallos  naturales  de 

(í)  Hay  una  palabra  qae  no  se  puede  leer. 
Tomo  XLl  2 


18 

los  dichos  señores  reyes,  é  reina  é  principe,  é  de  cada  una 
dellos ,  é  que  contra  ello  ni  parle  dello  non  farán ,  ni  ver- 
nán,  nin  consentirán ,  ni  permitirán  que  sea  fecho  ni  venido 
por  alguna  causa  que  sea  ó  ser  pueda ,  antes  guardarán  é 
complirán  é  farán  guardar  é  complir  realmente  é  con  efeto 
todas  las  cosas  susodichas,  é  en  los  dichos  capítulos  conte- 
nidas, segud  que  á  cada  una  de  las  dichas  parles  acata  é 
pertenece  como  dicho  es.  Fechas  fueron  las  dichas  cosas,  é 
otorgadas,  firmadas  o  juradas  por  los  dichos  señores  reina 
de  Aragón,  é  rey  de  Navarra,  é  Enrrique  de  Figeredo,  é 
dolor  D.  Pedro  de  Rutia  en  los  dichos  nombres,  é  cada  uno 
dcllos  en  los  logares ,  dia ,  é  mes  é  año  susodichos ,  é  qui- 
sieron é  mandaron  que  de  la  firma  é  otorga micnlo  del  di- 
cho sobreseimienlo  é  otras  cosas  susodichas,  segund  que 
pasaron  é  fueron  firmadas,  otorgadas  é  juradas  en  la  forma 
susodicha,  fuesen  fechos  uno  é  diversos  con  semblantes  pú- 
blicos instromentos  firmados  de  los  nombres  de  los  dichos 
señores  reina  de  Aragón,  é  rey  de  Navarra ,  é  Enrrique  de 
Figueredo,  é  dotor  D.  Pedro  de  Rutia  como  procuradores 
susodichos,  é  con  su  sello  sellados.  Testigos  que  fueron  pre- 
sentes á  las  cosas  susodichas  los  magníficos  caballeros  me- 
sen Ferrer  de  Lanuza,  justicia  de  Aragón,  é  mosen  Bernad 
Calvo,  mayordomo,  é  Galceran  Oliver,  tesorero  de  la  dicha 
señora  reina. — La  reina. —  El  rey  Juan. — Enrrique. —  El 
doctor  de  Rutia. 

É  yo  Antón  Nogueras,  secretario  del  serenísimo  señor 
rey  de  Navarra,  é  por  acloridades  dellos  é  del  iluslrísimo 
señor  rey  de  Castilla ,  notario  público  por  los  sus  regnos  é 
señoríos  fui  presente  á  todo  lo  susodicho  en  uno  con  los  di- 
chos testigos;  é  por  mandado  de  la  dicha  señora  reina  de 
Aragón  é  del  dicho  señor  rey  de  Navarra ,  é  otorgamiento 
de  los  dichos  honorables  é  discretos  Enrrique  de  Figueredo  é 


i9 

dolor  D.  Pedro  de  Rulia  procuradores  susodiclios ,  esle  pú- 
blico instrumento  escribir  fice.  (Siguen  las  enmiendas).  É 
en  testimonio  de  verdad  fice  aquí  este  mió  signo  que  es 
á  tal — Registrada. 

Con  el  documento  anterior  se  halla  el  siguiente. 

Don  Enrrique,  etc.  A  los  duques,  condes,  marqueses, 
ricos  omes,  maestres  de  las  órdenes,  priores,  comendado- 
res é  subcomendadores ,  alcaides  de  los  castillos  é  casas 
fuertes  é  llanas,  é  á  todos  los  Concejos,  alcaldes,  alguaciles, 
regidores ,  caballeros,  escuderos  é  omes  buenos  de  todas  las 
cibdades,  é  villas,  é  logares  de  los  mis  reinos  é  señoríos,  é 
á  cualquier  ó  cualesquier  de  vos  é  á  todos  los  otros  vasallos, 
é  subditos,  etc. ,  á  quien  esta  mi  carta  fuere  mostrada  ó  el 
traslado  della  signado  de  escribano  público,  salud  é  gracia. 
Bien  sabedes  que  por  otras  mis  cartas  vos  envié  mandar 
que  guardásedes  é  ficiésedes  guardar  el  sobreseimiento  de 
guerra  fecho,  é  firmado,  é  jurado  mediante  la  muy  ilustre 
reina  doña  María  de  Aragón ,  de  las  dos  Secilias ,  mi  muy 
cara  é  muy  amada  tia,  entre  el  muy  ilustre  rey  don  Juan  mi 
padre  é  mi  señor,  que  Dios  dé  tanto  paraíso,  é  mis  reinos,  é 
tierras ,  é señoríos,  é  vasallos,  é  subditos  é  naturales  dellos, 
é  los  muy  ilustres  reyes  de  Aragón  é  Navarra  mis  muy  caros 
é  muy  amados  tíos  é  sus  regnos,  é  el  muy  ilustre  príncipe  de 
Navarra,  mi  muy  caro  émuy  amado  primo,  é  sus  tierras, 
é  señoríos,  é  vasallos,  é  subditos  é  naturales  dellos,  segund 
que  mas  largamente  en  las  dichas  mis  cartas  se  contiene. 
E  agora  por  cuanto  es  concordado  de  entre  mí  é  los  so- 
bredichos, mediante  la  dicha  reina  mi  muy  cara  é  muy 
amada  tia ,  que  el   dicho  sobreseimiento  dure  prorogado 
fasta  quince  días  del  mes  de  enero  primero  que  viene  del 
año  del  Señor  de  1455  años,  mandé  dar  esta  mi  carta  para 


20 

vos,  porque  vos  mando  á  todos  é  á  cada  uno  de  vos  que 
guardedes  é  fagades  guardar  el  dicho  sobreseimiento  é  ca- 
pítulos del  en  todo  c  por  lodo,  segund  que  en  ellos  é  en  ca- 
da uno  dellos  se  contiene;  fasta  los  dichos  quince  dias  del 
dicho  mes  de  enero  primero  que  viene,  é  que  durante  el  di- 
cho tiempo  non  fagades,  nin  consintades,  nin  permitades 
facer  nin  que  sea  fecha  por  persona  alguna  de  cualquier 
estado  ó  condición ,  preheminencia  ó  dignidad  que  sean , 
guerra,  nin  males,  nin  daños,  nin  otros  movimientos,  nin 
innovaciones  algunas  contra  los  dichos  reyes  nin  contra  sus 
regnos,  é  tierras,  é  señoríos,  é  vasallos,  é  subditos,  é na- 
turales dellos,  nin  contra  alguno  dellos:  ca  por  esa  misma 
via  lo  han  de  guardar  é  guardarán  los  sobredichos  reyes, 
ésus  regnos,  é  tierras,  é  vasallos,  é  subditos  é  naturales 
dellos.  Lo  cual  todo  susodicho  mando  á  vos  las  dicháts  mis 
justicias  que  fagades  así  apregonar  públicamente  por  las 
plazas,  é  mercados  é  otros  lugares  acostumbrados  desas  di- 
chas cibdades,  é  villas  é  logares  de  las  dichas  fronteras  por 
pregonero  é  ante  escribano  público,  para  que  venga  á  noti- 
cia de  todos,  é  dello  non  podades  ni  puedan  prender  ino- 
rancia; é  los  unos  ni  los  otros  non  fagades  ende  al  por  algu- 
na manera ,  so  pena  de  la  mi  merced  é  de  perder  los  cuer- 
pos é  cuanto  habedes,  é  de  como  esla  mi  carta  vos  fuere 
mostrada,  é  el  dicho  su  traslado  signado  como  dicho  es, 
mando  so  pena  de  la  mi  merced  é  de  privación  del  oficio 
de  102)  mrs.  para  la  mi  cámara  á  cualquier  escribano  pú- 
blico, etc. 

Don  Enrrique,  etc.  A  los  duques,  condes,  etc.,  é  á  los 
mis  alcaldes  é  guardas  de  las  sacas  é  cosas  vedadas  de  los 
puertos  de  mis  regnos  que  son  en  frontera  de  los  regncs  de 
Aragón  é  Navarra;  é  á  los  mis  arrendadores  délos  diezmos 
é  aduanas  de  los  dichos  puertos,  é  á  cualquier  ó  cualesquier 


21 

de  vos  á  quien  esta  mi  caria  fuere  mostrada ,  salud  é  gra- 
cia. Sepades  que  mesen  Martin  de  Peralta  é  mosen  Pero  Va- 
ca vinieron  á  mi  de  parle  del  muy  ilustre  rey  D.  Juan  de 
Navarra  mi  muy  caro  é  muy  amado  lio,  sobre  algunas  co- 
sas tocantes  al  sobreseimiento  de  guerra  entre  mí  é  el  muy 
ilustre  rey  don  Alonso  de  Aragón,  é  de  las  dos  Secilias,  mi 
muy  caro  é  muy  amado  lio,  é  el  dicho  rey  de  Navarra  mi 
tío,  é  el  principe  de  Navarra,  sufijo,  mi  muy  caro  é  m.uy 
amado  primo,  é  nuestros  regnos,  é  tierras,  é  señoríos,  é 
vasallos,  é  subditos  é  naturales  dellos,  los  cuales  se  van  é 
tornan  para  el  dicho  rey  de  Navarra  mitio,  porque  vos 
mando  á  todos  é  cada  uno  de  vos  que  los  acojades  é  reciba- 
des  en  esas  dichas  cibdades,  é  villas,  é  logares,  é  tierras, 
é  en  cada  una  dellas,  á  ellos  é  á  los  que  con  ellos  van,  é 
les  fagades  dar  buenas  posadas  en  que  posen ,  é  guia  de 
omes  de  pié  é  de  caballo  donde  menester  los  bebieren  para 
poder  ir  seguramente,  lodo  esto  sin  dineros,  é  viandas  é  las 
otras  cosas  que  menester  oviesen,  por  sus  dineros;  é  los  tra- 
tedes  bien  é  honestamente,  é  les  non  fagades  ni  consinta- 
des  que  les  sea  fecho  mal,  ni  daño,  ni  otro  desaguisado  al- 
guno; é  si  algunos  cometieren  de  lo  facer  ge  lo  éscarmen- 
tedes  vos  las  dichas  justicias,  é  procedades  contra  los  tales 
é  contra  sus  bienes,  por  manera  que  á  ellos  sea  castigo  é 
á  otros  ejemplo.  E  yo  les  tomo  é  rescibo  so  mi  seguro  é  am- 
paro é  defendimiento,  é  salvo  conducto. 

Olrosí,  vos  mando  que  les  dejedes  6  consintades  sacar 
libremente  por  esos  dichos  puertos ,  ó  por  cualquier  dellos 
con  15  ó  20  cavalgaduras  muías  ó  rocines  pequeños  de 
brida,  é  con  sus  acémilas  é  bajilla  de  plata,  é  sus  joyas,  é 
ropas,  é  armas,  é  con  todas  las  otras  sus  cosas,  é  que  los 
non  catedes  nin  escodrinedes ,  nin  consintades  calar,  nin 
escodrinar,  nin  les  demandedcs,  nin  consintades  deman- 


22 

dar  diezmo,  nin  aduana,  nin  portadgo,  nin  pasaje,  nin 
peaje,  nin  otro  tributo,  nin  derecho  alguno:  ca  mi  merced 
es  que  lo  non  paguen,  él  os  unos  nin  los  otros,  etc. ,  priva- 
ción de  oficios,  confiscación  de  bienes,  etc. 

Muy  ilustre  reina,  muy  cara  é  muy  amada  tia.  El  rey 
de  Castilla  é  de  León  vos  enviamos  mucho  saludar  como 
aquella  que  mucho  amamos  é  preciamos,  é  para  quien  quer- 
riamos  que  Dios  diese  tanta  vida  y  salud ,  é  otra  cuanta 
vos  misma  deseades.  Muy  ilustre  reina ,  mi  cara  é  mi  ama- 
da tia. 

Faceos  saber  que  nos  acordamos  de  enviar  é  envia- 
mos á  vos  al  nuestro  muy  fiel  é  bien  amado  don  Juan  Pa- 
checo, marqués  de  Villena,  nuestro  mayordomo  mayor,  é 
con  él  al  doctor  Fernando  Dias  de  Toledo,  é  el  licenciado 
Andrés  de  la  Cadena,  nuestros  oidores  é  referendarios,  é 
otros  todos  del  nuestro  Consejo ,  sobre  los  fechos  é  negocios 
que  al  presente ,  vos  mediante ,  ocurren  é  son  comenzados 
á  tratar  entre  nos  é  nuestros  regnos,  é  los  muy  ilustres  re- 
yes de  Aragón ,  é  Secilia  é  de  Navarra ,  nuestros  muy  caros 
é  muy  amados  tios,  é  el  muy  illustre  príncipe  de  Navarra 
nuestro  muy  caro  é  muy  amado  primo,  é  sus  regnos,  é 
tierras,  é  señoríos,  é  subditos  é  naturales  dellos,  los  cuales 
van  complidamente  instruios  é  informados  de  nuestra  en- 
tencion,  porque  vos  rogamos  lo  mas  afectuosamente  que 
podemos,  que  querades  llegar  vos  á  la  vuestra  cibdad  de 
Tarazona,  é  escribades  al  dicho  rey  de  Navarra,  nuestro  muy 
caro  é  muy  amado  tio,  é  otrosí  al  Justicia  de  Aragón  que 
eso  escribo,  venga  ende,  porque  mas  prestamente  sin  dila- 
ción se  pueda  entender  cerca  de  lo  que  tañe  á  los  dichos 
negocios,  é  dar  en  ellos  la  conclusión  complidera  á  servicio 
de  Dios  é  á  bien  de  todos,  é  que  sobre  todo  vos  plega  dar 
Cumplida  fe  é  creencia  al  dicho  marqués  de  todo  lo  que  por 


23 


él  de  nuestra  parle  será  explicado,  bien  así  como  si  nos  por 
nuestra  persona  vos  lo  dijésemos ,  é  á  cesación  de  todas  di- 
ferencias é  disensiones.  Muy  Illustre  reina  muy  cara  é  muy 
amada  tia.  Dios  vos  iiaya  todos  tiempos  en  su  especial 
guarda.  Dada 


Copia  de  una  confederación  y  amistad  original  que  se  asentó 
entre  el  rey  D.  Enrique  de  Castilla  y  el  rey  D.  Juan  de 
Navarra ,  no  innovando  lo  capitulado  entre  dichos  seño- 
res reyes,  fecha  á  20  de  mayo  de  1457. 

Archivo  general  de  Simancas. —  Capitulaciones  con  Aragón  y 
[Navarra,  legajo  man.  1." 

Yo  don  Enrrique  por  la  gracia  de  Dios  rey  de  Castilla  é 
de  León ,  é  yo  don  Juan  por  esa  misma  gracia  rey  de  Na- 
varra. Acatando  el  fraternal  amor  é  singular  dilección  ,  é 
los  grandes  é  muy  cercanos  debdos  que  entre  nosotros  son; 
6  porque  sea  acrecentado  en  mayor  grado  por  nuestra  con- 
formidad é  unidad  el  amor  é  benivolencia  de  entre  noso- 
tros, somos  acordados  de  facer  nueva  amistad  é  confedera- 
ción non  inorando  nin  parando  perjuicio  en  todo,  nin  en 
parte  á  la  paz  perpetua,  firmada  é  jurada  entre  los  reyes  é 
regnos  de  Castilla,  é  Aragón  é  Navarra,  nin  otrosí  lo 
contratado,  é  capitulado,  é  firmado,  é  jurado  entre  nos- 
otros amos,  é  don  Alfon ,  fijo  de  mí  el  dicho  rey  de  Navar- 
ra, é  con  don  Pedro  Girón,  maestre  de  Galatrava,  é  don 
Juan  Pacheco ,  marqués  de  Villena ,  en  Agreda  é  Almazan 
el  año  de  cincuenta  é  cinco,  lo  cual  después,  por  nos  los 
dichos  señores  reyes  de  Castilla  é  de  Navarra  fué  otorga- 
do, firmado  é  jurado,  antes  todo  aquello  é  cada  cosa  dello 


2i 

loando,  é  aprobando,  é  quedando  en  su  fuerza  é  vigor,  é 
si  menester  es  ratificándolo  segund  é  por  la  forma  é  mane- 
ra que  en  ello  se  contiene,  de  nuestras  propias,  é  libres,  é 
agradables  voluntades,   prometemos  é  seguramos  que  nos 
guardaremos  el  uno  al  otro,  é  el  otro  al  otro,  nuestras  per- 
sonas, casas  é  estados  reales,  é  regnos,  é  señoríos,  é  ren- 
tas, é  pechos,  6  derechos,  é  que  cada  uno  de  nos  daremos 
todo  favor  é  ayuda  para  quel  otro  sea  obedecido,  reverido 
é  temido  de  sus  subditos  é  naturales,  é  que  sean  complidas 
sus  cartas  é  mandamientos,  é  obedescida,  é  ejecutada  su 
justicia,  é  que  en  todo  sea  guardada  su  real  preeminencia; 
é  que  nos,  nin  alguno  de  nos,  non  seremos  de  dicho,  ni 
de  fecho  ni  de  consejo,  en  que  se  faga  ni  tiene  de  facer 
lo  contrario  de  lo  susodicho,  ni  de  cosa  dello,  non  enbar- 
gantes  cualesquier  feés,  ni  ligas,  ni  confederaciones  6  amis- 
tades con  cualesquier  seguridades  é  cláusulas,  pactos,  é 
vínculos,  é  firmezas  que  nosotros  ó  cualquier  de  nos  ten- 
gamos fechas ,   yo  el  dicho  rey  de  Castilla  con  el  príncipe 
don  Carlos,  é  con  don  Juan  de  Beamonte,  é  la  cibdad  do 
Pamplona,  o  con  cualesquier  subditos  é  naturales  del  diclio 
rcgno  de  Navarra;  é  yo  el  dicho  rey  de  Navarra,  con  cua- 
lesquier subditos  é  naturales  de  vos  el  dicho  rey  de  Castilla. 
Asimismo ,  yo  el  dicho  señor  rey  de  Navarra  acatando 
como  vos  el  dicho  señor  rey  de  Castilla  tenedes  cerca  de 
vos  al  muy  reverendo  padre  in  Cristo  don  Alfon  de  Fon- 
seca,  arzobispo  de  Sevilla,  é  á  don  Pedro  Girón,  maestre 
de  Calalrava,  é  á  don  Alvaro  Destúñiga,  conde  de  Plasen- 
cia,  é  á  don  Juan  Pacheco,  marqués  de  Villena,  é  la  con- 
fianza que  dellos  fascedes,  é  la  granil  lealtad  é  fidelidad 
que  en  ello  habedes  fallado  e  fallades,  por  la  presente  les 
prometo  é  seguro  en  mi  fée  é  verdadera  palabra,  como  rey 
ié  señor,  que  guardaré  á  ellos  é  á  cada  uno  dellos  sus  per- 


L'Ü 


sonas,  cosas,  é  estados,  é  dignidades,  é  honras,  é  fas- 
ciendas,  é  vasallos,  é  rentas. 

E  nos  los  dichos  arzobispo  de  Sevilla ,  é  maestre  de 
Calalrava,  é  conde  de  Plasencia ,  é  marqués  de  Yillena, 
de  licencia  é  mandamiento  de  vos  el  dicho  señor  rey  de 
Castilla,  nuestro  señor,  besando  las  reales  manos  á  vos  el 
dicho  señor  rey  de  Navarra  por  lo  que  vuestra  señoría  nos 
segura  é  promete,  segund  dicho  es,  juramos,  é  promete- 
mos é  seguramos  nos  é  cada  uno  de  nos,  que  antepuesto 
el  servicio  de  vos  el  dicho  señor  rey  de  Castilla,  guarda- 
remos el  servicio  de  vos  el  dicho  señor  rey  de  Navarra,  é 
su  persona,  é  casa,  é  estado  é  preeminencia  real.  Lo  cual 
todo  susodicho  é  cada  cosa  dello  nos  los  dichos  señores  re- 
yes de  Castilla  é  de  Navarra,  é  asimismo  nos  los  dichos 
arzobispo,  é  maestre  de  Calatrava,  é  conde  de  Plasencia 
é  marqués  de  Yillena  juramos  á  Dios  é  á  Santa  Maria  é  á 
esta  señal  de  cruz  +  que  corporalmente  con  nuestras  ma- 
nos tocamos,  é  á  las  palabras  de  los  Santos  Evangelios, 
do  quier  que  stan,  é  votamos  solepnemente  á  la  casa  santa 
de  Jerusalen,  é  facemos  pleito  é  homenaje,  una,  é  dos  é 
tres  veces,  segund  fuero  é  costumbre  Despaña.  Yo  el  di- 
cho señor  rey  de  Castilla ,  en  manos  de  vos  el  dicho  don 
Juan  Pacheco,  marqués  de  Yillena;  é  yo  el  dicho  señor 
rey  de  Navarra,  en  manos  de  mosen  Lope  de  Yega,  mi 
chanciller  mayor,  caballeros  é  homes  fijosdalgo  questan 
presentes ,  é  lo  de  nos  é  de  cada  uno  de  nos  resciben ;  é 
nos  los  dichos  arzobispo,  é  maestre,  é  marqués  en  las  ma- 
nos reales  de  vos  el  dicho  señor  rey  de  Castilla  nuestro  se- 
ñor; é  yo  el  dicho  conde  de  Plasencia  en  manos  de  (1) 
caballero  é  borne  fijodalgo,  que  nos  é  cada  uno  de  nos,  en 

(1)  Hay  an  claro. 


26 

lo  que  á  cada  uno  incumbe,  tememos,  é  guardaremos  é 
compliremos  todo  lo  susodicho  en  esta  escriptura  conteni- 
do, é  cada  cosa  é  parte  dello,  realmente  á  todo  nuestro 
leal  é  verdadero  poder,  cesante  todo  fraude,  cabtela,  arte/ 
é  engaño ,  é  ficción ,  é  simulación ,  é  toda  otra  cosa  que 
en  contrario  sea  é  ser  pueda,  é  que  non  queremos,  nin  ver- 
nemos,  nin  pasaremos,  nin  consentiremos,  nin  permitire- 
mos ir,  nin  venir,  nin  pasar  contra  ello  ni  contra  cosa  al- 
guna ni  parte  dello  en  alguna  manera  nin  por  alguna  cab-: 
sa  nin  razón  ni  color  que  sea  é  ser  pueda. 

Otrosí ,  juramos  é  prometemos  en  la  forma  susodicha 
de  non  pedir  nin  rescebir  de  nuestro  muy  santo  padre,  ni 
de  otro  alguno  que  poder  para  ello  haya,  absolución,  nin 
relajación,  nin  conmutación  del  dicho  juramento ,  nin  usa- 
remos della  aunque  nos  sea  otorgada  de  propio  motu  ó  á 
nuestra  postulación,  ó  en  otra  cualquier  manera,  é  aunque 
todo  concurra  ayuntada  é  apartadamente.  E  porque  el  pre- 
sente los  dichos  maestre  de  Galatrava  é  conde  de  Plasencia 
son  absentes ,  es  acordado  quellos  hayan  de  firmar  é  sellar 
esta  escriptura  de  confederación  é  la  enviar  é  entregar  al 
dicho  señor  rey  de  Navarra  dentro  de  cuatro  meses ,  é  que 
si  non  la  enviaren  é  entregaren  en  este  dicho  tiempo,  que 
sean  habidos  por  no  comprehensos  en  ella.  En  testimonio 
de  lo  cual  firmamos  en  esta  escriptura  nuestros  nombres, 
é  mandémosla  sellar  con  nuestros  sellos,  que  fué  firmada 
é  jurada  por  mí  el  dicho  señor  rey  de  Castilla  en  la  mi  vi- 
lla de  Alfaro,  é  por  mí  el  dicho  señor  rey  de  Navarra  en 
la  mi  villa  de  Corella,  é  por  nos  los  dichos  arzobispo  de 
Sevilla  é  marqués  de  Villena ,  en  la  dicha  villa  de  Alfaro 
veinte  dias  de  mayo  ,  año  del  nascimiento  de  nuestro  Se- 
ñor Jesucristo  de  mil  é  cuatrocientos  é  cincuenta  é  siete 
años — Yo  el  Rey. 


27 

Por  bajo  de  esta  fii*ma  hay  un  sello  grande  sobre  cera 
encarnada  con  las  armas  de  Castilla  y  León ,  y  luego  sigue 
la  firma  que  dice  *'EI  Rey  Juan."  Por  bajo  hay  otro  sello 
grande  sobre  cera  encarnada  con  las  armas  de  Navarra — 
Alvar  Gomes  —  A.  Nogueras. 


Copia  de  la  donación  ó  cesión  que  la  princesa  doña  Blanca 
hizo  del  reino  de  Navarra  á  favor  del  rey  D.  Enri- 
que IV  de  Castilla,  fecha  en  San  Juan  de  Pié  del  Puerto 
á  50  de  abril  de  1462. 

In  Dei  nomine  amen.  Como  notorio  é  público  sea  quel 
regno  de  Navarra  bebiese  seido  del  rey  don  Carlos  III ,  de 
loable  recordación,  abuelo  de  mí  la  princesa  doña  Blanca, 
primogénita  é  propietaria  señora  del  dito  regno  é  el  dito  rey 
durant  su  vida,  por  é  como  suyo  lo  tuvo  é  poseyó  pacífi- 
camente sin  estorbo  ni  intervalo  alguno,  et  empues  días  é 
fin  del  tuvo  é  poseyó  el  dito  regno  la  reina  doña  Blanca,  de 
ínclita  memoria,  cuya  ánima  Dios  haya,  como  fija  legítima 
del  dito  rey  don  Carlos,  madre  é  señora  de  mí  la  dita  prin- 
cesa doña  Blanca,  é  con  la  dita  señora  reina  ensemble  é 
por  causa  della  el  señor  rey  don  Juhan  de  present  rey  de 
Aragón,  mi  señor  padre,  durant  la  vida  de  la  dita  reina 
tuvo  é  posseyó  el  dito  regno,  et  empues  dias  é  fin  della,  por 
perjudicar  é  cuanto  en  éll  era  perjudicado  á  mi  señor  her- 
mano el  príncipe  don  Carlos,  de  gloriosa  recordación,  que 
fué,  el  cual  sucedió  é  debria  suceir  é  sucedió  drechament 
en  el  dito  regno  y  herencio  daquell,  tanto  segund  drecho  de 
natura  y  encara  drecho  y  ley  de  escriptura ,  como  segund 
los  testamentos  de  los  ditos  rey  don  Carlos  é  reina  doña  Blan- 
ca,, é  en  virtut  del  contrato  matrimonial  dentre  los  ditos  rey 


28 

don  Jühan  é  reina  doña  Blanca ,  por  el  dito  príncipe  ser  fijo 
primogénito  et  legítimo  deilos ,  é  por  ser  é  descender  el  di- 
to regno  por  la  via  é  parle  maternal,  el  dito  rey  don  Johan 
olvidando  el  amor  é  deudo  paterno  por  él  al  dito  su  fijo 
el  príncipe  debido,  é  movido  con  cudicia  desordenada,  sea 
por  si  mesmo  ó  por  consejo  ó  inducion  de  algunos  no  leales 
navarros,  é  otros  extranjeros  qui  aderieron  á  éll,  empren- 
dió de  privar,  é  quitó,  é  le  privó  al  dito  príncipe  del  título 
de  propietario  heredero  del  dito  regno,  y  empues  le  tomó 
é  ocupó  el  dito  regno  contra  toda  razón  é  justicia;  é  porquel 
dito  príncipe  quiso  leforzar  el  drecho  suyo,  visto  que  por 
muchas  suplicaciones  (1)  que  el  dito  su  padre  le 
bebiese  fecho  acerca  la  reparación  de  la  cosa,  el  dito  señor 
rey  su  padre  demostrando  grant  odio  contra  éll  y  los  suyos 
comenzó  fazer  grandes  (2)  rigorosas  en  sus  servi- 
dores, porque  el  dito  príncipe  proseguía  su  drecho  como  me- 
jor podía,  sobre  seguro  lo  tomó  preso  y  tuvo  encarcelado 
por  dos  veces  por  largos  tiempos  y  en  fuertes  casticllos  é 
presiones,  diciendo  quel  dito  regno  era  del  dito  señor  rey, 
é  faria  dél  como  de  cosa  propia,  de  modo  que  causante  los 
grandes  trabajos  é  malenconías  é  penas  sufridas  por  el  dito 
príncipe,  é  segunt  fama  é  dito  de  muchas  gentes  por  otra 
via  mallfica  hobo  de  fenescer  sus  dias  el  dito  príncipe,  ad- 
heriendo  en  esto  á  la  voluntad  del  dito  señor  rey  la  infanta 
doña  Leonor,  mi  hermana,  mujer  del  conde  de  Foix,  y 
el  dito  conde  por  muerl  del  cual  dito  mi  señor  hermano 
el  príncipe,  é  de  los  ditos  mis  agüelo  é  madre,  segunt  los 
anteditos  drechos  y  leyes,  y  encara  fuero  expreso  del  dito 
regno  de  Navarra,  sucesiva  ó  drechamente  como  fija  mayé)r 

{\)  Está  roto  el  papel. 
(2)  ídem. 


29 

(le  la  dita  señora  reina,  empues  el  dito  príncipe  yo  sucedí 
en  el  drecho  de  heredar,  haber,  cobrar,  tener  é  posedir 
el  dito  regno  enterainent,  por  é  como  mío,  como  bienes 
maternales;  é  seyendo  yo  así  la  primogénita  é  propietaria 
señora  y  heredera  del  dito  regno ,  é  segunt  drecho  yo  te- 
niendo, é  posediendo,  ó  perteneciéndome  tener  é  posedcr 
aquell  como  dito  es,  el  dito  señor  rey,  mi  señor é  padre, 
sea  á  instancia  ó  importunidad  déla  dicha  infanta  mi  her- 
mana é  conde  de  Foix ,  ó  otrament  íinte  de  ser  finado  el  dito 
príncipe  y  empues  éll  finado,  seynaladamente  me  ha  feto  te- 
ner en  lugares  fuertes  bien  guardada,  cuasi  como  presa,  é 
yo  esperando  que  su  señoría  entendria  en  reparar  mis  fetos 
é  mi  drecho,  como  de  continuo  me  lo  proferió  así  por  car- 
tas como  de  palabra ,  dio  orden  como  el  fijo  mayor  de  los 
ditos  conde  de  Foix  é  infanta  contrayese  matrimonio  con 
la  hermana  del  rey  de  Francia ,  é  por  sí  ó  por  medio  de  sus 
embajadores  trató  que  empues  dias  suyos  hobiesen  de  su- 
ceyr  é  heredar  el  dito  regno  de  Navarra  los  ditos  conde  é  in- 
'fanta  ó  su  fijo,  y  la  hermana  del  dito  rey  de  Francia  é  yo 
luego  hobiese  á  ser  echada,  é  desterrada  é  desheredada  del 
dito  regno  é. puesta  fuera  del  dito  regno ,  presa  en  poder  de 
los  ditos  rey  de  Francia  ó  conde  de  Foix.  E  concluido  entre 
ellos  aquesle  grave  y  enorme  caso ,  yo  seyendo  en  la  villa 
de  Olit,  el  dito  señor  rey  mi  señor  é  padre  me  mandó  hobie- 
se de  partir  de  ahí  et  ir  con  él  á  ultra  puertos,  donde  se 
habia  de  ver  con  el  dito  rey  de  Francia,  diciéndome  que 
quería  me  casase  ahí  con  el  duque  de  Berry  que  era  her- 
mano del  dito  rey  de  Francia,  é  porque  yo  era  sabidora  de 
lo  que  los  ditos  mi  padre,  hermana  y  conde  de  Foix  tenían 
tractado  de  facer  de  mí ,  dije  á  su  señoría  que  en  ningún 
caso  no  iría  ni  quería  ser  homicida  ni  enemiga  de  mí  mes- 
ma,  el  dito  mí  señor  é  padre  me  fezo  partir  por  fuerza  é 


.10 

contra  mi  voluntad  daí,  é  me  dio  é  ordenó  gente  ultra  la 
que  primero  tenia ,  para  que  bien  goardada  me  llevasen  á 
ultra  puertos,  como  me  han  traido  forzadamente  á  esta 
villa  de  Sant  Johan,  en  donde  he  seido  á  pleno  certifica- 
da quel  dito  mi  señor  padre,  á  instigación  é  importunidat 
de  los  ditos  conde  de  Foix  é  su  mujer,  mi  hermana,  me 
lieva  para  desterrar,  echar  y  desheredar  del  dito  mi  regno 
de  Navarra ,  é  facerme  facer  donación  ,  renunciación  é 
transport  del  dito  mi  regno ,  ó  de  parte  dell  é  de  otros  se- 
ñoríos, tierras,  rentas  é  derechos  que  yo  he  é  á  mí  perte- 
nescen,  á  los  ditos  conde  de  Foixé  su  mujer,  ó  á  sus  fijos  é 
nuera,  é  á  otros,  é  entregáronme  presa  en  poder  del  dito 
rey  de  Francia  ó  conde  de  Foix,    lodo  á  fin  que  los  di- 
tos conde  é  infanta ,  ó  fijo  suyo  é  nuera  hayan  de  haber 
el  dito  regno  de  Navarra  y  regnar  en  aquell  contra  todo 
drecho,  justicia  et  buena  razón,  no  hobiendo  ni  podiendo 
haber  drecho  alguno ,  ante  si  por  causa  mia  ó  empues  dias 
mios  la  dita  infanta  ó  sus  fijos  algún  drecho  podrían  ha- 
ber en  el  dito  regno,  aquel  han  é  deben  haber  perdido  por 
haber  cabido  (sic)  tácita  ó  expresamente  en  el  destierro, 
desheredar,  capción  é  presión  mia;  é  debrian  suportar  et 
padescer  otras  penas  todavía,  porquel  dito  mi  señor  é  pa- 
dre es  principal  percuptor  y  destruidor  de  mi  honor ,  he- 
redat  é  drechos,  y  en  seguient  los  ditos  conde,  infanta  é 
sus  fijos.  En  cuanto  al  dito  mi  señor  padre  no  quiero  ni  en- 
tiendo proceir  á  otra  cosa  por  respeito  de  me  ser  padre,  su- 
plico al  Señor  Dios  que   le  quiera  perdonar  aqueste  tan 
grave  caso  é  pecado  contra  mí  que  soy  su  carne  propia 
cometido,  é  le  quiera  iluminar  el  entendimiento,  de  ma- 
nera que  venga  en  conoscimiento ,  é  faga  verdadera  pe- 
nitencia. En  cuanto  á  los  ditos  conde  é  infanta  é  su  fijo 
mayor,  que  es  casado.con  la  hermana  del  dito  rey  de  Fran- 


51 

cia,  nombrándolos  por  personas  qui  han  seido  é  son  causa 
y  causadores  de  las  persecuciones ,  iras  paternas  dañosas, 
actos,  presiones,  destierros  é  desheredamiento  é  innume- 
rables danios  en  las  personas,  honor  y  heredat  del  dito  glo- 
rioso príncipe  mi  señor  hermano  é  mia  fetos,  aunque  se- 
gunt  el  delicto  dellos  por  otra  via  requieren  ser  puynidos, 
é  yo  la  dita  princesa  doña  Blanca  primogénita  é  señora 
propietaria  del  dito  regno  de  Navarra,  de  present  stando  en 
mi  plena  libertad,  ordeno,  mando  é  dejo  á  la  dita  infanta  do- 
ña Leonor  mi  hermana  por  legítima  herencia  una  arincada 
de  tierra  blancua  en  el  jardín  (I)  ques  en  la  dita 
villa  de  Olit ,  é  suele  tener  el  concerje  de  los  palacios  reales 
de  la  dita  villa ,  el  cual  jardín  es  de  la  corona  de  Navarra ,  é 
es  mío  é  pertenesce  á  mí,  é  con  la  dita  arincada  de  tierra  á 
una  m.ando  á  la  dita  infanta  xxx  sueldos  carlines  en  dineros 
para  facer  de  la  dita  arincada  de  tierra ,  é  xxx  sueldos  carli- 
nes á  sus  propias  voluntades.  E  si  alguno  ó  algunos  otro  ó 
otros  herederos  legítimos  míos  parescian ,  que  de  drecho  el 
dito  regno  y  los  otros  bienes  míos  debiesen  heredar ,  á  ca- 
da uno  de  tal  ó  tales  ordeno,  mando  é  quiero  sean  da- 
das sendas  arincadas  de  tierra  en  el  sobredito  jardín,  é  ca- 
da xxx  sueldos  carlines  en  dineros  á  facer  (2)  pro- 
pia voluntat,  é  con  la  dita  arincada  de  tierra  é  xxx  suel- 
dos, redro  é  aparto  á  la  dita  infanta  é  á  todos  los  otros  que 
parecerán  é  será  conoscido  por  heredaros  legítimos  míos, 
así  del  dito  regno  de  Navarra  como  de  todos  é  coalcsquiere 
otros  señoríos ,  tierras,  rentas,  drechos,  honores  é  bienes 
que  de  mí  é  por  causa  mia  podrían  ó  debrian  haber  y  here- 
dar en  cualquiere  manera. 

.   (1)  Hay  una  palabra  que  no  se  lée. 

(2)  Hay  una  palabra  que'no  se  puede  descifrar. 


32 

E  queriendo  proveir  é  proveyendo  en  cuanto  al  dito  reg- 
no  y  herencio  é  recuperación  daquel ,  y  si  facer  se  ix)dia 
á  la  libertat  de  mi  persona,  y  perseguir  a  los  que  tantos  é 
tan  graves  é  grandes  danyos  han  tractado  en  las  personas, 
honor  y  heredat  del  dito  príncipe  é  mia ,  é  mirando  que  á 
ninguno  ni  alguno  aquesto  así  bien  no  cumple  ni  perle- 
nesce  como  á  vos  el  muy  alto,  esclarescido  é  poderoso  se- 
ñor don  Enrique,  rey  de  los  reinos  de  Castilla,  señor  pri- 
mo del  dito  glorioso  príncipe  é  mió,  qui  en  las  persecucio- 
nes, trabajos  é  necesidades  del  dito  príncipe  continuada- 
mente en  los  tiempos  pasados  vos  habéis  demostrado  coa 
mucho  amor,  y  con  grandes  gentes  é  gastos  en  persona 
ficistes  guerra  contra  los  adversarios  del  dito  príncipe  por 
libertar  su  persona  é  recobrarle  el  dito  regno,  seguiendo  las 
pisadas  del  señor  rey  don  Johan  vuestro  padre,  mi  señor, 
el  cual  en  persona  entró  en  el  dito  regno  con  grandes  po- 
deres por  en  favor  del  dito  príncipe  por  le  recobrar  la  parte 
del  regno  de  Navarra  que  le  tenían  ocupada,  por  la  cual 
causa  ficiestes  grandes  expensas  é  recebistes  muchos  da- 
nyos en  gentes  muertas,  presas  et  destrozadas,  y  es  cosa 
convenient  rendir  premio  á  los  semejantes,  porque  segunt 
recuenta  la  Santa  Scriptura  todas  las  cosas  traspasan  salvo 
las  buenas  obras  é  misericordiosas,  é  porque  á  amor  de  Dios 
é  del  prójimo  nos  debemos  mover;  por  aquestas  causas  é 
por  otros  justos  respectos  que  de  present  non  curo  exprimir, 
yo  la  dita  princesa  doña  Blanca,  primogénita  é  señora  pro- 
pietaria del  dito  regno  de  Navarra,  á  la  hora  de  la  factoría  ó 
otorgamiento  deste  contralo,  seyendo  en  mi  plena  liberlal 
é  sinse  goarda  alguna,  no  forzada  ni  por  otra  via  alguna  á 
esto  inducida  mas  de  mi  buena  libera  é  agradable  voluntad, 
certificada  de  todo  mi  buen  drecho  en  la  mejor  é  mas  sana 
via,  forma  é  manera  que  de  drecho  é  de  feto  dicir ,  facer  ni 


o  o 


inlerpretar  se  puede  al  bien  é  ulüidal  é  seguranza  de  vos 
el  donatario  infraescrilo,  otorgo  é  conozco  que  en  aquesta 
hora  para  en  adelante ,  para  siempre  jamás  á  perpetuo ,  por 
virtut  desta  present  carta  he  feto  é  fago  gracia ,  cesión  ,  do- 
nación é  trespasamiento,  excausa,  donaciones  pura,  per- 
fecta et  non  revocable  en  ningún  tiempo  del  mundo,  á  vos 
el  sobredicho  señor  rey  don  Enrique»  rey  de  Castilla,  que  es- 
•taesabsent,  á  saber,  del  dito  regno  de  Navarra  é  de  todas 
las  ciudades,  villas,  villeros,  castellos,  lugares,  valles  y  co- 
marcas daquel,  é  del  direto  senyorío  é  dominio  del  dito  reg- 
no, enterament  sin  retenimiento  ni  reservación  de  cosa  algu- 
na; é  con  el  dito  regno  ensemble  vos  fago  gracia,  cesión, 
donación  é  transport  de  todas  las  rentas  é  drechos  ordinarios 
y  extraordinarios  daquel,  é  de  las  libertades,  honores,  pre- 
eminencias é  prerogativas  qjie  yo  he  ó  me  pertenescen,  é 
los  reyes  é  señores  propietarios  é  drechureros  del  dito  reg- 
no, predecesores  míos,  hablan,  tenian  é  posedian,  é  les  per- 
lenescian  de  haber,  tener  é  posedir  en  cuoalquiere  manera 
en  el  dito  regno  é  en  las  ciudades,  villas,  villeros,  lugares, 
valles  et  comarcuas  daquel ,  así  en  lo  poblado  como  non 
poblado,  é  sobre  las  personas  habitadoras  en  aquellos,  de 
cuoalquiere  ley,  grado,  preeminencia,  dignidat  é  condición 
sean,  otorgando  é  dando  vos  facultat  que  vos  en  vuestro 
tiempo  é  vuestros  sucesores  ó  qui  aura  causa  de  vos  en  el 
suyo,  hayades  é  podades  gozar  é  aprovechar  vos  de  aque- 
llos á  vuestro  beneplácito  por  siempre  jamás  á  perpetuo, 
como  de  regno  é  cosa  vuestra  propia,  asi  bien  hayades  é 
podaes  facer  é  fagaes  justicia  criminal  é  cevil  por  vos  mes- 
mo  ó  por  los  alcaldes,  jueces  ó  oficiales  que  creareis  é  dipu- 
tareis para  ello  en  cuoalesquiere  casos  que  acaezcan,  é  para 
que  hayaes  é  podaes  requerir  é  requiras  á  los  alcaides  de 
los  castiellos  é  detenedores  de  las  ciudades,  villas,  villeros, 
Tomo  XLI  5 


5i 

fortalezas,  lugares,  tierras,  valles  é  comarcuas,  en  cargo 
de  la  fidelidat  que  me  son  tenidos,  vos  hayan  á  dar,  en- 
tregar é  librar  luego  que  requeridos  serán  realmente  el  feto 
los  tales  castillos,  ciudades,  villas,  villeros,  fortalezas,  lu- 
gares, tierras,  valles  é  comarcuas,  de  manera  que  aquel 
quiera,  y  enteramente  vos  é  vuestros  sucesores  tener  é 
posseir  podaes  á  vuestra  voluntat  como  regno  é  cosa  vuestra 
propia,  encomendándolas  tenencias  é  regimientos  de  los 
tales  castillos,  ciudades,  villas,  é  lo  otro  restante  del  regno 
aquí  por  bien  terneis:  car  entregándolo  á  vos  ó  á  diputado 
vuestro  ,  yo  los  do  por  absueltos  de  los  liomenages  ó  fideli- 
dat que  á  mí  serian  é  son  tenidos.  E  si  requeridos  graciosa- 
mente, non  querrán  entegrar  ni  dar  vos  el  dito  regno  ó  la 
parle  que  me  está  ocupada,  vos  dó  facultat  para  que  les 
hayaes  é  podaes  facer  é  fagaes  procesos  á  los  tales,  é  darlos 
por  traidores  el  confiscar  sus  bienes,  é  proceir  contra  ellos 
dándoles  las  penas  del  drecho,  ó  alivianar,  ó  si  queréis  re- 
meterles aquellas,  é  en  seguient  por  via  de  feto  con  mano 
armada,  ó  otramente  como  mejor  podréis  de  vuestra  pro- 
pia autoridat  é  sin  mandato  ni  autoridat  de  juez  alguno 
eclesiástico  ni  secular,  por  vuestra  mano  hayaes  á  tomar 
é  toméis  el  dito  regno  ó  la  parte  que  estara  rebelde,  en  virtut 
daquesta  presenl  carta,  de  manera  que  enleramente  tener 
é  possedir  lo  hayaes  é  podéis  por  vos  é  vuestros  sucesores, 
é  por  virtut  daquesta  present  carta;  é  del  dia  de  hoy  en  ques 
feta  é  otorgada  en  adelante  para  siempre  jamás,  me  des- 
apodero, desisto,  é  me  desvisto  del  dito  regno  de  Navarra  é 
de  todo  el  drecho,  tenencia,  propiedal,  é  posesión  é  direto 
dominio,  voz,  razón  é  acción  que  yo  he,  é  tengo,  é  me 
pertenescen  de  haber  é  tener  en  el  dito  regno  é  en  las  ciu- 
dades, villas,  villeros,  castillos,  fortalezas,  lugares,  tier- 
ras, valles,  é  comarcuas,  poblados  é  non  poblados,  ó  sobre 


Oi) 


las  personas  é  bienes  de  los  habitadores  en  aquellos,  é  por 
tradición  y  enlegramienlo  daquesta  dita  present  carta  apo- 
dero, cntegro,  envisto  é  traspaso  á  vos  el  dito  señor  rey 
don  Enrique  é  vuestros  sucesores  lodo  el  dito  regno,  ciu- 
dades, villas,  villeros,  castillos,  fortalezas,  lugares,  valles, 
tierras  é  comarcuas,  é  personas  habitadores  en  aquel,  é 
todo  el  diretto  dominio,   drecho,   voz,   razón,  tenencia, 
propiedat  é  seniorío  real,  corporal,  criminal ,  cevil  é  natu- 
ral vel  quasi,  con  todas  las  acciones  reales,  personales,  úti- 
les é  direltas,  é  cuoalesquiere  otras  que  yo  he,  é  á  mí  per- 
tenescen  é  pertenescer  deben  en  cuoalquiere  manera  é  por 
cuoalquiere  título,  drecho  é  razón  que  sea  ó  ser  pueda, 
para  que  del  hayades  é  podaes  facer  vos  señor  en  vuestro 
tiempo  é  los  vuestros  sucesores  en  el  suyo,  vuestras  propias 
voluntades  como  de  regno  é  cosa  propia.  Todavía  en  tal 
manera  é  condición  he  feto  é  fago  la  sobredila  donación, 
que  vos  el  sobredito  señor  rey  en  vuestro  tiempo,  é  los  su- 
cesores vuestros  en  el  suyo,  hayan  á  ser  é  seaes  tenidos  de 
faceré  fagaes  las  cosas  infrascriptas:  primeramente  vos  el 
dito  señor  rey  seaes  tenido,  cuanto  presto  ser  podrá,  con  to- 
das vuestras  fuerzas  por  via  de  fuerza  é  guerra,  ó  otramente 
obren  la  soltura  é  libertat  de  mi  persona,  é  recobrar  el  dito 
regno  de  Navarra  enteramente,  y  de  que  yo,  cobrada  sol- 
tura y  libertat,  haya  á  tener  é  possedír,  tenga  é  possida  el 
dito  regno  é  regimiento  daquell,  aprovechándome  del  usu- 
fructo é  revenidas  daquell ;  si  caso  era  que  yo  contrajese 
matrimonio  é  hobiese  fijos  legítimos,  vos  el  dito  señor  rey 
é  vuestros  sucesores  seaes  tenidos  de  relajar  esenlamente 
lodo  el  dito  regno,  ciudades,  villas,  castillos,  fortalezas, 
lugares  é  tierras  daquell  enteramente,  non  obstante  la  pre- 
sent donación,  á  mí  si  viva  era  ó  á  mis  fijos,  ante  todas 
cosas  satisfaciendo  é  pagando  vos  lo  que  habréis  gastado 


36 

por  la  liberlat  mia  é  recuperación  del  dito  regno.  Et  en 
caso  que  la  liberlat  de  mi  dita  persona  haber  non  se  podie- 
se ,  ó  hobida  aquella  yo  fallesciere  sen  criaturas  legítimas, 
vos  el  dito  señor  rey  é  vuestros  sucesores  teméis  por  vues- 
tro el  dito  regno  de  Navarra,  é  gozar  daquell  como  dito  es, 
con  condición  que  seades  tenidos  de  demandar,  é  proseguir 
é  vengar,  é  demandéis,  prosigaes  é  venguéis  la  muerte,  in- 
jurias et  danyos  del  dito  glorioso  príncipe  mi  señor  herma- 
no, é  así  bien  los  mios,  de  manera  que  los  que  han  seido 
causa  é  causadores,  facedores,  consentidores é  participan- 
tes en  ello,  hayan  la  pena  que  sus  deméritos  requieren;  é 
así  bien  con  condición  que  vos  é  vuestros  sucesores  por 
siempre  seades  tenidos  de  sustentar,  favorir,  ayudar  é  dar 
tanto  de  lo  vuestro  como  del  dito  regno  de  Navarra ,  aque- 
llo que  les  convendrá  á  saber  es:  á  don  Luis  de  Beamont 
conestable  de  Navarra,  é  sus  fijos  é  fijas,  á  don  Johan  de 
de  Beamont  é  á  sus  herederos,  é  á  mis  criados  é  servido- 
res, é  á  los  del  dito  príncipe  qui  han  seido  martirizados  é 
destruidos  por  seguir  la  justa  querella  del  dito  señor  pi-ín- 
cipe  é  mia,  é  por  nuestro  servicio,  (de  manera  que  hon- 
radamente cada  uno,  según  qui  es  é  ha  servido,  é  sus 
sucesores  hayan  con  que  vivir  é  sustentarse  á  su  honor, 
de  manera  que  sean  por  siempre  conoscidos. 

E  vos,  señor,  teniendo  é  cumpliendo  aquestas  condicio- 
nes é  cosas  sobreditas  en  vuestro  tiempo,  é  los  sucesores 
vuestros  en  el  suyo,  yo  la  dita  princesa  doña  Blanca  dona- 
dora he  en  convenio,  prometo  é  me  obligo  de  tener,  servar, 
cumplir  é  goardar  con  effeto  é  segund  pertenesce ,  con  las 
ditas  condiciones,  la  sobredita  gracia,  cession,  donación  é 
transport  del  dito  regno  é  de  todo  lo  en  él  compreso,  como 
de  parte  de  suso  es  especificado,  é  facer  valer  aquella  á  vos 
el  sobredito  señor  rey  don  Enrique  en  vuestro  tiempo,  é 


37 

empues  vos  á  vueslros  sucesores,  sin  contravenir  á  ello  en 
manera  nenguna  por  mí  ni  por  otri.  E  si  acaescia  que  por 
mí  ó  á  causa  mia  por  otro  á  vos  ó  á  vuestros  sucesores 
fuese  puesto  algún  empacho  contra  esto  ó  mala  voz  en  el 
dito  regno,  y  en  lo  otro  ques  compreso  en  la  sobredita 
donación  en  todo  ó  en  partida,  lie  en  convenio,  prometo  é 
me  obligo  de  todo  tal  empacho  contra  esto  é  mala  voz  qui- 
tar, redrar  é  apartar  é  facer  vos  buena,  firme  é  valedera 
sin  mala  voz,  mengua,  ó  sin  costas  algunas  la  sobredita 
donación  por  mí  á  vos  feta ,  como  sobredito  es.  E  allende 
desto  he  en  convenio,  prometo  é  rae  obligo  de  non  revocar, 
contradecir ,  anullar ,  ni  retractar  la  sobredita  gracia ,  ces- 
sion,  donación  é  traspasamiento  en  tiempo  ninguno,  vos 
en  vuestro  tiempo  é  los  sucesores  vuestros  en  el  suyo,  te- 
niendo, goardando  et  compliendo  las  condiciones  de  parte 
de  suso  specificadas,  é  cada  una  dellas,  por  ninguno  ni 
alguno  otro  caso  ni  casos  que  los  drechos  ponen ,  porque 
las  donaciones  pueden  ser  revocadas,  aun  en  caso  que  me 
fuésedes  ó  seades  desagradecido,  é  comeliésedes  de  ser  en 
contra  mi  honra ,  ni  por  otra  razón  alguna  ;  car  yo  certifi- 
cada de  todo  mi  buen  drecho,  renuncio  6  aparto  de  mí  los 
ditos  drechos,  é  cuoalesquiere  otros  que  para  revocar, 
anular ,  mengoar  ó  contradecir  esta  dita  donación  en  todo 
ó  en  parle  me  podrían  dar  favor  é  ayuda,  aunque  sean  casos 
igoales,  mayores  ó  semejables,  de  los  que  aquí  son  compre- 
sos. E  si  acaesciese  que  en  todo  ó  en  parle  por  mí  fuese 
revocada,  anulada,  mengoada  ó  eontradila  la  dita  dona- 
ción ,  é  contra  aquella  ficiese  acto  alguno  desde  agora  para 
la  hora,  é  de  la  hora  para  agora,  revoco,  caso  é  anulo  la 
dita  revocación,  anulamiento,  mengoa  é  contradicion ,  é 
otro  cuoalquierc  acto  que  en  contrario  desto  é  de  lo  conte- 
nido de  parle  de  suso  ficiese,  certificando  é  declarando. 


58 

como  certifico  é  deciaro  á  cuanlos  la  present  verán  que  la 
tal  revocación,  anulamiento,  mengoa  ó  conlradicíon,  é 
otro  cuoalquiere  acto  en  contrario  feto,  seria  é  será  feto 
facer  á  mí  forzadamente  é  contra  mi  volunlat,  detenién- 
dome presa  ó  fuera  de  mi  libertat  é  por  temor  de  ser  peor 
tratada;  mas  no  porque  mi  querer  ni  voluntat  sea  de  ani- 
(piilar  ni  contravenir  en  tiempo  nenguno  á  la  dita  donación 
por  mí  á  vos  feta,  en  todo  ni  en  parte  en  ninguna  ni  alguna 
manera,  é  á  tener,  servar,  cumplir  é  goardar  con  cfe- 
lo  (\)  grficia ,  cesión,  donación  é  Iransport,  é  cada 
una  de  las  otras  cosas  en  el  present  contratro  contenidas, 
sen  contravenimiento  alguno,  yo  la  dita  princesa  doña  Blan- 
ca me  obligo  so  encorrer  é  pagar  ¿e  pena  é  ¡)or  pacto  con- 
vencional, que  entre  vos  é  mí  quiero  sea  la  suma  ó  cuantía 
de  un  cuento  ó  milion  de  doblas  doro  de  la  banda,  buenas  é 
de  buen  oro  é  justo  peso  de  las  que  se  usan  é  corren  en  el 
dito  regno  de  Castilla ,  de  la  quoal  dita  pena  si  encorrer 
acaescia,  quiero,  consiento  é  me  place  que  la  mia  parle  haya 
á  ser  é  sea  para  la  Sede  apostólica  ó  cuoalquiere  otro  con- 
sistorio é  juez  eclesiástico  ó  emperador,  rey  ó  señor  secular 
ante  quien  será  feta  demanda  ó  quistion  á  causa  6  razón 
de  la  conservación  é  comjjlimiento  de  la  sobredita  donación, 
é  de  todo  lo  otro  de  parte  de  suso  expresado,  á  fin  que  me 
compelan  á  tener  é  cumplir  todas  é  cada  una  de  las  cosas 
sobreditas,  á  la  jurisdicción,  coerción,  conoscimiento  é  jui- 
cio é  compulsa  de  los  cuales  é  de  cada  uno  é  cuoalquiere 
dellos  me  someto;  é  las  otras  tres  partes  de  la  dita  pena 
hayan  é  sean  para  vos  el  dito  señor  rey  de  Castilla  ó  vuestros 
sucesores  ó  hobientes  causas,  el  en  cara;  quiero ,  consiento 
é  rae  place  que,  pagada  la  dita  pena  ó  non  pagada  una  ó 

(í)  Hay  una  palabra  que  no  se  lee  por  estar  rolo  el  papel. 


39 

mas  é  cuantas  vegadas  acaezcira  encorrer,  que  la  sobredita 
gracia ,  cession ,  donación  é  transport  del  dito  regno  é  de 
las  otras  cosas  sobreditas  sea  siempre  valedera  é  surta  su  de- 
bido efelo  é  valor,  según  de  parle  de  suso  es  especificado  é 
contenido  sin  contrasto,  empacho  ni  impedimento  alguno. 
E  para  esto  é  cada  una  cosa  é  parte  dello  así  tener,  cum- 
plir, servar  é  goardar  sin  contravenimiento  alguno,  yo  la 
dita  princesa  doña  Blanca  ante  todas  cosas  juro  é  prometo 
mi  buena  fe  real  por  una,  dos  ó  tres  veces,  et  en  seguient 
obligo  el  dito  regno  de  Navarra  é  todas  é  cuoalesquiere  otros 
señoríos,  rentas ,  drechos  é  bienes  muebles  y  raices  que  yo 
he  é  €*í  mí  pertenesccn  de  haber  é  habré  en  adelante  en 
cualquiere  regnos  é  señoríos  en  cualquiere  manera,  é  suplico 
cuanto  humilmente  puedo  á  nuestro  señor  el  papa,  é  do 
poder  cumplido  á  los  cardenales,  arzobispos,  obispos  é  sus 
delegados  ó  auditores,  é  al  señor  emperador  é  á  cuoalquiere 
rey  ó  señor,  ó  sus  alcaldes  ó  jueces  por  ánle  quien  esta 
present  carta  será  mostrada,  é  fuere  demandado  compli- 
miento  de  lo  en  ella  contenido,  que  pronuncien  sus  senten- 
cias contra  mí  é  me  condepnen  é  costreyngan  por  todos  los 
remedios  del  drecho  á  tener  é  goardar  é  facer  cumplir  é 
haber  por  firme  é  valedero  todo  lo  que  dito  é  contenido  es 
en  la  present  carta.  E  por  seguridat,  inicien  é  goarda  de  to- 
do lo  sobredito,  generalmente  renuncio  é  aparto  de  mi  é  de 
mi  favor,  ayuda  é  defensión  toda  ley,  fuero,  drecho,  uso, 
costunbre,  é  toda  buena  razón  é  defensión,  é  todo  acorro  é 
auxilio  de  drecho  ordinario  y  extraordinario,  canónigo  é 
cevil,  eclesiástico  et  secular,  scrípto  é  por  escribir.  Asimes- 
mo  renuncio  toda  protestación  o  protestaciones  que  yo  ó 
otro  por  mí  haya  dito,  ó  feto,  ó  protestado,  ó  ficiere,dijiere 
é  protestare  daquí  adelante  ante  cuoalesquiere  alcalde  6 
jueces,  ó  ante  otras  personas  cuoalesquiere  para  ir  ó  ve- 


40 

nir  en  contra  lo  que  dito  es,  ni  en  contra  parle  dello  en 
ninguna  ni  alguna  manera,  especialmente  renuncio  á  la 
\  .  .  (i) .  .  s  drechos  dicen  que  general  renunciación  .... 

•  •••••»••"•••• • • 

é  yo  así  la  renuncio,  que  non  me  vala  ni 

acorra  ni  aproveche  en  ninguna  ni  en  alguna  manera.  Et 
en  ultra  yo  la  dita  princesa,  para  en  este  caso;  é  para  en 
razón  de  lo  contenido  en  la  present  carta  renuncio  especial- 
mente y  expresa  las  leyes  de  los  emperadores  Jusliniano  é 
Beleyano  (2),  que  son  é  fablan  en  favor  de  las  mugeres,  é 
renuncio  á  mi  propio  fuero ,  juez  y  alcalde ,  é  á  toda  su  defen- 
sión é  ayuda,  que  contra  lo  sobredilo  dellos  é  de  cuoalquiere 
dellos  haber,  ni  fallar,  ni  aprovechar  me  pediese.  Las  cua- 
les ditas  leyes,  drechos  é  fueros  por  mí  renunciados  me 
fueron  fetos  entender  por  el  notario  et  secretario  infrascrito. 
Feta  fué  aquesta  carta  en  la  manera  sobredicha.  Testigos 

(1)  En  estos  claros  esta  roto  el  papel  en  el  original. 

(2)  No  se  encuentra  en  la  historia  emperador  alguno  así  llamado, 
echándose  de  ver  por  consiguiente  una  grosera  corrupción  en  esta 
fórmula  jurídica  de  que  usaban  con  harta  frecuencia  los  notarios  de 
la  época.  Lo  que  querrían  decir,  según  se  puede  sospechar  con  fun- 
damento, es  que  se  renunciaba,  siempre  que  se  hacia  uso  de  aque- 
llas palabras,  á  los  privilegios  introducidos  por  Justiniano  en  favor 
de  las  mujeres,  y  al  senado-consulto  Veleyano,  mas  comunmente 
conocido  en  los  tiempos  medios  con  el  simple  nombre  de  Veleyano, 
el  cual  hizo  cambiar  de  una  manera  notable  la  condición  de  la  mu- 
jer en  materia  de  obligaciones. 

El  ver  escrito  Beleyano  en  lugar  de  Veleyano  no  causará  extra- 
üeza  á  quien  haya  observado  en  todos  estos  documentos  la  estrecha 
afinidad  que  hay  entre  la  lengua  y  escritura  de  Navarra  y  la  lengua 
y  escritura  de  Francia ,  donde  á  cada  paso  se  ven  instrumentos  pú- 
blicos de  la  edad  media ,  en  los  cuales,  usándose  de  una  fórmula  igual 
á  la  de  esta  escritura  de  cesión,  se  lee  que  renunciaban  las  mujeres 
au  bcncfice  BcUeyan  et  Dividryan ,  ele. 


4i 

son  Ximeno  de  Vergara,  maslrc  de  boslal,  é  Pero  Pérez  de 
Irurita,  cambiador  de  dineros,  anio  mgccclxíj,  xxx.°  dia 
de  abril,  en  la  villa  de  San  Juan  [derPié  del  Puerto — Nota- 
río  Boronder. — 


Copia  de  capitulación  original  entre  los  reyes  de  Aragón  y 
Castilla,  sobre  la  conducta  que  habían  de  observar  con 
los  que  habian  seguido  su  partido  en  la  merindad  de  Es- 
tella,  fecha  á  2  ij  21  de  marzo  de  1464. 

Archivo  general  de  Simancas.  —  Capitulaciones  con  Aragón  y 
JSavan'a,  legajo  núm.  •I». 

Por  senyal  de  buen  amor  é  concordia  es  apuntado  é  con- 
cordado entre  los  señores  reyes  de  Castilla  é  de  Aragón  lo 
siguiente: 

Que ,  entregadas  al  dicho  senyor  rey  de  Castilla  ó  á 
quien  su  poder  hobiere  por  el  dicho  senyor  rey  Daragon, 
los  lugares  é  fortalezas  de  Moniardin  é  Dicastiüo  que  son 
en  la  merindat  de  Stella ,  é  asimismo  las  villas  é  fortalezas 
de  Miranda  é  la  Raga,  que  dende  en  adelante  el  dicho  señor 
rey  de  Castilla  deje  é  desampare  á  todos  los  que  le  han 
seido  é  son  rebelles  al  dicho  senyor  rey  Daragon  en  el  dicho 
su  regno  de  Navarra,  de  cualquiere  ley,  stado  ó  condición 
sean  ó  ser  puedan,  salvo  aquellos  que  son  é  entran  en  la 
dicha  merindat  de  Stella,  por  lo  que  tienen  en  ella,  que  des- 
de alli  adelante  no  les  dará  favor  ni  ayuda  alguna  púbiica 
ni  secretamente,  diiele  ni  indirete,  é  mandará  expresamente 
por  sus  pregones,  sopeña  del  mal  caso  é  fidelidat,  á  todos  los 
de  sus  regnos,  é  asimismo  á  todos  los  otros  vasallos  suyos 
que  están  so  su  señorío  ó  obediencia  en  el  regno  de  Na- 


42 

varra,  que  non  gelo  den,  é  asimismo  que  mandarán  prego- 
nar que  cualesquier  sus  subditos  naturales  que  con  ellos 
están  que  los  dejen  é  desemparen  é  no  les  den  favor  ni 
ayuda  alguna;  é  si  non  lo  ficieren,  que  el  dicho  señor 
rey  de  Castilla  proceda  contra  ellos  é  contra  sus  bienes, 
é  que  esto  mismo  haya  de  facer  é  faga  el  dicho  senj^or 
rey  Daragon  á  cualesquiere  personas  sus  vasallos,  é  sub- 
ditos é  naturales  decualquiere  estado  ó  condición  que  sean, 
que  rebellaren  é  ocuparen  al  dicho  señor  rey  de  Castilla  la 
dicha  villa  de  Stella  ó  sus  fortalezas,  é  otras  cualesquier 
cosas  de  su  merindat,  ó  las  dichas  villas  que  agora  le  dan 
en  las  dichas  prendas  como  dicho  es,  é  contra  los  que  les 
dieren  favor  é  ayuda,  según  que  en  el  dicho  caplíulo  se  con- 
tiene, que  lo  ha  de  facer  el  dicho  señor  rey  de  Castilla  á 
sus  subditos  é  naturales;  pero  que  si  los  caballeros  é  otras 
personas  que  tienen  bienes  é  heredamientos  en  la  dicha 
merindat  de  Stella,  fueren  á  facer  la  dicha  fidelidat  debida 
al  dicho  senyor  rey  Daragon  por  si  é  por  sus  procuradores 
por  lo  que  tienen  en  sus  regnos  fuera  de  la  dicha  merindat, 
é  le  entregaren  las  dichas  fortalezas  que  tuvieren  del  dicho 
senyor  rey  de  Aragón ,  después  que  fueren  entregadas  las 
susodichas  villas  é  fortalezas  en  ochenta  dias,  que  el  dicho 
senyor  rey  Daragon  los  perdone  é  restituya;  é  si  no  lo  ficie- 
ren ,  que  el  dicho  señor  rey  de  Castilla  los  deje  por  lo  que 
tienen  de  fuera  de  la  dicha  merindat. 

ítem,  es  apuntado  é  concordado  que  si  el  dicho  señor 
rey  de  Castilla  tuviere  manera  que  dentro  de  ochenta  dias 
primeros  siguientes  don  Juan  de  Cardona  é  Don  Jaime, 
Daragon  é  otros  cualesquier  de  los  regnos  Daragon  é  de 
Valencia,  que  se  hayan  mostrado  por  ól  otros  tiempos  pasa- 
dos, que  entreguen  algunas  fortalezas,  si  tienen  del  dicho 
senyor  rey  Daragon,  é  le  fagan  la  debida  fidelidat  por  sí  ó 


45 

por  sus  procuradores,  en  los  dichos  regnos  acostumbrada, 
quel  dicho  senyor  re}  Daragon  los  perdone  é  resliluya.  E  si 
non  lo  ficieren  dentro  del  dicho  término ,  quel  dicho  señor 
rey  de  Castilla  los  deje  é  desempare,  é  no  les  dé  ni  consien- 
ta ser  dado  favor  ni  ayuda,  antes  proceda  contra  los  que  el 
contrario  ficieren,  según  se  contiene  en  el  capítulo  antes  des- 
le  que  lo  ha  de  facer  contra  los  que  favorecieren  á  los  re- 
belles  en  el  dicho  regno  de  Navarra;  é  otrosí,  que  los  di- 
chos senyores  reyes  non  den  favor  ni  ayuda  alguna  á  cua- 
lesquiere  ciudades,  villas,  lugares  é  fortalezas  que  están 
rel)elles  ó  se  rebellaren  en  sus  regnos  é  senyoríos,  para  que 
de  ellos  fagan  danyos  algunos  en  los  regnos  del  otro;  é  que 
el  dicho  seííor  rey  de  Castilla  mande  pregonar  que  cuales- 
quier  sus  subditos  é  naturales  que  están  en  Catalunya  en 
la  parte  rebeile  al  dicho  senyor  rey  Daragon,  que  se  ven- 
gan á  sus  regnos,  é  si  non  lo  ficieren,  proceda  contra  sus 
personas  é  bienes  por  todo  rigor  de  drecho. 

Lo  cual  todo  susodicho  é  cada  cosa  dello ,  los  dichos 
senyores  reyes  de  Castilla  é  de  Aragón  juraron  á  Dios  é  á 
Santa  Maria,  é  á  esta  senyal  de  -f*  é  á  las  palabras  de  los 
Sanios  cuatro  Evangelios  do  quiere  que  están ,  é  ficieron 
pleito  é  homenaje  una,  dos  é  tres  veces,  al  fuero,  costum- 
bre Despanya  el  dicho  senyor  rey  de  Castilla  en  las  manos 
de  Don  Juan  Pacheco,  marqués  de  Villena ;  é  el  dicho  sen- 
yor rey  Daragon  en  las  manos  de  moss.  Rodrigo  de  Rebo- 
lledo, caballeros  é  hombres  fijosdalgo  que  estaban  presentes, 
é  dellos  lo  recibieron  que  ternán,  guardarán  é  complirán 
todas  las  cosas  é  cada  una  dellas  en  esta  escriptura  conte- 
nidas, é  cada  una  dellas  realmente  con  efeto,  cesante  todo 
fraude,  cautela,  é  enganyo,  é  ficción,  é  simulación  é  toda 
otra  cosa  que  en  contrario  sea  ó  ser  pueda,  del  cual  jura- 
mento non  demandarán  absolución,  dispensación  ni  con- 


44 

mutación ,  ni  usarán  della  en  caso  que  les  sea  atorgada  de 
propio  niotu  por  su  postulación,  ni  en  otra  cualquiere  ma- 
nera. De  lo  cual  los  dichos  senyores  reyes  mandaron  facer 
dos  escripturas  en  un  tenor,  para  cado  uno  dellos  la  suya, 
las  cuales  firmaron  con  sus  nombres  é  sellaron  con  sus  sellos, 
que  fueron  fechas  é  alorgadas,  firmadas  é  juradas  por  el 
dicho  senyor  rey  Daragon  en  la  villa  de  Gorella  á  dos  dias 
de  marzo,  anyo  del  nacimiento  de  nuestro  Señor  Jesucristo 
mil  é  cuatrocientos  é  sesenta  é  cuatro  anyos,  desdel  cual 
dia  corren  los  términos  en  esta  escriptura  contenidos;  é  por 
el  dicho  señor  rey  de  Castilla,  en  la  villa  de  Madrid  veinte 
uno  dias  de  marzo  del  dicho  anyo. —  Yo  el  Rey —  Rex 
Joannes. —  Hay  un  sello  grande  debajo  de  la  firma  del  rey 
de  Aragón  y  Navarra. 


Copia  de  la  capitulación  original  de  tregua  por  un  año  entre 
don  Gastón ,  conde  de  Foix  y  su  miiger  dona  Leonor ,  á 
nombre  del  rey  don  Juan  de  Aragón  y  Navarra,  y  el  rey 
don  Enrique  de  Castilla,  fecha  á  9  de  julio  de  1464. 

Archivo  general  de  Simancas. —  Capitulaciones  con  Aragón  y 
Navarra,  legajo  núm.  1.° 

In  dei  domine  amen.  Manifiesto  sea  á  lodos  que  en  el 
año  del  nascimiento  de  nuestro  Señor  Jesucristo  mil  cua- 
trocientos sesenta  é  cuatro  de  la  dozena  indicción  é  del 
Santísimo  in  Ghristo  padre  é  señor  nuestro  Pió  por  la  divi- 
na providencia,  papa  segundo,  año  sexto,  á  nueve  dias 
del  mes  de  julio,  en  la  ciudat  de  Pamplona,  dentro  una 
cámara  del  palacio  donde  de  presente  están  aposentados 
los  muy  ilhistrcs  señores  don  Gastón,  conde  de  Foix  é  de 


45 

Begorra,  é  señor  de  Bearn,  é  doña  Leonor  por  la  gracia  de 
Dios  infante  de  Aragón  é  de  Navarra,  condesa  de  Foix,  etc., 
su  muger,  lugar  tenientes  generales  por  el  muy  alto  é  muy 
esclarecido  príncipe  é  señor,  el  señor  don  Johan ,  rey  de 
Aragón  é  de  Navarra ,  en  este  su  regno  de  Navarra ,  pre- 
sente mí  notario  é  secretario,  é  los  testigos  infrascriptos, 
personalmente  constituidos  los  dichos  señores  conde  é  in- 
fante, por  sí  é  como  lugar  tenientes  generales  sobredilos, 
é  el  manífico  licenciado  Antón  Nuñes,  oidor  é  referendario 
é  del  conseio  del  muy  alto  é  muy  poderoso  príncipe  rey  é 
señor  don  Enrique,  rey  de  Castilla  é  de  León,  en  nombre 
é  como  procurador  del  dicho  señor  rey  de  Castilla ,  segund 
que  de  su  poder  consta  por  carta  firmada  del  nombre  del 
dicho  señor  rey  de  Castilla,  é  sellada  con  su  sello,  despa- 
chada por  Alvaro  Gómez  de  Cibdad  Real,  secretario  de  su 
alteza ,  Ja  cual  en  el  fin  de  los  capítulos  siguientes  es  inser- 
ta, apuntaron,  concordaron,  firmaron  é  juraron  los  capítulos 
infrascripto  sé  todas  é  cada  unas  cosas  en  ellos,  é  en  cada 
uno  dellos  contenidas,  los  cuales  son  del  tenor  siguiente. 

Las  cosas  apuntadas  é  concordadas  entre  el  muy  alio 
é  rauy  poderoso  príncipe,  rey  é  señor  don  Enrique,  por  la 
gracia  de  Dios,  rey  de  Castilla  é  de  León,  é  el  licenciado 
de  Cibdad-Rodrigo  del  su  Consejo,  en  su  nombre,  é  por  vir- 
tut  de  su  poder  especial  que  para  ello  tienen,  el  tenor  del 
cual  va  de  yuso  inserto  de  la  una  parte,  é  los  muy  illus- 
tres  señores  don  Gastón ,  conde  de  Foix  é  de  Begorra ,  é 
doña  Leonor,  infante  de  Aragón  é  de  Navarra,  condesa  de 
Foix,  etc. ,  su  muger,  en  nombre  é  como  lugar  tenientes 
generales  en  el  regno  de  Navarra,  del  muy  esclarecido  é 
muy  excellenle  príncipe,  rey  é  señor  don  Juan ,  por  la  mes- 
ma  gracia,  rey  de  Aragón,  é  de  Navarra,  su  padre,  é  por 
sí  é  en  nombre  dellos  de  la  otra  son  los  siguientes: 


46 

Primeramente,  es  apuntado  é  concordado  que  entre  el 
dicho  señor  rey  de  Castilla  é  sus  regnos  é  señoríos,  é  en  las 
villas,  é  lugares,  é  castillos,  é  fortalezas,  é  tierras,  é  ca- 
balleros, alcaides,   capitanes,  escuderos,  é  personas,   é 
gentes  é  vasallos  que  él  tiene  é  posee ,  é  por  él  están  en 
la  merindat  de  Stella,  é  las  otras  cualesquiere  que  tiene, 
é  por  su  parte  ó  á  su  obediencia  ó  servicio  están  en  el  di- 
cho regno  de  Navarra,  é  los  que  están  en  voz  é  en  nom- 
bre de  la  illustre  princesa  doña  Blanca ,  en  el  dicho  regno 
de  Navarra,  é  todos  los  otros  sus  señoríos,  personas,  va- 
sallos, subditos  é  naturales,  é  sus  adherentes,  amigos,  é 
aliados,  é  parciales  en  el  dicho  regno  de  Navarra  de  cual- 
quiere  estado,  condición,  dignidal  ó  preeminencia  sean,  é 
cualquier  ó  cualesquiere  dellos  de  la  una  parte ,  é  el  dicho 
señor  rey  de  Aragón  é  de  Navarra,  é  los  dichos  señores 
conde  é  infante  por  sí  é  como  lugar  tenientes  generales  del 
dicho  señor  rey,  su  padre,  é  todas  las  Cibdades,  é  villas, 
é  lugares,  castillos  é  fortalezas  é  tierras,  caballeros,  capi- 
tanes, alcaides,  escuderos,  personas  é  gentes  cualesquiere 
del  dicho  regno  de  Navarra  que  á  obediencia  é  servicio  del 
dicho  señor  rey  de  Aragón  é  de  Navarra,  é  de  los  dichos 
conde  é  infante ,  é  por  la  corona  del  dicho  regno  de  Navarra 
están,  é  sus  adherentes,  amigos,  aliados  é  parciales,  é 
cualesquiere  é  cualquiere  dellos  de  cualquiere  estado,  con- 
dición ,  dignidat  ó  preeminencia  sean  de  la  otra ,  haya  é 
se  guarde,  é  tenga  tregua  é  sobreseimiento  de  guerra  en 
los  dichos  reinos  é  señoríos  de  Castilla  é  de  Navarra  por 
tiempo  de  un  año  complido,  contadero  desde  el  primero 
dia  del  mes  de  junio  mas  cerqua  pasado  de  aqueste  año 
mil  ccccLX  quatro  en  adelante. 

Ítem,  es  apuntado  é  concordado  que  durante  el  tiempo 
del  dicho  año  de  la  dicha  tregua  é  sobreseimiento  de  gucr- 


47 

ra,  las  unas  partes  contra  las  otras,  ni  las  otras  contra  las 
otras ,  ni  ninguno  ni  alguno  de  los  susodichos  principales 
adherentes  ó  aliados  de  la  una  parte  contra  los  de  la  otra, 
nin  contra  cualquier  dellos,  nin  los  otros  contra  los  otros  se 
hayan  de  facer,  nin  fagan,  nin  consientan  facer  por  ma- 
nera alguna  guerra ,  robos ,  presiones ,  lomas  nin  embar- 
gos, nin  otros  males  nin  daños  en  personas  nin  en  bienes, 
nin  en  las  villas  é  castillos,  fortalezas,  ni  tierras  que  tie- 
nen é  por  ellos  están,  nin  en  otra  manera  alguna  por  sí  ni 
por  otros,  pública  ni  ocultamente,  direte  ni  indirete,  nin 
por  causa  de  entregas,  prendas,  reprendas,  marquas,  nin 
contra  marquas,  nin  por  otros  daños  algunos  fechos  en  tiem- 
po de  paz  ó  de  guerra,  ó  de  sobreseimiento,  ó  de  treguas 
pasadas,  nin  por  otra  causa  ni  razón,  nin  color,  que  sea 
pensada  ó  por  pensar ,  antes  que  hayan  de  estar  é  estén  por 
todo  el  dicho  tiempo  de  un  año  los  unos  con  los  otros  é  los 
otros  con  los  otros  en  todo  buen  sosiego  é  cesamiento  de 
guerra,  é  que  asimesmo  sean  seguros  cualesquiere  extran- 
jeros de  cualquiere  nación,  estado,  dignidad,  condición  ó 
preeminencia  sean,  que  en  este  dicho  tiempo  de  esía  dicha 
tregua  fueren,  vinieren  ó  estovicren  en  los  dichos  regnos  é 
señoríos  de  Castilla  é  Navarra. 

Ítem,  por  cuanto  la  voluntad  de  los  sobredichos  señores 
es  que,  durante  el  tiempo  del  dicho  sobreseimiento,  los  rei- 
nos é  señoríos  de  cada  una  de  las  partes  vivan  en  toda  tran- 
quilidal  é  reposo,  es  apuntado  é  concordado  que  los  de  los 
reinos  é  señoríos  del  dicho  señor  rey  de  Castilla ,  é  de  lo  que 
por  su  alteza  está  en  el  dicho  regno  de  Navarra,  é  los  so- 
bredichos que  tienen  el  nombre  é  voz  de  la  dicha  señora 
princesa,  puedan  libre  é  seguramente  venir  en  cualesquier 
cibdades,  é  villas  é  lugares  del  dicho  reino  de  Navarra,  es 
á  saber:  en  los  que  están  á  la  obediencia  é  servicio  del  di- 


48 

cho  senyor  rey  de  Aragón  é  corona  de  Navarra,  é  los  oíros 
puedan  ¡r  libre  é  seguramente  á  cualesquier  cibdades,  vi- 
llas é  lugares,  tierras  é  señoríos  del  dicho  señor  rey  de  Gas- 
tilla,  é  á  su  obediencia  ó  á  nombre  é  voz  de  la  dicha  seño- 
ra princesa  en  el  dicho  reino  de  Navarra  estantes ,  é  los 
unos  con  los  otros,  é  los  otros  con  los  otros  puedan  conver- 
sar é  conversen,  comuniquen,  é  hayan  é  fagan  sus  merca- 
derías é  comercios,  pagando  sus  drechos  acostumbrados,  é 
que,  durante  el  dicho  tiempo  del  presente  sobreseimiento,  el 
dicho  comercio  por  intereses  ó  causa  alguna  non  pueda  ser 
vedado  nin  revocado,  con  aquesto  empero  que  en  las  cibda- 
des, villas,  castillos  é  lugares  cercados  de  la  una  parte, 
ninguno  de  la  otra  parte,  nin  los  de  la  otra  á  los  de  la 
otra  pueda  entrar  si  non  demandada  é  obtenida  primero 
licencia  del  capitán,  alcaide  ó  alcalde,  ó  juez  ordinario  de 
cualquier  de  las  tales  cibdades,  villas,  castillos  é  luga- 
res cercados.  E  si  caso  fuese  que  alguno  ó  algunos  sin  la  li- 
cencia sobredicha  entrasen,  que  sea  arbitrio  del  capitán  ó 
del  principal  oficial  ó  juez  ordinario  del  tal  lugar  de  le  dar 
la  pena  que  querrá. 

ítem,  es  apuntado  é  concordado,  por  evitar  todas  causas 
é  ocasiones  de  rompimiento  de  la  dicha  tregua ,  que  cual- 
quiera ó  cualesquiere  facultades  ó  mandamientos  dados  ó. 
otorgados  á  cualquier  ó  cualesquiere  personas,  villas  ó 
lugares  de  los  dichos  reinos  de  Castilla  é  de  Navarra  para 
facer  prendas,  reprendas,  entregas  ó  represarías  sobre  los 
daños  ó  cosas  fechas  en  los  tiempos  pasados  en  paz,  ó  en  tre- 
gua, ó  en  guerra ,  ó  en  otra  cualquier  manera,  sean  suspen- 
didos, é  las  partes,  ni  personas,  ni  justicias  á  quien  atañe 
ó  se  dirigen,  no  puedan  usar  ni  usen  dello  en  el  dicho  tiem- 
po del  dicho  año  de  tregua ,  é  que  á  mayor  ahondamiento 
los  dichos  señores  reyes  é  infante ,  é  cada  uno  dellos  los 


19 

hayan  de  suspender  é  suspendan  por  el  dicho  tiempo  por 
sus  cartas  patentes ,  las  cuales  hayan  de  facer  publicar  é 
pregonar  dentro  de  cuarenta  días  primeros  siguientes  en  los 
lugares  de  las  fronteras,  é  dende  en  adelante  en  el  dicho 
tiempo  de  un  año  no  hayan  de  dar,  ni  otorgar,  di  den,  ni 
otorguen  otros  mandamientos  ni  facultades  algunas  de  nuevo 
sobre  la  dicha  razón,  é  si  se  impetrasen  que  no  sean  cum- 
plidos. 

Ilem,  es  apuntado  é  concordado  que,  puesto  que  den- 
tro el  dicho  tiempo  del  dicho  año  desla  dicha  tregua  é  so- 
breseimiento de  guerra,  alguna  prenda  ó  reprenda,  corrida, 
ó  otro  mal  ó  daño  se  fagan  de  una  parte  á  otra ,  é  de  la 
otra  á  la  otra ,  una ,  é  dos  é  tres  ó  mas  veces ,  lo  que  Dios 
no  quiera,  que  por  aquello  non  se  pueda  facer  reprenda,  ni 
se  entienda  la  dicha  tregua  por  aqnello  rompida,  antes  la 
dicha  tregua  se  guarde  é  tenga ,  é  quede  firme  en  su  fuer- 
za é  vigor  todo  el  dicho  tiempo  del  dicho  año,  en  tal  ma- 
nera empero  que  si  la  tal  cosa  se  ficiere  por  los  de  la  parto 
del  dicho  señor  rey  de  Castilla,  é  de  los  que  están  en  voz  é 
en  nombre  de  la  dicha  señora  princesa ,  quel  dicho  señor 
rey  de  Castilla  sea  tenido  é  obligado  de  lo  facer  restituir,  é 
tornar,  emendar  é  reducir  en  el  primero  estado  realmente 
é  con  efeto,  é  sin  poner  en  ello  compensación,  ni  dilación  ni 
tardanza  alguna;  é  asimesmo  si  se  ficiere  por  alguno  ó  al- 
gunos de  los  de  la  parte  del  dicho  señor  rey  de  Aragón  é 
de  Navarra  ó  de  la  dicha  señora  infante,  ó  de  aquellos  que 
por  la  corona  del  dicho  regno  de  Navarra  están ,  que  su 
señoría  é  cada  uno  ó  cualquier  dellos  sean  tenidos  é  obli- 
gados de  lo  facer  restituir,  é  tornar,  é  emendar,  é  redu- 
cir en  su  primero  estado,  segunt  é  en  la  manera  é  forma 
que  dicha  es;  é  que  allende  de  la  dicha  emienda  é  restitu- 
ción, que  los  quebranta  dores  de  la  dicha  Iregua  sean  puni- 
ToMO  XLI  4 


50 

dos  corporalmente,  es  á  saber:  si  fuere  noble,  ó  caballero, 
ó  gentilome,  que  sea  descabezado;  é  si  fuere  de  otra  condi- 
ción, que  sea  enforcado;  é  que  la  tal  pena  non  pueda  ser  ni 
sea  redemida,  diminuida,  quitada  ni  perdonada  por  rescate, 
favor,  auloridat  ni  por  otra  causa  ni  razón  alguna. 

ítem,  es  apuntado  é  concordado  por  mayor  conservación 
é  entretenimiento  de  la  dicha  tregua,  que  cuatro  personas 
por  la  parte  del  dicho  señor  rey  de  Castilla,  cuales  los  di- 
chos señores  conde  é  infanta,  por  carta  signada  de  escriba- 
no é  firmada  de  los  nombres  suyos ,  é  sellada  con  su  sello 
nombrarán,  é  los  alcaides  de  los  castillos,  é  capitanes,  é 
merinos,  é  alcaldes,  é  justicias,  é  regidores  de  las  cibdades 
é  villas  de  Logroño,  de  Calahorra,  de  Alfaro,  de  Viana ,  de 
los  Arques,  de  la  Raga,  de  Miranda,  de  Dicastillo,  de  Le- 
rin  ,  de  Azagra,  de  Sant  Adrián,  de  Montjardin,  de  Torral- 
ba  é  de  Agreda ,  los  que  de  presente  son  ó  por  tiempo  serán 
de  la  una  parte,  é  cuatro  otras  personas  por  la  parte  del  di- 
cho señor  rey  de  Aragón  é  de  Navarra,  las  qucl  dicho  licen- 
ciado, en  nombre  del  dicho  señor  rey  de  Castilla,  por  carta 
signada  de  escribano,  é  firmada  del  nombre  del  dicho  licen- 
ciado, é  sellada  con  su  sello  nombrará,  é  los  alcaides,  é 
capitanes ,  é  merinos ,  é  alcaldes ,  é  regidores  de  las  cibda- 
des, é  villas,  é  lugares  de  Pamplona,  de  Stella,  de  Tudela, 
de  Arguedas,  de  Vallierra,  de  Villafranca,  de  Olite,  de 
Peralta,  de  Marzilla,  de  Falces,  de  Tafalla,  de  Artajona, 
de  Mendigorria  é  de  la  Puente  de  la  Reina,  que  son  de  pre- 
sente ó  por  tiempo  serán  de  la  otra ,  hayan  de  facer  é  fagan 
juramento  solemne  queternán,  é  guardarán,  é  farán  tener 
é  guardar  bien  é  fielmente  la  dicha  tregua,  é  non  consin- 
tirán,  ni  darán  lugar  que  desde  las  dichas  ciudades ,  villas, 
castillos,  fortalezas  é  lugares,  ni  de  alguno  dellos  sea  que- 
brada ni  fecho  robo,  ni  mal,  ni  daño,  ni  prenda,  ni  repren- 


51 

da  contra  el  tenor  é  forma  de  lo  en  esta  escriplura  é  capí- 
tulos contenido;  é  que  si  lo  contrario  se  Gciere  ó  tentare 
por  cualquiera  ó  cualesquiere  personas,  que  luego  como  lo 
supieren  o  sintieren  en  cualquier  manera,  lo  vedarán  é  re- 
sistirán, é  con  toda  diligencia  é  sin  cautela  alguna,  prende- 
rán é  tomarán  á  los  que  lo  ficieren,  é  todos  los  bienes  é  co- 
sas que  levaren  ó  toviereo,  para  facer  dellos  justicia,  reslilii- 
cion ,  emienda  é  satisfacción  á  los  danmificados ,  la  cual  ha- 
yan de  facer  é  fagan  luego  sin  detenimiento  alguno;  é  que 
los  dichos  señores  reyes,  conde  é  infante,  sean  tenidos  de 
compellir  é  compelían  á  los  sobredichos  cada  uno,  á  los  de 
su  parte,  que  en  todo  caso  é  en  toda  manera  fagan  el  dicho 
juramento  é  solemnidat  de  hoy  dia  de  la  fecha  desta  escrip- 
tura  en  cuarenta  dias  primeros  siguientes,  é  hayan  de  dar 
é  den  delio  la  una  parte  á  la  otra,  é  la  otra  á  la  otra  ins- 
trumento signado  en  forma  pública  dentro  de  otros  diez 
dias  primeros  siguientes  en  adelante. 

E  si  conteciese  por  ventura  que  los  quebrantadores  de 
la  dicha  tregua,  llegando  en  ciudat,  villa,  castillo,  fortaleza 
ó  logar  alguno  de  los  sobredichos  con  cabalgada  ó  robo  al- 
guno, por  culpa  ó  negligencia  de  los  sobredichos  oficiales  ó 
de  alguno  dellos,  se  fueren  en  tal  manera  que  sus  personas, 
para  facerse  justicia,  é  los  bienes  que  robado  habrán  para  se 
restituir,  haber  no  se  iwdrán,  que  en  tal  caso  los  alcaides,  si 
en  los  castillos,  ó  fortalezas,  é  los  capitanes,  alcaldes,  jus- 
ticias é  pueblos,  si  en  ciudades  villas  ó  logares,  ó  en  alguno 
dellos  retraídose  habrán,  sean  tenidos  é  obligados  satisfacer, 
pagar  é  emendar  los  daños  fechos  á  los  damnificados ,  lo 
cual  ejecutar  é  les  facer  tener  é  complir  hayan  de  facer  las 
personas  que  .en  el  siguiente  capítulo  de  parle  de  yuso  con- 
tenido, para  entender  en  la  observación  de  la  presente  tre- 
gua, depulados  serán. 


52 

ítem ,  es  apuntado  é  concordado  que  por  mayor  con- 
servación é  ejecución  de  la  dicha  tregua  é  de  lo  sobredicho 
hayan  de  ser  é  sean  nombradas  é  diputadas  dos  personas, 
la  una  por  la  parte  del  dicho  señor  rey  de  Castilla,  é  la  otra 
por  la  parte  de  los  dichos  señores  rey  de  Aragón  é  de  Na- 
varra, conde  é  infante,  con  poder  é  facultad  para  ver,  é 
librar,  é  determinar,  é  facer  restituir,  é  emendar  todos  é 
cualesquier  males,  é  daños,  é  cosas  que  durante  el  tiempo 
del  dicho  año  de  la  tregua ,  é  contra  el  tenor  é  forma  de 
lo  en  esta  scriptura  é  capítulos  contenido,  fueren  fechas  é 
acaescieren  en  cualquier  manera  de  la  una  parte  á  la  otra, 
é  de  la  otra  á  la  otra.  E  porque  puedan  proceder  é  proci- 
dan  contra  los  quebrantadores  de  la  dicha  tregua,  é  ejecu- 
tar é  ejecuten  en  sus  personas  é  bienes,  é  de  cualquiera 
dellos  las  penas  susodichas  é  las  otras  en  que  de  derecho 
incurrieren,  asimesmo  hayan  de  tener  é  tengan  poder  é  fa- 
cultad para  ver,  é  librar,  é  determinar,   é  facer  justicia 
á  las  partes  á  quien  atañe  cerca  de  los  daños,  é  prendas,  é 
reprendas,  é  cosas  fechas,  é  acaescidas  en  la  tregua  que 
aun  dura,  la  cual  comenzó  correr  del  noveno  dia  del  mes 
de  mayo  mas  cerqua  pasado. 

ítem ,  es  apuntado  é  concordado  que  sean  luego  asi- 
mesmo deputadas  otras  dos  personas,  una  por  cada  parte, 
las  cuales  hayan  poder  é  facultad  para  ver,  é  determinar 
é  facer  justicia  é  restitución  á  las  parles  á  quien  atañe 
acerca  de  los  daños  é  cosas  fechas  desde  la  firma  de  la  tre- 
gua fecha  en  Corella  fasta  el  dicho  noveno  dia  de  mayo. 

Ilem ,  es  apuntado  é  concordado  que  si  las  cuatro  per- 
sonas que  han  de  jurar  por  la  parte  del  dicho  señor  rey  de 
Castilla  de  tener  é  guardar  esta  tregua ,  los  cuales  han  de 
ser  nombrados  por  los  dichos  señores  conde  é  infante ,  se- 
gunt  que  de  suso  en  estos  dichos  capítulos  se  contiene, 


^    53 

non  la  quisieren  jurar,  aeceplar,  é  estar  por  ella,  que  sus 
personas,  é  bienes,  é  las  villas  é  logares  de  su  palrimonio 
que  tienen  en  la  dicha  merindal  Destella,  é  las  otras  que  por 
ellos  é  sus  parciales  están  en  cualquiere  manera  en  el  dicho 
reino  de  Navarra,  queden  fuera  de  la  dicha  tregua;  é  que  el 
dicho  señor  rey  de  Castilla  por  sí,  nin  por  sus  gentes,  nin 
por  otras  interpósilas  personas ,  non  les  haya  de  favorecer, 
ni  ayudar,  ni  favorezca,  ni  ayude  durante  el  dicho  tiempo 
de  la  dicha  tregua,  directamente  ni  indiretta,  públicamen- 
te ni  oculta ,  aunque  por  la  parte  de  los  dichos  señores  rey 
de  Aragón  é  de  Navarra ,  é  conde  de  Foix  é  infante  les  sea 
fecha  guerra;  é  que  por  esto  non  parezca  ni  se  entienda  que- 
brada la  dicha  tregua,  antes  quede  en  su  fuerza  é  vigor. 

ítem  ,  es  apuntado  é  concordado  que  si  las  cuatro  per- 
sonas de  la  parte  del  dicho  señor  rey  de  Aragón  é  de  Na- 
varra, que  han  de  jurar  de  tener  é  guardar  la  dicha  tre- 
gua ,  los  cuales  han  de  ser  nombrados  por  el  dicho  licencia- 
do en  nombre  del  dicho  señor  rey  de  Castilla ,  seguut  que 
de  suso  en  estos  dichos  capítulos  se  contiene ,  no  quisieren 
jurar,  acceptar  é  estar  por  ella ,  que  sus  personas  é  bienes, 
é  villas ,  é  lugares  de  su  patrimonio  que  tienen ,  ó  por  ellos 
ó  por  sus  parciales  están  en  el  dicho  regno  de  Navarra  en 
cualquiere  manera,  queden  fuera  de  la  dicha  tregua ;  é  que 
los  dichos  señores  rey  de  Aragón  é  de  Navarra ,  é  conde  é 
infanta,  ni  alguno  dellos  por  sí,  ni  por  sus  gentes,  ni  por 
otras  interpósitas  personas,  non  les  hayan  de  favorescer ,  ni 
ayudar,  ni  favorezcan,  ni  ayuden  durante  el  dicho  tiempo 
de  la  dicha  tregua,  directamente  ni  indirecta,  públicamente 
ni  oculta  ,  aunque  por  la  parte  del  dicho  señor  rey  de  Cas- 
tilla les  sea  fecha  guerra ;  é  que  por  esto  non  parezca  ni  se 
entienda  quebrada  la  dicha  tregua,  antes  quede  en  su 
fuerza  é  vigor. 


54 

Ilem,  por  mayor  firmeza  é  seguredat  de  lo  susodicho  es 
apuntado  é  concordado  que  el  dicho  señor  rey  de  Castilla, 
dentro  de  veinte  dias  primeros  siguientes,  contaderos  de  la 
fecha  de  la  presente  scriptura,  haya  de  confirmar,  é  aprobar 
é  jurar,  é  confirme,  é  apruebe,  é  jure  solemnemente  la  di- 
cha tregua,  é  todo  lo  en  esta  dicha  escriptura  é  capítulos 
contenido,  el  cual  juramento  haya  de  facer  en  presencia  de 
la  persona  que  por  los  dichos  señores  conde  é  infante,  lugar 
tenientes  sobredichos  para  ello  deputados  será,  á  la  cual  per- 
sona se  haya  de  delibrar  la  dicha  confirmación  ó  juramento 
por  escriptura  auténtica,  firmada  del  nombre  del  dicho  se- 
ñor rey  de  Castilla  é  sellada  con  su  sello. 

ítem,  es  apuntado  é  concordado  por  mayor  corrobora- 
ción de  lo  sobredicho,  que  el  dicho  señor  rey  de  Aragón  é 
de  Navarra  haya  de  confirmar  é  aprobar,  é  jurar,  confirme, 
é  apruebe,  é  jure  la  dicha  tregua  é  todo  lo  en  los  presentes 
capítulos  contenido,  de  lo  cual  haya  de  constar  por  escrip- 
tura patente,  firmada  de  su  nombre  é  sellada  con  su  sello, 
la  cual  se  haya  de  entregar  c  entregue  en  poder  del  dicho 
licenciado  ó  del  alcaide  de  la  Raga  ,  ó  de  su  lugar  teniente 
dentro  de  veinte  dias  primeros  siguientes. 

ítem,  es  apuntado  é  concordado  que  asimesmo  el  sere- 
nísimo é  cristianísimo  señor  rey  de  Francia,  por  cuyo  aca- 
tamiento é  contemplación  se  face  é  otorga  la  dicha  tregua, 
haya  de  prometer  é  prometa  poj*  su  fe  é  palabra  real,  c  i)or 
su  carta  patente  firmada  de  su  nombre  é  sellada  con  su  se- 
llo, que  la  fará  tener  é  guardar  á  la  parte  del  dicho  señor 
rey  de  Aragón  é  de  la  dicha  señora  infante  6  regno  de  Na- 
varra, la  cual  se  entregue  al  que  el  dicho  licenciado  por  ella 
enviare. 

ítem,  es  apuntado  é  concordado  que  la  dicha  tregua  é 
sobreseimiento  de  guerra  se  haya  de  publicar,  é  pregonar, 


55 

é  publique,  é  pregone  por  las  villas  é  logares  de  las  fronte- 
ras dentro  de  diez  días  primeros  siguientes,  lo  cual  se  haya 
de  mandar  facer  é  poner  en  obra  por  cada  una  de  las  dichas 
partes,  en  los  lugares  é  villas  de  sus  fronteras. 

La  forma  del  poder  del  dicho  licenciado  es  segunt  se 
sigue. 

Don  Enrique  por  la  gracia  de  Dios  rey  de  Castilla ,  de 
León,  de  Toledo,  de  Gallicia,  de  Sevilla,  de  Córdoba,  de 
Murcia,  de  Jaén,  del  Algarve,  de  Algecira,  de  Gibraltar, 
é  señor  de  Vizcaya  é  de  Molina.  Por  cuanto  el  rey  de  Fran- 
cia, nuestro  muy  caro  é  muy  amado  hermano,  primo  é 
aliado ,  nos  envió  rogar  é  exhortar  con  su  embajador  que 
sobre  ello  á  nos  envió,  que  nos  pluguiese  de  dar  é  otorgar 
tregua  al  regno  de  Navarra ,  é  á  las  villas  é  logares ,  cas- 
tillos é  fortalezas  del ;  por  ende ,  por  acatamiento  é  contem- 
plación del  dicho  rey  de  Francia ,  nuestro  hermano ,  é  con- 
fiando de  la  discreción  é  legalidat  de  vos  el  licenciado  Antón 
Nuñez,  nuestro  oidor  é  referendario  é  del  nuestro  Consejo, 
por  esta  nuestra  carta  damos  é  otorgamos  todo  nuestro  po- 
der complido  segunt  que  lo  nos  habemos,  é  segunt  que 
mejor  é  mas  compiidamente  lo  podemos  é  debemos  dar  é 
otorgar  de  drecho  á  vos  el  dicho  licenciado,  para  que  por 
nos  é  en  nuestro  nombre  podados  tratar,  é  apuntar,  con- 
cordar, fírmar  é  jurar  tregua  é  sobreseimiento  de  guerra 
entre  nos  é  nuestros  regnos,  é  tierras  é  señoríos,  é  las  vir 
Has,  é  tierras,  é  fortalezas,  castillos,  é  logares,  é  gentes 
que  nos  tenemos ,  é  por  nos  están  en  el  dicho  regno  de  Na- 
varra, así  con  el  ínclito  conde  de  Foix,  é  con  la  infante, 
su  mujer,  nuestros  muy  caros  é  muy  amados  primos,  é 
con  cada  uno  dellos,  como  con  otra  ó  otras  cualesquiera  per- 
sonas que  para  ello  poder  tengan ,  por  el  tiempo  é  en  la 
forma  é  con  las  cláusulas,  vínculos,  é  condiciones,  é  fir- 


56 

mezas,  é  obligaciones,  é  juramentos,  votos,  submisiones 
que  á  vos  bien  visto  fuere,  é  para  que  la  dicha  tregua  por 
vos  así  asentada  la  publiquedcs  é  fagades  publicar  é  prego- 
nar, é  mandedes  de  nuestra  parte  guardar  en  todas  las 
cibdades,  é  villas  é  logares  de  nuestros  regnos  é  señoríos, 
é  los  que  tenemos  en  el  dicho  regno  de  Navarra,  para  que 
sea  guardada  é  non  sea  quebrantada  so  las  penas  é  casos 
que  vos  de  nuestra  parte  les  pusierdes  é  mandardes,  las  cua- 
les nos  les  ponemos  por  la  presente;  é  para  que  podades 
diputar  é  nombrar  cuaiquiere  persona  ó  personas  para  en- 
tender é  determinar  sobre  cualesquiere  prendas  é  cosas  que 
se  ficieren  é  cometieren  de  una  parte  á  otra,  é  desatar 
cualesquiere  agravios,  porque  la  dicha  tregua  mejor  sea 
guardada  é  conservada.  E  cuant  complido,  é  bastante  po- 
derío é  facultad  nos  habemos  para  todo  lo  que  dicho  es ,  é 
para  cada  cosa  dello,  tal  é  tan  complido  lo  otorgamos  é  da- 
mos á  vos  el  dicho  licenciado  con  todas  sus  incidencias, 
dependencias,  é  emergencias,  é  conexidades.  E  todo  cuan- 
to por  vos  fuere  fecho.,  é  asentado,  apuntado,  jurado,  pro- 
metido, votado  é  obligado,  é  cuaiquiere  tregua,  seguro  é 
sobreseimiento  que  vos  en  nombre  nuestro  fizierdes  é  asen- 
tardes,  firmardes,  promelierdesé  concordardes,  por  la  pre- 
sente prometemos  é  nos  obligamos  de  lo  guardar  é  mandar 
guardar,  é  tener,  é  compür,  é  mantener  realmente  é  con 
efecto,  todo  fraude  é  cabtela  cesante,  so  obligación  de  nues- 
tros bienes  fiscales  é  palrimoniales  que  para  ello  expresa- 
mente obligamos,  é  por  mayor  firmeza  juramos  á  Dios  é  á 
Santa  María,  é  á  esta  señal  de  Cruz  +  é  á  las  palabras  de  los 
Santos  Evangelios  de  lo  tener,  é  guardar,  é  complir,  é  man- 
dar guardar  realmente  é  con  efeto,  en  testimonio  de  lo  cual 
mandamos  dar  esta  nuestra  carta  firmada  de  nuestro  nom- 
bre é  sellada  con  nuestro  sello.  Dada  en  la  villa  de  Madrid 


57 

á  cinco  días  de  junio  año  del  nascimienlo  de  nuestro  Señor 
Jesucristo  mil  cuatrocientos  sesenta  é  cuatro  años. — Yo 
el  Rey. — Yo  Alvar  Gómez  de  Cibdad-Real,  secretario  de 
nuestro  señor  el  rey,  la  fice  escribir  por  su  mandado. — Re- 
gistrada. 

La  cual  dicha  escritura  é  capítulos  é  todo  lo  en  ellos 
contenido,  los  dichos  señores  conde  é  infante,  como  lugar 
tenientes  generales  en  el  dicho  regno  de  Navarra  por  el 
dicho  señor  rey  su  padre,  é  por  sí  mesmos  é  en  su  nombre, 
é  el  dicho  licenciado  en  nombre  del  dicho  señor  rey  de  Cas- 
tilla, por  virtud  del  dicho  preinserto  su  poder,  é  cada  uno 
dellos  otorgaron ,  é  seguraron ,  é  prometieron ,  é  por  mayor 
firmeza  los  dichos  señores  conde  é  infante  en  ánima  del 
dicho  señor  rey  su  padre  é  suya  dellos,  é  el  dito  licenciado 
en  ánima  del  dito  señor  rey  de  Castilla,  juraron  á  Dios  é  á 
la  señal  de  la  Cruz  +  que  con  sus  manos  tocaron,  é  á  las 
palabras  de  los  Santos  Evangelios,  do  quiere  que  están,  de 
lo  así  tener,  é  guardar,  é  complir,  é  de  no  ir,  ni  pasar, 
ni  consentir  venir,  ni  pasar  contra  ello  en  ningún  tiempo 
ni  por  alguna  manera,  todo  fraude  é  cautela  cesantes.  De 
lo  cual  é  de  todo  lo  en  ello  contenido  así  los  dichos  señores 
conde  é  infante,  en  los  nombres  sobredichos ,  como  el  dicho 
licenciado  Antón  Nuñez,  en  nombre  del  dicho  señor  rey  de 
Castilla,  requirieron  á  mi  dicho  é  infrascrito  secretario  é  no- 
tario, que  recibiese  é  testificase  carta  pública,  una  ó  mu- 
chas ,  é  cuantas  demandasen  é  haber  quisiesen ,  de  la  cual 
por  agora  quisieron  é  mandaron  que  les  sacase  dos  con- 
semblantes instrumentos  é  de  un  tenor,  firmados  de  sus 
nombres  é  sellados  de  sus  sellos.  Fecho  fué  aquesto  en  la 
ciudat,  año,  indicion,  pontificado,  dia,  mes  é  logar  sobre- 
dichos. Presentes  testigos  fueron  á  las  sobredichas  cosas 
llamados  é  rogados ,  é  qui  por  tales  se  otorgaron ,  los  re- 


58 

verendísimos  in  Chrislo  padres  venerables,  nobles  é  muy 
magníficos  é  honorables  señores  raosen  Tristan ,  obispo  de 
Aire,  don  Nicolás,  obispo  de  Pamplona,  don  Johan  de 
Egues,  prior  de  Roncesvalles,  mosen  Martin  García,  señor 
de  Labedan ,  senescal  de  Begorra ,  don  Pedro  de  Navarra, 
marichal ,  mosen  Martin  de  Peralta,  chanceller  de  Navarra, 
mosen  Charles  de  Manleon ,  caballero  señor  de  Rada,  mosen 
Picrres ,  señor  de  Ros,  caballero ,  mosen  Atenant  de  Casaus, 
doctor  en  decretos ,  maestre  Pere  Miquel ,  todos  del  Con- 
sejo de  los  dichos  señores  conde  é  infante,  é  maestre  Martin 
de  Bilana ,  bachiller  en  leyes ,  é  Rodrigo  Amix ,  jurados  de 
la  dicha  ciudat  de  Plamplona. — Gastón. — Leonor. 

E  yo  Francisco  López  de  Barbastro,  se- 
Aqm  el  signo,  y  ^retario  de  los  sobredichos   señores  conde 
en  uno  de  sm  ras-    ,.   ^     ,       ,  .     .,    ,  ..,• 

d'ce-  ''Bar-  ®  i''íl''^'^l^^  j  ^  por  auctoridades  apostólicas  é 

bastro"  imperial,  notario  público,  á  la  concordia, 

firma  é  juramento  de  los  dichos  é  preinser- 
tos capítulos ,  é  á  todas  las  cosas  sobredichas,  é  á  cada  una 
dellas,  á  una  con  los  sobrenombrados  testigos,  presente  fui, 
é  por  mandado  de  los  sobreditos  señores  conde  é  infanta  é 
á  requesta  de  su  alteza  é  del  dicho  licenciado  de  Ciudat 
Rodrigo,  procurador  sobredicho ,  aquellas  en  nota  recebí  é 
testifiqué,  de  la  cual  dos  con  semblantes  instrumentos  pú- 
blicos firmados  de  los  nombres  de  los  dichos  señores  conde 
é  infante,  é  del  dicho  licenciado,  é  sellados  délos  sellos  de 
sus  armas,  de  agena  mano,  por  yo  estar  ocupado  en  otros 
arduos  negocios,  scriptos,  ó  con  aquella,  bien  é  fielmente 
comprobados,  aqueste  en  treze  planas  de  paper,  con  aquesta 
del  fin  de  la  presente  mi  signatura,  saqué. — Consta  de 
razón. — Siguen  las  enmiendas. — E  en  fe  é  testimonio  de 
todas  las  sobreditas  cosas ,  é  de  cada  una  dellas  puse  aquí 


59 

mi  acosturabrado  signo  de  arfe  de  notarla ,  mandado  de  lo 
así  facer,  é  rogado  dello  é  requerido. 

Hay  dos  sellos  grandes,  y  señales  de  otro  pequeño. 


Copia  de  otra  de  la  concordia  que  se  fizo  entre  la  señora 
reina  doña  Juana  de  Aragón  y  la  princesa  doña  Leonor, 
fija  del  señor  rey  don  Juan ,  princesa  y  heredera  de- Na- 
varra ,  fecha  en  Exea  de  los  Caballeros ,  á  20  de  junio 
de  1407. 

Archivo  general  de  Simancas. —  Capitulaciones  con  Aragón  y 
Navarra,  legajo  núm.  1.**       « 

Las  infrascriptas  cosas  son  estadas,  apuntadas,  con- 
cordadas, firmadas  é  juradas  entre  la  serenísima  señora 
reina  doña  Juana  Daragon,  de  Navarra  et  de  Sicilia ^  etc., 
de  la  una  parte,  é  la  illusrtísima  señora  princesa  doña 
Leonor,  heredera  et  primogénita  de  Navarra,  condesa  de 
Fox  et  de  Bigorra,  etc.,  fija  del  serenísimo  señor  rey  don 
Johan  Daragon,  de  Navarra,  de  Sicilia,  etc.,  bien  aventu- 
radamente regnant  de  la  otra.  Porque  no  obstante  et  tan  cer- 
cano deudo  que  hay  entre  la  dicha  señora  reyna  é  el  illus- 
trísimo  señor  príncipe  don  Fernando,  fijo  del  dicho  señor  rey 
primogónilo  heredero  de  los  regnos  Daragon,  de  Sicilia,  de 
Valencia,  de  Mallorca,  de  Ccrdcnya  et  de  Córcega,  del 
condado  de  Barcelona,  de  los  ducados  de  Alhenas  et  de 
Neopatria,  et  en  cara  de  los  condados  de  Rcsellon  é  de 
Serdanya,  é  la  dicha  señora  princesa  doña  Leonor,  primo- 
génita del  reino  de  Navarra  é  del  ducado  de  Ncmos,  algu- 
nos con  mala  intención  esfuerzan  poner  mal  é  zizania  é  sus- 
pecciones,  segunt  el  deudo  de  la  razón  scusadas,  por  con- 


60 

tentación  de  voluntades  é  seguredat  de  sus  ánimos,  de  su 
deliberada  volunlat  quisieron  tomar,  é  en  aquesta  hora  to- 
man hermandat,  alianza  é  amicicia  estrecha  para  agora  é 
por  asiempre  jamás,  para  que  sean  como  lo  son,  é  juran 
solepnemente  sobre  la  cruz  -J-  é  Sánelos  Evangelios  manual- 
mente locados  por  las  dichas  señora  reina  é  señora  prince- 
sa, que  son  é  serán  amiga  de  amiga,  et  enemiga  de  enemi- 
ga contra  todas  las  personas  del  mundo ,  sin  escepcion  de 
persona  alguna ,  para  conservación  de  sus  vidas ,  honores 
é  stados,  é  del  dicho  señor  príncipe  don  Fernando,  é  así 
que  la  dicha  señora  princesa  será  en  conservar  la  sucesión 
de  los  dichos  reinos  Daragon,  de  Sicilia,  de  Valencia,  de 
Mallorca ,  de  Gerdenya  é  de  Córcega ,  condado  de  Barcelo- 
na, ducado  de  Alhenas  é  de  Neopalria,  é  encara  condados 
de  Rosellon  é  de  Gerdania,  que  pertenescen  al  dicho  señor 
principe  don  Fernando  su  hermano,  é  para  él ;  é  las  dichas 
señoras  reinas  é  príncipe  serán  en  conservar  la  sucesión  del 
dicho  regno  de  Navarra  é  ducado  de  Nemos,  para  la  dicha 
señora  princesa  después  de  los  bienaventurados  dias  del 
dicho  señor  rey  don  Juan,  padre  del  é  della,  bienaventu- 
radamente regnanl,  é  assí  porque  fuesen  seguros  juran 
de  lo  facer  é  de  no  facer  lo  contrario  directamente  ni  indi- 
recta, antes  si  por  algunas  personas  lo  que  contra  aquesto 
fuese  se  les  viniese  (1)  lo  farán  el  uno  al  otro  é  el  otro  al 
otro  saber  por  sí  mesmos  ó  por  personas  fiables.  En  segure- 
dat de  las  cuales  cosas  é  testimonio  mandaron  facer  dos 
semejantes  scripturas  la  una  de  la  otra,  firmadas  de  sus 
nombres  é  selladas  con  sus  sellos,  é  sotascriptas  de  ma- 
nos del  illuslre  é  reverendísimo  señor  arzobispo  de  Zarago- 
za^  fijo  del  dicho  señor  rey,  é  del  venerable  obispo  de  Pam- 

{\)  Es  decir  les  i>iniesc  á  su  noticia. 


61 


piona,  de  su  consejo.  Dadas,  fechas,  firmadas  é  juradas 
fueron  las  dichas  cosas  en  la  villa  de  Exea  de  los  Caballe- 
ros, á  20  dias  del  mes  de  junio,  en  el  anyo  de  la  nalivi- 
dad  de  Nuestro  Senyor  Dios;  mcccclxvíj. 


Copia  de  otra  de  letra  de  carácter  de  ¡a  carona  de  Aragón, 
de  la  promesa  del  rey  Católico  á  ¡a  condesa  de  Fox ,  de 
restituirle  á  Pamplona  y  otros  lugares  de  Navarra  luego 
que  entren  en  su  poder ,  concluidas  las  diferencias  entre 
él  y  su  padre;  y  de  la  carta  de  este  al  rey  Católico  sobre 
lo  mismo,  fecha  á  i  de  octubre  de  J475. 

Archivo  general  de  Simancas. — Capitulaciones  con  Aragón  y  na- 
varra, legajo  núm,  i° 

Yo  don  Fernando  por  la  gracia  de  Dios  rey  de  CasUlIa, 
de  León,  de  Sicilia,  de  Portugal,  etc.  Visto  por  muy 
constantes  actos ,  con  experiencia  aprobados,  que  vos  la 
illustrísima  princesa  de  Navarra  doña  Leonor,  mi  muy 
cara  é  muy  amada  hermana ,  habéis  fecho  por  conservar 
el  estado  del  muy  exclarecido  y  serenísimo  señor  rey  de 
Aragón  y  de  Navarra,  vuestro  señor  y  padre  y  mió,  y 
habéis  refusado  grandes  partidos  á  vos  ofrecidos  por  el  rey 
de  Francia,  porque  consentiésedes  entrar  la  armada  suya 
por  el  regno  de  Navarra  para  ofender  al  dito  señor  rey  é  á 
mí  en  los  regnos  é  señoríos  de  su  alloza  é  mios ;  y  allende 
que  el  estado  vuestro  habéis  puesto  á  todo  arrisque  por  el 
deudo  y  amor  que  tenéis  con  su  alteza  é  conmigo,  habéis 
consentido  y  dado  lugar  á  gran  requesta  mia  de  recebir  en 
la  obediencia  del  dito  señor  rey  é  vuestra  á  don  Luis  de 
Beamont,  don  Johan  de  Beamont,  é  lodos  sus  secases  y 


62 

parciales,  y  remitirles  las  erradas  que  fecho  han  al  dicho 
señor  rey  y  á  vos;  y  mas  habéis  dado  lugar  porque  los  ditos 
don  Luis  y  los  otros  de  su  conformidat  no  hayan  causa  de 
tomar  partido  y  dar  entrada  al  dito  señor  rey  de  Francia 
con  la  ciudat  de  Pamplona  y  las  otras  fortalezas  que  ellos 
tienen,  que  aquellas  que  en  su  poder  son  sean  puestas  en 
poder  mió;  é  porque  consiste  en  mucha  razón  que  ya  coa 
aquel  deudo  y  amor  que  debo  haya  de  reconocer  á  vos  la 
dicha  princesa,  de  tornar  vos  á  vuestro  poder  y  mando  la 
dicha  ciudat  é  los  otros  lugares  que  en  mi  poder  serán  pues- 
tos; é  porque  el  ánimo  vuestro  quede  mas  reposado  dende 
agora   para  cada  é  cuando  me  fuere  entregada  la  dita 
ciudat  é  los  otros  lugares ,  vos  doy  mi  fée  real  é  juro  á 
Dios  é  á  los  Santos  quatro  Evangelios  por  mi  mano,tocados, 
y  reverencialmente  adorados,  que  pasado  el  tiempo  que  el 
rey  mi  señor  é  yo  habemos  de  declarar  las  diferencias  é 
questiones  daqueste  regno,  cada  é  cuando  por  vos  ó  por 
otro  en  nombre  vuestro,  ó  por  los  habientes  causa  de  vos 
yo  sea  requerido,  que  vos  tornaré  y  entregaré  realmente  y 
con  efeto  en  poder  vuestro  ó  daquel  que  poder  ó  causa 
hobiere  de  vos  la  dita  ciudat  y  todos  los  otros  lugares  y 
fortalezas  que  en  poder  y  mando  mió  serán  puestos  por  los 
ditos  don  Luis  y  sus  adherentes,  segunt  y  por  la  via  y  forma 
que  por  el  dito  rey  mi  señor  y  por  mí  juzgado  y  senteneia- 
.  do  será ,  et  aquellos  no  deterné  ni  daré  lugar  que  otro  los 
detenga  por  nenguna   diferencia,  question  ni  daño  que 
sobreveniese,  é  consentiré,  y  daré  lugar  que  vos  acudan 
de  las  receptas  reales,  segunt  en  tiempo  de  paz  han  acos- 
tumbrado facer  no  res  menos,  porque  conozcaes  con  cuan- 
ta voluntad  é  amor  tengo  de  entender  en  vuestros  fechos, 
vos  doy  palabra  y  fee  real  de  trabajar  con  todas  mis  fuerzas, 
saber  y  poder  con  la  illustrísima  reina  de  Castilla ,  mi  muy 


63 

cara  é  muy  amada  mujer,  y  en  cualquier  otra  manera 
como  los  lugares  de  la  Guardia,  San  Vieent,  los  Arquos,  y 
cualesquier  oíros  que  fueron  puestos  en  raenes  por  la  li- 
bertad de  la  serenísima  señora  reina  mi  señora  y  madre, 
á  quien  dé  Dios  santa  gloria ,  sean  tornados  á  vos  é  á  la 
corona  de  Navarra  cuanto  mas  presto  podré,  sifrancos,  li- 
bres y  desembargados,  como  de  primero  solian  ser,  de  la 
dita  corona  de  Navarra.  E  porque  todo  lo  sobreditó  quiero 
que  surta  á  su  debido  ser  y  efecto,  vos  doy  el  presente  car- 
tel firmado  de  mi  mano,  y  sellado  con  el  sello  de  mis 
armas.  Fecho  en  la  ciudat  de  Tudela  á  cuoatro  dotubre, 
año  á  nativitale  mil  cccclxxv.  Yo  el  Rey. — Por  mandado 
del  Rey. — Gaspar  Daryno,  secretario. 

Al  serenísimo  principe  don  Fernando,  rey  de  Castilla  ^  de 

León,  de  Sicilia,  nuestro  muy  caro  é  muy  amado 

primogénito. 

Serenísimo  rey  nuestro  muy  caro  é  muy  amado  primo- 
génito. Oremos  sabéis  que  cuando  se  fizo  aquella  capitula- 
ción entre  nos  y  el  illustrísimo  rey  de  Castilla  don  Enrrique, 
nuestro  sobrino,  que  Dios  haya,  por  seguredat  é  reenas  de 
facer  lo  que  á  nos  se  tocaba ,  pusiemos  en  poder  suyo  las 
villas  y  lugares  de  la  Sonsierra  del  regno  de  Navarra ,  é 
después  fecho  por  nos  lo  que  se  habia  de  hacer,  causándolo 
la  indisposición  de  los  tiempos,  jamás  el  dito  rey  restituyó 
las  ditas  villas  y  lugares,  antes  siempre  han  estado  por  él 
é  con  gente  suya.  Agora  que,  loado  nuestro  Señor,  es 
venida  en  vos  la  felicísima  sucesión  de  aquexos  regnos  de 
Castilla,  estará  todo  en  las  manos  vuestras ,  é  á  lo  que  vos 
querréis  disponer,  rogamos  vos  por  esto  muy  caramente 
que  por  respecto  nuestro  de  quien  es  aquel  nuestro  regno 


64 

de  Navarra ,  ó  apres  de  nuestros  felices  días,  de  la  illustrísi- 
ma  princesa  de  Navarra,  nuestra  fija,  vuestra  hermana, 
queráis  con  efecto  mandar  que  de  continente  las  ditas  villas 
é  lugar  sean  libradas  por  vos  á  la  dita  illustrísima  princesa, 
ó  á  quien  ella  quiera :  que  cosa  justa  é  igoal  es  sea  tornado 
al  patrimonio  de  Navarra,  pues  lo  es  estado  daquel  y 
no  ha  hobido  otro  empacho  sino  lo  que  dito  es.  E  asimes- 
mo  no  inoraes  cuanto  aquel  regno  está  mal  tratado  por  al- 
gunos, los  cuales  en  dias  pasados  fecimos  publicar  que  no 
solamente  tienen  gran  parte  daquel  tiránicamente  é  mala, 
mas  continuamente  trabajan  en  destruir  é  haber  lo  que  resta 
y  está  en  nuestro  servicio,  en  grande  servicio  nuestro,  é 
por  esto  vos  rogamos  queraes  escribir  ó  mandar  á  todas 
esas  fronteras ,  é  si  vos  parecerá  enviarles  persona  propia 
que  en  aquellos  fetos  de  Navarra  ayuden  á  la  dita  princesa 
vuestra  hermana ,  en  lo  que  hobiere  menester ,  é  vos  ha- 
bréis aquella  en  todas  sus  cosas  é  fetos  en  singular  comen- 
dacion :  que  allende  que  en  ello  fares  lo  que  es  de  razón  é 
requiere  la  natura  é  obligación  de  deudo  que  y  es,  á  nos 
fares  grandísima  complacencia.  Data  en  Girona  á  16  de 
genero  añe  mccgglxxv.  Rey  Johñes. — Goloma,-  secretario. 


Copia  de  promesa  original  de  la  princesa  doña  Leonor  de 
pagar  al  rey  Católico ,  su  hermano ,  todas  las  costas  y 
gastos  que  hiciere  en  defensa  de  su  persona  y  regno  de 
Navarra,  contra  los  rebeldes,  fecha  á  4  octubre  1476. 

Archivo  general  de  Simancas. —  Capitulaciones  con  Aragón  y 
Navarra,  legajo  nüm.  \° 

Yo  doña  Leonor  por  la  gracia  de  Dios  princesa  primo- 
génita heredera  del  reino  de  Navarra,  infanta  de  Aragón 


65 

é  de  Sicilia  ,  condesa  de  Fox ,  ele.  Por  cuanto  vos  el  muy 
alto  y  muy  esclarescido  príncipe  don  Fernando  por  la  gra- 
cia de  Dios  rey  de  Castilla  é  de  León,  mi  muy  caro  y  muy 
amado  hermano  señor,  habéis  deliberado  y  prometido  á  mf, 
visto  los  afrucntos  á  que  me  he  puesto,  y  recebir  espero  del 
cristianísimo  rey  de  Francia,  por  haber  refusado  los  partidos 
é  ofrescimientos  que  á  mi  facia  porque  yo  bebiese  de  consen- 
tir entrar  en  España  la  armada  suya  por  aqueste  reino  de 
Navarra ,  que  empues  los  bienaventurados  dias  de  la  ma- 
jestad del  rey  de  Aragón  y  de  Navarra,  vuestro  padre ,  se- 
ñor é  mió ,  me  viene  por  recta  línea  y  dependencia  el  debi- 
do herencio  y  sucesión  de  aquel,  lo  cual  por  esguarde  del 
servicio  que  al  dicho  señor  rey  y  á  vos  como  hermano  venir 
podia,  no  hobe  querido  aceptar  ni  aceptar  entiendo,  á  vos 
plaze,  }X)r  renderme  lo  mesmo,  poner  vuestra  persona  y  esta- 
do con  todos  vuestros  reinos  y  señoríos,  gentes  é  sustancias 
de  aquellos,  por  defensión  de  mi  persona  y  estado,  y  daqueste 
reino  para  el  dicho  señor  rey  en  sus  bienaventurados  dias, 
y  después  de  aquellos  para  mí  como  debida  heredera  y  su- 
cesora  ,  y  me  sostener  y  mamparar  en  aquel  cuantos  dias  á 
Nuestro  Señor  le  placerá  prestarme  la  vida ,  para  lo  cual 
así  facer  é  cumplir  se  vos  han  de  subseguir  grandes  des- 
pensas y  gastos,  los  cuales  está  en  razón  vos  sean  asegura- 
dos y  pagados  á  los  tiempos  é  plazos  que  puestos  serán  entre 
vos  é  mí,  cada  é  cuando  el  tiempo  será  que  me  hayaes  de 
restituir  en  nombre  y  por  el  dicho  señor  rey  vuestro  padre 
é  mió,  y  como  á  debida  heredera  y  lugar  teniente  general 
de  su  alteza  en  aqueste  reino  la  cibdad,  villas,  lugares  y 
fortalezas  que  por  los  rebelles  á  su  majestad  é  á  mí  vos 
serán  entregadas ,  que  ante  de  facer  la  entrega  por  la  for- 
ma sobredicha,  vos  pagaré  ó  aseguraré  y  asegurar  faré, 
á  vuestro  querer  y  voluntad,  á  las  personas,  cibdades,  vi- 
ToMO  XLI.  5 


'       66 

Has,  lugares  del  reino,  todas  las  cuantías  que  por  buena 
verdal  se  fallarán  vos  haber  puesto  y  gastado  del  dia  que 
las  recebistes  fasta  la  hora  y  mas  cuantos  gastos ,  sueldos  y 
despensas  habréis  fecho  y  puesto  en  defensión  daquellas  y 
de  lo  restante  que  está  á  la  obediencia  del  dicho  señor  rey 
é  mia,  contra  cualquier  ó  cualesquier  que  lo  quieran  ocu- 
par á  su  majestad  é  á  mí  por  cualquier  título,  causa,  de- 
recho ó  razón  que  sea  ó  ser  pueda. 

E  atendido  que  así  la  princesa  de  Viana ,  como  los  fijos 
é  nietos  mios ,  y  eso  mismo  los  Estados  de  Bearn  por  mis 
embajadas  dobladas  veces  hayan  scido requeridos,  y  entre 
otras  venida  á  mí  la  embajada  de  Bearn,  assí  de  perlados 
como  de  caballeros  y  letrados  á  la  villa  de  Olite,  presente 
los  del  Consejo  del  dicho  señor  rey  é  mió,  y  parte  de  los  es- 
tados y  renícolas  del  reino  á  conseio  de  todos  ellos,  les  hobe 
fecho  las  mesmas  requestas  faz  á  faz  con  el  proteste  facedero, 
los  cuales  ni  por  tanto  jamás  han  querido  socorrerme  ni  sen- 
tirse de  los  daños  y  mengoas  que  al  dito  señor  rey  é  á  mí  han 
asayado  facer  los  rebeles,  que  así  tiránica  y  malvadamente 
nos  tienen  ocupada  la  mayor  parte  del  reino ,  ante  han  tra- 
bajado sin  sabiduría  del  dito  señor  rey  ni  mia,  de  los  ha- 
ber á  su  obediencia,  quitándolos  de  la  nuestra,  no  res  me- 
nos por  muchas  veces  habemos  recorrido  al  dicho  cris- 
tianísimo rey,  el  cual  fasta  estas  horas  siempre  nos  fué  pro- 
tector y  defensor ,  y  como  á  tal  y  tutor  de  los  dichos  mis 
fijos  é  nietos,  á  menos  de  yo  consentir  en  la  destrucción  de 
vos,  siendo  hermano  mió,  y  poner  en  ventura  la  persona  y 
estado  del  dicho  señor  rey,  padre  vuestro  é  mió,  y  sus  reg- 
nos  y  señoríos  que  era  contra  obediencia  filial  y  naturaleza, 
facer  no  lo  ha  querido,  ni  aun  darme  seguredad  en  debida 
forma  para  ello,  sin  la  cual  á  mí  fuera  reputado  á  gran  in- 
humanidad y. cargo  de  conciencia. 


67 

Vistas  las  cosas  sobredilas ,  c  que  por  la  gratitud  que 
para  ello  entendéis  de  mostrar  y  poner  por  obra ,  si  lo  que 
Dios  no  mande  acaescerá  ante  de  venir  el  tiempo  que  yo 
hobiese  de  traspasar  para  la  gloria,  quiero  é  me  place  que 
no  vos  puedan  ser  quitadas  ni  demandadas  las  cibdades, 
villas,  lugares  ni  fortalezas  por  nenguna  persona  ó  per- 
sonas que  derecbo  pretendiesen  haber  en  el  herencio  da- 
queste  dicho  reino  de  Navarra,  sino  que  ante  toda  cosa 
vos  hayan  pagado  y  paguen  las  sobredichas  despensas 
que  yo  á  pagar  bebiera  si  viviera,  y  allende  daquello  y 
cumplido  aquello,  sean  tenidos  de  facer  vos  la  seguredad 
ó  seguredades  que  por  vos  serán  demandadas,  que  por 
nengun  titulo,  causa  ó  razón  que  sea  ó  ser  pueda  nunca 
vos  sení  fecha  guerra,  danos,  ni  males  á  la  majestad  del 
dicho  señor  rey  ni  á  vos,  ni  á  los  vuestros,  ni  á  los  reinos 
y  señoríos  suyos  é  vuestros ;  ante  para  en  todos  tiempos 
haya  de  quedar  y  quede  aqueste  reino  aliado  y  confederado 
con  aquellos,  é  por  firmeza  de  lo  sobredito  como  persona  que 
tan  grande  graliiud  y  beneficio  recibe  de  agora  para  la  hora 
y  de  la  hora  para  agora ,  loo  y  apruebo  y  he  por  firme  y  va- 
lederas todas  las  cosas  sobreditas  y  cada  una  y  parle  deltas, 
constituyéndovos  como  por  el  presente  cartel  vos  constituyo 
mi  procurador  general  y  especial  para  en  las  cosas  sobre- 
ditas,  que   si  lo  que  Dios  no  mande  (1)  de  mi   podáis 
mandar  facer  las  escripturas  para  ello  necesarias  á  consejo 
de  letrados  para  la  guarda  y  conservación  de  vuestro  de- 
recho por  vía  de  empéñame,  con  obligación  de  todo  el  rei- 
no, cada  que  vos  pluguiere,  á  cualquiere  notario  ó  notarios 
que  bien  visto  vos  será,  que  de  agora  para  la  hora  y  de 
la  hora  para  agora  loo  y  apruebo,  y  he  por  ralo,  gralo ,  fir- 

(I)  Aquí  hay  una  palabra  que  no  se  puede  descifrar. 


68 

me  y  valedero.  Y  para  no  ir  ni  venir  agora  ni  por  algún 
tiempo,  nin  consentir  ir  ni  venir  contra  la  escriptura  sobre- 
dicha ,  ni  cosas  contenidas  en  aquella ,  prometo  mi  buena 
fée  real  é  fago  juramento  á  Dios  y  á  las  palabras  de  los 
cuatro  Santos  Evangelios  y  á  esta  señal  de  Cruz  -f-  de  lo  assi 
guardar  y  facer  servar  y  tener  sin  alguna  contradicion ,  en 
testimonio  de  lo  cual  y  por  corroboración  de  todo  lo  sobre- 
dito,  firmé  el  presente  cartel  de  mi  mano,  y  mandé  sellar 
con  el  sello  de  mis  armas,  y  al  secretario  mió  infrascripto 
que  aquí  pusiese  su  signo  acostumbrado.  Fecho  en  la  cib- 
dad  de  Tudela  á  cuatro  dias  del  mes  de  octobre  del  año  del 
nacimiento  de  Nuestro  Señor  Jesucristo,  de  mil  é  cuatrocien- 
tos é  setenta  é  seis — Leonor— Sigue  un  sello  grande  sobre 
cera  encarnada. 

E  yo  Gharlesde  YrayQO  (1),  secretario  de  la  señora  prin- 
cesa, nuestra  natural  señora,  y  notario  de  la  su  corte  ma- 
yor que  á  las  cosas  sobreescriptas  fui  presente  de  mandado 
por  su  alteza  á  mi  fecho  en  presencia  de  los  muy  spettables, 
nobles  y  magníficos  señores  mossen  Fierres,  señor  de  Pe- 
ralla,  condestable tle  Navarra,  conde  de  Sant  Estevan,  y 
Dionis  de  Cossa,  capitán  general,  por  el  rey  nuestro  señor, 
y  por  la  dita  señora  princesa  en  este  su  reino ,  y  de  su  Con- 
sejo, la  presente  escritura  fice  de  mi  mano,  en  la  cual 
puse  aqueste  mi  sig  (aquí  el  signo)  no  usado  y  acostum- 
brado en  testimonio  y  fée  de  verdad. 

.    1)  Asi. 


69 


Copia  de  escrituras  originales  del  cardenal  de  Fox  y  del 
condestable  de  Navarra,  tocantes  al  matrimonio  del  prin- 
cipe don  Juan ,  hijo  de  los  reyes  Católicos,  con  la  reina 
doña  Catalina  de  Navarra,  en  50  de  mayo  de  1483,  25 
de  junio  de  1485  y  10  de  octubre  de  1484. 

Archivo  general  de  Simancas. —  Capitulaciones  con  Aragón  y 
Navarra,  legajo  núm.  í.° 

IHS. 

Nos  Pedro,  por  la  gracia  de  Dios  cardenal  é  infante  de  Na- 
varra, etc.,  por  cuanto  nos  somos  certificado  que  los  muy 
altos  é  muy  poderosos  el  rey  é  la  reina  de  Castilla  é  de  Ara- 
gón, etc. ,  mis  señores  tios,  por  conservar,  unir  é  mas 
acrecentar  el  debdo  de  consanguinidad  que  tienen,  amor 
que  siempre  han  guardado  é  mostrado  á  la  casa  de  Fox  é  de 
Bearne,  donde  nos  somos  natural,  especialmente  después 
que  pervino  á  ella  la  subcesion  del  reino  de  Navarra,  han 
delibrado  de  procurar  como  la  serenísima  doña  Calalina,  rei- 
na de  Navarra,  mi  sobrina,  señora,  sea  ayuntada  por  ma- 
trimonio, segund  orden  de  la  santa  madre  iglesia  de  Roma, 
con  el  muy  esclarecido  señor  don  Johan,  su  fijo,  príncipe 
primogénito  heredero  de  sus  reinos  é  señoríos,  é  nos  cree- 
mos aquello  ser  mucho  servicio  de  Dios  é  utilidad  é  prove- 
cho á  sus  reales  estados,  é  grand  honor  é  acrecentamiento 
de  la  dicha  señora  reina,  mi  sobrina ,  é  de  la  dicha  casa  de 
Fox  é  de  Bearne,  é  del  dicho  reino  de  Navarra,  el  cual  por 
esta  vía  conseguirá  perpetua  pacificación  é  tranquilidad;  é 
nos  considerando  é  acatando  el  grande  honor  é  aumento 


70 

que  la  dicha  reina,  mi  sobrina  é  señora,  é  su  casa  é  estado 
resciben  por  el  dicho  matrimonio,  é  non  menos  nos  é  los 
otros  fijos  é  naturales  de  la  dicha  casa,  é  por  el  debdo  que 
nos  con  sus  altezas  leñemos,  é  honor  que  de  aquellas  habe- 
rnos recibido,  é  el  deseo  que  siempre  tovimos  de  los  servir 
en  cualquier  cosa  que  ocurriese  á  nos  posible,  habemos  de- 
librado de  lo  poner  así  en  obra ,  por  ende  por  las  cosas  su- 
sodichas é  por  otras  muchas  justas  é  legítimas  que  á  ello 
nos  mueven,  por  la  presente  prometemos,  é  seguramos,  é 
damos  nuestra  fée  de  servir  é  seguir  á  sus  altezas  fiel  é 
verdaderamente  á  buena  fée,  sin  mal,  engaño,  así  como  ser- 
viríamos é  seríamos  obligado  de  servir  á  nuestro  padre  le- 
gítimo é  natural,  procurando,  avisando,  consejando é  ayu- 
dando realmente  é  con  efeto  por  todas  las  vias  é  maneras 
publicase  secretas  que  pudiéremos  é  supiéremos,  é  sus  al- 
tezas quisieren  é  mandaren  así,  con  la  illustrísima  señora 
princesa  de  Viana,   nuestra  hermana,  madre  de  la  dicha 
reina,  nuestra  sobrina  señora,  como  con  todas  las  otras 
personas  que  cumpliere  como  el  matrimonio  de  los  dichos 
señores  príncipe  don  Johan  é  reina  doña  Catalina  se  faga, 
é  sea  traído  á  total  efe  lo;  é  que  la  persona  de  la  dicha  se- 
ñora reina  mi  sobrina,  sea  puesta  en  mano  é  poder  de  sus 
altezas,  ó  en  tal  lugar  é  en  poder  de  tal  persona  ó  personas 
de  quien  sus  altezas  sean  seguros  é  contenlos ,  para  que  la 
dicha  señora  reina  mi  sobrina  haya  de  celebrar  matrimo- 
nio por  palabras  de  presente  con  el  dicho  señor  príncipe, 
seyendo  él  de  legítima  edad,  é  que  aquel  sea  entrellos  con- 
sumado segund  orden   de  la  sania  madre  la  iglesia  de 
Roma,   é  non  con  otro  alguno;  é  faremos  é  pornemos  en 
obra  cerca  del  dicho  matrimonio  todo  lo  que  por  los  dichos 
rey  é  reina,  mis  señores  tios,   ó  por  cualquier  delios  nos 
fuere  dicho  é  mandado  contra  todas  é  cualesquier  personas 


7i 

de  cualquier  estado,  condición,  preeminencia  é  dignidad 
que  sean ,  aunque  sean  reales  é  de  estirpe  real,  é  á  nos  con- 
juntos en  cualquier  grado  de  consanguinidad  é  afinidad 
que  sean ,  que  quieran  impedir  el  dicho  matrimonio  en 
cualquier  manera,  con  tanto  que  non  sea  encargo  de  capi- 
tanía de  gente,  porque  esto  es  en  derogación  de  lo  que  de- 
bemos guardar  por  nuestro  honor  é  dignidad  de  cardenal, 
é  otro  si  les  serviremos  é  seguiremos  en  todas  las  otras  co- 
sas qne  á  nos  sean  posibles  en  la  forma  é  manera  que  sus 
altezas  se  querrán  de  nos  servir  con  todas  nuestras  fuerzas 
é  poder,  con  tanto  que  non  sea  en  derogación  de  lo  que  de- 
bemos guardar  por  nuestro  honor  é  dignidad  de  cardenal, 
k)  cual  todo  guardaremos  é  pornemos  en  obra,  cesante  todo 
fraude,  cabtela,  simulación  é  disimulación.  E  porque  sus 
altezas  sean  mas  ciertos  é  seguros  que  así  lo  faremos,  é 
guardaremos,  prometemos,  é  damos  fée  de  quien  somos, 
é  juramos  á  Dios  é  á  Santa  María ,  é  á  las  palabras  de  los 
Santos  Evangelios,  é  por  nuestros  pechos  consagrados,  en 
los  cuales  ponemos  nuestra  mano  derecha,  que  lo  así  fare- 
mos, é  guardaremos,  é  cumpliremos  real  é  verdadera- 
mente, é  con  efelo;  é  prometemos  é  juramos  en  la  forma 
susodicha  de  non  pedir  absolución ,  relajación  nin  conmuta- 
ción deste  dicho  juramento  á  nuestro  muy  santo  padre  nin 
á  otra  persona  alguna  que  haya  facultad  para  nos  lo  conce- 
der; é  si  nos  fuere  dado  ó  conceso  propio  motuo  ó  en  otra 
cualquier  manera,  no  usaremos  dello,  porque  nuestra  final  é 
determinada  voluntad  es  de  servir  á  sus  altezas  fiel  é  ver- 
daderamente en  todo  é  por  todo,  y  expresamente  en  que  el 
dicho  matrimonio  sea  concluido  é  efetuado  entre  los  dichos 
señores  príncipe  é  reina  doña  Catalina,  é  que  la  persona 
della  sea  puesta  en  poder  de  sus  altezas  ó  de  su  mano,  ó 
en  tal  parte  é  poder  que  sus  altezas  sean  seguros  é  conten- 


72 

tos,  que  ella  fará  é  efeluará  el  dicho  matrimonio  con  el  di- 
cho señor  príncipe ,  seyendo  él  de  legítima  edad,  é  non  con 
otro  ninguno.  En  (estimonio  de  lo  cual  damos  el  presente 
cartel  firmado  de  nuestro  nombre  con  nuestra  propia  mano, 
é  sellado  del  sello  de  nuestras  armas.  Fecha  esta  escriptura 
en  la  cibdad  de  Santo  Domingo  de  la  Calzada  á  treinta  dias 
de  mayo,  año  del  nacimiento  de  nuestro  Señor  Jesucristo  de 
mili  é  cuatrocientos  é  ochenta  é  tres  años. — Pedro,  carde- 
nal, infante  de  Navarra. — Hay  un  sello  pequeño  sobre  cera 
encarnada. ^ —  Sigue  una  firma  que  parece  decir  "Nargara" 

Lo  que  don  Pedro  de  Peralta,   condestable  de  Navarra, 
promete  de  facer  por  servicio  de  la  señora  reina  de  Castilla 
é  de  Aragón,  etc.,  es  lo  siguiente: 

Primeramente,  que  para  el  dia  que  el  cardenal  de  Fox 
llamare  las  Corles  de  Navarra  para  la  cibdad  Destella,  como 
fijo  de  la  casa  real  de  Navarra,  é  persona  principal  del 
consejo  della,  que  el  dicho  condestable  é  las  otras  personas 
sus  parientes  que  nescesarios  serán  para  entender  en  las  di- 
chas Cortes,  é  las  personas  nescesarias  de  las  universidades 
para  entender  en  ellas  las  que  nescesarias  serán,  que  se- 
guieron  al  dicho  condestable  en  servicio  é  por  servicio  de 
los  señores  rey  é  reina  de  Navarra,  que  santa  gloria  haya, 
fasiendo  su  debido ,  y  que  agora  le  siguen ,  serán  allí  en  la 
dicha  cibdad,  para  el  dicho  dia  para  entender  é  asentar,  é 
el  dicho  condestable  dará  su  voto  é  procurará  con  todas  sus 
fuerzas  que  lo  den  todos  los  otros  para  que  haya  de  ser  fecha 
una  embajada  por  parte  de  las  dichas  Cortes  á  la  princesa 
de  Viana,  á  le  suplicar  que  el  casamiento  de  la  señora  su 
fija  con  el  señor  príncipe  de  Castilla  é  de  Aragón  haya  de 
efeluarse  luego  sin  dilación  alguna ,  dando  luego  aquellas 


seguridades  que  al  caso  pertenescen,  para  que  esto  será 
cierto,  visto  que  el  dicho  señor  príncipe  non  es  de  edat  para 
se  casar  luego.  E  esta  suplicación  farcí  la  dicha  embajada 
con  todas  las  cosas  é  actos  que  convengan  é  sean  debidos 
para  descargo  del  dicho  reino ,  vista  la  perdición  en  que  el 
dicho  reino  eslá,  por  manera  que  el  dicho  reino  quede  libre 
segund  sus  fueros. 

Ilem ,  el  dicho  condestable  promete  que  fará  é  asimesmo 
trabajare!  que  todos  los  oti'os  sobredichos  hayan  de  facer  é 
otorgar,  firmar  é  jurar,  é  él  fará,  é  firmará,  é  jurará  é 
otorgará  en  las  dichas  Cortes  todo  lo  que  el  dicho  cardenal 
de  Fox  allí  feciere  é  otorgare ,  é  á  él  fuere  bien  visto  que 
se  deba  facer  é  otorgar,  asi  antes  que  la  dicha  embajada 
haya  de  ir  á  la  dicha  señora  princesa ,  como  después  que 
sea  venida,  asi  en  facer  cualquier  elección  é  apellidar,  como 
en  facer  otros  cualesquier  actos  que  convengan  é  menester 
sean  para  el  servicio  é  seguridat  de  la  dicha  señora  reina 
de  Castilla  é  de  Aragón,  é  para  paz  é  seguridad  é  reposo  del 
dicho  regno  de  Navarra,  todo  segund  é  en  la  manera  que 
por  ePdicho cardenal  fuere  acordado  é  otorgado,  é  para  la 
conclusión  destos  negocios  se  jurarán  é  conformarán  con  él, 
é  trabajará  como  las  dichas  Corles  se  continúen  en  toda  paz 
é  sosiego,  sin  discordia  alguna.  Y  con  esto  el  dicho  condes- 
table suplica  á  la  dicha  señora  reina  de  Castilla  é  de  Aragón 
non  mande  facer  novedat  por  via  de  fecho  en  el  dicho 
reino  de  Navarra ,  fasta  tanto  que  el  término  que  fuera  asig- 
nado por  el  dicho  cardenal  para  se  juntar  en  las  dichas 
Corles  en  la  dicha  cibdad  Destella  sea  cumplido,  porque  el 
dicho  condestable  fará  é  cumplirá  en  las  dichas  Cortes  todo 
lo  susodicho  en  lo  que  á  él  toca,  é  trabajará  é  procurará  á 
todo  su  leal  poder  que  todos  los  que  allí  fueren  ayuntados 
de  los  dichos  sus  parieutes'lo  fagan  é  cumplan  así. 


74 

Lo  cual  todo  el  dicho  condestable  promete  é  segura  de 
guardar  é  cumplir  realmente  é  con  efeto,  cesante  lodo  frau- 
de, cabtela ,  engaño ,  feccion  é  simulación ,  é  que  no  irá  ni 
verná  contra  ello  ni  contra  parte  dello,  por  seguridal  de  lo 
cual  juró  á  Dios  é  á  Santa  María  é  á  la  señal  de  la  Cruz  -j-  en 
que  puso  su  mano  derecha ,  é  á  las  palabras  de  los  Santos 
Evangelios,  é  otrosí  fizo  pleito  homenaje  una,  é  dos  é  tres 
veces,  segund  fuero  é  costumbre  de  Spana,  como  caballero 
fijodalgo,  en  manos  de  Juan  de  Luxan,  criado  de  la  reina 
nuestra  señora,  caballero  fijodalgo  que  del  lo  rescibió,  que 
terna  é  guardará  é  cumplirá  todo  lo  susodicho,  é  cada  una 
cosa  é  parte  dello  sin  arte  é  sin  cabtela  alguna  so  pena  de 
perjuro ,  é  so  aquellas  penas  é  casos  en  que  caen  los  que 
pasan  é  quebrantan  juramento ,  pleito  homenaje  fecho  de 
su  propia  voluntad.  E  por  firmeza  de  lo  susodicho  firmó  en 
esta  escriptura  su  nombre,  que  fué  fecha  á  veinte  é  cinco 
dias  de  junio,  año  del  nascimiento  de  nuestro  Señor  Jesu- 
cristo de  1483  años.  Sigue  la  firma  del  notario  que  no  se 
lee  con  claridad. 

Nos  don  Pedro,  cardenal,  infante  de  Navarra ,  otorga- 
mos é  conoscemos  que  rescebimos  de  vos  el  dotor  Rodrigo 
Maldonado,  del  Consejo  del  rey  é  de  la  reina  de  Castilla, 
de  León,  de  Aragón,  de  Secilia,  etc.,  mis  señores  tios,  una 
escritura  firmada  del  dicho  rey  é  sellada  con  su  sello,  que 
es  aprobación  de  otra  escriptura  de  la  dicha  reina,  mi  señora 
tia,  la  cual  su  alteza  quedó  conmigo  de  me  facer  dar  den- 
tro de  cierto  término,  la  cual  dicha  escriptura  vos  nos  dis- 
tes en  su  nombre  en  el  dicho  tiempo  á  que  nos  bobo  de  ser 
dada.  Por  ende  otorgámonos  della  por  contento,  por  cuan- 
to vos  nos  la  distes  en  nuestras  propias  manos  é  la  nos 
rescebimos  de  vos,  en  testimonio  de  lo  cual  vos  dimos  la 


75 

presente  firmada  de  nuestro  nombre ,  fecha  á  diez  dias  de 
octubre  de  mili  é  cuatrocientos  é  ochenta  é  cuatro  años. — 
P.  cardenal ,  infante  de  Navarra. 


Copia  de  otra  de  lo  que  se  asentó  entre  los  señores  reyes 
Católicos  y  el  cardenal  de  Fox ,  sobre  la  renta  que  se  le 
habia  de  dar,  á  31  Je  mayo  de  1483. 

Archivo  general  de  Simancas.  —  Capitulaciones  con  Aragón  y 
Navarra,  legajo  núm.  {." 

Lo  que  se  asentó  é  concertó  por  los  muy  altos  é  muy 
poderosos  príncipes,  rey  é  reina,  é  señores  el  rey  é  la  reina 
de  Castilla,  de  León,  de  Aragón,  de  Secilia,  etc.,  con  el 
illustre  é  muy  reverendo  cardenal  de  Fox ,  infante  de  Na- 
varra ,  su  muy  caro  é  amado  sobrino,  es  lo  siguiente. 

Primeramente,  que  porque  entendiendo  que  así  cumple 
á  servicio  de  Dios  é  á  pacificación  perpetua  de  sus  reinos  é 
del  reino  de  Navarra ,  é  por  quitar  algunos  inconvenientes 
que  podrían  nascer  de  lo  contrario ,  sus  altezas  han  delibra- 
do de  procurar  como  el  señor  príncipe  don  Juan ,  su  muy 
caro  é  amado  fijo,  se  despose  é  case  con  la  señora  reina 
doña  Catalina,  sobrina  del  dicho  reverendísimo  cardenal, 
en  lo  cual  el  dicho  reverendísimo  cardenal  puede  mucho 
aprovechar  por  el  mucho  debdo  que  con  la  dicha  señora 
reina  tiene  é  por  quien  él  es,  é  por  su  abtoridad ,  el  cual, 
conosciendo  lo  susodicho  ser  así  é  el  honor  é  acrecenta- 
miento que  por  el  dicho  casamiento  rescibe  la  dicha  señora 
reina,  su  sobrina,  é  la  casa  de  Navarra,  é  de  Fox,  é  de 
Bearne,  de  donde  él  es  fijo  natural,  ha  delibrado  de  procu- 
rar con  todas  sus  fuerzas  é  poder  como  el  dicho  matrimonio 


70 

se  concluya  é  haya  efelto,  é  así  es  cosa  razonable  quél  res- 
ciba  merced  é  acrecentamiento,  es  concordado  é  asentado 
que,  si  el  dicho  reverendísimo  cardenal  ficiere  que  la  dicha 
señora  reina  ,  su  sobrina ,  sea  puesta  en  poder  de  los  dichos 
señores  rey  é  reina  de  Castilla ,  de  León ,  de  Aragón ,  ó  de 
tal  persona  y  en  tal  lugar  de  que  sus  altezas  sean  ciertos, 
é  seguros,  é  contentos  para  que  se  faga  é  celebre  el  dicho 
matrimonio  entre  los  dichos  señores  príncipe  don  Johan  é 
reina  doña  Catalina,  por  palabras  de  presente,  é  lo  consu- 
man segund  orden  de  la  santa  madre  iglesia  de  Roma, 
que  en  tal  caso ,  así  por  lo  susodicho  como  porquel  dicho 
reverendísimo  cardenal  tenga  mas  renta  en  la  iglesia  de 
Dios  para  sostener  su  estado  é  dignidad,  los  dichos  señores 
rey  é  reina  de  Castilla  é  de  Aragón  hayan  de  facer  é  fagan 
quel  dicho  reverendísimo  cardenal  sea  proveído  del  arzobis- 
pado de  Zaragoza  por  resignación  de  la  persona  que  lo  to- 
viere,  é  le  farán  dar  la  posesión  pacífica  del,  por  manera 
que  dende  en  adelante  lo  tenga  é  posea,  é  le  hayan  de 
facer  proveer  de  otra  tanta  renta  en  la  iglesia  de  Dios  que 
sea  equivalente  á  la  renta  del  dicho  arzobispado. 

Otrosí ,  es  concordado  é  asentado  que  sí  el  dicho  reveren- 
dísimo cardenal  non  feciere  que  la  dicha  señora  reina,  su 
sobrina,  sea  entregada  en  la  manera  que  dicha  es,  ofre- 
ciere todo  lo  que  pudiere  en  servicio  de  los  dichos  señores 
rey  é  reina  de  Castilla  é  de  Aragón  para  quel  dicho  matri- 
monio se  faga ,  é  concluya ,  é  celebre,  é  consuma  (sic)  entre 
los  dichos  señores  príncipe  don  Juan  é  reina  doña  Catalina, 
segund  lo  tiene  prometido  por  una  escriptura  firmada  de  su 
nombre,  é  sellada  con  su  sello,  que  en  tal  caso  los  dichos 
señores  rey  é  reina  de  Castilla  é  de  Aragón,  habiendo  aca- 
tamiento á  la  voluntad  é  deseo  quel  dicho  reverendísimo 
cardenal  ha  mostrado  é  tiene  á  su  servicio,  é  al  bien  del 


77 

dicho  negocio,  é  que  segund  quien  él  es  é  su  dignidad,  es 
razón  que  sea  mas  acrecentado  en  la  iglesia  de  Dios ,   sus 
altezas  hayan  de  procurar  é  facer  quel  dicho  reverendísimo 
cardenal  sea  proveído  en  la  iglesia  de  Dios  é  en  sus  regnos 
é  señoríos,  de  Ires  cuentos  é  medio  de  renta ,  con  retención 
de  las  iglesias,  é  beneficios,  é  dignidades  é  pensiones  que 
agora  tiene,  é  para  ejecución  é  cumplimiento  dello  los  di- 
chos señores  rey  é  reina  de  Castilla  é  de  Aragón,  etc., 
mandarán  dar  é  darán  todas  las  suplicaciones  para  nuestro 
muy  santo  padre,  é  todas  las  cartas  é  provisiones  que  para 
Giras  cualesquier  personas  fueren  necesarias,  é  insistirán  en 
ello  verdaderamente,  é  non  desistirán  fasta  quel  dicho  re- 
verendísimo cardenal  sea  proveído  en  los  dichos  sus  regnos 
de  Castilla  é  de  Aragón,  de  los  dichos  tres  cuentos  é  medio 
de  renta  como  dicho  es;  é  así  proveído  le  farán  dar  pose- 
sión de  todo  ello,  por  manera  que  lo  tenga,  é  posea,  é 
lleve  los  frutos,  é  rentas  dello,  para  lo  cual  le  mandarán 
dar  é  darán  todo  el  favor  é  ayuda  que  menester  hobiere.  E 
porque  su  voluntad  es  de  facer  merced  al  dicho  reverendí- 
simo cardenal,  para  ayuda  al  sostenimiento  de  su  estado, 
entre  tanto  que  es  proveído  de  alguna  parte  de  los  dichos 
tres  cuentos  é  medio  de  renta ,  los  dichos  señores  rey  é  rei- 
na de  Castilla  é  de  Aragón  le  seguran  é  prometen  de  le 
facer  merced  de  dos  cuentos  de  renta  en  cada  un  año,  los 
cuales  le  mandarán  luego  situar  en  rentas  ciertas  é  sanas 
de  cualesquier  cibdades,  é  villas  é  lugares  de  los  obispados 
de  Burgos,  é  Osma ,  é  Calahorra,  ó  de  cualquier  ó  cuales- 
quier dellos  mas  cercanos  al  reino  de  Navarra,  donde  me- 
jor se  pueda  facer  é  donde  quepan ,  los  cuales  non  le  sean 
quitados  ni  embargados  por  sus  altezas,  ni  por  sus  oficíales 
é  contadores;  de  lo  cual  le  mandarán  dar  é  darán  todas  las 
cartas  é  provisiones  libradas  de  los  sus  contadores  mayores 


78 

que  menester  hobierc,  por  manera  que  pueda  gozar  é  goce 
de  los  dichos  dos  cuentos  de  renta  por  virtud  dolías,  sin 
haber  de  sacar  otro  libramiento  ni  mandamiento  alguno, 
ni  de  los  dichos  sus  contadores  mayores ;  de  los  cuales  di- 
chos dos  cuentos  de  renta  los  dichos  señores  rey  é  reina  de 
Castilla  é  de  Aragón  quieren  é  es  su  voluntad  que  goce  el 
dicho  reverendísimo  cardenal,  é  le  sean  pagados  desdel 
primero  dia  deste  mes  de  mayo,  é  dende  en  adelante  fasta 
que  sea  preveido  de  dos  cuentos  de  renta  en  la  iglesia 
de  Dios ,  en  cuenta  de  los  dichos  tres  cuentos  é  medio  que  , 
asi  por  esta  escritura  prometen  de  dar  de  renta  al  dicho 
reverendísimo  cardenal ;  é  que  seyendo  j)roveido  de  los  di- 
chos dos  cuentos  de  renta,  é  habiendo  conseguido  la  pose- 
sión pacífica  dellos,  non  haya  ni  goce  dende  en  adelante 
de  los  dichos  dos  cuentos  de  renta  que  sus  altezas  así  le 
mandan  situar,  é  la  dicha  situación  sea  ninguna;  é  el 
dicho  reverendísimo  cardenal  sea  obligado  de  entregar 
luego  á  los  dichos  señores  reyes  é  reina  de  Castilla  é  de 
Aragón,  ó  á  quien  sus  altezas  manden  todas  las  cartas 
é  provisiones  que  le  hobieren  mandado  dar  de  la  merced 
de  los  dichos  dos  cuentos,  é  de  la  situación  dellos.  Pero  si 
acaesciere  quel  dicho  reverendísimo  cardenal  fuere  proveí- 
do de  obispado,  ó  otra  dignidad,  ó  dignidades,  ó  benefi- 
cios, ó  pensiones,  é  no  llegare  al  valor  de  los  dichos  dos 
cuentos  de  renta  que  desde  quel  fuere  dello  proveído  é 
hobierc  conseguido  la  posesión  dello  en  adelante,  non  go- 
ce del  dicho  situado  en  aquella  suma   en  que  así  fuere 
proveído ,  é  solamente  goce  de  lo  que  reslare  para  cumpli- 
\  miento  de  los  dichos  dos  cuentos  de  renta,  éque  así  se  faga 
é  cumpla  en  todo  lo  que  fuere  proveído ,  fasta  que  haya 
los  dichos  dos  Cuentos  de  renta  en  la  iglesia  de  Dios,  como 
dicho  es;  ó  seyendo  provoido  de  los  dichos  dos  cuentos  de 


79 

renta,  la  dicha  merced  é  situación  de  los  dichos  dos  cuen- 
tos sea  así  ninguna  como  dicho  es,  quedando  todavía  los 
dichos  señores  rey  é  reina  de  Castilla  é  de  Aragón  encargo 
é  obligación  de  procurar  é  facer  que  sea  proveído  el  dicho 
reverendísimo  cardenal  del  un  cuento  é  medio  que  restare 
para  cumplimiento  de  los  dichos  tres  cuentos  é  medio,  de 
las  primeras  vacantes  que  en  los  dichos  sus  reinos  de  Cas- 
tilla 'é  de  Aragón  acaesciere  vacar  después  que  así  fuere 
proveído  de  los  dichos  dos  cuentos  de  renta;  por  manera 
que  sean  cumplidos  los  dichos  tres  cuentos  é  medio  de 
renta  de  las  dichas  vacantes. 

Lo  cual  todo  que  dicho  es  é  cada  una  cosa  é  parte 
dello,  yo  la  reina  de  Castilla,  é  de  Aragón,  é  de  Cecilia,  etc., 
seguro  é  prometo  por  mi  fée  é  palabra  real  de  facer  é  cum- 
plir realmente  é  con  efeto,  sin  arte,  é  sin  engaño,  é  sin  cab- 
ida alguna,  é  que  no  iré  ni  verné  contra  ello  ni  contra  parle 
delk)  en  tiem[K)  alguno,  ni  por  alguna  manera  que  sea  ó 
ser  pueda.  E  porquel  rey  mi  señor  está  absenté  é  non  pue- 
de agora  su  señoría  firmar  esta  escriptura,  por  la  presente 
seguro  é  prometo  á  vos  el  dicho  cardenal  de  Fox,  mi  sobri- 
no, por  mi  palabra  é  fée. real ,  de  vos  dar  desde  hoy  fasta 
sesenta  días  primeros  siguientes  escriptura,  de  fée  é  seguri- 
dad del  rey  mi  señor,  firmada  de  su  nombre  é  sellada  con 
su  sello,  por  la  cual  su  señoría  vos  segure  é  prometa  é  ju- 
re solenemenle  de  lo  así  facer  é  cumplir  como  dicho  es, 
por  seguridad  de  lo  cual  vos  di  esta  mi  carta  firmada  de  , 
mi  nombre,  é  sellada  con  mi  sello,  fecha  á  treinta  y  un 
dias  del  mes  de  mayo ,  año  del  nacimiento  del  nuestro  Se- 
ñor Jesucristo,  de  mili  é  cuatrocientos  é  ochenta  é  tres 
años. 


80 


Copia  de  otra  de  letra  coetánea  de  la  capitulación  asentada 
entre  Madalena  de  Francia,  don  Juan  de  Navarra  y 
doña  Catalina,  reina  propietaria  de  Navarra >  con  los 
reyes  Católicos  don  Fernando  y  doña  Isabel,  á  23  de 
enero  de  1494. 

Archivo  general  de  Simancas.  —  Capitulaciones  con  Aragón  y 
Navarra,  legajo  núm.  1.° 

Madalena  de  Francia,  princesa  de  Viana,  é  don  Juan, 
por  la  gracia  de  Dios  rey  de  Navarra,  duque  de  Nemos, 
de  Gandía,  de  Momblant,  6  de  Penafiel,  conde  de  Fox, 
señor  de  Bearne,  conde  de  Ribagorza ,  de  Ponliembre  é  de 
Peyregort,  vizconde  de  Lemosin,  par  de  Francia  é  señor 
de  la  cibdad  de  Balaguer,  etc.,  é  doña  Catalina,  por  la  mis- 
ma gracia  reina  propietaria  del  dicho  reino,  duquesa  de 
los  dichos  ducados ,  condesa  é  señora  de  los  dichos  conda- 
dos é  señoríos.  Acatando  el  amor  é  buena  voluntad  con 
que  á  vos  los  muy  altos  é  muy  poderosos  príncipes  los 
señores  rey  don  Fernando  é  reina  doña  Isabel,  rey  é  reina 
de  Castilla,  de  León,  de  Aragón,  de  Sicilia,  de  Grana- 
da, etc.,  i^lugo  de  nos  recebir  é  tomar  por  vuestros  amigos, 
é  aliados,  é  confederados,  é  de  tener  paz  con  nos  é  con  el 
nuestro  reino  de  Navarra ,  é  señoría  de  Bearne,  é  que  no 
fareis  ni  consentiréis  que  nos  sea  fecha  guerra,  mal,  ni 
daño,  nin  otro  desaguisado  alguno  en  los  dichos  reino  de 
Navarra ,  é  señorío  de  Bearne  nin  á  los  subditos  é  natura- 
les dellos,  por  las  gentes  de  vuestros  reinos  é  señoríos  nin 
de  fuera  dellos,  desde  los  dichos  vuestros  reinos  é  señoríos, 
por  manera  que  los  unos  é  los  otros  vivan  en  toda  paz,  é 


8{ 

puedan  contratar  seguramente  segund  é  como  lo  ficieron 
cuando  todos  los  dichos  reinos  é  señoría  estovieron  en  toda 
paz,  segund  que  mas  largamente  en  la  escritura  que  vos- 
otros señores  dello  mandasteis  dar  firmada  de  vuestros  nom- 
bres, é  sellada  de  vuestro  sello  es  contenido. 

E  porque  nosotros  queremos  que  vosotros  señores  seades 
ciertos  que  nos  faremos  é  guardaremos  asimismo  á  vos  é  á 
vuestros  icinos  é  señoríos  ,  por  la  presente  nos  otorgamos 
por  vuestros  amigos,  aliados  é  confederados,  é  seguramos 
é  prometemos  de  tener  6  guardar  toda  paz  con  vuestros 
señoríos,  é  con  vuestros  reinos  é  señoríos,  é  que  del  dicho 
nuestro  reino  de  Navarra  é  señoría  de  Bearne,  por  gentes 
dellos,  nin  de  fuera  dellos  non  será  fecha  guerra,  mal  ni 
daño,  ni  otro  desaguisado  alguno  en  vuestros  reinos,  tier- 
ras é  señoríos,  ni  en  vuestros  vasallos,  subditos  é  natura- 
les, antes  serán  todos  ellos  bien  tratados,  por  manera  que 
vivan  en  toda  paz  é  sosiego.  E  asimismo  seguramos  é  pro- 
metemos que  non  consentiremos  en  manera  alguna  que  gen- 
te extranjera  que  non  sean  nuestros  subditos  é  vasallos  en- 
trel  dicho  reino  de  Navarra  é  señoría  de  Bearne,  ni  desde 
ellos  ni  por  ellos  sea  hecha  guerra,  mal  ni  daño  alguno  en 
vuestros  reinos  é  señoríos,  subditos  é  naturales.  E  si  gente 
alguna  extranjera  quisiere  entrar  en  el  dicho  reino  de  Na- 
varra é  señorío  de  Bearne,  lo  defenderemos  á  todo  nuestro 
poder,  é  si  menester  fuere  para  lo  defender,  vos  lo  faremos 
saber,  é  nos  juntaremos  con  nuestras  gentes  é  poder  con 
vuestras  gentes  é  capitanes  para  resistir  la  dicha  entrada 
é  los  echar  fuera  si  fueren  entrados ,  por  manera  que  del 
dicho  reino  de  Navarra  é  señoría  de  Bearne,  ni  por  ellos 
non  se  harán  mal,  guerra  ni  daño  alguno  á  los  dichos  vues- 
tros reinos  é  señoríos ,  subditos  é  naturales  dellos ,   ni  á 
vuestras  gentes ;  lo  cual  todo  prometemos  é  seguramos  por 
Tomo  XLl  6 


82 

nuestra  fce  é  palabra  real  de  hacer  guardar  é  cumplir  á 
buena  fée,  sin  mal ,  engaño,  sin  fraude  ni  cabala  alguna, 
guardando  vosotros  señores  lo  contenido  en  la  dicha  vuestra 
escritura.  Y  á  mayor  cumplimiento  juramos  á  Diosé  á  esta 
señal  de  Cruz  é  á  las  palabras  de  los  Santos  Evangelios  que 
con  nuestros  manos  tocamos,  en  manos  de  don  Juan  de 
Ribera ,  vuestro  capitán  general  en  la  fronlera  que  de  nos 
la  recibió,  en  presencia  de  mosen  Pedro  deOncano,  vues- 
tro embajador,  de  así  tener,  servar  é  cumplir  todas  é  cada 
una  de  las  cosas  susodichas.  E  otrosí  prometemos  por  nues- 
tra fée  é  palabra  real  que  non  defenderemos  nin  permitere- 
mos  ser  sostenidos  ni  defendidos  en  el  dicho  reino  de  Na- 
varra ni  en  alguna  parte  della,  alguna  ó  algunas  personas 
de  cualquier  estado,  grado  ó  condición  que  sean  ó  fueren, 
naturales  ó  no  naturales  de  los  dichos  reinos  é  señoríos  de 
Castilla  é  Aragón,  que  en  ellos  ó  en  cualquier  parte  dellos 
cometieren  caso  de  traición,  crímin  de  lesa  majestad ,  en 
cualquier  de  los  casos  en  que  se  comete  traiciou  aleve,  se- 
gund  las  leyes  donde  se  cometieren ,  ó  de  muerte  pensada, 
ó  saltearen  caminos,  ante  el  tal  ó  tales,  si  en  nuestro  reino 
de  Navarra  se  recogiere,  luego  que  noticia  dello  á  nos  ó  á 
nuestros  oficiales  se  diere,  faremos  prender  la  tal  persona 
ó  personas,  podiendo  ser  habidos,  é  los  mandaremos  é  fare- 
mos entregar  á  los  oficiales  de  los  dichos  señores  rey  é  rei- 
na de  Castilla,  ó  á  quien  de  su  parte  ó  de  los  dichos  oficia- 
les sobrello  nos  requeriere  á  nos  ó  á  nuestros  oficiales  del 
dicho  nuestro  reino ,  lo  cual  guardaremos  é  cumpliremos 
realmente  é  con  efeto ,  guardando  é  cumpliendo  asimismo 
los  dichos  señores  rey  é  reina  de  Castilla,  de  León,  de 
Aragón,  etc.,  lo  en  esto  capitulado  contenido  en  los  seme- 
jantes casos  que  en  nuestro  reino  de  Navarra  fueren  cometi- 
dos, segund  que  en  la  mesma  forma  nos  lo  prometen  é  se- 


83 

guran ,  por  seguridad  de  la  cual  dimos  la  presente  escri- 
tura firmada  de  nuestros  nombres  é  sellada  con  nuestro 
sello,  hecha  en  la  nuestra  cibdad  de  Pamplona  á  (1)  días 
del  mes  de  henero,  año  de  la  nalividad  de  Nuestro  Señor 
Jesucristo  de  mili  é  cuatrocientos  é  noventa  é  cuatro  años. 


Copia  de  la  ratificación  original  de  guardar  un  capittdo  so- 
bre  los  matrimonios  de  los  hijos  de  los  reyes  Católicos 
con  los  de  Navarra ,  hecha  por  estos  y  otros  personajes 
de  su  reino ,  fecha  á  \{)  de  enero  de  i 494. 

Archivo  general  de  Simancas. — Capitulaciones  con  Aragón  y  Na- 
varra, legajo  niim.  i." 

Don  Johan  por  la  gracia  de  Dios  rey  de  Navarra,  du- 
que de  Nemors,  de  Gandía ,  de  Momblanc,  é  de  Peniafiel, 
conde  de  Foix,  señor  de  Bearn,  conde  de  Begorra,  de  Ri- 
bagorza,  de  Pontiebre,  de  Peyregort,  vizconde  de  Lemo- 
sin,  par  de  Francia  é  señor  de  la  ciudat  de  Balaguer,  etc., 
el  doña  Catalina  por  la  mesma  gracia ,  reina  propietaria 
del  dito  reino,  duquesa  de  los  ditos  ducados,  condesa  et 
señora  de  los  ditos  condados  et  señoríos,. etc.  Por  cuanto 
por  parle  de  los  muy  altos  é  muy  poderosos  príncipes  don 
Fernando  é  doña  Isabel,  rey  é  reina  de  Castilla,  de  León, 
de  Aragón,  de  Granada,  etc.,  nuestros  tios,  nos  fué  pe- 
dido que  por  mayor  conservación  del  dcbdo  que  con  sus 
altezas  é  con  su  real  casa  tenemos;  é  porque  con  mayor  ra- 
zón y  causa  hobiessen  de  mirar  por  lo  que  á  nos  y  á  nues- 
tro reino  de  Navarra  tocare,  como  nos  lo  han  scrilo,  pro- 

(4)  Hay  un  claro. 


84 

ferido  6  cumplido,  mandando  á  don  Johan  de  Ribera,  su 
capitán  general  de  la  frontera  desde  dito  nuestro  reino  de 
Navarra  que  veniese  á  nuestra  entrada,  recibimiento  é  co- 
ronación en  este  dito  nuestro  reino ,  con  la  gente  que  nos 
le  escribimos  que  trujiese  y  estuviese  con  nos  todo  el 
tiempo  que  á  nos  bien  pareciese  é  fuese  necesario ,  lo  cual 
él  ha  muy  bien  cumplido  á  nuestra  voluntad,  hobiésemos 
de  prometer  y  segurar  de  facer  é  cumplir  lo  en  el  capítulo 
yuso  contenido;  é  porque  á  nos  plugo  é  place  de  lo  así  fa- 
cer é  cumplir,  por  ende  por  la  presente  seguramos  á  los 
ditos  señores  rey  é  reina  de  Castilla ,  de  León ,  de  Aragón, 
de  Granada,  etc.,  nuestros  lios,  de  facer  é  complir  lo  que 
abajo  será  contenido  en  la  forma  siguiente. 

Otrosí,  prometemos  é  damos  nuestra  palabra  real  que 
queriendo  los  ditos  señores  rey  é  reina  de  Castilla  contraer 
matrimonio  de  la  muy  ilustre  princesa  doña  Ana,  nuestra 
fija,  con  el  muy  esclarecido  príncipe  su  fijo  ó  con  el  nieto 
que  Dics  les  diere,  é  dándonos  Dios  fijo  varón,  é  los  ditos 
señores  rey  é  reina  de  Castilla  lo  quisiesen  para  alguna  de 
las  infantas  sus  fijas  ó  de  las  nielas  que  Dios  les  diere,  que 
podrían  ser  en  mas  conforme  edat,  que  faremos  é  conclui- 
remos el  tal  casamiento  ó  casamientos  ante  todo  otro  cuoal- 
quiere.  E  cuoando  el  tal  casamiento  ó  casamientos  no  se  fi- 
ciesen  por  algunos  respectos  ó  causas  que  los  dichos  señores 
rey  é  reina  de  Castilla  para  ello  toviesen ,  que  en  tal  caso 
por  corresponder  al  deudo  que  con  ellas  tenemos,  y  al  amor 
y  buena  voluntad  que  nos  han  mostrado  y  muestran ,  les 
faremos  saber  del  tal  casamiento  ó  casamientos  que  así 
nos  saliere ,  antes  de  lo  hacer  é  concluir,  para  que  se  faga 
con  su  sabiduría,  buena  voluntad  y  consentimiento,  y  no 
en  otra  manera. 

En  testimonio  de  lo  que  dicho  es  mandamos  facer  é 


85 

darnos  la  presente  seguridat,  firmada  de  nuestros  nombres 
é  sellada  eoii  el  sello  de  nuestras  reales  armas,  é  á  mayor 
cumplimiento  lo  juramos  á  Dios  y  á  esta  senyal  de  Cruz  -f 
y  á  las  palabras  de  los  Santos  Evangelios  que  con  nuestras 
manos  tocamos,  en  manos  del  dito  don  Johan  de  Ribera, 
capitán  general  por  los  ditos  señores  rey  é  reina,  nuestros 
tios,  que  de  nos  lo  recibió,  y  en  presencia  de  mossen  Pe- 
dro de  Hontamyon,  su  embajador,  de  tener,  servar  é 
complir ,  é  facer  tener ,  servar  é  complir  lo  en  el  capítulo 
susodicho  contenido  en  la  forma  susodicha,  y  de  no  ir  ni 
venir  contra  ello  por  cosa  alguna  que  sea.  Fecha  en  la  nues- 
tra ciudat  de  Pamplona  á  i9  dias  del  mes  de  jenero,  año 
de  la  natividat  de  Nuestro  Señor  Jesucristo  mil  cuatrocien- 
tos noventa  é  cuatro. — Johan. — Catalina. — Hay  un  sello 
grande  sobre  cera  encarnada. — Por  mandado  del  rey  é  de 
la  reina. — M.  del  Espinar. 

Nos  Madalena  de  Francia,  princesa  de  Viana,  vista  la 
seguredat  en  la  precedente  scritura  contenida,  é  considera- 
das las  causas  y  respectos  que  al  rey  é  á  la  reina,  nuestros 
muy  caros  fijos,  han   movido  á  facer  y  dar  aquella,  los 
cuales  así  bien  mueven  á  nos  á  facer  lo  mesmo,  por  ende 
por  la  presente  seguramos  é  promeleraos  que   tememos, 
guardaremos  é  compliremos  en  cuanto  en  nos  es  y  á  nos 
toca  ó  puede  tocar,  fareraos  tener,  goardar  é  cumplir  to- 
do lo  contenido  en  la  dita  scritura ,  segunt  que  en  ella  se 
contiene,  é  que  no  iremos  ni  vernemos  contra  ello  ni  con- 
tra cosa  alguna  de  lo  en  ella  contenido.  En  testimonio  de 
lo  cual  mandamos  facer  é  damos  la  presente  seguredat  fir- 
mada de  nuestro  nombre  é  sellada  con  el  sello  de  nuestras 
armas,  é  á  mayor  complimienlo  lo  juramos  á  Dios  é  á  esta 
senyal  de  la  Cruz  -f  y  á  las  palabras  de  los  Santos  Evange- 
lios que  con  nuestras  manos  tocamos,  en  manos  del  dicho 


8G 

don  Johan  de  Ribera ,  eapilan  general  por  los  dilos  señores 
rey  é  reina  de  Castilla,  de  León,  de  Aragón,  de  Grana- 
da, etc. ,  nuestros  tios,  que  de  nos  lo  recebió,  y  en  presen- 
cia de  mosen  Pedro  de  Hontanyon ,  su  embajador ,  de  te- 
ner, servar  é  complir,  é  facer  tener,  servar  é  complir  en 
lo  que  á  nos  pudiere  tocar,  lo  en  el  capítulo  de  la  segure- 
dat  susodicha  contenido  en  la  forma  susodicha ,  y  de  no  ir 
ni  venir  contra  ello  por  cosa  alguna.  Fecha  en  la  ciudat  de 
Pomplona  á  dizenucve  dias  del  mes  de  jenero ,  año  de  la 
natividat  de  Nuestro  Señor  Jesucristo  mil  cuatrocientos  no- 
venta é  cuatro. — Madalena. — Bay  un  sello  sobre  cera  en- 
carnada.— Por  mandado  de  la  princesa — M.  del  Espinar. 

Nos  Alam,  señor  de  Labrit,  conde  de  Drux  é  de  Aura, 
Capdal  de  Bux,  etc. — Vista  la  seguredat  en  las  escrituras 
precedentes  contenida,   é  consideradas  las  causas  y  res- 
pectos que  al  rey  é  á  la  reina  de  Navarra ,  nuestros  muy 
preciados  señores  fijos,  é  á  la  muy  excellente  señora  prin- 
cesa de  Viana  han  movido  á  facer  é  dar  aquella ,  los  cua- 
les así  bien  mueven  á  nos  facer  lo  mesmo ;  por  ende  por 
la  presente  seguramos  é  prometemos  que  tememos,  goar- 
daremos  é  complimeros  en  cuanto  en  nos  es  y  á  nos  toca  é 
puede  tocar,  faremos  tener,  goardar  é  cumplir  todo  lo 
contenido  en  la  dita  scritura,  segund  que  en  ella  se  con- 
tiene, en  testimonio  de  lo  cual  mandamos  facer  é  damos 
la  presente  seguredat  firmada  de  nuestro  nombre  é  sellada 
con  el  sello  de  nuestras  armas ,  é  á  mayor  cumplimiento  lo 
juramos  á  Dios  é  á  esta  senyal  de  la  Cruz  "f-  y  á  las  pala- 
bras de  los  Santos  Evangelios  que  con  nuestras  manos  to- 
camos, en  manos  del  dito  don  Johan  de  Ribera,  capitán 
general  por  los  ditos  señores  rey  é  reina  de  Castilla,  de 
León,  Daragon,  de  Granada,  etc.,  que  de  nos  lo  recibió, 
y  en  presencia  de  mosen  Pedro  de  Hontanyon,  su  embaja- 


87 

dor  ,  de  tener ,  servar  é  compür  en  lo  que  á  nos  toca  ó  pu- 
diere tocar  lo  en  el  capítulo  de  la  seguredal  susodicha  con- 
tenido en  la  forma  susodicha,  y  de  no  ir  ni  venir  contra 
ello  por  cosa  alguna  que  sea.  Fecha  en  la  ciudat  de  Pom- 
plona  á  dizenucve  dias  de  jenero,  anyo  de  la  nalividad  de 
Nuestro  Señor  Jesucristo  mil  cuatrocientos  noventa  y  cua- 
tro.— Alara. — Hay  una  señal  de  haber  tenido  un  sello  gran- 
de sobre  cera  encarnada. — Por  mandado  del  dito  señor  de 
Labrit. — M.  del  Espinar. 


Copia  de  la  confirmación  de  la  paz  y  alianza  que  se  hizo 
entre  el  rey  é  la  reina  nuestros  señores,  rey  é  reina  de 
Navarra,  fecha  en  Medina  del  Campo  á  50  de  abril 
de  1494. 

Archivo  general  de  Smancas.  —  Capitulaciones  con  Aragón  y 
Navarra,  legajo  núm.  i." 

Don  Fernando  é  doña  Isabel,  por  la  gracia  de  Dios,  etc., 
acatando  el  amor  é  buena  voluntad  que  tenemos  á  vos  los 
muy  illustres  doña  Madalenade  Francia,  princesa  de  Viana, 
é  don  Juan  é  doña  Catalina,  rey  é  reina  de  Navarra,  se- 
ñores de  Bearnc ,  etc. ,  é  el  debdo  que  con  nosotros  tenéis, 
vos  habernos  rescebido  por  nuestros  amigos,  aliados  é  con- 
federados, é  nuestra  voluntad  es  de  tener  con  vosotros  é 
con  el  dicho  vuestro  reino  de  Navarra  é  señorío  de  Bearne 
paz  por  nosotros  ó  por  nuestros  reinos  de  Castilla ,  de  León, 
de  Aragón,  de  Sicilia,  de  Granada,  etc.,  6  vosotros  nos 
prometistes  que  non  fareis  niu  consentiréis  que  sea  fecho 
guerra ,  mal  ni  daño ,  ni  otro  desaguisado  alguno  en  los  di- 
chos nuestros  regnos  de  Castilla ,  é  de  León,  é  de  Aragón, 


88 

de  Sicilia,  de  Granada,  ni  á  los  subditos  é  naturales  dellos 
por  las  gentes  de  vuestro  reino  é  señoríos  de  Bearne,  nin 
de  fuera  dellos,  desdel  dicho  vuestro  reino  é  señorío  de 
Bearne,  por  manera  que  los  unos  é  los  oíros  estén  en  toda 
paz  é  puedan  contrabtar  seguramente  segund  é  como  lo  fi- 
cieron  cuando  lodos  los  dichos  reinos  é  señoríos  estuvieron  en 
paz,  segund  que  en  la  escriptura  que  vosotros  dello  nos  distes 
firmada  de  vuestros  nombres  é  sellada  de  vuestro  sello  es 
contenido.  E  porque  nosotros  queremos  que  vosotros  seades 
ciertos  que  nos  faremos  é  guardaremos  á  vos  é  á  vuestro 
reino  é  señorío  de  Bearne  lo  susodicho ,  por  la  presente  otor- 
gamos que  vos  rescebimos  por  nuestros  amigos,  aliados  é 
confederados,  é  seguramos  é  prometemos  de  tener  é  guar- 
dar toda  paz  con  vosotros  é  con  vuestro  reino  é  señorío  de 
Bearne ,  é  que  de  los  dichos  nuestros  reinos  de  Castilla ,  é 
de  León,  é  de  Aragón,  é  de  Seciüa,  é  de  Granada,  por 
gentes  dellos  ni  de  fuera  dellos  non  será  fecho  mal,  ni  daño, 
ni  desaguisado  alguno  en  el  dicho  vuestro  reino  de  Navarra 
é  señorío  de  Bearne,  ni  en  vuestros  vasallos,  subditos  é  na- 
turales del,  antes  serán  todos  ellos  bien  trabtados  é  vevi- 
rán  en  toda  paz  é  sosiego,  por  manera  que  de  los  dichos 
nuestros  reinos  de  Castilla,  de  León,  de  Aragón,  de  Sici- 
lia, de  Granada  no  se  fará  mal,  guerra  ni  daño  alguno  al 
dicho  vuestro  reino  de  Navarra  é  señorío  de  Bearne,  é  sub- 
ditos é  naturales  dellos,  ni  á  vuestas  gentes ;  lo  cual  todo 
prometemos  é  seguramos  por  nuestra  fée  é  palabra  real  de 
facer,  é  guardar,  é  complir  realmente  é  con  efeto  á  buena 
fé,  sin  mal  engaño,  sin  fraude  é  sin  cabtela  alguna,  guar- 
dándonos vosotros  todo  lo  contenido  en  la  dicha  vuestra 
escriptura  que  nos  distes  tocante  á  esta  dicha  liancia,  é  por 
mayor  seguredad  juramos  á  Dios  ó  á  Santa  María  é  á  esta 
señal  de  la  Cruz  -J-  é  á  las  palabras  de  los  Santos  Evange- 


89 

Üos,  que  con  nuestras  manos  tocamos,  en  manos  de  don 
Juan  de  Fox,  moss  de  Larnlret  (1)  que  de  nos  rescibió  el 
dicho  juramento  en  presencia  del  vizconde  de  Sera,  del 
dotor  don  Juan  de  Jaso,  é  de  Miguel  del  Espinar  del 
vuestro  Consejo,  que  en  compañía  del  dicho  moss  de  Lan- 
tret  vinieron  á  nos  por  vuestros  embajadores,  de  tener,  é 
guardar,  é  complir  todo  lo  susodicho  é  cada  una  cosa  é 
parle  dello,  cesante  lodo  fraude,  é  cabtela  é  engaño,  é  que 
non  queremos  ni  vernemos  contra  ello  ni  contra  parte  dello 
en  tiempo  alguno  ni  por  alguna  manera  que  sea  ó  ser  pue- 
da, guardando  vosotros  todo  lo  que  así  tenéis  prometido 
cerca  de  la  dicha  alianza. 

Otrosí ,  prometemos  en  nuestra  fée  é  palabra  real  que 
non  defenderemos,  ni  sosternemos,  ni  permitiremos  ser 
sostenidos  ni  defendidos  en  los  dichos  nuestros  reinos  de 
Castilla,  é  de  León,  é  de  Aragón,  é  de  Granada,  ni  en  al- 
guna parte  dellos,  alguna  ó  algunas  persoaas  de  cualquier 
estado,  grado  ó  condición  que  sean,  que  fueren  naturales 
ó  no  naturales  del  dicho  reino  de  Navarra  é  señoríos  de 
Bearne,  que  en  ellos  ó  en  cualquier  parte  dellus  cometiere 
caso  de  traición,  crimen  de  lesa  majestad,  en  cualquier  de 
los  casos  en  que  se  comete  traición  ó  aleve ,  segund  las  le- 
yes del  reino  donde  se  cometiere ,  ó  de  muerte  pensada ,  ó 
salteare  caminos,  antes  al  tal  ó  tales  si  en  nuestros  reinos 
é  señoríos  le  recogieren ,  luego  que  noticia  dello  á  nos  ó 
á  nuestros  oficiales  se  diere,  faremos  prender  la  tal  persona 
ó  personas,  pudiendo  ser  habidas,  y  los  mandaremos  é  fare- 
mos entregar  á  los  oficiales  vuestros  ó  á  quien  por  vuestra 
parte  ó  de  los  dichos  oficiales  sobrello  nos  requiriere  á  nos 
ó  á  nuestros  oficiales  de  los  dichos  nuestros  reinos  de  los 

{{)  Mas  adelante  se  le  llama  Lautrec  y  Antrec. 


90 

logares  donde  fueren  fallados ,  lo  cual  guardaremos  é  corn- 
pliremos  realmente  é  con  efeto,  guardando  6  cumpliendo 
vos  los  dichos  princesa  de  Viana  é  rey  é  reina  de  Navarra, 
nuestros  sobrinos,  lo  en  este  capítulo  contenido  en  los  se- 
mejantes casos  que  en  nuestros  reinos  de  Castilla  é  de  Ara- 
gón fueren  cometidos,  segund  é  en  la  misma  forma  que 
nos  lo  prometéis  é  seguráis.  Por  seguridad  de  todo  lo  suso- 
dicho, mandamos  dar  é  dimos  la  presente  escriptura  fir- 
mada de  nuestros  nombres  é  sellada  con  nuestro  sello ,  fe- 
cha en  la  nuestra  villa  de  Medina  del  Campo,  cá  treinta  dias 
del  mes  de  abril,  año  del  nascimiento  de  Nuestro  Señor 
Jesucristo,  de  mil  é  cuatrocientos é  noventa é cuatro  años. — 
Yo  el  rey. — Yo  la  reina. — Yo  Fernando  Alvares  de  Toledo, 
secretario  del  rey  é  de  la  reina  nuestros  señores,  la  fiz  es- 
cribir por  su  mandado. 


Copia  de  respuesta  original  de  los  reyes  de  Navarra  á  lo 
que  por  parte  de  los  reyes  de  Castilla  se  les  habia  envia- 
do á  decir  en  razón  de  la  paz  de  aquel  reino,  y  otras  co- 
sas. Fecha  á  ií  de  agosto  de  1494. 

Archivo  general  de  Simancas. —  Capitulaciones  con  Aragón  tj 
Navarra,  legajo  húm.  í.° 

Lo  que  de  parte  nos  la  princesa,  el  rey  é  la  reina  de 
Navarra,  vos  mosen  Pedro  de  Hontanyon,  embajador  de 
los  muy  altos  é  muy  poderosos  rey  é  reina  de  Castilla, 
nuestros  muy  caros  tios  señores,  habes  de  decir  á  sus  exce- 
llencias  en  respuesta  de  lo  que  de  su  parte  nos  hablastes, 
es  esto  que  se  sigue. 

En*  cuanto  á  las  cosas  contenidas  en  el  primer  capítulo, 


91 

ánle  de  venir  á  las  otras  particularidades,  agradecemos  á 
sus  altezas  cuanto  (Dodemos  el  deseo  que  tienen  para  nos 
ver  en  mucha  paz  é  sosiego ,  é  quitos  de  todo  enojo  con 
nuestros  subditos,  y  que  seamos  de  todos  ellos  acatados  y 
servidos,  é  todos  los  inconvenientes  que  en  ello  atravesar 
se  pediesen  se  apartasen,  lo  cual  sus  excellencias  ya  ante 
de  agora  en  diversas  maneras  han  demostrado  por  obra,  y 
muestran  todos  días,  porque  ultra  la  afection  que  para  les 
acatar  tenemos,  les  quedamos  en  muy  grande  obligación, 
et  les  dires  que  ni  ataquí  han  travesado,  ni  daquí  adelante 
travesariin  inconvenientes  por  nos  en  ello :  que  si  todos 
dubdáran  tanto  de  les  enojar  como  nos  deseamos  compla- 
cerles ,  no  travesaran  los  inconvenientes  que  por  algunos 
ataquí  se  han  travesado,  los  cuales  veyendo  ante  nuestros 
ojos  aun  después  que  el  illustrísimo  señor  de  Laulret  nues- 
tro primo ,  é  los  que  en  su  compañía  en  embajada  á  sus 
excellencias  enviamos,  volvieron  tan  mal  tractar,  vejar,  fa- 
tigar é  forzar  los  subditos  nuestros  de  Artajona  por  el  fijo 
y  gentes  del  dito  condestable,  como  por  muchas  é  diver- 
sas suplicaciones  que  en  nuestra  pública  y  real  audiencia 
nos  han  presentado  parece,  por  respeto  de  sus  excellencias 
hemos  ataquí  tollerado ,  por  lo  que  el  dicho  nuestro  primo 
y  embajadores  de  su  parte  acerca  dello  nos  digieroo. 

Y  tocante  lo  que  en  el  dicho  capitulo  nos  ruegan  en 
las  cosas  pasadas  con  el  condestable  cerca  lo  de  Artajona 
perdamos  enojo,  etc. ,  en  el  cual  capítulo  face  mención  de 
cierto  memorial  dado  á  sus  excellencias  por  el  dito  condes- 
table, etc.,  referiéndonos  cerca  daquel  á  la  respuesta  fecha 
á  las  cosas  contenidas  en  el  dito  memorial,  en  cuanto  á 
todo  lo  restante  contenido  en  el  dito  capítulo ,  dires  á  sus 
altezas  que  como  quiere  los  desacatamientos  y  desobedien- 
cias que  el  dito  condestable  cerca  desto  de  Artajona  nos 


92 

ha  fecho,  como  sus  excellencias  ya  han  seido  informados, 
pues  él  tanto  se  había  atrevido  pasar  la  seguredat  que 
aquellas  por  él  tenían  dada,  y  contra  aquella  é  su  debido 
tan  desordenadamente  ofender  y  desobedecer  á  nos  en  tan 
mal  enjemplo  y  escándalo  de  otros,  requeriesen  mas  puni- 
ción é  castigo  para  refrenar  tales  atrevimientos  que  la  re- 
prehensión que  le  ha  seydo  dada ,  pues  por  sola  aquella 
que  es  cuasi  oculta,  no  se  satisface  á  nuestra  pública  ofen- 
sa, ni  él  escusará  mas  de  hacer  lo  que  le  parecerá  por  aque- 
lla aldelante  que  ha  fecho  ataquí,  por  la  seguredat  que  por 
él  sus  altezas  por  escripto  é  sellado  tienen  dada,  con  todo, 
aunque  segunt  quedamos  con  tanta  ofensa  y  mas  por  otros 
respetos  mucho  cumplientes  á  nuestro  servicio,  segunt  el 
estado  de  los  fechos  deste  regno,  que  no  cumple  declara, 
nos  sea  grave  y  fuerte,  é  poco  nos  convenga,  y  el  perdón 
no  se  deba  dar  sino  al  corregido  y  emendado ;  empero  por- 
que en  mayores  cosas  á  nos  posibles  deseamos  complacer- 
les, asi  por  contemplación  suya  seremos  contentos  de  per- 
der todo  enojo  nuestro  particular  que  de  dito  condestable, 
por  la  causa  susodicha,  tengamos,  é  de  mirar  por  lo  que  á 
él  tocare,  como  si  las  cosas  susoditas  no  pasaran,  él  obe- 
deciendo é  serviéndonos  como  bueno,  leal  y  fiel  subdito, 
debe  y  ha  tenido  hacer. 

Toda  vez,  aunque  el  enojo  nuestro  particular,  por  res- 
pecto y  contemplación  de  sus  altezas,  hayamos  de  dejar,  y 
no  se  diga  de  emienda  alguna  para  el  desacatamiento  y 
ofensa  á  nos  sobre  este  caso  fecha,  segunt  por  los  ditos 
señores  Delantrec  y  embcijadores  nos  fué  referido  se  habia 
de  hacer,  puesto  olvidemos  lo  que  á  nos  alanye  el  intere- 
se de  la  justicia  que  á  sus  altezas,  por  ser  aquella  virtut  co- 
mún, no  menos  que  á  nos  toca,  puesto  ataquí  por  lo  que 
el  dicho  señor  del  Antrec  y  embajadores  nos  referieron. 


d3 

hayamos  deferido,  no  podemos  dejar  perder  oin  detener 
que  nuestra  sentencia  su  debido  efecto  una  vez  no  surta, 
por  muchas  razones  que  de  suyo  están  diciías  é  conocidas, 
y  no  cumple  declarar.  E  así  porque  á  ninguno  quede  en- 
jemplo  de  conseguir  por  fuerza  y  desobediencia  utilidat 
nin  gloria,  la  dicha  sentencia  surtiendo  é  hobiendo  ánlo 
todas  cosas  su  debido  efecto  y  ejecución ,  y  soltando  el  dito 
condestable  á  los  ditos  de  Artajona  el  juramento  que  por 
fuerza  y  contra  nuestros  mandamientos  les  fizo  facer  éres- 
tituidoseles  los  bienes  que  les  han  seido  tomados,  después 
de  aquello  cumplido,  segunt  de  razón  é  justicia  se  debe  ha- 
cer, no  porque  seamos  tenidos  por  el  capitulado,  segunt  el 
dicho  condestable  dice  en  su  memorial,  pues  todo  lo  fecho 
y  declarado  fué  por  justicia,  mas  por  contemplación  de  sus 
altezas  nos  placerá  de  nuevo  facerle  gracia  del  dito  lugar 
de  Artajona  en  la  mesma  forma  é  manera  que  se  contiene, 
por  la  gracia  que  le  fué  fecha  con  todas  las  cláusulas  opor- 
tunas para  que  por  la  dicha  sentencia  day  en  adelante  no 
se  pueda  perjudicar,  y  mas  de  le  remeter  é  quitar  todas  las 
penas  que  por  la  dicha  causa  ha  é  podría  haber  incorrido. 
Cuanto  al  segundo  capítulo  en  que  fabla  del  infante 
don  Jaime,  nuestro  tio,  tocante  la  villa  de  Miranda,  dires 
á  sus  excellencias  que  ya  el  dito  infante  sabe  con  cuanta 
amor  é  voluntat  nos  le  habemos  siempre  mandado  dar  la 
dita  villa,  é  si  aquello  no  ha  hobido  efecto,  ha  seido  por  los 
impedimentos  que  unos  é  otros  en  justicia  le  han  puesto, 
porque  en  la  declaración  dcllo  podria  haber  dilación,  é  haa 
alguna  dificultad  por  muchas  razones  que  nos  han  seido 
remostradas  que  no  cumple  expresar.  Por  ende  afin  que  el 
dicho  infante  consiga  utilidat  por  la  intercesión  de  sus  alte- 
zas, y  conozca  el  amor  é  voluntat  que  le  tenemos  por  el 
deudo  que  con  nos  tiene,  le  daremos  otra  tanta  renta  en 


94 

este  nuestro  regno  y  en  las  otras. cosas  que  le  pertenesce- 
rán.  También  daremos  orden  con  los  tres  Estados  de  nues- 
tros señoríos  que  se  faga  todo  lo  que  fuere  de  razón. 

Cuanto  al  tercero  capítulo  que  fabla  de  don  Johan  de 
Mendoza,  nuestra  voluntad  ha  seido  y  es  de  guardar  á  quien 
quiere  su  justicia ,  é  mucho  mas  al  dito  don  Jaban  por  res- 
pecto de  sus  altezas ;  mas  él  sabe  los  fines  porque  (1)  á 
cuya  instigación  jamás  ha  venido  á  querer  mostrar  debida- 
mente en  nuestro  consejo  su  derecho  para  que  pueda  decir 
se  le  haya  puesto  alguna  dilación.  E  porque  sus  altezas 
sean  informadas  enleramente  desle  fecho,  les  dires  como 
lodos  tos  actos  y  cosas  que  ante  que  nos  viniésemos  en 
este  nuestro  reino ,  contra  el  dito  don  Johan  por  la  causa 
de  Bimuel  hablan  seido  enancadas  é  proveídas,  por  lo 
que  don  Johan  de  Ribera  y  vos  nos  rogastes  de  parte  de 
sus  altezas,  ficimos  anullar  é  tornar  al  tiempo  que  aquil  vi- 
nimos, á  su  primer  estado.  Después  acabo  de  algún  tiem- 
po porque  fiiemos  informados  que  al  dito  don  Johan  no 
perlenescia  otro  derecho  en  el  dicho  lugar  sino  mil  é  qui- 
nientos florines  que  en  tiemi)o  pasado  sobrel  á  su  agüela 
habían  seido  asentados ,  considerando  que  dándole  aquellos 
justamente  podíamos  tomar  lo  nuestro,  queriendo;  nos  certi- 
ficar de  la  verdat  ante  todas  cosas,  mandemos  venir  á  nos 
el  dito  don  Johan,  é  nos  la  reina  le  dimos  noticia  dcllo,  é 
le  dijimos  como  nos  hablan  informado  y  que  le  queríamos 
dar  lo  suyo  é  nos  dejase  lo  nuestro,  á  lo  qual  quasi  otor- 
gando aquello  ser  así ,  sin  dar  ni  alegar  otra  razón  nos  res- 
pondió que  lo  suyo  siempre  podíamos  tomar  y  no  empezáse- 
mos en  él.  Et  como  vio  que  dándole  lo  que  le  podia  perle- 
nescer,  queríamos  haberlo  nuestro,  alegó  que  lo  tenia  por 

(1)  Aquí  hay  una  palabra  que  no  se  puede  leer. 


95 

gracia  é  merced ,  y  no  por  los  dichos  mil  é  quinientos  flo- 
rines, sobre  lo  cual  le  mandemos  traer  la  que  decia  gracia 
para  cierto  dia ,  y  aquella  asignación  recebida ,  partió  de- 
ciendo  él  nos  la  Iraeria ,  é  pasado  aquel  dia,  por  su  parte 
nos  fué  pedido  é  le  fué  dado  mas  tiempo,  deciendo  para 
aquel  vcrnia  con  la  dita  gracia,  y  en  lugar  de  venir  con 
aquello  envió  con  un  su  criado  cierta  que  decian  era  copia 
de  la  dita  gracia,  que  no  satisfacía  á  ello ,  y  le  fué  asignado 
para  otro  plazo  trujiese  la  dita  gracia  ó  veniese,  si  mas 
queria  decir.  E  como  quiera  que  el  dito  su  criado  perferió 
vernia  el  dito  don  Johan  ó  él  con  la  respuesta  para  el  dito 
dia,  nin  el  uno  ni  el  otro  curaron  de  venir,  sobre  lo  cual 
dejado  que  segunt  los  fueros  y  leyes  deste  reino  se  podia  to- 
mar el  dicho  lugar,  y  demandar  lo  que  en  tanto  tiempo  ha- 
bla levado,  á  mayor  cumplimiento  mandemos  depositar  la 
dicha  cuantidat  para  su  pago  en  poder  de  los  alcaldes  de 
nuestra  corte  mayor,  y  en  seguiente,  por  mas  justificar,  por 
ciertos  comisarios  que  para  ello  deputamos  mandemos  le- 
var la  dita  cuantidat  al  dito  don  Johan  si  era  en  el  dicho 
lugar  de  Bunuel ,  y  en  su  absencia  fué  presentado  á  los 
que  tenían  la  dita  fortaleza,  y  no  la  quisieron  recebir,  obe- 
decer nin  cumplir  nuestros  mandamientos,  sino  facer  rebe- 
lión ,  segunt  el  dicho  don  Johan  les  tenia  mandado ,  por 
cuanto  él  sabe  á  consejo  de  cuales  deste  reino  que  sus  inte- 
reses querían  con  él  esperimentar  á  defender  por  fuerza, 
en  escándalo  y  mal  enjemplo  de  muchos  habla  fecho  y  fazia 
fortificar  la  fortaleza  del  dicho  lugar,  seyendo  nos  en  el  rei- 
no, lo  que  no  fizo  en  los  tiempos  de  las  guerras,  y  poner  gen- 
te de  fuera  del  regno  en  guarnición  en  ella,  dando  entender 
que  mas  con  resistencia  é  fuerza  que  con  drecho  ni  justicia 
que  tuviese,  habla  de  tener  y  defender  lo  que  nos  tenía  de 
nuestro  patrimonio,  porque  del  tomasen  enjemplo  y  estudo 


96 

los  que  gelo  aconsejaban  para  en  sus  intereses.  E  comoquie- 
ra por  lo  que  sus  altezas  nos  scribieron  y  enviaron  rogar  con 
el  dicho  señor  de  Lantrec  y  embajadores  quisiéramos  y  en- 
tendíamos, en  endrecera  del  dicho  don  Johan  diferir  la  recu- 
peración de  lo  que  nos  tenia,  mas  por  la  murmuración  que 
ya  en  el  pueblo  habia  por  las  práticas  que  sobre  ello  se  leva- 
ban entre  algunos  deste  regno,  veyendo  que  si  lo  disimulá- 
bamos, mayores  inconvenientes  deilo  se  nos  podian  seguir 
por  dar  adaquellos,  y  á  él  conocer  que  ni  el  dicho  don  Johan 
ni  otro  alguno. subdito  nuestro  debia  presumir  por  resisten- 
cia ni  fuerza  de  tener  nin  defendernos  lo  nuestro,  mande- 
mos proveer  de  ciertos  comisarios  y  proceir  en  ello  segunt 
pertenescia  en  tal  caso,  cumpliendo  empero  primero  con  el 
dicho  don  Johan  ó  los  que  por  él  tenian  cargo,  como  dicho 
es,  todo  lo  que  nos  fué  dicho  le  podia  pertenescer;  é  venido 
el  dicho  don  Johan  en  Tudela,  el  alcalde  de  la  dicha  ciudat 
uno  de  los  comisarios  que  para  ello  teníamos  deputado,  é 
los  jurados  de  aquella  le  dieron  noticia  de  todo  ello,  é  no 
obstante  la  rebelión  por  él  y  sus  gentes  fecha ,  é  que  mu- 
chos bienes   é  provisiones  habia  fecho  tomar  por   fuerza 
á  los  del  dito  lugar,  y  poner  en  la  fortaleza  ,  ante  de  mas 
procedir  en  ello  le  requerieron  cumpliese  nuestros  manda- 
mientos, ó  á  lómenos  pusiese  la  fortaleza  en  manos  de  la 
dita  ciudat  ata  consultar  con  nos,  lo  cual  le  movieron  por 
espediente,  preferiéndole  justicia,  afín  que  la  murmuración 
que  de  la  fortificación  é  práticas  susodichas  en  gran  ofensa 
nuestra  en  el  dito  regno  habia,  siquiera  por  aquella  fingida 
obediencia,  ó  mas  verdaderamente  tercería,  fuese  alguna- 
mente  atajada ,  é  tanta  fué  su  presumpcion  y  la  esperanza 
que  en  sus  práticas  pensaba   tener  íjontranos,  que   aun 
aquella  aparente  obediencia  no  quiso  hacer,  salvo  que  les 
respondió  queria  venir  en  persona  á  nos  por  cumplir  lo 


97 

que  le  mandásemos,  y  partió  de  Tudela  deciendo  venia  á 
nos  á  Olit  donde  al  tiempo  estábamos,  y  de  medio  del  ca- 
mino volvió  é  fué  para  Alfaro,  y  comenzó  á  en  guerrear 
y  levantar  gente  en  las  fronteras  de  los  regnos  de  Gasli- 
Ha  é  Aragón.  E  venido  esto  á  noticia  dolos  dichos  comisa- 
rios, y  considerado  las  cosas  susodichas;  porque  la  conse- 
cuencia dello  á  otros  que  lo  deseaban  no  aprovechase,  fue- 
ron á  ejecutar  su  comisión,  y  fechas  sus  requestas,  no  fa- 
llando en  los  de  la  dicha  fortaleza  obediencia  debida ,  sino 
manifiesta  rebelión  y  resistencia  le  pusieron  setio  porque 
nuestros  mandamientos  fuesen  obedescidos  y  cumplidos,  y 
los  de  la  dicha  fortaleza  ficieron  asaz  muertes  y  feridas  en 
las  gentes  que  fueron  con  los  dichos  comisarios ,  donde  se 
siguieron  grandes  gastos.  Y  después  el  dicho  don  Johan  con 
mucha  gente  de  caballo  y  de  pié  de  los  reinos  de  Castilla  é 
Aragón,  puestos  en  batalla,  entró  en  nuestro  reino  contra 
nos  é  nuestros  comisarios,  y  gentes  encorriendo  en  las  pe- 
nas del  fuero  y  otras  que  saben  á  crimen  de  lesa  magestad, 
donde  parecieron  senyales  de  los  consejos,  prácticas  y  es- 
peranzas que  entre  otros  con  algunos  particulares  deste  di- 
cho regno  habia  llevado,  por  forma  que  se  levantó  el  dicho 
setio.  E  así  les  pidires  que,  consideradas  las  cosas  susodi- 
chas, quieran  mirar  qué  se  debia  en  ello  hacer ,  é  les  dirés 
que  cierto  por  la  voluntat  que  sus  altezas  en  favor  del  dicho 
don  Johan  han  demostrado,  tenemos  enojo  y  nos  desplace  á 
mas  no  poder  que  él  haya  hobido  tan  mal  consejo,  é  se  haya 
mezclado  y  enfrascado  en  tantas  cosas,  que  forzadamente 
por  excusar  otros  inconvenientes,  nos  haya  cuasi  costreñido 
ad  aquello;  y  agora  también  no  conociendo  su  error  y  se- 
guiendo  su  acostumbrado  mal  consejo,  desconfiando  de  la 
intercesión  de  sus  altezas,  por  |)oner  albolole  (1)  en  los  Es- 

(4)  Así. 
Tomo  XLI.  7 


98 

lados  que,  tenemos  juntados,  por  empachar  é  impedimos  las 
cosas  que  mucho  cumplen  á  nuestro  servicio,  lo  que  contra  él 
ha  seido  fecho,  ha  puesto  por  agravio,  suplicando  á  los  Es- 
tados ata  que  él  sea  reparado  no  entiendan  en  atos  nengu- 
nos. Por  lo  cual  dirés  á  sus  altezas,  por  lo  que  decís  sobre 
esto  particularmente  os  ha  seido  scriplo,  pues  así  es,  nos  ha- 
yan por  excusados  de  lo  que  de  su  parte  nos  habes  referido, 
que  tal  razón  mandaremos  dar  al  dito  su  agravio  que  lo 
que  se  ha  fecho  segunt  las  leyes  é  fueros  deste  reino,  no  se- 
rá reputado  que  sea  cosa  de  fecho  como  á  sus  altezas  ha  sei- 
do dado  á  entender,  mas  de  justicia,  é  si  agravio  hobiere, 
como  él  pretiende,  le  será  reparado;  é  si  justicia  demanda 
é  la  loviere,  aquella  le  será  ministrada;  et  si  en  algo  ha 
caido  y  encorrido ,  lo  cual  ataquí  por  el  respecto  de  sus  al- 
tezas se  le  ha  disimulado,  pues  quiere  tener  tales  formas, 
también  estará  en  razón  se  les  faga  justicia  á  nuestros  ofi- 
ciales sobrello :  que  lo  que  él  ha  presumido  é  cometido  no  es 
para  de  subdito  á  reyes  ,  ni  creemos  sus  altezas  lo  habrán 
por  bueno.  Toda  vez  lo  susodicho,  non  obstante  porque 
aquellas  conozcan  la  rogarla  suya ,  queremos  prefieran  á  la 
culpa  del  dicho  don  Johan,  é  somos  contentos  que  él  tome  y 
goce  la  renta  del  dicho  lugar  de  Bunuel,  segunt  fastaquí 
ha  fecho ,  ata  que  la  causa  sea  conocida  é  declarada  por 
justicia. 

Cuanto  á  lo  que  loca  al  cuarto  capítulo  que  habla  del 
obispado  de  Pamplona,  lo  que  acerca  dello  por  nos  procura- 
ron, aunque  no  haya  surtido  efecto,  les  gradecemos cuan- 
to podemos,  y  así  bien  lo  que  paral  delante  nos  ofrecen  de 
no  dar  posesión  en  lo  que  al  dito  obispado  pertenesce  en  sus 
regnos,  sino  al  que  fuere  proveído  á  nuestra  nominación;  é 
como  quiere  que  en  esto  nos  vaya  tanto  interese  de  haber 
obispo  á  nuestra  voluntal,  y  residente  en  el  dicho  obispado, 


99 

é  loviésemos  deliberado  de  insistir  en  ello  ata  obtener  lo 
que  es  tan  razonable  y  justo,  pues  por  el  papa  Inocencio, 
de  buena  memoria,  interveniendo  el  papa  Alexandre  mo- 
derno, nos  estaba  proferido,  con  todo  por  contemplación 
suya  seremos  contentos  de  prometer  y  dar  lugar  que  el  dito 
cardenal  de  Santa  Anastasia  de  nuevo  tome  la  posesión  del 
dito  obispado,  renunciando  á  la  que  dicen  tomó,  porque  nen- 
guno presuma  habergela  dado,  ni  él  entienda  poder  haber 
tomado  nin  tener  sin  nuestra  licencia,  con  que  ante  todas 
cosas  no  dé  la  bulla  plumbada  que  daquí  adelante  no  se 
proveirá  del  dicho  obispado  é  otras  dignidades  de  nuestro 
regho  é  señoríos,  sino  á  nuestra  voluntad,  segunt  al  tiempo 
que  á  don  César  de  Borja,  por  contemplación  de  sus  altezas, 
dimos  lugar  se  diese  la  posesión,  fué  otorgado;  é  cumplien- 
do las  otras  cosas  que  con  el  dito  cardenal  y  procuradores 
suyos  han  seido  praticadas ,  é  que  el  vicario  general ,  ofi- 
cial, chanciller,  alcaides  é  cualesquiere  oficios,  arciprestes 
é  claverías  del  dito  obispado,  agora  é  cada  que  vacaren, 
sean  dadas  á  nuestra  voluntad ;  porque  si  esto  no  se  cum- 
plía primero,  segunt  las  práticas  que  algunos  llevan   en 
Roma,  é  algunos  avisos  que  nuevamente  sobrello  habe- 
rnos hobido  de  lo  que  se  tracta  acerca  deste  obispado,  para 
pacificar  otros  que  el  dicho  cardenal  en  litigio  tiene,  podría- 
mos ser  defraudados  y  decebidos,  como  fuésemos  al  tiem- 
po del  don  Cesar  de  Borja.  De  la  ciudat  de  Pamplona  á  xj 
dias  del  mes  de  agosto,  año  de  mil  cuatrocientos  noventa  y 
cuatro. — Madalena. — Johan. — Catalina. —  Por  mandado 
de  la  princesa,  é  del  rey  é  de  la  reina,  M.  Jaureguizar. 


iOO 


Copia  de  promesa  original  de  los  reyes  Católicos  á  los  reyes 
de  Navarra ,  de  tener  en  rehenes  por  cinco  años  á  su  hija 
¡a  infanta  doña  Madalena,  y  que  la  devolverán  cumplidos 
que  sean,  si  se  ha  cumplido  lo  capitulado  entre  ellos. 
Fecha  á  i  de  marzo  y  26  de  marzo  de  1495. 

Archivo  general  de  Simancas.  —  Capitulaciones  con  Aragón  y 
Navarra,  legajo  núm.  1." 

Nos  don  Johan  é  doña  Gathelina,  por  la  gracia  de  Dios 
rey  é  reina  de  Navarra,  etc.  Reconoscemos  haber  liobido 
é  recebido  en  nuestras  manos  é  j)oder ,  de  vos  el  magnífico 
é  noble  primo,  bien  amado  nuestro,  don  Johan  de  Ribera, 
capitán  general  de  los  muy  excellentes  rey  é  reina  de  Gas- 
tilla,  nuestros  muy  caros  tios  señores,  una  su  provisión  en 
la  seguiente  forma. 

Don  Fernando  et  doña  Isabel ,  por  la  gracia  de  Dios 
rey  é  reina  de  Castilla,  de  León,  de  Aragón,  de  Sicilia,  de 
Granada,  de  Toledo,  de  Valencia,  de  Galicia,  de  Ma- 
llorcas ,  de  Sevilla ,  de  Gerdenia ,  de  Górdoba ,  de  Cór- 
cega ,  de  Murcia ,  de  Jahen ,  del  Algarbe ,  de  Algecira, 
de  Gibraltar  é  de  las  islas  de  Ganarla,  condes  de  Bar- 
celona, señores  de  Vizcaya  é  de  Molina,  duques  de  Ate- 
nas é  de  Neopatria,  condes  de  Roselion  é  de  Gerdanya, 
marqueses  de  Oristan  é  de  Gociano.  Por  cuanto  en  cierta 
capitulación  é  asiento  que  agora  fecimos  con  los  muy  illus- 
tres  rey  é  reina  de  Navarra,  nuestros  muy  caros  é  muy 
amados  sobrinos,  se  contiene  que  para  seguredat  que  lo 
contenido  en  la  dicha  capitulación  se  cumplirá  por  su  par- 
te, nos  entregarán  en  nuestro  poder  á  la  illuslre  infante 
doña  Magdalena,  su  fija,  nuestra  muy  cara  é  muy  amada 


sobrina,  para  la  tener  por  tiempo  y  espacio  de  cinquo  años 
cumplidos  primeros  seguientes,  dentro  de  los  cuales  se  ha 
de  cumplir  lo  contenido  en  la  dicha  capitulación,  por  ende 
por  la  presente  prometemos  é  certificamos  por  nuestra  pa- 
labra y  fé  real  que,  seyendo  la  dicha  infanta  doña  Magda- 
lena nuestra  sobrina,  entegrada  y  puesta  en  nuestro  poder, 
ó  de  don  Juan  de  Ribera,  nuestro  capitán  general  de  la 
frontera  de  Navarra ,  que  en  nuestro  nombre  ha  de  recebir- 
la  é  la  traer  á  nos,  que  la  tememos  en  nuestro  poder,  é  se- 
yendo cumplidos  los  ditos  cinquo  años,  los  cuales  comienzan 
á  correr  é  se  contar  desdel  dia  que  se  ñciere  la  entrega  de- 
Ha,  que  cumpliendo  los  dichos  rey  é  reina  de  Navarra,  nues- 
tros sobrinos,  lo  contenido  en  la  dicha  capitulación,  torna- 
remos é  les  restituiremos  en  su  poder  á  la  dicha  illustre  in- 
fante doña  Magdalena,  nuestra  sobrina,  puesta  en  el  di- 
cho su  reino  de  Navarra  en  una  de  las  ciudades  ó  villas  del 
que  ellos  quisieren  é  nombraren  libremente,  é  sin  otra  dila- 
ción, con  todas  las  personas  que  con  ella  aquá  eslovieren, 
lo  cual  faremos  é  cumpliremos  realmente  é  con  efeto,  ce- 
sante toda  cautela,  fraude,  ficción  y  simulación,  por  segu- 
redat  de  lo  cual  dimos  esta  nuestra  carta  firmada  de  nues- 
tros nombres  é  sellada  con  nuestro  sello.  Dada  en  la  nues- 
tra villa  de  Madrit  á  cuatro  días  del  mes  de  marzo,  año  del 
nacimiento  de  Nuestro  Señor  Jesucristo  de  mil  cuatrocien- 
tos noventa  y  cinquo  años. — Yo  el  rey. — Yo  la  reina. — Yo 
Fernand  Alvarez  de  Toledo ,  secretario  del  rey  é  de  la  rei- 
na, nuestros  señores,  la  fice  escribir  por  su  mandado. 

Et  porque  lo  susodicho  pasa  así  en  verdal,  mandamos 
dar  las  presentes  firmadas  de  nuestros  nombres  é  sellada  con 
el  sello  de  nuestras  armas  reales.  Dada  en  nuestra  ciudat  de 
Pamplona  á  26  dias  del  mes  de  marzo,  año  de  natividat  de 
Nuestro  Señor  Jesucristo  mil  cccglxxxxv. — Johan.- — Ca- 


102 

talina. — Por  el  rey  é  la  reina. — M.  Jaureguizar. — Al  res- 
paldo hay  un  sello  grande  de  las  armas  reales  sobre  cera 
encarnada. 


Copia  de  una  ratificación  original  del  asiento  y  capitulación 
hecha  entre  los  reyes  Católicos  y  los  de  Navarra^  «44 
de  marzo  de  1495. 

Archivo  general  de  Simancas. — Capitulaciones  con  Aragón  y  Na- 
varra, legajo  núm.  1.° 

Lo  que  fué  asentado  é  concertado  por  mandado  de  los 
muy  altos  y  muy  poderosos  príncipes  y  señores  los  señores 
rey  é  reina  de  Castilla,  y  de  León,  de  Aragón,  de  Sicilia, 
de  Granada,  etc. ,  con  Miguel  del  Spinal,  secretario  é  fiscal 
de  los  muy  illustres  señores  los  señores  rey  é  reina  de  Na- 
varra, etc.,  y  en  su  nombre,  por  virtut  de  la  creencia  que 
de  sus  altezas  trujo,  es  lo  siguiente. 

Primeramente  que  las  alianzas  fechas  entre  todos  los  di- 
chos señores  seané  queden  firmes,  estables  y  valederas,  y 
en  su  fuerza  é  vigor  como  en  ellas  se  contiene,  para  que 
sean  guardadas  é  cumplidas  enteramente,  y  si  necesario 
fuere,  sean  de  nuevo  ratificadas  é  juradas  por  todos  los  di- 
chos señores. 

ítem ,  para  mayor  seguredat  y  certenidat  de  lo  en  ellas 
contenido ,  y  porque  los  dichos  señores  rey  é  reina  de  Cas- 
tilla sean  ciertos  que  los  dichos  señores  rey  é  reina  de  Na- 
varra cumplirán  lo  que  por  las  dichas  alianzas  son  obliga- 
dos; y  asimismo  para  que  no  entre  gente  extranjera  de  fue- 
ra del  dicho  regno  de  Navarra  é  señorío  de  Bearne  en  el  di- 
cho regno  de  Navarra  ,  de  manera  que  se  puedan  apoderar 


i03 

del  dicho  reino  de  Navarra  ni  de  parle  dé!,  ni  para  hacer 
guerra  á  los  dichos  reinos  de  Castilla  y  de  Aragón,  es  asen- 
lado  que,  dentro  de  veinte  dias  primeros  siguientes  conta- 
dos del  dia  de  la  fecha  desta  scriptura ,  los  dichos  señores 
rey  é  reina  de  Navarra  hayan  de  entregar  á  la  señora  in- 
fanta doña  Magdalena,  su  hija,  en  poder  de  los  dichos  se- 
ñores rey  é  reina  de  Castilla  y  de  Aragón,  y  de  don  Johan 
de  Ribera ,  su  capitán  general  de  la  frontera  de  Navarra, 
en  su  nombre,  para  que  la  traya  ó  envié  á  sus  altezas,  la 
cual  sus  altezas  han  de  tener  en  su  poder  por  término  de 
cinquo  años  cumplidos  primeros  siguientes,  contados  desdel 
dia  que  asi  fuere  entregada  por  seguredat  de  lo  en  esta  es- 
criptura  contenido. 

ítem ,  darán  la  tenencia  del  castillo  de  Sangüesa  y  la 
tenencia  de  la  villa  é  castillo  de  Viana  al  dicho  don  Johan 
de  Ribera,  entregándole  el  dicho  castillo  de  Sangüesa  á  él, 
ó  á  quien  su  poder  hobiere ,  é  apoderándole  en  lo  alto  y  bajo 
del  á  su  voluntad  desdel  dia  de  la  fecha  desta  scriptura  en 
doce  dias  primeros  siguientes,  y  asimismo  dándole  manda- 
miento de  los  dichos  señores  rey  é  reina  de  Navarra  para 
el  conde  de  Lerin,  que  entregue  la  fortaleza  de  Viana  al  di- 
cho don  Johan  de  Ribera,  y  le  alzan  la  fidelidat  y  segure- 
dat que  por  ella  tiene  fecha,  la  cual  carta  luego  ha  entre- 
gado Miguel  del  Spinal  ásus  altezas,  firmada  de  los  dichos 
señores  reyé  reina  de  Navarra,  é  sellada  con  su  sello,  y  den- 
tro de  los  dichos  doce  dias  darán  carta  los  dichos  señores 
rey  é  reina  de  Navarra,  para  cualquiere  persona  que  tiene 
ó  tuviere  la  dicha  villa  de  Viana  la  entregue  al  dicho  don 
Johan  de  Ribera ,  el  cual  terna  las  dichas  fortalezas  é  villa 
por  el  dicho  tiempo  de  los  dichos  cinquo  años  para  segure- 
dat de  ambas  partes  de  lo  contenido  en  esta  escriptura  con 
pleito  homenaje  en  ella  contenido. 


104 

ítem,  que  el  señor  de  Lantrec  (I)  por  sí,  y  los  Estados 
del  reino  de  Navarra,  y  las  ciudades  é  buenas  villas  princi- 
pales del  regno  de  Navarra,  con  poderes  especiales  para  ello, 
é  los  caballeros  é  alcaides  de  los  castillos  del  dicho  regno 
fagan  seguredat  é  pleitos  homenajes  que  suplicarán  que  los 
dichos  señores  rey  é  reina  de  Navarra  cumplirán  lodo  lo 
contenido  en  las  dichas  alianzas  y  en  esta  escriptura ;  y  si 
no  lo  cumplieren,  se  juntarán  con  los  dichos  señores  rey  é 
reina  de  Castilla  y  de  Aragón  para  que  se  guarde  é  cumpla 
por  los  dichos  señores  rey  é  reina  de  Navarra  lo  en  ellas 
contenido ,  las  cuales  dichas  scripturas  de  seguredades  sean 
tenidos  los  dichos  señores  rey  é  reina  de  Navarra  dentregar 
al  dicho  don  Johan  de  Ribera,  dentro  de  trenta  dias  prime- 
ros seguientes,  contados  desdel  dia  que  sus  altezas  juraren 
é  firmaren  esta  capitulación,  y  los  dichos  señores  rey  é  rei- 
na de  Navarra  les  den  licencia  é  facultad  por  sus  cartas 
para  hacer  la  dicha  seguredat  é  cumplirla ,  y  para  ello  les 
alcen  la  fideüdat  que  les  deben,  y  cualesquiere  pleitos  ho- 
menajes que  les  tengan  fechos. 

ítem,  que  por  ningún  caso  que  sobrevenga  no  se  pue- 
da decir  que  las  dichas  alianzas  son  quebrantadas  de  una 
parle  á  otra,  ni  nenguna  de  las  partes  pueda  proceir  á  via 
de  fecho ,  salvo  cuando  fuere  visto  y  determinado  por  cua- 
tro perlados  nombrados  por  ambas  partes,  dos  por  cada 
parte,  que  son  quebrantadas  las  ditas  alianzas,  los  cuales 
ante  de  entender  en  aquello  lomarán  mediante  juramento, 
un  lercero,  para  si  ellos  no  se  concertasen,  para  que  lo  que 
la  mayor  parle  determinase,  aquello  valga,  y  las  parles 
sean  tenidas  de  lo  cumplir;  pero  sea  entendido  que  si  la 
dita  gente  extranjera  de  fuera  del  dito  regno  de  Navarra  y 

(1)  Puede  leerse  Lfltt/rcc. 


105 

señorío  de  Bearne  entrare  en  el  dito  regno  de  Navarra  para 
se  apoderar  del  ó  de  parte  del  ó  para  hacer  guerra  á  los  di- 
tos regaos  de  Castilla ,  é  de  Aragón ,  é  á  los  subditos  é  na- 
turales dellos,  ó  los  del  mesnio  regno  de  Navarra  é  señorío 
de  Bearne  entraren  á  facer  la  dita  guerra  á  los  ditos  regnos 
de  Castilla  y  de  Aragón,  y  no  los  castigaren  los  ditus  seño- 
res rey  é  reina  de  Navarra,  é  ficieren  emendar  los  danios,  ó 
gente  de  Castilla  é  de  Aragón  entraren  á  Navarra  por  les 
hacer  guerra,  mal  ó  daño  contra  las  dichas  alianzas,  y  no 
lo  castigaren  los  dichos  señores  rey  é  reina  de  Castilla ,  é 
ficieren  emendar  los  danios,  que  en  cualquiere  de  los  dichos 
casos  se  entienda  que  las  dichas  alianzas  son  quebrantadas, 
é  se  pueda  procedir  á  via  de  fecho  por  las  dichas  parles  y 
cada  una  dellas  que  fueren  dapnificadas. 

ítem,  que  si  durante  el  dicho  tiempo  de  los  dichos 
cinquo  años  entrare  gente  extranjera  al  dicho  regno  de  Na- 
varra, que  no  sean  naturales  del  regno  de  Navarra  y  señorío 
de  Bearne,  para  se  poderar  del  dicho  regno  de  Navarra  ó  de 
parte  dél ,  ó  para  hacer  guerra ,  mal  ó  danio  á  los  dichos 
regnos  de  Castilla  y  de  Aragón ,  y  á  los  subditos  é  natura- 
les dellos,  y  los  ditos  señores  rey  é  reina  de  Navarra  no 
ge  lo  resistieren,  y  en  su  absencia  los  del  dicho  regno  de 
Navarra  no  ge  lo  resistieren,  y  si  ellos  no  pudieren  hacer 
por  sí  no  se  juntaren  con  los  dichos  señores  rey  é  reina 
de  Castilla  y  de  Aragón  é  con  sus  gentes  y  capitanes  para 
resistir  la  dita  entrada  y  apoderamiento  del  dito  regno  de 
Navarra,  ó  para  los  echar  fuera  si  fueren  entrados ,  que  en 
tal  caso  el  dito  don  Johan  de  Ribera  ó  las  personas  que  tu- 
vieren las  ditas  fortalezas  seguntla  forma  desta  capitulación, 
hayan  de  entregar  y  entreguen  las  ditas  fortalezas  de  San- 
güesa, y  villa  é  fortaleza  de  Viana  á  los  ditos  señores  rey 
é  reina  de  Castilla  y  de  Aragón ,  ó  á  su  cierto  mandado, 


406 

cada  que  por  ellos  fueren  requeridos.  Pero  si  estando  los  di- 
tos señores  rey  é  reina  de  Navarra  en  el  dicho  reino,  ó  los 
del  dito  reino  se  juntaren  con  los  ditos  señores  rey  é  reina 
de  Castilla,  é  con  sus  gentes  é  capitanes  para  lo  susodicho, 
y  ñcieren  todo  su  poder,  ó  los  ditos  señores  rey  é  reina  de 
Castilla  no  dieren  sus  gentes  para  ayudar  á  los  ditos  seño- 
res rey  é  reina  de  Navarra  y  á  los  del  dicho  reino  cada  que 
fueren  requeridos  por  ellos,  para  echar  cualesquiere  de  las 
dichas  gentes  extranjeras  que  no  fueren  naturales  del  dito 
regno  de  Navarra  é  señorío  de  Bearne,  que  fueren  entrados 
en  él  en  la  manera  que  dicha  es ,  para  se  apoderar  del  ó 
para  hacer  guerra,  mal  ó  danio  á  los  dichos  regnosde  Cas- 
tilla é  de  Aragón,  que  en  tal  caso  se  entienda  que  ellos  no 
han  quebrantado  lo  contenido  en  este  capítulo,  y  las  ditas 
fortalezas  hayan  de  estar  en  la  dita  tercería  por  los  dichos 
cinquo  años  como  dicho  es. 

ítem ,  que  los  ditos  señores  rey  é  reina  de  Castilla  y  de 
Aragón  sean  tenidos  de  dar  la  dita  gente  para  ayudar  á  re- 
sistir la  entrada  de  la  dita  gente  de  fuera  del  dito  regno  de 
Navarra,  ó  para  los  echar  fuera  del  si  fueren  entrados,  cada 
vez  que  por  parte  de  los  ditos  señores  rey  é  reina  de  Na- 
varra fueren  requeridos,  tanto  que  el  dito  requerimiento 
se  haga  con  evidente  necesidat,  el  cual  requerimiento  pue- 
dan asimesmo  hacer  los  Estados  del  reino  de  Navarra ,  y 
la  gente  den  á  propias  costas  de  los  ditos  señores  rey  é  rei- 
na de  Castilla. 

ítem,  que  el  condestable  de  Castilla  el  don  Enrrique 
Enrriques,  mayordomo  mayor  del  dito  señor  rey  de  Casti- 
lla, é  don  Gutierre  de  Cárdenas,  comendador  mayor  de  León 
y  contador  mayor  de  sus  altezas  en  los  reinos  de  Castilla  y 
de  Aragón,  y  el  arzobispo  de  Zaragoza  y  el  gobernador  de 
Aragón  hayan  de  prometer ,  jurar  6  obligarse  con  pena  que 


107 

siempre  suplicarán  y  procurarán  á  todo  su  leal  poder  que 
los  ditos  señores  rey  é  reina  de  Castilla  y  de  Aragón  cum- 
plan lo  que  tienen  prometido  por  las  dichas  alianzas  y  por 
esta  escriptura. 

ítem ,  que  si  lo  que  Dios  non  quiera  los  dichos  señores 
rey  é  reina  de  Castilla  y  de  Aragón,  contraveniendo  á  las  di- 
chas alianzas  que  así  están  asentadas  é  juradas  entrellos  y 
los  ditos  señores  rey  é  reina  de  Navarra,  hiciesen  guerra  al 
dicho  regno  de  Navarra  é  señorío  de  Bearne ,  que  en  tal 
caso  el  dicho  don  Johan  de  Ribera ,  ó  quien  después  del 
toviere  la  dita  villa  é  castillo  de  Viana  é  castillo  de  Sangüe- 
sa, sean  obligados  de  los  restituir  á  los  ditos  señores  rey  é 
reina  de  Navarra  (1)  ücieren  ó  mandaren  facer  guerra  á  los 
ditos  reinos  de  Castilla  y  de  Aragón,  contraviniendo  á  las 
ditas  alianzas,  que  en  tal  caso  el  dito  don  Juan  de  Ribera  ó 
quien  después  del  toviere  los  dichos  villa  é  castillo  de  Via- 
na, é  castillo  de  Sangüesa,  sean  obligados  de  los  entregar 
á  los  ditos  señores  rey  é  reina  de  Castilla  y  de  Aragón ,  ó  á 
su  cierto  mandado  luego  que  lo  tal  acaesciere  sin  deteni- 
miento alguno. 

ítem ,  que  los  ditos  señores  rey  é  reina  de  Castilla  y  de 
Aragón  sean  tenidos  é  fagan  que  el  conde  de  Lerin,  dentro 
de  veinte  cinquo  dias  primeros  seguientes,  entregue  la  villa 
de  Olit  á  los  difos  señores  rey  é  reina  de  Navarra,  ó  á  su 
cierto  mandado,  con  toda  la  artillería  que  en  ella  estaba  al 
tiempo  que  la  tomó,  y  con  todos  los  bienes  y  otras  cosas 
que  se  pudieren  haber ,  de  los  que  el  dito  conde  de  Lerin  é 
sus  gentes  tomaron  en  la  dicha  villa;  y  que  lo  que  las  per- 
sonas que  son  castellanos  y  entraron  ad  ayudar  al  dito  con- 


(1)  Aquí  parece  que  faltan  las  palabras  siguientes  ú  otras  se- 
mejantes: y  si  los  señores  rey  é  reina  de  Navarra. 


108 

de  tomaron  en  la  dita  villa,  los  ditos  señores  rey  é  reina  de 
Castilla  y  de  Aragón  manden  á  los  que  así  los  tomaron  que 
los  restituyan  luego ,  ó  de  sus  bienes  de  los  tales  do  quiere 
que  los  tovieren  ge  lo  manden  restituir. 

ítem,  cuanto  á  los  otros  bienes  que  han  tomado  el  dito 
conde  de  Lerin  é  los  suyos  que  no  se  pueden  haber ,  que  se 
pongan  dos  personas  nombradas  por  los  ditos  señores  rey  é 
reina  de  Castilla  y  de  Aragón,  y  otras  dos  personas  nom- 
bradas por  los  ditos  señores  rey  é  reina  de  Navarra,  para 
que  vean  y  averigoen  lo  susodicho,  y  lo  que  ellos  averi- 
goaren  sea  tenido  el  conde  de  Lerin  de  lo  pagar  dentro  del 
término  que  por  ellos  fuere  declarado ,  y  sus  bienes  sean 
obligados  á  ello,  las  cuales  dichas  cuatro  personas  tengan 
término  para  averiguar  lo  susodicho  dentro  de  dos  meses 
primeros  seguientes,  después  que  fuere  entregada  la  dita 
villa  de  Olit. 

ítem,  que  el  dito  conde  de  Lerin  sea  obligado,  al  tiempo 
que  entregare  la  villa  de  Olit,  de  soltar  todos  los  presos  que 
ha  prendido  en  aquella  villa  y  en  aquellas  partes,  y  dar  por 
libres  cualesquiere  fianzas  que  bebieren  dado  por  sí ;  y  asi- 
mesmo  los  ditos  señores  rey  é  reina  de  Navarra  suelten  to- 
dos los  presos  que  tienen  del  dito  conde  de  Lerin  y  de  los 
suyos,  y  cualesquiere  fianzas  que  por  sí  bebieren  dado,  ex- 
cepto el  alcaide  de  Artajona ,  porque  ya  está  suelto. 

ítem ,  que  el  dito  conde  de  Lerin  sea  desterrado  del  dito 
reino  de  Navarra  por  toda  su  vida,  ó  hasta  que  por  inter- 
cesión y  ruego  de  los  ditos  señores  rey  é  reina  de  Castilla 
y  de  Aragón ,  á  los  ditos  señores  rey  é  reina  de  Navarra 
plega  de  le  alzar  el  dito  destierro  por  sus  provisiones  paten- 
tes, el  cual  dicho  destierro  sea  obligado  de  cumplir  el  dito 
conde  de  Lerin  so  las  penas  é  limitaciones  que  los  ditos 
señores  rey  é  reina  de  Navarra  le  pusieren;  y  los  ditos 


409 

señores  rey  é  reina  de  Castilla  y  de  Aragón  prometen  de  ge 
lo  hacer  guardar,  ó  que  no  le  favoreceriin  nin  permitirán 
ser  favorecido  por  gentes  de  sus  reinos  para  que  no  lo  guar- 
de é  cumpla. 

Ítem,  que  si  el  dito  conde  de  Lerin  no  entegrare  la  dita 
villa  de  Olit  como  dito  es,  y  se  saliere  del  dito  reino  de  Na- 
varra ,  que  en  tal  caso  lus  ditos  señores  rey  é  reina  de  Cas- 
tilla y  de  Aragón  sean  obligados,  si  los  ditos  señores  rey  é 
reina  de  Navarra  quisieren,  de  poner  gente  suya  sobre  ladila 
villa  de  Olit,  en  las  mesnias  instancias  donde  agora  tienen 
puestas  sus  gentes  los  ditos  señores  rey  é  reina  de  Navarra 
para  resistir  al  dicho  conde  y  á  sus  gentes,  que  no  hagan 
robos,  mal  ni  danio  en  el  dito  regno  de  Navarra;  porque 
el  dicho  regno  de  Navarra  no  se  gaste  y  destruya  con  las 
ditas  gentes  que  agora  tienen  puestas  en  las  ditas  instan- 
cias. E  si  ios  ditos  señores  rey  ó  reina  de  Navarra  le  quisie- 
ren cercar,  que  los  ditos  señores  rey  é  reina  de  Castilla  les 
ayuden  y  den  gentes  suyas  para  ello  hasta  que  sea  tomada 
la  dita  villa  de  Olit.  E  si  los  ditos  señores  rey  é  reina  de 
Navarra  quisieren  puedan  procedir  contra  él  é  contra  sus 
bienes,  como  quisieren,  que  los  ditos  señores  rey  é  reina 
de  Castilla  no  ge  lo  impedirán  por  ruego  ni  de  otra  manera, 
ni  permitirán  que  de  sus  reinos  le  ayude  gente  alguna: 
ante  la  gente  castellana  que  estoviere  en  su  favor  manda- 
rán luego  salir  de  ahí  y  de  cualquiere  parte  que  estoviere 
en  su  favor :  la  cual  dicha  gente  que  los  dichos  señores  rey 
é  reina  de  Castilla  han  de  poner  en  las  instancias  que  ago- 
ra están  sobre  la  dita  villa  de  Olit,  han  de  ser  por  quince 
días  contados  desde  que  se  cumpla  el  término  que  el  dito 
conde  de  Lerin  ha  dentregar  según  de  suso  dice. 

ítem,  que  sus  fijos  don  Luis  é  don  Fernando  sean  dester- 
rados del  dito  regno  de  Navarra  por  el  tiempo  que  á  los  di- 


410 

tos  señores  rey  é  reina  de  Castilla  é  rey  ó  reina  de  Navarra 
pareciere. 

ítem,  los  ditos  señores  rey  é  reina  de  Castilla  y  Aragón 
prometen  y  seguran  por  su  palabra  y  fé  real ,  é  dello  da- 
rán su  carta  patente,  que  pasados  los  ditos  cinquo  años  que 
la  dicha  señora  infante  doña  Madalena  ha  de  estar  en  su 
poder ,  como  dicho  es ,  la  restituirán  libremente  y  la  por- 
nán  en  el  reino  de  Navarra,  en  cualquiere  ciudal  ó  villa 
que  por  los  ditos  señores  rey  é  reina  de  Navarra  les  fuere 
nombrado  ó  senialado  con  todas  las  personas  que  con  ella 
estovieren,  sin  dilación  ni  excusa  alguna. 

ítem ,  los  ditos  señores  rey  é  reina  de  Castilla  y  de  Ara- 
gón prometen  y  seguran  que,  pasados  los  ditos  cinquo  años 
en  que  han  de  estar  la  dita  villa  é  castillo  de  Viana  y  cas- 
tillo de  Sangüesa  en  la  dicha  tercería,  ge  las  mandarán  res- 
tituir libremente,  realmente  y  con  efeto  á  los  ditos  señores 
rey  é  reina  de  Navarra  ó  á  su  cierto  mandado  sin  dilación 
ni  excusa;  y  desde  agora  mandan  al  dito  don  Johan  de  Ri- 
bera que  así  lo  cumpla  é  ponga  por  obra,  y  á  ello  darán  su 
carta  patente  la  mas  en  forma  que  ser  pueda. 

ítem,  que  el  dito  don  Johan  de  Ribera  faga  juramento 
y  pleito  homenaje  de  hacer  la  dicha  restitución  en  la  ma- 
nera que  dita  es,  pasados  los  ditos  cinquo  años,  realmente 
y  con  efeto,  sin  fraude  nin  cautela  alguna  á  los  ditos  seño- 
res rey  é  reina  de  Navarra,  ó  á  cualquiere  dellos,  ó  al  hijo 
ó  hija  que  en  su  lugar  sucediese  que  heredase  el  dito  regno 
de  Navarra ,  y  que  por  mandamiento  que  en  contrario  des- 
to  se  le  haga  por  los  ditos  señores  rey  é  reina  de  Castilla  y 
de  Aragón,  ni  por  el  señor  príncipe  su  fijo,  ni  por  otra  cual- 
quiere persona  de  cualquiere  grado  ó  preeminencia  que  sea, 
no  dejará  de  cumplir  lo  susodicho,  ni  de  restituir  la  dich;i 
villa  y  castillo  de  Viana  y  el  dito  castillo  áe  Sangüesa  á  lo» 


m 

ditos  señores  rey  é  reina  de  Navarra,  y  por  mayor  segure - 
dat  é  firmeza,  faciéndose  natural  del  dito  reino  de  Nav  ar- 
ra ,  para  en  este  caso  solamente  y  quedando  libre  de  la  obli- 
gación de  la  naturaleza  é  fidelidat  que  á  los  ditos  señores 
rey  é  reina  de  Castilla  y  íi  la  corona  de  Castilla  debe ,  con 
expresa  licencia  de  sus  altezas  fará  pleito  homenaje  en  ma- 
nos é  poder  de  los  dichos  señores  rey  é  reina  de  Navarra,  de 
facer  la  dicha  restititucion  sin  ninguna  otra  dilación  ni 
cautela,  pasados  los  ditos  cinquo  años,  sopeña  de  caer  por 
ello  en  mal  caso  y  en  las  otras  penas  que  segunt  las  leyes 
y  fueros  de  Espanya  caen  los  que  quebrantan  pleito  home- 
naje. Para  lo  cual  dará  el  dito  don  Johan  su  carta  firmada 
de  su  nombre  y  sellada  con  el  sello  desús  armas,  la  mas 
firme  que  se  le  demandare. 

ítem,  que  si  caso  fuere,  lo  que  Dios  no  quiera,  que  el 
dito  don  Johan  de  Ribera  failesciere  desta  presente  vida 
durante  el  dito  tiempo  délos  cinquo  años,  que  en  tal  caso, 
tenga  la  dila  villa  é  castillo  de  Viana  é  castillo  de  Sangüe- 
sa don  Johan  de  Silva,  su  hijo  mayor,  con  las  mesmas  con- 
diciones y  cualidades  que  el  dito  don  Johan  de  Ribera  las 
ha  de  tener,  y  haciendo  el  dito  don  Johan  de  Silva  el  dito 
juramento  y  pleito  homenaje,  el  cual  faga  desde  luego  para 
en  su  tiempo  y  lugar.  E  si  el  dito  don  Johan  de  Silva  fa- 
ilesciere desta  presente  vida  durante  el  dito  tiempo,  terna 
las  ditas  fortalezas  é  villa  don  Pedro  de  Silva,  su  fijo  se- 
gundo del  dito  don  Johan  de  Ribera.  Y  caso  que  el  dito 
don  Pedro  fallesciese,  que  la  dila  villa  é  castillo  de  Viana 
y  castillo  de  Sangüesa  haya  de  tener  otra  persona  natural 
de  Castilla,  la  cual  fuere  nombrada  por  los  dichos  señores 
rey  é  reina  de  Castilla  y  rey  é  reina  de  Navarra,  con  las  mes- 
mas  seguredades,  ó  pleitos  homenajes  que  el  dito  don  Johan 
las  ha  de  tener ;  é  que  al  que  así  fuere  nombrado  harán  los 


ii2 

ditos  señores  rey  é  reina  de  Castilla  é  de  Aragón,  que  haga 
el  dito  pleito  homenajeen  la  forma  susodicha. 

ítem,  que  los  alcaides  y  los  hombres  (jue  estarán  en  los 
ditos  castillo  é  villa  de  Viana  sean  libres  de  la  obligación 
de  fidelidat  y  naturaleza  que  deben  á  los  ditos  señores  rey 
é  reina  de  Castilla ,  é  á  la  corona  real  de  sus  reinos,  para 
que  tengan  libertad  de  acudir  al  dito  don  Johan  de  Ribera 
ó  á  los  ditos  sus  fijos  ó  á  la  dita  persona  que  asi  fuere  nom- 
brada para  tener  la  dita  villa  é  castillos  en  los  casos  susodi- 
chos; y  desto  den  su  carta  patente  los  ditos  señores  rey  é 
reina  de  Castilla. 

ítem,  que  los  ditos  alcaides  que  estarán  en  los  ditos  cas- 
tillos fagan  pleito  homenaje  á  los  ditos  señores  rey  é  reina 
de  Navarra,  de  los  restituir  en  absencia  del  dito  don  Johan, 
é  de  los  dichos  sus  fijos  en  los  casos  susodichos,  luego  que 
fueren  cumplidos  los  ditos  cinquo  años,  sin  otro  requeri- 
miento alguno. 

ítem,  que  los  ditos  señores  rey  é  reina  de  Castilla,  ni  el 
dicho  don  Johan  de  Ribera ,  ni  los  ditos  sus  fijos',  ni  las 
otras  personas  que  fueren  nombrados  para  tener  la  dita  villa 
é  castillos  en  los  casos  susodichos,  ni  los  alcaides  que  en  ellas 
estarán,  no  pornán  impedimento  alguno  ni  se  empacharán 
en  el  mando  de  la  jurisdicion  ni  ejecución  alguna,  fuera  de 
los  ditos  castillos.  Antes  así  las  ditas  villas  de  Viana  y  San- 
güesa, como  los  otros  lugares  cercanos  á  ellos  que  son  del 
reino  de  Navarra  estarán  como  hoy  están  en  la  obediencia 
de  los  ditos  señores  rey  é  reina  de  Navarra ,  y  recebirán 
sus  rentas  libre  y  desembargadamente,  sin  que  por  los  di- 
tos señores  rey  é  reina  de  Castilla,  ni  por  el  dito  don  Johan 
de  Ribera,  ni  por  nenguno  de  los  sobrcdilos  sea  puesto  ni 
consentido  poner  impedimento  alguno,  ni  fecha  vejación  nin 
molestia  alguna  á  los  vecinos  é  habitantes  en  las  ditas  vi- 


|{as  (le  Viaaa  c  Sangüesa  y  otros  lugares  de!  Jilo  regno  de 
Navarra. 

ítem,  que  el  dito  don  Johan  de  Ribera  y  las  otras  per- 
sonas que  segunt  lo  suso  contenido  han  de  tener  la  dita  vi- 
lla é  castillo  de  Viana  y  castillo  de  Sangüesa,  los  ternán  á 
expensas  de  los  ditos  señores  rey  é  reina  de  Castilla,  y  que 
al  tiempo  que  la  dita  reslitucioa  se  fará  pasados  los  ditos 
cinquo  años,  los  dichos  señores  rey  é  reina  de  Castilla  ni  el 
dito  don  Johan  de  Ribera ,  ni  otro  alguno  de  los  sobredichos 
no  demandarán  satisfacción  ni  enmienda  alguna  por  gas- 
tos de  guarda  ni  por  reparaciones  ni  fortificaciones;  antes 
aquellos  restituirán  sin  cautela,  dilación  ni  excusación  algu- 
na, libre  y  desembargadamente  como  dito  es. 

ítem ,  que  en  lodos  los  casos  que  de  suso  en  esta  escri- 
tura se  contiene  que  han  de  ser  restituidos  la  dita  infante 
doña  Magdalena,  las  ditas  villas  é  fortaleza  de  Viana  é  forta- 
leza de  Sangüesa  á  los  ditos  señores  rey  é  reina  de  Navar- 
ra, cumplidos  los  ditos  cinquo  años,  se  ha  de  entender  que 
les  ha  de  ser  fecha  la  dicha  restitución,  cumpliendo  ellos  lo 
contenido  en  esta  escritura,  y  conforme  con  lo  en  ella  con- 
tenido, se  han  de  entender  cualesquiere  provisiones  que 
sobrello  dieren  los  ditos  señores  rey  é  reina  de  Castilla  y 
de  Aragón,  y  todos  los  pleitos  homenajes  que  el  dito  don 
Johan  de  Ribera  y  sus  fijos  ficieren;  é  que  cuando  algo 
quedare  por  cumplir  por  los  ditos  señores  rey  é  reina  de 
Navarra  por  donde  se  debiese  de  tener  la  dita  restitución 
de  las  dichas  villas  é  fortalezas,  sean  luego  requeridos,  cada 
que  acaesciere,  para  que  lo  cumplan  ó  sea  visto  por  los  di- 
chos cuatro  perlados  que  de  suso  face  mención,  si  son  de- 
lio  obligados ,  de  manera  que  las  cosas  antepasadas  al  tiem- 
po que  se  hobiere  de  facer  la  dita  restitución  sean  sabidas 
Tomo  XLI.  :gi  - 


114 

ante ;  y  no  se  guarde  para  requerir  por  ellos  al  tiempo  que 
se  haya  de  facer  la  dita  restitución. 

ítem  ,  que  la  seguredat  que  los  dichos  señores  rey  é  rei- 
na de  Castilla  dieron  al  dilo  conde  de  Lerin  para  que  sus 
altezas  farian  que  los  dichos  señores  rey  é  reina  de  Navarra 
cumpliesen  con  él  lo  que  asentaron  para  la  conservación  de 
la  paz  y  de  lo  entrellos  capitulado ,  y  la  que  á  los  dichos  se- 
ñores rey  é  reina  de  Navarra  entonces  dieron  por  el  conde 
de  Lerin,  sean  en  sí  ningunas  para  en  lo  de  aquí  adelante, 
y  sean  habidas  por  revocadas ,  y  que  para  en  lo  pasado ,  si 
se  hobieren  de  ver  por  justicia  las  cosas  del  conde  de  Le- 
rin queden  en  su  fuerza  é  vigor  ambas  á  dos  escripluras,  á 
cada  una  de  las  partes  la  suya,  y  que  haciéndose  en  ello  jus- 
ticia, no  se  proceda  en  ello  por  vía  de  fecho. 

ítem,  por  cuanto  el  dicho  castillo  de  Viana,  non  pue- 
den luego  entregar  los  ditos  señores  rey  é  reina  de  Navar- 
ra ,  porque  lo  tiene  el  dito  conde  de  Lerin ,  hasta  que  se  sa- 
que del,  que  el  dicho  don  Johan  de  Ribera  desde  luego  fa- 
ga el  juramento  é  pleito  homenage  por  él  para  cada  é  cuan- 
do le  fuere  entregado  ó  venido  á  su  poder  ,  así  como  lo  ha 
de  hacer  cuando  ge  lo  entregaren ,  segunt  el  tenor  desta 
capitulación. — Siguen  las  enmiendas. 

Nos  el  rey  é  la  reina  de  Navarra ,  señores  de  Bear- 
ne,  etc.  Por  la  presente  scriptura  ratificamos,  loamos  é 
aprobamos,  confirmamos é  de  nuevo  otorgárnoslos  capítu- 
los de  alianzas  quede  suso  face  mención,  que  entre  los  muy 
altos  é  muy  poderosos  príncipes  rey  é  reina  de  Castilla,  de 
León,  de  Aragón,  de  Sicilia,  de  Granada,  etc. ,  nuestros 
muy  caros  tios  señores ,  é  nos  fueron  asentados ,  jurados  é 
firmados.  E  asimesmo  otorgamos  todo  lo  susodicho  eñ  esta 
capitulación  de  suso  escrita  contenido,  que  á  nos  incumbe, 


il5 

6  prometemos  y  aseguramos  y  nos  obligamos  de  lo  tener, 
guardar  é  cumplir  todo  realmente  y  con  efeto  ,  y  cada  una 
cosa  é  parte  dello,  cesante  todo  fraude,  cautela,   enga- 
nio,  fiction  y  simulación;  y  nos  obligamos  de  no  ir  con- 
tra ello  ni  contra  parte  dello,  ni  venir  en  tiempo  alguno 
por  alguna  manera ,  causa ,  razón  ó  color  que  sea  ó  ser 
pueda,  so  obligación  de  nuestros  bienes  patrimoniales  é  fis- 
cales. Y  por  mayor  seguredat  de  lo  susodicho,  juramos  á 
Dios  y  á  Santa  María  y  á  la  senial  de  la  Cruz  +  en  que  pu- 
simos nuestras  manos  drechas,  é  á  las  palabras  de  los  san- 
tos Evangelios,  do  quiere  que  mas  largamente  son  scriptas, 
en  presencia  del  dito  don  Johan  de  Ribera,  capitán  general 
de  los  ditos  rey  é  reina  de  Castilla  en  la  frontera ,  y  de  mos- 
sen  Pedro  de  Hontanyon  su  embajador,  de  tener,  guardar 
é  cumplir  todo  lo  susodicho  que  é  nos  incumbe,  á  cada  co- 
sa é  parte  dello,  segunt  é  de  la  mesma  manera  que  de  suso 
va  declarado,  so  el  cual  dicho  juramento  juramos  de  non 
pedir  relajación  ni  absolución  del  nuestro  muy  santo  padre, 
ni  otro  algún  perlado,  ni  juez  que  poder  tenga  de  nos  lo  dar, 
y  caso  que  propio  motu  nos  sea  dado,  no  usaremos  del.  Por 
firmeza  de  lo  cual  firmamos  esta  capitulación  de  nuestros 
nombres,  y  la  mandamos  sellar  con  nuestro  sello,  que  fué 
fecha  en  la  ciudat  de  Pamplona  á  catorce  dias  del  mes  de 
marzo  año  del  nacimiento  de  nuestro  Señor  Jesucristo  mil 
cuatrocientos  noventa  y  cinquo. — Johan. — Catalina. — Si- 
gue un  sello  grande  sobre  cera  encarnada. — Yo  M.  Jaure- 
gúizar,  secretario  del  rey  é  de  la  reina,  nuestros  sobera- 
nos señores,  la  scribíporsu  mandado,  y  vascriptaen  cua- 
tro fojas  y  media  plana  de  papel,  y  en  fin  de  cada  plana 
va  cerrado  (1)  de  mi  senial  é  mano. 

(1)   Asi,  tal  vez  en  lugar  de  signado. 


.  J16 

Copia  de  otra  de  instrucción  dada  á  fray  Juan  de  Vadeto 
y  á  fray  Juan  de  Rro.  para  tratar  con  los  reyes  Cató- 
licos. Dada  por  los  reyes  de  Navarra  en  5  de  mayo 
de  1499. 

Archivo  genei^al  de  Simancas.  —  Capitulaciones  con  Aragón  y 
Navarra,  legajo  núm.  1." 

Instrucción  para  los  venerables  padres  fray  Juan  de  Va- 
deto ,  guardián  del  monasterio  de  los  frailes  mendicantes 
de  señor  San  Francisco  de  la  villa  de  Orles,  é  para  fray 
Juan  de  Rro.  así  bien  guardián  de  la  misma  orden  de 
la  casa  de  San  Sebastian  de  la  villa  de  Tafalla ,  de  parle 
del  rey  é  de  la  reina  nuestros  señores,  acerca  de  las  villas, 
fortalezas  é  rentas  á  sus  altezas  é  á  su  corona  real  de  Na- 
varra pertenecientes ,  que  están  ocupados  por  los  serenísi- 
mos é  muy  altos  príncipes  de  Castilla  é  de  Aragón,  sus 
tios  señores,  épor  el  duque  de  Nájera,  en  los  reinos  de  Cas- 
tilla é  de  Aragón ,  como  en  el  mismo  reino  de  Navarra. 

Primeramente ,  después  de  dadas  las  encomiendas  á  los 
dichos  rey  é  reina ,  sus  tios  señores ,  referirán  como  en  los 
reinos  de  Castilla  (1)  el  Infantadgo,  las  villas  de  Medina  del 
Campo,  Olmedo,  Peñafiel,  Cuéllar  é  otros  muchos  lugares, 
é  en  el  reino  de  Aragón  el  ducado  de  Gandía,  el  condado  de 
Rivagorza,  las  villas  de  Monblant,  Ralaguer  é  otros  mu- 
chos lugares  quel  rey  don  Juan ,  de  gloriosa  memoria ,  su 
visabuelo ,  é  padre  de  los  dichos  reyes  de  Castilla ,  tenia  (i 
poseía  al  tiempo  que  casó  con  la  reina  doña  Blanca  de  glo- 

{\ )  Parece  que  faltan  aquí  las  palabras  tienen  ocupados ,  ú  otras 
equivalentes. 


il7 

riosa  recordación,  su  visabuela,  pcrtenccieates  á  los  dichos 
reyes  é  á  su  corona  real  de  Navarra  por  viDclamiento  feclio 
al  tiempo  que  se  contrató  el  dicho  matrimonio  de  los  dichos 
reyes  don  Juan  é  doña  Blanca,  sus  visabuelos,  según  que 
estensamente  consta  y  parece  por  el  contrato  matrimonial 
entre  sus  altezas  fecho  al  cual  se  refiere. 

Otrosí,  después  de  fallecida  la  dicha  reina  doña  Blan- 
ca ,  su  visabuela ,  y  el  dicho  rey  don  Juan ,  su  visabuelo, 
casado  con   la  reina  doña  Juana,   de  gloriosa  memoria, 
madre  del  dicho  rey  de  Castilla ,  y  su  alteza  ya  crescido 
infante  de  Aragón,  susticadas  (1)  diQriencias  muy  grandes 
entrel  dicho  rey  don  Juan,  su  visabuelo,  y  el  príncipe  don 
Carlos,  su  hijo  primogénito  y  heredero  universal,  tio  de  los 
dichos  reyes  de  Navarra,  en  el  año  de  cincuenta,  y  duran- 
do aquellas  fasta  el  año  de  sesenta  é  uno,  é  venido  el  rey 
don  Juan ,  su  visabuelo ,  en  la  subcesion  de  los  reinos  de 
Aragón,  don  Enrique,  rey  de  Castilla,  de  felice  recorda- 
ción, hermano  y  predecesor  de  los  dichos  señores  rey  é 
reina  de  Castilla ,  por  medio  del  arzobispo  de  Toledo  y  del 
marqués  de  Villena,  se  bobo  de  entremeter  entre  los  dichos 
rey  don  Juan  é  príncipe  don  Carlos,  padre  é  fijo,  por  igua- 
lar sus  difiriencias ,  los  cuales  se  posieron  por  vía  de  arai- 
Iraje,  el  dicho  año  de  sesenta  é  uno,  en  poder  del  dicho  don 
Enrique,  é  de  ciertos  otros  caballeros  con  él,  y  para  en  se- 
guridad que  los  dichos  rey  é  príncipe  observarían  é  compli- 
rian  todo  lo  que  por  el  dicho  rey  don  Enrique  é  los  dichos  ca- 
balleros que  habían  de  ser  con  su  alteza  seria  declarado  acer- 
ca de  las  dichas  difiriencias,  se  habían  de  poner  cuatro  for- 
talezas por  parte  del  dicho  rey  don  Juan ,  é  otras  cuatro  por 

(<)  Acaso  por  sustificadas ,  coya  palabra  se  lée  mas  adelante,  y 
que  equivale  al  parecer  á  JUJciVot/aí. 


\Í8 

parle  del  príncipe,  su  hijo,  todas  en  Navarra,  en  poder  del 
marqués  de  Villena,  del  maestre  de  Galatrava,  é  del  comen- 
dador Juan  Fernandes  Galindo,  los  cuales  é  cada  uno  dellos 
hicieron  juramento  é  pleito  homenaje,  é  dieron  sus  carte- 
les al  dicho  señor  rey  don  Juan ,  su  visabuelo ,  que  fecha 
la  declaración  é  pasado  el  tiempo  del  compromiso  ,  restitui- 
rían los  dichos  castillos  é  villas  á  su  alteza  sin  empacho  al- 
guno, estando  las  cosas  en  este  estado,  y  entregadas  las 
villas  é  fortalezas  de  San  Vicente,  de  la  Guarda ,  de  los  Ar- 
cos, éde  Miranda  antes  que  las  otras  cuatro  se  entregasen, 
fálleselo  el  dicho  príncipe  don  Carlos,  por  cuya  muerte  espi- 
ró el  dicho  compromiso.  E  como  quier  que  luego  debieran 
volver  las  dichas  fortalezas  é  villas  los  dichos  caballeros,  di- 
firióse fasta  el  ano  de  sesenta  é  tres ,  rebelándose  el  princi- 
pado de  Cataluña.  Susiguiéronse  el  sitio  de  Gerona  é  otros 
muchos  inconvinientes,  6  entre  los  otros  los  catalanes  é  al- 
gunos aragoneses  é  valencianos  llamaron  al  dicho  don  En- 
rique para  su  socorro  contra  su  rey  é  señor,  tomándolo  por 
su  rey  é  señor  al  dicho  don  Enrique,  é  así  envió  el  dicho 
don  Enrique  mucha  gente  de  armas  á  los  dichos  reinos  de 
Aragón,  é  de  Valencia  é  principado  de  Cataluña,  como  ea 
su  cabsa  propia  contra  el  dicho  rey  don  Juan ,  su  vis- 
abuelo. 

Sustificada  esta  guerra  nueva  entre  los  dichos  reyes  de 
Aragón  é  de  Castilla ,  en  la  cual  el  dicho  don  Enrique  y 
sus  gentes  hacían  guerra  é  ocupaban  cuanto  podían  en 
los  dichos  reinos  de  Aragón ,  Valencia  é  principado  de  Ca- 
talunía,  el  señor  rey  de  Francia  don  Luis,  el  cual  al  tiem- 
po tenia  sus  alianzas  é  confederaciones  con  entramos  los 
reyes  de  Castilla  é  de  Aragón,  se  atravesó  entrellos,  y  para 
entender  en  la  negociación ,  hobo  de  venir  en  vistas  con  el 
dicho  don  Enrique  entre  Fonle-Rabía  y  San  Juan  de  Luz  en 


ii9 

el  mes  de  abril  del  año  de  sesenta  é  tres ,  é  eso  mismo  la 
señora  reina  doña  Juana,  madre  del  dicho  señor  rey  de 
Castilla,  fué  ende  con  procuración  del  rey  don  Juan,  su  ma- 
rido señor,  para  entender  en  la  dicha  negociación,  é  igua- 
la;  é  el  dicho  señor  rey  de  Francia  non  se  quiso  ver  coa 
el  dicho  rey  don  Enrique ,  fasta  tanto  que  comprometiesen 
los  dichos  dos  reyes  de  Castilla  é  Aragón  las  dichas  difi- 
riencias  é  quistiones  en  poder  suyo.  E  así  el  dicho  rey  don 
Enrique  por  sí ,  y  la  dicha  reina  doña  Juana ,  como  procu- 
ratriz  del  dicho  rey  don  Juan ,  su  marido ,  hobieron  de  fa- 
cer cierto  compromiso,  según  se  dice,  en  manos  del  dicho 
rey  de  Francia,  el  cual  rey  de  Francia,  como  arbitro,  entre 
otras  cosas  declaró  quel  rey  de  Castilla  dejase  la  acción  que 
pretendía  haber  en  los  reinos  de  Aragón  é  de  Valencia  é  prin- 
cipado de  Cataluña,  é  sacase  toda  la  gente  de  guerra  que 
ende  tenia,  é  restituyese  todas  las  villas  é  fortalezas  que  te- 
Dia  ocupadas  en  los  dichos  reinos  é  principado,  é  se  desis- 
tiese de  todas  las  otras  acciones  é  intereses  que  había  con 
el  dicho  rey  de  Aragón  é  sus  regnos,  é  para  en  recompen- 
sa de  todo  esto,  que  el  dicho  rey  don  Enrique  hobiese  de  ha- 
ber la  merindad  de  Estella  para  sí  é  para  la  corona  de  Cas- 
lilla,  é  que  ante  todas  cosas  el  dicho  rey  don  Juan  de  Ara- 
gón hobiese  de  restituir  los  sobredichos  carteles  que  tenia 
de  los  dichos  marqués  é  maestre  de  Calatrava  é  comenda- 
dor Juan  Fernandez,  á  cabsa  de  la  restitución  de  las  villas 
é  fortalezas  de  San  Vicente,  la  Guarda  é  los  Arcos  para  que 
aquellas  y  lo  restante  de  la  merindad  se  hobiese  de  poner 
en  poder  de  don  Lope  Ximenez  de  Urría ,  visorey  de  Sicilia, 
y  empues  en  poder  del  arzobispo  de  Toledo  é  del  marqués 
de  Villena,  dentro  en  treinta  días,  para  que  ellos  le  hobie- 
sen  de  entregar  toda  la  merindad  al  dicho  don  Enrique  en 
sacando  de  la  gente  de  los  dichos  reinos  de  Aragón ,  Valen- 


120 

cia  é  principado  de  Gatalunia,  é  restituyendo  las  villas  é  for- 
talezas que  ende  tenia,  como  dicho  es;  é  fasta  tanto  que  el 
dicho  rey  don  Juan  de  Aragón  cumpliese  lo  susodicho ,  es  á 
saber,  restituyese  los  dichos  carteles  á  los  dichos  marqués, 
maestre  é  comendador,  para  que  ellos  podiesen  entregar  las 
dichas  villas  é  fortalezas  al  dicho  rey  de  Gaslilla  ,  como  di- 
cho es,  y  entregase  eso  mismo  todas  las  otras  fortalezas  de  la 
merindad  de  Estella  á  los  dichos  arzobispo  é  marqués  como 
dicho  es,  fué  apuntado  que  la  dicha  reina  doña  Juana  con  la 
infante  doña  Juana,  su  hija,  estoviesen  en  rehenes  en  la  for- 
taleza de  la  Raga  en  poder  del  arzobispo  de  Toledo,  la  cual 
él  tenia  al  tiempo  en  tenencia,  é  así  como  quiera  que  el 
rey  don  Juan  de  Aragón  no  fuese  contento ,  ni  aprobase  la 
dicha  sentencia  dada  por  el  dicho  rey  de  Francia  fuéle  for- 
zado, por  cobrar  de  las  señoras  reina  é  infante,  su  mujer  é 
fija ,  de  restituir  los  dichos  carteles  é  mandar  eso  mismo 
cuanto  en  él  se  entregasen  las  otras  fortalezas  de  la  merin- 
dad á  los  dichos  arzobispo  é  marqués.  E  así  después  acá 
con  este  color  ó  ocasión  injusta  el  dicho  rey  don  Enrique 
mientras  vivió,  é  después  las  altezas  del  rey  é  reina  de 
Castilla  tienen  ocupadas  contra  toda  justicia  é  á  grande  car- 
go de  sus  conciencias  reales  las  dichas  villas  é  fortalezas 
de  San  Vicente  é  la  Guardia,  los  castillos  de  Toro  é  de  Her- 
rera ,  las  villas  de  la  Uraca  é  Berbedo  con  todas  sus  aldeas, 
é  algunas  otras  cosas  en  la  dicha  merindad  que  se  dejan 
de  escribir  por  no  ser  cosas  tan  granadas,  cuyas  rentas  en 
todo  el  sobredicho  tiempo  que  estaban  en  poder  de  los  so- 
bredichos caballeros,  el  dicho  rey  don  Juan  las  tomaba,  é 
llevaba  é  pagaba  las  tenencias  de  las  dichas  villas  é  forta- 
lezas ,  como  parece  largamente  por  legítimos  documentos, 
á  los  cuales  se  refieren. 

E  como  quiera  que  manifiesto  parcsce  la  dicha  aserta 


12i 

sentencia  no  dar  drecho  alguno  á  sus  altezas  para  tener 
así  ocupadas  las  dichas  villas  é  fortalezas  ni  otras  cosas  del 
dicho  reino  de  Navarra,  por  no  tener  tal  poder  ni  facultad 
el  dicho  rey  de  Francia;  ni  el  dicho  rey  don  Juan,  su  vis- 
abuelo,  podia  disponer  de  las  villas  é  castillos,  ni  de  otras 
propiedades  del  dicho  reino  de  Navarra ,  alienando  por  vía 
de  compromiso  ni  en  otra  manera,  mayormente  por  ser  el 
rey  del  dicho  reino  usofrutuario  tan  solamente,  é  non  tener 
facultad  alguna  ,  como  dicho  es,  de  alienar,  lo  cual  tam- 
poco podrían  facer  los  reyes  propietarios,  obstantes  las  leyes 
del  reino,  mas  aun  allende  desto  la  dicha  reina  doña  Juana 
recelándose ,  segunt  se  dice,  de  lo  que  el  dicho  rey  de  Fran- 
cia queria  hacer,  un  dia  antes  de  la  dicha  aserta  sentencia 
protestó  con  notario  público  é  apostólico,  que  ella  fallándose 
fuera  de  su  libertad  en  poder  del  dicho  rey  de  Francia,  por 
su  expreso  mandado  é  por  fueraa  é  contra  su  voluntad,  ha- 
bia  fecho  el  dicho  compromiso,  é  protestaba  é  de  fecho 
protestó  de  no  acebtar  cosa  alguna  quel  dicho  rey  de  Fran- 
cia declarase ,  aunque  fuese  en  favor  del  rey  su  señor. 

Otrosí,  protestó  asimismo  la  reina  doña  Leonor,  su 
abuela,  al  tiemi)o  princesa  é  señora  propietaria  del  dicho 
reino,  por  sí  é  por  sus  subcesores,  que  no  consentía  en  la 
dicha  alienación.  Lo  mismo  protestaron  los  tres  Estados  del 
reino  de  Navarra  al  mismo  rey  de  Francia  en  su  presencia, 
asignando  las  cabsas  porque  ello  non  se  podia  facer,  el 
qual  respondió  que  lo  que  él  hacia  no  era  sentencia ,  ni  era 
su  voluntad  de  adjudicar  la  dicha  merindad  al  dicho  rey 
de  Castilla  como  non  lo  podia  hacer,  segund  que  todas  estas 
cosas  parecen  por  mas  extenso  por  los  instrumentos  públi- 
cos de  las  dichas  protestaciones.  También  está  en  verdad 
que  al  tiempo  que  la  dicha  sentencia  se  trataba  de  dar,  al- 
gunos subditos  de  los  reyes  de  Navarra,  así  navarros  como 


122 

brearneses  dijieron  al  dicho  rey  de  Francia  por  qué  quería 
dar  lo  de  Navarra  por  las  questiones  de  Aragón  é  Catalunia, 
el  cual  dicho  rey  de  Francia  respondió  que  no  lo  hacia  sin 
cabsa  é  por  librar  al  rey  de  Aragón  del  trabajo  tan  grande 
en  que  lo  tenia  el  dicho  rey  don  Enrique  en  su  reino  de 
Aragón,  é  de  Valencia  é  principado  de  Catalunia,  ocupan- 
do aquellos  injustamente,  é  que  si  en  Aragón,  ó  en  Valen- 
cia ó  en  Catalunia  le  diera  algunas  villas  é  fortalezas  al  di- 
cho rey  de  Castilla  en  recompensa  de  las  cosas  contenidas 
en  el  dicho  compromiso ,  é  por  ventura  aquellas  pedieran 
ser  por  alguna  razón  alienadas,  mas  quedando  en  Navarra 
y  en  Castilla  lo  que  no  era  del  rey  de  Aragón  en  propiedat, 
mas  de  los  señores  propietarios  del  reino  de  Navarra,  no  le 
daban  cosa  alguna  al  dicho  don  Enrrique,  ni  pensaba  facer 
en  ello  engaño  alguno,  é  que  deste  parecer  fueron  el  arzo- 
bispo de  Toledo  y  el  marqués  de  Villena  que  contrataban 
con  él  por  el  rey  de  Castilla.  Vista  la  gran  sinrazón  que  él 
hacia  al  dicho  rey  de  Aragón,  rescatándolo  injustamen- 
te en  la  forma  sobredicha,  por  mayor  seguridad  de  los 
herederos  é  señores  propietarios  del  reino  de  Navarra  él 
queria  dar  é  dio  un  cartel  sellado  al  principe  don  Gastón  é 
á  la  reina  doña  Leonor,  sus  abuelos,  enlonces  príncipes  é 
señores  propietarios  deste  reino,  por  el  cual  cartel  juraba  é 
se  obligaba  el  dicho  rey  de  Francia  de  facer  restituir  la  di- 
cha merindad  Destella  á  ellos  é  á  la  corona  de  Navarra, 
dentro  del  tiempo  de  dos  años ,  é  que  aun  en  este  medio  les 
daría  recompensa  que  mas  valiese  en  Lenguadoche. 

Otrosí,  fallescidos  los  reyes  don  Enrrique  é  don  Alonso, 
hermanos  é  predecesores  de  la  dicha  señora  reina  de  Casti- 
lla, é  venidas  sus  altezas  en  la  legítima  é  bien  aventurada 
subcesion  de  los  reinos  de  Castilla,  etc.,  el  dicho  rey  don 
Juan,  su  visabuelo,  é  la  reina  doña  Leonor,  su  abuela,  en- 


i23 

viaron  sus  mensageros ,  á  saber  es  á  raicer  Fernando  For- 
nel  é  á  don  Hernando  de  Vaquedano  á  los  dichos  rey  é  rei- 
na de  Casulla ,  sus  hijos  é  herederos ,  rogándoles  que  man- 
dasen restituir  las  dichas  villas  é  fortalezas  á  la  dicha  reina 
doña  Leonor,  cuyas  eran,  pues  era  magnifieslo  que  el  di- 
cho don  Enrique  injustamente  las  tenia  ocupadas.  E  por 
cuanto  al  tiempo  que  los  dichos  mensageros  fueron  á  los 
dichos  señores  rey  é  reina  de  Castilla,  el  dicho  señor  rey  es- 
taba en  Zamora  y  la  señora  reina  en  Burgos,  cada  uno 
dellos  por  sí  respondieron  que  conoscian  que  las  dichas  vi- 
llas é  logares  eran  del  reino  de  Navarra  é  no  debian  ni  po- 
dían ser  alienados  en  la  forma  que  estaban ,  é  quende  aina 
fuesen  los  dos  ensemble,  quitados  los  embarazos  que  tenían 
de  los  sitios,  mandarían  poner  á  ejecución  lo  quel  señor  su 
padre  les  mandaba  á  la  reina ,  al  tiempo  princesa  é  señora 
propietaria  del  dicho  reino,  su  hermana :  é  con  esto  respon- 
dieron á  los  dichos  mensageros. 

Asimismo  el  señor  rey  de  Castilla  dio  un  cartel  á  la  rei- 
na doña  Leonor ,  estonces  princesa ,  su  hermana ,  firmado 
de  su  mano  é  sellado  con  el  sello  de  sus  armas,  por  el  cual 
jura  solepnemente  de  hacer  restituir  las  dichas  villas  é  for- 
talezas á  la  dicha  princesa.  También  hay  el  traslado  de  la 
data  quel  rey  su  padre  le  escribió. 

Otrosí,  después  acá  algunas  veces  que  personas  del 
consejo  del  rey  é  de  la  reina  nuestros  señores  enviados  por 
otros  negocios  á  sus  altezas  han  fecho  mención  adaquellas 
de  la  restitución  destas  villas  é  fortalezas,  siempre  han  res- 
pondido sus  altezas,  especial  la  señora  reina,  que  bien  tiene 
conoscido  que  el  rey  de  Francia  non  podía  dar  á  ellos  lo  de 
Navarra;  pero  que  hacia  mucho  á  su  estado  tener  las  di- 
chas fortalezas  durante  las  dichas  diferencias  que  tenían 
con  el  dicho  rey  de  Francia:  que  quitadas  aquellas,  ó  res- 


124 

tiluirian  sus  lugares,  de  forma  que  los  dichos  reyes  de  Na- 
varra quedasen  contentos. 

Otrosí,  que  la  alteza  de  los  reyes  de  Castilla,  en  especial 
el  señor  don  Enrique,  mucho  consideraron  que  ni  el  rey 
don  Garlos,  suegro  del  dicho  rey  don  Juan,  su  visabue- 
lo,   ni  el  príncipe  don  Carlos,   ni  la  reina  doña  Leonor, 
ni  el  príncipe  don  Gastón,  padre  de  la  reina,  nuestra  señora, 
ni  el  rey  Febus,  su  hermano,  ni  el  rey  é  la  reina  nuestros 
señores ,  todos  herederos  é  señores  propietarios  deste  reino, 
subcesivamente  han  habido  jamás  cuestión  ni  diferencia  con 
los  reyes  de  Castilla  para  que  los  hobiesen  de  ocupar  su 
reino  ni  parte  de  aquel,  ni  aun  el  rey  don  Juan,  su  vis- 
abuelo,  por  cabsa  deste  reino  de  Navarra;  antes  todos  los 
daños  que  ha  recebido  este  reino,  que  son  muy  grandes  é 
inestimables,  ha  sufrido  por  las  diferencias  é  cuestiones  quel 
dicho  rey  don  Juan,  su  visabuelo,  tovo  siempre  con  los 
reyes  de  Castilla  por  los  fechos  negocios  é  intereses  que  él 
tenia  en  los  mismos  reinos  de  Castilla,  en  los  reinos  de  Ara- 
gón, Valencia  é  principado  de  Gatalunia,  pues  quien  quier 
puede  ver  qué  injusto  es  é  inhumano  quel  reino  de  Navarra, 
por  haber  servido  lealmente  á  su  rey,  aunque  usofruluario, 
allende  que  queda  del  todo  desolado,  los  señores  propietarios 
por  haber  seido  tan  obidientes  cá  su  alteza  como  hijos  é  pa- 
dre deben  ser ,  hayan  de  perder  tan  gran  parte  de  su  reino 
por  las  diferencias  é  intereses  de  Castilla,  é  por  conservar 
los  reinos  de  Aragón ,  Valencia  é  principado  de  Gatalunia 
para  la  alteza  del  señor  rey  de  Castilla.  Ni  debe  sufrir  su 
alteza  como  católico  príncipe  tal  injusticia  á  tan  grande 
cargo  de  su  conciencia  é  del  dicho  rey  su  padre,  aunque 
los  reyes  de  Navarra  fuesen  extraños  y  no  les  fuesen  tan 
caros  é  obedientes  sobrinos  como  son. 

Otrosí,  allende  de  las  cosas  sobredichas  están  puestas 


125 

en  tercería  en  poder  de  castellanos  é  del  mismo  rey  de  Cas- 
lilla  las  fortalezas  é  castillos  de  Viana,  Sangüesa,  Santa 
Cara,  Zarraga,  Moxar,  Dini,  Leria  é  otras  villas  cuyas 
rentas  é  jurisdicción  baja  é  mediana  tenia  otro  tiempo  don 
Luis  de  Beamont,  las  cuales  al  presente  pertenescen  entera- 
mente en  propiedad  á  los  rey  é  reina  nuestros  señores ,  con 
ciertas  condiciones  é  capitulaciones,  é  para  cierto  tiempo, 
cesando  las  diferencias  que  los  reinos  de  Castilla  tenian  é 
recelaban  haber  con  el  rey  de  Francia  difunto,  por  segu- 
redat  que  por  este  reino  de  Navarra  non  recibirían  deservi- 
cio sus  altezas,  ni  dapno  alguno  en  sus  reinos  é  señoríos, 
según  que  por  las  dichas  capitulaciones  mas  largamente 
consta.  Y  pues  por  gracia  de  Dios,  Nuestro  Señor,  hay  bue- 
na paz,  amor  é  confederación  entre  los  dichos  señores 
reyes  de  Castilla  é  Francia ,  y  cesa  la  cabsa  porque  se  die- 
ron las  dichas  fortalezas,   suplicarán  á  las  altezas  de  los 
señores  rey  é  reina  de  Castilla  de  parte  de  los  reyes  nues- 
tros señores,  como  estas  fortalezas  que  últimamente  fueron 
dados  en  la  forma  susodicha,  sean  restituidas  ensemble 
con  las  penas,  puesto  asi  que  el  tiempo  que  asi  hablan  de 
estar  no  se  haya  complido. 

ítem  ,  por  cuanto  cabsante  la  (1)  condición 

de  los  tiempos  de  disensiones  y  guerra  que  dentro  del  dicho 
reino  de  Navarra  han  concurrido  de  grandes  tiempos,  algu- 
nos subditos  del  dicho  reino  porque  se  velan  maltratados, 
y  corridos ,  de  necesidad  compelidos ,  porque  sus  vidas  é 
haciendas,  podiesen  conservar  así  como  los  del  logar  de 
Vxanabilla  (2)  se  encomen- 

daron al  duque  de  Nájera  para  que  los  defendiese  de  quien 

(1j     Hay  una  palabra  que  no  se  puede  descifrar. 
(2)  Asi  en  el  original,    j 


126 

quier  que  los  quisiesen,  al  tratar  el  cual  dicho  duque  des- 
pués acá  así  los  tiene  los  dichos  logares  como  que  fuese» 
suyos,  á  gran  cargo  de  su  conciencia,  y  porque  aquello* 
son  de  los  dichos  señores  rey  é  reina  nuestros  señores,  & 
de  la  corona  suya  de  Navarra ,  suplicaron  á  los  dichos  se- 
ñores rey  é  reina  de  Castilla  que  pues  el  dicho  duque  es 
vasallo  de  sus  altezas,  manden  que  vuelva  los  dichos  loga- 
res á  los  dichos  rey  é  reina  de  Navarra,  sus  sobrinos, 
como  justos  é  católicos  príncipes  é  reyes. 

Expedida  fué  la  presente  instrucción  en  el  castillo  de  la 
villa  de  Pau  á  cinco  dias  del  mes  de  mayo,  año  del  nasci- 
miento  de  Nuestro  Señor  de  1499  años. — Johan. — Catali- 
na.— Por  mandado  del  rey  é  de  la  reina. — M.  Amicus,  se- 
cretar i  us. 


y^*  C  C  C « — 


CORRESPONDENCIA 


DEL 


DOCTOR  BEMTO  ARIAS  BONTASO  CON  FELIPE  II 

el  secretario  Zajas )  otros  sngetos ,  desde  156S  basta  1580  (j)^.^; 


Carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  á  Zayas.  De 
Anvers  á  20  de  julio  (2) . 

(Recibida  i  9  de  agosto.) 

Encarga  que  se  proporcione  dinero  á  Plantino  para  la  impresión  de 

la  Biblia. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm.  583. 

ILLUSTRE   SEÑOR. 

Las  cartas  que  trajo  Noncarmes  pasaron  de  aquí  á  Bol- 
duq,  donde  estaba  el  d'Alba,  y  las  que  á  raí  me  locaban  rae 

(í)  La  Academia  da  la  Historia  ha  publicado  en  el  tomo  Vil  de 
sus  Memorias  el  elogio  histórico  de  Arias  Montano,  -escrito  por 
D.  Tomás  González  Carbajal,  quien  le  ilustró  con  muchos  docu- 
mentos. 

(2)  No  se  expresa  el  año;  pero  debe  ser  ucl  1568,  pues  Arias 
Montano  entró  en  Ambcres  el  18  de  mavo  de  dicho  año. 


128 

enviaron  hasta  esta  hora  que  el  correo  que  ésta  lleva  venia 
por  aquí ,  y  tan  de  prisa ,  que  no  pude  hacer  mas  que  dar 
aviso  á  v.  m.  de  haberlas  recibido:  todo  el  pliego  venia  con 
resobre  escrito  de  Albornoz.  Habrá  doce  dias  que  escribí 
á  S.  M.^  y  á  v.  m.  y  á  muchos  otros  (1)  míos,  y 
antes  he  escrito  muchas  veces.  A  estas  responderé  despa- 
cio. V.  m.  envíe  un  capítulo  á  Guriel,  para  que  vaya  dando 
á  Plantino  los  dineros,  tomando  en  prendas  sus  casas  que  va- 
len mas  de  4,000  sendos,  y  mas  la  obra  hecha  y  que  se  fue- 
re haciendo:  que  acabada  valdrá  mas  de  20,000  sendos; 
porque  no  demande,  fianzas  por  demás :  que  no  fian  aquí  si 
no  con  grandes  intereses  y  partes  de  las  ganancias.  Y  mien- 
tras por  mas  tiempo  fian,  mas  interese  piden,  y  esto  no 
puede  sufrirse  en  cosas  de  obra ,  donde  apenas  los  maestros 
sacan  su  trabajo  y  no  ganan  sino  gastan,  cum  estin  merca- 
toris  negotiis.  Guarde  Dios  la  ilustrísima  persona  de  v.  m., 
al  cual  suplico  me  avise  á  menudo  de  la  salud  suya  y  de 
mis  prendas  de  Sevilla.  En  Anvers  dia  de  la  Magdalena. 

Al  Sr.  D.  Luis  beso  las  manos,  ya  yo  tenia  desecha  la 
venta  de  los  primeros  lienzos  por  caros,  y  por  cierta  inven- 
ción hallamos  otros  mejores  y  casi  la  mitad  mas  baratos. 
De  todo  escribiré  largo  á  s.  md. 

Besa  las  manos  de  v.  m. — Arias  Montano. — Tiene  rú- 
brica. 

Sobre. — Al  ilustre  señor  Gabriel  de  Zayas,  mi  señor,  se- 
cretario de  Estado  de  S.  M.'^  y  de  su  Consejo  en  corte. 

(f)  Hay  un  claro. 


129 


Copia  Je  minuta  de  orden  del  rey  al  doctor  Arias  Montano, 
De  Madrid  á  iQ  de  agosto  de  1568. 

Congratúlase  Felipe  II  por  la  feliz  llegada  de  Arias  Montano 
á  Flándes,  y  por  haberse  dado  principio  á  la  impresión  de  la 
biblia. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  libro  2.°  del  legajo  nti- 
mero  4570,  folio  90. 

Al  doctor  Arias  Montano. 

EL  REY. 

Doctor  Arias  Montano  nuestro  capellán.  Por  relación  de 
Zayas  habíamos  entendido  el  discurso  de  vuestro  viaje,  y  el 
trabajo  y  peligro  que  habíades  pasado  en  mar  y  tierra ,  y 
holgado  de  que  en  fin  hubiéredes  llegado  á  salvamente ,  y 
dado  tan  buen  principio  al  negocio  desa  impresión;  pero 
mucho  mas  holgamos  de  ver  por  vuestra  carta  de  27  de 
julio  la  particularidad  de  lo  que  hasta  aquel  dia  habíades 
hecho  y  tratado,  así  ahí  como  en  Lovaina,  y  la  satisfacción 
que  mostráis  tener  de  la  suficiencia  de  Plantino  y  de  la  asis- 
tencia y  buen  recaudo  que  os  da  Hierónimo  de  Curiel :  que 
con  esto  y  vuestro  cuidado  y  buena  diligencia  tenemos  por 
cierto  que  la  obra  saldrá  con  el  cumplimiento  de  perfección 
que  conviene  y  se  pretende. 

Yo  he  mandado  escribir  á  la  universidad  de  Lovaina  en 
la  forma  que  advertís ,  y  va  con  esta  mi  carta  para  que  vos 
se  la  podáis  llevar  ó  remitir  como  mejor  os  pareciere.  De 
Madrid  á  xvj  de  agosto  de  1568. — Yo  el  Rey. — Zayas. 
TdMO  XLl  9 


450 


Párrafos  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  & 
S.  M.^  De  Anvers  á  30  de  setiembre  de  1568. 

(Kecibidaen  91  de  noviembre.) 

Agradece  los  consejos  y  avisos  del  rey  en  lo  que  mira  á  la  impre- 
sión de  la  Biblia — Envía  muestra  de  la  forma  de  letra  que  le  ha 
parecido  mas  á  propósito  para  esta  obra. — Esfuerzos  que  hace 
Plantino  para  que  salga  con  la  posible  perfección — Gran  cuidado 
que  se  pone  en  la  corrección. 

Archivo  general  de  Simancas. — 'Estado,  legajo  núm.  583. 
S.  C.  R.  M."* 

La  carta  que  de  V.  M.'^  recibí  fecha  en  G  de  agosto  hizo 
en  mí  los  efetos  que  la  palabra  de  un  rey  cristianísimo  y 
afecionadísimo  á  la  piedad,  culto  divino  y  bien  público 
puede  hacer  en  el  ánimo  de  un  criado  suyo ,  obligado  por 
profesión  y  estudio  al  servicio  de  la  religión,  y  por  ley  divi- 
na y  afecion  propia  al  honor ,  obediencia  y  servicio  de  su 
rey.  Porque  allende  de  me  dar  ánimo  y  esperanza  para  sa- 
lir con  cualquier  empresa  que  conforme  á  la  flaqueza  de 
mis  fuerzas  se  me  hubiere  impuesto ,  me  exhorta  al  cuida- 
do y  estudio  de  lo  que  debo  hacer,  admirando  el  ejemplo 
que  en  esto  V.  M.*^  me  da,  en  tener  cuenta  con  avisarme 
y  encargarme  lo  que  yo  de  mió  debo  tener  muy  á  cargo, 
que  me  hace  esto  cierta  la  vigilancia  de  V.  M.*'  acerca  de 
todas  las  cosas,  con  aquel  espíritu  que  Dios  comunica  á  los 
príncipes  que  de  veras  conocen  y  hinchen  bien  la  plaza  en 
que  los  tiene  puestos.  Él  lo  acreciente  en  V.  M.**  para  go- 
bernarlo todo ,  y  en  sus  criados  la  industria  y  lealtad  para 
ejecutarlo  como  conviene. 


151 

A  la  grandeza  y  autoridad  desta  obra ,  y  al  nombre  de 
V.  M.^  y  á  la  mayor  policía  que  en  estos  tiempos  hay  y  es- 
pero adelante  habrá  en  el  estudio  de  la  divina  scritura ,  pa- 
reció convenir,  no  solamente  sacar  la  Biblia  de  aquella  in- 
fancia AA  y  BB ,  en  que  se  habia  sacado  á  luz  la  que  el 
Cardenal  imprimió,  sino  ampliarla  también  en  espacio  de 
colunas  y  renglones  que  se  leen  con  mas  descanso ,  y  tiene 
mas  decoro ,  y  adornarla  con  los  mejores  caracteres  que  se 
pudiesen  usar  conforme  á  la  propiedad  de  las  lenguas,  y  des- 
embarazarla de  muchas  abreviaturas ,  que  en  lo  griego  y 
en  lo  latino  habia:  que  por  ahorrar  carta,  gastaban  el  tiem- 
po y  alguna  vez  la  paciencia  de  los  lectores.  Y  ansí  después 
de  haber  impreso  el  primer  pliego  en  cuatro  formas  que  pa- 
recían mas  á  propósito  para  este  intento,  agradó  sumamen- 
te la  que  á  V.  M.*^  envío  con  esta  por  ser  mas  hermosa  y 
mas  útil  que  las  demás,  y  salir  con  tanta  gracia  que  me 
parece  promete  claridad  y  facilidad  en  la  lección  y  conoci- 
miento de  las  lenguas. 

Los  de  Lovaina  me  rogaron  efeluase  con  Plantino  que 
emplease  en  una  obra  como  esta  las  mejores  formas  de  le- 
tras que  se  pudiesen  haber,  y  los  del  Consejo  privado  de 
Bruselas  que  entienden  destas  lenguas,  me  pidieron  hiciese 
también  procurar  el  mejor  papel  que  se  pudiese  hallar.  Y 
cierto  he  conocido  en  Plantino  grande  afición  al  servicio  de 
la  Iglesia  y  de  V.  M.*^;  porque  emprendieron  á  cortar  nue- 
vos caracteres  hebreos,  y  salieron  los  mejores  y  mas  distin- 
tos y  grandes  que  hasta  hoy  se  han  visto.  Y  puesto  que  le 
haya  de  costar  mucho  mas  la  obra ,  se  animó  con  el  favor 
de  Dios  y  de  V.  M.*^  á  hacer  en  dos  planas,  como  va,  y  en 
tres  suertes  de  papel ;  y  añadió  otro  papel  para  hacer  me- 
dia docena  dellas  con  anchísimo  margen. 

Demás  de  esto  en  la  corrección  y  diligencia  hay  grande 


132 

ventaja  en  lo  que  eslá  hecho ,  sobre  cuanlo  hasta  aquí  ha- 
bernos visto  impreso ,  y  una  cosa  entre  otras  muchas  en 
nombre  y  loor  de  V.  M.*^,  que  es  el  paráphrasis  chaldeo  con 
la  pronunciación  verdadera  y  cierta,  conforme  á  la  scritura 
de  Daniel ,  que  es  cosa  deseada  antes  de  todos  los  dottos  y 
tentada  por  algunos  dottísimos,  y  no  cumplida  hasta  agora. 
Espero  en  Dios  que  V.  M.**  dará  á  la  Iglesia  una  Biblia 
que  en  cuanto  á  perfección  de  Biblia  en  todas  lenguas  de 
erudición  no  haya  que  desear,  y  en  cuanto  á  los  adherentes 
que  después  terna,  será  biblioteca  entera  para  los  estudio- 
sos de  la  Divina  Scritura,  de  los  cuales  no  trato  agora  por- 
que cuanto  á  lo  primero  queremos  sacar  la  Biblia  pura  en 
sus  lenguas ,  y  después  en  lugar  cómodo  poner  las  cosas 
que  han  de  ser  para  su  ornamento  é  inteligencia.  En  la  que 
escribo  al  secretario  Zayas  trato  algo  mas  que  aquí  desto 
por  no  cansar  á  V.  M.*^  con  cosas  particulares. 

En  Anvers  30  de  setiembre  de  1568.— S.  G.  R.  M.**— 
Besa  las  reales  manos  de  V.  M.*  su  capellán  y  criado, 
B.  Arias  Montano. — Tiene  rúbrica. 

Sobre. — A  la  Sacra  Católica  Real  Majestad  el  rey  nuestro 
señor. 


i53 


Copia  de  carta  autógrafa  de  Arias  Montano  á  Zayas.   De 
Anvers  á9  de  noviembre  de  1568. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  niím.  583. 

Se  queja  del  largo  silencio  de  Zayas. — Da  cuenta  de  unos  libros  y 
otros  objetos  que  ha  mandado  á  diferentes  personas. — Dolor 
que  le  ha  causado  la  muerte  de  la  reina. — Ofrece  escribir ,  si  se 
le  permite,  sobre  las  cosas  de  losPaises  Bajos. — Estado  en  que 
se  halla  la  impresión  de  la  Biblia. — Códices  comprados  á  un 
mercader  griego  cou  deslino  á  la  biblioteca  del  Escorial. — 
Llegada  de  Martin  de  Cáceres  á  Flándes. — Pide  que  se  le  en- 
víe lo  que  se  debe  de  su  salario. 

ILLUSTRE    SEÑOR. 

Ha  tantos  dias  que  no  tengo  carta  de  v.  m.  que  he  per- 
dido la  cuenta  y  casi  la  paciencia,  aunque  en  unas  postreras 
de  mis  hermanos  de  Sevilla,  encaminadas  por  mano  de 
V.  m.,  en  el  sobre  escrito  venía  de  su  letra  buena  nueva 
de  su  salud ,  que  es  una  de  las  cosas  que  yo  mas  deseo  y 
mas  á  menudo  querría  haber;  empero  por  lo  menos  ha  mas 
de  mes  y  medio  que  aquellas  cuatro  letras  fueron  scritasde 
V.  m.,  y  quien  no  se  solia  hartar  de  su  conversación,  aun- 
que le  estorbase  en  sus  ocupaciones  mas  justas,  buena 
hambre  se  pasa  agora  los  meses  enteros.  Dios  lo  remedie  y 
dé  á  v.  m.  la  salud  que  yo  le  deseo. 

Por  cuantas  vias  se  me  han  descubierto  he  escrito  á 
v.  m.  por  mar  y  por  tierra,  y  hasta  agora  no  tengo  noti- 
cia ni  aviso  de  que  algunas  de  mis  cartas  hayan  aportado. 
Pesarme  lila  mucho  de  cualesquiera  que  se  perdiese;  por- 
que no  he  escrito  carta  doble  ni  quedádome  con  minuta.  La 
causa  es  porque  no  tengo  quien  me*  ayude  á  cosa  ni  me 


454 

traslade  un  renglón  sino  es  en  latín,  y  aun  desto,  tengo 
mal  recado. 

De  Baptre  Gossen,  mercader  flamenco,  que  vive  cerca 
de  Santiago,  no  me  ha  escrito  vm.  si  aportó  allá.  Con  él 
envié  un  Canisio  para  D.  Juan  Manrique  y  otro  para  don 
Fadrique,  aparte,  y  los  antojos  en  urfa  caja,  treinta  pares 
para  Jácome  de  Trezzo.  Y  respondí  á  los  señores  Treviño  y 
Lastanosa  sobre  las  medallas  de  que  me  pedían  cuenta. 
Después  he  escrito  á  vm.  muchas  veces  y  á  los  señores 
D.  Luis  Manrique  y  D.  Luis  de  Rojas,  para  los  cuales  tengo 
hecha  otra  nueva  cargazón  de  libros ,  allende  de  nueve  co- 
fres que  envié  los  días  pasados  para  D.  Luis  de  Rojas,  en 
los  cuales  iba  para  vm.  un  papel  y  ciertos  libros  que  había 
demandado. 

Dos  pliegos  otros  despaché  juntos  cerca  de  un  mes  ha. 
En  el  uno,  que  iba  por  tierra,  escribía  á  S.  M.*^  y  á  vm.  y 
á  otras  personas  ahí  y  en  Sevilla;  en  el  otro  por  mar,  envié 
un  cuaderno  de  nuestra  obra.  En  estos  cofres  del  señor  don 
Luis  Manrique  van  muestras  de  todas  las  suertes  de  papel, 
y  la  de  pergamino  en  un  rollo  envuelto  todo.  Creo  que  agora 
llegará  en  tiempo  triste ;  porque  acá  también  lo  es  mucho 
con  la  nueva  del  fallecimiento  de  la  reina  católica  (1),  que 
Dios  tiene  en  su  gloría.  Cierto  á  mí  me  ha  puesto  el  dolor 
que  debe  sentir  quien  considera  como  buen  criado  de  sus 
Majestades ,  lo  que  debe  en  tal  suceso.  Plega  á  Dios  por  quien 
él  es,  guardarnos  al  rey  y  mirar  por  su  iglesia  y  república. 
A  vm.  suplico  me  dé  siempre  aviso  de  la  salud  de  S.  M.** 
y  de  la  paciencia  y  ánimo  que  Dios  le  da  en  todos  estos 
trances ,  y  de  las  cosas  que  entiende  ser  bien  que  sepa  un 

(4)  Doña  Isabel  de  Valois,  tercera  mujer  de  Felipe  II,  que 
falleció  el  3  de  octubre. 


135 

criado  suyo  que  aficionadísimamente  lo  ama  y  encomien^ 
da  á  Dios;  porque  por  otra  via  que  el  aviso  de  v.  m.  yo  no 
puedo  tener  nueva  que  me  satisfaga. 

Cuando  á  v.  m.  le  pareciere  que  yo  puedo  escribir  á 
S.  M.*^  me  dará  aviso;  porque  si  se  sirve  de  que  yo  senci- 
llamente y  como  buen  criado  suyo  y  como  cristiano  y  que 
tiene  alguna  noticia  de  cosas,  parte  porlecion  y  parte  por 
lo  que  con  cuarenta  y  tres  años  de  vida  y  peregrinaciones 
de  los  mas  dellos ,  y  observación  de  lo  que  he  visto ,  y  co- 
municación de  personas  de  todas  suertes  he  cogido ,  le  es- 
criba lo  que  sintiere,  aunque  no  sea  yo  parte  para  compa- 
rarme con  los  muchos  que  en  esto  le  sirven,  hacerlo  hé  sin 
ningún  otro  respetto  que  el  servicio  de  Dios  y  el  suyo  y  el 
bien  público.  Y  si  en  esto  no  importa  mi  servicio,  con  en- 
tender de  V.  ra.  que  ello  es  ansí,  cumpliré  con  mi  deseo,  y 
serviré  en  lo  que  siempre ,  que  es  rogar  á  Dios  por  su  igle- 
sia y  religión ,  y  por  el  bien  de  mi  rey  y  de  la  república 
cristiana ,  y  procurar  de  no  faltar  en  estotro  que  me  es  en- 
comendado y  encargado ,  de  lo  cual  espero  en  Dios  que 
tememos  buen  succeso  porque  todo  se  nos  va  haciendo  bien. 
Sea  él  loado  por  todo. 

El  Génesis  está  acabado,  y  vamos  sobre  el  Éxodo,  y  de 
esta  semana  en  adelante  melemos  otra  emprenta  mas.  A 
mí  no  me  falta  obra  ni  me  sobra  tiempo ,  de  manera  que 
aun  las  fiestas  tengo  bien  en  que  entender.  Y  agora  se  me 
ha  ofrecido  otro  cuidado  que  me  ejercita  en  las  noches,  y 
es  que  entre  los  libros  caldeos  que  el  Cardenal  tenia  para 
imprimir,  faltaba  un  tomo  que  no  parecía  en  Alcalá,  que 
era  el  de  los  Profetas  que  llaman  Primeros,  que  son  Josué, 
Judices  et  libri  Samuel  et  Regum ,   el  cual  quedó  en  poder 
de  Zamora  cuando  el  Cardenal  murió.  Y  este  libro  se  había 
desaparecido  en  España,  y  estando  aquí  supe  que  había 


156 

aportado  á  Roma  y  que  allí  lo  había  comprado  Andreas  Ma- 
sio,  secretario  del  duque  de  Baviera  y  su  embajador  ordi- 
nario, al  cual,  pasando  este  estío  por  aquí  con  embajada  al 
duque  d'AIba,  hablé  y  le  pedí  me  lo  prestase  para  juntarlo 
con  los  demás  en  esta  Biblia ;  y  habiéndomelo  prometido, 
rogué  á  Plantino  que  de  vuelta  de  Francafor  viniese  por  allí 
y  lo  trajese,  y  cuando  me  lo  trajo  con  su  carta  hallé  que  no 
estaba  traducido  en  latín  sino  solo  en  caldeo ,  escrito  de 
mano ,  y  solo  del  primer  capítulo  comenzados  á  traducir 
veinte  versos,  y  ansí  en  caldeo  acá  lo  teníamos  en  las  Bi- 
blias de  Roma  y  Venecia,  de  manera  que  rae  ha  sido  forza- 
do traducirlo  yo  porque  vaya  todo  el  caldeo  con  sus  traduc- 
ciones, y  ansí  lo  he  comenzado  á  hacer  con  la  ayuda  de 
aquel  qui  dat  lasso  virtutem,  al  cual  suplico  á  vm.  me  en- 
comiende. 

En  otro  pliego  que  envié  por  tierra  respondí  largo  á  la 
carta  de  León  (i),  la  cual  respuesta  iba  tan  solamente  para 
vm.,  y  ansí  le  suplico  que  no  la  muestre  á  persona,  sino 
mande  sacar  la  sustancia  delia,  si  alguna  tiene;  porque 
á  mí  no  me  incumbía  responder  aquella  carta,  mayormente 
tomando  contención  de  defender  á  Pagnino;  porque  en 
nuestra  Biblia  él  no  va  hasta  agora,  ni  ya  que  fuese  podría 
ir  en  parte  donde  los  que  no  están  bien  con  él  pudiesen  ca- 
lumniar. Y  sepa  V.  m.  que  de  París  y  Lovaina  se  pidió  que 
se  pusiese,  y  esto  después  que  yo  estoy  aquí :  que  antes  no 
se  habia  tratado  del  en  estas  partes  que  digo,  é  yo  le  res- 
pondí que  no  habia  lugar  por  agora.  Empero  si  v.  m.  qui- 
siese escribir  á  León  que  dentro  de  cuatro  meses  ó  tres  le 
enviase  los  lugares  que  le  ofenden  en  aquella  versión,  y  es- 
to con  toda  caridad  y  sencilleza,  podría  ser  que  fuesen  pro- 

(1 )  Es  probable  (jue  alml#al  Maestro  León  de  Castro. 


veciiosos  algunos  de  sus  avisos,  y  que  con  agradecimiento 
se  le  recibiesen,  é  yo  ordenase  como  él  consiguiese  su  in- 
tento. Porque  sepa  v.  m.  para  entre  nosotros,  que  yo  por 
deseo  del  provecho  común  he  propuesto  esto  en  la  universi- 
dad de  Lovaina,  y  rogádoles  que  lo  vean  de  nuevo  con  dili- 
gencia, y  se  va  haciendo.  Y  si  León  enviase  algo  que  fue- 
se de  importancia,  seria  bien  recibido;  porque  este  intérpre- 
te, por  ser  católico  y  literal ,  audit  hené  apud  omnes  etiam 
si  non  omnia  asseciitus  est.  Y  si  v.  m.  entiende  que  allá  no 
se  ha  de  hacer  esto  sencillamente ,  mas  valdrá  dejarlo  por- 
que acá  lo  harán  bien  y  sin  pasión. 

Aquella  universidad  se  holgó  en  estremo  con  la  car- 
ta de  S.  M.*^ ,  y  prometieron  de  ayudarme  en  todo  cuan- 
to se  ofreciese,  y  no  dejaré  de  ocuparlos  en  algo  que  sea 
de  su  oficio. 

Acerca  de  la  inteligencia  que  debo  tener  con  D.  Fran- 
cés d' Álava  sobre  los  libros  para  la  librería  de  San  Lorenzo 
ó  de  todo  el  reino  por  mejor  decir,  yo  tengo  escrito  al  em- 
bajador y  no  he  habido  respuesta  hasta  agora. 

Estos  dias  pasados  me  ha  sucedido  una  buena  suerte  en 
esta  razón,  en  la  cual  he  servido  á  S.  M.**  como  se  lo  debo, 
y  holgaria  que  se  me  ofreciesen  otras  ansí ,  y  es  que  un 
mercader  griego  de  libros  originales,  al  cual  yo  conocía  en 
Venecia,  y  le  había  comprado  harta  suma  de  libros  y  bien 
caros ,  y  el  obispo  que  es  agora  de  Segovia ,  Govarrubias, 
también  había  comprado  del  en  mili  escudos,  pasaba  por 
aquí  con  unos  libros  que  llevaba  á  la  reina  de  Inglaterra 
con  esperanza  de  tornar  con  gran  premio,  y  sucedióle  que 
los  soldados  enemigos  lo  despojaron  en  el  camino,  y  llegó 
aquí  con  tres  compañeros  y  con  sus  libros,  y  sin  una  placa, 
y  procuró  vender  dos  ó  tres  libros  para  pasar  adelante;  y 
como  pedia  tan  caro  por  ellos,  ninguno  osó  comenzar  á  com- 


138 

praiie,  y  los  que  deseaban  haber  algunos,  me  dieron  aviso 
dello  para  que  yo  le  tomara  algunos  y  hiciera  precio  para 
ellos.  Yo  le  hice  llamar,  y  como  me  conoció,  tomó  contento 
y  rogóme  le  socorriese  con  dineros  hasta  Inglaterra ,  y  le 
diese  cartas  para  el  embajador  de  S.  M/  que  allí  está,  que 
le  favoreciese,  y  para  algunos  por  el  camino,  porque  se 
lemia  de  mal  tratamiento,  estando  la  tierra  tan  revuelta  por 
acá.  Yo  le  di  luego  cartas  para  el  embajador;  empero  plí- 
sele la  dificultad  que  habia  en  el  viaje  y  el  incierto  succeso 
que  con  la  reina  de  Inglaterra  ternía  estando  las  cosas  de 
aquella  isla  en  el  estado  que  están  ,  y  siendo  estos  libros  to- 
dos eclesiásticos  y  católicos,  salvo  algunos  philosóphicos;  y 
con  esta  ocasión  dije  que  me  los  vendiese  á  mí,  y  de  cuantos 
le  habia  comprado  caros,  que  fuesen  estos  agora  en  buen 
precio.  El  amedrentado  de  lo  que  habia  pasado ,  y  con  lo 
que  yo  y  otros  dijimos  de  lo  que  podia  esperar  ó  temer,  trató 
de  venderme  parte  dellos.  Yo  le  dije  que  no  le  compraría 
uno  sin  otro  ó  sino  todos,  que  son  cuarenta  libros  entre  ori- 
ginales antiguos  y  copiados  buenos ,  y  jamás  sintió  él  ni 
los  otros  que  deseaban  comprarle  algunos,  que  yo  los  que- 
ría sino  para  mí;  y  con  esperanza  de  que  á  sus  cabales  les 
daría  parte  me  ayudaron  mucho  en  no  comprarle  ellos  nin- 
guno, y  en  solicitar  que  me  los  vendiese,  y  ansí  él  fué  for- 
zado á  tratar  conmigo,  porque  no  tenia  un  real  ni  hallaba 
modo  de  habello;  y  pidióme  luego  que  se  los  pagase  con- 
forme á  como  yo  sabia  que  valían ,  y  que  no  quería  mas. 
Yo  no  quise  sino  que  nombrase  el  precio  porque  yo  no  se 
los  podia  pagar  por  el  valor,  estando  fuera  de  mi  tierra  y 
con  poco  dinero.  Pidióme  cuatrocientos  escudos.  Parecióme 
que  se  ponía  en  buena  razón ;  porque  cierto  los  libros  va- 
len largos  trescientos  escudos.  Yo  le  dije  que  no  tenia  que 
cíen  escudos  para  le  dar,  y  que  no  quería  mas  hablar  en 


139 

ello,  y  que  era  razón  que  él  con  su  necesidad  se  conforma- 
se con  la  mía,  pues  le  habla  yo  ya  comprado  y  hecho  com- 
prar en  mas  de  mil  escudos.  Desla  manera  lo  tuve  cuatro 
dias  yendo  y  viniendo ,  hasta  que  visto  no  podía  mas  me 
los  dio  por  ciento  y  quince  escudos ,  y  procuró  aquí  como 
se  los  fuesen  pagando  por  el  camino  de  Italia  por  los  luga- 
res donde  habia  de  pasar  para  gastar  en  el  viaje.  Yo  creo 
que  él  no  hizo  en  su  vida  mas  mal  empleo  ni  yo  mejor. 
Cuando  los  codiciosos  acudieron  por  parte ,  yo  los  dije  que 
pensaba  servir  con  ellos  á  S.  M.*^,  y  que  no  podia  quitar 
ninguno.  Ellos  que  me  tenian  por  muy  sencillo,  se  espan- 
taron del  artificio  que  tuve  con  el  griego  y  con  ellos.  Yo 
les  dije  que  quien  habia  gastado  tanto  tiempo  y  dinero  en 
esta  mercaduría,  no  era  mucho  echase  algún  buen  lance,  y 
V.  m.  tenga  por  cierto  que  si  el  grecheto  entendiera  que 
eran  para  S.  M.*^  no  los  hubiéramos  por  quinientos  ducados; 
porque  ninguno  hay  que  valga  de  cuatro  escudos  abajo,  y 
hay  algunos  que  valen  sobre  cuarenta.  Gerónimo  de  Guriel 
pagó  los  ciento  y  quince  escudos,  los  cuales  ordenará  v.  m. 
como  se  le  tomen  en  cuenta;  y  porque  quiero  de  hoy  mas 
entender  en  allegar  los  libros  que  S.  M.*^  me  manda  para 
cumplir  la  Biblia  (l)de  San  Lorenzo,  ansí  impresos  como  ori- 
ginales, envíeme  v.  m.  el  catálogo  de  los  que  hay  ya  en  la 
librería  para  que  por  él  vaya  viendo  lo  que  es  menester 
añadir,  etc. 

Martin  de  Gáceres  llegó  aquí  maltratado  del  trabajo  de 
la  navegación  y  del  camino,  porque  tuvieron  trabajoso  via- 
je. Yo  me  holgué  con  él  por  ser  de  casa  de  v.  ra.  y  herma- 
no de  quien  es ,  aunque  no  me  dio  contento  ver  que  haya 
lomado  este  propósito  de  seguir  guerra,  pudiendo  tomar 

(1)  Asi  dice,  acaso  en  lugar  de  biblioteca. 


440 

otro  camino  mas  siguro,  y  viendo  lo  que  pasa  en  este  géne- 
ro de  vida. 

Dile  diez  escudos  que  me  dijo  debia  para  desempeñar 
sus  vestidos,  y  escribí  á  Albornoz  para  que  lo  encaminase 
y  collocase  como  á  cosa  de  v.  m.  No  he  sabido  mas  del  de 
diez  dias  á  esta  parte.  Venia  entonces  bueno  de  salud,  y 
luego  vino  galano  y  con  un  criado  harto  bozal.  Encargúele 
me  avisase  de  su  asiento.  Sabiendo  cómo  y  dónde  está,  es- 
cribiré á  los  amigos  que  tengo  en  el  campo ,  para  que  mi- 
ren por  él.  A  su  hermano  beso  las  manos. 

A  v.  m.  suplico  mande  cobrar  lo  que  se  me  debe  de  mi 
salario ,  y  dar  orden  como  se  me  envíe :  que  no  faltará 
quien  se  ofrezca  como  lo  hizo  Isuncia  muy  bien,  que  luego 
me  dio  los  feudos  del  señor  don  Luis  Manrique  ó  por  via  de 
mercaderes. 

El  señor  Diego  Diaz  me  envió  una  cédula  de  que  me  he 
valido,  porque  todo  es  menester,  no  tanto  para  raí  que  á 
cualquiera  cosa  me  acomodaría  con  la  gracia  de  Dios,  cuan- 
to para  algunos  que  por  fuerza  he  de  tener  conmigo  estan- 
do en  lo  que  estoy,  y  por  quien  acá  me  envió;  y  por  fuerza 
también  se  ha  de  socorrer  á  personas  de  nuestra  nación, 
cuyas  necesidades  son  manifiestas ,  y  que  tienen  pocos  acá 
á  quien  acudir. 

Al  señor  don  Luis  de  Rojas  avisará  v.  m.  de  que  sus  co- 
fres están  á  punto  para  ir  á  las  naves  á  la  hora  que  esta  es- 
cribo; yo  creo  he  acertado  á  le  servir  en  los  libros,  y  en  los 
precios.  ' 

Esta  va  también  como  otras  por  rodeos,  plegué  á  Dios 
aportarla.  Las  cartas  que  van  para  Juan  de  Juni  y  para  el 
jardinero  del  rey,  suplico  á  v.  m.  mande  enviarles  y  dar- 
les aviso  que  respondan  á  su  casa  y  envíen  lo  que  hubieren 
de  enviar.  Son  de  un  hombre  dotlo  que  se  entiende  con 


141 

ellos  en  este  menaje  de  yerbas  y  plantas,  y  de  acii  tam- 
bién se  les  enviarán  cosas  á  ellos  como  se  les  ha  enviado. 
A  todos  mis  señores  y  amigos  mande  v.  m.  dar  mis  besa- 
manos, cuya  ilustre  persona  nuestro  Señor  prospere  en  su 
servicio.  En  Anvers  9  de  noviembre  de  1568. — Besa  las  ma- 
nos de  V.  m.  su  servidor — Arias  Montano — Tiene  rúbrica. 

Por  la  carta  en  favor  y  honor  de  Gennua  suplico  á  v.  m. 

De  Beccano  escribiré  á  v.  m.  en  otra,  el  cual  envía  á 
V.  m.  uno  de  sus  libros  en  los  cofres  del  señor  don  Luis 
Manrique.  En  él  también  leerá  v.  m.  su  nombre. 

Sobre. — Al  ilustre  señor  Gabriel  de  Zayas,  mi  señor,  se- 
cretario de  Estado  de  S.  M.*^  y  de  su  Consejo — En  corle. 


Ck)pia  de  carta  autógrafa  'del  doctor  Arias  Montano  á  Za- 
yas. De  Anvers  á  íi  de  hebrero  de  1569. 

Pérdida  de  alguaos  regalos  enviados  por  su  madre  y  hermanos,  en 
una  nave  apresada  por  los  ingleses. — Trata  de  su  continuo  tra- 
bajo en  la  impresión  de  la  Biblia  y  de  cómo  los  protestantes  de 
Alemania  habían  comenzado  la  publicación  de  otra  en  tres 
lenguas  y  con  viciosas  traducciones. — Escasez  de  escribientes 
de  que  podia  valerse  para  el  buen  desempeño  de  su  comisión. — 
Chapin  Viteli  y  Guiciardini. 

Archivo  general  de  Simancas.  —  Estado ,  legajo  núm.  o83. 

ILLÜSTRE    SEÑOR. 

Después  que  envié  á  v.  m.  el  prólogo  ó  epístola  general 
de  la  Biblia ,  he  escrito  otras  dos  veces  por  la  via  de  Fran- 
cia, y  en  arabos  pliegos  he  enviado  muestras  de  la  obra; 
en  el  primero  una  hoja  del  primer  cuaderno,  en  el  segun- 
do otra  segunda.  Con  este  va  la  tercera.,  porque  no  son 


142 

sino  ternos  todos,  que  son  mas  cómodos  para  la  obra.  Ya  pla- 
ciendo á  Dios  habrán  llegado  aquellos  y  todos  los  demás 
que  habían  ido  por  mar ,  y  ansí  no  será  necesario  enviar 
mas  muestras  hasta  que  envíe  á  S.  M.*^  un  cuerpo  acaba- 
do, el  cual  enviaré.  Dios  queriendo,  luego  después  de 
pocos  dias  que  haya  recibido  el  dicho  prólogo  de  retorno; 
porque  al  fin  de  este  mes  será  acabado  el  primero  cuerpo  y 
en  desembarcándose  esto  de  Inglaterra ,  con  las  primeras 
naos  enviaré  dos  ejemplares,  uno  de  pergamino  y  otro  de 
papel ,  si  á  S.  M.**  le  agrada  ansí. 

También  á  mí  me  ha  alcanzado  parte  de  la  pérdida  en 
esto  de  Inglaterra,  porque  mi  madre,  que  esté  en  gloria, 
y  mis  hermanos  me  enviaban  grandes  regalos  y  en  grande 
cantidad  en  una  nao  que  entre  otras  no  parece.  Sea  Dios 
bendito  por  todo ,  y  dé  vida  y  su  espíritu  al  rey:  que  de  todo 
lo  demás  no  sentiré  falta ,  aunque  me  duele  la  pérdida  por 
ser  de  donde  quien  tan  bien  me  quería ,  y  el  postrero  que 
mi  señora  doña  Isabel,  mi  madre,  me  envió  en  su  vida. 

Puesto  que  los  fríos  han  sido  acá  recísimos  y  muy  lar- 
gos ,  que  aun  agora  están  en  su  peso ,  no  habernos  parado 
en  la  obra  mas  que  tres  dias,  que  todas  las  artes  pararon. 
Yo,  bendito  Dios,  aunque  con  indisposición  no  he  cesado 
ningún  día,  hasta  agora,  ni  fiesta,  ni  feria,  de  hacer  algo 
escribiendo,  y  trasladando,  y  traduciendo,  y  ordenando  lo 
que  conviene  para  la  obra,  y  respondiendo  á  las  cartas 
que  acerca  della  se  me  envían  de  diversas  partes,  y  á  los 
avisos  y  apuntamientos  que  se  me  hacen. 

He  sabido  que  en  Alemania  los  herejes  habían  comen- 
zado á  imprimir  una  Biblia  trilingüe,  con  traducciones  de 
ruines  autores,  de  la  cual  ya  no  se  habla  mas  con  el  pre- 
gón público  que  desla  hay.  Por  todo  entiendo  que  el  Spíri- 
tu  Santo  ha  inspirado  á  S.  M.  y  á  los  que  han  movido  esta 


445 

obra  para  mucho  provecho  y  para  estorbar  mucho  daño 
que  los  herejes  pudieran  hacer,  ansí  corrompiendo  las  ver- 
siones como  los  textos,  que  se  sospecha  de  sus  atrevimien- 
tos que  llegarán  á  tanto  como  esto.  Y  ansí  tengo  por  cierto 
que  de  aquí  á  diez  aiíos,  y  dende  en  adelante  esta  Biblia 
será  tenida  en  grande  veneración  como  piedra  de  toque  de 
todas  las  que  después  se  imprimieren  ó  escribieren  en  cual- 
quiera lengua. 

Agora  se  están  corlando  dos  planchas  para  la  muestra 
deste  primer  cuerpo ,  que  serán  de  buena  obra  y  de  muy 
acomodada  significación.  Yo  hice  la  invención  dellas  de 
carbón  y  plomo,  y  ha  traído  Plantino  un  muy  buen  pintor 
de  Malinas,  que  las  sacó  en  perfil,  y  tenemos  un  buen  cor- 
tador que  las  corta  en  cobre ;  son  ambas  glosa  de  la  misma 
Escritura,  mayormente  la  una  dellas. 

Yo  tengo  dos  secribientes  para  las  cosas  latinas,  y  aun 
no  me  bastan  para  sacar  en  limpio  lo  que  les  doy  en  borra- 
dores ;  empero  para  escribir  cosas  en  español  ni  copiar  no 
son  buenos,  porque  no  lo  entienden,  y  aun  en  latin  no  ha- 
cen buena  letra  sino  francesilla  y  oscura.  De  los  demás  hay 
rarísimos.  Yo  no  he  podido  haber  ninguno  hasta  agora, 
aunque  lo  he  procurado  en  Lovaina  y  en  otras  parles,  y 
por  tanto  me  conviene  hacerlo  todo  á  mi  mano  y  Dios  es  el 
que  me  hace  la  merced  en  todo. 

El  marqués  Chapin  Viteilo  y  el  Guiciardino  besan  las 
manos  de  v.  m.,  y  tienen  grande  esperanza  de  que  por  su 
mano  se  ha  de  proveer  la  abadía  á  aquel  buen  hombre 
de  quien  ellos  y  todos  dicen  tanto  bien. 

Las  piezas  de  que  hago  relación  á  v.  m.  en  un  memo- 
rial que  con  esta  va ,  me  han  contentado  en  extremo  ,  por- 
que son  dignas  de  emplear  en  alguna  obra  de  S.  M.**,  y 
son  tan  graciosas  que  si  yo  pudiera  comprarlas  no  las  de- 


144 

jara  por  ningún  precio.  Don  Fadriquc  las  fué  á  ver  conmi- 
go, y  le  contentaron  muy  mucho.  Si  v.  m.  entendiere  que 
S.  M.  tomaria  gusto  en  que  se  las  llevasen ,  creo  fácilmen- 
te seria  servido  con  ellas;  porque  la  villa  ó  magistrado,  á 
trueco  de  hacer  al  dueño  aquí  alguna  comodidad,  se  las  lo- 
maría y  las  enviarla  de  buena  gana.  Y  entendiendo  v.  m. 
que  podrá  servir  en  esto  á  S.  M.^,  podrá  escribir  un  capítu- 
lo al  Duque,  porque  con  la  menor  palabra  que  él  diga,  no 
verán  otro  mayor  contento  que  enviárselas.  Yo  he  dicho  y 
rogado  al  que  las  tiene  que  no  venda  ninguna  pieza  de  las 
que  yo  señalo  ni  la  trueque ;  porque  podrá  ser  se  las  com- 
pre yo  juntas,  y  ansí  me  lo  ha  prometido  hasta  que  yo  le 
suelte  la  palabra.  Gomo  me  ven  con  hábito  de  Santiago  y 
con  nombre  de  criado  del  rey,  piensan  que  soy  rico,  y  ten- 
go crédito  de  palabra  no  mas;  porque  no  se  ha  venido  has- 
ta agora  á  la  prueba  de  la  obra ,  y  deso  me  guardaré  yo, 
guardándome  Dios  el  juicio.  V.  m.  me  avise  cerca  desfo 
su  parecer  y  lo  que  manda  que  yo  haga,  y  me  avise  por  to- 
das vias  de  su  salud  y  de  la  de  los  demás  mis  señores. 

Cuando  vienen  cartas  de  Spaña  todos  acuden  á  mí  pa- 
ra saber  nuevas;  porque  piensan  v.  m.  me  las  envía,  y 
tienen  aquellas  por  mas  ciertas,  y  nunca  las  hallan.  A  v.  ra. 
suplico  mande  á  un  paje  que  me  escriba  alguna  copia  de 
cosas  públicas  que  no  sean  de  su  oficio;  porque  estas  tales, 
demándeselas  v.  m,  el  padre  predicador ,  que  yo  no  quiero. 
Estas  van  por  la  via  de  Francia.  Nuestro  Señor  la  ilustre 
persona  de  v.  m.  prospere  en  su  servicio.  En  Anvers  11 
de  febrero  1569. — Besa  las  manos  de  v.  m.  su  servidor 
B.  Arias  Montano. — Tiene  rúbrica. 

Sobre. — Al  ilustre  señor  Gabriel  de  Zayas,  mi  señor, 
secretario  de  Estado  de  S.  M.''  y  de  su  Consejo.  En  corte. 


145 


Copia  de  carta  autógrafa  de  Arias  Montano  á  Zayas.  De 
Anvers  á  último  de  febrero  de  1569. 

Siente  que  no  lleguen  á  sus  manos  las  cartas  que  le  dirige ,  y  que 
se  le  acuse  de  perezoso  en  escribir. — No  ha  tenido  respuesta  á 
varios  despachos  enviados  á  D.  Francés  de  Álava,  embajador  en 
París. — Males  que  resultan  de  no  componerse  pacíficamente  las 
cuestiones  de  Inglaterra. — Agradécele  el  interés  que  muestra 
por  sus  cosas. — Deseo  que  tiene  de  ir  áRoma.— Plantino. — Don 
Luis  Carrillo. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm.  585. 

Recibida  i  98  de  marzo. 
ILUSTRE  SEÑOR. 

Yo  DO  puedo  atribuir  á  otra  cosa  que  á  desgracia  mia 
el  aporlar  tal  mal  y  tan  pocas  veces  mis  cartas  á  manos 
de  V.  m.,  pues  que  no  menos  cuidado  y  diligencia  pongo 
en  escribirlas  y  entregarlas  que  las  demás  cuyos  pliegos  lle- 
gan. No  pasa  semana  que,  ó  por  la  mar,  cuando  se  nave- 
gaba, ó  por  tierra,  con  cuantos  correos  ó  particulares  sé 
que  parlen ,  ó  por  via  del  embajador  de  Francia ,  no  escribo 
muchas  cartas,  y  todas  de  mi  mano,  porque  no  puedo  ha- 
cerlo menos.  Desde  la  víspera  de  Navidad  he  enviado  siete 
pliegos  y  con  este  ocho ,  y  en  muchos  dellos  han  ido  hojas 
de  la  Biblia,  y  en  otras  muestras  del  Spino  del  Cardenal, 
y  en  otras  hojas  de  la  Silva  de  Slrella.  Dame  grande  pena 
saber  que  no  aporten ,  porque  cualquiera  defecto  puede  ca- 
ber en  mí ;  empero  el  ser  negligente  en  servir  á  los  que  de- 
bo, en  cuanto  pudiere ,  siempre  lo  he  huido  como  cosa  age- 
na  de  mi  condición;  y  pésame  mucho  que  v.  ra.  sabiendo 
ToMoXLI.    .  10 


146 

cierto  cuanto  le  amo  y  cuan  tierno  soy  en  este  afeto,  me 
trata  tan  ásperamente  en  persuadirse  que  tengo  negligen- 
cia en  le  escribir;  pues  si  á  v.  m.  no,  á  quién? 

A  don  Francés  he  escrito  tres  semanas  arreo  con  des- 
pachos ,  y  no  he  recibido  respuesta  suya  un  mes  ha.  Yo 
no  dejaré  de  hacer  lo  que  debo  mientras  pudiere,  y  el  su- 
ceso encomendarlo  hé  á  Dios.  Mucho  me  pesaría  y  pesa 
siempre  que  sé  que  alguna  carta  se  me  pierde. 

Las  cosas  de  Inglaterra  están  tan  embarazadas  y  tan  á 
nuestro  daño  como  v.  m.  habrá  entendido,  y  es  mucho 
mas  de  lo  que  se  puede  decir ;  porque  si  de  Dios  y  del  rey 
no  viene  buen  remedio,  toda  esta  contratación  se  pierde ,  y 
muchas  personas  quedan  destruidas.  A  mí  me  da  gran  pe- 
na ver  lo  que  pasa.  Por  amor  de  Dios  v.  m.  haga  lo  posi- 
ble en  que  se  componga  por  agora  con  paz:  que  nunca  es 
buena  la  guerra ,  y  agora  menos  que  nunca  estando  las  co- 
sas destos  Estados  cuales  están. 

Por  otras  he  dado  aviso  á  v.  m.  de  una  tapicería  que 
tengo  mandada  guardar  para  v.  m.,  de  cuatro  anas,  que 
está  igualada  á  dos  sendos  y  pocas  placas  mas,  con  condi- 
ción esperen  el  contento  de  v.  m.;  y  deseo  el  aviso  del  para 
conforme  á  ella  mandar  hacer  las  antepuertas. 

Beso  á  V.  m.  las  manos  (1)  por  el  aviso  del  despacho 
de  Roma.  Bien  sé  que  en  todas  las  cosas  de  honor  ó  facul- 
tad mia  no  tengo  que  pensar  donde  se  prodrán  procurar. 
Dé  Dios  mucha  vida  á  v.  m.;  que  no  he  yo  menester  mas 
para  lodo:  empero  lo  que  yo  soy  obligado  para  el  honor 
de  vm.  yo  lo  haré  con  el  favor  de  Dios  et  dignum  prwstabo 
me  etiam  pro  laude  merentes.  Mande  v.  m.  avisar  á  mi  her- 
mano Diego  Diaz  de  lo  que  cuestan  las  bullas ,  porque  luego 

(1)  Hemos  suplido  las  palabras  de  bastardilla  qae  faltan  en  el 
original. 


147 

lo  enviará  ó  pagará  donde  se  le  mandare.  Yo  escribiré  de 
aquí  á  don  Juan  de  Zúñiga  dándole  las  gracias  por  mi  parte 
y  reconociendo  á  v.  ra.  por  autor  de  todo. 

Por  una  mia  habrá  v.  m.  entendido  el  deseo  que  tengo 
de  ir  á  Roma,  y  no  digo  mas  acerca  dello,  porque  me  bas- 
ta que  V.  m.  lo  entienda  para  que  lo  ordene. 

Mi  señora  doña  Mariana  acusa  á  v.  ra.  en  una  suya  que 
me  escribió  la  postrera ,  que  no  la  vée  y  que  está  enojada 
dello.  Mal  hace  v.  ra.  porque  los  servicios  que  v.  ra.  le  ha 
hecho  es  razón  que  se  satisfaga  dellos  en  vistas  y  buena  gra- 
cia, yaque  estamos  ciertos  que  no  habrá  otra  satisfacion, 
aunque  cada  mes  le  presente  unos  aforres,  etc. 

Deseo  que  v.  m.  me  mande  trasladar  y  enviar  una 
copia  de  la  instrucción  cristiana  que  le  envió  el  dotor  Ar- 
cos, mili,  porque  tengo  necesidad  della  acá,  y  no  tengo  co- 
pia alguna.  Y  avíseme  v.  m.  qué  siente  della,  porque  mi 
intención  no  fué  sino  declarar  cuan  simple  y  claro  es  el  ofi- 
cio comuu  de  los  cristianos  en  las  cosas  de  importancia, 
y  que  han  de  ser  demandadas  á  todos. 

Con  esto  va  una  muestra  del  Spino  del  Cardenal.  Harto 
raal  será  que  no  esté  allá  ya  la  plancha,  y  las  cien  piezas 
que  envié  con  ella  en  los  cofres  del  señor  don  Luis  Man- 
rique. 

Plantino  está  bueno  y  tan  aficionado  y  obligado  á  v.  m. 
como  es  razón.  En  algunos  pliegos  míos  han  ido  cartas  suyas 
para  v.  ra.  Otra  vez  afirmo  á  v.  ra.  que  en  toda  mi  vida  he 
visto  hombre  de  mas  habilidad  junta  con  mas  bondad  y  mas 
conocimiento  de  virtud  y  uso  de  ella.  Cada  día  hallo  en  él  co- 
sas que  me  mueven  á  alabará  Dios,  y  sobre  todo  la  grande 
humildad  y  paciencia  increíble  que  tiene  á  la  mucha  envi- 
dia que  los  de  su  arte  y  trato  le  han  mostrado  y  tenido  siem- 
pre, á  los  cuales  pudíendo  con  mucha  justicia  hacer  mal, 


i  48 

jamás  ha  dejado  de  hacer  bien.  En  nombrándole  al  rey  llo- 
ra de  afección  que  le  tiene.  En  Roma  se  hace  grande  estima 
del,  y  el  papa  le  ha  enviado  un  breve  y  carta,  mandándole 
imprima  el  breviario  general,  porque  después  de  impreso 
tres  veces  en  Roma  por  Manulio ,  impresor  del  papa  y  pue- 
blo romano,  no  ha  salido  ninguno  perfecto  ni  corregido. 
Imprime  otra  biblia  pcqueñila  muy  portátil,  á  instancia  de 
estudiosos  que  desean  traerla  consigo. 

Don  Luis  Carrillo,  alcaide  deHaustrat,  dice  que  v.  m. 
es  su  protector  y  todo  su  arrimo,  y  que  ha  escrito  á  v.  m. 
suplicándole  haga  por  una  letra  suya  que  don  Pedro  de  Var- 
gas, hijo  del  embajador  Vargas,  le  pague  doscientos  scu- 
dos  que  le  debe,  conforme  á  una  letra  suya  que  tiene,  á 
cuya  fíucia  él  paga  cada  año  ocho  por  ciento;  porque  con- 
fiado de  que  se  cumplirla  con  él,  los  tomó  acá.  V.  m.  le 
haga  esta  merced  de  hacer  que  se  le  pnguen,  porque  cier- 
to tiene  necesidad,  y  dello  me  consta  á  mí  asaz. 

Plega  á  Dios  tengan  esta  mas  dicha  que  las  otras  en 
llegar  mas  ciertas  y  mas  presto,  y  prospérela  illustre  per- 
sona de  V.  m.  en  su  servicio.  En  Anvers  último  de  febre- 
ro 1569. —  Besa  las  manos  de  v.  m.  su  servidor,  B.  Arias 
Montano. 

Sobre. — Al  Illustre  señor  Gabriel  de  Zayas,  mi  señor, 
secretario  de  S.  M.^  y  de  su  Consejo. — En  corte. 

Dentro  desta  carta  hay  otra  de  igual  fecha,  también  au- 
tógrafa ,  cuyo  tenor  es  el  siguiente  : 

Por  otras  tres  he  avisado  á  v.  m.  como  la  biblia  de  la 
iglesia  y  de  S.  M.*^  iba  en  buen  punto,  y  que  esperábamos 
acabar  el  Pentateuco  en  lodo  este  febrero.  Y  estuviera  aca- 
bado si  no  se  hubieran  recrecido  estos  grandes  frios  que 


149 

sobrevinieron  á  extraño  liempo,  tales  que  alaron  las  ma- 
nos á  todos  los  artífices ,  sino  fueron  los  herreros  y  fundi- 
dores. Acabarse  han,  placiendo  á  Dios,  dentro  de  cuatro 
dias.  Yo  he  estado  doce  dias  en  la  cama  con  gravísimo  ca- 
tarro, y  muchos  dellos  con  fiebre;  empero  no  habernos  ce- 
sado de  hacer  cada  dia  algo  en  las  traducciones  y  en  lo 
que  cumplía. 

Para  poner  en  orden  este  cuerpo  todo,  estoy  esperando 
que  V.  m.  me  envíe  el  prólogo  ó  epístola  que  le  he  enviado 
dirigido  á  la  iglesia  universal,  en  que  doy  la  razón  de  todo  lo 
que  se  hace  y  del  acuerdo  que  S.  M.  ha  tenido  en  esta 
santa  obra.  Envíelo  para  que  S.  M.*'  lo  viera  y  quien  mas 
fuese  razón,  y  enmendado  se  me  enviase. 

Mis  traducciones  del  caldeos  en  latin  están  en  vista  en 
Lovaina  con  otras  cosas  que  con  aquella  universidad  he  co- 
municado ,  en  la  cual  tengo  dos  dotlores  teólogos,  canóni- 
gos y  catedráticos  nombrados  por  procuradores  de  mi  dili- 
gencia en  las  cosas  que  propusieren  en  aquella  universidad, 
y  el  uno  dellos  viene  á  tratar  conmigo  y  consultar  las  cosas 
que  se  ofrecen.  Yo  he  estado  dos  veces  allá  y  dado  larga 
cuenta  de  toda  la  orden  que  llevamos.  Todos  desean  ver 
acabada  esta  obra  é  yo  mas.  En  pasando  Pascua ,  placien- 
do á  Dios,  pienso  de  añadir  otro  prelo,  de  manera  que  se 
hagan  seis  pruebas  al  dia.  V.  m.  me  avise  si  será  S.  M. 
servido  le  envíe  luego  un  Pentateuco,  en  acabándose,  de  los 
de  pergamino;  porque  pienso  enviarle  dos,  y  si  le  agra- 
dare ansí  será  el  uno  dellos  de  los  que  digo,  porque  vea  la 
obra  que  ha  mandado  hacer,  que  cierto  es  cosa  para  ala- 
bar á  Dios. 

El  duque  d'Alba  me  ha  scrito  esta  semana  que  vea 
las  librerías  de  Breda  y  Hauslrat ,  porque  se  han  de  vender, 
para  que  desfrute  yo  lo  que  hallare  bueno  para  S.  M.**.  En 


450 

estando  en  disposición  para  salir  de  casa,  iré  luego,  pla- 
ciendo á  Dios,  á  aquellos  lugares.  Ya  he  pedido  á  v.  m.  por 
muchas  veces  me  envíe  la  lista  de  los  libros  que  allá  hay 
en  la  librería,  porque  comienzo  á  comprar  otros  para  la  li- 
brería real.  Por  agora  no  se  me  ofrece  otra  cosa  acerca  de 
estas  materias.  En  Anvers  último  de  febrero  i  569. —  Besa 
las  manos  de  v.  m.,  B.  Arias  Montano. — Tiene  rúbrica. 


Copia  de  caria  autógrafa  de  Arias  Montano  á  Zayas,  De 
Anvers  á  i  de  marzo  de  i  569. 

Da  cuenta  de  hallarse  restablecido  de  su  enfermedad  y  de  estar  dis- 
puesto á  salir  de  Arabéres  á  desempeñar  una  comisión. — Catálogo 
de  libros  prohibidos. — Ha  terminado  la  impresión  del  Pentateuco 
y  ofrece  mandarlo  á  España  fuego  que  el  ponga  el  prólogo ,  ad- 
vertencias, etc. 

Archivo  general  de  Simancas.  —  Estado ,  legajo  núm.  583. 

Becibida  á  33.— Respondida  en  7  de  abril. 
ILUSTRE  SEÑOR. 

En  este  punto  me  avisa  Curiel  de  un  mensajero  secre- 
to que  va  á  España  de  parte  de  no  sé  qué  mercader ,  y  era 
cuando  yo  estaba  esperando  el  carro  para  ir  á  Breda,  y  da- 
me aviso  que  envíe  solamente  hasta  un  pliego  ó  dos.  Un 
dia  antes  habia  yo  enviado  á  Albornoz  un  pliego  con  har- 
tas cartas  para  v.  m.,  y  para  esa  corle,  y  para  Sevilla  tam- 
bién. Plega  á  Dios  todas  lleguen  á  manos  de  v.  m.  Esta 
no  me  sirvirá  de  mas  que  dar  á  v.  m.  noticia  de  mi  dispo- 
sición, que  no  es  tan  grave  como  estos  dias  pasados,  y 


451 

ansí  me  atrevo  con  la  ayuda  de  Dios ,  á  hacer  este  camino 
á  Breda  y  Haustrat,  y  de  vuelta,  si  estoy  para  tanto,  ha- 
bré de  llegar  á  Bruselas. 

Aquí  se  hace  un  catálogo  de  libros  que  se  vedan ,  en  el 
cual  entiendo  yo  por  mandado  del  duque,  y  sobre  él  otras 
cosas  habré  de  ir  á  Bruselas. 

El  Pentateuco  se  acabó  por  merced  de  Dios  á  prime- 
ro de  marzo.  V.  m.  rae  envíela  epístola  ó  prólogo,  porque 
no  le  falta  otra  cosa  sino  los  principios,  que  son  epístola  y 
advertimientos,  etc.  Y  suplico  á  v.  m.  me  escriba  mas 
largo  porque  aunque  v.  m.  me  acusa  de  negligente  en  es- 
cribir ,  si  aportaren  allá  mis  pliegos,  verá  v.  m .  que  ni  he 
sido  negligente  ni  corto.  A  todos  esos  mis  señores  beso  mu- 
chas veces  las  manos.  Nuestro  Señor  la  ilustre  persona  de 
V.  m.  prospere  en  su  servicio.  En  Anvers  4  de  marzo 
de  1569. — Besa  las  manos  de  v.  m.  su  servidor  mas  afi- 
cionado ,  B.  Arias  Montano. — Tiene  rúbrica. 

Sobre. — Al  ilustre  señor  Gabriel  de  Zayas,  mi  señor,  se- 
cretario de  Estado  de  S.  M.**  y  de  su  Consejo. — En  corte. 


152 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  á  Za- 
y  as.  De  Anvers  á  Q  de  abril  de  1569. 

Duélese  de  que  no  llegen  á  manos  de  Zayas  los  despachos  que  le 
envía. — Recuerda  la  recomendación  de  Chapín  Viteli  y  Guic- 
ciardini. — El  duque  de  Alba. — Libros  de  que  ha  tomado  nota, 
durante  su  comisión ,  para  mandar  á  España. — Sobre  la  impre- 
sión de  la  Biblia. — Desea  tener  alguna  noticia  acerca  de  los  nue- 
vos prelados  de  las  iglesias  de  Sevilla  y  Guadix. — Da  cuenta  de 
tener  en  su  poder  la  bula  de  su  pensión  y  agradece  á  Zayas  el 
interés  que  toma  en  este  punto. — Advertencias  sobre  la  prefa- 
ción y  título  de  la  Biblia  que  se  imprime  bajo  su  cuidado  y  di- 
rección.— Habla  del  epíteto  de  Philipica  que  pudiera  llevar  la 
Biblia. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm.  583. 

ILUSTRE  SEÑOR. 

Muchos  dias  ha  que  v.  ra.  me  aflije  con  pocas  cartas 
suyas,  y  esas  brevísimas;  si  es  castigo,  no  sede  qué  culpa, 
pues  quien  á  v.  m.  tanto  ama ,  no  puede  hacer  exceso  que 
merezca  tanta  pena,  cuanto  mas  que  no  siento  en  mi  cons- 
ciencia  falta  que  á  sabiendas  haya  hecho,  por  la  cual  deba 
con  paciencia  llevar  tal  aflicción.  Pocos  mensajeros  ha  ha- 
bido que  no  hayan  llevado  pliegos  mios ,  y  destos  ninguno 
hay  que  yo  haya  tenido  aviso  de  su  partida ,  con  el  cual  no 
haya  escrito.  Por  via  de  Francia  he  enviado  en  cinco  se- 
manas cuatro  envueltos ,  y  en  los  tres  dellos  algunos  plie- 
gos de  la  Biblia.  No  sé  si  todos  han  aportado  á  n:anos  del 
embajador.  En  una  que  tengo  suya  de  diez  desle  me  dice 
haber  recibido  un  despacho:  de  los  demás  no  hace  mención. 
Yo  sé  bien  que  se  ha  hecho  toda  la  diligencia  en  ellos,  y 


155 

que  se  encargó  el  maestre  de  postas  de  Bruselas  del  recado 
de  todos.  Cualquiera  que  se  me  pierda  tengo  por  grande 
desgracia;  mas  por  mayor  el  fallarme  las  cartas  y  consuelo 
consiguiente  de  v.  m.  Bien  entiendo  las  ocupaciones  de 
V.  m.;  mas  también  entiende  v.  m.  cuanto  yo  le  amo. 

Muchas  cosas  particulares  y  ajenas  y  encomendadas 
tengo  escritas  á  v.  m.  en  diversas  veces,  á  las  cuales,  por 
cumplir  con  buen  oficio  como  debo,  deseo  ver  respuesta, 
como  á  la  recomendación  del  doctor  Gemma,  al  negocio  que 
desean  el  marqués  Ciapin  Vitello  y  Guicciardino  acerca  del 
prior  de  Dunas;  y  lo  que  los  hebreos  del  Estado  de  ¡Milán 
tratan  sobre  sus  asientos  en  aquel  Estado  para  renovarlos, 
que  algunos  amigos  de  Véncela  de  nuevo  me  instan  en  ello 
con  ofrecimiento  de  servir  á  v.  ra.-el  favor  que  en  esto  les 
diere  para  que  se  efetúe.  Si  esto  es  cosa  que  con  poca  pesa- 
dumbre V.  m.  puede  cnlreprender,  responderles  hé  bien,  y 
trataré  con  ellos  lo  que  viere  ser  honesto  en  este  caso.  Suplico 
á  V.  m.  sea  servido  responderme  á  estas  materias  y  otras 
tales  que  en  mis  cartas  hay  lo  que  sea  muy  sin  pesadumbre. 

Estos  dias  estuve  en  Bruselas  donde  el  duque  D'Alba 
me  hizo  toda  merced  y  trató  conmigo  de  v.  m.  como  es  ra- 
zón ;  mas  quisiera  yo  con  el  amor  que  tengo  poder  lo  que 
puede  para  otras  muestras  de  la  afición  de  las  que  él  da. 
Entiendo  que  esto  es  común  con  todos,  y  ansí,  aunque  me 
duelo  que  con  v.  m.  no  se  haga  lo  que  es  razón,  no  me  ma- 
ravillo. Deseo  á  v.  m.  el  verdadero  premio  de  quien  no 
deja  cosa  que  buena  sea  sin  remunerar,  en  el  cual  creo  que 
V.  ra.  tiene  puestos  sus  ojos  y  esperanza  toda. 

Al  duque  di  razón  de  la  visita  que  hice  de  las  libre- 
rías de  Haustrat  y  Breda  ,  y  lo  poco  que  hallé  en  ellas ,  de 
lo  cual  él  pidió  una  lista  para  enviar  á  S.  M.,  por  saber 
lo  que  me  manda  se  haga  de  los  libros  que  yo  aparté;  si  es 


!54 

servido  se  junten  para  llevarlos  á  España  á  la  librería  real 
del  monasterio ,  ó  se  queden  para  la  librería  destos  Esta- 
dos, porque  el  presidente  Viglio  pretende  esto.  Por  lo  rae- 
nos  holgaría  que  S.  M.  pasase  allá  los  que  aparté  en  Breda, 
porque  son  libros  de  mas  eslima  que  yo  he  significado  acá. 
La  razón  es  que  estos  libros  son  los  originales  que  los  auto- 
res mismos  dedicaron  á  los  mayores  del  príncipe  de  Orange, 
y  aunque  algunos  andan  impresos  y  otros  no,  aun  los  que 
están  impresos,  están  en  grandes,  importantes  y  largas  par- 
tes defectuosos  del  original ,  y  no  en  sí  livianamente ,  sino 
que  por  ventura  hay  en  estos  originales  mas  que  la  tercia 
parte  de  ventaja  de  lo  que  se  halla  en  los  impresos.  Los  que 
aparté  en  Breda,  aunque  son  pocos,  costaron  mas  de  dos 
mili  escudos  á  escribir  é  illuminar,  y  por  ser  como  digo 
tan  perfectos  originales,  no  tienen  precio.  No  he  querido 
explicar  acá  tanto  esto  por  no  ponerles  mas  dentera  á  los 
que  pretenden  detenerlos  por  acá.  Si  S.  M.^  fuere  servido 
que  se  lleven  á  España ,  podrá  avisar  al  duque  haga  que 
se  aparten  de  aquellos  todos  los  que  á  mí  me  parecieren 
para  juntarlos  con  los  demás  que  voy  allegando  para  la  li- 
brería de  allá,  y  ansí  con  esta  disimulación  escogeré  aque- 
llos. Y  tornóme  á  afirmar  en  que  son  libros  de  mucha  im- 
portancia ,  mayormente  para  las  cosas  que  pertenecen  al  co- 
nocimiento de  estado,  guerra,  etc.  Solos  los  libros  de  la 
historia  inglesa  me  parecen  un  grande  tesoro,  cuanto  mas 
las  dos  historias  francesas  con  ellos. 

Por  muchas  he  pedido  á  vm.  el  catálogo  de  los  li- 
bros qne  tenia  Cenjas,  porque  quiero  ir,  placiendo  á  Dios, 
despachando  mis  negocios  en  servicio  de  S.  M.*^,  y  ahor- 
rando cuanto  pueda  el  tiempo.  Y  ansí  con  el  favor  de  Dios 
pienso  y  espero  hacer  en  lo  de  la  Biblia  universal ;  que  pa- 
sando Pascua  meteremos  tres  prelos  y  crecerá  mucho  la 


155 

obra ,  aunque  crezca  mi  trabajo  y  la  costa  á  Plantino ;  por- 
que allende  de  los  oficiales  de  la  composición  y  lirada,  se 
añaden  también  correctores,  que  es  lo  más  dificultoso  de 
haber.  Tenefhos  hasta  agora  cinco  que  entienden  en  esta 
obra:  los  dos  entienden  todas  las  lenguas;  los  tres  griego  y 
latin,  y  mas  yo  y  mi  ayudante,  con  el  cual  repaso  todas 
las  lenguas.  Es  tan  grande  el  deseo  que  todos  tienen  de  ver 
acabada  esta  santa  obra ,  que  á  mí  me  acrecientan  el  mió. 
Dios  lo  ordene  todo  para  su  servicio. 

También  deseo  saber  si  v.  m.  recibió  un  pliego  en  que 
enviaba  muestras  y  relación  de  unas  piedras  que  aquí  hay 
dignas  de  collocarse  en  alguna  obra  de  S.  M.**,  porque  son 
por  extremo  buenas  y  bien  aderezadas,  y  cuanto  veo  seme- 
jante lo  deseo  para  mi  rey,  porque  sé  lo  emplea  bien. 
V.  m.  me  dé  aviso  del  recibo  deste  pliego  y  de  la  estima 
que  allá  haya  acerca  desto. 

Acá  se  ha  dicho  que  hay  nombrado  arzobispo  de  Se- 
villa, y  no  se  declara  quién  sea,  aunque  el  prior  don  Fer- 
nando me  dijo  haber  oido  mentar  al  de  Santiago.  Deseo  á 
aquella  iglesia  un  principal  y  diligente  pastor.  También  de- 
seo saber  á  quién  se  ha  encargado  la  de  Guadix :  que  por 
ser  la  primera  que  mi  buen  padre  el  arzobispo  de  Valencia 
Ayala  sirvió,  le  deseo  siempre  otro  semejante  prelado. 

El  aviso  de  la  expedición  de  las  bullas  de  mi  pensión 
y  la  copia  del  breve  recibí :  de  todo  doy  muchas  gracias  á 
Dios,  y  reconozco  á  v.  m.  por  ministro  suyo  y  autor  mió, 
y  espero  en  la  divina  misericordia  que  no  se  arrepentirá 
V.  m.  de  lo  que  por  mí  hace.  El  breve  es  cumplido  y  su- 
perabundante, porque  Su  Santidad  y  el  buen  embajador 
responden  bien  al  deseo  de  v.  m. ;  que  sin  el  breve  basta- 
rán las  bullas  con  una  mención  en  ellas  de  mi  milicia,  y 
una  adiccion  in  quo  tecum  dispensamtis . 


156 

A  V.  m.  suplico  diga  al  señor  Laslanosa  que  me  envíe 
dineros  los  que  estuvieren  cobrados  míos  ahí  en  corle,  por- 
que ya  ha  dias  que  gasto  sobre  mi  palabra. 

La  prefación  que  á  v.  m.  al  principio  eAvié  iba  llena 
de  menudencias,  como  v.  m.  y  los  señores  mis  maestros 
y  amigos  de  Alcalá  avisaron;  y  bien  lo  estendí  yo  desde  el 
principio ,  aunque  estaba  bien  congojado  y  con  mucha  tris- 
teza al  tiempo  que  la  escribí,  como  v.  m.  advertirá  por  las 
mis  cartas  que  con  ella  iban  ,  y  por  eso  en  ellas  supliqué 
notasen  lo  que  se  debia  quitar  y  lo  que  habia  de  quedar. 
En  otras  que  después  escribí  dije  lo  mismo,  y  reconocí 
haber  muchas  particularidades  de  las  cuales  dejaba  el  jui- 
cio y  arbitrio  en  manos  de  v.  m.  y  de  los  que  mas  ordena- 
se ,  con  tal  que  en  lo  que  tocaba  á  las  personas  que  en  es- 
to han  entendido ,  ansí  nombrados  como  los  que  no  lo  son 
expresamente,  no  se  me  quitase  cosa;  porque  esta  obra  aun- 
que és  general  y  en  la  prefación  no  se  sufran  tantas  parli- 
cularidades,  no  puede  dejar  de  haber  algunas  que  concier- 
nen la  expedición  dclla,   y  el  orden,  consejo,  cuidado  y 
obra  que  se  ha  puesto  por  parte  de  S.  M.^  y  de  sus  minis- 
tros, y  el  deseo  que  todos  tienen  de  osla  obra,   y  el  honor 
de  los  que  de  veras  la  han  procurado  y  favorecido,  como 
son  el  rey,  el  presidente  y  Consejo  de  Inquisición,  Gabriel  de 
Zayas,  por  cuyas  manos  este  negocio,  como  cosa  de  Maj.** 
y  Estado  y  Religión  pasa,  conmemoración  de  la  diligencia, 
fée  y  habilidad  de  Plantino,  porque  en  toda  la  cristiandad 
es  tenido  y  llamado  el  mas  célebre  impresor  della ,  y  por 
tal  le  ha  enviado  el  papa  con  literas  misivas  á  mandar  que 
él  solo  imprima  el  Breviario  romano  en  estos  Estados,  y  en- 
viádole  un  ejemplar  correcto  sellado  para  ello ;  porque  por 
todas  estas  partes  se  conozca  haber  sido  bien  conocida  la 
importancia  de  esta  obra,  y  buscádole  todas  las  buenas 


i57 

comodidades.  El  duque  D'AIba  debe  también  ser  nombrado, 
porque  cierto  tiene  grande  cuenta  con  esto  y  está  muy  afi- 
cionado á  la  obra ,  habiendo  oido  lo  que  por  acá  se  dice 
della.  De  la  universidad  y  biblia  de  Alcalá  es  necesario  ha- 
cer honorífica  mención ,  por  haber  allí  sido  el  origen  desta 
obra,  y  por  habérselo  ansí  prometido  S.  M.*^ 

A  lo  que  en  el  advertimiento  se  dice  que  no  se  debe  lla- 
mar Biblia  philípica,  tienen  mucha  razón  de  que  no  se  impri- 
ma tal  título  en  una  obra  tan  grave  y  general;  empero  no  es 
esto  lo  que  yo  dije  que  el  impresor  pedia  sino  es  de  saber  que 
los  libros,  allende  de  sus  títulos  que  traen  prefijos,  suelen  ser 
llamados  entre  los  libreros  y  estudiantes,  etc.,  por  otros 
nombres  mas  breves,  con  que  se  señalan  y  distinguen,  ó  de 
los  lugares,  ó  de  las  personas,  ó  de  algunas  otras  notas,  y 
esto  es  práctica  común  en  los  libros  raros  ó  impresos  en  di- 
versas partes ,  como  de  las  Biblias  mismas  oimos  Biblia 
complutensia,  véneta,  constantinopolitana,  romana,  Biblia 
Roberti  Stephani,  Tigurina  Benedicti,  etc.,  y  de  otros  libros 
ansimismo  como  Tabulas  Alfonsinae,  y  esto  no  está  impreso 
en  los  libros  ansí,  sino  de  la  razón  dellos  resulta  para  nota 
y  abreviación.  Conforme  á  esto  Plantino  y  otros  muchos 
que  han  sido  deste  parecer,  decían  que  el  nombre  abreviado 
y  de  nota  debía  salir  del  principal  áuspice  y  autor  de  esta 
impresión,  que  íuese  pkilippica  ó  philippensia  como  com- 
plutensia. Y  si  á  esos  señores  no  les  parece  que  esto  se  deba 
admitir,  seguiremos  su  consejo;  empero  no  puede  escapar 
de  tener  un  nombre  en  sí  entre  mercaderes  y  estudiantes, 
y  siendo  del  rey,  -es  mas  á  su  honor  y  celebración.  Cuanto 
toca  á  la  infancia  del  nombre  Philipica  que  de  suyo  sea 
odioso  en  parle,  es  cierto,  ansí  que  fué  odioso  á  PhiUppo 
Macedón  y  á  sus  fautores  el  título  que  Demóstenes  puso  á 
sus  oraciones  contra  él ,  y  que  el  que  Cicerón  puso,  no  fué 


.     i58 

tanlo  por  hacer  odiosas  sus  oraciones ,  cuanto  porque  com- 
pelia  con  Demóslenes  en  elocuencia,  y  ofreciéndosele  seme- 
jante negocio  demostrar  su  libertad  contra  otro  príncipe 
como  la  mostró  Demóstenes  contra  el  suyo,  quiso  dar  tal 
título  por  illustrar  mas  su  hecho  y  libertad,  y  ansí  no  pre- 
tendió tanto  en  el  nombre  de  Philípica  vejar  á  Marco  An- 
tonio ,  cuanto  dar  muestra  de  que  sus  oraciones  no  tenían 
menos  nervios  que  aquellas  famosas  de  Demóstenes,  y  ansí 
fueron  estimadas  por  la  mas  alta  obra  que  él  en  este 
género  hizo,  como  los  oradores  antiguos  lo  notan,  y  al- 
guna deltas  tiene  epíteto  de  divina  y  celebérrima ,  como  la 
llama  Juvenal. 

Quam  te  conspicuce  divina  Philippica  famce, 
Volueris  aprima  quce próxima,  etc»  (1) 

Y  el  nombre  Philippicus  no  es  de  suyo  odioso ,  lo  cual 
se  prueba  por  la  moneda  de  oro  que  en  Grecia  y  casi  por 
todo  el  mundo  corrió  en  tiempo  de  Philipo,  y  de  su  poste- 
ridad y  sucesores,  que  se  llama  hasta  hoy  Philípicos.  Y 
aquí  en  estos  Estados,  hay  una  de  plata  que  tiene  seme- 
jante nombre  de  nuestro  rey.  De  no  ser  el  nombre  muy 
latino  en  significación  pasiva  en  que  lo  usaron  Demóste- 
nes y  Cicerón  es  la  verdad ;  empero  en  significación  activa 
y  posesiva  es  muy  usado  y  regular,  ansí  que  no  me  parece 
inconveniente  el  decirse  destos  nombres  Phih'ppica,  ó  Phi- 
lippensia  ó  Philippina ;  y  esto  no  toca  á  nosotros,  sino  como 
digo  á  los  libreros  é  impresores. 

Holgara  mucho  que  v.  m.  y  esos  señores  me  enviaran  no- 
tada y  corregida  la  epístola ,  para  que  yo  en  todo  siguiera  su 

(1)  Son  tomados  estos  versos  del  libro  IV,  Sátira  X. 


159 

guía.  Con  esta  envío  la  misma,  empero  abreviada  de  todas 
las  menudencias  que  abreviándola  se  pudieron  fácilmenle 
caer;  otras  quedaron  porque  son  algo  gruesas  y  no  caben  por 
mi  harnero,  mayormente  que  de  los  antiguos  hallo  semejan- 
tes ejemplos  como  en  Ensebio,  que,  contando  el  hecho  de  Pto- 
lomeo  acerca  de  la  traducción  de  los  70,  aunque  es  historia 
y  breve,  pone  muchas  menudencias  de  personas  y  cosas, 
y  muchas  mas  el  libro  que  anda  publicado  con  el  título  de 
Arisleas  sobre  el  mismo  cuento:  porque  con  tales  menu- 
dencias encarecen  aquellos  autores  el  cuidado  y  afición  que 
el  rey  y  los  de  su  Consejo  pusieron  en  aquel  negocio. 

Parecióme  tan  bien  el  consejo  del  señor  Ambrosio  de 
Morales  que  le  hiciese  á  la  epístola  exordio  con  alguna  doc- 
trina ,  que  luego  lo  puse  por  obra.  No  sé  si  les  contentará 
á  vs.  mds.:  á  mí  sí  mucho  lo  que  allá  me  mandaren  ó  se- 
ñalaren que  haga.  Y  sepa  v.  m.  que  tenemos  acabado  to- 
do el  Pentateuco,  bendito  Dios,  y  no  nos  falta  que  poner 
mas  que  esta  epístola  y  las  demás  que  pertenecen  á  la  direc- 
ción de  los  letores  en  el  uso  de  la  obra:  que  estas  como  no 
son  sino  índices,  cuasi  no  serán  menester  enviarlas  allá.  Tam- 
bién se  están  corlando  tres  tablas  de  cobre  para  poner  en 
los  títulos  desle  primero  cuerpo,  que  todas  tres  servirán 
de  símbolo  y  argumento  del  libro;  estas  he  imaginado  á 
contemplación  del  señor  don  Luis  Manrique.  Será  la  estam- 
pa dellas  extremada ,  porque  cuestan  mucho  á  cortar,  y  se 
hacen  muy  despacio.  En  estando  acabadas  enviaré  á  v.  m. 
las  muestras.  Cuestan  las  dos  planchas  á  cortar  ochenta  es- 
cudos; la  primera  no  la  he  aun  dibujado,  porque  no  me 
faltan  ocupaciones. 

El  duque  D'Alba  ha  proveído  al  doctor  Gemma ,  hijo  de 
Gemma  Phrisio,  de  la  letura  de  medicina  por  elecion  dqj 
nuigislrado  de  Lovaina,  informado  de  sus  muchas  virtu- 


160 

des  y  letras.  Todavía  suplico  á  v,  m.  por  la  carta  en  su  fa- 
vor y  honor;  porque  será  dorar  sobre  plata,  y  á  él  añadirle 
ánimo  para  sus  buenas  ejercitaciones.  Y  si  á  v.  m.  parecie- 
re, que  en  la  caria  se  haga  mención  de  tener  S.  M/  noticia 
de  la  buena  elección  y  provisión  que  el  duque  ha  hecho, 
y  aprobarlo  y  encomendarlo  para  lo  de  adelante  por  sus 
buenas  partes,  que  son  muy  raras,  y  por  los  méritos  de  su 
padre. — Nuestro  Señor  la  illuslre  persona  de  v.  m.  prospere 
en  su  servicio.  En  Anvers  6  de  abril  de  1569. — Besa  las 
manos  de  v.  m.  su  servidor  amantísimo,  B.  Arias  Mon- 
tano.— Tiene  rúbrica. 

Sobre. — Al  illustre  señor  Gabriel  de  Zayas,  mi  señor,  se- 
cretario de  Estado  de  S.  M,**  y  de  su  Consejo — En  corte. 


Copia  de  una  lista  de  libros  en  cuya  carpeta  dice  de  letra 
de  Arias  Montano  (1): 

Lista  de  los  libros  qoe  aparté  eo  Haastrat  y  Breda. 

Dentro. — libros  que  en  haustrat  se  apartaron. 

Decrelum.  — De  mano  de  Montano: — Manuscrip. 

Líber  de  penilentia,  MS. 

Confessionale  Antonini  cum  alus  anllquaí  impressionis. 

Apparatus  Innocentii  4.",  MS. 

Clemenlinse,  MS. 

Magisler  Senlentiarum ,  MS. 

Speculum  historíale,  MS. 

Bernardus  Guidonius,  de  nominibus  Pontificum,  MS. 

(4)  Va  dentro  de  la  carta  precedente 


161 

Tres  libri  expositionuin  decretalium ,  MS. 
Fr.  Petras  Praemonstralensis  in  Psalmos,  MS. 
Le  second  liure  de  Tristan ,  MS. 
Fortalitium  fídei,  antiquae  impressionis. 
Verbum  abreviatura. 
Biblia,  impressa  1475. 
Bonifacii  decreta ,  MS. 

Cassianus,  de  institutione  sacerdotum,  impressus. 
Dispulalio  catbolici  et  infidelisR.  LuUii,  MS. 
Summa  C,  MS. 

Postillae  Fr.  Thomoe  Anglici,  MS. 
Glossarium  super  Decrelum,  MS. 
Summa  Fr.  Johannis  Alberti  de  vitüs,  MS. 
Petrarcha,  de  remediis  utriusque  fortunae,  MS. 
Richardus  de  Media  Villa,  super  sentenlias,  MS. 
Gesta  tempore  Godefridi  Bulonii,  MS. 
Chrónica  d'Aragon,  impresa. 
Le  jardín  de  devotion,  MS. 
Ogier  le  Danois,  en  rithme,  MS. 
Recueil  des  premiere  s  voyages  de  Ch.  V.,  MS. 
Ordonnances  pour  redification  de  la  raaison  á  Bruges. 
Les  chevaliers  fameux ,  imprimé. 
Des  estáis  du  Duc  de  Bourgogne,  MS. 
Les  chroniques  de  Dom  Pedro,  imprimé. 
Speculum  Durandi,  MS. 
Policie  de  la  ville  de  Hedmfort,  MS. 
L'Historie  de  M.  Gerard  de  Roussillon,  MS. 
L'ordre  des  obseques  de  madame  Anne  de  France ,  MS. 
Condoleanees  de  la  mort  du  tres  victorieux  Duc  de  Bour- 
gogne. 
Les  erreurs  de  Luther,  a  l'empereur  Charles. 
Descriplio  alicujus  porlus.  Granate  obsessio. 

Tomo  XLí.  il 


i62 

„         ,,.     íPiclurae  seu  delineationes  diversarum  gen- 
/     liura,  cum  nonnullis  aliis  delineationibus 
figurarum. 


monumenti.     ) 


BREDAE-  SEQUENTES    MANÜSGRIPTI  ,    OMNES    IN  PERG AMENO. 

Petrarcha,  ilalicé. 

Les  chroniques  de  France,  en  frangois. 

Les  hsloires  de  Froissard,  en  frangois. 

Modus  et  ralio,  en  frangois. 

Le  liure  de  monsieur  de  Gourcy. 

Psalmi,  arabicé. 

L'histoire  de  M.  Jehan  Millet,  en  frangois. 

L'hisloire  de  Monslrelet,  en  frangois. 

La  premiere  guerre  des  romains ,  en  frangois. 

Gerard  de  Roussillon ,  en  frangois. 

Les  clironiques  d'Angleterre ,  en  frangois. 

L'histoire  de  Gillon  de  Trasignies,  en  frangois. 

Bocachardiere ,  en  frangois. 

Les  oeuvres  de  Molinet,  en  frangois. 

La  genealogie  des  frangois. 

Speculum  humanfe  salvationis. 

L'histoire  des  pisans,  en  frangois. 

Busclialus,  en  frangois. 


463 


Copia  de  carta  autógrafa  de  Arias  Montano  á  Zayas.  De 
Anvers  á  i  de  julio  i56í>. 

Pídele  COQ  grande  cDcarecimiento  que  le  envíe  nuevas  de  su  sa- 
lud.— Viaje  de  Plantino  á  París  con  objeto  de  proveerse  de  al- 
gunas cosas  para  la  impresión  de  la  Biblia. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado ,  legajo  núm.  58o. 

A  los  tres  desle  llegó  á  esta  villa  un  correo  despachado 
de  Medina  con  cartas  de  diez  del  pasado,  y  con  nuevas 
de  Sevilla  no  buenas;  y  por  ninguna  parte  he  podido  sa- 
ber de  V.  ra.,  ni  visto  carta  suya,  ni  tenido  aviso  de  la 
salud  de  mis  hermanos  en  Sevilla.  Estoy  tan  afligido  deslo 
que  no  sé  de  mí,  y  con  mis  pensamientos  que  acerca  de 
los  que  bien  quiero  jamas  reposan,  hago  doscientos  discur- 
sos á  la  hora,  y  todos  tristes.  Por  amor  de  Dios  que  v.  m. 
no  deje  venir  correo  con  quien  siquiera  una  palabra  no  me 
escriba ,  y  esta  sea  la  mas  importante  á  mi  salud  ,  que  sea 
aviso  déla  de  v.  m.  y  de  los  que  v.  m.  sabe  debo  amar. 
Porque  ha  pocos  días  escribí  á  v.  m.  largo,  y  agora  no  ten- 
go cosa  nueva ,  sino  tristeza  y  cuidado  que  no  me  deja  en- 
tender en  cosa  que  me  dé  gusto,  no  seré  mas  largo  en  esta. 

El  buen  Plantino  se  parte  á  París  un  dia  después  de  la 
fecha,  á  procurar  cosas  para  esta  santa  obra.  El  besa  las 
manos  de  v.  m.,  é  yo  las  de  mi  señor  don  Luis  Manrique. 
Nuestro  Señor  la  illustre  persona  de  v.  m.  prospere  en  su 
servicio.  En  Anvers  4  de  julio  4C69. — Besa  las  manos  de 
V.   m.  su  servidor,  B.   Arias  Montano. —  Tiene  rúbrica. 

Sobre. — Al  illustre  señor  Gabriel  de  Zayas,  mi  señor, 
secretario  de  Estado  de  S.  M.  y  de  su  Consejo. — En  corte. 


464 


Copia  de  caria  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  á  Za~ 
yas.  De  Anvers  á  9  de  julio  de  1569 

Dice  que  ha  mandado  unas  biblias  manuales  y  para  qué  personas 
venian  destinadas,  con  algunas  muestras  de  la  que  se  impriraia 
bajo  su  dirección. — Manifiesta  sus  deseos  de  ir  á  Roma,  y  pide 
que  se  le  dé  alguna  comisión  á  este  fin. — Ofrece  mandar  luego 
el  frontispicio  del  Pentateuco  y  algunas  cosas  para  el  impresor 
Alonso  Gómez. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm.  583. 

Diez  dias  ha  que  escribí  á  v.  m.  y  envié  con  aquellas 
carias  dos  biblias  de  las  pequefiitas  que  Plantino  ha  hecho, 
la  una  para  S.  M."'  y  la  otra  para  v.  m.,  con  condición  que 
V.  m.  no  la  dé  y  por  tanto  se  puso  el  nombre  de  v.  m.  en 
las  labias  ut  habeas  perpetuum  ¡j.vn[j.¿avvov  amicii 

Parecióme  de  hacer  encuadernar  otra  para  S.  M.*^  en 
una  forma  de  encuademación  que  á  mí  me  agrada  mucho, 
la  cual  va  con  esta  también  encomendada  á  este  correo 
Chatellar,  que  es  uno  de  los  hombres  honrados  que  andan 
en  el  viaje  y  muy  aficionado  á  v.  m.  y  deseoso  de  le  ser- 
vir. Va  juntamente  con  ella  otra  para  el  señor  don  Luis 
Manrique,  y  protesto  y  requiero  á  vs.  mds.  que  si  se  quie- 
ren servir  destas  por  ser  tan  manuales  y  tan  córrelas  y 
agraciadas,  no  las  den  á  persona  alguna;  porque  acá  hay 
pocas:  que  se  han  ido  todas  en  manos  de  caballeros  y  de 
religiosos,  y  no  sabemos  cuando  podrá  Plantino  imprimir 
otra  tal. 

Con  las  otras  dos  que  he  dicho  iban  también  muestras 
de  la  biblia  grande,  el  principio  de  Josué  y  un  ejemplar 
del  Spino  del  Cardenal,  pintado  ó  impreso,  y  otro  del  deSire- 


4t)5 

lia.  Yo  lo  encomendé  bien  á  Albornoz  para  que  hiciese  po- 
ner cobro  en  ello.  Plega  á  Dios  haya  tenido  buen  viaje  el 
que  lo  llevó. 

Con  los  pergaminos  que  Albornoz  envía  á  v.  m.  va  un 
pliego  de  lo  que  se  estampa  en  pergamino,  para  que  S.  M."* 
lo  vea,  si  no  han  llegado  los  cofres  del  señor  don  Luis  Man- 
rique, donde  iban  todas  las  muestras.  Yo  esloy  con  cuidado 
grandísimo  por  no  saber  de  la  salud  de  v.  m.  y  de  la  de 
las  prendas  que  tengo  en  Sevilla,  de  donde  no  tenemos  por 
acá  buenas  nuevas.  A  v.  m.  suplico  me  consuele  y  saque 
destas  sospechas  con  darme  aviso  de  cómo  está  v.  m.  y 
aquella  casa  suya  de  Sevilla. 

Por  una  que  no  sé  si  ha  aportado  á  manos  de  v.  m.,  le 
daba  á  entender  mi  deseo  de  ver  una  vez  á  Roma ,  porque 
no  la  he  visto,  y  para  persona  de  mi  profesión  y  del  nombre 
en  que  v,  m.  ha  querido  ponerme,  importarme  hía  mucho  dar 
una  vista  á  aquella  corte  siquiera  por  un  mes,  y  pudiéndose 
ofrecer  algún  negocio  en  que  yo  fuese  encaminado  por  v.  m. 
en  servicio  de  S.  M.**,  estando  en  esta  tierra,  tal  como  á  tra- 
tar de  la  indulgencia  de  Su  Santidad  para  las  cosas  que  en 
esta  tierra  han  pasado,  habiendo  ya,  bendito  Dios,  en  ella  la 
grande  enmienda  que  hay,  ó  con  otro  cualquier  nombre 
que  V.  m.  sabria  ordenar  para  una  tal  mi  jornada;  porque 
aunque  la  hiciese  en  tanto  que  esta  obra  se  acaba,  no  baria 
mucha  falta  mi  ausencia  por  tres  ó  cuatro  meses,  en  los 
cuales  se  podrían  imprimir  las  gramáticas  y  vocabularios  y 
otras  semejantes  cosas  que  se  añaden  para  facilitar  las  len- 
guas. Y  si  no  hubiese  comodidad  en  este  medio  tiempo,  lo 
podría  V.  m.,  placiendo  á  Dios,  ordenar  para  cuando  esto 
se  concluya:  que  con  la  voluntad  y  á  favor  de  nuestro  Señor 
espero  será  en  dos  años,  porque  en  uno  acabaremos  el  viejo 
testamento.  Deslo  no  tengo  mas  que  decir  sino  significarlo 


466 

á  V.  m.,  á  cuyo  cuidado  sé  que  está  mas  rui  honor  y  como- 
didad que  al  mió  propio. 

Presto,  placiendo  á  Dios,  enviaré  las  muestras  del  princi- 
pio del  Pentateuco  que  de  tres  están  ya  cortadas  las  dos. 
Ya  por  otras  he  dado  aviso  á  v.  m.  que  tengo  comprada 
buena  parte  de  las  cosas  que  pide  Alonso  Gómez,  el  impre- 
sor, y  que  él  no  tenerlas  ya  allá  está  por  lo  de  Inglaterra. 

Suplico  á  V.  m.  me  avise  como  le  va  á  mi  señora  doña 
Mariana  y  á  su  casa,  y  como  estamos  en  su  gracia  v.  m. 
é  yo,  y  si  pretende  v.  m.  de  me  tornar  á  hospedar  á  ella, 
cuando  Dios  quiera  que  yo  allá  torne. 

Vuestra  merced  me  avise  si  han  aportado  ya  acórtelos 
cofres  de  aquellos  señores  y  las  cosas  que  iban  en  ellos  para 
V.  m.,  cuya  ilustre  persona  Nuestro  Señor  prospere  en  su 
servicio.  En  Anvers  9  de  julio  1569. — Besa  las  manos  de 
V.  m.  su  servidor,  B.  Arias  Montano. —  Tiene  rúbrica. 

Sobre. — Al  ilustre  señor  mi  señor  Gabriel  deZayas,  se- 
cretario de  Stado  de  S.  M.*^  y  de  su  Consejo — En  corte. 


Copia  de  puntos  de  carta  del  doctor  Arias  Montano  á  Za- 
yas.  De  7  de  enero  1570. 

Archivo  general  de  Simancas.  —  Estado,  legajo  núm.  S83. 

Que  ha  tomado  setecientas  docenas  de  pargaminos  para 
S.  M.,  y  de  Hierónimo  de  Curiel  mili  y  quinientos  escudos 
para  la  paga  dellos.  Pide  se  prevenga  á  contadores  mayo- 
res para  que  hagan  buena  esta  partida. 

Que  en  Lovaina  están  ocupados  tres  jueces  y  un  notario 
todos  los  dias,  dos  horas  cada  dia,  y  el  notario  mas  de  cua- 
tro, en  la  censura  y  vista  de  lo  que  pertenesce  á  la  Biblia. 


167 

Son  liombres  doctos  y  versados  en  lo  de  las  lenguas ,  y 
dan  su  parecer  y  refieren  á  la  universidad  lo  que  importa. 
Es  razón  darles  alguna  satisfacción  honoraria,  por  lo  menos 
un  vaso  de  plata  de  á  20  escudos  á  cada  uno.  Querría  saber 
si  se  los  podrá  dar  á  cuenta  de  gastos  extraordinarios. 

Refiere  lo  que  por  otras  tiene  escrito  del  doctor  Becano, 
afirmando  que  para  servir  á  S.  M.  de  médico  y  de  filósofo 
é  historiador,  y  para  el  particular  gusto  que  S,  M.  tiene  del 
conocimiento  de  cosas  naturales,  no  se  hallará  hombre  mas 
á  propósito  que  él.  Desea  que  S.  M.  le  mandase  dar  algún 
don  honorario  de  collar ,  ó  cadena  ó  vaso,  porque  lo  meresce 
mucho. 

Que  la  obra  de  la  Biblia  va  tan  buena  ^  con  tanta  per- 
fección que,  siendo  forzado  acrescentar  el  gasto  hasta  20 
mili  escudos,  no  hay  quien  no  crea  que  se  gastan  mas  de  60 
mil.  Ayuda  mucho  á  esto  la  buena  industria  de  Plantino. 

Usa  de  gran  diligencia  y  ardid  para  allegar  libros  ma- 
nuscriptos  originales  para  la  librería  de  S.  M.*^  Tiene  ya 
mas  de  70  que  le  han  costado  la  décima  parte  de  lo  que  á 
otro  se  vendieran.  Tiene  en  su  poder  los  que  halló  en  Haus- 
trat,  y  de  París  le  han  traido  otros  griegos.  Con  estos  y  los 
suyos  manuscriptos,  de  que  piensa  hacer  heredera  la  li- 
brería de  S.  M.*,  dice  se  podrán  juntar  hasta  500,  que  de- 
sea se  pusiesen  en  la  librería  en  pieza  aparte. 


IC8 

Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  al  du- 
que de  Alba,  De  Anvers  á  iZ  de  hebrero  de  1570. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm.  583. 

( Sobre  el  repartimiento  de  los  4,000  florines  cada 


Cabpeta. 


I      año  que  se  da  á  los  ingleses. 


ILLMO.    Y  EXCMO.  SEÑOR. 

Francisco  Inglefid  vino  aquí  á  los  once  deste,  y  trajo 
la  lisia  de  los  ingleses  religiosos ,  y  clérigos ,  y  estudiantes 
y  legos  que  hay  en  estos  Estados  en  Lovaina,  Brujas,  An- 
vers, Malinas,  Bergas,  Duay  y  en  otras  partes.  Pusimos 
en  tres  capítulos  la  suma  de  lo  que  S.  M.*^  les  hace  mer- 
ced, repartida  á  tres  monasterios  que  S.  M.*,  pidiéndolos 
á  la  reina  de  Inglaterra,  hizo  venir  á  estos  Estados,  que 
son  de  personas  nobles  y  necesitadísimas.  Se  constituyeron 
primeramente  sus  porciones  á  razón  de  cuarenta  y  cinco  flo- 
rines por  año  á  cada  persona ,  que  es  lo  menos  que  pudi- 
mos arbitrar  para  comida  y  vestido:  que  de  ninguna  parte 
tienen  socorro  estos. 

El  segundo  capítulo  fué  de  personas  nobles,  doctas, 
y  despojadas  de  sus  bienes,  algunos  dellos  por  ser  muy  no- 
loria  su  pobreza ,  y  que  no  tienen  de  dónde  la  remediar.  Se 
les  asignó  cierta  porción.  Entre  estos  es  uno  en  quien  estu- 
vimos diferentes  Inglefid  é  yo,  por  no  saber  la  voluntad  de 
V.  E.  en  este  particular,  y  es  Edmundo  Hargat,  que  In- 
glefid decia  debérsele  particularmente  asignar  cien  flori- 
nes, por  ser  recomendado  encarecidamente  á  V.  E.,  é  yo, 
diciendo  que  no  tenia  tal  noticia  y  que  era  poco  paño  para 


169 

cortar  y  cubrir  muchos,  no  me  conformaba  con  él,  y  am- 
bos dejamos  este  nombre  á  la  disposición  y  mandato  de  V.  E. 
En  el  tercero  capitulo  restaban  cincuenta  y  seis  perso- 
nas entre  sacerdotes,  estudiantes  y  legos,  los  cuales  son 
pobres;   empero  algunos  dellos  personas  que  podrán,  el 
tiempo  andando ,  hallar  comodidades  con  que  puedan  vivir 
sin  la  limosna  ,  y  otras  muy  necesitadas  que  no  pueden  en- 
cubrir sus  necesidades,  y  otras  que  las  encubren  lo  mejor 
que  pueden ,  mas  que  tienen  noticia  dellos  y  de  sus  necesi- 
dades ciertos  buenos  sacerdotes,  que  son  como  maestros  y 
consoladores  de  |los  demás.  Y  porque  era  poco  el  resto  en- 
tre tantos  pusimos  una  de  dos  formas,  dejando  á  V.  E.  la 
aprobación  de  cual  mejor  le  pareciere  :  la  una  fué ,  que  el 
número  de  aquellas  personas  honradas  y  beneméritas,  alas 
cuales  se  asignase  una  cierta  porción  cada  año,  llegase  á 
diez  y  siete  nombrados ,  y  que  el  resto  del  dinero  se  repar- 
tiese cada  año  por  manos,  arbitrio  y  consciencia  de  cinco 
repartidores ,  personas  principales  que  nombramos ,  y  estos 
lo  repartiesen  á  las  personas  que  se  nombran  en  el  tercero 
dicho  capitulo,  conforme  á  la  necesidad  y  dignidad  que 
ellos  conocían  en  cada  uno;  porque  a  eslos  les  sería  cierto 
cuando  uno  tenía  necesidad,  y  cuánta  y  cuándo  salía  della, 
y  escribirían  cada  año  la  razón  deste  repartimiento ;  porque 
repartirlo  nosotros  por  nombres  era  cosa  incierta,  y  allende 
desto  estar  nombrada  la  porción  que  á  cada  uno  se  le  ha- 
bía de  dar,  era  indigno  del  nombre  de  limosna  real,  no 
pudiendo  caber  á  cada  uno,  unos  con  otros,  ocho  ó  diez 
florines ,  y  era  la  misma  cosa  y  mas  cierta ,  y  con  mas 
honrado  título  decir  mili  florines,  para  que  se  repartan  en- 
tre los  demás,  conforme  á  la  necesidad  del  que  la  tuviere. 
Esta  fué  la  primera  forma  que  va  con  esta. 

La  segunda  fué  que  |>or  parecer  también  ¡wca  la  parte 


i  70 

que  á  los  dolores  y  personas  dignas  se  !es  asignaba  en  aquel 
número  de  diez  y  siete,  que  era  á  unos  cuarenta  y  á  otros 
veinte,  etc.,  quedasen  nombrados  los  cuatro  que  tenian 
manifestísima  necesidad  y  ningún  socorro,  y  los  demás  fue- 
sen con  los  otros  al  arbitrio  de  los  repartidores;  porque 
ellos  admitirían  y  echarían  fuera  al  que  les  pareciese  tenía 
ó  no  tenía  necesidad  de  la  dicha  limosna,  y  temían  su  libro 
de  la  razón  deslo  cada  año.  Ambas  van  con  esta  parar  que 
V.  E."  lo  mande  ordenar  como  mas  servido  sea. 

Una  cosa  tengo  por  aviso ,  en  la  cual 
■  V.  E.*  mandará  dar  la  orden  que  sea  servi- 
do: que  á  los  monasterios  de  Brujas  se  les 
debe  entera  la  limosna  de  todo  el  año  pasa- 
do, cumplido  por  la  Navidad  próxima,  que 
no  se  les  ha  dado,  porque  dicen  han  tenido 
dificultosa  cobranza,  y  han  comido  sobre  taja 
á  esperanza  de  cobrar. 

Inglefid  se  encarga  de  la  cobranza  de 
aquí  adelante,  y  del  entrego  á  las  personas 
nombradas  y  á  los  repartidores.  Y  suplico  á 
V.  E.*  sea  servido  mandar  nombrar  día  de 
las  soluciones,  y  poner  en  buenos  sitios  la  pa- 
ga deljos  en  cosas  que  sean  cierlas ;  porque 
dicen  haber  andado  nueve  meses  tras  los  de 
finanzas,  por  cobranza  de  una  limosna  parti- 
.,     ,        ,    cuhr,  uno  8l  quien  se  libró.  Los  advertimien- 

Jl  margen  ae  '  ^ 

otra  letra.  (os  aceíca  de  las  emprentas  envió  en  este  pa- 

i^dí'Íos°?aca?I  ^wefó  á  Juan  de  Vargas,  que  por  mandado  de 

tes  para  la  pubii-  y  g  a  ^^  j^g  |^^  euvíado  á  pcdír. — Cuya 

Illustrísima  y  Excma.  persona  y  casa  Nues- 
tro Señor  prospere  en  su  servicio. — En  An- 
vers  13  de  febrero  1570. — Illmo.  yExcmo. 
señor. —  Besa  las  illustrísimas  manos    de 


cacion. 


i7i 

V  .E.'suciiado  y  capellán,  B.  Arias  Montano. — Tiene  rú- 
brica. 

Sobre. — Al  Illustríslmo  y  Excmo.  señor  el  duque  D'Al- 
ba,  raí  señor,  en  su  corte. 

Con  esta  carta  se  halla  la  lista  nominal  de  los  ingleses 
que  debían  participar  de  esta  limosna. 


Copia  de  carta  autógrafa  de  Arias  Montano  á  S.  M.  De 
Anvers  á  40  de  mayo  de  4570. 

Da  cuenta  del  estado  de  la  impresión  de  la  Biblia  y  de  haberse 
pnesto  dos  prensas  mas  á  fin  de  terminarla  cuanto  antes. — Catá- 
logo de  libros  prohibidos  y  reforma  de  las  escuelas  en  los  Paises 
Bajos. — Observaciones  que  ha  tenido  ocasión  de  hacer  en  la  visi- 
ta de  ciertas  librerías. — Códices  escritos  en  varias  lenguas  y 
gran  número  de  impresos  adquiridos  para  la  del  Escorial. — Sis- 
tema que  debería  adoptarse  para  conservar  en  esta  los  manus- 
critos originales  y  lo  que  se  practica  sobre  este  punto  en  las  bi- 
bliotecas de  Italia. — Falta  de  dinero  para  continuar  la  impresión 
de  la  Biblia,  por  la  ausencia  de  Gerónimo  Curiel,  y  medio  que 
ha  discurrido  para  atender  á  esto. — Lentitud  con  que  se  hace 
en  Roma  la  corrección  de  la  Vulgata. 

Archivo  general  de  Simancas.  —  Estado,  legajo  núm.  583, 

S.  C.  R.  M.*» 

Cuando  Dios  fué  servido  que  yo  cayese  de  la  enferme- 
dad peligrosa  que  tuve  este  invierno ,  estando  los  médicos 
y  los  demás  en  duda  de  mi  vida,  ninguna  cosa  me  daba 
tanta  pena,  en  la  consideración  de  salir  della,  cuanto  lo  que 
á  todos  les  parecía  desta  santa  y  real  obra  que  por  servicio 
de  Dios  y  de  V.  M.'*  aquí  se  hace,  la  cual  quedarla  corla- 


172 

da  y  destroncada ,  ae  manera  que  no  podría  tan  preslo  tor- 
narse á  poner  su  orden  para  proseguirla,  á  causa  de  la  mu- 
chedumbre y  variedad  de  personas  que  en  ella  entienden, 
y  de  las  cosas  que  son  necesarias  para  su  cumplimiento , 
y  que  por  tener  yo  mediana  inteligencia  deslo  parecia  ser 
cosa  dificultosa  y  de  muy  mas  excesiva  costa  de  la  que  se 
hace,  si  yo  faltara  en  este  tiempo.  Y  el  no  poder  yo  acabar 
este  servicio  de  la  iglesia  que  tanto  importa  á  los  católicos, 
y  de  que  tanto  renombre  se  sigue  perpetuamente  á  V.  M.* 
me  era  mas  penoso  á  considerar  que  la  consideración  de  la 
misma  muerte.  Puesto  que  yo  me  tenia  persuadido  que,  lle- 
vándome Dios,  él  sabia  lo  que  hacia  y  hacia  lo  que  á  mí  me 
cumplía ,  y  él  sabría  muy  bien  hallar  y  levantar  ministros 
mas  idóneos  que  yo,  pues  que  puede  de  las  piedras  levantar 
hijos  á  Abrahan,  y  que  la  obra  se  acabaría,  pues  es  tan 
santa  y  tan  á  su  servicio,  y  el  mayor  tesoro  de  sabiduría 
que  en  la  tierra  hay,  dado  por  beneficio  suyo  á  los  hombres 
para  grande  provecho  dellos  mismos  y  para  gloria  de  su 
santo  nombre;  y  con  esta  consideración  me  consolaba 
también  en  esta  parte.  Fué  su  grande  misericordia  servida 
de  pasarme  del  peligro  y  dejarme  en  la  tierra,  contra  la  es- 
peranza de  los  que  me  vieron  en  el  aprieto  de  la  enferme- 
dad, y  desde  entonces  le  he  suplicado  y  suplico  me  dé  gra- 
cia para  que  yo  emplee  la  vida  que  me  dejare  en  su  servi- 
cio y  en  el  de  V.  M.**,  que  va  muy  encaminado  al  suyo;  y 
ansí  por  quien  él  es  me  ha  dado  ánimo  y  en  mis  pocas  fuer- 
zas de  convalescencia  aliento  para  que  hayamos  pasado 
muy  adelante,  porque  me  ha  crecido  en  extremo  desde  mi 
enfermedad  el  deseo  de  ver  acabada  esta  santa  empresa ;  y 
ansí  traté  con  Plantino  que,  aunque  fuese  á  mas  diligencia 
y  costa  suya,  y  ocupación  mía,  acrecentásemos  los  pre- 
los,  y  donde  había  antes  dos  en  que  se  imprimían  dos 


473 

pruebas  al  dia  pusiésemos  otros  dos,  uno  ordinario  cada 
dia  y  otro  tras  ordinario  para  los  adherentes  de  la  obra ;  y 
ansí  lo  habernos  hecho  después  que  yo  me  hallé  con  mas 
alivio,  y  prosiguimos  cada  dia  mas  imprimiendo  ordinaria- 
mente un  lernio  y  algunas  veces  un  pliego  mas,  y  puesto 
que  me  sea  necesario  estar  cada  dia  once  horas  estudiando, 
escribiendo,  recorriendo  y  visitando  lo  que  se  hace  y  ha 
de  hacer,  y  esto  también  las  fiestas  como  los  otros  dias, 
me  hace  Dios  merced  de  poner  la  mano  en  ello,  de  mane- 
ra que  se  me  acrecientan  antes  los  spíritus  que  no  se  me 
disminuyen.  Estarán  cuatro  cuerpos  acabados  dentro  de 
quince  dias,  placiendo  á  Dios:  que  no  faltará  en  ellos  mas 
que  el  caldeo  de  los  Proverbios  de  Salomón ,  por  el  cual  yo 
he  escrito  al  secretario  Zayas  y  á  Alcalá  de  Henares  para 
que  de  allí  se  me  envíe;  porque  toda  la  lección  ordinaria 
desta  Biblia  quiero  que  vaya  conforme  á  los  ejemplares  de 
España.  En  la  obra  trabajan  siempre  cuarenta  hombres, 
cada  cual  en  su  orden,  y  menester  es  una  cosa  para  ala- 
bar á  Dios,  y  no  viene  persona  de  entendimiento  á  esta  vi- 
lla que  no  vaya  á  ver  la  armonía  y  frecuencia  que  hay  en 
casa  de  Plantino,  y  el  artificio  que  hay  para  esta  obra. 
Espero  en  el  que  todo  lo  perfecciona  que  saldrá  la  mayor 
cosa  que  jamás  se  ha  visto  ni  pudo  pensar,  y  que  ni  los  de 
buena  y  santa  intención  y  que  tienen  buen  juicio  tengan 
que  desear  ni  nuestros  adversarios  que  tachar. 

El  duque  D'Alba  por  servicio  de  V.  M.'^  me  mandó  el 
año  pasado  hacer  un  catálogo  de  los  libros  que  entendiese 
debian  ser  reprobados,  para  repurgar  las  librerías  deslos  Es- 
tados. Yo  lo  hice  y  conforme  á  él  se  repurgaron ,  é  yo  asis- 
tí á  la  repurgacion  de  las  dcsta  villa,  y  fué  Dios  servido 
que  se  hizo  por  todas  partes  bien  y  sin  perjuicio  de  persona. 
Después  di  aviso  que  para  hacer  un  catálogo  cumplido  era 


174 

necesario  escribir  á  las  universidades  y  obispos,  para  que 
ellos  diesen  noticia  de  todos  los  malos  libros  que  habian 
parecido  en  esta  tierra  estos  tiempos  pasados,  ansí  vulga- 
res como  latinos ,  y  ansí  se  hizo ,  y  después  se  celebró  una 
junta  en  Bruselas,  de  los  inquisidores  generales,  el  obispo 
de  Bolduque,  al  presente  de  Anvers,  y  Tiletanus,  que  ya  es 
fallecido,  y  el  deán  de  Bruselas  que  V.  M.*^  ha  hecho  obis- 
po en  Bolduque,  y  Fray  Alonso  de  Contreras,  Tjue también 
es  difunto,  y  á  ella  fui  yo  mandado  ir  para  que  allí  se  vie- 
sen los  avisos  de  los  obispos  y  universidades,  y  se  diese  or- 
den en  hacer  el  catálogo  general  para  purgar  toda  la  tier- 
ra. En  la  consulta  que  duró  diez  dias  se  determinaron  tres 
cosas:  la  una  fué  la  ordenación  y  disposición  del  catálogo, 
la  cual  remitieron  á  mí  los  diputados ,  con  los  avisos  y 
acuerdos  que  para  ellos  fueron  necesarios.  El  catálogo  se 
hizo  bien  cumplido,  y  juzgando  las  cosas  con  mucha  equi- 
dad ,  el  cual  se  ha  publicado  acá  y  se  obedece  con  grande 
observancia.  Yo  di  un  ejemplo  al  duque  para  que  lo  envia- 
se á  V.  M.''  y  otro  para  el  inquisidor  general;  porque  en- 
tiendo ser  úlil  en  todas  partes,  y  ansí  también  lo  llevan  á 
Italia,  y  á  Francia  y  al  obispado  de  Lieja. 

La  segunda  cosa  que  resultó  de  la  consulta  fué  el  orden 
que  se  podría  tener  para  que  las  impresiones  de  estos  Esta 
dos  fuesen  muy  fieles  y  seguras;  porque  dello  resultaría  sa 
nidad  en  la  doctrina  para  toda  la  cristiandad,  y  grande  utili 
dad  y  renombre  por  esta  parte  en  estos  Estados  de  V.  M.'' 
y  del  orden  y  capítulos  que  útilmente  se  podrían  considerai 
en  esta  razón,  yo  di  la  suma  por  mandado  del  duque,  y 
porque  á  V.  M.**  le  ha  agradado  este  acuerdo  se  vaya  po- 
niendo en  efecto;  espero  en  Dios  será  muy  provechoso  á 
toda  la  iglesia. 

La  tercera  fué  la  reformación  de  las  escuelas  de  mo- 


i75 

chachos  y  maestros  dellas,  lo  cual  también  se  va  enla- 
biando: guíelo  Dios  todo  á  su  servicio  y  al  de  V.  M.* 

Restaba  una  cosa  que  es  importantísima  á  toda  la  igle- 
sia, y  que  el  concilio  de  Trento  en  su  catálogo  decretó,  y  to- 
do el  mundo  la  desea  ba,  sino  que  por  falta  de  ejecución  esta- 
ba muerta  con  grande  daño  y  perjuicio  de  personas  y  dine- 
ros, y  es  que  hay  muchos  libros  que  andan  éntrelas  manos 
públicamente,  que  tienen  necesidad  de  ser  repurgados,  ó  por 
tener  ellos  mismos  en  la  lección  principal  cosas  no  tan  sa- 
nas como  conviene ,  ó  por  haber  en  ellos  anotaciones  en 
parte  muy  útiles,  y  en  parle  dañosas.  En  este  número  en- 
tran las  obras  de  S.  Agustín  y  S.  Gerónimo  y  Tertuliano, 
y  otros  autores  graves.  El  concilio  determinó  que  semejan- 
tes libros  se  repurgasen,  y  ansí  se  vée  decretado  en  las  re- 
glas del  catálogo  del  Concilio  que  van  en  el  catálogo  que 
aquí  se  ha  hecho,  de  que  V.  M."*  tiene  un  ejemplo.  Desque 
se  celebró  el  concilio,  todo  el  mundo  ha  deseado  ver  esta 
corrección  y  repurgacion,  y  nunca  se  ha  hecho  por  haber  po- 
cos que  quieran  emprender  obras  públicas  sin  interese. 

Agora  en  esta  Junta  que  en  Bruselas  se  hizo ,  se  ordenó 
modo  con  que  en  estos  Estados  de  V.  M.*^  pudiese  hacerse 
esta  repurgacion  de  semejantes  libros  buenos,  y  provecho- 
sos, repartiéndose  los  libros  entre  las  universidades,  y 
obispos  y  letrados  caliíicados  que  acá  hay;  yo  di  razón 
desto  al  Duque  y  me  ofrecí  á  la  parte  de  diligencia  que  en 
ello  me  cupiese ,  y  di  aviso  de  los  repartimientos  como  se 
podrían  hacer  con  comodidad  y  del  modo  que  se  tenia, 
para  que  no  hubiese  necesidad  de  gastar  dineros  en  esta  re- 
purgacion, y  hale  agradado  al  Duque,  conociendo  cuan  im- 
portante cosa  es  esto  para  toda  la  iglesia,  y  está  comenzada 
la  tratación  desto,  que  entiendo  bien  será  una  de  las  cosas 
dignísimas  del  nombre  y  providencia  de  V.  M.'',  allende 


Í76 

del  servicio  de  Dios  ,  que  de  aquí  resultará.  Creo  que  el 
Duque  dará  cuenta  desto  á  V.  M.**  y  será  obra  de  V.  M.** 
el  animarle  á  que  lo  concluya  y  efectúe. 

El  otoño  pasado  comencé  á  hacer  visita  por  las  libre- 
rías de  las  abadías  destos  Estados ,  y  hallé  mucho  destrozo 
hecho  en  libros  originales ,  que  por  negligencia  se  habian 
perdido  y  vendido  á  libreros  y  encuadernadores  en  estos 
años  pasados,  y  estos  eran  en  todas  facultades,  y  cada  dia 
se  disminuían  mas;  y  entendí  del  ingenio  de  la  gente  de 
por  acá,  que  si  le  pidiese  alguna  persona  grave  un  solo  li- 
bro, el  menor  de  todos,  comprado  ó  prestado,  no  lo  darían, 
pensando  ser  algún  grande  tesoro ,  y  por  otra  parte  vi  que 
habian  vendido  ó  perdido  grandes  piezas  de  buenos  autores. 
Acordé  diferir  el  cumplimiento  de  la  visita  hasta  hacer  una 
diligencia,  que  no  me  ha  sucedido  mal,  de  que  el  Duque 
está  muy  contento,  y  fué  disimuladamente  enviar  á  los  li- 
breros comarcanos  de  los  monasterios,  para  que  comprasen 
todo  lo  que  pudiesen  de  libros  originales  en  pergamino,  por- 
que desta  manera  habríamos  algunos  para  la  librería  real 
que  V.  M."'  instituye  en  Sant  Lorenzo,  y  ansí  me  han  traído 
buena  suma  dellos  en  tan  buen  precio,  que  si  yo  comprara 
tres  dellos  de  las  mismas  abadías,  me  costaran  mas.  Hánme 
traído  cosas  de  provecho,  y  otras  que  no  sirven  mas  de 
para  pergamino  viejo ;   porque  yo  di  orden  á  que  se  com- 
prase todo,  y  lo  que  no  es  de  provecho  lo  doy  á  los  impreso- 
res en  el  mismo  precio  casi ;  porque  yo  lo  he  comprado  de 
manera  que  los  buenos  me  salen  baratísimos.  También  he 
hecho  traer  á  mi  posada  los  libros  que  hallé  en  Haustrat, 
que  algo  valían. 

De  París  me  escribieron  los  días  pasados  enviándome 
lista  de  unos  libros  griegos  que  se  vendían  originales, 
si  los  quería  haber  para  V.  M.^  y  la  nota  de  lo?  precios 


177 

con  ellos ;  y  porque  yo  no  puedo  sufrir  que  el  rey  com- 
pre mas  caro  que  sus  vasallos ,  y  por  esto  he  procurado 
siempre  comprar  en  mi  nombre,  respondí  que  no  eran  muy 
necesarios  aquellos  libros  á  V.  M.**;  empero  que  yo  los  lo- 
ma ria  como  un  estudiante  particular  y  pobre,  si  me  los 
daban  en  la  tasa  que  los  envié  como  yo  los  habia  comprado 
en  Venccia  y  en  Trenfo,  y  en  otras  partes;  y  escribí  á  un 
amigo  que  hiciese  diligencia  en  habérmelos  y  pagarlos  por 
mí,  y  plugo  á  Dios  que  me  los  hubo  en  menos  de  sesenta 
escudos,  habiéndome  pedido  mas  que  ciento  y  veinte.  Yo  los 
estoy  esperando  que  me  vengan  de  Paris:  venidos  los  haré 
encuadernar  al  modo  de  los  demás  que  para  la  librería  de 
V.  M.**  encuaderno,  porque  aquí  se  hace  esto  bien,  y  en 
buen  precio,  y  enviaré  la  lista  de  todos  los  originales  que 
tengo,  ansí  griegos  que  compré  el  año  pasado  de  Andrea 
Griego,  que  traia  de  Venecia  para  Inglaterra,  como  latinos 
que  he  habido  destas  abadías. 

También  he  hecho  traer  de  Alemania,  deFrancaforl,  y 
de  León,  y  de  Paris,  buena  copia  de  libros  impresos  para  el 
enriquecimiento  de  la  librería  de  V.  M.**,  los  cuales  también 
hago  encuadernar.  Espero  en  Dios  hará  V.  M.'*  un  grande 
tesoro  en  esta  materia  de  tanto  lustre  y  provecho. 

Servicio  de  V.  M."^  y  provecho  grande  seria  de  la  libre- 
ría, que  V.  M.*^  mandase  hacer  en  la  librería  misma  una  pie- 
za aparte  ó  atajada  con  muro  ó  con  reja  de  madera ,  que  fue- 
se como  tesoro  de  los  libros  originales,  porque  aquellos  han 
de  servir  por  ejemplares  perpetuos,  y  por  piedras  de  toque 
de  la  verdad ,  y  no  es  necesario  que  estén  en  la  comunidad 
de  los  otros  que  han  de  estar  expuestos  al  uso  de  todos  los 
que  quisieren  estudiar  en  ellos;  y  estando  ansí  guardados, 
serán  mas  estimados  en  el  monasterio,  y  con  mas  curiosi- 
dad consullados  de  las  personas  doctas  que  dellos  se  qui- 
ToMO  XLI.  12 


178 

sieren  aprovechar,  y  libres  del  peligro  que  suelen  tener  se- 
mejantes originales,  que  ó  los  hurtan  los  que  saben  qué  va- 
lor tienen,  ó  los  mozos  los  despedazan  por  quitarles  las  illu- 
minaciones,  ó  para  el  uso  del  pergamino  los  despojan.  Yo 
tengo  originales  que  valen  mas  de  mili  escudos ,  y  no  los 
daría  yo  por  ningún  precio  para  ser  quito  dellos.  Son  he- 
braicos, griegos,  caldeos  y  latinos,  y  los  tengo  mandados 
en  mis  testamentos  á  la  librería  de  los  originales  de  vues- 
tra Majestad.  Con  una  mediana  pieza  que  se  apartase  en  la 
librería  hasta  doce  cobdos  en  cuadro ,  ó  á  proporción  desto, 
bastaría.  En  las  librerías  de  Italia  tienen  los  libros  raros 
en  cajas  con  llaves  cada  una  en  su  caja ,  y  ansí  hacen  más 
venerable  la  auctoridad  del  libro. 

Por  ser  forzado  Gerónimo  de  Curiel  de  ir  á  España  á 
entender  en  sus  negocios  con  Bernuy,  no  puede  concluir  la 
suma  que  V.  M.^  le  ha  mandado  prestar  á  Plantino  para  im- 
presión de  esta  santa  obra,  y  para  que  consiguientemente 
yo  vaya  comprando  los  libros  para  la  librería  y  parando 
esto,  se  hace  un  daño  grande  á  Plantino,  y  la  obra  se  de- 
tiene. Por  servicio  de  V.  M.*^  y  buenandanza  de  la  obra,  he 
rogado  á  un  amigo  mió,  vasallo  de  V.  M.**,  de  Górdoba, 
que  vive  aquí  en  Anvers,  que  tome  con  comodidad  la  resta 
que  no  puede  ya  tomar  Curiel ,  y  éílo  hace  de  muy  buena 
voluntad ,  porque  es  muy  hombre  de  bien  y  aficionadísimo 
al  servicio  de  V.  M.**,  y  muy  erudito  en  letras  y  lenguas,  y 
según  opinión  pública,  el  mas  sano  desta  bolsa,  en  la  co- 
modidad del  tomar  estos  dineros.  Será  V.  M.*^  también  ser- 
vido como  del  que  mejor  lo  pueda  y  sepa  hacer.  Llámase 
Fernando  de  Sevilla.  A  V.  M.^  suplico  mande  á  su  tesorero 
cumpla  las  cédulas  que  se  le  libraren  por  el  dicho  en  esta 
razón  con  carta  mia. 

De  lo  que  en  Roma  se  hacia  en  corrección  de  la  tra- 


i  79 

duccion  vulgata,  me  han  enviado  la  parte  que  estaba  he- 
cha, para  que  la  ponga  en  el  aparato  que  se  añade  á  esta  de 
V.  M.^;  empero  es  casi  nada  todo,  aunque  lo  enviasen  aca- 
bado, en  comparación  de  la  mucha  diligencia  que  acá  po- 
nemos en  esto  y  otras  cosas ;  y  en  un  mes  se  hace  aquí 
mas  que  en  Roma  en  un  año,  como  ellos  mismos  lo  con- 
fiesan. Por  la  relación  que  antes  rae  hablan  dado  el  pa- 
triarca de  Aquileya ,  que  Dios  tenga  en  su  gloria ,  y  el  car- 
denal Granvela,  bien  conjeluraba  yo  que  no  era  mucha 
cosa.  Todavía  les  escribo  que  hagan  cuanto  mas  pudieren, 
que  mano  puesta  ayuda  hace;  empero  yo  sé  que  nunca 
acabarán,  y  cuando  aca|jaren,  en  un  cuaderno  al  fin  de  la 
obra  puede  ir  todo  ello.  Dios  dé  á  V.  M.^  Vitoria  contra  sus 
enemigos  á  ensalzamiento  de  su  fé,  y  prosperidad  y  vida 
cuanta  este  su  vasallo  y  criado  le  desea. — En  Anvers  9  de 
mayo  4570.— S.  C.  R.  M.*^— Besa  los  pies  de  V.  M.*^  su 
capellán  y  criado,  B.  Arias  Montano. — Tiene  rúbrica. 

Sobre. — A  la  S.  C.  R.  M.**  nuestro  señor— En  manos  del 
secretario  Zayas. 


180 


Copia  (Je  carta  autógrafa  de  Arias  Montano  á  Zayas.  De 
Anvers  á  9  de  octubre  de  d570. 

Siente  la  mudanza  de  gobierno  de  los  Países  Bajos ,  y  que  se  dé 
licencia  al  duque  de  Alba  para  retirarse  de  aquellos  Estados. — 
Desea  que  se  le  envíen  ciertos  cuadernos  de  la  universidad  de 
Alcalá ,  para  la  conclusión  de  la  Biblia,  y  un  privilegio  del  rey 
en  favor  de  Planlino. — Aprueba  el  parecer  de  que  esta  obra  se 
ofrezca  á  Su  Santidad. 

Archivo  general  de  Simancas.  —  Estado,    legajo  núm.  583. 

ILLUSTRE    SEÑOR. 

Tengo  grandísima  pena  de  la  mudanza  que  he  entendi- 
do hay  en  el  gobierno  desta  tierra;  porque  he  visto  como 
han  caminado  hasta  aquí  las  cosas  della  y  al  punto  en  que 
han  llegado,  y  que  para  el  buen  asiento  dellas  faltaba  aun 
alguna  parte  que  no  sé  cómo  se  concluirá  con  nuevos  minis- 
tros, los  cuales  primero  que  tengan  experiencia  del  estado 
de  la  tierra  y, de  los  hiftnores  que  agora  mueven  á  las  gen- 
tes, habrá  pasado  algún  tiempo,  y  en  tanto  no  sé  si  las 
cosas  caminarán  para  adelante;  mas  pues  es  esta  la  volun- 
tad de  S,  M.'\  pienso  que  terna  bien  visto  lo  que  cumple  al 
servicio  de  Dios  y  suyo,  que  es  lo  que  mas  importa  en  todo. 
Plega  á  Nuestro  Señor  dar  tan  buen  suceso  como  yo  lo  de- 
seo: que  cierto  el  celo  del  bien  común  que  depende  del  asien- 
to de  la  religión  católica,  y  de  la  paz  y  buena  justicia  me 
hace  estar  siempre  en  cuidado;  y  desque  supe  en  secreto 
que  al  duque  d'Alba  se  le  había  dado  la  licencia  que  ha  pe- 
dido, tengo  grandísima  congoja.  Yo  cierto  nunca  fuera  de 
parecer  que  se  le  diera   [)or  agora ;   empero   el   Consejo 


181 

de  S.  iM/  irá  mucho  mejor  fundado  que  mi  deseo  y  pare- 
cer ,  y  entiendo  que  S.  M-''  habrá  escogido  persona  cual 
cumpla  al  bien  de  la  cristiandad  y  servicio  suyo.  Mientras 
en  esta  tierra  Dios  me  tuviere  y  S.  M.*^,  serviré  en  lo  que  me 
fuere  mandado  según  mi  pobre  talento,  y  entre  tanto  y 
siempre  donde  estuviere  rogaré  á  Nuestro  Señor  por  las  co- 
sas de  su  iglesia,  y  por  el  bien  de  los  cristianos,  y  vida  y 
prosperidad  de  mi  rey. 

Yo  espero  con  harto  deseo  los  cuadernos  que  se  me  han 
de  enviar  de  Alcalá  para  la  perfección  desta  santa  Biblia,  y 
espero  también  la  prefación ,  digo  lo  que  parecerá  acerca 
della  á  aquellos  mis  señores  de  Alcalá.  Y  con  esta  envío  una 
forma  del  privilegio  que  S.  M.^  mandará  dar  en  favor  de 
Plantino,  de  la  cual  v.  ni.  mandará  hacerlo  que  fuere  ser- 
vido. Yo  por  obedecer,  concebí  aunque  con  priesa  y  emba- 
razo estos  pocos  borrones  ó  muchos.  De  la  sentencia  desta 
se  pueden  sacar  las  carias  que  se  escribirán  á  los  principes 
de  l%.cristiandad  para  que  ellos  también  den  sus  privilegios 
por  el  mismo  tiempo  en  honor  y  aplauso  de  la  buena  obra 
que  S.  M.'*  ha  hecho  en  esto  y  en  favor  de  Plantino,-  que 
tanto  merece  ser  favorecido  de  todos  los  cristianos.  Y  en- 
tienda V.  m.  que  estamos  ciertos  que  ningún  particular,  por 
muy  rico  que  sea ,  emprenderá  á  imprimirse  semejante  obra 
entera  en  la  forma  que  esta  saldrá;  porque  es  cuenta  clara, 
visto  lo  que  lleva  de  obra  y  de  costa,  que  para  tornarla  á  im- 
primir, trasladándola  puntualmente  desta,  é  imitándola  en 
todo,  serán  menester  mas  de  40  mili  escudos,  dejando  á 
parte  las  personas  que  en  esta  obra  se  han  ocupado  de 
ordinario,  muy  necesarias  como  se  verá  por  la  narración 
que  se  hará  en  su  lugar  acerca  desto ;  porque  aunque  se 
gastase  un  grande  tesoro  no  se  juntarían  las  personas  que 
aquí  en  Lovaina  ha  Dios  juntado  para  este  efecto,  las  cua- 


482 

les  tampoco  no  eran  necesarias  cuando  ya  otra  vez  se  hu- 
biese de  imprimir  esta  Biblia ;  porque  no  será  menester  si- 
no buen  corrector,   y  sacar  deste  original,  que  ya  está 
apurado  por  mucho  trabajo  y  estudio;  mas  con  todo  eso 
era  necesario  grande  dinero,  y  si  no  fuese  algún  príncipe 
no  lo  pudiese  emprender:  y  espero  que  príncipe  ninguno 
podrá  llegar  á  semejante  obra  aunque  la  quiera  emprender. 
Hay  empero  en  esta  obra  muchas  partes  que  salen  ago- 
ra á  luz  debajo  del  nombre  de  S.  M.^,  las  cuales  podrían 
imprimir  algunos  particulares  por  ser  muy  útiles,  y  en  esto 
podría  venir  grande  perjuicio  á  Planlino;  porque  otros  ha- 
llarían molido  y  cernido  lo  que  con  grandísimo  trabajo  y 
grande  costa  de  Plantino,  y  mucho  estudio  de  los  que  nos 
han  ayudado,  agora  saldrá  á  luz;  y  siendo  necesario  tor- 
narse á  imprimir  semejantes  partes,  es  buen  derecho  que 
las  imprima  Plantino,  pues  tanto  le  ha  costado  llegarlo  has- 
ta este  punto.  Los  privilegios  de  los  otros  príncipes  y  seño- 
rías allende,  que  son  necesarios  para  que  esta  obra  corra  por 
todas  partes  con  nombre  de  S.  M.*^,  son  también  muy  de- 
centes al  honor  que  á  S.  M.**  todos  deben  en  esta  parte  de 
la  religión  como  en  las  demás;  porque  servirán  de  apro- 
bación y  aplauso  de  un  tan  santo  consejo  y  efeto  cuanto  es- 
ta obra  trae  consigo  y  muestra. 

El  ofrecer  esta  obra  á  su  Santidad  en  siendo  acabada, 
como  á  nuestro  principal  y  cabeza  de  la  iglesia  católica , 
para  cuyo  uso  principalmente  esta  obra  se  hace ,  tengo  por 
acertadísimo  consejo  y  por  cosa  necesaria  y  de  grande  de- 
coro al  honor  de  S.  M.^,  que  será  cosa  gratísima  á  toda  la 
corte  romana ,  y  un  ejemplo  grande  y  consuelo  de  los  ca- 
tólicos, y  que  S.  M.*^  envíe  á  ello  persona  idónea  que  entien- 
da las  partes  de  la  obra,  y  la  elegancia  y  uso  dellas,  y  dé 
buena  relación  de  lodo  á  su  Santidad ,  y  saque  la  bendición 


185 

y  buena  gracia  del  pontífice  con  una  bulla  en  favor  de  la 
obra  y  honor  de  S.  M.*^  y  commodo  de  su  protolipógrafo. 
Y  en  este  acuerdo  convienen  también  todas  las  personas 
doctas  y  religiosas  de  acá  con  el  parecer  de  los  de  allá; 
porque  demás  de  ser  estos  tiempos,  en  los  cuales  las  cosas 
semejantes  tienen  mayor  gracia,  ofreciéndose  á  la  iglesia, 
tenemos  también  muchos  ejemplos  de  nuestros  antepasa- 
dos ,  reyes  y  príncipes  que  ansí  lo  hicieron  en  cosas  aun 
de  menor  cualidad ,  y  mas  que  el  papa  tiene  mucha  noticia 
desta  obra,  y  la  mandó  visitar  y  bendecir  por  su  nuijcio, 
que  envió  aquí  con  el  estoque  al  duque  de  Alba,  y  vino  de 
Bruselas  aquí  á  verla.  Este  ofrecimiento  será,  agradando  á 
S.  M/,  después  de  concluida  la  obra,  y  para  entonces 
conviene  que  estén  ya  acá  los  privilegios ,  primeramente 
el  de  S.  M.**,  que  v.  m.  me  podría  enviar  despachado  por 
via  de  estado,  por  ante  v.  m.,  y  los  demás  hacer  que  los 
embajadores  de  Francia,  Alemania,  Venecia,  Portogal (no 
sé  si  este  hará  al  propósito)  me  envíen  con  brevedad  los  pri- 
vilegios que  simplemente  confirmen  é  sus  diciones  lo  que 
S.  M.  manda  en  la  suya  propia,  ó  como  v.  ra.  mejor  juzgare 
que  convendrá  pedirlo. 

No  me  ha  avisado  v.  m.  si  aportaron  á  sus  manos  las 
simientes  que  al  principio  deste  verano  pasado  envié  para 
los  jardines  de  S.  M.**  . 

Nuestro  Señor  la  illustre  persona  de  v.  m.  prospere  en 
su  servicio.  En  Anvers  9  de  octubre  de  1570. — Besa  las 
manos  de  V.  M.**  su  servidor ,  B.  Arias  Montano. —  Tiene 
rúbrica. 

Sobre. — Al  illustre  señor  mi  señor  Gabriel  de  Zayas,  se- 
cretario de  Estado  de  S.  M.^  y  de  su  Consejo — En  corle. 


18i 


Copia  de   carta   autógrafa  de  Arias   Montano   á  Zayas. 
Anvers  á  9  de  octubre  de    1570. 

Pide  que  se  le  satisfagan  sus  gajes  para  atender  á  sus  necesida- 
des.—Dice  que  el  duque  de  Alba  le  ha  comunicado  en  secreto  su 
partida. — Recomienda  á  un  joven  flamenco  por  su  buena  forma 
de  letra  y  su  conocimiento  en  lenguas. — Conveniencia  de  que  se 
impriman  los  breviarios  y  misales  en  Ambéres.— Solicita  para 
Plantino  una  ayuda  de  cinco  ó  seis  mil  florines.— Número  de 
ejemplares  que  se  imprimen  de  la  Biblia,  tanto  en  papel  como  en 
pergamino,  y  precio  á  que  podrán  venderse. 

Archivo  general  de  Simancas.  —  Estado,  legajo  núm.  385. 

ILLUSTRE    SEÑOR. 

Con  esta  van  dos  cartas  de  Fernando  de  Sevilla ,  una 
para  v.  m.  y  otra  para  el  tesorero.  V.  m.  mandará  que  se 
cumplan;  porque  allende  del  servicio  de  S.  M."*  recibiré  yo 
en  ello  grande  merced;  poi'que  si  hubiese  menester  pedir  aquí 
grande  summa  de  dineros ,  me  la  darían  estos  señores  de  la 
nación,  todos  sobre  mi  palabra:  y  bien  saben  esto  losqueacá 
gobiernan ,  y  no  es  por  mas  que  por  su  virtud ,  y  porque 
entienden  de  mí  no  trataré  sino  verdad. 

También  sepa  v.  m.  que  desque  salió  Lastanosa  de  esta 
corte,  no  he  recibido  un  real  de  mis  gajes ,  y  se  me  debe  ya 
cerca  de  un  año ,  ó  lo  que  parecerá  perlas  cuentas.  Quedó 
esto  á  cargo  del  señor  doctor  Luzon.  V.  m.  le  mande  hablar 
una  palabra,  porque  yo  tengo  mucha  costa  y  mucha  ver- 
güenza para  pedir  prestado. 

Los  cofres  de  v.  m.  llevarán  estos  señores  cuando  se 
vayan.  El  duque  me  ha  certificado  su  ida  en  secreto,  etc. 


i8ü 

Plcga  á  Dios  la  elección  liccha  sea  muy  acertada.  Aunque 
no  quisiera  mudar  patrones  mientras  aquí  estuviese,  toda- 
vía será  forzado  entrar  en  nuevos  conocimientos.  V.  m.  ha- 
ble allá  como  suele  y  sabe  para  que  yo  esté  en  gracia,  puesto 
que  pai  a  mí  sería  lo  mas  gustoso  no  ser  conocido  de  per- 
sona sino  de  v.  m. 

Avíseme  v.  m.  si  será  servido  de  un  mozo  de  diez  y 
nueve  años,  bien  nacido  y  de  honestas  costumbres,  harto 
modesto  y  de  buen  parecer.  Entiende  bien  latin ,  y  habíalo 
muy  espedilameute;  es  muy  humilde,  y  escribe  muy  bien 
la  letra  francesa  y  otra  italianiJla,  conforme  está  un  capí- 
tulo que  envío  á  v.  m.,  que  el  arcediano  de  Brabante  es- 
cribió acerca  de  la  prefación  de  la  Biblia.  Yo  le  conozco  de 
mas  de  dos  años.  Habla  latin,  flamenco  y  francés;  es 
natural  de  San  Andomado.  Porque  v.  m.  me  había  escrito 
de  un  tal  que  lo  hiciese  procurar  en  Lovaina,  he  pensado 
en  este,  y  sé  que  será  perpetuo,  porque  es  hijo  de  nobles 
padres,  y  que  lo  ternán  por  muy  buena  suerte  que  su  hijo 
sirva  á  v.  m.  Sabe  también  algo  de  griego,  y  toca  de  laúd 
y  tecla. 

Estando  escribiendo  esta,  recibí  la  de  v.  m.  de  20  del 
pasado,  que  vino  por  la  via  de  D.  Francés,  y  no  me  avisa 
V.  m.  en  ella  si  recibió  los  breviarios  que  iban  para  el  car- 
denal y  para  el  arzobispo  de  Valencia ,  y  el  que  iba  para  el 
licenciado  Ortega,  de  mi  orden ,  capellán  de  S.  M.^,  con  su 
diurnal. 

Huelgo  que  haya  llegado  allá  mi  carta  en  que  yo  Ira- 
taba  del  útil  que  se  podría  sacar  de  los  breviarios  en  servi- 
cio de  S.  M."'  Torno  á  afirmar  por  esta,  que  si  S.  M-**  es 
servido  deslo,  sacará  por  lo  menos  el  tercio  mas,  mandán- 
dolos imprimir  aquí  que  allá;  y  allende  desto ,  la  obra  será 
buena  y  sin  tachas,  como  las  han  tenido  v  tienen  cuantos 


186 

se  imprimen  en  Roma  y  Venecia,  que  son  intolerables.  Yo 
sé  qu$  cosa  es  impresión,  y  cómo  se  imprime  allá,  y  á  qué 
precio  y  en  cuál  forma,  y  la  dificultad  que  hay  en  impri- 
mir dos  colores;  y  torno  á  decir,  que  la  melad  por  menos 
se  ganará  y  aventajará,  imprimiéndose  acá.  E  yo  daré  in- 
venciones con  que  allende  del  breviario  haya  oíros  aprove- 
chamientos que  necesariamente  acrecienten  la  codicia  de 
comprar  los  breviarios. 

Lo  mismo  será  de  los  misales  que  saldrán  de  aquí  con 
grandísima  ventaja,  y  valdrán  muy  mas  barato  y  sacará 
dellos  S.  M.^  una  grande  cantidad  de  escudos. 

Habrá  cuatro  dias  que  el  pontífice  envió  á  Plantino  el 
privilegio  del  misal,  con  el  mismo  misal  y  aviso  de  que  ha 
costado  una  infinidad  de  dineros  hasta  llegarlo  al  estado  en 
que  está,  y  v.  m.  vea  cuan  desgraciada  cosa  es.  Y  en  el  pri- 
vilegio da  también  á  entender  el  pontífice  lo  mucho  que  les 
ha  costado.  Y  sepa  v.  m.  que  son  sus  parientes  los  que  lo 
imprimen,  los  cuales  ha  querido  enriquecer  por  esta  via. 
Piden  á  Plantino  el  décimo  de  los  misales  que  imprimiere; 
que  sea  este  décimo  para  su  Santidad ,  dados  aquí  en  An- 
vers,  y  que  se  lleven  de  aquí  á  cosía  de  los  romanos.  Esta 
condición  tenga  v.  m.  secreta,  porque  no  quieren  se  sepa. 
Afirmante  ha  costado  esta  impresión  mas  de  diez  mili  du- 
cados la  tarea ,  y  díceme  Plantino  que  no  le  costará  á  él 
cuatro  mili  una  tarea. 

Su  Majestad  hará  grande  merced  á  Plantino  en  man- 
darlo ayudar  con  cinco  ó  seis  mili  florines,  porque  cierto 
merece  toda  ayuda,  su  industria  y  diligencia. 

Las  biblias  que  se  imprimen  son  mili  y  decientas,  y 
las  doce  de  pergamino  tendrán  cada  una  ocho  cuerpos  gran- 
des: pasarán  de  mili  pliegos  de  marca  real.  Venderse  han 
creo  25  sendos  la  suerte,  salvo  las  decientas  que  son  de 


187 

otra  marca  y  otro  papel ,  muy  caro ;  porque  estas  son  á  pro- 
pósito para  universidades  é  iglesias  catedrales.  Costarle  han 
impresas  largos  treinta  mili  escudos.  No  ganará  en  la  impre- 
sión cosa  ninguna,  sino  es  el  servicio  que  ha  querido  ha- 
cer á  Dios  y  ai  Rey,  y  aprovechar  en  la  república  cristiana; 
empero  ganará  después  algo  en  imprimir  con  los  privilegios 
las  partes  que  aquí  van  añadidas ,  imprimiéndolas  en  me- 
nor forma  y  papel,  porque  son  necesarias  y  se  le  ven- 
derán. 

No  se  ha  de  dar  noticia  del  costo,  porque  todos  cuantos 
hay  piensan  que  cuesta  cien  mili  escudos,  y  que  los  pone  su 
Majestad,  y  que  por  respeto  del  bien  público  no  tienen  al 
precio  ni  venta  del  libro,  aunque  se  venda  por  menos  de  lo 
que  cuesta  de  obra.  Esto  es  lo  que  lodos  se  tienen  persuadido 
de  sí  mismos. 

Este  correo  está  de  priesa  y  no  puedo  yo  alargarme  mas 
en  esta  ,  porque  tengo  bien  en  que  entender.  Nuestro  Señor 
la  illustre  persona  de  v.  m.  guarde  con  mucha  prosperidad 
espiritual.  En  Anvers  9  de  octubre  1570. — Besa  las  manos 
de  v.  ra.  su  servidor,  B.  Arias  Montano. — Tiene  rúbrica. 

Sobre. — Al  Ilustre  Señor  Gabriel  de  Zayas,  secretario 
de  Estados  de  S.  M.**  y  de  su  Consejo.— En  corte. 


188 


Copia  Je  minuta  de  carta  del  secretario  Zayas  al  doctor 
Arias  Montano,  24  de  enero  1571. 

Manifiéstale  cuánto  agradece  el  rey  sus  consejos  en  lo  que  toca  ai 
gobierno  de  Flándes ;  aun  cuando  es  negocio  resuelto  la  separa- 
ción del  duque  de  Alba. — Privilegio  en  favor  de  Plantino,  y 
merced  que  trata  de  hacer  el  rey  á  las  hijas  de  este  impresor. — 
Pensamiento  de  regalar  á  su  Santidad  un  ejemplar  de  la  Biblia 
en  pergamino,  y  otro  al  duque  de  Alba,  trayéndose  los  diez  res- 
tantes á  las  bibliotecas  de  España. — Muerte  del  cardenal  de  Se- 
villa. 

Archivo  general  de  Simancas.  —  Estado,  legajo  núm,  585. 

K  Arias  Montaao. 

En  17  del  presente  recibí  dos  cartas  de  vm.  de  28  y  29 
del  pasado,  y  con  ellas  el  contentamienlo  posible  por  saber 
de  la  salud  de  vm.:  que  entender  eslo  me  conserva  la  mia, 
con  la  cual  quedo  agora,  á  Dios  gracias;  y  lo  mismo  en- 
tiendo de  los  hermanos  de  Sevilla  por  aviso  fresco  que  de 
allá  tengo. 

La  de  28  contiene  tan  buenas  cosas,  que  acordé  de 
mostrarla  á  S.  M.**,  y  habiéndola  leido  con  harta  atención, 
me  mandó  que  de  su  parte  escribiese  á  vm.  las  gracias  de 
lo  que  contiene,  y  señaladamente  en  el  parliculai*  del  du- 
que de  Alba,  y  en  lo  que  toca  al  gobierno  de  esos  Estados: 
que  todo  ello  está  muy  bien  considerado  y  con  celo  de  buen 
criado  y  buen  cristiano ;  mas  ya  no  hay  volver  atrás  en  la 
provisión  que  está  hecha  del  sucesor. 

Los  papeles  y  recaudo  necesario  para  la  impresión  de 
los  breviarios  irán  sin  falta  con  correo  expreso,  que  par- 


189 

tira  dentro  de  cinco  ó  seis  días  para  ahí ;  que  este  no  va 
mas  que  hasta  la  corle  de  Francia.  La  minuta  del  privile- 
gio que  digo  en  la  otra  que  va  con  esta,  que  no  parecía,  la 
hallé  muy  guardada,  y  también  lo  despacharé  y  enviaré  lue- 
go, y  así  lo  diga  vm.  al  buen  Planlino  con  mi  besamanos,  y 
que  entonces  responderé  á  su  carta  de  6  de  diciembre,  en 
que  vienen  los  nombres  y  edades  de  sus  hijas,  que  ha  holga- 
do de  entenderlo  S.  M/,  y  tengo  por  cierto  le  hará  la  mer- 
ced y  gratificación  que  su  virtud  y  grande  ingenio  merece. 

A  S.  M.  parece  basta  llevar  á  Italia  una  de  las  Biblias  en 
pergamino  para  que  vm.  la  presente  á  Su  Santidad:  que 
con  otras  personas  allí  no  hay  que  cumplir ;  y  así  será  bien 
que  vm.  la  envíe  con  la  conducta  secretamente,  y  el  buen 
recaudo  que  vm.  mismo  dice  que  conviene,  porque  se  gane 
tiempo. 

Visto  lo  que  vm.  me  escribe  del  duque  de  Alba  y  la 
razón  que  hay  para  le  dar  gusto,  tiene  por  bien  S.  M.,  que 
vm.  le  dé  una  de  las  Biblias  en  pergamino,  y  que  cuando 
sea  tiempo  haga  v.  m.  encuadernar  las  diez  que  se  han  de 
traer  acá  como  sabe  que  conviene,  habiéndose  de  tener  en 
librerías  públicas  donde  tanto  se  manejan. 

En  esta  hora  tengo  carta  de  Bilbao  de  16  deste,  por 
donde  entiendo  que  Bertandona  se  baria  á  la  vela  en  sirvién- 
dole el  tiempo,  y  él  traerá  de  buena  gana  las  dos  arquime- 
sas en  que  huelgo  vengan  los  libros  del  padre  fray  Juan 
Regla ;  y  si  sobraren  algunos  vacíos,  hínchase  de  hilo  papel 
de  Francafortey  algunas  otras  bujerías  que  agraden  á  vm., 
y  aun  demás  desto  holgaría  que  viniese  una  pipa  de  velas 
de  sebo  hechas  aposta  ahí  ó  en  Brujas,  que  en  mi  tiempo 
de  allí  eran  las  mejores,  aunque  por  ruines  que  sean  valdrán 
mas  que  las  de  cera  de  acá:  y  ande  en  lodo  buena  cuenta 
y  no  parezca  blanca. 


1Í)0 

Muriósenos  en  dia  y  medio  el  Cardenal  de  Sevilla  en 
Jaén,  de  la,,hijada  y  cólica,  que  ha  sido  un  buen  sermón; 
y  el  señor  don  Fadrique  queda  harto  peligroso.  Dios  sea  con 
él  y  con  todos,  amen — De  Madrid  á  24  de  enero — 1571. 


Copia  de  minuta  de  despacho  para  el  doctor  Arias  Monta- 
no. De  Madrid  á  i."  de  febrero  1571. 

Manifiesta  hallarse  satisfecho  del  celo  y  diligencia  que  tanto  él  co- 
mo Plantino  han  puesto  en  la  impresión  de  la  Biblia. 

Archivo  general  de  Simancas.  —  Estaño  y  legajo  núm.  583. 

Al  doctor  Arias  Montano. 

EL  REY.  . 

Doctor  Arias  Montano  mi  capellán.  Por  la  relación 
que  Zayas  rae  ha  hecho  de  lo  que  le  habéis  ido  scribien- 
do  después  que  llegastes  á  esos  Estados,  y  por  los  pliegos 
de  papel  y  pergamino  que  habéis  enviado,  he  visto  el  buen 
progreso  que  en  la  impresión  de  la  Biblia ,  mediante  vuestra 
buena  inteligencia  y  cuidado ,  y  la  diligencia  de  Plantino, 
se  ha  llevado ,  de  lo  cual  y  de  que  vaya  tan  al  cabo  y  con 
tanta  perfecion,  he  holgado  mucho,  y  también  de  entender 
lo  que  habíades  tratado  con  Plantino  sobre  la  impresión  de 
los  nuevos  breviarios,  misales  y  diurnales  que  se  han  de 
traer  á  estos  reinos :  que  teniendo  por  cierto  que  ahí  se  hará 
con  la  brevedad  y  en  la  abundancia  que  es  menester,  es- 
cribo al  duque  de  Alba  lo  que  del  entenderéis,  para  que 


491 

luego  se  ponga  mano  á  la  obra,  habiendo  mandado  proveer 
que  así  en  lo  de  los  dos  miil  florines  que  ha  pedido  Plantino 
como  en  lo  de  la  casa  ó  solar  se  le  haga  la  comodidad  po- 
sible. Vos  haréis  en  ello  lo  que  el  duque  os  dijere  y  orde- 
nare, guardando  en  la  impresión  las  advertencias  que  os 
envía  fray  Francisco  de  Villalba,  mi  predicador,  y  asis- 
tiendo vos  mismo  á  la  corrección,  porque  salga  como  con- 
viene. Y  á  Piantino  diréis  que  estoy  muy  satisfecho  del 
buen  celo  y  cuidado  con  que  se  ocupa  en  estas  cosas  que 
son  del  servicio  de  Dios  y  de  so  iglesia,  y  que  así  terne 
con  él  la  cuenta  que  merece. — De  Madrid  A  1.°  de  hebrero 
de  1571, 

Bien  será  añadir  aquí  que  no.se 
han  de  imprimir  diurnales  de  los  chi- 
1  quitos  ni  misales,  hasta  que  se  les  avi- 
En  la  carpeta  Je^^'  venido  cierto  recado  de  Roma.  Y 
letra  del  rey.  \enviadmelas  advertencias  de  fray  Fran- 

cisco de  Villalba  para  que  pase  los 
ojos  por  ellas ,  entre  tanto  que  se  scri- 
ben  estas  cariasen  limpio. 


i  92 


Copia  de  minuta  de  despacho  para  el  duque  de  Alba ,  sin 

fecha. 

Le  envía  una  cédula  de  dos  mil  florines  á  fin  de  entregarlos  á 
Plantino  para  impresioja  de  breviarios,  misales  y  diurnos. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm.  5oi. 

Al  duque  de  Alba. 

Ya  leñéis  entendido  como  nuestro  muy  santo  Padre, 
en  ejecución  y  cumplimiento  de  lo  acordado  y  decretado 
en  el  santo  Concilio  de  Trento,  hizo  ordenar  un  breviario 
y  misal  que  sea  universal  para  todo  la  cristiandad,  y  para 
todo  género  de  personas  eclesiásticas,  y  ha  mandado  por 
su  breve  especial  que  todos  los  que  son  obligados  recen  por 
él  desde  el  tiempo  que  en  el  mismo  breve  se  señala;  y 
porque  deseando  yo  que  en  estos  mis  reinos  y  en  las  Indias 
haya  destos  tales  libros  la  copia  y  abundancia  que  se  re- 
quiere he  acordado  que  los  imprima  Cristóforo  Plantino , 
mi  prototipógrafo  en  esos  Estados ,  con  intervención  y  asis- 
tencia del  doctor  Benito  Arias  Montano,  mi  capellán,  que 
el  uno  y  el  otro  lo  harán  con'  la  buena  inteligencia  y  cui 
dado  que  dellos  se  confía ,  y  para  este  efecto  se  envian  á 
Montano  algunas  advertencias  de  importancia  que  aquí  se 
han  ordenado  por  personas  que  tienen  mucha  plática  y  ex- 
periencia destas  cosas.  Será  bien  que  vos  en  recibiendo  es- 
ta le  enviéis  á  llanftar  que  él  os  dirá  lo  que  cerca  desto  tie- 
ne platicado  con  Plantino,  y  como  para  se  encargar  de  la 
obra  ha  pedido  que  ante  mano  se  le  presten  dos  mili  flori- 
nes para  papel  y  una  de  las  casas  conliscadas  en  Anvers  ó 


algún  solar  en  que  pueda  hacer  las  piezas  necesarias  en 
que  se  pueda  tender  y  enjugar  lo  que  se  fuere  imprimiendo, 
que  acomodándole  destas  cosas  ofresce  que  dará  cada  tres 
meses  seis  ó  siete  mili  breviarios  y  otros  tantos  diurnales, 
y  cuatro  mili  misales  á  los  precios  que  entenderéis  de  Arias 
Montano,  que  acá  ha  parescido  harto  moderado,  y  lo  que 
pide,  allegado  á  razón ;  y  así  he  mandado  que  se  os  envíe  á 
vos  la  cédula  de  los  dichos  dos  mili  florines  para  que,  con- 
certado fl  negocio,  se  los  podáis  hacer  librar  juntos,  ó  como 
os  pareciere  mas  convenir,  comunicándolo  con  Arias  Mon- 
tano; y  juntamente  con  el  dinero  le  haréis  prestar  algunos 
de  las  casas  confiscadas  en  aquella  villa,  y  si  no  la  hubiere 
como  para  este  efecto  es  menester,  le  mandareis  señalar  al- 
gún solar  donde  él  haga  las  piezas  á  su  modo ,  entendién- 
dose que  lo  uno  y  lo  otro  ha  de  ser  prestado  por  el  tiempo 
que  durare  la  impresión  de  los  dichos  breviarios,  misales  y 
diurnales ,  en  los  cuales  le  habéis  de  encargar  y  mandar 
muy  expresamente  que  ponga  el  mas  fino  y  mas  blanco  pa- 
pel que  se  pudiere  haber;  y  si  para  traerle  de  Francia  á 
Anvers  fuere  menester  licencia ,  yo  tengo  por  bien  que  vos 
en  mi  nombre  se  la  deis,  y  todo  el  favor  necesario,  á  fin 
que  ponga  luego  mano  á  la  obra  y  se  pueda  enviar  con  la 
brevedad  posible  alguna  buena  cuantidad  de  los  dichos  bre- 
viarios y  diurnales  en  las  formas  que  al  doctor  Arias  Mon- 
tano se  advierte;  que  los  misales  no  se  han  de  imprimir  hasta 
que  yo  lo  mande,  que  será  venido  cierto  recaudo  que  se 
espera  de  Roma,  etc. 


Tomo  XLI.  43 


194 


Copia  de  un  papel  cuyo  epígrafe  dice: — Los  advertimientos 
que  don  Francés  envió  al  doctor  Arias  Montano  sobre  la  com- 
pra de  los  libros  para  el  Escorial. 

(Sin  fecha). 

"Los  avisos  que  se  escribieron  al  doctor  Arias  Montano  por  mandado 
del  señor  embajador  acerca  de  los  libros  que  compra  son  estos." 

Archivo  general  de  Simancas.  —  Estado ,  legajo  núm.  583. 

1.**  Que  para  comprar  los  libros  que  se 
suelen  vender  de  lance  seria  menester  que 
enviase  aquí  crédito,  y  se  diese  cargo  á  algu- 
na persona  que  los  detuviese ,  como  seria  el 
secretario  Aguilon;  porque  en  un  lance  no  se 
puede  esperar  la  respuesta  de  Anvers. 

2f  Porque  los  mas  y  mejores  libros  deste 
reino  no  se  darán  á  vender ,  pero  sí  á  trasla- 
dar, sería  menester  que  el  rey  tuviese  aquí 
algunas  personas  que  no  se  ocupasen  en  otra 
cosa  que  en  escribir  semejantes  libros. 

5.°  Porque  aquí  en  Paris  salen  cada  dia 
á  luz  muchos  libros  nuevos  de  diversas  libre- 
rías ,  y  podría  ser  que  en  habiendo  comprado 
el  rey  un  libro  de  precio  lo  imprimieren  aquí 
por  otra  parte,  con  lo  cual  se  desminuiria  la 
auctoridad  y  estima  de  los  libros  del  rey,  se 
podrian  imprimir  algunos  en  acabándose  de 
iia¡sÍásuhl7fa-  trasladar,  diciendo:  Ex  nobili et locuplete  bi- 
i r^^  n'^'^°  ^«  bliothecá  Philippi  Regís,  e/.\  para  hacer  jun- 
to «í /war¿'en.-       lamente  mucho  provecho á  la  iglesia,  y  jun- 
Esio  no  hay  para  tamcntc  afamar  la  nueva  librería  y  ocurrir  al 

que  se  haga,  y  así    .  .  ,    , 

se  avile.  mconvemcnlc  sobredicho. 


195 

Enviósele  también  aviso  de  algunos  libros  en  parliculf^r, 
y  que  cuando  fuese  menester,  se  le  podrían  enviar  los  catá- 
logos de  lodos  los  libros  que  hay  en  este  reino. 


fy  (  Advertimientos  de  mano  de  S.  M.  sobre  los  que 

Carpeta.  <  ^ 

{habia  hecho  el  padre  Villalba  para  la  impresión 

de  los  breviarios,  diurnales  y  misales  romanos  nuevos. — 

Hízolos  S.  M.  en  Madrid  á  primero  de  hebrero  de  1574. 

Archivo  general  de  Simancas.  —  Secretaría  de  Estado,  legajo 
número  o83. 

DENTRO. 

Paréceme  que  de  los  breviarios  de  cámara  sean  tres  do- 
cenas dellos  en  pergamino,  la  una  para  mi  capilla,  con  el 
cuaderno  de  los  santos  mas  principales  destos  reinos ,  y  la 
otra  docena  para  la  orden  de  Santiago,  con  su  cuaderno,  y 
la  otra  docena  para  la  de  Sant  Hierónimo,  con  su  cuaderno, 
porque  estos  pueden  servir  para  el  Escurial  para  en  lugar 
de  capitularlos  y  leccionarios,  entretanto  que  se  escriban  de 
mano  los  que  se  hubieren  de  escribir  y  se  iluminen. 

Cuando  en  los  breviarios  no  se  quisiesen  poner  dos  pri- 
mas, una  para  las  dominicas  y  otra  para  las  ferias,  aunque 
en  los  de  cámara  y  los  que  no  fuesen  muy  pequeños,  bien 
está  que  se  pongan  mas,  en  los  pequeños  y  diurnales  se  po- 
drian  excusar,  se  podría  poner  solo  una  después  de  las  lau- 
des del  sábado,  poniendo  primero  el  himno,  y  después  Deiis 
in  nomine  tuo,  y  despuesel  salmo  que  sirve  para  los  domin- 
gos con  sus  reglas ,  y  después  los  de  ferias ,  como  se  ponen 
en  este  primer  cuaderno ,  y  luego  Becti  immaculati  y  retri- 


196 

bue,  y  luego  el  Quicumque  vult  para  los  domingos,  y  luego 
la  capitula  del  domingo  con  sus  responsos  breves,  y  luego 
la  de  la  feria  con  los  suyos,  y  luego  las  preces  ordinarias 
y  las  feriales ,  todo  esto  con  sus  reglas  al  propósito :  y  de 
esta  manera  parece  que  donde  se  ha  dicho  se  podría  ex- 
cusar la  una  prima ,  y  no  habria  que  ii*  volviendo  atrás  á 
buscar  otras  cosas  que  lo  quedasen. 

En  donde  dice  al  fin  de  lo  que  se  Irata  de  la  segunda 
forma  de  breviarios,  y  estos  breviarios  se  podrán  impri^ 
mir  en  dos  tomos ,  si  pareciere;  me  parece  que  dirá  mejor: 
y  destos  breviarios  se  podrán  imprimir  algunos  pocos 
en  dos  tomos,  si  pareciere;  porque  por  algunas  causas 
me  parece  que  agora  se  traigan  pocos  de  los  de  dos  to- 
mos, y  que  es  mejor  que  los  mas  vengan  en  uno.  No  sé 
si  los  pequeños  tendrán  mucho  bulto,  y  si  por  esto  se  podria 
excusar  en  ellos  solos,  que  en  los  demás  bien  es  poner 
los  salmos  de  los  nolurnos  en  el  común,  enteros  y  en  el  ofi- 
cio de  Nuestra  Señora,  y  de  difuntos  y  otras  partes,  y  si 
en  estos  pequeños  por  esta  causa  se  podria  excusar  esto, 
en  que  se  hará  lo  que  mas  convenga. 

En  la  fiesta  de  la  Exaltación  de  la  Cruz  se  vea  si  se  dirá 
algo  en  el  verso  del  himno  O  crux  ave  spes  única;  porque 
en  la  cuaresma  dice:  in  hoc  Passionis  tempore,  y  en  la  in- 
vención, in  hoc  Paschali  íempore,  y  nada  desto  no  conviene 
para  esta  fiesta  de  setiembre ;  y  así  será  bien  notar  allí  lo 
que  se  pondrá  en  aquel  lugar,  y  también  si  ha  de  acabar 
el  himno  en  Gloria  Ubi  Domine  qiii  natus  es  de  Virgine,  por 
caer  en  la  octava  de  su  natividad. 

En  el  oficio  de  los  sábados,  y  en  el  oficio  menor,  yo 
creo  que  estaba  mejor  como  agora  viene  en  la  antífona  de 
Magnifica  beata  mater  et  intacta  que  no  innupta  como  se 
ponia  antes,  si  innupta  quiere  decir  no  casada,  como  yo 


^97 

lo  pienso ;  pues  si  esto  quiere  decir,  mas  propio  y  mas  ver- 
dadero es  intacta  que  no  innupta. 

En  el  cuaderno  de  las  preces  para  los  diurnales,  en  las 
preces  pro  Rege  en  el  verso  Domine  sahum  fac  Regem,  y 
en  lodas  las  demás  parles  que  en  el  breviario  se  pone  este 
verso,  se  podria  añadir  al  Regem,  nostnim,  porque  parez- 
ca que  ruegan  por  el  propio,  y  no  por  el  ajeno,  tanto  mas 
poniéndose  oremus  pro  Papa  nostro,  que  está  muy  bien, 
aunque  no  era  tan  necesario,  pues  no  bay  ni  puede  baber 
mas  que  un  papa,  y  sí  muchos  reyes.  En  las  mismas  preces 
en  las  de  dar  gracias,  se  pone  la  oración  Deus  ad  qtiem  digné 
laudandum ,  me  parece  que  en  el  misal  nuevo ,  en  la  misa 
desle  oficio,  no  se  pone  esta  oración  sino  otra.  Mírese  si 
seria  mejor  poner  aquella  ó  esta,  ó  entrambas. 

Hoy  he  entendido  la  tabla  para  el  concurrir  las  fiestas, 
y  me  parece  que  si  está  justa ,  como  me  lo  parece ,  ques 
muy  bien  ponerla  y  mucha  claridad  para  los  que  la  enten- 
dieren. En  el  calendario  romano  al  principio  en  el  dia  de  la 
Circuncisión  está  una  T  colorada,  que  creo  que  se  ha  de 
quitar  por  no  estar  allí  en  otra  parte  como  están  en  los  de 
la  orden  de  San  Hierónimo.  Porque  se  halle  mas  presto  ca- 
da cosa  de  las  que  aquí  digo ,  va  doblada  una  esquina  de 
la  hoja  donde  está  cada  cosa. 

De  los  cuadernos  que  tocan  á  la  orden  de  Sant  Hieróni- 
mo no  he  visto  agora  nada  por  no  tener  tiempo,  y  creer 
que  son  los  mismos  que  habia  visto  antes. 

En  el  calendario  que  ha  de  servir  solo  para  la  orden  de 
Sant  Hierónimo,  pues  se  pone  su  figura  en  él,  es  muy 
bien  se  vea  si  seria  bien  que  se  pusiese  demás  de  lo  que  allí 
se  pone,  ques  según  la  orden  de  Sant  Hierónimo,  como  se 
ponia  en  los  breviarios  antiguos  della,  pues  creo  yo  ques- 
tos  calendarios  se  ordenan  para  poner  al  principio  de  los 


i98 

breviaros  que  hubieren  de  servir  para  la  orden.  Si  eí>lo  pa- 
reciere, aunque  agora  no  se  envíe  hasta  enmendarlo,  ha- 
brá tiempo  para  enviarlo  después,  entretanto  que  se  impri- 
men algunos  breviarios.  Y  si  esto  es  como  aquí  digo^  con- 
vendrá advertir  agora  que  los  calendarios  sean  cuaderno  por 
sí,  porque  se  puedan  poner  los  que  quisieren ,  y  véase  si 
destos  se  han  de  hacer  también  de  la  forma  de  los  diur- 
nales  y  cuantos.  Para  la  orden  de  Santiago  convendrá  ha- 
cer lo  mismo,  y  poner  también  su  figura;  pero  para  esto 
habrá  tiempo  por  la  causa  que  se  acaba  de  decir ,  y  así  no 
hay  para  que  vaya  agora. 

Las  lecciones  para  San  Hermenegildo  se  podrian  que- 
dar agora,  y  no  ponerse  en  lo  general;  y  después  en  lo  par- 
ticular se  podrian  poner  en  los  mas  obispados  que  parecie- 
se; porque  poniendo  tantos  santos  de  acá  en  lo  general,  y 
mas  siendo  semidobles,  se  viene  á  quitar  mucho  lo  ferial, 
que  no  debe  de  ser  la  intincion  del  papa,  ni  aun  de  los 
antiguos  según  aquel  decreto  de  Girona.  Y  mírese  en  la 
quinta  lección  deste  Sancto  donde  está  doblada  la  hoja  en 
el  segundo  renglón  donde  dice  copus,  que  es  nombre  que 
no  entiendo;  si  ha  de  decir  corpus,  falta  la  r. 

Lo  de  la  orden  de  Santiago  no  habrá  para  que  vaya 
agora,  pues  tiene  tiempo ;  y  entretanto  se  podrá  ver  el  bre- 
viario antiguo  della,  si  se  halla  ,  y  mirarse  mas  cómo  se 
pondrá  y  lo  del  calendario ;  y  así  esto  se  podrá  mirar  mas 
despacio. 

Del  otro  cuaderno  queme  dio  después  fray  Francisco  de 
Villalba  no  hay  que  tratar  por  agora  hasla  que  se  trate  de 
lo  particular  de  cada  obispado ,  y  así  no  ha  de  ir  agora  ú 
Flándes. 

De  la  tercera  y  cuarta  forma  de  breviarios,  por  ser 
muy  pequeña  la  letra,  no  sé  si  se  saldría  también  como  de 


199 

los  otros;  y  por  eslo  se  mire  si  seria  bien  que  destos  no 
se  hiciese  agora  mucha  cantidad  ,  sino  alguna,  y  mas  de 
los  de  la  primera  y  segunda  forma ,  hasta  ver  cómo  se  sale 
de  las  primeras.  Esto  apunto,  que  yo  no  lo  sé. 

De  los  cuadernos  que  están  atados  á  parte,  que  son  los 
de  la  orden  de  San  Hierónimo ,  no  sé  si  seria  bueno  hacer 
uoa  división ;  porque  quizá  no  todos  los  clérigos  querrán 
rezar  aquello  y  las  fiestas  de  la  orden  ,  sino  las  destos  rei- 
nos; y  pareciendo  bien,  se  podrían  dividir  aquellos  en  dos 
cuadernos,  uno  de  solos  los  sánelos  destos  reinos  los  mas 
generales ,  para  que  esto  pudiesen  rezar  los  clérigos  si  qui- 
siesen,  y  otro  de  las  fiestas  de  la  orden,  para  queste  sirva 
solamente  para  los  religiosos  deltas.  En  esto  se  mire  lo  que 
mas  converná,  porque  si  bien  se  me  acuerda,  creo  questá 
mezclado  allí  lo  uno  con  lo  otro.  Y  si  estos  cuadernos  han 
de  ir  por  sí,  también  se  podrían  dejar  de  enviar  agora, 
pues  hay  tiempo  entretanto  que  se  imprimen  los  breviarios. 

Creo  que  debe  de  haber  borradores  de  los  papeles  que 
han  de  ir  á  Flándes,  que  será  bien,  porque  si  se  perdiesen, 
se  puedan  sacar  otros  de  los  borradores. 


200 


Copia  Je  carta  autógrafa  del  doctor    Arias  Montano  al 
secretario  Zay as.  Fecha  en  Anvers  á  5  de  febrero  de  1571. 

(Recibida  á  10  de  marzo). 

Motivos  que  le  impiden  ocuparse  de  las  cosas  públicas  de  Flándes. — '■ 
Opina  que  S.  M.  ha  recibido  de  Dios  el  cargo  y  cuidado  de  conser- 
var el  catolicismo. — Necesidad  de  mirar  por  la  pureza  de  la  reli- 
gión en  aquellos  Estados.  —  Cosas  que  deben  tenerse  presentes 
para  la  buena  administración  de  ellos. — Deplorable  situación  en 
que  se  hallaban  los  Paises  Bajos. — Mejoras  y  reformas  adoptadas 
durante  el  gobierno  del  duque  de  Alba. — Inconvenientes  de  que 
éste  deje  el  mando. 

Archivo  general  de  Simancas.' — Secretaria  de  Estado,  legajo 
núm.  583,  fol.  24. 

ILLUSTRE    SEÑOR. 

En  un  capitulo  de  la  que  v.  m.  me  escribió  á  28  de  di- 
ciembre, me  manda  de  parte  de  S.  M.'',  y  con  afirmación  de 
su  servicio,  que  yo  escriba  franca,  libre  y  abiertamente  y  bien 
largo  todo  lo  que  siento  conviene  al  servicio  de  Dios  y  de 
S.  M.*^,  y  al  bien  y  tranquilidad  de  esta  provincia.  Del  cual 
mandamiento  yo  me  he  hallado  muy  apretado  por  muchas 
partes,  y  la  primera  es,  porque  como  leal  vasallo  de  Su 
Majestad,  y  obligadísimo  criado  suyo,  soy  obligado  á  obe- 
decer y  cumplir  todo  lo  que  me  mandare,  mayormente  en 
nombre  de  servicio  de  Dios  y  suyo,  y  del  bien  público  de 
la  cristiandad.  La  otra  es  mi  insuficiencia  é  inhabilidad  y 
poca  comodidad  y  menos  auctoridad  para  esto  y  para  cual- 
quiera otra  cosa  de  importancia ;  porque  allende  que  yo  re- 
conozco bien  lo  poco  que  alcanzo  de  mió  en  cosas  semejan- 


201 

tes,  he  estado  tan  ocupado  el  tiempo  todo  que  he  residido 
en  esta  tierra ,  en  lo  que  toca  á  la  expedición  y  ejecución 
del  mandado  á  que  vine  acerca  de  la  impresión  de  la  Bi- 
blia católica ,  que  no  he  tenido  espacio  para  atender  con  al- 
gún detenimiento  á  las  cosas  públicas  ni  particulares  de  esta 
tierra ,  como  lo  he  hecho  en  otras  que  he  andado ,  en  las 
cuales  gustaba  de  conocer  la  cualidad  de  la  región,  y  los 
ingenios  y  costumbres  de  los  naturales  y  huéspedes  della. 
Aquí  he  tenido  todos  los  dias  once  horas  de  ocupación  en 
estudiar,  leer  y  escribir  lo  que  hacia  al  propósito  de  mi  mi- 
sión, y  si  algo  me  quedaba  de  tiempo ,  lo  ponía  y  pongo  en 
las  otras  cosas  que  por  servicio  de  Dios  y  de  S.  M.**  el  du- 
que aquí  me  ha  mandado,  de  las  cuales  por  ventura  signi- 
ficaré algo  en  esta  antes  que  la  concluya.  Allende  de  esto, 
sé  yo  bien  que  S.  M,*^  Católica ,  por  el  buen  juicio  y  espí- 
ritu de  que  Dios  lo  ha  dolado  para  gobierno  de  sus  pueblos, 
tiene  entendimiento  y  consejo  justo  y  acertado,  al  cual  yo 
no  puedo  servir  mas  que  con  la  oración  y  buen  deseo,  supli- 
cando á  Nuestro  Señor  favorezca  y  prospere  sus  designos 
para  gloria  de  su  santo  nombre  y  buenandanza  de  la  cris- 
tiandad, y.  que  para  ministerio  de  sus  reales  propósitos  y 
consejos,  tiene  la  consulla  de  escogidísimos  ministros,  y 
presidentes  y  oficiales  tales  en  valor,  entendimiento,  cono- 
cimiento de  las  cosas,  y  tan  celosos  del  servicio  deS  M.^ 
y  tan  diestros  y  experimentados ,  que  ninguna  persona  de 
las  demás,  por  muchas  partes  que  tenga  de  sciencia  y  ex- 
periencia, puede  llegar  á  la  sombra  del  menor  dellos,  cuanto 
mas  yo  que,  como  tengo  confesado,  conozco  en  todo  y  por 
todo  la  insuficiencia  de  habilidad  y  aucloridad  que  hay  en 
mí.  Allégase  á  todo  lo  de  arriba  la  particular  ofensión  en  que 
un  pobre  hombre  como  yo  puede  incurrir,  tratando  de  cosas 
que  toquen  de  directo  ó  indirecto  al  particular,  ó  propósito. 


202 

ó  commodo,  ó  designo  de  los  personajes  á  los  cuales  seme- 
jantes materias  de  golpe  ó  de  resurtida  alcanzan ,  cuya  in- 
dignación y  ofensión  yo  no  podria  evitar,  no  pudiendo  ha- 
blar en  una  tal  razón  á  gusto  de  todos.  Y  puesto  que  á  la 
obediencia  debida  cá  S.  M."^  y  á  su  mandado,  es  debida  toda 
posposición  de  particulares  respetos,  y  por  mi  parte  esto 
tengo  profesado  por  título  de  cristiano  y  criado  y  vasallo 
leal  de  S.  M.*^,  con  todo  esto,  es  temeridad  no  considerar  y 
entender  todas  estas  dificultades,  que  juntas  con  la  insufi- 
ciencia propia  y  con  la  poca  experiencia  y  auctoridad,  pue- 
den estrechar  un  par  roio  y  tenerlo  confuso  y  mas  encogido 
de  lo  que  de  suyo  sea.  Empero  con  todo  esto,  la  primera 
parte  es  tan  poderosa  (siendo  considerada  según  es  debido), 
que  lira  tras  de  si  todos  los  otros  respetos  y  consideraciones 
para  ser  obedecida  y  seguida  simple  y  llanamente,  que 
es  el  mandamiento  expreso  de  S.  M.*^,  con  presupuesto  y 
título  de  servicio  de  Dios  y  suyo ,  y  del  bien  común,  en  cuya 
satisfacción  se  ha  de  ofrecer  y  sacrificar  toda  la  voluntad  y 
obra  posible  con  sana  intención ,  sin  tener  reguardo  al  su- 
ceso particular,  sino  solo  á  la  obediencia  de  un  principe  tan 
pío,  justo  y  vigilante  en  la  vocación  que  Dios  le  ha  puesto. 
Y  ansí,  encomendándome  á  Nuestro  Señor  que  sabe  y  es 
entero  juez  de  mis  entrañas,  y  conoce  el  propósito  y  volun- 
tad de  mi  pecho ,  y  la  fidelidad  y  servitud  que  en  él  hay 
acerca  del  honor  y  obediencia  y  reverencia  de  S.  M."^  Real, 
y  el  deseo  que  tengo  de  su  prosperidad  ,  diré  en  esta  fran- 
camente lo  mas  breve  que  pudiere ,  lo  q  ue  yo  puedo  con  mi 
poca  capacidad  decir  para  satisfacer  al  mandamiento  de  Su 
Majestad,  suplicándole  humildemente  reciba  en  servicio  la 
devoción  de  mi  ánimo  en  le  obedecer ,  y  esta  supla  á  to- 
das las  faltas  de  habilidad,  suficiencia,  consideración,  ad- 
vertencia, frialdad,  prolijidad,  y  todas  las  demás  tachas 


205 

que  en  raí  y  en  mis  razones  hubiere,  que  aunque  yo  reco- 
nozco muchas,  hay  muchas  mas. 

Primeramente  afirmo  á  v.  m.  que  cuando  yo  en  alguna 
carta  mia  le  significaba  mis  imaginaciones  y  temores,  pen- 
sando en  la  breve  ausencia  del  duque  destos  Estados,  yo 
no  lo  escribia  mas  que  para  v.  m.,  como  la  amistad  suelie 
forzar  á  los  hombres  á  que  descansen  sus  fantasías  y  temo- 
res con  explicarse  con  aquellos  que  bien  quieren  y  tienen 
por  amigos  discretos  y  bien  intencionados,  y  no  fué  mi 
propósito  que  v.  m.  mostrara  semejante  capítulo  á  S.  M.*, 
porque  siendo  ajeno  mi  ser  y  oficio  de  tal  materia ,  no  te- 
nia por  qué  imaginar  que  llegara  la  cosa  á  tal  punto;  sino 
como  por  acá  comunmente  ha  puesto  alteración  y  temor  esta 
nueva  déla  salida  del  duque  de  Alba  de  estos  Estados  tan  bre- 
vemente como  se  decia ,  y  esta  alteración  hacia  hablar  á  los 
que  algo  entienden  desta  tierra  unos  con  otros,  y  ha  hecho, 
creo  yo  también,  escribir  por  allá  y  por  otras  partes,  tam- 
bién yo  como  muchos  otros  escribí  á  v.  m.  aquellos  capítu- 
los acerca  de  esto,  puesto  que  como  tengo  dicho,  ni  los 
otros  ni  yo  entendemos  lo  que  conviene,  ni  tales  imagina- 
ciones particulares  y  exteriores  hayan  de  entrar  en  cuenta; 
porque  á  tenerse  respeto  á  semejantes  imaginaciones,  nun- 
ca habría  resolución  en  los  negocios ,  ni  se  efectuaría  nada 
con  orden.  Es  cierto  que  aunque  de  Sevilla  y  de  otras  par- 
tes me  escribían  que  temían  esta  ausencia  tan  breve  del  du- 
que destos  Estados,  á  persona  no  he  escrito  palabra  sobre 
esta  materia  sino  á  v.  m.,  y  al  fin  que  he  declarado  y 
no  mas. 

Empero,  pues  á  v.  m.  plugo  mostrar  á  S.  M.*^  lo  que 
yo  no  pensara  quisiera,  y  S.  M.'^  mandó  en  nombre  de  ser- 
vicio suyo,  que  yo  escribiera  mas  largo  lo  que  sentía,  co- 
menzaré á  escribirlo  encomendándome  á  Dios  y  á  la  buena 


204 

gracia  de  S.  M."^,  debajo  del  mismo  nombre  y  propósito  que 
á  V.  m.  escribí,  que  fué  de  particular  imaginación  y  re- 
celo mió ,  y  no  con  otra  cualidad  ni  intención ,  ni  para  que 
se  haga  mas  caso  dello. 

Yo  tengo  entendido  que  Dios  ha  puesto  á  S.  M.^  en  un 
tiempo  de  los  mas  notables  que  ha  habido  desde  el  princi- 
pio de  la  Iglesia  cristiana  hasta  agora ,  y  le  ha  encomen- 
dado un  ministerio  de  los  mas  importantes  y  de  mayor  peso 
y  momento,  que  por  ningún  ejemplo  pasado  podemos  seña- 
lar ni  comparar;  porque  no  es  menos  lo  que  tiene  sobre  sus 
hombros  que  la  conservación  y  sustento  de  la  Iglesia  cató- 
lica y  su  reparo  en  tiempo  que,  por  su  antigüedad  y  la  de- 
generación délos  hombres  y  siglos,  ella  estaba  trabajada,  y 
por  obra,  astucia  y  deligencia  grande  de  Satanás,  enemigo 
de  la  divina  gloria  y  del  bien  humano,  y  por  una  infinidad  de 
miembros  suyos,  falsos  ministros ,  y  de  otra  varia  y  grande 
potencia  mundana,  áeste  propósito  del  mismo  Satanás  so- 
licitada por  tantas  partes,  ha  sido  y  es  combatida  continua- 
mente cuanto  nunca  jamás  lo  fué  esta  república  cristiana 
católica.  Porque  no  fué  tanta  ni  tan  peligrosa  la  batería,  y 
contradicción  y  estorbo  (según  mi  parecer)  al  tiempo  de  su 
fundación ,  cuando  por  una  parte  el  judaismo  y  por  otra  la 
gentilidad  toda  la  contradecían  y  expugnaban;  y  si  era  tan- 
ta la  contradicción  de  fuera,  era  mayor  mucho  sin  compara- 
ción la  resistencia  della  y  la  que  por  su  parte  se  hacia,  que 
la  que  agora  se  hace;  lo  uno,  por  ser  el  edificio  nuevo  y 
edificado  con  mucho  espíritu,  con  grandes  milagros  y  con 
una  doctrina  copiosísima  é  insuperable ,  y  que  las  piedras 
frescas  y  recien  labradas  se  trababan  y  fraguaban  unas 
con  otras  lenacísimamente  con  la  fé,  y  la  caridad  'y  espe- 
ranza que  fervia  todo  esto  entonces ,  y  Dios  lo  prosperaba 
todo  como  lo  iba  edificando  con  tanta  conformidad  de  las 


205 

partes  del  mismo  edificio ,  el  cual  él  amaba  mucho  hallando 
en  los  supuestos  del  aplilud  para  ser  amados,  y  los  defendía 
del  ímpetu  de  las  potencias  exteriores,  y  si  las  permitia  en 
alguna  parle  ser  fatigadas,  era  á  propósito  de  tentación  y 
probación,  ^ias  en  este  tiempo  va  la  cosa  de  otra  manera; 
porque  los  enemigos  exteriores  son  muchos  y  mas  mañosos 
y  diestros  que  entonces,  y  son  los  mas  dellos  ladrones  de  casa, 
llenos  de  toda  malicia  y  de  lodo  cumplimiento  de  fuerzas  y 
ardides,  y  el  capitán  y  príncipe  de  las  tinieblas  tanto  mas 
rabioso  cuanto  mas  lastimado ,  y  tanto  mas  entendido 
cuanto  mas  viejo,  y  mas  obstinado  también,  y  tanto  mas 
diligente  cuanto  mas  número  de  seguida  suya  halla ,  y 
cuanto  mas  conocida  tiene  la  flaqueza  desta  república  cris- 
liana  que ,  ó  por  la  malicia  de  los  tiempos,  ó  por  otras  cau- 
sas vé  que  las  piedras  muchas  dellas  hacen  vicio  y  sedes- 
pegan  unas  do  otras,  parte  por  falta  de  fé  viva  y  esperan- 
za, y  la  mayor  parte  por  el  grande  resfriamiento  de  la  ca- 
ridad y  por  la  innumerable  copia  de  vicios  que  tienen  gas- 
lados  á  los  hombres,  y  por  concluirlo  en  una  palabra,  bien 
se  entiéndela  ventaja  que  hace  un  edificio  nuevo  y  que  se 
va  acrecentando  para  sustentarlo,  á  un  viejo  y  por  algunas 
partes  cascado,  y  que  lo  van  por  muchas  combatiendo. 
Ansí  como  la  edificación  de  la  iglesia  no  se  pudo  hacer  ni 
•efetuar  en  tanta  contradicion ,  sin  particular  y  manifiesta 
providencia,  asistencia  y  gracia  de  Dios,  y  en  esto  se  vio 
que  era  obra  suya ,  en  que  con  tanta  resistencia  y  repug- 
nancia exterior  todavía  crecia  y  prosperaba,  ansí  de  la 
misma  manera  quiere  mostrar  en  este  tiempo  su  mano  y 
poder,  sustentando  su  iglesia  entre  muy  mayor  batería  que 
la  de  entonces,  y  en  tiempo  que  él  permite  que  los  eneini- 
gos  le  den  guerra,  no  solo  para  probar  los  fieles  y  constan- 
tes, sino  para  castigar  también  los  malos  en  parte  y  refor- 


206 

mar  los  que  quedaren  y  conocieren  su  error  y  se  convirtieren 
á  él;  y  este  testimonio  de  que  la  obra  y  sustentación  della  es 
de  Dios ,  entonces  es  mas  manifiesto  cuando  por  menos  su- 
puestos humanos  y  con  menos  aparato  de  lo  que  el  mundo 
usa,  se  efectúa;  y  no  por  eso  se  ha  de  tener  menos  confianza 
sino  mayor  fé  de  que  Dios  quiere  hacer  obra  que  se  muestre 
manifiestamente  suya.  La  persona  principal  entre  todos  los 
príncipes  de  la  tierra  que  por  experiencia  y  confesión  de 
todo  el  mundo  tiene  Dios  puesta  para  sustentación  y  defensa 
de  la  Iglesia  católica  es  el  rey  don  Philippo,  nuestro  señor, 
porque  él  solo  francamente,  como  se  vée  claro,  defiende  este 
partido ,  y  todos  los  otros  príncipes  que  á  él  se  allegan  y  lo 
defienden  hoy,  lo  hacen  (3  con  sombra  y  arrimo  de  S.  M.^, 
ó  con  respeto  que  le  tienen;  y  esto  no  solo  es  parecer  mió, 
sino  cosa  manifiesta,  por  lo  cual  la  afirmo,  y  por  haberla 
ansí  oido  platicar  y  afirmar  en  Italia,  Francia,  Irlanda,  In- 
glaterra ,  Flándes  y  la  parte  de  Alemania  en  que  he  andado. 
De  manera  que  á  él  solo  principalmente  con  el  nombre  le 
ha  dado  Dios  la  comisión  y  autoridad  para  sustentar  y  de- 
fender la  religión  católica  é  iglesia  romana ,  no  solamente 
en  las  partes  de  su  jurisdicción  y  señorío,  sino  en  las  otras 
donde  los  príncipes  son  católicos,  ó  donde  no  lo  son  y  hay 
parte  de  católicos  vasallos ,  los  cuales  después  de  Dios  tie- 
nen puestos  los  ojos  en  el  rey  de  España ,  y  con  las  esperan- 
zas que  del  tienen ,  se  animan  á  pasar  la  estrechura  en  que 
viven.  Este  es  un  grande  cargo  y  cuidado  que  de  mano  de 
Dios  tiene  S.  M.^  allende  del  que  como  rey  le  compete  en  lo 
que  loca  á  sus  propios  reinos  y  señoríos,  que  era  y  es  tam- 
bién grandísimo  según  la  grandeza  de  sus  Estados  y  domi- 
nios, que  del  uno  y  del  otro  no  sabemos  ejemplo  en  lodos 
los  tiempos  pasados  de  la  cristiandad  :  el  uno  pues  es  gran- 
dísimo ,  que  es  ser  rey  de  tanta  parte  del  mundo ,  y  el 


207 

otro  mayor  que  es  tener  el  cuidado  y  solicitud  de  todas  las 
iglesias  ansí  católicas  y  verdaderas  para  conservarlas  y  am- 
pararlas, como  seclarias  y  erradas  ó  iglesias  de  Satanás, 
para  desear  y  procurar  de  reducirlas  á  la  unión  y  verdad; 
y  para  este  menester  le  ha  dado  Dios  una  reputación  y 
nombre  en  la  tierra  bastantísimo  y  de  grande  calidad,  por- 
que es  tenido  por  fuertísimo,  celosísimo,  cuidadosísimo  y 
felicísimo  en  sus  empresas.  Todo  esto  lo  tiene  bien  visto  y 
entendido  S.  M/,  y  ha  pensado  en  ello  mas  veces  que  nin- 
gún otro  de  los  suyos ,  pues  lo  siente  todo  cargado  sobre 
sus  hombros. 

También  ha  entendido  S.  M/  que  para  la  administración 
deslos  sus  cargos  le  son  necesarios  ministros  y  criados  lea- 
les y  diligentes,  en  los  cuales  Dios,  dador  de  todo  bien, 
haya  puesto  partes  y  habilidades  á  propósito  de  diversos  ofi- 
cios que  se  pueden  encargar  en  el  gobierno  de  un  cuerpo 
que  tiene  tantos  miembros,  y  que  ellos,  para  obediencia  de 
Dios  y  de  su  rey  y  servicio  de  sus  cargos,  hayan  puesto  es- 
tudio en  las  cosas  que  de  su  parte  deben  tener,  y  están  de- 
claradas por  la  palabra  de  Dios,  que  son  sabiduría,  temor 
de  Dios,  verdad  y  aborrecimiento  de  avaricia.  Porque  ha- 
biendo semejantes  habilidades  y  cualidades,  con  pocos  hace 
Dios  mucho  mas  que  el  mundo  con  multitud  de  los  suyos. 
Teniendo  S.  M.*^  buena  copia  de  tales  instrumentos,  con  la 
providencia  y  favor  de  Dios,  y  con  el  nombre ,  autoridad  y 
reputación  de  S.  M.^,  y  buena  diligencia  de  los  tales,  no  so- 
lamente se  hace  y  hará  buen  efecto  con  las  obras  en  el  lugar 
donde  se  trataren  las  empresas,  sino  fuera  de  allí  en  otros  con 
sola  la  famay  respetóse  hacen  buenos  negocioso  preparacio- 
nes para  ellos.  Ministerios  hay  que  se  pueden  encomendar  á 
ministros  nuevosque  sean  suficientes  y  cualificados,  yesto  es 
donde  hay  menos  peligro  y  contradicción  y  mayor  obedien- 


208 

cia,  y  donde  no  se  demanda  tanta  reputación,  cuanto  eje- 
cución limpia  y  diligente  del  oficio,  y  otros  requieren  minis- 
tros de  práctica  y  experiencia ,  y  que  allende  de  sus  calida- 
des, tengan  ganada  afección  en  muchas  partes  entre  los  del 
mismo  bando ,  y  reputación  en  todas  las  mas  y  entre  todos, 
y  los  príncipes  tienen  bien  noticia  del  un  género  y  del  otro 
de  personas  de  que  se  pueden  servir,  y  en  todo  género  el 
experimentado  y  que  tiene  conocimiento  de  los  lugares  y 
personas,  ingenios,  costumbres  y  humores,  lleva  grande 
ventaja  para  jugar  el  juego  limpio  y  con  destreza,  y  salir 
bien  del. 

Siendo  pues  á  cargo  deS.  M.**  el  general  gobierno  de 
sus  Estados  y  la  defensión  y  protección  de  la  Iglesia  católi- 
ca ,  entiendo  que  los  Estados  de  Flándes  tienen  calidades 
para  el  uno  y  el  otro  fin,  que  por  ningún  género  de  riesgo, 
dificultad,  interese,  respeto,  ni  otra  consideración  hu- 
mana se  deben  desamparar  ni  dejar  perder  ni  cesar  de  res- 
tituirse y  confirmarse  en  el  mejor  y  mas  próspero  estado 
que  sea  posible,  ansí  en  lo  temporal  como  en  lo  espiritual: 
y  para  confiímacion  desto,  de  muchas  cosas  que  tengo  no- 
tadas diré  solas  dos,  pues  escribo  á  donde  todo  se  entiende 
y  conoce  muy  mejor  de  lo  que  yo,  ni  quien  mas  que  yo  en- 
tendiere ,  puede  alcanzar. 

Una  causa  principalísima  es  la  espiritual  que  estos  Es- 
tados viven  y  practican  mas  de  dos  millones  de  ánimas,  por 
las  cuales  Jesucristo  vino  del  cielo  á  morir,  y  comprarlas 
con  precio  inestimable  de  su  sangre  y  vida ,  y  si  estos  fue- 
ran aun  gentiles,  que  nunca  hubieran  entrado  en  el  gremio 
de  la  iglesia,  ni  fueran  sujetos  y  encargados  á  S.  M.  por 
hacerles  tanto  bien  cuanto  era  el  traerlos  á  la  cristiandad, 
era  digna  empresa  de  un  tal  rey  venirlos  á  ganar  por  los 
medios  y  negocios  que  sin  ofensa  á  Dios  y  conforme  á  la 


209 

doclrina  cristiana  se  pudieran  emplear  en  la  demanda,  aun- 
que fuera  á  mucha  costa  de  hacienda  y  con  riesgo  de  der- 
ramar mucha  sangre,  no  tanto  dellos  cuanto  de  los  que  vi- 
niesen á  ganarlos  para  Dios  y  su  iglesia,  cuanto  mas  sien- 
do sujetos  y  encargados  por  Dios  y  recomendados  al  cuida- 
do y  gobierno  de  S.  M.**,  á  quien  Dios  tan  encargadamente 
ha  encomendado  y  cometido  esta  empresa,  y  tanto  ha  fa- 
vorecido y  favorece  en  ella ;  y  siendo  cristianos  y  habiendo 
estado  todos  en  la  unión  de  la  iglesia ,  y  estando  aun  los 
mas  en  ella,  es  razón  conservarlos  unos  y  reducir  los  otros, 
y  defender  que  Satanás  no  enajene  del  libro  y  casa  de  Dios 
con  sus  astucias  y  engaños  y  malas  artes,  lo  que  con  tanto 
precio  comprado  estaba  dentro  de  la  casa  y  posición  de  la 
iglesia  que  es  la  heredad  de  Dios.  A  esta  razón  añado  que 
estando  en  estos  Estados  las  cosas  de  la  religión  en  su  ser, 
dellos  mana  grande  utilidad,  para  que  en  todas  las  otras 
partes  de  Europa  los  que  están  en  buen  punto  se  conserven, 
y  los  otros  sean  alumbrados  y  reducidos  ansí  por  la  frecuen- 
cia de  todas  naciones  que  aquí  concurren,  que  se  pueden 
corregir  cou  el  ejemplo  y  conversación  que  aquí  hallaren,  y 
vivir  y  morir  aquí  en  la  fé  católica,  ó  llevar  la  doctrina  y 
ejemplo  de  aquí  á  sus  tierras ,  donde  puedan  hacer  mas 
provecho  que  yendo  de  otra  manera;  porque  esto  es  cierto 
que  la  conversación  hace  grande  efecto  ansí  en  lo  bueno 
como  en  lo  malo,  y  también  principalmente  por  la  comodi- 
dad que  hay  aquí  de  imprimir  los  libros,  y  de  repartirlos 
por  todas  las  provincias,  que  en  el  mundo  no  la  hay  tal; 
y  estando  la  gente  católica,  la  doclrina  saldrá  limpia  como 
al  presente  por  merced  de  Dios  y  autoridad  de  S.  M.''  se 
ha  ordenado,  y  no  estando  sanos  estos  Estados  corre  toda 
la  tierra  grandísimo  riesgo  de  contagión  por  estas  vias  que 
he  dicho. 

Tomo  XLI.  U 


210 

La  olra  razón  porque  no  se  deben  tener  en  poco  estas 
tierras  es  temporal,  importantísima,  y  no  sin  mezcla  de  lo  es- 
piritual, como  luego  declararé,  y  es  que  según  la  experien- 
cia y  noticia  de  los  tiempos  todos,  el  príncipe  de  cuya  parle 
está  el  tráfico  y  la  contratación,  es  señor  sobre  todos  los 
otros  aventajado ,  y  á  quien  todos  los  demás  tienen  respeto  y 
miramiento;  porque  ni  ellos  ni  sus  gentes  pueden  bien  vivir 
sin  el  trato  o  vendiendo  lo  que  les  sobra,  y  en  sus  tierras 
abunda,  ó  comprando  lo  que  les  falta  para  sustentación 
de  la  vida  humana ;  y  demás  desto  donde  es  el  concurso  del 
trato  está  siempre  la  comodidad  de  saber  cuanto  pasa  por 
toda  la  tierra  y  partes  delia ,  y  la  condición  de  todas  las 
gentes  y  señoríos  y  potestades,  y  la  cualidad  y  facultad  de 
todas  ellas;  porque  siempre  hay  gentes  de  todas  naciones, 
y  "nuevas  y  relaciones  frescas,  y  esta  comodidad  en  ninguna 
junta  de  hombres  ni  en  cortes ,  ni  concilios ,  ni  otras  partes 
es  mayor  ni  mas  perpetua  que  en  los  públicos  comercios;  y 
cuanto  esto  importe  para  los  gobiernos  del  reino  y  para  los 
consejos  del ,  bien  lo  entienden  los  que  traen  las  manos  ea 
los  negocios  de  Estado,  pues  á  lo  que  yo  he  visto  y  á  la  no- 
ticia que  tengo  de  geografía,  y  á  la  relación  de  cuantos  han 
andado  por  el  mundo,  en  todo  él  no  hay  lugar  que  mas  pa- 
rezca y  se  pruebe  ser  hecho  á  propósito  de  la  contratación 
humana  que  son  los  Estados  de  Flándes,  ansí  por  el  sitio 
que  Dios  los  dio  poniéndolos  en  medio  de  toda  Europa  y  en 
lo  mas  llano  de  toda  ella ,  con  aire  y  cielo  apto  para  que  lo 
sufran  todas  las  naciones,  ansí  de  tierras  calientes  y  tem- 
pladas como  frias,  ajeno  de  enfermedades  agudas  y  graves, 
donde  la  peste  no  corre  de  una  casa  á  otra  su  vecina,  ni  de 
un  lugar  á  otro,  lleno  de  puertas  y  de  entradas  de  tierra  y 
agua  por  todas  partes,  y  travesado  de  venas  de  agua  para 
navegarse  y  trafagarse  todos  los  lugares  que  en  todo  este 


211 

silio  liay ,  y  (le  lo  que  en  ellos  parlicularmenle  quiso  Dios 
producir  para  ocupar  la  genle  menuda  y  flaca  dellos,  á  este 
propósito  de  mercancía ,  la  mas  abundante  tierra  que  hay 
en  lo  poblado ,  digo  de  lino,  cuya  suma  es  inmensa,  y  en  el 
resto  para  que  las  otras  tierras  tuviesen  consorcio  y  contrato 
necesario  con  esta,  puesto  que  abundasen  de mucbas cosas, 
puso  en  la  gente  desta  habilidad,  industria  y  paciencia  para 
con  el  artificio  adobar  y  mejorar  las  cosas  de  las  otras  que 
aquí  se  comportasen  para  mejor  uso  dellas;  y  esto  es  tanto 
en  esta  tierra  que  tengo  por  cierta  relación  hecha  la  suma 
de  lo  que  vale  sola  la  manifatura  que  se  ejercita  en  estos  Es- 
tados, y  pasa  sola  ella  sin  la  materia  en  que  trata  (que  esta 
no  tiene  cuento)  muchos  millares  de  florines,  adelante  de 
cuarenta  y  cinco  millones,  de  los  cuales  me  afirman  que  sola 
Lila  y  su  tierra  labra  los  nueve  y  mas,  esto  fuera  del  lino  y 
lienzos  que  es  cosa  natural  en  la  tierra.  El  príncipe,  que  es 
señor  de  la  tierra,  donde  hay  esto,  no  solo  tiene  la  gloria  de 
que  tanta  gente  y  tanto  ingenio  y  arte  viva  debajo  de  su 
gobierno ,  sino  que  tiene  de  su  parte  ó  la  devoción  ó  el  res- 
peto de  todas  las  otras  regiones  y  potestades,  mayormente 
siendo  señor  destos  Estados  un  Rey  tan  poderoso  y  tan  res- 
petado como  lo  es  el  de  España,  pues  en  tiempo  que  el  du- 
que de  Borgoña  tenia  solos  estos  paises  y  la  afección  de  sus 
vasallos  y  lealtad  en  su  servicio,  todas  las  naciones  cercanas 
y  remolas  lo  respetaban  ó  temían. 

Allende  de  lo  dicho  el  señor  destos  Estados,  siendo  como 
es  rey  de  España  y  de  otros  muchos  señoríos,  tiene  en  las 
manos  la  facultad  de  poner  barreras  y  trabas  á  todos  cuantos 
hay,  que  en  alguna  parte  de  sus  dominios  se  le  quieran  atre- 
ver á  meter  alguna  alteración,  lo  cual  es  importantísimo 
aun  en  tiempos  que  todos  los  señoríos  estuviesen  conformes 
en  la  unión  de  la  fé  y   religión ,  para  conservar  la  paz. 


2i2 

cuanto  mas  en  liempos  como  los  de  agora,  de  lanta  disensión 
de  corazones  y  de  estudios ,  y  tanta  turbación  de  sectas  y 
errores,  que  todo  esto  engendra  invidias,  enemistades,  re- 
celos, sospechas  y  recatos,  y  si  no  se  atreven  á  tentar  cosas 
cuevas  es  por  temor  de  los  lagares  que  hay,  desde  los  cua- 
les podrían  derribarlos  ó  jarretarlos  al  principio  ó  medio  de 
la  carrera.  Desde  estos  Estados  se  pueden  hacer  tener  á 
raya  todas  las  tierras  de  Alemania  y  se  enfrena  Francia,  y  se 
ata  Inglaterra,  y  no  teniéndose  esto  otro  estando  siguro,  no 
lo  está  España  de  Francia  é  Inglaterra ,  ni  lo  están  las  cosas 
de  Italia  de  los  comarcanos  ó  naturales  della;  y  mi  parecer 
es ,  y  no  creo  me  engaño  en  él ,  que  los  sectarios  que  hay 
agora  por  toda  Europa,   y  desean  que  sus  errores  y  sus 
ambiciones  lo  aniden  lodo  (dejado  por  principal  presupueslo 
el  socorro  de  Dios  que  sustenta  el  resto  de  los  católicos  y  no 
consiente  que  el  mal  se  extienda  por  todo)  mayor  tropiezo 
hallan  en  estos  Estados  y  sitio  y  señorío  dellos,  que  en  todo 
lo  demás  que  humanamente  en  sus  discursos  imaginan ;  y 
esto  puedo  afirmar  por  buenas  razones,  y  por  comunicación 
de  algunos  buenos  hombres  que  tengo  amigos  en  todas  las 
tierras  que  he  dicho ,  devotos  y  aficionados  á  la  corona  de 
S.  M.^,  los  cuales  no  me  es  lícito  nomibrar  por  carta,  y  por 
ser  esto  ansí  ha  procurado  Satanás  por  todas  vias  y  minis- 
tros de  todo  género  de  maldad ,  desencasar  estos  Estados  de 
la  iglesia  católica ,  y  de  la  obediencia  y  afición  del  rey  de 
España  ,  y  principalmente  de  cincuenta  y  cuatro  años  á  esta 
parte  ha  puesto  toda  la  obra ,   industria  y  diligencia  posible 
para  efetuar  su  propósito,  y  llegara  á  grande  punto  del,  si 
Dios  por  su  misericordia  y  particular   providencia  en  esta 
parte  no  lo  estorbará  y  atajará  con  la  autoridad  y  cuidado 
de  S.  M.^,  y  con  el  buen  oficio  de  los  ministros  que  para 
ello  escogió  y  envió. 


215 

Tres  cosas  son  las  principales  que  para  buen  gobierno 
(le  las  repúblicas  y  prosperidad  dellas  y  buena  afección  con 
sus  príncipes  (que  es  la  mayor  y  mas  fuerte  defensa  humana 
que  yo  hallo  contra  todos  los  insultos  exteriores)  son  necesa- 
rias, presuponiendo  á  todo  género  la  voluntad  y  favor  de 
Dios ,  que  es  el  que  guarda  las  provincias  y  conserva  los 
reinos,  y  los  puede  y  suele  trasmudar  conforme  á  su  justo 
juicio:  la  primera  de  estas  tres  es  la  buena  y  sana  religión,  le- 
gítima y  santamente  guardada  y  observada;  porque  esta  con- 
cilía  la  gracia  de  Dios  sobre  las  repúblicas,  y  traba  y  con- 
serva la  gracia  y  caridad  de  unos  hombres  con  otros,  y  los 
hace  un  vínculo  invencible.  Esta  religión  se  establece,  con- 
serva y  aumenta  con  abundancia  de  sana  doctrina  y  frecuen- 
cia de  ejercicios  della,  y  con  buen  crédito  y  ejemplo  de  los  mi- 
nistros de  la  misma  religión,  cada  cual  en  su  orden  y  grado. 

La  segunda  cosa  necesaria  es  la  silla  firme  y  franca  de 
la  justicia,  que  sin  ningún  dolo,  ni  fraude,  ni  particular  in- 
terés se  debe  ejercitar  legítimamente  y  en  su  oportunidad, 
ansí  en  lo  que  toca  á  lo  civil  como  á  lo  criminal ;  porque  el 
debido  culto  de  esta  virtud  destierra  las  injurias  públicas  y 
particulares  que  son  vicios  aborrecidísimos  de  Dios,  y  que 
enajenan  de  su  favor  los  lugares  donde  ellos  reinan ,  y  esta 
justicia  pone  paz,  igualdad  y  seguridad  en  la  tierra  donde 
ella  está  en  su  grado,  y  no  solamente  entre  los  naturales, 
sino  también  á  los  extranjeros  da  sosiego  y  quietud ,  y  los 
hace  afecionar  á  la  tierra  y  señor  della,  y  planta  la  prospe- 
ridad y  buena  andanza  en  lo  poblado  y  en  lo  despoblado. 

La  tercera  es  la  facultad  pecuniaria  que  los  antiguos 
acertadamente  llamaron  nervios  de  la  república;  porque  esta 
es  necesaria  en  las  cosas  de  la  paz  para  sustentación  sufi- 
ciente de  los  ministros  della ,  y  para  las  comodidades  y  or- 
namentos convenientes  públicos  y  privados,  y  en  tiempo  de 


214 

guerra  para  un  innumerable  número  de  gastos  necesarios 
que  en  ella  se  ofrecen.  Esta  pecunia  puede  estar  en  tesoro 
y  facultad  pública  como  es  en  poder  del  príncipe,  y  de  las 
ciudades  mismas ,  ó  en  poder  de  los  particulares ,  como  son 
gente  noble ,  mercadanles ,  ciudadanos  y  otros  bombres  ri- 
cos en  la  abundancia.  En  cualquiera  parte  de  las  dos  es  útil 
y  cónmoda  para  todo  evento;  empero  lo  mas  cierto  y  mas 
cónmodo  para  el  franco  y  buen  gobierno,  y  con  mayor  au- 
toridad del  príncipe  es  que  él  tenga  razonable  ó  buena  copia 
de  moneda  juntada  por  las  maneras  mas  fáciles  y  tolerables 
á  los  vasallos,  que  por  el  consiguiente  será  mas  duradera  y 
perpetua,  y  que  esta  facultad  esté  en  la  tierra  que  se  ha  de 
gobernar,  y  se  emplee  en  aquello  para  que  es,  porque  con 
tal  noticia  y  evidencia  los  vasallos  sufrirán  mejor  las  contri- 
buciones é  imposiciones,  y  en   caso  de  mayor  necesidad 
ayudarán  con  lo  que  tuvieren,  estando  ellos  sobrellevados  y 
bien  parados:  que  de  muy  buena  gana  lo  darán  por  el  amor 
que  necesariamente  han  de  tener  al  príncipe  que  los  mantie- 
ne en  sana  religión,  en  buena  justicia,  y  en  buen  uso  de 
sus  familias  y  haciendas;  y  sobre  todo  es  lo  mejor  que  el 
erario  público  no  sea  pobre  ni  ande  alcanzado  ni  adeudado 
de  gastos,  y  los  vasallos  tampoco  no  estén  necesitados  ni 
exhaustos ,  porque  lo  uno  terna  el  príncipe  mayor  autoridad 
entre  sus  vasallos,  visto  que  ellos  tienen  mas  necesidad  del 
que  él  dellos,  y  que  no  les  ha  de  pedir  extraordinarios  sino 
en  ocasiones  mas  importantes  á  ellos  que  á  él ,  y  lo  otro  los 
vecinos,  émulos  y  acechadores  ternán  mayor  respeto  viendo 
que  dentro  de  la  tierra  tiene  el  príncipe  los  ánimos  de  los 
subditos  y  hacienda  suya  y  dellos  bastante  para  la  defender 
y  hostigar  á  quien  les  quisiere  tocar ;  y  esto  todo  no  se  puede 
encubrir,  que  ello  mismo  se  pregona,  demás  de  que  en  todas 
partes  hay  espías  y  reportadores. 


215 

Para  destrucción  desta  tierra  y  anhilamiento  del  bien 
della,  ansí  en  lo  temporal  como  mncho  mas  en  lo  espiritual, 
habla  usado  nuestro  enemigo  de  tanta  diligencia  é  industria, 
y  metido  tanta  obra  por  mano  de  muchos  y  varios  ministros 
que  le  tenia  minados  los  fundamentos  á  estas  tres  columnas, 
de  tal  manera  que  á  no  ser  socorrida  de  Dios  con  la  autori- 
dad del  rey  católico  y  con  su  consejo  y  hacienda,  y  con  la 
buena  diligencia  de  los  ministros  ó  ministro  que  aquí  envió, 
ellas  estuvieran  totalmente  arruinadas ,  y  la  república  con 
ellas,  y  todo  lo  que  á  esto  pertenece,  la  cual  agora  por  la 
bondad  de  Dios  no  está  sino  sustentada ;  empero  aun  sobre 
cuentos  que  no  tienen  aun  los  fundamentos  toda  su  instau- 
ración y  resarcimiento  entero. 

Primeramente,  de  cincuenta  y  tres  años  á  esta  parte  nun- 
ca ha  cesado  el  enemigo  de  contaminar,  gastar  y  descarnar 
la  religión,  introduciendo  por  varios  y  expuestos  ministros, 
unos  secretos,  otros  públicos,  mas  cautelosos,  y  por  descui- 
dos y  disimulaciones,  flojedades  ó  ignorancias  de  los  que  de- 
bian  velar  y  proveer  sobre  esto,  tantas  sectas  de  perdición, 
unas  malas  y  otras  peores,  que  no  se  pueden  bien  contar, 
luteranos,  zuinglianos,  anabaptistas,  calvinista?,  adamistas, 
libertinos,  ateístas  y  otras  pestilencias  innumerables  que 
han  destruido  y  apartado  de  la  verdad  y  del  camino  de  sal- 
vación á  una  inestimable  y  miserable  infinidad  de  ánimas, 
en  los  cuales  juntamente  con  la  disensión  y  enajenación  de 
la  iglesia  católica,  se  pegaba  de  necesidad  la  desobedien- 
cia interior  y  desamor  á  su  rey  y  príncipe ,  lo  uno  por  sa- 
ber que  era  de  profesión  contraria  á  la  suya ,  que  es  una  de 
las  cosas  que  mas  aparta  á  los  ánimos  y  voluntades,  y  lo  olrd 
por  temerlo  necesariamente,  sabiendo  ser  el  mayor  estorbo 
que  en  esta  vida  tenían  para  caminar  con  la  libertad  que 
ellos  deseaban,  según  sus  ititenciones  cada  uno;  v  este  fue- 


216 

go  se  fué  encendiendo  poco  á  poco  encubiertamente,  y  lle- 
gó á  tanto  que  cuando  pudo  alzar  llama,  aunque  no  tanta 
cuanta  se  mostrara  si  la  libertad  que  se  imaginó  ó  se  pro- 
bó saliera  cierta ,  con  todo  esto  fué  tan  grande  que  no  se 
podrá  creer,  contando  della ,  y  los  que  la  vieron  no  se  pue- 
den recordar  della  sin  horror  y  admiración,  y  los  que  tie- 
nen celo  del  honor  de  Dios  y  bien  público  no  pueden  tratar 
della  sin  grande  Icástima  y  dolor  de  sus  ánimos. 

Juntamente  con  esto  nuestro  adversario  habia  gastado  y 
desbaratado  en  estos  Estados  el  fundamento  de  la  justicia 
tanto,  cuanto  jamás  yo  entiendo  por  las  historias  haya  estado 
desbaratado  en  ninguna  república,  por  desatinada  que  sea. 
Lo  uno  porque  los  ministros  públicos  todos  han  vivido  y 
hasta  hoy  viven  de  cohechos  y  dádivas,  tan  abierta  y  des- 
caradamente que  si  los  negociantes  se  tardaban  ó  descuida- 
ban en  esto,  ellos  lo  demandaban  como  juro  ó  renta,  ansí 
á  la  una  parte  como  á  la  otra ,  y  porque  les  durase  mas 
el  poyo  de  una  causa,  hacian  ciento  y  todas  inmortales  é 
inresolubles;  y  lo  otro  porque  en  lugar  de  leyes  y  derechos 
se  ha  usado  y  usa  de  una  barbarie  endemoniada,  que  llaman 
ellos  costumbres,  en  las  cuales  no  hay  entrada  ni  salida,  ni 
constancia  ni  uniformidad,  no  solamente  en  diversas  ciudades 
y  distritos,  mas  en  un  mismo  distrito,  en  una  misma  villa,  en 
un  mismo  año,  en  un  mismo  juzgado,  ni  en  un  mismo  dia, 
de  manera  .que  pocos  alcanzaban  buena  justicia,  y  ninguno 
la  conseguía  por  tiempo,  y  muchos  desperados  ó  cansados 
la  dejaban  de  seguir,  y  todos  pechaban  intolerables  cohechos 
y  tributos,  y  habia  mayor  agravio  y  mas  común  en  esta 
'parte  del  que  se  puede  encarecer  por  ningún  exceso  de  pa- 
labras, y  esto  no  solamente  enajenaba  los  ánimos  de  los  sec- 
tarios, sino  también  de  los  católicos,  porque  era  la  plaga  co- 
rnun  y  no  solo  los  que  lo  padecian  sino  los  que  lo  entendían 


2i7 

(que  era  público)  también  se  afligian  y  aborrecían  la  tierra 
donde  tanto  abuso  babia.  En  lo  criminal  era  tanta  la  abomina- 
ción que  aquí  se  usaba  cuanto,  siendo  confesada  por  los  mis- 
JDOS  ministros  que  la  cometían  ó  consentían  ,  se  entenderá 
por  la  reformación  que  por  mandado  y  autoridad  de  S.  M.* 
acerca  desto  ba  becho  el  duque  de  Alba.  Es  consecuente,  se- 
gún la  verdad  de  las  divinas  letras ,  que  esta  injusticia  pú- 
blica tuviese  á  Dios  muy  ofendido  é  airado  contra  esta  tier- 
ra ,  y  para  dejarla  de  su  mano  y  gracia,  si  por  misericordia 
suya  no  diera  lugar  á  que  un  Moisés ,  y  un  (i)  inter- 
cedieran para  que  Dios  no  la  desportillara  y  la  dejara  rom- 
per y  destrozar  de  los  enemigos  y  de  las  bestias  salvajes, 
quiero  decir,  sino  inspirara  en  el  corazón  del  rey  y  de  sus 
consejeros  que  interpusiera  su  autoridad  y  oflcio  real,  y  usa- 
ra de  los  ministros ,  consejos  y  obras  y  provisiones  que  ha 
usado  y  todavía  va  prosiguiendo. 

No  menos  habla  Satanás  consumido  y  disipado  el  funda- 
mento y  estribo  de  la  tercera  columna,  que  es  la  pecunia 
pública  y  privada,  porque  siendo  de  antes  los  propios  de  los 
pueblos  destos  Estados  tan  grandes  que  tanto  por  tanto  con- 
sideradas las  cualidades  de  la  tierra ,  no  les  hallo  compara- 
ción en  ninguna  parte  de  que  yo  tenga  noticia,  y  pudiendo 
tiacer  grandes  tesoros  y  erarios  públicos  para  servicio  de 
su  príncipe  y  administración  pública  y  las  otras  necesidades, 
vino  esto  á  ser  manejado  por  manos  de  oficiales  que  lo  con- 
sum.ieron  y  tornaron  todo  en  humo,  gastando  algunas  par- 
tes en  edificios  y  cosas  que  se  pudieran  excusar  ó  moderar, 
y  á  las  vueltas  desto ,  consum.iendo  lodo  el  resto  entre  ellos 
mismos  en  malos  recados,  banquetes,  conviles  y  otras  co- 

(I)  Hay  una  palabra  que  do  se  paede  leer. 


218 

sas  tales  y  peores,  de  manera  que  se  vino  lodo  á  destruir, 
y  lo  mas  á  la  mano  y  lo  mas  firme  á  empeñar  y  enajenar, 
y  para  pasar  adelante  con  sus  aprovechamientos  ó  disi- 
paciones, comenzaron  y  'prosiguieron  en  poner  malfotas, 
imposiciones,  asisas  y  oirás  infinitas  exacciones  sobre  los 
mantenimientos  y  bebidas  del  pueblo,  y  porque  la  gente  de 
suyo  es  aficionada  á  beber ;  y  tras  desto,  por  la  mayor  parte 
expende  cuanto  adquiere  en  lugar  de  con  bueno  y  cristiano 
celo  de  caridad  y  provecho  común ,  buscar  modo  y  orden, 
para  esto  buscaban  é  inventaban  modos  y  ocasiones  para 
que  hubiese  mas  concurso  y  mas  frecuencia  en  el  beber,  y 
creciese  el  vezo  y  el  vicio  con  todo  lo  que  desto  nace ,  que 
es  horrible ;  y  por  otra  parle  los  mas  ricos ,  ansí  naturales 
como  huéspedes  de  la  tierra,  á  imitación  y  emulación  unos 
de  otros,  se  desbarataron  en  excesos  de  comidas,  y  trasor- 
dinarios trajes,  y  usajes  y  gastos  superfinos  y  no  alabados 
de  máscaras  nocturnas  y  otras  cosas  tales  con  que,  como 
por  experiencia  en  esta  tierra  se  ha  visto,  laíiacienda  se  ar- 
ruina, la  caridad  se  enfria,  la  honestidad  se  combate  y  ex- 
pugna, las  costumbres  se  corrompen  y  las  personas  se  apo- 
can y  afeminan ,  y  Dios  las  aborrece  á  ellas  y  á  sus  cosas, 
y  quedan  mal  vezadas  al  vicio  y  sin  facultad  para  cumplirlo 
á  su  apetito  y  sin  favor  de  Dios,  de  que  yo  no  sé  qué  se 
puede  esperar  sino  lo  que  aquí  sucedió,  que  viendo  el  dia- 
blo que  ya  tenia  hartas  cartas  y  mal  pintadas,  como  él  las 
queria,  determinó  barajarlo  todo  y  jugar  abiertamente,  y  á 
un  tiempo,  hallándose  esta  tierra  contaminada  toda  de  mala 
doctrina,  llena  de  agravios  é  injusticias,  cargada  de  vicios  y 
menoscabada  de  facultad  pública  y  privada,  y  reventando 
de  varios  humores  y  apetitos,  movió  á  los  que  acechaban 
la  tranquilidad  pública  y  tenían  ó  envidia  ó  deslealtad  al  rey, 


219 

y  ardian  de  ambición  y  avaricia ,  y  no  podían  valerse  Qon 
las  deudas  que  debían  á  que  revolviesen  el  bato,  y  levanta- 
sen al  pueblo  en  odio  y  desobediencia  del  príncipe  y 'señor 
legítimo,  á  unos  con  prometer  y  procurar  libertad  que  ellos 
llaman   de  conscieucias;  á  otros  con  esperanzas  de  mejor 
y  mas  justo  gobierno  y  administración  de  justicia;  á  otros 
con  que  ansí  saldrían  de  sus  deudas  y  empeños;  y  á  otros 
con  que  este  era  el  más  fácil  modo  de  salir  de  noiseria  y  po- 
breza, y  dejar  el  trabajo  y  cansancio  de  artesanos  y  merce- 
narios; porque  ó  por  inducción  de  otros  ó  imaginación  pro- 
pia, ansí  fueron  movidos  todos,  cada  cual  según  su  humor 
y  pretensión ,  y  llegó  la  cosa  á  estado  que  las  herejías  y 
cismas  se  predicaron  piíblicamenle  con  increíble  concurso; 
y  se  comenzaron  á  alzar  y  negar  la  obediencia  algunas  vi- 
llas, y  ni  los  magistrados  pudieron  ó  no  osaron  ó  no  quisie- 
ron resistir  al  peligro  evidente,  por  lo  que  ellos  se  saben,  y 
porque  se  les  atrevían  los  menudos  á  zaherir  en  las  barbas 
sus  malos  oficios  y  ministerios  pasados ;  ni  aunque  quisieran 
con  ánimo  hacer  su  deber  tenían  facultad  para  ello,  porque 
las  rentas  públicas  estaban   perdidas  y  empeñadas,  y  los 
particulares  vejados  y  cansados  de  pagar  y  contribuir,  y  en- 
fadados y  enajenados  los  ánimos  por  las  causas  que  he  sig- 
níGcado,  y  otras  muchas  que  no  refiero  aquí.  De  manera, 
que  fué  grande  maravilla  y  singular  gracia  de  Dios,  no  re- 
surtir la  cosa  en  el  miserable  fin  que  en  España  se  temió, 
y  acá  mucho  mas ,  y  en  los  vecinos  y  no  bien  intenciona- 
dos se  esperó  y  persuadió  que  sucediera. 

Para  lo  cual  inspiró  Dios  en  S.  M.''  el  consejo  de  enviar 
al  duque  de  Alba ,  viendo  que  la  cosa  estaba  del  todo  rom- 
pida y  no  amenazaba  menos  que  sangre  y  fuego,  y  se  fun- 
daba en  muchos  personajes  de  autoridad  y  de  ingenio  para 
mal ,  y  que  con  sus  arles  lenian  parte  ganada,  parte  en- 


220       ' 

canlada  y  embaucada  á  la  mayor  parle  de  la  gente  (con 
los  cuales  ningún  buen  concierto  era  seguro  ni  firme,  aten- 
to que  movidos  ó  de  su  ambición  ó  del  temor  y  recelo  que 
les  habia  de  quedar,  no  babian  de  estar  quedos  en  viendo 
la  suya,  y  la  babian  de  procurar  en  lo  posible)  para  que 
por  via  de  las  armas  aquietase  y  pacificase  la  tierra  con  toda 
clemencia ,  no  usándolas  contra  los  que  se  quisieren  repo- 
sar ,  sino  contra  los  rebeldes  que  llevasen  su  mal  propósito 
adelante,  y  destos,  castigando  los  caudillos,  auclores  y  tru- 
jamanes; y  puesto  que  esto  parecia  imposible,  y  no  era  per- 
suasible en  España ,  Italia,  Alemania  ni  otras  partes ,  y  me- 
nos en  estos  mismos  Estados ,  porque  los  que  aquí  eran  del 
mejor  deseo  y  sentencia,  tenian  por  imposible  é  ineficaz  otro 
remedio  que  sola  la  presencia  de  S.  M/  en  estos  Estados, 
para  lo  cual  habia  tanta  dificultad  como  allá  se  sabe,  é  yo 
he  visto  de  antes  y  después  que  por  acá  estoy,  y  al  mismo 
duque  le  parecia  que  esto  era  ó  imposible  ó  dificultosísimo, 
según  yo  imagino  que  le  debia  parecer  de  razón  humana,  y 
no  traia  otro  estribo  en  que  se  afirmar  sino  la  gloria  y  ayu- 
da de  Dios,  con  la  auctoridad  y  buena  causa  de  S.  M.^.  Con 
todo  esto  y  lo  demás  que  se  puede  pensar  y  decir,  quiso 
Dios  que  evidentemente  se  mostrase  su  favor  de  parte  del 
rey  en  esta  causa ,  y  en  defensa  de  la  iglesia  y  singular  mi- 
sericordia que  quiso  usar  con  esta  tierra ,  aceptó  la  elección 
del  duque  de  Alba  para  este  negocio,  y  dio  allanados  y  pa-" 
cados  en  pocos  dias  por  via  de  las  armas  estos  Estados,  dán- 
dole ganadas  una  en  pos  de  otra  dos  batallas  gruesas  y  de 
gente  desesperada  y  porfiada ,  tan  presto  y  tan  fuera  de  los 
ejemplos  ordinarios  que  él  mismo  y  los  soldados  que  en  ello 
se  hallaron  con  ser  gente  que  con  la  edad  y  acostumbrada 
presunción  déla  nación  española,  suelen  adelantarse  con- 
tando sus  hazañas  y  valentías,  lodos  confiesan  que  fué  esta 


2iM 

manifiesta  obra  de  Dios,  y  que  ellos  no  saben  como  se  pu- 
dieron vencer  aquellas  batallas  tan  presto  con  tanto  estrago 
de  los  enemigos  mejor  armados  y  en  mejores  puestos  que 
ellos,  y  con  tan  poco  riesgo  suyo,  ydespues  habiendo  torna- 
do los  rebeldes  con  un  poderoso  ejército  á  pié  ú  á  caballo 
con  intención  de  salir  cQn  la  suya  ó  destruir  la  tierra ,  y  que 
como  desesperados  se  debian  temer ,  y  como  gente  de  punto 
y  que  hablan  hecho  grandes  promesas  á  los  suyos ,  y  púes- 
tose  en  teatro  del  mundo,  ofreciéndose  ellos  á  una  empresa 
con  la  cual  si  no  sallan  hablan  de  quedar  afrentadísimos,  lo 
salieron  ansí,  echados  á  repelones  y  con  pérdida  de  mucha 
gente,  quedando  gastados  y  perdidos,  sin  perderse  en  lodos 
estos  riesgos  cien  soldados  de  los  del  rey.  Con  estos  sucesos 
y  con  la  opinión  que  al  duque  se  le  acrecentó  de  buen  ca- 
pitán y  celosísimo  ministro  de  un  rey  tan  poderoso,  se  caye- 
ron los  pensamientos  y  esperanzas  á  la  mayor  parte  de  gen- 
te dañada  que  en  estos  Estados  habla ,  y  se  puso  freno  á  loí? 
vecinos  que  estaban  á  la  mira  esperando  su  oportunidad,  y 
se  les  atajaron  los  pasos  á  una  infinidad  de  bandidos  y  fugi- 
tivos que  están  fuera  de  los  Estados,  con  propósito  de  no  tor- 
nar á  ellos  sino  para  libre  uso  de  sus  opiniones  y  pretensio- 
nes antiguas,  y  como  con  esto  se  juntó  el  castigo  de  los  mas 
culpados  que  se  pudieron  haber,  auctores  y  entrevenidores 
de  los  desmandos  pasados,  cobraron  grande  temor  los  que  se 
hallaban  con  las  conciencias  aigo  cargadas,  y  resollaron  y  co- 
braron esperanza  de  sosiego  los  católicos  y  bien  intenciona- 
dos, y  comenzóse  á  sosegar  la  tierra  y  á  menear  el  trato 
y  artificio ,  eí  cual  estuviera  hoy  muy  mas  adelante,  aunque 
va  instaurándose,  si  el  demonio  no  rodeara  el  embarazo  y 
daño  que  por  parte  de  Inglaterra  vino  el  año  pasado  con 
grande  desmán  de  toda  la  contratación  y  del  común  de  esta 
tierra. 


222 

En  este  medio  y  después  deslo  el  Duque ,  por  satisfacer 
.como  ministro  cristiano  y  leal  á  todas  las  partes  de  su  ofi- 
cio en  que  S.  M.*'  le  mandaba  servir,  entró  de  veras  á  enten- 
der la  orden  que  habia  en  estas  repúblicas,  y  aunque  tenía 
noticia  de  los  abusos  por  las  veces  que  aquí  babia  estado, 
entiendo  que  nunca   temió  habria  tanto  mal  como  bailó. 
Uno  de  los  grandes  y  acertados  consejos  y  acuerdos  que 
S.  M.**  tuvo  para  la  buena  administración  de  lo  de  aquí, 
fué  ordenar  y  criar  un  Consejo  que  estuviese  al  lado  del  go- 
bernador, que  acá  llaman  Consejo  de  Tnibles;  porque  por 
la  autoridad  y  diligencia  y  vigilancia  de  este  Consejo,  no 
solamente  en  las  cosas  criminales  de  estas  Irublas  ba  babido 
Ubre  y  cumplido  despacbo,  mas  con  buena  maña  se  han 
venido  y  alcanzado  á  reconocer  todas  las  órdenes  y  desór- 
denes de  todos  los  Estados  y  los  ministros  y  ministerios  dellos 
en  criminal  y  civil,  y  se  le  ba  puesto  á  lodos  grande  respeto 
y  recato  con  la  auctoridad  ysuperintendencia  de  este  Con- 
sejo, y  esta  auctoridad  ha  alcanzado  á  los  Estados  y  brazos, 
ansí  eclesiásticos  como  seglares,  y  en  todas  suertes  de  causas 
y  materias  ó  de  gobierno  y  justicia  ó  de  hacienda,  de  todo 
lo  cual  S.  M/  terna  buena  noticia  ya.  Desde  aquel  puesto 
se  ha  podido  bien  ver  qué  estado  tienen  las  cosas ,  y  de  que 
pié  cojean  los  ministros  dellas  en  general  y  particular ,  y 
perpetuándose  este  Consejo  con  las  personas  que  para  él  con- 
vendrán,  S   M.^  y  su  gobernador  ternán  las  riendas  en  las 
manos  de  lodos  los  carros  en  que  caminan  todos  los  demás 
magistrados  para  con  consejo  y  oportunidad  templarlo  todo 
sigun  Dios  y  justicia. 

Con  esta  ayuda  añadida  á  su  buen  cuidado  y  deseo,  y 
encomendándose  á  Dios,  á  sí  y  á  todo  lo  que  toca  al  servicio 
de  S.  M.**  y  de  la  del  rey,  vino  el  duque  á  descubrir  la  Ba- 
bilonia de  los  abusos  que  por  todas  p¿írtes  habia  por  esta 


2¿5 

tierra  en  lodos  géneros  de  administraciones  de  gobierno, 
justicia  y  hacienda,  y  Iraló  de  querer  reformarlo,  conociendo 
que  esto  era  lo  que  mas  dañaba  la  tierra  y  la  enajenaba  de 
Dios  y  del  rey.  Yo,  el  año  primero  que  aquí  vine,  entendí 
parte  d estas  cosas,  advirtiendo  algunas  que  no  podia  huir 
la  noticia  dellas  por  ser  públicas,  y  siendo  avisado  de  otras 
por  personas  que,  simplemente  ó  por  descansar ,  contando  los 
agravios,  me  lo  refirian  ,  y  me  maravillaba  cómo  era  posible 
que  esta  república  durase  tanto  en  tan  grande  confusión. 

Tornando  á  mi  propósito,  el  duque  halló  esto  todo  muy 
extragado ,  y  la  oportunidad  del  tiempo  buena ;  porque  cou 
las  Vitorias  pasadas,  y  con  la  justicia  y  castigos  ejecutados, 
todo  el  mundo  le  tenia  respeto,  y  ninguno  se  osaba  abierta- 
mente menear  contra  el  servicio  de  S.  M.*^,  puesto  que  los 
que  tenían  las  manos  en  la  masa  de  la  república,  les  pesaba 
y  ha  pesado  mucho  de  tener  sobre  sí  quien  tanto  se  las  en- 
tienda, mayormente  estando  ciertos  que  no  se  podia  corrom- 
per ni  descantillar  con  los  golpes  que  en  "España  dicen  que 
quebrantan  peñas,  de  que  ellos,  á  sus  tiempos  y  cuando  hace 
á  su  propósito,  suelen  ser  grandes  artífices,  y  según  lo  que 
yo  tengo  visto  por  experiencia ,  y  lo  que  el  duque  y  otras 
personas  que  bien  lo  entienden  me  han  cerliñcado,  el  pue- 
blo, ciudadanos,  paisanos,  mercadanles,  artes^inos  y  toda 
la  demás  gente  que  no  está  constituida  en  magistrado  ni  auto- 
ridad, son  dóciles  y  fáciles  de  guiar  á  cualquiera  parte, 
como  tuvieren  los  que  llevan  la  danza  bien  ó  mal  intencio- 
nados,  y  por  tanto  fueron  tan  fáciles  de  engañar  por  los  se- 
ductores; y  ansí  muchos  dcllos  se  han  fácilmente  reducido 
por  el  perdón  general  con  pocos  otros  medios  de  los  que  en 
tal  caso  se  acostumbran  y  requieren ;  empero  los  guiones  de 
todas  las  partes  y  ministros  de  los  oficios  están  tan  dañados 
y  obstinados  en  su  uso  antiguo  de  buscar  su  particular  y 


224 

oprimir  á  los  demás,  y  en  lodo  lo  que  á  eslo  se  allega,  que 
la  conquista  y  reformación  deslos  tuve  yo  siempre  por  muy 
mas  dificullosa  que  la  de  los  oíros  con  las  armas  y  muchos 
mas  que  fueran;  y  ansí  lo  entendió  el  duque  luego  que  en- 
tró á  adobar  los  negocios.  Y  para  defenderse  ó  defender  sus 
pretensiones  tienen  grande  unión  y  conformidad  los  unos 
con  los  otros,  y  grandes  mañas,  y  mucho  estudio,  como  lo 
suelen  hacer  los  hombres  que  emplean  todos  á  una  sus  in- 
genios en  una  materia,  y  mas  si  es  mala  y  deste  siglo,  que 
son  los  hijos  del  mas  pri/dentcs  que  los  hijos  de  la  luz.  Ya 
se  hacen  ignorantes  é  incapaces  de  entender  lo  que  se  les 
dice;  ya  ponen  inconvenientes  inraaginables;  ora  procuran 
ellos  que  los  haya;  ya  cansan  con  llevar  las  cosas  despacio 
y  hacerse-  tontos  y  olvidadizos.  Otras  veces  despuntan  de 
agudos,  y  secretamente  se  aperciben  y  avisan  unos  á  otros, 
desde  el  general  hasta  el  particular,  para  excusarse  los  unos 
con  el  escándalo  de  los  otros,  y  ellos  son  sumos  artífices 
destos  escándalos,  porque  el  mayor,  después  que  no  le  han 
valido  todas  otras  mañas,  hace  y  trata  con  el  inferior  oficial 
inmediato  á  él  que  ponga  de  nuevo  dificultades  ó  las  pro- 
cure, y   aquel  induce  á  otro  y  este  á  los  demás,  y  ansí 
cuando  parece  que  está  la  máquina  para  mover ,  y  no  hay 
que  concertar  mas,  remanecen  cient  traviesas  donde  no  se 
pensaba,  que  detienen  el  curso  de  los  negocios;  y  hay 
tanto  desto  que  no  es  posible  creerse  ni  aun  contarse  como 
ello  es,  sino  es  metiendo  en  presencia  cualquiera  materia  des- 
tas;  y  en  estos  medios  por  sus  ministros  escandalizan  al 
pueblo  crédulo,  y  procuran  ponerlo  mal  con  el  rey  y  con  el 
gobernador  y  sus  oficiales,  pintándoles  las  cosas  al  revés  de 
lo  que  son ,  ó  muy  mas  graves ,  y  dándoles  á  entender  que 
son  subjeciones  nuevas  contrarias  á  la  libertad  de  la  tierra 
y  á  sus  privilegies,  y  que  son  conquistas  y  opresiones  y 


225 

paliada  inquisición ,  y  luego  se  siente  el  ruido  y  la  murmu- 
ración por  las  casas  y  calles  (porque  el  vulgo  deslá  tierra  es 
muy  suello  en  hablar  lo  que  quiere,  ó  por  el  poco  entendi- 
miento vulgar,  <3  por  antigua  costumbre,  ó  á  semejanza  de 
cuando  eslcán  beodos)  y  no  se  oye  menos  que  libertad,  opre- 
siones, sujeciones,  tiranías  y  otros  vocablos  ansí  invidiosos  y 
escandalosísimos,  y  decir  que  no  se  ha  de  consentir,  y  que 
se  ha  de  despoblar  la  tierra ,  y  que  ellos  no  merecieron  es- 
tas opresiones,  y  que  los  que  pecaron  en  lo  pasado  son  ausen- 
tes ó  muertos;  y  por  otra  parle  claman  privilegios,  acuer- 
dos,      (i)       entradas,  y  desto  todo  hay  una  infinita  suma 
de  embarazos ,  que  por  parte  de  los  ministros  se  ponen  cuan- 
do se  quiere  corregir  cualquiera  ministerio  ó  instituir  cual- 
quiera cosa  de  nuevo ,  que  toque  al  servicio  de  Dios ,  del  rey 
ó  del  bien  público:  que  como  he  dicho,  de  mucho  tiempo  tie- 
nen estos  oficiales  conocido  ansí  el  pueblo  para  saber  los  mo- 
dos de  escandalizarlo,  como  estudiadas  sus  mañas  y  artes 
para  estorbar  cualquiera  cosa  que  sea  contra  sus  pretensiones 
y  modos  de  proceder.  Cuando  últimamente  vienen,  ó  conven- 
cidos ó  inducidos  á  poner  en  efecto  alguna  cosa  tal,  inventan 
los  medios  que  sean  mas  dificultosos ,  mas  odiosos  al  pueblo, 
mas  flacos  ó  mas  ridículos,  porque  errándose  y  no  pudiendo 
perpetuarse,  salgan  ellos  con  la  suya.  Seria  nunca  acabar 
tratar  deslo,  porque  no  tiene  fin,  y  entiendo  que  S.  M.**  y 
los  del  su  Consejo  tienen  bastantísima  noticia  de  todo  ello. 
Para  remedio  desto  y  para  contraminar  estos  ingenios  y 
poder  hacer  lo  que  convenga  al  servicio  de  Dios  y  del  prín- 
cipe y  bien  commun,  son  necesarias  principalmente  (des- 
pués de  la  oración  y  encomendarlo  á  Dios)  dos  cosas:  la  una 
es  tener  conocidas  y  alcanzadas  las  tretas  que  estos  suelen 

(1)  Hay  una  palabra  que  no  se  puede  leer. 
Tomo  XU.  15 


226 

usar  para  ganar  el  juego  o  hacerlo  mam  (sic)  que  son  como 
digo  muchas,  y  cada  dia  se  acrecientan;  y  la  otra  es  tener- 
los sujetos  sienipre  con  autoridad  y  constancia,  porque 
ninguna  otra  cosa  los  rinde  al  fin,  sino  el  respeto,  recelo  ó 
temor ,  no  la  razón ,  no  la  blandura  ó  el  tratarlos  por  vía  de 
nobleza,  ni  otros  medios  loables  y  deseables  con  que  los  hom- 
bres se  suelen  mover,  y  lo  que  mas  es  no  la  beneficencia; 
-porque  yo  creo  que  en  lo  descubierto  de  la  tierra  no  hay 
gente  mas  interesada  para  sus  particulares,  ni  de  mas  corto, 
frío  y  poco  durable  agradecimiento  que  los  de  aquí,  hablando 
en  general  de  grandes  y  menores  ( exceptuando  algunos 
particulares  que  también  aquí  como  en  todas  partes  los 
hay  de  mas  aventajada  consideración).  Finalmente  lo  que 
yo  entiendo  es  mas  bastante  para  domarlos  y  atraerlos  á  lo 
bueno  es  la  autoridad  y  nombre  del  rey  con  una  severidad, 
ó  firmeza ,  ó  natural,  ó  bien  disimulada  en  el  ministro  ó  go- 
bernador, reglado  todo  esto  con  la  equidad,  razón  y  buen 
propósito  de  mejorar  o  corregir  las  cosas,  y  paciencia  para 
sufrirles  y  esperarles  sus  deslizamientos  y  corcobos ,  y  para 
hacerles  corregir  lo  que  mal  ordenaren,  y  buen  juicio  para 
pensarlo,  forjarlo  y  limarlo  todo. 

Por  el  mes  de  agosto  que  pasó,  al  fin  del  hizo  un  año  que 
hablando  yo  con  el  duque  de  Alba  á  solas  en  San  Miguel  desta 
villa ,  y  dando  muchas  gracias  á  Dios  que  habia  puesto  en 
tan  buen  ser  las  cosas  de  la  guerra ,  y  que  lo  que  tocaba  á 
la  ejecución  de  su  justicia  ejemplar  estaba  también  casi  aca- 
bado, venimos  á  tratar  del  asiento  de  las  cosas  públicas  y  de 
paz  tan  necesaria  en  esta  tierra,  y  diciendo  yo  al  duque  que 
cuanto  antes  se  habia  hecho  en  guerra,  justicia,  etc.,  no  era 
mas  que  abrir  el  camino  para  asentar  estotro,  y  él  me  res- 
pondió que  lo  entendía  así,  y  por  su  gracia  y  como  á 
criado  de  S.  M.^  que  él  me  tenia  por  leal  y  bien  inlencio- 


227 

nado,  y  deseoso  del  bien  público,  me  reürió  las  cosas  que 
tenia  entendidas  ser  necesarias  para  el  provecho  coraun  y 
servicio  de  S.  M/  ansí  en  lo  que  toca  á  la  reformación  de 
la  justicia  criminal  y  civil ,  como  en'  lo  de  la  doctrina  y  reli- 
gión, y  también  lo  de  la  hacienda.  Viendo  yo  que  tan  bien 
tenia  conocidas  las  cabezas  de  todo  este  gobierno,  y  la  au- 
toridad ,  y  respeto  en  que  estaba  con  los  bien  intencionados, 
y  el  temor  que  le  tenian  los  contrarios,  le  supliqué  que,  en- 
comendándose á  Dios,  pusiese  manos  en  la  obra  y  procurase 
poner  en  estudio  y  efecto  lo  que  tanto  cumplía  y  tanto  se 
debia  al  oficio  y  cargo  en  que  S.  M.*^  aquí  le  tenia.  Respon- 
dióme que  era  cosa  de  mucho  tiempo  y  de  mas  fuerzas  y  sa- 
lud que  la  suya,  porque  pasaba  de  sesenta  y  dos  años  y  con 
enfermedades,  y  qué  habia  muchos  con  que  combatir,  y 
repugnantísimos.  Yo  le  repliqué  que  Dios  habia  hecho  las 
cosas  de  antes  en  menos  tiempo  y  con  menores  dificultades 
de  las  que  él  pensaba  ni  persona  ninguna ,  y  esto  se  habia 
hecho  con  la  autoridad  del  rey  y  con  su  ministerio;  que  el 
mismo  Dios  le  facilitaría  en  expedición,   y  abreviaría  en 
tiempo  el  concierto  de  cosas  tan  buenas  y  útiles.  Díjome  que 
él  daría  razón  y  noticia  dello  todo  á  S.  M.*^  para  que  con  su 
autoridad  y  ministros  lo  mandase  proveer,  y  declaróme  que 
tenia  pedida  ó  quería  pedir  (que  no  me  acuerdo  bien  cual 
destas  palabras  fué)  licencia  para  tornarse  á  España.  Yo  le 
dije  que  si  tuviera  mi  deseo  y  voto  alguna  eficacia,  yo  le  es- 
torbara por  todos  los  ruegos  y  medios  posibles  que  no  pi- 
diera tal  licencia  por  entonces,  y  suplicara  á  S.  M.*  que  no 
se  la  diera  aunque  se  la  pidiera.  Díjome  que  él  no  queria 
holgar  sino  servir  en  todo  lo  que  pudiese;  mas  que  aquí  sir- 
viesen otros.  Yo  no  sé  si  él  tenia  algún  otro  respeto  ó  moti- 
vo, ni  refiero  mas  de  lo  que  pasó  entre  su  Excelencia  y  mí. 
Porfiando  yo  todavía  con  mi  deseo  en  la  disuasión,  sentí  que 


228 

se  habia  desabrido  ó  enlrislecido;  porque  me  dijo  que  via  yo 
no  tenia  consideración  á  su  edad  y  trabajos  pasados  y  pre- 
sentes, ya  que  era  tiempo  de  recogerse  á  donde  de  mas 
cerca  dispusiese  á  su  casa  y  cosas  en  que  los  de  su  edad  es 
razón  que  entiendan;  á  lo  cual  respondí  con  la  mayor  mo- 
destia que  pude  estándome  todavía  en  mi  deseo  y  opinión,  y 
declarándoselo  ansí;  y  aunque  oia  después  que  pedia  licencia, 
nunca  entendí  que  se  la  diera  S.  M/  hasta  que  tuviera  asen- 
tado loque  aquí  convenia,  y  mayormente  viendo  que  se  iba 
ordenando  la  reformación  de  la  justicia  criminal;  como  ha  sa- 
lido la  reformación  y  la  expargación  de  los  libros  y  doctrinas, 
librerías  públicas  y  particulares,  y  emprentas  é  impresores, 
en  el  cual  ministerio  entendía  yo;  y  viendoque  Diosloencami- 
naba  y  allanaba  todo,  aunque  con  dificultades,  empero  que 
se  via  claramente  que  la  voluntad  y  mano  de  Dios  andaba  en 
todo  ello,  porque  ya  lo  que  á  mí  tocaba  eslá  casi  todo  efetuado. 
Agora  después  que  la  majestad  de  la  reina  nuestra  se- 
ñora ,  que  Dios  prospere,  partió  destos  Estados,  como  luego 
de  á  pocos  dias  se  sonó  la  salida  del  duque  de  Alba  dellos,  y 
antes  que  se  declarár¿i  sucesor,  y  después  también  vi  mani- 
fiestamente turbadas  las  cosas  y  las  gentes,  cado  uno  según 
sus  pretensiones ;  porque  los  que  bien  entendían  las  cosas  y 
consideraban  el  suceso  dellas,  tenían  y  tienen  temor  de  la  sa- 
lida tan  breve  del  duque ,  los  que  por  otras  intenciones  le 
tienen  respeto  y  lo  sienten  por  tropiezo  dellas  se  holgaban 
con  la  nueva ,  entendiendo  que  no  podría  venir  quien  tan 
presto  ni  con  tanto  curso  llevase  adelante  las  cosas  que  iban 
ya  encaminadas  ó  enderezadas  á  contrarios  fines  de  los  que 
ellos  pretendían  porque,  como  es  verosímil  de  pensar)  cual- 
quiera sucesor ,  ó  por  soler  ansí  ser  las  cosas  entre  los  hom- 
bres, ó  querrá  andando  por  otro  camino  ó  por  otros  medios 
pomo  parecer  discípulo  del  predecesor,  ó  ya  que  quiera  jugar 


229 

el  juego  como  estaba  entablado  por  las  mismas  piezas  y  re- 
glas, primero  que  venga  á  conocer  las  cosas  y  las  personas, 
y  enterarse  en  todo,  pasarán  un  par  de  años  y  mas  los  que 
pudieren  alargar  los  que  tanto  desean  que  no  se  haga  sino 
lo  que  ellos  quieren ,  y  entre  tanto  jiet  aliquid  spero ,  como 
decia  el  cómico,  mayormente  quellos  no  se  dormirán,  y  el 
adversario  que  no  duerme  dejará  de  los  solicitar ;  y  ansí  vi 
que  luego  comenzaron  á  meter  requeslas  para  la  dilación  de 
la  ejecución  de  los  placartes  tocantes  á  lo  criminal ,  y  á 
poner  dilayes  (sic)  en  otras  cosas  importantes,  y  desbara- 
tar con  malos  medios  y  decretos  otras  ordenanzas  que  esta- 
ban ya  determinadas,  y  hacer  dificultosa  y  corta  la  pecunia 
presente,  y  poner  flaquezas  y  malas  invenciones  en  la  orde- 
nación de  los  pechos  y  contribuciones,  que  se  instituían 
para  lo  venidero;  habiendo  tanta  turbación  por  todas  partes 
no  pude  yo  dejar  de  turbarme,  y  recelar  lo  que  recelo,  y 
aun  me  temí  que  desde  luego  aflojaran  todos  mucho  mas  y 
perdieran  al  duque  todo  respeto;  porque  ya  sé  que  cosa  es 
populacho  cuando  entiende  que  un  corregidor  entra  y  otro 
se  vé ,  y  conozco  ansimismo  este  populacho  y  los   vientos 
que  le  soplan.  Yo  supliqué  al  Duque  no  aflojase  ni  diese  lu- 
gar á  dilayes  en  la  ejecución  de  la  reformación  criminal,  y 
dijo  que  él  baria  lo  posible ,  y  ansí  lo  ha  hecho,  aunque  al 
principio  todos  tiraban  de  la  cuerda  para  hacérsela  soltar,  y 
de  aquí  se  puede  entender  cuanto  es  el  respeto  que  le  han 
tenido,  pues  que  no  se  han  atrevido  á  perdérselo  del  todo; 
y  al  principio  bien  entendí  se  comenzaban  á  asomar,  sino 
que  con  no  descomponerse  el  Duque ,  y  con  ver  que  no  se 
apresuraba  la  venida  del  sucesor,  se  atajaron. 

Al  presente  (para  decir  libremente  lo  que  siento)  me  pa- 
rece que  el  Duque ,  como  quien  está  sobre  un  pié ,  no  res  - 
Iriba  mucho  en  cosas  que  podrían  moverse  adelante  con 


250 

autoridad  y  constancia,  salvo  en  lo  de  la  religión,  que  en 
estas  no  afloja  en  un  punto,  y  que  los  de  la  otra  parle 
atienden  á  llevar  la  máquina  hacia  su  propósito,  ya  que  no 
pasan  adelante,  sustentan  á  hombro  junto  porque  no  se  la 
rezaguen;  porque  en  ninguna  manera  pueden  tragar  este  bo- 
cado de  ser  mandados  y  obligados  del  rey ,  sino  lo  que  ellos 
solían,  y  como  acostumbraban  dar  á  entender  al  rey  que 
les  era  obligado,  y  cada  dia  le  podian  obligar  de  nuevo ;  y 
entiendo  que  este  brio  les  es  antiguo  desde  que  se  crió  aquí 
el  emperador  Garlo,  nuestro  señor,  que  Dios  tiene,  que  como 
estuvo  como  pupilo  y  gobernaba  sus  cosas  por  ellos,  y  des- 
pués las  reinas  y  gobernadoras  que  aquí  han  estado ,  no 
han  salido  ni  sabido  adelante  de  lo  que  ellos  mostraban,  y 
eran  gobernadores  ellos  en  cuanto  al  manejar  de  los  nego- 
cios en  todo  género,  parecíales  que  cualquiera  merced  que  se 
les  hacía,  no  era  merced  sino  deuda  y  paga,  y  no  entera.  Y 
como  ven  que  agora  se  entonan  las  cosas  por  otros  señores, 
tienen  por  terrible  el  dejar  su  punto  viejo,  y  trabajan  lo  po- 
sible por  sustentarlo,  y  es  mayor  cosa  que  se  puede  pensar 
el  haberse  llegado  los  negocios  al  punto  y  lugar  en  que  es- 
tán, y  es  manifiesta  obra  de  Dios  y  no  de  los   hombres. 
Porque  yo  tengo  hecha  esta  consideración  :  que  si  esta  pro- 
vincia estuviera  despoblada  totalmente  de  gente,  y  no  tuviera 
otra  cosa  sino  las  casas,  y  edificios  y  heredades,  y  partie- 
ran de  España  mil  naos  cargadas  de  gente,  con  quinientas 
mil  ánimas  y  un  general  y  gobernador  con  autoridad  y  en 
servicio  de  S.  M.*^,  todos  de  una  conformidad  en  todo  género 
de  obediencia  y  con  un  ánimo  y  deseo  de  poblar  y  acrecen- 
tar esta  tierra,  y  desembarcaran  prósperamente  en  Gelanda 
y  en  estos  puertos ,  y  sin  tener  contradicción  ni  estorbo  de 
dentro  ni  de  fuera  de  la  tierra,  comenzaran  á  asentarse  y 
poner  en  efecto  su  intento,  no  puedo  entender  que,  por  mu- 


251 

cho  noosejo  y  grande  acuerdo  y  diligencia  que  en  ello  se  pu- 
siera, hubiera  bastante  espacio  en  doce  años  para  poner  las 
cosas  en  orden  y  reducirlas,  no  digo  aún  á  entera- forma, 
sino  á  aparente  sombra  de  república;  porque  para  dar  orden 
y  traza  á  las  cosas  de  la  religión,  á  las  de  policía  y  justicia, 
á  las  cosas  de  hacienda ,  á  los  ministros  y  ministerios ,  anexi- 
dades y   dependencias  dellas,   yo  no  sabria  bien  tasar  el 
tiempo  que  para  esto  era  necesario,  si  no,  véase  por  lo  de 
las  Indias  que  son  pasados  ochenta  años,  y  no  está  aún  asen- 
tado en  forma  de  república  bien  ordenada,  con  haberse 
puesto  en  ello  el  consejo  y  obra  posible;  pues  quien  vé  en 
estos  Estados  donde  hay  una  inmensa  confusión  y  variedad 
de  naciones,  ingenios,  humores,  voluntades,  que  toda  la 
parte  mayor  desta  turba  deseaba  y  procuraba  la  total  ruina 
de  los  Estados ,  unos  á  sabiendas  y  otros  ignorantemente,  y 
todos  á  porfía  quien  derribaría  mas  parte ,  y  por  lo  menos 
estaba  la  mitad  y  aun  las  tres  partes  derribado,  y  no  preten- 
dían menos  que  mudar  del  todo  estado,  y  obediencia,  yju- 
risdicion ,  y  religión ,  y  manera  de  vivir ,   y  tenían  dentro 
grande  autoridad  de  personas  que  atizaban  este  incendio  y 
estorbo  de  la  provincia,  muchos  vientos  que  lo  soplaban,  y 
haberse  este  mal  tan  grande  atajado  y  curado  la  mayor  par- 
te del,  de  manera  que  la  enferma  ó  casi  desesperada  repú- 
blica haya  llegado  al  punto  en  que  está,  sino  del  todo  con- 
valescida  al  menos  fuera  del  manifiesto  peligro ,  y  que  se 
sustenta  en  pié  y  anda  y  camina,  y  va  cada  dia  mejorando 
con  la  cura  que  se  le  ha  hecho,  y  se  confirmará  con  ella 
misma  prosiguída,  pues  es  evidente  el  provecho  que  hasta 
agora  se  ha  hecho  con  ella ,  y  todo  esto  se  ha  efectuado  en 
espacio  de  tres  años,  poniendo  en  orden  lo  eclesiástico  y  lo 
seglar ,  manifiesto  es  ser  esta  obra  de  Dios,  y  que  él  ha  mos- 


252 

Irado  agradarle  se  efeclúe  por  los  medios  y  minislerios  que 
por  parte  y  autoridad  hasta  agora  se  han  puesto. 

Y  porque  de  lo  que  resta  por  concluir  debo  taníbien  de- 
cir mi  parecer  brevemente,  aunque  pudiera  alargarme  mas 
en  estas  materias,  entiendo  que  lo  que  agora  es  necesario 
procurar  muy  de  veras  es  la  total  instauración  de  la  buena 
religión,  y  la  reformación  de  la  justicia  y  el  asiento  de  la 
hacienda  con  la  mayor  facilidad  y  menos  grave  carga  en  el 
pueblo  que  ser  pueda;  porque  estas  tres  cosas  conservarán 
la  gente  en  gracia  y  favor  de  Dios,  y  en  afección  á  S.  M,** 
y  en  prosperidad  y  buena  compañía  unos  con  otros 

La  mas  cierta  y  mas  eficaz  manera  de  instaurar  la  reli- 
gión, es  constituir  buenos  ministros  de  la  doctrina  cristiana, 
no  solamente  virtuosos  y  de  buen  ejemplo  de  vida,  mas  que 
allende  desto  sean  doctos  y  muy  doctos,  y  bien  intenciona- 
dos y  de  buen  ánimo  para  trabajar.  Porque  el  mayor  reme- 
dio contra  la  falsedad  es  la  verdad,  y  contra  la  mala  disci- 
plina es  la  buena  doctrina,  y  base  de  curar  el  mal  por  los 
oidos  por  donde  entró,  si  se  pretende  que  las  ovejas  del  to- 
do sanen.  Empero  al  presente  no  hay  en  esta  tierra  tanta 
comodidad  como  era  menester  para  este  efeto;  porque  para 
la  grandeza  de  la  miese  hay  pequeña  copia  de  obreros  que 
tengan  las  partes  que  se  requieren ,  y  los  que  hay  y  ha  ha- 
bido mas  escogidos  no  pueden  henchir  los  vacíos,  por  ser  la 
tierra  grande,  mas  en  población  que  en  sitio,  y  el  resto  fue- 
ra destos  son  gentes  de  pocas  partes  y  frías,  que  muy  poco 
pueden  aprovechar;  los  buenos  que  entiendo  se  pueden  ha- 
llar están  casi  todos  empleados  y  quedan  muchas  plazas  va- 
cas. Digo  que  carecen  de  suficientes  ministros,  aunque  hay 
en  ellas  quieo  las  ocupe  mas  con  poco  fruto.  Para  reparo  y 
asiento  desta  parte  puede  S.  M.'^  ordenar  y  proveer  algunos 


235 

medios  con  que  la  copia  vaya  creciendo.  En  el  entretanto  y 
siempre  para  que  si  algún  mal  hay  encubierto  no  se  des- 
cubra, ó  si  se  descubriere  se  ataje  y  cauterice,  porque  no 
cunda,  es  necesario  el  orden  que  está  dado  con  los  placarles 
y  ejecución  diligente  de  la  justicia,  el  cual  seguido  como 
debe  seguirse  es  de  mucha  importancia  para  la  sustentación 
de  la  tranquilidad  presente. 

La  reformación  de  la  justicia  civil,  si  se  hace  conforme 
á  la  que  está  hecha  en  lo  criminal,  y  lo  uno  y  lo  otro  se 
pone  en  oportuna  ejecución,  es  la  total  salud  de  la  república 
en  esta  parle,  y  bien  tiene  entendidos  el  duque  de  Alba  los 
medios  para  efectuarse  esto;  y  si  con  la  autoridad  franca  y 
bastante  de  S.  M/  él  quiere  insistir  en  ello,  cosa  es  que  es- 
pero dentro  de  un  año  será  concluida;  y  una  de  las  cosas 
que  para  esto  es  necesaria  es  tener  rendidos,  ó  ligados,  ó 
obligados  los  magistrados  y  ministros  que  antes  han  sido  y 
agora  son;  porque  la  mayor  ó  total  resistencia  está  en  ellos, 
y  para  esto  fué  acertadísimo  acuerdo  el  de  S.  M.*  en  excep- 
tuarlos del  perdón  general;  porque  consentirse  cargados  y  no 
hallarse  perdonados  ni  libres ,  no  se  atreverán  á  tanto  como 
harian,  viendo  que  de  lo  pasado  no  se  les  demandará  cuen- 
ta; y  á  cuanto  entiendo  ellos  por  acá  hacen  grande  instancia 
y  diligencia  por  estar  fuera  de  esta  red ;  empero  yo  no  seria 
de  parecer  que  se  les  hiciese  mal  ni  daño  conforme  á  lo  que 
por  la  divina  misericordia  y  por  la  clemencia  de  S.  M.''  se 
ha  practicado  hasta  agora;  mas  tampoco  entiendo  se  lesde- 
bria  remitir  esta  trailla  que  tienen  á  los  pies,  porque  si  se  les 
antojase  contra  razón  y  buen  servicio  de  Dios  y  del  rey  dar 
corcobos,  hubiese  siempre  comodidad  de  reprimirlos. 

Queda  también  el  asiento  de  la  hacienda,  para  el  cual 
entiendo  que  el  Duque  ha  hallado  trazas  bien  acertadas,  no 
solo  para  que  á  S.  M.**  se  le  perpetúe  la  contribución  ordina- 


254 

ria  que  se  ha  concedido,  sino  también  para  que  las  villas  se 
desempeñen',  y  liberten,  y  moderen,  y  dispongan  bien  sus 
rentas ,  y  el  pueblo  se  descargue  y  libre  de  las  asisas  y  mal- 
totes  que  con  grande  pescidumbre,  y  según  entiendo  con  ini- 
posibilidad  de  sufrirse  y  tolerarse,  pagan  sobre  la  comida  y 
bebida,  y  sobre  las  cosas  que  les  son  mas  difíciles  y  de  me- 
nos utilidad  para  el  servicio  de  S.  M/  y  demás  confusión  y 
oscuridad  para  ser  entendidas,  sino  es  de  los  de  finanzas  que 
hacen  por  estas  vias  sus  negocios,  mas  á  propósito  suyo 
que  del  bien  común  ó  servicio  del  rey ,  de  la  cual  gente  yo 
no  sé  que  decir  mas  sino  que  la  tengo  por  un  bosque  entrin- 
cadísimo  de  fieras  indómitas  y  astutas. 

Estas  y  otras  consideraciones  que  he  tenido,  que  mejor 
se  entenderán  sin  mis  letras,  porque  parte  son  públicas  á 
todos  y  parte  se  refieren  por  mejores  advertencias  que  las 
mias,  me  han  movido  á  desear  que  S.  M.^  no  diese  licencia 
al  duque  de  Alba  para  salir  de  aquí  hasta  tanto  que  com- 
pusiese lo  que  resta  de  lo  que  tiene  entendido  y  comenzado, 
lo  cual  se  podría  hacer  con  el  favor  de  Dios  en  un  año,  que 
no  es  mucha  la  dilación  de  su  deseo  ó  propósito ;  y  dejando 
hecho  esto,  S.  M.*^  poniendo  aquí  gobernador  español  que 
entiendo  de  otra  nación  no  cumple,  puede  fácilmente  desde  Es- 
paña gobernar  estos  Estados  por  los  derechos  y  consejos  de 
España ,  ó  con  poca  diferencia  destocon  aviso  y  persuasión 
que  tengo  en  mí  que  si  hubiese  invasión  de  guerra  civil  ó  de 
fuera,  no  estando  las  cosas  de  dentro  bien  instauradas,  seria 
no  sé  si  imposible,  humanamente  hablando,  por  lo  menos  en 
extremo  dificultoso,  poderse  remediar  y  defender  sin  la  per- 
sonal presencia  de  S.  M.*^,  cuya  real  corona  y  vida  Nuestro 
Señor  prospere  en  toda  felicidad  como  este  su  criado  desea 
y  le  suplica. 

Háme  parecido  bastará  lo  hasta  aquí  escrito  para  signi- 


235 

ficar  mis  conceptos,  y  aun  me  persuado  que  he  sido  prolijo, 
principalmente  con  v.  m.  que  liene  entera  y  dará  noticia  de 
todo,  á  quien  suplico  me  perdone  y  eche  á  buena  parte  cual- 
quiera yerro  mió  en  esta  materia,  y  no  difina  con  otro 
nombre  las  faltas  que  hallare;  porque  los  yerros  yo  los  re- 
conoceré, mas  otra  culpa  en  mi  intención  sabe  Dios  que  no 
la  hay,  y  desto  reportará  v.  m.  á  S.  M.*^  la  parte  de  que 
eulendiere  será  mas  servido.  La  Divina  dé  á  v.  m.  aquello 
que  mas  cómodo  le  sea  para  conseguir  el  suramo  bien.  Ea 
Anvers,  5  de  febrero  1571. — Besa  las  manos  de  v.  m.  su 
servidor  afeccionadísimo,  B.  Arias  Montano. 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  á  la- 
yas. De  Bruselas  á  18  Je  marzo  de  1571. 

Propone  la  compra  de  algunos  cuadros  del  pintor  Francisco  Flores. 

Archivo  general  de  Simancas.— Estado ,  legajo  núm.  583. 

ILLÜSTRK   SEÑOr. 

Esta  escribo  en  Bruselas,  que  vine  aquí  llamado  por  el 
Duque  de  Alba,  y  pienso  tornar  luego  á  Anvers  y  de  allí  á 
Lovaina. 

Máseme  ofrecido  de  dar  aviso  á  v.  m.  que  lacques 
Hunghelinghe,  scultor  de  S.  M.*^,  cuya  casa  tengo  por 
alojamiento  en  Bruselas,  tiene  unos  lienzos  al  olio  que  fue- 
ron de  Hunghelinghe,  su  hermano,  que  es  fallecido,  los 
cuales  pintó  Francisco  Flores,  el  mas  famoso  de  estos  Esla- 


236 

dos,  que  también  es  fiíllecido,  y  son  cosa  rara,  de  los  tra- 
bajos de  Hércules,  los  cuales  he  oído  que  vio  S.  M.*  en 
Anvers  en  la  casa  del  campo  de  Hunghelinghe  y  le  conten- 
taron. Estos  reformó  el  mismo  maestro  dos  años  antes  que 
muriese,  y  están  agora  en  venta  para  pagar  deudas  de 
Hunghelinghe  que  debia  á  S.  M.'S  y  hánse  vendido  otrasmu- 
chas  cosas  dél,  curiosas;  mas  estos,  por  ser  muchas  piezas 
que  no  se  pueden  desermanar,  no  se  han  vendido  hasta  que 
haya  quien  los  compre  juntos.  Si  S.  M.**  fuese  servido  dellos 
podrían  tomarse  por  tasa  en  cuenta  de  alguna  parte  de  la 
deuda  de  Hunghelinghe,  y  sobre  esto  podría  S.  M.''  mandar 
escribir  al  Duque. — 18  de  marzo  1571. — Besa  las  manos 
de  V.  m.  B.  Arias  Montano. — Tiene  rúbrica. 

Sobre. —  Al  illustre  señor  mi  señor  Gabriel  de  Zayas, 
secretario  de  S.  M.**  y  de  su  Consejo. 


237 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  á  Za- 
yas.  De  Anvers  á  18  de  marzo  de  1571. 

(Recibida  en  S  de  abril.) 

Impresión  de  los  breviarios. — Pondera  el  ingenio  de  Plantino  y  da 
cuenta  de  una  de  sus  invenciones. —  Superioridad  que  llevaba 
Flándes  sobre  las  demás  naciones  de  Europa  en  el  arte  de  impri- 
mir.— .aprobación  de  la  Biblia  regia  por  el  obispo  de  Ambéres  y 
el  consejo  de  censores  instituido  en  esta  ciudad. 

Archivo  general  de  Simancas.— Estado ,  legajo  uúm.  583. 

ILLÜSTRE    SE.ÑOR. 

En  esta  responderé  á  lo  que  hasta  agora  tenemos  acá 
pensado  acerca  de  los  breviarios ,  para  que  declarando  lo 
que  á  esto  loca,  v.  m.  me  avise  de  lo  que  S.  M.**  será  ser- 
vido que  yo  concluya  en  este  caso.  Y  seré  breve  en  los 
capítulos,  porque  no  puedo  alargarme  mas  por  agora;  em- 
pero lo  mas  que  pudiere  rae  declararé. 

Los  avisos  que  he  recibido  en  los  papeles  que  me  ha 
enviado  v.  m.  oi-denados  por  el  padre  Villalba,  y  por  los 
demás  desla  consulta ,  son  muy  acertados  y  harán  muy  fá- 
cil el  oücio  y  cargo  de  rezar,  y  será  con  ellos  el  breviario 
mucho  mas  acepto ,  y  en  conformidad  dellos  haremos  acá 
todo  lo  posible  por  facilitar  mas  la  cosa  en  cuanto  en  nos 
fuere,  encomendándonos  á  Dios  que  nos  guíe  en  todo  como 
puede.  Y  á  todos  cuantos  hay  que  saben  letras  en  estas 
tierras  y  en  esa,  entienden  que  Dios  ha  dado  especial  gracia 
á  Plantino  para  que  ponga  en  el  esmero  el  arte  de  la  im- 
presión, cuyo  ingenio  en  esto  es  admirable,  y  el  cuidado 


258 

y  perpetua  diligencia  increíble,  y  ansí  no  tiene  carne  sino 
spírilu  todo;  ni  come  ni  bebe,  y  duerme  muy  poco,  y 
entre  otras  cosas  grandes  que  ha  alcanzado  en  este  arte  es 
una  maravillosa,  que  dándole  cualquiera  forma  de  letra 
que  le  den,  la  reduce  á  ciertas  proporciones  que  él  entien- 
de solo,  coQ  las  cuales  corta  oíros  punzones,  y  hace  que 
aquella  letra,  sin  ser  mayor  ni  menor,  y  sin  crecer  mas 
los  renglones  á  la  larga,  sin  entrar  tampoco  en  una  plana 
mas  ni  menos  renglones ,  crezca  á  la  vista  la  tercia  parle 
mas  que  le  propusieron ,  ó  disminuye  la  tercia  parte  menos 
como  él  quisiere.  El  ejemplo  deste  ingenio  mostró  al  du- 
que d'Alba  y  á  mí  el  año  pasado ,  cuando  cortó  aquella  le- 
tra de  las  horas  de  la  duquesa;  que  es  la  mas  perfeta  letra 
y  la  mas  proporcionada  que  jamás  se  ha  visto  ni  se  en- 
tiende puede  ser,  y  ansí  llaman  aquella  letra  todos  los  que 
saben  el  arte  el  Parangón ,  que  es  dechado  de  todas  las 
letras ;  y  bien  se  vée  en  esto  como  en  lo  demás  todo  el 
juicio  de  S.  M.*^,  que  Dios  prospere;  porque  entre  todas 
escogió  aquella  letra  para  los  breviarios  grandes,  por  la  me- 
jor, como  de  hecho  lo  es.  Y  porque  la  otra  mayor  que  vino 
expresamente  señalada  para  los  breviarios  grandes,  por  ser 
mas  grande  y  mas  esparcida ,  será  mas  acepta  y  mas  pe- 
dida, ansí  para  ancianos  y  de  corta  vista  como  para  bre- 
viarios de  coro,  ha.Plantino  hecho  una  muestra  de  aque- 
lla misma  letra  que  vino  de  allá,  la  cual  hace  crecer  á  la 
vista  mas  que  la  tercia  parle,  sin  caber  por  eso  mas  ren- 
glones en  una  plana  que  en  otra,  y  sin  estar  mas  espacio 
entre  unos  renglones  que  entre  los  otros ,  ni  ser  necesaria 
mayor  marca  de  papel  como  se  verá  por  dos  pruebas  deslo 
que  envío  con  las  demás  piezas,  las  cuales  contienen  la 
misma  sentencia  que  la  que  vino  della,  señalada  con  las 
mismas  letras  en  el  mismo  espacio,  que  todas  comienzan 


239 

Sapienli  nihilpoíesí,  y  acaban  en  quieté  ferat,  por  las  cua- 
les se  verá  el  exceso  que  la  letra  hace  en  la  vista,  y  por  el 
consiguiente  la  habilidad  de  Plantino.  Esta  letra  será  muy 
á  propósito  para  los  breviarios  grandes,  y  no  crecerá  por 
eso  mas  el  volumen  ni  el  precio  dellos. 

Hecha  la  calculación  de  lo  que  allá  viene  mandado  se 
añada  adlongum  y  de  todas  las  otras  cosas,  hallamos  que 
el  breviario  terna  cuarenta  hojas  mas  que  el  que  hasta 
agora  ha  impreso  Plantino;  porque  crece  tí)do  esto  mas  la 
escritura  conforme  á  lo  notado  y  advertido,  y  esto  se  en- 
tiende sin  los  otros  cuadernos  que  aun  no  se  me  han  en- 
viado de  los  santos  y  fiestas  provinciales,  de  manera  que 
acrecentándose  estas  cuarenta  fojas ,  es  necesario  subir  el 
precio  de  los  breviarios,  y  todo  lo  uno  y  lo  otro  es  tan 
moderado  que  no  es  posible  poderse  imprimir  por  menos  de 
lo  que  tenemos  acordado,  ni  habrá  hoy  impresor  en  Italia, 
Francia  ni  otra  parte  que  tan  barato  los  imprima  y  tan 
perfetos;  porque  este  hombre  no  atiende  á  otra  cosa  tanto 
cuanto  á  hacer  bien  su  obra ,  y  en  cuanto  al  renovar  las 
letras,  cada  año  las  refunde,  y  ansí  está  en  nuestro  acuerdo. 

También  se  debe  advertir  que  no  se  pueden  comenzar 
agora  luego  todas  las  formas  de  breviarios  que  se  piden  en 
foja  entera,  en  otavo  en  pequeño,  todas  juntas  en  diversos 
prelos;  porque  habiendo  grande  diferencia  en  papel  y  marr 
cas  y  las  otras  partes ,  podria  ser  se  errase  en  algo  ó  se 
dejase  en  alguna  de  las  impresiones  algún  descuido,  ansí 
en  las  remisiones  y  reglas  como  en  lo  dernás,  y  esto  seria 
daño,  y  detrimento,  y  falta  de  la  obra,  por  lo  cual  tene- 
mos pensado  de  hacer  desde  luego  la  copia  que  pudiere  raos 
en  octavo  y  enviarla  á  España,  y  entretanto  se  hará  papel 
aposta  y  las  otras  cosas  necesarias  para  siguir  todas  las 
formas;  porque  esto  todo  requiere  tiempo  y  diligencia. 


240 

Allende  las  oirás  comodidades  que  se  añadirán  en  eslos 
breviarios,  será  una  de  grandísima  importancia  para  la  fa- 
cilidad del  oficio ,  la  cual  Plantino  con  toda  diligencia  va 
agora  trazando,  y  es  que  quiere  medir  de  tal  manera  las  le- 
tras y  papel,  que  ningún  breviario  exceda  á  otro  en  número 
de  liojas,  ni  de  planas,  ni  columnas,  ni  renglones  ni  letras, 
sino  que  lo  que  estuviere  en  el  breviario  grande  á  diez  bojas 
ó  diez  planas  y  á  tres  renglones  al  medio,  al  principio,  al 
fin,  ó  como  quiera,  esto  mismo  esté  en  el  mediano  y  en  el 
de  olavo,  y  en  el  pequeño  en  el  mismo  lugar,  sin  discrepar 
punto;  y  que  si  diez  rezaren  en  cuatro  breviarios  diferenles 
en  marca  y  letra ,  en  hallando  uno  en  el  suyo  lo  que  busca, 
todos  lo  tengan  cada  uno  en  el  suyo,  que  es  comodidad 
admirable  y  que  le  costará  dineros  al  prototipógrafo  para 
reducir  las  letras  á  proporción,  según  su  arte:  que  él  en- 
tiende desto  se  verá  prueba  en  los  ejemplos  que  con  esta 
envío. 

Es  también  de  notar  que  las  suertes  del  papel  son  di- 
versas en  valor  y  bondad  ,  y  ansí  es  necesario  hacerse  acá 
el  precio  para  pagarlos  al  impresor  según  la  ventaja ,  y  allá 
también  para  darlos  cada  suerte  por  su  valor,  lo  cual  se 
hará  y  entenderá  bien,  porque  de  acá  irán  marcada  cada 
suerte,  allende  que  los  papeles  cada  cual  trae  su  marca  co- 
nocida. 

Con  esta  serán  cuatro  muestras  de  formas  de  brevia- 
rios diversas  en  papel  y  caracteres  de  letras,  y  los  precios 
de  cada  una  dellas  conforme  al  papel  que  llevan,  y  esto  es 
lo  último  con  que  se  pueden  igualar  con  certificación  de 
que  hace  tanto  servicio  cuanto  va  á  decir  en  los  breviarios 
de  octavo  de  diez  y  seis  á  veinte :  que  á  los  mercaderes  que 
han  de  ganar  en  ellos  los  dá  á  20,  y  á  mí  cuasi  (como  pa- 
rece por  la  cuenla)  la  cuarta  parte  menos:  que  él  no  pre- 


244 

lende  sacar  mas  para  sí  de  un  jornal  simple  y  no  gana  dos 
por  ciento,  y  en  algunos  aun  uno  y  medio  no  cabe. 

A  lo  que  el  padre  Villalba  me  escribió  si  sería  posible 
añadir  algunas  imágenes  conforme  á  las  horas  que  este  año 
imprimió,  respondo  que  por  el  presente  no  es  posible,  y 
cuando  lo  fuere ,  no  puede  ser  con  tanta  expedición  ni  con 
abundancia  y  sin  costa  notable ;  porque  ninguna  plancha 
de  aquellas  con  que  se  imprimieron  las  horas  cuesta  menos, 
cortada,  de  14  sendos,  y  no  sufre  el  cobre  impresión  de 
mas  de  mili  hojas,  que  luego  se  gasta  y  es  menester  cortar 
otra  de  nuevo,  y  ansí  no  podrían  salir  mas  que  mili  brevia- 
rios con  aquellas  figuras,  y  esperar  á  cortar  otras  era  tardar 
mucho  la  expedición  de  la  obra;  empero  para  los  misales 
va  cortando  extremadas  figurasen  madera,  y  el  tiempo  an- 
dando, placiendo  á  Dios,  procurará  sacar  un  millar  de 
breviarios  grandes  con  figuras  cortadas  en  cobre ,  que  sea 
cosa  real  y  rarísima ,  y  agora  presto  sacará  otra  cosa  de  fi,- 
guras  que  dará  grande  contento  á  todos,  porque  tan  bien 
quiere  aventajar  la  estampa  en  las  pinturas  como  en  lás  le- 
tras. 

Cuanto  á  lo  de  los  breviarios  en  pergamino,  conviene 
advertir  que  en  todo  un  estío  no  se  puede  bien  á  buenas 
adobar  tanto  pergamino  cuanto  baste  para  cien  breviarios 
grandes  que  se  piden ;  porque  para  una  centena  de  brevia- 
rios son  menester  por  lo  menos  treinta  mili  pieles,  las  cua- 
les costarán  á  cuatro  placas  la  píele,  que  son  cerca  de  tres 
mili  sendos,  y  esto  es  al  buen  precio,  y  pagándose  luego 
como  se  recibe  píele  por  píele;  porque  los  que  labran  esta 
mercadería  enHolanda,  jamás  alargan  la  paga,  y  ordinaria- 
mente deben  ellos  á  los  mercaderes  antes  que  los  mercaderes 
á  ellos.  Y  también  se  ha  de  considerar  que  estos  breviarios 
en  pergamino  serán  muy  gruesos,  porque  seiscientas  hojas 
Tomo  XLI.  í6 


242 

(jtie'ternén  por  lo  menos  harán  mayor  volumen  que  nove- 
cientas de  papel.  Espero  la  resolución  deslo,  y  si  se  han  de 
mandar  hacer ,  es  necesario  tener  el  aviso  en  las  primeras 
'cartas  por  ocupar  este  estío  en  Holanda  á  los  pargamineros 
^n  labrar  estas  pieles,  y  también  será  necesario  hacer  pro- 
visión de  dinero  para  ellos. 

Con  estas  cartas  envío  el  índice  de  los  libros  originales 
antigubs  y  griegos  y  otros  copiados,  los  cuales  hube  aquí 
parlé  y  la  mayor  de  Andrea  d'Armari ,  y  parte  me  trajeron 
de  París.  También  va  otra  lista  de  libros  latinos  y  franceses 
escritos  de  mano  en  pergamino,  que  he  comprado  en  estos 
Estados ,  sacándolos  de  las  librerías  de  los  monasterios  por 
ííiedio  de  encuadernadores,  que  para  ello  envíe disimulada- 
hSente ,  y  cada  dia  voy  procurando  mas. 

Con  otras,  placiendo  á  Dios,  enviaré  la  lista  de  algunos 
libros  que  aparté  en  Haustrat  y  en  Breda,  que  me  parecie- 
ron los  mejores ;  aunque  no  son  antiguos  empero  algunos 
son  muy  buenos.  Estos  no  están  aun  en  mi  poder  lodos:  yo 
los  espero  presto  recibir.  También  irá  otra  de  los  impresos 
que  he  allegado,  los  cuales  aun  no  he  hecho  encuadernar 
ni  los  originales  tampoco,  porque  el  frió  no  ha  dado  lugar 
á  hacerse  cosa  buena.  Esle  estío,  placiendo  á  Dios,  los  por- 
né  todos  en  orden. 

''  Otra  cosa  se  me  ofrece  acerca  de  los  breviarios,  y  es 
qué  entre  las  otras  piezas  se  me  enviaron  por  muestras  unos 
cuadernillos  de  diurnal,  impresos  en  Salamanca ,  y  una  hoja 
de  breviario  en  octavo,  allí  también,  según  imagino,  im- 
presa, la  cual  hoja  en  octavo  no  puede  servir  de  ejemplo  á 
ningún  impresor,  porque  no  es  posible  imprimirse  un  libro 
entero  con  aquella  pulideza ,  desparcimiento  y  delicadeza  , 
sino  aquello  sirve  de  mostrar  hasta  cuanta  diligencia  po- 
drá un  artífice  poner  en  su  arte,  entendiéndose  en  una  hoja 


245 

ó  dos,  mas  dar  así  una  obra  entera,  ó  una  tarea  ó  media, 
yo  asigiiro  que  ninguno  de  allá  se  obligue  á  ello,  y  si  se 
obligare  yo  no  le  fiaré  el  cumplirlo  por  ninguna  condición 
que  se  rae  proponga :  y  desto  entiendo  yo  tanto  que  á  lo 
menos  no  me  podrán  burlar:  que  á  quien  cuece  y  amasa, 
no  hay  que  hurtarle  hogaza.  Esto  puedo  afirmar,  que  si 
cosa  polida  y  acabada  se  puede  hacer,  hay  aquí  mejor  apa- 
rejo para  ello  que  en  Venecia,  Alemania,  Francia,  ni  en 
toda  Europa ;  y  para  decir  lo  que  siento  de  aquella  muestra, 
la  letra  es  mala  y  desigual ,  y  las  madres  dellas  están  mal 
justificadas:  solamente  aplace  el  papel  batido  y  delgado 
rauy  blanco  y  las  letras  apartadas. 

Yo  iré,  placiendo  á  Dios,  á  Lovaina  dentro  de  diez  dias 
y  sacaré  los  auctos  de  las  cosas  mas  principales  que  van  aña- 
didas á  la  biblia  real,  todos  en  una  fé  común  y  testimonio, 
aunque  aquí  los  tengo  en  particular,  que  se  me  han  ido  en- 
viando juntamente  con  cada  pieza ,  y  daré  las  gracias  á 
aquella  universidad  por  la  ayuda  que  nos  ha  hecho ,  y  pre- 
sentaré los  vasos  á  los  jueces,  que  cierto  han  trabajado 
mucho  y  con  grande  cuidado  y  afección. 

Por  algunas  otras  cosas  particulares  que  tocan  al  apa- 
rato, ha  hecho  el  Duque  que  el  obispo  de  Anvers,  junta- 
mente con  el  colegio  de  los  censores  que  aquí  están  insti- 
tuidos, las  vean  y  con  solemnidad  las  aprueben.  Todo  esto, 
placiendo  á  Dios ,  saldrá  con  la  autoridad  que  es  razón  que 
tenga  una  obra  tan  principal. 

Mis  comentarios  sobre  los  profetas  han  parecido  por  acá 
bien  á  personas  doctas  y  versadas  en  la  scritura :  sean  á 
Dios  las  gracias  de  todo,  el  cual  prospere  la  illustre  perso- 
nas de  v.  m.  en  su  servicio.  En  Anvers  18  de  marzo  4571. 
— Besa  las  manos  de  v.  m.  su  servidor  aficionadísimo, 
B.  Arias  Montano. —  Tiene  rúbrica. 


244 

Sobre. — Al  iilustre  señor  mi  señor  Gabriel  de  Zayas, 
secretario  de  Stado  de  S.  M.*^  y  de  su  Consejo.  En  Corte. 


Dentro  de  esta  carta  hay  una  minuta ,  cuya  copia  literal  se 
pone  á  continuación  (1). 

Copia. 

SEÑOR. 

Hallándose  S.  M.*'  en  el  Escorial  cuando  llegó  el  correo 
que  trujo  las  muestras  para  la  impresión  de  los  breviarios, 
misales  y  diurnales,  y  habiendo  de  ir  el  padre  Villalba  á  le 
predicar  el  Mandato,  Pasión  y  Resurrección ,  acordé  quél  lo 
llevase  para  lo  poder  comunicar  con  mas  comodidad  de 
S.  M.'',  hallándole  en  aquel  suceso.  Hízolo  así  el  segundo 
dia  de  Pascua  y  escribióme  lo  que  á  S.  M/  habia  parescido, 
y  después  otra  carta,  de  las  cuales  irá  aquí  una  copia  jun- 
tamente con  la  oreginal  de  otra  tercera  que  vino  anoche 
con  las  muestras  de  letras  que  se  han  escogido  con  apro- 
bación de  S.  M.**,  de  manera  que  á  mí  no  me  queda  que 
decir  sino  que  v.  m.  haga  cumplir  todo  lo  que  allí  va  apun- 
tado ,  con  la  diligencia  y  perfección  que  se  espera ,  y  vaya 
V.  m.  enviando  cuadernos  con  los  correos  que  vinieren;  y 
si  acaso  no  estuviere  ya  por  allá  el  misal ,  hágalo  traer  de 
Roma  V.  m.,  pues  de  ahí  se  tiene  tan  ordinaria  y  breve 
correspondencia  en  aquella  corte,  que  la  copia  del  Breve 
que  se  ha  de  imprimir  en  él  irá  también  aquí  comprobada 
y  rubricada  por  mí :  que  desta  manera  bien  creerá  Plantino 

(1)  Es  muy  probable  que  sea  del  secretario  Zayas. 


2i5 

sin  otro  teslimonio  que  es  auténtica ,  y  déle  v.  m.  mi  besa- 
manos, que  en  verdad  yo  se  lo  envío  muy  cordialmente.  Dí- 
gale V.  m.  que  si  se  pudiesen  imprimir  estos  libros  virgu- 
lados, seria  de  mucho  contentamiento;  porque  en  efecto 
ayuda  mucho  á  levantar  la  letra  y  á  dar  mucha  claridad  á 
la  scriptura  ;  y  cuando  no  pudiesen  ser  de  color  las  vergu- 
ías bastaría  que  fuesen  de  negro. 

Mucho  conviene ,  y  así  se  lo  suplico  muy  encarescida- 
mente,  que  v.  m.  busque  quien  le  ayude  á  scribir,  porque 
demás  de  lo  que  importa  á  su  salud,  ganará  v.  m.  harto 
tiempo  á  mi  juicio  para  las  otras  cosas  que  tiene  que  hacer; 
y  para  esto  creo  que  seria  á  propósito  aquel  mancebo  de 
Brujas  de  quien  v.  m.  muestra  tener  tanta  satisfacción;  y 
serviria  también  para  que  v.  m.  hiciese  onotomía  de  lo  que 
digo  en  la  otra  carta;  y  mire  v.  m.  que  en  esto  no  ha  de 
haber  falta  ni  réplica,  porque  me  daria  muy  gran  pena  lo 
contrario. 

El  padre  Villalba  fué  á  Vélez  y  me  trujo  una  carta  del 
prior  que  envío  á  v.  m.  y  ochocientos  reales  que  quedaron 
en  mi  poder  para  se  los  enviar  con  la  primera  comodidad, 
aunque  podría  ser  fuesen  en  cédula  con  este;  pero  en  fin 
ellos  están  seguros.  V.  m.  sobre  este  presupuesto  podrá  ha- 
cer al  prior  el  placer  y  comodidad  que  vée  que  es  razón. 

Y  porque  no  sea  todo  negocios  y  v.  m.  se  alegre,  le 
hago  saber  que  desde  los  20  de  marzo  falta  su  regla  á  la 
reina  nuestra  señora,  de  que  esperamos  en  Dios  saldrá  el 
fruto  que  habemos  menester.  Y  porque  Juan  Paulo  Poggíni 
ha  hecho  una  medalla  del  rostro  de  la  reina,  harto  buena, 
suplico  á  v.  m.  piense  un  poco  qué  reverso  y  letra  le  po- 
dríamos poner  que  hinchese  á  tanta  dignidad  y  majestad,  y 
á  las  circunstancias  deste  matrimonio,  que  Dios  Nuestro 
Señor  tan  milagrosamente  ha  traído  á  ejecución.  El  guarde 


246 


y  prospere  la  muy  magnífica  persona  y  casa  de  v.  m.  como 
yo  deseo. — De  Madrid  á  21  de  abril  J571. 


Copia  de  un  documento  autógrafo  de  S.  M.  el  rey  don 
Felipe  II. 

Archivo  general  de  Simancas.  —  Negociado  de  Estado  f  legajo 
número  583. 

[     Lo  que  S.  M.^  ha  advertido  de  su  mano  sobre 
Cabpeta .   ha  impresión  del  misal.  En  Madrid  á  \9  de  junio 
(de  1571. 

Demás  de  lo  que  diré  luego  sobre  lo  que  se  me  ofrece 
destos  papeles  que  van  aquí ,  digo  que  me  parece  que  no  se 
pongan  en  el  misal  las  conmemoraciones  que  se  han  de  ha- 
cer en  las  misas ,  como  están  en  el  que  vino  de  Roma ,  ques 
mucha  prolijidad  y  hacer  el  libro  de  mucho  bulto,  y  tam- 
bién es  embarazo  para  los  que  dicen  las  misas  rezadas,  y 
así  no  hay  para  que  ponellas  allí  sino  al  fin  del  misal  donde 
se  acostumbran,  pues  con  facilidad  las  hallará  allí  el  que  las 
buscare.  Y  aunque  lo  dije  así  á  fray  Francisco  de  Villalba, 
me  ha  parecido  acordarlo  aquí ,  porque  lo  tengo  por  de  im- 
portancia y  por  de  confusión  como  está  en  el  de  Roma. 

Dícese  en  el  advertimiento  que  se  envía  á  Plantino,  y 
lo  mismo  me  dijo  fray  Francisco  de  Villalba,  que  en  las  pri- 
meras hojas  del  misal  se  ponga  la  imagen  de  San  Hieróni- 
mo;  y  aunquel  me  dijo  la  causa  que  habia  para  ello,  ha- 
biéndolo pensado  mas,  me  parece  que  no  se  ponga;  porque 
como  muchos  deslos  misales  han  de  servir  para  otras  órde- 
nes ,  creo  que  á  los  de  ellas,  no  entendiendo  la  causa  que  hay 


247 

para  ello,  sino  pareciéndoles  quel  misal,  en  tener  aíjuejla 
imíígen  es  de  la  orden  de  San  Hierónimo  como  las  de  hasla 
aquí,  se  les  hará  de  mal  el  tomarlo ;  y  así  me  parece  questp 
seria  de  inconveniente,  y  lo  mismo  creo  que  seria  en  muchos 
obispados;  y  por  esto  me  parece  que  en  el  principio  no  fuese 
imagen  sino  el  título  del  libro ,  pues  es  general  y  podría 
servir  para  todos,  ó  que  llevase  al  principio  para  cada  libro 
la  imagen  del  sancto  de  cada  orden  ó  de  la  iglesia  princÍT- 
pal  del  obispado  para  donde  hubiese  de  ser;  pero  téngolo  esto 
por  embarazo  y  por  mejor  el  no  poner  imagen  en  el  principio 
como  he  dicho.  Si  se  hace  cuaderno  para  la  orden  de  San 
Hierónimo ,  en  el  principio  del  estará  bien  esta  su  imagen  ¿ 
en  la  misa  de  su  fiesta :  que  allí,  aunque  fuese  en  lo  general, 
se  sufriría;  pero  no  se  podria  poner  en  lo  general  el  introito 
para  su  octava  ,  pues  no  se  debe  de  hacer  sino  en  su  órdei^ 
ó  se  podria  poner  con  alguna  regla  á  este  propósito.  Y,  ixjL- 
rese  si  en  esta  primera  impresión  seria  mejor  no  poner  esta 
imagen  ni  ninguna  otra  de  las  que  se  dicen  en  estos  adver- 
timientos, sino  que  se  dejasen  para  otra  impresión;  y  creo 
que  seria  esto  lo  mas  conveniente ,  así  porque  quizá  en  esta 
primera  no  se  podrá  acertar  todo ,  tanto  que  no  sea  menes- 
ter hacer  otra,  como  también  porque,  habiéndose  de  hacer 
segunda  impresión,  se  vendería  y  saldría  mejor  della  llevan- 
do imágenes  y  cosas  nuevas  que  no  llevase  la  primera.  Y 
paréceme  que  en  lo  de  los  breviarios  se  ha  apuntado  de  allá 
algo  desto ,  y  así  se  mire  y  escriba  lo  que  en  esto  fuere 
mejor. 

Aunque  se  me  acuerda,  Zayas,  que  me  dijistes  como  se 
habia  de  decir  en  griego  la  palabra  que  dije,  no  se  me 
acuerda  si  habia  de  ser  paraclitus  ó  paracletus,  y  veo  que 
en  los  breviarios  de  Plantino,  ques  de  creer  que  deben  de 
ir  bien  corregidos,  en  esta  parte  dicen  siempre  paracletus^.y 


•    248 

éíi  cslos  advertimientos  dice  que  diga  paraclilus.  No  sé 
cuál  es  la  verdad :  si  acá  se  sabe,  está  bien,  y  si  no  seria 
mejor  remitirlo  allá  á  Arias  Montano  que  sabrá  bien  cómo 
se  ha  de  decir ;  y  en  caso  que  sea  paraditus  será  menes- 
ter advertir  que  en  los  breviarios  pongan  lo  mismo,  porque 
séqg,  gran  desconformidad  que  en  los  misales  dijese  para- 
clxius  y  en  los  breviarios  paracletus,  como  agora  lo  dicen. 
Y  porque  creo  que  habrá  mucha  dilación  en  esta  impresión 
por  la  mudanza  del  canto  y  otras  cosas,  y  por  la  falta  que 
hay  de  misales,  mírese  si  seria  bien  que  se  hiciese  luego  una 
impresión  de  algunos  misales,  aunque  fuesen  pequeños  y 
nó  tuviesen  nada  en  canto  sino  las  letras,  sin  el  que  po- 
driah  servir  para  las  misas  rezadas ,  y  por  ellos,  con  el  canto 
de  los  misales  de  acá,  se  podrían  decir  también  las  cantadas, 
entre  tanto  que  vienen  de  allá  los  de  canto.  En  esto  se  ga- 
nai'iá  mucho  tiempo  á  lo  quQ  creo;  y  sin  los  misales  muy 
mal  Se  puede  rezar  en  los  breviarios  nuevos,  sino  es  con 
mucha  disconformidad  de  lo  uno  á  lo  otro;  y  si  esto  no  es 
mucha  costa,  será  muy  bueno  y  servirán  estos  de  prueba 
para  los  demás. 

' 'Lo  que  se  me  ofrece  en  los  advertimientos  es  que  aun- 
que á  fray  Francisco  de  Villaiba  le  parcela  que  en  estas  re- 
glas nuevas  se  contradice  y  que  en  una  parte  dice  que  se 
diga  en  las  misas  de  difuntos  Lababo  ínter  innocentes  sin 
Gloria  patri,  y  en  otra  que  no  se  diga  el  salmo,  á  mi  pa- 
recer en  entrambas  dice  que  no  se  diga  el  salmo,  aunque 
en  la  primera  parte  se  pudiera  declarar  un  poco  mas;  pero 
declarándolo  en  la  segunda  no  tengo  duda  sino  que  fué  esta 
la  intincion  que  no  se  dijese  el  salmo,  como  tampoco  se 
dice  en  la  confesión  el  de  Judica  me  Deus.  Pareciendo  así, 
sería  menester  quitar  la  enmienda  dello,  y  antes  declararla 
primera  parte,  añadiendo  aquí  psal mus  prwlermittilur,  con 


249 

que  estaría  clara  la  una  regla  y  la  otra;  y  otras  muchas 
cosas  ordena  que  se  dejen  de  decir  en  las  misas  de  Réquiem, 
por  donde  parece  que  también  se  debe  de  dejar  todo  el  La- 
babo.  En  las  oraciones  del  viernes  Santo  y  bendición  del  ci- 
rio del  sábado  ha  de  decir  et  pro  Catholico  Uege  nostro  N. ,  y 
en  la  otra  ad  christianum  benignum  imperium  (1),  como  lo 
tengo  en  un  libro  que  fué  de  mi  bisabuelo,  y  como  lleva 
razón  siendo  para  estos  reinos:  que  para  Francia  eslaria 
muy  bien  et  pro  Christianissimo.  También  en  la  bendición 
del  cirio  del  sábado  Santo  se  ha  de  poner  Catholicwn  Regem 
nosírum  N. ,  y  no  como  allí  está  ;  y  esto  ya  creo  que  lo  dije 
á  fray  Francisco  de  Villalba.  Aunque  debe  de  ser  así,  no  se 
me  acuerda  que  se  ponga  en  las  reglas  quentre  Pascua  y 
Pascua  se  pongan  dos  allá  al  fin  de  los  introitos;  y  en  lo 
antiguo  no  creo  que  habia  mas  que  una.  Véase  lo  que  hay 
en  esto  y  asi  se  ponga ;  y  así  debe  de  ser ,  como  dicen  los 
advertimientos. 


Advertimientos  de  mano  de  .S.  M.  sobre  lo  que 
Carpeta.  ¡     toca  al  misal.  Fechos  en  San  Lorenzo  el  Real 
á  \1  de  julio  ib7  i. 

Archivo  general  de  Simancas.  — Estado,    legajo  núm.  S83, 

Dentro  todo  cíei' Yo  creo  que  según  las  reglas  délos  bre- 
letra  de  Felipe  II.\  viarios  y  misales  nuevos,  que  no  se 
les  puede  añadir  ningún  oficio,  sino  solos  los  de  las  fies- 
tas á  los  sánelos  de  la  provincia,  ó  los  de  la  orden  en  par- 
ticular, ó  los  que  ya   tuviese  alguna  iglesia  de  antiguo 

(1)    Estas  palabras  están  testadas  ea  el  origiaal. 


250 

aprobados,  como  allí  dice;  y  fuera  desto  cuanto  mas  con- 
forme fuese  lo  que  agora  se  añidiese  al  misal  y  breviario 
de  Su  S/,  tendría  por  mejor;  y  así  se  mire  si  lo  seria  para 
la  Concepción  de  Nuestra  Señora  no  se  pusiese  otro  ofi- 
cio ni  misa ,  sino  que  se  dijese  el  de  la  Natividad ,  pues  lo 
manda  así  el  papa,  y  el  oficio  están  aprobado  y  devoto.  Lo 
mismo  digo  en  lo  que  toca  al  breviario  en  los  oficios  de  la 
Trinidad  y  Transfiguración  y  otros  tales:  que  con  estos  tales 
oíicios,  que  no  son  de  la  orden  ni  de  la  provincia  en  parti- 
cular, y  mas  siendo  en  días  tan  señalados,  tendría  por  mejor 
que  no  se  mudase  nada  de  lo  nuevo,  sino  que  en  todo  fue- 
sen conformes,  pues  en  esto  se  consigue  mas  puntualmente 
la  intención  del  papa ;  y  solo  creo  que  habría  inconveniente 
en  esto  haber  escritos  los  otros  oficios  en  los  libros  de  canto 
del  coro.  Podríase  mirar  qué  remedio  se  podria  dar  en  esto. 

Esto  no  toca  á  las  fiestas  de  la  Expectación  y  Descensión 
de  Nuestra  Señora,  por  ser  fiestas  particulares  desta  provin- 
cia, y  así  es  bien  que  se  pongan  sus  oficios. 

Todavía  me  parece  que  la  fiesta  del  Ángel  Custodio  se 
debía  de  pasar  al  primer  día  de  marzo,  pues  aquel  dia  es 
fiesta  de  guardar  en  este  obispado  donde  hay  tantos  mones- 
terios  desta  orden  y  de  los  mas  principales;  y  seria  gran 
desconformidad  haber  de  guardar  la  fiesta  en  estos  mones- 
teríos  en  marzo  y  celebrarla  en  octubre;  y  importa  poco 
que  en  cuaresma  haya  una  fiesta  mas  ó  menos,  y  también 
se  habrá  de  celebrar  en  ella  la  de  Sant  Gabriel,  pues  es  de 
esta  provincia ,  á  lo  menos  deste  obispado. 

Las  oraciones  de  Sant  Torcuato  y  sus  companeros  se 
mire  si  son  al  propósito,  ó  si  seria  mejor  ponerlas  del  común; 
y  en  caso  que  parezca  que  queden  estas,  sería  justo  poner 
en  la  primera  y  segunda  también  martyres  donde  dice  pon- 
tífices, pues  lo  fueron  como  está  en  la  postrera. 


251 

En  la  fiesta  de  la  Visitación  de  Nuestra  Señora  digo  que 
se  mire  lo  mismo  que  en  la  de  la  Concepción,  y  tanto  mas 
que  trae  misa  propia  en  el  misal  nuevo. 

La  primera  misa  de  Santiago  que  se  pone  en  este  cua- 
derno difiere  tan  poco  de  la  ordinaria,  que  se  podria  poner 
asi  en  el  misal  si  pareciere  (1). 

En  la  misa  de  Sancta  Ana  se  mire  si  seria  mas  conforme 
al  misal  nuevo,  y  por  esto  mejor  poner  la  epístola  Mulie- 
rem  fortem. 

En  la  misa  de  las  XI  mil  vírgines  se  vea  si  se  ha  de  po- 
ner la  conmemoración  del  sancto:  que  en  lo  nuevo  se  pone 
aquel  dia  por  fiesta,  trocándolo  en  conmemoración. 

En  la  Presentación  de  Nuestra  Señora  se  mire  lo  mismo 
que  en  la  Concepción  y  Visitación.  En  la  misa  de  Sant  Hie- 
rónimo  se  podria  poner  lo  mismo  que  en  la  de  Santiago,  si 
pareciere  que  es  para  su  orden. 

Las  misas  votivas  y  bendiciones  que  aquí  se  ponen,  pa- 
rece se  podrían  excusar,  pues  muchas  dellas  parece  que 
vienen  en  el  misal  nuevo;  y  algunas  bendiciones  particula- 
res de  la  orden  parece  que  seria  mejor  que  estuviesen  en  los 
libros  particulares  de  los  monesterios,  pues  para  cada  uno 
bastaría  una  copia  que  podría  ser  de  mano ,  y  en  los  libros 
viejos,  que  no  hay  para  que  ponerlas  en  los  misales  que 
han  de  ser  generales. 

Si  estas  fiestas  no  se  han  de  poner  en  el  calendario 
principal ,  seria  menester  que  en  esta  hoja  primera  se  pu- 
siese cuales  son  dobles  y  semídobles;  y  siendo  tan  pocas  las 
misas  que  se  añaden,  no  sé  sí  sería  mejor  que  estas  fiestas 
se  añadiesen  en  el  calendario  al  principio  del  misal ,  y  las 
misas  se  pusiesen  dentro  del  en  los  mismos  meses  y  luga- 


(4)  Lo  de  bastardilla  está  tachado  en  el  original. 


252 

res  en  que  caen ,  y  desta  manera  se  podría  excusar  el  cua- 
derno dellas.  Mírese  si  seria  bien  esto  si  no  lo  contradice  la 
orden  del  papa ,  y  en  las  reglas  no  parece  que  hay  cosa  que 
lo  contradiga.  Otras  cosas  se  habrán  apuntado  allá  visto  el 
nuevo  misal,  después  que  se  enviaron  estos  cuadernos.  Y 
esto  es  lo  que  cuanto  á  ellos  acá  se  ha  ofrecido ,  habiéndolo 
mirado  aprisa  y  tarde  por  no  embarazar  á  otros  negocios. 

Antes  de  comenzar  á  imprimir  el  calendario  general  se 
me  muestre  un  año  del  para  si  se  ofreciere  algo  sobre  él. 
En  este  misal  nuevo  impreso  en  París  se  ha  ofrecido.  En  el 
Evangelio  de  la  Magdalena,  que  se  remite  á  la  hoja  65 del 
misal  nuevo,  se  mire  que  falta  una  palabra  de  los  misales 
viejos.  Se  mire  si  está  bien  así  ó  será  menester  advertirlo 
á  Flándes :  es  lo  que  falta  tras  magistcr  (1). 

Esto  es  en  el  misal  nuevo  de  París ,  y  en  el  mismo  pa- 
rece que  está  errada  una  regla  en  la  misa  de  la  vigilia  de 
San  Lorenzo  donde  dice  que,  si  la  fiesta  cayere  en  lunes,  se 
haga  conmemoración  de  la  vigilia  el  sábado;  es  contra  las 
reglas  generales  que  dicen  que  cese  la  misa  de  Nuestra  Se- 
ñora en  sábado  por  la  de  vigilia.  Lo  demás  desta  regla  está 
bien. 

También  parece  que  contradice  á  las  reglas  generales 
una  particular  que  está  al  fin  de  la  misa  de  la  Asunción  de 
Nuestra  Señora,  donde  dice  que  en  su  ochavarlo  se  digan 
las  conmemoraciones  que  allí  dice,  y  no  la  del  ochavarlo 
de  San  Lorenzo,  que  por  las  reglas  generales  creo  que  se 
ha  de  decir.  Mírese  todo  esto  si  es  así  ó  no :  que  yo  lo  he 
mirado  apriesa  y  notádolo  por  tocar  á  esta  casa  de  Sant 
Lorenzo.  Y  podría  ser  que  mirándose  este  misal,  se  hallen 
otras  cosas  de  que  sea  bien  advertir  á  Plantino,  como  lo 

(1)  Hay  una  palabra  latina  que  no  se  puede  leer. 


253 

será  deslas  que  he  dicho,  si  es  así  como  aquí  se  dice  :  que 
puede  ser  que  yo  me  engañe,  porque  agora  no  he  visto 
les  reglas  generales.  Aquí  se  verá  qué  maltratados  vinieron 
estos  cuadernos,  que  es  como  van  agora,  aunque  esto  no 
me  ha  embarazado  para  verlos. 


Copia  de  carta  autógrafa  de  Arias  Montano  á  Zayas,  De 
Anvers  á  28  de  agosto  1571. 

"Inconvenientes  y  daños  de  ia  colectación  del  décimo  dinero." 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm.  o83. 

Esta  tierra  está  al  presente  enferma  y  muere  alguna 
gente  de  peste ,  Dios  lo  remedie ;  mas  sobre  todo  está  muy 
afligida  con  el  edicto  de  diez  por  ciento  que  se  ha  publica- 
do; porque  cierto  si  no  se  declara  de  otra  manera  que  agora 
se  entiende ,  la  mercancía  desta  tierra  es  desbaratada,  y  es- 
to se  hará  muy  de  prisa. 

Cuando  me  deciau  desto  estos  señores  era  otra  orden  la 
que  entonces  me  declaraban  y  era  soportable;  mas  visto 
lo  que  ha  salido,  no  sé  que  diga  sino  que  lo  de  Inglaterra 
y  esto  son  dos  cosas  que  arruinarán  del  todo  la  tierra  y  en- 
riquescerán  á  los  vecinos  y  enemigos. 

Otra  mejor  y  mas  cierta  manera  de  hacer  aquí  hacien- 
da para  el  gobierno  destos  Estados  tuviera  yo  por  acertada, 
y  se  la  comencé  á  decir  al  Duque  y  le  agradó ,  sino  que  en- 
lendicj  no  ayudaría  en  ella  el  estado  eclesiástico,  y  esto  se 
pudiera  remediar  por  buena  orden.  Ya  digo  que  hablando 
muchas  veces  con  el  Duque,  me  dijo  que  no  se  echaría  diez 
por  ciento,  sino  en  las  cosas  que  aquí  se  consumían  en  la 


254 

tierra,  como  era  pan,  vino  y  cerveza,  carne  y  vestidos  (i), 
mas  no  en  las  mercaderías,  porque  esto  es  averiguado  que 
de  cient  suertes  de  mercadurías,  en  las  noventa  no  se  ga- 
nan ordinariamente  á  tres  por  ciento.  Pues  echarlo  en  las 
manifaturas  es  despoblar  la  tierra  de  los  artífices,  como  se 
despobló  Lovaina  de  los  pañeros,  y  Bergas  y  otros  lugares; 
porque  ninguno  dellos  gana  en  sus  manifaturas  á  tres  por 
ciento,  sino  cinco  ó  seis  placas  por  día,  secas,  sin  otro  pro- 
vecho, y  ansí  se  ha  poblado  Amburg,  y  Embden,  y  Rúan 
y  otros  lugares,  donde  crece  el  trato  en  gran  manera ,  y 
son  tierras  de  herejes  y  no  se  aprovechan  las  almas  de  los 
que  allá  se  pasan  á  ganar  su  vida. 

Muy  de  otra  manera  va  el  negocio  agora  en  todo  este 
gobierno  de  lo  que  iba  agora  un  año ,  y  bien  lo  temía  yo 
cuando  scribia  que  no  me  páresela  ser  de  provecho  el  tener 
aquí  al  Duque  con  el  sonido  del  sucesor,  porque  él  aflojaría 
en  el  regimiento,  y  la  gente  de  la  tierra  no  ayudaría  á  ser 
bien  regida,  y  así  ha  pasado  á  vista  de  ojos.  Digo  lo  que 
siento  y  pesarme  há  en  el  alma  de  la  perdición  desta  tierra, 
porque  no  solamente  será  perdición  de  hacienda  sino  de 
muchas  almas,  y  no  se  aventajará  nada  en  el  servicio  del 
rey.  Plegué  á  Dios  no  sea  este  uno  de  los  tratos  del  diablo 
para  la  perdición  desta  tierra,  y  que  haya  puestea  estos  de 
los  Estados  en  ordenar  este  negocio  por  esta  via  para  poner 
al  rey  en  odio  de  sus  subditos.  Yo  sé  bien  que  antes  de  agora 
ellos  han  hecho  al  revés  de  lo  que  era  razón  en  lo  que  el 
Duque  dejaba  en  sus  arbitrios,  y  el  Duque  lo  sabe  muy 
bien ,  y  que  por  ventura  habrán  querido  hacer  cosa  con  que 
el  Duque  salga  de  aquí  con  desgracia,  y  el  sucesor  se  vea  en 
embarazos  primero  que  pueda  remediar ,  si  se  hubiere  de 
remediar  algo. —  Nuestro  Señor,  etc. 

(1)  lo  dfi  bastardilla  está  subrayado  en  el  original. 


255 


Copia  de  minuta  de  carta  del  secretario  Zayas  al  doctor 
Arias  Montano.  De  Madrid  á  30  de  agosto  1571. 

Encárgale  que  envíe  muestras  de  letra  para  la  impresión  de  las 
Horas.— Privilegio  que  se  ha  pedido  al  papa,  en  cabeza  de 
Plantino,  para  la  impresión  de  los  breviarios  y  misales. — Pide 
seis  docenas  de  vitelas  para  el  Escurial. — Le  advierte  que  man- 
de cuantos  libros  tenga  comprados  con  destino  á  la  biblioteca  de 
dicho  monasterio^  con  la  armada  en  que  venga  el  duque  de 
Alba.  ^'     •' 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  niím.  583. 

SEÑOR. 

Con  Guevara  scribí  á  v.  m.  largo.  Después  recibí  su 
caria  de  tres  del  presente,  y  en  esta  se  satisfará  á  lo  que 
della  requiere  respuesta. 

Mostréla  á  S.  M.^  con  la  letra  para  las  Horas,  y  paré- 
cele  bien  que  se  imprima.  Hay  mucha  cuantitad  dellas  para 
estos  reinos,  de  todas  suertes  y  tamaños,  y  para  ello  manda 
que  se  hagan  y  envíen  luego  las  muestras  como  se  hizo  de 
los  breviarios  y  misales. 

Para  la  impresión  de  los  cuales  y  de  las  Horas  se  ha 
enviado  á  pedir  á  Roma  privilegio  en  cabeza  de  Plantino,  y 
yo  escribí  á  don  Luis  de  Torres  que  enviase  el  breve  du- 
plicado uno  aquí  y  otro  allá,  como  lo  verá  v.  m.  por  la  co- 
pia que  de  lo  uno  y  de  lo  olro  le  envío. 

También  va  con  esta  la  copia  que  v.m.  pide,  déla  car- 
ta de  S.  M.*  que  v.  m.  llevó  para  el  duque  de  Alba,  y  los 
advertimientos  que  verá:  haga  v.  m.  que  se  guarden  ad 


256 

unguem  estos  y  los  pasados,  que  así  conviene  y  así  se 
quiere. 

Para  el  monasterio  de  Sanct  Lorencio  son  menester  seis 
docenas  de  vitelas;  hágalas  v.  m.  escoger  y  enviármelas 
con  el  primero  por  cuenta  de  S.  M.^,  que  con  su  sabiduría 
las  pido. 

También  me  ha  de  enviar  dos  partes  deslivales  del  bre- 
viario, encuadernadas  la  una  con  las  armas  de  S.  M.*,  co- 
mo vino  la  parte  hiemal  que  acá  está ,  que  por  esto  no  la 
he  dado  á  S.  M/,  y  la  otra  bien  sin  armas,  pero  dorado  el 
cuerpo,  porque  corresponda  á  la  que  acá  está. 

Es  menester  que  envíe  v.  m.  con  el  armada  en  que  vi- 
niere el  duque  de  Alba  todos  los  libros  que  v.  m.  tuviere 
comprados  para  Sanct  Lorenzo,  así  de  mano  como  los  im- 
presos, en  sus  cofres;  porque  así  lo  manda  S.  M.^,  y  con  el 
correo  una  memoria  de  los  que  vinieren. 

No  se  congoje  v.  m.  en  el  remitir  los  pliegos,  pues  por 
grandes  que  sean,  con  enviarlos  al  secretario  Albornoz  los 
pondrá  en  los  partes  de  los  correos  que  los  traerán  de  ojos. 
— Vale.— De  Madrid  á  30  de  agosto  1571. 


¿o  i 


Copia  de  minuta,  cuya  carpeta  dice: — Para  enviar  al  señor 
doctor  Arias  Montano.  5  de  octubre ,  i 571. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm.  583. 

^  Memoria  para  Ghristóforo  Planlino,  prototipógrafo 
Dentro.^     de  S.  M.,  en  Anvers. 

CUANTO  A  LOS  BREVIARIOS. 

Los  cuadernos  de  los  breviarios  que  agora  últimamente 
se  enviaron ,  casi  todos  ellos  estaban  acá ,  y  así  no  hay  que 
decir  acerca  de  ellos  sino  lo  que  ya  allá  está  advertido. 
Lo  que  de  nuevo  se  dice,  es  que  con  toda  brevedad  se  en- 
víen los  cuadernos  que  faltan,  y  en  ellos  niesmos  se  adver- 
tirá lo  que  se  ofreciere ,  y  se  volverán  á  enviar. 

Es  necesario  que  con  toda  brevedad  se  imprima  el  cua- 
derno de  los  oficios  de  los  santos  de  la  orden  de  Sanct  Hie- 
rónimo  y  de  la  orden  de  Santiago ,  y  se  envíe. 

Que  los  breviarios  que  estuvieren  impresos,  se  envíen 
con  toda  brevedad,  porque  son  acá  muy  necesarios;  y  si  es- 
tos qne  agora  se  imprimen  no  pudiesen  venir  este  año  de 
setenta  y  uno,  se  envíen  algunos  de  los  que  estuvieren  ira- 
presos  ,  aunque  no  sean  destos  nuevamente  correctos. 

CUANTO  A  LOS  MISALES. 

En  los  cuadernos  del  misal  que  acá  se  ha  enviado,  fal- 
ta el  cuaderno  de  la  bendición  de  las  fuentes  del  sábado 
santo,  y  aún  son  dos  cuadernos,  porque  falta  desde  la  pá- 

Tomo  XLÍ.  17 


258 

gina  229  inclusive,  hasta  la  página  240  inclusive,  que 
son  doce  folios.  Estos  dos  cuadernos  se  envien  luego,  por- 
que se  pueda  encuadernar  este  misal  que  acá  está ,  porque 
sin  ellos  no  puede  servir. 

En  la  rúbrica  de  coloribus  et  qualitate  paramentorum, 
en  el  título  alho  colore  utitur ,  en  el  número  diez ,  donde 
dice ,  fe&to  S.  Johannis  Baptist. ,  ha  de  decir :  Festo  S.  Jo- 
hannisBaptisl.,  ó  mejor  diria  in  Nativitate  S.  Johannis  Bap- 
tist. ,  y  asi  está  en  los  misales  impresos  en  París  y  en  Ve- 
necia;  porque  en  su  degollación,  que  es  martirio,  utitur  co- 
lore riibeo,  y  así  débese  añadir  en  el  título:  rúbeo  colore  in 
decollatione  Sancti  Johannis  Baptistce ,  si  ya  no  quieren  que 
se  entienda  en  el  número  donde  dice  Festis  martyrum^  aun- 
que mejor  sería  explicar  in  decollatione  Sancti  Johanis 
Baptist. 

La  letra  de  los  misales  sea  la  mesma  de  que  (1)  con  es- 
tos cuadernos  que  acá  están ,  pues  si  se  hiciesen  todos  de  la 
letra  del  canon,  crecerla  mucho  el  volumen.  Podríase  qui- 
tar á  cada  columna  uno  ó  dos  renglones,  porque  quedase  mas 
margen  en  la  parte  de  abajo :  allá  lo  podrán  trazar  como 
mejor  pareciere.  Pues  de  Roma  se  ha  enviado  últimamente 
original  correcto  y  firmado  del  cardenal  Garrafa ,  sígase  en 
todo  el  tal  original,  sino  fuere  en  aquellas  cosas  que  parli- 
cularmente  están  explicadas  en  el  breve  que  Su  Santidad 
concedió  á  esta  provincia  de  España ,  cuya  copia  allá  tie- 
nen, y  se  ha  de  poner  al  principio  de  los  misales  como  ya 
está  advertido.  Y  las  tales  cosas,  como  son  el  canto,  el 
nombre  del  rey  en  el  canon,  y  en  la  bendición  del  cirio, 
y  en  las  oraciones  del  viernes  Santo ,  y  las  demás  co- 

(1) 'Parece  que  faltan  las  palabras  t'iiio  muestra   ú  otras  seme- 
jantes. 


259 

sas  tocantes  á  esta  provincia,  ya  están  allá  señaladas  en  el 
misal  que  de  acá  se  envió.  Fuera  dellas ,  sígase  en  todo  el 
original  que  el  cardenal  Garrafa  envió,  pues  es  con  autori- 
dad de  Su  Santidad  y  no  se  puede  alterar. 

La  rúbrica  que  está  post  introitiim  in  coena  Domini, 
ubi  dicitw,  et  ut  piilsanttir  campanee,  póngase  como  está 
en  el  ejemplar  enviado  de  Roma,  pues  así  lo  quiere  Su 
Santidad ,  aunque  en  esta  provincia  no  hay  tal  costum- 
bre, mas  guardarse  há  de  aquí  adelante,  pues  Su  Santi- 
dad lo  quiere  así.  Finalmente  se  siga  en  todo  el  ejemplar 
romano,  pues  viene  tan  correcto,  si  no  fuere  en  las  cosas 
ya  dichas  que  se  explican  en  el  breve  de  Su  Santidad  para 
los  reinos  de  España. 

Que  con  toda  brevedad  se  envíen  algunos  misales,  y 
si  fuere  posible  trayan  el  canto  toledano  como  de  acá  se 
envió. 

Y  pues  hay  copia  de  misales  impresos,  fácil  cosa  será 
añadir  el  canto  y  canon  y  el  cuaderno  de  las  misas  de  los 
santos  de  España,  y  enviarlos,  por  la  necesidad  que  acá 
hay  dellos,  que  es  muy  grande. —  En  Madrid,  á  cinco  de 
octubre  1571. 


260 


Í  Capítulos  de  cartas  del  doctor  Arias  Montano  á 
Zayas.  De  Bruselas  á  14,  19  y  23  Je  diciem- 
bre 1571. 

(Recibidas  á  \k  de  enero.) 

Archivo  general  de  Simancas.— Estado,  legajo  núm.  1571. 

"Capítulos  de  carta  del  doctor  Arias  Montano  á  Zayas,  de  14  de 
diciembre  1571." 

Yo  holgara  mucho  que  v.  m.  me  enviara  el  privilegio 
de  S.  M.^  para  la  Biblia  y  aparato  della,  porque,  bendito 
Dios,  en  lo  uno  ni  en  lo  otro  no  hay  tropiezo ,  que  todo  va 
bien  mirado,  y  pesado  y  aprobado,  y  la  bendición  del  papa 
viniera  muy  bien  sobre  la  obra  acabada  y  presentada  á  Su 
Santidad ,  que  ansí  como  ansí,  no  se  excusa  el  enviarle  per- 
sona que  se  la  presente,  y  por  piezas  le  vaya  mostrando  lo 
que  en  ella  hay;  y  á  este  propósito,  en  conformidad  de  lo 
que  V.  m.  muchas  veces  me  ha  scrípto,  he  enviado  once 
cuerpos  de  la  Biblia  en  pargamino,  que  estaban  acabados, 
con  la  conducta  secretamente  á  Roma ,  que  allí  estén  en  sus 
cajas  hasta  que  vayan  los  otros,  que  serán  cinco  (por  que 
las  de  pergamino  salen  cada  una  en  diez  y  seis  cuerpos; 
las  de  papel  en  ocho).  Aquellas  (llegando  á  Roma,  pla- 
ciendo á  Dios)  estarán  guardadas  y  secretas  hasta  que  toda 
vaya  y  S.  M.^  mande  lo  que  se  ha  de  hacer.  Estando  la  obra 
allá ,  Su  Santidad  se  pudiera  hacer  muy  bien  capaz  con 
ella  presente  y  la  admirará;  mas  pues  á  S.  M.^  y  á  los  de 
su  Consejo  ha  parescido  que  antes  también  se  le  envíe  la  re- 
lación y  suplicación  de  parte  del  duque  de  Alba,  yo  lo  he 
hecho  así,  y  venido  á  Bruselas  (donde  se  escribe  esta)  he 


261 

scripto  una  relación  en  lalin  de  toda  la  obra  y  del  motivo 
de  S.  M.*^  y  del  estado  en  que  ya  la  tenemos ,  y  con  esta  re- 
lación se  envían  muestras  de  cada  tomo  delia,  y  de  algu- 
nas partes  del  Aparato  sacro ;  y  he  scripto  otra  carta  larga 
al  embajador,  y  otra  al  cardenal  Pacheco,  como  eclesiás- 
tico y  criado  de  S.  M/,  y  el  Duque  ha  scripto  al  papa  y  al 
embajador,  y  con  este  color  de  no  haber  enviado  antes  las 
muestras  por  ser  la  obra  tan  dificultosa  que  parecía  increí- 
ble el  poderse  acabar,  por  las  muchas  personas  y  cosas  que 
eran  necesarias  para  ella ,  no  parecía  cosa  grave  ni  bien 
pensada  que  se  publicase  hasta  ver  en  qué  punto  se  podría 
poner;  y  habiendo  llegado  al  en  que  está  agora ,  ha  que- 
rido el  Duque  pedir  á  Su  Santidad  la  bendición  desta  obra; 
para  enviar  á  Su  Santidad  la  primera  muestra  della  bendí- 
cha.   Yo  he  encarescido  la  obra,  no  tanto  como  ella  me- 
resce,  y  el  coste  della  mas  de  lo  que  ello  es,  y  añadido  que 
S.  M.  ha  hecho  y  hace  mercedes  de  honorarios,  collares, 
vasos  y  otros  dones  á  muchas  personas  que  en  esto  han  ser- 
vido. Todo  el  mundo  por  acá  tiene  entendido,  y  cada  cual 
piensa,  viendo  la  obra  y  la  gente  que  en  ella  se  ha  em- 
pleado y  otras  cosas,  que  cuesta  sobre  ~  escudos,  y  para 
decir  á  v.  m.  la  verdad,  no  pasa  de  ^  toda  la  costa  que 
se  hace  por  parte  de  S.  M/  y  de  Plantino.  De  los  cua- 
les S.  M.**  ha  ayudado  con  seis  mili  por  una  parte,   y 
3,000  por  otra,  que  son  9,000,  cumpliendo  el  tesorero  lo 
que  S.  M."^  ha  mandado,  y  yo  tengo  por  orden ,  y  mas  lo 
que  cuestan  los  pergaminos  de  doce  Biblias,  que  por  man- 
dado de  S.  M/  he  hecho  imprimir,  que  (como  digo)  cada 
una  terna  diez  y  seis  cuerpos.  Deslas  tengo  enviado  los 
once  cuerpos  á  Roma,  y  otros  once  dados  al  Duque,  como 
V.  m.  por  una  suya  de  parte  de  S.  M.«*me  avisó  y  mandó,  y 
después  se  les  añadirán  cada  cinco.  El  Duque  guarnece  la  su- 


262 

ya  de  plata  muy  ricamente,  y  esto,  secreto  has- 
ta que  se  acabe  de  imprimir  y  publique.  Imprí- 
mense mili  y  ciento  y  cincuenta  biblias,  de  las 
cuales  hay  tres  suertes:  la  una  carta  real,  y 
otras  dos  de  carta  mas  cara  y  mas  grande : 
destasno  hay  masque  cincuenta,  y  otra  media 
docena  de  un  papel  hechizo,  que  cuesta  á  es- 
cudo la  mano.  Plantino  no  sacará  su  caudal 
de  la  pbra  ni  espera  ganancia,  sino  de  tornar 
á  imprimir  el  Aparato  sacro,  porque  será  muy 
De  mano  de  despachado  por  las  cosas  raras  y  necesarias 
^  '''^    '  que  en  él  van.  El  precio  de  las  biblias  de  carta 

ver"o  que  ¿e  saca-  rcal  CU  papcl,  scrá  dc  25  á  30  escudos,  las  de 
carta  mayor,  de  30  á  35;  las  de  la  media  do- 
cena no  se  pueden  vender  menos  de  á  ciento  y 
veinte  florines  en  papel ;  mas  estas  no  las  ha 
impreso  para  vender. 

Por  estar  aquí  en  Bruselas  no  envío  con 

Id.    de    Feli-        ^  u        •     •     j     i  4X 

pe  u.  este  correo  un  breviario  de  los  que  ya  están 

Si  no  hay  licen-  acabados,  quc  no  nos  falta  mas  de  unas  ho- 

cia  no  convendría    ,  ,,..., 

pasar  adelante,  jas  quc  sc  han  dc  imprimir  de  nuevo,  no  por 
falta  sino  porque  primero  habían  venido  de 
allá  con  remisiones,  y  después  nos  enviaron 
orden  que  se  pusiesen  ad  longum.  Serán  aca- 
bados dentro  de  ocho  días,  y  luego  cargaré 
en  las  naos  vizcaínas  toda  la  impresión  en- 
tera ;  y  mientras  esta  llega  enviaré  un  bre- 
viario, ó  lo  que  del  no  ha  aun  ido  allá,  para 
que  con  lo  que  está  allá  se  vea  todo  y  se 
avise  de  lo  que  se  ha  de  añadir  ó  quitar;  que 
con  esta  última  resolución  se  embarcarán  to- 
das las  emprentas  en  todas  suertes  dellos,  y 
entonces  se  hará  con  mucha  priesa  grande 


263 

abundancia.  Ha  sido  grandísimo  trabajo  lle- 
garlo al  punto  que  está,  y  agora  no  será 
mucho  correr  con  las  tareas  si  no  se  muda 
nada  ó  se  muda  poco. 

En  la  flota  he  enviado  alguna  cuantidad 
de  misales  en  buenos  cofres,  encaminados 
á  V.  m.,  y  con  los  breviarios  enviaré  mas  mi- 
sales, mudado  el  canto  según  el  uso  español; 
y  destos  se  podrán  ir  gastando  mientras  se 
imprimen  los  que  se  han  comenzado,  según  el 
orden  enviado  de  allá.  Bien  puede  v.  m.  ase- 
gurar que  irán  presto  estos  breviarios  y  misa- 
les, porqu»  en  las  primeras  naos  que  de  aquí 
•t^vin!  partan  las  enviaré  placiendo  á  Dios. 

Con  esta  envío  un  ejemplar  de  los  monu- 
mentos para  S.  M.*^  como  salen  de  la  im- 
presión, sin  colores,  porque  tenga  S.  M.*de 
una  manera  y  de  otra,  que  acá  agradan  mu- 
cho estas  estampas  sin  colores  por  ser  tan 
limpias. 

En  la  flota  envío  un  Theatrum  orhis,  pin- 
tado de  colores  de  mano  del  mismo  Ortelio, 
autor  del  libro,  para  S.  M.**,  y  también  aque- 
lla pieza  de  la  historia  de  Tobías,  fecha  de 
agujas,  que  yo  tenia  aquí  para  S.  M.** 

De    mano    de  ^^^  ^^^^^  ^^^  ^^^°  UOticia  á  V.  m.  dc  al- 

Feíipe  IJ.  gunos  bucnos  personajes  que  hay  en  Lovai- 

beí*df  viiTa'íce'nl  "^  P^'"^  scrvicio  de  la  repúbüca  o  iglesia,  en- 
río ¿eSfcedeiTos!  ^^  los  cuales  es  uno  principalísimo  Cornelio 
Reynerio  Gondano,  escogido  entre  miU  para 
cualquier  cosa  buena  que  se  le  encargare, 
del  cual  tiene  noticia  el  Duque  y  los  del  Con- 
sejo y  todos  los  prelados.  Es  catedrático  y 


204 

canónigo  y  rector  del  colegio  de  los  teólogos; 
sobre  este  yo  descargaría  mi  conciencia  en 
cualquiera  ministerio.  Otro  es  Agustino  Hu- 
neo,  catedrático  real  de  Teulugia,  hombre 
muy  docto  y  de  ingenio  apto  á  cualquiera 
disciplina,  y  á  sufrir  trabajo,  y  regocijada 
condición,  cual  se  quiere  en  los  preceptores 
para  animar  á  los  estudiantes,  de  edad  de 
cuarenta  y  nueve  años.  Propuse  á  este  para 
que  V.  m.  diese  noticia  á  S.  M.**  del,  que 
cuando  tuviese  oportunidad,  le  hiciese  mer- 
ced de  alguna  pensión  sobre  iglesia  ó  aba- 
día ó  otra  pieza ,  porque  tenga  honesto  en- 
tretenimiento y  no  salga  de  aquella  univer- 
sidad, para  la  cual  es  muy  á  propósito,  y  to- 
dos desean  salir  de  allí  por  ser  pequeños  los 
salarios  y  el  trabajo  continuo,  y  salen  en 
hallando   mejor  comodidad;  algunos  dellos 
lleva  el  emperador  á  Alemania.  Y  por  una 
parte  me  da  pena  que  los  que  podrían  apro- 
vechar en  esta  tierra  salgan  della ,  y  por  otra 
huelgo  que  hombres  buenos  católicos  y  doc- 
tos vayan  á  donde  no  los  hay  tales,  porque 
harán  mas  bien  que  los  que  allá  hay  de  otra 
suerte.  Salen  de  aquí  con  aventajados  nom- 
bres de  partidos,  á  lo  menos  con  seiscientos 
daldres  y  su  provisión  de  casa  y  raciones.  No 
sé  si  allá  les  pagan  tanto  ó  si  la  paga  es 
cierta  cada  año :  yo  me  recelo  que  no. 

Si  S.  M.^  hubiese  de  hacer  orden  militar 
en  esta  tierra,  es  la  casa  de  Hauslral  la  mas 
bien  sitiada  y  mas  á  propósito  para  el  con- 
vento que  yo  he  visto,  porque  se  está  hecho 


265 

muy  hermoso ,  y  los  caballeros  que  allí  resi- 
diesen ternian  guardada  la  campiña. 

Ya  he  significado  la  costa  que  harán  las 
Biblias  impresas  y  las  suertes  dellas.  El  or- 
den que  llevan  es  el  que  se  sigue. 

Lo  que  es  Biblia  va  en  cinco  tomos  gran- 
des: en  el  primero  el  Penlatéuco.  En  el  se- 
gundo los  proietas  primeros  ,  que  son  Josué, 
Jueces   y    Reyes  y   Paralipomenon.    En   el 
tercero  los  profetas  postreros.   En  el  cuarto 
los  Hagiógraphos  ,  Psalmos  ,  Job  ,   Prover- 
bios, etc.  En  el  quinto  el  Nuevo  Testamento. 
Hay  otros  cuerpos  de  aparato  sacro,  que 
es  de  aquello  que  pertenece  para  entender  las 
lenguas,  y  para  entender  la  sentencia  de  la 
scriptura  con  facilidad,  quitadas  las  dificul- 
tades que  cada  hora  se  ofrecen  en  el  senti- 
do literal  á  los  que  desean  apurar  todas  las 
partes  de  disciplinas  que  se  hallan  en   la 
Scriptura, 

El  primer  tomo  contiene  gramáticas  he- 
brea, caldea,  griega  y  siriaca,  y  los  voca- 
bularios de  todas  estas  lenguas ,  copiosos  y 
muy  acertados. 

El  segundo  tomo  para  ejercicio  de  la  len- 
gua hebrea  y  griega,  contiene  el  Testamento 
Viejo  en  hebreo,  con  interpretación  interli- 
near latina  de  verbo  ad  verbum  y  de  phrasi 
ad  phrasim,  y  en  la  margen  la  varia  lección 
y  las  raíces  de  los  verbos  hebraicos,  cosa  que 
dentro  de  cuatro  meses  hará  entender  bien  la 
lengua  hebrea  á  quien  quisiere  emplear  en 
ella  este  poco  tiempo,   y  sino  certificará  á 


266 

los  latinos  de  la  verdadera  phrasi  hebrea  y 
del  peso  della.  En  este  mismo  tomo  va  un 
libro  de  declaración  de  las  frases  hebreas  en 
latin,  para  ayudar  á  la  inteligencia  de  la  len- 
gua y  sentencia.  Va  hecha  la  misma  diligen- 
cia en  el  Testamento  Nuevo  griego,  y  todo 
en  este  segundo  tomo.  Esta  diligencia  se 
pidió  de  España  por  las  cartas  que  v.  m.  me 
envió  de  Serrano,  fray  Luis  de  Estrada  y  Am- 
brosio de  Morales,  y  fué  muy  acertadamente 
pedido. 

El  tercero  tomo  es  la  copia  rei^um  neces- 
sariarum  ad  studia  sacranim  liíeranim: 
contiene  los  volúmenes  siguientes, 
íil  fifi  De  arcano  sermone.  .  .  .     librum  1 

De  actionibus  et  habitibus 

sacris librum  1 

De  ponderibus  et  raensuris 

sacris librum   1 

De  sacris  fabricis librum  1 

De  geographia  sacra.  .   .     lib 3 

De  varia  Bibliorum  in  óm- 
nibus linguis  lectione.  .     lib 4 

En  19  del  mismo  escribió  los  capítulos  siguientes. 
De  mano  de         ggjg^  scrvirá  de  aviso  á  V.  m.  como  yo 

Felipe  11.  •' 

^    .^.„  quedo  empacando  dos  mili  breviarios,  y  mas 

Escribidle     que    n  r  '   .; 

cSeoTigíino'en-  ^^  ^^s  quc  sc  han  Bcabado ,  conforme  á  to- 

cuadernado.entero.    ^^g  j^g   avisOS   qUC  dc  allá   habcmOS   Icuido; 

y  con  esta  enviaré  los  cuadernos  del  que 
aun  no  se  han  enviado,  para  que  luego  se 
vean,  y  se  tornen  á  enviar  todos  juntos  con 


2G7 

las  ñolas  en  el  margen  que  allá  paresciere  se 
deben  poner  en  advertimiento  de  las  impre- 
siones que  luego  se  comenzarán;  porque  co- 
mo no  tengamos  mas  en  que  embarazarnos 
acerca  de  la  disposición  de  la  obra ,  sino  se- 
guir un  ejemplo  correcto,  se  correrá  á  grande 
diligencia  en  todas  las  formas  de  octavo,  de 
diez  y  seis,  y  los  grandes. 

V.  m.  sabrá  como  yo  cobré  para  el  Mas- 
sio  una  cadena  de  500  escudos  que  me  dio 
el  Duque,  y  aun  Su  Excelencia  quisiera 
que  fuera  mucho  más,  y  le  paresció  muy 
poco  esto  por  la  cualidad  y  partes  de  la  per- 
sona ;  con  todo  esto  me  pareció  mejor  atar 
el  pájaro  que  tenia  en  la  mano  que  esperar 
los  buitres  que  podriaraos  cazar,  visto  que 
aquí  hay  tanta  estrecheza  de  dineros  y  con 
tanta  diflcultad  se  cobran  aun  las  deudas  que 
se  deben,  y  también  porque  si  esto  era  poco, 
en  pié  se  quedan  los  méritos  de  Andreas 
Massio  y  la  liberalidad  de  S.  M.**  para  ade- 
lante. El  Duque  scribió  muy  bien  remitiéndo- 
se á  mi  carta;  Ego  autem  munus  Regitim  or- 
navi  verbis  quantum  potui .  El  es  tan  caballe- 
ro y  tan  bien  agradecido,  que  para  testimonio 
de  su  ánimo  ha  dedicado  su  translación  y  co- 
mentarios que  ha  hecho  sobre  Josué  á  S.  M.**, 
los  cuales  saldrán  presto  en  su  nombre,  que 
ya  están  aprobados  y  en  manos  del  impresor. 
El  duque  de  Alba,  llevándolo  Dios  allá, 
significará  á  S.  M.*^  cuan  importante  es  la 
persona  del  Massio  en  el  lugar  donde  está,  y 
con  la  autoridad  en  que  está  para  el  servicio 


208 

de  S.  M.^  y  buena  vecindad  á  estos  Estados. 
También  sabrá  v.  m.  como  al  Surio  de 
Colonia  no  se  le  han  dado  sus  600  florines 
que  S.  M.*^  le  hizo  merced ,  y  que  esto  ha 
sido  porque  no  ha  habido  persona  de  auto- 
ridad que  los  pida ,  y  la  razón  fué  porque 
V.  m.  me  avisó  'no  hablase  yo  en  ello  hasta 
ser  preguntado  por  el  Duque,  y  yo  no  he  ha- 
blado en  ello.  El  Surio  sabe  que  S.  M.  se  los 
ha  mandado  dar,  que  de  allá  se  lo  han  avisa- 
do. Alguno  que  de  su  parte  lo  ha  tratado  con 
Albornoz  no  ha  hallado  tanta  claridad  como 
debiera ,  y  así  él  no  hace  que  scribir  á  sus 
amigos  que  se  los  cobren.  Ellos  acuden  á 
mí ;  yo  les  digo  que  no  tengo  tal  orden  de 
cobrarlos  por  él.  Importará  que  para  que  esta 
buena  obra  y  merced  de  S.  M.^  se  efectúe, 
que  V.  m.  lo  torne  á  acordar  al  Duque  en  un 
capítulo  de  las  cartas  de  S.  M.*^,  ó  que  par- 
ticularmente se  lo  encargue  á  Albornoz,  por- 
que en  él  está  toda  la  conclusión  desto. 

En  23  escribió  el  capitulo  siguiente. 

En  la  postrera  que  de  v.  m.  tengo  con 
la  buena  nueva  del  príncipe  que  Dios  nos 
ha  dado  (sea  él  muy  loado  y  bendito  por 
ello)  me  manda  le  envíe  la  lista  de  las  obras 
que  parescen  por  acá  de  Santo  Isidro,  impre- 
sas ó  de  mano;  porque  S.  M.*^  las  quiere 
mandar  imprimir.  Lo  que  tengo  que  respon- 
der á  esto  es  que  habrá  un  año  ó  cerca  que 
Henrico  Petri,  el  mas  antiguo  del  raagistra- 


269 

do  de  Basiléa ,  hombre  muy  de  bien  y  cate- 
drático, según  el  testimonio  de  cuantos  le  co- 
nocen de  trato  y  conversación ,  y  según  al  - 
gunas  diligencias  suyas  de  que  acá  nos  cons- 
ta, me  escribió  que  él  emprendía  de  imprimir 
todas  las  obras  que  se  hallasen  de  Santo  Isi- 
dro en  pliego  entero  y  de  muy  buena  impre- 
sión y  muy  costosa ;  y  me  rogaba  que  si  yo* 
como  español  tenia  noticia  de  algunas  obras 
de  aquel  santo  prelado,  fuera  de  las  que  an- 
daban públicas  en  diversas  impresiones,  ó  si 
habia  algunas  en  España  de  mano,  que  pro- 
curase yo  como  él  las  pudiese  haber ,  y  que 
por  servicio  de  Dios  y  honor  de  España  él 
pornía  toda  la  diligencia  en  que  saliesen  to- 
das de  su  casa  muy  bien  impresas.  A  lo  cual 
respondí  de  palabra  al  que  me  trujo  la  carta, 
que  yo  no  podia,  estando  aquí,  hacer  la  dili- 
gencia que  pudiera  hacer  estando  en  España; 
mas  que  si  á  mis  manos  viniese  algo,  de 
buena  gana  se  lo  enviaría ;  y  después  yo 
no  he  scrito  mas  sobre  esto,  ni  recibido  del 
otra  cosa  acerca  desta  materia,  mas  de  que 
se  han  comenzado  á  imprimir  las  obras  que 
se  hallan,  y  hace  diligencia  por  hallar  las  que 
pudiere.  Y  si  S.  M.^  es  servido  deslo,  parés- 
ceme  buena  ocasión  para  que  se  cumpla  su 
servicio  á  menos  costa;  que  pues  aquel  buen 
hombre  las  ha  comenzado  á  imprimir  en  su 
oGcina,  que  yo  tuviese  modo  como  no  pasa- 
se adelante  hasta  que  la  lista  de  las  obras  que 
él  tiene,  que  es  de  todo  lo  que  se  ha  hallado 
por  Italia  y  Alemania  y  por  estos  Estados,  se 


270 

rescontrase  con  la  que  en  España  se  podría 
hacer  por  mandado  de  S.  M.*^,  de  las  obras 
que  allá  se  hallaren;  y  habiendo  algunas  que 
se  pudiesen  añadir  se  las  enviásemos,  y  con 
algún  premio  honorario  que  S.  M.  le  diese 
de  una  cadena  ó  vaso,  etc.,  al  uso  de  acá,  sal- 
dría la  impresión  dedicada  á  S.  M.*  y  hecha 
como  por  su  mandado ,  como  mas  sea  su 
servicio  ,  que  yo  tenia  orden  para  efectuar 
esto  con  la  ayuda  de  Dios.  Entretanto  que 
V.  m.  me  avisa  de  lo  que  puedo  y  debo  hacer' 
en  esto,  iré  juntando  la  nómina  de  las  obras 
que  por  acá  se  pueden  haber;  y  aviso  á  v.  m. 
que  en  la  librería  del  arzobispo  de  Valencia 
De  mano  de  ^^"  Martin  dc  Ayala  había  algunas  obras  de 
Felipe  II.  Santo  Isidro,  que  no  creo  las  hay  impresas, ' 

es^Suvicsefen  cscriptas  CU  pergamino.  Véase  si  las  truje- 
dañólo' sab?á.*^'"'  You  CU  los  líbros  quc  compró  S.  M.  de  aque- 
lla librería,  y  sí  no  escríbase  á  Valencia  á 
los  testamentarios,  que  por  el  inventarío  se 
verá  á  quien  se  vendieron.  También  me 
acuerdo  haber  visto  en  la  librería  de  Nues- 
)iq>  sí)  8.  tra  Señora  del  Pilar  de  Zaragoza  mas  obras 

de  Santo  Isidro,  escrípfas  de  mano,  que  en 
otra  parte  haya  visto.  Podráse  sacar  de  allí 
la  lista  V  también  de  Sant  Isidro  de  León. 


271 


p  j      Copia  de  minuta  de  carta  de  Zayas  á  Montano. 

'  í  De  Madrid  á  13  de  abril  de  i  572. 


Archivo' general  de  Simancas. — Estado,  legajo  ntitn.oSo. 

.i;(a)ENTRO. 

k  ModUdo. 

He  recibido  la?  de  v.  m.  de  catorce  de  hebrero ,  ca- 
torce y  diez  y  seis  de  marzo  en  que  dice  v.  m.  tan  larga  y 
parlieularraente  lo  que  toca  á  su  ida  á  Roma  y  lo  que  le 
parece  que  se  debe  hacer:  que  no  queda  cosa  por  apuntar 
de  acá ,  aunque  ya  habíamos  ganado  de  mano  como  v.  m. 
lo  habrá  visto  por  lo  que  S.  M.**  escribió  á  v.  m.  y  al  duque 
í)álbá ,  que  también  le  habrá  proveído  del  dinero  necesario 
para  el  viaje,  que  (como  v.  m.  advierte)  se  tendrá  tan  se- 
creto como  conviene  por  los  inconvenientes  que  del  publi- 
carse podrian  resultar.  Y  con  el  primero  enviaré  á  Roma 
las  cartas  de  S.  M/  que  pide  v.  ra.  y  las  hallará  en  poder 
de  don  Juan  de  Zúñiga. 

Por  hallarse  S.  M.**  en  su  monesterio,  no  he  podido  ne- 
godar  que  se  envíe  á  v.m.  un  crédito  para  los  gastos  de  ahí. 
En  viniendo  (que  será  de  aquí  á  dos  o  tres  dias)  lo  haré,  y 
de  allí  lomará  v.  m.  su  entretenimiento. 

Hasta  agora  no  ha  llegado  aquí  cosa  ninguna  de  las 
que  v.  m.  ha  enviado,  porque  Juan  Martínez  de  Recalde 
se  excusa  con  que  los  cofres  y  líos  son  tan  grandes  que 
ningún  recuero  los  quiere  ni  puede  traer;  y  así  le  respondo 
que  los  aljiere;  y  v.  m.  haga  allá  lo  mismo  de  los  que  hu- 
bieren de  venir,  teniendo  cuenta  con  que  sean  de  tal  peso 
que  dos  hagan  carga  de  acémila. 


f7i» 

Por  el  libro  de  los  munimentos  illuminado  beso  á  v.  m. 
las  manos  muchas  veces,  que  es  tal  que  meresce  muy  bien 
la  condición  con  que  v.  m.  me  lo  envía,  y  yo  lo  acepto  con 
la  misma. 

Cuando  viniere  flota  no  hay  para  que  asegurar  las  co- 
sas que  V.  m.  enviare,  mas  siendo  pocos  navios  y  que  ve- 
risímilmente pueden  correr  riesgo,  asegure  v.  m.;  de  ma- 
nera que  esto  queda  á  su  buen  juicio ,  según  el  estado  de 
las  cosas  y  del  tiempo. 

Al  maestro  fray  Luis  de  León ,  doctor  Martínez  y  Gra- 
jal  han  prendido  por  la  Inquisición  (1);  que  por  ser  nom- 
bres tan  señalados,  ha  causado  harta  admiración. 

(1)  En  la  Biblioteca  Nacional  se  conservan  los  procesos  origina- 
les de  estos  catedráticos  de  la  universidad  de  Salamanca.  El  del 
maestro  Leon  ya  vio  la  luz  pública  en  los  tomos  X  y  XI  de  esta 
Colección. 


\tú 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  á  S.  il/.** 
De  Anvers  «18  de  diciembre  de  1572. 

(Recibida  á  10  de  enero  de  iS73.— Respondida  en  il  de  hebtero  de  1573.) 

Da  cuenta  de  su  viaje  á  Roma  y  de  las  diligencias  que  ha  practi- 
cado en  aquella  corte  relativamente  á  la  Biblia. — Informe  qae  ha 
dado  á  Su  Santidad  sobre  el  estado  de  los  Paises  Bajos. — Empe- 
íio  hecho  por  los  cardenales  de  que  Montano  permaneciese  en 
Roma  para  ayudarles  en  la  corrección  de  la  versión  Yulgala  y 
de  las  obras  prohibidas. — Libros  comprados  en  varias  ciudades 
de  Italia ,  con  destino  á  la  biblioteca  del  Escorial. 

Archivo  fjeneral  de  Simancas. — Estado,  legajo  nt'im.  080. 

S.  G.  R.  M.*» 

Por  cartas  del  embajador  de  V.  M/  que  eslá  en  Roma, 
y  por  las  que  yo  he  escrito  al  secretario  Zayas,  tendrá 
V.  M.*^  noticia  del  proceso  y  suceso  de  mi  viaje  á  Roma, 
que  por  mandado  de  V.  M.^  hice,  saliendo  destos  Estados 
por  fin  de  abril  pa.sado,  para  presentarla  Biblia  y  toda  esta 
santa  obra  que  V.  M/  ha  mandado  hacer  para  provecho 
común  de  la  Iglesia  cristiana  al  pontífice ,  y  de  hacer  las 
obligaciones  y  dificultades  que  en  aquella  corle  se  habian 
levantado,  entiendo  que  por  parle  del  enemigo  de  la  verdad 
divina ,  que  quisiera  desbaratar  el  grande  fruto  que  desta 
obra  se  produce  y  goza  ya  en  la  tierra;  y  esto  se  comenzaba 
á  armar  por  vía  de  algunos  que  no  tanto  creo  yo  por  envi- 
dia y  malicia  (como  después  en  Roma  se  me  afirmal.a) 
cuanto  por  ignorancia  de  no  haber  vislo  la  obra  ni  enten- 
der loque  en  ella  habia,  ponian  enfermedad  en  ella;  y  esto 
Tomo  XLI.  18 


274 

que  fuese  ansí,  lo  entendí  luego  que  vi  la  lisia  de  los  en- 
convenientes  que  el  embajador  envió  al  duque  d'Alba,  y 
aun  de  Roma ;  porque  todos  mostraban  poca  noticia  que  se 
tenia  de  la  obra,  y  solo  uno  era  razonable  y  justo,  que  fué 
el  no  querer  probar  ni  privilegiar  una  obra  tan  importante 
sin  verla  :  que  yo  siempre  tuve  y  afirmé  ser  bien  que  en 
Roma  se  viese  primero  que  se  sacase  el  privilegio  del  pon- 
tífice, porque  ansí  saldría  entre  los  nuestros  con  mayor  au- 
toridad, y  los  adversarios  no  dirían  que  en  Roma  se  daban 
las  gracias  sin  conocer  los  méritos:  que  aunque  desla  obra 
no  se  podría  con  razón  decir  por  ser  tan  excelente  y  sin  ta- 
cha alguna,  bendito  Nuestro  Señor  por  ello,  hánlo  dicho 
de  otros  libros  y  obras  antiguas;  y  confirmaran  su  falsa 
aserción  con  un  ejemplo  como  este  en  cuanto  al  hecho, 
si  se  hiciera  ansí  alguna  aprobación  ó  bendición  sin  ser 
vista  la  pieza. 

La  dificultad  había  nacido  en  Roma  de  dos  partes:  la 
una  fué,  que  los  romanos  tuvieron  celos  de  que  una  obra 
tan  insigne  y  tan  universal  en  uso  y  provecho  saliese  de 
España,  sin  darles  á  ellos  parte,  de  manera  que  pareciese 
que  ellos  y  su  autoridad  habían  hecho  este  bien  al  mundo; 
y  esto  lo  declaró  Pío  V,  de  buena  memoria,  á  muchas  per- 
sonas, y  los  cardenales  dieron  en  esto,  y  ansí  me  dijeron  el 
cardenal  Pacheco  y  el  obispo  de  Badajoz  y  los  otros  minis- 
tros de  la  Inquisición,  criados  de  V.  M/,  que  estaban  en 
aquella  corle,  que  si  al  principio  se  les  hubiera  hecho  á  los 
romanos  un  poco  de  sumisión  en  esto,  ninguna  dificultad 
hubiera  habido.  La  otra  parte  fué,  que  el  papa  pasado,  afir- 
mándosele ser  esta  obra  imjiortantísima ,  dijo  al  embajador 
que  quería  tener  entera  relación  y  noticia  de  ella ,  y  remi- 
tió el  conocimiento  á  Sirleto,  que  sin  comparación  y  por 
pública  confesión  es  el  mas  docto  de  todo  aquel  colegio,  y  de 


2/Ü 


vana  ieccion  y  ordinario  juez  en  todas  estas  malcrías  ue 
letras  que  tocan  á  la  particular  cognición  y  expedición  del 
poníífice,  y  á  Tiani,  que  fuera  de  la  via  de  Santo  Tomás, 
en  que  es  versado,  otro  género  de  esludios  no  ha  tenido,  y 
ansí  este  solo  pudo  en  esta  parte  seguir  el  juicio  de  Sirleto 
y  las  relaciones  de  otros,  como  lo  hizo.  Porque  Sirleto  es- 
taba ocupado  con  oíros  ministros,  y  la  obra  no  estaba  pre- 
sente, pidió  que  le  hiciesen  relación  della  por  los  papeles 
que  yo  habia  enviado  dende  Bruselas,  y  acertaron  á  estar 
en  Roma  algunos  letrados  españoles,  á  los  cuales  el  embaja- 
dor encargó  este  cuidado,  y  no  comprendiendo  bien  la  re- 
lación de  la  obra ,  no  pudieron  bien  referir  la  sustancia 
della ,  y  de  aquí  nació  ocasión  de  las  dificultades  que  se 
pusieron ,  que  como  yo  entonces  escribí  á  Zayas  y  di- 
je acá  al  Duque,  eran  cosas  muy  disparadas  y  fuera  del 
propósito;  y  á  esta  causa  ,  y  porque  pareció  ansí  á  los  cria- 
dos de  V.  i\I.''  que  estaban  en  Roma,  pareció  ser  necesa- 
ria n)i  ida  allá  como  yo  lo  hice,  mandándomelo  V.  M.**, 
confiado  mucho  de  Dios,  cuya  es  esta  obra,  que  ella  ter- 
nía  tanto  mas  autorizado  buen  suceso,  cuanto  mas  difi- 
cultades entonces  se  hablan  puesto  según  me  afirmaron  el 
cardenal  Gran  vela  y  dos  camareros  del  pontífice  pasado, 
estos  de  palabra ,  y  el  cardenal  por  cartas.  Ya  Pío  V  te- 
nia no  sé  qué  relación  de  mí  por  unos  scritos  mios  que  des- 
pués habían  visto  en  Roma  Sirleto,  y  Carrafa  y  Madrucio, 
el  mas  joven ,  y  deseaba  verme  en  Roma ,  y  muchas  veces 
preguntaba  si  yo  iría  allá,  y  ansí  también  me  lo  certificó 
Sirleto,  y  estaba  el  papa  con  otra  opinión  de  la  obra  que 
primero,  cuando  por  sola  relación  dio  la  respuesta  que  á 
V.  M.**  se  le  escribió. 

Llegado  á  Roma ,  halíé  al  cardenal  Pacheco  y  al  emba- 
jador y  á  los  demás  criados  de  V.  M.^,  con  grandes  recelos 


27G 

y  temores  de  que  aquellos  romanos  quedan  pasar  adelante 
con  su  porfía  y  contradicción,  y  eran  de  parecer  que  la 
obra  se  publicase  y  vendiese  sin  sacar  privilegio  del  papa, 
pues  conforme  al  concilio  no  se  podia  prohibir ;  porque  si 
queríamos  tentar  otra  cosa,  era  menester  entrar  en  pleito 
ordinario,  que  no  ternía  fin.  Yo  les  respondí  que  V.  M.*^  me 
enviaba  á  presentar  la  obra  al  papa,  y  que  habia  de  hacer  lo 
que  me  era  mandado;  y  pues  yo  estaba  comenzando  lo  del 
j)riviIegio,  que  antes  se  perdería  lo  gastado  en  la  obra  que 
dejarla  salir  á  luz  sin  él;  y  les  rogué  que  no  lomasen  cuidado 
dello,  sino  que  me  dejasen  á  mí  abrir  los  libros  y  mostrarlos 
á  quien  los  entendiese,  y  que  pusiesen  las  dificultades  que 
cada  uno  quisiese;  que  yo  esperaba  en  Dios,  que  sería  para 
mayor  lustre  de  la  grandeza  de  la  obra,  y  que  no  quería 
que  en  aquello  hubiese  la  menor  negociación  del  mundo, 
porque  yo  confiaba  de  los  ingenios  italianos  que  cederían  á 
la  verdad  en  conociéndola ,  y  que  los  nuestros  nos  podrían 
dar  mas  negocio  que  los  extranjeros;  y  les  di  á  entender  en 
lo  que  estaban  errados,  ansí  en  lo  que  me  habían  escrito 
del  nombre  del  Thalniud,  que  pensaion  que  era  algún 
hombre  extraño  que  se  llamase  ansí,  y  otras  cosas  seme- 
jantes que  fuera  bien  no  haberse  dicho  ni  escrito  por  ellos 
como  en  el  nombre  de  Andreas  Massío,  que  habían  pues- 
to sombra  con  él  á  Pió  V,  nombrando  aquel  en  lugar 
de  otro  que  después  me  dijo  el  cardenal  Pacheco,  quien  era 
el  otro  en  cuyo  nombre  se  habían  trastrocado,  y  otras  cosas 
que  tocaban  á  particulares,  no  bien  entendidas;  y  ansí  con 
esta  resolución  comencé  á  tratar  con  Sirleto  y  con  Ma- 
drucio ,  y  el  Vermiense  y  otros  doctos  de  aquel  colegio  y 
de  aquella  corte,  los  cuales  conocieroii  la  obra,  y  publica- 
ron de  elia  nobiiísímamente  lo  que  sentían ,  mayormente 
Sirleto  que  la  vio  con  grande  diligencia,  y  dijo  della  y  del 


277 

bien  que  con  ella  V.  M.**  hace  á  ia  cristiandad ,  lo  que  de- 
bia  decir  conforme  á  su  sciencia  y  consciencia ;  y  declaró 
que  primero  no  habia  entendido  lo  que  era  ,  y  que  agora 
no  podia  dejar  de  decir  lo  que  senlia.  Lo  mismo  dijeron 
todos  los  demás,  alabando  ;i  Dios  que  tal  beneficio  nos  hu- 
biese hecho  en  estos  tiempos  por  mano  de  V.  M.** 

En  este  tiempo  llegaron  las  cartas  de  creencia  de  V.  M."* 
para  el  papa.  E  yo  le  presenté  la  Biblia  en  nombre  de 
V.  M/,  y  le  di  á  conocer  el  fruto  della,  y  él  me  respondió 
muy  larga  y  benignamente  lo  que  en  suma  yo  referí  á 
Zayas  en  una  mia;  y  sin  pedírselo  yo,- mandó  escribir  luego 
á  V.  M.^  el  breve  de  aprobación  y  agradecimiento  que  el 
embajador  envió  á  V.  M/;  y  hablándole  yo  del  privilegio, 
respondió  que  estaba  de  muy  buena  voluntad  para  darlo, 
y  que,  vista  la  grandeza  de  la  obra,  entendía  debérsele  dar 
en  la  mas  graciosa  y  favorable  forma ,  que  era  motu  pro- 
pio, y  ansí  lo  declaró  al  datarlo ,  y  se  sacó  aquel  breve  de 
tanta  aprobación  y  favor ,  cuya  copia  yo  envié  al  secre- 
tario Zayas;  y  con  esta  envío  uno  de  los  originales  dupli- 
cado, para  que  se  ponga  en  alguno  de  los  archivos  de  V.  M.** 
para  memoria  y  testimonio  auténtico  deste  beneficio  público 
hecho  por  V.  M/  al  mundo,  aprobado  por  la  Iglesia.  Lo 
que  después  sucedió  y  cuanto  ha  sido  estimada  y  encare- 
cida esta  santa  obra ,  y  cuanto  agradecido  públicamente 
este  beneficio  de  V.  M.*^,  no  hay  para  que  yo  lo  refiera  por 
exhorto,  porque  no  tiene  fin  esta  relación  ni  lo  terna,  como 
se  verá  por  lo  que  cada  día  se  publicará  por  palabras  y  scri- 
yiras  en  muchas  partes  acerca  desta  materia ,  y  porque  el 
embajador  de  Roma  y  de  Venecia,  y  otros  ministros  de 
V.  M.**  le  habrán  scritoy  escribirán  de  lo  mismo. 

Después  de  esto  dende  á  ocho  días  torné  á  besar  el  pié 
al  papa,  y  estando  solo  con  él  me  demandó  razón  y  relación 


278 

de  las  cosas  destos  Estados,  en  lo  que  tocaba  h  la  religión  y 
culto  divino  y  personas  eclesiásticas  de  todos  grados  y  estu- 
dios, y  letrados,  y  universidades  y  estudiantes  De  lodo  lo 
cual  yo  le  di  aquella  relación  que  entendía  ser  verdadera  é 
útil ,  y  sin  perjuicio  de  ningún  estado  ni  persona  alguna ,  y 
creo  que  Su  Santidad  se  satisfizo  de  lo  que  yo  debia  hacer 
y  hice  en  tal  tiempo  y  oportunidad ;  y  después  le  di  cuenta 
y  razón  de  mi  vida  y  estudios  y  propósitos  como  á  mi  su- 
premo padre  spiritual  en  la  tierra ,  y  recibi  de  Su  Santidad 
consejo  y  mandato  de  lo  que  debia  hacer  con  mis  estudios 
en  servicio  de  la  religión  católica.  Aunque  sin  autoridad  ni 
cualidad ,  salvo  la  del  zelo  del  servicio  de  Dios  y  bien  co- 
mún y  universal  de  la  iglesia ,  humildemente  propuse  y  re- 
mostré  á  Su  Santidad  mi  deseo  acerca  del  ánimo  con  que  yo 
deseaba  curase  las  cosas  spirituales  concernientes  á  estos 
Estados ,  y  recibi  del  benignas  respuestas  en  esta  razón ,  y 
conoci  un  ánimo  paterno  y  comunal  para  con  todas  las  na- 
ciones, no  apasionado  por  particulares  respectos,  aficionado 
al  contento  y  buenandanza  de  V.  M.'',  y  en  esto  sin  pasión, 
y  que  de  veras  entiende  ser  V.  M.*^  ministro  autorizado  por 
muchas  vias  de  Dios,  para  sustento  y  aumento  de  la  religión 
é  iglesia  católica. 

Otras  veces  hablé  á  Su  Santidad  suplicándole  algunas 
cosas  que  me  eran  encomendadas,  ninguna  que  concer- 
niese á  mi  particular  interese :  en  todo  se  me  mostró  muy 
gracioso  y  benigno  de  palabras  y  obras. 

Después  entendí  que  por  los  cardenales  se  pidió  que  yo 
quedase  en  Roma  para  ayudar  á  la  corrección  de  la  versión 
vulgata  que  se  ha  comenzado  desde  el  fin  del  concilio,  y  no 
sé  cuando  lo  terna  ella ,  y  para  la  corrección  de  los  libros 
vedados";  porque  hablan  visto  la  diligencia  que  se  puso  en 
aquellos  ciento  que  el  año  pasado  se  corrigieron  y  expurga- 


279 

ron  en  eslos  Estados  de  V.  M.**,  asistiendo  yo  á  ella.  Mas 
don  Juan  de  Zúñiga  intercedió  á  esta  ocupación  que  se  rae 
aparejaba,  diciendo  á  Su  Santidad  y  á  los  cardenales  que  eo 
ello  entendian,  que  el  servicio  de  V.  M/  era  que  yo  tornase 
á  estos  Estados,  y  ansí  en  esta  coyuntura  yo  pedí  licencia 
al  papa  para  salir  de  aquella  corte,  y  me  dijo  que  no  pensó 
habia  yo  entrado  en  ella  por  tan  ix)co  tiempo,  y  que  no  me 
la  daba  muy  de  su  voluntad ,  sino  porque  yo  no  faltase  al 
servicio  de  V;  M.**  De  Roma  vine  á  Yenecia,  en  donde  el 
embajador  Guzman  de  Silva  mostró  el  motu  propio  del  papa 
al  Duque  y  á  la  Señoría ,  y  pidió  privilegio  en  nombre  de 
Planlino,  prototipógrafo  de  V.  M.'^,  y  se  concedió  con  el 
loor  que  el  mismo  embajador  habrá  scrilo  á  V.  M."*  Yo  es- 
pero por  horas  aquel  privilegio,  que  no  tuve  tiempo  para 
esperarlo  allá  ,  recelando  del  invierno  que  se  me  entraba  á 
mas  andar,  y  los  dias  se  variaban  cada  hora  mas.  Allí  dejé 
comprados  algunos  libros  hebreos  para  la  real  librería  de 
Sanct  Lorenzo,  y  dado  orden  como  se  me  buscasen  algunos 
mas  por  unos  amigos  y  correspondientes  en  cosas  de  letras 
que  allí  tengo.  Dejé  estos  libros  en  poder  del  embajador  con 
otros  que  él  tenia  latinos  y  griegos,  buenos,  y  habidos  en 
bonísimo  precio.  Desto  he  dado  razón  á  Zayas  y  á  Gracian , 
y  de  lo  que  también  en  esta  lazon  dejé  en  Roma,  que  será 
cosa  de  importancia  para  la  librería  y  muy  barata  por  la 
orden  que  yo  he  dejado.  En  Milán  el  gobernador  me  hizo 
todo  favor  y  buen  recibimiento  como  á  criado  de  V.  M.*^  y 
por  su  servicio,  y  dejé  allí  inteligencia  para  que  el  gober- 
nador fa  voreciese  al  que  viniese  por  allí  en  mi  nombre  en 
busca  de  ciertos  libros,  que  es  un  amigo  mió  de  Venecia 
que  se  me  ofreció  á  ello,  no  entendiendo  todos  sino  que  son 
para  mí. 

Llegué  á  estos  Estados,  por  merced  de  nuestro  Señor, 


280 

primero  desle,  algo  mal  tratado  de  las  postreras  jornadas 
de  mi  camino,  mas  con  el  ánimo  pronto  de  servir  leal  y 
afecionadamenle  á  V.  M.**  aquí  y  donde  quiera  que  me 
mandare,  y  en  lo  que  me  fuere  mandado;  y  entre  tanto  que 
se  me  da  nueva  materia  de  servicio,  y  que  mejoro  de  mi 
indisposición,  quedo  poniendo  en  orden  lo  que  toca  á  la  im- 
presión de  los  privilegios  para  la  conclusión  de  la  Biblia,  y 
en  lo  de  los  breviarios,  misales  y  horas,  y  en  las  cuentas 
de  lo  uno  y  de  lo  otro. 

He  entendido  debia  dar  á  V.  M.^esta  cuenta,  suplicán- 
dole humildemente  la  tome  de  buena  parte,  y  me  perdone 
la  prolijidad  y  cualquiera  otra  falta ,  de  las  cuales  afirmo 
delante  de  Dios  que  ninguna  hay  en  mi  ánimo  para  el  servi- 
cio de  Y.  M.^,  cuya  real  persona ,  y  casa  y  corona  Dios  pros- 
pere para  gloria  suya.  En  Anvers  18  de  deciembre  1572. — 
S.  C.  R.  M.*^— Criado  y  capellán  de  V.  M.'^  que  sus  reales 
pies  besa. —  B.  Arias  Montano. — Tiene  rúbrica. 

Sobre. —  A  la  S.  G.  R.  M.**  el  rey.— En  manos  del  se- 
cretario Zayas. 


281 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  á  Za- 
yas.  fJe  Ánvers  á  Í5  de  hebrero  de  1573. 

(  Recibida  en  37  del  mismo.—  Respondida  en  parte  á  8  de  marzo.) 

Breve  de  Su  Santidad. —  Pide  que  se  le  manden  sin  tardanza  los 
privilegios  del  rey  para  la  Biblia. — Pondera  los  gastos  que  hace 
Plantino  en  su  imprenta,  é  insta  para  que  se  le  provea  inmedia- 
tamente de  dinero.-^  Mal  estado  en  que  se  hallan  las  cosas  de 
Flándes. — El  duque  de  Alba. — Recoraiéndanse  los  negocios  de 
varias  personas. — Envía  de  parte  de  Juan  Moreno,  un  reloj  en 
forma  de  libro,  para  la  duquesa  de  Alba. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm.  583. 

ILLUSTBE    SEÍSOR. 

Con  todos  los  correos  que  de  aquí  han  partido  he  scrito 
á  V.  m.  después  que  llegué  á  estos  Estados,  y  he  dado  por 
otra  larga  cuenta  de  mi  viaje  á  S.  M.**  y  á  v.  m.;  y  luego 
recien  llegado  aquí  recibí  de  Roma  un  breve  cerrado  pa- 
ra S.  M.**,  el  cual  envié  con  una  raia,  encargado  al  maes- 
tre de  postas  desta  villa,  y  supliqué  á  v.  ra.  en  aquella 
carta  me  enviase  la  copia  de  aquel  breve,  porque  yo  he 
entendido  que  S.  S.*^  escribía  en  él  lo  que  loca  á  la  espedi- 
cion  de  mi  legación;  y  porque  es  aprobación  de  summo 
pontífice  en  mi  favor,  me  cumple  para  mi  honor  y  contenió 
tenerlo. 

También  supliqué  á  v,  m.  por  aquella  y  por  todas  las 
que  después  he  scrito,  enviase  luego  los  privilegios  de  S.  M.** 
para  la  Biblia,  porque  hasla  venir  estos  no  serán  impresos 


282 

los  siete  que  acá  tenemos ,  y  no  se  vende  Ja  obra  por  falta 
de  los  privilegios,  los'Cuales  no  ser  ya  publicados  nos  ha  em- 
pecido ,  porque  algún  demonio  que  siempre  adversatur  di- 
vino honori  esparció  por  estos  Estados  la  fama  de  la  difi- 
cultad que  al  principio  se  hizo  en  Roma  sin  declarar  en  qué 
cosas  estaba  la  dificultad;  y  como  me  han  visto  de  vuelta 
de  Italia  y  no  han  visto  el  motu  propio  impreso  ni  los  de- 
más privilegios,  háse  derramado  por  los  oidos  de  muchos, 
y  entre  ellos  personas  muy  graves,  que  en  Roma  no  se  ha 
dado  privilegio,  y  han  venido  muchos  á  preguntarlo,  á  los 
cuales  ha  sido  menester  mostrarles  el  original ;  y  ansí  han 
tornado  contentísimos,  mas  esto  no  se  ha  podido  mostrar 
á  tantos  cuantos  hablan  oido  lo  contrario,  y  así  veo  que 
nos  ha  hecho  daño  el  no  tener  acá  los  de  España  cuando 
yo  llegué  á  esta  tierra. 

Ya  V.  m.  entiende  en  el  aprieto  de  dineros  que  se  halla 
Planlino,  con  tanto  empleo  como  tiene  hecho,  y  si  no  des- 
pacha sus  obras,  se  pierde  totalmente,  porque  él  paga  in- 
terese de  trece  mil  escudos,  y  el  tiempo  está  muy  estrecho 
de  ventas;  y  si  eso  poco  que  se  puede  vender  se  le  detie- 
ne, es  forzoso  que  del  todo  se  arroine.  Si  acaso  cuando 
esta  llegue  v.  m.  nos  ha  enviado  los  privilegios,  por  esta 
verá  V.  m.  la  necesidad  que  hay  de  tenerlos  ya  acá. 

También  he  avisado  á  v.  m.  que  Plantino  tiene  todas 
sus  emprentas  embarazadas  en  los  breviarios,  misales  y 
horas,  y,  tiene  empleado  ya  en  obra  hecha,  y  no  pagada, 
nueve  mil  florines  y  otros  tantos  casi  en  lo  que  se  acabará 
al  fin  desta  cuaresma,  y  no  tiene  donde  sacar  un  real  por 
estar  la  tierra  como  está,  y  por  no  poder  vender  él  cosas 
destas  que  hace  que  se  hacen  para  el  servicio  de  S.  M.**,  y 
es  necesario  proveerle  de  dineros  para  pagar  lo  que  está  he- 
cho, porque  él  ya  lo  debe  todo  á  los  mercaderes  del  papel  y 


283 

n  los  obrero."?,  y  ansímismo  debe  lo  que  está  haciendo,  y 
hasta  agora  no  licne  blanca  adelantada,  sino  lodo  loque 
ha  recibido  lo  tiene  entregado  en  obra.  Cumple  que  si  él  ha 
de  ir  con  este  concierto  adelante,  se  le  cometa  esta  provisión 
de  dineros  aquí  á  un  hombre,  el  cual  provea  obra  recibida 
obra  pagada,   y  aun  ayude  con  algún  adelantado  para  el' 
prosiguimiento  de  la  obra.  Y  no  estén  vs.  mds.  en  que  hay 
pocas  emprentas:  que  agora  que  es  acabada  la  Biblia,  él  la- 
brará con  veinte  en  los  breviarios  y  misales  si  se  le  provee 
de  dineros  que  basten  para  ello;  porque  esto  de  la  emprenta 
ninguno  puede  entender  como  va  sino  el   que  lo  tiene  á 
cuestas,  que  al  presente  gasta  cada  semana  cuatrocientos 
florines  en  solo  los  obreros  de  casa,  y  proveyéndosele  de  dine- 
ros él  cumplirá  sin  fallaren  todas  las  órdenes  y  condiciones  de 
aquí  adelante,  porque  los  primeros  misales,  como  yo  á  v.  m. 
por  otras  he  advertido,  fueron  pedidos  ansí  por  la  falta  que 
allá  habia,  mas  de  aquí  adelante  la  obra  irá  al  justo  de  los 
avisos;  é  yo  haré  en  eslo  todo  mi  mejor. 

En  cuanto  á  lo  de  los  accentos,  suplico  á  esos  seño- 
res se  contenten  sean  de  negro,  porque  de  rojo  es  doblar 
tiempo  y  costa,  y  no  aventajar  en  el  provecho;  y  si  no 
se  le  provee  á  tiempo  de  dineros  él  suplica ,  é  yo  de  su 
parle,  que  se  le  alce  la  palabra  que  tiene  dada,  y  se  le  dé 
licencia  que  venda  su  obra  á  quien  pudiere  y  en  el  precio 
que  pudiere. 

Con  esta  van  las  muestras  de  lo  que  hasta  agora  está 
hecho ,  las  cuales  se  añadirán  á  lo  que  allá  está ,  y  se  verá 
por  todo  como  Plantino  jamás  falta  de  proseguir  con  la  obra; 
y  yo  afirmo  á  v.  ra.  que  no  pudiera  haber  allegado  hasta 
donde  llega  si  un  amigo  mucho  mió  no  le  hubiera  sobre 
su  crédito  procurado  ocho  mil  ílorines  con  su  interese,  con 
los  cuales  se  ha  ido  entreteniendo,  esperando  que  le  fueran 


284 

ya  enviadas  provisiones  tle  dineros  de  España,  digo  que 
V.  m.  le  hubiera  enviado  recado.  V.  m.  procure  que  se  pre- 
vea de  allá  abundantemente  de  dineros,  pues  la  obra  es 
tan  útil  y  necesaria  allá  y  de  tanta  ganancia,  que  de  acá 
se  hará  toda  la  diligencia  posible  para  que  vaya  abundancia 
de  obra. 

De  las  cosas  de  acá  yo  no  tengo  que  escribir  por  agora, 
porque  no  creo  entiendo  parte  dellas,  salvo  afirmar  que  es- 
tán miserabilísimas,  y  rogar  á  Dios  que  las  remedie,  y  nos 
dé  á  entender  á  nosotros  que  sin  él  no  se  puede  hacer  cosa 
alguna  que  valga  algo,  y  que  si  no  siguimos  sus  reglas  en 
lo  que  se  debe  hacer  por  nuestra  parte,  todos  desatinaremos: 
todo  está  lleno  de  división ,  defección  y  contención.  Allá 
escribirán  unos  dism-inuyendo  el  mal  que  hay,  y  otros  au- 
mentándolo; unos  culpando  á  otros,  y  otros  á  otros,  y  nin- 
guno á  sí  mismo.  Yo  no  escribo  sobre  lo  presente  porque 
en  cosas  de  guerra  no  me  entremeto;  empero  una  cosa  en- 
tiendo, y  es  que  la  soberbia  derribó  siempre  á  los  que  se 
tuvieron  por  mas  fuertes ,  y  ansí  hará  á  nosotros  si  Dios  no 
nos  da  á  entender  cual  es  la  verdadera  fortaleza  y  la  loable 
reputación. 

El  gobernador  desta  villa  hace  bien  su  oficio  en  cuanto 
puede,  y  en  esto  se  funde  v.  m.  que  es  verdad,  refieran 
otros  lo  que  quisieren;  empero  como  hay  división,  ni  lo  que 
él  hace  ni  lo  que  lo^  otros  tampoco  aprovecha. 

Lo  que  habia  de  estar  junto  para  prosperar  las  cosas 
está  dividido  en  tres  ó  cuatro  partes:  servicio  de  Dios,  servi- 
cio del  rey,  bien  común  del  público ;  aquí  está  divididísimo 
que  no  concierta  lo  uno  con  lo  otro ,  y  cada  uno  piensa  que 
lleva  bien  su  parte ,  y  va  todo  despedazado.  Ruego  á  Dios 
que  del  cielo  y  del  rey  venga  el  remedio. 

El  duque  d'Alba  está  mas  afligido  que  v.  m. ,  ni  perso- 


285 

na  otra  alguna  podrá  creer,  y  no  es  posible  menos  aña- 
diéndose laníos  cuidados  y  trabajos  á  tanta  edad  y  enfer- 
medad. Si  fuere  Dios  servido  de  asentar  de  una  vez  las  co- 
sas de  la  guerra ,  entonces  podré  yo  servir  lo  que  entendiere 
ó  Dios  me  diere  á  entender,  |)ara  la  conservación  de  la  paz. 
Dios  la  dé  como  sea  mas  á  su  servicio. 

De  las  cosas  particulares  mias  y  ajenas  no  tengo  que 
escribir  agora ,  porque  el  correo  está  para  partir  á  la  hora , 
sino  suplicar  á  v.  m.  favorezca  á  don  Luis  Carrillo  hablando 
una  palabra  al  señor  Cárnica,  para  que  se  le  envíe  su  libran- 
za; el  señor  Lastanosa  lo  solicitará.  También  le  suplico 
acuerde  acá  la  merced  queS.  M.*^  hizo  al  Surio  de  Colonia, 
de  los  seiscientos  florines  ,  que  hasta  agora  no  se  le  ha  dado 
plaza ,  y  es  cosa  poca ,  y  loca  ya  al  honor  de  S.  M.*^  habién- 
dose publicado  esta  merced  por  ledas  partes.  V.  m.  asimis- 
mo me  la  hará  mandando  despachar  á  Sevilla  con  la  prime- 
ra comodidad  las  que  con  esta  van.  A  esos  mis  señores  desa 
corte  don  Luis  Manrique ,  Santoyo  y  los  demás  no  escribo 
hasta  tener  respuesta  de  las  que  antes  les  he  scrilo  después 
que  aquí  vine. 

El  señor  Juan  Moreno  me  entrega,  al  punto  que  esta  iba 
escribiendo,  un  relojico  en  forma  de  libro  para  mi  señora  la 
duquesa  de  Alba,  diciéndome  bese  por  su  parte  en  esta  á 
v.  m.  las  manos,  y  le  avise  mande  entregar  esta  aquel 
caballero  de  mi  hábito  Antonio  de  Elada  que  sirve  á  la  du- 
quesa, para  que  se  lo  envíe.  Va  en  este  paquete  porque  irá 
mejor  tratado  y  mas  disimulado  entre  laníos  papeles.  Ansí 
me  podría  v.  m.  enviar  algunas  cosillas  de  las  que  trujesen 
de  Sevilla.  Nuestro  Señor  la  illustre  persona  y  casa  de  v.  m. 
prospere  en  su  servicio.  En  .\nvers  15  de  febrero  1575. — 
Besa  las  manos  de  v.  m.  su  servidor  obligadísimo,  B.  Arias 
Montano. —  Tiene  rúbrica. 


286 


Sobre. — Al  illuslrc  señor  Gabriel  de  Zayas,  mi  señor  y 
secretario  de  Slado  de  S.  M.''  y  de  su  Consejo.  En  Corle. 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montuno  á  Za- 
yas. De  Anvers  á  27  de  hebrero  de  1575. 

(Recibida  en  13  de  marzo.— Respondida  á  18,  miércoles  sanio  en  la  nocbe.) 

Elogia  las  circunstancias  de  un  sugelü,  á  quien  parece  se  le  llama- 
ba de  Espaiía  para  algún  negocio  importante. — Pide  para  sí  algún 
cargo  en  los  Países  Bajos. — Necesidad  de  aplicar  pronto  remedio 
á  la  situación  de  aquellos  Estados. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm.  583. 

ILLÜSTRE    SliÑOr. 

El  portador  desta ,  por  ser  muy  señor  mió  y  con  cuya 
conversación  he  recibido  muchas  veces  grandísima  merced, 
me  la  hizo  señalada  en  venir  por  mi  casa  y  darme  aviso 
de  su  jornada,  la  cual  entiendo  debe  ser  con  argumento  de 
grandísima  importancia,  ansí  por  lo  que  conozco  de  su  buen 
entendimiento  y  valor,  como  por  la  falta  que  entiendo  y  ten- 
go bien  cierto  hace  con  su  ausencia,  á  quien  lo  envía,  que 
pues  no  teniendo  otra  compañía  con  quien  se  desenfadar 
en  sus  trabajos  y  cuidados,  acabó  consigo  el  parecer  del 
y  enviarlo,  es  me  fácil  de  entender  que  á  lo  que  va  to- 
ca mucho  al  servicio  de  Dios  y  del  rey,  á  los  cuales  el  que 
vá  está  bien  aficionado,  y  lo  ha  mostrado  y  muestra  con 
sus  ejercicios,  y  vida  y  conversación,  la  cual  si  v.  m.  una 
vez  gusta,  como  yo  la  he  gustado,  muchas  entenderá 
cuánta  razón  tengo  de  escribirlo,  que  aquí  he  escrito  de  su 


287 

persona ,  aunque  por  significación  mas  que  por  explica- 
ción ;  porque  no  sufren  mas  los  tiempos  ni  los  caminos. 
Agora  V.  m.  se  entere  del  y  le  saque  todo  lo  que  siente  y 
se  fie  bien  de  su  verdad,  y  conocimiento  y  secreto;  y  so- 
bre nú  cabeza  que  de  su  celo  se  puede  bien  fiar,  porque 
yo  sé  bien  que  es  lal  que  se  fian  del  algunos  que  no  se  osa- 
rían fiar  según  las  cosas  van  en  el  mundo,  si  no  tuviesen 
conocida  muy  en  particular  su  valor  y  condición.  Hallarlo 
há  V.  m.  en  letras  no  menos  bien  empleado  que  lo  han  visto 
con  ia  lanza  los  que  con  61  han  andado  en  semejanles  mi- 
nisterios que  el  que  él  s\ne.  Yo  me  he  holgado  grandemente 
que  él  vaya ,  porque  sé  que  dtcenda ,  tacenda  quce  cállel. 
Vuestra  merced  me  la  haga  en  particular  allende  de  lo  que 
su  persona  y  ser  de  la  parte  que  es,  merece  mostrarle 
agradecimiento  á  la  buena  compañía  que  me  ha  hecho  to- 
do el  tiempo  que  he  estado  en  esta  tierra.  Es  obligación  an- 
tigua la  que  yo  tengo  á  su  casa  y  hermano  mayor  desde 
mi  niñez,  la  cual  me  ha  él  mismo  acrecentado  con  mucha 
merced  que  me  ha  hecho.  Sabe  Dios  la  soledad  que  me 
deja,  mas  tengo  paciencia  con  persuasión  que  va  á  hacer 
buen  servicio. 

En  lu  que  toca  á  mi  particular  afirmo  á  v.  m.  delante 
de  Dios  que  yo  soy  muy  ajeno  de  ambición,  de  dignidades 
ni  otros  estados,  y  que  el  mayor  que  siempre  he  deseado  ha 
sido  hasta  agora  tornarme  á  mi  Peña,  porque  jamás  me  ha 
pasado  por  el  pensamiento  escoger  oficio  ,  sino  dejará  Dios 
el  arbitrio  entero  de  mí  y  de  mis  cosas :  que  sé  que  61  solo 
sabe  y  puede  darme  lo  que  he  menester  para  mi  salvación, 
que  es  lo  que  mas  deseo  y  solo  debo  desear.  Una  sola  cosa 
ha  sido  la  que  me  ha  rendido  la  voluntad  á  desearla  y  pro- 
curarla ,  que  es  servir  á  Dios  y  á  ¿u  iglesia  católica  con 
mis  studios,  entendiendo  que,  pues  él  me  ha  hecho  tanta 


288 

merced  en  ellos,  no  ha  sido  sino  por  servirle,  y  por  eso  he 
procurado  y  deseado  la  comodidad  y  aparejo  para  ello.  Ya 
V.  m.  oyó  y  vio  en  España  lo  que  acerca  desto  algunos 
doctos  y  temerosos  de  Dios  me  decían  y  escribían  ;  en  Ita- 
lia ha  sido  muy  mayor  la  balería  que  sobre  esto  me  han  da- 
do, y  muchos  de  Francia,  también  hombres  entendidos  y 
catolicísimos,  entre  los  cuales  es  uno  el  obispo  de  Arras, 
que  es  rarísimo  en  sus  letras  y  elocuencia,  y  agora  veo  que 
comienzan  de  Alemania  los  católicos  y  doctos  que  allí  hay, 
á  combatirme  por  su  parle.  E  ya  sabe  v.  m.  que  los  cató- 
licos de  Alemania  son  gente  de  grande  Valor ,  porque  en 
lanto  tiempo  y  entre  tantos  enemigos,  y  con  lanías  impug- 
naciones han  resistido  y  permanecido. 

Visto  esto,  y  entendiendo  que  debo  sacrificarme  al  prove- 
cho común,  ando  deseando  tiempo,  y  lugar  y  comodidad 
para  ello;  y  porque  queriéndose  S.  M.** servir  de  mí  en  al- 
guna cosa  tocante  á  sus  ministros ,  hallaba  por  mi  cuenta 
que,  habiendo  plaza  en  Venecia,  podía  yo  allí  servir,  porque 
no  hay  tanta  distracción  como  en  otras  parles  podría  haber, 
y  juntamente  estudiar,  ó  en  otra  cosa  que  se  ofreciese  en 
Roma,  ó  que  v.  m.  pudiese  y  supiese  rodear  para  allí,  es- 
cribí á  v.  m.  aquesta  materia,  la  cual  jamás  me  ha  salido 
de  la  boca  ni  de  la  pluma,  si  para  v.  m.  no,  en  cuyas  ma- 
nos después  de  Dios  he  puesto  mis  suertes.  Y  sepa  v.  m. 
entre  nos,  que  allende  de  los  demás  motivos  é  impulsivos 
que  he  tenido,  fué  recísimo  el  del  papa,  que  la  segunda 
vez  que  le  hablé ,  me  dijo  que  mas  servicio  haría  á  Dios  y 
á  la  Iglesia  con  la  pluma  en  la  mano,  que  con  cuantos  otros 
negocios  hubiese  en  el  mundo,  y  nunca  se  me  ha  quitado 
de  la  imaginación  esta  sentencia,  y  lo  que  me  añadió  sobre 
ella.  Entendiendo  yo  que  para  esle  propósito  podría  hallar 
en  Italia  mejor  comodidad  de  libros  y  personas  que  me 


280  . 

3}  udaseo,  que  no  en  España ,  doaJe  yo  sé  que  terne  mas 
envidia  que  ayuda,  propuse  á  v.  m.  aquella  condición,  la 
cual  no  siendo  aprobada  de  v.  ra.  no  lo  será  de  mí;  y  no 
pensaba  que  esto  fuese  por  mucho  tiempo,  sino  por  cuanto 
me  bastase  para  concluir  algunas  cosas  que  tengo  entabla- 
das, las  cuales  espero  saldrán  con  provecho  común.  Torno 
pues  en  esto  á  decir ,  que  no  trataré  mas  de  aquello  que  á 
V.  m.  agradare  ,  y  que  si  á  v.  m.  le  parece  que  aun  es  am- 
bición el  nombre  del  Consejo  para  las  cosas  de  aquí,  tam- 
bién lo  dejaré,  mas  nunca  fué  mi  propósito  otro  que  tener 
mejor  color  y  facultad  para  servir  con  esto  á  S.  M/  y  á  esta 
república,  en  la  cual,  si  Dios  pusiere  composición  con  su 
gracia  y  con  la  del  rey  (que  la  tengo  por  mas  eficaz  que 
las  armas)  podré  yo  hacer  algún  servicio  ansí  en  las  co- 
sas de  letras ,  y  religión  y  eclesiásticas ,  como  en  la  elec- 
ción de  muchas  personas  que  son  necesarias  para  proveer 
plazas  de  ministros  eclesiásticos  y  en  otros  negocios  seme- 
jantes, y  decir  á  los  ministros  mi  parecer,  que  no  creo  yo 
que  será  mal  intencionado,  y  procuraré  que  sea  el  mejor  fun- 
dado que  yo  pudiere ;  y  en  este  ministerio  me  podré  dete- 
ner aquí,  placiendo  á  Dios,  por  un  año,  si  á  v.  m.  le  pare- 
ce ansí ,  en  el  cual  tiempo  nuestro  Señor  abrirá  camino 
para  ser  servido  de  mí  en  lo  de  adelante.  Todas  estas  cosas 
las  encomiendo  á  su  divina  Majestad  y  á  la  consideración 
y  traza  de  v.  m. 

En  este  año  con  el  divino  favor  acabaré  el  Isaías  y  lo 
que  voy  haciendo  sobre  el  Psalterio  y  sobre  los  Evangelios 
y  Epístolas  del  Nuevo  Testamento.  Y  si  v.  m.  ordena  como 
S.  M.*^,  me  haga  merced  de  una  razonable  ayuda  de  costa 
para  componer  mis  cosas,  será  esta  para  mí  muy  grande, 
mas  de  lo  que  v.  m.  puede  creer,  á  quien  suplico  me  perdo- 
ne ,  porque  todas  mis  flaquezas  apoyo  sobre  sus  hombros. 

Tomo  XLl.  i9 


290 

que  son  para  llevar  las  necesidades  ajenas  con  esfuerzo  de 
Dios. 

En  lo  que  loca  á  las  cosas  de  acá,  no  puedo  dejar  de 
suplicar  á  V.  m.  con  todos  los  consejos  y  medios  posibles 
de  personas  y  otras  cosas,  sea  auctorá  S.  M.^que  recobre 
los  corazones  destos  sus  vasallos,  y  que  mande  á  sus  minis- 
tros que  entiendan  en  esto  muy  de  propósito:  que  con  este 
solo  negocio  se  pueden  confirmar  y  asentar  bien  los  luga- 
res que  agora  están  debajo  de  su  obediencia,  y  facilitarse 
mucho  la  reducción  de  los  que  están  revueltos,  rebeldes  y 
fuera  del  servicio  de  Dios  y  suyo ;  y  si  por  este  camino  no 
será,  yo  veo  manifiesto  un  trabajo  perpetuo  y  una  expensa 
intolerable  y  perdición  de  innumerables  ánimas  y  vidas, 
también  ansí  de  los  nuestros  como  de  los  contrarios. 

Cuanto  á  lo  de  Lieja  yo  he  entendido  aquí  antes  que 
fuera  á  Italia  y  en  Roma,  y  del  Duque  y  de  lodos,  la  mer- 
ced que  S.  M.''  pretende  y  procura  hacer  al  obispo  en  lo  del 
capelo,  mas  lo  que  yo  he  tratado  no  se  suelda  ni  soldará  con 
la  amplificación  del  obispo,  si  no  se  atiende  á  que  la  iglesia 
y  ciudad  esté  contenta ,  y  esto  se  puede  hacer  sin  mucho 
negocio  y  sin  gasto  alguno;  y  afirmo  á  v.  m.  que  en  otra 
manera  no  tengo  por  siguros  estos  lances ,  porque  aunque  el 
rey  lo  quiera  y  el  papa  lo  conceda,  con  todo  esto  ellos  recla- 
marán siempre  que  se  invitis  acta  siint  omnia ,  y  no  es  cosa 
que  se  debe  tener  en  poco,  pudiéndose  remediar  y  excusar. 

Suplico  á  V.  m.  por  el  bien  público,  y  sosiego  y  con- 
cordia de  los  vecinos,  mire  esto  de  fundamento.  Nuestro  Se- 
ñor la  illustre  persona  de  v.  m.  prospere  en  su  servicio.  En 
Anvers  27  de  febrero  1575. — B.  Arias  Montano.' — Tiene 
rúbrica. 


291 

El  privilegio  de  allá  para  la  Biblia  se  dilata  con  grande 
daño  de  acá. 

El  retrato  del  señor  don  Luis  vino  bien  tratado;  es  muy 
bien  hecho  y  seméjale  mucho;  v.  m.  me  debe  el  suyo  que 
ha  cinco  años  lo  tengo  comprado  á  deseo.  Suplico  á  v.  m. 
que  para  satisfaacion  deste  agravio  de  dilación  pasada,  me 
lo  envíe  presto  y  del  mismo  maestro  que  hizo  el  del  señor 
don  Luis. 

Yo  he  dado  á  hacer  24  lienzos  para  el  señor  Velasco, 
á  cuarenta  y  dos  placas  la  pieza ,  que  valdrán  mas  de  á  se- 
senta según  la  forma  que  les  he  dado:  los  doce  de  cosas 
de  devoción  y  los  doce  de  poesías  con  bellos  paesages. 

Sobre. — Al  illustre  señor  Gabriel  de  Zayas,  mi  señor, 
del  Consejo  de  S.  M.^  y  su  secretario  de  Stado. — En  corte. 

En  lo  que  toca  á  las  impresiones  remíteme  á  lo  que 
escribe  Planlino  por  agora. 


29i> 


Copia  de  párrafos  de  minuta  de  carta  de  Zayas  al  doctor 
Arias  Montano.  De  Madrid  «17  de  julio  de  1573. 

Se  congratula  por  el  restablecimiento  de  su  salud. — Le  dice  que 
pida  parecer  á  personas  honradas ,  naturaleg  de  Flándes,  sobre 
el  remedio  que  podría  aplicarse  á  las  cosas  de  aquellos  Esta- 
dos.— Acusa  el  recibo  de  ciertos  libros  y  otros  objetos. — Encarga 
que  remita  un  ejemplar  de  la  Biblia  á  D.  Juan  de  Zúñiga,  resi- 
dcftte  en  Roma. — Se  ha  mandado  proveer  de  dinero  á  Plantino. — 
Advertencias  sobre  breviarios ,  misales ,  etc . 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm.  583. 

De  Zayas  al  doctor  Montauo. 

He  recibido  todas  las  cartas  que  v.  m.  me  ha  escripto 
desde  11  de  abril  hasta  17  de  junio,  y  aunque  creo  haber 
respondido  á  algunas  de  las  particularidades  que  contienen, 
todavía  diré  en  esta  cuanto  ocurriere. 

Lo  primero  que  he  holgado  en  extremo  y  dado  infinitas 
gracias  á  Dios  de  que  v.  m.  hubiese  cobrado  la  salud  que 
rae  escribe,  con  la  cual  yo  también  quedo,  á  él  gracias,  y  lo 
mismo  el  señor  Diego  Diaz,  que  pudiera  v.  m.  excusar  de 
encomendármele,  pues  sabe  que  le  quiero  y  tengo  por  tan 
hermano  como  v.  m. ,  y  no  hago  mucho  ni  aun  nada  según 
lo  que  él  merece. 

Con  las  susodichas  carias  de  v.  m.  han  venido  dos  dis- 
cursos harto  buenos  del  miserable  estado  de  esa  provincia, 
y  así  lo  he  referido  á  S.  M.^;  pero  lo  que  quiere  y  en  lo  que 
V.  m.  le  servirá  mucho,  es  en  que  de  los  mismos  de  la 
tierra  entienda  v.  m.  como  de  suyo,  cual  es  el  verdadero 
remedio  que  se  podria  poner,  tratándolo  con  hombres  cris- 


295 

líanos  y  de  bondad  pura  y  sencilla ,  y  que  juntamente  con 
los  medios  digan  cómo  se  podrán  poner  en  ejecución,  que 
en  esto  suele  haber  la  principal  dificultad  de  las  mas  de  es- 
tas cosas  que  se  discurren  que ,  venidas  á  meter  en  obra, 
no  reusxen  fsicj;  y  S.  M.*^  desea  el  remedio  como  verda- 
dero padre,  y  asi  lo  ha  de  dar  v.  m.  á  entender  en  todas 
las  partes  y  comunicaciones  que  se  ofrecieren. 

Hánse  recibido  los  libros  y  dos  paquetes  de  matrices  que 
V.  m.  ha  enviado  en  este  tiempo,  yentrellos  los  cuadernos 
de  la  Biblia  en  que  están  los  breves  y  privilegios ;  pero  no  los 
he  mostrado  á  S.  M.^  ni  á  nadie  hasta  entender  si  se  habrán 
podido  enmendar  conforme  á  lo  que  tengo  advertido  á  v.  ra., 
que  cierto  conviene,  aunque  se  gaste  algo,  porque  no  que- 
dase cosa  de  que  trabar,  á  los  que  no  la  mirasen  con  los  ojos 
limpios,  y  asi  espero  desto  respuesta  con  mucho  deseo. 

Y  porque  no  se  me  olvide,  S.  M.*^  tiene  por  bien  que 
V.  m.  envíe  á  don  Juan  de  Zúñiga  la  Biblia;  mas  al  empe- 
rador, rey  de  Francia,  Portugal  y  otros  potentados,  dice 
que  no  hay  para  qué,  ni  v.  m.  cure  dello. 

De  las  ciento  once  balas  que  se  han  encaminado  por 
París  no  tengo  aun  aviso  que  hayan  llegado  á  España. 

El  amigo  Plantino  es  proveído  tan  cumplidamente  como 
V.  m.  verá  por  otra  carta  y  recaudos  que  irán  con  esta,  y 
así  es  justo  que  él  se  anime  y  meta  gran  mano  á  hacer  una 
muy  copiosa  estampa  y  muy  perfecta  de  todos  estos  libros; 
y  v.  m.  ha  de  enviar  con  el  primero  un  fenesciraiento  de 
la  cuenta  que  tiene  con  él  desde  que  empezó  la  impresión 
hasta  fin  deste  mayo  pasado,  así  de  breviarios,  misales, 
diurnales  y  horas  de  Nuestra  Señora  como  de  las  biblias  y 
de  todas  las  otras  obras  en  que  ha  intervenido  el  servicio 
y  hacienda  de  S.  M.*^ 

Demás  desto  ha  de  saber  v.  m.  que  en  los  misales  en 


294 

pargamino  que  acá  están,  faltan  los  cuadernos  de  las  fies- 
tas votivas  de  España,  y  así  conviene  que  se  envíen  luego 
porque  hacen  mucha  falta. 

ítem,  querría  S.  M.*^  se  imprimiese  una  docena  de 
misales  en  pargamino  muy  ñno  y  muy  delgado  para  Sancl 
Lorenzo;  porque  los  que  acá  están  son  tan  altos  y  tan  pesa- 
dos que  no  pueden  servir. 

Asimismo  querría  S.  M.*^  que  para  el  convento  de  su  mo- 
nasterio se  imprimiesen  algunos  breviarios  de  cámara  en 
pargamino  delgado,  y  si  pareciere  que  saldrán  muy  altos, 
podríanse  dividir  haciéndoles  de  dos  tiempos ;  lo  uno  y  lo 
otro  se  remite  á  la  traza  de  v.  m.  y  á  lo  que  allá  pareciere 
mas  á  propósito. 

En  Paris  se  han  imprimido  unos  breviarios  de  cámara 
en  cuarto ,  de  papel  de  marca  mayor,  que  agradan  acá  por 
no  ser  tan  grandes  como  los  de  Plantino;  dígaselo  v.  m. 
para  si  paresciere  hacer  una  tarea  dellos,  que  muy  bien 
serán  recibidos. 

Las  cincuenta  biblias  que  se  han  tomado  por  cuenta  de 
S.  M.^  serán  muy  bien  venidas,  y  ha  holgado  de  que  se 
traigan  á  vender  en  estos  reinos  las  que  v.  m.  dice  y  mas 
si  se  pudiere. 

Es  así  que  yo  escribí  á  v.  m.  que  se  le  habían  de  en- 
viar mil  ducados  para  ayuda  á  estas  impresiones;  pero 
después  se  suspendió  y  se  embebe  toda  la  provisión  en  la 
que  agora  se  hace. 

De  los  tres  cofres  que  v.  m.  dice  había  remitido  Planti- 
no á  París,  no  he  tenido  particular  aviso.  Holgaría  viniesen 
con  las  otras  balas,  porque  creo  deben  estar  ya  en  España; 
y  seria  bien  enviarme  la  memoria  de  lo  que  viene  dentro 
de  los  dichos  cofres,  y  cómo  se  ha  de  repartir,  aunque  creo 
debe  venir  en  ellos  mismos. 


295' 

Pues  quedaban  acabados  los  24  lienzos  para  don  Luis 
de  Velasco,  suplico  á  v.  ni.  dé  orden  que  se  envíen  con  la 
primera  comodidad,  que  yo  hago  bueno  el  coste  dellos  y  lo 
enviaré  á  v.  m. 

La  tabla  de  Cehetes  me  será  muy  gustosa,  y  el  crucifijo 
iluminado  de  muy  gran  regalo  y  devoción.  La  vidriera  no 
entiendo  cómo  pueda  ser  que  haya  de  venir  bien  á  la  ven- 
tana á  que  sea  menester,  si  v.  m.  no  me  lo  declara. 

ítem ,  en  lo  de  los  reposteros  no  tengo  que  decir  mas 
de  que  holgaría  que  estuviesen  acá  para  el  invierno;  y  si 
no  se  abre  el  paso  de  mar  ni  hay  en  él  mas  seguridad  que 
hasta  aquí,  yo  no  sé  de  qué  nos  habrá  aprovechado  el 
concierto  con  Inglaterra. 

El  doctor  Ortega,  médico  de  cámara  de  S.  M.*^,  es  un 
muy  honrado  hombre,  y  mi  vecino:  paréceme  que  espera 
libros  de  allá  y  desea  que  vengan  con  los  de  S.  U.^;  así  lo 
suplico  yo  á  v.  m. 

Ortelio  debe  haber  ya  recibido  su  título;  y  si  le  puedo 
ayudar  en  otra  cosa ,  lo  haré  como  lo  merece  su  bondad  y 
habilidad;  y  pues  ha  enmendado  el  Theatrum,  justo  será 
que  le  gocemos. 

S.  M.**  holgaría  saber  en  qué  términos  va  la  Biblioteca 
regia ,  y  por  qué  orden  y  de  qué  manera  se  han  de  tener 
los  libros ,  por  ver  si  habrá  que  tomar  la  traza  ó  algo  della 
para  los  de  su  monasterio. 

También  quiere  saber  cómo  sucede  el  uso  del  placarte 
que  ahí  se  hizo  sobre  las  impresiones  de  los  libros,  y  si  se 
podría  acomodar  y  hacer  otro  tal  para  estos  reinoá.  V.  m. 
que  entiende  lo  uno  y  lo  otro,  avise  de  lo  que  le  pareciere, 
porque  si  es  á  propósito  lo  mandará  ejecutar. 

Hice  relación  á  S.  M.**  de  la  virtud  y  letras  del  dominico 
Berghin  Milanés,  y  así  ha  mandado  á  Vargas  que  lo  tenga 


29Ü 

en  memoria  para  se  lo  acordar  cuando  se  proveyere  cosas 
eclesiásticas  en  aquel  Estado. 

Yo  no  acabo  de  entender  los  discursos  de  Thomá» 
Marqui;  si  véev.  m.  que  tienen  alguna  sustancia  y  que 
pueden  ser  de  provecho,  avíseme  dello  v.  m.,  que  con  su 
parecer  lo  diré  á  S.  M.'*  y  no  de  otra  manera. 


Copia  de  párrafos  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Mon- 
tano á  Zayas.  De  Anvers  á  31  de  diciembre  de  1573. 

Notable  alivio  que  encuentra  después  de  una  larga  indisposición. — 
Pláticas  que  han  pasado  entre  él  y  el  comendador  mayor. — Da 
cuenta  de  ciertas  cosas  que  ha  enviado  á  España  y  de  otras  que 
piensa  mandar  á  la  primera  ocasión. — Merced  que  cree  debiera 
hacer  el  rey  á  Abrahan  Ortelio. —  Suplica  que  se  despache  á  la 
mayor  brevedad  el  negocio  de  un  portugués ,  llamado  Andrés 
Diaz ,  preso  en  Flándes. 

Archivo  (general  de  Simancas. — £stado,    legajo  núm.  583, 

Particular. 

ILUSTRE  SEÑOR. 

Yo  confio  que  v.  m.  habrá  recibido  todas  las  mias  que 
le  he  escrito  después  de  la  llegada  del  comendador  mayor 
á  esta  tierra  desde  Bruselas,  y  desde  aquí  en  todo  este 
tiempo  desque  torné  de  Bruselas;  he  estado  muy  mal  tra- 
tado de  un  catarro  con  accidentes  y  dolores  de  pechos  y  es- 
paldas. Estoy  tanto  aliviado,  que  puedo  escribir  estas  y  sa- 
lir algunos  ratos  de  casa  á  hablar  al  comendador  mayor 
que  está  aquí. 


297 

En  conformidad  de  lo  que  v.  m.  de  parle  de  S.  M.*  me 
ha  mandado,  sirvo  en  lo  qiie  manda  con  toda  lealtad  y  con 
conciencia  sencilla  y  sana. 

Yo  escribo  á  v.  m.  tan  abiertamente  como  á  mi  cora- 
zón propio,  estando  persuadido  que  v.  m.  ninguna  cosa 
prefiere  al  servicio  de  Dios  y  de  S.  M."^  y  bien  público,  y 
procede  sencillísimamente;  y  ansí  se  lo  he  afirmado  y  cer- 
tificado al  señor  comendador  mayor  por  tres  veces,  y  dí- 
chole  que  en  la  obra  hallará  que  v.  m.  ninguna  cosa  pro- 
pone á  lo  que  tengo  declarado;  y  puesto  que  sea  muy 
grande  y  muy  leal  servidor  del  duque  d'Alba,  como  es 
grandísima  razón  de  serlo  de  un  príncipe  tan  grande  y  que 
tanto  ha  trabajado  en  servicio,  celo  y  studio  de  su  Dios,  de 
su  religión  y  de  su  rey,  y  que  su  Excelencia  y  todo  el 
mundo,  ó  todos  los  que  tienen  del  buen  conocimiento,  lo 
reverencian,  observan  y  honran;  con  todo  esto,  y  ansí  co- 
mo el  Duque  ninguna  cosa  contra  razón  que  él  entendiere 
querría  hacer,  ni  que  se  hiciese  por  él  mismo ,  ansi  nunca 
prendo  tanto  á  v.  m.  que  fuese  posible  por  su  causa  pasar 
de  la  razón  y  verdad  ,  ni  tal  demandara  el  Duque  de  v.  m., 
aunque  hubiera  materia  para  ello,  mayormente  no  la  ha- 
biendo, ni  V.  m.,  aunque  fuera  demandado,  hiciera  cosa 
contra  su  conciencia ;  y  ansí  puede  estar  siguro  y  cierto  Su 
Excelencia  que  v.  m.  hará  no  menos  diligente  y  sencilla- 
mente su  oficio  con  él,  que  lo  ha  hecho  con  el  Duque. 

Parecióme  importar  que  yo  diese  á  v.  m.  aviso  destas 
pláticas  que  habemos  pasado  á  solas,  y  animarle  también, 
aunque  sé  que  no  es  necesario,  á  que  con  todo  calor  pro- 
cure por  su  parte,  y  expida  lo  que  pertenezca  al  remedio  des- 
tos  miserables  Estados ,  quiero  decir ,  al  servicio  de  Dios  y 
de  S.  M.**,  y  se  afirme  en  pensar  y  creer  que  el  comenda- 
dor mayor  es  cabalísimo  y  bonísimamente  intencionado  y 


298 

animado;  y  aunque  ha  tomado  esta  máquina  tan  cascada  y 
destrozada  á  menear,  espero  en  Dios  con  su  favor  y  con  la 
autoridad  y  provisión  de  S.  M.**,  y  con  el  buen  ministerio 
de  V.  m.  hará  buenos  efetos  en  ella;  mas  importa  mucho 
la  brevedad  en  las  resoluciones  y  en  los  socorros ,  y  paré- 
ceme  cierto  que  v.  m.,  podrá  granjearse  mucho  al  co- 
mendador mayor  por  la  condición  suya  que  he  conocido,  y 
porque  entiendo  antes  de  agora  ha  sido  muy  afecionado 
á  V.  m. 

He  dado  aviso  á  v.  m.  de  algunas  cosas  que  le  he  en- 
viado para  su  servicio  y  para  otras  personas,  que  han  ido  en 
los  cofres  de  los  libros,  digo  de  los  breviarios  y  misales. 
Tengo  noticia  de  que  han  aportado  allá  parte  destos  cofres; 
V.  m.  dará  allá  orden  al  que  los  recibe  que  ponga  en  cobro 
aquellos  paquetes  y  los  envíe  á  v.  m.,  y  lo  mismo  de  los 
que  agora  entiendo  navegan  en  diez  cofres,  que  última- 
mente envío  con  ropa  del  Duque,  de  que  he  dado  aviso  an- 
simismo  al  señor  Birbiesca. 

En  los  primeros  que  empacaré,  enviaré  á  v.  m.  un 
buen  presente  que  el  capitán  Zayas  le  ha  aprestado  aquí 
por  mi  mano ,  de  pinturas  y  otras  cosas  que  entiendo  le  da- 
rán gusto,  porque  yo  he  procurado  salgan  buenas,  y  no  ha- 
brán allá  llegado  hasta  agora  mejores.  Yo  las  acomodaré  lo 
mejor  que  pudiere. 

Deseo  mucho  hayan  llegado  bien  tratadas  las  vidrieras 
que  envié  en  la  caja  del  señor  Santoyo,  postrera. 

V.  m.  mande  hacer  un  memorial  de  las  cosas  que  yo 
en  las  cartas  le  aviso  que  le  envío ,  ansí  para  su  servicio 
como  para  otras  personas,  porque  conforme  al  memorial 
vayan  requeriéndolas  y  cobrándolas. 

Abraham  Ortelio  me  dará  presto  un  rico  Teatro  pai'a 
v.  m.,  colorido  por  una  hermana  suya,  doncella,  y  será  tan 


299 

bueno  como  el  que  envié  á  S.  M.^  y  el  que  lleva  el  Duque  (1). 
V.  m.  procure  que  S.  M.^  le  haga  alguna  honoraria  merced 
por  mi  mano ,  porque  allende  que  su  virtud  y  studios  mere- 
cen mucho,  no  se  puede  creer  cuanto  concilian  los  ánimos 
de  todos  los  doctos  y  buenos,  ansí  naturales  como  extran- 
jeros al  servicio  de  S.  M. ,  unos  semejantes  ejemplos,  y  con 
poca  costa,  entre  muchas  que  se  hacen  en  otras  cosas  ,  se 
hace  grande  efecto  y  se  ponen  estatuas  perpetuas  á  la  gloria 
de  los  príncipes,  que  uno  de  sus  grandes  loores  es  haber 
sido  amigos  y  favorecedores  de  doctos  y  virtuosos.  Aunque  no 
sea  sino  una  cadena  de  300  florines,  entiendo  será  de  valor 
de  muchos  mas  en  la  estimación  de  los  buenos,  con  que  ha- 
ciéndole S.  M.*^  la  merced,  ordene  v.  m.  se  efectúe  presto, 
no  como  la  del  Su  rio. 

Las  cartas  que  con  esta  van  para  el  arzobispo  de  San- 
tiago, suplico  á  V.  m.  mande  dar  á  Luis  de  Barahona, 
agente  suyo  en  esa  corte.  A  mis  hermanos  no  escribo  por 
agora  por  estar  ocupadísimo  y  con  poca  salud. 

Nuestro  señor  prospere  la  de  v.  m.  con  toda  su  casa 
en  su  servicio.  En  Anvers,  postrero  de  diciembre  J573. — 
Besa  las  manos  de  v.  m.  su  servidor  obligadísimo,  B.  Arias 
Montano. — Tiene  rúbrica. 

Obra  de  caridad.  —  A  v.  m.  suplico  dé  orden  en  cómo 
se  despache  el  negocio  de  un  Andrés  Diaz,  poriogués,  que 
está  preso  aquí  algunos  meses  há  por  orden  de  España,  so- 
bre cosa  de  moneda,  de  que  se  clama  por  inocente,  y  toda 
la  nación  testifica  de  su  bondad  y  me  piden  suplique  á 
V.  ra.  Los  jueces  no  hallan  causa  de  prisión.  Podríase  dar 
en  fiado,  que  hallará  bien  quien  lo  fie. 

Sobre. — Al  illuslre  señor  Gabriel  de  Zayas,  mi  señor, 
secretario  de  Estado  de  S.  M.**  y  de  su  Consejo. — En  corte. 

(1)    Lo  de  bastardilla  está  subrayado  en  el  original. 


oOO 
Dentro  de  esta  carta  hay  un  extracto  de  ella,  cuya  epígrafe 


dice: 


Capitulo  de  carta  de  Arias  Montano  á  Zayas.  De  Anvers  á 
postrero  de  diciembre  1575. 

A  continuación  del  final  del  extracto,  hay  el  párrafo  siguiente,  al 
parecer  escrito  por  Zayas,  encuyo margen  hay  otro  de  Felipe  II 
Dicen  así: 


F^ii    7?"°  '^^        ^*  ^'  ^''^  ^^  ^'^^^^  por  bien,  esloes  muy 

Podrései'c  darlo,  J^^to,  pucs  dedicó  SU  obra  (1)  á  V.  M.^  y  ha 

d?ce-  mi*rÍd"i  se'íán  ^uviado  dos  Ubros  iluminados  que  le  debie- 

se^omo'fuerí  mel  TOD  COStaf  rCalcS. 


jor. 


De  la  dilación  que  hubo  en  lo  de  Surio, 
tuvieron  allá  la  culpa:  que  libranza  de  V.  M.* 
se  envió  con  orden  se  cumpliese  luego. 


(1)  Abrahan  Ortelio. 


i 


oOI 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  á  Zayas. 
De  Anvers  á  14  de  febrero  de  1574. 

Recomienda  á  Fernando  de  Balboa ,  criado  del  duque  de  Alba ,  para 
que  se  le  haga  merced  de  algún  empleo. 

Archivo  general  de  Simancas.— Estado,  legajo  núm.  583. 

ILLÜSTRE    SEÑOR. 


Fernando  de  Balboa ,  criado  del  duque  de  Alba  y  comi- 
sario que  ha  sido  en  esta  tierra  de  S.  M.*^  en  las  cosas  de  la 
armada,  tiene  bien  testimonio  de  su  bondad ,  habilidad  y 
buen  servicio  que  ha  hecho,  ansí  en  lo  que  locaba  á  su  mi- 
nisterio, como  en  las  cosas  que  sus  amigos  le  encomendaban, 
y  á  mí  como  á  uno  de  ellos  me  ha  hecho  grande  placer  de 
encaminar  bástalos  puertos  y  hacer  embarcar  las  balas  y  co- 
fres de  breviarios  y  misales  que  en  servicio  de  S.  M.^  he  en- 
viado estos  dias  pasados,  y  las  cosas  de  v.  m.  y  del  señor 
Santoyo,  de  los  señores  presidente  Covarrubias  y  Ovando, 
del  señor  don  Luis  Manrique  y  de  todos  los  demás,  por  lo 
cual  soy  muy  obligado  á  encomendarlo  por  mi  parte  á  v.  m. 
allende  que  él  por  sus  buenas  virtudes  será  encomendado 
del  Duque  y  de  todos  los  de  su  casa  que  lo  quieren  bien. 
El  tiene  partes  de  pluma,  cuenta,  lenguas  é  inteligencia  pa- 
ra servir  á  S.  M.*^  en  las  cosas  que  tocare  á  su  habilidad, 
y  ansí  suplico  á  v.  m.  lo  favorezca  en  lo  que  pretendierci 
porque  confio  en  Dios  dará  buena  cuenta  de  sí ,  é  yo  terne 
contento  de  haber  dado  testimonio  tal  que  no  me  habré  alar- 
gado mucho  cuando  mucho  lo  encomendare.  El  tiempo  y  los 
negocios  declararán  mejor  aquello  en  que  él  podrá  emplearse, 
y  V.  m.  por  me  la  hacer  ansí  por  su  parle  como  por  la  de- 


502 

sos  mis  señores  á  quienes  él  ha  hecho  servicio,  lo  adelantará 
y  ayudará  de  manera  que  su  edad  y  habilidad  hagan  buen 
fruto.  Nuestro  Señor  la  illustre  persona  y  casa  de  v.  m. 
prospere  en  su  servicio.  En  Anvers  14  de  febrero  1574. — ; 
Besa  las  manos  de  v.  m.  su  servidor  afeccionadisimo.— 
B.  Arias  Montano. — Tiene  rúbrica. 

Sobre, — Al  illustre  señor  el  secretario  Zayas,  mi  señor, 
del  Consejo  de  S.  M.*. — En  corte. 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  á  Zayas. 
De  Anvers  á  iH  de  abril  de  1574. 

(Recibida  en  24  de  mayo.— Respondida  á  16  de  junio.) 

Remítese  á  lo  que  ha  escrito  en  otra  anterior  sobre  no  serle  con- 
veniente su  regreso  á  España. — 'Desea  que  se  le  mande  con  al- 
guna comisión  á  Roma,  permitiéndosele  después  residir  por 
cuatro  años  en  aquella  corte  ó  en  Milán, — Le  agradece  la  mer- 
ced que  se  hizo  á  un  recomendado  soyo. — Dispone  sea  imprimir 
muy  en  breve  sus  Elucidationes  sobre  los  cuatro  Evangelios. — 
Rumores  que  circulaban  en  Flándes  contra  el  duque  de  Alba, 
su  hijo  y  el  licenciado  Vargas. — ^Justifica  la  conducta  del  prime- 
ro.— Promete  mandarle  un  breviario  y  un  ejemplar  del  Theairum 
OrbiSt  de  Ortelio. — Regalo  que  se  ha  hecho  á  este  impresor  de 
parte  de  Felipe  II. — Necesidad  de  dinero  para  salir  de  sus  com- 
promisos.— Biblias  que  piensa  enviar  á  España  para  varios  su- 
getos. — Mándasele  llamar  de  Bruselas  para  consultarle  algunas 
cosas  de  gobierno. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm,  583. 

ILLUSTRE   SEÑOR. 

En  17  desle  recibí  la  de  v.  m.  de  tres  del  con  una  bue- 
na nueva  y  de  mí  muy  deseada,  de  la  salud  de  v.  m.,  que 


305 

Nuestro  Señor  prospere  en  su  servicio  por  largos  tiempos 
como  yo  lo  deseo.  En  ella  rae  escribe  v.  m.  absolutamente 
que  lo  que  mas  me  conviene  es  volverme  á  esa  corte,  y  que 
lo  encaminará  diestramente  de  manera  que  S.  M.*^  me  lo 
mande.  Yo  no  sé  si  liabria  v.  m.  leido  la  postrera  que  acerca 
deslo  le  escribí,  dándole  cuenta  de  lo  que  habia  pasado  con 
el  papa  y  con  los  demás  prelados  y  gente  religiosa  y  docta; 
y  si  habiéndola  v.  m.  leido  se  resuelve  en  eso,  yo  lo  enco- 
miendo á  Dios  y  á  V.  m.  que  ordene  de  mí  lo  que  me  esté 
mejor  para  el  servicio  de  Nuestro  Señor  y  su  Iglesia.  Y  lo 
mismo  digo  acerca  de  la  consulta:  que  Nuestro  Señor  me  en- 
camine aquello  con  que  le  tengo  de  servir,  y  desvíe  lo  con- 
trario. Otros  entiendo  ser  de  otro  parecer  que  v.  m.;  em- 
pero mas  me  aterné  al  de  v.  m.,  que  sé  bien  mira  mis  cosas 
mas  de  cerca  y  con  mas  cuidado. 

En  cuanto  al  servicio  que  yo  acá  hago ,  como  no  tengo 
particular  oficio  ni  administración,  ni  título  ni  otra  cosa  en 
que  me  emplee  mas  de  decir  mi  parecer  cuando  se  me  pre- 
gunta, y  algunas  veces  yo  de  raio  dar  algunos  avisos  y  en- 
tretener este  cuidado  que  aquí  se  debe  tener  de  la  buena 
corrección  de  todos  los  libros,  y  que  no  se  admitan  libros 
malos  de  fuera,  en  esto  yo  hago  lo  que  puedo  en  lo  uno  y 
lo  otro,  y  lo  que  alcanzo,  con  toda  llaneza,  limpieza  y  sin 
pasión,  en  lo  cual  confío  se  sirve  Dios;  empero  fuera  desto 
ni  tengo  cargo  de  que  haya  de  dar  cuenta,  ni  lo  que  en  esto 
hago  nace,  como  digo,  de  obligación  ó  vocación  ordinaria, 
sino  acaso. 

El  comendador  mayor  me  hace  mucha  honra  y  merced, 
y  rae  comunica  cuando  estamos  en  un  lugar  algunas  cosas, 
en  las  cuales  digo  lo  que  siento  y  entiendo  desapasionada- 
mente, y  allende  desto  le  doy  noticia  de  algunas  personas 


eclesiáslicas  y  seglares ,  idóneas  á  mi  parecer  para  ser- 
vir ;  empero  todo  esto  es  danzar  sin  concierto  ni  concer- 
tado. 

Hay  otra  cosa :  que  el  tiempo  que  aquí  puedo  ahorrar  ó 
libertar  de  las  enfermedades  y  ocupaciones ,  lo  empleo  en 
estudiar  y  escribir  lo  que  puedo,  y  tengo  este  por  especial 
servicio  de  Dios  y  de  su  iglesia  en  esta  era.  No  sé  si  en  Es- 
paña terne  tanto  aparejo  y  espacio  si  no  me  voy  á  la  Peña, 
y  estando  allí  estaré  bien  falto  de  ayudas.  Siempre  me  he 
inclinado  á  que  si  v.  m.  pudiese  con  honesta  ocasión  enca- 
minarme á  Roma  ó  á  otra  parle  de  Italia  hasta  estar  allí  si- 
quiera aunque  fuese  cosa  de  poco  tiempo  lo  que  allí  hubiese 
en  que  servir  á  S.  M/,  y  que  después  me  quedase  en  Roma 
ó  Milán  por  cuatro  años ,  queriendo  Dios  dármelos ,  se  po- 
drían hacer  buenas  cosas  con  ayuda  y  comunicación  de 
buenos  personajes  que  allí  hay.  Destas  tres  cosas,  ó  hacer 
este  viaje,  ó  quedar  aquí,  ó  tornar  ahí,  v.  m.,  encomendán- 
dolas á  Dios,  escoja  la  que  le  pareciere  mejor  y  encamínela: 
que  yo  en  todo  me  remito  á  v.  m.  Esto  respondo  obedecien- 
do á  lo  que  v.  m.  me  manda  responder,  en  recibiendo  la  que 
ayer  recibí.  Cualquiera  de  las  dos  salidas  que  yo  haya  de 
hacer  ó  para  Italia  ó  para  España,  suplico  á  v.  m.  esté  se- 
creta hasta  que  esté  hecha;  lo  uno  porque  no  se  puede  salir 
de  aquí  sin  peligro  siendo  persona  conocida  como  yo  lo  soy 
tanto  que  me  pesa;  y  lo  otro  porque  á  muchos  desta  tierra 
les  pesará  de  que  yo  salga  de  aquí,  porque  me  tienen  afición 
y  les  parece  que  con  mis  relaciones,  intercesiones  y  otros  ofi- 
cios que  hago  sin  pasión  ni  afición,  soy  provechoso  en  ello, 
y  desto  puede  tener  v.  m.  hartos  testimonios  cuando  fuese 
servido  dellos,  uno  dellos  es  este  de  carta  del  doctor  del  Rio, 
de  20  de  marzo ,  de  Bruselas. 


50 :» 
Capitulo  Eü  lo  de  la  posada  de  v.  m.  luego  se  hizo 

sobre    cierta    cosa    , 

que  Arias  Montano    lO  qUC  Cl'a  06  FaZOD  ,    }'   V.   íll.    CS    dC    tOdO  cl 

^::^JX  n^^ndo  tan  bien  quisto  que  ad  nomen  Mon- 
ciavines  de  Bru5e-  lani  tamqiiam  benefactoris  patrice  et  civium 
omnes  assurgunt  et  Icetantur,  omnes  ceríatim 
gratiosé  cupiunt.  Y  si  es  contentamiento  como 
en  efecto  lo  es  ser  amado,  no  ha  pasado  de 
España  acá  muchos  años  ha  á  quien  mas 
y  quieran  ni  de  quien  mejor  opinión  tengan, 
esta  es  la  pura  verdad. 
Otro  capítulo  La  mcrccd  que  v.  m.  hizo  á  aquel  genlil- 

locante   una  provi-    ,  ,  ^  .  ,  t  o 

sion  en  Brujas  de  un  houibrc  Curtevilla  para   raí  es  tan  grande 

burgomaestre    del  ■  ■       i  -i  •  n 

Sur  como  SI  yo  propio  la  recibiera,  y  por  ella 

beso  á  V.  m.  muchas  veces  las  manos,  y  me 
crea  que  lo  que  por  manos  de  v.  m.  Su  Es- 
celencia  hiciere ,  será  acertado ,  y  de  lod  os 
mas  aceptado  porque  entenderán  que  no  hay 
otra  cosa  de  por  medio  que  la  virtud. 

Semejantes  testimonios  podrá  v.  m.  tener 
allá  del  señor  Juan  de  Vargas  y  de  Roda  acá 
y  de  los  demás  que  tienen  parte  en  gobier- 
no ó  en  consejo,  de  donde  entiendo  les  daria 
tristeza  mi  salida  de  aquí,  y  por  mi  natural 
terneza  me  daria  pena  grande;  yo  no  rehusí» 
el  vivir  desterrado  de  mi  tierra  como  pueda 
emplear  mi  peregrinación  en  manera  que 
con  ella  llegué  á  la  verdadera  patria  que 
para  siempre  ha  de  durar,  aunque  amo  mu- 
cho á  mis  hermanos,  y  deudos  y  señores  y 
amigos,  empero  Dios  se  ha  de  anteponer. 

Presto  placiendo  á  Dios  se  comenzarán  á 
imprimir  mis  Elucidaciones  sobre  los  cuatro 
Tomo  XIJ.  20 


506 

Evangelistas,  que  ya  eslá  sacado  el  privilegio  y  aprobada 
la  obra,  y  al  presente  está  en  poder  del  obispo  para  la  con- 
firmación de  la  aprobación.  En  Isaias  llego  al  capítulo  25, 
bendito  Dios,  con  cuyo  favor  deseo  acabarlo,  si  tuviese 
tiempo  para  ello.  Doy  cuenta  á  v.  m.  de  todos  mis  desig- 
nios para  que  los  encamine  y  favorezca  por  la  vía  que  me- 
jor le  pareciere. 

Acá  se  han  derramado  en  estos  dias  algunas  cosas  con- 
tra la  estimación  del  duque  d'Alba  y  de  su  hijo ,  y  del  li- 
cenciado Vargas  y  de  los  demás  sus  ministros,  las  cuales 
he  tenido  y  tengo  por  falsas,  y  ansí  las  contradigo  abierta- 
mente. Han  venido  de  allá  las  simientes  dello,  y  no  lo  pue- 
do creer,  porque  entiendo  el  duque  llevó  de  aquí  su  con- 
ciencia saneada,  y  sé  que  hizo  cuanto  pudo  por  curar  esta 
república,  la  cual  se  enfureció  como  frenética,  aborreciendo 
al  médico,  y  no  dejándose  curar  del.  Dcsto  pudieron  nacer 
trabajos  é  inconvenientes  por  nuestros  pecados,  y  tengo  para 
mí  por  cierto  que  es  y  ha  sido  ira  de  Dios ,  el  cual  hiere  mas 
no  á  dos  manos,  porque  al  presente  ha  dado  una  grande 
sobardada  á  nuestros  enemigos  con  esta  vitoria  habida  cerca 
de  Nimega,  sea  el  alabado  por  todo,  y  no  nos  trate  según 
nuestros  merecimientos  sino  conforme  á  su  grande  miseri- 
cordia. 

Con  el  primero  correo  que  parta  enviaré  á  v.  m.  el  bre- 
viario en  octavo  de  dos  cuerpos,  que  luego  lo  haré  encua- 
dernar, y  dentro  de  pocos  dias,  placiendo  á  Dios,  le  envia- 
ré también  un  rico  y  cumplido  Teatro  de  Abrahamo,  el  cual 
me  dio  y  le  pagué  para  v.  m.  en  buen  precio  antes  que  le 
diera  la  cadena,  ni  supiera  della.  Hésela  dado  con  una 
medalla  de  oro  de  S.  M/  que  estima  en  grandísima  mer- 
ced, y  ansí  lo  escribirá  á  v,  m.  {)ara  que  en  su  nombre  bese 
las  manos  á  S.  M.'':  todos  se  lian  holgado  desfe  honor  que 


50/ 

« 

se  le  ha  hecho  por  merced  de  S.  ¡M.*,  y  el  comendador 
mayor  se  holgó  también  mucho,  aunque  quisiera  fuera 
mayor  el  don.  Yo  lo  adorné  cuanto  pude  con  atestación 
déla  buena  voluntad  que  S.  M.'^  y  sus  ministros,  v.  m. 
principalmente  le  tienen ,  y  esto  estima  él  grandísima 
merced. 

Ya  V.  m.  estará  cansado  de  oir  las  quejas  raías  de  no 
haber  cumplido  el  tesorero  mis  letras  pasando  ya  de  razón 
y  habiéndose  mandado  cumplir  en  Consejo  de  Hacienda.  Su- 
plico á  V.  m.  no  cese  de  hacérmela  hasta  que  se  cumpla 
como  es  razón,  porque  estoy  con  mayor  pena  desto  de  la 
que  puedo  significar,  y  veo  mi  honor  y  mi  conciencia  car- 
gada sin  culpa  mia,  sino  por  hacer  servicio  y  cumplir  con 
mi  debido  á  S.  M.^ 

Por  otra  pocos  dias  ha  escrita  tengo  avisado  á  v.  m. 
como  tenia  empacadas  las  Biblias  para  el  inquisidor  gene- 
ral y  para  los  duques,  y  estaba  encuadernándose  en  parga- 
mino  la  que  pertenecía  al  secretario,  y  esta  semana,  pla- 
ciendo á  Dios,  las  enviaré  á  Calés  para  que  se  envíen  por 
mar  en  algún  buen  navio  inglés  ó  vizcaíno,  y  daré  á  v.  m. 
aviso  dello  y  libraré  el  costo  sobre  v.  m.,  que  allá  lo  cobra- 
rá de  esos  señores. 

Los  trescientos  ducados  de  mi  entretenimiento  deste 
año  tomaré  á  cuenta  de  los  dineros  de  breviarios,  etc., 
como  V.  m.  me  ordena,  y  sobre  esto  escribo  á  Briviesca; 
suplico  á  v.  m.  le  hable  para  que  esté  advertido  para  los 
pasar  en  cuenta.  Si  S.  M.**  me  hiciere  en  la  consulla  alguna 
buena  merced  enviaré  á  v.  m.  por  albricias  alguna  buena 
pieza  que  le  contente,  como  á  autor  de  todas  mis  comodi- 
dades después  de  Dios ;  y  que  la  haga  que  no,  todo  lo  que 
fuere  mió  es  de  v.  m.,  cuya  salud  é  illuslre  persona  y  casa 
Nuestro  Señor  prospere  en  su  servicio.  En  Anvers  48  de 


308 

abril  1574.  —  Besa  las  manos  de  v.  m.  su  servidor  obliga» 
disimo,  B.  Arias  Montano. — Tiene  rúbrica. 

Acabando  de  escribir  esta  recibí  una  del  comendador 
mayor  de  i 7  deste.  Un  capítulo  della,  después  de  ciertas 
cosas  que  trata,  dice :  **  Y  para  tratar  de  estas  cosas  y  de 
»otras  que  son  muy  del  servicio  de  Dios  y  de  S.  M."*  y  no 
«para  en  carta,  deseo  ver  á  v,  m. ;  harámela  de  llegarse 
»aquí  la  semana  que  viene,  que  no  requiere  que  en  esto 
»haya  mas  priesa,  y  con  la  vista  satisfaré  á  lo  demás  que 
»en  esta  podría  decir,  digo  que  podría  ser  aquí  á  los  22  ó 
»25  deste,  etc."  Ansí  lo  haré  placiendo 

Sobre. — Al  illuslre  señor  Gabriel  de  Zayas,  mi  señor, 
del  Consejo  de  S.  M.**  y  su  secretario. — En  corle. 


Copia  de  copia  de  carta  del  doctor  Arias  Montano  á  S.  M.^ 
De  Ánvers  á  Q  de  junio  4574. 

Pide  que' se  obligue  al  tesorero  á  pagar  ciertas  letras,  cuyo  plazo 
habia  vencido,  y  estaban  mandadas  satisfacer  anteriormente,  tanto 
por  el  rey  como  por  el  Consejo  de  Hacienda. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm.  583. 

Forzado  de  la  razón  y  justicia  que  tengo  y  de  la  afrenta 
que  se  me  hace,  y  el  cargo  de  conciencia  que  se  me  pone 
en  deservicio  de  V.  M.*^  y  daño  de  terceros,  me  atrevo  á 
remostrar  á  V.  M.*^  que  por  servicio  suyo  y  orden  del  se- 
cretario Zayas ,  con  cartas  que  para  ello  tuve  del  tesorero 
Herrera ,  tomé  aquí  por  abril  de  72  dos  mili  y  cuatrocientos 
y  seis  ducados  para  feria  de  octubre  de  Medina  del  Campo. 
Asimismo  en  18  de  marzo  de  73  tomé  tres  mili  y  doscien- 


309 

los  y  veinte  y  siete  ducados  para  la  misma  feria ,  los  cuales 
pagué  á  Planlino  por  misales  y  breviarios  que  en  aquellos 
tiempos  se  enviaron  á  España ,  y  se  recibieron  allá ,  y  son 
muchos  dias  ha  vendidos  y  distribuidos.  Pasé  letras  destas 
sumas  sobre  el  tesorero ,  que  debian  ser  pagadas  muchos 
meses  ha  ,  así  por  ser  pasado  el  tiempo  dellas  como  por  ha- 
ber mandado  V.  M.*  que  se  pagasen,  y  ser  asimismo  man- 
dado en  Consejo  de  hacienda.  Yo  he  entendido  que,  cansados 
los  que  las  han  de  cobrar  de  las  dilaciones  y  respuestas 
aviesas  ó  secas  del  tesorero,  ó  las  han  protestado  ó  andan 
en  eso;  y  no  teniendo  yo  cosa  con  que  sufrir  el  protesto  si- 
no con  la  poca  razón  que  hay  de  que  se  haga  contra  mí, 
no  tengo  otro  remedio,  sino  suplicar  á  V.  M.*  mande  que 
yo  sea  sacado  desta  afrenta,  deuda  y  cargo  de  conciencia; 
y  asimismo  suplicarle  me  perdone  con  su  real  benignidad, 
si  en  alguna  manera  yo  contra  mi  propósito  y  deseo  paso 
los  límites  de  mi  bajeza  en  escribü*  esta  en  semejante  ma- 
teria á  V.  M.^  cuya  ele.  De  Anvers  á  6  de  junio  1574. 


ÓIO 


Copia  de  carta  aulógrafa  del  doctor  Arias  Montano  á 
S.  M.^  De  Anvers  9  de  octubre  1574. 

ftecibidü  en  ij  de  noviembre.— Respondida  de  San  Lorenzo  á  29  de  noviembre. 

Pide  licencia  para  salir  de  Flándes  y  retirarse  á  su  casa. — Insta 
porque  se  mande  al  tesorero  pagar  ciertas  letras  que  habia  li- 
brado años  antes  de  cantidades  invertidas  en  su  comisión. 

Archivo  general  de  S¿ma?icas. — Estado,  legajo  núm.  o83. 

S.  C.  R.  M.*^ 

Por  grande  merced  he  tenido  la  que  V.  M.^  me  ha  hecho 
en  darme  licencia  y  mandarme  que  salga  destos  Estados  (1), 
en  los  cuales  ha  tanto  tiempo  que  he  estado  después  que 
torné  de  Roma ,  sin  ser  de  provecho  en  ellos  en-  servicio  de 
V.  M.*^,  al  cual  5^0  soy  aficionadísimo  y  obligadísimo;  em- 
pero por  ser  yo  tan  para  poco  en  donde  quiera  que  estuviere 
en  servicios  de  importancia,  entiendo  que  cada  vez  seré 
menos  por  irme  ya  cargando  la  edad  y  flaquezas  della ,  de 
manera  que  ea  una  cosa  sola  pienso  que  podré  servir  conti- 
nuada y  afecionadamente,  que  es  en  orar  y  suplicar  á  Dios 
por  toda  la  felicidad  de  V.  M/,  que  aunque  indigno  de  ser 
oido  por  mi  imperfección,  espero  por  hacer  lo  que  debo  será 
aceito  mi  oficio  á  Dios  y  á  V.  M.*^,  mayormente  estando  re- 
suelto de  emplear  los  pocos  dias  que  me  quedan  de  vida  en 
procurar  la  salud  de  mi  ánima,  recogiéndome  para  ello  en 
la  Peña  ó  en  algún  otro  retraimiento  mas  apartado;  y  lodo 
cuanto  he  pretendido  hasta  agora  no  pasa  de  aquí ,  y  ansí 

(íj     Añadimos  esta  palabra  que  falta  en  el  original. 


511 

suplico  á  V.  M.**  por  la  pasión  de  aquel  que  murió  por  me 
salvar,  sea  servido  de  darme  enteramente  licencia  para  que 
yo  me  recoja  y  que  salga  ya  deslos  Estados.  Con  esta  mer- 
ced y  consuelo  de  V.  M.^  saldré  de  aquí  mas  rico  que  con 
el  cumplimiento  de  la  mas  rica  protección  que  pudiera  tener 
en  la  tierra,  la  cual  me  es  Dios  testigo,  y  será  juez  queja- 
más  he  tenido.  V.  M.*  tiene  grande  copia  de  principales 
personajes,  y  muchas  habilidades  y  suficiencias  que  en 
todas  cosas  de  importancia  le  sirven  y  servirán  en  corte  y 
fuera  della ;  yo  como  un  pobre  clérigo  que  salí  de  una  er- 
mita á  su  servicio,  me  tornaré  con  la  bendición  de  Dios  y  de 
V.  M.*  á  la  ermita,  á  servirle  en  lo  que  tengo  dicho,  que  es 
cosa  que  mientras  mas  retirado  estuviere ,  espero  mejor  y 
mas  cómodamente  poder  cumplir. 

También  suplico  á  V.  M.**  como  fiel  criado,  y  que  con 
todo  mi  ánimo,  y  honor  y  valor,  ese  poco  que  tengo,  he 
deseado  servir  en  todo  cuanto  he  podido,  que  V.  M.^  sea 
servido  mandar  á  su  tesorero  que  antes  que  yo  de  aquí  salga, 
pague  aquellas  cédulas  que  por  servicio  de  V.  M.^  yo  libré 
aquí  tanto  tiempo  ha,  que  nunca  se  han  pagado,  por  lo  cual 
mi  conciencia  está  cargada  y  mi  honor  mas  empeñado  de 
lo  que  fuera  servicio  de  V.  M,^,  cuya  real  persona ,  corona 
y  estado  Dios  para  gloria  suya  prospere.  En  Anvers  9  de 
octubre  1574. — S.  C.  R.  M.*^ — Menor  capellán  y  criado  de 
V.  M.*^  que  sus  reales  pies  y  manos  besa,  B.  Arias  Mon- 
tano.—  Tiene  rúbrica. 

Sobre. — A  la  S.  C.  R.  M.**  el  rey  nuestro  Señor. — En 
manos  del  secretario  Zayas. 


r>i2 


Copia  de  carta  autógrafa   del   doctor  Artas  Montano  á 
S.  M.^  De  Roma  á  29  de  julio  1575. 

Recibida  último  de  agosto.— Respondida  7  de  setiembre. 

Da  cuenta  de  la  benévola  acogida  que  le  han  dispensado  los  sabios 
de  Italia. — Pide  licencia  para  residir  algún  tiempo  en  Roma,  á 
fin  de  acabar  ciertas  obras  con  el  auxilio  de  las  bibliotecas  y  del. 
gran  número  de  hombres  versados  en  todas  ciencias  que  vivian 
en  aquella  corte, — Manifiesta  su  disposición  á  aceptar  cualquier 
empleo  en  que  poder  servir  al  rey  y  al  Estado. 

Archivo  general  de  Simancas.  —  Estado,  legajo  núm.  S83. 

S.  C.  R.  M.*» 

El  secretario  Zayas ,  ansí  por  cartas  del  comendador 
mayor  como  por  Jas  mias,  habrá  dado  razón  <á  V.  M.**  de  mi 
,  venida  por  Italia  á  causa  del  peligro  evidente  de  Francia,  y 
de  como  llegando  á  Milán  y  no  hallando  conmodidad  de 
embarcación  por  causa  de  las  revueltas  de  Genova,  vine  á 
ganar  el  jubileo  desle  año  santo  en  Roma,  y  á  presentar  al 
Papa  algunos  escritos  mios  que  este  año  han  salido  á  luz. 
Yo  he  sido  bien  recibido  en  toda  esta  Italia  donde  era  cono- 
cido, y  mas. aquí  en  Roma,  de  todos  estos  personajes  eclc- 
siíisticos  y  seglares  que  tienen  gusto  de  los  estudios  en  que 
me  he  empleado ,  cuyas  aprobaciones  y  exhortaciones  me 
animan  á  que  pase  adelante  en  algunas  cosas  que  tengo 
comenzadas,  á  la  empresa  de  las  cuales  me  ha  forzado  mi 
conciencia  contra  la  cual  no  puedo  hallar  resistencia,  enten- 
diendo que  Dios  será  servido  y  su  Iglesia  católica,  en  que  yo 
emplee  el  tiempo  que  me  fuere  posible  en  este  ejercicio;  y 


313 

esla  sola  consciencia  me  ha  hecho  que  yo  haya  escrito 
tantas  veces  á  V.  M.  y  á  sus  ministros,  personas  eclesiás- 
ticas suplicando  licencia  para  me  recoger  en  la  Peña  ó  en 
otro  tal  recogimiento.  Vista  la  disposición  que  aquí  hay,  y  la 
comodidad  de  bibliotecas  raras  y  copia  de  hombres  estu- 
diosos en  todas  facultades  y  lenguas,  he  entendido  que  en 
dos  años  que  aquí  estuviese  y  aun  en  menos,  por  merced  de 
Dios,  podría  acabar  algunas  obras  que  tengo  entabladas  y 
juntamente  irlas  mostrando  á  los  censores  que  aquí  están 
conslituidos,  para  que  como  yo  las  fuese  haciendo,  ellos  en 
el  mismo  tiempo  las  fuesen  viendo  y  en  breve  saliesen  con 
la  aprobación  y  autoridad  desta  santa  iglesia  para  cuyo  ser- 
vicio general  yo  las  he  comenzado.  Suplico  á  V.  M.*^  por 
honor  de  Dios  que  es  solo  el  que  á  esto  me  mueve  y  ningún 
otro  interese  ni  respeto  humano,  sea  servido  de  me  dar 
esta  licencia  con  la  limitación  que  le  pluguiere,  en  la  cual 
me  esforzaré  con  las  fuerzas  que  Nuestro  Señor  me  dará,  á 
concluir  algunas  cosas  por  las  cuales  los  presentes  y  veni- 
deros entiendan  que  V.  M.*^  tuvo  criado  que  empleaba  en 
utilidad  pública  y  servicio  de  la  iglesia  católica  ansí  en  el 
ministerio  de  las  letras  como  en  lo  demás;  y  puesto  que  de- 
lante de  Dios  declaro  á  V.  M.*^  que  no  pretendo  dignidades 
ni  aventajamienlos  en  la  tierra,  ansímismo  afirmo  que  no 
rehusaré  cualquiera  servicio  suyo  y  de  la  república  en  que 
V.  M.*^  sea  servido  de  emplearme,  si  entendiere  ser  yo  para 
servir  en  algo  que  sea  de  importancia ;  la  hora  que  haya 
cumplido  con  este  pleito  que  traigo  con  mi  conciencia 
acerca  del  servir  á  la  iglesia  en  esto  que  he  comenzado; 
porque  son  sin  número  las  cartas  que  de  todas  partes  recibo, 
de  hombres  siervos  de  Dios  que  me  encargan  la  conciencia 
para  que  yo  pase  adelante  con  estas  obras.  Prospere  Dios 
la  vida,  felicidad  y  reales  empresas  de  V.  M.**  para  bien  de 


oI4 

su  iglesia  ciisfiana  y  gioria  de  justo  nombre.  En  Roma  29 
de  julio  1575.— S.  C.  R.  M.**  humillísimo  criado  de  V.  M.** 
que  sus  pies  besa,  Benito  Arias  Montano. —  Tiene  rúbrica. 
Sobre, — A  la  S.  G.  R.  M.*^  el  Rey  nuestro  señor. 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  á  Za- 
yas.  De  Roma  á  6  de  agosto  de  1575. 

(Recibida  en  13  de  setiembre.) 

Ruégale  que  medie  con  el  rey  para  que  le  conceda  la  gracia  de 
permanecer  en  Roma  siquiera  un  año,  á  íin  de  continuar  sus  tra- 
bajos en  la  Biblia.— Reclama  nuevamente  la  satisfacción  de  las 
deudas  que  contrajo  en  Fláades. — Dinero  que  ha  recibido  del  Co- 
mendador mayor  á  cuenta  de  su  entretenimiento. 

'    Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm  583. 

ILLUSTRE    SEÑOr. 

Con  tres  ordinarios  he  scrito  á  v.  m.  dándole  razón  de 
mi  estada  en  Roma  por  agora,  y  del  contento  que  han  teni- 
do lodos  estos  personajes  y  hombres  doctos  con  mi  venida 
aquí,  y  del  aposento  que  tengo,  y  suplicándole  me  la  hiciese 
en  ganarme  la  gracia  de  S.  M.^  para  que  yo  me  detuviese 
aquí  algunos  dias,  hasta  dar  fin  á  ciertos  escritos  que  para 
servicio  de  la  Iglesia  católica  tengo  comenzados,  por  hallar 
aquí  buena  comodidad  de  libros  y  copia  de  hombres  studio- 
sos  y  afeccionados  á  ayudarme;  y  la  semana  pasada  envié 
á  V.  m.  una  mia  para  S.  M.^  suplicándole,  si  le  pareciese,  se 
la  presentase;  porque  tengo  confianza  que  S.  M.**  leyéndola 
me  haria  esta  merced,  entendida  mi  intención,  á  lo  menos 


515 

por  dos  años  ó  año  y  medio;  porque  si  en  este  tiempo  se 
ofreciese  materia  alguna  de  servir  á  S.  M.''  en  Fiándes,  ó 
en  España  ó  en  Italia  en  servicio  que  fuese  de  su  gusto,  yo 
no  rehuso  trabajo  alguno  mientras  viviere,  y  solo  deseo  no 
perder  tiempo  desta  breve  vida,  que  pueda  emplear  en  cum- 
plir con  mi  conciencia  en  razón  de  mis  estudios  y  de  lo  que 
debo  y  deseo  á  la  iglesia.  Agora  suplico  á  v.  m.  que,  aunque 
sea  por  un  año  no  mas,  alcance  esta  licencia  y  gracia  de 
S.  M."^,  porque  yo  no  querría  hacer  cosa  en  otra  manera,  y 
podría,  teniendo  salud,  con  el  favor  de  Dios,  concluir  con 
Isaias  y  lo  que  me  queda  de  las  elucidaciones  del  Nuevo  Tes- 
tamento. V.  m.  tome  esto  como  negocio  en  que  yo  pienso 
y  deseo  servir  á  Dios ,  y  con  este  presupuesto  lo  remito  todo 
á  lo  que  yo  entiendo  v.  m.  me  desea  y  me  la  haga  de  me 
screbir  en  breve. 

Y  ante  todas  cosas  procure  de  que  yo  salga  de  la  obli- 
gación que  tengo  en  Fiándes  acerca  de  aquellos  dineros; 
porque  me  aflijo  mucho  con  el  cargo  de  la  conciencia,  y  de 
'    la  honra  y  crédito  que  me  impwta  en  esto  que  yo  no  debo 
y  estoy  obligado  á  cumplir. 

Con  esta  envío  la  carta  del  comendador  mayor  que  en 
la  semana  pasada  escribia  enviar  á  v.  m.,  y  por  descuido 
la  dejé  fuera  del  pliego. 

Ya  escribí  á  v.  m.  como  yo  habia  recibido  del  comen- 
dador mayor  quinientos  escudos  de  39  placas  por  razón  de 
mi  entretenimiento,  que  eran  los  trescientos  escudos,  y  el 
resto  para  ayudar  á  pagar  mis  deudas  y  hacer  mi  viaje; 
porque  yo  no  le  pedí  cosa  mas  que  mis  gajes  y  la  paga  de 
algunas  cosas  que  habia  comprado  para  S.  M.^  y  su  servi- 
cio. Preguntándome  él  que  cuanto  quería,  le  respondí  que 
lo  que  yo  merecía  que  era  nada,  y  ansí  se  hizo  como  yo 
lo  dije. 


ó  16 

El  papa  ha  tenido  acá  ciertas  demandas  con  el  embaja- 
dor y  conmigo  acerca  de  mis  acomodamientos  y  empleos. 
El  embajador  le  respondió  lo  que  era.  Prospere  nuestro  Se- 
ñor la  ilustre  persona  y  casa  de  v.  m.  en  su  servicio.  En 
Roma  G  de  agosto  1575. — Illustre  señor. — Besa  las  manos 
de  V.  m.  su  servidor  afeccionadísimo,  B.  Arias  Montano. — 
Tiene  rúbrica. 

Sobre. — Al  illustre  señor  Gabriel  de  Zayas,  mi  señor, 
del  Consejo  de  S.  M.*^  y  su  secretario,  en  Madrid. 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  al  IluS' 

trisimo  y  Reverendísimo  señor   el  obispo  de  Cuenca.  De 

Roma  á  i2  de  agosto  1575. 

( Recibida  en  13  de  setiembre.) 


Rumores  levantados  dentro  y  fuera  de  España  por  el  maestro  León 
de  Castro  contra  la  Biblia. — Pide  consejo  sobre  lo  que  deberá 
hacer  para  que  se  ponga  en  claro  la  verdad. 


Archivo  general  de  Simancas.— Estado,  legajo  núm.  583. 

ILLÜSTRÍSIMO    Y   REVERENDÍSIMO   SEÑOR. 

Cuasi  por  todo  este  postrer  año  que  he  estado  en  Flándes 
he  sentido  un  grande  rumor  que  un  maestro  León  de  Castro 
que  vive  en  Salamanca,  ha  levantado  en  aquella  univer- 
sidad, reprendiendo  y  desacreditando  la  mayor  obra  que 
jamás  en  género  de  letras  ha  salido  al  mundo  impresa, 
que  es  la  Biblia  Real  que  S.  M.**  para  beneficio  de  la  cris- 


3Í7 

tiaudad  mandó  imprimir  en  Anvers  por  iiiinislerio  mió;  y 
según  he  entendido  el  asa  que  ha  tomado  para  decir  mal 
della  ha  sido  ver  allí  en  el  Aparato  una  parle  de  la  Biblia  de 
Sáneles  Pagnino,  que  se  puso  en  aquel  lugar  por  petición  de 
muchos  varones  doctos,  y  por  consulta  y  votos  de  las  univer- 
sidades de  Lovaina  y  París,  en  la  parte  que  se  intitula  Exer-- 
cilatio  linguarum;  y  como  las  cosas  de  vituperio  crecen 
caminando  por  las  tierras,  esta  sonó  mucho  en  Flándes,  y 
tuve  noticia  del  origen  della,  aunque  no  muy  especificada, 
por  cartas  de  Paris;  y  para  acudir  á  esto  habia  pedido  li- 
cencia á  S.  M.*^  para  tornarme  á  Espaíía ;  con  propósito  y 
deseo  de  recogerme  en  mi  Peña ,  y  antes  desto  quejarme  á 
Vuestra  Señoría  Ilustrísima  del  desacato  del  maestro  Leoii 
contra  toda  la  Iglesia  y  contra  el  servicio  de  S.  M.**  C. 
y  contra  el  honor  de  España ,  de  donde  la  primera  y  esta 
segunda  vez  se  ha  comunicado  este  tesoro  á  la  cris- 
tiandad, y  suplicarle  que  le  mandara  dar  dello  razón  de- 
lante de  personas  dotas  y  desapasionadas  y  bien  instruidas 
en  la  facultad  de  las  lenguas,  y  que  yo  también  respon- 
diese lo  que  alcanzase  dello,  y  conforme  á  verdad  y  equi- 
dad S.  M.**,  cuya  obra  es  esta  ,  y  V.  S.  lllm.'  con  su  autori- 
dad y  como  quien  es,  mandase  poner  el  medio  ó  remedio 
para  que  no  pasase  adelante  la  intención  de  León ,  que  ha 
sido  de  infamar  esta  santa  obra,  y  con  ella  á  mí  y  á  to- 
das las  personas  que,  por  servir  á  Dios  y  por  el  bien  público, 
han  trabajado  y  entendido  en  ella.  Con  tal  propósito  partí  de 
Flándes  este  mes  de  mayo  y  vine  por  Italia  para  evitar  d 
peligro  de  Francia.  Hallando  en  Milán  aviso  de  mal  aparejo 
de  embarcación  á  causa  de  las  revueltas  de  Genova,  vine 
á  Roma  con  deseo  de  ganar  el  jubileo  deste  año  santo;  por- 
que de  muchos  airas  deseaba  hallarme  aquí  en  tal  tiemp, 
y  entrando  en  Roma  hallé  que  entre  todas  las  naciones  que 


318 

aquí  habia  eslaba  derramado  esto  del  maestro  León ,  y  que 
lodos  los  cardenales  y  otros  personajes  que  habían  sido  cen- 
sores desla  obra ,  cuando  aquí  fué  recibida  y  aprobada  por 
Su  Santidad,  estaban  escandalizados  é  indignados  por  esta 
causa,  y  que  Su  Santidad  lo  sabia  también,  y  todos  rae 
preguntaban  qué  fuese  esto  ó  qué  fundamento  tuviese,  y 
quien  era  el  maestro  León.  A  los  cuales  no  pude  satisfacer 
con  decirles  ser  imaginación  y  porfía  antigua  suya  contra 
todas  las  versiones  latinas  y  entre  ellas  contra  Sanctes  Pag- 
nino,  y  que  en  España  era  muy  conocida  su  condición, 
y  que  yo  creia  estaban  allá  bien  enterados  de  lo  que  él  pre- 
tendía y  lo  tenían  bien  visto,  y  no  era  otra  cosa  que  rumor, 
el  cual  se  desharía  fácilmente,  vista  la  obra  por  los  hombres 
dotos  que  allá  hay ,  (X)mo  ha  sido  vista  por  muchos  aquí 
en  Roma,  donde  hay  cerca  de  sesenta  Biblias  destas  en  po- 
der de  cardenales,  colegios,  moneslerios  y  letrados.   No 
pude  con  esto  satisfacerles,  porque  me  dijeron  que  en  Roma 
habia  cartas  de  León  y  otros  mandados  y  negocios  de  su 
parte,  con  que  procuraba  levantar  aquí  mayor  escándalo 
y  ruido  que  en  España,  y  que  á  esto  ayudaba  mucho  ser  él 
menos  conocido  aquí;  empero  que  en  manos  de  personas  de 
crédito  se  habían  visto  aquí  cartas  suyas  por  las  cuales  pre- 
tendía encender  aquí  este  fuego  de  infamar  aquella  obra,  y 
de  resurtida  á  mí  y  á  todos  cuantos  hubiesen  trabajado  en 
ella,  y  que  se  entendía  ínsistia  en  hacer  preyudicios  de  la 
edición  vulgala ,  y  condenar  todas  cuantas  otras  versiones 
hai)ia  de  Sagrada  Escritura,  y  entre  ellas  la  de  Sáneles 
Pagnino,  que  es  la  quél  tachaba  en  el  Aparato  sacro  de  la 
Biblia  Real,  y  que  convenia  que  aquí  se  viese  esta  cosa,  en 
donde,  después  que  se  concluyó  el  Concilio  de  Trento ,  está 
instituida  por  los  pontífices  una  congregación  de  cardenales, 
prelados  y  dotores,  cu  la  cual  se  trata  de  la  corrección  de 


ó  111 

la  Vulgata ,  y  por  consecuencia  de  las  otras  versiones,  por- 
que la  definición  destas  correcciones  pertenece  á  esta  Sánela 
Sede  Apostólica. 

Habiendo  pues  yo  manifiestamente  visto  lo  que  aquí  en 
Roma  y  en  toda  esta  Italia ,  se  ha  derramado  por  parte  del 
maestro  León,  que  es  mucho  mas  que  lo  que  se  ha  sparcido 
por  España,  y  que  esta  causa  de  las  Biblias  y  versiones 
se  está  aquí  juzgando  en  particular  congregación  instituida 
para  esto ,  y  que  Su  Santidad,  como  supremo  en  esta  causa, 
tiene  grande  cuidado  della,  he  determinado  dar  cuenta 
desto  á  Vuestra  Señoi'ía  illustrísima  como  á  señor  mió ,  y 
suplicarle,  puesto  que  yo  jamás  le  haya  servido  sino  átenlo 
á  que  esto  toca  al  servicio  de  Dios  y  al  bien  universal  de  la 
Iglesia  católica,  y  al  renombre  de  S.  M.'',  y  á  la  autoridad  de 
nuestra  nación,  de  la  cual  ha  salido  este  bien  para  la  cris- 
tiandad, primeramente  del  cardenal  Jiménez  que  imprimió 
esla  Biblia,  y  después  de  S.  M.**  que  con  tanta  riqueza  la 
instauró  y  augmentó,  sea  servido  de  favorecerme  con  justi- 
cia, mandándome  avisar  lo  que  debo  hacer  para  que  con 
brevedad  y  equidad  consiga  mi  fin  en  servicio  de  Dios  y  de 
S.  M.*,  y  se  deshagan  con  entera  luz  estos  nublados  que, 
como  yo  creo,  el  enemigo  de  la  Sagrada  Escritura  ha  procu- 
rado levantar  contra  ella,  aprovechándose  del  celo  del  maes- 
tro León,  que  parece  cierto  ser  celo,  y  Dios  con  la  verdad 
aclarará  si  ha  sido  secumdmn  scientiam.  Y  porque  yo  creo 
que  habiéndose  comenzado  este  ruido  en  Salamanca  y  lle- 
gado á  esa  corte,  y  derramádose  por  España  y  hasta  Flándes, 
Vuestra  Señoría  Illustrísima  lerna  entera  noticia  dello,  por 
la  misma  gloria  de  Dios  le  suplico  sea  servido  de  mandarme 
dar  aquella  parte  desta  noticia  que  para  servicio  y  gloria 
de  su  Divina  Majestad  me  sea  á  mí  útil  y  necesario  tener, 
sin  perjuicio  ni  daño  de  León    ni  de  otra  persona  alguna; 


porque  no  pretendo  olra  cosa  que  la  claridad  de  la  verdad, 
ni  soy  perseguidor  de  emulaciones  y  enemistades,  ni  tengo 
condición  ni  disciplina  para  empecer  á  ninguno  que  me  ha- 
ya hecho  ó  quiera  hacer  mal ,  y  mayormente  en  este  nego- 
cio que  á  mí  por  mi  particular  me  importa  muy  poco,  qui- 
tado de  por  medio  la  gloria  de  Dios,  el  provecho  de  la  Igle- 
sia y  el  servicio  de  S.  M.^,  lo  cual  todo  excusará  delante  de 
Vuestra  Señoría  Illustrísima  este  atrevimiento  que  ansi  se 
podria  llamar,  no  tocando  esto  como  toca  tan  de  lleno  á  las 
parles  que  tengo  propuestas,  y  si  locara  á  mí,  solo  confio  no 
fuera  interpretado  por  tal  nombre  de  Vuestra  Señoría  Illus- 
trísima, por  ser  quien  es  y  saber  qué  cosas  son  razón,  jus- 
ticia, verdad  y  mundo,  mayormente  si  estuviese  enterado  de 
la  simplicidad  y  claridad  con  que  vivo  en  el  mundo  y  he 
vivido,  como  lo  son  enterados  algunos  que  me  conocen. 

Mientras  en  esta  corte  estuviere  y  donde  quiera  que 
Dios  me  tuviere,  en  España  ó  fuera  della,  tiene  Vuestra  Se- 
ñoría Illustrísima  en  mí  un  afeccionadísimo  criado  y  cape- 
llán ,  y  terne  por  grandísimo  regalo  verme  empleado  en  su 
servicio ,  cuya  illustrísima  y  reverendísima  persona  y  casa 
prospere  Nuestro  Señor  largos  tiempos  para  gloría  suya  y 
bien  público.  En  Roma  12  de  agosto  1575. — Illustrisimo 
y  reverendísimo  señor. — Besa  las  manos  de  Vuestra  Señoría 
Illustrísima  su  capellán,  B.  Arias  Montano. — Tiene  rú- 
brica. 

Sobre. — AI  Illustrisimo  y  Reverendísimo  Señor  el  obispo 
de  Cuenca,  Inquisidor  general  en  ios  reinos. — En  propia 
mano. — En  Corle. 


Z2i 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  á  Za* 
yas.  De  Roma  á  i9  de  agosto  de  1575. 

(Recibida  en  13  de  setiembre.) 

Pide  justicia  contra  los  agravios  que  ha  pretendido  hacerle  el  maes- 
tro León  de  Castro. — Insta  por  el  pago  de  las  letras  que  debió 
ya  haber  satisfecho  el  tesorero  marqués  de  Auñon ;  y  ruega  que 
encomiende  á  Lastanosa  que  solicite  hasta  el  fin  este  negocio. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado ,  legajo  núm.  583. 

ILLLSTnE   SEÑOR. 

Yo  suplico  á  V.  m.  por  Dios  Nuestro  Señor,  al  cual  todos 
debemos  obedecer,  amar  y  servir  sobre  todas  las  cosas,  que 
no  interpi-ete  carta  alguna  de  cuantas  le  he  escrito  de  aquí 
de  Roma  ni  de  otra  parte,  á  otro  fin  ni  motivo  sino  al  que 
en  ellas  declaro,  de  sei-vir  á  Dios  y  á  su  Iglesia  católica,  en  la 
cual  nací  y  vivo;  porque  de  todas  mis  pretensiones  este  es 
el  fin:  cumplir  con  mi  conciencia  y  satisfacer  á  lo  que  buenos 
y  doctos  y  gente  amiga  de  la  simplicidad  cristiana  me  han 
escrito,  aconsejado,  exhortado  y  aun  reñido;  que  esta  con- 
ciencia me  hace  que  yo  procure  no  perder  el  tiempo  que 
pudiere  emplear  en  los  estudios  para  este  efecto;  y  puesto 
que  esto  no  se  entienda  por  agora  en  España,  de  que  no  me 
maravillo,  en  algún  tiempo  se  entenderá,  aunque  pienso  bien 
que  no  falta  también  allá  quien  lo  entienda  ansí ;  empero 
obligado  soy  no  solo  á  los  cristianos  de  España  sino  á  los  de 
otras  parles  que  desean  esto,  y  principalmente  los  que  en  esta 
iglesia  tienen  preeminencia  y  conocimienlo  juntamente  de 
Tomo  XLI.  21 


322 

sacras  lelras,  y  por  solo  esto  he  suplicado  á  S.  M.''  primera- 
mente por  licencia  para  estar  aquí  hasta  dos  años,  ó  año  y 
medio  ó  uno  entero,  con  la  voluntad  de  Dios  que  me  quiera 
dar  vida,  y  por  solo  esto  he  pedido  después  la  licencia  y  favor 
para  tratar  aquí  desta  causa  que  León  por  solo  su  consejo 
ha  querido  mover;  y  no  contento  con  lo  que  ha  esparcido 
por  España,  ha  deseado  y  procurado  hacerme  aquí  mas  mal, 
y  emprendido  una  cosa  que  no  le  era  á  él  lícita,  estando  aquí 
en  obra  un  juzgado  sobre  materia  de  que  él  ha  querido  ha- 
cer perjuicio,  y  no  es  razón  ni  servicio  de  Dios  ni  de  S.  M/, 
ni  honra  de  España  que  esto  haya  aquí  pasado  sin  que  se 
aclare  y  se  entienda  si  hay  algo  y  se  remedie;  y  si  no  es  la 
cosa  cual  él  se  imaginó,  que  ansí  también  se  declare  y  sé- 
pase quien  es  el  que  lo  inventó  y  sus  condiciones ,  y  no  se 
diga  públicamente  por  Italia  y  Alemania  y  otras  partes,  que 
los  españoles  se  comen  unos  á  otros;  porque  no  lo  hacen 
todos  los  españoles,  y  hay  muchos  mansos  y  modestos  y  bien 
intencionados  por  uno  que  se  muestre  al  contrario.  Yo  no 
pediré  jamás  otra  cosa  que  justicia  con  buena  inteligencia 
de  las  cosas.  Suplico  á  v.  m.  dé  á  entender  esta  mi  inten- 
ción á  S.  M.^,  la  cual  es,  delante  de  Dios,  de  servirle  en  todo 
y  por  todo;  y  porque  sé  y  tengo  por  evidencia  que  en  lo  uno 
y  en  lo  otro  será  S.  M.^  católica  servido  para  el  presente  y 
para  la  posteridad,  le  he  suplicado  lo  conlenido  en  mis  pasa- 
das ,  y  Dios  no  me  dé  lo  que  me  importa  para  mi  salud  del 
ánima  si  Otra  es  mi  intención. 

Primeramente  le  supliqué  por  el  tiempo  que  señalaba; 
porque  no  pretendiendo  yo  cargos  ni  dignidades  ni  otras 
cosas  que  S.  M.^  tiene  para  hacer  merced  á  los  que  la  me- 
recen, de  la  cual  yo  me  estimo  por  indigno,  todo  es  uno  ser- 
virle en  ausencia  ó  estar  en  su  corte  donde  están  de  mejor 
gana  los  que  son  dignos  de  semejantes  mercedes,  pues  de 


525 

presente  yo  no  hallaba  en  España  ni  en  Flándes  materia  en 
que  yo  pudiese  emplearme  en  su  servicio,  la  cual  perdiese 
sazón  por  un  año  ó  dos  mas;  es  verdad  que  en  las  cosas  ecle- 
siásticas y  de  disciplinas  de  letras  yo  pudiera  haber  servido 
mas  y  continuado  el  servicio  si  hubiera  tenido  alguna  au- 
toridad: con  no  tenerla  hice  lo  que  me  fué  posible,  y  ansí 
en  las  cosas  de  Anvers,  públicas,  donde  la  gente  me  tenia 
afección,  por  persuadirse  que  yo  era  desinteresado  y  no  mal 
intencionado,  y  ansí  les  desnudaba  ó  me  desnudaban  sus  pen- 
samientos los  buenos  de  aquella  villa  y  el  magistrado;  empe- 
ro fuera  de  allí  no  creo  al  presente  haya  en  España  materia 
para  la  cual  no  haya  muchos  de  mas  partes  y  mas  suficiencia 
que  yo.  Delante  de  Dios  digo  que  si  pensase  otra  cosa,  no 
diria  esto  ni  dejarla  un  punto  de  servir  en  lo  que  con  buena 
posibilidad  rae  fuese  dado ;  porque  sé  que  no  nacieron  los 
cristianos  para  estar  en  ocio,  sino  para  servir  á  Dios  y  á  su 
república,  cada  cual  con  lo  que  Dios  le  repartió.  Esto  es  cuan- 
to á  mis  ocupaciones;  cuanto  toca  á  la  Biblia  en  la  cual 
aquel  buen  hombre  con  su  celo  que  él  llama,  ha  querido 
poner  tacha  dañosa  y  fea ,  no  entiendo,  pues  él  no  se  con- 
tentó con  lo  de  allá,  sino  procuró  pasar  tan  adelante  acá, 
pueda  dejar  de  volver  por  lo  que  en  mi  conciencia  entiendo 
tener  la  razón  por  parte  desta  obra;  y  si  otro  entiende  mas 
y  me  mandan  que  haga  otra  cosa,  con  ser  enseñado  que  es 
otro  lo  conveniente  y  ser  mandado,   habré  cumplido  con 
Dios  y  con  las  naciones  á  cuyas  noticias  esto  ha  pasado. 

Yo  me  he  hallado  en  la  plaza  desta  justa  y  debo  opo- 
nerme á  ella,  pues  tengo  la  causa  dello  y  no  he  sido  el  que 
levanté  el  polvorino. 

Empero  ni  para  esto  ni  para  otra  cosa  yo  puedo  tener 
tiempo,  lugar,  ni  libertad  ni  juicio,  si  S.  M.**  no  manda  que 
sea  yo  ya  finalmente  fuera  del  agravio  que  hasta  agora  me  ha 


hecho  y  continuado  su  tesorero  el  marqués  de  Auñon,  de 
no  pagar  aquellas  letras  por  las  cuales  yo  en  servicio  de 
S.  M.**  estoy  obligado;  porque  yo  salí  de  Flándes  habiéndo- 
me V.  m.  certificado  por  sus  cartas  que  ya  estaba  esto  éon- 
cluido;  y  puesto  que  salí  secreto  por  causa  de  los  peligros 
del  camino,  yo  di  cuenta  de  mi  viaje  á  los  acreedores  aun- 
que no  les  declaré  para  donde,  sino  pedíles  licencia  por  cin- 
co meses,  pasados  los  cuales,  si  no  fuesen  ellos  pagados ,  me 
obligué  á  ley  de  hombre  de  bien  y  cristiano  ponerme  pre- 
sente en  su  poder  hasta  que  ellos  estuvieren  satisfechos;  y 
agora  cuando  tenia  esta  deuda  por  pagada  y  á  mí  por  libre 
deste  embarazo,  tengo  cartas  de  Flándes  en  que  refieren 
aviso  de  Medina  de  41  de  junio  no  solo  de  no  eetar  pagados, 
mas  ni  aun  sacadas  las  libranzas  del  Consejo  para  que  se 
pague  conforme  á  como  se  mandó  y  ordenó,  aunque  tengo 
por  cierto  que  v.  m.  hará  que  yo  no  padezca  mas.  En  este 
particular  escribo  al  presidente  Ovando. 

Suplico  á  v.  m.  encomiende  á  Lastanosa  que  le  dé  la 
carta  y  solicite  hasta  el  cabo  este  negocio,  porque  yo  no 
hice  mi  deber  en  salir  de  Anvers  sin  estar  pagada  esta  deu- 
da, y  no  hiciera  tal  falta  si  no  tuviera  por  cierto  lo  que  tan 
afirmadamente  se  me  habia  escrito.  Ninguna  honra  se  me 
puede  hacer  después  tan  grande  que  cubra  la  fealdad  que 
yo  siento  me  será  faltar  mi  palabra  y  confianza  que  de  mí 
se  tiene,  de  que  no  he  de  hacer  villanía,  ni  agravio,  ni  enga- 
ño á  persona.  Prospere  Nuestro  Señor  la  illustre  de  v.  m.  y 
su  casa  en  su  servicio.  En  Roma  19  de  agosto  1575. — 
Besa  las  manos  de  v.  m.  su  servidor  obligadísimo,  B.  Arias 
Montano. — Tiene  rúbrica. 

Sobre. — Al  illustre  señor  Gabriel  de  Zayas,  del  Consejo 
de  S.  M.**  y  Stados. —  En  corte. 


525 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Artas  Montano á  Zayas. 
De  Roma  á  26  de  agosto  de  1575. 

(Recibida  en  37  de  setiembre.) 

Reproduce  lo  dicho  en  otras  cartas  anteriores  respecto  al  maestro 
León  de  Castro  y  á  las  deudas  que  tiene  contra  sí  en  Flándes. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm.  583. 

ILLUSTRE    SE.NOH, 

Cuatro  ó  cinco  veces  he  escrito  á  v.  m.  consecutiva- 
mente en  estas  semanas  pasadas,  dándole  aviso  de  mis  in- 
tentos acerca  del  servicio  de  Dios  y  de  su  Iglesia  y  del  de 
S.  M.*^,  y  últimamente  le  declaraba  la  razón  que  yo  tenia 
de  querer  que  estas  tinieblas  que  el  buen  León  ha  querido 
esparcir  por  el  mundo  conti'a  el  honor  de  S.  M.*^,  infamando 
la  Biblia  ó  algunas  partes  della,  se  aclarasen  como,  bendito 
Nuestro  Señor,  por  acá  se  tienen  aclaradas,  y  lo  estarán 
mientras  no  muestre  León  mas  de  lo  que  ha  mostrado,  y 
si  lo  mostrare,  también;  y  esto  supliqué  á  v.  m.  fuese  con 
todo  secreto  y  buen  consejo,  como  convenia.  Todo  esto  fué 
presuponiendo  que  yo  estaba  ya  libre  de  Flándes  por  agora, 
y  quedaban  asentadas  las  cosas  de  allá  que  á  mí  tocaban,  ma- 
yormente las  deudas  de  S.  M/  sobre  mi  crédito ,  por  ha- 
berme escrito  V.  m.  y  Lastanosa  que  bien  podria  salirme  de 
allí,  porque  ya  estaba  del  todo  concluido  este  negocio, 
puesto  que  yo  quedaba  obligado  hasta  que  se  pagasen,  mas 
que  la  paga  era  cierta.  Agora  paréceme  que  no  lo  es,  y  que 
yo  estoy  como  merezco  obligado  y  reobligado  é  inhabilita- 
do para  hacer  cosa  alguna  antes  que  salga  desle  trabajo, 


326 

que  para  mi  lo  es  y  será  muy  grande;  si  saliere  del  y  me 
quedare  vida  y  fuerza,  haré  lo  que  pudiere  en  lo  demás ,  y  si 
no,  con  mi  buen  propósito  espero  agradar  á  Dios,  ya  que 
no  agrade  á  las  gentes  que  juzgan  de  las  cosas  como  se  les 
antoja. 

Yo  escribo  á  S.  M.**  acerca  desta  mi  desgracia,  y  por- 
que no  parezca  que  hace  v.  m.  tanto  mis  partes,  ó  que  es 
autor  destas  mis  querellas,  le  envío  mi  carta  por  mano  del 
Sr.  Santoyo.  A  v.  m.  suplico  cuando  á  su  noticia  ó  comi- 
sión viniere  este  negocio ,  haga  lo  que  entendiere  ser  de 
conciencia  y  del  servicio  y  honor  de  S.  M.^ 

Maravillado  estoy  de  no  haber  tenido  letra  de  v.  ra. 
después  que  estoy  en  Roma.  Prospere  Nuestro  Señor  la 
ilustre  persona  y  casa  de  v.  m.  en  su  servicio.  En  Roma  26 
de  agosto  1575.  —  Besa  las  manos  de  v.  m.  su  servidor 
afeccionadísimo ,  B  Arias  Montano. — Tiene  rúbrica. 

Sobre. — Al  ilustre  señor  Gabriel  de  Zayas ,  mi  señor, 
del  Consejo  de  S.  M.*^  y  su  secretario.— En  corte. 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  á  S.  M.^ 
De  Roma  á  20  de  octubre  1575. 

Muestra  su  conformidad  en  volver  á  España  para  desempeñar 
cierta  comisión  que  trata  de  confiarle  el  rey. 

(Recibida  &  28  de  noviembre.) 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm.  S83. 
S.  C.  R.  M."* 

Luego  que  recibí  el  mandato  de  V.  M.*^  por  la  carta  que 
me  mandó  escribir  á  7  del  pasado,  dejados  todos  los  demás 


327 

propósitos  que  me  parecía  ir  encaminados  al  servicio  de  Dios 
y  de  V.  M/,  me  afirmé  en  solo  el  de  la  obediencia  que  á- 
V.  M.^  debo,  y  no  trato  de  otra  cosa  que  aprestarme  para 
ir  á  servir  en  lo  que  V.  M.**  me  mandare;  y  con  este  inten- 
to hablé  luego  á  don  Juan  de  Zúñiga,  embajador  de  V.  M/, 
mostrándole  su  mandato  y  pidiéndole  consejo  y  ayuda  para 
mi  pasaje.  Háme  respondido  que  cree  habrá  presto  comodidad 
de  galeras  en  Givitavechia,  porque  en  Genova  no  le  parece 
la  puede  haber  tan  pronto  por  causa  de  las  revueltas  que 
allí  hay.  Aunque  luego  di  aviso  al  secretario  Zayas  de  mi 
determinación,  me  pareció  debia  escribir  esta  á  V.  M.* 
para  significarle  mi  prontitud  en  su  servicio  y  para  hacer 
lo  que  soy  obligado  según  mi  conciencia,  pues  V.  M.^  ha 
sido  servido  de  tenerme  por  hombre  de  confianza  para  este 
negocio  de  las  Centurias,  y  es  que  siendo  el  servicio  de  V.  M.** 
que  esto  se  ponga  por  obra,  entiendo,  según  lo  poco  que  al- 
canzo, que  antes  que  se  publiquen  las  personas  que  han  de 
ser  nombradas  para  esto,  importa  que  V.  M,*^  sea  advertido 
de  algunas  particularidades  de  buena  consideración,  por  las 
cuales  se  podría  mejor  y  mas  presto  y  mas  claramente 
expedir  esta  empresa  ,   y  estas  no  son  para  carta  ó   á 
lo  menos  para  que  otra  persona  las  entienda  primero  que 
V.  M.**,  y.  no  se  perderá  tiempo  en  que  no  se  publique  esto 
ni  se  nombren  las  personas  antes  de  mi  llegada  á  España; 
porque  antes  se  ahorrará  tiempo  en  acertar  con  el  modo  si 
no  me  engaño  yo,  y  creo  no  me  engaño,  por  tener  noticia 
alguna  destas  materias  y  de  las  gentes  en  cuyo  favor  y  con- 
tra quien  se  emprende  este  negocio,  el  cual  deseo  que  salga 
tan  acertado  como  otros  muchos  que  V.  M.'^  en  servicio  y 
gloria  de  Dios  ha  tratado  acerca  de  la  religión,  y  felizmen- 
te han  sucedido.  Prospere  y  ensalce  Nuestro  Señor  la  real 
corona  de  V.  M.^  con  todas  sus  empresas  en  su  servicio.  En 


328 

Roma  20  de  octubre  i575.— S.  C.  R.  M."— Capellán  y 
criado  de  V.  M.**  que  sus  reales  pies  besa,  Bened.  Arias 
Montano. — Tiene  rúbrica. 

Sobre. — A  la  S.  C.  R.  M/  del  rey  nuestro  señor,  en  su 
mano. 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  á  Zayas, 
De  Roma  á  24  de  diciembre  1575. 

(Recibida  tn  23  de  abril  1576.) 

El  maestro  León  de  Castro. — Grandes  elogios  hechos  á  la  Biblia 
Regia  por  un  príncipe  napolitano. 

Archivó  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm.  583. 

ILLUSTRE   SEÑOR. 

He  estado  estos  17  dias  pasados  encerrado  en  mi  mo- 
nasterio de  Santa  Práxedes  sin  venir  á  Roma,  como  lo  hago 
todo  el  tiempo  que  lo  puedo  excusar,  y  siempre  he  deseado 
tener  aviso  de  la  salud  de  v.  m.  y  de  todos  esos  mis  señores 
y  de  las  cosas  que  me  tocan  á  mí,  especialmente  de  la  paga 
de  aquellas  leti'as  por  las  cuales  estoy  en  deuda  y  vergüen- 
za, y  también  de  la  resolución  y  mandato  de  S.  M.*^  acerca 
de  lo  que  yo  debo  hacer  aquí  en  procurar  que  se  allane  lo 
que  el  maestro  León  ha  querido  revolver  y  levantar  sobre 
la  impresión  de  la  Biblia ;  porque  aunque  yo  creo  que  en 
esta  hora  él  no  quisiera  haberlo  comenzado,  no  es  ya  parte 
para  recoger  ó  deshacer  el  ruido  que  ha  hecho,  pues  donde 
menos  ha  sonado  ha  sido  en  España ,  y  todas  las  otras  na- 
ciones están  muy  sentidas  dello  por  parecerles  que  da  á  en- 


529 

tender  estar  todos  ciegos,  y  que  él  solo  tiene  ojos;  y  como 
esto  ya  no  es  cosa  particular  sino  general  de  la  Iglesia  y 
de  todos  los  estudiosos,  y  loca  al  servicio  de  Dios  y  de 
S.  M.**,  á  todos  parece  no  conviene  que  se  deje  de  ver  en 
este  juzgado  de  la  Sede  Apostólica,  donde  esta  obra  fué  pre- 
sentada, vista  y  aprobada,  y  á  la  cual  principalmente  per- 
tenece esta  causa  como  a  madre  y  protectora  de  la  verdad 
católica.  Cuanto  á  mí  ni  me  hace  esto  ni  me  deshace,  ni  lo 
que  aquel  buen  hombre  tacha  me  toca  en  arte  ni  en  parto 
como  á  autor;  empero  tócame  en  que  he  sido  ministro  de 
S.  M.**  en  este  grande  beneficio  que  va  hecho  al  mundo,  y 
en  la  gloria  que  de  aquesta  obra  ha  ganado,  y  en  que  es- 
pero en  Dios  de  saber  dar  razón  della  donde  me  fuere  de- 
mandado, ansí  de  lo  que  hay  en  ella  ajeno  como  de  loque 
hay  mió.  Hoy  rae  ha  dicho  el  cardenal  Sirleto  que  un  prín- 
cipe del  reino  do  Ñápeles  pidió  esta  semana  le  dejasen  ver 
la  Biblia  que  S.  M/  habia  enviado  al  papa,  el  cual  dice  que 
es  muy  docto ,  y  habiéndosela  mostrado  dijo  cosas  en  loor 
della ,  que  todos  quedaron  muy  edificados  de  que  entre  los 
seglares  también  fuese  tenida  en  tanta  estima.  Yo  estoy 
esperando  de  hora  en  hora  el  mandato  de  S,  M.''  para  cum- 
plir y  servir  lo  que  en  mí  fuere. 

Viniendo  á  esta  hora  á  casa  del  seúor  embajador,  me  dijo 
se  partía  luego  un  correo,  y  ansí  escribí  esla  de  priesa  en  su 
casa  para  suplicar  á  v.  m.  si  no  me  hubiere  enviado  reca- 
do ó  escrítome  cuando  este  llejáre,  tenga  cuidado  de  mí, 
que  no  deseo  otra  cosa  mas  por  agora  que  el  cumplimiento 
de  aquellas  letras,  y  saber  si  he  de  detenerme  aquí  ó  irme, 
para  ordenar  lo  que  me  conviniere,  ó  para  lo  uno  ó  para  lo 
otro. 

Lo  de  las  Centurias  será  cosa  mas  larga  que  v.  m. 
piensa,  y  de  menos  efecto  de  lo  que  se  estima.  Acá  lo  toman 


530 

de  otra  manera  que  allá;  por  mucho  que  yo  viviese  no  creo 
que  en  mi  vida  veré  el  fin  que  esta  cosa  podrá  tener,  sin 
que  haya  mas  que  hacer  en  ella,  y  ansí  lo  entienden  aquí. 
Dios  lo  encamine  todo  como  sea  mas  á  su  servicio,  y  pros- 
pere la  illustre  persona  y  casa  de  v.  m.  A  todos  esos  mis 
señores  beso  las  manos.  En  Roma,  víspera  de  Navidad, 
1575. — Besa  las  manos  de  v.  m.  su  servidor  afectísimo, 
B.  Arias  Montano. — Tiene  rúbrica. 

Sobre. — Al  illustre  señor  Gabriel  de  Zayas,  mi  señor, 
del  Consejo  de  S.  M.*^  y  su  secretario  de  Stado. — En 
corte. 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  á  Zayas. 
.f,'  De  Roma  á  22  de  marzo  1576. 

Fallecimiento  del  Comendador  mayor. — Pide  que  se  le  dé  algún  em- 
pleo en  Flándes. — Biblia. — Centurias. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado ,  legajo  núm.  583. 

ILLUSTRE    SEÑOK. 

Para  t.  m.  solo. 

Un  dia  antes  de  la  fecha  desta  ha  llegado  aquí  la  nueva 
triste  para  mí  del  fallecimiento  del  Comendador  mayor,  que 
me  ha  dado  grande  pena  y  turbación  después  de  la  particu- 
lar afición  que  le  tenia ,  por  causa  del  trabajo  de  aquellos 
Estados,  pues  los  tenia  bien  conocidos,  y  suficiencia  y  pacien- 
cia para  llevar  tantas  pesadumbres  como  allí  se  le  cargaban 
encima,  las  cuales  creo  fueron  la  ocasión  natural  de  su  muer- 


531 

te ,  rnayormenle  la  materia  de  dineros  que  él  habia  tomada 
para  servicio  de  S.  M,**  allí ,  que  era  grande  suma, y  mucha» 
veces  me  dijo  que  sería  bastante  causa  para  matarlo  el  fal- 
tarle el  crédito  por  no  cumplir  en  España;  y  después  que  se 
detuvieron  las  pagas,  me  habia  escrito  la  aflicción  en  que  es- 
taba con  deber  sobre  su  palabra  dos  millones  y  doscientos 
mili  ducados,  y  que  andaba  tan  triste  y  desasosegado  por 
esto  y  por  los  trabajos  de  la  tierra,  que  recelaba  la  muerte 
presta,  porque  tenia  la  sangre  podrida,  y  estaba  todo  lleno 
de  sarna.  No  há  un  mes  que  tuve  esta  carta.  Dios  perdone 
su  ánima  y  lo  lleve  al  descanso  verdadero,  pues  todo  lo 
demás  es  burla,  y  el  mismo  Señor  provea  á  S.  M/  de 
otro  buen  ministro,  temeroso  de  su  consciencia,  amador 
de  su  rey  y  del  bien  público,  inteligente,  y  diligente  y  pa- 
ciente. 

He  entrado  en  grande  cuidado  después  que  aquí  llegó 
esta  nueva ,  principalmente  de  las  cosas  de  aquellos  Esta- 
dos, porque  los  amo  por  ser  cristianos  y  vasallos  legítimos 
de  mi  rey,  y  gente  de  suyo  sencilla  y  fácil  de  guiar  al  bien, 
aunque  la  malicia  de  los  tiempos  que  corren  ha  podido  da- 
ñar mucho  en  su  facilidad. 

El  otro  cuidado  es  de  mis  cosas,  que  todas  las  resumo 
en  verme  desempeñado  mi  crédito  y  palabra ,  y  descargada 
mi  consciencia,  con  el  cumplimiento  de  aquella  deuda  que 
se  debe  en  Flándes  por  servicio  de  S.  M.**,  por  la  cual  es- 
toy preso  en  Roma ,  y  si  á  esta  hora  es  ya  pagada  en  Es- 
paña, sería  toda  mi  redención  y  el  fin  de  mis  cuidados  par- 
ticulares por  agora;  empero,  si  no  es  aún  pagada,  con  es- 
tas mutaciones  y  necesidades  nuevas  de  Flándes,  yo  recelo 
que  andará  la  cosa  á  la  larga,  y  me  costará  también  la  vida 
á  mí ,  que  por  ventura  fuera  de  algún  mas  servicio  á  Dios  y 
á  su  Iglesia  católica ,  para  la  cual  yo  deseo  cuanto  reposo  de- 


35á 

seo,  y  que  ó  yo  habré  de  quedar  aquí  en  Roma  preso  y  pobrí» 
simo  y  afrentado,  ó  lo  que  será  menos  mal,  tornarme  preso 
á  meter  en  poder  de  los  acreedores  en  Flándes ,  que  al  fin 
me  habrán  por  fuerza  de  hacer  cumplir  mi  palabra  y  obliga- 
ción que  les  dejé  escrita,  prometida  y  jurada.  Y  habiendo 
esto  de  ser  ansi ,  ya  v.  m.  vé  cuál  sería  el  fin  de  mis  jor- 
nadas, trabajos  y  servicios,  y  cuan  honroso  para  mis  deu- 
dos, y  mas  para  v.  m.  de  ningún  contento,  pues  en  la  tier- 
ra, después  de  Dios ,  no  tengo  otra  persona  á  quien  deba 
cuanto  soy,  y  el  honor  que  los  buenos  me  hacen  sino  á  v.  m.; 
y  lodos  entienden  que  solo  v.  m.  es  mi  autor  y  patrón.  Si  á 
V.  m.  ansí  le  pareciese  y  pluguiese ,  podria  haber  un  medio 
en  esto,  aunque  con  trabajo  mió,  empero,  según  confío,  no 
fuera  del  camino  para  servicio  de  Dios  y  de  S.  M.'',  y  me- 
nos quiebra  de  mi  honor,  y  dar  menos  materia  de  envidia 
á  aquellos  que  por  particulares  pretensiones  me  la  tienen, 
pues  S.  M.''  ha  de  proveer  nuevo  gobernador  para  Flándes, 
nombrarle  y  juntarle  personas  para  diversos  ministerios,  que 
yo  saliese  de  aquí  para  allá  por  mandado  de  S.  M.**,  con  al- 
gún nombre  de  ministerio  en  que  no  se  hubiese  de  entreme- 
ter materia  de  hacienda,  porque  esto  no  lo  quiero  ni  me  per- 
tenece; mas  el  gobernador  de  aquella  tierra  tiene  grande  ne- 
cesidad de  una  persona  que  le  ayude  y  administre  en  las  co- 
sas eclesiásticas  y  de  letras,  porque  importa  mucho  esto 
para  el  bien  de  la  cristiandad  y  de  los  Estados,  conviene  á 
saber ;  las  cosas  siguientes  en  que  yo  entendí  allí  por  man- 
dado del  duque  d'Alba,  y  por  comisión  del  Comendador  ma- 
yor, de  tal  manera  que  no  creo  fueron  mal  servidos  ni 
acertaron  mal  por  ministerio  mió. 

Quien  tenga  cargo  de  la  materia  de  los  estudios ,  libros, 
librerías ,  é  imprentas ,  y  correcciones ,  y  repurgacioues ,  y 
prohibiciones,  de  parte  de  S.  M.^•  porque  esto  se  introdujo 


333 

allí  en  mi  tiempo  y  se  hizo  mucho  en  ello,  y  por  merced  de 
Dios  lo  administré  de  manera  que  no  lo  contradijeron,  sino 
hubo  grande  obediencia,  tanto  en  eclesiásticos  como  en  se- 
glares, y  grande  diligencia  y  conformidad  en  la  ejecución,  y 
se  hizo  mucho  provecho,  y  se  es  necesario  que  S.  M.*^  sus- 
tente esta  autoridad  allí  por  su  parle,  porque  yo  asistía  ea 
su  nombre,  y  el  obispo  de  parte  de  la  iglesia. 

Que  tenga  cargo  de  conocer  las  personas  eclesiásticas  y 
estudiosas  de  cualquiera  grado  y  condición  que  sean,  para  la 
elección  y  provisión  de  los  bcneflcios,  y  prebendas  y  lectu- 
ras, y  otros  semejantes  ministerios,  pues  va  tanto  en  esto  pa- 
ra el  servicio  de  Dios  y  buena  administración  de  todo,  y  que 
con  su  aviso  y  cnr;;o  de  su  consciencia  se  descargue  la  de 
S.  M.*^  y  de  su  gobernador,  nombrando  tales  personas  cua- 
les convenga,  ó  las  que  mas  idóneas  se  hallaren:  digo  que 
él  sirvadeinformadordeslo  al  gobernador,  que  importa  mu- 
cho, porque  aunque  en  este  consejo  entran  los  presidentes 
Viglius  y  los  del  Consejo  privado  alguna  vez,  empero  estos 
ordinariamente  se  inclinan  á  sus  parientes,  amigos  y  enco- 
mendados y  presentadores,  etc.  E  yo,  bendito  Dios,  de  mu- 
chos que  informé  no  tengo  consciencia  de  haber  acertado 
mal,  ni  los  gobernadores  se  arrepintieron  de  alguno,  porque 
por  mi  información  hubiesen  proveído;  porque  yo  tenia  catá- 
logo de  todos  los  hábiles,  y  de  sus  virtudes  y  vicios,  hecho 
con  diligencia  y  grande  secreto,  y  conocía  á  los  mas  dellos, 
y  eran  proveídos ,  y  no  sabían  por  donde  les  venían  las  pro- 
visiones. 

Que  tenga  atención  á  las  cosas  eclesiásticas  y  al  gobier- 
no dellas,  mirando  lo  que  pasa  y  entendiéndolo  bien,  ansí 
en  lo  que  se  predica  de  doctrina,  como  en  lo  que  hay  en  las 
costumbres;  porque  con  autoridad  de  S.  M.**,  añadida  á  la 
que  deben  tener  los  prelados,  se  hace  mejor  esto  y  se  puede 


S34 

proseguir  en  la  reformación ,  la  cual  es  necesaria  en  tiempo 
<k  guerra,  y  lo  será  mas  también  dando  Dios  paz  y  sosiego 
á  la  tierra;  y  siendo  hombre  desinteresado,  puede  el  gober- 
nador hacer  mucho  con  el  que  no  sea  presuntuoso  ni  mo- 
lesto ,  sino  modesto  y  amador  de  la  verdad,  y  paciente. 

Que  ansimismo  tenga  conocimiento  de  los  seglares  que 
se  proveen  ó  eligen  para  oficios  públicos;  porque  en  esto  va 
grande  importancia  para  el  servicio  de  Dios  y  de  S.  M.^,  y 
sé  bien  y  lo  sabe  el  duque  d'Aiba  y  sabia  el  Comendador  ma- 
yor las  pasiones  y  reveses  que  en  esto  hay  acerca  de  los 
que  son  en  el  Consejo,  y  que  la  provisión  de  burgomaestres 
y  esclavines  de  Anvers ,  que  se  hizo  el  año  pasado,  casi  to- 
das las  personas  fueron  las  que  yo  informé ,  y  las  que  excep- 
tué eran  dignas  de  excepción;  y  aunque  el  obispo  y  gober- 
nador de  Anvers  convinieron  conmigo  en  algunas,  se  des- 
viaban en  lo  que  manifiestamente  alcanzábamos  ser  pasión 
particular  ú  opinión. 

Para  esto  no  es  menester  criar  nuevos  oficiales,  porque 
la  gente  de  allá  no  admite  fácilmente  títulos  de  nuevos  ma- 
gistrados, sino  poner  un  hombre  que  por  autoridad  le  baste 
título  del  Consejo  de  S.  M/  acerca  del  gobernador,  y  tenga 
sus  órdenes  en  secreto  y  sus  instrucciones  de  los  cabos  de 
su  ministerio ,  y  dé  secreta  su  información  al  gobernador  de 
lo  que  hay,  para  que  tenga  luz  y  certeza  sin  pasión,  cuando 
ocurriere  la  materia;  y  sepa  este  tal  darse  maña,  que  él 
hará  mucho  mas  con  buena  conciencia  y  buena  inteligen- 
cia, que  con  muchos  títulos  y  ditados. 

Yo  tenia  secreta  inteligencia  en  todas  las  villas  princi- 
pales con  las  personas  mas  bien  entendidas  y  mas  bien  in- 
tencionadas del  país,  y  con  algunas  dellas  cifra.  Por  aquí  en- 
tendía, y  avisaba  al  Comendador  mayor  de  muchas  cosas 
primero  que  saliesen  á  luz ,   y  de  algunas  dellas  la  manera 


355 

como  las  habia  él  de  recibir  y  responder ,  de  manera  que 
se  admiraban  de  lo  bien  que  lo  hallaban  en  ello  delante  de- 
llos  cuando  venían  á  él;  y  deslo  tiene  no  poca  noticia  Geró- 
nimo de  Roda,  y  era  la  causa  porque  en  todas  partes  hay 
buenos  y  bien  intencionados ,  mas  no  se  osan  mostrar,  por- 
que ó  desbaratarán  los  negocios ,  ó  serán  después  desviados 
de  los  consejos  secretos  de  los  otros,  y  desean  hallar  de 
quien  se  fiar;  y  por  la  bondad  de  Dios  fiábanse  de  mí,  y 
desto  tenia  yo  y  tengo  mas  y  mayores  prendas  de  las  que  se 
pueden  y  deben  declarar  por  carta. 

Tenia  ensimismo  amistad  ó  pública  ó  secreta  inteligen- 
cia con  buenos  personajes  de  todas  las  vecindades,  Lieja, 
Colonia,  Cléves  y  hasta  Alemania ,  y  alguna  en  París  y  en 
Inglaterra,  y  ninguno  lo  sentía,  y,  bendito  Dios,  no  dejan  de 
reconocer  esto  los  buenos  todos ,  habiendo  visto  buenos  su- 
cesos de  mis  ministerios,  y  ningún  interese  jamás  en  mí  ni 
de  honor  ó  ambición,  ni  de  provecho  mío.  Otras  cosas  mu- 
chas puede  hacer  uno  que  tenga  razonables  partes  y  buena 
inteligencia  y  consciencia,  y  digo  uno  mas  que  diez ,  mayor- 
mente teniendo  ya  ganado  crédito  entre  ellos,  cual  Dios  por 
su  misericordia  y  bondad  me  lo  ha  dado  en  aquellos  países. 

Pareciéndole  á  v.  m.  que  yo  puedo  servir  en  algo  acer- 
ca desto,  en  su  mano  estará  persuadir  á  S.  M.'^  que  convie- 
ne á  su  servicio  me  mande  tornar  á  Flándes ,  y  me  escriba 
con  el  nombre  y  título  que  le  fuere  bien  visto  convenir  para 
su  servicio;  y  ansí  podré  ir  preso  honradamente  entre  mis 
acreedores  y  los  demás,  hasta  que  se  cumpla  esta  desgracia- 
da deuda,  y  desde  allá  terne  mas  autoridad  para  solicitar  á 
Cárnica  y  á  los  otros  ministros  por  la  paga. 

Cuanto  á  mi  entretenimiento  ya  v.  m.  verá  lo  que  es 
necesario:  que  no  soy  de  los  que  pido  á  cuatro  ni  á  cinco 
mil  ducados,  y  por  lo  menos  á  dos  mili  como  los  que  están. 


336 

aquí  en  Roma,  haciendo  bien  poco,  }'  en  oirás  parles  tam- 
bién, sino  que  me  contenlaré  con  no  tener  necesidad  de  an- 
dar pidiendo  ni  tomando  á  cambio,  y  una  honesta  pasadía 
conforme  á  mi  ministerio  y  al  contento  de  v.  m. 

Digo  que  habiéndome  v.  m.  de  tener  ausente  de  sí, 
aunque  fuese  Alcalá,  y  teniendo  muy  pocos  otros  señores  en 
España  que  me  deseen  mucho  presente,  fuera  de  mis  herma- 
nos, hasta  que  Dios  ordene,  ó  que  yo  muera,  ó  que  S.  M/ 
me  coloque  en  otra  cosa  que  me  oslé  bien  para  mi  vocación, 
ó  me  dé  licencia  de  retirarme  á  un  rincón ,  entre  tanto  me 
parece  que  v.  m.  me  terna  mejor  allí  en  Flándes,  pues  tie- 
ne un  servidor  en  quien  se  fiar,  que  le  puede  servir  en  de- 
clararle lo  que  allá  pasare,  ansí  tocante  al  gobernador  como 
á  S.  M/,  como  al  público,  y  también  al  particular  de 
V.  m.;  y  espero  en  Dios  que  no  se  arrepentirá  ni  terna  si- 
niestras relaciones  ó  nuevas  de  lo  que  tocare  al  personaje 
que  mandare  hacer,  como  hasta  hoy,  bendito  Dios,  no  lo  he 
hecho  en  parte  alguna. 

Restan  dos  cosas  que  parecen  de  mi  consideración :  la 
una  lo  de  mis  adversarios,  y  la  falta  (¡ue  haré  en  no  pare- 
cer á  contradecirles  en  esta.  En  breve  afirmo  á  v.  m.  delante 
de  Dios,  que  en  ninguna  cosa  me  tocan  de  que  me  puedan 
dar  á  mi  por  autor  della,  de  manera  que  no  soy  obligado  á 
responderles,  ni  aunque  vaya  á  España  les  responderé  tam- 
poco; porque  Dios  y  su  verdad  y  la  razón  lesponderán  sin 
duda  ninguna;  y  á  mí  me  pesa  de  que  v.  m.  haya  mostrado 
algún  recelo  delante  del  de  Cuenca ,  ni  besádole  ó  pedídole 
las  manos  por  el  favor  que  le  prometió  en  mis  cosas;  porque 
confío  en  Dios  y  en  mi  justicia,  que  aunque  su  Señoría  Illus- 
trísima  no  me  conociese,  sino  que  fuese  el  mas  extraño  hom- 
bre de  su  noticia,  baria  lo  mismo  sabiendo  la  verdad.  Yo 
lo  he  visto  acá  todo,  y  mas  largo  que  allá,  y  he  venido  á 


357 

solo  un  partido,  que  conscnliré  que  se  ponga  en  lalin,  y  se 
imprima  y  publique,  sino  que  por  el  honor  de  España  sé 
que  no  se  consentirá.  Esto  para  v.  m.,  y  no  salga  de  entre 
ambos:  que  Dios  lo  declarará  á  su  tiempo ,  y  ellos  cuando 
vean  que  no  pretendo  lo  que  ellos  piensan,  por  ventura  ce- 
sarán de  hacerse  mal,  que  á  mi  no  lo  hacen. 

La  otra  es  lo  de  las  Centurias:  desla  en  breve  diré  á 
V.   m.   por  agora  una  suma,  que  puesto  que  en  esto  se 
me  haya  hecho  y  haga  gran  merced,  honor  y  favor,  miran- 
do mas  al  fin  y  servicio  de  Dios  y  de  la  iglesia  católica  que 
á  ningún  particular  interese,  es  negocio  que,  después  de 
gastado  en  él  mucho  tiempo  y  dinero,  y  mucho  seso  y  pa- 
pel, no  riuscirá  en  el  modo  que  se  piensa  de  llevar  en  Es- 
paña; y  desto  estaba  muy  resoluto  y  certificado  el  Gomen- 
dador  mayor,  que  sea  en  gloria ,  á  quien  solo  descubrí  en 
qué  estaba  el  secreto;  y  aunque  no  saben  este  secreto  aquí, 
están  bien  ciertos  los  que  entienden  esta  materia,  cardena- 
les y  los  demás,  y  entre  ellos  el  embajador,  que  me  confesó 
Iiaber  sido  uno  de  los  que  lo  han  mentado  y  promovido 
hasta  él  lugar  donde  allega  al  presente;  y  después  que  yo  le 
dije  que  en  esto  habría  muchos  interesantes  y  pretendientes, 
cada  uno  de.su  particular,  y  declaré  las  pretensiones,  y  en- 
tre ellas  la  suya  del  mismo,  me  dijo  que  era  verdad,  y  que 
era  obligado  yo  en  conciencia  á  avisar  al  rey  para  que  no 
se  hiciese  ó  se  tomase  otro  camino.  E  yo  escribí  en  su  casa 
una  carta  breve  á  S.  M.^,  que  fué  dentro  de  otras  del  mismo 
embajador,  en  que  le  suplicaba  no  mandase  hacer  mas  apa- 
rato ai  provisión  en  este  negocio,  hasta  que  yo,  pues  me  ha- 
cia tanta  merced  de  confiarse  de  mi,  diese  razón  á  S.  M.'^  de 
lo  que  sintiese  acerca  de  ser  mejor  servido  en  este  particular, 
y  pensé  de  estar  ya  allá  si  hubieran  pagado  la  deuda,  y  haber 
hecho  este  oficio  y  servicio.  Negocio  es  que  ha  mas  de  quince 
Tomo  XU.  22 


o38 

años  que  aquí  se  trata,  y  nunca  se  han  puesto  en  ello,  porque 
lo  tienen  por  sin  suceso,  y,  como  digo,  el  secreto  está  en  una 
cosa  que  se  puede  explicar  en  menos  de  un  pliego  de  papel, 
la  cual  yo  no  declararé  sino  á  S.  M.'^  porque  son  muchos 
los  interesantes  que  les  pesaría,  por  ventura,  se  les  corta- 
sen ó  rompiesen  sus  designios;  y  entiendo  ser  S.  M.*  solo 
al  que  interesa  la  verdad.  Guando  le  dije  al  papa  delante  del 
embajador  como  yo  estaba  nombrado  para  este  ministerio, 
respondió  como  quien  no  sentia  deste  negocio  tanto  provecho 
como  se  pensaba. 

Si  S.  M.''  fuese  servido  que  yo  por  agora  le  sirviese  en 
Flándes  en  algo,  no  ayudaria  poco  llevar  de  aquí  facultad  y 
beneplácito  de  Su  Santidad  para  las  cosas  tocantes  al  servi- 
cio de  Dios  y  culto  eclesiástico  y  buen  gobierno  de  los  estu- 
dios y  cosas  de  letras  y  libros,  etc.;  porque  con  esto  se  alla- 
narían mas  algunas  cosas  de  diferencias  que  pudiesen  ocur- 
rir, y  fácilmente  Su  Santidad  lo  concedería  pidiéndose  por 
parte  de  S,  M.^,  porque  desea  el  mejoramiento  de  aquella 
tierra,  y  me  tiene  buena  voluntad  y  en  buena  opinión. 

O  se  haya  de  hacer  esto  ó  no,  suplico  á  v.  m,  no  dé 
parle  de  esta  carta  á  hombre  viviente,  porque  v.  m.  tiene 
conocido  mi  ánimo,  y  los  demás  no.  Ni  desto  trataría  yo  con 
persona  del  mundo  sino  con  v.  m.  como  con  mi  señor  y 
autor;  y  para  lo  de  Flándes  v.  m.  es  bastantísimo  en  cuanto 
le  pluguiere  de  me  acomodar;  y  para  mí  la  mayor  comodi- 
dad que  yo  agora  deseo  es  verme  libre  desta  deuda,  ó  á  lo 
menos  no  afrentado  y  cargado  en  la  conciencia  por  ella.  Con 
esta  envío  á  v.  m.  dos  cartas  con  que  me  hallo  de  lo  que  se 
siente  en  Flándes,  por  mi  ausencia  de  allí,  entre  los  buenos 
tengo  otras  muchas  en  Roma,  de  legos  y  de  otros  eclesiásticos 
que  por  la  bondad  de  Dios,  ya  que  no  de  la  suficiencia,  á  lo 
menos  todos  testifican  de  la  limpieza.  En  sus  manos  enco- 


559 

miendo  mi  vida  y  lodas  mis  suertes,  y  á  solo  v.  m.  torno  y 
nombro  por  su  ministro  en  esto  que  á  mi  particular  toca; 
él  guíe  el  spírilu  de  v.  m.  y  prospere  su  illustrísima  persona 
y  casa.  En  Santa  Práxedes  de  Roma  22  de  marzo  1576. — 
Besa  las  manos  de  v.  m.  su  servidor  obligadísimo,  Bened. 
Ai-ias  Montano. — Tiene  rúbrica. 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  á  S.  M.^ 
De  Roma  á  il  de  mayo  de  1576. 

(Recibida  en  30  de  jonio.) 

Recomienda  á  varios  eclesiásticos  para  los  obispados  vacantes  de 
Gante  y  Ambéres. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm,  583. 
S.  C.  R.  M." 

Habiendo  entendido  que  en  Flándes  han  fallecido  desde 
el  abril  próximo  á  esta  parte  dos  obispos,  Jansenio,  el  de 
Gante,  y  Sonnio,  de  Anvers,  hombres  buenos  y  de  buena 
vida  y  sciencia  bastante,  he  deseado  que  V.  M.**  tuviese 
buena  y  cierta  noticia  de  muchas  personas  idóneas  en  quien 
escoger  para  aquellos  ministerios  y  otros  semejantes,  y  prin- 
cipalmente para  la  iglesia  de  Anvers,  que  es  de  grande  im- 
portancia para  el  servicio  de  Dios  y  de  V.  M.** ,  por  ser  el 
lugar  que  es  y  por  el  concurso  de  todas  las  naciones  que 
allí  hay. 

Cuando  estaba  yo  allí  poco  antes  de  mi  partida,  me 
pidió  el  Comendador  mayor,  que  sea  en  gloria,  una  lista  de 
los  eclesiásticos  y  seglares  que  yo  conocia  en  aquellos  esta- 


340 

dos,  cpu  la  relación  de  sus  partes  y  habilidades,  y  ansimis- 
mo  de  sus  excepciones  y  notas,  como  es  razón  que  la  den 
los  que  en  consciencia  son  encargados  dcsfo.  Yo  le  di  en 
secreto  una  copia  de  todos  los^  brabanzones  y  flamencos  y 
holandeses  que  yo  conocía,  clérigos,  flaires  ó  legos,  sin  en- 
cargar en  punto  mi  consciencia  á  cuanto  yo  alcanzaba,  con 
haber  hecho  en  ello  buena  diligencia;  y  el  primer  clérigo 
que  nombré  fué  el  doctor  Levino  Torrencio,  natural  de 
Gante,  arcediano  de  Brabante,  canónigo  en  la  catedral  de 
Lieja,  y  sigillifero  en  aquel  obispado  de  Lieja,  que  es  la 
segunda  persona  después  del  obispo  en  el  gobierno  eclesiás- 
tico y  seglar  de  aquel  obispado,  afirmando  conocerlo  de 
conversación  y  plática  en  negocios  spirituales  y  temporales 
por  siete  años  enteros,  y  no  haber  visto  en  toda  Flándes, 
ni  en  Italia,  ni  en  Roma  persona  eclesiástica  de  mas  partes 
de  sciencia ,  consciencia  y  destreza  en  negociar,  ni  mas 
deseoso  del  servicio  de  V.  M.*^,  ni  que  mejores  oficios  haya 
hecho  en  público  y  secreto,  de  que  soy  bien  testigo,  y  pue- 
do dar  buenos  y  muchos  ejemplos,  porque  lo  sé  bien  y  la 
conciencia  me  obliga  á  ansí  lo  afirmar,  y  en  Roma,  donde 
ha  estado  muchas  veces  y  muchos  años,  es  eslimado  por 
mas  de  lo  que  yo  declaro. 

En  segundo  lugar  nombré  al  doctor  Gornelio  Reyneiro 
Gondano,  catedrático  de  teología  en  Lovaina,  varón  de 
buena  doctrina  y  ejemplo,  y  de  buen  juicio  y  estimado  por 
un  ángel  en  la  condición,  acerca  de  cuantos  lo  conversan; 
yo  lo  conversé  por  siete  años.  No  sabe  tanto  de  negocios 
cuanto  el  primero,  porque  no  ha  salido  de  su  universidad 
sino  hasta  la  corte,  á  negociar  con  el  duque  d'Alba  y  con  el 
Comendador  mayor;  mas  tengo  buen  concepto  de  su  buena 
intención  y  discreción. 

Hay  en  aquellos  Estados  otro  personaje  de  grandes  pren- 


544 

Jas  que  es  el  prior  Joan  Latonio ,  vicario  general  y  refor- 
mador de  los  canónigos  de  San  Agustin ,  cuya  habilidad  y 
elocuencia  y  destreza  en  negociar  admiró  á  estos  principa- 
les cortesanos  de  Roma  el  año  pasado,  que  estuvo  aquí;  es 
para  mucho  trabajo  y  ha  dado  buena  muestra'  de  sí  en  su 
ministerio  de  la  reformación  y  visita  de  su  orden ,  que  lo 
que  en  tiempo  de  tanto  desorden  ha  hecho,  ha  sido  muy 
mucho. 

De  otros  muchos  di  noticia  al  Comendador  mayor;  mas 
estos  tengo  por  muy  idóneos  y  fieles  para  cualquiera  cargo 
eclesiástico;  otros  dirán  do  otros  que  sean  suficientes  tam- 
bién. Soy  cierto  que  se  suelen  dar  allí  en  Flándes  muchas 
relaciones  con  particulares  intentos;  el  mió  sabe  Dios  no  ser 
otro  que  el  de  su  servicio  y  el  de  V.  M.**,  cuya  real  corona 
y  grandeza  su  Divina  Providencia  prospere.  En  Roma  17  de 
mayo  1576. — S.  C.  R.  M.**,  menor  criado  de  V.  M.**  que 
sus  reales  pies  besa,  Bene^.  Arias  Montano.  —  Tiene  rú- 
brica. 

Sobre. — A  la  S.  C.  R.  M.**  del  rey  nuestro  señor, — En 
manos  del  secretario  Zavas. 


342 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  á  Zayas. 
De  San  Lorenzo  el  Real,  á  vltimo  de  mayo  de  i  57  7. 

(Recibida  en  1.°  de  junio.) 

Accede  el  rey  á  lo  propuesto  por  Arias  Montano  respecto  al  precio 
de  las  biblias,  y  á  regalar  un  ejemplar'á  cierto  doctor,  cuyos 
servicios  recomienda. — El  maestro  Francisco  Cano. — índice  de 
la  biblioteca  del  Escorial. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado  y    legajo  nüm.  S83. 

ILLÜSTRE  SEÑOR  MIÓ. 

En  dos  días  he  recibido  tres  de  v.  m.,  que  me  han  con- 
solado en  parte  del  dolor  que  sentia  con  el  silencio  que  v.  m. 
estos  dias  pasados  ha  usado  con  quien  tan  tiernamente  le 
ama  como  yo,  y  desea  mas  el  aumento  de  salud  y  buen- 
andanza de  V.  ra.  que  el  propio,  y  sabe  cuánto  importa 
comunicar  con  quien  bien  se  quiere,  lo  que  es  razón  disi- 
mular y  encubrir  á  los  que  no  son  muy  probados  ^de  et  ta- 
citurnitate. 

Yo  dije  á  Mr.  de  Utrarl  lo  que  á  la  sazón  se  me  ofre- 
ció, y  ruego  á  Nuestro  Señor  haga  que  v.  m.  abrace  lo  que 
su  Divina  Providencia  inspira  á  las  veces  en  sus  imagina- 
ciones de  v.  m.,  mas  en  las  diurnas  que  en  las  de  las  no- 
ches: que  con  esto  yo  estaría  descansado,  con  grande  con- 
fianza que  V.  m.  no  tomaria  cuidado  donde  oíros  lo  des- 
echan y  pierden,  ni  se  uíligiria  para  que  otros  tomen  contento, 
y  sería  tal  para  sí  mismo,  cual  ha  sido  siempre  para  otros. 

El  señor  doctor  Sandero  me  escribió  deseaba  una  biblia 
de  las  Reales,  y  mandábame  que  yo  procurase  fuese  de  las 


345 

buenas  y  en  buen  precio;  holgué  que  se  me  ofreciese  oca- 
sión de  servirle,  y  hablé  luego  con  el  señor  Birbiesca, 
-que  es  tal  cual  v.  m.  por  muchas  cartas  me  pintó  ánlesque 
yo  viniese  á  España,  y  tan  amigo  de  v.  ra.  cuanto  creo  lo 
es  de  sí  mismo,  y  dijele  dos  cosas:  la  una,  que  S.  M.**  te- 
nia ciertas  biblias  en  su  poder,  é  yo  habia  suplicádole  al 
rey  las  pusiese  en  precio  que  pudiesen  pagarlas  los  que  las 
deseaban,  y  no  lenian  tanto  caudal  para  pagar  GO  duca- 
dos por  una;  roguéle  concluyese  en  este  particular  con  su 
Majestad,  y  le  afirmase,  con  testimonio  mió,  que  los  que 
ponian  alguna  diligencia  las  hacian  venir  do  Flándes,  que 
les  sallan  puestas  acá  en  44 ,  ó  45  ó  45  sendos,  y  que  en 
este  precio  hablan  venido  agora  cuatro  para  el  marqués  de 
los  Veloz,  y  para  el  prior  de  Uclés,  y  para  Felipe  Ruiz  y  el 
doctor  Molina ;  que  si  en  este  precio  las  diesen ,  no  les  falta- 
rían compradores  que  por  no  esperar  las  de  Flándes  las  pa- 
gasen luego. 

Lo  otro  fué,  decirle  las  partes  del  doctor  Sandero,  y  dar 
testimonio  dcllas ,  como  quien  lo  conoce  tanto  tiempo  há 
fuera  de  España  y  en  ella ,  y  cuánto  trabaja  por  la  iglesia 
católica,  y  cuánto  ha  padecido  por  la  religión,  y  cuan  digno 
es  de  que  S.  M.**  le  haga  limosna,  y  todos  le  sirvamos,  y  que 
la  biblia  sería  muy  bien  empleada  en  él  por  su  merecimiento 
y  por  el  provecho  público;  que  dijese  á  S.  M/,  como  la  bi- 
blia que  v.  m.  pedia  para  comprar,  era  para  dicho  doctor 
Sandero ,  que  sería  bien  dársela  en  merced  y  limosna.  En 
esto  no  fué  perezoso  ni  vergonzoso  Fernando  de  Birbiesca, 
sino  tomó  de  mí  el  nombre  escrito,  y  esta  mañana  le  habló, 
y  luego  S.  M.'^  dijo,  que  pues  á  mí  me  parecía  se  debía  aba- 
jar el  precio  de  las  biblias,  se  vendiesen  á  45  scudos,  que 
tanto  tienen  de  costa  hasta  traerlas  á  Madrid,  y  que  al  doctor 
Sandero  se  diese  una  sin  llevarle  por  ella  dinero  alguno.  Vea 


344 

V.  m.  cómo  Dios  hace  sus  cosas  y  las  de  sus  siervos,  y  no 
se  canse  v.  m.,  como  no  sueie  cansarse,  de  hacer  bien  ú 
Jos  buenos,  pues  talibus  hostiis  promeretur  Deus. 

En  la  caria  que  v.  m.  hoy  escribió  á  Bribiesca,  se  en- 
tendió que  concurriamos  ambos  en  el  nombre  de  Sandero, 
aunque  yo  se  lo  habia  ya  declarado ;  queda  concluido  que 
Bribiesca  escribirá  luego  á  su  casa  para  que  den  una  Biblia 
al  señor  doctor  Sandero.  Hará  v.  m.  que  Robles  ú  otro  que 
lo  entienda,  acuda  para  que  se  la  den  entera,  que  han  de 
ser  cinco  cuerpos  de  Biblia  y  tres  de  aparato,  que  son  por 
todos  ocho.  La  que  han  traído  á  v.  m.  de  Valencia,  ni  la 
dé  ni  la  preste  v.  m.,  porque  mientras  en  corte  yo  estu- 
viere, me  ayudiiré  de  la  lecion  della  para  mis  estudios,  y 
después  quiero  que  v.  m.  la  deje  á  la  capilla  de  los  Zayas 
en  Ecija,  ó  á  alguna  iglesia  á  que  tenga  devoción ,  ó  á  la 
de  Oviedo,  pues  que  á  v.  m.  tomó  Dios  por  primero  impul- 
sor y  perpetuo  promotor  desla  obra  santa. 

Habiendo  sido  S.  M.*^  servido  que  las  biblias  que  están 
en  Madrid  \wv  su  cuenta,  se  den  por  el  costo  que  es  hasta 
cuarenta  y  cuatro  ó  cuarenta  y  cinco  sendos,  entiendo  que 
la  mejor  comodidad  para  el  servicio  del  duque  Francavilla 
es  esta,  porque  se  ahorra  por  lo  menos  el  tiempo  de  enviar 
áFlándes  por  las  dos  que  su  Excelencia  quiere,  y  traerlas  con 
el  riesgo  de  la  mar,  ó  de  ser  bañadas ;  y  podránse  encua- 
dernar á  gusto  de  su  Excelencia  y  pintar  sus  armas  como 
es  razón,  para  memoria  del  beneficio  hecho  á  las  iglesias, 
para  las  cuales  ordena  que  sean,  y  es  digna  obra  de  su  Ex- 
celencia. Traídas  de  Flándes  no  pueden  ser  á  mejor  precio, 
porque  allá  cuestan  á  treinta  y  cinco  scudos  en  papel,  por 
tasa  de  la  corte.  De  empaca,  portes,  averías  y  seguros  bicQ 
pasa  de  ocho,  y  á  las  veces  de  diez  ducados  cada  una. 

Del  maestro  Francisco  Gano  tengo  muchos  dias  ha  la 


345 

noticia  que  sus  muchas  virtudes,  letras  y  buenas  obras  han 
dado  por  todas  partes,  y  le  soy  afecionadísiino,  y  huelgo 
con  su  testimonio  de  mis  pobres  escritos  para  gloria  de 
Dios,  no  para  la  mia.  Yo  le  hubiera  escrito  sino  que  estoy 
tanto  lastimado  de  la  ausencia  de  semejantes  personas,  que 
en  muchas  partes  tengo  y  amo  et  quos  desiderare  cogor, 
que  recelo  de  hacer  nuevos  conocimientos  por  causa  de  mi 
terneza  natural,  de  la  cual  no  puedo  despojarme.  < 

No  deje  v.  m.  de  recordar  al  señor  don  Juan  de  Silva 
á  la  encomienda  de  los  caracoles  y  marisco. 

Tenga  v.  m.  muy  creído  que  yo  amo  tiernamente  á 
Zayas,  principalmente  por  ser  prenda  de  v.  m.,  y  después 
por  haberse  criado  en  mi  tiempo  en  aquella  buena  tierra, 'y 
porque  espero  se  ha  de  apUcar  á  virtud  y  studios ,  con  que 
Dios  le  hará  merced  y  será  amparo  de  su  orfandad  y  po- 
breza con  el  favor  y  abrigo  de  v.  m.,  á  lo  cual  acudiré  yo 
cuanto  en  mi  fuere. 

Luego  que  despedí  aquel  paje  que  hirió  á  su  compañe- 
ro burlándose  pesadamente,  porque  acostumbraba  semejan- 
tes burlas,  estuve  en  punto  de  enviar  á  v.  m.  á  pedirlo, 
para  probar  su  ingenio  y  condición,  porque  me  quedaba  la 
plaza  de  uno  de  dos  criados  que  quiere  S.  M.*^  que  solamen- 
te estén  aquí  dentro  en  la  hospedería  conmigo;  y  sin  ser 
visto  ni  oido  á  justicia,  me  encajaron  estos  padres  un 
paje,  sobrino  de  un  flairc  honrado  del  monasterio;  y  aun- 
que yo  rae  excusé,  no  pude  vencer  con  mi  excusa,  y  con 
esperanza  que  tengo  de  salir  presto  de  aquí ,  que  para  en- 
tonces me  descartaré  del ,  abajé  las  orejas  y  pasé  por 
ello. 

Hasta  agora  no  sé  lo  que  el  rey  quiere  de  mí ,  y  voy 
contemporizando  y  callando  hasta  acabar  este  índice  que 
voy  haciendo,  para  pedirle  luego  la  licencia  que  me  ha  pro- 


3i6 

metido  para  ir  á  ver  á  mis  hermanos  y  tierra,  y  espero  de 
concluir  en  todo  junio,  si  Dios  quiere,  habiendo  yo  de  hacer 
asiento  en  corte  o  cerca,  que  es  lo  que  menos  deseo.  V.  m. 
ordenará  de  mí  cuanto  le  pluguiere,  porque  yo  no  seguiré 
otra  cosa,  y  lo  mismo  si  me  dan  licencia  para  residir  en  mi 
ermita,  queriendo  Zayas  ser  ermitaño  conmigo.  Dentro  de 
un  mes  poco  mas  ó  menos  tememos  alguna  luz  desto,  y  en- 
tre tanto  Zayas  proseguirá  su  studio  y  el  ejercicio  de  la  plu- 
ma, que  para  todo  le  será  bueno  el  buen  empleo  del  tiem- 
po, y  si  no  tuviera  este  paje  intruso,  que  tiene  ocupado  el 
lugar  aun  por  este  mes,  me  fuera  regalo  tener  aquí  prenda 
de  V.  m.,  á  quien  remito  la  disposición  de  mí  y  de  todas 
mis  cosas. 

A  V.  m.  suplico  no  me  envíe  los  jamones  ni  el  uno  de- 
llos,  antes  me  regale  en  servirse  de  ambos  y  comerlos,  por- 
que esto  me  será  mas  gusto:  que  yo  en  casa  de  v.  m.  alguna 
vez  lo  comia  y  comeré,  placiendo  á  Dios.  Aquí  no  he  gusta- 
do carne  sino  el  dia  que  me  purgué,  que  fué  como  otra 
purga,  y  uno  que  me  habían  enviado  de  Llerena  se  desapa- 
reció de  donde  estaba  cuando  Monte  se  fué.  Yo  no  lo  guar- 
daba para  mí  sino  para  cuando  algún  huésped  viniese,  que 
no  faltan  aquí  de  una  parte  ó  de  otra. 

Prospere  Nuestro  Señor  la  illustre  persona  y  casa  de 
V.  m.  con  tanta  salud  y  buenandanza  como  este  su  servidor 
desea.  En  San  Lorenzo  el  Real,  51  de  mayo  1577. — 
Illustre  señor. — B.  1.  m.  á  v.  m.  su  servidor  obligadísimo. 
Arias  Montano. — Tiene  rúbrica. 

Suplico  á  V.  m.  mande  se  den  luego  las  que  van  para 
Zarate,  que  me  importan,  y  la  de  Pero  Martínez  que  me 
escribe  lo  tiene  v.  m.  obligadísimo  con  el  favor  y  consuelo 
que  le  da. 

V.  m.  me  habia  prometido  de  excusarme  del  título  del 


347 

grado,  y  háse  olvidado;  cierto  no  me  cuadra:  que  aun  el 
de  discípulo  no  merezco,  que  hasta  esto  hago  mal,  que  no 
deprendo  como  debria. 

Sobre. — Al  illustre  señor  Gabriel  de  Zayas,  mi  señor, 
del  Consejo  de  S.  M.*^  y...  de  Stados. 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  d  Zayas. 
De  San  Lorenzo  el  Real  á  9  de  junio  \ó77. 


Siente  que  Zayas  no  le  haya  cumplido  la  promesa  de  escribirle. — 
Deuda  del  impresor  Plantino. 


Archivo  general  de  Simancas.— Estado,  legajo  núm.  583. 

ILLUSTRE   SEÑOR    MIÓ. 

Esperando  he  estado  con  grande  deseo  la  respuesta  de 
la  mia  que  v.  ni.  prometió  de  me  escribir  de  su  mano  para 
me  consolar  con  ella.  No  he  visto  hasta  agora  el  cumpli- 
miento deste  mi  deseo.  Si  yo  supiese  que  v.  m.  estaba  con 
salud,  ó  se  ayudaba  con  ánimo  esforzado  á  tenerla,  y  no 
ayudaba  ó  acrecentaba  con  sus  cuidados  é  imaginaciones 
la  malicia  de  los  dias  y  la  flaqueza  de  la  edad,  cui  sufficit 
sua  infirmitas  ut  non  aliam  ullerius  addamus,  temía  algún 
reposo,  auquc  no  tuviese  de  ordinario  cartas  de  v.  m.  Su- 
plicóle por  amor  de  Dios  atienda  á  esto  y  á  pedir  á  Dios  que 
nos  dé  lo  que  ha  de  durar  y  es  digno  solo  de  desear  y  pro- 
curar, y  nos  haga  tener  en  poco  lo  que  de  suyo  no  es  ad- 
mirable, y  que  á  los  que  lo  desean  los  desatina  y  arrastra, 
y  á  los  que  lo  alcanzan  no  da  contento  ni  salisfacion.  A  los 


348 

hombres  servirlos  en  lo  posible  con  candad,  y  estar  sin  en- 
vidia alguna,  y  no  esperar  dellos  salud,  pues  no  la  tienen  ni 
puedan  dar. 

De  Flándes  recibí  las  que  van  con  esta  para  el  obispo 
Osorio  en  Portugal,  muy  encargadas  de  Plantino;  suplico  á 
V.  m.  las  envíe  al  embajador  con  la  primera  oportunidad. 

Asimismo  suplico  á  v.  m.  mande  guiar  el  pliego  que 
envío  para  Plantino;  porque  lo  que  en  él  va,  importa  al  ser- 
vicio de  Dios  y  de  su  Iglesia  y  del  rey,  y  al  bien  del 
pobre  y  bueno  Plantino,  y  al  honor  de  este  siervo  de  v.  m. 
Cuanto  á  la  paga  de  lo  que  se  le  debe,  le  escribo  envíe  po- 
der y  piezas  para  que  se  trate  por  justicia;  porque  cualquiera 
otra  diligencia  de  ruegos  veo  ser  en  balde,  y  lo  mismo 
siente  el  señor  Briviesca,  bueno  y  bien  intencionado.  Terri- 
ble cosa  es  ver  lo  que  pasa  en  el  mundo ,  y  no  irse  á  los 
yermos  quien  lo  siente.  Dios  nos  dé  su  gracia  y  prospere  la 
salud  y  vida  de  v.  m.  como  yo  deseo.  En  San  Lorenzo  el 
Real  9  de  junio  1577. — Illustre  señor. — B.  1.  m.  de  v.  m. 
su  servidor  obligadísimo,  Arias  Montano.  —  Tiene  rúbrica. 

Sobre. — Al  Illustre  señor  Gabriel  de  Zayas,  mi  señor, 
del  Consejo  de  S.  M.**  y  su  secretario  de  Stado 


549 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  iíoniano  á  Zayas. 
De  Sancí  Lorencio  á  15  octubre  1577. 

(Recibida  en  f<.) 

Contesta  á  la  recomeadacioo  que  ie  habían  hecho  en  favor  de  an 
tal  Lastaaosa. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm.  S83. 

SEÑOR. 

En  lo  que  toca  á  Lastanosa  yo  no  rehusé  su  venida  acá 
sino  porque  los  padres  no  tomasen  á  pesadumbre  haber  de 
lener  tantos  honibres  dentro  del  convento,  que  cierto  se 
amohinan  y  no  se  puede  hacer  sin  licencia  del  rey,  expresa, 
y  por  tanto  trataba  el  señor  Briviesca  de  un  raochacho,  que 
cuanto  á  la  suficiencia  Lastanosa  es  muy  á  propósito,  y  vis- 
to que  el  mochacho  que  v.  m.  tenia  se  fué  al  estudio,  di- 
mos á  S.  M.*^  noticia  de  lo  que  habia  que  hacer,  y  que 
Lastanosa  era  muy  á  cuento,  y  loamos  su  habilidad,  y  que 
S.  M.^  le  habia  hecho  merced,  y  que  aquí  comenzaría  á 
merecer  que  se  le  hiciesen  otras;  y  ansí  S.  M."*  lo  tuvo  por 
bien,  y  está  acordado.  En  conformidad  desto  ha  escrito 
Briviesca  á  v.  m,  que  lo  envíe. 

Lo  de  la  comida,  y  tiempo  y  lugar  hizo  el  señor  Brivies- 
ca por  provecho  y  honra  de  Lastanosa ;  porque  Gerardo  y 
Zayas  comen  en  la  hospedería  y  son  servidos  y  proveídos 
mejor  que  los  tlaires  mismos,  y  ninguno  de  los  dos  dichos 
ni  aun  un  ganapán  creo  trocaría  su  mesa  y  concierto  della 
por  la  mía,  y  á  esto  aludió  el  guarda -joyas  en  decir  que  co- 


550 

meria  con  mis  criados,  queriendo  decir  mejor  que  con- 
migo. V.  m.  lo  mande  luego  venir  con  las  condiciones  que 
Brivicsca  ha  escrito,  y  encargúele  que  se  deje  gobernar  por 
mi  consejo  en  todo,  que  no  le  diré  sino  lo  que  entendiere 
cumplirle  pro  tempore  atque  loco.  A  él  le  está  muy  bien 
esto,  viniendo  con  noticia  y  gracia  del  rey;  empero  no  haga 
placa  ni  alharacas  desto,  ni  conciba  humo;  y  para  acertar 
del  todo,  siga  lo  que  v.  m.  y  el  señor  regente  Sapena  le 
dirán. 

Mañana,  placiendo  á  Dios,  enviaré  á  v.  m.  unas  mues- 
tras de  un  mozo  de  Toledo  de  22  años,  que  me  ha  escrito 
desea  vivir  conmigo.  No  sé  qué  desaliño  es  de  los  que  se 
imaginan  que  yo  soy  ó  valgo  algo.  De  Andalucía,  de  Ara- 
gón y  de  otras  partes  me  ofjecen  tantos  criados  que  si  se 
juntasen,  ])odrian  poblar  un  convento  mayor  que  este,  y 
Haxa  no  tiene  que  comer. 

Aquí  se  ha  publicado  hoy  una  relación  de  una  súbita 
muerte  de  muchos  magistrados  que  aconteció  enOxoma  este 
julio.  V.  m.  me  avise  quién  es  el  autor  y  de  cuánta  auto- 
ridad es  la  nueva.  Prospere  Nuestro  Señor  la  illustre  perso- 
na y  casa  de  v.  m.  En  San  Lorenzo  15  de  octubre  1577.— 
B.  1.  m.  á  V.  m.  su  servidor  obligadísimo,  Arias  Montano. — 
Tiene  rúbrica. 

Sobre. — A  Gabriel  de  Zayas,  mi  señor,  secretario  de 
Stado  de  S.  M.'^ 


551 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  ú  Za- 
y  as.  De  Sanct  Lorencio  á  ^  de  noviembre  1577. 

Recibida  en  5  del. 

Sebastian  Santoyo. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado ,  legajo  núm.  583. 

SEÑOR  Mío. 

Ayer  con  la  grande  tristeza  de  Sebastian  de  Santoyo 
estuve  tan  turbado  que  no  escribí  á  v.  m.  Dios  sabe  cual 
estuvo  mi  corazón  sobre  el  camino  que  Zayas  habia  hecho 
el  sábado  hasta  que  vi  la  letra  de  v.  m.  Suplico  á  v.  m.  es- 
criba á  Santoyo  consolándolo ,  porque  el  caso  es  digno  dello 
aun  en  un  muy  estraño,  cuanto  mas  en  quien  tanto  ama 
á  V.  m.  Las  que  con  esta  van  mande  v.  m.  enviar  á  sus 
dueños,  y  ansí  en  que  le  sirva  y  encomiende  á  Dios  este 
su  peregrino,  cuya  Divina  Majestad  prospere  á  v.  m.  en 
su  servicio.  En  San  Lorenzo  4  de  noviembre  1577. — Besa 
las  manos  de  v.  m.  su  siervo  Arias  Montano. — Tiene  rú- 
brica. 

Sobre. — A  Gabriel  de  Zayas  mi  señor,  del  Consejo  de 
S.  M  y  su  secretario  de  Stado. — En  Madrid. 


úirj 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  á  Zayas. 
De  Sancl  Lorencio  á  10  de  noviembre  i  577. 

(Recibida  en  41.) 

Le  participa  su  ida  á  San  Saturnino  con  el  P.  Prior  del  Escorial. 
Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm.  583. 

ILLUSTKE    SEÑOR. 

Mucho  sentina  la  ¡da  de  la  corte  de  aquí  si  me  faltase 
el  consuelo  de  las  cartas  de  v.  m.  en  este  destierro;  por 
tanto  le  suplico  me  socorra  con  ellas  mientras  aquí  estuvie- 
re, que  yo  procuraré  acortar  el  tiempo  cuanto  me  sea  po- 
sible. 

Martes  que  vendrá,  á  i2  deste,  iré  con  el  P.  Prior  de 
aquí  hasta  San  Saturnino,  y  seré  de  vuelta  dentro  de  ocho 
dias,  placiendo  á  Dios.  Las  cartas  que  se  allegaren  en  este 
tiempo  para  mí  mandará  v.  m.  se  envíen  al  señor  Sebastian 
de  Santoyo,  sobrescritas  al  corregidor  del  Escurial,  que  me 
las  pondrá  en  recaudo.  Las  que  van  con  esta  suplico  á  v.  m. 
mande  enviar  á  los  que  les  tocan. 

Esta  noche  ha  aportado  aquí  Clemente  con  el  hábito  del 
hijo  pródigo  según  me  dicen.  Yo  no  le  he  querido  ver  esta 
noche,  de  enojado  que  estoy  por  su  desatino;  he  hecho  que 
lo  alberguen  mal  albergado,  porque  aquí  no  se  puede  hacer 
mejor  en  este  tiempo,  sin  emplear  el  hombre  su  vergüenza, 
que  por  el  dinero  no  se  halla  recado.  Mañana  le  hablaré  y 
daré  una  fraterna.  Dicen  que  viene  muy  arrepentido,  y  que 
jamás  dejará  el  servicio  de  v.  m.  Hasta  agora  yo  he  dicho  que 


355 

no  escribiré  á  v.  m.  en  su  pccomendacion ;  por  ventura  lo 
haré  mañana  con  la  libertad  que  conviene :  que  si  á  v.  m. 
no  le  viene  á  gusto,  se  le  procure  otro  remedio,  y  sirva  don- 
de sepa  lo  que  es  mudarse,  hallándose  bien.  Grande  lástima 
me  hacen  los  que  ni  tienen  arte  ni  siguen  consejo  de  quien 
los  quiere  bien.  Prospere  Nuestro  Señor  la  illustre  peréona 
y  casa  de  v.  m.  en  su  servicio.  En  San  Lorenzo  á  10  de 
noviembre  1577. — Illustre  señor. — B.  1.  m.  á  v.  ra.  su 
servidor  obligadísimo.  Arias  xMonlano. — Tiene  rúbrica. 

Sobre. — Al  illustre  señor  Gabriel  de  Zayas,  mi  señor, 
del  Consejo  de  S.  M.**  y  su  secretario  de  Estado. — En 
corte. 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  áS.  M.* 
De  San  Lorenzo  á  1  de  diciembre  1577. 

Remitiendo  dos  cartas  en  que  se  habla  de  las  revueltas  de  Flándes 
y  llegada  del  archiduque  Matías  á  aquellos  Estados. 

Archivo  general  de  Simancas.  —  Estado,  legajo  mim.  583. 
S.  C.  R.  M.'» 

Entendiendo  ser  mi  debido  servir  en  todo  cuanto  en  mí 
fuere  á  V.  M.**,  sin  dejar  pasar  menudencia  alguna  que 
pueda  por  ventura  ser  de  algún  momento ,  he  trasladado  la 
que  con  esta  envío,  que  me  escribió  un  buen  vasallo  de 
V.  M.'',  natural  de  aquellos  Estados,  y  de  cuya  conciencia  é 
intención  yo  con  largas  pruebas  estoy  muy  saneado;  y 
puesto  caso  que  no  haya  sido  su  propósito  que  pasase  de 
rais  ojos  á  los  de  otra  persona,  como  me  lo  pide  y  requiere 
él  mismo,  no  pudiera  yo,  hallándome  donde  V.  M.*^ estuviese. 

Tomo  XLÍ.      ,  23 


35i 

dejar  de  servir  en  darle  noticiai  de  algunos  punios  della;  y 
no  siendo  esto,  tuve  por  mas  cómodo  enviar  á  V.  M.^  un 
verdadero  traslado,  del  cual  prudentisimamente  V.  M."^  en- 
tenderá los  puntos  que  con  brevedad  el  autor  significa.  A 
V.  M/  suplico  se  lo  atribuya  al  buen  deseo,  y  no  indiscre- 
to, y  á  mí  á  la  fé  que  á  V.  M.**  siempre  propuse  guardar  y 
guardaré  hasta  el  fin.  Cuya  real  persona  y  corona  Dios  en 
toda  felicidad  prospere.  En  San  Lorenzo  el  Real  7  de  di- 
ciembre 1577. — S.  C.  R.  M.^ — Ministro,  criado  y  capellán 
de  V.  M.*^  que  sus  reales  pies  besa. — Arias  Montano. 

Sobre. — A  la  S.  G.  R.  M.**  del  rey  nuestro  señor. — En 
í^u  mano. 

Dentro  hay  una  copia  de  carta  y  capítulos  de  otra ,  que  se 
insertan  á  continuación. 

COPIA. — De  Anvers  á  xxiiij  de  octubre. 

Viendo  el  estado  de  los  negocios  por  acá  y  la  dificultad 
en  pasar  cartas,  ó  por  lo  menos  ser  abiertas,  y  que  no  hay 
palabras  que  no  se  puedan  interpretar  siniestramente,  pen- 
saba excusarme  de  enviar  á  v.  m.  relaciones  y  contentarme 
con  rogar  á  Dios  en  mi  rincón  por  el  buen  suceso,  y  aguar- 
darlo con  paciencia  de  su  mano  poderosa  y  misericordiosí- 
sima, que  sabe  convertir  todo  á  bien  á  los  que  lo  aman,  y 
librarlos  de  enmedio  de  los  peligros.  Pero  la  compasión  y 
caridad  me  obligan  á  mudar  propósito  y  posponer  todos  in- 
convenientes á  trueco  de  probar  medios  que,  con  ayuda  de 
Dios,  podrían  ser  de  fruto,  pues  proceden  de  buena  inten- 
ción, y  se  dirigen  á  v.  m.  que  la  tiene  aun  mejor,  y  está 
en  lugar  y  con  obligación  de  emplearla  en  servicio  de  Dios 
y  de  S.  M/  y  bien  desta  afligida  tierra ,  y  en  víspera  de 


ODO 

serlo  mas,  si  con  verdadera  penilencia  no  aplacáremos  la 
justicia  de  Dios  é  impetráremos  su  favor  y  remedio. 

A  la  verdad,  como  no  sé  el  secreto  del  negocio,  ni  he 
visto  la  justificación  que  S.  A.  (i)  ha  divulgado ,  solamente 
la  de  los  Estados ,  no  puedo  ni  sabria  discurrir  sino  á  tiento 
y  á  ciegas.  Por  lo  que  vemos  y  es  público  se  descubre  la 
enfermedad  de  este  pueblo  grande,  y  que  con  las  guerras 
pasadas,  antes  se  ha  enconado  que  mejorado,  y  es  de  temer 
que  no  acontezca  lo  mismo  con  las  que  nuevamente  se 
aparejan,  si  Dios  por  su  misericordia  no  lo  remediare  sin 
mirar  nuestros  pecados. 

Ya  se  comienzan  á  ver  muestras  con  las  caricias  y  hon* 
ras  que  de  pura  necesidad  son  costreñidos  á  hacer  los  Esta- 
dos á  príncipes  y  vecinos,  para  atirarlos  y  afecionarlos  á  su 
ayuda,  lo  cual  no  será  sin  grande  peligro  y  perjuicio  de  la 
tierra.  Temóme  que  la  enfermedad  se  extiende  á  mas  pue- 
blos que  este,  pues  tras  tan  largas  experiencias  vuelven  á 
agravarla  con  nueva  cura :  mejor  fuera  llevarla  á  la  larga 
y  con  la  flema  natural  desla  tierra,  sin  alterarse  de  acci- 
dentes que  sobrevinieran,  llevándolos  antes  con  paciencia, 
tendiendo  siempre  á  la  fin  que  se  pretende ,  de  la  salud  y 
bien  deste  pueblo ,  el  cual ,  siendo  nuevamente  librado  del 
yugo  que  les  pesaba,   no  era  maravilla  que  luxuriase  al 
principio  y  se  indignase  contra  los  que  tenian  por  sospe- 
chosos. El  tiempo  con  buena  orden  y  policía  lo  remediará, 
como  comenzamos  á  ver  experiencias,  por  los  buenos  oficios 
deste  magistrado,  lo  que  por  guerra  y  rigor  contra  Estados 
todos  unos  como  estos,  no  puede  ser  sin  manifiesto  peligro. 
DO  solamente  de  los  Estados,  pero  también  del  señor  que 
ansí  los  tratare.  Vemos  que  de  un  tercio  amotinado  se  su- 

H)  Don  Juan  de  Austria  sucesor  de  D.  Luis  de  Requesens  en  el 
gobierno  de  los  Países  Baios. 


356 

fren  insolencias  y  los  aplacan  por  bien  y  con  dineros:  jeon 
cuánta  mas  razón  se  debrian  buscar  medios  con  tanto  pue- 
blo! Tengo  por  cierto  que  S.  A.  con  su  prudencia  y  celo  y 
fiándose  de  consejeros,  por  ventura  demasiado  apasionados, 
pensó  poner  remedio  con  instrumentos  de  los  mismos  Esta- 
dos, sin  ponerlo's  en  el  extremo  y  peligro  presente.  Si  se  vée 
frustrado  ¿no  es  mejor  mudar  consejo  que  con  fuerzas  ex- 
tranjeras y  de  mucho  peligro  de  ambas  partes,  prosiguiendo 
contra  su  primera  intención  que  no  amenazaba  tanta  ruina 
al  parecer  humano?  Perdone  Dios  á  los  que  se  lo  aconseja- 
ron, qué  si  no  fueran  ciegos  de  pasión,  no  se  fiaran  ni  estri- 
baran en  gente  de  quien  conocidamente  no  se  podia  esperar 
otra  cosa  que  lo  que  ha  sucedido.  Esta  condición  y  humor 
de  gente  no  podia  constar  á  S.  A.  en  tan  pocos  dias  que  la 
había  praticado;  pero  debiera  ser  notoria  á  los  que  le  acon- 
sejaron si  no  los  cegara  otra  cosa.  A  lo  hecho  no  hay  re- 
medio; á  lo  porvenir  lo  dé  Dios. 

La  venida  del  archiduque  Matías,  si  hiciese  cesar  la 
guerra  que  se  amenaza,  y  gobernase  por  S.  M.*  en  confor- 
midad de  los  privilegios  y  la  última  pacificación,  podria  ser 
con  ayuda  de  Dios  de  fruto,  ó  se  podrían  con  el  mismo  fa- 
vor divino  hallar  otros  medios  pacíficos,  si  de  veras  se  lo 
recomendásemos  y  de  corazón  nos  volviésemos  á  él,  con 
que  acabo  y  estoy  en  duda  de  enviarla,  por  ser  contra  mi 
condición  y  propósito  meterme  en  cosas  públicas  y  de  la 
importancia  y  delicadeza  que  esta  es;  y  si  anoche  no  me 
dijera  Grispino  Pinto,  su  amigo  de  v.  m.,  que  me  vino  á 
hablar  sobre  cierto  retablo,  que  era  mas  que  tiempo  que  to- 
dos hiciesen  los  buenos  oficios  que  pudiesen  con  escribir  á 
sus  señores  y  amigos  la  verdad  del  estado  destos  negocios, 
y  sembrasen  por  todas  vias,  y  que  quién  sabe  el  fruto  que 
Dios  podrá  ser  servido  darnos,  certifico  á  v.  m.  que  estaba 


557 

muy  fuera  de  tocar  en  particular  desta  materia  que  excede 
rai  profesión  y  capto;  pero  excede  aun  mas  la  compasión 
que  tengo  desla  gente,  que  de  ciega  y  apasionada  no  vée 
al  presente  el  daño  que  se  le  allega ,  y  temo  que  no  venga 
á  caer  en  la  cuenta  cuando  sea  tarde,  y  por  no  distinguir 
cual  sea  esta  gente,  creo  que  no  erraremos  si  lo  entendiése- 
mos por  todos.  Dios  nos  alumbre  para  que  acertemos  cada 
uno  en  su  oficio. 

El  ejercicio  de  nuestra  religión  católica  romana  se 
observa  en  esta  villa  con  el  cuidadoy  solemnidad  acostum- 
brada en  tiempos  antiguos,  y  el  magistrado  hace  su  oficio, 
y  todo  el  pueblo  profesa  la  obediencia  de  S.  M.*,  so  cargo 
de  los  privilegios  que  les  ha  jurado  como  antiguamente 
acostumbraron.  Placercá  á  Dios  que  ansí  dure  siempre  y  con 
augmento.  Roguémoselo  sin  intermisión,  y  v.  m.  nos  ayude 
por  caridad.  Lo  mismo  entiendo  se  hace  en  todas  estas  pro- 
vincias, excepto  las  partes  donde  años  atrás  usan  otra  cosa 
que  Dios  remedie.  Todo  esto  conforme  y  en  observación  de 
la  pacificación  que  no  tengo  por  pequeña  merced  de  Dios 
que  se  observe  en  esta  parte. 

Algunos  dicen  que  no  es  poca  parte  para  ello  el  prínci- 
pe d'Orange  que  llegó  anoche  á  esta  villa  desde  Bru.selas, 
elegido  de  los  Estados  Ruarte  de  Brabant ,  que  certifican 
rehusó  harto  de  acetar,  y  que  lo  hizo  como  por  pro- 
visión ,  esperando  que  con  la  venida  del  archiduque  Ma- 
tías ,  que  se  ha  dicho  hoy  ser  llegado  á  Mastricht  con 
embajadores  del  imperio,  mandará  S.  M.*^  tomar  medio  en 
estas  cosas  á  contento  de  los  Estados,  y  con  que  se  asegu- 
ren los  señores  vecinos  dellos ,  y  cese  la  guerra  y  destruc- 
ción que  se  amenaza,  lo  cual  roguemos  á  Dios  que  ordene 
si  ha  de  ser  para  su  servicio. 

Esto  es  lo  que  de  fuera  y  como  á  tiento  puedo  avisar  á 


558 

V.  m.  Iiasla  este  dia,  lo  que  será  adelante  Dios  lo  sabe ,  á 
él  lo  encomendemos,  pidiéndole  nos  dé  gracia  de  perseverar 
de  bien  en  mejor  para  gloria  suya  y  bien  de  su  pueblo. 
Esto  sea  para  v.  m.  solo,  supliendo  mis  faltas  con  su  pru- 
dencia si  en  algo  me  he  alargado  ó  excedido,  atribuyéndolo 
á  mi  flaqueza  y  compasión,  y  no  otra  cosa;  porque  de  mi 
deseo  al  servicio  de  Dios  y  de  su  santa  iglesia  católica  ro- 
mana nuestra  madre,  y  al  de  S.  M/  real,  y  al  bien  y  repo- 
so destas  tierras,  puede  v.  m.  estar  certísimo,  á  Dios  gra- 
cias, como  tengo  por  cierto  lo  está. 

Copia  de  copia  de  capítulos  de  carta.  DeAnvers,  de  23  de  noviem- 
bre de  i  blT. 

V.  m.  me  anima  á  proseguir  el  hilo  que  habia  dejado 
por  algunos  meses  por  el  peligro  que  llevan  las  cartas,  por 
lo  menos  de  ser  abiertas,  y  también  por  lo  poco  que  sirven 
razones  y  discursos  cuando  la  suerte  de  las  armas  es  echa- 
da y  la  quieren  ansí  les  hombres,  hasta  que  la  experiencia 
les  muestre  lo  cierto,  que  no  acontece  sin  grandes  daños  y 
ruinas  para  nuestro  castigo.  Todavía  no  pude  contenerme 
á  cabo  de  algunos  meses  de  escribirle  sobre  estas  materias: 
espero  que  irá  esta  cierta,  y  deseo  que  sea  de  algún 
fructo  para  bien  y  remedio  destas  tierras,  y  evasión  de  la 
guerra  y  ruina  que  se  le  amenaza ,  que  es  lo  mismo  que 
escribí  á  v.  m. 

Después  siguieron  nuevos  rumores  y  prisiones  en  Gante, 
al  duque  de  Ariscot,  que  era  ido  á  Flándes  por  gobernador, 
y  á  los  obispos  de  Brujas  é  Ipre ,  Moss  de  Rasinghien  Slbe- 
weghen  fsic.J  y.  otros  ocho  á  diez,  hechas  por  el  pueblo  y  al- 
gunos nobles  sobre  sospecha  de  nueva  conspiración  ó  divi- 
sión, á  lo  que  se  ha  entendido  después  de  poco  ó  ningún 


559 

fundamento.  Ai  Duque  libraron  y  es  vuelto  á  Bruselas.  A 
los  demás  se  espera  que  librarán  en  breve,  y  dícese  que 
de  nuevo  se  coniporná  entre  los  Estados  y  quitarán  toda 
ocasión  de  sospechas  y  desconOanzas  entre  sí.  Ansí  les  con- 
viene no  tanto  para  fortificarse,  mas  también  para  unidos, 
y  en  caridad  Dejor  impetrar  misericordia  de  Dios  y  buena 
gracia  de  S.  M."*  nuestro  señor  y  príncipe  natural.  Podrá 
ser  que  sea  por  medio  del  archiduque  Matías,  que  se  dice 
verná  aquí  hoy  ó  mañana ;  aposéntanlo  en  la  abadía  de 
San  Miguel ,  de  donde  desloja  el  príncipe  de  Orange  y  se 
pasa  á  la  casa  del  Fúcar  o  de  Juan  de  Cordez. 

También  se  dice  que  de  aquí  á  cinco  ó  seis  dias  irán  á 
Bruselas  para  allí  recibirlo  por  gobernador  general ;  yo  sos- 
pecho que  se  va  dilatando  hasta  entender  algo  de  la  volun- 
tad de  S.  M.^,  ó  poder  colligirla  por  su  silencio.  Encomen- 
démoslo á  Dios  que  sabe  lo  mejor,  y  no  podemos  errar  en 
rogarle  por  paz  en  nuestros  dias ,  y  que  sea  por  los  medios 
que  él  fuere  servido ,  los  cuales  nos  encaminará  por  su  mi- 
sericordia si  supiéremos  pedírselo  con  caridad  ,  la  cual  abra- 
za á  todos  y  es  benigna,  etc. 

Como  la  guerra  sea  castigo  de  Dios  que  es  placable  con 
penitencia,  los  príncipes  que  la  manejan  también  deben  estar 
aparejados  para  hacerla  cesar  cuando  la  razón  lo  pide  y  se 
vée  manifiesto  daño  con  la  guerra.  A  apasionados  es  difícil 
persuadir  esto,  porque  se  excusan  con  nombre  de  celo,  que 
es  hermoso ;  pero  con  que  no  sea  amargo  como  lo  es  el  que 
acarrea  la  guerra  hecha  por  imaginación  ó  pasión.  Suele 
Dios  á  los  tales  poner  delante  dificultades,  ó  convidarlos  con 
otra  empresa  para  desviarlos  de  su  propósito  con  su  volun- 
tad, como  nos  acontece  á  nosotros  con  nuestros  niños,  que 
para  quitarles  un  juguete  ó  cuchillo  les  proponemos  otro  mas 
hermoso,  con  que  deje  de  buena  gana  el  que  tenia.  Por  todas 


36Q 

vías  nos  proveyó  Dios  de  avisos  y  remedios  para  que  uo  nos 
quedase  excusa:  él  sea  bendito  y  alabado  para  siempre  ja- 
más. En  esta  villa  se  ejercita  nuestra  religión  católica  ro- 
mana ,  y  la  policía  y  justicia  por  el  magistrado,  como  por 
lo  pasado.  Plega  á  Dios  que  ansí  dure  y  con  prosperidad  en 
su  servicio. 

Algunos  eclesiásticos  se  han  salido  solamente  del  plé- 
bano que  V.  m.  no  ha  conocido,  y  del  pastor  del  beguinaje 
y  del  deán,  sin  que  veamos  que  nadie  los  haya  persiguido: 
no  sé  que  temor  sea  este.  Otros  buenos  religiosos  se  quedan 
á  reposo ,  y  hacen  bien  sus  oficios ,  entre  otros  Gualtero 
y  Pardo,  canónigos  amigos  de  v.  m.,  y  otros  muchos,  con 
que  nos  estamos  aquí  á  reposo  mientras  Dios  fuere  servido. 

Algunos  de  la  nación  española  están  en  Brujas  con  quie- 
tud. Tener  por  delante  el  invierno  nos  hace  recelar  menos 
el  furor  de  la  guerra ;  y  esperamos  de  aquí  á  la  primavera 
algún  acuerdo  como  cese,  ó  que  Dios  nos  abra  camino, 
como  la  huigamos  ó  nos  librará  de  medio  del  peligro:  con- 
fiémoslo todo  del  atendiendo  solamente  á  obedecerle,  é  se- 
guirle é  buscar  su  reino. 

Llégame  al  ánima  la  afición  que  v.  m.  tiene  por  mí  y 
los  demás  sus  servidores.  A  mí  me  detienen  obligaciones 
de  viudas  y  menores  á  mi  cargo  y  de  amigos ,  ultra  la  fami- 
lia ,  y  ser  patria  que  tengo  en  menos  con  obligación  de  ma- 
yor importancia  ó  apariencia  de  mayor  fruto.  Estoy  muy 
aparejado  de  mudarme  cómo  y  dónde  Dios  fuere  servido; 
pero  por  mi  imaginación  ó  particulares  respetos  ó  miedos, 
no  querría  errar  con  mis  elecciones.  Si  en  esto  me  yerro, 
suplico  á  V.  m.  me  lo  avise,  porque  mi  deseo  no  es  otro  que 
acertar  en  lo  que  soy  obligado. 

Volviendo  al  público  por  guerra  no  veo  apariencia  de 
mejoría  ,  con  la  experiencia  que  habernos  visto  de  diez  años. 


364 

loque  con  paz  y  paciencia,  y  buena  orden  y  policía  con  buen 
ejemplo  y  dolrina  de  los  superiores,  y  con  mansedumbre  y 
para  edificación,  se  podria  esperar  con  la  ayuda  de  Dios.  La 
demasía  y  desenfrenamiento  del  pueblo  con  paciencia  y 
buena  orden  se  podria  remediar,  'y  el  príncipe  de  Orange 
podria  ser  gran  parte  por  la  opinión  que  tiene  el  pueblo  con 
él  en  general ,  si  cesasen  desconfianzas  que  le  hacen  recatar 
y  á  lodo  el  pueblo:  que  aunque  la  mayor  parte  hace  profe- 
sión de  católico,  «stan  lan  escarmentados  de  las  guerras  pa- 
sadas, en  que  ha  sido  el  daño  y  peligro  común,  y  tan  can- 
sados de  los  castigos  y  rigores  que  han  visto  sin  fruto ,  que 
al  respeto  hablan  de  ser  agora  mayores,  que  entiendo  ó 
temo  que  no  habrá  partido  que  no  abrace  á  trueque  de  ex- 
cusar el  peligio  común:  deste  conviene  buscar  medio  para 
asegurarlos.  El  archiduque  Malhías ,  que  es  bien  instruido  y 
de  buenas  costumbres  y  ejemj)lo,  á  loque  dicen,  lo  podria 
ser  con  ayuda  de  Dios ,  y  se  podria  esperar  gran  bien  ,  por- 
que, á  Dios  gracias,  las  razones  y  argumentos  de  nuestros 
adversarios  se  hanenílaquecido  con  la  verdad  que  está  des- 
cubierta de  nuestra  parte.  Yo  digo  como  á  liento  y  con  la  li- 
cencia que  V.  m.  me  ha  dados  los  medios  que  me  parecen, 
fundándome  en  paz  y  no  en  guerra,  misericordia  y  no  ri- 
gor, hermandad  y  confianza  y  no  enemistad  ni  sospechas. 
Si  me  he  alargado,  v.  m.  corrija  mis  faltas  y  las  atribuya  á 
este  mi  deseo  que  en  esto  aspira  al  servicio  de  Dios  y  de 
S.  M.*^,  no  otra  cosa  alguna ;  y  si  para  esto  alcanzase  otros 
medios,  los  avisarla  á  v.  m.  y  los  abrazarla  de  muy  buena 
voluntad ,  pues  no  puedo  tener  mayor  bien  que  tenerla  de- 
dicada á  esto. — Cerrada  á  23. 

Anteayer  entró  aquí  el  archiduque  Mathías  y  se  le  hizo 
solemne  recibimiento;  dicen  mili  bienes  de  su  modestia  y 
buena  institución;  habla  bien  lalin,  alemana  italiano,  y 


3(>2 

luego  tomará  el  francés.  Yo  no  le  he  vislo ;  los  que  lo  han 
hecho  dicen  que  es  ver  á  la  reina  nuestra  señora ,  su  her- 
mana, que  esperan  será  buena  intercesora  para  que  S.  M.** 
lo  declare  por  gobernador  destos  Estados,  y  por  su  medio 
haga  cesar  la  guerra  que  se  amenaza,  con  que  seria  fácil- 
mente posible  que  ganase  los  corazones  enagenados,  y  re- 
conociesen este  beneficio  segundo  mejor  que  el  primero.  Per- 
done Dios  á  los  que  han  tenido  la  culpa.  Atribuyámoslo  á 
nuestros  pecados  por  no  errar  en  otros  juicios.  Iterum  vale. 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  á  la- 
yas. De  la  Peña  de  Aracena  á  25  de  abril  de  1578. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm  585. 

ILLUSTRE    SEÑOr   MIÓ. 

Aun  hasla  agora  no  he  convalecido  de  la  flaqueza  con- 
que vine  á  esta  Peña;  mas  consuélame  este  retiramiento,  y 
mucho  mas  la  esperanza  de  que  S.  M.^  ha  de  ser  contento 
de  que  yo  use  por  algunos  dias  ó  años  del ,  teniéndome  por 
útil  para  otra  vida,  ó  haciendo  Dios  lo  ordene  como  sea 
mas  á  su  servicio. 

Por  mi  indisposición  no  escribo  al  señor  don  Luis  Man- 
rique hasta  tener  mejor  tiempo,  y  estoy  con  grandísimo 
deseo  de  ver  letra  de  su  señoría  y  de  v.  m.,  que  son  mi 
consuelo  en  todos  mis  destierros.  A  su  señoría  besólas  ma- 
nos. Prospere  Nuestro  Señor  la  illustre  persona  y  casa  de 
v.  m.  en  su  servicio.  En  la  Peña  de  Aracena  25  de  abril 
4578. — Illustre  señor. — B.  I.  m.  de  v.  m.  su  siervo  obliga- 
dísimo, Arias  Montano.— Ttene  rúbrica. 


363 

Sobre. — Al  illustre  señor  Gabriel  de  Zayas,  mi  señor, 
del  Consejo  de  S.  M.*^  y  secretario  de  Estado. — En  corle. 


Copia  de  carta  original  del  doctor  Arias  Montano  á  S.  M,^ 
De  Seüilla  á  25  íie  mayo  1578. 

(Recibida  en  6  de  Junio.) 

Retratos  para  la  biblioteca  del  Escorial. — El  embajador  de  Roma. — 
El  secretario  Girgos. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm.  583. 
S.  C.  R.  M.*» 

Don  Luis  Manrique  me  ha  escrito  la  merced  que  V.  M.** 
me  ha  hecho  en  tenerse  por  servido  que  yo  quede  en  la 
Peña  recogido  y  depositado ,  mientras  que  Dios  próspera- 
mente torna  á  V.  M.**  de  sus  Corles  de  Aragón,  para  ser- 
virse entretanto  aquí  de  mí  por  capellán,  que  haga  tal  ofi- 
cio en  esta  su  ermita,  y  después  mandarme  lo^que  mas 
fuere  su  servicio  en  que  yo  pueda  emplearme.  Beso  los 
reales  pies  de  V.  M.**  por  esta  merced,  y  suplico  á  Dios 
muestre  su  grande  y  particular  providencia  en  favor  de  sus 
reales  intentos  y  negocios;  y  tengo  esperanza  que  este  mi 
retiramiento  no  será  sin  algún  ejercicio  que  agrade  á  V.  M.** 
siguiendo  el  mandato  que  V.  M.*^  por  via  de  Zayas  me  hizo. 

He  escrito  al  secretario  Girgos  que  prosiga  el  servicio 
de  V.  M.**  en  lo  que  toca  á  la  buena  expedición  de  los  re- 
tratos para  la  librería  real,  sobreseyéndose  por  agora  en 
los  de  los  antiguos  y  gentiles ;  porque  en  los  colores  destos 
no  se  puede  bien  acertar  adivinando,  y  los  de  Escritura  po- 


364 

drán  poco  á  poco  traerse ,  siendo  S.  M.**  dello  servido,  los 
propios  originales,  ó  los  vaciados  y  contrahechos  de  los  ori- 
ginales, que  forma  habrá  para  todo. 

No  puedo  dejar  de  traer  á  la  memoria  á  V.  M."*  que  en 
caso  que  haya  de  mudar  el  embajador  de  Roma,  el  dicho 
Girgos  importará  á  su  real  servicio  tenerlo  allí  para  dar 
noticia  y  luz  al  sucesor  de  la  prática  de  todos  negocios,  por- 
que sabe  mucho  de  todos,  y  es  muy  bien  intencionado,  y 
para  muchas  cosas  particulares  del  servicio  de  V.  M/  será 
muy  á  propósito,  y  podráse  entretener  allí  con  poca  costa 
de  V.  M/,  porque  él  está  medianamente  proveído  por  lo 
que  ganó  con  su  industria  los  años  pasados  por  vía  de  sus . 
letras  y  con  la  merced  que  V.  M.^  le  ha  hecho.  Podríase 
quedar  allí  con  cualquiera  título  de  servicio  de  V.  M.^  co- 
mo es  con  el  que  tiene  de  fator  del  Estado  de  Milán ,  que 
aunque  lo  tiene  por  provisión  del  gobernador  de  Milán,  creo 
bien  seria  mas  al,  servicio  libre  de  V.  M.*  tenerlo  de  su 
mano  real  como  lo  tienen  todos  los  demás  fatores  de 
sus  estados  y  señoríos  que  en  aquella  corte  están.  Como 
quiera  que  sea,  soy  cierto  cumple  al  servicio  de  V.  M.** 
que  un  tan  hábil  y  tan  buen  hombre ,  tan  limpio  y  sin  co- 
dicia, no  deje  jamás  de  estar  empleado  en  servicio  de  V.  M.* 
Cuya  real  persona ,  corona  y  casa  Dios  prospere  para  glo- 
ria de  su  santo  nombre  y  bien  de  sus  reinos.  En  Sevilla  25 
de  mayo  1578.— S.  C.  R.  M.^— Criado  y  capellán  de 
V.  M.*^  que  sus  reales  pies  besa,  Arias  Montano. —  Tiene 
rúbrica. 

Sobre. — A  la  S.  C.  R.  M.**  el  rey  nuestro  señor. — En 
manos  del  secretario  Zayas. 


355 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  á 
Zayas.  De  la  Pena  de  Aracena  á  13  de  junio  1578. 

(Recibida  en  3  de  Julio  I 

Le  felicita  por  el  alivio  que  nota  en  su  indisposición. — Objetos  re- 
galados para  el  servicio  de  su  casa. — Le  encarga  que  dé  en  su 
nombre  las  gracias  á  Gaztelu  por  cierta  suma  que  le  ha  mandado 
á  cuenta  de  su  ayuda  de  costa. — El  duque  de  Alba.  —  Desea 
tener  noticias  de  la  corte. — Triunfo  alcanzado  en  Portugal  por 
ciertos  caballeros  españoles  á  propósito  de  su  hidalguía. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm.  583. 

ILLÜSTRE    SEXOR    MIÓ. 

La  hora  que  recibí  la  de  v.  m.  en  esta  Peña,  que  fué  á 
los  12  deste,  afirmo  á  v.  m.  que  estaba  yo  triste  con  un 
terrible  deseo  y  cuidado  por  saber  de  su  salud  y  del  suceso 
de  la  indisposición  pasada  de  pujamiento  de  sangre  que- 
mada, que  suele  ser  materia  de  melancolía,  aunque  esta  ya 
no  es  razón  que  reine  en  v.  m.  por  via  de  imaginaciones, 
como  quien  tan  bien  entiende  qué  cosa  es  ella,  y  qué  cosa 
es  todo  el  mundo  y  su  gloria.  Alivióme  grandemente  la  carta 
con  la  buena  nueva  de  la  mejoría  y  prudente  preparación 
para  lo  de  adelante,  que  Dios  conserve  en  todo  bien. 

El  calor  y  la  sequía  del  tiempo  bien  sé  que  han  de  dar 
pesadumbre,  mas  también  esto  moderará  v.  m.  con  buen 
aposento,  y  huir  del  sol  et  húmido  victUy  que  para  todo 
conviene  á  su  complexión. 

Yo  habia  ido  á  visitar  mis  hermanos  y  sobrinos  en  Se- 
villa, y  á  estorbar  un  camino  al  señor  Diego  Diaz,  que  á  su 


566 

flaqueza  no  le  estaba  bien  en  este  tiempo,  y  huyendo  del 
calor  y  de  la  frecuencia  de  la  ciudad,  me  torné  á  mi  cueva 
donde  jamás  hay  calur,  y  agora  casi  cada  dia  llueve.  Estan- 
cia es  que  por  ninguna  ciudad  la  trocaria  si  tuviese  á 
vs.  mds.  los  que  en  esa  corte  amo,  siquiera  cuatro  leguas 
de  aquí,  como  los  tengo  presentes  perpetuamente  en  mi 
imaginación,  non  sine  desiderio  et  votis.  Usaré  deste  tiempo 
que  S.  M/  me  ha  hecho  gracia,  en  la  cual  suplico  á 
V,  m.  me  conserve  con  su  prudencia  y  en  la  buena  opinión 
en  que  v.  m.  me  ha  puesto  con  las  gentes;  y  de  mi  parte 
yo  procuraré  encomendarme  á  Nuestro  Señor,  que  v.  m. 
jamás  se  arrepienta  de  lo  que  de  mí  ha  hecho  entender  á 
los  que  le  conversan.  Ansímismo  suplico  lo  que  por  otras, 
que  desde  ahí  ó  donde  v.  m,  estuviere  no  cese  de  me  con- 
solar con  su  letra  y  nueva  de  salud. 

Yo  pienso  salir  pocas  veces  del  distrito  de  la  Peña,  que 
para  mi  ejercicio  á  pié  es  bastante.  Aquí,  como  á  recien  ve- 
nido de  tan  larga  ausencia,  no  me  faltan  visitas  y  hospeda- 
jes, y  hasta  agora  no  son  bien  tratados  por  mi  pobreza,  y 
porque  no  hallé  en  mi  casa  cosa  de  cuantas  dejé  para  servi- 
cio ni  uso,  que  aunque  eran  pobres  me  podían  servir  en  el 
campo  y  excusar  de  juntar  agora  otras  para  dejar  otro  dia, 
si  S.  M.**  no  me  alarga  la  licencia;  por  esto  supliqué  á  v.  m. 
mandase  á  Guadarrama  que  me  proveyese  de  una  caja  de 
cuchillos  de  Valladolid  ,  y  v.  m.,  como  suele,  tomó  lo  mas 
breve,  y  quísome  proveer  áe  los  de  su  casa ,  porque  donde 
quiera  que  yo  esté  tu  nobis  fomiliarem  instruas  rem.  Dios 
pague  á  V.  m.  el  cuidado  que  de  mí  tiene,  que  sí  pagará 
por  la  caridad  que  á  esto  le  mueve. 

Los  caracoles  de  que  el  señor  marqués  de  los  Velez  me 
hace  merced,  no  querría  se  me  trajesen  acá  donde  no  tengo 
por  agora  permanencia,  ni  allego  mas  que  lo  necesario  pa- 


367 

ra  vivir  y  hospedar  algunos  amigos,  y  ansí  se  estañen  po- 
der de  Sebastian  Pérez  y  de  Pedro  Martínez  las  demás  co- 
sillas  raias  como  son  libros  y  caracoles.  Suplico  á  v.  m. 
agradezca  el  señor  Gaztelu  el  cuidado  que  tiene  de  hacér- 
mela, porque  ayuda  en  esto  á  v.  m.;  y  cierto  parece  claro 
que  en  la  mayor  necesidad  Dios  proveerá  mi  pobreza  y  ver- 
güenza, porque  yo  no  me  atreviera  á  escribir  al  señor  Gaz- 
lelu  sobre  los  quinientos  ducados  que  restaban  de  la  ayuda 
de  costa,  por  no  darle  la  molestia  de  que  mandase  cobrarlos, 
y  él  lo  ha  hecho  como  quien  es,  mandándome  enviar  poder 
á  Pero  Martínez  á  quien  le  vendrá  también  á  cuento,  por- 
que estos  dias  me  he  ¡do  valiendo  dél,  librando  en  él  algu- 
nos ducados  que  he  buscado  prestados  en  Sevilla ,  y  agora 
le  escribo  que  embolse  lo  que  ha  pagado  ,  y  me  envíe 
acá  doscientos  ducados. 

Gran  pena  me  ha  dado  lo  que  v.  m.  me  ha  escrito  de  la 
indisposición  del  duque  d'Alba,  aunque  rae  la  ha  mitigado 
con  afirmarme  quedaba  mejor.  Dios  dé  á  su  Excelencia  la 
salud  y  prosperidad  que  le  desean  ios  que  conocen  su  valor 
y  el  provecho  que  semejantes  ministros  hacen  en  la  repú- 
blica cristiana ,  y  la  que  habemos  menester  ios  suyos :  que 
yo  por  V.  m. ,  y  por  mí  sé  jurar  que  no  tenemos  otro  arrimo 
humano  mas  firme  ni  mas  cierto  que  este.  Hele  suplicado 
por  cierta  relación  importante  á  mi  contento  y  á  mis  estu- 
dios, y  no  querría  que  disimulase  con  mi  deseo.  V.  m.  me 
la  haga  de  interceder  y  solicitar  por  su  parte,  que  luego  en- 
tenderá su  Excelencia  el  sugeto  que  aquí  no  declaro. 

Suplico  á  V.  m.  me  avise  si  será  cierta  la  jornada  de 
Monzón  y  para  cuando.  Dios  la  encamine  para  bien  público 
y  de  las  cosas  de  Flándes,  que  me  tienen  con  cuidado.  Deseo 
saber,  que  acá  no  se  sabe  cosa  del  mundo,  ni  de  Aracena 
allende,  y  no  es  lo  peor  que  tiene  esta  tierra. 


568 

En  mi  poder  no  hay  libro  alguno  de  la  impresión  de 
Plantino ,  ni  mas  que  un  pequeño  breviario  de  camino ,  de 
que  uso.  Yo  he  escrito  á  Luis  Pérez  que  me  envíe  un  cofre 
de  libros  mios  y  entre  ellos  pido  un  breviario  y  un  misal  de 
octavo.  Si  me  viniere  por  Sevilla  lo  enviaré  á  v.  m.,  cuya 
illustre  persona  y  casa  Nuestro  Señor  prospere  en  su  ser- 
vicio. A  todos  esos  mis  señores  beso  las  manos  mili  veces  y 
muy  nombradamente  al  Illustrísimo  Kevenhuiller,  cuya  me- 
dalla deseo  en  extremo  en  esla  soledad.  De  la  Peña  de  Ara- 
cena  13  de  junio  i 578. — Illustre  Señor.  B.  1.  m.  de  v.  ra. 
su  siervo  obligadísimo.  Arias  Montano. —  Tiene  rúbrica. 

Grande  contento  me  ha  dado  la  vitoria  que  han  habido 
los  castellanos  que  están  en  Portugal  en  la  causa  justa  que 
defendían,  la  cual,  después  de  Dios,  refieren  á  S.  M.**,  y  al 
señor  embajador  y  á  v.  m. ;  y  porque  los  Martínez,  ad  per- 
petuam  reí  tnemoriam,  quieren  dejar  muy  claro  y  asentado 
lo  que  toca  al  particular  de  su  linaje  conforme  á  las  pro- 
banzas honradísimas  que  dello  tienen  hechas  á  propósito 
desta  causa,  que  locan  á  caballeros  y  otras  personas  princi- 
pales de  Andalucía  y  Portugal,  suplico  á  v.  m.  en  lo  que 
en  este  particular  fuere  menester ,  prosiga  en  favorecerlos 
con  S.  M,*^  y  con  los  ministros  de  Portugal.  La  justicia  de 
los  treinta  y  tantos  que  han  dado  por  buenos  era  clara ,  y 
la  de  ios  Martínez  clarísima :  que  bastan  las  probanzas  he- 
chas en  Portugal  con  mucha  autoridad  y  conlradicion  de 
parle ,  sin  las  hechas  en  Castilla  con  requisitorias  de  Por- 
tugal, que  son  cumplidísimas.  Obligados  tiene  v.  m.  á  todos 
aquellos  desagraviados:  bendito  sea  el  que  tal  ánimo  le 
pone  para  hacer  bien  á  muchos. 

Sobre. — Al  Illustre  señor  Gabriel  de  Zayas,  mi  señor, 
del  Consejo  de  S.  M.*^  y  su  secretario  de  Stado. — En  corle. 


369 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  á  Zayas. 
De  la  Pena  de  Ar aceña  á  ÍQ  de  octubre  1578. 

(Recibida  en  30  del  mismo.) 

Descripción  de  la  Pena  de  Áracena. — Desea  que  S.  M.«i  sea  patrono 
de  su  ermita. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm.  583. 

ILLUSTRE   SEÑOR. 

Por  no  haber  visto  en  cuanto  he  andado  de  España,  ni 
aun  de  otras  provincias ,  un  sitio  semejante  á  este  de  la 
Peña  de  Aracena,  en  el  cual  concurren  muchas  cosas  na- 
turales, que,  cuando  se  hallan  cada  una  por  sí,  son  muy 
eslimadas,  como  son  altura  del  lugar,  templanza  del  cielo 
y  sanidad  de  la  habitación,  abundancia  de  aguas,  anchura 
de  cielo  y  muy  muchas  otras  partes  á  propósito  de  un  aco- 
modado retiramiento,  he  pensado  muchos  dias  ha  ser  este 
lugar  digno  de  ser  poseído  de  un  rey,  mayormente  no  ha- 
biendo en  esta  Andalucía  estancia  mas  fresca  para  el  eslío 
que  esta,  y  estando  catorce  leguas  de  Sevilla,  y  no  tan 
grandes  que  con  buena  cabalgadura  no  se  puedan  andar  en 
un  dia ;  y  siendo  toda  la  tierra  de  en  torno  fresca  y  abun- 
dante de  aguas,  y  de  vino  y  frutas,  y  no  falta  de  caza,  si 
se  guardase  con  un  poco  de  cuidado,  lo  cual  se  hará  sin  daño 
de  las  heredades  por  ser  la  tierra  montosa,  y  que  está  todo 
el  año  verde.  Persuádase  v.  m.  que  todas  las  parles  necesa- 
rias para  recreación  de  un  príncipe  tiene  este  lugar,  excepto 
los  edificios  que  son  de  un  pobre  estudiante  como  yo.  Con 
lodo  esto  antes  que  de  aquí  saliese,  trece  años  há ,  valia  mas 

Tomo  XLI.  24 


570 

que  tres  mili  ducados  el  edificio  que  yo  tenia  hecho  en  igle- 
sia ,  casa ,  estudio ,  huerta ,  y  viña  y  prado,  que  todo  esto 
está  sobre  lo  llano  de  la  Peña,  y  agora  con  esta  licencia 
que  S.  M/  me  ha  dado  para  estar  aquí  hasta  que  sea  de 
otra  cosa  de  raí  servido,  he  ido  reparando  algo  de  lo  que 
hallé  arruinado  y  destruido  por  negligencia  de.  un  criado 
mió,  que  dejé  en  mi  casa.  Por  estas  razones  y  porque  con 
lodo  cuanto  soy,  valgo  y  tengo,  aunque  todo  es  poquísimo, 
deseo  servir  á  S.  M/,  escribí  á  v.  m.  estos  dias  pasados 
ofreciese  de  mi  parte  este  sitio  á  su  real  servicio ,  y  todavía 
estoy  en  el  mismo  propósito ,  y  me  daria  grande  lástima  se 
quedase  este  lugar  sin  patrón  después  de  mis  dias,  y  se 
tornase  al  estado  en  que  yo  lo  hallé  cuando  vine  á  él  prime- 
ramente, que  era  un  eriazo  y  zarzal  espesísimo. 

Para  conservarse  en  el  estado  en  que  yo  lo  tengo,  basta- 
rá el  precio  de  los  frutos  que  pueden  esperarse  de  lo  que  yo 
en  ello  he  plantado  y  ordenado,  que  serán  mas  de  quinien- 
tos reales  en  cada,  un  año,  cuando  por  cuatro  años  fuese  en 
continuación  el  reparo  y  plantación  que  he  hecho,  y  con 
esto  será  habitable  para  cualquiera  caballero,  para  habitarlo 
un  príncipe.  Agua,  y  piedra,  y  monte,  y  cal.hay,  todo  muy 
cerca,  para  cuanto  se  quisiese  edificar;  y  entreteniéndose 
ansí  debajo  del  nombre  y  título  de  algún  pairen  poderoso, 
no  faltará  en  todo  tiempo  persona  que  lo  quiera  habitar, 
ora  sea  estudiante  para  pasar  con  reposo  sus  estudios ,  ora 
algún  eclesiástico  amigo  de  aprovechar  con  buena  doctri- 
na, porque  hay  aquí  buena  disposición  para  ello;  pues  son 
mas  de  mili  casas  las  que  están  derramadas  por  estos  mon- 
tes de  Aracena,  en  las  cuales  quien  enseñare  sin  interese 
ganará  mucho  para  con  Dios, 

Este  sitio  está  en  término  de  Aracena,  que  es  lugar  de 
mili  vecinos,  dos  leguas  dé!,  por  un  camino  fresco;  la  una 


571 

legua  es  del  mas  hermoso  camino  de  España,  y  ansí  cae  en 
la  jurisdicion  de  S.  M/,   que  todos  estos  montesinos  son 
sus  vasallos.  El  sitio  de  la  Peña  es  anejo  al  priorato  de  la 
iglesia  mayor  de  Sevilla,  como  lo  son  todas  las  mas  ermitas 
de  este  arzobispado,  de  las  cuales  están  ya  algunas  enaje- 
nadas en  poder  de  flaires,  porque  los  priores,  teniendo  poco 
provecho  de  las  ermitas,  y  antes  costa  en  visitarlas  y  repa- 
rarlas, fácilmente  las  han  cedido  á  quien  las  beneficie ;  las 
otras  han  dado  y  dan  á  ermitaños  que  las  habiten  ,  porque 
no  se  caigan  del  todo.  Yo  hube  esta  del  prior  mas  ha  de  25 
años,  con  contrato  de  dos  vidas  de  mi  compañero  que  mu- 
rió aquí  sirviendo  á  Dios  y  mia.  Tengo  confirmación  apostó- 
lica del  contrato,  y  cualquiera  prior  será  contentísimo  de 
que  S.  M.*^  sea  patrón  de  la  ermita  y  se  sirva  del  sitio; 
porque  ninguno  querrá  encargarse  de  entretener  lo  que  yo 
aquí  dejare,  aunque  sea  á  costa  de  los  frutos ,  no  siendo  el 
mismo  prior  aficionado  á  vivir  en  el  campo,  ni  pudiéndolo 
hacer,  porque  ha  de  residir  en  su  priorato  en  la  iglesia;  y 
solo  el  nombre  de  S.  M.*^  y  de  sus  sucesores  entreterná  y 
sustentará  esto  con  algún  alcaide  natural  de  la  tierra  que 
ponga  aquí  el  que  lo  fuere  del  Alcázar  de  Sevilla ;  y  por  mi 
vida  ello  se  entreterná  con  orden  que  yo  podré  dejar,  aun- 
que esté  en  otra  parte  sirviendo  á  S.  M.,  y  me  esforzaré  á 
mejorarlo  entendiendo  que  es  de  S.  M/,  y  por  el  contrario, 
pensando  que  mañana  moriré  y  quedará  esto  sin  dueño, 
perderé  el  ánimo  y  propósito  que  tengo  de  mejorarlo.  Por 
no  ser  mas  largo  no  especifico  por  agora  las  particularida- 
des que  aquí  hay,  que  son  muchas  y  muy  buenas,  y  sien- 
do S.  M.'*  servido,  lo  haré  en  otra. 

Cuanto á  los  francolines  y  faisanes,  tengo  por  cierto "feer 
esta  tierra  tan  dispuesta  para  ellos  cuanto  todos  los  lugares 
donde  los  he  visto  en  Aragón,  Gatalunia,  Italia  y  Silva  Ar- 


372 

dueña;  porque  perpetuamente  tiene  verdura  de  monte,  y 
pasto  de  yerba  y  diversos  frutos  que  caen  de  las  malas,  y  es 
caliente,  donde  jamás  cuaja  nieve  y  abunda  en  muchas  par- 
tes de  agua,  y  es  muy  larga  esta  montaña;  y  cometiéndose 
la  guarda  dellos  á  un  ministro  de  justicia  como  es  el  gober- 
nador del  Estado  de  Almonester,  se  podrían  multiplicar  en 
breve  tiempo.  V.  m.  proponga  esto  á  S.  M.*  para  que  de 
mí  y  de  todo  disponga  como  mas  á  su  servicio  fuere ,  de 
que  el  prior  de  Sevilla  será  contentísimo  de  que  S.  M.^  sea 
patrón  desta  Peña.  Yo  puedo  bien  prometer  y  darlo  con- 
cluido en  sabiendo  que  S.  M/  es  dello  servido.  Nuestro 
Señor  prospere  la  illuslre  persona  de  v.  m.  en  su  servicio 
y  de  nuestro  rey.  En  la  Peña  16  de  octubre  i  578. — B.  I.  m. 
de  v.  m.  su  servidor,  Arias  Montano. —  Tiene  rúbrica. 

Sobre. — Al  Illustre  señor  Gabriel  de  Zayas,  mi  señor, 
del  Consejo  de  S.  M.''  y  su  secretario  de  Estado. 


575 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  á  Za^ 
yas.  De  la  Peña  de  Aracena  ái  de  enero  1579. 

(Recibida  á  SI  del  mitmo.  — Reipondida  á  S6del  miimo  y  guirdese.) 

Quéjase  de  los  muchos  huéspedes  que  le  molestan,  distrayéndole  de 
sus  esludios  y  pidiéndole  recomendaciones. — Prefiere  su  retiro  á 
vivir  como  particular  en  la  corte. — Fallecimiento  del  embajador 
de  Venecia,  y  gusto  que  tendria  en  servir  aquella  plaza. — 
Muerte  del  capitán  Aldana. — Marcos  NuSez. — Plantino. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm.  583. 

ILLUSTRE   SEÑOR    MIÓ. 

La  de  V.  m.  de  21  del  pasado  recibí  en  5  deste,  que  fué 
parte  para  me  consolar  mucho  de  tristezas  que  jamás  cesan 
de  acosarme  con  nuevas  de  muertes  de  parientes  y  amigos 
en  España  y  en  diversas  otras  partes:  alabado  sea  Nuestro 
Señor  por  todo;  él  rae  guarde  á  v.  m.  y  á  las  prendas^que 
en  esa  corte  me  ha  dado ,  cuyas  cartas  y  buenas  nuevas 
me  dan  grande  consuelo;  y  ansí  suplico  á  v.  m.  por  amor 
de  Nuestro  Señor,  y  por  el  que  sé  bien  que  me  tiene,  me  la 
haga (1)  me  este  contento  de  buenas  nuevas  de  su  sa- 
lud y  de  esos  mis  señores  las  mas  veces  que  fuese  posible. 

Por  haberme  v.  m.  demandado  el  modo  que  yo  podría 
pensar  para  aliviar  mis  necesidades  y  proseguir  mis  estu- 
dios, respondí  en  una  larga  que  creo  amohinaría  á  v.  m., 
dejando  el  suceso  á  la  disposición  de  Dios,  y  remitiéndome 

(1)  No  pueden  leerse  algunas  palabras  de  esta  carta  por  estar 
roto  el  papel,  lo  cual  se  indica  por  medio  de  puntos. 


374 

á  V.  m.  en  el  guiarlo ,  y  por  esta  resolución  no  escribo  ago- 
ra acerca  dello. 

Yo  me  he  quejado  siempre  que  después  que  aquí  vine 
jamás  me  han  fallado  huéspedes  ni  otros  desasosiegos  de 
negocios  ágenos,  de  parientes  y  amigos,  y  como  yo  fui 
muy  conocido  desde  mochacho  y  acerté  á  hallar  este  sitio 
en  parte  tan  cercada  de  parientes,  que  desde  aquí  hasta  Mé- 
rida  y  Badajoz,  que  son  20  leguas,  yá  Mora,  en  Portugal, 

que  son ánles  200  casas  conocidas  de  parientes,  nunca 

me  faltaban  visitas  y  embaraz como  v.  m.  escribe  era 

otro  tiempo,  y  otra  edad,  y  otro  pensamiento  el  de  ellos: 
que  el  mió  no  se  ha  alzado  del  suelo  hasta  agora  por  bene- 
ficio de  Nuestro  Señor,  y  era  vivo  Roano,  mi  compañero, 
que  sabía  entretener  y  despedir  los  visitantes  á  sus  tiempos. 
Después  que  entré  en  casa  de  S.  M.^  pasan  las  casas  de 
parientes,  veros  ó  apellidados,  de  seiscientas,  sin  los  de 
Sevilla  y  Andalucía,  y  los  pensamientos  del  menor  dellosy 
las  esperanzas  ó  espettativas  puestas  sobre  el  cielo  de  Júpiter. 
Estos  me  han  dado  mal  rato  cada  dia  con  visitas,  y  no  ha 
bastado  decirles  que  tan  Arias  Montano  soy  como  fui ,  y  no 
seré  mas,  antes  por  ventura  menos,  lo  cual  no  pueden  oir 
sino  me  desafian  y  afrentan  sobre  ello,  imaginándose  que 
los  apoco  en  esta  bajeza  destado  en  que  me  estuve  y  estoy. 
Aunque  no  me  declaré  tanto  como  esto  en  aquella  carta  de 
24  de  noviembre,  me  quejé  á  v.  m.  de  la  molestia  que  re- 
cibía, ansí  por  no  hallarme  aquí  tan  solo  como  yo  querría 
para  mis  intentos,  como  por  la  poca  posibilidad  que  tengo 
para  cumplir  como  es  razón  con  los  huéspedes  y  con  otras 
necesidades  precisas  de  algunas  personas  que  yo  tenia  obli- 
gación de  ayudar,  si  pudiese,  y  con  esta  queja  descansaba 
con  V.  m.  que  me  ama  y  tiene  noticia  y  experiencia  de  se- 
mejantes cosas.  , 


o /o 


La  compasión  que  v.  m.  ha  tenido  de  mí  ha  pasado 
mas  adelante,  que  es  á  querer  mandarme  ir  á  corte  con  re- 
putación y  autoridad,  por  carta  de  S.  M.*^;  y  por  este  ánimo 
que  yo  bien  conozco  en  v.  ra.,  y  por  el  deseo  que  tiene  de 
que  yo  le  vea  comoquerria  y  le  sirva  en  presencia  (aunque 
soy  de  poco  servicio )  le  beso  las  manos  mil  veces  y  suplico 
á  Nuestro  Señor  le  dé  el  galardón  que  nunca  falta  á  seme- 
jantes propósitos  y  beneficios ;  mas  pues  v.  m.  manda  que 
libremente  hable  ó  declare  mi  pecho  en  carta,  certifico  á 
V.  m.  con  todas  las  prendas  que  puedo,  que  ningún  deseo 
ni  propósito  tengo  de  salir  desta  estancia,  á  lo  menos  para 
corte,  si  no  fuese  para  otro  lugar  mas  retirado  y  solo  que 
este ,  aunque  no  tuviese  las  bellezas  naturales  que  este  tiene, 
que  juntas  todas  no  creo  hay  en  Europa  pieza  que  le  lleve 
ventaja ;  y  no  teniendo  yo  otra  cosa  que  poder  ni  deber  de- 
sear en  corte  sino  la  conversación  de  v.  m.  y  del  señor  don 
Luis  Manrique,  y  del  regente  Sapena  y  muy  pocas  mas 

que vistas  que  me  suceden  y  pueden  ayudará  mis  stu- 

dios  y  á  la  salvación  de  mi  ánima  con  su  ejempo  y  plática, 
y  estando  todos  también  ocupados  en  sus  ministerios ,  y  no 
teniendo  yo  alguno  forzoso  que  me  obligue  á  residir  en  cor- 
le ,  sufriré  la  pena  que  siento  deseando  sus  presencias  con 
el  alivio  desús  cartas,  y  con  esperanza  de  visitarlos  alguna 
vez  de  año  á  año ,  cuando  S.  M.  me  hubiese  hecho  la  mer- 
ced de  dejarme  continuar  en  mi  retiramiento ,  que  entonces 
terne,  con  el  favor  de  Dios,  libertad  para  ir  á  corte  no  con 
otro  negocio  que  á  besar  las  manos  de  v.  m.,  como  solia  yo 
visitar  cada  año  á  mis  amigos  y  señores  en  Castilla  la  Vieja 
y  emplear  en  esto  tres  meses  ó  cuatro,  comunicándoles  mis 
estudios  del  tiempo  de  atrás  ejercitados  en  esta  Peña ,  en  la 
cual  me  tornaba  á  encerrar  por  el  resto  del  año,  y  á  esta 
vida  deseóle haciéndome S.  M/  merced  para  continuar 


576 

mi  propósito,  y  cuando  olra  cosa  me  manda ndiendo 

ser  ansí  su  voluntad  y  servicio  lo  haré;  empero  por  lo  me- 
nos la  merced  que  me  ha  hecho  de  dejarme  aquí  depositado 
hasta  su  felice  tornada  de  Cortes  de  Aragón,  no  me  la  revo- 
cará, según  espero,  ni  v.  m.  por  amor  de  Dios  trate  de  se- 
mejante cosa ;  porque  aunque  aquí  tengo  por  agora  el  em- 
barazo que  á  V.  m.  he  significado,  hay  comodidad  para 
emplearse  un  hombre  en  ejercicios  del  servicio  de  Dios  y 
bien  de  algunos  fieles  que  están  por  esta  montaña  tan  ham- 
brientos de  dotrina  y  de  otros  ministerios  eclesiásticos,  de 
que  en  corte  y  otras  partes  hay  abundancia;  y  también  es- 
pero que  esta  concurrencia  de  visitas  avadará,  porque  mu- 
chos vienen  á  nombre  de  recien  venido  de  tan  larga  ausen- 
cia; y  con  este  vado,  teniendo  reparado  mi  aposento,  seré , 
placiendo  á  Dios,  señor  de  mas  tiempo  para  ver  mis  libros, 
que  el  que  puedo  tener  en  el  Escorial  ni  en  Madrid.  Al  fin 
no  siendo  yo  sino  un  pobre  criado  de  S.  M.^ ,  sin  ministerio 
alguno  extraordinario  perteneciente  á  su  servicio,  para  la 
vida  privada  entiendo  me  está  mejor  este  retiramiento  que 
el  resplandor  de  corte,  y  S.  M/  no  entiendo  piensa  que  yo 
sea  para  mayor  empleo  que  ser  su  capellán ,  y  desto  le  puedo 
servir  aquí  y  donde  quiera  que  estuviere,  nisiquidy  lu  sua- 
vissime  Zaya,  dissentis ,  á  quien  tengo  mas  respeto  y  mas 
deseo  de  agradar  que  á  persona  de  la  tierra.  En  lo  demás 
me  remito  á  la  mayor  que  á  v.  m.  escribí  antes  desta. 

He  hecho  clérigo  á  un  paje  mió  que  me  habla  servido 
aquí  los  años  pasados,  y  traerélo  aquí  para  que  tome  cargo 
desta  pobre  casa,  y  terne  algún  alivio  con  él  si  tengo  pan 
que  le  dar. 

Por  carta  de  14  de  otubre,  de  Milán,  tengo  nueva  de 
ser  fallecido  el  embajador  de  Venecia,  y  que  habia  nuevo 
embajador,  y  no  me  ha  escrito  v.  m.  cosa  desto,  siendo 


Oí  i 

muy  mi  amigo  y  señor  Guzman  de  Silva.  Algunas  veces 
escribí  á  v.  m.  que  de  i)uena  gana  sirviera  yo  aquella  plaza 
por  ser  retirada  de  frecuencia  de  españoles,  y  de  no  mucho 
negocio  que  me  estorbase  mis  estudios,  y  vecina  la  ayuda 
de  los  estudiosos  extranjeros,  entre  los  cuales  tengo  alguna 
autoridad  y  mucha  amistad  por  merced  de  Nuestro  Señor, 
y  facilidad  para  haber  libros  de  Levante  que  son  á  mi  pro- 
pósito. Emi)ero  como  digo,  no  debo  ser  estimado  por  de 
provecho  alguno,  y  ansí  me  está  mejor  remitirme  á  lo  que 
oíros  de  mí  juzgan  que  á  mi  imaginación,  que  se  puede  bieu 
engañar  con propio. 

Grande  pena  me  ha  dado  la  muerte  del  capitán  Aldana, 
y  no  me  la  ha  aliviado  el  tener  casi  pasado  este  trago  con  la 
sospecha  grande  que  dello  tenia:  siempre  alabado  sea  Dios, 
que  ansí  nos  ha  castigado  por  esta  parte  de  Portugal,  y  nos- 
otros no  sé  como  lo  sentimos. 

Todavía  suplico  á  v.  ra.  favorezca  á  Marcos  Nuñez  en 
lo  que  fuere  posible,  porque  merece  toda  honra. 

En  lo  de  Plantino  escribiré  como  v.  m.  me  manda, 
aunque  no  moviéndose  allá  los  que  son  causa  de  tanto  da- 
ño con  las  cartas  de  la  conciencia,  no  sé  qué  prestará  mi 
letra. 

Huelgo  que  v.  m.  tenga  macho  á  su  contento:  Nuestro 
Señor  se  lo  deje  gozar  y  otros  muchos.  Beso  á  v.  m.  las 

manos  por  la  muía  baya  que  siempre  me  ha  dicho 

mia.  E  yo  sé  bien  que  todo  lo  de  v.  m.  es  mió  para  mi  so- 
corro ,  y  todos  lo  saben ;  mas  no  teniendo  por  agora  propó- 
sito de  ser  cortesano;  podrá  v.  m.  aplicarla  á  otro  uso  que  le 
pluguiere,  porque  para  traerla  acá  seria  inconveniente  el 
luengo  camino  y  vernia  maltratadísima,  y  causaríame  pe- 
na, ultra  que  aquí  no  hay  lugar  para  tanta  caballería  por  la 
carestía  de  la  cebada,  y  porque  ya  en  tres  meses  no  salgo 


378 

inedia  legua  de  la  Peña ,  y  para  esto  me  compran  mis  her- 
manos un  cuartago  en  Sevilla,  que  es  mas  á  propósito  para 
esta  tierra,  y  el  machonazo  que  en  Madrid  compré  sirve 
de  acémila,  y  esto  me  sobraría  aunque  tuviese  mas  pasto 
para  bestias:  que  hay  gente  mucha  por  estos  montes  en 
cuyas  casas  la  cebada  seria  mejor  gastada,  porque  desean 
haberla  para  comerla  con  sus  hijuelos  este  año  trabajoso. 
Con  algunas  cosillas  que  no  coman,  que  aportaren  á  mano 
de  v.  m.,  á  propósito  del  gusto  de  este  retiramiento,  me 
hará  v.  m.  siempre  regalos  como  suele  y  como  lo  ha  sido 
la  caja  de  cuchillos,  que  aunque  no  ha  aun  llegado  acá,  me 
da  contento  pensar  que  viene  de  mano  de  v.  m.,  cuya 
illustre  persona  y  casa  Nuestro  Señor  prospere.  En  la  Peña 
de  Aracena  4  de  enero  1579. — B.  1.  m.  de  v.  m.  su  servi- 
dor obligadísimo.  Arias  Montano. — Tiene  rúbrica. 

A  V.  m.  suplico  encamine  las  que  van  á  Roma,  que  im- 
portan á  la  caridad,  y  las  que  van  á  Pero  Martínez,  que  lle- 
guen á  su  mano.  Y  no  olvide  v.  m.  de  dar  esta  Peña  al 
rey  que  cierto  hace  al  servicio  de  S.  M.'' 

Sobre. — Al  illustre  señor  Gabriel  de  Zayas,  mi  señor, 
del  Consejo  de  S.  M.*^  y  su  secretario  de  Estado. — En  corte. 


379 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  á  Zayas. 
De  la  Peña  de  Aracena  á  22  de  marzo  1579. 

(Recibida  el  19  de  abril.— Kespondida  el  mismo  ) 

Pide  algunas  recomendaciones. — Crítica  de  sus  obras. — Fr.  Fer- 
nando del  Castillo. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm.  583. 

ILLUSTRE   SEÑOR   MIÓ. 

En  grande  manera  deseo  siempre  cartas  de  v.  m.,  que 
son  mi  consuelo  grande,  ó  á  lo  menos  nuevas  cartas  de  su 
salud  ,  y  que  estas  me  viniesen  á  menudo,  y  ha  mu- 
chos dias  que  no  las  tengo  mas  de  que  Pero  Ponce,  por 
una  suya  de  9  deste,  me  escribe  que  v.  m.  quedaba  buena 
al  presente :  sea  Nuestro  Señor  alabado  por  ello. 

Yo  salí  de  Sevilla  con  mala  disposición  de  catarro  y 
calenturillas  que  disimulé,  porque  me  dejasen  venir,  y  cre- 
cióme de  manera  que  me  ha  puesto  muy  flaco.  Bendito  sea 
Dios  que  sabe  mejor  lo  que  rae  cumple.  Desde  allí  envié  á 
V.  m.  cartas  que  habia  escrito  en  esta  Peña,  y  otras  cuyos 
argumentos  se  me  afrecieron  allí;  confio  habrán  llegado  á 
sus  manos ;  después  no  se  rae  ofrecen  raas  que  dos  cosas 
hasta  ver  respuesta  de  v.  m.,  y  antes  que  las  escriba,  advier- 
to á  v.  ra.  que  rae  han  dicho  que  las  cosas  de  los  Martínez 
no  fueron  del  todo  rompidas,  y  holgaría  mucho  se  conser- 
vase su  honor  por  nuestra  parte,  y  también  que  no  perdie- 
se cosa  alguna  Casnedo ,  que  todo  lo  que  ha  remitido  acá 
ha  sido  para  hacer  bien  á  amigos,  y  ansimismo  que  yo  no 


380 

padeciese  detrimento  en  lo  que  tengo  en  su  poder,  porque 
dello  me  valgo  para  mis  necesidades  y  deudas.  Remito  todo 
esto  á  la  prudencia  y  caridad  de  v.  m. 

Pero  Ponce  me  ha  pedido  suplique  á  v.  m.  por  unas  car- 
tas de  recomendación  de  parte  de  S.  M.*^  para  el  papa  y  el 
embajador  de  Roma ,  y  otra  de  v.  m.  para  el  mismo  emba- 
jador]en  favor  de  un  flaire  de  Santo  Domingo,  pariente  suyo, 
que  está  en  esa  corte  de  camino  para  Roma:  díceme  que  v.  m. 
le  ha  dado  otras  para  otro  pariente  ó  amigo  suyo,  y  por  tanto 
no  se  atreve  á  importunarle.  Suplico  á  v.  m.  por  mi  parte  le 
haga  esta,  y  entienda  él  cuan  poco  se  importuna  v.  m.  ha- 
ciendo bien.  Merece  su  bondad  y  toda  buena  amistad,  porque 
también  es  oficioso  y  muy  agradecido ,  como  lo  muestra  la 
modestia  desla  intercesión  en  que  á  mí  me  pone  para  con 
V.  m.  Escríbeme  que  v.  m.  le  ha  dado  cierta  caja  que  me 
envíe :  holgaría  fuese  lo  que  Gasnedo  encomendó  en  Roma 
á  monseñor  Fromento ,  para  que  me  trajese  y  lo  consignase 
en  esa  corle  á  v.  m.  ó  á  Martínez,  de  que  por  otra  mia  v.  m. 
sería  avisado  ya  antes  de  agora. 

Entienda  v.  m.  que  mis  ejercitadores,  que  otros  llaman 
émulos,  no  cesan,  porque  parece  debe  ser  esto  cosa  que  me 
cumple,  y  ansí  Dios  lo  permite,  sea  para  gloria  suya  y  bien 
mió.  Ciertos  padres  de  Sevilla  en  aquella  ciudad  y  en  otros 
lugares  de  Andalucía  hacen  diligencias  exquisitas  en  mis 
escritos  muchos  días  ha ,  y  aunque  yo  lo  he  sabido  desde 
antes  que  viniera  á  España,  he  callado  y  sufrido  con  espe- 
ranza, que  por  ventura  sus  diligencias  me  harían  provecho 
hallando  ellos  con  sus  ingenios  y  agudezas  lo  que  ni  mi  ru- 
deza alcanzaba,  ni  la  erudición  y  simplicidad  de  todas  las 
otras  naciones  que  los  leen  y  han  leido ,  han  hallado  en  ellos, 
y  me  avisarían  de  algunas  cosas  que  pudiesen  mejorarse  en 
mi  vida ;  v  nunca  he  hallado  en  todos  ellos  tanta  carídad 


58! 

como  la  hallé  en  el  padre  fray  Fernando  del  Castillo ,  que 
habrá  seis  años  me  advirtió  de  alguna  cosa  que  se  pudo  muy 
bien  mejorar  y  dar  á  entender.  Estos  padres  de  acá  han  to- 
mado otro  modo,  y  es  andar  burlando  de  mis  scritos  ó  de  mi 
nombre,  que  Dios  ha  querido  darme  por  quien  él  es,  en  al- 
gunas conversaciones  en  Andalucía,  y  aun  en  tiendas  de  li- 
breros, y  en  conventos,  de  manera  que  han  escandalizado 
ya  á  algunos  bien  intencionados,  y  apretándoles  que  decla- 
rasen algunos  lugares,  no  lo  han  querido  hacer,  sino  res- 
pondido en  general,  que  no  guardo  en  algunas  cosas  el  es- 
tilo de  las  escuelas,  el  cual  yo  ni  profesé  guardar  en  todo  y 
por  todo,  ni  entendí  deberlo  hacer.  Helo  sentido,  porque 
hallo  mi  consciencia  sana,  y  aunque  callo  y  rue^o  á  los  que 
desto  hablan,  que  no  tomen  pasión  alguna,  me  ha  parecido 
no  debo  pasarlo  sin  dar  noticia  al  Illustrísimo  Cardenal  de 
Toledo  y  al  Consejo  de  Inquisición  en  que  su  Señoría  Illustrí- 
sima  preside,  suplicando  por  el  remedio  que  puede  ser  en  mi 
derecho;  y  ansímismo  escribo  á  S.  M.*  suplicándole  se  lo 
encargue  como  cosa  del  servicio  de  Dios,  y  que  redunda  eo 
honor  de  España,  que  de  mí  no  hago  caso.  V.  m.  con  todo 
secreto,  sin  dar  parte  á  tercero  ninguno,  mirará  en  esto  y 
dará  al  Inquisidor  general  el  pliego  que  con  esta  va;  y  si  le 
pareciere  que  conviene  también  dar  la  que  va  para  S.  M.** 
en  su  mano,  la  dará  sin  dar  á  entender  que  sabe  lo  que 
contiene,  ni  hablar  mas  en  ello  de  lo  que  S.  M.*  fuere  ser- 
vido de  tratar.  Una  cosa  le  podrá  cerliñcar  v.  m.  viniendo 
á  propósito,  que  yo  estoy  muy  saneado  en  mi  conciencia  para 
con  Dios  y  para  con  los  bien  intencionados ,  y  sólidamente 
doctos.  El  proceder  y  suceso  desto  remito  á  la  Divina  Provi- 
dencia, y  que  siempre  me  ha  hecho  grandes  bienes,  y  hará 
si  no  lo  estorban  mis  pecados  y  deméritos.  El  prospere  la 
¡lustre  persona  y  casa  de  v.  m.  en  su  servicio.  En  la  Peña  22 


582 

de  marzo  1579. — B,  1.  m.  de  v.  ra.  su  servidor  obligadísi- 
mo, Arias  Montano. — Tiene  rúbrica. 

A  V.  m.  suplico  mande  encaminar  la  que  va  á  Roma 
para  Gasnedo,  que  importa  mucho  á  la  caridad  y  remedio  de 
una  alma. 

Con  estas  envío  á  v.  m.  la  copia  (i)  de  las  que  escribo 
al  rey  y  al  arzobispo.  V.  m.  comunicará  primero  esto  con 
Sebastian  Pérez ,  el  maestro  del  Cardenal,  que  es  docto  y 
amigo  grande,  y  entiende  estos  negocios  de  flaires,  etc.; 
yo  le  he  escrito  que  bese  las  manos  á  v.  m.  y  hablen  acerca 
desto;  á  otro  ninguno  se  descubra,  porque  yo  entiendo  con- 
venir ansí. 

Ciérrase  esta  á  26  de  marzo,  y  en  esta  hora  recibo  la 
de  V.  m.  de  16  deste,  á  la  cual  respondo  aparte. 

Sobre.  — Al  illustre  señor  Gabriel  de  Zayas ,  mi  señor, 
del  Consejo  de  S.  M.^y  secretario  de  Estado  en  su  mano. — 
En  corte. 

(4)    No  está. 


583 


/    Copia  de  capítulos  de  carta  del  doctor  Arias 
Carpeta  J     Montano  á  Zayas.  De  la  Peña  á  xxvj  de 
(     marzo  i579  ( I). 


Conocimientos  de  Arias  Montano  en  Portugal. 
Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm.  583. 

Acerca  de  las  inteligencias  y  amistades 
que  tengo  en  Portugal ,  lo  que  puedo  decir 
es  que  esta  tierra  está  en  frontera  de  una 
villa  principal  y  antigua,  y  de  las  mejor 
paradas  de  aquel  reino  que  se  dice  Moura. 
En  la  cual  hay  muchos  fidalgos  y  hacen 
buena  vecindad  á  Aroche,  villa  de  S.  M.'', 
antigua  y  fuerte  y  de  honrada  gente.  En 
esta  Moura,  hay  uno  muy  principal  y  de 
grande  crédito  en  el  reino  y  muy  aperen- 
tado  en  corle  y  por  toda  la  tierra ,  que  se 
dice  Alvar  Gómez  de  la  Negrita ,  y  es  señor 
de  una  gran  heredad  y  torre  deste  nombre, 
junto  á  la  raya  de  Castilla ;  tiene  muy  bue- 
na fama  por  esta  tierra  y  mucha  inteligen- 
cia con  lo  mejor  de  Portugal;  sé  que  es 
bien  intencionado  y  tiene  afición  á  S.  M.*, 
porque  él  me  lo  dio  á  entender  siendo  yo 
su  huésped ,  cuando  el  año  pasado  salí  de 
Portugal  para  esta   frontera;  y  en  suma 


(1 )   Las  notas  marginales  de  esta  carta  son  de  mano  descono- 
cida. 


384 

puedo  decir  que  cuando  yo  estuve  allá  se 
trataba  entre  personas  de  cualidad  y  cor- 
dura de  la  sucesión  en  el  reino  (porque 
afirmo  á  v.  m.  tenian  la  determinación 
de  su  rey ,  que  Dios  tenga  en  gloria ,  por 
tal  ruina  suya  y  de  su  reino,  y  muchas  ve- 
ces hablaban  conmigo  desto ,  y  los  mas  bien 
intencionados  al  bien  público  se  inclinaban 
al  rey  nuestro  señor,  allende  de  algunos 
po';u;d?e'n'et'"'.  paiticularcs  que  sé  yo  tenian  por  clara  la 
crito  es  saber  «que  justicia  de  S.  M .** ,  couio  lo  €8  el  doctor  Bor- 

Pedro  Barbosa  tenia 

la  opinión  del  dere-  bosa ,  del  cousejo  del  reu ,  que  es  aquel  que 

cho  de  S.  M.,  lo  cual  ,      <.  . 

me  dijeron  á  mí  allá,  lia  gauado  fama  dc  cristiano  y  rectísimo 

pero  no  lo  oí  del  mis-    .  ,  .  ,,   .  •      .      i        • 

mo.»  y  si  asi  es  que  Jucz  y  dcsapasionadisimo,  y  cierto  le  sigue 
Som«n1,'í%ta''oca"  ^^«ta  fama  con  grande  razón;  este  y  los  que 

sion   bastante    para    ^^^  Jg  gy  opioioU  ticnCn  Cabida  COU  Cl  pUC- 
hacerle  ir  a  Lisboa  á  '  ^ 

▼er  si  prevarica;  no    j^JQ,  y  nie  mOSlrarOU  graudc  afección  y  de- 
sé  si  seria  buen  ach<|-  •/  o  1/ 
que  enviar  altey  con    VOCÍOU  qUC  tCUian  á  S.  M.*^  FuCra  dCStC  Ca- 

jde  pergamino.  ballcro  Ó  fidalgo ,  como  ellos  llaman ,  que  he 

dicho  Alvar  Gómez,  no  tengo  conocimiento 
alguno  en  esta  frontera  si  no  es  con  algunos 
priores  de  villas.  Los  cuales  me  han  escrip- 
to  aquí ,  aunque  yo  hasta  agora  no  los  he 
conversado.  Dentro  en  Lisbona  y  por  aque- 
llas partes  tengo  mas  amigos  conoscidos  y 
no  conoscidos  de  mí ,  de  los  que  yo  podría 
nombrar,  y  todos  los  mas  dellos  son  de  cua- 
lidad y  muy  emparentados  allende  de  los  de 
la  casa  de  Braganza,  digo  los  tios  del  du- 
que ,  con  los  cuales  S.  M.**  terna  mejores 
inteligencias  que  las  mías.  De  otros  de  mu- 
cha suerte  escribiré  aquí  los  nombres  que 


385 

me  ocurren  al  presente ,  algunos  dellos  son 

de  la  casa  y  sangre  de  los  reyes,  otros  son 

muy  trabados  en  parentela  con  los  mejores 

del  reino,  y  oíros  tienen  cabida  con  los 

demás. 

A  este  clérigo  abor-      Diego  Mendez  de  Vasconcellos,  inquisi- 

ircmo^d  re""  ^^'  dor  quc  fué  CU  Ebora ,  varón  de  muchas  y 

buenas  parles ,  canónigo  ,  sobrino  de  don 

Gonzalo  Piñeiro,  obispo  que  fué  de  Viseo; 

este  era  muy  estimado  cuando  allí  estuve. 

Destos  dos  herma-      Don  Autonio  y  dou  Juan  de  Vasconce- 

nos  el  lego  se  cree 

que  murió  en  la  ba-  Hos  ,  hemianos,  uuo  canónigo  dc  Lisboa, 

talla.  Luis  Cí'sar  es  i     i  r      •     n , 

amigo  estrecho  de  otro  comcndador .  Luis  César,  supennteu- 
fsub°  maf'erVy  dente  de  todas  las  cosas  de  la  India. 

con  él. 

Estos  son  ricos  y      Alonso  de  Torrcs,  el  viejo,  y  Alonso  de 

primos  de  don  Luis 

de   Torres,  el  de  Tofrcs  Magallanes,  su  sobrino,  caballeros 
y  comendadores  de  Christus,  ricos  en  Lis- 
bona. 
En  este  tememos      El  doclor  Pablo  Alfonso,  dcscmbargador 

poca  ayuda.  j      r»  i  ti 

do  Pago  do  rey  es  muy  entendido;  empero 

no  se  tiene  por  muy  recto. 

De  Barbosa  ya  es-      Doctor  Barbosa ,  desembai'gador  do  Pa- 
ta dicho.  ,  .        ,  .        ,  , 

co,  de  quien  he  scnlo  antes,  grande  per- 
Este  es  gran  le-  sonage.  Fr.  Francisco  Forevro  en  Sant  Do- 

trado     y     singular        .  111  1      *^       ,  ,  . 

predicador;  tan  abor-  uiiugos,  hombrc  dc  uiucho  valor  y  dc  priu- 

recido  del   rey  que       .1  .       , 

siendo    del  Consejo    CipaleS  parientCS. 

',:.i.6°  :r:ar  l:      Juan  de  la  Barreyra ,  fidalgo  rico  .que 

comenzando  á  rei-  y^yg  ¿  Sauclos,  dondc  cl  rcv  solia  mas  ro- 
ñar,  y    lo   mesmo  " 
hizo  con  Manuel  de    sidir. 
Quadros  del  mesmo 
Consejo,    y  desem- 
bargador  de  palacio. 

Tovo  XLI.  '  25 


586 
Luis  Aitareí  Pe-      Luis  Alvarez  Pcreyí'a ,  comendador  de 

rcyraesdepocaim-    pi     •   - 
portancia.DonFran.   VjUUSIU». 

uTaprir;;",^';:      Don  Francisco   de  Portugal .   contador 
solo  el  Barbosa  po-  ^avor  v  sumillcr  del  rey. 

dna  Anas  Montano  j        ^  j 

llegarse  allá,  y  si      £1  doctor  Manuol  dc  Quadros,   desenl- 
ie ganase  no  habria 

perdido  el  camino.     bargadoF  del  rey. 

Estos  lodos  trataban  en  Lisbona  conmigo 
muy  familiarmente,  sin  otros  muchos  cu- 
yos nombres  no  me  acuerdo,  y  muchos 
hombres  de  letras,  lodos  en  Lisbona. 

El  obispo  de  Algarbe  Hierónimo  Osorio, 
hombre  de  grandes  letras  y  valor,  con 
quien  tuve  estrecha  amistad  y  comunicación 
de  cosas  de  poridad.  A  todos  estos  sentí 
bien  inclinados  á  nuestra  parte.  Este  Al- 
varo González  (1),  que  he  dicho  que  vive  en 
Moura ,  aunque  está  el  mas  tiempo  en  cor- 
le, tengo  por  persona  importante  por  estar 
tanto  en  nuestra  frontera  y  tener  machas 
prendas. 

Mis  vecinos  castellanos  de  las  fronteras 
tienen,  también  parientes  y  amigos  en  Por- 
tugal. Si  en  alguna  manera  yo  fuere  de  al- 
gún servicio ,  deseo  en  todo  y  por  todo  el  de 
S.  M.*^ ,  aunque  yo  soy  en  todo  para  muy 
poco. 

(1)  De  quien  ánles  ha  hablado  es  de    Alvar  Gómez  de  la  Ne- 
grita. 


587 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  á  Zayas. 
De  la  Peña  de  Aracena  á  50  de  marzo  1579. 

(Recibida  en  40  de  abril.— Respondida  á  18  del  mismo.) 

Censores  de  sus  escritos. — Le  da  las  gracias  por  uua  cama  de  seda 
que'le  ha  regalado. — Recomienda  á  un  criado  suyo  para  que  se 
le  permita  sufrir  el  examen  de  escribano  en  Sevilla,  sin  necesi- 
dad de  ir  á  la  corte. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núni.  o83. 

ILLÜSTRE  SEÑOR  MIÓ. 

Habrá  tres  dias  que  escribí  á  v.  m.  largo  y  le  envié 
cartas  para  S.  M.*^  y  para  el  inquisidor  general,  y  di  noti- 
cia á  V.  na.  de  los  ejercicios  que  Dios  me  da  también  en 
Andalucía ,  como  en  Castilla ,  por  manos  de  hombres  de 
letras  que  procuran  hallar  en  mis  escritos  algún  tropiezo 
para  notarlos,  y  hacen  extraordinarias  diligencias  para  ello, 
que  tengo  por  grande  merced  de  Dios  que  pasa  esto  mien- 
tras me  dura  la  vida  y  el  sentido. 

Escribía  al  Arzobispo  suplicando  me  hiciese  guardar  jus- 
ticia, y  al  rey  también,  que  S.  M.**  la  encomendase.  En 
cuanto  al  dar  la  carta  al  rey  poníalo  en  el  juicio  de  v.  m. 
con  la  comunicación  de  solo  Sebastian  Pérez.  Con  esta  va 
el  duplicado  de  aquellas  cartas:  habiendo  v.  m.  recibido  las 
primeras,  quemará  estas  ó  las  guardará  inter  secretissima 
para  si  en  algún  tiempo  fueren  menester. 

Por  una  que  recibí  de  Guadarrama  he  entendido  la  que 
V.  ra.  me  ha  hecho  de  fornirme  de  la  cama  de  seda  que 
tuve  en  el  Escurial,  de  que  me  maravillé  mucho,  que  ha- 


588 

biéndome  escrito  v.  m.  que  la  quería  tener  en  casa  para 
cuando  yo  tornase  á  ser  cortesano,  quiera  que  la  tenga  yo 
siendo  ermitaño  en  una  montaña  donde  las  esteras  se  han 
de  tener  por  brocado.  Ella  no  pertenece  para  mí,  y  loa 
huéspedes  que  aquí  vienen,  aunque  sean  prelados,  y  prio- 
res, etc.,  deben  contentarse  con  lo  que  la  tierra  puede  sus- 
tentar. En  casa  de  v.  m.  donde 'se  ejercita  tanto  la  caridad 
y  hospitalidad,  están  muy  bien  semejantes  y  mas  arreos,  y 
por  tanto  holgaria,  si  ñola  ha  enviado  ya  Pero  Ponce,  que 
Guadarrama  la  mandase  tornar  á  casa  y  se  estuviese  en  mi 
nombre,  y  si  ha  ya  caminado  para  Sevilla  y  llegase  á  la 
Peña,  la  semana  Santa  servirá  en  el  monumento  para  el 
Santísimo  Sacramenlo,  y  el  resto  del  tiempo  se  estará  en 
nombre  de  v.  m.  en  una  pieza,  la  mejor  de  la  casa,  como 
señor  della  y  del  morador.  Dios  pague  á  v.  m.  tanto  cuidado 
cuanto  de  mí  tiene  sin  yo  merecerlo;  y  lenga  v.  m.  por  muy 
cierto  que  entiendo  me  ha  dado  Nuestro  Señor  á  v.  m.  por 
uno  de  los  presidios  y  consuelos  que  su  providencia  ordenó 
para  mis  propósilos  y  estudios. 

No  puedo  dejar  de  acudir  á  v.  m.  con  mis  importuna- 
ciones, mayormente  en  materia  de  cnrldad,  entendiendo 
cuan  de  buena  gana  la  ejercita,  aunque  jamás  quería  pedir 
cosa  que  no  tuviese  cabida  en  justicia  y  equidad.  El  año 
pasado,  estando  yo  en  San  Lorenzo,  supliqué  á  v.  m.  favo- 
reciese á  un  mozo  criado  en  mi  casa,  que  desde  que  nació 
ha  estado  muchas  veces  y  mucho  tiempo  en  esta  Peña  con- 
migo y  con  los  mios,  al  cual  su  padre  habla  renunciado 
una  escribanía  pública  en  Aracena  antes  de  su  muerte,  y 
por  ser  legal  y  buena  la  renunciación ,  la  pasó  y  confirmó 
Sevilla;  empero  para  el  ejercicio  del  oficio  le  faltaba  la  edad; 
pretendió  el  suplemento  de  ella  en  esa  corle,  y  esperando  se 
le  hiciese  la  merced,  gastó  lo  que  tenia  y  tornóse  con  Es- 


589 

paña  mi  criado  sin  darme  aviso  de  su  partida ,  hasta  que 
V.  m.  me  escribió  que  eran  salidos  de  Madrid,  y  que  ya 
casi  les  tenia  negociado  el  suplemento  de  la  edad.  El  se  vino 
á  Aracena  inopia  coactus ,  y  ha  estado  en  el  dicho  lugar 
esperando  se  le  cumpliese  la  edad,  la  cual  es  ya  cumplida 
del  todo;  que  ya  sin  suplemento  puede  usar  el  oficio.  Sola- 
mente le  queda  el  irse  á  presentar  á  corle,  y  examinarse  y 
traer  la  licencia  ordinaria  de  ser  escribano  del  rey  para  usar 
de  su  oficio.  Estos  exámenes  y  licencias  suelen  remitirse  al 
asistente  de  Sevilla  ó  al  regente,  ó  á  otro  ministro  de  S.  M.** 
en  Sevilla,  cuando  en  la  persona  que  ha  de  ser  examinada 
hay  impedimento  de  vejez  ó  enfermedad,  el  cual  no  hay  en 
este  pretendiente  sino  otro  muy  grande,  que  es  pobreza 
grande  que  le  dejó  su  padre  por  ser  buen  hombre  y  legal  en 
su  oficio.  Con  el  tiempo  trabajoso  que  acá  corre,  y  con  asis- 
tir á  una  madre  vieja,  viuda,  y  á  su  mujer  y  hijos,  se  vée 
tan  necesitado  que  no  se  atreve  al  gasto  del  camino,  ni  yo 
rae  hallo  con  posibilidad  para  socorrerlo;  y  porque  es  muy 
hábil  para  el  oficio,  y  virtuoso,  deseo  que  el  señor  presidente 
rae  hiciese  la  merced  de  mandar  remitir  el  examen  desta  per- 
sona, y  la  provisión  ó  licencia  de  scribano  del  rey,  á  Sevilla, 
á  quien  á  su  Señoría  Illustrísima  pluguiese.  V.  m.  me  la  haga 
de  hablar  una  vez  al  señor  presidente  y  entender  si  se  puede 
esto  hacer  por  amor  de  Dios,  y  hací^'rmela  á  mí  grande;  por- 
que conforme  al  aviso  que  v.  m.  me  enviare,  haré  ó  que  se 
lleven  los  recados  necesarios  para  el  despacho,  encomendan- 
do la  solicitud  al  procurador  de  Aracena  que  está  allá,  ó  sino 
haremos  que  se  ponga  en  camino  como  pudiere  con  toda  la 
necesidad  que  tiene.  Prospere  Nuestro  Señor  la  illustrc  perso- 
na y  casa  de  v.  m.  en  su  servicio,  como  yo  se  lo  suplico.  En 
la  Peña  de  Aracena  30  de  marzo  1579. — B.  1.  m.  de  v.  m. 
su  servidor  obligadísimo»  Arias  Montano. — Tiene  rúbrica. 


Suplico  á  V.  m.  por  la  respuesta  deslo  que  toca  á  An- 
tonio Cid,  escribano,  etc.,  lo  mas  breve  que  sea  posible. 

Sobre. — Al  illustre  señor  Gabriel  ¿e  Zayas,  mi  señor, 
del  Consejo  de  S.  M.*'  y  secretario  de  Stado. — En  corle. 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  á  Za- 
y  as.  De  la  Pena  de  Aracena  á  i2  de  abril  de  1579. 

( Recibida  en  26  de  ideiu.) 

Pretensión  del  cardenal  Deltino. 
Archivo  generen  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm.  583. 

ILLUSTRE    SEÑOR. 

Por  la  de  v.  m.  de  26  del  pasado  que  recibí  en  esta 
Peña  á  5  dcste ,  he  entendido  lo  que  S.  M.''  me  manda  acer- 
ca de  la  pretensión  del  cardenal  Delíino  para  dar  della  razón. 
Y  obedeciendo  como  debo,  la  daré  en  esta  lo  mas  claro  y 
breve  que  yo  pudiere. 

El  cardenal  Delfino  es  veneciano ,  hombre  elocuente  y 
de  buena  opinión  en  corle  romana,  y  donde  quiera  que  es 
conocido,  especialmente  en  Alemania  donde  fué  legado  de 
la  sede  apostólica  muchos  años,  y  liene  mucha  noticia  de 
toda  aquella  tierra  y  gente,  y  es  bien  advertido  y  de  inten- 
ción piadosa  ,  como  lo  ha  mostrado  siempre. 

Dijome  en  Roma  que  habia  muchos  años  deseado  de- 
clarar á  S.  M.^  un  propósito  suyo,  del  cual,  viniendo  en 
efecto,  esperaba  resultado  del  honor  de  Dios  y  del  aumento 
de  la  fe  católica  y  provecho  de  muchas  ánimas  en  univer- 
sal; y  me  lo  queria  comunicar  encargándome  la  consciencia 


591 

para  que  yo  fielmente  lo  declarase  á  S.  M.**,  é  yo  con  la 
propuesta  de  laa  grandes  importancias  rae  dejé  aplazar 
para  un  jardín  fuera  de  Roma ,  en  donde  á  solas  me  contó 
una  historia  que  habia  pasado  en  su  presencia,  de  que  un 
hombre  principal  de  Alemania ,  entre  los  herejes  muy  esti- 
mado ansí  por  sus  letras  como  por  su  persona ,  no  había  con- 
sentido jamás  en  el  error  de  los  sacraméntanos,  y  siempre 
profesaba,  y  reprimiendo  á  los  que  en  él  estaban,  argumen- 
taba instantemente  en  loor  y  comprobación  de  lo  que  la 
iglesia  romana  tiene  y  confiesa  acerca  del  Santísimo  Sacra- 
mento de  la  Eucaristía,  y  decía  que  no  bastaría  toda  la  sa- 
biduría humana  á  mudarle  de  lo  que  él  habia  embebido 
en  su  ánima  desde  niño ,  tomando  de  memoria  la  sequencia 
(que  por  otro  nombre  se  dice  prosa)  que  aquel  día  de  Corpus 
Chrisli  y  en  su  otava  se  canta,  que  comienza:  Lauda  Sion 
Salvatorem;  lauda  ducem  et  pastorem  in  hymnis  et  canti- 
cis,  etc. ,  en  la  cual  se  contiene  el  misterio  del  Santísimo  Sa- 
cramento. Deste  ejemplo  que  pasó  en  su  presencia  concibió 
el  cardenal  Delfino  una  imaginación  ,  que  si  la  iglesia  roma- 
na ordenase  que  en  todas  las  fiestas  principales  del  año  se 
cantasen  semejantes  prosas  ó  sequencias  en  las  cuales  estu- 
viesen repacidos  y  declarados  todos  los  artículos  importan- 
tes de  nuestra  fe,  y  de  lo  que  cualquiera  cristiano  debe  saber, 
creer  y  hacer,  saldrían  los  efetos  dichos  concernientes  al  ho- 
nor de  Nuestro  Señor,  y  á  que  los  hombres,  mayormente  los 
eclesiásticos  y  los  que  entienden  latín,  bebiesen  aquella  do- 
trina  y  la  mantuviesen  con  toda  entereza  y  perseverancia. 
Díjome  también  que  desde  el  punto  que  tal  imaginación  le 
vino,  que  había  ya  mas  que  diez  y  seis  años  la  tenía  sin 
cesar  en  ella,  le  había  venido  también  persuasión  que  con- 
venía esto  se  moviese  al  principio ,  á  lo  menos  por  la  auto- 
ridad de  S.  xM.^  Católica  como  príncipe  celoso  de  la  Cristian- 


592 

dad  y  del  bien  de  la  Iglesia ;  y  dióme  una  narración  del 
hecho  ya  dicho,  escrita  de  su  mano,  y  unos  ejemplos  de 
una  ó  dos  sequencias,  no  para  que  aquellas  viniesen  á  luz, 
sino  que  por  ellas  se  viese  lo  que  él  senlia ,  y  que  viniendo 
á  efeto ,  se  ordenasen  cuantas  y  cuales  fuesen  vistas  con- 
venir. 

Yo  hablé  una  vez  á  S.  M.**  acerca  desto  en  breve,  y 
fui  mandado  que  escribiese  yo  toda  la  relación  como  aquí 
la  he  escrito,  y  ansí  lo  hice  y  torné  á  hablar  segunda  vez 
á  S.  M.'^,  y  me  alargué  mas  y  le  dejé  en  su  cámara  en  San 
Lorenzo  dicha  mi  relación  y  la  escrita  por  el  Cardenal  y 
las  sequencias,  y  S.  M.*^  me  dijo  las  mandarla  ver  y  man- 
daría se  escribiese  á  liorna  al  embajador,  para  que  mas  lar- 
gamente en  particular  comunicase  este  negocio  con  el  Car- 
denal ,  y  entendiendo  sor  cosa  conveniente,  ordenarla'  se  es- 
cribiese al  papa  sobre  ello,  y  remiliría  la  asistencia  á  su 
embajador  y  la  solicitación  al  mismo  Cardenal  y  á  los  que 
fuesen  de  su  parte.  Y  en  este  estado  dejé  yo  el  negocio  en  la 
cámara  y  mano  de  S.  M.*^  y  hasta  agora  no  he  entendido  mas 
acerca  desto,  ni  tengo  noticia  si  S.  M.*^  mandó  guardar  las 
piezas  á  Mateo  Vázquez,  ó  las  mandó  retener  ó  dar  á  otro 
secretario  ó  criado  suyo,  ni  yo  he  tratado  mas  con  persona 
sobre  este  particular  mas  de  que  en  aquella  sazón  escribí  al 
cardenal  Delfino,  y  le  di  noticia  de  haber  hecho  el  oficio 
que  me  encargó,  y  que  S.  M.''  lo  habia  oido  y  recibido  con 
el  ánimo  y  semblante  que  suele  recibir  todas  las  cosas  que 
tocan  A  la  piedad  y  cristiandad,  y  que  Dios  ordenaría  el 
efeto  que  fuese  su  voluntad ,  al  cual  convenia  encomendar- 
lo. Después  acá  no  he  sabido  masdeste  particular  hasta  26 
del  pasado  que  recibí  en  esta  Peña  una  carta  del  Cardenal, 
de  la  misma  fecha  desla  que  él  escribió  á  S.  M.**,  cuya 
copia  v.  m.  me  envió;  en  ella  me  dice  que  siempre  ha  ido 


593 

ponderando  este  negocio  y  ha  hallado  cosas  por  donde  se  afir- 
ma cada  vez  mas  en  que  será  para  gloria  de  Dios  y  extir- 
pación de  las  herejías,  que  con  eslos  vocablos  lo  trata,  y  de 
ornamento  de  gloria  al  nombre  de  S.  M.*^  Católica,  y  me 
pide  que  sin  tardanza  torne  yo  á  corle  á  tratar  desto. 

No  creo  me  queda  cosa  particular  acerca  deste  sugeto 
que  referir,  y  con  esto  podrá  S.  M.**  mandar  lo  que  fuere 
servido,  para  lo  cual  no  entiendo  sea  necesario  que  yo  salga 
de  aquí,  porque  el  negocio  es  llano :  que  agradando  á  S.  M.* 
el  entablarlo,  á  mi  pobre  juicio  parece  bastará  comenzarlo 
mandando  escribir  al  embajador  y  á  Girgos ,  que  es  hombre 
bien  entendido  y  de  buenas  letras,  y  de  bonísima  intención, 
para  que  lo  traten  con  el  Cardenal,  y  con  la  prática  que  tie- 
nen en  Roma  vean  qué  entradas  y  salidas  terna ,  y  den  ra- 
zón á  S.  M.*^  de  lo  que  hallaren,  para  que  conforme  á  ello 
se  vaya  conociendo  lo  que  podrá  hacerse  y  esperarse  en 
ello.  Yo  no  di  puntada  desto  en  Roma  ni  otra  significación 
á  persona  alguna,  por  que  se  me  encargó  el  secreto  hasta 
ponerlo  en  noticia  de  S.  M.'';  y  cuando  ello  se  hubiere  ya 
allanado  para  efectuarse,  como  quiera  que  de  parte  de  Es- 
paña no  sea  menester  olra  cosa  que  la  autoridad  de  S.  M/ 
que  lo  pidiese  para  que  en  Roma  se  ordenase,  y  de  allí  se 
comunicase  á  toda  la  Iglesia  católica.  Tampoco  era  necesa- 
ria mi  diligencia,  lo  uno  porque  en  Roma  se  habia  de  ha- 
cer y  ordenar  todo,  y  el  Cardenal  lo  sabrá  bien  solicitar,  y 
lo  otro  porque,  siendo  menester  ministros  de  España!,  hay 
muchos  otros  que  me  llevan  grande  ventaja  en  letras  y  jui- 
cio y  en  otras  partes  convenientes,  y  holgarán  mucho  ser 
empleados  y  servir  semejantes  empresiis. 

Ordene  Dios  en  esto  y  en  todas  las  cosas  lo  que  mas  á 
su  servicio  sea,  en  el  cual  prospere  la  illustrc  persona  de 
v.  ra.  En  la  Peña  de  Aracena  12  de  abril  1579. — B.  1.  m. 


394 

de  V.  m  su  servidor  afectísimo,  Arias  Montano. — Tiene  rú- 
brica. 

Sobre. — Al  ülustre  señor  Gabriel  de  Zayas,  mi  señor, 
del  Consejo  de  S.  M.**  y  su  secretario  de  Estado. — i:^Q 
corte. 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  á  Zayas. 
De  la  Peña  de  Aracena ,  á  13  de  abril  t/e  1579. 

(Recibida  en  25  del  mismo.) 

El  cardenal  Delfino. — Émulos  de  Arias  Montano. — Escasez  de  recur. 
sos  pecuniarios. — Antonio  Pérez. 

Archivo  general  de  Simancas.  —  Estado,    legajo  núm.  S83, 

ILLUSTRE    SEÑOR    MIÓ. 

Siguiendo  lo  que  v.  ni.  me  mandó  en  la  suya  de  26  del 
pasado,  escribo  en  otra  que  con  esta  va  lo  que  entiendo 
conviene  referir  á  S.  M.^  acerca  de  la  pretensión  del  car- 
denal Delfino ,  que  cierto  es  buena  y  santa ,  y  espero  será 
de  fruto  inspirando  Nuestro  Señor  á  S.  M.**  que  con  calor 
mande  tratar  de  semejante  negocio. 

Mas  habiendo  yo  hecho  mis  partes  primeramente  en 
refirirlo  á  S.  M.^  de  palabra,  y  dado  las  piezas  que  recibí 
en  Roma,  y  agora  de  tornarlo  á  relatar  por  escrito,  no  entien- 
do tengo  otra  obligación  que  cumplir,  ni  que  es  caso  este  que 
requiera  mi  presencia  en  corte  ni  mi  salida  de  aquí  dejando 
lo  que  aquí  hago,  que  aunque  es  poco  he  dado  por  otras 
mias  á  v.  m.  razón  de  parecerme  serme  mas  á  proposito 
que  la  estada  en  corte  por  agora,  mayormente  que  cuan- 


305 

do  S.  M/  fuese  contento  que  lo  de  la  demanda  del  Cardenal 
se  prosiguiese,  liabia  allá  otros  mas  hábiles  y  mas  deseosos 
de  semejantes  ocupaciones  y  diligentes  para  solicitarlas. 

Por  otras  mias  que  v.  m.  habrá  recibido,  terna  noticia 
de  la  diligencia  extraordinaria  que  ciertos  padres  predica- 
dores han  hecho  en  Sevilla,  buscando  en  mis  escritos  co- 
sas que  reprender;  y  para  prevenirme  á  la  defensa  de  mi 
inocencia  y  justicia  escribí  al  arzobispo  de  Toledo  lo  que 
pasaba  y  lo  que  entendía  debo  pedir  para  guarda  de  mi  de- 
recho, y  á  S.  M.*^  escribí  también  suplicándole  se  lo  enco- 
mendase, y  á  V.  ra.  dejé  la  elección  de  dar  mi  carta  á  S.  M.** 
ó  no  darla.  Si  esto  ha  llegado  á  manos  de  v.  m.  y  están  ya 
las  cartas  en  sus  lugares,  estará  bien  y  conviene  que  se- 
pa V.  m.  lo  que  hay  de  nuevo  acerca  dello.  Entiendo  que 
los  autores  principales  de  aquella  diligencia  se  vinieron  á 
resolver  en  que  las  cosas  que  ya  tenían  buscadas  no  eran 
de  importancia,  y  que  lo  que  había  mas  que  notar  era  que 
en  aquellas  cosas  (que  son  pocas  en  número)  yo  no  usaba 
de  los  términos  de  escuelas  sino  buscaba  otros  latinos,  y 
hallaron  mas  atajado  el  negocio  sabiendo  que  las  dos  que 
tenían  mas  apariencia  para  su  propósito,  las  bahía  yo  muda- 
do en  nueva  impresión ,  y  no  tenían  ya  el  asidero  que  de 
antes,  de  manera  que  se  han  resfriado  al  parecer  desde 
quíbce  días  á  esta  parle;  empero  no  pudieron  revocar  el 
decir  que  andaba  ya  entre  personas  entendidas,  que  estaba 
muy  roto;  porque  algunos  de  su  orden  que  sabían  de 
tal  diligencia,  dando  á  entender  que  ellos  también  eran 
parte,  se  alabaron  en  ciertos  lugares  pública  y  secretamen- 
te, y  hablaron  en  tiendas  de  libreros;  y  cuando  los  autores 
quisieron  poner  silencio  no  pudieron,  porque  era  ya  tarde. 
Las  cosas  todas  que  notaron  han  venido  á  mis  manos  des- 
pués que  yo  escribí  á  v.  m.,  y  envié  el  pliego  para  el  Arzo- 


596 

hispo;  porque  Dios  que  conoce  mi  intención  y  consciencia, 
me  hace  siempre  estas  mercedes,  y  sea  él  bendito ,  que  nin- 
gún cuidado  me  han  añadido  ni  añadirán.  Esto  me  pareció 
avisar  á  v.  m.  perqué  no  tome  cuidado  por  mí  acerca  de  se- 
mejantes cosas ,  mas  de  el  que  tiene  de  encomendar  y  rogar 
á  nuestro  Señor  que  las  risga  y  á  mi  con  ellas. 

De  mi  particular  provisión  que  v.  m.  me  manda  le 
avise,  yo* la  tengo  muy  estrecha,  y  tal  que  si  no  es  en  la 
Pena  donde  paso  como  quiera  como  ermitaño,  no  podria 
pasar  en  otra  parte ,  mayormente  que  el  obispo  nuevo  de 
Badajoz  no  ha  pagado  lo  corrido  de  mi  pensioncilla ,  con  que 
yo  ayudaba  mis  obligaciones  eclesiásticas  y  otras  semejan- 
tes. Pone  por  excusa  ser  nuevo  en  el  obispado  y  estar  em- 
peñado: paciencia. 

En  Sevilla  me  prestó  un  amigo  doscientos  ducados  y 
díle  letra  sobre  Pero  Martinez.  Dícenme  la  ha  acetado: 
no  sé  como  estaremos  de  cuenta;  todavía  creo  me  de- 
berá; no  le  escriba  v.  m.  cosa  acerca  de  mí  hasta  ver  si 
paga,  mas  de  encargarle  provea  mi  necesidad,  porque  la 
tengo.  Hele  escrito  me  envíe  la  cuenta,  porque  deseo 
concluir  con  él.  También  suplico  á  v.  m.  le  escriba  cum- 
pla hidalgamente  lo  que  conviene  á  Casnedo,  porque  im- 
porta al  honor  de  sus  amigos. 

Deseo  saber  de  las  bullas  del  señor  don  Luis. 

Torno  á  besar  á  v.  m.  las  manos  mil  veces  por  la  que 
me  ha  hecho  enviándome  el  baúl  de  la  cama  y  el  rollo  de 
Genova,  pintada,  aunque  todo  estaba  en  casa  de  v.  m. 
mejor  que  en  la  mia. 

Llegado  aquí  he  tenido  noticia  del  particular  de  Anto- 
nio Pérez.  V.  m.  deje  hacer  á  Dios  y  arrímese  á  su  temor 
y  servicio  como  suele ,  quia  in  manu  eius  sunt  omnes  fines 
terral.  Él  prospere  la  illustre  persona  y  casa  de  v.  m.  en  su 


397 

servicio.  En  la  Peña  de  Aracena  13  de  abril  1579. — Besa 
la  mano  de  v.  m.  su  servidor  obligadísimo.  Arias  Monta- 
no.— Suplico  á  V.  m.  mande  encaminar  luego  la  que  va  para 
Sebastian  Pérez  con  paje  que  le  conozca  y  la  dé  en  su  mano. 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  á  Zayas. 
De  la  Peña  de  Aracena  á  29  de  mayo  1579. 

El  doctor  Barbosa. — Opinión  de  los  portugueses  sobre  el  derecho 
de  Felipe  II  á  la  corona  de  aquel  reino. — Se  excusa  de  ir  á  ne- 
gociar á  Lisboa. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm.  583. 

ILLUSTRE    SEÑOR. 

En  28  desle  recibí  la  de  v.  m.  de  19,  en  que  me  manda 
le  escriba  y  declare  lo  que  me  pasó  con  el  doctor  Barbosa 
enLisbona  acerca  del  derecbo  que  S.  M.^  tiene  á  aquel  reino. 
Yo  no  tuve  ocasión  alguna  de  tratar  con  él  acerca  deste 
particular,  ni  aunque  entonces  la  tuviera  pudiera  tomarla 
sin  dar  sospecha  contra  la  buena  intención  de  S.  M.*^,  pues 
que  se  entendía  que  era  estorbar  al  rey  su  sobrino  con  amor 
de  padre,  y  retirarlo  de  aquel  propósito  y  asunto  que  habia 
tomado  de  hacer  la  infelice  jornada.  Y  siendo  yo  conocido 
por  criado  de  S.  M.**  no  podía  en  tal  tiempo  hablar  con  per- 
sona acerca  de  la  sucesión,  sin  que  gente  tan  puntosa  con- 
tra castellanos  sospechase  lo  que  no  era  verdad,  y  ansí  ja- 
más di  á  entender  á  los  que  trataban  conmigo  acerca  de  la 
jornada,  sino  que  S.  ¡M.*^  no  la  tenia  por  fundada,  como 
los  mismos  portugueses  tampoco  la  tenían,  y  que  ansí  en- 
tendía baria  toda  la  diligencia  con  su  rey  dellos,  que  podría 


398 

hacer  con  su  propio  hijo,  y  á  esto  respondian  algunos  per- 
sonajes cuerdos:  "bien  muestra  el  rey  don  Filipe  su  cris- 
tiandad y  su  valor  en  eso ;  porque  pudiendo  él  decir  á  su  so- 
brino— yo  no  te  diró  que  des  con  tu  cabeza  en  las  paredes, 
mas  si  tú  te  quieres  dar  tantas  que  la  hagas  pedazos  no  te  es- 
torbaré— no  solamente  no  pasa  con  esta  disimulación,  sino 
con  grandísimo  cuidado  y  con  toda  diligencia  procura  de  es- 
torbar al  rey  que  no  se  pierda,  pudiéndole  ser  á  él  su  pérdida 
gananciosa."  Y  destos  que  me  dijeron  semejantes  cosas  fué 
uno  Alvaro  González  (1),  aquel  fidalgo  de  quien  yo  di  noti- 
cia en  mi  carta,  el  cual  me  dijo  que  lo  mismo  se  habla  con- 
siderado y  hablado  entre  él  y  otros  personajes  de  mucha  cua- 
lidad en  aquella  corte.  Yo  acudía  siempre  el  confirmar  la 
buena  opinión  y  persuasión  que  mostraban  tener  de  la  en- 
tereza y  buena  intención  de  S.  M.*^,  y  cuando  trataban 
del  interse  que  podía  pretender  en  falta  de  su  rey,  ó  callaba 
yo  ó  daba  á  entender  que  era  la  cosa  mas  agena  de  la  con- 
dición de  S.  M.*^,  que  podía  ser  tener  mira  á  su  particular 
interese.  Y  porque  estas  pláticas  venían  muchas  veces,  y 
entre  muchos,  no  advertía  notar  los  que  las  trataban,  y 
siempre  daba  á  entender  que  en  semejantes  cosas  yo  no  te- 
nia entrada  ni  salida  mas  de  una  noticia  que  era  pública  y 
averiguada  en  Castilla:  que  S.  M.*^  deseaba  toda  felicidad 
á  aquel  rey  y  á  su  reino;  y  ansí  en  cuatro  veces  que  me 
mandó  llamar  el  rey  para  hablar  conmigo  en  diversas  cosas, 
jamás  hablé  en  la  materia  de  su  propósito  de  aquella  jorna- 
da, aunque  él  me  apuntó  algo  dello  en  las  tres  veces,  por 
^  tentar  si  yo  salia  á  ello,  y  siempre  me  retuve  hasta  la  quinta 
vez.  Después  ya  de  tener  licencia  suya  para  partirme ,  que 

(1)  Así,  aun  cuando  en  un  principio  le  llamó  Alvar  Gómez  de 
[a  Negrita. 


599 

me  mandó  llamar,  y  cenó  temprano,  y  rae  tuvo  en  su  cá- 
mara desde  las  ocho  de  la  noche  hasta  las  once,  y  me  pre- 
guntó luego  qué  sentía  el  rey  su  tio  de  aquella  su  determi- 
nación de  ir  ii  África,  y  qué  se  decia  en  Castilla  della;  yo 
le  respondí  que  acerca  de  aquel  particular  S.  M.'^  le  habria 
dado  noticia  larga  de  su  sentimiento  por  sus  cartas  y  em- 
bajadores; que  yo  no  era  mas  que  un  pobre  capellán  su- 
yo ,  y  no  tenia  noticia  particular  de  sus  Consejos,  mas  que 
una  general  notoria  á  cuantos  le  sei'viamos,  y  era  ser  ver- 
daderamente rey  cristiano,  y  lo  que  daba  á  entender  por 
sus  palabras  ó  escritos  ó  embajadores,  en  cosa  alguna  ni 
parte  ser  diferente  de  su  ánimo ;  y  que  también  sabia  que 
S.  M.**  era  una  de  las  mas  amadas  prendas  que  el  rey  mi 
señor  tenia  en  la  vida,  y  conforme  á  esto  S.  M.^  sabria  ya 
lo  que  el  rey  mi  señor  scnlia  ;  que  á  lo  que  se  decia  en 
Castilla  yo  respondería  lo  que  habia  oído,  aunque  el  público 
no  es  siempre  buen  censor  de  la  intención  de  los  reyes;  y 
con  esta  ocasión  le  dije  lo  que  por  ventura  no  habia  oído 
de  sus  privados  y  consejeros  portugueses,  y  entró  en  dispu- 
ta conmigo  acerca  de  su  propósito  y  determinación,  y  con 
el  acatamiento  que  yo  debía  le  respondí  y  repliqué  por  mas 
espacio  que  una  hora,  hasta  conocer  que  le  faltaban  razo- 
nes y  le  sobraba  voluntad;  y  esto  callé  yo  hasta  hoy  como 
debía,  aunque  él  dio  á  entender  á  los  de  su  cámara  que  yo 
por  indirectas  le  habia  dicho  cosas  no  oídas  antes. 

Tornando  á  lo  de  Barbosa,  en  dos  veces  que  le  hablé  no 
le  traté  de  tal  materia  de  sucesión,  porque  no  me  estaba 
bien  para  el  servicio  de  S.  M.**  tratarla,  ni  él  me  salió  á  ello, 
mas  de  que  diciéndole  yo  la  noticia  que  S.  M.^  tenia  de 
su  rectitud  y  letras,  y  la  voluntad  que  por  esto  le  tenia  en 
particular  como  á  todos  sus  semejantes  siempre  tiene ,  me 
mostró  holgarse  mucho  dello ,   y  dijo  que  de  tal  príncipe 


400 

como  S.  M/  tenia  él  tal  persuasión  para  todo  bien,  y  que 
por  ser  en  esto  muy  probada  su  grandeza,  él  le  era  devotí- 
simo siervo,  y  rogaba  á  Dios  por  su  felicidad  y  larga  vida, 
y  conocia  cuan  de  otra  manera  se  trataban  en  Castilla  las 
cosas  de  justicia,  y  cuanto  las  celaba  el  rey.  Después  como 
algunas  personas,  por  ocasión  del  mal  concepto  que  tenían 
del  suceso  de  la  jornada,  á  las  veces  acometían  ti  hablar  de 
sucesión,  decían  que  no  fallaban  portoguescs  que  tenían 
por  clara  la  justicia  de  S.  M/  en  comparación  del  príncipe 
de  Parma;  é  yo  no  atendía  mucho  á  esto  por  no  dar  sospe- 
cha fuera  de  tiempo,  y  entre  otros  oí  nombrará  Barbosa,  y 
lo  mismo  me  dijo  don  Juan  de  Silva  día  de  San  Matías  en 
la  tarde,  cainino  de  Belcm.  Otras  prendas  mas  particulares 
no  tengo  de  Barbosa.  En  este  sugeto  también  oí  decir  que 
muchos  nobles  conocían  cuánto  les  importaba  la  compañía 
y  hermandad  con  castellanos,   por  la  estrecheza  de  aquel 
reino  y  de  sus  comodidades,  y  por  las  grandezas  que  en 
esto  tenia  el  reino  de  Castilla;  empero  que  el  vulgacho 
aborrecía  á  los  castellanos.  Esto  oía  muchas  veces,  y  por 
ser  cuasi  común  plática  no  hice  reflexión  en  ella.  Ansí  que 
no  tengo  mayores  testimonios  de  la  opinión  de  Barbosa  que 
este  de  oídas,  ni  autor  que   me  acuerde  mas  cierto  que  al 
embajador.  Y  aunque  fuese  ansí  que  Barbosa  estuviese  en 
el  derecho  de  S.  M.'',  no  me  maravilla  quedando  agora  lu- 
gar á  la  pasión  del  vulgo  portugués  ó  por  otro  respeto  al- 
guno muestre  ser  de  otro  parecer.  Yo  creo  bien  que  S.  M.* 
tiene  en  Lisbona  personajes  á  su  devoción  que  podrán  disi- 
mulada y  prudentemente  hacer  buen  oficio  con  semejantes 
personas  como  la  de  Barbosa,  y  no  tengo  asaz  competente 
color  para  mí  ida  á  Lisbona  el  presentar  la  Biblia  al  rey,  nia- 
yormente  no  habiendo  entre  Barbosa  y  mí  mas  precisas 
prendas  que  las  dichas;  mas  como  quiera  que  sea,  á  lodo 


404 

servicio  de  S.  M.**  esloy  y  estaré  siempre  con  la  obediea- 
cia  y  prontitud  que  debo  de  mi  parte,  poniendo  todo  lo  de- 
más en  su  prudencia  y  voluntad  y  mandatos,  cuyos  reales 
propósitos  Dios  prospere  para  gloria  suya,  y  la  illustre  per- 
sona y  casa  de  v.  m.  en  todo  bien  conserve.  En  la  Peña 
29  de  abril  1579. — B.  1.  m.  de  v.  m.  su  servidor  obligadí- 
simo, Arias  Montano. —  Tiene  rúbrica. 

Sobre. —  Al  illustre  señor  Gabriel  de  Zayas,  mi  señor, 
del  Consejo  de  S.  M.*^,  su  secretario  de  Estado. 


Copia  de  carta  original  de  Diego  Diaz  Becerril  al  doctor 
Benito  Arias  Montano.  De  Sevilla  18  de  setiembre  1579. 

;Kecibida  en  23.) 

Avisa  la  mejoría  que  nota  en  su  enfermedad,  y  recomienda  á 
un  sobrino  suyo  para  que  se  le  dé  el  cargo  de  factor  del  rey ,  va- 
cante en  la  ciudad  de  Arequipa. — Gómez  de  León. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm  585. 

ILLUSTRE   SEÑOr. 

Por  la  última  carta  que  á  v.  m.  tengo  escrita  avisé 
cómo  quedaba  en  la  cama  de  los  dolores  de  mi  gota.  M 
presente,  á  Dios  gracias j  esloy  fuera  della  y  con  mejoría, 
y  ayer  jueves  me  purgó  el  doctor  Olivares  con  unos  polvos 
de  Gerardo  que  dice  son  propios  para  evacuar  este  mal  hu- 
mor ,  y  bice  tanta  evacuación  con  ellos  que  he  quedado  con 
harta  flaqueza.  Tiene  el  doctor  esperanza  que  me  han  de 
ser  de  mucho  provecho  para  no  me  dar  tan  amenudo  estos 

dolores.  Nuestro  Señor  ordene  lo  que  mas  me  convenga. 
Tomo  XLI.  26 


402 

En  i  3  desle  luve  carta  del  secretario  Zayas  en  que  por  ella 
me  avisa  que  á  ios  8  habia  v.  m.  llegado  á  esa  corte  y  con 
buena  salud,  á  Dios  gracias,  que  fué  nueva  muy  alegre  y 
regocijada  para  esta  casa,  y  oslábamos  con  mucho  deseo  de 
saberlo  á  causa  de  que,  después  que  v.  m.  de  aquí  partió, 
hizo  tan  riguroso  tiempo  de  soles  y  calor  que  temíamos  no 
hobiese  sido  ocasión  de  haber  llegado  con  falla  de  salud, 
bendito  sea  Nuestro  Señor  que  se  la  ha  dado  á  v.  m.;  él  sea 
servido  de  se  la  conservar  muchos  años  para  su  servicio. 

Ya  tengo  avisado  á  v.  m.  como  el  arriero  de  Alcalá  lle- 
va la  ropa  que  acá  dejó  v.  m.  Partió  desta  ciudad  habrá 
siete  ú  ocho  dias. 

Las  muías  que  v.  m.  llevó  llegaron  á  esta  ciudad  á  los 
diez  y  seis  desle  en  la  noche ,  que  sigun  Juan  de  Guadar- 
rama escribió,  fué  un  dia  antes  de  lo  que  estaba  obligado  el 
que  las  Iraia;  luego  se  entregaron  á  su  dueño. 

Por  una  caria  que  tuve  de  Gaspar  Velez ,  que  vino  en  el 
pliego  donde  venia  la  que  á  v.  m.  envié ,  me  avisa  como  un 
Manuel  de  Cortinas,  que  era  factor  del  rey  en  la  ciudad  de 
Arequipa,  era  fallecido,  y  este  oficio  estaba  vaco;  y  por  ha- 
ber venido  pocas  cartas  de  pésame,  parece  no  habrá  aviso 
dello  en  el  Consejo,  y  por  esla  razón  me  ha  parecido  pro- 
curar este  oficio  para  Alvarez,  que  aunque  no  es  de  mucha 
calidad  ni  interese,  ya  que  ha  de  hacer  esta  jornada,  hol- 
garía fuese  con  este  cargo,  para  que  entrase  con  honra  y 
abtoridad  en  el  Perú.  Escribo  sobre  ello  al  secretario  Zayas, 
y  ayudándole  v.  m.  por  su  parte,  tengo  por  cierto  se  alcan- 
zará pidiéndolo  v.  m.  á  S.  M.'\  y  teniendo  por  tan  amigo 
al  presidente  del  Consejo  de  Indias,  y  representándole  que  la 
persona  para  quien  se  pretende  tiene  pluma  ,  cuenta  y  habi- 
lidad para  poder  servir  este  oficio,  que  si  conviniere  ir  á  esa 
corte  para  que  allá  lo  vean,  avisándomelo  v.  m.,  lo  envia- 


403 

ré;  y  porque  sé  que  este  negocio  y  los  demás  que  me  locan 
los  tiene  v.  m.  por  suyos,  no  tendré  mas  que  tratar  sobre 
ello. 

Doña  Isabel  y  sus  hijos  y  hijas  tienen  salud ,  y  besan  á 
V.  m.  las  manos;  y  la  enfermedad  de  Diego  ha  declinado  pa- 
ra mejoría,  pues  está  ya  casi  libre  de  calentura ,  aunque  con 
mucha  flaqueza.  El  señor  Gómez  de  Lcon,  después  que 
V.  m.  de  aquí  partió,  le  ha  ido  su  enfermedad  apretando 
mas,  que  es  de  manera  que  nos  parece  le  va  llegando  el 
fin  ,  que  nos  tiene  á  todos  con  la  pena  y  congoja  que  v.  m. 
podrá  entender.  Mi  señora  doña  María  anda  todavía  con  sus 
indisposiciones ,  aunque  fuera  de  la  cama.  Guarde  nuestro 
Señor  la  illustre  persona  de  v.  m.,  y  en  su  santo  servicio 
conserve  como  puede.  En  Sevilla  i8  de  setiembre  4579. — 
Illustre  señor. —  Besa  las  manos  de  v.  m.  su  verdadero  ser- 
vidor y  siervo,  Diego  Diaz  Becerril. — Hay  una  rúbrica. 

Sobre. — Al  illustre  señor  doctor  B.  Arias  Montano, 
mi  señor,  capellán  de  S.  M.**  de  la  orden  de  S' 


404 


Copia  de  carta  autógrafa  del   doctor  Arias  Montano  á 
Zayas,  á  23  de  setiembre  157Í). 

Conducta  que  debe  seguir  con  los  aduladores,  y  con  los  enemigos 
que  le  suscita  su  fortuna. — Pretensión  de  Diego  Diaz. — Su  des- 
agrado por  la  comisión  que  se  le  ha  dado  en  el  Escorial. — Pedro 
Martínez. 

Archivo  (¡eneral  de  Simancas.  —  Estado,  legajo  núm.  583. 

ILLUSTRE    SEÑOU    MÍO. 

Con  dos  de  v.  m.  he  recibido  grande  consuelo  con  la 
buena  esperanza  que  tengo  por  ellas  de  su  salud  ,  y  la  per- 
suasión antigua  del  buen  ánimo  que  Dios  le  ha  dado  pa- 
ra pasar  los  trabajos  anejos  á  los  oficios  públicos  en  que 
está  versado  siempre,  y  de  los  cuales  no  puede  carecer  ya 
por  manifiestos  inconvenientes  que  se  seguirían  si  los  de- 
jase del  todo;  y  ansí  lo  que  cumple  es  buen  coraje,  persua- 
diéndose que  Dios  puede  ser  muy  servido  en  ese  nuevo  car- 
go ,  siguiendo  dos  consideraciones:  la  una  hacer  justicia  al 
que  la  tiene,  sin  otro  respeto  alguno,  y  esto  será  mas  á 
cargo  de  los  jueces  que  al  de  v.  m. ;  la  otra  que  las  eleccio- 
nes sean  en  personas  suficientes,  y  que  en  cuanto  fuere  po- 
sible se  entienda  que  temen  á  Dios.  Cuando  v.  m.  en  esto 
hiciere  su  parte,  tiene  razón  de  estar  contento  con  una  se- 
mejante consciencia. 

Quédale  una  sola  hecha  á  v.  m.  fuera  de  lo  de  arriba, 
que  es  oír  quejas  de  unos  y  lisonjas  de  otros ,  y  sobre  todo 
y  peor  que  todo,  murmuraciones  de  los  ausentes;  á  esto 
hay  un  remedio  solo  de  sciencia,  prudencia  y  cristiandad, 
que  es  entrar  por  un  oído  y  salir  por  otro,  sin  hacer  jiias 


405 

movimiento  en  v.  m.  que  si  oyera  consejas,  y  aun  algunas 
veces  rechazar  las  murmuraciones  con  buena  gracia ,  y 
cuando  no  con  mala  si  fuere  menester.  A  este  propósito  su- 
plicaba yo  á  V.  m.  que  por  ocho  ó  diez  dias,  mientras  dura- 
ban las  gratulaciones,  se  retirase  donde  no  tuviesen  en- 
trada; porque  no  pueden  tantas  palabras  dejar  de  remover 
humor,  mayormente  cuando  él  comienza  á  humear  como  lo 
hace  el  nuestro  de  ciertos  en  ciertos  dias;  mas  pues  v.  m. 
se  ha  puesto  á  pasar  la  grita ,  póngase  agora  á  pasar  la  pur- 
ga, que  espero  le  hará  grande  provecho,  y  de  ahí  adelante 
paciencia  y  prudencia :  y  en  cuanto  á  los  remedios  de  me- 
dicina aténgome  al  doctor  Ribera,  que  ama  á  v.  m,  y  en- 
tiende su  arle.  Todavía  persisto  en  que  hará  provecho  un 
sudor  matutino  de  15  en  45  dias  con  la  bazarfina  fsicj,  y  dos 
dellos  bastarán ;  yo  he  dado  hasta  diez  granos  de  una  vez, 
ñeque  unquam  me  pccnituit. 

Por  el  cuidado  que  v.  m.  tiene  de  mi  salud  y  de  mis 
compañeros  beso  á  v.  ni.  muchas  veces  las  manos.  A  en- 
trambos pajes  les  va  mal  de  sus  fiebres,  y  estas  tengo  yo 
en  el  corazón  sin  poderlo  resistir,  y  ansí  estoy  con  ellos  todo 
el  tiempo  del  dia  y  mucho  de  la  noche,  allende  de  lo  que 
siento  por  estar  en  parte  donde  por  fuerza  he  de  embarazar 
y  dar  molestia  en  comunidad  y  de  flaires,  que  aunque  to- 
dos desean  hacernos  merced  y  me  la  hacen ,  yo  me  deshago 
por  no  darles  un  punto  de  cuidado  y  pesadumbre.  Sea  Dios 
bendito  por  todo ,  que  ansí  me  debe  cumplir. 

En  lo  que  toca  á  la  provisión  que  Diego  Diaz  pretende 
para  un  sobrino,  yo  haré  el  memorial  como  v.  m.  me  manda 
y  que  se  dé  á  S.  M.**  en  comenzando  á  negociar,  puesto 
que  me  es  gravísimo  pedir  cosa  para  mis  parientes,  y  por 
mi  suerte  tengo  temor  del  suceso.  Escribiré  al  señor  presi- 
dente don  Antonio,  y  v.  m.  me  la  hará  de  tratarlo  con  calor 


4{)6 

que  con  cslo  lerné  esperanza.  Por  lo  menos  conozco  que  no 
le  faltan  partes  á  mi  sobrino ,  allende  de  la  buena  disciplina 
que  sus  padres  le  han  enseñado,  pues  sobre  lengua  latina  y 
noticia  de  hacienda  y  negocios,  tiene  destreza  en  cuentas 
y  la  pluma  que  v.  m.  ya  habrá  visto  y  verá  por  la  que  con 
esta  va,  que  holgaré  á  su  tiempo  la  vea  el  señor  don  Anto- 
nio de  Meneses. 

Hasta  hoy  no  he  besado  las  manos  al  rey  por  causa  de 
su  indisposición.  A  la  reina  las  besé  recien  llegado,  y  hice 
mi  mensaje  hablándole  acerca  del  por  dos  veces.  El  señor 
embajador  habrá  tenido  respuesta  según  creo. 

Entiendo  que  mi  venida  aquí  es  para  servir  á  estos  pa- 
dres en  lo  que  cualquiera  lego  con  poca  instrucción  podria 
servir  mejor  que  yo.  Paréceme  que  en  todos  los  ministerios 
que  S.  M.^  tiene,  no  se  debe  hallar  otro  en  que  yo  preste. 
La  mas  medrada  merced  que  yo  pienso  sacar  destos  empleos 
mios  es  pérdida  de  tiempo  y  corrimiento  de  los  que  mues- 
tran quererme  bien  y  silvos  de  los  émulos;  mas  lo  primero 
estimo  mas  que  todo,  por  ir  tan  adelante  la  carrera  de  mi 
vida  corta  y  mal  aprovechada.  La  de  v.  m.  prospere  Nues- 
tro Señor  largos  tiempos  en  su  servicio  y  bien  público.  En 
San  Lorenzo  23  de  setiembre  1579, — B.  1.  m.  de  v.  m.  su 
servidor  obligadísimo,  Arias  Montano. — Tiene  rúbrica. 

A  V.  m.  suplico  me  la  haga  en  mandar  encaminar  la 
que  va  para  el  obispo  de  Tuid  con  brevedad  y  certeza ,  por- 
que es  respuesta  de  otra  de  importancia  que  recibí  aquí  en- 
caminada por  mano  de  v.  m. 

Pero  Martínez  pide  con  instancia  una  carta  de  S.  M.** 
para  el  rey  de  Portugal  en  recomendación  de  la  casa  de 
Gonzalo  Pero  Martínez,  para  que  de  lo  que  el  rey  le  debe, 
ó  los  reyes  pasados,  se  les  pague  alguna  parle  con  que 
cumplan  su  débito  y  honor.  Entiendo  se  les  deben  mas  de 


407 

90  mili  ducados;  impórtales  cobrar,  y  será  esta  carta  para 
obligarlos  á  que  cumplan  con  v.  ra.  y  acudan  con  lo  que 
deben  á  Gasnedo  y  á  mí.  Suplico  á  v.  ra.  provea  en  esto  lo 
que  conviniere. 

Sobre.  — Al  illustre  señor  Gabriel  de  Zayas ,  mi  señor, 
del  Consejo  de  S.  M/  y  su  secretario  de  Estado,  en  Madrid. 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  A  rias  Montano  á  Zayas. 
De  San  Lorenzo  á  40  de  octubre  1579. 

Desgracias  que  le  rodean. — Quéjase  amargamente  de  la  iodiferen- 
cia  con  que  le  trata  el  rey ,  después  de  haberle  hecho  salir  de 
su  retiro. — Alaba  las  prendas  del  secretario  Delgado. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm.  583. 

ILLUSTRE    SEXOR    MIÓ. 

Si  Dios  no  nos  tuviese  de  su  mano;  asaz  materia  se 
ofrece  cada  dia  para  henchir  cerebro,  corazón,  estómago, 
bazo,  y  por  concluir,  cuerpo  y  alma,  de  melancolías.  Porque 
allende  de  ver  lo  que  en  el  mundo  pasa,  se  añaden  muer- 
tes de  parientes,  cuñados  y  amigos;  desamparos  y  orfanda- 
des de  sobrinos  y  sobrinas;  extrema  pobreza  en  mí  para 
poderles  ayudar;  ninguna  esperanza  de  mejor  comodidad; 
evidencia  de  mayor  pobreza  cada  dia,  y  de  aquí  en  adelan- 
te enfermedad  de  mis  criados,  larga  y  sin  mejoría  alguna, 
desmán  grande  de  estar  en  casa  ajena  cinco  personas  re- 
partidas en. tres  partes  á  arbitrio  y  sujcccion  de  mozos,  de 
porteros,  etc.;  en  Madrid  el  Leon(l)  bramando  y  procuran- 

(1)  Aludirá  al  maestro  LeoD  de  Castro? 


408 

do  tragarme;  deshonr¿mdome  por  las  audiencias  y  oidores  y 
plazas  é  iglesias  y  monesterios,  ayudándose  de  la  terribleza 
y  ímpetus  de  Lindano  y  de  los  demás  que  lo  encienden. 

Haberme  mi  amo  dado  tanta  priesa  para  que  dejase  mi 
rinconcillo,  con  propuesta  de  que  era  mi  llamada  para  gran- 
de servicio  de  Dios  y  de  su  iglesia  y  suyo,  y  que  esto  se 
pregonase  por  el  mundo  y  con  trabajo  mió  y  de  mis  criados 
y  desamparo  de  todo  el  nada  que  tenia  en  mi  choza,  pasado  ya 
un  mes  que  estoy  aquí  no  haberme  visto,  ni  oido,  ni  entender 
que  me  quiera  para  otra  cosa  que  para  servir  á  esta  casa  en 
cosas  que  un  muchacho  podria  y  sabría  mejor  servir,  y  por 
solo  memorial  de  un  flaire  verme  ocupado  en  cosas  de  ningún 
fruto,  con  cincuenta  y  tres  años  á  cuestas  y  con  mucha  fla- 
queza y  ningún  regalo.  Persuasiones  vanas  de  los  que  bien 
me  quieren,  de  que  por  fuerza  he  de  crecer  en  estatura  de 
un  gigante,  antes  hoy  que  mañana.  Burlas  y  risadas  de 
mis  ejercitadores ;  contento  de  los  que  desean  que  mi  nom- 
bre se  rematase  en  el  mundo.  Escarnios,  quise  decir,  títu- 
los de  librero  mayor.  Asechanzas  contra  mí  de  los  que 
confiesan  haber  sido  beneficiados  y  honrados  por  mi  reco- 
mendación y  diligencia.  Todas  estas  cosas  presentes  y  fer- 
vientes y  otras  muchas  que  destas  nacen  y  nacerán,  son 
bastantes  para  criar  melancolía  en  las  piedras,  y  aun  des- 
baratarlas y  quebrantarlas  con  ella,  cuanto  mas  con  el  cuer- 
po y  sugeto  tan  frágil  como  el  mió.  Sino  que  Dios  me 
hace  merced  de  socorrer  á  mi  enfermedad  para  pasarla 
con  consideración  de  la  brevedad  de  la  vida  presente  y  de 
la  vanidad  que  en  toda  ella  hay,  y  con  la  esperanza  de  su 
divina  misericordia,  que  no  faltará  jamás  á  quien  lo  invocare 
con  verdad. 

Suplico  á  v.  m.  consuele  sus  accidentes  con  saber  que 
otros  tienen  causas  de  sentirlos  mayores,  y  antes  tenga 


4C9 

ánimo  para  consolar  á  sus  servidores  en  sus  flaquezas,  que 
no  para  dejarse  llevar  de  las  suyas.  Eslo  de  arriba  solo  sea 
para  con  v.  m.:  que  á  otra  persona  yo  jamás  lo  fiaría  sino 
á  quien  scit  compati  infinniíatibus  fraírum  tentatus  per 
omnia. 

Cuando  fuere  tiempo  v.  m.  me  echará  del  reino,  y  sino 
Dios  rae  echará  fuera  del  ó  de  la  vida.  Lo  que  mas  agora 
deseo  es  saber  de  la  salud  de  v.  m.  y  que  se  esfuerzo  á  te- 
nerla y  me  mande  avisar  della  á  menudo.  En  el  secretario 
Delgado  tiene  v.  m.  grande  amigo  y  amigo  varón,  que  yo 
he  entendido  lo  que  ha  dicho  y  hecho  estos  dias  pasados  en 
lo  que  tocaba  á  v.  m. 

Deseo  mucho  saber  si  v.  m.  encaminó  mi  carta  para 
el  obispo  de  Tuid,  porque  importaba  al  servicio  de  Dios  y 
al  obispo. 

Ansimismo  suplico  á  v.  m.  mande  dar  buen  recado,  y 
breve  y  cierto  á  las  que  van  para  Girgos.  Prospere  Nuestro 
Señor  la  iliustre  persona  y  casa  de  v.  m.  en  su  servicio.  En 
San  Lorenzo  Real  10  de  octubre  1579. — B.  1.  m.  de  v.  ra. 
su  servidor  obligadísimo,  Arias  Montano. — Tiene  rúbrica. 

Sobre. — Al  iliustre  señor  Gabriel  de  Zayas,  mi  señor, 
del  Consejo  de  S.  M.*^  y  su  secretario  de  Estado,  en  Madrid. 


410 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  á  Zayas. 
De  San  Lorenzo  á  14  de  octubre  de  1579. 

Elogia  las  virtudes  de  Alvaro  de  Lugo. 

Archivo  general  de  Simancas.  —  Estado,  legajo  nútn,  583. 

ILLüSTRE    SEÑOR. 

No  me  acordé  en  la  pasada  de  responder  á  v.  m.  en  el 
particular  de  Alvaro  de  Lugo.  Lo  que  en  esto  podré  decir 
es  que  lo  he  conocido  desde  su  juventud  y  mia,  ageno  de 
codicia  y  ambición,  y  que  en  su  poder  no  para  dinero;  lar- 
guísimo en  repartir  lo  que  tiene,  (aunque  es  poco  amigo  de 
vivir  recogido  en  ermitas,)  y  predicando  y  confesando,  y  ha- 
ciendo bien.  Pocos  dias  después  que  entró  en  Roma  le  envió 
Pío  V,  de  buena  memoria,  el  arcedianato  de  Reina  ó  de 
Xerez,  que  no  me  sé  afirmar  cual  de  los  dos,  y  no  lo  ace- 
tó. Cualquiera  cosa  que  él  acetase  entiendo,  la  administra- 
ría con  temor  de  Dios;  no  me  atrevo  á  declarar  mas  del 
propósito  que  al  presente  puede  tener.  Poco  se  podría  inte- 
resar en  mandárselo  preguntar  en  secreto  por  vía  de  Girgos 
ó  de  otra  persona.  Nuestro  Señor  prospere  la  illustre  perso- 
na de  V.  m.  en  su  servicio.  En  San  Lorenzo  Real  14  de 
octubre  1579. — R.  1.  m.  de  v.  m.  su  servidor,  Arias  Mon- 
tano.—  Tiene  rúbrica. 

Alvaro  de  Lugo  es  noble  y  sabe  bien  las  artes  liberales 
y  la  teología. 

Sobre. — Al  illustre  señor  Gabriel  de  Zayas,  mi  señor, 
del  Consejo  de  S.  M.'^  y  su  secretario  de  Stado. — Madrid. 


411 


Qopia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  á  Zayas. 
Del  Escorial  á  iO  de  noviembre  1579. 

Recomienda  un  negocio  del  pintor  Pedro  Villegas. 
Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm.  583. 

ILLUSTRE   SEÑOR. 

A  V.  m.  suplico  escriba  una  carta  al  conde  del  Villar, 
que  es  asistente  de  Sevilla ,  en  que  le  encargue  ó  ruegue 
que,  sin  preceder  términos  de  justicia  ni  otra  información, 
á  la  calle  de  la  Garvancera  (que  ansí  se  llama),  y  á  una 
mujer  enamorada  que  vive  en  una  casita  nueva  que  sale 
de  la  de  Pedro  Villegas,  pintor,  la  lance  luego  della  hacién- 
dole pagar  lo  que  debiere  de  alquiler  al  dicho  dueño  de  la 
casita;  porque  le  habian  abonado  al  buen  Villegas  esta  al- 
quiladora, y  ha  hallado  ser  de  tal  trato  como  es  dicho,  y 
hállase  el  pobre  afligido,  porque  los  jueces  menores  llevan 
la  cosa  por  términos  de  justicia,  y  está  la  dama  allí  á  pesar 
de  su  dueño  y  con  mal  ejemplo  de  su  buena  vecindad. 
Háme  escrito  que  pida  esto  á  v.  m.,  no  él  mismo  sino  el 
veinticuatro  Diego  Nuñez  Pérez,  que  le  duele  verlo  tan  afli- 
gido, y  escríbeme  que  le  encamine  á  él  la  carta ,  que  él  la 
dará  al  Asistente,  y  se  irá  con  él  al  efecto.  V.  m.  mande 
dar  la  carta  al  señor  Marcos  Nuñez  Pérez  que  ésta  dará  á 
V.  m.,  que  es  también  veinticuatro  electo,  para  que  luego 
la  envíe  á  su  hermano.  Esta  es  obra  digna  de  v.  m.  para 
un  tan  buen  hombre  y  amado  de  los  buenos. 

Yo  quedo  ya  en  el  Escorial  retirado  en  la  casa  de  San- 
toyo  y  como  ermitaño  en  ella,  por  agora  suplicando  á  Nues- 
tro Señor  dé  á  v.  m.  la  salud  que  yo  le  deseo,  y  á  v.  m. 


412 

que  me  avise  della  y  de  lo  que  yo  puedo  servir  mas  que  de 
capellán.  Mal  acomodado  estoy  de  ropa  y  servicio;  empe- 
ro menos  descontento  que  dando  pesadumbre  á  los  padres, 
aunque  ellos  tienen  (anta  caridid  que  no  la  recibian  con- 
migo. En  el  Escorial  10  de  noviembre  1579. ~B.  1.  m.  de 
V.  m.  su  servidor  obligadísimo,  Arias  Montano. — Tiene  rú- 
brica. 

Sobre. — Al  illustre  señor  Gabriel  de  Zayas,  mi  señor, 
del  Consejo  de  S.  M.^  y  su  secretario  de  Stado,  en  Madrid. 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  á  Za- 
yas. De  San  Lorenzo  á  9  de  enero  1580. 

Encarga  el  secreto  sobre  su  asunto  de  Italia. — Dale  las  gracias 
por  el  socorro  que,  mediante  su  favor ,  le  tía  hecho  el  rey. — Ma- 
nifiesta qué  género  de  pensión  le  satisfaría. 

Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  ni'im.  583. 

ILLUSTRE    SEÑOR    MIÓ. 

Ojalá  viera  yo  entrar  á  v.  m.  por  esta  casa  cuando  lle- 
gó Lastanosa ;  y  si  esto  es  mucho,  viérame  yo  con  algún  re- 
poso entrar  por  la  de  v.  ra.  donde  fuera  yo  mas  regalado  y 
recibiera  mayor  merced  que  v.  m,  servicio  en  esta  po- 
breza. Los  consuelos  spiriluales  son  dones  de  Dios,  y  uno 
dellos  es  el  de  los  trabajos  y  descontentos  desta  vida,,  con 
resolverse  el  ánimo  nuestro  á  conocer  que  con  ellos  enseña 
el  buen  maestro  á  no  tener  lo  de  acá  en  mucho,  y  desear 
lo  de  la  otra,  que  es  el  fin  deste  destierro;  y  tenga  v.  m. 
por  cierto  que  esta  consideración  me  es  á  mí  de  grande  pro- 
vecho saber  que  no  está  aquí  mi  bien,  y  que  esto  de  acá 
es  nada  y  se  acabará  muy  presto. 


413 

Ni  el  nuevo  oficio  daría  á  v.  m.  tanta  molestia,  ni  el 
pasado  le  darla  notable  contento  con  la  verdadera  resolu- 
ción y  persuasión.  Müitia  vita  hominis  super  terram.  Mi 
señor:  pues  venimos  á  ella,  en  cualquiera  parle  que  nos  echa- 
ren no  digamos,  aquella  otra  nos  estarla  mejor,  porque  no 
lo  sabemos  sino  el  dia  que  estamos  eivla  matrícula  de  la  sol- 
dadesca. Si  nos  mandan  ir  á  emboscada  vamos;  si  hacer 
la  guarda,  hagámosla;  si  tomar  la  bandera  ó  la  gineta, 
lomémosla;  y  profesando  nuestra  insuficiencia  para  todo,  em- 
pleemos nuestro  trabajo  en  lo  présenle  sin  mirar  á  pasado  ni 
á  venidero,  sino  á  solo  el  fin  desta  milicia,  dejando  aparte 
el  juicio  de  los  hombres  y  procurando  sanar  el  de  nuestra 
consciencia. 

Suplico  á  V.  m.  que  en  lo  que  me  loca  para  Italia  v.  m. 
no  dé  parte  de  mi  deseo  á  persona  alguna ,  sino  cuando  se 
ofreciese  la  coyuntura  lo  efeclúe  con  la  gracia  de  Dios.  Si 
no  me  atormentara  la  consciencia  del  perder  tiempo ,  buen 
estar  era  en  corte  con  tantos  que  yo  amo  y  me  quieren  bien; 
mas  á  tanta  prueba  y  experiencia  ,  y  quedando  ya  tan  po- 
ca vida  y  flaca ,  es  pensar  que  los  rios  tornarán  contra  cor- 
riente, quien  se  persuadiere  que  la  corle  no  será  para  mí  lo 
que  ha  sido  siempre,  si  yo  no  soy  totalmente  otro ;  y  si  esto 
fuese  sería  entonces  mucho  menos  para  corle.  Yo  me  de- 
clararé mas  algún  dia  á  v.  m.:  entre  tanto  le  suplico  mire 
por  mí  al  propósito  que  le  he  significado. 

A  V.  m.  beso  las  manos  por  el  socorro  que  rae  ha  im- 
petrado de  S.  M.'',  que  á  v.  m.  lo  debo  después  de  Dios; 
yo  no  pensaba  en  ello,  mas  es  dura  cosa  haber  de  estar  pen- 
diendo de  ayudas  de  costa,  que  cansan  al  que  las  dá  y  al  que 
las  impetra,  y  atajan  al  que  las  recibe  si  es  vergonzoso. 

Cuanto  á  la  pensión,  pues  que  v.  m.,  como  quien  es 
para  mí,  rae  conjura  le  descubra  mi  poridad,  afirmo  que 


414 

ansí  como  jamás  he  profesatlo  que  no  como  carne ,  aunque 
no  la  como  de  buena  gana,  ansí  nunca  profesé,  ni  publiqué, 
ni  dije  afirmando  que  yo  no  quería  pensiones.  A  solo  aquel 
amigo  dijo  lo  que  oirás  veces  he  referido,  que  me  vernian 
mas  el  cuento  cuatro  mil  ducados  de  una  vez  que  cuatro 
mil  de  renta  por  la  Iglesia ,  y  aunque  lo  decía  por  mí,  sabe 
Dios  que  se  lo  decía  también  por  caridad  por  mi  nuera,  si- 
no que  él  se  debió  burlar  de  la  parte  que  le  cabia,  si  me 
entendió,  y  la  mi  parte  glosó  en  sentido  anagógico.  Esto 
es  lo  que  de  mi  boca  ha  salido ,  y  no  mas  que  hasta  tanto; 
puedo  empero  afirmar  que  cuando  salió  aquella  afluencia 
de  pensiones ,  me  holgué  muy  mucho  que  no  se  oyese  mi 
nombre  entre  tantos  beneméritos.  No  dije  esto  á  persona, 
y  debajo  del  mismo  sigillo  digo  á  v.  m.  en  esta  incomuni- 
canda  que  maldito  el  deseo  tengo  de  renta  eclesiástica  de 
ningún  ministerio,  ni  tampoco  de  pensiones,  que  según  di- 
cen las  gentes  es  la  mas  segura;  y  ansí  ningún  propósito 
tengo  de  pedirlas  ni  v.  m.  las  pida  para  mí ,  ni  solicite  á 
persona  alguna  que  las  pida. 

Cuando  salí  de  Madrid  el  año  de  78 ,  escribió  S.  M.'^  á 
Gaztelu  un  billete  que  mirase  en  qué  cosa  se  me  podría  asen- 
tar un  honesto  entretenimiento  para  cuando  yo  tornase.  Yo 
no  llevaba  deseo  ni  propósito  de  tornar  aunque  vía  mi  po- 
breza y  afrenta ,  y  dije  al  señor  Gaztelu  que  á  mi  parecer 
cosa  que  no  fuese  á  costa  de  S.  M.*^  ni  ministerio  ó  renta 
mero  eclesiástica,  podría  ser  cómodamente  señalarme  un 
miembro  de  encomienda  en  alguna  que  S.  M.*'  proveyese, 
porque  esto  seria  con  honor  mió,  sin  daño  de  persona  al- 
guna ni  menoscabo  de  pretensores,  y  que  no  vernía  á  posl- 
pelo,  pues  no  soy  incapaz  della,  teniendo  el  hábito  tan  legí- 
timamente como  cual  se  quiera  de  la  orden.  Resta  una  difi- 
cultad que  es  la  común:  hasta  agora  no  se  ha  usado  dar  ú 


415 

sacerdote  déla  orden  encomiendas  ni  miembros,  y  seria  abrir 
la  puerta  á  conseeuencias.  Tiene  tres  respuestas;  háse  usa- 
do darles  obispados  y  arzobispados,  y  dignidades  en  que 
puede  acaescer  mas  yerro  que  en  dar  un  girón  ó  miembro 
de  encomienda ,  ni  una  encomienda  entera.  Segunda  res- 
puesta :  tampoco  se  ha  usado  tener  sacerdote  en  la  órdeu 
que  haya  trabajado  mas  y  con  menos  costa  della ,  servido 
mas  á  ella  y  á  su  príncipe ;  la  tercera :  cuando  se  ofreciese 
haber  muchos  que  tuviesen  méritos  y  servicios  para  ser  hon- 
rados y  acomodados  en  esta  forma,  no  era  consecuencia 
sino  justicia ;  porque  ni  ellos  lo  desmerecían,  ni  sabrían  me- 
nos usar  de  la  renta,  según  Dios  y  orden,  que  los  legos  la 
usan,  aunque  sean  los  mas  aventajados  entre  ellos.  Heme 
alargado  con  haberme  v.  m.  estirado  mandándome  por  está 
me  declarase,  y  v.  m.  sepa  que  apretándome  Granvela  le 
dije  lo  mismo,  y  no  discutió  de  raí ;  si  v.  m.  conviene  con 
él  hará  mas  que  cuantos,  etc. 

Pues  habemos  llegado  á  este  punto ,  suplico  á  v.  m. 
me  la  haga  á  mí  en  particular  y  servicio  de  Dios  y  favor 
á  la  virtud  y  bondad,  de  que  ponga  en  tabla  á  S.  M.^,  que 
pues  queda  Girgos  en  Roma,  buen  varón  y  doto  y  honestí- 
simo, y  buen  criado,  lo  honre  esta  coyuntura  de  quedar 
en  vacante,  con  mostrar  tener  memoria  del  en  alguna  pen- 
sión acá  ó  en  la  corona  de  Aragón ,  ó  en  alguna  pavordía 
ó  otro  beneficio  simple  en  aquellos  reinos.  Yo  he  estado  mo- 
vido para  escribir  acerca  de  esto  á  S.  M.'^,  y  se  lo  hubiera  su- 
plicado á  boca  si  me  viera  en  su  presencia.  V.  m.  me  avi- 
se si  será  bien  se  lo  escriba  yo,  y  también  si  le  besaré  por 
escrito  las  manos  por  la  merced  de  ayuda  de  costa  que  v.  m. 
me  ha  avisado  habérseme  hecho,  Viéneme  grandemente 
á  propósito  porque  me  ayuda  en  parte  á  pagar  cierto  débito 
en  Roma,  que  rae  aíligia  asaz  la  consciencia  y  honra;  y  pues 


416 

V.  ni.  está  tan  puesto  en  aconinodarme ,  le  suplico  lo  procu- 
re ,  pues  con  el  oficio  podrá  hallar  medio  por  donde  yo  re- 
mita á  Roma  doscientos  ducados  sin  daño  ó  con  poco.  Pros- 
pere nuestro  señor  la  illustre  y  benéfica  persona  y  casa  de 
V.  m.  como  yo  deseo.  En  el  Escorial,  9  de  enero  1580. — 
B.  1.  m.  de  v.  m.  su  servidor  obligadísimo,  Arias  Mon- 
tano.— Tiene  rúbrica. 

Sobre. — Al  Illustre  señor  Gabriel  de  Zayas,  mi  señor, 
del  Consejo  de  S.  M.*^  y  su  secretario  de  Stado  y  de  Italia. — 
En  Madrid. 


Copia  de  carta  autógrafa  del  doctor  Arias  Montano  á  Za^ 
y  as.  Del  Escorial  á  9  de  marzo  1580. 

Avisa  su  próxima  partida  á  Madrid. 
Archivo  general  de  Simancas. — Estado,  legajo  núm.  583. 

ILLUSTRE   SEÑOR. 

Estando  aderezando  mi  partida  para  mañana  á  las  seis 
de  la  tarde ,  llegó  este  correo ;  y  porque  estoy  ya  despedido 
de  todos  los  de  acá,  lo  torné  luego  á  enviar  con  esta  con 
propósito  de  responder  á  v.  m. ,  placiendo  á  Dios,  mañana 
en  la  noche  á  boca.  Iréme  á  apear  á  casa  del  doctor  Sebas- 
tian Pérez  ó  del  embajador  del  emperador,  por  estar  cerca 
de  V.  m.,  cuya  illustre  persona  Nuestro  Señor  prospere  en 
su  servicio.  En  el  Escorial  9  de  marzo  1580. — B.  I.  m.  de 
V.  m.  su  siervo,  Arias  Montano. — Tiene  rúbrica. 

Sobre. — Al  illustre  señor  Gabriel  de  Zayas,  mi  señor, 
del  Consejo  de  S.  M.^  y  su  secretario  de  Stado,  en  Madrid. 


4i7 


Copia  de  dos  libranzas  originales  á  favor  de  Arias  Montano 
y  de  Miguel  Gaste, 

Archivo  del  Excmo.  señor  duque  de  Alba. 

Mis  contadores,  ó  la  persona  ó  personas  á  cuyo  cargo 
fuese  tomar  las  cuentas  á  Gonzalo  Cano,  mi  tesorero.  Yo  vos 
mando  le  recibáis  y  paséis  en  ellas  cincuenta  y  nueve  flo- 
rines de  á  veinte  placas  de  Brabante  cada  uno,  y  nueve 
placas  mas.  Los  cuarenta  florines  y  cinco  placas  dellos  por 
otros  tantos  que  por  mi  mandado  dio  al  doctor  Arias  Mon- 
tano para  ciertas  cosas  que  yo  le  mandé  hacer,  que  no  con- 
viene declararse;  y  los  diez  y  nueve  florines  y  cuatro  placas 
restantes,  que  dio  y  pagó  á  Miguel  Gaste,  pintor,  por  una 
Roma  en  lienzo  que  del  se  compró  para  mi  servicio.  Y  mando 
que  en  virtud  desta,  habiendo  tomado  la  razón  Hierónimo 
González  Gante,  en  nombre  de  Diego  González  Gante,  se  le 
reciban  y  pasen  en  cuenta  sin  otro  recado  alguno.  Fecha 
en  Anveres  4  de  noviembre  1573. — M.  el  duque  de  x\lba. — 
Tomó  la  razón. — Albornoz. 

V.  E.^  manda  le  reciban  y  pasen  en  cuenta  á  Cano 
cincuenta  y  nueve  florines  que  V.  E.''  mandó  dar  al  doctor 
Arias  Montano  para  algunas  cosas  de  servicio  de  V.  E." 

Al  dorso. — Libranza,  cincuenta  y  nueve  florines,  fecha 
á  4  de  noviembre  1573. 

Pagó  esta  libranza  G.  Cano. — Tomada  en  cuenta. 


Tomo  XLL  27 


418 


Hecibos  que  se  hallan  dentro  de  la  anterior  libranza :  son 
originales. 

Yo  el  doctor  Arias  Montano  rescebí  de  Hernando  de  Bal- 
boa cuarenta  florines  y  cinco  placas,  y  son  los  veinte  y 
cuatro  florines  por  un  soldado  que  tañe  en  un  alambor,  y 
los  diez  y  seis  florines  y  cinco  placas,  por  quince  hojas  de 
unas  Horas  que  yo  hice  luminar,  y  dos  retratos  pequeños 
de  Su  E.*,  todo  para  mi  señora  la  duquesa;  y  por  la  verdad 
la  firmo  de  mi  mano.  En  Anveres  á  postrero  de  agosto 
1575.— B.  Arias  Montano. 

Yo  Miguel  Gaste,  pintor,  rescebí  de  Hernando  de  Balboa 
doze  florines  de  á  32  placas,  á  buena  cuenta  de  una  Roma 
que  pinté  para  Su  E.*;  y  por  la  verdad  la  ñrmo  de  mi 
mano.  En  Anveres  á  51  de  agosto  1575. — Michael  Gaste, 
pintor. 


>>><'->^<£-Cr< 


CARTAS 


DEL 


AHIRAME  DE  ARAGÓN  D0.\'  FRANCISCO  DE  MENDOZA. 


AL 


relatifas  en  su  mayor  parte  á  la  guerra  de  Fláades,  desde 


Se  han  sacado  de  un  tomo  en  folio  que  conserva  entre  sus  Ma- 
nuscritos la  Academia  de  la  Historia,  perteneciente  á  la  Colección 
de  Sálazm-,  signado  A.  62.  Fuera  de  algunas  cartas  autógrafas, 
son  en  su  mayor  número  minutas,  aun  cuando  se  les  da  constante- 
mente cl  nombre  de  copias  en  el  respaldo  de  las  mismas.  Muchas 
de  estas  tienen  adiciones  y  enmiendas  de  mano  propia  del  Almirante, 
lo  cual  se  advertirá  oportunamente. 

De  este  nos  ha  dejado  una  breve  noticia  biográfica  don  An- 
tonio Carrillo  de  Mendoza,  en  la  Serie  cronológica  de  los  obispos 
de  Sigüenza,  que  escribió  en  17ol ,  y  de  la  que  existe  copia  en  la 
Biblioteca  Nacional,  sala  de  MSS.  Dd.  96.  Dice  así:  "Don  Fran- 
" cisco  Mendoza,  2."  de  el  nombre,  hijo  de  don  Iñigo  López  de 
"Mendoza  y  de  Dona  María  de  Aragón,  marqueses  de  Mondéjar, 
"casó  con  Doña  María  Colón  de  Córdoba,  cuya  era  la  dignidad 
"de  Almirante,  y  viudo  sin  hijos  de  esta  señora,  fué  mayordo- 


420 

»  mo  mayor  de  el  Rey  Phelipe  2.°  y  del  archiduque  Alberto;  de  los 
» Consejos  de  Estado  y  Guerra;  general  de  la  caballería  de  Flán- 
'»des;  embajador  de  Alemania  y  de  Polonia.  Gobernó  los  Paises- 
'» Bajos  por  ausencia  del  Archiduque,  ganando  renombre  de  famoso 
«capitán  y  valiente  soldado.  Hiciéronle  prisionero  los  holandeses, 
'»y  padeció  no  poco  por  el  envidia  de  sus  émulos;  pero  libre  de  to- 
adas las  calumnias  y  en  la  gracia  de  los  Reyes,  se  dedicó  á  el  es- 
piado eclesiástico  con  edificación  universal.  Presentólo  Phelipe  3." 
'>para  el  obispado  de  Sigüenza,  de  que  tomó  posesión,  y  viniendo 
'>á  residido ,  murió  en  Alcalá  de  Henares  á  1  de  marzo'  de  1623. 
"Yace  su  cuerpo  en  el  colegio  de  la  Compañía  de  Jesús  de  aquella 
'>  ciudad ,  sin  mas  epitafio  que  la  fama  de  sus  virtudes  y  proezas. 
"Asegura  Gil  González  Dávila  escribió  un  libro  devoto  y  erudito  de 
ida  generación  de  Nuestra  Señora  (1)." 

(1)  Esta  noticia  fué  copiada  con  algunas  alteraciones  de  la  que 
escribió  Sánchez  Portocarrero  en  su  Nuevo  Catálogo  de  los  obispos 
de  la  Santa  Iglesia  de  Sigüenza.  (Madrid  1646,  4.°) 

Gil  González  Dávila  publicó  también  una  reseña  biográfica  de 
nuestro  Mendoza,  algo  mas  extensa  que  las  anteriores,  en  su  Tea- 
tro eclesiástico  de  las  Iglesias  Metropolitanas  y  Catedrales  de  los  rei- 
nos de  las  dos  Castillas,  tomo  i .°  página  203. 


I 


421 


Copia  de  carta  del  Almirante  mi  señor  á  S.  A. ,  fecha  á  5 
de  diciembre  en  Augusta  (i). 

Embajada  de  Polonia. —  Buen  hospedaje  que  le  hace  el  arzobispo 
de  Salzburg. — Da  el  hábito  de  Calatrava  á  un  hermano  de  es- 
te.— Muéstrase  agradecido  al  Archiduque  por  las  mercedes  qne  le 
ofrece.— Cumplimientos  que  conviene  hacer  con  algunos  electo- 
res y  príncipes  del  Imperio. — El  duque  de  Baviera. — Proposi- 
ción hecha  á  los  Fúcares  á  fin  de  que  provean  de  dinero  para 
la  guerra  de  Flándes. — El  archiduque  Matías. 

SERENÍSIMO    SE.\OR. 

A  los  14  de  noviembre  recibí  en  Entz  las  cartas  de  V.  A. 
de  primero  del,  estando  para  partir  de  allí,  y  el  mismo  dia 
respondí  á  ellas  de  Veltz,  avisando  á  V.  A.  como  babian 
llegado  á  mis  manos,  y  baria  lo  que  V.  A.  me  mandaba 
cerca  de  la  jornada  de  Polonia,  sin  embargo  de  las  difi- 
cultades que  se  me  ofrecian  para  ello  del  rigor  del  tiempo, 
de  la  destemplanza  de  aquellas  regiones  y  de  mi  edad ,  y  de 
lo  que  siento  el  estar  ausente  del  servicio  personal  de  V.  A., 
y  como  por  bailarme  tan  cerca  de  Insprucb  continuaba  mi 
camino  para  visitar  al  serenísimo  archiduque  Matías ,  así 
por  baber  dias  que  S.  A.  me  esperaba,  como  por  ser  el  Tirol 
tan  á  trasmano  para  volver  allí  después  de  la  jornada  de 
Polonia ;  y  que  de  allí  me  iria  á  Augusta  á  esperar  los  des- 
pachos que  se  me  babian  de  enviar  para  Polonia,  y  en  el 
ínterin  procuraría  tratar  con  los  Fúcares  los  negocios  de 
V.  A.  y  tomar  algún  asiento  en  ellos.  Y  lo  que  después  acá 
se  me  ofrece  que  decir  á  V.  A.  es,  que  llegado  á  Salsburg, 

(I)  No  pone  el  año;  p«ro  es  indudablemente  el  de  1590. 


422 

me  recibió  y  hospedó  allí  el  arzobispo  de  aquella  ciudad 
con  tanto  amor  y  grandeza,  que  mostró  bien  la  de  su  Es- 
tado, que  es  el  mayor  en  rentas  de  los  príncipes  eclesiásti- 
cos de  Alemania ,  y  el  ser  uno  de  los  mas  aficionados  á  la 
Casa  de  Austria  que  hay  en  ella ,  el  cual  trató  conmigo  de 
algunos  negocios  de  que  daré  mas  particularmente  cuenta 
á  V.  A.  antes  que  me  aparte  mucho  de  Augusta. 

Di  allí  el  hábito  de  Calatrava  con  la  mayor  solemnidad 
y  cumplimiento  que  pude,  al  coronel  Aníbal  de  Rotlenoy 
su  hermano,  que  me  aguardaba  con  los  despachos  de  S.  M., 
y  yo  iba  prevenido  para  ello  dende  Praga  con  todo  lo  ne- 
cesario para  dársele,  de  manera  que  S.  M.  y  V.  A.  se  sir- 
viesen en  ello ,  de  que  el  arzobispo  y  su  hermano  queda- 
ron satisfechos  y  muy  agradecidos.  Y  queriéndome  partir 
otro  dia  después  del  hábito  para  Inspruch,  tuvo  aviso  con 
correo  propio  el  coronel  Aníbal  Rottenoy  del  camarero  ma- 
yor del  serenísimo  archiduque  Matías,  que  estaba  de  par- 
tida para  Monaco  y  Augusta,  y  que  toda  su  corle  era  ida 
adelante,  y  S.  A.  hobia  quedado  allí  coa  tan  poca ,  que  le 
habia  parecido  avisárselo  para  que  me  lo  dijese;  y  entendien- 
do lo  que  esto  podia  significar,  dije  al  coronel  escribiese  al 
camarero  mayor  como  yo  me  hallaba  allí,  y  que  pues  S.  A. 
estaba  para  partir  de  Inspruch  tan  presto,  por  no  detener- 
le holgaría  se  rae  avisase  donde  era  servido  S.  A.  le  fuese 
á  esperar  ó  le  saliese  al  camino  para  visitarle;  y  con  esto 
se  le  despachó  correo.   Y  el  arzobispo  de  Salsburg  no  per- 
mitió que  yo  partiese  de  allí  hasta  que  vino  la  respuesta  de 
S.  A.,  en  que  me  mandó  le  viniese  á  esperar  á  Augusta, 
y  con  esto  me  partí  de  Salsburg,  y  el  arzobispo  y  su  her- 
mano me  hicieron  muchos  regalos;  y  sabiendo  que  iba  á 
Polonia,  me  dieron  un  coche  húngaro  con  ocho  caballos 
transilvanos  muy  buenos,  y  yo  al  coronel  en  los  aparatos 


423 

del  hábito  y  á  los  criados  del  arzobispo  mas  que  montaba  su 
présenle,  paresciéndome  por  algunos  respetos  que  era  mas 
justo  dejarlos  obligados  que  irlo  en  esta  parte,  ya  que  en 
lo  que  toca  á  cumplimientos  cada  uno  por  la  suya  habia 
hecho  lo  que  habia  podido. 

Llegué  á  Augusta  el  primero  dia  de  diciembre,  y  aun- 
que yo  habia  enviado  un  criado  mío  delante  para  que  me 
alojase ,  los  Fúcares  no  lo  consintieron ,  y  Cristóforo  Fúcar, 
hijo  de  Joan,  salió  al  camino  y  me  llevó  á  su  casa  donde 
de  presente  me  hallo  tan  bien  hospedado  y  regalado,  como 
lo  be  estado  en  todo  este  camino ;  y  otro  dia  después  de 
llegado  ,  fui  á  ver  á  Joan  Fúcar  que  está  malo  de  la  gota, 
y  por  no  perder  tiempo  le  di  la  carta  de  V.  A.  que  venia 
para  él  y  para  Marcos,  porque  Marcos  está  perlático  y  no 
trata  ya  de  negocios,  ni  tiene  disposición  para  ello;  y  en 
virtud  de  mi  creencia  traté  los  de  V.  A.  con  Joan,  y  aun- 
que mostró  gran  voluntad  al  servicio  de  V.  A.,  la  falta 
de  salud  con .  que  se  halla  y  alguna  discordia  que  hay 
entre  él  y  sus  sobrinos,  hijos  de  Marcos  y  Jacobo,  y  la 
estrechura  de  los  tiempos  le  tienen  muy  embarazado  pa- 
ra hacer  lo  que  le  he  pedido.  Insto  en  ello  y  lo  haré  con 
lodo  el  calor  que  pueda,  valiéndome  de  la  misma  dis- 
cordia y  de  otros  medios  que  podrian  aprovechar  para  ello, 
y  de  lo  que  resultare  daré  á  V.  A.  aviso,  para  que  confor- 
me á  ello  vea  V.  A.  la  orden  que  se  ha  de  dar  para  valer- 
se de  la  hacienda  de  España. 

En  Augusta  hallé  al  hijo  de  Westernach  que  habia  lle- 
gado cuatro  dias  antes  que  yo  á  ella ,  con  quien  recibí  tres 
cartas  de  V.  A.,  una  de  su  serenísima  mano,  fecha  en  19 
de  noviembre ,  y  otra  de  mano  ajena ,  de  la  misma  data, 
y  el  triplicado  de  la  de  1.**  de  noviembre,  y  las  joyas 
y  los  demás  papeles  que  V.  A.  me  mandó  enviar  para  la 


424 

jornada  de  Polonia.  Y  por  el  aviso  que  V.  A.  me  da  de  su 
salud  y  de  la  de  SS.  MM.  y  A  A. ,  que  es  la  nueva  prin- 
cipal y  que  yo  siempre  mas  deseo,  beso  á  V.  A.  las  ma- 
nos. Y  en  cuanto  á  la  jornada  de  Polonia,  aunque  todos 
me  la  dificultan  mucho  por  el  tiempo  y  la  esterilidad  de 
aquel  pais,  y  el  mal  acogimiento  que  hacen  á  los  extran- 
jeros, me  partiré,  placiendo  á  Dios  Nuestro  Señor,  para 
allá,  en  visitando  al  serenísimo  archiduque  Matías,  que 
será  mañana;  porque  según  he  entendido,  entrará  hoy 
aquí,  y  creo  que  viniendo  S.  A.  de  paso  para  Viena,  y  sa- 
biendo que  yo  lo  estoy  para  Polonia,  no  se  detendrá  ea 
despacharme. 

En  lo  que  toca  á  los  negocios  de  cumplimiento  y  de  Es- 
tado que  S.  M.  y  V.  A.  me  mandan  trataren  Polonia,  haré 
lo  que  pudiere  sin  perder  tiempo  en  nada,  pues  yo  no  voy 
á  otra  cosa  ni  la  deseo  tanto  como  volverme  al  servicio 
de  V.  A. 

Por  lo  que  V.  A.  me  dice  cerca  de  mis  particulares,  le 
beso  los  pies,  y  fundo  mas  la  esperanza  de  que  S.  M.  me  ha 
de  hacer  merced  en  ellos,  en  lo  que  inerezcopor  ser  criado 
de  V.  A.,  que  por  lo  que  yo  he  servido  ó  puedo  servir  á 
S.  M.  en  esta  jornada  y  en  lo  que  me  queda  de  la  vida.  Déla 
Dios  á  Y.  A.  tan  larga  y  felice  como  yo  se  la  deseo  ,  que 
teniéndola  V.  A.,  nada  me  puede  faltar. 

Aunque  las  cartas  del  rey  de  Polonia  llegaron  tarde 
para  que  S.  M.  enviase  persona  para  el  baplismo  de  su  hijo, 
si  para  esto  yo  no  llegare  á  tiempo,  creo  que  llegaré  tem- 
prano para  sacarle  de  pila  otra  hija  que  le  nació  á  los  pos- 
treros del  mes  de  setiembre,  de  que  vino  nueva  estando  yo 
en  Gratz. 

Al  rey  y  á  la  reina  de  Polonia  visitaré  ansimismo  de 
parle  de  V.  A.,  y  liaré  con  ellos  el  cumplimiento  necesario 


425 

para  que  no  se  eche  menos  la  respuesta  de  la  emperatriz 
nuestra  señora. 

Hierónimo  Veslernach  lia  deseado  llegar  á  Polonia,  y 
por  esto  no  le  he  despachado  desde  aquí  y  rae  le  llevo  con- 
migo. 

Gilibertode  Santillez,  con  quien  envié  sus  cartas  al  sere- 
nísimo rey  Maximiliano,  se  detuvo  allá  veinte  y  seis  dias 
por  no  haber  hallado  á  S.  M.  en  Cassovia ,  y  haberle  anda- 
do á  buscar  por  diferentes  caminos  que  S.  M.  tomó  vinien- 
do con  solos  dos  criados  por  algunos  respectos,  hasta  que 
llegó  á  Noistat  donde  se  las  dio  y  le  visitó;  y  S.  M.  respon- 
dió á  V.  A.  y  á  mí  con  tanto  cumplimiento  y  tan  justas  sa- 
tisfacciones de  no  haber  respondido  á  mis  cartas,  que  me 
ha  obligado  á  no  volverme  á  esos  Estados,  aunque  rodee 
mucho,  después  de  vuelto  de  Polonia,  sin  visitarle,  sino 
le  topo  á  la  ida  en  Viena  ó  Noistat  como  lo  procuraré ,  por- 
que á  la  vuelta  pueda  volverme  por  la  Sajonia  en  que  se 
ahorrarán  muchas  leguas  de  camino. 

Yo  reservaba  los  cumplimientos  que  V.  A.  ha  de  hacer 
con  los  electores  y  príncipes  del  imperio,  que  tienen  mayor 
afición  y  obligación  á  la  Casa  de  Austria,  para  cuando  yo 
volviese;  y  visto  lo  que  esto  se  difiere  y  lo  que  importa  te- 
nerlos gratos,  me  ha  parescido  avisar  á  V.  A.  que  será  bien 
que  V.  A.  les  escriba  luego  con  el  cumplimiento  que  se 
debe  á  cada  uno,  que  el  secretario  Veslernach  está  informa- 
do á  cuales  y  como  escribió  de  ahí  el  serenísimo  archiduque 
Ernesto ,  que  haya  gloria ,  y  lo  podrá  hacer  no  olvidando 
al  arzobispo  de  Salsburg ,  que  es  el  mas  aficionado  príncipe 
á  la  Casa  de  Austria  y  á  las  cosas  de  España  que  hay  en 
Alemania,  como  yo  lo  diré  mas  particularmente  á  V.  A. 
en  otra,  ni  al  obispo  de  Birbursch  que  lo  es  también  mu- 
cho. Y  si  V.  A.  no  quiere  cansarse  en  enviar  de  allá  perso- 


426 

ñas  que  se  ocupen  en  esto,  mandando  V.  A.  enviarme  las 
cartas,  las  enviaré  yo  con  estos  caballeros  que  vienen  con- 
migo ,  y  lo  harán  muy  bien  y  con  menos  costa  hallándose 
acá,  y  ellos  tendrán  por  premio  de  su  trabajo  el  servir  á 
V.  A.  en  esto. 

Al  duque  de  Baviera  no  he  visto ,  aunque  pasé  por  muy 
cerca  de  Monaco,  por  no  traer  cartas  de  V.  A.  para  él;  y 
háme  enviado  recaudos  de  tanto  cumplimiento  y  muestras 
de  amor  y  voluntad  que  tiene  al  servicio  de  V.  A.,  que  si 
lo  entendiera  así  antes,  sin  cartas  hubiera  hecho  la  visita; 
y  si  no  viene  muy  á  trasmano,  partiendo  de  aquí  para  Polo- 
nia ,  la  haré.  Pero ,  sin  embargo  desto,  conviene  que  V.  A. 
le  escriba  con  el  cumplimiento  que  es  razón ,  porque  cierto 
fuera  de  ser  gran  príncipe  y  tan  deudo  de  V.  A.,  ama  á 
V.  A.  con  afición  particular  y  ternura;  y  esta  y  las  demás 
cartas  podrá  V.  A.  mandar  que  se  encaminen  con  las  que 
á  mí  me  mandare  V.  A.  escribir  á  Praga:  que  yo  tendré 
siempre  cuidado  de  avisar  al  embajador  del  camino  que 
fuere  haciendo ,  para  que  me  envíe  los  pliegos  de  V.  A. 
que  llegaren  á  sus  manos. 

Hoy  he  apretado  mas  á  los  Fúcares  en  el  negocio  de 
V.  A. ;  y  aunque  por  su  modestia  y  atentada  manera  de 
proceder ,  no  han  querido  dar  orden  precisa  á  Tomás  Carg 
ni  ser  primero  informados  del  estado  de  las  cosas  de  V.  A. 
y  suyas  de  España,  de  personas  que  traten  sus  negocios, 
para  que  provea  á  V.  A.  por  meses,  al  fin  lo  hacen  en  la 
forma  que  V.  A.  lo  verá :  que  con  la  buena  voluntad  que 
Tomás  Carg  tiene  de  servir  á  V.  A.,  me  parece  que  basta 
para  que  V.  A.  sea  bien  servido  en  esta  parte  y  con  poco 
daño  de  su  hacienda.  Y  aunque  ellos  me  ofrecieron  de  en- 
viar la  orden  con  el  primero  ordinario  para  mayor  breve- 
dad y  seguridad  del  negocio  de  V.  A. ,  tomé  yo  dos  copias 


h 


4i>7 

deila,  originales,  que  la  una  va  con  este  ordinario,  y  la 
otra  irá  por  otra  vía ,  para  que  perdiéndose  la  una ,  sirva  la 
o  Ira.  Yo  quisiera  haber  negociado  mas  y  mejor  con  ellos; 
pero  cierto  que  no  he  podido  por  agora  sacarles  otra  cosa. 
Heles  propuesto  que  tomen  en  arrendamiento  el  arzobispa- 
do por  cinco  o  seis  años  en  precio  de  cien  cuentos  en  ca- 
da uno,  con  cargo  de  proveer  á  V.  A.  de  doce  mili  duca- 
dos al  mes  sin  ningún  inicíese,  todo  el  tiempo  que  estu- 
viere fuera  de  España ,  ó  en  administración  con  el  mismo 
cargo  de  proveerá  V.  A.  los  doce  nil  ducados  al  mes,  con 
solo  siete  por  ciento  de  interese  al  año,  del  dinero  que 
desembolsaren  del  suyo  cuando  no  lo  tuvieren  de  V.  A;  y 
la  resolución  deslos  dos  artículos  reservaron  para  cuando 
Tomás  Carg  les  haya  respondido  á  las  diligencias  que  so- 
bre todo  le  han  mandado  hacer;  y  en  esto  no  les  quise 
apretar  mucho,  viendo  que  sin  información  particular  no  se 
habian  de  resolver  en  ello.  Y  con  muy  poca  diligencia 
que  se  haga  con  Tomás  Carg,  quedará  asentado  lo  de  la 
provisión  que  traío  en  primer  lugar,  al  cual  han  apro- 
bado lo  que  ha  hecho  hasta  aquí  en  servicio  de  V.  A.,  co- 
mo él  lo  deseaba ,  y  dádole  gracias  dello ,  con  que  é!  que- 
dará contento  del  servicio  que  ha  hecho  á  V.  A. ,  y  con  mas 
aliento  para  continuar  lo  que  se  le  ordena  de  nuevo,  habién- 
dolo remitido  á  su  arbitrio. 

Teniendo  escrita  esta  hasta  aquí,  he  entendido  que  ha 
llegado  á  esta  ciudad  el  serenísimo  archiduque  Matías,  y 
luego  envié  á  avisarle  como  ha  cuatro  días  que  le  espero 
aquí,  como  rae  lo  mandó,  y  á  suplicarle  me  dé  audiencia 
para  visitarle  de  parte  de  V.  A. ,  en  que  creo  que  no  habrá 
ninguna  dilación,  ni,  hecho  este  cumplinñento,  yo  me 
detendré  mas  aquí  habiendo  acabado  con  los  Fúcares. 

Estando  para  pedir  audiencia  al  serenísimo  archiduque 


428 

Matías,  me  previno  S.  A.  envi¿indome  á  decir  con  un  ca- 
marero suyo,  cómo  era  llegado,  y  deseaba  saber  cómo  me 
habia  iiallado  aquí  desde  que  vine  á  esperarle ;  y  poco  des- 
pués vino  Octavio  Cambriani,  caballerizo  mayor  de  S.  A.,  á 
verme  y  á  saber  cuando  quería  visitar  á  S.  A.  Yo  le  besé 
las  manos  con  la  reverencia  debida  por  lo  primero,  y  remití 
lo  demás  á  la  voluníad  de  S.  A. ,  y  así  me  la  dio  para  ma- 
fiana  entre  las  dos  v  las  tres. 


Copia  de  carta  del  Almirante  mi  señor  á  S.  A.,  de  Olmutz 
á  d  de  enero  de  1597. 

Entrevistas  que  tuvo  cu  Viena  con  los  archiduques  Matías  y  Maxi- 
miliano,— Continúa  su  viaje  á  Polonia. — Conveniencia  de  que 
el  rey  de  Espaíía  muestre  su  sentimiento  al  emperador  y  átoda 
Alemania  por  los  desastrosos  sucesos  de  la  guerra  de  Ungría, 
ofreciendo  á  la  vez  algún  socorro  de  tropas. — Su  designio  de  ir 
á  Varsovia. — Pide  cartas  para  el  prÍQcipe  de  Transilvania. 

SERENÍSIMO   SEÑOR. 

De  Augusta  escribí  á  V.  A.  el  día  que  partí  de  allí,  y 
como  iba  á  embarcarme  á  Ratisbona  para  ir  por  el  Danu- 
bio á  Viena.  Hícclo  á  los  18  de  diciembre,  y  la  víspera  de 
pascua  llegué  á  Viena  temprano,  donde  hallé  juntos  á  los  se- 
renísimos archiduques  Matías  y  Maximiliano ,  y  Sus  Altezas 
se  sirvieron  de  enviar  luego  á  saber  de  raí ,  y  si  estaba  con 
la  comodidad  que  habían  mandado  se  me  hiciese;  y  por  no 
ser  costumbre  en  Alemania  dar  audiencia  el  primero  y  se- 
gundo dia  de  pascua,  yo  diferí  el  visitarlos  para  el  tercero, 
que  se  hallaron  desocupados.  Visité  primero  al  serenísimo 
archiduque  Matías  que  me  detuvo  mas  de  hora  y  media ,  y 


429 

después  fui  al  aposento  del  serenísimo  archiduque  Maximi» 
liano ,  y  estuve  con  él  casi  oirás  dos.  Ambos  me  hicieron 
mucha  merced,  y  el  rey  Maximiliano,  como  no  mehabia  vis- 
to, me  preguntó  mucho  de  la  salud  y  victorias  de  V.  A. ,  y 
me  dio  muy  particular  cuenta  de  sus  sucesos,  y  me  dijo  que 
me  lo  mandaria  dar  todo  por  escrito  para  enviarlo  á  V.  A., 
porque  no  son  buenas  muchas  de  las  relaciones  que  se  han 
extendido  por  el  mundo,  así  de  algunos  que  las  han  hecho 
con  pasión  y  fines  propios,  como  de  otros  que  han  querido 
disculpar  a  S.  M.,  y  lo  han  hecho  de  manera  que  sus 
disculpas  son  mas  subjeclas  á  calumnias,  que  lo  que  ver- 
daderamente pas();  y  entendiendo  que  el  rey  Maximiliano 
se  habia  de  partir  el  domingo  siguiente,  volví  á  despedir- 
me de  S.  M.  el  dia  antes,  y  me  detuvo  hablando  en  lo  mis- 
mo que  el  dia  primero  que  le  vi,  otras  dos  horas;  y  este 
dia  no  vi  al  serenísimo  archiduque  Matías.  El  siguiente 
se  partió  el  rey  Maximiliano  para  Praga ,  y  el  perenísimo 
archiduque  Matías  me  envió  á  mandar  |K)r  Octavio  Caní- 
briani  fuese  á  comer  con  S.  A. ,  y  yo  le  obedecí ,  y  antes  y 
después  de  la  comida  se  entretuvo  mucho  conmigo  tratan- 
do de  cosas  de  España  y  de  las  victorias  de  V.  A. ,  con 
grande  gusto  y  deseo  de  que  S.  M.  G.  y  V.  A  entiendan, 
que  ninguna  cosa  desea  mas  que  agradarlos  y  contentarlos. 
De  V.  A.  le  he  asegurado  las  veces  que  me  habló  en  esto, 
lo  mismo,  y  del  rey  nuestro  señor,  que  lo  creo  y  tengo 
por  cierto  así  como  S.  A.  lo  habia  entendido  de  losque  Jian 
tenido  comisión  para  representárselo ,  y  se  podía  creer  de 
las  demostraciones  que  conS.  A.  hacía,  y  particularmente 
en  esta  última  del  Tusón  que  S.  A.  me  dijo  tenía  aviso  se 
le  enviaba. 

Acabado  lo  que  yo  tenia  que  hacer  en  Viena,  que  era 
proveerme  de  dineros  para  pasar  á  Polonia ,  y  prevenirme 


430 

de  algunos  reparos  (para  mí  y  para  los  míos)  para  los  frios 
de  aquel  reino,  me  fui  otra  vez  á  despedir  de  S.  A.,  y  me 
hizo  la  misma  merced  que  las  de  antes ;  y  habiendo  lle- 
gado á  su  noticia  que  el  marqués  de  Burgao  que  estos 
príncipes  tienen  en  la  figura  que  V.  A.  sabe,  no  habia  he- 
cho ningún  cumplimiento  conmigo  en  Praga  ni  en  Viena 
las  dos  veces  que  estuve  allí  antes  desta,  y  que  la  última 
me  envió  un  recaudo  por  un  camarero  suyo,  mucho  me- 
nos cumplido  que  los  que  el  emperador  y  SS.  AA.  me  los 
habían  enviado;  desagradado  desto  el  serenísimo  archidu- 
que Matías,  el  día  antes  que  yo  saliese  de  Viena,  S.  A.  en 
anochesciendo  me  envió  á  decir  que  quería  venir  á  mi  posa» 
da,  y  aunque  envié  á  suplicar  á  S.  A.  se  sirviese  de  no  ha- 
cer aqueste  exceso,  poco  después  del  recaudo  vino  á  ella 
donde  estuvo  gran  rato  haciéndome  merced;  y  lodo  el 
tiempo  que  estuve  en  Viena  no  hubo  día  que  el  archiduque 
Matías  y  el  rey  Maximiliano,  antes  de  su  partida,  no  me 
enviasen  recaudos  y  regalos  de  venación  y  volatería  y  otras 
cosas  de  comer.  Salí  de  allí  á  los  cuatro  deste,  y  voy  si- 
guiendo mi  camino  de  Polonia  y  con  salud ,  á  Dios  gracias. 
Es  grande  el  lodo  de  Moravia,  de  manera  que  de  la  maña- 
na á  la  noche,  el  día  que  más  no  se  pueden  caminar  sino 
tres  ó  cuatro  leguas ;  porque  no  ha  helado  mucho,  y  cuan- 
do el  hielo  sea  mayor,  creo  se  pasará  mejor. 

De  Praga  he  tenido  cartas  de  un  ministro  de  S.  M.  Ce- 
sárea, que  me  obligan  á  volver  por  allí  á  la  vuelta  de  Po- 
lonia; porque  el  embajador  me  habia  también  apuntado  al- 
go dello.  No  me  aclaro  mas  por  no  tener  cifra  particular  de 
V.  A.,  ni  ser  cosas  para  escribirlas  de  otra  manera,  de 
que  confio  en  Nuestro  Señor  ha  de  ser  muy  servido  y 
SS.  MM.  Cesárea  Católica,  y  toda  la  Casa  de  Austria.  Dios 
lo  encamine  y  guie  como  puede ,  y  entretanto  que  yo  vuel- 


431 

vo  áesos  Estados,  ó  tengo  forma  de  escribir  á  V.  A.  mas 
abiertamente,  suplico  á  V.  A.  haga  el  oficio  que  pudiere 
con  el  rey  nuestro  señor  para  que  muestre  mucho  senti- 
miento de  los  trabajos  del  Emperador  y  de  toda  Alemania 
por  la  guerra  de  Hungría  y  sucesos  pasados ,  y  ofrezca  al- 
guna ayuda ,  no  de  dineros ,  sino  de  infantería  y  caballería 
para  este  año,  pues  mili  españoles  que  se  pueden  traer  de 
Itaha  y  mili  valones  que  en  esos  estados  harán  poca  falta, 
y  mili  caballos  que  se  podrían  sacar  de  Lorena  y  de  Sa- 
boya,  pues  aquellos  príncipes  tienen  paz  con  Francia,  ha- 
rían acá  mucho  al  caso  y  mayores  efectos  de  los  que  yo 
puedo  representar  en  claro  á  V.  A. ,  remitiendo  al  embaja- 
dor haga  este  ofrecimiento,  como  él  sabe  que  es  menester, 
para  que  resulten  del  los  efectos  que  convienen  al  bien  de 
toda  la  cristiandad ;  y  si  la  respuesta  de  S.  M.  pudiese  ve- 
nir antes  que  se  acabe  el  convenio  del  Imperio,  que  se  ha 
de  hacer  en  todo  el  mes  de  hebrero  y  á  mas  tardar  en  el  de 
marzo  (por  no  haber  lugar  de  tener  dieta)  para  dar  orden 
en  las  cosas  de  la  guerra  de  Hungría,  seria  grande  cosa 
así  para  los  negocios  del  rey  que  truje  á  mi  cargo  en  las 
instrucciones  de  V.  A.,  como  para  otros  de  que  V.  A.  no 
trata  en  ninguna  de  las  instrucciones;  y  importaría  (si  Dios 
fuere  servido  que  tuviese  efecto,  como  yo  espero  de  su  mise- 
ricordia) mas  para  la  pacificación  de  esos  Estados,  que 
cuantas  diligencias  se  han  he'cho  hasta  agora  y  se  pueden 
hacer.  V.  A.  se  sirva  de  mandar  se  me  envíe  una  cifra, 
para  que  yo  me  pueda  aclarar  mas;  y  si  no  hubiese  venido 
cuando  yo  llegue  á  Praga  de  vuelta  de  Polonia ,  placiendo 
á  Nuestro  Señor,  y  allí  entendiere  destos  particulares  algu- 
nas cosas  que  piden  mas  brevedad  que  la  que  mi  viaje  pue- 
de tener,  me  valdré  de  alguna  cifra  del  embajador ;  y  si 
agora  la  tuviera,  me  alargara  mas,  porque  hay  mucho  que 


45i 

decir  en  la  materia ,  aunque  se-  puede  diferir  y  es  de  menos 
inconveniente  que  publicarse  en  esos  Estados  ú  en  olra  par- 
te. Y  porque  V.  A.  no  este  tan  suspenso  no  aclarándome 
mas,  viendo  la  postrera  palabra  del  capitulo  octavo  de  la 
instrucción  secreta  de  mano  propia  de  V.  A.,  que  traje,  en- 
tenderá luego  lo  que  es;  y  si  V.  A.  no  tiene  este  papel, 
viendo  la  palabra  treinta  y  una  del  capítulo  sexto  de  la  ins- 
trucción que  V.  A.  me  mandó  dar  despachada  por  el  secre- 
tario Manzizidor,  que  trata  de  las  ciudades  marítimas,  en- 
tenderá V.  A.  lo  mismo. 

El  embajador  don  Guillen  (1)  me  ha  escrito  que  los 
fraibutes  (sic)  han  tomado  unos  despachos  que  iban  para 
V.  A. :  no  sé  si  iban  entre  ellos  algunas  carias  raías,  y  te- 
mo no  sean  algunas  que  escribí  á  V.  A.  de  Viena  dende  los 
tres  de  noviembre  hasta  los  ocho  del  mismo ,  que  partí  de 
allí  la  segunda  vez  que  estuve  en  aquella  ciudad ,  en  que  di 
cuenta  á  V.  A.  de  lo  sucedido  en  Hungría,  y  le  envié  la 
misma  carta  que  el  rey  Maximiliano  escribió  al  Emperador, 
dándole  aviso  de  la  rota;  y  no  las  duplico,  porque,  como 
eran  de  mi  mano  ,  no  me  quedó  copia  dellas ,  y  va  sola  la 
carta  del  rey  para  el  Emperador. 

Por  cartas  del  Legado  para  don  Guillen  de  Sant  Clemen- 
te, he  entendido  que  la  hija  del  rey  de  Polonia,  para  cuyo 
baplismo  fueron  convidados  la  emperatriz  y  el  rey  nuestros 
señores  segunda  vez,  está  ya  baptizada,  y  sin  embargo 
de  esto  continúo  mi  camino  como  V.  A.  me  mandaba  lo 
hiciese,  aunque  estuviese  hecho  el  primero  baptismo ,  cor- 
riendo la  misma  razón  en  el  segundo,  no  obstante  que  al  em- 

(1)  Don  Guillen  de  San  Clemente  enviado  á  la  corte  de  Viena  por 
Felipe  II  para  tratar  al  casamiento  de  la  archiduquesa  Margarita 
con  el  principe  su  hijo. 


l^üó 


bajador  y  al  legado  les  pareSeia  que  yo  podia  excusarlo,  no 
sabiendo  la  primera  orden  que  tuve  de  V.  A.,  ni  la  que  lie* 
vo  de  tratar  de  otras  cosas.  Nuestro  Señor  la  serenísima  per- 
sona de  V.  A.  guarde  y  ensalce  como  sus  criados  lo  desea- 
mos. De  Olmulz  á  9  de  enero  de  1597. 

Teniendo  escrita  esla  caria,  be  entendido  que  el  rey 
de  Polonia  está  en  Cracovia ,  y  así  habré  de  tomar  el  ca- 
mino de  Varsovia,  que  es  cincuenta  leguas  mas  adentro, 
y  también  he  entendido  que  el  príncipe  de  Transilvania  es- 
tará en  Praga  cuando  yo  vuelva;  y  holgaría  que  V.  A.  me 
enviase  allí  cartas  para  él ,  por  no  dejarle  quejoso  como  al 
duque  de  Baviera,  aunque  con  haberle  enviado  yo  á  visi- 
tar con  el  gobernador  de  Carpen,  se  sosegó  algo,  y  él  me 
envió  á  visitar  á  mí  con  su  camarero  mayor  con  mucho 
cumplimiento,  y  me  alcanzó  dos  jornadas  antes  que  yo  lle- 
gase á  Ralisbona. 


Memoria  de  las  cosas  de  que  ha  de  tratar  el  Almirante 
de  Aragón  en  la  jornada  que  hace  á  Alemania ,  demás 
de  las  que  lleva  á  su  cargo  por  unas  instrucciones  que  se 
le  han  dado  (1). 

Dióse  cuenta  á  S.M.  Cesa-  Dar  cuenta  al  emperador 

rea  desto,  y  holgó  mucho  de  de  la  pretensión  que  tienen 

que  S.  A.  no  se  hubiese  re-  mis  hermanos  Matías  y  Ma- 

suello  sin  su  parecer.  Y  res-  ximiliano,  de  que  yo  les  deje 

pondió  á  este  cabo  lo  que  se  gozar  la  parte  que  me  cabe  de 

verá  por  la  respuesta  en  for-  la  herencia  de  mi  hermano 

(1)  De  esta  memoria  se  hace  mención  eu  la  carta  precedente. 
Las  notas  marginales,  según  se  puede  deducir  del  contexto,  son 
puestas  por  el  Almirante. 
Tomo  XíJ.  28 


434 


ma  (le  cancelería  que  llevo 
dello. 


Antes  que  hubiese  audien- 
cia de  S.  M. ,   hablé  con 


Ernesto  y  mi  tio  Ferdinando, 
que  estén  en  el  cielo.  Y  pues 
S.  M.  tiene  la  misma  preten- 
sión ,  y  mis  cosas  no  están  al 
presente  en  términos  que  me 
den  lugar  á  que  pueda  re- 
nunciar la  dicha  herencia  en 
ninguno  dellos,  y  S.  M.  ha 
gozado  hasta  agora  los  frutos 
desta  herencia,  como  tam- 
bién de  lo  que  me  quedó  de 
mi  padre ,  no  me  he  querido 
resolver  con  ninguno  de  mis 
hermanos ,  hasta  saber  pri- 
mero la  voluntad  del  empe- 
rador ,  y  si  gustará  de  que  yo 
señale  á  alguno  dellos  ó  á 
entrambos  alguna  parte  de  la 
dicha  renta,  y  en  qué  canti- 
dad, para  que  conforme  á 
eso  yo  me  pueda  resolver  me- 
jor en  responder  á  mis  her- 
manos, y  el  emperador  en- 
tienda la  voluntad  con  que 
deseo  servirle  en  todo. 

Dará  recados  mies  á 
Rumph  y  á  Trauzen  (4),  y  les 


(1)  En  la  relación  del  viaje  del  Almirante  de  Aragón  á  Alema- 
nia y  Polonia,  que  escribió  en  laÜQ  el  jesuíta  P.  Tomás  Sailly 
(Bruselas,  1598,  en  4.°)  llama  á  estos  dos  Romffe  y  Trausen.  Uno 
y  Ciro  figuran  entre  los  principales  señores  que,  por  encargo  del 


455 


Rumpf  y  Trauchtson  y  les  di 
los  recados  de  S.  A.  con  mu- 
cho cumplimiento  y  amor,  y 
les  pedí  parecer  en  los  cabos 
que  había  de  tratar  con  el 
Emperador,  de  que  S.  A.  me 
mandó  les  diese  cuenta,  y 
con  su  parecer  me  guié  en 
ellos. 


A  las  mujeres  de  Rumpf  y 
Trauchtson  visité  el  dia  que 
S.  M.  me  dio  audiencia,  des- 
pués della,  y  les  hice  los  ofre- 
cimientos que  S.  A.  me  man- 
dó, y  el  mismo  dia  visité  á 
doña  María  Manrique,  y  los 
mas  dias  que  estuve  en  Praga 
la  vi  y  le  hice  los  ofrecimien- 
tos que  S.  A.  me  mandó.  Y 
después  vi  otras  veces  á  las 
mujeres  de  Rumpf  y  Traucht- 
son; y  pSrecléndoie  al  emba- 
jador que  era  necesario  rega- 
larlas, les  di  las  holandas  y 
mantelería,  repartido  entre 


pedirá  consejo  en  todo  lo  que 
allá  se  ofreciere,  y  les  asigu- 
rará  de  la  mucha  confianza 
que  tengo  de  que  holgarán  de 
ayudar  á  mis  cosas  en  todo  lo 
queseme  ofreciere;  y  en  par- 
ticular de  Rumpf  hará  caso, 
para  seguir  su  parecer  en  to- 
do lo  que  se  ofreciere  tratar 
y  hacer  allá ,  de  manera  que 
sea  á  satisfacción  del  empe- 
rador lo  mas  que  sea  jmsible. 
Visitará  de  mi  parte  á  sus 
mujeres ,  y  así  también  á  do- 
ña María  Manrique ,  y  á  esta 
con  mas  particularidad ,  por 
haberme  sacado  ella  de  pila 
en  compañía  de  Parnestan 
su  marido. 


Emperador,  recibieron  ostentosamente  en  Praga  al  embajador  espa- 
ñol, coya  entrada  debió  verificarse  en  setiembre  ú  octubre  de  <596, 
h.'ibiendo  emprendido  su  jornada  en  agosto. 


436 


ellas  como  al  embajador  le  pa- 
reció ,  de  que  ellas  y  sus  ma- 
ridos quedaron  muy  agrade- 
cidos y  dieron  las  gracias. 

Con  don  Guillen  hice  el 
oficio  que  S.  A.  me  mandó, 
dándole  cuenta  de  todos  los 
negocios  y  lomando  su  pare- 
cer en  ellos,  y  guiándolos  con- 
forme á  él.  Y  el  embajador 
hizo  también  el  suyo :  que  no 
contentándose  con  regalarme 
en  su  casa ,  hizo  todas  las  di- 
ligencias que  pudo  para  el 
buen  despacho  de  todo  y  pa- 
ra que  S.  M.  me  honrase  mu- 
cho y  me  hiciese  el  favor  y 
merced  que  me  hizo ,  y  todos 
los  embajadores  y  ministros 
de  S.  M.  me  visitasen  y  asis- 
tiesen en  lo  que  á  cada  uno 
tocaba  respectivamente. 

Este  cabo  consulté  con  el 
embajador  y  con  Rumpf  y 
Trauchtson,  y  procuré  que 
Rumpf  supiese  la  voluntad 
de  S.  M.  Cesárea,  y  S.  M.  me 
mandó  decir  por  medio  de 
Rumpf,  que  por  muchos  res- 
pectos le  parescia  que  fuese 
primero  á  Graz  y  visitase  á 
aquellos  príncipes,  y  después 


De  don  Guillen  de  Sancl 
Clemente  hará  también  el 
caso  que  se  debe  á  ser  minis- 
tro del  rey  mi  señor,  y  el  lu- 
gar que  tiene  en  Alemania,  y 
yo  mucha  confianza  de  que 
ha  de  holgar  de  ayudar  á  en- 
caminar bien  todas  cosas.  Y 
en  esta  conformidad  le  po- 
drá dar  también  recado  mió 
y  pedirle  parescer  en  lo  que 
se  le  ofieciere  hacer  y  tratar. 


A  todos  tres  lo  pedirá  so- 
bre la  orden  que  guardará  en 
visitar  á  mis  hermanos  y  tia, 
y  á  sus  hijos;  pues  no  se  le 
puede  dar  precisa  agora ,  por 
no  saberse  á  donde  estará 
cada  uno  dellos  cuando  él 
llegue.  Y  cuando  sobre  este 
particular  se  pudiese  enten- 
der la  intención  y  voluntad 


457 


al  rey  Maximiliano,  y  des- 
pués al  archiduque  Matías, 
y  que  con  esto  cesarian  todos 
los  inconvenientes  y  se  excu- 
saría algún  rodeo;  y  así  lo 
hice. 

Hice  toda  la  diligencia  po- 
sible en  esto;  y  por  tener  el 
emperador  los  papeles,  no  ha- 
llé en  Praga,  Viena  ni  en  Graz 
quien  me  diese  luz  entera  de- 
11o;  y  el  secretario  (I)  que  lo 
pudiera  hacer  y  me  lo  habia 
ofrecido,  y  á  quien  yo  regalé 
con  una  cadena  de  cien  es- 
cudos por  que.  lo  hiciese ,  no 
se  atrevió  á  dármelo,  porque 
debió  de  tener  orden  del  em- 
perador para  ello ,  que  sabia 
que  yo  lo  deseaba,  por  habér- 
selo yo  dicho  y  pedido áS.M. 
por  orden  de  S.  A.  que  tuve 
para  ello.  Y  instando  á  S.  M. 
por  medio  de  Rumpf  me  man- 
dase dar  relación  desto,  me 
envió  á  Viena  la  que  llevo , 
que  es  á  mi  parecer  corla  en 
las  rentas,  y  larga  en  las 
deudas. 

He  hecho  dili¿:encia  en  es- 


del  emperador,  será  bueno  y 
se  debria  seguir. 


Procurará  enterarse  muy 
particularmente  del  estado  y 
cualidad  de  las  herencias  de 
que  se  trata  en  el  primer  ca- 
pítulo, y  del  valor  dellas,  y 
de  la  parte  que  me  puede  to- 
car, con  las  mayores  particu- 
laridades que  pudiese  saber, 
para  traerme  muy  particular 
cuenta  y  luz  de  todo. 


Asimismo  procurará  pe- 


(4)  El  nombre  está  en  blanco. 


458 


lo,  y  llevo  á  S.  A.  razón  dello. 


He  hecho  asirnisino  dili- 
gencia en  esto,  y  se  ha  de 
hacer  mayor  en  las  corles  del 
rey  Maximiliano  y  Matías; 
y  para  lo  que  toca  á  los  prín- 
cipes y  electores  de  Alemania, 
llevo  orden  de  lo  que  se  há 
de  hacer,  con  parescer  del 
emperador. 


nelrar  y  traer  luz  de  lodo  lo 
que  es  bien  que  yo  tenga  en- 
tendido, para  dar  salisfacion 
al  emperador ,  así  en  el  go- 
bierno destos  Estados,  como 
en  todo  lo  demás,  aunque 
sean  cosas  particulares. 

Lo  mismo  procurará  en- 
tender para  con  los  demás  mis 
hermanos  y  los  príncipes  del 
imperio. 


Llevo  una  relación  de  los 
Estados  de  la  Casa  de  Aus- 
tria, y  de  los  que  quedaron 
por  muerte  del  archiduque 


Con  los  Fúcares  tratará 
en  Augusta  á  la  ida  ó  á  la 
vuelta  lo  que  lleva  entendido 
acerca  de  las  cosas  de  mi  ha- 
cienda. 

En  la  dicha  ciudad  ó  en 
otras  por  donde  pasare,  pro- 
curará haber  algunas  cosas 
curiosas  y  extraordinarias,  y 
algunas  que  sean  á  propósito 
para  enviar  á  España ,  y  las 
mas  reliquias  que  pudiere. 

También  procurará  hacer- 
me sacar  algún  summario  de 
todos  los  privilegios  y  pre- 
eminencias y  estados  que  fue- 


459 


Ferdinando,  y  un  summario 
de  los  privilegios  principales 
de  la  Casa  de  Austria ,  y  un 
disignio  de  el  escudo  de  ar- 
mas que  S.  A.  ha  de  traer 
conforme  á  la  costumbre  y 
leyes  de  Alemania  y  la  Bula 
Áurea,  y  un  libro  grande  de 
los  recesos  de  las  dictas ,  y 
un  elenco  en  alemán  de  có- 
mo se  ha  de  escribir  á  todos 
los  príncipes  de  Alemania,  y 
el  compás  de  muchos  usos 
con  el  libro  de  su  declara- 
ción ,  y  algunas  reliquias  que 
me  dio  el  emperador  para 
S.  A.  y  ocho  hacas  portantes. 


ron  concedidos  á  la  casa  de 
Austria.  Y  si  fuere  necesario 
mandarle  sacar  de  nuevo  del 
archivo,  que  pienso  está  en 
Viena ,  y  pedir  licencia  para 
ello  al  emperador,  y  asalariar 
para  esto  persona  propria ,  y 
dejarlo  encomendado  á  don 
Guillen  ó  á  otro  que  le  pares- 
ciere  podrá  atender  á  ello 
mejor,  lo  haga  de  la  manera 
que  le  paresciere  necesario, 
para  que  se  haga  el  dicho 
summario  mas  brevemente. 


Hice  diligencia  en  esto  pa- 


En  caso  que  adonde  estu- 
vieren mis  hermanos,  le  ha- 
blen ellos  mismos  ó  criados 
suyos  en  lo  de  la  herencia 
que  pretenden  les  deje,  po- 
drá responder  que  lo  he  he- 
cho proponer  al  emperador, 
como  era  razón  no  resolver- 
me en  cosa  desta  cualidad 
sin  darle  cuenta  dello,  y  que 
con  su  respuesta  procuraré 
resolverme  lo  mas  pronto  que 
pudiere,  y  servirles  en  todo 
lo  que  lo  pudiere  hacer. 
Informarse  há  en  la  corle 


440 

ra  hacer  el  cumplimiento  ne-  del  emperador,  de  las  perso 
cesarlo  en  nombre  de  S.  A.,  ñas  que  hay  en  las  casas  de 
con  los  que  se  hubiere  de  mis  hermanos,  con  quien  se 
hacer  cuando  llegue  á  aque-  deba  de  hacer  algún  cumpli- 
llascíjrles.  miento  en  particular;  y  lo 

hará  conforme  á  lo  que  en- 
tendiere que  conviene  y  se 
acostumbre  á  hacer. 

En  las  casas  de  mis  herma- 
nos estarán  (á  lo  que  entien- 
do) Octavio  Cambriani  en  la 
de  mi  hermano  Matías,  y 
en  la  de  mi  hermano  Maxi- 
miliano Hohenburguer.  Am- 
bos me  sirvieron,  estando  yo 
en  Alemania  en  compañía  de 
los  dichos  mis  hermanos;  y 
así  será  bien  darles  á  enten- 
der que  tengo  memoria  de- 
Uos,  si  le  hablaren  en  mí,  co- 
mo es  de  creer  que  lo  harán. 
Llevo  las  ocho  hacas  que  Si  pudiere  haber  un  par 
el  emperador  envía  á  S.  A.  de  hacas  buenas  para  cami- 
sin  habérselas  pedido.  nar  sin  pedirlas  á  ninguno  de 

mis  hermanos ,  las  procura- 
rá traer  consigo. 


441 


Copia  de  carta  del  Almirante  de  Aragón  á  S.  A.  De  Cra- 
covia á  25  de  enero  de  1597  (1). 

Recibimiento  que  se  le  ha  hecho  en  Cracovia. — Dispónese  á  mar- 
char á  Varsovia. — Liga  entre  el  emperador  y  el  rey  de  Polonia, 
y  díticultades  que  se  oponen  á  su  realización. 

SERENÍSIMO   SEÑOR. 

De  Viena  avisé  á  V.  A.  á  los  postreros  de  diciembre  co- 
mo me  hallaba  allí  de  vuelta  para  Poloaia;  y  de  Olmutz 
volví  á  escribir  á  V.  A.  á  los  10  de  enero,  diciendo  á  V.  A. 
como  habia  partido  de  Viena  en  los  4  del  mismo ,  y  iba 
siguiendo  mi  camino  con  razonable  tiempo,  respecto  del 
que  otros  años  suele  hacer  en  este. 

A  los  18  de  enero  llegué  á  Cracovia ,  y  aunque  por  no 
estar  aquí  los  reyes  ni  persona  de  cuenta  en  esta  ciudad, 
los  cardenales,  legado,  y  el  de  Radzivila ,  que  es  obispo  de 
Cracovia,  me  enviaron  á  rescibir  como  ellos  lo  acostum- 
bran ,  procurando  hacer  de  su  parte  la  demostración  que 
pudieron,  para  mostrar  la  obligación  y  deseo  que  tienen  de 
servir  al  rey  nuestro  señor ,  y  de  los  dos  entendí  que  el  rey 
y  la  reina  están  en  Lituania  en  una  casa  de  campo ,  donde 
por  este  tiempo  suelen  ir  cada  año  á  caza  de  montería,  y 
que  vendrán  á  Varsovia ,  que  es  en  la  Polonia  mayor ,  y 
dista  42  leguas  de  aquí ,  á  una  Dieta  general  que  está  con- 

(í)  Esta  carta,  asi  como  las  anteriores,  debió  dirigirse  á  Flán- 
des,  donde  se  encontraba  el  archiduque  Alberto.  En  agosto  de  1o9o 
habia  salido  de  la  corte  de  España  para  aquellos  Estados  con  el  en- 
cargo de  gobernador,  en  reemplazo  del  archidaque  Erneito,  que 
habia  fallecido  el  21  de  febrero  del  mismo  año. 


442 

vocada  para  los  diez  de  hebrero.  Y  porque  á  la  redonda  de 
Varsovia  no  hay  lugar  donde  esperar  con  comodidad  la  ve- 
nida de  los  reyes,  ni  SS.  MM.  quieren  que  entre  allí  hasta 
que  ellos  hayan  vuelto  á  la  corle ,  he  hecho  alio  en  Craco- 
via, de  donde  partiré,  placiendo  á  Nuestro  Señor,  a  los 
28  deste,  por  llegar  á  Varsovia  á  tiempo  que  haya  cuatro 
ó  cinco  dias  que  los  reyes  estén  allí ,  que  es  lo  que  el  car- 
denal Uadzivila  me  ha  dicho  de  parte  de  SS.  MM.  holga- 
rán que  haga. 

Procurando  saber  el  estado  de  la  hga  que  Su  Santidad 
desearía  se  hiciese  entre  el  emperador  y  el  rey  de  Polonia, 
he  entendido  que,  aunque  no  está  de  todo  punto  rompida  la. 
plática  della ,  no  se  hará  ni  se  puede  hacer  por  la  dificul- 
tad é  imposibilidad  de  las  condiciones  que  piden  al  papa  y 
al  emperador,  y  porque  ellos  prometen  algunas  cosas  qu» 
es  evidencia  que  no  las  pueden  cumplir;  y  cuando  Su  Santi- 
dad y  Majestad  Cesárea  las  aceptasen  y  concediesen  todo 
lo  que  se  les  pide,  tampoco  se  haria  la  liga,  así  porque  los 
polacos  no  han  levantado  y  proseguido  esta  plática  por 
pensar  concluirla ,  sino  por  otros  fines  que  tienen  con  el 
turco  y  con  el  moscovita,  para  que  les  importaba  mostrarse 
tan  gallardos  que  no  tenían  necesidad  de  ad  mitir  otras  plá- 
ticas suyas,  y  si  oían  las  del  emperador  era  pidiendo  cosas 
con  que  divirtiesen  al  turco  de  algunas  exorbitantes  que  les 
pedía,  como  porque  el  rey  de  Polonia  no  puede  hacer  paz 
ni  guerra,  ni  determinar  ningún  negocio  del  reino,  grande 
ó  pequeño,  sin  dieta  general  y  consentimiento  de  todos 
los  Estados  del.  Y  siendo  tantos  los  que  concurren  en  las 
dietas  parliculares  para  nombrar  los  nuncios  y  procurado- 
res que  han  de  ir  á  la  dieta  general,  y  tantos  ansimismo 
los  que  concurren  en  la  dicha  dieta  general,  y  necesario 
conforme  á  los  estatutos  deste  reino,  que  todos  unánimes 


445 

y  conformes,  sin  discrepar  ninguno,  quieran  la  liga,  se  pro- 
inetia  mucho  quien  se  pudo  persuadir  que  era  posible  efec- 
tuarla ,  sabiéndose  esto  y  las  grandes  disensiones  que  hay 
entre  los  nobles,  y  que  algunos  de  los  palatinos,  y  nun- 
cios de  los  palatinatos  y  caslellanías ,  son  herejes  y  tienen 
correspondencias  con  el  turco ,  y  orden  de  las  dietas  ter- 
restres para  desviar  todo  lo  que  fuere  daño  suyo,  sin  mu- 
cha seguridad  deste  reino. 

El  legado  y  todos  los  que  le  asisten  están  bien  desen- 
gañados desto;  y  aunque  ha  dias  que  desea  irse  á  Roma, 
se  ha  dejado  de  partir  por  haberle  mandado  el  papa  que  se 
detenga  hasta  que  los  polacos  respondan  clara  y  abierta- 
mente que  no  (juieren  la  liga ;  y  aunque  ofreciendo  lo  que 
no  pueden  cumplir,  y  pidiendo  con  tanta  instancia  lo  que  no 
se  les  puede  conceder,  se  vé  bien  claramente  su  intención, 
no  se  entiende  se  aclararán  mas  por  otros  términos  con  el 
legado,  porque  su  intento  es  justificar  por  este  medio  su 
causa  con  la  cristiandad  y  mejorarla  con  el  turco,  y  de  re- 
cudida asentar  paz  firme  con  el  moscovita,  que  es  lo  que 
los  polacos  desean  mas ,  y  les  importa  para  no  ser  dañados 
de  los  tártaros  por  aquella  banda*. 

El  legado  rehusa  ir  á  la  dieta  de  Varsovia,  pareciéndole 
que  su  presencia  no  ha  de  ser  allí  de  ningún  efecto,  y  es- 
pecialmente no  habiendo  embajador  del  emperador  con 
quien  se  pueda  tratar  este  negocio;  y  ha  replicado  al  papa 
pidiendo  licencia  para  irse  en  caso  que  el  embajador  del 
emperador  no  venga ;  y  ha  suplicado  á  su  Majestad  Cesá- 
rea con  instancia  se  sirva  de  enviarle,  no  tanto  porque 
piensa  que  aunque  venga  se  hará  ninguna  cosa,  cuanto 
porque  si  no  viene ,  los  polacos  saldrán  con  su  intento  de 
decir  que  no  ha  quedado  por  ellos  el  efecto  de  la  liga, 
sino  por  su  Majestad  Cesárea,  pues  al  tiempo  de  la  dieta. 


444 

que  es  el  mas  oportuno  para  la  conclusión  del  negocio,  ha 
dejado  de  enviar  embajador  que  trate  del  y  procure  se 
efectúe. 

Esto  es  lo  que  yo  he  podido  entender  desta  liga ,  y  no 
refiero  á  V.  A.  lo  que  hasta  agora  he  entendido  que  los 
polacos  ofrescian  al  papa  y  al  emperador ,  y  lo  que  pedian 
á  Su  Santidad  y  su  Majestad  Cesárea  para  efectuar  esta 
liga,  ansí  porque  creo  que  el  rey  nuestro  señor  y  V.  A. 
están  informados  dello  por  medio  de  otros  que  han  tenido 
las  manos  en  este  negocio,  como  por  hacerlo  después  de  ha- 
berme hablado  en  la  dieta  general;  en  que  podré  tomar 
mas  particular  luz  de  lodo,  y  entonces  enviaré  á  V.  A.  re- 
lación copiosa  dello,  para  que  V.  A.  dé  noticia  al  rey  nues- 
tro señor  de  lo  que  paresciere  y  fuere  servido;  porque  yo 
no  he  escrito  á  España,  y  cuando  lo  haga,  no  trataré  de  ne- 
gocios, remitiéndome  en  ellos  á  lo  que  escribo  y  escribiré 
de  aquí  adelante  á  V.  A.,  cuya  serenísima  personna  guar- 
de y  ensalce  Nuestro  Señor  como  deseo,  etc.  De  Cracovia 
á  25  de  enero  1597. 


Embajada  de  don  Francisco  de  Mendoza,  Almirante  de 

Aragón  por  don  Philipe  segundo  rey  de  España,  al  Rey 

de  Polonia.  Año  de  1597  (1). 

A  los  diez  de  enero  de  1597  años  llegó  el  Almirante  á 
Cracovia  ,  ciudad  mas  principal  de  todo  el  reino  de  Polo- 
nia, diez  leguas  de  la  raya  de  Alemania,  situada  en  parte 
de  aquel  reino  que  llaman  la  Polonia  menor,  sobre  la  Vís- 

(í)  Real  Academia  de  la  Historia:  Jesuítas ,  tomo  89  de  papeles 
varios f  núm,  k'¿  duplicado. 


445 

tula,  rio  navegable  que  enriquece  mucho  aquel  reino,  lu- 
gar en  que  los  reres  residen  dorJinario  ;  y  habiendo  estado 
allí  doce  dias  esperando  la  orden  del  rey  para  pasar  adelan- 
te, que  se  hallaba  en  caza  de  montería  en  Lituania,  sien- 
do mientras  allí  estaba  muy  regalado  del  cardenal  Radzvila, 
obispo  de  la  dicha  ciudad,  y  del  cardenal  Caetano,  legado 
á  latere  de  Su  Santidad,  que  habia  venido  á  el  negocio  de 
la  liga  entre  el  emperador  y  el-  rey  de  Polonia,  partió  de 
allí  el  postrer  dia  de  enero  para  la  ciudad  de  Varsovia  de 
la  provincia  de  Marsovia,  ques  en  la  Polonia  mayor,  situa- 
da asimesmo  sobre  la  ribera  de  la  Vístula  ,  yendo  con  él  un 
caballero  de  la  casa  del  cardenal  Radzevila  y  un  comerni- 
que  del  rey,  que  lo  iban  alojando  y  regalando  por  el  cami- 
no;  y  á  los  diez  de  hebrero  llegó  á  Varsovia  donde  estaba 
ya  el  rey  y  la  reina  con  loda  su  corte  y  muchos  obispos  pa- 
latinos y  príncipes  de  aquel  reino,  que  habían  venido  á  la 
dieta.  Y  habiendo  sido  el  rey  avisado  del  comernique  que 
venia  con  el  Almirante ,  del  dia  y  hora  que  habia  de  entrar 
en  la  corte,  envió  á  recebille  al  obispo  de  Polosco  y  al  pa- 
latino de  Pomerania  con  mucha  gente  de  su  casa  y  corte  y 
ducientos  aillucos  de  su  guardia,  y  un  caballerizo  y  mu- 
chos lacayos  con  un  caballo  turco  muy  bien  aderezado  á  la 
española,  con  guarniciones  y  gualdrapa  de  terciopelo  negro 
bordado  de  avalorio,  con  su  telliz,  para  el  Almirante,  y  otros 
caballos  para  los  caballeros  que  venían  con  él;  y  vcniendo  el 
Almirante  solo  en  un  coche  de  seis  caballos,  y  los  caballe- 
ros y  algunos  de  sus  criados  en  otros  cuatro  coches  ansimes- 
mo  de  seis  caballos  cada  uno,  y  otros  criados  á  caballo  (1), 
y  cuatro  hacas  que  traían  á  la  mano  para  la  persona  del 

(1 )  Setenta  personas  acompañaron  al  Almirante  en  esta  emba- 
jada, según  la  relación  de  Sailly. 


446 

Almirante,  topándole  un  cuarto  de  legua  de  la  ciudad,  se 
apearon  el  obispo  y  el  palatino  y  muchos  de  los  caballeros 
que  iban  con  ellos.  El  Almirante  salió  en  su  coche  á  encon- 
trarlos, y  el  obispo  le  hizo  un  parlamento  en  lalin,  dándole 
la  bienvenida  de  parle  del  rey,  á  que  el  Almirante  le  respon- 
dió en  español,  porque  el  obispo  le  enlcndia.  Y  pasado  esto, 
el  obispo  le  preguntó  al  Almirante  si  queria  coche  ó  caballo, 
y  diciéndole  el  Almirante  que  tomaría  lo  que  sus  señorías 
mandasen,  el  obispo  le  dijo  como  S.  M.  le  enviaba  caballos, 
y  el  Almirante  dijo  que  los  tomarla  por  gozar  de  la  merced 
y  favor  que  S.  M.  le  hacia.  Y  luego  llegó  el  caballerizo  del 
rey,  y  quitando  el  telliz  del  caballo,  subió  el  Almirante  en 
él,  y  el  obispo  y  el  palatino  le  tomaron  en  medio  y  le  fue- 
ron entreteniendo,  hablando  en  latin  y  respondiéndoles  el 
Almirante  de  la  misma  manera.  Y  llegados  á  la  ciudad,  le 
llevaron  á  una  posada  muy  buena  que  el  rey  le  tenia  ade- 
rezada cop  muchas  tapicerías  de  oro  y  una  cama  de  broca- 
do verde;  y  habiéndole  entretenido  un  rato,  se  despidieron 
del  dejándole  en  su  posada  con  un  caballero  de  la  casa  del 
rey,  llamado  Felipe  Ovadoski,  que  sabía  la  lengua  española, 
á  quien  el  rey  habia  encargado  tuviese  cuidado  del  regalo 
y  servicio  del  Almirante  y  buena  comodidad  de  todos  los 
caballeros  y  criados  y  caballos  del  Almirante,  dando  á  to- 
dos muy  cumplidamente  lo  necesario  todo  el  tiempo  que  el 
Almirante  estuvo  en  aquella  corle,  y  una  escuadra  de  ayu- 
llucos  que  le  hacían  la  guardia  de  ordinario.  Y  en  sabiendo 
el  rey  que  el  Almirante  era  llegado,  le  envió  á  visitar  con 
dos  caballeros  de  su  cámara ,  y  la  reina  á  Constanislao  Fo- 
gue  Veder  (1),  su  canciller,  que  ha  estado  muchos  años 
en  España,  y  cada  día  hacian  los  reyes  lo  mismo. 

(1)  Fogeheder  en  la  relación  latina  antes  citada. 


447 

El  siguiente  vinieron  á  visitar  á  el  Almirante  algunos 
prelados  y  palatinos  y  el  gran  canciller;  y  habiendo  envia- 
do á  pedir  audiencia  á  S.  M.  por  medio  del  mariscal  del 
reino  de  Polonia,  que  es  el  mayordomo  mayor  y  el  que  go- 
bierna la  corte  y  hace  justicia  en  lo  civil  y  criminal  a  todos 
lo  que  vienen  á  la  dieta ,  y  por  cuya  mano  se  dan  las  au- 
diencias á  el  rey,  se  la  señaló  para  el  jueves  siguiente,  que 
fueron  trece  de  febrero  á  las  ocho  de  la  mañana ;  y  llegado 
el  plazo,  el  rey  envió  al  obispo  de  Luceoria  y  á  León  Sappia, 
gran  canciller  de  Lituania,  con  mucha  gente  y  coches  para 
llevar  al  Almirante;  y  llegado  á  palacio  al  pié  de  la  escalera 
salió  á  rccibille  Nicolao  Gabridostri ,  mariscal  del  reino,  con 
mucha  gente  de  la  casa  y  corte  de  S.  M.,  pasando  por  al- 
gunas piezas  que  estaban  llenas  de  mucha  gente  muy  bien 
aderezada ,  porque  los  polacos  gastan  mucho  en  vestir  y  en 
aforros  preciosos.  Llegados  á  la  cámara  del  rey ,  estaban 
con  S.  M.  el  cardenal  Radzevila,  el  arzobispo  Degnesma, 
primado  de  Polonia  y  primer  príncipe  del  senado,  que  presi- 
de en  los  tres  regnos ,  y  el  arzobispo  de  Leopoli  y  otros 
obispos  y  muchos  palatinos  y  principes  de  aquel  reino ;  y 
en  entrando  el  Almirante ,  hizo  al  rey  grande  acatamiento 
dos  veces,  y  el  rey  siempre  le  respondió  quitando  la  gorra, 
y  á  la  tercera  llegó  el  Almirante  á  pedirle  la  mano  y  el  rey 
se  la  tocó  á  la  alemana,  y  el  Almirante  comenzó  á  expresar 
su  embajada  en  español ,  y  Felipe  Ovadoski  la  refirió  á  el 
rey  en  polaco,  y  S.  M.  respondió  de  la  misma  manera,  y  el 
vicecanciller  que  estaba  á  su  lado,  que  es  caballero  y  mi- 
nistro muy  principal  del  reino,  refirió  al  Almirante  la  res- 
puesta del  rey  en  latin ;  y  habiendo  pasado  dos  ó  tres  ré- 
plicas de  cada  parte  por  medio  del  intérprete,  el  vicecan- 
ciller se  apartó,  y  el  rey  comenzó  á  hablar  en  latin  con  el 
Almirante,  porque  hasta  entonces  siempre  habían  hablado 


448 

polaco,  y  el  Almirante  le  respondió  de  la  misma  manera, 
de  que  él  recibió  mucho  contento ;  y  al  cabo  de  la  plática 
le  dijo  que ,  pues  tenían  lengua  con  que  entenderse  sin  in- 
terlocutor ,  holgaría  de  verse  con  él  mas  en  particular  pa- 
ra informarse  muy  bien  de  las  cosas  de  España  y  de  los  Es- 
tados Bajos ,  y  de  lo  que  se  ofrecía  ó  podia  ofrecer  en  que 
él  pudiese  servir  á  S.  M.  Católica  y  a  S.  A.;  porque  lo  de- 
seaba mucho.  Y  queriéndose  el  Almirante  despedir  del  rey, 
le  dijo  S.  M.  que  mandase  llamar  los  caballeros  y  criados 
que  venian  en  su  compañía  para  tocarles  la  mano,  y  el 
Almirante  lo  hizo;  y  habiendo  lodos  besado  la  mano  á  el  rey, 
se  despidió  el  Almirante  de  S.  M.  y  hizo  cortesía  á  los  pre- 
lados y  palatinos  que  se  hallaron  allí,  y  el  obispo  y  el  pa- 
latino que  le  habían  traído,  y  todos  los  demás  que  venian 
acompañándole,  volvieron  con  el  Almirante  hasta  su  posa- 
da, y  el  mariscal  bajó  con  él  hasta  el  coche. 

La  reina  señaló  su  audiencia  al  Almirante  para  otro  dia 
á  las  nueve  de  la  mañana ,  y  á  esta  hora  vinieron  el  obis- 
po de  Venda  y  el  palatino  de  Breschi  Lituano  con  mucha 
gente  á  llevarle  con  los  coches  del  rey,  como  el  día  antes; 
y  Stanislao,  lafriski  de  nación,  mayordomo  mayor  de  la 
reina ,  salió  á  recibirle  hasta  el  patío  ,  y  llegado  á  la  cáma- 
ra de  S.  M. ,  donde  estaban  muchas  señoras  principales  del 
reino  de  Polonia  y  las  damas  de  la  reina ,  el  Almirante 
hizo  dos  veces  gran  reverencia  á  S.  M.  que  lestaba  espe- 
rando en  pié ,  y  la  reina  siempre  le  hizo  mesura  con  gran 
cortesía ,  y  á  la  tercera  ,  el  Almirante  hincó  la  rodilla  en  el 
suelo  para  pedirle  la  mano ,  y  la  reina  le  levantó  y  le  tocó 
la  suya  y  se  la  dejó  besar,  porque  las  reinas  la  dan  á  todos 
los  eclesiásticos  y  seglares  en  Polonia  por  mayor  favor.  Y  lue- 
go vino  un  repostero  con  una  silla  como  otra  en  que  .estaba 
la  reina,  y  poniéndola  al  Almirante  y  no  queriéndola  tomar. 


449 

la  reina  no  le  quiso  oir  hasta  que  se  hubiese  asentado  y  cu- 
bierto; y  habiéndolo  el  Almirante  rehusado  mucho,  lo  hubo 
de  hacer  por  obedecer  á  S.  M.  y  que  le  diese  lugar  para 
hablar;  y  habiendo  comenzado  á  hacerlo,  se  volvió  el  Al- 
mirante á  descubrir,  y  la  reina  lo  interrumpió  mandándole 
que  se  cubriese ,  porque  no  le  oiría  de  otra  manera.  Y  ha- 
biendo el  Almirante  acabado  su  razonamiento,  el  canciller 
Fouge  Vcder  lo  refirió  á  S.  M.  en  alemán,  á  que  la  reina 
res[)0iidió  muy  graciosamente,  mostrando  grande  alegría  y 
contento  de  que  S.  M.  hubiese  enviado  aquella  enibajada, 
y  disculpándose  de  haber  baptizado  su  hija  por  haberla  te- 
nido muy  indispuesta,  y  temido  no  se  le  muriese  sin  agua 
de  baplismo.  Visitó  asimesmo  á  la  reina  de  parte  de  S.  M., 
de  la  em[>eratriz  y  del  serenísimo  archiduque  Alberto,  y  de 
todo  mostró  la  reina  el  mismo  contentamiento.  Y  habiendo 
entretenido  la  reina  al  Almirante  mas  de  media  hora ,  el 
Almirante  pidió  las  joyas  para  presentarlas  á  S.  M.,  las 
cuales  tenia  allí  Gaspar  Rs.°  de  Figueroa  Varíen,  serval  de 
S.  A.,  en  sus  cajas  envueltas  en  unos  tafetanes  de  oro  y  en 
dos  salvas  doradas  muy  lindas  ,  y  his   del  rey  nuestro  se- 
ñor al  conde  Fernando  Espinóla,  gentil  hombre  de  la  boca 
del  serenísimo  archiduque  Alberto,  y  la  de  S.  M.  la  empe- 
ratriz al  barón  de  Pimorani ;  y  tomando  el  Almirante  cada 
una  de  por  sí,  .se  levantó  y  las  presentó  á  S.  AI.,  haciendo 
con  cada  una  su  razonamiento,  y  la  reina  las  recibió  y  res- 
pondió con  mucho  gusto  al  Almirante,  y  ella  misma  desco- 
gió los  tafetanes  y  abrió  las  cajas  y  miró  las  joyas  con  mu- 
cha atención,  y  las  alabó  mucho  y  holgó  que   las  viesen 
los  que  estaban  [)resentcs.  Y  queriéndose  el  AInúrante  des- 
pedir, pidió  licencia  á  la  reina  para  hablar  á  la  princesa 
Anna  xMaría  su  hija,  que  estaba  á  su  lado  ,  y  la  reina  se  la 
dio;  y  habiéndolo  hecho,  habló  después  á  la  camarera  raa- 
ToMO  XLI.  29 


450 

yor  y  á  todas  las  señoras  y  damas  que  estaban  en  la  cá- 
mara de  S.  M.,  tocando  á  todas  la  mano  á  su  usanza,  d¡- 
ciéndoles  por  medio  de  intérprete  cuánto  holgaría  de  saber 
la  lengua  polaca  y  alemana  para  poderles  hablar  y  entre- 
tener mejor.  Y  mientras  el  Almirante  hacía  esto,  llegaron 
los  caballeros  que  venian  con  el  Almirante  y  sus  criados,  á 
besar  la  mano  á  la  reina,  que  la  dio  á  todos,  y  despidién- 
dose el  Almirante  de  S.  M.  le  dijo  que  para  otra  audien- 
cia mas  familiar  reservaba  muchas  cosas  que  tenia  que 
tratar  con  él,  y  el  darle  unas  cartas  que  tenia  de  la  Archi- 
duquesa su  madre,  y  el  Almirante  dijo  que  estaba  apare- 
jado para  cuando  S.  M.  le  mandase  llamar.  Y  con  esto  se 
salió  de  la  cámara  de  la  reina,  acompañándole  su  mayor- 
domo mayor  hasta  el  coche ,  y  el  obispo  y  el  palatino  y  los 
demás  que  le  hablan  traido,  hasta  su  posada. 

Este  dia  en  la  tarde  fué  el  Almirante  á  visitar  al  obispo 
de  Sant  Severo,  nuncio  de  Su  Santidad,  que  le  habia  visto 
el  dia  antes,  y  á  la  noche  el  rey  y  la  reina  enviaron  á  con- 
vidar al  Almirante  á  comer  con  los  tesoreros  del  reino  de 
Polonia  y  gran  ducado  de  Lituania ,  para  el  domingo  de 
carnestolendas;  y  sin  embargo  de  que  el  Almirante  co- 
mía á  costa  del  rey,  sus  Majestades  cada  dia  le  enviaban 
regalos  de  venazon  y  aves  extraordinarias  de  aquel  reino, 
y  todos  los  dias  por  la  tarde  y  por  la  mañana  visitaban  al 
Almirante  muchos  prelados  y  palatinos ,  senadores  y  seño- 
rías principales  de  aquel  reino. 

El  domingo  de  carnestolendas  el  Almirante  madrugó 
para  ir  á  acompañar  á  el  j'ey  á  la  misa ,  donde  el  rey  estuvo 
sentado  con  su  dosel  sin  cortina,  en  un  sitial  delante,  en 
unas  sillas -de  coro  que  esjaban  en  la  iglesia  maycfi'  de  Var- 
sovia;  y  en  otras  siilas  en  frente  de  las  del  rey  se  sentaron 
el  cardenal  Radsivila  v  el  Nuncio  de  Su  Santidad  v  el  Al- 


451 

mirante,  y  luego  consecutivamente  el  arzobispo  de  Leopoli 
y  los  demás  prelados  del  reino  que  hablan  venido  á  la  dieta, 
aunque  solos ,  el  Cardenal  nuncio  y  el  Almirante  tenia  de- 
lante un  sitial  con  ahnohadns  puestas  sobre  las  formas  de 
las  sillas,  y  otras  almohadas  para  hincarse  de  rodillas.  La 
misa  fué  muy  solemne,  porque  el  rey  de  Polonia  tiene  muy 
buena  capÜla ;  y  al  tiempo  del  sermón  bajó  el  rey  de  su 
asiento  para  el  cuerpo  de  la  iglesia ,  donde  tenia  otro  para 
oirle  mejor,  y  llevaron  á  S.  M."^  de  brazo,  porque  así  es  la 
costumbre  de  Polonia,  el  cardenal  Radzevila  y  el  Almiran- 
te; y  por  ser  en  polaco,  mientras  se  predicaba,  se  salió  el 
nuncio  á  decir  misa  ,  y  el  Almirante  con  él;  y  acabado  el 
sermón,  volvieron  á  aconjpañar  á  el  Rey,  asistiendo  á  la 
misa  hasta  que  se  acabó,  y  después  deÜa  volvieron  á  tomar 
al  rey  de  brazo  el  Cardenal  y  el  Almirante  y  le  llevaron 
hasta  la  puerta  de  la  iglesia ,  donde  se  despidió  dellos  para 
entrar  por  una  puerta  falsa  de  palacio ,  que  está  cerca  de  la 
iglesia,  y  el  Nuncio  y  el  Almirante  se  fueron  juntos  á  la  po- 
sada del  Nuncio,  que  es  niuy  cerca  del  palacio,  para  espe- 
rar que  ios  llamasen  á  comer,  y  cuando  fué  hora  vinieron 
por  ellos  el  gran  canciller  de  Lituania  y  el  tesorero  del  reino 
de  Polonia,  con  grande  acompañamiento;  y  habiéndoles 
hecho  olro  nuevo  razonamiento  como  si  estonces  les  convi- 
daran ,  y  respondiéndoles  el  Nuncio  y  el  Almirante  ,  los  lle- 
varon á  [>alacio  á  la  cámara  del  rey  que  les  estaba  esperan- 
do, donde  se  entretuvieron  con  S.  M.  hasta  que  el  maris- 
cal del  reino  avisó  á  el  rey  que  era  hora  de  salir  á  comer, 
y  S.  M.  con  el  Nuncio  y  el  Almirante  fueron  hasta  donde 
estaba  la  mesa  cubierta  con  solos  los  manteles ,  y  allí  espera- 
ron á  la  reina.  Y  aunque  S.  M.  estaba  con  dolor  de  mue- 
las, por  favorecer  mas  al  Almirante,  salió  á  comer  acom- 
pañada de  muchas  grandes  señoras  de  Polonia  y  de  sus  da- 


452 

mas ;  y  habiéndose  lavado  el  rey  y  la  reina ,  cada  uno  de 
por  sí,  en  una  fuente  de  cristal  guarnecida  de  oro,  y  el 
Nuncio  y  el  Almirante  juntos  en  una  de  nácar,  ansimesmo 
guarnecida  de  oro ,  echó  el  Nuncio  la  bendición  de  la  mesa, 
ayudándole  los  capellanes  del  rey,  y  Sus  Majestades  se  sen- 
taron en  su  lugar,  y  á  la  mano  derecha  del  rey  pusieron 
dos  sillas  en  el  testero  de  la  mesa ;  y  habiéndose  rogado  el 
Nuncio  y  el  Almirante  sobre  los  lugares,  hubo  el  Almirante 
de  tomar  el  mejor  por  habérselo  mandado  el  rey ;  y  sentado 
junto  á  S.  M.,  el  Nuncio  se  sentó  consecutivamente  junto 
al  Almirante.  Y  no  habiendo  en  la  mesa  mas,  como  se  ha 
dicho ,  de  solos  los  manteles ,  vino  un  oficial  que  hace  ofi- 
cio que  en  la  Casa  de  Borgoña  llaman  sumiller  de  panete- 
tería ,  con  una  escusa  baraja  grande,  oval ,  de  plata,  en  que 
venian  los  servicios  del  rey  y  de  la  reina,  y  un  gentil  hom- 
bre de  la  boca  con  grandes  ccrimonias  los  sacó  y  puso  á 
Sus  Majestades;  y  después  vino  olro  repostero  con  dos  ser- 
vicios aderezados  dende  el  aparador,  y  los  dio  á  otro  gentil 
hombre  de  la  boca ,  el  cual  los  puso  á  el  Almirante  y  á  el 
Nuncio.  Acabado  esto,  en  que  se  tardaron  gran  rato,  vino 
el  mariscal  con  veinte  gentil  hombres  de  la  boca  ó  mas,  con 
la  vianda,  trayendo  cada  uno  dos  ó  tres  platos  y  algunos 
cuatro,  todos  asidos  con  unas  toballas  blancas  por  encima, 
y  sobre  las  toballas  unos  tafetanes  negros,  por  traer  el  rey 
lulo  por  la  reina  Anna,  su  tia,  que  ha  seis  meses  que  mu- 
rió; y  puestos  todos  en  hilera,  hicieron  reverencias  al  rey 
y  á  la  reina  á  la  par,  y  fueron  llegando  á  la  mesa  y  dando 
los  platos  á  los  trinchantes  que  los  salvaban  y  iban  po- 
niendo por  su  orden.  Y  el  rey  comenzó  á  comer  de  un 
plato  y  dio  á  la  reina  del,  y  después  hizo  señal  que  le  pa- 
sasen á  el  Almirante  y  á  el  Nuncio,  porque  el  mayor  re- 
galo que  ios  reyes  de  Polonia  hacen  cuando  convidan, 


453 

es  que  coman  los  huéspedes  de  su  mismo  plato.  Después 
de  haber  ellos  comido,  hubo  segundo  y  tercero  servicio 
de  viandas  muy  bien  aderezadas,  de  todo  género  de  ve- 
nazon  y  diferencias  de  aves,  aunque  todo  guisado  con 
muchas  especias,  de  que  usan  mucho  en  Polonia  por  la 
gran  frialdad  de  aquellas  regiones.  Y  habiendo    turado 
la  comida  casi  tres  horas,  el  rey  hizo  señal  y  alzaron  el 
último  servicio,  y  quitados  los  manteles,  trujeron  las  fuentes, 
y  habiéndose  lavado  los  reyes  y  el  Almirante  y  el  Nuncio 
en  diversas  fuentes,  como  lo  hicieron  al  principio,  cubrieron 
la  tabla  sobre  otros  manteles  gayados  de  unas  labores  muy 
anchas  de  oro  y  plata,  que  hablan  quedado  sobre  ella,  de 
mucha  diversidad  de  confituras  y  conservas  de  España  y 
aceitunas  de  Sevilla ,  y  de  frutas  secas  y  verdes  de  la  tier- 
ra, de  las  que  en  aquel  tiempo  habia.  Y  estando  la  comida 
en  este  estado,  mandó  la  reina  que  se  sacasen  sus  hijos  por 
hacer  mayor  fiesta  á  el  Almirante,  y  sentó  cerca  de  si  á  la 
princesa  Anna  María,  y  el  príncipe  Ladislao  se  puso  á  la  par- 
te del  rey ,  vestido  á  la  polaca  en  los  brazos  de  su  ama ,  y 
el  ley  les  dio  confiles  porque  estuviesen  mas  alegres  con  el 
Almirante.  Alzadas  las  confiterías,  quitaron  los  últimos  man- 
teles, y  los  reyes  se  levantaron,  y  el  Nuncio  dio  las  gra- 
cias ;  y  el  rey  hizo  señal  al  Almirante  que  tomase  á  la  reina 
de  brazo  para  llevarla  á  su  aposento,  mandándole  que  en 
habiendo  dejado  á  la  reina  en  él,  se  volviese  al  suyo,  y  el 
Almiraníe  lo  hizo  ansí ,  y  el  Nuncio  se  despidió  del  rey.  Y 
quedándose  el  Almirante  solo  con  S.  M. ,  tomó  el  rey  una 
silla  y  mandó  traer  otra  para  el  Almirante,  y  se  entretuvo 
con  él  informándose  con  mucho  gusto  de  la  salud  de  S.  M. 
Católica,  y  de  la  Emperatriz,  y  del  príncipe  de  España,  y 
de  la  señora  infanta  doña  Isabel  y  de  las.  Vitorias  del  Ar- 
chiduque. Y  después  desto,  el  Almirante  dio  al  rey  la  creen- 


454 

cia  que  le  traía  de  S.  A.,  y  en  virtud  de  ella,  cuenta  de  los 
negocios  que  Iraia  á  su  cargo;  y  habiéndolos  el  rey  oido 
con  mucho  gusto  y  muestra  del  deseo  con  que  se  hallaba 
de  servir  á  S.  M.  Católica  y  á  S.  A.,  el  Almirante  dijo  á 
el  rey  que  si  S.  M.  se  servia  de  ello,  le  daña  un  memorial; 
y  diciendo  el  rey  que  holgaria  mucho  de  ello  para  tratar 
de  todo  con  algunos  senadores,  el  Almirante  se  lo  dio  en 
latin  y  se  despidió  del  rey,  y  S.  M.  mandó  fuesen  con  él  á 
su  posada  algunos  señores  y  caballeros  de  su  Gasa  y  Corte, 
que  estaban  en  la  antecámara.  Y  á  cabo  de  tres  ó  cuatro 
dias  que  el  Almirante  habia  ocupado  en  recebir  y  pagar  vi- 
sitas, y  en  hablar  y  informar  sobre  sus  negocios  á  los  gran- 
des cancilleres  de  Polonia  y  Liluania,  y  algunos  prelados  y 
palatinos  con  quien  el  rey  los  habia  comunicado,  le  envió 
S.  M.  á  decir  que  para  tomar  mejor  resolución  en  ellos,  an- 
tes de  hacerlos  habia  señalado  cinco  senadores  muy  graves 
que  fuesen  á  la  posada  del  Almirante  á  platicarlos  y  comuni- 
carlos con  él,  que  eran  el  obispo  de  Culma,  los  grandes  can- 
cilleres de  Polonia  y  Lituania  y  el  vicecanciller  de  Polonia, 
y  el  general  campestre.  Y  el  dia  diputado  fueron  á  la  posada 
del  Almirante,  como  el  rey  se  los  habia  mandado,  y  trataron 
muy  particularmente  de  cada  cabo,  diciendo  ellos  las  dificul- 
tades que  se  les  ofrecían,  y  el  Almiranlc  las  salidas  que 
cada  una  tenia,  en  que  se  dctuxieron  casi  cuatro  horas.  Y 
pareciendo  que  iban  satisfechos  de  sus  dudas ,  se  despidie- 
ron del  Almirante,  y  de  allí  á  dos  ó  tres  dias  el  rey  volvió 
á  junlar  los  senadores  que  habia  consultado  sobre  los  ne- 
gocios de  Esjiaña,  y  los  comisarios  que  los  hablan  platica- 
do y  confei'ido  con  el  Almirante ,  y  se  resolvió  en  ellos  y 
envió  la  respuesta  por  escripto  á  el  Almirante  con  el  canci- 
ller Foguer  Vedcr;  y  contentándose  el  Almirante  della,  en- 
vió á  pedir  audiencia  á  el  rey  para  despedirse  y  darle  las 


255 

gracias  en  nombre  de  S.  M.  Católica,  por  el  acuerdo  que 
habia  tomado  en  todo  ,  y  S.  M.  se  la  dio  y  envió  por  el 
Almirante  dos  palatinos  ,  que  fueron  el  de  Siradia  y  el  de 
Urates  Lavia  (i),  duque  de  Urales  Loski,  con  mucho  acom- 
pañamiento y  los  coches ,  para  que  le  llevasen  á  palacio, 
donde  le  esperó  con  gran  majestad  de  prelados  ,  palatinos, 
senadores  y  otros  príncipes  de  aquel  reino ;  y  habiendo  el 
Almirante  estado  un  rato  con  S.  M.  hablando  en  los  nego- 
cios, le  hizo  grandes  ofrecimientos  de  servir  á  S.  M.  Cató- 
lica y  á  S.  A.  serenísima,  y  con  esto  se  despidió  el  Almi- 
rante del  rey  y  de  todos  los  prelados,  palatinos  y  príncipes 
que  estaban  con  él ,  y  fué  al  aposento  de  la  reina,  con  quien 
estuvo  otro  grande  rato  sentado ,  como  lo  hablan  estado  la 
primera  vez  en  el  audiencia  pública,  y  la  segunda  que  la 
reina  le  dio  otra  audiencia  particular ,  en  que  le  detuvo  mas 
de  dos  horas  informándose  de  cosas  del  rey  nuestro  señor, 
y  de  sus  hijos,  y  de  la  majestad  de  la  Emperatriz,  y  de  la 
Serenísima  infanta  Margarita ,  y  particularísimamente  de 
las  del  serenísimo  cardenal  Alberto  y  de  sus  Vitorias ,  y  de 
lo  que  habia  parecido  al  Almirante,  de  Gratz,  cuando  fué  á 
visitar  á  la  archiduquesa  María,  madre  de  la  Reina  de  Po- 
lonia y  á  sus  hermanos ,  y  mostrándole  todos  sus  hijos  y 
la  princesa  Catalina  que  habia  de  sacar  de  pila ;  y  despi- 
dióse el  Almirante  y  todos  los  que  con  él  iban,  de  la  reina, 
de  la  camarera  mayor,  de  todas  las  señoras  y  damas, 
tocándoles  las  manos  y  hablándolas  por  intérprete,  y  se 
salió.  Y  vuelto  á  su  posada ,  gastó  dos  ó  tres  dias  en  pagar 
visitas  y  despedirse  de  las  personas  principales  que  le  ha- 
blan visitado  y  convidado ;  porque  en  lunes  de  carnesto- 
lendas hizo  un  gran  banquete  al  Almirante,  que  duró  cuatro 

(t )  Así,  en  lugar  Uraíistavia,  hoy  Breslaw. 


456 

honis ,  el  mariscal  del  reino  do  Polonia  ,  y  el  dia  siguiente 
le  hizo  otro  m,iyoi'  el  gran  canciller,  en  que  se  hallaron  el 
legado  que  habla  llegado  el  dia  antes  á  Varsovia  ,  y  el 
cardenal  R;ulzcvila,  y  el  Nuncio  y  algunos  prelados  y  pa- 
latinos de  los  mas  principales  de  Polonia.  Y  queriéndose 
el  Almirante  partir,  le  enviaron  el  rey  y  la  reina  un  timbre 
de  cebillinas,  las  mejores  que  se  habían  visto  en  aquel 
reino,  y  cuatro  piezas  de  plata,  doradas,  muy  hermosas; 
y  á  los  caballeros  que  llevaron  las  joyas  ,  y  al  intérprete 
que  el  Almirautc  tuvo  en  la  segunda  audiencia  parlicular 
de  la  reina,  que  S.  M.  quiso  fuese  de  los  que  vrnian  con 
el  Almirante,  una  copa  de  plata  á  cada  uno,  y  el  Almirante 
dio  una  cadena  y  una  sortija  de  un  rubí  al  caballero  que 
se  lo  trujo ,  que  era  el  que  asistía  con  él  en  su  posada,  y 
mando  repartir  mil  floriiics  entre  los  criados  del  rey,  que  le 
hablan  servido,  y  dar  á  los  huéspedes  de  dos  casas  en  que 
vivia ,  sendas  copas  de  plata,  con  que  todos  quedaron  muy 
contentos. 

El  gran  canciller  y  el  vicecanciller  de  Polonia  ,  y  el 
mariscal  del  reino,  que  es,  como  se  ha  dicho,  el  mayordo- 
mo mayor,  enviaron  al  Almirante  tres  caballos  polacos ,  y 
el  Almirante  los  recibió  y  dio  á  sus  caballerizos  una  copa 
de  plata  á  cada  uno ,  y  á  los  mozos  que  los  traían  cuatro 
táleros,  con  que  asimesmo  quedaron  contentos,  y  general- 
mente lo  quedaron  todos,  de  la  cortesía  y  trato  del  Almi- 
rante ,  el  cual  partió  de  Varsovia  el  primer  dia  de  marzo. 
Y  S.  M.  envió  con  él  un  caballero  de  su  Ci'imara  y  un  co- 
merniquc  de  su  corle  que  fueron  con  el  Almirante  seis  jor- 
nadas ,  hasta  la  raya  de  Polonia,  haciéndolo  la  cosía  por 
el  rey,  y  aposentándole ;  y  el  Almirante  dio  al  caballero  de 
la  cámara  del  rey  una  cadena  de  oío,  y  al  comernique 
cincuenta  táleres  y  una  copa  de  plata ,  y  al  huésped  de 


457 

la  casa  de  la  postrera  jornada  ,  que  era  caballero  y  tenien- 
te de  C!n-¡stófoio  Eshorosai,  castellano  de  Decrepitse,  ca- 
ballero rany  prinei[)al  de  Polonia  y  senador,  otra  copa  de 
plata ,  con  que  asiuicsnio  quedaron  todos  contentos.  Y 
despitliéiulose  los  criados  del  rey  de  Polonia  á  la  raya,  el 
Almirante  entr<3  en  la  Silesia,  que  es  de  la  corona  de  Bohe- 
mia, y  pasando  por  Urales  Lavia ,  que  es  una  de  las  mas 
lindas  ciudades  de  toda  Alemania,  llegó  á  Praga  á  i7  de 
marzo,  y  á  los  20  tuvo  audiencia  do  S.  M.  Cesárea  ,  en 
que  le  dio  cuenta  muy  en  particular  de  todas  las  cosas  de 
Polonia,  y  se  despidió  del  para  pasar  á  los  Estados  Bajos, 
y  partió  de  Praga  á  los  24  de  marzo,  y  á  los  26  lo  topó 
un  despacho  de  S.  A.  ,  con  que  volvió  á  Praga  de  dos  jor- 
nadas della,  y  hasta  agora  no  se  sabe  á  qué,  aunque  hay 
hartos  discursos  sobre  ello. 


Carta  del  Almirante  á  S.  A.  Fecha  en  Bruselas  á  ^  de 
agosto  de  1597  (1). 

Disposiciones  que  convendría  adoptarse  sobre  el  ejército  de  Flándes. 

(Original.) 

SERENÍSIMO   SEÑOR. 

Sirviéndose  V.  A.  de  sacar  de  Géldres  al  conde  Eurico 
Hermán  de  Bergs,  podrá  ir  allí  el  capitán  Eurico  Xalon 
que  está  en  Durlan,  y  tiene  su  compañía  desarmada ;  y  sa- 

(i)  En  el  mes  de  junio  ya  se  encontraba  el  Almirante  en  los 
Paises-Bajos  de  regreso  de  su  embajada. 


458 

liendo  de  Brujas  Foretle ,  podrá  entrar  don  Pedro  Ponce  en 
su  lugar. 

Está  señalado  para  ir  á  servir  á  V.  A.  Nicolás  Basta 
con  su  compañía;  y  porque  paresce  que  sería  de  algu- 
na consideración  que  don  Francisco  de  Padilla  saliese  á 
servir  en  esta  campaña ,  aunque  tiene  deshecha  su  com- 
pañía, mandándolo  así  V.  A.,  podría  quedarse  Nicolao 
Basla  á  gobernar  la  caballería ,  y  la  com[)añía  de  Sforcia 
Spicínardo  podría  ir  en  lugar  de  la  de  don  Francisco  de  Pa- 
dilla á  Berta;  y  con  estos  y  los  ciento  y  cincuenta  caballos 
de  la  compañía  de  Grovendon,  que  quedan  en  Diste,  se  su- 
plirán poco  más  ó  menos  los  doscientos  y  sesenta  y  ocho 
caballos  que  yo  habia  dicho  á  V.  A.  que  podían  quedar. 

Para  que  las  compañías  que  están  en  Güéldres  y  en  Lu- 
zemburch  vengan  á  tiempo  á  servir  en  esta  ocasión ,  es  ne- 
cesario avisarles  desde  luego  el  puesto  donde  han  de  venir  á 
tomar  la  orden  de  lo  que  han  de  hacer ,  y  el  día  que  se  han 
de  hallar  allí,  porque  están  lejos;  y  para  que  les  llegue  la 
orden  y  aprestarse,  habrán  menester  por  lo  menos  diez 
dias.  Conforme  á  esto  y  á  lo  que  V.  A.  piensa  hacer ,  se 
servirá  V.  A.  mandarme  lo  que  les  he  de  avisar,  porque 
no  falte  tiempo.  Nuestro  Señor  la  serenísima  persona  de 
V.  A.  guarde  y  ensalce  como  deseo,  etc.  Palacio  á  2  de 
agosto  1597. — Serenísimo  señor. — Criado  y  hechura  de 
V.  A.  —  El  Almirante — Hay  una  rúbrica. 


459 


Copia  de  carta  que  el  Almirante  mi  señor  escribió  á  S.  A. 
Del  campo  sobre  Moníhulin  á  27  de  setiembre  de  1597. 

Sitio  y  toma  del  fuerte  de  Montolin.—  Número  de  muertos  y  heri- 
dos que  ha  habido  en  esta  jornada. 

SERENÍSIMO    SEÑOR. 

El  dia  que  parli  de  Pas  marché  tres  leguas  con  la  parle 
del  ejército  que  V.  A.  me  mandó  venir,  y  el  segundo  otras 
seis  y  media ;  y  fué  el  dia  tan  áspero  de  agua  y  de  viento, 
que  me  fué  de  grande  estorbo  para  la  jornada ,  y  de  tanta 
incomodidad  para  la  gente,  que  de  la  infantería  me  faltó 
casi  la  cuarta  parte  y  alguiía  caballería ,  aunque  después 
se  ha  recogido  [jarte  de  todo.  El  jueves  vine  á  alojar  á 
Renlin,  por  ser  tanta  la  peste  de  Bercoch  y  Fochemberg, 
que  no  rae  atreví  á  entrar  allí ,  y  antes  de  entrar  en  Rentin 
envié  al  coronel  de  la  Barlota ,  y  al  capitán  Catricio ,  y  á 
Torres  ,  teniente  del  conde  de  Bueoy,  y  á  Joan  de  Sesé, 
teniente  del  conde  Joan  Jacobo  Bcljoyoso  ,  que  es  uno  de 
los  mejores  soldados  que  hay  en  la  c:iballería,  y  mas  pla- 
tico deste  país,  y  á  d(tn  Joan  de  Br'acan^.onte ,  y  á  don  Die- 
go de  Acuña  con  trescientas  lanzas  y  cien  arcabuceros  de 
á  caballo  para  cerrar  á  j\Ionthulin;  y  por  parecerles  al  co- 
ronel de  la  Barlota  y  á  los  demás  que,  por  la  disposición  de 
la  tierra,  no  bastaba  caballería  para  cerrar  la  plaza ,  envié 
con  ellos  quinientos  infantes  del  regimiento  de  la  Barlota, 
y  á  todos  di  las  órdenes  de  que  envió  copia  á  V.  A.,  y 
todos  las  cumplieron  tan  bien,  que  el  jueves  á  las  tres  estaba 
cerrada  la  plaza ,  tomándolos  tan  descuidados  que  no 
pudieron  meter  en  ella  cincuenta  y  cinco  soldados  de  su 


460 

guarnición  que  estaban  en  Debrc ,  que  es  un  villaje  poco 
mas  de  un  tiro  de  mosquete  de  Monthulin.  Y  habiendo 
reconocido  de  dia  y  de  noche  el  coronel  de  la  Barlola ,  el 
capitán  Galricio  y  los  demás  la  plaza,  les  pareció  mucho 
mas  fuerte  de  lo  que  tcnian  entendido,  porque  el  sitio  lo 
es  de  naturaleza,  y  tiene  foso  muy  hondo,  y  Iraveses ,  y 
tres  spoloncs;  y  todos  se  resolvieron  que,  atento  el  estado 
de  las  cosas  y  que  esta  empresa  no  se  podia  hacer  en  mu- 
chos dias,  y  que  para  solo  plantar  el  artillería  eran  me- 
nester seis  por  lo  menos,  y  que  el  socorro  les  vendria  tan 
á  tiempo  que  no  convenia  ponernos  sobre  ella ,  y  me  en- 
viaron al  capitán  Caliicio  á  Rentin  para  que  me  informase 
de  todo,  y  me  topo  el  viernes  al  amanecer  y  lo  hizo.  Y 
luego  junté  á  don  Luis  de  Velaseo ,  don  Ambrosio  Landria- 
no  ,  el  coronel  Sleguel ,  Hieronimo  Dentiche  ,  el  conde  de 
Bucoy  ,  don  Alvaro  Osorio  y  al  comisario  general  de  la 
caballería,  y  les  propuse  lo  que  habia  entendido  de  Catri- 
cio ,  y  él  mismo  rifirió  en  presencia  de  lodos  lo  que  me  habia 
dicho,  con  su  parecer  y  el  de  la  Barlota,  que  juzgaban  no 
nos  pusiésemos  sobre  la  plaza;  y  todos,  ncmine  discrepante^ 
aunque  por  diferentes  motivos,  se  conformaron  con  ellos, 
de  que  yo  tuve  harto  grande  disgusto  por  parescerme  á  mí 
solo  lo  contrario.  Y  aunque  yo  les  dije  que,  pues  todos  eran 
de  aquel  parescer,  yo  me  quería  conformar  con  ellos,  to- 
davía les  dije  que  considerasen  cuál  pesaba  mas:  volverme 
dende  allí  sin  ver  por  vista  de  ojos  lo  que  Gatrieio  decia 
hallándome  tan  cerca,  ó  retirarme  d'jl  ejército  del  rey  de 
Navarra  (i),  pudiéndolo  hacer  sin  peligro  cuando  él  viniese 
á  socorrerla  plaza  con  ejército  tan  poderoso  que  me  obligase 

(í)  Enrique  IV  de  Francia,  el  primero  de  la  Gasa  de  Borbon, 
que  entró  á  reinar  en  1589. 


46i 

á  levantarme  del  sitio;  porque  lo  primero  no  podía  parescer 
bien  á  todos,  y  lo  segundo  no  podía  parescer  mal  á  nadie, 
hallándome  yo .  con  tan  pequeña  parle  de  las  fuerzas  del 
Rey  nuestro  señor,  y  orden  expresa  de  V.  A.  de  no  aven- 
turarlas con  desigualdad  conocida;  y  que  no  apartándome 
del  parescer  de  todos,  yo  me  resolvía  en  llegar  á  Montbu- 
lin  y  oír  de  nuevo  á  los  que  había  enviado  á  cerrar  esta 
plaza  y  reconoscerla  muy  particularmente  y  emprenderla. 
Hecho  esto,  resolveríamos  mejor  si  convenia  perseverar 
en  el  sitio  della  ,  hasta  tener  aviso  de  que  le  venia  socor- 
ro, que  me  obligase  con  razón  y  no  con  discursos  á  la  re- 
tirada. Los  más  se  conformaron  con  esto,  porque  yo  les 
dije  que  si  sentían  otra  cosa  se  había  de  escribir  el  parecer 
de  todos  y  le  habían  de  firmar,  para  que  yo  me  pudiese 
justificar  con  V.  A.;  y  esto,  creo,  que  movió  á  los  mas  á 
conformarse  conmigo.  Y  luego  envié  al  comisario  general 
de  la  caballería  con  el  resto  que  me  habia  quedado  della, 
para  asegurar  la  demás,  y  la  infantería  que  tenía  cerrada  la 
plaza,  y  yo  me  partí  dentro  de  dos  horas  con  el  ejército  y 
llegué  á  Monthulin  ayer  á  las  tres  después  de  medio  día,  y 
le  alojé  en  los  sitios  que  Martin  López  y  el  cuartel-maestre 
habían  señalado,  atacando  de  manera  la  plaza,  que  no  ha 
entrado  un  pájaro  en  ella  ni  salido  persona  que  no  se  haya 
tomado.  Y  luego  con  algunos  soldados  plátícos  de  los  que 
vienen  conmigo,  reconocí  muy  bien  toda  la  fuerza,  y  no 
me  pareció  menos  flaca  que  á  ellos;  pero  tam[K)co  me  pa- 
rcscieron  las  dificultades  tan  grandes  que  no  pudiese  pro- 
bar. Y  así  di  orden  se  comenzase  á  trabajar  luego  para 
plantar  el  artillería ,  y  por  un  bosque  muy  cerrado  aunque 
bajo,  con  marrazos,  hachas  y  zapas,  se  hizo  un  camino 
por  donde  se  llevó  bien ,  y  se  trabajó  de  manera  que  esta 
mañana  al  amanecer  estaba  acabado  el  camino ,  y  hechas 


46á 

las  explanadas,  y  plantada  toda  la  artillería  en  dos  parles: 
los  cinco  medios  cañones  en  una,  para  batir  un  espolón ,  y 
en  otra  la  culebrina  para  batir  las  garitas  que  servían  de 
defensas ;  y  se  hicieron  cincuenta  gaviones ,  y  se  plantaron 
antes  que  anmnesciese,  con  que  se  cubrió  el  artillería  y 
otros  puestos  de  la  infantería,  y  al  amanecer  comenzamos 
la  batería,  y  á  las  diez  se  nos  hablan  acabado  las  balas, 
de  manera  que  no  nos  quedaban  sino  veinte  y  cuatro  ó 
treinta ,  con  ({ue  hubo  de  cesar  quedando  en  estado  que  no 
se  podia  arremeter  por  ella;  y  aunque  dende  Rentin  y  dos 
veces  después  de  llegado  aquí,  yo  habia  escrito  al  conde 
de  Rus,  gobernador  de  Sant  Omer,  me  enviase  balas  y 
pólvora,  no  han  venido;  y  viendo  la  falta  <|ue  me  hacían, 
volví  ix  escribir  tercera  vez  al  conde  y  á  la  villa,  que  pues 
V.  A.  les  habia  mandado  me  asistiesen,  y  ellos  sabían  bien 
lo  que  importaba  al  servicio  de  S.  M. ,  y  h  su  bien  propio 
la  toma  desta  plaza ,  me  enviasen  las  municiones  que  les 
habia  pedido  y  algunas  escalas.  Y  envié  las  cartas  con 
uno  del  consejo  de  Sant  Omer,  que  de  parte  de  aquella 
villa  habia  venido  á  pedirme  perseverase  en  esta  empresa, 
ofresciéndome  todo  lo  que  pudiesen  ayudarme  para  ella ;  y 
antes  que  llegase  aquí ,  les  habia  pedido  unos  manteletes  y 
gentes,  y  me  los  habían  enviado  con  doscientos  hombres 
de  escolta ;  y  también  habia  pedido  al  gobernador  de  Calés 
algunos  artificios  de  fuego,  y  ayer  tarde  me  los  envió,  y 
un  artillero  muy  platico  y  ciento  y  veinte  soldados.  Y  co- 
mo hoy  tan  temprano  se  me  acabaron  las  balas,  hicimos 
diligencia  para  cobrar  en  los  jardines  las  que  habían  pa- 
sado de  la  fuerza ,  y  cobramos  algunas  con  que  ir  tirando 
cpn  una  pieza  de  cuando  en  cuando,  porque  el  enemigo  no 
conosciese  la  falta,  tomando  achaque  de  enviarle  un  trom- 
peta para  que  se  rindiese ,  y  por  otro  cabo  mostrándole  es- 


465 

calas  aunque  no  teníamos  mas  que  unas  que  se  hallaron 
en  un  casar ,  que  eran  pocas  y  corlas.  Y  haciendo  gran 
provisión  ilc  fagina  con  la  caballería  é  infantería,  y  estando 
yo  con  harto  cuidado  de  verme  sin  balas  y  que  no  venían 
las  de  Sant  Omer,  y  que  con  doscientas  ó  trescientas  más 
se  acabaría  la  batería,  y  que  anochecía  y  se  llegaba  el 
tiempo  del  socorro,  pensando  por  último  remedio  escalarla 
esta  noche,  aunque  fuese  con  pérdida  de  alguna  gente;  sa- 
lió un  alambor  de  la  plaza  y  llamaron  para  parlamentar,  y 
luego  envié  á  don  Luis  de  Velasco  con  otro  atambor  á  sa- 
ber lo  que  querían ;  y  aunque  comenzaron  como  suelen  los 
franceses,  al  ün  nos  concertamos  que  saliesen  mañana  á  las 
nueve  con  sus  armas  y  bagajes  y  rindiesen  la  plaza  libre, 
como  V,  A.  lo  verá  por  la  copia  del  concierto  que  Vií  con 
esta  (1),  y  ellos  me  dieron  en  rehenes  un  caballero  deudo 
de  monsieur  de  La  Serge ,  que  es  gobernador  de  Monthu- 
lin,  hombre  principal  y  muy  rico;  y  salido  él,  meteré  en 
ella  la  gente  que  fuere  necesaria  ,  reconoscida  la  plaza  de 
más  cerca  para  sustentarla,  y  otros  dos  castillejos  que  se 
dan  la  mano  con  ella,  que  el  uno  se  llama  Ebre ,  y  el  otro 
Salles,  que  el  uno  está  ya  rendido  y  el  otro  me  ha  enviado 
á  decir  que  hará  lo  que  hiciere  xMonlhulin;  y  pienso  dejar 
en  ella,  mientras  V.  A.  manda  otra  cosa,  al  capitán  Catri- 
cio ,  así  por  ser  el  más  suficiente  de  los  que  aquí  se  hallan 
para  ello  y  haber  trabajado  mas  que  ninguno,  como  por 
haberme  pedido  lo  mismo  el  conde  de  Bucoy  y  el  coronel 
de  la  Barlota  ,  y  ser  ellos  los  que  han  trabajado  ansímismo 
mucho  en  lo  que  hasta  aquí  se  ha  hecho.  Y  aunque  por 
ser  él  tan  útil  para  la  artillería,  como  verdaderamente  lo 
es,  yo  holgara  de  dejar  otro  para  este  país,  importa  tanto 

(4)  Noeslá. 


464 

esta  plaza,  y  €s  tan  cierto  que  han  de  procurar  recobrarla, 
que  no  rae  ha  parecido  que  podia  excusarlo  para  asegurar- 
la ,  habiendo  de  ser  walon  el  gobernador  della ;  y  porque 
está  muy  desprovehida ,  he  escrito  al  gobernador  y  villa  de 
Sant  Omer  y  cá  la  de  Avenas  hagan  provisiones  de  muni- 
ciones y  víveres  para  meter  en  ella  ,  y  mañana  procuraré 
reparar  lo  que  se  ha  destruido  con  el  artillería  ,  y  yo  haré 
una  jornada  corta  retirándome  la  vuelta  de  Sant  Omer  con 
el  ejército,  con  el  espacio  que  la  falta  de  vituallas  diere 
lugar  para  darle  yo  á  las  municiones  que  espero  para  me- 
ter aquí. 

Daño  no  hemos  rescibido  de  consideración,  porque  los 
muertos  deben  de  ser  ocho  ,  y  los  heridos  treinta  en  todos, 
y  si  llegáramos  al  asalto,  por  buena  que  estuviera  la  bate- 
ría, no  pudiera  dejarse  de  perder  mucha  gente  por  la  dis- 
posición del  sitio  de  la  plaza  y  de  las  casas  matas,  que  no 
le  podíamos  gustar  sin  aproveclmrnos  do  la  pala  y  zapa 
para  mejorar  el  artillería ,  y  para  esto  no  habia  tiempo  eu 
diez  dias. 

He  dado  á  V.  A.  cuenta  particular  del  discurso  de  la 
jornada,  por  no  haber  escrito  dende  que  partí  de  Barlin- 
curt;  y  otras  menudencias  referiré  cuando  V.  A.  se  sirva 
de  darme  licencia  que  vaya  donde  V.  A.  se  halle,  la  cual 
esperaré  en  Sant  Omer,  ó  cerca  de  allí. 

A  algunos  capitanes  y  soldados  heridos,  que  se  han 
señalado  mucho ,  he  dado  algunos  dineros  que  no  han  po- 
dido excusarse,  y  antes  creo  que  parescerá  á  Y.  A.  poco 
que  mucho  lo  que  he  hecho. 


465 


Copia  de  carta  del  Almirante  mi  señor  á  S.  A.,  fecha  en 
Arques  á  29  de  setiembre  1597. 


Disposiciones  para  poner  en  buen  estado  el  fuerte  de  Montolin. 
Alojamiento  de  la  caballería. 


SERENÍSIMO   SEÑOR. 

Ayer  avisé  á  V.  A.  de  la  toma  del  fuerte  de  Monthulin 
y  como  quedaba  en  él  ya  puesta  la  guarnición.  Y  lo  que 
agora  tengo  que  decir  es,  que  después  de  esto  yo  entré  en 
el  fuerte  y  le  reconocí  lodo  con  algunos  soldados  pláticos, 
de  los  que  vienen  conmigo,  y  tiene  disposición  para  ponerse 
en  estado  que  tiniendo  municiones  y  gente  se  pueda  defen- 
der de  cualquiera  ejército,  mientras  le  durare;  y  con  el  pa- 
rescer  de  los  que  mejor  le  podían  dar  y  del  capitán  Ca- 
tricio,  ordené  se  hiciesen  algunas  cosas  para  reparar  las  rui- 
nas de  la  batería  y  mejorar  otras  de  la  fortificación,  que  se 
pueden  hacer  sin  mucha  costa,  entretanto  que  se  hace  lo 
demás.  Hallé  solas  cuatro  piezas  de  artillería ,  un  cuarto  de 
cañón  de  bronce  y  tres  de  hierro ,  y  obra  de  dos  mili  libras 
de  pólvora  y  algunas  balas,  y  ninguna  provisión  de  víveres, 
que  me  espantó ;  porque  entendí  que  este  castillo  estaba  pro- 
veído de  todo  para  muchos  días,  y  por  no  tener  yo  que 
darle,  por  haberse  acabado  el  pan  de  la  munición  el  dia  an- 
tes, dejando  la  gente  que  he  escrito  á  V.  A. ,  me  partí  ayer 
la  vuelta  de  Sant  Omer,  y  quedo  hoy  alojado  en  Arques 
esperando  la  orden  de  lo  que  V.  A.  es  servido  que  haga;  y 
aquí  he  hecho  las  diligencias  que  he  podido  con  el  goberna- 
dor de  SanlOmer  y  los  del  magistrado,  para  sacarles  con  qué 
Tomo  XLí.  30 


466 

bastecer  aquel  fuerte,  y  esta  noche  á  las  doce  irán  veinte 
ó  veinticinco  carros  cargados  de  harina,  sal,  queso,  cer- 
veza y  buturo ,  y  los  acompañarán  doscientos  caballos  y 
quinientos  infantes;  porque  con  menos  no  irá  seguro  el  con- 
voy, y  de  Sanl  Omer  y  de  Casel  procuraré  sacar  todo  lo  que 
Catricio  me  ha  pedido  ó  la  mayor  parte  dello,  Y  porque 
yo  no  tenia  qué  comer,  por  habernos  faltado  el  pan  de  la 
munición  y  por  otros  respectos,  no  me  detuve  á  procurar 
de  bastecer  á  Monthulin  de  trigo  de  los  castillos  circunveci- 
nos, porque  en  el  tiempo  que  estuve  sobre  aquel  fuerte, 
fuera  de  ser  tan  corto,  hubo  harto  en  que  entender  sin  po- 
derme divertir  a  esto,  y  después  no  pude  hacerlo  sin  aven- 
turar á  que  se  me  deshiciese  la  gente  por  la  falta  de  la  vi- 
tualla, que  comenzaba  á  sentirse  mucho  en  el  ejército.  Y 
aunque  habia  prevenido  al  oficial  del  general  de  los  víveres 
tuviese  esto  proveído  de  pan  ,  no  hemos  hallado  aquí  nin- 
guno; pero  creo  que  esta  noche  ó  por  la  maííana  vendrá, 
y  los  de  Sant  Omer  nos  ayudarán  (si  cumplen  lo  que  hoy 
me  han  dicho)  con  ocho  mili  panes  que  tienen  cocidos; 
con  que  nos  entretendremos  mientras  llega  el  de  la  muni- 
ción. 

En  el  castillo  de  Sayes  tuve  puestos  trece  ó  catorce  sol- 
dados ;  y  viendo  que  se  partía  el  ejército,  los  apretaron  de 
manera  los  villanos ,  y  obra  de  cuarenta  caballos ,  que  se 
salieron  del,  antes  que  llegasen  veinticinco  soldados  con  un 
sargento  del  regimiento  del  conde  de  Bucoy  que  yo  habia 
ordenado  se  metiesen  allí;  y  agora  lleva  orden  don  Diego 
de  Acuña  de  volver  á  meter  la  guarnición  con  el  calor  de 
la  caballería  é  infantería  que  lleva  á  su  cargo,  y  creo  que 
lo  hará. 

Otros  tres  ó  cuatro  castillejos  hay  á  la  redonda,  que  son 
ladroneras  de  fraibutes  que  se  recogen  en  ellos  para  robar 


407 

esle  país;  y  cuando  no  haya  otra  cosa  de  mayor  impor- 
tancia á  que  atender,  con  quinientos  caballos  y  mili  infantes 
y  un  cañón ,  se  pueden  todos  allanar  y  meter  soldados  en 
ellos  ó  arruinarlos,  aunque  los  mas  son  de  parescer  que  se 
sustenten  con  guarnición,  que  por  moderada  que  sea,  ase- 
gurará mas  este  pais  y  trabajará  el  enemigo. 

En  lo  que  toca  álos  víveres,  yo  haré  aquí  lo  que  pu- 
diere para  bastecer  á  Monthulin,  y  avisaré  á  V.  A.  de  lo 
que  se  hiciere,  para  que  si  no  fuere  lo  que  basta  para  sus- 
tentarle ,  se  sirva  de  mandarlo  proveer  por  otra  via ,  pues 
ya  que  se  ha  ganado  é  importa  tanto  para  este  pais,  es 
justo  conservarle. 

Pero  demás  de  los  víveres  hay  necesidad  de  otras  co- 
sas ,  que  son  las  contenidas  en  el  papel  que  va  con  esta , 
que  V.  A.  se  sirva  de  mandar  que  se  provean  luego,  por- 
que sin  ellas  no  se  puede  pasar. 

También  hay  muchos  de  parescer ,  que  para  acabar  de 
asegurar  esle  pais,  seria  necesario  poner  enMonthulin,  Ebre 
y  Salles  una  compañía  de  arcabuceros  de  á  caballo,  con 
quien  no  se  atreverán  caballos  del  enemigo  á  dañar  y  ha- 
cer entradas  en  nuestro  país;  y  sin  expresa  orden  de  V.  A. 
no  me  ha  parescido  hacerlo. 

La  caballería  está  aquí  muy  mal  alojada  en  dos  villajes 
que  son  Werderque  y  Campaña ,  porque  no  hay  ningún 
forraje  en  ellos  ni  otra  ninguna  cosa,  ni  patrones  en  las 
casas,  y  las  de  ambos  villajes  son  tan  pocas,  que  parte  de 
la  caballería  está  descubierta.  Y  aunque  don  Ambrosio  y 
todos  los  soldados  encarescen  esto  mucho,  y  mueren  por 
pasar  á  otros  villajes  de  Flándes,  no  me  ha  parescido  mu- 
dar la  caballería  sin  orden  de  V.  A. ,  ni  lo  haré  hasta  te- 
nerla ,  aunque  me  dicen  que  si  persevero  en  esto,  se  irá  la 
gente  á  la  deshilada  á  Flándes  por  comer.  V.  A.  vea  lo  que 


468 

es  servido  que  se  haga  para  obviar  los  inconvenientes  que 
he  apuntado.  Nuestro  Señor,  etc.  De  Arques  á  29  de  setiem- 
bre de  1597. 


Copia  de  carta  del  Almirante  mi  señor  á  S.  A.^  de  2  y  3 
de  octubre  de  1597. 

Disposiciones  militares. 

SERENÍSIMO   SEÑOR. 

Con  el  capitán  don  Fernando  de  Guevara  rescibí  las 
cartas  de  V.  A.  de  29  y  30  de  setiembre;  y  por  la  merced 
y  favor  que  V.  A.  me  ha  hecho  con  ellas,  beso  á  V.  A. 
las  manos ,  y  quisiera  yo  que  el  servicio  que  he  hecho  á 
V.  A.  en  Monlhulin  fuera  mayor,  para  que  cayera  mejor 
sobre  él  el  agradescimienlo  de  V.  A.,  que  responde  mas  á 
su  grandeza  y  deseo  que  tengo  de  servir  á  V.  A. ,  que  á  lo 
que  yo  le  he  servido  ni  puedo  servir. 

Cuanto  pude  rehusé  dejar  en  Monthulin  al  capitán  Ca- 
tricio;  pero  el  conde  de  Bucoy  y  el  coronel  de  la  Barlota 
me  lo  pidieron  de  manera ,  y  él  lo  deseaba  tanto  ,  que  jun- 
tándose esto  con  lo  que  él  habia  trabajado  y  la  satisfac- 
ción que  yo  tengo  de  que  lo  hará  bien ,  no  pude  excu- 
sarlo, aunque  en  el  recaudo  que  le  dejé,  no  queda  mas 
que  en  el  ínterin  que  V.  A.  mandare  otra  cosa;  y  con 
cualquiera  ocasión  le  podrá  V.  A.  mandar  que  salga  á 
servir. 

Yo  habia  alojado  la  caballería  é  infantería  que  viene 
conmigo  en  estos  contornos  lo  mas  cerca  que  hubo  lugar; 
y  por  estar  lodos  los  villajes,  ó  á  lo  menos  los  mas  dellos 


4G9 

desiertos,  no  ha  bastado  diligencia  humana  para  impedir 
que  dejen  de  entrar  en  Fiándes  algunos  de  la  infantería  y 
caballería,  y  he  enviado  oficiales  que  los  recojan,  y  creo, 
que  en  viéndome  marchar ,  volverán. 

A  Calés  enviaré  las  compañías  del  caballero  Melzi  y 
Coradin  ,  y  á  Ardres  las  de  Dimitri  y  monsieur  de  Ricurt, 
y  á  Monlhulin  la  de  Viilanfan,  que  es  de  arcabuceros,  por- 
que para  allí  bastan  cuarenta  caballos  por  no  haber  dispo- 
sición para  poderse  cubrir  más. 

A  las  compañías  de  Nicolo  Basta ,  Jeorje  Cresia ,  con- 
de de  Garpeña  ,  Longinos  y  Fabini  di  orden  que  entrasen 
en  Durlan ,  y  hasta  agora  no  he  sabido  que  hayan  dejado 
de  hacerlo,  porque  no  he  tenido  carta  de  don  Joan  de  Cór- 
doba ni  de  Jeorje  Cresia,  en  que  me  digan  cosa  en  contra- 
rio; y  las  de  Ricurt  y  Dimitri  no  fueron  porque  me  afirma- 
ron que  no  cabrían  allí ,  y  estas  envío  agora  á  Ardres. 

Monlhulin  estaba  tan  desproveído ,  que  aunque  se  le 
llevaron  las  provisiones  que  V.  A.  habrá  visto  por  una 
memoria  que  envié  con  La  Barlota ,  me  paresció  necesario 
hacer  otro  convoy  para  enviarles  mas  vituallas  y  municio- 
nes de  Sant  Omer,  Ere  y  Gassell ;  y  voy  haciendo  cuanta 
diligencia  se  puede  para  juntarlas,  y  melitlas  allí,  me  par- 
tiré siguiendo  el  camino  que  V.  A.  me  manda ,  y  con  el 
advertencia  necesaria. 

La  compañía  de  caballos  de  Velincurl  envié  á  Fiándes, 
como  V.  A.  lo  mandó.  Nuestro  Señor,  etc.  De  Arques  2  de 
octubre  de  1597. 

Andando  con  cuidado  de  enviar  el  convoy  á  Monthu- 
lin,  he  rescibido  una  carta  del  secretario  Mancicidor  en 
que  me  dice  V.  A.  manda  vaya  luego  por  allá  con  las  tro- 
pas de  infantería  y  caballería  que  tengo  aquí,  y  que 
ansimismo  lleve  la  caballería  que  se  habia  puesto  en  He- 


470 

din  y  Reiilin.  Y  al  punió  que  esta  escribo,  me  parlo,  y 
he  enviado  orden  á  la  caballería  me  venga  á  topar ,  y  dejo 
encargado  al  gobernador  y  magistrado  de  Sant  Omer ,  re- 
cojan estas  vituallas  que  me  hablan  ofrecido  los  de  Ere  y 
Cassell,  y  las  guarden  juntamente  con  las  suyas  para  lle- 
varlas, en  habiendo  comodidad  ;  y  yo  haré  la  diligencia 
que  pudiere,  y  siento  harto  lo  que  me  han  detenido  aquí, 
porque  holgara  mas  de  estar  allá.  Nuestro  Señor,  etc.  De 
Arques  3  de  octubre. 


Copia  de  carta  del  Almirante  mi  señor  áS.  A. ,  fecha  á  4 
de  octubre  de  1597. 

Estado  de  la  fuerza  que  lleva  á  sus  órdenes. — Lugar  en  que  se 
encuentra  alojado. 

SERENÍSIMO    SEÑOR. 

A  los  dos  y  tres  deste,  respondí  á  dos  cartas  de  V.  A. 
con  que  me  hallaba  de  29  y  30  de  setiembre,  y  despaché  un 
correo  propio  que  me  trujo  otras  del  secretario  Mancicidor, 
dándome  prisa  en  lo  mismo  que  V.  A.  habia  mandado;  y 
una  hora  después  me  partí  yo  con  la  caballería  é  infantería 
que  se  hallaba  conmigo;  y  aunque  se  había  desmandado 
alguna  gente,  y  esta  mañana  me  páreselo. se  habia  reco- 
gido poca,  á  la  tarde  me  ha  parescido  que  falta  menos  en 
la  infantería  de  la  que  yo  pensaba,  aunque  todavía  no  hay 
tanta  como  yo  quisiera,  porque  de  todas  las  naciones  en- 
tiendo que  debe  de  haber  mas  de  cuatrocientos  enfermos, 
según  me  han  dicho  los  coroneles.  No  sé  si  es  ansí  ó  si 
lo  hacen  por  disimular  la  que  se  ha  entrado  al  país  de 
Flándes.' 


471 

La  caballería  viene  muy  deshecha ,  porque  con  la  ne- 
cesidad por  UQ  cabo,  y  por  otro  la  ocasión  de  tener  la  co- 
mida cerca,  se  ha  ido  alguna,  no  obstante  que  se  han  hecho 
todas  las  diligencias  para  estorbarlo;  y  he  enviado  oOciales 
á  recogerla  y  vá  viniendo,  pero  todavía  f¿ilta  mucha. 

A  las  compañías  de  Hedin  y  Renlin  se  dio  luego  orden 
se  viniesen  á  juntar  conmigo,  y  yo  entendí  hallarlas  cerca 
de  Betuna,  y  hasta  agora  no  he  tenido  ningún  aviso  dellas. 

Para  Calés  habia  señalado  las  compañías  del  caballero 
Melzi  y  Coradin,  y  para  Ardrés  la  de  Dimitri  y  la  de  Ri- 
'curt.  Por  recoger  la  gente  que  andaba  como  la  demás,  no 
habia  podido  partir  hasta  esta  mañana;  y  por  hallarse  tan 
cerca,  y  no  haber  venido  los  de  Hedin  y  Rentin,  y  pares- 
cer  que,  conforme  á  los  avisos  que  hay  del  enemigo,  será 
de  mas  servicio  acá  que  allá,  la  hice  llamar  y  la  traigo 
conmigo. 

Yo  quedo  alojado  en  los  burgos  de  Betuna,  y  mañana, 
plasciendo  á  Dios,  iré  á  Lens  marchando  con  la  orden  y  re- 
cato que  conviene;  y  si  llegásemos  allí  muy  temprano,  pa- 
saré adelante  donde  pueda  cubrir  y  estar  con  seguridad,  por 
llegar  el  lunes  temprano  ahí ,  si  V.  A.  no  manda  otra  cosa, 
que  mandándola  haré  mas  diligencia,  aunque  trabaje  la 
gente.  Nuestro  Señor,  etc.  Del  burgo  de  Betuna  á  4  de  oc- 
tubre á  las  cinco  de  la  tarde. 

Si  conforme  á  los  avisos  que  V.  A.  tiene  del  enemi- 
go paresciere  necesario  reforzarme  de  caballería,  prosu- 
puesto que  yo  no  llevo  mas  de  quinientos  caballos,  y  aun 
dudo  si  son  tantos,  podrá  V.  A.  mandar  que  la  que  se  halla 
ahí  me  venga  á  topar  á  Lens,  aunque  acá  nos  paresce 
por  lo  que  hasta  agora  sabemos  que  vamos  bien. 


472 


Copia  de  carta  del  Almirante  mi  señor  á  S.  A.  En  Mons,  3 
de  junio  de  1598. 

De  las  compañías  que  debieran  reformarse,  y  de  otras,  cuya  con- 
servación seria  conveniente. 

Ayer  envié  á  V.  A.  la  relación  del  alojamiento  que 
de  presente  tiene  la  caballería,  y  una  memoria  dé  la 
distribución  que  se  ha  hecho  de  los  treinta  mil  escudos 
que  V.  A.  mandó  señalar  para  encabalgarla;  y  por  no 
estar  á  mano  dejé  de  enviar  á  V.  A.  la  relación  señalada 
de  V.  A.  que  yo  tenia  y  va  agora  con  esta.  Y  habiendo 
considerado  lo  que  toca  á  la  reformación,  siendo  V.  A.  ser- 
vido de  hacerla,  me  paresce  que  convendrá  ñias  al  servi- 
cio de  V.  A.  ponerlo  en  ejecución  que  diferirlo,  así  por  des- 
cargar el  país  y  darle  la  satisfacción  que  ordinariamente  res- 
cibe  con  las  reformaciones,  como  porque  comiencen  á  go- 
zar de  los  buenos  efectos  de  la  paz. 

Las  compañías  que  V.  A.  señaló  con  cruces  son  las 
que  á  V.  A.  páresela  que  debían  quedar  en  pié,  y  las  que 
no  tienen  esta  señal  son  las  que  V.  A.  pensaba  reformar;  y 
después  desto  V.  A.  se  sirvió  de  proveer  la  de  don  Pedro 
Ponce  en  don  Bernardino  de  Ayala,  y  que  á  Pedro  Gallego 
se  le  diesen  1,400  escudos  para  rehacer  su  compañía,  con 
que  vienen  á  quedar  estas  dos  en  pié,  que  estaban  inclui- 
das en  la  reformación.  Y  ya  que  V.  A.  no  se  sirve  de  re- 
formar ninguna  compañía  de  lanzas  españolas,  pues  Miguel 
Tellez  es  buen  soldado  y  tiene  mas  de  60  caballos,  si  V.  A. 
fuese  servido,  podría  quedar  su  compañía  en  pié,  y  darle 
algo  con  que  la  rehiciese,  para  que  haya  cuatro  compa- 
ñías de  arcabuceros  españoles,  que  para  la  guerra  de  Ho- 
landa serán  de  mucho  servicio. 


473 

Lo  que  toca  á  los  albaneses  he  considerado;  y  prosu- 
puesto que  V.  A.  quiere  conservar  dos  compañías  desla 
nación,  y  que  es  justo  y  conveniente  hacerlo,  habiendo  con- 
siderado asimismo  los  servicios  de  Andrea  Alambre,  y  de 
Dimilrio  Gapuzimadi,  y  la  edad  y  disposición  de  ambos, 
enliendo  que  para  servir  de  presente  es  mas  á  propósito 
conservar  á  Dimilrio  que  reformarle,  y  dar  después  com- 
pañía á  Andrea;  porque  es  mas  diligente  y  raas  activo  y 
determinado,  y  sabe  más  que  Andrea,  aunque  en  lo  de 
los  aprovechamientos  ha  habido   mas  quejas  de  Dimilrio 
que  de  Andrea,  si  bien  es  verdad  que  no  se  le  ha  per- 
donado nada ;  y  como  no  se  trata  de  ocupar  estos  hom- 
bres en  oñcios  de  tesoreros  ni  de  confesores,  sino  para 
servir  y  pelear,   no  puedo  dejar  de  proponer  á  V.  A. 
por  mejor  el  que  tengo  mas  á  propósito  para  esto,   que  es 
Dimilrio  á  lo  que  he  podido  juzgar  por  lo  que  he  visto,  y 
por  relaciones  que  diferentes  personas  me  han  hecho,  y  de 
advertir  á  V.  A.  que  aunque  Jcorje  Basta  y  Nicolo  Basta 
son  mata  mejor  de  Andrea  que  de  Dimilrio,  conocen  la 
diferencia  que  hay  entre  los  dos,  y  proponen  la  persona  de 
Andrea,  entendiendo  que  Y.  A.  por  causas  particulares  pen- 
saba reformar  á  Dimilrio  (para  que  no  se  acabasen  las  com- 
pañías de  su  nación).  V.  A.  lo  mandará  ver  y  resolver  lo 
que  mas  convenga  á  su  servicio. 

Aunque  á  Simón  de  Lalre  le  achacan  que  no  es  escru- 
puloso en  buscar  con  que  vivir,  es  uno  délos  buenos  soldados 
que  hay  en  la  caballería,  y  tiene  muy  buena  compañía,  y 
con  muy  poca  ayuda  la  haria  de  cien  caballos,  y  los  que 
tiene  son  tan  buenos,  y  los  soldados  tan  probados,  que  ten- 
dría por  cosa  conveniente  al  servicio  de  S.  M.  y  de  V.  A. 
no  reformarle,  y  en  su  lugar  podrían  reformarse  Chalón  el 
mozo,  que  es  capitán  de  lanzas,  porque  es  manco  de  en- 


474 

trambos  brazos  y  no  puede  servir,  y  el  viejo  que,  como 
V.  A.  lo  tiene  acordado  ■.  es  capitán  de  arcabuceros,  porque 
no  es  tan  á  propósito  para  servir  como  Simón  de  Lalre ,  que 
como  he  dicho  á  V.  A.  es  hombre  de  mucho  servicio,  y 
aquí  se  ha  gobernado  bien ,  y  en  la  rota  que  se  dio  á  la 
guarnición  de  Bolonia  fué  uno  de  lOs  que  mas  se  señala- 
ron; y  si  no  cayera  en  un  pantano  dándole  la  carga ,  se  en- 
tiende que  no  se  escapara  hombre,  según  me  han  informa- 
do personas  que  se  hallaron  presentes,  y  particularmente 
Daniel  de  Guaure,  que  le  tengo  por  hombre  de  verdad. 

El  capitán  Francisco  Goradino  teme  la  reformación, 
viendo  que  no  se  ha  dado  á  Cosme  Goradino  su  hijo  dinero 
para  rehacer  su  compañía;  y  me  ha  hablado  apretadamente 
en  ello,  alegando  mas  de  cuarenta  años  de  servicios  muy 
particulares ,  y  que  ha  veinte  y  dos  que  levantó  esta  com- 
pañía á  su  costa,  y  hecho  con  ella  algunos  de  mucha 
consideración ;  y  que  pues  V.  A.  por  hacerle  merced  en 
remuneración  y  recompensa  de  sus  servicios,  la  pasó  en  su 
hijo,  y  si  él  se  hallara  con  ella,  cree  que  V.  A.  no  la  refor- 
mara, siente  mucho  que  sirviéndola  su  hijo,  y  él  en  las 
ocasiones  de  salir  en  campaña  que  se  ofrescen ,  se  trate  de 
reformarla - 

V.  A.  conosce  al  capitán  Goradino,  y  está  informado 

de  sus  servicios,  y  teniendo  consideración (1) 

que  toca  á  los  demás,  mandará  lo  que  fuere  servido  en 
ellos. 

En  el  número  de  las  compañías  que  se  reforman  de 
itahanos  y  del  país,  se  consideró  lo  general  de  las  naciones 
para  dejar  nueve  de  italianos  y  otras  tantas  del  país,  sin 

(1)  No  se  pueden  leer  tres  ó  cuatro  palabras  por  estar  roto  el 
papel . 


475 

descender  á  lo  particular  de  las  provincias ;  y  como  en  la 
ilaliana  hay  alguna  diferencia  entre  los  napolitanos  y  los 
demás,  y  á  ninguno  dellos  se  ha  dado  dineros  para  enca- 
balgar la  compañía  ,  han  juzgado  los  napolitanos  que  que- 
dan todos  reformados,  y  no  han  discurrido  mal ,  porque 
Juan  Tomás  Spina,  Carlos  de  Sangro,  Federico  de  Aflic- 
lis,  Aníbal  Macedonio  y  Cosme  Coradino  lo  están  en  la 
memoria  de  V.  A.  Mirado  el  negocio  sin  esta  considera- 
ción, creo  que  los  que  V.  A.  ha  señalado  para  quedar  con 
las  compañías,  sen  los  que  con  ellas  pueden  mejor  servir, 
y  solo  represento  esto  á  V.  A.  por  haberme  hablado  los  na- 
politanos en  ello,  aunque  no  hallo  que  alterar  en  lo  que 
V.  A.  habia  pensado,  si  esta  consideración  no  es  de  algún 
momento.  Nuestro  Señor,  etc. 

A  continuación  viene  la  siguiente  carta  del  Almirante  á 
S.  A.,  en  la  que  no  consta  el  lugar  ni  la  data. 

En  lo  que  toca  al  negocio  del  maestre  de  campo  don 
Alonso  de  Mendoza,  dejé  de  responder  á  V.  A.  dende  Nos- 
Ira  Dama  de  Hao,  para  hacerlo  con  mas  acuerdo,  habién* 
dome  V.  A.  mandado  le  diese  mi  parescer  eo  él  como  lo 
haré  en  esta  por  obedecer  á  V.  A. ,  remitiéndome  en  todo  á 
la  determinación  que  V.  A.  se  sirviese  de  tomar  en  él,  que 
estoy  cierto  será  mas  acertado  que  lo  que  yo  puedo  decir, 
aunque  lo  piense  mucho. 

Y  prosupuesto  que  V.  A.  desea  entretener  á  don  Alonso 
en  estos  Estados,  por  tenerle  por  útil  y  conveniente  para 
el  servicio  de  S.  M.  y  suyo,  representaré  á  V.  A.  lo  que  se 
me  ofrece  para  ello ,  y  los  inconvenientes  y  las  salidas  que 
les  hallo. 

Cuanto  á  lo  primero,  es  cosa  sin  duda  que  si  V.  A.  do 


476 

hace  merced  á  don  Alonso  y  le  honra ,  abandonará  sus  ser- 
vicios y  esperanzas,  y  se  irá  á  España  á  vivir  en  un  luga- 
rejo  que  tiene  cerca  de  Zaragoza  ó  á  Pomblin,  para  donde 
está  proveído. 

Lo  segundo,  que  lo  que  hay  en  estos  Estados  en  que 
V.  A.  le  pueda  hacer  merced  conforme  á  sus  servicios  y 
talento,  que  V.  A.  ha  conoscido  del,  son  los  cargos  de 
maestre  de  campo  general,  el  de  capitán  general  del  artille- 
ría, el  castillo  de  Ambéres  ó  una  plaza  del  Consejo  de  Guerra 
con  sueldo  competente,  cerca  de  la  persona  de  V.  A.  y  con 
privilegio  de  hallarse  en  los  consejos  particulares  de  guerra, 
y  entrar  en  la  junta  que  se  ven  los  memoriales  tocantes 
á  ella. 

Lo  tercero,  que  aunque  don  Alonso  es  suficiente  para 
cualquiera  destas  cuatro  cosas ,  no  tiene  salud  para  servir 
las  dos  primeras,. que  son  los  cargos  de  maestre  de  campo 
general  y  el  del  artillería. 

Lo  cuarto ,  que  para  las  otras  dos  en  que  podría  servir 
sin  que  su  indisposición  y  estropeadura  de  los  brazos  se  lo 
impidiesen,  que  son  el  castillo  de  Ambéres  y  el  Consejo  de 
la  guerra,  le  ponen  por  objecto  que  si  V.  A.  le  hiciese  mer- 
ced del  castillo,  se  agraviarían  todos  los  maestres  de  cam- 
po que  tienen  tercios  ó  los  han  (enido,  que  son  mas  anti- 
guos que  él  y  le  pretenden;  y  si  V.  A.  le  hiciese  merced 
de  la  plaza  del  Consejo  de  la  Guerra,  se  podrían  agraviar 
los  mismos  y  todos  los  que  tienen  cédulas  del  Consejo,  y  no 
entran  en  él  en  los  particulares  que  se  hacen  ,  y  en  la  jun- 
ta ordinaria  que  se  ven  los  memoriales.  Y  prosupuesto  que 
no  queda  otra  cosa  en  que  hacerle  merced  y  que  se  ha  de 
pasar  por  el  menor  inconveniente  para  gratificarle  y  no  per- 
derle, tendría  yo  por  el  menor,  hacerle  merced  del  casti- 
llo de  Ambéres ,  que  de  la  plaza  del  Consejo  de  Guerra  en 


477 

la  forma  que  he  dicho;  y  particularizando  esto,  los  que  pre- 
leoden  el  castillo  de  Amberes  sin  don  Alonso ,  son  seis:  los 
tres  maestres  de  campo  que  actualmente  tienen  tercios,  y 
los  otros  tres  que  los  han  tenido;  y  aunque  todos  dicen  que 
dándose  el  castillo  á  don  Alonso,  dejarán  los  tercios  y  suel- 
dos y  se  irán  á  España,  es  cierto  que  cada  uno  de  por 
si  no  sentirá  menos  (como  no  se  le  dé  á  él)  el  darlo  á  otro 
cualquiera  que  á  don  Alonso;  porque  ellos  no  le  resisten 
mas  que  á  otros,  tanto  por  aversión  particular  que  tengan 
contra  él,  cuanto  por  figurarse  cada  uno  que  es  don  Alon- 
so el  que  mas  le  embaraza  para  su  pretensión  en  ello;  y  al 
cabo  no  creo  que  aunque  V.  A.  provea  á  don  Alonso,  se  irá 
mas  que  solo  uno  que  sin  duda  se  ha  de  ir  si  V.  A  no  se 
le  provee  á  él  aunque  le  dé  á  otro  cualquiera;  y  lo  que  me 
mueve  á  esto  es  lo  que  diré.  Don  Agustín  IMegía,  que  es  el 
mas  antiguo  maestre  de  campo  de  todos,  me  ha  dicho 
diversas  veces,  que  si  V.  A.  se  sirve  de  dotarle  Cam- 
bray ,  y  darle  patente  de  aquel  cargo,  se  contentará  con  él 
y  no  pedirá  otro. 

Don  Luis  de  Velasco,  pues  se  sosegó  cuando  V.  A.  pro- 
veyó el  gobierno  de  Calés  en  Joan  de  Ribas ,  habiéndose 
envarado  tanto  en  aquella  pretensión,  también  se  contentará 
con  mas  facilidad  destotro  para  no  dejar  el  cargo ,  fuera  de 
que  aunque  quiera  hacerlo  y  irse  á  España,  su  poco  caudal 
no  le  dará  lugar  á  ello,  porque  dejándole  no  le  queda  con 
que  vivir  ni  soltero  ni  casado,  ni  en  su  poca  edad,  aunque 
muy  valiente  caballero,  parescerá  bien  en  España  que  se 
agravió  de  que  se  le  prefiriera  hombre  que  cuando  él  nasció 
era  ya  soldado ,  y  de  que  no  le  den  oficio  de  asiento;  y  antes 
parecería  mejor,  que  en  caso  que  V.  A.  se  le  diese,  no  le 
quisiese  aceptar,  por  no  dejar  el  tercio  andando  V.  A.  en 
campaña ,  como  yo  se  lo  dije  cuando  trataba  de  lo  de  Calés. 


478 

Don  Antonio  de  Zúñiga  es  cierto  que  á  cualquiera  que 
V.  A.  le  prefiera  de  los  maestres  de  campo ,  se  irá  á  Espa- 
ña, porque  desea  hacerlo,  y  dicen  que  anda  con  cuidado 
de  buscar  alguna  ocasión  colorada  para  ponerlo  en  ejecu- 
ción . 

Don  Diego  Pimentel  es  mas  amigo  de  don  Alonso  de 
Mendoza  que  de  ninguno  de  los  otros  maestres  de  campo , 
y  por  muchos  respectos  sentirá  menos  que  le  prefieran  que 
á  otro;  y  en  ningún  caso  por  lo  que  toca  al  castillo  de  Am- 
beres,  se  irá  á  España  por  estar  embarcado  en  otras  preten- 
siones mayores. 

Manuel  de  Vega,  cosa  llana  es  que  se  quejará,  pero 
no  se  irá  ni  dejará  el  sueldo ,  porque  es  bueno  y  él  no  mas 
bien  quisto  en  España  que  del  ejército  por  el  rigor  de  su 
condición. 

Joan  de  Tejeda  también  tratará  de  sus  quejas  sin  mu- 
cho recato;  pero  no  osará  dejar  el  sueldo  ni  ir  á  España, 
donde  le  tienen  en  figura  de  tan  voluntarioso  como  soldado; 
y  siendo  esto  así  como  yo  lo  entiendo ,  y  que  todo  el  ejér- 
cito estima  en  mucho  á  don  Alonso  de  Mendoza ,  y  que  de 
la  gente  principal  y  popular  del  país  es  el  español  más  esti- 
mado y  más  acepto  á  todos,  por  tenerle  por  buen  cristiano, 
cuerdo  y  desinteresado,  creo  que  sería  de  menor  inconve- 
niente, habiéndole  V.  A.  de  ocupar  y  hacer  merced,  como 
es  justo  que  V.  A.  se  la  haga  por  sus  servicios ,  y  porque 
no  deje  estos  Estados,  darle  el  castillo  de  Ambéres  que  la 
plaza  del  Consejo  de  la  Guerra,  cuando  él  se  contentara  con 
ella;  porque  de  lo  primero  se  agraviarían  seis,  y  se  iria  uno 
solo,  y  los  demás  se  consolarían  presto;  y  de  lo  segundo, 
se  quejarían  los  mismos  y  cuantos  tienen  cédula  del  Con- 
sejo, y  si  se  han  de  ir,  no  tendrían  menos  color  para  hacer- 
le dando  á  don  Alonso  lo  que  al  juicio  de  cada  uno  podrían 


470 

tener  todos ,  que  lo  que  se  ha  de  proveer  á  uno  solo  ;  y  por 
esto  dije  á  V.  A.  que  se  me  ofrescian  inconvenientes  y  difi- 
cultades en  lo  de  la  plaza  del  Consejo.  V.  A.  se  servirá  de 
considerarlo  y  hacer  lo  que  fuere  más  á  propósito ,  si  no  lo 
fuere  lo  que  á  mí  se  me  ofresce,  de  que  yo  no  me  aseguro. 
Nuestro  Señor,  ele. 


Copia  de  carta  del  Almirante  mi  señor  á  S.  A.,  fecha  en 
Paris  25  de  junio  1598  (1). 

Uecibiraientoqueha  tenido  en  la  corte  de  Francia. — Audiencia  con 
el  rey. —  Desabrimiento  entre  don  Luis  de  Velasco  y  el  presi- 
dente del  Consejo  de  Flándes. —  Reformación  de  la  caballería. — 
Personas  encargadas  de  recibir  ciertas  plazas  luego  que  sean 
evacuadas  por  los  españoles. 

SERENÍSIMO   SEÑOR. 

A  los  18  deste  llegamos  á  París  y  fuimos  rescibidos 
como  V.  A.  lo  entenderá  por  las  cartas  comunes  que  lleva 
este  correo.  Fué  grande  el  concurso  de  la  gente  que  fuera 
y  dentro  de  la  ciudad  salió  á  ver  la  entrada;  y  algunas 
particularidades  que  concurrieron  en  ella  reservo,  para  dar 
cuenta  dellas  á  V.  A.  á  boca  por  no  ser  para  carta.  El  dia 

(t)  Por  mandado  del  archiduque  Alberto  pasó  el  Almirante  de 
Aragón  á  la  corte  de  Francia ,  juntamente  con  el  conde  de  Arem- 
berg,  el  duque  de  Ariscot  y  don  Luis  de  Velasco,  general  de  la  ar- 
tillería de  Flándes,  con  el  fio  de  asistir  al  juramento  de  la  paz  re- 
cientemente ajustada  entre  Felipe  II  y  Enrique  IV,  y  de  quedar  en 
rehenes  hasta  la  evacuación  de  las  plazas  que  debían  devolverse  al 
monarca  fraucés.  Verificóse  el  juramento  el  21  de  junio  en  la  igle- 
sia mayor  de  París. 


480 

siguiente  nos  dio  el  rey  audiencia ;  y  nos  juntamos  todos 
en  casa  del  conde  de  Sant  Poli  para  ir  dende  allí  á  palacio 
juntos  á  visitar  al  rey ;  y  aguardando  que  nos  llamasen  se 
ofresció  una  dificultad  entre  el  presidente  Richardote  (1)  y 
don  Luis  de  Velasco,  que  yo  holgara  harto  se  excusara.  Allí 
se  pasó  como  pudo,  y  después  para  la  misa  y  el  juramento 
se  remedió  de  propósito  guardando  la  orden  de  V.  A.;  y 
como  ahí  no  se  dijo  nada  á  don  Luis  de  Velasco ,  y  á  él  se 
le  habia  hecho  muy  nueva  en  Arras,  cuando  la  entendió 
de  mí,  estuvo  como  V.  A.  lo  podrá  juzgar  por  otras  cosas 
semejantes ,  y  Richardote  tan  templado  al  principio ,   que 
yo  entendí  que  no  tuviéramos  en  qué  topar,  y  después  que 
nos  juntamos  en  casa  del  conde  de  Sant  Poli  se  trocó  de 
manera,  que  me  pusieron  los  dos  en  cuidado,  estando  tan 
quejosos  de  mí  como  si  les  hubiera  muerto  á  sus  padres.  Al 
fin  se  compuso  de  manera  que  la  orden  de  V.  A.  se  guar- 
dó, no  obstante  que  se  publicó  mas  la  diferencia  de  lo  que 
yo  quisiera;  y  aunque  no  disculpo  á  don  Luis  en  esto,  fué 
mucho  mas  culpado  en  ello  el  presidente  Richardote,  por- 
que antes  y  después  del  caso  hizo  diligencias  que  pudiera 
excusar,  como  yo  lo  referiré  mas  particularmente  á  V.  A. 
con  otras  cosas  que  yo  lemia  en  esta  jornada  mas  que  mis 
incomodidades ;  pero  por  servir  al  rey  nuestro  señor  y  á 
V.  A.,  he  pasado  por  ellas,  de  manera  que  no  he  reparado 
en  algunas  que  se  pudiera  tropezar. 

En  lo  que  toca  á  la  reformación  de  la  caballería ,  estoy 

(1)  Juan  Ricardot  ó  Ricardotto,  presidente  del  Supremo  Conse- 
jo de  Flándes  ,  fué  enviado  á  Pariscon  ei  objeto  de  tratar  las  paces 
entre  España  y  Francia.  Fueron  en  su  compañía  Juan  Bautista  de 
Tasis  y  Luis  Barriquen,  tesorero  y  secretario  del  Consejo  de  Esta- 
do. Sus  negociaciones  dieron  por  resultado  el  tratado  de  paz  de 
Vervins,  que  fué  solemnemente  publicada  en  2  de  mayo. 


481 

cierto  que  la  resolución  que  V.  A.  mandare  tomar,  será 
la  mas  conveniente,  estando  tan  informado  de  lodo,  y  co- 
nociendo las  personas. 

Aunque  aquí  nos  han  recogido  muy  bien,  y  el  rey  nos 
hace  mucha  merced  y  parle  de  la  costa,  todavía  deseo 
mucho  se  acabe  esta  jornada  por  ir  á  servir  á  V.  A. ;  y 
por  el  cuidado  que  V.  A.  tiene  dello  le  beso  los  pies. 

Al  rey  y  á  sus  ministros  se  ha  dicho  lo  que  V.  A.  me 
escribió  en  su  carta  de  18  de  este  sobre  ello;  y  S.  M.  ha 
mandado  que  el  conde  de  San  Poli,  gobernador  de  Picar- 
día ,  vaya  á  Bolonia  para  enviar  dende  allí  las  personas  que 
han  de  rescibir  las  plazas  de  Calés  y  Monthulin,  y  la  de 
Ardres  cuando  esté  desembarazada;  y  al  conde  Jauna, 
gobernador  de  Perona,  las  de  Chatelete  ,  y  la  Cápela,  y 
la  de  Düurlan,  cuando  se  haya  acomodado  el  molin;  y  yo 
les  he  dado  las  cartas  para  los  cuatro  gobernadores,  y  les 
daré  las  otras  dos  cuando  sea  tiempo,  conforme  á  la  orden 
de  V.  A. 

Las  nuevas  que  el  correo  de  España  ha  traído  de  los 
negocios  de  V.  A.,  me  han  alegrado  mucho,  y  quisiera 
que  Joan  de  Frías  viniera  por  Francia,  pues  está  ya  el 
camino  abierto,  y  es  mas  cierto  y  corto  que  el  de  la  mar; 
y  pues  el  correo  le  dejó  en  Madrid  al  tiempo  de  su  partida, 
no  estoy  sin  esperanza  que  ha  de  venir  por  aquí.  Plegué  á 
Nuestro  Señor  que  V.  A.  lo  goce  todo,  con  contento  y  des- 
canso que  yo  deseo  y  espero  en  Dios  que  le  ha  de  dar. 

Lo  que  á  mí  me  escriben  de  España,  verá  V.  A.  por 
las  cartas  que  van  con  esta,  y  en  otr^  diré  á  V.  A.  lo  que 
se  me  ofrece  en  mi  particular.  Nuestro  Señor,  etc. 


Tomo  XLL  51 


482 


Copia  de  carta  del  Almirante ,  mi  señor,  á  S.  A.,  fecha  en 
Paris  á  2  de  julio  de  1598. 

Carta  del  archiduque  Alberto  al  rey  de  Francia. — Desea  regresar 
á  Flándes. — Hospedaje  y  tratamiento  que  debe  hacerse  en  Bru- 
selas al  mariscal  Virón,  enviado  del  rey  de  Francia. — Condicio- 
nes de  aquel  personaje. —  Discursos  sobre  la  permanencia  del 
legado  pontificio  en  París. — Deserciones  del  ejército  de  Flán- 
des.— Don  Alonso  de  Cárdenas. — Liga  contra  el  turco,  inten- 
tada por  el  Papa,  y  males  que  podrían  ocasionarse  de  la  msima. 

A  los  29  de  junio  rescibí  la  carta  de  V.  A.  de  27  dél, 
y  de  saber  que  V.  A.  tiene  la  salud  que  yo  deseo,  me  he 
alegrado  infinito.  Pliegue  á  Nuestro  Señor  de  conservarla 
muy  largos  aííos  como  la  cristiandad  y  sus  criados  lo  ha- 
bernos menester. 

Siempre  entendí  que  V.  A.  no  sentiría  bien  de  la  dife- 
rencia de  don  Luís  de  Velasco  y  el  presidente  Ríchardole, 
porque  fué  muy  sin  propósito,  y  en  lugar  y  tiempo  que  la 
agravó.  Eu  la  ocasión  hice  lo  que  pude  para  atajarla  y  en- 
cubrirla ,  porque  me  corrí  mucho  de  que  la  entendiesen  los 
franceses;  y  creo  que  á  Richardoíe  le  pareció  poco  y  á  don 
Luis  tanto,  que  los  dos  sospecho  que  tienen  queja  de  mí; 
y  después  para  el  dia  del  juramento  les  dije  resolutamente 
mi  parecer,  con  que  el  negocio  se  redujo  á  lo  que  V.  A. 
había  mandado;  y  de  no  haberse  hecho  antes,  tuvo  mas 
culpa  el  presidente  que  quiso  medio  (sic)  en  ello,  estando 
don  Luis  llano  en  Arras  en  pasar  por  todo,  aunque  con  sus 
acedías  y  grande  queja  de  mí. 

La  carta  que  V.  A.  escribe  al  rey  de  Francia  he  visto, 
digo ,  la  copia  que  viene  con  ella ,  y  mostrádola  á  los  de- 
más, y  á  lodos  nos  ha  parescido  que  es  bien  darla  juntos 


485 

al  rey,  como  lo  haremos  si  nos  envía  á  llamar  á  San  Ger- 
mán donde  está ,  ó  en  viniendo  aquí ;  y  aunque  á  don  Luis 
le  parescia  se  le  enviase  con  uno  destos  caballeros  que  vie- 
nen con  nosotros ,  dando  algunas  razones  para  ello ,  no 
nos  ha  parescido  á  los  demás  cosa  á  propósito  ,  y  asi  se 
hará  lo  que  he  dicho. 

Bien  cierto  estoy  que  V.  A.  mandará  se  haga  lo  ne- 
cesario para  sacarnos  de  aquí ,  y  cierto  yo  lo  deseo  por 
muchos  respectos,  y  porque  el  humor  desta  gente  es  tan 
diferente  del  nuestro,  y  somos  tantos  que  no  querría  que 
saliésemos  con  algún  disgusto;  porque  aunque  el  rey  hace 
demasiado  con  nosotros  y  todos  estos  señores  en  lo  público 
y  general,  en  particular  no  nos  ha  visitado  hasta  hoy  nin- 
gún francés,  sino  ha  sido  el  duque  Dumena  que  me  ha 
visto  á  mí  y  enviado  un  hijo  suyo  á  ver  los  demás. 

El  raarejalde  Biron  (1)  no  ha  partido,  ni  se  sabe  cuándo 
lo  hará,  y  aunque  el  hospedaje  del  rey  no  nos  duró  mas 
de  seis  dias,  yo  sería  de  parescer  que  allá  se  diese  á  Biron  y 
á  los  demás  de  comer  todo  el  tiempo  que  estuviesen  ahí, 
y  que  V.  A.  mande  que  no  aposenten  juntos  á  Biron  y  á 
los  demás,  sino  que  él  esté  en  mi  posada,  y  Beliebre  y 
Zeleri  en  otra.  Hombre  es  el  Biron  que  no  pierde  ocasión 
de  acrescenlarse ,  porque  en  esta  ha  sacado  título  de  du- 
que y  par  de  Francia,  en  que  fué  erigido  el  lunes  pasado 
ó  el  martes,  y  es  hombre  con  quien  es  menester  andar  con 
gran  tiento,  porque  es  muy  favorecido  del  rey,  y  quiere 
que  se  entienda  y  que  él  no  se  funda  en  esto,  sino  en  su 
estado  y  valor,  y  que  desea  mostrarle  fuera  de  Francia;  y 

(1)  El  rey  de  Francia  envió  á  Flándes  al  mariscal  Biron  y  á 
los  plenipotenciarios  Beliebre  y  Sillery  para  que  presenciasen  el 
juramanto  de  la  paz  de  Yervins,  que  hab'a  de  hacer  el  archiduque 
Alberto,  cayo  acto  lavo  lugar  en  Bruselas  el  26  de  junio. 


484 

yo  pienso  que  es  todo  arte  para  sacar  y  descubrir  tierra  y 
avisar  á  su  rey  ó  tenerle  con  sospechas  y  cuidados,  que  le 
haya  menester  á  él  y  le  engrandezca  más.  Puede  ser  que 
yo  me  engañe. 

El  legado  (1)  se  está  aquí,  y  aunque  él  dice  que  desea 
irse,  no  falta  quien  piensa  que  no  está  de  balde,  y  que  de- 
be el  rey  de  detenerle  para  el  negocio  de  su  divorcio,  en 
que  hay  un  rodeo  extraño;  porque  para  salir  con  él  pien- 
san ,  según  me  han  dicho  ,  que  al  papa  y  al  legado  dé  á 
entender  que  lo  desea  por  salir  de  pecado,  y  que  los  enga- 
ña con  decirles  que  se  piensa  casar  con  la  sobrina  del  gran 
duque  de  Florencia,  que  se  trató  con  el  emperador,  y  que 
en  realidad  de  verdad  lo  que  él  desea  es  casarse  con  la 
duquesa  de  Beofort ,  que  le  tiene  fuera  de  sí,  y  le  ha  pa- 
rido tres  hijos  que  el  rey  ama  mucho.  Encamine  Dios  lo 
que  mas  ha  de  ser  para  su  servicio ,  que  bien  es  menester 
según  la  disolución  de  aquí. 

Cada  dia  pasan  por  aquí  soldados  españoles  sin  licen- 
cia; y  aunque  Richardote  y  yo  suplicamos  al  rey  no  diese 
lugar  á  ello,  no  veo  que  lo  remedia.  V.  A.  vea  la  diligen- 
cia que  es  servido  se  haga,  porque  si  los  soldados  toman 
esta  vereda,  no  quedará  español  ni  italiano  en  Flándes. 
Yo  hice  prender  ayer  tres  que  se  vinieron  de  Mabuja  de 
la  compañía  del  maestro  de  campo,  y  creo  son  algo  culpa- 
dos en  el  motin  que  allí  se  intentó,  ó  á  lo  menos  en  saber- 
le y  no  manifestarlo ;  y  cuando  esto  no  sea ,  harta  culpa  es 
venirse  sin  licencia.  Antes  que  los  hiciese  prender,  sé  que 
me  culpaban  de  no  poner  algún  remedio  en  ello,  y  después 
que  lo  hice,  dicen  que  es  crueldad,  y  que  no  me  toca  el 
hacerlo  ni  conviene  que  aquí  se  haga  justicia  de  españo- 

(1)  Era  el  cardenal  de  Mediéis. 


485 

les;  y  yo  pienso  que  para  cerrar  este  paso,  importaría  mas 
ahorcar  estos  aquí,  que  muchos  mas  en  nuestro  país.  V.  A. 
mandará  avisarme  lo  que  es  servido  procure  se  haga 
dellos. 

Don  Alonso  de  Cárdenas,  gentilhombre  de  la  cámara 
de  V.  A.,  me  ha  pedido  suplique  á  V.  A.  escriba  á  S.  Al. 
suplicándole  le  haga  merced  en  la  provisión  de  las  enco- 
miendas de  su  orden  que  están  vacas.  Suplico  á  V.  A.  se 
sirva  de  hacerlo,  pues  sabe  V.  A.  lo  que  don  Alonso  me- 
resce  por  los  servicios  de  su  madre  y  de  don  Gonzalo  Cha- 
cón, su  tío,  y  por  lo  que  él  lia  servido  á  Y.  A.  en  esos  Es- 
lados  después  que  salió  de  España. 

Las  joyas  que  el  conde  de  Arambergue  escribió  á  V.  A., 
he  visto ,  y  son  muy  diferentes  de  los  retratos  dellas  que 
se  enviaron  á  V.  A.;  porque  las  treinta  y  cinco  perlas  son 
la  tercera  parte  mas  menudas,  y  no  muy  iguales,  ni  de 
buen  color;  ni  sé  de  qué  pueden  servir  siendo  tan  pocas; 
y  todo  lo  demás  es  asi  y  yo  no  rae  resolvería  en  lomar 
ninguna  destas  joyas  para  V.  A.,  porque  no  son  raras,  ni 
tan  buenas  como  las  que  la  infanta  mi  señora  tiene  deste 
género;  y  lo  que  me  ha  parescido  es,  que  se  procure  que 
este  hombre  vaya  con  ellas  para  que  V.  A.  las  vea,  y  aun 
esto  rae  parece  superfluo,  porque  dudo  que  V.  A,  tome 
ninguna  dellas ,  y  que  no  es  dinero  muy  bien  empleado 
el  que  se  gastará  en  la  costa  que  este  hombre  hará  aunque 
no  sea  mucha;  y  porque  el  conde  escribirá  mas  largo  en 
esta  materia  ,  aunque  no  sé  si  seremos  conformes,  no  digo 
mas  en  ella.  Nuestro  Señor  la  serenísima  persona  de  V,  A. 
guarde  y  ensalce,  como  deseo.  De  París  á  2  de  julio 
de  i598. 

Entendido  hé  que  Su  Santidad  trata  de  hacer   una 
liga  contra  el  turco;  y  aunq^ie  su  intención  es  santa  y 


486 

buena,  creo  que  es  cosa  movida  por  los  franceses  con  harto 
diferente  intención  de  lo  que  suena :  porque  el  deshacer  al 
turco  que  es  enemigo  común  de  la  iglesia  católica,  es  muy 
santo  y  justo  y  conveniente  procurarlo  ;  pero  es  bien  con- 
siderar que  si  esto  se  cuajase,  el  rey  de  Francia  tiene  in- 
tención de  ser  general  de  la  liga,  y  hallarse  personalmente 
con  el  ejército  en  Hungría ,  y  esto  no  conviene  á  la  Casa 
de  Austria,  porque  si  con  la  reputación  y  inteligencias  que 
tiene  en  Alemania,  y  la  opinión  que  los  herejes  tienen  del, 
se  hallase  con  las  armas  en  las  manos,  V.  A.  no  dude  de 
que  intentaría  tiranizar  el  imperio  y  excluir  al  emperador 
del;  y  esto  tiene  tan  grandes  inconvenientes  en  lo  espiri- 
tual y  temporal  de  todo  el  mundo,  que  es  bien  prevenirlo 
y  obviarlo  de  lejos  con  cuidado  y  suavidad  ,  pues  estamos 
en  tiempo  de  hacerlo  con  un  poco  de  cuidado ;  y  quizá  el 
de  Florencia  trata  del  casamiento  de  su  sobrina  con  este 
disiño  ú  otros  peores ,  porque  no  cesa  jamás  de  revolver 
estas  maquinaciones,  etc. 


Copia  de  carta  del  Almirarde,  mi  señor,  á  S.  A.  En  París 
á  12  áe  julio  de  1598. 

Noticias  de  la  Corte  de  Francia.— Próxima  partida  del  duque  de 
Viren  y  otros  caballeros  para  Bruselas. — Fuerza  enemiga  que  se 
dice  haber  aparecido  en  la  frontera  de  Lucemburgo. — Dispónese 
el  Almirante  á  marchar  en  breve  á  los  Estados  de  Flándes. 

Después  que  aquí  se  tuvo  aviso  que  se  habían  entrega- 
do las  plazas  de  Calés,  Chatelete  y  la  Cápela,  vino  el  rey 
á  París ,  y  otro  dia  nos  envió  á  decir  con  el  marejal  de 
Biron  que  holgaría  nos  fuésemos  con  él  á  San  Germán ;  y 


487 

el  jueves  pasado  fuimos  todos  á  palacio  á  acompañar  á 
S.  M. ,  y  antes  que  saliese  fuera ,  nos  paresció  seria  bien 
darle  la  carta  de  V.  A. ,  y  á  mí  que  lo  hiciese  el  duque 
de  Ariscot ;  y  aunque  él  se  rogó  conmigo,  yo  no  lo  admití 
y  le  dije  lo  que  á  mí  se  me  ofrescia  que  se  podía  decir  con 
la  carta,  y  se  la  di ,  de  que  él  quedó  liarlo  contento.  Y  en 
saliendo  el  rey,  llegamos  todos  á  S.  M. ,  y  el  duque  le  ha- 
bló y  le  dio  la  caria ;  y  el  rey  nos  dijo  que  se  holgaba  mu- 
cho con  ella  y  lo  mucho  que  deseaba  servir  á  V.  A. ,  y  la 
leyó  luego.  Salimos  todos  á  caballo  con  S.  M.,  que  fué  ca- 
zando por  un  bosque ,  y  después  tomó  el  coche  y  nos  man- 
dó entrar  á  todos  en  él ,  y  llegamos  á  San  Germán  donde 
comimos  con  S.  M.  y  su  hermana.  A  la  tarde  fué  á  caza 
de  conejos,  y  á  la  noche  se  fué  á  cenar  con  todos  al  apo- 
sento del  duque  de  ümena,  y  otro  dia  á  comer  al  del  con- 
destable, y  á  cenar  al  del  duque  de  Epernon.  Ayer  se  fué 
á  comer  á  una  abadía,  una  legua  de  San  Germán,  y  nos 
hizo  sentar  todos  á  su  mesa  ,  y  después  fuimos  á  la  caza 
del  ciervo,  y  yo  le  seguí  un  rato,  y  después  me  paresció 
que  no  era  ejercicio  para  mi  edad  y  me  vino  á  esperarlo  á 
San  Germán,  y  con  su  licencia  nos  vinimos  todos  á  dormir 
á  París;  y  mañana  nos  tiene  convidados  para  ir  por  la  posta 
á  Fontenableo,  y  de  allí  nos  han  dicho  que  nos  dará  licen- 
cia que  nos  vamos,  de  que  yo  estoy  muy  contento  por  ir- 
me á  servir  á  V.  A. ;  y  en  cuanto  en  mí  fuere ,  V.  A.  crea 
que  procuraré  que  el  rey  quede  servido  y  su  corte  satisfe- 
cha; y  hasta  agora  no  creo  que  hay  cosa  en  contrario  de 
esto,  ni  se  ha  ofrescido  otra  en  que  topar,  sino  fué  el  en- 
cuentro del  presidente  Richardote  y  don  Luis  de  Velasco. 
Y  lo  demás  que  V.  A.  apunta  en  su  carta  de  ocho  deste,  no 
es  cosa  que  merescia  llegar  á  sus  oidos ;  porque  si  la  fun- 
dan en  que  en  un  serao  que  se  halló  el  rey  en  casa  de  la 


488 

duquesa  de  Guisa  ,  se  cubrieron  algunos,  lo  que  pasa  es, 
que  habia  muchos  cubiertos,  franceses  y  extranjeros;  y  el 
capitán  de  la  guardia  dijo  á  los  franceses  que  se  descu- 
briesen ,  y  advertió  á  Coradino  que  no  lo  decia  á  los  espa- 
ñoles por  mi  respecto,  y  yo  le  dije  que  no  los  habia  visto, 
y  que  si  los  viera  no  esperara  que  él  me  lo  advirtiera  ;  y 
aiií  los  envié  á  decir  que  no  se  cubriese  ninguno:  y  en  rea- 
lidad de  verdad  la  bulla  era  tanta,  y  la  ceremonia  de  aquí 
es  tan  poca,  que  no  se  mira  ni  repara  en  nada,  y  que  an- 
tes tienen  á  los  españoles  por  demasiados  en  las  ceremo- 
nias. Y  de  dónde  sale  esto  yo  lo  diré  á  V.  A.,  asegurándole 
que  por  esto  no  quedará  mala  satisfacion  de  los  españoles 
en  Francia  cerca  de  las  personas  reales  ni  otra  ninguna. 

Por  la  merced  que  V.  A.  me  hace  en  mi  particular, 
beso  á  V.  A.  los  pies ,  y  siempre  lo  he  creído  y  esperado 
así  de  su  grandeza ,  y  que  no  me  dejará  de  su  mano  para 
que  nadie  me  pueda  dañar.  Y  estoy  con  cuidado  si  este 
correo  que  partió  de  España  á  dos  deste,  trujo  algo  que 
toque  á  los  negocios  de  V.  A. ,  y  si  ha  llegado  Joan  de 
Frias. 

El  duque  de  Biron  y  los  demás  me  han  afirmado  que 
partirán  mañana,  y  yo  lo  creo,  porque  ayer  fué  á  despe- 
dirse del  rey  á  San  Germán;  y  si  acaso  no  parten,  procu- 
raré lo  hagan :  que  ya  no  se  detienen  por  el  rey  ,  sino  por 
las  galas  de  Biron  que  quiere  ir  muy  lucido.  La  partida  de 
monsieur  Legrand  se  va  difiriendo,  y  uno  de  los  que  van 
con  él  me  ha  dicho ,  que  no  partirá  hasta  fin  de  agosto, 
habiéndome  él  mismo  dicho  que  partiría  dentro  de  diez  á 
doce  dias. 

La  junta  de  la  caballería  en  la  frontera  de  Luzem- 
bourg  no  debe  ser  cierta ,  aunque  se  puede  temer ,  ha- 
biendo en  Francia  tanta  gente  armada  y  desembarazada. 


489 

Y  habiendo  hablado  al  condestable  en  ello  y  al  duque  de 
Umena  en  lo  que  el  condestable  de  Castilla  escribe  á  V.  A., 
me  ha  dicho  el  condestable  que  habló  al  rey,  y  le  respon- 
dió que  no  sabia  nada  dello,  y  que  el  aviso  que  de  aquella 
frontera  tenía ,  era  que  el  coronel  de  la  Barlola  habia  lle- 
vado á  su  regimiento  cuatrocientos  soldados  mas  del  regi- 
miento de  Lanua;  y  el  de  Umena  me  ha  dicho,  que  se  re- 
mediará luego  lo  de  los  soldados  de  Marsella,  y  que  él  me 
dará  una  carta  particular  para  el  duque  de  Guisa  sobre 
ello. 

En  lo  que  toca  á  los  soldados  que  se  iban  á  España , 
haré  la  diligencia  que  V.  A.  me  manda;  pero  dudo  que 
idos  nosotros  de  aquí  estorbarán  el  paso  á  ninguno,  por- 
que no  cuidan  algunos  mucho  de  nuestros  negocios,  aun- 
que el  rey  pienso  que  no  nos  hará  daño,  porque  real- 
mente quiere  conservar  la  paz  y  gusta  mucho  mas  de  la 
caza  y  de  la  música  y  de  otras  cosas  que  de  la  guerra. 

Del  secretario  Mancicidor  he  entendido  la  merced  que 
V.  A.  ha  sido  servido  de  hacerme;  y  de  los  demás  he 
entendido  la  que  V.  A.  les  ha  hecho ,  y  por  todo  beso  á 
V.  A.  las  manos.  Plegué  á  Nuestro  Señor  de  guardar  á 
V.  A.  muchos  años  para  su  servicio,  y  que  lodos  le  sir- 
vamos. 

Yo  espero  que  podremos  partir  de  aquí  á  los  15  ó  IG 
deste;  porque  no  es  razón  hacerlo  sin  visitar  á  algunas  per- 
sonas y  dejar  las  mas  que  pudiéramos  satisfechas;  y  en 
ocho  dias  nos  pondremos  ahí,  placiendo  á  Dios,  y  su  divina 
Majestad  guarde  la  serenísima  persona  de  V.  A.  y  la  en- 
salce como  deseo.  De  Paris  á  12  de  julio  1598. 

Escrita  esta  me  vieron  los  presidentes  Belieure  y  Ce- 
lery,  y  me  dijeron  que  su  partida  seria  mañana  sin  duda. 
Habléles  en  lo  de  la  junta  de  la  caballería  de  la  frontera  de 


490 

Luzembourg,  y  lo  que  el  condestable  escribió  á  V.  A.,  y 
me  ofrecieron  de  hacer  en  lo  uno  y  en  lo  otro  la  diligencia 
necesaria  antes  de  su  partida,  avisando  al  rey,  como  es  lo 
que  se  pide  conforme  á  lo  asentado  en  la  paz,  y  asegurán- 
dome que  se  remediará,  y  que  procurarían  se  me  diesen 
los  recaudos  necesarios  para  ello  antes  de  mi  partida  etc. 


Carta  del  Almirante  mi  señor  á  S.  A.  En  Paris  20  de  ju- 
lio de  1598. 

Negocios  diplomáticos. — Salida  del  Almirante  para  los  Países  Ba- 
jos.—  El  príncipe  de  Lorena. — Felicitaciones  por  haber  determi- 
nado el  Archiduque  dejar  el  hábilo  cardenalicio. —  La  Reina  de 
Inglaterra  desea  hacer  paces  con  España. — Reforma  de  algunos 
regimientos  en  Francia. 

La  carta  de  V.  A.  de  12  de  julio,  rescibí  a  los  14  del 
en  Fontanableo  donde  el  rey  nos  habia  llevado,  y  luego  le 
hablé  sobre  el  negocio  de  la  restitución  de  Opol,  juntamen- 
te con  el  duque  de  Ariscot  y  los  demás ,  y  nos  respondió 
que  el  gobernador  de  aquella  plaza  se  hallaba  en  Paris,  y 
que  en  volviendo  S.  M.  allí ,  que  seria  cl  sábado  siguiente, 
le  mandaría  que  la  restituyese.  Yo  acepté  esto  y  le  repliqué 
que  demás  dello  era  necesario  darme  orden  por  escrito  para 
ello,  que  pudiese  llevar  la  persona  que  el  duque  de  Feria  en- 
viase á  recibirla,  y  aunque  estuvo  un  poco  renitente  en  esto, 
al  fin  se  allanó  en  que  lo  haria,  y  con  esto  me  vine  á  Pa- 
ris á  esperarle. 

Otro  dia  que  fué  viernes,  llegó  aquí  un  correo  despa- 
chado por  mercaderes  para  España,  sin  cartas  para  mí,  ni 
para  España,  de  V.  A.,  y  por  no  perder  la  ocasión,  le 
he  detenido  para  enviar  el  despacho  de  Opol  con  él.  Vino 


491 

el  rey  de  Fontanableo  el  sábado  como  me  había  dicho ,  pero 
tan  tarde  ,  que  no  se  pudo  negociar  con  él ;  y  ayer  cenó  en 
casa  de  la  duquesa  de  Nemurs  y  allí  le  hablé,  y  me  prome- 
tió de  darme  hoy  el  despacho  y  licencia  para  que  todos  nos 
vamos  á  esos  estados ,  aunque  no  nos  despedimos  de  S.  M., 
porque  quiere  que  pasemos  por  Murceos,  que  es  una  casa 
de  la  duquesa  de  Beofort,  casi  en  nuestro  camino.  Háse par- 
tido el  rey  hoy  para  allí ,  y  nosotros,  placiendo  á  Dios,  ire- 
mos á  dormir  esta  noche  á  Glucy,  y  mañana  á  comer  á 
Murceos  y  á  dormir  tres  leguas  mas  adelante.  Hasta  esta 
hora  que  serán  las  once  ánles  de  mediodía  no  me  han  traí- 
do el  despacho  de  Opol,  aunque  traigo  á  Santiiler  tras  el 
secretario  Villeroel  para  que  le  cobre.  Haré  lo  posible  para 
que  le  lleve  el  correo  que  va  á  España  y  á  mas  no  poder  le 
dejaré  ir  y  quedará  aquí  persona  que  le  cobre  y  me  lo  en- 
víe. El  padre  generalísimo  ha  heclio  diligencia  por  su  parte 
con  Villeroel  sobre  este  negocio;  y  cierto  la  inquietud  y  des- 
orden de  aquí  es  de  manera,  que  no  sé  como  se  acaba  ja- 
más ninguno,  ni  cuando  atienden  á  ellos,  según  el  embe- 
becimiento de  otras  ocupaciones  en  que  andan  sumidos.  El 
trato  de  la  liga  se  va  calentando  mas  cada  dia,  y  creo  que 
piensan  enviar  al  padre  generalísimo  á  España  á  él. 

El  príncipe  de  Lorena  há  ocho  dias  que  llegó  aquí,  don- 
de ha  sido  poco  regalado;  y  aunque  algunos  dicen  que  está 
hecho  su  casamiento,  hay  hartos  que  dudan  dello  y  creen 
que  no  se  hará.  El  duque  de  Saboya  ha  picado  en  él,  y  su 
embajador  ha  tratado  el  negocio  de  manera,  que  ha  desau- 
torizado mucho  á  su  amo ,  porque  le  han  respondido  con 
desprecio,  y  desacreditádose  á  sí  mismo  por  el  término, 
con  que  lo  ha  intentado,  que  ha  dado  poca  salisfacion;  y  él 
no  creo  que  lo  entiende  así,  ni  se  desengaña  de  la  esperan- 
za con  que  lo  comenzó,  y  se  queda  aquí  con  ocasión  de  que 


492 

desea  ver  á  V.  A.  con  hábito  corlo,  y  espera  correo  del  Du- 
que para  congratularse  dello  con  Y.  A.  Y  cierto  es  una  de 
las  cosas  que  mas  me  han  maravillado,  que  el  de  Saboya 
haya  apetescido  tal  cosa  y  que  éste  caballero  se  la  aconseje; 
porque  no  tiene  ningún  género  de  comodidad  para  tiempo 
de  paz  ni  de  guerra,  y  es  lleno  de  mili  males  para  todo,  y 
mas  siendo  la  dama  tan  pertinaz  en  su  secta  y  enemiga  de 
su  hermano,  aunque  en  lo  exterior  no  lo  parescen;  y  lo 
bueno  que  en  ello  hay  es ,  que  no  se  hará ;  pero  de  querer- 
lo é  intentarlo  se  pueden  juzgar  y  seguir  hartas  cosas  que 
no  son  á  propósito. 

Mucho  contento  me  ha  dado  saber  que  V.  A.  habia  de 
mudar  el  hábito  á  los  13  deste  (1).  Plegué  á  Nuestro  Señor 
que  V.  A.  le  goce  muchos  años  en  compañía  de  la  infante 
mi  señora  y  de  muchos  hijos,  y  que  le  vea  yo  mudar 
á  V.  A.  por  el  imperial  antes  que  me  muera,  que  con  esto 
iré  contento  desta  vida. 

La  reina  de  Inglaterra  desea  la  paz  con  el  rey  nuestro 
señor;  pero  no  la  quiere  por  medio  ni  intervención  del  rey 
de  Francia,  porque  está  muy  quejosa  y  ofendida  del ;  y  con 
lodo  lo  que  pasó  en  Bervin  no  acaba  de  creer  que  el  rey 
nuestro  señor  y  V.  A.  la  quieren.  Hánme  dicho  que  ha  he- 
cho diligencia  para  certificarse  dello,  y  que  há  seis  dias 
que  un  confidente  suyo  le  despachó  un  correo  de  aquí  ase- 
gurándola, que  el  rey  nuestro  señor  y  V.  A.  la  quieren  y 
que  fué  con  su  beneplácito  y  sabiduría  lo  que  franceses  le 


(i)  Una  vez  resuelto  Felipe  II  á  casar  á  su  hija  la  infanta  Isabel 
Clara  con  el  archiduque  Alberto,  renunciando  en  ellos  la  soberanía 
de  los  Países  Bajos  ,  mandó  ésle  al  Papa  ,  con  una  muy  atenta  carta, 
la  renuncia  del  capelo,  y  al  mismo  tiempo  la  del  arzobispado.de 
Toledo,  que  se  dio  á  don  García  de  Loaisa^  maestro  del  príncipe. 


493 

habian  propuesto  en  esta  materia.  Esto  he  entendido  de  per- 
sona fidedigna  á  quien  se  puede  dar  crédito. 

El  rey  de  Francia  ha  reformado  lodos  los  regimientos  de 
alemanes  y  esguízaros  que  tenia,  dejando  solas  las  compa- 
ñías de  los  coroneles,  y  dellos  con  sus  entretenimientos  en 
el  regimiento  de  su  guardia.  Hánme  hablado  algunos  capi- 
tanes de  los  reformados  diciéndome  que  tienen  hasta  ocho- 
cientos soldados  muy  buenos,  porque  hcá  diez  y  doce  años 
que  sirven,  y  que  holgarían  de  ir  á  servir  á  V.  A.,  diíndo- 
les  solo  un  tercio  de  escudo  por  soldado,  para  ir  de  aquí  á 
la  plaza  de  muestra  que  V.  Á.  les  señalare.  Vea  V.  A.  lo 
que  es  servido  se  haga,  porque  ellos  esperan  la  respuesta 
en  Corbi  hasta  el  sábado  primero  que  viene,  que  se  con- 
tarán !¿5  desle  mes  de  julio. 

También  me  ha  hablado  un  Petardier,  que  según  me 
han  informado ,  es  muy  bueno  y  católico,  para  ir  á  servir  á 
V.  A.  Vea  V.  A.  si  es  servido  que  vaya.  Nuestro  Señor,  etc. 
Paris  20  de  julio  1598. 

Copia  de  carta  del  Almirante  mi  señor.  De  Cluey  á  21  de 
jidio  de  1598. 

Sobre  la  devolución  de  varias  plazas  ocupadas  por  los  franceses. 

Aunque  esperé  ayer  hasta  las  ocho  de  la  tarde  el  des- 
pacho del  rey  de  Francia  para  la  entrega  de  Opol  y  lo  de- 
más que  franceses  tuvieron  ocupado  en  la  frontera  de  Ca- 
taluña, no  me  lo  dieron.  Dejé  persona  que  le  cobrase,  y 
llamando  el  correo  de  España  que  le  habia  de  llevar  ,  hallé 
que  se  habia  partido  por  la  mañana  en  un  caballo  de  alqui- 
ler sin  que  el  correo  mayor  lo  supiese ,  que  habia  mandado 
no  se  le  diesen  caballos  de  posta  hasta  que  yo  le  entregase 


494 

mi  despacho.  Hoy  me  le  han  enviado,  que  son  dos  carias, 
una  para  el  duque  de  Ventador,  y  otra  para  monsieur  de 
Fosseuse,  de  que  envío  copia  á  V.  A.,  y  las  originales  con 
copia  dellas  envío  á  España  á  manos  de  don  Juan  de  Idiá- 
quez  por  medio  de  Hierónimo  Gondi ,  que  es  un  mercader 
muy  caudaloso,  nacido  en  Valencia,  que  há  mas  de  cuaren- 
ta años  que  vive  en  Francia  y  es  muy  aficionado  al  servi- 
cio del  rey  nuestro  señor,  y  me  ha  ofrescido  de  enviarlo  con 
brevedad  h  recaudo,  y  estoy  cierto  que  lo  hará.  Y  despa- 
cho este  correo  para  que  V.  A.  entienda  lo  que  se  ha  hecho, 
y  se  sirva  de  avisarme  lo  que  es  servido  que  se  haga  en  lo 
que  toca  á  los  alemanes  y  al  Petarquier  (1)  de  que  trato 
en  la  carta  que  escribí  á  V.  A.  ayer  de  Paris.  Nuestro  Se- 
ñor la  serenísima  persona  de  V.  A.  guarde  y  ensalce  como 
deseo,  etc.  De  Cluey  á  21  de  julio  de  1598. 


Copia  de  carta  que  el  Almirante  mi  señor  escribió  á  S.  A., 
fecha  de  Chessel  áZi  de  agosto  de  1598. 

Pertrechos  de  guerra. — Plan  de  campana. —  Fuerza  de  caballería 
é  infantería. — Necesidad  de  víveres. 

SERENÍSIMO    SEÑOR. 

De  Lovaina  escribí  á  V.  A.  como  se  habia  quedado 
atrás  el  dinero  que  V.  A.  mandó  proveer  para  gastos  del 
ejército,  y  hasta  hoy  no  he  tenido  ningún  aviso  del.  Aquel 
dia  vine  alojar  á  Brusten ,  que  es  un  villaje  una  legua  mas 
adelante  de  Ginlron ,  y  á  los  29  muy  temprano  llegué  á 

[^)  Peiardier  se  le  llama  en  la  carta  anterior. 


495 

Mastrique,  donde  me  regaló  mucho  el  gobernador;  y  aun- 
que yo  hice  diligencia  para  traerle  conmigo,  se  excusó  de 
salir  de  allí  con  su  falta  de  salud. 

Al  coronel  de  la  Bailóla  me  lopé  en  Mastrique  con  bue- 
na relación  de  lo  que  se  deseaba  entender,  y  allí  concerta- 
mos lo  que  se  habla  de  hacer,  y  á  los  cuatro  de  setiembre, 
placiendo  á  Dios,  espero  que  nos  juntaremos  para  ponerlo  en 
ejecución ,  si  no  lo  embarazan  dos  cosas  (1)  de  mucha  im- 
portancia que  nos  faltan:  la  una  los  caballos  del  artillería; 
porque  no  hay  uno  solo,  ni  me  puedo  valer  de  los  caballos 
que  traían  los  pontones  y  barcas,  y  otros  pertrechos  de  la 
artillería  ;  porque  hasta  agora  no  han  llegado  ni  tengo  aviso 
donde  se  hallaren ;  y  la  otra  el  tercio  de  Zapena  que  habia 
de  llegar  ayer  á  Kessinghe,  que  es  cuatro  leguas  del  pasa- 
je, se  quedó  tres  leguas  mas  atrás,  de  manera  que  no  sé 
á  qué  hora  llegará  mañana  y  pasará  que  podamos  marchar 
con  el  ejército.  La  otra  que  don  Luis  de  Velasen  no  ha  llega- 
do, y  aquí  se  puede  pasar  mal  sin  él ;  porque  con  su  ausen- 
cia y  la  de  algunos  oficiales  y  pertrechos  de  la  artillería  que 
quedan  atrás,  sirve  de  poco  lo  que  traemos.  La  otra,  que 
monsiur  de  Vanetin  no  ha  venido,  y  el  comisario  Robertin, 
que  hace  aquí  su  oficio  por  él,  dice  no  tiene  mas  que  ochenta 
mili  panes,  que  es  comida  de  cuatro  días  escasos  para  la 
gente  que  hay  en  el  ejército,  y  sin  esto  no  se  puede  mar- 
char y  aunque  dice  que  hará  diligencia  para  proveernos  de 
pan,  dudo  que  lo  cumplirá  :  y  sin  pan  ni  artillería  ni  oficiales 
della,  no  sé  cómo  ha  de  ser  posible  hacer  buen  efecto. 

Ayer  que  fueron  30  de  agosto,  llegué  á  Ornen,  que 
es  junto  á  Ramunda ,  y  hoy  han  pasado  la  ribera  los  tercios 

(1)  Cuatro  parece  debería  decir  según  lo  que  escribe  á  conti* 
nuacion. 


de  Luis  del  Villar  y  don  Alfonso  Dávíjlos,  y  las  coronelías  del 
conde  de  Bucoy  y  del  conde  Federico  y  los  irlandeses;  y 
quedo  esperando  á  don  Carlos  Coldma,  que  pasará  esla  tar- 
de, y  la  caballería  me  pareció  que  pasase  por  Maslrique 
con  todo  su  bagaje  y  alguno  de  los  tercios  de  españoles  que 
se  hallaron  cerca  de  allí,  y  el  comisario  general  Gontreras 
pasó  con  las  compañías  que  tenia  Nicolo  Basto  á  su  cargo 
y  la  mia  que  estaba  en  Maslrique  ayer  por  allí;  y  hoy  ha- 
bla de  pasar  don  Ambrosio  con  las  que  trae  de  Herentales, 
y  creo  que  ya  lo  ha  hecho,  aunque  hasta  agora  no  he  tenido 
aviso  suyo  dello.  Y  Nicolo  Basto  y  el  caballero  Melzi  par- 
tieron esta  mañana,  Nicolo  para  Herentales,  y  el  caballero 
Melzi  para  Neoporle,  donde  ha  de  entrar  en  lugar  de  don 
Joan  de  Bracamente  que  ha  de  venir  con  su  compañía  al 
ejército. 

Mañana ,  placiendo  á  Dios ,  procuraré  se  junte  toda  la 
gente  en  Brach  ,  y  hacer  algún  camino,  aunque  sea  corto, 
por  llegar  á  las  cuatro  al  puesto  ó  á  las  cinco,  conforme 
al  aviso  que  tuviere  de  la  Barlota,  que  piensa  podérmele 
dar,  para  que  todos  lleguemos  á  un  punto. 

La  artillería  de  Maslrique  no  se  sacó,  porque  no  era  á 
propósito  para  nuestro  intento,  por  ser  pesada  y  tener  ruines 
afustes,  y  así  llevo  el  de  la  Barlota  con  treinta  caballos  que 
pudimos  acaudalar,  tres  piezas  de  cinco  y  de  seis  y  de  sie- 
te libras,  y  las  municiones  necesarias  para  ellas,  y  palas  y 
hachas;  y  plegué  á  Dios,  que  sin  embargo  de  las  dificulta- 
des que  me  dan  harto  cuidado  y  trabajo  para  vencerlas, 
se  haga  algOw 

El  ejército  que  se  junta  es  grande;  porque,  conforme  á 
un  tanteo  que  se  ha  hecho,  hay  22,000  infantes,  y  la  ca- 
ballería pasará  de  dos  mili  caballos;  y  sustentándole,  confio 
en  Dios  que  se  podrán  hacer  algunos  efectos  de  importancia 


497 

para  el  servicio  de  Nuestro  Señor  y  de  V.  A.  Y  pues  V.  A. 
sal)e  mejor  que  yo  la  intención  general  de  todos,  suplico 
á  V.  A.  humilísimamente,  que  ánles  que  salga  de  los  Es- 
lados  Bajos,  deje  dada  orden  segura  para  que  seles  den 
tercios  ó  medias  pagas  de  quince  á  quince  dias  y  que  haya 
pan ;  porque  los  conservemos  siquiera  hasta  tomar  pié  don- 
de puedan  alojarse;  porque  de  otra  manera  no  bastará  in- 
dustria, trabajo  ni  cuidado  humano  pora  sustentarlos,  y 
V.  A.  perderá  su  ejército  y  la  ocasión  de  tomar  sus  Esta- 
dos rebeldes,  y  yo  mi  reputación  y  la  que  V-  A.  me  ha 
dado  con  emplearme  en  esto,  y  todo  debe  de  mover  á  V.  A. 
á  hacer  mas  que  lo  posible  para  obviarlo. 


Copia  de  carta  del  Almirante  mi  señor  á  S.  A.  En  Hoirsten 
4  de  setiembre  de  1598  ( I ). 

Da  cuenta  de  varias  operaciones  militares,  y  pide  víveres  para  el 
ejército. 

SERENÍSIMO   SEÑOR. 

De  Chessel  escribí  á  V.  A.  á  31  de  agosto  lo  que  hasta 
entonces  se  me  ofrescia;  y  lo  que  después  acá  tengo  que 
decir  es,  que  el  dia  siguiente  llegaron  temprano  los  tercios 
de  los  maest-res  de  campo  don  Garlos  Coloma  y  Gaspar  Za- 
pena,  y  se  embarcaron  y  yo  con  ellos,  y  fuimos  á  alojar  á 
Bracb,  que  es  dos  leguas  mas  adelante  de  la  Mossa,  don- 
de se  juntó  todo  el  ejército,  excepto  la  caballería  que  había 

(1)    En  estamiaota  hay  varias  adiciones  y  enmiendas  Je  mano 
del  Almirante. 

Tomo  XLI.  32 


498 

pasado  por  Mastrique ,  que  lenia  orden  para  alojar  en  otros 
villajes  cerca  de  allí ,  y  el  dia  siguiente  se  juntó  toda  con- 
migo; y  con  muy  buen  tiempo  fuimos  con  lodo  el  ejército 
á  alojar  á  Balbech  y  otros  villajes  de  la  redonda ,  donde  se 
pudo  cubrir  la  caballería  y  tener  algún  forraje.  Y  sirviendo 
poco  la  diligencia  que  se  hacia  en  marchar  con  el  campo 
viniendo  sin  el  artillería  y  municiones  que  estaban  en  Rore- 
monda,  por  falta  de  los  caballos  y  de  los  carros  que  traían  el 
puente  y  las  chalupas,  escribí  á  monsieur  de  Huerpen,  go- 
bernador de  Mastrique,  que  si  los  caballos  de  la  artillería 
se  hallaban  allí,  los  hiciese  venir  á  Rorcmonda  para  ser- 
virnos dellos  ,  y  envié  (3rden  al  capitán  Joan  de  Liñan, 
teniente  de  la  artillería,  que  en  llegando  á  Roremonda  el 
puente  y  las  chalupas,  lo  dejase  allí  todo,  y  que  con  los  ca- 
ballos que  lo  tiraban,  me  siguiese  con  cuatro  medios  ca- 
ñones y  las  municiones  necesarias  para  ellos,  trayendo  con- 
sigo, para  su  seguridad,  las  compañías  de  caballos  y  la 
mitad  del  regimiento  del  conde  Federico,  que  dejé  en  Ro- 
remonda  para  el  mismo  efecto,  y  que  la  otra  mitad  de  los 
alemanes  con  las  demás  municiones  que  se  habían  de  lle- 
var por  el  agua  á  Arsen  ,  que  es  un  castillo  fuerte  que 
está  sobre  la  Mossa  dos  leguas  de  Gueldres,  y  tiene  guar- 
nición de  alemanes  del  mismo  regimienlo  del  conde  Fede- 
rico, viniese  por  la  orilla  del  rio  cubriendo  las  barcas. 

Y  el  dicho  capitán  Liñan  esperó  hasta  los  dos  de  se- 
tiembre por  todo  el  dia ,  los  caballos  de  la  artillería  que 
habían  de  venir  de  Mastrique,  y  no  llegando,  volvió  á  em- 
barcar los  cuatro  medios  cañones  que  tenia  en  tierra  para 
seguirme,  y  me  avisó  que  con  todo  lo  que  allí  se  hallaba, 
partiría  á  los  tres  de  setiembre  en  amanesciendo  para  el 
castillo  de  Arsen ,  llevando  embarcados  en  los  navios  los 
marineros  de  Ambéres  y  algunos  soldados  del  regimienlo 


499 

Jel  CDiidtí  Federico ,  y  los  demás  por  la  orilla  del  agua,  co- 
mo se  le  habia  ordenado;  y  hasta  esta  hora  que  serán  las 
ocho  de  la  mañana ,  no  tengo  aviso  que  hayan  llegado  á 
Arsen. 

Después  deslo,  tuve  aviso  este  dia  que  el  train  de  la 
artillería  con  el  puente  y  chalupas,  venia  marchando  la 
vuelta  de  Venelo,  juntamente  con  el  bagaje  de  la  infante- 
ría y  con  la  escolla  de  caballería  que  dejé  para  que  le  con- 
voyasen; y  luego  ordené  á  los  oflciales  de  la  artillería  que 
lo  traían  á  su  cargo,  dejasen  el  puente  y  barcas  en  Vene- 
lo, y  envié  otras  dos  compañías  de  caballos  para  que  de 
allí  llevasen  los  caballos  de  la  artillería  á  Arsen  para  ti- 
rarla. 

Y  teniendo  después  aviso ,  que  habia  junta  de  caballe- 
ría del  enemigo  en  Nimega ,  y  que  en  ocho  horas  podian 
llegará  Arsen  y  quemarme  las  municiones,  no  obstante 
que  yo  habia  ordenado  al  capitán  Liñan  se  pusiese  todo  en 
la  baja  corle  de  Arsen  á  buen  recaudo ,  para  irlo  trayendo 
de  allí  á  Gueldres,  envié  luego  al  comisario  general  de  la 
caballería  con  otras  cinco  compañías  de  caballos,  para  que 
con  ellas  y  las  otras,  se  asegurase  mas  el  negocio  y  se  tra- 
jese todo  con  mas  brevedad  á  Gueldres,  y  de  allí  al  cam- 
po cuando  hubiese  comodidad  para  traerlo. 

Después  de  partido  el  comisario  general,  llegaron  el 
conde  de  Bucoy  y  el  capitán  Catricio  á  este  alojamiento, 
y  me  avisaron  que  dejaban  el  train  de  la  artillería  con  el 
puente  y  barcas  y  el  bagaje  de  la  infantería  entre  Venelo 
y  Estralen,  y  como  venían  con  esto  las  tres  compañías  de 
caballería  primeras  que  envié  antes  que  fuese  el  comisario 
general,  y  la  infantería  del  bagaje  de  los  tercios  de  los 
maestres  de  campo  Luis  de  Villar  y  Zapena  ,  que  pasaron 
la  Mosia  por  Maslriquc.  Y  que  no  sabían  nada  de  lo  que 


500 

estaba  en  Rorcmonda.  Y  luego  avisé  dallo  al  comisario  ge- 
neral ,  ordenándole  que,  pues  esto  se  hallaba  tan  cerca  de 
Venelo ,  meliese  allí  el  puente  y  chalupas  y  encaminase 
para  aquí  el  bagaje  de  la  infantería  con  su  escolta  y  una 
compañía  de  caballos,  y  él  sin  perder  ningún  tiempo,  con 
las  siete  com[)añías  y  los  caballos  de  la  artillería,  se  fuese  á 
4rsen  y  trújese  á  Gueldres  en  uno  ó  mas  caminos  todo  lo 
que  el  capitán  Liñan  llevaba  por  agua  á  Arsen,  y  después 
me  siguiese  con  la  artillería  y  municiones  que  se  pudiesen 
traer  con  los  caballos  que  hay. 

Llegado  el  comisario  general  á  Arsen ,  no  halló  allí  al 
capitán  Liñan,  y  tuvo  aviso  que  estaba  en  Venelo,  y  luego 
le  volví  á  despachar  ordenándole  que  si  era  así,  dejase  allí 
á  buen  recaudo  lo  que  se  liabia  de  traer  á  Arsen,  y  de  allí 
á  Gueldres,  y  él  se  viniese  para  el  campo  con  los  cuatro 
medios  cañones  y  sus  muDiciones  y  algunas  palas  y  zapas. 

Este  dia  al  anochecer  llegó  Liñan  á  Arsen  antes  que  el 
comisario  general  pudiese  ir  á  Venelo,  y  le  dijo  como  ha- 
bía dejado  en  Venelo  el  puente  y  las  chalupas,  y  él  traía 
todo  lo. demás  allí;  y  los  dos  me  avisaron  que  por  lo  menos 
serian  menester  tres  dias  para  meterlo  en  Gueldres,  que 
me  dio  harto  cuidado ;  y  por  esto  y  por  ha'berme  hecho  ayer 
el  dia  muy  áspero  de  agua  y  viento  y  no  tener  ningún  aviso 
del  coronel  de  la  Barlota  ni  nueva  del,  aunque  he  tenido 
espías  que  partieron  esta  mañana  á  las  seis  del  puesto  en 
que  nos  hemos  de  juntar,  ha  sido  forzoso  hacer  hoy  alto 
aquí,  no  sirviendo  de  nada  el  llegar  yo  al  puesto  sin  él, 
así  por  la  falta  de  la  artillería,  como  porque  las  personas 
que  he  enviado  á  reconoscer  la  ribera,  para  ver  si  hay  algún 
rumor,  no  han  sentido  nada  mas  de  que  los  de  Rindbergue 
han  retirado  todos  los  pontones  y  barcas  que  había  erj  el 
rio,  tres  leguas  arriba  y  abajo  de  aquella  villa ,  y  todavía 


tengo  persona  sobre  la  misma  ribera  que  en  habiendo  al- 
gún rumor  en  ella  me  avise ;  porque  estoy  en  un  puesto 
que  en  dos  horas  con  alguna  gente  suelta  me  puedo  poner 
allí,  y  con  todo  el  ejército  en  cuatro;  y  para  el  efecto  que 
se  ha  de  hacer,  no  creo  que  dañará  el  alto,  antes  será  de 
provecho;  porque  todos  generalmente  juzgan  que  voy  á 
Rindbergue,  y  me  importaría  llevar  siquiera  la  parle  de  la 
artillería  que  se  puede  tirar  con  los  caballos  que  tenemos, 
y  que  se  junte  la  gente  que  se  ha  quedado  atrás  por  el 
mal  camino  y  aspereza  gramle  del  dia  de  ayer,  que  con 
ser  la  jornada  corta,  que  no  fué  mas  quede  cuatro  leguas, 
y  haber  salido  del  alojamiento  antes  de  las  seis,  llegó  aquí 
la  retaguardia  á  mas  de  las  diez  de  la  noche;  porque  ha- 
llamos junto  á  Gueldres  dos  pasos  muy  malos  y  angostos, 
que  forzaron  á  pasar  la  infantería  por  contadero;  y  con 
esto  y  con  llegar  el  bagaje  que  traemos  casi  á  dos  mili  car- 
ros, se  tardó  la  retaguardia  quince  horas  en  llegar  aquí. 

Don  Luis  de  Velasco  no  ha  venido,  ni  tengo  ninguna 
nueva  del ;  ni  del  dinero  sé  mas  que  haber  llegado  á  Mas- 
trique,  porque  el  que  le  trae  no  me  ha  avisado  si  viene 
con  el  train  de  la  artillería  y  bagaje  de  la  infantería  que 
pasó  la  Mossa  por  allí ,  aunque  un  soldado  me  ha  dicho 
que  viene  con  este  convoy;  pero  no  lo  sabe  cierto. 

Vanetten  tampoco  ha  venido,  y  el  pan  que  hay  durará 
hasta  los  seis  deste,  y  Roberlin,  que  hace  aquí  el  oficio  de 
los  víveres  por  él,  me  ha  mostrado  una  carta  suya  en  que 
le  escribe  que  no  ha  partido  de  Bruselas,  porque  no  se  le  ha 
dado  mas  que  la  mitad  del  dinero  que  V.  A.  le  mandó  pa- 
gar para  la  provisión  de  treinta  dias,  y  que  si  parte,  no  le 
pagarán  la  otra  mitad.  Por  acá  no  hay  forma  para  suplir  es- 
to, y  en  este  país  que  me  hallo  no  hay  un  bocado  de  pan,  ni 
ayer  se  halló  en  Gueldres,  tanto  que  á  la  puerta  de  la  villa  se 


502 

vendía  un  pan  por  un  florín.  Suplico  á  V.  A.  humilísiaia- 
mente,  que  pues  sabe  cuan  vedriosa  cosa  es  el  sustento  de 
un  ejercito  y  la  intención  de  algunos  soldados  deste,  se  sir- 
va de  mandar  que  no  nos  falle  el  pan,  y  que  haya  algún  di- 
nero con  que  entretener  y  contentar  la  gente;  porque  aun- 
que agora  va  contenta  y  con  mucho  brío ,  todo  esto  se  per- 
derá brevemente  si  falta  el  pan  y  dinero  siquiera  (como  he 
escrito  otra  vez  á  V.  A.)  hasta  que  se  pongan  los  pies  donde 
se  pueda  hallar,  aunque  se  busque  con  sudor  de  sangre. 
Nuestro  Señor  la  serenísima  persona  de  V.  A.  guarde  y 
ensalce  como  deseo,  etc.  De  Hoirslen  tá  4  de  setiembre 
de  i598. 


Copia  de  caria  del  Almirante  á  S.  A.  Fecha  en  Orsoy  á  G 
de  setiembre  de  1598. 

Combate  del  coronel-La  Barlota  con  tres  navios  enemigos.— Ocupa- 
ción de  Orsoy.— Fortificaciones  que  se  hacen  para  forzar  el  paso 
del  Uin. — Necesidad  de  ingeniero  para  estas  obras.— Escasez  de 
mantenimientos. — Aprestos  militares. — Dinero  que  se  ha  recibi- 
do.—Pide  el  Almirante  que  se  le  envíe  una  persona  versada  en 
la  lengua  alemana ,  para  la  correspondencia  con  los  príncipes  del 
imperio.— Reclama  sueldos  para  sus  secretarios.- Señaladas 
muestras  de  respeto  con  que  le  trata  el  ejército. — Males  que  se 
podrían  seguir  de  admitirse  en  la  junta  de  la  guerra  dos  sugetos 
que  nombra.— Pagas  que  se  adeudan  á  los  marineros  de  la  ar- 
mada, reclutas  y  varios  regimientos. 

SERENÍSIMO    SEÑOR. 

A  los  4  deste  por  la  mañana  escribí  á  V.  A.  lo  que  hasta 
entonces  se  me  ofrescia ,  y  en  esta  diré  lo  que  después  acá 
me  ocurre,  y  es,  que  estando  resuello  (por  no  aventurar  al 


503 

coronel  de  la  Barlota  y  la  gente  y  artillería  que  llevó)  de 
partir  yo  sin  ella  de  Huirsten  para  Orsoy,  á  las  diez  de  la 
noche  llegó  el  capitán  Chalón  allí,  y  me  avisó  como  el  co- 
ronel de  la  Barlota,  aunque  con  algunas  dificultades,  había 
llegado  á  los  tres  de  setiembre  al  amanescer  á  Colonia ,  y 
pasado  el  rio  y  peleado  con  tres  navios  de  guerra  que  habia 
allí,  hasta  que  los  desalojó  matando  al  Almirante  de  el 
principal  dellos,  y  apoderándose  de  todas  las  barcas  que 
estaban  compradas  para  este  negocio  y  de  los  pontones  de 
Dona ,  y  que  seria  con  lodo  y  su  gente  á  los  cinco  de  se- 
tiembre antes  de  medio  día  en  el  puesto  que  nos  habíamos 
de  juntar;  y  con  esto  y  la  resolución  que  yo  tenia  de  no  pa- 
rar mas,  partí  ayer  del  alojamiento  muy  de  mañana ,  y  lle- 
gué á  Orsoy  antes  de  las  nueve,  y  hallé  que  el  de  la  Barlota 
habia  llegado  al  puesto  y  echado  la  gente  y  la  artillería  en 
tierra,  y  comenzado  á  trabajar;  y  luego  que  me  reconosció 
envió  las  barcas  á  esta  banda  del  Rin ,  y  en  muy  poco 
tiempo  le  envíe  tres  mili  españoles,  dos  mili  y  cuatrocien- 
tos del  tercio  de  Luis  del  Villar,  y  seiscientos  de  don  Car- 
los Coloma,  y  mili  italianos  y  alemanes  y  walones,  y  tres 
compañías  de  caballos ,  de  manera  que  hasta  ahora  están 
de  esotra  banda  del  Rin,  con  la  gente  de  la  Barlota,  cinco 
mili  infantes  y  trescientos  caballos,  y  el  conde  Federico 
con  lodo  ello,  por  quitar  competencias  de  jurisdicción.  Y 
mientras  la  gente  se  embarcaba ,  yo  envié  á  tratar  con  el 
gobernador  del  estado  del  duque  de  Juliers,  que  acertó  á 
hallarse  en  Orsoy,  me  diese  la  villa  para  el  pasaje  deste 
ejército;  y  estando  muy  renitente  en  hacerlo,  hube  de  ir 
yo  en  persona  á  hablarle;  y  no  bastando  ninguna  cortesía 
ni  buenas  razones  para  convencerle,  me  aparté  con  él  un 
poco  de  la  puerta  de  la  villa,  donde  estábamos  tratando,  y 
ordenando  á  don  Ambrosio  Landriano  que  le  entretuviese. 


504 

me  llegué  yo  á  la  villa  y  di  <3rden  al  capitán  Luis  Bernardo 
que  se  halló  allí  con  su  compañía,  que  procurase  nos  abrie- 
sen las  puertas  por  bien  los  que  estaban  en  la  guardia 
dolías,  y  que  si  después  de  habérselo  rogado  y  protestado 
los  daños  no  lo  quisiesen  hacer,  las  rompiese  y  tomase  por  ' 
fuerza,  no  consintiendo  que  se  pasase  de  allí,  ni  se  hiciese 
ningún  daño  en  la  villa,  porque  mi  intención  no  era  de 
saquearla,  sino  de  apoderarme  della.  Y  perseverando  los 
de  Orsoy  en  su  pertinacia,  Luis  Bernardo  llegó  á  la  puerta 
con  su  gente  y  la  comenzó  á  romper ,  y  los  de  la  tierra  ti- 
raron algunos  arcabuzazos,  de  que  los  soldados  se  enojaron 
tanto,  paresciéndoles  que  me  pudieron  herir,  que  tuve  ne- 
cesidad de  apearme  y  meterme  entre  ellos  hasta  poner- 
me á  la  puerta,  porque  acabada  de  romper  no  saqueasen 
la  villa;  y  aunque  me  costó  trabajo  y  hartas  voces  y  cu- 
chilladas para  excusarlo,  no  enlró  hombre  en  ella,  sino  los 
que  yo  metí  por  contadero,  ni  se  hizo  daño  á  ninguna  per- 
sona, mas  que  si  no  entráramos  en  ella,  ni  hubo  mas  que 
un  burgés  herido  en  una  pierna,  que  estaba  sobre  la 
puerta  y  nos  tiró,  y  le  tiraron  para  quitarle  de  allí. 

He  metido  de  guarnición  solamente  la  compañía  de 
Luis  Bernardo ;  y  con  ella  y  la  que  entra  de  guardia  á  mi 
posada ,  paresce  que  basta  mientras  el  ejército  está  aquí. 
Un  castillejo  que  hay  dentro  déla  villa,  se  detuvo  un  poco 
hasta  que  yo  fui  en  persona  y  les  aseguré  que  no  se  les 
haria  daño,  y  luego  se  rindió. 

La  villa  tiene  buen  sitio  y  cuatro  baluartes  reales;  pero 
muy  imperfectos,  y  la  muralla  sin  terrapleno  ni  aun  ron- 
da en  que  poder  poner  las  centinelas;  pero  con  poco  se  po- 
dría poner  muy  fuerte  si  hubiese  tiempo  y  dineros  para 
ello,  y  si  pudiese  hacerse  sin  escandalizar  los  príncipes  de 
Alemania  que,  creo,  tomarán  mal  el  apoderarse  de  la  plaza 


505 

y  fortificarla.  Yo  no  lo  pienso  dejar  sin  orden  de  V.  A.,  y 
estoy  dudoso  si  rae  meteré  en  la  fürlificacion  della;  porque 
fuera  de  que  ha  menester  tiempo  y  dineros,  las  personas 
con  quien  lo  he  comunicado  hallan  algunos  inconvenien- 
tes en  ello,  y  pesándolos  todos  y  confiriéndolos  con  las  ór- 
denes que  traigo  de  V.  A. ,  tomaré  la  resolución  que  me 
paresciere  mas  conveniente  al  servicio  de  S.  M.  y  de  Y.  A., 
y  mas  conforme  á  sus  órdenes. 

Para  la  gente  que  tengo  de  esotra  banda  del  Rin,  ha 
hecho  en  veinte  y  cuatro  horas  el  de  la  Barlola  un  reduelo 
en  que  se  puede  defender  muy  bien  todo  él  del  poder  del 
enemigo,  no  trayendo  artillería;  y  hoy  he  pasado  allá  jun- 
tamente con  el  conde  Federico  y  los  maestres  de  campo 
y  coroneles  de  naciones,  y  hemos  mirado  donde  se  podrá 
hacer  el  fuerte  para  asegurar  el  paso,  y  hubo  grande  varie- 
dad en  la  elección  de  los  sitios;  porque  los  puestos  que  esco- 
gimos para  ello  tienen  sus  dificultades;  uno  de  la  crecien- 
te del  rio;  otro  del  terreno  que  no  es  aposento  (i)  para  la 
fábrica;  otro  por  un  padrasto  no  lejos  que  le  señorea;  otro 
por  estar  algo  lejos  de  la  villa,  y  esle,  creo,  que  elegire- 
mos, porque  al  parescer  de  los  mases  el  mejor,  y  mañana, 
plasciendo  á  Dios,  se  comenzará  la  obra.  Y  porque  la  cor- 
riente del  rio  es  tan  grande  que  las  barcas  no  pueden  atra- 
vesar de  la  villa  al  fuerte  en  cualquiera  parte  que  se  haga, 
sin  tomar  el  pasaje  mas  arriba  de  la  villa,  son  lodos  de 
parescer,  sin  discrepar  ninguno,  que  es  forzoso  hacer  otro 
fuerte  de  la  misma  manera  en  esta  banda  del  Rin,  para  que 
las  barcas  salgan  de  allí,  y  puedan,  bajando  con  la  corriente, 
desembarcar  en  el  fuerte  que  se  ha  de  hacer  de  esotra  parte 
del  rio ,  y  en  lo  uno  y  en  lo  otro  se  meterá  ia  mano  á  uu 
tiempo. 

(1)  Asi,  acaso  eo  lugar  de  á  propósito. 


506' 

Ingeniero  no  tenemos  ninguno,  porque  el  conde  Pa- 
cliioto  eslá  preso  ahí  por  una  causa ,  según  me  lian  dicho, 
ligera ,  que  podria  acabarse  ó  darle  licencia  que  viniese  á 
servir  en  esta  campaña;  y  los  demás  no  han  parescido,  y 
holgara  yo  harto  de  tener  aquí  alguno  para  que  en  lo  que 
se  hace  no  haya  yerro,  que  será  después  menester  tiempo  y 
nuevo  gasto  para  enmendarlo. 

Hoy  he  escrito  al  duque  de  Juliers  quejándome  de  que 
su  gobernador  no  me  quiso  dar  paso  por  Orsoy ,  ni  entrar 
en  la  villa,  siendo  el  duque  amigo  y  deudo  de  S.  M.  y  de 
V.  A.,  asegurándole  que  mi  intención  no  es  usurparla, 
sino  de  guardarla  para  que  el  enemigo  no  la  tome,  y  la 
gente  de  S.  M.  tenga  el  paso  seguro,  y  las  vituallas  pue- 
dan venir  sin  peligro. 

También  he  escrito  al  magistrado  de  Colonia  pidiéndole 
que  nos  envíen  vituallas  para  el  sustento  del  ejército,  co- 
mo lo  suelen  hacer,  asegurándoles  que  les  serán  pagadas  y 
los  que  las  trujeren  muy  bien  tratados;  y  lo  mismo  he  es- 
crito á  otras  villas  que  están  sobre  el  Rin  ;  pero  sin  embar- 
go desto,  si  V.  A.  no  da  orden  que  el  pan  de  munición  no 
falte,  y  que  se  envíe  algún  dinero,  no  será  posible  conser- 
var este  ejército  que  es  lucidísimo,  y  con  él  espero  en  Dios 
de  hacer  a  V.  A.  grandes  servicios  en  poco  tiempo,  si  soy 
asistido;  porque  el  enemigo  está  muy  temeroso  y  la  gente 
de  las  islas,  y  cree  que  todo  lo  que  se  pudiere  emprender 
ha  de  tener  buen  suceso,  con  la  ayuda  de  Dios  y  la  buena 
dicha  de  V.  A. 

En  Berchenrin  hay  gran  pesie  y  poca  gente;  y  el  dia 
que  hice  alto  en  Hoirslen,  fui  con  mili  infantes  y  trescien- 
tos caballos  hasta  las  puerlas  della  por  deslumhrar  lo  de 
Orsoy ,  y  no  me  tiraron  seis  cañonazos  ni  salió  hombre  de 
la  villa  á  escaramuzar;  y  están  con  tan  grande  temor  que 


507 

no  esloy  yo  sin  esperanza  de  tomarla ;  y  me  hubiera  pueslo 
sobre  ello  si  tuviera  artillería  y  algún  dinero  con  que  en- 
tretener la  gente,  con  que  se  excusaria  el  tiempo  que  se  ha 
de  gastar  en  estotras  fortificaciones,  y  podrian  ocuparle  en 
pasar  adelante. 

Ayer  tarde  llegó  Liñan  aquí  con  cuatro  medios  caño- 
nes y  alguna  munición  para  ellos;  y  el  comisario  general 
rae  avisó  como  iba  metiendo  todo  lo  demás  en  Gueldres;  y 
entre  hoy  y  mañana,  creo,  se  acabará  de  poner  allí;  y  en 
llegando  los  caballos  de  la  artillería  que  se  levantan ,  lo 
traeremos  aquí  todo ,  no  dejando  entretanto  de  traer  lo  que 
pudiéremos  con  lo  que  hay. 

El  oficial  del  pagador  vino  con  el  dinero  con  la  escolta 
que  trujo  el  bagaje  de  la  infantería  española;  y  habiéndo- 
me dicho  el  secretario  Mancicidor  que  traia  quince  mil  phi- 
lipes,  no  ha  traído  mas  que  once  mili,  que  es  tan  poco  que 
no  me  he  atrevido  á  tocar  á  ellos,  porque  en  comenzando 
á  gastarlos,  ha  de  haber  tantas  demandas  que  sea  peor.  Y 
dice  que  los  cuatro  mil  philipes  que  tallan  de  los  quince 
mili,  se  dieron  á  don  Luis  de  Velasco  por  orden  de  V.  A., 
aunque  no  me  la  ha  mostrado  como  me  ha  mostrado  otras 
de  la  forma  que  ha  de  haber  en  la  distribución  del  dinero, 
que  cieo  no  la  dio  V.  A.;  porque  sabiendo  V.  A.  que  no 
ha  habido  español  en  los  estados  de  Flándes  que  haya  vi- 
vido y  tratado  las  cosas  de  la  hacienda  del  rey  con  la  lim- 
pieza que  yo,  creo  no  consintiera  que  se  pusieran  las  limi- 
taciones que  se  pudieran  poner  á  los  que  se  aproveclian 
della|;  aunque  como  yo  no  la  pienso  hacer  ,  no  repararé  en 
ello  ni  he  reparado  mas  de  en  cuanto  puede  ser  estorbo 
para  el  servicio  de  S.  M.  y  de  V.  A. ,  que  es  lo  que  tengo 
siempre  delante  de  los  ojos,  y  no  mis  comodidades. 

Para  gobernar  un  ejército  tan  grande  como  este  y  de 


508 

tantas  naciones  y  tenerlo  en  buena  disciplina,  es  necesario 
tener  ministros  y  autoridad  para  que  haya  respecto  y  te- 
mor. Los  ministros  pedí  á  V.  A.,  apuntando  que  sería  ne-* 
cesarlo  darme  algún  hombre  de  pluma  que  supiese  la  len- 
gua alemana  ,  para  tratar  con  los  príncipes  y  villas  de 
Alemania ,  de  quien  tengo  cartas  cada  dia  ,  y  es  trabajo 
buscar  quien  las  lea  y  responderles  en  lengua  que  ellos  no 
entienden.  Y  el  auditor  general  que  pensé  me  pudiera 
ayudar  para  esto,  porque  me  lo  dijeron  ansí,  no  sabe  ale- 
mán alio,  ni  el  preboste  de  Gante,  que  pudiera  suplir  esto 
es  venido;  y  convendría  que  V.  A.  le  mandase  venir  para 
ello  y  para  otras  cosas. 

También  supliqué  á  V.  A.  se  sirviese  de  señalar  en- 
tretenimiento á  mis  secretarios ,  como  lo  han  tenido  otros 
délos  generales  de  la  caballería;  pues  los  mios  viven  tan 
limpiamente  que  lo  merescen  y  no  trabajan  menos;  pues 
no  solo  ponen  las  manos  en  las  cosas  de  la  caballería;  pero 
en  todo  lo  que  agora  pasa  por  las  mías ,  que  es  de  harto 
trabajo  y  continua  ocupación  y  sin  ningún  género  de  de- 
recho ni  provecho. 

Todos  los  maestres  de  campo  y  coroneles  de  el  ejército, 
sin  haberlo  pedido  ni  querido  yo,  han  hecho  conmigo  lo 
que  se  hizo  con  el  conde  Carlos  y  otros  que  han  gobernado 
el  ejército  sin  las  prerogativas  que  V.  A.  ha  sido  servido  de 
darme,  y  otras  circunstancias  que  concurren  en  mi  perso- 
na ,  á  que  yo  no  he  resistido  por  parescerme  que,  cuanto 
mas  respecto  se  me  tuviere,  podré  yo  mejor  servir  á  S.  M. 
y  á  V.  A.  y  gobernarlos  á  ellos,  de  que  me  ha  parescido 
avisar  á  V.  A. ,  porque  V.  A.  lo  entienda  de  mí  antes  que 
de  otro,  y  sepa  con  la  conformidad  que  aquí  vivimos,  de- 
seando yo  dar  contento  á  todos  y  todos  honrarme  á  mí, 
que  creo  no  es  de  los  menores  servicios  que  á  V.  A.  se  pue- 


509 

den  hacer,  habiendo  sucedido  tantos  inconveuieutes  de  lo 
contrario. 

Aquí  se  ha  dicho  entre  algunos  soldados  ,  que  don  Fer- 
nando Carrillo  y  Domingo  de  Orbea  pretendían  entrar  en  la 
Junta  de  la  Guerra,  y  tener  mano  en  el  despacho  de  sus 
memoriales,  y  ea  la  provisión  de  las  compañías  de  infante- 
ría y  caballería,  y  distribución  de  las  ventajas,  entreteni- 
mientos y  sueldo;  y  generalmente  se  toma  tan  mal,  que 
paresciéndome  que  seria  de  gran  disgusto  para  todo  el  ejér- 
cito, y  que  no  se  halla  en  estado  que  es  justo  darle  este 
descontento;  pues  lo  que  los  dos  pueden  servir  á  S.  M. 
en  esto  es  tan  poco,  no  he  podido  excusarme  de  supli- 
car á  V.  A.,  si  esto  tiene  algún  fundamento,  se  sirva  de  no 
permitirlo;  pues  con  dejar  V.  A.  ordenado  que  no  se  den 
entretenimientos  ni  sueldos  nuevos,  y  que  las  ventajas  se 
den  por  servicios  efectivos,  no  es  necesario  añadir  otros 
ministros  para  esto ,  siendo  Joan  Baptisla  de  Tassis  y  el 
secretario  Mancicidor  tan  bastantes  para  ello.  Y  también  su- 
plico á  V.  A.  se  sirva  de  considerar  que  esto  es  en  mi  re- 
putación; porque  dejando  V.  A.  ordenado  que  esto  se  haga 
con  consulla  mia,  lo  que  yo  aconsejaré  al  teniente  gene- 
ral de  V.  A. ,  no  son  hombres  don  Fernando  Carrillo  ni  Do- 
mingo de  Orbea  que  pueden  corregirlo,  no  conosciéndolos 
ni  tratándolos  como  yo,  ni  teniendo  ellos  el  deseo  y  obli- 
gaciones de  servir  á  V.  A.  que  yo  tengo.  Y  fiando  V.  A.  lo 
que  fia  de  mí,  no  es  justo  que  en  lo  que  es  de  menos  im- 
portancia se  me  pongan  correctores ,  que  á  la  cosa  mas 
justa  del  mundo  busquen  inconvenientes  para  disgustarme 
y  desautorizarme,  y  ponerme  tropiezos  para  no  acertar  en 
lo  que  tengo  entre  manos.  Suplico  á  V.  A.  se  sirva  de  con- 
siderarlo y  acordarse  de  las  causas  que  yo  tengo  para  re- 
catarme de  don  Fernando  Carrillo,  y  de  considerar  otras 


5i0 

muchas  cosas  que  á  V.  A.  le  ocurrirán,  haciendo  reflexión 
en  esta,  tan  justificadas  que  creo  obligarán  á  V.  A.  á  re- 
parar en  ello. 

Los  marineros  de  la  armada  no  tienen  aquí  con  qué 
sustentarse  si  no  se  les  dan  las  raciones  que  tenian  en  Am- 
beres,  que  montan  ciento  y  catorce  florines  de  á  veinte  pla- 
cas cada  dia,  que  vienen  á  ser  mas  de  mili  philipes  al 
mes.  Y  como  hay  tan  poco  dinero  y  yo  no  tengo  ninguna 
orden  para  esto,  estoy  dudoso  de  lo  que  haré,  y  procura- 
ré detenerme  en  ello  hasta  que  V.  A.  me  mande  lo  que  he 
de  hacer,  si  puedo  hacerlo  sin  perderlos. 

Algunos  coroneles  de  walones  me  han  informado  que 
hicieron  reclutas  por  mandado  de  V.  A. ,  y  que  há  seis  y 
ocho  nTeses  que  sirven  los  soldados  dellas,  y  que  no  se  les 
ha  librado  esta  última  paga  que  se  dio  al  ejército,  de  que 
tienen  grande  descontento  los  soldados  de  las  reclutas,  que 
serán  como  mili  ó  pocos  mas,  y  se  les  quieren  ir.  Y  siendo 
cierto  que  han  servido  este  tiempo  como  ellos  lo  dicen  y 
me  lo  han  dicho  algunos  de  los  oficiales  que  les  tomaron 
la  muestra,  aunque  yo  no  sé  el  crédito  que  se  puede  dar  á 
los  unos  ni  á  los  otros,  paresce  que  seria  justo  darles  esta 
paga  ó  alguna  manera  de  socorro.  Suplico  á  V.  A.  se  sirva 
de  mandarlo  mirar,  y  que  se  les  haga  merced  y  dé  con- 
tento en  lo  que  hubiere  lugar,  porque  los  coroneles  y  los 
soldados  sirven  bien  ,  y  merescen  que  se  les  haga  merced. 

Algunos  regimientos  no  han  rescibido  la  paga  que 
V.  A.  mandó  dar  al  ejército  para  sacarle  en  campaña;  por- 
que los  mandaron  marchar  después  que  dieron  la  muestra, 
antes  que  llegase  el  dinero.  Y  aunque  V-  A.  mandó  que  los 
comisarios  fuesen  tras  dellos  y  les  diesen  el  dinero  donde 
los  alcanzasen,  no  lo  han  hecho  algunos  y  particularmente 
los  que  habian  de  pagar  el  regimiento  del  conde  Federico, 


5ií 

por  estarse  gozando  de  las  vacaciones  mientras  no  se  hace 
el  pagamiento,  pudiendo  haber  venido  conmigo  ó  con  la 
escolta  que  trujo  el  dinero  del  ejército,  de  que  se  siguen 
inconvenientes  y  cierto  merescerian  castigo.  Suplico  á 
V.  A.  mande  que  el  dinero  se  traiga;  y  me  paresce  seria 
justo  que  viniese  á  costa  de  los  comisarios,  pues  por  su 
culpa  se  ha  detenido  si  allá  no  se  les  ha  dado  alguna  orden 
para  ello;  porque  yo  no  sé  mas  de  la  queja  que  me  ha  da- 
do el  conde  Federico,  y  que  pudiera  liaber  venido  este  di- 
nero con  lo  demás,  si  es  verdad  que  está  enAnamur. 


Copia  de  carta  del  Almirante ,  mi  señor  y  á  S.  A. ,  fecha  en 
Orsoy  á  S  de  setiembre  1598. 

Operaciones  raililares. — Reclámase  en  nombre  del  duque  de  Juliers 
la  evacuación  de  Orsoy. 

SERENÍSIMO    SEÑOR. 

Hay  tan  mal  aparejo  de  poder  despachar  correos  de  aquí 
sin  peligro  de  perderlos,  que  me  he  determinado  de  enviar 
esta  y  otras  cartas  que  he  escrito  á  V.  A.,  por  la  vía  de  Co- 
lonia ;  y  lo  que  tengo  que  añadir  después  que  escribí  á 
V.  A.  á  los  seis  deste  es,  que  ayer  fui  con  trescientos  caba- 
llos y  mili  españoles  y  otros  mili  soldados  de  naciones,  á  re- 
conoscer  la  isla  de  Berchenrin ,  porque  de  noche  no  puede 
hacerse  de  manera  que  aproveche;  y  llevé  despiezas  peque- 
ñas para  desalojar  los  navios  del  enemigo  que  están  en  la 
ribera  para  estorbarlo;  y  aunque  se  defendieron  bien ,  al  fin 
los  echamos  del  puesto  y  se  reconosció  muy  bien  que  no  la 
tienen  fortificada  toda ,  sino  solamente  la  punta  que  mira  á 


5!  2 

la  vil'a,  y  paresce  que  liá  poco  que  la  forlificaron ,  porque 
la  obra  está  nueva ,  y  todavía  trabajan  en  ella  y  la  tienen 
harto  alta.  Y  si  yo  tuviese  seguridad  del  pan  y  algún  dine- 
ro, pienso  que  en  pocos  días  podria  llevarla  ;  y  ofreciéndose 
ocasión  con  lo  que  tengo,  no  la  perderé  de  hacer  loque  se 
pudiere;  porque  la  gente  que  hay  dentro  es  poca  y  la  pes- 
te mucha,  porque  hay  dia  que  mueren  mas  de  treinta  per- 
sonas, y  el  que  menos  mueren  dieciocho  ó  veinte,  y  to- 
dos están  con  deseo  de  no  sufrir  sitio  ni  admitir  mas  gente 
para  su  defensa,  porque  haciéndolo  crescería  mas  la  enfer- 
medad. 

Aunque  anteayer  escribí  á  V.  A.,  que  de  los  cuatro 
sitios  que  habiamos  visitado  para  hacer  el  fuerte  desoirá 
banda  del  Rin ,  estábamos  lodos  mas  inclinados  al  que  es 
mas  lejos  de  Orsoy  por  ser  el  mejor  de  lodos,  considerando 
solamente  el  sitio  de  la  planta  del,  habiendo  mirado  mas 
el  negocio,  las  mas  de  las  personas  que  he  consultado  so- 
bre ello  ó  casi  todas  han  mudado  de  parescer,  y  me  aconse- 
jan que  le  haga  lo  mas  cerca  de  la  villa  que  pudiere  en  uno 
de  los  cuatro  sitios  que  habiamos  visitado ,  que  es  el  que  el 
coronel  de  la  Barlota  habia  elejido;  y  así  me  he  resuelto 
en  ello,  porque  es  cosa  sin  duda  que  habiendo  de  tener  la 
villa,  es  mas  á  propósito  que  los  otros,  y  para  el  padrasto 
se  ha  hallado  remedio,  y  hoy  se  ha  comenzado  á  poner  la 
mano  en  él ;  y  también  se  trabaja  en  la  fortificación  de  la 
plaza  de  armas  y  de  los  cuarteles,  para  estar  con  la  segu- 
ridad y  recato  que  conviene. 

Hoy  he  tenido  aviso  de  don  Luis  de  Velasco  que  está 
en  Gueldres,  y  del  comisario  general  de  la  caballería,  que 
tiene  ya  toda  la  artillería ,  municiones  y  pertrechos  de  guer- 
ra que  estaban  en  Arsen,  metidos  en  la  dicha  villa  de  Guel- 
dres; y  les  he  enviado  otros  mili  infantes  para  que  vengan 


543 

de  Gueldres  aquí  con  mas  seguridad ,  y  traigan  de  la  ar- 
liileria  y  de  las  municiones  lodo  lo  que  pudieren  tirar  ios 
caballos  que  tenemos. 

El  embajador  del  emperador  (que  así  se  llama  él)  que 
me  hablo  en  Gueldres ,  ha  venido  aquí  y  vuelto  á  hablarme 
para  que  deje  esta  villa,  poniéndome  delante  los  grandes  in- 
convenientes y  daños  que  se  le  siguen  al  duque  de  Juliers 
de  tenerla  con  guarnición  deste  ejército ,  respecto  del  daño 
que  el  enemigo  le  podria  hacer  por  esta  causa  en  otras  par- 
les, exagerándolo  mucho  con  las  razones  comunes  de  todo 
el  imperio.  Yo  le  he  respondido  con  muy  buenas  palabras 
con  que  se  sosegó  mas  que  en  Gueldres  cuando  no  sabia  lo 
que  yo  habia  de  hacer,  y  le  he  convidado  á  comer,  y  res- 
pondido á  otra  carta  del  duque  de  Juliers  que  tuve  en  res- 
puesta de  la  mia.  Y  también  me  pidió  que  escribiese  al  Em- 
perador; y  aunque  si  estuviera  don  Guillen  de  Sant  Cle- 
mente en  su  corte,  esto  se  pudiera  excusar,  por  faltar  della, 
estoy  dudoso  en  lo  que  haré;  pero  no  tengo  duda  de  que 
conviene  que  V.  A.  le  escriba  y  disculpe  lo  que  se  hace; 
que  si  yo  me  resolviere  en  escribirle ,  procuraré  justificar  la 
causa  lo  mas  que  sea  posible.  Nuestro  Señor,  etc. 


Tomo  XLI.  33 


514 


Copia  de  carta  del  Almirante,  mi  señor.  De  Orsoy  á  12  de 
setiembre  de  1598  (1). 

Fortificaciones  para  el  pasaje  del  Rin.— Aproximación  de  la  fuerza 
enemiga  al  ejército  español,  y  número  de  aquella. — Provisión 
de  barcas  y  pontones. — Deserción  de  algunos  soldados  por  no 
abonarles  sus  pagas. — Donativo  que  convendría  pedir  á  los  Es- 
tados de  Flándes. 

SERENÍSIMO    SEÑOR. 

La  caria  de  V.  A.  de  4  de  selicrabre  rescibí  á  los  9  del 
mismo,  y  mucho  contento  de  entender  que  V.  A.  tiene  la 
salud  que  yo  le  deseo,  que  plegué  á  Nuestro  Señor  de  con- 
servar por  largos  y  felicísimos  años. 

De  lü  que  por  acá  pasa  hasta  los  8  deste  he  dado  cuenta 
á  V.  A.  por  diversas  cartas  de  que  envío  el  duplicado  pop 
la  duda  que  hay  de  la  seguridad  del  camino.  Y  si  después 
que  V.  A.  me  escribió  á  los  4  de  setiembre,  me  ha  man- 
dado escribir  otra  vez  hasta  los  diez  del ,  puede  V.  A.  man- 
dar que  se  duplique ;  porque  por  una  carta  que  he  tenido 
de  fray  Tomás  de  Villarroel,  que  trae  el  hospital  á  su  car- 
go, fecha  en  Roremonda  á  10  deste,  me  avisa  que  aquel 
día  había  topado  el  enemigo  con  un  correo,  y  le  había  to- 
mado algunos  despachos  que  traía ,  y  pesarme  hia  que  fue- 
sen de  V.  A.  y  cosa  de  importancia,  y  en  que  se  pudiese 
perder  tiempo. 

Aquí  le  tenemos  bueno,  y  se  emplea  en  fortificar  este 
pasaje  en  que  no  se  ha  hecho  tanto  como  yo  quisiera ;  por- 
que como  no  habia  ingeniero,  y  sobre  cada  cosa  se  ofrescian 

(I)  Esta  minuta  tiene  muchas  adiciones  y  enmiendas  de  mano 
del  Almirante. 


515 

tantas  dudas,  cierto  que  me  han  tenido  confuso,  y  al  fin 
me  he  resuelto,  como  lo  tengo  escrito  á  V.  A.,  en  hacer  el 
fuerte  de  esotra  banda  del  Rhin,  en  el  sitio  que  la  mayor 
parte  ha  elegido,  y  desta  parte  que  yo  me  hallo  se  repasa 
la  villa  lo  mejor  que  podemos,  aunque  lo  uno  y  lo  otro  es 
obra  larga;  porque  creo  que  durará  mas  de  quince  dias, 
sin  los  que  hemos  estado  aquí. 

El  otro  fuerte  que  se  habia  de  hacer  desta  banda  para 
que  las  barcas  pudiesen  tomar  la  corriente  del  rio,  se  ha 
comenzado,  y  ha  cesado  la  obra;  porque  marcando  y  ni- 
velando el  terreno ,  se  ha  hallado  que  el  sitio  en  que  se  fa- 
bricaba, que  es  el  mas  alto  de  toda  la  ribera  desta  banda, 
se  inunda  con  las  crescientes  del  Rhin,  y  con  esto  y  no  ha- 
ber otro  sitio  mas  alto  (y  que  cuando  le  hubiera  era  tan 
lejos  que  el  enemigo  se  podia  meter  entre  él  y  la  villa  y 
estorbar  que  las  barcas  no  suban)  ha  parescido  que  no  hay 
para  qué  hacerlo,  y  asi  toda  la  obra  anda  en  la  fortificación 
de  la  villa  y  del  fuerte,  que  está  desotra  banda  del  Rhin;  y 
aunque  son  soldados  los  que  trabajan ,  todos  llevan  dineros, 
sino  son  los  españoles,  y  también  cuestan  algo  porque  se 
les  dá  pan  doble  y  cerveza,  y  desta  manera  no  es  posible 
hacer  nada.  Y  considerado  que  es  mucho  el  tiempo  que 
en  esto  se  ha  de  gastar  y  que  es  bueno  el  que  tenemos,  y 
prosupuesto  que  este  sitio  se  habia  de  dejar  en  teniendo  el 
de  mas  adelante ,  que  V.  A.  me  ha  mandado  que  tome,  yo 
estaba  muy  inclinado  á  dejar  aquí  un  buen  golpe  de  gente, 
y  ir  yo  con  doce  mili  infantes  y  mili  y  quinientos  caballos 
á  tomar  esotro  puesto,  y  el  tiempo  que  se  hubiese  de  gas- 
tar en  fortificar  este  pasaje,  emplearle  en  la  fortificación 
del  segundo,  porque  hasta  agora  no  tengo  aviso  que  el  ene- 
migo le  tenga  ocupado ,  y  he  dejado  de  ponerlo  en  ejecu- 
ción; porque  aunque  la  Lipa  se  puede  esguazar  á  caballo, 


,510 

la  infantería  no  la  puede  [Misar,  y  es  fuerza  esperar  el 
puente  para  servirnos  del;  y  también  se  ha  suspendido  por- 
que estando  Rindbergue  por  el  enemigo,  no  es  posible  des- 
amparar este  paso  para  tener  vituallas ,  porque  el  camino  de 
Guoldres  á  esotro  segundo  puesto,  es  inaccesible  de  lodo, 
y  tan  dificultoso  el  traer  por  allí  las  vituallas ,  que  no  se 
puede  traer  en  un  convoy  tantas  que  basten  para  esperar 
que  se  haga  otro,  y  en  la  tierra  no  las  hay;  y  si  se  dejase  este 
pasaje  del  Rliin,  peresceríamos  en  cuatro  dias  de  hambre; 
y  así  viene  á  ser  lance  forzoso  fortificar  este  pasaje  y  sus- 
tentarle, aunque  tomemos  el  segundo  para  valemos  de  los 
dos ,  y  aun  con  todo  esto  será  menester  mucho  vigilar  para 
poder  sustentar  tan  grande  ejército  en  país  donde,  aunque 
hay  muchos  que  son  neutrales,  en  efecto  no  hay  ninguno 
que  nos  ayude  de  su  voluntad,  sino  tan  forzado,  que  apar- 
liíndonos  un  poco  cesará  su  asistencia  sin  remedio. 

Ayer  tuve  aviso  que  el  enemigo  estaba  en  Biselich 
con  2,500  infantes  y  400  caballos,  que  es  cuatro  leguas  de 
aquí,  y  tuve  alistados  4,500  infantes  y  500  caballos  para 
darle  una  mano.  Y  habiendo  tenido  otro  segundo  aviso  que 
la  gente  del  enemigo  pasaba  de  ocho  mili  infantes  y  de  mili 
caballos,  lo  suspendí  hasta  poder  ir  mas  fuerte  y  dejar  este 
pasaje  mas  seguro ;  y  después  he  tenido  aviso  cierto  de  que 
el  enemigo  hace  su  junta  cerca  del  fuerte  de  Erchenche,  en 
un  lugar  que  llaman  Neerelte,  siete  leguas  de  Orsoy,  donde 
tiene  hecho  ya  un  puente  de  barcas  sobre  el  Rliin ,  con  que 
pasar  de  una  parte  á  otra  por  cualquiera  que  se  le  acome- 
ta; y  que  allí  piensa  juntar  todo  su  ejército  y  estarse  á  la 
mira  de  lo  que  hace  el  nuestro,  con  intención  de  ponerse 
sobre  Grave  ó  Bolduque,  en  caso  que  acá  nos  pongamos 
sobre  Rindbergue ;  y  cierto  que  si  yo  me  hallara  con  artille- 
ría y  algún  dinero,  creo  que  fuera  lo  mas  acertado  poner* 


517 

me  sobre  Rindbergue  por  quedar  señor  del  Rliin ,  y  no  dejar 
plaza  del  enemigo  á  las  espaldas ,  y  porque  en  ella  no  hay 
masque  cualrocienlos  ó  quinientos  soldados  hasla  lioy,  y 
eslíín  muy  apretados  de  la  peste ;  y  creo  que  en  pocos  dias 
nos  la  lleváramos,  y  con  esto  no  fuera  necesario  gastar 
tiempo  en  la  fortificación  deste  pasaje  de  Orsoy  ni  susten- 
tarle ,  y  se  conservara  mejor  lo  de  adelante ,  teniendo  las 
vituallas  del  Rhin  hasla  el  campo  seguras,  y  las  que  quisiése- 
mos de  nuestro  país  por  medio  de  los  convoyes;  pero  la  fal- 
ta 4e  lo  que  he  dicho  me  embaraza  para  emprender  lo  de 
Rindbergue,  y  la  necesidad  de  las  vituallas  ha  de  tenerme 
en  la  fortificación  de  aquí  para  asegurar  este  pasaje;  porque 
como  he  dicho  á  V.  A. ,  no  se  puede  en  ninguna  manera 
dejar ,  según  el  parcscer  de  todos  y  la  dificultad  que  hay 
en  tener  las  vituallas  de  otra  parte,  si  llegados  allá  no  nos 
mostrare  la  experiencia  otra  cosa  de  que  no  me  maravilla- 
ría, según  la  variedad  y  contrariedad  de  los  paresceres. 

Las  barcas  que  se  trujeron  de  Colonia,  son  pocas  parca 
llevar  y  dejar  aquí,  y  muy  débiles  para  pasar  artillería  y 
caballería ;  y  ayer  se  nos  ahogaron  doce  alemanes  y  un  ca- 
pitán de  la  Barlota  ,  de  los  mejores  que  había  en  su  regi- 
miento, rompiéndose  una  en  mitad  del  rio,  sin  que  hubie- 
se forma  de  poderlos  socorrer,  ni  tampoco  ellos  se  ayudaron 
mucho.  Para  lo  que  se  ha  de  hacer,  me  ha  sido  forzoso 
enviar  por  doce  pontones  á  Colonia,  tomándolos  como  pu- 
diéremos, para  pagarlos  después  á  sus  dueños;  porque  por 
Lien  era  cosa  llana  que  no  nos  los  darían  por  respeto  de  la 
neutralidad  que  tienen  con  el  enemigo,  y  así  será  necesario 
que  si  los  de  Colonia  se  quejaren  de  la  fuerza,  V.  A.  man- 
de al  pagador  general  dé  orden  que  se  pague  lo  que  mon- 
taren los  dichos  pontones ;  porque  para  los  pasos  de  adelante 
son  necesarios  y  tienen  propósito  los  marineros  de  pasar 


518 

con  ellos  por  Rindbergue ,  y  creo  que  lo  harán  y  nos  serán 
de  mucho  provecho. 

Vituallas  vienen  algunas  de  Colonia  ;  y  con  esto  y  con 
la  venida  de  Vanetten  se  podia  pasar  bien ,  si  esta  jenle  tu- 
viese algún  dinero,  que  no  siente  menos  el  no  tenerle  para 
comprar  lo  que  viene,  que  se  sintiria  la  falta  de  las  vitua- 
llas si  no  las  hubiese;  y  ya  comienzan  algunos  á  írsenos  por 
Colonia,  y  particularmente  italianos,  que  en  tres  ó  cuatro 
tropas  se  han  ido  mas  de  ciento :  hánse  ahorcado  los  que 
hemos  podido  haber  á  las  manos.  También  se  han  ido  al- 
gunos españoles  y  walonesy  alemanes;  y. aunque  se  hacen 
las  diligencias  posibles  para  excusarlo,  ninguna  seria  tan 
substancial  como  darles  algún  dinero  y  pasar  adelante  para 
meterlos  donde  están  sitiados  del  agua  y  del  enemigo,  de 
manera  que  por  el  temor  é  impedimento  de  lo  uno  y  de  lo 
otro,  y  teniendo  algo  con  que  vivir,  dejen  de  ponerse  al 
peligro  de  todo  lo  que  la  hambre  les  hace  fácil  ó  menos  difi- 
cultoso que  padescerla.  Suplico  á  V.  A.  humilísimamentc 
se  sirva  de  remediar  esto ,  y  asistirnos  de  manera  que  se 
viva  aunque  sea  estrechamente ,  y  que  podamos  con  el  ejér- 
cito tan  lucido  hacer  algunos  efectos  de  que  Dios  Nuestro 
Señor  y  S.  M.  y  V.  A.  se  sirvan,  y  sus  subditos  sean  be- 
neficiados, y  que  en  esto  no  haya  dilación,  porque  la  mur- 
muración del  ejército  va  cresciendo  cada  hora,  y  yo  no 
hallo  ni  sé  con  que  remediarlo;  y  siento  entrañablemente 
los  inconvenientes  que  se  van  acercando  y  los  buenos  efec- 
tos que  se  podrían  hacer  si  se  atajasen  con  tiempo. 

V.  A.  ha  hecho  tan  gran  merced  y  beneficio  á  todas  las 
provincias  de  esos  Estados  en  que  estaba  alojada  esta  jente, 
en  aliviarlas  del  peso  de  ejército,  que  no  es  posible  que  en 
reconoscimicnto  desto  y  por  su  propio  bien  é  interese,  dejen 
de  ayudar  para  el  sustento  del ,  siquiera  para  tenerle  fuera 


519 

dellas,  y  no  seria  dificultoso,  según  me  ha  dicho  el  prehos* 
te  de  Gante,  que  diesen  á  V.  A.  ochenta  ó  cien  mili  escu- 
dos al  mes;  y  con  ellos  y  con  otros  ochenta  y  cinco  mili 
que  se  proveyesen  por  el  ejército,  que  todos  fuesen  185,000 
philipes ,  que  es  lo  que  monta  la  paga ,  se  podria  entretener 
de  manera  que  no  se  deshiciese  ni  se  descompusiese;  y 
cuando  esto  no  se  pudiese  acaudalar ,  con  darnos  sesenta  y 
dos  mili  escudos  cada  quince  dias,  vendriamos  á  entretener 
el  ejército  sesenta  dias  con  una  paga  y  un  tercio ,  de  ma- 
nera que  si  V.  A.  estuviese  ausente  seis  meses,  se  podría 
todo  sustentar  con  cuatro  pagas  que  seria  740,000  escu- 
dos, y  menos  lo  que  pudiésemos  sacar  del  país  cuando  le 
metiésemos  en  contribución,  sin  lo  que  toca  á  los  víveres, 
porque  esto  va  por  otra  cuenta ,  y  es  fuerza  proveerlo  de 
manera  que  no  haya  falta ,  pues  en  faltando  el  pan  de  mu- 
nición, falta  todo,  y  sin  la  artillería  que  hasta  agora  es 

precisamente  lo  que  me (1)  de  manera  que  con 

.  124,000  escudos  al  mes,  podría  V.  A.  sustentar  un  ejército 
de  22,000  infantes  y  mas  de  2,000  caballos  que  tiene  V.  A. 
aquí.  Y  si  las  provincias  dan  á  V.  A.  80,000  ducados, 
con  44,000  que  se  pongan  del  ejército,  viviremos,  y  la 
artillería  y  los  marineros  se  podrán  entretener  á  mi  pa- 
rescer  con  otros  14  ó  15,000  escudos  al  mes,  y  los  gas- 
tos extraordinarios  con  otros  10,000;  de  manera  que 
con  150,000  escudos  al  mes  se  podrá  entretener  todo'  lo 
de  aquí.  Y  pues  esto  importa  tanto,  vuelvo  á  suplicar  á 
V.  A.  con  el  encarecimiento  que  puedo ,  se  sirva  de  man- 
darlo proveer  y  disponer  así ,  antes  de  su  partida  como  cosa 
tan  necesaria  para  el  servicio  de  Dios  y  exaltación  de  su  fe, 
y  para  el  castigo  y  opresión  de  los  enemigos  della,  y  para 

(1)  Hay  una  palabra  que  no  se  puede  leer. 


520 

encaminar  la  paz  y  el  remedio  de  tantas  calamidades  como 
las  que  trae  la  guerra ,  no  olvidando  V.  A.  que  soy  su  cria- 
do y  hechura ,  y  que  además  desto  me  tiene  empeñado  con 
este  ejército;  y  que  conociendo  yo  el  peligro  de  las  necesi- 
dades ,  no  rehusé  de  venir  á  servir  á  V.  A.  en  esta  ocasión, 
confiado  en  Dios  y  en  el  cuidado  que  V.  A.  habia  de  tener 
del  remedio  dellas,  como  quien  lo  tiene  mirado  y  pesado 
lodo  mejor  que  nadie.  Y  aunque  paresce  que  pudiera  yo 
omitir  lo  que  me  toca  deste  negocio  por  no  ser  de  suyo  com- 
parable con  la  importancia  del  principal,  la  grandeza  de 
V.  A.  califica  tanto  el  haber  metido  mi  persona  y  reputación 
en  estO)  que  no  es  fuera  de  propósito  juntarlo  con  lo  demás; 
y  plugiera  á  Dios  Nuestro  Señor  que  el  reparo  de  todo  es- 
tuviera en  consumir  yo  todo  mi  caudal  en  ello  cuando  fuera 
mayor  del  que  es,  ó  en  derramar  toda  mi  sangre  y  emplear 
mi  vida:  que  cierto  lo  hiciera  de  mejor  gana,  que  dar  á 
V.  A.  pesadumbre  en  suplicarle  lo  que  sé  que  desea  mas 
que  nadie.  Pero  el  deseo  de  servir  á  Dios  y  al  rey  y  á  V.  A. 
me  hace  usar  del  remedio  que  puedo  para  acertar  á  cum- 
plir con  todo.  Orsoy  12  de  setiembre. 

Don  Luis  de  Velasco  llegó  aquí  á  los  nueve  deste  con 
la  artillería  y  train  della  que  pudieron  tirar  los  caballos 
que  tenemos;  y  con  ellos  y  con  los  que  se  esperan,  se  trai- 
rá  lo  demás  que  ha  quedado  en  Gueldres  y  en  Venelo. 


521 


Copia  de  carta  del  Almirante^  mi  seúor ,  áS.  A.  De  Orsoy 
i^  de  setiembre  1598. 

Contimía  la  construcción  del  Tuerteen  las  orillas  del  Rhin. — Mur- 
muraciones del  ejército  y  peligro  de  que  éste  se  desbande  por  fal- 
ta de  víveres. — Disposiciones  militares. — Noticias  de  haber  lle- 
gado alguna  fuerza  de  Inglaterra  para  unirse  con  los  rebeldes. — 
Facilidad  de  poderse  recobrar  Rheinberg. — Pretensión  del  go- 
bernador que  entregó  esta  plaza  al  enemigo. 


SEREMSLMO   SEÑOR. 

A  los  12  deste  escribí  á  V.  A.  por  la  vía  de  Colonia ,  de 
que  envió  el  duplicado;  vio  que  después  acá  se  me  ofresce 
de  que  dar  cuenta  á  V.  A.  es,  que  nos  vamos  dando  loda 
la  prisa  posible  en  la  fortificación  desla  villa  y  fábrica  del 
fuerle,  y  tengo  esperanza  que  dentro  de  ocho  ó  diez  dias 
estará  lo  uno  y  lo  otro  en  estado  que  pueda  defenderse,  y 
yo  pasar  adelante  con  el  ejército  si  tuviésemos  algún  di- 
nero con  que  arrancarle  de  aquí ;  porque  algunos  bien  in- 
tencionados han  echado  fama  que  no  se  les  ha  de  dar  un 
real ,  y  esto  trae  todo  el  ejército  desasosegado  y  con  algu- 
nas murmuraciones  que  me  tienen  con  harto  cuidado;  y 
ansí  no  puedo  excusarme  de  suplicar  á  V.  A.  repitiéndolo 
muchas  veces,  se  sirva  de  remediarlo  dejándonos  algo  con 
que  vivir  antes  que  V.  A.  salga  de  esos  Estados. 

En  las  fábricas  se  consume  grande  dinero ,  porque  Ira- 
baja  mucha  gente,  y  los  alemanes  y  walones  llevan  diez 
placas  cada  dia,  y  los  españoles  é  italianos  pan  doble  y 
cerveza,  como  lo  tengo  escrito ;  y  al  paso  que  vamos  se  con- 
sumirá en  esto  lodo  el  dinero  que  hay ,  y  habiéndose  de 


522 

hacer  oirás  obras  de  mas  importancia  que  estas.  Y  estando 
ya  establecido  el  pagar  los  alemanes  y  walones,  y  no  sien- 
do posible  excusarlas  para  sustentar  lo  de  adelante  y  tener 
el  ejército  seguro ,  es  necesario  y  forzoso  que  V.  A.  se  sir- 
va de  mandar  se  provea  algún  dinero  para  estos  gastos ;  y 
lo  mas  cómodo  y  fácil  es  proveerlo  por  la  via  de  Colonia  y 
en  oro  ,  porque  se  ganan  dos  reales  en  cada  dobla  de  á 
treinta,  que  viene  á  ser  á  mas  de  seis  por  ciento.  Suplico  á 
V.  A.  se  sirva  de  mandarlo  proveer,  porque  no  es  cosa  que 
se  puede  diferir  ni  suplir  con  otra ,  ni  excusarla  si  hemos 
de  pasar  adelante  con  este  ejército,  como  conviene  hacer- 
lo y  V.  A.  lo  tiene  mandado. 

Vanetten  vino  aquí  á  los  9  deste ,  y  otro  dia  me  pidió 
licencia  para  ir  á  Colonia  á  dar  orden  en  lo  de  las  provi- 
siones ,  y  de  allí  se  ha  vuelto  á  Bruselas  sin  decirme  que  lo 
pensaba  hacer  cuando  salió  de  aquí;  y  después  ha  escrito  á 
don  Alonso  de  Luna  que  le  fué  forzoso  volver  á  Bruselas 
antes  de  la  partida  de  V.  A.,  y  que  deja  proveído  el  pan 
de  munición  hasta  fin  deste.  Suplico  á  V.  A.  se  sirva  de 
mandarle  acomodar  en  lo  que  hubiere  lugar  en  lo  pasado  y 
por  venir,  presuponiendo  que  si  falta  el  pan  de  munición, 
peresceremos  de  hambre  y  se  deshará  el  ejército  infalible- 
mente. Porque  en  lo  que  resta  deste  mes,  con  lo  que  aquí 
y  en  el  paso  de  mas  adelante  hay  que  hacer,  aunque  el 
enemigo  no  nos  haga  ninguna  resistencia,  no  hay  tiempo 
para  ponerme  en  parte  que  nos  pueda  sustentar  el  país,  ni 
estas  son  cosas  que  admiten  otra  razón ,  sino  haber  ó  no 
haber  lo  necesario  para  vivir. 

Entretanto  que  se  entiende  en  estas  obras,  he  enviado 
dos  mili  infantes  y  quinientos  caballos  á  cargo  del  maestre 
de  campo  Gaspar  Zapena  á  Venelo,  para  que  de  allí  y  de 
Gueldres  traiga  el  puente  y  las  chalupas  y  otros  pertre- 


525 

chos  de  la  artillería  que  se  había  quedado  por  la  falta  de 
los  caballos. 

De  Inglaterra  han  venido  cuatro  mili  infantes  ingleses, 
según  dicen  las  espías  y  algunos  prisioneros  que  hemos 
tomado;  pero  hasta  agora  no  tengo  aviso  que  se  hayan  jun- 
tado con  la  gente  de  las  islas  que  está  en  Keerelle,  donde 
el  enemigo  hace  su  junta. 

La  peste  de  Rindbergue  va  adelante ,  y  hasta  agora  no 
le  ha  entrado  ninguna  gente,  y  si  tuviésemos  dinero  para 
entretener  la  nuestra  y  alguna  arlilleria  para  sustentar  la 
isla,  se  podría  tomar  con  facilidad,  porque,  como  he  escrito 
á  V.  A.,  no  tiene  fortificada  mas  que  una  punta  della  que 
mira  á  la  tierra. 

El  capitán  Esnalere  que  era  gobernador  de  Rindbergue, 
ha  hecho  grande  instancia  conmigo  por  medio  del  conde 
Federico,  le  dé  licencia  para  venir  aquí  ante  el  auditor 
general ,  por  la  culpa  que  se  le  pone  de  haber  entregado 
aquella  plaza ,  ofresciendo  fianzas  legas ,  llanas  y  abonadas 
de  estar  á  derecho  y  pagar  lo  juzgado  y  sentenciado ,  y  de 
no  salir  de  aquí  sin  licencia  hasta  que  el  negocio  se  acabe. 
Y  paresciéndome  que  no  hay  inconveniente  en  ello,  y  que 
si  tiene  culpa  se  le  podrá  cortar  la  cabeza,  sin  embargo  de 
la  seguridad  que  él  tiene  de  su  inocencia ,  le  he  dado  li- 
cencia para  ello;  y  si  allá  hay  algún  proceso  ó  papeles  con- 
tra él  ó  alguna  cosa  de  que  advertirme,  será  bien  que 
V.  A.  mande  se  envíen,  que  yo  procuraré  se  mire  bien 
el  negocio.  Nuestro  Señor  haga  justicia  en  él,  etc.  En  Or- 
soy  15  de  setiembre  de  1598. 


524 


Copia  de  carta  del  Almiranle,  mi  señor,  á  S.  A.  De  Orsoy 
á  '16  de  setiemhre  1598  (I). 

Mal  estado  del  ejército.— Niéganse  algunos  soldados  á  conliniiar 
las  obras  de  forlilicacion. — Temores  de  una  alteración  gene- 
ral.— Necesidad  de  pagar  algunas  barcas  lomadas  en  Colonia. 


En  algunas  carias  mias  he  avisado  á  V.  A,  de  la  nece- 
sidad del  ejército  y  la  murmuración  que  dalla  hay,  y  lo  que 
la  temia,  y  iba  cresciendo  cada  dia.  V.  A.  sabe  la  inten- 
ción de  todo  él  antes  que  le  mandase  juntar,  y  hoy  se  ha 
añadido  á  esto  el  haber  rehusado  los  soldados  del  tercio  de 
don  Carlos  Goloma ,  el  trabajo  de  la  fortificación ,  diciendo 
que  es  cosa  dura  é  incomportable  servir  y  trabajar  sin 
comer;  pero  al  fin  trabajaron  por  darme  gusto,  aunque  de 
manera  que  la  obra  luce  poco;  y  el  cuidado  que  estas  liber- 
tades pueden  dar,  cresce  mucho,  y  todos  los  hombres  expe- 
rimentados y  bien  intencionados  que  aquí  se  hallan  ,  temen 
y  juzgan  que  sin  duda  habrá  alguna  alteración  general  si 
dentro  de  seis  ó  ocho  dias  no  se  les  dá  algún  dinero,  que 
por  lo  menos  sea  tercio  de  paga,  y  yo  creo  algo  desto; 
porque  me  consta  que  padescen  mucha  necesidad,  no 
por  falta  de  vituallas,  que  de  Colonia  vienen  hartas,  sino 
porque  no  tienen  un  liarte  con  que  comprarlas,  y  faltán- 
doles el  dinero  y  no  consintiéndoseles  las  pecoreas,  por- 
que los  matan  ó  se  huyen  con  lo  que  toman,  se  puede 
temer  que  no  den  en  este  extremo.  Y  aunque  todos  saben 
que  procuro  el  remedio ,  me  han  hecho  grande  instancia 
que  yo  envíe  persona  propia  deste  ejército  á  solicitar  este 

(1)  Hay  en  esta  minuta  algunas  correcciones  de  mano  del  Al- 
mirante. 


525 

negocio,  y  por  no  mostrar  lanta  desconfianza  de  los  solda- 
dos haciendo  mucho  ruido,  he  lomado  por  medio  despachar 
este  correo  propio  para  cumplir  con  todos  y  advertir  á  V.  A. 
de  lo  que  pasa,  suplicándole  se  sirva  remediar  con  la  bre- 
vedad que  la  importancia  y  peligro  del  negocio  lo  requiere, 
y  aunque  la  fortificación  desta  villa  y  del  fuerte  no  está  en 
estado  para  dejar  este  puesto  con  la  seguridad  que  conviene, 
creo  que  me  lía  de  ser  foraoso  pasar  adelante  por  ocupar 
mas  la  gente  y  atajarle  los  pasos  para  volverse  á  esos  Esta- 
dos ,  que  es  el  intento  que  llevan  alterándose ,  porque  por 
acá  no  podrán  mantenerse  como  en  esos  paises. 

Los  marineros  padescen  lo  mismo  y  son  menos  sufridos, 
y  los  del  almiraníadgo  los  han  enviado  aquí  sin  orden  de  lo 
que  se  ha  de  hacer  con  ellos,  ni  dinero  para  pagarlos;  y 
porque  no  se  me  huyan  una  noche  con  las  barcas ,  ha  sido 
forzoso  darles  diez  placas  cada  dia,  que  es  lo  que  me  han 
afirmado  y  asegurado  que  Y.  A.  ha  mandado  que  se  les 
dé.  V.  A.  se  sirva  de  avisarme  si  se  continuará  y  de  dón- 
de se  ha  de  pagar  adelante. 

,.^  Los  de  Colonia  no  nos  quisieron  dar  las  barcas  de  su  vo- 
luntad, como  yo  lo  habia  sospechado ;  pero  permitieron  que 
se  las  lomásemos,  y  aunque  hicieron  demostración  de  que- 
rerlas defender  para  cumplir  con  la  neutralidad ,  la  resisten- 
cia fué  lan  templada  que  se  trujeron  dos  pontones  grandes 
y  algunos  pequeños  con  que  podremos  pasar  la  artillería  y 
gente  desoirá  parte  brevemente.  Y  es  neceserio  que  V.  A. 
se  sirva  de  mandar  al  pagador  general  dé  orden  se  paguen 
á  sus  dueños,  porque  ansí  está  concertado  con  ellos. 

Los  comisarios  que  vinieron  á  pagar  el  regimiento  de 
la  Barlota,  pusieron  dificultad  en  dar  la  paga  á  algunos  ca- 
pitanes que  ha  dias  que  sirven,  porque  no  se  les  han  libra- 
do sus  patente?.  Y  poique  esto  seria  deshacerle  el  regimicn- 


526 

to,  les  he  ordenado  se  la  den  constándoles  que  há  mas  de 
un  mes  que  son  capitanes. 


Copia  de  carta  del  Almirante,  mi  señor ^  á  S.  A.  Fecha  en 
Orsoy  á,  ,  .  .  de 1598  (1). 

Medios  que  emplean  los  rebeldes  para  que  los  príncipes  del  impe- 
rio dificulten  el  paso  del  Rhin  por  el  ejército  español. — Con- 
ducta de  los  herejes  del  ducado  de  Gléves  sobre  este  particu- 
lar.— Falta  de  numerario  para  continuar  las  obras  de  fortifica- 
ción.— Peligro  que  han  corrido  dos  convoyes  de  caer  en  manos 
del  enemigo. — El  conde  Federico. — Designios  militares  que 
trata  de  ejecutar  el  Almirante. 

SERENÍSIMO   SEÑOR. 

No  hallándome  con  ninguna  carta  de  V.  A.  después  que 
salí  de  Bruselas,  sino  la  que  V.  A.  me  mandó  escribir  á  los 
cuatro  de  setiembre,  despaché  á  los  16  del  correo  pro- 
pio por  la  via  de  Colonia,  avisando  á  V.  A.  de  lo  que 
hasta  entonces  se  ofrescia,  después  de  haber  escrito  á  V.  A. 
dos  cartas  á  los  4  y  otras  dos  á  los  6,  y  otras  á  8,  12 
y  15  del  mismo,  dando  particular  cuenta  á  V.  A.  de  lodo 
lo  que  por  acá  ha  pasado.  Y  lo  que  agora  tengo  que  decir 
es,  que  hallándose  los  herejes  y  rebeldes  de  las  islas  tan 
flacos  que  no  tienen  fuerzas  para  resistir  á  este  ejército, 
hacen  muchas  diligencias  para  defenderse  con  maña,  que- 
riéndose valer  de  los  príncipes  del  imperio,  indignándolos 
contra  S.  M.  y  V.  A.  para  que  nos  impidan  y  embaracen 

(1)  No  se  expresan  en  esta  carta  el  día  ni  el  mes;  pero  se  in- 
fiere del  contexto  que  es  de  octubre. 


527 

el  paso  y  la  ejecución  de  lo  que  V.  A.  me  ha  mandado.  Y 
como  el  duque  de  Cleves  está  impedido,  y  el  gobierno  de 
sus  Estados  eslá  por  la  mayor  parte  en  poder  de  herejes, 
se  asisten  y  ayudan  mucho  mas  las  cosas  de  los  enemigos 
que  las  nuestras.  Y  ha  ocho  días  que  se  vio  con  el  conde 
Mauricio  en  la  abadía  de  Niecloslro ,  que  es  entre  Arnera 
y  Emerique,  donde  es  de  creer  que  no  trataron  de  cosas 
de  nuestro  provecho;  y  en  Wessel  ha  metido  ochocientos 
hombres,  y  dicen  que  junta  caballería  en  aquellos  contornos, 
y  que  resultó  de  la  junta  escribir  al  Emperador  y  á  todos  los 
príncipes  del  imperio  grandes  quejas  deste  pasaje,  para  que 
todos  le  ayuden  á  impedirle.  Y  tendría  por  cosa  conveniente 
que  V.  A.  mandase  hacer  diligencias  (si  no  se  han  hecho) 
con  el  Emperador,  con  quien  se  debe  cumplir  y  con  los 
príncipes  de  Alemania,  para  sosegarlos  y  procurar  que  no 
nos  embaracen  ni  tomen  por  suyo  el  partido  de  los  enemi- 
gos de  Dios  y  de  S.  M.  y  de  V.  A.,  que  son  causa  de  to- 
dos estos  desasosiegos;  pues  si  ellos  no  fuesen  rebeldes,  no 
tendría  Y.  A.  necesidad  de  pasar  por  aquí  su  ejército  pa- 
ra coercerlos. 

En  la  fortificación  desla  villa  y  fábrica  del  fuerte  que 
se  hace  de  esotra  banda  del  Rhin,  se  entiende  con  mucha 
prisa;  y  estoy  con  cuidado  de  pensar  de  donde  tengo  de  sa- 
car lo  necesario  para  vituallar  estos  dos  puestos;  porque  en 
las  fábricas  se  gasta  tanto ,  que  con  el  dinero  que  se  trujo, 
no  hay  para  lo  uno  y  lo  otro.  Y  porque  yo  no  me  detenga 
ni  esto  quede  á  beneficio  de  natura ,  será  bien  que  Y.  A. 
mande  que  el  comisario  de  los  víveres  provea  de  Colonia 
las  vituallas  para  ambos  puestos,  y  yo  he  ordenado  que  se 
metan  en  cada  uno,  porque  yo  no  tengo  mas  que  el  pan 
de  munición  que  nos  dan  cada  día,  y  dicen  que  no  durará 
mas  que  hasta  el  postrero  deste  mes,  ni  dineros  para  pro- 


528 

veerlos;  y  lo  poco  que  queda  del  dinero  que  se  trujo,  servi- 
rá para  comenzar  los  fuertes  que  se  han  de  hacer  adelante 
que  me  dicen  los  ingenieros  que  costarán  mas  de  treinta 
mili  ducados ;  y  al  respecto  de  lo  que  cuesta  lo  de  aquí,  no 
me  maravillaría  ¿ello  habiendo  de  ser  esotra  obra  mas  fun- 
dada que  esta.  V.  A.  se  sirva  de  mandarlo  considerar  y 
proveer  lo  que  convenga,  como  cosa  que  no  puede  dar  es- 
pera, ni  acá  hay  medio  para  suplirla  (que  yo  siento  harto), 
porque  holgara  mas  de  ocuparme  en  hacer  guerra  á  los  ene- 
migos, que  en  cansar  á  V.  A.  con  las  necesidades  de  sus 
soldados ;  pero  no  es  posible  excusarlo  ni  hacer  la  guerra  sin 
que  se  dé  orden  en  el  sustento  de  la  gente ,  y  que  sea  con 
brevedad;  porque  un  ejército,  por  grande  que  sea,  es  un  vi- 
dro,  y  cuanto  mayor  mas  quebradizo,  y  en  cuatro  dias  que 
falle  la  comida ,  se  deshace;  y  querría  mas  mili  muertes  que 
ver  esto,  siendo  cierto  que  si  se  mantiene  este  ejército,  se 
acabará  la  guerra ,  porque  el  enemigo  está  flaco  y  todo  el 
país  muy  alborotado  y  escandalizado  de  miedo,  y  creo  que 
buscarán  cualquier  medio  de  paz  si  pasa  el  ejército  adelante 
y  comienzan  á  sentir  el  castigo  de  su  rebeldía. 

En  mi  carta  de  15  avisé  á  V.  A.  como  habia  enviado 
al  maestre  de  campo  Zapena  á  Venelo  y  á  Gueldres,  por  él 
puente  y  las  chalupas  y  otros  pertrechos  de  la  artillería,  que 
se  habían  quedado,  y  él  se  dio  tan  buena  maña  á  la  ida  y  á 
la  vuelta,  que  aunque  los  condes  Mauricio  y  de  Olach  con 
mucha  caballería  y  alguna  infantería  pasaron  el  agua  para 
romper  el  convoy,  no  le  toparon;  y  habiendo  ido  con  otro 
don  Carlos  Coloma  después  que  Zapena  volvió,  tuve  aviso 
que  el  conde  Mauricio  le  aguardaba  con  el  mismo  intento, 
y  envié  mili  y  quinientos  infantes  y  doce  compañías  de  ca- 
ballos para  reforzar  el  convoy,  y  don  Carlos  hizo  tan  buena 
diligencia,  que  tampoco  toparon  con  él,  ni  fué  necesario 


520 

que  toda  la  caballería  que  le  enviaba ,  llegase  al  puesto  que 
se  le  había  señalado,  de  que  me  dicen  que  ha  vuelto  el 
conde  Mauricio  algo  corrido,  por  haber  venido  él  en  per- 
sona á  ejecutar  esta  facion. 

El  conde  Federico  me  ha  dicho,  que  el  conde  Mauricio 
se  ha  visto  con  la  condesa  de  Vergas  su  madre,  y  tratado 
de  hacer  neutrales  sus  tierras;  y  aunque  lo  he  disimulado, 
no  me  ha  parescido  bien  que  estando  el  ejército  lejos  dellas, 
hayan  estado  por  el  enemigo  ,  y  que  hallándose  aquí,  las 
quieran  hacer  neutrales  para  que  no  nos  podamos  aprove- 
char dellas,  ni  lener  asistencia  suya;  y  cada  dia  hay  tanta 
comunicación  de  una  parte  á  otra,  y  todos  los  condes  an- 
dan tan  cargados  de  criados  puestos  por  su  madre ,  que  es 
cosa  de  harto  cuidado  y  dificultoso  prevenir  el  daño  que 
podria  resultar  dello  en  que  yo  ando  con  harto  cuidado. 

El  conde  de  Bruch,  que  es  vasallo  del  duque  de  Juliers, 
y  herege  y  grande  enemigo  de  la  Casa  de  Austria ,  tiene 
una  legua  de  Orsoy  un  villaje  que  llaman  Mulen ,  en  que 
hay  un  castillejo ;  y  después  que  yo  estoy  aquí  ha  comen- 
zado á  fortificar  el  villaje  y  metido  trescientos  hombres  en 
él,  y  hace  daño  á  los  nuestros  como  si  fuese  enemigo,  y  ú 
los  que  nos  traen  vituallas  por  el  rio;  y  yo  he  hecho  dili- 
gencia para  saber  si  la  gente  que  ha  metido  es  del  enemi- 
go ó  suya,  porque. si  es  suya,  con  mucha  cortesía  le  amo- 
nestaré que  la  saque  y  no  fortifique  el  casar,  ni  embarace 
el  pasaje  del  rio;  y  si  es  del  enemigo,  enviaré  mili  hombres 
y  alguna  artillería  para  que  la  echen  de  allí,  y  desmante- 
len la  fábrica  que  tiene  hecha  en  el  villaje,  porque  podria 
ser  de  mucho  daño  para  este  pasaje;  pero  no  se  usará  des- 
te  rigor,  hasta  después  de  haber  usado  los  medios  de  cor- 
tesía, convenientes  para  justificar  nuestra  causa  con  Dios  y 
con  todos  los  que  quisieren  mirarla  sin  pasión. 

Tomo  XLÍ.  34 


530 

También  oreo  que  habré  de  poner  en  Uurort  50  ó  40 
soldados,  para  que  no  consientan  hacer  daño  á  los  que  nos 
traen  vituallas  por  el  rio;  porque  admiten  allí  á  annoveres, 
que  son  unos  soldados  del  duque  de  Juliers,  peores  que 
fraybutes,  que  roban  y  maltraían  los  vivanderos  que  vie- 
nen por  el  rio  y  por  tierra,  y  nos  hacen  mas  hostilidad  que 
los  enemigos. 


Copia  de  carta  del  Almirante,  mí  señor,  á  S.  A. 

(Sin  fecha.) 

Quejándose  del  modo  con  que  le  trata  el  Cardenal  gobernador  de 
Flándes,  y  dando  cuenta  de  lo  que  ha  hecho  y  adelantado  día 
por  día  con  el  intento  de  pasar  el  Rhin. 

SERENÍSIMO   SEÑOR. 

Aunque  creo  que  el  Cardenal  (1)  habrá  escrito  á  V.  A. 
lo  que  ha  entendido  por  mis  cartas,  del  progreso  deste  ejér- 
cito ,  y  que  el  secretario  Mancicidor  habrá  enviado  copia  do- 
lías, como  se  lo  he  encargado  diversas  veces,  todavía  me 
ha  parescido  dar  á  V.  A.  sumariamente  en  esta,  cuenta  de 
todo  lo  que  ha  pasado  hasta  hoy,  para  que  si  acaso  el 

(í)  Cuando  el  archiduque  Alberto  dejó  á  Bruselas  para  cumplir 
el  encargo  hecho  por  Felipe  II  de  traer  á  España  á  Margarita  de 
Austria,  que  debía  casarse  con  el  príncipe,  y  celebrar  asimis- 
mo sus  bodas  con  la  infanta  Isabel  Clara,  quedó  por  gobernador 
de  los  Países  Bajos  el  cardenal  Andrés  de  Austria,  hijo  del  ar- 
chiduque Fernando  y  de  la  archiduquesa  Margarita,  cuyo  cargo 
desempeñó  hasta  la  vuelta  de  aquel,  verificada  en  setiembre 
de  1599. 


531 

Cardenal  escribe  mis  cosas  por  el  término  que  ha  comenza- 
do á  tratarlas,  sepa  V.  A.  puntualmente  lo  que  pasa,  y  que 
por  mi  parte  no  se  le  ha  dado  la  menor  ocasión  del  mundo 
para  tener  ningún  disgusto,  ni  alterádome  con  muchos  que 
me  ha  dado,  acordándome  (jue  soy  criado  de  V.  A.,  y  que 
estos  Estados  y  negocios  son  de  V.  A.  y  no  del  Cardenal,  y 
que  porque  él  no  los  trate  ni  los  entienda  como  V.  A.,  no 
tengo  yo  de  dejar  de  servir  á  V.  A.  como  soy  obligado,  y 
procurar  que  todos  le  sirvan  como  es  razón.  Y  lo  que  de 
mi  parle  he  hecho  para  esto,  y  las  dificultades  que  he  alla- 
nado, y  las  sinrazones  y  agravios  que  he  sufrido,  y  la  mo- 
destia y  paciencia  y  el  término  con  que  he  pasado  por  to- 
do, remito  á  lo  que  podrán  escribir  é  informar  á  V.  A.  el 
secretario  Mancicidor  y  otros  que  son  testigos  delío ,  y  pa- 
resciéndoles  que  tenia  razón  de  sentirlo ,  me  han  exhortado 
que  tenga  paciencia,  como  creo  habriin  escrito  á  V.  A.;  y 
el  camino  que  el  Cardenal  ha  tomado  en  su  gobierno  que 
obliga  mucho  á  V.  A.  á  abreviar  su  vuelta,  para  que  los 
que  son  autores  y  consejeros  de  tan  dañoso  arbitrio,  no 
salgan  con  su  intento. 

De  la  poca  asistencia  que  se  me  ha  dado  no  me  quejo; 
porque  «tinque  paresce  que  el  Cardenal  no  ha  puesto  el  cui- 
dado que  fuera  necesario  en  sustentar  este  ejército,  sé  las 
necesidades  que  corren  y  que  pueden  embarazar  á  cual- 
quiera, cuant-o  mas  á  quien  trata  las  cosas  de  prestado  y 
no  está  muy  informado  de  lo  que  importan,  ni  de  las  in- 
comodidades ó  inconvenientes  que  hay  en  ayudarlas  ó  des- 
cuidarse dellas. 

Ni  tampoco  me  quejo  del  término  que  usa  conmigo; 
porque  representando  la  persona  de  gobernador  general, 
se  le  puede  sufrir  cualípiiera  cosa,  si  bien  pudiei*a  conside- 
rar la  diferencia  que  hay  de  V.  A.  á  él;  y  yo  me  conten- 


532 

tara  con  que.  no  siendo  yo  su  criado,  hiciera  conmigo  lo 
que  hace  V.  A  siéndolo  ó  porque  lo  soy:  que  yo  no  quiero 
que  me  haga  merced  por  otro  tílulo. 

Ni  de  que  haya  proveído  cuanto  ha  vacado  en  este 
ejército  sin  que  yo  lo  sepa  ,  á  hombres  que  no  han  puesto 
sus  pies  en  él,  ni  los  antepusiera  V.  A.  á  muchos  de  muy 
diferentes  cualidades  y  servicios ,  que  han  disgustado  y 
desasosegado  á  tantos  que  me  cuesta  harto  Irahajo  conso- 
larlos y  entretenerlos,  para  que  no  dejen  el  servicio  y  sé- 
quilo  deste  ejército,  que  les  cuesta  tanto  trabajo,  y  se  va- 
yan á  Bruselas  á  buscar  otros  medios  menos  trabajosos  para 
alcanzar  los  premios  que  allí  se  dan  á  los  mas  importunos. 
Y  hay  en  esto  tanto  que  decir,  que  por  no  gastar  en  ello 
el  tiempo  que  he  destinado  para  dar  á  V.  A.  cuenta  de 
otras  cosas  deque  V.  A.  sé  que  estará  con  cuidado,  lo 
dejo  para  otro  tiempo  y  para  otros  que  creo  que  le  tendrán 
mas  sobrado  para  tratar  dellos. 

Y  porque  como  el  Cardenal  ó  no  está  bien  informado 
de  las  órdenes  de  V.  A.  que  truje,  ó  no  sabe  la  intención 
con  que  V.  A.  me  envió  á  estas  partes,  le  paresce  que  se 
ha  marchado  mas  despacio  y  por  diferente  camino  del  que 
convenia,  y  ocho  dias  después  de  haber  pasado  el  Rhin  con 
el  ejército,  me  envió  á  persuadir  con  Grimaldi,  secretario  del 
consejo  privado,  que  j)asase  el  rio,  siendo  la  cosa  del  mundo 
que  yo  mas  habia  deseado  y  procurado  y  tenia  puesta  en 
ejecución  ;  envío  á  V.  A.  una  relación  de  lo  que  se  ha  hecho 
dende  el  dia  que  salí'deíBruselas  hasta  hoy,  para  que  V.  A., 
como  quien  está. mas  informado  de  las  cosas  destos  Estados, 
y  sabe  las  órdenes  que  truje  suyas ,  juzgue  si  se  ha  podido 
hacer  mas,  ó  si  llevando  tan  grande  ejército  por  país  falto 
de  vituallas  y  tan  sospechoso  aunque  neutral  y  con  tan  po- 
ca asistencia  de  dinero,  se  ha  podido  alargar  mas  el  paso. 


555 

Yo  salí  de  Bruselas  á  27  de  agosto  con  orden  de  llegar 
á  la  Mossa  á  los  50,  como  lo  hice,  y  de  allí  hasta  Horslen 
llegué  en  tres  días,  y  allí  hice  alto  á  los  4  de  setiembre  por 
esperar  nuevas  del  coronel  de  la  Barlota  que  había  ido  á 
Colonia;  y  este  mismo  dia  á  las  diez  de  la  noche  tuve  avi- 
so suyo  como  tenia  las  barcas  y  venia  con  ellas,  y  luego 
di  orden  para  marchar  otro  dia.  A  los  5  de  setiembre  lle- 
gué á  Orsoy  y  ocupé  aquella  villa  sin  que  se  hiciese  ningún 
daño  en  ella,  y  pasé  desta  banda  del  Rhin  4,500  infantes 
y  500  caballos,  y  con  ellos  ai  conde  Federico,  y  se  hizo 
gran  diligencia  en  fortificar  un  puesto  para  entretener  la 
gente  mientras  se  levantaba  el  fuerte  que  se  había  de  ha- 
cer ;  y  otro  dia  siguiente  procuré  de  elegir  sitio  para  el  di- 
cho fuerte  y  reconoscí  toda  la  villa  para  ver  la  fortificación 
que  se  podia  hacer  dentro  ó  fuera  della  para  asegurar 
aquel  pasaje.  Y  por  ser  varias  las  opiniones  que  hubo  en- 
tre los  soldados  cerca  desto ,  y  de  consideración  los  incon- 
venientes que  habia  en  levantar  fuertes  sobre  la  ribera  por 
la  disposición  del  terreno  y  las  grandes  crescientes  del  rio, 
y  en  fortificar  las  villas  por  ser  grande  el  sitio  y  mucha  la 
fábrica  que  se  habia  de  hacer  conforme  á  la  fortificación 
comenzada  que  no  se  podia  estrechar,  y  por  no  haber  lle- 
gado los  instrumentos  de  gastadores  que  venían  con  la  ar- 
tillería ,  no  se  pudieron  comenzar  las  fábricas  del  fuerte  y  de 
la  villa  hasta  los  9  de  setiembre  ,  que  tomé  resolución  en 
ello  y  llegó  la  artillería ,  y  á  los  10  se  puso  la  mano  en 
todo. 

'  A  12  de  setiembre  escribí  á  V.  A.  la  necesidad  que 
había  de  tomar  la  villa  de  Rhinberghe  para  pasar  adelante 
con  este  ejércilo  y  sustentarle ,  y  lo  que  yo  habia  podido 
entender  de  la  fortificación  y  presidio  della.  A  16  respon- 
dió Y.  A-  á  mis  cartas,  dándome  licencia  para  emprenderlo 


5o4 

si  yo  juzgase  que  se  podría  salir  con  la  empresa.  A  los  21 
reseibí  las  cartas  de  V.  A.  por  la  vía  de  Colonia.  A  los  22 
junté  los  cabos  desle  ejército  para  tratar  deste  negocio,  no 
para  tomar  parescer  sobre  si  lo  haría  ó  no;  porque  yo  con 
las  diligencias  que  tenia  hechas  y  con  la  licencia  de  V.  A., 
estaba  resuelto  en  ello,  sino  para  la  forma  de  intentarlo  y 
ponerlo  en  ejecución  con  sabiduría  de  todos.  Y  aunque  los 
mas  fueron  de  parescer  que  convenia  tomar  á  Rhinber- 
ghe,  no  faltaron  algunos  que,  respecto  del  tiempo  y  de  la 
falta  del  dinero  y  de  las  vituallas,  y  de  la  poca  artillería 
que  teníamos,  lo  contradecían  por  entonces;  y  sin  embargo 
desto,  yo  me  resolví  en  hacerlo  y  ordené  que  partiese  luego 
un  teniente  de  la  artillería  para  Namur  á  traer  ocho  caño- 
nes, porque  yo,  como  V.  A.  sabe,  no  me  hallaba  mas  que 
con  solos  dos  y  ocho  medios  cañones  y  dos  medias  culebri- 
nas y  tres  piezas  pequeñas  que  saqué  de  Mastrique,  cuando 
el  coronel  de  la  Bartola  fué  á  Colonia.  A  los  23  partieron 
el  teniente  Vingarde  para  Namur  á  traer  esta  artillería  y 
algunas  municiones  que  eran  necesarias  para  ella,  y  otro 
comisario  que  envié  á  Colonia  á  hacer  cuatro  mil  instru- 
mentos de  gastadores  de  que  habia  necesidad  para  el  servi- 
cio del  ejército;  porque  los  que  se  habían  traído  cuando 
vino  don  Luis  de  Velasen  con  la  artillería,  estaban  casi 
consumidos  en  las  fcíbrlcas  de  la  fortificación  de  Orsoy  y 
del  fuerte  que  se  levantaba  enfrente  de  aquella  villa.  A  los 
24  fui  en  persona  con  artillería  á  ocupar  á  Arsen,  por  excu- 
sar el  daño  que  la  caballería  del  enemigo  hacia  en  la  gente 
de  nuestro  campo  que  salía  á  forrajear  hcácla  aquella  parte. 
A  los  28  fui  con  4,000  infantes,  2,000  por  esta  banda  del 
rio  y  otros  2,000  por  esotra  y  alguna  caballería  por  ambas 
partes,  á  reconoscer  los  esguazos  de  la  isla  de  Rhinberghe 
y  el  fuerte  que  el  enemigo  levantaba  en  ella,  llevando  por 


555 

el  agua  800  hombres  embarcados  y  dos  piezas  de  artillería 
á  cargo  del  sargento  mayor  Alonso  de  Ribera  ,  para  que  si 
hallásemos  ocasión,  se  ocupase  la  isla,  y  si  no  la  hubiese, 
nos  volviésemos  á  esperar  la  artillería  para  emprenderlo 
todo  junto ;  y  por  no  guardar  la  orden  que  se  les  dio  á  los 
que  iban  por  esotra  banda  del  Rhin ,  y  por  llegarme  allí 
aviso  que  no  era  posible  tener  pan  para  la  gente  mas  que 
para  solos  dos  días  ,•  después  de  tener  dos  mili  hombres  den- 
tro de  la  isla,  fueron  tantas  las  exhortaciones  que  me  hi- 
cieron que  no  me  empeñase  en  ella ,  que  hube  de  retirar  la 
gente  harto  contra  mi  voluntad,  y  volverme  á  Orsoy  á  es- 
perar la  artillería  y  algún  dinero  con  que  entretener  la 
gente,  porque  hasta  entonces  no  se  me  habia  enviado  un 
real  dende  el  dia  que  salí  de  Bruselas. 

A  los  4  de  octubre  tuve  aviso  que  la  artillería  estaba  en 
Venelo  ,  y  ordené  que  fuese  por  ella  un  convoy.de  fres  mili 
infantes  y  mili  caballos  y  don  Luis  de  Velasco  con  él  para 
traerla.  A  los  8  de  octubre  llegó  todo  á  Orsoy  y  20,000  es- 
cudos que  fueron  los  primeros  que  se.trujeron  á  esle  cam- 
po, y  sin  perder  una  hora  de  tiempo,  envié  otro  dia  por 
la  mañana  que  fueron  9  de  octubre  4,000  infantes  y  800 
caballos  por  la  una  banda  y  otra  del  Rhin  á  tomar  los  pues- 
tos, y  á  los  10  por  la  mañana  partí  yo  con  todo  el  ejército 
á  sitiar  la  villa ,  con  un  dia  tan  tempestuoso  que  tuve  har- 
tas contradiciones  y  me  recalaba  de  pasar  por  delante  de 
los  escuadrones  hasta  que  cesó  la  tempestad.  A  los  11  aca- 
bé de  acuartelarme  y  molí  guarnición  en  Rurich  y  en  Murs, 
por  asegurar  el  campo  y  cubrir  la  caballería  y  se  comen- 
zaron las  trincheras. 

Esle  mismo  dia  por  la  mañana  tuve  aviso  que  el  ene- 
migo enviaba  cuatrocientos  hombres  de  socorro  en  barcas 
para  entrar  en  Rhinbeiguc ,  y  fui  á  la  ribera  con  600  ar- 


556 

cabuceroa  y  dos  piezas  de  arlilloría  qué  puse  en  un  buen 
puesto  sobre  la  ribera ;  y  cuando  llegó  el  socorro  á  donde 
se  podian  descubrir  las  barcas  de  nuestro  puesto,  las  hice 
tirar,  y  habiéndoles  hecho  algún  daño,  porque  la  artillería 
y  la  gente  estaba  cubierta,  se  retiraron  con  grande  prisa,  y 
á  la  noche  se  continuó  el  trabajo  de  las  trincheas ,  y  todos 
se  dieron  tan  buena  maña  en  ellas,  que  á  los  i 5  se  des- 
embocó la  de  los  coroneles  Barlota  y  Achicourt  en  el  foso. 


Copia  de  carta  del  Almirante,  mi  señor,  á  S.  A.;  fecha 
en  Rees  á  20  de  hehrero  de  1599  (i). 

Alojamiento  forzoso  del  ejército  español  en  el  territorio  de  Cié- 
ves  y  Juliers.  —  Justificación  del  Almirante. — Artificiosa  con- 
ducta de  los  herejes. — Actitud  hostil  del  emperador  y  de 
varios  príncipes  de  Alemania.  —  Satisfacción  que  se  trata  de 
dar  á  estos  mismos  y  por  qué  medios. — Provisión  de  víveres  y 
pertrechos  de  guerra. — La  empresa  de  Wesel  felizmente  aca- 
bada. 

SERENÍSIMO    SEÑOR. 

A  los  7  deste  rescibí  tres  cartas  juntas  de  V.  A.  de  4, 
5  y  12  de  enero,  y  las  copias  que  con  ellas  venían  de  otras 
del  secretario  de  la  embajada  y  de  Rumpf ;  y  aunque  por  la 
relación  que  he  enviado  á  V.  A.  y  por  lo  que  he  escrito  so- 
bre esta  materia  de  las  quejas  del  imperio  sumraariamente 

(1)  Estaba  á  la  sazón  el  archiduque  en  Italia.  Desde  el  raes  de 
noviembre  de  1o98  le  vemos  en  Milán,  Ferrara  y  otras  ciudades 
vecinas.  A  mediados  de  marzo  del  99  arribó  á  los  puertos  de 
España. 


I 


537 

(y  mas  largo  al  cardenal  de  Austria  de  que  creo  se  habrá 
enviado  copia  á  V.  A.) ,  se  habrá  entendido  parte  de  lo  que 
en  esto  pasa ,  diré  agora  lo  que  se  me  ofresce  y  el  estado 
en  que  se  hallan  las  cosas,  prosupueslo  que  aunque  ha  ha- 
bido algunos  excesos  en  la  gente  de  guerra,  no  son  la  cen- 
tésima parte  de  lo  que  se  dice,  ni  tantos  los  príncipes  de 
Alemania  ofendidos  en  ello  como  se  quejan;  porque  no  ha 
entrado  soldado  deste  ejército  para  alojar  ni  correr  en  país 
ninguno  de  Alemania,  fuera  de  algunos  del  elector  de  Colo- 
nia y  duque  de  Juliers,  y  dos  terrezuelas  del  conde  de  Ben- 
lamo,  como  lo  he  avisado  al  Cardenal;  y  toda  la  Weslpha- 
lia  está  reservada  á  instancia  del  elector  con  salvaguardias 
del  Cardenal  y  mias. 

El  paso  deste  ejército  por  Orsoy  fué  forzoso,  como  V.  A. 
sabe,  para  lomar  puesto  sobre  el  Rhin;  y  el  tiempo  que  es- 
tuve allí  fué  necesario  para  levantar  el  fuerte  y  asegurar  la 
villa,  hasta  que  V.  A.  me  mandó  sitiase  *á  Rhinbergue; 
y  cuando  traté  de  hacerlo  di  cuenta  dello  al  elector  y  lo 
tuvo  por  bien,  y  con  su  sabiduría  me  puse  sobre  aquella 
plaza  y  se  tomó.  Y  en  todo  el  tiempo  que  estuve  en  Orsoy, 
que  fué  desde  5  de  setiembre  hasta  10  de  octubre,  no  se 
dio  un  real  de  paga  ni  socorro  al  ejército,  fallándonos  algu- 
nos dias  el  pan  de  munición;  y  desconíiándome  los  comisa- 
rios de  los  víveres  de  que,  pasado  el  postrero  dia  de  setiem- 
bre ,  no  nos  darían  una  ración  de  pan ,  empeñé  lodo  lo  poco 
que  yo  tengo  para  que  continuasen  la  provisión  hasta  que 
el  cardenal  de  Austria  lo  mandase  proveer,  y  fué  forzoso  en- 
tretener el  ejército  sobre  el  pais.  Y  estando  en  el  sitio  de 
Rhinbergue-llegó  el  primero  tercio  de  paga  que  se  rae  en- 
vió con  que  se  hizo  aquella  jornada  y.  se  pasó  el  Rheno,  y  con 
él  se  pudo  suplir  mal  la  grande  necesidad  que  había  en  el 
campo;  y  lomadas  las  plazas  de  Rces,  Emericque,  Dolhe- 


558 

cum,  Anholc  y  Sclmlenburg ,  y  dejadas  Orsoy,  Burik,  Al- 
pen,  Buuk  y  Murs  que  ánles  se  habían  ocupado,  por  no  ser 
ya  necesarias  para  nuestro  intento  (  y  por  satisfacer  al  em- 
perador y  al  imperio)  el  tiempo  se  gastó  de  manera  que  ni 
fué  posible  ponerme  sobre  Duisbourg,  ni  tuve  vituallas  ni 
artillería  ni  municiones,  ni  los  instrumentos  de  gastadores 
necesarios  para  ello,  y  la  gente  se  hallaba  tan  cansada  y  afli- 
gida del  tiempo  y  de  la  hambre,  que,  como  he  escrito  á 
V.  A. ,  no  hubo  hombre  en  el  campo  que  fuese  de  parescer 
que  intentásemos  esta  empresa.  Y  considerando  lo  que  im- 
portaba la  conservación  del  ejército  y  el  estado  de  las  cosas, 
me  resolví  de  procurar  no  se  deshiciese,  aunque  me  costase 
el  trabajo  y  pesadumbres  excesivas  que  se  han  padescido  y 
duran  todavía. 

Hecho  el  repartimiento  y  cuarteles  del  ejército,  comen- 
zé  por  Bucholt  á  alojarle ,  y  hallando  allí  al  arcediano  Bo- 
chaut,  camarero  y  consejero  del  elector  de  Colonia,  que 
salió  el  hablarme  con  una  carta  de  creencia'suya,  le  hablé 
confidentemente  dándole  cuenta  de  lo  que  me  movia  á  alo- 
jarme y  cómo  pensaba  hacerlo;  porque  es  católico  y  hombre 
de  quien  yo  sabia  que  se  podia  hacer  esta  confianza,  y  se 
satisfizo  tanto  de  mi  resolución  y  de  la  fuerza  de  las  causas 
que  me  hablan  movido  á  tomarla,  que  no  solo  fué  parle  pa- 
ra que  se  allanase  la  villa  como  se  hizo,  pero  me  ofrcsció 
de  satisfacer  al  elector  y  procurar  de  sosegarle;  y  creo  que 
ha  cumplido  de  su  parte  lo  que  prometió,  y  que  el  elector, 
con  las  cartas  mias  que  le  llevó  y  con  los  oficios  que  él  hizo, 
quedó  interiormente  satisfecho. 

Y  después  se  fué  continuando  el  alojamiento  conforme 
á  las  órdenes  que  en  el  casar  de  Rees  di  para  ello,  y  los  de 
Dorsten  que  son  gente  dura ,  quisieron  resistirlo,  y  habien- 
do lierido  á  don  Luis  de  Vclasco,  se  rindieron  y  rescibieron 


559 

la  gente.  Lo  mismo  hicieron  los  de  Reckelenchuyscm  (1) , 
donde  nos  matáronlos  capitanes  don  Cristóbal  de  Velasco  y 
Alonso  Gallardo,  y  cuatro  alféreces  reformados  de  los  hon- 
rados que  habia  en  el  ejército,  y  hirieron  al  capitán  Mo- 
gica  y  treinta  y  ocho  soldados,  no  obstante  que  don  Luis 
de  V'elasco  en  Dorsten  y  el  maestre  de  campo  Gaspar 
Zapena  en  Reckelenchuysem  enviaron  mis  cartas  para 
las  villas,  y  hicieron  todas  las  diligencias  que  se  podiaa 
desear  para  negociar  por  bien  con  ellos.  Todos  los  demás 
de  los  paises  de  iMunster,  Essem  y  La  Marca  lomaron  la 
gente  sin  fuerza  y  se  acabó  de  alojar  el  ejército,  y  desoirá 
banda  del  Rhin  los  de  Kalcar  también  quisieron  resis- 
tir al  coronel  de  la  Barlota  que  habia  de  alojar  allí  coa 
su  regimiento ,  y  después  se  allanaron;  y  en  todos  los  cuar- 
teles se  han  dado  las  órdenes  de  que  enviaré  copia  á  V.  A. 
con  otros  papeles  (que  no  he  tenido  tiempo  de  enviar  ago- 
ra) para  que  se  guarde  la  buena  disciplina  militar  que  con- 
viene ,  y  el  país  sea  relevado.  Pero  ha  sido  necesario  que  el 
país  sustente  la  gente,  y  en  unos  cuarteles  han  dado  de 
comer  á  los  soldados,  y  en  otros  han  gustado  mas  de  darles 
la  contribución  en  dinero,  y  esto  han  sentido  mucho  y  re- 
sistídolo  con  importuna  negociación  algunos  príncipes;  pero 
yo  no  he  podido  excusarlo  no  teniendo  con  qué  pagar  y 
sustentar  la  gente ;  porque  en  seis  meses  no  se  me  han  dado 
mas  que  tres  tercios  de  paga  para  el  ejército,  y  esto  V.  A. 
sabe  bien  que  no  basta  para  sustentar  los  soldados,  y  que 
sin  comer  es  imposible  vivir,  ni  lo  fuera  haber  sustentado 
y  entretenido  el  ejército  entero  como  lo  está. 

Y  aunque  lodos  conoscen  esto  y  entienden  que  ha  sido 
lance  forzoso,  los  rebeldes  de  las  islas  no  han  perdido  la 

{{)  Hoy  Recklíngihausen. 


540 

ocasión  sirviéndose  della  para  indignar  conira  nosotros  al 
emperador  y  al  imperio,  exagerando  por  medio  de  los  prín- 
cipes del  que  son  sus  amigos,  los  desórdenes  de  los  soldados 
y  el  agravio  de  parescerles  que  he  hecho  tributario  al  Im- 
perio, derivando  las  quejas  de  sus  amigos  á  los  indiferen- 
tes y  á  los  nuestros,  con  que  los  han  movido  á  todos  para 
mostrarse  quejosos  desto,  y  entre  ellos  muchos  á  quien  ni 
en  el  alojamiento  ni  en  las  contribuciones  no  hemos  ofendi- 
do, ni  los  soldados  han  llegado  con  las  pecoreas  á  sus  Esta- 
dos; porque  solo  hemos  entrado  en  los  del  duque  de  Clcves 
y  el  elector  de  Colonia ,  y  dos  ó  tres  terrezuelas  del  conde 
de  Bentamo,  como  he  dicho  áV.  A.;  y  toda  la  Westphalia 
y  paises  de  los  demás  príncipes  vecinos,  se  han  guardado 
como  los  ojos.  Y  para  castigo  y  remedio  de  las  desórdenes 
sucedidas  en  los  paises  que  hemos  campeado  y  alojamos ,  he 
hecho  hartas  diligencias  y  algunos  castigos,  que  adelante 
se  referirán. 

Pero  como  no  nasce  desto  el  disgusto  del  emperador  y 
descontento  de  los  príncipes  de  Alemania  ,  sino  de  la  cizaña 
que  los  rebeldes  siembran  en  ella  para  entretener  su  tira- 
nía y  defenderse  del  castigo  del  rey  nuestro  señor  y  de  V.  A. 
(que  temen  no  hallándose  con  fuerzas  para  resistirle),  bus- 
can medios  artificiosos  y  perversos  para  suplir  su  flaqueza, 
no  dejando  cosa  de  las  tejas  abajo  que  no  muevan  para 
esto,  echando  famas  extrañas  para  enflaquecer  nuestras 
fuerzas  y  desacreditar  nuestra  causa ,  y  engrosar  las  suyas 
y  justificar  su  pertinacia ;  y  aunque  se  alargue  esta ,  no  pue- 
do dejar  de  referir  á  V.  A  de  donde  comienzan  esta  obra  y 
hasta  donde  han  llegado  con  ella. 

Primeramente,  para  alterar  los  Estados  pacíficos  que 
V.  A.  tiene,  procuran  sembrar  fama  en  ellos  y  persuadirles 
que  V.  A.  no  ha  de  volver,  y  que  el  rey  no  ha  de  pasar 


541 

por  la  donación  que  su  padre  hizo  á  la  infanta  raí  señora 
y  á  V.  A.  destos  Estados;  y  aunque  esto  no  tiene  substan- 
cia, hace  diferentes  efectos  en  los  pechos  de  algunos,  con 
que  unos  andan  descontentos,  otros  alegres  y  otros  dudo- 
sos, y  todos  generalmente  desasosegados. 

Deslo  mismo  se  valen  en  las  islas  para  dos  efectos :  el 
uno  para  quietar  el  pueblo ;  porque  con  la  mudanza  del  do- 
minio y  seguridad  que  esto  les  promete  de  que  se  ha  de 
usar  con  ellos  de  rnayor  clemencia,  no  apetezcan  mas  la 
paz  y  gobierno  de  V.  A.,  que  la  guerra  y  tiranía  con  que 
ha  tantos  años  que  tienen  opresas  aquellas  provincias;  y  el 
otro  para  conservar  entre  ellas  el  miedo  que  tienen  de  que 
el  rey  nuestro  señor  ha  de  castigar  con  rigor  su  rebeldía  y 
desacatos  hechos  contra  su  padre. 

Y  en  este  ejército  siembran  lo  mismo  para  que  no  sirva 
á  V.  A.  con  aquel  deseo  y  entrañas  que  lo  ha  hecho,  me- 
tiéndolos en  sospecha  de  que  V.  A.  no  está  tan  en  gracia 
del  rey,  como  lo  estaba  de  su  padre. 

Y  á  esto  añaden ,  que  V.  A.  les  quita  las  provisiones  y 
las  gasta  en  sus  propios  usos,  y  que  todas  las  necesidades 
y  trabajos  que  padescen ,  nascen  desto ;  y  que  el  rey  está 
disgustado  de  que,  poniéndose  él  en  necesidad  para  proveer 
este  ejército ,  V.  A.  le  quita  el  sustento  necesario.  Y  en  esto 
hacen  embustes  extraordinarios  por  fuedio  de  sus  aGciona- 
dos:  que  de  Anvércs  y  de  otras  muchas  partes  de  los  Esta- 
dos bajos  envían  aquí  cartas  para  personas  de  todas  na- 
ciones que  lo  divulguen  por  lodo  el  mundo  y  en  el  campo. 

También  juntan  con  esto  que  el  emperador  está  disgus- 
tado con  V.  A.,  y  que  hizo  muchas  diligencias  para  que  no 
le  viese,  y  que  llegado  V.  A.  allá,  le  trató  con  gran  seque- 
dad y  quedaron  mas  disgustados  que  antes  que  se  viesen. 

Y  para  el  mismo  efecto  siembran  también  en  este  ejér- 


442 

cilo  nuevas,  de  que  el  rey  de  Francia  de  secreto,  y  mu- 
chos príncipes  de  aquel  reino ,  y  parlicularmente  el  duque 
de  Bullón,  les  lian  prometido  mucha  caballería  é  infantería 
para  la  jornada  deste  año ,  y  que  de  Inglaterra  esperan 
también  mucha  gente  y  otras  asistencias  de  las  que  la 
reina  puede  darles,  y  que  piensan  salir  muy  temprano  en 
campaña  con  muy  poderoso  ejército,  y  hacer  grandes  era- 
presas,  que  en  los  ánimos  de  los  que  no  saben  el  calibre  do 
sus  fuerzas  y  caudal ,  hace  impresión,  como  generalmente 
suele  suceder  en  el  vulgo. 

En  Alemania  esparcen  esto  mismo ,  y  publican  y  mul- 
tiplican los  desórdenes  de  los  soldados  y  la  carga  del  aloja- 
miento, para  provocar  en  ella  la  nobleza  y  el  común  contra 
nosotros,  á  los  unos  con  la  vanidad  de  su  grandeza,  y  con 
la  esperanza  de  buenos  sucesos  por  las  asistencias  que  se 
prometen ,  y  las  que  aseguran  que  á  nosotros  nos  han  de 
fallar,  y  al  pueblo,  con  los  daños  que  les  dicen  que  hemos 
hecho,  y  á  lodos  los  herejes  con  el  celo  de  la  falta  de  reli- 
gión, y  al  emperador  y  á  sus  ministros,  con  el  miedo  de 
quitarles  por  nuestra  causa  las  asistencias  que  le  dan  para 
la  guerra  del  turco,  que  algunos  tienen  lejos,  por  acudir  al 
remedio  de  nuestros  disignios,  que  ellos  quieren  que  sean 
excesos,  que  les  toca  mas  cerca  y  en  lo  vivo. 

Los  herejes  y  políLicos  andan  en  esto  con  grande  soler- 
cia y  cuidado ,  encendiendo  el  fuego,  y  los  católicos  y  ami- 
gos del  bien  público  no  hacen  tanta  reflexión  en  ello  como 
seria  necesario;  y  con  esta  generalidad  muchos  acuden  al 
emperador  y  concurren  con  los  clamores  y  quejas  de  los 
herejes  que  lo  turban  todo.  Y  demás  de  lo  que  V.  A.  habrá 
entendido  hasta  los  12  de  enero,  que  es  la  última  carta  de 
V.  A.,  con  que  me  hallo,  han  llegado  las  cosas  á  los  térmi- 
nos que  diré. 


545 

A  los  24  de  enero,  víspera  de  la  conversión  de  San  Pablo, 
volvió  á  esta  villa  de  Rees,  que  habia  poco  habia  partido 
della,  Carlos  Mutselir  de  Sunderspuhel,  agente  del  empe- 
rador, y  muy  larde  este  mismo  dia  me  pidió  audiencia,  y 
yo  se  la  di,  entendiendo  que,  como  él  habia  intervenido  en 
las  cosas  de  Wessel  y  de  Goch,  traía  algún  negocio  depen- 
diente dellas  que  tratar  conmigo;  y  después  de  grandes 
preámbulos  me  dijo  que  tenia  algunos  negocios  de  S.  M. 
Cesárea  que  proponerme  en  presencia  de  los  del  consejo  de 
guerra  que  asisten  aquí ;  y  yo  le  dije  que  seria  bien  antes 
de  llamarlos  me  advirtiese  la  substancia  de  los  negocios, 
porque  conforme  á  ella  yo  viese  si  era  necesario  hacer  aque- 
lla junta;  y  aunque  rehusó  algo  de  hacerlo ,  al  fin  me  dijo, 
que  quería  notificarme  un  bando  imperial  en  que  S.  M.  Ce- 
sárea, con  acuerdo  de  los  electores ,  me  mandaba  salir  con 
el  ejército  de  los  confines  ,del  imperio  y  desembarazar  las 
plazas  del  duque  de  Juliers,  que  tengo  con  guarnición,  por 
términos  tan  rigurosos  que  no  son  para  decir,  y  tan  breves 
que  no  excedían  de  dos  días.  Y  yo  le  respondí  que  pues  él 
sabia  como  testigo  de  visla,  déla  maneía  que  este  ejército 
ha  procedido  y  cuan  voluntarias  son  las  quejas  de  algunos 
príncipes,  y  el  daño  que  esto  podía  causar  á  toda  la  cristian- 
dad y  áeste  ejército,  suspendiese  el  hacer  esta  diligencia  y 
avisase  al  emperador  de  todo;  pues  no  era  razón  que  esto 
pasase  adelante  sin  oírme  Su  Majestad  Cesárea  y  haberse 
satisfecho  de  la  verdad  de  las  quejas;  y  que  era  cosa  de 
gran  admiración  ,  que  habiendo  mas  de  treinta  años  que  los 
de  las  islas  están  rebelados  con'.ra  Dios  y  contra  su  señor 
natural ,  teniendo  el  imperio  la  misma  obligación  ó  mayor 
de  defender  los  Estados  del  rey  contra  los  que  quieren  tira- 
nizarlos, que  los  del  duque  de  Juliers  y  elector  de  Colonia 
de  quien  no  hace  mas  que  alojar  en  ellos  en  cuatro  meses, 


5i4 

se  haya  resuelto  de  hacer  una  demoslracion  tan  rigurosa 
contra  el  ejército  de  S.  M.  y  de  V.  A,  por  lo  que  no  tiene 
substancia,  liabiendo  disimulado  (an  largo  tiempo  la  inso- 
lencia de  los  rebeldes  y  tiranos  y  de  los  que  públicamente 
los  han  asistido  y  ayudado,  y  actualmenle  lo  hacen  para 
sustentarlos.  A  que  me  respondió  que  también  tenia  otro 
bando  semejante  para  intimarlo  al  conde  Mauricio  y  á  los 
rebeldes  de  las  islas;  y  á  esto  le  repliqué,  que  aunque  ha- 
bía sido  tardía  resolución  y  de  poca  satisfacción  para  la 
queja  que  yo  le  había  representado,  sería  bien  que  comen- 
zase por  ellos,  porque  si  los  rebeldes  se  allanaban  en  des- 
embarazar el  fuerte  de  Schemque  y  las  demás  plazas  que 
tienen  de  príncipes  del  imperio ,  y  reducirse  á  la  obedien- 
cia de  su  señor  natural,  podría  nolificarme  el  bando,  y  con- 
forme á  lo  que  los  rebeldes  fuesen  haciendo,  podría  yo  res- 
ponder á  todo  y  mover  este  ejército;  y  aunque  no  se  alla- 
nó en  esto,  yo  le  puse  tantos  inconvenientes  en  tratar  de  la 
notificación ,  que  quedó  casi  llano  en  no  hacerla,  Y  otro 
día  comió  conmigo  y  medio  mudado  de  lo  que  el  anlece- 
donte  habíamos  tratado,  volvió  á  insistir  en  nolíficarme  el 
bando ,  y  repitiéndole  las  causas  que  había  para  suspen- 
derlo, se  volvió  á  eleves  sin  notificarme  ninguna  cosa,  y 
hasta  hoy  no  ha  tratado  conmigo  mas  dello;  y  yo  le  volví 
un  pliego  de  cartas  del  emperador  que  un  caballerizo  del 
duque  de  Gleves  me  había  dado  poco  antes  que  el  embaja- 
dor llegase,  que  yo  no  había  abierto,  paresciéndome  que 
era  bien  guardarlo  todo  para  cuando  se  resolviese  la  mate- 
ría  del  bando. 

Los  del  círculo  wesfálíco  hicieron  su  junta  por  procura- 
dores en  Colonia,  sin  intervención  de  ningún  príncipe,  y 
yo  ordené  que  acudiesen  allí  Fernando  López  de  Villanova, 
gobernador  de  Kerpen,  y  el  doctor  Nicolás  de  Languem- 


545 

bcrg ,  con  los  papeles  y  cartas  de  que  he  enviado  copia  á 
V.  A. ;  y  aunque  Fernando  López  no  fué  allí  por  no  hallar- 
se bueno  ó  por  otro  impedimento,  el  doctor  hizo  sus  dili- 
gencias, y  he  entendido  que  lo  que  en  esta  junta  se  resol- 
vió fué,  que  se  levantasen  diez  mili  hombres  pagados  por 
un  mes,  para  echarnos  de  las  tierras  del  imperio,  y  que 
sea  cabeza  desta  gente  el  conde  de  la  Lippa ,  gobernador 
del  círculo  wesfálico;  y  lo  demás  han  remitido  á  las  juntas 
de  Confluencia  (que  se  ha  de  hacer  á  primero  de  marzo) 
y  á  la  de  Spira,  donde  se  ha  de  tratar  del  mismo  negocio, 
y  la  forma  y  medios  que  han  de  tener  para  repartir  y  sa- 
car el  dinero  que  es  menester  para  ello ,  que  ha  sido  reso- 
lución que  no  me  da  rauclio  cuidado,  porque  la  gente  es 
poca  para  dañarnos,  y  el  tiempo  que  ha  de  campear  corlo, 
y  el  espacio  con  que  se  hace  tanto  que,  creo,  tendremos 
tiempo  para  gozar  del  alojamiento,  y  dejarle  antes  que  se 
pongan  en  armas  los  alemanes  para  obligarnos  á  ello ;  y  e! 
conde  de  la  Lippa  creo  lo  dispondrá  de  manera  que  no  se 
llegue  á  las  manos.  Y  de  todo  he  avisado  al  Cardenal  para 
que  mande  que  Fernando  López  se  halle  en  Confluencia  y 
Spira ,  y  allí  procure  sosegir  esta  tormenta  mostrando  que 
no  hemos  entrado  ni  alojado  en  país  de  ningún  príncipe, 
sino  es  como  he  dicho,  en  los  de  Munster,  Reckelcn- 
chuysen  y  Essen,  que  son  del  Elector  de  Colonia,  y  en  el 
de  eleves  y  La  Marca ,  que  son  del  duque  de  Juliers ,  y 
en  dos  villas  ó  villajes  del  conde  Benlamo,  que  con- 
finan con  el  país  de  Munster ;  y  que  los  excesos  que  se 
han  hecho  no  son  los  que  se  dicen,  porque  ni  se  han  que- 
mado iglesias  ni  saqueado  ni  quemado  villas  ni  villajes,  ni 
robado  monasterios  ni  tantas  cosas  de  gentiles  hombres, 
como  nos  achacan;  y  todo  cuanto  mal  se  ha  hecho,  viene 
Tomo  XLL  55 


546 

á  parar  en  haber  tomado  los  soldados  en  las  pecoreas  algu- 
nos caballos  y  ganado ;  y  todos  los  caballos  que  yo  he  teni- 
do noticia  que  se  han  robado,  los  he  hecho  restituir  y  mu- 
chas veces  el  ganado.  Y  el  mayor  exceso  que  se  ha  hecho 
después  que  yo  salí  en  campana  ,  ha  sido  saquear  una  casa 
de  unas  monjas  que  está  tres  leguas  de  aquí  y  dos  casti- 
llos de  gentiles  hombres ,  y  llegado  á  mi  noticia  mandé  al 
auditor  general  hiciese  justicia  en  ello  y  lo  castigase  con 
rigor,  y  el  gentil  hombre  del  un  castillo  se  puso  luego  en 
libertad  sin  llevarle  una  blanca,  y  á  las  monjas  se  ha  vuel- 
to todo  cuanto  se  ha  podido  hallar  de  lo  que  tenían,  y  se  ha 
valuado  lo  que  les  falta  y  ordenado  se  les  pague  de  lo  que 
hubieren  de  haber  los  soldados  del  tercio  de  Zapena  y  otro 
regimiento  de  naciones,  que  eran  los  que  alojaban  mas 
cerca  de  aquella  casa,  por  no  haberse  podido  hallar  perso- 
na particular  contra  quien  proceder  y  castigar  por  este  de- 
hto;  y  lo  del  segundo  castillo  pagarán  los  del  tercio  de  don 
Alfonso  Davales  y  él  en  particular,  porque  avisándole  el 
capitán  Marlin  López  de  Ay  var  que  soldados  suyos  querían 
robarle,  estando  junto  á  su  alojamiento,  no  lo  remedió  pu- 
diendo  hacerlo.  En  esto  se  resumen  todas  nuestras  culpas 
graves;  y  después  que  el  ejército  se  alojó,  no  ha  sucedido 
cosa  de  que  nadie  pueda  con  razón  y  con  verdad  quejarse 
para  hacer  tanto  ruido  con  ello ;  porque  todas  han  sido  me- 
nudencias que,  llegadas  á  apretar,  no  ha  habido  materia 
para  castigo  riguroso,  según  me  han  informado.  Y  para 
mayor  averiguación  desto  y  moderar  cualquiera  demasía 
que  haya  habido  en  el  sustento  y  contribución,  he  ordena- 
do la  visita  del  marqués  de  Montenegro  y  el  auditor  gene- 
ral ,  para  que  hagan  el  examen  necesario  para  conserva- 
ción del  y  aUvio  del  país  y  entera  satisfacción  de  los  prín- 


5i7 

cipes  á  quienes  toca,  que  es  lo  último  que  se  puede  hacer, 
y  lo  mas  que  se  puede  pedir  y  desear  por  el  emperador  y 
príncipes  del  imperio ,  si  se  satisfacen  con  lo  posible  y  ra- 
zonable en  cosas  tan  achacosas  como  las  de  la  guerra  y  de 
los  que  participan  de  las  incomodidades  della ,  y  fonien- 
lándoias  ellos  como  si  fueren  dulces ,  quieren  atribuir  des- 
pués su  amargura  á  los  que  tienen  la  mano  en  el  gobier- 
no, quejándose  de  las  que  sienten  por  su  propia  culpa,  no 
agradesciendo  otras   infinitas  que  con  grande  trabajo  y 
cuidado  mió  se  excusan.  Y  en  este  tránsito  y  alojamien- 
to se  hubieran  excusado  casi  todas,  si  los  príncipes  y  sus 
vasallos  hubieran  querido  asistirme  y  concurrir  conmigo 
pública  ó  secretamente  para  componer  las  cosas  sin  haber- 
lo remitido  todo  al  beneficio  de  natura,  como  lo  han  hecho 
los  mas,  poniendo  de  su  parle  cuantos  estorbos  han  podido 
para  embarazarnos,  y  dar  ocasión  á  que  se  hiciese  con  dis- 
gusto y  de  manera  que  tuviesen  mayores  ocasiones  para 
quejarse,  habiendo  advertido  dello  á  los  príncipes  interesados 
diversas  veces  y  pedídoles  personas  que  me  asistiesen ,  y 
llamado  los  marejales  del  país  y  los  drosartes  y  amanes  y 
mayores  de  las  villas,  para  tratarlo  con  ellos  y  hacerlo  todo 
con  su  intervención  y  por  su  mano,  para  guiarlo  mejor  y 
que  les  costase  menos;  y  donde  no  han  querido  salir  á  ello 
ha  sucedido  lo  que  se  ha  visto ,  y  en  algunas  partes  que  lo 
han  considerado  mejor,  han  hecho  los  mismos  del  país  el 
alojamiento  y  repartido  la  contribución  como  les  ha  pares- 
cido ,  de  que  ellos  y  nosotros  hemos  quedado  satisfechos,  po- 
niéndome los  que  no  han  querido  concurrir  mayores  tropie- 
zos que  si  fueran  enemigos;  y  ninguna  cosa  destas  ha  bas- 
tado para  que  deje  de  guardárseles  el  respeto  y  decoro  de- 
bido, y  siempre  he  procedido  y  procurado  se  proceda  de  la 


548 

misma  manera  que  si  nos  hubieran  asislitlo  y  ayutlado.  Y 
es  tan  poderosa  la  razón  y  la  verdad,  que  tengo  cartas  del 
Elector,  del  duque  de  Gleves,  de  sus  consejeros,  del  conde 
de  la  Lippa,  del  obispo  de  Padeborne  y  de  muchas  villas 
que  lo  confiesan,  no  pudiendo  negar  lo  que  han  visto  y 
entendido  de  mí. 

Este  es  el  estado  en  que  nos  hallamos,  y  aunque  el 
rigor  del  bando  es  grande  y  la  cizaña  que  el  enemigo  siem- 
bra, mucha,  y  la  mala  voluntad  de  los  herejes  excesiva, 
y  la  tibieza  de  los  católicos  conoscida,  y  la  memoria  de  los 
beneficios  rescibidos  de  S.  M.  calólica  y  de  toda  la  Gasa  de 
Austria  ninguna ,  y  la  pasión  de  todos  tanta  que  dando 
testimonio  de  los  daños  que  los  herejes  han  hecho  en  estas 
partes,  las  ruinas  de  tantas  iglesias  y  abadías  y  casas 
sanctas  como  tienen  destruidas,  y  la  despopulacion  de  tan- 
tas villas  y  lugares  como  están  yermos,  y  tantos  hombres 
desterrados  y  desparcidos  pelegrinando  por  todo  el  mun- 
do por  estas  calamidades,  no  solo  no  se  acuerdan  dellas, 
pero  tampoco  sienten  ni  habUm  en  los  daños  presentes, 
no  habiendo  cuatro  meses  que  el  enemigo  tomó  el  Tholus 
y  la  villa  de  Zebenar,  que  son  del  duque  de  Cleves,  y  la 
saqueó  y  quemó,  y  hoy  dia  quema  los  hórreos  y  feniles,  y 
estorba  que  los  villanos  no  siembren  ni  labren  los  campos; 
y  de  ocho  dias  í\  esta  parte  ha  saqueado  y  quemado  algu- 
nos villajes  del  ducado  de  Juliers  y  tomado  en  ellos  mas 
de  doscientos  prisioneros  y  gran  cuantidad  de  caballos  y 
mucho  bolin,  en  que  no  se  habla  mas  que  si  no  hubiera  su- 
cedido, que  es  señal  de  la  pia  afección  que  tienen  á  las  co- 
sas de  los  herejes  y  la  poca  voluntad  á  las  nuestras;  pues 
lanío  sienten  el  darnos  lo  forzoso  para  vivir,  teniendo  algu- 
na obligación  de  liacerlo  ,  y  toman  con  tanta  paciencia  la 


549 

Iioslilidad  que  nuestro  enemigo  les  hace,  por  el  daño  que  á 
nosotros  nos  viene  do  que  él  se  sustente  y  enriquezca.  Y 
con  todo  esto  confio  en  Dios  que,  entendiendo  el  emperador 
y  sus  ministros,  y  los  príncipes  católicos  bienintenciona- 
dos, y  los  herejes  indiferentes  y  políticos  de  Alemania  ía 
verdad  de  lo  que  pasa ,  el  artificio  del  enemigo  y  el  fin  y 
cuidado  con  que  siembra  esta  cizaña,  y  el  daño  general  de 
todas  estas  provincias  en  mover  nuevas  guerras  y  estorbar 
los  progresos  deste  ejército,  y  el  daño  particular  de  cada 
uno  dellos,  no  darán  lugar  á  que  por  desalojar  un  ejército 
de  amigos  que  ha  de  desembarazar  tan  brevemente  sus 
países,  se  junten  dos  ejércitos  en  ellos,  levantando  el  uno 
á  su  costa,  y  comiéndoles  los  dos  su  país,  que  no  es  muy 
buena  grangería,  cuando  no  concurriesen  con  esto  los  de- 
más inconvenientes  que  hay  en  mover  esta  guerra. 

Y  aunque  antes  del  bando  yo  había  escrito  á  Su  Ma- 
jestad Cesárea  y  á  algunos  príncipes  del  imperio  para  no 
llegar  á  esto,  diré  á  V.  A.  lo  que  después  acá  se  ha  hecho 
por  no  esperar  que  nos  llegase  el  agua  á  la  boca,  para  que 
con  las  diligencias  que  creo  que  hará  el  cardenal  de  Aus- 
tria y  con  esto  se  encamine  mejor  todo;  y  adelante  iré 
haciendo  lo  demás  quft  entendiere  que  puede  aprovechar 
para  nuestro  negocio,  y  dello  iré  dando  aviso  á  V.  A. 

Primeramente  han  partido  el  marqués  de  Montenegro 
y  el  auditor  general  para  la  visita  de  todos  los  cuarteles  y 
castigo  de  los  excesos  que  se  hallaren,  y  moderación  de 
las  contribuciones,  aunque  no  tengamos  listas  ni  se  haya 
lomado  muestras,  que  nos  hace  grande  falta  para  esto. 

He  vuelto  á  escribir  al  emperador  suplicándole  no  dé 
crédito  á  las  quejas,  é  informándole  particularmente  de  lo 
que  se  le  pticde  decir  de  la  invención  del  enemigo  y  de  los 


550 

que  ayudan  su  causa,  y  suplicándole  mande  se  suspenda 
la  notificación  y  ejecución  del  bando  (pues  se  despachó  an- 
tes de  rescibir  las  primeras  cartas  que  le  tenia  escritas ,  y 
de  oirme  como  se  debe  de  derecho  divino  y  humano, 
hasta  que  se  acabe  la  visita ,  pues  han  de  asistir  á  ella  los 
agentes  de  los  príncipes  agraviados ;  y  conforme  á  lo  que 
resultare  desta  diligencia,  S.  M.  los  podrcí  satisfacer  á  ellos 
ó  proceder  contra  nosotros. 

También  he  escrito  á  Rumpff  y  á  Trautzon  y  á  Barvi- 
tio ,  y  dado  prisa  á  Fernando  López  de  Villanova  que  vaya 
con  las  carias  que  tiene  del  Cardenal,  y  con  los  apunta- 
mientos que  yo  he  enviado  de  que  he  enviado  copia  á  V.  A., 
y  con  otras  de  creencia  para  los  que  le  paresciere  de  la 
corte  del  emperador  que  pueden  ayudarnos,  y  los  informe 
á  todos  y  haga  grande  instancia  para  que  el  emperador 
mande  sobreseer  el  bando  hasta  el  tiempo  que  he  dicho,  y 
que  no  se  notifique  ni  publique  á  nuestra  parte  hasta  que 
se  haya  intimado  á  los  rebeldes  y  respondan,  que  seria  de 
grande  importancia;  porque  á  buen  seguro  que  ellos  no  le 
übedescerán ,  ni  dejarán  lo  que  tienen ;  y  no  haciéndolo,  no 
habrá  razón  para  que  el  emperador  ni  el  imperio  nos  com- 
pela á  nosotros  á  que  le  obedezcamos. 

También  he  ordenado  se  hagan  muy  capaces  deste  ne- 
gocio los  electores  de  Maguncia  y  Tréveres,  que  aunque 
son  tibios,  neutrales  y  viejos,  y  el  de  Tréveres  está  quejoso 
de  tiempo  atrás  de  nosotros;  los  dos  son  tímidos  y  natural- 
mente pacíficos  y  enemigos  de  ruidos  y  de  meterse  en  oca- 
siones de  rescibir  daños  ó  de  gastar  dinero ;  y  esto  y  su 
buena  intención  y  celo  nos  ayudará  mucho  para  que  ellos 
excusen  nuevos  movimientos;  y  creo  sin  duda  que  bien  in- 
formados, los  tendremos  para  esto  muy  propicios. 


551 

Al  arzobispo  de  Salsburg  y  al  obispo  de  Birsbui'g  he 
vuelto  á  escribir  con  mas  calor;  y  por  las  mismas  razones 
generales  y  por  su  particular  interese,  y  por  la  afición  y 
devoción  que  tienen  á  las  cosas  de  S.  M.  y  de  V.  A.,  y 
porque  son  hombres  muy  prudentes  y  bien  intencionados, 
creo  que  ayudarán  nuestro  partido. 

También  creo  lo  mismo  del  obispo  de  Padeborne ,  cuyo 
Estado  he  guardado  mucho  de  alojamiento  y  contribución, 
aunque  es  harto  vecino,  de  que  él  está  agradescido,  y  me 
ha  ofrescido  de  hacer  buenos  oficios.  Y  con  lo  que  he  escrito 
de  nuevo ,  y  con  haber  enviado  persona  que  le  informe, 
no  tenge  duda  dello. 

Los  obispos  de  Panberghe,  Bormatia  y  Spira  no  he  tra- 
tado ;  pero  tengo  información  que  son  prudentes  y  bien  in- 
tencionados, y  les  he  escrito  y  ordenado  se  haga  la  misma 
diligencia  con  ellos ,  y  creo  nos  asistirán. 

De  los  consejeros  nombrados  por  el  rey  nuestro  señor, 
que  asisten  en  la  cámara  de  Spira ,  también  me  he  valido, 
escribiéndoles  y  ordenando  se  haga  la  misma  diligencia  y 
oficio  con  ellos. 

Al  conde  de  la  Lippa  que  es  gobernador  del  círculo 
wesfálico,  he  escrito  asimismo,  y  á  este  tengo  muy  propi- 
cio ,  porque  demás  de  haberle  reservado  su  Estado  de  alo- 
jamiento y  contribución,  nos  hemos  tratado  y  escrito  siem- 
pre con  mucha  amistad,  y  yo  regalado  á  los  suyos  que  han 
venido  á  este  ejército ,  de  manera  que  han  ido  contentos, 
y  él  lo  está  de  mí  y  ofrescídome  hacer  grandes  oficios,  y 
afirmándome  haberlos  hecho  por  lo  pasado. 

También  he  escrito  al  administrador  de  Sajonia,  que 
es  aficionado  á  la  causa  católica  y  á  la  Casa  de  Austria, 
y  ordenado  se  haga  con  él  y  con  los  duques  de  Dos  Puen- 


552 

tes  y  con  el  duque  de  ;Brunsvic  y  conde  Adolfo  de  Schaben- 
bourg  (que  hasta  agora  no  se  han  movido  contra  nosotros) 
las  mismas  diligencias,  aunque  yo  estaba  sospechoso  dellos. 
Y  creij  que,  entendiendo  todos  que  nuestra  estada  aquí  ha  de 
ser  tan  corta,  y  que  no  es  razón  ofender  á  S.  M.  y  á  V.  A. 
en  cosa  de  tanta  importancia  con  peligro  y  cosía  suya,  se 
reportarán  y  darán  á  este  negocio  alguna  salida. 

Y  demás  de  lo  que  he  escrito  diversas  veces  al  elector 
de  Colonia,  he  ordenado  al  marqués  de  Montenegro  se  vea 
con  él  y  procure  de  satisfacerle ,  y  no  quitándole  la  esperan- 
za del  motivo  con  que  dicen  que  él  ha  exajerado  tanto  su 
queja,  creo  que  nos  hará  buenos  oficios  con  la  diligencia 
del  marqués  de  Montenegro  y  las  cartas  que  lleva  mias,  que 
le  hallarán  dispuesto  cou  las  que  habrá  tenido  de  V.  A,, 
y  le  dispondrán  las  órdenes  que  he  dado  para  servirle  y 
darle  gusto  en  algunas  cosas  que  últimamente  me  ha  pedido. 

Y  el  coadjutor,  con  quien  también  he  hecho  y  haré 
nuevas  diligencias,  no  dejará  de  asistirnos,  porque  es  prín- 
cipe bien  intencionado  y  muy  devoto,  y  no  querrá  meter 
fuego  en  Alemania,  y  hará  de  su  parte  lo  que  pudiere  para 
apagar  los  que  se  van  encendiendo. 

Lo  mismo  he  escrito  á  las  ciudades  de  Colonia  Augus- 
ta, Norinberghe  y  otras  que  están  bien  afectas  al  servicio 
de  S.  M.  y  de  Y.  A. ;  y  yo  tengo  conocimiento  con  algunos 
de  los  magistrados  dolías  que  las  gobiernan,  y  sé  que  son 
hombres  mas  amigos  de  paz  que  de  guerra,  y  creo  que 
será  de  algún  efecto. 

Esto  es  lo  que  he  podido  hacer  de  mi  parle  en  maleria 
de  negociación  y  justificación  deste  ejército.  Y  para  la  se- 
guridad del  se  vive  en  todos  los  cuarteles  con  mucho  reca- 
to. Y  el  piienie  estará  hecho  en  todo  este  mes  ó  pocos  dias 


o  00 

enlrados  del  que  viene  sobre  el  Rlieno,  para  pasar  infante- 
ría, caballería  y  bagaje  en  tiempo  de  necesidad;  pero  con 
determinación  de  no  hacerlo  hasta  mas  no  poder;  y  cuando 
este  caso  suceda  ,  pasaremos  el  bagaje  con  guardia  bastan- 
te y  esperaremos  lo  que  los  alemanes  quisieran  hacer  desia 
banda;  porque  si  yo  pasase  el  ejército,  perderíamos  este 
puesto  y  á  Dolhecum ,  Anholt  y  Schulembourg  (que  sería 
mal  caso)  y  nos  embarazarían  totalmente  para  hacer  por 
aquí  la  guerra  al  enemigo,  siendo  el  camino  derecho. 

También  voy  procurando  se  haga  provisión  de  al- 
gún feno  y  avena  para  dos  meses,  porque  si  juntásemos  el 
ejército  sin  esto  antes  de  las  yerbas,  peresceríamos  de 
hambre. 

Y  ansimismo  he  pedido  con  instancia  al  Cardenal ,  me 
dé  con  qué  montar  la  caballería,  porque  se  halla  en  el  es- 
tado que  he  escrito  á  V.  A.  ,  y  para  la  guerra  con  el  ene- 
migo es  conveniente  repararla ;  y  si  la  hemos  de  tener  con 
él  y  con  Alemania ,  es  mucho  mas  necesario  reforzar  la  ca- 
ballería, pues  con  la  suya  es  con  lo  que  piensan  hacernos 
la  resistencia. 

Los  alemanes  temo  que  nos  han  de  fallar  si  venimos 
en  rompimiento,  con  terror  del  bando  del  imperio;  pero 
con  el  ayuda  de  Dios  y  la  buena  fortuna  de  V.  A. ,  y  los 
españoles,  italianos  y  walones  que  tenemos,  y  los  que  se 
pueden  levantar  haciendo  recluías  de  walones,  creo  que 
podremos  resistir  y  ofender  á  quien  quisiere  dañarnos. 

Artillería  y  municiones  de  guerra  y  de  víveres,  me  es- 
cribe el  Cardenal  que  quiere  proveer  en  abundancia ;  y 
aunque  yo  haré  de  mi  parte  cuanto  pudiere  para  no  venir 
en  rompimiento ,  y  confio  en  Dios  que  se  ha  de  sosegar  y 
componer  todo  por  bien,  en  caso  que  suceda,  V.  A.  se  per- 


554 

suada  que  será  á  mas  no  poder  y  voluntad  de  Nuestro 

Señor,  y  que  le  ha  de  ayudar  y  dar  victoria  contra  cuantos 

le  quisieren  hacer  guerra  ó  ponerle  impedimentos  en  lo  que 

V.  A.  hace  á  los  enemigos  de  la  Iglesia  y  déla  paz  pública 

y  rebeldes  á  su  corona ;  porque  los  caminos  y  fines  de  V.  A. 

y  los  de  por  acá  son  muy  diferentes,  y  Nuestro  Señor  no 

puede  dejar  de  ayudar  á  quien  defiende  su  causa.  V.  A.  se 

ayude  para  lo  uno  y  para  lo  otro  cuanto  pudiere,  con  el 

papa,  con  el  emperador,  con  el  rey  y  con  el  elector,  y  con 

otros  principes  de  Alemania:  que  yo,  en  lo  que  V.  A  me  tiene 

encargado,  haré  por  acá  mis  diligencias  para  procurar  por 

bien  el  sosiego  del  imperio,  como  si  no  tuviésemos  armas, 

y  con  las  armas  y  la  vida  cuanto  todos  pudiéremos  para 

defender  el  servicio  del  rey  y  de  V.  A.  y  su  causa,  como 

si  no  hubiese  negociación  humana ;  y  creyendo  que  todo  se 

acabará  bien  por  el  primer  camino,  no  desconfio  de  tener 

buenos  sucesos  por  el  segundo.  Dios  lo  encamine  todo  como 

puede,  y  guarde  y  ensalce  la  serenísima  persona  de  V.  A. 

como  deseo,  etc.  De  Rees  á  20  de  hebrero  1599. 

♦ 

Después  de  todas  estas  borrascas ,  he  metido  guarni- 
ción en  Goch ,  de  quinientos  infantes  y  doscientos  caballos, 
y  en  Geneppe,  de  trescientos  infantes  y  una  compañía  de 
caballos ;  pero  ha  sido  con  negociación  y  sin  mas  fuerza  que 
cartas  y  arengas  en  que  se  ha  gastado  mas  tiempo  que  se 
pudiera  ocupar  en  un  sitio;  y  metí  en  ello  al  embajador  del 
emperador,  porque  no  nos  embarazase  y  nos  fuese  contra- 
rio á  lo  menos  en  lo  público. 

Lo  de  Wessel  se  acabó  muy  bien ,  porque  á  los  8  y  9 
deste  se  consagraron  las  iglesias  y  se  predicó  públicamente 
nuestra  fé  católica,  apostólica  romana,  y  se  va  continuando 
con  grande  provecho  del  pueblo.  Y  Su  Santidad  está  tan 


555 

conlenlo  solo  de  saber  que  se  había  comenzado ,  que  rae  ha 
enviado  un  breve  muy  agradescido  dello,  encargándome 
que  lo  continúe,  etc. 


Copia  de  carta  del  Almirante  á  S.  A.,  fecha  en  la  isla 
de  Bommel  á  6  de  junio  de  1599. 

Operaciones  del  ejército. — Desaciertos  del  Cardenal  gobernador  y 
de  sus  consejeros. — Mal  estado  de  las  cosas. — Piopónese  como 
único  remedio  el  pronto  regreso  del  Archiduque  á  Fiándes. 

SERENÍSIMO   SEÑOR. 

Con  Giles  Du  Faing,  gentil  hombre  de  la  boca  de  V.  A. 
escribí  lo  que  se  me  ofrescia  hasta  los  primeros  de  mayo, 
que  el  Cardenal  le  despachó  para  España;  y  aunque  des- 
pués acá  hasta  hoy  no  he  rescibido  cartas  de  Y.  A.  ni  de 
otra  ninguna  persona  de  España,  de  que  lodos  estamos  con 
harto  cuidado,  diré  en  esta  lo  que  por  acá  se  ofresce  de  que 
dar  aviso  á  V.  A. ,  y  es  que  habiendo  hecho  todas  las  dili- 
gencias que  pude  en  Rees  y  en  Emericque  para  que  el 
Cardenal  se  previniese  de  todas  las  cosas  necesarias  antes 
de  salir  con  el  ejército  en  campaña,  para  ocuparle,  no  fui 
parte  para  ello,  y  nos  forzó  á  que  fuésemos  aponernos  con 
el  ejército  sobre  el  fuerte  del  Schenque  antes  que  don  Luis 
de  Velasco  viniese  con  la  artillería  y  municiones  necesarias 
para  la  empresa ,  y  sin  tener  las  barcas  ó  chalupas  y  pon- 
tones que  eran  menester  para  pasar  á  la  isla ;  y  habiendo 
estado  allí  dende  los  26  de  abril  hasta  (1)  de  mayo,  ha- 

(<)    Hay  un  blanco. 


556 

cicndonos  el  enemigo  algiin  daño  en  los  cuarteles  con  su 
artillería  sin  que  pudiésemos  remediarlo,  cuando  lo  mas 
deslo  era  pasado  y  se  tenia  aviso  que  don  Luis  de  Velasco 
venia  con  la  artillería  y  cuantidad  de  municiones,  y  que 
de  Colonia  venían  algunas  barcas  y  pontones,  echando  de 
ver  el  Cardenal  la  dificultad  desta  empresa,  y  aprovechán- 
dose dello  los  que  no  pudiendo  disuadírsela  con  razones  que 
fuesen  buenas,  habían  procurado  que  la  intentase  intem- 
pestivamente para  aparlarle  della  y  del  inlento  que  V.  A. 
tuvo  siempre  de  que  se  hiciese  la  guerra  al  enemigo  por 
aquella  parte  del  Uheno,  que  era  la  entrada  mas  cierta, 
mas  segura  y  mas  cómmoda  para  la  Holanda,  persuadie- 
ron al  Cardenal  se  apartase  della  y  procurase  hacer  la  en- 
trada por  la  isla  de  líommel ,  facilitándola  tanto  y  exa- 
gerando de  manera  las  commodidades  della,  que  hallándo- 
se el  Cardenal  con  las  dificultades  que  he  dicho,  en  el  sitio 
del  fuerte  del  Schenque,  le  inclinaron  tanto  á  estotro,  que 
se  resolvió  en  dejar  aquello  por  emprenderlo,  y  á  los  29  de 
abril  me  dio  cuenta  dello.  Y  representándoseme  los  daños 
é  inconvenientes  de  la  mudanza  y  los  fines  é  intenciones 
que  podían  tener  en  procurar  los  autores  deste  consejo,  dije 
al  Cardenal  que  era  negocio  para  pensarlo  antes  de  darle 
parescer  en  él ,  y  otro  día  le  hablé  y  le  dije  todas  las  ra- 
zones que  V.  A.  verá  en  el  papel  que  va  con  esta  ,  sin  otras 
muchas  mas  particulares  tocantes  á  diferentes  personas, 
que  no  son  para  carta.  Y  aunque  el  Cardenal  reparó  algo 
en  ello,  todavía,  dando  mas  crédito  álos  autores  desta  nue- 
va empresa  que  á  mí,  y  hallándose  embarazado  con  la  del 
fuerte  de  Schenque,  perseveró  en  su  resolución  y  me  man- 
dó hiciese  las  órdenes  para  ponerla  en  ejecución.  Y  sintien- 
do yo  mucho  los  daños  que  en  ello  se  me  representaban, 


557 

y  viendo  que  no  bastaban  los  oficios  que  babia  bocho  con 
el  Cardenal  para  persuadirle  perseverase  en  lo  comenzado, 
y  no  intentase  lo  que  tenia  mayores  dificultades  y  era  tan 
diferente  de  lo  que  V.  A.  babia  acordado,  dije  las  mismas 
razones.al  secretario  Mancieidor;  y  diciéndome  que  él  no  era 
parte  para  remediarlo,  envié  á  llamar  á  iMoreansarl  y  bice 
el  mismo  oficio  con  él,  primero  á  solas  y  después  en  pre- 
sencia de  los  coroneles  Stanley  y  la  Bourlote,  y  el  capitán 
Martin  López  de  Ayvar:  y  iMoreansart,  como  autor  de  la 
empresa,  la  defendió  siempre  con  mucha  pertinacia  ,  de 
manera  que  no  solo  no  mudó  parescer ;  pero  antes  hizo  ma- 
yores diligencias  para  que  el  Cardenal  perseverase  en  la 
resolución  que  babia  tomado,  y  me  mandó  hiciese  las  ór- 
denes para  ponerlo  en  ejecución,  enviándome  un  papel  de 
mano  de  Moreansart,  de  lo  que  qucria  que  se  hiciese  en  to- 
do, y  yo  las  hice  en  la  forma  que  V.  A.  verá  por  h  copia 
dellas  que  ansimismo  envío.  Y  la  gente  partió  del  campo  á 
los  2  de  mayo;  y  paresciéndole  al  Cardenal  que  todo  se 
encaminaria  bien  con  la  presencia  de  Moreansart,  le  man- 
dó ir  con  ella,  y  al  conde  Juan  Jacobo  para  que  le  trújese 
las  nuevas  del  buen  suceso,  teniéndole  por  tan  seguro  co- 
mo Moreansart  le  babia  dicho,  como  si  no  pudiera  esperar 
otra  cosa ;  y  llegada  que  fué  dcL  campo  á  Genepp  con  los 
coroneles  Stanley  y  la  Burlóte  para  juntarse  con  la  que  allí 
tenia  el  maestre  de  campo  Gaspar  Zapena,  aunque  del 
campo  hablan  partido  antes  de  lo  que  se  les  habia  ordena- 
do por  ganar  algún  tiempo,  llegaron  los  coroneles  Stanley 
y  la  Bourlote  diez  horas  mas  tarde  que  los  españoles  á  Wa- 
tembouras,  que  era  el  puesto  en  que  habían  de  embarcar- 
se; y  teniendo  menos  recaudo  de  barcas  en  la  Mossa,  del 
que  Moreansart  habia  prometido  y  asegurado,  y  tardan- 


558 

dose  después  en  desalojar  las  navios  del  enemigo  que  es- 
taban en  la  Mossa,  por  donde  nuestras  barcas  habían  de 
pasar  á  la  misericordia  del  artillería  y  mosquetería  del 
fuerte  de  Boren ,  por  donde  los  coroneles  Stanley  y  la  Bour- 
lote  habían  de  pasar  con  sus  tropas  para  tomar  los  puestos, 
el  uno  en  la  isla  de  Boren  lo  mas  cerca  del  fuerte  que  pu- 
diese junto  á  Tiel,  y  el  otro  en  la  Betua  junto  cá  Emertowa- 
rich,  y  parescíéndoles  á  todos  que  esto  no  podía  ejecutarse 
por  haber  llegado  tarde  y  estar  el  enemigo  prevenido,  avi- 
saron al  Cardenal  dello,  y  esperando  la  orden  de  lo  que 
harían,  el  Cardenal  me  dio  cuenta  de  lo  que  pasaba,  y  yo 
le  dije  que  seria  bien  dalla  á  todos  los  cabos  del  ejército.  Y 
habiéndolos  mandado  juntar  para  esle  efecto  en  Griethusen 
donde  el  Cardenal  alojaba,  á  todos  parescíó  que,  si  la  em- 
presa sucediera  como  se  había  prosupuesto,  fuera  muy  im- 
portante negocio;  pero  que  habiendo  fallado  lo  principal, 
pues  no  se  podían  tomar  los  pucslos  de  Boren  y  la  Belua, 
era  bien  que  toda  la  gente  que  habia  salido  del  campo  se 
retírase  á  él,  y  la  que  había  salido  de  Genepp  se  volviese 
á  su  puesto.  Y  con  este  acuerdo  se  disolvió  la  junta,  y  yo 
envié  las  órdenes  para  que  la  gente  se  volviese  á  sus  pues- 
tos; y  por  otra  parte,  á  lo  que  sospecho,  con  consejo  de  solo 
el  maestre  de  campo  Joan  de  Tejada ,  el  Cardenal  escribió 
á  Moreansart  (antes  ó  después  desta  junta,  que  esto  no  he 
podido  verificar  bien  cuándo  fué)  que  en  caso  que  no  se 
pudiesen  tomar  los  puestos  de  Boren  y  la  Betua ,  se  tomase 
el  de  la  isla  de  Bommel  que  habia  de  ocupar  el  maestre  de 
campo  Zapena  con  su  tropa. 

Y  habiéndose  hecho  otra  junta  por  orden  del  Cardenal 
en  mi  alojamiento ,  para  lo  que  se  haría  en  la  empresa  del 
fuerte  de  Schenque  que  teníamos  entre  manos,  ó  el  expe- 


559 

diente  que  se  podia  tomar  para  emplear  el  ejército  en  caso 
que  no  tuviésemos  las  cosas  necesarias  para  pasar  adelan- 
te con  ella,  paresció  allí  una  carta  del  secretario  Morean- 
sart  en  respuesta  de  otra  del  Cardenal,  en  que  decia,  que, 
sin  embargo  de  las  órdenes  que  liabia  para  ocupar  los  tres 
puestos  de  Bommel ,  Boren  y  la  Betua ,  en  caso  que  los 
dos  no  pudiesen  ocuparse,  se  ocupará  el  tercero  de  la 
isla  de  Bommel  como  el  Cardenal  lo  mandaba  por  su  car- 
ta; y  siendo  esto  tan  contrario  de  lo  que  en  la  junta  se 
había  acordado,  y  de  lo  que  páresela  que  se  debia  de 
hacer  para  el  buen  enderezo  de  las  cosas,  yo  pregunté 
al  secretario  cómo  y  cuiíndo  se  habia  dado  aquella  orden, 
porque  yo  no  tenia  noticia  della ;  y  preguntados  ios  demás 
decían  lo  mismo.  Y  el  secretario  Mancicidor  me  respondió, 
que  deseando  el  Cardenal  que  se  biciese  algo  antes  de  sa- 
ber si  se  habia  ejecutado  lo  que  se  iba  á  hacer  en  todos 
tres  puestos  ,  el  Cardenal  escribió  aquello.  Y  el  maestre  de 
campo  Joan  de  Tejeda  añadió  á  esto,  que  habiendo  tenido 
el  Cardenal  ciertos  avisos  á  tiempo  que  no  pudo  darme  á 
mí  ni  á  los  demás  parte  dellos ,  habia  lomado  aquella  re- 
solución de  su  propio  molu;  á  que  yo  le  dije  que  me  ma- 
ravillaba delio,  porque  entendía ,  que  aunque  todos  los 
que  allí  nos  hallábamos,  eramos  de  parescer  que  tomándo- 
se los  tres  puestos  como  se  habia  ordenado ,  y  asegurando 
los  coroneles  Stanley  y  de  la  Bourlote  y  secretario  Morcan- 
sart  que  se  haría ,  que  era  bien  intentar  la  guerra  por  aquel 
camino,  resuelto  el  Cardenal  de  dejar  el  del  Rheno  que  yo  y 
otros  teníamos  por  mas  á  propósito,  no  creía  que  ninguno 
diera  parescer  á  su  Alteza,  que  se  contentase  con  el  puesto 
de  la  isla  de  Bommel  saltando  los  de  Boren  y  la  Betua 
que  eran  los  que  hacían  el  caso.  Y  aunque  allí  paresció  á 


5G0 

todos  que  la  gente  se  retirase,  como  estaba  acordado;  con 
la  orden  que  Moreansart  tuvo  del  Cardenal  para  meter  la 
genle  en  la  isla  de  Bommel  ,  se  hizo  sin  ninguna  dificul- 
tad ni  resistencia.  Y  escribiendo  el  dicho  secretario  Mo- 
reansart al  Cardenal  que  nuestra  genle  estaba  en  la  isla  y 
que  la  villa  de  Bommel  era  una  plaza  muy  flaca,  y  que  se 
podia  tomar  con  mucha  facilidad,  y  que  por  allí  se  tendría 
el  paso  cierto  y  seguro  sobre  la  Wael  (1)  para  entrar  en  la 
Betua,  el  Cardenal  se  resolvió  de  acudir  con  todo  el  ejército 
á  ello,  y  de  dejar  el  camino  del  Rheno  que  estaba  ya  tan 
abierto  y  asegurado  para  nuestro  ejército  con  el  fuerte  de 
Rees  que  yo  edifiqué ,  y  con  la  villa  y  fuerte  de  Rhinber- 
gue  que  se  ganó  del  enemigo,  y  la  villa,  fuerte  y  puente 
de  Rees  que  yo  habia  ocupado  y  hecho,  y  con  la  villa  de 
Emericque  que  está  sobre  el  mismo  Rheno  en  la  frontera  del 
enemigo,  que  yo  habia  recuperado,  y  con  la  villa  y  castillo 
de  Dothecum  y  Schulembourg  sobre  la  ribera  de  la  Issel 
vieja  que  va  á  juntarse  con  la  Issel  nueva  junto  á  Duis- 
bourg  que  yo  habia  tomado  del  enemigo,  y  la  de  Anholt 
que  está  sobre  la  misma  ribera  que  yo  habia  ocupado  por 
trato.  Y  por  acudir  á  todo  con  mas  genle  y  menos  cuidado, 
ó  por  deshacer  lo  que  yo  habia  hecho  el  año  pasado,  se 
resolvió  el  Cardenal  hacer  donación  al  conde  Federico  de 
Berghes,  en  cierta  forma,  de  Dothecum  y  Schulembourg, 
para  que  hiciese  neutral  aquella  villa  y  castillo,  y  sacó  el 
gobernador  y  guarnición  de  españoles  y  alemanes  que  yo 
tenia  en  ambas  plazas,  y  metió  en  ellas  quinientos  alema- 
nes del  regimiento  del  conde  Federico,  y  quitó  la  caballe- 
ría é  infantería  que  estaba  de  presidio  en  Anholt  y  Eme- 

(í)  El  rio  Fahal  ó  fVahal. 


561 

ricque,  siendo  dos  puestos  muy  iniporlantes  para  hacer  la 
guerra  por  aquel  cabo  al  enemigo;  y  mandó  que  se  des- 
mantelase el  fuerte  de  ()rsoy,  aunque  esto  no  se  ha  hecho 
por  haberse  ainolinado  Rhinberg  y  el  fuerte  de  su  isla  seis 
ú  ocho  días  después  de  llegado  el  Cardenal  al  campo,  por 
haberles  faltado  el  sustento  que  yo  les  daba  mientras  estaba 
á  mi  disposición  el  dinero,  sin  haberlo  querido  remediar, 
advirliéndolo  yo  al  Cardenal,  por  decirle  los  que  andan 
cerca  del,  que  era  curiosidad  y  encarescimiento  mió  y  no 
necesidad,  que  se  pedia  temer  causaría  lo  que  sucedió 
después.  Y  también  sacó  las  guarniciones  de  infantería  y 
caballería  que  tenia  puestas  destotra  parle  del  Rheno  en 
Gult,  Calcar  y  Goch,  para  trabar  el  comercio  y  comunica- 
ción de  la  Mossa  con  el  Rheno,  ansí  para  quitar  el  paso  al 
enemigo,  como  para  valemos  de  las  comodidades  y  vi- 
tuallas de  las  dos  riberas  ;  y  solo  ha  dejado  guarnición 
en  Rees  y  en  el  fuerte  que  yo  hice  en  frente  della,  para 
guardar  la  ribera  del  Rheno  y  el  puente  que  allí  se  hizo,  y 
en  Genepp,  que  es  cerca  de  la  Mossa,  aunque  no  tanto 
que  dende  la  villa  se  pueda  guardar  la  ribera.  Y  hecho 
esto,  partió  deEmericq  tan  arrebatadamente  que  no  hubo 
tiempo  para  retirar  el  puente  de  Rees,  que  se  había  baja- 
do á  aquella  villa,  ni  la  artillería,  municiones,  navios  de 
guerra,  chalupas,  barcas  y  pontones  que  se  iban  juntando 
para  la  empresa  del  fuerte  del  Schenque,  donde  el  enemigo 
habia  aflojado  tanto,  sabiendo  que  nuestra  gente  estaba  en 
la  isla  de  Bommel ,  que  es  cosa  sin  duda  que  si  el  Cardenal 
diera  lugar  para  ello,  se  pudiera  echar  gente  en  la  isla  del 
fuerte  de  Schenque,  y  que  tomado  pié  en  ella,  en  menos 
de  tres  semanas  se  ganara  el  fuerte  con  la  pala  y  zapa  y 
las  galerías  que  estaban  prevenidas  para  pasar  el  foso  y 
[ionernos  en  el  remparo  (sicj  por  dos  parles,  y  con  unas 
Tomo  XLI.  o6 


5G2 

máquinas  como  las  de  la  estacada  de  Ambéres  que  maestre 
Miguel  estaba  haciendo ,  con  que  afirmaba  se  haría  tanto 
daño  en  el  fuerte,  que  se  podría  detener  poco.  Y  pasando 
el  Cardenal  por  esto,  y  dejando  todo  lo  que  he  dicho  que  es- 
taba en  Emericque  á  beneficio  de  natura,  de  manera  que 
si  el  enemigo  quisiera,  con  muy  poca  gente  lo  pudiera  que- 
mar todo,  mandó  que  se  adelantase  el  conde  Federico  de 
Berghes  con  una  tropa  de  infantería  y  caballería,  y  fuese 
á  juntarse  con  nuestra  gente,  que  estaba  en  la  isla  de  Bom- 
mel,  y  sitiase  el  fuerte  de  Crevecuer  como  lo  hizo,  apre- 
tándole de  manera,  que  se  rindió  á  los  trece  de  mayo; 
y  siguiéndole  el  Cardenal,  levantó  el  sitio  de  el  fuerte  de 
Schcnque  ,  y  fué  á  alojar  á  Genepp ,  donde  se  había  hecho 
un  puente  de  barcas  cargadas  de  feno,  que  se  habían  traído 
para  la  provisión  del  ejército,  que  fué  una  cosa  nueva  y 
por  donde  pudo  pasar  muy  bien  toda  la  infantería ,  caba- 
llería y  bagaje;  y  la  artillería  que  llevábamos  que  era  poca 
pasó  en  los  pontones,  y  de  la  que  don  Luis  de  Velasco  ha- 
bía traído  de  Anamur,  que  había  venido  hasta  Grave  por  el 
agua,  pasó  alguna  hasta  Genepp  y  se  desembarcó  en  el  mis- 
mo puesto;  y  otro  día  vino  el  Cardenal  á  alojar  una  legua 
mas  adelante  de  Genepp  con  todo  el  ejército,  y  el  siguiente 
llegó  á  Bolduq  y  el  ejército  alojó  en  unos  villajes  cerca  de 
Ja  villa;  y  otro  día  fué  el  ejército  á  juntarse  con  toda  la  de- 
más gente  que  el  conde  Federico  había  llevado  de  vanguar- 
dia, para  dar  calor  á  la  nuestra  que  estaba  en  la  isla  de 
Bommel ,  y  nos  alojamos  en  un  casar  que  llaman  Bocoven. 
Y  otro  día  vino  allí  el  Cardenal  á  dar  prisa  al  paso  de  la 
gente  en  que  no  se  caminaba  tanto  como  se  deseaba  y  con- 
venia ,  y  vio  el  Cardenal  por  vista  de  ojos  que,  habiéndole 
afirmado  Moreansart  que  había  mucha  cuantidad  de  barcas 
y  pontones  para  pasar  á  la  isla  ,  no  se  hadaron  mas  que  sie- 


565 

le  tan  pequeños ,  que  no  cabia  en  cada  uno  mas  que  un 
carro ;  y  allí  hizo  una  junta  de  los  cabos  del  ejército  en  que 
se  ordenó  que  el  conde  Federico  pasase  la  Mossa  con  el 
tercio  de  don  Carlos  Coloma ,  y  el  resto  de  los  italianos  y 
del  regimiento  de  Achicourt ,  y  que  juntándose  con  toda  la 
gente  que  tenían  en  la  isla  el  maestre  de  Campo  Zapena  y 
los  coroneles  Stanley  y  la  Bourlote,  y  con  la  artillería  y  ca- 
ballería que  allí  tenia,  y  con  otras  cuatro  compañías  mas 
de  caballos,  fuesen  á  ocupar  los  puestos  de  los  diques  de  la 
villa  de  Bommel  que  están  á  la  una  parte  y  á  la  otra  de  la 
plaza,  el  cual  pasó  luego,  y  por  ser  tarde  alojó  con  toda 
la  gente  aquella  noche  en  el  casar. 

Y  juntando  el  conde  Federico  los  cabos  del  ejército,  para 
tratar  cómo  se  ejecutaría  lo  que  se  habia  de  hacer  otro  día , 
fueron  todos  de  parescer,  que  habida  consideración  á  las 
fuerzas  que  el  enemigo  tenia  juntas  y  á  la  grande  distancia 
que  habia  del  un  dique  al  otro,  de  manera  que  la  gente  que 
se  pusiese  en  el  un  puesto  no  podía  darse  la  mano  con  la  del 
otro,  y  que  era  necesario  estar  en  cada  uno  tan  fuerte  que 
se  pudiese  pelear  con  todas  las  fuerzas  del  enemigo,  y  ansí 
mismo  por  entender  que  el  enemigo  tenia  ocupado  el  dique 
de  la  mano  izquierda  y  fortificado  con  reductos,  trincheras 
y  estacadas,  de  manera  que  era  menester  tanta  gente  y  ar- 
tillería para  ocupar  aquel  puesto ,  como  para  lomar  puesto 
en  el  remparo  de  la  villa ,  no  teniendo  gente  ni  artillería 
para  hacer  lo  uno  y  lo  otro,  y  mucha  falta  de  palas  y  za- 
pas y  municiones  de  guerra  para  pelear ,  se  resolvieron  de 
ocupar  el  día  siguiente  el  dique  de  la  mano  derecha,  y  lo 
hicieron  peleando  con  el  enemigo ,  y  alojaron  la  gente  lo 
mejor  que  se  pudo.  Y  dando  aviso  dello  el  conde  Fede- 
rico al  Cardenal  y  á  mí,  otro  día  vino  el  Cardenal  de 
Belduque  al  campo,  y  mandó  que  me  diese  toda  la  prisa 


564 

posible  á  pasar  con  el  resto  del  ejércilo ,  para  que  se 
ocupase  esotro  puesto  del  dique  de  la  mano  izquierda.  Y 
visto  que  para  pasar  todo  el  bagaje  era  menester  mucho 
tiempo,  y  que  en  un  dia  que  ocupé  en  esto,  se  habia  pa- 
sado poco  por  la  falta  de  los  pontones  y  de  los  marine- 
ros, me  resolví  de  pasar  con  cinco  compañías  de  caba- 
llos á  los  quince  de  mayo ;  y  otro  dia  junté  los  cabos  del 
ejército  para  entender  el  estado  de  las  cosas  y  lo  que  se 
podria  hacer  para  pasar  adelante  con  la  empresa,  y  to- 
dos, nemine  discrepante,  fueron  de  parescer  que  no  se  podria 
ocupar  esolro  dique,  hasta  que  pasase  la  retaguardia  del 
ejércilo  y  se  juntase  todo;  y  entretanto  se  pasó  adelante 
con  la  trinchera  que  se  abria  por  el  dique,  y  se  comenzó  á 
hacer  un  trincheron  grande  dende  el  cuartel  de  los  italia- 
nos hasta  el  dique,  para  que  la  gente  pasase  cubierta  al  so- 
corro de  la  trinchera;  y  se  hizo  una  buena  espalda  cerca 
dcsle  trincheron,  para  plantar  cuatro  piezas  con  que  se  har- 
ria la  campaña  y  se  batia  la  puerta  de  la  villa  que  sale  al 
dique.  Y  por  estar  la  trinchera  tan  adelante  que  con  difi- 
cultad podia  ser  socorrida,  haciendo  el  enemigo  surtidas, 
se  ordenó  se  hiciesen  á  la  una  parte  y  á  la  otra  del  dique 
reductos  y  medias  lunas  con  que  reforzarla,  y  tener  gente 
de  socorro  para  la  trinchera.  Y  desto  di  aviso  al  Cardenal 
I)ara  que  mandase  dar  prisa  al  puente  para  el  pasaje  del 
resto  del  ejércilo  que  nos  hacia  falta,  y  para  el  tránsito 
de  las  vituallas  y  municiones  de  los  víveres,  de  que  habia 
tanta  penuria,  que  habia  tres  dias  que  no  se  daba  pan  de 
munición  á  los  soldados,  y  los  vivanderos  del  campo  y 
de  Bolduque  dejaban  de  acudir  por  la  dificultad  del  pasaje. 
A  los  17  de  mayo,  estando  yo  en  las  trincheras  ,  me 
enviaron  á  decir  de  la  cabeza  dellas  el  maestre  de  campo 
D.  Alfonso  Dávalos  y  el  coronel  de  la  Bourlote,  que  el  ene- 


565 

migo  habia  hecho  un  trincheron  ,  y  tenia  gente  en  él  con 
que  les  estorbaba  el  trabajo,  y  les  hacia  daño  en  la  gente 
que  se  ocupaba  en  él ,  y  que  ellos  tenían  concertado  de  ga- 
narle, si  yo  les  daba  licencia  para  ejecutarlo,  no  para  sus- 
tentarle; porque  estaba  en  parte  que  de  dia  no  podia  haber 
gente  nuestra  en  él ,  sino  para  que  de  noche  no  la  hubiese 
allí  del  enemigo ,  y  les  estorbase  el  trabajo  como  se  ha  di- 
cho ;  y  yo  les  envié  á  decir ,  que  si  se  podia  hacer  sin  aven- 
turar mucha  gente,  ni  desasosegar  al  enemigo,  de  manera 
que  no  estorbase  nuestro  trabajo,  lo  hiciesen  y  no  de  otra 
suerte ;  porque  yo  tenia  por  cosa  de  menos  inconveniente 
que  el  enemigo  tuviese  aquel  puesto,  que  levantar  nosotros 
de  todo  punto- la  mano  del  trabajo  que  se  iba  haciendo  en 
el  nuestro,  para  avanzarnos  y  ir  ganando  tierra  al  enemigo. 
Y  entre  las  once  y  las  doce  de  la  noche  lo  intentaron,  y  no 
guardando  en  la  ejecución  con  puntualidad  la  orden  que  se 
les  habia  dado ,  que  era  que  arremetiesen  treinta  soldados 
españoles ,  italianos  y  walones  al  trincheron,  y  procurar 
echar  del  al  enemigo,  y  alojarse  en  él  para  que  nuestra 
gente  pudiese  trabajar  hasta  el  dia,  y  que  estuviesen  otros 
trescientos  soldados  de  socorro  para  darles  calor  si  el  ene- 
migo los  cargase  con  mucha  fuerza,  no  la  guardaron,  an- 
tes arremetieron  todos  juntos  los  que  hablan  de  hacer  el 
efecto  y  los  que  hablan  de  acudir  al  socorro,  y  se  embara- 
zaron unos  á  otros  de  manera ,  que  aunque  echaron  al  ene- 
migo del  trincheron,  con  la  confusión  se  hicieron  algún 
daño  los  nuestros  entre  sí  mismos,  y  salió  herido  don  Alfon- 
so Dávalos  de  un  mosquetazo  que  le  pasó  por  la  hijada  de- 
recha, aunque  fué  por  parte  que  no  le  tocó  en  lo  hueco;  y 
con  esto  se  dio  en  el  inconveniente  que  yo  temia;  porque 
toda  la  noche  estuvimos  en  arma  y  no  se  pudo  trabajar  na- 
da de  la  una  parte  ni  de  la  otra. 


566 

A  los  19  de  mayo  ú  medio  dia  hizo  el  enemigo  una  sur- 
tida á  nuestras  trincheras  con  gran  golpe  de  infantería  y 
alguna  caballería,  en  que  paresció  habría  mas  de  seis  mili 
hombres;  y  habiéndose  escaramuzado  mas  de  una  hora  en 
difercnles  partes,  se  peleó  en  todas  bien  y  nos  mataron  obra 
de  15  ó  20  soldados  españoles  y  de  naciones,  y  entre  ellos 
al  capitán  Juan  Ruiz  de  Movellan  que  murió  dentro  de  tres 
ó  cuatro  dias;  y  nosotros  matamos  el  coronel  de  los  escoce- 
ses y  obra  de  cincuenta  enemigos  que  quedaron  muertos 
en  la  plaza,  y  se  hirieron  otros  sesenta  ó  mas,  de  que  dicen 
han  muerto  muchos  en  la  villa. 

A  los  22  de  mayo  hizo  el  enemigo  otra  surtida  al  ama- 
nescer,  con  gran  golpe  de  infantería  y  caballería,  estando  el 
coronel  monsieur  de  Achicourt  de  vanguardia  en  la  cabeza 
de  la  trinchera  ;  y  peleando  los  nuestros  bien ,  hiciei'on  re- 
tirar al  enemigo  con  mucha  mas  pérdida  suya  que  nuestra; 
porque  todos  los  muertos  de  nuestros  soldados  fueron  diez 
ó  doce,  y  los  heridos  no  llegaron  á  treinta,  aunque  entre 
ellos  fué  herido  el  coronel  monsieur  de  Achicourt  de  un  ar- 
cabuzazo  en  un  muslo,  y  otro  capitán  walon  del  regimien- 
to de  la  Bourlote,  y  el  capitán  Aldana  en  la  cabeza:  que  por 
haberse  mezclado  mucho  con  los  enemigos  y  estar  caido,  no 
le  pudieron  retirar,  y  le  llevaron  preso  á  la  villa;  y  de  los 
enemigos  murieron  el  coronel  de  ios  ingleses  y  algunos  ca- 
pitanes y  personas  particulares,  y  otros  muchos  soldados,  y 
fueron  heridos  mas  de  doscientos,  y  dellos  dicen  que  han 
muerto  muchos  en  la  villa.  Y  ansímismo  refieren  algunos 
soldados  que  se  han  venido  á  rendir,  que  en  la  caballería 
del  enemigo  se  hicieron  mucho  daño  los  unos  á  los  otros, 
porque  los  franceses  erraron  el  nombre  que  se  les  habia 
dado  para  !a  salida,  y  pelearon  con  los  suyos  propios  pen- 
sando (|ue  eran  nuestros. 


507 

Después  deslo ,  acabé  el  puente  que  se  hacia  sobre  la 
Mossa ,  y  pasó  la  retaguardia  del  ejército  y  don  Luis  de 
Velasco  con  alguna  artillería  y  municiones ;  y  estando  ya 
el  enemigo  fuerte  en  los  reparos  que  se  habian  hecho  fue- 
ra de  la  villa ,  y  teniendo  todo  su  ejército  junto,  y  no  pu- 
diéndosele quitar  el  socorro,  el  Cardenal  quiso  saber  de 
todos  los  cabos  del  ejército  lo  que  convendria  hacer  para 
pasar  adelante  ó  retirarse  del  sitio  desta  villa,  y  para  ello 
vino  en  persona  al  campo;  y  habiendo  platicado  el  negocio 
conmigo  y  con  lodos  los  demás  cabos  del  ejército  que  aquí 
se  hallan,  se  resolvió  en  pedirles  á  todos  parescer  por  es- 
crito, y  me  llamó  y  meló  dijo,  y  que  me  escribiria  un  bi- 
llete mandándomelo  para  que  yo  pidiese  el  dicho  parescer 
á  todos,  como  V.  A.  verá  por  la  copia  del  mismo  billete; 
y  conforme  á  él  yo  escribí  otros  tales  al  conde  Federico,  á 
don  Luis  de  Velasco,  al  marqués  de  Montenegro,  don  Carlos 
Coloma,  Gaspar  Zapena,  Stanley,  LaBourlote,  Martin 
López  y  á  los  gobernadores  de  La  Cápela,  Rhinbergue  y 
Dothecum ,  que  se  hallaron  aquí  de  las  personas  con  quien 
yo  habia  comunicado  las  cosas  tocantes  á  esta  jornada  des- 
pués que  nos  pusimos  en  eJla,  y  todos  respondieron  que  se- 
gún el  presente  estado  de  las  cosas,  no  se  podia  pasar  con 
la  empresa  adelante  sin  esperar  las  reclutas  y  los  regimien- 
tos del  conde  de  Embolem  y  del  Malgrave  de  Ambéres,  y 
sin  proveer  cuantidad  de  palas,  y  zapas  y  artillería  y  muni- 
ciones de  guerra ;  y  que  presupuesto  que  no  se  podia  qui- 
tar el  socorro  á  la  villa,  y  que  el  enemigo  tenia  todo  su 
campo  junto  para  defenderla ,  en  que  habia  tanta  infante- 
ría como  en  el  nuestro  y  mas  caballería  ,  y  que  tenia  fuera 
de  la  villa  hechas  tan  grandes  fortificaciones  que  seria  me- 
nester mas  tiempo  y  genle  para  ganárselas  que  la  misma 
plaza ,  y  que  cuando  todas  nuestras  fuerzas  y  las  municio- 


nes  de  víveres  y  de  guerra  estuviesen  juntas ,  seria  me- 
nester mas  de  dos  meses  para  tomar  esta  plaza,  los  mas 
fueron  de  parescer  que  se  levantase  el  sitio  della  y  se  hi- 
ciese un  fuerte  á  la  cabeza  desta  isla,  en  una  angostura  que 
hacen  en  ella  las  riberas  de  la  Waell  y  de  la  Mossa ,  tan 
estrecha  que  no  hay  mas  de  cuatrocientos  y  tantos  pa- 
sos de  la  una  agua  á  la  otra;  porque  con  esto  se  tendria  lo 
mismo  que  con  la  villa  de  Bommel ,  y  se  haría  mas  presto 
que  la  conquista  de  la  villa  y  á  menos  costa  de  gente. 

Y  enviados  todos  los  dichos  once  paresceres  y  el  mió, 
el  Cardenal  nos  envió  un  escrito  con  el  secretario  Mancici- 
dor ,  de  que  envío  copia  á  V.  A. ,  á  que  respondimos  lo  que 
V.  A.  verá  ansioiismo  por  la  copia  de  nuestra  respuesta. 

Y  habiéndose  el  Cardenal  resuelto  en  lo  que  en  ello  habia 
de  hacer,  me  mandó  ir  á  Belduque  para  declararlo  en  pre- 
sencia de  los  cabos  que  allí  se  pudiesen  juntar ;  y  yo  fui  á 
los  29  de  mayo  á  Belduque  á  la  hora  que  el  Cardenal  me 
mandó;  y  habiéndole  hablado  y  dádole  cuenta  del  estado  de 
las  cosas,  me  dijo  que,  por  lo  que  él  habia  podido  entender 
y  yo  le  decia  y  colegía  de  los  pareceres  de  lodos,  se  resol- 
vía en  que  el  ejército  se  retirase  y  fuese  á  tomar  el  puesto 
conveniente  para  hacer  el  fuerte,  y  que  aunque  cuando  me 
llamó,  habia  pensado  juntarnos  para  ello,  después  le  habia 
parescido  que  no  era  necesario;  y  con  esta  determinación 
y  orden  me  partí  del  y  me  vine  al  ejército,  y  tras  de  mí 
llegó  orden  para  que  lo  suspendiese  hasta  otra  orden  suya. 

Y  otro  dia  vino  el  Cardenal  al  cuartel  de  la  artillería,  y  hizo 
allí  otra  junta  en  que  se  resolvió  lo  mismo  cerca  de  retirar 
el  ejército  y  levantar  el  fuerte  en  el  sitio  que  he  dicho,  y 
me  ordenó  que  lo  ejecutase  luego;  y  poco  después  de  par- 
tido el  Cardenal  vino  otra  orden  para  suspenderlo,  y  envió 
al  conde  Paccioto  para  que  juntamente  conmigo  y  con  el 


569 

conde  Federico,  que  habíamos  acordado  de  ir  á  reconoscer 
mas  parlicularmeute  los  puestos  del  fuerte  y  de  los  cuarte- 
les que  se  habían  señalado  del  ejército ,  el  dicho  conde  de 
Paccíoto  los  rcconoscíese  y  llevase  relación  de  todo  al  Car- 
denal. Y  aunque  íi  lodos  nos  paresció  el  sitio  del  fuerte 
muy  bueno  respecto  de  la  comniodidad  de  las  dos  riberas, 
paresciéndonos  tan  bnjo  para  la  inundación,  y  falto  de  tierra 
para  la  fábrica  del  fuerte,  y  muy  subjeto  á  un  dique  que 
hay  de  esotra  banda  de  la  Valí,  muy  alto,  que  el  enemigo 
tiene  ocupado  y  armado  con  mucha  artillería  que  jugando 
no  dejaría  trabajar  los  nuestros  en  la  fábrica  del  fuerte, 
para  ver  sí  esto  podía  tener  algún  remedio,  nos  pares- 
ció  no  enviar  al  conde  Paccioto  aquel  día  á  Bolduque,  y 
juntar  al  siguiente  á  todos  los  maestres  de  campo  y  coro- 
neles y  llevarlos  conmigo  al  mismo  puesto  y  sobre  la  misma 
obra,  y  platicar  y  vinlílar  las  diCcullades,  y  enviar  al  Car- 
denal la  resolución  dellas.  Esto  se  hizo  al  día  siguiente  á  las 
seis  de  la  mañana,  que  fué  el  postrero  de  mayo,  y  después 
envié  al  conde  Paccioto  para  que  como  hombre  platico  y 
que  se  habia  hallado  presente  á  todo,  hiciese  relación  al  Car- 
denal dello.  Y  aunque  me  habia  enviado  trden  para  que 
retirase  el  ejército  sin  esperar  otra  ninguna  cosa ,  á  las  nue- 
ve de  la  noche  el  mismo  día  me  envió  al  capitán  Alonso 
Sánchez  de  Víllarreal,  entretenido  cerca  de  su  persona,  con 
un  billete  del  secretario  Mancicidor,  en  que  me  decia  que  sin 
embargo  de  todas  las  órdenes  que  me  había  dado,  suspen- 
diese la  retirada  del  ejército  por  dos  días,  y  envíase  quinien- 
tos hombres  á  hacer  faginas,  y  que  del  puente  vendrían 
otros  quinientos  para  lo  mismo,  y  yo  ejecuté  lo  que  se 
mandó. 

En  este  estado  nos  hallamos,  y  el  ejercito  tan  descon- 
tento de  la  necesidad  que  se  pasa  (que  es  grande)  y  del 


570 

daño  que  la  artillería  del  enemigo  hace  en  los  cuarteles, 
perdiéndose  cada  dia  tanta  gente  sin  pelear  ni  hacer  nin- 
gún servicio,  y  destas  mudanzas  de  las  órdenes,  y  de  estar 
persuadidos  que  el  Cardenal,  por  la  gloria  de  tomar  alguna 
tierra  por  poco  que  importe  ,  no  se  le  da  nada  de  perder  el 
ejército  pudiendo  excusarlo,  que  temo  algún  gran  desastre; 
y  no  sé  si  los  que  guian  estas  cosas  desean  mas  esto  que 
los  buenos  sucesos  por  otros  fines  que  V.  A.  habrá  enten- 
dido por  los  avisos  de  Inglaterra  y  de  otras  partes,  de  que 
he  avisado  al  Cardenal,  y  suplicádole  que  mire  en  ello;  pero 
véole  tan  sospechoso  de  mi  intención  y  tan  poco  movido  con 
esto,  importando  tanto,  que  siento  harto  ver  las  cosas  en 
estado  que  no  las  hallo  ningún  remedio  sino  la  breve  veni- 
da de  V.  A,  ,  porque  acá  están  los  naturales  y  extranjeros 
tan  incrédulos  della,  como  los  discípulos  en  la  resurrección 
de  Cristo  antes  que  la  viesen ;  y  cada  uno  procura  en  este 
tiempo,  por  el  camino  que  puede,  malo  ó  bueno,  mejorar 
su  negocio,  para  en  caso  que  V.  A.  se  tarde  en  venir,  ó 
no  haya  de  volver  como  lo  piensan  y  publican  muchos  (1),  y 
otros  ponen  grande  fuerza  en  arruinar  y  deshacer  este  ejér- 
cito, sabiendo  que  es  el  freno  que  V.  A.  tiene  para  todos,  y 
de  acabar  los  que  le  sirven  con  fidelidad,  con  amor  y  con 
cuidado:  y  esto  llega  á  términos  que  certifico  á  V.  A.  que 
se  padesce  de  manera  en  el  gusto  ,  en  la  persona,  en  la 
reputación  y  en  la  hacienda  por  sustentar  y  defender  su 
causa,  que  no  sé  si  han  de  bastar  mis  pocas  fuerzas  para 
lo  que  deseo  conservar,  conforme  al  estado  de  las  cosas  y  á 
la  prisa  que  se  dan  ea  acabarle  antes  que  V.  A.  vuelva. 
Y  cierto  se  maravillaría  V.  A.  si  supiese  en  particular  las 

(1)  Estas  palabras  del  Almirante  produjeron  su  efecto,  pues 
el  20  de  junio  vemos  eu  Genova  al  Archiduque,  de  vuelta  á  sus 
Estados  de  Fiándes. 


571 

personas  y  por  los  medios  lan  extraños  que  procuran  revol- 
verme con  el  Cardenal  y  con  todo  el  inundo,  y  apretarme 
para  que  alce  la  mano  del  servicio  del  rey  y  de  V.  A. ,  por 
acabar  ellos  mas  presto  con  lodo.  Y  aunque  lo  gobiernan 
de  manera  que  para  mí  hubiera  sido  de  grande  reputación 
y  commodidad  aparíarmo  deslo,  el  dia  que  se  vio  la 
muestra,  y  se  vi()  de  la  manera  que  estaba  el  ejercito  y 
cómo  tenia  yo  dispuestas  las  cosas  para  emplearle  por  el 
camino  que  V.  A.  me  habia  mandado  que  siguiese,  y  esco- 
gido por  mejor,  como  en  efecto  lo  es  y  el  tiempo  lo  vá  mos- 
trando, no  he  querido  gozar  deste  beneficio  por  no  dejar 
el  campo  franco  á  los  mal  intencionados  para  salir  con  ello, 
por  hacer  ellos  sus  negocios  proprios  con  tanto  daño  de 
los  Estados  y  patrimonio  de  V.  A.,  teniendo  por  menor  in- 
conveniente llevar  yo  parte  de  la  {)ena  de  sus  yerros,  aun- 
que se  hagan  contra  mi  parescer,  como  en  efecto  sucede, 
pues  hallándome  aquí  carga  sobre  mí  gran  parle  de  la  cul- 
pa de  todo  lo  que  se  hace  mal  o  no  sucede  bien ,  hacién- 
dose lo  mas  sin  que  yo  lo  sepa,  y  mucho  de  lo  que  llega  á 
mi  noticia,  contra  mi  parecer,  como  V.  A.  (cuando  pla- 
ciendo á  Dios  vuelva  á  estos  Estados,  como  yo  lo  deseo  y 
espero)  lo  entenderá  por  relaciones  de  personas  desapasio- 
nadas y  por  las  mismas  cosas:  que  los  que  mas  calumnian 
las  miéis  no  pueden  negarlas,  ni  encubrir  la  pasión  con  que 
me  han  hecho  conlradicion  en  ellas. 

No  digo  esto.  Serenísimo  Señor,  á  V.  A.  para  obligar- 
le, porque  no  trato  dello,  ni  paia  darle  cuidado  en  tiempo 
que  es  razón  que  tenga  V.  A.  tanto  gusto  con  la  nueva 
compañía  y  estado,  sino  porque  V.  A,  abrevie  su  venida 
dejando  todo  lo  que  no  fuese  precisamente  necesario  para 
el  sustento  de  lo  de  acá ;  porque  con  sola  la  presencia  y 
persona  de  V.  A.,  y  la  mudanza  de  gobierno  que  tenemos, 


572 

que  todo  se  funda  en  la  verdad  y  prudencia  de  algunos  y 
en  la  intención  de  otros  que  V.  A.  puede  juzgar  quien 
pueden  ser,  y  los  efectos  que  pueden  esperarse  de  su  con- 
sejo, sabiendo  el  lédento  de  cada  uno  y  la  dirección  que 
puede  tener  quien  se  gobierna  por  ellos,  de  los  naturales  y 
extranjeros  que  no  han  rescibido  mercedes,  honras  y  be- 
neficios de  V.  A.  (que  son  harto  pocos)  no  me  espanto 
que  lleven  este  camino.  Pero  maravillóme  mucho  que  hom- 
bres á  quien  V.  A.  ha  hecho  mucha  honra  y  merced,  y  su- 
plido con  su  grandeza,  magnanimidad  y  clemencia  algunos 
defectos  con  que  ellos  mismos  se- hablan  descompuesto  y 
extragado  sus  negocios ,  y  que  saben  que  yo  he  hecho  bue- 
nos oficios  por  ellos,  estén  tan  olvidados  de  lodo,  que  ten- 
gan por  accesorio  el  servicio  de  Dios  y  de  V.  A.  y  bien  de 
este  ejército,  por  dar  lugar  á  sus  pasiones  y  vengarse  de 
quien  les  ha  hecho  mejores  obras ,  que  ellos  á  sí  mismos, 
pues  con  las  suyas  perdieron  la  gracia  de  V.  A.  y  el  lugar 
que  tenian  en  el  ejército,  y  con  la  clemencia  de  V.  A.  y 
los  buenos  terceros  se  remedió  esto  y  mejoraron  su  estado. 
Pero  es  tanta  la  ceguedad  de  muchos  hombres,  que  ni  se 
conoscen  á  sí  mismos,  ni  la  merced  que  V.  A.  les  ha  he- 
cho, paresciéndoles  que  sus  parles  merescen  toda  la  que 
han  rescibido,  y  aun  juzgan  que  es  poca  para  su  ambi- 
ción. Y  si  hiciesen  buen  examen  de  los  servicios  pasados,  y 
diesen  cuenta  de  sus  aprovechamientos,  y  mirasen  atenía- 
mente  la  tibieza  y  poca  asistencia  con  que  sirven,  se  ha- 
llarían bien  confusos.  Nuestro  Señor,  etc.  Del  campo  de 
Bommel  á  5  de  junio  de  1599. 

Escrita  esta,  vino  orden  del  Cardenal  para  retirar  el 
ejército  del  sitio  de  Bommel,  y  el  dia  siguiente  se  hizo  con 
muy  buena  orden,  y  queda  alojado  en  la  misma  isla  junto 
al  puesto  en  que  se  ha  de  hacer  el  fuerte,  si  bien  pienso 


575 

que  no  lia  de  ser  posible  perseverar  aquí,  |X)rque  no  hay 
ninguna  yerba  para  el  sustento  de  los  caballos,  y  la  obra 
del  fuerte  parescc  larga  ,  y  muchos  no  la  tienen  por  tan 
útil  como  el  Cardenal  piensa. 

También  he  entendido  que  el  Cardenal  se  ha  resuelto 
de  sacar  la  guarnición  del  fuerte  de  Orsoy ,  y  temo,  confor- 
me á  la  orden  que  ha  dado  para  desmantelarle,  que  podria 
ocuparlo  el  enemigo  antes  que  se  desmantele ,  de  que  le 
he  advertido  por  mí  y  por  medio  de  otras  personas;  y  sin 
embargo  desto  ,  ha  querido  que  se  ejecute,  y  también  ha 
ordenado  que  salga  la  guarnición  de  Genepp,  con  que 
queda  deshecho  todo  lo  que  yo  habia  trabajado  para  trabar 
la  comunicación  de  la  Mossa  con  el  Rheno.  Plegué  á  Dios 
que  sea  acertado;  y  conforme  á  esto,  temo  que  otro  dia  ha 
de  dejar  á  Rees,  con  que  no  nos  quede  ningún  paso  por 
el  Rheno  estando  Rinbergue  amotinado.  Ciérrase  á  6  de 
junio. 


FIN    DEL    TOMO    CUARENTA    Y    UNO. 


ÍNDICE 

DE  LO  CONTENIDO  EN  ESTE  TOMO. 


Páginas. 

CoQliauacion  de  los  Documentos  relativos  á  los  reinos  de 
xNavarra,  Castilla  y  Aragón  durante  la  segunda  mitad  del 
siglo  XV 5 

Correspondencia  del  doctor  Arias  Montano  con  Felipe  lí,  el 
secretario  Zayas  y  otros  sugetos,  desde  íoQS  hasta  io80.    427 

Cartas  del  Almirante  de  Aragón  D,  Francisco  de  Alendoza 
al  archiduque  Alberto,  relativas  en  su  mayor  parte  á  la 
guerra  de  Flándes,  desde  do96  á  i602 419 


:ytf\AAi    - 


DP  Colección  de  documentos 

3  in^ditof  para  la  histori; 

C65        de  Bspalia 

t.41 


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CARDS  OR  SLtPS  FROM  THIS  POCKET 

UNIVERSmr  OF  TORONJO  UBRARY 


CIRCÚLATE  AS  MONOGRAPH 


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