'é>
:.*/;
L- ^ '-tí^
VÉM:^
ae^
o/v
L^u^i^lo
/- //-
COLECCIÓN
DE DOCUMENTOS INÉDITOS
PARA LA HISTORIA DE ESPAÑA.
-:. '"; ?*^, ny-'l f*^'^ l%r^' *''^'
"^W'/T
ti mmmm m
k^,ü m I ím(;1<íIíí hl AÍIAI
COLECCIOIV
DE
parí
M mmum m mnm
POR
LOS SEÑORES MARQUESES DE PIDAL Y DE MIRAFLORES Y D. MIGUEL SALVA,
Individuos de la Academia de la Historia.
TOMO XLIII
MADRID.
IHPRGNT& DE Ik VIUDA DE CALERO.
Calle de Santa Isabel , núin. -26.
1863.
7JA2.JS'í:
D?
«moJaí?^ -j^^j ^il^oih
JX OiOí
.aiaaAM
CONTINUACIÓN
DE LOS DOCUMENTOS
RELATIVOS
AL ARCHIDUQUE ALBERTO DE AUSTRIA,
desde el aüo 1598 hasta su muerte, acaecida ea 1821.
. o > > > ■ ■ c c. g ° ■
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 25 de agosto de 1606.
El marqués de Spínola.— Necesidad de acudir á éste para conti-
nuar sus empresas.
Bihlioieca Nacionah — Sala de MSS. — / 431, foL 473.
Señor duque : Estando hecho este despacho , se tuvo avi-
so de que venia Baltasar López, enviado del marqués Spí-
nola, y así se ha detenido hasta ver lo que traía, que es
lo que V. S. verá por lo que se escribe á S. M. Mucho hu-
biera importado haber pasado la ribera del Isel, pero no se
debe de haber podido mas; y á la verdad, el tiempo ha si-
do (aun aquí) tal de aguas, que se puede creer todo ló que
dicen de las de por allá , y así no hay sino encomendarlo á
Nuestro Señor. Y lo que importa es que S. M. se sirva de
mandar dar orden en lo que toca á las provisiones; porque
sin eso ni el marqués podría acabar lo que emprende, ni
dejará de perderse todo: así que importa esto sumamente.
Y torno á pedir á V. S. con el encarescimiento que puedo,
que procure que S. M. mande acudir á esto como es nece-
sario; y así no queda otra cosa que dicir, sino que Nues-
tro Señor guarde á V. S. con la salud que deseo. — De Bru-
selas á 25 de agosto, año 1G06. — Alberto. — Con rúbrica.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 29 de agosto de 1606.
Recomienda al marqués de la Laguna.
Biblioteca Nacional.— Sala de if5S.— 7131, foL 475.
Señor duque: Bien pudiera yo excusar de cansar á V. S.
con esta carta, pues la lleva el marqués de Laguna ; pero
por cumplir con él, no he querido dejar de dicir á V. S. que
me deja tan obligado con la voluntad que me ha mostrado
el tiempo que aquí ha estado, en todas las ocasiones que
se han ofrescido, que quisiera tener muchas para poderle
mostrar la satisfacción con que quedo dello. Sé que no ten-
go para que encomendársele á V. S.; pero he querido asi-
gurarle de que holgaré mucho de toda la honra y merced
que S. M. le hiciere, y V. S. le procurare. Dios guarde á
V.S. con la salud que deseo. — De Bruselas á 29 de agosto,
año 1606. — Alberto. — Con rúbrica.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 50 de agosto de 1606.
Funestos resultados que puede producir la falta de provisiones.—
Noticia de hallarse el ejército del marqués de Spínola sobre Rhin-
berg.— Recomienda á don Rodrigo Laso y á don Gerónimo Val-
ter Zapata.
Biblioteca Nacional— Sala de MSS.— I iZi, fol. 477.
Señor duque: Por lo que V. S. verá en la que escribo
á S. M., y le representarla mas particularmente Garlos Stra-
la, entenderá V. S. á qué va este correo, y así no me que-
da que dicir en esta , sino pedir á V. S. con el encaresci-
miento que puedo, tome muy á pechos este negocio , y par-
ticularmente , el procurar que se acomode lo destas provi-
siones, de manera que no hagan falta, pues seria de tan
grande inconveniente como se deja considerar, y mayor de
lo que se puede encarescer; asigurando á V. S. de que de-
más de que hará en ello un servicio muy señalado á S. M.
me hará muchísimo placer en ello.
De nuestro campo no se sabe sino por cartas de parti-
culares, de los 26 deste, que quedaba sobre Rhinberg. Será
Nuestro Señor servido de darnos el suceso que se desea. Y ya
que no se ofrescen otras materias que escribir , he querido
pedir á V. S. tenga por encomendados los particulares de
don Rodrigo Laso, sobre que escribo agora á S. M.: que por
servir don Rodrigo de la manera que lo hace, puede S. M.
tener por muy bien empleada toda la merced que le hiciere,
y yo estimaré en mucho todo el buen oficio que V. S. hi-
ciere por él. También he querido encomendar á V. S. en es-
8
la los negocios de don Gerónimo Valter Zapata, por quien
escribí á V. S. los días pasados en carta de mano ajena. El
haberse puesto don Gerónimo en el estado en que está por
ser hombre de bien, da lugar á que todos podamos hablar
por él, y así asiguro á V. S. de que en ayudarle, hará una
muy buona obra, y para mí grandísimo placer, por la bue-
na voluntad que le tengo, por su bondad y lo bien que sir-
ve. Dios guarde á V. S. con la salud que deseo. — De Bru-
selas á 50 de agosto, ano de 1606. — Alberto. — Conrúbrica,
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de herma,
fecha en Bruselas á oi de agosto de 160^.^. i,, -c .
[■■■ líí!'^ ;.'
Pide con encarecimiento que se le manden provisiones para mejor
rar el estado de las cosas de Flándes , y atender á lo de ade-
lante. ,
p lü'ujooiq u> , oiíiafíi'üii
Biblioteca Nacional.— Sala de MSS.'-IiZiyfoL4*7^.
Señor duque : Esta servirá solo de que este correo no
llegue ahí sin carta mia para V. S., pues que por los despa-
chos que lleva del marqués Spínola verá lodo lo que de
allá se ofresce que dicir. Y yo he pedido á V. S. lodos es-
tos dias lo que agora pudiera , y si todavía es menester lo
hago, que en fin se encamine de parte de V. S. esto de
las provisiones, de manera que se remedie el aprieto en que
nos hallamos, y se asegure lo de adelante, como para todo
conviene. Y porque quedo muy confiado de que lo hará
así V. S., acabo esta con dicir que Dios guarde á V. S. con
la salud que deseo. — De Bruselas último de agosto, año
i 606. — Alberto. — Con rúbrica.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á ii de setiembre de 1606.
Sitio de Rhinberg, cuyo feliz éxito depende de que le envíen
pronto recursos.— Desavenencia entre dos caballeros españo-
les.— La duquesa de Juliers.
Biblioieca Nacional,^ Sala de MSS. — / 151, foL 481.
Señor duque : Con unos despachos que han venido del
campo , en que vienen otros para ahí , lia parescido despa-
char este correo , para que S. M. sepa mas presto el estado
de lo de por allá, y el buen progreso que va teniendo el si-
tio de Rhinberg; y así esperamos que muy presto terna el
íin que se desea , y que será servido Nuestro Señor de dar-
nos otros mas sucesos buenos, lo cual dependerá infali-
blemente de la resolución que S. M. mandare tomar en ma-
teria de provisiones, estando acá en los términos que se ha
avisado antes de agora , y entiendo lo hace el marqués en
este despacho particularmente, y así no me queda que di-
cir, sino pedir á Y. S. con todo el encarescimiento que pue-
do, procure el remedio dello con las veras y brevedad po-
sible, pues que si con ella no viene , es cierto que se han de
ver las cosas de aquí en el mayor aprieto que se hayan vis-
to jamás; y crea V. S, que no es encarescimiento esto, y
que siento mas de lo que sabré encarescerlo, haber de can-
sar cada dia en esta materia; pero ya que Nuestro Señor en-
camina así las cosas, es fuerza hacerlo, y espero que no me
lo lerna á mal V. S. Acá hacemos lo posible entre tanto pa-
ra entretener las cosas; pero es tan flaco el crédito, que se
hace muy poco y caesta grandísimo trabajo: que se daria
iO
por muy bien empleado si luciese, pero dudólo mucho; si el
remedio de ahí no viene muy presto ; y así lorno á pedir á
V. S. con todo el encarescimiento que puedo lo procure.
He sentido mucho las palabras que don Iñigo ha tenido
con don Pedro Sarmiento, por el lugar en que fué , que no
dudo lo escribirán muchos; y como V. S. sabe, en ley de
milicia tiene tan grave pena, y así será fuerza hacer al-
guna demostración con él, aunque se procurará encaminar
de manera que se cumpla con lo que meresce don Iñigo por
sí, y todos debemos á sus deudos. La duquesa de Juliers ha
vuelto á Nuestra Señora de Montagudo y traído consigo á
su hermano el cardenal de Lorena ; quieren vernos , y así
llegaremos un dia destos á Lovaina á verlos, de donde se
volverán luego, con que se acaban todas las nuevas de acá,
y esta con que Dios guarde á V. S. como deseo. — De Bru-
selas á 11 de setiembre, año 1606. — Alberto. — Con rú-
brica, )hm(ph Icnn oí ^bí.
-xaí U3 •!£'
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 12 de setiembre de 1606.
Alumbramiento de la reina.]
Biblioteca Nacmial. — Sala de MSS. — / 131, fol> 483.
Señor duque : Ha sido tanto el contento que rescibí con
la carta dé V. S. de los 29 del pasado, por las buenas nue-
vas que en ella me da del buen parto que había tenido la
reina (1), que teniendo ya despachado este correo, le he he-
(1) Refiérese al nacimiento de la infanta doña María, que tuvo lu-
gar en San Lorenzo del Escorial el viernes 18 de agosto.
11
clio detener para escribir á V. S. estos renglones y darle las
gracias por el cuidado que ha tenido de enviarnos tan buenas
nuevas, bendito sea Dios, que tanta merced hace á la eris-
tiandad. El guarde a SS. MiVL y AA. como todos lo desea-
mos y es necesario.
Por no detener mas este correo , no respondo á lo de-
más de la carta de V. S. ; pero espero hacerlo muy presto,
quedando tan agradescido como es razón de todo lo que
V. S. me dice en ella, y muy contento con las buenas nue-
vas que también me da de su salud, y Dios guarde á V. S.
con ella como lo deseo. — De Bruselas á 12 de setiembre,
año 1606. — Alberto. — Can rúbrica.
Corta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma^
fecha en Bruselas á Q de octubre de 1606.
Habla del interés con que mira el gobierno de España las cosas
de Alemania.— Su opinión sobre este particular.— Testamento
de la emperatriz.— Alaba la determinación del rey de dar el toi-
són al príncipe de Casería.— Responde á ciertas quejas de los
españoles que militan en Flándes.— Temor de nuevos motines si
no se le envía prontamente algún dinero.— Toma de Rhinberg
por el marqués de Spínola.
Biblioteca Nacional, ^Sala de MSS.—1 151, fol. 487.
Señor duque: por la carta de V. S. de los 29 de agos-
to, y las demás que vinieron en aquel despacbo, se supo
aquí el buen alumbramiento de la reina , que fué para mí
en particular nueva de tanto contento, como se lo sinifiqué
á V. S. cuando rescibí su carta, y así no me queda acerca
desto mas que dicir, sino desear que Nuestro Señor guarde
42
á SS. MM. y á sus hijos como la cristiandad lo ha me-
nester. Y respondiendo á los demás puntos de la carta de
V. S., á que no pude responder entonces, digo en la ma-
teria de las cosas de Alemania, que me ha consolado mucho
entender que S. M. las tome tan á pechos como V. S. me
dice. S. M. lo hace como quien es, Dios le guarde, y lo que
debe á su casa, y á toda la cristiandad. Lo que apunté á
V. S. acerca desta materia, fué cuando las de Hungría esta-
ban tan apretadas como lo han estado; y aunque no se pue-
den tener aun agora por mejoradas, y lo de las paces que se
tratan tienen de todo , será ya fuerza pasar este otoño como
se pudiere; pero siempre será necesario que S. M. ampare
aquello, y ayude al emperador con medios y consejo, que ,
sospecho que ha de ser menester todo.
La resolución de enviar al duque de Feria seria , me pa- .
resce, muy acertada , particularmente si pasa adelante la
dieta ; y no dudo de que el duque hará muy bien todo lo
que le encargaren^ acerca de lo cual no me queda que di-
cir, pues el punto de la sucesión es de tanta consideración
para nuestra casa, que no se puede dudar de que S. M. esté
muy enterado de lo que acerca del pasa y se puede espe-
rar, y los remedios que se le podrían aplicar, de manera
que si el duque hubiera de tratar del, le habrá mandado
S. M. dar para ello las órdenes que convinieren al buen en-
caminamiento del negocio. Lo que V. S. me dice de que S. M.
se holgaría y esforzará todo lo que se encaminase á mayor
autoridad y grandeza mia, lo estimo y tengo en muchísimo;
pero prometo á V. S. que no pretendo nada en esto, ade-
más de que seria estragar el negocio si se tratase dello;
y entiendo que no conviene mirar sino solamente á lo que
importa para el bien de nuestra casa: con que no me
queda otra cosa que dicir á V. S. acerca deste particular.
13
A todos los hijos de mi madre obligará V. S. muchísimo
en asistir y procurar la breve ejecución de su testamento,
como se ofresce de hacerlo, que lo tengo en lo ques razón,
pidiendo á V. S. que no deje de hacerlo así.
Mucho he holgado de entender que se haya resuelto
S. M. en lo del tusón para el príncipe de Gaserta, y á lo*
dos los casamenteros nos ha hecho S. j\L muy grande mer-
ced en ello; y V. S. me hará placer de besar á S. M. las
manos de mi parte por ello, y de procurar que vengan lue-
go los despachos , porque está todo parado aguardándolos^
y en estas materias es bien no perder tiempo.
Cuanto á lo que V. S. dice que los españoles habían
sentido que no los hubiese habido en la facción que habia de
tentar el conde Bucoy y en la de la Inclusa , tienen poca
razón de quejarse ; porque se hallaron en la primera , y en
la de la Inclusa no se pudieron hallar, porque estaban alo-
jados á la guardia del dique de Ambéres, que es de la im-
portancia que se sabe, y no pudieran llegar á tiempo á lo de
la Inclusa , sin que el enemigo lo entendiera y se apercibie-
ra de lo que se pretendió hacer; demás que para dicir á
V. S. la verdad , los cabos y ministros que S. M. tiene aquí
encarescen de manera á cada paso," cuanto conviene con-
servar esta nación, y que no conviene ponerla á donde los
maten.
Que por eso me recato algunas veces de emplearlos
en cosas aventuradas y dudosas. Pues como V. S. dice le
paresce á S. M. que no conviene que saquemos de Inglater-
ra el que tenemos allí para nuestros negocios , se hará así,
y V. S. me hará mucho placer en procurar que se envíe
orden á don Pedro de Zúñiga, para que le asista y ayude
en lo que fuere menester y se le ofresciere , y particular-
mente en la. materia que se ha ofrescido : que aunque don
14
Pedro lo hace de manera que estamos muy satisfechos de-
11o, no dejará de importar que entienda la voluntad de
S, M. acerca desto.
En materia de provisiones, quiero no cansará V. S., pues
le tengo escrito ya diferentes veces el estado en que esta-
mos, y estoy muy asegurado de que V. S. procurará el re-
medio con todas las veras posibles, en que no dejo de conos-
cer la dificultad que debe de haber con la dilación de la ve-
nida de la flota , y la desorden de la feria de Plasencia, como
V. S. dice; pero con su diligencia y celo del servicio de
S. M., no dudo de que vencerá todas estas dificultades, de
manera que se atajen inconvenientes que se dejan consi-
derar , y mas agora que llega el tiempo de alojar el campo,
en que suele haber cuasi siempre alguna alteración, y es
mucho de temer la haya, no habiendo medios con que acu-
dir á la genle de guerra con alguna manera de puntua-
lidad. ioUi.ihí.
Hoy se han tenido cartas del marqués Spínola , en que
avisa la rendición de la villa de Rhinberg, que fué á los dos
deste mes, y se puede tener por buen suceso, ya que no se
han podido alcanzar los que se hablan procurado, y pares-
cian los mas convenientes; pero pienso que se puede tener
satisfacción de que los que lo han tenido á su cargo, han hecho
lo que han podido ; lo demás se ha de dejar á Nuestro Se-
ñor, que es de esperar encaminará en todo lo que mas con-
venga. El guarde á V. S. con la salud que deseo. — De
Bruselas á G de octubre, año 1606. — Alberto. — Co/2 rú-
brica.
8{*j>7n- ni /viifrTMtíTiT5~
^5
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 18 de octubre de 1606.
*
Necesidad de provisiones. — Nuevo motin, y medios que se emplean
para evitar sus fatales resultados.
BiMoieca Nacional.— Sala de MSS. — /lol, fol. 491.
Señor duque: Yendo (como va) esta carta en compa-
ñía de un despacho del marqués Spínola , podré excusar de
cansar á V. S. con dicirle mucho de lo mucho que hay
que dicir, particularmente del aprieto y peligro en que se
está en materia de hacienda y en todo lo demás, depen-
diendo todo della ; y así no haré mas en esta que pedir á
V. S. con todo el encarescimiento que puedo, tome muy á
pechos el remedio desto; y esto hago mas por mi consuelo
y descargo de haber hecho cuanto he podido, que por en-
tender que sea necesario cansar á V. S. sobre ello. Y así le
prometo que estoy con mucha esperanza , esperando cada
dia correo, con que nos venga el remedio que es menester.
Entre tanto se hace y hará cuanto fuere posible para entre-
tener las cosas lo mejor que se pueda. Quiera Dios que se
pueda hacer algo.
A mal tiempo ha salido este motin que V. S. verá por
lo que se escribe á S. M.; y lo que ofende mas es haberle
comenzado gente de compañías que se han levantado este
verano , y á quien no se puede deber cosa de consideración;
y así confieso á V. S. que deseo sumamente poderlos casti-
gar, y que se hará para ello cuanto fuere posible. Para ata-
jar mayores inconvenientes, ha parescido necesario comen-
zar á alojar el ejército, en que hay también harta dificul-
' 16
tad, por falta de medios para poderles dar allí lo necesario,
y así es bien menester que nos ayude Nuestro Señor como
lo quiero esperar lo hará, y mas ayudándonos V, S. por su
parte, á quien guarde Dios como deseo. — De Bruselas á
18 de octubre, año 1606. — Alberto. — Con rúbrica»
Carta original del archiduque Alberto al duque de herma ^
fecha en Bruselas á 25 de octubre de 1606.
Recomienda á don Diego de Vargas.
Real Academin de la Historia, -^Salazar, A 63, fol. 29.
Muy ilustre señor : Don Diego de Vargas Vivero , gentil
hombre de mi boca , sirve al rey mi señor y á mí en estos
Estados con enlera satisfacción. Pretende que S. M. le haga
merced de un hábito, en consideración de sus servicios y
de los de don Francisco de Vargas, del hábito de Santiago,
su padre , el cual sirvió en todas las jornadas que hizo don
Juan de Austria, y á mí de gentil hombre de mi boca, y en
Italia visitó los caballeros de Santiago, y acabada esta vi-
sita murió en Ñapóles ; y sus abuelos fueron empleados en
servicio de las personas reales en oficios de paz y guerra , y
fueron alcaides de los alcázares de Madrid. Y por ser estas
causas tan justas, he querido pedir á V. S. con mucho en-
carecimiento ayude y favorezca esta pretensión de don Die-
go, el cual espera alcanzarla por medio de V. S. con mas
facilidad y brevedad. Y por tenerla en él por bien empleada,
y que la sabrá servir y merecer otras mayores, estimaré y
agradeceré mucho todo lo que V. S. hiciere por él , cuya
muy ilustre persona Nuestro Señor guarde y prospere como
desea. — Bruselas octubre 25, 1606. — A lo que V. S. orde-
nare.— Alberto. — Con rubrica.
i7
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 'ode 7ioviembre de 1606.
Recomienda á Lúeas de la Cruz.
Jieal Academia de la Hi8ior\a.'-'Salazar , A 63, fol, 31.
Muy ilustre sefíor: Por lo que escribo al rey mi señor
por Lúeas de la Cruz, comisario ordinario de muestras deste
ejército, verá V. S. los muchos años que há que sirve y las
causas que hay para que en premio de sus servicios S. M.
le haga merced. Y á V. S. pido le favorezca y tenga por
encomendado para que la pueda recibir, que yo estimare
en lo que es razón lo que V. S. hiciere en su beneficio.
Nuestro Señor guarde la muy ilustre persona de V. S. co-
mo desea. — De Bruselas á 6 de noviembre, 1606. -^A lo
que V. S. ordenare. — Alberto. — Con rúbrica.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma^
fecha en Bruselas á 10 de noviembre de 1606.
Le dice que el portador de esta carta, don Pedro de Toledo, entera-
rá al rey del estado en que se hallan las cosas de los Países Ba-
jos.—El archiduque Matías.— Muerte de don Rodrigo del Águila.
— Recomienda á un sobrino de Juan Carrillo y á don Rodrigo
de Laso.
Bihlioíeca Nacional.-- Sala de MSS.—1 131 ,' fol. 493. ' ■
Señor duque : Por las cartas que lleva don Pedro de To-
ledo para S. M. entenderá V. S. la causa de su ida, que
Tomo XLIII. 2
i8
por ser tan justificada, me ha parescido dafle licencia para
ello, y orden de que refiera el estado de lo de acá, para que
S. M. lo tenga entendido, y así podrá V. S. saber del todo
lo que quisiere, que sabrá dar razón de todo.
Pésame de que las cosas estén en los términos en que se
hallan , que realmente son de los mas apretados en que se
han visto muchos años há ; pero á lo que Dios quiere , no
hay sino bajar la cabeza y darle gracias por todo.
A V. S. no quiero cansar con pedirle nada, pues basta
que sepa el estado en que nos hallamos , para procurarnos
el remedio que humanamente fuere posible ; y estoy tan ase-
gurado deslo , que, como digo, tengo por excusado el can-
sar á V. S. con pedírselo. Quiera Nuestro Señor abrir los
caminos necesarios para que se pueda encaminar el reme-
dio que para todo es menester.
Con esta envío á V. S. una carta para S. M. en que le
doy cuenta de lo que me ha enviado á pedir mi hermano
el archiduque Matías, que porque no dudo la verá V. S.,
no se lo refiero en esta; y me ha parescido enviarle la car-
ta, porque me parece la materia delicada, que me pares-
ce es bien la sepan pocos, y que conviene mucho mirar co-
mo se encamina para salir con lo que se pretende ; porque
estando el emperador en esta materia de la manera que
V. S. tiene entendido por vía de don Guillen y quizá de
otros, me paresce que conviene mucho mirar lo que se hace,
de manera que no se le dé ocasión á que dé en algún bar-
ranco, ó bien encaminándolo de manera que no pueda ha-
cerlo aunque quiera. Lo uno y lo otro tiene su dificultad,
aunque no lo tengo por del todo imposible, encaminándose
coa tiento y buena resolución. Así se lo envío á decir á mi
hermano, de quien tengo par sin dudase gobernará en to-
do como entendiere sei' el gusto y voluntad de S. M.
19
Mi hermana me escribe como se ha muerto don Rodri-
go del Águila, que según el cuidado con que le servia, no
dejará de hacerle falta. V. S. me hará mucho placer en pro-
curar se ponga allí persona de las partes que pueden ser
necesarias para acudir al regalo de mi hermana, y lo demás
que hacia don Rodrigo, como creo se lo debe de haber apun-
tado á V. S. mi hermana, con que pudiera yo excusar de
hablar en ello á V. S. ; pero siendo para cosa que toca á mi
hermana, no se escandalizará de que yo hable en ello, ni
se cansará V. S. dello ; y así le pido tenga este particular
por muy encomendado , y procure se tome brevemente re-
solución en él, si ya no estuviere tomada cuando esta lle-
gue , que no sé cuan buen correo hará don Pedro. Y así no
trataré en esta de otra cosa, sino de pedir á V. S. muy de
veras (como lo hago) procure que S. M. haga merced á un
sobrino de Juan Carrillo , el colegial , proveyéndole en algo
de lo que pretende: que por la obligación que le tengo como
á sobrino de Juan Carrillo, me hará V. S. grandísimo pla-
cer en ello , y así se lo pido con todo el encarescimiento
que puedo. Y porque en comenzando á pedir á V. S. no se
le puede pedir poco, lo hago también que se acuerde de don
Rodrigo Laso, para procurar que S. M. le haga merced en
lo que pretende, como otras veces se lo he pedido á V. S.,
que me hará también muy grande placer en ello. Y Dios
guarde á V. S. con la salud que deseo. — De Bruselas á 10
de noviembre, año 1606. — Alberto. — Con rúbrica.
20
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma^
fecha en Bruselas á ÍO de noviembre de 1606.
Recomienda á don Pedro de Toledo de su Consejo, y su capellán
y limosnero mayor.
Real Academia de la Historia, — Salazar, A 65, fol. 1 .
Muy ilustre señor: Don Pedro de Toledo, de mi Consejo
y mi capellán mayor y limosnero mayor, me ha servido en
estos oficios; y por tener satisfacción de su persona, le enco-
mendé los negocios que se me ofrecían en Roma, á que
asistió mas de dos años, y son los que me ha servido on-
ce, dando en todo lo que se le ha encomendado buena cuen-
ta y satisfaciendo á mis obligaciones con mucha puntuali-
dad , y últimamente le he proveído el oficio de administra-
dor general del hospital real deste ejército de S. M., y en él
ha servido con mucha asistencia. Va á España con mi li-
cencia á sus negocios y pretensiones ; y así he querido pe-
dir á V. S. con mucho encarecimiento tenga por encomen-
dado á don Pedro y le ayude y favorezca en todo lo que
se le ofreciere^ como él espera. Y yo estimaré y agradeceré
mucho lo que V. S. hiciere por él, cuya muy ilustre per-
sona Nuestro Señor guarde y prospere como desea. — Bru-
selas noviembre 10, 1606. — A lo que Y» S. ordenare^
—Alberto. — Con rúbrica.
21
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 10 de noviembre de 1606.
Por el licenciado Diego Ruiz.
Uial Academia de la Hisíoria. — Salazar, A 63, fol. 3.
Muy ilustre señor : El licenciado Diego Ruiz mi secre-
tario, capellán de oratorio y receptor de mi capilla, me vi-
no sirviendo de España y lo ha continuado once años con
entera satisfacción. Pretende que S. M. le haga merced
de alguna pensión eclesiástica, para poder continuar aquí sus
servicios con más comodidad. Deseo su acrecentamiento por
lo bien que sirve en todo lo que es empleado ; y por ser estas
causas tan justas, he querido pedirá V. S. le ayude y favo-
rezca en esta pretensión , por cuyo medio espera alcanzarla
con mas facilidad y brevedad. Y porque será bien empleado
en su persona, estimaré y agradeceré mucho lo que V. S.
hiciere por él , cuya muy ilustre persona Nuestro Señor
guarde y prospere como desea. — Bruselas noviembre 10,
1606.— A lo que V. S. ordenare. — Alberto. — Cow rw-
hrica.
De letra del archiduque.
V. S. me hará mucho placer en tener por encomendado
á Diego Ruiz, procurando que S. M. le haga la merced
que le suplico.
22
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á ii de noviembre de 1606.
i,
Recomienda á don Iñigo de Brizuela.
Real Academia de la Historia.— Sala zar. A 63, fol. 37.
Muy ilustre señor: Por don Iñigo de Brizuela, sobrino
de mi confesor, que me está sirviendo de gentil hombre de
la boca , escribo al rey mi señor , como V. S. verá en una
de las cartas deste despacho, suplicando á S. M. le haga
merced de una renta. Y por lo que merece su tio y el mis-
mo don Iñigo por sus servicios, deseo mucho ía buena re-
solución; y así pido muy de veras á V. S. tenga la ma-
no en ello , como lo confio, que para mí será de particular
estimación. Nuestro Señor guarde la muy ilustre persona
de V. S. como lo desea. — De Bruselas á 11 de noviembre,
1606. — A lo que V. S. ordenai^e. — Alberto. — Con rubrica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de herma,
fecha en Bruselas á ii de noviembre de 1606.
Por don Gerónimo Valter Zapata.
Real Academia de la Historia, — Salazar, A 63, foLJó9.
Muy ilustre señor: Vuelvo á acordar al rey mi señor el
buen despacho de los particulares de don Gerónimo Valter
Zapata, sobre que últimamente escribí á S. M. y á V. S.,
en que si no se hubiere aun lomado resolución, me obli-
gaíá V. S. en favorecerle y ampararle, que por lo que deseo
su bien y comodidad , pido de nuevo á V. S. lo procure de
todas veras. Nuestro señor guarde la muy ilustre persona
de V. S. como desea. — De Bruselas á 11 de noviembre,
1606.^ — A lo que V. S. ordenare. — Alberto. — Con rúbrica.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de herma,
fecha en Bruselas á 22 de noviembre de 1606.
Socorro de Grol por el ejército católico. — Da el parabién al de Ler-
ma por este suceso, por la llegada de la flota á España y por baber
desbaratado don Luis Fajardo la armada bolandesa. — Falta de
provisiones.
Biblioteca Nacional^Sala de MSS.—IÍZl, foL 495.
Señor duque : Esta servirá solo de acompañar las que
Tan para S. M., por las cuales verá V. S. como ha sido ser-
vido Nuestro Señor de que se haya socorrido á Grol (1), que
para el estado en que están las cosas es uno de los buenos
sucesos que se podían tener, y en que se ha ganado
muy grande reputación. Bendito sea Dios, que espero ha de
ser servido de darnos en todo los sucesos que habemos me-
{\ ) Esta ciudad, que estaba en p oder de los holandeses, fué sitiada
por el marqués de Espinóla á principios de agosto de este año^ ha-
biendo bastado solo nueve días para rendirla, á cuya toma siguió
la de Rhinberg. Considerábase de tal importancia la plaza de Grol,
que el conde Mauricio puso el mayor empeño en recobrarla; pero
formalizado apenas el ataque, so presentó de nuevo Spinola para
impedir su designio, yendo á esta facción con tan grande aparato
militar , y distribuyendo con tanto acierto sus fuerzas, que obligó
á levantar el campo al ejército enemigo. El socorro de Grol fué te-
nido generalmente por una de las empresas militares mas famosas
déla guerra de Flándes.
24
nester. A V. S. doy la enhorabuena dello , y de mejor ga-
na de la venida de la flota, y de que don Luis Fajardo ha-
ya desbaratado la armada de los de Holanda, según nos lo
escriben de ahí y también de Holanda: que cuando ellos no
lo pueden encubrir , debe de haber sido harto el daño que
deben de haber rescibido. Dios los confunda, y traiga al co-
noscimiento que deben.
Quisiera no mezclar con esto cosas de pesadumbre,
como es representar necesidades ; pero las de acá son ta-
les que no se excusa. V. S. considere cuales pueden ser,
hallándonos con un ejército que acaba de hacer un socorro
con tan buen ánimo, y sin dársele un real. Por otro cabo
un motin forjado, y que los hombres de negocios no
cumplen las provisiones ni se tiene crédito para suplirlo
por otra via, que confieso á V. S. me tiene con muchí-
simo cuidado, y así me es fuerza acudir á V. S. á pe-
dirle (como lo hago) que lo considere, y con la voluntad
con que acude á todo lo que nos toca, procure se nos acu-
da en esta necesidad lo mejor que sea posible, que bien
veo que no se puede pedir otra cosa ; y estoy muy confiado
de que eso no nos lo negará V. S., á quien quiero dar tam-
bién las gracias por el buen acogimiento que ha hecho al
audiencier que acaha de llegar, y me ha dicho muy par-
ticularmente la voluntad que ha hallado en V. S. para to-
do lo que nos toca , de que quedo tan agradescido como es
razón. Y Dios guarde á V. S. con la salud que le deseo. — >
De Bruselas á 22 de noviembre, año i606. — Alberto. —
Con rúbrica.
t5
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma^
fecliji en Bruselas á 2ñ de noviembre de 1606.
Recomienda á don Francisco de Padilla.
Real Academia de la Historia. — Salamr^ A 63^, fol. 41.
Muy ilustre señor : Vuelvo á acordar al rey mi señor
que se sirva de hacer merced á don Francisco de Padilla
del castillo de Barleta en premio de sus servicios : que de-
más de que serán parte para que V. S. procure que S. M.
le haga la merced que le tengo suplicado, deseo que V. S.
favorezca en todo á don Francisco por mi respeto: quo por
lo bien que ha servido y sirve, lo eslimaré en particular.
Nuestro señor guarde la muy ilustre persona de V. S. como
desea. — De Bruselas á 23 de noviembre, 1606. — A lo quo
V. S. ordenare. — Alberto. — Con rubrica.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de herma,
fecha en Bruselas á27 de noviembre de 1606.
Pide con instancia que se le manden socorros para apaciguar un mo-
tín y atender á otras necesidades, — Encárgale que haga presente
al rey su agradecimiento y el de su hermana , por haber des-
tinado al servicio de ésta al conde de Villaflor.
BiMioteca Nacional, — Sala de MSS.—l 151, fol. 485.
Señor duque : Aunque sea en aventura de cansar á
V. S., le he querido escribir con este correo, el cual lleva
un despacho del marqués Spínola, en que no dudo debe dar
26
cuenta á S. M. de todo lo que ha hecho, y del estado en
que queda todo, y en particular lo de la hacienda, que es
de manera, que requiere pronto remedio, como. no dudo
lo entiende V. S. muy bien con su mucha prudencia, y
confio hará lo posible para procurarlo como es necesario. Con
todo no he querido dejar de volvérselo á pedir, como lo
hago, con toda la instancia que puedo, y acordarle que te-
nemos un motin á cuestas; y aunque espero que á la hora de
agora estará de todo punto concertado lo mucho que es me-
nester para entretenerle, hasta que se pueda pagar cuanto
conviene cumplir con la gente obediente que ha servido y
trabajado tan bien este verano , y del inconveniente que se-
ria, que por falta de medios para entretenerla, viniese tam-
bién á dar en algún desorden, como se puede temer si le
faltase su sustento, ya vé V. S. del inconveniente que esto
seria ; y así espero que no me terna á mal que se lo repre-
sente y le canse con acordarle y pedirle procure encaminar-
nos el remedio que tanto conviene y es necesario; y así se
lo pido con todo el encarescimiento que puedo.
Mi hermana me escribe la merced que S. M. le ha he-
cho en mandar que la sirva el conde de Villaflor. Ella y yo
la estimamos como es razón, y así he querido dar á V. S.
las gracias por ello, como quien habrá sido el medio para
que S. M. tomase esta resolución. V. S. se asegure de que
todo lo que hace por nosotros lo emplea en quien le tiene
muy entera y buena voluntad, y que holgaré de mostrár-
sela en todas las ocasiones que se ofrescieren ; y Dios guar-
de á V. S. como deseo. — De Bruselas á 27 de noviembre,
ano 1606. — Alberto. — Con rubrica.
I
27
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 21 de diciembre de 1606.
Pídele que se atienda por parte del gobierno de España al remedio
. de los Paises Bajos.— -Plática movida con los holandeses sobre
un armisticio. — Testamento de la emperatriz.
Biblioteca Nacional— Sala de MSS.—1 131 , fol. 497.
Señor duque: Ya que no tengo carta de V. S. á que
baya de responder , quiero comenzar esta con darle las bue-
nas Pascuas, asigurando á V. S. de que si Nuestro Señor
se las da como yo se las deseo , que puede quedar muy con-
tento, y así espero será servido Nuestro Señor de hacerlo.
Tras esto es fuerza venir á nuestro ordinario, que es llorar
duelos y pedir remedio para ellos, sobré que se escribe
agora <á S. M. en este despacho, y entiendo lo hace el mar-
qués Spínola muy particularmente, y así me remito á lo
que V. S. entenderá por este despacho, pidiendo solamente á
V. S. con el encarescimiento que puedo, considere el aprie-
to en que nos hallamos , y nos procure el remedio con su-
ma brevedad , pues en ella consiste la sustancia ; y así im-
portaría mucho que aunque fuere á pedazos, se nos prove-
yese luego alguna cosa. Y torno á pedir á V. S. lo procure
cuanto fuere posible , y no se canse de que le hable siem-
pre en esto , pues me fuerza á ello la necesidad y el aprie-
to en que nos hallamos.
También me ha parescido dar cuenta á V. S. de cierta
plática en que andamos , por ser de la cualidad que es , mas
que por tenerla aun agora por de mucho fundamento , pa-
ra que si á V. S. le paresciere, pueda dar cuenta della de
28
mi parle á S. M. Y es que el principio del verano pasada
me dio cuenta un genlil hombre del país de Geldres que se
llama Vitenorst, y tiene deudos y amigos éntrelos de los Es-
tados de los rebeldes , de como le avisaban de allá de que
si fuese allá y moviese alguna plática de paces ó treguas,
que podria ser que fuese oido; y como yo procuro no per-
der ocasión con que poder encaminar algo desto , le orde-
né luego que fuese y que asigurase á los de allá de que
holgaríamos mucho de oir la plática, y que trataríamos de
ello, siempre que ellos quisiesen; y se le encargó que por sus
deudos procurase persuadir á los de los Estados para que
viniesen en ello, aunque porque este hombre había movido
ya esta plática otras veces, y se había hallado poco funda-
mento en ella, no esperé que tuviese mas entonces; pero
como digo quise tentarlo, por no dejar pasar ninguna oca-
sión en esta materia. En fin este hombre fué y hizo sus di-
ligencias, y fué oido de algunos de los mas principales, y
sobre que ie darían respuesta, le entretuvieron con buenas
palabras, tanto que me paresció que no era bien que estu-
viese mas allá, y le mandé que se volviese, como lo hizo,
sin traer otra respuesta ni luz cierta de su intención dellos,
sino que le oían bien , pero que las respuestas todas eran
con generalidades y á lo acostumbrado ; y así me confirmé
mas en mi opinión de que esta plática no tenia fundamento,
y no traté mas della ni me paresció que mereciese el trabajo
de dar cuenta della á S. M. Pero ahora pocos días há que
este hombre tuvo una carta de un amigo suyo, en que le
decía que los Estados de los rebeldes se habían de juntar
agora, y que no seria fuera de propósito que él se halla-
se allí y volviese á mover la plática; que podría ser qne
se le respondería mejor que la otra vez; y aunque tampoco
hacia mucho caso dello, había determinado de mandarle
29
que volviese allá , pero cayó malo y lo ha estado hasta ago-
ra pocos días há. Y en este tiempo ha venido de la Haya
un hombre á quien yo habia permitido los años pasados
que fuese á mover esta misma plática de parle de los Esta-
dos generales obedientes > el cual es cuerdo y entendido y
bien visto de todos, y como vive en Turnaut, que es neutral
agora, va y viene muchas veces á la Haya. En fin este ha
dicho que allá le hablan hablado llanamente en la materia,
y que en particular Bernevell lé habia dicho que bien po-
día dicir acá á quien me lo dijiese , que ellos tratarían de
una suspensión de armas por tres ó cuatro años , si nos-
otros quisiésemos, y esto con tales términos y circunstan-
cias, que le paresce á este hombre que Bernevell lo dicia de
veras, y sin haber otra cosa en ello. Con esto me he re-
suelto de mandar volver allá al Vitcrnorst que ya está para
elloj y á estotro hombre con él , con orden de que volviese
á proponer la materia, y que si los de Holanda le saliesen
bien á la plática y ofreciesen querer tratar y particular-
mente de la suspensión de armas, que la podia acetar en
nuestro nombre y avisar luego dello ; y así há tres ó cua-
tro dias que han partido. Veremos en lo que para este nego-
cio, en el cual hay además de lo dicho, que de todas partes
de las de los rebeldes se entiende que ellos muestran incli-
nación á querer tratar, y esto se avisa de tantas partes, y
tanta variedad de gente, y también de Francia, que con-
fieso á V. S. me hace el negocio sospechoso , y pensar que
es algún estratagema ó engaño ; porque por otro cabo pu-
blican que envían deputados á Francia á pedirle los lome
aquel rey debajo de su protección, y que los ayude con mas
asistencia que hasta aquí, ofreciéndoles villas en prendas;
y así hasta ver lo que avisa el Vitenorst, no me parece se
puede hacer ningún fundamento de esta plática, de que
30
me ha parescido todavía dar cuenta á V. S. como queda
dicho , y V. S. la podrá dar á S. M., si le paresciere que lo
meresce la materia. Y aunque yo no la tengo por de funda-
mento, como nunca se pierde en prevenciones, me ha pa-
rescido apuntar á V. S. que aunque yo tengo un poder de
S. M. para poder tratar y concluir treguas ó paces, que por-
que há mucho que está despachado, no ternía por malo
que S. M. me mandase enviar otro despachado de nuevo,
para que en su nombre pudiese concluir y prometer lo que
fuese necesario ó paresciese mas conveniente. V. S. lo con-
sidere y si le paresciere que conviene, procure se envíe con
toda brevedad, porque estas materias es bien no darles de-
masiado lugar á que se atraviesen cosas que las puedan
atravesar, pudiéndose creer probablemente que habrá mu-
chos que lo procurarán, si ven que.se trata de veras dello.
Entretanto se procurará no perder tiempo ni ocasión para
encaminarlo lo mejor que sea posible, y se irá avisando de
mano en mano de todo lo que se fuere ofresciendo. Y con-
vendrá mucho que los enemigos nos vean tan prevenidos
y armados , que eso les fuerce á venir en lo que quizá ago-
ra piensan de burlas; y asi importará muchísimo que lo de
las provisiones venga y cuanto antes, porque si nuestra plá-
tica sale mal, es cierto que ternán de Francia y otras partes
mayores asistencias que por lo pasado ; y así convendrá que
las tengamos también , ó á lo menos que no nos falten las
pasadas: que con ellas espero con el favor de Nuestro Señor
que los habernos de apretar de manera que vengan en lo
que se pretende. V. S. considere por amor de Dios esto y la
importancia dello, y lo procure encaminar, pues paresce
que importa tanto.
wi De Madrid me escriben que los Fúcares no acuden al
cumplimiento de lo que dejó mandado mi madre/ que esté
51
en el cielo, por no pagárseles la renta de Ñapóles, y que
porque S. M. no ha mandado pagar aun algunas partidas
que se debían á mi madre, no se puede cumplir con mu-
chas de las cosas que ella dejó mandado; y así no puedo
dejar de pedir á V. S. muy encarescidamente procure que
se dé orden en lo uno y lo otro, de manera que haya pun-
tualidad en ello y la puedan guardar los testamentarios en
la ejecución del testamento que está á su cargo ; y pues es
obra tan pía, y V. S. ha acudido siempre con tanta volun-
tad á todas las cosas de mi madre, espero lo hará también
en esto, y así se lo pido con todo el encarescimiento que
puedo. Y Dios guarde á V. S. con la salud que deseo. — '
De Bruselas á 21 de diciembre, año 1606. — Alberto. —
Con rúbrica.
Carta autógrafa de la archiduquesa Isabel al duque de
herma (1).
Por el capitán don Alonso de Mesa.
Biblioieca Nacioml.-Sala de MSS.--1 131 , fol. 625.
Duque : El capitán Alonso de Mesa ha servido en estos
Estados tantos años y tan bien, que yendo ahora ahí no
puedo dejar de encomendárosle para que acordéis á mi her-
mano le haga la merced que sus servicios merescen; y guár-
deos Dios como deseo. — Isabel.
(1) No tiene data de mes ni dia ; solo se hace notar en el respal-
do de esta carta que se escribió ea el año 1606.
52
■Curta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 6 de enero de 1607.
Recuérdale el envío de provisiones.— Plática de paces con Holan-
da.— iS^ecesidad de prevenirse para la campana próxima.
Biblioteca NacionaL-^Sala de MSS,—! 131, foL 501.
Señor duque : Con la ocasión de la persona que despa-
chan en diligencia unos depulados de las ciudades ansiáti-
cas que han llegado aquí cuatro ó cinco dias há, y pasa-
rán luego (á lo que dicen) á esa corte, he querido escribir
á V. S. estos renglones, para acordarle lo que todos estos
dias le he ido escribiendo en materia de provisiones, de que
va siendo mayor la necesidad , cuanto mas van tardando;
y aunque no dudo de que S. M. debe de haber mandado
que se hagan, y V. S. procurará que se envíen, como tam-
bién lo avisan particulares por cartas que llegaron anoche,
traídas por un criado del príncipe de Casería, en cuanto
no llegan, no dejan de hacer falta, y como digo cada dia
^mayor ; y así espero que no me terna V. S. por importuno
de que se lo acuerde tantas veces ; y con la venida de los
galeones que escriben han llegado con plata, espero se po-
drán hacer con mas facilidad. Lo que con esta ocasión pue-
do dicir á V. S. de acá es, que todo está en los términos
que últimamente se escribió ; y aquella plática de Holanda
de que escribí á V. S. también, solo se ha sabido después
acá que los que envié allá habían llegado, y sido bien
. recibidos, aunque por estar el uno dellos aun indispuesto,
no habia salido de casa, y por no estar juntos aun los Esta-
dos, no habían tratado aun de nada. Dicen que se junta-
35
mn tal dia como mafiana 7 (leste: plegué á Dios que
sea para concluir algo que sea bueno; pero por otro cabo
avisan algunos confidentes que nos recalemos desta plá-
tica, porque todo es engaño , y tramada para hacer ellos
mejor sus cosas, con los que los ayudan contra nosotros. Y
de París he tenido el aviso que va con esla, y le da uno que
suele avisar bien; y así parece que es muy necesario mirar
por lo que nos conviene, y que nos prevengamos con tiem-
po de lo necesario para el verano que viene : que cuando
bien entonces no fuese menester nada, no por eso se de-
bería de dar por mal empleado lo que se hubiese hecho,
á trueque de que en ningún tiempo nos puedan haber enga-
ñado. V. S. lo considere con su mucha prudencia, y pro-
cure que podamos acudir á eslo como conviene: que lo de-
más se ha de dejar á Nuestro Señor que encaminará lo que
fuere servido; y yo iré avisando de mano en mano de lo
que fuere sucediendo. Y Dios guarde á V. S. con la salud
que le deseo. — De Bruselas á 6 de enero, año 1607. —
Alberto. — Con rúbrica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á Í9 de enero de 1607.
Por el capitán Melchor de Prada.
Real Academia de la Historia. — Salazar , A 63, foL SI.
Muy ilustre señor : El capitán Melchor de Prada ha ser-
vido y sirve en estos Estados con una compañía de infan-
tería española, con la satisfacción que V. S, entenderá por lo
que escribo al rey mi señor. Y deseando yo que en remune-
ración dello S. M, le haga merced, pidoá V. S. sea parte
Tomo XLllI. 3
34
para que la reciba, y le ampare en todo lo que se le ofrecie-
re, que será para mí de particular estimación. Nuestro Se-
ñor guarde la muy ilustre persona de V. S. como desea.—
De Bruselas á i9 de enero, 1607. — A lo que V. S. or-
denare.— Alberto. — Con rúbrica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 24 de enero de 1607.
Por el capitán don Francisco Yelazquez.
Real Academia de la Historia. — Solazar, A 63, foh 53.
Muy ilustre señor: Por el capitán don Francisco Velaz-
quez escribo al rey mi señor lo que V. S. verá. Ha servido
de manera y tan á satisfacción, que le tengo por persona
muy benemérita para que S. M. le haga merced en lo de
la renta que le suplico, en premio de sus servicios y de la
mucha sangre que ha derramado; por lo que le ha de
favorecer y amparar V. S.: que denicís de merecerlo don
Francisco , eslimaré en particular lo que V. S. hiciere por
él á intercesión mia. Nuestro Señor guarde la muy ilus-
tre persona de V. S. como desea. — De Bruselas á 24 de
enero, 1607.— A lo que V. S. ordenare. — Alberto. — Con
rubrica.
S5
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 25 de enero de 1606.
Recibo de letra y desaire hecho al marqués de Espínela en cuanto
al manejo de la hacienda. — Conveniencia de que se revoque la
orden recien dada al pagador general. — agradece las noticias
que se le envían sobre laFamilia Real. — Prudente conducta de
Felipe III en lo que mira á los sucesos de Italia. — Don Luis Fa-
jardo.— Los marqueses de Guadalesle y de la Laguna. — Testa-
mento de la emperatriz. — Desconfía el archiduque de los holan-
deses en el asunto de las treguas.
Biblioteca NacionaL-Sala de MSS.--1 131, fol. 505.
Señor duque : La mas fresca carta que tengo de V. S.
es de los 2 del pasado, y dame V. S. en ella tan particu-
lar cuenta de las dificultades que ha habido en poder pro-
veer y enviar las letras que agora últimamente se han en-
viado, que quedo muy enterado de todo, y con el senti-
miento que es razón de que las cosas hubiesen llegado á los
términos que V. S. me dice , que pudieran causar muy
grandes inconvenientes, y es de espantar no los hayan cau-
sado aquí mayores, aunque el motin que tenemos en pié,
con los que se temen , y la dificultad que ha habido de po-
der alojar y acomodar bien el ejército por la falla de provi-
siones, nos ha tenido y tiene con mucho cuidado y pena. Ple-
gué á Dios no suceda alguna otra cosa: que de nuestra par-
te se hace y hará lo posible por atajarlo, aunque confieso
á V. S. que temo no ha de bastar, pues que esta provisión
que ha venido agora, demás de ser pequeña para venir
á pagar á los plazos á que vienen las letras, viene á ser
cuasi del todo inútil con la notificación que S. M. ha man-
36
dado hacer al pagador general, como lo entenderá V. S. mas
particularmente por la relación que entiendo fmvía el mar-
qués Spínola, demás de ser un término, tan nuevo y tan
perjudicial al servicio de S. M., que no he podido dejar de
apuntárselo á V. S. y pedirle considere qué ánimo podrá
tener el marqués para servir como lo hace, y aventurar ca-
da dia su vida y hacienda como la aventura, si fiándole
por un cabo la distribución de la hacienda de S. M., por
otro le atan las manos, y por términos tan poco decentes
como es el que agora se ha tenido, que cuando bien S. M.
quisiera que esta provisión no se gastara sino en lo que
manda , bastara mandarlo al marqués que lo cumpliera en
cuanto fuera posible, y es de creer que S. M. no querrá si-
no lo que lo fuere; y el juzgar esto no se puede hacer de tan
lejos, pues se mudan las cosas de una hora para otra y se
ofrescen otras de nuevo , de manera que es fuerza fiar las
cosas de quien las tiene á cargo, ó tener por cierto que
se perderá todo sin remedio; y si lo que escribe de acá
un comisario , ó otra persona poco considerada, ha de
bastar para que S. M. mande semejantes cosas, ¿qué se
puede esperar, sino lo que acabo de dicir? pues cuando
bien lo que escriben de acá fuese bien fundado, mien-
tras las cartas van de acá, y S. M. se resuelve en lo que
ha de mandar, y ese despacho llega acá, pasa tanto tiem-
po en ello, y puede haber tantas mudanzas, que aun los
mismos que escriben echarían de ver que no se puede
complir lo que ellos apuntan; y en fin, por cumplir con
lo que debo al servicio de S. M., y tengo ofrescido á V. S.
de dicirle con llaneza lo que entiendo, es fuerza que le diga
que en todo caso conviene que se revoque la notificación
que se ha hecho al pagador general , y que de aquí adelan-
te no se use de semejantes términos, sino que S. M. vea
37
de quien fia las cosas de su servicio, y las fie del que fue-
re servido ; y si no se salisfaciere de que le sirven á su
gusto, mas vale quitarle del todo, que no desautorizarle y
atar las manos por el camino que se ha hecho agora, que
no sirve sino deso, y embarazar que no se pueda acudir á
Jo mas forzoso como conviene.
Por lo que se escribe á S. M. en materia de provisio-
nes, y se ordena á don Pedro de Toledo que lo represente
mas particularmente de nuestra parte, entenderá V. S. lo
que se ofresce en esta materia , y así no diré aquí mas que
pedir á V. S. lo encamine por su parte, de manera que ten-
gamos las que son necesarias, y esas tan á tiempo, que
por falta deso no nos hallemos imposibilitados de poder
hacer los progresos que se desean. Y para esto importaría
mucho que viniesen juntas las letras de las provisiones de
la mayor parte deste verano siquiera. V. S. lo encamine en
lodo caso, y crea que conviene mucho.
La pena que V. S. me dice le da el vernos con ella, y
con los cuidados con que acá se está , le agradezco como es
razón; pero pues que la mayor parte del remedio deso está
en manos de V. S., estoy muy con fia (fo de que holgará de
ayudar á sacarnos della , y así se lo pido muy de veras.
Con las buenas nuevas que V. S. me da en dicha su
carta de la salud de SS. MM. y AA. he holgado como es ra-
zón, aunque no ha dejado de darme alguna pena lo que me
dice V. S. de que el príncipe no tuviese bueno un pié, pero
espero que ya lo estará. Dios los guarde á todos como es ne-
cesario; y así he holgado mucho de entender tan particu-
larmente lo que V. S. me dice, de cómo se han entrete-
nido y holgado este otoño en Ventosilla, y las demás partes
que V. S. dice, que todo es bien necesario para poder me-
jor con el trabajo de los negocios.
38
fx Con razón pueden dar cuidado (como V. S. dice) las
cosas de Italia, y S. M. hace como quien es en asistir al
Papa y las cosas de la Sede Apostólica, y en procurar que
se compongan las cosas de manera que se excusen tan gran-
des inconvenientes, como son los que una guerra en Italia
podria traer consigo; y bien se puede creer que no faltarán
fautores della y de todo mal que se pudiere imaginar; pe-
ro espero que la mucha prudencia de S. M. lo atajará, y
que Dios ha de ser servido de volver por su causa y enca-
minar lo que mas canvenga al bien de la cristiandad.
Muy buenos son los sucesos que V. S. me dice habla
tenido don Luis Fajardo, y ha sido gran cosa, y venir la flo-
ta y los galeones de la plata á salvamento.
Al marqués de Guadalest.que V. S. me dice ha nom-
brado S. M. para que asista aquí, aguardo con mucho al-
borozo, por las buenas partes que V. S. dice tiene; y todo
lo que V. S. me dice del de la Laguna creo yo muy bien
de la voluntad que siempre me ha mostrado, y á que he pro-
curado obligarle siempre en lo que he podido, y así me pesa
mucho de que esté cuartanario, como V. S. me lo dice, y en
estremo de entender *por cartas de otros que V. S. no anda-
ba bueno, aunque quiero esperar que lo estará ya, y que
Nuestro Señor le dará la salud que le deseo.
Aunque en el último despacho que fué de acá pidí á
V. S. procurase que se diese satisfacción á los Fúcares, por
lo que se les debe por cuenta de la renta que tenia en Ña-
póles mi madre que esté en el cielo, y espero que V. S. lo
habrá encaminado ya, he querido todavía volvérselo acor-
dar, y pedirle lo encamine si no estuviere hecho ya, y que
se asiente lo de aquella renta de manera que no haya mas
estas dificultades, y se pueda cumplir el testamento de mi
madre con la puntualidad que es razón.
39
En materia de treguas con los de Holanda , no tengo
que dicir, sino que pienso que saldrá cierta mi sospecha de
que es engaño aquello. Allá están todavía los hombres que
habemos enviado, y me paresce los van entreteniendo con
palabras. Dios guarde á V. S. con la salud que le deseo.
— De Bruselas á 25 de enero, año 1607. — Alberto. — Con
rúbrica.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de herma,
fecha en Bruselas á 2 de febrero de 1607.
Pide que se le envíen provisiones para continuar la guerra.—Dice
que no tiene aviso alguno de los negociadores que mandó á la
Haya. — ^Empresa militar encomendada á don Luis de Velasco.
Biblioteca Nacional. -Sala de MSS.—Iioiy fol. 509.
Señor duque : Viendo lo que S. M. me escribe en una
carta, escrita en cifra, que recibí tres dias há, me ha pares-
cido necesario volver á despachar este correo, para suplicar-
le y representarle lo que V. S. verá por la carta de mano
ajena que va en este despacho ; y así no diré en esta sino
sumariamente lo que se ofresce, para que V. S. lo tenga en-
tendido, y pedirle nos ayude á procurar que S. M. se re-
suelva en mandar proveer aquí lo necesario, para que este
verano que viene se puedan hacer con el favor de Nues-
tro Señor los progresos que se desean y se pueden esperar
según el estado de lasxosas, que podrían ser grandes, si se
emprenden como conviene; y seria grandísima lástima per-
der la ocasión dellas, demás del peligro á que se está de
perder mas que eso, como no se dejaría de correrle muy
grande, si nos hubiésemos de contentar de estar este año á
• 40
la defensiva, sin poder emprender nada, pues se saben las
prevenciones que hacen los enemigos y las asistencias que
les dan de Francia. Y así no puedo dejar de pedir á V. S.
con lodo el encarescimiento posible, procure que S. M.
mande considerar lodo esto, y proveer lo necesario para lo
que apunto, que lo es mucho para el buen encaminamiento
de las cosas.
Y aunque se entiende bien lo mucho á que S. M. quie-
re acudir este año, y todo sea muy importante, pienso cier-
to que lo.es tanto lo de aquí, según el término y estado de
las cosas, que meresce que no sea pospuesto á las demás ; y
así no me queda que pedir á V. S., sino que lo considere
muy de propósito, y procure encaminar lo que digo, como
cosa en que tanto va.
De los hombres que tenemos en la Haya no se ha teni-
do mas ningún aviso. Paréceme que están mas despacio de
lo que se podría desear. Plegué á Dios que al cabo traigan
algo bueno. Por mi parte no se perderá ocasión para pro-
curarlo : quiera Dios que aproveche.
En lo de la enlrepresa que V. S. sabe, hago cuanto
puedo para que se haga , por lo mucho que importarla pa»
ra todo; y como V. S. sabe que S. M. ha mandado que se
encargase á don Luis de Velasco , ha sido fuerza aguardar
á que volviese de la campaña. Después acá s^ ha ido tra-
tando siempre con él y trazando la ejecución della, pro-
curando encaminarla lo más á su satisfacción que fuese po-
sible, y que en todo caso se hiciere en esta luna; pero en
demandas y respuestas se nos ha pasado el tiempo, de ma-
nera que ya no será posible hacerlo en esta , y será fuerza
aguardar á la otra: que lo siento harto por el peligro que
hay de descubrir estas cosas cuando se tarda mucho en
ellas, y mas que uno á quien paresció á don Luis que se debía
41
de fiar el secreto, porque fuese á reconoscer cierta cosa que
parescia necesaria, no le ha guardado tan bien como fuera
razón; pero procurase remediar que el daño no pase adelan-
te, y se procurará en fin hacer el negocio lo mejor que sea
posible, aunque no deja de tener sus dificultades, como no
dudo lo habrán escrito el marqués y el mismo don Luis,
que según las prevenciones que desea y procura se hagan,
paresce las tiene bien entendidas. Dios guarde á V. S. con
la salud que deseo. — De Bruselas á 2 dehebrero, año i607.
— Alberto. — Con rúbrica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 9 de marzo de 1607.
Canje de prisioneros.
Real Academia déla Historia» — Salazar, A 63, fol. 61.
Muy ilustre señor: El comisario de las islas de Holanda
y Zelanda que dará esta á V. S., lleva el despacho que verá
para la soltura de los prisioneros naturales dellas, que se ha-
llan en esos reinos , en trueque de los vasallos del rey mi
señor que estaban prisioneros en las dichas islas, á. quienes
generalmente se ha dado libertad, como lo escribo á S. M.;
en cuya conformidad pidoá V. S. tenga la mano, para que
por nuestra parte se cumpla asimismo lo acordado y pro-
metido con puntualidad y satisfacción del dicho comisario;
pues demás de ser servicio de S. M. , me obligará mucho
V. S. en ello. Nuestro Señor guarde la muy ilustre perso-
na de V. S. como desea. — De Bruselas á 9 de marzo, 1607.
— A lo que V. S. ordenare. — Alberto. — Con rúbrica.
42
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lermaf
fecha en Bruselas á i7 de marzo de 1607.
Temor de una sublevación general en el ejército si se tarda en
mandar socorros. — Prisiones, hechas en Madrid, del licenciado
' Ramírez de Prado y del conde de Villalonga.
Biblioteca Nacional.— Sala de MSS,—I 431 , foL M^,
Señor duque : Todo lo que V. S. me dice en su carta
de los 16 del pasado, que siente no enviar juntamente con
sus cartas provisiones para aquí, lo creo yo muy bien, pues
sabiendo V. S. tan particularmente el estado de las cosas
de aquí y lo que interesa en ello el servicio de S. M., es
fuerza que le dé mucho cuidado; y así tengo por cierto que
debe V. S. poner el posible en procurar encaminar que se
envíen con la mayor brevedad y puntualidad que sea posi-
ble; y hay desto tanta necesidad, que es fuerza que canse-
mos á S. M. y á V. S. con representárselo, y así se despa-
cha este correo para este efeto y lo demás que V. S. enten-
derá mas particularmente por lo que escribe el marqués, á
que me remito, afirmando todavía á V. S. que es imposible
que esto dure (aunque sean pocos dias) como están las co-
sas al presente, y que es fuerza que rebienle, si no viene el re-
medio muy presto. Y considere V. S. del sentimiento que
seria para todos que, mientras esperamos lo que V. S. sabe,
rebentase alguna desorden general del ejército, con que sin
falla se descompondría todo, y seria la total perdición desto;
y crea V. S. que es de temer mucho algo desto, si no se da
alguna satisfacción á la gente de guerra, cuando sepa lo de
que se trata ; porque lo sentirá tanto que asirá de cualquier
45
achaque para revolver algo con que lo desbarate todo, de-
más de lo que importa aun para hacerse bien el mismo ne-
gocio, que estemos en orden y bien apercibidos para todo
lo que se puede ofrescer. Y así pido á V. S. lo considere, y
la grande coyuntura en que se eslá; y así procure que se
nos acuda con tanta brevedad como vé que es menester.
En el particular de que trata V. S. en otra carta suya
de 28 del pasado, me remito á lo que escribirá también el
marqués. He holgado en estremo de que S. M. se tenga por
servido de lo que se hace en él de nuestra parte, de que se
puede asigurar V. S. tenemos por principal fin el servicio
de S. M. , y conforme á eso se irá proseguiendo y encami-
nando siempre de nuestra parte todo cuanto se nos ofres-
ciere.
Aquí se han entendido las prisiones que S. M. ha man-
dado hacer de Ramírez y del de Villalonga (i), y no dudo de
que ellos hayan dado mucha ocasión para ello, y V. S. en-
caminádolo (como dice) como quien tanto cela el servicio
de S. M., que sabrá escoger también tales ministros como á
su servicio conviene. De que V. S. quedase mejor de sus
achaques, como me lo dice, huelgo mucho. Y Nuestro Se-
ñor dé á V. S. la salud que le deseo. — De Bruselas á 17
de marzo, año 1607. — Alberto. — Con rúbrica,
(d) El licenciado Alonso Ramírez de Prado, fué preso en Madrid
el 26 de diciembre del año anterior, y don Pedro Franqueza, conde
de Villalonga, á 19 del mes siguiente. Las prisiones de estos dos
consejeros de Hacienda , y de otros sugelos también notables, se
atribuyeron con razón á falta de pureza en el desempeño de sus
elevados cargos y al deseo de acrecentar su fortuna á costa del era-
rio público.
44
Carta original del archiduque Alberto al duque de herma,
fecha en Bruselas á 20 de marzo de 1607.
Recomienda á don Juan de Castilla.
Meal Academia de la Historia . — Salazar, A 63, foU 57.
Muy ilustre señor: Don Juan de Castilla ha servido á
S. M. dos años en estos Estados con entera satisfacción. Va
á España con mi licencia á poner en cobro su hacienda, por
haber muerto don Lope de Castilla, su hermano, el cual
me sirvió de paje diez años , y don Juan de Castilla su pa-
dre sirvió al emperador Maximiliano, mi señor y padre,
que haya gloria, de gentil hombre de su boca; y por estas
causas he querido pedir á V. S. ayude y favorezca á dicho
don Juan en sus pretensiones, para que S. M. le haga mer-
ced en ellas. Y porque tendré por justa y bien empleada la
merced que recibiere, y que la sabrá servir y merecer otras
mayores, estimaré y agradeceré mucho todo lo que V. S.
hiciere por él, cuya muy ilustre persona Nuestro Señor guar-
de y prospere como (Jesea. Bruselas marzo 20, 1607. — A
lo que V. S. ordenare. — Alberto. — Con rúbrica.
45
Curta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 3 de abril de 1607. ,
Recomienda á don Rodrigo Girón.
JReal Academia de la fílstoria^—Salazar, A 65, foL 63.
Muy ilustre señor: Al rey mi señor escribo por don Ro-
drigo Girón lo que V. S. verá ; y porque deseo le aprove-
che mi intercesión, para que S. M. le haga merced en su
pretensión, holgaré que V. S. le favorezca con veras para
ello, y así se lo pido encarecidamente á V. S., cuya muy
ilustre persona guarde Nuestro Señor como deseo. — De Bru-
selas á 5 de abril, 1607.— A lo que V. S. ordenare. —
— Alberto. — Con rúbrica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma^
fecha en Bruselas á Q de abril de 1607.
Por el capitán don Francisco de Medina, que pretende una renta.
Real Academia de ¡a Historia,— Salazar, A 63 , fol 65.
Muy ilustre señor: Por el capitán don Francisco de Me»
dina vuelvo á escribir al rey mi señor lo que V. S. verá,
para que se sirva S. M. de hacerle la merced que el año pa-
sado le supliqué de una renta. Y por lo bien que la tiene
merecida, pido á V. S. le favorezca con las veras que sue-
le á las personas que han servido como don Francisco: que
lo que V. S. procurare que reciba esta merced estimaré yo
46
en lo que es razón. Nuestro Señor guarde la muy ilustre
persona de V. S. como desea. — De Bruselas á 6 de abril,
4607. — A lo que V. S. ordenare. — Alberto. — Con rúbrica.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á i8 de abril de 1607.
Manifiéstale el sentimiento que le ha causado la noticia de su in-
disposición.— Motivos que le han determinado á concertar pa-
ces con los holandeses. — Estima la merced que el rey ha hecho
á su hermana , poniendo á su servicio á don Luis Enriquez. —
Recomienda nuevamente á don Rodrigo Laso y á un sobrino de
Juan Carrillo. — Desea que se favorezca en sus pretensiones á
don Pedro de Toledo.
Biblioteca Nacional.— Sala de MSS.—-/ 131, foL 518.
Señor duque : La mas fresca carta que tengo de V. S.
es de los 9 del pasado, y háme pesado mucho de ver por
ella que confiese V. S. ya que es gola lo que tiene, y que
le dé tanto trabajo ; pero lo que puede consolar es que no
es de peligro el mal , y que con los remedios que V. S.
debe de aplicarle no le apretará tanto , aunque cualquier
cosa que sea no se puede dejar de sentir.
Todo lo que V. S. me dice acerca de la voluntad con
que acude á todo lo que nos toca , y la merced que S. M.
nos hace, no es nuevo para mí, y lo estimo y tengo en
mas de lo que lo podria encarescer , entendiendo muy bien
la dificultad que debe de haber en poder proveer para acá
lo que seria necesario, y así siento al doble que el estado
de las cosas de acá sea tal, que sea fuerza que acudamos
á cansar á S. M.; pero ni tenemos otro remedio, ni seria
47
justo buscarle en otra parle; y así, porque no sea menester
cansar á S. M. tantas veces , se ha hecho de nuestra parte
lo que V. S. sabe, y todo lo demás que nos ha sido posible
para traer el negocio de las paces al estado que V. S. en-
tenderá por los despachos que lleva este correo, á que me
remito, pues que por ellos entenderá todo bien particular-
mente; y solo he querido representar aquí á V. S. y pedirle
considere cuanto conviene, que ya que se ha llegado con
este negocio á los términos á que se ha llegado, por pares-
cer que conviene tanto para todo, que no se deje de con-
cluir por falta de lo necesario, para atajar y asigurar que
no se atraviese algo que lo embarace ó desbarate de todo
punto, y pedir á V. S. lo procure con todas veras, y haga
cuenta que se compra muy barato, por mucho que costase
agora juntar lo necesario para esto; pues con hacerlo agora
á tiempo , se asegura no haberlo menester después en mu-
chos años, como espero que será, y que V. S. con su mucha
prudencia y el celo del servicio de S. M. con que acude á
todo lo que se ofresce, lo hará y encaminará todo como se
puede desear y conviene al bien universal de la cris-
tiandad.
La merced que S. M. hace á mi hermana y. el haber
mandado al conde don Luis Enriquez que la sirva, he es-
limado cuanto debo, y sé que lo debemos todo á V. S. de
quien estoy muy cierto procurará todo lo que puede locar
á mi hermana, como V. S. me lo ofresce, de que quedo tan
agradescido como es razón, y sé que lo eslá mi hermana;
y así no me queda en esto mas que dicir, sino asigurar á
V. S. de que lodo lo que hace por mi hermana, lo emplea
en quien lo sabe estimar, y hará en cuanto pudiere la de-
mostración dello que es razón.
El suceso de lo de Ternate que V. S. me dice en su
48 ^
carta , ha sido cierto de mucha importancia , y así se dehen
á Nuestro Señor muchas gracias por él ; y espero ha de ser
servido de dar á S. M. otros muchos y muy grandes contra
sus enemigos y los de la religión católica; y como V. S.
apunta muy bien, ha sido en muy grande coyuntura.
Lo que V. S. ofresce hacer por las personas por quien
le habia escrito los dias pasados, estimo y tengo en lo que
es razón ; pero hasta que con efeto alcancen la merced que
pretenden, no puedo dejar de importunar á V. S. por
ellos; y así lo hago pidiéndole muy de veras procure que
S. M. se resuelva con don Rodrigo Niño y Laso, y le haga
Ja merced que se le ha suplicado , que la estimaré por muy
particular , y en don Rodrigo se puede tener por muy bien
empleada. También me hará V. S. mucho placer en procu-
rar se haga merced á su sobrino de Juan Carrillo, que lo
deseo particularmente por las muchas razones que concur-
ren para ello.
Hasta agora no habia pedido nada á V. S. por don Pe-
dro de Toledo, aguardando á que él mismo comenzase á tra-
tar de sus pretensiones. Pienso que lo habrá hecho, y que
V. S. sabe muy bien las obligaciones que tengo á don Pe-
dro; y así no diré aquí mas, sino que me hará V. S. muy
gran placer en tenerle por muy encomendado, para procu-
rar que le haga S. M. la merced que puede pretender. Lo
mismo pido á V. S. por las demás personas por quien le he
escrito todos estos dias airas, sin referirlas agora en parti-
cular por no cansar á V. S. con ello. Y así acabo esta con
dicir que Dios guarde á V. S. y le haya dado tan buenas
Pascuas como deseo. — De Bruselas á 18 de abril, año 1607.
—Alberto.-— Cow rúbrica.
49
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á il de mayo de 1607.
Por el maestre de campo don Pedro Sarmiento.
Real Academia de la Historia. — Solazar ^ A 63, fol, 69.
Muy ilustre señor : Por el maestre de campo don Pedro
Sarmiento, que vuelve con licencia mia á España á nego-
cios que allá se le ofrecen , escribo al rey mi señor lo que
V. S. verá, para que S. M. le haga merced conforme á sus
servicios. Y pues son de calidad que merece muy bien re-
cibir el premio dellos, pido á V. S. lo procure por su parte,
favoreciendo á don Pedro en todo , que yo lo estimaré en
lo que es razón. Nuestro Señor guarde la muy ilustre per-
sona de V. S. como desea. — De Bruselas á 17 de mayo,
1607. — A loque V. S. ordenare. — Alberto. — Con rubrica.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á Í9 de mayo de 1607.
Negociación sobre un armisticio con los Estados de Holanda. .
Biblioteca Nacional. —Sala de MSS.^I 131, fol. 521.
Señor duque : Por un despacho, que ha tenido el mar-
qués Spínola de Garlos Strada , se ha entendido cuan mal
ha sido recibida ahí la suspensión de armas que acá se ha
concluido con los enemigos; y para dicir á V. S. la ver-
dad , no me ha espantado, porque sé cuan pocos hay que
Tomo XLIII. 4
50
deseen que se acabe esta guerra , y cuanto lo sienten gene-
ralmente lodos. Aquí es de manera que se pueden esceptar
muy pocos, y ahí no faltan muchos de quien dependen los de
acá, y así no es mucho que todos sientan una misma cosa;
pero llegado al cabo el porqué, se viene á reducir lodo á inte-
reses propios, que es en fin ya en lo que estriban los más de
esta era en el mundo, y así no es tanto de espantar. Y no
hubiera yo hecho caso dello, si no hubiera visto por el mismo
despacho que se entendía que V. S. y S. M. mismo sentían
mal de esta suspensión , y que no la quería aprobar: que
si fuese así, confieso á V. S. lo sentiría mucho; porque si
bien en la suspensión hay algunas condiciones que se pu-
dieran desear diferentes de como son, no hay ninguna por
la cual interese el servicio de S. M. en cosa que sea de
consideración, como se entenderá bien viendo con aten-
ción los fundamentos con que se ha procedido en esta oca-
sión ó negociación, como los escribe agora particularmente
el marqués; y cuando se considerase que S. M. ha venido
en lo mas dificultoso, y en que hay mayor quiebra de re-
putación , y que nosotros, fundados en esto y en la orden
de S. M. nos habemos empeñado tanto en esta negociación,
no sé en que razón haya de caer que S. M, repare en apro-
bar lo que se ha hecho , y en enviar la confirmación y po-
deres que se le han pedido, ni qué paresceria en el mundo
que agora se deshiciese lo hecho. Y así no puedo dejar de
pedir á V. S. con mucho encarescimiento considere mucho
este negocio, y no dé oídos á gente apasionada, que no
quiero dicir mal intencionada, y tenga la mano en que
S. M. no haga novedad, sino lo que se le ha suplicado; por-
que de otra manera, esté V. S. cierto que lo de la paz ó sus-
pensión larga quedará desbaratado de todo punto, y no
creo que es lo que conviene al servicio de S. M. Y nadie
puede hablar en esto menos apasionadamente que yo, que.
por muchas razones particulares mias, me podria estar muy
bien hallarme con las armas en las manos, y hacer la guer-
ra á costa ajena; pero no miro eso, sino solo el bien públi-
co y el servicio de S. M. Y de que lo sea esto de la paz
no hay mayores pruebas que ver lo que lo han sentido los
enemigos de S. M. y de la religión católica ; y así torno á
pedir á V. S. procure que S. M. se resuelva en enviar los re-
cados que se han pedido, con la mayor brevedad que sea
posible, que cuanto mayor fuere, se facilitarán mas las co-
sas. Y porque esta no es para mas, ni seria razón mezclar
otras cosas con esta que es de tanta importancia , acabo
con dicir que Dios guarde á V. S. con la salud que le de-
seo.— De Bruselas á 19 de mayo, año 1607. — Alberto —
Con rúbrica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma^
fecha en Bruselas á2i de mayo de 1607.
Recomienda al capitán don Juan de Quiroga.
Meal Academia de la Historia.— Salazar, A 63, fol. 71.
Muy ilustre señor : Vuelvo á escribir al rey mi señor
sobre la pretensión que tiene el capitán don Juan de Quiro*
ga de un hábito; y por lo que tengo representado á S. M.
de sus servicios, y de nuevo lo hago, echará V. S. de ver
lo bien que se empleará en su persona esta merced. Y para
que la reciba, pido á V. S. le tenga por encomendado, fa-
voreciéndole para ello, y lo que mas se ofresciere de su
acrecentamiento, que yo lo eslimaré en lo que es razón.
52
Nuestro Señor guarde la muy ilustre persona de V. S. como
desea. — De Bruselas á 21 de mayo, 1607. — A lo que
V. S. ordenare. — Alberto. — Con rúbrica.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas áZi de mayo de 1607.
Tregua con los Estados de Holanda.— Doa Diego de Ibarra.
Biblioteca Nacional— Sala de MSS,—1 131 , fol 523.
Señor duque: Ayer rescibí las cartas de V. S. de los 18
deste , y he holgado mucho de entender por la una de
ellas, la buena salud con que se hallaban SS. MM. y AA.
Dios los guarde como la cristiandad lo ha menester y todos lo
deseamos. Por ambas he entendido lo que V. S. dice acer-
ca del particular de la tregua que aquí se ha tratado, y es
fuerza que le diga que he sentido mucho que V. S. la ten*
ga por perjudicial para S. M. y sus Estados en la forma
que se ha tratado, y espantádome no menos de ver los
fundamentos que V. S. apunta para ello ; y así para res-
ponder á ellos, digo que es verdad que (según lo .que me
ha dicho el marqués Spínola de parte de S. M.) aprobaba
este concierto , con presupuesto que los de las Islas se ha-
bían de apartar de lodo punto del comercio y trato de am-
bas Indias; pero eso ya lo ofrescen los de las Islas, como se
avisó á S. M. por vía del marqués, en carta del 15 de he-
brero, en la cual se le da cuenta particular de como pre-
tendiendo los de las Islas que se tratase con ellos, como
con provincias libres , habían acordado que en cambio de
eso desistirían del comercio de ambas Indias, encaresciendo
53
lo mucho que hacian en ello por el pié que ya lenian en
ellas y las esperanzas de lomarle cada dia mayor. Y á esto
respondió S. M. al marqués en carta de 28 de hebrero que
considerando el estado de las cosas de acá, y la imposibili-
dad que hay en continuar las ayudas (digo) provisiones
de dinero, le parecia que acá se habia considerado este ne-
gocio con mucha prudencia, y se habia acertado mucho en
abrazar la proposición que de parte de los rebeldes se habia
hecho, de dejar la navegación de las Indias , y que así apro-
baba y tenia por bien que se concluyese y acabase este
concierto , y que holgaria que estuviese hecho cuando lle-
gase la dicha carta, y que S. M. alababa mucho las con-
sideraciones que yo habia tenido en el negocio; y S. M. y
V. S. me dieron por sus cartas muchas gracias por ello, en-
cargándome la buena conclusión deste negocio, y pienso
que escribieron lo mismo á la Infanta. En esta conformi-
dad se prosiguió el negocio, y se trajo á términos de que
los de las Islas se contentaron de tratar dello; y así se
hizo el acuerdo de que para principio de setiembre se jun-
tarían deputados de ambas partes para concluir y asentar
esto de todo punto, y con las condiciones que entre las
partes se acordasen ; y para que esto se hiciese con mas
fundamento, quisieron los de las Islas que ante todas co-
sas yo me obligase á traer consentimiento y aprobación
del rey, dentro del tiempo que V. S. sabe; pero que sin
que les constase de que S. M. consentía en esto, no trata-
rían de nada ; y no viniendo la aprobación dentro del tiem-
po , quedarían libres para acomodar sus cosas como y con
quien mejor les estuviese. Con esto fiado en lo que V. S. y
S. M. nos habían escrito á todos, vine en ello, y nos obli-
gamos á traer dicha aprobación; y porque los de las Islas
propusieron juntamente que, para que se pudiese atender a
54
lodo mejor, seria bien que hubiese una suspensión de tomar
tierras por sitios ó surpresas , y invasión de provincias con
ejército, por no disgustarlos ó darles que sospechar, veni-
mos en ello; pero les hicimos proponer juntamente que se
hiciese una suspensión de armas general por mar y por
tierra , así en España como acá , y en esto no quisieron ve-
nir nunca , diciendo que hasta que S. M. aprobase lo tra-
tado, y que les constase que consentía en ello, no podian re-
vocar las armadas que andaban en la costa de España , y
que por no hacer diferencia de España y lo de acá, era me-
jor que la suspensión no se entendiese* por la mar. Pero da-
ban á entender que en viniendo la aprobación de S. M., re-
vocarían las armadas de la costa , y aun abreviarían el
término de principio de setiembre, para la junta de los de-
putados del tratado principal. Viendo esto y que [como que-
da dicho) S. M. tenia aprobado ya (para con nosotros) el
punto mas dificultoso , que era el darlos por libres , y que
lo de la suspensión de las armas por mar no tenia mas in-
conveniente que el de la dilación del tiempo en que podian
venir los poderes de S. M. (que pudieran estar aquí ago-
ra ) no páreselo de tanta consideración , que por eso se
hubiese de romper la plática principal; porque si bien, como
V. S. dice, los rebeldes se hallan apretados con las victo-
rias que habemos tenido contra ellos los dos veranos pasa-
dos, cuando se trató de este negocio, no solo no pensába-
mos en apretarlos este año; pero, como queda dicho, S. M.
mismo escribió imposibilitando la continuación de las pro-
visiones; pues siendo esto así ¿cómo quiere V. S. que pa-
resciese acá á nadie que podríamos apretar los rebeldes este
año, ni hacerles el menor daño del mundo, para estorbar-
les que no empleasen sus fuerzas en cuanto se les antojase?
y antes era fuerza conteníamos con disponer las cosas de
55
manera que ellos no nos le hiciesen, á lo menos que reci-
biésemos de ellos el menor daño que se pudiese , como se
ha hecho en lo que loca á la tierra con esta suspensión , que
aunque con ella no se haya asigurado también lo de la
mar, y ella tenga nombre de ocho meses, en fin no es mas
que para mientras se juntan los deputados y se asienta de
propósito la paz ó la suspensión de armas, larga. De manera
que volviendo á los puntos de las cartas de V. S., en que
paresce queS. M. desea dos cosas principalmente: la una,
que los de las Islas se abstengan de la navegación de am-
bas Indias, ya digo que lo ofrescen, y que con este presu-
puesto se ha venido en admitirles la pretensión de ser ha-
bidos por libres ; de manera que si en el tratado principal
rehusaren lo de las Indias, no habria obligación de conce-
derles esotro. Y cuanlo á la revocación de las armadas, que
es lo que V. S. apunta en la segunda carta, en viniendo los
poderes de S. M. en la forma que se han pedido, se terna
también, según lo avisan de Holanda generalmente, y en
particular el comisario general que está allá á solo esto. To-
do lo cual he dicho, para que V. S. vea el fundamento con
que acá se ha procedido en esta materia, y el poco que tie-
nen los que quieren dar á entender que S. M. ha sido mal
servido en ella, presupuesto que S. M. quiera que se trate
de hacer la paz ó una suspensión de armas, larga, como lo
debíamos juzgar acá de lo que S. M. nos mandaba escribir.
Si agora S. M. juzga que conviene otra cosa á su servicio,
y que se rompa esta plática de todo punto, no será menes-
ter mas sino que vengan los poderes en la forma que se han
pedido, en el término limitado; porque por cualquier cosa
que falte en ellos ó que no lleguen á tiempo , no estarán los
de las Islas por lo acordado, ni se podrá entablar mas esta
plática, pues es cierto que no se fiarán de ninguna que por
56
mi parte se les ofrezca; y en este caso me queda sola una
cosa que pedir á V. S. que es, considere con cuanta quie-
bra de mi reputación seria romperse esta plática por este
camino, y que paresciese en el mundo que yo me había em-
barcado en un negocio como este , sin estar muy enterado
de la voluntad de S. M., ó que entre nosotros no hay la
conformidad que es razón ; y así lo que conviene y pido á
V. S. particularmente, es que entere á S. M. de todo lo
que en esta digo, y encamine como S. M. envíe los pode-
res y aprobación en la forma que se han pedido, sin alterar
nada en ellos , y dentro del término de la obligación. Y si
S.M, gusta de que se rompa esta plática, yo la romperé de
muy buena gana y con la reputación que conviene, así á
la de S. M. como á la mia; y así le pido á V. S. con todo
el encarescimiento que puedo, que, si S. M. se resolviere
en esto , procure que desde luego se trate de las provisio-
nes, y que sean tan gruesas y puntuales como V. S. sabe
que es menester , para que así podamos volver luego á las
armas y prevenir al enemigo, y hacerle los daños que se
' pueden desear.
Don Diego de Ibarra será muy bien venido, aunque no
haya de ser menester en este negocio, en que creo que po-
' dria sentir con razón el marqués Spínola que metiesen á
otro, habiéndoselo confiado hasta agora S. M., y él servido
como todo el mundo sabe. V. S. mire por su honra y le
ayude como lo meresce, y perdone carta tan larga: que así
como V. S. me ha hecho muy grande pía cer en alargarse
tanto en sus cartas sobre esta materia y, como dice, abrir
su pecho, así pienso que holgará V. S. de que yo lo ha-
ya hecho en esta; y le pido lo tenga así por cierto, y pro-
^'cure se atienda á esta materia con mucho cuidado, y sin
dar oídos á gente interesable y mal inteacíonada , que crea
. 57
V. S. que la hay, y mucha eu esta era; y plegué á Dios
que no los haya en los consejos de S. M. tales, y que solo
les parezcan mal las cosas, porque las hago yo; pero yo
les perdono, y como se haga el servicio de S. M. se me da
muy poco. Y perdóneme V. S. que le haya dicho esto, que
de otra manera le confieso que no le hubiera acabado de
abrir mi pecho. Dios guarde á V. S con la salud que deseo.
■ — De Bruselas á último de mayo, año 1607. — Alberto. —
Con rúbrica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de herma ,
fecha en Bruselas á 1.° de junio de 1607.
Por el capitán Luis Decampo Fonseca.
Heal Academia de la Historia.— Sala zar, A 63, fot. 75.
Muy ilustre señor: Por el capitán Luis Docampo Fonseca
escribo al rey mi señor lo que V. S. verá, para que S. M.
se sirva de hacerle merced en premio de sus servicios y los
del capitán Baltasar Docampo, su padre. V. S. por su parte
le ayude y favorezca para ello, que yo estimaré lo que le
valiere esta intercesión. Nuestro Señor guarde la muy
ilustre persona de V. S. como desea. — De Bruselas á I.*"
de junio, 1607.— A lo que V. S. ordenare.-— Alberlo.—
Con rúbrica.
58
i Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 5 de junio de 1607.
; Los holandeses suspenden las hostilidades por mar.
Biblioteca Nacional— Sala de MSS.—IiZí, /bZ. 529.
Señor duque : Por el despacho del marqués Spínola que
lleva este correo, entenderá V. S. como se acaba de tener
aviso de que los de las Islas han acordado lo de la suspen-
sión de las armas por mar ; y porque el tiempo en que ha
de comenzar depende de la venida de los recados que se
han pedido de acá, ha parescido despachar luego con este
aviso, que después que haya venido el comisario general
se avisará con mas particularidad de lo que en todo hubie-
re. V. S. procure pues que vengan estos recados volando,
y crea que acá se sirve á S. M. con el cuidado que se debe,
• y que lo que no se hace, es por no poderse mas, y que na-
^die lo hará mejor y con mas celo y inteligencia de las co-
sas, de los que acá estamos; y así no puedo dejar de poner
'en consideración á V. S. si se podría excusar la venida de
Vdon Diego, que sospecho causará mas sombras y sospechas
á los de las Islas, y que imaginar otros, de lo que para el
bien de los negocios que se tratan convendría , que por lo
demás yo soy amigo de don Diego, y holgaré siempre con
él. V. S. lo considere y encamine lo que mas conviniere
al servicio de S. M.; y porque espero que podremos volver á
escribir muy presto , no digo en esta mas sino que Dios
guarde á V. S. y le dé tan buenas Pascuas como le deseo.
— De Bruselas á 5 de junio, año 1607. — Alberto. — Con
rúbrica.
59
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
ficha en Bruselas á 14 de junio de 1607.
Por los herederos del maestre de campo Juan de Tejeda.
Heal Academia de la Historia,'— Saiazar, A 63, foL 75.
Muy ilustre señor: El maestre de campo Juan de Teje-
da sirvió y mereció lo que se sabe ; y por ello y haberme
dejado encomendados á su hermana y un sobrino suyo, es-
cribo al rey mi señor, suplicando á S. M. con encareci-
miento, se sirva de hacerles merced de una renta, y de pre-
miar en ellos los muchos y señalados servicios del maestre
de campo. Y aunque sé que siendo obra de esta calidad
y tan bien empleada, la ha do ayudar y favorecer V. S.,
con todo eso se lo ruega con muchas veras, y que procure
que la merced que les hiciere S. M. sea á medida de los
servicios del maestre de campo y del deseo que tengo de ver-
los remunerados en su hermana y sobrino, en que me obli-
gará V. S. en particular. Nuestro Señor guarde la muy
ilustre persona de V. S. como desea. — De Bruselas á 14 de
junio 1607. — A lo que V. S. ordenare. — Alberto. — Con rú-
brica.
60
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 15 de junio de 1607.
Sobre la tregua con las provincias de Holanda.
BilUoteca Nacional.— Sala de MSS. — I iZi, fol. 533.
Señor duque: La carta de V. S. de los tres deste reci-
bí ayer, y he holgado de entender por ella todo lo que V. S.
me dice, con que espero que con lo que se ha representado
de acá áS.M. y avisado del suceso que ha tenido la negocia-
ción de la suspensión de armas por mar, quedará satisfecho
y enterado de que acá se tratan y. procuran las cosas de su
servicio con el celo y cuidado que se debe, y que en esto
no nos hace nadie ventaja; y pluguiese á Dios le tuviesen
tan verdadero los que huelgan de dar á entender lo con-
trario, á lo cual bien espero no dará lugar V. S. siempre
que pudiere , y que S. M. me hace y hará siempre la mer-
ced que V. S. dice de la confianza que hace de mí, porque
no le daré nunca ocasión para menos que eso; pero por tra-
tar con V. S. con la llaneza que siempre, le confieso que
he sentido mucho que con tan poco fundamento se haya he-
cho tanto ruido, y querido publicar por todo el mundo
que S. M. estaba mal satisfecho de lo que acá se habia he-
cho, con enviar persona propia para remediarlo (como todos
lo dicen) pudiéndose hacer (cuanto fuera menester) con
dos renglones que V. S. me escribiera de parte de S. M.;
pero en fin , ello está hecho, aunque no podré perder jamás
esta queja; y espero que V. S. no dará lugar á que pueda
tener otras, pues se lo meresce la voluntad que siempre le
61
he tenido y lo que he fiado siempre de la que V. S. me ha
mostrado.
Por lo que escribe el marqués Spínola en este despacho,
verá V. S. lo que se ofresce, y cuanto importa que ven-
gan los recados que se han pedido de acá , y de la manera
que se han pedido. Y si este negocio ha de pasar adelan-
te, y V. S. entiende que conviene al servicio de S. M.,
crea que es fuerza que vengan estos recados, y cuanto
mas presto mejor, y aun cuando S. M. quisiese que se.
rompiese esta plática por las razones que apunté los otros
días á V. S.; y fíe de mí que la romperé, y con la reputa-
ción que conviene; con que no me queda mas que dicir á
V. S., habiendo tan poco que le he escrito, y acabo con,
dicir que Dios guarde á V. S. con la salud que le deseo.
— De Bruselas á 15 de junio, año 1607. — Alberto. —
Con rúbrica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 19 de junio de 1607.
Recomendación en favor de I duque de Osuna.
Real Academia de la Historia. — Salazar, A 63, fol. 11,
Muy ilustre señor : Don Rodrigo Girón va á represen-
tar al rey mi señor de parte del duque de Osuna lo que
de él entenderá V. S. para que S. M. tenga por bien que al
duque se le provea por cuenta de su hacienda, con que po-
der satisfacer y cumplir las deudas que ha hecho por acá,
para entretenerse en servicio de S. M- , á quien suplico sea
servido de mandarlo considerar, y dar orden que al duque
62
se le dé la comodidad que es justo para desempeñarse.
V. S. me hará muy gran placer en procurarlo con tales
veras, que el duque sea asistido y socorrido conforme á
quien es, y á las muchas razones que hay para ello; y con
las mismas veras se lo pido á V. S., cuya muy ¡lustre per-
sona Nuestro Señor guarde como desea. — De Bruselas á 19
de junio, 1607. — A lo que V. S. ordenare. — Alberto. —
Con rubrica, *' --
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
>i íkiiiy fecha en Bruselas á id de junio de 1607.
Por don Rodrigo Giren.
Meal Academia de la Historia. — Salazar, A 65, fól, 79.
Muy ilustre señor: Demás de lo que escribo al rey mi
señor en los particulares del duque de Osuna, también
acuerdo á S. M. los servicios de don Rodrigo Girón, para que
se sirva de hacerle la merced que antes de ahora le tengo
suplicado en lo de una encomienda de su orden. Y pues por
ellos y su calidad merece la merced que S. M. le hiciere , á
V. S. pido que le favorezca y ayude para que la reciba, que
yo lo estimaré en lo que es razón. Nuestro Señor guarde la
muy ilustre persona de V. S. como desea. — De Bruselas á
19 de junio, 1607.— A lo que V, S. ordenare. — Alberto.
Con rúbrica.
63
Copia de carta del archiduque Alberto para S. M.y fecha en
Bruselas á 11 de julio de 1607.
Envía á España al comisario general de San Francisco, fray Juan
Noy en', para que informe á S. M, sobre lo ocurrido en_las ne-
gociaciones sobre la tregua.
Heal Academia de la Historia. — Solazar , A 63, fol. 83.
S. C. R. M.
Aunque, por los correos y personas que de aquí se han
despachado, se tiene dada cuenta á V. M. de lo locante á
las pláticas de pacificación , para mayor y mas entera in-
formación de V. M., de las circunstancias y dificultades
que en la negociación se han ofrecido, me ha parescido
que vaya á España el comisario general fray Juan Noyen,
por cuya mano se ha tratado , para que como tan enterado
déla materia, pueda informar á V. M. con particularidad
de todo lo que fuere servido saber della; y así me remito á
su relación. Nuestro Señor, etc. — De Bruselas á 11 de ju-
lio, 1607.
64
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 11 de julio de 1607.
Ruégale que dirija al comisario fray Juan Noyen , para que desem-
peñe con acierto la comisión que lleva á España.
Real Academia de la Historia.— Solazar , A 63, foh 81.
Muy ilustre señor : Con el comisario general fray Juan
Noyen escribo al rey mi señor lo que V. S. verá, y lleva
orden mía de que en primer lugar dé cuenta á V. S. de su
comisión , para que habiéndole oido con atención (como se
lo encargo muy de veras á V. S.) vea si será necesario ha-
cer relación de todo á S. M. el dicho comisario general , ó
si será bien excusarlo con haberla hecho á V. S. quien la
podrá hacer á S. M., en que V. S. le ordenará lo que mas
hallare convenir : que él va remitido en todo y por todo á
seguir su orden como es razón. Nuestro Señor guarde la
muy ilustre persona de V. S. como desea. — De Bruselas á
41 de julio, 1607.— A lo que V. S. ordenare.— Alberto.
— Con rubrica.
65
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á i2 de julio de 1607.
Razones que le han movido á enviar á la corte á fray Juan Noyen,
á pesar de creerlo innecesario don Diego de Ibarra.
BiMoieca Nacional.— Sala de MSS.— /131, foL 535.
Señor duque : Don Diego de Ibarra despacha este cor-
reo (y á lo que dice)á dar cuenta á S. M. de que, habién-
dole hecho yo saber que enviaba al comisario general de la
orden de San Francisco , de aquí á esa corte, me habia re-
presentado las razones que se le ofrescian, por donde le
páresela que no convenia que le enviase; y ya que don
Diego lo quiere escribir, me ha parescido escribir también
esta á V. S. y dicirle que es verdad que don Diego me ha
apuntado algunas razones , por donde quiere mostrar que
no conviene que vaya ahí este religioso, pero que no me
han convencido , ni parescido de mas eficacia que la que
me mueve á enviarle, que es solo de queS. M. (si gustare
dello) pueda saber del todo lo que ha pasado en este ne-
gocio, como de persona por cuyas manos ha pasado todo,
y sabrá hacer muy particular relación dello : que no solo
me paresce conveniente hacerlo , pero que yo tenia obliga-
ción á ello, y así lo hubiera hecho dias há, si no fuera por
esperar á hacerlo con mas luz de lo que era bien fuese ente-
rado después de tener algún despacho de S. M. , como le
aguardaba de un dia para otro. Pero viendo que no viene
ninguno, me he resuelto á no diferir mas la ida de este re-
ligioso, la cual no escribí con el correo que se despachó dos
dias há; porque la orden que lleva es de que acuda derecha-
ToMO XLIII. 5
66
mente á V. S. y le informe de todo. Y si á V. S. le pares-
ciese que no convenia que hablase al rey ni á nadie, ni se
dejase ver, lo haga así, por lo cual me paresció que no con-
venia que se supiese ahí su ida , hasta que á V. S. le pa-
resciere que convenia. El lleva carta mia para V. S. en
esta sustancia, y así no tengo mas que dicir en esta sino
pedir á V. S. lo mismo, y que le ordene lo que conviene
hacer , conforme á lo que V. S. entendiere que convie-
ne. Y Dios guarde á V. S. como deseo. — De Bruselas á 12
de julio, año 1607. — Alberto.— Cow rúbrica.
La resolución de don Diego de despachar este correo,
ha obligado á escribir á S. M. de mano ajena en la forma
que V. S. verá ; pero con todo holgaré de que V. S. enca-
mine lo que toca al fraile, como le paresciere que mas con-
viene.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma^
fecha en Bruselas á 20 de julio de 1607.
Interés con que procede en el negocio de la paz con los holan-
deses.—Vuelta de don Diego de Ibarra á España.
Biblioteca Nacional— Sala de MSS.—IÍZiyfol 537.
Señor duque: Mucha razón tiene V. S. en lo que dice
en su carta de primero deste , acerca de la materia de que
se trata , que sin duda es grande y de mucha consideración,
y así sujeta á varios paresceres. V. S sabe como me he
embarcado en ella, en que no he tenido otro fin que enca-
minar lo que entendía que era gusto y servicio de S. M., y
así le merezco muy bien la merced que me hace , en lo que
67
me dice en sus cartas, así de mano propia como de la ajena,
que ha traido Virago. Y se puede asigurar S. M. de que se
tratará el negocio con el cuidado que conviene, y con traer
tan delante de los ojos el servicio de Dios y de S. M. y su
reputación como es razón. Y por lo que se escribe á S. M.
con este correo, entenderá V. S. el principio que se ha da-
do á esto, y lo que mas se ofresce en materia de dinero,
que es lo que principalmente obliga á despacharlo. V. S.
procure se acuda con él con brevedad , de manera que se
puedan encaminar las cosas tanto mejor, y atender á atajar
inconvenientes como conviene.
Con los despachos que don Diego de Ibarra debe de ha-
ber tenido de S. M., publicó luego su vuelta, sin tratar ni dar
lugar á que yo lo hiciese, de dar algún color particular
para ella, que no le debió de parescer necesario. No dudo
de que él dará cuenta de todo lo que acerca de esto hay.
V. S. se acordará de lo que le he escrito siempre de don
Diego, y así no tengo agora que dicir, sino que le tengo
muy buena voluntad , y que holgaré siempre mucho de to-
da la merced que se le hiciere.
Con las nuevas que V. S. me da de la salud de
SS. MM. y AA. he holgado como es razón, y sin falta que
con el tiempo que Y. S. dice habia hecho en esas partes,
se habrá holgado S. M. mucho. Dios le guarde, y á V. S.
por lo que me dice á propósito de mi gota, que todo lo de-
be V. S. á la voluntad que le tengo. Dios guarde á V. S.
con la salud que le deseo. — De Bruselas á 20 de julio, año
1607. — ^Alberto. — Con rúbrica.
68
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á2i de agosto de 1607.
Se envía al rey una relación de lo ejecutado en las conferencias so-
bre la paz ,con Holanda. — Conducta que debe seguirse en este
particular. — Inconvenientes de la continuación de la guerra.
Biblioieca Nacionah — Sala de MSS. — / 131, foL 544.
Señor duque : Hasta agora se ha ido dando cuenta á
S. M. de lo que el audiencier ha ido avisando de la Haya,
como V. S. lo habrá visto. Después que el audiencier ha
venido, aunque en sustancia no diga mas de lo que ha es-
crito, ha parescido todavía conveniente que hiciese una re-
lación particular de lo que trae entendido de allá, y que
esa se enviase á S. M. , para que enterado de todo pueda
tanto mejor resolver y ordenar lo que hallare que conviene
mas á su servicio, y así la envía el marqués con un criado
suyo. Y cuanto á esto me remito á lo que el marqués debe
de escribir. Y por cumplir todavía con mi obligación, así
en lo que debo al servicio de S. M. , que es la que tengo
por la mas principal , como por lo que debo procurar el bien
universal, y en particular los de estos Estados, me ha pa-
rescido apuntar á V. S. en esta , que me paresce que está
este negocio reducido á términos que es necesario que
S. M. se resuelva á una de dos; ó de proseguir esta pláti-
ca de la paz, con la condición que los de Holanda quieren,
ó bien proseguir la guerra, proveyendo lo necesario para
ella, en la cuantidad y con la puntualidad que siempre he
representado á S. M. que convenia.
69
Lo de la paz, por lo que dice el audiencier, y fuera de
esto se tiene entendido, paresce que al presente se puede
desconfiar de alcanzarla sin la cláusula que piden, la cual
paresce que se podria honestar con otras condiciones que
se puede esperar se alcanzarian.
Lo de la guerra, tengo por imposible que se pueda ha-
cer con esperanza, no solo de buenos progresos, pero de
no perder, si S. M. no provee los treinta mil ducados (por
lo menos) al mes y lo mas puntualmente que sea posible.
Yo sé que habrá muchos que digan que se puede hacer con
menos, y que basta hacer la defensiva, pero hablan sin
fundamento y se engañan; y pienso que el ejemplo de lo
que ha pasado en 41 años que ha que dura esta guerra , es
bastante prueba, pues tantos millones, y tantos goberna-
dores y capitanes generales y soldados tan afamados como
se han gastado en ella, no han bastado para acabarla ni
reducir los de Holanda á la debida obediencia. ¿Pues cómo
se debe esperar poderlo hacer agora con menos provisio-
nes, teniendo los enemigos muchas mas fuerzas y asisten-
cia que por lo pasado? Pues asirse á hacer la guerra defensi-
va, como dicen algunos, ríase V. S. de ello; porque si se ha
de hacer bien y con seguridad de no perder, se gastará
en ella lo mismo que con la ofensiva; porque es necesario
que todas las plazas principales estén proveídas, así de gente
como de municiones, y lo que se gasta en fortificaciones,
que es inexcusable; pues conhortarse con lo que lo hacen
los que hablan en esto de la guerra defensiva , que es
dicir que no importa que se pierdan un par de plazas cada
año, en verdad que lo tengo por de mucha importancia;
porque dejando aparte la reputación , tales podrian ser las
plazas, que habría poco para que conservar las demás, ó
quizá seria imposible hacerse, viendo los de las provincias
70
obedientes que los desamparan y los dejan perder : que no
seria mucho diesen en alguna desesperación , como se pue-
de temer también si se hallasen desahuciados de la paz que
agora tienen cuasi por hecha, si juntamente no viesen ta-
les fuerzas y provisiones, que por medio de ellas pudieseQ
esperar otra paz mucho mas aventajada. V. S. lo conside-
re por amor de Dios, y cuanto importa que esto se acierte,
y lo represente así á S. M. por mi descargo: que con repre-
sentarle lo que entiendo sinceramente, pienso cumplir con
lo que debo á Dios, á S. M. y al mundo. Y tras eso podrá
hacer S. M. lo que mas fuere servido, que debemos espe-
rar todos será lo mas acertado. Y esperando que lo enca-
minará así V. S. por su parte, no le cansaré mas en esta,
y acabo con dicir que Dios guarde á V. S. con la salud que
le deseo. De Bruselas á 21 de agosto, año 1607. — Alberto.
— Con rúbrica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á i.'' de setiembre de 1607.
Por don Agustín de Samaniego.
'^''Meal Academia de la Historia,. — Salazar, A 65, foL 97.
Muy ilustre señor: Don Agustín de Samaniego, mi ca-
ballerizo, ha servido al rey mi señor, que haya gloria, y
á S. M. en Italia y en estos Estados, con entera satisfac-
ción; y acerca de mi persona ha servido con la misma en
las ocasiones que se han ofrecido. Va á España con mi li-
cencia á sus negocios y pretensiones. Pretende que S. M.
le haga merced de un hábitO: y de alguna renta, para vol-
71
ver á continuar aquí sus servicios con mas comodidad; y
así he querido pedir á V. S. le ayude y favorezca en esta
pretensión , por cuyo medio espera alcanzarla con mas bre-
vedad y facilidad. Y porque tendré por justa y bien emplea-
da la merced que recibiere, estimaré y agradeceré mucho
lodo lo que V. S. hiciere por él, cuya muy ilustre* persona
Nuestro Señor guarde y prospere como desea. — Bruselas
setiembre I.'', 1607. — A lo que V. S. ordenare.— -Alberto.
— Con rúbrica.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas ál de setiembre de 1607.
Acusa el recibo de 600,000 ducados.— Necesidad de que ratifique
el gobierno el armisticio celebrado con las provincias de Holan-
da para proseguir la negociación d e la paz. — Servicio hecho por
las Cortes al rey. — Armada que ha salido de los puertos de Es-
pana para recojer las flotas— Imposibilidad de apaciguar el mo-
tín de la tropa , no enviándose recursos. — Don Luis Villar.
Biblioteca Nacional.— Sala de MSS,—I 431 , foL 547.
Señor duque : Há ya algunos dias que he rescibido la
carta de V. S. de los 14 del pasado , y por no haberse ofres-
cido ocasión para despachar correo , no he respondido á ella
antes de agora, que podré responder también á otra de V. S.
de los 23, que rescibí ayer con el comisario general de los
franciscos. Con ambas cartas he holgado cuanto V. S. pue-
de considerar, dándome en ellas tan buenas nuevas como
me da de la salud de SS. MM. y AA. Dios los guarde co-
mo la cristiandad lo ha menester.
72
Las letras de los 600 mil ducados han venido á muy
buen tiempo; y por entender el estado en que están las co-
sas de la hacienda de S. M., las he estimado en mucho, y
no menos el cuidado y trabajo con que V. S. las habrá pro-
curado, aunque esto sea tan conforme á la voluntad coa
que V. S. acude siempre á todas nuestras cosas, que aun-
que se puede tener por cosa ordinaria en V. S., no se deja
de estimar por eso en mas, como se puede asigurar V. S.
de que lo hago cuanto puede ser, habiendo tenido también
en mucho que V. S. quisiese que hasta el comisario gene-
ral viniese tan persuadido dello, que lo viene de manera, y
me ha dicho tanto dello , que me paresce me hallo obligado
á dar á V. S. en particular las gracias por ello (como lo
hago) tornando asigurar á Y. S. de nuevo de la mucha
estimación que hago delío. Y he holgado mucho de enten-
der, asi por lo que el comisario me dice, como por lo que
V. S. me escribe, que así S. M. como V. S. quedan satis-
fechos y enterados de que acá se ha procedido en esta mate-
ria de las paces , de la manera que convenia, y que se ha-
bla hecho de nuestra parte cuanto se había podido para en-
caminarla bien. Y puédese asigurar V. S. dello, de que en
esto y cuanto se ofresce del servicio de S. M., se procede
y procederá siempre con tanto cuidado de acertar y enca-
minar lo que mas convenga , que nadie nos hará nunca
ventaja en ello.
Y'o quedo advertido de lo que S. M. manda se haga to-
cante á esta materia ; pero aunque entienda que por el des-
pacho que llevó Virago, echará V. S. de ver que no se
puede dar paso en este negocio mientras no viene la ra-
tificación que piden los de las Islas, se lo he querido dicir
en esta, como también lo escribe el marqués Spínola par-
ticularmente á S. M. Y según lo que se tiene entendido de
73
la obstinación en que están los de las Islas en esta parte,
se puede tener por cierto que no oirán cosa que se les quie-
ra proponer, no viendo primero la ratificación; y aun se
puede temer mucho de que se venga á rotura total de la
plática, si la ratificación no viene dentro del tiempo señala-
do. V. S. lo considere por amor de Dios, y encamine lo que
viere que conviene mas al servicio de S. M. Y así hasta ver
lo que S. M. responde en este particular de la ratificación,
no se tratará aquí de nada, por entender que no será de nin-
gún efeto el intentarlo.
Muy buena nueva ha sido la que V. S. me da del ser-
vicio que ese reino ha hecho agora á S. M., que cierto es
grande y de estimar en rnucho la liberalidad con que sir-
ve siempre, aunque V. S. debe de tener la mayor parte en
esto, pues como procurador de Cortes y ministro de S. M.
lo habrá encaminado así. Dios guarde á V. S. que tan bien
sabe cumplir con lo que debe al servicio de S. M.
Con la nueva que también me da V. S. de la armada que
habia salido , he holgado también mucho. No dudo de que
haya de recoger muy bien todas las flotas de S. M., y aun
castigar á los enemigos si los topare. También he holgado
de ver que V. S. tome algún rato para entretenerse, y haya
ido á las fiestas que me dice de Valdemoro, que bien es
menester trabajando como trabaja.
Por las cartas que van en este despacho verá V. S. lo
que se ofresce acerca de algunos particulares; y en esta he
querido pedir á V. S. que la provisión para lo del motin
venga lo mas presto que sea, por lo que se pierde y puede
aventurar en no acabar ya presto con él. También importa
iTiucho que venga luego la resolucionfde lo del castillo de
Gante, y mire V. S, que seria hacer agravio á los años y
servicios de Luis del Villar, si se le prefiriese otro. Y Dios
74
guarde á V. S. como deseo. — De Bruslas á 7 de setiembre,
año 1607. — Alberto. — Con rúbrica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de herma,
fecha en Bruselas ál de setiembre de 1607.
Por don Gerónimo Valter Zapata.
Real Academia de la Historia, — Salazar, A 63. foL 99.
Muy ilustre señor : Vuelvo á acordar al rey mi señor
los particulares de don Gerónimo Valter Zapata, suplican-
do á S. M. se apiade de él. A mí me hace mucha lástima
verle en el aprieto y trabajos en que se halla , tras haber
servido con tanta rectitud y limpieza. V. S. verá la oferta
que hace el presidente Enrique Wanessen , comisario ge-
neral de los víveres de este ejército , á don Gerónimo , para
ayudarle en caso que S. M. no le haga la merced que le
tengo antes de ahora suplicado. Hágame V. S. placer de
ser parte para que se la admita S. M. , pues gana en ello
su real hacienda, y sin interés de ella se hace buena obra
á don Gerónimo, en que también la recibiré por lo que de-
seo su descanso , y siento verle tan desasosegado ; y en
procurarlo me obligará en particular V. S., cuya muy ilus-
tre persona Nuestro Señor guarde como desea. De Bruse-
las á 7 de setiembre, 1607^ — A lo que V. S. ordenare. —
Alberto. — Con rúbrica.
Be letra del archiduque.
Por las obligaciones que V. S. sabe tengo á don Geró-
nimo, no puedo dejar de pedir á V. S. con todo el encares-
75
cimiento que puedo (como lo hago) que le tenga por muy
encomendado en esta pretensión, para procurar que S. M.
le haga la merced que se le suplica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á ÍO de setiembre de 1607.
Por el capitán don Luis de Beaumonte.
Real Academia de la Historia, — Salazar, A 63, fol. 101.
Muy ilustre señor: Por el capitán y sargento mayor
don Luis de Beaumonte y Navarra escribo al rey mi se-
ñor lo que V. S. verá, para que se sirva de hacerle merced
de una renta. Es caballero de la calidad que se sabe, y tie-
ne los servicios que represento á S. M. ; y aunque bastan
para que se pueda asegurar del amparo de V. S., he queri-
do juntar á ellos esta intercesión, y pedir á V. S. le tenga
por muy encomendado. Nuestro Señor guarde la muy ilus-
tre persona de V. S. como desea. De Bruselas á 10 de se-
tiembre, 1607. — A lo que V. S. ordenare, — Alberto.— Co»
rubrica.
76
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lertna,
fecha en Bruselas á iS de setiembre de 1607.
Por don Juan de Echeverría, que pretende una pensión.
Real Academia de la Historia, — Salazar, A 63, foL 109.
Muy ilustre señor: Don Juan de Marquelayn Echever-
ría, mi capellán de oratorio, me vino sirviendo desde Es-
paña y lo ha continuado doce años con entera satisfacción;
y por tenerla de su persona, le proveí el oficio de capellán
mayor de la caballería deste ejército de S. M., y está con-
tinuando sus servicios, y hasta agora, en consideración de-
llos, no se le ha hecho merced particular. Pretende que
S. M. se la haga de una pensión eclesiástica, para poder
continuarlos aquí con mas comodidad ; y así he querido pe-
dir á V. S. le ayude y favorezca en esta pretensión, por cu-
yo medio espera alcanzarla con mas facilidad y brevedad.
Y por que la tendré por justa y bien empleada en su per-
sona, estimaré y agradeceré mucho todo lo que V. S. hicie-
re por él, cuya muy ilustre persona Nuestro Señor guarde
y prospere como desea. De Bruselas setiembre 18, 1607.
— A lo que V. S. ordenare. — Alberto. — Con rubrica.
77
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 20 de [setiembre de 1607.
Recomienda á don Diego de Ibarra.
Biblioteca Nacional— Sala de MSS.—1 131, fol. 549.
Señor duque : Siendo don Diego de Ibarra el portador
desta , podré excusar de decir en ella mas de que la es-
cribo, porque no llegue ahí sin llevar carta mia para V. S.,
y pedir le tenga por muy encomendado á don Diego para
ayudarle á que S. M. le haga merced en lo que se le ofres-
ciere, que demás de ser don Diego benemérito de cualquie-
ra por sus largos servicios, me hará V. S. en ello mu-
cho placer, por las obligaciones que V. S. sabe tengo á don
Diego. Y porque esta no es para mas, la acabo con di-
cir que Dios guarde á V. S. con la salud que deseo.— De
Bruselas á 20 de setiembre, año 1607. — Alberto. — Con
rúbrica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 22 de setiembre de 1607.
Por don Alfonso Dávalos.
Real Academia de la Hisíoria.—Salazar , A 63, fol. 105.
Muy ilustre señor : A don Diego de Ibarra lie encarga-
do suplique al rey mi señor de mi parte haga merced á don
Alfonso de Avalos en sus pretensiones, procurando con
78
V. S. que ayude á ello , como quien tanta parte ha de ser
para que el dicho don Alfonso sea remunerado como mere-
ce de sus servicios. Y por lo mucho que yo lo deseo , lo pi-
do á V. S. con todo el encarecimiento posible. Nuestro Se-
ñor guarde la muy ilustre persona de V. S. como desea.
De Bruselas á 22 de setiembre, 4607. — A lo que V. S.
ordenare* — Alberto. — Con rúbrica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 26 de setiembre de 1607.
Por el capitán Diego Marin.
Real Academia de la Historia. — Salazar, A 63, fol. d09.
Muy ilustre señor: V. S. conoce al capitán Diego Ma-
rin, sargento mayor de Ambéres, y tiene noticia de lo mu-
cho y bien que ha servido en estos Estados, por lo cual es
merecedor de que el rey, mi señor, le honre y haga merced
como se lo suplico á S. M. en la carta que presentará. Y
he querido acompañarle también con esta , volviendo á Es-
paña con don Diego de Ibarra, para que V. S. le ampare
y favorezca en sus pretensiones, como se lo^'pido y ruego
muy de veras. Nuestro Señor guarde la muy ilustre perso-
na de V. S. como desea. — De Bruselas á 26 de^'setiembre,
1607. — ^A lo que V.S. ordenare. — Alberto. — Con rúbrica.
79
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Binche á iO de octubre de 1607.
Manifiesta su satisfacción por el feliz alumbramiento de la reina y
por el arribo de las flotas á las costas de Espaüa. — Motines próxi-
mos á estallar si no se le mandan recursos.
Biblioteca Nacional.— Sala de MSS.—1 151 , fol. S55.
Señor duque: De muy buena gana aceto la norabuena
que V. S. me da en su carta de los 18 del pasado, del buen
alumbramiento de la reina (1), de un hijo, y de que que-
dase mejor, y también el infante, con que se puede tener
por cierto es de dias, de que quedo con el contento que
V. S. puede considerar. Dios guarde á SS. MM. y AA. y les
dé tanta salud y contento como la cristiandad lo ha me-
nester y todos se lo deseamos.
Los despachos que V. S. acusa, se han recibido, y se
usará dellos en la forma que S. M. manda, con la mayor
puntualidad que fuere posible, y con el cuidado que V. S.
puede desear; porque aquí no se desea sino acertar á ser-
vir á S. M. y darle gusto en cuanto fuere posible. Desde
luego se dará principio á este negocio, como lo escribirá
mas particularmente el marqués Spínola, á quien me re-
mito, habiendo holgado mucho de entender que hubiese
parescido bien á V. S. lo que sobre él le habia apuntado:
quiera Dios que se encamine como mas convenga á su ser-
(1 ) Infante don Carlos , que nació en Madrid el día 8 de setiem-
bre, á las nueve y media de la mañana.
80
vicio y al bien universal de la cristiandad, como todos lo,
deseamos.
Con las demás nuevas que me da V. S. de las flotas y
navios que se esperaban, he holgado mucho , y espero que
ha de ser servido Nuestro Señor de traerlo todo á salvamen-
to, y debe de ser bien necesario; á lo menos para aquí lo es
que S. M. mande hacer alguna provisión de nuevo, por el
apretado estado en que se está, y haber parescido forzoso
acudir á lo del motin que está en pié, para atajar otros que
cada dia se andan forjando, como ya lo estaba uno y con
oficiales hechos, que se descubrió muy pocos dias há; y
así no puedo dejar de pedir á V. S. con todo el encaresci-
miento que puedo, que procure encaminar esto de que se nos
provea alguna cosa con suma brevedad, con que se pue-
dan atajar tan grandes inconvenientes.
Aquí se ha entendido la muerte del correo mayor de
que me ha pesado.
Ha algunos dias que habemos venido aquí á tomar un
poco de aire. Hános hecho buen tiempo hasta agora, con
que se ha podido gozar del campo , y nos ha ido razonable-
mente en la caza, aunque mi gota ha querido tener tam-
bién su lugar, y me ha tenido un dia en la cama, aun-
que ando ya muy bien, y quedo bueno á Dios gracias, que
guarde á V. S. con la salud que deseo. — De Binch á 10 de
octubre, año 1607. — Alberto. — Con rúbrica.
81
Carta original del archiduque Alberto al duque de herma,
fecha en Binche á (1) de octubre de i 607.
Por don Luis Laso de la Vega.
Real Academia de la Historia.-- Salazar , A 63, fol. 114 .
Muy ilustre señor : Al rey mi señor escribo, lo que V. S.
verá, por don Luis Lasso de la Vega , gentil hombre de mi
cámara. Y por lo que deseo que S. M. le haga merced de
la alcaidía de Málaga, que por él suplico, atento las razones
que para ello se representan, pido muy de veras á V. S.-
le favorezca por criado mió, de manera que consiga la
merced que pretende, que yo lo estimaré en mucho. Nues-
tro Señor guarde la muy ilustre persona de V. S. como de-
sea. De Vintz á de octubre, 1607. — A lo que V. S. or-
denare.— Alberto. — Con rúbrica.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Binche á 8de noviembre de 1607.
Estado de las negociaciones para asentar la paz. — Dificultad de
mantener la disciplina de las tropas, si no se envía dinero. —
Pendencia entre dos caballeros españoles en Flándes.
Biblioteca Nacional-Sala de MSS.—1 131 , fol. 551.
Señor duque: Por lo que se escribe á S. M. por este
despacho entenderá V. S. lo que hay en la negociación de
(1) Esta carta tiene la fecha en blanco.
Tomo XLllI. 6
82
Holanda. Con haber llegado allí el comisario general de
San Francisco y el audiencier, será Dios servido de que se
encamine todo cómo mas convenga á su servicio.
También enlenderá V. S. la necesidad en que se eslá
de que S. M. mande hacer mas provisiones para aquí y con
mucha brevedad, porque con la paga del motin se consume
lo que habia ; y para no diferirse este pagamento, hay cau-
sas tan urgentes, que entiendo se hace á S. M. muy gran-
de servicio en ello. La demás gente se entretiene con tan-
to trabajo y dificultad como V. S. puede considerar, que
me obliga á pedirle muy encarescidamente procure que
S. M. se resuelva en enviar alguna buena provisión con la
mayor brevedad que sea posible ; y atréveme mas á ello
por las nuevas que acá han llegado de la venida de las flo-
tas, de que habemos holgado acá tanto como es razón, y
así doy á V. S. el parabién dello. Y pésame mucho de ha-
ber de dicir juntamente, á V. S. que me ha pesado mucho
de la pendencia de don Iñigo de Borja y don Luis de Velas-
00. Háse procurado acomodarla lo mejor que se ha podido;
pero el verdadero acomodamiento será el que V. S. encami-
nare, y así espero que será muy á su satisfacción, aunque lo
que ha pasado no puede ser de mucha.
Por haber durado el buen tiempo hasta agora muy po-
cos dias ha , nos detenemos aun por aquí , á donde se goza
razonablemente del campo , y con salud á Dios gracias, que
guarde á V. S. con la salud que le deseo. De Binch á 8 de
noviembre, año 1607. — Alberto.— Co/í rúbrica.
83
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas áZ de diciembre de 1607.
Inconvenientes que pueden resultar de no enviarse prontamente re*
cursos. — Negociaciones de paz con Holanda. — El conde de Tirón.
Biblioteca NacionaL — Sala de MSS.—1 151, foL 55o.
Señor duque : Por las cartas de S. M. que se han resci-
bido estos días, se ha entendido la resolución que habia si-
do servido de mandar tomar con los hombres de negocios,
y la forma en que mandaba proveer lo de aquí , que si fue-
ra tan pronta como el estado de las cosas de aquí lo pide,
no hay duda , sino que se pudiera tener por muy conve-
niente al servicio de S. M. y acertada; pero la dilación que
es fuerza que haya en llegar ella aquí, y la falta de crédito
con que se está, nos ha puesto en el aprieto que V. S. enten-
derá por lo que se escribe á S. M. por este despacho á que
me remito , y particularmente á lo que escribirá el mar-
qués Spínola sobre ello; y así servirá esta solo de pedir á
V. S. tome muy á pechos el procurar que se nos acuda con
algún remedio lo mas brevemente que sea posible, pues el
estado de las cosas de aquí no sufre otra cosa , y es tal que
con poca dilación que hubiese, podría dar en cualquier in-
conveniente muy grande. V. S. no dé lugar á ello, con re-
mediarlo con la mayor brevedad que sea posible , que así
se lo pido con todo el encarescimiento que puedo.
Al comisario general y al audiencier aguardamos de
Holanda por momentos. En llegando se dará cuenta á S. M,
de lo que trujieren , que plega á Dios sea lo que mas con-
venga á su servicio y á el de S. M.
84
El marqués de Guadaleste creo que dará cuenta á
S. M. de lo que pasa en el particular del conde de Tirón;
y habiéndome mostrado lo que S. M. le escribe acerca de
que no tiene por su servicio que vaya á España, me ha
parescido que tampoco lo será el estar aquí, pues hago
cuenta que es todo una misma cosa, y lan de S. M. lo
uno como lo otro; y así se procura que vaya á otra par-
te, de que me ha parescido advertir á V. S. para que lo
tenga entendido. Y Nuestro Señor guarde á V. S. como
deseo.— De Bruselas á 3 de diciembre, año 1607. — Alber-
to.— Con rúbrica.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á iO de diciembre de 4607.
Relación que se envía á S. M. del estado de las negociaciones coa
* las provincias de Holanda.— Pide que se le manden sin dilación
" algunas provisiones. — Medidas que se ha creído oportuno tomar
con los sublevados.
Biblioteca Nacionah — Sala de MSS, — 1 131, foL 557.
Señor duque : El comisario general de Sant Francisco
y el audiencier han llegado cuatro ó cinco dias há , y de
lo que han negociado y ha pasado mientras han estado en
la Haya han hecho una relación particular que el mar-
qués Spínola envía á S. M. con este correo. V. S. la verá,
y con tanto quedará informado de lo que pasa, con que
podré excusar yo el dicirle mucho sobre este particular , re-
mitiéndome á lo que el marqués y todos escribimos á S. M.,
que será servido de mandar tomar en todo la resolución
85
que mas conviniere á su servicio. Y por no dejar esía ma-
teria, me ha parescido dicir á V. S. que he entendido que el
conde de Soire ha escrito ahí que él tenia tratado con algu-
nas de las provincias rebeldes, que se reducirían á nuestra
obediencia, y que yo no habia querido oirle ni darle li-
cencia para que viniese á darme cuenta dello ; y la ver-
dad deste particular es, que jamás el conde me habia
avisado de tal tratado, sino por términos muy generales,
que procuraba encaminar algunas pláticas de mucho servi-
cio nuestro, hasta que se publicó la plática que acá traía-
mos de lo de las paces. Entonces comenzó á hacer mucha
instancia, para que se le diese licencia para venir acá, por-
que tenia algunas cosas que dicirme, que con venia le oyese
yo mismo sobre ellas; y porque entendí siempre que su fin
de venir no era para dicirme cosa de fundamento, sino
para otros particulares suyos, le respondí que seria de mu-
cho inconveniente el hacer él ausencia entonces de adonde
estaba (como también lo era realmente) por el descontento
con que estaba la gente de guerra, y otras consideraciones;
pero que si tenia cosa de importancia que dicirme, que me
lo escribiese , pues tenia cifra , y sino que me la enviase
á dicir por persona propia y de confianza , y que si él no la
tenia, que avisándome, yo le enviaría la que él quisiese.
Nunca hubo remedio con él que lo hiciese, insistiendo siem-
pre por la licencia para venir, hasta que á los 18 de agosto
pasado me escribió que antes de la tregua , y aun al prin-
cipio della, por las diligencias que de su parte se habían
hecho, estaban los de Frisa y Overissel muy puestos que
en caso de algún concierto, era muy justo reconoscerme por
príncipe, pero que después que han visto que yo me con-
tentaba de tenerlos por provincias libres , no habia podido
pasar adelante con lo comenzado, aunque ofrescia hacer
86
todo lo que pudiese para encaminarlos á eso; pero que se-
ria menester ganar alguna persona, con buenos presentes
y dádivas, y que él no tenia medios para ello; y por pares-
cer el poco fundamento que se podia hacer desta negocia-
ción , estando ya declarado lo del darlos por libres, paresció
lo mas conveniente escribir al conde que no tratase mas
dello ; y esto es lo que pasa , que me ha parescido era bien
lo hubiese entendido V. S. para lo que se puede ofrescer.
En materia de provisiones no puedo dejar de pedir á
V. S. lo que siempre , que es que procure se nos acuda con
algunas, con la mayor brevedad que sea posible, pues se
está aquí en el aprieto que V. S. puede considerar, en que
hará V. S. á S. M. un muy particular servicio, y á mí
grandísimo placer.
Hános parescido desterrar á lodos los amotinados deste
último motin, que se ha pagado estos dias, que plegué á
Dios sirva de terror para que no haya otros, como lo quiero
esperar. Dios guarde á V. S. como deseo. — De Bruselas á
10 de diciembre, año 1607. — Alberto. — Con rúbrica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma ,
fecha en Bruselas á 10 de diciembre de 1607.
Por don Pedro Poncé de Leen.
Beal Academia de la Historia, — Solazar ^ A 65, fol 113.
Muy ilustre señor: Don Pedro Ponce de León, mi ma-
yordomo, ha servido al rey mi señor que haya gloria y á
S. M. en estos Estados. De sus servicios y calidad tiene
V. S. entera noticia , y yo la tengo de la fidelidad y puntua-
lidad con que ha servido y cumplido con sus obligaciones
87
como debe en cuanto ha sido ocupado. Fué á España con
mi licencia muchos dias há á sus negocios y pretensiones ,
y se halla en la corte sin haberle despachado en todo este
tiempo, y así he querido pedir á V. S. con mucho encare-
cimiento le ayude y favorezca, para que sea bien y breve-
mente despachado, como él espera alcanzarlo por su medio.
Y pues las causas son tan justas y él merece que S. M. le
haga merced en consideración de sus largos servicios , es-
timaré y agradeceré mucho todo lo que V. S. hiciere por
él, cuya muy ilustre persona Nuestro Señor guarde y pros-
pere como desea. — Bruselas diciembre 10, 1607. — A lo
que V. S. ordenare. — Alberto. — Con rúbrica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 28 de febrero de 1608.
Por el gobernador Hernando Gómez de Villanova. ,
Beal Academia de la Historia, Salazar, A 63, foL 119.
Muy ilustre señor : Al rey mi señor escribo por el go-
bernador Hernando Gómez de Villanova, que ha servido los
muchos años y con la satisfacción que V. S. entenderá, sin
que goce merced ninguna de S. M. Y siendo tan merece-
dor della por las causas que reñero, pido á V. S. sea parte
para que la pueda recebir , conforme á sus méritos y largos
servicios, en los cuales se empleará bien la merced que
pretende , y yo estimaré en particular lo que V. S. le favo-
reciere á intercesión mia. Nuestro Señor guarde la muy
ilustre persona de V, S. como desea. — De Bruselas á 28 de
febrero, 1608. — A lo que V. S. ordenare. — Alberto. — Con
rúbrica.
88
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 20 de marzo de 1608.
.07- Por Cristóbal Ramirez.
Beal Academia de la Historia. — Salazar, Á 63, foL 121.
Muy ilustre señor: V. S. verá el recuerdo que hago al
rey mi señor para lo de la renta que diversas veces he su-
plicado á S. M. se sirva de hacer merced á Cristóbal Rami-
rez, revisor de las cuentas deste ejército. Y pues tiene mé-
ritos y servicios para que se emplee bien en ellos la dicha
renta, estimaré en particular lo que V. S. le favoreciere
para ello; y por esta vuelvo á pedir á V. S. lo haga con las
veras que suele.— Nuestro Señor guarde la muy ilustre
persona de V. S. como desea. — De Bruselas á 20 de marzo,
1608. — ^A lo que V. S. ordenare. •; — Alberto. — Con rubrica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
^í olí], fecha en Bruselas á 20 de marzo de 1608.
-ao<iií)¿ü im obíí'' Por don Juan Pantoja.
HOl Beáí Academia de la Historia*— Salazar y A 63, fol. 123.
OUp bSOiaOJ £í iíOÍd K'ÍKÜlf|ílíy t>8 csí)ÍJiÍlií> iüOi
May iliiátre señor: Vuelvo á escribir al rey mi señor
lo que V. S. verá por don Juan Pantoja, teniente de maes-
tro decampo general deste ejército, suplicando á S. M. se
sirva de hacerle la merced que por él tengo suplicado en
lo del hábito, y de la renta que pretende en premio de sus
I
89
servicios, Y pues son tales que se empleará bien en ellos la
que S. M. le mandare hacer, pido á V. S. sea parte para
que la reciba, que yo estimaré lo que V. S. le favoreciere.
Nuestro Señor guarde la muy ilustre persona de V. S. como
desea.— De Bruselas á 20 de marzo, 1608. — A lo que
V. S. ordenare. — Alberto. — Con rúbrica.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas ál de abril de 1608.
Justifícase de no haber escrito al rey en el último correo. — Da las
gracias por las provisiones que se le han enviado. — Se felicita de
que haya parecido bien que las negociaciones de paz se hayan
encomendado al marqués de Espinóla y al secretario Mancicidor.
— Envía á España al comisario de San Francisco para enterar
de ellas á S. M.— El elector de Maguncia y el Palatino.— El rey
de Francia — Se ha puesto en hbertad á don Iñigo de Borja y
á don Luis Velasco.
Bihlioíeca Nacional,- Sala de MSS>—1 151 , foh 559.
Señor duque : La carta de V. S. de 4 del pasado es la
mas fresca que tengo suya, y he holgado con ella, como lo
hago siempre con las de V. S. , y estimado en lo que es ra-
zón lo que me dice que S. M. habia echado menos cartas
de mi mano, que no llevó un correo que fué de acá i^or ha-
ber poco que habia escrito á S. M. , y no ofrescerse cosa
de importancia que obligase á cansar á S. M. con ellas; pe-
ro yo me enmendaré en otras ocasiones que se ofrezcan.
La provisión ha venido á muy buen tiempo y en muy
buena forma, y así beso á S. M. las manos por ella, y á
V. S. doy las gracias por los oficios que habrá hecho para
90
ello. Acá se procurará emplearla como S. M. lo manda, con
la mayor puntualidad que sea posible. Lo que se desea es
que S. M. se sirva de mandar tratar de la continuación, de
manera que llegado agosto, no nos tornemos á ver en los
aprietos pasados, y así se lo suplico á S. M. por este des-
pacho, y V. S. me hará muy grande placer en procurar en-
caminarlo , y así se lo pido con todo el encarescimiento que
puedo.
Mucho huelgo de ver que S. M. se tenga por servido
de que se haya encaminado que fuesen á lo de las paces
el marqués Spínola y Mancicidor; ellos tratan de esta ma-
teria con el celo que deben del servicio de S. M., y así no
dudo sino que harán cuanto pudieren por encaminarla bien.
Hales parescido que convenia que el comisario general de
San Francisco vuelva ahí á hacer relación particular á S. M.
del estado en que queda aquella negociación , y las dificul-
tades que se ofrescen para que S. M. se sirva de mandar
en todo lo que fuere servido; y así ha venido aquí el comi-
sario general, y yo le hago pasar adelante, y partirá maña-
na. Y aunque tengo por cierto que en respuesta del despa-
cho que llevó Juan Pérez, mandará declarar S. M. su vo-
luntad , y lo que será servido se haga en lodo , y el comi-
sario general no lleva cuasi cosa de nuevo , me hará
Y. S. todavía mucho placer en procurar que S. M. se sirva
de mandarme avisar su voluntad, y la resolución que fuere
servido tomar, con la mayor claridad y puntualidad que fue-
re posible , sin fiarlo de la memoria del padre, para que
así podamos conformarnos mejor con la intención de S. M.,
y cumplir con mayor puntualidad lo que fuere servido de
mandar, que es lo que yo solamente deseo y tengo de pro-
curar siempre.
Mucho he holgado de entender por la carta de V. S.
91
que haya parescido bien á S. M. lo que yo habia respon-
dido á la plática del padre Cotón , y así me gobernaré con-
forme á eso en las demás ocasiones de esa cualidad que se
ofrescieren, Y cuanto al emplear al rey de Francia en lo de
la paz, se ha hecho como V. S. lo tiene entendido, y por
los despachos del marqués Spínola, verá V. S. cuan hkn
lo hace el presidente Janin, que es lo que siempre se^
pensó.
Quedo advertido también de lo que V. S. me escribe de^
parte de S. M. tocante la plática del elector de Maguncia y
el Palatino, y acerca de las pensiones que pretenden, y me
conformaré, digo gobernaré, en conformidad de lo que
S. M. manda. A lo que hasta agora tengo entendido, el
agente que el Palatino tiene en Holanda hace poco, y se
hace también poco caso del; pero con todo se terna esta
plática en pié para ayudarnos de ella en lo que nos estuvie-
re bien, y de lo que se ofresciere de sustancia, se irá dan-
do siempre cuenta á S. M. como es justo.
Don Iñigo de Borja y don Luis de Velasco están ya de
todo punto en su libertad, con que no me queda otra cosa
que responder á la carta de V. S. ; y remitiéndome en lo
demás que se ofresce á lo que escribo á S. M. por el despa-
cho que lleva este correo , acabaré esto deseando que Nues-
tro Señor haya dado á V. S. muy buenas Pascuas, y le
guarde como deseo.— De Bruselas á 7 de abril, año 1608.
—Alberto. — Con rúbrica.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
■ rjr, ... * . fecha en Bruselas á 7 de abril de 1608.
Le ruega que despache á la mayor brevedad la comisión que Ilévá
el comisario general de San Francisco.
Heal Academia de la Historia.— Salazar, A 65, fol. 425.
Y BíSeñor duque: El comisario general de la orden de Sant
Francisco destas provincias, va á esa corte á lo que V. S.
entenderá del y de los despachos que lleva , y así no me
queda que dicir, sino que aguardamos con deseo lo que
S. M. será servido de resolver sobre ello y mandarnos que
hagamos; lo cual me hará V. S. mucho placer de procurar
sea con la mayor brevedad y claridad que sea posible, ago-
ra sea volviendo á despachar luego al comisario general, ó
por correo , para que tanto mas presto se pueda poner en
ejecución la resolución de S. M. Dios guarde á V. S. con
la salud que le deseo. — De Bruselas á 7 de abril, año
1608. — Alberto. — Con rúbrica.
1^H'HIj5^
93
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 29 de abril de 1608.
Se alegra de que no le haya vuelto la gota y causas á que lo atri-
buye.—Estado de las negociaciones de paz con los holandeses.
' — Co iveniencia de estar bien apercibidos por si llega el caso de
un rompimiento. — Pide que se favorezca al landgrave de Lich-
tenbergy al doctor Pérez.
Biblioteca Nacional, — Sala de itfSS.-— 7131, fol. 56i.
Señor duque : Pocos dias ha que he rescibido su carta
de V. S. de los cinco deste , y he holgado con ella como lo
hago siempre mucho con todas las que tengo de V. S., y par^
licularmente por las buenas nuevas que en ella me da de la
salud de SS. MiM. y AA.: Dios los guarde como la cristian-
dad lo ha menester y lo deseamos todos. También he hol-
gado en estremo de entender que la tenga V. S. y que no
le haya vuelto la gota, y sin falta que habrá ayudado mu-
cho para ello el dejar las cenas y el vino. Yo como no soy
tan bien regido, lo pago con seni" ' cuasi siempre algo y
apretarme en cualquier ocasión, aunque no de manera que
me dé mucho dolor y estorbe mucho el andar; con todo
ando con el cuidado que puedo para atajar aun esto : no sé
si me ha de valer.
Quedo advertido de lo que V. S. me dice en materia de
paces; y porque como V. S. verá por lo que escribo á
S. M., no habemos podido descifrar lo que S. M. manda al
marqués en esta materia, no puedo decir al presente otra
cosa, sino que se hará lo posible por encaminar todo con-
forme á la voluntad y orden de S. M.; y V. S. se asegure
de que por nuestra parte no se verná en cosa que sea en
94
contrario della; pero temo que los de Holanda no darán
lugar á muchas largas. Y pues con eso podria venir á que-
dar en su mano el rompimiento, pongo á V. S. en conside-
ración de cuanta seria que lo hiciesen , y que nos halla-
sen desapercibidos, como lo estamos de (odo punto; y así
pido á V. S. lo considere y represente á S. M., para que
conforme á eso se resuelva y mande lo que fuere servido
hagamos en caso de más no poder, y conforme á ello pro-
veer lo que fuere necesario para que se pueda acudir á lo
que se pudiere ofrescer.
En materia de provisiones, se tiene con las que S. M. ha
mandado enviar hasta agora, toda la buena cuenta y orden
que es posible; pero no podrán durar mas que tanto, y así
es fuerza que para acabadas ellas, S. M. mande proveer de
más, y esto es lo que pido á V. S. procure con S. M., que
como no se venga á rompimiento , con lo que S. M. ha
mandado proveer agora á razón de cada mes, se podrá ir
entreteniendo esto razonablemente.
Al particular del Lanlzgrave de Lichtenber responderé á
V. S. con otro , con fundamento y mas particularidad ; y
entretanto es bien que S. M. no mude de la intención que
parece que tiene de hacerle merced, que entiendo será en
él bien empleada ; y por su cabo lo será también la que se
hiciere al doctor Pérez en las pretensiones que tiene, y
V. S. me hará mucho placer en procurarlo, como ofresce en
su carta, de que quedo tan agradescido como es razón,
acabando esta con decir que Dios guarde á V. S, con la sa-
lud que le deseo.— De Bruselas á 29 de abril, año 1608.
— Alberto . — Con rúbrica . , i i n ;> i 1 1 ... . ^ v
ij oí éicd Q8 ov¡
v/'iuíio^n í)g /¿ ,Y x \M .8 al) íiolnó v baíoülov
j\o £38 Dup £r¿iyj m ém^Y aa oíi oiieq mi¿^üü
95
Carta autógrafa de la archiduquesa Isabel al duque de Ler^
ma, fecha en Bruselas á 29 de abril de 1608.
Dice que el mal estado de su salud le impide contestar á su carta
anterior. — Pesar que le ha causado la noticia de la indisposición
de su hermana. — Augura mal de las cosas de Alemania.
Biblioteca Nacional'— Sala de MSS.^I 131 , foL 627.
Duque: Una enfermedad, que escribo á mi hermano que
he tenido estos días, no me da lugar á responder ahora á
vuestra carta de 6 de este; solo diré cuanto holgué con
ella, que fué mucho, aunque me tiene con cuidado el mal
de vuestra hermana, y con deseo de saber ya que esté muy
buena: que no me persuado á otra cosa, por lo que me pe-
saría de que no fuese así por mil razones que tengo para
ello , y no fa menor saber la falta que baria al servicio de
la reina.
Lo que hay acá de nuevo veréis por las cartas de mi
primo; y como no nos faltaban cuidados, se nos acrecientan
ahora con esto de Alemana, que en verdad, á mi parescer,
se va poniendo en muy mal estado. Dios lo remedie. A to-
da vuestra gente me encomendad mucho, y guárdeos Dios
como deseo. — De Bruselas á 29 de abril, 1608. — Isabel.
•^íi
. SObídiO'í:.
f)0üq'.8^ ^'^uii
96
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 3 de mayo de 1608.
Despacho del marqués de Espinóla á S. M. sobre el estado de las
negociaciones de paz con Ilolanda.
Biblioteca Nacional.— Sala de MSS,—Ii^[, fol. 555.
Señor duque : Después que escribí á V. S. á los 29 del
pasado, se ha rescibido un despacho del marqués de Spínola
en que entiendo responde á S. M. á lo que le mandó escri-
bir por el despacho que trujo Juan Pérez, y porque lo verá
V. S. no me queda que dicir sino remitirme á la resolución
que S. M. fuere servido de tomar, teniendo por muy cier-
to que será la mas acertada, y cualquiera que fuere segui-
remos aquí de muy buena gana. Solo acuerdo á V. S. que
si fuere encaminada á rompimiento, que con tiempo se
provea lo necesario para él y para que nuestros enemigos
no nos prevengan como lo harán sin falta, según las pre-
venciones que van haciendo , y V. S. puede considerar me-
jor que nadie del inconveniente que esto seria , y mas ago-
ra que estamos tan desapercibidos de todas maneras, y
puédese temer que en desengañándose los enemigos de
que no han de salir con lo que pretenden en este tratado,
no darán lugar á largas, ni querrán^perder la ocasión de
tomarnos desapercibidos. V. S. lo considere por amor de
Dios y lo represente á S. M. como vé que conviene á su
servicio , y puédese tener por sin duda que si nuestros ene-
migos nos viesen diferentemente apercibidos de lo que lo
estamos, no estarían tan porfiados en lo que quieren. Yo
quedo con el cuidado desto que V. S. puede imaginar, has-
97
ta ver que S. M. haya tomado resolución , que conviene su-
mamente que sea con mucha brevedad, y así lo pido á
V. S. que lo procure, y que conforme á ella, se nos provea
luego de lo necesario, con que espero ha de ser servido
Nuestro Señor de que todo se encamine como mas conven-
ga á su servicio y al de S. M., como lo deseamos todos.
Dios guarde á V. S. con la salud que le deseo. — De Bru-
selas á 3 de mayo de 1608. — Alberto. — Con rúbrica.
Carta autógrafa de la archiduquesa Isabel al duque de
Lermaj fecha en Bruselas á 5 de mayo de 1608.
Se alegra del restablecimiento de la salud de su hermana.
Biblioteca Nacional— Sala de MSS.—1 151 , foL 633.
Duque: Huélgome mucho de la ocasión deste correo, pa-
ra poderos dar la norabuena de la salud de vuestra hermana,
que no sabré deciros lo que holgué de saber con el ordina-
rio que estaba ya buena. Aquí lo estamos, y lo que hay que
dicir demás veréis por los despachos de mi primo y el mar-
qués Spínola.
Buenos dias serán los de Aranjuez si hace el tiempo que
aquí, de donde no hay otra cosa de nuevo que dicir. A to-
da vuestra gente me encomendad mucho, y guárdeos Dios
como deseo. — De Bruselas dia de la + 1608. — Isabel.
Tono XLUL
98
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de herma,
fecha en Bruselas á ií de mayo de 1608.
Estado de las cosas de Alemania.— Necesidad de que el rey re-
suelva pronto si acepta ó no la paz.
BiUioteca NacionaL—Sala de MSS, — / 131, foL
Señor duque: Este correo se despacha con otro pliego
de don Guillen de San Clemente, que se recibió ayer, en
que debe de dar cuenta á S. M. del estado de las cosas de
Alemania, que debe de ser trabajoso. Y remitiéndome á lo
que don Guillen debe de escribir, diré aquí solamente que
por cumplir con lo que en alguna manera paresce que era
obligado, mas que por pensar que será de efeto, me he
determinado de enviar al conde Otavio Vizconde, para que
trate con el emperador y mi hermano Matías, y vea si
puede por algún camino ayudar á componer este negocio.
Lleva orden de entenderse particularmente, y aconsejarse
con don Guillen, con que espero acertará á hacer cuanto
se pudiere.
■Ár. De Ratisbona tuvimos también ayer nuevas, de que la
dieta se iba desbaratando, porque ya los mas de los deputa-
dos de los protestantes se habían ido á sus casas, y los ca-
tólicos no aguardaban sino orden del emperador para hacer
lo mismo ; y demás deso estaba para partir otro día el ar-
chiduque Ferdinando para su casa, de donde había tenido
nuevas de ser muerta su madre, que lo he sentido cuanto
V. S. lo puede considerar ; y aunque me escriben esto los
deputados que tenemos en Ratisbona, y por eso nos haya
parescido ponernos luto, no he querido escribir nada desto
99
á S, M., por aguardar á que lo sepa primero por otra vía.
V. S. hará en esto lo que le paresciere que conviene.
También tuvimos ayer cartas de la Haya, de la sustan-
cia que V. S. entenderá por lo que se escribe á S. M., y
así me resta solo pedir á. V. S. procure que S. M. se resuel-
va en la materia de la paz cuanto antes; y si la resolución
fuere encaminada á rompimiento, mande al mismo tiempo
proveer lo necesario para la guerra , que de otra manera,
sucederá indubitablemente algún desmán muy grande.
En lo de mandar pagar las deudas de que se envía re-
lación, me hará V. S. muy gran placer en procurar se
les dé la mayor satisfacción que sea posible, ya que aquí
no se puede hacer por no gustar S. M. dello, y estar las pa-
labras de cuantos aquí estamos cuasi empeñadas en ello.
V. S. me hará en ello mucho placer, y Dios guarde á V. S.
como lo deseo. — De Bruselas á 14 de mayo, año 1608. —
— Alberto. — Con rúbrica,
Olvidábaseme dicir á V. S. que siempre he tenido al
Landgrave de Liechtenberg por buen católico; y habiéndo-
me informado particularmeníe dello, hallo que es tenido ge-
neralmente en Alemania por tal y celoso católico.
100
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 2i de mayo de 1608.
Sucesos de Alemania.—Comision que se ha dado á don Pedro de
- Toledo parala corte de España. — Opiniones acerca de la paz
con los Estados¡de Holanda.
Biblioteca Nacional— Sala de MSS.—IÍZÍy fol, S67.
Señor duque : Con el ordinario que llegó aquí ayer de
Alemana, ha venido otro despacho de don Guillen para
S. M., que por pedirlo así don Guillen, se envía con este
correo que se despacha á solo eso. Por el despacho enten-
derá V. S. lo que pasa en Alemana, y así tengo por excu-
sado tratar aquí dello, y más habiendo dado cuenta ya á
V. S. antes de agora, de como habia enviado allá al con-
de Octavio, con que me paresce que no podemos hacer de
nuestra parte mas que encomendarlo á Dios y esperar lo
que será servido de disponer en todo, que quiera sea lo que
convenga mas á su servicio y al bien universal de la cris-
tiandad.
En este despacho entiendo que don Guillen debe de dar
•cuenta á S. M. de la muerte de la archiduquesa, y así nos
ha parescido á la Infante y á mí escribir á S. M. agora
sobre ella como lo hacemos; y por no (1) y embarazar
con enviar persona propia que lleve cartas, y haga el
oficio debido en esto, nos hemos resuelto de mandar á don
Pedro de Toledo V. S. nos hará placer en procurarle
la aud narle lo que habrá de hacer, para cumplir con
gacion sin cansar, que es lo que deseamos; y
(1) Los puntos de esta carta indican las palabras que no han
podido leerse por estar roto el papel.
401
ordena á don Pedro , que se gobierne en lodo conforme á
lo que V. S. le ordenare.
Fuera desto no tengo al presente otra cosa que dicir á
V. S. sino es que tornando á hablar á Robiano, que como
se ha avisado ha vuelto de la Haya , sobre el particular de
la condición de la religión , movido de que el agente que
tenemos en Francia, nos avisa de que allí tienen por cosa
llana que los de Holanda concederán alguna manera de
ejercicio público de la religión católica , y que el presiden-
te Juanin lo aseguraba, me dice el Robiano que habia habla-
do en particular sobre este punto á Bernevell y Artsens , y
que le habian asegurado y desengañado de que no harian
en este punto la menor cosa del mundo por condición de la
paz, ni á instancia de S. M., ni del rey de Francia ni de
nadie; que ellos harian lo que viesen convenirles, de ma-
nera que lo que hiciesen se lo agradesciesen los católicos
á ellos y á ninguno otro; de manera que á lo que Robiano
juzga, piensa que ellos piensan hacer algo, pero de la ma-
nera que queda dicho , de que me ha parescido era bien es-
tuviese advertido V. S. para lo que se puede ofrescer. Y
torno á acordar á V. S. lo que le he escrito estos dias, y
cuanto conviene que S. M. se resuelva con brevedad en lo
que fuere servido que se haga, y sobre todo en mandar
proveer aquí para la guerra, que lo tengo por necesario,
aunque S. M. pensase no hacerla; porque con eso se ha-
rán siempre mejor las condiciones , que no viéndonos los
enemigos desapercebidos. V. S. lo considere y represente
á S. M. como viere que conviene mas á su servicio, que
es lo que pretendo solamente en lo que en esta digo, la cual
acabo con dicir, que Dios dé á V. S. muy buenas pascuas
y la salud que le deseo. — De Bruselas á 21 de mayo, año
1608. — Alberto. — Con rúbrica.
102
Carta autógrafa de la archiduquesa Isabel al duqu^e de Ler*
ma, fecha en Bruselas á 21 desmayo de 1608.
Sobre el mismo asunto.
Biblioteca Nacional— Sala de MSS.—IíZíy fol. 635.
Duque : Aunque hay tan poco que decir de aquí, y yo
puedo escribir poco por estar aun medio mala de un pana-
dizo, no quiero dejar que se vaya este sin estos ringlones,
para dicir que ya ha mil dias que estamos sin cartas de ahí,
que no lo siento poco. Con las que lleva este de don Gui-
llen se sabrá la muerte de la archiduquesa. A don Pedro
de Toledo mandamos que dé el pésame della, de nuestra
parte, á mi hermano y á la reina , y no enviamos de acá
persona á ello, por parescernos que lodos los que van no sir-
ven sino de cansar y importunar á mi hermano. Deseo que
me digáis si acertamos ó erramos en esto con la llaneza
que yo fio de vos. A toda vuestra gente me encomendad
mucho y guárdeos Dios como deseo. — De Bruselas á 21
de mayo, 1608. — Isabel.
103
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de herma,
fecha en Bruselas á 28 de mayo de 1608.
Envía un despacho de don Guillen de San Clemente, embajador de
España cerca de la persona del emperador de Alemania. — Proro-
gacion de las treguas con los holandeses.— Insiste en que se
acuerde la resolución de algunos puntos que tienen suspensa la
negociación de las paces.
BibHoteca NacionaL—-Sala de USS.—-! 131 , fol. S69.
Señor duque: Creo que ya se cansará V. S. con tan-
tas cartas como le escribo ; pero don Guillen tiene la culpa
con enviarnos con todos los ordinarios despachos para
S. M., pidiendo que se le envíen en diligencia, y así va el
que lleva este correo, por el cual entenderá V. S. sin falta
lo que allá pasa, que quiero esperar todavía se acomodará:
que aunque se pueda tener por bien el venirse á acomodar
las cosas, no es pequeño trabajo estar ellas de manera que
sea menester acomodarlas . Dios que lo encamina ó permi-
te así, sabe lo que mas nos conviene, y así espero que lo
encaminará todo conforme á eso, y lo espero aun más inter-
poniendo S. IVL su autoridad, que con su mucha prudencia
encaminará lo que se puede desear, en que sé no tengo que
suplicar á S. M. , ni pedir á V. S., pues sé el amor con
que trata todas las cosas de nuestra casa , y así que procu-
rará siempre su conservación y acrecentamiento»
También se da cuenta á S. M. con este correo, de la
prorogacion de las treguas con los de las Islas por todo este
año, como lo entenderá V. S, por el despacho del marqués
Spínola que se envía ; y por lo que entiendo escribe en él,
no puedo dejar de acordar la resolución de los puntos, por
los cuales está suspensa toda esta negociación. V. S. pro-
cure se nos envíe con toda brevedad, pues aun obliga de
nuevo á ello la secreta resolución que se entiende han to-
mado los de las Islas. Y porque no se ofresce mas que dicir
en estas materias , acabaré con dicir que Dios guarde á
V. S. con la salud que le deseo. — De Bruselas á 28 de
mayo, año 1608. — Alberto. — Con rúbrica.
Carta autógrafa de la archiduquesa Isabel al duque de Ler^
ma, fecha en Bruselas á 28 de mayo de 1608.
Envía despachos de Alemania y de Holanda. — ^Muerte del duque
de Lorena.
Biblioteca Nacional.^ Sala de MSS.'-1 131, fol. 637.
Duque: A llevar los despachos de Alemana y Holanda
va este correo ; y pues por ellos se verá lo que hay de nue-
vo después que escribimos, no habrá que dicir en esta ni
de aquí cosa de nuevo, ni lo será desear mucho cartas do
ahí, que tardan tanto que no se puede llevar en pacien-
cia, sino con pensar que mi hermano tiene la salud que he-
mos menester, y que se ha estado holgando en Aranjuez,
que deseo le haya hecho el tiempo que hace aquí ahora
que es muy lindo.
Ya se sabrá allá la muerte del duque de Lorena. Hemos
perdido aquí mucho en él, que nos era muy buen vecino y
amigo, y nos guardaba muy bien las espaldas por su estado;
y aunque nos podemos prometer otro tanto de su hijo, no
sé si tendrá el valor de su padre. Estas son todas las nue-
vas de acá. A toda vuestra gente me encomendad mucho y
guárdeos Dios como deseo.— De Bruselas á 28 de mayo,
1608.— Isabel.
105
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Marimont á 21 de junio de 1608.
Del tratado de paz con Holanda. — Necesidad de provisiones.-— El
doctor Paez.
Biblioteca Nacional.Sala de MSS.—1 151 , fol 573.
Señor duque : Mucho he holgado de entender por su
carta de V. S. de los 25 del pasado tan particulares nue-
vas de su salud como V. S. me las da, y de las esperanzas
que con ellas podemos tener de que ha de dar Nuestro Se-
ñor á V. S. muy larga y perfecta salud como lo espero,
empleándola V. S. tan hien en su servicio y el de S. M. Y
cierto que lo que V. S. llama gota, pienso que no lo debe de
ser sino, como dice, reliquia de aquel corrimiento que tuvo,
y así tengo por cierto que no la sentirá mas, y agradezco
á V. S. el cuidado que le da la mia, que bien pienso la pue-
do tener por tal mas asiguradamente ; pero como no car-
gue mas que hasta agora, se podrá sufrir y pasar con pa-
ciencia.
Todo lo que V, S. me dice acerca de la llegada del co-
misario general y la materia de la paz está muy bien apun-
tado, si b ien es verdad que como los holandeses tienen tan-
tos amigos, y tantos que no desean la paz, y ven tan po-
cas prevenciones de nuestra parte para la guerra, no es de
espantar que estén porfiados en lo que quieren.
El despacho de S. M. sobre este particular, se envió
luego á la Haya, de donde volvió la respuesta ayer, y así
despachamos luego con ella. Por ella verá V. S. lo que di-
cen nuestros deputados , y yo pudiera remitirme á lo que
dicen sin apuntar otra cosa , pues está claro que cuando
106
S. M. estuviese resuelto de querer que se concluya la paz,
por estar de acuerdo en los tres puntos principales como
son: el de la religión, la navegación de las Indias, y sali-
da de los estranjeros , que no la dejaría de concluir por no
venir los de Holanda en lo que podemos desear acerca des-
otros; pero por cumplir con lo que S. M. me manda tan
particularmente, apunto lo que V. S. vé; y lo que puedo di-
cir á V. S. es pedirle mucho que se mire como se anda en
este negocio: que si S. M. quiere y puede continuar la
guerra, hay poco que hacer, sino apretar en que ellos ven-
gan en lo que S. M. puede desear; pero si S. M. se ¡halla
obligado (por lo que se fuere) á desear la paz, no se deje
engañar con apariencias y pláticas de franceses , y otros
que se sabe hacen cuanto pueden por estorbarla. V. S. lo
considere por amor de Dios y lo represente á S. M. , y crea
que es necesario resolverse luego á lo uno ó á lo otro; por-
que pensar mejorar el negocio con dilaciones y nuevas plá-
ticas , temo que nos hallaremos engañados y perderemos en
lo uno y no ganaremos en lo otro, como no dudo lo entien-
de V. S. mejor de lo que yo lo puedo dicir, y así me con-
tentaré con lo dicho, y desear que Nuestro Señor lo enca-
mine todo como haya de ser mayor servicio suyo.
Para esta misma plática , importa tanto el continuarse
estas provisiones de aquí, como lo acabo de apuntar, y así
no puedo dejar de agradescer á V. S. el cuidado que me
dice tiene de procurar que se hagan, y pedirle lo continúe
hasta que se hagan con efecto : que cada dia se me repre-
sentan mayores dificultades para poder entretener esto un
dia si ellas faltaren, y crea V. S. que no es encarescimien-
to esto.
Lo que V. S. me dice á propósito de los particulares del
doctor Paez, he holgado mucho de entender, y me hará
107
V. S. mucho placer en continuar los oficios que ofresce
hacer por él hasta que S. M. le haga la merced que se le
ha suplicado.
Estoy por dicir que de invidia de las jornadas que S. M.
hace, nos habernos venido aquí la Infante y yo, á gozar
del buen tiempo, aunque el que nos ha hecho hasta agora
es mas de invierno que de verano, pero á Dios gracias se
tiene salud. El se la dé á V. S. como se la deseo. ^ — De Ma-
rimont á 21 de junio, año 1608. — Alberto. — Con rw-
brica.
Carta autógrafa de la archiduquesa Isabel al duque de Ler-
ma, fecha en Marimorit á 2i de junio de 1608.
Pide que vuelva á Flándes el comisario general de San Francisco.
— Asuntos de Alemania. — ^fla sabido la merced que ha hecho el
rey á don Pedro de Toledo, y se interesa por el marqués de
Velada
Biblioieca Nacional. —Sala de if55.— 7431, foL 639.
Duque : Muy bien rescibidas fueron las cartas de 25
del pasado, porque el mal del príncipe había llegado acá y
nos tenia con el cuidado que podéis pensar. Bendito sea
Dios que le dio salud : que cuando sabemos que padres y hi-
jos la tienen, no nos queda que desear. De vuestras calen-
turas me pesó mucho, y parésceme las debistes convalecer
poco, pues luego os pusistes en camino ; mas como sea para
dar gusto á mi hermano, ya yo sé que eso os da salud.
A buen siguro que lo habrán pasado muy bueno en
Lerma y Ventosilla , que lo uno y lo otro debe ser muy bue-
no. Yo diera harto por vello y harto porque viérades esto:
108
que aunque no está acomodado sino al uso de la guerra, no
es malo y yo procuro ponello mejor , porque espero que mi
hermano ha de pasar aquí alg^in huen rato , y que vos no
le dejareis.
Este correo vuelve con la respuesta que de allá se pi-
dió, en que habia poco que dicir á mi parescer, que no hay
que poner en razón á esta gente, y así no hay sino dejallo
á Dios como decís; pero de una manera ó de otra es menes-
ter que venga el comisario general con resolución para fin
del que viene, como veréis por los despachos de mi primo.
Lo de Alemana no acaba de acomodarse , y en verdad
que temo mucho no lo hará bien quesera harto malo. Don
Baltasar llegará á tiempo aun de hallarse en lo que hobiere
de ser.
Mucho huelgo de saber que estén buenas vuestras her-
manas, aunque me pesa se haya hecho fuente la de Altami-
ra, que no veo hacen tanto provecho como se prometen.
De aquí no hay que decir, sino que ha vuelto el invier-
no con tanta agua que no nos deja salir de casa.
Ha llegado acá la merced que mi hermano ha hecho á
don Pedro de Toledo, con que yo no puedo dejar de acorda-
ros la del marqués de Velada, y á mi hermano lo suplico;
y así espero yo se lo acordareis de manera que le haga esta
merced, pues ya no se puede quejar naide con razón de
que sea consecuencia. A toda vuestra gente me encomen-
dad mucho y guárdeos Dios como deseo. — De Marimont á
21 de junio, 1608. — Isabel.
109
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Marimont á 22 de junio de 1608.
Por Atanasio de Legazpi.
Eeal Academia de la Historia.— Salazar, A 63 , foL 157.
Muy ilustre señor: Al rey mi señor escribo lo que V. S.
verá, para que S. M. se sirva que á Atanasio de Legazpi se
le continúe el entretenimiento que á mi instancia le man-
dé señalar en el castillo de Lisboa , ó que se le pase cerca
la persona del general del artillería, en que pido á V. S.
le favorezca como suele las cosas de mis criados , que por
serlo él, estimaré en lo que es razón lo que V. S. hiciere en
su beneficio. Nuestro Señor guarde la muy ilustre persona
de V. S. como desea. — De Marimont á 22 de junio, 1608.
— A lo que V. S. ordenare. — Alberto. — Con rúbrica.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Marimont á 27 de junio de 1608.
Necesidad de saber la resolución del rey para continuar las nego-
ciaciones de la paz con Holanda. — Dice que el estado de las co-
sas no sufre dilación en el envío de provisiones.
Biblioteca Nacional,— Sala deMSS.—IiZ\, foh 571.
Señor duque : Esta servirá solo de acompañar los despa-
chos que han venido para S. M. de Alemana y de la Haya,
pues por ellos entenderá V. S. lo que pasa en aquellas par-
tes, y con que eso sea, nos podemos asigurar de que con su
lio
prudencia y grande celo, aconsejará V. S. á S. M. lo que
mas convenga para todo.
En lo que loca á las paces, no puedo dejar de pedir á
V. S. con el encarescimiento que puedo, procure que S. M.
responda con brevedad y con resolución de lo que es servi-
do hagan nuestros comisarios en el caso que se presupone,
porque no se haga sino lo que fuere mas gusto de S. M.,
que es lo que sobre ^todo se pretende ; y confieso á V. S.
que sentiría mucho hallarme en el caso sin tener entendi-
da la voluntad de S. M. , y así me hará V. S. muy gran
placer en procurar que tengamos la respuesta deste des-
pacho lo mas presto que sea posible.
El estado en qu^ se van poniendo las cosas, y el ver
que se nos va llegando agosto , me obliga á pedir á V. S.
que por amor de Dios no dé lugar á que nos veamos en fin
del, sin tener alguna provisión siquiera para setiembre,
porque (sin manera de encarescimiento) me hallaria en el
mayor aprieto que jamás me hubiera visto, para entretener
esto sin que suceda alguna desorden ; porque estamos sin
ningún género de crédito para hallar un solo real , y todos
tan cansados de lo que dan para la gente de guerra, y tan
imposibilitados de continuarlo, que temo mucho que desma-
yarían de todo punto si viesen que faltaban provisiones. V. S.
no dé lugar para ello por amor de Dios, y como digo, aun-
que no sea sino enviando con un correo lo que es menester
para setiembre, mientras se pueden hacer las demás provi-
siones. V. S. perdone la importunidad, y crea que la pura
necesidad es causa della. Y Dios guarde á V. S. con la sa-
lud que le deseo. — De Marimont á 27 de junio, año 1608.
' — Alberto. — Con rúbrica.
111
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Marimont á 5 de julio de 1608.
Envía un despacho del marqués de Spínola , relativo á las confe-
rencias de la Haya.— Noticia de haberse concluido felizmente las
cosas de Alemania.
Biblioieca Nacional. — Sala de MSS. — 7131, /bZ. 575.
Señor duque: Esta servirá solo de acompañar un des-
pacho del marqués Spínola para S. M. que se rescibió ayer.
Por él entenderá V. S. lo que pasa por allá , y así no me
queda que dicir, sino pedir á V. S. (como lo hice por el des-
pacho pasado) que procure que S. M. se resuelva con
tiempo en lo que fuere servido se haga , porque se pueda
guiar lo de acá conforme á eso*, pues que acá no se pre-
tende otra cosa sino acertar á hacerlo.
También vuelvo á acordar á V. S. lo que le escribí en
materia de provisiones, tornando á afirmaren que nos ha-
llaríamos en el mayor aprieto del mundo, si no las tuviése-
mos, acabadas que sean las que hay al presente. V. S. lo
procure por amor de Dios , y crea que no es encarescimien-
to esto.
Después del último despacho de don Guillen de Sant
Clemente para S. M. que se le ha enviado, he tenido aviso
de que aquello quedaba concluido de todo punto ya, y ha-
ciéndose las escrituras y los demás recados, de que no dudo
avisará luego don Guillen; pero entretanto me ha pares-
cido que era bien que V. S. ^supiese lo que aquí digo. Y
Dios guarde á V. S. con la salud que le deseo. — De Mari-
mont á 5 de julio, año 1608. — Alberto. — Con rúbrica.
112
Carta original del duque de Lerma al archiduque Alberto,
fecha en Lerma á 18 de julio de 1608.
En favor de don Francisco de Córdoba.
Beal Academia de la Historia»^ Salazar, A 65, fol. 153.
Serenísimo Señor : A don Francisco de Córdoba deseo
todo bien y tengo la buena voluntad que he sinificado á
V. A. otras ocasiones, y así acudo á todo lo que le toca
con mucho gusto. Y suplico á V. A. con veras, se sirva de
mandarle dar licencia para que se venga á tratar de algu-
nas cosas en ínterin que durare la última tregua que se ha
hecho, pues en este medio no podrá hacer falta, teniendo
V. A. por bien de ordenar que se le pague lo que se le de-
biere, pues según entiendo, está con necesidad, y para pagar
lo que debe y jornada tan larga, habrá bien menester este
socorro : que la merced que le mandare hacer V. A. la re-
cibiré por propia. Dios guarde á V. A. como deseo. De Ler-
ma á 18 de julio, 1608. — Serenísimo señor. — Besa las
manos de V. A. su mayor servidor. — El duque y marqués
de Denia. — Con rúbrica, — Señor archiduque Alberto.
115
Curta original del archiduque Alberto al duque ie Lerma,
fecha en Bruselas á ^ de agosto de 1608.
Por el veedor Antonio de Jáuregui.
Real Academia de ¡a Historia, — Salazar , A 65, foL 159.
Muy ilustre señor: Por el veedor Antonio de Jáuregui, que
me ha pedido licencia para España , escribo al rey mi se-
ñor lo que V. S. verá. Y pues por sus largos servicios me-
rece que S. M. le haga merced , pido á V. S. que le tenga
por encomendado para favorescerle en lo que por allá se le
ofreciere, que yo estimaré lo que V. S. hiciere en su bene-
ficio. Nuestro Señor guarde la muy ilustre persona de V. S.
como desea. — De Bruselas á 4 de agosto, 1608. —A lo
que V. S, ordenare. — Alberto. — Con rúbrica.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á ^ de agosto de 1608.
Se alegra de haber acertado en enviar á don Pedro de Toledo para
que diese el pésame á la reina por la muerte de su madre. — De
las paces con las provincias de Holanda.— -El marqués de Villa-
franca. — Quejas del archiduque. — Dice que se ha comunicado al
landgrave de Lichtenberg la merced que se le habia hecho del
toisón. — Recomienda á Pedro de Castellanos. — El marqués de
Távara.
Biblioteca Nacional. ^Sala de MSS.—IiZÍ,foL 577.
Señor duque: La carta de V. S. de los 15 del pasado
he recibido pocos dias há, y holgado mucho de entender
por ella todo lo que V. S. me dice de la buena salud con
que se hallaban SS. MM. y AA. Dios los guarde como la
cristiandad lo ha menester y todos lo deseamos.
Tomo XLUI. 8
114
También he holgado mucho de que me diga V, S. que
le iba mejor de sus achaques, que sin falta debe de ayudar
para ello el temple de la tierra, que me dicen es muy bue-
no. Espero que ha de ser servido Nuestro Señor de dar á
V. S. muchos años de vida, pues la emplea en su servicio
como todo el mundo vé. Así he holgado mucho de enten-
der todo lo que V. S. me dice acerca de como se habia
dicho á la reina la muerte de su madre, y de que le pares-
ciese á V. S. que habíamos acertado en mandar á don Pe-
dro de Toledo que diese á SS. MM. el pésame de nuestra
parle ; y crea V. S. que acá no deseamos sino acertar á
dar gusto á SS. MM. en cuanto podemos, y excusar el
darles pesadumbre, y así lo procuramos siempre; y así cuan-
do no se acierte alguna vez es por no atinar en ello; que el
deseo de acertar es cierto todo lo que se debe.
Ya S. M. habrá tenido cartas de como se ha concluido
lo de Alemania, y en esto no hay que dicir al presente cosa
de sustancia sino desear que todo pare en bien, y que Nues-
tro Señor lo encamine como mas convenga á su servicio.
Muy buena ha sido (como V. S. dice) la prorogacion de
la tregua por todo este año ; y con las buenas nuevas que
V. S. me dice habian venido de la India, del socorro de Ma-
laca, y lo demás que allí habia pasado, se puede muy bien
creer que los de Holanda no estarán tan orgullosos. Y por
todo me ha parescido muy acertada la resolución que S. M.
ha sido servido de tomar en la materia de las paces, y muy
conforme á su gran cristiandad y celo que tiene del servi«
ció de Nuestro Señor, el cual sin duda le ha de asistir; y
así quedamos todos con grande confianza de que si los de
las Islas no quisieren venir á la razón, que nos ha de dar
Nuestro Señor contra ellos muy grandes sucesos.
Luego se despachó al marqués Spínola avisándole de la
H5
resolución y enviándole las cartas para él, y ha respondido
lo que V. S. verá por lo que se escribe á S. M. No deja de
ser de inconveniente no hallarse allí Juanin , aunque se en-
tiende que volverla presto.
Por la duda que ha movido el marqués de Guadaleste
en lo de la navegación de las Indias en caso de treguas,
me hará V. S. mucho placer de procurar que S. M. de-
clare su voluntad acerca dello , y de lo demás que fuere
servido se procure en esta materia de las Indias , y esto lo
mas presto que fuere posible, para que conforme á eso se
encamine todo, como se procurará con la mayor puntuali-
dad que se pudiere.
El marqués de Viilafranca me ha avisado su llegada á
París, y lo que habia comenzado á tratar en esta materia.
Creo que habrá de ayudar por su parte un pedazo á ella, y
así le advierto de lo que se me ofresce, conforme á la reso-
lución de S. M., aunque no dudo la debe de saber también,
y así espero que encaminará muy bien la parte que le lo-
care.
Con lo que V. S. me dice en materia de provisiones, las
aguardo por momentos; porque también es mas que nece-
sario que vengan antes que estotras se acaben , como lo he
apuntado á V. S. en mi última carta. Lo mismo torno á di-
cir agora, y á pedir á V. S. con todo el encarescimiento
que puedo, lo procure y crea que no es encarescimiento,
sinoja pura verdad , que se estará en notable aprieto y pe-
ligro de suceder algún desmán, si no se envía algo siquiera
para que no nos hallemos sin provisión, que será imposible
hallar aquí cosa con que se pueda remediar. Y con la oca-
sión de hablar en materia de provisiones, espero que no
me terna á mal V. S. que le dé unas pocas de quejas con
la llaneza que he profesado siempre , y V. S. ha mostrado
H6
holgar de que la use , y son: de que no he podido dejar de
senür ver que S. M. dé mas crédito á nadie que á mí en
las cosas de su servicio, y que cuando bien le dijieren cosa
que le obligue á darle algún crédito, no quiera saber pri-
mero de mí lo que hay en ello antes de condenarme ú or-
denar cosa que sea contra la satisfacción que yo espero me-
rezco que S. M. tenga de mí, y del cuidado con que pro-
curo servirle ; porque si le diese bastante satisfacción, no
habia para que hacer demostración, y cuando no, bastara
hacerlo conmigo para que yo me enmendara, sin ponerlo en
los ojos de lodo el mundo. Digo esto por las cartas que S. M.
nos ha escrito á mí y á otras personas con el último correo,
sobre el particular de la distribución de las provisiones: que
cuando fuera verdad lo que habian escrito á S. M. desde
acá della , podia yo esperar que S. M. usara conmigo del
término que apunto , cuando mas , habiendo en ello lo que
V. S. verá por un papel que será con esta , que me hará
V. S. muchísimo placer de ver particularmente; y los mis-
mos que han escrito de acá tan diferentemente de la verdad,
no lo podrán negar, y creo que echará de ver que no trato
sino de lo que conviene al servicio de S. M. , y ellos solo
de calumniar cuanto hay, aunque sea no diciendo verdad.
Solo advierto una cosa á V. S.: que la partida, por la cual
está empeñada la ayuda de Lila, la cobramos nosotros, por
ser aquella ayuda la de que comemos, y entender que no se
desgustará S. M. de que ya que empeñamos el pan que co-
memos por servirle, que comamos de lo que S. M. provee,
no haciendo falta á lo demás, y contentándonos de cobrar
50 mil escudos en 7 plazos, lo cual excusaremos también
; (no gustando S. M. dello) aunque sepamos quedar sin
comer.
Lo otro es que haya S. M. escrito al veedor genera^ que
il7
cuando yo no le mandare borrar las plazas que yo habia
hecho aclarar, que él las borre, no habiendo ninguna razón
para que S. M. piense que él lo hará mejor que yo, ni para
que S. M. quiera que el veedor general ni nadie sepa que
S. M. duda de que yo haya de cumplir lo que me mandare
con resolución , pues yo no trato sino de servirle , ni me
va nada en que los criados del uno ó del otro tengan en-
tretenimiento ó le dejen de tener, y si ordeno algo, es por-
que me paresce justo, si me engaño en ello. Y tras represen-
tar á S. M. las causas que me mueven á ello, si gustare mas
de otra cosa y me la mandare, no debe dudar de que yo la
haya de cumplir; á lo menos pienso que hasta agora no
tengo dado ninguna ocasión para ello ; y así confieso á V. S.
que he sentido mucho esto, y con todo he mandado al vee-
dor general que haga lo que S. M. le manda , y yo repre-
sento á S. M. las causas que me movieron á dar aquella
orden. S. M. hará lo que mas fuere servido; pero pues sé
que el veedor general ha informado de lo de la distribución
de la provisión tan contra la verdad , no puedo dejar de pe-
dir á V. S. suplique á S. M. de mi parte le saque de aquí.
Yo confieso á V. S. que há dias que he deseado hacer esto;
pero he aguardado ocasión con que poderlo hacer, constan-
do á la clara su ruin término, y la poca verdad que trata
siempre. Y si quiere informarse V. S. de su limpieza, ha-
llará lo que yo no quiero dicir, porque seria muy larga esta.
Y si destas mis quejas le paresciere á V. S. dar cuenta á
S. M., hágalo, que yo confío que lo hará de manera que no
se canse S. M., y sirva de que se acuerde del respeto con
que siempre he cumplido lo que me ha mandado, y el celo
con que acudo á todo lo que se ofresce de su servicio.
Al Landgrave he hecho saber la merced que V. S. me
dice le hace S. M. en lo del tusón ; sé que la estimará
118
cuanto debe. V. S. me hará mucho placer en procurar que
S. M. haga merced á Pedro de Castellanos en alguna
de las cosas que pretende por el memorial que será con ^es-
ta, que por lo que me ha servido, holgaré mucho del bien
y merced que se le hiciere. Nuestro Señor guarde á V. S.
con la salud que le deseo. — De Bruselas á 6 de agosto,
año 1608. — Alberto. — Con rúbrica.
Tenemos aquí al marqués de lavara que nos hace
muy buena relación de todo lo de ahí, con que huelga
cuanto debo.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 7 de agosto de 1608.
Recomienda á don Francisco de Córdoba.
Real Academia de la üüíoria.— Solazar , A 63, foL 141.
Muy ilustre señor: En conformidad de loque V. S. me
ha escrito por don Francisco de Córdoba , le he concedido
hcencia y mandado pagar lo que se le debe de su sueldo en
la forma que del mismo entenderá V. S. , quien por lo que
escribo á S. M. verá lo que le suplico le haga merced co-
mo la merece por sus buenas partes y servicios. Y pues
V. S. tiene la afición que muestra á don Francisco, no se-
rá necesario encargarle yo le favorezca para que la reciba
de S. M. muy cumplida , de que me holgaré lo que es ra-
zón. Nuestro Señor guarde la muy ilustre persona de V. S.
como desea, — De Bruselas á 7 de agosto, 1608. — A lo
que V. S. ordenare. — Alberto. t-Cow rúbrica.
H9
Carta autógrafa de la archiduquesa Isabel al duque de her-
ma, fecha en Bruselas ál de agosto de 1608.
Necesidad de tener hechas provisiones si se ha de volver á la guer-
ra con las provincias rebeldes.—Juslifica á su esposo en lo que
mira al empleo del dinero que se envía de España. — Pondera el
gusto con que ha oído las últimas nuevas de la corte.— Recomien-
da al doctor Paez, á don Alonso de Luna y á Pedro Castellanos.
Bihlioíeca Nacional. — Sala de MSS. — / 451, fol. 645.
Duque: Muy bien recibidas fueron las cartas de 15 de
julio, porque eran muy deseadas, y nos parecía tardaba ya
aquel correo con la resolución que se aguardaba. La que
ha tomado mi hermano en aquel negocio es la que podía-
mos desear, y tan acertada como todas las cosas que hace,
y así espero que la ha de ayudar Nuestro Señor, por mas
que haya quien nos desayude, como se habrá visto por las
cartas de don Pedro de Toledo.
Para todo lo que puede suceder importa mucho tener
hechas las provisiones, y mas si se ha de volver á la guer-
ra, pues se irán tan presto los meses que quedan de la tre-
gua, y no es bien nos hallen desapercibidos. Lo que cues-
tan las provisiones sé muy bien, y así me pesa cada vez
que es fuerza pedillas. Yo espero que con lo que mi pri-
mo os escribe , veréis como no se ha salido de lo que tiene
mandado mi hermano en la distribución dellas, y cuan
grandes mentiras son las que de acá se han escrito so-
bre esto. Gonfiésoos que estamos muy sentidos de que ahí
se dé crédito á cosas semejantes sin averiguar la verdad
primero, pues si se viesen los tanteos que de acá se envían,
se habría visto por ellos la verdad de todo , y ojala tuviese-
120
des lugar con vuestras ocupaciones para vellos, que os los
enviaríamos siempre; pero ya yo sé que con ellos no podéis
acudir á todo, y no podemos dejar de quejarnos del conse-
jo, pues los tienen allí y harto lugar para vellos. Pero lo
que mas hemos sentido, es que piense mi hermano que
há de haber naide que le obedezca mejor que mi primo,
pues creo tiene hecha esperiencia de lo que puede fiarse,
y ojalá que los que escriben estas cosas mirasen tanto por
el servicio de mi hermano , como miran por su particular
interés.
Con razón ha sentido la reina la muerte de su madre,
porque lo era mucho de sus hijos , y cierto hará harta fal-
ta para su tierra, á donde no sé que tanto se pueda esperar
del concierto que se ha hecho entre el emperador y su her-
mano , que plega á Dios dure mas que algunos se pro-
meten.
Muy buena habrá sido la jornada de Lerma, y aquello
me dicen es lindísimo para verano, y mas como vos lo ha-
béis compuesto , que como ha sido con fin de que sirva
para dar gusto á mi hermano, ya yo sé cuan bien estará;
y yo me he entretenido, ya que no lo puedo gozar de otra
manera, con oir contar al de lavara cosas de allá. Hemos
holgado mucho con él y yo le he hallado un gigante; y
cuando veo estas criaturas que dejé, tan hombres y llenas
de hijos, me parezco vejísima. He holgado mucho de saber
nuevas de él, y me las ha dado muy buenas de vos y to-
da vuestra gente, que siempre lo son para mi. De aquí no
hay ningunas sino que ha hecho unos ocho dias que no han
sido ni de Lerma ni de Flándes, porque hemos pensado aho-
garnos de calor , pero ya ha refrescado un poco.
Gomo deseamos que el doctor Paez acabe de traer á su
mujer para que esté de asiento, y entiendo aguarda su yer-
121
no, que se consulte á mi hermano la pretensión de su hábi-
to, os pido hagáis dar prisa á esto en el Consejo de Aragón
y deis esa memoria á mi hermano, que es sobre lo que ve-
réis del oficio que tiene en Valencia. También no puedo
dejar de encomendaros á don Alonso de Luna sobre la pre-
tensión que tiene del castillo de Gante, que ha servido mu-
cho y muy bien ; y por habello hecho de Pedro Castellanos
mi primo, os pido acordéis á mi hermano le haga merced
en sus pretensiones. A toda vuestra gente me encomiendo
mucho. Háme pesado de la muerte del patriarca de las In-
dias que era bonísimo hombre. Y Dios os guarde como de-
seo.—De Bruselas á 7 de agosto, 1608. — Isabel.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lernia,
fecha en Bruselas á 8 de agosto de 1608.
, Por don Diego de Vargas Vivero.
Real Academia de la Historia. — Salazar, A 65, fol. 143.
Muy ilustre señor: Don Diego de Vargas Vivero, gen-
til hombre de mi boca, sirve á S. M. y á mí en estos Es-
tados con entera satisfacción. Pretende que S. M. le haga
merced de un hábito, en consideración de sus servicios y
de estarlos aquí continuando, y de los de don Francisco de
Vargas, del hábito de Santiago, su padre, el cual sirvió en
algunas jornadas que hizo don Juan de Austria , y á mí de
gentil hombre de mi boca, y en Italia visitó los caballeros
de Santiago, y acabada esta visita murió en Ñápeles. Y sus
abuelos fueron empleados en servicio de las personas reales
en oficios de paz y guerra, y fueron alcaides de los alcáza-
122
res de Madrid. Y por ser estas causas tan justas, he querido
pedir á V. S. como por otra lo he hecho, le tenga por enco-
mendado, y ayude y ñivorezca en esta pretensión hasta que
la alcance. Y todo lo que V. S. hiciere por él lo eslimaré y
agradeceré como es justo, cuya muy ilustre persona Nues-
tro Señor guarde y prospere como desea. — Bruselas agos-
to 8, 1608. — Alo que V. S. ordenare. — Alberto. — Cow rU-
brica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma ,
fecha en Bruselas á 20 de agosto de 1608.
Por el marqués de Montenegro.
JReal Academia de la Historia. — Salazar, A 63, fol. 445.
Muy ilustre señor : Escribo al rey mi señor lo que V. S.
verá por el marqués de Montenegro que va á España con
licencia mia á procurar que S. M. le haga merced en pre-^
mió de sus servicios. Y mereciendo recibirla por ellos, y
teniendo la experiencia y buenas partes necesarias para
acertar á servir en cualquier puesto que S. M. le mandare
ocupar, estoy cierto que hallará en V. S. el favor y ampa-
ro que podrá desear para conseguir la recompensa de sus
servicios. Y por lo que deseo que la tenga, y que S. M. le
honre conforme á sus méritos, pido á Y. S. que lo procu-
re por su parte, obligándome en ello como lo hará. — Nues-
tro Señor guarde la muy ilustre persona de V. S. como
deseo. — De Bruselas á 20 de agosto de 1608. — A lo que
V. S. ordenare. — Alberto. — Con rúbrica.
123
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 24 de agosto de 1608.
Insiste en la necesidad de que se provea pronto al ejército.
Biblioteca Nacional,— Sala de MSS.—1 151, foL S81.
Señor duque : El ver que se nos va pasando agosto y
que hasta agora no tengamos aviso de haber tomado S. M.
alguna resolución en materia de provisiones , me obliga á
volver á cansarle, escribiéndole sobredio, y también á
V. S. pidiéndole con to3o el encarescimiento que puedo ,
suplique á S. M. se sirva de mandar proveer alguna cosa
con que se pueda ir entreteniendo esto mientras S. M. se
sirve de mandar proveer lo que es necesario para este ejér-
cito , como se le ha representado muchas veces; y crea
V. S. que la pura necesidad y el ver que ya aquí no hay
remedio alguno de hallar cosa de consideración, me obliga
á importunar tantas veces sobre esto, sin tener otra cosa
que dicir demás de lo dicho tantas veces, sino que me ser-
virá de descargo en cualquier desgracia que suceda, si bien
no se remedia con ello el daño. V. S. lo considere por amor
de Dios y no dé lugar á ello.
También me ha parescido enviar á S. M. una carta que
tuve anoche del marqués Spínola, en que dice lo que había
hecho en cumplimiento de la orden de S. M.; y porque
V. S. lo verá todo, me remito á ello, y acabo esta con di-
cir que Dios guarde á V. S. con la salud que le deseo. —
De Bruselas á 24 de agosto, año 1608. — Alberto. — Con
rúbrica.
124
Carta autógrafa de la archiduquesa Isabel al duque de Ler*
ma, fecha en Bruselas á 24 de agosto de 1608.
Pide que se mande la provisión ordinaria del mes de setiembre.
Biblioieca NacionaL^Sala de 3ÍSS.^ 1 131, foL 647.
Duque : Aunque haya poco que decir de acá después
que escribimos, no quiero dejar de hacer esto con este cor-
reo que despacha mi primo, á dar prisa á las provisiones,
pues se acaban con este mes, y de'él faltan tan pocos dias;
y si no vienen á tiempo para el otro, temo mucho nos he-
mos de ver en mucho aprieto con esta gente, y estas co-
sas cuestan después mucho mas á la hacienda de mi her-
mano ; y así os pido, si no estuviere dada orden en la provi-
sión del mes que viene , procuréis se dé luego , por lo que
importa, y yo espero habréis ya visto como se distribuye
diferentemente de lo qne ahí habían informado.
Con las nuevas que ha traído el ordinario que llegó
ayer, de la salud de mí hermano, quedamos muy contentos;
espero las tendremos presto mas frescas y estas siempre se
desean. De aquí no hay ningunas sino haber refescado.
De vos y vuestra gente las deseo muy buenas y que os guar-
de Dios como deseo. — De Bruselas dia de San Bartolomé
1608.— Isabel.
i25
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á oí de agosto de 1608.
Le da las gracias por la parte que ha tenido en el envío de provi-
siones.— ^De la tregua con los holandeses. — El duque de
Mantua.
Biblioteca Nacional.— Sala de MSS, — / 151, fol. 583.
Señor duque: Estando boy para escribir á V. S. sobre
lo que después diré, rescibí su carta de los 17 deste, con que
holgué cuanto V. S, puede considerar, así por las buenas
nuevas que me da de la salud de SS. MM. y AA., como por
la provisión que ha venido con ellas, que ha venido al me-
jor tiempo del mundo , y así quedo contentísimo dello , dan-
do á V. S. las gracias que puedo por haberlo encaminado
así , pidiéndole no alce la mano de procurar se continúen las
provisiones con esta puntualidad , que demás de que con eso
se podrá sustentar el ejército razonablemente (mientras no
hubiere de trabajar) se ahorrarán los intereses y otros incon-
venientes que resultan de haber de andar buscando y men-
digando estas provisiones.
Lo que tenia que escribir á V. S. era dicirle como en-
viaba á S. M. dos despachos que yo he tenido estos dias
del marqués Spínola; por ellos verá V. S. como queda rota
ya la plática de la paz, y la poca apariencia que hay de
cuajar la de la tregua ; y porque en fin S. M. sea el que
diere el último golpe y resolución en esta materia , escribo
al marqués que procure entretener la plática hasta que po-
damos tener respuesta de S. M. á este despacho , sin pren-
darse en nada, y así me hará V. S. mucho placer en pro-
126
curar que se nos avise volando de la resolución de S. M.,
que aun desa manera temo que la tomarán los Estados pri-
mero.
De las cosas de Francia no digo nada á V. S., que no
dudo que don Pedro de Toledo avisará de lo que allí pasa
con la particularidad que conviene. Sírvase Nuestro Señor
de encaminarlo todo como mas convenga á su servicio, y de
dar buen suceso al marqués de Santa Cruz, que gran cosa
seria que saliese bien aquella empresa , como lo quiero es-
. perar y que vernán á salvarnos las flotas.
Aquí senos ha entrado por las puertas el duque de Man-
tua sin dicirnos nada, anteayer, y se parle mañana. Mués-
trase (como debe) aficionado al servicio de S. M., y creo lo
hará con los efetos cuando sea menester. Con que se acaba
lo que tengo que dicir al presente á V. S., y esta con que
Dios le guarde como deseo. — De Bruselas á oí de agosto,
ano 1008. — Alberto. — Con rúbrica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma^
fecha en Bruselas á i9 de setiembre de 1608.
En recomendación de Pedro Montanana.
Beal Academia de la Historia, — Solazar, A 63, foL 147.
Muy ilustre señor: Al rey mi señor escribo, lo que V. S.
verá, por Pedro Montanana, secretario que ha sido de don
Guillen de Sant Clemente en la embajada de Alemania, y
servido en ella hasta ahora, que, por haber muerto don
Guillen, va á España á dar cuenta de las cosas della y su-
plicar á S. M. le haga merced por sus servicios. Y mere-
127
ciendo recibirla por ellos, pido á V. S. que lo procure por
su parte , favoreciéndole en todo lo que se le ofreciere , que
yo lo estimaré en lo que es razón , deseando que para ello
le aproveche mi intercesión. Nuestro Señor guarde la muy
ilustre persona de V. S. como deseo. — De Bruselas á 19 de
setiembre, 1608. — A lo que V. S. ordenare. — Alberto. —
Con rúbrica.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 20 de setiembre de 1608.
Se inclina á la paz. — Pide la provisión de octubre y hace presente
la necesidad de mayores recursos en caso de renovarse la guerra.
mUioíeca Nacional.— Sala de MSS.—I ÍZÍ,^foL S85.
Señor duque : Estoy contando las horas que me pares-
ce va tardando el correo que se despachó de aquí á último
del pasado, por lo que van apretando los Estados á nues-
tros deputados á que vengan en lo que ellos pretenden, ó
se vengan , como lo verá V. S. por los despachos que se
envían á S. M.. y el medio que ha propuesto Juanin, que
me ha parescido no desechar, por entretener con eso la plá-
tica, y que le quedo á S. M. la puerta abierta para escoger
y resolver lo que mas fuere servido, pues estará en su ma-
no lo de la ractificacion. En esta materia no me queda que
dicir tras lo que tengo dicho en ella, sino pedir á V. S. que
por amor de Dios se pondere y considere bien , sin dar lu-
gar á apariencias ó pasiones de los que desean la guerra,
considerando lo que es menester para ella, que aunque yo
sé que todo esto le es muy presente á V. S., lo torno apun-
128
tar , por cumplir con lo que entiendo que soy obligado ; tras
esto espero que Dios lerna á S. M. de su mano, y le alum-
brará para que acierte á tomar la resolución que mas con-
venga á su servicio; y así entenderé que lo será la que
S. M. fuere servido de tomar.
Acuerdo á V. S. que estamos en fin de setiembre y que
no ha venido provisión para octubre, pidiéndole que por
amor de Dios procure venga luego , si acaso no estuviese
ya por el camino, y que para lo de adelante se trate luego
de provisiones gallardas , particularmente si hubiéramos de
tener guerra , pues hay tanto que apercibir para ella , que
será menester mucho tiempo y dinero para ello, y para la
gente de guerra mas que todo : que si se tratase de sacarla
en campaña sin darle algunas pagas , se puede tener por
cierto que tomaria alguna ruin resolución. V. S. con su
mucha prudencia lo considerará todo, y encaminará lo que
\'iere que conviene mas al servicio de S. M., que es lo que
lodos deseamos, y yo particularmente que Nuestro Señor
guarde á V. S. con mucha salud y contento. — De Bruselas
á 20 de setiembre, año 1G08. — Alberto. — Con rúbrica.
129
Carta autógrafa de la archiduquesa Isabel al duque de her-
ma, fecha en Bruselas á 20 de setiembre de 1608.
Se dan largas á las conferencias de la paz á fin de que pueda to-
mar el rey la resolución que considere mas oportuna.
Biblioteca Nacional—Sala de MSS,—1 131 , fol. 649.
Duque : Por los despachos que lleva este correo enten-
deréis lo que acá hay de nuevo. Yo os confieso nos hemos
visto muy perplejos para tomar esta resolución, por no te-
ner tiempo para consultalla á mi hermano y saber su volun-
tad , que es la que deseamos seguir en todo siempre , pero
habiéndolo encomendado mucho á Nuestro Señor y hécho-
selo pedirá todos los que tenemos por buenos, para que
nos alumbrase lo que habia de ser mas para su servicio, se
ha tomado la resolución que entenderéis, procurando no
prendar en nada á mi hermano, sino tomándolo sobre nos-
otros, de manera que mi hermano quede libre para poder
romper ó no como viere le está mejor, y pareciéndonos que
era mejor sustentar esta plática como se pudiese, para que
mi hermano rompa si le parece que está bien , y tiene su
hacienda para acudir á hacer la guerra como seria menes-
ter, que esto ahí se juzgará mejor de lo que lo haremos acá,
que no que sean ellos los que rompan, estando muy aper-
cibidos y con las ayudas que tienen de nuevo ahora de
Francia, como habrá escrito don Pedro de Toledo, y de to-
das partes; y así no puedo dejar de acordaros que para
cualquiera cosa es menester dar prisa á las provisiones , y
mas estando tan al cabo las deste mes, y no habiendo aun
avisado que estén hechas las del que viene, aunque yo es-
ToMO XLIII. 9
i30
toy segura que no os descuidareis de hacer en esto lodo lo
posible, y aun mas como vemos se ha hecho otras veces.
De aquí no hay que decir fuera desto, sino desear mu-
cho cartas de ahí, que ha muchos dias que tardan, á lo
menos á mí así me lo parece, y mas sabiendo las tercia-
nas que andan en Valladolid, que me tiene con cuidado,
aunque las cartas del ordinario me sacaron un poco del, y
digo un poco porque siempre son viejas. Dios nos traiga
muy buenas nuevas. A toda vuestra gente me encomiendo
mucho, y guárdeos Dios como deseo.— De Bruselas á 20
de setiembre, 1608. — Isabel.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 25 de setiembre de 1608.
Por don Rodrigo Nuno y Laso.
Bihlioieca Nacional.^ Sala de MSS.—IÍZi, fol, 587.
Señor duque : Don Rodrigo Ñuño y Laso me ha repre-
sentado tan apretadamente la necesidad que tiene para acu-
dir á cosas de su casa , que me he hallado obligado á dar-
le licencia para ello , y pedir á V. S. le tenga por encomen-
dado para todo lo ^ue por allá se le ofresciere, y particu-
larmente que le ayude en la pretensión que tiene de que
S. M. se sirva de él como V. S. lo tiene entendido , en que
tengo por cierto acertaría á servir á S. M. , y yo lo esl ima-
ria particularmente por las obligaciones que tengo á don
Rodrigo, y así me hará V. S. muchísimo placer en procu-
rarlo.
También creo que tratará don Rodrigo de que S. M.
i31
le mande desobligar de una obligación que tiene hecha á
unos hombres de negocios, que á su instancia dieron dinero
para el servicio de S. M. en una ocasión bien apretada que
hubo; y por ser una cosa tan puesla en razón y aun de tan-
ta obligación, no puedo dejar de pedir á V, S. encamine
como don Rodrigo sea sacado de esta obligación, en que
me hará V. S. también muy gran placer; y porque esta no
es para mas , la acabo con dicir que Dios guarde á V. S.
con la salud que le deseo. — De Bruselas á 25 de setiem-
bre, año 1608. — Alberto. — Con rúbrica.
Carta autógrafa de la archiduquesa Isabel al duque de Ler-
ma, fecha en Bruselas á 25 de setiembre de 1608.
Por don Rodrigo Laso.
Biblioteca Nacional— Sala de MSS,—1 131 , fol 651 .
Duque: Yendo don Rodrigo Laso ahí á sus negocios,
no he querido se vaya sin esta para pediros acordéis á mi
hermano haga merced en esta ocasión á don Rodrigo, con-
forme á lo que tiene servido como sabéis, y creo por la
amistad que siempre habéis bccho á don Rodrigo, que ha-
bré menester pedh'os poco que le ayudéis; porque sé que lo
haréis de buena gana ; pero por lo que don Rodrigo nos ha
servido, no puedo dejar de deciros que me haréis mucho
placer; y pues él os dirá lo que de aquí se ofrece no me
alargaré mas. Dios os guarde como deseo.' — De Bruselas á
25 de setiembre, 1608. — Isabel.
132
Carta original del archiduque Alberto á S.M., fecha en Bru»
selas áZ de octubre de 1608.
Por Pedro de Ibarra.
Real Academia de la ffistoria.—Salazar , A 63, fol. 151.
S. G. R. M.
Pedro de Ibarra, que esta dará á V. M. , va á servir la
plaza de contador de resultas , de que (según me ha refe-
rido) le ha hecho V. M. merced en consideración de sus
largos servicios . los cuales estoy informado que ha conti-
nuado en estos Estados de veinte y ocho años á esta parte
sin hacer ausencia dellos , ocupándose de ordinario en di-
ferentes cosas y comisiones de su profesión, procediendo
con rectitud y limpieza, y dando buena cuenta de lo que se
le ha encomendado; por lo que se emplea bien en él la mer-
ced que V. M. le ha hecho, suplicando á V. M. muy de
veras , se sirva de mandársela hacer en las ocasiones que
adelante se ofrescieren de su acrecentamiento, conforme á
sus largos servicios, que yo la recibiré en ello de V. M., á
quien Nuestro Señor guarde con la salud y acrecentamien-
to de Estados que yo deseo. — De Bruselas á 3 de octubre,
1608.— S. G. R. M.— Besa las manos de V. M. —Alber-
to.— Con rúbrica.
133
Carla autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 7 de octubre de 1608.
Estado de las negociaciones con Holanda sobre el tratado de paz.
Biblioteca Nacional.— -Sala de MSS.—1 131 , fol 591.
Señor duque: Confieso á V. S. que me tiene con pena
ver pasar tantos días sin que venga respuesta de S. M. á
lo que todos estos dias se le ha ido escribiendo acerca de la
negociación con los de Holanda, deseando yo sumamente
acertar á encaminarla lo mas conforme á la voluntad y gus-
to de S. M. que fuese posible , y así saber y entenderle por
horas; pero pues S. M. no es servido dello, debe de ser esto
lo que mas conviene, y con todo me ha parescido enviar
agora persona expresa con este despacho , para que acuer-
de á V. S. la resolución, y que procure que vuelva con ella
con la mayor brevedad que sea posible , y así se lo pido á
V. S. con todo el encarescimiento que puedo.
Por el despacho que se envía, entenderá V. S. lo que
ha pasado en esta negociación después de mi último despa-
cho, que fué á los 20 del pasado, y como ha venido el
marqués Spínola y los demás diputados , y en fin el esta-
do en que esto queda, acerca de lo cual me ha parescido
apuntar á V. S. y pedirle por amor de Dios, que procure
se mire este negocio con mucha consideración, y sin dar lu-
gar á apasionados por la guerra, se acuerde V. S. cuantas
veces me ha escrito la dificultad que habia de poder con-
tinuar las provisiones para ella y el trabajo con que se jun-
taban siempre , y conforme á eso, procure V. S. que se to-
me tal resolución, que se excuse cuanto fuere posible el ve-
134
iiir á los aprietos á que será fuerza venir si la guerra conli-
núa, sin haber los medios necesarios para ella, y mientras
esto no se concluye, se haga la provisión que se apunta á
S. M. por este despacho, asigurando á V. S. que es lo for-
zoso, y que tratar de deíensiva, seria la total perdición
desto, y que este negocio no admite medio, entre la guer-
ra ofensiva y muy viva, y la cesasion de las armas por paz
ó tregua. Y remitiéndome en fin, á lo que el marqués Spi-
nola representa acerca de toda esta materia con particula-
ridad excusaré de usar en esta carta de más, y volviendo á
pedir á V. S. que procure que S. M. se resuelva con la
mayor brevedad que sea posible, y mande responder con
la misma, acabaré rogando á Nuestro Señor que guarde á
V. S, como deseo. — De Bruselas á 7 de octubre, año 1608.
— Alberto. — Con rúbrica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas ál de octubre de 1608.
Eü recomendación de Mateo de Urquina.
llml Academia de la Eísíoria. — Salazar , A 63, fol. 155.
Muy ilustre señor: V. S. sabe cuan justo es honrar y
premiar á los que sirven como deben , y esto rae obliga á
enviar con el despacho que va agora á Mateo de Urqui-
na , por quien suplico á S. M. lo que V. S. verá. Pido muy
de veras á V. S. le favorezca y ampare, teniendo la mano
en que sea honrado y acrecentado de la de S. M. conforme
lo merecen sus fieles y buenos servicios , que yo lo estima-
135
ré en lo que es razón. Nuestro Señor guarde la muy ilus-
tre persona de V. S. como desea. — De Bruselas á 7 de oc-
tubre, 1608. — A lo que V. S. ordenare. — Alberto.— -Cow
rubrica.
Carta autógrafa de la archiduquesa Isabel al duque de Ler^
ma, fecha en Bruselas á 7 de octubre de 1608.
Desea que se haga la paz con Holanda ; pero que si se ha de volver
á la guerra, opina que sea ofensiva y no defensiva solamente.
Biblioteca Nacional—Sala de MSS.— IlZi, fol. 564.
Duque: Por los despachos de mi primo y el marqués
Spínola entenderéis lo que hay de nuevo después que es-
cribimos y en el estado que queda este negocio de la tre-
gua. Yo no he podido dejar de decir á mi hermano lo que
me paresce conviene á su servicio porque me paresce si
viendo de la manera que está lo de aquí , y sabiendo lo que
me habéis escrito del estado en que está la hacienda de mi
hermano, no lo hiciera ansí, no cumpüa con lo que era
obligada, pues naide desea ni tiene razón ni mayor obli-
gación que yo para desear que se. acierte el servicio de mi
hermano, y yo pienso cierto que el acetar la tregua consi-
deradas todas las razones que hay para ello y el estado en
que estamos allá y acá, y el en que están nuestros enemi-
gos, que seria lo mas acertado para todos como pienso y
estoy cierta que lo considerareis como conviene; pero por
cumplir con lo que os tengo prometido de escribiros llana-
mente, no puedo dejar de pediros que en este negocio no
os aconsejéis con personas apasionadas , y que lo podrían
136
estar por la guerra por su propio particular y interés, ni por
otras informadas de las de acá que tiran á este raismo fin,
porque con esto yo me asiguro que se lomará la resolución
que conviene, que aquí harto lo pedimos á Nuestro Señor, y
os puedo asigurar con verdad que lo menos que aquí mira-
mos es nuestro descanso , sino solo que se acierte el servi-
cio de mi hermano, y si se ha de volver á la guerra de
ninguna manera lo será que se haga sola defensiva, sino
ofensiva, porque con la defensiva se acabará de perder esto
llanamente por las causas que escribo á mi hermano , y
aunque aquí se platica entre los mas del ejército que basta
hacella defensiva y que no importa que se pierda hoy una
plaza y mañana otra , como será sin duda, y que así se ha
sustentado esto cuarenta años , yo os digo que es muy mala
cuenta esta; porque lo primero si tras cuarenta años de guer-
ra se ha de aguardar que tendrán paciencia estas provin-
cias para llevalla mas á cuestas , yo pienso se engañan
mucho y que darán en una desesperación que no se pueda
remediar, ni aunque ellos quieran podrán con ella porque
están muy acabados, y todo tan caro que la pobre gente
no se puede sustentar, porque como les falta el trato, que
es lo principal de que se vive en estos Estados, todos están
pobres, lo que no es en Holanda, que como le tienen tras todo
lo que pagan están tan ricos que vienen espantados los que
vienen de allá, pues lo que ha costado á España esta guer-
ra vos lo sabéis, y pensar que ella se acabará con solo la
defensiva ya se tiene la experiencia de tantos años y no se-
rá sino consumir mi hermano su hacienda sin fruto ni pro-
vecho, lo que no será haciéndola ofensiva, pues se va á ga-
nar y no á perder , pues cuando bien un año no se gane
plaza con entrar en casa de nuestros enemigos les estor-
bamos que no entren en la nuestra ni nos ganen nada, y
Í37
creer que los que son de otro parescer , que no miran sino
solo á su provecho y á hacer la guerra estándose muy des-
cansados en sus casas, como se vio bien cuando lo de Frisa,
por lo que sintieron pasar allá, y ahora dicen que no impor-
ta que se pierda aquello, que es un pié de los buenos que
se pueden tener por allá. Yo os he querido decir todo esto
porque sé que no dejarán de llegar destos pareceres hartos
ahí, y estéis informado de lo que les mueve á dallos, que no
es cierto lo que desean el servicio de mi hermano, sino su in-
terés y provecho, que es lo que me duele á mí , pues queria
que lodos le mirasen como vos, que me paresce es cuanto
lo puedo encarescer.
Harto lo podria hacer de cuan sin paciencia estoy de
vernos tantos dias sin cartas de ahí, que no sé como se pue-
de llevar, que me tiene con mucho cuidado, y mas con lo
que algunos que han venido de ahí encarecen la enferme-
dad de Valladolid , aunque espero si es verdad se habrá sa-
lido mi hermano.
Dios nos traiga muy buenas nuevas. De toda vuestra
gente las deseo que no les haya alcanzado nada. A toda
me encomiendo y guárdeos Dios como deseo. — De Bruselas
á 7 de octubre, 1608. — Isabel.
138
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 2^ de octubre de 1608.
Del tratado de paz con Holanda.
Biblioteca Nacional.— Sala de MSS.—1 151, foL 589.
Señor duque : Anoche rescibí las cartas de V. S. de los
2 y 9 desle, y por responder luego á S. M. sobre el parti-
cular del tratado de la paz, lo que V. S. verá, no respon-
deré en esta mas que á la de los 9 remitiéndome á lo que
se escribe á S. M., y asigurando á V. S. de que aquí no te-
nemos otro fin sino el de procurar encaminar todo como
mas convenga al servicio de S. M. , y lo mas conforme á
su voluntad que sea posible, para lo cual importará harto
que se tuviera con nosotros diferente y mas puntual cor-
respondencia, pero débome de engañar en esto, ó no se
debe de poder mas, y así no hay sino encomendarlo todo
á Nuestro Señor que lo quiera encaminar como mas con-
venga á su servicio.
A la carta de los 2 deste responderé (siendo Dios ser-
vido) con otra ocasión, por ser larga y tener diferentes
puntos. — Dios guarde á V. S. con la salud que le deseo.
— De Brurelas á 24 de octubre, año 1608. — Alberto. —
Con rúbrica.
139
Carta original de la archiduquesa Isabel al duque de her-
iría, fecha en Bruselas á 24 de octubre de 1608.
Estado de las negociaciones con Holanda.
Biblioteca NacionaL — Sala de MSS. — / 451 , fol. 657.
Duque : Mucho he holgado con vuestras cartas de 2 y
9 deste, pues me han sacado del mucho cuidado con que
nos tenían las enfermedades de ahí. Bendito sea Dios que
ha guardado lo pnnc¡t)aL Parcceme os han cabido buena
parte dellas, cierto me ba lastimado mucho la muerte del
de Yelbes y pesado conforme á las obligaciones que tengo
para ello.
Este correo se despacha lan aprisa para sacar ahí del
cuidado en que parece están pensando está concluido lo de
Holanda, que no me dejará responder ahora á vuestras car-
tas. Lo que hay en efeto entenderéis por los despachos que
lleva, y como no hay hecho nada tendré yo poco que reme-
diar. A toda vuestra gente me encomiendo mucho y guár-
deos Dios como deseo. — De Bruselas á 2i de octubre,
1608. ^Isabel.
140
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á i2 de noviembre de 4608.
Le envía unos despachos de don Pedro de Zúniga, embajador en In-
glaterra.
Biblioteca Nacional.— Sala de MSS.—1 431 , fol. 595.
Señor duque : Habiendo llegado este correo de Inglater-
ra, y pedido don Pedro de Zúniga que le hiciésemos pasar
luego, con los despachos que lleva para S. M., se ha orde-
nado así, y yo he querido escribir con élá V. S. estos renglo-
nes solo porque no llegue ahí sin llevar carta mia para
V. S. , remitiendo el dicir lo que al presente pudiera con
otro correo que se queda despachando y partirá muy pres-
to, y así acabo con dicir que Dios guarde á V. S. con la
salud que deseo. — De Bruselas á 42 de noviembre, año
4608. — Alberto. — Con rúbrica.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á iñ de noviembre de 4608.
Distribución de provisiones. — Deudas.— Se inclina á la paz. — Le
da las gracias por haberle regalado unos caballos cordobeses.
Biblioteca NacionaL — Sala de MSS, — / 151, foJ, 597.
Señor duque: Con la prisa que han partido algunos
correos que se han ido despachando estos dias, no he res-
pondido hasta agora con particularidad á su carta de V. S.
de los 2 del mes pasado , y así lo haré en esta, aunque lo
mas brevemente que pudiere , por no embarazar á V. S.
con lo que se puede excusar, y con presupuesto que conoz-
141
co muy bien la voluntad que V. S. me muestra en todas
ocasiones y la estimo cuanto debo , y que V. S. lo entien-
de así, tengo por cierto que holgará de que con mucha llane-
za le diga siempre lo que se me ofresciere, y así pues V. S.
que dice que si hubo descuido en dirigir las órdenes de la
distribución del dineroso remediaría en lo de adelante, no
me queda que dicir, sino esperar que será así, y pedir á
V. S. tenga memoria dello para no dar lugar á otra cosa.
Díceme V. S. que , aunque de lo que yo mandé librar al
presidente Vaneten y á los demás que se declaran en la re-
lación que envié, es S. M. servido que no se hable mas,
no puede dejar V. S. de pedirme que yo haga ejecutarlas
órdenes que tocan á la distribución de la hacienda muy pun-
tualmente, pues por la misma razón que yo tenia algún gran-
de exceso, sino se da satisfacción al ejército, conviene que
el dinero que se provee, se convierta en su sustento, y yo
digo que también lo entiendo así; pero que por esa misma
razón es fuerza acudir al Vaneten para que provea el pan
de la munición y lo que es menester para los forrajes, pues
es sin duda, que faltando lo uno y lo otro, se cae en el in-
conveniente del exceso que se puede temer infaliblemente;
y así pienso que cuanto á estos puntos no se ha contrave-
nido la orden de S. M. en ninguna manera, y antes que se
terna S. M. por servido dello.
Cuanto á la relación de las deudas que V. S. dice que
se envíe, ya se habia enviado el mismo despacho de que
es respuesta la carta de V. S. que acuso, y con todo se en-
vía agora otra como lo entenderá V. S. particularmente
por los despachos del marqués Spínola , en que se podrá
dar la traza que S. M. mas fuere servido, y solo acuerdo
que hay mucha obligación de procurar dar satisfacción á
aquellas partidas , pues las proveyeron los que lo han he-
142
cho en ocasiones en que hicieron muy grande servicio á
S. M. , y en fin hay obligación de conciencia á resti-
tuirlas.
Cuanto al particular del veedor general , yo no me pue-
do dar por satisfecho si S. M. no se sirve de tomar la re-
solución que le tengo suplicado, demás de ser muy nece-
saria para el servicio de S. M. , y así se lo torno á pedir á
V. S. con todo el encarescimiento que puedo, y que me
quite la ocasión de tomar yo mismo alguna resolución con
este hombre, que sé que no dejará de dármelas.
En la materia de las paces ó treguas no se me ofresce
cosa que dicir á V. S., pues no ha habido ninguna nove-
dad en ella después de lo que estos dias se ha ido escribien-
do. Solo acuerdo á V. S. que se considere esta maleria por
amor de Dios con mucha atención, y tenga Y» S. por cier-
to que si de esta vez se deja de concluir algo, no lo vere-
mos los que vivimos agora , y que si en tal caso S. M. no
manda proveer a-quí lo que se le ha representado por Ur-
quina, que se perderá esto infaliblemente en muy breve
tiempo, pues de nuestra propia gente de guerra no se po-
drá tener seguridad alguna, y de la misma manera de la
del país viéndose desamparada por un cabo, y por otro des-
confiada de verse libre de los trabajos y cargas de la guerra;
y crea V. S. que esto es lo" cierto, por mas que otros quie-
ran dar á entender otra cosa, y así se lo digo á V. S. por mi
descargo, y por lo que debo al servicio de S. M.
Los caballos que S. M. fué servido de mandarnos dar
los dias pasados de su caballeriza de Córdoba , han llegado
aquí, y tan buenos, que me ha parescido volver á dar á
V. S. las gracias por ellos. Dios guarde á V. S. con la sa-
lud que deseo. — De Bruselas á 15 de noviembre, año 1608.
— Alberto. — Con rúbrica.
143
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma^
fecha en Bruselas á 20 de noviembre de 1608.
Por el sargento mayor don Luis de Bearaonte.
Real Academia de ¡a Hísforia, — Salazar, A 6o, fol. 155.
Muy ilustre señor: Al rey mi señor hago recuerdo para
que se sirva de hacer merced al capitaa y sargento mayor
don Luis de Beamonte y Navarra, de una renta en recom-
pensa de veinticinco años de servicios, y de lo que merece
por ellos y la calidad de su persona. Y á V. S. pido que por
su parte procure que la reciba , favoreciendo á don Luis y
amparándole como suele á ios caballeros de sus partes y
méritos; asegurando á V. S. que yo lo estimaré en lo que
es razón. Nuestro Señor guarde la muy ilustre persona de
V. S. como desea. — De Bruselas á 20 de noviembre, 1608.
— Alberto. — Con rúbrica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 28 de noviembre de 1608.
Por don Alonso Fajardo.
Heal Academia de la Historia.— Salazar , A 65, foL 157.
Muy ilustre señor: Por lo que escribo' al rey mi señor
con don Alonso Fajardo, del Consejo de Guerra de S. M.
en estos Estados, que va con licencia mia á España , enten-
derá V. S. de la manera que ha servido y la satisfacción
que ha dado de su persona , peleando con mucho valor en
144
diferentes ocasiones. Y pues merece por ello que S. M. le
haga merced , á V. S. pido tenga la mano para que la re-
ciba en lo que por él intercedo de una encomienda ó renta,
que yo estimaré lo que V. S. en todo le favoreciere. Nues-
tro Señor guarde la muy ilustre persona de V. S. como de-
sea.— De Bruselas á 28 de noviembre, 1608. — A lo que
V. S. ordenare. — Alberto. — Con rúbrica.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 29 de noviembre de 1608.
Envía á fray Iñigo Brizuela, su confesor, con despachos para S. M.
Biblioteca Nacional—Sala de MSS.—1 131, fol. 599.
Señor duque: El marqués de Guadaleste despacha este
correo, con el cual me ha parescido dicir á V. S. que que-
do despachando á mi confesor, para por su medio repre-
sentar á S. M. algunas cosas de su servicio como lo enten-
derá V. S. del particularmente, y con él espero responder
á las cartas de V. S. que he recibido estos dias. Y porque
espero que podrá partir dentro de muy pocos, no trato en
esta de otra cosa, y la acabo con dicir que Dios guarde á
V. S. como deseo. — De Bruselas á 29 de noviembre, año
1608. — Alberto. — Con rúbrica.
145
;' Carta autógrafa de ¡a archiduquesa Isabel al duque de Ler^
ma, fecha en Bruselas á 29 de noviembre de 1608.
Se alegra de ía salud de su hermano y de que las viruelas del prín-
cipe sean benignas. — Sobre las negociaciones con Holanda se re-
mite á las cartas del rey.
Biblioteca Nücionül—Sala de 71/55.— /15d, foh 631.
Duque: Con esle correo, que despacha el marqués de
Guadaleste, no quiero dejar de deciros lo mucho que he
holgado cx>n vueslras carias de primero y 16 de este , y con
todas las nuevas que me dais en ellas de la salud de mi
hermano y sus hijos: gracias á Dios es la que hemos menes-
ter, y las viruelas del príncipe espero serán como las de mi
hermano que con esas se librará de tenellas otra vez. Dios
los guarde á lodos mil años.
Las gracias de mi nuera creo muy bien y no siento po-
co no podella gozar.
Huélgome que no os haya tocado la gota con este tiem-
po» que á mi primo le ha obligado á estar seis dias en la
cama, que para él son muchos. Pésame de la poca salud que
tiene vuestra hermana, lo uno por ella, y lo otro por la
falla que hará al servicio de la reina.
De aquí no hay cosa que dicir, y lo que hay de nego-
cios veréis por las carias de mi hermano, y yo no os quie-
ro ocupar por si escupiere algún rato de la palomería del
Pardo, que bien habréis menester descansar algunos para
poder trabajar tantos como hacéis. A toda vuestra gente
me encomendad mucho y guárdeos Dios como deseo. — De
Bruselas víspera de San Andrés, 1608. — Isabel.
Tomo XLIII. 10
146
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas ct 50 de noviembre de 1608.
Misión de fray Iñigo Brizuela.
Biblioteca Naciomh— Sala de MSS.-IiZi, fol. 601.
Señor duque: La resolución que S. M. ha sido servido
de tomar en la maleria de la tregua, y lo que fué servido
trujiesc entendido Urquina en materia de provisiones, me
ha puesto en tanto cuidado, que me ha obligado á enviar
á fray Iñigo de Brizuela, mi confesor, á representar á S. M.
lodo lo que acerca deslo se me ofresce y los inconvenien-
tes que seguramente se seguirían si S. M. no se sirve de
mudar de resolución en lo uno ó lo otro, como lo entenderá
V. S. mas parlicularmente del dicho fray Iñigo, que lleva
orden de acudir á enfermar á V. S. de todo , y seguir y
guardar en todo la orden que V. S. le diere. Y así me hará
V. S. mucho placer en oirle con mucha particularidad, y
conforme á la importancia de la materia, procure vea con
tanta consideración, que se venga á tomar la resolución
que mas convenga al servicio de S. M. y al bien universal
de todo; y aunque esto sea lo principal que puede mover
en esta materia, espero que la voluntad con que V. S. ha
acudido siempre á nuestras cosas le obligará á holgar de
encaminar todo lo que fuere necesario para la conservación
desto, pues que somos tan interesados en ello, y por que
todo lo que mas pudiera dicir acerca desto, y lo que mas
quisiere saber V. S. de acá, lo podrá saber con mucha par-
ticularidad de fray Iñigo, me remito á él, y acabo esta con
dicir que Dios guarde á V. S. como deseo. — De Bruselas
último de noviembre, año 1608. — Alberto. — Con rúbrica.
147
Curta autógrafa de ¡a archiáiiquesa Isabel al duque de Ler-
ma, fecha en Bruselas á i.'' de diciembre de 1608.
í Sobre el mismo asunto.
Biblioteca Nacional.— Sala de MSS»—1 131 , foL 653.
Duque : Ha parescido necesario enviar ahí al confesor
de mi primo para que informe á mi hermano muy particu-
larmente del mal estado en que está todo lo de aquí y cuan-
to ha menester remedio de una manera ó de otra. Yo pien-
so holgareis de oille, y con todo no puedo dejar de pediros
sea con la atención que piden estas cosas, y con la misma
se procure mirar mucho en lo que conviene hacer en este
negocio y la resolución que se toma, pues va tanto del ser-
vicio de Nuestro Señor y de mi hermano en ello como sa-
béis, y si esto se perdiese no ganarla mi hermano nada,
antes perderla mucho como sé tenéis bien entendido, pues
os tiene costado tanto trabajo como yo sé , y que podemos
decir que por vos está ahora en pié , y es conforme á la
mucha confianza que hemos tenido de vos siempre y yo
quedo con la misma de que habéis de ser parte para que se
tome la resolución que conviene. Y porque fray Iñigo dirá
todo esto mas largamente de la nuestra, me remito á él,
deseando que os halle muy bueno y á toda vuestra gente,
á quien me encomiendo mucho, y guárdeos Dios como de-
seo.— De Bruselas á primero de diciembre 1608. — Isabel.
148
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 2 de diciembre de 1608.
Por don Iñigo de Brizuela.
Beal Academia de ¡a Historia. — Saladar, A 65, foU 159.
Muy ilustre señor: Don Iñigo de Brizuela, gentil hom-
bre de mi boca, ha servido ú S. M. en estos Estados acer-
ca de mi persona diez años con entera satisfacción, ha-*
liándose en todas las ocasiones que se han ofrecido , y de-
seo dársela en sus pretensiones.
Va á España con mi licencia, acompañando al maestro
fray Iñigo de Brizuela, mi confesor y su tio , que porque sea
mejor asistido y le haga compañía me ha parescido vaya
con él.
Pretende en consideración de sus servicios que S. M.
le haga merced de alguna renta donde fuere servido con
que poderlos continuar con mas comodidad. Y así he que-
rido pedir á V. S. como por otras lo he hecho, ayude y fa-
vorezca la pretensión de don Iñigo, y asimismo que S. M.
haga merced á otros dos sobrinos de mi confesor que estu-
dian en Salamanca, de alguna pensión para poder continuar
sus estudios con mas comodidad.
Y por las obligaciones que tengo á mi confesor , como
V. S. sabe, será para mí de mucho gusto que tome á su
cargo estas pretensiones de manera que S. M. les haga la
merced que desean por su medio y intercesión. Y lo que
V. S. hiciere por ellos estimaré y agradeceré como es justo,
cuya muy ilustre persona Nuestro Señor guarde y prospere
149
como desea. — Bruselas, deciembre 2, 1608. — A lo que
V. S. ordenare. — Alberto. — Con rúbrica.
De letra del archiduque,
V. S. me hará mucho placer en tener por encomenda-
dos á estos sobrinos de mi confesor, y procurar que S. M.
les haga la merced que le suplico.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de herma,
fecha en Bruselas á i2 de diciembre de 1608.
Relación del marqués de Spínola sobre el estado de las cosas de
Flándes.
BMioteca Nacional,— Sala de MSS,-^I 131, fol. 603.
Señor duque : Al marqués de Guadaleste ha parescido
despachar este correo , á lo que él dirá, y aunque yo quisie-
ra no cansar sino con cosas de sustancia, y avisar de lo
que con fundamento se puede esperar de las materias que
se trae entre manos, me ha parescido que era bien que el
marqués Spínola hiciese relación á S. M. de lo que se ha
ofrescido estos dias , ya que iba este correo , y así entiendo
que lo hace el marqués, y rae remito á lo que entenderá
V. S. por lo que escribe, sin tener otra cosa que dicir al pre-
sente, sino que se avisará de lo que mas se ofresciere en
esta materia, y que Nuestro Señor dé á V. S. muy buenas
pascuas y le guarde con la salud que deseo. — De Bruselas
á 12 de diciembre, año 1608.^ — Alberto. — Con rúbrica.
150
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 27 de diciembre de 1608.
Avisa haberse hecho la prisión que raandó S. M. — Necesidad de pro-
visiones.— Prorogacion de la tregua.
Biblioteca Nacional.— Sala de MSS,—1 131, fol 603.
Señor duque : El marqués de Guadaleste me ha dado la
carta de V. S. de los 4 desle , y me ha dado cuenta de la
prisión me mandaba S. M. se hiciese , á que se dio luego
orden, y por estar la persona fuera de aquí, ha habido al-
guna dilación en ello ; pero queda efectuada la prisión , co-
mo avisará el marqués mas particularmente, y así me re-
mito á él cuanto á este particular, en que bastaba entender
yo que S. IVI. gustaba dello para que se procurase de mi
parte con el cuidado posible. También se han puesto á re-
cado los papeles que se le han hallado; pero no se tocará á
ellos hasta tener orden paradlo.
Con las nuevas que V. S. me da en dicha su carta de
la salud de SS. MM. y AA. he holgado como era justo,
Dios los guarde y haya dado estas Pascuas tan buenas como
se las deseamos. Aquí se han pasado á Dios gracias con sa-
lud pero con mucho cuidado, por hallarnos en ellas sin ua
real, ni memoria de la provisión de este raes, y toda la
gente con tanta necesidad que puede dar mucho cuidado.
V. S. procure se remedie luego, si ya no viniese por el ca-
mino, porque no se puede entretener esto asi, ni hay cré-
dito para remediarlo por acá.
Ayer se tuvo aviso de la Haya de que los Estados no
habian querido prorogar la tregua mas que hasta los 15 de
451
hebrero, y que Juanin y los embajadores de Inglaterra no
se hablan atrevido á hacer la propuesta de la tregua llana,
como se avisará mas parlicularmente con otro correo que se
queda despachando , porque este no lleve cartas de nadie,
como se le ha ordenado al marqués de Guadaleste , y así
acabaré también esla con dicir que Dios guarde á V. S.
con la salud que le deseo. — De Bruselas á 27 de diciembre,
año 1608. — Alberto. — Con rúbrica.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 29 de diciembre de 1608.
Aprueba la prorogacion de las treguas. — Apuro en que está por
falta de provisiones.
Bmioieca Nacional— Sala de MSS.— -I ioi, foL 607.
Señor duque: Porque escribí á V. S. anteayer (aun-
que brevemente), lo que al presente se ofresce que dicir de
acá, me paresce podré remitirme en esta á lo que V. S.
entenderá con mas particularidad por los despachos que se
envían agora, y así lo hago sin tratar de cansarle con di-
cirle nada con particularidad, pidiéndole solamente con todo
el encarescimiento que puedo, que considere esta materia
de las treguas con mucha atención, sin dar lugar á pasio-
nes ó respetos particulares, pues no es juslo le tengan ea
cosas de tanta importancia, y de tanto servicio de Dios y
de S. M. , procurando que se atienda á lo que es sustancia
y la realidad de las cosas, sin dar lugar á lo que solamente
puede ser apariencia, y el acordarme de lo que V. S. me
ha encarescido siempre las imposibilidades de la hacienda
152 ^
de S. M. me obliga á pedirle esto con mayor encarescimien-
to, y que considere cuanto conviene al servicio de S. M.
que se conserve esto , con que no me queda mas que dicir
acerca desto , paresciéndome haber cumplido con lo que
debo ante Nuestro Señor y al servicio de S. M. Sírvase
Nuestro Señor de alumbrarnos á todos para que se acierte
á tomar la resolución que para todos mas convenga.
También vuelvo á acordar lo de la provisión de aquí, á
donde se está en el aprieto que tengo escrito á V. S. que
procure se remedie, como vé que es necesario.
Aquella persona queda en poder del teniente del castillo
de Ambéres , con que no me queda mas que dicir sino que
Nuestro Señor guarde á V. S. con la salud que deseo. —
De Bruselas á 29 de diciembre, año 1C08. — Alberto. — Con
rúbrica.
£arta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 20 de enero de 1609.
Por el capitán Francisco de la Fuente.
Üeal Academia de la Historia,— Solazar , A 63, fol 167.
Muy ilustre señor : Vuelvo á escribir al rey mi señor por
el capitán Francisco de la Fuente, para que en caso que
S. M. no se haya resuelto en proveer en él el castillo de
Trezo, como se lo tengo suplicado en consideración de sus
largos y particulares servicios, se sirva de hacerle en ello
la merced que merece y espera de su grandeza. Para lo
cual vuelvo también á interceder con V. S. para que le am-
pare y favorezca de manera que pueda recebir esta merced;
que yo estimaré lo que V. S. por su parte ayudare á ello.
153
Nuestro Señor guarde la muy ilustre persona de V. S. como
(jesea.— De Bruselas á 20 de enero, 1609. — A lo que V. S.
ordenare. — Alberto. — Con rúbrica.
Carta autógrafa de la archiduquesa Isabel al duque de Ler»
ma, fecha en (1) á 11 de febrero de 1609.
Le avisa la llegada de los embajadores á A mbéres. —Provisiones.—
Desea la vuelta del yerno del doctor Paez.
Biblioteca NaciomL—Sala de MSS.--1 151, fol 675.
Duque : Tres días há que llegó el correo del confesor de
mi primo, con quien rescibí vuestra carta de 28 del pasa-
do, con que he holgado tanto como con todas las vuestras,
y mas trayendo tan buenas nuevas de la salud de mi her-
mano, y la reina y sus hijos como me dais, de que quedo
contentísima, y de que mi nuera está mejor de las opilacio-
nes. Dios los guarde á todos como es menester.
Siempre echo menos cuando no me dais nuevas de
vuestra gente , y así lo he hecho en esta carta.
Con alborozo aguardo al confesor para saber nuevas
particulares de todos. El despacho que envió vino á tan
buen tiempo como veréis por los de mi primo, y como han
llegado los embajadores á Ambéres. Dios encamine lo que
falta para su servicio como se le pide ahí y aquí, y para
todo importará harto lo de las provisiones que me decis,
para que de una vez quede mi hermano sin esta carga tan
pesada.
(1) Así.
i54
De aquí no hay otra cosa que decir sino que yo aguar-
do purgarme mañana por un dolor que he tenido estos dias
en un lado, de que quedo buena. Hace un tiempo tan hú-
mido que no se vé sino corrimientos; no queria hubiese
alcanzado ahí. A toda vuestra gente me encomiendo mu-
cho, y guárdeos Dios como deseo. — De hebrero 11, 1609.
— ^Isabel.
En víspera de purga no se puede dejar de pedir por loá
médicos. Su yerno del doctor Paez no acaba de venir, y pa-
ra facilitar esto , desea que mi hermano le haga merced de
una carta en la sustancia de la que va aquí. Haréisme mu-
cho placer en encaminar lo que se pudiere hacer en esto.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma ,
fecha en Bruselas á 24 de marzo de 1609.
Por don Pedro Espínela.
Real Academia de la Historia.— Salazar , A 65, fol. 173.
Muy ilustre señor: Al rey mi señor escribo lo que V. S.
verá por don Pedro Espinóla, que va conducencia mia á
procurar que S. M. le haga merced en las pretensiones que
tiene. Y por lo que merece por su calidad, parles y servi-
cios, holgaré mucho que V. S. le favorezca para que la re-
ciba muy cumplida como se lo pido con muchas veras á
V. S., cuya muy ilustre persona guarde Nuestro Señor como
desea, — De Bruselas á 24 de marzo, 1609. —A lo que
V. S. ordenare. — Alberto. — Con rúbrica.
155
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 25 de marzo de 1609.
Por el licenciado don Martin Carrillo de Alderete.
Beal Academia de ¡a Historia. —Salazar, A 63, fot. 179.
Muy ilustre señor: Don Martin Carrillo de Alderete, cole-
gial mayor del colegio del arzobispo de Toledo en la univer-
sidad de Salamanca, y juez metropolitano, de cuya virtud y
partes tengo buena información, y de sus letras, y de cuan
bien ha correspondido y corresponde á sus obligaciones
como parece por los puestos que ocupa, pretende que S. M.
le haga merced de emplearle en su servicio en una plaza
de oidor de las chancillerías de Valladolid ó Granada, como
S. M. lo acostumbra á las personas de su calidad y puesto.
Y por ser tan justas estas causas y ser sobrino de don Juan
Carrillo, á quien V. S. sabe las obligaciones que tuve y ten-
go á sus cosas , he querido escribir esta en su recomenda-
ción, y pedir como lo hago con mucho encarecimiento, le
ayude y favorezca en esta pretensión por ser tan justa y
merecerla don Martin por su persona, y él espera alcanzar-
la por medio de V. S. con mas facilidad y brevedad. Y
porque se le va acabando el colegio, holgaré de que sea
proveído, y eslimaré y agradeceré como es justo lo que
V. S. hiciere por él, cuya muy ilustre persona Nueslro Se-
ñor guarde y prospere como deseo. — Bruselas marzo 25,
1609. — A lo que V. S. ordenare. — Alberto. — Con rúbrica.
i56
Carla autógrafa de la archiduquesa Isabel al duque de
herma, fecha en Bruselas á 28 de marzo de 1609.
Fray Iñigo Brizuela. — Diputados de Holanda. — Recomienda á Va-
neten.— Diversiones con motivo del carnaval.
Biblioteca Nacional, --Sala de ^55.-/131, fól. 678.
Duque : Las postreras cartas que tenemos de alií son
las que trujo fray Iñigo de Brizuela, con quien holgamos
mucho por las buenas nuevas que nos dio de lodo. Yo huel-
go mucho que le hayáis conocido, porque veréis que con
razón podemos estimar que mi primo tenga cabe sí un hom-
bre como él. Todo lo que me ha dicho de vuestra parte no
es nuevo para mí , y el saber cuanto tenemos en vos poders-
os asegurar que lo conocemos y agradecemos cuanto so
puede, y que así fiamos de vos lo que no haríamos de otro,
con la llaneza que obliga lo que nos queréis, y que así lo ha-
remos siempre.
Los diputados de las Islas quedan ya en Ambéres, con
que se puede esperar se acabará este negocio , y yo tengo
gran confianza en Nuestro Señor que ha de ser para mucho
servicio suyo y bien de la cristiandad, y para mucho ser-
vicio de mi hermano , y no es posible sino que pues Nues-
tro Señor lo ha encaminado ansí tras tanta oración como
se ha hecho, suplicándole encamínaselo que mas se habia
de servir que se sirve de ello , él lo haga como puede. De
aquí no hay otra cosa de nuevo que dicir , y estoy ya bue-
na, aunque me trae muy mal una purga que me dieron.
Comienza á hacer harta calor, que si durase seria cosa
nueva acá.
El preso que mi hermano manda que le lleven , huble-
157
ra partido luego si hubiera bajel seguro en que pudiera ir,
Estáse fletando uno que con la prisa que se le da , espera-
mos podrá partir si tiene tiempo las primeras aguas vivas,
que serán de aquí á quince dias.
Mucha pena me dan las opilaciones de mi nuera, y que
le duren tanto , aunque con el buen tiempo espero estará
mejor.
De cuan lindo es el príncipe, me huelgo mucho, aun-
que siendo hijo de su padre no podia ser menos. Dios los
guarde á lodos mil años y alumbre á la reina con bien.
Con las nuevas que me dais de toda vuestra gente , me
he holgado mucho, que cierto á todos les tengo perdida la
mala voluntad. La de Cea deseo saber haya ya parido y
bien. A todos me encomendad mucho.
Vaneten ha enviado ahí á solicitar sus negocios; haréis-
me mucho placer en tenelios por encomendados para que
tenga buen despacho, y guárdeos Dios como deseo. — De
Bruselas á 28 de marzo, 1609.^ — Isabel.
Decilde á mi hermano que como estamos á media cua-
resma, se me olvidaba decille las fiestas del carnaval, que
fueron una comedia de los pajes, en que entraron sus hi-
jos del de Guadaleste, que lo hicieron muy bien, y otra
comedia acá adentro retirada, que yo pagara algo porque
la pudiera ver mi hermano, y un estrado y dosel que nos te-
nían puesto de disparates, y el aparato era almofrejes y co-
sas de esta manera como las de (1) de Segovia. Hubo un
estafermo muy bueno el martes en la plaza de la villa, y á
la noche sarao, y estas fueron las fiestas que no dejará de
escribillas alguien mas largamente.
(1) Así.
158
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma^
fecha en Bruselas á 5 de abril de 1609.
Muerte del duque de Juliers. — Tratado de tregua con Holanda.
f. ■
Biblioteca Nacional^ Sala de MSS.- F 119, foL 535.
Señor duque : Habiéndose tenido aviso estos dias de la
muerte del duque de Juliers , que fué á los 25 del pasado,
ha parescido despachar este correo para dar cuenta della á
S. M. , y de lo que por agora ha parescido necesario ha-
cerse de nuestra parte, como lo entenderá V. S. particu-
larmente, por lo que se escribe á S. M. á que rae remito,
sin tener mas que dicir, sino que en aquella conformidad
procuraremos proceder de manera que sin^perder de nues-
tro derecho se asiente aquello amigablemente lo mejor que
se pueda. Plegué á Dios que se acierte así, que mucho po-
dría en ello el emperador, que como eslá tan ocupado con
las cosas de Bohemia y Austria, no sé si se aplicará á esto-
tro con la parlicularidad que podria y seria menester. Enca-
mínelo Nuestro Señor como puede y paresce que convendria
á su servicio.
Nuestro tratado de la tregua va caminando, aunque
todavía se repara en algunos puntos, aunque no en los de
mayor sustancia, si bien no dejan de tenerla, como son los
de los límites , contribuciones y confiscaciones , que aunque
no se haya de descomponer el negocio por ellos, es bien
todavía procurar asentarlos bien, y los de Holanda son los
porfiados en sus cosas, que para asentar cualquiera es me-
nester tiempo. Con todo, espero que muy presto quedará
esto concluido de todo punto. Quiera Nuestro Señor que
159
sea como mas convenga á su servicio, y él mismo guarde
á, V. S. coa la salud que le deseo. — ^De Bruselas á 5 de
abril, año 1609. — Alberto. — Con rúbrica.
Carta autógrafa de la archiduquesa Isabel al duque du Ler-
ma, fecha en Bruselas Viernes Santo, 1609.'
Conclusión del tratado de tregua con Holanda
Biblioteca Nacional. —Sala de MSS,—1 151, fol 681.
Duque: Porque mi hermano sepa luego como está con-
cluida la tregua, se despacha este luego en habiendo trai-
do los papeles della de Ambéres; espero ha de ser para
tanto servicio de Nuestro Señor y de mi hermano como de-
seamos.
Con las nuevas que ha traido el ordinario, estamos muy
contentos, si bien las deseo ya mas frescas.
He holgado mucho del nieto que os ha nacido, y así os
doy la enhorabuena. De muy buena gana yo os pido la deis
á sus padres de mi parte, que no quiero otro mejor emba-
jador.
Aquí se han pasado bien estos días , y por ser el que es
hoy, no me dejará alargar mas de pediros procuréis enca-
minar una merced que suplico á mi hermano, de manera
que tenga efecto, que creo me ayudareis de buena gana
para ello, y me diréis que tengo razón en procurar aquello.
A toda vuestra gente me encomendad mucho, y guárdeos
Dios como deseo. — De Bruselas Viernes Santo, 1009. —
Isabel.
160
Carta autógrafa de la archiduquesa Isabel al duque de Ler-^
ma, fecha en Bruselas á 24 de abril de 1609.
Sobre el mismo asunto. '
Mea! Academia de la Historia. ^Salaiar, A 63, foL 632.
Duque: Por las cartas de mi primo y del marqués Espí*
ñola entenderéis á lo que va este correo. No puedo dejar de
pediros mucho mostréis en esta ocasión vuestra buena di-
ligencia y cuidado por lo que importa al servicio de mi her-
mano como veréis , que aunque parezca que ahora no será
cosa, será mucho ahorro y ganancia para la hacienda de mi
hermano, y el entender yo que cuanto es esto, me hace en-
careceros cuanto puedo, lo que estimaré que procuréis que
se acomode con brevedad. Con mucho deseo aguardamos
nuevas de ahí, que en verdad que tardan ya mucho. Dios
nos las traiga muy buenas.
De aquí hay pocas que dar, sino que el tercer dia do
Pascua se publicó la tregua con grandísimo contento de to-
dos los que no interesan en la guerra. Así es el mundo, que
no puede dejar á todos contentos. Yo lo estarla de saber
que ahí hiciese tan buen tiempo como aquí , porque pienso
que mi hermano le debe de gozar en el campo. A toda vues-
tra gente me encomiendo mucho, y guárdeos Dios como de-
seo.— De Bruselas á 24 de abril, 1609. — Isabel.
161
Carta autógrafa de la archiduquesa Isabel al duque de Ler-^
ma, fecha en Bruselas á S de mayo de 1609.
Segunda misión á España de fray Iñigo Brizuela. — Recomienda
á Gonzalo Guerra de la Vega.
BMioíeca Nacional,— Sala de MSS.—1 151, foL 686.
Duque : Como las cosas que se comienzan á tratar y se
traen entre manos nunca se hacen ni se entienden tan bien
como por los mismos que las han comenzado, esta razón Je
ha movido á mi primo de volver á enviar ahí á fray Iñigo
Brizuela para acabar lo que falta de componer en esta tre-
gua, como entenderéis del, y también por parecerle que
seria para ahí de menos embarazo , que es lo que desea-
mos siempre. Yo me asiguro que os holgareis de que se
haya hecho esta elección, y que ayudareis á lodo lo que os
pidiere fray Iñigo de nuestra parte, como habéis hecho
siempre, y podéisos asegurar que no deseamos sino el ser-
vicio de mi hermano, y esto con las veras que nos obliga
la obligación que tenemos á él , y lo que de nuevo nos obli-
ga mi hermano cada dia con la merced que nos hace. Y
pues fray Iñigo os dará cuenta de lodo, y os dirá de mi
parle todo lo que yo pudiera decir aquí, no quiero emba-
razaros. Con mucho cuidado estamos aguardando á saber
nuevas del parto de la reina. Plega á Dios nos las traiga
muy buenas. De aquí hay pocas que decir sino de una boda
que tenemos, que escribo á mi hermano.
A mi primo le ha tocado la gota estos dias en el pié de-
recho, que le ha hecho estar cinco en la cama. En fin la
primavera y el otoño no se puede escapar della.
Tomo XLlil. 11
162
Deseo saber cómo os habrá ido, que deseo sea muy
bien , y á toda vuestra gente, á quien me encomiendo mu-
cho , y guárdeos Dios como deseo. — De Bruselas á 8 de
mayo 1G09.— Isabel.
Habiendo entendido que el contador del ejército quiere
dejar su oficio, os pido mucho que supliquéis á mi hermano
haga merced del á Gonzalo Guerra de la Vega, marido de
Juanica de Vargas, á quien yo deseo mucho ver acomoda-
do por acá, porque ella es todo mi servicio, y le tiene tan
bueno como sabéis ; pero no bastara esto para que yo su-
plicara esto á mi hermano, si viera que él no tenia partes
para serville, porque deseo mas su servicio que todo; pero
él las tiene muy buenas y todas las que se pueden pedir á
un hombre honrado y de bien , y sobre todo que sirve muy
limpiamente como lo ha mostrado en muchos años que ha
servido en el armada de contador, donde no se ha enrique-
cido como otros , y así me haréis mucho gusto en procurar
que mi hermano me haga esta merced.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Marimont á 20 de junio de 1609.
Por Aseasio de Eguigúren.
Real Academia de la Historia. — Salazar, A 63, foL 187.
Muy ilustre señor: V. S. entenderá por lo que escribo
al rey mi señor las razones que hay para que Asensio de
Eguigúren , contador deste ejército, mande hacerle la mer-
ced que suplico á S. M. en sus pretensiones, que son de una
k
165
l^nla con que pueda vivir en su casa, señalándosela en par-
le donde la pueda cobrar bien. Es tan justo lo que preten-
de por lo bien que ha servido de muchos años á esta parte,
y en particular desde que comenzó á ejercer el dicho oficio
de contador, habiéndose hallado en todas las campañas que
ha habido, y trabajado con mucho cuidado y rectitud , y
beneficiado la Hacienda Real como lo continúa ; que me pro-
meto le ha de ayudar y favorecer V. S. , procurando que
S. M. le haga la merced que pretende como se lo pido con
todas veras, asegurando á V. S. que lo estimaré grande-
mente por los méritos del dicho contador. Nuestro Señor
guarde la muy ilustre persona de V. S. como desea. — De
Marimont á 20 de junio, 1609.— A lo que V. S. ordenare.
— Alberto. — Con rúbrica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 18 de julio de 1609.
Por fray ALütonio de Sosa.
tteal Academia de laHistoria^ — Salazar, A 63, foL 189.
Muy ilustre señor: Fray Antonio de Sosa, ministro pro-
vincial de la orden de Sant Francisco en el reino de Portu-
gal, de cuya virtud y partes se me ha hecho buena rela-
ción, y de los oficios que ha tenido, y en que ha sido ocu-
pado por su religión , en que ha siempre correspondido á sus
obligaciones como buen religioso, y con su ejemplo y doc-
trina ha dado entera satisfacción ; y siendo tan justas estas
causas he querido pedir á V. S. le tenga por encomendado
en esta pretensión que tiene de que S. M. le haga merced
164
de 'proveerle en dicho reino en las primeras vacantes de un
obispado, pues por su suficiencia y letras, y por er puesto
que tiene, merece recibirla de la grandeza de S. M. por me-
dio de V. S. , y por ser tio de la condesa de Gamalerio, mu-
jer del conde Octavio Visconte, gentil hombre de mi cáma-
ra , que me ha servido y sirve con entera satisfacción , y
deseo dársela por sus buenos y largos servicios , estimaré y
agradeceré lo que V. S. hiciere por fray Antonio. Nuestro
Señor la muy ilustre persona de V. S. guarde y prospere
como desea. — Bruselas julio 18, 1609. — A lo que V. S. or-
denare.— Alberto. — Con rúbrica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 28 de setiembre de 1609.
i. Por Hurtuno de Uri§ar.
Jieal Academia de la Historia*— Salazar, A 65, foL 199.
Muy ilustre señor: El proveedor HurtuñodeUrigar, lle-
va á su cargo los bajeles que ha mandado el rey mi señor
que vayan á España. Por él escribo á S. M, lo que V. S.
verá. Es persona que ha servido mucho y bien, y á quien
es justo que S. M. haga merced ; y por loque yo deseo que
la reciba y que sean premiados sus servicios, pido á V. S.
le tenga por muy encomendado para favorescerle y ampa-
rarle en todo lo que se le ofreciere, que yo estimaré en lo
que es razón lo que V. S. le hiciere por mi respecto. Nues-
tro Señor guarde la muy ilustre persona de V. S. como yo
deseo. — De Bruselas á 28 de septiembre, 1609. — A servi-
cio de V. S.— Alberto. — Cow. rúbricm imm-
165
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma^
fecha en Marimont á 12 de octubre de 1609.
Por don Diego de x\cuna.
Real Academia de la Historia. — Salazar, A 63, fol. 201.
Señor duque : A don Diego de Acuña he dado licencia
para dar una vuelta á su casa , por las causas que me ha
representado le obligaban á ello, y porque demás deso tie-
ne las pretensiones sobre que he escrito otras veces á V. S.
He querido encomendársele á V. S. como lo hago muy de ve-
ras, para que ayude á don Diego, y procure que S. M. le ha-
ga merced, así en su orden ó de alguna renta, como de la
plaza del Consejo que entiendo que pretende. V. S. conosce
muy bien á don Diego y sabe lo bien que ha servido, y así
tengo por excusado el decirlo aquí. Pero, porque me ha ser-
vido muy á mi satisfacción el tiempo que há que está en mi
casa, me hará V. S. mucho placer en tenerle por encomen-
dado, para procurar que S. M.le haga en sus pretensiones
toda la mas merced que hubiere lugar. Dios guarde á V. S.
con la salud que deseo. — De Marimont á 12 de octubre, año
1609. — Alberto. — Con rúbrica.
JC6
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Marimont á ib de oct ubre de 1609.
Por el contador Asensio de Eguigúren.
Real Academia de ¡a Historia.—Salazar, A 63 , fol. 203.
Muy ilustre señor: Por Asensio de Eguigúren, contador
deste ejército, tengo escrito al rey mi señor lo que V. S.
habrá visto; y yendo agora en persona con licencia mia á
suplicar á S. M. le haga merced en tan justa pretensión co-
mo es la que tiene, vuelvo á escribir sobre ello á S. M., y
de muy buena gana hago esta intercesión con V. S. , pi-
diéndole muy de veras le favorezca y ampare para que S. M.
le haga la merced que merece en premio y satisfacción de
sus muchos y buenos servicios ; que para raí será de parti-
cular estimación. Nuestro Señor guarde la muy ilustre per-
jBona de V. S. como desea. — ^De Marimont á 15 de octubre,
de 1609. — A lo que V. S. ordenare. — Albei-to.— Con m-
hrica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma^
fecha en Marimont á 27 de octubre de 1609.
En recomendación del capitán Francisco de la Fuente.
JReal Academia de la Historia.— Salazar, A 63, fol. 207.
Muy ilustre señor: V. S. habrá visto por las que antes
de ahora he escrito al rey mi señor, representando los ser-
vicios del capitán Francisco de la Fuente, para que S. M.
^ 167
le hiciera merced del castillo de Trezo , lo que merece por
ellos. Y pues no ha habido lugar de hacérsela del dicho cas-
tillo, y se entiende que ha vacado el de Tortona por muer-
te del capitán Juan Ruiz de Villoslada , suplico á S. M. se
sirva hacer merced de él á Francisco de la Fuente , y á
V. S. pido muy de veras ampare este negocio para que ten-
ga el buen subceso que confío y merece por sus buenos y
largos servicios. Guarde Nuestro Señor la muy ilustre per-
sona de V. S. como desea. — De Marimont á 27 de octu-
bre, 1609. — A lo que V. S. ordenare. — Alberto. — Con rú-
brica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma^
fecha en Marimont á 28 de octubre de 1609.
Por Atanasio de Legazpi.
JUeal Academia de la Historia. — Salazar, A QZ^fol. 209.
Muy ilustre señor: Atanasio de Legazpi , ayuda de mi
cámara, á quien S. M. hizo merced de 25 d.^^ de entrete-
nimiento en Lisboa, los cuales se le han reformado, porque
habiendo S. M. mandado que los entretenidos saliesen á ser-
vir á la armada ó á estos Estados , y no pudiendo cumplir
este mandato por estar casado en Lisboa y tener algunos ne-
gocios , que le ha sido forzoso asistir á ellos , por estas cau-
sas he querido pedir á V. S. le tenga por encomendado y
le ayude y favorezca, para que S. M. mande se le declare
dicho sueldo con algún acrecentamiento, para que pueda
continuar sus servicios y pasar su vida con mas comodidad.
Y por ser mi criado y hijo del doctor Villareal , médico que
fué de mi cámara, el cual murió en mi servicio en estos Es-
ÍGS
tados, estimaré y agradeceré, como es justo, lo que hiciere
por él V. S. , cuya muy ilustre persona Nuestro Señor guar-
de y prospere como desea. —Marimont octubre 28, 1609.
A lo que V. S. ordenare. — Alberto. — Con rúbrica.
i, 7 , 9 ■
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Vintz á 8 de noviembre de 1609.
En recomendación de don Diego Avila de Mendoza.
Heal Academia de la Historia. — Salazar, A 65 , fol. 211.
Muy ilustre señor: V. S. entenderá por lo que al rey
mi señor escribo los años que ha que sirve á S. M. don Die-
go Dávila y Mendoza, y lo que merece por eslo, sus bue-
nas partes y calidad, y habérsele muerto en estos Estados
cuatro hermanos suyos en el real servicio de S. M. Y así,
pido á V. S. le favorezca^ procurando que S. M. mande ha-
cerle la merced que debe esperar por lo referido , que yo la
estimaré en lo que es razón. Nuestro Señor guarde la muy
ilustre persona de V. S. como desea. — De Vintz á 8 de no-
viembre, 1609. — x\ lo que V. S. ordenare. — Alberto. —
•Sil fOiüjgiií 'iíjííaJ i .RodaíJ £13 Obi
169
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Marimont á 4.° de diciembre de 1609.
Por don Francisco de Brizuela.
Real Academia de la Hiiiioria,— Solazar , ^á 63 , foL 215.
Muy ilustre señor: Don Francisco de Brizuela, liijo de
Melchior de Brizuela , caballero del hábito de Santiago y ca-
ballerizo que fué de S. M. y de la infante en vida del rey
mi señor, que haya gloria, pretende en consideración de los
servicios de su padre y de su calidad y partes, que S. M.
le haga merced de un hábito, y según me han informado,
V. S. conoce el sugeto de don Francisco y sus buenas par-
tes, y tiene entera noticia desta pretensión por ser primo
hermano del maestro fray Iñigo de Brizuela, mi confesor, el
cual dio cuenta della á V. S. cuando estuvo en esa corte.
Y por ser cosa suya, y por las obligaciones que le tengo,
he querido pedir á V. S. con mucho encarecimiento le ayu-
de y favorezca de manera que consiga por su medio lo que
pretende como él espera, en que me hará V. S. mucho pla-
cer, y todo lo que por él hiciere lo estimaré y agradeceré
como es justo. Nuestro Señor la muy ilustre persona de
V. S. guarde y prospere como desea. — Marimont diciembre
primero, 1609. — A lo que V. S. ordenare. — Alberto. —
Con rúbrica.
'y<\ '-"A
Í70
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lenna^
fecha en Bruselas á 26 de diciembre de 1609.
En recomendación de don Gerónimo Corella.
Real Academia de la Hisíoria, — Salazar, A 65, fol. 2i.&.
Muy ilustre señor : Don Hieróniíno Corella , hermano
del conde Gosenlana (Gocentaina) » tiene la pretensión que
V. S. verá por lo que escribo al rey mi señor para que S. M.
le haga merced de una encomienda. Ha servido bien , y lo
está continuando con una compañía de infantería españo-
la; y esto obliga á que yo desee su comodidad y acrecen-
tamiento, y pida á V. S. como lo hago, le favorezca y ara-
pare para que consiga la merced que pretende. Nuestro Se-
ñor guarde la muy ilustre persona de V. S. como desea.—
De Bruselas á 26 de diciembre, 1609.— A loque V. S. or-
denare.— Alberto. — Con rúbrica.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 31 de diciembre de 1609.
ii'K- En recomendación del marqués de Guadaleste.
Beal Academia déla Historia. — Salazar, A 65, fol. 221.
Señor duque: Yo creo que pudiera excusar el cansar á
V. S. con esta carta, pues no habrá menester el marqués
de Guadaleste recomendación de nadie , para que V. S.
huelgue de hacer por él todos los buenos oficios que pudie-
171
re, procurando que S, M. le haga merced en todo lo que
se le ofresciere. Pero porque el marqués ha querido que lo
pida á V. S. lo hago de muy huena gana , como quien hol-
gará mucho de lodo su bien y de cualquier merced que
S. M. le hiciere, que será en él muy bien empleada. Dios
guarde á V. S. con la salud que le deseo. — De Bruselas úl-
timo del año, 1609. — Alberto. — Con rúbrica.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á i5 de enero de IGIO.
Le da gracias por las provisiones que le ha enviado. — Expulsión
de los moriscos.
Biblioteca Nacional,— Sala de MSS.—1 131, fol, 609.
Señor duque: Aunque pienso que tengo dadas ya á V.S.
las gracias por las provisiones que nos ha enviado, lo vuel-
vo á hacer agora, y por todo lo queá este proposito me di-
ce en su carta de los 24 del pasado , de que quedo tan
agradescido como debo, y confiadísimo de que V. S. no
nos ha de dejar nunca , sino acudir con el amor que veo lo
hace, y realmente lo merece la particular voluntad que
siempre he tenido á V. S. , quisiera poderlo demostrar en
muchas cosas; pero en lo que pudiere espero no dejar de
hacerlo, de manera que V. S. echa de ver que no emplea
mal lo que hace por nosotros, y asi se puede asegurar V. S.
de que he holgado en extremo de entender el casamiento
de su nieto, y la merced que S. M. le ha hecho, que todo
se puede tener por muy bien empleado.
Con las buenas nuevas que V. S. me da de la salud de
SS. MM. y AA. he holgado cuanto debo. Guárdelos Núes-
472
tro Señor como la cristiandad lo lia menester y lo deseamos
todos.
Ha sido gran cosa cierto haberse acabado tan bien lo
de la espulsion de los moriscos, como V. S. me dice, con
que se puede echar muy bien de ver que ha sido cosa muy
aceta á Nuestro Señor , y con cuanta prudencia se ha en-
caminado , y así es de esperar que resultarán delía otros
tan buenos efetos como se pueden desear.
Yo escribo esta en la cama por un dolor que me ha
dado la noche pasada en un pié, no es mucho , y así espero
que pasará presto ; y yo acabo con dicir que Dios guarde á
V. S. con la salud que le deseo. — De Bruselas á 15 de ene-
ro, año 1610. — Alberto. — Conrúbrica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
,vi. V *; ^ fecha en Bruselas á de enero de 1610.
-íL Oííi Por don Miguel de Idiaquez.
níiJ oíjaiii» 9üp ob ,ote«í|
'^fí Real Academia de la Historia. — Solazar, A 63, fol. 225.
Muy ihlS'tré ééfíor : Al rey mi señor escribo lo que V. S.
verá por don Miguel de Idiaquez que va á España con li-
cencia mia por seis meses, para que S. M. se sirva de
honrarle y hacerle merced conforme á sus méritos. Y por
lo que yo deseo que la reciba, á V. S. pido muy de veras
que con las mismas favorezca las cosas de don Miguel de
manera que S. M. le haga merced; que demás de las ra-
zones que hay para ello, me obligará V. S. en procurar-
lo, y será para mí de particular estimación. Nuestro Señor
guarde la muy ilustre persona de V. S. como desea. — De
173
Bruselas á de enero, 1610. — A lo que V. S. ordenare.
— Alberto. — Con rúbrica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lcrma,
fecha en Bruselas á 25 de enero de ÍQ\0.
En recomendación de don Juan de Qiiiroga.
Real Academia de la Historia. ^-Salazar , A 65, fot. 229.
Muy ilustre señor: Por don Juan de Quiroga, sobrino
del cardenal Quiroga, escribo al rey mi señor para que
S. M. se sirva de hacerle merced de un hábito, así por ser
cosa del cardenal como por lo que ha servido, y la satisfac-
ción con que lo está continuando ahora en estos Estados
con una compañía de infantería española. Y habiendo de
ser V. S. tanta parte para que la reciba, pido á V. S. le
favorezca y ampare para ello , que lo eslimaré yo en lo que
es razón. Nuestro Señor guarde la muy ilustre persona de
V. S. como desea. — De Bruselas á 25 de enero, 1610. — A
lo que V. S. ordenare. — Alberto. — Con rúbrica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 1 . V^ febrero c/e 1610.
En recomendación del capitán Andrés de Prada.
Beal Academia de la Historia. — Salazar, A Qo , fol. 25o.
Muy ilustre señor: Por el capitán Andrés de Prada, que
está aquí sirviendo con una compañía de infantería españo-
ín
la , escribo al rey mi señor lo que V. S. verá para que S. M,
se sirva de hacerle merced de un hábito de las tres órdenes
militares , en consideración de sus servicios y de los del ca-
pitán Melchor de Prada su hermano* Y así pido le tenga
por muy encomendado para favorecer y amparar esta pre-
tensión, asegurando á V. S. que será para mí de particu-
lar estimación. Nuestro Señor guarde la muy ilustre per-
sona de V. S. como desea. — De Bruselas á 1.'' de febrero,
1610. — A lo que V. S» ordenare. — Alberto* — Cow rü^
brica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de herma,
fecha en Bruselas á 9 de febrero de 1610.
En recomendación de don Luis de Córdoba.
' ñealAcaiíeMia de la Historia.— Salazar ^ A 63, fol. 235*
Muy ilustre señor : AI rey mi señor escribo lo que V* S*
verá por don Luis de Córdoba, para que en consideración
de sus servicios y ser hijo de don Alvaro de Córdoba se sir-
va S. M. de hacerle merced en sus pretensiones. Y á V. S-
pido le tenga por encomendado para favorecerle en todo lo
que hubiere lugar. Nuestro Señor guarde la muy ilustre
persona de V. S. como desea. — De Bruselas á 9 de febre-
ro, 1610. — A lo que V. S. ordenare. — Alberto.— Cow rú-
brica.
175
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
• fecha en Bruselas á 20 de febrero de 1610.
Espnlsion de los moriscos de Valencia.— El conde de Anover. — Or-
denes del rey sobre las cosas de Alemania. — Recomienda al conde
Octavio Vizconde Pide que se paguen 129 mil ducados que tomó
prestados por cuenta del ejército á mercaderes de Ambéres.
Biblioteca Nacional,^ Sala de MSS, — / 131, fol, 611.
Señor duque : De lo que V. S. me dice en su carta de
los 25 del pasado de lo que habla holgado con mi carta y de
saber de mi, quedo tan agradescido como es razón, y puede
asigurarse V. S. de que lo emplea en quien le es verdadero
amigo y que le tiene muy gran voluntad, y que ha de hol-
gar siempre de que V. S. tenga muchas ocasiones de con-
tento y todo lo que merece. Pues que la espulsion de los
moriscos de Valencia ha tenido tan buen suceso, me pare-
ce muy bien que se procure la de los demás que V. S. apun-
ta, y no tengo duda de que haya de querer Nuestro Señor
tenga el mismo suceso.
Siempre he deseado cumplir con lo que entendía podia
ser gusto de S. M. , y así no hago mucho en procurarlo
en lo de la reformación que V. S. me agradesce tanto y en
que me remito al conde de Añover, que avisará de todo mas
particularmente, como también de lo que se ha ofrescido
estos dias en las cosas del príncipe de Conde y el estado en
que quedan, y así no cansaré á V. S. con ello.
Muchísimo he holgado de ver todo lo que V. S. me dice
tocante á las cosas de Alemana , y cuan á pechos las toma
S. M., y las órdenes que V. S. me dice ha mandado dar
176
acerca dellas, que todas me parecen muy acertadas, y yo
temé con don Baltasar la correspondencia que V. S. dice,
advirtiéndole de todo lo que me paresciere necesario.
Habrá diez ó doce dias que he tenido una carta del em-
perador en que me da cuenta de como quiere hacer una
junta de los de nuestra Casa, y algunos electores y otros
príncipes, y me pide que me halle en ella, y que cuando
no pudiese por el estado de las cosas de aquí, que envíe
persona. Yo me excusé luego de ir, y ofrecí de enviar per-
sona, y agora huelgo de haberlo hecho, pues veo es lo
mismo que V. S. dice le paresce que yo debria hacer, y si
esta junta pasa adelante , podrá muy bien don Baltasar ha-
cer en ella los oficios necesarios para que se encamine lo
que mas convenga para todo como no dudo dello. Quiera
Dios que se haga así como la cristiandad lo ha menester.
Yo quedo despachando para allá al conde Octavio Viz-
conde, que creo será bien ^recebido de todas parles, y no
puedo dejar de pedir á V. S. le tenga por encomendado pa-
ra procurar que S. M. le haga la merced que pretende, que
parece seria también agora en buena ocasión. Sus corres-
pondientes le habían avisado , que habia salido mal su con-
sulta : no debió de ser cierto, según lo que V. S. me dice,
que me hará muy gran placer en encaminar bien este ne-
gocio, como también el de mi confesor, para lo cual hay
tantas razones sabidas, que excuso de tratar dello con mas
particularidad.
Con las buenas nuevas que V. S. me da de la salud de
SS. MM. y AA. y cuan bien les irá en la jornada de Aran-
juez he holgado cuanto debo. Sírvase Nuestro Señor de
guardarlos á todos como la cristiandad lo ha menester.
Algunas veces se ha escrito á S. M. sobre unos 129 mil
escudos que se deben aquí por cuenta del ejército, á mer-
i77
caderes de Ambéres, y otras personas que los han dado para
el servicio de S. M.; y porque mucha parle desto lo han da-
do sobre mi palabra, sin querer nuestras joyas que les ofres-
cía para su seguridad, no puedo dejar de pedirá V. S. me
haga placer (que lo será cierto muy grande para mí) de
procurar que se provea esta suma lo mas pronto que sea
posible, que confieso á V. S. me congoja cuando estos
hombres me piden la palabra (como lo hacen) y yo no les
puedo dar satisfacción; y así lo torno á pedir á V. S. con to-
do el encarescimiento que puedo, y á Nuestro Señor que
guarde á V. S. con la salud que deseo. — De Bruselas á 20
de febrero, de 1610. — Alberto. — Con rúbrica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma^
fecha en Bruselas á S de marzo de 1610.
Por don Diego Fernandez de Quiñones.
üeal Academia de ¡a Historia. — Salazar, A 63, fol. 243.
Muy ilustre señor: Por don Diego Fernandez de Quiño-
nes escribo al rey mi señor lo que V. S. verá, para que
S. M. se sirva de hacerle merced en la pretensión que tiene
de un hábito de las tres órdenes militares. Y mereciendo
recibirla por su calidad y lo bien que ha servido, y ha-'
hiendo de ser V. S. tanta parte para ello, estimaré en mu-
cho lo que le favoreciere como se lo pido á V. S. por esta.
Nuestro Señor guarde la muy ilustre persona de V. S. co-
mo desea.— De Bruselas á 8 de marzo, 1610.— A lo que
V. S. ordenare. — Alberlo. — Con rúbrica.
Tomo XLIil. 12
178
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas ti 12 de marzo de IGIO.
Noticias de Francia y de Alemania. — Se alegra de la ida de SS. MM-
yAA. áLerma. — El príncipe de^Condé. — Recomienda al conde
de Solré, á don Diego de Acuña, y su confesor.
Biblioteca Nacional. — Sala de MSS.—1 151, foL 614.
Señor duque : Tócannos tantas armas de parte de Fran-
cia, que nos han obligado á despachar este correo, á lo
que Y. S. entenderá, por lo que se escribe á S. M., en que
me hará placer de tener la mano para que S. M. se resuel-
va con brevedad en lo que se le suplica, pues que en estas
cosas vale mas ganar por la mano, que dar lugar á que
nos la ganen. Yo confieso á V. S. que no me da cuidado, si-
no lo de Juliers; pero tras eso es bien no descuidar de lo
demás. V. S. con su mucha prudencia lo considerará y en-
caminará en todo lo que viere que mas conviene al servicio
de S. M. y al bien universal de todo; y pues el estado des-
to lo entenderá V. S. por lo que deben de avisar los mi-
nistros de S. M. de todas partes , tengo por excusado de
tratar dello , particularmente de lo de Alemana , que con-
fieso me tiene con cuidado de que.no se deshaga la junta
que estaba bien encaminada, aunque los mas dan esperan-
zas de que no dejará de pasar adelante, que plegué á Dios
sea así, y del efeto que se desea.
Acá se ha entendido la partida de SS. MM. y AA. para
Lerma, que demás de haber holgado dello por el indicio
que es de la buen^ dispusicion en que se hallan , pienso que
se les puede tener invidia de que vayan á tan buena tier-
ra, y mas para en este tiempo, que á buen siguro se sen-
i79
tira allí poco la cuaresma. Dios los guarde y les deje gozar
eso con todo lo demás como todos lo deseamos.
El príncipe de Conde se fuó en fin , como lo avisará mas
particularmente el conde de Año ver. Su mujer se está en ]
casa ya muy hallada y es estremada persona.
El conde de Soire desea ser despachado brevemente,
para poder volver á su casa. V. S me hará placer de pro-
curarlo , y también que se despache presto don Die^o de
Acuña, haciéndole merced como no deja de merecerlo por
sus servicios.
También acuerdo á V. S. la pensión para mi confesor,
en que me hará V. S, muy gran placer de procurar que
S. M. se resuelva con brevedad, y le haga la merced que
le tengo suplicado. Dios guarde á V. S. con la salud que le
deseo. — De Bruselas á 12 de marzo , año 1610. — Alberto.
— Con rúbrica.
Carta orígifial del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á il de marzo de 1610.
Eq recomendación del capitán Rodrigo González de Mendoza.
Real Academia de la Hktoria.—Salazar, A 63|, fol. 245.
Muy ilustre señor . El capitán Rodrigo González de Men-
doza me ha pedido licencia para ir á proponer al rey mi
señor ciertos arbitrios que tiene para el remedio de la mo-
neda de vellón como se lo escribo á S. M. Y mereciendo,
por el buen celo con que se dispone á hacer este servicio y
los que ha hecho en la guerra de muchos años á esta parte
en estos Estados, que S. M. le haga merced , pido á V. S.
180
sea parte para que la reciba y sean premiados sus buenos
deseos y servicios, teniéndole V. S. por muy encomendado
para favorecerle en todo lo que se le ofreciere, que lo esti-
maré yo en lo que es razón. Nuestro Señor guarde la muy
ilustre persona de V. S. como desea. — De Bruselas á 17 de
marzo, 1610. — A lo que V. S. ordenare. — Alberto. — Con
rúbrica.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á^ de abril de 1610.
Estado de las cosas de Alemania. — Recomienda al landgrave de
Lichtenberg para el toisón de oro.
Biblioteca Nacional— Sala do MSS.—1 131 , foL 620.
Señor duque : Esta carta servirá solo de acompañar las
que se escriben á S. M., que pues las ha de ver V. S., po-
dré remelirme á ellas con pedir á V. S., como lo hago, pro-
cure que S. M. se sirva de mandar considerar todo lo que
se le representa , y de tomar la resolución que se le suplica
con la mayor brevedad que sea posible. Aquí se van conti-
nuando las prevenciones de que antes de agora se ha avi-
sado, y no trato de las de Francia, pues las sabrá V. S. por
otras vias de mas cerca y quizá mas ciertas.
También habrá entendido V. S. el estado de las cosas
de Alemana por los avisos de don Baltasar , y como espera-
mos que pasará aun adelante la junta que se había de ha-
cer en Praga, que plegué á Dios sea así, y para tanlo ser-
vicio suyo y bien universal de todo como se desea , y es bien
necesario.
181
El landsgrave de Liclitenberg acuerda el cumplimien-
to de la merced que S. M. le ha hecho del tusón, que como
se le acordará á V. S. me escribió dias há, que se lo podía
escribir, que S. M. le hacia la merced, y que solo se aguar-
daba cierto breve para ello. Entiéndese que después acá se
ha dado el tusón á otras personas, que hace estará! lands-
gi-ave con mas cuidado de ver que no se le acaba de dar á
él , y así rae hará V. S. mucho placer en procurarlo, y sea
con la mayor brevedad que sea posible. Dios guarde á V. S.
y le dé tantas y tan buenas Pascuas como deseo. — De Bru-
selas á 4 de abril, año 1610. — Alberto. — Con rúbrica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma^
fecha en Bruselas á 4 de abril de 1610.
Por don Alonso de Ivalos.
Duplicada.
Beal Academia de la Historia,— Salazar , A 63, fol. 247.
Muy ilustre señor: El maestro de campo don Alfonso
Dávalos es persona de la calidad y servicios que V. S. sa-
be, y merece por ellos y los de su casa que el rey mi señor
le haga la merced que suplico á S. M. en sus pretensiones,
tanto mas, que por no hacer falta en esta coyuntura á su
real servicio , deja de acudir á la solicitud dellos. Lo cual
me obliga á interceder con V. S. y pedirle muy de veras fa-
vorezca y ampare con las mismas las cosas de don Alfon-
so, para que S. M. le haga la merced que merece confor-
me'á las muchas causas que hay para ello. Y en procurar-
lo me obligará en particular V. S. , cuya muy ilustre perso-
i82
na guarde Nuestro Señor como desea. — De Bruselas á 4 de
abril, 1610. — A lo que V. S. ordenare. — Alberto. — Con
rúbrica.
Carta autógrafa de la archiduquesa Isabel al rey, fecha en
Bruselas á 22 de abril de 1610.
Le avisa que la Francia junta un ejército, y con qué motivo.
Biblioteca Nacional.— Sala de MSS.—I lol, fol. 700.
Señor : Aunque ha poco que escribí , siempre huelgo
ñe tener ocasión de hacerlo, aunque haya poco que decir
de nuevo de acá, y no lo será desear mucho tener ya car-
tas de ahí , que ha mil dias que estamos sia ellas, y sin sa-
ber de la salud de V. M., que se lleva muy mal.
Aquí lodo es tratar de guerra como escribirá mi primo
mas particularmente , y como el de Francia se da gran pri-
sa á juntar la gente para su ejército, que en fin quiere rom-
per, porque no le dan esta mujer, la cual está bien ganada
por él, ó perdida por mejor dicir, que me hace grandísima
lástima, porque es la mas bonita del mundo, y mas apa-
cible y de mejor condición; pero malos consejos que tiene
y ha tenido la tienen tan ciega, y los presentes y cartas
por otro cabo, que yo tengo por sin duda su perdición; y
así todo cuanto procuramos regalalla y ganalla, que es cuan-
to se puede , me parece es gastar el tiempo en balde, y no
se le puede quitar que no hable con estos que le traen los
mensajes y cartas, que no faltan hartos alcahuetes, y la
principal es la mujer del embajador de su rey, que está aquí,
aunque el marido no lo es, sino un honrado hombre, y una
f83
vieja que la ha criado , y así la gobierna , que es una que le
quitaron ; pero está en casa de la mujer del embajador , y
así la escribe cada dia cuanto ha de hacer , y lo que ha de
escribir al rey. Es tan pura Celestina que si la quisieran
retratar no la pudieran pintar mas propia ; y cuando yo rae
acuerdo la figura del galán , no es posible dejar de reirme
por mas guerra que nos quiera hacer ; pero pues ól se da
tanta prisa, suplico á V. M. se la mande dar en lo que se
le suplica, pues vé cuanto importa para su servicio, y del
daño que seria que pudiese hacer lo que pretende en estos
Estados , en que yo no me declaro mas por ir esta en claro.
Esto es cuanto se ofrece por acá donde aun hace frió , y
así va muy despacio el campo.
Hemos ido dos dias á las garzas , pero ha hecho tanto
aire que no se ha podido matar nada. Mañana se comien-
zan á tirar los papagayos.
Todas estas fiestas quisiera que en paz las gozase V. M.
algún dia. Como se acerca el del parto de la reina estamos
con cuidado. Dios la alumbre con bien. A S. M. y al prín-
cipe y mi nuera beso las manos, y guárdenos Nuestro Se-
ñor á V. M. tantos años como hemos menester y yo deseo.
— De Bruselas á 22 de abril, 1610. — Besa las manos á
V. M.— Isabel.
i84
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lermaj
fecha en Bruselas á Z de mayo de 1610.
Pide provisiones. —Concesión del toisón de oro en favor del land-
grave de Lichtenberg.— Desea se paguen las sumas que ha lo-
mado para socorrer al ejército.
Real Academia de la Historia. — Saladar, A 65, foL 287.
Señor duque: La caria de V. S. de los 20 del pasado
he recibido esta mañana , y por lo que el marqués Spínola
y el conde de Añover escriben, entenderá V. S. lo que obli-
ga á despachar este correo, con el cual acerca deso no hay
olra cosa que poder decir á V. S. , sino que entiendo que el
marqués no puede más, y que así es fuerza que de ahí se
provea con suma brevedad lo que se ha pedido; pues que
todo lo de aquí queda en los términos que V. S. entenderá
por lo que ellos escriben ; y así lo pido á V. S. con todo el
encarescimiento que puedo lo procure. Entretanto haremos
lo que pudiéremos, y espero que Dios nos ha de ayudar y
encaminar todo como mas convenga á su servicio.
Con las buenas nuevas que V. S. me da de la salud de
SS. MM. y AA. he holgado cuanto debo. Dios los guarde
con ella, como la cristiandad lo ha menester y lodos lo de-
seamos, y muy á propósito habrá sido lo que V. S. dice ha-
bía llovido para gozar mejor de lo de ahí , que todos dicen
cuan bueno es.
El tusón que me dice V. S. ha hecho merced S, M. al
landsgrave de Lechtenberge he estimado cuanto debo, y
luego se le avisará de la merced que S. M. le hace, y se
le enviarán los despachos cuando S. M. fuere servido de
185
mandarlos enviar, quedando yo tan agradescido como es ra-
zón de los buenos oficios que V. S. debe de haber hecho pa-
ra ello , á quien no puedo dejar de pedir continúe los que
ofresce hacer por las personas que tengo encomendadas á
V. S., y en particular el pagamento de las partidas, por
las cuales estoy obligado , pues de otra manera no se terna
crédito jamás para ninguna necesidad que se pueda oí'res-
cer. Dios guarde á V. S. con la salud que le deseo. — De
Bruselas á 3 de mayo, año 1610. — Alberto. — Con rú^
biica.
Carla autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 2 de junio de 1610.
El archiduque Leopoldo de Austria. — Agradece ios 400 mil ducados
que le han enviado. — Recomienda al conde de Bucquoy.
Beal Academia de la Historia. — Sala%ar, A 65, fol. 255.
S(ñor duque: Creo que me (einá V. S. por disculpado
de que sea breve en esta, habiéndome levantado hoy déla
cama en que he estado dos dias por la gota , y estando ocu-
pado con la partida del archiduque Leopoldo (i), que quie-
re que sea esta noche; y así remitiéndome en lo que es negó*
cios, á lo que V. S. verá por las cartas de mano ajena,
daré aquí solamente á V. S. las gracias por las buenas nue-
vas que me da de la salud de SS. MM. y AA. de cuan bien
se hallan ahí, que no podia ser menos, siendo todo tan bue-
no y con tantas comodidades como todos dicen.
{\) Al margen dice: Después de escrito esto, ha resuelto el ar-
chiduque no partirse.
186
También agradezco á V. S. la provisión de los 400 mil
ducados que nos ha enviado, que había venido á muy
buen tiempo, y así la habernos eslimado como era justo, y
la voluntad con que vemos que V. S. procura todo lo que
nos toca, y que S. M. nos haga la merced que en todo nos
hace, de que estamos con el reconocimiento que debemos.
Y no quiero dejar de decir aquí á V. S. que es bonísi-
ma persona el archiduque y que tiene mil cosas de la rei-
na su hermana. Flabemos procurado regalarle lo mejor que
se ha podido, y él se muestra satisfecho dello; con que es-
pero que S. M. terna por bien lo que habernos dado, y que
le parescerá á V. S. que no se ha podido hacer menos. Dios
guarde á V. S. con la salud que le deseo. — De Bruselas á
2 de junio, año 1610. — Alherío, —Con rúbrica.
V. S. me hará mucho placer en tener por encomenda-
do al conde de Bucoy , para procurar que sea despachada
con brevedad.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de herma,
fecha en Marimont á 19 de junio de 1610.
Envía el parabién por el feliz alumbramiento de S. M. — ^Muerte del
rey de Francia: tratos que ha movido con España la reina. — El
príncipe de Conde. — llecomienda á.su confesor Brizuela y al coQ«
de de Marnay.
Beal Academia de la Historia. SaJazar, A 63, fol. 289.
Señor duque : Comenzaré la respuesta de las cartas de
V. S. de los 15 del pasado y primero deste , que he rescibi-
do pocos dias há, con dar á V. S. las gracias por las bue*
187
nas nuevas que nos ha querido enviar del buen alumbra-
miento de la reina mi señora, dando á V. S. también el
parabién, pues hay tanta razón para (|ue todos estemos muy
contentos como acá lo estamos, deseando que Nuestro Se-
ñor guarde á SS. MM. muchos años y les dé muchas oca-
siones de contento con la salud y vida que la cristiandad ha
menester.
También he querido dar á V. S. las gracias por la
cuenta que me da por su carta de los 15 del pasado, de
las pláticas que se hablan movido por parte Je la reina de
Francia, que lo he estimado como es razón, haberme que-
rido dar cuenta dello V. S. Agora paresccque podrá la rei-
na poner tanto mejor en ejecución sus buenos prop(')sití)S^
que realmente muestra tenerlos; y así, es bien obligarla á
que pase con ellos adelante, y pienso que se haria con fa-
cilidad, y que no le eslará mal á S. M.
Ha sido eslraño el caso de la muerte del rey de Fran-
cia. Dios le i)crdone, y parésceme muy justo que S. M ha-
ga las demostraciones de sentimiento que V. S. apunta.
Ya V. S. habrá visto lo que que de acá se ha escrito
acerca del estado de las cosas destas partes, después des-
te suceso , y la relación de lo que ha sido forzoso gastar
para prevenirnos para lo que se esperaba, que tengo por
cierto lo terna por bien S. M. , presupuesto que á lo demás
de la provisión extraordinaria que habia mandado enviar,
no se locará como lo manda S. M. sin su orden.
En las cosas de por acá no se ofresce cosa de momen-
to mas de lo que se ha avisado por el último correo ; solo
que ha llegado esta mañana á Bruselas el príncipe de Con-
de, y á lo que me dicen , con intención de procurar recon-
ciliarse, en que me parcsce que no dejará de acertar, y que
á S. M. no le estará mal. Con esto creo que nos acabaremos
i88
también de desembarazarnos de su mujer, que está aun
muy puesta en quererse irá casa de su padre.
Lo de Juliers es lo que agora da mas que pensar en es-
las partes, y el fin que terna. jQuiera Dios que sea el que
mas convenga al bien de la cristiandad.
Con estar las cosas en el estado que tienen, nos habe-
rnos resuelto de venir aquí por unos pocos de dias ; y aun-
que antes de salir de Bruselas habia comenzado á hacer ca-
lor, ha refrescado después el tiempo , de manera que se pa-
sa muy bien, y así estamos con salud, cá Dios gracias.
El marqués de Marné, que en otro tiempo conosceria
V. S. conde de Pondevaux, tiene algunas pretensiones de
que creo fué encargado el conde de Bucoy ; y por lo bien
que sirve, no puedo dejar de pedir á V. S. tenga por enco-
mendadas sus cosas, para procurar que S. M. le haga toda
la merced que hubiere lugar.
También he querido volver á acordar á V. S. lo de la
pensión para mi confesor, que me hará V. S. muy gran
placer en procurar encaminarla. Dios guarde á V. S. con
la salud que le deseo. — De Marimont á 19 de junio, año
1610. — Alberto. — Con rúbrica.
489
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma^
fecha en Bruselas á 26 de julio de 1610.
El conde de Anover. — Acogimiento y regalo que se ha hecho al ar-
chiduque Leopoldo. — Estado de las cosas de Alemania y Francia.
— fe^olucion del emperador de Austria de dar la investidura del
ducado de Juliers al elector de Sajonia.— Piensa socorrer á Co-
lonia.— Le recomienda á varias personas.
Heal Academia de ¡a Hisíoria.—Salazar, A 65, foL 291.
Señor duque: Lo que V. S. me dice en su carl<a de los
i 8 del pasado acerca de la gota que yo habia sentido, es-
limo en lo que es razón , pues echo de ver en todas las oca-
siones que se ofrescen muestra V. S. la buena voluntad que
me tiene, que no deja de meresccr en parte la que yo siem-
pre he tenido á V. S., y querría poder mostrarle en muchas
ocasiojies, como lo procuraré siempre en todas las que se
me ofrescieren con mucha voluntad.
Algún cuidado me ha dado no ver carta de V. S. en este
último despacho que ha venido de ahí, y lo que V. S. ha en-
cargado al conde de Anover medijiese sobre ello de supnrte;
pero quiero esperar que será servido Nuestro Señor de dar
á V. S. la salud y contento que puede desear.
Lo que aquí se ha procurado hacer en el acogimiento y
regalo del archiduque Leopoldo era debido por muchas ra-
zones, y con todo he eslimado muchísimo lo que V. S. me
dice de que SS. MM. se tuviesen por servidos dello, y así
holgara de que se hubiera podido hacer mas. Pero lo que se
ha hecho ha sido cierto con mucha voluntad y deseo de
cumplir con la obligación que habia para ello.
Con las buenas nuevas que V. S. me da de la salud de
, i90
SS. MM. y AA. huelgo cuanto debo, y particularmente de
entender por las cartas que han venido últimamente la mu-
cha mejoría con que se hallaba el príncipe, que espero en
Nuestro Señor será servido de darle muy presto salud per-
fecta, y de guardarlos á todos como la cristiandad lo ha
menester y todos lo deseamos.
La sustancia de lo que se ofresce en nuestras cosas de
Alemania y Francia, entenderá V. S. por lo que se escri-
be á S. M. en este despacho á que me remito, y solo he
querido decir aquí á V. S. , que con mucho cuidado procu-
ramos encaminar las cosas de Juliers á lo que V. S. apunta
en lo que me escribe acerca desto. Y es verdad que los de
Francia muestran desear lo mismo , si bien no desisten aun
de lo que han comenzado en lo del enviar el socorro , que
en fin, va marchando, y aunque despacio, sin haber he-
cho alto hasta ahora.
La resolución que el emperador ha tomado de dar la in-
vestidura de aquellos Estados al elector de Sajonia, pudie-
ra obligar á los franceses á mudar de resolución. Es verdad
que hasta agora no habemos tenido aviso de que se haya
sabido en Francia esta resolución del emperador, que pu-
diera tomar algunas otras para facilitar estas cosas y otras
muchas; pero V. S. sabe lo que pasa acerca desto, y así
podemos tener en algo cuando se determina á tomar algu-
na resolución.
Habemos despachado de nuevo á don Baltasar, para
que proponga al emperador los medios que se han propuesto
de Francia , no desrazonables y encaminados á componer
esto por bien. No sé lo que alcanzaremes.
Con el ejemplo de lo que pasa en Argentina , comienza
á tener miedo Colonia , y nos ha enviado á pedir socorro,
el cual se le dará en la mejor forma que se pudiere sin em-
m
penar el cjórcilo, y procurando que sea á la menor costa
que sea posible, como tengo por cierto lo terna por bien
S. M. , pues se tiene tanta obligación á aquella villa , y la
conservación della importa tanto para las cosas de aquí. Y
V. S. se asegure de que se hará lo posible por encaminar
generalmente todas las cosas de manera que cuanto antes
podamos excusar los gastos extraordinarios con que nos ha-
llamos al presente, y que en nada se hará mas de lo muy
forzoso.
Con las nuevas que V. S. me da de la caza que ha
muerto S. M. en esos montes y lo demás que ahí se ofres-
ce, he holgado muchísimo. Espero que ha de ser servido
Nuestro Señor de encaminar las cosas de manera que ten-
gan lugar para holgarse y entretenerse como es menester
para tener la salud que todos les deseamos.
El cuidado que V. S. ofresce tener de las personas que
le he encomendado, estimo en lo que es razón. Espero se
les lucirá á todos , y que les ha de hacer S. M. la merced
que esperan. V. S. me hará muy gran placer en procurar
encaminarlo , particularmente lo de la pensión para mi con-
fesor.
También pienso que habrán acudido á V. S. con las
pretensiones del marqués de Marné, que me está sirviendo
aquí, y así obligando á que desee su bien. Y así me hará
V. S. mucho placer de tenerlo por encomendado, y tam-
bién en procurar que al marqués de Montenegro se le ha-
ga alguna merced con que pueda quedar satisfecho y aco-
modado. Dios guarde á V. S. con la salud que le deseo. —
De Bruselas á 26 de julio, año i610. — Alberto. — Con
rúbrica.
192
Carta nutógrafa del archiduqm Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 7 de agosto de 1610.
Sitio de Juliers. — Buenas esperanzas de que se arreglen las dife-
rencias entre el emperador de Austria y el rey de Hungría.
Eeal Academia de la Historia. —Solazar y A 65, fol 295.
Señor duque: Habiendo llegado en fin el plazo de ha-
berse sitiado Juliers, ha parescido que era bien que lo su-
piere S. M. ; y así se despacha para ello este correo , como
lo entenderá V. S. mas particularmente por los despachos
que lleva , á que me remito sin tener otra Cosa que decirle
sino que acá estaremos á la mira de lo que fuere sucedien-
no para gobernarnos conforme á eso , en conformidad de lo
que tenemos entendido de la voluntad y intención de S. M.
No dudo sino que V, S. lerna también cartas de Praga
por donde sabrá lo que pasa allí , que en fin es gran cosa
que se pueda tener tan buenas esperanzas de que se hayan
de acomodar las diferencias de entre el emperador y el rey
de Hungría ; yero yo confieso á V. S. que querría verlo he-
cho y acabado ya.
Lo de la liga de los católicos seria bien conveniente que
se asentase bien, i Plegué á Dios que se haga como con-
viene!
De Francia ha dias que no tenemos cartas. V. S. las
debe de tener sin falla, y así no tengo que decir á V. S.
acerca de las cosas de allí , ni en esta carta más , sino que
Dios guarde á V. S. con la salud que le deseo. — De Bruse-
las á 7 de agosto, año IfjlO. — Alberto. — Con rubrica.
I
193
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 23 de setiembre de 1610.
Levantamiento del campo junto áJuliers. — Avisos del estado de las
cosas de Alemania.
JReal Academia de la Historia. — Salazar, A 63, fol. 297.
Señor duque: Por poder avisar cosa cierta del estado
de las cosas de por acá, se ha diferido el dar cuenta dellas
á S.M. hasta ahora, que se ha tendo aviso de que el cam-
po de los Estados se ha levantado de junto á Juliers, y mar-
chaha la vuelta de adonde habia venido, con que paresce
nos podemos acabar de asegurar de las sombras y sospe-
chas que hasta agora nos habían tenido suspensos, y así
se tratará aquí, de aquí adelante, devolver á poner las co-
sas de este ejército en el mismo estado en que por orden de
S. M. se habían puesto antes de estos movimientos pasados
de Francia y Alemania, como lo entenderá V. S. todo mas
particularmente por lo que se escribe á S. M. en este des-
pacho, á que me remito, como también lo hago á lo que el
conde de Añover escribirá á V. S. sobre cierto particular
nuestro, muy confiado de que nos ayudará en él como hasta
aquí en todo lo que se nos ha ofrescido ; asegurando á V. S.
de que siento infinito cansar á S. M. con nada que me to-
que, y sin que el estado de nuestras cosas obligue á ello.
Con el castellano Juan de Aranda he tenido nuevas
particulares de V. S., que me ha dicho cuan bueno que-
daba , de que he holgado en extremo, dejado aparte lo que
he holgado con las nuevas que nos ha dado de la buena sa-
lud de SS. MM. y A A., y en parlicular de la convalescencia
Tomo XLIIÍ. 13
194
del príncipe. Dios los guarde á todos como la cristiandad lo
ha menester y lo deseamos.
No dudo de que terna V. S. por via de don Baltasar
avisos particulares de lo que pasa en Alemania; y así no
trato aquí dello. Tiempo fuera que se acabaran ya de com-
poner aquellas cosas. Quiera Dios que sea, y como convie-
ne , que mas vale tarde que nunca.
Habemos sido de bodas estos dias, que se ha casado
una dama de casa con las cerimonias acostumbradas, con
que se acaba lo que al presente se ofresce que decir , y por
no cansar á V. S. ésta con decir que Dios le guarde con la
salud que le deseo. — De Bruselas á 23 de setiembre, 1610.
— Alberto. — Con rúbrica.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Ler-
ma, fecha en Bruselas á 9 de octubre de 1610.
Retirada de la fuerza que sitiaba á Juliers.— Agradece la merced
hecha á su confesor. — Pide que se dé á Octavio Vizconde el car-
go que tenia en Italia don Blasco de Alagon.
Beal Academia de la Historia. ^Salazar, A 63, foL 299.
Señor duque: Las cartas de V. S. de 4 y 17 del pasa-
do he rescibido juntas, y holgado mucho de entender las
buenas nuevas que V. S. me da de la salud de SS. MM., y
de cómo habían pasado este verano yendo de una parte á
otra, acudiendo á sus hijos, cuyas indisposiciones me ha
pesado de entender; y sin falta que, para que no durase
mas la del príncipe, ayudaría mucho el tener á sus pa-
dres cabe sí. Bendito sea Dios que está ya bueno, como
V. S. dice. Dios le guarde : que grandes cosas dicen todos
i 95
de lo que parcsce que sabe, y el entendiaiienlo que tiene. Y
ha sido muy acertada resolución la de no moverle hasta es-
tar muy bien convalescido, y también á la infante doña Ma-
ría, que aunque las tercianas que V. S. me dice tenia no
pueden dejar de dar pena á los que le tenemos tanta obliga-
ción, parescequese puede esperar que estará muy presto bue-
na, y de manera que pueda seguir ásus padres y hermanos
que también pienso han tomado muy acertada resolución
en llegarse á Sant Lorenzo, pues creo que es aquello mas á
propósito para el otoño que va ya entrando aprisa. Dios los
guarde, como la cristiandad lo ha menester , y á V. S. que
tanto cuidado tiene de servirles y mirar por su salud, que
bien se echa de ver el amor con que lo hace.
Háme dado mucho cuidado lo que me dice V. S. de
sus achaques ; pero espero que ha de darle Nuestro Señor
muy entera salud , pues la emplea tan bien y en santo ser-
vicio suyo; y puédese asegurar V. S. de que se la deseo
con muchas veras.
Con las últimas cartas que de acá han ido habrá enten-
dido V. S. cómo se acabó lo de Juliers. Agora podemos avi-
sar de que los que la sitiaron se han retirado ya de todo
punto á sus casas, y asi retiramos nosotros también la gen-
te que teníamos mejorada hacia aquella parte, y despedi-
mos la que se habia levantado de nuevo; y quedo muy
contento de haber acertado á conformarme con la inten-
ción de S. M. en pensar socorrer á Colonia si lo hubiera ha-
bido menester, y asi nos gobernaremos en esa conformi-
dad en lo que adelante se le pudiese ofrecer á aquel lugar
adonde están muchos deputados de diferentes parles, tra-
tando de ver si se puede acabar de acomodar de todo pun-
to aquello de Juliers, que plegué á Dios lo hagan como
bien seria menester.
i96
Entiendo que con este correo terna S. M. despacho de
don Baltasar, por donde verá V. S. lo que pasa en Praga
y Bavicra, y así tengo por excusado tratar aquídello. Pué-
dese desear que todo aquello tenga el suceso que la cris-
tiandad lia menester, como se ha de esperar de la miseri-
cordia de Nuestro Señor.
La merced que S. M. ha sido servido de hacer á mi
confesor, como V. S. me dice, he estimado cuanto debo,
teniéndola por muy grande; y así me hará V. S. mucho
placer en besar á S. M. las manos de mi parte por ella, y
quedo tan agradecido de que V. S. nos la haya procurado
con tanto cuidado, que quisiera poderlo significar con pa-
labras. Pero asegúrese .V. S. de que es cuanto debo estarlo,
y que siempre procuraré mostrar la estimación que yo hago
de la voluntad con que V. S. acude á todo lo que me toca.
Eso mismo me hace cansar á V. S. con cosas que me
piden, y que cuando son criados á que tengo obligación, se
pueden rehusar con dificultad. Y así me atreveré de pedir
á V. S. me haga placer de procurar que S. M. haga mer-
ced al conde Octavio Visconde de lo que ha vacado ago-
ra en el Estado de Milán por muerte de don Blasco de Ara-
gón , que me hará en ello V. S. muy gran placer, pues sa-
be las obligaciones que tengo al conde Octavio, y que se
emplea en lo que se le ordena con tanta puntualidad.
Con estar las cosas de esta nuestra vecindad en el es-
tado que digo á V. S. , habernos determinado la infante y
yo de dar una vuelta á Marimont, aunque ha comenzado
á llover de manera que no sé si se podrá gozar mucho de
aquello. Dios guarde á V. S. con la salud que le deseo. — De
Bruselas á 9 de octubre, año 1610. —Alberto.— Cow rú-
brica.
197
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma ,
fecha en Bruselas á ÍO de octubre de 1610.
Ea recomendación de don Guillermo Verdugo.
Beal Academia de la Historia. — Salazar, A 65, fol. 261.
Muy ilustre señor: Al rey mi señor escribo lo que V. S.
verá por don Guillermo Verdugo que va con licencia mia
á representar sus servicios y los del coronel Francisco Ver-
dugo , su padre, para que, en consideración dellos, S. M.
se sirva de hacerle merced en sus pretensiones, honrándo-
le conforme á sus muchos y particulares servicios ; para
lo cual, habiendo de ser V. S. tanta parte, le pido muy de
veras favorezca y ampare las cosas de don Guillermo, para
que reciba el premio que tan merecido tiene por los servi-
cios de su padre y suyos; y en procurarlo V. S. y su buen
despacho me obligará en particular. Nuestro Señor guar-
de la muy ilustre persona de V. S. como desea. — De Bru-
selas, á X de octubre de 1610. — A lo que V. S. ordena-
re.— Alberto. — Co?2 rubrica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Marimont á \^ de octubre de 1610.
Por don Alonso de Luna.
Real Academia de la Historia,— Salazar , A 63, foL 263.
Muy ilustre señor : Las razones que represento al rey
mi señor que hay para hacer merced al maestro de campo
198
don Alonso de Luna y Cárcamo , gobernador de Liera, en
las pretensiones tan justificadas que lleva, espero que han
de obligar á V. S. á procurar que S. M* se la haga muy
cumplida en recompensa de sus buenos y largos servicios,
favoreciéndole para ello con todas veras, como se lo pido
á V. S. con mucho encarecimiento, conmovido de los tra-
bajos deste pobre caballero. Nuestro Señor guarde la muy
ilustre persona de V. S. como desea. — De Marimont á i8
de octubre, 1610. — A lo que V. S. ordenare. — Alberto. —
Con rúbrica.
Carta origiiml del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Marimont á Z\ de octubre de 1610.
Por el capitán Rodrigo de Góngora.
Real Acadefuía de la Historia. — Salazar, A 6o, foh 267.
Muy ilustre señor: V. S. entenderá por lo que escribo
al rey mi señor los muchos años que le ha servido el capi-
tán Rodrigo de Góngora, así en Italia como la mayor par-
te de ellos en estos Estados, habiendo cumplido con sus
obligaciones en lo que le ha tocado y ha estado á su cargo.
Agora va á España con licencia mia á pretender que
se le haga merced en sus pretensiones; y porque es bene-
mérito, pido á V. S. procure que la reciba de S. M., que
la eslimaré yo en lo que es razón. Nuestro Señor guarde la
muy ilustre persona de V. S. como desea. — De Marimont,
áol de octubre, 1610» — A lo que V. S. ordenare, — Al-
berto.— Con rubrica.
199
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Marimont á 12 de noviembre de 1610.
Pide que se dé orden para que le envíen provisiones sin pérdida de
tiempo. — Liga concertada entre los católicos y protestantes de
Alemania. — Concordia entre el emperador y el rey de Un-
gría.— Recomienda al Elector de Maguncia y al conde Octavio
Vizconde.
Real Academia de la Historia, — Salazar, A 63 , foL 303.
Señor duque : Por el conde de Añover entenderá V. S.
la causa por que se despacha este correo; pero he holgado
con la ocasión para acordará V. S. lo de las provisiones de
aquí, que ya habrá visto V. S. lo que se ha escrito última-
mente sobre ello. Y aunque tengo por sin duda que habrá
procurado que S. M. mande dar orden en esto, y que quizá
debe de venir ya algún correo con ellas ; mientras no llega,
no puedo dejar de importunar á V. S. sobre ello ; y así le
pido con todo el encarescimiento que puedo , procure que
sin dilación se dé orden en esto de las provisiones , pues
están tan entendidos los inconvenientes que sucederían si
en ello hubiese la menor dilación del mundo.
Por el despacho de don Baltasar que agora se envía,
entenderá V. S., á lo que creo, la paz que se ha concluido
agora entre los de la liga de los católicos y los protestantes,
con que paresce puede aquello dar menos cuidado.
También habrá sabido ya V. S. como se ha concluido
la concordia entre el emperador y el rey de Hungría, de
que estamos todos muy contentos, esperando que ha de
ser servido Nuestro Señor de que sea para tanto servicio
suyo y bien déla cristiandad como se desea. En lo uno y
- 200
lo otro enliendo que ha trabajado muy bien el elector de
Maguncia , y que es muy aficionado ai servicio de S. M. y
á toda nuestra casa ; y entiendo que desea que S. M. le ha-
ga merced de alguna pensión, para que se eche de ver que
S. M. tiene satisfacción de él. Y pienso que es cosa que
no solo no tiene inconveniente, pero muchas convenien-
cias, para que S. M. haga merced á este hombre, y se le
obligue cuanto pudiere. V. S. lo considere y represente á
S. M. como viere que conviene á su servicio.
El conde Octavio Visconde ha trabajado también en
esto de la concordia de mis hermanos, como V. S. debe de
saber. Pretende que S. M. le haga la merced que contiene
un memorial suyo que va con esta. V. S. me hará mucho
placer en representarlo á S. M. de manera que le haga es-
ta merced, que sin falta la merece muy bien por sus bue-
nas partes y servicios; y por las obligaciones que yo le ten-
go, recibiré yo también merced en hacérsela S. M. V. S.
la procure como cosa en que me hará muy gran placer.
Dias há que no tenemos nuevas particulares desa corte,
que nos hace estar con doblado deseo de tenerlas y muy
buenas, como espero lo vernán, y que de la salud de V. S.
las habemos de tener como las deseamos. Acá la tenemos
á Dios gracias, aunque se puede andar poco á caza , por-
que no hay tanta como otros años, y el tiempo ha sido
cuasi siempre desabrido de aguas y aires. Y aunque hasta
agora no hace frió de consideración, con todo, como se
tiene aquí el jardin y el parque tan á la mano, hay donde
pasear en dejando de llover, con que se pasa el tiempo ra-
zonablemente : y es todo lo que hay que decir de acá al
presente. Dios guarde á V. S. con la salud que le deseo. —
De Marimont á 12 de noviembre , año 1610. — Alberto. —
Con rúbrica.
201
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma^
fecha en Marimont á^ú de noviembre de 1610.
Por don Ñuño de Mendoza ; y que en el entretanto que se le hace
merced, se le haga de la encomienda que ha vacado en Portugal.
Real Academia de la Historia, — Salazar, A 65, foL 269.
Muy ilustre señor: Por la que escribo á S. M. verá V. S.
lo que deseo que á Ñuño de Mendoza se le haga merced ea
sus pretensiones , y en el inter de la encomienda que ha
vacado en Porlugal por muerte de Lope de Sossa. Y por-
que estoy muy cierto que V. S. tendrá bastante informa-
ción de los méritos y muchos y muy señalados servicios
que Ñuño de Mendoza ha hecho al rey mi señor , que está
en gloria, y á S. M. en todas las ocasiones que se han
ofrecido en el reino de Portugal y aquí en estos Estados de
Flándes el tiempo que estuvo en mi servicio, y ahora últi-
mamente en el gobierno de Tánger , he querido por todas
estas causas pedir á V. S. con muchas veras quiera favo-
rescer con las mismas á Ñuño de Mendoza, para que S. M.
le haga la merced que pretende y merecen sus servicios,
que en ello me obligará mucho V. S,, cuya muy ilustre
persona Nuestro Señor guarde como desea. — Marimont
noviembre 25 de IGIO. — A lo que V. S. ordenare. — Al-
berto.— Con rubrica.
202
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á de diciembre de 1610.
Por don Juan de Aycrbe.
Heal Academia de la Historia.— Salazar , A 63, fol. 273.
Muy ilustre señor: Por don Juan de Ayerbe de Aragón,
que va á España con licencia mia por seis meses , escribo
al rey mi señor lo que V. S. verá, para que S. M. se su*-
va de hacerle merced por su calidad y servicios. Y á V. S.
pido le favorezca y tenga por encomendado en lo que por
aliase le ofreciere y hubiere lugar, que lo estimaré yo en
lo que es razón. Nuestro Señor guarde la muy ilustre per-
sona de V. S. como desea. — De Bruselas á de diciem-
bre, 1610. — A lo que V. S. ordenare. — Alberto. — Con ru-
brica.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á ii de diciembre de 1610.
Se alegra de la mejoría de su salad. — Le da la enhorabuena por la
expulsión de los moriscos.— Entrega de Alarache á los espaiio-
les. — Recomienda al conde Octavio Vizconde al landgrave de
Lichtenberg, al conde de Arembergy al conde de Bucquoy.
Beal Academia de la Historia,— Salazar , A 63, foU 305.
Señor duque: La carta de V. S. de los 18 del pasado
he rescibido dos dias há, y hé holgado con ella, como lo
hago siempre con las de V. S., y aun mas particularmente
por las buenas nuevas que V. S. me da de la salud de
203
SS. MM. y AA. , y de que el príncipe y su hermana hayan
podido ponerse en camino, y los esperen alií tan presto y
con tan buena disposición como V. S. dice. Dios los guar-
de á todos como la cristiandad lo ha menester y lo desea-
mos todos.
Con haber tardado en llover, no habrá estado lo del Par-
do tan bueno como suele; y eso y haber habido allí mas
gente de la que suele haber con la obra, no es de espan-
tar que hubiese habido enfermos; pero dícennos por acá
tanto de cuan mejorada queda la casa, que me paresce se
puede justamente pasar por todos esos inconvenientes por
estar en ella , y mas en la sazón de la fecha de la carta de
V. S. que es la mas propia de aquel sitio; y tengo por
sin duda que no dejarian de entretenerse allí bien SS. MM.
y AA., y mas habiendo podido acudir á Madrid á ver las
fiestas que nos dicen ha habido allí, que aunque las damas
lo hagan tan mal, como V. S. dice, que no se quieren ca-
sar, veo que no faltan otras ocasiones en que regocijarse,
y cierto es muy bueno para que la gente moza ande entre-
tenida y ejercitada.
• De que V. S. me dé de su salud las buenas nuevas que
me da, quedo muy contento. He holgado con ellas como
quien con muchas veras desea á V. S. todo lo que puede
desear, de que puede estar V. S. muy cierto; y espero que
ha de guardar Nuestro Señor á V. S. como sus amigos lo de-
seamos, y el servicio de S. M. y bien público ha menester.
Todo lo que V. S. me apunta tocante á las cosas de Ju-
liers y las demás de Alemania, me ha parecido muy con-
forme á su mucha prudencia.
Con d despacho de don Baltasar que agora se envía,
entenderá V. S. lo que mas se ofresce en aquellas partes,
en que hay bien que pedir á Nuestro Señor lo encamine
204
lodo como mas convenga á su servicio; y no dudo de que
los tratados de Francia se encaminarán de manera , que
vendrán á ser de mucho efecto para ayudar á que todo se
encamine como se desea.
Las cosas de Saboya he holgado mucho de entender se
hayan acabado como V. S. me dice y S. M. rae hace mer-
ced de mandármelo escribir lan particularmente. En fin,
en todo muestra su grandeza y cristiandad , con que no de-
jará Nuestro Señor de darle en todo los buenos sucesos que
se pueden desear. Halo sido cierto, como V. S. dice, el de
la espulsion de los moriscos, y que haya sido con tanta sa-
tisfacción de todos; y así pienso que con razón debemos dar
á V. S. la enhorabuena dello. También se la quiero dar á
V. S. de que nos dicen por acá que se ha entregado á S. M.
Alarache, que es una gran cosa; pero no me atrevo á dar
la enhorabuena á S. M. hasta saberlo por cartas desa cor-
te. V. S. me hará mucho placer en cumplir entretanto por
mí, si viere que es menester.
Por todo lo que V. S. me dice acerca del arbitrio so-
bre que escribió á V. S. el conde de Añover, doy á V. S.
muchas gracias; y tomándolo V. S. tan á su cargo, y co-
nosciendo yo la merced que S. M. me hace siempre, no
puedo dejar de quedar muy confiado de que la resolución
haya de ser muy conforme á lo que puedo desear.
Como V. S. dice , el conde Obtavio Vizconde meresce,
cierto , que S. M. le haga merced , y así no puedo dejar de
pedir á V. S. con mucho encarescimiento que lo procure,
que me hará en ello muy gran placer.
El lamlsgrave de Lechtenberg acuerda su tusón con to-
das ocasiones, y paréscele que van tardando ya los despa-
chos que V. S. me escribió' se enviarian presto, y así se
lo he hecho saber. Y cierto que si no hubiese en ello algún
205
inconveniente notable, seria bueno despenar presto á este
hombre.
También no puedo dejar de acordar á V. S. los parti-
culares del conde de Aramberg, pues sabe V. S. Ja obliga-
ción que le tenemos.
De acá puedo decir poco de nuevo á V. S. , sino que
há ocho días que habemos vuelto aquí de Marimont, de
donde he ido escribiendo á V. S. lo que allí ha pasado ; y
así no me queda que decir sino que habemos hallado acá
harto fresco; pero quedamos todos con salud, á Dios gra-
cias, que guarde á V. S. como deseo. — De Bruselas á 11
de dicicQihre, año 1610. — Alberto. — Con rúbrica.
Las provisiones del año que viene acuerdo á V. S. que
por amor de Dios procure se hagan , y de manera que las
podamos tener con puntualidad , pues importa tanto para
todo. También me hará placer V. S. en tener por enco-
mendados los particulares del conde de Bucoy , que sirve
como V. S. sabe.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á i^ de enero de 1611.
Necesidad de reparar los castillos de Gante y Ambéres.
Real Academia d^ la Hii^ioria.-^Salazar, A GZ, fot. 275.
Muy ilustre señor: Al rey mi señor represento la nece-
sidad que tienen de reparos los castillos de Gante y Ambé-
res, suplicando á S. M. se sirva de mandar proveer para
acudir á ellos la suma que V. S. entenderá. Y siendo cosa
206
que tanto importa á su real servicio, estoy cierto que como
tal la ha de favorecer V. S., y ser parle para que se provea
lo que para este efecto es menester, y así se lo pido muy
de veras por ésta. Nuestro Señor guarde la muy ilustre per-
sona de V. S. como desea. — De Bruselas á 15 de enero,
i611.— Aloque V. S. ordenare. — Alberto. — Con rúbrica.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lernuif
fecha en Bruselas á 2 de febrero de 1611.
Le habla del mal estado de su salud.— Avisa haber recibido las pro-
visiones.— Estado de las cosas de Alemania. — El elector de Ma-
guncia.— Recomienda á varios sugetos. — Prisión de Diego Ló-
pez Suero. — Don Luis de Velasco.
üeal Acüdemia de lu Historia. — Salazar, A 63, foh 527.
Señor duque: la carta de V. S de los o del pasado he
rescibido pocos dias hcí, y holgado con ella como lo hago
siempre con las de V. S., quedando tan agradescido como
es razón de todo lo que en ella me dice de lo que ha holga-
do saber de mi salud, y cuanto me la desea. Pero parés-
ceme que no ha sido servido Nuestro Señor de que se me
luciese esto, pues me dio la gota el dia de santo Tomás, y
me tuvo diez dias en la cama; y aunque después habia ido
mejorando de manera que andaba ya fuera del aposento,
aunque medio cojeando, me ha vuelto á dar anoche en un
pié, de manera que me ha hecho estar hoy en la cama,
aunque espero que pasará presto , por pensar que lo han
causado unas fomentaciones que hice á los pies , por sen-
tirlos tan debilitados que paresció necesario hacer aquel re-
medio. Pero sea como fuere, yo quedo con particular deseo
207
de que se ofrezca cosa en que poder mostrar á V. S. lo mu-
cho que eslimo la buena voluntad que me muestra en to-
das las ocasiones que se ofrescen.
Con las nuevas que V. S. me da de la salud de SS. MM.
he holgado cuanto debo, y rescibido otra tanta pena de las
indisposiciones que V. S. me dice habian tenido SS. AA.
Espero que estarán ya buenos todos, y que ha de ser servido
Nuestro Señor de guardarlos con la salud que todos les de-
seamos.
La satisfacción que se habia dado á los hombres de ne-
gocios llegó á tan buen tiempo como lo escribí á V. S. , y
así lo han hecho las provisiones deste año, que han llega-
do agora, con que quedamos todos muy contentos y reco-
nocidísimos de la merced que S. M. nos ha hecho en man-
dar tener tanto cuidado de ello , y de que se hiciesen tan
cumplidamente, de que sé también que debemos á V. S. las
gracias por haberlo encaminado ; y así se las doy de muy
buena gana, quedando con el contento que es razón de ver
concluido esto, y la voluntad con que V. S. acude á todo
lo que nos toca.
Parésceme que V. S. discurre muy bien en su carta de
las cosas de Alemania, cuyo estado entenderá con toda
particularidad por los despachos de don Baltasar que se van
enviando; y cierto que van ellas encaminándose de mane-
ra que pueden dar mucho cuidado. Quiera Nuestro Señor
encaminarlas mejor y como más haya de convenir á su ser-
vicio y al bien universal de la cristiandad ; y todos queda-
mos con mucha confianza de que S. M. ayudará por su par-
te á ello en tanto fuere menester, según su mucha cristian-
dad y grandeza, y que V. S. lo procurará por su parte co-
mo todos lo podemos desear.
Cuanto á lo que yo habia escrito á V. S. acerca de que
208
seria' bien prendar y obligar al elector de Maguncia , veo lo
que V. S. me responde sobre ello, á que se me ofresce de-
cir que nadie informaría mejor de lo que paresce con ven -
dria hacerse , y lo que se puede esperar del elector, que don
Baltasar, y así lo podrja hacer saber de él V. S. , y gober-
narse conforme á lo que don Baltasar dijere.
Lo que me dice V. S. tocante al tusón del landsgrave,
he holgado mucho de ver ; pero hasta agora no ha paresci-
do por acá ese despacho.
También agradezco á V. S. lo que me dice tocante á
las pretensiones del conde Octavio y de algunas otras per-
sonas cuyos particulares había encomendado á V. S., que
me harta mucho placer en tenerlos por encomendados para
procurar que S. M. les haga merced en lo que pretenden.
Eso mismo pidoá V. S. por el conde de Bucoy, por el cual
escribo á S. M. lo que V. S. verá.
También envío á V. S. con esta un memorial del con-
de de Pondevaux, que tiene las pretensiones que V. S. verá.
Lo que puedo decir de él es que es muy honrado caballe-
ro, y que me sirve muy bien.
Mucho placer me ha hecho V. S. en dar á S. M. de mi
parte la enhorabuena de lo de Alarache. Agora se la torno
á dar á V. S. , y sin duda que la grande cristiandad con que
S, M. ha procedido en lo de laespulsion délos moriscos y con
la que procede en todas sus cosas , han de ser parte para que
Nuestro Señor le dé en todo siempre muy prósperos sucesos.
Este de Alarache se puede tener cierto por tal , por todas
las razones que V. S. apunta; y ha sido muy bien proveer
la plaza, como V. S. lo dice, y Valdés dará muy buena
cuenta de ella, como de todo lo demás que se le encargare.
Por una de las cartas de mano ajena que escribo á S. M.
en este despacho, entenderá V. S. lo que me ha movido
200
á hacer prender á Diego López Suero ; y estoy por confe*
sar á V. S. que lo merecía él menos que otros; pero con to-
do, me ha parescido no tratar de hacer alguna demostra-
ción con don Luis de Velasco (como pudiera muy justa-
mente) sino dejarla á S. M., para que haga lo que mas fue-
re servido , como quien sabrá si ha mandado tratar de aque-
lla empresa , y con cuanta razón me puedo yo resentir de
que se traten semejantes cosas sin que yo las sepa. Y. S.
con su mucha prudencia sabrá lo que podrá representar á
S. M. acerca de esto, y yo quedo muy confiado de que ten-
drá siempre la mano á que se tenga conmigo la cuenta que
es razón. Dios guarde á V. S. con la salud que le deseo.
— De Bruselas á 2 de febrero, año 1611. — Alberto.— Con
rúbrica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á i.'' de marzo de 1611.
Por el c:'.pitaii Pedro Gerónimo Caro.
Real Academia de la Historia. — Salazar, A 63, fol. 277.
Muy ilustre señor: Por lo que escribo al rey mi señor
representándole los largos servicios del capitán Pedro Hie-
rónimo Caro , entenderá V. S. las causas que hay para
que S. M. le haga merced en sus pretensiones. Y siendo
justo que la reciba en premio de sus servicios, á V. S. pi-
do le favorezca en todo lo que se le ofreciere, teniéndole
por encomendado: que yo lo estimaré en lo que es razón.
Nuestro Señor guarde la muy ilustre persona de V. S. como
desea. — De Bruselas ál.° de marzo, 1611. — AloqueV. S.
ordenare.— Alberto. — Con rúbrica.
Tomo XLIÍl. 14
210
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lermat
fecha en Bruselas ci 3 de marzo de \^\\.
Dice que el rey ha obrado acertadamente al nombrarle ayo y ma-
yordomo mayor del príncipe. — Estado de las cosas de Ale-
mania.
Rml Academia de la Historia. — Salazar, A 6o , foL 309.
Señor duque: No quiero dejar de comenzar esta con
dar á V. S. las gracias por su caria de los dos del raes pasa-
do, con que he holgado infinito, así por las buenas nuevas que
en ella me da de la salud de SS. MM. y AA., y de cómo se
hablan holgado en el Pardo, como por la cuenta que me da
V. S. de que S. M. le haya mandado que sirva al príncipe
de aj^o y mayordomo mayor, resolución á mi parescer muy
conforme á la mucha prudencia de S. M. y muy acertada,
así por lo que conviene á su servicio y á la buena crianza
de su hijo, como por lo que debe á V. S. por el cuidado y
celo con que V. S. atiende á todas las cosas de su servicio,
que es de manera, que con mucha razón echa S. M. mano
de V. S. para todo lo que puede dar á S. M. mayor cuida-
do, y V. S. ha hecho muy bien en acetar este, así por
lo que debe á S. M. , como por hacer este servicio á Dios
y á toda la cristiandad , como espero le sacará V. S. de la
buena crianza que hará en el príncipe. Y así podemos con
mucha razón quedar todos muy contentos desta resolución
de S. M., como lo quedo yo de mi parte.
Cuando esla carta llegue á manos de V. S. , espero ha-
brán llegado otras que no ha mucho que han partido de aquí,
con que espero quedará V, S. satisfecho de ver que escri-
2H
bimos siempre que se ofrece ocasión. Agora lo hacemos con
las de otro despacho de don Baltasar, por el cual vercí
V. S. lo que pasa en Alemania , que es hien para espantar
y dar cuidado. V. S. tenga la mano para que se tome esto
tan á pechos como paresce que conviene , ayudando la par-
te del rey de Hungría; pues demás de la conveniencia, hay
tanta razón para ello. Quiera Nuestro Señor encaminarlo
todo como mas convenga á su servicio y al bien de la cris-
tiandad, y él mismo guarde á V. S. con la salud que le
deseo. — De Bruselas á 5 de marzo, año 1611. — Alberto.
— Con rúbrica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á Í5 de marzo de 1611.
Por don Diego de la Cueva.
Real Academia de la Historia.— Salaz ar , A 65, fol. 279.
Muy ilustre señor: Escribo al rey mi señor lo que V. S.
vercá, por don Diego de la Cueva, á quien he concedido li-
cencia por seis meses, para que vaya á procurar que S. M.
le haga merced. Y mereciendo recibirla por su calidad y los
buenos deseos que tiene de emplearse en servicio de S. M.,
y de continuar los que ha comenzado h hacer por acá, es-
timaré en mucho que V. S. le tenga por muy encomen-
dado para ello, y favorecerle en todo lo que se le ofreciere
de su comodidad y acrecentamiento; y así se lo pido á
V. S. con deseo que le aproveche esta intercesión. Nuestro
Señor guarde la muy ilustre persona de V. S. como desea.
• — De Bruselas á 15 de marzo, 1611. — A lo que V. S. or-
denare.— Alberto . — Con rúbrica.
212
Carta' autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma^
fecha en Bruselas á 24 de marzo de \M\,
Se remite en lo tocante á las cosas de Alemania al despacho que se
envía al rey. — Traslación délas monjas del Carmen de Bruselas
á su nuevo monasterio. — Molestias que le causa la gota.
Real Academia de la Historia,— Solazar , A 63", fol. 315.
Señor duque : Parésceme que las cosas de Alemania son
ocasión de que escribamos mas veces de lo que lo hiciéra-
mos quizá sin eso.
Por el despacho que se envía agora á S. M. verá V. S.
lo que pasa allá y aquí se ofresce que representar á S. M.,
con que podré excusar de cansar á V. S. con hacer larga
esta , sin ofrescérscme que discurrir en la materia, mas que
desear que se pueda encaminar lo que se apunta, aunque
lo tenga por dificultoso. Quiera Nuestrg Señor encaminar-
lo como mas convenga á su servicio y al bien universal de
la cristiandad; y para todo importará que S. M. con su mu-
cha prudencia ayude á encaminarlo , dando para ello las
órdenes que viere que mas convengan para lodo. V. S. lo
\ procure así por su parte, pues terna tanta en lo que se hi-
ciere, que todos le habremos de dar las gracias por ello.
No se ofresce otra cosa de sustancia al presente que es-
cribir de acá. Deseamos nuevas mas frescas de la salud de
SS. MM. y AA., esperando que serán tan buenas como las
deseamos.
El dia de San Josef se mudaron aquí las monjas car-
melitas descalzas á su monasterio nuevo , y aunque no es-
21o
tá acabada aun la iglesia , y les sirve agora de iglesia lo
que después ha de ser coro , dicen que están contentas y
bien acomodadas.
La cuaresma se ha pasado hasta agora muy bien , á
Dios gracias , aunque me ha retentado la gota un poco y
obligádome á no salir del aposento por cuatro ó cinco dias,
con que se acaba lo que hay que decir de acá, y esta con
que Dios guarde á V. S. y le dé tan buenas Pascuas como
se las deseo. — De Bruselas á 24 de marzo, año 16 H. —
Alberto. — Con rúbrica.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Bruselas á 1 de abril de 161 1.
Nuevo ataque de gota que ha tenido. — Mal estado de las cosas de
Alemania. — Diego López Suero. — Conveniencia de atender en su
pretensión á Octavio Vizconde.
Beal Academia de la Historia. ^Salazar, ^ 63, fo^ 315.
Señor duque : Pocos dias ha que he rescibido su carta
de V. S. de los 9 del pasado, y he holgado mucho de en-
tender por ella las buenas nuevas que me da de la salud de
SS. MM. y Ax\. Dios los guarde y se la continúe , como la
cristiandad lo ha menester y todos lo deseamos.
De que V. S. me diga que le va mal de algunos acha-
ques me pesa mucho, aunque quiero esperar que no pasa-
rán adelante, y que habemos de ver á V. S. muchos años
con mucha salud, pues la emplea tan bien, y el nuevo traba-
jo de que ha querido encargar S. M. á V. S. ha de ser para
que todo el mundo eche de ver la mucha razón que S. M.
214
tiene de hacer de V. S. la confianza que hace, saliendo la
crianza del príncipe tan acertada como sin duda lo será,
con que puede V, S. dar por muy hien empleado el trahajo
que pusiere en ello.
El cuidado que veo tiene V. S. de mi salud eslimo en
lo que es razón, y se lo meresce á V. S. la particular vo-
luntad que le tengo. Mala amiga es esta gota, que aunque
conmigo se ha piadosamente con no darme grandes dolo-
res, es muy pesada cosa lo que embaraza é impide á una
persona para todo. Después que escribí últimamente á V. S.
me ha vuelto á dar, de manera que estuve el martes de la
semana Santa en la cama; pero, á Dios gracias, he podido
asistir después á todos los oficios, aunque sin salir de estos
aposentos, sino para el mandato y acompañar al Santísi-
mo Sacramento; y así se han pasado estos dias razonable-
mente, aunque todavía ando cojo, y así rendido á purgar-
me un dia de estos, con ser la cosa que mas cuesta arriba
se me hace. A los médicos les paresce que será convenien-
te siquiera para que la gota no menudee tanto , aunque
yo me atengo al remedio del ejercicio que V. S.- me dice,
que le tengo por el mejor de todos, aunque en esta tierra
no se puede hacer siempre que se quiere por estorbarlo
muchas veces el tiempo. Con todo, espero que si Dios qui-
siese encaminar las cosas de manera que V. S. pudiese
dar una vuelta por acá, que no le paresceria muy mal la
tierra. A lo menos se puede asegurar á V. S. de que serian
para mí los mejores dias que hubiese tenido los en que
pudiese tener á V. S. por huésped: que aunque el hospe-
daje no seria tan bueno como lo meresce V. S., se haría
con la mayor voluntad del mundo.
Mucha razón tiene V. S. en todo lo que dice tocante
á las cosas de Alemania, y cierto que locan lanto á las de
la cristiandad en general, y en particular á nuestra casa,
que se puede con mucha razón procurar con grandes veras
el remedio dellas , y así es muy conforme á la grande cris-
tiandad de S. M. el tomar estas cosas tan á pechos como
V. S. me dice, y no dudo sino que se enviarán á don Baltasar
las órdenes necesarias para ello: que aunque V. S. me di-
ce que se me avisará dello, hasta agora no he entendido
otra cosa mas de lo que don Baltasar me ha ido avisando
de lo que ha ido sucediendo, que como V. S. dice muy
bien , paresce que lo encaminan los mayores enemigos que
tiene nuestra casa , y bien creo que hay algo dello. Y
con todo, espero que ha de ser servido Nuestro Señor de
que sea todo para mejor , como se puede esperar, según el
estado en que quedaban las cosas, con que paresce que
tomarán algún pié firme, á lo menos por algún tiempo,
particularmente si se pudiese encaminar lo del rey de ro-
manos, y S. M. asistiese al de Hungría, de manera que pu-
diese ser mas señor de sí y menos sujeto á las leyes que
otros le quisiesen poner, como no dudo lo entenderá V. S.
así, cuando vea el despacho de don Baltasar, que se envia
agora á S. M. , que con su mucha prudencia y la asistencia
de V. S. encaminará en todo lo que más convenga y sea
mas acertado.
Mucho he holgado de entender lo que V. S. me dice,
tocante á las pláticas de Francia, que no dudo se encami-
narán por el camino que S. M. quisiere, pues á Francia le
está tan bien y no podrá hacer otra cosa, ni estorbarlo el
duque de Saboya con los motivos que ha hecho, no siendo
asistido de S. M., de que creo están ya desengañados en
Francia.
Todo lo que V. S. me dice tocante al negocio de Diego
López Suero, es muy conforme á lo que yo podia esperar
21G
de S. M., y así se apurará eslo y se dará cuenta á S. M.
de lo que se descubriere.
Muy á propósito será que se haya enviado el despacho
del tusón del Lanlzgrave, como V. S. me dice se haría,
aunque hasta agora no he sabido que se haya enviado.
Confieso á V. S. que he sentido Ío que me dice locan-
te á la pretensión del conde Octavio , siendo cosa que de-
pende solamente de la voluntad de S. M.; y así no puedo
dejar de replicar y pedir á V. S. lo remedie como puede,
pues el conde Octavio lo meresce por tantos caminos , que
habrá pocos que puedan hacer consecuencia con él, y V. S.
me hará en ello muy gran placer, como también en tener
por encomendadas las demás personas por quien he escrito
á V. S., á quien guarde Nuestro Señor con la salud que le
deseo. — De Bruselas á 7 de abril, año 1611. — Alberto. — •
Con rúbrica.
Carta autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Marimont á Q de mayo Je 1611.
Pide qne se procure el pronto regreso del marqués de Espínela á
Flándes, después de haberle hecho el rey las mercedes que me"
recepor sus grandes servicios.
Heal Academia de la fíistoria,-^ Salazar, A 65, fol. 319.
Señor duque: Porque el despacho de don Baltasar para
S. M., que agora se le encamina, ha acertado á llegar es-
lando para partir el ordinario de aquí , y parescer que en
él no venia cosa de tanta prisa que obligase á despachar
CJrreo propio con él , no se ha hecho.
247
Por el despacho verá V. S. lo que pasa, que paresce
menos malo de lo que se podía temer, y aun puede dar al-
guna esperanza de que se haya de concluir todo bien. En-
camínelo Nuestro Señor como puede y es menester para
todo, como lo podemos esperar, estando de por medio la
grandeza y autoridad de S. M., y el cuidado con que V. S.
acude á procurar encaminarlo todo. Y pues V. S. conosce
cuanto importa esto, no dudo de que haya de acudir á ello,
como don Baltasar lo pide y el estado de las cosas lo re-
quiere.
Con la ocasión de escribir agora cá V. S., he querida
decirle que tengo por sin duda que habrá llegado ya ahí el
marqués Spínola; y porque se ha gobernado aquí déla ma-
nera que con el mismo he escrito á V. S. , no puedo dejar
de decirle, por lo que conviene al servicio de S. M. , que
en todo caso procure V. S. que vuelva aquí el marqués
cuanto antes; porque así para las cosas de aquí como pa-
ra las de esta vecindad , no hallará S. M. tan fácilmente
ministro tan hecho ni tan á propósito como es el marqués.
Y por la pesadumbre que es criar ministros nuevos, con-
fieso á V. S. que sentiria mucho que no volviese el mar-
qués; y aunque creo que hará siempre lo que S. M. le man-
dare, importará mucho para que lo haga, y con mayor
gusto, que S. M. le honre y haga la merced que le habe-
rnos suplicado la Infante y yo, que es que le mande cubrir,
pues no deja de merecerlo el marqués por su cualidad y
servicios, quizá tan bien como otros, aunque quizá con-
curran en ellos diferentes respetos, y pocos pueden hacer
consecuencia con él. Y si para eso es menester que se en-
tienda que S. M. nos hace esta merced á nosotros, holga-
remos mucho dello, porque realmente la recibiremos la In-
fante y yo por propia y muy particular. Y así me hará
218
V. S. muy gran placer en suplicarlo á S. M. de mi parte,
y procurar que.se resuelva S. M. en ello con brevedad,
mandando al marqués que con ella vuelva á servirle aquí
en su cargo, pues no deja de hacer falta notable en éi,
siempre que estuviere fuera de aquí. V. S. que conosce y
sabe tan particularmente las partes que concurren en el
marqués, espero que holgará de encaminar esto como co-
sa tan conveniente al servicio de S. M., y por hacerme á
raí placer, que cierto me le hará muy grande en ello. Y
así, confiado en esto, no lo pido.á V. S. con mas encares-
cimiento, y acabo esta con decir que Dios guarde á V. S.
con la salud que le deseo - — De Mariraont á 6 de mayo,
año 1611. — Alberto. — Con rúbrica.
Carta original del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Marimonl á 7 de mayo de 1611.
Por don Alonso de Avales.
üeal Academia déla Historia. — Salazar, A 63, fol. 285.
Muy ilustre señor: Diversas veces he escrito al rey mi
señor y también á V. S. por el maestro de campo don Alfon-
so de Avalos; y si bien espero que se ha de servir S. M.
de mandar tomar en sus particulares muy favorable reso-
lución, haciéndole la merced que meresce, por lo que de-
seo el buen efecto, he querido volvérselo á encargar de
nuevo á V. S., como lo hago por esta con muchas veras.
Nuestro Señor guarde la muy ilustre persona de V. S. co-
mo desea. — De Marimont á 7 de mayo, 1611. — A lo que
V. S. ordenare. — Alberto. — Con rúbrica.
219
Carla autógrafa del archiduque Alberto al duque de Lerma,
fecha en Marimont á \^ de mayo de 1611.
Le da el parabién por el nacimiento de un nieto. — Agradece el in-
terés con qne el rey interviene en las cosas de Alemania. —
Muéstrase complacido por la merced hecha al conde Octavio Viz-
conde.— ^Recuerda las demás personas anteriormente recomen-
dadas, y con especialidad al marqués de Espinóla. — Pide que se
ayude á fray Felipe de Ayala, para que se le nombre general de
la orden de san Francisco.
Real Academia de la Historia, — SaJazar, A 65, fol. 321.
Señor duque: Quiero comenzar esta con dar á V. S. la
enhorabuena del nieto que por su carta de o de este me
dice le ha nascido, como quien huelga tanto de todo lo
que puede ser gusto y de contento para V. S., que se pue-
de asegurar de que no me hace ventaja en esto nadie. Ló-
grele V. S. muchos años, y espero que ha de ser servido
Nuestro Señor de dar á V. S. otras muchas ocasiones de
contento, que si fueren tantas como yo se las deseo, seque
estará V. S. muy satisfecho.
Con las buenas nuevas que V. S. me da de la salud
de SS. MM. y AA. , y del buen tiempo que les hacia en
Aranjuez, he holgado cuanto debo. Dios los guarde y les
dé ocasiones y lugar para holgarse como lo merescen y se
lo deseamos todos. Acá tomáramos parte de ese tiempo,
porque le hace tan seco, que no se acuerdan los viejos de
haber vislx) tal, y tras esto ha helado estos dias, con que
están así la fruta como los demás frutos del campo cuasi
del todo perdidos. Dios lo remedie como puede , y pague á
Y. S. lo que trabaja por el bien público y el servicio de
220
S. M., pues le ha querido dejar en Aranjuez y venirse á
Mcidrid á lo que V. S. me dice, que aunque no dejará de
haber dificultad en salir con lo que se pretende, particu-
larmente en materia de provisiones, no dudo de que con
su buena maña y autoridad saldrá V. S. bien con ello; y
cierto que para lo de Alemania es harto menesler, como lo
verá V. S. por el despacho de don Baltasar, que se envía
agora, á que me remito. Y habiendo visto lo que S. M. ha
sido servido resolver acerca de estas materias, no me que-
da que decir sino mucho reconoscimiento de la merced que
S. M. nos hace á todos en ello, y también de lo que debe-
mos á V. S. para verlo encaminado así , remitiendo lo de-
más á Nuestro Señor, para que se sirva de encaminarlo
todo como mas convenga á su servicio y al bien universal
de todo. Así se sirva de encaminar también las cosas de Fran-
cia que V. S. dice, como no lo dudo, encaminándose con
la mucha prudencia de S. M. y grande cuidado de V. S.
Mucho importará que V. S. tenga la mano á que se
envíe luego el tusón del Landsgrave, por lo que ha que du-
ra esto, y conviene tener aquel hombre obligado.
Muchísimo placer me ha hecho V. S. con haber enca-
minado la merced que S. M. ha hecho al conde Octavio,
que la he estimado como es razón , y así mcr hará V. S.
mucho placer en besarle las manos por mí por ella, y en
tener por encomendados á los demás por quien tengo es-
crito á V. S., y particularmente al marqués Spínola , pues
lo meresce también, como V. S. lo apunta muy bien en
su carta; y así , no puedo dejar de pedírselo á V. S. con
lodo el encarecimiento que puedo, y que procure que S. M.
se resuelva muy presto con él y le mande volver á servir
aquí tan honrado y con tanta merced como lo meresce.
Dícenme se trata de hacer general de la orden de Sant
221
Francisco, y que está en buen predicamento para ello fray
Phelipe de Ayala , que en su mocedad fué mi paje. Si es
así que lo merezca, me hará V. S. mucho placer en tener-
le por encomendado para ayudarle, pues por la obligación
que le tengo , no podré dejar de estimar todo lo que V. S.
hiciere por él.
Aquí quedamos, á Dios gracias, con salud, y, aunque
con el tiempo que tengo dicho, se pasa bien, porque se
puede salir á gozar del campo, y mis pies (aunque blandos)
dan hasta agora lugar para ello. Dios guarde á V. S. con
la salud que le deseo , y le dé muchas y muy buenas Pas-
cuas.— De Marimont á 19 de mayo, año 1611. — Alberto.
— Con rúbrica.
Relación breve del depósito del cuerpo de S, A, el señor ar-
chiduque Alberto (que esté en gloria), en Bruselas y en la
capilla del Santísimo Sacramento del Milagro,
Enviada á don Diego de Ribadeneira.
biblioteca Nacional. Sala de MSS,—li^, fol. S52.
Habiéndose dado fin al sitio de Juliers y á las preven-
ciones para el depósito del cuerpo del serenísimo archidu-
que Alberto, que esté en gloria, en la iglesia de santa Gú-
dula desta villa de Bruselas, debajo del altar del Santísimo
Sacramento del Milagro, como lo ordena en su testamen-
to, se escribió á los gobernadores de provincias, y donde
(i) Publicamos esta relación, aunque está impresa, por ser
muy rara y muy curiosos los pormenores que da de las honras fú-
nebres hechas al archiduque Alberto.
222
no los liabia á los presidentes y chfancillcres dolías, nombra-
sen caballeros de los mas calificados para adestrar caballos
y llevar estandartes en el acompañamiento, así de sus pro-
vincias como de Alemania y rebeldes, advirliéndoles estu-
viesen á los siete de marzo en esta corle, manifestándose
todos en casa del audiencier á las nueve , y asimismo to-
dos los arzobispos, obispos y abades que no tuviesen ocu-
pación forzosa.
Colgóse la iglesia de santa Gúdula al rededor, pilares,
coro, capilla del Santísimo Sacramento y oirás veinte y
siete, donde se dijeron misas el dia del depósito hasta las
cinco de la tarde, de panos negros, de doce anas de caída,
con cenefa de terciopelo por lo alio, coronada de seis mil
velas de cera, y sembrados grandísima cantidad de escu-
dos de las armas del difunto, y entre pilares en los ar-
cos dellos una A sembrada de velas. Armóse el altar para
decir la misa mayor, donde se dice en la fiesta del Santí-
simo Sacramento del Milagro, levantado seis gradas del
suelo, aderezado de un ornamento de brocado riquísimo.
Fabricóse en el cuerpo de la iglesia un túmulo de admira-
ble arquitectura, que frisaba con la bóveda, pintado de
blanco y oro, por lo bajo pintadas con gran primor las em-
presas de Ardres, Calés, Hulst, Oslende, Linguen, Grol,
Aquisgran ; etc., socorro de Bolduch, defensa de Lisboa y
otras cosas, con sus letreros latinos que lo declaraban, con
sus colunas y portadas á cuatro partes, sembradas entre
ellas, y por lo alto doce virtudes que mas resplandecieron
en él, entre las muchas que tuvo; luego un corredor con sus
balaustres, y eneima de las portadas cuatro escudos de las
armas con sus orlas y epitafios grandiosos ; en lo bajo á las
esquinas altas ocho leones que sustentaban cuatro pirámi-
des cuajadas de luces, como lo estaba todo el túmulo , y re-
2iS
partidas coa admirable agrado. Seguíanse sobre tela de oro
veinte y ocho escudos en tres órdenes, de las provincias
propietarias de S. A. ; luego cuatro candeleros de notable
grandeza y arte, y en medio un pirámide ondeado, sem-
brado de lamparillas, y sobre él una corona archiducal.
Fué autor del Jaques Francarl, que basta para quedar en-
carecido por uno de los mejores , mas desenfadados y cu-
riosos que se han inventado jamás.
Atajóse la iglesia con una valla muy fuerte con púas de
hierro en lo alto. Pusiéronse cantidad de bancos páralos que
oficiaban la misa, embajadores, perlados, grandes, tusones,
capellanes de oratorio, capítulo de la iglesia, Consejos de Es-
tado, Privado, Finanzas, chancillería, cámara de cuentas y
magistrado desta villa. Hiciéronse en las naves colaterales
seis tablados para damas y gente particular; y para que no
subiesen á ellos ni entrasen en la iglesia personas que no lo
fuesen , se dieron al conde de Noyelles, mayordomo de S. A.,
tres mil señales de cartón, para que las distribuyese, y or-
den á las guardas para que no entrase sino el que la ma-
nifestase, con que quedó la iglesia desembarazada, y go-
zaron todos en ella de las ceremonias deste día.
Adornóse el frontispicio por de fuera de la iglesia de pa-
ños negros, en medio un escudo grandiosísimo de las armas
de S. A. con orla de terciopelo; á los lados dos epitafios y
dos tarjetas de la divisa.
La entrada de las puertas hacían llana dos figuras del
Tiempo y Muerte , levantando la bayeta puesta sobre pe-
destales.
Mandó hacer la villa una puente grandiosa por en-
cima de las gradas de la iglesia, para subir á ella; y
por las calles donde había de pasar el cuerpo, vallas de
diez y ocho pies de ancho, guarnecidas por de fuera de
224
cuatro mil vecinos, la mitad con hachas encendidas, y
dos escudos de las armas en ellas, y los otros con alabar-
das entremezclados, y las casas colgadas de bayeta sem-
brada de escudos.
La capilla real del palacio se colgó de paños negros,
terciopelo y velas por lo alto, coreada la nave de enmedio
de bancos, por los que en ella tienen asiento semejantes
dias. Levantaron enmedio della tres gradas én forma aova-
da; nacian della seis pedestales con trofeos de la muerte,
y sobre ellos blandones de plata blanca con cirios de cera
y escudos de las armas. Coronábales un dosel de brocado,
y sobre él un pirámide grande de tela de plata, y por en-
cima una corona de tela de oro bordada. Sallan della cua-
tro ramos de palma y laurel, cercadas las gradas de ha-
chas y de las insignias y estandartes que se llevaron en el
acompañamiento. Cubrióse de bayeta todo el cuarto bajo
de S. A. , patio, vallas y salón; de la puerta del se hizo
una puente hasta la mitad del patio para bajar el cuerpo.
Sacáronle de la sacristía baja donde estaba viernes á once
de marzo á las doce del dia ; pusiéronle en la capilla real ea
su puesto. Comenzaron los clamores y se continuaron hasta
el siguiente en la noche. Cerráronse las tiendas en la villa:
dijéronse aquella tarde las vigilias del difunto con la solen-
nidad y grandeza posible, y al amanecer el sábado las mi-
sas del Espíritu Sanio y Nuestra Señora, los obispos de
Ramunda y Ambéres. A las seis de la mañana comenzó á
caminar el acompañamiento, después de haber la compañía
de lanzas españolas del marqués de Belveder desembaraza-
do las calles, que con esto y pena que puso la villa á los
que las ocupasen, quedaron despejadas y cubiértolas de pa-
ja, como es costumbre.
Venian delante dos oficiales de la caballeriza de S. A.,
225
por guiar y dar el compás del paso á los cinco guldes.de la
villa , que les seguían arrastrando las banderas y picas,
las armas de fuego al revés, las cajas destempladas, cubier-
tas de bayeta, y todos ellos vestidos delia; luego cuatro-
cientos puí.>res con lobas y capirotes de paño negro, y en
las manos baclias con dos escudos en ellas. Seguíanlos to-
d¿is las órdenes, perroquias y capítulo de Santa Gúdula,
acompañadas las cruces con bacbas, y los guardianes, prio-
res y curas resvestidos con diácono y subdiácono; luego la
capilla real, capellanes de altar y de oratorio, delante de
treinta y cuatro abades , ocbo obispos y dos arzobispos, to-
dos vestidos de pontifical con mitras blancas y capas riquí-
simas, fúnebres. Tras ellos, los criados de S. A. sin sombre-
ros, y no se cubrieron en este acompañamiento sino los
siete grandes de España que iban en él, de dos en dos,
desde los oficiales de manos hasta los gentiles-hombres de
la boca , en los puestos que les señalaron , según las pree-
minencias de sus oficios.
Seguían cuatro atabales que llevaban dos mozos sobre
las espaldas, y dos atabaleros detrás con sus palos en las
manos, y doce trompetas con las banderas al revés sobre
el hombro izquierdo; luegounrey de armas con cota de las de
S. A., enteras deilas, á su lado derecho un preservante con
cota, de Lila, y al izquierdo de Tornay. Tras ellos la corne-
.la de colores, encarnada, blanca y azul, pintada en ella los
bastones de Borgoña en cruz, y el pedernal y eslabón de la
Orden del tusón, despidiendo las llamas , y en medio la di-
visa del difunto, que es un brazo que ofrece una nube, y
en la mano una espada cercada de laurel y un letrero. Pul-
chrum clarere utroque. Llevábale Antonio Serelaes, caba-
Üerizode S. A., luego el guión de colores como la corneta,
solo añadido al señor Adalberto Mártir, obispo de Praga.
Tomo XLIIL 15
226
Llevábale monserior de Metsenhanten , el yelmo de justa
monseñor de Peranoy, la tarjeta de divisa monserior de
Mastamy. Seguia el caballo de fusta, cubierto hasta el sue-
lo de tela de plata, listada de terciopelo carmesí y azul, bor-
dada de la dicha divisa é insignia del tusón , con sillay ade-
rezo azul, bordado de cañutillo de plata, sembrado de palle-
tas de oro, y en la cabeza una testera grabada de oro y un
penacho en ella grandísimo de las colores. Adestrábanle
monseñor de Pipenpoy y don Dermiero Omalhum , del há-
bito de Caiatrava, caballerizos de S. A.; y el estandarte
grande de las colores, que es como el guión, el barón de
Ajassy.
Venia otro rey de armas con cota entera deltas, y dos
heraultes á sus lados , el del derecho con cota de Frisa , y
el otro de Salines. Seguíanles siete caballos de los señoríos
de Grocninghen, Overissel, Utrecht, Malinas, Salines, Fri-
sa y marquesado del Sacro Imperio en Ambéres, adereza-
dos con gíreles de ormesí , pintadas en ellos las armas de
la provincia, guarnecidos de franjas y borlas de oro, con
sillas de armas y guarniciones de terciopelo, largueadas de
pasamanos de oro y plata, frenos y estribos dorados, tes-
teras doradas, niveladas con penachos de setenta plumas
con sus codones, y en ellas treinta. Venia con cota entera
otro rey de armas, á mano derecha un heraulle con cota
de Flándes, y el de la izquierda, de Arloes. Tras ellos on-.
ce caballos aderezados como los de arriba, de los condados
de Charolois, Zutfen, Namur, Zelanda, Holanda, Henao,
Tirol, Borgoña, Artoes, Flándes y Absbourg. Divídian los
de los ducados otro rey de armas y dos heraultes, el dere-
cho con cota de Borgoña, y el izquierdo de Brabante. Se-
guíanlos nueve caballos de otros tantos ducados, Wilem-
bcrghe, Gueldres, Lucemburg, Limburg, Carniola , Ca-
I
227
rintia, Stiria, Brabante y Borgoña, luego un rey de armas
con cota de Austria y el caballo deste arcbiducado. Tras él,
con cada caballo de los referidos, iban adestrándole dos
caballeros, y otro detróis con el estandarte de la provincia,
pintados á dos haces, guarnecidos de franjas de oro, y las
bastas doradas: eran ochenta y cuatro caballos nombrados
para este efecto.
Seguía el carro pintado de blanco y oro de la mejor
arquitectura y curiosidad que se podia inventar, labrado á
la redonda de relieve, el Serenísimo archiduque dando co-
ronas de marqueses y condes, armando caballeros, fabri-
cando iglesias y repartiendo limosnas, y fueron tales y tan-
tas las que distribuyó, que es cierto y se sabe por los libros
de finanzas, ser mas de dos millones de oro, con haber des-
empeñado el patrimonio en doscientos mil ducados; y asen-
tada en lo alto del una figura grandísima de la liberalidad,
vestida de blanco, sobre la cabeza un águila al natural, la
mano izquierda sobre una esfera , y la derecha señalando
veinte y siete estandartes, que distribuidos por el carro,
significaban los reinos , ducados y provincias que heredó
en Alemania por muerte del emperador Matías su hermano,
y cedió gratis al emperador Ferdinando segundo, que hoy
reina para mayor gloria de Dios , aumento de su iglesia y
conservación de la Casa de Austria. Daba á entender lo
dicho una figura entretallada en el revés del carro , y por
remate una urna con fuego, símbolo de la inmortalidad,
A los lados de la liberalidad habla dos cornucopias, despi-
diendo la una frutos de la tierra, y la otra coronas, cade-
nas, joyas, etc.; á los pies cantidad de bolsones derraman-
do dinero, y delante un altar, y sobre ella coronas é insig»
nias del imperio, la délos reinos de Hungría, Bohemia, etc.
Cercaba el altar esta letra : Hoec sprevit et obiit: despre-
223
ciando lodo murió. Tirábanle seis hermosísimas jumentas
castañas, con gireles y guarniciones á la romana, de rasí)
blanco, bordado el campo de lazos y florones détela de oro,
perfilados y guarnecidos encima de cada una su figura. La
primera la Benignidad; vestida ló interior de raso amarillo
y el manto azul , bordado de estrellas de oro, despedía leché
de un pecho, y tenia en la mano derecha un sol. La segun-
da la Nobleza, con saya entera con manga de punta de ra-
so blanco, guarnecida de pasamanos de plata, en la una
mano el escudo de Austria, y en la otra el ceptro. La ter-
cera el Amor virtuoso, en forma de Cupido, con su arco y
flechas en el aljaba , esparciendo coronas de laurel. La
cuarta la Prudencia , lo interior raso verde y el manto mo-
rado, con sus insignias de espejo y serpientes. La quinta
la Providencia, vestida á lo romano, de carmesí, y el man-
to de raso verde bordado de espigas de oro y hormigas que
pretendían desgranarlas, en la mano derecha un manojo
de espigas, enlazadas con pámpanos y racimos de uvas, en
la izquierda el timón de nave y una llave. La sexta la Ra-
zón , vestida de blanco y manto azul, con un cinto bordado
de números aritméticos, y en la mano derecha un freno
dorado.
Seguían dos reyes de armas de S. A. , con cotas ente-
ras dellas; tras ellos el pendón de las armas que llevaba el
conde de Beanrepairt ; luego el guión dellas á cargo del
conde de Crois. Venia el caballo de batalla con girel corlo,
bordado en él de tela de oro y plata las armas de S. A.,
con silla y guarnición cuajada de canutillo, testera graba-
da de oro y penacho en ellas grandísimo, de pluma de las
colores; adiestrábanle los condes de Gpininy y Bailen!. El
conde de Falais llevaba el grande eslanJarte. Seguíanle
los condes de Anappe y Vellcrnac, que guiaban el caballo de
229
parada , con cubierta hasta el suelo de lela de plata y oro,
sembrada de las armas, y su silla de armas y gnarnicioa
bordadas. El condecito de Bronay llevaba la bandera cua-
drada , el yelmo de guerra el de Busquoy; el conde de
Harlies el escudo grande; el esloque envainado el conde
de Hoels, y el conde de Hautekerch la cota de armas ad-
mirablemente bordada. Luego tres reyes de armas con co-
tas enleras dellas, y les seguían los condes de Manders-
cheit Kul y de Moya, adestrando el caballo del duelo que iba
con cubierta basta el suelo de terciopelo negro con cruz de
brocado , y en los ángulos della y frente escudos de las ar-
mas, bordados. El collar de la orden del tusón, en una almo-
hada de brocado, llevaba el marqués de Trasuginis; el
príncipe de Barbanso (i) el ceptro; el de Simay la espada de
honor desnuda; y el conde Otavio Vizconde, caballerizo ma-
yor, en un cojin de brocado , la corona arcbiducal, ador-
nada con parte de las joyas de la Serenísima infanta, que
eran de inestimable valor. Luego el conde abad de Gem-
blours, con el estoque de Su Santidad, y en la punía del
el capelo del Sancti Spíritus. Seguíanle seis mayordomos
de S. A. con lobas arrastrando y sus bastones. Eran los
condes de Ierres, No3'elles, Rocux, Misdeburg , monse-
ñor de Andelot y conde de San Aldegonde. Tras ellos el
marqués Espinóla con el collar y bastón levantado , como
mayordomo mayor; á los lados doce pajes de S. A. con
hachas y escudos en ellas de las armas, y luego el cuerpo
en hombros de los gentileshombres de su cámara , que son:
el conde de Vertni , conde de Henin, don Francisco de
Ibarra, conde de Marles, conde de ísenghien, barón de
Croneiiburg, coade de Senegheme y conde de Isembourg.
(1) Tal vez en lugar de Brabanzon.
230
Seiialóseles para ayudarles al conde de Roehefort, conde
Juan de Nassau, conde de i\rguiz, conde de Tirón, don Car-
los Goloina, marqués de Belveder, don Baltasar de Guzman,
don Cristóbal Colon, don Felipe de Silva, vizconde de Gan-
te, Mons de Strabrouch, nions de Somlom, Carlos Grimaldo
y monseñor de Nufinlly, todos con lobas. Llevábanle diez cada
vez, cubierto con un paño riquísimo de brocado blanco, y
cruz carmesí. Llevaban los cabos del el duque de Umala,
marqués de Bade, conde de Egmont y marqués de Marnet,
como su sumiller de corps. Iba debajo de un palio grandí-
simo de brocado del paño, y los del magistrado desta vi-
lla llevaban las varas del. Iban detras el nuncio y emba-
jador de España con gran luto, y luego con lobas arras-
trando y collares del orden , ocbo caballeros del tusón , prín-
cipe de Ligue, conde de Soíre, duque de Ariscot, mar-
qués de Havre, conde de Emdem, conde de Hoestrat, con-
de de Salazar y príncipe de Espinoy. El conde de Berla-
mont, por estar con gota, esperó en la iglesia. Seguían los
Consejos de Estados, Privado, Finanzas, Chancillería y
Cámara de Cuentas de Brabante. Cerraban los archeros y
alabarderos, guiados por sus tenientes. Tardcjse en el ca-
mino ocho horas y media. Llegóse á la iglesia cerca de las
tres. Pusieron el cuerpo en el túmulo sobre las ocho gra-
das levantadas del suelo , coronadas de un dosel de broca-
do, colgado, los lados de terciopelo negro, y sobre ellos los
cuatro cuartos de S. A. Serenísima , el emperador Fernan-
do primero y su mujer la emperatriz doña Ana de Hun-
gría, sus abuelos palernos y maternos, el emperador Car-
los quinto, y la emperatriz doña Isabel de Portugal su mu-
jer; y aunque puestos allí para honra del difunto, en lo
inclinado mostraban recibirla de tan grandioso nielo. Co-
menzó la misa el arzobispo de Malinas y dos abades por
2o i
diácono y subdiácono: oficióse coa excelenlísima música.
Predicó las honras el reverendo padre fray Bernardo de
Montgallart, abad de Dcrval, vestido de ponlifical, hora y
media, tiempo breve para recopilar las infinitas virtudes
del difunto. Hizo m.emoria dellas con su ordinaria elegan-
cia. Dio fin con asegurarle (á lo que se puede creer piado-
samente) en el cielo, acompañado de lágrimas; y causólas
en los presentes, considerando la falta de tan gran prínci-
pe. Prosiguióse la misa , y al ofertorio salieron todos los
caballeros que adestraron los caballos á la puerta de la
iglesia, de donde los lomaron y detrás de cada uno su es-
tandarte; abatíanle al altar, después al cuerpo, y le ofre-
cían al arzobispo. Recogieron los estandartes al lado de la
epístola. Volviéronse los caballos á la caballeriza, acompa-
ñando los oficiales della al del duelo.
Acabada la misa, dijeron los obispos y arzobispos sus
responsos, y luego llevaron el cuerpo al lugar del depósito,
acompañándole el capítulo de Santa Gúdula, capilla Real,
perlados, jinsignias reales, mayordomos y pajes con ha-
chas, y detrás los embajadores, tusones y consejos: re-
zaron el Miserere, Metiéronle en la bóveda los gentiles-
hombres de la cámara. El audiencicr y demás ministros hi-
cieron la entrega del cuerpo al capítulo. Selláronlo con los
autos necesarios al depósito. Llegaron los reyes de armas,
heraul tes y preservantes; quitáronse las cotas, echáronlas
en la bóveda, los mayordomos sus bastones, y los que lle-
vaban las insignias principales, las metieron dentro. Sacó-
lo el rey de armas todo, y dijo á la puerta de la bóveda por
tres veces en alta voz: '*El Serenísimo archiduque, duque de
Borgoña, Brabante, etc., nuestro príncipe soberano, es
muerto." Sintieron estas palabras los corazones de lodos, co-
mo era justo, dando los ojos testimonio de lo que padecían.
232
De allí á un rato alzó la espada de- honor el príncipe de
Chimay, y el rey de armas la voz diciendo: **Viva el rey
don Felipe de las Españas nuestro señor." Aclamaron cuan-
tos estaban en la iglesia; rasgaron los atabaleros la bayeta
que cubría el parche de ios atabales ; tocáronlos, y los doce
trompetas con gran regocijo. Acabóse el depósito á las ocho
de la noche, empezándose á las seis de la mañana. Hizo
admirable dia y no sucedió desgracia ninguna, con haber
acudido inünita gente de todas partes, y hubo en todo gran-
diosa orden. — Con licencia. — En Madrid. — Por la viuda de
Cosme Delgado. — Año de 1522.
DOCIMEXTOS RELATIVOS
A LA
VENIDA DE FRANCESES A PERPIÑAN Y NAVARRA.
AÑO 1542 (*)/'
Despacho original del emperador Carlos V al condestable
de Castilla, fecho en Monzón á 25 de julio de 1542.
Aviso de los puntos á donde se dirigen los ejércitos de Francia. —
Medidas de defensa, tomadas por el emperador. — Encarga al
condestable que tenga preparadas sesenta lanzas de hombres
de armas para acudir al lugar que se le designe.
Diblioíeca Nacional.— Sala de MSS,— G 48, foL 63. . J
EL REY.
Condestable primo: Ya habréis sabido las demostracio-
nes que se han hecho de querer romper la guerra contra ,
Nos y nuestros reinos y señoríos, y lo que habernos pro-
veido para la observación dellos (1). Y porque demás del
(*) Este es el titulo que lleva al frente esta correspondencia.
(1) Viendo Francisco I quebrantadas las fuerzas de Carlos V,
después de la desastrosa expedición de Argel, á un tiempo mismo
234
apercibimiento general y expreso que han hecho en todas
maneras de subditos, agora tenemos nueva que se hace
grueso juntamiento de gentes y forman ejércitos para nos
venir á ofender, délo cual tenemos avisos de todas partes,
y que se acercan á las fronteras de Navarra y Perpiñan,
aunque cargan mas á la de Perpiñan, con la esperanza de
Jas fuerzas del turco que esperan por la mar; no embar-
gante que por nuestra parte no solamente no se ha dado
ocasión, mas habemos disimulado lo que habernos podido,
y aun con demasiados cumplimientos; y como quiera que
yo he mandado proveer que las dichas fronteras de Perpi-
ñan y Navarra, y también Fuenterrabía y San Sebastian
se fortifiquen y pongan en orden para su defensa y resisten-
cia de los enemigos, y están proveídas de artillería, muni-
'ciones, bastimentos y otras cosas; y demás de la gente
que en ellas estaba he mandado que se ponga en ellas mas
gente de nuevo, porque viniendo tan poderosos adversarios
conviene que así sea la resistencia y socorro que se ha de
hacer, á lo cual estoy determinado de poner mi persona y
todo lo demás para la defensión de estos reinos , he querido
daros parle de todo ello como á tan cierto servidor nuestro.
Y pues veis cuanto esto toca á mi servicio y al bien,
honra y defensión de ellos, á que todos sois tan obligados, y
donde vos sois principal persona en ellos, Yo vos ruego y
encargo que con gran diligencia hagáis poner en orden y
le movió guerra en el Luxemburgo, en el Brabante, los confines de
Flándes, el Piaraonte y las fronteras de España. Su pretensión , a!
atacar este último punto, era recobrar á Perpiñan, capital del con-
dado de Rosellon, desmembrado poco antes de la corona dej Fran-
cia. Confió esta empresa al Delfia su hijo, poniendo á su mando un
ejército compuesto de cuarenta mil infantes, dos mil lanzas y dos
mil caballos. ji;..: .
235
tener prestas sesenta lanzas de hombres darrnas , de la me-
jor gente que haya en vuestra casa y tierra, y que estén
lo mejor encabalgados y armados que ser pueda: que
aunque otras veces hayáis servido y podáis servir con
mayor suma, yo he por bien de reducillas á este núme-
ro , porque las podáis enviar más en orden y con mas
presteza , las cuales habéis de tener prestas para que pue-
dan partir en viendo otra mi carta , que según las nue-
vas tenemos que se acercan los enemigos se os enviará
brevemente , que yo os escrebiré el lugar donde vernan , y
por mi servicio que proveáis que las dichas sesenta lanzas
vengan pagadas por cuatro meses, que par^sce que se po-
dran detener en la jornada; porque á causa de los gran-
des gastos y necesidades que se me ofrescen, no se podrán
acá pagar por agora; pero pasado este tiempo yo mandaré
dar orden como seáis satisfecho brevemente de lo que fuere
debido á la dicha gente. Y demás de lo susodicho, vos rue-
go y encargo que estéis apercebido y á punto de guerra
para os venir en persona á do quiera que yo estuviere
cuando os tornare á escribir, que demás de cumplir con lo
que debéis y sois obligado á la defensa del reino, en ello
me terne de vos por muy servido. — De Monzón á 25 de
julio 1542. — Yo el rey. — Con rúbrica, — Por mandado de
S. M.— Juan Vázquez. — Con rúbrica.
Sobre, — Por el rey. — AI condestable de Castilla su primo.
I
236
CartíJ original del emperador Carlos V al condestable de
Castilla, fecha en Monzón á 50 de julio de 1542.
Disposiciones que se toman para la defensa de las fronteras de Na-
varra.— Se manda al condestable que envíe la fuerza que tiene
aprestada, á las órdenes de Juan de Vega, virey y capitán ge-
neral de aquel reino.
Biblioteca Nacional.— Sala de MSS.'-G 48, fol. 65.
EL REY.
Condestable primo: Por la carta que os mandamos es-
crebir á los 25 del presente habréis particularmente enten-
dido el eslado en que se hallan las cosas , y como para re-
medio de ello habernos proveido todo lo que ha sido posible,
encargándoos que vos hiciésedes poner en orden 3' tener pres-
tas hasta sesenta lanzas de hombres darmas, de la mejor
gente que hubiere en vuestra casa y tierra, y que estovie-
sen lo mejor armados y encabalgados que ser pudiere, pnra
que partiesen á servirnos, en viendo otro mandamiento
nuestro, como habréis visto, y por qué Nos habernos manda-
do sacar la gente darmas que reside en el reino de Navar-
ra, y que vaya á Perpiñan donde al presente paresce ser
mayor la necesidad, por las nuevas y avisos que se tienen
de cargar los enemigos más hacia aquella parte que á otra
ninguna.
Pero porque también amenazan por la parte de Navar-
ra, y se sabe que hay movimiento y juntamiento de gentes
para entrar en aquel reino, y conviene que también esté
proveido como es razón para lo que se podria ofrescer, y
la principal necescidad que hay es de gente de caballo; y
257
como quiera que habernos enviado á mandar que la que
vino de Argel, de cualquier manera que estuviere, se vayan
á meter en Pamplona; porque aun esto no basta, habernos
acordado que por estar la que vos habéis de enviar á pro-
pósito de lo de Navarra, acuda y vaya allí, y así os ruego
y encargo que la hagáis poner en orden y á punto , como es-
tá dicho, y escrebiéndoos Juan de Vega, nuestro visorey y
capitán general de aquel reino que gela enviéis, lo hagáis
con la brevedad y presteza que de vos confiamos , y veis
que conviene, que en ello nos tememos de vos por muy ser-
vido.— De Monzón á 50 de julio, 1542. — Yo el rey. — Con
rúbrica. — Por mandado de S. J\I. — Juan Vázquez. — Conrü-
brica.
Sobre, — Porel rey. — Al condeslabledeCastillasu primo.
Carta autógrafa de don Antonio (1) al condestable de Cas*
tilla i fecha en Monzón á 8 de agosto de 1542.
Buen estado de defensa de Perpiñan.— Espera la guarnición de es»
ta plaza que no han de lograr su intento los franceses. — Pre-
sunción de que la corte no saldrá en algún tiempo para Za-
ra^íoza.
Biblioteca NacionaLSala de MSS.—G 48, foL 180.
llustrísimo señor: Este gentil hombre dará á V^ S. taa
buena relación de lo de aquí y de lo de Perpiñan, que mes-
cusará de dar pesadumbre con una gran carta. Y anoche
huboS. M. una de tres desle de don Juan de Acuña, en que
(!) Firma so'o con el nombre.
238
1e dice que ellos están muy bien reparados y que rióles fal-
ta gente, y que les sobra artillería y munición, y que
S. M. ordene sus negocios y socorro á su propósito; por-
que ellos piensan que los franceses no tendrán tan buen
pleito como pensaban , y escribe verdad , porque son menos
de los que se decían, y los de dentro reconocen en ellos
mas flojedad de la que se pensaba. El otro dia salieron de
Perpiñan dos compañías , á cuatro ú cinco de italianos , que
guardaban cierta parle de su artillería, y mataron veinte
dellos, y los otros huyeron , y enclaváronles cuatro ú cinco
piezas de ellos ; y escriben que si osaran aventurar tres
mil soldados, que les dieran una muy mala mano, y les
trujeran al foso (1) una docena de cañones.
Los franceses andan mudando lugares para asentar su
artillería, y lodos los hallan tan bien reparados que hasta
ahora no se sabe que hayan comenzado á batir por ninguna
batería formada. Tiénese mucha esperanza que lo de allí se-
ria muy bien. Plega Dios que así sea, y él guarde la ilustrí-
sima persona de V. S. con tan gran acrecentamiento de su
estado como yo lo deseo. — De Monzón á ocho de agosto.
No me parece que hay ahora la priesa que hasta aquí
de salir á Zaragoza. Dicen que se espera la respuesta des-
tas tres ciudades sobre el acabar de otorgar el servicio , y
sobre el jurar aquí al príncipe, que en esto hasta ahora han
estado recios, porque querían que se fuese á jurar á ellas;
pero ahora ya lo tienen por bien, y entre hoy ú mañana
esperan sus respuestas. Hecho esto, se verá luego si S. M.
quiere salir por ahora de aquí ú no. Besa las manos á V. S,
su mas cierto servidor, — Don Antonio. (2)
(\) Puede leerse al forso.
(2) No tiene rúbrica.
239
Carta original del emperador Carlos F. al condestable de
Castilla, fecha en Monzón á ii de agosto de 1542.
Agradécele la diligencia que ha puesto en apercibir su gente.
BiUioieca Nacionah—Sala de MSS.--G A%, foL 66.
EL REY.
Condestable primo: Vi vuestra letra de 5 del presente,
y lo que en ella decís y diligencia que habéis hecho en ha-
cer apercebir la gente de vuestra casa y tierra. Os agradez-
co mucho, que bien cierto soy que para me servir habéis de
ser de los delanteros, como siempre vos y vuestros pasados
lo habéis hecho, y así hay en mí la voluntad que es razón
para haceros la merced y favor que merecéis. — De iMonzon
i I de agosto, 1542. — Yo el rey. — Con rúbrica. — Por man-
dado de S. M. — Juan Vázquez. — Con rúbrica.
Sobre. — Por el rey. — Al condestable de Castilla su primo.
Carta autógrafa de Francisco de Eraso al condestable de
Castilla, fecha en Monzón á Í5 de agosto de 1542.
Noticia de que los franceses quieren acometer á Fuenterrabía y
San Sebastian. — Indisposición del comendador mayor.
Biblioteca Nacional.— Sala de MSS.— GAS, fol 177.
íluslrísimo señor : Por la carta que S. M. escribe á V. S.
entenderá lo que se ofrece y á lo que va este correo; y
aunque dello no se puede dejar de seguir muy gran trabajo
240
y gaslo, las cosas eslán de manera que creo 3'o, según el
afición que V. S. tiene á S. M., que holgará mucho deser-
virle en eslo como en todo lo ha hecho y hace ; y cierto pa-
ra proveerlo y remediarlo todo como con venia, ha sido la
provisión tan acertada cual [)luguiese á Dios lo fuesen todas.
Las nuevas que tenemos de Perpiñan son que el ejér-
cito se da gran prisa á juntar, y que empiezan á deresar
los caminos y venir gente de pié y de caballo. Y en Bayona
también hay grandes proveimientos de artillería y muni-
ciones, y se tiene aviso que han pasado alemanes la Garo-
na, por donde se juzga que quieren intentar la de San Se-
baslian y Fuenlerrabía. Para proveer bien todo, se hace lo
posible: Dios lo tenga de su mano.
El comendador mayor ha tenido dos tercianas; esta pos-
trera ha sido menor que la primera.
Si no escribo á V. S. yo le suplico me perdone, que en
verdad que no hay quien pueda valer con lo mucho que se
escribe. Cuya iluslrLsima persona y Estado, Nuestro Señor
guarde y acrescicnte como desea, — De Monzón 15 de agos-
to, 1542. — De V. S. muy cierto servidor que sus pies y
manos besa.— Francisco de Eraso.
Sobre. — Al ilustrísimo señor mi señor el condestable de
Casulla, ele.
241
Carta autórjrafa dirigida al condestable de Castilla, desde
Monzón á 16 de agosto (1).
El emperador ha resuelto nombrar al condestable de Castilla capi-
tán general de Jas fronteras de Guipúzcoa y Navarra. — Amplias
facultades que se le conceden. — Falta de mantenimientos en San
Sebastian y Fuenterrabía. — Aproximación de las tropas france-
sas á Perpinan y Navarra.
Biblioteca Nacional-- Sala de MSS.—G 48, fol. 202.
Muy ilustre señor: Ya dije al alcaide de Villorado que
en llegando aquí, avisase á V^ S. que creia que le había de
caber el trabajo de capitán general de las fronteras de Gui-
púzcoa y Navarra. Ahora habrá sabido en el que están ó
esperan que estarán presto Fuenterrabía ó San Sebastian , á
propósito de lo cual envía S. M. á V. S. muy largos pode-
res, y parecer que luego parla para ponerse en Vitoria, por-
que allí parece que está á propósito de todo; y si á V. S. le
pareciere que está mejor en otra parte, todo se le remile.
Ya.se tiene expiriencia de lo que V. S. suele hacer en se-
mejantes negocios, y si tiene ahora menos salud que ent()n-
ees, así tiene mas autoridad y experiencia. Yo espero en
Dios que á todos sus servidores nos ha de sacar la barba
de vergüenza. Bien sé que se os entrega este dolienle muy
al cabo : tanto será mayor la gloria del médico. V. S. pida
á S. M. todo lo que le pareciere necesario para la defensa
desos reinos, y la artillería y munición que fuere menes-
(1) No tiene firma; pero la letra parece ser del comendador ma-
yor de Castilla, don Juan de Zúñiga y Avellaneda; y aun cuando
no expresa el año, no puede dudarse (¡ue es de 1n42.
Tomo XLIli. 10
242
ter , y gente , y de lo que pudiere proveer sin esperar lo de
aquí ni lo de Valladolid. Hágalo : que en semejantes nego-
cios no hay mañana. San Sebastian dice que le falta man-
tenimiento, y que no sobra á Fuenterrabía. En el armada
de mar me parece que se debe dar prisa ; porque aquel ha
de ser el mejor socorro y mas presto para cualquiera de
aquellas dos plazas que fuere cercada. Dicen que lo ha de
ser presto Perpiñan, aunque á 13 deste no era llegado el
Delfín á Narbona; pero espéranle cada hora, y comenzaban
á esplanar los caminos para entrar en Ruisellon. De arti-
llería y munición está bien proveida; pero aun no está den-
tro la gente que deseamos. S. M. está bueno y S. A. Yo
ha ocho ú nueve dias que ando trabado de mi gota en en-
trambos brazos. Dios se sirva de todo y guarde y acreciente
la muy ilustre persona y estado de V. S. como yo deseo. —
De Monzón á 17 de agosto. — De V. S. mayor servidor que
sus muy ilustres manos besa.
Sobre. '-'M muy ilustre señor mi señor el condestable
de Castilla, duque de Frias.
mhts*Hj\^
Í43
Carta original del emperador Carlos V al condestable de
Castilla, fecha en Monzón á 17 de agosto de 1542.
Dice que le envía el título de capitán general del reino de Navarra
y provincia de Guipúzcoa. — Prevenciones para el socorro de las
plazas que parece intenta sitiar el enemigo. — Orden á los del
Consejo de Hacienda y al tesorero Alonso de Baeza, para que se
le facilite dinero.— Se le autoriza para poner dentro de San Se-
bastian una persona de calidad y experimentada en la guerra. —
Lo que se ha mandado á Juan de Vega, y medidas de defensa
que éste tiene tomadas.
Biblioteca Nacional. — Sala de MSS. — G 48, foL 67.
EL RF.Y.
Condestable primo: Porque según las nuevas leñemos
de todas partes paresce que vienen dos ejércitos contra es-
tos reinos, el uno á la parte de Perpiñan, y el otro á la
de Navarra y provincia de Guipúzcoa , y tenemos aviso
que tenían ya tomado el paso de Beovia, y que hacían
[)oner en orden muchos bajeles y zabras para venir por
mar y por tierra á cercar á San Sebastian ó Fuenterra-
l)ía. Y porque para la resistencia y socorro que se ha de
hacer á la parle de Perpiñan, tenemos ya proveído de ca-
pitán general, y para lo de Navarra y provincia de Gui-
j)úzcoa es necesario desde luego nombrar persona de ca-
lidad y estado y aceta á Nos. Y porque en vos concurren
todas estas calidades, habernos acordado de servirnos de vos
en el cargo de nuestro capitán general , para el socorro que
se hobiere de hacer al dicho reino de Na vana y provincia
de Guipúzcoa. Y así os mandamos enviar el título de ello
244
con la presente, y os encargamos que luego como llegue
esle correo, os pongáis en orden, apercebiendo vuestra casa
y deudos, y con la mayor diligencia que pudiérdes os ven-
gáis á poner en Vitoria, porque allí paresce que se debe
recoger el ejército que se ba de juntar, por estar mas á pro-
pósito, así para lo de Navarra como para la provincia de
Guipú/x'oa ; y llegado allí, según las nuevas tuviérdes que
bacen los enemigos, así proveeréis, ordenaréis y baréis lo
que os parescerá más convenir para su resistencia y ofen-
sa: que aquí van cartas para las provincias de Guipúzcoa
y Álava y condado de Vizcaya, corregidores y cabezas prin-
cipales de ellas, y para los grandes y caballeros cercanos á
la frontera de Navarra, que os acudan y bagan lo que vos
les ordenáredes.
Y porque si los enemigos viniesen á cercar á las di-
cbas villas de Fuenterrabía ó San Sebastian, el principal y
mas presto socorro que se les podrá bacer ba de ser por la
mar, en tal caso nos ba parescido que, pues en Vizcaya y
Guipúzcoa, según la relación tenemos, bay buen recaudo
de navios, se tomen para el diebo socorro los que serán me-
nester, y que con gran diligencia proveáis que aquellos se
resten y pongan en orden , y que lo que faltare á unos se
tome prestado de otros, de manera que los que fueren al
dicbo socorro vayan bien artillados y proveídos, en los cua-
les, si las dichas villas tuvieren falla de bastimentos y mu-
niciones, proveáis que se los lleven en ellos, por manera
que el dicbo socorro se baga como conviene, y con la pres-
teza que será menester, y que para ello os ayudéis de un
navio que ba becbo la religión , que está en el puerto de
San Sebastian, que está muy bien artillado; y caso que no
esté acabado para servir, que el artillería y municiones
que en él bobiese, se tome y meta en San Sebastian, así
245
porque los enemigos no se aprovechen de ella, como por lo
que podrá allí servir. Y porque 30 envío á mandar ,á los
del Consejo de la hacienda y al tesorero Alonso de Baeza que
para estos gastos y otros que se ofresccrán, os envíen un
buen golpe de dineros, entretanto por mi servicio, po-
niéndolos vos de vuestra casa, ó buscándolos prestados, pro-
veeréis lo que para ello será menester, porque no se pier-
da tiempo: que en ello nos haréis muy acepto placer y ser-
vicio, y sed cierto que en la paga dellos no habrá talla.
Aunque á Juan de Vega escribimos que, sabido que los
enemigos van sobre las dichas villas, envíe á meter en San
Sebastian hasta trescientos infantes de los viejos, y que si
hay allí alguna persona experimentada de guerra la envíe
con ellos , porque como está solo el capitán Villaturiel en
aquella villa, y es enfermo de gota, podría estar malo al
tiempo de la necesidad , y ya veis la falta que baria no es-
tar otra persona en la dicha villa que entendiese la guerra,
habemos querido avisaros dello , para que si os parescicre
que se vaya á meter en la dicha villa alguna persona de
calidad, así como el conde de Ofiate ó otra semejante , lo
proveáis, que yo os lo remito, porque estela dicha villa con
el buen proveimiento que conviene.
También le escrebimos que de lo que tuviere en Pam--
piona , así de pólvora como de otras cosas , socorra con lo
que pudiere aquellas villas, entretanto que vos llegáis. Os
informareis de lo que hobicse proveído el dicho Juan de Ve-
ga, y la falta que las dichas villas ternán, así de gente co-
mo de municiones y otras cosas, y proveerioheis como os
paresciere: que para vituallar las dichas villas, se han en-
viado á don Sancho de Leiva cuatro mili ducados, demás
del pan de respecto que en ellas teníamos.
El dicho Juan de Vega me ha scripto que tiene aperce
246
Lido el reino de Navarra; y aunque se podría juntar mu-
cha gen le, tiene relación que se podrian sacar seis mil in-
fantes útiles y bien armados, de los cuales, entrando los
enemigos en aquel reino, tiene ordenado de echar los cua-
tro mil á las montañas con el marqués de Cortes, marichal
de aquel reino, á quien habernos proveído por capitán ge-
neral deÜos, y que los otros dos mil sirviesen para en caso
que los franceses entrasen por la Puente la Reina, con otro
capitán de los beamonlesesj defendiesen que no viniese vi-
tualla á los enemigos, y les hiciesen el daño que pudiesen;
el cual capitán fuese nombrado por el condestable de Na-
varra; porque ya que el marqués marichal ha de tener
cargo de la montaña, querría el condestable que de su
parle hobiese otra persona que tuviese los dichos dos mili
infantes; y que porque esta gente servíese en esto sin cos-
ta nuestra, ha hablado con algunos caballeros y personas
de aquel reino , que tienten y procuren con los pueblos y
sus parcialidades, que los que quedaren en sus casas man-
tengan á los que salieren; y que ya el señor Desparza tenia
hecho partido con los de su parcialidad , que darán dos du-
cados por un mes los que quedaren á los que fueren á ser-
vir, y que así lo iria tratando con los otros; y que pudién-
dose acabar, yo viese si era servido que la gente se repar-
tiese como está dicho; y que si á otra parte fuesen los ene-
migos, que avisase de lo que harían con la gente que de
aquel reino pudiese sacar. Habérnosle respondido que nos
paresce bien la orden que' piensa dar para que esla gente
sirva sin costa nuestra, y que asi lo debe procurar; y tam-
bién lo que scribe que se repartan los cuatro mil para la
sierra con el marichal, y los otros dos mili con la persona
que el condestable de Navarra nombrare, pues él con sus deu-
dos se ha de meter en Pamplona, viniendo enemigos á aquel
247
reino; y que en caso que no vengan á él y que vayan so-
bre las dichas villas de Fuenterrabía ó San Sebastian, que
comunique con vos lo que la gente del dicho reino ha de
hacer, que yo os lo remitía para que según el estado en
que se hallaren las cosas , así ordenéis y empleéis la dicha
gente en lo que conviniere, y que él lo procure así, y os avi-
se siempre de lo que se ofresciere. — De Monzón á 17 de
agosto de 1542. — Yo el rey. — Con rúbrica. — Por manda-
do de S. M. — Juan Vázquez. — Con rúbrica.
Sobre. — Por el rey. — Al condestable de Castilla su primo.
Minuta de carta del emperador Carlos V al corregidor del
condado y señorío de Vizcaya , fecha en Monzón á \7 de
agosto de 1542.
Le dice que ha nombrado capitán general al condestable de Caáti-
11a , encargándole que obedezca en todo sus órdenes.
Biblioteca Nacional.-^ Sala de MSS.-G 48, foL 7á.
EL REY.
Nuestro corregidor del condado y señorío de Vizcaya:
Por la carta que escribimos al dicho condado, entenderéis
el ejército que entra por la parte de Fuenterrabía y San Se-
bastian, y como tenían ocupado el paso de Beovia, y vie-
nen con fin de sitiar aquellas villas por mar y por tierra. Y
porque así para el socorro que se hobiere de hacer, co-
mo para resistir y ofenderlos enemigos, conviene juntarse
ejército, habernos nombrado por nuestro capitán general al
condestable de Castilla, y le mandamos enviar nuestro poder
248
para que en lodo pueda hacer y proveer lo que conviniere,
como yo mismo lo haria. Y porque para el socorro que se
hobiere de hacer por mar, proveerá que se junten y pongan
en orden algunos navios , yo vos encargo y mando, escre-
biéndoos el dicho condestable que embarguéis algunos na-
vios en los puertos de ese condado , lo pongáis en obra con
la diligencia y cuidado que veis que conviene y de vos con-
fiamos, y le deis aviso del recaudo que halláredes dellos;
y demcás desto hagáis y cumpláis en todas las otras co-
sas que él os escrebiere, así sobre la provisión de basti-
mentos como sobre la gente con que ha de acudir ese con-
dado , lodo lo que él de nuestra parte os mandare y orde-
nare, como si Nos mismo en persona os lo mandáremos:
que en ello seré muy servido. — De Monzón á 17 de agosto
de 1542 añoa.^ — Yo el rey. — Por mandado de S. M. — Juan
Vázquez.
Minuta de carta del emperador Carlos V al conde de Oíia-
te, fecha en Monzón á 11 de agosto de 1542.
Le participa que ha dado al condestable de Castilla el cargo de
capitán general , mandándole que acuda con su gente á donde
éste le designe.
Biblioteca Nacional,-- Sala de MSS.-^G 48, fol. 74.
EL REY.
Conde pariente: Por carias de don Sancho de Leiva,
nuestro capitán general de la provincia de Guipúzcoa , soy
avisado como en breve entrará ejército por aquella parte,
y armada de mar á cercará Fuenterrabía ó San Sebastian,
249
y por otra via lanibicn se entiende que ya tenían ocrirpaíírr
el paso de Beovia. Y porque para el socorro que se liubiese
de hacer, y ejército que se ha de juntar para resistir y
ofender los enemigos , habernos elegido y nombrado por
nuestro capitán general al condestable de Castilla , y le in-
víamos nuestro poder cumplido, para que en todo haga y
provea lo que convenga, como yo mismo la podría hacer,
os encargo y mando que ct>n toda la diligencia posible aper-
cibáis y pongáis en orden y á punto de guerra los deudo»
y parientes de vuestra casa , y gente útil de vuestra tierra,
para que puedan partir, y acudáis con ellos cuando el di-
cho condestable os lo escribiere , y á la parte que él os lo
ordenare, haciendo en todo lo que él os dijere ó escribiere,
como si yo mismo os lo mandase, que en ello seré servi-
do.— De Monzón á 17 de agosto de 1542. — Yo el rey. —
Por mandado de S. M.— Juan Vázquez.
Minuta de carta del emperador Carlos Vá don Juan Alfon-
so de Muxica y de'Buytron, fecha en Monzón á i7 de
agosto de 1542,
Le avisa que ha nombrado capitán general al condestable de Cas •
tilla, advirtiéndole que tenga apercibidos sus deudos y parien-
tes para ir á la parle que éste le ordene.
Bihlioieca Nacional.— Sala de MSS.—G 48, fot, 78.
EL REY.
Don Juan Alfonso de Muxica y de Buitrón, cuyas son
las casas de Muxica y Builron: Después de haberos escrito
avisándoos de las nuevas que teníamos de Francia, encar-
gándoos que estuvíésedes apercibidos y en orden con los
2üO
deudos y parientes de vuestra casa, para que escribiéndoos
don Sancho de Leiva, nuestro capitán general de la provin-
cia de Guipúzcoa, que entraba ejército por aquella parte,
acudiésedes con el mayor número de gente que pudiésedes
á socorrerle y ayudalle, han llegado cartas del dicho don
Sancho, por las cuales nos avisó que presto entrarla ejército
por aquella parte y sitiarían á San Sebastian y Fuenterra-
bía, por mar y por tierra; y aun por otra via sentiende que
el paso de Beovia le hablan ya lomado, y según esto ya de-
ben destar sobre alguna de aquellas villas. Y porque así
para el socorro que se hubiere de hacer y ejército que se
ha de juntar para resistir y ofender los enemigos, habernos
elegido y nombrado por nuestro capitán general al condes-
table de Castilla, y le inviamos nuestro poder cumplido pa-
ra que en todo haga y provea lo que convenga, como yo
mismo lo podria hacer, os encargo y mando que con toda
diligencia apercibáis y pongáis en orden y apunto los deu-
dos y parientes de vuestra casa, y que como escrebimos
que acudiésedes con ella al dicho don Sancho , pues cree-
mos que él no se podrá aprovechar della , la tengáis puesta
para que puedan partir cuando el dicho condestable os lo
escribiere, y á la parte que él os ordenare, haciendo ea
todo lo que os dijere, como si yo mismo os lo mandare, que
en ello seré servido. — De Monzón á 17 de agosto 1542. —
Yo el rey. — Por mandado de S. M. Juan Vázquez (1).
(1) AI tenor de esta cariarse escribió al conde de Nieva, al de
Salinas, al duque de Medinaceli, al marqués de Poza, al alcaide or-
dinario de la ciudad de Vitoria, á la junta de procuradores , escu-
deros, hombres hijosdal.^o del condado y señorío de Vizcaya, á don
Prudencio de Gamboa y Avendaño, á don Alvaro Hurtado de Men-
doza, prestamero mayor de Vizcaya, á don Juan de Arteaga y al
corregidor de la provincia de Guipúzcoa.
251
Carta autógrafa de Juan Vázquez de Molina al condestable
de Castilla, fecha en Monzón á 17 de agosto de i54á.
Lo que ha hecho Juan de Vega para la defensa de San Sebastian.
— Indisposición del comendador mayor.
Biblioteca Nacional. --Sala de MSS.—G 48, foh 212.
Ilusirísimo señor: Lleva este correo tanto en que ocu-
par á V. S. que no es justo cansarle con larga carta, ni
decir en los negocios mas que de que Juan de Vega lo ha
fecho hien, que envió al capitán Urdea con su compañía
á meterse en San Sehastian, y dos mil hanegas de trigo y
alguna pólvora, con que se remediara parte de la falta que
de todas estas casas tenia. Placerá á Dios que hahrá llegado
á tiempo. También escribió á S. M. que el don Juan Bea-
laontc se queria ir á meter en aquella villa con algunos de
los suyos. Dígolo para que V. S. sea avisado dello, para
lo que hobiere de proveer, en lo que S. M. le escribe. Eslá
con salud, á Dios gracias, y así el príncipe.
Al comendador mayor habemos tenido con tercianas.
Hale fallado ya, á Dios gracias, y queda en buena disposi-
ción, y por esta causa no escribe; besa las manos á V. S.
En lo de la confirmación de aquellas legitimaciones, he
hablado para el efecto que V. S. escribe; y paresce á estos
señores que siendo hijos de V. S. que no lo han menester,
y (fue es desabtoridad pedirse. Vea V. S. si todavía man-
da que se porfío. La otra de nuevo se despachará. Guarde
y acrescienle Nuestro Señor la iluslrísima persona y estado
üe V. S. como desea. — De Monzón i 7 de agosto (1).
(Ij Eli el lespalJü dice lo42.
252
De Pamplona ha dos dias que no leñamos nuevas, que
es señal que no habrán aun entrado los franceses por aque-
lla parte, como quiera que por todas se acercan. A mi se-
ñora la duquesa beso las manos. Beso las manos á V. S. —
Juan Vázquez de Molina. — Con rúbrica.
Sobre, — Al üustrísimo señor mi señor el condestable de
Castilla, duque de Frias, capitán general de S. M., etc.
Carta original de Juan de Aza al ccndestahle de Castilla,
fecha en Vitoria á 21 de agosto efe 1542.
Elogia el acierto del emperadora! nombrarle capitán general. — Da
cuenta de la escasez de provisionss.— Dice qiic la gente de Vito-
ria y su provincia e&tá apercibida para ir al punto- que se le
mande. — Envía una carta escrita en Irua que contiene- avisos de:
Francia.
Biblioteca Nacional—Sara de MSS.—í? 48, fol 224.
líustrísimo señor: Anoche domingo á la media noche
recibí la carta de S. M. y la de vuestra señoría con Luis
de Mendoza, el cual á la hora por la posta pasí3 para Fonter-
rabia. Y en lo de la elección que S. M. ha hecho en vues-
tra señoría, ha seido santa y buena, y muy conveniente
á su servicio y al bien destos reinos , y partícula rrrH3nte
esta ciudad está muy alegre dello, porque le somos todos
verdaderos servidores. Y en lo que V. S. envía á man-
dar acerca de los bastimentos para la gente que por esta
ciudad y comarcas pasará, se hará lodo lo posible. De
descosas hay grand falta, que son vino y harina, porque
no oslante que hay harto trigo, fáltannos moliendas; que
253
han (le ir á moler al condado de Trivino por la grande seca.
Procuraré con las fuerzas posibles que los desla ciudad y
su juridicion hagan moler todo el trigo que ser pueda ; y
serii bien, si V. S. fuere servido, que escriba áesla ciudad
encargándoselo, porque todos entiendan en ello con la vo-
luntad y deligencia que es razón, dirigiendo la carta á la
justicia y regimiento. Y en lo del vino se procurará por
todas vias la provisión que dello sea posible hacerse; ce-
bada habrá provisión, y de carnes razonable. En fin esté
V. S. muy cierto que en todo procuraré de hacer lo que
S. M. y V. S. me envían á mandar.
Como V. S. habrá sabido, esta cibdad y su provincia
está toda apercebida, y hecho alarde y reseña de la gente
della; y por de presente están nombrados cuatrocientos in-
fantes, los cuales por toda esta semana oslarán en orden y
aderezados á punto de guerra. S. M. por oira su cédula en-
vió á mandar estuviesen prestos para ir á Navarra en en-
viándolos á llamar el visorey de aquel reino, é así le te-
nemos escrito irán en mandándolos ir, y les está señalado
su alojamiento. V. S, proveerá y mandará en todo loque
más al servicio de S. M. convenga.
Anoche domingo rescibió un hermano mió una caria
de Irun escrita el sábado, de un Jacobe de Asiigar, perso-
na que tiene mucha inleligencia de las cosas de Francia,
cuyo treslado envío á V. S. Bien creo que V. S. terna nue-
vas mas frescas, pero por hacer lo que soy obligado, envío
esta carta, por ser el que la escribe persona cierta , y que
tiene, como digo, mucha noticia de las cosas de Francia.
Y de todo lo que mas se ofresciere á la contina avisaré á
V. S., cuya ilustiísima vida y estado Nuestro Señor prospe-
re y aumente C')n el acrescentamienlo que V. S. desea y
meresce. — En Yi'oria á 21 do agosto.— Ilustrísimo señor.
254
—Besa las manos de V. S. I. su servidor. — Juan dé Aza.
— Con rúbrica»
Sobre. — Al Ilustrísimo señor el condestable de Castilla,
duque de Frias, y capitán general de S. M., etc.
Carta antógrafa do Juan de Álava al condestable de Cas-
tilla, escrita en Vitoria (\).
Dice que los franceses aun no han pasado la frontera. — Gente que
hay en Irun y Fuenterrahía. — Disposiciones del virey de Na-
varra.— Número de soldados que pueden sacarse de la provin-
cia de Vitoria.
Biblioteca Nacional.— Sala de MSS,— GAS, fol %L
Ilustrísimo señor: Con Luis de Mendoza recibí la carta
de V. S. lima, con otra de S. M.; y los negocios de Fuen-
lerrabía y Sant Sebastian no estnn en el rigor que por la
carta S. M. sinifica. Verdad es que don Felipe de Lazca-
110 ha escrito cartas certificando lo que teme; pero fasta el
sábado pasado no habían tentado de pasar franceses, é aun
júzgase que, pues tentaron cometer, que no ternán intención
de proseguir aquella via, que fuera dar causa, como la han
dado, á repararse.
Por la respuesta que Luis de Mendoza traerá, sabrá V. S.
lo cierto dello , el cual llegó aquí á las once de media noche
y reposó una hora; será hoy lunes en Sant Sebastian, á do
está el corregidor encerrado con mili é quinientos hombres.
Don Felipe tiene tres mili al paso de Irun. Don Sancho tiene
(i) No tiene fecha; pero si se confronta su contexto con el de la
caria anterior, se verá claro que ambas se escribieron en un mismo
día, esto es, el lunes 21 de agosto de <542.
235
en Fuenterrabia bastante recaudo. Los unos y los otros
padecen necesidad de vinos. Tienen pan y carne. Será de
vuelta con V. S. el miércoles.
En lo demás S. M. nos mandó obedeciésemos al viso-
rey de Navarra, el cual nos pidió gente para la guarda de
Pamplona, y sobre altercado le ofrecimos cuatrocientos
hombres que serán prestos en fin de este mes, como quiera
que pretendamos y convenga mas al servicio de S. M. de-
fender esta frontera, que los enemigos puestos en Navar-
ra no se provean de bastimentos, pues que no tienen otra
parte de donde se proveer sino de esta llana; pero al fin
concediéronse los cuatrocientos hombres. El visorey me
mandó fuese á Pamplona, á le ver y comunicar ciertas co-
sas, porque tiene por cierto que el acometer á Fuenterra-
bia fué principalmente por desapercebir á Pamplona. E yo
estaba para me partir hoy, y con haber visto la carta de
V. S. me detengo.
Manda V. S. le haga saber qué gente podrá sacarse de
esta provincia : digo que si estos cuatrocientos hombres sa-
len, podrá salir poca mas, porque todos arrostrarán muy
á su desplacer á Fuenterrabia ; que fueron la otra jornada
maltratados, é hoy no se acaban de soldar los daños de en-
tonces; y también si los enemigos tocasen en Navarra, es-
ta tierra es destruida si no tiene resistencia, y no será solo
este daño, mas aun, como he dicho, los enemigos se pue-
den sustentar de los bastimentos della.
En lo del bastimento para Fuenterrabia, ogaño ha ha-
bido á Dios gracias buen agosto en esta llana , é habrán
pan y cebada, aunque allá dicen no tienen falla. Por ver si
habrá algo que proveer en servicio de V. S., dejo la ida de
Pamplona. Plegué á Dios no me lo noten , y para mi des-
cargo le echo un mensajero con la nueva y con la causa
2o6
de mi quedada. Prospere Nuestro Señor la iluslrísima per-
sona y estado de V. S. como desea. — De Vitoria, hoy lu-
nes á las nueve horas. — Illmo. señor. — Besa las manos de
V. S. — Juan de Álava. — Este mensajero envío para dar
cuenta á V. S. de lo que aquí pasa. — V. S. mande lo que
sea servido.
Sobre. — Al Illmo. señor condestable de Castilla, duque
de Fiias, oa{>ilao general de S. M.
Carta autógrafa de Juan de Álava al condestable
de Casulla (i).
Gente qiic hay dispuesta para marchar de Vitoria y su provincia á
San Sebastian , aun cuando irla con mas gusto á Pamplona.
^mioteca Nacional.-- Sala de MSS.— G 48, fol. 265.
Ilustrísimo señor: Después desta escrita, me dijo Luis
de Mendoza que creia que <?iVlre hisj otras cosas que V. S.
ha de proveer para Sanl Sebastian , ha de ser de Irescien-
los soldados viejos; é por si el visoi'ey se agraviare de los
ikjar, Y. S. los puede mandar proveer desta provincia; que
dentro de diez dias que V. S. lo mande, podrán partir los
cuatroeixintos apercebidos, y estos irán con a'gun mas sa-
bor á Pamplona, y muy por los cabellos á San Sebastian.
Yo hablé mas largo sobre esto con Ljliís de Mendoza, que
referirá á V. S. Mande lo que será más su servicio. — Es
siervo de V. S. — Juan de Alaba.
So6re. —AI ilustrísimo señor el condestable de Castilla,
capitán general de S. M.
(i) Parece que debió enviai"se juiUntnenle con b anterior.
257
Cai'ta original del capitán Francisco Hurtado al condesta-
ble de Castilla, fecha en Miranda (i).
(Sin fecha.)
Diligencias que ha hecho para juntar de orden del emperador cua-
trocientos hombres. — Conducta que observa con los^que tiene ya
reunidos. — Necesidad de recursos para su mantenimiento.
Biblioteca NacionaL-^Sala de MSS.— GiS, fol. 236.
Ilustríslmo señor: Gomo V. S. sabe, S. M. me ha en-
viado á mandar haga cuatrocientos soldados, y que con
ellos vaya á Navarra y haga lo que el señor Juan de Vega
visorey me ordenare. Yo he puesto la diligencia que me
ha sido posible en estas partes por hacer la gente de mi
conduta, y con los muchos capitanes que primero aquí han
estado haciéndola, y con que los pueblos están apercebidos
con la suya, y el sueldo de S. M. mas corto que los otros,
yo no hallo hombres. En Burgos dejé oficiales á procurar-
los ; tengo aviso dellos que hay scriptos hasta ochenta sol-
dados, y porque no se me desbaraten, voy con diligencia
á traerlos lo mejor que pudiere sin dineros; en veniendo
iré á besar las manos á V. S. como con Diego Hurtado
me le envía á mandar.
Los soldados que se han hecho tengo aposentados en es-
tas aldeas comarcanas, y he tratado con los vecinos dellas
que les den de comer por cuenta y razón, para que los pa-
guen cuando S. M. les pagare. Como yo rae voy, temóme
{\) No tiene fecha, y en el respaldo se indica solo haberse
escrito en 1542.
Tomo XLÍII. \1
258
que los lugares se alteren á no querer hacerlo. Suplico á
V. S. me haga merced de me enviar su provisión ó caria
de encomienda, para que á los que tengo y mas venieren
les den entretenimientos diciéndoles que serán pagados: que
así lo ha hecho Burgos é su tierra con los capitanes que
allí se han hecho, y como en esta tierra no están usados,
háceseles de malo.
Escríbeme el señor visorey de Navarra que me invía
la paga y munición de picas é arcabuces ; creo llegará de
aquí á cuatro dias, por esto me conviene ir á sacar los sol-
dados que tengo en Burgos; y no será de poco trabajo el
traerlos, porque ninguno tiene un maravedí de que pagar
lo que comiere en el camino , ni yo tengo orden para que
se les dé. V. S. mande proveer como yo pueda traer los
que tengo allá, y como estarán los que quedan acá; porque
no se me desbaraten, como yo pueda juntarlos , hasta que
sean pagados ; y para esto dejo un hombre que vaya tras
raí con lo que V. S. me ordenare que he de hacer. Guarde
Nuestro Señor la ilustrísima persona de V, S. y su gran
estado acreciente. — En Miranda hoy lunes. — Las ilustrísi-
mas manos de V. S. besa. — Francisco Hurtado.
Sobre. — Al Illmo. señor el condestable de Castilla, du-
que de Frias, capitán general de la frontera de Navarra y
Fuentcrrabía, mi señor.
259
''La villa de Lequeitio , sobro no sacar gente de
aquella tierra (i)."
Biblioteca Nacional, — Sala de MSS. — G 48, foL \Q^.
Señor: Pues V. m. lia visto la disposición desta villa de
Lequetio, y de como está en la costa de la mar y muy con-
junta á Francia, no hay que le encarescer á V. m. mas de
cuanto le suplicamos que al señor corregidor cuando se
viere con él, y al señor condestable de Castilla, comoá ca-
pitán general de S. M. les mande hacer relación verdade-
ra de como esta villa corre mas peligro que ninguna de
las otras villas de Vizcaya, por estar, como está, mas fron-
teriza que ninguna otra villa, y tener como tiene dos en-
tradas hbres por mar , por do los enemigos se pueden en-
trar y salir, é hacer todo mal recado en la villa, por-
que es grande lugar de casas é arrabales , é en ella para
la resistencia no hay piezas de artillería nin munición, nin
hay gente que pueda resistir, porque todos los vecinos della
son sobre mar en la pesca de Irlanda , é no podrían venir
hasta todos Santos, é los navios que son allá corren tam-
bién mucho riesgo en su venida , porque los franceses, co-
mo tienen noticia dellos, poderla ser que los coscasen (sic);
é cuatrocientos hombres y mas que desta villa fueron á la
dicha pesca, corren muy grande riesgo en su venida, y en
esla villa al presente no se hallan cien hombres.
De manera que mandar que desta villa ai presente sa-
liese gente ninguna para fuera parte, seria dar ocasión pa-
(1) Asi se lee en el respaldo, donde soIj se indica el año 1342,
sin expresarse la persona á quien va dirigida esta carta.
260
ra que los enemigos sin resistencia ninguna la pudiesen lo-
mar , ánles por el bien de lodo el condado, y especialmenle
para la guarda de la dicha villa y de loda la costa de la
mar, seria necesario que á la dicha villa, hasta que vuelvan
los que son en Irlanda, se le diese socorro , á lo menos por
los pueblos comarcanos ; y desto como de cosa que pasa en
realidad déla verdad y de lo demás que V. m. mandare á
Su Escelentísima Señoría é al dicho corregidor, mandará ha-
cer relación ; y en ello hará servicio á Dios é á S, M. é á
nosotros, é á toda esta villa nos echará en perpetua obli-
gación.
AVISOS DE FRANCIA.
Copia de otro tanto que don Sandio envió con correo propio
áS. M., á Monzón.
Nuevas del martes á la noche, 22 de agosto.
BiMoteca Nacional.— Sala de MSS.—G 48, fol. 462.
Los italianos son cuatro mili, según este dice, y están
en Oleren; llénelos musiur Morisan.
Don Enrique de Labrit se espera en Oleren, y trae
ocho mili alemanes y diez mili suizos. Son llegados en Ba-
yona seiscientos caballos de artillería.
De Ingalalerra ha llegado un navio á esta provincia;
partió á quince del presente. De allá dice que estaban en
un puerto apartado , donde no podían saber muchas nue-
vas, pero que de un clérigo que de allí llegó supieron que
se hacia mucha gente en Ingalaterra y gruesa armada , y
que decían que era para conlra franceses, y que por allá ha-
I
261
bia navios armados franceses, y á cuantos tomaban ingle
ses los echaban vivos en la mar.
Testimonio del escribano Diego de Olivarri, en que certifica
haber entregado don Miguel de Velasco un despacho del
emperador Carlos V al licenciado Becerra, juez de resi-
dencia del señorío de Vizcaya.
(22 de ugosto de 1542).
BiMioteca Nacional.— Sala de MSS.—G 4S, fot. 19i.
Yo Diego de Olivarri, escribano de SS. MM., é de la
junta é regimiento deste muy noble señorío de Vizcaya,
bago fé é testimonio de verdad á los señores que la presen-
te verán, como en la villa de Bilbao, íioy dia martes que se
cuentan veinte é dos de agosto de quinientos é cuarenta é
dos, á las nueve horas poco mas ó menos antes de medio
dia, el señor don Miguel de Velasco se llegó en la posada
del señor licenciado Becerra, juez de residencia en el dicho
señorío, y dio y entregó al dicho señor juez un despacho
de cartas de S. M. y del señor condestable de Castilla, ca-
pitán general de S. M. , é así entregado el dicho despacho,
é comunicado con el dicho señor juez lo que al servicio de
S. M. convenia bacer , el dicho señor don Miguel se partió
á las villas é lugares de la costa de la mar del dicho seño-
río, para lo que por el dicho señor condestable dijo que le
era encargado, é por ende fice aqueste mió signo (1) en
testimonio de verdad. — Diego de Olivarri. — Con rúbrica,
(1) Hay un signo.
262
Carta autógrafa de Martin Ruiz de Zuloaga al condestable
de Castillay fecha en Irun á 22 de agosto de 1542.
Satisfacción que ha causado la noticia de la ida del condestable á
las provincias. — Pídele una cédula en que se le autorice para
negociar con españoles y franceses. — Dificultades de reunir la
gente que se le ha ordenado. — Don Sancho de Leiva. — Noticias
del ejército enemigo. — Próxima llegada del príncipe de Labrit á
Bayona. — Esperanza de sobornar con dinero algunos franceses.
— El arzobispo de Burdeos.
Biblioteca Nacional,— Sala de MSS.-- G 48, fol. é74.
Illmo. y muy escelente señor: Las cartas de V. Illma.
recibí por mano de Pedro de Igueldo la una, y las otras
con un correo que Luis de Mendoza me envió esta mañana.
Yo quedo con la mayor gloria que en esle mundo pudiera
haber en que V. S. se nos venga á redemir : que á la hora
que lo supe fui al señor de Lazcano y le dije lo que digo, y él
y todos estos capitanes desta provincia han holgado tanto
que no sabria dicir, que de todo punto nos hemos puesto co-
mo leones. A Dios sean dadas muchas gracias, porque veo
el dia que ha mucho que desee.
Algunas cosas bebiera escrito á V. S. mas de las que
escribí , pero no he tenido libertad así para escribir lo que
sentía, como para entender con quien querría. Y ante todas
cosas á V. Illma. S. humildemente suplico me haga merced
de mandarme enviar una su cédula, para que nadie me im-
pida entender con personas que tuviere necesidad de nego-
ciar mis negocios en servicio de V. S., así con españoles
como franceses y navarros, y que por ello no me desfavo-
rezcan , y con esto trabajaré de saber todo lo posible .
265
Las personas que V. S. manda se busquen, espero en
Dios que se hallarán, aunque podni ser que tantos no se
hallen, porque algunos hay que se me han ofrecido de lo
hacer, con que sean muy bien gratificados, mediante su
riesgo. E yo en mis poquedades en uno dellos me fiaría,
aunque todos son tiranos y no ciertos; y si V. S, es servi-
do que procure en llevarlo por obra , yo hablaré con los que
deseo y concertaré é igualaré, y lo demás V. S. proveerá.
Don Felipe de Lazcano está aquí por nuestro coronel de dos
mil hombres desta provincia; él me tiene buena voluntad é
yo me he quejado á él, y dejo lo demás para cuando V. S.
viniere aquí.
Don Sancho salarió á dos personas de mi mano , y no'
sé porqué por mano de otro los cumple y sabe lo que traen:
pienso que será porque yo no sirva, si á él no, y lo demás
dejo para cuando V. S. viniere.
Estos dos ó tres dias no se ha sabido cosa , que no se
dice nada. Tenérnoslo por muy cierto que camina el ejér-
cito de Francia hasta las villas de Munde-Marsan y Perora-
da, que son dos villas catorce ó quince leguas de Bayona y
San Juan de Pié del Puerto, questán en triángulo; y como
otras veces lo han hecho, formarán su ejército allá. Y en
caminar la artillería á San Juan de Pié del Puerto ó á Ba-
yona, se descubrirán á donde van: si á San Juan, á Navar-
ra, que es camino derecho, y si á Bayona, para aquá; y esle
secreto no se descubrirá hasta que haga el campo movi-
miento.
De la gente que se junta ya á V. S. tengo enviado.
Ea ello se afirman los que nos avisan. En Bayona no hay
novedad mas de que de dia en dia esperan al príncipe de
Labritd, que las posadas ya están señaladas para él, y mu-
chos gentiles hombres, y para cíen lanzas gruesas. De con-
2G4
linuo hacen arina, y traen vino y cecina á Bayona, y lo
mesino hacia las dos villas que dicho tengo.
El señor de Álzate está aquí en Urnia. Ayer se junta-
ron los mil hombres de Labort en Urnia, una legua do
aquí, que el rey los tiene en paz y guerra salariados, y todos
los gentiles hombres de Labort, y hoy están en San Juan de
Luz, juntos. Yo procuraré que alguno diga al señor de Alza-
te que le querria hablar en secreto, y si acabase, lo que pien-
so será diücultoso, le representaré por mí sin que de V. S.
se le hable, por la voluntad que el condestable mi señor, que
haya gloria, y V. S. le han tenido y el galardón que el ma-
richalje dio, y]que mire lo que le cumple. He sentido que
tiene buena voluntad, pero que no osará aun oirlo. El tiene
hacienda en Rentería y en Vera, que es en Navarra, de don-
de es natural, y haciendo merced della á alguno, él vernía
á la mano porque se la dejasen por algund servicio. Dígo-
lo á V. S. lo que yo siento en mi pobre juicio: que á que-
rerlo él bien, ternía yo intiligencia con él cada dia. Final-
mente trabajaré por todas las vias que pudiere por tener
hombres que sirvan á V. S., y con interese no hay persona
en Francia que no se emplee. Y como don Sancho tiene
aquí muchos dineros de S. M., para estas cosas algo procu-
ra. Y si mejor se estendiese mejor sabría: en fin , todo es-
tá en que sean contentados.
Espero en Dios que V. S. terna quienes en Francia le
sirvan deste cargo. E yo ofresceré á los que se encargaren
que serán contentados, y para ayuda de costas se les dará
algo , y lo demás se estará en mí. Y pues su ejército está ya
bien cerca y el ivierno viene, V. S. proveerá en breve, pues
aquí hay dineros del rey, para reparos y lo demás; y si
para bastimento V. S. proveyere algo, humillmente su-
plico en este lugar ni frontera yo no quede en olvido. Tam-
265
bien suplico á V. S. que si algunos correos vinieren, les man-
de que siempre me avisen, porque de contino escribiré á
V. S. lo que sentiere, y perdone V. S. porque soy tan lar-
go. Procuraré baber mas plumas basta el complimienta de
las ciento, que bien bay aquí quienes las desean. Muy ilus-
trísimo señor. Nuestro Señor guarde la lima, persona de
V. S. con mayores Estados, y le dé mucba salud y larga
vida y viloria. Deírun á 22 de agosto. — Illmo. y muy ex-
celente señor. — Pies y manos de Y. S. Illma. bumildemen-
le beso. — Martin Ruiz de Zuloaga.
El arzobispo de Burdeos dicen questá en Rayana, coíi
musiur de Bueri y otros capitanes. — Aquí va una copia del
pregón de la guerra que en Francia se ba pregonado.
Sobre. — Al Illmo. y muy escelenle señor el condestable
de Castilla, duque, conde y capitán general de España, etc.,.
mi señor.
* 'Memoria délas naos que embargó don Miguel en Vizcaya."
(22 de agoslade 4542.)
Biblioteca Nacional.— Sala de MSS.— GiS, foL 196.
Yo Martin de Aguirre, escribano público de SS. MM.,
doy verdadera fée y testimonio á lodos los señores que
la presente vieren, en comod los veinte é dos dias del mes
de agosto de mili é quinientos é cuarenta é dos años, Her-
nando de Gasta (1), teniente de merino, por virtud de la
(1) Gastaca le nombra mas adelante.
266
comisión que para ello tenia del muy noble señor licenciado
Becerra, corregidor é juez de residencia en este muy noble é
muy leal condado y señorío de Vizcaya, estando presente
el señor don Miguel de Velasco, diputado para los embargos
que se declararan, en el canal de Bostin Zaurreta, que es
cerca la villa de Bilbao , embargó las naos siguientes:
Una nao de quinientos toneles de Juan de Zamudio,
nuQva, que agora se hacia, la cual dicha nao estaba sin
mastes ni aparejos (I).
En el mesmo lugar de Bostin Zaurreta se halló otra nao
de Bastian deFano, vecino de Bilbao, sin artileria, con sus
aparejos de ochenta toneles.
Lo mesmo en el mesmo lugar , s() halló una nao de San-
cho de Isasi, con sus aparejos é con una lombarda, de cien
toneladas.
. : Otra de Pedro de Zubileta en el mesmo lugar, de cient
toneles, nueva, sin mastel ni aparejo.
En el mesmo lugar bien asi se halló una nao de San-
cho de la Quoadra, de trecientas toneles, con seis lombar-
das gruesas, é veinte versos, muy bien adresgado é presto.
En el mesmo lugar, una nao de Juan O."" (2), de Ba-
sabe, muy bien adresgado, sin tiros, de cient toneles, mas
de que confesó Juan de Lecama, contramaestre de la dicha
nao, que para la dicha nao se hacían seis lombardas é doce
versos.
De Andrés de Arbierto, en el mesmo lugar, una nao de
cient é cuarenta toneles, con cuatro versos, bien adresgado.
Hoy dicho día , en Olabeaga, que es en la mesma canal,
se hallaron las naos siguientes:
(!) De otra mano hay añadida la palabra capitana.
(2) Acoso Ochoa.
267
Un galeón portugués de treinta toneles con sus apa-
rejos.
Otra nao de Martin de Bertendoña, de cient é veinte to-
neles, muy bien adresgado, sin ar telena.
Otra nao de San Juan de Bermeo , de doscientas é cin-
cuenta toneles, con cuatro lombardas grandes é seis versos.
Otra nao de Juan Zuri, de Abando, de doscientas é cin-
cuenta toneles, bien adresgado sin armas y artilería.
De Martin Jaúregui , una nao de dozientas toneles, sin
artilería, muy bien aparejado.
Otra nao de Juan de Loyza, de Placencia.
Otra mas nueva , de cient toneles bien aparejado , ece-
to de armas y artilería.
ítem otra nao de Francisco de Arriaga, de Deuslo, una
nao de doscientas toneles con cuatro piezas de lombardas
é doce versos, que confesó Martin de Ibarra, maestre de la
dicba nao, tenerlos en dicha nao.
De Sancho Ruiz de Ugarte, de Albia, una nao de do-
cientas toneles, sin artilería, muy bien aparejado.
BERMEO.
En la villa de Bermeo á los veinte y cuatro dias del di-
cho mes é año susodicho, el dicho Hernando deGastaca por
virtud déla dicha comisión, y presente el dicho señor don
Miguel, diputado para los susodichos embargos de naos,
embargó los siguientes:
Un navio de cuarenta toneles, muy bien aparejado, ecc-
lo de armas.
Otro de sesenta toneles, de portugueses, bien adreszado,
ocelo de armas.
ítem se hallaron tres azabras de a cada veinte toneles.
268
Ítem en la villa de Bermeo el alcalde della y regidores
dijeron que no habia mas de seis lombardelas de tiros en to-
da la dicha villa.
ítem en Mandaca un bajel é dos gallones, de c¿ida vein-
te toneles, hoy dicho dia se hallaron.
Hoy dicho dia, presente el dicho señor don Miguel , lo
mesmo en Portuondo é San Andrés, los seguientes:
ítem en Portuondo un bajel de veinte toneles.
ítem en San Andrés cuatro bajeles de veinte toneles.
En la Puebla de Hea, hoy dicho dia, ó mes é año suso-
dichos, presente el dicho señor don Miguel, el dicho Her-
nando embargó dos azabras, la una de veinte é cinco to-
neles é la otra de veinte.
LEQUEITIO.
En la villa de Lequeitio, hoy dicho dia, presente el dicho
señor don Miguel, el dicho Hernando, por virtud de la di-
cha comisión, presentes los alcaldes de la dicha villa, em-
bargó los siguientes:
ítem una nao de setenta toneles, de Martin de Mendibe.
ítem dos azabras de cada veinte toneles. Los alcaldes, é
fieles é regidores de la dicha villa dijeron que en la dicha
villa no habian mas de veinte arcabuces.
ítem otra carabela se halló en la puente delQunga, de
Martin de Gurruchiaga, de cincuenta toneles.
ONDÁRROA.
En la villa de Ondárroa , á veinte é cinco días del mes
do agosto de mili é quinientos é cuarenta é dos años, en
presencia de mí el dicho escribano, presente el dicho señor
269
don Miguel, el dicho Hernando de Gastaca, por virtud de
la comisión para ello a el dirigida por el señor corregidor,
presente el alcalde de la dicha villa, hizo el embargo se-
guiente:
Una nao de Juan de Amasca, de cien toneles, bien adrcs-
zado, eceto de artilería.
ítem dos azabras de cada treinta toneles, bien adresza-
dos, eceto de armas.
Hoy dicho dia en la ribera de la villa de Gr/ (1), pre-
sente el señor don Miguel , el dicho Hernando embargó
dos zabras de Bermeo.
PLAZENZIA.
En la villa de Plazenzia, á los veinte é siete dias del di-
cho mes é año susodichos, estando presente el dicho señor
don Miguel, el dicho Hernando de Gastaca, teniente de me-
rino, y en presencia de mí el dicho escribano, embargó los
gallones y zabras siguientes:
Primeramente dos gallones, de cada cincuenta toneles,
sin artilería.
ítem nueve azabras, de cada treinta toneles, poco más ó
menos, sin artilería.
PORTUGALETE.
En la villa de Portugalete, hoy dicho dia, é mes é año
susodichos, presente el dicho señor don Miguel, y en pre-
sencia de mí el dicho escribano, el dicho Hernando de Gas-
taca, teniente de merino, embargó las naos siguientes:
(1) Acaso Guetaria,
270
Primeramente una nao de Juan de Herrada, de cient 6
ochenta toneles adreszados, sin artilería.
ítem un galeón de Martin Saez de Larrea, que está
cargado de lanas, de cient é ochenta toneles, que tiene á ha-
cer una lombarda é seis versos, según el contramaestre de
la nao dijo.
ítem una nao de Sant Pedro de ligarle, de docienlos é
cincuenta toneles; tiene tres pasamuros é dos lombardas
gruesas é catorce versos.
ítem otra nao del mesmo Sant Pedro, de cient é setenta
toneles, sin artilería.
Otro galeón del mesmo Sant Pedro, de cient toneles, sin
artilería.
Otra nao de Pedro de Santurze, dedozcienlos toneles. Se-
gún dijeron los de la nao, están á hacer doslombardas gruesas.
La nao Nizarda, de trecientos é cincuenta toneles, con
cuatro lombardas gruesas é dos pasamuros, é veinte é cua-
tro versos, é doce arcabuces é doce ballestas. Está carga-
do de hierro para el Andalucía.
Una nao de Lope de Ugarte, de porte de docientos é
ochenta toneles, con dos lombardas gruesas é un pasamu-
ro, é un falconete de hierro, é nueve versos.
Un galeón del mesmo Lope de Ugarte, de docientos ó
veinte toneles, con un pasamuro é una lombarda gruesa, é
seis versos.
Una nao de Pedro de Rada de docientos é setenta tone-
les con nueve versos, bien adreszado.
Una nao nueva de Antón Pez (1), de Coscojales, de do-
cientos é ochenta toneles, bien adreszado, con tres lombar-
das pequeñas. ^
(1) Quizá sea abreviatura de Pérez.
271
Una nao de Juan de Montellano, de docienlos é ochen-
ta toneles, con cuatro lombardas gruesas é dos pasamu-
ros, é dizisiete versos, é doce arcabuces é su munición,
presto.
Un galeón del mesmo Juan de Montellano, de cient to-
neles bien adreszado, sin arlilería.
Una nao de Pedro Urliz de Achaniega, de dozieníos é
zinquoenta toneles, con dos lombardas gruesas, é dos me-
dios pasamuros é cuatro versos.
Dos galeones de Sancho de Zuazo, de cient é veinte to-
neles, y el otro de porte de sesenta toneles.
Un galeón de Antón Pez, de Coscojales, de noventa
toneles, sin artilería.
Un galeón de los herederos del capitán Pedraza , de
docientos é cuarenta toneles; é otro galeón bien así de los
mesmos herederos, de porte cient é cuarenta toneles, é otro
galeón bien así de los mesmos herederos, de porte cient é
cuarenta toneles. Los de la nao dijeron que la dicha nao te-
nia á hacer dos lombardas, é un pasamuro, é dos versos é
un falconete.
Un galeón de Diego Rebonza, de docientos é cincuenta
toneles, con dos lombardas gruesas é diziocho versos é me-
dio pasamuro.
Un galeón de Martin Ortiz de Martiarto, de docientos é
cuarenta toneles , con dos lombardas é un pasamuro é
ocho versos.
Un galeón de Juan O. de Artaza, de cuarenta toneles,
sin artilería.
Dos galeones de mestre Rodrigo de Montano , uno de
cuarenta toneles é otro de sesenta toneles, sin artilería.
Un bajel de Antón Pez, de Coscojales, de sesenta to-
272
neles, é una azabra del mesmo, de porte de cuarenta to-
neles.
Un galeón de Martin de Ibarra, de porte de cient é cua-
renta toneles. Según dijieron los de la nao, se liacen una
lombarda é quoalro versos.
Un galeón de Diego de Longar, de setenta toneles, bien
adreszado, sin arlilería.
Un galion de Pero Gil de Soraorrostro é Lope de Ugar-
te, de ochenta toneles, sin artilería.
Un galeón de Martin Gil de Somorrostro, de setenta
toneles, sin artilería.
Incontinente debajo de Portugalete, en Zorroza se halla-
ron las naos siguientes:
Una nao de Pedro Martinez de Zubileta, de cient tone-
les, con una lombarda gruesa é otra menor.
Una nao de Ortuno de Zuazo, de nóvenla toneles, sin
artilería.
Una nao de Domingo de Larrauri, de docientos é sesen-
ta toneles, con quoatro lombardas, é doce versos, é ocho
ballestas é zinco docenas de picas.
Una nao de Pedro de Landaeta, de docientos toneles,
con dos lombardas gruesas, é un falconele, é quoatro ver-
sos, é una docena de picas.
En el puerto de San Julián de Muzquis, hoy dicho dia,
é mes é año susodichos, presente el dicho señor don Miguel
y en presencia de mí el dicho escribano, el dicho Hernando
de Gastaca embargó los bajeles siguientes:
Vginte é nueve bajeles, de cada qoarenla toneladas, po-
co más ó menos, muy buenos, sin artilería.
E yo el dicho Martin de Aguirre, escribano público de
SS. MM., doy verdadera fcc é testimonio en como, presente
27o
el señor don Miguel, notifiqué en las villas que se hallaron
naos é bajeles é otras cosas de zabras é galeones, notifiqué
á los alcaldes é fieles de las dichas villas, é á los fieles de
las anteiglesias é pueblos de la costa de mar, los susodi-
chos embargos. Y dicho Hernando de Gaslaca,por virtud de
la comisión que para ello tenia (í), en mi presencia mandó
en cada villa é puerto, é pueblo, luego que se embargaban,
para que no dejasen salir á las dichas naos, bajeles, é aza-
bras é gallones que estaban en los dichos puertos, sopeña de
muerte é perdimiento de bienes, hasta que hubiesen licen-
cia de S. M. ó del señor condestable de Castilla, capitán ge-
neral. Los dichos alcaldes é fieles de las dichas villas é pue-
blas, é anteiglesias de los dichos puertos dijieron que obe-
descian é se daban por embargadas las dichas naos é baje-
les , é gallones é azabras , y estarían como estaban hasta,
como dicho es, haber licencia de S. M. ó del señor condes-
table capitán general. Testigos que fueron presentes, Juan
de Zornoza é Pedro de Zornoza, é Iñigo de Menchaca. E
porque los que se hallaron en las dichas naos, é bajeles, é
azabras é gallones, certificadamente decian las dichas to-
neladas, por tanto digo que me certifico por lo que decian
ser las dichas naos, bajeles é gallones é las dichas toneladas
que digo en el dicho testimonio y en los capítulos, según es-
tá asentado. E yo el sobredicho Martin de Aguirre, escri-
bano público en lodos los sus reinos é señoríos, presente fui
á todo lo que de mi se hace mención en uno con el dicho
señor don Miguel y el dicho Hernando de Gastaca, teniente
de merino; é de pedimiento del dicho señor don Miguel es-
cribí y asenté según van á menudo las naos, é gallones, é
zabras é bajeles que se hallaron en los puertos de las villas
(1) Hemos añadido esta palabra, necesaria para el sentido.
Tomo XLÍII. 18
274
desta costa de mar , y en las rias deste muy noble é muy
leal condado y señorío de Vizcaya, en estas seis hojas con
esta en que va mi signo (i) en testimonio de verdad. —
Martin de Aguirre. — Con rúbrica.
''Minuta de la carta que se escribió al emperador , que llevó
don Francisco de Guevara , en la Casa de la Reina á 23
de agosto 1542(2)."
Dice que ha recibido la patente de capitán general , cuyo cargo
acepta á pesar del mal estado de su salud. — Manifiesta que por
efecto de los gastos de su casa, no puede adelantar dinero
para la guerra. — Disposiciones que ha comenzado á adoptar. —
Cree que Vitoria es buen punto para su residencia. — Necesidad
de formar dos ejércitos: uno para Perpiíían, y otro para Navarra
y las Provincias.— Pide que se le envíe artillería y municio-
nes, y si es posible, al comendador mayor de Alcántara. — Apun-
ta algunas medidas , que á su juicio debiera tomar el empera-
dor.— AI cozíde de OSate ha ordenado meterse ea Fuenterrabía.
^ ^ Biblioteca Nacional— Sala de MSS. , 6^ 48 . fol 98.
S. G. C. M.
Lo primero será suplicar á V. M. mande leer toda esta
carta , por larga que sea , pues es sobre cosas de su servicio.
Viniendo de unos lugares mios de apercebir mi gente,
me dio este domingo pasado , que fueron veinte deste mes,
(1) Hay un signo.
(2) Gs del condestable de Cattilia.
275
un correo una carta de V. M. , de diez y siete del, y una
provisión de capitán general destas fronteras; y aunque,
como V. M. vio en Valladolid , no ha muchos dias que yo
andaba harto malo, y la mejoría que después acá he tenido
ha sido por tener algún concierto de vida , el cual no pue-
de haber en la guerra, por servir ¿i V. M. mientras me du-
rare esta poca salud , siempre la he de emplear en su ser-
vicio con toda voluntad.
Dice V. M. que ha enviado á mandar á los del Consejo
de la Hacienda y al tesorero Alonso de Baeza, que envíen lue-
go un buen golpe de dineros , y que entretanto que llegan
que los ponga 5^0. Yo, señor, quisiera tenellos, porque en
ninguna cosa holgara tanto de gastallos como en servir á
V. M.; mas mis gastos ordinarios y extraordinarios han sido
y son tan grandes, y tanto lo que en estas cosas se ha de
proveer, que no puedo yo cumplillo; por esto suplico áV. M.
que torne á enviar á mandar luego y con" gran instancia al
tesorero Alonso de Baeza y á los del Consejo de la Hacienda,
que á la hora provean dicho buen golpe de dineros que V. M.-
dice, pues no se puede formar ejército sin que los haya y mu-
chos. Y á V. M. suplico que mande que vengan oficiales de
su hacienda, del sueldo, para que tengan cuenta y razón de
los gastos que se hicieren , y paguen mis libranzas.
Una de las cosas que mas largamente ha de mandar pro-
veer V. M. ha de ser espías y correos, pues se aventaja en
lo que se ha de hacer todo lo que se gasta en esto. Y á V. M.
suplico que envíe á mandar al correo mayor, que ponga pos-
tas donde yo le escribiere.
Yo hice una posta á los del Consejo de la Hacienda y al
tesorero Alonso de Baeza, haciéndoles saber lo que V. M.
me habia escrito, para que enviasen luego dineros; mas con
toda esta diligencia es menester que V. M. torne á man-
276
dárselo luego , y muy de veras : que aunque con la prisa
con que viene la carta de V. M. yo no aguarde á eslo pa-
ra comenzar á entender en algunas cosas que V. M. manda-
ba, las que mas se han de hacer no se pueden proveer sin
que venga muy buen recaudo de dineros.
En dándome el despacho de V. M., envié luego dos per-
sonas con sus cartas para don Alvaro de Mendoza, y el dipu-
tado de Álava, y el alcalde de Vitoria, y el conde de Oñate, y
para don Prudencio de Avendaño, y don Juan Alonso deMuxi-
ca y don Juan de Artiaga , y para las juntas y corregidores
de Vizcaya y Guipúzcoa, y á todos les escrebí para saber qué
gente es con la que podrán servir á V. M.; y á los corregido-
res que restasen luego los navios que hubiese , y que de los
que estuviesen bien proveidos de artillería se proveyesen los
que no tuviesen tanto, conforme á la carta de V. M.; y al con-
de de Oñate escrebí que se metiese en Sant Sebastian, y fué
muy bien proveello así , porque demás de ser tal persona,
tiene hartos vasallos cerca de allí , y está muy conocida la
voluntad con que ha servido siempre á V. M.
Al capitán Villaturiel escrebí que si estaba acabado el
navio de la Religión que le restase, y si no que se metiese
el artillería que en él hubiese en Sant Sebastian, y que me
escribiese como estaba proveído; y á don Sancho de Leiva
escrebí para lo mesmo de Fuenterrabía, para ver lo que les
faltaba; al cual fué muy bien que V. M. mandase enviar
los cuatro mili ducados que dice.
También envié las cartas de V. M. al conde de Salinas
y al marqués de Poza para que enviasen su gente, y que,
si pudiesen , se viniesen á los lugares que tienen por esta
tierra; y al conde de Nieva envié su carta, y como estaba
tan cerca de aquí , escrebíle que se llegase acá para habla-
lie en estas cosas del servicio de V. M., y así lo he hecho.
277
Al duque de Medinaceli y al conde de Aguilar envío ahora.
AI diputado de Álava y al alcalde de Vitoria escrebí que
proveyesen muy de mantenimientos á aquella ciudad.
La orden que el virey de Navarra ha comenzado á dar,
para que los que quedan, paguen á los que van á servir á
V. M. en Navarra, parece provechoso. Lo que se ordenó de
los que han de ir con el marqués de Cortes á la montaña,
y los que han de quedar con el capitán biamontes, es muy
bien ordenado , si la gente que lleva el marqués de Cortes
no es de los biamonteses, y la que lleva el capitán bia-
montes no es de los agramonteses; porque como en 'aquel
reino hay estas dos parcialidades, parece que ha de ser el
capitán de la que fuere la gente, ó la gente de la que fue-
re el capitán.
Dice V. M. que le parece buen sitio Vitoria. Así lo pa-
rece, porque está á propósito de Sanl Sebastian y Fuen-
terrabía y de Pamplona, para dar y tomar con el virey de
Navarra, el cual no me ha escrito nada sobre esta ma-
teria; yo le escribiré luego. Y con esto se acaba de res-
ponder á la carta de V. M.
Lo que mas hay que decir es esto: lo primero que V. M.
mande ante todas cosas proveer lo del tesorero Alonso de
Baeza, y que el correo mayor ponga luego postas.
V. M. me parece que ha de mandar formar dos ejérci-
tos: uno para la parte de Perpifian y otro para acá. Suplico
á V. M. que tenga igual cuidado de lo de acá que de lo de
Perpiñan: que por estar V. M. en ese reino, y haber visto
todos que ha mandado proveer con gran diligencia lo de
Perpiñan , ningún grande , ni señor, ni caballero hay que
piense que va á la guerra ni sirve á V. M., sino donde es-
tá. Por lo cual es necesario que sepan todos que sirven
tanto á V. M. acá como allá : que bien mirado Pamplona
278
y Fuenterrabía y Sant Sebastian de mayor importancia son
que Perpiñan, que solo Sant Sebastian importa toda la
costa que hay desde ella hasta la Coruña.
De artillería y munición es menester que mande V. M.
proveerme luego muy bien, pues no se ha de sacar nada
dello de ningún lugar de estos. Y si puede excusarse allá
el comendador mayor de Alcántara, será muy bien que
V. M. le mande venir acá.
También seria muy bien que V. M. mandase venir per-
sonas que tuviesen experiencia de guerra , para que estu-
viesen en Pamplona, y en Sant Sebastian y en Fuenterra-
bía, y que algunos dellos viniesen á darme noticia de có-
mo están estos lugares, y lo que parece que conviene que
se provea; porque como no me mandó V. M. antes esto
que ahora me manda , no hay lugar de poder ir yo á estos
1 ugares ; y aunque he visto los dos dedos, habrá muy gran
diferencia de cómo estaban entonces á cómo estarán agora,
y de vellos sin el fin que ahora se ha de tener ; y aunque
se sabrá mucho por cartas, todavía aprovechará mas oillo
de quien lo sepa bien entender.
No sé como no ha mandado V. M. venir los alemanes
y españoles, que tiene el marqués del Gasto en Italia, que
pues afloja la necesidad de allá era de socorrer á la de acá;
que cuando allá la hubiese , como Milán está tan cerca de
Alemana, podíase proveer presto de muy buena gente, y
valdría acá mas un español de aquellos, que tres de los
que se hacen agora. A V. M. suplico no deje de mandallo
proveer , por parecer que seria ya tarde, que ya podría ser
venir á buen tiempo.
También sería bien que V. M. mandase proveer de pan
de Galicia, y aun de Flándes, y que rogase al rey de In-
galaterra que mandase en viallo de su reino; porque con ser
279
tan grande la esterilidad deste año en Castilla, y no sacarse
pan de Francia y Bretaña, es tanta la necesidad que hay,
que no sé cómo se pueda juntar bastante ejército para so-
correr estos lugares: que aunque yo enviaré alguaciles á
hacer cala y cata de todo el pan que hay en estas comarcas
para ver lo que se potlrá traer á Vitoria , todo ello es muy
poco; y como V. M. sabe, de todo se provee muy mas
abundosamente por la mar que por la tierra, y podría venir
á los puertos de Laredo y de Santander, y de allí á Bilbao,
de donde se proveerán Vitoria, y San Sebastian y Fuenter-
rabia. Y antes que se comience ájuutar ejército, sabré qué
pan puede haber en Vitoria y en Álava y en las comarcas,
y así lo entiendo de hacer. El pan de la cuenca de Pam-
plona fué muy bien que se metiese en la ciudad, y lo mesmo
se había de hacer en lo de alrededor de Estella y Qlite y Ta-
falla. Cerca destos lugares tiene el marqués de Falces una
fortaleza, y es buena parte para quitar mantenimientos á
los franceses, si vienen á Pamplona; y dicen que es buena.
V, M, veril si aprovechará para algo esta fortaleza (1).
V. M. habia mandado que yo enviase sesenta hombres
de armas al virey de Navarra , y ahora paréceme que he
menester mi gente y toda la otra de caballo que se pudiere
juntar, porque sin ella ya V. M. vé que no se podría ha-
cer socorro ninguno. Y así pienso de hacer que la gente de
armas de los Gclbes, que estuviere á caballo, que habia de
pasar a Pamplona, que quede acá; y en lugar della, que se
provea de toda la genle de infantería que pudiere ser: que
para estar cercados, tanto aprovechan soldados como gente
de caballo ; y la que hay en Pamplona de caballo bastará
para lo que lian de hacer estando cercados : que si la hu-
(4) Lo de bastardilla es de mano del condestable.
280
biese, para lodo seria muy bien ponerla en Pamplona; mas
seria muy grande la falta que acá baria la de las guardas
de V. M.; y porque en tal caso es razón que estén los ca-
pitanes principales con ella, suplico á V. M. se lo envíe á
mandar , y la gente de Vizcaya ya podrá aprovechar mucho
para la mar.
Maravillado estoy como no se acordó V. M. de escribir
al conde de Salvatierra que tiene un buen golpe de vasallos
en Ayala; y también seria muy bien que V. M. enviase á
mandar al conde de Castro que envíe acá su gente; y que
don Alvaro de Mendoza, que está ahí, viniese á estar con la
gente de su padre , pues él no tiene disposición para poder
servir á V. M.
También suplico á V. M. que mande al marqués mi
hermano que acuda acá con su gente: que harto en comarca
destas fronteras eslá; y demás desto así habrá mili cosas
de servicio de V. M. para que terne yo necesidad de que
esté en mi compañía.
Estando escribiendo esta carta, pasó don Iñigo de Gue-
vara por aquí , y me dijo que el virey de Navarra habia
menester cinco mil soldados demás de los vecinos de Pam-
plona , y que destos cinco mili tenia el virey mili y qui-
nientos, de manera que le fallaban tres mili y quinientos,
y que para la fortaleza de Estclla eran menester docientos
hombres , y que sabia 'el virey que, demás de la gente de
Guipúzcoa, eran menester mili soldados de Caslilla en Sant
Sebastian y Fuenterrabía; y echada la cuenta de toda esta
gente, parece que son menester encerrarse en estos lugares,
sin la gente que hora hay en Pamplona, cuatro mil y sete-
cientos hombres , y la gente con que dicen que sirven las
ciudades á V^. M. de los puertos acá, creo que llegarán á
cinco mili soldados , de manera que quedarán en treecien-
281
tos los que á mí me quedasen desta gente. De la que V. M.
manda hacer al alambor, dicen que se hace muy poca; la
de Vizcaya me dijo don Iñigo que habia dicho que sirvirian
pagándoles V, M. Y porque el virey de Navarra da gran
prisa por la gente, y la mesma han de dar de Sant Sebas-
tian, y Fuenlerrabía y de Estella, suplico á V. M. me escri-
ba qué es lo que se ha de hacer: que ellos tienen mucha
razón de querer ser muy bien proveídos; porque, aunque
sea buena gente la de los lugares, siempre es muy bien te-
ner buen recaudo de la de fuera, porque defienden mucho
mejor que los vecinos de cada lugar. Yo señor también ten-
go razón de querer tener gente si los he de socorrer ; por-
que como V. M. sabe , ha de ser aun mayor el ejército que
llevare el que va á socorrer que el que tuviere el que tiene
puesto el sitio. Y pues V. M. tiene noticia del número de
gente (jue dicen que hay en el ejército que viene á entrar
por estas, partes , menester es que sea muy bueno el que se
formare para resistillos y ofendellos y socorrer á los cerca-
dos. Acá certificádose ha que vienen mas de seis mil ale-
manes, y de franceses, y vascos, y italianos y gascones, á
cumplimiento demás de diez y siete mil hombres, y mas de
mil cuatrocientos de á caballo.
Todos los grandes, señores y caballeros que hay de los
puertos acá, tienen muy mas cerca á Pamplona, y San Se-
bastian y Fuenterrabía para enviar su gente, que no á Per-
piñan. V. M. deberá escribilles á todos que la enviasen
acá. El fin es que V. M. ha de ver si será mejor que se pro-
vean muy bien todos estos lugares , y que el socorro vaya
muy á la larga, ó que se contenten con mucho menos gen-
te, y que se procure que se forme buen ejército.
Porque V. M. tiene grandes ocupaciones le suplico sea
servido que, demás de las personas que entiendan en el pro-
282
vcimienlo de todas estas cosas, ahí con V. M. haya una ó
dos mas que entiendan en solo esto de acá, porque se. pro-
vea lodo con tiempo.
A los comendadores mayores de León y de Castilla , y
á Juan Vázquez escribo otras algunas cosas.
Desde agora suplico á V. M. que, cuando se formare
ejército, no mande proveer de capitán general de infantería;
porque luego hacen bando contra los capitanes generales,
como lo hizo el príncipe de Orange, que Dios haya, contra
mi padre; y aunque fuese mi hermano ó mi hijo , habíamos
de tener gran desconformidad, la cual se ha de excusar pa-
ra que V. M. sea bien servido, y srálo muy mejor con re-
partirse la infantería en solos capitanes particulares.
El conde de Oñale me respondió ahora muy bien que
se metería en Fuenterrabía con quinientos hombres de sus
vasallos, sin sus deudos. Bien me parece que acerté yo en
decir con cuanta voluntad ha servido y sirve á V. M. Tor-
nado el que envíe, sabré en qué ha [)arado lo de allá.
También responde muy bien don Alvaro de Mendoza.
El diputado de Álava y el alcalde de Vitoria dicen que
creen que habrá razonable proveimiento de pan.' De vino
hay gran falta y de moliendas. Yo señor me daré toda la
prisa que pudiere en ir á Vitoria. Guarde Nuestro Señor la
imperial y muy real persona de V. M. con acrescentamien-
to de muchas más tierras y señoríos. — De la Casa de la Rei-
na, 23 de agosto, 1542.
•üm| 1¿> «5 aHÍ>H1fíll^ 9Vp
285
Carta original de Juan deAza al condestable de Castilla^ fe-
cha en Vitoria á 2Z de agosto de 1542.
Indica los medios convenientes para tener provisiones , de que hay
gran necesidad.
Biblioteca Nacional.-^ Sala de MSS.— G 48, fot, 226.
Ilustrísimo señor : Ayer lunes escribí á V. S. respues-
ta á las cartas que Luis de Mendoza trujo , y por mi carta
hice saber á V. S. que de dos cosas estaba faltosa esta tier-
ra , que son harina y vino : de harina por falta de las mo-
liendas á causa de la seca. Y para la provisión de la hari-
na, además de lo que en esta ciudad se procurará de haber,
si á V. S. paresciere y fuere servido, puede mandar pro-
veer una cosa, y es que envíe á mandar á la villa de Sal-
vatierra, que tengan molidas dos mili hanegas de harina, por-
que tienen muchas moliendas y muy buenas en el rio de
Araya que es media legua de Salvatierra, y esta provisión
podrá servir para todos efectos, así para la gente que por
esta ciudad y provincia pasare, como para los ejércitos que
S. M. y V. S., en su nombre tuvieren, así en Navarra cor
mo en Fonterrabía y San Sebastian; porque está en cómodo
camino para todas partes ; y digo que, según el buen apa-
rejo tienen de moliendas y abundancia de trigo , que en
Salvatierra y su jurisdicion pueden proveer siendo necesario
de mucha más suma de la que arriba digo. Y en lo del vi-
no, los señores del regimiento desta ciudad procurarán y
procuren que haya la mejor provisión que sea posible; y sien-
do necesario del favor de V. S. para ello, tememos recur-
sos, así para las tierras de V. S, como para lo demás, cuya
284
ilnslrísima vida y estado Nuestro Señor prospere y aumen-
te con el acrescentamiento que V. S. desea y meresce. En
Vitoria á 23 de agosto.
Esta carta tenia scripta para enviar á V. S, con persona
propia, la cual lleva Luis de Mendoza que llega á la costa de
Fuenterrabía, que hará relación de todo lo que allá pasa. A
V. S. suplico sea servido de mandar responder á la carta
que tengo scripta y ínvíe á mandar á mí y á esta cibdad
lo que es servido que en todo hagamos , que se cumplirá co-
mo es ríizon. A las once de la noche. — Ilustrísimo señor.
Besa las manos de V. S. Ilustrísima. — Su servidor.— Juan
de Aza. — Con rúbrica.
Sobre, — Al Ilustrísimo señor condestable de Castilla, du-
que de Frias, capitán general de S. M., etc.
Carta autógrafa del secretario Eraso al condestable de Cas-
tilla , fecha en Monzón á2Z de agosto de 1542.
Le encarga que se traslade cuanto antes á Vitoria. — Estado en que
se encuentran Perpinan y Pamplona. — La armada del turco. —
Recomienda á Juan de Alvear, quien se halla en la corte, soli-
citando los negocios del condestable.
Biblioteca Nacional—' Sala de MSS.— GA8, fol. 178.
Ilustrísimo señor: Con el correo que se despachó á V. S.
le escribí, como habrá visto después. Llegó Juan de Alvehar
con quien recibí la carta de V. S. y con ella la merced
acostumbrada ; y beso á V. S. muchas veces las manos por
la memoria que tiene de enviarme á mandar en que le sir-
"va, que es la mayor merced que puedo recibir. Acá esta-
mos esperando respuesta de lo que á V. S. se escribió cerca
285
de su ida á Viloria y lo demás , y yo creo que aquella es
muy necesaria con brevedad, porque las cosas van de ma-
nera que ya no pueden dejar de dar señal dentro de pocos
días.
En Perpiñan se reparan y fortifican lo posible. Lo de
Pamplona está mejor aun que no Ijene tanta gente. Ha-
brá cuatro días que vinieron hasta cuatrocientos caballos
franceses á reconocer los pasos , y á tercero dia torna-
ron cierta gente de pié y de caballo, y quemaron los mo-
linos que estaban cerca de Salsas, y el alcaide de aque-
lla fortaleza les tiró algunas piezas de artillería, de mane-
ra que la guerra se tiene ya por rota, á lo menos en Fran-
cia la han ya publicado, y hecho estampar; acá se hará
luego, porque ya se quedan haciendo los despachos para
ello, los cuales llevará un correo que partirá mañana. Un
lugar que tenian sitiado los franceses hacia la parte deLu-
cemburquehan tomado, y quedan sobre otro del príncipe
Doren ge.
El armada del turco se entendía en adereszar á gran
prisa; pero afirman que no podría salir hasta en fin deste
mes. Dios la confunda y no olvide á los que la traen. El
ejército que iba á Buda, caminaba : no se sabe que hayan
hecho nada. Entiéndese que el turco hace grueso ejército
por tierra. El rey de romanos había tornado á Nurember-
ga, á tener una breve dieta: ya debe ser en el campo.
En lo de aquel negocio de Bíllorado, Alvehar escribirá
lo que hay. V. S. trabaje de dar algún medio con aquellos:
que acá bueno anda el negocio, y se ha provedío lo que ha
convenido.
Muy gran merced me hizo V. S. en mandar á Alvehar
que solicitase aquí algunos negocios suyos, porque demás
de tener habilidad para ello, y no faltarle favor y buenos
286
intercesores, yo sé que desea servir á V. S. ; y pues agora
se ofresce en que lo pueda hacer en esto ó en otra cosa, su-
plico á V. S. tenga memoria del, y de lo que en Burgos le
supliqué; porque yo espero aquel hará hien cualquier cosa;
á lo menos puedo yo afirmar que á mi juicio no le falta di-
ligencia y buen entendimiento. A mi señora la duquesa he-
so los pies, y á S. S. muchas veces. Guarde y acresciente
Nuestro Señor la Illma. persona y estado de V. S. como de-
sea.— De Monzón 23 de agosto de 1542. — De V. S. muy
cierto criado y servidor que sus manos besa. — Eraso. — Con
rúbrica.
Sobre, — Al Illustrísimo señor mi señor el condestable de
Castilla, duque de Frias, capitán general de S. M., etc.
Carta autógrafa de Juan de Álava al condestable de Casti-
lla, fecha en Vitoria y á 23 de agosto de 1542 (1).
Acusa el recibo de su carta, en que mandaba que sus vasallos no
fuesen á esta jornada. — Conducta que han observado algunos
señores en vista de esta disposición del condestable.
Biblioteca Nacional.—Sala de MSS.—G iS, fol. 263.
Ilustrísimo señor: El lunes pasado, después que Luis de
Mendoza pasó el domingo á la media noche, escribí á V. S.
con un mensajero vasallo suyo que envió, que se llama
Juan de Mardones de Portilla, é nunca ha tornado con res-
puesta ni sin ella , aunque es persona cierta y tengo por
(1) Este parece el año, aun cuando no se expresa en la carta , ni
el respaldo. I Li¿i;in
en el respaldo
287
cierto dio la carta á V. S., y en ella le hice saber todo lo que
agora puedo escrebir, é á la causa no digo ma$.
Después recibí otra letra de V. S. en que manda que
sus vasallos no vayan en esta jornada de los cuatrocientos
hombres, y no han estado tampoco gloriosos , que con ha-
berlo divulgado, don Alvaro de Mendoza é otros caballeros
de la provincia no han hecho otro tanto (i), y mándanles
que no acudan á provincia, sino á sus señores, que ellos quie-
ren servir al rey con ellos, y si V. S. Illma. manda que los
diez hombres que á sus tierras cabe, cesen, sin considera-
ción de preminencia, lodos los otros han de querer otro
tanto, y es desecha la orden de provincia, de manera que
S. M. no tiene de que se servir aquí. El corregidor de Lo-
groño, don Fernando de Sandoval, ha fecho otro tanto en la
Guardia, que es la principal hermandad desta provincia , á
donde hay mil hombres; la lenta de sacar y poner en Lo-
groño. Es grand deservicio de Su Majestad. V. S. Illma. en-
tenderá en ello y proveerá lo que convenga.
En lo demás , las cosas de la guerra en Guipúzcoa es-
tán en el estado que Luis de Mendoza referirá. V. S. mande,
y prospere Nuestro Señor su ilustrisima persona y estado co^
mo desea. — De Vitoria y miércoles en la noche, á 23 de agos-
to, á media noche. — Ilustrísimo señor. — Besa las manos de
V. S. Ilustrisima. — Juan de Álava.— Cow rúbrica.
Sobre, — Al Ilustrísimo señor el condestable de Castilla,
duque de Frias, capitán general de S. M,
(1) Han hecho otro tanto, parece que debió escribirse , esto es;
que mandaron á sus vasallos que en aquella jornada sirviesen bajo
la dirección de sus respectivos señores, y no á las órdenes de la
provincia.
288
AVISOS DE FRANCIA.
Nuevas del jueves á la tarde 24 áe agosto 1542 , del fran-
cés pequeño.
Biblioteca Nacional-Sala de MSS.—G 48, foU 160.
Que de San Juan de Luz se han ido á sus casas los mil
hombres que estaban juntos de la tierra de Labort, en guar-
da del puerto de San Juan.
Que lodos los papitanes que se juntaron en San Juan de
Luz para la entrada que pensaron hacer á San Sebastian ó
Fuenterrabía , están en Bayona.
Que han venido á Bayona dentro destos ocho ó diez
dias, dos mil botas de vino desde Burdeos, y están en Bur-
deos muchas pelotas y cosas de munición. En Bayona es-
tán doce tiros muy gruesos que ahora han fundido , y otra
buena artillería de batería, digo de cañones dobles.
Hay nueva que hacen en Bearne hacia Navarra, una
puente en una ribera acerca de Pao, con barcas.
Lo mismo se ha dicho que quieren hacer en Beovia ; y
mosen de Luerri ha hecho tomar secretamente la medida
del rio.
Dice que hoy á mediodía se fueron todos ¡los prencipa-
les de la tierra de Labort á mosen de Luerri, á pedirle licen-
cia para que puedan entender con don Sancho de Leiva so-
bre poner treguas de algunos dias para con esta frontera de
Guipúzcoa , y con su respuesta vernán mañana.
A mí me han rogado que mañana salga á Beovia y en-
tienda como un vecino, y procure que haya efecto como en
la guerra pasada, porque vivámoslos fronterizos en paz, y
289
siguerra hobicre allá en Navarra. Dice que hay fama que
hay muchos ingleses, y que S. M. se ha concertado con el
rey de Inga la Ierra.
En Bayona ha pregonado Mus de Bueri (1), que so pe-
na de muerte nadie saque cosa de bastimento ni mercadería
sin su cédula.
Carta autógrafa de don Antonio (2) al condestable de Cas-
tilla , fecha en Monzón á 24 de agosto de 1542,
Aviso de la situación apurada de Perpinan. — Abaslecimiento y gen-
te que hay dentro de esta plaza. — Disposición a accederse á
cuanto solicita el condestable. — Próxima traslación de la corte
á Zaragoza.
Biblioteca Nacional, — Sala de MSS, — G 48, fol. i8á.
Ilustrísimo señor: El señor don Francisco ha hecho
muy bien su oíicio, y V. S. puede fiar del cualquiera em-
bajada; y porque del se entenderá todo lo de Perpinan, no
diré sino que cierto es trabajo vello tan apretado y tan le-
jos el socorro y tan cerca el del rey de Francia, que queda-
ba en Mompeller, de camino para Narbona. La gente de
Valencia y Zaragoza no pudo entrar ahí dentro seis mil
hombres de la tierra, entre ellos mas de mil castellanos.
Tienen de comer y buena y mucha artillería y munición , y
razonablemente reparados, y mas de cien gentiles hombres
conocidos, catalanes.
Acá les pareció á estos señores que todo lo que se pide
{\) Así dice, aunque anteriormente se lee claro Luerri.
(2) Solo firma con el nombre.
Tomo XLIII. i9
290
por V. S. es jiislo. Solamente rebatieron lo del pedir que no
haya capitán general de la infantería, porque dicen que
nunca tal les pasó ni pasará por el pensamiento de ponelle.
Y también les ha parecido que por esta vez no se hable en
lo del salario; pues ya aquello está sabido; y también que
se ha de pagar, y por esto les pareció temprano. En todo lo
demás dicen que se hará con V. S. lo que por ahora- con-
viene; y cuando fuere menester más, que también se hará,
como lo verá V. S. por la carta de S. M.
Estas cortes andan al cabo. S. M. les da priesa con fin
de salirse á Zaragoza , que allí tiene hecho el aposento y
inviado su recámara. De todo lo que hubiere que dicir, siem-
pre tendré cuidado de avisar á V. S., cuya ilustrísima per-
sona guarde Nuestro Señor con tan gran acrescenlamiento
de su estado como yo lo deseo. — De Monzón á 24 de agos-
to (1). — Ilustrísimo señor.- — Besa las manos de V. S. su
mas cierto servidor. — Don Antonio.
Sobre, — Al Ilustrísimo señor el condes-table de Castilla,
duque de Frias , mí señor.
(1) En el respaldo se lee: "Monzón 24 de agosto, 15ít2/'
291
Carta escrita al condestable de Castilla; fecha en Monzón
á 25 de agosto de 1542 (1).
Llamamiento de tropas. — Sueldo de capitán general. — Nombra-
miento de capitán general de infantería. — Provisión de dinero.
—Convenio con los ingleses. — Movimiento del ejército francés ha-
cia Perpiñan.
Biblioteca Nacional— Sala de MSS.—G4S,fol. 204.
Muy ilustre señor: Con Alvehar recibí la carta de vues-
tra señoría hecha en Frias á 1 5 deste , habrá dos ó tres
días, y sea Nuestro Señor loado por tener V. S. salud en
tiempo que tanto la hemos menester, y bien creo que se
habrcá holgado V. S. de la que S. M. tiene, y de habelle
errado su terciana, de la cual está libre mas há de 24 dias,
gracias á Nuestro Señor.
V. S. ha hecho muy bien en darse priesa después del
apercibimiento, porque muy presto será el llamamiento;
aunque la gente de V. S. tendrá ventaja, que se llamará
cuando á V. S. le paresciere. Enlode Vilorado no hay que
hablar, pues se trata en Valladolid, donde tampoco harán
agravio á V. S. como acá.
Cuanto á lo que V. S. escribe á S. M. todo me parece
bien: dos cosas quisiera que no escribiera al señor comen*
dador mayor de León, ni á nadie, que son lo de vuestro sa-
lario, tan presto, pues está claro que se os ha de dar, ni
tampoco lo de capitán general de infantería, porque acá no
(1) No está firmada, ni se indica en el respaldo el nombre de
la persona que la escribió.
292 '
se ha pensado en ello, ni hay otro príncipe de Orange, á
quienes S. M. la dé; y si en esto se hablare, lodos diremos la
razón que V. S. tiene que no haya dos tocados aun luego.
Vióse el memorial de lo que daban á su padre, y paréceme
que ni está el emperador en tiempo de dar otro tanto, ni es
el caso igual de ir V. S. á un socorro como de entrar su
padre á conquistar á Francia; cualquiera cosa que sobre su
partido hubiere de replicar V. S. sea en carta del señor co-
mendador mayor de León y no de S. M., aunque ni en la
una ni en la otra querria que hubiese réplica en este tiem-
po sobre esta materia.
A Alonso de Baeza se escribe para que provea de dine-
ros; pero para salir V. S. con su casa y ponerse en Vito-
ria , no hay necesidad de esperallos , y hará mucho al caso
que en todas las fronteras de Francia sepan que V. S. está
ya en Vitoria. • . .
Guando se hicieren las cartas de llamamientos genera-
les que será presto, entonces se señalará la gente de gran-
des y caballeros y ciudades que ha de acudir á V. S., y la
que ha de venir acá.
Vi lo que le parece á V. S. de sacar la gente de Pam-
plona cuando llegare la castellana, y eso todo está remitido
al virey de aquel reino, el cual se tiene por muy seguro
de todos los vecinos que ahora están dentro. También ten-
go por nuevas de camino haber dado el rey católico dineros
al capitán general francés, que estaba sobre Pamplona, por-
que se levantase, porque era mus de la Paliza, que era muy
buen caballero. La entrada de los ingleses acábela V. S. con
los ingleses, que yo la acabaré con S. M.
A 22 de este mes entraron los franceses por Ruisellon
por dos partes y tomaron algunos lugarejos de poca impor-
tancia; pero caminaba el ejército con el artillería gruesa, y
293
por esto esperamos cada hora nueva de ser cercada Perpi-
fían, y si no viene hasta mañana, creo que la hallarán á
buen recaudo. Dios haga en todo lo que más se ha de ser-
vir, y guarde y acresciente la muy ilustre persona y esta-
do de V. S. como yo deseo.— De Monzón á 25 de agosto
1542. — A V. S. muy servidor que sus muy ilustres manos
besa. — Don Francisco de Guevara llegó esta mañana con es-
tas cartas de 22, á que se responde en esta. — Hay ima rú-
brica.
Carta autógrafa de don Martin Luis de Zuloaga al condes-
table de Castilla, fecha en Irun á 25 de agosto de 1542.
Le indica varios medios con que poder averiguar lo que pasa en el
ejército francés.
Biblioteca Nacional.— Sala de MSS.---G 48, foL 170.
Illustre y muy excelente señor : Con Luis de Mendoza
escribí á V. lUustrísima S."" largo. Después vi las que él
me trujo, y luego le escribí que en ninguna manera se
partiere de San Sebastian sin que carta mia hubiese, ni hi-
ciese correo, porque esperaba saber algo, y según don Fili-
pe de Lazcano, nuestro coronel, con quien yo le escribí lo di-
cho, me ha dicho que le halló de camino. A mí me pesó en
el alma, porque no llevó lo que aquí va, y con lo que enton-
ces se supo y lo que agora lo he sabido , que en este punto
vengo del paso que me llamó un hombre porque habia fa-
cundia de guardas, parescióme que debia hacer un men-
sajero á V. S., y así va el portador desta; y como por otra
tengo escrito á V. S. , grand descanso ternía yo en que
V. S. mandase á los correos ordinarios de aquí hasta don-
294
de V. S. está, que los despachos lleven á V. S. sin cosías,
y que S. M. los salarie ó el correo mayor, de manera que
cuando cosa nueva se ofreciere tenga con quien enviar, por-
que después que recebí las cartas de V. S., he trabajado
saber lo posible, como aquí en estos memoriales V. S. lo ve-
rá , y también he buscado y hallado por diversas vias quie-
nes se ofrecen que vayan á Pao y á Munderaarsan, y á
donde el golpe de Ja mayor parte de la gente del príncipe
don Enrique está, en especial, un amigo mió se rae ha
ofrecido que él irá con una carga de acero que le dé de lo
que se hace en Mondragon, que cuesta 13 ducados, y á true-
que traerá de Bearna su valía en cueros cordobanes de pe-
lo, y so color desto verá lo que pasa y me dirá lo que vie-
re; pero que si toma este principio que querrá llevarlo el
cargo adelante hasta que se deshaga el campo que, y hecho
este viaje, si me contentare de la diligencia, que le pagué
por cada viaje conforme su servicio y merecimiento, pues
el risgo lo requiere.
Otro se me ha ofrecido de mas calidad, que pide por es-
ta diligencia mayor salario, que también es gran ami-
go mió.
Yo he enviado á decir con un muy cercano pariente su-
yo al señor de Álzate, que por lo que á él conviene, le deseo
hablar dos palabras en secreto, y que él holgará de haber ha-
blado conmigo, porque como se ha publicado que V. S. nos
viene con toda Castilla, que en mano de V. S. está hacer de
su hacienda loque fuere su voluntad. Tengo determinado de
decírselo en secreto del á mí, si me pudiere ver con él, que
mire las mercedes que el condestable mi señor, que haya
gloria, le hizo en tiempo de las comunidades, y después
cuanto le favoreció sobre la merced que S. M. hizo de sus
bienes de la Rentería, y quedó con ellos, y lo que hizo para
295
con el manchar de Navarra, y que si algún servicio á
V. S. quisiere hacer, que V. S. le hará mayores mercedes
que hasta aquí le han hecho, y asegurará su hacienda sin
que la tierra le sienta.
Otro se me ha venido esta mañana , diciendo que él tie-
ne persona que me avisará mejor que cuantos hay, mas que
le pague hien. De manera que hay quienes se ofrezcan,
y en ninguno dellos me fio tanto como en este, que dice
que quiere llevar el acero, porque demás que él es homhre
que trata en semejantes cosas, es gran amigo mió, y por
interés él y todos cualquier cosa harán. Tengo concertado
con dos deslos, que cuando yo les llamare se me vengan
el uno á un cabo y el otro á otro. Si V. S. es servido de
proveer con que sean pagados, que piden mucho, pues hay
en Fuenterrabía seis mil ducados del rey y dos mil en San
Sebastian , espero saber lo que pasa en este ejército, y aun
pienso que no quedará persona , de manera que no se me
ofrezca áesto, por interese y por hacerle ver con algunos
destos, quisiera que Luis de Mendoza viniera hasta aquí,
porque -fuera testigo para con V. S. y teniendo con quien
escribir á V. S. y con que contentar á estos hombres, espero
en Dios que V. S. sabrá de alguno dellos la verdad, aunque
será gran ventura por ser todos ellos fingidos y tiranos, y
para esto suplico á V. S. me haga merced de enviarme una
cédula para que nadie me ponga impedimiento en la plática
dellos ni á ninguno que á mí vengan, ni le descubran ni le
maltraten, así para esla provincia como para Navarra, por-
que en Vera, dos leguas de aquí, de donde es natural el se-
ñor Álzate, en un mojón dentre Navarra y Francia, rae ten-
go de ver con él, aunque temo que aunque lo quiera no osa-
rá de temor que le sientan; y con este amparo, y teniendo
postas pagadas y recado para los CvSpías, V. S. sabrá ca-
296
(la dia lo que ellos dirán, y no se perderá punto en poner
diligencia.
También quiero avisar á V. S. como un vizcaíno que
se llama Hartuño de Aresti, por una muerte que hizo en
Bilbao, huyó á Bayona, y estuvo ende dos años y más, y
agora puede haber un mes que mosier de Bueri le mandó
venir, y está so amparo de don Sancho en Fuenterrabía:
cosas dice de algunas flaquezas de Bayona , que estoy sa-
tisfecho que V. S. con el ejército que trae le podrá ganar:
yo le he dicho que no diga nada , que por ventura alguno
le hablará para ponerlo por obra. El háse ido muy mal tra-
tado de los de Bayona, y se tornará turco por vengarse
dellos. V. S. proveerá lo que fuere servido.
Yo estoy con la mayor gloria del mundo en saber que
V. S. sea sobre todos como ha sido , y en ver la provisión
real y cédula que V. S. ha enviado, y todos estos capita-
nes y gente de su provincia han holgado tanto, que hasta
las mujeres están dando loores á Dios por la infinita merced
que Dios nos ha hecho, é yo sobre todos que aun de gozo
no sé lo que digo.
Este correo es hombre cierto que V. S. podrá si es ser-
vido enviar cualquier cosa con él ; porque á Diego de Er-
mu (1) y á él suelo de enviar y á otros que son de con-
fianza y nunca hacen falta.
Un obispo portugués, mucho mi señor , ha estado en Ba-
yona obra de cinco, años con unos dotores entendiendo en
un pleito que trata el rey de Portugal con el rey Francia,
sobre ciertos daños que los unos á los ot'-os han hecho , y
agora les ha mandado mosier de Bueri que salgan y han
venido aquí. Dormió en mi casa, y holgó .y fui con él á
(1) Es dudosa la lectura de este apellido.
297
Fuentcrrabía, y de allí se fué á San Sebastian. Escribí con
él á Luis de Mendoza que le hablase y que él le diria lo que
sentió en Bayona, y hallóle partido, y así va un memorial
destos que él me hizo hacer con lo que dijo , que va seña-
lado. También me ha dicho que la flaqueza que dice esle
vizcaíno, tiene razón, porque lo mesmo ha sentido él y
visto.
Esta carta escribí ayer tarde jueves, y estando escri-
biendo se me vino un navarro y me dijo que esta mañana
se me vernía y concertaría conmigo quien, y por cuanto se
irá á Bearna, á donde el golpe de la gente está, y así le
estoy aguardando; si tardare, cerraré ésta y se irá el correo,
y cuanto mas tardare, sabré mas, porque he echado tantas
redes por todas partes, que espero me dirán lo que se les
antojare, y entre algunos habrá quien dirá la verdad.
El que me trujo las plumas que á V. S. envié, me avi-
saba de todo lo que en Bayona y desta parte pasaba , y el
que más puede con recelo que tenia que á V. S. le avisase,
ha tenido formas como le han acusado de espía que entiende
conmigo, y le han pensado maltratar, aunque yo he dado
á entender á algunos amigos que no entendía en más de
traerme algunas plumas para algunos destos capitanes, co-
mo ellos lo sabían , y así están satisfechos, y no osan hablar
conmigo, y más se teme él y otros de los desta parte que
de los suyos; y de que á V. S. viere, diré la claricia, que si
desta parte no me descubriesen algunos privados de nuestro
mayor, por los de Francia yo lernía remedios, y venido
alguno aquí por V. S., lo remediara.
Después de escrito lo susodicho ha llegado aquí el na-
varro, que en tiempo del duque de Alburquerque entendió
en compañía de un platero de Pamplona, y fué muy queri-
do y se aprovechó, que lo sé yo, porque como el duque po-
298
saba en mi casa , á mí se me encomendaban estos oQciales,
y después esle fué uno de los que entendió entre el condes-
table mi señor, que haya gloria , y el manchal en todo lo
que se efectuó: agora me ha dicho que desea servir á V. S.,
y que dejará de servir á quien sirve porque queda mal sa-
tisfecho, y dice que desea mudanza de bien á mejor. Yo le
he animado y dado mucha esperanza de provecho; queda
que V. S. proveerá de lo que fuere servido, y en proveyen-
do, que le llame y entenderá ponerlo por obra.
Del señor de Álzate me dice, que si bien le quiero, que
no cure de hacer caso del , porque á sentirle, seria á la hora
perdido, aunque la voluntad no la tiene perdida. Un her-
mano deste navarro sirve al señor de Álzate por lacayo, y
téngome por cierto que por mostrarse el dicho señor por
muy servidor de su rey, procura lodo lo posible por saber
lo que aquí pasa, y queste hombre entiende mas por él que
por lo desta parte; pero por todo esto, V. S. dará remedio
como no pueda hacer mucho daño , que agoardarle los via-
jes y pláticas , y cebarle con lo que buenamente se pudiere
cebar , y en lo demás cerrarle las puertas
Yo soy muy largo, pero mas quiero que V. S. me tenga
por prolijo que por descuidado , porque sé que V. S. , como
por las suyas me lo manda, será servido saber estas particu-
laridades , y en verdad digo que mucho dejo de decir por no
ser tan prolijo, y deseo que persona V. S. enviase aquí di-
simulado á sentir estas cosas, y á que supliese mis faltas^
y á que lo que yo supiese y avisase él proveyese , é si no,
como fronterero, haré como lo he comenzado, que no per-
deré punto.
Yo he asegurado á dos personas que les satisfaré bien,
y que me avisen de lo que sentieren. Yo he seido encargado
por don Sancho para algo desto, y de que sentió que V. S.
^99
me escrebia , me cerró las puertas y echó ; pero yo lie di-
cho que no ha tenido razón , y que hace como general , y
así lo he sufrido ; pero á tener libertad y amparo de V. S.
sabré lo que pienso, que nadie lo sabrá, si no me hacen
daño los desta parte, que sé quienes son, y sabrá V. S. al-
gún dia que le fuere á besar las manos.
Somos viernes á las diez horas de la mañana, y esta
mañana en amaneciendo fui al paso de Beovia, y háme
dicho un amigo mió que las zabras de San Juan de Luz,
que son las principales, tres han salido á la mar y las han
visto.
El castillo de Beovia trabajan cmcuenla ó sesenta hom-
bres en derrocar un lienzo y un cubo desta parte de Irun,
de la muralla abajo; sábenio todos los franceses y están
confusos por no sentir la causa.
Esta mañana se han ido deste pueblo tres banderas que
vinieron habrá cuatro dias, de los dos mil hombres desta
provincia que vinieron á socorrernos á esta frontera. Que-
da aquí el coronel solo con nosotros. Díceme que se parte
mañana sábado, y que don Sancho les ha mandado, por-
que no hay necesidad que tanto gasto se haga.
El castillo de Beovia desmamparará el alcaide, segund
se deshace, dentro destos dos ó tres dias, y no queda quien
goarde el paso, ni en este pueblo hay quien cargo tenga.
Si V. S. I. me hace merced que yo tenga cargo , y que
sin mí nadie hable con franceses, ni sin que yo sea pre-
sente, y los que secretamente hablaren y espiaren, como
hay algunos de quienes hay sospecha, que se lleven ante
el corregidor desta provincia, porque pasan muchas cab-
telas, que todo terna V. S. de su mano como agora lo tiene
nuestro general pasado.
Esto no suplico á V. S. porque hay provecho, más del
300
mandar y sentir las inteligencias de algunos, que me pa-
resce que es razón que todo lo sepa V. S. , y todo lo que á
mí se me ha mandado, á todos mande V. S. En este pue-
blo no tenemos ningún propio, ni justicia, ni quien mande
mas uno que otro, aunque algunos particulares lo gobier-
nan , y cada noche hacemos nuestras guardias á nuestra
costa, y agora que se deshace este castillo conviene que de
dia también la hagamos, y como digo, sin que haya quien
lo mande ni tengamos con qué. A V. S. torno á suplicar
provea de su mano, y á mi no me olvide. Y si bastimento
viniese á esta frontera y se encomendare á algún vecino,
que V. S. tenga memoria de mí. '
Hánme dicho unos amigos míos de Francia que antes
de seis meses ha de pasar infinita mercadería por esta fron-
tera. V. S. esté prevenido para que en Vitoria el aduanero
no tome ninguna mano que á los derechos de V. S. perte-
nezca, y á ser yo guarda, todo lo que al servicio de V. S.
cumpliere será muy bien guardado , y nadie hará cabtela
como en la guerra pasada ; esta goarda en tiempo de guer-
ra solia poner el capitán general ; y pues V. S. es , como
ha seido sobre todos , el proveer es dado á V. S.
Y así por agora no tengo otro que decir, ilustrísimo
señor , Nuestro Señor guarde y aumente vida y estado
de V. S. con mucha salud y muy larga vida. — De Irun
viernes á las tres horas después de mediodía , 25 de agos-
to.— Ilustrísimo y muy excelente señor. — Pies y manos de
V. S. I. humilmentc besa. — Martin Ruiz de Zuluaga.
Sobre, — Al ilustrísimo y muy excelente señor el con-
destable de Castilla, duque, conde y capitán general Des-
paña, etc.
I
301
Carta autógrafa del licenciado Becerra al condestable de
Castilla, fecha en Garnica á 26 de agosto de 1542.
Embargo de naves. — El señorío de Vizcaya ofrece dos mil hombres
para esta guerra.
Biblioteca Nacional— Sala de MSS.— C 48, fol. 184.
Muy ilustre señor: Una letra de vuestra señoría resci-
bí, por la cual me mandaba biciese junta é restase las naos
que se hallasen en este señorío, é las naos están restadas
é vistas por don Miguel , como él más largo dirá á vuestra
señoría. Municiones é bastimentos en esta tierra no los
hay, como por memoria lleva don Miguel. La junta se hizo
luego; é este señorío ofresce dos mili hombres, como va
por testimonio dello , y como esta sea tierra de tanta pasión,
quasi no se pudieron concertar. Lo que suplico á vuestra
señoría es que cuando hayan de ir que sea servido de man-
dar que yo vaya con ellos hasta donde sea servido, porque
así se ha hecho otras veces por causa de los escándalos que
en ello suele suceder , que cada uno destos parientes ma-
yores ha de pretender de ir por capitán ;, ó á lo menos de
su parcialidad, donde cada uno iria por su parte, y S. M.
y vuestra señoría no será servido que haya diferiencia en-
tre ellos ; é desto aviso á vuestra señoría para que provea
lo que sea su servicio , é en todo lo demás me refiero á don
Miguel, que ha pasado en su presencia todo., é suplico á
vuestra señoría me mande como á su vasallo. Nuestro Se-
ñor la muy ilustre persona de vuestra señoría guarde y es-
tado acreciente como por sus servidores es deseado. — A
502
25 (le agosto, de Garnica.— Su servidor é vasallo de V.S.
- — El licenciado Becerra.— -Con rúbrica.
Sobre. — Al muy ilustre señor condestable de Castilla,
capitán general de S. M. mi señor.
Carta del comendador mayor de León al condestable de
Castilla, fecha en Monzón á 26 de agosto de 1542.
Que se le proveerá de todo lo necesario , y mas tarde se tendrá
cuenta con sus intereses particulares.
Biblioteca Nacional. -Sala de 3iSS.— G 48 , fol. 218.
Muy ilustre señor: Recibí la carta de V. S, del 22 del
presente, y S. M. vio muy particularmente todo lo que V. S.
scribe tocante á la jornada presente ; y porque también le
responde largo á todo ello, á mí me queda poco que decir
remitiéndome á su carta. Solamente digo que como por
ella verá, se provee agora lo que se puede, y llegado S. M.
á Zaragoza se entenderá, placiendo á Dios, en proveer todo
lo que será menester. V. S. no se congoje en tanto y haga
lo que pudiere y viere que conviene, que espero en Dios,
que con su prudencia y valor á todo dará buen recaudo.
En lo demás tocante á los intereses particulares de V. S.,
paresce al señor comendador mayor de Castilla y á mí, que
aun es temprano para hablar en ello, y adelante habrá tiem-
po de tratar dello con mejor oportunidad, que agora sola-
mente nos parece que V. S. debe atender á satisfacer y pro-
veer á lo que se ofresce.
Yo he andado, y ando algo achacoso y cansado, así de
mis indisposiciones como de negocios; pero todavía me sien-
to agora mejor, y así espero en Dios que será adelante para
servir á V. S. Y no quiero dejar de suplicarle que mire tam-
bién por su salud y que estas ocurrencias tome sin ofender á
ella con demasiado cuidado y trabajo. Guarde Nuestro Señor
y acreciente la muy ilustre persona y estado de V. S. como
desea.— De Monzón á 26 de agosto. — Muy cierto servidor de
V. S. que sus manos besa. — Cobos, comendador mayor.
— Con rúbrica.
Sobre. — Al muy Ilustre señor mi señor el condestabI(í
de Castilla, etc.
Carta autógrafa dirigida al condestable de Castilla , desde
Monzón á27 de agosto (i) de 1542.
Avisa que las tropas españolas no habían podido entrar en Perpi-
ñan, y que los franceses corrían todo aquel condado.
Biblioieca Nacional.— Sala de MSS.'-G 48, foL 206. '
Muy ilustre señor : Porque tengo escrito mas largo , no
lo seré en esta. De F^erpiñan no tenemos mas nueva desde
la postrera carta que escribió don Juan de Acuña á 2o en
la noche , que estaban ya allí los enemigos, y que no creía
que podrían ya entrar las cuatro banderas de V.* y Zara-
goza. El duque Dalva escribe el 26 de Barcelona como los
franceses corrían todo el condado, y aunque decian que
fortalecían á Estagel , una villeta de un caballero, que han
tomado, que está en la montaña de Salsas algunas leguas.
(1) No tiene firma esta carta, ni se indica en el respaldo quien
la escribió. Tampoco se expresa el mes; pero del contenido se in-
fiere que fué en agosto, y por esto lo hemos puesto en el epígrafe.
304
Si aquellas cuatro banderas entraran é entrasen en Perpi-
ñan, yo estuviera muy descansado; y así creo que harán
el deber los que están dentro que son muchos gentiles hom-
bres, que son los que defienden las plazas, y sobre todo
Dios, el cual guarde y acreciente la muy iluslre persona y
estado de V. S. como yo deseo. — De Monzón á 27 en la no-
che bien tarde. — De V. S. mayor servidor que sus muy
ilustres manos besa.
Sobre. — Al muy ilustre señor mi señor el condestable
de Castilla , duque de Frias, capitán general de S. M. en
la frontera de Navarra.
En el respaldo se lée: Monzón 27, 1542.
Minuta de cédula del emperador Carlos V al diputado gene-
ral, caballeros, escuderos, hombres hijos dalgo de la
ciudad de Vitoria.
Biblioteca Nacional. — Sala de MSS.-^G 48, fol. 48.
EL REY.
Diputado general, caballeros, escuderos, omes hijos
dalgos de la cibdad de Vitoria, provincia de Álava y sus
hermandades. Por otras nuestras cartas habréis entendido el
estado en que están las cosas y los ejércitos que vienen á
ofender á estos reinos , así por la parte de Perpiñan como
de la de Navarra y provincia de Guipúzcoa , y como os en-
viamos á mandar que estuviésedes apercebidos y á punto
de guerra para acudir á lo de Guipúzcoa y Navarra. Como
habréis visto después habemos tenido cartas de don Sancho
de Leiva, nuestro capitán general de la dicha provincia,
i
305
en que nos avisa coinO en breve entraría el ejército por
aquella parte y armada de mar á cercar á Fuenlerrabía y
San Sebastian; y por otra parte que don Felipe de Lazcano
escribió á la villa de San Sebastian parece que tenia ya
ocupado el paso de Beovia; y según esto ya deben estar
sobre alguna de aquellas villas; y como quiera que soy
cierto que según lo que os babemos escrito estaréis todos
apercebidos y á punto de guerra para ocurrir y emplearos
en lo que se ofreciere , todavía porque para socorrer estas
plazas ó cualquier dellas que cercaren los enemigos , con-
viene juntarse grueso ejército y armada de mar, y para
ello habemos nombrado y elegido por nuestro capitán ge-
neral al condestable de Castilla, y le habemos enviado
nuestro poder y facultad para que en todo haga y ordene
lo que conviniere, como Nos mismo lo podríamos hacer , y
provea que se junte la armada de mar que conviniere para
ir á socorrer á San Sebastian y Fuenterrabía ; por ende Yo
vos encargo y mando que usando de vuestra fidelidad y
antigua lealtad, con toda la diligencia que sea posible os
aderecéis y pongáis á punto de guerra, bien armados y en
orden para ocurrir donde el condestable os escribiere y or-
denare , cumpliendo en esto y en lo demás lo quél de nues-
tra parte os mandare, como si Nos mismo en persona os
lo mandásemos, que demás de cumplir con lo que debéis
y sois obligados nos haréis en ello placer y servicio. — De
Monzón á 27 de agosto de 1542, — Yo el rey. — Por man-
dado de S. M. — Juan Vázquez.
Tomo XLIII. 20
506
Carta original del emperador Carlos V al condestable de
Castilla, fecha en Monzón á 27 de agosto de 1542.
Le manifiesta las disposiciones que ha tomado para la defensa y pro-
visión de Navarra y Provincias Vascongadas.
Biblioieca Nacional.-^ Sala de MSS,-G 48, fol dOO.
EL REY.
Condestable primo: Vi vuestra letra de 22 del presente,
y yo creo bien que como tan cierto servidor nuestro os em-
pleareis siempre en servirme con la voluntad que decís , y
así os lo agradezco mucho; y por estar tan satisfecho desto
os quisimos encomendar ese cargo de nuestro capitán ge-
neral , y espero en Nuestro Señor os dará la salud que de-
seáis para que podáis servirnos en él como lo esperamos.
Cuanto á lo del dinero yo creo bien que si vos tuviéra-
des el que deseáis para servirnos, que no fuera menester
hacer otra provisión; pero lo que os screbimos no fué sino
que proveyésedes lo que fuese menester entretanto que lle-
gaba el que proveíamos que se os llevase de Valladolid,
porque no se perdiese tiempo en lo del armada que se ha-
bía de juntar para el socorro de San Sebastian, pensando
que estaba cercada aquella villa, como se nos scribió, y
pues aquel arma que dieron los franceses no fué cierta , no
será menester hacer gasto en la dicha armada en juntarla,
antes scribireis á los corregidores que desembaracen los na-
vios que les habíades ordenado que restasen , avisando á
lodos los que los tienen en la costa de Vizcaya , Guipúzcoa
y las Cuatro Villas de la costa de la mar, que los armen y
507
pongan en orden para lo que se ofresciere, y para resistir y
ofender á los enemigos, y que no salgan de olra manera
porque no resciban daño dellos , ni tampoco sera necesario
que se gasten dineros en avituallar á Pamplona , San Se-
bastian y Fuenterrabía , porque ya esto está proveído , ni
en espías al presente, pues de Juan de Vega y don Sancho
de Leiva habéis vos de ser avisado de todo, y ellos tienen
recaudo de dinero para estos gastos , y para en caso que se
ofrescan otros que no podáis excusar, lo cual os encarga-
mos miréis mucho cómo se hace, porque las nescesidades
que se nos ofrescen son las que sabéis , habernos mandado
que se os lleve algún dinero, y proveído que vayan á re-
sidir con vos los oficiales del sueldo que pedís, y también
al correo mayor habemos mandado que ponga las postas
donde vos le ordenárdes.
La diligencia que hecistes para saber la gente con que
nos podrá servir Guipúzcoa y Vizcaya y Álava está bien.
En lo del navio de la Religión, como cesó la necesidad,
aunque la villa de San Sebastian le había ya tomado el ar-
tillería y municiones para meterla en aquella villa, después
don Sancho nos ha scripto que gelo habia mandado res-
tituir ; y así proveeréis vos que se haga , porque antes es
razón de ayudar á aquella Orden , que no embarazarle sus
navios, pues siempre se ocupan contra infieles.
Está bien haber enviado mis cartas al duque de Medi-
naceli, condes de Salinas, Nieva yAguilar, y al marqués
de Poza para que pongan en orden su gente y la envíen, y
así haber scripto al diputado de Álava y alcalde de Vito-
ria para que tuviesen proveída de bastimentos aquella
ciudad.
Lo que se proveyó en lo del cargo del marqués Mari-
chai, y también en lo de la persona que habia de nombrar
508
el condestable de Navarra, fué conforme á lo que nos scvU
bió el visorey , al cual habentios mandado que allá lo orde-
ne, trate y concierte con ellos de manera que nos puedan
mejor servir.
Lo que nos acordáis que tenga igual cuidado de lo de
Pamplona, San Sebastian y Fuenterrabía que de lo de Per-
piñan , y que es necesario que sepan todos que nos sirven
tanto en esa parte como en esta otra, os agradescemos mu-
cho lo que decís muy bien , y así teniendo respecto á todo
ello, habemos determinado nuestra partida á Zaragoza para
estar allí á propósito y más cerca de lo de Navarra y Guipúz-
coa, y no lejos de Perpiñan; y así en lo que ordenamos y
proveyéremos para la resistencia de los enemigos se lerna
igual cuidado de todo, teniendo respecto á ocurrir á la ma-
yor necesidad , pues todo es de tan gran importancia como
sabéis.
En lo del artillería y municiones que pedís, llegado el
comendador mayor de Alcántara, se platicará con él de don-
de se proveerá, en caso que sea menester, y os daremos
aviso dello.
Decís que seria bien que yo mandase ir personas que
tuviesen experiencia de guerra para que estuviesen en Pam-
plona, San Sebastian y Fuenterrabía, y que algunos os
fuesen á dar razón cómo están aquellos lugares, y lo que
paresce que conviene que se provea en ellos. En Pamplo-
na no hay que proveer sino lo de la gente que ya tenemos
nueva que camina; á los otros lugares vos podréis enviar la
persona que os pares cié re para saber cómo están, y pro-
veer que se pongan en la orden que coviene, así de gente
como de bastimentos.
En lo de los alemanes teniendo el cuidado que es razón
de socorrer lo destos reinos, ha muchos dias que proveímos
309
que se nos enviasen los que estaban en Milán, que son lias-
la cuatro mil , los cuales nos scribió el príncipe Doria
que estarían embarcados en toda la semana pasada , y se-
gún esto ya no pueden tardar de llegar á Barcelona, y por
parescer poco el número, según la pujanza de los enemigos,
habemos proveído que bajen otra buena banda de ellos, los
cuales serán brevemente donde se ban embarcado estos
otros, porque traer los españoles que están en Milán no con-
viene, porque si quedase aquello sin alguna guardia , esta;-
ria á mucbo peligro, en especial teniendo los enemigos tan
gran guarnición en el Piamonte.
Cuanto á la provisión de pan , si le bebiese en Galicia
en abundancia, bueno seria de traer. A Flándes se ba scrip-
to y á Secilia, y brevemente esperamos que verná una bue-
na cantidad de todas partes. El traerlo de Ingalalerra debéis
vos tratar con algunos mercaderes que se encargasen de
ello , que yo scribiré al rey que dé licencia para la saca ; y
no seria malo que también tratásedes con el prior y cónsu-
les de Burgos, que á la vuelta desla flota que agora ha de
ir trujesen alguna buena cantidad de pan, así de Flándes
como de Inglaterra, que yo mandaré dar los despachos que
para ello serán nescesarios.
En lo de la gente de caballo, bien es que la vuestra
que habíades de enviar á Navarra , la llevéis con vos á Vilo*
ría: la de las guardas que vino de Argel, habemos mandado
proveer vaya á Navarra, la cual no debéis sacar de aquel rei-
no sino en caso que el visorey os scribiese que no la ha me-
nester, y la que vos habéis de juntar en Vitoria viniendo
los enemigos á Navarra ó á Fuenterrabía y San Sebastian,
será la de los grandes, caballeros y ciudades que habe-
mos mandado que os acudan que se os enviarán sus cartas,
y las provincias de Guipúzcuoa y Álava y condado de Yiz-
510 ,
caya, avisándonos del número que sera, porque según la
nescesidad hobiere, así mandaremos proveer en lo demás lo
que convenga.
A don Atanasio se scribe como os paresce, y también
mandaremos que acuda á vos la gente del conde de Castro
y del marqués vuestro hermano» y que él vaya á estar en
vuestra compañía como lo pedís.
En lo de la gente porque esa fsicj pasado don Iñigo, se-
ria bien que fuese llegada, porque se provea Pamplona
y también esas otras plazas de la que será necesario para
su defensa, porque el socorro no podrá ser breve, y no es
razón que estén desproveídas, y así habéis de tener mas
respeto á su buen proveimiento que á otra cosa.
Lo que nos acordáis que formándose ejército no provea-
mos de capitán general de infantería por las causas que
screbís, nos paresce bien, y así tememos memoria dello. -
El conde de Oñate os respondió como quien él es y
conforme á la confianza que de su persona tenemos , y así
le daréis las gracias de mi parle. Don Sancho de Leiva nos
ha scripto que don Juan su hermano y su cuñado se ha-
blan ido á meter en Fuenterrabía , y que él se -iba á defen-
der á San Sebastian ; pero en caso de nescesidad será bien
que el conde de Oñate se meta con su gente en San Sebas-
tian , y don Sancho se vuelva á Fuenterrabía , y así lo pro-
veeréis.
Vos os iréis á Vitoria lo mas presto que pudiérdes , por-
que estando allí vuestra persona daréis mucha calor y fa-
vor á aquellas fronteras , y lo principal que habéis de ha-
cer, es informaros como están proveídas de gente y basti-
mentos Fuenterrabía y San Sebastian, y hacer que con di-
ligencia se bastezcan, pues á don Sancho se han enviado
dineros para ello, y que si fuere necesario que se hagan al«
511
gunas obras ó reparos, se ponga mucha diligencia en ello,
porque también se le han enviado dineros para las obras de
aquellas plazas, y pues yo estaré tan cerca, avisarme heis de
lo que os parezca en lo demás, que yo lo mandaré proveer
como convenga. — De Monzón 27 de agosto 1542. — Yo el
rey. — Con rubrica, — Vázquez. — Con rúbrica.
Sobre. — Porel rey. — Al condestable de Castilla, suprimo
y capitán general.
Carta autógrafa de Francisco de Muñatones al condestable
de Castilla j fecha en Monzón á 27 de agosto de 1542.
Fuerza que tiene el ejército francés.— Noticias de Perpiiíían. —
Francisco I en Montpellier. — El duque de Alba.
Biblioteca Nacional— Sala de MSS,~ G 48, pl. 187.
llustrísimo señor: Por haber quedado malo en el camino
no he escrito antes á vuestra señoría de la salud de S. A.,
como ya bendito Dios, está muy bueno, aunque algo flaco
y descolorido.
Hoy han venido dos correos de Perpiñan como ya que-
daba el Dolfin una legua, y este postrero los vio escaramu-
zar ayer por la mañana en la puente, y dice que habría
cuarenta mili hombres y cincuenta piezas de artillería grue-
sas sin otras pequeñas. Perpiñan tiene siete mili hombres
y quinientas lanzas y mucha vitualla y munición. La gente
de don Bernaldino de Mendoza y la que venia de Valen-
cia llegaron tarde ; estarse han por ahí cerca probando si
podrán entrar. Estos señores del Consejo de la Guerra los
ha pesado que esta gente no haya entrado; mas con todo
esto están muy alegres del buen recado que hallarán.
312
E? rey de Francia está en Mompeller.
S. M. dicen se partirá la semana que viene á Zaragoza.
Los cuatro mili alemanes que vienen de Italia son ya
embarcados.
El duque de Alba está en Barcelona. No sé otras nuevas
que pueda escribir á vuestra señoría, sino que á todos nos
Jiizo vuestra señoría muy gran merced en mandar á Ortega
de Birviesca que no se viniese acá , y lo que en esta tengo
que suplicar á vuestra señoría es se acuerde de mi y me
envíe á mandar en qué pueda servir, pues de lo que se me
mandare pienso con la ayuda de Dios dar dello buena cuen-
ta, que por agora hay poco en que poder servir á S. A.,
pues dello será servido, y ansí quedo rogando á Dios guar-
de la ilustrísima persona de vuestra señoría. — De Monzón
27 de agosto. — Besa las manos de vuestra señoría ilustrísi-
ma.— Francisco de Muñatones. — Con rúbrica.
Sobre. — Al ilustrísimo señor el condestable de Castilla,
mi señor.
Carta autógrafa de Juan Vázquez de Molina al condestable
de Castilla, fecha en Monzón á 28 de agosto de i 542.
Sueldo de capitán general. — Estrago de los franceses en el conda-
do de Rosellon.
- "í
Biblioteca Nacional.—Sala de MSS.—G 48, foL 214.
Ilustrísimo señor: S. M. escribe tan largo á V. S. que
temé yo poco que decir en esta , mas de avisar á V. S. que
hasta ver que los franceses son entrados no cure V. S. de
pedir con tanta prisa las cosas, pues como escribe S. M. el
socorro ha de ir á la larga y habrá tiempo para proveer lo
315
que paresciere según el progreso de los enemigos; y la ida
de V. S. á Vitoria, mas es para dar favor y calor á aque-
llas fronteras y proveerlas, que para formar el ejército; por-
que si se hubiere de hacer, tiempo habrá para ello, y por
esto nos ha parecido á los comendadores mayores y á mí
que era temprano hablar en lo de salario, en especial que
aquel que se dio al señor condestable era para salir fuera
del reino y á conquistar, y agora es otra manera, y al tiem-
po yo terne cuidado de acordarlo y de servir á V. S. como
gelo debo.
Lo de la legitimación habia diferido hasta ver lo que
V. S. mandaba, en lo demás yo la haré despachar y la en-
viaré á V. S., cuya ilustrisima persona y estado guarde y
acreciente Nuestro Señor como desea. — De Monzón TI de
agosto. — Beso las manos de V. S. — Juan Vázquez de Moli-
na.— Con rubrica.
El martes empezó á entrar el ejercitó en el condado de
Ruisellon, y ha quemado y saqueado los lugares por donde
ha pasado, y quedan ya sobre Perpiñan y los de dentro bien
fortificados y proveídos y con buen ánimo. Nuestro Señor
lo tenga de su mano, que el socorro llegará tarde, aunque
ya se envían á llamar á los grandes y á la gente de las cib-
dades. El señor don Francisco podrá decir lo de acá que ha
tenido poca prisa en su ida.
Sobre. — Al Illmo. señor mi señor el condestable de
Castilla, duque de Frias, capitán general de S. M., etc.
S14
Carta original del emperador Carlos V al condestable de
Castilla, fecha en Monzón á 29 de agosto de 1542.
S. M. le ordena enviar quinientos hombres al virey de Navarra,
cuando éste los pida.— Necesidad de guarnecer á Logroño.
*
Biblioteca Nacional— Sala de MSS.—G 48, foU i 06.
EL REY.
V Condestable primo, nuestro capitán general: Juan de
Vega nuestro visorey y capitán general del reino de Navar-
ra, nos ha scripto que él ha hecho apercibir quinientos hom-
bres, en la frontera de Logroño, Calahorra y Alfaro, para
que al tiempo de la nescesidad se fuesen á meter en Pam-
plona, por estar allí á propósito, y que habiendo scripto
al corregidor avisándole de ello , le respondió que yo le
habia mandado que tuviese ajunto la gente de aquellas ciu-
dades para la defensa de Logroño , y que no se la podria en-
viar sin nuevo mandamiento nuestro; y como quiera questo
es así, visto el caudal que el dicho Juan de Vega hace de
esta gente, tornamos á scribir al dicho corregidor encar-
gándole que tenga apercibidos los dichos quinientos hom-
bres, y en orden para que escribiéndoles que se los envíe,
lo haga con diligencia para que se puedan meter á tiem-
po en Pamplona; y porque aquella ciudad de Logroño no
es razón que quede sin gente y con algún proveimiento,
os ruego y encargo que de la que os acudiese proveáis que
se meta en ella la que os paresciere para su defensa, en ca-
so que sea menester, que en ello me serviréis. — De Monzón
5i5
á 29 de agosto, 1542, — Yo el rey. — Cow rúbrica, — Por
mandado de S. M. — Juan Vázquez. — Con rúbrica.
Sobre. — Por el rey. — Al condestable de Castilla su primo
y capitán general.
Carta autógrafa del licenciado Becerra al condestable de
Castilla, fecha en Bilbao a 29 de agosto de 1542.
Que no conviene sacar gente de Bermeo.
Biblioteca Nacional^ Sala de MSS.—G 48, fol. 486.
Ilustrísimo señor: Vuestra señoría sabrá que después de
haber hecho la junta porque se dio una petición en ella que
fuese á visitar el puerto de Bermeo y ver la necesidad que
tenia de reparo , fui á la dicha villa, como sea puerto abier-
to franco con todas mares , é á qualquiera hora pueden des-
embarcar y tornarse á embarcar , y no tengan artillería nin-
guna para defender la entrada della, tienen necesidad de
que hubiera mucha mas gente de la que hay para la poder
defender, porque por respecto de la pesca de Irlanda, que es-
tán todos en ella, no han quedado sino los hombres bajos que
no son para tomar armas. E si alguna gente se sacase de la
dicha villa , no quedaría nadie en ella , porque la mas triste
azabraque veniese, le daría fuego fácilmente, suplico áV. S.
mande que de la gente que hubiere de salir deste señorío,
sea de otras partes, é no de la villa de Bermeo, por la mucha
necesidad de gente que hay en ella. Nuestro Señor la ilus-
trísima persona deV. S. y estado guarde y acresciente.—
De Bilbao á 29 de agosto.— Servidor é vasallo de V. S. —
El licenciado Becerra. — Con rúbrica.
Sobre. — Al ilustrísimo señor el condestable de Castilla,
capitán general de S. M.
316
Carta original del emperador Carlos V al condestable de
Castilla, fecha en Monzón á 29 de agosto de 1542.
Envío de tropas á Pamplona.
Biblioteca NacionaL-^Sala de MSS.— G AS, foL 107.
EL REY.
Condestable primo, nuestro capitán general : Porque el
duque de Najara y el conde de Nieva por nos servir, visto
el estado en que están las cosas, han enviado á ofrescer á
Juan de Vega nuestro visorey y capitán general del reino
de Navarra, cierta gente de sus tierras para que se metan
en Pamplona, y yo les he scripto dándoles las gracias de ello
y encargándoles que así lo hagan, y demás de esto habernos
enviado á mandar al corregidor de Logroño, que los qui-
nientos hombres que el dicho Juan de Vega tiene preveni-
dos en aquella ciudad y las otras de aquella frontera , y
también á la provincia de Álava, que los cuatrocientos
hombres que se han enviado' á ofrescer tengan á punto y
en orden para que en scribiéndoles que se la envíen lo ha-
gan con diligencia, nos ha parescido avisaros dello para que
sepáis lo que cerca desto tenemos mandado proveer , y pa-
ra encargaros que luego que el dicho Juan de Vega la en-
viare á pedir proveáis que se le envíe con la presteza que
la nescesidad lo requiere , que en ello seré servido. — De
Monzón á 29 de agosto de 1542. — Yo el rey. — Con rúbrica.
— Por mandado de S. M. — Juan Vázquez. — Con rúbrica.
Sobre, — Por el rey. — Al condestable de Castilla su pri-
mo y capitán general.
317
Carta original de la provincia de Guipúzcoa al condestable
de Castilla, fecha en Vidania á 30 de agosto de 1542.
Le felicita por su nombramiento de capitán general y le envía un
comisionado para que se ponga de acuerdo con él sobre la defen-
sa de aquella provincia.
BiWoieca Nacional.-- Sala de MSS.~- G 48, fol. lo6.
Ilustrísimo señor: Los hijos dalgo de la muy noble é
muy leal provincia de Guipúzcoa, que estamos junios en
junta particular en el lugar de Vidania, en uno con el licen-
ciado Xuarez Sedeño, nuestro corregidor, recibimos la letra
de V. S. , y grande es la merced que recibimos con la bue-
na provisión que S. M. ha hecho en señalar por capitán ge-
neral de sus reinos y destas fronteras á V. S. lilma., por
lo cual en general y particular le somos muy servidores, y
para que dello y de la posibilidad desta provincia, y lo que
nos parece se debe proveer en servicio de S. M. y defensa
desta patria informe largo á V. S., inviamos al licenciado
Amador, que de todo hará larga relación conforme á la ins-
trucción que para ello le hemos dado. Suplicamos á V. I. S.
le oya é dé crédito en todo lo que de nuestra parte le ha-
blare é informare. Nuestro Señor vida y estado de V. I. S.
prospere é aumente, en cuya creencia enviamos la presen-
te sellada con nuestro sello é firmada del teniente de nuestro
consejo fiel. Fecha en la nuestra junta de Vidania á 30 de
agosto de 1542 años.
Por mandado de la junta.
Sobre, — Al Ilustrísimo señor don Pedro Fernandez de
Velasco , condestable de Castilla, duque de Frias, conde de
Haro, capitán general del reino de Navarra y provincia de
Guipúzcoa.
318
Carta autógrafa de don Prudencio de Gamboa al condesta»
ble, fecha en Villareal á 30 de agosto de 1542.
Que acudirá con la gente suya y algunos deudos en servicio
deS.M.
Biblioteca Nacional— Sala de MSS.— G 48, foL 194.
li Iluslrísimo señor: Don Miguel, mi hermano, me dio la
cédula de S. M. y la carta de V. S. , y en todo lo ansí po-
sible se hará lo que S. M. fuere mas servido; y V. S. man-
de en esto y en todo lo demás, que serán cumplidos los man-
damientos de V. S. como de señor , dejado á parte el po-
der que de S. M. V. S. tiene, lo puede mandar todo,
c Yo, señor, pienso de ir en servicio de S. M. con la
gente que de Vizcaya fuese de mi parcialidad, como siem-
pre mi padre y pasados lo han hecho, y llevaré algunos
deudos particulares de mi casa conmigo; y porque don Mi-
guel, mi hermano, dará cuenta de lo que en Vizcaya V. S.
le mandó que hiciese, yo no temé que decir. Nuestro Señor
la ilustrísima persona de V. S. prospere y guarde y estado
acreciente. — De Villa Real á treinta de agosto. — Besa las
manos de V. S. su servidor. — Don Prudencio de Gamboa y
Avendaño.
Sobre. — Al iluslrísimo señor el condestable de Castilla
mi señor.
319
La instrucción que da la provincia de Guipúzcoa á su nun-
cio el licenciado Amador , que le envía al ilustrisimo con-
destable de Castilla , capitán general de SS. MM.
(30 de agosto de 15-42.)
Biblioteca Nacional— Sala de MSS. , G4S^ fol. 458.
Besar las manos á S. S.*" y darle la carta de creencia
que lieva, y haga relación como á la dicha provincia en su
Junta fué notificado la provisión de S. M. de su capitanía
general, y lo que en virtud, mediante ella, su ilustrísima se-
ñoría manda, y la carta misiva que escribe á la provincia,
de veinte y ocho de agosto.
Y que la provincia é hijosdalgo della tienen en seña-
lada merced á S. M. el proveimiento de su ilustrísima per-
sona por su capitán general y defensor destos sus reinos y
frontera ; y así por ello como por lo mucho que debemos y
deseamos su servicio, y tenemos reconocido el amor que
su ilustrísima señoría y progenitores han tenido para con
esta provincia é hijos della, que les han sido servidores á
natura á toda su posibilidad. Gomo hijos dalgo han de
cumplir sus proveimientos y mandamientos.
ítem, en cuanto á lo que por la dicha su carta envía
á mandar que los dos mili infantes que acudieron al apelli-
do y son vueltos por necesidad, tornen á San Sebastian, que
se tenga por cierto que, si necesidad hubiere, no fueran
vueltos la dicha infantería, y juntado para lo que conver-
ná hacer para adelante , y no nos descuidan con esta vuel-
ta, y se ha juntado la provincia á proveer para en lo por-
venir, y se ha lomado orden que todos los hijos dalgo
520
de la provincia, útiles para la guerra, padre
ch^"corao buenos' P^^'^'J^' csléo manfcrldos y aprcstados para
s«M"je'stad!=con ícvantar y acudir á necesidad que el ejército
de Francia marchare para esta provincia, y
así salidos y ajuntados entren lodos los mas
hábiles para la guerra que converná para la
defensa de las dos fuerzas de San Sebastian y
Fuenterrabía, dó S. S."" sus tenientes man-
dare.
^'®"* Y con esta orden la provincia é hijos dal-
go della servirán mejor á SS. MM. y en su
servicio, y en defensa de la tierra se podrían
mejor sostener en tiempo de necesidad.
iníy"biln, y'quS Y caso quc cl cjército fraucés marchase
j^esudT^ a"isa?á para Navarra, en nosotros no hay posibildad
de lo que conver- . nr i
ná que hagan.= para cuviar gcntc alia, y harto haremos si
ton rúbrica. * ^ "^
acudimos á las necesidades desta provincia,
como arriba tenemos dicho ; é si Navarra es
frontera de Francia, sierras tiene para pasar
á Navarra , pero para entrar en la provincia
tierra llana es desde Francia , que en doce ho-
ras desde Bayona pueden entrar ejército con
artillería á esta provincia , y experiencia ha
mostrado que cuando entra el francés en Na-
varra, deja segundo ejército en Ustariz para
su socorro y para entrar en esta provincia
cuando echaron cerco á San Sebastian, y so-
la la gente de la provincia se halló encerrada
en las dos fuerzas.
Que ya el con- Sc SUpliqUC á S. IluStrísima S. , pues ha en-
de será ido, y que *■
yTcí*di?^á'*dS'n ^^^^^ ^^ ^^^^^ ^^'^^^ ^^ Oñate á encerrar en
who.=con rú- |^ ^jji^ ^^ g^j^ Sebastian en su lugar, y con
S21
sus veces, y en la villa de Fuenterrabía está
don Sancho de Leiva por capitán, mande á
cual dellos, y sus mandamientos ha de acudir
la provincia é hijos dalgo della y cualquiera
dellas avise al corregidor, porque él ha de lla-
mar la gente , y con él han de ir según tie-
nen de costumbre.
ítem mande socorrer ambas las dichas
Que ya en esto fucrzas , y SÍ hay uccesidad de vituallas ó otras
se ha proveído lo ./ ^
que ha convenido, ^osas para SU dcfeusa , maudc que sean pro-
veídas , porque los dias pasados no ha sobrado
nada.
Que así lo ha Asimcsmo mande rever las gentes de las
proveido Su Ma-
jestad, capitanías que han venido y vmieren á estas
dos fuerzas, así en el número como en ca-
lidad de las personas , y á los que no se ha*
liaren útiles manden despedir.
Que ya se ha es- Rcm maudc haber información de lo mu-
criplo al condes- , . , . ,
tabie que lo haga cho Quc imoorta la conscrvacion del puerto y
visitar y envíe su ^ * i •/
ron7er^nÁ%To~ coucha dc Guctaría, para socorro de la villa
veerse. ^^ g^jj Sebastian , cuando por tierra no se pu-
diese socorrer y proveer en lo que converná
para su defensa en la dicha villa para el di-
cho puerto.
í'«™- Y también que en la villa de Métrico sea
servido de mandarle proveer de pólvora , por-
que tiene puerto abierto.
Que ellos pro- ítem SO supliquc á S. S.^ que la ícente de
curen de proveer- * * i t^
f¡«nrsrMajeS ^^ províucia sca proveída de la monición de
TsafquI'cJm: S. M. dc pólvora , para que ejerciten y es-
Ericar °" ^^~ ten instructos para en tiempo de necesidad.
— El bachiller Zavala. — Fecha en junio Vida-
ToMO LIXII. 21
522
nía á Ireinta de agosto de mili y quinientos y cuarenta y
dos años. — Por mandado de la junta, Martin de Oyarzu.
En el respaldo se lee: Treslado de la Instrucion que en-
vió la villa de San Sebastian y provincia de Guipúzcoa. Vi-
dania oO de agosto 1542.
Carta original del emperador Carlos V al condestable de
Castilla, fecha en Monzón á i,° de setiembre de 1542.
Que ha acordado llamar á los grandes y caballeros para que acu-
dan con sus gentes á su servicio.
'Biblioteca Nacional— Sala deMSS.— G 48, fol 108.
EL REY.
Condestable primo: Visto que ya el ejército de Francia
está sobre Perpiñan , y la nueva que se tiene que viene á
entrar otro por el reino de Navarra, habernos acordado pa-
ra el socorro que se ha de hacer, de enviar á llamar a los
grandes y caballeros de esos reinos, que vengan luego con
la gente que se les ha repartido, y asimismo que las ciu-
dades envíen la gente con que han ofrescido de servirnos,
y que parte de toda ella acuda á Vitoria donde vos estaréis
. para lo que toca á la defensa de Navarra , y provincia de
Guipúzcoa, como veréis por el memorial que se os envía.
Llegada á Vitoria la haréis aposentar en las partes que os
paresciere, avisándome del número que será, y de lo que
hacen los enemigos, para que así se ordene lo que vos con
la dicha gente habéis de hacer , que en ello nos tememos
de vos por servido.— De Monzón á primero dia de setiem-
5S3
bre 1542 años. — Yo el rey. — Con rúbrica. — :Por manda-
do de S. M. — Juan Vázquez. — Con rúbrica.
Sobre, — Por el rey. — Al condestable de Castilla su pri-
mo y capitán general.
Memorial á que se refiere la carta anterior.
Biblioteca Nacional.— -Sala de MSS.--G 48, fol. 104.
Los grandes y las ciudades que se manda que acudan
al señor condestable para lo de Navarra y Guipúzcoa.
Hombres
darmas.
Duque de Medinaceli.
60
Conde de Salinas.
20
Marqués de Verlanga.
20
Marqués de Poza.*
20
Conde de Nieva.
w , 20
Conde de Castro.
20
Conde de Aguilar.
20
Conde de Miranda.
50
Mariscal de Fromesto.
20
El obispo de Calahorra.
20
Y más las sesenta lanzas del
señor condestable 60
324
CIUDADES
VAN A NAVARRA.
Burgos.
Valladolid.
Soria.
Santo Domingo de la Calzada.
Segovia.
Medina del Campo.
Avila.
Falencia.
Salamanca.
Ciudad-Rodrigo.
Zamora •
Toro.
Arévalo, Olmedo y Madrigal.
Aranda.
Sepúlveda.
León.
Asturias.
Guipúzcoa.
Vizcaya.
Álava.
525
Minuta de carta del condestable de Castilla al em-
perador Carlos V.
(Sin fecha.)
Le avisa de haber recibido las tres cartas que le escribió y de haber
puesto en práctica las órdenes que le da sobre la gente de armas
que le ha de acudir. — Necesidad de que haya en San Sebastian
buena guarnición á la continua. — Desmanes que cometian algu-
nos espías franceses, que convendría castigar. — Que no cree
oportuno que se rompa la guerra por otras partes , sino estar á
la defensiva, — Recomienda los servicios del corregidor de la pro-
vincia de Guipúzcoa. — Necesidad de que no se carezca de dine-
ros y víveres, y de que la gente del conde de Oñate en San Se-
bastian sea más disciplinada, para evitar escándalos.
MMioieca Nacional.— Sala de MSS.—G AS , fol. 110.
S. G. C. M.
El martes que fueron cinco desle mes, recibí tres cartas
juntas de V. M., las dos de veintinueve de agosto queme
envió el virey de Navarra, y otra de primero de septiem-
bre, por la via de Valladolid, con un memorial de la gente de
armas de señores que manda V. M. que me acudan, y de
las ciudades que han de ir á Navarra y las que han de ve-
nir á mí.
En las cartas que me envió el virey manda V. M. que
los quinientos hombres de Alfaro y Calahorra que estaban
para Logroño, vayan á Pamplona en escribiéndolo el vi-
rey, y que de la gente de la infantería que me acudiere,
meta la que me pareciere en Logroño.
En dándome las cartas de V. M. envié un criado mió al
526
corregidor de Logroño para que tuviese á punto los quinien-
tos hombres de Alfaro y Calahorra , para que en enviando
por ellos el virey de Navarra, los enviase, y también le es-
cribo que me haga saber qué gente me será menester para
aquella ciudad.
En el memorial de la gente de ciudades que me ha de
acudir, pone V. M. á la provincia de Álava; y los cuatro-
cientos hombres que aquella provincia da , está mandado
que vayan á Pamplona.
La gente de Vizcaya que en este memorial viene , ya
sabe V. M. que es para solo lo de Guipúzcoa, y la de esta
provincia de Guipúzcoa está solamente para su tierra, y. á
la verdad harán harto en defenderla, que aunque yo qui-
siera que desde luego dieran alguna geníe para las villas
de San Sebastian y Fuenterrabia, y lo tenté con ellos, pa-
réceme que no hacen poco en ofrecerse de meterse en aque-
llas villas cuando hubiere alguna necesidad. Y para mí, yo
lo tengo por mucho mejor que salir á defender el paso de
Beovia, porque es un paso tan llano que no lo puedea defen-
der los de la tierra á ejército grueso, y es mejor que lo que ha-
bían de gastar en esto lo gasten en meterse y estar en estas
dos villas cuando fuere necesario, que en guarnición no
me parece que quieren estar como V. M. lo verá por el tres-
lado de la instrucción que me enviaron con un letrado de
aquella provincia que ha venido á estar aquí conmigo. V. M.
les debe de escribir una carta de gran agradecimiento, que
sin dubda sirven con gran voluntad á V. M., que mucho me
dicen que fué lo que gastaron, cuando el otro dia vino
aquella gente á Beovia.
Yo escribí á Y. M. que mandase escrebir al virey de Na-
varra que enviase los trescientos soldados á San Sebastian,
aunque yo también se lo escrebia. El general me respondió
5?7
que habia mandado que estuviesen en Santisteban de Le-
rin para que acudiesen á Fuenterrabía ó á San Sebastian,
y que si los franceses viniesen á Pamplona que se tornasen
á ella , y este proveimiento fué muy bueno , mas la mayor
necesidad que en San Sebastian tiene es, que á la continua
haya buen recaudo de gente en ella. Y ya que no sea toda
la que querrian, que sea harto mas de la que hay, porque
como V. M. ha visto, muy poco rato pueden venir por la
mar zabras y bajeles á San Sebastian, y que en el muelle
hubiese de noche buen golpe de gente de guarda , porque
á no habella podria acaecer un desastre de tomalle una no-
che , y en poniendo los pies en él los delanteros, desembar-
caria toda la otra gente que hubiese. Aquí en San Sebas-
tian ha menester estar bien proveída de gente á lo contina.
Pedro de la Borda me escribió sobre lo de los reparos y
sobre si lo que en ello se gastare ha de ser con libr anza de
don Sancho de Leiva, como hasta aquí. Yo le escribo que
no haga novedad, sino que sea con libranza de don Sancho.
La gente que está mandado por V. M. que vaya á Pam-
plona, es impagada toda , así la de las guardas como la de
infantería, que la de Patencia que es la postrera, me dicen
que está mas adelante de Burgos, de algunos lugares de
Behetrías; de Campos me dijeron que venia alguna gente
desmandada de en diez en diez y de quince en quince; y
porque cuando vienen así hacen aun peores cosas por do
pasan que cuando van lodos juntos y con capitán , di una
provisión á un capitán de Becerril para que los rec ogiese en
Cañas, un lugar que está junto de Santo Domingo de la
Calzada, y que cuando estuviesen juntos me lo hiciese sa-
ber para que yo le escribiese lo que hiciesen de locja ¿sta
gente de infantería. No ha de hacer cuenta V. M. sino
de las dos partes, y aun creo que no de mas de la mitad,
328
porque del número de los que dicen que hay en cada capi-
tanía, faltan siempre muchos ordinariamente. La gente de
ciudades que ha mandado V. M. que me acuda á mí, no
he sabido que sea llegada á la comarca de Burgos, la cual
creo que verná como viene la mayor parte de toda la otra,
que es sin picas ni arcabuces. Vea V. M. de donde se les
darán.
A los señores que V. M. ha mandado acudir acá , será
bien que les mande tornar á escrebir para que acudan
luego. El duque de Medinaceli y el marqués de Poza están
malos, como escrebí á V. M. Allá tengo un measajero con
la gente del duque de Medinaceli para que venga luego.
También torné á escrebir al marqués de Poza para que aca-
base de enviar las diez lanzas que faltaban. El marqués mi
hermano creo que debe de. estar ya en camino, que me es-
cribió que se partiría en viendo otra carta mia. También
me dieron una carta del conde de Aguilar en que decia que
vernia luego su gente, y que él vernia también presto, que
las cartas que V. M. escribiere á todos será bien que V. M.
les dé. las gracias por la voluntad con que le sirven, que
todos la tienen cual conviene al servicio de V. M., y hacen
cuanto pueden por haber gente para serville como ofre-
cen ; viniendo lo iré haciendo saber á V. M.
Yo me vine aquí con solos mis hombres de armas y
criados, por poder escrebir, como lo he escrito, que era ya
salido de mi casa, y no pasaré adelante hasta que torn« un
criado mió que envié por la posta á V. M. para ver lo que
manda.
Por toda Castilla andan muchos clérigos franceses y
otros oficiales; V. M. vea qué manda que se haga: mu-
chos dellos creo yo que serán espías.
. También ha de ver V. M. qué se hará con otros tratan-
529
les que habrá naturales de Francia. En Vitoria me dicen
que han detenido dos que se iban á Francia ; y viene aquí
un vizcaíno que dice que tomaron á un deudo suyo los
franceses una nao. Creo que será cosa razonable que se ha-
ga represa en alguna dallos.
Don Sancho de Leiva me escribió que le habia escrito
V. M. que hubiese armados, y por un cabo parece que es
bien, y por otro no sé si trae algún inconveniente romper
la guerra por mas partes de por donde la rompe el rey de
Francia, pues ha de estar agora V. M. en solamente defender;
que en aquello de Guipúzcoa no he sabido que la hayan rom-
pido : antes me han dicho que han tenido plática los de tier-
ra de Laborío, de pedir allá en Francia licencia para que
pudiesen haber tregua entre ellos y los de Guipúzcoa como
otras veces la han tenido, teniendo guerra V. M. y el rey
de Francia. V. M. verá lo que mas converná á su servicio,
y si hubiese alguna plática desto entre ellos ^ si seria bien
salir á ello.
El corregidor de la provincia de Guipúzcoa sirvió muy
bien á V. M. en el rebato pasado; razón es que sepa que
V. M. lo sabe y sea tenido por servido del, el cual me es-
cribió agora que para guardar á Guetaria no era menes-
ter tener en el puerto navios, sino alguna gente en la tier-
ra y alguna pieza de artillería, y que por esto habia solta-
do todos los navios que estaban embargados.
Yo le escrebí que me parecia muy bien. También decia
que estándome escribiendo, le vinieron á decir que habían
visto cerca del Deva cuarenta naos francesas. Yo le torné
á escrebir que se pusiese recaudo en el puerto de Guetaria
y en el del Pasage , que no viniendo ejército grueso por
tierra muy bien se podía el Pasage guardar del armada
de mar.
350
Suplico á V. M. que no se descuide de mandar siempre
al tesorero Alonso de Baeza que tenga cuidado de buscar
dineros, y V. M. puede ser cierto en no gastallos sino en
cosas que no se puedan excusar; que terne yo todo el cui-
dado posible.
Ya escrebí á V. M. que entendía de enviar algunos al-
guaciles para que hiciesen cala y cata del pan que hubie-
se fuera de lo de Álava, porque por mucho que fuese lo de
aquella tierra , creia que seria poco para el ejército que se
habia de juntar. También he encargado que haga cala y ca-
ta del vino que hubiere en las nueve villas que llaman de
Campos, porque hay muy gran falta de vino en toda esta
tierra de Burgos acá.
El corregidor de Guipúzcoa me escribió que algunos le
dijeron que las cuarenta naos eran sesenta, y que á la hora
dio aviso dello al corregidor de Vizcaya. Al cual he yo es-
crito también y afcorregidor de las Cuatro Villas, para que
toda la costa esté avisada , y para que ninguna nao salga
sin llevar buena artillería y munición como V. M. lo man-
da, que aunque JO lo habia escrito á los corregidores de
Guipúzcoa y Vizcaya, me pareció que era de tornalles á es-
cribir agora.
Ya escrebí á V. M. cuan necesario era que si el conde
de Oñate habia de estar en San Sebastian , que el tiempo
que allí estuviese hiciesen la gente de guerra y los del lu-
gar lo que él les dijese para que él pudiese^servir á V. M.,
y cada dia se conoce esto mas, y por estar desmandados
aquellos soldados que allí hay , hubiera de haber el otro dia
un gran escándalo en el lugar, en el cual tienen siempre
gran sentimiento de lo de las llaves, y dicen que mas razón
era que no les hiciese novedad V. M. allí que no en Pam-
plona.
331
Eslo de San Sebastian y de Fuenterrabía me pone en
mucho cuidado, porque me parece que ha menester mucha
mas gente de la que hay en cada lugar dellos, que aunque
la haya de la provincia, es muy necesario habella de acá
de Castilla, especialmente que la de la provincia no ha de
estar allí ala continua, y así pienso de enviar luego gente allá
de la primera que me llegare» El número que ha de haber en
cada parte, V. M. creo que me lo habrá escripto cuando esta
carta llegue, que como el otro dia escrebí á V. M., pues ha
visto todos estos lugares , mejor sabrá que nadie qué gente
es menester que haya en cada lugar.
Carta original del rey al condestable de Castilla, fecha en
Monzón á S de setiembre de 1542.
Le agradece su solicitud y servicios. — Le manda que retire el em-
bargo de los navios de Guipúzcoa y Vizcaya, que habla hecho
para el socorro de San Sebastian , puesto que ha cesado la causa
para ello.— Que llame al conde de Onate á su compañía por evi-
tar disensiones entre él y don Sancho de Leiva en San Sebastian.
— Que será bien proveer de bastimentos esta plaza.— Que se es-
pera la gente de Alemania y el pan de Sicilia, y que procure que
de Flándes y de Inglaterra venga todo el trigo posible. — Que se
proveerá de pólvora para Fuenterrabía. — Aprueba las medidas
que ha tomado en general y las disposiciones que ha adoptado.
Biblioteca Nacional— Sala de MSS,— G 48, fol. 415.
EL REY.
Condestable, primo, nuestro capitán general : Vi vues-
tras letras de primero del presente, y alo que en ella decís
se os satisfará en esta.
352
En lo de vuestra ida á Vitoria he visto ¡o que decís y
las consideraciones que tenéis para entreteneros en Miran-
da y en la Puebla sin entrar en aquella ciudad hasta que
llegue parte de la gente que os ha de acudir , y el cuidado
que tenéis de mirar por lo que toca á nuestra autoridad y
servicio, os agradezco mucho, que lo hacéis como de vos
lo esperamos , y pues tenéis tan bien entendido lo que en
esto convenía hacerse , no tenemos que decir sino remitír-
oslo para que hagáis en ello lo que os paresciere mas con-
venir.
En lo de los navios que proveistes que se embargasen
en Guipúzcoa y Vizcaya para el socorro de San Sebastian,
pues la causa porque los mandasles detener ha cesado , ha
sido bien proveer que los desembaracen, y lo mismo haréis
en los que estovieren en el puerto de Guetaria , porque no
seria razón de tenerlos embarazados sin haber mas causa,
por el daño que recibirían sus dueños. Pero porque tenemos
aviso que andan muchos navios de franceses de armada,
será bien que scribais á los corregidores y á las otras per-
sonas que os pareciere que ayuden y favorezcan en lo que
pudieren á los que quisieren armar, para que salgan en tan
buena orden que no solo no resciban daño de los enemigos
pero que gelo puedan hacer.
En lo del artillería y municiones que los de San Sebas-
tian tomaron á la carraca de la religión de San Juan, aqui
vino el comendador Francisco Girón á cuyo cargo está, agra-
viándose de ello, y visto esto y que la necesidad habia ce-
sado, y que los navios de la dicha religión se emplean siem-
pre en servicio de Dios Nuestro Señor contra infieles, les
enviamos á mandar que luego gelo volviesen y restituye-
sen , y que entretanto que se acababa de adereszar y poner
en orden la dicha carraca para hacer su viaje, la pasasen
535
al puerto de San Sebastian, porque allí estaría con seguri-
dad que los enemigos no la tomasen.
En lo que toca á la ida del conde de Oñate á San Se-
bastian, cuando os seribimos que cnviásedes á él* ó á otra
persona de calidad, que residiese en aquella villa, fué con
la primera nueva que tovimos de que venian ejército por
tierra y armada de mar sobre ella, paresciéndonos que
habiéndose de meter don Sancho de Leiva en Fuenterrabía,
y estando como está impedido el capitán Villaturiel, conve-
nia proveer aquello , de manera que estoviese á buen recau-
do; y aunque después de pasada aquella necesidad paresce
que se pudiera excusar la ida del dicho conde, en especial
habiéndoos yo scripto que don Sancho se iba á meter en
aquella villa , y dejaba en Fuenterrabía á don Juan su her-
mano y á otros caballeros; todavía os agradecemos lo que en
esto decís, y el cuidado que tovistes de ordenar al dicho con-
de que mirase y visitase cómo estaba proveída y bastecida
y reparada aquella villa, y porque según lo que se entien-
de, se tiene por cierto que por este año no vernán los
enemigos por aquella parte , ni por la de Navarra , así por
estar el tiempo tan adelante como porque toda la gente
carga á Perpiñan, será bien que pues con el dicho don San-
cho está el dicho don Juan su hermano y otros caballeros
que bastan para que veniendo alguna necesidad puedan es-
tar en aquellas plazas , y por excusar las diferencias que ya
empezaba haber entre el dicho conde y don Sancho, que
vos enviéis á llamar al dicho conde para que vaya á residir
en vuestra compañía ; y así os rogamos lo hagáis luego que
yo también gelo scribo que otra cosa se ofrescerá en que po-
dernos servir , y tememos memoria de su persona y servi-
cios como es razón. Y porque yo envío á mandar al dicho
don Sancho que él y los capitanes y gente que allí tiene ó
534
tuviese os obedezcan y acaten como á nuestra misma per-
sona ; vos teméis especial cuidado de mirar por el honor
del dicho don Sancho, remitiéndole las cosas tocantes á
aquella provincia como á quien está presente, para que con
vuestra orden las ejecute, haga y provea en todo lo que con-
viniere.
En lo del abrir y cerrar las puertas de San Sebastian y
tener las llaves de ellas; lo que se ha hecho no ha sido por
desconfianza que de los vecinos della tenemos, porque de su
fidelidad estoy bien cierto, sino porque en este tiempo y co-
yuntura , conviene que aquella villa esté con gran recau-
do; y débense de contentar, pues mi capitán general no
puede abrir puerta sin ellos , y pues el dicho conde no ha
de estar allí, no hay que proveer en lo de la otra llave que
os páresela que debia tener.
He visto el memorial que os envió Pedro de la Borda de
los bastimentos que hay en San Sebastian , y aunque don
Sancho nos ha scripto que aquella villa y la de Fuenterra-
bía están bien proveídas , eceplo de algunas cosas que se
entienden en proveer, todavía seria bien que los de San Se-
bastian se proveyesen por algún tiempo de los bastimentos
que hobiesen menester demás de los ordinarios , y así lo de-
béis procurar con ellos, que para lo de la gente de guerra
yo scribo al dicho don Sancho que también provea de lo ne-
cesario.
Los cuatro mil alemanes esperamos que vernán cada
dia, y en los otros que habemos enviado á mandar que se
levanten en Alemania para pasar á estos reinos, se pone to-
da la diligencia posible.
El pan de Sicilia se solicita y da gran priesa á que ven-
ga, por ser la mas necesaria provisión de todas para el ejér-
cito que se ha de juntar. Vos será bien que como screbís,
335
procuréis con el prior y cónsules de Burgos y otras personas
particulares, que traigan de Flándes ó Ingalaterra la mayor
cantidad de trigo que pudiesen.
En lo de la gente que al presente hay en San Sebastian
y la que decís que ordinariamente convernia que residiese
en aquella villa , yo he scripto al dicho don Sancho que ha-
ga henchir el número de sus condutas á los capitanes Lu-
xan y Diego Manes, que serán á cumplimiento de seiscien-
tos soldados, pues siendo nescesarios más, se podrán meter
de los dos mil que da la provincia, mil hombres, que serán
suficiente número para su defensa, y en lo de Fuenlerrabía,
asimismo proveemos que se crezcan hasta quinientos solda-
dos, contando en ellos trescientos que tiene el capitán Juan
de Urbina , y cuando hobiese nescesidad de' más gente se
podrán meter los otros mil hombres restantes , de los que
da la dicha provincia , y no pudiendo haber los dichos ca-
pitanes el número de gente que está dicho, vos lo provee-
réis de la de las ciudades que os han de acudir, que ya os
mandamos enviar el memorial del número de gente de pié
y de caballo que ha de ser, para que esluviésedes adverti-
do de ello. Y porque no veniendo ejército sobre las dichas
villas , paresce que les bastaria menos gente , todavía pro-
curareis de saber lo que en Francia se hace, para que según
aquello, así se acreciente ó acorte la guardia de ellas.
En lo de la gente que decís que seria menester que re-
sidiese en Pamplona, pues con tener en ella los mil quinien-
tos soldados que decís, y más los que están apercebidos en
las fronteras, que también es buen número de gente y útil,
parece que basta , especialmente que como está dicho , por
aquella parte se tiene aviso que no entrará ya ejército por es-
te año , y así screbimos á Juan de Vega que no esperándo-
se el dicho ejército, mire qué gente le debe quedar para
536
que eslé razonablemente proveído lo de Pamplona , y que la
demás, así de infantería como de gente darmas de nuestras
guardas y de los grandes que mandamos acudir allí, los haga
luego partir el camino de Barcelona de lo cual os habemos
querido avisar, y también para encargaros á vos lo mismo, y
que proveído lo de Faenterrabía y San Sebastian , y pares-
ciendo que por aquella frontera ni por Navarra no habrá es-
te año ejti^rcito, estéis en orden para que vista otra nuestra
carta, os podáis venir á Zaragoza con vuestra casa donde
yo voy, y la gente darmas podréis enviar á Barcelona coa
la demás que tuvierdes junta.
En lo de la pólvora para Fuenterrabía , sabido el recau-
do que hay de ella se proveerá de toda la que se pudiere.
En lo del reparo de Suriola , el dicho don Sancho nos
ha scripto lo que Te paresce que se debe hacer , y yo le he
respondido en esto mi voluntad , y conforme á aquello lo
porná en ejecución cuando conviniere. Vos hecísteis bien en
proveer de los quinientos ducados que decís de los tres mil
ducados que envió con Corral Alonso de Baeza, el cual es
bien que resida ahí para que él tenga el dinero y lo gaste
por orden y mandamientos vuestros, y yo creo bien que
como decís en cuanto os fuere posible escusareis los gastos
conosciendo las necesidades que tenemos y lo mucho que
es menester para proveer á todas partes, y así no hay ne-
cesidad de encomendároslo más. En lo de las espías proveer-
lo heis como os paresciere, procurando que sean cuales con-
viene, ordenándoles que entren bien en Francia y sepan y
avisen lo cierto de lo que allá hobiese.
Está bien Ja resolución que tomástes con el diputado de
Álava sobre lo de la cala y cata , y así haber encargado al
alcalde de Vitoria lo de los bastimentos, y que tratase con
mercaderes lo de la provisión de San Sebastian , lo cual de-
I
337
beis continuar y tener cuidado de ello hasta ver lo que se
podrá hacer.
En lo de la gente de la provincia fué bien la diligencia
que con ellos hicísles. Venida la respuesta que esperáis, nos
avisareis de lo que hobiese.
En lo de la gente del duque de Medinaceli, pues os res-
pondió que en lugar de las GO lanzas, hombres darmas que
se le repartieron, enviaría luego otros tantos ginetes, porque
nunca él habia servido con otra gente; está bien, y así que os
hayan respondido el conde de Aguilar y de Salinas que lue-
go enviarían la suya, á los cuales y á todos los otros que han
de acudir á vos como habréis visto por el dicho memorial,
solicitareis dándoles prisa á que envíen su gente , y tam-
bién al marqués de Poza para que envíe los otros diez hom-
bres darmas que le faltan por enviar , porque no siendo ne-
cesaria esta gente para lo desas fronteras, pueda venir á
tiempo para lo de Perpiñan como está dicho.
A don Alvaro de Mendoza screbimos teniéndole en ser-
vicio los doscientos hombres que os envió á ofrescer. En-
viarle heis mi cuenta. En lo de don Atanasio de Ayala no
hay que decir hasta ver lo que responde.
En lo de las armas habéis hecho bien en acordarnos la
falta que hay deltas en estos reinos, y aunque en Málaga y
en otras partes tenemos buena cantidad dellas; mirarse há
si converná hacerse mas provisión, y mandarlo hemos pro-
veer.
En lo de los mil hombres que ha ofrescido Vizcaya ,
aunque hayan respondido que para Guipúzcoa los darán
pagados por un mes, y para Navarra no, porque nunca
lo han hecho, han de tener entendido que nos han de ser-
vir para esas fronteras viniendo la necesidad, como lo ha-
cen los otros pueblos del reino, que es pagar la gente que
Tomo LIXIL 22
dan por cuatro meses, y así lo debéis procurar con ellos.
En lo que decís que á los lugares de la costa de la mar
han repartido quinientos hombres , y que Bermeo ha en-
viado á vos diciendo que porque es puerto eoawernía que
la gente que les ha cabido quedase allí en su guarda, de-
ciendo que así se hizo en vida de la emperatiriz, que haya
gloria , yo he visto la copia de la carta que sobre ello man-
do dar que nos envíastes, y aunque aquella no fué sino re-
mitirlo al corregidor de Vizcaya para que lo viese y prove-
yese de manera que aquella villa estoviese con buen recau-
do, vos hicistes bien en screbirle que no sacase la dicha
gente della hasta avisarnos delío, y pues paresce que no vi-
niendo ejército á esas fronteras , no será nescesario que se
junte la gente de Vizcaya ; allí podrá estar mejor que en
otra parte, que para lo de adelante mirarse há lo que con-
verná proveerse.^ — De Monzón á 8 de septiembre de 1542.
— Yo el rey. — Con rúbrica. — Vázquez. — Con rúbrica.
Sobre. — Por el rey al condestable de Castilla su primo
y capitán general.
Oír, ^\í\'t^''iñí^ omnml'krmob -ofo^o;
^ii^ffiíítiMíi';^ aioiííí'ro-
r )ífííf?
!iBd:.iíO»':^ur
o39
Carta original dirigida al condestable de Castilla , fecha en
Monzón á S de setiembre de i 542 (1).
Le da noticia del estado de salud de S. M., y de la defensa de
Perpinan, sitiada por los franceses.
Biblioteca Nacional— Sala de MSS.— G 48, {oh 208.
Muy ilustre señor: Con este caballero recibí la carta de
vuestra señoría hecha primero de setiembre acuatro (sic)^
y creo bien que vuestra señoría habría holgado de la buena
convalecencia de Su Alteza; el lunes á cabo cerca de cua-
tro semanas que le habia faltado la calentura, le volvió otra
sin frió; ya son pasados todos los términos de terciana y
cuartana , está muy bueno gracias á Nuestro Señor,
Las postreras nuevas que S. M. tiene de Perpinan, son
de tres deste ; están con muy buen ánimo los de dentro y
bien bastecidos, y tienen razonablemente de gente, aunque
no toda prática, y en una salida que hicieron, hicieron daño
á los enemigos y á su artillería sin recibir ellos ninguno. Tam-
bién dice don Luis loarte, que está en Elna sin tener ningu-
na gente de caballo y poca de pié, que les ha muerto y pre-
so, después que está el campo sobre Perpinan, mas de cien-
to y cincuenta personas y tomado mas de cincuenta bestias.
El Dolfin está en persona sobre Perpinan ; el caudal de
su gente de pié son hasta ocho mil suizos y tres ó cuatro
mil italianos; todos los otros son aventureros y gascones y
buen golpe de gente darmas y algunos caballos ligeros ila-
(1) No lleva firma esta carta, ni en el respaldo se dice quien la
escribió.
340
llanos. De creer es que caballeros habrá muchos estando
allí su persona y la de su padre en Veces , trece leguas de
allí. No sé si se acercará; mas paréceme que cuanto mas
cargan sobre Perpiñan, tanto aílojan de las otras fronteras,
y no le pese á vuestra señoría porque la gente de Castilla
entre en Pamplona , porque el verdadero socorro ha de ser
tener bien proveídas aquellas plazas para que no hayan me-
nester, y á este propósito escribe S. M. á vuestra señoría
lo que verá ; y creo que no entrando los franceses por Na-
varra ogaño, que querrá S. M. aprovecharse de vuestra se-
ñoría y de su gente, y de toda la demás que había de ir al
socorro de Navarra para el de Perpiñan , y por esto no ha-
brá necesidad de hablar en el partido de V. S. ni menos en
las insinias de condestable. A vuestro padre no le vi ningu-
na dellas, sino solo el guión, que era de capitán general.
Lo del señor marqués de Falces me parece muy bien, y
creo que si hubiere necesidad en aquel reino , que se servi-
virán del en alguna cosa como de las otras cabezas.
Doña Estephanía y yo y nuestros hijos, así los que es-
tán en Barcelona como el que está aquí, estamos buenos: lo-
dos besan las manos á vuestra señoría, cuya muy ilustre per-
sona y Estado Nuestro Señor guarde y acreciente como yo
deseo. — De Monzón á 8 de setiembre. — De V. S. mayor
servidor que sus muy ilustres manos besa.
Sobre, — Al muy ilustre señor mi señor, el condestable
de Castilla, duque de Frías.
5ii
Carta original de don Juan de la Cueva al condestable de
Castilla, fecha en Monzón á S de setiembre de 1542.
Se congratula de queS. M. le haya nombrado capitán general , y
le elogia la brillante defensa de los sitiados en Perpinan.
Biblioteca Nacional —Sala de MSS.—G 48, foL 210.
Ilustrísimo señor : Escrito he á V. S. por la via de Na-
varra, y en aquella carta }'' no sé si en otra alguna, decia
á V. S. como habla tenido por cierto desde que supe que
los franceses habían vuelto la proa á estas bandas, que
S. M. baria la provisión que hizo de hacer á V. S. capitán
general; holgué mucho de entender que seria así, y de ver-
lo hecho mucho mas, y tras esto dícese luego con su pan
se lo coma, etc.
. Beso las manos á V. S. por su carta , y en verdad que
si antes que entrara en Monzón la recibiera, que fuera muy
posible sin esperar otro mandamiento de S. M., irme á ser-
vir á V. S. , que de creer es que holgara más de emplear
mi trabajo sirviendo debajo de la bandera de Velasco, que
no de la de Toledo, y aunque soy llegado, si no se tuviese
ccrtenidad que los franceses no molestaran esas Navarras y
Guipúzcoas, no sé lo que me hiciera, porque hasta ahora
excusado me he de pasar adelante : no sé lo que haré con
salir ya el duque de Barcelona y volverse á Girona.
Veo mal parado y con vacilación grande todo lo de acá,
pero muy peor sepa V. S, que está lo de Francia, y que
verdaderamente creo que se defenderá Perpinan, y que se
perderán estos borrachos, que de su amo yo le doy por des-
pachado, pues no le pueden hacer tanto mal sus enemigos que
342
no sea mayor el que de sí mesmo rescibe, pagando ciento y
veinte mil pagas cada mes.
Los de Perpinan se defienden gallardamente, y ofén-
denlos ruinmente los enemigos, y por la orden que ahora
llevan no les tomarán, antes por razón parece que se levan-
tarán sus vasallos, y desta manera no se veria nuestro ver-
gonzoso socorro. V. S. no pida dinero, ni artillería, ni gente
de provecho, y haga de sus maravillas acostumbradas, que
estas se valdrán y no venir los franceses.
El comendador mayor de León anda con unas ruines in-
dispusiciones ; todo lo demás de aquí está como suele.
Las cortes están al cabo; jurarse há aquí el príncipe; par-
tirse há S. M. dentro de los 20 deste, y con tanto guarde
Nuestro Señor la ilustrísima persona de V. S. con el acre-
centamiento de su muy gran Estado, que los servidores de
V-. S. deseamos. — De Monzón 8 de setiembre.
Sobre, — AI ilustrísimo señor el condestable mi señor.
Carta autógrafa de Juan de Álava al condestable de Casti-
lla, fecha en Vitoria áQ de setiembre c/e 1542.
Le participa haber dispuesto la reunión de gentes y víveres en
cumplimiento de las órdenes que de él habia recibido.
Biblioteca Nacional.— Sala de MSS.—G AS, fol. ^%.
Ilustrísimo señor: Hoy sábado á las tres horas de la ma-
ñana recibí la leti*a de V. S., y desde entonces entiendo en
hacer los despachos para llamar la gente, que como son
cincuenta hermandades é muy derramadas, que hay diez é
siete leguas de largo , y cada una ha de haber despacho
,T43
por sí, no se puede hacer con mas presteza. Partirán hoy
seis correos á llamar á todos, y á esta causa no voy á be-
sar las manos de V. S. que quisiéralo por no decir por letra
lo que conviene en respuesta de su mandato.
En lo de los cuatrocientos hombres ya dije á V. S. que
tienen letra de S. M. fecha á 22 del pasado, después de la
letra de provisión de V. S. en que manda que estos hom-
bres estén á la ordenación del visorey de Navarra ; y con
esto y con que la paga está concertada, que la darán mer-
caderes en Pamplona y se encargan á la cobrar aquella, y
con que saben que están aposentados y algunos tienen su
mochila allá; será dificultoso hacerlos pasar los puertos
aunque sea á lanzadas. Yo no los he osado llamar para allá,
salvo que vengan á la raya de Navarra donde los espero,
porque si para pasar el puerto los llamara, no así vinieran,
serán el miércoles juntos é no pueden antes ; en este medio
V. S. verná, placiendo á Dios, á esta ciudad, y verá lo que
conviene , que á mi ver mucho seria haber venido, y de la
gente que tiene proveer solos veinte ó treinta de caballo con
doscientos peones, que con esto y estar V. S. en esta ciudad
están animados los que han de esperar , y los enemigos te-
men. V. S. proveerá mejor lo que convenga.
En lo del pan , yo he sabido lo desta tierra , é hay can-
tidad, y esto aquí se está que no so puede consumir sino en
Guipúzcoa é Vizcaya. También he pesquisido lo de Miran-
da, y tres ó cuatro leguas de aquel cabo hay diez mili fa-
negas de trigo en arcadas para revender. Pero según tene-
mos por cierto, San Sebastian tiene cuarenta mili fanegas
de trigo, é habiendo dinero abundancia hay de pan. El vi-
no se encarece porque Rioja después de esta nueva de gen-
te que pasa y se hace , ha encarecido casi un real por cán-
tara, y será mas necesario proveer de orden en ello que ea
344
lo del pan: V. S. lo proveerá , y abrevie su venida , porque
antes que vaya á recebir mi gente , le pueda besar las ma-
nos, y esté advertido de lo que converná que yo haga.
Prospere Nuestro Señor la ilustrísima persona y estado de
V. S. como desea. — De Vitoria sábado á 9 de setiembre. —
Besa las manos de V. S. ilustrísima su siervo. — Juan de
Álava.
Aquí está un capitán de S. M. que se llama Herrera;
tiene trescientos hombres que en esta provincia ha hecho, y
espera cuando le llamarán.
Sobre, — Al Illmo. señor condestable de Castilla, duque
de Frias, capitán general de S. M.
Carta del Consejo^ Justicia y Regimiento de Logroño al con-
destable de Castilla, fecha en aquella ciudad á ^ de se-
tiembre de 1542.
Le representan el agravio que se hace á la ciudad con mandarle
aperciba gentes para meterse en Pamplona.
miioteca Nacional— Sala de üiS5.— 6^ 48, fol 258.
Ilustrísimo señor: Porque esta cibdad ha visto cédulas
de S. M. por las cuales le manda tenga apercibida cierta
gente para meterse en Pamplona cuando el visorey lo en-
viare á mandar, y demás deslo por otra carta de V. S. di-
rigida á don Hernando de Sandoval, corregidor desta cib-
dad, hemos visto que V. S. lo confirma, inviamossobrello
á Francisco de Tejada y Juan de Mendizabal á que den
cuenta á V. S. del agravio que en ello se nos hace. Supli-
camos á V, S. les dé entero crédito á todo lo que suplicaren
345
á V. S. de nuestra parte, cuya ilustri'síma persona y estado
Nuestro Señor guarde y prospere como por V. S. ilustrísima
es deseado. — De Logroño á 9 de setiembre de quinientos y
cuarenta y dos. — Ilustrísimo señor, lasilustrísimas manos de
V. S. besa el Consejo, y Justicia y Regimiento de la muy
noble é muy leal cibdad de Logroño. Y por su 'mandado,
Francisco López de Salvatierra, secretario. — Con rúbrica.
Sobre. — Al ilustrísimo señor el condestable de Castilla,
capitán general de España, etc.
Carta autógrafa de Juan Vázquez de Molina al condes-
table de Castilla, fecha en Monzón á 9 de setiembre
Í/H542.
Le da noticias del sitio de Perpinan.
Biblioieca Nacional— Sala dé'MSS.—G 48, fol 216.
Ilustrísimo señor: S. M: scribe tan largo en los nego-
cios á V. S. que me queda á mí poco que decir en ellos,
sino que en lo del salario ha parescido á estos señores con-
tadores mayores que no se debe hablar, en especial no
siendo ya necesario por la cabsa que S. M. escribe. La le-
gitimación va aquí despachada; siempre que bebiere en que
servir á V. S. será para m\ mucha merced mandármelo. A
mi señora la duquesa beso las manos á S. S.* mili veces.
Lo que tenemos de Perpinan , es que los enemigos la
baten , y que los de dentro tienen buen ánimo , y que se
tiene buena esperanza que se defenderán: plega á Dios que
así sea , y que el socorro llegue á tiempo.
La partida á Zaragoza será brevemente, porque ya lo
346
del juramento del príncipe va al cabo, y lo del servicio es
acabado. Guarde y acreciente Nuestro Señor la ilustrísima
persona y estado de V. S. como desea.— De Monzón á 9 de
setiembre 1542. — Besa las manos á V. S, — Juan Vázquez
de Molina.' — Con rúbrica.
Sobre. — Al iluslrísimo señor mi señor el condestable de
Castilla, capitán general de S. M., etc.
Carta original del comendador mayor al condestable de Cas-
tilla, fecha en Monwn á 10 de setiembre de 1542.
Plática que ha tenido con el comendador mayor sobre señalar suel-
do al condestable.
Biblioteca Nacional.— Sala de MSS,-^G 48, fol. 220.
Muy ilustre señor : Rescebí la carta de V. S. de dos del
presente , y respondiendo S. M. particularmente á todo lo
que V. S. ha scripto como lo hace, y diciéndole lo que hay
de nuevo , no me queda á mí que responder mas de á lo de
su salario, en lo cual habemos platicado el señor comenda-
dor mayor de Castilla y yo toda una noche , que aunque
V. S. tiene mucha razón, se debe esperar un poco sin de-
cirlo á S. M. hasta ver en qué paran estas cosas , y si ha
de pasar adelante como lo escribirá mas largo el señor co-
mendador mayor, que yo por mi flaqueza y andar todavía
achacoso y mal dispuesto no Ío hago. Lo de la estada de
V. S. en Miranda, ó donde le pareciere mejor, le remite
S. M. Nuestro Señor la muy ilustre persona y estado de
V. S. guarde y acreciente como lo desea. — De Monzón á
10 de setiembre 1542.— Muy cierto servidor de V. S. que
547
sus manos besa. — Cobos comendador mayor. — Con rúbrica.
Sobre. — Al muy Ilustre señor mi señor el condestable
de Castilla, capitán de Se M., etc.
Carta original de Juan de Aza al condestable de Castilla,
fecha en Vitoria á iO de setiembre de 1542.
Le remite copia de ua capitulo de carta, eaviado de Fláades.
Biblioteca NacionaL-^Sala de 3ISS.-G4S, foL 228.
Muy ilustrísimo señor: Recibí la carta de V. S., y en
lo que por ella envía á mandar procuraré que baya el me-
jor recaudo é proveimiento que sea posible. Esta noche he
rescibido cartas de Ambéres y Brujas de cinco de agosto.
Aquí envío á V. S. la copia de un capítulo bien largo que
me escribe un mi primo y factor. Bien creo que V. S. las
lerna mas frescas, pero estas son ciertas. Y porque los seño-
res Andrés Diaz Desquevel, Joan Nuñez del Castillo, regidor
desta ciudad y mensajeros della harán relación de lo de-
más, ceso rogando á Nuestro Señor prospere y aumente su
ilustrísima vida y estado. — En Vitoria domingo á la noche
10 de setiembre. — Ilustrísimo señor. — Besa las manos de
V. S. ilustrísima su muy humilde servidor.— -Juan de Aza*
Sobre. — Al ilustrísimo señor el condestable de Castilla,
duque de Frias, capitán general de S. M., etc. , mi señor.
348
Carta original de la villa de Madrigal al condestable de
Castilla f fecha en Madrigal á ii de setiembre de 1542.
Le envía por orden del emperador una escuadra de quince hom-
bres con que sirve la villa á S. M.
BibUoíeca Nacional—Sala de MSS.—G AS, foL 240.
Ilustrísimo señor: esta villa de Madrigal sirve á S. M.
con quince hombres con una escuadra , porque ansí es ser-
vido y se lo manda S. M. , y porque por sus reales letras
le ha sido mandado lo envíe á V. S. lllma., cumpliendo lo
que S. M. manda, le envía á V. S. lllma. y le suplica que
porque don Ñuño González del Águila va á servir á S. M.
con la gente que envía la cibdad de Avila, y porque esta
villa está muy confiada que don Ñuño tratará la gente della
como persona que les tiene afición por la vecindad que hay,
suplica á V. S. lllma. sea servido de los meter debajo de su
bandera. Cristóbal del Barco, llevador desta, va por escua-
dra desta gente, al cual V. S. lllma. dará crédito. Nues-
tro Señor la ilustrísima persona de V. lllma. S.* guarde
por muy largos tiempos con acrecentamiento de mayor
estado. — De Madrigal, á 11 de setiembre. — Ilustrísimo
señor. — Besa los pies y manos de vuestra lllma. señoría la
villa de Madrigal. — El licenciado Lope. — Con rúbrica, —
Juan López. — Con rúbrica. — Pedro de Gumiel.— Cow rú-
brica.
Sobre. — Al Ilustrísimo señor condestable de Castilla, ca-
pitán general de S. M.
i
349
Minuta de la carta que se escribió á S. M. con Juan
Ortega de Velasco, en Miranda á i^ de setiembre
de 1542 (1).
En contestación á la que le escribió S. M. el 8 del mismo mes, dán-
dole instrucciones sobre lo que se ha de proveer en San Sebastian
y Fuenterrabía.
DibUoieca Nacional-Sala de MSS.—G 48, fol 42o.
S. C. C. M.
Antes que responda á la carta de V. M. de 8 deste mes,
me parece que es de decir que las naos, que pensaban que
eran francesas, no lo fueron, sino las que venían de la pes-
quería , y revolviéronse con otras de Francia, y tomáronles
26 navios; plega á Dios que lodo lo de la tierra suceda tan
bien.
Dice V. M. que me remite lo de mi ida ; j^o, señor, me
iré esperando alguna mas gente , que hasta agora ninguna
ha venido, sino los diez hombres de armas del marqués de
Poza. El marqués mi hermano está ya en camino, y la gen-
te del duque de Medinaceli; el marqués de Aguilar y el de
Nieva han dicho que vernán presto y inviarán su gente, á
los que les he tornado á dar gran prisa, y envío correos á
los corregidores de las cibdades que me han de acudir, pa-
ra que hagan venir la genle que dellas me ha de acudir.
El obispo de Calahorra me respondió que él no tiene posibi-
lidad para dar esta gente ni el dinero que en ella se anota,
(4) Aunque no se dice de quien es, se infiere de su contesto ser
del condestable de Castilla.
550
sino que si es menester que tendrá la gente que pudiere
para la defensa de Logroño. Yo le he respondido que yo
no tengo poder de iiacer moderación ninguna, que lo escri-
blria á V. M. Aquí me han dicho que tiene un buen golpe
de gente; si es verdad, no sé si le parecerá á V. M. que se-
ria bien convertir lo que ha de dar en esto para reproveimien-
to de la gente de guerra de San Sebastian, que creo que de-
be de haber poco de ios tres mil ducados que V. M. envió á
don Sancho.
Manda V. M. que se desembaracen todos los navios.
Así se ha hecho, que ya lo he escrito á los corregidores de
Guipúzcoa y Vizcaya, y también les escribí que los manda-
sen salir bien proveídos de munición, y artillería y armas.
Y porque V. M. manda en este capítulo que favorezcan y
ayuden á los que armaren, es menester saber si manda
V. M. que se dé licencia para que armen todos los que qui-
sieren hacello , que muchos hay en Vizcaya y en Guipúzcoa
y en la montaña que lo desean hacer.
Lo que V. M. manda de que se le torne á la carraca de
la religión lo que se le habia tomado, he escrito.
Vi lo que V. M. manda sobre el conde de Oñate, y lue-
go le escribí que viniese , y así creo que lo habrá hecho, y
porque él gastó mas de lo que tenia en ir y estar como de-
bía, V. M. le mande emplear en algo en que sea aprovecha-
do, que no veo cosa en que lo pueda ser en mi compañía.
Dice V. M. que pasada la necesidad se pudiera excusar su
ida , especialmente habiéndome escrito V. M. que don San-
cho se iba á meter en San Sebastian y que dejaba en Fuen-
lerrabía á su hermano. Guando me dieron la segunda car-
ta de V, M. , ya era ido el conde, y aunque no lo fuera, no
dejara yo de envialle , porque lo que V. M. dice agora es
muy contrario de lo que me escribió en esta segunda carta,
551
y con los grandes negocios que V. M, tiene, no se debe
acordar de lo que mandaba que es eslo. *'EI conde de Oñate
respondió como quien él es, y conforme á la confianza que
del tenemos, y así le daréis las gracias de mi parte. Don
Sancho de Leiva nos ha escrito que don Juan su hermano
y su cuñado se hablan ido á meter en Fuenterrabía, y que
él se iba á defender á San Sebastian; pero en caso de nece-
sidad, será bien que el conde de Oñate con su gente se me-
ta en San Sebastian, y don Sancho se vuelva á Fuenterra-
bía, y así lo proveereis'Vy por aquí verá V. M., que manda-
ba que don Sancho se volviese á Fuenterrabía y el conde
se metiese en San San Sebastian, habiendo necesidad, la
cual á mi parecer era entonces y es agora muy grande, por-
que cuando el conde fué, ni después acá no ha habido ni
hay de doscientos soldados arriba en San Sebastian, ni que-
dó ni estará en ella á la contina un hombre de la provin-
cia, y el conde trujo algunos consigo, y dejó apercebidos
otros hartos en su tierra, y como tiene á diez leguas de San
Sebastian dos mil vasallos y gran naturaleza en la provin-
cia de Guipúzcoa, ningún hombre hay en Castilla que im-
portaba tanto que estuviese en San Sebastian como él, y
pues iba de prestado, no era tan gran inconveniente su es-
tada allí como á don Sancho le parecía, que como yo le es-
criebí el otro día, si viniese alguna necesidad, él holgara
de tener al conde de Oñate en San Sebastian , y hasta que
fué saUdo della el conde, no quise escribir nada de esto á
V. M., porque no pensase que lo decia por habelle yo in-
viado allí. Lo que á mí, señor, me parece, es que agora sea
residiendo en San Sebastian don Sancho ó don Juan, ó
quien V. M. mandare , es necesario que estén á la continua
en aquella villa dos personas principales, Villa Turiel en la
fortaleza y otro en la villa, que no puede dormir uno en en-
352 ^
tramas partes, y cada cosa dellas ha de tener grandísimo
recado para que no se hurte de noche, y demás desto con
estar Villa Turiel tan impedido, es menester que haya una
persona principal en la villa , para que no se maten cada
hora los soldados y los del lugar, como me dicen que lo
hicieran el otro dia si no se hallara presente el conde de Ofía-
te, y la gente de guerra ha de hacer lo que le mandare
el que tuviere cargo del lugar , y en cosa tan importante
no se debe de mirar en un poco de mas gasto. Si á V. M.
le pareciere otra cosa, eso será lo mejor, más á lo menos si
algún desastre acaesciese, yo quedo descargado de haber
dicho en esto lo que alcanzo.
Dice V. M. que ha mandado que don Sancho y todos
los capitanes que hubiese en Guipúzcoa hagan lo que yo les
dijere. Esto aunque parece que me toca á mí, más toca á
V. M. , pues no puede V. M. ser bien servido si su capitán
general no es bien obedecido. También manda V. M. ha-
blando en esta materia que yo tenga cuidado de lo que toca
á don Sancho y de escribille todas las cosas que hubiere que
proveer para que él lo ejecute. Yo, señor, lo he hecho y lo
haré siempre, así que demás de tener el cargo que tiene de
V. M. le quiero yo mucho, que si por caso se agravió de
mí de lo de el conde de Oñate, lo que yo proveí V. M. fué
quien lo mandó, y así aunque pudiera ser que otro capitán
general castigara los capitanes que no obedecieron la pro-
visión que yo invié, yo no curé de hacer nada en ello, sino
pasé livianamente por esto remitiéndolo á V. M. ; mas no
pienso que será servicio suyo esperar su mandamiento para
lo que se hubiere de hacer sobre cualquier desvergüenza y
desobediencia de gente de aquella calidad , que acaescerán
cada hora hartas.
En lo de abrir y cerrar las puertas de San Sebastian,
353
ellos se debriaQ de contentar con lo que V. M. dice de que
les queda su llave, mas cuando á esta gente de montarla
se les asienta una cosa, no hay quien los pueda sacar della.
Allí tienen por muy determinado que V. M. mandó lo que
ha mandado en este caso por tener gran desconfianza de-
llos, y tiénense por muy lastimados y afrentados deslo,
porque dicen que si hay alguno que sea nacido en Francia,
que le podían echar del lugar, mas que los naturales guipuz-
coanos siempre han servido con gran lealtad á la corona
de Castilla , y han derramado mucha sangre sobre defen-
derse de los franceses, y que agora quedan publicados por
desleales con esto desta llave , y visto esto no sé si es mas
daño que provecho lo que V. M. ha mandado en esto; V. M.
lo verá.
Dice V, M. que se procure con los de San Sebastian que
se provean de mas bastimento del que ordinariamente tie-
nen, y que para la gente de guerra V. M. escribe á don
Sancho que provea de lo necesario ; yo procuraré que los
del lugar lo hagan así. En otra carta antes desta habia es-
crito V. M. que de los cuatro mil ducados que invió á don
Sancho para lo de los bastimentos diese algo para lo de los
reparos de San Sebastian; yo se lo habia escrito así, y él
me respondió que daria algo, y que guardarla también
olro pedazo para proveer de carne , y yo le respondí que
hiciese saber cuánto era lo que sobraba para ver para lo
que habia, mas agora que V. M. manda que todo quede
para bastimento, tornaré á escribir á don Sancho que lo
guarde para aquello.
De gran efecto será la venida de los cuatro mil alema-
nes, que dice V. M. que espera cada dia.
Sobre lo del pan he tornado á escribir al prior y cónsu-
les de Burgos; en viniendo su respuesta la enviaré á V. M.
Tomo XLIíI. 2o
554
Dice V. M. que ha mandado á don Sancho que haga
hinchir el número de sus condutas á los capitanes Luxan
y Diego Manes, que serán á cumplimiento de seiscientos
soldados , y que también manda que se crezcan otros qui-
nientos en Fuenterrabía , contando en ellos trescientos del
capitán Juan de Urbina. Ha sido muy bien que V. M. man-
de que se entienda luego en esto. Después que me dieron
esta carta de V. M. escribí á don Sancho que me parecía,
que si se podían excusar las personas de estos dos capitanes
allá, que debia mandallos salir á entramos á que hiciesen
la gente acá en Castilla, porque todos los soldados que se
tomasen en Guipúzcoa era quitallos de los que él se tenia,
pues todos los de aquella provincia le han de acudir, y que
ya que no saliesen entramos capitanes , que era bien que
saliese él uno á esto que he dicho , todas las mas destas ca-
pitanías están muy faltosas de gente. Manda V. M. que si
no la hallaren, que la provea yo de la que me viniere de las
cibdades ; yo, señor, lo haré así, que en llegando la prime-
ra gente que me venga la enviaré á San Sebastian.
Lo dé la gente de la provincia que ha de- entrar en
aquellas dos villas, está bien repartida, como V. M. lo
manda. ^ i ; '
La gente que se tenia en Beo vi a ha de ver V. M. si se-
ria bien que se tuviese en Guetaria, que los mas dicen que
es cosa muy importante para San Sebastian, para lo de lá
mar , guardar aquel puerto , y que con poca gente que hu-
biese en el lugar y alguna artillería, se guardarían y bien.
En lo de la gente de Pamplona V, M. verá lo que con-
viene que haya, y así allí como en todos esotros lugares,
parece que es necesario que sobre antes gente que no. que
falte.
Lo que V. M. dice que tiene mandado al virey de Na-
355
vaiTa, y me manda á mí de que proveído lo de Pamplona
y Fuenterrabía y San Sebastian, y pareciendo que por nin-
guna destas fronteras no vendrá ejército de Francia este
año como scribe, y que yo esté en orden para ir á Zarago-
za, y que el virey de Navarra y yo podremos inviar á Bar-
celona toda la gente que hubiere; está muy bien pensado,
y es de creer que serán las nuevas mas ciertas de todas las
que V. M. tuviere de lo que hace el rey de Francia , por-
que es razón que sepa V. M. lo que se hace en su cámara
y en su consejo; si esto no es así, no se afiuce V. M. en es-
tar adelante el tiempo para mandar desarmar tan presto
todo lo de acá, que mas de un mes mas adelante que ago-
ra, era cuando cercaron los franceses al duque Dalva en
Pamplona, que no estuvieron mucho sobre ella, y levanta^
ronse el dia de Santa Catalina, y también sé que era bien
tarde cuando el almirante Mos de Buisi ganó á Fuenterra*
bía, y mi padre estuvo sobre ella por Navidad, y para esto
de Fuenterrabía aun les embaraza menos el tiempo á los
franceses, que para lo de Pamplona, porque en dos tran-
cos se tornan á Bayona, donde estaban hechas tan grandes
provisiones, y en otros lugares de aquella comarca que cor-
re gran sospecha de que vernán por aquella parte.
Las nuevas que yo he sabido por acá, por ese memorial
las verá V. M. , y agora me dieron una carta del virey de
Navarra en que dice que caminan el duque de Urliens y
el de Glevés hacia estas fronteras; procurarse há que algu-
nas espías entren bien adentro en Francia como V. M. lo
manda.
De pólvora se llevó lo que pudo llevarse de Burgos á
San Sebastian y á Fuenterrabía que con el que el
rey de Navarra me dio de los alemanes que venían á Ba-
yona , yo envié luego á Godoy, como lo escribí á V. M. , y
556
son ya pasados 20 barriles que dice Godoy que van ocLen-
la y siete arrobas, y fué con ello Miguel Ortiz, al cual dije
que dejase en San Sebastian á Pedro de la Borda los diez
barriles, y llevase los otros diez á Fuenterrabía y los diese
á quien mandase don Sancho.
Con esta nueva de los alemanes, he dado gran prisa á
que salgan los cuatrocientos hombres de la provincia de
Álava , y otros trescientos que hacia aquí Francisco Hurta-
do; si el vircy puede excusar la capitanía que tiene don
Sancho en Fuenterrabía , y otra que después envió el vi-
rey á Santisteban de Lerin seria muy bien que fuese allí en-
tretanto que Diego Manes y Luxan hinchen sus condutas.
Al alcalde de Vitoria he tornado á escribir sobre lo de
los bastimentos, y para ver si habrá alguno que se encar-
gue de proveer á San Sebastian. El diputado no creo que
podrá entender en lo de la cala y cata de aquella tierra,
como yo habia pensado, porque va á Pamplona con los cua-
trocientos hombres ; entenderse há por acá en ello; no sé si
el virey escribirá al diputado ó á Francisco Urtado que vaya
el uno dellos con la gente á San Sebastian como yo se lo
escribí; que haciéndose esto no era menester que inviase
él la otra capitanía y que hinchesen las suyas los capitanes
de San Sebastian: si pudiesen ir allí los doscientos hombres
de don Alvaro de Mendoza agora luego , creo que seria muy
bien.
En lo de la gente que da la provincia de Guipúzcoa, ya
he escrito á V. M. lo que responden y le invié la instruc-
ción que me inviaron.
Dice V. M. que han de tener entendido los de Vizcaya
que han de pagar los dos mili hombres con que sirven á V. M.
por cuatro meses para estas fronteras, como lo hacen los
otros lugares del reino , y que lo procure yo así con ellos.
357
Mucho dudo que lo hagan, porque el que fué á ellos me cer-
tificó que había muchos de opinión que no pagasen ni por un
dia los dos mili hombres , diciendo que era contra sus fue-
ros, que conforme á ellos los han de pagar antes que los sa-
quen de sus casas , y que á fuerza de brazos se hizo que los
pagasen por un mes; mas yo trabajaré cuanto pudiere lo
que V. M. manda, y así escribí hoy al corregidor de Vizca-
ya que tome trabajo de llegarse á verme, para dar y lomar
sobre esto con él. También le escribí lo que V. M. manda
sobre lo que piden los de Bermeo.
Sobre lo de las armas han venido aquí algunos de Gui-
púzcoa á decirme que darán arcabuces y picas. Vea V. M.
si manda que se tomen , y á qué precio , y cuánta ha de ser
de cada cosa, y á donde se han de poner, y quien lo ha
de pagar, y si mandare que se entiendan en ellas, mande
V. M. que se envíe el despacho dello. A una legua deste
camino que yo llevo, están unas armerías de Peñacerrada
y Albania, pienso de ir por ellas para ver también si po-
dian dar buen recado de coseletes, si V. M. lo hobiese me-
nester ; el reparo que llaman de Serriola , dicen todos que se-
ria muy costoso por las casas que se habían de pagar, y por
esto he escrito á don Sancho que se haga de los otros repa-
ros lo que fuere mas necesario.
Corral hace bien lo que V. M. manda, el cual ha menes-
ter cédula particular de V. M. para lo de las libranzas, y aun
para lo de su asiento, como lo escribo á Juan Vázquez.
Agora me dan unas cartas del capitán del duque de Me-
dinacelí y del marqués mi hermano, en que dicen que ver-
nán muy presto ; llegada esta gente y alguna poca mas,
piensa de pasar á Vitoria , que dirán en Francia que es
mucha mas gente de la que es, y podría ser que aflojase
algo lo de Perpiñan. El conde de Siruela estaba para venir
358
acá si no le llegara mandamiento de V* M. , y también como
escribí el otro dia venia el adelantado de Castilla; yo creo que
seria bien que viniesen, porque como he dicho, puede ser que
aprovechase decir que se juntaban muchos señores en Vito-
ria, que diremos que vienen sus casas tras ellos y que traen
infinita gente, que todo esto me parece que es menester, y
yo entré aquí de noche porque se digese que era mucha
más de la que era la gente que traia, como lo dijeron.
Estando para firmar esta carta , me dieron unas cartas
del corregidor de Guipúzcoa y de los de la provincia , en
que dicen lo que V. M. verá por el traslado de la carta que
rae escriben los de la provincia, que yo siempre les he escri-
to cuan encargado está V. M. de la voluntad con que le
sirven. El corregidor me escribe cuan necesario dicen to-
dos que seria tener alguna guarda en Guelaria. También
rae envía una cédula de nuevas que se escribieron de Flán-
des. Ya las sabrá V. M. , mas todavía me pareció que era
de escribir lo que yo sabia, y así lo envío al comendador
mayor.
Asimesmo escribió el corregidor de Guipúzcoa una cé-
dula al de la provincia que está aquí , que dice así : Después
de escritas estas cartas pasó por aquí un inglés , y dice que
están en Bayona los gastadores y gente de guarnición, y
que habia nueva de venir allí trece banderas de alemanes,
y que el duque de Cleves está ya dentro en Francia con el
ejército que tenia en Flándes, — Guarde Nuestro Señor su
imperial (1).
(1) Asi concluye esta minuta.
o59
Carta original del comendador mayor de León al condesta-
ble de Castilla ^ fecha en Monzón á ii de setiembre
de 1542.
En contestación á lafqtiele escribió el condestable con la instruc-
ción de la provincia de Guipúzcoa.
BiUioieca Nacional— Sala deMSS.—G4tS, fol 222.
Muy Uustrísímo señor: Recibí la caria de V. S. de \0
del presente, con la copia de la instrucción que la provin-
cia de Guipúzcoa dio á la persona que envía á V. S., la cual
va respondida como V. S. verá , y también se ha proveido
la cédula para lo que toca á Hernando Corral , que como
V. S. dice es buena persona y de habilidad; en lo demás
me remito á lo que sescribe á V. S. en carta de S. M. (i).
Solamente digo que yo estoy ya mucho mejor , á Dios gra-
cias; él guarde á V. S. con la salud y contentamiento que
desea. — De Monzón á 14 de septiembre. — ^^Muy cierto ser-
vidor que sus manos besa. — Cobos, comendador mayor. —
Con rúbrica.
Sobre,— k\ muy ilustre señor mi señor el condestable
de Castilla, etc.
(1) Viene adelante en fecha 45 de este mismo raes.
360
Carta original de la ciudad de Toro al condestable de Cas-
tilla, fecha en aquella ciudad á i^ de setiembre de 1542.
Le dice que le envíe doscientos hombres, en cumplimiento del man-
dato de S. M., y dineros para que se provean de armas.
Biblioteca Nacional,^ Sala de MSS.— G 48, fol 242.
Muy ilustrísimo señor : Esta cibdad de Toro , en cum-
plimiento de lo que S. M. le invía á mandar, hizo la gente
que presentará ante vuestra señoría el señor Martin de Ulloa
que va por capitán della , que son doscientos hombres, que
conforme á la vecindad y posibilidad de la cibdad ha hecho
lo último que puede en los hacer, y aunque no son muchos,
acá tenemos por buenos, porque es toda gente del pueblo,
y llevan muy gran voluntad de hacer el deber en servicio
de S. M. Van sin armas porque en estas comarcas no se
han podido haber, y para esto invía la cibdad á Cristóbal
de la Granja que esta lleva, á que suplique á V. S. de nues-
tra parte mande que le provean por nuestros dineros do
ciento y cincuenta picas y algunos arcabuces, que él lleva
dineros con que los pagar, y entregarlos á la gente cuando
se presentaren ante V. S., á quien esta cibdad suplica les
haga toda la merced y favor que de V. S. Illma. espera-
mos; y porque el portador va asimismo á cumplir su liber-
tad , recibiremos merced que le favorezca en todo lo que
fuere posible. Nuestro Señor la muy ilustre persona y es-
tado de V. S. Illma. guarde y prospere con mayor acrecen-
tamiento.— Deste nuestro cabildo 14 de setiembre de 1542.
— Por mandado de la cibdad de Toro. — Juan de Toro. —
Con rúbrica. ,
Sobre, — Al muy ilustre señor el señor condestable de
Castilla, capitán general del emperador y rey nuestro señor.
561
Copia de la carta que el emperador escribió á las ciudades
y villas de las Merindades.
Les participa el rompimiento de la guerra por parte del rey de
Francia, y les pide acudan con la gente de pié que buenamente
se pueda enviar pagada por cuatro meses.
Biblioteca NacionaU^Sala de MSS.—Q 48, fol. 119.
EL REY.
Concejos, justicias, regidores, escuderos, hombres hi-
jos dalgo de las siete Merindades de Castilla la Vieja : Ya
habréis entendido como el rey de Francia con esperanza de
las fuerzas del turco que espera por la mar, ha rompido la
guerra contra Nos y nuestros reinos é señoríos, y como jun-
taba ejércitos para nos venir á ofender, así por la parte de
Navarra como por la de Perpiñan , y continuando su daña-
da intención, teniendo nueva que la dicha armada turques-
ca viene , ha inviado al Dolfin su hijo con muy grueso ejér-
cito por la parte de Perpiñan, y ha entrado ya en aquel
condado de Ruisellon , saqueando y quemando los logares
que están en el camino, y puéstose sobre aquella villa de
Perpiñan , y la tiene sitiada y procura tomarla por fuerza de
armas si pudiere, y aunque la dicha villa está bien fortale-
cida-y bastecida, y tiene la gente que ha parecido para su
defensa, y se han metido en ella muchos caballeros, y tene-
mos esperanza en Nuestro Señor que se defenderá ; todavía
hay necesidad de ser socorrida, y así habemos determinada
de juntar ejército para la socorrer y no dejarla perder. Y
para la recoger y estar á propósito, así para esto de Perpi-
ñan como de lo de Navarra, que también tenemos nuevas
que va otro ejército á entrar en aquel reino , habemos de-
362
■^'v?
terminado nueslra partida de aquí y ponernos eu Zaragoza
para acudir á la parte donde mas necesidad hubiere; lo cual
he querido haceros saber, como á tan fieles vasallos nues-
tros. Y aunque para la defensión del reino todos sois obliga-
dos á ir, y ninguno se puede ni debe excusar, todavía vis-
tas las necesidades presentes, y por relevaros de costa, hé
por bien de contentarme con la gente de pié que esas Me-
rindades buenamente puedan enviar; y pues veis cuanto
esto toca á mi servicio, y al bien, honra y defensión destos
reinos, á que tan obligados sois, yo vos encargo é mando
que luego como esta veáis, proveáis que se ponga en orden
é nombréis el capitán á cuyo cargo ha de venir , para que
sin perder un solo dia de tiempo parta con ella camino de
Vitoria, donde viene el condestable de Castilla, á quien ha-
bemos proveído del cargo de nuestro capitán general para
el socorro que se ha de hacer al dicho reino de Navarra, pro-
vincia de Guipúzcoa, que llegada la dicha gente él les or-
denará lo que han de hacer, y por mi servicio que los enviéis
pagados por cuatro meses que se podrán detener en la jorna-
da, ))uscándolo por las mejoras formas y maneras que pu-
diéredes, porque aunque agora se otorgó el servicio, es tal
esta necesidad , demás de las otras por lo mucho que hay
que proveer, que no podría haber acá manera para poderse
complir de presente, y para lo de adelante se mirará como
se hará , en lo cual no dubdo que como tan leales vasallos
porneis esta diligencia y cuidado que el caso requiere , que
demás de cumplir con lo que debéis y sois obligados , en
ello nos haréis mucho placer y servicio , y avisarnos heis
luego de como lo proveyéredeis, y del número de gente que
enviáredeis. — De Monzón á quince de setiembre de mili é
quinientos é cuarenta é dos. — Yo el rey. — Por mandado
de S. M. — Juan Vázquez.
363
Carta original del emperador al condestable de Castilla , fe-
cha en Monzón á Í5 de setiembre de 1542.
En contestación á'la del condestable, fecha del 10 del mismo mes.
-^Aprueba todas las medidas que le participaba haber tomado,
relativas á los preparativos de guerra.
Biblioteca NacmiaL—Salade MSS,—G 48, fol. 121.
EL REY.
Condestable primo, nuestro capitán general: Vi vues-
tras letras de 10 del presente, y las que dentro de la una de
ellas venian de vuestra mano, y en lo de los siete mil ale-
manes que os scribió Juan de Vega que caminaban hacia
Bayona , á mí niie dio aviso de lo mismo , y ya él estará sa-
tisfecho que aquello no es cierto, porque así lo entendemos
por otras partes. Vos hicistes bien en dar prisa á la gente
de los grandes caballeros y ciudades que os han de acudir,
á que caminasen y en proveeír las otras cosas que decís,
porque ya que para lo de aquel reino ni para la provincia
sea menester, habrá aprovechado para que la dicha gente sal-
ga con mas brevedad y pueda venir á servir en lo de Per-
piñan , y así os encargamos que no teniendo nueva cierta
que venga ejército á las dichas fronteras, como creemos que
no verná , así por estar el tiempo tan adelante como por
cargar como cargan los enemigos todas sus fuerzas á la
parte de Perpiñan, proveáis que como os scribimos dejan-
do las plazas de San Sebastian y Fuenterrabía , razonable-
mente proveídas para su defensa , toda la otra parte así dé
caballo como de pié, que habemos enviado á mandar que
o64
os acudan, caminen la vuelta de Barcelona, y que vos es-
téis en orden , para que en viendo otra carta mia podáis
venir á Zaragoza, que al dicho Juan de Vega tornamos á
scribir que reteniendo la gente que le paresciere para que
quede razonablemente proveída Pamplona , toda la otra, así
la de nuestras guardas como la de los grandes y ciudades
que han venido ó vinieren á aquel reino, la haga luego ca-
minar la via do Barcelona , porque para el socorro que ha-
bemos de hacer á Perpiñan todo será bien menester.
En lo de los 400 hombres que da la provincia de Álava,
así es que se han de ir á meter en Pamplona viniendo la
necesidad , pero demás destos han ofrescido otros mil para
que entrando ejército en aquel reino se pornan á los pasos,
de los cuales vos os podréis aprovechar en caso que fuese
nescesario.
En lo de la gente de Vizcaya, al corregidor habemos
scripto, que en todo caso trabaje que den dos mil hom-
bres que serán útiles y bien armados , y que les dé á en-
tender que han de servirnos en esta presente necesidad no
solamente en lo de Guipúzcoa, como ellos lo dicen, pero en
las otras partes lo que conviniere, como lo hacen los otros
pueblos del reino , pues tienen tanta obligación á la defen-
sa del.
En lo de la gente de Guipúzcoa don Sancho de Leiva
nos ha scripto que no se debe: hacer ^fundamento de ella
para encerrarse , y así nos paresce que podrían hacer mas
servicio al tiempo de la necesidad , andando eñ guarda de
los pasos, como lo suelen hacer, cuanto mas que los dos-
cientos hombres que habían hecho quedar en el paso de
Beovía y Irun se habían ya ido, porque los puebjos los lla-
maron, y visto el poco caudal que de ellos se debe hacer
para meterlos en San Sebastian ni Fuenterrabía, y tener-
365
los en guarnición, si no fuese no pudiéndose hacer otra
cosa, tornamos á scribir al dicho don Sancho que dé priesa
á que en todo caso se hincha el número de las dos compa-
ñías de Luxan y Diego Manes , y se crezca el número de
la de Juan de Urbina á quinientos soldados, y :no se pu-
diendo hacer, vos lo proveeréis délo de la gente de las
ciudades, como os lo scribimos.
En lo de la compañía de Pedro de Videa he visto lo que
scribistes al dicho visorey , y lo que cerca de ello os res-
pondió, y paréscenos que está bien y á propósito en San-
tisteban donde la tiene puesta, pues de allí podrá ocurrir á
la parte que más necesidad hubiese.
Lo que respondistes á Pedro de La Borda sobre la ma-
nera que habia de tener en gastar los dineros en los repa-
ros y otras cosas , nos ha parescido bien , porque nuestra
voluntad es que se guarde en esto la orden que tenemos
dada en lo del veedor. Para las dichas obras no hay nece-
sidad de hacer novedad , porque basta estar allí don San-
cho y Villa turiel, en cuya presencia se hacen.
He holgado que la gente de las guardas sea pasada á
Pamplona , y así la infantería de las ciudades que habemos
mandado que se vayan á meter en ella , y pues esta y la
que á vos os ha de acudir ha de venir acá, como está di-
cho, no hay que proveer en lo que pedís, sino que nos pa-
resce bien hacer que se recogiese aquella gente que venia
desmandada de las behetrías; porque no hiciesen daño por
el camino.
En lo del adelantado de Castilla y conde de Sirucla, si
allá fuese menester que se formase ejército, yo les manda-
ré screbir que acudan á vos como lo decís.
En lo que toca á vuestra estada ahí ó pasar adelante á
Vitoria, ya habréis visto lo que últimamente os scribimos
566
cerca desto, á aquello nos remitimos. En lo de los clérigos
franceses y otros oficiales que decís que tenéis aviso que
andan por el reino, screbirlo Iieis al presidente de nuestro
consejo, para que platicado se provea lo que se suele y acos-
tumbra hacer en semejantes casos, y lo mismo liareis en lo
de los mercaderes tratantes naturales de Francia , que ya
por la publicación de la guerra está ordenado lo que en esto
se ha de hacer.
En lo del rompimiento de la guerra por la provincia de
Guipúzcoa, aunque vos lo decís y consideráis bien, el rey
de Francia la ha rompido por:tantas partes, que acá ha con-
venido que se haga lo. mismo, y así enviamos á mandar á
don Sancho de Leiva los dias pasados que la hiciese publicar
en aquella frontera, y^en lo de la tregua que los de tierra
de Labort querrían tener con los de la provincia como otras
veces se ha hecho , adelante se mirará lo que en esto con-
verná proveerse.
El corregidor de Guipúzcoa soy cierto que nos ha ser-
vido y servirá en lo que se ofresciere, como siempre lo ha
hecho, y así le habernos scripto teniéndogelo en servicio;
lo que vos le screbistes que proveyese, para que el puerto
de Guetaria y el Pasaje estuviesen á buen recaudo, nos ha
parescido bien , y así el aviso que distes al corregidor de
Vizcaya de lo demás que decis.
Ha sido bien haber proveído que se, haga cala y cata
del pan y vino que hay fuera de Álava, porque de todo ten-
gáis relación para en caso que fuese menester.
En lo del conde de Oñate y lo de las llaves de San Se-
bastian , ya os scribimos lo que en lo uno y en lo otro man-
damos proveer : á aquello nos remitimos ; y no tienen por^
qué hacer tanto sentimiento los de San Sebastian desto,
pues no se ha hecho por desconfianza quedellos tengamos.
567
sino por el buen recaudo de aquella villa , y lo mismo ha
muchos dias que se proveyó en lo de Pamplona y Perpiñan.
Está bien haber scripto al prior y cónsules de Burgos lo
del pan de Ingalalerra ó Flándes, y todavía debéis procurar
con ellos que se encarguen de hacer traer alguna buena can-
tidad, pues será tan provechoso.
La instrucción que nos enviastes, que trujo la persona
que os envió la provincia de Guipúzcoa, habemos visto y
mandado responder lo que va decretado en la margen della,
que es conforme á lo que de acá se les ha respondido á otra
que nos enviaron'.
En lo de la gente de Logroño ya la ciudad y corregi-
dor nos han escripto lo mismo que vos decís, y aunque qui-
siéramos darles en esto contentamiento, visto que Juan de
Vega hace tanto fundamento de ella, les escribimos que to-
davía la tengan á punto y en orden para que en viendo
carta suya que la envíen, como quiera que enviamos á en-
cargarle que pues aquella está tan cerca, que sea la postre-
ra que llame, y que esto sea teniendo certinidad que en-
tran los enemigos en aquel reino, y no de otra manera, y
bien creemos que por esté año no será menester que salgan
de aquella ciudad. — De Monzón á 15 de setiembre de 1542.
— Yo el rey. — Con rúbrica. — Vázquez. — Con rúbrica.
Sobre. — Por el rey. — Al condestable de Castilla, su pri-
mo, y capitán general.
568
Carta original del comendador mayor de Castilla al con-
destable de Castilla y fecha en Monzón á i5 de setiembre
de 1542.
Preparativos de guerra. —Le participa haber jurado los catalanes
al príncipe.
Biblioteca NaciomL'-Sala de MSS.—G 48, fol. 204.
Muy ilustre señor : La carta de vuestra señoría hecha
en Miranda á 10 deste recibí á 17, y sea Nuestro Señor
loado por tener salud, y todavía habrá dado calor á las fron-
teras la salida de V. S. de su casa, aunque las nuevas de en-
trar los franceses por Navarra me parece que se van res-
friando , y pasado este mes parece que por ogaño el tiem-
po lo asegura , aunque ellos siempre querrán dar á entender
con muestras que han de entrar por estorbar parte del so-
corro que ha de ir á Perpiñan; pero desta duda podría sa-
lir vuestra señoría con un par de espías que llegasen hasta
Burdeos y hasta Tolosa, y que fuesen tales que verdare-
mente llegasen allá, porque la gente de guerra de pié y de
caballo que hubiere de entrar en Navarra ó en Guipúzcoa
ha de ser por uno destos dos caminos ó por entrambos, y á
propósito de ir creyendo S. M. que no habrá necesidad oga-
ño por esas fronteras de ejército, sino de guardar bien las
plazas, escriba vuestra señoría para aprovecharse de la
gente que á V. S. habia de acudir para el socorro de Per-
piñan , y á mí me ha mandado que escriba al conde de Mi-
randa que se parta lo mas presto que pudiere con su per-
sona y gente derecho el camino de Zaragoza. Las postre-
ras cartas que tenemos de Perpiñan son de 10 deste; están
I
269
con muy buen ánimo los de dentro, y han hecho daño á
los de fuera aunque no han comenzado abatir, por estar ya
con las trincheras muy cerca del foso, pero con todo esto
nunca acercado le pese fsicj con socorro. Ayer juraron los
catalanes al príncipe nuestro señor. — Guarde Nuestro Señor
y acreciente la muy ilustre persona y estado de V, S. como
yo deseo. — De Monzón á 15 de setiembre, 4542. — De
V. S. — Mayor servidor que sus ilustrísimas manos besa.
Sobre. — Al muy ilustre señor mi señor el condestable
de Castilla, duque de Frias y capitán general por S. M. en
Navarra.
Carta original de la ciudad de Segovia al condestable de
Castilla f fecha en Monzón á 18 de setiembre de 1542.
Le avisa el envío de los cuatrocientos hombres con que aquella ciu-
dad sirve á S. M.
Biblioteca NacionaL — Sala de MSS. — G 48, foh 244.
Ilustrísimo señor : Esta ciudad envía los cuatrocientos
hombres con que sirve á S. M., y Alonso de Barros regidor
della, que es muy buen caballero, va por capitán dellos,
persona muy hábil y bastante para el cargo y oficio , y no
va cumplido el número, porque al tiempo de la paga se en-
tresacaron algunos soldados, que pareció que no eran tan
bastantes para ir en esta jornada; supUcamos á V. S. los
reciba con la voluntad que siempre suele tener en hacer
merced á las cosas desta ciudad , y así la rescibimos muy
grande en ir á estar debajo de la mano y gobierno de V. S.,
y tenemos por cierto que V. S. mandará tratar y favorecer
Tomo LIXII. 24
370 '
al capitán y á esta gente como servidores suyos. Y porque
el señor Alvaro de Lugo, corregidor desta ciudad, escribe á
V. S. mas largo, á su carta nos remitimos; y todo lo que
dice y ofrece por ella se cumplirá ni más ni menos sin fal-
tar cosa alguna. Nuestro Señor la ilustrísima persona y es-
tado de V. S. guarde y acreciente. — De Mozoncillo donde
se hizo la paga de la gente, 18 de setiembre, de 1542. —
Por mandado de la cibdad de Segovia. — Juan de Salazar.
tÁ-^Con rubrica.
m Sobre, — Al ilustrísimo señor el señor condestable de
Castilla y capitán general de ella.
Minuta de la carta que se escribió á S. il/., desde ¡a Puebla
de Arganzon, de 19 de setiembre de 1542.
Contesta á la carta del emperador, fecha de 15 del mismo mes,
sobre las medidas preventivas que ha de tomar.
Biblioteca NacionaL—Sala de MSS.y G 48, fol. 133.
6. C. C. M.
' lili'- liiii.iiíii}
Cuando me dieroií eista ckrta de V. M. de 15 de este
mes, estaba yo para despachar un correo para hacer saber
á V. M. que habia venido á mí el corregidor de Vizcaya,
que como á V. M. escribí le invié á llamar, y dado y loma-
do en lo de los dos mil hombres, nos pareció que aunque
tenemos por tan dificultoso como yo lo he escrito á V. M.
que los paguen por los cuatro meses, que para procurallo
escriba V. M. una carta á la Junta agradeciéndoles el ofre-
cimiento que le han hecho , y encargándoles que como los
pagaban por un mes los paguen por cuatro , y otra carta
S71
(le la misma manera para todas las villas de la tierra llana
y cibdad de Orduña, y á decirles que lo sobrescrito á las
Cuatro Villas de la tierra llana y cibdad de Orduña del con-
dado y señorío de Vizcaya , y ha de venir así á la postre lo
de la cibdad, porque la nombran ellos, y asimismo ba de
escribir V. M. otras tres cartas particulares á don Juan de
Muxica y á don Prudencio y á don Juan de Artiaga, agra-
deciéndoles lo que trabajaron en el ofrecimiento pasado, y
encargándoles que trabajen para que sea por los cuatro me-
ses, y con estas cartas inviaré yo á hablar particularmen-
te á cada uno de estos tres, y escribiré al corregidor para
que haga junta y inviaré las dos cartas de la Junta y de las
villas. Díjome el corregidor que habia mandado embargar
muchos coseletes que el rey de Portugal tenia en las arme-
rías de Vizcaya hasta ver si V. M. los habia menester. Vea
V. M. lo que en ello manda.
Si se despacha esto de los cuatro meses, yo creo que
parte de este tiempo seria bien que lo gastasen en correr
la costa de Francia y de Bretaña, que andan muchos ar-
mados , y es muy mejor gente la vizcaína para la mar qué
para ia tierra, y podían hacer tanto daño; mande V. M.
que se despache luego este correo con estas cartas que he
dicho, y escríbame qué manda en esto de la mar.
Lo que V. M. dice de no haber sido cierta la nueva de
la venida de los alemanes á Bayona, es así; mas dicen que
lo es que hay alemanes en Francia para estas fronteras, y
que caminan á ellas el duque de Uriiens y el de Gleves, que
así me lo ha escrito el virey; lo que por otra parte yo tam-
bién he sabido, va en esta cédula.
Yo pensaba que las mejores y mas ciertas espías de to*
das eran las que V. M. mandaría tener con la misma per-
sona del rey de Francia , y según lo que he visto por esta
372
carta y por ía pasada parécerae que toda la fiuza que V. M.
tiene de no venir ejército á estas partes, es en el tiempo, y
como el otro dia escribí, V. M. sepa que muy mas tarde
que agora, cercaron los franceses al duque de Alva en
Pamplona, y para venir á Fuenterrabía no hay mal tiempo
ninguno que se lo estorbe, y la gente de las fronteras de
acá que pueden ellos juntar en un punto es mucha , y tam-
bién como la Vizcaya y Guipúzcoa , así que por pocos ale-
manes que inviasen y poca gente de caballo, bastarla con
la gente de la tierra para hacer mucho daño.
Pues no se ha de encerrar la gente de Guipúzcoa en
Fuenterrabía y San Sebastian, menester es que mande V. M.
que en cada lugar destos haya mas gente de guarnición de
la que habia de haber, habiéndose de encerrar gente de la
tierra que en Fuenterrabía habia mandado V. M. que hubie-
se quinientos hombres, contando en ellos los del capitán
Juan de Urbina , y en San Sebastian seiscientos, y que para
esto hinchesen sus condutas Diego Manes y Luxan , para
lo cual saldrán acá presto Luxan y el alférez de Diego Ma-
nes, que así me lo escribió don Sancho. A V. M. suplico
me escriba cuánta gente mas se pondrá en cada villa de
estas. Los doscientos hombres que agora hay en San Sebas-
tian, me escribe el capitán Villaturiel que no son cuales ha-
bían de ser, y todos ellos están muy mal armados. V. M.
vea también de dónde se proveerán de armas los que no las
tuvieren.
Don Sancho me escribió que de los cuatro mil ducados
habia gastado dos mil doscientos en los reparos y lo otro en
bastimentos , y que guardaba otros dos mil para mas ade-
lante. A mí muy poco me parece para que estén bien pro-
veídos entramos lugares, porque en ninguno dellos hay
mucha abundancia de bastimentos. A V. M. suplico man-
373
de proveer en esto al tesorero Alonso de Baeza, que provea
luego de mas dineros para esto. También es menester que
V. M. envíe á mandar á Godoy que dé mas pólvora. Don
Sancho para sola Fuenterrabía ha pedido cincuenta quinta-
les, y no se llevaron el otro dia mas de veinte para Fuen-
terrabía y San Sebastian. Si yo pudiese verme con don San-
cho, creo que seria bien para todo el proveimiento de San
Sebastian y Fuenterrabía, que mas se hace en semejantes
cosas hablando una hora que escribiendo cien cartas.
Los reparos de San Sebastian dicen unos que están aca-
bados ó casi , y otros que no. Don Sancho me escribe que
se estiende en lo mas necesario como se lo tengo escripto,
y que también hay que reparar y que abrir cabás en Fuen-
terrabía.
Dice V. M. que no hay necesidad de veedor para los co-
bros de San Sebastian porque están encargados á don San-
cho y á Villaturiel.— Gran merced me hizo V. M. en avi-
sarme de ello, que aunque sabia que se estaba lo de allí por
libranzas de don Sancho, no sabia que Villaturiel estaba en-
cargado demás de lo de la fortaleza , y creia que solia haber
veedor para que diese fé particularmente de todo lo que el
pagador pagaba á cada persona.
Siempre he de acordar á V. M. que mande que resida
á la continua en San Sebastian don Sancho ó don Juan , ó
quien V. M. fuere servido, por los inconvenientes que le he
escrito que pueden suceder de no hacerse así.
Dicho me han que se pasó á Francia un alambor de la
capitanía de Pedro de Bidea, que invió el virey de Navar-
ra porque no les pagaban. Mande V. M. que sea muy bien
pagada esta gente que está en guarniciones.
Al diputado de Álava escribiré sobre lo de los mil hom-
bres que dice V. M. que ha ofrecido la provincia de Álava,
374
demás de los 300, para que estén cierlos que va mucha di-
ferencia del número de gente que piensan que ha de salir
de una parte, al que sale después: estos cuatrocientos hom-
bres de Álava, y lo del corregimiento de Logroño, serla
bien que tuviese V. M. mandado por cédulas suyas como
han de acudir al virey de Navarra, viniendo necesidad de
Pamplona, que si no la hay allí y la hobiese en Fuenlcrra-
bía ó en San Sebastian, que acudan á mí. Lo que V. M.
mandó al virey de Navarra sobre la gente que ha de salir
del corregimiento de Logroño, ha sido muy bien.
Al presidente del Consejo escribiré lo que V. M. manda
de los mercaderes y clérigos franceses. También le daré ese
aviso que me han dado de que en muchos lugares de este
reino deshacen coseletes y arneses viejos los herreros y cer-
rajeros para cosas de su oficio, para que se mande proveer
en que no se haga, que con esto no se hallan agora armas,
y por viejas que fuesen era mejor tenellas que estar sin nin-
gunas. Agora me ha tornado á responder el marqués de
Poza que con estar tan malo y ser el año tan caro, no ha
hallado mas de los diez hombres de armas que invió. V. M.
no se maraville de ello, que el año es tal que por maravilla
hay escudero que tenga caballo.
Anteayer llegó el marqués mi hermano, y quisiera que
no lo fuera para alabar á V. M. la diligencia que ha hecho
en su venida, y en traer tan buenos hombres de armas co-
mo trae: mándele V. M. escribir dándole las gracias de ello.
Al conde de Aguilar espero también un dia de estos,
que ya ha inviado á aposentarse á Vitoria, donde me escri-
bió que se iba derecho. Yo le he escrito que se venga por
aquí para que se junte su gente con la que hay acá. Tara-
bien le escriba V. M. agradeciéndole lo que hace, y el du-
que de Medinaceli asimesmo haber inviado su gente que
375
ya es llegada; son 56 , traen razonables caballos, y son los
más de buena edad; fállanles algunas armas. El que Irae
cargo de ellos, que es el alcalde del puerto, parece bonra-
do bombre.
El virey de Navarra me escribió que es esta gente del
duque de Medinaceli de la que le ha de acudir. Yo creo que
debia de ser esto antes que V. M. mandase que me acudie-
sen á mí, porque esta gente del duque de Medinaceli es
una de las que están señaladas en el memorial para mí, y
si por esta parte de tierra de Laborte ha de estar alguna
gente á robar y quemar, podrá aprovechar para ello esta
del duque de Medinaceli.
Ahora me acaban de dar una carta del conde de Agui-
lar, en que dice que verná aquí mañana miércoles 20 de
este mes.
Ya vino la respuesta del prior y cónsules de Burgos so-
bre lo del pan. No se quieren encargar de ello , general ni
particularmente, mas dicen que porque podría ser que al-
gunos de los que están en Fiándes y en Inglaterra, merca-
deres ó factores suyos, quisieran inviar algún trigo á esta
costa de Vizcaya, que será bien que V. M. mande escribir
á la reina mi señora de Hungría y al rey de íngalaterra para
que lo dejen sacar libremente; mande V. M. inviar las
cartas ó inviallas por otra parte. Hoy llegó aquí Vergara,
contador de la cámara de contos de Navarra , con una cé-
dula de V. M. para que hiciese cala y cata del pan que hay
en la ribera de Navarra y en Alfaro y Calahorra y Logroño
y Rioja, y que inviase razón de ello. En lo de Rioja ya yo
he hecho que se entienda. Para lo de Alfaro y Calahorra y
Logroño, le di un despacho, inserto en el de la cédula de
V. M., porque como en ella no habla con h)s lugares, pa-
rescíole á Vergara que era necesario llevar dCvSpacho mió.
576
Hacerse esta cala y cata no es inconveniente, mas sello ya
después y muy grande sacarse el pan de toda aquella tierra,
porque si alguna cosa suscediese por acá morirían todos de
hambre, y para el proveimiento de Barcelona hace mucho
más al caso lo que ha de venir de allí.
Don Alvaro de Mendoza ha venido aqui; á mí háme
dicho entre otras cosas de un pleito de unos vasallos suyos,
sobre el cual creo que escribe á V. M. , y pues él sirve con
tan buena voluntad, razón es que se le paresca, y crea
V. M. que seria servicio suyo que se cerrase agora la puer-
ta á los pleitos de todos los grandes y señores y caballeros
de estos reinos, como se hacia en vida de los reyes Católi-
cos, que con muy menores causas se daban las suspensio-
nes. Más necesario es agora que gasten todos su tiempo y
haciendas en servir á V. M. que no en pleitos.
Por lo que V. M. dice sobre lo del conde de Ciruela y
del adelantado de Castilla, le beso las manos; paréceme
que se les podrá escribir que se vengan por aquí, y si no
fuere menester que paren, pasarse han adelante.
Ya escribí á V. M. que vendría por estas armerías; yo
lo hice así publicando que eran menester quince mil cose-
leles para V. M.; si por caso se han de tomar algunos, creo
que darán recado de ellos en estas^armerías y en las de Viz-
caya.
a Agora me dan una carta de Toro en que dicen que vie-
ne ya su gente, que diz que son doscientos hombres; no
traen armas, mas he concertado que les den aquí ciento
cincuenta picas y cincuenta arcabuces. Estos ó los prime-
ros que llegaren luego , irán á San Sebastian y á Fuenter-
rabía hasta cumplir el número que V. M. tiene mandado,
[)ero entretanto que hinchen los^capitanes sus condutas y
levas, saldráse esta gente* y entrará la de los capitanes.
577
Carta original de don Alonso del Águila al condestable de
Castilla y fecha en Valladolid á 20 de setiembre de 1542.
Le recomienda al capitán Juan Pacheco, que conduce la gente de
Ciudad-Rodrigo, deudo suyo.
Biblioteca NaciotiaL^Sala de MSS.--G 48, foL 246.
Iluslrísimo señor : Como yo me tengo por servidor de
V. S. , lo que se ofresciere en que rescibir merced siempre
lo suplicaré á V. S. El capitán Juan Pacheco que la presen-
te dará, lleva á ruego la gente de Gibdad Rodrigo. Es mi
deudo , he holgado que vaya donde pueda servir á V. S.
A V. S. suplico V. S. le tenga por servidor y por encomen-
dado. La ilustrísima persona de V. S. guarde Nuestro Señor,
y su estado acreciente. De Valladolid 20 de setiembre. —
A V. Ilm.'' S.^ besa las manos su servidor. — Alonso del Águi-
la.— Con rubrica,
Sobre,-^A\ iluslrísimo señor mi señor el condestable de
Castilla.
378
Carta original de don Sancho Martínez de Leiva al condes-
table de Castilla, fecha á 21 de setiembre de 1542 (1).
Le participa el reparto que ha hecho de la pólvora.— -Prevenciones
que es preciso lomar.
Biblioteca Nacional, — Sala de MSS, — G 48, foL 252.
Muy ilustre señor : Beso las manos á V. S. por el cui-
dado que tiene de me hacer merced de mandar proveer es-
tas plazas. La pólvora trajo Miguel Orliz, y porque en esta
villa hay razonable recado según el artillería que tenemos,
la mandé llevar á Fuenterrabía, porque hay poca; en esta
villa hay trescientos y tantos quintales, y en Fuenterra-
bía no hay sino ciento y sesenta , poco más ó menos. Mi-
guel Ortiz lleva la razón de lo que entregó al mayordomo
del artillería. ■■?. nm
Cosa nueva no hay que hacer saber á V. S. , porque
los franceses ahora están muy callados , y ninguna nueva
hay de gente extranjera, que mientras esta no hubiere,
pienso yo que no osarán ellos acometer nada , y ya el tiem-
po está muy adelantado. Don Enrique de la Brit aun no es
venido, é cada dia le esperan y nunca, llega; si cosa nueva
se ofreciere, V. S. esté descuidado, que luego le avisaré de
lodo lo que hubiere.
En las obras desta villa no hay priesa , porque no hay
que hacer en ellas , y lo que convernia hacer seria aquel
(1) No se expresa el lugar donde se escribió ni en la carta mis-
ma ni en el respaldo.
579
muro de Suriola, y muy de veras, cuanto há que vine á
esta tierra lo he suplicado á S. M. ; que á mi ver, hecho
aquello se asegura esta villa : plega á Dios que S. M. lo
mande hacer, y V. S. se lo debe escribir.
Ayer vine aquí de Fuenterrabía , y en el camino supe
de una revuelta que aquí hubiera de haber , y se comenzó
ya sobre ciertas palabras que pasaron el capitán Rojas y
un licenciado Galvan, castellano y casado aquí. Echaron
mano á las espadas , y el capitán hirió al licenciado un poco
en un dedo; á esto se comenzaron á revolver los de la vi-
lla y los soldados; plugo á Dios que se apaciguó luego, y
porque aun no he tomado la información , no escribo como
todo pasó.
El fundamento sobre que riñeron los dos he comenzado
á tomar la información, y es sobre ciertas palabras que el
licenciado dijo, bien excusadas, que á él le habían dicho
que el capitán Villaturiel se entendía con mos de Buri , y le
tenia vendida esta villa ; y esto ha andado entre los de la
villa, y ahora ha salido fuera; yo ando sacándolo todo de
raiz. V. S. crea que en esta villa se pasa el mayor trabajo
del mundo con los della, porque por ninguna vía se dejan
entender, ni sabe hombre en qué los ha de contentar.
Dios lo remedie.
Después desta escrita me han venido estas nuevas que
aquí invío á V. S. De S. M. también he recibido hoy dos
despachos; de las nuevas de Perpiñan, porque creo que V. S.
las terna mas cierlas que yo y mas presto , no las escribo,
pero gracias á Dios que son buenas. El señor Hernando
de Vega, hermano del señor visorey de Navarra, llegó ano-
che aquí, que me hizo merced de me venir á ver. Guarde
Nuestro Señor la muy ilustre persona de V. S. como sus
servidores deseamos.— De San Sebastian á 21 de setiem-
380
bre de 1542. — Besa las manos á V. S. Sancho Martínez de
«Leiva. — Corf rúbrica.
Sobre, — Al muy ilustre señor el señor condestable de
Castilla capitán general de S. M.
AVISOS DEL CAMPO FRANCÉS.
Biblioteca NacionaL—Sdla de MSS.— GAS, fol 233.
Lo que dice una persona.
Dice que musiur de Budic tiene por nueva que el gene-
ral don Sancho de Leiva quiere pasar en Francia , y que
estando el capitán que sabe en su casa de raos de Budic
despachó un correo á Carona , donde está de aposento su
vanda de gente darmas que son cien lanzas que veniesen á
Bayona esta semana por el tenor que tiene, y des que sean
venidos, dará aviso de cuando son venidos y cuántos.
Dice más , que el barón de Aguramot que es muy pri-
vado del rey de Francia es venido á Urdaxun, y está con él
musiur de Burdeos su tio , y que mos de Budic é el señor
de Aléate fueron allá en posta y luego se volvieron , el ca-
pitán fué ayer martes tarde á Bayona, despachado este
mensagero, yje dijo que hoy miércoles iria á Urdaxun des-
de Bayona al musiur de Burdeos y al barón de Agramont,
y de lo que allá supiese el viernes ó sábado le daria aviso.
Dice que el príncipe don Enrique no es venido, que es-
tá en la corte de Francia, y que su casa en Pauadrezan de
contino y le esperan cada dia.
Dice que los capitanes no han hecho gente ni comen-
zado. >.vvi~
581
Dice que mos de Budic, porque teme que^ha de pasar
la gente , ha mandado á todos los de la Bort que sopeña de
muerte, pasen todo el ganado que tienen y bastimento á
Bayona ó á la otra parte del rio de Uztariz, y que no de-
jen de hacer sopeña de ser traidores , y más , que el vernia
en persona á lo ejecutar y perder todo, y que ha hecho
apercibimiento en toda la tierra, que para la defender es-
tén apercebidos todos y á punto padre por hijo, como el se-
ñor general tiene mandado en toda esta provincia.
Dice que de Bayona no han movido artillería ni muni-
ciones mas que hoy há tres meses.
De Perpiñan dice que han batido muy terriblemente, y
los de dentro han reparado tanto, que derribadas las casas
de cabe la muralla, han hecho unos reparos y bestiones con
fosos en medio , que lo han puesto mas fuerte que estaba
todo lo batido.
Dice más, que mucha gente les mataban los de dentro
á los de fuera, y que los de fuera mueren también de mo-
dorra.
Dice más, que al duque de Alba se le viene mucha
gente, y están los franceses con muy gran temor que algu-
na noche dé sobre ellos , y que tienen determinado antes
que el duque tenga mas tiempo, desta semana ó mediado
la semana que viene de la combatir por todas partes y en-
trar, y que mueran los que murieren , porque se recelan
mucho con los reparos que tienen hechos y hacen, y del
socorro que del duque les viene cada dia.
Dice más, que los de dentro visto que les batian con
cinco ó seis piezas, hicieron un ardid, en que pegaron fue-
go á mucha paja hacia el viento donde tenian el artillería,
y como elviento lleva se la paja hacia las piezas, salió de la
ciudad gente, y mataron la guarda de la artillería y encía-
S82
varón las piezas, y que esto pasó dos horas después de me-
dia noche, de lo cual tienen en mucho.
Dice que de lo que allá pasare , y si el campo marcha
ó se pone en guarnecion ó lo que determina, hecho lo de
Perpiñan dará aviso luego.
-.gí) lyt ' Dice otra persona.
Que á diz é siete deste mes, mandó el gobernador de
Bayona á todos los de la Bort que todos se encerrasen den-
tro en Bayona los que pudiesen hacer armas, mugeres y
criaturas también, ó que pasasen mas allá de Bayona. Más,
mandó que los mili hombres diputados de la Borl que se
juntasen en San Juan de Lux á veinte deste, porque tiene
aviso muy cierto que la gente española que carga para Fuen-
terrabía y para Irun irán allí hacer una entrada para la La-
bort hasta Bayona. El príncipe aun no es venido á Bayona
ni se tiene por cierto que ha de venir; pero que el sábado
primero que viene le esperan sin falta en Pan.
■ k doce deste vino musiur de Burdeos en posta á Sor-
da y está ahora en Bayona. El gobernador de Bayona ha
hecho encerrar las cincuenta lanzas en Bayona que estaban
en guarnecion , mas allá manda juntar á los de la Brid has-
ta la ciudad de Adax.
íui Perpiñan dice que no se ha tomado hasta ahora, y que
Bayona está proveída bien, y que gente nueva no hay mas
de la que antes habia.
585
Carta original del rey al condestable de Castilla , fecha en
Monzón á 25 de setiembre de d542.
Contesta á las cartas del condestable, de 14 y 19 de dicho mes.—
Le da nuevas instrucciones, y aprueba las medidas que ha to-
mado.
BibUoieca Faclonal.—Sala de il/55.— G 48, fol. 159.
EL REY.
Condestable primo, nuestro capitán general: Vi vues-
tras letras de 14 y 19 del presente, y los memoriales de
nuevas que con ellas venían; y según las que por otras par-
tes se entienden, aquellas no parescen muy auténticas, ni
que tienen fundamento para tenerse por ciertas, y así de-
béis proveer que vayan buenas espías á Francia, y que en-
tren bien dentro hasta Burdeos y Tolosa, como os lo habe-
rnos escripto, para que sepan la certinidad desto de los ale-
manes , y de lo demás que Juan de Vega nos scribió lo
mismo que vos, y le liabemos respondido que por su parte
procure de saberlo, pues si hay algunos no pueden venir
por otra parle, sino por Burdeos ó Tolosa.
He holgado de que el marqués vuestro hermano sea
llegado con su gente, y soy cierto que en ello habrá usa-
do de toda diligencia, y que la traerá en tan buena orden
como screbis. A él y al conde de Aguilar, á quien decis que
esperábades otro día, y al duque de Medinaceli que ha ya
enviado su gente, escríbeos como os paresce, dándoles las
gracias dello. Hacerles héis dar y enviar mis cartas que van
con esta.
584
En lo de la gente del marqués de Poza , todavía debéis
procurar que envíen el cumplimiento á las 20 lanzas que se
le repartieron.
Ha sido bien haber scripto á los corregidores de las
ciudades y villas que den prisa á qite parta la gente que os
ha de acudir, y en lo de lo que ha llegado á Pamplona. Y
ha de ir á meterse en aquella ciudad como primero lo tenía-
mos ordenado, visto el estado en que están las cosas. Y
que aunque los franceses han apartado algo su campo de
donde primero le tenían asentado, están todavía sobre Per-
piñan , y se cree que lo han hecho con fin de tenerla sitia-
da por largo tiempo, pues teniéndole asentada la batería
no la osaron acometer, y siendo así ha de cargar todas sus
fuerzas á aquella parte. Habemos tornado á scribir al dicho
Juan de Vega que vea la gente que será menester para
que Pamplona quede razonablemente proveída, y que la
demás, así de caballo como de pié, haga caminar á Bar-
celona, y nos ha scriplo que la gente darmas era ya parti-
da, y que así proveerá que lo haga la demás, paresciéndole
que por este año no vernian á aquel reino ejército por estar
el tiempo tan adelante, y por otras causas, y lo mismo
tenemos por cierto será en lo de San Sebastian y Fuen-
terrabía, aunque ellos hagan otras demostraciones, porque
yendo como van bien, á Dios gracias, las cosas de Perpi-
ñan , no es de creer que emprenderán otra ninguna cosa
hasta ver el subceso de aquello, y por esto os tornamos á
rogar y encargar que vos proveáis lo mismo conforme á lo
que os habemos scripto, ordenando á la gente que os ha de
acudir que tome el camino derecho de Barcelona, sin que
llegue á Vitoria , ó donde vos estovierdes , porque no con-
viene en ninguna manera que rodeen, sino que se dé toda
la prisa posible en caminar como lo hace la otra gente , por-
: o85
que habiéndose de hacer el socorro de Perpiñan , ya veis
lo que impoita la brevedad de su (i)
En lo de la gente que ha de dar Vizcaya, paréscenos
que fué bien enviar á llamar al corregidor y platicar con él
la orden que se debe tener para que den el número de los
dos mil hombres pagados por cuatro meses ; y para que
mejor se pueda acabar y concluir screbimos las cartas que
os paresce para la junta y los otros que decís. Enviárge-
las heis, y vos les escribiréis lo que mas ós paresciere, y avi-
sar nos heis de la resolución que se tomare; y en lo que decís
que os paresce que esta gente por ser tan útil por la mar seria
bien que se emplease en correr la costa de Francia; lo que
agora conviene es que se procure lo que está dicho, y que
estén apercebidos, que después se mirará en qué se podrán
emplear, y se os dará aviso de ello.
En lo de las armas que se hacen en Vizcaya para el
serenísimo rey de Portugal, nuestro hermano, que os dijo
el corregidor que habia hecho embargar, bien fué darnos
aviso dello, y porque en lodo le deseamos complacer, como
es razón, proveeréis que luego se alce el secresto que puso,
y que demás de esto el dicho corregidor favorezca á sus
factores en lo que se ofresciere.
En lo de los bastimentos de San Sebastian bien será
que como decís procuréis con ellos que se provean de los
que hobieren menester para su entretenimiento, demás de
los ordinarios que para la gente de guerra de aquella villa
y de la de Fuenterrabía , yo he scripto al dicho don San-
cho que tenga especial cuidado de mirar que estén bien
proveídas, y según lo que dice, ello está al presente como
conviene.
(1) Está roto el papel y no se puede leer una palabra, quesería
probablemente llegada ó venida.
Tomo LXllI. . 25 ,
386
En lo de los cuatro mil ducados he visto lo que decís,
que el dicho don Sancho os ha scripto que se ha gastado,
así en lo de las obras confio en la provisión de los dichos
bastimentos. Y acabados de gastar aquellos mandaremos que
se provea de los dineros que mas fuere menester. Y cuanto
á lo que toca á venir el dicho don Sancho donde vos estáis,
aunque conoscemos que seria provechoso que os comu-
nicase las cosas de aquella frontera, al presente paresce
que no conviene que haga ausencia de ella, y así le podréis
scribir sobre todo lo que conviniere, que él os satisfará, y
conforme á aquello podréis proveer lo que fuese necesario.
En lo del conde de Oñate he visto lo que escribís, y en
aquello no hay mas que decir sino que habéis hecho bien
en enviarle á llamar para que esté ahí con vos, y que po-
déis ser cierto que para hacerle merced y favor en lo que se
ofresciere, hay en mí la voluntad que es razón y sus servi-
cios merecen. En lo de las llaves de San Sebastian, ya os
scribimos como de parte de la villa habían venido aquí, y
lo que les mandamos responder, lo cual está bien proveído,
y así les podréis vos satisfacer lo mejor que pudiérdes , que
visto lo que importa que esté con gran recaudo aquella vi-
lla, en todo tiempo, y especialmente en este, escrebimos
como os paresce al dicho don Sancho que dé orden como él
ó don Juan su hermano residan continuamente en ella.
En lo de la gente de Álava, el diputado general de la
provincia y hermandades della nos scribió que los cuatro-
cientos hombres estaban á punto, y que los otros mil esta-
rían también apercibidos para lo que se ofresciere entrando
ejército por Navarra ó Guipúzcoa. Vos habéis hecho bien en
scribirle sobre ello para que se tome resolución en lo que
han de hacer; y en lo de los dichos cuatrocientos hombres
screbimos al dicho Juan de Vega que no siendo menester
387
para Pamplona, los enviase á San Sebastian y Fuenterrabía
para que residan allí, y los de Logroño y los otros pueblos
de su corregimiento, quedarán para adelante siendo me-
nester.
En lo de la paga de la gente de San Sebastian y Fuen-
terrabía, se provee todo lo que se puede hacer. Y don San-
cho nos ha scripto que habia dado orden que entretanto
que aquella llegaba se les diese media paga con que se pu-
diesen entretener.
En lo del pan que screbistes al prior y cónsules de Bur-
gos que hiciesen traer de Flándes y Ingalaterra, pues no
se han querido obligar ni encargar de ello ; bien será que
procuréis que lo hagan por el otro medio que han ofrescido,
que con esta os mandamos enviar las cartas que pedís para
la serenísima reina mi hermana y el rey de Ingalaterra.
En lo del contador Vergara fué bien porque no se per-
diese tiempo darle las provisiones que screbis para que pu-
diese hacer la cala y cata del pan en las parles que le en-
viamos á mandar que fuese á visitar, aunque de acá se le
haya enviado espresa comisión nuestra para ello. Y puesto
que se haga esta diligencia, por agora no se hace cuenta
de los bastimentos que dallí se podrán sacar adelante según
el subsceso de las cosas ; así se mirará lo que converná pro-
veerse , y se terna respeto á lo que en lo uno y en lo otro
decís.
En lo del pleito de don Alvaro de Mendoza y de los otros
grandes y caballeros que nos vienen á servir en esta pre-
sente necesidad, habernos visto lo que decís y vos lo con-
sideráis bien, y así se mirará lo que en lodo converná
proveerse.
Fué bien venir por las armerías y hacer en ellas la di-
ligencia que decís, porque todavía habrá sido provechoso
588
para que estén mas á punto y en orden para labrar ; y en
lo de las otras armas de picas y arcabuces que os han ve-
nido á ofrescer que harán algunos en Vizcaya, acá se pla-
tica de hacer asiento sobre esto, y se terna respeto á que
sea en buena cantidad.
En lo de la gente de Toro, pues vienen ya camino, no
hay que decir, sino que bien que por sus dineros les hagáis»
proveer de las armas necesarias para que estén en orden;
y esta gente ó otra cualquier que llegase antes , proveeréis
como os paresce que vayan á meterse en San Sebastian y
Fuenterrabía para que estén allí , hasta que se hinchan las
; dos condutas de Diego Manes y Luxan , y se cumpla el
número de los 500 hombres que ha de tener el capitán
Juan de Urbina, como decís que lo haréis. Que ya el dicho
don Sancho nos ha scripto que habia enviado al capitán
Luxan y el alférez de Diego Manes á entender en ello , y
que se baria todo lo posible; y para este mismo efecto será
bien que procuréis de concertar con el visorey de Navarra
que deje en Fuenterrabía la compañía del capitán Pedro de
Videa, y envíe la otra que decís que estaba en Santisteban
de Lerin.
Las naos que se tomaron á los franceses nos escribió el
dicho don Sancho que solamente habían sido no más de
cinco y de cada cien toneles, y que venían de los vaca-
liaos.
Está bien haber proveído que se desembarguen y den
libertad á todos los navios de lo costa de Guipúzcoa, Viz-
caya y las Cuatro Villas, y así haber scripto á los corregi-
dores que á los que saliesen fuesen bien armados y proveí-
dos, para que no solo no pudiesen rescibir daño de los enemi-
gos pero hacérgele, que así les he yo mandado. También
screbir que lo hagan, y que á los que quisieren armas les
589
den licencia para ello , y lodo el favor y ayuda que pudie-
ren como es razón, para que ofendan á los enemigos.
Eslá bien haberse tornado á la carraca de la religión
de San Juan, como lo proveímos, el artillería, municiones y
otras cosas que les habian tomado los de San Sebastian.
En lo que á vos toca, nuestra voluntad ha sido y es
que seáis obedescido y acatado de todos como nuestro ca-
pitán general; y así soy cierto que lo seréis de nuestros
ministros , y que terneis el respecto y miramiento que de-
cís á sus personas y a la autoridad de sus cargos como es
razón.
En lo de la gente que estciba en Beovia, que decís que
seria mejor que residiese en Guelaria, por ser puerto tan
importante para lo de San Sebastian, vos enviareis á vi-
sitar aquella villa, como os lo habemos scripto, y avisar-
nosheis de lo que os paresciere que aquello converná
proveer.
Fué bien proveer que de Burgos se llevase á San Se-
bastian y Fuenlerrabía la pólvora que screbis, porque aque-
llas dos plazas estén bien proveídas de todo lo nescesario,
aunque según la relación del comendador mayor de Alcán-
tara tienen sobrada pólvora y municiones.
En lo del reparo de Suriola al dicho don Sancho , había-
mos scripto que le hiciese pegado al muro, si aquel le pudie-
se sufrir, aunque fuese calzándole por el cimiento, y que si
no, se apartase del 12 ó 15 pies hasta dentro y se empe-
zase desde allí y que le hiciese con sus traveses y foso en-
tre! dicho reparo y la muralla, y que sobre todo tuviesen á
punto el recaudo necesario, para que viniendo la necesidad
se pudiese reparar aquello con toda brevedad. Hános res-
pondido que después de haber mirado más en ello , se ha-
llan algunas dificultades para hacerse desta manera, y. que
590
nos enviaría mas larga razón deslo. Venida, se mirará lo
que más converná hacerse.
Las cédulas que pedís para lo de Corral os mandamos
enviar con esta.
En lo de la gente del obispo de Calahorra, con otro os
mandaremos responder lo que sea nuestra voluntad que ha-
ga, porque no querríamos dar enjemplo á los otros perla-
dos.— De Monzón á 25 de setiembre de 1542.
Después desta scripta habemos rescibido cartas del du-
que de Alba y de don Juan de Acuña, por las cuales nos
avisan de haber entrado en Perpiñan seis banderas , en que
habia dos mil infantes de los que vinieron de Castilla, y
que al mismo tiempo se empezaban á retirar los franceses
su camino de Francia , sin haber hecho ningún efecto. De
que he dado muchas gracias á Nuestro Señor, y dello os ha-
bemos querido avisar como es razón. — Yo el rey. — Con rú-
brica.-— Vázquez. — Con rúbrica.
Sobre, — Por el rey. — Al condestable de Castilla, su pri-
mo y capitán general.
■ííKnoo
Carta original de la villa de Olmedo al condestable de Cas-
tilla, fecha en aquella villa á 25 de setiembre de 1542.
Le avisa del envío de los eien soldados que aquella villa ofreció ea
servicio de S. M.
Biblioteca Nacional— Sala deMSS.— G 48, fol. 248.
Ilustrísimo señor: Andrés de Olivera, regidor y capitán
desta villa, va con cient soldados que esta villa y su tierra
ofresció para servir á S. M. en esta jornada ; y cumpliendo
591
el mandato de S. M. se van á presentar ante V. S. Illma.
para que dellos se disponga como conviene al servicio de
S. M., los cuales se hobieran despachado con mayor bre-
vedad si por algunos lugares desta villa que se han queri-
do essentar, no se hobieran detenido como el capitán á V. S.
informará. Suplicamos á V. S. Illma. sea servido les hacer
el tratamiento y merced como á tales servidores y leales
vasallos de la corona real. Nuestro Señor la ilustrísima per-
sona y estado de V. S. guarde y acresciente. — De Olme-
do á 25 de setiembre 1542. — Por acuerdo de la villa de
Olmedo. — Antonio Rogel. — Con rúbrica.
Sobre. — Al ilustrísimo señor el condestable de Castilla,
capitán general de S. M.
Minuta de carta del condestable de Castilla al emperador
Carlos V, fecha á 30 de setiembre de 1542 (1).
Le da cuenta de todas las prevenciones que ha hecho y sigue ha-
ciendo.—Llegada de la gente de algunas ciudades.
Biblioteca Nacional.— Sala de MSS.— G 48, foL 143.
S. C. G. M,
Una carta de V. M. recibí de 25 deste mes; y lo pri-
mero que tengo que decir , es besar las manos á V. M. mili
veces por las buenas nuevas que me escribe , de ser levan-
tados los franceses de sobre Perpiñan , que no podia haber
cosa en que V. M. me hiciera igual merced que la he reci-
(1) Parece escrita en Vitoria.
592
bido en saber esto. No debe haber desayudado para esto de
Perpiñan el juntamiento de gente que en Vitoria se iba ha-
'Ciendo, que dician que era mayor. Yo creo que los france-
ses irán tales que no se acordarán de otra cosa sino de des-
cansar; mas hasta que se vea en lo que para su ida, paré-
cerne que es de tener doblado cuidado que hasta aquí des-
tas fronteras. Y por si aquel nublado viniese á descargar
por acá , suplico á V. M. que no mude la determinación
que habia tomado de venir á Zaragoza.
La gente de las ciudades va ya llegando. La primera
fué la de Aranda; y ayer pasó la de Salamanca, y mañana
pasará la de Toro y Medina del Campo , y todas las otras
sé que vienen detrás sino la de León y Asturias, que no he
sabido que sean partidos. Traen muy gran falta de armas;
y así porque se armen, como por ver en qué parará lo de
acá, los tendré á todos quedos: que la prisa que V. M. da-
ba, ya me parece que cesará; porque si acuelgan á Gui-
púzcoa los franceses, no solamente será menester tener es-
la gente acá , mas aunque venga toda la de allá y que
V. M. se acerque; que no parece que han de ser en balde
las provisiones que se han hecho en Bayona y en toda aque-
lla tierra. Y si no vinieren los franceses, es también de
creer que V. M. dejará por ogaño descansar toda esta gen-
te que le habia de servir, y que lo que en esto habia de
gastar, lo empleará en fortiQcar y proveer sus fronteras,
que lo han mucho menester, especialmente estas dos villas
de Guipúzcoa que tienen cien mili faltas, como V. M. lo
mandará ver por ese memorial. Y por expiriencia habrá
visto agora V. M. cuánto menos cuesta proveer los luga-
res que socorrellos: que cuando están proveídos y fortifica-
dos, pocas veces los emprenden los enemigos. Por esto no
aguarde V. M. á que se acaben los dineros de don Sancho,
que liay tan pocos que se pueden dar por acabados, y es
muy necesario que V. M. mande al tesorero Alonso de Bae-
za que envíe luego recado de dineros para el proveimiento
destos lugares y para otras cosas ; que casi no hay nada de
lo que trujo Corral.
Para lo que se hubiere de dar del castillo de Burgos,
es necesaria cédula particular de V. M. para que el co-
mendador mayor de Alcántara mande á Godoy que lo dé,
y para que se le reciban en cuenta los veinte quintales de
pólvora que dio para Fueníerrabía. También seria menes-
ter tomar arcabuces de allí, si se han de dar á esta gente,
que no creo que se hallará buen recado tan presto dellos,
pues si tiene algunos en Vitoria V. M. no creo que están
aderezados. Si fuere necesario, no dejaré de escribir á Go-
doy que dé las cosas que me pareciere , porque se perderla
mucho tiempo en aguardar el despacho de V. M. para lo
de Burgos.
Luxan y Diego Manes son ya pasados á hinchir sus
condutas ; que Luxan ha de hacer la gente en Valladoüd y
Falencia y Burgos, y Diego Manes en Medina del Campo,
y Avila y Segovia y Soria. Pedíanme que se tomasen los
cuatrocientos y cuarenta hombres que les faltan de las ban-
deras de ciudades que vienen poca gente; y como traen to-
dos sus capitanes, y muchos dellos son personas principa-
les y vienen pagados de las ciudades, parecióme que no
era de quitar á nadie su gente. La que falta en estas dos
villas se inviará luego. Y porque el virey de Navarra me
escribió que todavía pensaba que enti'arian en Guipúzcoa
los franceses , he hecho que no derrame el diputado de Ala-
va la gente que habia juntado con la primera nueva de los
alemanes, y que pasasen cien piqueros que vinieron de Aran-
da á Fuenterrabía. Faltan en ella sin estos de Aranda cien
594
hombres de los que ha de haber, y cuatrocientos en San
Sebastian, á donde fué muy bien que V. M. mandase que
residiesen don Juan de Leiva ó don Sancho á la contina.
Los que se dan á Villaturiel para la fortaleza , son soldados,
y una vez unos y otra vez otros, gente muy conocida se le
habia de dar para tal cosa. Poco ha que una noche acuchi-
llaron una centinela en San Sebastian. Cada dia se conoce
más cuánta necesidad hay de tener gran recado allí para
que no se maten los del lugar y los soldados. No pensaba
yo de hacer que viniese don Sancho tan lejos, sino acer-
carme yo algún dia á parte donde él pudiese venir sin ha-
cer falta á su cargo; y si yo pudiese, iria allá y aun tara-
bien á Pamplona , porque me satisfaría mucho mas de ver
estos lugares, que de la relación que me pueden traer de-
llos, aunque he enviado á que me los traigan pintados. Lo
de Guetaria inviaré luego á visitar como V. M. lo manda.
Don Sancho dice que vaya allá gente de caballo; no la en-
vío porque me parece de mal efeto, mientras se pudiere sos-
tener que traigan á Guipúzcoa de tierra deLaborte, como
diz que lo hacen agora, que no quemallos y roballos: ha-
ber armados por la mar me parece mejor. Agora han to-
mado los franceses una zabra que venia de Deba á San Se-
bastian una noche, y mataron una mujer de una saetada.
Sobre lo del reparo de Suriola escribiré luego á don San-
cho, que lodos dicen que es muy necesario, y el conde de
Oñate que estuvo hoy aquí, me dijo lo mesmo, y lo que le
parecía de todos los otros reparos; yo le he dicho que haga
un memorial de todo ello para V. M.
Al diputado de Álava he hablado sobre lo de los mil
hombres : dice que los ofrece la provincia para defensa de
Álava, porque cuando viene ejército del rey de Francia
á Navarra, suelen correr hasta Salvatierra, que lo hacían
595
así cuando cercaron al duque Dalba. También me dijo que
los cuatrocientos hombres no se pagaban por más de dos
meses, y en esta junta que han hecho se ha pasado ya el
uno. El diputado ha servido y sirve á V. M. con gran vo-
luntad: suplica á V. M. que toda la merced que á él le
habia de hacer, la haga á su hermano el licenciado de
Álava.
De Vitoria me dicen que hay picas de V. M.
La carta del duque de Medinaceü se la envíe, y las del
marqués de Berlanga y conde de Aguilar se les dieron
cuando vino la nueva de los alemanes. Escribí al conde
que seria gran servicio de V. M. que si pudiese quel sir-
viese con alguna gente de infantería, y hízolo tan bien que
puso á punto mas de trescientos soldados pagados por dos
meses, y por esto le he dicho que los traiga para que haya
mas cuerpo de gente en Fuenterrabía ó en San Sebastian.
V. M. le torne á escribir las gracias desto.
El despacho de Vizcaya recibí luego. Se entenderá en
aquello, y también escribiré al corregidor que desembar-
que los coseletes del rey de Portugal , y también inviaré al
prior y cónsules de Burgos las dos cartas que vienen para
Flándes para lo del pan. La del rey de Ingalaterra se de-
biera de olvidar allá, que no vino acá sino solamente la de
la señora reina de Hungría, y otra para el embajador que
V. M. tiene en Ingalaterra. Creo y ya puede ser, que pa-
ra Ingalaterra que bastaba escribir al embajador que tiene
allí, que vino carta para él.
Estando para acabar esta, me vinieron grandes recla-
maciones sobre el embargo del pan de iglesias y monesle-
rios, y de lugares donde se hacen mercados, y tienen gran
razón, porque no se les dejaba pan sino para comer y sem-
brar. Sabido lo que se halla en todas parles, pienso de ha-
396
celles desembargar la mayor parte, y que el embargo sea
para lo menos.
En Salvatierra dicen que bay algún pan para vender.
Vea V. M. qué medio es el que se dará para haber este pan
y mande enviar cédula para ello.
Bien creo que dentro de veinte dias se verá si se ha de
formar acá ejército ó no; y si se ha de hacer, crea V. M. que
es necesario proveello por mar, porque todo lo destas pro-
vincias de Álava y Rioja y Bureva es poco, y en Campos y
el reino de Toledo de donde se solia traer á Vitoria, no hay
ogaño nada.
Carta original del marqués de Poza al condestable de Cas-
tilla, fecha en Monzón á 21 de setiembre de 1542.
Le da cuenta de sus diligencias en aprestar la gente de armas. —
Le pide su favor con el emperador para que le hagan justicia en
la chanciilería en un pleito que le ha puesto su hijo.
Biblioteca Nacional— Sala de iri^'5.— G 48, foL 2o0.
Muy ilustre señor: Ya creo que V. S. habrá visto una
carta mia en que le digo la diligencia que yo he puesto en
buscar los hombres de armas. Muy presto, si place á Dios,
los terne á punto para inviallos á V. S. , que por inviar
hombres de bien me he detenido ; yo me daré priesa toda
la que sea posible.
Quiero que sepa V. S. que allende de mis males y de
mi necesidad acuerdan mis hijos de enojarme en lo que
pueden, y el que agora se ha señalado en esto, es don Ga-
briel , que habiéndole yo hecho tan buen tratamiento cuan-
507
lo era posible, y Iiabienilo yo hecho por él todo lo que he
podido, ha acordado agora de ponerme pleiteen la chanci-
llería, pidiéndome mili ducados de alimentos y otros mili
para seguir el pleito que trae con don Juan de Zúñiga ; y
Lien creo yo que piensa él que no ha de salir con su inten-
ción, sino que ha gana de enojarme, porque á mí me ha
parecido siempre que no era buena negociación la suj-a,
pues no se podia hacer sin enojar al emperador nuestro
señor, y al cabo se casaba con una monja; y porque yo
he dicho esto, está mal conmigo. Suplico á V. S. que su-
plique V. S. al emperador me favorezca, escribiendo á los
de la chancillería que me favorezcan con justicia, que con el
favor de S. M. y con el de V. S. no habré miedo á nadie.
También persiguen á don Sancho, mi hijo, lodo lo que pue-
den: él entiende en este pleito por mi parte, y con intención,
cuando se haya de hacer algo, de ir por la posta á hallarse
en servicio de S. M. Otra vez torno á suplicar á V. S., aun-
que tenga muchos negocios, á vueltas dellos se acuerde des-
le. A mi señora la duquesa beso las manos. Guarde Nues-
tro Señor la muy ilustre persona de V. S. y su estado acre-
ciente.— De Monzón á 27 de setiembre. — Muy ilustre señor:
las manos de V. S. besa. — El marqués de Poza. — Con rw-
brica.
Sobre, — Al muy ilustre señor el condestable de Casti-
lla, duque de Frias y capitán general de las fronteras de
Navarra y Guipúzcoa.
398
Carta autógrafa de Pedro Sánchez de Venesa al condesta-
ble de Castilla f fecha en Fuenterrabia á 28 de setiembre
de 1542.
Le encarece la falta de bastimentos que padece la villa. — Algunas
noticias del estado de los franceses en Perpinan.
Biblioteca NacionaL— Sala de MSS.—G 48, /bí. 252.
Muy ilustre señor : Anteayer le escribí á vuestra seño-
ría iluslríslma por estenso de las cosas dacá, en especial de
la falta que tenemos de los bastimentos de S. M., que en esta
villa hablan de estar de respecto. Bien creo que V. S. en ello
proveerá como conviene al servicio de S. M. y de vuestra
señoría ilustrísima, y para el descanso de los que estamos
en esta villa, porque sin bastimento se hace muy mala
guerra.
Después de haber escripto á V. S., no se ofresce cosa
ninguna para avisarle, mas de cuanto lo que sentimos des-
tos nuestros vecinos franceses , es que en Perpinan no les
deben de andar las cosas á su propósito, y según dicen en-
tre ellos, y han acabado lo de allá y á su daño. Dicen que
cierta gente de los franceses se recoge en San Sever, que
es cabeza de Gascunia , que serán diez y seis ó diez y
siete leguas desta villa, y allá esperan al príncipe de la
Brit para dar orden lo que han de hacer, y porque sé que
V. S. de todo esto tendrá mejor aviso que otro ninguno lo
puede avisar, ceso. El portador, que es Allid de Briones,
criado de V. S., ha visto y mirado muy bien esta villa y
las cosas della, el cual como persona de experiencia en guer-
ra, le dará á V. S. información de lo que acá ha vislo y
599
pasa, al cual me remito en todo lo que se ofresciere. A V. S.
suplico me tenga por su servidor como los mios han seido
siempre de la grand casa de V. S., y me mande. Nuestro
Señor, su muy ilustre persona guarde y su estado acrecien-
te, como por V. S. es deseado. — De Fuenterrabía á 28 de
setiembre, — Muy ilustre señor. — Pies y manos de vuestra
señoría ilustrísima muy humildemente beso. — Pedro Sán-
chez de Venosa. — Con rúbrica.
Sobre. — Al muy ilustre señor el condestable de Casti-
lla, duque de Frias, capitán general de España, etc., mi
señor.
Minuta de carta que se escribió al emperador , de postrero
de setiembre de 1542 (1).
Le participa las noticias que tiene de la venida de gente de armas.
Bihlioteca Nacional.— Sala de MSS.—G iS, fol. 148.
Don Diego Sarmiento, hijo del conde de Salinas, vino
á que fuese á esperar en Miranda á su padre, que diz que
vendrá presto. El marqués de Poza me ha escrito que in-
viará presto los hombres de armas que faltan. El mariscal
de Fromesta me escribió que si no estuvieran tan malos él y
don Luis su hijo, que sirviera á V. M. como lo ha hecho
cuando estaba bueno; lo cual sé yo muy bien. Don Alvaro
de Mendoza, hijo del conde de Castro, viene con la gente
de su padre el conde de Miranda; escribió que le habia es-
crito el comendador mayor, su tio, que mandaba V, M. que
fuese á lo de Perpiñan, y lo mismo me escribió el comenda-
dor mayor de Castilla.
(1) Es del condestable de Castilla.
400
Algunos que se llaman caballeros habrá que por soslc-
fíer el nombre, podrá ser que sirvan á V. M. á su costa.
Envíeme V. M. algunas cartas sin los nombres, en que di-
ga que será muy servido que vayan á Fuenlerrabía ó San
Sebastian, que yo les pondré el sobre escrito y el nombre
al principio de las cartas. Los caballeros armados y los hijos
dalgo que particularmente vinieron á servir á V. M., ver-
nán algunos mal armados y mal á caballo ; estos tales invia-
llos hé á estos lugares, pues podrán servir mejor detrás de
muros que en el campo. Algunos caballeros pardos vienen,
por soldados solamente de cibdades. No creo que es mucho
inconveniente dejallos pasar de esta manera. Esta gente de
cibdades hago aposentar apartadamente de la de caballo al-
rededor de Vitoria , donde iré un dia de estos, ya que la
gente que yo esperaba es venida.
Siempre he de acabar y comenzar todas las cartas en
suplicar á V. M. que provea con gran cuidado los lugares
destas fronteras, y que se acuerde cuánto más de lo que
se puede encarecer importan.
Carta original de la ciudad de San Sebastian al condesta'
ble de Castilla j fecha en aquella ciudad á ú^ de setiem-
bre de 1542.
Le agradece las buenas nuevas que ha escrito á la ciudad y le ofre-
ce sus servicios.
Biblioteca NacionaLSala de MSS.-G4S, foL 254.
llustrísímo señor: La carta de vuestra señoría iluslrísima,
hecha en lá Puebla á veinte y ocho del presente, hemos recibi-
do, y con ella muy grandísimo placer por tan buena y glo-
401
riosa nueva como es la que vuestra señoría iluslrísima nos es-
cribe , y á vuestra señoría le besamos los pies y las manos
por la merced tan grandísima como nos ha hecho en haber-
nos escrito, é placerá á Dios que por esta tan grande merced
con las otras que nos ha hecho, lo podamos servir, que vo-
luntad no nos faltará para ello. El señor don Sancho hasta
agora no nos ha dicho lo que vuestra señoría le ha scripto,
aunque está de presente en esta villa. S. M. hará lo que
fuere servido. De acá no hay ninguna cosa que escrebir á
vuestra señoría, mas de que los franceses de esta frontera
desean venir con esta provincia en los convenios que tenía-
mos en las otras guerras, y han hablado con licencia del
señor don Sancho los de allá con algunas personas de acá,
y hasta agora no se ha hecho nada, ni creemos que se po-
drá hacer, según lo que de acá se pide. Vuestra señoría
ilustrísima se informará de lodo para que mande hacer lo
que convenga al servicio de S. M. Nuestro Señor la ilustrí-
sima persona de vuestra señoría tenga en su guarda y su vi-
da y gran estado acresciente como desea. — En San Sebas-
tian á 30 de setiembre.— En creencia va la presente firma-
da de nuestro escribano fiel, y sellada con nuestro sello.
Por mandado del Consejo, Juslicia, Regimiento de la
noble é leal villa de San Sebastian. — Muy cierto servidor
de V. S. ilustrísima que sus pies y manos besa. —Juan Ló-
pez.— Con rúbrica.
Sobre. — Al ilustrísimo señor el condestable de Castilla,
duque de Frías, conde de Haro, capitán general de S. M.
en estos sus reinos, etc.
Tomo XLIII. 26
402
Carta autógrafa del marqués de Falces al condestahle de
Castilla, fecha en Mar cilla á i,"" de octubre de 1542.
Le da cuenta de lo que ha pasado en el campo enemigo.— Nueva
provisión de capitanes; hecha por el virey de Navarra, y su resul-
tado.
Biblioieca Nacional— Sala de RÍSS.—G. 48, foJ. 2o6.
Iluslrísimo señor: Esta carta de V. S. me han dado, y
por lo que en ella se contiene veo que no lo es: el sobre-escri-
to es para mí. Háme parecido lornalla á enviar á V. S.,
para que mande al que la escribió que no se descuide en
cosa de mas calidad.
Las nuevas que acá hay de Perpiñan, V. S. las sabrá;
lo que el visorey me escribe es que los franceses se han
retirado una legua hacia Leocala, á los 21 del presente, y
mandaron quem ar todos los lugares y bastimentos. Lo que
yo he sabido por otra parte, que muchas veces me ha di-
cho verdad, es que el rey de Francia fué al campo y
habló con lodos sus capitanes ansí suizos como franceses,
y que les hizo una habla remoslrándoles las muchas oca-
siones que el emperador le habia dado para romper la
guerra con él , y que lo habia dejado de hacer, porque
siempre le habia dado á entender que quería hacer la guer-
ra al turco, y porque no se dijese que él lo estorbaba, es-
pecialmente en las jornadas de Túnez y de Argel; y que
pues al presente ellos estaban sobre aquella plaza de Perpi-
ñan, la cual no era tan fuerte que ellos no se hubiesen ha-
llado en toínar otras muy mejores sin artillería, que les en-
comendaba la honra de Francia y la suya, y que pusiesen
40o
sns fuerzas en salir con su empresa , y que hecho aquello,
que él los pondría en otras cosas donde cada uno ganase
honra y provecho. Los capitanes diz que respondieron que
si Perpiñan no estaba ya por él, que la causa era no haber
querido el Dalíin dalles lugar para que la combatiesen, con
fin de lomaila sin tanta pérdida de gente; mas pues que
ellos veían su voluntad, que le ofrecian de dalle la plaza
dentro de un cierto tiempo, que no me han sabido decir cuan-
to, ó que morirían todos en el combate. Y ansí el rey se
partió para Narbona, y á otro dia mudaron los franceses
el artillería y su campo , y dicen que pusieron ciertos tiros
en un cerrico, y dallí batían por dentro un paño, el cual
tenían minado, y que los combatieron de manara que les
han entrado la ciudad, y están sobre la cindadela y el cas-
tillo. Plegué á Dios que no sea verdad, porque el daño se-
ria recio ; mas yo digo á V. S. que yo lo he sabido de par-
te donde hasta ahora me han dicho verdad ; no lo he que-
rido hacer saber á S. M. ni al vísorey, pues él me escribe
lo contrario, aunque no me dice que lo sabe por S. M.,
como V. S. lo verá por su misma carta que va con esta. Y
si ansí es que la hayan tomado, V. S. no dude de la guer-
ra ogaño por este reino ó por San Sebastian, porque en
Fuenterrabía no tocarán , que ya que la tomen les importa
poco. Yo soy muy enemigo describir nuevas que no sean
muy ciertas, especialmente á V. S. , y por esto no serán
tan continas las mías como de otros, mas las que yo su-
piere ciertas y de calidad, V. S. las sabrá antes que nadie.
La marquesa besa las manos de V. S. y entrambos besa-
mos las de mi señora la duquesa; y agora digo que V. S..
hace ventaja á todos los casados del mundo, aunque no
' me maravillo, pues tiene tan justa causa.
La nueva provisión que el vísorey ha hecho de capila-
4a4
nes en esle reino, ha sido de manera que han encendido
tanto las pasiones que V. S. se espantaría, y quiero decir
esta necedad, que ha sido por no creerme á mí; y ansí si
hay guerra y nos juntamos, será mayor la que habrá entre
ios navarros que la que tendremos con los franceses, y an-
sí han estado el marqués de Cortes y el condestable de Na-
varra en Estelia hurtándose hombres y indignándose los unos
contra los otros por quien sacará mas. Vale Dios que ansi
en aquella merindad como en estas otras hay pocos bia-
monleses, y con esto no puede ser grande el impedimento
que harán. Todo lo remedie Dios, y la ilustrísima persona y
gran estado de V. S. por muchos años prospere. — De Mar-
cilla, á 1.° de octubre 1542. — De su ilustrísima señoría
servidor que las manos de V. S. besa.— El marqués de Fal-
ces.— Con rúbrica.
Sobre. — Al ilustrísimo señor el condestable y duque, ca-
pitán general de España, mi señor.
Carta autógrafa de Juan Zapata al condestable de Casti--
lia, fecha en Monzón á 2 de octubre de 1542.
Le avisa de como se han fortificado los franceses á legua y media
de Perpinan. — Dice que se aguardan por momentos las galeras
que traen los cuatro rail alemanes y los espaSoles del tercio de
Sicilia. — El legado apostólico.
Biblioieca Nacional— Sala de MSS.-^G 48, foU 259.
Ilustrísimo señor: Porque este correo no vaya sin carta
mia, haré estos renglones por decir á V. S- lllma. que de
Perpinan no tenemos mas nueva de que los franceses se
hacen fuertes á legua y media de Perpinan en unos lugares
405
que llaman Clarian y Ribas Altas, y que allí hacen casas. Es-
pero en Dios que será para mas daño suyo haber dejado de
retirarse del lodo. La artillería gruesa dicen pasaron la via
de Narbona en salvo, y con la de campo quedaron; dicen
que verná allí el rey con ocho mil esguízaros á engrosar
su campo.
Cada dia se esperan las galeras é naves que traen los
cuatro mil alemanes y los españoles del tercio de Sicilia.
A el legado dicen que S. M. lo despachó anoche, é que
se irá hoy á Balbastro á ver al duque de Gamarino, é de
allí se irá su camino sin tocar en esta villa. Otra cosa por
agora no se ofrece; cuando la bebiere , la avisaré á V. S.,
cuya iluslrísima persona guarde é acresciente Nuestro Se-
ñor con mayor estado como los criados é servidores de
V. S. deseamos. — En Monzón á 2 de otubre de 1542. —
Iluslrísimo señor. — De V. S. Illma. menor criado é servi-
dor que las ilustrísimas manos de V. S. besa. — Juan Zapa-
la. — Con rúbrica.
Sobre.' — Al iluslrísimo señor el condestable de Castilla,
duque de Frias, capitán general de S. M., etc., mi señor.
40G
Carta autógrafa de Juan de Álava al condestable de Casti-
lla, fecha en Vitoria á 2 de octubre de 1542.
Sobre la conducta que ha de observar el corregidor de la Guardia.
— Fortalezas de Salvatierra y Ale?:ría.— Le dice haberse disuclto
la fuerza que tenia á su cargo— Hállase dispuesto á enmendar-
se, caso de que sean justas las quejas que se han dado contra él.
Biblioteca Nacional, Sala de MSS,—G AS, foL 268.
Ilustrísimo señor: Recibí su carta en Salvatierra con
las buenas nuevas de que me hizo merced escribirme, é mili
veces le beso las manos por ello.
En lo de la carta de S. M., solo es para que el corregi-
dor de la Guardia ni otros caballeros no alteren en el ser-
vicio que la provincia ha de hacer, y se guarde lo que
siempre se ha usado, é comete á V. S. el conoscimienlo de
la causa , porque lo así envié suplicar.
En lo de las fortalezas de Salvatierra é Alegría, mánda-
me que las vea y haga relación á V. S. para que lo
provea.
En lo del pan é vino, pues V. S. verná con la ayuda
de Dios brevemente á esta ciudad, proveerá lo que fuere
servido.
Después he recibido carta del señor virey, é mándamele
haga saber cómo me hallo después de haber despedido la
gente. Espero responderle, cuando torne el mensajero que
á V. S. envío. Lo qué por su carta V. S. significa le es-
criba.
Después he recibido carta de don Sancho, y parece no
quisiera que la gente fuera deshecha, é la querría tener allá.
Yo me adelanté un pié mas de lo que pudiera, y hánme
407
hecho deshacerla ayer. No sé como hoy la podría juntar tan
fácilmente, aunque hobiese necesidad: que si la hobiere,
gente tiene V. S. en esta llana para proveer de presente,
mientras lo demás se restaura: que es verdad que no puedo
tanto padecer en servicio de S. M. , aunque confrontase
con los enemigos, como he padecido en el despedir.
Hánme dicho que se van á quejar á V. S. ; yo he pla-
cer dcllo, porque V. S. sepa de qué se quejan, y ellos se-
pan que no les he fecho agravio. V. S. los oya, y con toda
Lenivolencia los repare; y si en sus quejas hay algo que yo
pudiera mejor hacer, se me dé noticia porque se pueda en-
mendar en lo venidero. No se ofrece que mas escrebir, salvo
que prospere Nuestro Señor la ilustrísima persona y estado
de V. S. como desea. — De Vitoria á 2 de otubre 1542. —
Besa las manos de su ilustrísimaseñoría. — Su siervo. — Juan
de Álava.
Carta original de Juan de Vega al condestable de Castilla,
fecha en Pamplona á ^ de octubre de 1542.
Opina que los franceses no volverán á inquietar las fronteras de
Navarra.
Biblioteca Nacional.— Sala de MSS.— G 48, fol. 270.
Muy ilustre señor : Estos correos que de V. S. van á
Monzón, pasin sin orden ninguna de hablarme, para si hu-
biese algún despacho que enviar á S. M. con ellos. Suplico
á V. S. de aquí adelante les mande lo hagan, porque po-
dría ofrecerse coyuntura de llevar algún despacho que ira-
portase al servicio de S. M. , alliende de que se ahorraría
408
costa de enviar olro; y pues esle viene de Monzón, con quien
V. S. terna aviso de lo que por allá hay, en esta no diré
mas de lo que V. S. debe saber, que es que los ochocien-
tos paleros que estaban en Bayona , dicen que son idos ha-
cia Perpiñan , y parte de los caballos que tenían para ti-
rar la artillería, y con todo esto nos quieren dar á entender
los franceses que han de venir ogaño por acá, lo cual por
mucho que hagan, no podrá torcer la razón que hay para
no poder ser nada por estas fronteras. Cuya muy ilustre
persona Nuestro Señor guarde y prospere. — En Pamplona,
3 de octubre 1542. — Beso las manos de V. S. — Juan de
Vega. — Con rúbrica.
Sobre, — Al muy ilustre señor el señor condestable de
Castilla, duque de Frias, capitán general del socorro de
España.
Carta original del emperador Carlos V al condestable de
Castilla, fecha en Monzón á Q de octubre de 1542.
Retirada de los franceses á Narbona. — Fortificacioii de las plazas
de la frontera. — El conde de Aguilar. — Comisión que se ha dado
para que informe sobre la conducta del capitán Viilaturiel y otros
particulares. — Se le manda cesar en el cargo de capitán general.
— Háse resuelto que el príncipe don Felipe vaya á Zaragoza y
Barcelona, para ser jurado en ambas ciudades.
Bihlioíeca Nacional.— Sala de MSS.—G 48, fol. 151.
EL REY.
Condestable primo: Vi vuestra letra de último del pasa-
do, y la inclusa de vuestra mano que dentro de ella venia,
y después llegó vuestra carta de 2 del presente; y yo creo
409
bien que como lan cierto servicio nuestro, os daria el con-
tentamiento que decís saber que los franceses se hobiesen
levantado de sobre Perpifian. Lo que después que os scre-
bimos con el último correo que os mandamos despachar hay
que avisaros es, que ayer llegó aquí el capitán Aguilera
por la posta, y por lo que dice y el duque Dalba nos scri-
bió con él, los franceses se retiraban de Ciarían, donde han
estado estos días, y habiéndole derrocado la muralla y que-
mádose, se vaa por el Grao la vuelta de Narbona. Visto
esto, habemos enviado á mandar á la gente que viene de
los grandes caballeros y ciudades que paren donde les to-
mare mi carta, sin pasar adelante, porque visto lo que los
franceses hacen , así se les mandará con otro correo lo que
han de hacer; lo mismo paresce que haga la gente que ahí
tenéis recogida, aunque os habíamos scripto que caminase
la vía de Barcelona.
Lo que habéis proveído en lo de San Sebastian y Fuen-
terrabía, os agradecemos mucho: que todo ello nos ha pa-
rescido bien y muy necesario, aunque estar don Enrique
de Labrit sin gente en aquella frontera , poco daño puede
hacer su persona sola, cuanto mas que aquellas fuerzas, te-
niendo gente dentro y estando bastecidas, poco hay que
temer á los enemigos aunque vengan muchos.
En lo que toca á acabar de fortificar estas plazas, vos
lo decís y apuntáis muy bien, y conoscíendo lo que impor-
ta, habemos mandado proveer que así se haga, y del dine-
ro necesario para ello.
La cédula que pedís para que Pedro de Godoy dé las
municiones que le mandáredes, pues San Sebastian y Fuen-
terrabía están bien proveídas , ya no es menester, sino que
para la pólvora que entregó por vuestra orden, y la mecha,
plomo y zufre que agora le screbistes que enviase á aque-
410
Has villas , enviamos á mandar que se le resciba y pase en
cuenta por la carta que va con esta.
Eslá bien liaber ido los capitanes Diego Manesy Luxan'
á henchir el número do sus condutas como se lo enviamos
á mandar, y así no darles la gente que para ello pedian de
las ciudades por las consideraciones que decís. La de Ala-
va que escrebís que tenéis entretenida , paresce que seria
bien despedir para que se fuesen á sus casas, porque no
gocen del sueldo sin haber para qué, preveniéndolas, como
os screbimos con el dicho correo, para que acudan á Juan
de Vega, cuando los enviase á llamar. Y de lo que nos ha
servido el diputado general y su hermano, tememos memo-
ria para hacerles merced en lo que se ofrcsciere.
Las cartas que pedís que se os envien en blanco para
aquellos que se llaman caballeros, no son ya menester, pues
los enemigos se van.
/Al conde de Aguilar scribimos, como os parece, dándole
las gracias por lo de la gente de su tierra, la cual podréis
hacer volver, pues enviábades á Fuenterrabía y San Sebas-
tian la que escrebís de las ciudades, entretanto que los ca-
pitanes acaban de henchir sus condutas.
El despacho para Vizcaya sobre lo de la gente fué bien
enviar, y así screbir vos al corregidor cerca de aquello lo
que convino, y que desembarazase las armas del serenísi-
mo rey de Portugal, como lo enviamos á mandar.
En lo del pan de Flándes y Ingalaterra , no hay que de-
cir sino que todavía se debe procurar con el prior y cónsu-
les de Burgos lo que os habemos scripto; y la carta para
el rey no se olvidó, sino que no mandamos screbir sino á
solo nuestro embajador.
En lo que toca al pan de las iglesias, monesterios y lu-
gares que está detenido, proveeréis que luego se desemba-
411
race todo ello, pues no se lia de formar ejércilo; y por la
misma causa no es menester lo que decís que se podria ha-
ber de Salvatierra.
En lo del capitán Villaturiel he visto lo que screhis de
vuestra mano , y parésceme que lo decís y consideráis muy
breve, y la cosa está ya tan púhlica , que no es razón ni
conviene dejallo así ni disimularlo, y por esto habernos en-
viado comisión á don Sancho de Leiva y al corregidor de
la provincia, para que ambos hagan información de lo que
cerca de esto pasa , y averigüen la verdad de ello , y asi-
mismo de lo que los de San Sebastian diz que hicieron con
una de las cintinelas que hacían la guarda en la muralla,
y con otros dos soldados, y nos la envíen. Vista la dicha in-
formación , mandaremos proveer en lo uno y en lo otro lo
que convenga.
El memorial que nos enviastes del artillería, pólvora y
municiones que hay en San Sebastian y Fuenterrabía, ha-
bernos visto, y ya teníamos acá relación mas particular de
lo que en aquellas plazas hay.
En lo del convenio entre los de la provincia y Labort,
don Sancho de Leiva nos ha scripto lo que en esto ha pa-
sado , y le respondemos que se haga, viniendo los franceses
en alzar la vieda y saca del pan por mar y por tierra, por-
que de otra manera no convernia.
A lo demás de vuestras cartas no hay que responder,
sino que pues lo desas fronteras de Navarra y Guipúzcoa no
se debe temer por este invierno por las causas que os ha-
bernos scripto, ni hay necesidad de formar ejércilo, no será
menester que uséis mas del cargo de capitán general, pues
}cndo como voy á Zaragoza, si algo se ofresciere, de allí
podré mandar proveer lo que conviniere, y así podréis ha-
cer volver luego al contador Ortiz y á Corral, porque no
412
gocen mas del salario que por razón de esto llevan. — De
Monzón á 6 de octubre de 1542.
Después de esta scripta, visto que el príncipe Doria es
llegado á Rosas, me he resuelto de ir á Barcelona, para co-
municar con él las cosas que se ofrescen; y placiendo á Dios,
partiré de aquí el lunes ó el martes primero , para ser en
aquella ciudad el sábado ó domingo adelante ; y así lo scri-
Lo al dicho príncipe para que se venga allí, y al iluslrísimo
príncipe mi hijo mandamos ir á Zaragoza á ser jurado en
aquella ciudad, y después verná á Barcelona á hacer lo mis-
mo.— Dataut supra.— Yoelrey. — Con rúbrica. —Vázquez.
— Con rúbrica.
Sobre, — ^Por el rey. — Al condestable de Castilla, su pri-
mo y capitán general.
Copia de lo que se provee por la provincia en lo de los cua-
trocientos hombres.
Biblioteca Nacional.— Sala de MSS.— G 48, fol. 154.
Yo Juan de Álava, diputado general de esta provincia
de la ciudad de Vitoria é hermandades de Álava , fago sa-
ber á vos el alcalde de la hermandad, procurador é vecinos
y moradores en la hermandad de (1) que por car-
las del condestable de Castilla é capitán general de S. M. y
del visorey de Navarra, y de don Sancho de Leiva capitán
general de Fonterrabía, he sabido que los franceses que ve-
nían la vuelta de Bayona y Navarra se han retirado á la
villa de Narbona, por manera que los dichos señores man-
(1) Hay un claro.
415
daban que la gente desla provincia no mueva fasta tanto
que otra cosa se provea, lo cual visto, y el daño é gasto que
se siguiera en la tener junta , se acordó que lodos los solda-
dos que de la dicha provincia están juntos , vayan cada uno
á su liermandad, y estén prevenidos y apercibidos con el
sueldo y socorro de vestidos que tienen rescibido é sus ar-
mas, como hoy lo están, sin romper ni gastar los vestidos ni
dineros ni armas, y estén á punto para que cuando quiera
que fueren llamados, puedan salir á acabar de cumplir el
servicio comenzado.
Otrosí, por cuanto hay algunos que van en esta jornada
é van por otros, y los tales, puesto que gocen del partido y
dineros que los que los enviaron les dieron, pero ni por eso
dejan destar obligados á tener el sueldo principal y vestidos
y armas en pié y estar apercibidos como los otros.
Otrosí, por cuanto está repartido é mandado coger la se-
gunda paga desta dicha gente, y que con ella se acudiese ú
los procuradores de Vitoria é Salvatierra, se ha acordado que
no base de se coger, y se ponga en manos de una persona de
confianza de cada una hermandad, para que esté de mani-
fiesto para el dia que conviniere hacer la paga: por ende
yo vos mando que veáis lo susodicho y lo hagáis guardar y
complir como arriba se contiene, so pena de diez mili mara-
vedises á cada uno que lo contrario hiciere para las cosas
é gastos de la dicha guerra, en fé de lo cual va el presen-
te mandamiento firmado de mi nombre y etc. (1)
(1) Asi acaba este documento.
414
Ctzrta origmal de Pedro de Igiieldo al condestable de Casti-
lla, fecha en San Sebastian á ií de octubre do 1542.
Agradécele la noticia que le había dado sobre la retirada del ene-
migo.— Conciertos que piden los franceses fronterizos, y diíi-
cultades que se oponen á su celebración. — Carestía de manteni-
mientos. :'■' - "
Biblioteca Nacio7ial.—Sala de MSS.—G 48, foL 272.
Ilustrísimo é muy escelente señor: La carta, que vues-
tra señoría ilustrísima me escribió de la Puebla de Argan-
zon á nueve del presente, rcscibí , y con ella muy grandísi-
mo gozo y placer, tanto que por carta ni por letras no lo
, podría decir, y así lo ha habido todo este pueblo con la mer-
ced que vuestra señoría les ha hecho en escribirles tan bue-
na nueva. Los franceses han hecho una de sus jornadas y
esperamos en Dios que el emperador y rey nuestro señor y
•vuestra señoría y ilustrísima como su capitán general, les
harán pagar y ejecutarán en sus personas y bienes el atrevi-
miento que han tenido de venir á Perpiñan. Los franceses
desta frontera están mansos y piden convenios con esta'pro-
vincia, como los habia en las dos guerras pasadas, y hasta
agora no se ha hecho nada, porque al señor don Sancho no
le ha parecido que se debían de hacer salvo con ciertas con-
diciones que ha dicho y declarado, á lo cual los franceses
no han querido venir según se dice; é así en estas fronteras
hay ya gran falta de trigo y de carnes, y no sabemos de don-^
de se pueda proveer, de manera que habrá trabajo adelante
si alguna providencia no se hace: plega á Nuestro Señor
que lo remedie como él sea mas servido. E porque creo que
á vuestra señoría habrán acudido algunos pueblos desta
415
provincia sobre este mismo caso, y Ic iiabrán hecho relación
de lo que hay, yo ceso de escribir : todavía enviaré á vues*
Ira señoría la copia de los asientos que habia en las guer-
ras pasadas, entre esta provincia é Vizcaya y Cuatro Villas
de la costa de la mar con Labort, San Juan de Luz y Ba-
yona, que por estar de priesa este mensajero, no los invío
con él. — A vuestra señoría iluslrísima beso los pies por la
memoria que ha tenido de escribirme y por todo lo que en
su letra me ha escripto , que es merced muy grande para
mí, y así suplico á vuestra señoría se mande servir de mi
pobre persona como del mas mínimo criado de su casa. —
Nuestro Señor la ilustrísima é muy excelente persona de
vuestra señoría tenga en su guarda su vida y gran estado
acreciente gomo desea. — En San Sebastian á íl de octu-
bre.— Ilustrísimo señor. — De V. S. ilustrísima muy cierto
servidor que sus pies é manos besa. — Podro de Igueldo.-—
Con rúbrica.
Sobre.-^X\ ilustrísimo é muy excelente señor el señor
condestalile de Castilla, duque de Frias, conde de Haro,
capitán general de S. M. en eslos sus reinos etc.
Carta autógrafa de Alonso Suarez Sedeño al condestable
de Castilla, fecha en Azcoitia á 51 de octubre de 1542.
Noticia de las guarniciones que hay en Bayona, y estado de alar-
ma en que se halla toda Ja frontera. — Conveniencia de suspen-
der todo concierto con franceses.
Biblioteca Nacional—Sala de MSS.—G 48, fol 274.
Ilustrísimo señor: Ayer escribí á V. S. ilustrísima lo
que habia que avisar; y de causa que el licenciado Ama-
dor me habia scripto que V. S. ilustrísima tenia algunos
avisos que gente eslrangcra venia á Bayona, enviamos un
hombre principal al paso, para que tuviese intiligencia de
la gente que habia en Bayona y en las fronteras , y ha ve-
nido á esta hora y dice que cu Bayona hay las guarnicio-
nes ordinarias, y en toda la frontera no hay más de que
están levantados los fronterizos como nosotros. De esto V. S.
iluslrísima estará cierto de la verdad. Bien tengo cierto
que retirado el ejército de Perpiñan, que se dividirá por
fronteras, para repartir la fatiga y dárnosla si pudiere, cuan-
do hubiere tiempo, si piensa hacer guerra adelante; por tan-
to si á V. S. ilustrísima le paresciere, será bien que escriba á
don Sancho que traya suspensos los convenios, porque por
los tratos dellos se descubrirán sus pensamientos y la volun-
tad que tienen, y yo ansí se lo entiendo de escrebir, man-
dándolo V. S. Nuestro Señor la ilustrísima persona de V. S.
guarde y dé acrescentamiento de estado. — De Azcoitia, pos-
trero de octubre. — Ilustrísimo señor. — Besa las manos de
V. S. iluslrísima. — Alonso Suarez Sedeño. — Con rúbrica.
Sobre, — Al ilustrísimo señor mi señor don Pedro Fer-
nandez de Velasco, condestable de Castilla, capitán gene-
ral, etc.
• rf\/\f\f\M' ■
RELACIÓN
DEL VIAGE QUE HA HECHO DESDE EL PUERTO DE LA CORÜÑA LA
ARMADA REAL DE S. M., QUE ES GENERAL EL DUQUE DE MEDINA
SIDONIA , Y LO QUE EN ÉL LE HA SUCEDIDO.
En el tomo XÍVde nuestra Colección publicamos un Diario de la ar-
mada Invencible, que comienza en 22 de julio de 1588 y termi-
na el 7 de agosto del mismo año , cuyo documento se conserva,
escrito de letra coetánea, en el archivo del Excmo. señor mar-
qués de Villafranca. La Relación que tenemos á la vista de aquel
mismo suceso, y de que existe copia en el archivo general de Si-
mancas, apenas difiere del mencionado Diario, pues principian
por lo regular y concluyen todos los párrafos del mismo modo,
consistiendo solo en algunas palabras las variantes que resultan
de su confrontación. Esta circunstancia nos retrae de publicar ín-
tegra Ja presente relación, haciéndolo solo de la última parte, que
comprende desde el 8 de agosto jhasta el 20 del mismo, con la
cual se completa el diario de Villafranca.
Archivo general de Simancas. — Estado. — Legajo y núm. 431.
(Copia.)
Lunes 8 al amanecer , viendo el duque que su arma-
da iba muy delante, y que el enemigo venia á todas ve-
las , desancoró por recoger su armada y procurar tornarla
al puesto que habia lenido. El viento vino refrescando al
norueste, que es travesía desta costa, y el armada enemi-
ga que tenia 156 bajeles, cargando con tanta priesa con
el favor de la marea y viento, que el duque que iba de re-
taguardia, viendo que si arribaba á recogerse con su arma-
TüMO XLUL 27
418
da, la perdería por ir ya muy cerca de los bancos de Dun-
querque, según le decían los pilólos flantiencos que llevaba
consigo, determinó, á trueque de salvarla, bacer rostro á
toda el armada del enemigo, y así volvió dándoles el cos-
tado, liaciendo espaldas á su armada, enviando con pala-
cbes á avisarles que se tuviesen á orza, porque iban ya so-
bre los bancos de Dunquerque. La capitana del enemigo
con la mayor parte de su armada empezó á dar carga á
nuestra capitana desde que amaneció con gran furia de ar-
tillería, arrimándosele á tiro de mosquete, y algunas veces
de arcabuz, y duró la carga que le dieron hasta las tres
de la tarde, sin cesar un punto de batirla, ni torcer la ca-
pitana de la proa que llevaba, basta que sacó el armada de
los bancos ; y fué siempre el galeón Sant Marcos en que iba
el marqués de Peñafiel junto á la capitana. La galeaza ca-
pitana no pudiendo seguir'nuestra armada, se fué la vuel-
ta de Cales, y encalló á la entrada del puerto, siguiéndola
algunos bajeles del enemigo. Créese que la socorrieron del
castillo de Cales con la artillería, y que se salvó la gente.
Don Alonso de Leiva y Juan Martínez de Recálele, y la ca-
pitana de Oquendo, y lodos los bajeles de los maestres de
Campo, castellanos y portugueses , y la capitana de Diego
Florez , y la de Bretendona , y el galeón Sant Juan de Die-
go Florez, en que iba don Diego Enriquez, y Sant Juan
de Sicilia en que liba don Diego Tellez Enriquez, sustenta-
ron la carga del enemigo todo lo posible, y dp manera que
quedaron todos estos bajeles muy mal parados, y casi sin
poder hacer mas resistencia, y los mas ya sin balas que ti-
rar. Don Francisco de Toledo cerró por la retaguardia con
los enemigos. Procurando abordar , volvieron sobre él ca-
ñoneándolo de manera que le Irayan apretado. Don Diego
Pimeutel le entró á socorrer, y á entra mb os los apretaban
419
mucho; viéndolo Juan Martínez de Recaído, los socorrió con
don Agustin Mcsía, y los sacaron desla apretura. Con todo
esto, volvieron otra vez estos dos bajeles á mezclarse con
el enemigo, y el de don Alonso de Luzon y Santa María
de Begoña , en que iba Garibay, y Sanl Juan de Secilia, en
que iba don Diego Tellez Enriquez, cargaron los enemigos
con muchos bajeles de los gruesos, cercándolos por todas
partes. A don Francisco de Toledo, y á don Diego Pimentel,
y á don Diego Tellez Enriquez , llegaron casi á abordarlos
sin aferrar, combatiéndolos con artillería, y los nuestros de-
fendiéndose con la arcabucería y mosquetería por estar tan
cerca. El duque, oyendo la arcabucería y mosquetería que
andaba en la retaguardia, no pudiendo descubrir desde la
gavia por el humo lo que era , mas de verse dos bajeles
nuestros entre los enemigos, y que después que dejaron
nuestra capitana cargaba allí toda la armada enemiga,
mandó virar la capitana á socorrerlos, con estar tan mal
parada de cañonazos entre dos aguas , que en ninguna
manera podia estancar el agua , y casi desaparejada de
las jarcias que le habían cortado. Con todo esto viendo el
enemigo que nuestra capitana se iba acercando, dejaron
los bajeles que combatían, que eran el de don Alonso de
Luzon y el de Garibay, el de don Francisco de Toledo, el
de don Diego Pimentel, y el de don Diego Tellez Enriquez;
estos tres últimos estaban mas adentro , y fueron mas com-
batidos; quedaron lodos deshechos y sin poder ser de pro-
vecho, habiéndoles muerto y herido casi toda la gente,
aunque el de don Diego Tellez Enriquez quedó, para poder
seguirnos, muy mal parado. El duque recogió su armada,
y el enemigo hizo lo mismo. Ordenó el duque que fuesen
pataches á sacar la geníe de Sant Phelipe y Sant Mateo; sa-
cóse toda la gente de Sant Maleo en los pataches , y den
420
Diego Pímenlcl do quiso desamparar el bajel, y envió al
duque íi ñon Rodrigo de Bibero y don Luis Vanegas, para
qwe mandase enviar alguno que le viese si estaba para po-
der navegar; el duque envió «n piloto y «n buzo desle ga-
león con quedar con mucho riesgo sin él; y por ser ya
i«rde y haber mucha mar, no pudieron llegar á Sant
Uíiíeo, mas de que le vieron de lejos aquella noche ir
hacia Geíanda. E! galeón Sanl Phelipe se arrimó á la urca
Doncella en que entró toda la gente, y estando don Fran-
cisco en ella, dieron voces que la urea se iba á fondo, y
eí capitán Juan Poza de Sanliso saltó en San Filippe, y lo
mismo hizo don Francisco de Toledo, que fué gran desgra-
cia, porque no fué verdad irse la urca á fondo, y don Fran-
cisíío se fué en Sant Filippe la vuelta de Gelanda, habien-
do dicho ai duque que él y toda su gente quedaba en salvo
en fa urca Doncella. La mareta era tanta qiie no se pudo ha-
cer otra cosa ni daba lugar á remediar los cañonazos que
tenia !a capuana, con que estuvo á riesgo de perderse. El
duque deseó este dia volver con toda la armada sobre el
enemigo por no salir de la canal. Los pilotos le dijeron que
era imposible, porque tenian la marea y viento contrario en
el norueste, travesía en aquella costa, y que era forzoso sa-
lir al mar del norte ó dar con toda el armada en los ban-
cos, y así no se pudo excusar en ninguna manera la salida
déla canal, quedando casi todos los bajeles nuestros de
confianza muy mal parados y sin poder hacer resistencia,
así por los cañonazos que habian recibido, como por no
lener ya balas de artillería con que tirar.
Martes 9, víspera de San Lorenzo, á las dos horas de la
mañana reforzó el tiempo de manera que con ir á orza to-
do lo posible nuestra capitana, vino á descaecerse á la cos-
ía de Gelanda, habiendo procurado entretenerse para tor-
421
nar á entrar en la canaL Ai amaiiesecr fué calmando mas el
viento norueste, y la armada del enemigo eon 109 bajeles
paresció por nuestra popa poco mas de media legua. Hues-
ti'a capitana quedó de retaguardia con Juan Maríinex ds
llecalde y don Alonso de Leiva, y las galeazas y el galeoa
San Mareos y San Juan de Diego Florez. Estando lo danés
de nuestra armada lejos y muy á solaviento, los iiajelesdel
enemigo vinieron la vuelta de nuestra capitana, la eiaal se
puso á la trinca, y las galeazas se atravesaron, y los demás
bájele? que estaban de retaguardia haeierido rosti'o, con que
el enemigo se fué quedando. El duque tiró dos piezas á re-
coger su armada, y envió un palaelie con un piloto, avisán-
doles que se hiciesen á orza, porque estaban muy cerca de
dar en los bancos de Gelanda , lo cual fué causa que no se
arrimasen mas los enemigos, por ver que nuestra armiidí
iba perdida, porque los pilotos que el duque llevaba, |í3áli-
cos de la costa, le dijeron á esle tiempo que no era posible
salvarse bajel ninguno de la armada, porque iba loda sia
remedio á dar en los bancos de la costa de GelaaJa, coa el
viento que corria que era norueste, y íjue solo Dios lo podia
remediar. Estando en este peligro y tan sia géiiam de, re-
medio y á seis brazas y media de agua, fué Dios servid» de
mudar el viento al oes suduesle, eco que fue saliendo el ar-
mada al norte sin peligrar ningún bajel, con el aviso que el
duque envió con los pataches de que siguiesen la capilíMia,
porque de otra manera dieran en los bancos de Gelanda.
Esta tarde llamó el duque á los generales y á don AIojíso
de Leiva para resolver lo que debia de hacerse, y propo-
niendo el duque el estado del armada y la f¿ilta que li.ibia
de balas de artillería , porque todos los bajeles de imporlaii-
cia se las enviaban á pedir, les dijo qué dijesen si era biea
volver á la canal de Inglaterra ó volver por el mar ád JMor-
422
te á España, pues del duque de Parma no habia aviso que
pudiese salir tan presto. Todos los del consejo se resolvieron
en que se volviese á la canal si el tiempo diese lugar
para ello, y sino que obedesciendo al tiempo, se volvie-
se por el mar del Norte á España, atento que en el ar-
mada habia tanta falla de todas las cosas necesarias , y es-
tar, desaparejados los bajeles que hasta agora hablan hecho
resistencia. El viento fué siempre creciendo en el susudoes-
te, y así el duque fué alargándose á la mar siguiéndole to-
da el armada del enemigo. El duque, en lo que fué pelear
con la capitana, volver á socorrer y sustentar los puestos
que tenia , se arrimó al parescer del maestre de campo don
Francisco de Bobadilla, que por tener experiencia de mu-
chos años de haber peleado en mar y tierra, le ordenó en
la Coruña que se pasase del galeón San Marcos á la capi-
tana que llevaba á su cargo el dicho galeón, y él dejó al
marqués de Peñafiel que iba en él embarcado , que no qui-
so pasar á la capitana por los caballeros que iban en él. En
lo que toca al gobierno de la armada y la mar, siguió el
duque el parescer del general Diego Florez, que asimismo
le ordenó que pasase á la capitana por ser uno de los mas
antiguos y de experiencia en las cosas de la mar.
Miércoles á 10, yendo caminando nuestra armada con
viento sudueste fresco y mar grande, el armada del ene-
migo nos iba siguiendo, y á la tarde, amainando la furia del
viento , se fué el enemigo acercando con todas velas la vuel-
ta de nuestra retaguardia : y viéndolo el duque y que en la
retaguardia iban pocos bajeles con Juan Martínez de Recaí-
do, amainó las velas de gavia y se atravesó aguardando la
retaguardia , y tiró tres piezas con un intervalo de tiempo
la una de la otra, para que nuestra armada que iba á todas
velas amainase y se atravesase, aguardando la retaguardia
y su capitana. Lo que en esto hizo nuestra armada dirá don
Baltasar de Zúñiga. El armada del enemigo, viendo que
nuestra capitana se habla atravesado y que las galeazas que
iban de retaguardia hablan hecho lo mismo y hasta doce ba-
jeles de los mejores de los nuestros, se aira veso y amainó
sin llegar á tirarnos. Esta noche se volvió Juan Acles (1)
con su escuadra.
Jueves á i i se fué siguiendo nuestro viaje con el mis-
mo viento fresco, y el armada del enemigo se habla que-
dado lejos; á la tarde vino con todas velas la vuelta de nues-
tra armada , y se contaron los bajeles que faltaban de Juan
Acles, y tornaron las galeazas á atravesarse , y la capitana
nuestra aguardó , y el enemigo hizo alto sin llegar á tirar.
Viernes á 12 por la mañana amanesció el armada del
enemigo pegada con la nuestra, y viendo que iba junta, y
la retaguardia reforzada, se fué quedando y caminando la
vuelta de Inglaterra hasta que la perdimos de vista.
Todos los demás dias se ha ido siempre navegando con
el mismo viento hasta salir de la canal del mar de Norue-
ga, sin ser posible volver á la canal de Inglaterra, aunque
se quisiera, hasta hoy á los 20 de agosto, que habiendo do-
blado las islas últimas de Escocia al Norte, se va navegan-
do con las Nordeste la vuelta de España.
(i) Ades dice el diario de Villafranca. Véase el tomo XIV de
esta colección , pág. 459.
■♦-««S3:&*-»-
CARTAS
de don laan de Silva, conde de Portalegre, á los reyes Felipe 11 y Fe-
lipe III, y á diferentes ministros, sobre materias diplomá-
ticas, desde 1SI9 hasta 1601,
Estas cartas, que se conservan entre los IVISS, de la Biblioteca Na-
cional, copiadas de letra del siglo XVII, pueden servir de conti-
nuación á la correspondencia del mismo conde , que se publicó en
los tomos 39 y 40 de esta Colección.
Copia de carta de don Juan de Silva á S. M., fecha en
enero de 1579.
pa su parecer acerca de la conveniencia de concertar una tregua
con el turco.
' ^iblioieca Nacional. -^Sala de MSS.—E o4, pL 41.
SEÑOR.
Por ser esta materia de la tregua coq el turco muy
ardua para principiantes , vengo á pensar que la mer-
ced que V. M. me hace de mandarme hablar en ella, re-
sulta de haber creido que puedo traer de Berbería alguna
noticia de las cosas de Levante, y la verdad es que no
traigo ninguna; porque las heridas me embarazaron de
manera el liempo que estuve esclavo, que aunque le pasa-
425
ra en Gonstanlinopla, perdiera la curiosidatL Mucho alivio
me diera escrebir esta en Madrid, donde tuviera comodi-
dad de informarme de lo que ignoro, y de preguntar sobre
la relación que se me envió; lo que me falta es bien es-
curo.
Son tan grandes y tan naturales enemigos el rey de
Espafia y el turco, que cualquiera trato de confederación
entre ellos admira el mundo; y por otra parte, tales causas
pueden concurrir , que no solo la justifiquen cuanto á la pru-
dencia, sino también cuanto á la religión; y como las que
V. M. ha tenido no se me han declarado, no puedo hablar
sino adivinando en toda la materia. Presupuestas todas es-
tas dificultades (que atranco), por obedecer á V. M., diré
brevemente lo que me ocurre con toda humildad y su-
misión.
Imagino que no podiendo V. M. asegurar las tierras
marítimas de la iglesia y las suyas con las armas, por te-
nerlas ocupadas en Flándes, las quiere asegurar con la
tregua, quitando á sus enemigos la comodidad de traer al
turco á las marinas de Italia, para divertir las fuerzas de
V. M. Gomo estas se emplean en servicio y aumento de la
religión católica y verdadera, no solamente será lícita si-
no religiosa y santa la tregua que impide semejante di-
versión.
La razón que hace lícita la tregua, la hace también
conveniente y útil; porque con la diversión de las fuerzas
de Flándes, se quitarían los medios de sujetar y reducir á
la obediencia y servicio de V. M. los vasallos rebeldes de
aquellos Estados, que con tanta obstinación desobedecen y
resisten á su príncipe y señor natural.
El turco pienso que se mueve por la misma causa de
asegurarse también las espaldas para acudir, con la pujan-
426
za entera á las fronteras de Persia que le inquieta el Sofí,
y á que se puede ponderar que no se pudiendo V. M. y él
ofender por tierra, respeta tanto el poder de V. M., que
aunque tiene mayor fuerza de galeras en el mar Mediter-
ráneo, no se osa apartar de las marinas de Grecia, sin ase-
gurarse con la suspensión de armas.
De lo dicho se puede colegir, que nos estará bien la
tregua por todo el tiempo que las guerras de Flándes nos
ocuparen, pues durando ellas, no será posible ofender al
turco en sus tierras, aunque sea parle de las marinas, y
nosotros nos podemos asegurar que no baje á las de Ilaüa;
y aunque esté ocupado en Persia, solo habrá que considerar
si podríamos prometernos que observara la que ofreciere.
Aunque es cierto que no suelen ellos guardar la pala-
bra , parece cuanto á este punto, que pues no tenemos co-
modidad para ahora ofenderle, no debemos dejar de hacer
ahora la tregua, por sospechas de que la romperá; porque
cuando peor lo haga quedaremos como estamos , habiendo
ganado todo el tiempo que tardare en romper, cuanto mas
que no faltan indicios de que observará lo que asentare; 'por-
que há muchos dias que se comenzó la plática, y no han
hecho en tanto tiempo mudanza ninguna de lo que al prin-
cipio dijeron.
Otra buena señal es la igualdad que han ofrecido, con
que muestran la estima de la grandeza de V. M., que no
es poco, según su insolencia y la costumbre que tienen de
capitular aventajadamente con los otros príncipes; y así pa-
rece que la negociación va bien guiada, y que terna buen
efecto y durable.
Está bien advertido lo que se ordenó á don Juan de Ro-
caful, sobre lo que Marliano habia escrito por hcbrero del
año pasado, y va tan poco diferente de lo que ofreció al
427
bajá, que es de creer se compornán aquellas dudas que ne
miran á la sustancia, sino á los accidentes del negocio.
Tuvo don Juan razón de querer saber si se desavernán
sobre aquel punto de las dos capitulaciones que se han de
hacer, nombrando en la una primero á V. M., y en la
otra al turco, para saber la igualdad. Punto es tan subs-
tancial, que si por alguno de cerimonia se ha de descon-
certar el negocio, se podria escoger este para ello; pero la
regla común de la discordia que hay entre la honra y el
provecho, no alcanza en lleno á los principes, los cuales
muchas veces de provecho sacan honras; y así soy de pa-
recer que, si V. M. entiende que al estado presente de sus
cosas conviene mucho la tregua, se ordeno á los que la tra-
tan , que habiendo insistido en lo de las dos capitulaciones
por los medios posibles, cuando vean que no lo es de con-
seguirlo, no lo dejen por esto solo, y busquen algún desvío
para dar á entender que por la manera que se asienta , se
guarda también la/ igualdad; porque mayores barrancos se
atraviesan en hacer treguas con el turco, que en disimular
una cosa destas.
Es muy bien que se haga fuerza en el punto de prohi-
bir los cosarios, y que se declare que hayan de ser casti-
gados con todo rigor; porque si durante la tregua no pode-
mos emprender á Argel, cuajarse há de ladrones, y aflo-
jando la costa del presidio, lo convertirán en fomentarlos
y fabricar navios. Por el contrario, si el robo se les prohi-
be , Argel parece que se les caerá de suyo; porque el turco
no acostumbra á poner dinero de su casa para sustentar
estas plazas de Berbería , antes las arrienda ; y aunque el
gasto es grande, todo y mucho mas sale de los robos de
la mar, que fallándoles, no sé como podrán vivir allí, ma-
yormente si no se les concede el comercio.
428
A lo que V. M. pregunla cerca de comprender al rey
de Portugal en la amistad del xarifc, yo no veo inconve-
niente en ello, haciéndose por nuestra mano; pues el xari-
fe queda en general atado para no le ayudar contra nos-
otros, y no queremos nada del contra Portugal; y asi me
parece que se comprenda, porque también impidirémos que
el reino se concierte con él á solas. Nuestro Señor, etc.
Copia de carta do don Juan de Silva á S. M. , fecha en fe-
brero de 1579.
Dice qué calidades ha de tener la persona que vaya á tratar las pa-
ces con el xarife.
Biblioteca Nacional.^Sala de MSS—E 5.4, fol. 231.
S. G. R. M.
He visto la carta del xarife que, en su modo bárbaro, os
cuan cortés y elegante ellos pueden escribirla, y así será
justo que la respuesta de V. M. sea muy sabrosa y agra-
decida.
Hablé á Luis de Marmol , y por cierto que me parece
hombre de bien y de servicio; mas si á V. M. no parece
otra cosa, débese de inviar hombre de más suerte, así por
beneficio del negocio, como porque entiendo que de Portu-
gal envían un caballero, y concurriendo juntos, no será ra-
zón que exceda en la calidad á la persona que V. M. nom-
brare; y así me parece que vaya algún caballero soldado,
que autorice el presente y trate los negocios con destreza y
fidelidad. Aquí los debe haber convenientes. Uno solo me
4á9
ücurre que no se donde se halla, más pienso que seria muy
á propósito, que es Francisco de Valencia, por ser hombro
de entendimiento y platico de Berbería. Déla calidad y ar-
le deste , entiendo que debe ser la persona que hubiere de
ir á esta comisión.
Pregunté á Andrés Corso como no trae creencia para él
la carta del xarife. Responde que por guardar el secreto de
la paz, de sus alcaides y secretarios, y que él dio otra carta
del xarife á V. M., que escribe aquel Marin con quien Ma-
luco habia tratado esta plática, y que en ella dice que en
caso que V. M. quiera que se trate de la concordia, vuelva
el Marin allá, y no sé si también el Corso, y que esta carta
sirve de creencia ; por donde parece que si no fuere el Corso,
debe ir á lo menos el Marin con la persona que V. M. invia-
re, porque sirvirá de lengua, y es muy platico de la tierra y
del negocio.
Los capítulos firmados de Maluco que dio el fraile á
V. M. me han espantado, porque todos los que trataron
con él destas materias, afirman que nunca se dobló á con-
ceder sus puertos en ningún caso, y que tampoco lo hará en
este; porque temeria algún motin ó rebelión del pueblo y
de sus deudos. Para penetrar esto, es menester que yo vea
la otra capitulación antecedente que trujo el Marin, y pien-
so que la tiene Antonio Pérez , y también hablar en esto con
el fraile si V. M. me da licencia, y entendido este funda-
mento, y nombrada la persona que ha de ir al xarife, se le
dará con facilidad la orden que convenga. Nuestro Sefior,
430
"^^ Instrucción que dio S. M, á Pedro Venegas de Córdoba,
cuando le envió por su embajador al xarife^ ordenada,
por el conde de Portalegre en abril 1579."
Biblioteca Nácional.—Sala de MSS^—E M, fol i 12.
Que con la brevedad posible os parláis de aquí y os pon-
gáis en Cádiz, y con la misma os embarquéis para Zafi, que
es una jornada de Marruecos, fletando alguna saetía fran-
cesa que os pasará breve y seguramente.
En desembarcando , avisareis al xarife de vuestra lle-
gada , enviándole á pedir licencia para ir á su corte , y en
la primera audiencia le daréis mi carta, diciéndole en virtud
della, que yo be estimado cuanto es razón la voluntad que
ha mostrado de complacerme, así como lo be entendido por
su carta, y por lo que Andrea Corso me dijo de su parte,
y principalmente por la gran liberalidad y cortesía que usó
conmigo en concederme el real cuerpo del rey don Sebas-
tian mi sobrino, lo cual be reputadp por obra digna de un
tan gran príncipe, y que asimismo recebí mucbo conten-
tamiento de que tan liberalmenle bubiese dado libertad á
don Juan de Silva, y en reconocimiento de tan buenas
obras y de su buen ánimo, envío á darle las gracias con
un presente de las cosas que de acá be entendido que le se-
rian gratas; y daréis por excusa de la dilación la que el
Corso hizo en su viaje, y la que vos hiciereis en el vuestro,
y sabréis del xarife cuando querrá recebir el presente.
Comenzando á negociar, podréis decir al xarife, que
Andrea Corso me propuso de su parte , que holgara tener
amistad y buena vecindad conmigo, lo cual eslimo y agra-
dezco por el amor que tuve á su hermano Muley Abdel iMa-
451
lique , y por el que á él tengo ; y así no dejaré de abra-
zar la dicha concordia, cuando él de su parte pusiere los
medios que su hermano pedia , y los que más fueren nece-
sarios para que la paz sea firme y úlil á ambas parles ; y
que para esto será justo que cada uno dé la suya y el xa-
rife principalmente meta las mas prendas que fuere posi-
ble , pues aunque el provecho ha de ser común y reciproco,
se le probará claramente que del beneficio de la paz le toca
mayor parte que á mí, porque no le importa menos que la
seguridad de sus Estados, pues con la ayuda mia los podrá
defender del turco.
Que yo haré la paz firme y llana con el dicho xarife
Muley Ámete por el tiempo que pareciere conviniente, coa
que en ella se comprenda el serenísimo rey de Portugal, te-
niéndolo S. M. por bien, y no de otra manera.
Que por todo el tiempo de la paz, yo aseguraré las ma-
rinas y vasallos del dicho xarife, para que ningunos vasa-
llos mios les hagan daño, y al que contraviniere, mandaré
castigar y restituir lo que les hubieren tomado.
Que si viniere armada real del turco ó de otro cual-
quier príncipe de su ley á embadille las costas, yo le ayu-
daré con las galeras que tengo en España, proveídas de gen-
te , artillería y municiones.
Que en cualquier tiempo que se ofrezca de que moros ó
turcos vengan á hacer daño en sus reinos, ó en cualquier
rebelión de sus propios vasallos, si me pidiere ayuda , se la
daré con las dichas galeras y gente, para que en tierra pue-
da ayudalle contra sus enemigos.
Que yo no daré ayuda ninguna á ningún príncipe cris-
tiano contra el dicho xarife.
Que yo permitiré que uno ó dos puertos destos reinos de
España , que mas cómodos sean para la contratación , pue-
432
dían los vasallos tlcl dicho xarife ir y venir y residir en ellos,
pagando los derechos ordinarios.
Que en recompensa de tan grandes comodidades, yo me
contentaré con que el dicho xarife conceda y se obligue a
observar los puntos que se siguen.
Que ningunos vasallos del xarife^ cosarios, pasarán en
tierra de cristianos , ni armada suya ha hacer daño en nin-
guna de estas costas mias; y sucediendo alguna desorden,
será obligado á reparar los daños, restituyendo los cautivos
y las haciendas.
Que sea obligado dicho xarife á asegurar cualesquiera
bajeles mios y de mis vasallos, que navegaren su viaje por
el un mar y por el otro, y que sus cosarios no les harán da-
ño, y haciéndole, los castigará y mandará restituir las ha-
ciendas y personas que hubieren tomado; y lo mismo haré
con los vasallos del dicho xarife.
Que no pueda el dicho rey de Fez tener guarnición de
turcos en ninguna parle de sus reinos, dentro en tierra,
ni en la costa de la mar.
Que no pueda el dicho rey recoger ni consentir que lo-
men puerto en sus Estados ningunos bajeles de cosarios,
tanto turcos como cristianos, de cualquier nación que sean,
y pudiéndolos haber, los mandará castigar; y á lo mismo
me obligaré yo en mis puertos.
Que las galeras y bajeles de cualquier suerte, mios y des-
tos reinos, puedan entrar en sus reinos y bahías sin que
les pueda dar impedimento alguno, y les den los bastimen-
tos y otras cosas necesarias por sus dineros.
Que si algún navio de cosarios fuere huyendo de las ga-
leras de S. M. á guarecerse en alguno de los dichos puer-
tos ó rios, ó sabiendo que están en ellos ó en algunas ca-
las, puedan las galeras y cualquier otra suerte de bajeles
453
mios entrar á combatirlos, sin que los vasallos del dicho
rey de Fez puedan dar ayuda ni favor á los dichos cosarios.
Atento á que toda la seguridad del xarife y la conser-
vación de lodos sus estados consiste en que los turcos no
le ocupen algunos de sus puertos ó rios para asegurarse de-
IIos, ha de permitirme que yo haga una fuerza sobre el rio
de Alarache, en el puerto que quisiere , y que en ella tenga
la guarnición de soldados que pareciere, de lo cual se le se-
guirán al dicho xarife dos grandes beneficios: el principal,
asegurarse de los turcos, y el segundo, acrecentar sus ren-
tas con la entrada y salida de la mercaduría destos reinos y
de los suyos: que aunque á su hermano le pareció que si
concedia lo que pedia en este capítulo, le seria malcontado
entre sus vasallos, después mirándolo bien, determinó ha-
cerlo, como consta por unos capítulos firmados de su mano
á los 16 de abril del año pasado de 78.
Habiendo resuelto que os embarquéis en Cádiz y des-
embarquéis en Zafi , y que en esto sigáis la orden del mar-
qués de Santa Cruz, lo demás de vuestra instrucción con-
siste en dos puntos: el primero, cómo os habéis de haber
hasta dar el presente, y esto se os dice en los primeros tres
capítulos de la instrucción; lo segundo y mas principal es
ver como os habéis de gobernar en los negocios, que son dos
sustanciales entrambos : el uno, sacar en presente para mí,
ó por rescate en secreto, al duque de Barcelos, y el otro
platicar y aun efectuar la amistad con el xarife.
En lo del duque, ya está dicho que se mueva muy ocul-
tamente por medio de Diego Marin, y que sea lo primero
que se trate ; y los medios para persuadirlos se os dirán de
palabra, remitiendo lo demás á vuestra cordura. Desta plá-
tica se ha de entrar en la de amistad , y el fundamento de-
11a ha de ser, que nos dé el puerto de Alarache, y en con-
ToMO XLIIÍ. 28
45i
cediéntlolo , podréis concluir la paz conforme á los capítulos
que se contienen en ía dicha instrucción, limitando el que
trata ác\ comercio, como yo ío he ordenado y va apuntado
en el capítulo que habla desto, que es el tercero del segun-
do pliego. Y negando el dicho puerto de Alarache , no por
eso romperéis la plática, antes habiendo sacado al duque y
las demás conveniencias que pudiéredes en favor de la paz,
y lanío mayores como se debe pedir en recompensa de ne-
gar el puerto, le daréis esperanza de eíeluar la paz, con-
sultando conmigo; y para esto daréis la prisa posible para
veniros trayendo al duque con vos; y si quisiere enviar al-
gún alcaide en vuestra compañía, se le admitirá; y poneros
heis en Castilla con la mayor brevedad que pudiéredes, no
tocando en plaza del rey de Portugal, Y en caso que la paz
quedare concluida, vos os habéis de venir con el duque, y
quedarse allá Marin ; y si no se efectúa , veniros heis en-
trambos y daros heis á todo mucha priesa.
Copia de carta de don Juan de Silva al secretario Zarjas,
fecha en febrero d^ 1580.
Propone como había de tratar el rey á los gobernadores de Portu-
gal.—Discurre sobre otros puntos relativos á aquel reiao.
Biblioteca Nacional, -Sala de MSS.-E 54, foL 95.
Ilustre señor: En loque loca al título de gobernadores,
Vm. escriba á S. M., que yo me inclino más á que se les
ponga en los sobrescritos , atento á que cuando los nombró
su lio, S. M. los aprobó, y el duque les ha llamado seño-
ría, y á todos se ha hablado de parte de S. M. muchas ve-
435
ees en figura de gobernadores , y ellos hasta ahora tío han
hecho porque quitársele, mayormente que significando
S. M. en las cartas lo que se aprueba, pareciéndole á
S* M. que en esto puede haber duda, se podrán enviar las
cartas sin sobrescritos, y remitir á los ministros de Portu-
gal que platiquen y resuelvan y ejecuten como les pare-
ciere.
Si el duque de Alba viniese á Vallecas ó á Caraman-
chel, iremos Vm. y yo á comunicarle lo que S. M. manda
del despacho de África ^ y si no toca tan cerca, lo podrá
Vm. hacer á solas cuando nos paresciese que no basta el es-
crebírselo.
Lo del fraile está bien que se haga como S. M. lo man-
da; pero es menester por lo menos que Vm. diga al pro-
vincial , que manda S. M. que se halle Cáscales en Guada-
lupe cuando S. M. llegue, para que allí se vean despacio.
Es muy bien llevar algún leatino, y pocos conozco, y
entre ellos me parecia Deza muy á propósito; pero sobre
este particular diré en otro escrito lo que me parece, por-
que ha de ir un poco largo, y enviaréselo esta noche.
Díjome el duque de Alba que suplicase á S. M. muy
de veras no repare en conceder á los portugueses lodo
cuanto pidieren en su reino, como S. M. quede señor abso-
luto del, por no llegar á las armas. Esto es tan acertado,
que no hay para que dar razón dello, y así me parece que
S. M. añada de su mano á las cartas del duque de Osuna
y don Cristóbal de Mora , que no den muestra de dificultar
las gracias generales que se platicaren, aunque sean todas
las que tienen allá apuntadas. Nuestro Señor etc.
456
Adver leudas de don Juan de Silva al Consejo de Estado y
Guerra, fecha en Madrid y julio de 1580.
Biblioteca Nacional, — Sala de MSS,-^E 54, foL H8.
Ha parecido de grandísima consideración- el particular
queS. M. manda resolver cerca del asiento que tomará, ha-
biéndose alargado el ejército la tierra adentro en ForlugaK
Los que son de parecer que no podía quedar en El vas,
sin aventurar la segundad y la autoridad, se fundan en decir
que, hallándose los portugueses imposibilitados de resistir al
ejército, no pueden desear otro bien que acomodarles y fa-
cilitarles de nuestra parte una diversión de tan gran sustan-
cia, con que en pocos dias y horas pudiesen revocar el ejér-
cito, haciendo un desacato muy calificado á la propia per-
sona de S. M., y que se lo damos hecho con meterle en
Portugal; pues podrán juntar tumultuariamente ocho ó die?:
mil hombres, y arrimarlos una noche á las murallas de El-
vas, con que se causarla la confusión, y se cslaria en el pe-
ligro que se deja considerar, pues por lo menos volvería
airas el ejército á remediar este desorden, aunque se ha-
llase sobre Lisboa y á punto de entrar en ella, y que este
inconveniente cesa no entrando S. M. en Portugal, mayor-
mente desviándose un poco desta frontera , pues entonces
con la diversión no podrían hacer efeto de importancia.
Advierten también, que no se perderla crédito ni auto-
rulad en apartar á S. iM. de aquí, porque toda la opinión
que se funda en demostraciones y apariencias, es como una
sombra que desaparece y se deshace con los efelos verda-
deros y esenciales, como ahora en este caso: que si el ejér-
cito de S. M. entra ganando cuanto topa delante, enseño-
437
reáiidose de Portugal palmo á p:iI¡iio, en esto eoiislslc h
verdadera reputación; y así no hay que reparar en que
S, M, resida en un lugar ó en otro, no habiendo de ir en
su ejército, corno es imposible que vaya, por estar íiquei rei-
no salpicado de peste, y íX)r la indignidad que parecería en-
trar en Portugal, dejando á las espaldas cerrados los cami-
nos, por no haber caudal de gente para poner tales presidios
en lugares ciertos , que dejasen abierto el paso de Castilla
hasta Lisboa: que si estos dos inconvenientes no se atrave-
saran, pudiérase muy bien platicar y aun resolver que S. M.
fuera en su campo.
No niegan los de la opinión contraria las dificultades
propuestas ; mas paréceles que se les puede dar salida y re-
medio, y que hallándole tal como conviene, S. M. haría
buenos efetos rosidiendo en Portugal; porque siendo así co-
mo parece al duque de Alba , que hay gran diferejicia de
entrar reinando ó conquistando, y que importa mucho co-
menzar S. M. á ejercitarla suprema jurisdicion, advocarse
Jas causas, traer consejos cerca de su persona, y abrir ex-
pediente á los negocios cerca de su persona, y que este es
el camino derecho y breve de apoderarse del reino, pare-
ce claro no poderse efetuar esto desde Castilla, y rancho raé«
«os apartándose de la frontera; y" asÍ!nismo ponderan qne
entrando S. M. en Portugal, se lo vendrá todo ei reino, y
en los que vinieren entra la parte mas grave y sustancia!,
y mas escrupulosa de la honra , á los cuales parece que si
meten el pié en Castilla, serán juzgados en el reino y con-
denados de todos y de sus propias conciencias por transfu-
gas y desleales; y hallando á S. M. allá, no solo perderán
esta opinión y escrúpulo, pero aun les parecerá por el con-
trario que los que mas se detuvieren en venirle á servir, no
cumplen, antes ponen en peligro la obligación de la ndeli-
438
dad; y tanto se persuaden desto, que se tiene por sin du-
da que si S. M. llamare á Cortes , las convocará llenas y ge-
nerales, con intervención de las personas graves de todos
estados en cualquier lugar de Portugal , como si fuese ya
jurado en Lisboa, y que tampoco le faltarla la mayor parte
de los pueblos.
Considérase por tanto mas importante que todo la segu-
ridad de la persona de S. M. y la autoridad que se vernia á
perder, sufriendo que se pospornian las utilidades dichas y
cuantas mas pudiesen concurrir, si los inconvenientes de es-
lar en El vas se evitasen no se apartando de Badajoz ó de al-
gún otro lugar desta frontera; pero habiendo el mismo peli-
gro en ella que hay dentro en Portugal, no se pueden aquie-
tar á que no se pierda gran reputación , retirándose S. M.
sin embargo de lo que se dice al principio; pues en efeto se
desanimarían los amigos que se mueven mas por su pre-
sencia que por diez ejércitos; desabriríanse los reducidos,
y daríaseles ocasión á rebelarse ; los enemigos cobrarían áni-
mo, sembrarían mentiras que son sus armas, sin que se pu-
diese deshacer en muchos días con la distancia de la corte,
y no hay que dudar sino que la retirada de S. M. se juzga-
ría diversamente entre los propios amigos; pues aun den-
tro de su Consejo se entiende de dos maneras, de donde se
vé claro como lo interpretarían los enemigos.
Conforme á esta opinión viene á estar la duda solo en
poder hallar forma para que S. M. esté con guardia sufi-
ciente en El vas ó en otro lugar desta frontera dentro en
Portugal, y hallado expediente para ello sin notable perjui»
cío del ejército, y que fupse bastante fuerza para estar sin
cuidado, parece que sin disputa seria esto lo mas conve-
niente; y asimismo se entiende que se debía procurar y pla-
ticar la fornaa que podría haber para ello, porque conforme
4o9
al parecer, se lomase la resolución; y aunque la de toda es-
la materia se puede poner al duque en las manos, parüeu-
larmente parece que solo tocaba este punto, cuando se ven-
ga á desconfiar de que S. M. pueda estar en Portugal coií !a
seguridad necesaria , pues se habría de mirar la que seria
menester para no se retirar de la frontera dcsta parle. Porque
aunque se dice y con razón, quel mismo peligro se corre
aquí que en Elvas, todavía parece que podría estar con me-
nos guardas en estos lugares ; pero también es justo mirar
como se está.
Si se resuelve por imposible estar dentro ni cerca de
Portugal para haberse de apartar de la frontera , parece que
con mejor color podría S. M. ir á Sevilla queá otra ningu-
na parte, por las razones que se han considerado cuando se
La platicado esto.
Asimismo se advierte, que aunque importa mucho lo-
mar esta resolución, no corre necesidad de hacer mudanza
hasta que el ejército pase de Estreñios , y de aquí allá es
muy verisímil que sobrevengan accidentes que aclaren to-
da la materia, y descubran la verdad desías dudas sin de-
jar ninguna.
Últimamente se pone en consideración, si pidiendo la
ciudad de Elvas á S. M. la favorezca entrando en ella, será
bien hacerle esta merced y estar allí dos ó tres dias con la
guarda necesaria, antes que el ejército se alargue.
Parece que satisfaciendo estos cabos uno por uno , que-
daría entendida esta materia; porque acá no se halla mas
que considerar en ella.
440
Copia de carta de don Juan do Silva á S. M., fecha en
enero c/e 1582.
Quejas de los portugueses. — Necesidad de enviar buen número de
soldados á la isla Tercera.— Se excusa de admitir una plaza en
el Consejo de Portugal.
Biblioteca Nacional.^ Sala de MSS.—E U, fol. 190.
SEÑOR:
Aunque de ocuparme V. M. en Portugal, parece mia
Ja ganancia, teniendo en él hacienda y otras comodidades
del, y así ya soy con razón sospechoso por la opinión de
quedar aquí todavía anteponiendo, como se debe hacer, el
servicio de V. M. á todos los otros respetos, diré lo que me
ocurre para que se entienda lo poco que podrá importar. Si
se considera como cosa sustancial, no puedo yo compren-
der y juzgar el grado y quilate de conveniencia ó de nece-
sidad que V. M. imagina que puede haber de poner aquí
un ministro castellano que mas inmediatamente trate con
el príncipe cardenal (1), que los portugueses, y con quien
S. A. pueda con mas libertad conferir los negocios; porque
este juicio depende del que V. M. hiciere de la segundad
del reino , y de la virtud y suficencia de los ministros por-
tugueses, y también de los poderes que V. M. querrá dejar
á su sobrino. Si Y. M. hiciere la cuenta mas recatada, por-
que es la mas segura , podrá considerar que no está el rei-
no firme en su obediencia ; porque es imposible que criados
y nacidos con rey suyo particular y en odio de nuestra na-
ción y de la grandeza de V. M., se consuelen en un punto
(1) Era el cardenal archiduque, Alberto de Austria , sobrino de
Felipe H.
I
Mi
(le verlo todo tan trocado, que se ven vasallos del rey áa
Castilla ausente de Portugal, con un gobierno insólito y ar-
mado, cosas questa hora con la presencia de V. M. las tra-
gan enteras; pero cuando con la ausencia las fueran digi-
riendo, sentirlas hian de otra manera. Y así de los que ago-
ra viven, no se puede V. M. prometer la fidelidad de sus
agüelos, ni el fervor en su servicio que deben los vasallos
á su rey, sino que en asomando la novedad por la mar,
ques puerta muy abierta, y por la tierra que seria peor si
los tiempos causaren algún rumor en otra parte de España,
los portugueses se harian dos partes, que ninguna fuese de
V. M., porque los mejores se harian neutrales.
Otros muchos accidentes se han juntado para que
V. M. no les haya podido ganar el ánimo. El principal es
la locura del vulgo que hablando y obrando desatinadamen-
te, fundado en la esperanza vana de don Antonio, han dado
ocasión forzosa de multiplicar los presidios, que son la rui-
na de todo el edificio, y ansí visto cumplidas las profecías
de los enemigos de V. M., que les predican la aspereza des-
le yugo , y tienen por falsas las de los amigos que se le
representaron suavísimo.
No es de maravillar que no hallen lo que pensaron, por-
que era imposible dejarse de prometer montes de oro de la
grandeza de V. M., y estaban necesitadísimos todos gene-
ralmente por los accidentes pasados; y las promesas hechas
á particulares, que al tiempo que se hicieron debían pare-
cer necesarias , acrescentaron la esperanza de los que no
las acetaron, porque los que las tenían, no se señalaron
convenientemente en el servicio de V. M.; y así no fué po-
sible igualar la distribuicion, ni hacerla de manera que
deje de pecar en la cantidad y en la igualdad, que son los
pies sobre que camina. También esperaban los que sir-
4i2
vieron á V. M. ser mas diferenciados en las mercedes de
los que habian servido á don Antonio, cuanto al modo y
cuanto al tiempo, y que esto no se confundiria como.se hi-
zo, por no distinguir los servicios hechos á V. M. de los
que habian hecho á los otros re3'es, que se pudieran remu-
nerar aparte para curar este inconveniente.
Echan menos el cumplimiento de las promesas de V. M.
en la parte de servirse de ellos en su casa, y van enten-
diendo su ignorancia en la separación de oficios que pro-
curaron enlre estos reinos y los de Castilla. Desconfian de
la eonsinacion de las moradías (I) y de la buena orden de
pagárselas, antes piensan que se va esto dejando caer pa-
ra que venga á deshacerse sin rumor. Quedan desconten-
tos de sus entradas en la Ccámara de V. M., pareciéndoles
que en los que entran y en los que no entran, se ha roto
del todo la orden pasada, y que los castellanos no les reco-
gen como esperaban.
Los ministros que V. M. tiene en los primeros lugares,
si he de decir lo que siento, tenian suficiencia para regir
las cosas, si no se hubieran mudado; pero en este mundo
nuevo V. iM. los juzgue como los espirementó dende que
el rey don Enrique entró a reinar, hasta que V. M. vino á
Portugal , ques decir que no se han de considerar como si
navegase con la bonanza antigua. Tampoco puedo pensar
que han de servir con el entrañable amor de su rey y de
su república que deben tener , antes creo que serán muy
respetivos y muy atentos á su particular interés por donde
quiera que les tocare, y que por los negocios que no les
(I) Pensión que tenían ciarlos hidalgos, sentados en los libros
del rey. Llamábase asi por darse cada día á los que residían y mo-
raban en la real casa.
445
pueda tocar (aunque los hariin bien) no se han de desvelar,
no teniendo la comunicación inmediata con V. M., por la
cual beben los vicnlos.
Con esta disposición de ánimos y calidad de ministro?,
puede y debe V. M., por mi opinión, considerar que deja el
reino y no un punto mejor dispuesto ni compuesto, y creer
que lo he mirado atentamente; pues demás de ser la barca
de V. M., llevo dentro cuanto Dios me ha dado en este
mundo.
Cuando vine aquí á Lisboa, supliqué luego á V. M.
instantemente, como lo había comenzado en Badajoz, fuese
servido de acudir con brevedad á la isla Tercera, porque la
dilación seria cierto ocuparla franceses, y grandísima difi-
cultad de recuperarla, y hice en esto tanta fuerza y por tan-
las vias, que pude justamente parecer á V. M. impertinen-
te y pesado; pero no me supe refrenar, y paró mi diligen-
cia en risa de los del Consejo, que digeron que aquellos
mis encarecimientos eran discursos. Suplico humildemente
á V. M. no le parezca lo mismo, ni que esto es discurso,
sino verdad sencilla salida de las entrañas de un fiel va-
sallo.
Presuponiendo que no tiene V. M. estas dificultades por
vanas del todo, se verá muy claro cuánto sobrepujan más
fuerzas, y que ningún servicio puedo hacer á V. M. deján-
dome aquí, pues el castellano que hubiere de quedar con-
viene que sea persona muy grave, á quien los mismos del
Consejo tengan respeto por su calidad y por no le haber Irai-
do entre las manos, y que tenga cuenta de recoger y rega-
lar los fidalgos portugueses en su casa. A esto se ha de
juntar entregarle V. M. las armas con título de capitán ge-
neral, porque de aquí. procede la autoridad que debe de te-
ner con ellos, y el no les causar escándalo de estrangero,
4U
por lo que les conviene qtie habiendo presidios, eslén deba-
jo de persona muy calificada y respetada, y que asista á
los Consejos, porque las armas se enfrenen con el gobierno,
y haga sombra en Portugal de que V. M. le dará crédito y
lio le encubrirá su voluntad cerca de las cosas del reino , ge-
nerales y particulares; y que finalmente vean que debajo
del cardenal hay persona con quien pueda S. A. descuidar y
descansar algún dia del peso de los negocios, y que en cual-
quier accidente está á la mano quien pueda llevar la carga
y dar tiempo á V. M. para hacer las provisiones necesarias
sin precipitarlas por falta que aquí podria haber de minis-
tros; y no piense V. M. que seria dificultoso de hallarle cual
conviene, porque eon el caudal que V. M. ha de poner de
su parte, bastará que tenga gran calidad y mediano jui-
cio, etc.
Copia de carta de don Juan de Silva al secretario Mateo
Vázquez f fecha en febrero de 1583.
Señala los motivos que mueven al xarife á diferir el tratado de paz
con el rey de España. — Política que conviene observar sobrees-
té punto.
Bihlioleca NacionaU—Sala de MSS.— E 54, foL 174.
He revuelto con atención las minutas destas cartas de
Berbería, y la sustancia dellas me parece que se encierra
en la de Diego Marin , de 6 del pasado, porque contiene la
novedad con que agora sale el xarife y los puntos de lo que
escribieron de Argel, los cuales toma por achaque para re-
vocar de cainino á Cufiani y á Marin. Lo que sobre esto yo
podria decir he repetido tantas veces cuantas el xarife ha
jugado este mismo lance de tres años á esla parte, al cual
como á otros muchos príncipes menos bárbaros, ningún
otro respeto le mueve en todas sus acciones, sino el de la
445
conservación de su EslaJo, y esle antepone ála palabra, y
á la verdad y á la ley de Mahoma ; y como le gobierna el
temor, y no es uno solo el que tiene, de aquí le nace la va-
riedad y á nosotros las dudas, pareciéndonos un dia que
trata de verdad, y otro que nos engaña.
Véese el xarife metido entre S. M. y eí turco. Lo que
él desea es conservarse entre ellos neutral. Su deseo es muy
difícil de conseguir, porque como son mas poderosos que
él , no le quieren comprar la amistad , sino vendérsela ; y en
esle aprieto el mejor medio que puede escoger, es entrete-
ner el trato todo el tiempo que pudiere, aunque vea que
al cabo le lian de bacer declarar, porque entretanto le so-
brellevan ambos príncipes cada uno porque no se ecbe en
bsazos de otro, y él va asentando sus cosas para asegurar-
se también de sus vasallos. Esta resolución le ba sucedido
mejor que pudiera esperar; porque la guerra de S. AL ocu-
pó las fuerzas de S. M. un verano, y la isla Tercera tres;
y así no ba bastado entender que nos engaña para no de-
j;u-nos engañar. Al turco también ba entretenido con pa-
labras, y por ventura le acontece lo mismo que á S. M.,
que por bailarse embarazado disimula con él , y no creyén-
dole ninguno, ambos dicen que le creen.
Tiene otro trabajo el xarife que le liará estar suspenso,
y es que, aunque cualquiera deslos príncipes sea poderosísi-
mo para oprimirle , entiende él muy bien que ninguno lo
está tanto para defenderle , porque el socorro de Gonstanti-
nopla no le puede llegar á tiempo, y el de Argel, demás de
ser flaco, no puede confiar en él; porque cuando S. M. quie-
ra invadir al xarife, estarán en Argel con el mismo miedo,
y no saldrán de casa, y así ni más ni menos cuando el tur-
co acometiere al xarife, puédelo bacer y al seguro con poca
gente, porque la trairá á su devoción siendo de su ley, y
446
parque no Uene fuerzas el xarife para resistir la arcabiicc-
ria de Argel , añadidos cinco ó seis mili tiradores que le pue-
den venir de Levante; y sabe muy cierto que S. M. no pue-
de defenderle de la tempestad, porque no puede empeñar
sus fuerzas la tierra adentro, ni apartarse una jornada de
sus plazas para cortar el paso de los turcos; y así como el
amistad del uno no le puede quitar el temor del otro , quer-
ríala tener con ambos, y para esto les propone las cosas que
cada uno más desea , y menos puede ejecutar. Guando S. M.
le pide cá Alarache, dícele: "vamos á Argel", y cuando el tur-
co le amenaza, dirále:' '* vamos á España"; y para esto asegu-
ra al rey con amistad fingida: *'y mejores estáá vos que ocu-
péis vuestras fuerzas en destruirle, que en defenderme de
las suyas, y lodos somos unos, y en España hay moriscos
y mudejares que nos ayudan," como apunta Marin; y aun-
que estas sean fábulas y sueños, se deben considerar y pre-
venir como peligros, no solo de presente, sino para que en
ningún tiempo podamos tener enemigos domésticos, pues
son los peores.
Las cartas de Argel que Cufiani leyó á Marin, yo no las
tengo por falsas como sospecha Pedro Vanegas, ni dudo que
los cautivos de Ceuta publicarían la nueva que acá dijeron
de la entrega de Alarache, que entonces era muy viva; pero
creo que otras que él no creia, movieran más al xarife,
porque ¿quién duda que le escribieron que la suspensión de
armas es acabada, y que no se ha de prorogar, y que la
armada ha de venir este verano á daño de S. M., y que no
la convierta en el suyo haciendo amistad con él?; que ei tur-
co no ha de sufrir que entregue sus puertos á cristianos, que
si lo hace de miedo, ya no tiene de que tenerle; pues S. M.
lerna bien que hacer en defender sus tierras sin envadir las
ajenas ; y si quisiésemos pensar que franceses soplan esta
417
brasa on Marruecos, y en Argel y enConstanlinopla, podría
ser que fuese juicio temerario.
Con estas ó con otras semejantes razones, se persuadi-
ría el xarifc á mandar que se volviesen Marin y CuQani, ora
sea falsa ó verdadera la comisión que llevaban de entregar
Alarache; porque siendo falsa, viniéranle muy á tiempo las
Ccirtaspara excusarse y tramar otra dilación, y siendo ver-
dadera (pues sabemos que no es voluntaria) ó se arrepenti-
rá de veras creyendo que los turcos le escriben, ó pensará
que ba de servir dexcusa legítima para tornarlo alargar, y
que S. M. se le acetará.
Marin me parece que acertó en volverse á Marruecos,
porque para romper la plática, allí puede esperar la orden,
y para continuarla, pedia mucbo tiempo en volverá Alcá-
zar, y estuvíéranos peor enviarle de nuevo. Lo que be dicbo
basta aquí , cualquiera lo vé. Lo que resta me embaraza
más, ques juzgar lo que parece que se debe ordenar á Ma-
rin, bailándose el negocio en los términos que sabéis.
Y en cuanlo á lo primero, se puede dudar si será bien
aguardar carta su}^! para ordenarle con mas fundamento
lo que ba de bacer, ó enviarle luego la orden para mostrar
al xarife que S. M. no aprueba que baya vuelto, antes le
reprende por ello; y eso parece que se puede bacer segu-
ramente, porque se puede adivinar lo que ba de escribir,
ques babcrse excusado el xarife con aquellas cartas de Ar-
gel y con lo quel dirá sobre ellas; y asegure S. M. que no
ba de bacer mudanza en lo que está asentado de la entrega
de Alaracbe, la cual liará en la minera que agora propon-
drá de nuevo; pues S. M. ba visto las dificultades que se le
ban levantado. Nuestro Señor etc.
448
Copia de carta de don Juan de Silva á S, i)/., fecha en ju-
nio de 158o.
Excusas que podrían darse al turco, si hiciera alguna reclamación
al ver ocupado por fuerza espauola el puerto de Alarache. — Es
de opinión que conviene prorogar la tregua con aquella potencia
bajo algunas condiciones que apunta.
Bibiioieca Nacional.— Süla de 1/55.— E 54 , foL. 94 vto,
SEÑOR.
Para hablar con fundamento en la excusa que se habría
(3e dar al turco de ocupar V. M. con el armada el puerto
de Alarache sin perjuicio de la tregua, fuera menester sa-
líer intrínsicamente con qué fines se movieron V. M. y él
á efetuarla ; porque entonces se podrá bien juzgar si acep-
tará la excusa ; y pareciendo que no la aceptaría, si V. M.
por eso se debe abstener de ocupar el dicho puerto. Mas
todavía responderé á estos dos puntos lo mejor que pudiere,
faltando estos principios, y pluguiere á Dios que no hubiese
más duda en la promesa del xarife, que en dejar de acep-
tar el turco la excusa, que importarla muy poco, como
abajo se verá.
Primeramente se debe advertir que, habiéndose tomado
por principal fundamento desta plática la igualdad de las
condiciones, quedó el turco con mucha ventaja en lo que
loca al xarife; porque no se comprende recíprocamente
con los demás príncipes, ora fuese por descuido, ó por no
se poder más; de que resulta quedarle al turco las manos
abiertas para invadirle, y ocupar sus reinos sin contrave-
nir á la tregua, y á V. iM. atadas para no le poder hacer
449
guerra ni daño en sus Estados ; y no es menos la difercn -
cia sino que S. M. no le puede atrepellar ni defenderle por
virtud de la tregua, y el turco podrá arruinarle ó defender-
le sin perjuicio de la misma tregua.
Esta desigualdad importa tanto (á mi juicio) que por
ella sola se debia V. M. desavenir; porque uno de los mayo-
res daños que de la potencia del turco podemos temer, es la
ocupación del reino de Fez. Las razones desto son tan cier-
tas y notorias que no hay para que las referir; y no habien-
do comprendido nuestros comisarios al xarife de parte de
V. M. , la tregua le facilita la empresa de Fez, y le provo-
ca á hacerla, así porque no puede hacer otra, estante la
dicha tregua , como por ser esta la mas fácil y la mas útil.
El año pasado cuando Ben-Alí vino á Argel, si su amo
DO le revocara, se tocaran estos inconvinientes con la mano,
porque tuvo en la suya tomar á Fez, ó por lo menos ocu-
par á Alarache, que nos está peor; y V. M. no solamente
tuviera dificultad de impedírselo con sus fuerzas, aunque
llegara á tiempo (que no llegaron) , pero aun se puso en
gran duda y se disputó en el Consejo si conforme á la tre-
gua podía V. M. ayudar al xarife, y si habíamos de con-
sentir al turco, que no pusiese el pié en la garganta del
Estrecho y nos cercase en España, cortándonos el comer-
cio de todo el mundo, con la comodidad que allí tenia para
mantener una gruesa partida de galeras, y un presidio
muy esforzado.
Verdad es que á mí nunca me entró en la cabeza que
V. M. contravenia á la suspensión de armas, por ayudar
al xarife en la defensa de sus reinos ; porque la condición
que prohibe que V. M no haga guerra al xarife, no le quita
que no haga paz y alianza defensiva con él durante la tre-
gua, ánles se da indicio de observarla mejor, cuanto se
Tomo XLííI. 29
450
eslrecbare V. M. con los amigos del turco y de su propia
ley; porque no se puede presumir que, lomándolos él tan
de veras debajo de su protección , lo hizo con fin de tragár-
selos; y así se resolvió en una junta prudentemente el año
pasado, que requiriendo V. M. á Ben-Alí que se abstuviese
de ofender al xa rife, y no quisiese hacerlo, V. M. le po-
dría ayudar á defender dentro de su casa sin romper Ja
tregua. Pero no le podrá ayudar á cobrar á Tremecen ni
otra tierra alguna de las que antes de la tregua poseia el
turco.
Deste fundamento ha de nacer la excusa que se le ha
de dar al turco si ocupamos á Alarache; más presupongo
que poniendo el pié dentro, ora sea por expugnación ó des-
amparándola los moros (que es lo mas cierto y seria lo me-
jor) V. M. ha de dar al xarife la satisfacción que ha pe-
dido, y le ha de ofrecer la paz, y entregarle con efeto á
Mazagan.
Hecha esta diligencia, entra la excusa á tiempo hacien-
do significar al turco que Muley Meluco, hermano del xa-
rife, pidió instantemente á V. M. hiciese paz con él, y no
lo pudo impetrar, aunque á lo último ofreció por una carta
firmada de su mano, de dar á V. M. , sin otra recompensa,
el puerto de Alarache, conviniente al comercio deslos rei-
nos con los de Berbería; que en sucediendo Muley Hamet al
Meluco, continuó el mismo trato de la paz, y por indicio
de su buen ánimo hizo un presente muy agradable á V. M.,
enviando el cuerpo del rey don Sebastian, su sobrino, y
después con mucha liberalidad dio graciosamente libertad
al duque de Barcelos, que también V. M. estimó mucho, y
se convenció totalmente por estos respetos á hacer la paz
con él con mucha ventaja de lo que su hermano le pedia.
Por mucha ventaja digo, porijue ofreció, como se ha di-
451
cho, de dar libremente á V. M. el puerto de Alarache, y
ahora por las consideraciones apuntadas , y por ser el xa-
rife de la casa del turco y hechura suya, V. M. holgó de
darle en trueco por Alarache la villa de Mazagan, tierra
muy fuerte y estimada de los reyes y reino de Portugal,
que le viene á propósito por caer tan cerca de la ciudad de
Marruecos; y con esta condición y otras iguales se hizo la
capitulación de la concordia; y la firmó y juró el xarife; y
viendo cuanto le convenia, pidió que se prorogase por al-
gunos años, y V. i\l. se lo concedió.
Que el xarife envió un alcaide suyo en compañía de un
criado de V. M. á desemijarazar la tierra, y llegado al efeto
interpuso aquel moro otras nuevas dificultades que dijo se le
ofrecia para sacar la gente; yasí acabóS. M. deentenderque
el xarife le engañaba, ó no se sabia dar maña á concluir
lo que queria y le estaba tan bien; y aunque pudiera V. M.
hacer justamente contra el xarife alguna demostración por
aquellas inconstancias, no quiso pasar un punto de lo capí-
tillado, por respeto del turco; y mandando que su armada
ocupase el rio y puerto de Alarache, se le ordenó que nin-
gún otro daño hiciese en la tierra y vasallos del xarife, y
juntamente mandó efetuar el trueco de Mazagan y entrc-
galle aquella villa entera y fortificada, de todo lo cual le ha
querido V. M. avisar, como es razón, porque entienda
cuan sencillamente ha procedido, y con cuanto cuidado y
miramiento ha observado la suspensión de armas que en-
tre ambos se asentó, y observará las que en adelante se asen-
taren.
Esta me parece que habrá de ser la forma de la excusa,
mudando ó añadiendo lo que conviniere , conforme el tiem-
po fuese mostrando; y advierta V* M. que en cualquier
manera que el turco la tome, no perdemos nada porque
452
liabiénJose de hacer el efeto en setiembre , no le quedan á
la tregua sino tres meses de vida , que son menester para
que llegue la excusa á Gostantinopla ; y si al turco le con-
viniese prorogarla, aceptará la excusa; y si no la quisiese
prorogar, impcktanos poco que no la acepte, y mucho en
quedar con Alaracheen las manos, y fortificarle y guarne-
cerle gallardamente.
Otro punto se me ofrece que proseguir de la materia
desla carta. Aunque V. M. no manda hablar en él, no
dejaré de tocarle, y es ver si converná á los negocios de
V. M. que la tregua se prorogue; y veo muchas causas que
se pornán aquí, de inclinarme á la prorogacion , si el turco
la quiere.
Lo primero : no estar V. M. más desembarazado que
cuando se hizo la suspensión de armas. Tiénese experiencia
que el turco no la rompe, cosa que al principio se dudaba
mucho.
Hánse excusado seis años enteros las molestias y gastos
que nos da su armada cuando baja.
Tienen menos inconvenientes las dificultades de proro-
garla que las de hacerla de nuevo , porque ya se tragó la
pildora.
El papa habrá entendido que importará mas á la iglesia
el frulo de excusar los daños de la armada que la esperanza
de los que se pueden hacer al turco ahora, y las fuerzas
de Y. M. están divertidas y ocupadas, y la hacienda fa-
tigada.
Soy pues de opinión que V. M. mande y procure conti-
nuar la tregua, añadiéndole dos condiciones, ambas fáci-
les: una es, comprender los corsarios que nosotros nega-
mos, pidiéndola ellos. Otra, que los confederados se com-
prendan recíprocamente, que el turco no podrá negar; y
453
para asegurar mejor la entrada en Alarache , no enviarla
armada fantáslica, como el xarife dice que basta (porque
él consiente en el trato) sino ordenaría al marqués de San-
ta Cruz que á la vuelta de la Tercera se presentase en Ala-
rache con la armada, para que el xarife piense que no
puede burlar á V. M, ; porque si pensaba mentir, entrándole
la duda de poderse defender la fuerza, escogerá el trueco
que ha ofrecido; y así tanto mejor hará la desecha que dice
con sus moros, cuanto con mayor pujanza se presentase
nuestra armada. Nuestro Señor, etc.
Copia de carta de don Juan de Silva á don Cristóbal de
Mora, fecha en octubre de 1584.
Quéjase de que el rey recompensa mal sus servicios.
Biblioteca Nacional. —Sala de MSS.—EU,foL 286.
Yo os beso primeramente las manos muy de corazón por
la memoria que tenéis de mis cosas, y por dispertar la mia
para que acuda á ellas, que no hay duda sino que si S. M.,
por tantos actos y tan continuados en espacio de treinta
años, no me tuviese muy desengañado de las cosas del
mundo y de las esperanzas de la corte, mi negligencia se-
ria tan culpable como ahora lo seria mi voluntad de tornar-
me á introducir en la manera de vivir, que me ha costado
tanto de la hacienda y de la vida y de la honra con muciio
peligro del alma, por lo que he llegado á deber.
Decís que tenéis entendido que no huelgo que mis
amigos traten mis cosas con S. M. Por cierto que así fuese
materia tanto odiosa; pero esa opinión podéis haber justa-
454
mente concebido por dos cosas: una, porque topándome una
noche en los cubiertos, me digisleis que entendíades que
bullía la consulta, y me ofreciste de hacer diligencia por
mí, y yo lo eslorbé ; la otra podria ser por haberos dicho ó
mostrado don Juan de ^úñiga una carta que le escribí el
año pasado, en la cual le prohibia estrechamente que si
viniese á cuento buscar hombres para servir, no le pasase
por pensamiento anteponerme, porque hasta que me hubie-
se descargado de las deudas, seria degollarme el sacarme
de aquí. La razón de no os dejar hablar en la consulta en-
tonces os la dije, que era porque ya se traslucía que me que-
ríades mandar quedar en Lisboa, y dígeos que yo camina-
ba por la vía ordinaria con mis memoriales y diligencias
con Maleo Vázquez; que no os bullésedes, porque íemia que
hablando vos en ello, me sacase el rey por adahala de la
encomienda mandándome quedar allí. A don Juan de Zúñi-
ga escrebí en aquella sustancia , por ser así que pagar es mi
j)rimera y precisa obligación , y porque los consejeros nue-
vos buscan gente que poner en plaza , cuando el rey le pro-
pone esas formalidades de preguntar quien es bueno para
cada cosa, y tales hay que creen que se lo pregunta de
veras.
Poco antes ó después que os hablé en los cubiertos, di-
ge en la cámara del rey á la chimenea todo cuanto tenia
en los bofes, es á saber: que yo no pretendía sino es que
el rey me diese de comer, y que no quería oficios, porque
Jos mayores de la corte que son las presidencias, rehusara
más presto, porque no soy hombre para tanto trabajo, ni
viviría un año atado á las obligaciones ordinarias de los
consejos con la corte por cárcel, á beneficio de los tabardi-
llos de agosto que suele haber en Madrid. Pues pretender
lugar en casa de S. M., no era cosa plalicable, y así lo que
455
me convenia era que me diese de comer; porque siendo la
merced conforme á mis servicios y á los ejemplos de oíros
que no habían trabajado mas ni tanto, podria pagar mis deu-
das y asentar en Toledo para criar mis hijos en la corte, y
que la merced era medicina bastante á curar la hambre, y
conservar la reputación, la cual no se me daba un marave-
dí que no creciese.
Dígeos mas, que mirando lodos los rincones , no hallaria
otro lugar en la corte, sino una plaza del Consejo; porque se
puede disculpar un viejo con ella de residir allí, y aventu-
rar lo que podia ahorrar viviendo no muy cerrado, por lo
que pueda merecer por estar en Madrid haciendo bullo como
el marqués de Aguilar, sin tener obligación que le apriete,
á no buscar un lugar fresco en los caniculares. Por señas
de haberos dicho todo esto, me preguntasteis aquel dia si
me parecería bien dejar c\ la emperatriz en Portugal. Yo
respondí que tenia eso hartos inconvenientes; pero que pen-
sándolo todo , vencian las conveniencias , y así seria de pa-
recer que la dejasedes; y me replicasteis que adivinábades
lo que había de decir, porque siempre votaba lo que me es-
taba peor, y hasta ahora no sé por que me estaba mal ni
bien; pero no tengáis duda sino que, aunque supiera que no
me convenia, digera lo mismo si entendiera que convenia
á los otros.
Como entonces aprobasteis mi resolución, y no os pare-
ció injusta ni aun viciosa , engañóme el diablo y pedí al
rey la plaza del Consejo. Esto no me acuerdo si os dige, y
creo que no; pero en mi vida me arrepentí de cosas más, y
vínome la flaqueza por caerme á propósito en un memorial
que entonces se me ofreció darle de cosas suyas, y en él le
dige que aunque sabia que las plazas del consejo de los prín-
cipes no se les puede pedir á cuenta de servicios ni de coa-
456
fianza de servirlas bien, me parecía que allí hay esta regla,
que por haber tres años que por razón desías cosas de Por-
tugal S. M. me ocupaba en muchas suertes de consejos, y
que no valiéndome estos para meterme en el suyo, descu-
briría S. M. al mundo mi insuficiencia , la cual me tenia yo
tántes encerrada en el estómago; que le suplicaba que con-
siderando esto, hiciese lo que quisiese; y aunque la petición
fué tan retórica, ya os digo que la vergüenza y arrepenti-
miento que della he tenido y tengo bastaría á sanar otra
mayor culpa. Llegando pues á la primera conclusión, digo
que toda la merced que me hiciéredes en este sentido , es
á saber, que el rey me dé de comer como á don Juan de
Borja, como á don Fadrique, como á don Juan de Zúñiga,
como á don Juan de Ayala , como á don Juan de Idiaquez,
como al marqués de Santa Cruz, que son los caballeros que
estriban en sus puros servicios; que yo no me comparo á
los que el rey quiere apartar por su gusto para sí; y siempre
digo que esta merced será para mi grandísima, tan grande
como la misma cosa que pidiéredes aunque no me la den.
Metí al marqués de Santa Cruz , porque S. M. no suele di-
ferenciar los servicios de la guerra de los de la corte, sino
que remanentes ad sarcinas (1), tengan como en la Sagra-
da Scriptura igual porción, como los que combaten, aunque
si yo lo juzgase, mucho mayor se le daría.
A lo que decís que me debe mover mi muger que es
moza y mis hijos, por la condesa digo, que para después de
yo muerto, no hayáis lástima ni á la vuestra tampoco, por-
que les queda muy gentilmente que comer, sin necesidad de
(1) Palabras del libro \ ." de les Reyes, "cap. 30 , vers. 24, que
dice: Nec audiet ojos quisquam super sermone hoc: ccqiia enim pars
erit descendentis ad prcelium , et rcmancntis ad sarcinas , et similiter
dmdent. • í -ík'. >iiV'iíiíi lí^? . üi tí ;^i* J.^
457
pedir á Dios sino seso. Cuanto a los liijos, bien íia menester
que se trabaje por ellos; pero mal ejemplo tienen en mí de lo
que eso les podrá aj)rovechar, porque mi padre trabajó bas-
ta la muerte, y ninguna cosa me valió, si no llamáis paga
la de una encomienda que vale seiscientos ducados, dejan-
do muclios de deuda y dándomela trece años después que
murió; y realmente S. M., si no es á los hijos de vosotros
que le andáis al rededor, y no á los de todos (como se probó
en mí) no acostumbra dar nada á nadie á título de los ser-
vicios de su padre; y así cualquiera hombre que le sobre
alguna hacienda, como sobra á todos cuantos no están en
la corte, le aprovechará más que la esperanza del rey en
el usufruto, á lo menos nadie tocará esta ganancia cierta
mediana por otra mayor que tiene más de deuda que de
ventaja.
Mi consejo y mi ayuda que decís os servirla para guiar
vuestras cosas, tales como yo y como ellos son, aquí veréis
lo que os podrá aprovechar para tratarlas: pero cuando os
viniere la ocasión, no fallarán por lo que desde aquí se pudie-
re hacer; que yo me ayudaré como el que sacan del rio.
Tampoco os prohibiré que me procuréis uno de los go-
biernos de Ualia. Verdad es que el que ahora vaca, es muy
lejos y muy trabajoso de servir, y esta palabra no he echa-
do yo por la boca, aunque me habia parecido que no tenia
otro remedio para excusar y disimular el baque de Por-
tugal, que antevi en Madrid, y por eso escribí que no pa-
sarla con S. M. de la raya, ni entrarla en Lisboa; y así lo
hiciera si no me llevara tras sí la consulta y la grita que
temí me darían de retirarme antes que saliese. Torno á de-
cir que aunque de la pompa de un cargazo destos me pa-
reció que se podría hacer saca de lana para no sentir el gol-
pe en las costillas, no me resolví de hablar palabra en ello.
458
Verdad es que yo no supe, y no fuera malo saber, que don
Juan dejaba resolutamente á Ñapóles, basta que le vi proveí-
do; y cuando el duque de Medina dejó el de Milán, ya ha-
bía recibido la mitad del daño que quería encubrir; y así
como yo me movía por este fin y no por sola vanidad, y
sabia la carestía de dinero que había en aquel Estado, deter-
miné de cerrar la boca y estarme indiferente, aparejado de
acetarle si me le diesen por yerro , ú holgarme sí le viese
proveído, y así fué. Diréis vos ahora: ¿pues cómo concierta
permJlir de nuevo que se bable en cosa semejante, pasados
ya tres años mas de la vida, y cesando todas las causas que
entonces había para desearlo? Por cierto que no sepa respon-
deros, sino que bastan asacarme de lino los que piensan de. mí
que tomo lema de no servir, y que el negocio seria imposible
por dos cabos: uno, porque muchos me juzgarán por indig-
no del cargo , y otro por el barranco de hacerme merced
primero forzosamente, pues yo no tengo otra forma de salir
de casa. Tampoco prohibiera que se hablara en el oficio de
Lisboa, pareciéndome de ahorrar lo mismo que aquí, por lo
que crecía de sueldo, y esta he imaginado que es la diligen-
cia del oficio que decís habéis hecho sin mi orden en las oca-
siones que se han ofrecido; pues no se os ha ofrecido otra
sabiendo de mí lo que sentía los oficios de la corte, pues j)a-
ra ninguno otro dentro de España saldría de casa, y no di-
go la razón que me mueve, porque tengo todavía un buen
pedazo que servir.
Yo os doy mi palabra y os juro por el hábito que tengo,
que cuando ayer leí lo que me escrebís sobre si me parecía
bien volver á encaminar lo que se trató en Lisboa , así me
ayude Dios que no lo entendí , y que me determiné sin du-
dar nada, que lo decíades por un negocio que tratamos
después que el rey me dejó en blanco en la consulta de pe-
I
559
dir acá en Portugal unas tierras para juntar con las mías, y
envíelas á ver, y estaban arrendadas en tres mil y seiscien-
tas hanegas de cebada y mil de trigo, que aunque esto se da
perpetuo, no montaba tanto como una desas buenas enco-
liiiendas que tenían frutos caídos reduciendo lo uno y lo
otro á dinero. Dígeos entonces, que para quitar la conse-
cuencia diría masque era trueco, porque yo daría al rey el
derecho que tengo á la recompensa de la jurisdicción de Por-
talegre. Dejólo de proponer, porque había pensado que el de-
recho era vano, y averigüé después que le tenía muy gran-
de, y no quise proponer el trueco, ni era justo resumir allí
por una parte mis servicios , y por otra ceder el derecho de
mis hijos, y así se quedó. Y porque se atravesó este derecho,
aquí quiero hablar en él: que aunque la digresión sea gran-
de, yo volveré donde partí. Lo que desto dicen los letrados,
puesto que no lo osan afirmar muchos de miedo, es, que
S. M. no tiene que alegar para defenderse , y lo que se ha
reclamado, siempre lo excluye, y fuera dello han por bas-
tante mí probanza , que consiste en lo que por mis donacio-
nes y algunas cartas auténticas consta. Esto quedó en no
querer S. M. que se tratase, con una tácita negación, man-
dando consultar en algún punto á su confesor. Yo señor ten-
go también confesor y hijos, y así lo menos que puedo ha-
cer en esto sin pecar, es enviarle mis papeles, que sin bártu-
los los entenderá; y sí todavía le parece que S. M. no me
debe nada , salvarle há su teología , y no la ignorancia in-
vencible que podrá alegar sí no los vé.
Torno á lo que dije de no haber entendido lo que queríais
decir, si me parecía bien que tornásedes á encaminar lo que
se trataba en Lisboa , y así fué que reviéndolo á la noche,
vi lo que decíades por tornarme al Consejo que allí reside,
y pudiérame congojar, porque ya visteis la aflicción que me
460
causó en Lisboa, que fué grande cierto; pero antes me afe-
gro pues, tenia aquello por acabado para mí, que eso ya se
vé ello mismo, y que Miguel de Mora puede estar en Saca-
ben toda la semana, y Pedro de Alcazoba en su casa, por-
que aquel negocio es sombra sin cuerpo. Será mentira, pues
vos lo resucitáis; pero cuantos estudiantes vuelven aquí de
Lisboa, afirman esto por cosa llana y descubierta, y así se
cree universalmente. Pues ¿de qué sirve poner allí un bom-
bre mas de que se burlen? Vamos á las ventajas que decís
de honra y de provecho: de honra deseo saber qué se habia
de hacer conmigo, porque yo pienso que nada; antes creo
que se aparejó una ocasión de recibir allí una bofetada cada
dia, que yo por ahora me callo, si ya S. M. no quiere ade-
lantar por el tratamiento mi casa, pues todas las de casa
han recibido aumento con su felice sucesión , y ninguna es
de tan criados deslos reyes, y ninguna deja de tener mu-
cha m'erced recibida sino esta de Portalegre, que no tiene
un solo real de tenza (i) ni de encomienda ni de otra mane-
ra. Esta será grandísima merced que yo pienso suplicar á
S. M., y para ello os guardo, y si esto es lo que significáis,
daros hé albricias. Decís también de provecho: eso entiendo
menos, porque yo pago aquí lo que vale el campo que llaman
Regücngo, y lo que valieron las islas de donde me vienen
los cueros y lo que^ tengo en Castilla. Preguntad á todo el
mundo lo que esto suele valer, pues á mí me basta aquí lo
que pueda. Fué Dios servido que yo pagase mucho menos,
porque me llevó don Antonio dos años los cueros, y el pasa-
do mató Dios con una seca nunca vista los ganados, y am-
bos años faltó el pan , y el pasado perdí mil cruzados jus-
tos, por no los vender en las eras, por loque después bajó.
(1) Renta señalada por el rey en premio de aleunos servicios.
461
Mirad qué fuera de mi en Lisboa: son trabajos del cielo, y
mucho menores que los pecados, y del mismo cielo se pue*
de esperar certísimo el remedio ; pero señor que tiene que
hacer el servicio con la paga del servicio pasado, válamc
Dios amen. Yo solo en el mundo he de ser remunerado con
servicios futuros, so pena de perder los pasados. ¿Qué puede
el rey querer ya de mí? ¿que le sirva treinta años de valde?
Ya lo he hecho. ¿Que venda cuanto tenia sin jugar un real
ni comprar un brinco por solo servirle? Ya lo hice. ¿Que
me cargue de 50,000 ducados de deuda? Tanto debo. ¿Que
venda mi cama y mis botones, y mis espadas en la puerta
de Guadalíijara? Ya las vendí. ¿Que vaya de hambre á
Oran? Ya fui. ¿Que digan que iba desterrado por traidor?
\^a lo digeron. ¿Que me maltraten allá sus ministros y me
levanten un falso testimonio, y me destierren sin culpa?
Así se hizo. ¿Que hagan capitán general al que lo causó, de
la misma plaza, habiendo cometido otro grave delito? Así
pasó, y á mí me pagaron con darme licencia de tornar allá
á ser su soldado. ¿Que sea su embajador de Portugal, que
era la mas ruin embajada? Aceptóla. ¿Qué dando á todos
ayuda de costas, no me la diese á mi? No me la dieron.
¿Que pusiese catorce mil ducados de mi casa? Tantos me
costó la embajada, aunque entran en los 30,000. ¿Que fuese
á Berbería y perdiese un brazo en la batalla? Ya lo perdí.
¿Que fuese vil y cruelmente esclavo? Fuílo. ¿Que viniendo
á España le suplicase me dejara por amor de Dios venir á
mi casa á curarme, y no temiese que desacomodaría sus
ministros, porque serviría á su embajador y á sus duques y
á sus dotores, y me metería en una quinta? No quiso. ¿Que
por esto fuese la condesa constrañida á no salir de un lugar
apestado y dentro de sus puertas se hiriesen once criados?
Tantos fueron y murieron los mas. ¿Que no me hallase á la
462
fuerte del con Je, y perdiese por ello un gran golpe de ha-
cienda? Así la perdí. ¿Que por convenir á su servicio vinie-
se á Lisboa á refrendar el conde de Porlalegre por provisión
del duque de Alba? Vine y servíle en ello mucho. ¿Que
liecho esto se proveyesen cuantas encomiendas hay en Es-
paña, y no me tocase ninguna, habiendo salido aquel año y
ti pasado ochenta huesos por cuenta de una herida que re-
cibí en su servicio? Todos lo saben que no me vio nadie el
rostro torcido, ni hablé palabra de queja. Dígalo toda la cor-
te y S. M. mismo. Pues mas queda que hacer: que llegado
á este punto no me consienta el mundo tomar dos horas de
liempo si las tuviere de vida, para pagar con el mayoraz-
go de la condesa estas deudas , poniendo en peligro el alma
si dejo pasar el tiempo que tengo para pagar con el mayo-
razgo ageno las deudas coniraidas en otro reino, ó por ser-
vicio de otro príncipe que no tenia que ver con esta hacien-
da. Si esto es malo y lo quiere ser; si se ofende Dios de lo
contrario, no quiero ofendelle mas, ni oso, porque no estoy
en edad de burlas con el alma.
También es tiempo de desnudarme la persona de supli-
cante, que es oficio indignísimo para viejos cuando se hace
mecánicamente. Yo tendré cuidado de hacer á S. M. algu-
nos recuerdos por vuestro medio y por vos, pero desconfia-
damente, como hombre que conoce que esto no viene por
voluntad de un tal príncipe, sino por permisión del rey de
ios reyes. Nuestro Señor etc. De Gondexa.
46S
Copia de carta de don Juan de Silva al secretario Mateo
Vázquez f fecha enjillió de 1585.
Le agradece el interés con que trata sus cosas. — Expone los moti-
vos que le obligan á rehusar la presidencia de las Ordenes, ma*
nifestando al mismo tiempo que cargos le seria mas conveniente
desempeñar.
BiUioieca Nacional— Sala de MSS.—E S4, foL 111.
Razón es que de seis á seis meses rae perdone Vm. la
molestia de una carta escrita para solo besarle las manos por
las mercedes que se me trasluce que siempre me hace sin
podérselo merecer. Dios se lo pagará; y aunque este es len-
guaje de afligidos, y yo no lo estoy, todavía es el más
cierto.
En lo que toca á la presidencia de las Ordenes, si Vm.
me ha propuesto para ella, ha sido grandísima merced, poi*
ser este oficio mas calificado que yo merezco , y así lo con-
fieso y lo conozco llanamente; pues las presidencias son los
mas altos puestos de Castilla al juicio de todos* Mas sin em-
hargo desto, suplico á Vm. que no lo prosiga, por las ra-
zones que sencillamente tengo dichas ó escritas á S. M. en
uno de aquellos papeles que de aquí le envié el año pasa-
do, las cuales se reducen en suma á ser estos oficios tan
contra mi natural inclinación , que realmente no soy para
ello, porque según el orden perpetuo y continuo destos Con-
sejos, cuando no son letrados los que los sirven, á lo menos
conviene que sean hombres muy ejercitados y aplicados á ne-
gocios; y ya me faltan fuerzas á mí para seguir este curso
sin intermisión ivierno y verano. Demás desto, aunque yo
rae arranque de Portugal de buena gana por residir en mi
464
patria, y mas cerca del servicio de S. M., no podria ocu-
parme ea cosa que precisamente me embarazase de acu-
dir por acá y cuando conviniese alguna temporada no po-
dria excusarse, así por razón de mi liacienda, como de mi
oíicio. Tiene también este de las Ordenes ciertas dificulta-
des propias, que me faltan fuerzas para poderlas superar.
Una es la conservación de la jurisdicion, y la principal la
obligación de examinar linajes ; y el trabajo de satisfacer á
este punto que cansa á los reyes, cuanto mas cá los pobres
ministros, no son bombros los mios para esta carga; y for-
zar una naturaleza blanda á usar el rigor con que esto se de-
be tratar, es martirizar un hombre. Una información destas,
que dejase lastimado á un caballero , me costaría á mí la
vida, ó me la baria vivir amarga. Por amor de Dios que
Vm. me crea estas verdades para desviarme deste camino,
por donde tantos mas beneméritos querrán ir.
Cuando se ofreciere ocuparme S. M. en el gobierno de
una de esas provincias de Italia por dos ó tres años, dis-
porníame á ello por ser cosa temporal, y fácil de dejar y ca-
lificada. Cuando me quisiese honrar con una plaza de su
Consejo, seria también muy gran merced; porque demás
de ser plaza que honra las canas de un viejo y los huesos
de un muerto , no tiene obligación precisa de residencia, ni
horas continuas ni determinadas, ni materias de escrúpu-
los. Y oso hablar libremente así en estos cargos (que no me-
rezco) porque no lOvS pido ni los pretendo ni otros ningu-
no, ni he desmenuzado estas particularidades á otro fin,
que por hacer capaz á Vm. de las cosas para que tengo obli-
gación y disposición ; porque pues me desea hacer merced
en todas, no baria lo que debo, si no le declarase que para
muchas no valgo nada.
Imagino que Vm. debe andar ya muy cansado de esa
465
peregrinación tan luenga y trabajosa de suyo , sin la aña-
didura de tantas ocupaciones. Dios nos vuelva al rey con
salud y con brevedad : que cierto revuelve la sangre oir,
que tiene gota ó cualquier indisposición, que baga imagi-
nar que no es de acero. Aquí, loado á Dios, tenemos salud
y el deseo que siempre, de servir á Vm., cuya muy ilus-
tre persona Nuestro Señor guarde. De Gondexa.
Copia de carta de don Juan de Silva á don Juan de Zúñi-
gay comendador mayor de Castilla, fecha en agosto
de 1586.
Le agradece el interés que se toma en sus cosas, y se queja de la
conducta del rey en lo que mira á su colocación.
Biblioteca Nacional,— Sala de MSS,~E 54, foL 284.
Beso las manos de V. E. mil veces por la cuenta que
me da en su carta de 42 del presente, de lo que habia pasa-
do en la plática que se movió sobre ocuparme S. M. aquí
más de lo que yo me estoy, y también por la honra que
V. E. me hace en juzgar, que fuera de la corte no me es-
taba bien los segundos oficios, que así es ello por decir ver-
dad, y todos nos acordamos que, cuando el marqués de Mon-
dejar fué á servir personalmente su oficio en Granada , no
quedó caballero en aquella ciudad, y dejaron sus casas y
sus jardines , siendo todos parientes y amigos suyos. Más
con todo, nunca hice esta consideración á fin de no acetar
lo que S. M. mandase, sino para congeturar que no lo man-
daría. Otras son las que entonces se movieron y compelie-
ron á no quedar aquí: primeramente, mi necesidad que yo
Tomo XLíIÍ. 30
466
no podia resistir ni disimular una hora más, porque ya te-
nia el lazo al cuello. Lo segundo, el baque de la autoridad
que habia dado; porque esta gente, desde que aquí entré,
y especialmente desde que volví á África, se habían imagi-
nado que era hombre de cuenta, y que el rey la hacia de
mí sin persuadírselo yo, sino que se engañaron ellos, pero no
lardaron en desengañarse de lo que S. M. tardó en poner
aquí sus pies, y bien lo antevi, y estuve resuelto de no lle-
gar á Lisboa, sino apartarme desde Tomar, que era lo
acertado; pero arrastróme la consulta, y asi no pude excu-
sar de venir aquí. Juntóse á esta declinación el no hacerme
S. M. merced por mis servicios ni por las obligaciones que
los reyes deslos reinos tenían á mi casa, que eran muchas,
y quedar excluso de un jubileo que alcanzaba á los muertos
y a los descomulgados. Entonces ya los que juzgaban que
me desestimaba, creyeron que me aborrecía. Este trance
fué tan rigoroso de pasar en Portugal, que pudiera yo que-
dar vano y aun soberbio de haberme portado como hom-
bre de bien en él, y de que los portugueses no llegasen, que
no llegaron á tirarme con el lodo á los hocicos , mayor-
mente caminando por la disimulación y por la paciencia,
que son caminos bajos, seguros del precipicio, pero muy
espuestos al menosprecio. En esta postura me quería S. M.
dejar en compañía de tres hombres levantados á lugares y
dignidades que no pudieran soñar conforme á los estilos
viejos, gratificados larguísimamente de servicios que no hi-
cieron, diestrísimos de los embustes de la corte, y de co-
nocer y segundar los humores de los príncipes, unidos en-
tre sí con una concordia indisoluble, y que todavía el tiem-
po atrás cabe cualquier conde de Portalegre (que no fuera
yo) hubieran de estar con respeto (á lo menos fingido). No
era tiempo este, ni era lugar este, ni son circunstancias es-
467
las para que yo entrase en este golfo por la mano de un
rey á quien habla servido treinta años, que me halló acá
honrado y heredado por la de otro rey que trató conmigo
seis meses. Esto es, señor, lo que entonces pasó puntual-
mente, y después lo que V. E. sabe; y aunque se ha va-
riado poco con el tiempo, por tener yo todavía deudas grue-
sas, y estarse lo demás en la misma forma con todas las ex-
cusas que ahora representé á S. M., fueron otras como
V. E. habrá visto, y la mayor parte dellas que han respeto
á su derecho y á su servicio , por no ser conveniente que
tan presto entre hombre castellano á juzgar los merecimien-
tos de los portugueses, y destribuirles las mercedes y los
castigos; y por convenir mucho que en mi casa que es pú-
blica por razón de mi oficio, hallen donde reparar y comu-
nicar sus cosas y esfogar sus vanidades , porque de tener
ellos este refugio, resulta poderse encaminar lo que convie-
ne al servicio de S. M. en muchos particulares, y no le ter-
nian si el rey me tornase de abogado juez. Nuestro Se-
ñor etc.
468
Copia de carta de don Juan de Silva á S. M,, fecha en oc*
tubre de 1589.
Se lamenta de la información secreta que se ha mandado hacer
contra él, alegando en su favor los notables servicios que acaba
de prestar en Portugal.
Biblioteca NactoíiaL— Salude MSS.-—E 54, fol. 1,**
SEÑOR.
^xji Habiendo recebldo una carta de V. M. firmada de su
'mano, escrita en Lisboa á 9 del pasado, por la cual me ha-
ce V. M. merced de aprobar el cuidado con que le be ser-
vido, tuve juntamente aviso por un papel sin firma y por
una persona religiosa , de la información secreta que sobre
el mismo caso V. M. mandó tomar al corregidor desta ciu-
dad , la cual descubrieron en esta forma algunas personas
de quien se informó, porque no les cupo en el cuerpo la
admiración, y no ha bastado decir á V. M. que se manda
informar para hacerme merced ; porque en este reino no
hay menos vulgo que en otros, y todos saben destas cosas
aun mas de lo que les toca ; y asi no han querido interpre-
tar esto como suena, sino atribuirlo á la benignidad de
V. M. que se estendiese hasta los que tienen por culpados,
y discurren que por vía de corregidores no se examinasen
merecimientos sino delitos.
Esto, señor, hablando sencillamente con el acatamien-
to que debo á V. M., no pienso que ha convenido á su ser-
vicio; porque en los casos semejantes importan mas los ac-
cidentes que la substancia , y no es de menor inconvenien-
469
te significar la duda, que dejarla de averiguar, no siendo
yo acusado de haber agraviado á algún particular, como
se conjetura de mandar V. M. al corregidor que proceda
en secreto , pues no lo pide la justicia entre parles ; y si lo
soy de no haber procedido como debia, por muchas razones
parece también que podia V. M. tener por sospechosa la in-
tención de quien le avisó.
Primeramente no puede ser limpio el celo de escarbar
con daño de tercero lo que no ha menester remedio, como
en este caso que el negocio es acabado, y el inconveniente
no es venido; porque cuando yo fuera un hombre muy pru-
dente y ejercitado en mayores cosas, no me pidiera el mun-
do más de lo que aquí se hizo, ó faltándome en estas
ambas.
Dentro de ocho dias que llegué , tenia hecho en la ciu-
dad y en la comarca todo lo que V. M. me mand(); alistá-
ronse la gente y las armas ; ordenáronse los cabos á quien
hablan de obedecer; previniéronse las guardias y los avisos
á cada lugar de la parte á donde habia de acudir ; visitá-
ronse las personas que desto se habían encargado para sa-
ber lo que iban haciendo; túvose el ojo abierto con mucha
vigilancia sobre los hombres que podian ser sospechosos;
comunicóse al obispo por autorizar su persona, todo lo que
se le ordenaba.
Desembarcados los ingleses en Peniche, despaché por
tres partes á saber el progreso que hacia n, y reconocerlos
dentro en su campo, como se hizo en Torres Vedras, y
más particularmente en Lores. Ordenóse que en esta ciu-
dad se guardasen las puertas, y me trugcsen todas las car-
tas y personas que atravesasen de arriba y de ahajo. Man-
dóse rondar la ciudad todas las noches por un vereador ó
capitán. Júntelos en la cámara y en mi casa diversas veces
470
para persuadirles lo que habían de hacer y desengañarlos
de los temores vanos, y que no imaginasen que si entonces
me faltaban fuerzas, no me fallarian en la mayor adversi-
dad (que Dios no permitiría). Díles á entender las nuevas
conforme á la ocasión, sin mentirles ni declararles lo que
convenia que no supiesen. Tuve ordinaria correspondencia
con Pedro Bermudez; encaminé los socorros que bajaban
con toda diligencia; avisé á S. A. de cuanto pasaba, y
guardé puntualmente sus órdenes; advertí á los obispos de
Guarda y Viseo de lo que me pareció convenir al servicio
de V. M., y ambos tienen seso y confiesan que se hallaron
bien dello, y se apercibieron con mucha costa y diligencia
para acudir á esta ciudad, si yo se lo pidiese; alojáronse
2,000 soldados de don Juan del Águila sin rumor, y con
la menor opresión del pueblo que fué posible.
Esto es bueno ó malo lo que se proveyó ; lo que resultó
fué que en esta alteración de tiempos y de humores , no
hubo hombre que se menease, y todas las personas públi-
cas de mayor ó menor estimación y condición, sirvieron á
V. M. lo que les ordené, con la prontitud que yo podía de-
sear; y siendo la ciudad compuesta de diferentes jurisdic-
ciones y de gente privilegiada por diferentes modos , todo
esto estuvo conforme y unido ; y cuando parecía que podía
declinar la autoridad de las justicias de V. M., nunca en
tiempo alguno fueron mas obedecidas y respetadas. Y final-
mente, siendo Goimbra una de las ciudades de Portugal de
quien monos confianza se tenia , no hubo otra en el reino
que mas quietamente procediese, y la que se le igualare
habrá hecho cuanto basta.
Lo mismo sucedió en la comarca, porque en cada pue-
blo se encargaron las cosas á personas que dieron buena
cuenta dellas, y lo que se podría eslimar es, que siendo
471
Monlemor una villa poblada de gente rica y briosa, y que
aplican sus pasiones particulares á las opiniones que siguie-
ron en las alteraciones pasadas, y todo el año dan en que
entender á las justicias eclesiásticas y seglares del duque y
de V. M., todavía en esta ocasión estuvieron tan concordes
y acudieron á mí con tanta diligencia u-nos y otros, como
si nunca hubiera discordia ni parcialidad en aquel lugar,
lo cual me dio la vida para no obligarme á volver las espal-
das á Goimbra , que es lo que mas importó para tenerla en
freno; porque los hombres de juicio no temian los ingleses
que estaban lejos y embarazados, sino algún desconcierto
del pueblo fácil de inducir á robar los ricos, de que hu!)o
algunos indicios, que aunque salieron inciertos , no lo fue-
ran si yo me ausentara.
Si este efeto se consiguió por los medios que ahora se
ven, no sé cómo se justificará el celo de quien los habia
aprobado, no habiendo parte agraviada como yo imagino,
porque no es cosa que se encubre.
Demás desto, ha de ser muy sospechosa la mesma pes-
quisa secreta hecha de portugueses contra castellanos, en
materia del servicio de V. M.: que aunque no hay hombre
en Castilla que los tenga por tan seguros como yo, y me
aparto mucho desto de la opinión común, todavía aunque
este reino esté trabado con lo demás de V. M., no ha teni-
do tiempo de estar unido, ni es de espantar que no se sa-
tisfagan, porque este servicio sea tan puro y tan sin liga de
ctros respetos, para el cual no convenia que en Portugal se
desengañasen de la confianza que V. M. podia tener á un
caballero que le ha servido siempre y estaba acá heredado;
porque mientras creyesen que V. M. la tenia, podría ser ins-
trumento hábil para su servicio, y ahora parecerá á los es-
cuderos de Goimbra, que tengo la cabeza en sus manos, y
♦7«
que pende de lo que ellos testificaren, la opinión que V. M.
ha de tener de mí. La honra, señor, no es como la vida y
la hacienda , que perdiéndolas quedan servidos los reyes;
porque si se pierde, no queda el rey servido, sino el vasa-
llo inhabilitado. Y así certifico á V. M. que me duele mu-
cho mas este golpe, porque resulta en su deservicio, que
perla parte que me toca: que á mí bien me estaba la noti-
cia del mundo, que la edad mete en casa de cualquier ig-
norante, para no espantarme de nada y atribuir mis traba-
jos á mis pecados.
Suplico humildemente á V. M. me mande declarar lo
que han dicho de mí, que será el mejor medio para exami-
nar mis faltas, porque no lo pido para encubrirlas, sino para
confesarlas; y sea V. M. cierto que no le dirán mas verdad
los denunciadores, ni el corregidor ni los testigos. También
suplico á V. M. me haga merced de mandar romper esta
carta, porque no me basta el ánimo para no correrme que
se vea en algún Consejo.
Lo que V. M. manda (por lo que aviso al principio des-
ta) cerca del licenciar las personas que tenia ocupadas en
su servicio, y desistir de mi comisión, tenia hecho desde
que los enemigos se alargaron de Galicia. Nuestro Señor etc.
475
Copia de carta de don Juan de Silva á S, M.y fecha en
marzo de 1591.
Representa los incoavenienles que traería consigo la separación del
archiduque Alberto del gobierno de Portugal.
Biblíoieca Nacional. — Sala de MSS. — E 54, fol. 76 vto,
SEÑOR.
Yo vine aquí por suplicar á V. M. sea servido de¡to-
mar resolución en los particulares que contiene el memo-
rial que di á V. M. por el mes de enero, y he dejado correr
tanto tiempo por no importunar á menudo á V. M.
En esta conformidad hablé á don Cristóbal antes que
adolesciese, el cual me apuntó la plática pasada de ocu-
parme V. M. en Lisboa, que yo tenia por acabada, no tan-
to por las novedades que me han sucedido después, cuanto
por haber creido que V. M. no trataba ya de sacar al señor
cardenal de aquel reino, cosa en que tanto se aventura; y
que al respeto deslo importa poco mi despacho. Suplico á
V. M. humilmente sufra que yo le acuerde lo que acerca
dello me ocurre, antes de entrar en mis particulares.
Las consideraciones que se deben haber representado á
V. M. para sacar de allí á su sobrino, son dos ó tres: la
primera, que su gobierno no puede ser perpetuo, ni puede
ser que haya siempre oportunidad de poner allí algún prín-
cipe; y pues algún dia se ha de hacer esta prueba, no im-
porta hacerla luego, antes converná irla experimentando,
como sucede, para quitar ó añadir lo que convenga.
La segunda consideración para confirmar esta, es que
474
ya los portugueses han probado este gobierno de cualro ó
cinco caballeros, y así no les parecerá novedad estar sin
príncipe, ni mudarse el gobierno de uno á muchos.
Lo tercero que puede haber movido á V. M. es la ins-
tancia de su sobrino, y el justo sentimiento que puede te-
ner que se alargue tanto á su ausencia , por el deseo que
también terna de hallarse cerca de V. M. y de su madre.
Contra la primera razón se ofrecen tantas y tan urgen-
tes, que seria grande importunidad referillas. Basta decir
que no solo no es ahora buena coyuntura de sacarle, más
que es la peor de cuantas se han podido ofrecer después
que V. M. tiene la posesión de aquel reino.
Lo tercero que es el gusto del señor cardenal, y la ra-
zón que tiene de cansarse que aquel gobierno le dure tanto
tiempo, puede valer para todo lo que no es aventurar tanto
el bien público como se arriesga con su salida en la oca-
sión presente, y para limitarle ya el tiempo que allí ha de
estar, y para dalle todo el gusto que posible fuere en el
mismo gobierno, alargando la mano en lo que buenamen-
te se pudiera.
Atento lo cual parece claro que convernia persuadir
V. M. á su sobrino que se contente de servir allí dos anos,
por lo que importa al servicio de Dios y de V. M., al cabo
de los cuales podrá venirse; porque las cosas de aquel rei-
no con el tiempo estarán más asentadas, y las de V. ]\1.
con ayuda de Dios más enteras, y las demás del mundo no
es posible no hayan tomado asiento de una ó de otra ma-
nera, y de cualquiera terna V. M. más comodidad de orde-
nar las suyas, que en tiempo que están unas y otras fuera
de servicio.
Acuérdese V. M. que no hay tierra en el mundo donde
tanto efeto haga la presencia ó semejanza de rey, y que
475
esta sola salvó el reino de la invasión de los ingleses, por-
que refrenó las malas intenciones, y animó los hombres de
bien , y sin ser mas que sombra, hizo el efelo de un ejér-
cito poderosísimo.
No se deje V. M. entrar en nuevos cuidados mientras
tiene tantos, ni en obligación de crecer de costa y de pre-
sidios, y aun de tener de respeto socorros apercibidos, pues
por lodo esto suple la presencia y prudencia de tal sobrino.
Nuestro Señor etc.
Copia de carta de don Juan de Silva á S, M. , fecha en fe-
brero de 1593.
Mal estado de los presidios de Portugal por falta de recursos. — Pro-
pone el medio de pagar los atrasos al ejército.
Biblioteca Nacional.— Sala de MSS.-^E 54, foL 15. vto.
Yo me parto, y no puedo excusar de acordar á V. M.
en cuan trabajoso estado están aquellos presidios de Portu-
gal por falta de pagas. Todos saben lo que V. M. desea, más
allí que en otra parte, que los soldados vivan en buena dis-
ciplina y con toda conformidad con los de la tierra ; y tam-
bién se sabe la dificullad particular que esto tiene por el
humor de las naciones, y ser la portuguesa mas descon-
versable que otras, y que este fin no se puede conseguir,
si las pagas no andan corrientes; porque ahora se les disi-
mula, casi por fuerza, todo lo que puede causar desorden y
desobediencia. Muchos dellos piden limosna por la ciudad y
por las puertas de los monasterios, y muchos duermen fue-
ra del castillo y viven mal, y porque los suslenlan mujer-
476
cillas perdidas, se consiente. Estos también han de eampiar
y trabar cuestiones y revueltas, con que se disponen los
ánimos de los unos y de los otros á que se encienda alguna,
que parezca mas motín que pendencia. Yo vi allí algún
tiempo socorrerlos cada diez dias, y rematar la cuenta ca-
da tres meses, que era excelente orden. También vi pa-
garles cada mes, no quedando atrás de dos pagas arriba;
débenseles ahora veinte ó veinte y uno, de manera que Jas
tres que se han llevado, no se les puede dar en forma de
pagas, porque se las llevarían sus acreedores, y las venta-
jas se pagan en figura de socorro. Por una parte no se pue-
3e hacer de otra manera , y por otra escandaliza terrible-
mente á los soldados pobres, que no les toca casi nada.
Mucho desto van sufriendo, esperando que yo les he de lle-
var dinero; pero entralles en Lisboa un general nuevo con
ánimo de ordenarlos y disciplinarlos, y no llevarles un bo-
cado do pan , considere V. M. lo que esto les puede conso-
lar y alentar, y cuan imposible será que yo cumpla las obli-
gaciones y el deseo que llevo que sea V. M. bien servido,
y de no le causar molestias con las desórdenes de aquella
gente, lo cual no tiene remedio, sino haciendo remate de
lo pasado, porque cese la voz de veinte pagas tan escanda-
losas de deuda, y se vea que se les debe mucho menos ; y
desto podria ser que remitiesen alguna parte si la concien-
cia lo sufre, con que en lo de adelante se diese orden , que
se cumpliese puntualmente; y se podia sobrellevar lo pasado,
con darles dello una paga cada mes , hasta que se les aca-
base de pagar lo atrasado ; y creo que con poco dinero se
cumplirla esta paga atrasada, descontándoles lo que han re-
cibido cada paga. Yo he hablado al licenciado Laguna y á
los demás ministros de V. M.; todos aprueban esto, y nin-
guno da esperanza que me caliente de que lo podamos coa-
477
seguir. Este recuerdo es lo último que me queda por hacer,
y quisiera mucho excusarlo por no entrar á servir cansan-
do á V. M., á quien guarde Dios etc.
Copia de carta de don Juan de Silva á don Cristóbal de
Mora, fecha en Lisboa y abril de 1593.
Da cuenta de su llegada á Lisboa. — Dice que ha puesteen libertad
á don Gabriel Niño. — Necesidad de socorrer prontamente al ejér-
cito.— Para que informe del mal estado en que este se encuen-
tra, envía á la corte al sargento mayor, Martin Ribera,
BihUoteca Nacional. —Sala de MSS.—E 54, foL lo. vto.
Soy llegado de tres dias y he hecho mil cosas. La pri-
mera , acompañar al señor cardenal que fué á visitar los
navios de don Francisco Téllez, y aprendido de S. A. el
nombre propio de cuantos palos tiene una destas naos deba-
jo de cubierta, Acordóseme el rey don Sebastian, que haya
gloria, que no sabia la mitad, y creia que no ignoraba na-
da. La segunda fué, soltar á don Gabriel Ñuño sin orden,
porque la que vino no era para mí ; más aunque no hubiera
ninguna lo hiciera, de miedo que se me muriese en la jaula
de coraje, como un rinoceronte. Parecióme muy bien lo que
allá se ordenó cerca desto, con que no me lome V. S. la pa-
labra de juzgarlo siempre así.
No pudiera yo adivinar cuan acertada habia sido la
elección de mi persona para este cargo, hasta que vi y to-
qué con la mano (y aun con el corazón) la hambre de los
soldados; y porque ahora entiendo que por necesidad soy
k cabeza natural de este cuerpo, mas porque los otros
478
miembros sufren menos la hambre, suplico á V. S. por ser-
vicio de Dios y del rey, la haga luego socorrer, y si no lo
hiciere, crea que no se ha confesado dignamente, porque
este es el mismo caso sin duda del que se escribe : Si non
pavisti, occidisti.
También imagine V. S. que Dios los enfrena, porque
cayéndose de hambre, se pasean por las plazas llenas de
pan y de lenguados frescos, sin hacer movimiento alguno,
y no puedo yo esperar ni otro alguno que esto dure y que
no se desenfrenen, á lo menos el dia que desconfiasen del
socorro ordinario; porque la misma razón que digo ar-
riba, que quien se lo niega, peca, no pecarán ellos si lo
toman. Y porque estos argumentos de papel no son muy
eficaces, envío á Martin Ribera, sargento mayor de entre
Duero y Miño, que entiende bien como está lo de acá y lo
de allá, para suplicar á S. M. y á V. S. provean aquí al-
gún socorro con los correos , que en letra no nos servi-
rá si tiene dos dias de dilación, y terna quince, porque
aquí he puesto suma diligencia en buscar seis mil duca-
dos para el socorro de quince dias, y no ha sido posible
hallarlos con cuanto crédito hay en Lisboa ; y hoy me
han dicho que andaban los Ximenez á buscar mil , sin po-
derlos descubrir. Bien veo que llegará este soldado allá in-
tempestivamente miércoles ó jueves santo; pero el mismo
miércoles se acaban los quince dias para que se les ha da-
do socorro, y no teman pan y agua para Pascua. Debe ser
cosa de bisoñe tener entrañas de carne; mas quien esto
viere , no me culpará , y venga dinero y vengan ingleses.
Estando escribiendo esta ha llegado el correo , y trae
bonísimas nuevas de la mejoría de S. M. , que es gran co-
sa. Con él he tenido una de V. S. con que me he alegrado
mucho. Buena memoria tiene V. 6. si se le acuerda de
479
cuando no era necedad hablar cortesanamente con los prín-
cipes: acabóse aquel estilo, y escureceránse los semblantes
de los ministros, clérigos y legos.
También espero yo que se contentarán los enemigos
con robarnos el mar y defendernos la tierra sin apearse en
España; y si el conde de Fuentes ha de defender esta, yo
ayudaré á defender otra fuera de Portugal por no estar
ocioso.
Las lanzas de Torrova y Argamasilla estarán al punto,
y don Alvaro también.
Fué acertado estrechar por ogaño el número del bata-
llón de Portugal, y apercibir solamente las marinas, porque
el tiempo y la esterelidad y la falta de armas no sufren
otra cosa.
La mar anda cuajada de ladrones, y han tomado un
par de navios de Vizcaya, gruesos, uno dellos bien carga-
do de hierro y mosquetes , de que tenían menos necesidad
que nosotros. Importa mucho que el adelantado desembara-
ce el paso de aquí al Ferrol , si quiere ser bien proveido.
Torno á decir á V. S., que es muy espaciosa manera
de enviar dinero á Flándes, labrando aquí la piala; porque
lio darán dos mil ducados cada dia, y esos hemos gasta-
do esta semana en templar los fuelles para comenzar la obra
que viene; porque corre tan poco el oficio que todo está
desapercebido. No me quiero alargar á más, por no ser pro-
lijo. Nuestro Señor etc.
480
Copia de carta de don Juan de Silva á S. M,, fecha en abril
de 1593.
Trata del proceso formado contra el auditor general de la gente de
guerra. — Escasez de recursos y mal estado del ejército de Por-
tugal.— Propone algunos arbitrios para remediarlo. — Ensayo que
se ha hecho de un invento militar de don Gerónimo de Borja.
Biblioteca Nacional. — Sala de MSS. — E 5i, foL 73.
SEÑOR/
¡Después de haber despachado al sargento mayor de
Oporto, y avisado de lodo lo que aquí corre, recibí la cé-
dula de comisión de V. M. para averiguar los capítulos que
allá dio el que hace oficio de fiscal contra el auditor gene-
ral desta gente de guerra. Ya tenia avisado del rodeo que
hizo este despacho, y del que fué causa de la tardanza: no
la habrá en tratar el negocio, el cual he suspendido por es-
tos dias santos, por enterarme entretanto de la persona que
puedo tomar por asesor, que habiendo de ser portugués for-
zosamente, por falta de castellanos que tengan las salidas
necesarias, será menester escogerle con tiento, tanto más
por haber tenido el auditor en estas audiencias negocios pro-
pios y pesados en nombre de su mujer y de las hijas del pri-
mer marido. Gomo pase la Pascua , entenderé luego en ello,
aunque no sé cosa para que yo sea mas impropio que para
juez de residencia.
Llegó el dia del aprieto en que habían de ser socorridos
los soldados deste castillo y de su ribera, y fué para mí
grandísimo, porque tuve por cierto que no hallaría reme-
dio, como lo avisé á V. M., y hube de echar mano de 3,910
48i
ducados que hallé vivos de la consignación de las islas, pa-
ra rehacerlos del primer dinero que V. M. fuere servido de
mandar proveer. Otros dos mil* tomé á cambio, que no sé
cómo los hallé. Con esto pasarán lo que resta deste mes,
confiado que al principio del que viene habrá ya V. M.
mandado acudir á una necesidad tan urgente, y de calidad
que no la remediando, se aventura mucho de su servicio.
Luego se acudirá á lo de entre Duero y Miño, como V. M'.
lo manda con mucha razón, porque aun está peor que lo
de aquí.
Pasada la Pascua, daré una vuelta por estos castillos,
como V. M. manda, publicando como es verdad que así se
ordena, á los que vienen de nuevo para que no se alteren
los portugueses, que de cualquier cosa que ven , infieren
muchas de lasque desean ó temen, especialmente en esta
sazón de la primavera, que brota humores como yerbas, y
no desayudan á ello las cartas de Madrid , que traen harto
desto. »ín'jbitíOfi iiu 'juíj h'h
Estas tres compañías de caballos son la sustancia de
las fuerzas que aquí tenemos. Vánse agotando si no se ce-
ban con algunos caballos y soldados. En las dos de los gi-
netes faltan treinta hombres y cincuenta caballos. La de ar-
cabuceros tiene también muchos á pié; los unos y los otros
se debían encabalgar en Castilla y con brevedad, y es lás-
tima que por poca cantidad de dinero se consuma el caudal
inútilmente, y que ya que es poca gente, no esté cabal y
á caballo. V. M. sea servido de mandar que esto se provea
con resolución y brevedad.
El maese de campo holgaría que viniese, porque estan-
do don Gabriel de paso, y puesto el cuidado en otras cosas,
no puedo atender á las de aquí, como conviene.
El hospital que aquí tenemos está tan necesitado, como
Tomo XLIIL 51
482
Sfídejavcr, fallátlolc el cabo que le aümcnla, que es la mis-
ma paga de los soldados. GobiérnanJe unos buenos hombres
de aquella hermandad, que llaman de Juan de Dios, y quié-
rcnle desamparar. Ks forzoso que se lome algún espedien-
te, para que no cese obra tan pía y necesaria. El que me
©curre es, que Y. M. le lUcandase proveer por su cuenta, y
los oíiciales del sueldo apliquen para la hacienda de V. M.
Jaique se descuente á ios soldados para este efeto.
„ También , dicen, que si V. M. fuese servido de aplicar
á esta obra los sueldos corridos de los que mueren abintes-
mplX^G los que huyen, se podria sustentar y seria medio
suaye.y de gran servicio de Nuestro Señor. V. M. será ser-
vido de considerar lo uno y lo otro; y en caso que estos
medios no se aprueben, sie molienda que fio se puede excu-
sar de buscar alguno* . .n ' !í ! i '^^ '-^'\ JuJíi!
Don Gerónimo de Borja hizo la'prueba de la muralla en
upa pared de argvimasa de seis palmos de grueso: no le
sucedió bien por un accidente, pero bien se deja entender
que la derribará aunque sea mas gruesa. Quiso hacer una
batería de doce pies, y para esto le arrimó una vara alia
dol suelo tr^es iporteretes (que llaman pétales) de bronce y
bien .gruesos, que ternian de boca como dos veces «na na-
ranja , y cabado en la pared con un taladro »«'Uy fuerte, los
melió cerca de un palmo dentro ; y aunque les dejó las cuer-
das de un tamaño, llegó el fuego mas presto al petal que
estaba, eotned 10, y derribó los otros sin tomar fuego, y líi-
?o jgraA,m.ovimiento en la pared sin derribarla. Tornó á en-
trar y derribó los otros dos, y arrimólos á la pared sin quQ
enlrasea dentro delta j porque el primero habia deshecho los
agujjeros, y así no pudieron hacer tanta fuerza, como hi-
cieron de principio, y con Ipdo abriera la pared y tembló
de, manera, que con una coz se derribara. Estos tres instru-
, .: • ..íu.iA m^'' ■
483
mentos, con los aparejos para aplicarlos á la muralla y co-
menzar á romperla, podrán llevar tres hombres. Tardase
una hora buena en disponer las prevenciones para hacer el
efuto, y la pieza de acero con que barrena la muralla, ha-
ce la obra con rumor que se oye quince ó veinte pasos. No
dejará de ser cosa ingeniosa y fácil , según el cfelo grande
que podrá hacer ; mas no sé cuanto nos aprovecharía por^
la tardanza y por el ruido; haciéndose debajo de algún re-
paro de manta ó cosa semejante, hará gran eft;to y muy
breve, mejor que hornillos y que otras máquinas ordi-
narias.
Las dos pruebas que ofrece de desalojar la armada y de
tirar el canon con tres caballos, son las que parece que
más podrian servir. Vea V. M. si es servido de que las ha-
ga, y acabaremos de entender el fruto que desto se puede
sacar. Nuestro Señor etc.
Copia de carta de don Juan de Silva a S, M., fecha en
abril de 15"^^.
Advierte lo mal pagado que está el ejército de Portugal. — Temo-
res de que los ingleses hagan un desembarco en las costas de
aquel reino. — Necesidad de galeras y caballos para rechazarlos.
— Falta de gente y de pólvora en los castillos. —Propone varias
medidas militares.
Biblioteca Nacional.— Sala de MSS. — E 54, /bM15.t;ío.
Señor: Aunque tuve aviso con el extraordinario que vi-
no esta semana, que V. x\I. habia mandado se diese orden
á socorrer esta gente, torno á significar á V. M. la extrema
necesidad que padece, y que habiéndose h^ürdo los seis
484
mil ducados del socorro pasado, reteniendo letras de las is*
Jas y tomando parle á cambio, no sé qu^ remedio puede
haber, si de allá no se provee para hacer el segundo socorro
de hoy en seis días, que entonces se cumplirán los quince
que corren desde el viernes santo; y pensando valerme de
diez mil ducados que el señor cardenal tomó prestados de
Bernabé de Pedroso, se ha S. A. desengañado de que no
se los puede volver para este efeto, mas tampoco mandarle
cumplir la diclia cantidad en letras de aquí á dos meses, so-,
bre las cuales se hallará el dinero con poco daño; y así no
sé que expediente se tome para no echar mano de lo que be
de enviar entre Duero y Miño, babiendo allá mas necesi-
dad que aquí;. y esto es cuanto al aprieto presente.
Lo de adelante, no dudo que V. M. lo mande acomo-
dar, porque esto no se acabe. Ya en Madrid apunté á V. M.
que, pagando bien lo porvenir, se podia componer lo atrasa-
do haciendo remate, para quitar la mnla voz de tan grue-
sa deuda, pues no lo es tanto como suena, dándoles algu-
na cosa á cuenta della sobre sus pagas ordinarias, aunque
no fuese paga entera; y para sentirse menos, me parece
que bastarla si les han de pagar cada mes , pagarlos cada
25 días, con darle§ un par de pagas de lo pasado, con las
cuales y con los dias que fuesen ganando, quedarían breve-
mente y con suavidad satisfechos. V. M. ordene lo que fue-
re servido, acordándose que estos medios y cualesquier
otros se dificultan con su dilación de manera que se impo-
sibilitan.tf .jov v*^ •^— ^^^^
Júntase á la necesidad de acomodar esto, la sospecha
que se puede tener que los mil infantes que V. M. manda
venir de Aragón, no lleguen acá por la fama que corre de
la hambre que aquí pasamos; y aunque vengan de buena
gana, llegarán bien larde (si pudieren ser menester) ; pues
485
aquí iio se tiene aviso que sean partidos, y liahiau de gas-
tar cuarenta dias en el camino.
Llegando á esta materia, parece forzoso acordar á V. M.
que nuestra misma flaqueza nos podria echar ios enemigos
á cuestas, aunque tuviesen otros fines cuando comenzaron
á armar, y que nos hallamos reducidos á su voluntad, si
no los detiene el respelo de no acabar de declararse contra
los portugueses, el cual podrían perder desengañándose da
no poder hacer pié en el reino, contentándose de quemar y
saquear lo que dejaron en pié la vez pasada, y lo que mas
fácilmente podrían hacer entre Duero y Miño ; y que los te-
nemos tan cerca , que al aviso de su llegada á nuestra cos-
ta podrían traer ellos mismos, y que esta por ventura se-
ria la mas breve y la mayor diversión que podrían hacer
á los intentos de V. M.; y que llegados en estos términos y
en esta sazón del año , consiste la defensa en galeras y ca-
ballos; pues ningún otro socorro podria llegar á tiempo, ni
prometernos en el estado que nos tomarían, de hacérsele gas-
lar entreteniéndolos. Suplico humildemente á V. M., que
no se lie tanto de las conjeturas de que no cargarán á esta
parte, que por eso deje de acudir á reforzarla por estos me-
dios, que son los mas prontos y los mas seguros.
Sé que están los castillos (aunque no ios he visto) sin
gente ni pólvora; porque teniendo poca, se les ha tomado
alguna para la armada , la cual también vaciará de armas
el almacén , de suerte que no podemos tener recurso á le-
vantar gente portuguesa, no teniendo con que armarla; y
así viene á cargar todo sobre los hombros de ochocientos
soldados, los cuales se habrían de repartir en la guardia ó
defensa del castillo desta ciudad, encomendándola libremen-
te á los mesmos naturales, y saliéndome yo con los caba-
llos que tuviese, y con los infantes que pudiese encabalgar.
486
y con algunos caballos portugueses, á dar dislorlm á los ene-
migos y acortar caminos, haciendo oficio de foragidos, por
no poderse hacer de soldados.
Si las tierras y señores de Extremadura tuvieran gente
alistada, y modo de poderla armar, como algunos han di-
dio (aunque no lo he creido), fuera muy bien mandarla jun-
tar, y venir y rehacer della las compañías que aquí tene-
mos tan deshechas, y hacer algún golpe de infantería. En
esto también mandará mirar V. M., haciendo el fundamen-
to (como arriba digo) en mandar venir galeras y alguna
caballería con toda brevedad ; y por fin desla plática , sea
V. M. servido de persuadirse, que si no tuviere aquí tres
mil soldados efectivos y quinientos caballos, y ocho ó diez
galeras, y los castillos con la gente que les toca, y provei-
dos, como conviene, de municiones y vituallas, que está Lis-
boa y su comarca aventurada á cualquier invasión maríti-
ma , como un casar de Berbería ; y cuando se defienda de
los muros adentro, todo el resto está en peligro; y la mis-
ma fortuna corre y aun mas peligrosa , la parte de entre
Duero y Miño, sí faltan de allí otras ocho ó diez banderas,
con estar el castillo de Viana bien fortificado y proveído; y
las dificultades que á esto impiden, sean de gente ó de di-
nero, debe ponderar la de la defensa deste reino, y la re-
putación de toda España, y la consideración de los daños
que pueden seguirse unos tras otros, que Dios no per-
mitirá. I Oii í^U,
Sea V. M. servido de mandar al maestro de campo,
que se apresure á venir, y la misma priesa se debe dar a
la genle de Aragón, que aunque partiese hoy, no llegará
aquí por lodo mayo.
El veedor general también hace falta , á lo menos á es-
tos aprietos de dinero, porque tiene crédito y buena maña;
487
y si para hacerlo es necesario su persona, mis lo será p;\ra
distribuirlo. Nuestro Señor guarde etc.
Copia de carta de don Juan de Silva á don Cristóbal de
Mora, fecha en mayo de 1593.
Le da las '^fabiás p6r la parte que ha tenido en la provisión de las
pagas que se le han enviado.— Intercede á favor de don Bernar-
. diño de Zúuiga, para que se le satisfaga lo corrido de su entre-
tenimiento.— Don Gabriel Niiíp.; , -^
Biblioteca Nacional-^SaJa de MSS.—EM, foL 46 vio,
ííi 'lí3[fi<i
Ninguna duda tenga V. S. de que me favorezca mu-
cho con sus cartas: de que con el número les iré perdiendo
el miedo, tengo yo alguna.
Búrlase V. S. de mis fieros, y dame la cuerda 'tóga
pra gastar pólvora cuando me vaya, porque la salida no-
está ya en mi mano. No debe acordarse V. S. que tiene és^-'
ta puerta dos postigos: uno de la muerte del que pide la
licencia , y otro de los que volareo que no se la den; pero
el que yo espero hallar (si Dios me alarga un par de años
la vida) es de vuestro favor y el de la razón que debe mo-
ver á S. M. á que sea servido de aposentar inútiles.
Fuera deslo, que nunca hablo en ello burlando, beso á
V. S. ia^ manos mil veces por la provisión déla paga des-
tos dos meses, y por la esperanza que otros me dan que
se cwitinuará adelante. Con menos que esto, me obligaré
á pagar las letras de la Tercera. Muy bien es que esto esté
arrecaudado por este año y por los otros, y también lo
es, que de no estarlo, eche V. S. la culpa á los conse-
48S
jeros (si eslo bastase para que se la echemos toda) ; mas
no falta ya quien los descarga en parte.
Mi duda de la jurisdicion de las galeras se fundaba en
parecerme que no la tiene el cardenal ; porque hablando con
libertad, S. A. es puro teniente de Gutierre de Arguello,
y cuando se corre de hacer lo que le ordena, remíteme los
memoriales, y los oficiales del sueldo andan que no saben
en que ley viven. Las galeras son dos, y yo prometo á V. S.
que aunque sean treinta , las quiero más así por tener me-
nos cuidado; y también sentiré mucho que se vaya el car-
denal, como allá dije siempre; y así me desconformo en esto
del parecer delconde de Fuentes.
Voy habiendo menester el consejo que me dais , de tra-
bajar menos. Hé miedo que no acierte á hacerlo, porque
tengo todavía acero de bisoñe con sola queja de viejo; más
sin duda ninguna yo no puedo acudir á todo con efeto,
acudiré á la mitad en apariencia.
Fina debe de ser la pólvora de quien ha descubierto la
limpieza de las raposas. No estoy yo muy fuera de enten-
derlo así. ifiLfOjíi üJ
Mucho me obliga V. S. éon la memoria que me hace
de mis hijos. Ninguno desea mas que los suyos sean bue-
nos, y pocos se consolarán mas presto con que lleguen á
ser razonables. El que traéis allá apartado de los otros, me
voy confirmando en la opinión de que es el mejor. Los de
V. S. guarde Dios, y le dé otro par tales como el que vi
cuando vine, que me pareció muy lindo y muy robusto. Acá
tengo un clérigo merecedor de cuanta pensión le negasteis,
y otro que quiero acomodar por la Orden de San Juan, y
tengo duda si será por esta lengua ó por la de Castilla: V. S.
me aconsejará.
Iluélgome que no me jjicabe ¥. S. de qatcnder el precio
489
(le sus cartas, pues piensa que pueden andar sobre los bufe-
tes aunque sean mil , porque todas las tengo en el cajón de
las cartas de amores.
No hablemos en dinero que es materia muy seca. Plu-
guiese á Dios que yo pudiese desechar la piedad de bisoño
para las cosas que no están en mi mano. »'>^ 'mp ?{\\ h
El cuidado que V. S. terna de que no se pierda esle>
reino tenia el año de 89 , cuando me escribió que le dijese
de que habían miedo los portugueses.
El maestre de campo no es llegado ; y si él tiene las
partes que don Diego de Córdoba me ha escrito, bien pue-
den don Alonso de Sande y don Juan de Urbina echarse en
remojo.
No me espanto que don Alonso de Vargas se defienda
de dar soldados si aspira á conquistar.
Yo visitaré la obra de V. S. por el humor de arquitecto
que tengo, la cual he visto de fuera, pasando á Belén, y me
pareció cosa magnifica y que terna otro tanto y más de
útil.
Estos Consejos de Portugal me gastan el tiempo y me
gastan la salud, y sirvo bien poco en ellos. S. JVl. , andan^'
do el tiempo, espero me hará merced de que no esté yo
obligado á tomarlos á destajo.
Don Bernardino de Zúñiga me pide que interceda coii
V. S. para que se le pague lo corrido del entreteniíniento*
de que se le hizo merced en la reformación pasada. Alega
que ha servido mucho, y que no se le ha hecho ninguna,
y que esto se ha hecho con otros que lo han pedido; y él se
halla aquí donde podrá ser de provecho si viniese la oca-
sión. V. S. me haga merced de favorecelle: que en ello la
recibiré yo muy particular.
\m^ Prada escribo que me consienta hacer buenos cua-
400
tro meses y medio de don Gabriel Niño, que estuvo allá con
licencia. Mande V. S. que se haga y favorezca á don Ga-
briel, porque le han sucedido muchos disgustos unos Iras
otros, y es hombre muy honrado, y tenia muy ganada la
voluntad á los portugueses. No tengo envidia, si no llueve,
álos que van á Aranjuez, ni al cardenal que va á Salva-
tierra. Nuestro Señor etc.
Copia de carta de don Juan de Silva á don Cristóbal de
'6»<{ i^0Í(í ,' Moray fecha en mayo de i 595.
Da aviso de como llegaba á Lisboa cie.rta fuerza que esperaba. —
Muéstrase sentido por no habérsele dado el dinero y la pólvora
que se le liabia ofrecido. — Fallecimiento de Pedro de Alcazoba.
ninAinipii? ftb^Onííííí íí> 'íoq ? .1 ^íb fiM(lí>
Biblioteca NacionaL-^Sala de MSS. — E 54, {ol. 177 vio,
A diez del presente no sabia V. S. que teníamos laft-^
tos millones de oro en salvo, y á 12 saldría deste cuidado.
Con razón apretaba á todos la indisj)osicion de S. M. , que
(por ligera que sea) le dará, á todo el mundo; más pare-
ce que hubiera de apretar como suele, si hubiera ya antici-
pado la íiebre y la agg,^e;í^^ tl^,¿(?J,Qr^jGw4r.dfi()psIe Dios co-
mo conviene. A^lrvv) ní 'íni^fv? '^^^ tí<rn r
. íiiií^s mili infantes se acercan), y el adelantado escribe de
Lagos. Uno y otro es muy conveniente, porque aunque yo
también sospecho que los enemigos no cargarán, aquí las
mas veces cargan dende no les esperan, porque es la cosa
en que mas cuidado ponen. Estaba una señora en un lugar
de la frontera de Picardía (no sé si era en Guisa ó en la Fera)
cuando S. M. juntaba el cjércit-o. con que entró en Francia,
491
(y era paricnta del condestable) y envióle a decir que le
aconsejase en cual de aquellos lugares estaría mas segura
del ejército del rey de España. Respondióle el condestable
que se pasase á San Quintin , porque era el que menos sos-
pechaba que había de tener trabajo. Fuese allá la pobre mu-
jer, y parió al ruido de los cañonazos. Lo mismo puede acon-
tecer agora y siempre.
Mandóme S. M. que inviase por quinientos quintales
de pólvora á Ayamonte: invié á diez personas por ella, y
busqué 600 ducados que llevasen. No habia sombra de pól-
vora: burló de mi el adelantado con la mayor razón del
mundo, y no me corrí tanto desto, como de haber avisado
á los castellanos de la provisión que á cada castillo se invia-
ria, y escrito un gran capitán á S. M. sobre ciertas basijas
de invención para tenerla mejor guardada. Y aunque ha-
bia entrado aquí otra partida de 500 quintales, que el car-
denal mandó distribuir en servicio desta corona, no se po-
día presumir que eran los mismos, porque S. A. los pidió
allá y avisó del recibo días antes que S. M. me escribiese
que inviase por ellos. Verdad es que en esos consejos debe
hacer tanta costura, que el peso de 500 quintales no carga
á ninguno.
Lo del dinero pensé que era mas cierto, porque me avi-
só Prada que no tenia el comisario que hacer más que con-
tarlo y traerlo. Todavía invié una persona que se lo ayuda-
se á contar, y este me cuenta que no solo no está cobrado,
pereque ni aun debido, porque no eran llegados los plazos,
y así dará consigo en junio la paga de abril, y la debere-
mos toda. Mire V. S. que fastidioso miaislro escogió, pues
no me dura la satisfacción que mostré tener en las cartas
pasadas de un correo para olro. Lo que hace al caso es dar-
nos plata de la Tercera: que no por eso faltaria al licenciado
492
Laguna materia en que gastar las alcabalas de Extre-
madura.
Creo muy bien que hace allá gran calor, porque no le
be yo visto mayor aquí del que agora pasamos, y tenemos
los panes perdidos y la hacienda de mi hijo partida por me-
dio este año, porque suele valer dos tantos; y así seria bue-
no excusar la jornada de Toledo, y todas las que alargaren
el camino de San Lorenzo.
Al fin acabó Pedro de Alcozaba. Llévelo Dios al cielo.
Vivió mucho y muchos años. Hago esta distinción, porque
no perdia tiempo; y murió de enfermedad aguda, como mo-'
zo, con sangrías, y purgas y ventosas. Conoció familiarmen-
te cuatro reyes, si no alcanzó á don Manuel, que debió al-
canzar, que entonces seria cinco, sin dos gobernadores
, también príncipes, y la reina que se me olvidaba; y así no
debe haber ministro en el mundo, que mas tiempo haya asis-
tido á los Consejos y al manejo de las cosas de Estado; to-
das las cuales importan menos que la menor de las que
habrá visto en tres dias que hasta agora ha hecho de au-
sencia. I^^uestro Señor etc. — De Lisboa.
í^ §ií*a mi «í»ki im p DOC* .íifc^.iííÉaq ^ !•>
Copia de carta de don Juan de Silva al licenciado Laguna^
fecha en junio de Í^^Z, ' '' . , ■ .
Pide que se le mande algún dinero con que poder socorrer el ejér-
cito, , .
^2^//o^^cfl iV^ado7iúíL~5¿/?a ífe Í/S5'.— ^ 54, /bZ. 13.
El tener tan precisamente necesidad del favor de V. S.
me ha hecho tardar en hacer esto, porque no se persuadirá
que rae mueve á ello el deseo de entender si hay algo en
495
este reino que yo le pueda servir; y mejor será la duda
cuando la hambre nos aprieta tanto, como V. S. habrá en*
tendido del sargento mayor Martin de Ribera. Todavía
quiero tener ánimo para emprender lo uno y lo otro, supli-
cando por una parte á V. S. se sirva de mí con mucha con-
fianza de mi buen deseo, y por otra favorezca la causa desta
pobre gente de guerra, para que efectivamente sean pa-
gados de aquí adelante, porque con esta dieta de los socor-
ros no se pueden ya sustentar. Bien veo que cuantos millo-
nes de oro hay en la Tercera, no es bastante á henchir los
ojos que están abiertos, y que en cada parte se esfuerza
quien pide el dinero á probar que la necesidad es mas pre-
cisa; mas también sé, que si V. S. se inclinase á remediar
esta, tiene ahora la ocasión en la mano, con hacer un poco
de esfuerzo á librarnos una m^ediana cantidad en estas fra-
gatas, para rematar la cuenta con esta gente, presupues-
to que para lo futuro se dé orden de manera que no haya
falta.
En ninguna parte hay tanta carestía, y en todas tienen
los soldados mas ayuda y mas medios de entretenerse, y
aquí es donde seria mayor inconveniente que la necesidad
les forzase á hacer desórdenes, y donde S. M. terna mayor
sentimiento que suceda. Todo esto se persuada V. S. que
es verdad palpable, dicba sin ningún encarecimiento, aten-
to lo cual torno á suplicar á V. S. despache á Marlin de Ri-
bera, asegurándonos á él y á mí lo que aquí le suplico.
Nuestro Señor etc.
49 i
Copia ck carta de don Juan de Silva á don Cristóbal de Mo-
ra, fecha en agosto de i 593.
Anrmcia 1a próxima partida del archiduque Alberto, y el descon-
tento de los portugueses con este motivo.— Dice el mal efecto
que ha cansado en algunos su nombramiento de mayordomo ma-
yor.— ^Encuentro de una nao española y de unos navios alema-
nes en las aguas de Lisboa.— Pide que se le envíe alguna suma
de dinero.
Biblioteca Nacional.Sala de MSS.—EM,foh 59v/o.
'He dado en seco este sábado; porque me hallo sin car-
las de V. S. TaiTibien pudiera excusar de escribir yo ahora
por falla de materia. Después de mañana se va el cardenal,
y no sé cierto cómo se ha de vivir aquí. Deseara yo mucho
llegar tres meses después de su partida , por no ver el co-
mienzo desta mudanza, y que fuese ya pasada la ocasión
de las apodaduras y buenos dichos que enfadan ya, porque
no se oye otra cosa , ni se deja caer pelota. Quisiera más
salud ó que esta poca no se disminuyese muy aprisa , como
lo va haciendo. Después creo que me verné á contentar con
menos, de miedo que me acabe esta representación la vida.
Ya se suplió aquella gran falta de regimiento, que no
se habia acordado de prohibirnos que visit¿ísemos, no se
])rohibiendo á ningún virey. Espantábame ya una ley de
laníos cabos que le fallasen menudencias; yo á lo menos
dispensado estoy , porque me toca reconocer la ciudad por
de dentro y por de fuera.
Oran cantera se levanló con este mi oficio de mayordo-
mo mayor, y cada dia importa menos, y aun ya no nada;
porque para despreciarme la gente, bastó comenzarle, y
495
para dejarlo de liaccr también bastará cansarse de baberlo
hecho; porque ya la semana pasada clavaron papeles y
pasquines á mi puerta, como si no supiera yo responder en
metro.
Ayer lodo el dia, desde que amaneció, tuve una ocupa-
ción sobre otra. Las de la tarde fueron tres: una de acom-
pañar á don Juan Pereyra ; otra de ir á reconocer una pared
que habia de derribar con sus conjuros don Gerónimo de
Borja; otra de irá enterrar á doña Felipa de Villena , y la pos-
trera de consultar al cardenal cincuenta ósesenta peticiones.
Cené á las doce, y desde aquella hora hasta las cuatro tuve
tres cartas y cinco correos de los alcaides de Belén hasta
Cascaes, y otro de don Luis de Castro, que son seis. La
sustancia era que aquella nave de F'ernan Téllez que llevó
don Francisco Coloma, tornó y dio fondo un poco fuera.
Venian ocho navios alemanes, no saludaron ni respondie-
ron, contenlcíndose con hacer la cortesía de amainar un
poco las velas. La nao pensó que eran ingleses, y comen-
zó á tirarles. Por lo mismo pensaron que ella lo era, y el
castillo entonces, por ayudarle, comenzó á cañonearlos, y
antojóselcs que tiraban cá la nao, y entretanto un correo y
otro que me despertasen (i). A las cuatro me determiné de
enviarle las galeras de soldados; quiso Dios que amaneció
y quedaron amigos y desfondados los barriles de la pólvo-
ra, y yo tornando á madrugar para hacer mercedes, porque
acá las luiccmos el sábado, y hubiéranse de hacer en dias
de ayuno, porque no hay con ellas para cenar. Entre ellas
se hizo una bien limitada al alférez Gonzalo Vázquez de Az-
peitia, que fué cautivo con el rey don Sebastian. Suplico
(1) Así el MS., debieii'lo decir:/ entretanto enviaban un correo
y otro etc.
496
á V. S. se despache allá sí posible fuere eon brevedad la con-:
sulta. Dicen que fué de aquí á siele del presente; ya será
llegada si no camina más despacio que el catarro, ym^rm^i
Corróme y cansóme de escribir siempre á V. S. y á'st»
consortes de una misma manera, pidiendo dinero y más
dinero. Hágome doliente del marqués de Ma (1) á quien
atribuyen los que se quieren hacer pláticos , que no pe»
día otras golosinas para la guerra; y cuando no venga,
yo me doy por obligado con solo el ofrecimiento que V. S.
me hace de solicitarlo. Un espía me ha dado aviso hoy
de dos lelrillas de la Tercera, que tiene Bartolomé Calde-
ra, sobre los oficiales del sueldo, y decíame uno dellos
hoy que la una desias letras ninguna dificultad tenia ni
achaque para no ser antepuesta á las demás , por las cir-
.cunslancias de anterioridad y oirás tan jurídicas, que se
debe pagar á ojos cerrados, sin acordarse cuya es, y piensa
el lx)l)o que ha de salir con pagar á V. S. muy á su gusto,
y con opinión de recio.
De ja privanza de don Manrique no haga V. S. mucho
caso; y guardaos de don Diego, que me dijo un astrólogo
que habia de ser privado del rey, y alegróme más el pro-
nóstico, porque alcanzase S. M. á hacerle de su Consejo,
por lo que á él le importaba la privanza.
Ya me voy persuadiendo que no me buscarán los in-
gleses, no porque no podrán venir, sino porque me iba ale-
brando que viniesen, que es afecta de muchacho ó de ca-
duco, i'^ ^imii9 ^ií;q 8f>lí*) uoO'TRii <ift5»pi«M| ífOmi -r. ob
Hasta aquí se escribió antes de las díéz, y entonces me
envió el cardenal á don Luis de Avalos, que me tocó una
(O Así en el manuscrito, donde hay un claro después ile la síla-
ba Ma.
407
el aviso que envió á S. A. un juez de la Pedernera, de dos
navios gruesos de enemigos, que dieron fuego á otros pocos
de los nuestros en aquella playa; y para acudir á esto, co-
mo V. S. lo verá por la carta del rey, he gastado la noche
hasta ahora que quiere amanecer, que van dos enteras sin
haber pegado el ojo, porque vea V. S. que no se come el
sueldo en valde. A mi señora doña Margarita beso las ma-
nos. Nuestro Señor ele.
Copia de carta de don Juan de Silva a don Cristóbal de
Mora, fecha en agosto de 1595.
flabla de un empleo que se le ha quitado, para darle á Francisco
Bárrelo. — Sentimiento que ha causado la ausencia del cardenal
archiduque. — Retraimiento de los gobernadores. — El conde de
Fuentes.— Fernán Téllez.— Reformas que convendría se hiciesen
en la administración.
Biblioteca NaciomL—Sala de MSS.—E M , foL oO vto.
Mejor vengado estoy de V. S. con haber hecho escrebir
carta tan larga, que con haber mostrado la mia al carde-
nal, la cual no contenia cosa ninguna, sino asigurarme lo
mismo que ahora V. S. me dice, que no se me habia qui-
tado el oficio por hacerme agravio, sino por darme sostiluto
lionrado , que nos autorizase aquí entretanto que yo tenia
aquí este otro cargo; y de entenderlo al revés sus parien-
tes de don Diego y la gente se espantaba V. S. Toda la
sustancia es esta y casi las palabras. Habíame dicho el car-
denal que esperaría sin decirio á Francisco Berreto, hasta
que viniese el ordinario; preguntóme luego el dia que vino
si tenia respuesta ; respondí que tenia una carta de don
Tomo XLíU. o2
498
Marliii tleldiaquez que decia, que por la via de V. S. me
lesponderia S. M., y que V. S. no meescrebia. Díjomeque
podría ser que no me hubiesen dado la caria, y que no po-
dría tardar de llegar el Barrete. Diéronmela el mismo día,
y por eso se la envié, para que viese claro el estado del ne-
gocio, y que no le decia unas cosas por otras; y no haya
V. S. miedo: que si hubiera una palabra que pudiera ser
equívoca, cuanto mas descompuesta, no sola mostrara.
Ahora falla que se queje de S. A., de que mostré la res-
puesta de mi billete, para que yo que pierdo el oficio, que-
de menos quejoso; porque Francisco Barrete lo está tanto,
que por no servir el suyo, no quiere firmar las recetas de
azúcar y almendras, que dan los médicos del rey á los cria-
dos pobres y enfermos, y firmólas yo todavía. Es cosa que
da risa, pues para adquirir derecho á que no sirva otro mi
oficio, se vale de ser veedor, y después que se le dan, no
quiere que le llamen veedor; porque no quiere servir el su-
yo, le desagravian con el mío, y porque yo quiero servir
el mió, tiénenme por hombre destemplado. No viera yo po-
ner un sostituto á Miguel de Mora, por igualar estos sujetos,
ó al merino mayor, ó al conde de Villadorla, y tapáramos
la boca á los escuderos del conde don Alvaro (que haya glo-
ria) y á sus sobrinos , que así Dios me dé el cielo , que me
degüellan.
Dios tenga allá á la condesa , que aunque no le debiese
otra cosa que no haber mostrado jamás un semí)lante tor-
cido por cuanto daño hice en su casa , y por cuan al revés
le sucedió su casamiento, me hubiera de meter en una cue-
va el día que Dios la llevó.
Gran soledad nos ha dejado el cardenal , y los que más
deben sentirla son los que han quedado en el gobierno, por-
que de consejeros los han hecho otra cosa que no parece á
499
ninguna del mundo. Han comenzado á ejercitar su minisle-
rio con mucha conformidad, y mañana hemos de ir á misa
mesurados y tosiendo á compás; acompañarnos han otros
muchos mas honrados que nosotros.
Al que me desechaba por castellano, debo mas que á
todo mi linaje. No haya V. S. miedo que me queje del, por-
que si Portugal no me acaba presto , toda mi astrología es
falsa.
Hablando ayer con el maese de campo, me dio un va-
guido de cabeza, que me hizo imaginar que se me levanta-
ba la silla en que estaba sentado, tan alta como el bufete.
Plíseme las manos en los ojos y recé un Pater noster, antes
que la cabeza se aquietase. Cosa es que no habia tenido en
mi vida, y á la verdad no hay que espantar, sino de lo que
han tardado estos achaques y otros, que ahora cargan de
golpe.
Creo á V. S. como si lo viese, que aquella cláusula de
mantener vivo el número de los cinco gobernadores , agra-
dó á quien la puso, de manera que no se dejó persuadir á
quitarla; y á creerlo así me mueven otras cosas muy seme-
jantes que yo he visto.
Muy bien guardan los señores gobernadores su clausu-
ra. Yo también há cinco ó seis días que no salgo de casa;
pero si la salud me lo permite, no puedo dejar de salir á
dar una vuelta al castillo, y otra al rucio fsicj en un caballo
bayo que tengo de clines blancas.
Por la nueva del dinero para los soldados, beso á V. S.
las manos; y aunque salieren inciertas, me quedo con la
obligación; mas no quiero dudar de que esto se ha de me-
jorar mucho, por lo que ahora conviene.
Avisé á V. S. con el ordinario pasado, que no me habia
escrito injustamente, porque me envió Bartolomé Caldera
500
una caria de nueve, que se la habia guardado en su casa,
anlojándosele que era de favor no sé para quien , y no para
mí. No tengo que responderá ella, porque es muy dulce.
Hazon leñéis todavía de pensar, que algún malicioso
me díóla nueva de que el conde de Fuentes venia. Si pien-
sa V. S. que siento de una misma manera, que me quiten
lodos ios oücios. Podría engañarse, acertándome a quitar al-
guno, de que me alegrase mucho.
También es cierto que holgué que el auditor general
saliese en paz; porque sin duda hice la diligencia posible pa-
ra averiguar los cargos que se le hacían.
Hállanse los gobernadores congojados con el peso de la
armada que está en Galicia; y avisando á S. M. particular-
mente de su parecer con este extraordinario, les ha pareci-
do no encargarse de ordenar nada á Fernán Téllez, porque
S. M. le enviará de ahí la orden; y si allá se apresura, como
el negocio lo pide, se verná á ganar tiempo, por no haber
de aquí á Galicia caballos de posta. V. S. haga esfuerzo pa-
ra que luego se le despache un correo en diligencia, y que
distintamente se le ordene lo que ha de hacer. Avísenle si ha
de licenciar los navios de esa corona , y acompañar la nao
de la India, como los del consulado. ¿Qué hará si perseve-
ran los tiempos contrarios, teniendo en su armada tres na-
vios de los cinco que han de ir á la India? Porque si gastan
tiempo en aquel puesto , no le habrá después para poderlos
adrezar, si se podrían en este caso adrezar allí, lo cual aun-
que sea posible para los dos dellos, será imposible para la
nao de la India, porque se habría de descargar. Seria bue-
no traer á adrezar estos dos, por no perder el servicio de
todos tres, ya que la nao haya de venir acá por fuerza.
Como navegarán cuando vengan, y lo que acá hemos
de hacer con ellos, de todas estas dudas nos podrán sacar
mejor dos dias de Norte que cuatro consejos de Estado.
Confieso que tengo el corazón angosto, y la consideración
escarbadora, y así me congoja demasiado. Mas ¿qué haré
si veo en Galicia tres naos de las que han de ir este año á
la India , que dos deltas han navegado seis meses, y la otra
diez, y que puede ser muy bien que tarden un mesen arri-
bar aquí , y que no tengamos mas que dos de tiempo para
adrezallas y cargarlas?
Las cosas deste reino tienen precisa necesidad de nue-
vas órdenes, como son la averiguación, la cobranza y la dis-
tribución de la hacienda, conferida con las obligaciones
de la corona, y que el cargo y la data corran de aquí ade-
lante á las parejas, porque navegamos ya en dos palmos de
agua, y daremos en seco sin duda brevemente; y de los
inconvenientes que desto resultarán, será el remedio mu-
cho mas dificultoso , ó por ventura mas imposible , lo que
ahora no seria quizá, aunque las promesas del conde de Sa-
bogal no sean tan colmadas como las propone. Nuestro Se-
ñor, etc.
502
Copia de carta de don Juan de Silva al cardenal archidu-
que, fecha en octubre de 1593.
Agradece el ofrecimiento que ha hecho de representar al rey las
necesidades del ejército de Portugal.— Conveniencia de que al al-
caide se le dé de San Juan de Fos trueque su plaza con doa
Juan de Carvajal.— Ventajas que resultarían deponer debajo de
bandera trescientos castellanos. — Fallecimiento de don Diego
Silvera.
mUioieca NacionaL^Sqfa de MSS,—E o4, fol. 58.
SEÑOR.
Mal se enmienda V. A. de escrebir largo y de su ma-
no, pero satisfágome con que V. A. promete de aliviarse
deste trabajo.
Santos Paez vino mal dispuesto; todavía visitó ayer á
Lorenzo Correa , y duró cuatro ó cinco horas la conversa-
ción; y cuanto á los cuarteles niega tiesamente, esforzán-
dose á probar que al tiempo que se pusieron , estaba den-
tro en Castilla, y confiesa que un pasajero le dio las nuevas
dellos, y aprendiólos tan bien, que parece que los habia es-
tudiado. Desto entiendo que no hay que tratar de sacarle
nada, si no se apremia con mayor rigor, como se hará for-
zosamente. De cosas pasadas dijo harto de lo que otros han
dicho, y de nuevo poco, porque tiene buen cuidado de sal-
var los vivos y presentes; contra ausentes y muertos se de-
clara mas. Será también necesario enviar á los lugares don-
de dice que estuvo, para probarle lo contrario, que es lo
que yo tengo por cierto.
Rácenos V. A. grandísima merced á los soldados en
503
quererse encargar de representar á S. M. nuoslras neccfíi-
dades , y ellas son tales y tan dignas de temerse , que no
hemos menester menor patrón. Yo quedo acá afligidísimo
por tener buena parte menos de lo necesario para esta paga,
sin descubrir tierra donde salvarme en babiendo ladrado; y
V. A. se desengañe de que las consignaciones menos pueden
servir por la dilación de la cobranza, porque nunca acá lle-
garan por este camino que entren en provecho.
El general de San Benito me ba escrito y encargado la
conciencia, sobre que no consienta residir el alcaide de
San Juan da Fos en aquel castillo, diciendo que vive muy
escandalosamente , y que es necesario quitarle la ocasión
con apartarle della; y porque también es hombre que ha
servido, me parece mejor espediente trocarle la plaza con
don Juan de Garavajal , que por ser aquello menos costoso,
holgaría de ir allá. Esto mismo escribo á S. M., y también
le suplico le quiera acrecentar el sueldo cinco escudos, para
consolarle del destierro, porque Coimbra era mas cara, y
venga á tener lo mismo. Suplico á V. A. favorezca lo uno
y lo otro por ser obras de justicia y de caridad.
También escribo á S. M. permita que se pongan deb.i-
jo de bandera oOO castellanos de los que aquí residen y sir-
vieron á V. A. cuando los ingleses se acercaron á Lisboa,
porque lo quieran hacer sin sueldo, y que solo pague S. M.
tres oficiales mayores y atambores y pífano, que todo im-
portará 85 tt.^^ (1) al mes. No veo en esto mucha dificultad,
antes muchas comodidades; porque la que se representa de
sus privilegios, se descuenta con dárselos muy limitados,
quitándoles la exepcion de la justicia ordinaria en las cau-
sas civiles de tratos y contratos y toda materia de hacien-
(1) Abreviatura, á nuestro juicio, de la palabra tostones.
, 504
(la, para lodo lo cual serán sujetos á la justicia portuguesa.
Todo lo demás no importa, porque para la seda y para las
armas ellos buscan su remedio, así como así, ahora con fa-
milia turas del capitán general ó del patriarca, ora con asen-
tarse por soldados como lo son muchos; este solo camino
hay en este tercio de poder pasar plazas los capitanes, lo
cual se atajará y no fraudarán la hacienda de S. M., por-
que todos se asentarán acá , y asimismo no se podrán es-
capar de la jurisdicción portuguesa, como lo están. Asen-
tándose en- el castillo han de servir como los demás, hacien-
do las guardias ordinarias en el fuerte, y estando sujetos
al maestro de campo, y de allí abajo de la manera que los
otros lo están; solamente serán exemptos de embarcarse y
de las guardias del castillo. Con estas condiciones me per-
suado que conviene al servicio de S. M. crecer este núme-
ro de gente, y evitar por este camino los inconvenientes de
pasar plazas, y conocer los vagamundos castellanos, que
hay muchos que ahora se nos pasan por soldados.
He querido escrebir esto á V. A. tan prolijamente, por-
que por ventura verá en relación la carta que escribí á
S, M. sobre este particular.
Hoy se nos ha muerto don Diego de Silvera de virue-
las al veinte y uno. Ha hecho grandísima lástiñía por ser
tan buen mozo y por el dolor de su madre. V. A por el
amor de Dios la consuele favoreciéndola en sus negocios,
porque lo ha mucho menester, y será muy justo y obra dig-
na de V. A. á quien guarde Nuestro Señor, etc.
505
Copia de carta de don Juan de Silva á don Juan Idiaquez,
fecha en octubre í/e 1593.
Mal estado del ejército. — Necesidad de reformar la compalíía de
Luis Daza.
Biblioteca Nacional— Sala de 3ISS.—E 54, fol. 171.
Razón tiene V. S. de comenzar por las buenas nuevas
déla disposición de S. M., pues cuando no es buena, lodo
es malo.
Si el señor don Grislobal es gran veedor de hacienda en
Castilla, agora lo veremos, que podrá librar su patria del
miedo de tener dentro de sí veinte banderas hambrientas.
Todos hambreamos, todos nos lamentamos, y cada uno
piensa que su trabajo es el mayor, y engañámosnos en esto,
porque es uno mismo.
Quiero resolver lo de la compañía de Luis Daza , pues
no hay en ello cosa de que trabar , antes conviene refor-
malla.
No se espante V. S. de que sea menester rehacer estas
compañías, porque los soldados de Aragón eran muy coleli-
cios y gente muy desmandada. Han faltado capitanes; han
cesado licencias forzosas; tengo mucha cantidad de dolien-
tes; las compañías que embarqué salieron flacas y hánse
gastado mucho, y enviólas don Francisco Coloma via reta
y sin parar, y así no se les pudo agregar gente.
Sean allá las juntas cuan espaciosas se pintan, que no
les cederemos sino en la sustancia ; porque aquí se gasta
todo el dia en dos consejos, y sobre esto tengo yo en parti-
cular los soldados acuestas. Nuestro Señor etc. — De Lisboa.
50G
Copia de la instrucción que dio don Juan de Silva al pro-
veedor Bernabé de Pedrosa, en noviembre de 1595.
Biblioteca NaciofiaLSala de MSS,-^E 54, fol. 227.
Representar la necesidad del dinero por la dificultad de
hallarlo en la ocasión y por la carestía de la tierra, y por lo
que más que en otra parte doleria cualquier esceso de des-
obediencia.
Que convendría rehacer las compañías para cumplir
las á más de á cien soldados, y para inviar un par dellas.
al puerto donde es necesario, si ha de haber gente que no
sea tan poca que se menospreciase y descaeciese la autori-
dad del maestro de campo; y en caso que se haya de quitar
de allí el presidio, también conviene que esté alf^o reforza-
do, porque no les parezca que se cae de suyo, ó porque se
acomoden á contribuir para la fábrica del castillo de Viana.
También es forzoso salir á robacer para proveer de gen-
te á los castillos, que todos tienen la tercera parte menos
de la que les toca'^^de sus dotaciones.
Lo que importa tener en este rio seis galeras por lo me-
nos: que ocho fueran mejor, porque enfrenan mas la ciu-
dad que el tercio de la infantería, y para los efetos que
en el verano se pueden hacer en defensa de la corte con la
sombra dallas, si anduvieran bien gobernadas y mediana-
mente proveídas. / .m^Mtv
La extrema necesidad que tenemos de pólvora en to-
dos los castillos , y que esto no sufre dilación, porque sí en-
tramos así en el verano, seria mejor desampararlo todo.
La compañía^de castellanos es muy buena , y no habrá
el inconveniente que allá apuntan, de que por ser negó-
507
ciantes que van y vienen se deshará; porque sin duda ten-
drá siempre 200 hombres ó poco menos; ni tampoco será
perjudiciada la jurisdicción portuguesa , pues no se han de
exemptar della en las causas civiles ni en sus tratos ni con-
tratos, y S. M. no ha de pagar sino el capitán, y alambo-
res y pífanos.
Librarme diestramente de la obligación que ponian de
firmar las libranzas de las galeras, mientras no estuvieran
á mi cargo; porque si les parece justo que los oficiales del
sueldo no acetaron, por conservar su autoridad, las libranzas
de Gutierre de Arguello, no ha de ser á costa esto de la
del capitán general, que pierde mas en firmar las dichas
libranzas, estando á cargo de otros las dichas galeras, que
los oficiales en cumplir las de Gutierre de Arguello; pero
querría que cayesen en ello suavemente, sin que fuere me-
nester que yo hablase en la materia.
Platicar buenamente sobre el fenecimiento de cuentas
de lo atrasado; pues por este medio se quitarla la mala voz
de tantas pagas, y descubriría que la deuda es mucho me-
nos; y si los pagamentos corriesen en lo porvenir, se po-
drá lomar medio en lo de atrás por muchos caminos, que
por ventura serán fáciles en Lisboa.
508
Copia de carta de don Juan de Silva á S, M., fecha en di-
ciembre de 1593.
Se queja por haberle prohibido conceder ciertos privilegios á sus
familiares.
Biblioteca Nacional— Sala de MSS.—E 54 , fol 8.
SEÑOR.
Fué falso loque se avisó á V. M. cerca de las familia-
turas de mi casa , que yo daba á los oficiales que me sirven,
diciendo que los exentaba de la jurisdicción ordinaria, y
que tenian previlegio de soldados; porque no pasaba así, ni
aquello les valia para mas de traer alguna seda ellos ó sus
mujeres; y confieso que tuve culpa de no avisar deslo á
V. M. cuando lo mandó escrebir á los gobernadores; porque
no pienso que, entendiendo V. M. como ello era, lo manda-
ra revocar. Suplico á V. M. considere que si pasa adelan-
te, se desacredita mucho este cargo y mi persona ;'porque
aunque estas parecen y son cosas menudas, hacen gran ru-
mor en el pueblo desaficionado, y causan un menosprecio
muy desconvinlente al servicio de V. M.; y el señor carde-
nal que vio pasar estas familiaturas á los demás, pienso yo
que entenderá muy claro que, revocándolas ahora los gober-
nadores, cobrará el vulgo brio, con que desestime la mili-
cia y á los que la gobernamos; porque no faltando á los
oficiales á quien se quitan, pasaba palabra á quien las con-
cedía; y créame V. M. que mas presto se puede permitir
que salgan los soldados del reino, que dar ocasión (habién-
dolos), para que no seamos muy estimados. La fuerza es
509
poca si el respeto del pueblo no la hace parecer mayor; y
así como conviene que no hagamos desórdenes ni excesos,
y que sean castigados rigurosamente, así también es nece-
sario que no nos desestimen, y crean que el capitán gene-
ral debe ser privilegiado y respetado. Y no crea V. M. que
es gran privilegio este , porque las mismas leyes del reino
ó la costumbre antigua, concede á las personas de calidad
y aun á los fidalgos ordinarios para sus familiares, privile-
gios de mas substancia que traer seda, porque los libran
de huéspedes y de acompañar presos, y de los oficios que
no quieren servir en sus lugares , y desto les pasamos nues-
tras patentes. Así lo hallé en mi casa y lo he usado siem-
pre; y si los hijos y criados de cualquier capitán gozan los
privilegios de soldado, y son exentos de la jurisdicción or-
dinaria enteramente, ¿qué exceso será que el capitán gene-
ral pueda alargarse mas un poco, concediendo á treinta ó
cuarenta personas allegados suyos , que los mas son oficia-
les mecánicos, que puedan traer alguna seda? Y entre estos
también hay personas de fuera que me ayudan y me avisan
de lo que deseo saber, y no podrían hacerlo, y correrían pe-
ligro si no entendiesen todos que eran allegados míos, espe-
cialmente que (como tengo dicho) no gozan ningún otro
privilegio de soldado, ni dejan de ser en todo sujetos á la
justicia portuguesa. Nuestro Señor etc.
510
Copia de carta de don Juan de Silva á don Cristóbal de
Moray fecha en diciembre de 1595.
Muéstrase sumamente quejoso por haberse dado orden de revocar
las faniiüaturas.
BiiUoieca Nacional.— Sala de MSS.— E 54 , fol. 3 vto.
En toda mi vida me ha acontecido traer con carias pa-
gado y adelantado á nadie sino á V. S., y si me quiero arre-
pentir dello., acuerdóme que van tan cargadas de pesadum-
bres que yo quedo con ventaja.
Puede haber veinte dias que un avisador escribió al
rey, que yo hacia un gran exceso de tomar familiares co-
mo capitán general, y exemptarlos de la justicia portugue-
sa, avocándolos á mi auditor. Esto no es verdad , porque
yo no los tomo con ese fin, ni tal me pasa por pensamien-
to, ni les vale para otra cosa que traer unos calzones de
seda; y así fué falso el ejemplo que pusieron de mi sastre,
que fué condenado ; porque aunque él se quiso valer de mi
cédula, no le ayudé para ello, ni consintiera que me le re-
mitieran. Enviéle á pedir al corregidor, porque se la tomó
sin propósito, y diósela y acábesela fiesta.
S. M. escribió sobre ello á los gobernadores. Creo que se
respondió que no me adelantaba en esto de los otros capi-
tanes generiiles. Soy culpado (yo lo confieso) en no escri-
bir entonces lo que ahora digo, de que el aviso fué falso.
Con este último correo se manda que las dichas fami-
liaturas se revoquen y todas las semejantes , porque no se
deben dar, y que se reprendan los corregidores, porque las
han guardado, y que los otros generales lo hicieron sin que
511
S. M. lo entendiese, porque no ha de lener privilegio de
soldado el que no tiene sueldo, como si en alguna parle
del mundo se hubiese visto ó fuese posible, entender la jus-
ticia de la tierra con el criado del maestre de campo ó del
capitán, ni con sus hijos, ni con la basquina de su mujer,
que no tiran sueldo.
Viene también este decreto (que es grande impropie-
dad) revuelto con las serventías, que pretende proveer el
rigor, y con otras familiaturas que deben ser cosa de las
ordenaciones , porque todos tenemos y damos privilegios de
fidalgos, digo de criados y de cualquier fidalgo de los li-
bros del rey; y aunque nunca lo sean por sus abuelos, los
damos á sus hijos y á otras personas, que se estienden á no
les alojar soldados en casa, á no les mandar acompañar pre-
sos, y á no les encargar oficios del consejo, onerosos. Así
los he pasado desde que heredé, como los pasaban el conde
y su padre y abuelo.
Ordénase á los desembargadores de Pazo, que advir-
tiesen á los corregidores de lo que el rey mandaba , y ellos
á los merinos. Corrió el negocio contra los que hacíamos es-
te exceso, y enviaron los gobernadores á avisar dello al pa-
triarca con Francisco Giraldes. Habíase adelantado Jorge
de Amaral á hacer con el dicho patriarca oficio de cortesía,
y así cuando llegó Giraldes estaba tan indignado, que dijo
que se quería ir á Roma, y hará muy bien á mi parecer,
porque sin duda es mejor tierra para clérigos.
Desto tengo también un poco de culpa, porque no qui-
se advertir á los gobernadores que moderasen la orden
por lo que tocaba al patriarca, y replicasen sobre la pala-
bra que decía, que me quiten las familiaturas y las otras
semejantes, en cuya virtud las quitaron también al dicho
patriarca. Confieso que lo dejé pasar, porque alguna vez
512
es guslo ver errar, y porque no pensasen que hablaba co-
mo interesado; mas yo lo pagaré, porque me cuesta con-
vidarle á comer mañana, sin haber podido descubrir en to-
da la ciudad un frasco de vino, que merezca acompañar
dos lenguas en cecina, y un salchichón que me dio el ca-
pitán de la fragata.
Por lo que á mí loca, no puedo dejar de decir á V. S.,
que no me quiero ir á Roma, mas que holgara .mucho de
po haber venido á Lisboa, porque vine aborrecido de mí,
por no acertar á tener razón en nada. Si pido algo de lo
que dan á otros, parece desatino; si el conde de Portalegre
pretende que le iguale S. M. con el de Sabogal ó el de Li-
nares , por las albricias de la entrada en su reino, ó por la
calidad de su casta , ó por las causas que hubo para me-
recerla, diz que se ha de perder todo, porque yo soy su pa-
dre; porque clara cosa es que no tratara así S. M. al con-
de don Alvaro, ni V. S. pudiera dejar de advertirle desta
desigualdad.
Si pido que S. M. me haga algún favor en un pleito de
mi hijo con el fiscal, responde que no es servido de hacer-
le gracia ninguna , y que tampoco trate de ponerlo en jus-
ticia. No haoido V. S. ni visto que S. M. haya hecho esto
otra vez , y el señor cardenal se me descarga de no haber
llegado este negocio á sus oidos.
Si los otros mayordomos mayores son gobernadores, sir-
ven su oficio; cuando yo lo soy, no he de servir el mió.
Guando se da substituto á un pupilo ó á quien quiera que
sea, Fernán de Silva es para el regidor, Pedro Guedes para
el gobernador; y á mí dánme el hombre que se atraviesa á
contradecirme, y me obliga á sacar de sus manos mis pro-
pias preeminencias por pleito y por sentencia. Si pasan cua-
tro capitanes generales cédulas de familiaturas á los allega-
513
dos á su casta, á nadie pareció pecado; si las paso yo, cas-
ligan los corregidores porque las guardan, y enlónces son
contra justicia y derecho; y S. M. dicen que no lo supo,
haciéndose aquí delante de su sohrino en haz y en paz de
lodo el reino.
Si manda el rey que le aliste los villanos de Goimhra,
y me dura este oficio tres semanas, ordénase que el corre-
gidor haga una devasa (1) secreta para averiguar si soy
leal ó nó; y para dudar de mí, se dio crédito á quien quiera
que lo quiso escrehir, y se entregó la devasa bien sellada
al cardenal, y S. A. á Diego Vellos, donde está bien guar-
dada para su tiempo sin que yo sepa della.
Tórname á mandar servir aquí: y soy tan asno que me
contento solo con representarle las dificultades, y con decir
á V. S. que las causas particulares que se me significaban
que convenia al servicio de S. M. mi venida á este reino,
eran aparentes (que se llaman en lalin especiosas), pero no
ciertas ni sólidas ; porque ni el rey habia de hacer mas con-
fianza de mí que de los otros, ni darles á entender con los
favores particulares que habria menester á los gobernado-
res, porque tenia autoridad en Madrid para que esta opi-
nión se deribase al pueblo de manera , que ninguna causa
ni razón del servicio de S. M. podía haber para ocuparme
en Portugal, porque si no eran estas, por lo demás no solo
soy el mas inútil de mis companeros, mas aun de todos
los que se pudieran ocupar en estos cargos.
Dice S. M. que no le avisaron deslo los gobernadores,
porque lo hubiera mandado remediar por ser contra dere-
cho. Mil bártulos hay que muestran que es conforme á de-
(1) La voz portuguesa devossa significa el acto judicial en que,
por medio de testigos, se hace información de algún delito.
Tomo XLÍil. oo
514
recho, y débese pensar que importa mucho y no pasa (co-
mo he dicho) de traer alguna seda aquellos familiares, por*
que para espadas largas no valen.
¿.Qué quiere V. S. que juzgue un pueblo rudo y mal
afcto, de ver el calcetero y el barbero del capitán general,
castellano , que por servirle gozaban esa libertad , si los
ven mañana privados della, y que la mofa que han de ha-
cer dellos se extiende á mi persona? ¿Qué sentirán de mí
los gobernadores del reino que me recibieron en su compa-
ñía contra gusto, como la naturaleza los inclina , y como
V. S. lo debe saber, cuando ven que'me pueden haber lás-
tima y que he menester que me consuelen.
Mucho desto yo lo vi antes que partiese; tanto no cre-
yera por ser peor para el rey que para mí. Si no quiere
tener soldados en Portugal, por ventura será para ello mi
voto el primero; pero si los tiene y gasta su hacienda, ¿de
qué sirve desacreditarlos? No hemos de enfrenar con 2,000
hombres la furia de Lisboa ni repremir la desobediencia del
reino; mas con la reputación destas banderas rotas, y de
las personas que las gobiernan se ha de infundir en los áni-
mos desaficionados el respeto de obediencia y de temor, que
por naturaleza y por amor tenian á sus reyes que habla-
ban su lengua. Si no servimos bien, si no consentimos ó ha-
cemos sin justicia agravios, córtenos mil cabezas; pero si
vivimos como debemos, muéstrese en las apariencias que
el rey gusta (jue seamos honrados y estimados.
Bueno es perder yo tiempo en escrebir á V, S. el a b c
de lo que llaman allá estado , como si hablase con el conde
de Fuensalida; mas estas verdades son tan claras, que pa-
ra hablar en ellas , no se pueden excusar vulgaridades. Su-
plico á V. S. quiera ver lo que esto importa, y que no paso,
como digeron, porque el fundamente fué falso y que no es
515
como suena; porque no se trata de adquirir jurisdicción ni
de privilegiar á nadie en cosa que importa un pliego de pa-
pel, sino que para aquel efeto de la seda (que por cien ca-
minos se consigue), tengan los oficiales que me sirven esta
ventaja á sus vecinos, que aun sin la cédula (que llaman
patente) se lo guardaran las justicias, si no entendieran aho-
ra que allá se manda revocar; y remedie V. S. esto con es-
crebirme que S. M. no quiere que el auditor conozca de sus
causas, ni que traigan espadas mas de marca, más que pa-
ra la seda lo consiente, y que el número no sea excesivo fue-
ra de los oficiales de mi servicio; pues ningún daño viene
que cuarenta ó cincuenta personas tengan esa libertad, en-
tre las cuales hay algunas que ayudan á las cosas secretas
de su servicio, que si están sin algún arrimo, no pueden ayu-
dar ni correr peligro. Nuestro Señor etc.
Copia de carta de don Juan de Silva al marqués de Vela-
da, fecha en enero de 1594.
Le da cuenta del mal estado de su salud. — Pragmática sobre trajes.
Bihlioieca Nacional. — Sala de MSS.—E 54, fol. 7.
Más mal hay de lo que yo pensé, porque acusándome
V. S. que no le escrebí con el correo de hoy ha quince dias,
y perdonándome el pecado (que es la acusación mas fi-
na) dice ahora mi secretario que tampoco escrebí con el
de la semana pasada. Del uno bien me acuerdo; de dos no
quiero creer, si bien después que V. S. es del Consejo de
Estado guardamos las minutas.
Primeramente, señor, yo ando lleno de achaques, que
516
aunque son los mesmos que me acuden Je tiempo á tiem-
po de melancolía y ventosidades del bazo, cada dia se sufren
peor, y ahora me tienen flaco y descompuesto, helado de
dia y con la calentura de noche : hoy mejor me siento.
No trujo nuevas este correo sino de la premálica , y ha-
llándome comprendido en un buen pedazo de las lechugui-
llas, según la medida que de allá vino, prometo á V. S.
que me ha pesado, lo uno porque soy amigo de andar al
uso, y lo segundo, porque las otras cosas que sentimos mu-
cho importan poco más que esta.
oíioAquí hay un fraile avisado y mal contentadizo. Fué una
vez á Roma y no quiso salir de casa de enfadado, ni vio
nada, y volvióse luego; y ahora dice que en Roma se hol-
gada mucho si allá tornase. Digéronle que se engañaba,
mostráronle que no era aquella tierra á propósito de su con-
dición ; no lo pudo él negar, y respondió al que se lo de-
cía: ''tenéis grandísima razón, que yo allá no me holgaría;
pero si yo hallase una tierra que no fuese acá ni allá, allí
estarla á mi placer." Con esta opinión me conformo entre
Madrid y Lisboa.
El cocinero es mediocre; pasaremos hasta topar otro
sin buscarle, hasta que yo tenga gana de comer , y no haya
menester ninguno. Guarde Dios á V. S. , aunque dicen los
soldados que no se puede poner esto en el sobre escrito, y
que han de escrebir á fulano, que lleve el diablo en Ma-
drid. A mi señora la marquesa beso las manos mil veces.
De Lisboa etc.
Copia de carta de don Juan de Silva al marqués de Vela-
da, fecha en marzo de 1594.
Estado de su salud. — Muéstrase descontento por el modo con que
se ha hecho la reformación del ejército en Portugal. — Dice que
el mar¡de Lisboa está cuajado de enemigos. — Diligencias que
practica para proporcionarse los retratos del duque de Alba y de
otros capitanes españoles.
Biblioteca Nacional. — Sala de MSS. — E 54, fol. 57 vto.
Huelgo (le saber que V. S. se halla bien de salud con
su casa toda ; y aunque la fiebre de Antonia es mal emplea-
da, espero que esté convalecida. Demos gracias á Dios de
que la gota haya tocado tan ligeramente á S. M., porque
habrá pagado el tributo de la primavera, y hasta el setiem-
bre tendremos treguas.
Yo, señor, me hallo mejor después que entró la cuares-
ma: puede ser que el no cenar lo cause; y también he te-
nido hoy nueva que mi suegra va mejorando.
Bien creo que V. S. no lernia culpa de la reformación,
porque cierto ha sido durísima por ser muchos los reforma-
dos, y algunos de los que me dejaron, de poco servicio por
edad , ó por casados , ó por dolientes , que de todo hay en-
tre una docena que dejaron , conveniendo que fuesen diez,
y seis por lo menos, porque las compañías de armas de cien-
to cincuenta soldados, no se pueden sustentar aquí; y aun-
que destos sobran veinte y ocho, agora que han de ser
doscientos, será imposible que perseveren por causas que
sin duda se dejaría V. S. persuadir dellas, si yo le cansase
con referirlas.!
518
Aquí tenemos la mar cuajada de enemigos que no de-
jan pescar en cuaresma, comiendo ellos carne sin escrúpu-
lo. También hemos tenido sospechas que nos podria venir
este verano algún trabajo , convidados los enemigos de
nuestro desapercibimiento. Verdad es que de la mar pue-
den esperar la ganancia mas cierta , y así es mas verisímil
que nos dejen en tierra.
Escribí al señor don Hernando suplicándole que deje
copiar un retrato del duque de Alba don Fernando, que ha-
ya gloria ; mas hale de enviar á Toledo, donde se están ha-
ciendo otros de los capitanes que yo dige á V. S. que an-
daba procurando. También tomarla para el mesmo efeto al-
gunos del marqués de Pescara, don Fernando, y del marqués
del Gasto su sobrino, y de don Fernando de Gonzaga; por-
que está en Toledo un pintor desocupado, que los trasladará
bien. Si V. S. sabe donde los hay , avíseme para que yo
los procure; y el del duque se ha de dar á don Rodrigo La-
so, que tiene orden de su bermano para hacerlos copiar.
Nuestro Señor etc.
519
Copia de carta de don Juan de Silva al marqués de Vela-
da, fecha en marzo de 1594.
El marqués de Poza. — Le pide que le preste el retrato del duque
de Alba, para mandar copiarlo, y que procure se le faciliten con
el mismo objeto los que tenia el rey, de otros ilustres capitanes.
— Dice que se halla con pocos medios de defensa, si hiciesen un
desembarco los ingleses.
Biblioteca Nacional-Sala de MSS.-E 54, foL 271 .
A la última de V. S. prometí responder en la última
mia que fué muy breve, y después se ha pasado un ordina-
rio con quien no escribí ; y si V. S. no conoce la suya por
mi respuesta, yo no la sabré acusar, porque se le olvidó á
V. S. la fecha, lo cual se pudiera creer de mí mas presto.
No sé lo que responda á V. S. sobre la tentativa del mar-
qués de Poza, porque no hay duda sino que en cosa desa-
liuciada es corrimiento comenzar la plática que se ha de adi-
vinar de donde sale. Haga V. S. lo que quisiere como se
le antojare, que esto no se podía adivinar, y realmente que
esta materia de los matrimonios admite tanta extrañeza,
que acontecen despropósitos en ella, que disculpan cualquie-
ra imaginación por desviada que parezca.
El retrato del duque de Alba, que haya gloria, que tie-
ne el señor don Fernando , ó V. S. le tenia en Velada , era
muy bueno; aquel suplico á V. S. le mande prestar puesto
en una caja á don Rodrigo Lasso, que le hará trasladar bre-
vemente, y lo restituirá sano y salvo. Los otros de los mar-
queses de Pescara y del Basto , no los habrá buenos sino
los que tiene S. M., si se pudiesen descolgar, ido á San Lo-
renzo; mas de ambas cosas dudo. Verdad es que no habrá
otros mejores.
520
Tengo peor vida cada dia, y mil embarazos con los sol-
dados, por las cuentas que resultan de la reformación , y
porque se me han de huir tras los capitanes.
También estoy congojado de la flaqueza con que me
hallarla en cualquier accidente; y en estando el hombre tan ,
desapercibido, cualquier desasiré le parece posible, si bien
se me hace muy dificultoso de creer que tentarán esto los
ingleses; pero como otras veces he dicho, no va don Anto-
nio á predicar la fé á Vandoma, y sale muy errada la cuen-
ta de los prudentes que miden las dificultades del enemigo
por las nuestras, y parécenles tanto mayores, cuanto S. M.
es más poderoso que ellos; porque para ciertas cosas lo son
ellos más, es á saber, para juntar navios y municiones y
bastimentos, y por ventura gente, porque anda movida to-
da en aquellas provincias con la falta de comercio y con las
guerras civiles. Entra luego la consideración del dinero, y
ha menester poco; porque siendo la jornada por mar, yira-
yendo de comer, aunque en tierra les falte todo, la esperan-
za de robar y de hallar amigos, los sustenta y los hace ar-
rojar á cualquier peligro de hambre y de pobreza; y esta
fué siempre la condición de las conquistas.
Desocupado imagino que estará V. S. cuando me pon-
go á hacer discursos impertinentes; más estos cargos crian
estos pensamientos.
De salud puedo decir á V. S. que me va mejor que sue-
lo , y creo que el ayuno es tan bueno para vencer la mali-
cia del pescado como la carne. Guarde Nuestro Señor á
V. S., etc. — De Lisboa.
521
Copia de párrafos de carta de don Juan de Silva á don Juan
de Idiaquez, fecha en abril de 159 i.
Necesidad de asegurar los castillos. — Desea que se le permita te-
ner en pié una compañía de arcabuceros.
Biblioteca Nacional. -Sala de MSS,—E 54, fot. 225 vio.
M-enores deben ser las ocupaciones de Aranjuez, aunque
sean muy grandes, pues V. S. me favorece con sus cartas
tan á menudo. Por la de 15 le beso mili veces las manos,
y por las buenas nuevas de la salud de S. M., que son el
consuelo que pueden tener las adversidades de Francia y de
lodo el mundo. Aquel golpe ha sido grande y tócanos tan-
la parte como si nos diera en casa: mayor no le podrian
dar en Lisboa los ingleses, si arribasen aquí una mañana.
Yo me torno ético con solo imaginar que es posible, sin lle-
gar á sospechar que es verisímil.
Advierta V. S. por amor de Dios y del rey, que aunque
lenga en estado de perder la ciudad y la barra , á lo menos
asegure los castillos, y no se imposibilite de cobrarlos, por
no haber proveído mil quintales de pólvora y dos mili de
bizcocho: que tanto costaría, sobre el gasto tan grande que
aquí se hace, tener proveídos los castillos y apercebido el so-
corro en la mar v en las fronteras del reino, cuando las cosas
de Inglaterra y de Francia están como sabemos; pues nunca
dejará de ser posible cargarnos aquí la reina con diez ó do-
ce mili hombres, que los traerá el Norte en ocho días. No
fabriquemos siempre sobre conjeturas de las dificultades de
los enemigos; baste para tener proveída esta guardia la ra-
zón de tenerla en pié. Hablaré tanto en esto que mate á
522
V. S. Solo le suplico que, si no fuere dispárale, advierta
cuanto importa ganar horas de tiempo, pues está tan ade-
lante, que lo que menos tardare , llegará tarde esta impor-
tunidad ; y otras tales de cada parte confieso que podrán
hacer que parezcan secos y desgraciados los jardines de
Aranjuez, que deben estar hermosísimos, aunque el abril
se ha pasado con poca agua.
Estaba por pedir socorro á V. S. para que me dejasen
en pié una compañía que hice de arcabuceros, dejando tres
de las cuatro que habia cuando el tercio se reformó, por
causas muy convenientes, y mándame el Consejo tornarla
á hacer de picas , con que se ha de venir á perder y desha-
cer, siendo excelente compañía. No creo que me ha de va-
ler V. S., porque no le parece bien nada de lo que hago, y
con todo hará mucho , si llega á tenerme en tan mala cuen-
ta como yo mismo me tengo.
Copia de carta de don Juan de Silva ti don Cristóbal de il/o-
.f^tvt^riii, fa, fecha en 50 de abril de 1594.
Dice que se halla mal apercibido para el caso de una invasión ex-
tranjera.— Salario de los gobernadores. — Representa lo desguar-
necido que queda el puerto de Lisboa con la partida de ciertas
carabelas.
Bihliotecíi Nacional-rSala deMSS.— E 54, foL 440.
En los ringlones que V. S. me escribió á 25 de abril,
me alegré de nuevo por saber que la mejoría se fortifica-
ba y persevera.
La carta que V. S. acusa que le falta mia, importa po-
co, pero no he fallado de escribir con lodos los correos or-
523
dinarios y extraordinarios. Pregunte V. S. á su secretario
si tiene alguna de los diez y ocho de abril, porque esta,
imagino, que acusa V. S., y puede ser que se la hayan
detenido, y después la tenga. Mas, como digo, en eso se
pierde poco; y ahora me ocurren dos cosas : la una de paz,
la otra de guerra. Comienzo por la segunda á quejarme de
la fortuna, que me ha metido en un paso tan peligroso á
perder honra. Mañana entra el mes de mayo, y en Ingala-
lerra hay navios armados, á lo menos no se sabe que no
los hay, y el tiempo está tan al Norte, y en Lisboa no tenemos
provisión ninguna para poderla defender de quien quisiere
ocuparla. Solo hay el vano nombre de fuerzas aparentes,
para calificar la empresa de los que quisieren acometernos,
y la deshonra de quien perdiere lo que está perdido. El otro
punto de pulida es el que toca al salario de gobernador, y
hablaré primero de mi , y después del colegio per mundiim
universij como dicen en Coimbra. Digo pues: cuando el
merino mayor me habló en pedir este salario, me pesó mu-
cho, porque á la verdad siendo cinco, se podria acomodar
mal, y no era necesario, aunque lo fuere hacerles merced,
por sus buenos servicios, que cierto son bonísimos; más
no creí sino que allá se dejara caer la plática ; y si otra cosa
pensara, me hubiera consolado, porque mientras mayor
fuera el estipendio, mas pena me diera, por la dificultad
que me hablan de representar mis criados y mis amigos pa-
ra salir de aquí, teniendo gran sueldo, con decirme que no
debia perder el aprovechamiento de diez ó doce mil duca-
dos para ahorrar trabajo, y que dello resultaba perjuicio á
mis hijos. No me habia esto de mover más á enfadarnic:
que en la disputa tuvieron mejores armas que yo , lo que
no tienen agora ; porque al sueldo que tengo , yo le bajaré
del gasto en Toledo mili ducados más ó menos, y así no
524
perderé hacienda en hacer mudanza, y deseóla tanto, que
cualquier paja que se me ponga delante, causará descon-
suelo, aunque estoy resuelto de romper montanas.
Hablando en común, digo á V. S. que me parece cosa
indecente vencer canongía de Evora tantos gobernadores,
y no hay duda sino que en las conversaciones de la gana
pierde discanlarian sobre ello los cortesanos largamente, y
así me pareció bien el medio que os escribe Miguel de Mo-
ra, de darles cera, ó azúcar, ó cebada, porque la compara-
ción de la carta común de que tiene este salario naturaleza
de moradía, no me parece mala, y que no contienden los
hombres por ella por el interés, sino por la vanidad. Solo
aviso á V. S. que el conecto no es mió, ni por lo que me
loca tengo otro afeto que el que arriba digo tan eslrava-
gante.
4 'Perdimos á París, conservemos á Lisboa, y á V. S. con-
serve Dios la salud que le ha dado.
No me hallo con facundia para referir las cosas que
han pasado en nuestro consistorio, sobre la velocidad del
adelantado, el cual del sábado al lunes da de término de
concluir lodos los embarazos del trueco de las galeras, y
púdolo hacer porque le asienten los pendolistas con la ma-
yor prontitud que en mi vida vi; y no es maravilla, porque
les ha hecho tan buenas obras por lo pasado, que los ha
puesto en grande obligación.
Llegó el domingo á la tarde la segunda caravela que
hablamos enviado á avisarlas naos invernadas, que no mu-
dasen la derrota ordinaria, porque hallarían por ella nues-
tra armada de alto bordo, y estaba reguarnecida también
con las galeras y otros navios ; y como este aviso no se les
ha dado, se tiene por cierto que no vendrán por donde en-
cuentren á don Juan Pcrcira , y que yendo de aquí el adc-
525
lanlado sin quedar galera en este puerto suya , ni las dos
nuestras, ni navio ninguno armado, hallará la costa po-
blada de corsarios, y que con dos pataches nos cerrará la
puerta.
Esto movió á los más de los gobernadores á enviar una
solene embajada con un desembargador de palacio y un es-
cribano de cámara á las ancas, que pidiese al adelantado
quisiese esperar cinco ó seis dias dentro de los cuales pudiese
ir y venir un correo á traer la orden de S. M., que verisímil-
mente la daria para no desabrigar de algunas galeras esle
puerto, y hasta esto les parece que estaban obligados pa-
ra salvar la obligación de su cargo. Excusóse con las ór-
denes precisas de S. M. , y alargóse esta tarde hasta el ca-
bo de Pichel. Nosotros quedamos braveando, y también él
se fué sin saludarnos, porque se invió á despedir con un
capitán de galera, y vino luego en plática una historia del
rey don Juan el segundo, que hizo tornar un caballero á
Arcila, porque no se habia despedido á la partida de la con-
desa de Redondo.
Es gran inconveniente la falta de galeras por razón de
los forzados y de las condenaciones, como escribí á V. S.
remediase esto en alguna manera, que no fallarán medios.
Pues V. S. no me agradece haberme abstenido de ha-
blar en cosas de hacienda, desde que me dijo burlando que
entraba mucho en ellas cuando hablábamos del contrato de
la pimienta, determino de tornar á ello por solo la materia
de los puertos secos, que sospecho será de grande pérdida
de la real hacienda (que es la principal del reino) y hará
en la casa de la India otra gran herida, y causará gran
disgusto en la tierra y muy general; y no dudo que es ar-
bitrio para perder mucho más de lo que importan los tribu-
tos de ambas partes; y también ere) que en la alcabala do
526 .
los reinos de Castilla descrece un buen pedazo. Solo se po-
drá decir que lo que deja de entrar aquí por este respeto,
podrá ir allá; mas esto tampoco es cierto como son los da-
ños, ni es justo por esta consideración hacerlos á esta coro-
na. Mande Y. S. hacer esto, aunque no se lo escriba el me-
rino mayor, porque cierto el tributo es odioso y dañoso.
Nuestro Señor etc. De Lisboa.
Copia de carta de don Juan de Silva á S. M. , fecha en
^iui '?.c\ junio de 1594.
Competencia de jurisdicción entre los tribunales de Lisboa y el ca-
, ,piíafi,gwrjal., ...,,, ,,.,,.
BMioieca Nacional. — Sala de MSS. — E 54 , fol. 7 vto.
Aunque soy tan inclinado, como saben todos y como
tengo obligación, á no atravesarme con los portugueses, y
á disimular todo lo que se suñiere, tanto en materia de ju-
risdicion con las justicias, como en otros cualesquier agra-
vios hechos de particulares á soldados, enfrenándolos y cas-
tigándolos con rigor si se desmandan ; más todavía es bien
que esto tenga límite, porque de mi blandura ó íbjedad han
lomado atrevimiento los desembargadores y corregidores
para confundir las jurisdiciones, y defraudar la mia con
achaques y colores frivolos y ridículos, rehusando de remi-
tir los soldados que prenden por muchos días, debiéndolo
hacer luego, sin que baste para estorbarlo los medios ordi-
narios de requisitorias del auditor general, y mucho menos
las del otro del tercio, con fées de los libros del sueldo; y
esto verá V. M. sin otra prueba que la del p-ipel incluso,
527
donde ciialro desemLargadores del agravio, que son los
jueces de más letras, ó lo deben ser, juzgaron que no debia
ser remitido un soldado, por tener mujer portuguesa, como
si hubiera de seguir el marido el fuero de la mujer; y
acumularon otra impertinencia, diciendo que la demanda
era de una viuda que podia elegir el tribunal que quisiese,
como si este privilegio revocase el del soldado.
Otro caso está también pendiente, de más momento
que este : que pidiéndoles un soldado que tienen preso mu-
chos días ha, asentado en los libros por gallego, y man-
dándole remitir el corregidor, le respondieron en la rela-
ción, diciendo que era portugués; y pasaron requisitorias
al contador, para que exhibiese la provisión ó capítulo de
instrucción, por donde V. M. prohibe que no asienten por
castellanos á portugueses, aunque se les dijo privadamen-
te que eso no les loca á ellos , porque el soldado bien ó mal
asentado en aquellos libros, es de mi fuero, aunque acierle
á ser portugués asentado por negligencia de los oficiales, ó
por engaño, ó por dispensación de V. M. , y que destos tam-
bién soy yo juez, y ellos no, ni de los libros del sueldo ni
de nuestras instruciones; ni el hombre trueca el fuero por
la nación sino por la milicia, porque yo no soy juez de
castellanos sino de soldados de mis banderas, de cualquier
nación, y que si fuere necesario echarles dellas, no ha de
ser por su orden, ni serán sus jueces, mientras no le bajá-
remos del sueldo. Estas cosas son clarísimas, y ninguna
duda ni respuesta tienen; más tragáronlas con disimula-
ción por algunos pocos dias, y resolvieron con pasarme á
mí el mismo corregidor una requisitoria, inserta la respues-
ta del contador, para que le mandase exhibir las mismas
provisiones ó capítulo de insírucion. También lo he disimu-
lado, porque siendo gobernador en el reino, desautoriza-
528
ríame sí anduviese en competencia con mis inferiores; y
dar cuenta dello á los gobernadores no conviene en ningu-
na manera, por no enflaquecer la autoridad de mi cargo
pidiéndoles auxilio , porque veníamos á ser subditos suyos,
y á depender dellos.
Buscando el medio mas suave que estas cosas pueden
tener, no hay ninguno mas acomodado que mandarme
V. M. escrebir por el consejo de Estado ó de Guerra lo si-
guiente:
Que aunque V. M. confía de mí que conservaré la bue-
na^ correspondencia que debe haber entre los naturales de
Portugal y la gente de guerra, y que para ello porné mu-
cho estudio y cuidado en traer los soldados bien disciplina-
dos, todavía, porque uno de los medios de conseguir este
intento es no confundir las jurisdiciones entre los corregido-
res y tribunales y el auditor general, me manda V. M. que
si aconteciese que los oficiales de las banderas prendan
de dia en fragante delito, 6 de noche la ronda á algún ve-
cino déla ciudad, no le detengan en prisión, sino que le
manden remitir luego á sus jueces, sin esperar que me lo
remitan; y que lo mismo deben hacer ellos, sin detener por
ningún respeto mas tiempo los soldados en sus cárceles que
hasta que les conste que lo son ; porque de cualquier de
las dos partes que en esto exceda, se tiene V. M. por de-
servido, y que yo declare á los demás gobernadores, pare-
ciéndome necesario, que esta es la voluntad de V. M.
Con esto se remediarán suavemente los dos casos, y se
asentará la concordia sin rumor para adelante (que es lo
que deseo), porque conviene más ai servicio de V. M. aun-
que padezca la autoridad un poco; pero debe ser poco , por-
que si la van aportillando, sucederán mil inconvenientes, y
no podrá V. M. ser bien servido. Nuestro Señor etc.
529
Copia de carta de don Juan de Silva á S. M. , fecha en
junio de 1504.
Satisface á las quejas dadas por los portugueses contra unos capi-
tanes y soldados castellanos.
BiMoteca Nacional.— Sala de MSS,—E^\, fol. 25.
Por la carta que V. M. escribió á los gobernadores con
el aviso que de acá se envió de los excesos de algunos sol-
dados, especiíicando tres casos sucedidos estos dias, he he-
cho las diligencias convinientes á la averiguación dellos,
no porque ignorase la verdad , sino por poder satisfacer al
escrúpulo que el dicho aviso pudo causar á V. M , apuran-
do las cosas judicialmente. Ya se envió al conde de Gastel
Rodrigo el traslado auténtico de la información que se ha
hecho con lo que pasó con don Blas Enriquez, que es lo
más raro que allá se escribió, por la cual constará ser fal-
so cuanto se dijo de la violencia que se habia hecho á don
Blas, y de toíías las circunstancias que acomularon los que
pretendían hacer odioso el oficio, que yo mandé hacer jus-
to y moderado cristiano.
El caso de don Diego de Alfonseca tan acreminado , y
del capitán Luis Daza, no van auténticos, porque el pri-
mero, como pasó en la plaza, es muy notorio, y todavía le
haré judicial si V. M. manda. En el segundo se va proce-
diendo, y queda preso el capitán, y así no está en térmi-
nos de poderse enviar con este correo; irá con otro y en^la
relación declaro la causa de haber tardado de comenzar á
proceder contra Luis Daza, á la cual me remito.
Puedo certificar á V. M. tuvo dicha Diego de Alfonse-
ca en topar soldados tan corregidos ó tan ruines, que der-
ToMO XLIIl. 54
530
ribándoles uno de sus camaradas, y siguiendo al que herido
gritaba que le habia muerto, hasta su casa donde había sa-
lido, parasen á raya en la puerta; porque en la corte de
V. M. donde no hay gente de guerra, y la justicia tiene
tan gran autoridad , suele acontecer de otra manera.
El papel portugués muestra claro que no procedió de
persona pacífica ni bien intencionada; porque dejando apar-
te ser casi todo contrario á la verdad, y omitiendo también
el no acudir á mí á quien tocaba castigar aquellos excesos,
digo que descubren el ánimo perverso del autor, tanto si lo
escribió pretendiendo que llegase, ó creyendo que llegaria
á las manos de V. M. ; y aquellas metáforas de que estiran-
do las cuerdas por las puntas, romperá por medio, son
muy exhorbitanics y desconcertadas. Confieso á V. M. que
ando descontento de pocos dias acá de los humores del pue-
blo y de los soldados, porque los maltratan y desprecian, y
en este año han muerto un golpe dellos, donde los cogen á
solas, sin haber castigado delincuente ninguno, ni hecho di-
ligencias; son gentes de su parle; los jueces no son propi-
cios; los testigos mucho menos, y así todo se hace noche.
Llegando aquí me avisan que han muerto dos que hallaron
en el barrio de San Roque, porque quisieron valer á uno
que se venia retirando de un golpe de gente que le seguía,
y ayer mataron á otro.
Traigo estos dias oficiales de ronda repartidos por la
ciudad con ocho ó diez soldados cada uno, y con sus insig-
nias en las manos. No llevan arcabuces sino pelos y espal-
dares, con orden que retiren los que toparen desmandados y
atajen ruidos, porque está la ciudad llena de soldados de la
armada portuguesa y de las galeras; y si no se hiciese esta
diligencia, sucederían desastres; y aunque han atajado al-
gunos, todavía donde el pueblo les puede perder el respeto.
551
no se la perdona, por moderados que entren ásoIo poner paz,
y va tomando opinión la gente de guerra, que yo soy pareial
á los portugueses, y que de aquí procede no hacérseles jus-
ticia. Esto causa cobardía ó despecho, que no se cual es
peor; porque enfrenándolos como yo lo hago, y maltratán-
dolos tan descubiertamente la gente de la tierra, los que
tienen honra y brio, lo mtmos malo que harán es huirse, y
lo mas cierto vengarse, y los soldados comunes se hacen
gallinas. El remedio es que V. M. no nos desfavorezca, y
que así como es muy justo cargarlos con rigor si se desman-
daren , también lo es que si haceii lo que deben , sean esti-
mados y bien tratados; y entiendan los gobernadores que
la voluntad de V. M. es, que se les haga enteramente jus-
ticia, y que no es pecado venial matar castellanos.
El asiento que tenia hecho de la p()!vora se va imposi-
bilitando, y eslán todos estos castillos atenidos á los 200
quintales que me dio el adelantado y sin bocado de pan.
Veo yo que son urgentes las causas de haberse, suspendido
los cincuenta mil ducados que V. M. mandó proveer para
ello; pero suplico á V. M. que no se dejen de enviar, por-
que si descrece la reputación de los soldados, siquiera se
conserve la de los castillos.
Ni todos los trabajos son miedo de ingleses, mas algu-
nos son de justo recelo de los soldados castellanos, porque
pasado aquel suceso que sin causa alguna tuvieron con el
corregidor Diego de Fonseca, cercáronle la casa, diciéndo-
le todas las deshonras que se podian decir á un traidor. La
mujer de don Blas Enriquez se acostumbraba á asentar en
cierto puesto dentro en la iglesia de Nuestra Señora de la
Luz; vino á aquel acaso la mujer de Lope García de la
Torre, y con una alcatifa en que se sentó, ocupó el dicho
pucsío. Después vino á la ig!esi¿i la mujer de don Blas, y
532
como sus criados viesen que estaba lomado el puesto , con
descomedimiento y mal modo arremetieron á la alcatifa y
á la mujer de Lope García, y la tiraron de allí. Ella resen-
tida y afrentada desto , se quejó al marido, y él hizo venir
luego allí á la iglesia diez y seis arcabuceros con el sar-
gento mayor y el capitán Villaroel, y hallando ya á don
Blas asentado en el arca de la cofradía , se fueron á él y con
muy ruin modo y afrenta le obligaron á pedir perdón de lo
pasado cá Lope García; y lo mismo hizo que hiciese su mu-
jer á la de Lope García, y no se cuentan las solturas de los
soldados y soberbia, porque es muy usado entre ellos, y no
hay ninguno que lo ignore; y para componer el caso se de-
be mucho loar la paciencia de don Blas.
Otro semejante sucedió luego, porque prendiendo el al-
caide Antonio Bárrelo á un fulano Mousinho, por deudas
que debia á la hacienda de V. M., el capitán Luis Daza en-
tretenido y casado con una hija del presa, fué con soldados ;\
matar al dicho Bárrelo, y entró en la cárcel de la ciudad
preguntando por él muy ruinmcnte y con palabras muy
desconcertadas, y fuéle necesario valerse de cerrar las
puertas y de la gente qué recrecía , y Luis Daza tornó al
mesmo con muchos soldados, con demostración de quererlo
llevar preso, según lo que hizo y palabras insolentísimas
que dello mostró, y por concurrir mucha gente no tocaron
en el alcaide. La tierra sintió estas desórdenes, y el coire-
gidor se fué á quejar dellas al Consejo; mas los dcjlincuenles
son soldados y son malos, y nosotros las vigornias; y pué-
dese temer que puje esto tanto por la cuerda, que venga á
reventar por el medio. Y este mismo Luis Daza, siendo ca-
pitán en la jornada del Ferrol, mató un hombre en Cabeza
de Vide, (Je que fué remitido sin castigo al auditor caste-
llano, que luego se puso en la rúa sin castigo alguno.
533
Copia de párrafos de carta de don Juan de Silva á don Cris-
tóbal de Mora^ fecha en junio do 1594.
Poca razón con que los portugueses se quejan de la conducta de
los soldados castellanos. — -Llegada de un adelantado á Lisboa y
lo que ha ocurrido en materia de cortesías. — Cuestión que aca-
ba de tener con los gobernadores.
Biblioteca Nacional,— Sala de MSS.— E S4, fol. 79.
Con el primer correo enviaré actuado lo que se acusa
de las insolencias de los soldados, y con este quiero adver-
lir á V. S. de una regla (jue puede tener por máxima para
conocer malsines, y es averiguar si han avisado priitiero
á los que loca remediar las cosas de que se quejan ; porque
lodos los que atraviesan la primera instancia, quieren po-
der mentir, y así es cierto que de esas cosas no ha hal)ido
hombre que venga á decirme palabra contra los soldados,
tanto que lo postrero que dicen de Luis Daza, dijo el regi-
dor con mucha exageración á los gobernadores, sin avisar-
me primero, habiendo estado con él en el antecámara el
mismo dia antes de entrar en el gobierno, y también dijo
que hacia información dello, y después acá tampoco me la
ha dado , y así lo he dejado estar de rabia desto; y si el rey
no lo mandara, yo nunca lo moviera, porque acudaná quien
ha de remediar los escesos, y á quien saben mejor que con
la mayor vigilancia del mundo los procura impedir, casti-
gar y acomodar. También quiero que sepa V. S. que los
capitanes que fueron á la quinta de don Blas Enriquez, los
envié yo, y que estando con la calentura, no dormí toda la
noche por pacificar y remediar ese inconveniente; y sabido
que ellos fueron con orden mia, de creer es que no se la da-
53 i
ría de hacer dcsorílencs. Resta saber si la observaron ó la
rompieron, y en que forma; esto llevará el primer correo,
y si pecaron lo pagarán.
Vivo mejorado de mis achaques, y en parlicular del
que mas tenia de seis ó siete dias á esta parte. Los de V. S.
imagino que han parado ó descrecido notablemente: déle
Dios la salud que ha menester su casa.
Subió el adelantado arriba el miércoles, y en frente de
palacio hizo una brava salva con todas las galeras, respon-
diéndole en el castillo con seis cañones, cosa demasiada por-
que bastaba uno; y en dando fondo la capitana junto á San
Pablo, le fui á visitar. Aquí también rompí la orden de
S. M., que lo mandó hacer después que él hubiese visitado
á los gobernadores. A la tarde nos vinoá ver pomposamen-
te con cincuenta arcabuceros de guardia. También esto es
demasiado , porque le bastaba la mia que estaba en orden
en la puente para recebille, y ordené al alférez que le aba-
tiese la bandera (que fué otra demasía). Subió á los gober-
nadores; dejamos entrar con él los que le acompañaban; sa«
limos á la mitad de la pieza, y después hasta la puerta, que
también los arrastré á ello. A la noche le envié á ofrecer
las ventanas de la rúa nova, que caen en mi aposento, para
ver la procesión, donde podia estar secreto ó público, y que*
darse á comer conmigo; no quiso hacerlo, ni supo respon-
der cosa que tuviese propósito para negarlo, y el mismo dia
á la noche echó al padre Sicilia para que persuadiese al
veedor general que por rodeos supiese de mí si le hablan de
visitar los gobernadores, porque si no lo hubiesen de hacer,
se bajarla á Belén luego; respondí que si los gobernadores
lo hubiesen de visitar acá, no lo dejarían de hacer en Be-
lén, que se podia ir en buen hora. Tornó el teátino rabian-
do y quejándose de los que le habían aconsejado que subie-
535
se arriba, y que la visita en Belcn no era visita. Torná-
ronme á pedir socorro, y ayer hice ir allá al conde de San-
ta Cruz, y hoy al de Sabogal y á Miguel de Mora. Guando
el de Santa Cruz tornaba, no hallaron pólvora para dispa-
rar una pieza por cortesía; hízose cuando ya venia á medio
camino, que pudo pensar que le tiraban; mas dicenme que
mandó dar tres tratos de cuerda al artillero.
Quedo satisfecho de mi solicitud, por desearme V. S. por
su criado , y no me espanto, porque soy barato que es me-
jor que solícito.
Di cuenta á los gobernadores de la confianza con que
se me desarmaba sin dejar castellano en Lisboa. Respon-
dióme alguno que en la ciudad todavía no faltarían ruines
intenciones, que viese yo si será bueno meter portugueses
en San Gian y en los otros castillos, y servirme aquí de los
soldados; díjolo con bonísima intención. Otro mas especu-
lativo dijo, que se levanten portugueses. Vínoseme al pen-
samiento responderle, que no era menester levantarlos,
que ellos se levantarían ; mas modéreme con decir que los
cabos han de ser castellanos, y respondíle que no conviene,
porque perderán los portugueses el brio si no piensan ser
capitanes; y si así discurren en Francia, trabajo tenemos.
El auditor general es hombre muy de bien, como tengo
escrito á V. S. otras veces. Pretende ser fiscal de la cárcel,
ó cualquier oficio de su profesión. Creo que ejercitará lim-
piamente, y hará lo que debe. Suplico á V. S. lo favorezca
por hacerme merced. Nuestro Señor etc.
^•^>6
üo(
Copia de párrafos de carta de don Juan de Silva á don
Cristóbal de Mora, fecha en julio de 4594.
Da cuenta de varias pendencias ocurridas entre castellanos y por-
Biblioteca Nacional.— Sala de MSS.—E 54, fol, 62. vto.
Dios dé á V. S. mucha salud del nuevo corrimiento que
cargó á los ojos, como me escribieron que le va teniendo,
y crea V. S. que me dan mucha pena sus achaques.
Reconocí la minuta de lo que escrebí á V. S. sobre el
adelantado, y soy tan bobo que yo mesmo me hice la co-
pla , no queriendo decir que sospechaba ó creia que venia
¿sindicar, sino que me debía mucho, porque sabiendo
que no venia á eso , le hice aquellas cortesías que V. S.
lo sabrá mejor, porque está el sentido trocado, y no es mi-
lagro, pues ordinariamente escribo á las dos de la noche,
y después se minutan las cartas; y aunque es verdad que
el vulgo dijo esto, luego que llegó, no fué el rumor de ma-
nera que se extendiese mucho, ni hiciese impresión en
hombre de juicio, mayormente que somos muy amigos.
Mucha merced me ha hecho V. S. en advertirme de
las cosas que allá escriben de las pendencias de los de la
tierra con los soldados, y de las culpas que me ponen to-
dos; por cierto, señor, que no tengo ninguna negligencia
ni remisión en la justicia, aunque no sea yo sanguinario.
Lo que pasa es, que no hay pendencias de que se pue-
da hacer caso, porque ninguna hubo cuando se escribieron
esas cosas, hecha de pensado, que es lo que se debe prohi-
bir y atajar con todo rigor.
557
De las que son de pensado, tampoco sé que haya ha-
bido sino lo que escrebí á V. S. cerca del castillo, donde
liubo tres ú cuatro heridos de toda [)arte, que ninguno mu-
rió, y esta fué accidental, sin ningún fundamento. '
La causa de ser esta mas odiosa que otras, sucedió por
ser á ponerse el sol y cerca del castillo, estando juntos lo-
dos los soldados que venían á recogerse, y así se derrama-
ron hasta que los retiraron los oficiales;- y para satisfacer
los de la tierra, ordinariamente cometo á los jueces portu-
gueses las informaciones acompañados de mi auditor. Dirá
V. S. : "dadme cuenta si eso es así : que flojedades os acu-
san, é de dónde procede eso"; y estos son dos miembros.
El primero de la flojedad resulta de la que uso con ellos,
porque de no apretara los que hieren y matan soldados,
ni seguir aquellas causas con brío, juzgan que soy muy
blando; y después conforme á la condición que han expe-
rimentado en su favor, no acusan si los descalabran, y se
huye el delincuente, lo cual tampoco sé que haya aconte-
cido, y es milagro, porque habiendo aquí dos mil soldados
portugueses, y los de las galeras y los mios, sucedió que
yo supiese tres ó cuatro pendencias con los de las galeras
y los portugueses , y con italianos de la naves. No entraron
soldados de este tercio en estas ni fueron peligrosas, aunque
mataron un soldado de galera en una ; después estos en otra
pendencia mataron un portugués. Estas son las pendencias
de aquel tiempo sin haber habido otra.
No cuento que andando un sargento óe guardia con
ocho ó diez soldados con sus espadas y petos y espaldares,,
y él con su alabarda, (porque así ordené aquellos dias que
anduviesen algunos para atajar pendencias) , entraron á
despartir una de soldados portugueses, y juntóse toda la
calle contra ellos , y maltrataron al sargento sin que bastase
558
decir que ponía paz. Gamo vi esto, orJené que de allí ade-
lante cesasen estas guardias.
Dígame ahora V. S. siestas son las pendencias, que le
parece que son de admiración ni de acusación, pues crea
cierto que ninguna otra cosa hulw) entonces, ni hay solda-
do que haya herido portugués en todo el tiempo atrás , ni
de tal ha habido queja ante mí, ni ante la justicia. Al prin-
cipio deste gobierno robaron en una quinta valor de veinte
ducados una cuadrilla de seis ó siete, que iban á vengar-
se de unos hombres que los hablan maltratado. Hice mu-
cha diligencia por saber quien eran, tanta que saliendo los
gobernadores de misa y subiendo por la escalera, se rae
quejó una vieja deste caso, diciendo que un alférez que es-
taba en el patio habia ido con ellos , y por solo su dicho así
del maese de campo Barachel , porque me le hallé en el
acompañamiento, y inviéle á prender por ladrón al alférez,
vestido de terciopelo, que no tenia mas culpa que un santo.
Dos dias después pareció una ropilla de un soldado de los
que allí se hallaron, y habia mudado el traje, y por el ras-
tro della pesqué dos, y otro dia los hice ahorcar, y no les
habían tocado cuatro reales de parte. Ninguna otra cosa al-
ta ni baja ha sucedido contra portugueses.
Dejo de referir lo que ellos han hecho contra los solda-
dos, matándolos cruelmente donde quiera que los topan so-
los; porque después que yo vine, son 10 ó 17 los que han
muerto sin entrar en el hospital; serán muchos más, y de
heridos un gran número, y estos mismos dias de que aho-
ra se quejan , sucedieron otras muchas cosas terribles que
no cuento por pendencias, porque son los soldados los muer-
tos. Dos mataron junto á San Roque de día, sin causa nin-
guna, porque acompañaban á otro que les pidió que lo pu-
siesen en salvo, porque le querían matar , y él se puso en
Oó\
cobro (1) huyendo , y los amigos quedaron tendidos.
En casa de una bellaca castellana mataron un muclia-
cliode diez y seis años, sin armas, criado del auditor ge-
neral , y encerraron el cuerpo que sacaron á la noche hom-
bres armados y conocidos , y le llevaron á enterrar al
campo.
De todo esto no se hace caso ninguno, porque los sol-
dados son gente desamparada, y no hay quien les acuda,
y la justicia de Portugal siempre procede lentamente; y es-
to mismo es lo que yo digo á los mismos soldados cuando
se me quejan de que no les hacen justicia, que entiendan
que no es odio de castellanos ni de soldados sino usanza
propia suya y estilo que guardan entre sí.
Todas estas pendencias acomuladas, muertes y heridas
son pocas en Lisboa con soldados, porque muchas más ha-
bla antes que los hubiese, y después que los hay, nunca
menos hubo que agora; porque ningún género de insolen-
cia se consiente, y vi muchas sucedidas en tiempo de mis
antecesores (sin quitar ninguno) , y estando S. M. de pre-
sente, algunas de que podria traer ejemplos. Bien confieso
que es desdicha caer muchos soldados, sin que se prenda nin-
guno de la tierra , porque se podria engendrar odio que cau-
sase inconveniente; mas esto no ha llegado á este término,
ni sé cosa más quieta que están los soldados.
Mas historias he de contar, porque faltando muy so-
lemnes, díjome el regidor anoche, que se habia hecho aquí
justicia de unos italianos que saliendo de galera el uno ó
ambos, porque el uno creo que era marinero de una na-
ve, y que se me quejaba de que, no teniendo sueldo, me en-
tré en su jurisdicion; respondíle que aquí habia costumbre de
(1) liemos añadido cslas palabras que faltan en el manuscrito.
5Í0
conocer esla gente marinesca , tanto más el uno que salió tle
forzado dos ó tres meses há, y que si me los hubieran pe-
dido, también se los diera, pero que nunca me los pidieron,
y así es la verdad; más que de aquí adelante baria en esto
lo que él quisiere, porque no quería eslender jurisdicion, si
bien como digo, este fué siempre el estilo, y nunca se ha-
bían quejado dello.
Ahora contaré el caso, y empiezo por el menos grave, y
fué, que un marino dio de puñaladas j)or las espaldas á un
pobre portugués, y se metió en San Pablo. Púsosele guardia,
y juntóse el vicario con el auditor general, y remitiósele.
Mándele ahorcar estando en prisión más de ocho dias, sin
que la justicia portuguesa lo pidiese.
El segundo es, un veneciano forzado en estas galeras,
que há poco que salió dellas, habiendo sido después que
cumplióla penitencia algunos meses artillero, aunque enton-
ces no tenia sueldo. A este se encomendó una pobre mujer
portuguesa, casada con otro italiano^ para que la llevase en
seguimiento de su marido , que iba huyendo de la justicia,
y cargóse de sus joyuelas y dinero, y en sacándola al cam-
po, le dio cien puñaladas y la robó una legua de aquí.
Ti'ujéronla y enterráronla, sin que la justicia portuguesa
hiciera dilijencia de provecho. Desenterróse y reconocióse
como convenia, y tomando el rastro del delicuente, le hice
seguir hasta Goimbra, y el que fué tras él se dio tan bue-
na maña, que levantó cien conejos, y prometió mas de vein-
te hábitos de Cristo, y siguiéndole por aquellos montes le
halló embreñado. Venido aquí confesó y restituyó lo que le
quedaba del hurto. En todo este tiempo no habló palabra la
justicia portuguesa; y por no perdonarle siendo el caso tan
atroz, le mandé hacer cuartos. Aprobólo mucho el pueblo,
de lo cual nació la envidia á losdescmbargadores, que me-
Sil
lieron al regidor en la cabeza que tenia razón , y fué muy
satisfeclio al decirle yo que no lo haría otra vez.
El mismo dia que se quejó deslo vino á mí un corregi-
dor y me dijo, que estos soldados de mi guardia liabian
])reso un ladrón, y le tenian acá bajo en el fuerte, y porque
nndan otros en la compañía y tienen trato con los de aquí>
convenia saberse deste si trataba con ellos antes que pudie-
sen entender que estaba preso; y porque ellos no podían ha-
cer esta diligencia apresurada, la encargase al auditor y no
se la remitiese antes de hacerla. Respondíle que no me lo
sufrían en la relación y se quejaban. Replicóme que por
amor de Dios no impidiese la justicia, y que la hiciese
quien quisiese: con todo, no me atreví á detenérsele. Res-
la por decir las causas destas quejas que no son las penden-
cias, sino otros humores más universales.
Diego de Fonseca es hombre entendido y mal con-
tento. Tiene mucha gente aficionada. Sucedió aquella pen-
dencia en que los portugueses derribaron el soldado, junto
á su casa, y corrieron tras aquel que entendieron lo había
muerto; dejóle salir gritando los soldados que le prendie-
ron, y prendió un inocente para cumplir con ellos. Acabóse
luego aquello, Gomo ya tengo escrito á V. S acudió toda la
gente portuguesa de humor atravesado á ofrecérsele, para
hacer muy odioso el negocio, y esforzar el tjando portugués,
y quiso hacer acción y derecho do la templanza con que pro-
cedió, no se aprovechando destos ofrecimientos, y sacar con
este acha([ue carta nuestra en su loor, y no faltará quien
la mandará escribir; y hubiéramosle alabado de dos cul-
pas: una de soltar el preso, y otra de admitir aquellos ofre-
cimientos populares.
De aquí nace escarbar todos sus cómjdices estas menu-
dencias, negociar los unos que escriban los otros y escon-
5Í2
der ellos la mano. De aquí también resulló la relación del
portugués, que se nos invió; y después que se escribió de
allá que es de ministro, me parece á mí de nuestro amigo
Pedro de Acosta, becha en estilo de Lucano, como el suyo.
Si V. S. quisiere creer esta relación , quedará bien in-
formado, y sin duda cierto que lo que afirmo es así, y lo que
congeturo vcrisimil ; y si no lo creyere, no se entenderá nun-
ca la verdad.
De lo que á mí toca , no se me da nada; bago lo que
debo ; veo lo que adeviné.; liaré justicia siempre; no me des-
cuidaré ; si no lo persuadiere al rey ni á la gente , seré mo-
llino, no culpado.
He contado los casos sucedidos, y mostrado el origen
dellos; mejor se pudiera decir el remedio; más no gastaré
tiempo en ello, porque no se ba de aplicar. Nuestro Se-
ñor etc. . 'r^yiíí;
Copia de la instrucción que don Juan de Siloa dio al capi-
tán Rodrigo de Orozco, en agosto de 1594.
Biblioteca Nacional. — Sala de MSS.—-E M, fol. 142 vio.
Iréis á Madrid por la posta á toda diligencia que pudié-
redes, y daréis luego en apeándoos los despacbos (jue lle-
váis, á los señores licenciado Laguna y Andrés de Prada,
y le representareis las grandes necesidades que aquí bay,
por lo que se debe generalmente á toda la gente de guerra
que está á mi cargo, basta fin del año 92.
Que dejado esto aparte, se comenzarán á proveer las
pagas del año 93, y que para estas faltan 127,645 escu-
dos, por baberse dejado de proveer 17,506 para las pagas
543
de enero, hebrero y marzo, y no haberse cumplido entera-
mente las de abril, mayo, junio y julio, ni hecho provisión
alguna para las de noviembre y diciembre , como más par-
ticularmente se vercí por las relacionas que se han inviado,
de las cuales, para que estéis bien informado, se os dará
traslado juntamente con esta.
Que por esta falta fué forzoso, que á instancia mía y
por servicio de S . M. , tomasen á cambio por su crédito y
fatoría Pedro de Meluenda y Carlos Veluto 68,000 escudos,
con los cuales, y con otros que anticii)aron á cuenta de las
diez pagas que se proveyeron por esle año , se dieron las
de noviembre y diciembre de 93 á la gente deste partido,
y se socorrió también con algunas sumas á las islas Terce-
ras, y entre Duero y Miño y Galicia, y se fueron pagando
aquí los meses de enero, febrero y marzo deste año, por-
que las letras y órdenes de S. M. que se dieron sobre la
dislribucion de los 40,000 ducados para la paga de los di-
chos diez meses, no vinieron hasta principio de abril.
Que conviniendo al beneficio de la real hacienda exten-
guir los cambios de los dichos 68,000 escudos, se pagaron
los 60,000 con otros tantos, que montarán las pagas de los
dichos tres meses primeros deste año, para acabar de pa-
gar la dicha partida de 68,000 escudos; y para pagar los
capitanes y oficiales de las diez compañías que S. M. man-
dó reformar, se pidió al dicho Pedro de Meluenda en 25 de
abril, tomase á cambio por cuenta del rey 13,000 escudos
como lo dijo, y los entregó al pagador Gerónimo de Andra-
da , con recaudo que se le dio de que para dos deste mes
de agosto, se le pagarían con el daño que hubiese montado
el tomarlos á cambio, y hoy dia se le debe el uno y lo otro.
Que por esto se ha ¡do atrasando el sueldo un mes, pro-
curando con los dichos Pedro de Meluenda v Garlos Velu-
544
ti, (1) que anticipasen á los primeros dias de cada mes y
á los 20, lo que estaban obligados á pagar a postrero , con
lo cual se ha entretenido hasta ahora, ayudándose de al-
gún dinero que habia por cuenta de galeras, y deteniendo
algunos dias á las Islas, y entre Duero y Miño y Galicia,
compensando el aprovechamiento que en ellos podian tener,
con el daño que se les seguia de anticiparlo deste partido
de Lisboa , y 7,500 escudos que dio Garlos Veluti, también
adelantados, para la paga de la gente, y provisión y bas-
timentos de las galeras deste rio, que llevó á don Diego
Brochero á Bretaña, habiendo mandado S. M. que se des-
pachasen con mucha brevedad de todo el dinero que esta-
ba proveído por cuenta deltas.
Que la causa que me lia obligado á inviaros, es haber
cesado la comodidad de prevalerme del dinero que habia de
las galeras, que se consumió en despachar al dicho don
Diego Brochero, y decir Pedro de Meluenda, que tiene á su
cargo la provisión de entre Duero y Miño y Galicia, que
no puede anticipar nada, porque lo ha de pagar en aque-
llos partido, y lo tiene allí de contado, y que tampoco ha de
pagar los 12,000 escudos á que está obligado en fin deste
mes de agosto, si no le pagan los dichos 13,000 escudos
que tomó á cambio con sus intereses, por ser pasado el pla-
zo, como está dicho, y también porque, habiéndosele dicho
questos se le pagarían del primer dinero que S. M. manda-
se proveer por cuenta del año 93, ha visto que están pro-
veidos 30,000 escudos, con orden que se destribuyan en
pagar las Islas, y entre Duero y Miño y Galicia, sin que to-
que parte alguna al partido de Lisboa, ni pueda ser él pa-
gado , con lo cual hace como se ha dicho, prenda de lo que
(4) Feluto le llama en uno de los párrafos anteriores. .
545
está obligado á pagar, con que quedarla lo de aquí de ma-
nera, que no solo no se podrán continuar las dichas diez pa-
gas, pero no habrá ni aun para el socorro de un real ca-
da dia.
Y como quiera que en las relaciones que se inviaron
á 30 de julio á los señores licenciado Laguna y Andrés de
Prada, se particulariza esto mas menudamente, habéis de
pedirlo primero con gran instancia, que délos dichos 80,000
ducados, se dé á cada partido lo que le tocare por rala;
porque con esto se podrá pagar el dicho Pedro de Meluenda,
y entretenerse en alguna manera este partido, hasta que
S M. mande acabar de proveer los dichos 127,645 escu-
dos, que, como está dicho, faltan para sobre el año 93, y
entonces se podrá dar á cada partido todo lo que hgora se
les libra á los de afuera de aquí, con los dichos 80,000 du-
cados, que es lo que se les debe de todo el año de 93.
Que aunque S. M. mande proveer enteramente los di-
chos 127,645 escudos que faltan para la paga de todo el
dicho año de 93, y se cumpla dellos con las Islas, y entre
Duero y Miño y Galicia, queda muy agraviado el partido
de Lisboa, porque se han ofrecido en él todos los gastos
extraordinarios que veréis apuntados en la dicha relación,
los cuales no se han podido excusar, ni ha habido de que ha-
cerlos, sino de la paga de la gente de guerra, y de 14,000
escudos que se tomaron primero del dinero que está consi-
nado para lo tocante á la fábrica del fuerte del Brasil, que
se hace en la Tercera , y no se puede acudir á esto en ma-
nera alguna , si no se provee con que poderlo restetuir.
Que si bien con la provisión que está hecha para los
diez primeros meses deste año, se pagará enteramente en
las Islas, y entre Duero y Miño y Galicia, no se podrá ha-
cer esto en Lisboa por el mes que se trae atrasado, como es-
ToMoXLIlI. 35
546
tá dicho, y se refiere mas particularmente en la dicha re-
lación de 50 de julio. Y conviene que hagáis mucha fuer-
za, que desde luego se provean los meses de noviembre y
diciembre deste año para todos los partidos, y también d
de octubre dé! para este de Lisboa, en caso que no se pro-
veyese todo lo que se debe del resto de las pagas del afio
de 9o; que la mayor falta que en esto hay, es no poder
conservar el crédito que es tan necesario con los hombres
de negocios; y que esto está aquí de manera, que así por
no haberles pagado lo que se les debe, como por haberse
suspendido las letras de las Islas, y enviádose de allá las
órdenes tan precisas, y crecido aquí los trabajos y necesi-
dades con las desgracias que cada dia suceden, conviene
mucho dar orden que se asiente de veras la siluacion de
las pagas de adelante, y que haya crédito enlero para lo
que pueda ocurrir.
Diréis en particular al señor licenciado Laguna que en
las Islas, y entre Duero y Miño y Galicia, se puede hacer
tanteo ordinario de los gastos de cada mes, y que en el par-
tido de Lisboa no se puede arbitrar por los muchos acciden-
tes que se ofrecen; y que habiéndose hecho las provisioneá
de aquellos partidos complidamente, conforme á las relacio-
nes que los oficiales del sueldo dieron de lo que cada mes
mostraron, y enviádose también la de este partido dicien-
do que montaba ¿íá,Io8 escudos y 5 reales, con lodo eso
no se acrecenió la provisión que estaba hecha de solo los
dichos 20,000 escudos, los cuales no han bjslado para el
cumplimiento de las pagas, y mucho menos se podrán cum-
plir las de los meses que vienen , llegando, como cada dia se
esperan, más de 400 soldados que se han levantado de
nuevo en Castilla , para rehacer estas compañías, cuyo suel-
do motilará casi 2,000 escudos cada mes.
o
47
Habiendo hecho esía relación en Madrid (como está
dicho) , pasaréis sin deteneros á San Lorenzo , y daréis las
cartas que lleváis al señor cardenal y á los señores doa
Ciislóbal y don Juan, y á cada uno daréis cuenta de todo
lo dicho lo más hrevemenle que pudiéredes, representándo-
les la necesidad en que quedo, y la que hay del hreve re-
medio , y suplicaréis á S. A. y á esos señores lo procuren,
y que se dé orden siquiera que de presente los dichos
80,000 ducados se destrebuyan en este y los demás parti-
dos por rata , y esto ha de ser lo primero que habéis de ne-
gociar j y en lo que habéis de hacer mayor esfuerzo por
ser tan necesario y preciso, para que no cese la paga y so-
corro destá gente este mes de agosto y los dos que siguen.
Para persuadirles esto, les diréis lo que liaheis visto, y
lo que sabéis del estado de aquí, y á lo que ha llegado, y la
diligencia que yo he hecho con los hombres de negocios
para que se pudiese excusar vuestra ida, y lo poco que ha
servido, por las dificultades que se han atravesado, como
arriba está apuntado.
Procuraréis que no se defiera la resolución, porque no
lo súfrela necesidad presente, y por ser tan fácil el reme-
dio della con la dicha destribucion prorata , de los dichos
80,000 ducados que han comenzado á llegar á Lisboa.
Y negociado esto, inviándome los despachos dello, trai-
réis las demás provisiones que arriba están dichas.
Diréis á esos señores que lleváis carta mia para S. M.;
y si os dieren licencia, se la daréis en su mano, refirién-
dole la suma de vuestra comisión, y la necesidad que me
obligó á enviaros á suplicarle que la mande remediar; y si
por sus indisposiciones ó por otro respeto no le habláredes,
daréis su carta á Juan Iluiz de Velasco, pidiendo de mi
parte la ponga en sus reales manos, para que tenga enten-
548
dido este negocio, y acudiréis ala persona que se remilie-
re, y parlicularmenle al señor licenciado Laguna y al con-
tador Pedro Orliz del Rio, con quien habréis de correr el
progreso de vuestra comisión.
Todo lo cual haréis y cumpliréis con el cuidado y deii-
gencia que soléis emplearos en el servicio de S. M. , y con la
prudencia y destreza que el negocio pide , y lo habéis he-
cho en otros semejantes, y se confia de vuestra persona etc.
Copia de carta de don Juan de Silva á don Juan Maque z,
fecha en agosto de 1595.
Dice que se ignora el rumbo que tomará la escuadra inglesa. —
Quéjase de los gobernadores, por quererle quitar la compañía
de guardia.
Biblioieca Nacmial.—Sakt deMSS.— EM, fol. 197 ito.
Antes que pensar que V. S. se ha de emendar dema-
siado , creo que dejaré algunas veces de escribirle, si no hu-
biere otro remedio de aliviarle esa molestia. Lindamente en-
tretienen los ingleses la suspensión en que nos han puesto
este verano; pues á medio agosto no acabamos de asegu-
rarnos do su armada , la cual me han dicho unos pescado-
res que se tomaron el dia de Santo Domingo, junto á un
portezuelo cuatro leguas de Plemua, que no saldría por to-
do el mes; más no dicen otra cosa , ni la saben, ni tampo-
co se oye para donde se navega en setiembre; debe ser co-
sa de las Indias. De la de Portugal han llegado naos sin to-
par á don Juan Pereira, y por lo que se ha ordenado á
unos y á otros, se puede presumir que tampoco le encon-
549
Irarán las que faltan: si lodo ha de ser milagro, pronto las
tendremos.
Como los gobernadores me tienen tan á mano para ser-
virlos, en lugar de agradecimiento, van ganando el ánimo
para deshacer y aniquilar esta milicia, y fundan su inten-
ción en los acaecimientos particulares, como los hereges en
los abusos de los católicos, para deshacer el papado. Los re-
galos que S. M.' ha de hacer á este reino, de otro género
han de ser, porque con los desta calidad no se pierde el
odio sino el respeto , y particularmente porfían á quitar la
compañía de guardia , que baja á hacerla cá este palacio, de
que se siguirán mil inconvenientes. Suplico á V. S. que es-
fuerce al señor don Cristóbal, para que juntos rechacen es-
ta pretensión tan impropia.
Diversos negocios son los despachos para la partida del
señor cardenal archiduque y la consagración del templo;
más juntarse han por las puntas, agradándose dello Nuestro
Señor, para pagar á S. A. el tomarle por instrumento de
consagrar otros muchos de los que han profanado los here-
ges en Flándes. Entretanto libre Dios á S. M. destos acha-
ques, y guarde á V. S. etc. De Lisboa.
550
Copia de carta de don Juan de Silva á S, M., fecha en se-
tiembre de 1598.
Representa la necesidad en que estaba la infantería de la isla Terce-
ra,— Envía la instrucción de la fortaleza de la misma. — Reco-
mienda al capitán Francisco Sánchez.— Sobre el cambio que han
hecho de sus respectivos cargos los capitanes Francisco de Mo-^
lina y Luis Daza.
Biblioteca Nacional, — Sala de MSS, — E 54 , fol, 158 vto,
SEÑOR,
A esta última de V. M. de 12 del presente no hay que
responder, porque tengo hecho lo que V. M. manda por
ella.. Creí de inviar la relación del dinero que este año se ha
proveído para toda la gente de mi cargo, y de la forma
en que se ha deslribuido, aunque no me toca la distribuí-
cion de los tres meses primeros.
Acuerdo á V. M. sea servido de tornar á ver la relación
de la pólvora que hay en estos castillos , que es tan poca y
tan mal acondicionada , que si bien V. M. me hace merced
de avisar que se proveerá una buena cantidad brevemente,
1)0 puedo sosegar con respuesta suspensa , sin entender á
qué tiempo ha de venir.
Llegó de la isla Tercera el capitán Diego de Obregon,
que partió á los 10, inviado del maestro de campo á repre-
sentar el aprieto y necesidad de aquella gente, como V. M.
lo podrá ver por las cartas; y la misma adivinaba yo que
tenian, pues el dinero con que han de comer, se deslribuye
en pagar las letras de lo que han comido. Si el crédito no
ge hubiera ¡acabado por no se haber pagado estas letras,
551
siempre tuvieran remedio, sin llegar á lomar un expediente
tan riguroso, como ha sido hacer contrehuir por fuerza á los
de la tierra, y llegar á prendellos, porque no pagan lo que
se les reparte. Asimismo se les juntó á este desengaño de
mal pagamento de las letras , otro de haber salido de aque-
lla isla tan gran tesoro, sin darles nada, estando tan pobres,
con lo cual no se pueden persuadir que desde acá serán pro-
veidos. liáme fatigado mucho el aviso deste trabajo que allí
se pasa, y así quedo resuelto de buscar mañana letras de
diez mil ducados con que se alienten, y enviárselas (si los
hallo) con una caravela el lunes ó martes. Y sea V. M. ser-
vido de conferir lo que Antonio de la Puebla escribe , ron
la relación que tengo inviado, y visto lo uno con lo otro,
proveer cerca dello lo que convenga á su servicio, sin que
se dejen de cumplir las letras por el camino que lo voy ha-
ciendo.
Al secretario Lope Suarez envío la relación particular de
lo que este capitán dice de la armada de Fernán Téllez, que
en suma es haber vuelto á la isla de San Miguel, á tomar
allí la nao de la India llamada San Pantaleon, y venir con
ella la vuelta de la Tercera donde llegarla á los doce, por*
que el capitán le topó allí cerca. Allí habla Fernán Téllez
de hacer agua, que venia falto, y recoger otros dos navios
que le aguardaban, de las suyas. Hecho esto y tomada al-
guna artillería que estaba allí, de la nao que se quemó el
año pasado, se pensaba venir, sin haber tenido aviso de las
naos que faltaban, las cuales entendian que habían loma-
do á Angola, y que esta es la causa de su tardanza.
Envío á V. M. la instrucción que ha dado Antón Gol
para la fábrica de la fortaleza que se ha de hacer en la isla
Tercera. Invío juntamente el perfil de la dicha fuerza, que
Tiburcio Espanoqui invió á la postre, y otro perfd que ha
'552
hecho acá fray Juan Vicencio, desviándose un poco del Ti-
burcio, por las causas que en la instrucción se apuntan,
las cuales me parecerán bastantes para dársela conforme al
dicho perlll segundo. V. M. será servido de mandar que se
vea con atención sobre la planta que allá estará , y los dos
perfiles que agora van, que yo pijsnso que va la instrucción
declarada, para que se entienda fácilmente donde me apar-
to de dicho perfil, y la razón que me ha movido, y pueda
V. M. con tiempo mandarme, cerca desto, lo que allá se juz-
gare por mejor.
No se ha podido excusar de dar las más de las órdenes
condicionales hechas á dos fines, por no poderse desde acá
juzgar perfectamente la postura del sitio, ni la calidad del
terreno; mas aunque esto cause prolijidad, no causará con-
fusión. Partirá Antón Col dentro de dos ó tres dias con tres
filipotes, cargados de petrechos para la fábrica; y paréceme
hombre cuidadoso y delijente que dará buena cuenta della.
Al capitán Francisco Sánchez he dicho la merced que
V. M. le hace de la tenencia de Castellón , que por ser en
su tierra le estará bien la mudanza, y la estima como es ra-
zón; y según la relación que tengo de sus servicios, y la
experiencia destos pocos dias que le conozco, holgáraMiarto
de tenerle en mi compañía. Suplico á V. M. sea servido,
en lo que cabe en soldado tan benemérito, de hacerle mer-
ced; partirá de aquí á principio del mes que viene.
He recibido el despacho del trueco que han de hacer los
capitanes Francisco de Molina y Luis Daza, con la compa-
ñía y con el entretenimiento. Ambos son beneméritos y les
viene muy á cuento el dicho trueco. Verdad es que, habien-
do de proveer aquí agora un par de compañías, yo holga-
ra de dar una á Molina, siendo V. M. servido de que la de
Luis Daza que se da á Molina, se diese al capitán Palacios
555
c¡iie tiene el mismo entretenimiento, y se podria !)acer en
otra forma que yo escribo al secretario Prada, que viene á
ser lo mismo. Nuestro Señor etc. De Lisboa.
Copia de carta de don Juan de Silva al secretario Esteban
de Ibarra, fecha en octubre de 1598.
Habla del marqués de Denla, y de varios ministros que sirvieron
á Felipe II. — Condición política de Felipe 111. — El archiduque
Alberto.
Biblioteca Nacional— Sala de ñlSS.—E 54, foL ZQ vto.
Vm. me obliga siempre con sus cartas, y tanto más
ahora que todo lo que escribe son milagros del mundo.
Acertó el marqués de Denia, por ser hombre de tanta cali-
dad, á tener muchos dependientes. Üiéronle Dios y el rey
el sumo poder temporal; resuélvese en acomodarlos todos
sin distinción ni respeto de inconveniente ninguno; tiene
grande ánimo; mayores esperanzas y algún pacto muy fir-
me con la fortuna. Dios le encamine para que en las cosas
mas públicas use de virtud y bondad, como creo que lo
hará por inclinación , si por malos consejos no declina á la
siniestra.
Los ministros viejos vienen retratados al vivo. Algún
aliento tiene don Cristóbal con el pulso en las narices, y pa-
ciencia que Vm. llama prudencia, para esperar que le per-
derán el odio si le pierden el miedo, más no le perdiera él,
si le pasaran al puesto del marqués. Don Juan de Idiaquez
en el Consejo podrá tanto menos cuánto el número de los
consejeros ha crecido, y es de creer que no le darán mas
55i
penitencia , y negocia lá con el marqués como ánles con don
Cristóbal. A Chinchón no veo remedio, sino contentarse
de haber sabido enriquecerse y honrar su linaje , que es \o
sumo de la ambición. Velada será siempre hombre de bien
y fácil de acomodar á una honrada retirada. Dias ha que
yo le aprieto que se sirva del lugar que tiene para el casa-
miento de sus hijos, á lo menos para el de su hija, y en
esto me parece que ha tardado, y que no debe de tardar
más para ponerlo en plática y en efelo.
No es posible sino que el rey tiene ingenio como Vm.
dice, por engañar callando. Es mayor indicio dello que res-
ponder y pF-eguntar bien. Puédese esperar en Dios, que en
cosa que va tan lo nos ayude.
No me espanto que no halle el archiduque muchos vo-
tos para venir á Madrid; y á él y á su mujer les podria
estar mejor quedarse en Barcelona; porque entre los reyes
y los herederos que no son sus hijos , mejor se conserva la
concordia en su ausencia.
No hará poco el de Medina Sidonia si gana la palmato-
ria al otro consuegro del marqués, que tiene terrible y fu-
rioso humor; pero mayor es el derecho del que compra
nueras, que del que compra yernos.
El mismo propósito que Vm. dice que tiene, ese mismo
deseo tengo yo de esconderme hasta la muerte, y helo de
procurar, echando á las espaldas las esperanzas de acomo-
dar los hijos y todos los respetos del mundo, negociando
solamente algún arbitrio para componer mis deudas. Núes.-
tro Señor etc.
Copia de carta de don Juan de Silva al secretario Esteban
de Ibarra^ fecha en diciembre de 151)8.
Discurre sobre la mudanza habida en la corte , después de la
muerte de Felipe II. — Recomienda al capitán Obregon.
Biblioteca Nacional.-^ Sala de MSS.—E 54, fol. 273 vto.
No me parece tiempo de caminar despacio; y hacien-
do desta consideración regla general , despacho este correo
con poco más de lo que llevó el de 26, con quien escrebí
á Vm. que la flota era partida. Por mí no quedará de cum-
plir con diligencia y ejecución lo que se me manda, advir-
liendo á Vm. en lo de la gente, aunque es lo que cumpli-
rá primero , que se acuerden de la que tornará á Sevilla
en los galeones de Villaviciosa (que Dios perdone), que son
800 hombres; si se pudiesen salvar estos 500 por ahora,
importaba mucho en estos principios, y trátelo Vm. con el
señor conde de Fuentes, que sabe lo uno y lo otro.
Grandes son los prodigios deste año, y mayores de lo que
parecen, por no haber alcanzado los que viven semejantes
ocasiones. La declinación de don Cristóbal no me causa ad-
miración ninguna, porque el conservarse entero me la cau-
sara mayor. El me la confiesa por metáfora, porque ha-
biéndole yo contado de un caballero acepto al rey don
Fernando, que le preguntó tornando á la corte, de donde
se habia ausentado en su desgracia, y cómo repartía el tiem-
po, le respondió que luego por la mañana se iba á misa; y
tornóle el rey á preguntar si oia vísperas, y replicóle: *'no
cuerpo de Dios Señor, que no está tan perdido". Sirviéndose
desta historia don Cristóbal, me escribe que no oye víspe-
ras, y que realmente no podia, siendo de sesenta años, dar
55G
cobro á los negocios quo traía á cuestas , y que cualquier
alivio dellos le estará bien. Recogiendo la materia se coli-
ge, que el rey nuestro señor tiene mas brio que se pensa-
ba; que la duda que se tenia de si era paciencia ó disi-
mulación aquella sumisión suya, se muestra que era disi-
mulación; que quiere (como sobre apuesta) echar por otro
camino; y por esto se tornará á disputar cual es el más
derecho , hallándose por ventura alguno entre los dos que
lo fuesen.
Holgado he de entender lo que Vm. dice del estado en
que el marqués de Velada se halla , que siendo cierto y du-
rable es el mejor, porque la plaza es muy grande y la en-
comienda también, y mejor que todo no tener á cuestas el
peso de los negocios.
Creo que crecerá el número de consejeros; porque en
pasando del ordinario, no puede parar sino en grande exce-
so, hallándose de cada provisión tres ó cuatro consecuen-
cias que no se pueden desigualar; y así será menester for-
mar un nuevo estilo para el curso ordinario de los negocios,
que también se formará para la espada, si fuere suave, y el
paradero descansado y abundante. Siempre yo lo loaré, por-
que ha mas de 30 años que no deseo otra cosa.
Va con esta la relación del bizcocho que está en los cas-
tillos, y los bizcocheros no tienen cosa de que echar mano.
Mucho harán los alcaides si quedan dentro con el ejemplo
de Mosquera ; por todo será razón que con la brevedad que
yo despacho este correo , parla de allá otro con su respuesta
destas cartas.
No ha venido despacho ninguno del consejo de Indias,
que hable desta materia ni de la gente. Al capitán Obregon
que Vm. conoce muy bien, me la hará muy grande de fa-
vorecerle en sus pretensiones. Nuestro Señor etc.
557
Copia de párrafos de carta de don Juan de Silva á don Cris-
tóbal de Mora, fecha en enero de i 599.
Discurre sobre las vicisitudes de varios personajes que gozaron del
favor y confianza de l'elipe II. — Deplorable estado del ejército
de Portugal.
Biblioteca Nacional—Sala de 3ISS.—E ^A , foL 51.
Hallóme con la carta de V. S. de 18 deste, á que quie-
ro responder primero que le dé cuenta de mis trabajos; por-
que si le dijere algo que le escueza , me perdonará de lásti-
ma cuando los lea.
No sabia que V. S. quedaba en Madrid, y confiésole
que por los negocios me pesa, pareciéndome que á V. S.
le está bien no mostrarse á toda Italia en lugar mas desvia-
do que le ban visto.
En el trueco de las lantejas me habia parecido que
V. S. quedaba de ganancia ; porque pasar encomienda ma-
yor á niño, tiene la dificultad de lo regresco ^^íc^que suele
allá ser grande, y otra de la dignidad , lo que no tiene una
encomienda sencilla, aunque sea de mas valor; y cuando la
encomienda mayor de Galatrava se dio al duque de Alba
don Fadrique, antes de ceñir la espada , se mormuró como
cosa insólita.
Los cuatro mil ducados perpetuos (que tanto monta)
son cosa buena , y no se consideran como arroyo que entra
en Tajo: no bicieran poca reputación adjuntos los dos mil
ducados, que cultivándolos bien valdrán otros dos.
Las demás circuntancias también son buenas para acó-
muladas. No las estimo yo tanto, porque me parecía que
el rey (que haya gloria) las debia haber concedido. Esto me
Kr^
558
hizo alegrar del despac^io verdadera y sencülamcnle, no sa-
biendo lo que pasa el oficio de camarero mayor, porque
nunca lo vi; pero no sé cosa de por vida que valga más
que seis ó siete cuentos de renta para un hijo, pasando par-
le della á los sucesores.
Demás desto , nunca le tuve por firme , porque hahia de
ser odiado vulgarmente de los inferiores en la cámara de
los graneles; en el reino de los otros oficiales mayores á
quien habíades de preceder, y del privado que se anlevía
sujeto á la calumnia del tiempo, que se le hizo merced de la
de V. S. que no es á propósito para echar los fundamentos
de las fábricas que han de levantar los sucesores. No hará
poco el príncipe cuando apoyare (después de sus dias) las
que ya tiene fundadas; y así este oficio para solo venderlo
era bueno y fuélo.
El primer lugar en los negocios y en la gracia de los
reyes, es tan gran cosa que no tiene nombre. Llámanlo
privado, pero no se pone á nadie en el sobre escrito, ni se
pide dello recompensa. Guando se quita es justo á muchas
variedades; la menor es acabarse con el príncipe; porque
pensar continuarlo con su muerte, no caerá sobre la cabe-
za de ningún hombre muy sesudo. La feficidad del privado
consiste en la vida del rey y en la constancia de su amo, y
en ambas cosas le dijo muy bien á V. S., porque con él rei-
nasteis veinte años cabales, y nunca el rey os torció el ros-
ko, lo que no hizo con otros desde que nació, porque sa-
lieron todos por la puerta del disfavor ó de la muerte. Es-
tando Rui Gómez en la cumbre, le derribó el duque de Fe-
ria, y no duró el duque dos horas, y Luis Lorenzo menos,
que fué la causa de levantarle y de trompicar á Rui Gómez,
porque le venció don Luis de Haro. Murióse don Luis, y no
resucitó Rui Gómez, aunque le aduló siempre sin ganar dos
KK
559
dedos de tierra, antes por no hacerle bien, le echó el rey
un licenciado encima que pesaba cien quintales, y le hacia
ir de su casa al Consejo. Murió Rui Gómez, y no dieron la
encomienda á su hijo sino a! del pnpa (I). Acabó Espino-
sa, comenzando á declinar (por ventura de sentimiento). En-
tró el marqués do los Velez, cargado de melancolía á hacer-
se dueño de los negocios, y muérese. Sncede el conde de
Barajas, y pónese en gran puesto. Llega de fuera don Ju-an
de Zúñiga, y alropéllale dejándole en Madrid en la ocasión
de otra boda. Entrega don Juan á V. S. los oídos y los con-
ceptos, y acábase. Entra V. S. del todo, toma al rey sabio,
viejo, recatado, desconfiado; véncele estas dificultades; brí-
cesele arbitro de los negocios de todos sus reinos, de sus
consejos, de sus ejércitos, de sus armadas, de sus minis-
tros, de su hacienda. Llega al rey la hora de la muerte,
tan madura, tan santa, tan considerada, tan entera, y en
ella subió á V. S. dos picas en alto, con un oficio que él ni
su padre osaron proveer desde la muerte del conde de Nasao,
y con el primer lugar de un consejo que pensó dejar estable-
cido, á quien todos j)agasen parias. Cosas son estas que no
hizo con nadie, y perseverancia de fortuna que ninguno la
alcanzó. Por esto no hallo yo lamateriade entristecerme coa
V. S., si no fuese por el bien público. Dos suertes de per-
sonas lo harán: unos (¡ue dependiendo de V. S. sus inteic-
ses, cayeron del mismo golpe, y querrán aplicaros la inten-
ción de las lágrimas que lloran por sí; otros que desconfian-
do alcanzar la gracia de los nuevos, han de querer ganar
fama de libres, y decir que como amadores de la verdad, *
no se mueven por interese , sino por la ventaja del gobierno
(1 ) Al margen se lee Gregorio XIII. — El autor llama hijo del pa-
pa á don Diego de Espinosa, por su dignidad cardenalicia.
560
pasado. A V. S. Ic loca mas que á todos, porque aunque pier-
da su parte (si el bien común declinare) de eso mesmo sa-
cará consuelo y autoridad, si se duele de alguna negligen-
cia que hubiese cometido en el arte de conservarse o acre-
centarse. Cosa es que fatiga la memoria, mas yo no me
maravillaria mucho, porque me acuerdo que, congojándo-
me cuando Dios llevó á la princesa, que haya gloria, de no
hallarme presente, para advertiros que la fuerza del dolor
no os hiciese olvidar vuestros particulares, os lo escribí
apretadamente, porque lo temía, y V. S. tenia ya dos mil
ducados de juro en el cuerpo.
Muy bien dice V. S. que la carne es la que siente, por-
que la razón no tiene de que afligirse; y aunque es cierto
que el uso de mandar se incorpora tanto, que se arranca
con gran dolor, trocándole por muclios dineros, con dos on-
zas de prudencia se quitará como con la mano.
Si por ventura le queda á V. S. alguna llaga que un-
tar, yo basto á sanárselas todas con cualquier ligera con-
sideración de las que ahora tengo abiertas. Ando por esta
campana de Belén á Gascaes, solo sobre mi caballo, con dos
arcabuceros que voy tomando y dejando en cada castillo,
porque no entre en ellos hombre impedido sino yo. Así he
socorrido los hijos y la suegra que estaban en Cascaos, po-
niéndolos en Degredo donde están á un tiro de mosquete de
la villa, encerrados en una quinta y cortada la comunica-
ción. Osé traer á don Felipe á San Gian, que es hombre de
ocho años: vino solo con un soldado del castillo de San An-
tonio y sin cama. Dejóle un paje que tenia sin sospecha,
porque há cerca de cuarenta dias que salió de Lisboa. Pen-
saba desde San Gian dar recado á mis obligaciones del cas-
tillo de Lisboa y de mi casa, y los de Lisboa me hicieron
dejar las propias, y venir anoche aquí volando, porque tu-
561
ve aviso que se habían herido anteayer doce sohlados jun-
ios, y no sirven sino de leña para aumentar el fuego que
lardará poco en consumirlos, y estar yo á verlos acabar, co-
mo si los metiera en una batalla; me aflige de manera, que
no será encarecimiento decir que me vienen tentaciones de
meterme donde acabe con ellos. Toda esta miseria tuviera
consuelo (cuando no remedio), si no tuvieran tanta necesi-
dad, tanta hambre y desnudez; que los mantenimientos y
la falta dellos igualmente les podría engendrar la peste; y el
cuidado de que el verse encerrados á morir con tan mal tra-
tamiento, los meta en una desesperación de salirse por las
puertas del castillo con las armas en la mano , mire V. S.
si me dejará roncar.
Aquí verná el veedor general de la -otra banda ; y á los
capitanes he enviado á pedir su parecer por escrito, por-
que devaneo ya tanto con la cabeza, que me sirve poco; y
no habiendo debajo de Dios forma de sacar un real , no repa-
ro ya en esto, y figuro que mañana juntaré mucho dinero, y
disporné lodo lo que con ello se puede hacer para preservar
loque no ha caido y curar los enfermos; pero no pudiendo
sacar la gente de aquel puesto, de ninguna cosa destas ha-
go caso para sacarlos, si hubiera de despoblar uri barrio ú
otro de fuera de la ciudad; porque no pueden ser huéspedes
de nadie. Esto no es posible alcanzarlo, ni concedido de-
jará de tener tantas dificultades y dilaciones , que se acabe
lodo primero. V. 6. por amor de Dios nos ayude en la ma-
nera que pudiere, que esto basta para que se ordene. Nues-
tro Señor que puede mucho en todo , os libre de semejan-
tes trabajos. Nuestro Señor etc.
Tomo XLIII. oG
562
Copia de carta de don Juan de Silva á S, M, , fecha en
abril de i 599.
Avisos que se han tenido de los aprestos militares que se hacen
en Inglaterra.— Peligro que corre Lisboa de ser ocupada por los
Biblioteca Nacional.— Sala de MSS,-^E 54, foL i 25.
SEÑOR.
Tengo avisado á V. M. por el consejo de Guerra, larga
y particularmente, de todo loque yo he podido investigar del
intento de los enemigos, desde el mes de noviembre hasta
los últimos de marzo y prencipio desle, si bien lo principal
que se puede colegir de Londres es de 20 de enero; y con
haber hecho esta diligencia con tanta especialidad, me
escarba el escrúpulo de dejar de hacer la misma con V. M.
en su real mano, inviando la carta original que me escribe
Bartolomé de x^z.peita, mi entretenido, el cual puedo asegu-
rar á V. M. que es hombre considerado y prudente, como
se echa de ver, si pudiera escribir con libertad, dando ra-
zón de lo que avisa; mas la cifra que yo le di no puede al-
canzar más que á declarar los cabos principales de lo que
se desea saber, como se verá por la contracifra que va con
esta , para que se entienda lo que viene encubierto en su
carta, lo cual es en suma, que se hace armada real para
venir á Lisboa ó las Islas; que se levantan treinta mil hom-
bres de guerra y diez mil marineros, y por hablar mas cier-
to, la tercera parte de los marineros de la que se embar-
care de soldados, que juntarán 250 navios, embarcarán
563
de 500 el 600 caballos y artillería de respeto para sacar ea
tierra; que saldrían por el mes de mayo; que además desta
armada vendrá una escuadra reforzada á esla costa y á
las Indias. Más lo principal que me ha movido á hacer este
último oficio con mayor secreto es por atreverme á decir hu-
milmente á V. M. que está vecino de un peligro de tanta
importancia y consecuencia, que si Dios le permitiese, no
convalecei'á V. M. de tan duro golpe, aunque conquistase
á Inglaterra y se apoderase della ; porque la reputación de
un rey de España se puede mantener sin ganar á Londres,
y no se puede conservar ni recuperar perdiendo á Lisboa,
en la forma que se perdió Cádiz, lo cual está más fácil y más
dispuesto á suceder que estaba lo de Cádiz quince días an-
tes que sucediese. V. M. perdone mi atrevimiento y el es-
tar tan lejos de arrepentirme de haber dicho esto tan claro,
que con una letra menos juzgara á lo menos que faltaba
en la lealtad que debe un vasallo á su señor etc.
Copia de carta de don Juan de Silva á S. M, , fecha en
diciembre de 1599.
Pide licencia para ir á la corte, á exponer á S. M. sus servicios,
y pedir la justa recompensa.
Biblioteca Nacional—Sala de MSS.—E 54, foL 176.
SEÑOR.
Por el Consejo de Guerra respondí á la carta de V. M.
de 20 del presente, que trujo el extraordinario con orden
para que se esperase otra seguridad antes de parlir, la cual
564
quedo esperando sin dudar de que V. M, revoque ni dilate
sino por días, la licencia que fué servido concederme para
irle á besar la mano y á proponer mis negocios; porque la
necesidad de no lo diferir no puede ser mas precisa , ni el
tiempo mas oportuno. Yo, señor, tengo ya tanta edad que
no puedo dilatar un punto con segura conciencia la dispo-
sición de las cosas de mi alma, y no puedo entrar en esta
cuenta ni en la de mi testamento, sin darla al mismo tiem-
po á V. M. de lo que tengo y de lo que debo, y de lo que
lie servido, y de las mercedes que tengo recebidas en
cincuenta años; porque de la grandeza y liberalidad de
V. M. , y de su compasión y piedad, ha de resultar la se-
guridad y satisfacion de mi conciencia, y el entender lo
que me queda y lo que me falta, para pedir por ello perdón
á Dios. Tengo juntamente obligación de representar á V. M.
los servicios que hubieren hecho y mercedes que hubieren
recebido mis antecesores en la casa de Portalegre, por cuen-
ta de los reyes deste reino, y asimismo las cosas que pre-
tenden por justicia con los ejemplos de lo que los mismos
reyes y el rey, que haya gloria, han hecho con las otras
casas y dejado de hacer con esta, en la una y en la otra
materia. También habré de apuntar que crié mis hijos en
servicio de V. M. , y que en él han gastado doce años, con-
sumiendo cuanta hacienda heredó el mayor de su madre,
y la vida del mejor dellos, quedando solo entre sus compa-
ñeros, sin haber recebido honra ni merced alguna de V. M.
hasta agora ; y como estas cosas son varias y varios los res-
petos dellas, y no se pueden tratar ni resolver por memoria-
les de hombre ausente, ni satisfacer por escrito á las dudas
que destos particulares resultaren, ni yo puedo (como arri-
ba digo) morir con quietud, dilatando de representarlas á
V. M., estas son las causas que me llevan y me obligan á
565
declarar sin dilación íxY. M. el estado de mis cosas. Yo,
señor, no voy á pretender ocupación ni cargo alguno fuera
ni dentro de la corle, porque mis años desobligan á V. M.
de honrarme por esta \¡a, aunque yo tuviera mucha sufi-
ciencia como servicios. Tampoco voy á continuar el que
tengo, ni á dejarle por ahora, siendo V. M. servido de lo
uno ó de lo otro; y lo que al cabo desta confesión general
me queda que advertir á V. M. es, que en caso que me hu-
biese V. M. suspendido la licencia por haberse resuelto de
hacer merced á este reino, visitándole brevemente, entonces
crece la recompensa con que V. M. me permita y aun me
mande ir á su presencia; porque mis negocios no los podria
yo tratar aquí sin peligro de importunar m¿ís á V. M.,
y de no poderle servir libremente con figura de negociante,
como con opinión de hombre despachado mal ó bien. Al
duque de Lorma he pedido que dé esta carta á V. M., cuya
católica persona Nuestro Señor guarde. De Lisboa, etc.
Copia de caria de dan Juan de Silva al marques de Denia,
fecha en enero de 1600.
Hace presente que , si se le releva del cargo de capitán general,
no admitirá ningún otro gobierno.
Biblioteca Nacional.— Salude MSS.—E 54, foL 188.
Por lo que V. S. me significa en su carta de 15 del
pasado, y por lo que otros escriben mas claro, se puede
congeturar que tiene S. M. proveídos mis cargos, y no
quiero lardar (si así fuere) de suplicar á V. S, me haga
merced de besarle por mí la mano, y de leer lo que falta
dcsla carta, con atención, porque me importa mucho.
564
quedo esperando sin dudar de que V. M, revoque ni dilale
sino por dias, la licencia que fué servido concederme para
irle á besar la mano y á proponer mis negocios; porque la
necesidad de no lo diferir no puede ser mas precisa , ni el
tiempo mas oportuno. Yo, señor, tengo ya tanta edad que
no puedo dilatar un punto con segura conciencia la dispo-
sición de las cosas de mi alma, y no puedo entrar en esta
cuenta ni en la de mi testamento, sin darla al mismo tiem-
po á V. M. de lo que tengo y de lo que debo, y de lo que
he servido, y de las mercedes que tengo recebidas en
cincuenta años ; porque de la grandeza y liberalidad de
V. M. , y de su compasión y piedad, ha de resultar la se-
guridad y satisfaeion de mi conciencia, y el entender lo
que me queda y lo que me falla, para pedir por ello perdón
á Dios. Tengo juntamente obligación de representar á V. M.
Jos servicios que hubieren hecho y mercedes que hubieren
recebido mis antecesores en la casa de Portalegre, por cuen-
ta de los reyes deste reino, y asimismo las cosas que pre-
tenden por justicia con los ejemplos de Jo que los mismos
reyes y el rey, que haya gloria, han hecho con las otras
casas y dejado de hacer con esta, en Ja una y en la otra
materia. También habré de apuntar que crié mis hijos en
servicio de V. M. , y que en él han gastado doce años, con-
sumiendo cuanta hacienda heredó el mayor de su madre,
y la vida del mejor dellos, quedando solo entre sus compa-
ñeros, sin haber recebido honra ni merced alguna de V. M.
hasta agora ; y como estas cosas son varias y varios los res-
petos dellas, y no se pueden tratar ni resolver por memoria-
les de hombre ausente, ni satisfacer por escrito á las dudas
que destos particulares resultaren, ni yo puedo (como arri-
ba digo) morir con quietud, dilatando de representarlas á
V. M., estas son las causas que me llevan y me obligan á
565
declarar sin dilación á V. M. el estado de mis cosas. Yo,
señor, no voy á pretender ocupación ni cargo alguno fuera
ni dentro de la corle, porque mis años desobligan á V. M.
de honrarme por esta via, aunque yo tuviera mucha sufi-
ciencia como servicios. Tampoco voy á continuar el que
tengo, ni á dejarle por ahora , siendo V. M. servido de lo
uno ó de lo otro ; y lo que al cabo desta confesión general
me queda que advertir á V. M. es, que en caso que me hu-
biese V. M. suspendido la licencia por haberse resuelto de
hacer merced á este reino, visitándole brevemente, entonces
crece la recompensa con que V. M. me permita y aun me
mande ir á su presencia; porque mis negocios no los podria
yo tratar aquí sin peligro de importunar m;\s á V, M.,
y de no poderle servir libremente con figura de negociante,
como con opinión de hombre despachado mal ó bien. Al
duque de Lerma he pedido que dé esta carta á V. M., cuya
católica persona Nuestro Señor guarde. De Lisboa, etc.
Copia de carta de dan Juan de Silva al marqués de Denia,
fecha en enero de 1600.
Hace presente que, si se le releva del cargo de capitán general,
no admitirá ningún otro gobierno.
Biblioteca Nacional— Saía de MSS.—E U, fol. 188.
Por lo que V. S. me significa en su carta de 15 del
pasado, y por lo que otros escriben mas claro, se puede
congeturar que tiene S. M. proveídos mis cargos, y no
quiero lardar (si así fuere) de suplicar á V. S. me haga
merced de besarle por mí la mano, y de leer lo que falta
desta carta, con atención, porque me importa mucho.
566
Aconteciendo, como lo espero en Dios, que S. M. nó
se dé por mal servido de mí, podría ser, porque no se ima-
gine lo contrario, parecerle justo hacerme merced de po-
nerme en otro puesto, sin advertir á la calidad del que de-
jo, el cual sin duda es el mejor de los que hay dentro en
España. Porque el cargo de la guerra solo no vino angos-
to al duque de Alba todo el tiempo que aquí le duró la vi-
da, ni después al scñdr duque de Gandía, y así se conti-
nuó en personas tan calificadas, hasta que yo vine y hallé
tres /naesíres de campo con sus tercios enteros, tres compa-
ñías de caballos y algunas galeras," tantos castillos y tanta
jurisdicion, como V. S. sa:be , entre Duero y Miño y las
islas de los Azores y de la Madera; y aunque mucha parte
desto se ha reformado, no se quita nada de la autoridad
del oficio, pues en cualquiera ocasión que lo pido, torna á
entrar la caballería en mayor número, y cuanta infantería
hay en los confines del reino, y juntamente está entonces
á mi orden toda la gente y nobleza de Portugal hasta el du-
que de Berganza.
El cargo de gobernador bien se vé lo que monta , y no
se ha de juzgar por el de mis compañeros, porque junto
con las armas es de tanto mayor calidad , que no me im-
porta estar más solo que acompañado. Del sueldo no hago
tanto caso, porque no pasa de ocho mil fsicj. Menos que es-
to basta para mostrar, que saliendo de aquí, se va cuesta
abajo á los gobiernos de la corona de Aragón y de Navarra;
^más porque teniéndolos tan grandes señores como se acos-
tumbra, podría S. M. imaginar que son de mayor calidad
que este, prevengo á V. S. con esta carta, para que lo pue-
da advertir á tiempo, de lo que yo perdería con el trueco,
por lo cual se hace este tránsito imposible.
Estar allí siempre personas de gran estado, es muy
567
convenienlc, no solo para hacer el noviciado de Italia, po-
niéndose desde mozos en los caminos, sino también porque
siendo vecinos que no entran en la corte y no conversan,
conviene inviarles personas de gran respeto por sus mismas
casas y estados, y no puedo meter en esta cuenta á V. S.,
sino suplicarle me consienta una malicia de imaginar que
escogió quedarse cerca , y que si quisiera ir más lejos á ma-
yor cargo, se le dieran. Los gobiernos de Italia están ocu-
pados, y así estoy seguro dellos; más también destos diré
dos palabras.
El año de 80 tuvo el rey, que haya gloria, pensamien-
to de inviarme á Milán, al tiempo que el señor duque de
Medina Sidonia se excusó de ir allá; y estándome tan bien
que ninguna cosa pudiera yo desear entonces por muchos
respectos, que así me conviniese, doy la palabra á V. S, co-
rno caballero, que no hablé una sola al rey ni á ministro
suyo , que lo pudiese encaminar y asegurar, por no salir de
la regla que he guardado desde que nací, de no pretender
ocupación ninguna, sino dejarme estar pendiente de la li-
bre voluntad de mis amos, pareciéndome que aquella en-
derezarla Dios, y que si no sucediese bien, la culpa no se-
ria de mi ambición, y que si me ocupasen mal, acetarían
mi excusa. Desloe particular podría ser testigo Juan Andrea
de Oria , á quien, hablándome aquí en ello, dije esto mismo,
y que estando las cosas de aquel Estado mal compuestas, y
lan necesitadas de dinero, no me atreví á meter mi honra
en compromiso por negociación mia ; y así estaba determi-
nado dejarlo á Dios y al rey. Alentóme con decirme, que
la necesidad no era tan grande, y que si me proveyesen
400,000 ducados, los podría acomodar, y tampoco esto bas-
tó á sacarme de mi paso.
Por aquí verá Y. S. si veinte años después sabré mu-
568
dar la costumbre, ni importunar á S. M. por oficios, pues
habiendo procedido del que me quitó su padre en aquel
tiempo, todo el aumento del marqués de Caslel Rodrigo, y
la vergüenza de mi ejecución, que se curaba con el cargo
de Milán, no me pude acomodar á solicitarles, y así me
quedé sin él.
Júntase más, que todos mis camaradas vivos y muer-
tos , y después los muchachos de aquella edad que nos lle^
vahan recados á las damas, y los erraban á veces , fueron
empleados en lodos los oficios grandes, y han vuelto jubi-
lados de Italia, habiéndolos manejado desde Roma hasta
Ñapóles, y ansí son remunerados como merecen, ó lo esperan
ser con mucha razón. Yo tengo la misma, y estoy tanto más
atrás, que habia mas de 15 años cuando el rey, que haya
gloria , quiso que le viniese á servir aquí contra toda mi
voluntad por respetos particulares ajenos , dependiendo
aquello de la muerte del marqués de Cerralbo, que tam-
bién me iba delante, con que no puedo hacer lugar al con-
de de Fuentes; y esto fué un caso que á solo servir de go-
bernador en compañía de Miguel de Mora, me querían
inviar.
He descubierto á V. S. cuanto tengo en el corazón, con-
tra el estilo del mundo y de la corte. Tanto puede conmigo
la confianza de su bondad, de la cual espero el remedio de
mis hijos y de mis necesidades. Nuestro Señor, etc. — De
Lisboa.
5G9
Copia de párrafos de carta de don Juan de Silva á don
Cristóbal de Mora, fecha en marzo de 160 i.
Le escribe dcándole nuevas de la corte, \ de la política de diferen-
tes soberanos.
Biblioteca Nacional— Sala de MSS,—E 54, fol. 262. vto.
Háme venido á la fantasía escrebir á V. S. nuevas del
mundo, y sobre esto me ocurren dos puntos: el uno pre-
guntarle por cucánto biciera lo mismo desde aquí , estando
yo fuera; el segundo desobligarle de agradecérmelo; por-
que la verdad es que bay pocos á quien se pueda escrebii ;
mas no infiera V. S. dcsto que pienso que sabe mucho,
sino que ignora menos.
El rey nuestro señor es un ángel , sin lisonja , y ángeles
son las mejores criaturas, las que mas saben y las mas no-
bles; más todavía se nos ba hecho el rey de Francia maes-
tro de escuela, y no tengo por posible quitarle la pluma,
digo palmatoria, basta que una vez le mostremos los dien-
tes, ni tampoco lo es, á cuanto yo puedo alcanzar, mostrár-
selos agora por falla de lo necesario, que resulta de solo
falla de hacienda; y así será fuerza tolerar lo tolerable y
algo más. Avisos han venido de haberse concertado con el
duque de Saboya; si las condiciones son ciertas, peores
las esperaba. Verdad es que hay quien diga que el camino
de Borgoña que nos han señalado, no deja de tener es-
Iropiezos. Casóse, y la novia dicen que es hermosa, y que
él se vistió el dia de la boda de paño morado, sin guarni-
ción, y dijo: ''pobremente nos hemos vestido, más no se
nos amotinen los soldados." Parece remoquete, y nunca los
da el superior, sino quien se le desea igualar.
o
70
El turco parece príncipe desvalido, y cuando lan gran
potencia no hace más estruendo, débelo ser mucho. ¿Quién
sabe si ha llegado la hora de la declinación de su casa?
Porque aunque no es lan antigua, si se hace la cuenta
sobre el progreso que ha hecho en el mundo, parece que
está en la cumbre, y que no tiene á donde caminar, sino
cuesta abajo.
Los 22 años que la reina de Ingala térra ha gastado
en servicio del mundo, serán en género la cosa mas
notable que se halla escrita ; porque no teniendo más
ayuda que la de nuestros pecados y la de su Consejo, ha
salido con hacerse amar y temer en su reino más que to-
dos sus predecesores, ayudado como le ha placido y conve-
nido, á los enemigos de Francia y España, reinado en la
mar como en la isla, corlando cuantas cabezas le podian
estorbar, y la de otra reina entre ellas; paseado con sus
navios el mundo á la redonda, y bailado y danzado como
si no hubiera tenido que hacer.
El xarife es otra figura de las que mejor han represen-
tado en la farsa de su tiempo, porque pasa ya de 22 años
que á fuerza de prudencia mantiene sus reinos obedientes
y quietos, quitándose todos los impedimentos que la sospe-
cha ó la razón le han puesto delante.
Del señor archiduque dicen lodos que está con trabajo,
y bueno es adivinar cotno también lo es, que su mujer y él
no lo merecen. Gana fama de valiente caballero, perdien-
do, que es la conjetura mas sin sospecha, porque osar mo-
rir entre los que huyen, es el loque del esfuerzo.
Aunque está el tiempo en opinión de estéril de sujetos,
nunca el consejo del rey, que haya gloria, ni del empera-
dor, se vio tan poblado como el de S. M.; porque estándolo
de vireycs y embajadores, y cardenales doctos y experi-
571
inenlados, sobran, para inviar fuera, V. S., el príncipe de
Oria, el conde de Fuenles y el adelantado; y lo que más
es, no ha entrado en el Consejo el conde de Olivares, que
sin duda es hombre hecho y derecho, nacido para negocios, y
ejercitado desde muy mozo hasta viejo en los mayores del
mundo, sin intermisión de tiempo. Lo que yo enmendara
fuera el número, porque las cosas del Estado se tratan me-
jor entre cuatro ó cinco que entre muchos; á lo menos en
Gonstantinopla así lo hacen, y aquel es el que más ha cre-
cido.
Acabóse de resolver y comenzóse á ejecutar la mudanza
de la corte, no sin gran rumor de inconvinientes; y tam-
bién son tan fuertes las razones que favorecen la salida,
que ponen el negocio en balanza, sino que los inconvinien-
tes se hallan y las razones se buscan.
Suspensa estií la grita que hubo estos dias de mudnr
ministros, aunque siempre se entiende que el cardenal de
Guevara pasará á Sevilla contento y satisfecho, y ganando
fama de moderado con una dignidad tan grande, que á
otro la diera de ambicioso, al verse juntas allí la fortuna
y la prudencia; porque á solas cada una, no acomodaran es-
ta repugnacion.
Soltó el conde de Miranda la presidencia de Italia; si
fueran mias ambas, antes dejaría la de Castilla. Están
honrado caballero como V. S. conoce, y trata con grande
autoridad su oficio y persona. El primero de los presiden-
tes que ha seguido á S. M. fué don Juan Idiaquez. Yo ima-
gino que mudando puestos, conforme á los tiempos, á lo úl-
timo su buena inclinación, su gran virtud y su Üema le
harán recuperar la plaza de ayudante que solía tener.
De mí no doy nuevas á V. S. por no enírar en coróni-
ca, como dicen que respondió Luis de Sil veira, siendo em-
572
bajador en Casulla, excusándose de cnlervcnir en un aclo
público , para donde le llamaban con los de oíros príncipes.
Nuestro Señor guarde á V. S. De Madrid.
Copia de carta de don Cristóbal de Mura á don Juan de
Silva, fecha en Lisboa á ii de marzo de 1601.
Contesta á la anterior.
Biblioteca Nacional,— Sala de MSS^—E 54, fol. 171.
No se le negamos á V. S. que es un ángel cuando eslá
ocioso, y ángeles son las" más nobles criaturas y las que
más saben; más todavía me atengo á la casa de Covos y á
la capilla mayor de San Pablo, habiendo derrocado el apa-
rato que quila la vista de la iglesia, poniendo allí cadenas
para que se arrimen los que quisieren estar en las ventanas
viendo la conedera; más por arrimados que estén, si se
les acordase que tiene el rey de Francia la palmatoria,
como V. S. dice, no dcjaria de enderezarse en la silla.
Afirmo á V. S. que ninguna cosa me pudiera consolar
y alentar en medio de los trabajos en que me hallo, sino
las dos cartas vuestras de 27 del pasado y del presente, y
por ellas os beso mil veces ks manos. El retrato de la rei-
na de Ingalaterra es lo más natural que tengo visto, y á
quien con mas razón se puede tener envidia salvantis el
papa {sic), como dijo el otro.
En el consejo de Estado hay sujetos capacísimos, y lan-
íos que pudieran muy bien escoger los más capaces para
hacer dellos un apartadijo, como solia hacer el patrón vie-
jo; y no hay duda que es conciencia estar ocioso Olivares,
por lo mal que se conformara con este modo de vivir.
573
Quisiera pagar á V. S. todas estas nuevas con darle de
acá otras tantas, que pudieran ser nuevas para vos; más
ludo lo tenéis visto y andado , y así no hay que venir á los
particulares. En general padecemos grandes trabajos, y
bien se podian estos tolerar, si no se pudiese con razón te-
mer que han de pararen deshonra, porque los soldados
mueren de hambre; lo mismo hacen los fidalgos, á quien
no se les pagan sus lenzas; y por poco que esto se entre-
tenga, con que de allá se disculpen, bien sabe V. S. la ba-
lería que hará, pues acá nos mantenemos con cobrar anti-
cipadamente. Júntase á esto la fábrica de las naos, que es
grande, y poco dinero para acudir á ella; y con este em-
barazo y ruido de los galafates, es tan grande el que ha
hecho la mudanza de la corte, que nos hace estar atentos
á ver en que para el negocio. Desde allá me ha escrito un
ministro, que brevemente se verán los provechos que re-
sultaban al reino desla mudanza, con que se aquietarían
todos. Yo le respondí que, para aquictallos, seria bien que se
viesen presto los provechos.
La salud deste lugar ha mejorado mucho, más no aca-
ba de ser firme. Dios lo hará, y él dé á V. S. lo que de-
seamos. En esta casa de Lisboa á 14 de marzo de 1601.
FIN DEL TOMO CUARENTA Y TRES.
^'3 Qíí^
Índice
DE LO CONTENIDO EN ESTE TOMO.
Páginas.
Carlas de don Juan de Silva, conde de Porlalegre, á Jos
. reyes Felipe II y Felipe III, y á diferentes ministros,
sobre materias diplomáticas, desde 1579 hasta 1601. . . 424
' Conliniiacion de las cartas del archiduque Alberto á don
Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, marqués deDe-
nia y duque de Lerma', desde 1598 hasta 1611 5
Documentos relativos á la venida de franceses á Perpinan
y Navarra. Ano 1542 , 253
Relación del viaje que ha hecho desde el puerto de la Co-
runa la armada real de S. M. , que es general el duque
de Medina Sidonia, y lo que en él le ha sucedido. ... 417
— ocxrxs/^'^KoO'.»— —
DP Colacelán de documentos
3 inéditos para la historia
C65 de España
t.43
PLEASE DO NOT REMOVE
CARDS OR SLIPS FROM THIS POCKET
UNIVERSITY OF TORONJO LIBRARY
CIRCÚLATE AS MONOGRAPH
m
^0^
m.
^'h^- ^ ;^:'^^^.
^ VS^^í^
m
,jmu. ^ i%
^la24