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Full text of "Colección de documentos inéditos para la historia de Chile, desde el viaje de Magallanes hasta la batalla de Maipo, 1518-1818"

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COLECCIÓN 


DE 


mnum  iiidiias 


PARA  Lk 


HISTORIA  DE  CHILE 


COLECCIÓN 


DE 


I 


PARA  LA 


HISTORIA  DE  CHILE 

DESDE  EL  VIAJE  DE  MAGALLANES  HASTA  U  BATALLA  DE  MAIPO 

1518-1818 

COLECTADOS  Y  PUBLICADOS 

ppn 

J.  T.  MEDINA 


TOMO    V  -  4 


SANTIAGO  DR  CHn.B 

IMPRENTA    ERCILLA 


1889 


Al 

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.  ,  V  iú-  í\.*Jt  \ 

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OBSERVACIONES 


RELATIVAS 


Tócanoi  repetir  aqal^  respecto  k  los  documentos  Inclafdoi  en  tas  páginas  que  dguen, 
la  advertencia  que  ya  diíjamos  hecha  eu  el  Tolumen  procodente,  que  para  llegar  Í  poseer 
lUia  documeutaci  in  medíauameute  completa  de  los  hechos  de  Almagro  y  sus  compaueros 
es  necesario  colacioaar  no  pocos  que  uo  perttiuecen  propÍ!\mente  \  la  bbtorla  de  Chile, 
pero  que,  oo  por  eso»  son  meaos  imporiautcs  para  apreciar  U  vida  ile  aquel  desgraciado 
eooqtüslador  j  de  los  que  le  acompaüarou  en  su  expedící^u  de  descubrimiento  á  este 

Otra  obserracMn  ifualmentc  aplicable  á  los  documentos  de  este  Tolumen  es  qne,  como 
«i  tkcA  notarlo  desde  las  primeras  paginas,  vánse  ya  encontrando  en  cUo£  datos  de  interés 
para  U  historia  de  Pedro  de  Valdivia^  que  por  el  orden  de  fechas  que  llevamos  y  por  la 
materia  misma  de  laf  piezas  en  que  se  contleneUf  figuran  naturalmente  en  este  lugar. 

Los  documentos  publicados  en  este  tomo  estaban  todos  inédlLos,  con  excepción  de  los 
qti«Uevan  los  números  líl,  XIX.  XLVII,  XLVIII,  XLIX.  LI.  LII,  LVI  y  LVIl  que  ha^ 
ti&n  aido  va  publicados  en  la  Colección  de  Torres  de  Mendoza,  y  cuyo  tcxio  de  ordinario 
tati  errado,  hemos  debido  rcctiñcar  cousiderablemente.  El  del  número  LYl  bab'a  sido 
también  dado  k  luz  en  los  Ongenes  dó  la  IgU^ia  Chilena  do  D.  Creseente  Errizuds. 

A  U  Gue/Tüde  las  Salinas  de  Pedro  Cieza  de  Leonf*-au(or  cuya  vidrí  y  obras  tanto 
hm  ilustrado  nuestro  distinguido  amigo  el  señor  D.  Marcos  Jiménez  de  la  Espada,— perte- 
iieceolas  piezas  que  marcamos  con  los  números  IV,  XI,  XIV,  XVU  y  XX. 

Del  Libró  de  la  Vida  y  Costumbres  de  D,  Alonso  Enriques  de  Gusmdn,  que  con  tan 
«eert^dn  eriterio  incluyeron  en  el  tomo  LXXXV  de  la  Colección  de  documentos  inéditos 
p0ra  la  Bittoria  de  España  los  eruditos  directores  de  csa  pubÜCftci^n»  que  honra  á  1* 


i^^a^ 


ti 


OBSimVACIOTrRS 


Penfnsala,  tomamos  los  mareados  con  los  números  XXIV,  LX  y  LXI.  En  ese  mismo  n 
lumen  se  encuentran  otros  muchos  que  no  hemos  reproducido,  pero  que  deben  consultai 
se  para  apreciar  en  sus  detalles  algunos  sucesos  en  que  su  autor  dcsempefió  un  rol  in 
portante.  El  que  S3  incluye  bajo  el  númdro  XXXVIII  se  encuentra  en  el  texto  de  Enrique: 
con  ligeras  variantes  y  con  fecha  !^  de  abril  de  1538,  en  vez  de  la  de  31  de  mayo  del  mi 
mo  año,  que  es  la  que  tiene  el  original  del  Archivo  de  Indias  de  donde  lo  tomamos.  D< 
bemos  advertir  también,  por  lo  que  toca  al  Libro  de  la  Vida  de  Enriquez^  que  en  181 
se  empezó  á  publicar  en  Santiago,  como  anexo  i  la  Revista  de  Svtd'América^  aunqi 
sólo  alcanzaron  á  verla  luz  pública  unas  cuantas  páginas. 

En  la  Historia  de  las  Ordenes  Militares  de  Santiago,  Calatrava  y  Alcántara  del  ] 
cenciado  Francisco  Caro  de  Torres,  publicada  en  Madrid  en  1629,  folio,  se  encuentran  h 
cédulas  que  llevan  en  esté  volumen  los  números  XXVI  á  XXIX,  que  concuerdan  casi  i 
absoluto  con  las  copias  de  los  mismos  documentos  que  hicimos  sacar  del  Archivo  de  India 

Finalmente,  debemos  á  nuestro  amigo  don  Enrique  Torres  Saldamando  haber  podido  i; 
cluir  en  este  tomo  los  acuerdos  del  Cabildo  de  Lima  relativos  á  Diego  de  Almagro,  p< 
habernos  bondadosamente  permitido  copiarlos  de  la  traducción  que  ha  hecho  del  Libi 
Becerro  de  aquella  ciudad. 


u->- 


COLECCIÓN 


DE 


liCliOlllS  lltDITOS 


PARA  LA 


lISTORIi  n  CHILE 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS 
II 

2  de  Octubre  de  1537. 

/. — Fragmentos  de  una  información  de  servicios  de  Diego  de  Fuen- 

mayor. 

4 
(Archivo  de  Indias,  I-4-5-) 

En  la  ciudad  de  Los  Reyes  de  la  Nueva  Castilla  del  Perú,  dos 
dias  del  mes  de  Octubre,  año  del  nascimiento  de  Nuestro  Salvador 
Jesucristo  de  mili  é  quinientos  é  treinta  y  siete  años,  antél  muy 
noble  señor  Sevastian  de  Torres,  alcalde  ordinario  en  esta  dicha 
ciudad  y  por  ante  mí,  Pedro  de  Castañeda,  escribano  de  S.  M.  é 


2   '  GOLECaON  DB  DOCUMENTOS 

público  y  del  cavildo  de  esta  dicha  ciudad  é  de  los  testigos  de 
yuso  escriptos,  pareció  Diego  de  Fuenmayor,  estante  en  esta  di- 
cha ciudad,  é  presentó  unescripto  de  pedimiento  con  ciertas  pre- 
guntas en  él  inscritas,  su  tenor  del  qual  es  este  que  se  sigue: — 
Muy  noble  Señor: — Diego  de  Fuenmayor  paresco  ante  vuestra 
merced  édigo  que  yo  salí  de  la  ciudad  de  Santo  Domingo,  ques  en 
la  Española,  puede  haber  un  año,  poco  mas  ó  menos,  por  capitán 
general  de  quatrocientos  hombres  que  truxe  conmigo  para  pasar 
á  estas  partes  del  Perú  en  socorro  del  governador  don  Francisco 
Pizarro  y  de  su  governacion,  por  mandado  de  la  Audiencia  Real 
que  reside  en  la  dicha  ciudad  de  Santo  Domingo,  y  con  la  dicha 
gente  yo  he  gastado  y  gasté  mucha  suma  de  pesos  de  oro  en  ca- 
ballos é  socorros  y  mantenimientos  hasta  los  traer  á  esta  ciudad 
de  Los  Reyes  y  entregar  la  dicha  gente  al  dicho  señor  governador, 
sin  para  ello  tener  ayuda  de  persona,  sino  a  mi  costa  é  misión  y 
porque  dello  me  combiene  hacer  provanza  ad  perpetúan  rey  me- 
moríam  para  la  presentar  ante  su  Magd.  é  ante  su  Real  Concejo, 
ó  ante  quien  me  conbenga — pido  á  vuestra  merced  mande  tomar 
juramento  a  las  testigos  quo  para  en  prueva  de  mi  pretencion 
presentare,  y  les  pregunte  por  el  interrogatorio  yuso  escripto,  é 
ávida  la  dicha  información,  vuestra  merced  me  la  mande  dar  en 
pública  forma,  firmada  ó  signada,  cerrada  é  sellada  en  manera 
que  haga  foe,  echando  en  ella  vuestra  merced  su  decreto  judicial, 
para  lo  cual  y  para  lo  mas  necesario,  el  muy  noble  oficio  de  vues- 
tra merced  imploro: — 

Por  las  preguntas  siguientes  sean  preguntados  los  testigos  que 
por  parte  de  mí  el  dicho  Diego  de  Fuenmayor  fueren  pregunta- 
dos en  la  provanza  ad  perpetúan  rey  memoriam  que  hago,  que  son 
las  siguientes^ 

1.  Primeramente,  si  conocen  a  mí  el  dicho  Diego  de  Fuen- 
mayor. 

2.  Iten  si  saben,  etc.,  si  yo  salí  de  la  ciudad  de  Santo  Domin- 
go, puede  haber  un  año  poco  mas  ó  menos,  por  capitán  general 
por  mandado  do  la  Audiencia  Real  que  reside  en  la  ciudad  de 
Santo  Domingo,  de  quatrocientos  hombres  é  dende  arriba,  para 
venir  al  Perú  en  socorro  del  governador  don  Francisco  Pizarro. 
Digan  los  testigos  lo  que  acerca  de  esto  saben,  etc. 


ALMAGRO  y  SUS  COM PANEROS 


3.  Iten  si  saben,   etc.,  que  yo  el  dicho  Diego  de  Fuenmayor 

iquéde  La  Española  muchos  caballos  y  aderezos  para  la  jornada 

dol   dicho  socorro  y  se  rao  murioron  los  mas  dellos,  de  qne  me 

red  undó  mucha  pérdida  de  pesos  de  oro  de  que  tube  necesidad  de 

comprar  mas  caballos  en  Panamá,  que  me  costaron  mocha  suma 

de   pesos  de  oro,  todo  por  venir  al  dicho  socorro, 

-4,  Iten  si  saben,  etc.,  que  después  de  yo  el  dicho  Diego  de 
Fuenmayor  ydo  del  Nombre  de  Dios  a  la  ciudad  de  Panamá,  tube 
&  mi  costa  la  mas  de  la  gente,  dándoles  siempre  do  comer  y  otras 
O-osas  necesarias  mas  tiempo  de  un  mes  por  sostenella  para  que 
pudiesen  venir  al  dicho  socorro,  ansi  con  la  gente  que  yo  truxe 
de  la  Española,  como  con  la  demás  que  en  Panamá  había  para 
"V©  nir  á  estas  partes,  é  si  sabe  que  lodo  esto  fue  á  mí  costa  y  no  á 
o  tr*íi  persona,  y  que  en  ello  gasté  muchos  dineros,  por  ser  en  ser- 
l>ioio  de  V.  Magd, 

^5.  Iten  si  saben,  etc.,  si  yo  el  dicho  Diego  de  Fuenmayor  truxe 
cJicha  gente  áTumbez,  tierra  del  Perú,  y  allí  hice  mis  escuadras, 
o  por  capitán  general  della^  por  mandado  de  la  Audiencia  Real 
quie  reside  en  la  Española,  ¿  venimos  a  esta  ciudad  de  ios  Ueyes^ 
donde  la  entregué  al  governador  don  Francisco  Pizarro:  digan 
los.  testigos  lo  que  acerca  de  esto  saben. 

C  Iten  si  saben,  etc.,  que  ansy  en  fletes  de  caballos,  subcidios 

y    gente  y  otras  cosas  necesarias  que  fueron   menester  gastar  y 

pSLgar  en  esta  Mar  del  Sur,  yo  podría  gastar  tres  mili  pesos,  poco 

irx«Ls  ü  menos,  en  esta  ciudad  de  Los  Reyes^  los  quales  he  gastado, 

como  es  público  ó  notorio:  digan  los  testigos  lo  que  acerca  desto 

s^len. 

7*  Iten,  si  saben,  etc.,  que  todo  lo  susodicho  es  pública  boz  é 
fa.xna  entre  las  personas  que  residen  en  esta  dicha  ciudad  y  vi- 
lí-icron  en  mi  compañía,  etc. 


Testigo, — Pedro  de  Valdivia,   testigo  presentado  por  el  díclio 
^Ugo  de  Fuenmayor,  después  de  haber  jurado  según  derecho, 
^  siendo  preguntado  por  el  tenor  del  dicho  interrogatorio^  dijo  lo 
siguiente: 

1.  A  la  primera  pregunta  díxo  que  conoce  al  dicho  Diego  de 
Fuenmayor  de  persona  é  conversación. 


^aÉHS& 


4  GOLECaON  DB  DOCUMENTOS 

Preguntado  por  las  preguntas  generales,  dijo  que  es  de  edad 
de  treinta  é  cinco  años,  poco  mas  ó  menos,  é  no  es  pariente  ni 
enemigo  del  dicho  Diego  de  Fuenmayor  é  no  le  empecen  ninguna 
de  las  demás  generales. 

2.  A  la  segunda  pregunta  dijo  que  la  sabe  como  en  ella  se  con- 
tiene; preguntado  cómo  la  sabe,  dixo  que  porqueste  testigo  vino 
con  él  y  en  su  capitanía. 

3.  A  la  tercera  pregunta  dixo  que  la  sabe  como  en  ella  se  con- 
tiene; preguntado  cómo  la  sabe,  dixo  que  porque  vido  morir  los 
dichos  caballos,  ó  después  vido  al  dicho  Diego  de  Fuenmayor 
comprar  en  Panamá  dos  ó  tres  caballos  y  empeñarse  por  ellos. 

4.  A  la  quarta  pregunta  dixo  que  la  sabe  como  en  ella  se  con- 
tiene; preguntado  cómo  la  sabe,  dixo  que  porque  lo  vido  é  vio  dar 
de  comer  é  dineros  á  quantos  le  querían  recivir. 

5.  A  la  quinta  pregunta  dixo  que  la  sabe  como  en  ella  se  con- 
tiene; preguntado  cómo  la  sabe,  dixo  que  porqueste  testigo  vino 
con  él  hasta  esta  dicha  ciudad. 

6.  A  la  sesta  pregunta  dixo  que  sabe  que  gastó  mucha  canti- 
dad de  pesos  de  oro,  no  sabe  la  quantia,  y  questa  es  la  berdad  é 
lo  que  sabe  para  el  juramento  que  hizo^  é  firmólo. — Pedro  de  Val- 
divia, 

(Declararon  ademas  Rodrigo  Pérez,  de  veinte  y  ocho  años;  Her- 
nando de  Montoya,  de  veinte;  Alvaro  de  Ordaz,  de  veinte  y  cinco; 
Alonso  Pérez  de  Esquibel,  de  la  misma  edad;  Hernando  de  las 
Casas,  de  treinta,  que  venia  por  maestre  de  campo;  Diego  de  Ur- 
bida,  de  la  misma  edad;  y  otros  dos  testigos.) 


10  dtí  Octubre  de  1537—13  de  Junio  de  1539 

//. — Acuerdos  del  Cabildo  de  Lima  referentes  á  las  disensiones  de 

Almagro  y  Pizarro. 

(Libro  I  del  Cabildo  de  Lima) 

En  X  de  Otubre  de  MDXXXVH  años,  este  dia  se  juntaron  en 
su  Cabildo  é  ayuntamiento  segund  que  lo  han  de  uso  é  de  cos- 
tumbre los  muy  nobles  señores  Justicia  é  Regidores  desta  dicha 


ALMAGRO  Y   SUS   COMPAÍÍEROS  5 

cibdad,  conviene  á  saver:  Sebastian  de  Torres,  alcalde,  é  Diego  de 
Arbieto,  é  Garcia  de  Salzedo,  é  Diego  de  Agüero,  é  Nyculas  de 
Ribera,  é  Crisóstomo  de  Ontibero,  regidores  desta  dicha  cibdad, 
para  entender  é  proveer  en  las  cosas  tocantes  al  servicio  de  Dios 
y  de  su  Magtd.,  é  bien  y  pro  común  desta  dicha  cibdad,  vecinos 
é  moradores  della  y  en  presencia  de  my  Domingo  de  la  Presa, 
escribano  de  sus  Magtds.  é  del  Cabildo  de  la  dicha  cibdad  los  di- 
chos señores  hicyeron  é  hordenaron  lo  que  sygue: 

En  este  dia  los  dichos  señores  platicaron  sobre  que  tienen  no- 
ticia como  el  adelantado  don  Diego  de  Almagro  viene  camyno 
desta  dicha  cibdad  con  mucha  gente  de  pié  y  de  cavallo,  y  segund 
tienen  ynformado  con  dañada  intención  de  entrar  en  esta  cibdad 
contra  su  voluntad  y  ocupar  los  térmynos  de  ella  ó  hacer  otros 
agravios  ó  fuergas,  como  se  han  echo  en  la  cibdad  del  Cuzco  é 
que  conviene  al  servicio  do  su  Magtd.  é  bien  é  pro  común  desta 
cibdad  é  de  los  vecynos  é  moradores  della  que  se  vayan  a  requerir 
al  dicho  adelantado  para  que  no  entre  en  ella  ny  en  sus  térmynos 
con  la  gente  que  trae  é  otras  cosas  que  conviene:  por  tanto  que 
acordaban  é  mandaban  é  acordaron  é  mandaron  quel  dicho  al- 
calde Sebastian  de  Torres  y  el  fator  Yllan  Suarez  ó  Diego  de  Ar- 
bieto, regidores  desta  dicha  cibdad  vayan  a  requerir  al  dicho 
adelantado,  el  qual  requirimiento  se  les  da  en  forma  é  que  para 
ello  les  daban  é  dieron  su  poder  cumplido  qual  de  derecho  se  re- 
quiere y  es  necesario. — Rúbrica  de  Domyngo  de  la  Presa. 

Confiérese  poder  en  forma  d  los  comisionados  ante  Almagro. 

En  XXII  de  Otubre  del  dicho  año. — Este  dia  se  juntaron  en  su 
Cabildo  é  Ayuntamiento,  segund  que  lo  han  de  uso  é  costumbre, 
conviene  a  saber:  los  señores  Sebastian  de  Torres  y  Francisco 
Davalos,  alcaldes,  é  Nyculas  de  Ribera,  é  Diego  de  Arbieto,  é  Fran- 
cisco Martyn  de  Alcántara,  é  Hernán  González,  regidores  y  en 
presencia  de  my  Pedro  de  Castañeda,  escribano  de  sus  Magts.  ó 
publico  y  del  concejo  de  la  dicha  cibdad,  para  entender  en  las 
cosas  del  servicio  de  Dios  Nuestro  Señor  é  bien  é  pro  común  de  la 
dicha  cibdad,  vezynos  y  moradores  della  y  estando  ansy  juntos 
los  dichos  señores  hizieron  é  hordenaron  lo  siguiente. 


COLECCIÓN  DE  DOCÜ^IEKTOS 

Y  estando  en  ol  dicho  Cabildo  entrcí  Crisóstonio  de  Hontiberos» 
regidor,  y  el  señor  thenyente  de  governadorj  lizenciado  Carvajal, 
é  Antonio  Picado,  regidor. 

Este  dia,  yo  el  dicho  escribano  ley  á  los  dichos  señores  un  re- 
quirimyento  para  nolyficar  al  señor  adelantado  don  Diego  de  Al- 
magro por  parte  de  sus  mercedes  é  ansy  leydo  dixeron  que  ele- 
gían y  eligieron  que  vayan  á  le  notificar  al  dicho  señor  adelantada 
don  Diego  de  Almagro,  al  señor  Alcalde  Davalos  é  a  Diego  de 
Arbieto,  regidor,  y  á  Pedro  Navarro,  procurador  de  laeibdad,  no 
obstante  que  en  otro  cabildo  se  avia  acordado  que  fuesen  el  al- 
calde Torres,  é  no  va  por  cierta  ocupación  que  dixo  Ihenya,  el 
cual  dicho  poder  les  dieron  en  forma  siguiente: 

Poder* — Sepan  quantos  esta  carta  vieren  como  nos  el  concejo 
alcaldes  regidores  de  la  dicha  cíbdad  de  las  Reyes  de  la  Nueva 
Castilla  con  el  procurador  é  mayordomo  della  estando  juntos  en 
nuestro  Cabildo  é  Ayuntamiento  segund  que  lo  avernos  de  uso  é 
de  costumbre  de  nos  juntar  para  entender  en  las  cosas  del  servi- 
cio de  Dios  Nuestro  Señor  ó  de  su  Magld,  é  bien  pro  común  de  los 
vezynos  é  moradores  della,  conviene  á  saver:  el  lizenciado  Be- 
nyto  Suarez  de  Carvajal,  thenyente  de  governador,  é  Sebastian  de 
Torres,  é  Francisco  Davalos,  alcaldes  hordinarios,  é  Nycnlas  de 
Ribera,  ó  Antonio  Picado,  é  Diego  de  Arbieto,  é  Hernán  González, 
é  Francisco  Martyn  de  Alcántara,  é  Crisóstomo  de  Hontiberos,  re- 
gidores, é  Pedro  Navarro,  procurador  é  mayordomo  desla  dicl 
cibdadque  están  absenles  por  los  quales  presentes,  prestamos  ac 
cion  de  rato  é  nos  obligamos  que  estarán  é  pasaran  por  lo  que  di 
cymos  aquí  é  sera  sostenydo,  otorgamos  ó  conocemos  por  esÉ 
presente  carta  que  damos  ó  otorgamos  todo  nuestro  poder  cunñ* 
piído,  lybre^  bastante,  llenero,  segund  nos  abemos  é  tenemos  é 
do  derechos  mas  puede  é  deve  valer  á  vos  Francisco  Davalos,  al- 
calde hordinario  desta  dicha  cibdad,  é  á  vos  Diego  de  Arbieto, 
regidor  delta,  é  á  vos'Pedro  Navarro,  procurador,  que  estays  pri 
sentos  é  á  todos  juntamente  é  á  cada  uno  por  sy  yn  soiidum  espc 
cialmenie  para  que  pomos  y  en  nuestro  nombre  vays  á  la  provin- 
cia de  Chincha éá otras qualesquyer partes  é  lugares  doquiera  que 
estuviere  en  los  termynos  desta  dicha  cibdad  el  señor  adelantada 
é  capitán  general  don  Diego  de  Almagro,  governador  del  nuevo 


MMÜ 


■^l^taHlÜIM 


ALMAGRO  Y  SUS   COMPANEROS  7 

Reyno  de  Toledo  por  sus  Magts.  é  adonde  que  sea  que  hallaredes 
de  los  dichos  térmynos  al  dicho  señor  governador  le  podays  re- 
querir é  requirays,  hazer  é  hagays  ante  qualquier  escribano  de  su 
Magld.  un  Requirimyento  que  llevays  nuestro  firmado  del  pre- 
sente escribano  yusso  escrtpto  con  otras  qualesquier  provisyones 
é  cartas  Reales  sy  fuere  necesario  é  lo  que  respondiere  lo  tomad 
por  este  mandamyento  antel  dicho  escribano  y  lo  traed  ante  nos, 
éansy  mysmo  vos  damos  poder  complido  para  que  syendo  nece- 
sario lo  podays  hazer  qualesquyer  requirimyento  é  protestaciones 
que  os  pareciere  é  vieredes  necesarias  para  la  guarda  é  conserva- 
ción de  nuestros  derechos  con  todos  los  demás  abtos  é  diligencias 
que  al  caso  convenga  aunque  sean  cosas  y  casos  que  en  sy  se- 
gund  derecho  demande  é  requyeran  haver  otro  nuestro  mas  espe- 
cial poder  é  mandado  é que  para  todo  ello  é  lo  dello 

dependiente  vos  damos  todo  nuestro  poder  complido  con  sus 
yncidencias  ó  dependencias  ó  conexidades  é  para  lo  aver  por 
firme  obligamos  los  propios  é  rentas  deste  dicho  concejo  ávidos 
é  por  aver,  é  sy  es  necesario  vos  relevamos  segund  forma  de  de- 
recho é  lo  otorgamos  antel  escribano  yusso  eseripto  é  lo  firmamos 
de  nuestros  nombres  en  el  libro  de  cabildo,  que  fué  hecha  é  otor- 
gada en  la  dicha  cibdad,  veynte  é  dos  dias  del  mes  de  otubre, 
año  del  nazymyento  de  nuestro  salvador  Xesucripto  de  mili  y 
quinyentos  y  treynta  é  syete  años,  syendo  presentes  por  testigos 
Pedro  Ryo,    portero  de  dicho   cabildo    é    Gaspar  de   Hinojosa, 
estantes  en   la  dicha  cibdad. — Sebastian    de  Torres. — Francisco 
Dátalos,  —  Francisco  Martyn  de  Alcántara.  —  Antonyo  Picado.  — 
Diego  de  Arbieto. — Crisóstomo  de  Hontiberos. — Ny cillas  de  Ribera. — 
Hernán  Gongalez. 

Trátase  sobre  el  requerimiento  mandado  hacer  á  Almagro 

En  XXIV  de  Otubre  del  dicho  año. — Este  dia  se  juntaron  en  su 
Cabildo  é  Ayuntamiento  segund  que  lo  han  de  uso  é  de  costum- 
bre, conviene  á  saver:  los  señores  Sebastian  de  Torres  é  Francisco 
Davalos,  alcaldes  hordinarios,  é  Nyculas  de  Ribera  é  Francisco 
Martyn  de  Alcántara  é  Crisóstomo  de  Hontiberos  é  Diego  de  Agüe- 
ro ó  Diego  de  Arbieto,  regidores,  para  entender  en  las  cosas  del 


8  COLECCIÓN  DB  DOCÜHEIfTOS 

servicio  de  Dios  Nuestro  Señor  é  de  su  Magtd.^  bien  pro  común 
de  la  República  desta  dicha  cibdad  y  en  presencia  de  my  Pedro 
de  Castañeda,  escrivano  de  sus  Magtes.  y  del  concejo,  los  dichos 
señores  hizieron  é  hordenaron  lo  siguiente. 

Y  estando  en  el  dicho  cabildo  entró  su  señoría  y  el  señor  li- 
zenciado  Carvajal  su  teniente. 

Este  dia  su  señoría  dixo  que  por  quanto  tiene  capitulado  con  el 
señor  governador  don  Diego  de  Almagro,  que  dentro  de  quinze 
dias  que  se  cumplen  mañana  jueves  no  han  de  entender  ni  tratar 
cosa  alguna  porque  es  informado  que  por  los  dichos  señores  se 
enbia  á  hazer  un  requirimyento  al  dicho  señor  governador  don 
Diego  de  Almagro  que  les  pide  é  manda  que  no  se  le  hagan  ny 
ynoven  en  cosa  alguna  hasta  tanto  que  pase  el  dicho  térmyno  que 
tienen  diputado. 

Los  dichos  señores  respondiendo  á  lo  mandado  por  el  dicho 
señor  governador  dixeron  que  su  señoría  haga  lo  que  fuere  ser- 
vido cerca  del  dicho  concierto  que  tienen  dado  con  el  dicho  se- 
ñor governador  don  Diego  de  Almagro  porque  no  obstante  aquel, 
sy  ellos  quyeren  hazer  el  dicho  requirímiento  lo  harán  por  lo  que 
son  obligados  é  lo  que  han  jurado  al  bien  de  la  República  cuyas 
cabsas  presentaban  en  dicho  requirimyento  y  esto  davan  é 
dieron  por  respuesta  hablando  á  su  señoría  con  el  acatamyento 
devido. — Pedro  de  Castañeda. 

Se  da  cuenta  de  ciertos  autos  relativos  á  Almagro 

En  dos  de  Noviembre  del  dicho  año. — Este  dia  se  juntaron  en 
su  cabildo  ó  ayuntamiento,  segund  que  lo  han  de  uso  é  de  cos- 
tumbre, los  muy  nobles  señores  Justicia  é  Regidores  de  la  dicha 
cibdad,  conviene  á  saver:  los  señores  Sebastian  de  Torres  é  Fran- 
cisco Davalos,  alcaldes  hordinarios,  é  Diego  de  Arbieto,  é  Diego  de 
Agüero^  é  Nyculas  de  Ribera,  é^Crísóstomo  de  Hontyveros,  é 
Francisco  Martyn  do  Alcántara,  regidores,  para  entender  en  las 
cosas  del  servicio  de  Dios  Nuestro  Señor,  bien  pro  común  desta 
dicha  cibdad,  vezinos  é  moradores  della  y  en  presencia  de  mí  Pe- 
dro de  Castañeda,  escribano  susodicho,  los  dichos  señores  hizieron 
é  hordenaron  lo  syguyente. 


ALMAGRO  Y  SÜ8  COMPAfÍEROS  9 

Y  estando  en  el  dicho  cabildo  entró  en  él  su  señoria 

este  dia  el  dicho  señor  Francisco  Davales  alcalde  presentó  ante 

sus  mercedes  ciertos  abtos  sygnados  de  Alonso  de  Luque,  de  lo 

que  avia  pasado  en  la  guerra  quando  fué  á  hacer  un  requirimyen- 

to  al  governador  don  Diego  Dalmagro  por  parte  y  en  nombre  del 

concejo  desta  dicha  cibdad  lo  qual  fué  leydo  por  my  el  dicho  es- 

[       cribano  a  los  dichos  señores. 


\ 


f         (Siguen  ciertas  peticiones  de  tierras  y  solares.)  —  Pedro  de  Cas- 


Se  acuerda  que  se  haga  información  respecto  de  los  Almagristas 
que  hay  en  la  ciudad. 

En  VIII  de  Julio  del  dicho  año  (MDXXXVII).— Este  dia  se  jun- 
taron en  su  cabildo  y  ayuntamiento  segund  que  lo  han  de  uso  é 
costumbre  los  muy  nobles  señores  Justicia  y  Regidores  de  la  di- 
cha cibdad,  conviene  á  saber:  Francisco  de  Chavez,  thenyente  de 
governador,  é  Joan  de  Barraran,  alcalde,  y  el  thezorero  Alonso 
Riquelme  y  el  veedor  Garcia  de  Salzedo  é  Diego  de  Agüero  e  Gri- 
sóstomo  de  Hontyveros  y  Andrés  Ximenez,  regidores,  y  en  presen- 
cia de  mí  Pedro  de  Castañeda,  escribano  de  sus  Magtds.  y  del  ca- 
bildo, los  dichos  señores  hizieron  y  hordenaron  esto  syguyente. 

Este  dya  Francisco  Nuñez  de  Bonylla,  procurador  de  la  dicha 
cibdad,  en  nombre  della  dixo  que  por  cuanto  esta  cibdad  al  pre  • 
senleestá  quieta  y  pacifica  y  es  ynformado  ansy  poruña  carta 
que  Francisco  Martynde  Alcántara  ha  escripto  al  señor  Francisco 
de  Chavez  como  por  otras  personas,  que  la  gente  que  al  presente 
está  en  esta  cibdad  de  la  que  fué  á  Chile  y  ha  venido  con  Diego, 
hijo  del  mariscal,  dizen  é  publican  que  han  de  rebolver  esta  dicha 
cibdad  y  andan  entrellos  conestándola  personas  caudalosas  con 
dapñado  propósyto  é  ynstancia  y  porque  esto  se  remedie  breve- 
mente ponyendo  en  ello  remedio  para  que  se  evite  todo  escán- 
dalo y  en  esta  cibdad  aya  toda  paz,  conformidad  y  quyetud,  como 
syempre  ha  ávido,  dixo  que  pedia  é  suplicaba  a  los  dichos  señores 
con  brevedad  hagan  ynformacion  dello  y  lo  manden  castigar  y 


10  COLECCTOV  DE  DOCOIEirrOS 

desterrar  á  las  lales  personas  desta  cíbdad  é  provea  en  ello  loqae 
mas  con  ven  jm. 

E  por  los  dichos  señores  oydo  H  dicho  p*HÍymento  dixeron  que> 
al  serNÍcio  de  Dir.5  Nuestro  Sefior  é  de  su  Magtd.  é  bien  desta  Re — 
pública,  *x»n\iene  que  lo  susodicho  se  provea  de  manera  qoe  estn^ 
cibdad  esté  en  t'Ja  paz  é  quy*^íud:  f»or  ende  que  pedia  é  requery^ 
al  dicho  señor  thenyent^,  pues  está  en  lugar  del  señor  govema-- 
dor  é  á  quien  c»jmpr*te  haz^^r  yriformacion  dello  y  atento  que  al 
presente  hay  capitan-^s  que  e!  señor  governador  enbia  conquistar 
y  poblar  la  tierra  coa  quyen  pae»ie  enbiar  á  las  tales  personas  á 
las  dichas  conquistas  que  en  eI!o  brevemente  ponga  remedio  de 
manera  que  lo  susodicho  se  evite. 

E  luego  el  dicho  señor  thenyente  dixo  que  la  para  dicha  yn- 

formación  é  ávida de  lo  susodicho  provehera  lo  qoe  mas 

convenga  como  ya  otras  vezes  cozi  los  dichos  señores  lo  tiene  pla- 
ticado y  que  hecha  la  dicha  ynformacion  se  hará  lo  qoe  dicho  es. 
— Pedro  de  Casta/ie^ía, 

fíe^uerimienlo  de  la$  afba^etis  de  Die^jo  de  Almagro  rer lomando 

justicia. 

En  XIII  de  Junyo  de  MDXXXIX  años.— Se  juntaron  en  sa  ca- 
bildo é  ayuntamiento  s<^£rund  que  lo  han  de  uso  é  de  costumbre 
los  magnífico^  sofiores  justicia  é  regidores  desta  cibdad  de  los  Re- 
yes, es  á  sabor:  Kmncisvv  de  Chavez,  thenyente  de  governador,  é 
Francisco  Nunex de  líonilla.  alcalde  ordinario  é  el  thezorero  Alon- 
so Uiquolme  y  el  litvnciado  Benito  de  Car\'ajal  é  Diego  de  Agüero, 
regidores»  para  outender  é  probcer  en  cosas  del  senicio  de  Dios 
Nuestro  Señor  ó  de  su  Magtds.  é  bien  de  la  República  y  en  pre- 
sencia do  my  lVdn>  de  Salinas,  escribano  de  concejo,  lo  qoe  los 
dichos  señores  hizieron  é  ordenaron  es  lo  syguyente: 

E  luego  entraron  en  el  dicho  cabildo  Juan  de  León  é  Heman 
González  regidores. 

Este  dia  fueron  presentados  en  el  dicho  cabildo  tres  requiri- 
myentos  hechos  por  Juan  de  Rada  é  Juan  Bnl^a,  albaceas  del  ade- 
lantado don  Diego  de  Almagro,  diffunto,  é  por  el  Ihesorero  Manuel 
de  Espinar,  é  Diego  de  Mercado  como  officiales  del  nuevo  Reyno 


ALMAGRO  Y   SUS   COMPANEROS 


11 


Toledo  por  Luys  García  Samaraes  ó  que  en  efeto  parece  que 
e  qae  detengan  á  Diego  Maldonado  é  Fernando  Várela  que  han 
heñido  del  Cuzco  por  las  cabsas  que  en  los  dichos  requirimyentos 
se  expresan. 

Los  dichos  señores,  visto  lo  susodicho,  respondieron  a  todos  é  á 
ada  requirimyento  por  si  de  los  susodichos  que  lo  verán  é  res- 
onderán. 

E  luego  los  dichos  señores  regidores  dixeron  que  se  querían 
star  para  votar  sobrello  como  mejor  convenga  é  se  salieron 
señores  Ihenyente  é  alcaldes  para  que  ellos  den  su  respuesta, 
E  luego  los  dichos  señores  alcaldes  é  regidores  todos  juntóse 
unánimes  é  conformes  aviendo  platicado  cerca  de  los  dichos  re- 
uirimyentos  hechos  por  los  susodichos,  dixeron  que  daban  ó 
ieron  por  respuesta  que  requerian  é  requirieron  al  magnífico 
fior  Francisco  de  Chavez,  thenyenle  de  governador  en  esta  cib- 
lad,  por  el  yllustre  señor  el  marques  don  Francisco  Pigarro,  go- 
^raador  deste  Reyno,  que  porquanlo  residente  en  esta  cibdad 
nio  juez  superior  é  ante  quien  las  dichas  parles  dizen  tienen 
dido  é  requerido  lo  contenydo  en  sus  requirimyentos,  que  lo  pi- 
n  é  requieren  que  haga  ?orca  de  lo  pedido  requerido  por  los 
i^odichos  entero  conplimyento  de  justicia  asy  ijerca  de  los  deli- 
s  que  dizen  como  de  In  que  toca  á  la  cámara  de  su  Magtd.,  donde 
lo  baziendo  lo  que  convenga  á  la  execucion  de  la  justicia  ó 
lo  que  pedido  tienen  que  sea  de  i.*ulpa  e  cargo  del  dicho  señor 
^nyenle  é  no  á  la  suya  é  si  algún  menoscabo  6  negligencia  de 
iusticia  oviere  sea  a  su  cargo  é  nn  á  la  de  sus  mercedes,  allende 
la  negligencia  que  cerca  de  lo  susodicho  oviere  en  la  adrainis- 
^rion  de  la  justicia,  ellos  avisarán  á  sus  Magts.  como  sus  leales 
vasallos  é  que  esto  dixeron  quo  daban  6  dieron  por  su  respuesta 
áoada  una  de  las  dichas  partes  no  consintiendo  en  ninguna  ó  al- 
guna de  las  protestaciones  para  los  susodichos  é  por  cada  uno 
Wíos  hecha  é  presentada  pidieron  so  les  dé  con  ésta  su  respuesta 
no  lo  uno  sin  lo  otro. — Rúbrica  del  escribano. 
E  luego  fué  leydo  é  notificado  estando  en  cabildo  ante  mí  el  di- 
ho  escribano  al  dicho  señor  thenyente  el  qual  dixo  que  lo  oye  ó 
ara  en  ello  justicia  é  lo  que  mas  fuere  servicio  de  su  Magtd.  é 
ien  de  la  tierra. 


(de 


1^  r.oi.F.r.noN  he  pocnáisin'os 


l   iK^-^poi^-^  lio  \o  «iisoilii^hi^  on  oatorzf*  dp  junio  del  dicho  año  el 

^^^^\^^  "M-At^t-  i!uMnonl.>  ri^sp.'!uii.»n.l.i  á  I- -  di^'ho^  requ i rim ventos 
u^%*!'..'--  r*"'  '*'*  mIm^í-.i-V-.^s  ii:\  '•  qr.:^  n^'in  iál.a  •=•  mandó  que  se  no- 
:  sv:,*-*  t*  r.;.?.\  rv.i  iv'i  if  z  :*  >  dt-n  ynformacion  de 
.-.  •..••*  :v.::..r.;v  vv.:.  f.  r  'jh-^H.  irveerá  lo  que  sea 


.i 


4 ovjF/r»//^/':  ri^  'r',f'r,i  Q  Enrj9f^^v?:iir, sobre  tas 


\r'''  ".'íTl.    .    T^    '    I  A-    T»4 


^^  _      -r^y   r.ii'jr.:  .^¡:'  m  TT^>it.  que  es 

..7.r  -iif^í?!.  f  -'^  ; '  " -ti'ii.  D?  Osito,  y 

>v   -rir*^  '  >'>^^  -:-.::'*  y  ljt.  ••■:•«  per- 

-  -  -ly.'-í"   !:"j^^;:      •■•-?:  i    •.  ^T-^prado 

..r^   v-sí-f  r   ::.-•  ■   :••  ^^.  ^-  -^nta 

^*.   n,  aniH- .:.r  '    :  ■.  -    :-    >.*  i::?»den 

-  ...    Ti'c:^  líí  ^-  ^"  "'■-       '-^    j'r:i*rbio 

^^f" flUH'L  f-.  n  :- :^  :  -  :r.        ?  j ^  kmizos 

.^.     f¿r«r  óf  a.c'ur. :••:••..":.'•:'  rr5.   s^sabe 
:^  ^  AlniEf r:   ^í  m\:.   .   quvíomóal 
i4jfULnat  Pizí^rro.  ¡'Or-;  :/•  :.-.  :^  qui-^  allí 
-^,-wft^  iiiz-"'  ?'^í  ^-nij.:;:!.;.-!-:  .^:  .'•  íambien 
.trtitóf..  q'^^  '^•'■'^  -^^••^*-  ::a  .-i  .-.c.rreral 
,^^^    pRf  i:-  íí-nJa  Linií?i.  un  s^-fior  de  los  in 
^.^  .--rrado  é  en   niur-La  nr.pesiJad.  Y  á 
*    ,  ,^..   jiDfüte.  é  primero  se  le  pasaron  los 
.  ftf-fi^  de  Almagro:  y  t?imb¡en  en  la  m- 
.  .  .*i-    »   í^izarro  no  halió  en   los  que  con  él 
^,r«*riif.  quél  quisienj.  r-  en  fin  dii^on  quo 
*   V  0je  arrastró  jsu  handera  p  dijo  que 
^^mt-  IK^:^'  y  ^'^f'nl^en  quo.ste  fué  un  don 
.  ^=--  .tnf  Di^go  f^^'  Fuen  mayor,  viendo  que 


/^ 


ALMAGRO  Y   SUS   COMPAÑEROS  13 

Francisco  Pizarro,  gobernador,  iba  á  socorrer  ó  librar  de  la 
prisión  á  su  hermano,  con  toda  la  gente  quél  pudo  juntar,  le  re- 
quirió que  no  pasase  adelante,  porque  él  tenia  provisiones  desta 
Abdiencia  real  para  entender  entre  ellos,  y  no  lo  dubdo,  porque 
cuando  de  aquí  partió,  se  habia  dicho  que  Almagro  ó  todos  los 
cristianos  que  con  él  hablan  ido  eran  muertos,  é  otras  cosas  mu- 
chas se  decian  para  quel  Audiencia  proveyera  lo  que  le  pareciere 
que  convenia  al  servicio  de  W.  MM.,  así  que  por  este  requeri- 
miento escriben  que  paró  Francisco  Pizarro,  é  que  fué  Diego  de 
Fuenmayor  á  tratar  la  concordia  entre  Almagro  é  Pizarro,  y  con 
él  los  licenciados  Espinosa  y  el  de  la  Gama.  Y  pienso  que  sin 
dubda  luego  se  concertarla  la  paz,  y  que  los  unos  y  los  otros  ha- 
brán atendido  a  servir  a  VV.  MM.,  porque  no  vaya  otro  á  despar- 
tirlos y  mandarlos,  como  yo  se  lo  he  escrito  á  el  uno  é  al  otro. 
Pero  porque  aquí  se  dice  y  algunas  destas  cartas  lo  acuerdan,  que 
Almagro  en  cierta  parte  de  la  costa  de  la  mar  hizo  varar  en  tierra 
un  navio  de  los  que  llevaba  en  su  descubrimiento,  y  como  este 
navio  no  parescía,  habia  fama  en  Panamá  que  era  perdido;  y  él 
dexábalo  allí  por  algún  respeto  bueno,  ó  porque  habia  dias  que, 
sobreesté  Cuzco,  andaba  enforradael  amistad  é  compañía destos 
capitanes,  é  cada  uno  pretendía  quel  Cuzco  era  de  su  gobernación. 
Dicen  que  después  que  tornó  Almagro,  tomó  aquel  navio  é  una 
galeota  del  licenciado  Espinosa  y  cargados  de  oro,  los  envió  a  W. 
MM.  Y  como  Pizarro  tuvo  noticia  desto,  envió  estotros  dos  navios 
para  los  tomar,  é  así  en  busca  dellos  vinieron  fasta  Panamá,  ó 
truxeron  las  cartas  é  nuevas  que  he  dicho.  Quieren  agora  decir 
que  como  Almagro  vido  que  aun  se  estaba  en  aquellas  partes  el 
orodeVV.  MM.  porque  habia  venido  Hernando  Pizarro,  é  aquello 
ni  otro  se  habia  enviado  á  España,  ó  por  la  culpa  de  los  que  lo  ha- 
blan de  enviar  é  llevar,  ó  por  el  alzamiento  de  los  indios;  é  porque 
también  lo  quél  traia  no  quería  que  por  consulta  de  los  Pizarros 
ni  de  su  mano  viniese,  sino  de  la  de  quien  lo  habia  ganado,  é  dar 
primero  relación  a  VV.  MM.  que  otro  ninguno,  como  era  razón, 
que  por  este  respeto  lo  envió  por  la  forma  ques  dicho,  por  no  sa- 
ber por  qué  camino  ni  donde  habia  de  aportar,  pues  questotros 
navios  que  vienen  tras  ellos  no  los  han  hallado,  ni  consintió  Pi- 
zarro que  de  persona  del  mundo  se  truxese  carta  alguna  sino  las 


14  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

suyas,  é  no  otro  pasajero;  antes  escriben  que  dos  hombres  de  los 
que  venían  de  Quito  daban  una  arroba  de  oro  á  estos  navios  por- 
que los  truxesen  a  Panamá,  é  no  quisieron  hacerlo  por  no  enojar 
al  gobernador  Francisco  Pizarro,  de  que  se  colige  y  suena,  que 
aquellos  que  tan  largo  flete  ofrescian,  debian  ser  mensajeros  de 
Benalcazar  é  enviados  á  VV.  MM.  para  le  dar  noticia  de  la  riqueza 
de  aquella  tierra,  é  á  capitular  por  sí,  sin  dar  razón  primero  á 
quien  le  envió,  ni  por  cuyo  mandado  fué,  questa  es  una  fruta  ó 
fraude  que  ha  mucho  que  se  usa.  El  principio  de  la  cual  fué  Diego 
Velazquez,  é  a  él  le  pagaron  en  ella,  y  así  se  hará  siempre,  por- 
que es  costumbre  útil  a  unos  y  muy  perjudicial  á  otros,  y  desta 
misma  ha  nascido  no  se  contentar  ningún  gobernador  con  la 
tierra  que  le  encomiendan  VV.  MM.  sin  usurpar  todo  lo  quemas 
pueden  allegar  é  apropiar:  no  sé  qué  es  aquesto,  que  en  Castilla 
con  un  corregimiento  y  de  una  sola  cibdad  ó  villa,  hay  pocos  que 
se  den  maña  á  la  gobernar  bien,  y  acá  no  se  contentan  con  un 
reyno;  pero  voy  atinando  en  que  la  causa  desto  es,  no  poblar  ni 
asentar,  sino  disipar  é  destruir  é  pasar  adelante,  porque  su  fin  no 
es  permanecer  en  la  tierra,  sino  despoblarla.  Y  por  esta  causa 
hay  tan  poco  cuidado  en  la  conversión  de  los  indios  y  tan  poca 
diligencia  en  labrar  las  minas,  sino  andar  y  desoUinar  el  oro 
questá  en  poder  de  los  naturales.  Por  cierto,  muy  bien  es  que  el 
oro  se  les  quite  y  se  lleve  á  España,  porque  mejor  estará  en  poder 
de  hombres  que  no  de  bestias;  pero  bien  seria  que  con  estos  in- 
dios se  tuviese  forma,  bien  tratándolos  para  que  sirviesen  é  se 
salvasen  é  fuesen  cristianos.  Hé  aquí  agora  que  Quito  paresce,  é 
dicen  ques  muy  rica  cosa,  é  tanto  bueno  ó  mejor  que  lo  que  se 
sabe  del  Perú  é  de  Atabaliba;  y  anda  secreta  y  enforrada  la  nue- 
va, hasta  questos  mercaderes  ó  sus  consortes  hayan  vendido  sus 
gatos  por  liebres,  y  no  querrá  Francisco  Pizarro  ni  Almagro  ques- 
to  se  les  quite  tampoco  de  sus  gobernaciones,  porque  aquel  Be- 
nalcazar fué  enviado  por  ellos  ó  por  el  uno  dellos,  é  es  fecho  de  su 
mano,  paresce  aquí  á  los  que  echan  seso  á  montón,  que  VV.  MM. 
deberían  dar  lo  de  Quito  á  Pizarro  é  el  Cuzco  á  Almagro,  pues 
que,  en  la  verdad  todos  dicen  que  realmente  el  Cuzco  cae  en  la 
gobernación  de  Almagro.  Y  como  yo  oigo  á  estos  predicadores, 
aunque  soy  sordo,  alcanzo  algo  de  lo  que  dexan  en  el  buche,  y  no 


ALMAGRO  Y   SUS   COMPAÑEROS  15 

lo  digo  porque  mi  fin  principal  os  que  se  hiciesen  las  cosas  como 
¿Dios  y  á  mi  Rey  convienen,  porque  con  estas  anda  el  bien  del 
próximo  y  derecha  la  justicia.  Noto  yo  destas  contiendas  que  ha 
algunos  dias  que  VV.  MM.  enviaron  por  este  oro,  y  que  antes  de 
se  publicar  las  guerras,  pudiera  ser  llevado  en  paz,  é  que  los  han 
puesto  en  necesidad  de  hacer  armadas  para  lo  llevar,  é  muchos  é 
grandes  gastos,  é  aun  podria  ser  que  algunos  cambios  se  tomasen, 
esperando  este  dinero  cada  dia.  Noto  yo  que  en  saliendo  Alma- 
gro del  Cuzco,  luego  se  alzó  la  tierra,  é  que  los  que  quedaron  en 
ella  no  han  seido  parte  para  descercar  á  los  cristianos  del  Cuzco. 
Noto  yo  que  en  tornando  Almagro,  lo  primero  que  hizo  fué  echar 
los  indios  levantados  del  Cuzco  é  que  no  le  osaron  atender,  é  fué 
causa  de  redemir  é  llevantar  el  cerco  quel  Linga  tenia  sobrel  Cuz- 
co. Pues  veamos:  este  hombre  no  era  capitán  de  VV.  MM.  é  anda 
sirviendo  é  venia  de  servirle;  é  si  así  es  ¿por  qué  no  le  habia  de 
acojer  en  casa  ó  pueblo  de  VV.  MM.,  en  especial  siendo  compa- 
ñero él  é  Pizarro  ó  habiendo  á  su  costa  ganádose  la  tierra?  ninguna 
causa  yo  hallo  para  que  los  vasallos  de  VV.  MM.  no  sean  acoj  idos  en 
sus  tierras  é  pueblos,  é  como  digo,  habiéndose  desdel  principio  fe- 
cho la  conquista  tan  á  costado  Almagro  como  de  Pizarro;  sino  que 
como  es  hombre  largo  é  parte  bien  lo  que  tiene,  halla  mas  amigos, 
porque  él  no  quiere  los  dineros  sino  para  darlos,  y  en  cient  mili 
hombres  no  se  halla  uno  de  semejante  condición  y  desta  buena  re 
putacion  en  que  las  gentes  le  tienen.  Están  quejosos  los  que  no  que- 
rrían verle  tan  apropósito  de  VV.  MM.  y  de  los  conquistadores.  Pero 
con  todas  las  nuevas  y  con  ir  primero  los  mensajeros  de  Pizarro, 
todo  el  mundo  sabe  la  rectitud  de  VV.  MM.  y  laesperiencia  y  pru- 
dencia de  su  muy  alto  Consejo,  que  querrán  saber  las  cosas  muy 
de  raiz  y  al  proprio,  pero  por  acá  yo  dubdo  que  haya  tales  pin- 
tores. Y  rescelando  desto  el  Cathólico  Rey,  de  gloriosa  memoria, 
mandó  cuando  Pedrarias  fué  á  Tierra  Firme,  por  un  capítulo  es- 
preso^  que  no  fuesen  letrados  á  aquella  tierra,  pero  no  aprovechó 
mandarlo,  pues  que  los  que  lo  habían  de  executar  lo  disimulaban. 
Verdad  es  que  al  principio  no  se  admitían  abogados,  y  el  alcalde 
mayor  alegaba  por  ambas  partes  y  sentenciaba  por  aquel  por  quien 
en  el   pleito  él  habia  mejor  hablado.    Por  cierto,  cosas  van  pa- 
sando en  estas  partes,  que  entre  negros  no  se  bebieran  sofrido, 


COLECaON  DE  DOCUMENTOS 


y  pluguiese  á  Dios  que  todo  lo  malo  y  perjudicial  al  servicio  de 
Dios  é  de  VV,  MM*  fuese  pasado.  Yo  presumí  un  tiempo  de  avisar 
á  W*  MM.  de  muchas  verdades,  y  hallé  muerto  al  Rey  de  gloriosa 
memoria,  en  tiempo  que  si  viviera,  yo  pienso  que  fuera  muy  ser- 
vido de  lo  entender;  é  murió  dende  há  poco,  Y  fui  a  Flandes  y  di 
relación  de  lo  mismo  al  gran  Chanciller  de  Borgoña,  é  fué  remi- 
tido al  cardenal  D*  Fr,  Francisco  Ximenez,  y  porque  no  se  lo  re- 
mitieron a  él  solo,  nunca  quiso  oirnada,  y  por  questabaya  puesto 
en  enviar  ciertos  frailes  gerónimos,  que  nunca  salieron  desta 
cibdad  ni  entendieron  cosa  de  Tierra  Firme,  Mandó  V,  M.  que  yo 
fuese  gratificado  é  se  me  pagasen  mis  gastos;  pero  tampoco  se 
hizo  eso  como  lo  otro,  y  porque  no  me  anduviese  diciendo  verda- 
des, quedóme  con  haber  perdido  el  tiempo,  que  fueron  cuasi  tres 
años,  y  con  mas  do  mili  é  quinientos  ducados  de  mi  hacienda, 
gastados  en  caminos,  y  atendiendo  mi  remedio  y  el  de  otros. 
Digo  pues,  que  acá  no  hay  mayor  confusión  que  las  palabras  de 
un  licenciado  6  letrado,  destos  que  por  acá  andan  á  concertar  ne- 
gociaciones; y  si  VV.  MM.  lo  quieren  ver^  manden  acudir  á  sus 
residencias,  y  por  allí  se  puede  ver  que  cuando  en  sus  propios 
oficios  hicieron  desatinos,  qué  es  lo  que  podrán  hacer  en  lo  qae 
toca  a  terceros.  Caballero  ha  de  ser  é  hombre  de  buena  concien- 
cia ó  esperiencia  é  no  necesitado  el  que  suele  acertar  en  tales  ne-  i 
gocios;  y  no  tanto  papel  y  escribanos,  sino  un  buen  nulural,  y] 
persona  que  haya  visto  rauelias  cosas  en  la  paz  é  en  la  guerra. 

Yo  he  escripto  á  estos  capitanes  lo  que  rae  paresce  y  cuánta  I 
razón  ternán  VV.  MM,  de  los  mandar  ordenar  sino  se  ordenaren^] 
y  que  miren  muy  bien  quien  los  aconseja,  ó  que  por  ning^un  ¡n-1 
teres  ni  posion  no  se  aparten  de  la  paz  ni  den  causa  en  que  en 
un  pelo  V.  M.  sea  deservido;  é  héselo  escripto  muy  é  la  verdad  é| 
mis  cartas  lo  dirán,  é  como  amigos  que  los  he  tratado  é  tuve  ba- [ 
cienda  antes  que  ellos  y  no  tengo  necesidad  de  ninguno  dellos,  yj 
pienso  que  si  me  creyesen,  que  ellos  acertarán;  y  téngolos  porj 
hombres  que  no  errarán  en  la  voluntad  ni  en  la  obra  al  servicio  I 
de  W,  MM,,  si  malos  consejos  no  los  hiciesen  errar.  Plega  á  Dios] 
que  todo  suceda  á  su  santo  servicio  y  al  de  VV.  MM.,  para  qae] 
su  santo  fin  é  propósito  de  conquistar  los  infieles  é  tener  en  patj 
los  cristianos  se  consiga,  é  los  dexe  vivir  largos  tiempos,  como  j 


ALMAGRO    V    SUS   COMPAÑEROS 


17 


Vuestros  reales  corazones  lo  desean,— Desta  su  casa  real  é  forta- 
leza de  la  eibdad  é  puerto  de  Santo  Domingo  de  la  Isla  Española, 
í 25 (lias de  octubre  de  1537  oños. — S,  C.  G.  R.  M.— Los  reales  pies 
de  W\  MM*  besa.— Gonzalo  Fernandez, 


28  d9  Octubre  de  1537 

\V. — Varías  providencias  de  lyay  Francisco  de  Bol*adilla^  nombrado 
juez  arbitro  en  las  disidencias  entre  Pizarra  y  Almagro. 


(Pub.  en  Cieza  de  León,  Guerra  de  las  Salinas,  págs.  166-175.) 

Kn  el  pueblo  do  Mala,  veinle  ó  ocho  dias  del  mes  de  octubre,  el 
Juez  arbitro  fray  Francisco  de  Uubadilla,  delante  de  los  escríbanos 
Domingo  de  la  Presa  é  Alonso  de  Silva,  dijíK  Que  por  cuanto,  para 
[Ja  determinación  ó  conclusión  de  aquella  causa,  convenía  que  los 
gobernadores  viniesen  á  aquel  asiento  á  se  ver  con  él,  cada  uno 
*con  doce  de  á  caballu,  é  que  para  que  sus  personas  vcnjían  se- 
curas de  que  por  nenguna  de  las  partes  baya  alteración  é  novedad 
Iguna^  que  cada  uno  dellos  dé  en  rehenes,  en  poder  do  un  caba- 
llero de  la  otra  parte,  é  un  liljn,  con  dos  caballeros,  los  que  él 
Hialare,  que  les  mandó  que  cada  uno  dellos  haga  un   míinda- 
dentó  para  los  gobernadores;  que  el  que  fuese  para  D,  Francisco 
^izarro  pusiese  que  le  mandaba  que  dentro  de  cinco  días  dé  a  su 
ija  doña  Francisca,  ó  á  Francisco  de  Chaves,  ó  á  D.  Pedro  de 
^ortugal,  para  que  estoviesen  en  relíenos;  é  que  Almagro,  dentro 
leí  mismo   termino,  envíase  á  D,  Diego,  su  hijo,  é  á  Diego  de 
I  varado,  é  &  Gómez  de  Al  va  rada,  para  que  estoviesen  asimismo 
rehenes^  e  que  luego,  otro  dia,  salgan  de  Chincha  é  de  Los 
levos  para  venir  á  verse  con  él  con  cada  doce  de  á  caballo,  é  con  las 
irúvisínnesé  cédulas  de  S.  M.  que  luiblan  sobro  la  demureaeion 
pe  la  gobernación,  é  los  pilotos  examinados  que  hoviere,  para  que, 
ito  lo  uno  é  lo  otro  é  informado  del  caso,  determine  lo  que  ha- 
ire  por  justicia.  . . 

Fray  Fx^ancisco  de  Oobadillu,  provincial  de  la  Orden  de  Nuestra 
leñera  Santa  María  de  la  Merced  en  estas  partes  del  mar  Océano, 
B2  arbitro  é  de  comisión  por  los  gobernadores  don  Francisco 


18 


COLECaON  DE  DOCUMENTOS 


Pízarro  é  don  Diego  de  Almagro^  sobre  la  partición  é  demarcación 
de  los  límites  de  sus  gobernaciones^  é  para  las  otras  cosas  con- 
cernientes é  anexas  á  la  paz  é  quietud  destos  reinos,  é  conformi- 
dad suya,  según  que  mas  largamente  por  el  poder  á  mi  dado 
parece:  Por  cuanto  conviene  al  buen  despacho  é  determinación 
de  los  dichos  negocios  que  los  dichos  señores  gobernadores  ven- 
gan é  parezcan  ante  mí  en  este  asiento  é  cacique  de  Mala,  donde 
al  presente  estoy,  así  para  me  informar  dellos  de  cosas  compUde-^; 
ras  al  servicio  de  S*  M.,  como  para  que  sean  presentes  a  la  deter- 
minación de  los  negocios^  é  para  que  cada  uno  dellos  esté  según 
que  no  habrá  innovación  ni  alboroto,  ni  otra  cosa  alguna  qu* 
pertúrbela  negociación,  he  acordado  que  cada  uno  dellos  ponga 
en  rehenes  un  hijo  en  poder  de  ciertos  caballeros;  por  tanto,  como 
tal  juez,  mando  a  vos  el  gobernador  don  Francisco  Pizarro,  que 
dentro  de  cinco  dias,  después  que  este  mi  mandamiento  os  fuere 
notificado,  enviéis  ante  mía  doña  Francisca  Pizarro,  vuestra  hija, 
para  poner  los  rehenes,  juntamente  con  los  honrados  caballeros 
Francisco  deChaves  é  don  Pedro  de  Portugal,  la  cual  doña  Fran- 
cisca venga  con  dos  ó  tres  dueñas,  ó  con  las  que  á  vos  os  pareciere 
que  la  acompañen,  para  que  todos  tres  juntamente  sean  entre- 
gados á  la  persona  que  el  gobernador  D,  Diego  de  Almagro  seña- 
lare; los  cuales  vengan  acompañados  de  doce  de  a  caballo,  con  la 
persona  que  vos  señaláredes  que  resciba  á  don  Diego,  hijo  del 
Adelantado,  é  con  el  servicio  moderado  de  sus  casas.  Y  el  tal  ca- 
ballero, que  así  ha  de  recibir  los  tales  rehenes,  hani  juramento  é 
pleito  homenaje  en  mis  manos  de  me  los  volver,  é  dar,  y  entre- 
gar, cada  é  cuando  que  por  mí  le  fuere  mandado;  y  esto  hecho^ 
otro  dia  siguiente,  que  son  siete  dias,  que  se  entiende  que  os  todo 
el  término  que  yo  señalo,  pareced  ante  mí  de  la  forma  ó  manera 
siguiente:  Que  vengáis  con  otros  doce  de  á  caballo,  é  la  guardia 
de  vuestra  persona  de  A  pié,  é  vuestro  servicio  do  capellán,  é  ase- 
sor licenciado  de  la  Gama,  é  con  el  servicio  moderado  de  vuestra 
casa  é  mesa,  no  consintiendo,  ni  permitiendo,  ni  mandando  que 
de  vuestro  ejército  Real,  por  vuestro  mandado  ni  de  vuestros  ca- 
pitanes, salga  gente  alguna  de  á  pié,  ni  de  á  caballo,  ni  escopete- 
ros, ni  piqueros,  ni  otro  género  nenguno  de  personas,  por  ninguna 
forma  ni  vía,  ni  pasen  dende  la  arboleda  de  ese  valle,  así  la  gente 


■■^ir-i 


éSím 


Ubi 


muBM 


AI^MAGUO    V 


ÍHfPANEROS 


19 


?n0is  en  vuestro  real  como  la  que  anduviese  fuera  del»  por 
~r\  que  no  pasen  hacia  acá  dos  leguas  de!  real,  por  valles,  ni 
^l  rras,  ni  por  agua,  ni  en  sus  pies  ni  en  ajenos,  ni  por  otra 

ria  ni  forma  alguna:  é  traigáis  ante  mí  las  provisiones,  cartas  ó 
íddias  Reales  que  en  la  partición  ó  demarcación  de  governacio- 
nes  hablan,  porque  pueda  ver  y  efetuar  lo  que  S.  M.  manda  é  lo 
cumplidero  á  su  servicio.  É  asimesmo  traigáis  los  pilotos  exami- 
Dados  que  hoviere  en  esa  ciudad,  con  sus  cartas  y  eslrolabios,  é 
[C^sas  pertenecientes  para  tomar  el  altura  de  la  demarcación  é 
partición»  porque  en  todo  se  haga  é  cumpla  lo  que  por  S.  M.  es 
mandado:  porque  do  aquí  adelante  entre  vos,  los  dichos  goberna- 
dores, no  haya  las  dichas  diferencias  sobre  los  términos,  ni  cues- 
tiones» sino  que  cada  uno  conozca  sus  límites  6  no  se  entienda 
en  dimisiones  ni  cuestiones,  mas  que  servir  á  Dios  y  á  S*  M.,  ó 
pacificación  ó  población  destos  reinos,  e  paz  é  quietud  de  sus  va- 
sallos. K  así  venidos  á  los  términos  deste  asiento  donde  yo  estoy, 
mando  á  vos  D,  Francisco  Pizarro,  que  vos  ni  la  gento  que  tengo 
Jada  no  paséis  el  rio  deste  valle  hasta  que  me  lo  hagáis  saber, 
^rque  yo  provea  lo  que  mas  conviene  al  servicio  de  S.  M.  é  bien 
dc»ta  Dcgociacion.  Lo  cual  así  cumplid  é  guardad,  so  pena  de 
perdimiento  de  todos  vuestros  bienes  para  la  Cámara  é  fisco  de 
8.  Mm  ¿  privación  de  los  cargos  do  gobernador  é  capitán  general, 
éotro*  oficios  Reales  que  S.  M.  os  baya  dado;  en  la  cual  pena,  lo 
conlrario  haciendo,  desde  agora  os  he  por  condenado,  como  si  en 
cosa  juzgada  fuese  pasado.   É  mando  &  Domingo  de  la  Presa,  es- 
cribano de  S.  M*  6  desta  eausa^  que  os  lo  notifique  é  asiente  la 
notificación  deste  mi  mandamiento  en  las  espaldas  del,  lo  cual 
le  mando  sopeña  de  privación  de  oficio  é  de  dos  mil  pesos  de  oro 
para  la  Cámara  é  fisco  de  S.  M*  Hecho  en  el  Tambo  é  asiento  de 
Mola,  á  veinte  y  ocho  dias  de  octubre  do  mil  c  quinientos  é  treinta 
é  siete  años.  La  guardia  que  ha  de  traer  se  entiende  que  no  sean 
Bde  treinta  hombres  con  sus  alabardas, .  , 
[Vrnv  Francisco  de  Bobadilla,  vicario  provincial  de  la  Orden  de 
estra  Señora  de  la  Merced  en  estas  partes  del  mar  Océano,  juez 
bilrode  comisión  por  los  gobernadores  don  Francisco  Pizarro 
TD.  Diego  de  Almagro,  para  la  partición  é  demarcación  de  los 
lies  de  sus  gobernaciones,  c  para  todas  las  otras  cosas  concer- 


20  COLECCIÓN  DR  DOCUMENTOS 

nientes  é  anexas  á  la  paz  é  quietud  de  estos  reinos,  é  conformidad 
suya,  según  que  mas  largamente  por  el  poder  á  mí  dado  parece: 
Por  cuanto  conviene  al  buen  despacho  é  determinación  de  los 
dichos  negocios  que  los  dichos  señores  gobernadores   vengan  é 
parezcan  ante  mi^  en  este  asiento  é  cacique  de  Mala,  donde  al 
presente  estoy,  así  para  me  informar  dellos  de  cos€rs  cumplide- 
ras al  ser\'icio  de  S.  M.,  como  para  que  sean  presentes  á  la  deter- 
minación de  los  dichos  negocios,  é  para  que  cada  uno  dellos  esté 
seguro  é  no  haya  innovación,  ni  alboroto,  ni  otra  cosa  alguna 
por  que  se  perturbe  la  dicha  negociación,  he  acordado  que  cada 
uno  dellos  ponga  en  rehenes  un  hijo  en  poder  de  ciertos  caballe- 
ros; por  tanto,  como  tal  juez,  mando  á  vos  el  dicho  señor  go- 
bernador D.  Diego  de  Almagro,  susodicho,  que  dentro  de  cinco 
días,  después  que  este  mi  mandamiento  os  fuere  notificado,  en 
vieis  ante  mí  á  D.  Diego  de  Almagro,  vuestro  hijo,  para  poner  en 
los  dichos  rehenes,  juntamente  con  los  honrados  caballeros  Diego 
de  Al  varado  é  Gómez  de  Al  varado,  el  cual  dicho  D.  Diego  venga 
con  su  ayo,  ó  como  a  vos  os  pareciere,  que  le  acompañen,  para 
que  todos  tres  juntamente  sean  entregados  a  la  persona  que  el 
dicho  señor  gobernador  D.  Francisco  Pizarro  señalare;  los  cuales 
vengan  acompañados  de  doce  de  á  caballo,  con  la  persona  que  ha 
de  recibir  a  doña  Francisca,  su  hija,  en  rehenes,  con  el  servicio 
moderado  de  sus  casas.  El  cual  dicho  caballero,  que  ha  de  reci- 
bir los  dichos  rehenes,  hará  juramento  pleito  homenaje  en  mis 
manos  de  me  los  volver  y  entregar  cada  ó  cuando  que  por  mí  le 
fuere  mandado;  y  esto  hecho,  otro  dia  siguiente,  que  serán  seis 
dias,  que  es  todo  el  término  que  yo  señalo,  pareced  ante  mí  en 
la  forma  é  manera  siguiente:  Que  vengáis  con  otros  doce  de  a 
caballo,  é  la  guarda  de  vuestra  persona  de  a  pié,  ó  vuestro  secre- 
tario, é  capellán,  é  asesor  el  licenciado  Prado,  con  el  servicio  mo- 
derado de  vuestra  casa  é  mosa,  no  consintiendo,  ni  permitiendo, 
ni  mandando  que  de  vuestro  ejército  Real,  por  vuestro  mandado 
ni  de  vuestros  capitanes,  salga  gente  alguna  do  a  pié,  ni  de  á  ca- 
ballo, ni  escopeteros,  ni  piqueros,   ni  otro  género  nenguno  de 
personas,  por  nenguna  forma  é  vía,  ni  paséis  dende  los  xagueis 
del  pueblo  de  los  pescadores,  despoblado,  hacia  acá,  así  la  gente 
que  tenéis  en  vuestro  real  como  la  gente  que  anduviere  fuera  del, 


ALMAGRO  Y   SUS   COMPANEROS  21 

por  manera  que  no  pasen  hacia  acá  dos  leguas  del  dicho  real,  por 
valle,  ni  por  sierra,  ni  por  agua,  ni  en  sus  pies,  ni  en  ajenos,  ni 
por  otra  forma  ni  vía  alguna,  é  traigáis  ante  mí  las  provisiones, 
cartas,  é  cédulas  Reales,  que  en  la  dicha  partición  é  demarcación 
de  gobernaciones  hablan,  porque   pueda  ver  y  efectuar  lo  que 
S.M.  manda  é  lo  cumplidero  á  su  Real  servicio.  Éasimesmo  trai- 
gáis los  pilotos  que  examinados  fueren,  que  en  vuestro  real  ho- 
biere,  con  sus  cartas  y  estrolabios,  é  cosas  pertenecientes  para 
tomar  el  altura  de  la  demarcación  é  partición,  porque  en  todo  se 
haga  é  cumpla,  lo  que  por  S.  M.  es  mandado,  porque  de  aquí  ade- 
lante, entre  vos  ni  el  gobernador  D.  Francisco  Pizarro,  sobre  los 
términos  no  haya  cuestiones  ni  diferencias,  sino  que  cada  uno 
conozca  sus  límites  y  no  se  entienda  en  divisiones,  ni  cuestiones, 
ni  mas  que  servir  a  Dios  é  a  S.  M.,  y  en  la  pacificación  é  pobla- 
ción destos  reinos,  é  paz  é  quietud  de  sus  vasallos.  É  así  venido 
á  Jos  términos  deste  asiento  donde  estoy,  mando  á  vos  el  gober- 
nador D.  Diego  de  Almagro,  que  ni  vos  ni  la  gente  que  arriba 
teago  señalada  no  paséis  la  Acequia  grande,  que  esta  antes  de 
llegar  á  este  pueblo  hacia  la  parte  que  vos  estáis,  é  tiene  una 
puexite  de  madera,  hasta  que  me  lo  hagáis  saber,  porque  yo  pro- 
vea   lo  que  mas  convenga  al  servicio  de  S.  M.  é  al  bien  desta 
negociación.  Lo  cual  haced  y  cumplid  é  guardad,  so  pena  de 
per^dimiento  de  todos  vuestros  bienes  para  la  Cámara  ó  fisco  de 
S.   ^í.,  é  privación  de  los  cargos  de  gobernador,  é  capitán  general 
é  o  tros  oficios  Reales  que  S.   M.  os  haya  dado;  en  la  cual  pena, 
haoiendo  lo  contrario,  desde  agora  os  he  por  condenado  como  si 
erk   cosa  juzgada  fuese  pasado,  é  mando  á  Alonso  de  Silva,  escri- 
bíikxio  de  S.  M.  é  desta  causa,  que  os  lo  notifique.  .  . 

Tray  Francisco  de  Bobadilla,  vicario  provincial  de  la  Orden  de 
íí  ueslra  Señora  Santa  Maria  de  la  Merced  en  estas  partes  del  mar 
Ocréanoé  mar  del  Sur,  juez  arbitro  é  de  comisión  éntrelos  muy 
nriíigníñcos  señores  gobernadores  D.  Francisco  Pizarro  ó  D.  Diego 
de  Almagro,  etc.  Por  cuanto  tengo  necesidad  de  me  informar  de 
vos  los  dichos  señores  gobernadores  de  ciertas  cosas  cumplideras 
á.  S.  M.,  é  para  que  os  halléis  presentes  a  la  declaración,  é  deter- 
minación,  é  sentencia  que  tengo  que  dar  sobre  vuestra  paz  é 
concordia;  por  tanto,  por  la  presente  mando  á  vos  el  muy  mag- 


22 


COLECCIÓN   DE   DOCUMENTOS 


niTico  señor  D.  Francisco  Pizarro^  gobernador  é  capitán  general 
desla  Nueva  Cíistilla  por  S.  M.,  que  visto  este  mandamiento,  desc 
el  dia  que  se  os  notilicare  en  tercero  dia  primero  siguiente,  pfl 
rezcaisanle  mí  personalmente,  aquí  en  este  asiento  de  Mala  done 
al  presente  estoy,  para  definir  los  términos  é  cosas  destas  gober" 
naciones,  y  venid  en  esta  manera:  con  doce  hombres  de  á  caballo» 
é  vuestro  capellán,  é  un  secrelario,  é  un  maestresala,  ó  cualr^ 
pajes;  é  antes  que  lleguéis  á  este  asiento  me  haréis  saber  vuest 
venida^  para  que  yo  provea  lo  que  convenga  al  servicio  de  Dios] 
de  S.  M-,  é  bien  ó  paz  destus  reinos,  É  mando  al  honrado  capit 
Gonzalo  Pizarro,  ó  a  lodos  los  otros  capitanes  de  vuestro  realj 
desa  ciudad,  que  se  estén  en  esa  dicha  ciudad  de  Los  Reyes 
toda  la  otra  gente,  é  no  salgan  della,  so  pena  é  cada  uno  dellos 
de  diez  mil  pesos  de  oro  para  la  Cámara  de  S.  M.,  é  que  vos 
dicho  gobernador  no  consintáis  salir  nengunas  gentes,  de  ner 
guna  calidad  ni  condición  que  sea,  ni  pasen  dos  leguas  desa  cic 
dad  para  acá.  Lo  cual  é  cada  una  cosa  délas  susodichas  os  mane 
ávos  el  dicho  señor  gobernador  que  así  hagáis  é  cumpláis, 
pena  de  doscientos  mil  pesos  de  oro  para  la  Cámara  é  fisco 
S,  M.,  en  la  cual  dicha  pena,  lo  contrario  haciendo,  desde  agof 
vos  doy  por  condenado,  é  so  pena  de  privación  é  suspensión 
oficio  de  gobernador  é  capitán  general,  del  cual  no  podáis  us 
hasta  tanto  que  S.  M.  otra  cosa  mande.  É  mando  á  cualquier  < 
cribano  que  para  esto  fuere  llamado  que  os  lo  notifique,  so  peí 
de  dos  mil  pesos  de  oro  para  la  Cámara  de  S.  M.  Fecho  en 
pueblo  de  Mala,  á  nueve  dias  de  noviembre  da  mil  é  quinientfl 
ó  treinta  é  siete  anos.  ,  , 

Fray  Francisco  de  BobadiUa,  vicario  provincial  do  la  Orden 
Nuestra  Señora  de  la  Merced,  é  juez  arbitro  de  comisión  entre  le 
gobernadores  D.  Francisco  Pizarro  é  D.  Diego  de  Almagro;  p^ 
cuanto  tengo  necesidad  de  me  informar  de  vos,  los  gobernadores' 
ya  nombrados,  de  ciertas  cosas  cumplideras  al  servicio  de  Diosj 
de  S*  M.,  é  para  que  os  halléis  presente  á  la  declaración  é  dete| 
minacion  que  tengo  de  dar  sobre  la  paz  é  concordia;  por  tan! 
por  la  presente  mando  á  vos  el  Adelantado  D,  Diego  de  Almagr 
gobernador  é  capitán  general  del  nuevo  reino  de  Toledo  por  S* 
que  visto  este  mi  mandamiento,  desde  el  dia  que  se  notificare 


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ÁLMAGHO  Y  SUS  COMPAfÍEROS  23 

iercero  dia  primero  siguiente,  parezcáis  ante  mí  en  este  asiento 
de  Mala  donde  al  presente  estoy,  para  definir  los  límites  é  cosas 
destas  gobernaciones,  é  venid  en  esta  manera:  con  doce  hombres 
de  á  caballo,  é  vuestro  capellán,  y  el  secretario,  é  maestresala, 
é  cuatro  pajes;  é  antes  que  lleguéis  á  este  asiento  me  hagáis  saber 
vuestra  venida,  para  que  yo  provea  lo  que  convenga  al  servicio 
de  Dios  é  de  S.  M.,  é  bien  é  paz  destos  reinos.  É  mando  al  hon- 
rado capitán  Rodrigo  Orgoñez,  é  á  todos  los  otros  capitanes  de 
muestro  real,  que  se  estén  en  él  con  toda  la  otra  gente  é  no  salgan 
del,  so  pena  á  cada  uno  dellos  de  diez  mil  pesos  de  oro  para  la 
Cámara  é  fisco  de  S.  M.,  é  que  vos  el  gobernador  no  consintáis 
salir  nenguna  gente,  de  nenguna  calidad  ni  condición  que  sea, 
ni  pasen  dos  leguas  dése  real  para  acá.  Lo  cual  vos  mando  que 
así  lo  hagáis  é  cumpláis,  so  pena  de  doscientos  mil  pesos  de  oro 
para  la  Cámara  é  fisco  de  S.  M.,  en  la  cual  pena  os  doy  por  con- 
denado, lo  contrario  haciendo,  é  so  pena  de  privación  é  suspen- 
sión de  gobernador  é  capitán  general,  del  cual  cargo  no  podáis 
usar  hasta  tanto  que  S.  M.  otra  cosa  mande.  .  . 


2  de  Noviembre  de  1537. 

V,— Poder  que  Diego  de  Almagro  otorgó  al  Licenciado  Francisco 
de  Prado  y  d  Diego  Niiñez  de  Mercado  sobre  deslinde  de  términos 
con  Francisco  Pizarro,  y  respuesta  de  éste  á  cierto  requerimiento. 

(Real  Academia  de  la  Historia.) 

Sepan  quantos  esta  carta  de  poder  vieren  cómo  yo  el  adelantado 
don  Diego  de  Almagro,  governador  é  capitán  general  deste  nuevo 
reyno  de  Toledo,  por  su  Magd.,  digo  que  porquanto  la  división 
de  los  límites  desta  governagion  é  de  la  governa^ion  del  señor  go- 
vernador don  Francisco  Pigarro,  yo  de  mi  parte  y  el  dicho  señor 
governador  de  la  suya,  nombramos  é  tomamos  por  juez  arbitro  ó 
como  derecho  mejor  lugar  o  viese  al  muy  reverendo  padre  Fray 
Francisco  de  Bovadilla,  provincial,  para  que  averiguase  é  partiese 
los  dichos  límites  de  entrambas  governaciones,  por  ende  otorgo 
é  conozco  por  esta  presente  carta  que  doy  é  otorgo  todo  mi  poder 


24  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

cumplido  libre  y  llenero  bastante  segund  que  yo  lo  he  é  tengo 
segund  que  mejor  é  mas  cumplidamente  lo  puedo  é  devo  dar 
otorgar  é  de  derecho  mas  puede  é  deve  valer  al  ligengiado  Fran 
cisco  de  Prado  é  al  alcalde  Diego  Nuñez  de  Mercado,  que  son  absen 
tes,  bien  ansi  como  si  fuesen  presentes,  para  que  por  mí  y  en 


nombre  puedan  ellos  ó  qualquier  dellos  asistir,  estar  é  residir  co 
su  paternidad  en  el  progeso  c  abtos  é  otras  cosas  que  sobre  t= 
dicha  partición  so  ovieren  de  hacer,  según  é  de  la  manera  que  e^s 
tuvieren  ó  residieren  un  letrado  é  un  ca vallero,  puestos  é  nombra» - 
dos  por  el  dicho  señor  governador  don  Francisco  Pigarro,  é  si  e. 
dicho  señor  governador  no  quisiere  que  en  ello  ni  en  parte  algu — 
na  dello  no  asistan  ni  estén  los  dichos  letrados,  uno  de  su  parte  é 
otro  de  la  mía,  esté  é  resida  en  lo  susodicho  el  dicho  Diego  Nunez 
de  Mercado  y  en  todo  ello  é  qualquier  parte  dello  digan  é  aleguen 
por  mí  todo  aquello  que  bien  visto  les  fuere,  que  á  mi  derecho 
conviene  é  sobre  ello  puedan  hazer  é  hagan  qualesquier  presen- 
taciones de  escriptos  y  testigos  y  cscripturas  ó  provangas  é  otro 
genero  de  prueva  que  convenga  ii  los  abonar  si  fueren  tachados, 
é  tachar  ó  contradezir  los  que  contra  mí  fueren  dados  é  presenta- 
dos, así  en  dichos  como  en  personas,  é  provar  las  tachas  é  objetos 
que  les  pusieren,  é  apelar  é  suplicar  de  lo  que  contra  mí  se  hizie- 
re  para  ante  quien  é  con  derecho  devan,  el  qual  poder  les  doy  ¿ 
ambos  á  dos  juntamente  é  a  cada  uno  dellos  por  sí  ynsolidum,  se- 
gund é  de  la  forma  ó  manera  quel  dicho  señor  governador  don 
Francisco  Pigarro  lo  diere  á  los  dichos  letrado  é  cavallero,  ansy 
por  via  de  acompañados  como  por  hazedores  ó  por  la  via  que  lo 
diere  el  dicho  señor  governador  á  los  susodichos,  que  por  esta  yo 
lo  doy  el  dicho  poder  a  los  dichos  alcalde  Diego  Nuñez  de  Merca- 
do é  licenciado  Francisco  de  Prado  ó  á  cada  uno  dellos  por  sy  con 
todas  sus  incidencias  6  dependen(.Mas,  emergencias,  anexidades  é 
conexidades  é  con  libre  é  general  administración  y  si  necesario  es 
relevación,  los  relievo  segund  forma  é  borden  de  derecho  é  por- 
que avré  por  firme  rato,  grato,  estable  é  valedero,  todo  lo  que  por 
virtud  deste  dicho  poder  fuere  fecho,  obligo  mis  bienes  é  rentas 
avidcs  é  por  aver.    Fecha  la  carta  en  esta  cibdad  de  Almagro  á 
dos  dias  del  mes  de  noviembre  año  del  nacimiento  de  nuestro 
Salvador  Jesucristo  de  mili  ó  quinientos  é  treynta  é  siete  años  - 


ALMAGRO   Y    SUS   COMPANKROS  20 

sligos  que  fueron  presentes  el  capitán  Francisco  de  Chaves  é 
Efedro  Barroso,  alcalde  mayor,  ó  el  veedor  Juan  de  Turuegano,  es- 
fiüites  en  la  dicha  ciudad,  ó  porque  dicho  señor  governador  dixo 
h|oe  no  sabia  scrivir,  lo  firmó  por  él  é  a  su  ruego  el  dicho  Pedro 
f  Barroso  en  el  registro  desto. — Pedro  Barroso, 

E  yo  Martin  de  Salas,  escrivano  de  sus  cesáreas  é  cathólicas 
Lsaagestades  é  su  notario  público  en  la  su  corte  y  en  todos  sus  rey- 
nosé  señoríos  a  lo  que  dicho  es  presente  fui  con  los  dichos  tes- 
tigos segund  que  ante  mí  pasó  ó  por  ende  fiz  aquí  este  mi  signo, 
ques  á  tal. — En  testimonio  de  verdad. — Martin  de  Sala^^  escri- 
bano de  sus  Magestades. — (Hay  un  signo). 

E  después  de  lo  susodicho  en  el  dicho  dia  mes  y  año  susodi- 
chos el  dicho  señor  governador,  respondiendo  al  requerimiento 
i  el  echo  por  el  dicho  Diego  Nufiez  de  Mercado  dixo:  quel  dicho 
Diego  de  Almagro,  bolviendo  como  bolvió  de  la  conquista  é  des- 
cubrimiento que  y  va  á  facer  en  nombre  de  su  Magd,,  se  vino  á  la 
cibdad  del  Cuzco  y  entró  en  ella  forzosamente  é  prendió  su  the- 
niente  que  en  ella  tenia  é  a  los  alcaldes  ó  á  otras  personas  que  allí 
estavan,  regidores  é  vecinos  de  la  dicha  giudad  ó  hizo  otros  agra- 
vios é  deservicios  á  su  Magd.,  que  por  ser  notorios  no  los  espresa 
aquí,  éno  contento  con  esto,  prosiguiendo  su  dañado  propósito  é 
jTitencion,  se  vino  camino  de  la  cibdad  de  Los  Reyes,  publicando 
que  avia  de  fazer  en  ella  lo  que  hizo  en  el  Cuzco,  ó  allegado 
que  fué  al  asiento  é  cacique  de  Chincha,  questá  repartido  en  los 
límites  de  la  dicha  cibdad,  desde  que  se  fundó,  hizo  en  ella  cierta 
manera  de  pueblo  para  de  allí  dcsipar  como  ha  dcsipado  ó  desipó 
los  caciques  de  los  términos  de  la  dicha  cibdad,  é  que  no  embar- 
gante todas  estas  fuerzas  é  agravios  que  ha  hecho,  él  no  ha  que- 
rido ponerse  contra  él  en  resistencia,  antes  desde  el  cacique  de  la 
'Nascase  vino  a  la  cibdad  de  los  Reií^s  y  estando  en  ella  por  yndu- 
cion de  ciertas  personas  que  entre  ellos  entrevinieron,  comprome- 
tieron sus  negocios  en  manos  del  reverendo  padre  fray  Francisco 
de  Bobadilla,  vicario  provincial  de  la  borden  de  Nuestra  Señora 
de  la  Merced  y  él  tubo  por  bien  de  lo  fazer  non  cnbargante  la  clara 
justicia  que  él  tiene  por  las  provisiones  de  su  Magd.  y  el  claro 
derecho  que  tiene  á  la  governacion  de  la  dicha  cibdad  del  Cuzco 
ésus  términos  por  la  aver  conquistado  é  poblado  muchos  dias  ha. 


26 


COLECCIÓN   DR  D0CTTMENT08 


y  el  dicho  provirnúal  en  viendo  on  esto  la  Justicia  é  derecho  de 
ambas  partes,  mostrando  á  cada  uno  el  derecho  que  pretendía, 
declaró  ó  mandó  por  su  senlen<;*ia  que  él  fuese  resliluydo  en  la 
posession  de  la  dicha  cihdad  dní  Cuzco  y  mandó  al  dicho  don  Die- 
go de  Almagro  que  le  restituyese  en  ella  y  se  relraxese  al  pueblo 
déla  Nasca  hftsla  líuilo  que  se  dcclnrasen  los  límites  de  sus  go- 
vernuciones  e  quél  en  cumplimiento  de  la  dicha  sentencia  va  ca- 
mino de  la  dicha  cibdad  A  tomar  la  posesión  que  se  le  manda  dar 
é  á  pacificar  é  conquistar  la  tierra  é  la  reformar  de  los  daños  que 
ha  recebido  con  Ins  alteraciones  pasadas,  oque  si  alguna  genio  de 
gaerra  lleva  es  para  guarda  y  defensa  de  su  persona,  porquol  di- 
cho adelantado  tiene  mucha  gente  consigo  épodria  ser  querer  fa- 
cer á  su  persona  lo  que  ha  echo  á  sus  tenientes  é  capitanes,  pren- 
diéndolos é  teniéndolos  en  prisiones  hasta  hoy  dia^  é  por  la 
seguridad  de  su  persona,  como  lo  ha  dicho  ó  platicado  que  lo  avia 
de  hazer  en  decervicio  de  su  Magd.,  siendo  como  es  su  governa- 
dor  en  estos  reynos,  é  no  con  y n  tención  de  pelear  con  el  dicho 
adelantado  ni  su  gente  sino  facer  todas  Ins  deligencias  é  cumplI^H 
mientos  nescesarios  y  que  mas  conbengan  á  su  derecho,  de  mw^ 
ñera  que  su  Magd.  sea  servido,  é  que  si  el  dicho  adelantado  no 
quiriendo  cumplir  lo  contenido  en  la  dicha  sentencia  ni  la  volun- 
tad de  su  Magd.  diera  cabsa  á  algún  escándalo  é  alboroto  é  muer- 
tes de  onbrcs,  que  sea  á  su  cargo  é  culpa  del  dicho  don  Diego  de 
Almagro  é  non  ú  !a  suya,  é  desde  agora  si  es  nes^esario  se  lo  pide 
é  requiere  así:  esto  da  por  su  respuesta  al  dicho  requirimienlo, 
no  consintiendo  en  sus  protestaciones  ni  en  alguna  dellas,  é  pidió- 
lo por  testimonio,  é  que  yo  el  dicho  escrivano  del  dicho  requeri- 
miento sinc  esta  rospuesta.^ — Testigos  que  fueron  presentes:  el 
licenciado  Carvajal  y  Francisco  de  Avalos. — Va  escripto  en  la 
margen  é  diz — como  lo  ha  dicho  c  platicado  que  lo  avia  de  fazer 
en  deservicio  de  su  Magd.,  siendo  como  es  su  governador  en 
tos  reyTiús.—Franrisro pirarro.— Alonso  de  Sifvay  escribana. 


iÜi 


iiii  mi-É 


ALMAGRO   y   SUS  COMPANEROS 


27 


13  d«  NoYiembre  de  1537 

Vl—ñml  rédala  á  los  Oficiales  Reales  del  Perü  para  que    infor- 
men aterra  de  los  proyectos  de  Francisco  Ptzarro  sobre  la  con 
guiíta  de  la  provincia  de  la  Nueva  Toledo. 

(Archivo  de  Indias»  109-7-1.) 

La  Reyna, — Nuestros  oficiales  de  la  provincia  de  la  Nueva  Cas- 
tilla llamada  Perú:  sabed  quel  emperador  nuestro  señor  en  cierta 
carta  que  escribe  al  marques  don  Francisco  Pigarro,  nuestro  go- 
bernador y  capitán  general  desa  tierra  ay  un  capítulo  del  tenor 
siguiente:  Decis  que  se  publica  en  esa  tierra,  ser  muerto  e!  maris- 
cal don  Diego  dé  Almagro  á  quien  toniamos  encomendada  por 
capitulación  nuestra  la  conquista  y  gobernación  de  la  provincia 
de  Toledo  de  docienlas  leguas  de  costa,  y  siendo  cierto,  me  supli- 
^cais  que  pues  ambos  habéis  sydo  una  misma  cosa  vos  haga  mer- 
ed  de  encomendaros  su  conquista  porque  ninguno  lo  podrá  ha- 
feer  tan  bien  como  vos  por  la  noticia  que  tenéis  de  la  tierra  y  por 
que  pensáis  ir  en  persona  a  la  conquistar  por  las  grandes  nuevas 
que  tenéis  della  si  por  acaso  la  muerte  del  dicho  mariscal  saliere 
cierta»  de  que  me  desplaceria  mucho  por  la  confianza  que  yo  de 
fos  tengo  y  el  aparejo  y  buena  industria  que  confio  que  en  ello 
írneis:  longo  por  bien  que  teniendo  vos  pacificada  la  tierra  de 
vuestra  gobernación  como  antes  que  se  revelase  solía  estar  y  pa- 
reciendo al  obispo  desa  dicba  provincia  que  no  seria  ineonve- 
lienle  el  salir  de  la  gente  que  en  ella  sobrare  que  vays  ó  enviéis 
conquistar  la  dicha  provincia  de  Toledo  que  al  dicho  mariscal 
miamos  encomendada  con  la  misma  capitulación  que  á  él  estaba 
mcedida  conforme  á  una  carta  que  para  ello  se  vos  envia  y  por 
Jue  podria  ser  quel  dicho  marques  sin  dar  parte  de  lo  contenido 
el  dicho  capítulo  y  sin  tener  atención  á  la  población  y  pacifi- 
cación de  esa  tierra  la  dexase  y  se  fuese  á  la  dicha  provincia  de 
)ledo  se  podrían  seguir  algunos  inconvenientes,  lo  qual  visto  y 
platicado  en  el  nuestro  consejo  de  las  Indias,  teniendo  de  vuestras 
jrsonas  y  fidelidad  la  confianza  ques  razón,  havemos  acordado 


^irfHÉta 


28  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

de  avisaros  dello  ó  vos  mandado  que  esteys  advertido  de  lo  en 
el  dicho  capítulo  contenido  y  sy  vierdes  quel  dicho  marques  syn 
tener  pacífica  esa  tierra  como  antes  que  se  revelase  solia  estar  va 
á  hacer  la  dicha  conquista  de  la  dicha  provincia  de  Toledo  y  ques 
inconveniente  salir  desa  dicha  provincia  gente  alguna,  le  notifi- 
quéis de  nuestra  parte  que  no  salga  della  ni  gente  alguna  con  él 
ni  sin  él,  apercibiéndolo  que  si  ansy  no  lo  hiciese  y  cumpliese  nos 
tememos  en  ello  por  deservidos  y  avisareis  dello  al  obispo  de  esa 
dicha  provincia  al  qual  escrevimos.  De  Valladolid  á  13  de  Noviem- 
bre de  1537  años. — Yo  la  Reina. — Refrendada  y  señalada  de  los 
dichos. 


13  de  Noviembre  de  1537 

VIL — fíeal  cédula  al  Obispo  Valverde  sobre  la  misma  materia. 

(Archivo  do  Indias,  109-7-1.) 

La  Reyna. — Reverendo  in  cripto  padre  don  Fray  Vicente  de 
Valverde  Obispo  de  la  provincia  de  la  Nueva  Castilla  llamada  Perú: 
el  emperador  mi  señor  escribe  al  marques  don  Francisco  Plpa- 
rro  nuestro  gobernador  y  capitán  general  desa  tierra  lo  que  allá 
veréis  en  respuesta  de  la  que  le  truxo  Hernando  de  Qavallos,  en  la 
qual  ay  un  capítulo  del  tenor  siguiente:  (Es  otro  tal  capítulo  como 
el  que  va  incorporado  en  la  carta  de  los  oficiales.)  Y  porque  po- 
dria  sor  quel  dicho  marques  sin  daros  parte  de  lo  contenido  en 
el  dicho  capítulo  y  sin  tener  atención  á  la  población  y  pacifica- 
ción desa  tierra  la  doxaso  y  se  fuese  a  la  dicha  provincia  de  To- 
ledo de  que  se  podrían  seguir  algunos  inconvenientes,  lo  qual 
visto  y  platicado  en  el  nuestro  consejo  de  las  Indias,  teniendo  de 
vuestra  persona  y  prudencia  la  confianza  que  es  razón  acordé  de 
avisaros  dello  para  encargaros  y  rogaros  estéis  advertido  dello  y 
si  vierdes  quel  dicho  marques  sin  tener  pacífica  esa  tierra  de  su 
gobernación  como  antes  que  se  revelase  solia  estar  va  é  hacer 
la  dicha  conquista  desa  dicha  provincia  de  Toledo  y  ques  incon- 
veniente salir  de  esa  dicha  provincia  gente  alguna,  proveáis  que 
los  nuestros  oficiales  de  la  dicha  tierra  le  requieran  que  no  sal 


ALMAGRO   Y   SUS  COMPAÑEROS 


29 


ín  dalla  y  no  consientan  que  nalga  la  dicha  gente  apercibiéndole 
de  nuestra  parte  que  si  ansy  no  lo  hiciere  y  cumpliere  nos  terne- 
mos  en  ello  por  deservidos.  De  Valladolid  á  13  de  Noviembre  de 
1537  años. — ^Yo  la  Reyna. — Refrendada  y  señalada  de  los  dichos. 


13  dú  Noviembre  de  1537 


Vil/, — fíeal  re  dula  á  Francisco  P  i  zarra  ordenándole  que  envié  reta- 
cion  de  la  muerte  de  Diego  de  Almat/ro  y  sobre  la  familia  que 
éste  hubiere  dejado. 


{Archivo  de  Indias,  109-7-1.) 


e'  La  Reyna, — Marques  doa  Francisco  Pi^arro  nuestro  goberna- 
dor y  capitán  general  de  la  provincia  de  la  Nueva  Castilla,  del 
nuestro  consejo:  por  la  carta  quel  emperador  mi  señor  os  escribe 
ps  mando  responder  d  lo  que  lo  eseribistes  cerca  de  h  muerte  del 
bianscal  don  Diego  de  Ahnngro  y  como  por  ella  vercys  dice  que 
si  por  caso  la  muerte  dol  dicho  mariscal  saliere  cierta  que  por  la 
confianza  que  tiene  de  vos  ha  por  bien  que  paciricada  esa  tierra 
de  vuestra  gubornacion  como  antes  que  se  revelase  solía  estar  y 
pareciendo  al  Obispo  dcsa  provincia  que  no  seria  inconveniente 
salir  della  la  gente  que  sobrare  vayáis  ó  enviéis  á  conquistar  la 
provincia  de  Toledo  que  al  dicho  mariscal  teníamos  encomendada 
con  la  misma  condición  que  á  él  estaba  concedida  y  porque  su 
r  1'  tad  y  yo  tenemos  gran  voluntad  de  favorecer  y  hacer  mer- 
c  ^  que  nos  sirven  ou  vida  y  en  muerto,  como  es  razón,  yo 

vos  ruego  y  encargo  que  siendo  cierta  la  raaorte  del  dicho  maris- 
cne  enviéis  relación  si  dexd  algunos  hixos  y  dónde  están  y 
aé  calidades  tienen  y  no  haviendn  dexado  hijos  quien  son  sus 
erederos  y  que  os  parece  que  podré  hacer  merced  á  los  unos  ó 
u  los  oíros  para  que  lo  monde  ver  y  proveer  como  los  servicios 
del  dicho  mariscal  lo  merecen  y  vos  ierneis  cuidado  de  los  favo- 
recer alia  en  lo  que  huvíero  logar  y  ayudad  al  descargo  de  su  ani- 
ma. De  Valladolid  á  13  de  Noviembre  de  1537  años* — ^Yo  la  Rkvna, 
— ^Refrendada  y  señalada  de  los  dichos. 


■fffLllÜtr 


30  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


11  de  NoTÍembre  de  1537. 

7X. — Junta  celebrada  para  dar  orden  y  asiento  en  las  demarcacionei 
de  Pizarro  y  Almagro,  y  sentencia  dictada  en  virtud  de  ella. 

(Archivo  de  Indias— Consejo— Escribanía  de  Cámara,  N.®  1007.) 

En  el  pueblo  de  Mala,  catorce  dias  del  mes  de  Noviembre  de 
mil  é  quinientos  é  treinta  é  siete  años,  en  presencia  de  nos  Do- 
mingo de  la  Pra.  ó  Alonso  de  Silva,  escribanos  de  sus  Magesta- 
des,  é  de  los  testigos  de  yuso  escritos,  habiéndose  juntado  por 
mandado  del  muy  reverendo  padre  Fray  Francisco  de  Bbbadilla, 
vicario  provincial  de  Nuestra  Señora  Santa  María  de  la  Merced  en 
estas  partes,  juez  arbitro,  los  muy  magníficos  señores  gobema«. 
dores  don  Francisco  Pizarrb  é  don  Diego  de  Almagro,  para  dar 
orden  é  asiento  en  la  partición  é  demarcación  del  término  de  sus 
gobernaciones  é  en  lo  que  convenia  á  la  paz  é  pacificación  de  los 
dichos  señores  gobernadores  é  destos  reinos,  el  dicho  señor  go- 
bernador habiendo  platicado  en  la  mejor  orden  que  en  ello  se 
podia  dar  é  porque  una  de  las  cosas  principales  que  tocaban  á  la 
dicha  pacificación,  era  la  deliberación  é  soltura  de  la  prisión  en 
que  estaba  el  señor  comendador  Fernando  Pizarro,  porque  della 
resultaban  todas  las  mas  pasiones  y  enojos  que  habia  entre  ellos, 
dijo  que  para  averiguación  e  determinación  de  lo  que  él  podia 
hacer  con  justicia  cerca  del  caso  de  la  dicha  prisión,  porque  su 
voluntad  no  era  otra,  salvo  conformarse  con  ella  é  con  el  servicio 
de  Dios  nuestro  señor  é  de  su  Magestad,  él  tenia  é  habia  por  bien 
de  dejar  este  negocio  y  causa  en  mano  de  los  licenciados  Anto- 
nio de  la  Gama  é  Francisco  de  Prado,  para  que  aquello  que  ellos 
dijesen  é  les  pareciese  que  debian  de  hacer  que  era  conforme  á 
justicia,  que  lo  diesen  firmado  de  sus  nombres,  que  él  lo  baria  é 
estaba  presto  de  hacer  é  cumplir  según  é  de  la  forma  é  manera 
que  por  ellos  fuere  dicho  e  acordado,  é  prometía  é  juraba  é  pro- 
metió é  juró  por  vida  de  su  Magd.  de  no  ir  ni  venir  contra  ello  ni 
contra  cosa  alguna  ni  parte  dello,  agora  ni  en  ningún  tiempo  ni 
por  alguna  manera,  sino  de  lo  efectuar  é  cumplir  á  la  letra  de 


ALMAGRO    Y   SUS   COMPANEROS 


31 


romo  lo  mandaren,  so  pena  de  veinte  mil  posos  de  oro  para  la 
rátniíra  ó  fisco  de  su  Magd.,  on  los  cuales  desde  agora  lo  contra- 
rio haciendo  se  da  por  condenado,  é  para  lo  así  cumplir,  obligó 
pus  rcntfts  é  bienes  raices  é  muebles  y  dló  poder  élas  justicias  y 
ínunció  cualesquier  leyes  que  en  este  caso  le  puedan  ayudar,  á 
^ocuül  fueron  testigos  el  dicho  señor  vicario  provincial  ó  Fran* 
[fáico  do  Godoy  é  Antonio  Picado,  secretario  del  señor  gober- 
itódor  don  Francisco  Pizarrc  y  Juan  de  Saavedra,  é  por  su  señoría 
del  dicho  señor  don  Diego  de  Almagro  firmó  su  paternidad  Fran- 
cisco do  Bobadilla.    En  este  dicho  dia,  mes  y  año  susodicho  en 
preseiicia  de  nos  los  dichos  escribanos,  los  dichos  señores  licen- 
ciadoSt  visto  de  suso  contenido  dijeron  que  lo  aceptaban  é  ncep- 
Uroa  é  que  son  prestos  délo  cumplir  ó  determinarán.  Testigos: 
Juan  Rodríguez  Barragan  y  Fernando  de  León.  E  después  deslo 
Ub  este  dicho  dia,  mes  y  año  susodiclioí?  los  dichos  señores  licen- 
ciados Antonio  de  la  Gama  y  Francisco  do  Prado,  efectuado   lo 
ootítenidoen  el  dicho  compromiso  é  comisión  a  ellos  dada  por  el 
dicho  señor  gobernador  don  Diego  de  Almagro,  dijeron  que  man- 
daban é  mandaron  que  se  guarde  é  cumpla  lo  siguiente: 

Primeramente  que  el  dicho  señorgobernador  Hernando  Pizarro 
dé  Danzas  en  cuan  lia  de  cincuenta  mil  pesos  de  oro,  que  él  se 
prnáenlará  ante  su  Magd.  ¿  ante  los  señores  presidente  é  oidores 
idi^^a  real  consejo  con  el  procoso  que  contra  él  está  hecho,  dentro 
i  de  seis  meses  después  que  se  hiciere  a  la  vela  en  el  puerto  de 
I  Sombre  de  Dios:  con  tanto  que  la  mar  esté  segura  de  franceses  é 
m  acaezca  otro  caso  fortuito.  Iten  que   haga  juramento   pleito 
1  homenaje  como  caballero  el  dicho  comendador  Hernando  Pizarro 
é  debajo  de  las  dichas  fianzas  que  por  su  persona  ni  por  su  pare- 
cer ni  consejo  ni  industria,  directa  ni  indirecta,  no  lerna  enojo  ni 
i  coestiun  con  el  dicho  señor  gobernador  don  Diego  de  Almagro  ni 
eoaiüs  capitanes  é  gentes  en  dicho  ni  en  hecho  ni  consejo  ni 
Ljior  alguna  forma  ni  manera  que  sea  hasta  tanto  que  se  haya  pre- 
ieotado  ante  su  Magd.  en  seguimiento  de  su  justicia.   Iten  que 
|dííbftjf>  del  dicho  pleito  homenaje  é  fianza  no  saldría  destíi  gober- 
infldoa  el  dicho  &eñor  Hernando  Pizarro    por  mar  ni  por  tierra 
[hasta  tnnU»  que  se  dé  un  navio  al  dicho  señor  gobernador  don 
de  Almagro,  para  en  que  envié  sus  despachos  ú  su  Magd, 


32  COLECaON  DE  DOCUMENTOS 

por  manera  que  el  navio  que  so  le  diere  al  dicho  señor  gobema 
dor  y  en  el  que  hubiere  de  ir  el  dicho  señor  Hernando  Pizarro 
puedan  ir  é  hayan  entrambos  á  la  par  y  en  un  tiempo.  Otrosí  que 
el  dicho  señor  gobernador  don  Diego  de  Almagro  hoy  dia  de  la 
fecha  desta  despache  posta  con  mandamiento  para  que  el  dicho 
señor  Hernando  Pizarro  parezca  aquí  en  este  asiento  de  Mala, 
dentro  de  tercero  dia,  con  tanto  que  primeramente  haga  la  di- 
cha solenidad  é  pleito  homenaje  ó  dé  las  dichas  fianzas,  lo  cual 
todo  que  de  suso  se  contiene  los  dichos  señores  licenciados  dijeron 
que  mandavan  é  mandaron  que  el  dicho  señor  gobernador  don 
Diego  de  Almagro  guarde  é  cumpla  so  la  dicha  pena  que  tiene 
puesta  en  la  comisión  que  tiene  dada,  cumpliéndose  por  parte  del 
dicho  señor  Hernando  Pizarro  lo  de  suso  contenido  é  lo  firmaron; 
testigos  fueron  presentes  Francisco  de  Godoy  y  el  alcalde  Diego 
Nuñez  de  Mercado  y  el  bachiller  üarci  Diez. — El  licenicado  de  la 
Gafíia. — El  licenciado  Prado.  K  después  do  lo  susodicho  en  este  di- 
cho dia,  mes  é  año  susodichos,  en  presencia  de  nos  los  dichos 
escribanos,  parecieron  presentes  el  capitán  Hernán  Ponce  de 
León,  y  Hernán  González,  é  Antonio  Picado,  é  Hernando  Mache- 
cao,  é  Juan  de  Barbará  é  dijeron  que  fiaban  é  fiaron  al  dicho  se- 
ñor comendador  Hernando  Pizarro  cada  uno  dellos  por  sí  en 
cuanlia  de  diez  mil  pesos  de  buen  oro  que  hará  é  cumplirá  todo 
lo  contenido  en  los  capítulos  de  suso  contenidos,  fechos  por  los 
dichos  licenciados  según  é  de  la  manera  é  al  tiempo  que  en 
ellos  se  contiene,  donde  no,  quo  pafrarán  cada  uno  dellos  por  sus 
personas  é  bienes  los  dichos  cada  diez  mil  pesos  de  oro  á  la  cá- 
mara c  fisco  de  su  Magd.  como  so  conliono  en  los  dichos  capítu- 
los, para  lo  cual  obligaron  sus  personas  é  bienes  raices  é  muebles 
é  dieron  poder  á  las  juslicins  ó  renunciaron  las  leyes  que  en  el 
caso  so  puedan  aprovechar,  é  lo  firmaron  de  sus  nombres,  siendo 
testigos  presentes  el  alcalde  Diego  Nuñez  de  Mercado  y  don  Pedro 
de  Portugal  y  de  Navarra,  ó  Pedro  de  Villarreal,  Hernán  Ponoe  de 
León,  Antonio  Picado,  Juan  do  Harbarú,  Hernán  González,  Her- 
nando Machecao.  E  yo  Alonso  do  Silva,  escribano  do  sus  cesáreas 
é  católicas  magostados  á  lo  susodicho  presento  fuy,  por  ende  fize 
aquí  este  mió  signo  á  tal  en  testimonio  de  verdad. — Alonso  de 
Silva.. 


ALMAGRO   Y   SUS   COMPAÑEROS  33 

En  la  ciudad  de  Almagro  en  el  valle  do  Chincha,  veinte  y  cua- 
tro (lias  del  mes  de  Noviembre  de  mil  é  quinientos  ó  treinta  y  sie- 
te años,  en  presencia  de  mí,  Alonso  de  Silva,  escrivano  de  su 
Magd.,  y  de  los  testigos  do  yuso  escritos  el  señor  comendador 
Hernando  Pizarro,  habiendo  visto  esta  escritura  é  capítulos  en  ella 
contenidos,  dijo  que  lo  aprovaba  é  aprobó  todo  según  é  de  la  ma- 
nera que  en  ello  se  contiene  é  prometió   debajo   de  juramento 
pleito  homenaje  que  tiene  hecho  de  estar  y  pasar  por  ello,  so  pena 
de  caer  é  incurrir  en  las  penas  contenidas  en  el  dicho  juramento 
pleito  homenaje  y  lo  firmó  de  su  nombre.    Testigos:   el  capitán 
Francisco  de  Godoy,  y  el  provincial  fray  Juan  de  Olias,  é  Pedro 
Barroso,  alcalde  mayor,  é  el  capitán  Francisco  de  Chavez. — Iler- 
nando  Pizarro.  E  yo  Alonso  de  Silva,  escribano  de  su  Magd.  á  lo 
susodicho  presente  fuy,  por  ende  fice  aquí  mió  signo  á  tal  en  Ics- 
timonio  de  verdad. — Alonso  de  Silva. 


15  de  Noviembre  de  1537. 

X.—RequeriíJiento  á  Francisco  Pizarro  en  nombre  de  Diego  de  Al- 
acerca  de  la  toma  de  la  ciudad  de  Almagro  [Chincha). 

(Real  Academia  de  la  Historia.) 

Muy  magnífico  señor: — Diego  Nuñez  de  Mercado,  en  nombre 
del  muy  magnífico  señor  el  governador  don  Diego  de  Almagro, 
por  virtud  del  poder  que  del  tongo,  de  que  hago  presentación, 
parescoanle  V.  S.  y  digo  que  por  quanto  el  dicho  governador  mi 
parle  tiene  é  posee  la  cibdad  de  Almagro,  que  de  antes  se  llama- 
va  Chincha  y  está  quieta  é  pacíficamente  sin  embargo  ni  contra- 
di?ion  alguna  é  agora  V.  S.  con  mucha  gente  armada  apunto  de 
{Tuerra  va  hazia  donde  está  el  dicho  mi  parte^  diziendo  que  le  ha 
de  echar  de  la  dicha  cibdad  y  que  le  portencge,  en  lo  qual  avra 
muchas  diferencias,  muertes  y  escándalos,  por  estar  la  tierra  ai- 
rada é  revelada  en  deservicio  de  su  Magd.,  y  el  ynga  cacique 
principal  desta  tierra  no  espera  otra  cosa  para  tornar  sobre  los 
xpianos  y  se  apoderar  en  la  tierra,  por  ende  que  pide  a  su  señoría 
todas  las  vezes  que  de  derecho  ha  lugar  mande  retirar  la  dicha  su 

3 


34  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

gente,  poniéndole  perpetuo  silengio,  que  no  vaya  contra  el  dict — lo 
governador  mi  parte,  so  protestación  que  hago,  si  ansi  lo  fiziei^— e, 
hará  justicia  y  lo  contrario  haziendo  protesto  todas  las  muert^^s^ 
escándalos  que  oviere  sobre  lo  susodicho  sean  a  cargo  é  culpa  ^^e 
su  señoría,  é  de  como  lo  pido  é  requiero  pido  al  presente  escriv-^^- 
no  me  lo  dé  por  testimonio  é  a  los  presentes  testigos. 

E  así  leydo  el  dicho  escrito  de  requerimento  por  mí  el  dicho  es- 
crivano  al  dicho  señor  governador  don  Frangisco  Pi^arro,  su  se-^ 
noria  dixo  que  lo  oia  ó  que  lo  responderla.  Testigos:  el  licenciadc:^ 
Suarez  de  Carvajal,  y  Fernand  Gómez,  é  Juan  Rodríguez  Bar-^^ 
ragan. 


15  de  Noviembre  de  1537 

XI. — Sentencia  dada  por  Fray  Francisco  Bobadilla  en  las  diferen- 
cias de  Pizarro  y  Almagro 

(Pub.  en  la  Guerra  de  las  Salinas^  pág.  218) 

Visto  este  presente  proceso  que  ante  mí,  como  juez  arbitro  é 
de  comisión,  ha  pendido,  entre  los  muy  magníficos  señores  Go- 
bernadores D.  Francisco  Pizarro  é  D.  Diego  de  Almagro,  é  sus 
procuradores  en  sus  nombres,  sobre  la  partición  é  demarcación       ^ 
de  los  límites  de  sus  gobernaciones,  é  para  las  otras  cosas  locan-       i 
tesa  la  paz  de  estos  reinos  é  concordia  de  los  dichos  Gobernado- 
res; é  vistas  las  provisiones  Reales  en  él  presentadas,  é  dichos  é 
informaciones  de  los  pilotos,  é  lodo  lo  que  más  se  requiere  ver 
para  la  dicha  averiguación  é  determinación  de  esta  causa,  é  para 
excusar  los  alborotos  é  disensiones  que  entre  los  dichos  Gober-      -¡ 
nadores  é  sus  capitanes   é  gente  ha  habido,  ó  hay,  é  se  espera 
haber,  de  que  Dios  nuestro  Señor  é  S.  M.  serán  muy  deservidos; 
é  visto  todo  lo  demás  que  para  esta  paz  é  concordia  se  requiere      \ 
ver,  teniendo  á  Dios  nuestro  Señor  delante; 

Fallo:  que  por  cuanto  S.  M.,  por  sus  Reales  provisiones,  man-  i 
da  que  sea  tomada  el  altura  del  pueblo  de  Santiago,  que  en  len-  1 
gua  de  indios  se  llamana  Tempula,  é  tomada  allí,  venga  corrien-  I 
do  por  el  Meridiano  Norte-Sur  hasta  ponerse  en  los  grados  que      ] 


ALMAGRO  y  SUS  COMPAÑEROS 


35 


rcopiere  doscientas  é  setenta  leguas;  é  por  cuanto  los  pilotos  que 
[he  tomado  para  la  dicha  información  no  conciertan  en  sus  di- 
chos, en  especial  en  lo  tocante  a  la  altura  del  pueblo  de  Santiago, 
pomo  más  largamente  parece  por  la  dicha  información  é  proceso, 
é  porque  en  todo  me  he  de  conformar  con  la  voluntad  de  S.  M,; 

Íor  ende^  mando  que  los  dichos  Gobernadores  D.  Francisco 
izarro  ó  D.  Diego  de  Almagro  envíen  un  navio,  en  el  cual  vayan 
os  pilotos  de  cada  parle,  é  un  escribano  de  cada  parte,  é  una  ó 
Qos  personas  que  conozcan  el  dicho  pueblo  de  Santiago,  todos 
b«uramenladns  que  fielmente  lomar/ln  la  dicha  altura»  saltando 
^en  tierra  por  los  balances  que  el  navio  podría  dar,  ó  así  lomada 
la  dicha  altura  en  el  dicho  pueblo  de  Santiago,  los  pilotos  decía- 
*n  ante  los  escribanos  sus  dichos,  é  así  con  toda  fidelidad  lo  ten 
ja,  para  que,  visto,  se  haga  é  cumpla  lo  que  S.  M»  manda. 

Otrosí;  por  cuanto  el  dicho  Gobernador  D.  Francisco  Pizarro, 
poseyendo  jurídicamente   la  ciudad  del  Cuzco   con  toda  paz  é 
pacificación,  teniendo  en  ella  sus  tenientes  é  oficiales,  el  Adelan- 
tado D.  Diego  de  Almagro,  con  mano  armada  é  pujanza  de  gente, 
le  tomó  la  dicha  ciudad  é  prendió  sus  tenientes  é  otras  personas, 
^^e  que  Dios  nuestro  Señor  é  S.  M.  han  sido  muy  deservidos,  lo 
^pbual  ha  sido  todo  en  muy  gran  perdición  de  estos  reinos,  de  donde 
han  sucedido  grandes  alteraciones,  así  entre  los  naturales  como 
entre  los  españoles  vasallos  de  S.   M.;  por  tanto,  que   debo   de 
laodaré  mando,  que  el  dicho  Adelantado  que  así  despojó  al  di- 
Bho  Gobernador  D.  Francisco  Pizarro,  no  habiendo  poder  ni  fa- 
cultad de  S.  M.  para  lo  hacer,  antes   yendo  contra  sus  Reales 
provisiones,   que  mandan  que  estén  en   toda  paz  é  concordia 
pon  el  dicho  Gobernador  D.    Francisco   Pizarro,    ó   que  do  la 
{da  que  fué  al  Cuzco  el   dicho  D.   Diego  de   Almagro,  cuando 
>lo  le  resistió  la  entradn,  á  S.  M.  le  ha  desplacido;  é  tomar,  co- 
mo tomó,  el  dicho  D,  Diego  de  Almagro  la  dicha  ciudad  del  Cuz- 
po,  por  su  autoridad,  es  ir  contra  lo  que  S.  M.  manda,  por  donde 
parece  claro  no  ser  Gobernador  de  la  dicha  ciudad  ni  juez  para 
¡prender,  como  prendió,   al   teniente  del  dicho  Gobernador  D. 
francisco  Pizarro,  é  yo  por  tal  no  Gobernador  ni  juez  le  nombro, 
íues  que  de  hecho  no  lo  es;  é  porque  no  podria  haber  paz  ni  so- 
liego  en  estos  reinos,  sino  muy  grandes  alteraciones  sobre  esta 


mm 


3G  COLECCIÓN   DE  DOCUMENTOS 

altoracion,  é  fuerza,  é  prisión,  de  que  Dios  nuestro  Señor  y  S.  M. 
serian  muy  deservidos;  por  ende,  que  mando  al  dicho  D.  Diego 
de  Almagro,  que  dentro  de  treinta  dias  primeros  siguientes  de 
la  data  de  esta  mi  sentencia,  dé  y  entregue  al  dicho  Gobernador 
D.  Francisco  Pizarro,  ó  ú  quien  él  mandare,  la  dicha  ciudad  del 
Cuzco  é  lo  que  en  ella  se  hobiere  habido  de  oro  é  plata  tocante  a 
tos  quintos  deS.  M.;  é  asimismo  entregue  dentro  de  seis  dias  los 
presos,  é  teniente,  é  sus  procesos,  forzosamente  é  sin  jueces.  Todo 
lo  cual  entregue  al  dicho  D.  Francisco  Pizarro,  Gobernador  jurí- 
dicamente por  habella  poblado,  conquistado  é  pacificado,  para 
que,  por  él  visto,  haga  justicia  é  envié  el  dicho  oro  é  plata  a  S.  M.» 

Otrosí;  que  por  cuanto  el  dicho  D.  Diego  de  Almagro  fué  a  pa- 
cificar y  descobrir  hacia  el  Estrecho  de  Magallanes,  y  agora  os 
venido,  y  de  su  suceso  y  venida  S.  M.  sea  informado,  mando  que 
el  dicho  Gobernador  D.  Francisco  Pizarro  le  dé  un  navio,  para 
que  envié  sus  despachos  libremente  é  haga  saber  á  S.  M.  su  ve- 
nida, el  cual  le  dé  el  primero  que  hobiere  en  el  puerto  de  Lima, 
porque  así  conviene  al  ser\icio  de  S.  M. 

Otrosí;  porque  el  dicho  D.  Diego  de  Almagro  está  en  parle 
donde  hay  falta  de  las  cosas  necesarias  que  de  España  vienen  para 
su  reformación  y  enfermos,  mando  que  el  dicho  Gobernador  D. 
Francisco  Pizarro  deje  libremente  tratar  é  contratara  los  merca- 
deres que  hay  en  la  ciudad  de  Los  Reyes  con  el  dicho  Goberna- 
dor D.  Diego  do  Almagro  é  sus  gentes:  ó  si  desto  se  recela  haber 
algún  desasosiego  ó  escándalo  en  la  dicha  contratación,  que  por 
el  bien  do  paz  mando  que  Antonio  de  Paslrana,  mercader,  tenga 
cargo  do  proveer  todas  las  cosas  que  toviere  necesidad  el  dicho 
Gobernador  D.  Diego  de  Almagro  é  sus  gentes,  tomándolo  apre- 
cios moderados,  en  tal  manera  que  la  gobernación  del  dicho  D. 
Fn\ncis(*o  Pizarro  no  padezca  agravio  por  el  alzamiento  de  los 
l)rocios,  con  que  el  dicho  Antonio  de  Paslrana  jure  que  lo  hará 
li(>lmento,  sin  entender  en  dar  causa  do  alboroto  é  alteraciones 
entro  los  dichos  Gobernadores  é  sus  gf^nlos;  ó  quede)  dicho  D. 
Diego  do  Almagro  é  su  genio,  cuando  alguna  cosa  hobiere  mo- 
noslor,  envión  al  diclio  Antonio  de  Paslrana  que  los  provea.  Es- 
to sin  quo  el  Gobernador  D.  Francisco  Pizarro  lo  pueda  impedir, 
ni  otra  persona,  pues  todos  son  vasallos  deS.  M. 


I 


ALMAGRO  Y   SUS   COMPANEROS  37 

Otrosí;  por  cuanto  al  presente  tienen  sus  ejércitos  a  punto  de 
guerra,  así  el  dicho  Gobernador  I).  Francisco  Pizarro  como  el  di- 
cho D.  Diego  de  Almagro,  los  cuales  ejércitos  tienen  por  razón 
délas  diferencias  de  sus  límites,  é  pues  que  S.  M.,  por  su  Real 
provisión,  manda  que  cada  uno  esté  en  lo  que  hobiere  conquis- 
tado é  pacificado,  mando  que,  de  la  dada  de  esta  sentencia  en 
^quince  dias,  los  dichos  Gobernadores  deshagan  los  dichos  ejérci- 
i        tos,  é  los  empleen  é  envien  a  pacificar,  é  conquistar,  é  poblar  la 
¡         tierra,  é  apaciguar  el  Inga;  los  cuales  ejércitos  vayan   cada  uno 
1         por  aquellas  partes  que  entienda  pertenecerle,  después  que  ven- 
ga la  declaración  de  los  pilotos,  é  ninguno  dellos  no  tenga  consi- 
go más  gente  de  aquella  que  fuere  necesario  para  guarda  del  lugar 
é  real  donde  estuviere,  porque  esto  es  lo  que  conviene  al  servicio 
de  Dios  é  de  S.  M.,  é  al  bien  de  estos  reinos,  pues  agora  hay 
tiempo  para  se  pacificar  toda  la  tierra  por  la  mucha  pujanza  do 
gente  é  armas  que  hay. 

Otrosí;  por  cuanto  el  dicho  D.   Diego  de  Almagro  está  en  el 
caciqueó  valle  de  Chincha,  donde  están  los  repartimientos  que 
están  encomendados  a  los  vecino^s  de  la  ciudad  de  Los  Reyes,  é 
de  su  estada  allí  viene  muy  gran  perjuicio  a  la  dicha  ciudad  é 
vecinos  della;  por  ende,  mando  que  el  dicho  Don  Diego  de  Alma- 
gro é  su  gente  se  retire  é  retraiga  al  valle  é  cacique  de  La  Nasca, 
dentro  de  nueve  dias  después  de  la  data  de   esta  mi  sentencia 
priíueros  siguientes,  é  no  pase  del  valle  de  lea  para  acá,  la  vía  de 
'a  ciudad  de  Los  Reyes,  ni  sus  provincias,  pues  en  este  valle  ó 
sus  comarcas  hay  muchos  mantenimientos  para  la  gente,  é  mu- 
ííha  tierra  para  ira  pacificar,   hasta  tanto  que  la  declaración  de 
los  dichos  pilotos,  o  Su  Magostad  otra  cosa  mande;  é  que  el  dicho 
(lol:ie?rnador  Don  Francisco  Pizarro  se  esté  en  la  ciudad  de  Los 
fif'V es  é  no  pase  él  ni  sus  gentes  del  valle  do  Lima  é  Caxca,  é 
GN<\ytara,  la  vía  de  la  dicha  Nasca,  hasta  tanto  que  venga  la  di- 
clicv    declaración  de  los  dichos  pilotos,  ó  S.  M.  otra  cosa  mando. 
Otrosí;  que  de  su  paz  é  sosiego  Dios  é  S.  M.  serán  muy  servi- 
dos, é  estos  reinos  senin  aumentados,  por  ende  mando  que  entre 
\os  dichos  Gobernadores,  D.  Francisco  Pizarro  é  Don  Diego  de 
Mmagro,  haya  perpetuas  treguas  é  paz,  sin  hacer  uno  ejército 
contra  el  otro,  ni  el  otro  contra  el  otro,  sino  que  cada  uno   de 


S8 


COLKCCION  DE  DOCUMENTOS 


ellos  entienda  en  servir  á  Dios  é  á  S.  M,,  é  ev  poUir  é  pacificj 
estos  reinos  que  así  les  están  encomendados»  ¿wies  de  lo  contrarij 
Dios  es  muy  deservido,  é  a  S.  M*  le  desplacerá,  según  parece  p(j 
sus  Reales  provisiones. 

Otrosí;  que  los  dichos  Gobernadores  D.  Francisco  Pizarro  é 
Diego  de  Almagro  hagan  mensajero  a  S.  M.  del  asiento  que  se 
dado  en  concordia  dellos,  porque  S*  M.  sepa  é  conozca  la  voluí 
tad  que  tienen  a  su  Real  servicio»  y  sepa  como  ya  no  se  entieij 
den  en  diferencias  parLieulares,  sino  que  los  dichos  Qobernadc 
res  é  sus  gentes  se  emplean  en  hacer  lo  que  S.  M,  manda,  qi 
es  poblar  ó  pacificar  estos  reinos  que  así  les  tiene  encomendar 
dos;  y  esta  persona  que  fuere  sea  tal  que  S*  M*  le  dó  enlero  cr 
dito,  é  persona  que  haya  entendido  en  los  negocios,  para  que  ce 
mas  verdad  pueda  informar  de  lo  sucedido.  Todo  lo  cual,  é  cad 
cosa  de  ellas,  dp  suso  contenido,  mando  que  ambas  las  dicha 
parles  ansí  lo  cumplan  ó  guarden,  como  de  suso  va  declarado,  ^ 
no  vayan  ni  pasen  contra  ello,  hasta  tanto  que  venga  la  declara- 
ción de  los  dichos  pilotos,  ó  S*  M.  otra  cosa  sea  servido  de  ms 
dar  en  este  caso,  so  pena  de  cada  doscientos  mil  pesos  de  oro 
ra  la  Cámara  é  fisco  de  S.  M*,  é    de  privación  de  los  oficios 
Gobernadores  é  de  capitanes  generales  é  de  otros  cualesquier  ol 
5Í0S  Reales  que  Su  Magestad  les  haya  hecho  merced,  en  la  ci 
dicha  pena,  lo  contrario  haciendo,  desde  agora  les  doy  por  condd 
nados  demás  de  la  pena  contenida  en  el  compromiso.  E  doy  pi 
deré  facullad  á  todas  é  cualesquier  justicias  de  estos  reinoSi  áj 
otras  cualesquiera  deS.  M,,  para  que  lo  hagan  cumplir  é  guí 
dar,  por  manera   que  lo  pm*  mí  mandado  haya  cumplido  efeíS^ 
atento  el  tenor  ó  forma  del  dicho  compromiso,  a  la  jurisdicción 
délas  cuales  están  los  dichos  Gobernadores  sometidos.  Lo  cuc 
así  pronuncio  é  mando  por  esta  rai  sentencia  definitiva  arbitral 
en  estos  escritos,  é  por  ellos. — Fray  Francisco  de  Bobadilla. 

En  el  Tambo  é  asiento  do  Mala,  en  quince  dias  del  raes  de  Ni 
viembro,  aüo  de  mil  é  quinientos  ó  treinta  y  siete  años,  el  mi 
reverendo  señor  D.  fray  Francisco  de  Bobadilla,  vicario  provii 
cial  de  la  Orden  de  Nuestra  Señora  de  la  Merced  en  estas  parí 
é  juez  arbitro  de  comisión  entre  los  muy  magníficos  señores  G^ 
bernadores  D,  Francisco  Pizarro  ó  D.  Diego  de  Almagro,   úu 


ALMAGRO   V   SUS   COMPANEROS  39 

pronunció  la  senlencia  de  suso  contenida,  estando  sentado  en  el 

laiidíeacia  en  haz  del  dicho  señor- Gobernador  D.  Francisco  Piza- 
í,  é  de  Hernán  González»   su  procurador,  y  en  presencia  de 

^Jimn  Rodríguez  Barragan,  procurador  del  dicho  Gobernador  D, 
Üit'ga  de  Almagro,  Y  el  dicho  señor  Gobernador  D.  Francisco 
Pizarro  dijo  que  osla  presto  de  cumplir  lo  contenido  en  lu  dicha 
sentencia;  y  el  dicho  Juan  Rodríguez  Barragan  dijo  que  él  res- 

I  pondera*  Testigos  que  fueron  présenles»  el  licenciado  Carabojal, 
y  el  fator  Ulan  Xuaroz  de  Carabajal,  y  el  licenciado  Prado,  y  (A  ni- 

^ealde  Diego  Nuñez  do  Mercado.— Domingo  cíe  la  Presa. — Alonso 
t/e  Silva. 


(íleal  Academia  fie  la  Historia.) 


16  de  Noviembre  de  153^7. 

tiL — Nuevo  nombramiento  qmhizo  elmarqiiHíi  don  Francisco  Pizarro 
ffel  padre  provincia/  Bobadilla  ron  motivo  de  la  sentencia  de  de- 
marcación del  pleito  entre  él  y  el  adelantado  don  Diego  de  Almagro. 

En  el  asiento  y  tambo  de  Mala»  en  diez  y  seis  días  del  mes  de 

Iíoviembre,  año  de  mil  y  quinientos  y  treinta  y  siete  años^  el 
luy  magniTieo  señor  don  Francisco  Pizarro,  governador  y  capi- 
in  general  por  sus  Mngestíides  en  estos  reyno^i  de  la  Nueva  Cas- 
tUa^  por  ante  mí,  Domingo  déla  Presa,  escrivano  de  sus  Magesla- 
esé  de  los  teáligos  de  iuso  escriptos,  dixo  que  por  quanlo  él  y  el 
delantado  don  Diego  de  Almagro  tubieron  comprometido  \i\  de- 
Íerrainacion  de  la  demarcación  de  sus  Ifrailes  y  las  otras  cosas 
ocantes  á  la  pacincacion  deslos  reinos  en  el  reverendísimo  padre 
^ray  Francisco  de  Bobadilla,  vicario  provincial  de  la  orden  de 
íuestra  Señora  Santa  María  do  la  Merced  en  esta§  partes,  y  el  di- 
ho  señor  vicario  provincial  como  tal  juez  pronunció  y  declaro  su 
enlencia,  á  la  qual  se  remiten  los  mandos  della,  y  que  no  obs- 
tante la  declaración  de  la  dicha  sentencia,  y  que  el  dicho  señor 
jovernador  pudiera  llevar  la  sentencia  pur  rigor,  que  acatando 
i  servicio  de  Dios  y  de  S,  M.  y  por  estorvar  los  daños  y  muertes  que 
^adrián  suceder  en  la  prosecución  de  la  dicha  sentencia^  que  él 


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40  COLECCIÓN  DE   DOCr.MKNTOS 

tiene  por  bien  por  estas  cosas  dichas  y  por  mas  que  á  ello  le  mue- 
Len  de  nombrar  como  nombra  al  dicho  señor  vicario  provincial 
que  pues  ha  sido  juez  ea  la  dicha  causa,  que  agora  sea  tercero,  para 
que  los  medios  que  él  dioso  para  ostorvar  lo  susodicho  que  él  lo 
ha  por  bien  y  lo  firma  desde  agora,  y  que  le  ruega  y  encarga  al 
dicho  señor  vicario  provincial  do  su  parto  y  requiere  do  parte  de 
S.  M.  que  lo  mire  y  determino  como  no  haya  riesgo  ni  muertes 
ni  otros  daños  entro  ellos  y  sus  capitanes  é  gentes,  vasallos  do 
S.  M,.  questá  presto  y  aparejado  y  promote  y  jura  por  vida  de  S. 
M.  de  estar  por  los  medios  que  él  diere,  y  otra  voz  lo  torna  á  en- 
cargar por  el  zelo  que  tiene  al  servicio  de  Dios  y  de  S.  M.  que  esto 
haga,  síq  que  haya  riesgo  alguno,  porque  en  todo  so  quiere  com 
formar  con  la  voluntad  do  S.  M.  quo  le  manda  que  osló  en  toda 
paz  y  sosiego  con  el  dicho  Adelantado,  ó  para  lo  cumplir  obligó 
su  persona  é  bienes  y  dio  poder  á  la  justicia  y  lo  firmó  su  señoría, 
estando  presentes  por  testigos  el  falor  Yllan  Suarez  de  Carbajal, 
el  licenciado  Carbajal,  ó  Felipe  Gutiérrez,  y  Lorenzo  de  Aldanay 
otros  muchos. — Francisco  Pizarro. 

E  yo  el  dicho  Domingo  de  la  Prosa,  escrivano  de  S.  M.,  fui  pre- 
sente a  lo  susodicho,  en  fé  de  que  lo  qual  lo  firmo  de  mi  nombre. — 
Domingo  de  la  Presa j  escrivano  de  S.  M. 


18  de  Noviembre  de  1537 

XIII. — Carta  de  don  Diego  de  A/magro  á  Juan  de  Espinosa. 

(Archivo  (le  Indias,  144-1-12) 

Noble  señor:  con  Lopo  Idiaquoz  ro3cel)í  dos  cartas  vuestras, 
en  que  me  days  cuenta,  aunque  breve,  do  lo  quo  aveys  fecho  en 
mis  negocios,  y  porque  satisfacer  á  todo  seria  largo,  é  superfluo, 
diré  solamente  quo  en  lo  proncipal  del  casamiento  do  don  Diego 
quo  hoí^yotn:^  dándome  deudo  con  el  señor  Ldo.  Carabajal,  ha 
sido  tau  á  mi  voluntad  y  conlonlamioiilo  como  si  lo  tomara  con 
el  duque  de!  Infantazgo,  porque  do  mas  do  quo  estoy  cierto  do  su 
linago  y  valor,  por  lo  que  toca  al  servicio  del  señor  Cardenal,  quo 
yo  tanto  he  deseado,  lo  tengo  en  muy  buena  dicha,  mayormente 


ALMAGRO  Y   SUS   COMPANEROS  41 

que  se  ganó  mucho  en  ello.  Yo  escribo  al  señor  Licenciado  y  al 
señor  Cardenal,  lo  que  vercys  en  el  caso;  remitiéndome  a  vos, 
señor,  allá  vereys  lo  que  conviene  cotnplir  para  que  vean  quánto 
lo  tengo  por  bueno,  etc. 

Decís  que  Joan  Tellez  tuvo  mas  intento  al  ynterese  que  ayuda- 
ros en  los  negocios,  y  que  no  le  distes  mas  de  dos  mili  é  seys- 
cientos  pesos  para  él  y  Mena,  y  a  Joan  de  Perca  trescientos,  y 
que  quedaron  quejosos.  Mucho  holgara  que  por  mili  ni  dos  mili 
pesos  mas  no  lo  estubieran,  pues  teniendo  respecto  á  lo  que  por 
mí  han  hecho,  es  justo  que  ganaran  dineros  conmigo  y  no  que 
los  pusieran  de  su  casa,  como  todos  ellos  me  escriben;  mas,  ya 
que  ansy  lo  hicistes,  no  dejeys  de  les  agradar  con  mi  esperanza, 
que  si  place  a  Nuestro  Señor,  yo  les  seré  tan  grato  que  queden 
contentos,  c  siempre  juzgué  que  os  abíades  de  aber  mas  corta- 
mente de  lo  que  quisiera  y  os  encomendé  al  tiempo  de  vuestra 
partida. 

Lo  demás  que  me  escribís  que  distes  en  secreto,  como  yo  os 
mandé,  ansy  para  descargo  mió  como  para  lo  demás,  lo  hecistes 
nnsy  mismo  muy  corto,  pues  no  va  el  negocio  en  diez  mili  pesos 
mas  ó  menos,  ni  me  han  de  poner  en  necesidad,  y  hareys  que  se 
cumpla  el  refrán  que  dice:  la  hacienda  del  mezquino  dos  veces  se 
gasta;  que  pues  yo  os  lo  mandé,  bien  sabría  cómo  y  para  qué 
effecto  se  daban,  y  pues  todo  se  puso  en  vuestra  confianza,  sin 
quenta  mas  de  la  que  vos  diésedes,  no  habia  para  qué  lo  endura- 
sedes,  etc. 

Al  alcalde  Diego  Nuñcz  de  Mercado  dy  mi  poder,  teniendo  por 
cierto  que  vos  vernyades  ya  camino,  al  qual  comuniqué  y  con  él 
os  escribo  lo  tocante  a  los  negocios;  si  allá  os  tomare,  ayudadle  a 
entender  en  ellos,  y  si  no  sea  como  lo  de  Juan  Tellez,  que  lo  des- 
hcchastcs,  lleva  pc^er  para  tomar  qaonta  á  los  que  tienen  la 
hacienda,  de  la  qual  os  reservó,  porque  yo  no  quiero  que  naide 
os  tenga  superioridad  ni  qac  deis  mas  quenta  de  la  que  vos  de- 
elararedes,  por  lo  que  de  vos  confio,  etc. 

Son  tantas  las  cosas  acaecidas  después  que  partistes  del  Cuzco, 
que  aunque  dellas  envió  relación  a  su  Magestad,  como  vereys 
por  el  traslado  que,  envió,  quedan  muchas  por  decir,  de  harta 
ymportancia,  por   conLempIacion    del  gobernador   mi   compa- 


42  COLECCIÓN  DE  DOCTMESTOS 

ñero:  coraaníoarla^  hey*  ron  el  alcalde  que  la  sabe  y  haced  de 
manera  que  conozmn  poca  f a-yon  por  my  parteen  el  Consejo, 
porque  ho5  certifico  que-stoy  sin  elln.  íalvo  si  viéredes  que  se  tie- 
ne conmigo,  y  porque  en  la  carta  d»?  los  negocios  los  escribo  lar- 
^0,  cesío  en  esta.  Guarde  Nuerí'ro  Señor  vuestra  noble  persona; 
como,  señor,  deseavi.  De  Üma  v  Cixca.  diez  v  ocho  de  noviembre 
de  mili  é  quinientos  é  treynta  é  siette.  A  vuestro  servicio,  señor. 
— E(  AfManíado  don  Die*jO  »h  Ahna»jro. 

Yo,  Fernando  de  Sosa,  escribano  de  su  Magesiad,  doy  fee  y 
verdadero  testimonio  á  todos  los  señores  que  la  presente  vieren, 
como  por  mandado  del  Adelantado  don  Diego  de  Almagro  mi 
-eñor,  que  haya  gloria,  como  su  escribano  que  fui  y  porque  su  se- 
fioria  no  sabia  escribir  de  la  forma  que  hice  las  demás  cartas  que 
«<u  señoria  me  mandó  escribir,  y  firmé  la  carta  suso  contenida 
para  Juan  de  Espinosa. 


ly  d-*  Nütl.?mbn5  de  IMT. 

XIV.— Auto  del  Padre  BohadUla  adarando  la  sentencia  que  tenia 
dada  en  las  diferencias  entre  Pizarra  y  Almagro. 

( Pub.  en  la  Guerra  de  las  Salinas,  págs.  257-610 

En  el  aposento  que  esta  en  el  rio  de  Lunaguano,  en  presencia 
de  mí  Domingo  de  la  Prosa,  escribano,  el  provincial  Bobadilla, 
juez/írbitro  entre  los  gobernadores  don  Francico  Pizarro  é  don 
í)iego  de  Almagro,  dijo:  Que  puesto  que  él  tiene  declarado  y  sen- 
tenciado cerca  de  lo  que  le  fué  cometido,  é  como  después  de  ba- 
bor apelado  ñulc  él  el  procurador  de  don  Diego  de  Almagro,  pare- 
ció animismo  ante  él  don  Francisco  Pizarro,  é  hizo  cierto  auto  en 
presencia  de  mí  el  dicho  escribano,  por  el  cual  decía  que,  no  em- 
bargante que  la  declaración  é  sentencia  había  sido  en  su  favor,  é 
para  mas  justificación  suya,  é  que  se  vea  claramente  que  lo  que 
ha  dicho  siempre  por  palabras  cumple  en  obras,  é  que  querría 
(pie  SI*  al/ijnsen  todos  enojos  é  diferencias  é  no  hobiese  causa  que 
hobiese  rompimiento  entre  él  y  el  dicho  Adelantado  don  Diego 
de  Almagro  é  sus  gentes,  por  el  deservicio  que  de  ello  se  seguiría 


ALMAGRO  Y   SüS  COMPAÑEROS  43 

á  Dios  nuestro  Señor  é  á  S.  M.,  que  él  quería  é  había  por  bien  que 
su  Paternidad  diese  en  ello  los  medios  que  le  pareciese,  que  él 
prometía  é  juraba  por  vida  del  Emperador  nuestro  Señor  de  estar 
por  ello,  según  mas  largo  parece  por  el  dicho  auto.    E  que  puesto 
que  él  tiene  por  cierto  que  el  dicho  señor  Adelantado  don  Diego 
de  Almagro  no  irá  contra  la  declaración  que  tiene  hecha,  por  la 
voluntad  que  en  él  ha  conocido,  antes  estará  por  ello,  pero  que 
por  evitar  desabrimientos  é  pasiones  que  se  podrían  seguir,  visto 
lo  susodicho,  que  sin  embargo  de  lo  contenido  en  la  dicha  decla- 
ración y  sentencia,  que  él  agora  de  nuevo,  declarando  mas  la  di- 
cha sentencia,  mandaba  que  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  se  ponga 
en  tercería  é  depósito,  con  una  persona  tal  cual  convenga  al  ser- 
vicio de  S.  M.,  la  que  él  declarare  é  nombrare,  para  que  esta  per- 
sona tenga  la  dicha  ciudad  en  administración  hasta  tanto  que, 
venida  la  declaración  de  los  pilotos  de  los  grados  en  que  está 
el  pueblo  de  Santiago,  se  declare  é  sepa  á  quién  pertenece,  y  en 
cuya  gobernación  cabe,  ó  parezca  otra  cosa  proveída  por  S.  M., 
porque,  pareciendo,  aquello  se  guarde.   Y  en  lo  que  en  la  dicha 
declaración  y  sentencia  se  dice,  que  el  dicho  Adelantado  se  vaya 
al  valle  de  La  Nasca,  que  aquello  se  entienda  que  pueda  estar  en 
los  valles  de  lea,  é  I^  Nasca,  é  Camaná,  y  la  costa  adelante  donde 
quisiere,  y  que  entre  en  ello  Arequipa  y  los  Charcas,  y  en  ello 
pueda  poblar;  lo  cual  sea  sin  perjuicio  del  derecho  del  dicho  don 
Francisco  Pizarro,  para  que  cada  vez  que  pareciere  y  S.  M.  man- 
dare otra  cosa,  se  cumpla.    É  por  cuanto  por  la  conformidad  y 
paz  de  entre  ambos  señores  se  requiere  y  es  necesario  la  soltura  é 
liberación  de  Hernando  Pizarro,  á  quien  el  dicho  Adelantado 
tiene  preso,  manda  y  declara,  que  el  dicho  señor  Adelantado  le 
mande  luego  soltar  para  que  pueda  ir  á  cumplir  lo  que  S.  M.  le 
tiene  mandado,  con  tanto  que  el  dicho  Hernando  Pizarro  prime- 
ramente dé  fianzas  en  cincuenta  mil  pesos  de  oro,  é  haga  pleito 
homenaje  que  se  presentará  ante  S.  M.,  ó  ante  los  señores  de  su 
Consejo  de  estas  partes,  dentro  de  seis  meses  después  que  parta 
del  puerto  del  Nombre  de  Dios,  no  habiendo  corsarios  ú  otro  im- 
pedimento lejítimo  que  se  lo  estorbe,  é  debajo  del  mesmo  pleito 
homenaje  é  fianzas  prometa  que  mientras  en  esta  tierra  estuviere 
no  terna  cuestión  ni  diferencia  por  ninguna  vía  que  sea,  dírete 


44  COLECCIÓN  DK  DOCUMENTOS 

ni  indinóte,  con  el  dicho  señor  Adelantado,  hasta  tanto  que  pri- 
meramenle  se  haya  presentado  ante  S.  M.  é  seguido  su  causa. 
E  que  el  dicho  gobernador  don  Francisco  Pizarro,  luego  en 
soltando  Hernando  Pizarro,  dé  y  entregue  un  navio  al  dicho  Ade- 
lantado para  que  pueda  enviar  sus  despachos  é  cosas  que  le  con- 
vengan, el  cual  se  entregue  en  el  puerto  de  Lima  ó  en  otro  cual- 
quier puerto,  a  la  persona  ó  personas  que  el  dicho  Adelantado 
mandare  é  quisiere;  é  que  en  el  término  que  está  mandado  des- 
hagan las  gentes  que  tienen  juntas  y  las  envión  a  conquistarla 
tierra,  según  que  está  declarado.  Todo  lo  cual  dijo  que  declaraba 
ó  mandaba,  que  por  esta  vía  é  medios  le  parece  se  quitarán  do 
diferencias  al  presente,  según  la  voluntad  é  justificación  que  como 
tiene  dicho  ha  conocido  é  visto  siempre  en  ambos  señores  gober- 
nadores. Lo  cual  todo  mandaba  notificar  al  dicho  señor  Adelan- 
tado, por  cuando  su  procurador  se  ha  ido,  é  asimismo  se  notifique 
al  dicho  señor  gobernador  don  Francisco  Pizarro.  É  lo  mandó 
poner  en  el  proceso  é  lo  firmó  de  su  nombre.  Testigos  que  fue- 
ron presentes  á  lo  susodicho:  el  licenciado  Antonio  de  La  Gama, 
ó  Sebastian  de  La  Gama,  estantes  en  el  dicho  tambo. — Fray  Fran- 
cisco de  Bobadilla, — É  después  de  lo  susodicho  en  el  dicho  tambo, 
el  dicho  dia,  mes  é  año  susodicho,  yo  el  dicho  Domingo  de  la  Pre- 
sa, escribano,  notifiqué  lo  susodicho  al  dicho  señor  gobernador 
don  Francisco  Pizarro,  en  su  persona,  el  cual  dijo  que  lo  oye. — 
Testigos,  Antonio  Picado,  secretario  del  dicho  señor  gobernador, 
é  Alonso  Michel.—  íí  después  de  lo  susodicho,  en  el  dicho  tambo, 
en  el  dicho  dia  é  mes  é  año  susodicho,  en  presencia  de  mí  el 
dicho  escribano  ó  testigos  de  yuso  escritos,  el  dicho  señor  Gober- 
nador dijo:  Que  por  cuanto  él  ha  mirado  é  visto  lo  que  por  el  di- 
cho señor  provincial  fray  Francisco  do  Bobadilla  se  tiene  ordena- 
do para  pacificároslas  disensiones  y  diferencias,  y  porque,  como 
siempre  ha  dicho  y  publicado,  su  deseo  es  de  servir  áS.  M.  en 
paz,  é  que  estos  reinos  la  tengan,  y  excusar  todo  rompimiento 
entre  cristianos,  y  que  lo  manda  como  servidor  de  S.  M.,  que  él 
oslaba  y  pasaba  por  oslo,  é  prometo  do  estar  ó  pasar  por  ello,  no 
habiendo  innovación  alguna  en  esto  caso  por  el  dicho  Adelantado 
don  Diego  do  Almagro.— Testigos,  Antonio  Picado,  su  secretario, 
é  Alonso  Michel.  É  yo  el  dicho  Domingo  de  la  Presa  fui  presento 


ALMAGRO   Y   SUS   COMPANRROS  45 

I  lo  Susodicho,  en  fé  de  lo  cual  firmé  de  mi  nombre. — Domingo  de 
fa  Presa. 

En  la  ciudad  de  Almagro,  á  diez  ó  nueve  dias  del  mes  do  No- 
viembre de  mil  é  quinientos  é  treinta  é  siete  años,  el  muy  mngní- 
fico  señor  el  Adelantado  don  Diego  de  Almagro,  gobernador  é  ca- 
pitán general  del  nuevo  reino  de  Toledo  por  S.  M.,  habiendo  visto 
los  autos  de  suso  contenidos,  en  presencia  de  mí  Alonso  de  Silva, 
escribano  de  S.  M.,  é  de  los  testigos  de  yuso  escritos,  dijo:  Que  el 
dicho  fray  Francisco  de  Bobadilla  no  es  juez  ni  parte  para  man- 
dar lo  que  manda,  por  cuanto  la  comisión  que  tuvo  para  ser  juez 
entre  los  dichos   señores  Gobernadores  se  acab(3  y  espiró  el  dia 
que  dio  la  sentencia,  y  de  ella  fué  apelado  como  esta,  é  mediante 
la  apelación  él  no  es  juez  ni  lo  puede  ser,  ni  innovar  cosa  alguna; 
é  caso  que  lo  pudiera  ser,  que  no  es,  después  de  estar  sentencia- 
do é  apelado  no  puede  enmendar  su  sentencia,  especialmente  que 
se  conoce  y  ha  conocido  de  él  claramente  la  malicia  en  dar  la  di- 
cha sentencia,  y  las  maneras  y  formas  que  trujo  y  buscó  con  el 
dicho  señor  Gobernador  don  Diego  de  Almagro  para  que  esta  cosa 
se  confiase  de  él  solo,  y  se  pusiese  en  sus  manos,  jurándole  y  pro 
metiéndole  por  el  hábito  de  Nuestra  Señora  de  partirlos  dichos 
límites  é  gobernación  dejándole  en  esta  ciudad  de  Almagro,  con 
lu  mitad  de  la  tierra  que  hay  dende  aquí  á  Lima;  é  lo  platicó  é 
dijo  íi  ranchas  personas  sin  se  lo  pedir  ni  hablar  en  ello  el  dicho 
señor  Gobernador  don  Diego  de  Almagro,  salvo  de  su  propio  molu, 
yol  dicho  señor  Gobernador,  por  el  bien  y  pacificación  de  todos, 
concedió  en  ello.  Kn  lo  cual  claramente  parecian  los  engaños,  é 
falsedades,  é  maldades  que  el  dicho  Provincial  tenia  ordenadas  é 
fabricadas;   é  así  pareció  por  la  obra,  al  tiempo  que  dio  la  dicha 
sentencia,  su  mala  intención  que  llamó  al  señor  Gobernador  don 
Francisco  Pizarro  é  á  sus  capitanes  para  que  estuviesen  delante 
para  que  le  favoreciesen  é  alabasen  su  juicio.  Y  esto  dijo  que  da- 
ba é  dio  por  su  respuesta,  no  consintiendo  en  sus  mandamientos, 
ni  requerimentos,  ni  en  alguno  de  ellos,  y  ^\  necesario  es  agora 
npoiade  ello,  como  apelado  tiene,  é  de  todo  lo  demás,  para  ante 
S.  M.  é  para  ante  su  Consejo  Real,   é  para  ante  quien  é  con  de- 
recho deba,  como  de  agravios  añadidos  á  agravios.   É  pidióle  por 
testimonio. 


s 

46  COLECCIÓN  DB  DOCUMENTOS 

20  de  Noviembre  de  1537. 

XK. — Diligencias  hechas  en  Lunaguaná  por  Manuel  de  Espina 
acerca  de  la  gobernación  de  Almagro. 

(Archivo  de  \ná\d^%.— Consejo.— Escribanía  de  Cámara,  N.*  1007.) 

En  el  Campo  Carca  del  tambo  de  Lunaguaná,  veinte  dias  del 
mes  de  Noviembre  de  mil  é  quinientos  é  treinta  é  siete  años.  En 
este  dia  por  presencia  de  mi  el  escribano  é  testigos  de  yuso  es- 
critos, pareció  presente  el  tesorero  Manuel  del  Espinal  é  presentó 
esto  escrito  de  requerimiento  para  que  lo  leyese  é  notificase  al 
muy  magnífico  señor  el  adelantado  gobernador  don  Francisco 
Pizarro,  ó  a  los  señores  capitanes  que  con  él  presentes  estaban, 
el  cual  presentó  por  sí  ó  en  nombre  del  tesorero  Alonso  Riquel- 
me,  é  del  contador  Juan  de  Guzman,  ó  del  factor  Diego  de  Mer- 
cado, é  del  veedor  Juan  de  Turuegano,  por  virtud  del  poder  que 
dellos  tiene,  el  tenor  del  cual  es  este  que  sigue. 

Sepan  cuantos  esta  caria  de  poder  vieren  como  nos  el  tesorerc 
Alonso  Riquelme  y  el  contador  Juan  de  Guzman  é  el  factor  Diegc 
de  Mercado,  ó  el  veedor  Juan  do  Turuegano,  oficiales  de  su  Mag 
estantes  al  presente  en  esta  ciudad  de  Almagro,  decimos  que  poi 
cuanto  estamos  ocupados  en  guarda  del  oro  y  plata  que  su  Mag 
tiene  en  esta  ciudad  para  que  en  ello  haya  el  recaudo  que  con- 
venga, para  lo  cual  todos  no  podemos  ir  hacer  lo  de  yuso  conte- 
nido, por  ende  otorgamos  é  conocemos  que  damos  é  otorgamos 
todo  nuestro  poder  cumplido  libre  é  llenero  bastante  según  que 
lo  nos  habemos  y  tenemos  de  su  Mag.,  para  lo  de  yuso  contenido 
á  vos  el  señor  tesorero  Manuel  dol  Espinal,  especialmente  para 
que  por  nos  y  en  nombre  de  su  Mag.  podáis  requerir  ó  requeráis 
al  soñor  gobernador  don  Francisco  Pizarro,  é  a  sus  capitanes  é 
gentes  que  no  vengan  a  romper  con  el  señor  gobernador  don 
Diego  de  Almagro,  ni  con  su  gente  ni  capitanes  por  ninguna  for- 
ma ni  manera  alguna  por  las  causas  contenidas  en  el  escrito  ó 
escritos  de  requerimientos  que  los  licieredes  ante  cualesquier  es- 
cribanos é  sacarlos  de  poder  dellos  ó  hacer  los  autos  que  con- 


AXrMAGRO   Y   SUS   COMPANEROS  47 

vengan,  porque  cuan  cumplido  poder  nos  hemos  é  tenemos  para 
lo  susodicho  otro  tal  ó  ese  mismo  vos  damos  é  otorgamos  con  sus 
incidencias  é  dependencias  ó  con  libre  é  general  administración, 
é  para  lo  haber  por  firme:  obligamos  nuestras  personas  é  bienes 
so  la  cual  dicha  obligación  vos  relevamos  en  formado  derecho: 
en  testimonio  de  lo  cual  otorgamos  esta  carta  ante  el  escribano 
público  é  testigos  de  yuso  escritos,  que  es  fecha  ó  otorgada  en  la 
ciudad  de  Almagro,  á  diez  é  nueve  dias  del  mes  de  Noviembre 
de  mil  é  quinientos  é  treinta  é  siete  años.  Testigos  que  fueron 
presentes:  Diego  de  Alvarado,  é  Cristóbal  de  Cuevas,  é  Francisco 
de  Medina,  é  lo  firmaron  de  sus  nombres  en  el  registro.  E  yo 
Alonso  de  Silba,  escribano  de  su  Mag.  en  la  su  corte  é  reinos  é 
señoríos,  á  lo  que  de  susodicho  es  presente  fuy  en  uno  con  los  di- 
chos testigos  é  por  ende  fice  aquí  este  mió  signo  á  tal  en  testi- 
monio de  verdad. — Alonso  de  Silva^  escribano  público. 

Escribano  que  presente  estáis,  dad  por  testimonio  en  manera 
que  haga  feé  a  mí  el  tesorero  Manuel  del  Espinal,  por  mí  é  en 
nombre  del  tesorero  Alonso  Riquelme,  é  contador  Juan  de  Guz- 
man,  é  factor  é  contador  Diego  de  Mercado^  ó  veedor  Juan  de 
Turuegano,  oficiales  de  su  Mag.  en  las  gobernaciones  de  los  muy 
magníficos  señores  gobernadores  don  Francisco  Pizarro  é  don 
Diego  de  Almagro,  como  requerimos  é  pedimos  al  dicho  señor 
gobernador  don  Francisco  Pizarro,  que  por  cuanto  a  nuestra  no- 
ticia es  venido  y  es  muy  público  é  notorio  que  en  deservicio  de 
Dios  Nuestro  Señor  y  de  su  Mag.  ha  movido  é  mueve,  é  al  pre- 
sente está  a  punto  de  guerra  é  para  romper  con  el  señor  gober- 
nador don  Diego  de  Almagro,  con  mucha  pujanza  de  gente  y  ar- 
tillería sobre  querer  tomar  é  ocupar  contra  la  voluntad  del  dicho 
gobernador  don  Diego  de  Almagro  lo  que  diz  que  cree  é  pertenece 
en  los  límites  é  comarcas  de  su  gobernación,  no  mirando  á  lo 
que  es  obligación  al  servicio  de  su  Mag.,  sino  solamente  su  in- 
terese é  pasión  particular,  constándole  é  siendo  muy  manifiesto 
é  habiendo  visto  por  provisión  de  su  Mag.  cómo  la  dicha  parti- 
ción é  demarcación  está  cometida  al  Obispo  de  Panamá  don  Fray 
Tomas  de  Berlanga,  del  cual  se  tiene  por  nueva  cierta  que  ha  de- 
sembarcado en  su  gobernación  é  viene  ya  de  camino,  é  si  por 
solo  el  fin  de  tomar  é  ocupar  los  dichos  límites  lo  hace,  el  reme- 


Ha  ¡♦^n^  nii"  ^'**-*ji  ,r.,v  .t,i4i  „-,r  ..|  jn'X'i.  *  ao  íería  ni  es  cosa 
,ti<'íi  yi»^  '^.'»M  mni»»*  ti^-aniín    i  ,.—--•-   ninnr   ai   Mitiipar  lo  que    su 

Vi;!/.;  if-ni'  Tkifaiíri.i.-.  •  ii-'^"':>.a;í:iu  i-ir  /i.tí.jríii  «líie  so  haga, 
>/^»'  pn>    l»>nvii-f    1»*    :•   •  .'i  »n   '    "na.iii.:/ii*í""i:n    ii?  -in   iLigJ.  sería 

í;i;-    '*St,i<ft     f     :  l»>    l.-rln      :lr -li  - —»    -*     •VT  ••r!:*?:*'!!    Tl'lCÍlO^    dañOS    é 

V*'  '.:*Iíi-i.  ^  ^í  '••  r,'U"-\-'  i»'  i./n-j""*  -iin.j  íi^;  'ii.r«i-í  driíii^s  que 
■>■•  l.t''Ut^  ;"x'V.;,im.tT»  i:  -  .r-'uf  'í-jr  •'..•rTi  í  le  v-rnria.  porque  es- 
•¿r-.iifi -^ii  <ifúr>r'ri  i  .uií'^j  i¡í  -'n.:* -í^hip-'  -i  liirílu  z jberaador  don 
ñí*^:í;.*v  >,  .V..TU'«:ír'*  ^  :»*"..» la  -ri  -¿r'*:i  .*  í  '"¡ííUílf)  «r^^tno  vemos  la 
m-.i-hn  -li*{i>rk-ía  yi»>  li*  a  /.ri  ;»a."t>  üv.  .lu  •.♦•  p»j»irúi  en  ninguna 
ma^^ri  ^'^r^.i^w.^  -.Í.1  rar;  -rn.i  •  ..ti  i-m.^n,  ,  >  p^írli-ia  de  penle 
riA -^r;rl;^a•^  par'i>^  •*  ar.  .1  ;  :rí  ti  N.;i*tí:-^i  .?:vái.r  r.n  lo  remediase, 
?<>r.aa  pí'.^o-í  .'*  ru:":jt";. ■,•■;•*,  .»:-*  r  ;«•  íei  r^^-TUiíaiiu -se  e^í^.-apasen,  é  si 
^>i»>  r.i»>r>  aT.  ..i  .;  i.:  ."jiJi-:  iii  jerna.  a.  -íeria  íar  zrande  anímosi- 
4a. 1  'li  í^acirpi»^  i-úxaé  i  ,.;»♦  i'r.-? '^a*:;f  le:?  e  La-ii-irí  q'ie  consigo 
^il>r^^>  ¿i  í^^Ári  ^IzaJó^  é  rs^helati-j-i  e  a*  pfe??ear.e  á  tres  ó  cuatro 
k^iia^*  ríe  ftóHO'ifo^  á  d'jaíií*  *ir,-+  njic^^a  á  ¡a  conlTcLfia  ♦Liño,  así  ma- 
^Ar^.':^>  í^^pariol^^  00 mo  i'^-i  La'il».-í  Ík  aiie^o^j  át^rvicio  que  van  á 

hr,</-:ar  rjftr:6mftr,  el  ciial  &<>  e-'.á  e-per».iio el  dicho  rom- 

¡Áír,>.uUp  é.Vihpe  eINi  v.rn.jt  íní-rrai  i  .--f  <:  :e  ^-ae  mrjy  grandes  es- 
;/>i  ^  ¡íurfí  dAf  Vihre  ló-*.  'T>í(^:  qiiec^rer.  viv  ,.;*.  lu  caal  íeria  un  daño 
fjtu  f.^f^hk  que  ot.ro  v-rfie^aú'.e  ^.inia.^  en  errtas  partes  huviere 
Vk-.V,  f,i  H^  í-^pera  V'^-r,  p'.rrj:^:  -^  jr.ri  vez  ^  perdiese  esta  tierra 
;í.^'  a/-,  '^ít^í;  f,or  irfipo-.i;ile  po*i  -r-e  '..rr.rir  .1  j;i:ti.r  sla  muy  gran- 
^í^<  ..  ^'.¡.^'M^\%fi^  f.rnhííjo-s  ♦':  ^%i-\  ?  i-  !.i  h:i';lo:i  i"i  re.il  de  su  Magd. 
/j  i".  po4ruin  ^^:r  rn/;  *  q=.--  ^ri  :ír,v:=.v.'j  {:ie  drrüa  ?'?  esperaba  es- 
^'\\  y\ttf'^'.  f,r,r  la  ^:  .p»^rierir:»;i /•  ::i:;-r-jL::i  «yje  Vtni.  ^íí-ñoria  dello 
íf/'í,/-,  por  ¡o'jriír  ri;i  íí;? -.?.;» 'io  d^r.!a  en  e-te  poco  tiempo  que  tuvo 
t>'f<  \ifUifl  f\o  h\l('f/f)í'  f/'-.uU:  p;ira  l;i  r^•:*=>^mlci^Jrl  desLa  tierra,  de- 
fffhs,  '{»*í'  vr  poí»íT  ;»  rriiiv  ^írrjn  rí'^'-'íro  y  p^-üirro  quinientos  mil  cas- 
f'  ii'»r»o«  f¡Hf'.  v-.;j  M;>t(d,  t¡''fií'  í-fi  f'-.-íi  íiu'Jíid  d-  Almagro,  de  oro  y 
pÍMÍi).  I>>^  /ín/>|í'<í  d"  (/í'rdi'];)-,  <•  díifiM-  rv-t-l  muy  claro  y  evidente 
/j-i/'  .',/'  t^'.¡,t'tii  l,ii\,('f'  i'  .í'i'í'i  rnuy  prnin  dv^iieJíid  qao  [íor  cosa  tan 
li/íor»/»  /•  <jMí'  t#iri  poí'o  \'i\.  i'U  ello  -e  liicÍL'>e  la  d¡<:l¡a  rotura  é  se 
pM.:,<'.í«  <íi  /r/írilur/i  la  \m'v:í\  {\í*  t>\\  Ma^'J.,  que  con  tanto  trabajo 
r.í'  li/i  ^,/in/Mlo.  í'.-.pí'írí/ilnieíilí!  oíimí*  lidio  tenemos,  está  el  remedio 
\\\\\  tt^t'ctt  y  lii  /ilaridíid  de  lodo  lo  que  los  dichos  señores  gober- 


^ORO  Y   SUS   COMPANEROS 


Idoresi  deben  hacer  ó  tener  por  suyo;  por  lanío  á  su  señoría  re- 
icritnnsi  una  ó  dos  é  tres  veces  é  tantas  cuantas  de  derecho  ha 
jaren  nombre  de  su  Míigd.  ó  como  sus  oficiales  A  quien  ei^lá 
>moüda  la  guarda  de  su  real  hacienda  é  está  encomendada  la 
It  é  pacificación  de  la  tierra  juntamente  con  sus  señorías  que 
venga  por  ninguna  forma  ni  manera  con  mano  armada  con- 
^'^  '^uúio  señor  gobermidor  don  Diego  de  Almagro  é  deshaga 
é  la  envíe  á  poblar  é  pacificar  la  tierra  é  á  conquistar  el 
Echo  cacique  inga,  entendiendo  en  todo  ó  por  lodo  en  el  sorvicio 
Sí  5U  Magd.  ó  no  en  otra  cosa  alguna,  como  se  lo  tiene  mandado 
¡encomendado,  porque  si  do  otra  manera  lo  hicieren,  será  que- 
Im  á  sabiendas  é  contra  toda  razón  é  justicia,  destruir  é  perder  la 
hierra  de  su  Magd.  sin  loda  la  demás  que  á  su  causa  se  podrá  per- 
(derC/Omo  arriba  está  dicho,  é  si  así  lo  hiciere  sera  bien  élo  que  es 
'oblipdo  al  servicio  ó  mandado  de  su  rey  é  señor;  donde  nó,  pro- 
I  teslíitnos  que  todos  los  daños  é  pérdidas  que  sobre  la  dicha  razón 
!  é  rompimiento  se  recreciere  sea  &  su  culpa  é  que  S.  Magd.  lo  co- 
brará de  su  persona  é  bienes  é  nosotros  quedemos  disculpados  en 
loque  tocm  á  la  guarda  é  amparo  de  la  hacienda  de  su  Magd,  que 
á  Duestro  cargo  es  é  a  lu  demás  que  somos  obligados  que  por  su 
«Magd*  üus  es  mandado  é  encargado. 

Olfosí,  pedimos  é  requerimos  al  dicho  señor  gobernador  que 
^i  todavía  persevera  é  tiene  voluntad  de  hacer  el  dicho  rompí- 
üienlo  conira  el  dicho  gobernador  don  Diego  de  Almagro,  por 
^Cíiaato  la  hacienda  que  tenemos  de  su  Magd.  está  á  mucho  peli- 
o,si  eso  Tuese  lo  que  Dios  no  permita  que  los  unos  rompiesen  c 
enciesen  los  otros  no  seria  en  nuestra  mano  ni  lerniamos  poder 
1  defender  la  dicha  hacienda  de  su  Mag.  de  los  soldados  é  gen- 
de  guerra  que  no  nos  la  robasen  é  lomasen  por  fuerza,  é  para 
?gundttd  desta  pedimos  é  requerimos  á  su  señoría  nos  mande 
ir  cincuenta  arcabuceros  de  los  que  consigo  tiene  ó  la  mas  gen- 
qa<!  le  pareciere  que  basto  para  que  ponga  e  estén  juntamente 
m  nosotros  en  defensa  é  guarda  de  la  dicha  hacienda  de  su 
ig.,  que  si  necesario  fuese  nosotros  estamos  prestos  é  apareja- 
Idtw  de  les  dar  é  pagar  su  salario  é  sueldo,  que  con  ello  vira,  se- 
[fioria  acertará,  pues  que  será  cosa  justa  que  habiendo  venido  la 
lia  á  osla  tierra  á  la  pacificar  y  amparar  de  los  indios  que  en 


50  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

ella  están  rebelados  que  se  empleen  é  estén  principalmente  en  el 
servicio  de  su  Mag.  y  en  guarda  de  su  real  hacienda,  porque  sus 
enojos  particulares  no  es  razón  que  dañen  ni  perturven  lo  que  toca 
íi  la  real  hacienda  de  su  Mag.  ó  de  como  lo  pedimos  é  requerimos 
en  forma  do  derecho  con  todos  aquellos  remedios  que  se  requie- 
ren é  pedimos  al  presente  escribano  lo  dé  por  testimonio  é  á  los 
presentes  rogamos  que  dello  sean  testigos. 

Otrosí,  pido  a  vos  el  dicho  escribano  me  deis  por  testimonio 
cómo  el  dicho  requerimiento  de  suso  contenido  que  habéis  leido 
ii  su  señoría,  se  hizo  á  los  capitanes  que  presentes  están,  é  asimismo 
lo  pido  por  testimonio. 

K  así  leido  el  dicho  escrito  de  requerimiento  á  su  señoria,  dijo 
que  lo  oia  é  quel  responderá:  testigos,  Diego  de  la  Cuesta  é  Antonio 
Pardo. 

E  asimismo  leí  el  auto  de  suso  contenido  a  los  señores  capita- 
nes Gonzalo  Pizarro  é  Diego  de  Orbina  é  Pedro  de  Vergara  é  capi- 
tán Castro  é  capitán  Gómez  de  León,  siendo  presentes  testigos  los 
dichos. 

E  después  de  lo  susodicho  en  la  ciudad  de  Almagro,  en  el  valle 
de  Chincha,  veinte  é  tres  dias  del  mes  de  Noviembre  del  año  dicho 
en  presencia  de  mí  el  dicho  escribano  é  testigos  de  yuso  escri- 
tos, siendo  presentes  los  tesoreros  Alonso  Riquelme  é  Manuel  del 
Fspinal  é  contador  Juan  de  Guzman  ó  factor  Diego  de  Mercado 
pareció  presente  el  bachiller  Juan  Veloz  de  Guevara  en  nombre 
del  señor  gobernador  don  Francisco  Pizarro  por  virtud  del  poder 
que  de  su  señoria  tiene,  del  cual  hizo  presentación,  presentando 
un  auto  de  respuesta  al  re((uerim¡onlo  que  por  el  dicho  Manuel 
del  Espinal  fué  hecho  al  dicho  gobernador  don  Francisco  Pizarro 
é  pidió  a  mí  el  dicho  escril)anü  hi  leyóse  é  notificase  a  los  dichos 
oficiales  el  tenor  del  cual  dicho  poder  ó  auto  es  este  que  sigue: 

Sepan  cuantos  esta  cnrta  vieron  C()mo  yo  el  comendador  don 
Francisco  Pizarro,  adolanladu,  gobernador  é  capitán  general  en 
estos  reinos  do  la  luiova  üastiliii,  por  Su  Mag.  otorgo  ó  conozco 
que  doy  ó  otorgo  lodo  mi  podíír  (Mimplido  libro  ó  lionero  é  bas- 
tante, según  que  lo  yo  ho  ó  tongo  ó  sogun  qao  mojor  é  mas  cum- 
plidameiilc  lo  puedo  ó  debo  dar  ó  otorgar  ó  do  derecho  mas  pue- 
do[ó  debe  valer  á  vos  el  bachiller  Juan  Veloz  de  Guevara,  que 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPANEROS  51 

eslais  presente,  generalmente  para  en  todos  mis  pleitos  é  causas  é 
demandas  é  negocios  civiles  é  criminales  movidos  é  por  mover 
que  yo  he  y  tengo  é  espero  haber  é  tener  é  ipover  contra  todas  ó 
cualcsquier  personas  de  cualquier  calidad  é  condición  que  sean, 
y  las  tales  personas  los  han  y  esperan  haber  é  tener  é  mover  con- 
tra mí,  así  en  demandando  como  en  defendiendo,  é  para  que  po- 
dáis parecer  é  parescais  ante  la  Magostad  del  Emperador  é  rey 
doñearlos,  nuestro  señor,  é  ante  los  señores  presidentes  ó  oidores 
de  su  real  consejo,  audiencias  é  chancillerías  é  ante  todos  otros 
cualesquier  jueces  é  justicias  de  los  reinos  ó  señoríos  de  Su  Mag. 
é  hacer  ante  ellos  é  cualesquier  dellos,  todos  ó  cualesquier  autos^ 
demandas,  pedimentos,  requerimientos,  embargos  é  protestaciones 
é  pedir  ejecuciones  é  trances  é  remates  de   bienes  é  jurarlos, 
y  para  presentar  testigos  y  probanzas  é  escrituras  é  ver  presentar, 
jurar  é  conocer  los  que  contra  mí  se  presentaren  é  los  tachar  é 
contradecir  é  para  hacer  en  mi  anima  diciendo  verdad  todos  é 
cualesquier  juramentos,  así  de  calumnia  como  decisorios  ó  los  pe- 
diré deferir  á  las  otras  partes  é  para  sacar  cualesquier  escrituras 
de  poder  de  cualesquier  escribanos,  ó  otras  personas  ante  quien  ha- 
yan pasado,  y  en  cuyo  poder  estén  que  á  m í  é  á  los  dichos  mis  pleitos 
convengan  é  menester  sean  é  para  pedir  é  ganar  cualesquier  cartas 
é  provisiones,  cédulas  reales,  asi  do  Su  Mag.  como  de  los  dichos 
señores,  é  a  mí  me  convengan  é  para  concluir  é  cerrar  razones  é 
pedir  é  oir  sentencia  ó  sentencias,  así  interlocutorias  é  definiti- 
vas é  consentir  en  las  que  por  mí  é  en  mi  favor  se  dieren  é  pro- 
nunciaren é  de  las  en  contrario  apelar  é  suplicaré  seguir  el  ape- 
lación é  suplicación,  é  allí  é  A  do  con  derecho  se  deba  seguir  que 
las  siga.  E  otro  sí  vos  doy  el  dicho  mi  poder  cumplido  para  que 
podáis  requerir  é  requeráis  al  dicho  señor  gobernador  don  Diego 
de  Almagro,  que  cumpla  é  guarde  la  sentencia  que  dio  é  pronun- 
ció el  señor  provincial  Fray  Francisco  de  Bobadilla,  juez  arbitro 
por  nosotros  nombrado,  sobre  los  límites  de  nuestras  gobernacio- 
nes éque  deje  libre  é  desembarazadamente  lo  que  el  dicho  pro- 
vincial declaró  por  de  la  mia,  pues  Su  Mag.  me  hace  merced  dello 
é  sobre  ello  é  sobre  otros  cualesquier  casos  é  negocios  que  me 
convengan   podáis  hacer  é  hagáis    todos  é  cualesquier  requeri- 
mientos é  protestaciones  é  pedir  é  sacar  testimonios  dello,  é  para 


(}\u^  pñftmn  IMWJKT  *  iiftipú»  "añtíst  ;n»  :irm»4nto$]iiiiiciale9  y  estra- 
jívti^-ííili»^  xwpt  ^^nrATiaan  -%  -iwia  a<»fí«»rin*  (i»  ae  hacer,  é  que  yo 
mí-TtiA  iii»r:ii  *  ruir^r  Ofirlra-  ir>ív*nrft  ^nmin.  ;ianqae  sean  de 
wiiAtliiR  <»n«!<if;  ^  viívi^  TtiR  i>n  ^  <»»«:in  ier?*chn  n^fpiieran  é  deban 
:ior>i»r  ^«r-v  mi  mn^  ^i*p**nTai  'jniU>r -*  maniiAdn  .»  pn»í§encía  perso- 
íiai  i^  rrian  ^.nmoníti-v  •*  ijaiKanr*»  loiier  riíiin  ro  hi*  y  tengo  para 
in  iiut  tíAhA  >^  ■U>  %<iítf^  itxn  -311  -*  r.in  'rimpiirfn  é  ba:}tanter  é  ese 
p,\\<xtu\  \ci  ríi.v  i%  .^u^rati  i  r.-i«*  ^»  iiithn  bnniíiiler  'jii<?Tara  con  todas 
ánv*  ^nmrUmr'.iací  i>  ti»periitenn:aíf.  ^imTictatti»^  •*  mnexiJadeSr  é  vos 
jí>{*%T>^  *>^.in  r^rma  'if*  ^nwhn  .*  ^an  liar^r  por  firme  este  dicho 
pA^Af .  ¿  Irt  fTHí%  oor  7irtji4Í  fii>i  íiere  iíwho  obíiico  mi  persona  é 
IviAn^^  í*Viu%blí*<i  «^  n>.aí»  hará.ti-**  é  por  halier  fecha  la  carta  en  el 
a^fttvtA  4^  f; Ataba  ^  y»  *<«á  en  ei  rln  -ie  la  5aír:aiia  en  la  costa  de 
U  rvur,  Hi<»x  é  cvuer'e  dji.^  «l**!  me?*  -le^  Vorii^mbre  aáo  de  mil  é 
Of'Vrnirttví/.^  é  freiAta  é  ^iete  aaon:  ^i^^rírití  ^^le  f  :i?ron  presentes, 
Art'Ani/'*  f^;»'!-*.  é  Pedro  -í»»  VJuirrea!.  e  í'ian  Eoríqaez*  é  sn  se- 
ñora U>  firmo  en  e!  r^íriL^^.ro. — Fm^nrurn  PiziiTrn^ 

fc  /''>  Dorr*»naf>  le  U  Pre-w.  e-tf^rihnno  ii*  5rLJ  Mage^tades  en  la 
^«>  ^y^rte^  reiAA**  é  ieñor'o^  á  [.>  qt:e  -íe  *íi:5<3  «ücho  es  presente  fuy 
p^  '>AA  e/íA  lo**  <lJ^ho«*  t^-^tijío-»  é  por  ea^Ie  fice  aqai  e<te  mió  sig- 

fc  ^le^P'íi>#  í'Ift  lr>  ^  i^/'iilLí'rlió  ea  veL::*':^  e  do^  dLis  leí  dicho  mes 
^f*  ,*í^-;ierAhrí>  d/'l  dirr'rirí  r^fko  de  aril!  ^.  q  jíaIen.tos  é  treinta  é  siete 
f,t,r^  ftt>  pre-iftrjrtia  d^:  m'  «trl  dicho  e^fíriLório  é  de  Io5  testigos  de 
y*^»  ^v^/trif/,^.  ^1  f\\('\\f^  t^ob-^rrfiidord oa  FnincÍ5«?o  Pízarro.  habién- 
t\(n^  i\i\f*  Uh\:\i\<-:í\(\ft  i'\  vi^'(i  iírri raí-: rito  fecho  por  Manuel  del  Espi- 
íM.  \^»t  ^r/t  ^?r»  oorfihre  del  tevjprrro  Alons^j  Riqaelme  é  los  de* 
ít%fk^  fA\t<\p,\i'^  t\u  'tI  dicho  r^q'K;rírn:-?nto  rorilenidos,  dijo  que  él 
írh  '/#?r»j/i  r»i  viírn^.  cor»  rnfirio  orrrio^da  ni  con  propósito  ni  intención 
^>  fhU\\f^f  cor»  ít|  dicho  troh^rriador  ad^*lanlado  d-jn  Diego  de 
A\thhí^jh,  ;»f>o'ji)c  el  t'íiía  í!  líf'fic  mucha  causa  para  ello  porque 
c!  d»^,ho  í/oI>"f  O/'ídor  /'iíh[íi?ifao*odí>ri  I)ic;ro  de  Almagro,  sin  provi- 
ftíoh  /|'?  y.n  Uh^f  f\^ii-  píira  í'IIo  Ic  d'»  licencia  é  sin  tener  al  prc- 
*^of<?  ^ohi'r  nación  /lí^rina,  ni  -c  liah.'T  partido  los  dichos  límites 
por  la  píTíoníi  /pM?  d<í  Hu  Ma^,  h*  ha  sido  cometida,  se  ha  entra- 
do í'n  lo:;  lííiMtcn  íh'  Hij  ^ohcrnacion  en  lo  repartido  ;1  la  ciudad 
dn  lo4  JW'j'cw,  destruyendo  la  tierra  en  mucho  deservicio  de  Dios 


ALMAGRO  Y   SUS   COMPASEROS  53 

é  de  Su  Mag.  é  daño  de  los  naturales  della^  é  que  antes,  como  es 
público  é  notorio  á  todos,  por  evitar  muchos  escándalos  se  puso 
la  partición  de  los  dichos  límites  en  tercería  é  fué  pronunciada 
sentencia,  en  la  cual  fué  mandado  que  se  saliese  del  valle  de 
Chincha  donde  al  presente  está,  é  se  retirase  á  la  Nasca  é  no  se 
entremetiese  en  la  ciudad  del  Cuzco,  por  ser  suya  del  dicho  señor 
gobernador  don  Francisco  Pizarro,  la  cual  aunque  le  fué  notifi- 
cada, no  ha  querido  ni  quiere  dejar  los  dichos  sus  límites,  antes 
con  mucha  gente  de  guerra  así  de  pié  como  de  caballo  se  está 
en  el  valle  haciendo  que  los  dichos  indios  sugetos  a  la  ciudad  de 
Lima  no  sirvan  á  sus  amos  ni  les  den  los  tributos  que  les  solían 
dar,  por  lo  cual  Su  Mag.  es  muy  dañineado  en  sus  quintos  é  rea- 
les, é  que  no  obstante  ésto,  él  ha  movido  muchos  partidos  al  dicho 
señor  adelantado  gobernador  don  Diego  de  Almagro,  é  que  en 
cosa  ninguna  no  ha  querido  venir  sino  estarse  en  lo  que  así  por 
fuerza  tiene  ocupado  é  tomado  en  la  dicha  su  gobernación,  é  que 
si  él  viene  con  mucho  número  de  gente  de  pié  é  de  caballo  es  pa- 
ra servicio  de  Su  Mag.,  é  para  pacificación  de  la  tierra,  é  para 
qaoel  dicho  señor  gobernador  adelantado  don  Diego  de  Almagro 
no  le  tome  ni  le  entre  en  sus  h'mites  ni  á  la  ciudad  de  Lima, 
como  hizo  &  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  entrando  en  ella,  no  te- 
niendo á  ella  derecho  alguno,  contra  la  voluntad  de  Su  Mag.  é 
suya,  é  porque  con  temor  de  la  dicha  gente  no  se  sigan  algunos 
escándalos  que  hasta  aquí  se  han  seguido,  é  porque  no  trayendo 
la  dicha  gente  de  guerra,  el  dicho  señor  adelantado  don  Diego  de 
Almagro  con  su  gente  procuraría  de  prenderle  su  persona,  como 
lo  ha  platicado  é  dicho  que  lo  habia  do  hacer,  é  como  ha  hecho 
á  otros  sus  capitanes  é  tenientes  que  tenia  en  la  ciudad  del  Cuz- 
co, é  andaban  á  pacificar  la  tierra,  é  que  su  intención  es  reque- 
rirle muchas  veces,  que  el  dicho  adelantado  se  salga  desta  gober- 
nación é  dar  muchos  medios  para  la  paz  é  quietud  de  estas  pro- 
vincias, é  no  queriendo  venir  en  ellos  él  en  nombre  de  Su 
Mag.,  como  en  quien  está  á  cargo  la  pacificación  desta  tierra,  le 
entiende  resistir  las  dichas  fuerzas  é  rompimientos  de  límites 
que  en  deservicio  de  Dios  é  de  Su  Mag.  hace;  é  que  el  oro  que  los 
dichos  oficiales  de  Su  Mag.  tienen,  no  habia  ni  ha  menester  guar- 
da de  arcabuceros  ni  otra  alguna,  salvo  llevarse  á  la  ciudad  de 


54  COLECCIÓN  DB  DOCriFüNTOS 

cual  dijo  que  estaba  muy  presto  de  darles  todo  el  favor  é  ayuda 
que  fuese  menester  é  navio  ó  personas  tales  que  lo  llevasen  á 
donde  Su  Mag.  esta,  é  que  por  vía  de  mutuo  requerimiento  les 
requería  ó  requirió  que  trujosen  el  dicho  oro  para  que  fuese  lle- 
vado áSu  Mag.,  pues  es  de  su  gobernación  y  está  detenido,  ha- 
biendo aparejo  para  se  lo  enviar:  donde  no,  protestaba  ó  protestó 
contra  los  dichos  oficiales,  especialmente  contra  Alonso  Riquel- 
me,  tesorero  de  su  gobernación,  como  contra  á  quien  le  está  he- 
cho cargo  del  dicho  oro  de  Su  Mag.  todos  los  daños,  pérdidas  é 
menoscabos,  que  en  ello  por  cualquier  vía  viniese,  é  que  él  envia- 
ra los  dichos  arcabuceros,  sino  que  se  teme  que  los  darán  al  di- 
cho adelantado  don  Diego  Almagro  é  él  los  tomará  para  con  ellos 
hacer  lo  que  dicho  tiene  por  fuerza,  de  lo  cual  se  seguirla  mas 
deservicio  de  Dios  é  de  Su  Mag.,  é  seria  dar  avilanteza  á  que  el 
dicho  adelantado  creyese  en  otras  talos  cosas  como  en  las  que 
ha  caido  hasta  aquí:  todo  lo  cual  dijo  que  daba  é  dio  por  su  res- 
puesta al  dicho  requerimiento,  no  consintiendo  en  sus  protesta- 
ciones ni  en  algunas  dolías,  ó  que  si  testimonio  quisiere  que  se 
le  dé  con  esta  su  respuesta,  todo  debajo  de  mi  signo  é  no  de  otra 
manera. 

Así  presentado  el  dicho  poder  é  leido  ol  dicho  auto  de  suso  con- 
tenido, los  dichos  tesoreros,  é  contador,  é  factor  dijeron  que  lo 
oian  é  que  responderán  á  él:  testigos,  el  alcalde  Diego  Nuñez  de 
Mercado,  é  Alonso  de  Orihuela.  E  yo  Alonso  de  Silva,  escribano 
de  Su  Mag.  en  la  su  corto,  reino  é  señoríos,  á  lo  que  dicho  es  pre- 
sente fui  con  los  testigos,  é  por  ende  lo  fice  escribir,  é  fice  aquí 
este  mió  signo  a  tal  en  testimonio  de  verdad. — Alonso  de  Silva. 


21  de  Noviembre  de  15.'J7 

XVI. — Juramento  de  Hernando  Pizarro  y  otras  diligencias  acerca 
de  la  determinación  del  pleito  entre  Pizarro  y  Almagro 

(Archivo  de  \ná\{i?>,—Comvj o, —Escribanía  de  Cámara,  N.*>  i 007.) 

Yo  Alonso  de  Silva,  escribano  de  su  mag.  doy  foe  y  verdadero 
testimonio  á  los  señores  que  la  presente  vieren  como  en  la  ciudad 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPANEROS 


55 


fie  Almagro  en  veinte  é  cuatro  días  del  mes  de  Noviembre  de  mil 
|y  quinientos  y  Ireinlay  siete  años  por  el  señor  alcalde  Diego  Nii- 
lazde  Mercado  fue  recibido  juramento  pleito  homenaje  del  señor 
comendador  Fernando  Pizarro  en  la  forma  siguientr 

Vuestra  merced  señor  comendador  Fernando  Pízuítu  jiini  por 
rida  de  su  mag.  del  Emperador  r^^y  Don  Carlos  nuestro  señor  ó 
i^í^e  feo  pleito  homenaje  como  caballero  hijodalgo  una  é  dos  ó 
•es  veces  según  fuero  y  estilo  de  caballería  é  costumbre  de  Es- 
ifxña  que  bien,  fiel  ó  diligentemente  é  sin  cautela  ni  fingimiento 
[.l|funo  guardará  é  cumplirá  ó  man  terna  lo  siguiente. 

Pdraemmenle  que  no  saldrá  desta  tierra  por  mar  ni  por  tierra 
tcistn  tanto  que  se  haya  dado  un  navio  á  el  señor  gobernador  don 
^iegode  Almagro  ó  á  la  persona  que  enviare  por  él  por  mnnera 
[ue  realmente  y  con  efecto  venga  á  poder  del  señor  gobernador 
►a  Diego  de  Almagra  é  que  domas  desto  cumplirá  e  guardará  c 
kanlerna  todo  lo  contenido  en  un  auto  ó  declaración  fecha  por 
►a  licenciados  de  la  Gama  é  Prado  sin  ir  ni  venir  contra  ella  ni 
-onlra  lo  en  ella  contenido  ni  [uirte  dello  en  tiempo  alguno  ni  por 
alguna  manera,  según  é  de  la  manera  que  b?  será  loido  ó  uotitlca- 
^Oi  so  pena  de  caer  é  incurrir  en  caso  de  mal  caballero  é  aleve  y 
^n  las  otras  penas  en  que  caen  é  incurren  los  caballeros  hijos- 
ilgo  que  quebrantan  las  fces  pleito  homenajes  que  ponen  esta- 
ilecidas  por  fuero  é  por  derecho  é  costumbre  de  España  é  asi  lo 
pide  por  testimonio  é  ruega  á  los  presentes  que  dpllos  sean  testi- 
gos, y  el  dicho  señor  comendador  Fernando  Pizarro  absolviendo 
dicho  juramento  pleito  homenaje  prometió  de  lo  asi  guardar 
^  cumplir  según  que  está  eserito  é  asentado  de  suso  y  lo  firmó  de 
fü  nombre:  testigos  el  capitán  Francisco  de  tlodoy  y  el  señor  pro- 
^íicíal  Juan  de  Olias  é  Pedro  Barroso  y  el  capitán  Francisco  de 
Chaves. — temando  Pizarro, — Por  ende  fice  aquí  este  mío  signo 
fí^  testimonio  de  verdad. — Alomo  de  Stltm, 
Kn  el  valle  de  Chincha  á  ocho  dias  del  mes  de  Diciembre  de 
^M  é  quinientos  é  treinta  ó  siete  años,  por  mí  Baltazar  llodriguez 
d^  Mexia,  escribano  de  Su  Mag.  é  seyendo  presente  Juan  Morcillo, 
ífscribano  de  Su  xMag.,  asimismo  pareció  presente  Juan  Rodríguez 
BarragTin^  procurador  del  muy  magnífico  señor  el  señor  Adelari- 
I/!flo  dnn  Diego  de  Almagro,  gobernador  del  nuevo  reino  de  To- 


56  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

ledo  por  Su  Mag.  é  presentó  el  poder  que  de  su  señoría  tiene  é  asi 
presentado  presentó  el  escrito  de  requerimiento  desuso  contenido 
é  pidió  á  nos  los  dichos  escribanos  le  notiñquemos  al  muy  mag- 
nífico señor  el  señor  gobernador  don  Francisco  Pizarro,  gober- 
nador de  la  Nueva  Castilla,  é  pidió  se  le  lea  é  notifique  al  señor 
gobernador  é  á  los  demás  capitanes  é  gentes  que  con  él  están  ó 
siendo  presentes  el  señor  gobernador  don  Francisco  Pizarro  ó 
Gómez  de  León  su  capitán  é  el  licenciado  Benito  jé  Marcos  de  Car- 
bajal  su  lugar  teniente  é  Cristóbal  Burgos,  su  maestre  decampo, 
é  el  caballero  Juan  Enriquez  ó  Bernabé  de  Villalva,  sargento  ma- 
yor, é  Blas  de  Atienda  é  otras  personas  é  se  lo  ley  é  notifiqué 
según  é  por  la  forma  é  manera  que  en  él  se  contiene  é  le  üze  los 
apercibimientos  en  él  contenidos  al  señor  gobernador  é  á  los 
demás  que  dicho  tengo  en  presencia  de  las  dichas  gentes. — Juan 
Morcillo,  escribano  de  Su  Mag. — Baltazar  Rodríguez  de  Mexia.  É 
asi  presentado  é  notificado  el  dicho  requerimiento  presentó  un 
traslado  de  una  provisión  real  autorizada  é  una  fée  de  Diego  de 
Narvaez,  escribano  del  cabildo  de  la  ciudad  del  Cuzco,  que  a  la 
sazón  era  al  tiempo  que  fué  recibido  por  gobernador  de  la  dicha 
ciudad  del  Cuzco  el  señor  gobernador  don  Diego  de  Almagro  se- 
gún que  por  ella  parece  ó  presentó  asimismo  una  fée  autorizada 
de  Alonso  de  Silva,  escribano  de  su  Mag.  por  la  cual  parece  que  el 
señor  gobernador  don  Diego  de  Almagro  en  cumplimiento  de 
cierta  capitulación  que  entre  los  señores  gobernadores  fué  capi- 
tulado sobre  la  paz  é  concordia  que  entre  ellos  hubo  por  la  cual 
consta  comenzar  á  derramar  ó  deshacer  su  exército,  su  tenor  de 
todo  lo  cual  uno  en  pos  de  otro  es  este  que  se  sigue,  testigos  Juan 
de  Villarejo  é  Barrientes  é  Antonio  Picado  é  otros  que  presentes 
estaban. — Juan  Morcillo,  escribano  de  su  Mag. — Baltasar  Rodrí- 
guez de  Mexía^  escribano  de  su  Mag. 

Poder. — Sepan  cuantos  esta  carta  de  poder  vieren  como  yo  el 
Adelantado  don  Diego  de  Almagro,  gobernador  é  capitán  general 
de  la  nueva  Toledo,  por  su  Mag.  otorgo  é  conozco  por  esta  pre- 
sente carta  que  doy  ó  otorgo  todo  mi  poder  cumplido  según  que 
lo  yo  he  y  tengo  é  según  que  mejor  y  mas  cumplidamente  lo  pue- 
do dar  é  otorgar  é  de  derecho  á  vos  Juan  Rodriguez  Barragan,  mi 


ALMAGRO  Y   SUS   COMPAÑEROS  57 

procurador,  que  sois  presente,  especialmente  para  que  por  mí  y 
en  mi  nombre  é  como  yo  mismo  haria  é  hacer  podria  siendo  pre- 
sente podáis  parecer  ó  parescais  ante  el  señor  gobernador  don 
Francisco  Pizarro  ó  le  hapais  todos  los  requerimientos  y  protesta- 
ciones que  á  vos  bien  visto  fuere  sobro  razón  de  la  gente  ó  arma- 
da que  consigo  tiene  la  deshaga  é  no  vaya  ni  venga  contra  lo 
capitulado  entre  él  é  mí  sobre  la  paz  ó  concordia  é  que  no  pase 
del  puerto  de  Sangalla  á  esta  parte  por  ninguna  razón  é  le  noti- 
fiquéis é  hagáis  notificar  cierta  provisión  é  provisiones  que  á  mi 
me  han  sido  notificadas  en  razón  de  la  paz  ó  concordia  que  su 
Mag.  manda  que  tengamos  é  que  no  pase  contra  lo  que  su  Mag. 
manda,  é  hagáis  en  la  dicha  razón  é  en  cualquier  cosa  que  á  mi 
derecho  convenga  todos  los  autos,  pedimentos,  requerimientos, 
protestaciones  que  yo  mismo  haria  é  hacer  podria  presente  sien- 
do é  asimismo  los  podáis  hacer  á  sus  capitanes  é  gentes  que  tiene 
ea  su  real  é  que  unos  é  otros  cumplan  é  guarden  el  pleito  home- 
naje é  juramento  que  en  razón  de  las  amistades  ó  conformidades 
hicieron  ó  contrataron  á  los  cuales  intervino  el  reverendo  padre 
provincial  Fray  Juan  de  Olias  é  los  caballeros  é  capitanes  Fran- 
cisco de  Godoy  é  Fernán  Ponce  do  León  é  todos  lo  que  asi  ficieredes 
requirieredes,  protestaredes  é  autuaredes  los  saquéis  de  poder  de 
cualquier  escribano  anto  quien  pasare  é  hagáis  en  todo  lo  que  a 
mi  derecho  convenga  hasta  la  final  conclusión,  el  cual  poder  os 
doy  con  todas  sus  incidencias  é  dependencias,  anexidades  é  co- 
nexidades é  con  libre  é  general  administración  ó  obligo  de  no 
contradecirlo  que  por  mi  ficieredes  ó  razonaredes  so  obligación  de 
mis  propios  é  rentas  que  para  ello  obligo  so  la  cual  obligación  os 
reiievo  conforme  a  derecho.  Fecha  la  carta  en  el  valle  de  Limacarca 
áseis  dias  del  mes  de  Diciembre  del  año  del  nacimiento  de  Nuestro 
Salvador  Jesucristo  de  mil  é   quinientos  ó  treinta  é  siete  años; 
testigos  que  fueron  presentes  á  lo  que  dicho  es  Fernando  de  Sosa, 
susecretario,  é  el  licenciado  Prado  y  el  bachiller  Guerrero  é  porque 
su  señoría  dijo  que  no  sabe  escribir  firmó  el  dicho  Hernando  de 
Sosa  por  su  mandado  y  como  testigo. — Hernando  de  Sosa, — E  yo, 
Baltasar  Rodríguez  Mexia,  escribano  de  sus  Magostados,  presente 
fuya  todo  lo  que  dicho  es  en  uno  con  los  dichos  testigos  é  por  ende 
de  pedimento  del  dicho  señor  Adelantado  é  gobernador  puse  aquí 


B8  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

este  mió  signo  á  tal  en  testimonio  de  verdad. — Baltasar  Rodríguez 
de  Mexia^  escribano  de  su  Mog. 

Requerimiento. — Escribano  que  presente  estáis  dad  por  testi- 
monio en  manera  que  haga  feé  á  mí  Juan  Rodríguez  Barragan  en 
nombre  é  como  procurador  que  soy  del  Adelantado  don  Diego  de 
Almagro  gobernador  del  nuevo  reino  de  Toledo,  en  como  pido  é 
requiero  al  muy  magnífico  snñor  don  Francisco  Pizarro  goberna- 
dor de  la  nueva  Castilla  por  su  Mng.  é  al  señor  comendador  Her- 
nando Pizarro  ó  a  todos  los  otros  capitanes  é  caballeros  é  gente 
de  su  ejercito  é  digo  que  bien  sabe  su  señoría  é  mercedes  como 
ayer  que  se  contaron  cinco  dias  deste  presente  mes  de  Diciembre, 
por  su  parte  fué  notificada  una  provisión  de  su  mag.  al  dicho  se- 
ñor don  Diego  de  Almagro  por  la  cual  parece  que  manda  que  se 
esté  cada  uno  de  sus  señorías  en  lo  que  tiene  poblado  ó  pacifica- 
do en  caso  que  no  le  pertenezca  ni  sea  de  sus  límites  ó  goberna- 
ción é  si  se  sintiere  agraviado  parezca  ante  su  Mag.  é  le  hará 
justicia  deshaciendo  el  agravio  é  fuerza  que  hubiere  recibido  se 
gun  que  mas  largamente  en  la  dicha  provisión  de  su  Mag.  se 
contiene,  la  cual  fué  obedecida  por  el  dicho  mi  parte  como  carta 
é  mandado  de  su  rey  é  señor  cuanto  al  cumplimiento  della  se  hizo 
é  hará  todo  lo  que  su  Mag.  manda  sin  exceder  ni  pasar  un  punto 
de  su  mandamiento,  é  agora  á  noticia  del  dicho  mi  parte  es  venido 
que  vuestra  señoría  é  mercedes  quieren  ir  contra  la  dicha  provi- 
sión en  quebrantamiento  dolía  por  fuerza  con  mano  armada  dán- 
dole nuevos  entendimientos  de  aquello  que  su  Mag.  manda,  atra- 
yendo con  ellos  á  la  gente  que  no  lo  entienden  para  que  piensen 
que  la  dicha  provisión  tiene  los  dichos  entendimientos  que  se  le 
dan  porque  tengan  voluntad  é  ánimo  de  poner  en  rompimiento 
y  ejecución  la  dicha  fuerza  que  es  tan  en  deservicio  de  Dios  Nues- 
tro Señor  é  de  su  Mag.  no  mirando  ni  acatando  que  la  voluntad 
de  su  Mag.  es  solamente  que  estemos  en  toda  paz  é  pacificación  é 
quietud  en  caso  que  cualquiera  de  vuestras  señorías  estuviera  ó 
tuviese  ocupado  lo  que  portenecia  ó  estaba  en  la  gobernación  del 
otro  ó  para  que  mas  clara  ó  notoriamente  á  vuestra  señoría  é 
mercedes  les  conste  la  justicia  é  derecho  del  dicho  mi  parte 
en  caso  que  su  Mag.  no  lo  hubiera  proveido  como  lo  proveyó 
porque  dado  caso  que  la  provisión  rece  que  cada  uno  se  esté  en 


ALMAGRO  Y   SUS   COMPASAROS  59 

lo  que  ha  conquistado  é  poblado  claro  é  notorio  está  que  después 
que  lo  conquistó  é  pobló  vuestra  sefiopia,  su  Mag.  hizo  merced 
dello  al  dicho  mi  parte  como  parece  por  esta  carta  provisión  de 
su  Mag.  de  que  hago  presentación  por  la  cual  parece  hacerle  mer- 
ced de  la  dicha  gobernación,  que  comienza  después  de  acabados 
los  límites  do  vuestra  señoría,  manda  a  los  alcaldes  é  regidores  que 
por  tal  gobernador  lo  hayan  é  reciban  y  en  caso  que  no  lo  reci- 
ban lo  da  por  recibido  su  Mag.  é  manda  é  le  dá  facultad  para  que 
en  los  dichos  pueblos  que  asi  estuvieren  poblados  quite  las  varas 
á  las  justicias  é  oficiales  é  haga  é  ponga  otras  de  nuevo,  el  cual 
dicho  mi  parte  conforme  &  la  dicha  provisión  de  su  Mag.  vino  á 
la  dicha  ciudad  del  Cuzco  después  de  haber  hecho  muy  grandes 
servicios  á  su  Mag.  en  haber  descubierto  setecientas  leguas  de 
tierra  é  presentó  la  dicha  su  provisión  en  el  cabildo  della  é  con- 
formes todos  é  de  una  voluntad  toda  la  justicia  é  regimiento  lo 
recibió  por  tal  gobernador  como  su  Mag.  lo  manda  según  parece 
por  esta  fee  de  recibimien  to  de  que  asimismo  hago  presentación  por 
virtud  de  lo  cual  está  é  ha  estado  hasta  el  dia  de  hoy  en  la  tenencia 
é  posesión  della  como  tal  gobernador  proveido  por  su  Mag.,  de 
do  se  infiere  que  no  embargante  que  su  mag.  diga  en  la  dicha  su 
provisión  que  cada  uno  de  vuestras  señorías  se  esté  en  lo  que  tu- 
viere poblado  é  pacificado  no  so  entiende  ques  su  voluntad  de 
quitar  al  dicho  mi  parte  lo  que  le  ha  dado  en  gobernación  que  cae 
é  pertenece  en  los  límites  della  porque  solamente  la  intención  de 
su  mag.  é  lo  que  claramente  significan  las  letras  de  su  provisión 
real  es  que  cada  uno  se  esté  en  lo  que  tiene  é  posee  no  solamente 
siendo  suyo  ó  de  su  gobernación  pero  aunque  sea  de  la  agena  é 
por  fuerza  lo  hubiese  tomado  é  ocupado  porque  no  quiere  ni  man- 
da que  ninguno  sea  juez  en  su  propia  causa  sino  que  si  se  sintiere 
agraviado  ó  despojado  parezca  ante  su  mag.  que  le  hará  justicia, 
que  son  las  mesmas  palabras  formales  que  están  en  la  dicha  pro- 
visión de  su  mag.  y  en  esto  no  hay  que  dudar  ni  altercar,  pues  se 
conoce  claramente  por  la  dicha  provisión  que  su  mag.  manda 
que  tengan  toda  pacificación  é  concordia  sin  que  ninguno  tome 
ni  ocupe  por  fuerza  ó  por  su  autoridad  lo  que  el  otro  posee  en 
cualquier  manera  que  lo  tenga  é  posea^  de  mas  de  que  entre  vues- 
tras señorías  está  capitulado  é  asentado  agora  nuevamente  por 


00  COLECOOy  DK  üOCüHESTOñ 

paz  é  concordia  qae  cada  ono  se  esté  en  lo  qae  se  está  hasta  tanto 
que  ñíi  rnaff.  le:*  í^nvia  a  partir -jiiá  límites  é  dé  á  cada  uno  lo  que 
le  perteriezr-a  que  eeí  conforme  ;í  lo  qae  áu  mag.  manda  por  la  di- 
i:\iH  proví.-^íon,  *in  quitar  ni  poner  ni  exceder  un  punto  lo  uno  de 
lo  otro,  é  no  ne  eni^aúe  vueTítra  Teáoría  é  mercedes  en  pensar  que 
c.i  nueva  proví^ííon  píira  lo  cíipitulado  é  que  por  ello  se  esioien  do 
la  feé  é  pleito  homenaje  que  tienen  hecho  de  guardar  las  paces  é 
capítuloáque  tienen  juradoá  ¿prometidos  porque  el  tal  no  recibe 
ni  lia  de  recibir  cautela  alguna  ni  dalle  nuevo  entendimiento  salvo 
cumplirlo  á  la  letra  como  caballeros  hijosdalgo  que  á  ello    son 
obligados,  mayormente  que  se  debe  tener  consideración  é  mucho 
miramiento  a  que  el  dicho  mi  parte  en  servicio  de  Dios  Nuestro 
Señor  é  de  su  mag.  hados  anos  que  fué  á  descubrir  setecientas 
leguas  de  tierra  que  ha  descubierto  á  su  costa  é  mission,  donde 
gastó  é  dio  en  remuneración  de  los  trabajos  á  los  que  en  su  com- 
pafíia  llevó  mas  de  doscientos  mil  pesos  é  veniendo  á  su  noticia 
la  necesidad  en  que  estaban  los  españoles  que  estaban  cercados 
en  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  vino  con  la  mayor  presteza  que  pudo 
fi  los  socorrer  é  descercar  como  lo  hizo  echando  al  cacique  suyo  ó 
toda  su  hueste  de  la  tierra  é  haciendo  é  atrayendo  á  todos  los  in- 
dios que  viniesen  á  ser\'ir  á  los  españoles  é  de  paz,  demás  de  dejra 
pacificado  é  debajo  del  señorio  de  su  mag.  todos  los  caciques  é 
indios  que  habia  en  las  dichas  setecientas  leguas  que  con  esto  ó 
hasta  cien  leguas  desta  parte  del  Cuzco  donde  agora  está,  en  tal 
manera  que  un  español  solo  se  va  é  viene  por  los  dichos  caminos 
sin  tener  ningún  contraste  de  los  indios  que  de  antes  estaban  de 
guerra,  de  manera  que  justa  é  claramente  se  puede  decir  que  el 
dicho  mi  parte  ganó  é  conquistó  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  des- 
pués de  estar  perdida  toda  la  tierra  y  ella  alzada  tanto  tiempo  é  así 
por  estas  obras  como  porque  la  voluntad  de  su  mag.  es  que  cada 
uno  se  esté  en  lo  que  tiene,  vtra.  señoría  é  mercedes  no  debrian  do 
ir  ni  aun  pasalles  por  el  pensamiento  contra  lo  que  su  mag.  manda 
|)or  su  real  provisión,  y  asi  lo  requiero  en  el  dicho  nombre  una 
é  dos  é  tres  veces  é  tantas  cuantas  do  derecho  debo  é  puedo  ó 
guarden  é  cumplan  la  dicha  provisión  de  su  mag.  no  yendo  ni 
viniendo  contra  ella  ni  contra  alguna  cosa  ni  parlo  della  dándole 
nuevos  entendimientos  sino  entendiéndola  al  pie  de  la  letra  é  te- 


ALMAGRO  Y   SUS  COMPANEROS  61 

niendo  aquella  paz  é  concordia  é  conformidad  que  su  mag.  man- 
da tomando  por  remedio  el  que  algo  se  sintiere  agraviado  ir  ante 
SQ-mag.   para  que  le  desagravie  conforme  á  su  mandamiento 
deshaciendo  é  derramando  sus  gentes  de  guerra  que  consigo  tie- 
üe  en  la  conquista  é  pacificación  desta  tierra  como  lo  ha  hecho 
é  puesto  por  obra  el  dicho  mi  parte  é  lo  hará  de  aquí  en  adelante 
conforme  á  lo  asentado  é  capitulado  entre  vuestras  señorías  6  si  asi 
loficiere  hará  bien  é  lo  que  es  obligado  á  vtra.  señoría  é  mercedes 
en  cumplimiento  de  la  provisión  real  de  su  mag.  é  de  los  capítu- 
los  que  están  asentados  é  jurados;  donde  no,  protesto  en  el  dicho 
nombre  que  todos  los  daños  é  pérdidas  que  vinieren  é  la  real  ha- 
cienda de  su  mag.  é  muertes  de  hombres  é   robos  é  todos  los 
otros  daños  é  pérdidas  que  sobre  ello  se  recrecieren  será  á  cargo 
é  culpa  de  vtra.  señoría  é  mercedes  é  no  del  dicho  mi  parte  ó  de 
como  lo  digo  é  requiero  pido  al  presente  escribano  me  lo  dé  por 
testimonio  é  á  los  presentes  ruego  que  dello  sean  testigos. — Juan 
Rodríguez  Barragan. 

Este  es  un  traslado  bien  é  fielmente  sacado  de  una  carta  é  pro- 
Vision  de  su  mag.  por  la  cual  parece  su  mag.  haber  hecho  mer- 
ced de  su  gobernador  é  capitán  general  del  nuevo  reino  de  Toledo 
al  Adelantado  don  Diego  de  Almagro,  su  tenor  de  la  cual  es  este 

que  so  sigue. 

(Es  la  capitulación  celebrada  con  Almagro  y  publicada  en  la 
pñg.  224  del  tomo  anterior). 

El  cual  dicho  traslado  fué  sacado  de  la  dicha  provisión  de  su 
mag.  é  por  Baltasar  Rodríguez  de  Megia,  escribano  de  su  mag. 
corregida  é  enmendada  en  el  valle  de  Chincha  a  ocho  dias  del 
mes  de  Diciembre  del  año  del  nacimiento  de  Nuestro  Salvador 
Jesucristo  de  mil  é  quinientos  é  treinta  é  siete  años:  testigos  que 
fueron  presentes  al  corregir  é  enmendar  este  dicho  traslado  con 
p1  original,  Juan  Rodríguez  Barragan  é  Juan  Morcillo,  escribano 
(lesumag.,  é  Cristóbal  de  Burgos,  en  cuyo  testimonio  puse  aquí 
Cate  mió  signo  é  firma  que  es  a  tal  en  testimonio  de  verdad. — Bal 
iam  Rodríguez  Mexia^  escribano  do  su  Magestad. 

(Insértase  aquí  el  acta  del  recibimiento  de  Almagro  por  el  Ca- 
bildo del  Cuzco,  publicado  en  la  pag.  398  del  tomo  anterior) 


62  COLECaON  DE  DOCUMENTOS 

En  el  pueblo  que  dicen  Limacarca  á  siete  dias  del  mes  de  Di- 
ciembre de  mil  e  quinientos  é  treinta  é  siete  años,  en  presencia  de 
mí  Alonso  do  Silva,  escribano  de  su  mag.  ó  de  los  testigos  de  yuso 
escritos  el  muy  magnifico  señor  el  adelantado  é  gobernador  don 
Diego  de  Almagro  dijo  que  por  cuanto  él  asentó  é  capituló  con  el 
señor  gobernador  don  Francisco  Pizarro  entre  otras  cosas  que 
dentro  de  cierto  tiempo  contenido  en  la  escritura  de  capitulación 
desharían  su  gente  é  gente  é  capitanes  é  para  que  conste  que  él 
ha  cumplido  é  cumple  esto  en  el  término  que  es  obligado  pidió  á 
mí  el  dicho  escribano  le  dé  por  feé  é  testimonio  lo  susodicho;  por 
ende  yo  el  dicho  escribano  doy  feé  é  testimonio  como  el  dicho 
señor  gobernador  don  Diego  de  Almagro  ha  enviado  é  deshecho 
deste  su  real  un  capitán  con  cierta  gente  a  entender  en  cosas  que 
convienen  a  la  pacificación  desta  tierra  é  gobernación,  á  lo  cual 
fueron  testigos  Juan  de  Saavedra  é  Juan  de  Garba  jal  é  el  bachiller 
Enriquez.  E  yo,  el  dicho  Alonso  de  Silva,  escribano  de  su  mag. 
susodicho  fice  aquí  este  mió  signo  a  tal  en  testimonio  de  verdad. 
— Alonso  de  Silva. 

Asi  presentado  todo  lo  susodicho  en  la  dicha  forma,  fué  todo 
leido  ó  notificado  de  berbo  ad  berbum  por  mí  el  dicho  Baltasar 
Rodríguez  de  Mexia,  escribano  de  sus  Magcstades,  al  dicho  señor 
gobernador  é  a  los  demos  de  suso  declarados  en  la  forma  susodi- 
cha, siendo  presente  el  dicho  Juan  Morcillo,  escribano  de  su 
mag.,  a  todo  lo  cual  el  señor  gobernador  dijo  que  lo  oia  é  que  res- 
ponderá é  que  onvianí  la  respuesta  en  tiempo  é  lugar,  é  mandó 
al  dicho  Juan  Rodríguez,  procurador  é  a  mí  el  dicho  Baltasar  Ro- 
dríguez de  Mexia,  escribano,  nos  vamos  é  no  le  aguardamos  por- 
que como  dicho  tiene  él  la  enviará  en  su  tiempo  é  lugar,  todo  lo 
cual  el  dicho  Juan  Rodríguez  pidió  por  testimonio  en  presencia 
de  los  susodichos. — Baltasar  Uodriyuez  de  Mcxta,  escribano  de  su 
mag. — Juan  Morrillo,  escribano  de  su  mag. 

E  leido  é  notificado  todo  lo  susodicho  do  suso  declarado  el  dicho 
Juan  Rodríguez  Barragan  en  el  dicho  nombre  pidió  é  requirió  al 
señor  gobernador  don  Francisco  Pizarro  mande  traer  ante  sí  la 
provisión  original  contenida  en  el  dicho  requerimiento,  que  es  la 
que  al  señor  gobernador  don  Dio;;o  de  Almagro  su  parle  le  fué 
notificada  por  los  dichos  Juan  Enriquez  é  Eugenio  de  Moscoso  ó 


ALMAGRO   Y   SUS   COMPANEROS  63 

Montoya  en  su  nombre  para  que  so  la  notifique  é  la  guarde  é  cum- 
pla como  su  mag.  lo  manda  é  no  pase  adelante  donde  está,  por 
ninguna  via,  por  cuanto  el  señor  gobernador  don  Diego  de  Alma- 
gro la  tiene  cumplida  é  obedecida  ó  pidiólo  por  testimonio  en 
presencia  de  los  susodichos,  el  cual  dijo  quel  la  envió  al  señor 
gobernador  don  Diego  de  Almagro  é  que  él  la  dá  por  leida  é  noti  - 
ficada  según  é  como  en  ella  so  contiene  é  que  él  la  ha  cumplido,  ó 
mandó  se  parta  el  dicho  Juan  Rodríguez  según  dicho  tiene,  á 
lodo  lo  cual  dijo  que  enviará  su  respuesta:  testigos  los  dichos; 
lodo  lo  cual  pidió  por  testimonio  el  dicho  Juan  Rodríguez  Barra- 
gan é  se  partió  dende  a  poco  sin  la  dicha  respuesta  en  presencia 
del  caballero  Juan  Enriquez  é  de  Juan  Morcillo,  escribano  de  su 
mti§''~Ba/tasar  Rodríguez  de  Mexia^  escribano  de  su  mag. 

Eyo,  Baltasar  Rodríguez  de  Mexia,  escribano  de  su  sacra  cesa- 
rea  é  católica  Mag.  presente  fuy  á  todo  lo  que  dicho  es  en  uno 
ceñios  dichos  testigos  é  según  que  ante  mí  pasó  bien  ó  fielmente 
saqué  este  dicho  traslado  del  dicho  oríginal  que  está  en  mi  poder, 
estando  presente  al  ver  corregir  é  enmendar  todo  lo  susodicho 
con  el  dicho  original  el  tesorero  Manuel  del  Espinal  y  el  comen- 
dador Cristóbal  de  Vega  é  Antonio  Hurtado  en  la  ciudad  del 
Cuzco  dos  dias  del  mos  de  Setiembre  de  mil  é  quinientos  é  treinta 
éocho  años  é  por  ende,  do  pedimento  de  la  parte  del  gobernador 
don  Diego  de  Almagro,  di  todo  lo  susodicho  en  pública  forma,  sa- 
endoen  estas  seis  hojas  do  papel  con  esta  en  que  va  mi  signo,  en 
feéde  lo  cual  puse  aquí  este  mió  signo  é  firma  que  es  a  tal  en  tes- 
timonio de  verdad. — Baltasar  RodrÍQuez  Mexia,  escribano  de  su 
Mag. 

Eyo  Hernando  de  Sosa,  escribano  de  su  Mag.  doy  feo  é  verda- 
dero testimonio  que  todos  los  autos  y  procesos  en  estos  dos  pliegos 
de  papel  se  trasladaron  bien  ó  fielmente  de  un  testimonio  que 
pasó  ante  Baltasar  Rodríguez  do  Mexia,  escribano  de  su  Mag.  al 
cual  yo  conozco  a  cuyas  escrituras  auténticas  so  da  feé  en  juicio 
é  fuera  del,  el  cual  so  corrigió  é  sacó  en  la  ciudad  del  Cuzco  9  dias 
del  mes  de  Diciembre  do  1538,  en  presencia  de  Francisco  Peña  é 
de  Francisco  Hernández  é  del  tesorero  Manuel  de  Espinal  é  del 
comendador  Cristóbal  de  Vega.  En  feé  de  lo  cual  fice  aquí  mi 
signo  á  tal  en  testimonio  de  verdad. — Hernando  de  Sosa,  escribano. 


^T 


C4  C0LECa05  hE  IiCCnfE5T0S 


21  4rf  Xóiita¿c*  <i*  1ST7. 

XVJI. — Capítulos  de  nKeuimierdo partadoi  entre  Pizarra  y  Almagro, 
y  otras  inr  idear  ios  refalivoi  á  la  vüstna  materia. 

t^Pub.  ea  la  Guerra  de  las  Salimos^  P^^  23>37.) 

Id  Dei  nomine  Amen. — Sepan  cuantos  esta  carta  vieren,  cómo 
nos  el  Adelantado  don  Francisco  Pizarro,  Gobernador  de  esta 
Nueva  Castilla  por  S.  M.,  por  mú  de  la  una  parte,  é  nos  el  conta- 
dor Juan  de  Guzman,  y  el  licenciado  Francisco  de  Prado,  y  el 
alcalde  Diego  Nuñez  de  Mercado,  en  voz  y  en  nombre  del  Gober- 
nador don  Diego  de  Almagro,  por  virtud  del  poder  que  de  él  te- 
nemos, decimos:  que  por  cuanto  entre  mí  el  Gobernador  Pizarro 
é  el  Adelantado  Almagro  ha  habido  y  se  esperan  haber  muy  gran- 
des debates,  é  contiendas,  é  diferencias,  sobre  la  división  y  par- 
tición de  los  límites  de  las  gobernaciones  que  por  S.  M.  tenemos, 
é  sobre  otras  cosas  á  ello  tocantes,  en  tanto  grado  que  estaban  en 
tiempo  de  rompimientos,  de  que  Dios  nuestro  Señor  y  S.  M.  fue- 
ran muy  deser^•ido3,  é  la  tierra  y  españoles  é  naturales  recibieran 
muy  gran  daño,  alteración  é  desasosiego,  é  para  excusar  los  in- 
convenientes é  daños,  é  dar  orden  en  la  paz.  tranquilidod  y  so- 
siego general  é  particular,  después  de  nos  haber  juntado  é  plati- 
cado sobre  ello,  é  por  medio  y  entrevenimienlo  de  fray  Juan  de 
Olías,  vicario  provincial  de  la  Orden  de  Señor  Sanio  Domingo,  ó 
de  los  capitanes  Alonso  de  Alvarado,  Hernán  Ponce  de  León, 
Francisco  de  Godoy,  é  de  algunos  otros  caballeros  que  en  ello  in- 
tervinieron, é  platicado  é  comunicado  en  la  orden  que  para  la 
paz  se  debe  tener,  el  Gobernador  don  Francisco  Pizarro,  junta- 
mente con  nos  el  licenciado  Francisco  de  Prado  é  contador  Juan 
de  Guzman,  ó  alcalde  Diego  Nuñez  de  Mercado,  por  últimos  é  me- 
jores medios  é  mas  llegados  al  servicio  de  Nuestro  Señor  é  de  S. 
M.,  é  bien  é  provecho  de  la  tierra  é  naturales  de  ella,  acordamos 
do  asentar  los  capítulos  que  de  yuro  irán  declarados. 

Su  tenor  dellos  é  del  poder  es  este  que  se  sigue: 


ALIIAGBO   Y   SUS  COMPAí^EBOS 


65 


in  cuantos  esta  cmii  M^ycen,  cómo  el  Adelantado  don  Diego 
Almagro,  üoberriador  é  capitán  general  del  nuevo  Toledo  por 
.IL,  digo:  que  por  cuanto  entre  el  Gobernador  don  Francisco 
»rro  ¿  mí  está  tomado  cierto  asiento  é  capitulación  concer- 
nientes para  evitar  ludas  diferencias  é  discordias  que  entre  noso- 
m  ha  habido,  sobre  la  división  y  partición  de  los  límites  de 
alrambas  gobernaciones,  según  que  mas  largamente  en  el  asien- 
é  capitulación  se  contiene;  por  ende,  para  que  los  capítulos  é 
ú  ellos  replicado  é  asentado  tengan  efecto,  otorgo  é  conozco  que 
ioylodo  mi  poder  cumplido,  según  que  mejor  puedo  é  debe  va- 
f,  á  vos  el  contador  Juan  de  Guzman,  é  Diego  Nuñez  de  Merca- 
0,  yel  licenciado  Prado,  todos  tres  juntamente,  especial  y  ex- 
presamente, para  que  por  mí  ven  mi  nombre,  é  como  yo  mesmo, 
odais  otorgar  é  otorguéis  cualesquier  escrituras  que  convengan 
!  seíin  necesarias.,  pam  la  firmeza  é  validación  de  lo  que  se  asen- 
ire  entre  el  Gobernador  don  Francisco  Pizarro  é  mí,  por  los  ca- 
pítulos é  por  lo  ü  ellos  concedido  é  concluido,   con  todas  las 
rr  '  Ormezas,  vínculos,  penas,  posturas,  é  sumisiones  é  obli- 

go de  mi  persona  é  bienes,  que  bien  visto  vos  fuere,  é  por 
ipo  é  plazos  que  conviniere;  ca  otorgándolas  vosotros  yo  las 
otorgo  y  be  por  otorgadas,  é  me  he  por  obligado  é  sometido  á 
illas,  con  el  mesmo  poder  que  para  lo  susodicho  tengo  é  vos  le 
íoy  con  sus  incidencias  ó  dependencias,  anexidades  y  conexida- 
des, evos  relieve  en  forma  de  derecho,  é  obligo  mi  persona  ó  bie- 
\  de  haber  por  ürme  este  poder  agora  ó  para  siempre  jamas,  el 
otorgo  en  la  ciudad  de  Almagro  a  veinte  é  tres  dias  del  mes 
I  mbrede  mil  quinientos  ó  treinta  ó  siete  años. — Testigos, 
,_.   _L  Herrada,  é  Noguerol  de  .Ulloa,  é  Francisco  de  Salinas. 
Eáte  es  el  poder  que  dio  el  Adelantado  á  Juan  de  Guzman^  é  al 
filcftide  Diego  Nuñez  de  Mercado,  ó  al  licenciado  Prado,  Los  capí- 
¡}u]os  6on  los  siguientes: 
Prioseramenle,  que  el  señor  Gobernador  don  Diego  de  Almagro, 
ümto  é  hasta  que  S.  M.  parezca  que  manda  otra  cosa,  se  esté 
id  pueblo  de  Zangalla,  dejando  allí  las  personas  que  pareciere 
Koilai  qtie  serán  las  que  adelante  serán  declaradas. 

ítem,  que  el  señor  Gobernador  don  Francisco  Pizarro  tiene 
por  bien  de  dar,  é  que  dará,  el  navio  que  el  señor  Gobernador 


66   •  COLECCIÓN  DB  DOCUMENTOS 

don  Diego  de  Almagro  pide  para  que  en  él  pueda  escribir  á  S.  M.^ 
é  hacer  la  relación  de  lo  que  convenga  á  su  Real  servicio,  bien 
marinado  y  de  manera  que  esté  para  navegar,  é  lo  entregará  é 
mandará  entregar  á  la  persona  que  el  señor  Gobernador  don  Die- 
go de  Almagro  quisiere  que  se  entregue,  dentro  de  diez  dias  de 
la  fecha  de  ésta,  para  que  lo  suban  la  costa  arriba  al  puerto  de 
Zangalla;  con  tanto  que  á  los  marineros  se  les  paguen  sus  fletes, 
lo  que  justamente  debieren  haber,  por  manera  que  haya  efecto  el 
entrego  del  dicho  navio  de  la  manera  susodicha  para  que  haga 
el  dicho  viaje. 

Asimismo,  que  hasta  tanto  que  S.  M.  otra  cosa  provea,  se  esté 
é  tenga  la  ciudad  del  Cuzco  el  dicho  señor  Gobernador  don  Diego 
de  Almagro,  de  la  forma  é  manera  que  agora  está,  ó  haya  decla- 
ración de  juez  ó  persona  que  poder  tenga  para  ello  de  S.  M. 

Otrosí,  que  en  tanto  que  S.  M.  otra  cosa  manda  proveer  ó  de- 
clarar, no  se  entremeterá  el  señor  Gobernador  don  Diego  de  Al- 
magro en  quitar  ni  impedir  el  servicio  de  los  indios  repartidos  á 
los  vecinos  de  la  ciudad  de  Los  Reyes,  é  los  dejará  como  hasta 
aquí  han  estado,  libre  é  desembargadamente,  con  tanto  que  la 
gente  que  quedare  en  el  dicho  pueblo  de  Zangalla  pueda  tomar 
los  bastimentos  que  fueren  menester  en  los  indios  comarcanos, 
sin  les  tomar  otra  cosa,  ni  impedir  el  servicio  que  han  de  hacer 
á  sus  amos,  ni  hacerles  otros  daños  á  los  indios  ni  extorsiones 
algunas. 

ítem,  que  hasta  tanto  que  S.  M.  parezca  mandar  otra  cosa  cerca 
de  las  gobernaciones,  que  conquiste  cada  uno  de  nosotros  de  lo 
que  le  toca,  de  lo  que  quedare  en  adelante,  sin  impedirlos  dichos 
repartimientos  de  la  ciudad  de  Los  Reyes,  como  dicho  es;  que  se 
entiende  del  dicho  asiento  é  valle  de  Zangalla  adelante,  hacia  la 
parte  de  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  y  la  tierra  dentro. 

Otrosí,  que  por  cuanto  los  señores  capitanes  Hernán  Ponce  de 
León,  Francisco  de  Godoy,  por  virtud  de  cierta  herencia  que  les 
fué  dada  por  el  señor  Gobernador  don  Diego  de  Almagro,  asenta- 
ron é  pidieron  al  señor  Gobernador  don  Francisco  Pizarro  dos  ca- 
pítulos, que  son  los  siguientes.  ^ 

1  Los  dos  capítulos  que  siguen  no  parece  que  se  refieran  á  tal  cosa;  ¿es  quo  falta  algo 
en  el  original?  (Nota  del  texto  publicado.) 


ALMAGRO  Y  SUS   COMPANEROS 


67 


las  que  el  señor  Gobernador  dijo  á  nos  el  capitán  Fran- 
'déGodoy,  é  Hernán  Ponce  de  León,  é  traemos  de  creencia 
,  qüB  por  evitar  el  rompimiento  de  gentes  que  hay  entre  él  é  el 
lor  Gobernador  don  Francisco  Pizarro^  é  por  servirás.  M.,  é 
arel  bien  de  paz  é  sosiego  de  la  tierra,  que  diz,  que  no  embar- 
i^nlií  que  está  poblado  en  Chincha  é  fechos  alcaldes  é  regidores, 
ajo  de  un  auto  que  hizo  al  tierapo  de  la  fundación  del  dicho 
ueWo,  que  pareciéndole  cosa  mas  conveniente  poner  el  pueblo 
1  fitra  cualquier  parte,  que  por  evitar  lo  susodicho  lo  pasará  á 
agalla,  é  allí  lo  volverá  á  fundar  de  la  manera  que  lo  tenia  en 
bincha. 

Otrosí,  que  en  el  dicho  pueblo  ha  de  dejar  cuarenta  hombres, 
on  9U  teniente  de  Gobernador,  para  hacerle  saber,  adonde  quie- 
que  estoviere,  é  enviarle  los  despachos  que  S-  M.  le  enviare,  ó 
i  tenida  del  señor  Obispo,  ó  otra  caalquier  cosa  que  le  conven- 

Elo  firmaron- — Franchco  de  Godoy. — llernan  Ponce. 

Alo  que  el  dicho  don  Francisco  Pizarro  respondió  lo  siguiente: 

El  dicho  señor  Gobernador  don  Francisco  Pizarro  dijo,  que  por 

bie»  do  paz,  é  servir  á  S,  M.  y  estorbar  muertes  de  hombres  y  es- 

odalos  que  se  podían  seguir,  si  viniese  en  rompimiento  con  el 

Scho  señor  Gobernador  é  Adelantado,  é  con  sus  gentes,  dejando 

derecho  á  salvo,  y  no  obstante  que  su  justicia  está  conocida 

or  haber  conquistado  este  reino,   en  tanto  que  parezca  S>  M. 

andar  otra  cosa  ó  declarar  lo  que  cada  uno  debe  tener  en  go- 

beroacíoo,  ó  viene  la  declaración  de  los  pilotos  en  qué  grado  está 

¡rio  de  Santiago,  é  se  hace  la  declaración  de  los  límites,  que 

lüene  por  bien,  guardando  el  dicho  Adelantado  lo  contenido  en 

[lo*  dichos  capítulos,  de  guardar  é  cumplir  y  estar  por  lo  que  los 

[dichos  señores  capitanes  Hernán  Ponce  é  Francisco  de  Godoy 

lieneü  firmado,  por  la  creencia  que  truxeron  del  dicho  señor 

[Adelantado  en  los  dichos  capítulos  de  arriba;  y  el  dicho  señor 

[Oobísrnador  lo  firmó  de  su  nombre. — Francisco  Pizarra. 

Otrosí,  porque  la  paz  é  seguridad  de  entrambas  partes  sea  mas 

[iCierttt  y  baya  efeto,  é  para  mayor  firmeza  de  lo  suso  contenido, 

[tpie  yo  el  dicho  gobernador  don  Francisco  Pizarro  y  el  dicho 

Idelaalado  don  Diego  de  Almagro,  dentro  de  veinte  dias  prime- 

íü§  siguientes  de  la  fecha  de  este  contrato,  cada  uno  de  nos  des- 


68  GOLECaON  BE  DOCUMENTOS 

haga  su  ejército,  que  consigo  tiene,  de  donde  al  presente  están, 
enviándolos  y  repartiéndolos  por  aquellas  partes  é  lugares  que 
mas  al  servicio  de  S.  M.  é  pacificación  de  la  tierra  convengan;  y 
en  ello  se  tenga  esta  orden,  que  el  dicho  señor  Grobemador  don 
Diego  de  Almagro  se  retire  dentro  de  seis  dias  y  se  vaya  al  pue- 
blo é  valle  de  Zangalla,  é  de  allí  no  vuelva  hacia  el  dicho  valle  de 
Chincha,  los  cuales  dichos  seis  dias  se  cuenten  en  los  veinte;  é 
que  el  dicho  señor  don  Francisco  Pizarro  esté  en  este  asiento  é 
valle  en  que  agora  esta,  los  dichos  seis  dias,  é  que  después,  si  le 
pareciere  é  quisiere,  pueda  ir  al  asiento  é  valle  de  Chincha  con 
su  gente,  adonde  agora  está  el  dicho  señor  Adelantado  don  Diego 
de  Almagro,  é  que  de  allí  no  pase  hasta  tanto  que  haya  deshecho 
el  dicho  BU  ejército,  é  sean  cumplidos  los  dichos  veinte  dias;  é  si 
quisiere  irse  de  allí  hacia  la  sierra,  á  entender  en  lo  que  conviene 
á  la  pacificación  de  la  tierra  ó  en  otra  cosa  que  le  convenga» 
ansí  lo  haga,  con  tanto  que  no  vaya  el  dicho  su  ejército  como 
dicho  os. 

Por  ende,  para  guardar  é  cumplir  los  capítulos  de  suso  conte- 
nidos, é  cada  uno  dellos,  é  para  que  no  iremos  ni  vernemos  contra 
ellos,  por  manera  ni  forma  alguna,  agora  ni  en  tiempo  alguno, 
hasta  tanto  que  la  dicha  partición  é  declaración  de  límites  se 
haga,  ó  venga  otro  mandado  ó  declaración  de  S.  M.,  é  no  embar- 
gante de  qualquier  sentencia  arbitraria  que  el  señor  provincial 
fray  Francisco  de  Bobadilla  haya  dado  é  pronunciado,  decimos 
nos  ambas  las  dichas  partes,  por  lo  que  á  cada  uno  de  nos  toca  é 
atañe,  que  ponemos,  yo  el  dicho  Gobernador  don  Francisco' Pi- 
zarro, por  mí,  é  nos  los  dichos  contador  Juan  de  Guzman,  é 
licenciado  Prado,  é  alcalde  Diego  Nuñez  de  Mercado,  en  nombre 
del  dicho  señor  Gobernador  don  Diego  de  Almagro,  pena  de  dos- 
cientos mil  castellanos,  la  mitad  para  la  Cámara  é  fisco  de  S.  M. 
y  la  otra  mitad  para  la  parte  obediente;  é  demás  dosto,  yo  el 
dicho  Gobernador  don  Francisco  Piznrro  pongo  sobre  mí  pena 
de  perdimiento  de  mi  gobernación,  é  nos  lus  susodichos  la  pone- 
mo:?  asimismo  sobre  el  dicho  señor  Adelantado,  por  virtud  del 
dicho  poder,  si  lo  contrario  hiciéremos,  É  desde  agora  para  en- 
tonces, y  desde  entonces  para  agora,  renunciamos  en  manos  é 
poder  de  S.  M.  el  derecho  que  á  ellas  tenemos,  para  que  nos  las 


ALMAGRO  Y   SUS   C0MPA3ÍHR0S 


69 


liten  é  provean  de  ellas  á  quien  fuere  servido,  como  si  hobié- 
los  cometido  algun  delito  por  do  mereciésemos  perdellus,  é 
queremos  que  sea  aqueste,  é  de  tal  fuerza  é  vigor,  quo  desde 
Jora  nos  damos  por  condonados  en  ellas,  lo  contrario  haciendo. 
OLmlocual,  yo  el  dicho  Gobernador  obligo  mi  persona  ó  bienes, 
[nos  los  susodichos  la  persona  y  bienes  de!  dicho  señor  Goberna- 
jlordon  Diego  de  Almagro,  por  virtud  del  dicho  poder,  habidos  é 
or  haber;  é  damos  poder  á  las  justicias  de  S.  M,,  de  cualquier 
(irro  é  jurisdicción  que  sean,  para  que  así  nos  lo  hagan  tener, 
Eiaalener  é  cumplir  por  vía  ejecutiva,  ó  en  otra  cualquier  mane- 
ii  bien  así  como  si  fuese  juzgado  é  sentenciado  por  juez  com- 
jfeletite,  é  fuese  por  él  dada  sentencia  definitiva,  é  fuese  por  nos 
dichas  partes  consentida  ó  pasada  en  cosa  juzgada;  sobre  lo 
^ual  renunciamos,  é  partimos,  é  quitamos  de  nos,  é  de  nuestro 
livor,  é  ayuda,  é  defensión,  todas  é  cualesquier  leyes,  é  fueros,  é 
derechos  de  que  en  este  caso  nos  podemos  ayudar  ó  aprovechar, 
b  especial  la  ley  é  los  derechos  en  que  diz  que  general  renun- 
ciación fecha  de  leyes  non  vala.  E  debajo  de  la  dicha  obligación, 
pos  los  dichos  contador  Juan  de  Guzman,  é  alcalde  Diego  Nuñez 
íe  Mercado,  y  el  licenciado  Francisco  de  Prado,  decimos,  que  el 
jlicbo^ñor  Adelantado  don  Diego  de  Almago  se  ratificará  é  hará 
itiricacion  de  esta  dicha  escritura  ó  de  todos  los  capítulos  en 
Illa  contenidos,  la  cual  nos  ambas  las  dichas  partes  otorgamos 
Intflel  escribano  ó  testigos  yuso  escriptos;  que  es  fecha  é  otorga- 
da en  un  tambo  que  está  en  el  rio  de  Lunaguana,  en  la  costa  do  la 
íar,  en  veinte  é  cuatro  días  del  raes  de  Noviembre,  año  de  mil 
líos  é  treinta  é  siete  años. — Testigos  que  fueron  presen- 
^fior  Gonzalo  Pizarro,  y  el  capitán  Diego  de  Urbina,  y  el 
jílan  Gómez  de  León,  é  Cristóbal  de  Burgos,  ésu  Señoría  é  los 
5ko9  señores  lo  firmaron  en  el  registro. — Gonzalo  Pizarro, — 
fiian  de  Guzman. — El  alcalde  Diego  Nuhez  de  Mercado. — El  licen- 
ciado Prado. 


--^♦^^tHW»  ^^^^H 


70  COLECCIÓN  BB  BOCmCENTOS 


7  de  Diciembre  de  1537 

XVIII. — Poder  otorgado  por  el  adelantado  don  Diego  de  Almagro  d 
favor  de  Diego  Nuñez  de  Mercado. 

(Archivo  de  Indias,  144-1-12.) 

Sepan  quantos  esta  carta  de  poder  vieren  cómo  yo  el  adelan- 
tado don  Diego  de  Almagro,  governador  y  capitán  general  de  la 
nueva  provincia  y  Reyno  de  Toledo  por  S.  M.,  otorgo  y  conozco 
por  esta  carta  que  doy  y  otorgo  todo  mi  poder  cumplido  libre  y 
llenero  y  bastante  segund  que  yo  lo  he  y  tengo  y  de  derecho 
mas  puede  y  debe  valer  al  Alcayde  Diego  Nuñez  de  Mercado  que 
soys  presente  especialmente  para  que  por  mí  y  en  mi  nombre 
y  como  yo  mismo  y  para  mí  mismo  podáis  tomar  y  tomeys  L 
vuestro  cargo  y  en  vuestro  poder,  los  maravedís,  ducados  y  pe- 
sos de  oro  que  yo  tengo  en  Castilla  y  Reynos  de  España,  ansi  de 
juros  y  otras  qualesquier  rentas,  como  en  dinero  y  oro  y  plata, 
ansi  las  que  allí  tengo  como  las  que  embiare  á  comprar  y  los  di- 
neros y  oro  y  plata  y  joyas,  perlas,  piedras  y  ropas  y  otras  cosas 
que  embiase  de  acá  á  España,  y  lo  procedido  de  los  dichos  juros 
y  rentas  y  lo  demás  las  despendays  y  gasteys  ansi  en  la  admi- 
nistración y  substentacion  de  don  Diego  de  Almagro,  mi  hijo,  al 
qual  vos  doy  en  administración  y  governacion  y  le  mando  que 
esté  debajo  della  ansy  de  presente  como  después  de  yo  fallecido  has- 
ta que  haya  hedad  cumplida  ó  sea  casado,  como  que  los  negocios 
y  despachos  y  capitulaciones  y  otras  cosas  que  conterná  este  po- 
der que  son  a  vuestro  cargo,  y  tomar  quenta  á  todas  las  personas 
que  tienen  ó  tubieren  las  dichas  rentas  y  juros  y  lo  dellas  proce- 
dido y  los  dichos  pesos  y  oro  y  plata  y  joyas  y  perlas  y  piedras 
preciosas  y  otras  cosas  qualesquier  que  yo  destos  Reynos  embia- 
se ó  allá  tubiese  ó  en  Tierra  firme  y  hacer  el  cargo  y  alcances  de 
las  tales  quentas  y  recibirlo  en  vuestro  poder  y  dar  la  carta  ó 
cartas  de  pagos  de  todo  ello  bastante  como  si  yo  mismo  las  otor- 
gase, ansi  de  lo  susodicho  como  de  todo  lo  demás  que  se  me  debe 
que  quiero  que  por  mí  podáis  cobrar  y  cobréis,  ansi  por  escripto 


ALMAGRO  Y   SUS   COMPAÑEROS 


71 


contrato  como  sin  ellos  é  por  qualquier  forma  que  soa  con  lanto 
[m  sea  ia  persona  de  Joan  de  Espinosa,  mi  criado^  no  le  pidays 
dicha  cuenta,  salvo  á  los  que  hubiere  puesto  y  dejado  en  su  lu- 
jar y  en  mi  nombre  á  los  cuales  les  podays  tomar  las  dichas  ouen- 
is  on  pago  de  lo  que  hubiese  recibido  de  mis  rentas  y  haciendas 
otras  cosas  qualosquier  y  dar  las  carias  de  pago  y  bastantes 
^omo  dicho  es.  Otro  sí,  para  que  por  mí  y  en  mi  nombre  ó  para 
li  mismo  podays  pedirá  Su  Mageslady  a  Nuestro  Señor  muy  San- 
Padre^  y  á  otra  qualesquier  persona  perlados  y  personas  par- 
¡calares  y  generales  qualquier  gracias,  mercedes  que  rae  sean 
¡provechosas  y  me  convengan,  y  capitular  con  Su  Magestad  y  con 
as  señores  de  su  Real  Consejo,  y  con  los  dichos  perlados  y  par- 
iculares  personas,  qaatquier  capitulaciones  y  asientos,  ansí  de 
descubrimientos  y  governaciones  como  de  otras  qualquier  que 
^n  qualquier  manera  me  loquen  y  atañan  y  pertenezcan  y  me 
ean  provechosas,  úUles  y  necesarias,  y  para  que  ansi  capitulado 
ordenado  y  asentado  me  podays  obligar  y  obliguéis  a  cumpli- 
íienlo  dello  por  mi  persona  y  bienes  con  las  penas  y  posturas 
pinculos  y  sumisiones  y  renuneiaeiones  de  leyes  que  sean  nece- 
i^rias^  obligándome  á  vos  yo  desde  agora  para  entonces  y  de  en- 
luces para  agora  me  obligo  y  he  por  obligado  y  por  sometido 
í^llas;  é  otrosí^  para  que  podays  pedir  y  suplicar  á  S.  M.  me  con- 
^'^day  haga  merced  para  mí  y  para  mis  descendientes  desta  go- 
J]^i*iiacion  perpetuamente  y  por  los  sucesores  que  fuere  servido, 
Presentándole  mis  servicios,  gastos,  peligros  y  trabajos;  é  pedir 
suplicar  ansimismo  me  haga  merced  de  qualquier  título  de 
Lrques  ó  conde,  y  que  me  dé  vasallos  señalados  para  el  dicho 
^ulí),  y  estando  vinculado  á  mayorazgo  con  jurisdicción  civil  y 
^criminal,  alto,  bajo  merecimiento,  imperio,  y  sacar  los  títulos  é 
ivilejios  de  los  tales  mayorazgos  y  mercedes  de  poder  de  las 
-rsonas  y  oficiales  do  están;  declarar  y  hacer  las  solemnidades 
que  yo  fuese  obligado,  y  otrosí  podáis  entender  en  corte  y  fue- 
Pü  della  con  S.  M,  y  los  Señores  de  su  Consejo  y  con  otros  Se- 
ñores perlados,  consejos  y  Universidades  é  Iglesias  y  personas 
articulares  y  generales  en  todos  mis  negocios  y  causas  que  se 
me  ofreciesen  y  me  conviniesen  por  qualesquier  via  y  forma  y  ma- 
cera que  sea,  ansi  mercedes  como  de  otras  qualquier  que  me  lo- 


72  COLECCIÓN  DB  DOCUMENTOS 

quen  en  si  para  el  dicho  estado  y  títulos  como  para  todo  lo  demás 
que  me  toque  en  Indias  é  yslas  y  Tierra-firme  del  mar  Océano 
y  del  Sur,  como  en  España  ó  en  otras  partes  qualesquier;  y  otrosí 
que  si  Su  Magestad  quitase  los  juros  que  tengo  en  sus  Reinos  rea- 
les y  pagase  lo  que  por  ellos  di,  para  que  podáis  permutar  y  com- 
prar las  dichas  rentas  é  juros  en  tal  caso  y  otros  qualquier  que 
bien  visto  vos  sea^  que  sea  en  mas  ó  en  menos  cantidad  y  para 
que  ansi  mismo  los  pesos  de  oro  que  cobraredes  de  mis  deudas 
é  los  que  yo  de  acá  enviare^  ó  plata  ó  perlas  preciosas  y  otras 
qualesquier  cosas  las  podáis  comprar  de  rentas  para  mí,  ansi  de 
juros  como  de  otras  qualesquier,  é  vincularlos  en  el  Mayorazgo  que 
ansi  me  hiciese  Su  Magestad  merced  con  todas  las  fuerzas  y  fir- 
mezas requeridas,  el  qual  mayorazgo  se  ha  de  hacer  para  don 
Diego  de  Almagro  é  sus  hijos,  descendientes  lejítimos  y  otras  per- 
sonas é  consejo  de  Letrado  y  con  las  cláusulas  que  no  se  pierda 
por  los  casos  que  de  derecho  se  debe  perder,  ni  por  otro  alguno, 
salvo  que  siempre  subceda  en  los  descendientes  sucesivanentd 
conforme  á  la  dicha  comisión  y  institución,  las  quales  rentas  é 
juros  se  vinculen  juntamente  con  el  dicho  título,  en  tantos  vasallos 
y  señores  que  S.  M.  me  hiciese  merced  en  el  dicho  mayorazgo 
perpetuamente;  otrosí  para  que  podáis  por  via  de  ciencia  infor- 
mar á  Su  Magestad  y  á  los  Señores  de  su  muy  alto  consejo,  de  las 
cosas  sucedidas,  ansien  mi  jornada  como  de  rreformacion  y  redu- 
cimiento que  he  hecho  desta  tiorracomo  de  las  cosas  que  han  en  ella 
pasado,  ansi  con  el  governador  don  Francisco  Pizarro  como  con 
sus  hermanos  y  otras  qualquier  personas  y  podáis  pedir  justicias, 
jueces  dello  que  me  oonbengan  á  costa  de  culpados  ó  á  la  mia 
6  como  mejor  sea  necesario  y  Su  Magestad  lo  quiera  probeer  6 
conceder;  otrosí  porque  por  mí  y  en  mi  nombre  podáis  rebocar 
y  reboquéis  todos  qualquier  poderes  que  en  caso  de  cobrar  ha- 
ciendas y  rentas  mias  y  ayudando  otras  qualquieras  personas  por 
qualquier  forma  que  sea  é  para  que  podáis  salariar  letrados  y 
procuradores  de  mi  hacienda,  dándoles  competentes  y  honestos 
salarios  y  porque  los  tales  atiendan  en  mis  negocios  y  justicia  y 
solicitud  dellos  y  para  que  podáis  obligar  y  obliguéis  á  quales- 
quier maestro  y  pilotos  y  personas,  qualquier  que  sean,  con  quien 
entendieredes  que  sirban  navio  ó  navios  á  los  puertos  de  mi  go- 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPASbROS  73 

Ternacion  á  la  paga  y  cumplimiento  de  lo  que  con  ellos  pusie- 
redes  y  asentaredes  que  yo  desde  agora  para  entonces  y  de  en- 
tonces para  agora  doy  por  firme  y  válida  la  dicha  Escritura  y 
fuerza  y  postura  della  é  obligo  mis  bienes  a  su  cumplimiento 
conforme  á  derecho;  generalmente  vos  doy  este  dicho  poder  con 
cargo  que  la  generalidad  no  derogue  á  la  especialidad,  ni  por  el 
contrario  para  que  en  todos  mis  pleitos,  causas  movidas  y  por 
mover  que  yo  espero  avery  mover  con  qualesquier  personas  ó  las 
tales  contra  mí  en  qualquier  manera  ó  por  qualquier  forma  y 
manera  que  sea  ansí  en  demandando  como  en  defendiendo  y  para 
que  sobre  los  tales  pleitos,  demandas  ceviles  y  criminales  y  so- 
bre ello  dellos  dependientes  ansí  podáis  parecer  é  parescais  ante 
Su  Magostad  y  ante  los  señores  de  su  alto  consejo  é  pedir  é  de- 
mandarían te  ellos  y  otros  qualesquier  jueces  é  justicias  que  sean  dé 
qualquier  fuero  é  jurisdicción  y  responder,  negar  é  conoscery 
afrontar  y  pedir  y  rrequerir  y  presentar  testigos  y  escrituras  y 
probanzas  y  los  contradecir  y  tachar  y  poner  tachas  y  ojetes  á 
los  que  contra  mí  dijesen  y  declarasen  y  pedir  testimonios  de 
qualesquier  cosas  que  á  mi  derecho  convengan  é  los  sacar  de  poder 
de  qualesquier  personas  y  escribanos  y  según  los  tales  pleitos  y 
causas  por  via  hordinaria  ó  sumaria,  según  é  como  por  los  autos 
que  se  deben  seguir  é  jurar  en  mi  ánima  do  calumnia  y  decisorio 
de  verdad,  etc.,  y  para  concluir  y  cerrar  razones,  pediré  oir  senten- 
ciaósentenciasinterlocutoriasydifinitorias  y  consentir  en  las  que 
sean  en  mi  favor  y  de  las  contrarias  apelar  y  suplicar  y  seguir  la  tal 
apelación  y  apelaciones  é  donde  se  puedan  seguir  de  derecho  y  re- 
cusar los  jueces  que  os  parezcan  y  hacer,  decir^  razonar  y  replicar, 
actuar  todos  ó  los  demás  autos  y  diligencias  que  sean  necesarias, 
y  pedir  testimonios  dellos  y  do  lo  demás  sacar  escrituras  que  me 
pertenezcan  de  poder  de  qualesquier  personas  que  sean  obliga- 
das á  me  las  dar  y  para  poder  comprometer  los  tales  pleitos  y 
causas  en  poder  y  manos  de  qualesquier  personas  por  via  de  justi- 
cia y  amigablemente,  dando  y  quitando  el  derecho  de  la  una  parte 
ala  otra  y  el  de  la  otra  á  la  otra,  con  qualesquier  fuerzas  y  penas 
que  se  interpusieren  para  su  validación,  á  las  quales,  por  la  pre- 
sente, mcf  obligo  ó  someto  á  ellas,  y  para  presentar  caución  de 
qualquier  escritura  6  escrituras  ó  asiento  y  relaciones  y  otras 


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\LMAGRO  Y  SUS  COMPjLSbROS 


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Igra  mnguimcnsa  sabemos,  no  me  maravillaré  que  la  pa- 
dañe  la  Unta  é  los  oidon  de  los  que  por  acá  andan,  que  son 
dK*ersos;  é  como  yo  los  tengo  lí  estos  gobernadores  por  ami- 
'5  escriplo  mi  parescor  muy  á  la  clara,  aconsejando  á  cada 
ile  ellos  que  eslón  en  paz  ó  miren  el  servicio  de  Vuestras 
»tades  como  es  razón,  é  que  no  crean  á  malos  ni  personas 
nonadas,  porque  no  pierdan  el  crédito  é  lo  que  han  trabajado; 
je  DO  pienso  que  serán  tan  mal  mirados  que  den  lugar  a  la  dis- 
dia  puesto  que  se  halla  comenzada,  E  como  há  dias  que  los 
:ySi(MQ  e  he  tratado,  pienso  que  me  creerán,  é  verán  que  mis 
rías  van  encaminadas  á  la  verdad  é  fuera  de  toda  lisonja  é  in- 
s,  80I0  deseando  que  el  servicio  de  Dios  ó  de  Vuestras  Majes- 
des  se  haga,  é  que  ellos  acierten;  é  el  que  dellos  mejor  lo  hicie- 
p,  aqueste  es  mas  mi  amigo. 

t^' "'^  junio  con  esto,  quiero  avisar  á  Vuestras  Majestades,  como 
fiel  vasallo,  que  antes  que  aquí  se  supiese  que  era  vivo 
UiBftgro,  se  sabe  que  nunca  se  dejó  ir  un  hombre  adelante  de 
"cuantos  desde  España  iban,  é  desde  estas  islas,  é  de  la  Tierra  Fir- 
le,  á  le  acompañar  é  servirá  Vuestras  Majestades  en  el  descu- 
¡miento  que  él  iba  á  hacer,  é  de  esto  aquí  han  venido  muchos, 
algunos  de  los  que  yo  conozco  é  que  há  tiempo  que  están  en 
Indias^  que  me  lo  han  dicho  é  me  habían  de  decir  lo  cierto.  De 
que  desde  que  Almagro  paso  adelante,  se  le  hacia  mala 
-  -,ij..,.,ia  por  los  que  atrás  quedaban;  de  quien  él  confiaba  ó  de- 
biera ser  favoreseido  para  su  camino,  é  que  cada  dia  se  supiera 
[do  él  éél  supiera  de  estos  otros,  antes  deteniéndolo  la  gente,  ó 
Fuííándüsela,  le  habian  de  faltar  muchas  cosas,  como  le  faltaron; 
bien  se  ha  visto  que  en  la  hora  que  él  fué  pasado  cien  leguas 
iiile  del  Cuzco,  llevando  gente  por  tierra  que  iba  con  su  per- 
^nn.éotra  armada  por  la  mar,  con  muchos  é  grandes  é  proprios 
*H,  yendo  á  servir  á  Vuestras  Majestades,  en  este  punto  so 
:*_í  la  tierra,  é  cercaron  los  indios  el  Cuzco,  é  mataron  muchos 
Lsüanos  desmandados,  é  pocos  á  pocos  en  diversas  partes,  é  á 
lo«  que  estaban  en  el  Cuzco  dieron  los  indios  a  entender  que  Al* 
[tnngro  ó  los  que  con  él  iban  eran  muertos,  é  á  Almagro  é  á  los 
lyas  dijeron  que  todos  los  cristianos  que  estaban  en  el  Cuzco  los 
lian  muerto  é  quebraron  los  puentes  é  los  pasos,  é  pusieron 


-     "^ 


ir"""     -müT' 


76 


COLECCIÓN  DB  DOCUMENTOS 


la  tierra  en  tal  estado,  que  el  mismo  Francisco  Pizarro  e 
á  esta  Real  Audiencia  é  á  otras  parles,  ó  así  creo  que  Y 
Vuestras  Majestades,  el  estremado  trabajo  é  necesidad  en  que  es- 
taba, pidiendo  socorro,  é  casi  declarando  la  lolal  perdición  do  él 
é  de  todos  los  cristianos  que  en  aquella  tierra  estaban  é  así  lodo§ 
los  que  de  allí  venían  decian  lo  mismo. 

Ahora  vemos  que  escriben,  que  tornado  Almagro  se  descercr) 
el  Cuzco,  é  peleó  con  los  indios,  é  los  venció,  é  los  siguió,  é  hizci 
estrago  en  ellos,  por  donde  el  Cuzco  quedó  libre,  en  el  cual  diceu 
que  no  se  quiso  acojer  Hernondo  Pizarro,  porque  cada  uno  da 
estos  dos  gobernadores,  pretenden  que  aquello  es  de  su  gobergaj 
cion^  de  que  resultó  la  prisión  que  dicen.  Uñ 

Estas  nuevas  de  esa  prisión  é  aquestas  quejas  contra  Alma^ 
vienen  por  via  de  Pizarro,  é  sábense  por  sus  cartas  é  por  los  doí 
navios  que  él  envió  tras  una  galeota  que  supo  que  el  Almagre 
habia  despachado  para  Vuestras  Majestades:  unos  dicen  que  con 
mucho  oro,  ó  con  la  relación  de  su  camino  é  de  lo  que  habia  ha^ 
liado;  é  otros  dicen  que  allí  enviaba  ciertos  hombres  que  á 
voz  informasen  á  Vuestras  Majestades  de  su  camino,  é  de  la  c 
pañfa  que  le  habia  hecho  Pizarro^  é  que  él  pesándole  do  esto  em- 
bió  tras  este  navio  ó  galeota  é  no  la  hallaron,  ni  hasta  ahora  se 
sobe  de  ella,  antes  se  cree  que,  como  Pizarro  preveyó  á  todos 
puertos  de  su  gobernación,  que  la  habrán  tomado,  si  no  se 
por  la  Nueva  España. 

Creo  bien  que,  oidas  las  partes  sonarán  las  cosas  de  otra 
ñera,  porque  al  presente  no  se  sabe  cosa  sino  por  los  del  band 
opinión  de  Pizarro  é  cunndo  hablen  lodos  habrá  diversas  tin 
letras,  que  aunque  lodos  sean  de  una  color  ó  muestren  que  q 
ren  vuestro  real  servicio  en  las  palabras,  los  efectos  mostra 
la  verdad  con  el  tiempo;  é  cuantos  mas  fueren  los  ¡nformadores 
tanto  mas  es  menester  el  aviso^  é  que  alumbre  Dios  vuestro 
eniendimienlo  para  lo    proveer,  como  conviene  á  una  cosa 
tanta  importancia,  para  que  su  Real  servicio  se  continúe  é  aq 
lias  tierras  se  conserven. 

Aquí  se  ha  dicho  que  ciertos  letrados,  é  Diego  de  Fuenma; 
hermano  del  presidente  de  esta  Real  Audiencia^  fueron  a  ente 
en  la  concordia  de  entre  estos  capitanes,  é  pienso  sin  duda 


^g^^m 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPANEROS 


77 


ello»  wlán  ya  en  paz;  porque  sin  üntonder  on  esto  personas  de 
ciencia,  se  deja  entender  que  de  hacer  otra  cosa  se  deservirán 
Yuestras  Majestades  é  se  perderán  los  unos  é  los  otros*  Be  Fuen- 
mnyor  bien  creo  que  Imrá  el  deber  é  lo  que  esta  Audiencia  le 
mandó,  en  lo  cual  paresce  que  en  ventura  de  Vuestras  Majestades 
i:erló  á  ir  prevenido^  é  compró  provisiones  para  que  allú  no  hu- 
jjese  escándalos;  pero  con  todo  les  es  de  agradecer  á  los  letrados 
haberse  puesto  en  este  trabajo»  sin  les  señalar  salario  por  ello, 
Hinque  piadosamente  se  debe  creer  si  su  consejo  será  tan  á  pro- 
►sito  de  sus  letras  como  de  la  hacienda  de  aquellos  capitanes 
ibre  quién  han  da  llover  los  pasos  que  dieren. 

^'eo  yo  que  Pizarro  é  Almagro  sin  letrados  fueron  mucho  tiem- 

t)0  compañeros  é  amigos,  lo  que  el  uno  tenia  fué  de  entrambos, 

lo  de  entrambos  de  cada  uno  de  ellos,  é  así  hallegaron  mucha 

nucienda  en  paz  é  la  gastaron    sirviendo  é  Vuestras  Majestades 

[todaé  aun  la  de  sus  amigos,  é  descubrieron  aquel  grande  é  riqui- 

[611X10  imperio  austral,  é  no  fueron  menester  letrados  para  esto» 

pero  después  que  los  hubo  en  aquella  tierra  é  entendieron  entre 

[ellos  se  perdió  el  amistad,  é  se  perderá  la  liorra,  si  tantas  letras 

andan  en  ella. 

Conociendo  aquesto  el  Católico  Rey  de  gloriosa  memoria,  abue- 
lo é  padre  de  Vuestras  Majestades,  mandu  que  á  la  Tierra  Firme 
|i^o pasasen  procuradores  ni  letrados,  ni  abogasen,  é  guardóse  esto 
después  que  Pedrarias  llegó  a  la  Tierra  Firme,  porque  él,  que  era 
Alcalde  mayor,  abogaba  ambas  partes,  ó  desde  que  habia  hecho 
el  proceso  á  su  placer  sentenciaba  por  la  que  él  quería  ó  por  quien 
^^¡ot  habia  alegado.  E  demás  de  esto  en  estas  pnrLes  danse  nue- 
|TOi    entendimientos  é  lo  que  en  su  Real  Consejo  so  provee,  ó 
liofúrman  contra  ellos,  sino  es  á  placer  del  que  gobierna;  é  así 
nuego  se  hinchó  la  tierra  do  letrados  é  procuradores,  pero  pláoe- 
^Iii^^'ef  qutí  en  el  Consejo  de  Vuestras  Majestades  los  conocen  á 
toílus,  é  por  el  rebcaudo  que  se   han  dado  con  sus  letras  en  los 
(jíidos  particulares  que  de  Vuestras  Majesludes  han  adminislra- 
do,  verán  loque  harán  con  el  que  todos  juntos  menearen.  No  creo 
4|tie  es  para  estas  partes  un  letrado,  sino  la  misma  pestilencia,  é 
iiiuy  peor;  porque  aquella  si  quita  la  vida,  deja  la  hacienda  é 


78 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


gadd 


quien  la  debe  heredar,  é  estos  letrados  lo  uno  é  lo  otro  abrasal 
consumen. 

Ahora,  á  los  dos  días  de  este  mes  de  Noviembre,  han  llegadtj 
cartas  aquí  que  dizen  lo  que  ya  se  sabia:  primero,  de  la  prisio]¡ 
Hernando  Pizarro;  e  dicen  mas,  que  andando  Almagro  en  su 
cubrimiento  cerca  de  dos  años,  en  que  pasó  muchas  necesidades, 
é  especialmente  en  le  faltar  herraje,  después  que  gastaron  las 
anclas  é  cadenas  de  un  navio  que  por  allá  aportó,  gastaron  he-j 
rrnje  de  plata  é  oro,  é  descubrieron  tierras  muy  buenas  é  dei 
mirable  riqueza  de  oro  é  plata,  tanto  que  dicen  que  no  xtt 
hombre  de  cuantos  fueron  con  él,  que  no  venga  muy  rico^ 
andando  por  aquellas  tierras  le  dijeron  los  indios  que  los  cria 
nos  que  estaban  en  la  ciudad  de  los  Reyes  é  en  el  Cuzco  ai 
muertos,  lo  cual  él  no  dejó  de  creer,  viendo  como  a  cabo  de  tanl 
tiempo  no  le  iba  un  hombre  ni  un  clavo,  ni  una  herradura, 
menor  cosa  del  mundo.  E  á  esta  causa  dio  la  vuelta  para  sfl 
rrer  a  los  que  estaban  atrás,  y  viniendo  de  camino  supo  come 
el  Cuzco  estaban  ciertos  españoles  cercados  de  indios^  é  tU 
socorrerlos,  é  á  vista  del  pueblo  dicen  que  hubo  un  gran  reci 
tro  con  los  indios,  é  hizo  muchos  estragos  en  ellos,  é  plug 
nuestro  Señor  que  los  desbarató.  Hecho  esto,  fuese  al  Cuzco, 
de  estaba  Hernando  Pizarro  con  toda  la  gente  de  la  ciudad  af- 
mados,  que  aunque  los  vieron  pelear  con  los  indios,  no  se  curo 
de  poner  sus  personas  en  ayudarlos,  antes  Hernando  Pizarrd 
puso  en  defenderle  la  entrada  y  aunque  le  requirió  Almagro 
las  provisiones  de  Vuestras  Majestades,  dicen  que  no  aproví 
nada,  por  manera  que  no  tuvo  otro  remedio  sino  prenderle 
é  á  un  su  hermano  que  dícese  Gonzalo  Pizarro,  é  luego  le  recii 
bieron  por  gobernador  é  puso  las  varas  de  la  Justicia  en  not 
de  Vuestras  Majestades,  é  en  poco  tiempo  pacificó  la  tierra 
é  la  reduzió  al  servicio  de  Vuestras  Majestades, 

E  estando  las  cosas  en  este  estado,  llegó  Alonso  de  Alvara? 
capitán  de  Francisco  Pizarro,  con  500  ó  600  hombres  de   muí 
buena  gente,  é  pasáronsele  á  la  parte  de  Almagro,  así  que  él  tiai 
harta  gente,  é  dice  esta  carta  que  como  Francisco  Pizarra  lo  s< 
iba  allá  con  hasta  600  hombres,  ó  como  le  dijeron  que  Almag 
habia  enviado  la  galeota  que  he  dicho  á  Vuestras  Majestades, 


ü^^i^^ 


ALMAGRO  Y  SUS  G0MPAÍ5ER0S  79 

dos  navios,  como  dije,  tras  ella,  é  con  otros  despachos  é 
quejas  para  Vuestras  Majestades,  é  mandóles  que  pasasen  por  to- 
dos los  puertos  de  su  gobernación  é  apercibiesen  á  sus  tenientes 
de  los  pueblos  para  si  la  galeota  pasase  la  detuviesen,  é  prendiesen 
a  los  que  iban  en  ella.  E  cuando  esta  carta  se  escrebió  habia  mas 
de  20  días  que  los  navios  de  Pizarro  estaban  en  Panamá,  ó  no  se 
sabia  de  la  galeota. 

Dice  mas  esta  carta,  que  las  provisiones  que  de  Vuestras  Ma- 
jestades trujo  Hernando  Pizarro  para  Almagro  nunca  por  reque- 
rimientos que  se  le  hicieron  las  quiso  dar,  ni  las  dio,  é  que  en 
un  recuentro  ó  desbarate  de  indios  halló  Almagro  un  cofre  que 
habian  tomado  los  indios  á  algún  español  que  hablan  muerto,  que 
llevaba  las  provisiones  que  se  habian  sacado  duplicadas,  é  allí  las 
halló. 

Sé  decir  á  Vuestras  Majestades  por  lo  que  he  oido  de  algunos 
españoles  que  saben  aquella  tierra,  que  el  Cuzco  entra  en  la  go- 
bernación de  Almagro  é  mucho  mas,  é  aun  algunos  dicen  que  la 
ciudad  de  los  Reyes,  é  si  el  obispo  Fray  Tomás  de  Berlanga  hu- 
biera querido  ir  á  partirles  límites  a  esos  gobernadores,  ó  ellos 
estuvieran  en  paz,  ó  Vuestras  Majestades  pudieran  haberlo  pro- 
veído como  conviniera  á  su  servicio,  porque  él  fué  requerido  de 
Juan  de  Espinosa  por  parte  de  Almagro  para  ello  con  lá  provi- 
sión de  Vuestras  Majestades,  é  se  le  ofreció  navio  é  gasto  é  todo 
loque  hubiere  menester  para  su  ida,  é  él  se  excusó  de  tornar  allá. 
Esto  yo  lo  he  visto  signado  en  esta  ciudad. 

Muchos  paresceres  dan  sobre  estas  cosas  los  que  aman  el  ser- 
vicio de  Vuestras  Majestades  é  los  que  están  sin  pasión,  é  aun  los 
que  la  tienen;  porque  en  estas  partes  hay  muchos  hombres  que 
han  visto  aquella  tierra  é  conoscen  á  entrambos  gobernadores, 
é hallan  que  la  mayor  enemistad  que  entre  estos  capitanes  hay, 
es  ser  tan  buen  compañero  Almagro  é  tan  buen  partido,  cuanto 
es  Pizarro  templado  en  gastar  ó  dar  de  lo  que  tiene.  También 
dicen  que  si  Hernando  Pizarro  no  volviera  a  estas  partes,  que 
estas  contensiones  no  estuvieran  tan  enconadas,  ni  ellos  discor- 
des. Bien  se  sospecha  que  como  llegue  Caldera,  que  es  otro  Her- 
nando habrá  vasija  en  que  todas  estás  confusiones  é  debates  se 
echen  á  cocer,  é  se  haga  el  potaje  de  tal  sabor  que  nunca  se  aven- 


80 


COLECaON  DB  DOCUMENTOS 


dop 


gan.  Poro  como  Dios  esta  on  Biedio,  é  la  buena  ventura  de  Vuei 
tras  Majestades,  é  la  voluntad  qne  los  leales  terna u  ti  la  paz,  éj 
bre  iodo  el  castigo  o  gratificación  que  según  sus  méritos  Vuc 
Majestades  mandarán  dar  á  cada  uno»  de  confiar  es  que  todo 
rara  en  bien,  é  aun  el  suceso  tan  á  propósito  del  servicio  de  Dií 
é  de  Vuestras  Majestades  que  no  pueda  el  demonio  ni  la  mal 
é  codicia  de  los  hombres  impedirlo. 

Otros  dicen  que  nunca  dos  tocados  estuvieron  bien  á  un  fae| 
é  que  los  amigos  reconciliados  pocas  veces  quedan  soldados  c 
manera  que  falten  inconvenientes,  ó  que  para  estorbar  aquosti 
era'  bien  dejarlo  lodo  en  poder  del  uno  de  estos  pobernador^ 
quitarlo  á  entrambos  é  poner  otro,  porque  cesasen  sus  difiaj 
cias;  pero  a  mi  flaco  juicio  é  til  de  otros  de  mas  experie^ 
parece  que  así  como  Vuestros  reales  predecesores  algunas 
mandaron  a  grandes  ó  ricos  hombres  de  Castilla,  al   uno 
no  entrase  en  Toledo,  al  otro  que  no  pudiese  estar  en  Córd 
ó  Sevilla,  ó  otra  ciudad  principal;  que  así  se  mandase  á 
é  que  de  mano  de  Vuestras  Majestades  este  Cuzco  esluvies 
un  caballero,  leal  servidor  de  Vuestras  Majestades,  que  luí 
aquella  fuerza  ó  gobernación  en  justicia,  con  solamente  aqueü, 
pueblos  é  indios  que  hubiesen   do  servir  a  los  gobernadora 
aquella  ciudad,   en  tanto  que  el  uno  de  estos  gobernador^ 
muere  ó  Vuestras  Majestades  le  mondan  mudar  á  otra  parte  át 
le  sirva;  porque  á  la  verdad  el  adelantado  D.  Diego  de  Almd 
es  gran  persona  para  aquellas  partes,  é  téngase  do  él  pora? 
guado  que  su  pensamiento  nunca  fué  sino  de  servir  muy  bi^ 
Vuestras  Majestades,  é  así  lo  pienso  del  adelantado  D.  Franc 
Pizarro,  Si  no  anduviesen  tantas  letras  entre  ellos,  no  sab| 
pecar  venialmente  para  enojara  Vuestras  Mojeslades  en  lai 
ñor  cosa  del  mundo;  pero  los  legislas  é  algunos  revoltislas 
liculares,  que  sin  que  yo  los  nombro  allii  los  conocen  muy 
en  tanto  que  los  dejen  estar  en  aquella  tierra,  no  se  espere  sosl 
ni  han  de  fallir  novedades. 

Mas  ha  de  24  años  que  conozco  é  he  tratado  é  comunica 
Almagro  e  Pizarro  muy  particularmente  al  uno  é  al  otro;  é  < 
amigo  de  entrambos^  yo  les  he  escrito  mi  parescer,  para' 
hi}gan  lo  que   Xenofonte  escribe,  que  Cambises  aconsejaba 


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dM 


ALMAGRO   Y   SUS   COMPANEROS 


81 


I     hijo  Ciro,  rey  de  Persia,  al  cual  decía  «que  es  mejor  conservar  la 

C salud  que  curarla  enfermedad;»)  y  que  así  estos  capitanes,  si  me 
peen,  acertarán  mas  en  conservarse  en  paz,  sirviendo  á  Vuestras 
Majestades,  que  no  con  sus  diferencias  venir  a  términos  que  ten- 
gan necesidad  de  buscar  perdón,  y  procurar  de  nuevo  la  gracia 
de  Vuestras  Majestades  é  escribirles  que  procurasen  de  estar  bien 
N!oa  todos  é  tener  vuestros  vasallos  en  justicia;  porque  como  dice 
€l  autor  que  he  dicho,  «el  cetro  de  oro  no  hace  que  el  Rey  viva 
seguro,  sino  la  copia  de  los  amigos,»  los  cuales  no  son  fieles  por 
natura,  porque  si  así  fuese  todos  serian  fieles  como  las  otras  cosas 
naturales  son  fleles^  igualmente  á  cada  uno,  mas  adquiérense  no 
por  fuerza  mas  con  beneficios*  E  también  les  he  acordado  á  estos 
capitanes,  que  miren  como  de  unas  manos  reales  están  honra- 
dos con  titulóse  mayoridad  sobre  muchos  hombres,  é  están  gra- 
tificados é  esperan  serlo  mucho  mas;  é  que  no  deben  dar  ocasión 
por  ninguna  manera  á  que   pudiendo  acabar  tan  alta  empresa, 
^^omo  la  que  tienen  entre  las  manos,  vaya  otro  gobernador  ó  ca- 
"piian  a  ponerlos  en  paz  ó  a  mandarlos,  pues  que  con  mucha 
causa  é  razón  lo  harían  Vuestras  Majestades  si  ellos  con  tiempo 
ao  se  comidln  é  dejan  las  diferencias  é  las  convierten  en  servir 
cada  uno  como  lo  comenzaron,  sin  rifar.  Ni  crean  que  por  sus 
méritos  é  habilidades  los  puso  Dios  donde  están,  ni  en  tan  gran- 
des oficios  é  cargos,  sino  en  la  buena  ventura  de  Vuestras  Ma- 
jestades, de  donde  ha  resultado  la  de  ellos  para  que  sirvan,  de  lo 
cual  nunca  ni  algún  tiempo  ni  hora  debían  cesar  de  dar  infinitas 
Sracias  á  Dios  nuestro  Señor  por  ello* 

A  vueltas  de  la  Tierra  Firme  quiero  acordar  á  Vuestras  Majes- 
tades cinco  cosas.  La  primera,  que  esta  iglesia  de  Santo  Domingo 
üene  grandísima  necesidad  de  su  prelado^,  así  para  la  obra  della 
material,  como  para  lo  que  esperilualmente  conviene  á  esta  po- 
blación, con  la  administración  de  los  Sacramentos  é  hacer  orde- 
nase confirmaciones  é  la  crisma,  como  en  otras  cosas  que  no 
poeden  hacer  los  otros  sacerdotes;  é  porque  las  ovejas  sin  pas- 
tor visto  se  está  con  cuánto  peligro  viven.  Esto  no  se  sentia  tanto 
como  con  la  ida  del  obispo  Bastidas  que  le  mandaron  ir  á  visitar 
sa  iglesia  de  Coro  ó  de  Venezuela,  é  aunque  allá  hará  provecho 
013  aquellos  pocos  cristianos  que  allí  están,  aquí  hace  tanta  falta 


COLECaON  DE  DOCUMENTOS 


en  ludo  lo  que  es  dicho  que  él  suplía  é  hacia  que  no  se  sintiese  el 
ausencia  del  obispo  desta  iglesia,  y  cada  dia  le  echaremos  menos, 
porque  os  tan  buena  persona  é  de  tan  buen  ejemplo  que  certifico 
á  Vuestras  Majestades  toda  esta  ciudad  lo  ha  sentido  en  el  ani- 
ma, ó  por  servicio  de  Dios  Vuestras  Majestades  le  deben  mandar^^ 
que  torne  presto^  porque  hace  mucha  falta  á  esta  iglesia,  y  mi 
toda  la  ciudad,  porque  es  muy  buen  hombre  ó  muy  limosnero,  Sa 
tiene  esta  iglesia  ques  gloria  de  la  ver,  é  pienso  que  ú  por  él  ni 
fuera,  que  no  hubiera  llegado  la  labor  dolía  al  estado  en  que  está 
:    La  otra  cosa  es  que  para  la  gobernación  de  esta  ciudad  ha 
grandísima  necesidad  que  haya  en  ella  procurador  mayor  qi 
tenga  voto  en  el  regimiento,  ó  que  sin  su  voto  no  se  pueda  hace 
cabildo,  a.^í  como  lo  hay  en  Sevilla  é  en  todos  los  pueblos  bie 
ordenados  th^  España;  porque  en  m¡  conciencia,  que  es  lástima 
ver  las  cosas  que  aquí  pasan  é  se  disimulan,  é  no  osan  hablar  1 
vecinos  en  ellas;  ó  este  que  sea  hombre  de  barba  ó  arraigado  en 
tierra,  porque  habiendo  aquesto  será  Dios  servido,  é  Vuestras  ¡C. 
jeslades  ó  muchas  cosas  se  enmendarán. 

La  otra,  que  hubiese  cuatro  jurados,  pues  que  toda  la  ciudí 
está  inclusa  en  sola  una  perrochia,  é  que  á  lo  meno^  los  dos  c:x$ 
ellos  residiesen  su  mes  que  les  cupiese  porque  terndn  necesidí 
de  visitar  sus  haciendas  é  que  Vuestras  Majestades  proveyesen  /ízrzjs^ 
primeros,  ó  vacando  estos  la  elección  de  los  demás  se  hiciese  pcir=>í'' 
voto  de  los  vezinos  é  perrochianos,  no  de  hombres  artesanos  ó(^^^ 
poco,  sino  de  ciudadanos  honrados  e  de  los  buenos  de  laciuda 
é  arraigados,  é  como  en  otras  partes  de  Kspaña  se  hace. 

Lo  otro,  que  aquí  hubo  un   fiel  ejecutor,  que  fué  Rodrigo  do^-^^^^'j 
Gastillü,  é  toda  esta  ciudad  lo  contradijo,  é  en  especial  el  regi-- 
miento,  por  su  propio  interés  mas  que  por  otro  buen  On.  Vuestra^ 
Majestades  mandaron  que  pasado  aquel  quedase  en  el  regimiento- 
aquel  oficio,  é  á  la  verdad  que  á  no  serlo  tal  hambre  como  Rodrigo 
del  Castillo,  mucha  razón  tuvo  hi  ciudad  de  lo  contradecir.  Yaj 
que  es  muerto,  ha  la  ciudad  hecho,  ó  mejor  diciendo,  estos  regi- 
dores, un  fiel  ejecutor;  é  aquel,  hace  otros  dos  tenientes  ó  susti^ 
tutos,  así  que  son  ya  tres:  é  diéronles  varas,  é  este  e^  un  mercan 
der,  que  ni  la  Iglesia  ni  muchas  cédulas  de  Vuestras  Majesta»? 
le  han  podido  sacar  de  aquí  é  enviarlo  á  su  mujer,  ó  hacer  quu 


lÁGRO   Y   SUS    COMPANEROS 


«3 


HLicá^  é  por  cierto  es  muy  mayor  inconveniente  hacer  los 
abres  líiles  onciales,  que  proveerlos  Vuestras  Majestades  en 
Dna*  de  honra,  é  cuales  deben  ser  para  tal  oficio;  pero  en  Bn, 
aquí  andan  porque  las  cosas  de  acá  ni  jamás  se  ordenen  ni  salgan 
llelAYotuñtad  de  tres  ó  cuatro. 

La  quinta,  es  que  aquí  han  venido  provisiones  de  Vuestras  Ma- 

le^taJ^^  para  que  estos  oros  bajos  que  andan  en  este  oro  corrien- 

6,  se  quilaten  é  anden  en  su  valor,  é  ha  aprovechado  poco  man- 

jarlo;  porque  dos  ó  tres  sátrapas  no  quieren,  é  la  razón  que  dan 

ptra  ello,  es  que  dicen  que  se  sacará  el  oro  de  la  tierra,  é  que  es 

áaüoso  áesta  república  ó  a  la  isla.  E  no  dicen  en  esto  lo  cierto, 

lino  lo  que  ellos  quieren,  porque  hay  un  cuento  de  razones  en 

jeonlnuño  por  donde  se  debe  hacer,  é  la  una  es  complir  la  volun- 

jbá  é  mandado  de  Vuestras  Majestades  é  de  su  Real  Consejo,  é  no 

boscar  cautelas  para  lo  que  quieren.  La  otra,  porque  andan  di- 

frdrsas  marcas  en  esto  oro  corriente  é  por  bajo  que  es,  todo  anda 

Li 400  maravedises,  que  es  conciencia  é  aparejo  de  muchas  false- 

Idades,  é  no  vale  alguno  la  mitad;  é  como  por  la  mayor  parte  son 

jpeílíuos  pequeños,  traen  mordidas  las  marcas,  é  por  poco  que 

[muestren  de  una  letra  ó  un  perfil  de  marca  pasa,  é  hay  poco  que 

[hacer  para  un  platero  de  marcar  escondido  é  de  la  manera  que  él 

|qQÍ5Íere,  un  pedazo  de  estos  oros  ó  muchos.  E  para  que  parezca 

[h  marca  vieja  é  no  fresca,  con  un  poco  de  agua  fuerte  saben 

mostrar  la  antigüedad  que  quisieren  que  tenga  la  marca^  caso 

qttó.  aunque  parezca  fresca,  toca  en  un  canto  del  oro  é  allá  vá.  La 

Qlrarajian  es  que  ya  que  se  saque  de  la  tierra  como  estos  dicen, 

I  i  Bipaña  vá  é  se  lleva  é  no  á  Turquía.  La  otra  es  que  quieren 

pmnlar  el  oro  bueno,  así  como  lo  pueden  haber,  é  quieren  pagar 

loque  deben  con  el  malo.  La  otra,  que  andando  los  oros  en  su 

Ipíüciü  justo  no  habrán  lugar  de  se  quejar  los  que  venden,  ni  los 

Ique  compran,  ni  decir,  dadme  buen  oro  ni  tomad  estotro.  Una 

[délas  cosas  que!  rey  D.  Sancho  IV,  i>uso  contra  su  padre  el  rey 

Id.  Alonso  X  para  se  le  alzar  con  el  reino,  fué  decir  que  había  he- 

jciioiüala  moneda,  pues  aquesta  que  acá  anda  malísima,  es  é  no 

[Ifl  favorecen  sino  tramposos,  porque  lodo  sea  como  ellos,  é  aunque 

IVoeitras  Majestades  la  mandan  hacer  buena,  é  que  en  todo  haya 

ri«ctilad,  no  quieren  acá  sino  lo  contrario. 


84 


COLECCIÓN  DE  BOCÜMENTOS 


Estas  é  otras  muchas  utilidades  habría  con  los  oficios  qué  hé 
dicho:  á  Vuestras  Majestades  suplico  perdonen  mi  atrevimiento 
é  larga  escritura,  porque  en  este  error»  si  lo  es,  no  he  incurrido; 
porque  pienso  que  en  esto  sirvo  á  Vuestras  Mnjestades,  é  porque 
sé  que  en  ello  sirvo  a  Dios,  el  cual  largos  tiempos  á  su  santo  ser- 
vicio las  vidas  de  Vuestras  Majestades  guarde  ó  prospere  así  como 
sus  Reales  corazones  lo  desean  é  vuestros  naturales  vasallos  ó  súb-^ 
ditos  é  la  religión  é  república  cristiana  lo  han  menester.  De 
esta  su  fortaleza  de  la  ciudad  é  puerto  de  Santo  Domingo  déla 
Isla  Española,  a  9  dias  de  Diciembre  de  1537,— S.  C,  G.  R.  M.  Los 
Reales  pies  de  Vuestras  Majestades  besa, — Gonzalo  Fernandez. 


17  de  l>ieiembr<i  d«  1^37. 

XX. — Real  r-iula  para  Diego  de  Almagro  mandándole  que  guar- 
de los  límites  de  su  gobernación, 

(Pub,  en  la  Guerra  de  las  Salinas,  pág.  255.) 

La  Reina. — Mariscal  don  Diego  de  Almagro,  Gobernador  de  1& 
provincia  de  Toledo;  Bien  sabéis  el  asiento  é  capitulación  que  el 
Emperador  Rey  nuestro  Señor  mandó  tomar  con  vos,  sobre  la 
conquista  é  población  de  ciertas  tierras  é  provincias  que  hay  por 
la  costa  de  la  mar  del  Sur,  á  la  parto  de  Levante,  dentro  de  dos- 
cientas  leguas  hacia  el  Estrecho  de  Magallanes,  continuadas  las 
doscientas  leguas  desde  donde  se  acabasen  los  límites  de  la  go- 
bernación que  por  la  capitulación  y  por  nuestras  provisiones  te- 
nemos encomendada  al  capitán  Francisco  Pizarro.  Agora  yo  soy 
informada  quo  vos^  con  los  treslados  de  ciertas  provisiones  nues- 
tras que  tenéis,  que  S.  M.  os  mandó  dar,  habéis  ido  con  cierta 
gente  de  guerra  á  la  ciudad  del  Cuzco,  y  que  un  capitán  Soto  se 
había  puesto  en  defenderos  la  entrada  de  la  ciudad»  é  que  sabido 
esto  por  el  capitán  Francisco  Pizarro  va  asimismo  contra  vos»  de 
que  me  ha  desplacido:  é  porque,  como  sabéis,  por  una  nuestra 
carta,  es  encargado  al  reverendo  on  Cristo  padre  don  fra-y  Tomás 
de  Berlanga,  obispo  de  Tierra-firme,  que  señale  los  límites  de 
vuestra  gobernación  é  de  la  de  Francisco  Pizarro,  yo  vos  maado 


ALMAGRO  Y  SUS  COlíPANEROS 


85 


que  guardéis  los  límites  que  el  Obispo  señalare  por  de  vuestra  go- 
bernación, sin  entrar  en  los  que  asimismo  señalare  al  mismo 
Francisco  Pizarro  por  de  la  suya,  é  de  aquí  adelante  estéis  con  él 
en  toda  concordia  é  amistad,  como  hasta  aquí  lo  habéis  estado, 
que  en  ello  me  serviréis,  é  de  lo  contrario  el  Emperador  mi  Se- 
ñor y  yo  nos  tememos  por  deservidos.  Fecha  en  Madrid  á  diez  é 
siete  dias  de  Diciembre  de  mil  é  quinientos  é  treinta  é  siete  años. 
— ^Yo  LA  Reiíía, — Por  mandado  de  S*  M.—Juan  de  Saniana. 


íl  de  Diciembre  de  1537 

XX í. — Treguas  que  hicieron  Pizarra  y  Almagro  y  otras  incidencias 
que  mediaron  entre  ambos 

(Real  Academia  de  la  üistoria) 

Treguas  que  se  hicieron  entre  don  Diego  de  Almagro  y  don 
Francisco  Pizarro  é  vos  don  Alonso  Enriquez  de  Guzman»  é  Juan 
de  Guzman,  contador  de  S,  M.,  é  Diego  Nuñez  de  Merc^do^  al- 
calde,  é  Manuel  de  Espinar,  regidor»  ó  Juan  de  Toruegano,  ofi- 
ciales de  S.  M.  en  el  nuevo  reino  de  Toledo,  y  el  padre  Bartholome 
de  Segovia,  clérigo,  decimos  que  por  quanto  el  muy  magnífico 
señor  don  Diego  de  Almagro,  governador  por  S.  M  en  el  dicho 
reino,  á  lodos  junlaraenle  dio  su  poder  bastante  para  nombrar 
dos  personas  juntamente  con  otras  dos  que  el  muy  magnífico 
señor  don  Francisco  Pizarro^  governador  en  estos  reinos  de  la 
nueva  Castilla  nombrase,  para  que  lodos  quatro  juntos  con  pare- 
cer de  pilotos  averigüen  los  límites  de  estas  governaciones  que 
los  dichos  señores  gove madores  tienen,  é  su  señoría  y  nosotros 
por  virtud  del  dicho  poder  los  hemos  nombrado  y  porque  en 
tanto  que  se  averiguan  é  parten  las  dichas  governaciones,  no  ha 
de  haber  inovacion  por  ninguna  parte,  ni  alteración  alguna  que 
impida  la  dicha  partición  y  la  paz  que  conviene  al  servicio  de 
S.  M.  y  al  bien  y  pacificación  destos  reinos  que  en  ellos  haya  y  los 
dichos  señores  governadores  tengan;  en  nombre  del  dicho  señor 
gobernador  don  Diego  de  Almagro  afirmamos  é  prometemos,  y 
damos  nuestras  feés  y  palabras  como  cavallcros,  que  el  dicho 
«aaor  governador  don  Diego  de  Almagro  ni  otro  por  él  cerca  de  lo 


86  COLECCIÓN  DB  DOCUMENTOS 

susodicho,  ni  de  cosa  ni  parte,  inovará  ni  alterará  cosa  alguna,  ni 
saldrá  del  pueblo  de  Chincha  el  dicho  señor  governador,  ni  sus 
gentes  ni  capitanes,  antes  estará  y  residirá  en  él  hasta  tanto  que 
la  dicha  partición  se  haga  por  las  dichas  personas  y  pilotos,  y  le 
sea  notificado  lo  que  así  declaren  y  juzgaren,  y  para  ello  obliga* 
mos  de  traer  aprovacion  de  lo  susodicho  del  dicho  señor  Adelan- 
tado, nuestras  personas  y  bienes  que  se  guardará  é  cumplirá  así 
por  el  dicho  señor  Adelantado  é  governador  don  Diego  de  Alma- 
gro é  por  sus  capitanes  é  gente,  en  prueba  de  lo  qual  lo  firmamos 
de  nuestros  nombres;  testigos  que  fueron  presentes:  el  licenciado 
Benito  de  Carbajal  y  el  padre  Bobadilla  y  Felipe  Gutiérrez  y  Fran-* 
cisco  de  Godoy. — Manuel  del  Espinar. — Diego  Nuñez  da  Merccuio^ 
— Bariholome  de  Segovia. — Juan  de  Turuegano, — Juan  de  Guzman. 
— Alonso  Enriquez  de  Guzman. 

Requerimientos  que  hizo  el  señor  governador  don  Diego  de  Almagro 
d  los  oficiales  de  S.  JIf.,  en  las  desavenencias  que  tuvo  con  el  mar- 
ques don  francisco  Pizarro 

En  el  asiento  de  Guaitara  á  veinte  y  quatro  dias  del  mes  de. 
Diciembre  del  año  del  Señor  de  mil  y  quinientos  y  treinta  y  siete 
años,  haviéndose  juntado  por  mandado  del  muy  magnífico  señor 
don  Diego  de  Almagro,  Adelantado  y  governador  del  nuevo  reino 
de  Toledo,  por  S.  M.,  los  magníficos  señores  thesorero  Manuel  de 
Espinar  y  el  contador  Juan  de  Guzman  y  el  veedor  Juan  de  Tu- 
ruegano,  oficiales  de  S.  M.,  para  entender  y  dar  orden  en  las  cosas 
que  convenia  al  servicio  de  S.  M.  y  pacificación  y  sosiego  desta 
tierra,  su  señoría  dixo  que  bien  saben  como  vino  de  la  ciudad  del 
Cuzco  con  el  oro  de  S.  M.  para  lo  embarcar  é  enviar  á  los  rei- 
nos de  España,  y  de  camino  para  pacificar  la  tierra  y  naturales 
de  ella,  por  estar,  como  estaban,  alzados  y  rebelados  contra  el  ser- 
vicio de  S.  M.,  para  lo  efectuar  truxe  conmigo  toda  la  mas  gente 
de  guerra  que  pude,  porque  mas  siguramente  lo  pudiese  hacer,  y 
venido  que  fui  al  asiento  de  Chincha,  supe  como  el  governador 
don  Francisco  Pizarro  venia  contra  mí  et  contra  los  que  son  con- 
migo con  mano  armada  para  me  echar  y  alanzar  desta  tierra,  é 
que  si  pudiera  de  toda  la  gobernación  que  S.  M.  me  ha  hecho  mer- 


ALMAGRO   Y   SUS   COMPANEROS  87 

ced;  diciendo  é  publicando  muchas  ó  diversas  veces  que  me  ha- 
via  de  echar  a  mí  é  á  los  que  conmigo  estaban,  mas  de  ciento  y 
cincuenta  leguas  do  aquella  parte  del  Cuzco,  con  otras  muchas 
diversas  palabras  é  obras  que  contra  mí  ha  intentado  de  hacer;  ó 
yo  visto  su  intención  é  voluntad  é  obras  é  la  disposición  y  calidad 
del  tiempo  en  que  estamos,  de  guerra  contra  los  indios,  he  pro- 
curado é  procuré  por  muchas  é  diversas  maneras  de  tener  toda 
paz  é  pacificación  y  hermandad  con  el  dicho  governador  Francis- 
co Pizarro,  poniendo  para  ello  muchos  intervenidores  y  terceros, 
ansi  religiosos,  como  cavalleros  y  letrados,  por  intercesión  y  me- 
dio de  los  quales  tomamos  por  asiento  yo  y  el  dicho  governador 
don  Francisco  Pizarro,  á  que  cada  uno  de  nosotros  estubiese  en 
lo  que  de  presente  poseía  é  pertenecía  é  caía  en  los  límites  de  su 
governacion,  lo  qual  señalamos  é  partimos  hasta  tanto  que  S.  M. 
otra  cosa  mandaba,  en  esta  manera,  que  yo  hiciese  y  situase  un 
pueblo  en  el  asiento  é  provincia  de  Santiago,  é  allí  pusiese  mi 
justicia  é  regidores  é  vecinos,  ó  que  desde  allí  hacia  la  parte  del 
Cuzco  fuese  é  que  yo  tubiese  por  mi  governacion,  é  de  allí  hacia 
Lima  el  dicho  governador  don  Francisco  Pizarro,  é  sobre  esto  hi- 
cimos nuestras  capitulaciones  é  asiento  con  muchas  penas  é  fir- 
mezas, como  parece  y  está  asentado  en  las  dichas  capitulaciones  y 
es  público  é  notorio,  y  en  cumplimiento  dello  yo  me  vineé  retruxe 
al  asiento  é  pueblo  de  Lima,  é  de  allí  edifiqué  é  hize  el  dicho  asien- 
to é  pueblo  de  Santiago,  conformo  á  la  dicha  capitulación,  en 
donde  estando  de  camino  para  venir  al  Cuzco  é  repartir  la  gente 
española  en  la  conquista  del  cacique  Ynga  y  en  poblar  todas  aque- 
llas partes  de  mi  governacion   que  mejor   me  parescian  é  que 
cómbenla  para  el  servicio  de  Dios  Nuestro  Señor  y  de  S.  M.  y  para 
el  bien  de  los  españoles  é  indios  naturales  desta  tierra;  el  dicho 
governador  don  Francisco  Pizarro,  no  mirando   ni  acatando  al 
servicio  de  Dios  Nuestro  Señor  y  de  S.  M.  ni  á  lo  que  tenia  asen- 
tado ni  capitulado  conmigo,  é  yendo  en  quebrantamiento  del  con 
mal  pensamiento  é  como  siempre  lo  tuvo,  ha  pensado  é  ordenado 
consigo  é  con  su  compañía  é  con  el  fabor  que  tenia  de  Hernando 
Pizarro,  su  hermano,  por  su  soltura,  intentó  é  ha  intentado  mu- 
chas y  diversas  veces  por  todas  las  maneras  que  ha  podido  de 
venir  en  rompimiento   conmigo,  poniéndolo  en  execucion  é  vi- 


S8 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


niendo  tras  mí  y   tras  mi  gente  á  punto  de  guerra,  corriendo  e 
campo,  tomándome  y  prendiéndome  los  que  hallavan  é  venían  e 
mi  compañía,  quitándoles  las  armas  y  cavallos  y  tomándoles  ^^ 
royéndoles  el  oro  y  plata  é  joyas  ó  indios  é  indias  que  venían  eí~ 
su  servicio  ó  otra  mucha  ropa,  demás  de  los  maltratar  en  sus  pe 
sonas,  desonrandolos  é  afrentándolos  do  palabra,  especialmente 
los  dichos  Ihesoreros,  é  contador,  é  fator,  ó  veedor,  é  á  don  Alo 
90  Enriquez  de  Guzman,  á  los  quales  yo  había  embiado  por  me 
sajeros  para  que  interviniesen  en  las  dichas  paces,  sin  tener  r€ 
pecto  a  que   fueran  oficiales  de  S.  M,,  ni  cavalleros,  ni  á  oti 
muchas  personas  que  fueron  de  mi  parte  embiadas,  todo  lo  q^j^  ^j 
no  se  puede  presumir  otra  cosa  dello  sino  que  el  dicho  goberrx  «. 
dor  don  Francisco  Pizarro  y  el  dicho  su  hermano  Hernando  P\^z^^ 
rro  y  todos  los  demás  que  en  su  compañía  tienen  lo  hacen  á  £3ja 
de  se  querer  alzar  con  esta  tierra  contra  el  servicio  de  S,  M.  coarto 
tiranos,  porque  ansi  ha  parecido,  como  «es  notorio,  que  no  h^».n 
tenido  aquel  acatamiento  y  reverencia  que  devia  tener  á  ciert-^^s 
provisiones  de  S*  M*  que  le  han  sido  notificadas,  ni  al  cumpl  :»" 
miento  ni  guarda  dellas,  por  donde  no  se  puede  creer  ni  pensT^ 
sino  que  lo  hacen  con  diavólico  pensamiento,  porque  demás  c^^ 
lo  susodicho  parece  que  veniendo  de  la  ciudad  del  Cuzco  pacT'®' 
donde  yo  estaba,  siete  hombres  de  caballo  que  trahian  ciertcr:^^ 
procesos  hechos  contra  sus  hermanos,  é  amigos,  que  con  ellos  ^^® 
alzaron  é  quebrantaron  las  cárceles,  y  hirieron  al  teniente  Grabi^^*" 
de  Hojas  é  lo  prendieron,  é  viniendo  de  paz  ó  seguros  después  (^^^ 
haver  hecho  los  dichos  conciertos,  por  los  términos  de  mi  go^'e:*^^ 
nación  por  su  camino  real,  entraron  dentro  della  treinta  hombr^^^ 
de  cavallo,  ó  peones  escopeteros  y  ballesteros,  é  los  prendieron 
y  tomaron  los  dichos  procesos,  ó  les  lomaron  y  robaron  sus  arnt»^ 
y  cavallos,  ó  oro  y  plata  ó  joyas,  y  todo  lo  demás  que  trahian  ^  y 
los  embiaron  presos  al  dicho  governador  don  Francisco  Pizarrí> 
donde  al  presente  los  tienen;  y  asimismo  queriendo  informar  A 
S.  M.  detestado  desta  tierra,  é   de  los  insultos  y  males  que  por 
parte  del  dicho  governador  don  Francisco  Pizarro  y  de  sus  her- 
manos y  amigos,  por  falta  de  no  tener  navios  ni  me  lo  querer  dar 
el  dicho  governador,  caso  que  por  mí  ó  por  vosotros  señores  fue 
¡requerido  muchas  veces  que  me  lo  diese,  hice  una  balsa  lo 


13 


ALMAGRO  y   SUS  COMPaSeBOS 


89 


^  JO  pude  para  informnr  á  S.  M.  de  lo  sasodicho»  Jft  qnal  embié 
paclié  por  la  mar^  aunque  a   mucho  riesgo,  ó  peligro  de  los 

Lqucen  ella  fueron  y  a  mucha  costa  min,  pero  todo  lo  aventuré 
»ln  que  con  venia  al  servicio  der  S*  M.;  é  yendo  la  dicha  balsa  en 
paresce  que  el  dicho  goveruador  don  Francisco  Piznrro> 
jrque  S.  M.  no  fuese  informado  de  la  verdad  ó  por  encubrir  sus 
llflfté  delitos  y  lo  demás  que  ha  hecho,  erahió  navios  tras  della 
imquo  la  toraasen,  la  qual  tomaron,  corao  es  público  é  notorio, 
loí  despachos  que  iban  en  ella  para  S,  M.  con  mucho  oro  é  plata 

bue  robaron,  é  lomaron  cinco  hombres  que  en  ella  iban,  loque 

la  dicho  é  publicado  muchas  vezes  el  dicho  governador  don  Fran- 
ICO  Piíarro  y  su  hermano  Hernando  Pizarro,  y  lo  ha  escrito  á 
lie  real  por  cosa  muy  notoria  é  averiguada,  diciendo  que  tenia 
maJa  toda  la  mar  para  que  no  pudiese  salir  ninguna  persona 
QÍ  recabdo  para  S.  M*  por  mar  ni  por  tierra  sin  su  licencia  é  man- 
dado, y  en  esto  y  en  todo  lo  demás  claramente  paresce  que  lo 
baoceomo  hombre  tirano  por  alzarse  contra  el  servicio  deS.  M*^ 
el  yo  viendo  lo  susodicho  como  pasa,  é  corao  hombre  que  soy, 
miembro  é  hechura  é  crianza  de  S.  M.^  he  procurado  y  procuro 
<jQt  el  dicho  governador  don  Francisco  Pizarro  no  llevé  su  mal 
propósito  adelante,  procurando  por  todas  las  vías  que  puedo  con 

Ifimor  é  razón  é  justicia  de  defender  la  honra  de  S,  M.  y  junta- 
mente con  ella  mi  persona  é  los  que  conmigo  están,  hasta  tanto 
queS.  M.  provea  y  mande  con  justicia  é  queriéndole  tener  la  tie- 
m  spgüra,  para  que  el  dicho  governador  aunque  quiera  no  sea 
poderoso  para  contradecir  lo  que  S.  M.  quiera  mandar,  sino  que 
1  M.  tenga  en  mí  y  en  los  que  conmigo  están  execulores  de  su 
justicia,  lo  qual  lodo  hasta  el  dia  de  hoy  se  ha  hecho  é  hace  por 
jiwücer  é  acuerdo  de  Vs.  Ms.  y  de  los  otros  caballeros  y  capitanes 
qae  conmigo  están,  parecióndoles  ser  justo  é  bueno  en  servicio 
de  S.  JL,  et  porque  podría  ser  que  en  alguna  cosa  yo  estuviese 
ermdo,  en  caso  que  mi  limpieza  é  intención  podría  errar,  pido 
áVs,  Ms,  como  ofleiales  que  son  de  S»  M-  é  caballeros  y  personas 
sabias  y  expertas  y  zelosas  del  servicio  de  S.  M.  de  quien  siempre 
iobeque  con  sana  é  entera  é  limpia  voluntad  me  aconsejarán  lo 
«jue  conviene  hacer  para  que  en  un  punto  no  se  yerre  contra  el 
sí^niriñ  Ap'  S  M  ,  me  digan  y  aconsejen  lo  que  de  aquí  adelante 


co 


COLECaON  DE  DOCmíENTOS 


devo  hacer,  é  si  en  lo  pasado  en  alguna  les  pareciere  que  he  hf 
lo  que  no  devia  me  lo  declnren,  para  que  yo  podiendo  tene^ 
mienda  é  remedio  Jo  ponga  en  ello,  pudiéndose  hacer  bu€ 
signramente,  que  yo  estoy  pronto  y  aparejado  que  siendo 
bueno  é  justo  é  conveniente  al  servicio  de  S.  M.  lo  erectu^É 
porné  por  obra,  alabando,  é  tomando  el  buen  parecer  de  Vs.  IQ 
lo  qual  Vs.  Ms.  deven  de  hacer,  pues  S-  M.  por  especial  instr| 
cion  tanto  lo  tiene  mandado  y  encargado,  éasí  se  lo  pido  é  re^ 
ro  de  parte  de  S,  M,  lo  hagan  é  cumplan,  é  pido  al  preá 
escrivano  me  lo  dé  por  testimonio,  é  a  los  presentes  ruegoj 
dello  sean  testigos. 

En  el  pueblo  de  Guaitara  á  veinte  y  quatro  dias  del  mes  d|| 
ciembre  de  mil  quinientos  y  treinta  y  siete  años,  yo  Alonfl 
Silva,  escrivano  de  S.  M.,  de  pedimento  del  muy  magnífico  i 
el  Adelantado  y  gobernador  don  Diego  de  Almagro^  leí  é  níl 
qué  el  requerimiento  susodicho  á  los  señores  Manuel  del  Espi| 
y  Juan  de  Gazman,  é  veedor  Juan  deTuruegano,  estando  juntan 
los  quale.s  dixeron  que  looian:  testigos,  el  Licenciado  Rodrij 
é  Juan  del  Valle,  é  Juan  Rodríguez  Barragan,  é  Juan  de  Soria 

En  este  dicho  día,  mes  y  año  susodichos  los  dichos  señore 
señor  Manuel  del  Espinar,  é  el  señor  Juan  de  Guzman,  é  va 
Juan  de  Turuegano,  habiéndoles  requerido  con  el  susodicha 
querimento  dixeron,  que  en  las  cosas  susodichas  é  pasadas  hi 
el  dia  de  oy,  en  todas  so  ha  hallado  el  dicho  señor  thesorero  Jud 
de  Guzman,  y  en  parte  de  ellas  los  dichos  señores  Manuel  del 
pinar,  y  veedor  Juan  Turuegano,  y  de  todo  son  todos  tres 
informados,  porque  demás  de  haber  sido  presentes  a  mucha 
las  dichas  cosas,  para  cumplir  con  sus  cargos,  ó  con  el  serij 
de  S*  M.  lo  han  querido  saber  ó  averiguar,  é  sin  que  su  seí 
les  ficiera  el  presente  requerimiento,  ellos  se  tubieron  cuidad 
por  lo  que  son  obligados,  de  haver  á  su  señoría  díchole  su 
cer,  para  que  su   señoría  no  errara,  como  no  ha  errado  en  i 
alguna  de  lo  pasado,  ni  ha  sido  menester  nada  advertirle,  y  ed 
ques  por  venir  dixeron  que  este  dicho  asiento  de  Guaitara  lesj 
rece  que  ásu  señoría  está  mui  bueno,  para  en  que  dicho  sef 
su  gente  estén,  así  para  esperar  al  Juez  que  por  S*  M.  esta  pro^ 
do  para  la  partición  de  los  límites  de  sus  señorías,  como  par 


ALMAGRO  Y  SUS   COMPAÑEROS  91 

darlugar  al  dicho  señor  governadop  don  Erancisco  Pizarro,  que 
vaya  en  su  seguimiento  como  hasta  aquí  lo  ha  hecho,  y  se  ponga 
en  lugar  donde  haga  mayor  daño  en  deservicio  de  Dios  y  de 
S.  M.  E  porque  al  presente  son  informados,  que  el  cacique  Ynga 
anda  levantado  de  guerra  y  está  cerca  de  este  asiento,  que  le  en- 
(jfitTgan,  é  suplican  de  parte  de  S.  M.  que  sobre  ello  miren  sus  ca- 
pitanes é  los  de  su  consejo  de  guerra,  é  si  necesario  fuere  ellos 
están  presto  sé  aparejados  de  se  juntar  con  sus  señorías  para  sobre 
ello  dar  orden,  como  de  guerra  ó  do  paz  el  dicho  Ynga  venga  al 
servicio  é  obediencia  de  S.  M.,  ó  esto  ordenan,  é  encargan,  ó  su- 
plican á  su  señoría  que  lo  haga  y  cumpla,  pues  tanto  conviene  al 
servicio  de  S.  M.  é  bien  é  pacificación  de  la  tierra,   é  asimismo 
que  le  encargaban  y  encargaron  que  con  toda  brebedad  é  diligen- 
cia envié  á  S.  M.  razón  de  todo  lo  subcedido  en   esta  tierra,  ó 
que  si  necesario  fuere  uno  de  los  dichos  señores  é  oficiales,  están 
prestos  ó  aparejados  de  lo  ir  á  hacer:  esto  dieron  por  su  respuesta 
é  parecer,  é  lo  firmaron  de  sus  nombres,  siendo  testigos  Juan  de 
Carbajal,  é  Alonso  del  Valle,  ó  Dionisio  de  Bobadilla. — Juan  de 
Guzman. — Manuel  del  Espinar. — Juan  de  Turuegano. 

E  después  de  lo  susodicho  en  el  dicho  pueblo  do  Guaitara  a 
veinte  y  cinco  dias  del  dicho  mes  de  Diciembre,  año  del  naci- 
miento de  Nuestro  Salvador  Jesuchristo  de  mil  é  quinientos  ó 
treinta  é  siete  años,  visto  por  el  señor  gobernador  don  Diego  de 
Almagro  la  respuesta  é  parecer  de  los  dichos  señores  oficiales  de 
S.  M.,  mandó  a  todos  sus  capitanes  é  gente,  muchos  cavalleros 
que  se  juntasen  a  dar  parescer  en  las  cosas  que  tocavan  á  lo  que 
lenian  pedido  los  dichos  señores  oficiales  de  S.  M.  é  estando  to- 
dos juntos,  é  haviéndose  leido  el  dicho  pedimento  de  su  señoría 
é  respuesta,  el  dicho  señor  gobernador  con  acuerdo  é  parescer 
de  todos  los  susodichos  é  de  los  dichos  oficiales  de  S.  M.,  dixo  que 
en  cuanto  á  lo  que  toca  va  a  ir  contra  el  dicho  Cacique  Ynga  que 
las  cosas  no  estavan  en  tal  estado  ni  disposición  al  presente,  para 
lo  poder  ni  dever  hacer,  por  quanto  él  anda  va  tratando  paces 
con  él  é  le  havia  embiado  sus  mensajeros  y  que  tenia  mui  grand 
esperanza  en  Nuestro  Señor  que  se  vendría  de  paz,  y  que  quando 
esto  no  hoviese  efecto,  que  juntarla  su  consejo,  é  que  ordenarían 
en  como  se  fuese  contra  el  dicho  Ynga  por  todas  las  formas  é 


E 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


maneras  que  él  pudiese,  no  embargante,  qae  el  dicho  governadc 
don  Francisco  Pizarro  no  le  quisiese  dar  lugar  para   ello  con 
mala  intención  que  contra  su  señoría  trahia,  pero  que  él  ten 
confianza  en  Dios,  que  con  sii  acuerdo  é  con  la  gente  que  ten^ 
en  sa  compañía  tendría  recabdo  para  ofender  al  dicho  Caciq^ 
Ynga  ó  para  se  defender  de  la  fuerza  é  daño  que  le  quisiese  hac^^ , 
el  dicho  gobernador  don  Francisco  Pizarro,  é  que  en  cuanto  i^ 
que  tocaya  al  dicho  mensajero  áS.  M.  para  que  supiese  el  est^.^ 
en  que  estaban  las  cosas  desta  tierra,  que  le  parescia  muy  bie^i^ 
que  siempre  havia  estado   en  ello,  é  que  lo  havia  procurado  p^ 
todas  las  formas  é  maneras  que  havia  podido,  é  que  no  se  hav 
efectuado  á  causa  de  no  haver  tenido  navio  en  que  lo  pudiese  hé 
cer,  y  que  áeste  efecto  havia  mandado  la  dicha  balsa,  en  la  qn^i 
ha\iaembiado  á  S.  M.  la  razón  de  todo  lo  que  había  hecho  d^ 
dos  años  y  medio  a  est^i  parte  en  el  descubrimiento  que  Ozo,  A«l[ 
estado  en  que  halló  esta  tierra,  y  en  el  que  al  presente  esta  como  < 
público  y  notorio,  y  que  agora  por  último  remedio  para  efcclue^tr 
su  buen  proposito,  le  parescia  que  uno  de  los  dichos  señores  oí%' 
ciales  de  S.   M.  que  estaban  presentes  se  despachase  luego  á  IL^ 
hora  §in  ninguna  dilación  ó  con  una  provisión  que  aquí  está  cÍ®_ 
S.  M.,  fuese  al  dicho  governador  don  Francisco  Pizarro,  y  le  t^i 
quiriesB  les  diese  navio  é  pasage  para  ir  á  informar  á  S.  M.  de  toe 
lo  que  en  esta  governacion  pasa,  ó  lo  demás  que  á  ellos  les  para  ^^ 
cíese,  por  manera  que  S.  M.  enteramente  sea  informado,  é  sol>: 
todo  provea  lo  que  mas  combiene  á  su  servicio,  lo  qual  dixo  éCLi 
se  los  requería  de  parte  de  S,  M.  á  los  dichos  señores  oficiales 
S.  M.,  é  SI  necesario  os  se  lo  mandaba,  y  que  en  cnanto  á  lo  qii4 
de  su  parte  tocaba,  luego  les  daria  sus  despachos^  é   si  algujifl 
necesidad  tuvieren  de  su  favor  é  ayuda^  ansí  do  su  persona  conio 
de  su  hacienda  para  que  se  efectuase  el  dicho   viage,  que  él 
avisarla^  é  faboreceria  en  todo  lo  que  pudiese:  esto  dixo  que  daba?" 
dio  por  su  respuesta:  testigos,  el  Licenciado  Prado,  y  don  Alonso 
Enriquez  de  Guzman,  y  Juan  de  Saavedra,  y  el  Capitán  Vasco  do 
Guevara, 

E  luego  incontinente  los  dichos  señores  oficiales  de  S.  M.  aco^ 
daron  entre  sí  ydixeron  fuese  el  dicho  señor  contador  Juan  l 
Guzman  é  fascer  la  dicha  embaxada  a  S.  M.^  por  la  forma  misü 


ALMAGHO  Y   SUS  GOMPA^íEROS  93 

qae arriba  esta  dicho,  el  qual  respondlü  quel  estaba  presto  de  lo 
facér  y  efectuar  é  poner  luego  por  obra,  y  qae  pedia  á  su  señoría 
le  diese  luego  los  despachos  que  para  S.  M.  havia  de  embiar,  ó  el 
recabdo  que  tiene  para  ello,  si  alguno  tiene,  y  que  denó  los  Lubie- 
se  que  el  dicho  señor  y  los  dichos  señores,  sus  compañeros  le 
lia^rán  ver  á  S*  M,  lo  que  en  esta  tierra  pasa;  lentigos  lo5  dichos. 
— Manuel  del  Empinar. — Juan  de  Guzman. — Juan  de  Turuegano, 

E  luego  incontinentemente  su  señoría  dixo  que  él  no  quiere 
etnbiar  ningunos  despachos  á  S,  M,  porque  dos  vezes  que  los  ha 
^etnbíado  unos  por  la  mar  é  otros  por  la  tierra,  se  los  han  tomado 
kor  la  orden  del  governador  don  Francisco  Pizarro,  como  es  no- 
torio y  está  probado,  y  que  basta   quel  dicho  señor  contador 
Juan  de  Guzman  vaia  á  informar  a  S.  M.  lo  que  le  paresciese  co- 
nao  oficial  deS.  M.  é  como  persona  que  se  ha  hallado  en  todo  lo 
sufccedido,  porque  si  otros  despachos  embia,  aseguro  de  nuevo 
los  tomarían  los  dichos;  é  luego  el  dicho  señor  contador  Juan 
4e  Guzman  pidió  á  miel  dicho  oscrivano,  lo  diese  por  feé  é  les- 
titxionio  el  auto  de  su  contonidoi  é  que  su  señoría  dice  que  el  no 
lu.iere  embiar  despachos  á  S.  M.  por  las  cabsas  en  el  dicho  auto 
*^OTitenidas,  lo  qual  dicha  feé  di  á  dicho  señor:  testigos  los  dichos. 

Requertnuento  hecho  por  (os  señores  oficiales  de  5.  M.  al  señar 
Hernador  don  Diego  de  Almagro^  é  su  respuesta. 


En  la  cibdad  de  Almagro  que  es  en  el  valle  de  Lima,  á  veinte 
dos  dias  del  mes  de  Noviembre  de  mil  y  quinientos  y  treinta  y 
^lele  años,  de  pedimento  de  los  señores  Ihesorero  Manuel  del  Es- 
^iaar,  é  Alonso  Riquelme,  y  contador  Juan  de  Guzman,  y  fator 
►lego  de  Mercado,  y  veedor  Juan  de  Turuegano,  por  mí  Alonso 
We  Silva,  eserivano  de  sus  Magestades,  fué  leído  y  notificado  un 
[t^qüerimíento  al  muy  magnífico  señor  governador  don  Diego  de 
[Almagro,  el  tenor  dt?l  qual  es  este  que  sigue, 

Eserivano  que  presente  estays  dad  por  testimonio  en  manera 
[ue  haga  fee  á  nos  el  thesorero  Alonso  Riquelme  y  thesorero  Ma- 
inel del  Espinar,  y  contador  Juan  do  Guzman,  y  falor  Diego  de 
íercado,  y  veedor  Juan  de  Turuegano,  oficiales  de  S.  M.,  que  de- 
jjimos  que  á  nuestra  noticia  es  venido  y  es  público  y  notorio  que 
iestras  señorías  los  señores  governadores  don  Diego  de  Almagro 


féí  COLECCIÓN  DE  DOCCMEyTCrS 

/*  ílon  Francisco  Pizarro  sobro  los  límilos  é  demarcación  de  los 
t/Tiiiiiins  íl<*  sus  ^ovíTiíaciíMios  tralicii  grandes  diferencias  é  t¡e- 
iiííii  rnijrlm  ^imiUí  ariníida  ó  á  punto  de  polear  de  una  parte  é  de 
iilni,  ílr  i|uií  Dios  y  S.  M.  s<TÍ(in  muy  deservidos,  é  para  la  coa.^ 
fnriniílihl  iln  sus  spfiurias  han  puesto  jueces  é  terceros  apasion^^ 
dos  n  inttu'esados,  do  manera  que  antes  los  han  encendido  qv^e 
Hpufi^iíatlu.  y  viendo  como  vemos  en  tan  gran  riesgo  el  servie  ^q 
lio  S.  M.  y  la  luMirra  de  vuestras  señorías  é  el  perdimiento  dest^,^^ 
roinos  y  naturales  dellos,  é  viendo  que  quien  mas  se  deve  de  ci^. 
lor  deslo  somos  nosoli\>s  é  de  quien  mas  se  debe  confiar,  pues  so  - 
iu\>s  loriados  y  olloiales  de  S.  M.  y  no  hemos  de  tener  ni  tenemo» 
oliH  pasión  ni  inloivs  que  lo  que  conviene  á  su  real  servicio,  é^^ 

la  pa¿  o  sosioiío  de  vuestras  señor.'as.  pues  en  general  y  especial 

monto  nos  lo  onoarca  y  manda:  é  nos  consta  da  salarios  á  vuea- ^ 
Iru  señoría,  o  conservando  s;j  amistad  y  compañía,  do  entremeter-  " 
nos  en  o>lo  o  jo.uLarnos  !os  oíi'.\ale<  de  entrambas  governaciones, 
^Kira  ivviuo"ir  ooino  r».*»}  .:eri:nos  d  VL;er?í.ra  seCoría  el  muy  magnífico 
soñor  do:\  UíOjjío  d»?  A  -^a^r»;  iiA  í  i'.s  e  tres  veces  é  mas  quan- 
l^i'i  de  ooreca-'  ie\e:nos.  :  \.  ^ec^jíio  ie  5.  U.  é  á  su  hacienda 
vvmI  cornbi'.'.'*  ;  .:o  '•  >  n  *»^  :»?  --a  -:>vepnao:oa  é  cosas  anexas  é 
Ov^Kv/n  o:»  '>  1  ?■  ^  :  i>%  n.-m-j  1 1»?  s^iúr*}  :.i¿  otras  cosas  que 
>:.v-  :i  ^vv".  -•  .1  ••  ■  •  -"-'li-.i  11  ".  'í'iiT.jr  ^overnador  don 
>-.;,.,-.'»'  '•  í  •"  ^-  ^' .-  •  .  n'-n-.;\.¿  -n  üie^tras  manos 
v,.  ^  -  .  ...  -  ^  -  .  .  ^  .  -'. .  .1  ••  i.-:?:"^  S'ílor.a,  junta- 
.,;.,,.     .         ;.  -  .     -     t     :     ;  j  V  :-::u:L.in  ie  don  Fran- 

--::-.,.    •  :ni   se  es^use  tan 
.  !  -«    -.    -v-.iiií  -r^  "T-informan,  así 

• -«  *.  •:      >-ír\¿  señorías  á 

.  "..  •    i.-..    -  I  le  están  de 

_     -.         -    :     -  .-  -;^-sdeS.  M., 

.  .  -    ;  .  ■     tr  .  - :   -1  e*ui  ciu- 

.  •■    -■ '  ^  -ie  esta 

...•.•-  i  :-.'.::  i)  que 

.     r  ;  .     :  .    .  I  •       -      •    .  •:  rllos  y 

,,    X    :-.—:.   í     in.   ■-      .    :  -..  :íran 

^  ■Mi-  :  '.1  «>  ■■■11    -  ■         .  •  :i.-::o  de- 

.    x_.>  ,  .ipar-;  -.'-5  '-ió  •^' "-''  ::i^':.ú  e  reme- 


ALMAGRO  Y   SUS   COMPANEROS 


95 


ue  convenga  al  servicio  de  S,  M.,  é  ri  la  pacificíipion  é  sosít^^u 

istos  re¡no5,   é  poneÜos  en  paz  ó  sosiego,  hasta  tanto  que 

juez  compelento  d  quien  eslá  cometiiJo  ó  so  cometiere,  é 

enesler  fuere  con  preáleza  hazello  ir  á  ver  á  S.  M,  dar  priesa 

•ho  Juez,  Cálamos  prestos  de  lo  hacer  dcsta  manei*a;  vuestras 

'fas  haráo  lo  que  conviene  al  servicio  de  Dios  é  de  S*  M.  et 

rúQ  muchos  daños  haciendo  lo  que  S.  M.  manda,  que  se  to- 

lueslro  parescer  acerca  de  sus  governaciones  é  en  las  cosas 

servicio,  lo  qual  damos  por  parecer  é  requerimos  u  vuestra 

ía,  para  que  con  su  respuesta  ir  A  hacer  lo  niesmo  con  el 

í  señor  governador  don  Francisco  Pizarro,  con  protestación 

e,  no  viniendo  en  ello  de  vuestras  señorías,  sea  el  que  quiera, 

rdimiento  de  esta  tierra  é  no  el  servicio  de  S.  M.,  é  que  nos 

remos  á  favorescer  la  parle  mas  obediente,  é  demás  desto 

r  de  las  personas  é  bienes  todos  los  gastos  é  intereses  que 

^  ello  á  S*  M.  se  requieren,   et  las   muertes  da  gentes  que 

^  serán  á  su  cargo;  é  do  cómo  lo  pedimos  et  requerimos,  á 

;ra  señoría  el  dicho  señor  governador  don  Diego  do  Almagro 

dimos  por  testimonio,  et  tí  los  presentes  rogamos  que  dello 

tesitigos. 

isí  laido  é  notificado  el  dicho  notificamienlo  é  requerimiento, 
Sho  señor  governndor  don  Diego  de  Almagro,  por  ante  mí  el 
í  Bscrivano  su  señoría  dixo  que  lo  oia,  é  que  él  responderia  á 
Testigos,  Francisco  Noguerol  de  Ulloa,  é  Juan  de  Herrada, 
m  Balsa. 

lespues  de  lo  susodicho  este  dicho  dia,  mes  é  año  susodichos 

^adiendo  el  dicho  señor  Adelantado  governador  don  Diego 

magro  al  notificamienlo  é  requerimiento  de  suso  contenido, 

que  él  por  su  parte  siempre  ha  deseado  é  procurado  con  in- 

Dn  é  obra  el  servicio  de  S.  M.  et  la  paz  et  sosiego  destos  rei- 

del  dicho  señor  governador  don  Francisco  Pizarro,  justifi- 

Dse  en  todo  lo  posible  et  mas  do  lo  que  es   obligado,    sin 

deracion  do  lo  que  en  toda  vía  el  dicho  señor  governador 

francisco  Pizarro  insiste  en  le  querer  perturbar  sin  justicia, 

estruillo  el  encobrir  su  honra  et  persona  por  su  pasión  et 

íular  interese,  et  para  ello  ha  venido  en  su  seguimiento  des- 

cibdad  de  Los  Reyes  donde  estaba,  con  mucha  gente  de  pié 


9S 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


y  de  cavallo  á  punto  de  guerra  el  con  muchos  tiros  de  artiller^ü 
et  municiones,  é  ha  dieho  é  publicado  que  lo  trahe  contra  él,  p 
manera  que  el  cargo  é  culpa  de  lo  sobredicho  se  deve  de  impuL^ 
al  dicho  señor  governador  don  Francisco  Pizarro,  pues  es  prinof 
pal  autor  ot  raovedor  de  la  guerra,  pero  que  para  mas  mostrar  s| 
justilxcacion  é  intención  saneada,  sin  embargo  de  esto»  que  hará 
cumplirá,  et  tomará  todos  los  medios  que  á  los  dichos  señoreí 
oficiales  éá  otros  qualesquier  servidores  de  S,  M.  paresciere  que 
coneiernen  al  servicio  de  S,  M,  e  á  la  dicha  paz,  sin  perjuicio  d6 
su  derecho,  esperando  hasta  que  el  juez  por  S.  M.  proveído  deler— 
raine  lo  que  se  deve  hacer  de  derecho,  en  todo  lo  qual  protestal^^ 
el  protestój  no  ser  visto  atribuir  derecho  alguno  al  dicho  seño  - 
governador  don  Francisco  Pizarro  mas  del  que  le  pertenezca,  e 
de  cómo  les  respondió  lo  susodicho  sin  consentimiento  de  su 
protestaciones  ni  alguna  dellas,  lo  pidió  por  testimonio  etélo 
presentes  rog(S  que  dello  fuesen;  testigos  que  fueron  presente 
Pedro  Barroso,  y  el  capitán  Francisco  de  Salinas,  y  el  secretarii 
Fernando  de  Sosa.  El  Adelanlodo  don  Diego  de  Almagro,  E  y« 
Alonso  de  Silva,  escrivano  de  sus  cesáreas  et  cathólicas  Mageslcu- 
des,  á  lo  susodicho  presente  fui  con  los  testigos,  por  ende  ficssa 
aquí  este  mió  signo  á  tal. — En  testimonio  de  verdad.^ — Alonso  cm 
Silva,  escrivano  de  S.  M. 

Cierta  reclamación  hecha  por  el  Adelantada  don  Diego  de  Almagra 
sobre  la  entrega  que  hizo  de  Fernando  Pizarrp 

En  la  cibdad  de  Almagro,  que  es  en  el  Valle  de  Chincha,  ¿ 
veinte  y  tres  dias  del  mes  de  Noviembre  de  mil  y  quinienlosy 
treinta  y  siete  años,  el  mui  magnífico  señor  el  Adelantado  y  go- 
vernador don  Diego  de  Almagro,  en  presencia  de  mí  el  escriva- 
no y  testigos    de  iuí^o  escriptos,  dixo  que  por  quanto   él  tient 
preso  á  Feniandü  Pizarro  pur  muchos  ó  graves  deudos  que  li^ 
cometido  ansí  en  el  alzamiento  desta  tierra  como  en   otroa,  por 
do  merece  pena  de  muerte  é  perdimiento  de  bienes,  segundeóos» 
ta  é  paresce  por  el  proceso  é  información  que  contra  él  se  tiene 
hecho,  á  que  se  refiere;  é  porque  trayéndole  para  le  embiar  á  S.  M» 
de  su  mano,  el  governador  don  Fr.acisco  Pizarro,  su  hermíum 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPANEROS 


pospuesto  lodo  lemor  do  Dios  é  servicio  de  S.  M.,  vino  para  se  lo 
quitar  poderosamente  con  ochocientos  hombres  de  pié  é  de  ca- 
vallo,  é  con  doscientos  arcabuceros  é  vallesteros,  ó  quarenta  pie- 
zas de  artillería,  é  juntóse  a  cinco  leguas  de  esta  dicha  villa  con 
el  señor  Adelantado,  por  manera  que  a  no  darle  el  dicho  Fernan- 
do bizarro,  su  hermano,  pop  medios  é  conciertos,  él  se  lo  lomara 
por  fuerza  ó  A  lo  menos  lo  intentara,  de  que  se  siguieran  muertes 
de  muchos  christianos  é  perdimiento  de  la  tierra  de  que  Dios  y 
S.  M*  fueran  mas  deservidos  que  no  de  soltar  el  dicho  Fernando 
Pizarro,  por  ende  dixo  que  protestaba  é  protestó,  ó  declarava  é 
^  'irá  que  sí  soltava  al  dicho  Fernando  Pizarro,  convenia  con  el 
i'j  señor  governador  don  Francisco  Pizarro  en  lo  que  se  pidió 
de  511  parte  locante  al  dicho  Fernando  Pizarro,  que  era  por  escu- 
sar  las  dichas  muertes  y  rompimientos,  é  no  por  otra  cosa  ni 
c^bsa  alguna,  é  protestando  como  protestó,  de  hacer  saber  4 
S,  M.  lo  que  pasa  é  de  le  informar  enteramente  de  los  dichos  de- 
Uclos  é  de  la  dicha  fuerza,  é  de  facer  decir  todo  lo  demás  que  es 
obligado  como  á  su  Rey  y  señor  natural,  é  que  no  le  pare  perjui- 
cio qaalquier  «josa  que  haia  fecho  en  contrario  de  su  derecho, 
pues  lo  hizo  por  evitar  lo  susodicho  é  por  servir  á  S.  M.  é  de  co- 
iDülo  dixo  é  protestó,  pidió  á  mí  el  dicho  Escrivano  se  lo  dé  por 
^eslimonio,  é  á  los  presentes  rogó  que  dello  sean  testigos:  á  lo  que 
íeroa  testigos,  el  thesorero  Alonso  Riquelme,  é  don  Alonso  En- 
pquez  de  Guzman,  é  Juan  de  Herrada,  é  Fernando  de  Sosa^  é  por 
señoría  lo  firmó  el  dicho  Fernando  de  Sosa.— Fernanúfo  de  So- 
^—Alomo  de  Silva,  Ecno.  de  5.  M^ 


5  de  Enero  do  1538 

tXir— Carta  de  obligación  que  pI  Adelantado  don  Diego  de  Alma- 
ifro  y  su  fiador  el  señor  Capitán  Rodrigo  Orgofioz,  otorgaron  en 
favor  del  Licenciado  Francisco  de  Prado, 

(Archivo  de  Indias,  Í44-1-12) 

íepan  quantos  estacarla  de  obligación  vieren  como  nos  don 
Igo  de  Almagro,  Adelantado  y  Gobernador  y  Capitán  General 
la  Proóaiaft^del  nuevo  Reino  de  Toledo,  é  yo  el  Capitán  Ro- 


98 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


drigo  Orgoñoz,  estando  al  presente  en  el  pueblo  de  Guaytara, 
el  dicho  Governador  como  principal  deudor,  y  yo  el  dicho  Ro« 
go  Orgoñoz  como  su  fiador  é  principal  pagador,  ambos  á  do^ 
mancomún,  é  &  vos  de  uno  é  cada  uno  de  nos  y  de  nuestros  I 
nes  por  sy  y  por  el  lodo  renunciando  como  renunciamos  laS| 
yes  de  mancomunidad,  otorgamos  é  conocemos  que  rescebí  yi 
dicho  Governador  de  vos  el  Licenciado  Francisco  de  Prado»  i 
ciño  de  la  ciudad  de  Santo  Domyngo,  de  la  ysla  española,  q 
soys  presente,  treyntn  é  un  mili  é  ciento  cinquenla  pesos  de  buj 
oro  de  ley  perftícta,  fundidos  y  marcados  de  valor  cada 
quatrocientos  y  cinquenta  maravedíz  de  la  moneda  us 
rriente  en  los  Reynos  de  Castilla,  los  quales  dichos  treyn 
mili  y  cientñ  y  cinquenla  pesos  de  oro,  yo  el  dicho  Gove 
rescibí  de  vo¿  el  dicho  Licenciado  Francisco  de  Prado,  é  pasaij 
realmente  y  con  effeclo  de  vuestro  poder  al  myo  de  que  me 
por  contento  y  pagado,  sobre  lo  qual  renuncio  las  Ley 
paga  en  todo  y  por  todo,  como  en  ellas  se  contiene»  los 
yo  rescibi  de  vos  en  esta  manera,  diez  é  sietLe  rayll  é  qul 
pesos  de  oro  en  diez  cargas  de  oro  que  me  dystes,  que 
veynle  é  sielte  myll  y  seiscientos  y  cinquenta  pesos  de 
quilatez,  desde  diez  y  nueve  quilatez  asta  veynte  y  do 
ellos  oro  fundido  y  mareado  dea  cuatrocienlos  y  cinquenta 
vedTz  el  peso  de  oro,  en  los  quales  se  montaron  los  dichos 
syete  mili  é  quinientos  pesos  de  buen  oro,  y  mas  tres  myl 
de  buen  oro,  de  ley  perfecta  que  yo  os  debya  sobre  una  fu 
un  jarro,  é  una  taza,  é  una  copa,  é  un  salero,  é  un  berne 
do  de  oro,  lo  qual  me  bolvistes  y  entregastes  juntamente 
demás  pesos  de  oro  de  suso  contenidos,  y  mas  tres  mili 
cientos  marcos  de  plata  de  comercio,  apreciado  é  avaluado  caí 
un  marco  a  dos  pesos  y  medio,  de  buen  oro,  de  ley  perfecta,  ( 
los  quales  se  montaron  ocho  mili  y  doscientos  y  cinquenta  pesa 
de  buen  oro  de  ley  perfecta,  y  ansymismo  seyscientos  mai 
plata  blanca  á  razón  cada  un  marco  de  qualro  pesos  de 
los  quales  se  montaron  dos  mili  ó  quatrocientos  pesos, 
oro  de  ley  perfecta,  que  son  por  todos  los  dichos  treyntá 
mili  y  ciento  y  cinquenla  pesos,  de  buen  oro,  de  los  qu 
doy  por  contento  ó  pagado  y  entregado  a  mi  voluntad,  sb\ 


ALMAGRO   Y   SUS   COMPANEROS 


99 


10  es,  los  quales  me  distes  y  pagastes  por  otros  laníos,  que  yo  el 
Jicho  Governndor,  vos  doy  en  los  Reinos  de  Castilla  délos  que  al 
esenle  allá  tengo,  si  los  hubiese  en  dineros  contados  como  yo 
ibie»  sy  no  que  vos  los  ayays  é  rreeibays  en  qualesquier  juros 
[itas  ó  heredades  que  yo   los  tenga,  é  para  mí   se  hubiesen 
omprado,  ansí  de  los  que  Su  Mag.  por  ellos  me  haya  dado  como 
^n  otra  qualquier  manera,  que  yo  los  haya  é  me  pertenezcan  á 
osmysmos  precios  que  yo  los  hube  de  Su  Mag.  ó  de  otra  qual- 
quier persona  particular,  de  quien  mi  fator  é  procurador  los  haya 
^recibido  y  comprado  y  que  sea  á  vuestro  escogimiento  de  tomar 
le  todos  los  juros  y  rentas  que  tuviese  lo  que  vos  mas  quysieredes  y 
lo  mejor  parado  que  á  vos  os  pareziese,  y  por  bien  hubieredes, 
jue  aquello  quyero,  y  es  mi  voluntad  que  vos  hayays  é  recibays  en 
ago,  y  por  el  otro  tanto  de  los  dicho^i  treyutii  ó  un  mili  ó  ciento- 
tinquenla  pesos  de  oro,  y  desde  agora  os  cedo  y  traspaso  el  acción 
^derecho  que  tengo  á  los  dichos  juros  y  rentas  é  moneda  amone- 
ada  que  tengo  y  me  pertenecen  por  qualquier  manera  que  sea 
los  dichos  reinos  de  Castilla,  y  me  aparto  y  desisto  de  la  pose- 
_Bion  y  señorio  del  I  os  é  la  pongo  en  vos   el   Licenciado   Fran- 
ásco  Prado  como  señor  que  soys  de  ellos  para  que  desde  hoy  en 
delante  goceys  y  llevéis  las  rrentas  y  frutos  que  rentaren  los 
píchos  tributos  y  otras  rentas  y  haciendas  que  os  pertenecieren  é 
erleneeen  por  virtud  de  la  dicha  ce-ion   y  traspaso   que  desdo 
fora  vos  hago  hasta  en  cumplimiento  de  los  dichos  treynta  é  un 
úU  é  ciento  y  cincuenta  pesos  de  oro  que  de  vos  he  rrecibíiio,  ó 
tómelo  y  me  obligo  de  no  yr  ni  venir  tácita  ni  espresamente 
|lRora  por  ninguna  forma  ni  manera  que  sea,  agora  ni  en  tiempo 
llguno»  y  para  mas  firmeza  y  seguridad  de  lo  susodicho  que  será 
porto  y  firme  y  seguro,  yo  el  dicho  Governador  don  Diego  de  Al- 
agro  expresamente  obligo  é  ypoteco  todos  los  juros  y  rentas  y 
í^cienda  y  oro  y  plata  é  joyas  que  yo  de  presente  tengo  y  poseo 
pn  los  dichos  reinos  de  Castilla,  en  qualquier  manera  que  me  per* 
fenezcan,  para  que  del  los  y  de  lo  mejor  parado  de  ellos  cobreys  é 
ays  los  dichos  juros  y  rrentas  hasta  en  la  dicha  cantidad  de 
íichos  treynta  é  un  mili  y  ciento  y  cincuenta  pesos  de  oro, 
ymismo  yo  el  dicho  capitán  Rodrigo  Orgoñoz  obligo  jun- 
lente  de  mancomún  segund  dicho  es  con  el   dicho  Governa- 


■IIÉÉb 


100 


COLECCIÓN  BE  DOCUMENTOS 


dor  don  Diego  de  Almagro  ó  ypoteeo  especialmente  los  bienes.     ^ 
haciendas,  ansy  juros  como  rentas,  como  moneda  amonedada  qmj 
yo  he  y  tengo  en  los  Reynos  de  Castilla  y  me  pertenescen  en  quc^^f 
quier  manera  que  sea  y  me  pueden  pertenecer,  por  manera  q 
en  lo  mejor  parado  de  ellos  ayays  los  dichos  Ireyntaé  un  m 
y  ciento  y  cincuenta  pesos  de  oro  ó  la  cantidad  que  yo  tubier^  4 
los  dichos  Reynos  de  Castilla  hasta  en  cumplimiento  dellos,  pn 
lo  qual  que  dicho  es  y   para  cada  una  cosa  y  parte  dello,  cjtxd 
será  cierto  y  ñrme,  estable  y  valedero;  nos  los  susodichos  Gob©.^*- 
nador  don  Diego  de  Almagro  y  Capitán  Rodrigo  Orgoñoz  y  caíi^a 
uno  de   nos  insolidum  obligamos   nuestras  personas   y  biene^^» 
muebles  y  raices,  ávidos  y  por  aver,  que  vos  serán  dados  y  pag 
dos  los  dichos  treynta  é  un  mili  y  ciento  y  cinquenta  peso?  ' 
oro  en  los  dichos  juros  y  rentas  é  moneda  amonedada  en  lo- 
chos Reinos  de  Castilla,  según  y  de  la  forma  y  manera  que  dich— 
es,  y  si  caso  fuese  que  no  haya  hacienda  en  los  dichos  Reynos  d  - 
Castilla,  con  que  con  vos  se  cumpla  lo  susodicho  ó  alguna  parir 
de  ello,  que  todo  lo  que  faltase  lo  podays  tomar  y  lomoys  á  cara^ 
bios  y  recambios  en  los  Reinos  de  Castilla  ó  en  otra  qualquie^ 
parte  que  los  ayaredes,  que  por  esta  presente  carta  nos  obligamo 
á  todas  é  qualesquier  personas  de  qualquier  estado  y  condiciofl 
que  sean  se  han  de  les  dar  y  pagar  el  principal  que  dollos  lort-'^ 
redes  y  recibieredes  con  los  cambios  que  pusieredes  y  asentar»  > 
sobre  qualquier  navío  ó  navios  que  venyesen  para  los  puor 
ansí  del  Nombre  de  Dios  como  de  otra  qualquier  parte  qae  ver^ 
gan  dirigidos  y  corriendo  el  riesgo  para  esta  mi  governacion  d 
nuevo  Reino  de  Toledo  é  para  las  governaciones  de  la  Nueva  Ca  ^- 
tilla  ó  Castitla  del  Oro,  los  quales  dicho  principal  y  cambios  p  ^- 
remos  y  cumpliremos  segund  y  de  la  forma  y  manera  que  vaa 
los  pusieredes  y  asenlaredos,  su  la  dicha  obligación  de  nuestras 
personas  y  bienes  que  para  ello  obligamos;  olrosy  vos  damos  to- 
do  nuestra  poder  cumplido  si  necesario  es  para  que  podays  aver, 
recaudar,  recibir,  aver  y  cobrar  por  vuestra  propia  autoridad  Je 
los  dichos  nuestros  juros  y  rrentas  é  hacienda  i3  moneda  hasta 
vos  hacer  pago  y  contento  hasln  en  la  dicha  cantidad  de  los  di- 
chos treynta  é  un  mili  y  ciento  y  cincuenta  pesos  de  oro,  el  qual 
vos  damos  en  forma  de  derecho  se  requiere  con  libre  y  genei^ 


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mm^JL 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS  101 

■     administración  que  por  esta  presente  carta  damos  por  libros  y 
quilos  á  la  persona  ó  personas  que  por  nos  han  y  tyenen  los  di- 
chos  juros  y  rentas  y  hacienda  y  moneda  amonedada,  dándooslo 
y  entregándooslo  hasta  en  la  dicha  cantidad  y  para  la  ejecución 
(/c  lo  contenido  en  esta  dicha  carta,  damos  poder  cumplido  á  to- 
rfa.«  é  qualesquier  justicias  de  sus  mandamientos  dequalesquier 
partes  que  sean,  para  que  por  todos  los  remedios  y  rigores  del  de- 
i^cho  nos  constrigan,  inpelan  y  apremien  á  lo  ansy  dar  y  pagar 
r    "tener  y  guardar  y  cumplir  y  haber  por  firme,  haciendo  y  man- 
i^mndo  hacer  entrega  y  ejecución  en  nuestras  personas  y  bienes 
^    de  qualquier  de  nos  como  obligados  de  mancomún  para  que  syn 
r^os,  ni  algunos,  ni  nuestros  procuradores  seamos  citados,  Hama- 
caos y  emplazados  para  el  remate  de  los  dichos  bienes  ni  para  otro 
^^to  alguno,  solo  de  lo  susodicho  nos  vendan  y  rematen  ansy  en 
^tlmoneda  pública  como  fuera  de  ella  y  de  los  maravedís,  porque 
Tuesen  vendidos  y  rematados,  vos  entreguen  y  hagan  luego  pago 
ansy  del  principal  como  de  las  costas  que  sobre  lo  susodicho  ó 
de  qualquier  cosa  é  parte  dello  se  vos  siguieren  ó  recrecieren, 
bien  ansy  tan  cumplidamente  como  si  sobre  lo  susodicho  oviese- 
mos  contendido  en  juycio  y  cuya  definitoria  fuese  dada  contra  nos 
y  contra  qualquier  de  nos  y  por  nos  consentida  y  pasada  en  cosa 
juzgada,  sobre  lo  qual  renunciamos  todas  y  qualesquier  leyes, 
fueros  y  derechos  y  ordenamientos,  que  en  nuestro  fabor  ó  de 
qualquier  de  nos  sean  ó  ser  puedan,  y  la  Ley  quo  dice  que  general 
renunciación   de   Leyes   no  vala,  y  otrosy  renunciamos   nues- 
tro propio  fuero  é  jurisdicción  y  domicilio  y  la  Ley  sit  conve?ierit^ 
y  nos  sometemos  con  nuestras  personas  y  bienes  al  fuero  é  juris- 
dicción de  las  justicias  de  Su  Magestad,  do  nos  quisiéremos  pedir 
y  demandar  que  asy  queremos  ser  juzgados,  conbenidos  y  apre- 
miados á  dar  y  pagar  y  cumplir  lo  suso  contenido  y  cada  cosa 
dello,  los  quales  dichos  treynta  é  un  mili  y  quinientos  y  cinquen- 
ta pesos  de  oro,  yo  el  dicho  Governador  recebí  de  vos  el  dicho 
Licenciado  Francisco  de  Prado  en  oro  y  plata  según  dicho  es, 
de  lo  qual  vos  teniades  y  está  pagado  el  quinto  á  Su  Magestad,  y 
esnuestra  voluntad  que  de  esta  dicha  escritura  se  saque  un  tras- 
lado á  dos  ó  mas,  para  que  uno,  cumplido  el  otro,  no  valga,  en  tes- 
timonio de  lo  qual  otorgamos  esta  carta  en  el  dicho  pueblo  de 


102  COLECCIÓN  DE  DOCrMENTOS 

Onnytara  de  la  dicha  govornacion  rtol  niiovo  Reyno  de  Toledo,  á 
cinco  dias  del  mes  de  Henero  año  del  nascimieiito  de  nuestro  Sal- 
vador Jesucristo  de  mili  é  quinientos  y  treiynta  y  ocho  años.  Tes- 
tigos que  fueron  presentes  á  lo  que  dicho  es,  Gómez  de  Alvarado, 
é  Juan  Descebar,  y  Cristóbal  Pando,  y  Cristóbal  Barroso,  estantes 
en  el  dicho  pueblo,  y  por  su  señoría  firmó  el  dicho  Gómez  de  Al- 
varado  en  el  registro  de  esta  carta,  y  el  dicho  Capitán  lo  firmó  de 
su  nombre.— fíodrigo  Orgoñoz.— Por  testigo. —Go77iez  de  Alvarado;^ 
por  testigo,  Juan  Balsa;  va  entre  renglones  y  dice  una  copa  y  tes — 
tado  do  decia  y  asy.  E  yo  Alonso  de  Silva,  escribano  de  su  cesare^ 
y  católica  Magestad  é  lo  susodicho  presente  fuy  con  los  dichos 
testigos,  por  ende  fice  aquí  este  mió  signo  a  tal  en  testimonio  d^ 
verdad. — Alonso  de  Silva. 

1.0  de  Febrero  de  1538 

XXIII. — Provisión  de  Francisco  Pizarra  mandando  prender  d  Diego 

de  Almagro 

(Archivo  de  Ináxd.^.—Consejo.— Escribanía  de  Cámara,  N."  1007.) 

Don  Francisco  Pizarro,  Adelantado,  capitán  general  y  goberna- 
dor por  sus  Magestades  en  estos  reinos  de  la  nueva  Castilla  llama- 
da Perú,  á  vos  el  capitán  Hernando  Pizarro,  mi  teniente  general 
en  ellos,  ya  sabéis  y  os  es  notorio  cómo  el  Adelantado  don  Diego 
de  Almagro,  volviendo  como  volvió  de  las  partes  del  levante  á 
donde  en  nombre  de  su  Mag.  habia  ido  a  descubrir  y  poblar,  de- 
jándolo de  hacer,  aunque  para  ello  halló  muy  buena  tierra  y  apa- 
rejada donde  su  Mag.  fuera  muy  servido,  se  volvió  á  la  ciudad  del 
Cuzco  y  entró  en  ella  por  fuerza  de  armas  y  so  hizo  recibir  por 
gobernador,  consintiendo  y  permitiendo  que  se  hiciesen  muchos 
robos  é  fuerzas  á  los  españoles  vasallos  de  su  Mag.  que  en  ella 
residían,  é  perseverando  en  sus  delitos  vino  hasta  el  pueblo  de 
Chincha  donde  fundó  cierta  manera  de  pueblo  y  de  allí  él  y  sus 
gentes  han  corrido  toda  la  tierra  haciendo  muchos  daños  y  robos 
a  los  naturales  y  españoles,  á  cuya  causa  la  tierra  esta  abrasada  y 
asolada  y  su  Mag.  ha  sido  muy  deservido,  a  todo  lo  cual  ha  dado 
causa  el  dicho  Adelantado.  Conviene  a  su  real  servicio  y  al  socie- 
go  de  la  tierra  que  sea  castigado  de  dichos  delitos  é  porque  como 


AUUGRO  Y   SUS  C0MPA>ER03 


IOS 


Icapitan  y  criado  do  su  Mag.  yo  en  su  real  nombre  os  mandr  ^|n 
rieja^edes  la  ¡da  de  España  adonde  Qitui'iades  de  camino  para  ir 
el  oro  de  su  Mag.  y  quedasedes  en  esta  tierra  para  me  dar 
^foré  ayuda  para  la  CüaquisUir  é  pacificar  y  para  que  dicho  Ade- 
ífitodo  y  lo5  demás  que  nnduvieáen  en  deservicio  de  tía  Mag. 
lesea  easligadod  y  el  Linga  señor  de  la  tierra  que  anda  alzado  se 
iTiquislo  y  atraiga  á  su  obediencia,  á  todo  lo  cual  yo  os  he  encar- 
t<io  y  mandado  que  vais  á  la  ciudad  del  Cuzco  é  porque  podria 
kTqiie  yendo  ó  oslando  allá  ó  viniendo  Lopasedes  con  el  dicho 
^^delanlado  en  parte  doride  le  pudieredes  prender  para  que  el  fue- 
castigado  do  los  dichos  delitos  que  ha  cometido  y  cesasen  los 
je  se  espera  que  cometerá,  por  tanto  yo  vos  mando  que  donde 
lAiiera  que  lo  hallaredes  é  pudiere  ser  habido  ol  dicho  Adelantado 
lo  prendáis  é  hagáis  prender  el  cuerpo,  y  preso  procedáis  contra 
Ul  y  le  castiguéis  como  hallaredes  por  justicia  conforme  a  los  de- 
I Utos  que  hubiere  cometido,  procurando  y  poniendo  toda  diligen- 
cia eaque  se  haga  é  cumpla  y  ejecute  con  el  menor  riesgo  é  peligro 
lde\Wft5  de  españoles  que  fuere  posible,  que  para  lo  hacer  ó  cum- 
;  puros  doy  lodo  poder  cumplido  en  nombre  de  su  Mag.  con  todas 
I  tíjsmcidencias  ó  dependencias,  anexidades  é  conexidades  é  si  para 
[kñcer  ó  cumplir  y  ejecutar  lo  susodicho  favor  é  ayuda  hubíeredes 
jinenester^  por  la  presente  m:mdo  á  todos  los  caballeros,  capita- 
nes, hijosdalgo  é  otras  cualesquior  gentes  a  quien  lo  pidieredes 
que  os  lo  den  ó  hagan  dar  según  y  como  vos  se  lo  pidieredes,  so 
pena  de  muerte  é  perdimiento  de  bienes  para  la  cámara  de  su 
|Mag.  Fecho  en  el  valle  do  Yca,  á  primero  de  hebrero  de  mil  ó 
quinientos  é  treinta  y  ocho  años. — Francisro  Pizarro. — Por  man- 
íklodp  su  ípñoría. — Antonio  Pirado^  escribano  de  su  Mag. 


10  de  Febrero  de  1538 


iXtiV.'-Prúvmon  de  Dtef/o  de  A/mayro,  nombrando  a  Don  Alonso 
Enriquez  para  que  en  su  nombre  gobierne  la  ciudad  del  Cuzco 

|(Pflkfiael  tomo  LXXXV  de  los  Documentos  inédUot  para  la  HUtúria  de  Es- 
paña^ pág,  312) 


uerii 


1  de  Almagro,  Adelantado,  Gobernador  é  Capitán  ge- 
Reinos  de  la  Nueva  Toledo  por  S.  M*  Por  cuanto  por 


((>l  COLECCIÓN  DB  l>0Cr:!BNT08 

r  '.^r  oomo  estoy  auson te  de  la  ciudad  del  Cuzco,  ocupado  en  la 
o.MU)U(!tln  Y  puMiloacion  de  Mango  Inga  Yupangui,  señor  natural 
V  u^iiuml  ilo:^ta  tierra,  que  anda  alzado  v  rebelado  en  ella  contrst 
f^í  -wfNrvuMo  Y  obediencia  de  S.  M.  y  en  otras  cosas  importantes^ 
3^tt  Utvil  íiervioio  y  á  la  sustentación  desta  tierra  y  conservaciot^ 
vie  3iU*  itubdilos  é  \*asallo5,  y  conviene  y  es  necesario  que  en  1^ 
vJiohí^  ciudad  del  Cuzco,  p^r  ser  cabecera  destos  Reinos,  haya  tod^ 
w^!\{ou.  guarda,  amparo  y  recado,  asf  para  sustentaciones  como 
iv*r\A  !»  dt^  5U5  cámara^,  e  q--?  una  f-er¿4:*na,  en  nombre  de  S.  M. 
X  eu  uü  lucar,  prevea  y  orir:;e  li5  c*>sa5  de  la  guerra  en  ella;  y 
s.v:t^ier:íiudo  %i'j:e  v.>>  ?.  Al:^.?.:*  ílurlq-ez  de  Guzman.  caballero 
<ie  'a  Orvií^u  di  &i-:-.vc:  •*  -:irl-ii>  ¿-»  La  Casa  Real  de  S.  M.,  sois 
Ottb*!>rv*  h;..>i,&'f-*   --   Í-;  SruI  ¿^rv:o:>  ^  \\  mucha  expiriencia 
v;  jí^  h-áiívi>  ;T^uii•:•  -í  ;^-^;.s  *c  ■;l5  .tsi^  ir  ia  güera  contra  infieles, 
jL>.  -i^  vMT^s^s  ¿f  jüZLZhz.  faoíínl   ¿*  Ibici.  pr.r  S.  M.  proveído, 
cc£3t:o  ^c.'íci:  Mfcíisr*  if*  itztzc  ¿»  Jk  d-»íea¿ioa  del  cerco  de  la 
vüciíij^  .*ii>i»i.  ¿f  ri>*  iiJ:«»i:s  bhh:  2ixy  boraa  •raeata,  é  por  vues- 
V^  oxziéi  -f  5U:i:i/fa»:üi  -f^  i*iJiLlshkL  ■*  r»:r  lo  que  ¿  S.  M.  habéis 
j^í^:'¿w*^  í  víxjíOíÍí:  ri>f  iitr*fi¿^  iífi  ji  :-if?íi*A  *^*?  s-iis  obligado,  y 
Wí  '2XX'*:  T  ~x«i.-s&i  riíf  j'i   Jun.  i'isx  pr;Taa-  *^  nozíbre  de  S.  M., 
per  Tit  rrTíwa'ií  fíi  Six  ?-*§*  i'.ourv  7:¿  x-icrir:*  prureo  y  sustitu- 
j'^  7*/r  ^\r':xM.  tu  si  Xm*  >j*ifcfr  /  iriT-jüi.a  i  ii»  pan  ello  tengo  de 
$w  \  .  j*fcr»  vt^  Xi^fís-  f  i'-ír7%^zr^  íi  il«-':i'j    :í:í.-:  í-  >*  casos  á  él 
4:ní"/5^  í  .■•j*i».'^í»n*'=".i  l'ts  >.-'¿'i:i  í  .-jJI'J  ;'*j  -•:   nrji  *  y«>iña  en  la 
xic*í*i  ríi'-uu.  í  ^u   ur*f»i:«;: -■:!  j-.-r  *':.'^-u*i  i-i  .-i  i-C-a  Pr:Ti¿ion  pre- 
>t'r.í*.  >i»í»r-k"»-f  p%  :\  n.>;ir.  >.--:»?r  x'ie  parí  f.l:  tei^z^i  i»  S.  M.,  os 
.r.ivrví»    -r   "5  *!c'?.i      *-i«i  r -ii> '.'.-r'iil":-?.  'MI  fu:r : -ciencias Ó 
.x>-xrip^M:v'v«v   wi- '^•^i'-'i:>  í  .-^.úw .\:«ia.d^,  e  por  e?ja  mando  al 
,^v:v>j-. .    ■-.>iic'^    .   >5  ^!áv.>r?s  -•>iba:I'ír*:'í.  e5-?jdero5,  cñciales  y 
Kxtiv».-o<  ►u^ri-i'-í»^  .     -:^>  ;vaún-5^:i:»ír  perj-jnai  eftante?  é  habitan- 
te^  .*-  \  ..'..:o^  .I--ÍÍV.  -  >u>  :erui:ao5.  qae  fecho  parvos  el  dicho 
'    ^  .  ^  >t    •*:  -S*^^*^  -^^   .ii^zmaíi  «f I  Jaramente  é  solenidad  en  tal 
.„^^    ..,    M-,-..     •  >  >Ay:i:i  •  i-voiodii  e  teñeran  p-jr  tal  mi  Lugar- 
•  ^    ..    .    ..     *ip,.-.A.:  ^-r-uvíTi*,  Uíuauo  con  vos  el  dicho  otloio  en  la 
:..  ,.        .1.  ,   ._>  ri»ii.iK»s  ■:•  ^^o  CKi  otro  aiguno,   é  cumplien- 
..v^--v>.,.--'-  ^  a^5^:v>  Jiaadaoiíentos  é  ordenamientos  en  las 
^  ^.^   ^  ..,    ..  ^^'iwC'-»  ici/íi  !u^íir^  guardando  vo5  todas  las  honras, 


r 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS 


105 


icias,  mercedes,  franquezas  é  libertados  é  preeminencias,  pr.>- 

jativas  é  inmunidades  que  vos  doljen  ser  guardados,  ó  todas  laá 

otras  cosas,  derechos  é  provechos  que  por  el  dicho  oficio  vos  dja- 

ben  ser  guardadas  é  debéis  haber  ó  gozar  en  guisa  que  vos  non 

meíigüe  ende  cosa  alguna,  é  seguu  que  á  mí  me  deben  é  pue^ 

den  obedescer  é  acudir,  é  os  den  todo  el  favor  é  ayuda  que  para 

el  uso  del  dicho  oficio  fuere  necesario,   solns  penas  quo  vos  les 

pusiéredes  ó  mandáredes  poner,  ca  para  usar  ó  ejecutarlas  en  los 

remisos  é  inobedientes  y  en  sus  bienes,  vos  doy  poder  cumplido, 

■''^:rnn  dicho  es.^ — Fecha  en  la  provincia  de  Biezas  déla  Nueva  To- 

'  H  iO  dias  de  Febrero  de  1538  arios. — El  Adelantado  D.  Die- 

90  de  Almayro. — E  yo,  Fernando  de  Sosa,  Escribano  de  S.  M.  é  del 

Juzgado  del  dicho  señor  Gobernador  é  Capitán  general,  é  su  Se- 

crelario,  la  escrebí  por  su  mandado. 

26  fie  Febrero  de  ll>;iS 

XAT  v^,^Real  cédula  sobre  ciertos  indios  de  Francisco  de  Casla/ieaa 

(Archivo  de  Indias^  109-7-1 

ÜonCárlos^  ele-  A  vos  el  nuestro  gobernador  de  la  provincia 
**^^  Perú,  salud  é  gracia,  sepados  que  Sebtistian  Rodríguez,  en 
^^^nabrede  Francisco  de  Caslañeda  no5  ha  hecho  relación,  quol 
^icho  su  parte  es  uno  de  los  primeros  conquisLadores  y  poblado- 
^^  diesa  tierra,  é  que  en  remuneración  de  sus  servicios  lo  fueron 
^í^coraendados  ciertos  indios,  los  quales  tiene  y  posee  é  suplicó 
^'^^  mandásemos  que  no  se  los  quitásf^des  ni  removiésedes  sin 
^^^  primero  fuese  oido  y  vencido  por  fuero  y  por  derecho»  u  co- 
^**  la  nuestra  merced  fuese,  lo  qual  visto  por  los  del  nuestro 
*nsejo  de  las  Indias,  por  cuanto  por  otra  nuestra  caria  é  provi- 
^^n  Real,  avernos  mandado  que  vos  el  dicho  gobernador  y  el 
^^i^podesa  provincia  hagáis  la  tasación  y  moderación  de  los  tri- 
^^^is  que  lüs  indios  .naturales  dcUa  han  de  pagar,  asy  á  nos  co- 
^oá  las  personas  que  los  tubieron  encomendados,  fué  acordado 
deviamos,  mandar  dar  esta  nuestra  carta  para  vos  é  nos  tuví- 
oslo  por  bien:  porque  vos  mandamos  que  hecha  la  dicha  tasa- 
y  moderación  conforme  a  la  dicha  nuestra  carta  de  que  de 


^^ 


106  COLECCIÓN  DE  DOCU3IÍBNT08 

suí^o  se  hace  mención  no  quitéis  ni  removays  al  dicho  Francisco 
de  Castañeda,  los  indios  que  le  estubieren  encomendados  sin  que 
primeramente  sea  oidoé  vencido  por  fuero  y  por  derecho,  y  si  de 
la  sentencia  ó  sentencias  que  sobro  ello  dieredes  por  alguna  do  las 
partes  fuere  apelada  en  caso  que  de  derecho  aya  lugar,  apelación, 
se  la  otorgad  para  que  las  pueda  proseguir  ante  quien  y  con  dere- 
cho deba  é  no  fagades  endeal  por  alguna  manera.  Dada  en  la  Villa 
de  Valladolid  a  26  dias  del  mes  de  hebrero  de  1538  años.  Yo  la 
Reina. — Refrendada  de  Juan  Vasquez,  y  firmada  del  Conde  y  Bel- 
tran,  y  Carvajal,  y  Bernal,  y  Velasquez. 


3  de  Marzo  de  1^38 

XXVI . — Real  provisión  para  que  no  se  obedezcan  los  mandamientos 
que  Diego  de  Almagro  diese  en  el  Cuzco 

(Archivo  de  Indias,  109-7-T,  y  pub.  en  Caro  de  Torres,  Hist.  de  las  Ord.  MiL, 

pág.  143) 

Don  Felipe,  etc.  A  vos  los  consejos,  justicias,  y  regidores,  ca- 
balleros, escuderos,  oficiales,  homes  buenos,  así  de  la  ciudad 
del  Cuzco,  como  de  los  otros  pueblos  de  su  comarca,  salud  y  gracia: 
sépades  que  nos  estando  informados,  que  volviendo  don  Diego 
de  Almagro  de  la  jornada  que  habia  ido  a  conquistar  las  tierras 
y  provincias  de  su  gobernación,  se  vino  a  esa  ciudad  del  Cuzco 
donde  estaba  Hernando  Pizarro,  caballero  de  la  Orden  de  Santia- 
go, hermano  del  Marqués  don  Francisco  Pizarro,  con  otros  espa- 
ñoles que  habian  ido  por  el  oro  nuestro,  que  estaba  recogido  en 
la  dicha  ciudad  del  Cuzco,  y  a  procurar  otras  cosas  de  nuestro 
servicio,  pidió  al  dicho  Hernando  Pizarro  (con  otros  españoles),  que 
le  entregase  la  dicha  ciudad  del  Cuzco,  diciendo,  que  entraba  en  los 
límites  de  su  gobernación,  y  porque  no  lo  quiso  hacer,  entró  con 
mano  armada,  y  con  grande  escándalo  y  alboroto  en  esa  dicha  ciu- 
dad del  Cuzco,  y  so  apoderó  en  ella,  y  prendió  al  dicho  Hernando 
Pizarro,  y  a  otras  personas  que  con  él  estaban,  de  que  nos  habernos 
tenido  por  deservidos.  Y  habemos  mandado  por  otra  nuestra  carta 
al  dicho  Adelantado  don  Diego  de  Almagro,  que  luego  salga  desa 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS  407 

dicha  ciudad,  y  deje  la  gobernación  al  dicho  Marqués,  y  a  su  Li- 
garteniente,  para  que  la  tenga  con  sus  subjetos,  como  la  tenia  an- 
tes que  el  dicho  Adelantado  entrase  en  ella.  Y  porque  esto  haya 
entero,  y  cumplido  efecto,  vos  mandamos  a  todos,  y  a  cada  uno 
de  vos,  que  luego  que  esta  nuestra  carta,  o  su  traslado  signado 
de  escribano  publico  os  fuere  notificada,  o  pregonada,  o  della 
supiérdes  en  cualquier  manera,  que  el  dicho  Adelantado  insis- 
tiendo en  su  rebeldia,  no  dejare  luego  la  dicha  ciudad  del  Cuzco, 
y  sus  subjetos  al  dicho  Marqués,  o  a  quien  su  poder  hubiere,  para 
que  la  tenga  como  nuestro  gobernador,  comeantes  la  tepia,  man- 
damos a  vos  la  justicia  y  regimiento,  que  luego  se  la  entreguéis, 
y  a  vos  los  nuestros  oficiales  de  la  provincia  de  Toledo,  que  lue- 
go entreguéis  a  los  nuestros  oficiales  de  la  provincia  del  Pirú 
todo  lo  que  ahí  tenéis  nuestro,  y  los  libros,  y  todo  lo  tocante  al 
oficio,  y  a  los  capitanes  y  gente  de  cualquier  estado  y  condición, 
que  dejéis  al  dicho  Adelantado  don  Diego  de  Almagro,  y  que  no 
obedezcáis  sus  mandamientos,  ni  de  sus  tenientes,  y  salgáis  lue- 
go de  la  dicha  ciudad  y  de  los  lugares  donde  él  estuviese,  y  vais 
en  persona  con  vuestras  armas,  y  caballos  los  que  los  tuviéredes, 
donde  el  dicho  Marqués  don  Francisco  Pizarro  estuviese,  al  cual, 
y  a  sus  lugarestenientes  obedeceréis,  como  obedeciades,  y  era 
obedecido  el  dicho  Marqués,  antes  que  el  dicho  don  Diego  de  Al- 
magro entrase  en  la  dicha  ciudad,  lo  cual  así  haced  y  cumplid, 
so  pena  de  aleves,  y  de  caer  en  mal  caso,  y  de  perdimiento  de 
oficios,  y  de  todos  vuestros  bienes  para  nuestra  Cámara,  y  fisco, 
lo  contrario  haciendo,  en  las  cuales  penas  dende  ahora  vos  con- 
denamos, y  hemos  por  condenados,  sin  otra  sentencia  ni  declara- 
ción alguna.  Y  porque  lo  susodicho  sea  público  y  notorio  a  todos, 
y  ninguno  dellos  pueda  pretender  ignorancia,  mandamos  que 
esta  nuestra  carta  sea  apregonada  públicamente  por  las  plazas  de 
mercados,  y  otros  lugares  acostumbrados  desa  dicha  ciudad  del 
Cuzco,  y  de  los  otros  pueblos  de  su  comarca,  y  por  pregonero,  y 
ante  escribano  público.  Y  asimismo  mandamos,  que  sea  guar- 
dada y  cumplida,  sin  embargo  de  cualquier  suplicación  que 
della  se  haga  por  el  dicho  Adelantado,  ni  por  otra  persona  algu- 
na, y  sin  esperar  para  ello  otra  nuestra  carta,  ni  segunda,  ni  ter- 
cera provisión.  Dada  en  la  villa  de  Valladolid  a  tres  diasdel  mes 


d08  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTO» 

(lo  marzo  de  mil  y  quinientos  y  treinta  y  ocho  años. — ^Yo  la.  Rei- 
na.— Registrada  de  su  mano,  firmada  de  los  dichos. 


14  do  Marzo  de  1538 

XXVIL — Iteal  cédula  aobre  las  diferencias  entre  Almagro  y  Pizarra. 

(Archivo  de  Indias,  109-7-1,  y  piib.  por  Caro  de  Torres,  Hist.  de  leu  Ord.  Mil,, 

hoja  141  vta.) 

Don  Carlos,  etc.,  a  vos  el  Mariscal  D.  Diego  de  Almagro  nues- 
tro gobernador  de  las  provincias  do  Toledo,  salud  é  gracia:  se- 
pades  que  por  algunas  relaciones  que  desas  partes  han  venido 
habernos  sido  informados  que  volviendo  vos  de  la  jornada  á  que 
hablados  ido  a  conquistar  las  tierras  y  provincias  de  vuestra  go- 
bernación, 03  hablados  venido  á  la  ciudad  del  Cuzco  donde  es- 
taba Hernando  Pizarro,  hermano  del  gobernador  D.  Francisco 
Pizarro,  con  otros  españoles  en  su  compañía  que  habian  ido  por 
el  oro  que  en  la  dicha  ciudad  estaba  recogido  nuestro,  los  cuales 
habian  estado  cercados  de  los  indios  naturales  de  la  tierra,  y  que- 
luego  como  Uegastes  enviastes  a  decir  al  dicho  Flernando  Pizarro 
que  os  entregase  la  dicha  ciudad  del  Cu^co,  diciendo  caer  en  los 
límites  y  demarcación  de  vuestra  gobernación,  y  que  el  dicho 
Hernando  Pizarro  os  habia  respondido  que  le  mostrasedes  las  pro- 
visiones que  de  nos  tcniades  que  él  os  la  entregarla  y  que  sabido 
por  vos  esta  respuesta  habiados  buscado  medios  como  entre  vos  y 
el  dicho  Hernando  Pizarro  se  tratase  de  concierto  y  para  ello  el 
dicho  Hernando  Pizarro  os  hnbia  enviado  a  D.  Alonso  Enriquer 
y  al  licenciado  Prado,  que  estaban  con  él  dentro  en  la  dicha  ciu- 
dad en  su  compañía,  los  cuales  d(»jando  de  hacer  lo  que  se  les 
habia  encargado  y  debian  y  eran  obligados  diz  que  se  concerta- 
ron con  vos  do  os  entregar  la  dicha  ciudad  del  Cuzco,  y  una  noche. 
lo  pusieron  así  por  obra  y  os  la  entregaron,  y  que  vos,  pospuesto 
el  temor  de  Dios  y  de  la  nuestra  justicia  y  en  mucho  desacato 
della  y  dosscrvicio  nuestro  con  gran  alboroto  y  mano  armada,  os 
apodcrasles  de  la  dicha  ciudad  y  prendistes  y  tenéis  presos  á  los 
dichos  Hernando  Pizarro  y  a  los  nuestros  oficiales  que  dentro  es- 
taban con  otras  personas  principales  y  hablados  hecho  saquear 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPANEROS 


10» 


dicho  Hernando  Pizarro  y  a  todas  las  otras  personas  que  esta- 
ban con  él,  tomríüdoles  y  robándoles  todo  el  oro  y  plata ^  armas 
y  Cíilmllos  y  otras  cosas  que  tenían,  y  lo  repartistes  entre  la  gen- 
te que  traiades,  de  todo  lo  cual  habiendo  ansí  pasado  nos  habe- 
rnos tenido  y  tenemos  por  deservido  por  haber  sido  tan  grave 
cosa,  fea  y  de  mal  ejemplo  y  digna  de  gran  pugnicion  y  castigo, 

Y  contra  las  provisiones  y  cartas  que  cerca  del  lo  por  nos  están 
dadas  y  porque  como  sabéis  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  la  descu- 
brió y  conquistó  el  dicho  D.   Francisco  Pizarro,  y  en  su  nombre 
hit  estado,  por  la  presente  vos  mandamos  que  si  cuando  esta  vos 
fuese  notificado  no  lo  hobieredes  hecho,  luego  que  con  ella  fuer- 
des  requerido  sin  esperar  para  ello  otra  nuestra  carta  ni  manda- 
miento, segunda  ni  tercera  jusion  y  sin  poner  en  ello  escusa  ni 
dilación  alguna  dejéis,  tornéis  y  restituyáis  al  dicho  gobernador 
D-   Francisco  Pizarro  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  libre  y  desemba- 
í**i2adamen te  y  soltéis  luego  las  personas  que  luvieredes  presas  y 
J^^gais  tornar  y  restituir  al  dicho  Hernando  Pizarro  y  á  las  otras 
personas  que  con  él  estaban,  cualesquier  bienes,  oro  y  plata  y 
otras  cosas  que  les  hubieren  sido  tomadas  y  saqueadas  suyas  é  del 
d.icho  gobernador  D»  Francisco  Pizarro,  lodo  enteramente  sin  fal- 
ta, r  cosa  alguna,  lo  cual  mandamos  que  así  hagáis  y  cumpláis  vos 
y  las  personas  que  con  vos  estuvieren  y  en  lo  susodicho  se  hobie- 
^©n  hallado,  so  pena  de  caer  en  caso  de  rebelión  y  aleve  y  en  las 
otras  penas  en  que  caen  é  incurren  los  que  no  obedecen  y  cumplen 
l^i^  cartas  y  mandamientos  de  sus  reyes  y  señores  naturales  y  de 
pt*rdiraiento  de  todos  vuestros  bienes  para  nuestra  cámara  y  fisco 

Y  de  los  oficios  y  cargos  que  de  nos  tovieredes,  en  las  cuales  di- 
<ihas  penas  y  en  coda  una  do  ellas  desde  agora  vos  condenamos  y 
abemos  por  condenado  lo  contrario  haciendo  ipso  jure  sin  otra 
^nleucia  ni  declaración  alguna,  y  de  como  esta  nuestra  carta  vos 
fuere  notificada,  mandamos  ¿í  cualquier  escribano  [uíblico  que 
paira  esto  fuere  llamado  que  dé  ai  que  la  mostrare  testimonio 
dignado  con  su  signo,  porque  nos  sepamos  en  como  se  cumple 
nQestm mandado.  Dada  en  la  ciudad  de  Barcelona,  a  catorcedias 
del  raes  de  Marzo  afio  del  nacimiento  de  nuestro  Señor  Jesucristo 
demil  y  quinientos  y  treinta  y  ocho  anos,— Yo  el  rky.— Yo  Francis- 
co de  ios  Cobos,  comendador  mayor  de  Leon^  secretario  de  su  ce- 


108  COtECCIO!C  DE  DOCCMKIfTOS 

íl'*  iiiar7/>  áü  mí!  v  q!jín¡<»ntos  v  treinta  v  ocho  años. — Yo  laRki 
hA, — ítef$í»trada  de  t$u  roano,  firmada  de  los  dichos. 


14  d*;  Marro  de  IT)^ 

XKVII,—nml  cédula  nobre  las  diferencias  entre  Almagro  y  Pizarra 

(Aríílilvo  íU>  IníliftH,  1í)0-7-1,  y  pub.  por  Caro  de  Torres,  Hist.  de  lai  Ord.  Mil, 

hoja  141  vta.) 

Don  fiarlos,  ote,  a  vos  el  Mariscal  D.  Diego  de  Almagro  núes 
tro  goljornador  do  las  provincias  do  Toledo,  salud  é  gracia:  se 
padort  qno  |)or  algunas  relaciones  que  desas  partes  han  venid 
lialii^mort  Mido  informados  que  volviendo  vos  de  la  jornada  á  qu 
hubladoí*  ido  á  c(mquistar  las  tierras  y  provincias  de  vuestra  go 
horniuíion,  o.s  hahiades  venido  á  la  ciudad  del  Cuzco  donde  ea 
taha  llornando  Pizarro,  hermano  del  gobernador  D.  Franciso 
Pínarro,  con  otros  ospañolcs  en  su  compañía  que  habian  ido  po 
íA  oro  quo  on  la  dicha  ciudad  estaba  recogido  nuestro,  los  cuale 
hftbian  oslado  coreados  do  los  indios  naturales  de  la  tierra,  y  qu- 
luogo  oomo  llogaslos  onviastes  a  decir  al  dicho  Hernando  Pizarr 
quo  t\!^  outrogaso  la  dicha  ciudad  del  Cu:íco,  diciendo  caer  en  le 
h'mito*  y  demarcación  de  vuestra  gobernación,  y  que  el  dich 
UiMMiando  Pi/arn^  os  había  respondido  que  le  mostrasedes  las  pp* 
visiones  que  tie  nos  teniados  que  él  os  la  entregaría  y  que  sabi^ 
\\x\v  vos  esla  respuesta  habiades  buscado  medios  como  entre  vo^ 
el  dieho  Ueruando  IMzarro  se  tratase  de  concierto  y  para  ello  < 
dioho  Hernando  Pi/arro  os  habia  enviado  á  D.  Alonso  Enrique 
y  al  li^vneiado  Prado,  que  estaban  con  él  dentro  en  la  dicha  cia 
dad  en  su  eon^pafna»  los  cuales  dejando  de  hacer  lo  que  seles 
h^bu^  en\\ir>;adiM'  dtdúan  y  oran  obligados  dizque  se  concerta- 
>vn  oou  >o>doi\s  enirt^i^ar  la  dicha  ciudad  del  Cozco,  y  una  nochi 
í»^  j^ü>UM\M\  a>:  |v^r  obra  \  i^>  la  enírecaron,  y  que  vos,  pospuesta 
i*l  le^nuM*  ile  l>;o>  \  xJi^  :.A  '.Kv.^>!ra  i.:>i:cia  y  en  mucho  desacati 
vii^il;^  \  ,KNx>i^r\  ;,*:,>  >Ki;*>:r.^  i\v.i  ízran  a'iv'^r^uMo  y  mano  armada,  o 
Aj^»^,-/  •A^ii^>  J;^  :a  .í.t^í..;  .\.:.:.^Jy  ;.rvni:>:o5  y  leneis  presos  á  lo 
,.,,:,.\x  ::;^  i.A:ui.*  r:.A.\\'>  >  ,^  ■/>  :v.:e^>;r?5  ::Ic;a3es  que  dentro  es 
.aCva»;  .^  ;^  ,»;.\^>  .•;^,^.'^u*>  ;^r.',^,»ri;vA>>  y  hir^iies  hecho  saquea: 


y 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPANEROS  109 

al  dicho  Hernando  Pizarro  y  á  todas  las  otras  personas  que  esta- 
ban con  él,  tomándoles  y  robándoles  todo  el  oro  y  plata,  armas 
jr  caballos  y  otras  cosas  que  tenían,  y  lo  repartís  tes  entre  la  gen- 
fe  que  traiades,  de  todo  lo  cual  habiendo  ansí  pasado  nos  habe- 
rnos tenido  y  tenemos  por  deservido  por  haber  sido  tan  grave 
cosa,  fea  y  de  mal  ejemplo  y  digna  de  gran  pugnicion  y  castigo, 
Y  contra  las  provisiones  y  cartas  que  cerca  del  lo  por  nos  están 
dadas  y  porque  como  sabéis  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  la  descu- 
brió y  conquistó  el  dicho  D.  Francisco  Pizarro,  y  en  su  nombre 
ha  estado,  por  la  presente  vos  mandamos  que  si  cuando  esta  vos 
fuese  notificado  no  lo  hobieredes  hecho,  luego  que  con  ella  fuer- 
des  requerido  sin  esperar  para  ello  otra  nuestra  carta  ni  manda- 
miento, segunda  ni  tercera  jusion  y  sin  poner  en  ello  escusa  ni 
dil&cion  alguna  dejéis,  tornéis  y  restituyáis  al  dicho  gobernador 
I>.  Francisco  Pizarro  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  libre  y  desemba- 
r^sadamente  y  soltéis  luego  las  personas  que  tuvieredes  presas  y 
lia.gais  tornar  y  restituir  al  dicho  Hernando  Pizarro  y  á  las  otras 
pcjrsonas  que  con  él  estaban,  cualesquier  bienes,  oro  y  plata  y 
otras  cosas  que  les  hubieren  sido  tomadas  y  saqueadas  suyas  é  del 
cli<Jho  gobernador  D.  Francisco  Pizarro,  todo  enteramente  sin  fal- 
ta,? cosa  alguna,  lo  cual  mandamos  que  así  hagáis  y  cumpláis  vos 
y  las  personas  que  con  vos  estuvieren  y  en  lo  susodicho  se  hobie- 
ren  hallado,  so  pena  de  caer  en  caso  de  rebelión  y  aleve  y  en  las 
o  tras  penas  en  que  caen  é  incurren  los  que  no  obedecen  y  cumplen 
las  cartas  y  mandamientos  do  sus  reyes  y  señores  naturales  y  de 
perdimiento  de  todos  vuestros  bienes  para  nuestra  cámara  y  fisco 
y  dalos  oficios  y  cargos  que  do  nos  tovieredes,  en  las  cuales  di- 
chas penas  y  en  cada  una  do  ellas  desde  agora  vos  condenamos  y 
habernos  por  condenado  lo  contrario  haciendo  ipso  jure  sin  otra 
sentencia  ni  declaración  alguna,  y  de  como  esta  nuestra  carta  vos 
faere  notificada,  mandamos  á  cualquier  escribano  público  que 
t       para  esto  fuere  llamado  que  dé  al  que  la  mostrare  testimonio 
L      aignado  con  su  signo,  porque  nos  sepamos  en  como  se  cumple 
Wk     nuestro  mandado,  üada  en  la  ciudad  de  Barcelona,  á  catorce  dias 
^k    del  mes  de  Marzo  año  del  nacimiento  de  nuestro  Señor  Jesucristo 
'■    de  mil  y  quinientos  y  treinta  y  ocho  años. — Yo  el  rky. — Yo  Francis- 
'm    co  de  los  Cobos,  comendador  mayor  de  León,  secretario  de  su  ce- 


r 


HO  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

sarea  y  católica  majestad,  la  fice  escribir  por  su  mandado.  1 
G.  Cardinalis  Saguntinas.  El  conde  D.  García  Manrique,  el  de 
tor  Beltran,  el  licenciado  Juárez  de  Carvajal,  el  doctor  Bernal, 
licenciado  Gutierre  Velasquez.  Porque  después  que  mandara 
dar  la  dicha  nuestra  carta  suso  encorporada,  habernos  mas  pí 
ticularmente  entendido  por  cartas  y  relaciones  que  de  la  dic 
provincia  han  venido,  el  estado  en  que  están  las  cosas  del  Gu2 
después  que  venistes  á  él  y  la  prisión  de  Hernando  Pizarro  y 
las  otras  personas  que  con  él  prendistes  y  estaban  en  la  dic 
ciudad  del  Cuzco,  de  que  nos  nos  tenemos  por  muy  deservidos;  p 
ende,  vos  os  mandamos  que  luego  veáis  la  dicha  nuestra  caí 
suso  encorporada,  y  sin  embargo  de  cualquier  suplicación  q 
della  hayáis  interpuesto  ó  interpongáis,  ni  respuesta  alguna  q 
allá  deis,  la  guardéis  é  cumpláis  en  todo  y  por  todo,  segund  y  cor 
en  ella  se  contiene,  y  por  ella  vos  envió  a  mandar,  y  en  guc 
dándola  y  cumpliéndola  luego  que  esta  veáis,  sin  poner  en  e 
escusa  ni  dilación  alguna,  y  sin  esperar  otra  nuestra  carta,  s 
gunda  ni  tercera  jusion,  dejéis,  tornéis  y  restituyáis  al  dicho  g 
bernador  D.  Francisco  Pizarro  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  y  todos  1 
otros  pueblos  que  él  hobiere  conquistado  y  poblado  y  los  á  ell 
subjetos,  para  que  los  tenga  en  gobernación,  entre  tanto  y  hea 
que  vistas  las  informaciones  que  hemos  mandado  hacer  para  s 
ber  en  cuyos  términos  cae  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  y  pueble 
mandamos  en  ello  proveer  lo  que  sea  justicia,  lo  cual  ansí  hac 
é  cumplid,  so  las  penas  en  la  dicha  provisión  contenidas,  en  I 
cuales,  lo  contrario  haciendo,  vos  condenamos  y  habernos  p 
condenado,  y  las  mandaremos  ejecutar  en  vuestra  persona  é  bi 
nes  y  de  las  dichas  personas  que  vos  han  dado  favor  é  ayuda; 
de  como  esta  nuestra  carta  vos  fuere  notificada  y  la  cumplierd 
mandamos,  so  pena  de  la  nuestra  merced  y  de  diez  mili  mara\ 
dis  para  nuestra  cámara,  á  cualquier  escribano  que  para  es 
fuere  llamado  que  dé  ende  al  que  se  la  mostrare  testimonio  si 
nado  con  su  signo,  porque  nos  sepamos  en  como  se  cumple  nue 
tro  mandado.  Dada  en  Barcelona,  á  veinte  y  dos  dias  del  mes 
Abril  de  mili  é  quinientos  é  treinta  ó  ocho  años,  la  cual  mand 
mos  sacar  por  duplicado  de  los  ni:*  stros  libros  de  las  Yndias, 
Valladolid,  á  treinta  é  un  dias  cLl  mes  de  Mayo  de  mili  é  qi 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS  IH 

nientos  é  treinta  é  ocho  años.  Yo  la  rbyna. — Yo  Juan  Vasquez  de 
Molina,  secretario  de  sus  cesáreas  y  católicas  majestades,  la  fice 
escrebir  por  su  mandado.  El  doctor  Beltran,  licenciatus  Juárez 
de  Carvajal,  el  doctor  Bernal,  el  licenciado  Gutierre  Velasquez, 
Bernal  Darías. 


14  de  Marzo  de  1538 

XXVIIL — Real  cédula  a  las  Justicias  del  Perú  para  que  hagan  resli 
tuir  a  las  personas  que  fueron  robadas  en  el  Cuzco  el  oro  que  les 
perteneciere. 

(Arch.  de  Indias,  109-7-1  y  Pub.  por  Caro  de  Torres,   Hiü.  de  las  Ord.  Mil., 

hoja  142.) 

Don  Carlos,  etc.  A  vos  los  nuestros  gobernadores,  y  otras  jus- 
ticias de  las  provincias  de  la  nueva  Castilla,  llamada  Pirú  y  Tie- 
rrafirme,  llamada  Castilla  del  oro,  y  otras  cualesquier  mas  justi- 
cias de  las  nuestras  Indias,  Islas^sy  Tierrafirme  del  mar  Océano,  y 
a  cada  uno  de  vos  en  vuestra  juridicion,   á  quien  esta  nuestra 
carta  fuese  mostrada,  ó  su  traslado  signado  de  escribano  público, 
salud  y  gracia:  sepades  que  habemos  sido  informados  por  algu- 
nas relaciones  que  desas  partes  han    venido,  que  volviendo  el 
Mariscal  don  Diego  de  Almagro  de  la  jornada  á  que  habia  ido  á 
conquistar  las  tierras  y  provincias  de  su  gobernación,  se  vino  á 
la  ciudad  del  Cuzco,  donde  estaba  Hernando  Pizarro,  hermano 
del  Marqués  don   Francisco  Pizarro,  con  otros  españoles  en  su 
compañía,  que  habia  ido  por  el  oro  que  en  la  dicha  ciudad  estaba 
recogido  nuestro,  y  pidió  al  dicho  Hernando  Pizarro,  que  le  en- 
tregase la  dicha  ciudad  del  Cuzco,  diciendo  caer  en  los  límites,  y  de- 
marcación de  su  gobernación  de  la  provincia  de  Toledo,  y  que 
porque  el  dicho  Hernando  Pizarro  no  lo  quiso  hacer,   el  dicho 
Mariscal  y  la  gente  que  con  él  venia  con  mano  armada,  y  con 
grande  escándalo  y  alboroto  entró  una  noche  en  la  dicha  ciudad 
del  Cuzco,  y  se  apoderó  en  ella,  y  prendió  al  dicho  Hernando  Pi- 
zarro y  á  los  nuestros  oficiales,  que  en  la  dicha  ciudad  estaban, 
con  otras  personas  principales,  y  los  saquearon  á  todos,  tomán- 
doles y  robándoles  todo  el  oro,  y  plata,  armas,  y  caballos,  y  otras 


112  COLECaON  DE  DOCUMENTOS 

cosas  que  tenían,  de  todo  lo  cual  habiendo  así  pasado  nos  habe- 
rnos tenido  por  deservidos.  Y  porque  nuestra  voluntad  es,  que  las 
personas  que  fueron  saqueadas  y  robadas  en  la  dicha  ciudad  del 
Cuzco,  por  el  dicho  Mariscal  y  los  otros  que  con  él  se  hallaron, 
sean  satisfechos,  y  restituidos  de  todo  lo  que  les  fué  tomado  y  ro- 
bado. Por  esta  nuestra  carta  nos  mandamos  a  todos,  y  á  cada 
uno  de  vos  en  vuestras  juridiciones,  como  dicho  es,  que  si  Ifiís 
personas  que  se  hallaron  con  el  dicho  Mariscal  don  Diego  de  Al- 
magro en  saquear  é  los  que  estaban  en  la  dicha  ciudad  del  Cuzco, 
enviasen  algún  oro,  ó  plata,  ú  otras  cosas  á  estos  nuestros  Rei 
nos,  ú  otras  cualesquier  partes  lo  detengáis,  secreseis,  y  pongáis 
en  depósito  en  poder  de  personas  llanas  y  abonadas,  para  que  lo 
tengan  de  manifiesto,  y  no  acudan  con  ello  á  persona  alguna, 
hasta  tanto  que  sean  satisfechas  y  pagadas  las  personas  que  así 
fueron  robadas,  de  todo  lo  que  les  fué  tomado  enteramente,  é  los 
unos  y  los  otros  no  fagades  endeal,  so  pena  de  la  nuestra  merced, 
y  de  diez  mil  maravedíz  para  la  nuestra  Cámara.  Dada  en  la  ciu- 
dad de  Barcelona  á  catorce  dias  del  mes  de  marzo  de  mil  y  qui- 
nientos y  treinta  y  ocho  años. — Yo  el  Rey. — Refrendada,  y  libra- 
da de  los  dichos. 


1  i  de  Marzo  de  1538 

XXIX. — Real  cédula  a  Diego  de  Almagro  para  que  restituya  etCuzo 
a  Pizarro  y  guarde  paz  y  conformidad  con  él. 

(Archivo  de  Indias,  109-7-1,  y  pub.  por  Caro  de  Torres,  His(.  de  las  Ord. 

Alilit.,  hoja  li2.) 

El  Rey.— Mariscal  don  Diego  de  Almagro,  gobernador  de  la 
provincia  de  Toledo,  por  algunas  relaciones  que  nos  han  sido  en- 
viadas desas  partes,  habernos  entendido  vuestra  venida,  de  que 
por  las  nuevas  que  acá  antes  se  han  dicho,  he  holgado  mucho, 
como  quiera  si  es  ve^^dad  (lo  que  no  creo)  que  habéis  hecho  lo 
que  acá  se  ha  escrito,  que  hicistes  en  el  Cuzco  y  en  la  prisión  de 
Hernando  Pizarro,  y  las  otras  por?Mias  que  allí  estaban,  y  en 
saquealles  sus  haciendas  con  mano  armada,  nos  habernos  tenido 
.  dello  por  deservidos,  y  especialmente  por  ser  contra  las  provisto*» 


ALHAORO  Y  SUS  COMPAÑEROS 


iUi 


TiH,  T¡«e  por  Ttos  cerca  dellu  están  dadas.  Y  síibiendo  vos,  coma 
sabéis,  que  el  Cuzco  lo  descubrió  y  conquistó  el    Marqués  don 
Kranciseo  Pizarro,  y  en  su  nombre  ha  estado.  Por  ende  yo  vos 
ro&ndo,  que  sí  cuando  esta  recibíéredes,  no  lo  hubiéredes  hecho, 
laego  como  la  recibáis,  tornéis  y  restituyáis  la  dicha  ciudad  del 
Cuzco  al  dicho  Marqués  don  Francisco  Pizarro,  y  hagáis  tornar 
yrostituir  cualesquier  bienes,  y  hacienda,  oro  y  plata,  y  otras 
cosas  que  se  hubieren  tomado  u  Hernando  Pizarro,  y  á  las  perso- 
nan que  con  él  estaban  suyos,  y  del  dicho  Marqués,  y  luego  sin 
dilación  alguna  soltéis  libremonfe  los  que  dellos  tuviéredes  pre- 
sos, Y  si  pretendéis  que  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  cae  en  los  If- 
ttiites  de  vueslra  gobernación,  duréis  la  información  dello  ante  el 
Obispo  de  la  dicha  ciudad  del  Cuzco,  y  Licenciado  de  La  Gama,  á 
ínien  mandamos  enviar  comisión  para  que  la  reciban  y  envíen, 
que  venida,  yo  la  mandaré  ver  con  toda  brevedad,  y  guardarse 
^n  ello  vuestra  justicia,  y  por  mi  servicio,  quede  aquí  adelanta 
^sleig  siempre  en  toda  paz,  conformidad,  y  amor  con  el  dicho 
Marqués  don  Francisco  Pizarro,  y  ambos  os  coníormeis  para  las 
teosas  de  nuestro  servicio,  como  hasta  aquí  lo  habéis  hecho,  por- 
liie  demás  de  haber  mejor  efecto  las  cosas  desas  provincias,  es- 
tí^ndo  ambos  conformes,  yo  me  terne  dello  por  muy  servido,  y 
ietled  por  cierto,  que  yo  tendré  siempre  memoria  de  los  serví- 
í^ios  que  me  habéis  hecho,  de  que  e^toy  bien  informado,  para 
iionrur  vuestras  personas  como  vuestros  servicios  y  trabajos    lo 
i^erecen.  De  Barcelona  a  catorce  de  marzo  de  quinientos  y  trein- 
lí*^  y  ocho  años.  Firmada  y  refrendada  de  los  dichos. 


11  d»-  Mai^o  de  1538 

^^\,—ñeaf  ccduia  a  Franmro  Ptza/ro  sobre  la  misma  materia  de 

la  anterior. 


Kl  Rey. — Marqués  don  Francisco  Pizarro,  nuestro  gobernador 
déla  provincia  del  Pirú,  por  algunas  relaciones  que  nos  han  sido 
enviudas  desas  partes,  habíamos  entendido  !a  venida  del  Maris- 
Tal  don  Diego  de  Almagro,  deque  portas  nuevas  que  acá  se  habian 
Jicho,  he  holgí^do  mucho,  como  quiera  que  si  es  verdad  (lo  quo 
,^ I 


114  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

no  creo)  que  ha  hecho  lo  que  acá  se  ha  escrito  que  hizo  en  el 
Cuzco,  y  en  la  prisión  de  Hernando  Pizarro  vuestro  hermano,  y 
las  otras  personas  que  allí  estaban,  y  en  saquealles  sus  hacien- 
das con  mano  armada,  nos  habemos  tenido  dello  por  deservidos, 
especialmente  por  ser  contra  las  provisiones,  que  por  nos  cerca 
dello  están  dadas,  y  así  lo  he  enviado  á  mandar  por  mi  cédula, 
que  va  con  esta,  que  si  cuando  la  recibiese  no  la  hubiese  hecho, 
luego  que  la  vea,  os  torne,  y  restituya  la  dicha  ciudad  del  Cuz- 
co,  y  haga  tornar  y  restituir  cualesquier  bienes,  y  hacienda,  oro, 
y  plata,  y  otras  cosas  que  se  hubieren  tomado  al  dicho  Hernando 
Pizarro,  y  las  personas  que  con  él  estaban,  y  luego  sin  dilación 
alguna  suvílte  libremente  los  que  dellos  tuviere  presos.  Y  si  pre- 
tende que  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  cae  en  los  límites  de  su  go- 
bernación, dé  la  información  dello  ante  el  Obispo  de  la  ciudad 
del  Cuzco,  y  Licenciado  de  La  Gama,  á  quien  mandamos  enviar 
comisión  para  que  lo  reciban,  y  envien,  que  venida,  yo  la  man- 
daré ver  con  toda  brevedad,  y  le  guardaré  en  ello  su  justicia,  y 
quede  aquí  adelante  esta  siempre  en  toda  paz  y  conformidad,  y 
amor  con  vos,  y  que  ambos  os  conforméis  para  las  cosas  de  nues- 
tro servicio,  como  hasta  aquí  Jo  habéis  hecho:  porque  demás  de 
haber  mejor  efecto  las  cosas  de  esas  provincias,  estando  ambos 
conformes,  yo  me  terne  dello  por  muy  servido.  A  vos  os  ruego  y  ^ 
encargo,  que  por  vuesta  parte  procuréis  así  se  haga,  como  poi^*^ 
otras  os  tenemos  escrito,  y  avisarmeis  particularmente  de  lo 
que  en  ello  se  hiciere,  y  del  estado  de  las  cosas  desas  provincias^ 
como  lo  soléis  hacer.  De  Barcelona  á  catorce  de  marzo  de  mil  y 
quinientos  y  treinta  y  ocho  años.  Firmada,  refrendada  y  sellada 
de  los  dichos. 

11  de  Marzo  de  1538 

XXXI, — Real  cédula ])ara  que  D.  Alonso  Enrir/uez  se  vaya  a  ios  reinos 

de  España. 

(Archjvo  de  Indias,  109-7-1.) 

Kl  rky. — Don  Alonso  Enriquez,  porque  á  mi  servicio  conviene 
que  vengáis  a  estos  Reynos  y  salgáis  de  esas  tierras,  yo  vos  man- 
do que  en  el  primer  navio  que  partiere  de  la  isla  ó  provincia  donde 


ALMAGRO   Y   SUS   COMPAÑEROS 


ii5 


estuvieredes.  os  hagáis  ú  lávela  y  vengáis  ú  nuestra  cortea  os 

presentiir  ante  nuestro  Consejo  Real  de  las  Indias,  personalmente, 

que  venido,  ellos  os  dirán  para  lo  que  sois  llamado,  y  si  ansí  no 

I  Jo  hicieredes  y  cumplieredes,  mandamos  é  qualquiera  nuestras 

íusücms  de  las  nuestras  Indias  que  vos  compelan  y  apremien  á 

pHa.  De  Barcelona,  A  14  de  Marzo  de  1538  años. — Yo  el  rey. — 

por  mandado  de  S,  M. — Cobos^  comendador  mayor.  Señalada  del 

irdenal  de  Sig^uenza, 


14  de  Marzo  y  31  de  Mayo  de  1538 

"^XIL^Heal  cédula  al  Obispo  del  Cuzco  y  al  licenciado  Antorüo 
^iie  la  Gama,  sobre  r/t/e  entiendan  en  las  diferencias  que  había  en- 

(re  Frttn(  í<ro  Pizarra  y  Dieyo  de  Alnuifjro 

(Archivo  de  Indias) 

Carlos,  etc.  A  vos  el  reverendo  en  Cristo  padre  Obispo  del 
I,  y  licenciado  Antonio  de  la  üaina,  salud  é  gracia:  Bien  sa- 
is como  nos  mandamos  dar  y  dimos  para  vosotros  tina  carta  y 
amisión  firmada  de  mí  el  Rey,  st?ltada  con  nuestro  sello,  por  la 
cual  05  mandamos  que  os  inrormasedes  de  lo  que  entre  Hernando 
ie  Pizarro  y  el  adelantado  don  Diego  de  Almagro  y  las  otras  per- 
onas  que  con  él  estaban  en  la  dicha  ciudad  del  Cuzco,  y  al  tiera- 
L  po  tjüe  el  dicho  adelantado  vino  á  la  ciudad  del  Cuzco  y  cómo  y 
■le  qué  manera  entro  en  ella,  y  qué  personas  fueron  en  saquear 
píil  dicho  Hernando  Pizarro  y  a  las  otras  personas  que  con  él  esta- 
fan en  la  dicha  ciudad  del  Cuzco,  y  por  qué  causa  y  razón  lo  hi- 
fieron,  y  de  otras  cosas  en  la  dicha  nuestra  provisión  contenidas.. 
tenor  de  la  cual  es  este  que  se  sigue:  Don  Carlos,  ele,  A  vos  el 
reverendo  in  Cristo  padre  Obispo  del  Cuzco  y  licenciado  de  la 
1,  salud  é  grncia.  Sepades  que  por  algunas  relaciones  que  de 
as  partes  han  venido  habernos  sido  informados  que,  volviendo 
pl  mariscal  don  Diego  de  Almagro  de  la  jornada  a  que  habia  ido 
i  conquistar  la  tierra  y  provincias  do  su  gobernacionj  se  vino  a  la 
^iudad  del  Cuzco,  donde  nstaba  Hprnfindo  Pizarro,  hermano  del 
narques  don  Francisco  Pizarro,  con  otros  españoles  en  su  com- 
iñia,  que  habian  ido  por  el  oro  que  en  la  dicha  ciudad  estaba 


^ 


ÜÉ^ 


116  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

recojido  nuestro,  y  pidió  al  dicho  Hernando  Pizarro  que  I©  entre-» 
gase  la  dicha  ciudad  del  Cuzco,  diciendo  caer  en  los  límites  y  de- 
marcación de  su  gobernación  de  la  provincia  de  Toledo,  y  porque 
el  dicho  Hernando  Pizarro  no  lo  quiso  hacer,  el  dicho  mariscal  y 
la  jente  que  con  él  venia,  con  mano  armada  y  con  grande  escán- 
dalo y  alboroto,  entró  en  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  y  se  apoderó 
en  ella  y  prendió  al  dicho  Hernando  Pizarro  y  á  los  nuestros  ofi- 
ciales que  en  ella  estaban,  con  otras  personas  principales,  y  los 
saquearon  á  todos,  tomándoles  y  robándoles  todo  el  oro  y  plata 
y  armas  y  caballos  y  otras  cosas  que  tenian,  de  todo  lo  cual,  ha- 
biendo ansi  pasado,  nos  tenemos  por  deservidos,  y  porque  quere- 
mos ser  informados  cómo  y  de  qué  manera  lo  susodicho  ha  pasa- 
do y  de  los  daños  y  robos  que  en  ellos  se  han  hecho  y  en  cuál  de 
las  dichas  gobernaciones  cae  la  dicha  ciudad  del  Cuzco;  por  esta 
nuestra  carta  vos  mandamos  que  luego  que  veáis  lo  susodicho  y 
llamadas  é  oidas  las  partes,  os  informéis  y  sepáis  muy  particu- 
larmente de  todo  lo  que  entre  los  dichos  Hernando  Pi2arro  y  el 
mariscal  don  Diego  do  Almagro  y  las  otras  personas  que  con  ellos 
estaban,  pasó  al  tiempo  que  el  dicho  mariscal  vino  á  la  dicha 
ciudad  del  Cuzco  y  cómo  y  de  qué  manera  entró  en  ella  y  qué 
personas  fueron  en  saquear  al  dicho  Hernando  Pizarro  y  á  los 
otros  que  con  él  estaban  en  la  dicha  ciudad,  y  por  qué  causa  y 
razón  lo  hicieron,  y  quién  les  dio  para  ello  consejo,  favor  y  ayuda, 
y  especialmente  procuréis  de  saber  y  averiguar  qué  cantidad  fué 
lo  que  ansi  saquearon  y  robaron  y  á  qué  personas,  declarando  lo 
que  ó  cada  uno  fué  tomado,  pudiéndose  saber  y  averiguar,  para 
que  le  sea  tornado  y  restituido  por  las  personas  que  fueron  en  el 
dicho  saco  y  robo,  y  esto  hecho  vos  informéis  é  sepáis  por  todas 
las  vias  é  maneras  que  mejor  pudieredes  saber  la  verdad,  ansi  por 
las  informaciones  de  testigos  que  por  las  partes  os  serán  presen- 
tíidas,  como  por  lo  que  de  vuestro  oficio  os  pareciere  que  debáis 
de  recibir,  en  cuál  de  las  dichas  gobernaciones  cae  la  dicha  ciu- 
dad del  Cuzco,  tomando  para  ello  personas  sin  sospecha  que  lo 
sopan  y  entiendan  los  límites  y  demarcación  do  cada  una  de  las 
dichas  gobernacionos,  y  la  dicha  información,  habida  y  sabida  la 
verdad,  escripia  im  limpio  y  firmada  de  vuestros  nombres  y  sig- 
nada del  escribano  ante  quien  pasare,  cerrada  y  sellada  en  ma 


COMPANÍ 


qne  haga  fé,  la  invieis  dupllcadH  en  \o^  primeros  navios  r|ui' 
Ira  eslos  reinos  vinieren  á  los  del  uuüslro  Gonspju  Roal  d^  las 
^dias  para  que  lo  mandemos  ver  y  proveer  cerca  dello.  Por  es- 
,  nuestra  caria  yo3  damos  poder  complido  con  todas  sus  inciden- 
y  dependeneias.  Dada  en  Barcelona,  a  qualorce  días  del  mes 

Marzo  del  naeimienlo  de  Nuestro  Salvador  Jesucristo^  de  mili 
i  quinientos  c  treinta  é  ocho  años, — Yo  el  Rev. — Yo  Francisco  de 
;>5  Cobos,  comendador  mayor  de  León,  secretario  de  sus  cesáreas 

itóUc?aíi  mujeblades,  la  fize  escriJ)ir  por  su  mandado.  Fra.  Car- 
}fmalis  Saj/untinus,  Y  porque  después  que  mandamos  dar  la  di- 
tba  nuestra  caria  habernos  mas  largamente  eulpodido  lo  que  paso 
puladit'ha  cibdad  del  Cu^co  después  de  la  venidn  de  el  dicho  ade* 
intadü,  así  de  la  prisión  del  dicho  Hernando  Pizarro  y  de  las 
flfiis  personas,  como  en  saquear  y  lomar  sus  haciendas  y  hacer 
tiros delilos  é  insultos,  de  que  siendo  ansi,  nos  terniamospor  muy 
(le^rvidos,  y  tenemos  voluntad  de  lo  mandar  casligar  y  quere- 
p^ééor  informados  larga  y  parücularmenle  do  Lodo  lo  que  en  ello 
5; y  visto  en  nuestro  Consejo  de  las  Indias,  confiando  de  vos- 
otros que  sois  tales  personas  que  guardareis  nuestro  servicio  y  el 

erecho  A  cada  una  de  las  partes,  fué  acordado  que  vos  lo  debia* 
Uüüde  encomendar,  como  por  la  presento  vos  lo  encomendamos 
f  cometemos,  porque  vos  mandamos  que  veáis  la  dicha  nuestra 

Tía  suso  incorporada,  y  luego  que  la  recibáis,  sin  poner  en  ello 
fesííusa  ni  dilación  alguna,  como  cosa  que  veis  que  tanto  importa 
muestro  servicio  y  pacificación  de  esas  provincias  y  ejecución  de 
Uücslra  justicia,  entendáis  en  cumplir  con  toda  brevedad  lo  que 
por  ella  se  vos  comete  y  manda,  y  la  inrnrmacion  que  sobre  ello 
bobieredes,  la  enviad  en  los  primeros  navios  al  dicho  nuestro 
|Ctmsajo  de  Indias,  y  sí  por  acaso  por  ausencia  o  ocupación  de 
itguno  de  vosotros,  no  podieredes  juntamente  entender  en  ello, 

Dandemos  qna  el  uno  de  vosotros  lo  pueda  hacer.  Dada  en  la 
ribdad  do  Barcelona,  &  \"einle  ó  dos  dias  del  mes  de  Abrill  de  mili 
íientos  é  treinlíi  é  ocho  años,  la  cual  mandnmos  sacar  por 
Ke«da  de  nuestros  libros  de  las  Indias,  en  la  villa  de  Vallado- 

j,  i  treinta  y  un  dias  del  mes  de  Mayo,  año  del  nascimiento  de 

Sueslro  Salvador  Jesucristo  de  mili  é  quinientos  y  treinta  ó  ocho 
[ifios.— Yo  ijk  Resina. — Yo  Juan  Vasquejc  de  Molina,  secretario  de 


118 


coi.ECcroN  DK  DOCu^^E^'TOS 


fi'.i^  cesáreas  y  católicas  majestades»  la  ficp  p^rribir  por  su  manda^ 
dú.—El  dotor  Beltran.—Licenciatus  Juárez  dp  CarvajaL—El  dotar  \ 
Bernal,—Bernat  Arias, 


18  áñ  Murzo  de  1538 

XXKlll.—Real  cédula  a  los  oficiales  de  la  Casa  de  la  Conlratarion] 
de  Sevilla  para  que  detengan  el  oro  que  envíen  las  persoftas  quft\ 
saquearon  el  Cuzco 

(Archivo  de  Indias,  109^7-10 


El  REY- — Nuestros  oficiales  que  residís  en  la  ciudad  de  Sevilla 
en  la  casa  do  la  conlratacion  de  las  Indias:  por  algunas  relaciones 
que  de  la  provincia  del  Peni  han  venido  habernos  sido  informados  \ 
quevolviendo  el  mariscal  D.Diego  de  Almagro,  nuestro  gobernador 
de  la  provincia  de  Toledo  de  la  jornada  á  que  habia  ido  á  conquÍ5- 
tar  las  tierras  y  provincias  de  su  gobernación,  se  vino  á  la  ciudad 
del  Cuzco  donde  estaba  Hernando  Pizarro,  hermano  del  marques 
don  Francisco  Pizarro,  con  otros  españoles  en  su  compañía,  que 
habia  ¡do  por  el  oro  que  en  la  dicha  ciudad  se  ha  recogido  nuestro 
y  pidió  al  dicho  Hernando  Pizarro  que  le  entregase  la  dicha  ciu- 
dad del  Cuzco  diciendo  caer  en  b^s  límites  y  demarcación  de  su 
gobernación,  y  porque  el  dicho  Hernando  Pizarro  no  lo  quiso  ha- 
cer, el  dicho  mariscal  y  la  gente  que  con  él  venia  con  mano  ar- 
mada y  con  gran  escándalo  y  alboroto  entró  una   noche  en  ln 
dicha  ciudad  y  se  apoderó  de  ella  y  prendió  al  dicho  Hernando 
Pizarro  y  álos  nuestros  oficiales  que  en  la  dicha  ciudad  del  Cuzcn 
estaban  con   otras  personas  principales  y  los  saqueron   á  lodos 
tomándoles  y  robándoles  lodo  el  oro  y  plata,  armas  y  caballos  y  i 
otras  cosas  que  tenían,  de  todo  lo  cual  habiendo  así  pasado  nos 
habernos  tenido  por  desservidos  y  porque  mi  voluntad  es  que  \u 
personas  que  fueron  saqueadas  y  robadas  en  la  dicha  ciudad  del 
Cuzco  sean  satisfechos  y  restituidos  de  todo  lo  que  les  fué  lomado 
y  robado^  por  la  presente  vos  mando  que  si  las  personas  que  $6 
hallaron  con  el  dicho  mariscal  don  Diego  de  Almagro  eu  saquear] 


ALMAGRO   Y   SUS   COMPANEROS 


Í19 


que  estaban  en  ]tt  dicha  ciudad  del  Cuzco  enviaren  algún  oro  n 
jlata  6  otras  cosas  a  estos  nue3tro:5  rcynoá  no5  lo  detengáis,  secrcs- 
leis  y  pongáis  en  depósito  en  poder  de  personas  llanas  y  abonadas 

kara  que  lo  tengan  de  manifiesto  y  no  acudan  con  ello  á  perso- 
a  alguna  hasta  tanto  que  sean  satisfechas  y  pagadas  las  personas 
ue  así  fueron  saqueadas  de  todo  lo  que  les  fué  tomado  entera- 
menle.  Fecha  en  Barcelona,  á  18  dias  del  mes  de  Marzo  de  1538 
iños.  Firmada,  refrendada  y  señalada  de  los  dichos. 


23  de  Marzo  de  t&'IS 

XXXÍV.— Carta  de  Diego  de  Fuenmayor  á  S.  M. 


(Aroliivo  de  Indias.) 


S.  C.  C.  M»— Sabrá  \\  M,  que  yo  fui  de  la  Isla  Española  en  so- 
corro del  Perú,  habrá  quince  meses,  con  quinientos  hombres, 
con  los  cuales  sallé  en  la  cusía  de  la  dicha  tierra,  y  fui  á  lan  buen 
Mempo  que  fui  parte,  con  ayuda  de  Nuestro  Señora  venir  mu- 
cha tierra  de  paz,  y  llegado  á  la  cibdad  de  Lima,  donde  hallé  al 
jobernador  I).  Francisco  Pizarro  que  me  estaba  esperando  para 

llar  hi  jente  que  yo  llevaba  con  la  suya  y  pasar  al  Cuzco  do 
Recorro  de  los  cristianos  que  en  ól  estaban,  de  los  cuales  ninguna 
Dosa  se  sabia,  si  eran  muertos  ó  vivos,  y  de  ahí  pasar  en  busca 
ie  D.  Diego  de  Almagro  hasta  saber  dél,  y  en  medio  del  camino 

vimos  nueva  como  era  vuelto  de  la  entrada  que  había  hecho,  y 
ia  entrado  en  el  Cuzco  con  mann  armatln,  y  le  liabia  tomado,  y 
hoba  gran  revuelta^  en  que  murieron  algunas  personas,  y  prendió 
i  Hernando  Pizarro  y  a  su  hermano  y  a  otros  vecinos,  y  con  esta 
lueva  fuimos  adelante  y  nos  vino  otra  en  que  se  dijo  que  D.  Diego 
le  Almagro  había  dado  sobre  un  capitán  Alvanulo,  que  de  parte 
le  D,  Francisco  Pizarro  iba  en  socorro  del  dicho  Cuzco  y  le  habia 
gomado  é  preso,  á  él  é  á  otros  capitanes  y  llevado  ni  Cuzco;  é  visto 
Francisco  Pizarro  estas  cosas,  bobo  su  acuerdo,  é  fué  acor* 
lado  que  el  licenciado  Espinosa  y  el  liceneindo  de  la  Gama,  y 
lUillen  Suarez  Carvajal  é  yo   fuésemos  al  Cuzco  a  hablar  á  D. 


¡^ 


i  20  COLECCIÓN  DE  DOCüMSaíTOS 

Pi^^o  de  Almagro  é  procurar  todos  los  mpdios  que  ser  pudiesen. 
Ailunde  llegados  se  entendió  en  muchos  é  con  ninguno  quisieron 
venir,  ansí  de  parte  de  D.  Diego  de  Almagro  como  de  D.  Fran- 
cisco Pizarro;  é  visto  por  mí  el  daño  de  la  tierra,  le  requerí  á 
D.  Diego  de  Almagro,  con  una  provisión  quel  presidente  é  oido- 
res de  la  Española  me  dieron,  que,  so  las  penas  en  ella  conteni- 
das, guardasen  la  compañía  y  hermandad  que  de  antes  tenian,  so 
pena  de  perdimiento  de  bienes  y  privación  de  oñcios  y  la  persona 
é  merced  de  S.  M.,  y  requerido,  vine  en  busca  de  D.  Francisco 
Pizarro  y  su  jen  te,  al  cual  requerí  lo  mesmo;  el  cual,  en  cumpli- 
miento dello,  se  retrajo  á  la  cibdad  de  Lima,  donde  venido,  fué 
acordado  por  el  gobernador  é  oficiales  de  V.  M.  me  encargase  el 

oro  y  plata  que estaba  y  lo  trújese  en  España  y  entregase  á 

los  oficiales  de  Sevilla,  y  como  mi  fin  sea  servir  á  V.  M.,  ansi  para 
esto  como  por  darle  cuenta,  lo  tomé  por  piezas  y  poso  y  me  en- 
cargué dello  y  lo  traje  á  Panamá  y  de  ahí  al  Nombre  de  Dios,  y 
lo  entregué  á  los  maestres  de  las  naos  del  armada  de  V.  M.  que 
....  NuñeZy  jeneral,  ahí  tenia,  haciéndome  dello  conocimien- 
to para  me  lo  entregar  llegados  á  algún  puerto  de  España,  siendo 
Dios  servido.  Haciendo  nuestra  navegación,  nos  dio  en  el  medio 
golfo  un  temporal  que  hizo  daño  en  algunas  naos,  y  fué  á  una 
forzado  tomar  la  Isla  Española,  la  cual  llevaba  plata  de  V.  M. 
doscientas  ó  ochenta  y  tres  arrobas  y  diez  y  ocho  libras,  en  tres- 
cientas y  dieziocho  piezas  grandes  y  pequeñas  de  plata  blanca  y 
medía  plata;  é  otra  nao  se  partió  de  nosotros,  la  cual  tomó  a  Cá- 
diz en  salvamento.  Todo  lo  demás  oro  y  plata  está  en  este  puerto 
de  Agrámente,  donde  se  sacará  é  irá  por  tierra  á  Sevilla,  y  entre- 
gado,  iré  á  dar  cuentas  á  S.  M.  á  Barcelona  de  los  daños  de  la 
tierra  de  Perú,  que  tiene  necesidad  de  remedio.  Nuestro  Señor  la 
vida  y  real  estado  de  V.  S.  C.  C.  M.  guarde  y  prospere  por  largos 
tiempos,  con  aumento  de  muchos  reinos  y  señoríos  á  su  santo 
servicio.  Deste  puerto  de  Agramonte,  veinte  é  tres  dias  del  mes 
de  Marzo  de  mili  é  quinientos  é  treinta  é  ocho  años.  De  V.  S. 
C.  C.  M.  muy  homill  criado  que  su  reales  pies  y  manos  besa. — 
Diego  de  Fuewnayor. 


ALMAGRO  Y   SUS   COMPANEROS 


121 


S  de  Abril  de  1538 

XX  X^}\—Real  rédala  á  Francisco  Pizarra  para  que  deje  pasar  d 
España  á  los  mensajeros  de  Diego  de  Almagro 

(Archivo  de  Indias,  109-7-i,) 

LftA.  REYKA. — Mnrqüos  D-  Francisco  Pizarro,  pariente,  del  nuestro 
consejo  y  nuestro  gobernodor  y  capitán  general  de  ia  provincia 
del     Peni  é  otra  cualcsquier  nuestra  justicia  della,  á  quien   esta 
íni  cédula  fuere  mostrada:  Hernán  Jiménez,  en  nombre  del  ade- 
lanlndo  D.  Diego  de  Almagro»  nuestro  gobernador  de  la  provin- 
cia, de  Toledo,  rae  ha  hecho  relación  qne  bien  sabíamos  y  nos  era 
Qolorioque  el  dicho  su  parte  ha  un  año  y  mas  tiempo  que  está 
^^  la  ciudad  del  Cuzco,  y  que  en  todo  este  tiempo  no  ha  venido 
'^T'Lcí  suya  para  nos  ni  persona  que  por  su  parte  nos  dé  razón  del 
astado  en  que  su  conquista  ostá,  ó  que  siendo  el  dicho  adelantado 
^«in    buen  servidor  nuestro  como  es,  y  deseando  tanto  nuestro 
^Brvicio  es  de  creer  que  no  ha  dejado  de  enviar  persona  ó  despacho 
para  lo  susodicho,  por  donde  se  presume  que  vos  ú  otros  habéis 
detenido  los  mensajeros  que  ha  embiado,  á  causa  de  las  diferen- 
<^ias  que  entre  vos  el  dicho  marques  y  él  ha  habido  sobre  la  di- 
<íha  ciudad  del  Cuzco»  y  me  suplicó  en  el  dicho  nombre  mandase 
que  dejase  de  venir  cualquier  bergantín  ó  navio  que  el  dicho 
adelantado  hobiese  enviado  á  estos  Reynos.  con  todo  lo  que  tra- 
jese é  que  si  algún  oro  ó  plata  hubiesedes  lomado  ó  embarazado 
Í^  Cualesquier  ^despacho,  los  diesedes  á  la  persona  ó  personas  que 
los  Iraya^  so  graves  penas  que  para  ello  os  mandásemos  poner 
ócomo  la  mi  merced  fuese»  lo  cua!  visto  por  los  del  nuestro  Consejo 
de  las  Indias^  fué  acordado  que  debia  mandar  dar  esta  nuestra 
I  fiarla  para  vos  é  yo  tüvelo  por  bien,  porque  vos  mando  que  á  los 
r  monsajeros  y  personas  que  el  dicho  adelantado  D.  Diego  de  Al- 
magro enviare  a  estos  Reynos,  los  dejéis  y  consintáis  venir  y  no 
Ic^s  detengáis  ni  tomois  despacho  alguno  que   trajeren,  so  pena 
déla  nuestra  merced  y  de  cincuenta  rail  castellanos  para  la  nues- 
tra cámara  y  fisco,  lo  contrario  haciendo.  Fecha  en  la  Villa  de 
ValJadoIid,  á  ocho  dias  del  mes  de  Abril  de  mil  quinientos  treipta 
itebo  ñüúú.  Nos  mandamos  a  los  nuestros  oficiales  de  la  dicH 


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ALMAGRO  Y   SUS   COMPAÍÍEROS 


423 


triudad  del  Cinco  cuando  allá  fnistes,  pues  los  prendistes  dond« 
10  leniades  jarisdiccion  alguna  para  ello,  así  en  la  libertad  de  .rj  ; 
personas  como  en  la  restitución  de  sus  indios  y  haciendas»  lo  cual 
xnandoos  que  así  hagáis  ó  cumpláis  vos  y  las  personas  que  con 
^"os  se  hallaron  en  la  prisión  del  dicho  Hernando  Pizarro  y  la  gente 
que  con  el  prendistes,   so  pena  de  perder  todos  vuestros  oficios 
y  bienes  para  nuestra  cámara  y  fisco^  en  los  cuales  vos  condeno 
y  he  por  cpndenado  desde  agora  á  vos  é  u  la  dicha  gente  que  con 
^os  fué  y  so  pena  de  caer  en  mal  caso  y  en  rebelión  y  aleve  y  en 
is  otras  penas  en  que  caen  é  incurren  los  que  no  obedecen  é 
:umplen  las  cartas  de  sus    reyes  y  señores  naturales^  las  cuales 
ichas  penas  mandamos  que  sean  ejecutadas  en  vuestras  perso- 
nas y  bienes,  lo  contrario  haciendo  y  de  como  esta  nuestra  cédula 
as  Tuere  notificada,  mandamos  so  pena  de  la  nuestra  merced  y  de 
[diez  mil  maravedises  para  la  nuestra  cámara  á  cualquier  escribano 
)úblico  que  para  esto  luere  llamado  que  de  ende  al  que  vos  la 
lostrare  leslimonio,  signado  con  su  signo  por  que  nos  sepamos 
liín  como  se  cumple  nuesfro  mandado*  Fecha  en    Barcelona,  a 
[veinte  dias  del  mes  de  Abril  do  mil  y  quinientos  y  treinta  y  ocho 
[«ños.  Firmada  v  refrendada  de  los  dichos. 


51  dé  Majo  de  153» 

XXXVÍI. — fíeal cédula  para  que  envifin  preso  á  don  Alonso  Enrtquf^z, 
(Archivo  de  Indias,  109-7-1.) 

La  rkyna.— Reverendo  in  Cripto  padre  Obispo  del  Cuzco  y  li- 
[cenciado  Antonio  de  la  Gama:  sabed  que  el  emperador  Rey  mi 
[Señor,  mandó  dar  y  diu  para  vosotros  una  su  cédula,  del  tenor 
¡siguienlií: 

El  rev, — Reverendo  in  Cripto  padre  Obispo  del  Cuzco  y  licen- 
[ciado  de  la  Gama:  sabed  que  á  mi  servicio  y  pacificación  de  esas 
>artüs,  conviene  que  D.  Alonso  línriquez»  que  fué  en  la  prisión 
[de  Hernando  Pizarro  y  de  las  personas  que  con  él  estaban  en  el 
ícho  Cuzco  y  culpante  en  las  alteraciones,  y  todo  lo  demás  que 
|de  la  venida  del  dicho  adelantado  A  esa  dicha  ciudad  del  Cuzco 
jnga  (i  estos  rey  nos  y  salga  de  esa  dicha  provincia: 


124 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


pnr  ende  yo  vos  mando  f]\w  si  el  dicho  D»  Alonso  Enriqaez  s 
luillarG  en  esas  dichas  prüviucias,  1ü  prendáis  é  hagáis  prender 
el  cuerpo,  é  preso  é  a  buen  recaudo  con  todos  sus  bienes  que  lu- 
viere,  lo  enviad  a  los  nuestros  oficiales  que  residen  en  Sevilla, 
en  la  Casa  de  la  Contratación  de  la  Indias»  á  los  cuales  manda- 
mos que  luego  quG  llegue,  le  pongan  en  la  cárcel  de  la  dicha  casa 
preso  é  a  a  buen  recaudo  y  nos  avisen  de  su  venida  para  que 
mandemos  proveer  en  ello  lo  que  mas  á  nuestro  servicio  con- 
venga y  sea  justicia,  lo  cual  vos  mando  que  así  hagáis  y  cum- 
pláis, con  todo  cuidado  y  diligencia  y  sin  poner  en  ello  dilación 
alguna,  y  de  como  esta  mi  cédula  os  fuere  noliPicadíi^  mandamos 
á  cualquier  escribano  público^  que  para  ello  fuese  llamado,  que 
de  testimonio  de  lo  notificación  signada  de  su  signo,  so  pena 
privación  de  su  oficio  y  de  perdimiento  de  todos  sus  bienes  parm 
nuestra  cámara  y  fisco,  en  la  cual  le  condeno  desde  agora,  lo 
contrario  haciendo.  Fecha  en  Barcelona»  á  23  dias  del  raes  de 
Abril  de  mil  quinientos  treinta  y  ocho  años:  la  cual  mandé  sac-ap 
por  duplicada  de  los  nuestros  libros  de  las  Indias,  en  Valladolid, 
á  31  dias  del  mes  de  Mayo  de  1538  anos,— Yo  la  rkyna. — R«- 
frendada  v  señalada  de  los  dichos. 


t  de  Junio  de  153d^l&U 

XXXVIIL — Acusación  de  ciertos  delitos  en  las  alteraciones  del  Perii_ 
entre  Pizarro  y  Almagro^  por  el  Fiscal  de  5.  M.  con  /).  Alopí 
Enriqíiez  de  Guzman,  vecino  de  la  ciudad  de  Sevilla,  y  desraj^ffú 
presentados  por  éL 

(Archivo  de  Indias,  52-27^-.) 

Muy  poderosos  señores:  Juan  de  Guinea,  criado  de  doña  Cons- 
tanza de  Añasco,  mugerde  don  Alonso  Enriquez  de  Güznian» 
resco  ante  Vuestra  Alteza  y  prezento  est^i  probanza  ad  perpetual 
rei  menioriam  cerrada  y  sellada^  y  otra  carUi  de  los  religios 
frayles  y  clérigos  que  se  hallaron  en  las  alteraciones  de  los  gober- 
nadores don  Diego  de  Almagro  y  don  Francisco  Pizarro  del  Perú, 
y  otra  fée  fiutorizada  de  scribano  publico  de  lo  que  predicó  un 
frayle  en  un  pulpito  por  mandado  del  Obispo  del  Cuzco,  reslitu- 


Ül 


ALSIAGRO   Y    SUS   COMPANEROS 


125 


yendo  la  lionrra  al  dicho  don  Alonso,  de  lo  que  por  pesquizas  se- 


realidad  de  vordad 


k 


la 


_crelas 

i  conciencia  y  real  juaticia  de  S.  M*  y  á  la  honra  del  dicho 
don  Alonso.  El  qual  será  aquí  presto  para  que  Vuestra  Alteza  lo 
haga  mercedes  y  por  lonmchoqueha  servido  restituyéndole  en 
nn  honrralo  que  por  parlo  de  Vuestra  Alteza  ha  menguado  dando 
cródilos  fi  los  que  le  quieren  mal,  proveyendo  contra  él  estas  pro 
visiones  realeá,  una  especialmente,  sin  que  conste  en  la  casa  y 
contratación  de  Indias  en  Sevilln^  para  que  lo  prendan  y  embar- 
guen, la  qual  pido  y  suplico  se  mande  revocar. 

En  Madrid,  á  cuatro  de  Mayo  do  1540,  !a  presentó  en  él  Supre- 
premo  Consejo  de  las  Indias  de  S.  M.  Juan  de  Guinea  en  nombre 
de  don  Alonso  Knnquex. 

Los  señores  del  Gonsojo  mandaran  dar  traslado  desta  petición 
y  de  las  escrituras  que  non  ella  so  presentaron  al  Fiscal  de  S.  M, 
é  que  respóndala  dentro  de  tercero  dia. 

En  ocho  del  dicho  mes  lo  notifique  al  licenciado  Villalobos» 
Bscal  de  Su  Mogeslad,  en  su  persona,  y  le  entregué  las  escritu- 
ras siguientes  para  que  respondiese, 

S.  C.  C*  M. — Los  sacerdotes  y  religiosos  que  aquí  firmamos  de 
nuestros  nombres,  besamos  los  sagrados  pies  y  manos  de  V.  M. 
y  deziraos  que  en  esta  ciudat  se  ha  publicado  que  con  subreticia 
r^Rcion  que  a  Vuestra  Magestad  hycieron  algunas  y  particulares 
personas  proveyó  y  manduque  llevasen  preso  ante  Vuestra  Ma- 
geslad  a  don  Alonso  Enriquez  y  ti  sus  bienes,  diciendo  que  fbó 
lomion  del  desasosiego  y  escándalos  que  on  esta  tierra  ha  abido, 
[y  porque  ñ  nosotros  incumbe  por  el  descargo  de  la  real  eoneien- 
[cíade  Vuestra  Magestad  y  nuestro  abito  y  religión  informar  á 
Vueslm  Magestad  de  la  verdad  para  que  él  sin  culpa  no  padezca; 
dtómos,  afirmamos  y  juramos  por  nuestras  conciencias  á  Vues- 
tmMAgestad  y  como  vasallos  obligados  á  la  sinceridad,  nos  ofre- 
cemos A  prueba  que  don  Alonso  Enriquez  en  el  tiempo  que  en 
|eátaá  partes  ha  estado,  especial  en  las  dilerencias  que  entre  los 
obernadores  ha  abldo  ha  sido  tan  celoso  del  servicio  de  Vuestra 
Magestad  y  de  In  paz  y  sosiego  que  siempre  fué  medianero  della 
V  h  sirvió  con  la  vida  y  hnzicnda,  tanto  que  nos  descargava  y 
c   -rniidava  con  su  gron  solicitud  y  voluntad  y  oldigaron  sus  obras 


tí$ 


COLECCIÓN   DE   DOCUMENTOS 


al  gobernador  don  Diego  de  Almagro,  euya  ánima  creemos 
gund  su  vida  y  muerte  y  el  deseo  del  servicio  que  tuvo  á  Dios  y 
a  Vuestra  Magestad  y  $u  lealtad  está  colocada  en  el  cielo,  &  que 
le  quisiese  y  amaso  y  fiase  su  ánima  y  conciencia,  y  después  al 
marques  don  Francisco  Pizarra  á  que  en  su  casa  le  tuviese  en 
lugar  de  hijo*  Y  pues  sus  obrns  le  hizieron  quisto  denlre  amlioá 
de  creer  es  que  lo  merecieron  y  de  ello  puede  Vuestra  Mageslai 
estar  acreditado.  En  cuyo  testimonio  la  dimos  la  presente  ürma-- 
da  de  nuestros  nombres  para  nuestra  satisfacción  de  conciencia^ 
y  su  descargo  y  para  la  información  de  Vuestra  Magestad,  po 
cuya  sagrada  y  católica  persona  rogamos  con  continuos  saerifi 
cios  á  nuestro  Señor  Todopoderoso  ensalce  y  prospere  con  señe 
reamiento  del  mundo  y  merecimiento  del  venidero  siglo  en  fe 
servicio,  amen.  Del  Cuzco,  á  24  de  Henero  de  1539. — S.  C-  C.  M.^ 
A  la  S.  C,  G.  R.  M, — Humildísimos  subditos  y  capellanes  que  k 
sagrados  y  muy  reales  pies  y  manos  de  V.  M,  besamos. — F)r.  Jie.^ 
iXuñez  de  Vargas. — Rodrigo  Pérez ^  arcediono, — Pedro  de  Castra  ,^ 
Baríholomé  de  Segovia.  —  Fr.  Lucas  Fernandez,— hr.  Antonio 
Abnanm.— Diego  Ruiz,  clérigo, — El  lector  Antonio  de  Castro. — 
Ildefonso  de  Marbella.—Fr,  Sebastian  de  Castañeda,— Fr,  Alomo 
Ovejo. — Francisco  Pérez,  sochantre  del  Cu^co. — Fr.  Juan  Galff:^^^ 
comendador. — Diego  Pérez, 

Yo  Hernando  de  Sosa,  escribano  de  S.  M*,  doy  fée  ó  hago  sabor 
á  S.  M.  é  á  los  de  su  consejo  é  á  todos  los  que  la  presente  vieran 
como  en  k  ciuhdad  del  Cuzco  en  veynte  y  syete  dias  del  raes  d« 
Enero,  año  de  mil  y  quynientos  y  Ireynta  y  nueve  anos,   anle  m  í* 
el   muy  Reverendo  Padre  fray  Juan  de  Vargas,  comisario  tle  /h 
Casa  y  Monasterio  de  Nlra,  Señora  de  la  Merced  de  la  dicha  ciiib* 
dad  y  el  Reverendo  Padre  Bartolomé  de  Segovia,  clérigo  presbí 
tero,  dieron  y  entregaron  esta  caria  que  va  para  S.  M,  Drmai 
de  sus  nombres  y  de  los  Reverendos  Padres  fray  Alonso  do  Maí 
bella,  Vicario  de  la  Orden  de  la  Santísima  Trinidad  y  fray  Anlomu 
de  Almansa  é  fray  Sebastian  de  Castañeda,  religiosos  de  la  Or- 
den de  Nuestra  Señora  de  la  Merced,  é  del   Arcediano  Rodrigo 
Pérez  y  el  licencindo  Castro,  predifüdor  de  esla  eibdad;  é  de  Pe- 
dro de  Castro,  é  de  Lucas  Hernnuiez  de  Almazan,   é  de  Gonzalo 
Huiz,  é  del  sochantre  Francisco  Perez^  é  de  Alonso  de  Ovejo,  é 


mmá 


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é^lk 


lUi 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS  127 

)iego  Pérez,  é  de  Frey  Juan  Galán,  comisario  de  la  Orden  de  San 
[uan,  todos  clérigos  presbíteros,  las  cuales  firmas,  yo  el  dicho 
escribano  doy  fée  ser  suyas,  a  don  Alonso  Enriquez  de  Guzman, 
caballero  de  la  Orden  de  Santiago,  é  le  dijeron  que  por  cuanto 
como  en  la  carta  se  contiene,  han  sabido  que  han  hecho  falsa 
relación  á  S.  M.,  por  dó  le  manda  llevar  preso,  y  porque  á  ellos 
consta  haber  servido  mucho  a  S.  M.  y  ser  diño  que  por  ello  le 
mande  hacer  mercedes,  que  ansi,  por  servir  a  S.  M.  en  hacelle 
relación  verdadera  y  desengañalle  de  la  que  le  han  hecho,  y  por 
descargo  de  sus  conciencias,  como  religiosos,  por  el  daño  que  al 
dicho  don  Alonso  Enriquez  le  podia  venir,  no  siendo  S.  M.  infor- 
mado de  la  verdad,  le  daban  é  dieron  esta  carta  abierta,  para  que 
la  dé  áS.  M.  é  a  su  Real  Consejo  é  la  muestre  donde  viere  que  le 
conviene,  y  el  dicho  don  Alonso  Enriquez  lo  pidió  por  testimonio 
á  mí  el  dicho  escribano,  é  los  dichos  padres  dijeron  que  se  lo 
diese,  é  yo  le  di  la  presente,  que  es  fecha  en  la  dicha  cibdad,  dia 
y  mes  y  año  susodicho,  é  lo  firmaron  de  sus  nombres.  Testigos, 
el  Reverendo  Padre  Fray  Antonio  de  Almansa,  el  licenciado  Gue- 
rrero, é  Juan  Fernandez,  estantes  en  la  dicha  cihdsid.—Frater 
Joannes  Vargas. — Bartolomé  Vega. 

E  yo  el  dicho  escribano  por  S.  Mag.  fui  al  dicho  abto  que  desuso 
va  contenido,  é  por  ende  fize  aquí  mió  signo  á  tal.  En  testimonio 
de  verdad. — Hernando  de  Sosa,  escribano.— Hay  un  signo. 


Nos  Gonzalo  Hernández  é  Juan  López,  escribanos  de  S.  M.  é 
sus  notarios  públicos  en  todos  los  sus  Reinos  é  Señoríos,  damos 
feé  é  verdadero  testimonio  á  todos  los  señores  que  la  presente 
vieren,  que  todos  los  nombres  de   los   frailes  y  clérigos  do  otra 
parte  contenidos  y  en  ella  van  firmados,   conoscemos  que  son 
clérigos  y  frailes  de  misa,  é  algunos  dellos  predicadores,  é  perso- 
nas dotas,  é  de  buena  vida  y  fama  y  aptos  en  sus  órdenes  y  hábi- 
tos, en  testimonio  de  lo  cual,  de  pedimento  de  don  Alonso  Enri- 
quez, comendador  de  la  orden  de  Santiago,  damos  la  presente 
fé,  firmada  é  signada  de  nuestros  nombres,  los  cuales  dichos  clé- 
rigos son  estantes  en  esta  fecha  en  la  cibdad  del  Cuzco,  á  treinta 
dias  del  mes  de  Enero  de  mili  é  quinientos  é  treinta  é  nueve  año» 


128  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

— Gonzalo  Hernández,  escribano  de  S.  }Atig.— Hernán  López,  escri- 
bano de  Sus  Mags. 

En  Madrid,  á  cuatro  de  Mayo  de  mili  é  quinientos  é  cuarenta 
años,  lo  presentó  en  el  Consejo  de  las  Indias  de  S.  M.  Juan  de 
Ayala  en  nombre  de  don  Alonso  Enriquez. 

>     •     *     » 

Al  pié  hay  un  sobrescrito  que  dice  así: — A  la  Sacra,  Católica 
Real  Magestad  el  Emperador  é  Rey  Nuestro  Señor  é  á  los  de  su 
muy  Real  Consejo  de  las  Indias. 

S.  C.  C.  M. — Porque  por  una  provisión  real  de  V.  M.  soy  calum- 
niado y  redargüido  de  revoltoso,  y  fué  pregonada  públicamente 
en  estos  Reinos  do  he  fecho  a  V.  Mag.  los  mas  señalados  servi- 
cios que  ningún  subdito  otro  á  V.  M.  ha  hecho  (dejado  el  Adelan- 
tado don  Diego  de  Almagro,  que  haya  gloria,  porque  éste  vivió  é 
morió  poros  servir),  y  porque  es  justo  que  yo  defienda  mi  honra, 
mayormente  siendo  redargüida  contra  el  servicio  de  vuestra  Mag. 
que  siempre  he  tenido  en  el  alma,  aunque  V.  M.  no  me  ha  pagado 
este  deseo  tan  bien,  como  a  Bautista  el  armero,  pues  vino  acá  por 
regidor  é  yo  por  ganapán,  y  él  con  cartas  de  favor  é  yo  de  con- 
denación e  calunia;  he  procurado  de  me  escudar  con  haber  hecho 
mejores  obras  y  tener  mejor  fama  en  esta  tierra  de  la  que  allá 
me  han  publicado  la  mala  opinión  do  los  que  procuran  su  inte- 
rese, y  para  el  entretanto  que  testifico  esto  con  informaciones  é 
relaciones  verdaderas,  agenas  de  otras  que  han  ido  personalmente, 
como  V.  M.  me  manda  por  su  real  carta  y  cédula,  envió  á  V. 
Magestad  Sagrada  lo  que  en  toda  esta  tierra  se  divulga  y  en  los 
pulpitos  se  predica,  do  tienen  lugar  las  verdades,  a  quien  suplico 
humildemente  mande  ver  la  feé  desta  otra  parte  escrita,  porque 
en  alguna  manera  esté  abierto  el  camino  de  vuestro  real  corazón 
para  oir  é  gratificar  mis  servicios  é  restituirme  en  mi  honra  te- 
niendo justo  derecho,  atento  conmigo  é  mis  obras,  y  si  fueren 
acebtas  y  enderezadas  al  servicio  de  Dios  é  de  vuestra  M.  é  bien 
público  é  á  la  paz  que  yo  procuré  en  "sta  tierra  entre  estos  gober- 
nadores, reciba  el  premio  que  vn-ótra  real  gratitud  suele  usar 
con  quien  tan  bien  como  yo  sii  ve;  é  si  hubiere  defecto  alguno, 


ÁLM^kORO   Y    SUS   i;0UPA^EH05 


129 


ire  ¡mr  el  rigor  de  justicia  de  V.  M.  con  paciencia,  la  cual  pido^ 

Ira  lo  mas  noee^jario  el  real  níiclo  de  V.  M.  imploro  y  las  cosías 

^epQaiido  y  protesto;  por  cuyA  vida  y  real  estado  ruego  a  Dios  To- 

lapüdoroso  ensalce  y  aumente  con  soñoríodel  Universo  y  posesión 

ieConslantinopla  é  Jerüáaleii  m\  su  servicio.  De  la  ciudad  de  los 

[Royes  de)  Perú,  poslrero  de  Mayu  de  mili  é  quinientos  é  treinta 

]é  nueve  años» — ^Beso  las  sagradas  manos  y  reales  pies  de  V*  M.,  su 

bttoo  criado  é  leal  vasallo. — Don  Alonso  Enriquez. 


Bu  Madrid,  á  cuatro  de  Mayo  de  mili  ó  quinientos  é  cuarenta 
aüos,  la  presentó  en  el  Consejo  de  las  Indias  de  Su  M.  Juan  de 
Guinea  en  nombre  de  don  Alonso  Bnriqnez. 

Yo,  Gonzalo  Pérez,  escribano  público  é  del  número  desta  cib- 
dadde  l(»s  Heye^  de  la  Nueva  Custilla,  doy  fée  e  verdadero  testi- 
mmQ  á  lodos  los  señores  que  la  presente  vieren,  como  en  jué- 
yo9|  quince  dias  del  mes  de  Mayo  deste  presente  año  de  mili  é 
([ttimenlos  é  treinta  é  nueve,  dia  do  la  Ascensión  de  Nuestro  Sal- 
iTidor  Jesucristo,  estando  en  la  iglesia  mayor  desta  dicha  cíbdad, 
Jiíiiendo  misa  mayor,  oyéndola  el  magnífico  señor  Francisco  de 
Chavea,  teniente  de  gobernador  en  ella,  y  IVancisco  de  Herrera 
LAHiiir  machos  de  los  regidores  y  vecinos,  y  otros  muchos,  el 
wveivíjdo  padre  fray  Gasi>ar  de  Carvajal,  fraile  dominico,  provin- 
I  cial,  prolelor  y  enquisidor  por  el  muy  reverendo  y  muy  magní- 
fico señor  don  fray  Vicente  de  Vnlverde,   primer  obispo  destos 
lueioos,  subió  al  pulpito;  y  después  de  acabado  su  sermón,  dijo: 
¡«Esperen  vuestras  mercedes,  que  quiero  decirles  un  poco»»;  y  lo 
[ifUtí  dijo  es:  «El  Obispo  me  escribió  del  Cuzco  que  por  qué  le  ha- 
bían dicho  que  el  señor  don  Alonso  habia  sido  mucha  parte  y  cab- 
para  lo»  escándalos  y  diferencias  que  hablan  habido  entre  los 
JÍiores  gobernadfíres  don  Diego  de  Almagro,  (que  sea  en  gloria), 
"ur  marques  don  Francisco  Pizarro,  á  quien  Dios  Nuestro 
Jl'  vida,  y  quél  habia  hecho  su  información,  y  que  habia 
itlado  quel  señor  don  Alonso  no  tenia  culpa  ninguna  de  lo  que 
ponian,  y  que  antes  merecía  corona  por  lo  que  habia  trabajado 
cor^formallos»:  lo  cual  lodo  me  pidió  por  testimonio  el  dicho 
Llonso  Enriquez  de  Guzman,  caballero  de  la  Orden  de  San- 
^,  ü  lo  cuál  por  testigos  los  dichos  ó  otros  muchos^  é  yo  Gon- 


130  COLECCIÓN  DB  DOCUMENTOS 

zalo  Pérez,  escribano  público  é  del  número  desta  dicha  cibdad 
que  á  lo  que  dicho  es  presente  fui  en  uno  con  los  dichos  testigos 
de  pedimento  de  dicho  señor  don  Alonso,  la  fice  escrebir  é  por 
ende  fice  aquí  este  mió  signo,  á  tal  en  testimonio  de  verdad. — Gon- 
zalo Pej^ez,  escribano  público.  (Aquí  entra /a  legalización) 

En  la  cibdad. del  Cuzco  de  la  Nueva  Castilla,  seis  dias  del  mes 
de  Junio,  año  del  nascimiento  de  Nuestro  Salvador  Jesucristo, 
de  mili  é  quinientos  é  treinta  é  ocho  años,  antel  muy  noble  señor 
Diego  Rodríguez  de  Figueroa,  alcalde  ordinario  en  esta  dicha  cib- 
dad por  S.  M.,  y  en  presencia  de  mí,  Alonso  de  Luque,  escribano 
de  Sus  Mags.  é  público  desta  dicha  cibdad,  paresció  don  Alonso 
Enriquoz  dn  Guzman,  é  presentó  un  escrito  con  ciertas  preguntas 
en  él  insertas;  su  tenor  del  cual,  es  este  que  se  sigue. 

Muy  noble  señor. — Don  Alonso  Enriquez  de  Guzman,  caballero 
de  la  Orden  do  Santiago,  criado  de  S.  M.^  parezco  ante  Vra.  Md. 
en  la  mejor  manera  é  forma  que  de  derecho  ha  lugar,  é  digo: 
que  por  cuanto  yo  me  he  hallado  en  compañía  del  señor  ade- 
lantado y  gobernador  don  Diego  de  Almagro  al  tiempo  de  las 
diferencias  que  ha  tenido  con*el  señor  adelantado  y  gobernador 
don  Francisco  Pizarro,  hasta  que  fué  preso  por  el  señor  Hernando 
Pi^arro,  que  agora  reside  en  esta  dicha  cibdad  por  lugar-teniente 
de  gobernador  y  capitán  general  por  el  dicho  señor  su  hermano, 
é  porque  algunas  personas  por  quererme  mal,  por  la  mucha  es- 
timación é  caso  que  de  mí  ha  hecho  el  señor  gobernador  don 
Diego  de  Almagro,  podia  ser  ó  ha  sido  informar  á  S.  M.  ó  á  su 
Real  Consejo  que  yo  haya  sido  en  los  daños,  alborotos,  guerras  en 
las  dichas  diferencias  suscedidas,  é  porque  en  dicho  ni  en  hecho 
yo  no  he  prelondido  en  ello  ni  en  parte  dello,  pido,  é  si  menester 
es,  requiero  á  Vra.  Md.  tome  ó  haga  tomar  sobre  lo  susodicho,  é 
por  las  preguntas  siguientes  que  aquí  presento,  conjuramento, 
sus  dichos  al  dicho  señor  gobernador  don  Diego  de  Almagro,  é  a 
su  sooreLario  Hernando  de  Sosa,  escribano  do  S.  M.,  ó  al  contador 
Juan  de  Guzman  y  al  tesorero  Manuel  Despinar,  al  licenciado 
Francisco  do  Prado,  ó  al  capitán  Graviel  de  Rojas,  que  fué  lugar- 
teniente de  su  señoría,  que  son  personas  calificadas,  que  no  dirán 
en  contrario  de  la  verdad,  y  se  han  hallado  en  todo  lo  suscedído 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPANEROS  131 

en  público  y  en  secreto,  porque  S.  M.  ó  su  Real  Consejo  de  Indias 
sea  informado  de  la  verdad,  é  yo  no  sea  agravado,  les  pregunten 
por  las  preguntas  siguientes: 

1.  Primeramente  las  generales  que  en  tal  caso  han  de  ser  pre- 
guntadas en  forma. 

2.  Ítem  si  saben  que  yo  el  dicho  don  Alonso  he  deseado,  é  de-^ 
seo,  é  procurado  la  paz  é  sosiego  entre  estos  dos  señores  goberna- 
dores, así  en  aconsejarles  el  servicio  de  S.  M.  y  su  santo  deseo, 
como  con  el  trabajo  de  mi  persona,  andando  como  anduve  muchos 
caminos  por  la  dicha  concordia. 

3.  ítem  si  saben  que  yo  el  dicho  don  Alonso  fui  al  rio  de  Aban- 
cay  y  en  mi  compañía  fueron  Juan  de  Guzman,  ó  Diego  de  Mer- 
cado, oficiales  de  S.  M.  é  Diego  ó  Gómez  de  Alvarado,  y  el  licen- 
ciado Prado,  y  Sosa  el  secretario,  por  escribano  deS.  M.  á  requerir 
á  Alonso  de  Alvarado,  questaba  hecho  fuerte  en  el  dicho  rio  con 
quinientos  hombres  cerca  desta  cibdad,  para  que  eviten  el  rom- 
pimiento que  después  hobo,  con  las  provisiones  de  S.  M.  é  fée 
cómo  estaba  recebido  por  el  cabildo  desta  cibdad  el  señor  don 
Diego  de  Almagro  por  gobernador,  para  que  viniese  él  y  su  gente 
á  le  obedecer,  como  á  tal  gobernador,  ó  se  volviese  á  su  goberna- 
ción, evitando  el  desacato  que  á  la  justicia  real  se  hacia,  é  daño 
en  la  tierra,  é  no  queriendo  oir  los  dichos  conciertos  ni  requeri- 
mientos, aunque  no  los  dejó  de  saber,  nos  prendió  é  puso  en  gri- 
llos é  cadenas  é  tuvo  ansi  veinte  é  nueve  dias,  hasta  que  nos  sacó, 
é  prendió  a  él  el  dicho  señor  gobernador  don  Diego  de  Almagro. 

4.  ítem  si  saben  que  yo  el  dicho  D.  Alonso  fui  con  el  dicho 
señor  gobernador  D.  Diego  de  Almagro,  cuando  fué  desta  cibdad 
á embarcar  el  oro  de  S.  M.  a  Chincha,  puerto  de  mar,  é  yo  llevé 
mi  hacienda,  oro  é  plata,  é  me  iba  á  España  á  mi  casa,  é  no  llevé 
armas  ofensivas,  ni  defensivas,  ni  cargo  de  gente,  pudiéndolo 
tener,  si  quisiera. 

5.  ítem  si  saben  que  el  dicho  señor  gobernador  D.  Diego  de 
Almagro,  como  criado  de  S.  M.  y  hombre  de  quien  conoscian 
desear  la  paz  y  concierto  entre  él  y  el  señor  gobernador  D.  Fran- 
cisco Pizarro,  me  envió  é  fueron  conmigo  el  contador  Juan  de 
Guzman,  oficial  de  S.  M.,  é  Diego  Nuñez  de  Mercado,  alcalde  de 
Nicaragua,  y  Bartolomé  de  Segovia,  su  confesor,  para  entender 


132  COLECaON  DE  DOCUMENTOS 

en  las  paces;  é  ansí  Tuimos  con  celo  de  servir  á  S.  M.  los  susodi 
chos  y  de  concertallos  hasta  la  cibdad  de  Lima,  donde  entendi- 
mos en  los  dichos  conciertos,  como  a  todos  es  notorio. 

6.  ítem  si  saben  que  yo  el  dicho  D.  Alonso  me  haya  hallado 
en  algunos  de  los  recuentros  ó  batallas  contra  cristianos  en  estas 
jjurtos,  en  desservicio  de  S.  M.,  ni  haya  dado  mal  consejo  al  di- 
cho señor  gobernador  D.  Diego  de  Almagro  en  desservicio  de 
Dios  ni  de  S.  M.,  ni  de  su  sosiego,  cometido  cizaña,  ó  revuelto 
entre  él  y  el  dicho  señor  gobernador  D.  Francisco  Pizarro,  é  que 
cerca  de  lo  que  en  estos  negocios  trato,  he  servido  ó  desservido  á 
S.  M.  Digan  lo  que  saben. 

I  asi  por  tomada  por  vra.  md.  la  dicha  información,  pido,  é  si 
necesario  es,  requiero  mande  al  escribano  de  la  cabsa  me  lo  dé 
firmado  y  signado  é  rublicado,  de  manera  que  haga  fée  para  per- 
petuam  rei  memoriam,  é  cerrado  é  sellado. 

E  así  presentado  en  la  manera  que  dicha  es,  el  dicho  señor  al- 
calde dijo:  que  traiga  los  testigos  de  que  se  entiende  aprovechar, 
que  él  está  presto  de  los  mandar  recebir. 

E  después  de  lo  susodicho  en  el  dicho  dia^  mes  é  año  susodi- 
chos^ el  dicho  D.  Alonso  dijo:  que  porque  los  testigos  de  que  so 
entiende  aprovechar,  no  los  puede  traer  ante  su  md.,  é  asimismo 
su  md.  está  ocupado  en  cosas  complideras  al  servicio  de  S.  M., 
que  pedia  á  su  md.  cometiese  á  mí  el  dicho  escribano  la  recesion, 
juramento,  declaración  de  los  dichos  testigos. 

E  dicho  señor  alcalde  dijo:  que  por  quél  está  ocupado  en  otras 
cosas  complideras  al  servicio  de  S.  M.,  no  puede  ocuparse  en  lo 
susodicho,  comotia  é  cometió  á  mí  el  dicho  escribano  la  recesion, 
juramento,  declaración  de  los  dichos  testigos  é  cada  uno  dellos; 
é  para  ello  me  daba  é  dio  poder  complido,  según  que  en  tal  caso 
se  requiere. 

E  después  de  lo  susodicho,  en  siete  días  del  dicho  mesé  año 
susodichos,  ante  mí  el  dicho  escribano  pareció  el  dicho  D.  Alonso 
é  presentó  por  testigos  al  adelantado  D.  Diego  de  Almagro  é  al 
secretario  Hernando  de  Sosa,  é  al  capitán  Graviel  de  Rojas,  é  al 
contador  Juan  de  Guzman,  é  al  veedor  Juan  de  Turuegano,  é  á 
Manuel  Uespiaar,  é  al  comendador  Cristóbal  de  Vega,  é  al  licen- 
ciado Francisco  de  Prado,  de  los  cuales,  é  de  cada  uno  dellos,  yo 


ATM  A  ORO   T  SUS   COMPASBROS 


licH'»  PhrriiifUH)  turné  é  recebí  juramenfo  rn  forma  debiíja  <!r 
trocho,  ao  cargo  del  cual  prornelitjrun  de  dücir  verdad  de  lo  que 
Lipiesen  ó  les  fuese  preguntado,  é  al  ñn  y  conclusión  del  dicho 
|úmmefilo,  dijeron:  sí,  juro^  éaraen. 

E  lo  que  los  dicho»  testigos  é  cada  uno  dellos  por  sí,  dijeron 
i  depusieron,  es  lo  siguiente; 

Tcsligoü»— El   dicho  gobernador  D.  Diego  de  Almagro^  gober- 
loidordel  Nuevo  Reino  de  Toledo,  habiendo  jurado  en  formado 
í derecho,  é  siendo  preguntado  por  el  tenor  del  dicho  interroga- 
loriOp  dijo  lo  siguiente; 

1»  A  la  primera  pregunta  dijo:  que  conoce  al  dicho  D.  Alonso 
EnfiqtJeJt,  de  un  año  é  esta  parle,  é  ques  de  edad  de  mas  de  cin- 
I  caen ta  años  é  que  no  es  pariente  det  susodicho,  ni  le   toca  cosa 
alguna  de  los  preguntas  generales* 

2.  A  la  segunda  pregunta  dijo:  que  lo  que  subo  os  que  muchas 
vences  ol  dicho  D.  Alonso  dijo  áestc  testigo  &  solas  y  en  presencia 
de  muchos,  que  tanto  bien  queria  el  dicho  D»  iUonso  para  oslo  tes- 
ligo,  como  para  el  dicho  D,  Francisco  Pizarro,  é  que  deseaba  mu^ 
choque  tuviesen  conformidad,  como  do  antes,  e  que  fuese  él 
jikfiepara  ello,  porque  creían  en  Espafia  que  los  revolvia;  é  para 
»S«  M.  viese  como  lo  habia  sido  buen  tercero,  ó  por  no  ser 
pftróal,  lomó  muchas  veces  caminos,  é  fué  muchas  veces  con 
Uros  caballeros  á  entender  en  estos  negocios. 

3*  Ala  tercera  pregunta  dijo:  que  lo  que  della  sabe  es,  quel 
ák'bo  D.  Alonso  é  los  demás  que  la  pregunta  d¡ce^  fueron  por 
cnAQdftdo  desleí  testigo  d  la  Puente  de  Abancay  a  requerir  al  di- 
cho Alonso  de  Alvarudo  todo  lo  en  la  pregunta  contenido,  é  lo 
queallú  pasó,  no  lo  sabe,  mas  de  habello  oido  decir  como  la  pre- 
gunta dice* 

Mfl  cuarta  pregunta  dijo:  que  la  verdad  es  que  el  dicho  don 
Alonso  fué  con  este  testigo  á  Chincha,  é  quel  susodicho  llevaba 
su  oro  í»  plata^  é  muchas  veces  dijo:  que  se  habin  de  ir  á  España 
desde ftlh',  é  nunca  el  dicho  don  /\Jonso  llevó  cargo  de  gente,  ó 
qoe  si  la  quisiera  llevar  por  ser  tan  buen  caballero,  la  llevara,  é 
QOiabo  otra  cosa. 

6.  A  la  quinta  pregunta  dijo:  que  lo  que  dolía  sabe  es  quesle 
testigo  envió  al  dicho  don  Alonso,  é  á  los  demás  en  la  pregunta 


I3t 


COLECaON  DE  DOCUIIENTOS 


r  vitenidoSj  A  la  cibdarl  do  Lima  á  cntondpr  en  las  dichas  paces  é 
llüvaban  buena  trama  de  las  hacer,  á  lo  que  parece»  é  que  los  su- 
sodichos dijeron  á  este  testigo  como  habian  entendido  en  ello,  é 
dello  le  dieron  cuenta. 

6.  A  la  sesia  pregunta  dijo:  que  sabe  quel  dicho  don  Alonsí 
Enriquez  nunca  se  ha  hallado  en  ningund  recuentro  ni  batalla  de 
erislianos  en  estas  partes,  ó  que  en  lo  demás  contenido  en  la  pre- 
gunta  dice  lo  que  tiene  dicho  en  la  segunda  é  en  todas  los  demás 
preguntas,  é  que  todo  lo  que  ha  dicho  es  la  verdad  para  el  jura- 
mento que  hizo,  é  así  es  notorio  á  este  testigo,  é  no  firmó  porque 
dijo  que  no  sabia. 

Testigo. — El  dicho  secretario  Hernando  de  Sosa,  testigo  pre*^ 
sentado  por  el  dicho  don  Alonso  Enriquez^  después  de  haber  ju— 
rado  según  derecho,  é  siendo  preguntado  por  el  tenor  del  dicho 
interrogatorio,  dijo  lo  siguiente: 

1-  A  la  primera  pregunta  dijo:  que  conosce  al  dicho  don  Alon- 
so Enriquez  de  Guzman  de  veinte  anos  á  esta  parte,  é  ques  de 
edad  de  treinta  é  ocho  años. 

2.  A  la  segunda  pregunta  dijo:  que  sabe  é  ha  visto  quel  dicha 
don  Alonso  Enriquez  de  Guzman  ha  hablado  muchas  ó  diversas 
veces  muy  bien  en  la  paz,  quietud  é  sosiego  de  entrambos  go- 
bernadores, y  en  que  tengan  y  guarden  la  hermandad  que  tenia 
con  el  gobernador  don  Diego  de  Almagro,  éasí  se  lo  ha  aconse- 
jado en  presencia  deste  testigo,  ó  ha  visto  que  se  ha  movido  ma- 
chas veces  á  tratar  las  dichas  paces  entrellos  y  ofreciéndose 
á  ir  á  entender  en  ello;  y  conoscido  por  el  dicho  don  Diego  de 
Almagro  !a  voluntad  quel  dicho  don  Alonso  tenia  á  la  paz  y  so- 
siego  de  entrambos  gobernadores,  le  envió  con  su  poder  é  otros 
caballeros  á  que  las  tratase,  ó  diese  medio  con  el  señor  go- 
bernador don  Francisco  Pizarro  sobre  las  diferencias  que  teni 
de  los  límites  ó  otros  cualesquier,  é  vio  que  fué  é  ello  el  diclm 
don  Alonso  Enriquez  é  sabe  asimismo  é  vidn  este  testigo  quel 
dicho  don  Alonso  ha  metido  paz  entre  algunos  que  han  reñido  J 
tenido  diferencias,  é  quo  en  cuanto  este  testigo  ha  visto  ©n  el 
cho  don  Alonso  Enriquez  é  hablado  y  platicado  con  el  gobori 
dor  don  Diego  de  Almagro  é  otras  personas,  siempre  ha  visto  q 
les  ha  dicho  é  aconsejado  que  tengan  delante  el  servicio  d»>  X)\m 


Éü 


^mM 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPANEROS  135 

édel  Rey  y  el  bien  público,  é  anden  por  el  camino  de  la  verdad  ó 
virtud,  porque  aquello  les  ha  de  valer,  é  questo  sabe  desta  pre- 
gunta. 

3.  A  la  tercera  pregunta  dijo:  que  la  sabe  como  en  ella  se  con- 
tiene; preguntado  cómo  la  sabe,  dijo:  que  porque  este  testigo  lo 
YÍdo  y  es  uno  de  los  contenidos  en  la  pregunta,  é  que  llevando  las 
dichas  provisiones  ó  abtos,  y  este  testigo  era  ante  quien  se  ha- 
bían de  notificar. 

4.  A  la  cuarta  pregunta  dijo;  que  sabe  é  vio  quel  dicho  don 
Alonso  fué  con  el  dicho  gobernador  don  Diego  de  Al  magro  á  lie 
varel  oro  de  S.  M.  ó  otras  cosas  que  mandó  aprogonar,  é  que  yió 
qael  dicho  don  Alonso  llevaba  su  oro  é  hacienda,  é  docia  que  se 
iba  á  Castilla,  é  que  siempre  le  vio  andar  sin  armas  é  con  un  bor- 
ionm  la  mano,  é  que  no  tuvo  conduta  de  gente  hasta  que  vino  á 
Vilcas  que  se  la  dieron  para  esta  cibdad,  é  no  hubo  efeto,  é  queste 
testigo  le  tiene  por  caballero  ó  persona  de  honra,  é  que  daria  bue- 
na cuenta  de  cualquier  cargo  que  se  le  diese,  porque  tiene  toda 
buena  habilidad,  é  questo  sabe  desta  pregunta. 

5.  A  la  quinta  pregunta  dijo:  que  dice  lo  que  dicho  tiene  en  la 
segunda  pregunta. 

6.  A  la  sesta  pregunta  dijo:  que  este  testigo  no  ha  visto  ni  sa- 
be, ni  ha  oido  decir  que  el  dicho  don  Alonso  se  haya  hallado  en 
algún  recuentro  que  en  estas  partes  haya  habido  con  cristianos,  ó 
que  sabe  que  no  se  halló  en  la  batalla  de  las  Salinas,  ni  menos  en 
la  de  Alonso  Alvarado,  porque  lo  tenia  el  dicho  Alonso  de  Alva- 
rado  preso,  ni  en  la  entrada  desta  cibdad,  ni  le  vio  que  pelease, 
antes  le  vido  venir  sin  armas  al  dicho  gobernador,  é  le  dijo  que 
si  era  gobernador,  que  fuera  bien  venido,  é  questo  es  lo  que  sBbe 
desta  pregunta,  é  que  lo  que  dicho  tiene,  es  la  verdad  para  el 
juramento  que  hizo  ó  firmólo. — Hernando  de  Sosa, 

Testigo. — El  dicho  capitán  Graviel  de  Rojas,  testigo  susodicho, 
habiendo  jurado  en  forma  de  derecho,  é  siendo  preguntado  por 
el  tenor  del  dicho  interrogatorio,  dijo  lo  siguiente: 

i.  A  la  primera  pregunta  dijo  que  conosce  al  dicho  don  Alonso 
de  dos  añosa  esta  parte,  poco  mas  ó  menos,  é  no  le  tocan  las  de- 
mas  preguntas  generales,  é  ques  de  edad  de  cuarenta  é  cinco 
años,  poco  mas  ó  menos. 


!3é 


COLECCIÓN  DE  DOCrMEKTOS 


■J.  A  la  segunda  pregunta  dijo:  qiip  la  snbo  como  en  ella  50 
Cüülieñe,  porque  este  testigo  vido  hablar  íi\  dicho  don  Alonso  en 
las  dichas  paces,  é  que  sabe  que  fué  á  Puente  de  Abencay  desdo 
eslá  oibdad  a  entender  en  las  dichas  paces  entre  el  dicho  gober 
nador  don  Diego  de  Almagro  é  el  dicho  Alonso  de  Alvarado, 
que  después  al  tiempo  que  vinieron  á  esta  cibdad  los  niensageros 
á  hablar  al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  asimismo  le  vido  en- 
tender en  las  dichas  paces,  é  que  asimismo  sabe  que  después  d"* 
lo  susodicho,  estando  el  dicho  gobernador  don  Diego  de  Almagr* 
en  la  cibdad  de  Chincha,  envió  al  dicho  don  Alonso  é  a  otros  de 
ó  tres  caballeros  con  su  poder  para  que  entendiesen  en  los  coi 
ciertos  é  paces. 

3.  A  la  tercera  pregunta  dijo  que  lo  que  della  sabe  es,  qi:^ 
dicho  señor  gobernador  envió  los  dichos  mensageros  al  real  ci. 
dicho  capitán  Alonso  de  Alvarado  con  el  traslado  de  la  provisLi 
real  é  testimonio  contenido  en  la  dicha  pregunta,  é  que  iban  íl 
que  la  pregunta  dice,  ó  que  sabe  que  el  dicho  Alonso  de  xVlvari 
do  no  quiso  ver  ni  oir  la  dicha  provisión  é  que  prendió  al  die/ 
don  Alonso  é  a  los  contenidos  en  la  dicha  pregunta,  é  que  sai 
que  los  tuvo  presos  el  tiempo  contenido  en  la  pregunta,  dos  día 
maá  6  menos. 

4.  A  la  cuarta  pregunta  dijo  que  la  sabe  como  la  pregunta  -^     '^j 
dice,  porque  lo  vido  así  pasar,  esceblo  que  sabe  que  llov^aba  unr     1^ 
espada,  é  un  sayo  colchado  de  la  tierra. 

5.  A  la  quinta  pregunta  dijo  que  dice  lo  que  dicho  tiene  en  ^*^ 
segunda  pregunta. 

6.  A  la  sesta  pregunta  dijo  que  sabe  qunl  dicho  don  Alonso  au 
se  halló  en  la  batalla,  ni  en  en  ninguno  de  los  recuenlros  que  \\ñ 
habido  entre  la  gente  de  los  dichos  señorea  gobernadores  é  olroi 
cristianos,  é  que  sabe  quel  dicho  don  Alonso  Enriqnez  ha  é^f- 
vido  en  estos  negocios  a  S.  M.  ó  que  no  desservídole,  porque  h 
vido  en  el  tiempo  de  la  guerra  cómo  salió  muchas  veces  ó  pelear 
con  los  indios,  en  el  tiempo  questa  cibdad  estaba  cercada»  en  lo 
Cual  puso  á  riesgo  su  persona,  por  ser  tanta  la  cantidad  de  lo^ 
indios,  como  fueron,  é  esto  sabe  para  el  juramento  que  lien©  he* 
cho,  é  rirraólo  de  su  nombre. — Gmviel  de  fíffjas. 

Testigo* — El  dicho  Juan  de  Guzman,  testigo  presentado  poc 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS  137 

el  dicho  don  Alonso  Enriquez  de  Guzman,  habiendo  jurado  se- 
gund  forma  debida  de  derecho,  ó  siendo  preguntado  por  el  tenoa 
del  dicho  interrogatorio,  dijo  lo  siguiente: 

1.  A  la  primera  pregunta  dijo:  que  conosce  al  dicho  don  Alon- 
so Enriquez  de  Guzman,  desde  que  este  testigo  se  acuerda,  ó  ques 
de  edad  este  testigo  de  mas  de  treinta  años,  ó  que  no  es  pariente 
del  susodicho,  ni  le  toca  ninguna  de  las  preguntas  generales. 

2.  A  la  segunda  pregunta  dijo:  que  lo  que  sabe  della  es,  quel 
dicho  don  Alonso  Enriquez,  siempre  ha  deseado  la  paz  ó  sosiego 
entre  los  señores  gobernadores  don  Francisco  Pizarro  é  don  Die- 
go de  Almagro,  alumbrándoles  ó  dícholes  el  servicio  de  S.  M.  é 
su  santo  deseo  ó  que  siempre  ha  trabajado  con  su  persona  an 
dando  por  los  caminos,  porque  obiese  la  dicha  paz  é  concordia, 
lo  cual  sabe  este  testigo,  porque  anduvieron  juntos  en  los  dichos 
caminos,  para  que  viniesen  a  la  dicha  paz. 

3.  A  la  tercera  pregunta  dijo  que  la  sabe  y  es  verdad,  como  en 
en  la  pregunta  se  contiene;  preguntado  cómo  lo  sabe,  dijo:  que 
porque  este  testigo  se  halló  siempre  a  todo  lo  susodicho,  é  tué 
uno  de  los  que  estuvieron  presos  con  el  dicho  don  Alonso. 

4.  A  la  cuarta  pregunta  dijo:  que  la  sabe  como  en  ella  se  con- 
tiene, porque  este  testigo  fué  asimismo  á  Chincha,  puerto  de  mar, 
con  el  dicho  gobernador  don  Diego  de  Almagro,  como  oficial  de 
S.M.,  guardando  su  Real  Hacienda,  que  se  llevaba,  é  que  cree 
este  testigo  quél  y  el  dicho  don  Alonso,  quisiera  llevar  cargo  de 
gente,  é  la  llevará,  é  que  sabe  que  no  llevaba  armas  defensivas. 

5.  Ala  quinta  pregunta  dijo:  que  la  sabe,  como  en  ella  se  con- 
tiene, por  queste  testigo  fué  á  todo  lo  susodicho,  ó  se  halló  presen- 
te á  ello. 

6.  A  la  sesta  pregunta  dijo:  que  sabe  quel  dicho  don  Alonso 
nunca  se  halló  en  ningún  recuentro,  ni  batalla  contra  cristianos 
en  estas  partes,  é  que  nunca  este  testigo  ha  visto,  ni  oido  que 
dicho  don  Alonso  haya  metido  cizania  ni  revuelta  entre  los  di- 
chos Gobernadores,  antes  ha  visto  este  testigo  que  ha  trabajado 
toda  la  paz  y  conformidad  entrellos  é  que  sabe  questando  el  Adelan- 
tado don  Diego  de  Almagro  en  Guaitara,  trabajó  el  dicho  don  Alon- 
so quesle  testigo  fuera  al  Real  donde  estaba  el  Gobernador  don 
Francisco  Pizarro   á  notificar  una    provisión  de  S.  M.  porque 


138  COLECCIÓN  DB  DOCUMENTOS 

obiese  manera  de  concierto,  é  no  viniese  en  rompimiento,  é  que 
lodo  esto  que  ha  dicho,  es  así  la  verdad  é  público  é  notorio  entre 
las  personas  que  lo  saben  é  han  visto,  como  este  testigo,  é  firmó- 
lo de  su  nombre. — Juan  de  Guzman. 

Testigo. — El  dicho  veedor  Juan  de  Turuégano,  oficial  de  S.  M., 
testigo  susodicho,  habiendo  jurado  según  forma  de  derecho, 
é  siendo  preguntado  por  el  tenor  del  dicho  interrogatorio,  dijo  lo 
siguiente: 

1.  A  la  primera  pregunta  dijo:  que  conoce  al  dicho  don  Alonso 
Enriquez  de  Guzman  de  veinte  años  á  esta  parte,  é  ques  de  edad 
este  testigo  de  sesenta  años,  poco  mas  ó  menos,  é  que  no  es  pa- 
riente del  dicho  don  Alonso,  é  que  no  le  toca  ninguna  de  las 
generales. 

2.  A  la  segunda  pregunta  dijo:  que  la  sabe  como  en  ella  se 
contiene;  preguntado  como  la  sabe,  dijo:  que  porque  este  testigo 
fué  ó  anduvo  con  el  dicho  don  Alonso  á  entender  en  las  dichas 
pacos  ó  comunicaba  muchas  veces  con  este  testigo  el  dicho  don 
Alonso  que  su  deseo  ora  que  los  dichos  Gobernadores  tuviesen 
conformidad  é  paz. 

3.  A  la  tercera  pregunta  dijo:  que  lo  que  della  sabe  es  queste 
testigo  oyó  decir  lo  contenido  en  la  pregunta  públicamente;  éasí 
fué  público  ó  notorio  a  todos,  é  lo  es;  ó  que  croe  este  testigo  quel 
dicho  don  Alonso  fué  ú  la  Puente  de  Abencay  con  los  demás  que 
la  pregunta  dice  porque  no  obieso  rompimiento  entre  los  dichos 
cristianos. 

4.  A  la  cuarta  pregunta  dijo:  quelo  que  della  sabe  es  questan- 
do  el  Gobernador  don  Diego  de  Almagro  en  Chincha,  puerto  de 
mar,  este  testigo  fué  á  Ghinclia  desde  la  cibdad  de  los  Reyes, 
donde  al  presente  estaba,  é  vido  como  el  dicho  don  Alonso  tenía 
en  el  dicho  pueblo  do  Chincha  su  oro  é  plata,  é  que  se  quería  ir  á 
España,  é  que  sabe  que  no  ora  Capitán,  ni  tenía  encargo  de  gen- 
te, é  que  si  lo  quisiera  sor,  lo  fuera  porque  dicho  Gobernador  don 
Diego  de  Almagro,  hacía  mucho  caso  de  su  persona. 

5.  A  la  quinta  pregunta  dijo  que  la  sabe  y  es  verdad  como  en 
la  pregunta  so  contieno,  porque  este  testigo  y  el  tesorero  Manuel 
Despinar  fueron  señalados  por  arbitros  por  parte  del  dicho  ade- 
lantado don  Diego  de  Almagro,  para  que  entendiesen  en  las  pa- 


ALMAGRO  y   SUS  COMPAÑEROS 


439 


entre  los    dichos  señores  Gobornadores,  é  así  entendif^ron 
i  ellas. 

6»  A  la  sesta  pregunta  dijo:  que  lo  que  della  sabe  es,  que  en  el 
ecuenlro  que  cerca  desta  eíbdad  obo  enlro  el  señor  Hernando 
pimrro  y  el  señor  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  el  dicho  don 
Jonso  no  se  hallo  en  él,  porque  osle  to.'^tigo  lu  v¡do  que  se  que- 
en  esta  cibdad  ó  no  fué  allá;  é  que  en  el  rompimiento  que  obo 
'en  Abencay  entre  el  señor  Gobernador  don  Diego  de  Almagro  ó 
ionso  de  Alvarado,  que  tampoco  el  dicho   don  Alonso  no  se 
lllóen  él,  porque  es  publico  que  lo  tenia  preso  el  dicho  Alonso 
-Alvarado,  é  que  lo  demás  contenido  en  la  pregunta  no  lo  sabe, 
[ueslo  es  la  verdad  y  pública  voz  y  fama  a  las  personas  que  lo 
>en  como  este  lesligo,  para  el  juramento  que  hizo^  é  firmólo  de 
nombre.— Et veedor  Jtmn  de  Turuef/ano, 

Vsligo. — El  dicho  Manuel  Despinar,    tesorero  de  S.    M.    tes- 
^susodichOf  habiendo  jurado  en  forma  dñ   derecho,  ó  siendo 
^gunlado    por  el  tenor  del  dicho  interrogatorio,  dijo   lo   si* 
tiente. 

^1 .  A  la  primera  pregunta  dijo;  que  conoce  al  dicho  don  Alonso 
l-riquez  de  diex  años  poco  mas  ó  menos  ó  que  no  es  pariente  ni 
[>ca  cosa  alguna  de  las  preguntas  generales  é  ques  de  edad  de 
íaiaaños,  poco  mas  ó  monos. 

A  la  segunda  pregunta  dijo:  que  á  lo  que  este  testigo  ha  co- 
nde é  visto  del  dicho  don   Alonso  Enriquez  que   siempre    ha 
acurado  el  servicio  de  Dios  Nuestro  Señor,   é  la  paz  entre  los 
ühus  Gobernadores,  ó    que  sabe  que  el  dicho  don   Alonso  fué 
&slíi  cibdad  rí  la  cibdad  de  Lima  a  entender  en  las  dichas  paces, 
[eátÉí  lesligo  juntamente  con  el  susodicho  fué  á  entender  en  ello 
Mo  vido. 

¡3.  Ala  tercera  pregunta  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  quesle 
Bligo  oyó  decir  lo  contenido  en  la  pregunta,  como  fué  é  pasó 
'como  en  ella  se  contiene,   las  cuales  personas,  á  quien  este 
yo  lo  oyó  decir  son  personas  de  feo  é  de  creer, 

la  cuarta  pregunta  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  quel  di- 

^don  Alonso  se  fué  desta  cibdad  con  el  dicho  gobernador 

Diego  de  Almagro  al  pueblo  de  Chincha,   é  que  sabe  que 

iba  todo  su  oro  é  plata,  ó  publicaba  ó  decía  que  se  queria  ir  á 


Ifa^k 


ifO 


COLECCIÓN  DE  D0CÜ\ÍENT08 


Cnstilla,  lo  cual  el  dirhn  don  Alonso  drspó  mucho,  é  lo  qtif^ste 
testigo  del  sintió,  é  que  sabe  quel  dicho  don  Alonso  nunca  llevó 
cargo  de  gente  é  que  no  vido  este  testigo  quel  dicho  don  Alonso 
llevase  sino  una  espada;  é  que  si  otras  armas  llevaba,  no  lo  vido 
este  testigo. 

5.  A  la  quinta  pregunta  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  quel  di- 
cho don  Alonso  fué  á  la  clbdad  de  Lima  con  poder  del  dicho  go- 
bernador don   Diego  de  Almagro  con  los  demás  que  la  pregunta 
dice  para  entender  en  las  paces  entro  los  dichos  gobernadorc^s; 
lo  cual  sabe,  por  q ueste  testigo  vído  los  poderes,  el  cual  poOe 
asimismo  iba  para  esle  testigo  para  entender  en  lo  susodicho, 
hacer  las  dichas  paces. 

6,  A  la  sesta  pregunta  dijo  que  nunca  este  testigo  ha  visto  q\i 
dicho  don  Alonso  haya  entrado  en  ningún  recuentro  en  es 
parles  contra  cristianos,  ni  ha  visto  ni  ha  sabido  que  haya  re- 
vuelto ni  metido  zizafia  enlrellos;  ó  que  todo  lo  que  ha  dicho  e 
la  verdad  é  lo  que  deslo  hecho  sabe,  é  así  es  público  é  nolori 
entre  las  personas  que  lo  saben  como  este  testigo,  é  íirmólo.- 
Manuei  Despinar, 


Testigo.  —  El  dicho  comendador  Cristóbal  de  Vega^  testig 
susodicho,  habiendo  jurado  en  forma  de  derecho,  y  siendo  prc 
guntado  por  el  tenor  del  dicho  interrogatorio,  dijo  lo  siguieni- 

1.  A  la  primera  pregunta  dijo:  que  conosceal  dicho  don  AloQi^ai 
de  un  año  á  esta  parte,  ó  ques  de  edad  de  ciucuenta  años  pocfi; 
mas  o  nienos,  ó  que  no  es  pariente  del  susodicho,  é  que  no  le  loca 
cosa  íílgiina  de  las  preguntas  generales. 

2.  A  la  segunda  pregunta  dijo:  (jue  lo  qae  della  sabo  es  qné 
siempre  este  testigo  ha  oido  decir  al  dicho  don  Alonso,  cómo  su 
deseo  era  que  entre  los  dichos  gobernadores  obiese  toda  paftl 
snsiego,  é  así  lo  procuraba,  é  vido  este  testigo  que  se  ofreció 
ir  por  mensagero  á  entender  en  las  dichas  paces,  e  fué  tres»  vi 
á  ello. 

3.  A  la  tercera  pregunta  dijo:  que  la  sabe  como  en  ella  se  can* 
tiene;  preguntado  cnran  la  sabe,  dijo  que  porque  este  testigo  üw 
en  compañía  del  dicho  don  Alonso  y  sabe  que  sus  deseos  eran  íf 
á  España  é  así  lo  publicaba. 


if     mai 


ALMAORO  Y  3US  COMPAÑEROS  iH 

6.  A  la  quinta  pregunta  dijo:  que  la  sabe  como  en  ella  se  con- 
tiene; por  queste  testigo,  como  ha  dicho,  estaba  en  compañía  del 
dicho  don  Alonso,  é  vido  como  el  dicho  don  Alonso  é  los  demás 
que  la  pregunta  dice  fueron  con  poder  del  dicho  gobernador  don 
Diego  de  Almagro  a  entender  en  las  dichas  paces. 

6.  A  la  sesta  pregunta  dijo:  que  nunca  esto  testigo  ha  visto  al 
dicho  don  Alonso  en  estas  partos  en  recuentros  ni  batallas  contra 
cristianos,  ni  sabe  que  haya  dado  mal  consejo  al  dicho  goberna- 
dor ni  a  otra  persona  en  desservicio  de  Dios  ni  de  S.  Mag.  ni  sabe 
ni  ha  oido  decir  quól  haya  metido  cizaña,  ni  revolviese  a  los  di- 
chod  dos  gobernadores;  é  que  sabe,  que  como  hombre  celoso  de 
la  paz,  é  que  la  deseaba  é  no  obiese  rompimiento,  le  oyó  mover 
alas  oficiales  de  S.  M.  que  fuesen  desde  Vilcas,  donde  el  dicho 
gobernador  estaba,  ó  que  él  iría  con  ellos  a  mover  tratos  é  tratar 
paces,  é  que  era  bien,  sy  necesario  fuese,  quel  gobernador  don 
Diego  de  Almagro  é  su  gente  fuese  é  Arequipa,  por  no  haber  en- 
trellos  rompimientos,  é  aun  mas  adelante  si  conviniese,  é  se  pu- 
siese el  Cuzco  en  tercería,  é  que  todas  las  cosas  que  conviniesen 
para  no  haber  rompimiento  se  debian  de  hacer  é  procurar,  é  que 
éliriaá  ello  si  conviniese,  é  así  le  oyó  decir  otras  cosas,  las  cua- 
les el  dicho  don  Alonso  decia  áeste  testigo,  como  á  su  amigo,  que 
parescian  ser  servicio  de  Dios  é  del  Rey,  é  questo  sabe  y  es  la 
verdad,  é  firmólo. — Crhlóbal   de  Vega, 

Testigo. — El  dicho  licenciado  Francisco  de  Prado,  testigo 
presentado  por  parto  del  dicho  don  Alonso  Enriquez,  después  de 
haber  jurado,  según  derecho,  é  siendo  preguntado  por  el  tenor  del 
interrogatorio,  dijo  lo  siguiente: 

1.  A  la  primera  pregunta  dijo:  que  conosce  al  dicho  don  Alon- 
so Enriquez.  Preguntado  por  las  preguntas  generales,  dijo:  ques 
de  edad  de  hasta  cincuenta  é  seis  años,  poco  mas  ó  menos,  é  que 
no  es  pariente  ni  enemigo  del  dicho  don  Alonso,  ni  le  empece 
ninguna  de  las  demás  generales. 

2.  A  la  segunda  pregunta  dijo:  que  la  sabe  como  en  ella  se 
contiene;  preguntado  cómo  la  sabe  dijo:  que  porque  siempre  le 
ha  visto  con  muy  gran  deseo,  é  procurar  como  estuviesen  muy 
amigos  é  conformes  los  dichos  gobernadores,  é  lo  platicaba  con 
este  testigo  muchas  veces  para  que  diesen  orden  en  su  confor- 


142  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

midad  é  amistad,  y  él  y  este  testigo  en  diversas  maneras  y  tiem- 
pos, entendieron  é  procuraron  las  dichas  paces. 

3.  A  la  tercera  pregunta  dijo:  que  la  sabe  como  en  ella  se  con- 
tiene; preguntado  cómo  la  sabe,  dijo:  que  porque  este  testigo  es 
el  licenciado  Prado  contenido  en  la  pregunta,  é  lo  vio  todo,  é  fué 
el  que  hizo  la  plática  al  dicho  Alonso  de  Alvarado,  para  le  mos- 
trar la  provisión  de  S.  M.  y  el  recibimiento  que  se  habia  hecho  en 
esta  cibdad  al  dicho  don  Diego  de  Almagro  de  gobernador,  é  sin 
la  obedecer,  ni  querer  leer  la  dicha  provisión  de  S.  M.,  en  lugar  de 
respuesta,  los  mandó  echar  a  todos  los  contenidos  en  la  pregun- 
ta en  grillos  y  en  cadenas,  donde  estuvieron  veinte  é  nueve  dias» 
hasta  que  el  dicho  adelantado  los  soltó. 

4.  A  la  cuarta  pregunta  dijo  que  la  sabe  como  en  ella  se  con- 
tiene. Preguntado  cómo  la  sabe,  dijo:  que  porque  lo  vido  ir  como 
la  pregunta  dice,  porque  le  vio  ir  por  mandado  del  dicho  gober- 
nador a  acompañar  el  oro  é  plata  de  S.  M.  é  con  su  hacienda  para 
se  ir  á  su  casa  é  que  no  le  vido  llevar  mas  armas,  sino  una  es- 
pada. 

5.  A  la  quinta  pregunta  dijo:  que  la  sabe  como  en  ella  se  con- 
tiene; preguntado  cómo  la  sabe,  dijo:  que  por  parescer  é  consejo 
deste  testigo,  envió  el  dicho  gobernador  don  Diego  de  Almagro  al 
dicho  don  Alonso  Enriquoz,  é  a  los  demás  contenidos  en  la  pre- 
gunta por  mensageros,  al  señor  gobernador  don  Francisco  Piza- 
rro,  para  que  no  se  alborotasen  con  su  venida,  é  le  hacer  saber 
como  solamente  iba  a  embarcar  el  oro  de  S.  M.  é  procurar  que 
obiese  paz  entrellos. 

6.  A  la  sesta  pregunta  dijo:  que  nunca  este  testigo  ha  visto 
quel  dicho  don  Alonso  Knriquoz  haya  entrado  ni  procurado  entrar 
en  ninguna  batalla  ni  recuentro  que  obiose  habido  entre  los  di- 
chos gobernadores,  ni  su  gonto;  antes  ha  procurado  de  se  apartar 
dello;  é  ha  dicho  algunas  voces  a  este  testigo  que  él  no  había  de 
pelearen  ninguna  manera,  é  que  por  todas  las  vias  é  maneras 
que  pudiese,  se  habia  de  escusar  de  no  pelear,  aunque  fuese  con- 
tra su  honra,  é  que  siempre,  como  dicho  tiene,  ha  visto  procurar 
é  desear  las  pacos  entre  los  dichos  pobornadoros,  ó  que  no  ha  vis- 
to otra  cosa  en  contrario;  sino  aiiles  tener  é  mostrar  muy  gran 
gana  de  paz,  así  porque  mostraba  que  servia  áS.  M.  en  ello,  como 


ALMAGRO   Y   SUS   COMPANEROS 


i; 


¡n^mn  gana  que  tenia  de  se  ir  destas  gobernaciones  para  su 

,  é  qne  en  el  tiempo  que  aquí  obo  guerra  con  los  indios,  siom- 

lo  vio  servir  en  ella  y  contra  ellos  con  sud  armas  é  caballo, 

oricio  de  maestre  de  campo,  é  alcalde  de  la  íbrtaloza  desta  cib- 

id,  é  que  lo  que  dicho  tiene  es  la  verdad,  y  en  ello  se  afirma,  é 

molo. — El  lirenriado  Prado. 

E  después  de  lo  susodicho  en  esta  dicha  cibdad,  en  ocho  dias 
[el  dicho  mes  ó  año  susodichos,  antel  dicho  señor  alcalde  y  en  pre- 
lacia de  miel  dicho  escribano,  páreselo  ol  dicho  don  Alonso  Enri- 
lezde  Guzman,  ó  ilijo:  quél  no  tiene  mas  testigos  que  presentar, 
¡que pedia  é  pidió  a  su  Md.  mande  á  mí  ol  dicho  escribano  le  saque 
Un  traslado  ó  dos  de  la  dicha  probanzíi  ubtorizado,  firmado  é  signado 
>n  manera  que  haga  fée,  ó  cerrado  é  sellado  é  que  en  él  interpon- 
Su  Md.  su  abloridad  é  decreto  judicial  para  que  valga  é  faga 
íe  en  juicio  é  fuera  del. 

Eluego  el  dicho  señor  alcalde  mandó  u  raí  el  dicho  escribano 
ique  un  traslado  6  dos  de  la  dicha  probanza  en  limpio  abturiza- 
'í*i  firmado  é  signado  de  mí  el  dicho  escribano,  é  cerrado  ó  sélla- 
la en  manera  que  haga  fée  para  en  guarda  y  conservación  del 
fecho  del  dicho  don  Alonso,  é  que  en  ello  interponía  é  inlcrpu- 
suabtoridad  é  decreto  judicial,  para  que  valga  é  faga  fée  en 
Jtticio  y  fuera  del,  é  firmólo  el  dicho  señor  alcalde  aquí,  E  yo 
^^lonso  de  Luque,  escribano  de  Sus  Ms,  é  público  desta  cibdaddol 
^^ízco,  présenle  fui  con  el  sefíor  alcalde  á  lo  que  dicho  es,  é  lo 
^Oe  escribir  segund  pasó,  é  por  ende  fice  aquí  este  mío  signo, 
(ufiy  un  signo)  á  tal  en  testimonio  de  verdad. — Alonso  de  Luque^ 
^^^'tribano  público. — (Síf/ue  la  leyalizaciQu  que  no  se  copia) 

Ed  Madrid,  á  4  de  Mayo  de  1540,  la  presentó  en  el  Consejo  de 
i?-^  Indias  de  S,  M*  Juan  de  Guinea  en  nombre  de  don  .\lonso  En- 


Lite  es  traslado  bien  y  íielment.e  sacado  de  una  cédala  del  Em- 
erador  y  Rey  N.  Señor,  firmada  do  su  real  nombre,  é  refrenda- 
¡  de  su  secretario  con  ciertas  señales  en  las  espaldas,  con  ciertos 
jIos  al  pié  della:  su  tenor  de  lo  cual,  todo  uno  en  pos  de  otro,  es 
que  se  sigue: 

i  publicada  ?nas  alnis  en  la  páy.  114.) 


144  GOLECaON  DB  DOCUMENTOS 

En  la  cibdad  del  Cuzco,  á  catorce  dias  del  mes  de  Hebrero,  añc 
del  nacimiento  de  Nuestro  Salvador  Jesucristo,  de  mili  é  quinien- 
tos é  treinta  y  nueve  años,  por  ante  mí  Diego  Descalante,  escri- 
bano público  y  del  consejo  desta  dicha  cibdad,  el  licenciado  An- 
tonio de  La  Gama,  teniente  general  en  toda  esta  gobernación,  j 
requirió  á  don  Alonso  Enriquez  de  Guzman,  caballero  de  la  órder 
de  Santiago,  con  egta  cédula  yuso  escripia  de  S.  Mag.,  firmada  d( 
su  Real  Nombre,  é  refrendada  de  Cobos,  comendador  mayor,  si 
secretario,  é  le  pidió  é  requirió  la  obedeciese  é  cumpliese  come 
en  ella  se  contiene. 

E  luego,  siendo  presente  el  dicho  don  Alonso  Enriquez  dijo 
quél  obedecía  y  obedeció  la  dicha  cédula,  y  la  besó  y  la  puso  sobre 
su  cabeza;  y  en  cuanto  al  cumplimiento  della  dijo:  quél  está 
presto  é  cierto  de  la  cumplir,  como  S.  M.  lo  manda,  aunque  á  él 
se  le  hace  agravio  en  mandarle  ir  a  tiempo  que  hay  dispusicion 
de  se  le  dar  de  comer,  conforme  a  las  provisiones  que  a  S.  M.  en 
estas  partes  ha  fecho. — Pasó  ante  mí. — Diego  Descalante, 

Yo,  Diego  Descalante,  escribano  público  del  concejo  desta  cib- 
dad del  Cuzco,  por  S.  Mag.,  doy  feé,  é  hago  saber  a  todos  los  que 
la  presente  vieren,  como  en  esta  cibdad  del  Cuzco  de  las  provin- 
cias del  Perú,  viernes  á  catorce  dias  del  mes  de  Hebrero  de  mili  é 
quinientos  é  treinta  y  nueve  años,  pareció  ante  mí  don  Alonso 
Enriquez  de  Guzman,  caballero  de  la  orden  de  Santiago,  é  dijo: 
que  hoy,  dicho  dia,  le  fué  requerido  con  esta  cédula  de  S.  M. 
desta  otra  parte  contenida  por  el  señor  marques  don  Francisco 
Pizarro,  gobernador  é  capitán  general  en  estos  Reinos,  en  que 
S.  M.  le  manda  que  se  vaya  luego  dellos,  según  é  como  en  la  dicha 
cédula  se  contiene,  y  porque  lo  recibe  por  agravio  é  tiene  poi 
cierto  que  desque  S.  M.  lo  sopa,  ó  sepa  que  hase  ido,  sabrá  la 
relación  que  allá  han  fecho  control  él,  lo  restaurará  en  su  honra  € 
restituirá  lo  que  por  manriallo  ir,  pierde,  que  es  el  premio  de  sus 
grandes  servicios  fechos  en  esta  tierra  y  en  esta  cibdad,  y  es  á 
tiempo  quel  dicho  gobernador  le  quería  encargar  cargos,  é  dalle 
repartimiento  de  indios,  lo  cual  pierde  por  mandalle  S.  M.  ir,  é 
porque  le  conste  a  S.  M.  quél  no  se  fuera  al  presente  sino  por 
cumplir  sus  mandamientos  realeo,  según  dicho  es,  me  pidió  le 
diese  por  testimonio  lo  que  aquí  contenido  quél  dice,  en  feé  de  lo 


ALMAGRO   Y   SUS   COMPANEROS  145 

cual,  é  de  como  lo  dijo  ante  mí,  le  di  la  presente,  ques  fecha  en 
la  dicha  cibdad  del  Cuzco,  dia,  é  mes  y  año  susodichos,  en  que 
fueron  presentes  Juan  de  Herrera,  é  Rodrigo  de  Baena,  é  Juan 
Despinosa,  escribano  de  S.  M.,  é  porque  yo  Diego  Descalante  fui 
présenle  á  lo  que  dicho  es  con  los  dichos  testigos,  é  doy  feé  co- 
nozco al  dicho  don  Alonso  Enriquez,  fice  aquí  mi  signo  á  tal  en 
testimonio  de  verdad. — Diego  Descalante 

Fecho  y  sacado  fué  este  dicho  traslado  de  la  dicha  cédula  de 
S.M.  y  de  los  abtos  al  pié  y  en  las  espaldas  della  contenidos,  é  con 
ella  concertado  en  la  villa  de  Madrid,  estando  en  ella  la  Corte  é 
Consejo  de  S.  M.,  á  veinte  y  ocho  dias  del  mes  de  Junio,  año  del 
nacimiento  de  Nuestro  Salvador  Jesucristo  de  mili  é  quinientos  é 
cuarenta  años,  testigos  que  fueron  presentes  é  la  vieron  leer  é 
corregir  e  concertar,  Lorenzo  de  Bordallo,  é  Baltazar  de  Benegri- 
11a,  é  Pedro  Navarra,  estantes  en  la  Corte. 

E  yo  Alonso  Prado  Portillo,  escribano  deS.  M.,  residente  en  su 
Corle,  fui  presente  al  corregir  deste  traslado  con  otro  igual,  el 
cual  va  cierto,  é  lo  fic^  escribir  é  fice  en  él  este  mi  signo  (hay  un 
signo),  en  testimonio  de  verdad. — Alonso  Pérez,  scribano  público. 

En  Madrid,  á  28  de  Junio  de  1540  la  presentó  don  Alonso  Enri- 
quez de  Guzman. 

En  la  villa  de  Madrid,  á  veinte  é  ocho  dias  del  mes  de  Junio  de 
mili  é  quinientos  é  cuaronla  años,  los  señores  del  Consejo  de  las 
Indias  de  S.  M.  mandaron  notificar  á  don  Alonso  Enriquez  de 
Guzman,  que  luego  se  vaya  á  la  posada  del  alguacil  Juan  de  Cue- 
ro, que  reside  en  esta  Corte,  y  la  tonga  por  cárcel  y  no  se  salga 
della  en  ninguna  mane^  sin  licencia  y  mandado  de  S.  M.  ó  de  los 
señores  del  dicho  Consejo,  so  pona  de  diez  mili  castellanos  de  oro 
para  la  cámara  de  S.  M.  y  de  ser  habido  presente  y  confeso  de 
todos  los  delitos  de  ques  acusado. 

Este  dicho  dia  mes  ó  año  sobredichos,  yo  Juan  Fernandez  de 
Paredes,  escribano  de  S.  M.  y  oficial  su  secretario  escribano,  no- 
tifiqué el  aucto  de  suso  contenido  al  dicho  don  Alonso  Fnriquez 
en  su  persona,  el  cual  dijo:  que  estaba  presto  de  lo  cumplir,  sien- 
do presentes  por  testigos  el  marques  del  Valle  y  Hernán  Sayas  de 
Saavedra,  estantes  en  la  Corte. — Juan  de  Paredes. 

10 


146  COLECaON  DE  DOCUMENTOS 

Después  de  lo  susodicho,  este  dicho  dia,  mes  é  año  sobredichos, 
los  señores  del  Consejo  de  las  Indias  de  S.  M.  mandaron  que 
como  el  dicho  don  Alonso  Enriquez  tiene  por  cárcel  la  posada  del 
dicho  alguacil  Juan  de  Cuero,  tenga  la  casa  de  {hay  un  claro) 
Romani,  vecino  desta  villa  de  Madrid,  é  no  salga  della  en  ningu- 
na manera  sin  licencia  y  mandado  de  S.  M.  ó  de  los  señores  del 
dicho  Consejo  en  su  nombre,  so  las  penas  contenidas  é  puestas 
en  la  primera  carcelería. 

Este  dicho  dia,  mes  é  año  sobredichos,  yo  el  dicho  Juan  de 
Paredes  notifiqué  lo  susodicho  al  dicho  don  Alonso  Enriquez  en 
su  persona,  el  cual  dijo:  que  estaba  presto  de  lo  cumplir,  é  lo  cum* 
plió  luego,  y  se  fué  derecho  a  la  posada  del  dicho  Romani. 

Presentada  en  Madrid  á  30  de  Junio  de  i540. — Don  Alonso  En- 
riquez. 

Muy  poderosos  señores: — El  licenciado  Villalobos,  vuestro  fis- 
cal, como  mejor  puedo  é  debo,  acuso  é  don  Alonso  Enriquez, 
vecino  de  la  cibdad  de  Sevilla,  que  en  estos  dias  de  los  meses  de 
treinta  é  cinco,  é  treinta  y  seis,  é  treinta  é  siete,  é  treinta  é  ocho, 
é  treinta  é  nueve,  é  este  presente  año  de  cuarenta,  siendo  Pontí- 
fice en  la  Iglesia  de  Dios  Nuestro  Muy  Santo  Padre  Pablo  Tercio,  é 
reinando  Vtra.  Al.  en  todos  sus  reinos  é  señoríos  de  Castilla  en 
las  Islas,  Indias  é  Tierra  Firme  del  Mar  Océano,  etc.,  el  sobredicho 
por  mí  acusado,  con  poco  temor  de  Dios  é  menosprecio  de  Vues- 
tra Real  Justicia,  ha  fecho  é  cometido  muy  grandes  é  inormes 
delitos  en  las  dichas  Islas,  Indias  é  Tierra  Firme  del  Mar  Océano, 
é  en  el  viaje  é  navegación  dcstos  reinos  de  Castilla  para  ellas  en 
gran  deservicio  de  Dios  Nuestro  Señoreé  de  Vuestra  Alteza,  é 
contra  el  bien  público  do  la  República  de  las  dichas  Indias,  le 
principalmente  que  ha  engendrado  con  su  industria  y  con  la  ma- 
nera grandes  discordias  é  zizanias  entre  los  gobernadores  de  las 
provincias  de  las  dichas  Indias,  é  cabsado  grandes  revueltas  é 
sediciones  é  turbaciones  de  paz,  y  estando  Vtra.  Alteza  informado 
de  su  mala  manera  de  vivir  y  quel  dicho  don  Alonso  Enriquez 
era  turbador  de  toda  paz  é  sosiego,  écabsador  é  formador  de  todas 
di  icordias  é  revueltas  é  escándalos,  é  quel  dicho  don  Alonso  En- 
riquez queria  pasar  á  las  Indias  el  dicho  año  de  treinta  é  cinco, 


iORO   Y   S'JS   ü'JMPANKROa 


Alteza  queriendo  proveer  en  quel  dicho  don  Alonso  Enriquez 

10  dañnse  la  tierra  con  sqsj  malas  costumbres^  mandó  proveer  pof 
iu  real  cédula  que  no  le  dejasen  pasar  á  las  dichas  Indias,  é  que 
si  por  eso  fuese  ido,  luego  le  hiciesen  salir  dellas  é  volver  a  estos 
^leinos,  c  el  dicho  reo,  siendo  avisado  de  lo  susodicho  se  escondió 
lé  á  harto  é  escondidamente  se  metió  en  una  nao  para  ir  á  las 
[dichas  Indias,  é  porquel  piloto  de  la  dicha  nao  conociéndole  no 
[le quería  llevar  por  temor  de  la  pena  é  vedamiento  de  V.  Alteza» 
[ei  dicho  reo  intentó  ó  puso  en  obra  de  amotinar  la  gente  del  dicho 
fiavíoé  juntarla  a  su  opinión  para  matar  al  dicho  piloto»  ó  alzar- 
coa  el  dicho  navio  é  hacerse  corsario  por  la  mar,  é  ansi  lo 
Jmenzó  á  poner  en  ejecución  é  lo  acabara,  sino  fuera  porque 
Igonas  personas  honradas  que  en  el  dicho  navio  iban,  conocida 
maldad,  se  lo  estorbaron,  é  porquel  dicho  piloto  saltó  en  un 
íateK  é  fué  á  otra   nao  que  iba  atrás,  en  que  iba  el  obispo  de 
Tierra  Firme  á  pedir  socorro,  é  el  dicho  obispo  é  la  gente  que  en 
la  dicha  nave  iba,  se  aprestaron  de  socorrer  é  socorrieron,  é  fueron 
^ti  su  guarda  para  estorbar  que  el  dicho  don  Alonso  Enriquez  no 
jecatase  lo  que  habia  comenzado,  siendo  el  dicho  viaje  oculto 
la  Isla  Española  el  dicho   reo,  é  en  la  Isla  de  SantJuan,  é 
llí  dio  á  entender  é  afirmó  que  con  un  Brebe  de  Su  Santidad  que 
Bvaba,  que  el  dicho  obispo  podia  decir  aniel  en  un  dia  dos  ó  tres 
aisas,  é  los  que  las  oyesen,  estando  él  presente,  sacaban  cada 
ízuD  ánima  de  Purgatorio,  é  ansi  lo  afirmaba,  é  con  este  color 
^Inüa  ansi  la  gente  á  que  le  diesen  dones  é  presentes,  é  hacia  de- 
rlas dichas  misas  públicamente,  á  cada  clérigo  dos  ó  tres  misas 
fcñ  üB  dia,  é  hacia  poner  una  silla  de  caderas  á  su  persona  con  mu- 
flía übturidad  cuando  la  misa  se  decia,  é  hizo  é  cometió  en  las 
dichas  otros  grandes  delitos  é  excesos. 
E  continuando  el  dicho  su  viaje  navegando   desde  la  cibdad 
flftPíiriaraéé  las  provincias  del  Perú  en  un  viernes  de  Semana 
ínla  del  año  de  quinientos  é  treinta  é  seis,  el  dicho  don  Alonso 
iriquez  se  desnudó  en  carnes  públicamente  delante  de  toda  la 
bn(e  que  iba  en  ol  navio,  mostrando  sus  vergüenzas  por  detras 
lúr  delante,  é  se  arrim/)  ¡i  un  madero,  é  tendió  los  brazos  á  ma- 
|ra  de  crucifijo,  é  dijo  á  la  gente  que  allí  iba:  hoy  es  dia  de  la 
9tan  de  Jesucristo,  é  yo  soy  Jesucristo;  besadme  todos  aquí, 


Ii8  COLECCIÓN   DE   DOCUMENTOS 

señalando  sus  lugares  vergonzosos,  é  fué  grande  menosprecio  de 
Dios  Nuestro  Señor,  é  de  su  sagrada  i)asion,  teniendo  por  de  cos- 
tumbre de  cometer  otros  semejantes  delitos  de  heregía,  é  apos- 
tasía  é  preciádose  é  loádose  de  los  haber  cometido  torpemente, 
decir  misa  el  dicho  don  Alonso  Enriquez  al  conde  de  Medellin, 
siendo  lego,  é  no  ordenado,  é  llevando  á  quemar  un  herege  en 
Sevilla  al  campo  de  Tablada  ya  que  lo  querían  dar  el  garrote  en 
el  palo,  puso  las  espuelas  al  caballo,  ó  fué  donde  estaba,  é  dio 
voces  que  le  detuviesen  é  no  le  hiciesen  nada,  é  lo  fizo  detener  ó 
dijo  al  dicho  herege  que  se  llamaba  Miranda,  que  tantos  años 
desservió  en  la  Ley  de  Moisen,  no  es  razón  que  por  un  momento 
los  perdaiv.  morís  en  la  Ley  do  Moisen,  que  en  ella  os  habéis  de 
salvar;  é  el  horege  le  respondió:  ansí  lo  digo  yo,  é  fizo  al  dicho 
que   muriese  herege,    estando   en  tiempo  para   se   convertir  á 
nuestra  santa  fóe  católica,  é  facer  penitencia  é  arrepentimiento  ^ 
de  todos  sus  pecados,  é  haber  cometido  otros  muchos  delitos  des — . 
ta  calidad,  é  se  ha  jactado   é  loado  de   los  haber  cometido,  1^^ 
cual  confesó  por  muchas  é  diversas  veces  ante  don  Francisco  P^^ 
zarro,  gobernador  de  la  provincia  del  Perú,  estando  é  gobernaac^^, 
en  la  dicha  provincia. 

Otrosí  digo:  que  queriéndole  el  dicho  gobernador  enviar  de    7-^ 
dicha  provincia  para  estos  reinos  por  ser  tal  hombre  perjudiei  ni 
al  bien  público,  é  por^iue  sabia  que  Vuestra  Alteza  mandaba  q[ue 
lo  echasen  de  las  Indias  para  Castilla,  é  habiéndole  dado  dos  vcxUl 
castellanos  para  que  se  viniese,  el  dicho  don  Alonso  Enriquezdijo; 
quel  se  avernia  con  que  so  le  dejase  eehar  en  suertes  ciertos  bienes 
que  llevaba,  é  el  dicho  gobernador  por  le  echar  de  la  tierra,  équeno 
la  dañase,  se  forzó  á  le  consentir  echar  las  dichas  suertes;  ¿des- 
pués que  cobró  el  precio  dolías,  no  se  quiso  venir,  antes  se  quedó 
en  la  tierra  adentro,  é  dijo:  que  juraba  á  üios  que  habia  de  iré 
donde  estaba  don  Diego  de  Almagro,  é  revolver  a  don  Francisco 
Pizarro  con  él,  é  ansí  lo  efectuó,  é  se  fué  al  dicho  don  Diego  de 
Almagro,  é  le  persuadió,  é  incitó  á  que  con  ejército  é  fuer:;ado 
armas  entrase  en  la  cibdad  del  Cuzco,  é  combatiese  á  Fernando 
Pizarro,  hermano  é  teniente  de  gobernador  del  dicho  don  Fran- 
cisco Pizarro,  que  por  Vuestra  Alteza  tenia  é  gobernaba  la  dicha 
tierra,  é  ansí  por  su  consejo,  favor  é  ayuda  el  dicho  don  Diego 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS  149 

de  Almagro  entró  con  gonto  armada  on  la  dicha  cibdad  ó  la  0".ii  - 
poé  combatió  al  dicho  Hernando  Pizarro  ¡.uniéndole  fuego  á  la 
caso  donde  estaba  é  le  prendió,  é  murieron  muchos,  é  varios  fue- 
ron heridos,  robados  é  injuriados  é  maltratados,  de  lo  cual  Dios 
iVaestro  Señor  é  Vuestra  Alteza  fueron  muy  desservidos,  é  la  tie- 
rra muy  desolada  é  perjudicada  por  las  muertes  de  tantos  hom- 
ares, é  robos  é  daños,  é  injurias  que  obo,  ó  por  malos  tratamicn- 
(osde  indios,  é  por  cuyos  danos  que  la  tierra  rescibió,  de  questobo 
/í    yunto  de  se  perder,   é  cometió  otros  muchos  ó  graves  delitos 
(jontra  Vuestra  Alteza,  é  contra  el  bien  público  de  la  tierra,  por  lo 
(3Ualhá,  édebe  ser  gravísi mamen  te  castigado  en  su  persona,  fama 
^     bienes:  a  Vuestra  Alteza  pido  é  suplico  mande  proceder  contra 
^l  dicho  don  Alonso  Enriquez  á  las  mayores  é  mas  graves  penas 
^nque  por  lo  susodicho  incurrió,  y  ejecutadas  en  su  persona  é 
l3 lenes,  porque  será  á  él  castigo,  é  á  otros  ejemplo;  é  juro  á  Dios, 
é  áesla  que  es  cruz,  questa  acusación  no  la  pongo  maliciosamen- 
te, salvo  porque  soy  ansí  informado,  é  porque  los  delitos  no  que- 
den sin  castigo,  é  pido  justicia  é  costas,  é  vuestro  real  oficio  im- 
ploro. 

Y  para  información,  nombro  y  presento  por  testigo  á  don  frey 
Tomas  de  Berlanga,  Obispo  de  Tierra  Firme;  y  porque  está  de 
camino  para  las  Indias,  como  es  notorio,  y  no  estará  aquí  al  tiem- 
po del  plenario  juicio,  pido  y  suplico  á  Vuestra  Alteza  mande  ci- 
tar al  dicho  don  Alonso  Enriquez  para  ver  jurar  y  conoscer  al 
dicho  Obispo  y  tomarlo  ad  perpeíuam  rei  memoriam  para  que  le 
perjudique  como  si  fuero  tomado  en  plenario  juicio,  y  pido  jus- 
ticia, y  nombro  ansime^mo  y  presento  por  testigo  á  Alonso  Ga 
ballos,  y  vuestro  real  oficio  imploro.   {Hay  una  rúbrica,) 

Las  preguntas  que  se  han  do  hacer  á  los  testigos  que  por  parte 
del  licenciado  Villalobos,  fiscal  del  Consejo   Real  de  las  Indias, 
serán  presentados  para  información  de  acusación  por  él  puesta 
contra  don  Alonso  Enriquez. 

1-  Primeramente:  Si  conoscen  al  dicho  licenciado  Villalobos, 
éal  dicho  don  Alonso  Enriquez,  vecino  de  la  cibdad  de  Sevilla. 

2.  ítem  si  saben,  creen,  vieron,  oyeron  decir  quel  dicho  don 
Alonso  Enriquez  de  uno,  dos,  tres,  cinco,  diez  é  mas  años  á  esta 
parte  tiene  por  costumbre  de  revolver,  é  poner  cizanias  é  discor- 


I^^p— ■■■■  „,  „oc.c..«"»  ^^^^^  ^ 

6  discor.\ms  e  re%  »  persona»,  y 

irado,  h.b>.í°- ^ '"  ,,ere>d-.oUodo«Ajon|^B»n 

r^dol  M..d.  iorono'    j;=  ^^  ^„„,,  nS?«.«d.  e„vi6 
*\Anso  Enriq'i^^  e  i-         ,„p-.ntft  ó  cinco,  o"  ^  ¿^as  5 

To ,- pU  de .»»--  :r-„o  d*^^  .--ote:::  .>■.*« 

^ornorsureftí  team  ,  n  ^  ^^j,^,  ip  ..oslumbres^ 

mandar  poi  =         Fnrlnacz  e  *^  '         .,^  „ü9  co»^**  ^^  •  ..^» 

L  indias,  «gund  os  o  j^.  ^^,  verdad,  P  _^^^.j„  j<,rfj 

5.  Uem  «  *„  °  „„so  Boriq»"' ";X  „daraienlo  q»e  «^ 
Ib»  el  dicho  f"  '7„.„„„,  por  el  f"='™  \,„„so  E""1»«'ft 
iioho  don  Ato"'"  *:";,^  pena  el  dicho  don  A  ^„  ,,  d,d 

Uo.P->'"°rr::^  %o  her«.«-«.'<»f.X„"„.vio  iba.  y  H 
lamenle  con  don  !■"'•  en  d  i"*"        ,„  ,„e  p-H 

:avio,an.««"-;';^"'„„i,r  .1  ^^j",!  P»"»"» '>Í 
^„„  ato«  «»;;      ,0  eteUaran, »  ""        „„„„,  y  pH 

en  oh""»»'"  tre„  e'  ''■"='"°  ""T'    i  Ó  ra  nao  eo  quej 
personas  .(ue  .h»"  »"        ^^t.,,  ¡,  llego  a  ol«  ^.,,j 

Lho  P"*\'«'^^rme"  *  1»  I'''''"  rTla  c"al  nao  le  t» 
,„Upo  de  T.eT™  '  ■";  ¿j^,^,^  U.1  t-»'* '^  .^rse  con  d 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS  i'A 

6.  ítem  si  saben,  etc.,  que  yendo  el  dicho  viajo  el  dich  »  'oii 
Alonso  Enriquez  fué  a  la  Isla  Española  ó  á  la  Isla  de  San  Jiiaii, 
en  las  cuales  islas,  públicamente  el  dicho  don  Alonso  Enriquez 
publicaba  é  afirmaba  que  por  virtud  de  un  breve  de  Su  Santidad 
que  llevaba,  cualquier  clérigo  que  decia  misa  en  su  presencia,  po- 
día decir  cada  dia,  dos  é  tres  misas,  é  que  los  personas  que  las 
oyesen,  podian  sacar  cada  vez  una  anima  del  purgatorio,  é  que 
ansí  so  ganó  muchas  gentes  de  las  dichas  islas,  haciendo  decir  a 
un  clérigo  dos  é  tres  misas  cada  dia  en  su  presencia,  ó  hacién- 
doles creer  que  cada  vez  sacaban  un  anima  del  purgatorio,  éque 
por  ello  rescibia  el  dicho  don  Alonso  Enriquez  dones  é  cosas  que 
le  ofrecían,  é  que  lo  susodicho  fué  yes  pública  voz  ó  fama,  co- 
muna general  opinión  en  las  dichas  Islas  Españolas  ó  San  Juan 
éntrelos  vecinos  dellas:  digan  é  declarcxi  lo  que  cerca  desto  sa- 
ben, oyeron,  vieron,  han  oido  decir. 

7.  ítem  si  saben,  etc.,  quel  dicho  don  Alonso  Enriquez  pasó  del 
dicho  viaje  á  la  provincia  del  Perú,  donde  estaba  por  gobernador 
don  Francisco  Pizarro,  é  quel  dicho  don  Francisco  Pizarro  fué 
avisado  como  S.  M.  mandaba  por  su  real  cédula  que  no  dejasen 
pasar  á  las  Indias  al  dicho  don  Alonso  Enriquez,  é  quel  dicho 
don  Alonso  Enriquez  engañó  con  buenas  palabras  al  dicho  don 
Francisco  Pizarro,  á  que  le  diese,  como  le  dio,  dos  mili  castella- 
nos para  que  se  viniese  a  Castilla;  é  que  viendo  el  dicho  don 
Francisco  Pizarro  cuánto  perjudicial  era  su  entrada  en  las  Indias, 
porque  se  viniese  dellas,  le  consintió  echar  en  suertes  ciertos 
bienes  que  llevaba,  por  quel  dicho  don  Alonso  Enriquez  le  pro-^ 
metió  dése  venir  á  Castilla,  dejándole  echarlas  dichas  suertes- 
Digan  lo  que  cerca  desto  saben. 

8.  ítem  si  saben,  etc.,  que  después  de  echadas  las  dichas  suer- 
tes, acobrados  los  dineros  dellos,  é  cobrados  asimismo  los  otros 
dos  mili  castellanos  que  le  habia  dado  el  dicho  don  Francisco  Pi- 
zarro, el  dicho  don  Alonso  Enriquez  no  se  quería  venir  á  Castilla; 
antes  dijo:  que  juraba  a  Dios  que  se  habia  de  ir  donde  estaba  Al- 
magro é  revolver  con  él  al  dicho  don  Francisco  Pizarro.  Digan 
lo  que  cerca  desto  sabeü. 

9.  ítem  si  saben,  etc.,  que  después  de  lo  susodicho  el  dicho  don 
Alonso  Enriquez  entró  la  tierra  adentro,  é  fué  donde  estaba  e} 


Verdad,  pvibU*.aV         ^^^.   ,^«0  U  ..  con  bal  ^ 

10.  Ucm  ^^  -^^\^,  u.  cU.d«^  J        ,^  é  lus  oirás  pn^  ^^  .^ 

eHo  tiempo  «^^"'^      da  a\  ^^^-^^^'^  en  W 

consejo,  favor       ^  ^,^„,o  bor  q      ^.^^^¿ 

saben.  ^^,,,,  etc.  q«<^  ^'^^^  señor  en  U  d-b  ^^^^^^  ^ 

dlcba  sazón  Wa         ..pegaba  e^re"  ^^^  ^.^ca  dcVo  .a 
¿e\  Cuzco,  edvio^.^^^   "1""     V  e"  qué^^í^'^T-de  Va^am-V  a 
^,,,,  mucba.  bU_  i  .  ^^,  decr,     «     ^^^^  ^^^,,  desde  V"*^^^^  . 

oirás  bU.femu..ie^^^     ^l-«  V^^t'a  del  año  do  J^  "^^  ,,  p.- 

.110,  .s  í»  4M    1         ^„,  ,„,  >.rg  ^_^  j^. 

lodos  aqo|.  »«"       [^„„.  j„„  MOMO  W"»  ^4„  lego, 

alabó  ol  •'"•''"  "         ,0  en  '1  S»»»'  „,  «o- 

pode  Tablada  a  que 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS  153 

m  claro)  ya  que  le  querían  dar  el  garrote,  arremetió  con  el  ca- 
ballo á  donde  estaba,  ó  dio  voces  que  le  detoviesen  é  no  le  diesen 
garrote,  é  le  fizo  detener  que  no  se  lo  diesen,  é  dijo  luego  allí  el 
dicho  don  Alonso  al  dicho  {hay  un  claro)  questaba  puesto  en  el 
palo  para  quemar  «Hermano»:  tantos  años  de  servicio  en  la  Ley 
deMoisen,  no  es  razón  quo  los  perdáis  por  un  momento;  morid 
en  la  ley  do  Moisen,  en  quo  habéis  vivido,  que  en  ella  os  habéis 
desairar:  é  otras  palabras  heréticas;  ó  quel  dicho  herege  le  respon- 
dió que  así  lo  decia  él,  é  quel  dicho  don  Alonso  Enriquez  se  loó 
éjatódello  antel  dicho  don  Francisco  Pizarro  é  ante  otras  muchas 
personas,  estando  en  la  dicha  su  gobernación. 

15.  ítem  si  saben,  etc.,  quel  dicho  don  Alonso  Enriquez  ha  di- 
cho é  cometido  otras  muchas  heregías  en  ofensa  de  Dios  Nuestro 
Señor,  é  de  la  Virgen  Santa  Maria,  su  madre.  Nuestra  Señora. 

16.  ítem  si  saben,  etc.',  quo  por  ser  como  el  dicho  don  Alonso 
Knriquez  así  es  tan  cizañador,  le  revolvió  al  dicho  don  Francisco 
Pizarro  é  don  Diego  de  Almagro,  so  cree  é  tiene  por  cierto  quel  si 
dioho  don  Alonso  Enriquez  no  interviniera  entre  los  dichos  go- 
bernadores del  Perú  que  no  obiera  habido  las  discordias  ó^rompi- 
nc\iento  é  guerras  que  ha  habido  entre  los  dichos  gobernador  don 
Francisco  Pizarro,  é  Hernando  Pizarro  de  una  parte,  é  el  dicho 
don  Diego  de  Almagro,  de  que  ha  venido  tanto  deservicio  a  Su 
Magr-  é  daño  a  la  tierra.  Digan  é  declaren  lo  que  cerca  desto  sa- 
ben y  creen,  é  tienen  por  cierto. 

17.  ítem:  Declaren  los  testigos  qué  otros  delitos  é  zizañas  han 
visto  é  oido  quel  dicho  don  Alonso  Enriquez  haya  cometido,  ó 
^nlne  qué  personas,  é  en  qué  tiempos,  é  en  qué  partes  é  lugares. 
Wgan  lo  que  saben. 

18.  ítem  si  saben  etc.:  que  predicando  en  la  provincia  del  Perú 
don  fray  Tomas  do  Berlanga,  Obispo  de  Tierra  Firme,  que  por 
ma^ndado  de  S.  M.  era  enviado  á  la  provincia  del  Perú  para  orde- 
nar é  pacificar  la  dicha  provincia,  predicando  el  dicho  Obispo  que 
tocios  toviesen  paz  é  concordia  unos  con  otros,  é  questo  convenia 
aV  servicio  de  Dios  é  de  Su  Mag.,  é  al  bien  comund  de  la  tierra  é 
de  lodos  los  españoles  que  en  ella  estaban,  é  que  desto  S.  M.  se 
terníapor  muy  servido;  el  dicho  don  Alonso  Enriquez  dijo  allí 
públieamente  respondiendo  á  lo  quel  dicho  Obispo  predicaba  de 


i  54  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

1;»  I  nz  é  oorcoR.ia:  cMirnd  con  qnú  so  vione  el  Obispo  á  pre  ücr^r; 
¡d'>nosoíí  ostaraosl  Desla  manera  no  medraremos»,  mostrando  >o- 
sar  por  la  paz  que  predicaba,  é  queriendo  turbarla,  é  queriendo 
cizañar  la  tierra,  como  lo  hizo. 

19.  ítem  si  saben,  etc.,  que  por  las  cizañase  discordias  quel  dicho 
don  Alonso  Enriquez  cabsó  é  formó  entre  los  dichos  Gobernado- 
res don  Francisco  Pizarro  é  don  Diego  de  Almagro,  se  han  segui- 
do todas  las  guerras,  batallas,  combates,  muertes,  heridas  é  in- 
jurias de  hombres  é  robos  é  otros  muchos  daños,  ansí  á  los. 
españoles,  como  á  los  naturales  de  la  tierra,  lo  cual  ha  sido  eik 
grave  daño  del  bien  público  é  tierra  de  la  provincia  del  Perú,  ó 
questo  es  ansí  verdad,  pública  voz  é  fama. 

20.  ítem  si  saben,  etc.,  que  predicando  en  la  provincia  del 
Perú  don  fray  Tomas  de  Berlanga.  ob¡sj)o  de  Tierra  Firme,  que 
era  enviado  por  S.  M.  á  la  dicha  provincia,  estando  ansí  predi- 
cando el  dicho  obispo,  é  encargando  la  paz  é  conformidad  entre 
todos,  é  diciendo  que  aquella  era  la  voluntad  de  S.  M.,  que  todos 
tobiesen  paz  y  concordia,  é  estando  en  el  dicho  sermón  persua- 
diendo A  todos  á  la  dicha  paz  é  concordia,  el  dicho  don  Alonso 
Enriquez  dijo  públicamente:  «Mirad,  ¡cuerpo  de  Dios!  con  qué  se 
viene  el  obispo:  aquello  habemos  menester  para  que  muramos 
todos  de  hambre,  é  no  tengamos  bien  ninguno,»  ó  otras  pala- 
bras para  turbar  la  dicha  paz  é  concordia.  Digan  lo  que  cerca 
desto  saben. 

21.  ítem  si  saben,  etc.,  que  de  todo  lo  susodicho  ó  de  cada  una 
cosa  é  parte  dello  ha  sido  ó  es  pública  voz  é  fama,  etc. 

22.  ítem:  el  Real  oficio  implora. 

En  Madrid  á  treinta  de  junio  de  mili  é  quinientos  é  cuarenta 
años,  la  presentó  el  licenciado  Villalobos,  fiscal  de  Su  Mag. 

Los  señores  del  consejo  mandaron  quel  licenciado  Chavez,  re- 
lator y  procurador  de  las  Cámaras,  tomen  los  dichos  de  los  testi- 
gos que  para  esta  información,  que  el  fiscal  nombrare. 

F  luego  el  dicho  fiscal  nombró  al  obispo  de  Tierra  Firme  don 
fray  Tomas  de  Berlanga  é  á  Hernando  de  Caballos  é  pidió  que  por 
quel  dicho  don  fray  Tomas  de  Berlanga  estaba  do  partida  para 
las  Indias,  mandasen  citar  a  don  Alonso  Enriquez  para  que  su 


AI.MAGRO  y  SUS  COMPAÑEROS  J55 

dicho  hiciese  fée  pública  enjuicio  plenario:  los  señores  del  Conse- 
jo le  mandaron  citar  para  ello. 

Este  dicho  dia,  mes  ó  año  sobredichos,  yo  Juan  Fernandez 
Despinar,  escribano  de  S.  Mag.  y  oficial  de  las  Cámaras,  cité  al 
dicho  don  Alonso  Enriquez  para  que  enviase  persona  con  su  po- 
der, que  en  su  nombre  é  según  el  dicho  obispo  declare^  tenerla 
por  citada  del  dicho  secretario  escribano,  donde  se  le  ha  de  reci- 
bir é  lomar  su  dicho,  el  que  dijo  que  lo  haga.  Testigos  Pedro  de 
Ahumada  e  Lúeas  de  Carrion,  estantes  en  la  corte.  (Hmj  una  ru- 
brica.) 

E después  de  lo  susodicho  á  nueve  dias  del  mes  de  jullio  de 
mili  é  quinientos  ó  cuarenta  años,  de  pedimiento  del  licenciado 
Villalobos,  fiscal  de  S.  Mag.,  é  de  mandamiento  de  los  señores  del 
Consejo  Real  de  las  Indias  para  información  de  la  acusación  por 
él  puesta  contra  el  dicho  don  Alonso  Enriquez  fué  tomado  é  re- 
cibido juramento  en  forma  debida  de  derecho  de  Diego  Velazquez, 
estante  en  esta  corte. 

Este  dicho  dia  tomé  é  recibí  juramento  en  forma  debida  de 
derecho  de  Hernando  de  Caballos,  testigo  presentado  por  el  dicho 
fiscal. 

E después  délo  susodicho  el  dicho  dia,  nueve  dias  del  dicho 
mes  fué  tomado  é  recibido  juramento  en  forma  debida  de  derecho 
de  Diego  de  Carvajal,  vecino  de  Truxillo. 

INFORMACIÓN  CONTRA  DON  ALONSO  ENRIQUEZ. 

Testigo. — El  dicho  don  fray  Tomas  do  Borlanga,  obispo  déla 
Pí^ovincia  de  Tierra  Firme,  testigo  nombrado  por  el  dicho  fiscal  en 
^'pleito  que  trata  con  el  dicho  don  Alonso  Enriquez,  con  protes- 
taciorx  de  decir  verdad,  dijo  lo  siguiente. 

1-  -¿\  la  primera  pregunta  dijo:  que  conoce  a  los  contenidos  en 
la  pregunta  de  vista  é  fabla  é  conversación. 

Gftrierales. — Fué  preguntado  por  las  preguntas  generales  de  la 
ley,  dijo:  ques  de  edad  de  cincuenta  años  poco  mas  ó  menos  é  que 
no  incurre  en  ninguna  de  las  preguntas  generales  de  la  ley. 

2.  A  la  segunda  pregunta  dijo:  queste  testigo,  estando  en  Sevilla 
de  camino  para  el  Perú,  queriendo  el  dicho  don  Alonso  Enriquez 


COLECCIÓN  DE  DDCUMEXTOS 

íp  en  SU  compañín^  no  lo  din  Inpnr  á  ello,  y  ol  dicho  don  Alón 
lü  dijo;  Así,  lio  queréis  quijvdv  a  úii  vue:5lia  cómi)aílía;  pues  no  s**^ 
mucho  que  os  dé  un  pnr  de  gimrdaa,  como  las  di  á  otro  de  üiie 
urden  que  le  revolví  eou  el  emperador,  lo  cual  dijo  el  dicho  A  ^ 
Alonso  delante  de  ocho  ú  diez  personas,  que  allí  se  hallare:::^ 
y  como  que  saeó  su  espadn:  é  por  ser  el  paso  tan  feo  der^. 
allí  adelante  le  hubo  por  hombre  que  le  pareció  á  aste  lenli^ 
que  le  convenia  aparlarse  de  su  conversación,  ó  ansí  lo  hizo» 

3.  A  la  tercera  pregtmta  dijo:  queste  testigo  supo  en  Sevilla 
año  de  treinta  y  cinco  de  los  oficiales  de  S.  M.  que  residen  . 
Sevilla,  como  S.  M*  había  mandado  quel  dicho  don  Alonso  Eni 
quez,  no  pasase  a  las  Indias;  no  sabe  este  testigo  la  cabsa  p 
qué,  é  que  se  remite  á  la  cédula  de  S.  M*  que  sobre  ello  se  dio. 

4.  A  la  coarta  pregunta  dijo:  que  lo  queste  testigo  sabe  es  qi 
reprehendiendo  este  testigo  al  maestre  que  pasó  ú  las  India* 
dicho  don  Alonso,  y  á  su  hermano,  que  porqué  los  habia  llevaS^ 
en  su  navio,  pues  este  testigo  se  lo  habia  enviado  á  avisar  en 
Lúcnr  con  un  hermano  del  maestre^  que  se  llama  Franciscn  Sa 
chez,  que  no  los  pasase,  porque  pasíiban  contra  la  voluntad 
S.  M.,  el  dicho  maestre  que  se  llamaba  Bartolomé  Sánchez,  di^^- 
á  este  testigo  que  no  habia  podido  negarse  porque  yendo  i^ 
navio  á  la  vela,  el  dicho  don  Alonso  é  su  hermano  echaron  raar"^ 
á  las  espadas  y  se  hablan  entrado  por  fuerza,  é  que  desta  pregu 

ta  esto  sabe, 

5.  A  la  quinta  pregunta  dijo:  que  yendo  este  testigo  a  las  E~. 
dias,  el  dicho  año  de  treinía  é  cinco,  halló  en  la  Gomera  el  na^^^ 
del  dicbo  Bartolomé  Sánchez  en  que  iba  el  dicho  don  Alonso  é  sii 
hermano  don  Luis;  ó  que  de  allí  de  la  Gomera  salieron  en  cora- 
pañía  el  dicho  navio  y  el  m\  que  este  testigo  iba;  é  llegado  ol  gotíi 
un  día  dccnlma,  el  maestre  Bartolomé  Sánchez,  maestre  y  pilolfí 
de  la  dicha  nao,  dorule  iba  el  dicho  don  Alonso,  echó  un  esquite, 
é  fué  de  su  nao  n  la  nao  donde  iba  este  testigo;  é  con  él,  el  dicho 
don  Luis,  su  hermano  del  dicho  don  Alonso,  é  un  fulano  Cabreru 
é  llegado  á  la  nao  donde  iba  este  testigo,  entretanto  quel  di 
don  Luis  entraba  por  la  puente,  el  dicho  maestre,  subió  por"^ 
jíircia,  é  se  abrazó  con  osle  testigo  antes  que  llegase  el  d3(*hn  dqti 
Luis,  ó  le  dijo  al  oído  á  este  testigo:  señor,  por  la  pasión  áo  HÍoh 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS  157 

no  me  desamparéis,  porque  estos  caballeros  me  han  querido  ma- 
tar, y  se  me  han  querido  alzar  con  mi  navio;  é,  luepo,  luego,  el 

dicho  Cabroríi , é  dio  á  este  testigo  una  carta  que  era 

de  Hernando  de  Caballos,  por  la  cual  también  le  hacia  saber  que 
aquellos  caballeros  se  hablan  querido  alzar  con  ol  navio,  que 
les  hiciesen  buena  compafiía  en  favorecer  al  maestre  ó  assí  lo  hi- 
cieron, é  á  su  llegada  al  puerto  de  Sant  Juan  de  Puerto  Rico,  lle- 
vando el  navio  donde  este  testigo  iba  muy  bien  apercibido  de 
artillería  y  procurando  quel  otro  navio  fuese  delante  dellos,  aun- 
que no  era  tan  velero. 

6.  A  la  sesta  pregunta  dijo:  que  lo  que  sabe  es  que  frailes  de 
la  Orden  de  Santo  Domingo  dijeron  á  este  testigo  en  la  Isla  Es- 
pañola, que  hablan  oido  publicar  al  dicho  don  Alonso  en  la  isla 
deSnnt  Juan  que  traia  el  brove  que  la  pregunta  dice;  ó  que  por 
virtud  del  habían  dicho  algunos  sacerdotes  tres  misas  en  un  dia, 
e  que  mucha  gente  venia  á  oir  las  misas,  diciendo  que  ganaban 
perdones,  ó  sacaban  ánimas,  estando  presente  el  dicho  don  Alon- 
so, é  qaesto  oyó  decir  este  testigo  á  los  dichos  frailes  en  la  di- 
cha Isla  Española,  los  cuales  hablan  ido  á  la  sazón  desde  la  Isla 
de  Sant  Juan  á  la  dicha  Isla  Española,  al  capítulo  que  entonces 
se  hacia;  é  asimismo  oyó  decir  lo  mismo  en  la  cibdad  de  Santo 
Domingo  de  la  Isla  Española,  que  también  el  dicho  don  Alonso 
habia  hecho  decir  las  dichas  misas  en  Sancto  Domingo,  oque  habia 
publicado  el  dicho  breve,  no  se  le  acuerda  bien  cuál  do  las  dos  co- 
sas oyó  que  habia  hecho  en  Sancto  Domingo,  é  queste  testigo, 
como  le  páreselo  cosa  tan  recia,  lo  dijo  al  canónigo  Mendoza, 
provisor,  diciéndole  que  «cóiio  consentía  en  ello,»  y  aun  al  mes- 
mo  don  Alonso  se  lo  dijo  esto  testigo,  reprehendiéndoselo,  ó  lo 
que  le  respondió  fué  quol  Obispo  de  Sant  Juan  babia  examinado 
ol  Breve,  y  que  delante  del  se  habían  dicho  las  misas,  é  questo 
sabedesta  jiregunta. 

7.  A  la  sétima  pregunta  dijo:  queste  testigo  dijo  al  dicho  don 
Femanílí)  Pizarro,  gobernador  del  Perú,  como  S.  M.  habia  man- 
dado que  los  dichos  don  Alonso  y  su  hermano,  no  pasasen  á  las 
Indias,  é  que  sin  su  mandato  hablan  pasado;  y  pues  ya  estaban 
allá,  que  les  debia  dar  alguna  cosa  para  que  se  volviesen,  y  el  di- 
cho 8on  Francisco  Pizarro  lo  hizo  asi,  é  el  dicho  don  Luis  se  vino, 


158  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

y  el  dicho  don  Alonso,  no  contento  con  lo  quel  dicho  goberna- 
dor le  habia  dado,  pidió  licencia  para  echar  en  suertes  ciertos 
vestidos  é  cosas  que  llevaba,  y  el  dicho  gobernador  lo  comunicó 
á  este  testigo  si  seria  bien  dalle  la  dicha  licencia;  y  este  testigo 
le  dijo  al  dicho  gobernador  que  so  la  diese  con  condición  que  se 
saliese  de  la  tierra;  ó  así  el  dicho  gobernador  con  esta  condición 
le  dio  la  dicha  licencia,  las  cuales  dichas  suertes  vio  este  testigo 
concertar,  é  antes  que  se  publicasen,  estando  ya 'pagadas  é  re- 
cebido  el  dinero,  se  salió  este  testigo,  é  se  vino  á  Tierra  Firme,  é 
questo  sabe  desta  pregunta. 

8.  A  la  otava  pregunta  dijo:  que  sabe  quel  dicho  don  Alonso 
Enriquez  no  se  vino  de  aquella  vez  á  Castilla,  como  lo  habia  pro- 
metido, porque  fué  público  que  se  fué  al  Cuzco  con  Hernando 
Pizarro,  é  que  lo  demás  que  la  pregunta  dice,  lo  oyó  este  testigo 
decir. 

9.  A  la  novena  pregunta  dijo:  que  la  no  sabe,  mas  que  oyó  de- 
cir al  dicho  don  Alonso,  agora  en  Sevilla,  que  si  alguna  culpa  te- 
nia Almagro  de  lo  subcedido  en  el  Perú,  quél  la  tenia  porque  di- 
cho don  Alonso  decia  que  lo  quél  habia  hecho,  él  se  lo  habia 
aconsejado. 

10.  A  las  diez  preguntas  dijo:  que  dice  lo  que  dicho  tiene  en 
las  preguntas  antes  desta. 

li.  A  las  once  preguntas  dijo:  que  dice  lo  que  dicho  tiene. 

12.  A  las  doce  preguntas  dijo:  que  oyó  decir  lo  contenido  en 
la  preguntad  Juan  de  Salinas,  escribano  é  notario,  al  cual  este 
testigo  dijo,  que  lo  tuviese  bien  en  la  memoria  y  qué  personas  iban 
allí,  para  que  cuando  se  quisiese  saber  la  verdad  no  se  escon- 
diese. 

13.  A  las  trece  preguntas  dijo:  que  lo  que  sabe  desta  pregunta 
es:  queslando  un  dia  en  la  cibdnd  de  los  Reyes  en  casa  del  señor 
don  Francisco  Pizarro  comiendo  á  la  mesa,  el  dicho  don  Alonso 
decia  que  habia  sido  ciertas  veces  llamado  por  la  Inquisición,  é 
que  una  dellas  habia  sido  por  lo  contenido  en  la  pregunta;  pre- 
guntado que  por  qué  otras  cosas,  dijo  que  le  habian  llamado  en 
Inquisición,  dijo:  que  no  tiene  memoi  ia  mas  de  otra,  que  fué:  que 
llevando  en  Sevilla  a  quemar  á  uv.o  por  la  SancLa  Inquisición, 
ya  que  le  querían  dar  el  garrote,  dijo,  que  habia  llegado  el  dicho 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS  159 

don  Alonso  diciendo  que  esperasen;  é  llegó,  é  hizo  detener  que  le 
diesen  el  garrote,  é  habló  al  que  estaba  puesto  en  un  palo,  é  le 
dijo:  ¡Ah!  hermano,  mira  que  tantos  años  que  has  hecho  de  ser- 
vicio á  Moisen,  no  es  razón  de  perdellos;  y  pues  has  vivido  en  la 
Ley  de  Moisen,  que  mueras  en  ella,  y  quel  otro  decía:  Señor,  sí; 
y  que  entonces  el  dicho  don  Alonso  Enriquez  habia  dicho:  pues 
dadle  el  garrote. 

14.  A  las  catorce  preguntas  dijo:  que  dice  lo  que  dicho  tiene  en 
la  pregunta  antes  desta. 

15.  A  las  quince  preguntas  dijo:  que  dice  lo  que  dicho  tiene. 

16.  A  las  diez  é  seis  preguntas  dijo:  que  no  la  sabe,  porque  á 
la  sazón  no  se  halló  en  el  Perú. 

17.  A  las  diez  é  siete  preguntas  dijo:  que  dice  lo  que  dicho 
tiene. 

18.  A  las  diez  é  ocho  preguntas  dijo:  que  lo  que  desta  pregunta 
sabe  es,  que  habiendo  predicado  un  dia  este  declarante  en  la 
cibdad  de  Lima,  delante  de  muchas  personas  persuadiéndoles  la 
paz  y  concordia  de  entre  los  dichos  gobernadores  dándoles  á  en- 
tender cuan  servido  era  S.  M.  de  que  entre  los  dichos  goberna- 
dores hobiese  unanimidad  é  concordia,  é  que  no  tuviesen  cosa 
partida,  é  que  todos  lo  debian  procurar  así,  é  no  meter  entrellos 
cizañas,  ni  discordia,  porque  los  gobernadores  quedarían  después 
amigos,  y  los  intervenidores  serian  los  que  librarian  peor,  é  otras 
cosas  conforme  a  eslo,  é  después  del  sermón,  el  dicho  don  Alon- 
so E/jriquez  vino  a  este  testigo  y  le  dijo  palabras  por  las  cuales 
mostró  que  le  habia  pesado  do  lo  susodicho,  diciendo  que  no  me- 

dkriix  en  aquellas  cosas,  lo  cual  decía  por  razón  de  la  corformi- 
^^d   queste  testigo  decía  que  convenía  que  hubiese. 

^9  -   A  las  diez  é  nueve  preguntas  dijo:  que  no  la  sabe. 

20  •  A  las  veinte  preguntas  dijo:  que  dice  lo  que  dicho  tiene. 

2V  .  A  las  veinte  é  una  preguntas  dijo:  que  lo  que  dicho  tiene 
^s  ^^jí-  verdad  é  lo  que  sabe  para  el  juramento  qu3  hizo,  é  o  i  el 
Cua.\   se  afirma,  é  firmólo  de  su  nombre,  lo   cual  le  fué  leído.— E/ 
Obi^])o  de  Tierra  Firme, 


iOO  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

DICHO  DE  DIEGO  VELAZQUEZ,  CAMARERO  DE  HERNANDO  PIZARRO 

Testigo.  El  dicho  Diepo  Velasquoz,  estanteen  esta  corte,  testigo 
susodicho,  habiendo  jurado,  é  si(»ndo  preguntado  por  las  pregun- 
tas del  dicho  interrogatorio,  dijo  é  depuso  lo  siguiente: 

1.  Á  la  primera  pregunta  dijo:  que  conoce  á  los  en  ella  conte-^ 
nidos,  al  dicho  don  Alonso  do  tres  años  á  esta  parte,  é  al  dich^ 
fiscal,  desde  que  vino  d  esta  corte,  que  puede  haber  tres  meses 
poco[^mas  ó  menos. 

Orales.  Fué  preguntado  por  las  generales  de  la  ley,  dijo:  ques 
de  edad  de  veinte  é  ocho  años,  poco  mas  ó  menos,  é  que  no  es 
pariente,  amigo  ni  enemigo  de  ninguna  de  las  partes,  ni  vi^ne 
sobornado,  corruto,  ni  atemorizado  para  decir  su  dicho  en  con- 
trano  de  la  verdad,  ó  lo  que  no  sabe,  ni  le  empece  ninguna  de  las 
otras  calidades  de  las  preguntas  generales,  é  que  venza  la  parte 
que  toviere  justicia. 

2.  A  la  segunda  pregunta  dijo:  que  lo  que  della  sabe  es  queste 
testigo  ha  que  conosce  al  dicho  don  Alonso  de  tres  años  á  esta 
parte,  como  ha  dicho,  é  que  desde  el  dicho  tiempo  á  esta  parte 
ha  oido  decir  ques  escandaloso,  é  revoltoso,  y  amigo  de  escánda- 
los y  revueltas,  ó  que  desdo  el  Perú  hasta  la  Nueva  España  vinie- 
ron juntos  en  un  navio,  esto  testigo  y  el  dicho  don  Alonso,  ele 
veia  tener  por  costumbre  de  hablar  palabras  prejudiciales  de  los 
que  vcnian  en  la  nao  con  los  unos;  ó  apartábase  de  aquellos,  é 
decia  á  los  otros  de  quien  había  j)rimero  dicho  mal,  mal  de  los 
otros,  con  quien  habia  primero  habhulo,  porque  comia  con  unos, 
y  apartándose  de  aquellos,  docin  mal  de  los  otros,  é  así  a  este  tes- 
tigo le  venian  á  decir  algunos  de  la  nao  cosas  que  decia  del  y  en 
su  prejuicio;  y  este  testigo,  como  conoscia  al  dicho  don  Alonso, 
les  decia  que  no  queria  hacer  cuenta  de  sus  palabras,  porque 
también  le  decia  á  él  dellos;  é  si  entre  los  que  iban  eñ  la  nao,  no 
hobiera  temi)lanzn,  con  las  {)alal)ras  que  decia  los  revolviera  cada 
día;  é  que  demás  dí»sto,  viniendo  en  el  dicho  vinje,  en  Puerto  Vie- 
jo toparon  con  el  galeón  del  mneslre,  que  se  dice  Diosdado,  ques 
de  Cibdad  Rodrigo,  é  desde  el  navú»  n  que  este  testigo  y  el  dicho 
don  Alonso  venian,  hablaron  á  lo-  del  olro  navio,  y  el  dicho  don 
Alonso  encomenzó  á  hablarles,  'liciendo  que  qué  nuevas  habia; 


ALMAGRO   y   SUS  COMPANEROS 


161 


y   SI  había  nuevas  que  don  Alonso  Enriquez  había   revuelto  la 
tierra  y  los  gobernadores^  é  que  respondiendo  los  del  dicho  navío 
que  3Í,  que  se  decia  quel  licenciado  Prado  y  el  dicho  don  Alonso 
y  Riquelme  la  habian  revuelto^  respondió  el  dicho  don  Alonso 
fue  sí  conoscian  u  don  Alonso,  é  que  ellos  dijeron  que  no;  y  él 
Respondió  pues  yo  soy  ese  que  dicen  que  los  ha  revuelto;  é  que 
lemas  des  Lo,  llegando  con  el  dicho  navio  por  el  dicho  viaje  á  la 
provincia  de  Guatemala,  yendo  por  la  mar,  escribió  una  caria  el 
dicho  don  Alonso,  que  amostró  á  este  testigo  y  á  otros  de  los  que 
venían  en  la  nao^  para  don   Pedro  de  Alvarado,  en  que,  entre 
otras  cosas  que  en  ella  decia,  era  dar  al  dicho  don  Pedro  de  Al- 
varado  la  hora  buena  de  la  venida  Despaña,  dándole  a  entender  y 
diciendo  en  ella  qucl  venia  del  Perú,  de  revolver  los  gobernado- 
res; y  que  venia  por  aquella  tierra  a  ver  si  habia  en  qué  entender 
^u  aquello,  y  que  llegó  á  la  gobernación  do  Nicaragua  creyendo 
_£evolver  á  Rodrigo  de  Contreras,  gobernador  de  la  dicha  provin- 
ia^  con  el  dicho  don  Pedro  de  Alvarado^  y  que  habia  hallado  quel 
licho  Rodrigo  de  Gontreras  era  gallina  de  Castilla,  y  el  dicho  don 
*edro  de  Alvarado,  á  quien  escribia,  gallo,  y  que  no  podia  con 
H,  y  por  eso  él  se  pasaba  adelante  a  México,  a  ver  si  habia  en  qué 
entender;  é  que  asimesmo  viniendo  el  dicho  don  Alonso  Enriquez 
>n  el  mismo  navio,  por  la  mar  del  Sur,  dijo  en  presencia  deste 
-silgo  y  de  García  de  Truxillo,  vecino  de  Jaraicijo  é  de  Pablo 
'erez,  vecino  de  los  Hoyos,  ques  en  la  Sierra  de  Gata,  é  de  Juan 
^^squez  de  Abila,  señor  del  navio  en  que  venian,  é  de  Torregro- 
y  de  Alonso  de  Huete,  é  de  Alonso  de  la  Vega,  maestre  é  pi- 
^^*to  del  dicho  navío,  é  de  otras  personas  de  las  que  venian  en  él, 
l>ie  el  adelantado  don  Diego  de  Almngro  tovo  preso  á  Hernando 
i5Earro  justamente:  é  que  si  no  le  habia  prendidojustamenle,  que 
^ios  no  era  Dios,  y  que  así  se  lo  diese  por  testimonio  quél  decia 
lUe  Dios  no  era  Dios,  si  a  Hernando  Pizarro  no  !e  habia  tenido 
[preso  con  razón  el  adelantado  Almagro.  E  questo  sabe  desta  pre- 
Igunta,  y  questos  mesmos  ó  los  mas  dellos  son  los  que  estuvieron 
jpfesentes  cuando  el  dicho  don  Alonso  Enriquez  dijo  las  dichas 
palabras  á  los  del  navío  del  dicho  Diosdado,  y  vieron  la  dicha 
Icaria  que  escribió  al  dicho  adelantado. 


162  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

3.  Á  la  tercera  pregunta  dijo:  queste  testigo  ha  visto  las  cédu- 
las de  que  en  ella  se  hace  mención,  é  que  sabe  que  supo  dellas 
el  dicho  don  Alonso  Enriquez,  estando  en  la  provincia  del  Perú, 
é  que  lo  sabe  porque  el  dicho  don  Alonso  dijo  á  este  testigo,  vi- 
niendo por  la  mar,  quél  era  en  cargo  al  gobernador  don  Francis- 
co Pizarro,  porque,  puesto  que  tenia  cartas  de  S.  M.  para  lo  enviar 
preso  y  sobre  fianzas  a  esta  corte,  se  confió  del,  y  lo  enviaba  so- 
bre su  palabra;  é  quen  lo  demás  contenido  en  la  dicha  pregunta, 
dice  lo  que  dicho  tiene. 

4.  Á  la  cuarta  pregunta  dijo:  que  ha  oido  decir  lo  contenido 
en  la  pregunta  é  que  se  embarcó  ascondidamente  en  San  Lúcar 
é  que  lo  oyó  decir  públicamente  á  muchas  personas  en  la  dicha 
provincia  del  Perú  de  tres  años  a  esta  parte:  ó  que  asimesmo  oyó 
decir  que  la  dicha  cédula  aportó  a  Sancto  Domingo,  é  que  por 
virtud  della  le  habian  estorbado  que  no  pasase  al  Perú,  ó  que  dio 
su  palabra  que  no  iria  a  otra  parte,  sino  A  la  provincia  de  Sancta 
Marta,  é  que  así  se  fué  en  una  carabela  hasta  Santa  Marta,  é  de  allf 
a  la  dicha  provincia  del  Perú. 

5.  Á  la  quinta  pregunta  dijo  que  dice  lo  que  dicho  tiene,  é  que 
ha  oido  decirlo  en  ella  contenido  en  la  dicha  provincia  del  Perú, 
públicamente. 

6.  Á  la  sesta  pregunta  dijo:  que  no  la  sabe. 

7.  Á  la  sétima  pregunta  dijo:  que  dice  lo  que  dicho  tiene,  é  lo 
demás,  que  lo  oyó  decir. 

8.  Á  la  otava  pregunta  dijo:  que  oyó  decir  lo  en  la  pregunta 
contenido,  o  ques  cierto  que  no  se  vino  de  aquella  vez  á  España, 
porque  después  estuvo  en  el  Cuzco. 

9.  A  la  novena  pregunta  dijo:  que  dice  lo  que  dicho  tiene,  é  lo 
demás  lo  ha  oido  decir. 

10.  Á  la  décima  pregunta  dijo:  que  lo  que  della  sabe  es  que  el 
dicho  don  Alonso  se  allegó  lí  la  parle  do  Almagro  é  que  fué  pú- 
blica voz  ó  fama  qucl  dicho  Almagro  no  hacia  mas  de  lo  quel  di- 
cho don  Alonso  Enriquoz,  y  liconcjiado  Prado  ó  Riquelme,  Diego 
de  Alvarado  le  docian  y  aconsejaban. 

11.  A  la  oncena  i)rognnta  dijo:  qiio  dice  lo  que  dicho  tiene  en 
la  segunda  pregunta;  ó  lo  demás  lo  oyó  decir  públicamente. 

12.  A  la  docena  pregunta  dijo:  que  no  la  sabe. 


ALMAGRO  Y   SUS  COMPAÑEROS  163 

13.  A  la  trecena  pregunta  dijo:  que  no  la  sabe. 

14.  A  la  catorcena  pregunta  dijo:  que  no  la  sabe. 

15.  A  las  quince  preguntas  dijo:  que  dice  lo  que  dicho  tiene  en 
las  preguntas  antes  desta. 

16.  A  las  diez  é  seis  preguntas  dijo:  quél  oyó  decir  públicamen- 
te quel  dicho  don  Alonso  habia  hecho  lo  contenido  en  la  dicha 
pregunta,  é  que  así  cree  este  testigo  que  si  él  y  otros  no  intervi- 
nieran en  las  dichas  disensiones  y  alborotos,  no  los  obiera,  sino 
mucha  paz. 

17.  A  las  diez  é  siete  preguntas  dijo:  que  dice  lo  que  dicho 
tiene. 

18.  A  las  diez  y  ocho  preguntas  dijo:  que  no  la  sabe. 

¡         19.  A  las  diez  é  nueve  preguntas  dijo  que  dice  lo  que  dicho 

I       tiene. 

f         20.  A  las  veinte  preguntas  dijo:  que  dice  lo  que  dicho  tiene. 

I         21.  A  las  veinte  é  una  preguntas  dijo:  que  dice  lo  que  dicho 
tiene  en  las  preguntas  antes  desta. 

22.  A  las  veinte  é  dos  preguntas  dijo:  que  dice  lo  que  dicho 
tiene,  lo  cual  es  verdad,  só  cargo  del  juramento  que  hizo,  é  sién- 
dole todo  leido,  se  afirmó  en  ello,  é  lo  firmó  de  su  nombre. — 
Diego  Velazquez, 

DICHO  DE  DIEGO  DE  CARVAJAL 

Testigo.  El  dicho  Diego  de  Carvajal,  vecino  de  la  cibdad  de 
Truxillo  destos  reinos,  testigo  susodicho,  habiendo  jurado  é  sien- 
do preguntado  por  las  preguntas  del  dicho  interrogatorio,  dijo  lo 
siguiente: 

1.  A  la  primera  pregunta  dijo:  que  conosce  á  los  en  ella  conte- 
nidos, al  dicho  licenciado  Villalobos,  fiscal  de  S.  Mg.  desde  ayer 
que  le  vio  y  habló;  é  al  dicho  don  Alonso  Enriquezde  vista,  habla, 
trato  y  conversación  de  cuatro  ó  cinco  años  á  esta  parte. 

Testigo. — Fué  preguntado  por  las  preguntas  generales  de  la 
ley,   dijo  ques  de  edad  de  treinta  años,  poco  mas  ó  menos,  é  que 
no  es  pariente  de  ninguna  de  las  partes,  ni  concurren  en  él  nin- 
guna de  las  otras  calidades  contenidas  en  las  dichas  preguntas 
generales,  que  venza  la  parte  que  tuviere  justicia. 


164  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

2.  A  la  segunda  pregunta  dijo:  que  lo  della  sabe  es  que  desde 
los  dichos  cuatro  ó  cinco  años  á  esta  parte  que  ha  que  conosce 
al  dicho  don  Alonso  Enriquez,  como  tiene  dicho,  ha  oido  decir 
en- España  y  en  la  cibdad  del  Cuzco  y  en  otras  partes  de  las  In- 
dias, donde  el  dicho  don  Alonso  y  este  testigo  han  estado,  á  mu- 
chas personas  públicamente  quel  dicho  don  Alonso  Enriquez  es 
hombre  muy  revoltoso  y  escandaloso,  é  que  por  su  cabsa  é  que- 
rer se  han  revuelto  ó  habido  quistiones  y  desasosiegos,  como  al- 
gunos dellos  declarará  este  testigo  particularmente  en  las  pre- 
guntas adelante  destas  preguntas. 

3.  A  la  tercera  pregunta  dijo:  que  en  la  cibdad  de  Sevilla  oyó 
decir  públicamente,  mas  ha  de  cuatro  años,  como  S.  M.  por  una 
su  real  cédula  mandó  a  los  oñciales  de  la  casa  de  Contratación 
de  Sevilla,  que  no  dejasen  pasar  á  las  Indias  al  dicho  don  Alonso 
Enriquez  é  que  después  oyó  decir  en  la  ciudad  de  los  Reyes  como 
el  dicho  don  Alonso  se  habia  echo  á  la  vela  para  aquellas  partes, 
y  que  habia  movido  escándalo  y  quistion  en  el  navio  en  que  iba, 
por  se  alzar  con  él:  é  que  se  decia  que  S.  M.  mandaba  que  se  le 
estorbase  que  no  pasase  á  las  Indias,  porque  no  cabsase  revueltas 
é  quistiones. 

4.  A  la  cuarta  pregunta  dijo:  que  dice  lo  que  dicho  tiene,  é  lo 
demás  no  lo  sabe. 

5.  A  la  quinta  pregunta  dijo:  que  dice  lo  que  dicho  tiene,  y  lo 

demás  no  lo  sabe. 

6.  A  la  sesta  pregunta  dijo  que  no  la  sabe. 

7.  A  la  sétima  pregunta  dijo:  que  lo  que  della  sabe  es  queste 
testigo  vio  al  dicho  don  Alonso  Enriquez  en  las  ciudades  del  Cuz- 
co é  los  Royos  y  en  otras  partes  de  la  provincia  del  Perú,  puede 
haber  los  dichos  cinco  años,  poco  mas  ó  menos,  é  que  después, 
de  aUí  a  poco  dias,  estando  este  testigo  é  hablando  con  el  dicho 
gobernador,  le  dijo  este  testigo:  bien  lo  hizo  vuestra  señoría  en 
lavorescer  con  dineros  a  clon  Alonso  Enriquez,  y  darle  licencia 
para  que  eche  en  suertes  sus  bienes,  é  quel  dicho  gobernador  dijo 
íí  este  testigo:  yo  lo  hize  por  le  enviar  destas  tierras,  por  evitar 
que  no  escandalizase  ni  alborotase  en  ellas,  é  questo  sabe  desta 
pregunta. 


ALMAGRO  Y  SUS  COSÍPA?5EnOS 


^m 


I,  A  la  ülava  prepanüi  dijo:  qtie  este  testigo  sabe  é  viu  (¡ih  i 
I  Sebo  don  Alonso  Enriquez  echó  en  suertes  su^  bienes  é  haciondii 
tjue llevaba,  en  la  oibdíid  de  los  Reyes,  é  oyó  decir  ala  sazón  al 
dicho  don  Alonso  qne  habia  cobrado  los  dineros  dollos^  ó  que  le 
feitoban  pocos  de  eobmr,  é  qne  después  deslo  ó  de  haber  oído  al 
dicho  gobernador  que  habia  dado  al  dicho  don  Alonso  cierta  can- 
tidad de  dineros  por  el  dicho  respeto,  oyó  decir  públicamente 
en  la  dicha  cibdad  de  Jos  Reyes  á  personas  de  cuyos  nombres  no 
86 acuerda  mas  de  solo  el  nombre  de  un  vecino  della  que  se  dice 
Martin  Hizarro,  que  hablan  oido  decir  al  dicho  don  Alonso  Enri- 
quflz  que  no  se  quería  venir  á  España,  é  que  antes  se  pensaba  ir 
i  do  estaba  el  dicho  don  Diego  de  Almagro. 

9.  Ala  novena  pregunta  dijo:  que  lo  que  della  sabe  es  queste 
leltipo  vio  como  ol  dicho  don  Alonso  saliu  de  la  cibdad  de  los  Re- 
yes y  entró  por  la  tierra  adentro,  que  se  decia  por  público  que 
ihaen  busca  de  don  Diego  de  Almagro,  ó  que  aportó  de  aquel 
TOJaála  cibdad  del  Cuzco,  donde  después  le  vio  este  testigo  es- 
taren compañía  de  Hernando  Pizarro. 

10.  A  la  décima  pregunta  dijo;  que  sabe  ó  vio  que  á  la  sazón 
^ad  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro  venia  a  la  cibdad 
dd  Cuzco,  el  dicho  don  Alonso  estaba  en  compañía  del  dicho 
flernfindo  Pizarro  en  ella,  é  que  como  se  supo  que  llegaba  cerca, 

[áaJiucl  dicho  don  Alonso  y  otros  caballeros  y  personas  por  man- 
íado  del  dicho  Hernando  Pizarro  a  le  convidar  á  que  se  fuese  á 
presentar  en  una  posada  que!  dicho  Hernando  Pizarro  le  tenía 
lereszada,  é  que  como  llegaron  a  do  estaba  el  dicho  adelantado, 
hablaron^  y  que  luego  se  dijo  públicamente  quel  dicho  don 
lonso  Enriquez  habia  incitado  o  persuadido  al  dicho  adelantado 
íTU  que  hiciese  lo  que  hizo,  dándole  para  ello  consejo,  favor  é 
''uda,  é  así  vio  este  testigo  que  so  trataba  ó  comunicaba  con  ol 
iliottdelantadoá  la  sazón  é  después  que  se  dio  el  dicho  com- 
ete y  fué  preso  el  dicho  Hernando  Pizarro  é  que  nunca  vio  ni 
|tipo  lo  contenido. 

it.  A  la  oncena  pregunta  dijo:  que  oyó  decir  públicamente  en 

\ík  cittdad  del  Cuzco,  especialmente  á  un  Fulano  de  Luxan  que 

I  había  visto  é  oido  al  dicho  don  Alonso,  que  renegaba  de  Dios, 

c-n  M  manera,  que  ellos  se  atnmnrizaban  dello,  y  el  dicho  Luxan 


166  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

dijo  á  este  testigo  qiip  oslaba  tan  atemorizado  de  ver  blasfemar 
al  dicho  Alonso,  que  por  ello  procuraba  apartarse  del,  y  de  su 
conversación. 

12.  A  la  docena  pregunta  dijo:  que  oyó  decir  lo  en  ella  conte- 
nido en  la  cibdad  de  los  Royos,  públicamente,  é  no  se  acuerda  á 
qué  personas. 

13.  A  la  trecena  pregunta  dijo:  que  puede  haber  seis  años,  poco 
mas  ó  menos,  que  estando  este  testigo  en  la  dicha  cibdad  de  Tru- 
jillo,  donde  es  vecino,  dentro  de  la  casa  de  Diego  Mexia  de  Pra- 
do, oyó  decir  á  un  Gonzalo  de  Amarilla  y  Bartolomé  de  Amarilla, 
é  Juan  Crespo,  criados  del  dicho  Diego  Mexia,  y  otras  personas 
que  allí  se  hallaron,  que  ol  dicho  don  Alonso,  ó  un  PeroSuarez 
de  Toledo,  vecino  de  la  dicha  cibdad,  hablan  dicho  misa  ellos 
mismos,  é  que  después,  de  allí  (i  dos  años,  oyó  este  testigo  en  la 
cibdad  del  Cuzco  al  dicho  don  Alonso  Enriquez,  en  presencia  de 
algunas  personas,  de  cuyos  nombres  al  presente  no  se  acuerda, 
como  él  mismo  y  el  dicho  Pero  Xuarez  de  Toledo  hablan  dicho 
misa,  é  que  por  ello  habia  entendido  la  Santa  Inquisición,  é  ques- 
to  se  lo  oyó  decir  al  dicho  don  Alonso  Enriquez,  como  tiene  di- 
cho, y  cree  questando  en  el  patio  ó  á  la  puerta  de  las  casas  del 
governador  don  Francisco  Pizarro, 

14.  Á  la  catorcena  pregunta  dijo:  que  no  la  sabe. 

15.  A  la  quincena  pregunta  dijo:  que  dice  lo  que  dicho  tiene, 
é  lo  demás  no  lo  sabe. 

16.  A  las  diez  é  seis  preguntas  dijo:  que  dice  lo  que  dicho  tiene, 
é  que  por  ello,  é  porque  así  se  decia  públicamente,  cree  este  testigo 
que  sino  interviniera  el  dicho  don  Alonso  Enriquez  en  revolverlos 
dichos  gobernadores,  que  no  se  revolvieran,  é  se  escusaran  los 
dichos  alborotos  y  escándalos,  sin  venir,  como  vino  la  cosa  á  rom- 
dimiento  de  batalla. 

17.  A  las  diez  é  siete  preguntas  dijo:  que  dice  lo  que  dicho  tie- 
ne, é  que  lo  que  mas  sabe  cerca  desto  es,  que  supo  por  público  é 
notorio  como  el  dicho  don  Alonso  Enriquez  se  acuchilló  con  el 
dicho  fulano  de  Luxán  en  la  dicha  cibdad  del  Cuzco,  é  después 
este  testigo  supo  ó  vio  que  los  hicieron  amigos. 

18.  A  las  diez  y  ocho  preguntas  dijo:  que  no  la  sabe,  mas  de 
que  muchas  veces  en  diversos  dias  y  partes  oyó  este  testigo  decir 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS 


167 


al  dicho  don  Alonso  Enriquez  que  con  la  paz  poco  podría  él  mo« 
drar. 

19,  A  las  diez  ó  nueve  preguntas  dijo:  que  la  sabe  como  en  olla 
se  contieno^  por  lo  que  dicho  é  declarado  tiene  en  la  pregunta 
inlasdesla,  porque  vio  que  se  halló  en  darla  batalla  quel  dicho 
don  Diego  de  Almagro  diú  al  dicho  Ilornandü  Pizarro  en  la  dicha 
eibdad  del  Cuzco,  de  donde  se  redundó  la  otra  batalla  que  des- 
pués obo  en  la  dicha  cibdad,  y  otros  escándalos  é  disensiones, 
muertes  é  robos, 

20,  A  las  veinte  preguntas  dijo  que  dice  lo  que  dicho  tiene. 

21.  Alas  veinte  ó  una  preguiilas  dijo:  que  dice  lo  que  dicho 
tiene  eu  las  preguntas  antes  desta,  é  que  aquello  es  verdad,  é  lo 
que  sabe  desle  caso  é  publico  é  notorio  entre  los  que  lo  saben  co-- 
nno  él,  sn  cargo  del  juramento  que  hizo,  é  siéndole  todo  leído  por 
mí  el  presente  escribano,  dijo  que  él  seatlrmaba  é  aíirmó  é  ratifi- 
c^^ba  en  ello  é  lo  firmó  de  su  nombre, — Diego  de  Carvajal. — Pasó 
í^^te  mí,  Sebastian  de  Ledema. 

DICHO  DE  CABALLOS 


Testigo. — El  dicho  Hernando  de  Caballos,  estante  en  esta  Corte^ 
testigo  susodicho,  habiendo  jurado  é  siendo  preguntado  por  las 
preguntas  del  dicho  interrogatorio,  dijo  lo  siguiente: 

t  -  A  la  primera  pregunta  dijo:  que  conoce  á  los  en  ella  conte- 
nidos: al  dicho  don  Alonso  Enriquez  puede  haber  ocho  años  poco 
^^as  ó  menos,  ó  al  dicho  fiscal  otro  tanto  tiempo. 

Grales,  Fue  preguntado  por  las  preguntas  generales  de  la  ley, 
•Üio:  ques  de  edad  de  mas  de  cuarenta  años,  é  que  no  es  pariente 
4^  ninguna  de  las  partes,  ni  concurren  en  él  ninguna  de  las  cali- 

ií^des  contenidas  en  las  dichas  preguntas  generales,  é  que  desea 

venza  la  parte  que  tuviere  justicia, 

2,  A  la  segunda  pregunta  dijo:  que  lia  oido  decir  ques  hombre 
revoltoso  el  dicho  don  Alonso;  pero  quesle  testigo  no  lo  sabe. 

3.  A  la  tercera  pregunta  dijo:  que  oyó  decir  lo  en  ella  conte- 
nido, 

i.  A  la  cuarta  pregunta  diji»:  que  ha  oido  decir  lo  en  ella  con- 
udo. 


i68  COLBCaON  DB  D0CÜ.MHNT08 

5.  A  la  quinta  pregunta  dijo:  que  lo  que  de  ella  sabe  es  que 
üáte  testigo  se  embarcó  en  el  navio  en  que  iba  el  dicho  don  Alon- 
so y  su  hermano  don  Luis,  en  la  Gomera,  con  diez  y  ocho  ó  vein- 
te hombres  que  iban  con  este  testigo  que  depone,  é  que  después 
de  embarcados,  en  el  Golfo  vio  que  tenian  algunas  pasiones  el 
dicho  don  Alonso  y  el  dicho  su  hermano  con  Bartolomé  Sánchez, 
señor  del  dicho  navio,  sobre  la  navegación  y  sobre  quel  na- 
vio era  obligado  tocar  en  Sant  Juan  y  Santo  Domingo;  el  dicho 
don  Alonso  no  queria  sino  que  fuese  derecho  al  Nombre  de  Dios, 
y  por  este  respecto  y  por  haber  entrado  por  fuerza  en  el  dicho 
navio,  y  cree  que  por  miedo  que  llevaba  que  le  detuviesen,  pro 
curaba  que  no  se  hiciesen  las  escalas,  é  questuvo  muchns  días 
para  revolverse  la  gente  del  dicho  navio  con  los  pasageros^  y  este 
testigo  cree  que  si  él  no  se  hallara  en  él  con  su  gente,  que  trata- 
ran mal  los  dichos  don  Alonso  y  don  Luis  al  dicho  maestre,  é 
hicieran  lo  que  quisieran,  é  que  vio  que  un  navio  en  que  iba  el 
obispo  de  Tierra  Firme,  ó  iba  en  su  conserva,  se  hablaban  cada 
dia,  y  para  avisar  al  dicho  obispo  de  lo  que  pasaba,  hizo  este  tes- 
tigo echar  en  el  agua  un  batel  para  escusar  el  daño  que  cada  dia 
se  esperaba  por  la  dicha  discordia,  en  el  cual  fué  el  dicho  piloto, 
y  quel  dicho  don  Luis  Enriquez  y  este  que  depone,  escribieron 
una  carta  al  dicho  obispo^  en  que  se  le  dio  cuenta  de  lo  que  pa- 
saba en  el  dicho  navio,  y  para  que  no  le  dejase  de  ir  en  su  con- 
serva hasta  llegar  a  Puerto  Rico,  e  que  asi  lo  hizo  el  dicho  obispo. 

6.  A  la  sesta  pregunta  dijo,  que  lo  que  della  sabe  es  que  este 
testigo  fué  y  estuvo  en  compañía  del  dicho  don  Alonso  hasta  que 
llegaron  á  la  Isla  de  Sánelo  Domingo,  é  que  se  acuerda  questando 
en  la  dicha  Isla  de  Sant  Juan  reñieron  los  dichos  don  Alonso  y  don 
Luis  Enriquez  con  el  dicho  Bartolomé  Sánchez  sobre  ciertos  tes- 
timonios que  hablan  tomado  y  hecho  al  tiempo  quel  dicho  don 
Alonso  habia  entrado  por  fuerza  en  la  dicha  nao  en  San  Lucar,  é 
queste  testigo  los  puso  en  paz,  y  de  concordia  de  ambas  partes,  se 
hablan  rasgado  los  dichos  requerimientos,  c  abtos  é  testimonios, 
é  queste  testigo  vio  decir  en  las  Islas  de  Sant  Juan  y  Sancto  Do- 
mingo en  iglesias  y  monasterios  muchas  misas,  estando  el  dicho 
don  Alonso  sentado  en  una  silla  de  caderas  en  medio  de  la  iglesia 
para  que  todos  le  viesen,  é  quel  dicho  don  Alonso  dijo  a  este  tea- 


ALMAGRO  Y    SUS   COMPASeROS 


169 


Ugo  que  tenia  un  Breve  de  Sa  Santidad,  que  no  lo  tenia  nadie  tnl, 
Puraque  estando  él  presente  al  tiempo  que  se  dijese  misa,  vién- 
dole 4  él  los  que  la  oyan  al  tiempo  que  se  decía,  sacaba  cada  uno 
una  ánima  de  Purgatorio  non  cada  misa  que  oyese,  ó  que  á  pa- 
resrer  deste  testigo  deeia  en  presencia  del  didio  don  Alonso  cada 
clérigo  en  un  dia  dos  ó  tres  misas;  é  que  ahí,  muchos  madruga- 
bao  para  poder  oir  mas  misas,  y  los  clérigos  para  poderlas  decir 
pop  ganar  sus  pitanzas,  é  que  ansí  este  testigo  oyó  decir  muchas 
ie  las  dichas  misas,  e  que  le  parece,  como  dieho  tiene,  que  cada 
clérigo  decía  en  un  dia  dos  y  tres  misas,  é  que  así  este  testigo  oyó 
decir  públicamente  que  se  decían  las  dichas  tres  misas  por  lo  que 
deeia  é  publicaba  el  dicho  don  Alonso  y  por  su  cabsa,  ó  questo 
sabe  desta  pregunta. 

7.  A  la  sétima  pregunta  dijo:  que  no  la  sabe,  porqueste  testigo 
á  la  sazón  no  estaba  en  la  tierra. 

8.  A  la  octava  pregunta  dijo:  que  oyó  decir  lo  en  ella  conteni- 
do, y  queste  tessigo  vio  al  dicho  don  Alonso  en  la  provincia  del 

9.  A  la  novena  pregunta  dijo:  que  no  la  sabe. 
iO,  A  la  décima  pregunta  dijo:  que  no  la  sabe. 

It  y  12.  A  las  once  y  doce  pregunUis  dijo:  que  no  las  sabe. 
13,  14  y  15.  A  las  trece,  catorce  y  quince  preguntas  dijo;  que  no 
\h%  sabe. 

i6.  A  la  diez  é  seis  preguntas  dijo:  que  ha  oído  decir  lo  en  ella 
^cont^enido  públicamente. 

17.  A  las  diez  y  siete  preguntas  é  a  todas  las  demás  del  dicho 
lularrogatorio  dijo  que  no  las  sabe,  é  á  la  ultima  dijo;  que  lo  que 
IM  dicho  es  verdad,  ó  lo  que  sabe  doste  caso,  so  cargo  del  jura- 
injetito  que  hizo,  é  en  ello  se  afirmó  siéndole  leido  todo,  ó  lo  firmó 
1  de  su  nombre. — Hernando  de  Caballos. 

CONFESIÓN    DE  DON  ALONSO  ENRIQUEZ 

En  la  villa  de  Madrid,  á  diez  días  del  dicho  mes  de  Jullio  del 

líeho  año  de  mili  é  quinientos  é  cuarenta  años,  de  mandamiento 

le  los  señores  del  Consejo  Real  de  las  Indias  de  Sus  Magestades 

[iué  tomado  é  recebido  juramento   de  calunia  en  forma  debida 


A 


170  COLECCIÓN  DB  DOCUMENTOS 

do  derecho  de  don  Alonso  Enriquoz,  vecino  de  la  cibdad  de  Sevi- 
lla, cerca  de  la  acusación  contra  él  puesta  por  el  licenciado  Villa- 
lobos, fiscal  de  S.  M.  Testigos  Sebastian  Guerrero  é  Diego  de  Za- 
mora, criados  del  dicho  don  Alonso. — [Hay  una  rúbrica,) 

Siendo  preguntado  por  el  tenor  de  la  dicha  acusación,  pregun- 
tado como  so  llama,  dijo:  que  don  Alonso  Enriquez,  natural  de  la 
cibdad  de  Sevilla. 

Preguntado  qué  tanto  ha  que  pasó  á  las  Inoias,  y  en  qué  año, 
dice  que  puede  haber  seis  años,  que  cree  que  era  el  año  de  treinta 
y  cinco,  que  seria  por  el  mes  de  Setiembre  cuando  se  embarcó. 

Fué  preguntado  en  qué  navio  se  embarco,  dijo  que  en  el  navio 
de  uno  que  se  llama  Bartolomé  Sánchez,  que  cree  es  vecino  de 
Triana. 

Fué  preguntado  si  al  tiempo  que  se  embarcó  para  las  Indias, 
ó  antes,  ó  estando  embarcado,  si  supo  que  S.  M.  é  los  señores  del 
Consejo  de  las  Indias,  ó  los  oficiales  de  la  Casa  de  la  Contratación 
de  Sevilla  obiesen  proveído  é  mandado  que  no  se  embarcase  para 
alia  ni  pasase  a  las  Indias,  é  que  los  maestres  no  le  llevasen  en 
sus  navios,  ó  qué  es  lo  que  sobre  esto  pasó,  dijo:  que  nunca  supo 
ni  vino  á  su  noticia  de  cédula  que  S.  M.  obiese  dado,  en  que  man- 
dase aquello,  ni  menos  los  señores  del  Consejo,  ni  otra  persona 
alguna  que  toviese  mando  de  justicia,  ni  otra  persona  alguna, 
escebto  que  estando  este  confesante  en  San  Lucar,  vio  hacer  á  la 
vela  el  dicho  navio  en  que  él  había  do  ir,  y  se  embarcó  de  priesa 
con  sus  criados  para  entrarse  dentro;  é  ya  que  estaba  á  bordo,  le 
dijo  el  dicho  Bartolomé  Sánchez,  maestre  y  piloto: — Señor:  los 
señores  oficiales  de  la  Gasa  de  la  Contratación  de  Sevilla  me  han 
mandado  que  no  os  lleve  k  vos,  ni  á  vuestro  hermano  don  Luis;  y 
que  luego  esto  confesante  le  respondió:  mostrame  mandamiento 
desos  señores;  y  él  dijo:  no  los  tengo;  y  este  confesante  le  pre- 
guntó: ¿hablaba  conmigo  ese  mandamiento,  ó  con  vos?  el  cual  le 
respondió  que  con  él  hablaba,  mandándole  que  no  los  llevase;  y 
osle  confesante  dijo:  pues  dame  mi  hacienda  que  llevo  cargada 
en  vuestra  nao,  é  iré  á  sabor  por  qué  se  hace  ese  mando;  y  él  res- 
pondió: seria  menester  descargar  toda  la  nao,  porque  como  fuistes 
el  primero  de  los  que  os  nelastes.  va  debajo  de  lodo.  Mira,  señor: 
¿á  quién  consignáis  allá  vuestra  hacienda  para  que  la  venda?  y 


ALMAGRO   Y  SUS   COMPAÑEROS 


171 


tJUeste  confesante,  como  le  llevaba  toda  su  ropa  é  de  su  muger,  ó 

fto  le  mostraron  mandamiento  ni  abto  por  donde  él  obíese  dü 

creí^r  aquello,  antes  creía  quel  dicho  maestre  se  quería  alzar  con 

^IJo,  y  este  confesante  tenia  é  Üene  aquí  cédulas  de  S.   M.  en  quo 

ida  licencia  ó  ayuda  de  coála  de  dinero  allá  en  las  Indias,  que  él 

'el  dicho  don  Luis,  su  hermano,  so  entraron  en  el  navio  entre 

burlas  y  veras,  de  lo  cual  han  dicho  á  este  confesante  quel  señor 

iispo  de  Lugo,  estando  en  Sevilla,  dio  por  libre  dello  al  dicho  su 

íeroaano:  6  que  demás  dcslo,  iba  con  licencia  de  los  oficiales  do 

Sovilla,  porque*  rnmii  r^rn  fn^tunibre,  p1  hnUi.'i  (IímIm  información 

.de  su  persona. 

Preguntado  quos  loque  paso  en  el  navio»  yendo  por  la  mar, 
eaando  el  Maestre  se  paso  al  navio  en  que  iba  el  obispo  de  Tierra 
Firme,  é  si  él,  y  el  dicho  su  hermano  se  qnerian  alzar  con  el  di- 
£ho  navio,  dijo:  que  en  la  Gomera  so  rebelaron  contra  Simón  do 
Icazaba,  Heniando  de  Cabnllos  y  otros  hidalgos  que  en  su  com- 
^l^iñfa  iban,  y  queriéndose  acochiilar  sübrello  porque  pedian  su 
ropaqiio  en  el  dicho  navio  les  tenia  el  dicho  Simón  de  Alcazaba, 
^l  dicho  don  Luis,  su  hermano  y  este  confesante  los  metieron  en 
,  6  averiguaron,  ó  los  metieron  en  el  navio  del  dicho  Bartolo- 
mé Saachez,  rogándole  que  los  llevase,  y  que  en  medio  del  golfo 
dicho  Hernando  de    Caballos  y   sus  compañeros,  como  iban 
libres  y  no  tenian  para  pagar  los  Heles,  dijeron  al   maestre  que 
uno  de  Sevilla,  que  se  Humaba  Alonso  Bueno,   tenia  siempre  la 
•Ptade  marcar  contrapunteándola,  y  quel  dicho  don  Luis  y  este 
fconfesante,  estaba  con  él  mirando  la  dicha  caria,  y  que  les  parc- 
íííftnaiil,  que  ^i  algo  obiese  dellos  menester,  que  ellos  le   ayuda- 
^í^n,  ú  alguna  fuerza  lo  quisiese  luicer,  y  quel  dicho  maestre  fué 
^íilóaees  á  la  nave  del  dicho   obispo,   é  que  después  á  la  venida, 
íkyendo  en  la  cuenta  de  que  sus  riquezas  estaban  en  el  Perú  y 
>  en  robar  el  navio,  y  quo  era  todo   mañas  do  los    dichos,    rié- 
fwuse  mucho,  y  entonces  lo  supo  este  confesante. 

Piló  preguntado  que  en  qué  revueltas  ó  escándalos  se  ha  halla- 
do, y   c<5mo    han   pasado  las   revueltas  en    que  se  ha    liallado, 
licr.  que  no   ha  sido    revoltoso,  sino  muy  pacifico;  si  no,   que 
in  los  procesos  desta  Corle,  é  de  Sevilla,   donde  él  ha  estado,  é 
jelen  estar  los  que  mal  viven,  é  que   si  hallaren   que  si  él  ha 


172  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

muerto,  ó  ha  sido  cabsn  para  matar  ó  ofender,  ó  que  se  ofenda 
algo,  que  lo  den  por  condenado  y  por  perjuro,  que  con  unos  ca- 
balleros, que  llaman  los  Tollos  ha  tenido  bandos  en  Sevilla,  ó  que 
en  ellos  no  ha  habido  muertes  de  hombres  ni  afrentas,  y  que  en 
ellos,  ellos  habian  sido  los  culpados. 

Fué  preguntado  que  cómo  pasó  aquello  de  lo  de  las  misas  de 
Sant  Juan  de  Puerto  Rico,  é  Santo  Domingo,  é  qué  Brebe  era  el 
que  tenia,  é  que  sonaba  é  qué  se  contenía  en  él,  y  cómo  usaba 
con  él,  dijo:  que  él  tiene  un  Brebe  de  nuestro  muy  Sancto  Padre, 
en  que  le  concede  muchas  indulgencias,  y  entrellas  una,  que 
cada  misa  que  se  dijese  en  su  presencia,  después  de  media  no- 
che, hasta  otro  dia  después  de  medio  dia,  media  hora,  a  lo  que 
dello  se  acuerda  este  confesante,  que  valga  aquella  misa 
tanto  como  si  se  dijese  en  el  altar  de  San  Sebastian  de  Roma,  y 
de  San  Gregorio,  é  de  otros  que  tienen  muchas  indulgencias,  es- 
pecialmente una,  que  sacan  una  ánima  de  purgatorio  por  cada 
misa,  é  que  no  se  acuerda  este  confesante  si  lo  hizo  saber  él^  ó  si 
lo  supieron  de  otros  y  vinieron  a  este  confesante  á  decille  que 
oyese  las  tales  misas,  las  cuales  oyó  de  cada  clérigo  y  de  cada 
fraile  una  cada  dia,  y  le  decian  muchas;  y  como  el  navio  habla  de 
estar  allí  poco  tiempo,  y  se  daban  los  del  pueblo  mucha  priesa  á 
gozar  de  las  indulgencias,  el  obispo  Manso  y  el  prior  de  un  mo- 
nasterio de  dominicos  le  enviaron  á  este  confesante  por  el  dicho 
Breve,  el  cual  les  dio,  y  platicado  sobre  ello  él  y  otros  letrados  ó 
personas  sabias  llamaron  a  este  confesante  para  le  rogar  que  se 
detuviese  mas  allí,  para  que  gozase  todo  el  pueblo  de  aquella  in- 
dulgencia, y  este  confesante  dijo  que  no  estaba  en  su  mano,  sino 
del  Maestre,  cuyo  era  el  navio;  y  no  pudiéndolo  acabar  con  el 
uno,  ni  con  el  otro,  dijeron  é  publicaron  que  ellos  tenian  Breve 
do  nuestro  muy  Sancto  Padre  para  poder  hacer  decir  a  sus  clé- 
rigos y  frailes  dos  misas  cada  dia  cada  uno:  é  que  no  podia  ser 
mayor  que  gozar  de  tan  gran  bien,  como  salir  de  purgatorio  las 
animas  de  los  que  en  aquella  cibdad  habian  fallecido;  é  que  por 
virtud  del  dicho  su  Breve  y  no  del  deste  confesante,  ellos  daban 
licencia  á  todos  los  frailes  y  clérigos  las  dijesen  las  dos  misas  cada 
uno,  cada  dia,  en  dos  ó  tres  dias  que  allí  estuvo  este  confesante  y 
su  navio,  é  que  asi  mismo  las  dijo  el  dicho  obispo  y  prior,  y  este 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPANEROS 


173 


SSanle  las  oyó,  y  que  la  culpa  dellos  no  se  le  debe  echar  á  este 
bonfesante. 

Fué  preguntado  si  se  sentaba  en  silla  de  caderas,  cuando  se 

iecia  la  misa,  y  decía  que  para  gozar  do  las  dichas   indulgencias 

bnbiande  mirar  á  Dios  y  a  él,  y  si  por  olio  le    dieron  algunos 

Ipr^sentes,  dijo:  que  no,  y  que  nunca  los  pidió,  c  quo  no  dejará  de 

onfesar  que  se  había  sentado  en  silla  de  caderas,  sin  juramenlo, 

írque  no  era  pecado,  porque  jura  que  no  so  senLó  mas  de  estar 
presente,  porque  así  lo  suena  el  Breve  y  qucstando  este  testigo  ya 
ircado,  le  envió  el  dicho  obispo  Manso  á  el  y  al  dicho  su 
ino,  cada,  sendas  terneras  y  ciertos  carneros,  porque  diz 
|ue  así  lo  acostumbraba  liacer  con  otms  personas  que  allí  llega- 
l>an,  é  que  en  Sánelo  Domingo  y  en  otras  parles  de  las  Indias  y 
pn  Sevilla  este  confesante  ha  hecho  decir  misas;  pero  que  no  ha 

islo  decir  mas  de  una  á  cada  fraile  y  clérigo. 

Preguntado  como  pasó  lo  del  viernes  sancto,  que  se  hizo  en  la 

aOjdijo  que  no  pasó  tal,  é  qués  falso  testimonio  que  le  le- 
vantan. 

Preguntado  si  luego  que  llegó  al  Perú  el  gobernador  don  Fran- 
I&Ííjco  Pizarro  le  dijo  como  tenia  cédala  de  S.  M.  para  le  enviar 

cestos  reinos,  é  que  para  que  se  viniese,  le  dio  dos  mili  caste- 

MÍOS,  ó  como  pasó  aquello,  dijo:  que  nunca  tal  le  dijo,  ni  tal  cé- 
lula tenia,  ni  pudo  tener^  porqueste  testigo  llegó  mas  presto  que 
Miera  llegar  cédula,  é  que  antes  el  dicho  don  Francisco  Piza- 

0,  gobernador,  tuvo  á  este  confesante  en  el  Perú,  como  lo  trae 
Nbado  con  el  mismo  don  Francisco  Pizarro,  é  que  no  vio  en 
pingim  tiempo  cédula  alguna,  sino  una  que  le  dieron  en  Barce- 
Ono^é  que  luego  se  vino  con  ella,  la  cual  tiene  presentada  en  el 
ficho  Consejo,  é  ques  verdad  quel  dicho  don  Francisco  Pizarro 

idió  dos  mili  castellanos  li  él;  y  otros  dos  mili  castellanos  al  di- 

bo  don  Luis,  su  hermano,  luego  que  llegaron,  por  quel  dicho 
fon  Luis  su  hermano  habia  sacado  al  dicho  gobernador  de  la  cáv- 

.  de  Sevilla,  y  este  confesanle  lo  favoreció  en  corte,  cuando 
á  ser  gobernador  por  una  carta  quel  dicho  don  Luis  su  her- 

ino  le  envió  con  él. 

Fué  preguntado  si  le  dejaron  echar  en  suertes  la  hacienda  que 
|to  de  se  venir  luego,  por  haberlo  mandado  S.  M, 


474  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

dijo:  ques  verdad  que  le  dieron  licencia  para  echar  suertes  de  su 
ropa  ó  hacienda,  porque  este  confesante  de  su  propia  voluntad 
se  quería  volver,  y  no  porque  hobiese  tal  cédula;  é  que  después 
de  echadas  ó  al  tiempo  que  se  ochaban,  vino  Hernando  Pizarro 
de  España,  y  se  concertó  con  él  de  irse  juntos  al  Cuzco,  adonde 
estuvo  en  su  compañía,  siendo  este  confesante  maestre  de  campo 
y  capitán,  con  cargos  y  sin  ellos,  en  todo  ol  levantamiento  de  los 
naturales,  hasta  que  vino  el  gobernador  don  Diego  de  Almagro  á 
descércanos  del  Cuzco,  como  los  descercó,  y  que  este  confesante 
no  iba  a  buscar  a  don  Diego  de  Almagro,  porque  habia  nuev 
que  estaba  muy  adelante,  y  aun  perdido,  y  allí  el  dicho  confe — 
santo  vino  á  echar  en  suertes  lo  que  le  quedó. 

Preguntado  qué  palabras  dijo  cuando  iba  al  Cuzco  sobre  si  ha — 
bia  de  revolver  á  Almagro  con  Pizarro,  dijo  que  ningunas;  por- 
que su  intención  no  era  sino  de  hacellos  amigos  y  conformallos , 
y  que  entrambos  lo  hicieran,  viendo  en  él  conformidad. 

Fué  preguntado,  si  oyendo  algunos  sermones,  en  que  se  per- 
suadía la  paz  entre  los  gobernadores,  ó  otras  pláticas  concer- 
nientes a  la  paz,  si  dijo  algunas  palabras  para  que  obiese  estorbo 
y  no  se  efectuase  la  concordia,  dijo:  que  ningún  predicador,  ni 
el  Arzobispo  de  Toledo  que  allá  estuviera,  no  predicara  mejor  en 
lo  de  la  paz  y  concordia  do  lo  questo  confesante  predicaba  en 
público  y  en  secreto;  y  lo  trae  probado  con  ambos  los  dichos  go- 
bernadores, y  con  otras  muchas  personas  como  era  verdad. 

Preguntado  cómo  pasó  lo  de  la  misa  que  dicen  dijo  al  Conde 
de  Modellin,  dijo  que  nunca  tal  pasó. 

Preguntado  si  se  alabó  on  el  Peni  antol  gobernador  don  Fran- 
cisco Pizarro  do  como  lo  habia  hecho,  dijo:  que  este  confesante 
no  se  acuerda  de  tal  cosa,  sino  que  alguna  voz  hablaron  del  di- 
cho conde,  y  del  Obispo  do  Placoncia  y  en  sus  enemistades  y  acu- 
saciones y  que  no  se  acuerda  do  mas. 

Fué  preguntado  como  pasó  lo  del  Judío  do  Campo  de  Tablada, 
y  si  so  alabó  do  olio  en  ol  l^oró,  dijo:  que  no  sabe,  ni  pasó  cosa 
alguna  de  lo  en  la  dicha  acusación  contenido  en  cuanto  á  esto; 
ó  que  lo  que  pasó  os,  (juo  oslando  oi  ol  Perú,  contó  este  confe- 
sante dolante  do  algunas  personas  [ue  no  se  acuerda  quien  eran 
que  hablaban  do  un   cuento  soiiiojanto  que   habia   acaecido    á 


ALMAGRO   Y   SUS   COMPANEROS 


175 


*rnal  Francés,  en  tiempo  de  la  Reina  Catülica,  y  enlúnees  este 
confesante  (Jijo,  «casi  otro  tanto  rae  acaeció  á  mí  con  un  judío 
Herrera^  que  quemaron  en  Sevilla  en  Tablada,  que  había  sido 
truhán  del  marques  de  Ayamonte. 

Ilem  dijo:  que  porque  en  lo  que  arriba  le  Tué  preguntado  sobre 
si  lavo  noticia  de  la  primera  cédula  que  Su  Mag.  dio  para  que  no 
le  consiutiesen  estar  en  la  tierra,  al  tiempo  que  depuso  en  ello 
no  su  acordaba  de  lo  que  en  ello  pasó,  quél  se  ha  acordado  des- 
pués, é  lo  que  pasa  en  ello  es  que  al  tiempo  que  le  fue  nolifieada 
la  sogunda  cédula,  que  de  suso  ha  dicho,  dada  en  Barcelona,  le 
fué    asimesmo  nu  ti  (¡cada  otra  en  que  se  con  tenia  lo  que  le  fué 
preguntado,  é  que  hasta  entonces  nunca  se  le  había  notificado, 
como  paresce  pur  un  trcslado  della,  de  que  hacia  presentación,  é 
*ins¡mcsmo  dijo:  que  en  lo  que  le   fué  preguntado  de  lo  de  la  mi- 
sa del  conde  de  MedelUn,  se  ha  aeordudo  que  lo  que  en  ello  pasó 
^s^  que  llegando  un  dia  este  que  depone  de  camino  adonde  estaba 
^1  conde  en  la  Villa  de  Medellin,  puede  haber  diez  años  poco  mas 
¿  menos,  una  mañana  oslando  echado  en  la  cama,  entraron  a 
Jecir  al  dicho  conde,  criados  suyos,  que  daría  presto  las  doce  é 
que  saliese  presto  a  oir  misa,  y  que  el  dicho  conde  respondió  de 
que  la  digan,  que  don  Alonso  ó  yo  estamos  diciendo  misa,  ó  que 
lo  demás  es  falsedad,  é  que  algunas  veces  este  confesante  había 
dicho  en  esto  lo  que  al^ninas  personas  han  glosado  sobrello  ad- 
uiirandose  de  las  glosaduras. 

Fué  preguntado  que  conciertos  ó  tratos  hizo  con  don  Diego  do 
Almagro  al  tiempo  de  la  entrada  del  Cuzco»  é  qué  es  lo  que  hizo 
<^l  dicho  don  Diego  de  Almagro  con  su  consejo^  é  qués  lu  que  pasó 
^n  acpielln,  dijo:  que  al  liempn  quel  dicho  don  Diego  de  Almagro 
^iao  sobre  la  dicha  cibdad  del  Cuzco  ¿descercarla,  como  la  des- 
cercó, y  li  tomar  su  posesión,  este  confesante  estaba  encompa- 
drado Hernando  Pizarro,  y  envió  el  dicho  don  Diego  de  Almagro 
5üfl  provisiones,  las  cuales  ni  dicho  Hnruíindo  Pizarro  obedesció 
yks  remitió  para  el  cumplimiento  al  C:ibilJo  de  la  dicha  cibdad, 
I  cual  .se  junlií,  y  no  sabiéndose  determinar  ni  conformar  lo  que 
por  ellan  mandaba,  con  la  vulunlad  de  Hernando  Pizarro, 
5e  era  S.  M.  mandarles  dar  la  cibdad,  y  Hernando  Pizarro  no 
ron  los  del  dicho  Cabildo  llamar  á  este  confosante, 


176 


COLECCIÓN   DE  DOCÜiMENTOS 


é  asimismo  al  licenciado  Francisco  d»*!  Prado,  é  al  capitán  Hernán 
Ponce  de  León,  y  al  tesorero  Alonso  Riqnelrae,  de  la  Gobernación 
del  dicho  don  Francisco  Pizarro,  y  tomando  parescer  con  ellos  so- 
bre  las  dichas  provisiones  y  enlregn,  dieron  la  mano  al  dicho 
licenciado  y  votaron  en  ello  por  bien  do  paz  lo  que  dicho  licen- 
ciado dijo,  lo  cnal  dieron  por  seripturas,  á  que  se  refiere;  que  k 
que  se  acuerda  fué  que  por  cuanto  por  las  provisiones  y  por 
parescer  dellos  se  contenia  que  la  dicha  cibdad  cala  en  la  Gober^^ 
nación  y  límites  del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  é  que  S*  5' 
decia  que  si  no  le  rescibian,  lo  darían  ó  habrán  pnr  rescibido  qi 
con  tanto  por  cuanto  Hernando  Pizarro  estorbaba  no  dalla»  q^ 
fuese  con  condición  que  primero  fuese  á  concertarse  sobre  e^ ; 
con  el  gobernador  don  Francisco  Pizarro,  y  que  otra  cosa  en  <3j 
cho  ni  en  hecho,  en  público  ni  en  secreto  este  confesante  no  ki 
ni  dijo. 

Fué  preguntado  si  salió  este  confesante  é  otras  personas  coi 
él,  á  hablar  al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  ó  á  algunos  de  ¡as\ 
suyos,  ó  si  le  escribió,  ó  dijo  ó  hizo  decir  quel  dicho  Diego  de  Al- 1 
magro  entrase  por  fuerza  de  armas  en  la  cibdad,  é  la  tomase,  cS 
cómo  pasó  esto,  dijo:  queste  confesante  estuvo  siempre  advertid^ I 
en  la  sospecha  que  del  se  podia  tener,  é  que  se  escusó  de  todo  loj 
susodicho,  lo  cual  en  dicho,  ni  en  hecho^  ni  por  el  pensamiento] 
le  paso. 

Fué  preguntado  si  después  de  la  entrada  del  Cuzco  y  al  tieni|: 
de  la  entrada  y  en  las  muertes  é  batallas  que  se  hicieron,  sifc»í 
consejero,  y  qué  es  lo  que  aconsejó  é  fí  quién,  dijo:  queste  coaf^-| 
sante  no  era  del  Consejo,  ni  se  hallará  que  haya  aconsejado  eo^^j 
alguna,  porque  lo  que  algunas  veces  decia  al  Adelantado  Alma- 
gro era  que  si  aquello  era  suyo,  S.  M,   se  lo  daria,  y  que  no  ^ 
pusiese  en  ruido,  é  que  mejor  se  haria  por  bien^  porqueste  conf^  ^ 
sante,  demás  de  por  lo  que  era  obligado,   lo  deseaba,  porque  es- j 
tuviese  el  camino  abierto  para  venirse. 

Fué  preguntado  si  en  la  soltura  de  Hernando  Pizarra,  ó  ealí 
prisión  de  Almagro,  ó  en  el  tiempo  questuvo  en  el  Cuzco,  si  dijo 
alguna  blasfemia,  é  por  que,  ó  comü  pasó,  dijo:  que  lo  que  pa» 
es  que  cuando  Hernando  Pizarro  v»  nia  de  dar  la  batalla,  como  ll 
^dió,  al  dicho  Adelantado  don  Di*  go  de  Almagro  en 


ALMACIRO  Y   SUS  COMPANEROS 


Ca2co,  se  vino  de  seis  leguas  antes  un  maestre  de  un  navio  del 
dicho  don  Diego  de  Almagro,  que  venia  con  el  dicho  Hernando 
Pizarro,  y  se  llamaba  Fulano  Gallego,  y  el  dicho  maestre  dijo  al 
üicho  Adelantado  y  á  los  que  con  él  estaban:  <<Hernando  Pizarro 
viene  determinado  de  ahorcar  a  vuestras  señorías,  y  viene  dicien- 
do a  su  gente  que  le  da  saco  franco  en  esta  eibdad,  é  que  si  algún 
/raile  ó  clérigo,  ó  oficial  de  S.  M.  ó  don  Alonso  viniese  con  color 
de  poner  pa2  ó  do  requerirlos,  que  les  tirasen  con  los  arcabuces 
y  les  matasen,  porque  no  venían  sino  á  persuadir  su  gente  y  enga- 
ñadla diciendo  que  tenia  justicia  Almagro  porque  se  pasase  á  él, 
5^  ^jueel  que  topase  con  este  confesante  seria  bien  librado,  por- 
que tenia  veinte  mili  ducados,   é  que  mirasen  que  con  palabras 
^o  se  defendiesen  dellos,  é  que  le  diesen  trato  de  compañeros,  é 
cjtieste  confesante  dijo  entonces  reniego  de  Dios,  si  ese  vence,  é 
«I  ue  desque  vido  al  Obispo  del  Cuzco  mandó  leer  cartas,  como  in- 
iiriquisidor,  para  que  los  que  obiesen  dicho  blasfemias  ó  hecho 
Heregías,  se  fuesen  absolver  á  ól  y  acusarse  dello,  y  ansi  fué  este 
Confesante  y  lo  absolvió^  é  le  dio  cédula  dello,  como  lo  mostrará 
^n  su  tiempo  y  lugar. 

Fué  preguntado  si  viniendo,  en  el  camino,  ó  en  estos  reinos,  ó 
era  dellos,  dijo  que  venia  de  revolver  á  los  Gobernadores,  ó  si 
lo«  revolvió,  dijo:  quól  no  los  revolvió,  é  que  dice  lo  que  dicho 
ti€ne  en  cuanto  á  esto,  porque  no  los  revolvió;  é  que  en  cuanto  á 
^Bcnbillo  é  decillo,  dice:  que,  como  los  Pizarros,  hablan  escrito 
^  rouchas  partes  de  las  Indias  y  üespaña  quel  dicho  don  Alonso 
los  revolvía  por  encarecer  la  causa  de  don  Diego  de  Almagro,  ó 
por  donde  este  confesante  venía,  se  lo  decian,  y  era  mentira  y 
'^Iso  testimonio,  y  traia  probado  lo  contrario,  como  dijo  lo  traía, 
carta  de  don  Francisco  Pizarro,  en  que  se  desdice  dello  para 
M.,  murmurando  dello,  decía  que  él  habiase  vuelto  á  los  Go- 
bernadores, é  que  asimismo  lu  podria  escrebir;  pero  que  no  se 
tcuerda,  ó  esto  es  lo  que  sabe  é  pasa,  so  cargo  del  juramento  que 
izo  é  en  ello  se  afirmó,  siéndole  todo  leido,  é  firmólo  de  su 
mbre. — ^El  enjuriado  de  S.  M*,  ó  de  su  fiscal,  en  pago  de  muy 
ndes  servicios. — Don  Alonso  Enriquez. — Pasó  ante  mí,  Sebas- 
dé  Ledas ma^ 


17S 


COLECGIOI 


SKTOS 


Muy  poderosos  señores. — Don  Alonso  Enriquez,  digo:  que  yo  he 
suplicado  a  V,  Alteza  mande  que  se  me  dé  treslodo  de  cualquier:^ 
información  que  haya  contra  raí  u  quel  fiscal  mo  acuse,  respon-^ 
dióse  á  mi  petición  que  se  proveería;  suplico  á  V.  Alteza,  puese»- 
la  dilación  no  se  gana  mas  que  mi  prisión  y  daño  y  pérdida,  1  M. 
mnnden  proveer  breveraenle  para  que  se  vea  mi  limpieza,  y  i»^ 
sea  hecho  entero  cumplimiento  de  justicia,  para  lo  cual  vuest»-  ^ 
real  oficio  imploro.— //^r/¿r//2í/o  ik  Puebla. 

En  Madrid  a  9  de  julio  de  1540  años. 

Muy  poderosos  señores. — Alonso  do  San  Johan,   en  nombre       ^/^ 
don  Alonso  Enriquez  de  Guzmon,  respondiendo  á    la    acusaeW  cn 
que   lo   fué   puesta  por  el    licenciado   Villalobos,  vuestro  fisG^fl/^ 
en  que  en  eFccto  dice  que  mi  parte  ha  hecho  mochos  y    gra.  v^í 
delitos,  porque  dice  que  ha  de  ser  punido  y  castigado  y  condena, 
do  en  graves  penas,  y  sobresté  hace  muchos  pedimentos  y  exc//i- 
maciones^  según  que  mas  largamente  en  la  dicha  acusación  S0 
conliene,  el  tenor  de  la  cual  aquí  habido  por  expreso,  dijo:  que  no 
se  puede  ni  debe  hacer  cosa  alguna  de  lo  quel  dicho  fiscal  dice,  é 
pide  él  ha  de  ser  pronunciado  por  no  parte;  y  en  caso  que  lo  sea, 
ha  de  ser  condenado  en  costas,  y  mi  parle  absuelto  y  dado  por 
libre  y  quito  por  las  cabsas  é  razones   siguientes:— Lo  primero, 
porque  la  dicha  acusación  no  es  puesta  por  parte  baslanle^  no  es 
bien  ni  rectamente  formada,  no  se  hace  en  ella  verdadera  relación, 
niego  todo  lo  perjudicial  della;  lo  otro  por  quel  dicho  don  Alonso 
Enriquez,  mi  parte,  no  hizo  ni  cometió  delito  alguno,  ni  cosa  raal 
hecha,  ni  que  no  debiese^  ni  por  quel  dicho  flscal  le  pudiese  ni^ 
debiese  acusar,  porque  ni  hubo  información  contra   mi  parte, 
procedió  fama,  ni  hubo  delator,  ni  procediu  cosa  alguna  en  quel 
dicho  fiscal  pueda  fundar  su  inunción  para  mostrarse  parte  pam 
acusar  mi  parte,  sin  ninguna  orden  de  derecho  porque   primero 
fué  preso  y  encarcelado,  que  tomasen  la  información,   y  priraeraj 
se  puso  la  acusación  que  hubiese    ningún   testigo  y  de  la  infor- 
mación no  resulta  culpa  alguna;  y  aunque  resultara,   si    mi  parle 
fuera  oído  primero  que  encarcelado,  viórase  muy  mas  claramcu- 
te  su  limpieza  é  iuncencia,  que  pues  por  la  información  de  per- 
sonas tan  fidedignas  y  de  religiosos  de  tanta  abloridad  y  bneim 
vida,  como  son  los  que  han  depuesto  y  declarado  de  la  limpieza 


AT,MAORO  Y   SUS   COMPAÑEROS 


170 


y  fidelidad  y  lealtad  de  mi  parte,  y  de  como  ha  servido  á  V.  M. 

Ímas  justo  fuera  miindar  revocar  el  mandamiento  que  se   dio  es- 
tando V.  Mag.  en  Barcelona,  para  que  mí  parle  viniese  á  presen- 
tarse á  esta  corte  personalmente,  que  no   permitirse  agora  quel 
dicho  fiscal  le  pusiese  esta  acusación,  por  que  si  V.  M.  mandó  por 
falsa  relación  dar  aquella  cédula,  que   mi  parte  obedesció,  y  con 
j^Kcelo  de  mas  servir  cumplió  luego  y   vino  a  estos  reinos,  pues   ha 
"presentado  información  tan  bastante  hecha  aniel  alcalde  ordina- 
rio y  teniente  de  Gobernador,  é  por  dichos  ó   depusiciones   de 
tantos  frailes  y  religiosos,  bien  claro  se  vée  que  perdiera  el  dicho 
^ttscal;  pues  de  todo  esto  luego  que  so  presentó  en  vuestro  conse- 
^Ho,  le  fué  mandado  dar  treslado  é  informarse  é  tener  á  mi  parte 
Hpor  inocente  é  sin  culpa,  é  informar  a  V.  M,  y  á  vuestra  real  per- 
sona como  habían  sido  mal  informados  en  tener  por  culpado  al 
iicho  don  Alonso  Enriquez  para  mandalle  venir  á  estos  reinos  y 
lir  de  las  Indias,  que  no    proseguir  esta  cabsa,  como  el   dicho 
íácal  la  prosigue,  que  mi  parle  es  caballero  hijo-dalgo  notorio^ 
lorabre  muy  limpio,  buen  cristiano,  temeroso  de  Dios  y  celoso 
ie  su  servicio  y  del  servicio  de  V.  Mag.  y  ansi  lo  ha  mostrado  por 
|as  obras  en  lodo  lo  que  ha    podido,  y  mayormente  después  que 
ftstuvo  en  las  Indias,  donde  hizo  é  ha  hecho  importantes  y  seña- 
ados  servicios,  dignos  y  merecedores  de  mercedes  y  no  de  acu- 
icion,  como  el  dicho  fiscal  se  la  ha  puesto:  lo  que  en  realidad  de 
verdad  pasa  es  lo  quel  dicho  mi  parte  tiene  dicho   é  declarado 
^n  su  con  fisión  y  si  algún  testigo  dijese  en  favor  del  dicho  fiscal, 
lepone  de  oidas  é  de  vanas  creencias,  será  persona  apasionada,  y 
le  tenga  odio  y  mala  voluntad  de  le  dañar,  y  no  porque   en  he- 
lo de  verdad  haya  mi  parte  hecho  cosa  de  que  pueda  ser  acusa- 
porque  pido  é  suplico  A  V.  Alteza  ansi  lo  mande   pronunciar 
declarar  al  dicho  tiscal  por  no  parle;  y  en  caso  que   lo  sea,  le 
lande  condenar  en  las  costas;  y  á  mi  parle  dar  por  Ubre  y  quito, 
ira  lo  cual  vuestro  real  oficio  imploro,  y  sobre  todo  pido  cum- 
Mimiento  de  justicia, 
ítem  digo  que  pues  contra  mi  parte  no  hay  inllormacion  alguna, 
los  cuatro  testigos  quel  dicho  fiscal  ha  presentado  no  dicen  cosa 
que  á  mi  parte  perjudique  bien  entendidos;  é  yo  tengo  presentada 
iformacion  de  ocho  testigos  y  mas  el  dicho  de  catorce  frailes 


ÍÉÜM 


ÍS6 


COLECCIÓN  BE  DOCUMENTOS 


religiosos  y  otros  tesliaionios  de  escribanos,  por  donde  paresce 
la  limpieza  de  mi  parte,  está  sin  culpa»  suplico  a  Vuestra  Alía- 
le mande  alzar  la  carceleria,  ó  á  lo  menos  le  mande  dar  esta  oorle 
por  cárcel,  para  lo  cual  vuestro  rea!  oficio  imploro* 

ítem;  Suplico  a  Vuestra  Alta,  le  mande  alzar  el  secresto  y  em- 
bargo que  le  está  hecho  de  sus  bienes  y  escripturas  en  la  Casa  de 
la  Goníratacion  de  Sevilla  y  en  otras  cualesquier  partes;  que  si 
necesario  es,  estoy  presto  de  dar  fianzas  llanas  é  abonadas  destar 
á  derecho  é  pagar  lo  juzgado,  para  lo  cual  vuestro  real  oficio  im- 
ploro.— Alonso  de  San  Johun.— Hernando  de  Puebía. 

En  la  villa  de  Madrid,  20  dias  del  mes  de  Julio  de  mili  é  qui--- 
níentos  é  cuarenta  años,  la  presentó  en  el  Consejo  de  las  IndiaF=< 
deS.  M.  Alonso  de  San  Juan  en  nombre  de  don  Alonso  Enriquez— 
los  señores  del  Consejo  mandaron  dar  traslado  al  fiscal»  ó  qu« 
dentro  de  tercero  día  responda. 

üs te  dicho  dia  lo  notifiqué  al  licenciado  Villalobos,  fiscal  i < 
S.  M.,  en  su  persona* 


Muy  poderosos  sefiores:  \L\  iiconciado  Villalobos,  vucñiro  iiscal, 
en  el  pleito  que  trato  con  don  Alonso  Enriquez,  respondiend 
la  petición  por  la  parte  contraria  presentada,  é  aceptando,  co 
acepto  la  conñsion  é  conOsiones  de  la  parte  contraria  en  la 
claracion  de  su  juramento  é  en  sus  peticiones  en  cuanto  con 
él  é  en  favor  de  vuestro  fisco,  digo:  que  Vuestra  Alteza  debe  m 
dar  proceder  contra  el  dicho  reo,  segund  que  por  mí  es  pedid 
suplicado,  sin  embargo  de  lo  en  contrario  dicho  é  no  ha  lugj 
ansi  de  lo  que  tengo  dicho,  en  que  me  afirmo,  como  por  lo 
guiente: 

Cno,  porque  las  firmas  de  frailes,  clérigos,  é  de  otras  personal 
é  informaciones  de  testigos  que  presenta,  no  hacen  fée^  ni  son 
auténticas,  ni  en  forma  de  juicio  tomadas,  é  por  ellas  se  mani- 
fiosta  mas  sus  culpas  é  su  mala  íóe,  que  en  ellas  tuvo;  porque  co- 
mo hombre  culpado  para  se  escusar  de  la  pena  de  las  dichas  cul- 
pas, negociarla  lo  susodicho,  lo  cual  él  no  tenia  nescedidatl 
negociar,  ni  traer,  si  verdaderamente  no  fuese  criminoso^  ó  aque* 
lio  é  mucho  mas  le  dieran,  é  darán  de  miedo  de  su  lengua,  ó  sol- 
tura de  decir  mal,  de  que  siempre  ha  usado,  como  es  notoriOi  é 


MM 


ÁI-MAGRO   y   SUS   COMPA^SEHOS 


181 


rlal  !o  alego:  ansi  qno  por  las  dic1iní>  firmas  é  iiiformacionrís  ^q 

maaifiestan  mas  sus  culpas  é  manera  de  vivir,  de  ques  acusado. 

Lo  otro,  porque  desde  el  principio  é  de  anles  que  embarcase, 

5upo  que  la  intención  de  Vuestra  Alta,  era  qael  dicho  reo  no  pa- 

ase  á  las  Indias,   é  que  ansi  lo  habia  ranndíido  por  sus  reales 

revisiones,  contra  vuestra  real  voluntad  intentó  de  ir  ó  fue  á  las 

íchas  Indias,  é  siéndole  vedada  la  ida,  é  entrada  é  estada  en  ellas, 

o  pudo  haber  aprovochamiontos  de  las  dichas  Indias,  ni  aqueste 

ñorío  en  los  dichos  aprovechamienles,  é  quedó  todo  para  Vues- 

Alta.,  é  ansi  pido  e  suplico  Vuestra  Alteza  lo  mande  declarar 

aplicar. 

Uo  otro,  porque  niego  yo  haber  obedescido  ni  cumplido  vuestra 
cédula;  antes  cuando  tuvo  nescesidad  de  se  venir  de  las  In- 
ías  para  estos  reinos,  porque  por  sus  maneras  no  se  podía  ya 
Há  contener,  el  mismo  aceptó  é  negoció  que  le  notificasen  la  di- 
cha cédula  de  Vuestra  Alteza,  para  que  saliese  de  las  Indias,  é 
viniese  por  decir  rogó  á  su  venida  lo  quel  de  antes  babia  es- 
carbado que  no  se  le  nolificasc. 
Lo  otro,  porque  por  la  información  por  mí  presentada,  é  aun 

hpor  su  con  fisión  paresce  questando  el  dicho  reo  en  el  Cuzco  con 
Fernando  Pizarro,  é  enviándole  de  su  parle  con  embajada  al  ade- 
'«Hitado  don  Diego  de  Almagro  cuando  venían  hacia  el  Cuzco^  olli 
porsuadio  al  dicho  Almagro  entrase  de  guerra  é  posiese  de  armas^ 
tomase  é  como  lomó  la  dicha  cibdad,  é  prendiese  como  prendió 
^'  dicho  Hernando  Pizarro;  é  se  quedó  con  el  dicho  don  Diego  de 
•^'niogro,  aconsejándole  é  favoresciéndole  a  todo  lo  que  hizo  en 
las  dichas  guerras,  escándalos  é  robos,  é  muertes  é  daños  de  tan- 
i<>s  desservicíos  é  perjuicios  de  Vuestra  Alta.,  ó  daño  é  desaliento 
^  la  tierra,  é  pido  é  suplico  a  Vuestra.  Alta,  mande  proceder 
^^tra  el  susodicho,  segund  é  por  mí  es  pedido,  é  suplico  é  pido 
^^^Ucia  é  costas,  é  vuestro  real  oficio  imploro,  negando  todo  lo 
P^judiciaL  {fíay  una  nibrira.) 

Muy  poderosos  señores. — Alonso  de  San  Johan,  en  nombre  de 

Alonso  Enriquez  de  Guzman,  en  el  pleito  que  trata  con  el 

"liseal,  digo;  que  sin  embargo  de  todo  lo  que  la  parte  contraria 

ííceé  alega  en  su  petición,  ha  de  ser  mi  parte  asuelto  y  dado  por 

libre  é  quito;  porque  en  realidad  de  verdad,  no  ha  hecho  ni  co- 


182  COLBCaON  DE  DOCUMENTOS 

metido  delito  por  que  pueda  ser  acusado,  ni  ha  desservido  é  V.  M. 
en  cosa  alguna,  ni  prueba  el  dicho  Fiscal  su  intención,  ni  aun 
tiene  indicio  alguno  en  su  favor,  como  él  dice  por  las  cartas  é 
testimonios  é  información  que  mi  parte  presenta  en  su  descargo; 
ni  es  argumento  concluyente  decir:  que  pues  trujo  las  dichas  car- 
tas y  testimonios  para  su  descargo,  que  se  debia  sentir  culpado, 
por  queste  argumento  procediera,  si  no  fuera  primero  V.  M.  in- 
formado falsamente  que  era  culpado,  y  por  esta  falsa  información 
mandando  dar  su  cédula  que  viniese  personalmente  á  estos  rei- 
nos^ claro  está  que  mi  parte  debia  ó  habia  de  buscar  como  mos- 
trase su  limpieza,  y  deshiciese  la  mala  información  que  del  se 
habia  hecho,  y  esta  no  es  escusa  no  pedida  que  suelen  decir  que 
es  acusación,  sino  defensa  y  probanza  nescesaria;  porque,  pues 
habian  dicho  á  V.  M.  que  mi  parte  le  habia  desservido,  no  hizc 
mi  parte  mal,  como  el  Fiscal  dice,  en  traer  información  de  la 
verdad,  y  que  por  deposición  y  firmas  de  personas  tan  legales,  y 
de  tan  santa  y  buena  vida,  y  por  el  dicho  y  declaración  é  jura 
mentó  de  testigos  tan  legales  y  tan  honrados,  se  sepa  la  verdad, 
y  lo  que  mi  parte  ha  servido  y  no  desservido,  y  que  puso  paz  y 
no  revolvió,  y  que  trabajó  en  concordar  los  gobernadores  y  no 
puso  discordia,  y  que  fué  por  mandado  de  V.  M.  é  las  Indias,  y 
con  su  licencia  y  no  contra  ella,  como  el  dicho  Fiscal  dice,  por 
bien^  por  esta  cédula  firmada  de  S.  M.  y  refrendada  de  Francisco 
de  los  Cobos,  su  secretario,  y  señalada  de  los  de  vuestro  Conseje 
de  las  Indias,  de  que  oreginalmente  hago  presentación,  presente 
ansimesmo  esta  probanza  hecha  antel  licenciado  de  la  Gama 
teniente  de  gobernador,  y  esta  carta  misiva  firmada  de  su  nom- 
bre para  V.  M.  y  ansimismo  esta  carta  oreginal  de  Franciscc 
Pizarro,  por  las  cuales  se  puede  muy  bien  ver  que  lo  que  los  frai- 
les dicen  en  su  carta  que  tengo  presentada,  y  lo  que  los  testigos 
juran  en  la  información  que  tengo  presentada,  conforma  con 
esto,  y  es  verdad  lo  uno  y  lo  otro,  y  todo  lo  contrario  es  falsedad 
y  dicho  por  personas  que  han  informado  al  dicho  B'iscal,  cor 
voluntad  de  dañar  a  mi  parte,  y  debe  el  dicho  Fiscal  creer  maí 
tantos  buenos  testimonios,  como  mi  parte  presenta  en  su  dis- 
culpa para  apartarse  desta  acusación,  que  no  insistir  en  ella  por 
el  dicho  é  información  de  los  que  con  mala  voluntad  le  han  in- 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS  183 

formado,  y  V.  A.  en  caso  quel  dicho  Fiscal  todavía  insista  en 
esto,  debe  declarar  mi  parte  por  libre  de  lo  contra  él  opuesto  y 
acusado;  y  sino  es,  absolvello  de  todo  ello,  ansí  pido  é  suplico  á 
V.  A.  lo  haga  y  mande,  y  hago  ansimesmo  presentación  desta  es- 
critura, signada  de  dos  notarios,  por  do  paresce  que  fué  mi  parte 
absuelto  por  el  Obispo  de  la  cibdad  del  Cuzco,  de  la  blasfemia 
que  mi  parte  confiesa  que  dijo  y  por  ello  fué  penitenciado  y  el 
dicho  mi  parte  cumplió  la  penitencia,  de  que  dá  fée  Luis  de  Soto, 
cribano,  y  ansí  en  ninguna  cosa,  ni  de  ninguna  cosa  puede  mi 
parte  ser  acusado;  de  todo  ha  de  ser  dado  por  libre,  para  lo  cual 
vuestro  real  oficio  imploro,  sobre  todo  pido  cumplimiento  de  jus- 
ticia y  las  costas. 

ítem  pido  é  suplico  á  V.  A.,  pues  mi  parte  tiene  ofrescidas  fian- 
zas, que  le  mande  alzar  la  carceleria  y  desembargar  sus  bienes, 
corno  tiene  pedido,  para  lo  cual  vuestro  real  oficio  imploro. — 
HerJiando  de  Puebla. 

En  Madrid,  a  veinte  é  siete  de  Julio  de  mili  é  quinientos  cua- 
re  ota  años,  la  presentó  Alonso  de  Sant  Johan,  en  nombre  de  don 
Alonso  Enriquez,  juntamente  con  las  escripturas  en  ella  conte- 
nidas. 

Los  señores  del  Consejo  mandaron  dar  traslado  de  todo  al  fis- 
cal, y  que  dentro  de  tercero  dia  responda  y  concluya. 

Este  dicho  dia  lo  notifiqué  al  licenciado  Villalobos,  fiscal  de  S. 
M.  en  su  persona. — (Hay  una  rubrica.) 

Presentada  en  Madrid,  á  27  de  Julio  de  1540.  La  presentó  Alón- 

^^  di^  Sant  Juan  en  nombre  de  don  Alonso  Enriquez. 

S  .    G.  C  M. — Ya  V.  M.  sabrá,  como  por  parte  del  adelantado 

dor^    Diego  de  Almagro,  (en  gloria  sea)  ha  habido  en  estos  reinos, 

Gsj^^cial mente  en  esta  cibdad,   diferencias  y  escándalos;   por  lo 

cuei.1  el  gobernador  don  Francisco  Pizarro,  de  parle  de  V.  M.  me 

moLTidó  aceptase  el  cargo  de  su  Teniente  General,  é  yo  ansí  lo 

Viize,  y  hecho  en  ello  lo  que  he  podido  en  servicio  de  Dios  é  de 

V-   M.,  é  creo  que  fué  menester  aceptallo  é  usallo,  segund  hallé 

\as  cosas,  é  mediante  la  voluntad  de  Dios,  y  la  gana  que  yo  tengo 

d©  acertar  en  servicio  de  V.  M.  las  dejaré,  y  porque  esta  no  es 

para  mas  de  para  lo  que  toca  á  don  Alonso  Enriquez  de  Guzman, 


484 


COLECaON  DE  DOCUMENTOS 


onballero  de  la  Ordfin  de  Sfintinp:o  rriarlo  de  V*  M.  hizo  en  lo 
demas^  y  diciendo  lo  que  hace  al  caso,  digo  que  es  verdad  que 
aquí  trujo  Hernando  de  Caballos,  procurador  del  marques  don 
Francisco  Piíarro,  una  provisión  real  do  V.  M.  que  hablaba  con  ^ 
el  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  mandándole  que  salies< 
luego  deslacibdad  por  muchas  cosas:  é  una  de  ellas  era  que  poi 
cuanlo  dan  Alonso  Enriquez  de  Guzman  y  el  licenciado  Prado 
yendo  por  mensageros  de  Hernando  Pizarro  á  él,  segund  habiar 
hecho  relación  a  V.  M.,  haciéndolo  como  debian,  en  lugar  d 
hacer  lo  que  Hernando  Pizarro  les  encargaba,  entregaran  es 
cibdad  al  adelanUido,  la  cual  provisión  se  apregonó  en  esta  cit::::] 
dad  é  dello  se  afrentó  don  Alonso,  é  me  requirió  que  por  cuani 
el  no  había  sido  tal  raensagero,  hiciese  información  sobre  ell<^ 
sobre  lo  que  mas  habia  servido  á  V.  ¡VÍ*  y  porque  él  lleva  olr^^ 
probanzas  sobre  ello,  fechas  ante  mí  é  ante  otros  jueces,  antcti 
que  viniese  esta  provisión,  lo  que  por  esto  hallase,  lo  escribiese  é 
certificase  á  V.  M,  y  lo  que  he  hallado  por  el  juramento  de  h^ 
testigos,  que  son  los  que  á  mi  parecer  lo  podrían  saber  y  lo  que 
yo  he  visto  y  puedo  certificar  á  V.  M.  es  que  don  Alonso  no  fue  tal 
raensagero,  é  que  creo  quel  que  informó  á  V.  M.  se  erró,  que  por 
decir  Alonso  Riquelme,  dijo  don  Alonso;  porque  el  licenciada 
Prado  é  Alonso  Riquelme  fueron  los  mensageros,  los  cuales  creo 
yo  que  no  hicieron  cosa  que  no  debieron,  e  ansiraismo  don 
Alonso  Enriquez  fué  medianero  entre  los  gobernadores  é  trabajó 
de  los  concertar^  como  pluguiera  á  Dios  que  ellos  hicieran  lo^ 
que  él  les  aconsejaba,  aventurando  su  persona  ó  hacienda  por 
ello,  é  ansimismo  se  halló  en  esta  cibdad  dende  que  los  naturdB^ 
se  alzaron,  hasta  que  se  apaciguo,  é  fué  maese  de  campo  é  capi- 
tán, é  lo  hizo,  como  buen  caballero  é  servidor  de  V,  M.,  parlo 
cual  no  ha  habido  premio  ni  repartimiento  alguno  de  indios  pn 
la  tierra,  y  si  V.  M.  íe  mandara  agora  llamarle  gobernador  en 
nombre  de  V.  M.,  le  encargara  cargos  é  diera  repartimientos  de 
indios,  conforme  á  la  calidad  de  su  persona  é  servicios,  lo  eaal 
todo  tiene  articulado  é  probado,  é  yo  demás  de  dar  fé  dello  com^ 
juez,  lo  certifico  a  V,  M.  como  testigo,  á  mí  por  lo  que  tocaá 
que  debo  A  la  real  conciencia  é  servicio  de  V-  M.,  porque,  co 
digo»  me  inquirió  con  estas  palabras,  como  por  lo  que  toca  á  la 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS  185 

honra  é  descargo  de  don  Alonso,  pues  no  es  razón  que  padezca 
^  sin  culpa,  ni  que  V.  M.  deje  de  restauralle  su  honra,  y  con  otras 
mercedes  pagalle  sus  servicios,  como  Vuestra  Magostad  Sagrada 
acostumbra  é  suele  hacer  con  los  que  le  sirven,  especialmente 
tan  bien  como  él,  que  en  verdad,  por  la  verdad  que  debo  á  V.  M., 
es  lo  que  digo.  Nuestro  Señor  la  Sacra,  Cesárea,  Católica  Magos- 
tad de  vuestra  Real  persona,  guarde  é  prospere  con  acrecenta- 
miento de  muchos  mas  reynos  ó  señoríos.  Desta  cibdad  del  Cuzco 
último  de  Hebrero  de  mili  é  quinientos  é  treinta  é  nueve  años 
De  V.  S.  C.  C.  Mag.  su  muy  humilísimo  vasallo  ó  criado  que  sus 
muy  reales  pies  é  manos  besa. — El  Licenciado  de  la  Gama. 

El  Rey. — Nuestro  Presidente  y  Oidores  de  la  nuestra  Audiencia 
é  Chancillería  Real  de  la  Nueva  Spaña;  el  capitán  don  Alonso 
Fnriquezde  Guzman,  caballero  de  la  orden  de  Santiago  y  gentil 
hombre  de  nuestra  Casa,  nos  ha  servido  mucho  en  estas  partes 
con  cargos,  y  en  otras  cosas,  y  con  deseo  de  continuar  esto,  so 
va  á  esa  tierra,  por  cuyo  respecto  tengo  voluntad  de  le  mandar 
favorecer  y  hacer  merced:  Por  ende  yo  vos  mando  y  encargo  mu- 
cho que  así  en  el  repartimiento  y  encomienda  que  se  bebiere  de 
hacer  de  los  indios  desa  tierra,  como  en  todo  lo  demás  que  le  to- 
care, le  hayáis  por  recomendado  y  le  ayudéis  é  favorezcáis  como 
á  criado  de  nuestra  Casa,  y  ofreciéndose  cosas  é  cargos  de  nues- 
tro servicio,  conforme  á  la  calidad  de  su  persona,  se  los  enco- 
oaendeis,  en  que  nos  pueda  servir  y  ser  de  provecho,  que  en  ello 
seré  servido.  De  Toledo,  a  doce  días  del  mes  de  Hebrero  de  mili 
é  qu i nientos  é  veinte  é  nueve  años. — Yo  el  Rey. — Por  mandado 
des.    M.— Francisco  de  los  Cobos. 

En  Madrid,  a  27  de  Julio  de  1540,  la  presentó  Alonso  de  Sant 
Juan  en  nombre  de  don  Alonso  Enriquez. 

S-  ce.  M. — En  estos  vuestros  Reinos  me  fué  dada  una  provi- 
sión, real  de  V.  M.  mandándome  por  ella  que  luego  enviase  á  don 
Alonso  Enriquez  á  presentarse  en  vuestra  Real  Corte,  dando  pri- 
mero fianzas  que  ansi  lo  cumplirá,  ó  en  defeto  dellas,  fuese  preso, 
ési  esta  provisión  se  dio  por  cosas  que  allá  subcedieron,  teniendo 
reapeto  á  aquel  tiempo  que  don  Alonso  en  esta  tierra  estaba,  era 
í0as  servicio  de  V.  M.  detenerle  que  enviarle,  me  sobreseí  en  la 


r 

frr. 


V 


*  ^3S6 


COLFXCION  DE  DOCU^IKNTOS 


^ 


pjecucioD,  porquo  fué  tif'tnpo  que  los  nnfomles  se  habían  alzado 
con  la  tierra,  é  los  cristianos  estaban  en  la  píbdad  del  Cuzco  cer- 
cados, donde  él  al  presente  residía  en  compañía  de  Hernando  Piza- 
rro,  mi  liermaiio,  con  cargos  de  que  V.  M.  recibía  servicio,  y  ansi 
lo  mostró  en  aquella  jornadíi,  y  si  la  provisión  se  proveyó  poc 
información  alguna  que  de  acá  fuese,  ó  sospecha  que  alia  se  tuvo  , 
sé  decir  á  V.  M.  que  no  hubo  ocasión  ninguna  para  ello;  porqu 
ansi  en  el  levantamienlü  de  la  tierra,  como  en  las  alteración^ 
della^  dell  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  siempre  encamirx 
lo  que  á  vuestro  real  servicio  se  debía,  y  como  se  haya  conocido  es  \^ 
del,  de  mí  parte  ha  sido  favorecido,  é  como  criado  de  V,  M.  bi^jp 
tratado.  He  dado  esta  relación,  por  dos  cosas;   la  una,  para  qu^ 
V.  M.  conozca  que  si  he  puesto  dilación  en  la  ejecución  de  vues- 
tra  real  cédula,  fué  por  justas  causas,  como  tengo  escripto;  y  la 
otra,  para  que  se  conozca  que  las  culpas  que  del  se  sospechabau, 
han  redundado  en  méritos,  los  cuales  obligan  á  V.  M»  lo  haga 
mercedes;  y  si  en  los  repartimientos  de  la  tierra  sobreseí,  oque 
no  le  alcancé  parto,  fué  por  cumplir  el  mandamiento  de  V.  M.  E 
para  efeto  desto  se  tomaron  por  fiadores  los  servicios  que  os  lia 
hecho  que  a  causa  de  no  perdellos,  sé  yo  que  parecerá  en  pre- 
sencia de  V,  M.  Nuestro  Señor  por  muelius  tiempos  guarde  su 
sagrada  persona  é  para  reparo  del  Llniversíi  lo  ponga  lodo  por  su 
real  poder.  Fecha  en  esta  gran  ciudad  del  Cu/.co,  á  15  de  Noviem- 
bre de  1538  años,— De  V.  C  S.  C»  C.  M.,  muy  humill  criado  y 
vasallo  que  vuestros  sagrados  pies  y  manos  besa. — Don  Frandsc(í 
Pi  zorro. 

En  Madrid,  d  27  de  Julio  de  1540  la  presentó  Alonso  de  Saal 
Johan  en  nombre  de  don  Alonso  Enriquez. 

En  la  cibdad  del  Cuzco  déla  Nueva  Castilla,  llamada  Perú,  veía- 
le é  siete  días  del  mes  de  Setiembre,  año  del  nascimiento  de 
Nuestro  Salvador  Jesucristo,  de  mili  ó  quinientos  é  treinta  é  ocho 
años,  antel  muy  magnífico  señor  don  Francisco  Pizarro,  adelan- 
tado, gobernador  é  capitán  general  en  estos  reinos  por  S.  M.,  y 
en  presencia  de  mí  Alonso  de  Luque,  escribano  deS.  M*  é  públi- 
co desta  dicha  cilidad,  y  escribano  del  juzgado  de  la  gobernaei 
del  dicho  señor  gobernador  é  de  los   testigos  yuso  seriplos,  pa 
ció  presente  don  Alonso  Enriquez  de  Guzman,  é  presentó  ua 


á^üy^ 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS 


187 


pedimienlo,  é  con  él  jiintamonto  un  interrogatoi  i...   ,  a 
,  tenar  del  cual,  uno  en  pos  de  otro,  es  este  que  se  sigue* 
pMuy  magnífico  señor:  Don  Alonso  Enriquez  de  Guzman,  caba- 
ilero  de  la  Orden  de  Santiago,  parezco  ante  Vuestra  Señoría^  é  Ib 
^r:  que  yo  ha  tres  anos  que  resido  en  estacibdad,  y  me 
t  en  el  cerco  {$k)  y  coreo  quo  sobrella  han  hecho  los  indios 
iturales  desla  tierra,  y  en  las  guerras  que  se  les  han  hecho  en 
^lacibdad  y  comarca,  con  cargo  de  maestre  de  campo  y  de  capi- 
as coma  á  V.  S.  es  notorio,  é  yo  tengo  probado  en  dos  proban- 
»qtte  he  hecho  ad  perpetuam  rei  menioriam  ante  los  alcaldes 
lioarios  desta  cibdadj  que  son:  el  capitán  Graviol  de  Rojas, 
pcaMe  que  fué  el  año  pasado,  é  Diego  Rodríguez  de  Figueroa, 
Qiíal  presente  es,  é  ansimesmo  cómo  entre  las  diferencias  de 
ra  Señoría  yol  gobernador  don  Diego  de  Almagro,  (questé 
pria),  no  he  sido  culpado,  la  cual  probanza  póstera  que  hice 
tilél  alcalde  Diego  Rodríguez,  en  que  pruebo  ambas  cosas,  pasó 
alcl  presente  escribano  Alonso  de  Luque,  escribano  público  des- 
iCibdad,  é  del  juzgado  de  Vuestra  Señoría,  é  porque  para  mas 
ustiOcar  mi  cabsa,  é  que  S.  M.  mas  claramente  vea  mis  discul- 
pas, si  alguüos  me  las  han  dado  con  mala  voluntad,  é  para  desen- 
añará  S.  M*,  é  que  en  lugar  de  me  hacer  mercedes,  pues  las  me- 
co, no  me  haga  daño,  é  por  ser  cosa  conveniente  a  su  real 
onciencia  é  á  su  honra,  faltan  dos  ó  tres  preguntas,  de  como  es- 
Dfbéen  el  rio  de  Abancay  que  no  siguiese  la  viloria  el  adelanta- 
>doa  Diego  de  Almagro  y  en  Guaitará  le  aconsejó  se  justificase 
oa  Vuestra  Señoría  en  mirar  si  había  estado  en  lo  pasado,  é  co- 
muchas  veces  requerí  á  los  ofioiales  de  S.  M.  entendiesen  en 
ipactis  entre  Vuestra  Señoría  é  la  suya,  é  le  aconsejasen  que  si 
bese  menester  se  retirase  hasta  Chile,  porque  V,  S.  estaba  en  la 
Dsesion  desla  gobernación,  é  S.  M.  le  hacia  merced  de  lo  pobla- 
ré conquistado,  é  si  algima  justicia  tenía,  era  mejor  lomarla  por 
ino  do  S.  M*  que  no  por  la  suya,  é  porqueste  día   pasado  se 
firegonó  una  provisión  real  que  S,   Mag.  manda  que  ninguna 
robanza  se  haga  sin  que  Vuestra  Señoría  la  sepa.  Suplico  á  V.  S,, 
bi  utH'esario  es,  requiero,  mande  lomar  esta,  ó  remitirla  á  su  lu- 
^r-teniente,  ó  á  cualquiera  de  los  alcaldes^  para  lo  cual  encargo 
Vuestra  Señoría  su  conciencia  y  el  real  servicio  de  S.  M.  é  lo 


ALMAGRO  Y  SCS  COMPAÑEROS 


189 


rosé  de  S,  M,^  é  deseoso  de  la  paz,  é  de  su  secretnrio  Ilernfindo 
Soso,  escribano  de  S.  M.  ó  persona  que  siempre  dio  buen  con- 
ejo al  dicho  gobernador,  é  le  dije  que  debía  Su  Señoría  mirar  lo 
que  hacia  é  juntar  á  los  oficiales  de  S.  M,  é  letrados  ó  capitanes 
le  allí  tenia,  é  ansi  en  lo  pasado,  como  en  lo  presente,  como  en 
ífvenir,  les  pidiese  consejo  para  enmendarse,  si  en  algo  había 
io  y  en  lo  porv^uiir  remediase,  pues  haciéndolo  así,  serviria  á 
SaMag.  é  justificábase  mas,  y  el  dicho  gobernador  mo  respondió 
líele  parescia  muy  bien,  é  que  yo  los  juntase  á  todos,  ó  hiciese 
dicho  requerimiento  de  su  parte»  ó  ansí  lo  hize  en  lo  uno  y  en 
olro:  digan  é  declaren  lo  que  cerca  deslo  saben» 

6*  ítem  si  saben,  etc.,  que  muchas  veces  requerí  á  los  ollciales 

í  S.  Mag-  que  fuesen  en  poner  paz,  ó  me  ofrecí  a  ir  con  ellos,  ó 

(lie aconsejasen  a  don  Diego  de  Almagro,  que,  si  menester  fuese, 

[fe  retirase  hasta  Arequipa  por  servir  ó  S»  M.  Digan  lo  que  cerca 

Bto  saben. 

6,  liera  si  saben,  etc.,  que  yo  el  dicho  don  Alunso,  ha  tros  años 
aestoy  en  esta  cibdad,  sirviendo  á  S.  M.,  é  así  lo  han  oído  decir, 
specialmente  en  el  cerco  é  guerra  que  hicieron  los  naturales  in- 
liosenella,  ó  fuí  maestre  de  campo»  é  capitán  é  parte  para  de- 
bdella.  Digan  lo  que  saben. 

7.  ítem  si  saben,  etc.,  que  como  hombre  deseoso  de  la  paz,  el 
¡}icho  gobernador  don  Diego  de  Almagro  me  inviaba  á  hacella 

on  el  gobernador  don  Francisco  Pizarro,  é  como  tal  fuí  elegido 
id  dicho  don  Alonso  Enriquez,  é  Diego  Nuñez  de  Mercado  por 
eees  por  parte  del  dicho  don  Diego  de  Almagro  pura  efotuar  la 
!é  señalarlos  límites  de  las  gobernaciones,  é  hasta  que  juez 
upe  tente  viniese  de  S,  M*,  é  para  que  pusiese  otros  dos  el  señor 
obernador  don  Francisco  Pizarro  de  su  parte* 

[8.  ítem  si  saben,  etc.,  que  yo  el  dicho  don  Alonso  Enriquez, 
'justicia  no  he  hecho  ni  acusado  para  que  azoten  ni  ahorquen 
ainguno;  antes,  como  caballero,  rogado  no  se  haga  é  general- 
Dote  en  todas  la  cosas  no  he  hecho  mal  ni  daño^  ni  afrenta  á 
líe,  é  que  si  alguno  lo  imputa  de  lo  susodicho,  es  falsedad,  por 
italle  abtoridad  é  crédito  é  hacer  placer  a  alguno,  que  le  quiera 


\m 


COLECCIÓN   DE  DOCUMENTOS 


9,  ítem  sea  pregontado  á  Juan  de  Tnruégano,  veedor 
é  él  solamente,  si  es  verdad  questandn  yo  el  dicho  don  Alona 
en  Vilcas,  quebrado  un  brazo,  y  el  dicho  gobernador  don  Dieg 
de  Almagro  tres  leguas  de  allí  curándose  de  otra  enfermedad 
par  de  muerte;  yendo  el  dielio  veedor  á  le  visitar  al  dicho  ga 
bernador  le  dijo  el  dicho  don  Alonso:  Decilde  &  S.  S.  que  mir 
que  son  aldabadas  que  Dios  le  dá  a  la  puerta  de  sü  vida  é  con 
ciencia,  por  el  juramento  que  hizo  con  el  gobernador  don  Frar: 
cisco  Pizarro,  en  que  partió  la  costa  y  va  ahora  contra  ello:  qa 
paresce  que  debo  de  haber  temor  n  Dios;  é  aunque  pierda  njueh 
de  lo  deslo  mundo^  teniendo  respeto  al  do  la  gloria  sin  fin,  vengan 
luego  a  ponello  en   sus  manos  del  dicho  gobernador  don  Fra; 
cisco  Pizarro»  é  si  viniere,  viviní  mas  descansado;  é  si  muriei 
quedará  mejor  librado  su  hijo,  é  mas  bien  parada  su  alma, 
mas  servido  S.  M. 

10.  ítem  si  saben,  cICm  que  todo  lo  susodicho  es  pública 
Tama, 

El  dicho  escripto  é  interrogatorio  así  presentado  en  la  man< 
que  dicha  es,  el  dicho  señor  gobernador  dijo:  que  por  cua 
él  está  ocupado  en  cosas  cumplideras  al  servicio  de  S.  M* 
puede  entender  en  la  dicha  probanza^  por  tanto»  que  com 
cometió  esta  cabsa  al  licenciado  Antonio  de  la  Gama»  su  teniení 
general,  para  quél  haga  en  el  caso  lo  que  con  justicia  se  debe  fia 
cer,  siendo  testigos  Gómez  Tordoya,  é  Alonso  Monjarres,  é  Diegí 
de  Guniel  estantes  en  esla  diclia  cihdad. 

E  después  desto,  en  este  dicho  dia,  mes  é  año  susodichos  antft 
magnífico  señor  licenciado  Antonio  de  la  Gama,  teniente  genera 
en  lodo  esta  gobernación,  y  en  presencia  de  mí  el  dicho  do( 
Alonso  Enriquez,  é  dijo:  que  por  cuaíüo  el  ha  presentado  cierta 
pedimiento  aniel  señor  gobernador  don  t>ancisco  Pizarro,  par 
hacer  cierta  probanza  que  le  conviene  hacer  é  que  S.  S.  lo  h 
remitido  á  S.  Md;  por  tanto,  que  le  pedia  é  pidió  tome  esta  cabí 
en  el  estado  en  questá,  é  quél  está  presto  de  presentar  los  te 
tigos  de  quél  entiende  aprovechar  para  la  hacer,  é  pidió 
cia,  etc. 

E  luego  el  dicho  señor  teniente  dijo:  que  tomaba  é  lomó 
cha  cabsa  en  el  tanto»  cuanto  hi\  lugar  de  derecho,  é  no 


IGRO  Y  SUS  COMPANEROS 


191 


iíende,  y  mandaba  é  mandó  al  dicho  don  Alonso  Enriqucz  de 

Siizman  que  traiga  los  testigos  de  que  se  entiende  aprovechar  ó 

|uél  está  presto  de  los  recebir,  é  de  le  hacer  justicia. 

E  luego  esle  dicho  dia,  raes  é  año  susodichos  antel  dicho  señor 

inte  y  en  presencia  de  mí  el  dicho  escribano,  parosció  pre 

|dicho  don  Alonso  Kiiriquez,  é  para  prueba  de  su  inten- 

^resenlü  por  Instigo  al  tesorero  Manuel  Dospinar,  tesorero 

S.  M*,  é  al  comMdador  Cristóbal  de  Vega  é  a  Juan  Rodríguez 

drragan,  é  al  arcediano  Rodrigo  Pérez,  de  los  cuales,  ó  de  cada 

linodellos,  el  dicho  señor  teniente  tomó  é  reseibíó  juramento  en 

orma  debida  de  derecho,   por  Dios  ó  por  Santa  María  é  por  la 

eúal  de  la  cruz,  á  tal  como  esta  f  en  que  corporalmenle  cada 

unodellos  puso  su  mano  derecha,  so  cargo  del  cual  prometieron 

ie  decir  verdad  de  lo  que  supiesen  é  les  fuese  preguntado,  é  al 

ünal  ó  conclusión  del  dicho  juramento,  cada  uno  de  ellos  dijo:  si, 

juro,  é  amen» 

E  después  de  lo  susodicho,  en  veinte  ó  ocho  días  del  dicho  mes 

!  Setiembre  é  del  dicho  año  de  mili  é  quinientos  é  treinta  é  ocho 

^Dos,  antei  dicho  señor  teniente,  y  en^presencia  de  mí  el  dicho 

cribano,  parosció  el  díclio  don  Alonso  línriquez  é  presentó  por 

í^ligo  á  Juan  de  (luzman,  contador  de  S,  M.,  é  ¡i  Juan  de  Torué- 

BHü,  veedor  de  S.   M.,  ó  al  capitán  Francisco  de  Chaves,  é  á 

8¡©go  Méndez,  vecino  desta  dicha  cíbdad,  de  los  cuales,   é  de 

uno  dellos,  el   dicho  señor  teniente  tomó  é  reseibió  jura- 

iiento  en  forma  debida  de  dereclio,  segund  desuso,  so  cargo  del 

fcual  prometieron  de  decir  verdad  de  lo  que  supiesen  é  les  fuese 

pguntado,  é  al  fin  é  conclusión  del  dicho  jurameuio  dijeron:  sí, 

uro,  é  amen, 

E  después  de  lo  susodicho  eii  treinta  dias  del  dicho  mes  de  Se- 
Bmbre  é  del  dicho  año,  antel  dicho  señor  teniente  é  en  presen- 
de  miel  dicho  escribano,  paresció  presente  el  dicho  don  Alon- 
Enriquez,  é  presentó  por  testigo  al  licenciado  Guerrero^  é  á 
¡lego  de  Biedma,  de  los  cuales  é  cada  uno  de  ellos,  el  dicho  señor 
líente  tomó  é  rcscíbió  juramento  en  Turma  debida  de  derecho, 
jünd  desuso,  so  cargo  del  cual  prometieron  de  decir  verdad, 
li  fin  é  conclusiiin  del  dicho  juramento  dijeron:  sí,  juro,  é 
len. 


192 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


E  lo  que  los  dichos  testigos  é  cada  uqo  dellos  por  sí,  secreta 
apartadamente,  dijo  e  depuso  en  sus  dichos  é  depusiciones»  e§  1 
siguiente: 

Testigo. — El  dicho  Manuel  Despinar,  tesorero  de  S.  M.»  tesü^ 
presentado  por  el  dicho  don  Alonso  Enriquez  de  Guzman,  d« 
pues  de  Iiaber  jurado  segund  derecho  é  siendo  preguntado  por 
tenor  del  dicho  interrogatorio»  dijo  lo  siguiente: 

4.  A  la  primera  pregunta  dijo:  que  conosce  al  dicho  don  AloQ-^ 
so  Enriquez  de  Guzman  de  doce  años  á  esta  parte,  poco  mas  á 
menos, 

2.  A  la  segunda  pregunta  dijo:  queí?le  testigo  no  se  haüuuqm 
cuando  el  dicho  gobernador  don  Diego  de  Almagro  vino  de  la  di- 
cha provincia  de  Chile,  pero  después  lo  oyó  este  testigo  decir  £ 
muchas  personas  todo  lo  contenido  en  la  pregunta  que  será  así  lo- 
do  como  en  ella  se  contiene^  de  los  cuales  nombres  de  las  dicha.:^ 
personas  no  se  acuerda,  é  que  sabe  quel  dicho  gobernador  don. 
Diego  de  Almagro  fué  rescibido  por  tal  gobernador,  por  quesld 
testigo  ha  visto  la  fée  dello  del  escribano  del  cabildo  desl» 
cibdad, 

3.  A  la  tercera  pregunta  dijo:  que  como  dicho  tiene,  este  tes- 
tigo no  se  halló  es  esta  cibdad  al  tiempo  que  la  pregunta  dice, 
mas  de  que  después  de  venido  á  donde  el  dicho  adelantado  esta- 
ba, oyó  decir  lo  contenido  en  la  pregunta  á  muchas  personas  de 
las  que  con  el  dicho  don  Alonso  fueron  por  mensageros  al  dicho 
Alonso  de  Al  varado  é  a  otras  muchas  ser  é  pasar  así  lodo  hi  que 
la  pregunta  dice,  de  los  nombres  de  los  cuales  se  acuerda  qu<? 
son;  el  contador  Juan  de  Guzman,  é  fator  Diego  de  Mercado,  y 
el  licenciado  Prado,  é  Diego  de  Alvarado  é  á  otras  muchas  per^ 
sonas,  escebto  lo  que  dice  que  estorbó  ni  dicho  adelantado  do 
seguir  la  Vitoria,  cuando  desbarató  al  dicho  cnpitan  Alonso  de 
Alvarado,  no  se  acuerda  habello  oído  decir,  mas  de  que  siempre 
aconsejó  al  dicho  adelantado  aquello  que  al  servicio  de  S.  M.  con- 
venia, 

4.  A  la  coarta  pregunta  dijo:  que  lo  que  della  sabe  es,  qu( 
tando  en  el  dicbo  pueblo  de  Guaytaríi  el  dicho  gobernador  ma¡ 
á  este  testigo  é  á  los  demás  oñcinles  de  S.  M.  para  que  se  ]i 
tasen  á  hacer  lo  contenido  en  la  pregunta,  y  este  testigo  é 


riü 


ALMAGRO   Y   SUS   COMPANEROS 


493 


Bmas  oficiales  é  capitnnes  6  caballeros  que  la  pregunta  dice^  se 
|inlaroii  é  dieron  su  pnresceríil  dicho  adelantado  de  lo  que  debía 

hacer,  é  lo  alcanzaron  que  mas  convenia  al  servicio  de  S,  M, 
pnra  evitar  el  diclio  rompimiento  como  se  efetuó,  viniéndose 
Idioho  adelanlado  eun  toda  su  gente  dende  el  dicho  asiento  de 
iiaytam^  retrayéndose  hasta  esta  dicha  cibdad,  ó  ansimisrao  le 
)n3ejarün  al  dicho  gobernador  inviase  á  conquistar  el  Ynga^ 
íñor natural  que  andaba  alzado,  é  lo  tríijeseal  servicio  deS,  M., 
orque  aquello  óralo  que  mas  convenia  a  su  real  servicio,  y  el 
Seho  gobernador  lo  pusiera  luego  por  la  obra  por  el  consejo  de 

susodichos,  sino  porque  lf»uia  los  enemigos  tan  cercanos,  que 
"hü  le  dieron  lugar  para  lo  efeluar,  porque  lo  vinieron  siguiendo 
hasta  esta  dicha  cilidad,  donde  se  cfetuó  el  dicho  rompimiento,  é 
jüocree  este  testigo  que  por  consejo  del  dicho  don  Alonso  el  di- 
Ijo  gobernador  mandó  juntar  á  esto  testigo  é  a  los  demás  oficia- 
es  é  caballeros,  porque  siempre  este  testigo  oia  quel  dicho  don 
Jorir^o  daba  buenos  consejos  al  dicho  gobernador,  procurando 
^empre  hi  paz  por  evitar  el  dicho  rompimiento. 
;5.  A  la  quinta  pregunta  dijo:  que  lo  que  sabe  della  es  que  mu- 
baa  veces  el  dicho  don  Alonso  Knriquez  lo  dijo  á  este  testigo  é  á 
[vadéalas  oficiales  de  S.  M.  que  fuesen  al  Real  del  dicho  gober- 
atlordon  Francisco  Pizarro  á  entender  en   las  dichas  paces,  é 
«este  testigo  le  dijo  mnehfis  veces  quél  estaba  presto  é  aparejado 

ir,  si  los  demás  oficiales  le  ayudasen,  porque  solo  no  podía 
atender  en  ello,  por  estar  la  tierra  de  guerra,  é  algunas  veces  le 
pjoál  dicho  don  Alonso  que  fuesen  entrambos,  y  él  le  respondió 
¡üel  dicho  gobernador  no  le  daría  licencia,  é  que  sin  embargo  de 
piarla  tierra  como  estaba,  estuvo  este  testigo  para  ir  despachado 

Idicho  gobernador  don  Diego  de  Al mngro  por  dos  veces,  é   la 
üíi  V(^2  dejó  de  ir  purque  acordó  de  inviar  al  dicho  contador  Juan 

Guzman,  é  la  otra  vez  dejt)  de  ir  porque  íidolosci*)  un  dia  antes 
5 BU  partida  por  questuvo  muy  malo,  para  morir,  é  por  su  enfcr- 
kdftd  fué  el  dicho  Juan  deGuzmau,  é  que  ansimismo  el  dicho 
^íi  Alonso  les  dijo  á  este  testigo  é  ú  los  demás  oficiales  algunas 
ees  que  aconsejasen  al  dicho  gobernador  lo  deraas  en  la  pre- 
mia contenido,  é  que  pusiese  esta  cibdad  en  tercería^  é  quellos 

lo  aconsejaron,  é  quel  dicho  gobernador  les  respondía  que 


i9í  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

cómo  habia  de  dejar  lo  que  S.  M.  le  había  dado;  que  aun  quél  lo 
quisiese  hacer,  sus  capitanes  é  caballeros  no  se  lo  consintirian. 

6.  A  la  sesta  pregunta  dijo:  queste  testigo  oyó  decir  todo  lo 
contenido  en  la  pregunta  en  esta  dicha  cibdad  públicamente  á 
muchas  personas,  de  cuyos  nombres  no  se  acuerda. 

7.  A  la  setena  pregunta  dijo:  que  la  sabe  como  en  ella  se  con- 
tiene; preguntado  cómo  la  sabe,  dijo:  que  por  queste  testigo  fué 
uno  de  los  elegidos  por  el  dicho  gobernador  don  Diego  de  Alma- 
gro para  entender  en  las  paces  é  conciertos,  é  vido  ser  é  pasar 
así  todo  lo  que  la  pregunta  dice  é  declara  y  este  testigo  volvió  con 
el  dicho  contador  Juan  de  Guzmon  a  donde  el  dicho  don  Diego 
de  Almagro  estaba,  para  confirmar  los  poderes  que  del  llevaban, 
para  que  fuesen  mas  bastantes  para  elegir  los  dichos  dos  jueces 
que  la  pregunta  dice,  y  este  testigo  volvió  adonde  el  dicho  gober- 
nador don  Francisco  Pizarro  estaba  con  los  poderes  bastantes  para 
elegir  los  dichos  jueces  y  entender  en  los  dichos  medios  é  paces, 
como  se  hicieron. 

8.  A  la  otava  pregunta  dijo:  que  nunca  este  testigo  ha  visto 
ni  ha  oido  decir  quel  dicho  don  Alonso  Enriquez  haya  acusado  n^ 
sido  parte  para  que  castiguen  ¿i  ninguno  por  justicia,  antes  siem- 
pre le  ha  visto  rogar  por  todos,  como  cualquier  caballero  debe 
hacer;  é  que  si  alguno  publica  al  contrario,  cree  este  testigo  ques 
por  le  querer  mal  ó  odio  que  le  tenga. 

10.  A  la  décima  pregunta  dijo:  que  dice  lo  que  dicho  tiene,  f 
en  ello  se  afirma  para  el  juramento  que  hizo,  é  firmólo  de  su 
nombre. — Tesorero  Manuel  Despinar, 

Testigo. — El  dicho  arcediano  Rodrigo  Pérez,  clérigo  presbítero, 
testigo  presentado  por  el  dicho  don  Alonso  Enriquez,  después  de 
haber  jurado  según  derecho,  é  siendo  preguntado  por  el  tenordel 
dicho  interrogatorio,  dijo  lo  siguiente: 

1.  A  la  primera  pregunta  dijo:  que  conoce  al  dicho  don  Alonso 
Enriquez  de  ano  y  medio  <i  esta  parte  poco  mas  ó  menos. 

2.  A  la  segunda  pregunta  dij  >:  queste  testigo  vino  de  la  provin- 
cia de  Chile  con  el  dicho  gobernador  don  Diego  de  Almagro,  ó 
vido  como  estaba  en  esta  dicha  cibdad  el  dicho  don  Alonso  Eari- 
quez,  é  cree  este  testigo  que  seria  así  lo  demás  que  la  pregunta  1 


ALMAGRO   Y  SUS   COMPANEROS 


195 


be»  por  ser  como  es  el  dicho  don  Alonso  caballero,  é  que  en  todo 
_haria  lo  que  conviniese  al  servicio  de  S.  M. 

A  la  tercera  pregunta  dijo:  que  sabe  é  vido  este  testigo  que 
Jcfspues  de  ser  recibido  el  dicho  gobernador  don  Diego  de  Alma- 
gro on  osla  dicha  cibdad,  envió  al  diclio  don  Alonso  Enriquez  con 
loá  oficiales  de  S.  M.  é  otros  caballeros  por  mensageros  al  dicho 
Alonso  de  Alvarado  á  le  requerir  con  una  provisión  de  S.  M.  é 
aconsejarlo  lo  que  á  su  servicio  convonia,  y  el  dicho  Alonso  de 
Ah'nrado  prendió  al  dicho  don  Alonso  é  a  los  deraas  mensageros, 
é  después  vido  este  testigo  cómo  el  dicho  adelantado  fué  sobre  el 
dicho  capitán  Alonso  de  Alvarado  é  lo  desbarató,  é  soltó  los  dichos 
liensageros,  é  que  al  dicho  desbarato  no  fué  allá,  porque  se  vol- 
ftódel  camino,  malo,  é  que  vido  quel  dicho  gobernadora  su  gente 
»Yolvieron  a  esta  cibdad,  de  donde  el  dicho  capitán  estaba, 
[L  A  la  cuarta  pregunta  dijo:  que  la  sabe  como  en  ella  se  con- 
Bna;  preguntado  cómo  la  sabe,  dijo:  que  por  queste  testigo  es  el 
ficho  arcediano  Rodrigo  Pérez,  contenido  en  la  pregunta,  ó  por 
»ré  pasar  así  todo  In  que  la  pregunta  dice  ó  declara. 
^5.  A  la  quinta  pregunta  dijo;  que  lo  que  sabe  della  es  queste 
«ligo  veia  quel  dicho  don  Alonso  procuraba  por  todas  las  vías  é 
añeras  que  podia  las  dichas  paces  y  escusar  que  no  obiese  rom- 
pimiento, é  que  muchas  veces  le  aconsejo  al  dicho  gobernador 
ílaticando  el  dicho  don  Alonso  é  oíros  caballeros  con  el  dicho 
obernador  que  se  retirase  hacia  esta  cibdod  por  evitar  el  dicho 
DDipimiento  y  que  en  ello  servirla  a  Su  Mageslad. 
6.  A  la  sesta  pregunta  dijo:  queste  testigo  oyó  decir  después  de 
ínido  lí  esta  cibdad  quel  dicho  don  Alonso  Enriquez  se  halló  en 
pen  la  defensa  de  los  indios  cuando  la  tenian  cercada,  é  que  lo 
émas  no  sabe. 

h  A  la  sétima  pregunta  dijo:  que  lo  que  sabe  della  es  quel  di- 
do  don  Alonso  Enriquez  estando  en  el  pueblo  de  los  Xoris  el  dicho 
delantado  juntó  allí  ciertos  caballeros,  é  á  este  testigo  con  ellos, 
íque  se  platicó  que  inviase  por  mensageros  al  dicho  don  Alonso 
íriqnez  é  al  dicho  licenciado  Diego  Nuñezde  Mercado  al  dicho 
^bernador  don  Francisco  Pizarro  para  que  tratasen  medios  de 
^ces,  é  para  que  señalase  á  cada  uno  del  los  dos  caballeros  de  su 
rte,  para  questos  mirando  el  servicio  de  S.  M,  y  conforme  á  las 


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tolíAGHO  Y  SUS  COMPAÑEROS 


197 


111  a  entender  on  que  no  obiese  roraplmienlo,  é  á  dar  medio.^ 
i  la  |)az,  y  el  dicho  c«ipitna  Alonso  de  Al  varado»  lo  prendió  á  él 
láloídemn'^  mrnsagoms,  o  lo  ochó  prillos  é  cndenris  luisU  que 
Dr  el  dicho  adolanlado  fué  dosljaratado  t*l  dielio  capilan,  é  fué- 
tiu  sueltos  él,  é  los  demás  mensageros,  é  habida  la  Vitoria  por  el 
lichí)  adelantado,  quería  proseguirla  Vitoria  adelante  hasta  Lima, 
f  el  dicho  don  Alonso  vido  e?>to  te.sLifío  que  fué  mucha  parte  para 
> estorbar  por  lo  que  rumplia  al  servicio  de  S,  M.  é  así  lo  oyó 
mx  ú  la  sazón  al  dicho  don  Alonso,  é  vido  quel  dicho  Goberna- 
orésu  gente  se  volvió  á  esta  cibdad. 

4.  A  la  cuarta  pregunta  dijo:  que  lo  que  sabe  della  es,  questan- 

el  dicho  (lobornador  don  Üi«^^n  do  Almni^ra    en  Gaaylara  y  el 

fcho  Gobernador  don  Francisco  Pixarro  duudn  la  pregunta  dict?^ 

iosá  punto  de  guerra,  é  oyó  decir  este    testigo  al  dicho  don 

91150  é  á  otras  personas  que  andaban  juntando  los   capitanes  ó 

trados,  é  oficiales  deS,  M.  (lara  se  lomar  consejos  que  hi  pregun- 

fcdice,  é  dar  asiento  é  manera  como  no  liubiese  rompimiento^  é 

Pmpre  vido  este  testigo  quel  dicho  don  Alonso  dio  buen  cotisejo 

I  dicho  Gobernador,   ó  siempre  deseó  que   no  obieso   rorapi- 

kienlo. 

p,  A  la  quinta  pregunta  dijo:  que  lo  que  sabe  é  vido  este  lesli- 
^es  que  posando  este  testigo  con  el    tesorero  y  veedor  de  S.  M., 
¡ dicho  don  Alonso  iba  á  su  posada  muchas   veces  é  platicaba 
los  dichos  medios  de  paz  é  les  decía  que  porqué  no  iban  al 
del  dicho  Gobernador  don  Francisco   Pizarro  á  tratar  paces, 
facerle  requirimiento  de  parte  de  S.  M.    así  al  un   Gobernador 
loa!  otro;  é  sí  conviniese,  que  iría  é  pornia  á  su  persona   ii 
riesgo  de  muerte  de  la  que  le  habia  puesto,  por  servir  á  Dios 
8.  M.  é  por  evitar  el  dicho  rompimiento,  que  se  esperaba;    é 
si    menester   fuere,  por  que  no  se   retiraría    el  dicho   don 
Igode  Almagro  de!  r.uzco,  é  que  lo  diesen  al  Diablo;  é  aun  por 
ir  el  dicho  rompimiento,  que  si  fuere  menester,   quel  dicho 
Diego  do  Almagro,  como  servidor  de  S,  Mag.  se  retirase  del 
ico  ciento  é  decientas  leguas,  que  lo  hiciese  por   evitar  el  di- 
rompimiento;  é  que  por  que  no  lo  hacia:  é  questas  é  otras  co- 
oyó  decir  al  dicho  don  Alonso,  como  celoso  del  servicio  de 
^3  é  deS.  M.  é  á  fin  de  evitar  el  dicho  rompimiento. 


198 


COLECCIÓN  BK  DOCUMENTOS 


A  la  sesta  pregunta  dijo:  questo  testigo  oyó  decir  á  p^ 


que  no  se  acue 
bien  tres  años 


i 


rda  de  sus  nombres,  cómo  el  dicho  don  Alonl 
queslá  en  esta  cibdad,  é  que  sirvió  á  S.  M. 
cerco  que  los  indios  naturales  tuvieron  sobrestá  cibdad,  é  q 
tuvo  los  oficios  que  la  pregunta  dice,  é  fué  parle  para  la  defer 
della,  con  los  demás  españoles  que  en  ella  estaban.  fl 

7,  A  la  sétima  pregunta  dijo:  que  la  sabe  como  en  ella  se™ 
tiene;  preguntado  como  la  sabe  dijo:  que  porque  lo  vido  é  se  ] 
llóá  ello  presente  é  fué  é  pasó  así  como  la  pregunta  lo  dice 
declara,  ó  cree  este  testigo  que  si  el  diablo  no  se  revistiera  i 
frey  Francisco  de  Bobadilla  que  hizo  que  se  pusiese  en  él  la  le 
cería;  é  si  se  quedara  en  los  dichos  don  Alonso  é  los  dem 
balleros,  que  dieran  tales  medios,  que  la  cosa  nunca  viní 
rompimiento. 

8*  A  la  octava  pregunta  dijo:  que  nunca  este  testigo  ha 
ni  ha  oido  decir  quel  dicho  don  Alonso  haya  hecho  justicia  a 
nadie;  antes  le  ha  visto  rogar  al  Gobernador  don  Diego  de  í 
magrOj  (que  haya  gloria)  por  muchas  personas,  que  no  les  hicie 
daño,  ni  afrenta,  é  siempre  ha  visto  que  ha  sido  celoso  de  la  p 
de  los  dichos  Gobernadores,  y  de  lodos  los  demás  españoles 

10.  A  la  décima  pregunta  dijo:  que  dice  lo   que  dicho   lí 
en  ello  se  afirma  para  el  juramento  que  hizo,  y   es  la   verdad, 
firmólo  de  su  nombre.— Cristófmt  de  Vega,  fl 

Testigo. — (E  después)  el  dicho  Juan  Rodriguez  Barragan,  M 
tador  del  Gobernador  don  Francisco  Pizarro,  testigo  presa^ 
por  el  dicho  don  Alonso  Enriquez,  después  de  haber  jurado  ^1 
derecho,  é  siendo  preguntado  por  el  tenor  del  dicho  interroga 
rio  dijo  lo  siguiente: 

1.  A  la  primera  pregunta  dijo:  que  conoce  al  dicho  don 
Enriquez  de  tres  años  a  esta  parle,  poco  mas  ó  menos. 

2.  A  la   segunda  pregunta  dijo:  que  sabe  que  al  tiempo 
dicho  adelantado  don    Diego  de  Almagro  entró  en    esta  cil 
estaba  el  dicho  don  Alonso    Enriquez  en  ella,  é  vio  quel 
don  Alonso  en  el  dicho  tiempo  andaba  quieto  é   pacífico, 
vorescer  en  la  dicha  entrada   al  dicho  adelantado,  é  que 
demás  de  aquello  andar  con  el  dicho  Hernando  Pizarro  á  ía^ 
eerlo  é  honrarle  en  muchas  cosas,  é  que  en  contrario  destoj 


ifl 


'rogaj 


jj^ 


jb^ 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS 


199 


Hóquei  dicho  don  Alonso  fueso,  hasta  ser   recibido  el  dicho 
^elantado  por  Gobernador, 

3.  Ala  tercera  pregunta  dijo:  que  sabe  qiicl  dicho  don  Alonso 
estuvo  preso  en  el  real  del  dicho  Alonso  do  Alvarado  ó  lo  demás 
no  sabe,  porque  no  se  Iialló  presente,  é  que  oyó  decir  que  metió 
pazenlrellos. 

4.  A  la  cuarta  pregunta  dijo:  que  la  sabe  como  en  ella  se  con- 
tiene^ é  que  la  sabe  porque  lo  vio  é  se  halló  presente,  óá  este 
testigo  le  pareció  bien  el  dicho  consejo,  é  fué  en  que  se  hiciese 
ansí,  y  el  dicho  don  Alonso  lo  principió  é  fenesció,  hasta  ser  jun- 
ios los  dichos  oficiales  de  S.  M-,  é  haber  (lado  su  respuesta, 

5.  A  la  quinta  pre^^unta  dijo:  que  sabe  que  pasó  así  lodo  lo  con- 
tenido en  la  pregunta  como  ella  lo  declara,  por  queste  testigo 
lo  vio. 

6.  A  la  sesta  pregunta  dijo;  que  sabe  que  en  la   guerra   de  los 
indios,  con  cargos  c  sin   ellos,  el  dicho  don   Alonso  hizo  lo  que 

^cliiacomo  buen  caballero,  y  este  testigo  lo  vio  por  questaba  en 
dicho  tiempo  del  alzamiento  del  dicho  Inga  en  esta  cibdad. 

7,  A  la  sétima  pregunta  dijo:  que  la  sabe  como  eu  ella  se  con- 
'í^ne;  por  queste  testigo  fué  uno  de  los  que  entendieron  en  las 
íficlias  paces,  en  el  dicho  tiempo,  é  vio,  demás  do  haber  quedado 
P<^r  juez  el  dicho  don  Alonso  con  los  demás  que  se  señalaron^ 
ítie  su  principal  deseo  era  que  obiese  paz  entre  los  dichos  Go- 
bernadores, é  ansi  la  procuró,  é  i  lodo  ello  este  testigo  se  halló 
Presente,  como  dicho  tiene. 

8.  A  la  octava  pregunta  dijo;  que  sabe  quel  dicho  don  Alonso 
^gaba  por  muchas  personas  questaban  presos,  é  los  hacia  salir 

^^  las  cárceles,  haciendo  que  los  perdonase  el  dicho  Gobernador, 
en  todo  le  vio  hacer  como  buen  caballero,  ó  que  ansi  es  público 
riolorio, 

10,  A  la  décima  pregunta  dijo:  que  dice  lo  que  dicho  tiene,  y 
lello  se  afirma  y  es  la  verdad  para  el  juramento  que  hizo  é  fir- 
ttolo  de  su  nombro,— Juan  RodriQuez  Barragan, 
Testigo. — El  dicho  Diego  Méndez,  testigo  presentado  por  el  di- 
feho  don  Alonso  Enriques,  después  de  haber  jurado  según  dere- 
cho, é  siendo  preguntado  por  el  tenor  del  dicho  interrogatorio, 
cfjjo  lo  siguiente: 


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1 


ALMAGRO  Y  SUS   COMPAÑEROS  201 

7.  Ala  setena  pregunta  dijo:  queste  testigo  sabe  é  vio  quol 
dicho  clon  Alonso  é  Diegn  Niiñez  de  Morcado  fueron  a  entender  en 
las  dichas  paces  con  el  gobernador  don   Francisco   Pizarro,  é 
quesle  testigo  sabe  quel  dicho  don  Alonso  é  Diego  Nuñez  de  Mer- 
cado estaban  proveidoá  por  jueces  de  la  parte  del  dicho  goberna- 
dor (ion  Diego  de  Almagro  para  que  señalasen  los  límites  é  cada 
uno  de  los  dichos  gobernadores  ó  fueron  inviados  para  quel  dicho 
gfobernador  don  Francisco  Pizarro  pusiese  otros  dos  de  su  parte. 
8.  Á  la  otava  pregunta  dijo:  que  nunca  este  testigo  ha  visto 
quel  dicho  don  Alonso  haya  sido  parte  para  hacer  justiciar  á 
nadie;  antes  le  ha  visto  rogar  por  muchos,  como  buen  caballero, 
é  que  nunca  este  testigo  le  ha  visto  hacer  mal,  ni  ofensa  u  nadie, 
é  questo  sabe  desta  pregunta. 

dO.  Á  hi  décima  pregunta  dijo:  que  dice  lo  que  dicho  tiene, 
Y  en  ello  se  afirma  para  el  juramento  que  hizo,  é  firmólo  de  su 
aombre. — Diego  Méndez. 

Testigo. — Kl  dicho  Diego  de  Biedma,  camarero  del  dicho  gober- 
nador don  Diego  de  Almagro,  (que  en  gloria  sea),  testigo  presen- 
lado  por  el  dicho  don  Alonso  Enriquez,  después  de  haber  jurado, 
segtind  derecho,  é  siendo  preguntado  por  el  tenor  del  dicho  inte- 
rrogatorio, dijo  lo  siguiente: 

1-  A  la  primera  pregunta  dijo:  que  conosce  al  dicho  don  Alon- 
so   Enriquez  de  doce  años  á  esta  parte,  poco  mas  ó  menos. 

2-  A  la  segunda  pregunta  dijo:  que  entrado  que  fué  el  dicho 
(Ion  Diego  de  Almagro  en  esta  cibdad,  vido  este  testigo  como  el 
dicho  don  Alonso  Knriqucz  vino  á  hablar  al  dicho  don  Diego  de 
Almagro,  é  que  no  sabo  otra  cosa,  por  queste  testigo  vino  con  el 
dicho  adelantado  do  Chile. 

3.  Á  la  tercera  pregunta  dijo:  que  la  sabe  como  en  ella  se  con- 
tiene, preguntado  cómo  la  sabe,  dijo:  que  por  queste  testigo  vido 
quel  dicho  don  Alonso  Euriquez  fué  inviado  por  el  dicho  gober- 
nador don  Diego  de  Almagro  con  otros  caballeros,  donde  el  di 
cho  Alonso  de  Alvarado  estaba  é  fué  público  que  los  prendió,  é 
después  el  dicho  adelantado  desbarató  al  dicho  capitán  é  á  su 
geate,  é  soltó  al  dicho  don  Alonso  é  a  los  demás  mensageros,  é 
queriendo  el  dicho  adelantado  ir  siguiendo  la  vitoria  hasta  Chin- 


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ALMAGRO  Y   SUS   COMPAÑEROS  í203 

2.  A  la  segunda  pregunta  dijo:  que  la  sabe  como  en  ella  se 
contiene,  é  que  la  sabe,  porque  lo  vio. 

3.  A  la  tercera  pregunta  dijo:  que  sabe  que,  después  de  resci- 
bido  el  dicho  gobernador,  el  dicho  don  Alonso  Enriquez  fué  alo 
contenido  en  la  pregunta,  é  fué  público  ó  notorio  que  fué  preso, 
vio  demás  en  ella  contenido  lo  oyó  decir  á  personas  que  no  se 
acuerda  de  sus  nombres. 

4.  A  la  cuarta  pregunta  dijo:  que  sabe  quel  dicho  don  Alonso 
invitó  y  atrajo  al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  hablando  lo  con- 
tenido en  la  pregunta,  é  ansimismo  sus  capitanes  é  letrados,  ó 
pasólo  contenido  en  la  dicha  pregunta,  é  lo  sabe  este  testigo  por- 
que se  halló  presente  a  ello,  y  este  testigo  fue  uno  de  los  que  se 
hallaron  en  el  dicho  concierto. 

5.  A  la  quinta  pregunta  dijo:  que  sabe  quel  dicho  don  Alonso 
hablaba  á  los  oficiales  de  S.  M.  lo  contenido  en  la  pregunta,  ó  que 

ÍIo  sabe  porque  lo  vio,  é  se  halló  presente  á  ello. 
6.  A  la  sesta  pregunta  dijo:  que  ansi  fué  público  é  notorio  todo 
lo  contenido  en  la  pregunta. 
7.  A  la  setena  pregunta  dijo:  que  la  sabe  como  en  ella  se  con- 
!    tiene:  preguntado  cómo  la  sabe,  dijo:  que  porque  se  halló  presen- 
te á  ello,  é  lo  vido  ser  é  pasar  así  como  la  pregunta  lo  dice  ó  de- 
clara. 
8.  A  la  otava  pregunta  dijo:  que  sabe  quel  dicho  don  Alonso 
■'    ha  metido  mucha  paz  é  concordia  entre  estos  señores  gobernado- 
res, aconsejando  a  don  Diego  de  Almagro,  que  antes  por  servicio 
de  Dios  é  de  S.  M.  fuesen  perdidos,  ó  él;  é  que  obiese  paz  ó  con- 
cordia; é  siempre  le  vido  este  testigo  con  deseo  de  paz,  principal- 
menle  dende  quel  gobernador  don  Diego  de  Almagro  se  retrajo  de 
Ib   ííasca  a  la  cibdad  de  Lima,  é  que  sabe  é  vio  muchas  veces  ro- 
gar por  muchas  personas,  todo  lo  cual  sabe  por  quel  dicho  don 
Alonso,  delante  deste  testigo,  lo  comunicaba  con  el  dicho  gober- 
nador don  Diego  de  Almagro. 

ÍO.  A  la  décima  pregunta  dijo:  que  dice  lo  que  dicho  tiene,  y 
^^^  ^llo  se  afirma  para  el  juramento  que  hizo,  é  firmólo  de  su 
^^'^^cibre. — El  licenciado  Guerrero, 

Tosügo. — Él  dicho  Juan  de  Guzman,  contador  de  S.  M.,  testigo 
'"^ dentado  por  el  dicho  don  Alonso  Enriquez,  después  de  haber 


204  coLKcaoN  db  documentos 

jurado  segund  derecho,  é  siendo  preguntado  por  el  tenor  del  di- 
cho inlerrogatoriü,  dijo  lo  siguicnlo: 

1.  A  la  primera  pregunta  dijo:  que  conosre  al  dicho  don  Alón 
80  Enriquez  demás  de  quince  años  á  cáti  parte,  poco  mas  o  lué 
nos. 

2.  A  la  segunda  pregunta  dijo:  queste  testigo  vino  con  el  dicbc 
adelantado  don  Diego  de  Almagro  del  descubrimiento  de  Chile,  é 
vido  como  el  dicho  don  Alonso  estaba  con  el  dicho  Hernando  Pi- 
zarro  en  esta  cibdad  del  Cuzco. 

3.  A  la  tercera  pregunta  dijo:  que  lo  que  sabe  della  es  queste 
testigo  y  el  dicho  don  Alonso  é  otros  caballeros  fueron  por  man- 
dado del  dicho  gobernador  don  Diego  de  Almagro  adonde  el  dicho 
capitán  Alonso  de  Alvarado  estaba,  a  tratar  medios  de  paces,  ( 
del  dicho  capitán  fueron  presos;  ó  después  vió^  desbarató  é  soltó 
al  dicho  don  Alonso,  é  a  este  testigo  é  á  los  demás  mensageros,  é 
vuelto  el  dicho  gobernador  a  Abnncay,  vido  este  testigo  como 
hizo  llamar  a  cinco  ó  seis  personas  principales;  como  una  de  ellas 
hizo  llamar  al  dicho  don  Alonso  para  lomar  su  parescer,  si  era 
bien  ir  adelante,  é  vido  quel  dicho  don  Alonso  le  estorbó  la  dicha 
ida  al  dicho  adelantado,  y  le  dijo  que  no  era  bien  hacello,  é  vido 
este  testigo  como  el  dicho  gobernador  é  su  gente  so  volvió  á  esta 
cibdad,  é  ansimismo  dio  por  paresc'íral  dicho  gobernador  queste 
testigo  fuese  con  veinte  é  cinco  do  d  caballo  <í  hacer  saber  al  go- 
bernador don  Francisco  Pizarro  lo  que  pasaba. 

4.  A  la  cuarta  pregunta  dijo:  queste  testigo  sabe  é  vido  come 
el  dicho  don  Alonso  avisó  al  dicho  gobernador  juntamente  con  el 
licenciado  Prado  de  lo  contenido  en  la  pregunta,  é  quel  dicho  don 
Alonso  anduvo  reuniendo  á  los  dichos  oficiales  de  S.  M.  é  a  los  ca- 
pitanes para  el  efeto  del  dicho  requerimiento,  lo  cual  se  cHítuó  é 
hizo;  lo  cual  sabe  este  testigo  porque  se  halló  a  ello  presente. 

5.  A  la  quinta  pregunta  dijo:  que  lo  que  sabe  dolía  es  ques- 
tando  en  el  pueblo  de  Guaytara,  oslo  losligo  vido  como  el  dichc 
don  Alonso  anduvo  negociando  queste  tosLigo  fuese  á  hablar  al 
gobernador  don  Francisco  Pizarro,  y  éste  testigo  fué,  é  le  requiric 
de  parte  de  S.  M.  con  una  provisión  suya  que  le  dejase  ir  á  infor- 
mar a  S.  M.  del  estado  en  questaba  la  tierra,  é  conoció  siempn 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPANEROS  205 

este  testigo  del  dicho  don  Alonso  tener  voluntad  de  paz  entre  los 
dichos  señores  gobernadores. 

6.  A  la  sesta  pregunta  dijo:  que  después  de  venido  este  testigo 
á  esta  cibdad  del  dicho  descubrimiento  de  Chile,  oyó  decir  por 
público  é  notorio  todo  lo  contenido  en  la  pregunta. 

7.  A  la  setena  pregunta  dijo:  que  la  sabe  como  ea  ella  se  con- 
tiene; preguntado  como  la  sabe,  dijo:  que  por  queste  testigo  fué 
Juntamente  con  los  dichos  don  Alonso  Enriquez  é  el  licenciado 
Diego  Nuñez  de  Mercado  á  tratar  las  dichas  paces,  todas  las  veces 
que  fueron  á  entender  en  ellas,  é  vido  ser  é  pasar  así  todo  lo  que 
la  pregunta  dice  é  declara. 

8-   A  la  otava  pregunta  dijo:  que  nunca  este  testigo  ha  visto  ni 
oido  decir  quel  dicho  don  Alonso  haya  sido  parte  para  que  justi- 
ciasen ni  afrentasen  á  nadie  é  que  siempre  vio  este  testigo  que 
^.Qgaba  por  muchas  personas  questaban  presos,  é  que  sabe  que  si 
g^^guno  publicó  al  contrario,  es  porque  le  quiere  mal. 

lO.  A  la  décima  pregunta  dijo:  que  dice  lo  que  dicho  tiene,  y 
en  ello  se  afirma  para  el  juramento  que  hizo,  é  firmólo  de  su  nom- 
bre.—/¿/¿//i  de  Giizman. 

Testigo. — El  dicho  capitán  Francisco  deChavez,  testigo  presen- 
tado popel  dicho  don  Alonso  Enriquez,  después  de  haber  jurado 
segun  derecho,  é  siendo  preguntado  por  el  tenor  del  dicho  inte- 
^^o-^atorio  dijo  lo  siguiontí>: 
i'   j'K  la  primera  pregunta  dijo:  que  conoce  al  dicho  don  Alonso 
£/)r/c|  tiez  de  nueve  ó  diez  años  á  esta  parte,  poco  mas  ó  menos. 

2.  ^\  la  segunda  pregunta  dijo:  que  la  sabe  como  en  ella  se  con- 
íiorK?»-  preguntado  como  la  sabe,  dijo:  que  por  queste  testigo  vino 
del  el  ieho  descubrimiento  de  Chile  con  el  dicho  gobernador  don 
Dieg-c^  (le  Almagro,  é  vido  al  dicho  don  Alonso  estaren  esta  cibdad 
é  hac^er  todo  lo  que  la  pregunta  dice. 

3.  Ala  tercera  pregunta  dijo:  que  sabe  é  vido  este  testigo  quel 
(i\c\\o  (Ion  Alonso  Enriquez  (^  otros  caballeros  juntamente  con  los 

Q^cinles  de  S.  M.  fueron  de  parte  del  diclio  gobernador  don  Diego 

¿e    Almagro  á  entender  en   paces,  al   Capitán  Alonso  de  Alva- 

Y^Líio,  é  á  le  requerir  con  las  provisiones  de  S.  M.,  fué  público  que 

je  prendió  á  él  é  á  los  demás  mensageros,  y  el  dicho  gobernador 

l'ijé  adonde  el  dicho  capitán  estaba,  é  lo  desbarató,  é  soltó  al  dicho 


206  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

don  Alonso  é  a  los  demás  questnban  con  él  presos,  é  querienc^  , 
dende  el  dicho  Cocharca  ir  á  Chincha  á  conocer  sus  límites      ^ 
dicho  gobernador;  y  entonces  el  dicho  don  Alonso  é  otros  cal^^^ 
lleros  se  lo  estorbaron,  por  lo  que  con  venia  al  servicio  de  S.  fiw^ 
y  entonces  el  dicho  Gobernador  é  su  gente  se  volvió  é  esta  cibd^^ 

4.  A  la  cuarta  pregunta  dijo:  que  la  sabe  como  en  ella  se  cox:}. 
tiene.  Preguntado  como  la  sabe,  dijo:  que  porque  lo  vido  é    ase 
halló  a  ello  presente,  é  fué  uno  de  los  questuvieron  en  el  dicbo 
concierto  é  por  esto  vio  hacer  al  dicho  don  Alonso  todo  lo  que   la 
pregunta  dice. 

5.  A  la  quinta  pregunta  dijo:  queste  testigo  oyó  decir  lo  conte- 
nido en  la  pregunta  á  muchas  personas,  de  cuyos  nombres  no  3« 
acuerda,  é  queste  testigo  conosció  siempre  del  dicho  don  Alon^^ 
tener  voluntad  que  se  efectuasen  las  dichas  paces. 

6.  A  la  sesta  pregunta  dijo:  que  venido  esto  testigo  á  estacibdotd 
del  dicho  descubrimiento  de  Chile,  halló  en  ella  al  dicho  don 
Alonso,  é  oyó  decir  por  público  é  notorio  todo  lo  contenido  en  la 
pregunta,  que  habia  sido  é  pasado  así  como  ella  lo  dice  é  declarfi. 

7.  A  la  setena  pregunta  dijo:  que  la  sabe  como  la  pregunta  lo 
dice,  é  que  la  sabe  porque  vio  que  fué  é  pasó  todo  lo  que  en  ella 
declara. 

8.  A  la  otava  pregunta  dijo:  que  nunca  este  testigo  ha  visto,  ni 
ha  oido  decir  quel  dicho  don  Alonso  haya  sido  parte  para  hacer 
mal,  ni  daño  a  nadie,  antes  siempre  via  que  rogaba  por  muchos, 
é  apartaba  dello  al  dicho  Gobernador,  é  questo  sabe  desta  pre- 
gunta. 

10.  A  la  décima  pregunta  dijo:  que  dice  lo  que  dicho  tiene,  y 
en  ello  se  afirma,  y  es  la  verdad  para  el  juramento  que  hizo,  é  fir- 
mólo de  su  nombre. — hvancisro  de  C/iavez, 

Testigo. — El  dicho  Juan  de  Turnógano,  veedor  deS.  M.,  testigo 
presentado  por  el  dicho  don  Alonso  línriquez,  después  de  haber 
jurado  según  derecho,  é  siendo  preguntado  por  el  tenor  del  dicho 
interrogatorio,  dijo  lo  siguiente: 

1.  A  la  primera  pregunta  dijo:  que  conoce  al  dicho  don  Alonao 
Enriquez  de  mas  de  quince  anos  á  o.-^la  parte. 

2.  A  la  segunda  pregunta  dijo:  <[ue  lo  que  sabe  della  es  questo 
testigo  no  se  halló  en  esta  cibdaJ,  cuando  el  dicho  Gobernador 


ALMAGRO   Y   SUS   COMPANEROS  207 

don  Diego  de  Almagro  entró  en  esta  cibdad,  pero  que  oyó  decir 
que  se  halló  en  ella  el  dicho  don  Alonso  en  el  cerco  de  los  indios 
é  defensa  della  con  el  dicho  Hernando  Pizarro,  ó  cuando  el  dicho 
Gobernador  vino  de  Chile. 

3.  A  la  tercera  pregunta  dijo:  que  ha  oido  decir  públicamente 

en  esta  cibdad  como  el  dicho  don  Alonso  fué  adonde  el  dicho 

capitán  Alonso  de  Alvarado  con  los  oficiales  de  S.  M.  é  con  otros 

caballeros  de  parle  del  dicho  gobernador  don  Diego  de  Almagro 

ale  requerir  con  las  provisiones  de  S.  M.,  y  el  dicho  capitán  los 

prendió,  é  después  de  presos,  el  dicho  gobernador  fué  sobre  él  ó 

lo  desbarató  é  questo  sabe  desta  pregunta. 

4.  Ala  cuarta  pregunta  dijo:  que  lo  que  sabe  della  es,  ques- 
lando  en  el  dicho  pueblo  de  Guaytará  el  dicho  gobernador  invió 
államar  a  este  testigo  é  a  los  domas  oficiales  de  S.  M.  para  que 
se  juntasen  con  ciertos  capitanes  para  dalle  su  parescer  en  lo  que 
la  pregunta  dice,  é  sobresto  el  dicho  gobernador  les  hizo  su  re- 
querimiento, el  cual  fué  ordenado  por  el  licenciado  Prado,  y  es- 
lando  presente  el  dicho  licenciado  Prado,  y  al  dicho  requerimiento 
respondieron  lo  que  les  paresció  que  mas  convenia  al  servicio  de 
S.  M.,  é  que  se  remite  a  la  respuesta  que  sobrello  dieron  en  este 
punto  con  el  dicho  requerimiento  é  que  hasta  allí  respondieron 
que  ellos  no  se  habian  hallado  en  esta  cibdad,  especialmente  este 
testigo  y  el  tesorero  Manuel  De^pinar,  é  que  en  lo  demás,  como 
criados  é  oficiales  del  Rey,  ellos  habian  entendido  en  las  paces  é 
amistades  de  entrambos  gobernadores,  y  en  la  suelta  de  Hernan- 
do Pizarro,  é  que  así,  como  testigos  que  fueron  presentes  en  los 
conciertos,  se  confederaron  é  concertaron  los  dichos  gobernado- 
res, hasta  tanto  que  otra  cosa  S.  M.  proveyese,  é  ansí  lo  juraron 
ambos  gobernadores  é  sus  capitanes,  é  dieron  firmas  do  lo  cum 
plir  é  mantener,  é  que  con  esto  concierto  se  partió  el  dicho  go- 
bernador de  Chincha  para  hacer  el  pueblo  en  Qangalla,  é  de  allí 
se  retrajo  el  dicho  gobernador  á  Lima  y  Gaxca,  é  de  Lima  invió, 
diciendo  qu3  venia  el  dicho  gobernador  é  su  gente  tras  ellos,  se 
retrajeran  a  Guaytará  para  esperar  persona  que  viniese  del  Rey, 
ó   inviar  de  allí  sus  despachos,  porque  siempre  el  licenciado  Pra- 
do dio  parescer  que  se  desviase  el  dicho  gobernador  don  Diego 
de  Almagro  del  dicho  gobernador  don  Francisco  Pizarro  é  de  su 


208  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

gente  para  evitar  rompimiento,  é  que  con  esto  se  proveyó  cjx^, 
fuese  el  contador  Juan  de  Guzman  con  una  provisión  de  S.    JVf. 
para  que  ninguna  persona  lo  pudiese  impedir,  ni  estorbar  laida, 
é  fué  donde  el  dicho  gobernador  don  Francisco  Pizarro  estaba,  é 
que  siempre  vio  este  testigo  quel  dicho  don  Alonso  era  muy  pro- 
penso á  la  dicha  paz,  é  que  trabajaba  de  la  efetuar,  como  criado 
é  servidor  de  S.  M.,   porque  muchas  veces  lo  comunicó  con  este 
testigo  é  con  los  demás  oficiales. 

5.  Á  la  quinta  pregunta  dijo:  que  la  sabe  como  en  ella  se  con- 
tiene, é  que  la  sabe  por  quel  dicho  don  Alonso  comunicó  con  este 
testigo  muchas  veces  lo  que  la  pregunta  dice. 

6.  A  la  sesta  pregunta  dijo:  queste  testigo  oyó  decir  todo  lo  con- 
tenido en  la  pregunta  públicamente  en  esta  dicha  cibdad,  que 
habia  sido  é  pasado  así,  como  ella  lo  dice  é  declara. 

7.  A  la  setena  pregunta  dijo:  que  la  sabe  como  en  ella  se  con- 
tiene: preguntado  cómo  la  sabe,  dijo  que  porque  lo  vido  así  pasar 
todo  como  la  pregunta  lo  dicr»,  y  este  testigo  fué  uno  de  los  que 
ansimismo  entendían  en  las  dichas  pácese  conciertos. 

8.  A  la  otava  pregunta  dijo:  que  nunca  este  testigo  ha  visto 
quel  dicho  don  Alonso  haya  sido  parte  para  hacer  justiciar  ni 
afrentar  a  nadie,  sino  antes,  como  caballero,  le  ha  visto  rogar  por 
muchos  presos,  é  que  cree  que  si  alguno  publicó  al  contrario,  es 
por  le  querer  mal,  cortio  la  pregunta  dice. 

9.  A  la  novena  pregunta  dijo:  que  la  sabe  como  la  pregúntalo 
dice,  é  que  la  sabe  por  queste  testigo  es  el  dicho  veedor  Juan  de 
Turuégano  contenido  en  la  pregunta,  é  vio  (íomo  fué  épasóasí 
todo  lo  que  la  pregunta  dice  y  este  testigo  dijo  lo  en  ella  corit^ 
nido  al  dicho  gobernador  don  Diego  de  Almagro  do  parte  del  di- 
cho don  Alonso  Enriquez. 

40.  Ala  décima  pregunta  dijo:  que  dice  lo  que  dicho  tienejf 
en  ello  se  afirma,  y  es  la  verdad  p.ira  el  juramento  que  hizoéfir. ' 
mó  de  su  nombre. — Kl  veedor  Jiin/i  de  TuntCf/ano, 

E  después  de  lo  susodicho,  en   dos  dias  del  mes  de  O t ubre  de 
mili  é  quinientos  é  treinta  é  ocho  afios,  aniel  dicho  señor  teniente 
y  en  presencia  de  mí,  el  dicho  escribano,  paresció  el  dicho  doa 
Alonso  Enriquez  ó  dijo:  quel  ha  f^:i»sentado  todos  los  testigosde 
que  se  entiende  aprovechar  é  ni)  quiere  presentar  mas;  porlau- 


aWAORO  T  808 


PANEROS 


209 


>t  que  pedia  A  S*  Md*  mando  lí  raí  el  dicho  escribano,  le  dé  un 
Püslada,  ó  dos  ó  mas  de  la  dicha  prnlianza,  sacado  en  limpio  en 
pública  forma  é  manera  que  haga  fóe  para  lo  presentar  ante 
|uien  viere  qvie  le  conviene,  y  que  en  él  Su  Md.  interponga  su 
Ibtoridad  é  decreto  judicial,  para  que  valga  é  haga  fée  en  juicio 
Tuera  dél,  siendu  lesügos  Gonzalo  de  Soto,  escribano  público,  é 
luán  de  Grajea* 

E  luego  el  dicho  señor  teniente  dijo:  que  mandaba  é  mandó  á 
raí  el  dicho  escribano  dé  un  Ireslado,  dos  o  mas  de  la  dicha  pro- 
bana al  dicho  don  Alonso  Knriquez,  sacudo  en  limpio  en  pública 
¡forma,  ó  manera  que  hnga  fée  para  guarda  é  conservación  de  su 
[derecho,  é  que  en  él  iuLerponia,  é  interpuso  su  abtoridad  ó  de- 
creto judicial,  cuanto  podía  é  con  derecho  debia,  para  que  valga 
lé  hag^  f<?^  ©n  juicio  é  fuera  dé!,  é  firmólo  de  su  nombre. — Tesii- 
jgos,  los  dichos. — El  (irenriodn  de  la  Gama. 

E  yo  el  dicho  escribano  de  Sus  Magds,  é  público  desta  cibdad 
del  Cuzco,  é  del  juzgado  del  señor  teniente,  fui  presentí*  en  uno 
coD  el  dicho  señor  teniente,  á  lo  que  dicho  es,  é  lo  escrebíse- 
gund  que  ante  mí  passóí  y  por  ende,  fice  aquí  este  mió  signo,  á 
tal,  en  testimonio  de  verdad. — Alonso  de  Luque^  escribano  públi- 
i'o,— 7/^V  un  si<níO  v  una  rubrica,) 


Sentencia.  En  el  pleito  é  causa,  que  ante  nos  pende  entre  el 
iiicencíado  Villalobos^  fiscal  de  S.  M*  en  el  su  Consejo  de  Indias^ 
'dala  una  parle,  actor  acusante;  é  de  la  otra,  reo  acusado  don 
AloasiO  Eoriquez  de  Guzman,  vecino  de  Sevilla,  sobre  las  causas 
razones  en  el  proceso  del  dicho  pleito  contenidas. 
Filiamos:  que  en  cuanto  el  dicho  licenciado  Villalobos,  fiscal 
-  ^  ^*.,  acusó  al  dichü  don  Alonso  Enriquez  de  los  escándalos 
Itas  que  dijo  el  dicho  don  Alonso  haber  causado  en  las 
ivincias  del  Perú,  é  de  otros  delitos  que  había  cometido  en  el 
ije  de  las  dichas  Indias,  que  no  probó  suacuiacíon,  y  que  en 
itinlo  á  esto,  debemos  de  absolver  é  absolvemos,  é  damos  por 
ire  ó  quilo  al  dicho  don  Alonso  línriquez,  con  que,  atenta  la  ce- 
lia de  S«  M*  por  la  cual  le  mandó  venir  de  las  dichas  Indias,  é 
"airas  causas  que  a  ello  nos  mueven:  Debemos  do  mandar  y  raan- 
^mas  quel  dicho  don  Alonso  no  torno,  ni  esté  en  las  dichas  In- 

11 


210  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

dias,  islas  é  Tierra  Firme  del  mar  océano,  sin  licencias  de  S.  5vi 
SO  pena  de  perdimiento  de  todos  sus  bienes  para  la  Cámara  c 
S.  M.,  y  en  cuanto  á  los  delitos  de  reniego  y  blasfemias,  conten, 
das  en  este  proceso,  atenta  la  consulta  hecha  con  Su  Alteza,  1, 
debemos  de  remitir  y  remitimos  al  Consejo  de  las  Ordenes,  para 
que  sobrello  hagan  justicia;  é  por  esta  nuestra  sentencia  juzgan- 
do, así  lo  pronunciamos  é  mandamos,  sin  costas. — El  licenciado 
Gutierre  Velasguez. — El  licenciado  Gregorio  López. — El  licenciado 
Salinejo. 

Dada  y  pronunciada  fué  esta  sentencia  por  los  señores  del  Con- 
sejo de  las  Indias,  que  en  ella  firmaron  sus  nombres,  en  la  villa 
de  Valhidolid  á  diez  y  nueve  dias  del  mes  de  Febrero  de  mili  équi 
nientos  é  cuarenta  y  cuatro  años. 

En  la  villa  de  Valladolid  a  veinte  dias  del  mes  de  Febrero  de 
mili  é  quinientos  é  cuarenta  é  cuatro  años,  notifiqué  esta  senten- 
cia a  don  Alonso  Enriquez  de  Guzman  en  su  persona,  el  cual  dijo; 
que  la  oia. — Martin  de  Ramoyn. 

Este  dicho  dia,  mes  é  año  susodichos,  se  notiñcó  esta  sentencia 
al  licenciado  Villalobos,  fiscal  de  S.  M.  en  su  persona. — {Hayum 
rúbrica.) 

Muy  poderosos  señores:  Don  Alonso  Enriquez  de  Guzman,  digo: 
que  acordado  de  no  apelar,  ni  suplicar  de  la  sentencia  que  V.A. 
contra  midió,  porque  habiéndome  traido  preso  de  las  Indias  y 
tenido  así  en  esta  corte  tres  años,  con  muchos  gastos  y  moleslias 
y  afrentas,  remitirme  de  nuevo  á  otro  juicio,  donde  no  se  haga 
cuenta  de  lo  que  he  trabajado  en  lo  susodicho,  ni  lo  de  los  gran- 
des servicios  que  he  hecho  a  Vuestra  Alteza  en  las  Indias,  á  do  los 
del  Consejo  de  las  Ordenes  no  gratifican,  ni  agradescen,  me  han 
dado  pena,  lo  cual  tomo  en  paciencia,  porque  Dios  y  Vuestra  Al- 
teza^sean  servidos,  aunque  ya  con  Dios  tenia  cumplido,  y  censa 
misericordia  y  por  mi  penitencia  do  vuestro  Obispo,  y  pues  de 
mis  culpas  porque  me  trujeron,  fui  acusado  y  S.  M.  mal  informa- 
do en  contrario  de  la  verdad,  lo  cual  todavia  creí  creerá,  hasU 
que  Vuestra  Alteza  lo  desengañe,  me  dan  por  libre,  y  mandau  ! 
que  no  vuelva  a  las  Indias,  tanto  me  valiera  haber  deservido,  co- 
mo he  servido:  si  me  mandan  esto,  estorbándome  que  no  pase 4 


x. 


ALMAGRO   Y    SUS   COMPANEROS  211 

las  Indias,  como  si  obiera  hecho  en  ellas  las  revueltas  que  he  sido 
acusado,  y  todo  el  mundo  cree,  ó  fuese  hijo,  ó  nieto  de  quemado 
6  reconciliado  de  los  proebidos,  estorbándome  que  no  pusiese  co- 
bro en  las  haciendas  que  allá  dejé  por  haberme  traído  preso,  ni 
goce  del  premio  de  lo  que  trabajé  y  gasté  en  seívicio  de  Dios 
y  de  S.  M.,  defendiendo  como  defendí,  y  he  probado  y  probaré,  si 
fuere  menester,  vuestro  rico  Perú  de  los  naturales,  cuando  se  al- 
zaron, dándome,  como  mQ  daban  vuestros  gobernadores  indios  de 
repartimiento,  como  los  dieron  á  los  questaban  debajo  de  mi  ca- 
pitanía, por  lo  que  encargo  á  V.  S.  y  Mds.  la  conciencia  informe 
áS.  Mag.  por  lo  que  toca  á  él  y  a  mí  y  á  V.  S.  y  Mds.,  pues  para 
esto  me  sentenciastes.  La  sentencia  fué  para  mí  tan  fea,  que  no  la 
debo  sacar  ni  mostrar,  ni  enviar  á  S.  M.  ni  a  nadie,  pues  dice  en 
ella  que  por  renegador  y  blasfemador  me  remite  al  Consejo  de  las 
Ordenes;  y  con  tanto  acabo  para  no  importunar  mas  a  V.  S.  y 
Mds.  ni  dar  paso  por  esta  corte  en  alzándome  la  carcelería,  sino 
irme  á  mi  casa.  Suplicando  á  V.  S.  y  Mds.  y  requiriéndoles  de 
parte  de  Dios,  á  quien  pongo  por  juez  desde  agora,  se  ponga  en  me- 
moria para  la  primera  consulta  y  correo  que  fuere  á  S.  M.  hacelle 
saber  como  le  he  servido,  y  no  deservido.  Para  lo  cual,  las  con- 
ciencias de  V.  S.  y  Mds.  imploro,  y  consiento  la  dicha  sentencia, 
rogando  á  Dios  me  guarde  de  errar,  á  V.  S.  y  Mds. — Don  Alonso 
Enriquez. 

t  de  Julio  de  1538 

XXXIX. — Información  hecha  en  León  de  Nicaragua  sobre  la  prisión 
del  Mariscal  don  Diego  de  Almagro  en  la  batalla  que  le  habia  dado 
Hernando  Pizarro  en  el  Perú. 

(Archivo  de  Indias.— Paíronaío,  1-4-1/6.) 

En  la  cibdad  de  León  de  Nicaragua,  dos  dias  del  mes  de  Jullio 
año  del  nacimiento  de  Ntro.  Salvador  Jesuchristo  de  mili  é  qui- 
nientos é  treynla  é  ocho  años,  el  muy  magnífico  señor  Rodrigo 
de  Contreras,  gobernador  é  capitán  general  en  esta  provincia  de 
Nicaragua  porS.  M.,  por  ante  mí  Martin  Mimbreño,  escribano  de 
S.  M.  é  del  Consulado  del  dicho  señor  Gobernador,  é  testigos  yuso 


212  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

scriplos,  dixo:  Que  por  quanto  al  puerto  de  la  Posesión  desta  pro- 
vincia es  venido  un  barco  que  dice  que  viene  del  puerto  de  Lima 
de  la  provincia  del  Perú  é  viene  en  él  por  maestre  Pedro  de  Saldí- 
var,  vecino  d'^  Panamá,  é  a  su  noticia  es  venido  que  el  dicho 
maestre  ha  dicho  é  publicado  que  junto  al  Cuzco,  que  es  en  los 
dichos  reynos  del  Perú,  hablan  peleado  Hernando  Pizarro  é  la 
gente  del  mariscal  don  Diego  de  Almagro  é  que  hablan  muerto  y 
herido  en  el  dicho  renquontro  mucha  gente  é  que  tenia  preso  el 
dicho  Pizarro  al  mariscal  don  Diego  de  Almagro  ó  á  su  hijo  é  á 
otras  personas,  é  ha  dicho  el  dicho  maestre  otras  cosas  acerca  de 
lo  susodicho;  por  tanto,  que  él  quiere  hacer  información  de  lo 
susodicho,  para  hacer  relación  dello  a  S.  M.  é  hizo  parecer  ante 
sí  al  dicho  Pedro  de  Saldívar  é  Juan  Antón  para  información 
dello,  de  los  quales  rescibió  juramento  en  forma  de  derecho  é  lo 
que  dixeron  é  depusieron  es  lo  siguiente: 

Testigo. — Fué  rescibido  juramento  en  forma  de  derecho  por 
Dios  é  por  Santa  Maiía  é  por  las  palabras  de  los  Santos  Evangelios 
sobre  la  señal  de  la  cruz,  en  que  puso  su  mano  derecha  corporal- 
mente  de  Pedro  de  Saldívar,  maestro,  so  cargo  del  qual  prometió 
de  decir  verdad,  é  siendo  preguntado  por  el  tenor  de  lo  susodi- 
cho, dixo:  Que  este  testigo  ha  que  partió  de  lacibdad  de  Lima, 
que  es  en  los  reynos  del  Perú,  mediado  del  mes  de  Mayo  deste 
presente  año,  é  que  veynte  dias  antes  que  se  partiese,  poco  mas  ó 
menos,  vinieron  a  la  dicha  cibdad   de   Lima  ciertas  personas  do 
caballo,  hasta  doco  ó  quince,  los  cuales  trayeron  nuevas  al  dicho 
Gobernador  Pizarro  diciendo  que  Hernando  Pizarro,  su  hermano, 
con  la  gente  que  llevaba,  habia  peleado  con  el  mariscal  é  su  gent^- 
A  una  legua  del  Cuzco  é  que  Hernando  Pizarro  desbarató  la  gentes 
de  Almagro  ó  que  hablan  muerto  mucha  gente  de  ambas  partes^ 
é  que,  d  lo  que  docian  los  que  do  allá  vinieron,  que  habia  entr^ 
muertos  y  heridos  mas  do  trescientos  hombros  ó  que  los  muerto» 
decian  que  eran  las  personas  principales,  Orgoncz  é  Pedro  de  Ler — 
ma  é  Eugenio  do  Moácoso,  ó  quo  á  don  l)i(»go  de  Almagro  lo  tenian. 
preso,  ó  ú  él  é  ú  los  Alvarados  ó  ú  toda  la  otra  gente  prencipal 
Hernando  Pizarro  en  el  Cuzco,  ó  que  estando  este  testigo   presea  — 
te,  vido  como  las  personas  que  vinieron  á  traer  las  dichas  nuevas 
entraron  á  pedir  albricias  al  dicho  Gobernador   Pizarro.  Fuélcz 


ALMAGRO   Y   SUS   COMPAÑEROS 


213 


preguntado  si  conoce  á  Ins  personas  que  trujeron  las  dichas  nue* 
Víi3  ü  alguno  dellüs,  dice:  Que  conoce  ú  uíiü  que  so  llamaba  Ver- 
^€t  t:*^  é  á  otro  Picado  é  ú  otro  Moxia,  que  lo  dijeron  las  dichas  nue- 
va s    fi  este  testigo  pnrticulnrmnnle,  domas  do  habello  dicho  otra 
veis   delante  del  dicho  Gobernarnador  Piznrro,  los  quales  se  habían 
Ji^  liado  en  la  dicha  pelen,  ó  que  asimismo  osle  testigo  vido  hacer 
Irt^^    honras  de  las  personas  principales  que  habisin  muerto,  entre 
la^     quales  la  de  Orgoñez,  é  que   este  testigo  salió  del  puerto  de 
I-»inDa  6  buscar  maíz  é  que  no  lo  hnlló  é  vino  á  esta  provincia, 
pi>¥^quo  de  otra  manera  no  lo  dejarian  salir,   porque  en  el  dicho 
piJi  ^rto  de  Lima  detienen  todos  los  navios  ó  les  quitnn  todas  las 
^•^ol^s,  porque  no  se   sepa  la  nueva  delio,  hasta  que  Hernando  Pi- 
z^i^T*ro  vaya  con  cantidad  do  oro  a  dar  la  nueva  á  S.  M.,  é  que 
es  lo  es  lo  que  Fabo  6  oyó  decir,  para  el  juramento  que  hizo^  é  no 
fi-i*mó  porque  no  sabia,  sefiah)[n  de  una  señal  que  hacia,  etc. 

Testigo. — Asimismo  fué  rescibido  juramenLo  esto  diclio  dia  en 
foi*ma  de  derecho,  según  de  suso  de  Juan  Antón,  estante  en  esta 
di  o  ha  cibdad,  é  habiéndolo  hecho  6  siendo  preguntado  por  lo 
^tisodicho,  dixo:  Que  puede  haber  mesé  mediOj  poco  mas  o  mé- 
í^ios^  que  partió  de  la  cibdad  de  Lima,  que  es  en  la  provincia  del 
^^fú,  é  que  antes  que  partiese,  quince  ó  veynte  dias,  vinieron  a 
'^  dicha  cibdad  de  Lima  a!  gobernador  Pizarro  doce  ó  quince  per- 
®^riíisíi  caballo,  entre  los  quales  venia  un  Vergara  ó  otro  Mexia 

1^  o  tro  Picado,  los  quales  pidieron  al  dicho  gobernador  albricias 
•lodixeron  cómo  su  hermano  Hernando  Pizarro^  con  la  gente 
H^G  habia  llevado  se  hablan  topado  con  el  mariscal  don  Diego  de 
Al  rnagro  é  con  su  gente  una  legua  del  Cuzco  é  hablan  peleado,  é 
^^^3  el  dicho  Hernando  Pizarro  habia    desbaratado  al  dicho  ma- 
^•^M^al  élo  habia  prendido  i\  él  ó  á  cierta  genio  é  que  habían  he- 
'loé  muerto  de  la  dicha  gente  del  mariscal  mas  do  trescientos 
hcimbres  y  que  de  los  que  entre  ellos  habion  muerto  personas 
P^vneipales  eran  el  mariscal  Ürgonez,  é  Pedro  de  Lerma^  é  Euje- 
t^'^odo  Moscoso,  é  que  el  dicho  Hernando  Pizarro  estnba  en  el  Cuz- 
co, é  que  este  testigo  vido  en  la  dicha  cibdad  de  Lima  hacer  al 
iÜbispo  las  honras  do  las  personas  prenci pales  é  del  dicho  ürgo- 
fíezéque  este  testigo  vido  cómo  las  personas  que  trageron  las 
íclin  as  lo  dixcron  al  dicho  gobernador  Pizarro^  y  después 


214 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


lo  <!ixeron  parlicularmcnto  a  quien  se  lo  preguntaba,  é  que  este 
testigo  vino  á  esta  provintiía  con  Pedro  de  Saldívar,  maestre,  en 
un  barco  á  buscar  maiz,  porque  desta  manera  salieron  del  puerto 
de  Limaé  vinieron  á  esta  provincia,  porque  no  dejan  salir  nin- 
gún navio  del  dicho  puerto,  porque  no  se  sepa  la  nueva  de  lo  que 
ha  subcedido,  é  que  esto  es  lo  que  sabe  é  pasa  desle  caso,  para  e 
juramento  que  hizo,  é  firmólo. — Juan  Antón, 

Este  dicho  día  el  dicho  señor  gobernador,  para  informarse  de 
lo  susodicho,  envió  á  llamar  los  marineros  del  dicho  barco  del 
dicho  Pedro  de  Saldívar  que  vinieron  con  él  desde  el  Perú  é  puer- 
lo  de  Lima  a  esta  gobernación,  los  quales  parescieron  ante  el 
dicho  señor  gobernador  en  ocho  dias  de  Jullio  del  dicho  año,  que 
fueron  Juanes  de  Mondragon  é  Juanes  de  Garamendia  ó  Alvaro 
Portugués  é  Juan  Pala,  de  los  quales  é  de  cada  uno  dellos  el  di- 
cho señor  gobernador  tomó  é  rescibió  juramento  por  Dios  é  por 
Santa  María  é  por  la  señal  de  la  Cruz  en  que  pusieron  sus  naano5 
derechas,  so  cargo  del  qual  prometieron  de  decir  verdad,  é  lo  que 
dixeron  é  depusieron,  preguntados  por  el  tenor  de  la  dicha  in- 
formación, es  lo  siguiente,  etc. 

Testigo.— El  dicho  Juanes  de  Mondragon,  testigo  rescebido, 
habiendo  jurado  según  de  suso,  é  siendo  preguntado  por  lo  suso- 
dicho, dixo:  Que  lo  que  deste  caso  sabe  es  que,  estando  este  testigo 
en  Lima  del  Perú,  puede  haber  mes  y  medio,  poco  mas,  vido  que 
vinieron  ciertas  personas  de  caballo  del  Cuzco  é  truxeron  nua^ns 
al  gobernador  don  Francisco  Pizarro,  diciendo  que  su  hermano 
Hernando  Pizarro  habia  peleado  con  la  gente  que  llevaba  con  la 
gente  del  mariscal  don  Diego  de  Almagro,  junto  al  Cuzco  é  que 
en  el  recuentro  hnbian  muerto  y  herido  mas  de  trescientos  hom- 
bres é  que  los  doscientos  y  mas  decian  que  eran  muertos  y  en- 
trellos  personas  prencipales,  que  eran  Orgonez  é  Pedro  de  Lerma 
é  que  habían  prendido  al  dicho  mariscal  é  lo  tenían  preso  ó  i 
recabdo»  é  que  este  testigo  vio  en  la  iglesia  de  Lima  hacer  al 
Obispo  las  honras  por  el  dicho  Orgonez.  Preguntado  que  qué  per- 
sonas eran  las  que  vinieron  con  las  nuev^as  é  si  conosoia  alguno 
dellos,  dixoi  Que  este  testigo  no  conoscíó  mas  de  a  uno  que  se 
llamaba  Vergara,  que  fué  de  los  que  truxeron  la  nueva^  y  que  era 
de  su  tierra  deste  testigo,  el  qual  le  dixo  lo  susodicho  é  lo  certi* 


^M 


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^Mi 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS 


213 


^or-jue  el  dicho  Vengara  se  habió  hnllado  en  el  dicho  n*- 
cuontro,  6  que  lo  susodicho  era  público  é  notorio  en  la  dicha 
cibdad  de  Lima,  é  que  esto  lesUgo  salió  do  Lima  con  el  maestre 
Pedro  de  Saldívar  á  buscar  maiz  por  \ñ  costa  para  lo  traer  é  Lima 
porque  de  otra  manera  no  le  dejarían  salir,  porque  en  el  puerto 
de  Lima  tienen  tomados  a  lodos  los  navios  los  timones  é  las  volas 
para  que  no  se  vengan  ninguno  é  no  sepan  la  nueva,  si  no  fuere 
por  la  mano  de  Pizarro,  que  dicen  que  quiere  enviar  el  goberna- 
dor Pizarro  á  Castilla  a  su  hermano,  é  que  en  el  puerto  de  Lima 
tiene  el  galeón  grande  armado  con  gente  é  armas,  para  que  si 
algún  navio  se  quisiere  salir  del  dicho  puerto,  porque  vaya  tras 
él  é  lo  vuelvan,  como  hicieron  con  la  balsa  en  que  el  mariscal 
enviaba  los  despachos  dS.  M.,  la  qual  dicha  balsa  dixo  que  venia 
de  junto  a  la  .  .  .  .  é  que  tuvieron  aviso  y  ynviaron  un  navio 
que  la  lomó,  como  dicho  es;  y  esto  es  lo  que  sabe  para  el  jura- 
mento que  hizo,  y  no  firmó  porque  no  sabe,  etc. 

Testigo, ^ — El   dicho    Juanes  de   Garamendia,   testigo  recibido 
para  la  dicha  información,  habiendo  jurado  según  de  suso,  pro- 
metido de  decir  verdad  é  seyendo  preguntado  por  el  tenor  de  lo 
susodicho,  dixo:  Que  estando  este  testigo  en  la  cibdad  de  Lima 
puede  haber  mes  y  medio,  poco  mas,  vido  este  testigo  cómo  vi- 
fnieron  ciertas  personas  de  caballo  á  traer  nuevas  al  gobernador 
Pizarro  como  su  hermano  Hernando  Pizarro  se  habia  encontrado 
con  la  gente  del  mariscal  Alningro  junto  al  Cuzco  é  los  habían 
desbaratado  á  los  de  la  parte  de  Almagro  é  que  hablan  muertos 
en  ellos  é  heridos  mas  de  trescientos  hombres  y  entre  los  muer- 
tos decian  que  era  Orgoñez  y  otras  personas  preneipales  y  que 
este  testigo  oyó  decir  públicamente  en  la  dicha  cibdad  de  Lima  co- 
lo  el  dicho  Francisco  Pizarro  tenia  preso  al  dicho  mariscal  don 
Diego  de  Almagro  é  á  su  hijo.  Fué  preguntado  que  cómo  lo  sabe, 
dixo:  que  porque  este  testigo,  como  dicho  tiene,  estaba  en  aque- 
lla sazón  en  la  dicha  cibdad  de  Lima  ó  se  decia  públicamente  lo 
^susodicho  é  vio  en  la  iglesia  hacer  las  honras  del  dicho  Orgoñez, 
[ue  las  hacia  el  Obispo  de  la  dicha  cibdad,  é  que  este  testigo  vino 
5on  Pedro  de  Saldívar,  maestre,  en  un  barco  en  busca  de  maiz  por  la 
'costa,  para  llevar  a  Lima,  porque  para  esto  habíanle  dado  licencia, 
morque  de  otra  manera  no  se  la  dieran,  á  causa  que  en  el  dicho 


216 


COLECCIÓN  DE  DOCUilESTOS 


p  !  ^rto  tiene  el  dicho  pobernador  Pizirro  un  galeón  é  oíros  navios 
armados  é  3on  gente  para  no  dejar  salir  niíij^un  navio  del  dicho 
puerto,  é  que  tiene  lomados  las  velas  é  timones  a  lodos  los  navios 
que  están  en  el  dicho  puerto.  Fué  preguntado  qué  es  la  causa 
por  que  no  dejan  salir  los  ditíhos  navios,  dixo:  Que  oyó  decir  que 
porque  no  viniese  ninguno  á  dar  la  nueva  do  lo  que  había  pasa- 
da, y  que  esta  es  la  verdad  é  no  lo  firmu  porque  no  sabia»  etc. 

Testigo.— El  dicho  Alvaro  Portugués,  testigo  recibido  para  la 
dicha  información,  habiendo  jurado,  según  de  suso,  é  siendo  pre- 
guntado por  el  tenor  de  lo  susodicho,   dixo:  Qu©  estando  este 
testigo  en  el  puerto  do  la  cibdad  de  Lima,  puede  haber  un  mesó 
poco  mas,  oyó  este  testigo  decir  públicamente  en  el  dicho  puerto 
que  habían  venido  á  la  dicha  cibdad  de  Lima  ciertos  hombr 
de  caballo  á  traer  nuevas  al  gobernador  Pizarro  de  cómo  su  her-" 
mano  Hernando  Pizarro  habla  peleado  con  la  gente  del  mariscal 
don  Diego  de  Almagro,  junto  al  Cuzco,  é  los  hablan  desbaratado 
é  que  habían  muerto  é  herido  mas  de  trescientos  hombres  é  que 
tenían  preso  al  dicho  mariscal  é  á  su  hijo,  é  que  este  testigo  oyi 
decir  todo  lo  susodicho  é  se  decia  públicamente  en  la  dicha cib — 
dad  de  Lima,  porque  este  testigo  fué  después  allá  é  lo  oyó,  cornea 

dicho  tiene,  é  que  este  testigo  vido  en  la  iglesia  de  la  dicha  cib 1 

dad  que  el  Obispo  de  la  dicha  cibdad  hacia  las  honras  por  OrgCK 
ñez  e  que  asimismo  sedéela  que  era  muerto  Pedro  do  Lerma      ^^l 
otras  personas  prencipales  do  los  que  tenia  el  dicho  Almagro, 
que  este  testigo  vino  en  un  barco  con  Pedro  de  Saldívar,  mae^s 
tre,  ó  salieron  del  dicho  puerto,  so  color  de  buscar  maiz  para  11^=^- 
var  á  la  dicha  cibdad  de  Lima,  porque  de  otra  manera  no  losd^^- 
jaran  salir,  por  tener  guardas  en  el  dicho  puerto  é  un  galeoií 
grande  ó  otro  navio  en  que  detienen  los  timones  é  velas  de  loí 
navios  que  están  cu  el  dicho  puerto,  porque  dicen  que  el  gob(?/^ 
nador  va  al  Cuzco  ó  que  hasta  que  vuelva  no  quiera  que  salg^ 
ningún  navio  con  las  dichas  nuevas,  é  porque  no  las  Iruxesen;^ 
que  esta  es  la  verdad  é  público  é  notorio,  para  el  Juramenla  que 
hizo,  ó  afirmóse  en  ello,  é  no  firmo  porque  no  sabia  escrcbír,  etc, 

Testigo.— El  dicho  Juan  Pala,  testigo  recibido  en  la  dicha  re- 
zón, para  la  dicha  información,  habiendo  jurado,  según  de  susOii 
ó  siendo  preguntado  por  lo  susodicho,  dixo:  Que  lo  que  desleí 


AT.MAGRO    V    SUS   COMPAÑEROS 


217 


iyiD0oaqu9  estt*  tciligo,  estando  en  ni  puorto  dn  Lima,  de  la  pro 
,'iaciadííl  Peni,  oyu  decir  lyriblicatneQlo  que  Imbiaii  venido  cier- 
is  persona*  de  á  cabnllo  dol  Ciuco  á  dar  nuevas  al   Gobernador 
rrÉincisco  Pixarrodo  como  su  hermano  Hernandu  Pizarro   había 
^el<^í<do  y  desbnratndo  a  la  gente  de  don  Diego  de  Alrnnj^rü  ó  que 
iubian  rauerlo  é  herido  mas  do  trescientos  hombres  éque  tenian 
^re^o  í*l  mariscal  ó  á  su  hijo»  é  que  este  leál¡g;o,  después  que  oyú 
t3  dichas  nuevas  fué  á  la  cibdad  de  Lima  ó  oyó  decir  todo  lo  su- 
lodicho  publicamento  entro  todas  las  personas  que  en  la  dicha 
•ilidnd  eííitaban»  é  que  este  testigo  vido  dia  de  Srui  Juan  de  Porta- 
tt'ma  al    obispo  de   la  dicha  cibdid   de   Lima   hacer  las   hon 
ts  ea  la  iglesia  por  OrgoQez  ó  por  Pedro  de   Lerma  ó  por  las  de 
la^  personas  que  habían  muerto  en  Id  susodicho,  é  que  este 
Jo^tiíO  vino  en  un  barco  de  Pedro  de  Saldivar,  que  salló  del  dicho 
muerto  á  buscar  m'iiz  para  llevar  á  Lima  ó  só  color  desto  se  vi- 
nieron á  esta  provincia,  porque  de  otra  manera  no  lo   dejaran 
ilif,  porque  á  todos  lo  navios  tienen  lomados  los  timones  ó  velas 
tienen  en  el  dicho  puerto  armado  un   gnloon   grande  é  un  na- 
[vío  é  con  gente,  para  que   no   dejen  salir  ningún  navio»  é   que 
decían  que  el  Gobernador  Pizarro  iba  al  Cuzco  ó  que   hasta  quel 
Ivinieso  no  habían  de  dejar  salir  á  ningún  navío,  porque  no  tru- 
xese  la  nueva,  é  que  esta  es  la  verdad  é  público  é  notorio  para  el 
Ijuramento  que  hizo  é  aQrraóse  en  ello,  é  no  firmo  porque  no  sa- 
'biíi  escribir,  ele. 
E  así  tom  ida  é  recibida  la  dicha  información,  el  dicho  señor 

►  bernador  mando  á  mi  el  dicho  escribano  que  saque  un  tresla- 
Ho   ó  dos  ó  mus  escriplos   en   limpio,  li miados  de  su  nombre  ó 

^mados  ó  signados  dií  mí  el  dicho  escribano  ó  cerrados  ó  solla- 

►  ^enpíblíci  forma  é  manera  que  hagan  fée,  para  lo  enviara 

yi.éá  los  señores  de  su  Real  Consejo  de  Indias,  en  los  quales 

Ireslados  dÍKo  que  interponía  ó  interpuso  su  autoridad  ó 

'_u  lo  judicial,  é  fii'mülo  de  su  nombre,  li  yo  el  dicho  escribano 

►  rS.  M.  de  m-indadodel  dicho  señor   Gobernador  saqueé  hice 
¿^C(ir  el  dicho  treslado,  según  que  ante  S.  Sria.  é  ante  mi  pasó^ 

i^VieiiB  fecho  en  los  dichos  dias,  mes  é  año  susodichos.   Testigos 

i"*ron  presentes  Francisco  Ruizó  Juan  Ruiz,  é  yo  el  dicho 

Mímbrefio,  escribano  de  S,  M,  público  é  de  cabildo  desla 


218 


COLECCIOÍ?  DE  DOCUMENTOS 


dicha  cibdad  de  León  fuf  présenle  á  lo  susodicho  con    el  dicK! 
señor  Gobernador  é  testigos  é  lo  fice  escrebir  por  sa   mandado  é  ' 
fice  aquí  esto  mió  signo  á  tal. — Rodrigo  de  Conireras. — {fl(^!/  un 
signo»)— En  testimonio  de  verdad. — Martin  Mimbreíio,  escribano. 
— (Hay  una  rúbrica.) 


a  de  Julio  d<s  1538 

XL,—Codinlo  del  Gobernador  don  Diego  de  Almagro 
(Archivo  de  ImWas.^Comejo.^Escribania  de  Cámara.— N,*  1007 

Yo  Diego  Escalante,  escribano  público  del  Concejo  desla  ciudad 
del  Cuzco,  doy  fé  que  entre  las  escrituras  de  Martin  de  Salas,  es- 
cribano público  que  ha  sido  desta  dicha  ciudad,  está  un  codieilo 
que  parece  haber  otorgado  el  señor  adelantado  é  gobernador  doit 
Diego  de  Almagro  al  tiempo  de  su  muerte,  según  que  por  la  dicha 
carta  de  codieilo  parece,  el  tenor  del  cual  es  este  que  se  sigue: 

In  Dei  nomine  amen. — Sepan  cuantos  esta  carta  de  codicito 
vieren  como  yo  el  adelantado  y  mariscal  don  Diego  de  Almagro, 
gobernador  é  capitán  general  deslos  reinos  del  nuevo  Toledo  par 
Su  Mng.,  estando  como  estoy  preso  en  este  cubo  con  grillóse  ca- 
denas por  mnndado  de  Hernando  Pizarro  ó  de  sus  capitanes,  con* 
tra  toda  justicia»  sin  ser  jueces  para  ello  y  estando  como  estoy  ea 
mi  entero  juicio  é  seso  é  entendimiento  tal  cual  plugo  á  Dios 
Nuestro  Señor  de  me  dar  é  creyendo  como  creo  todo  lo  que  cree 
é  tiene  la  Santa  Madre  Iglesia  Católica  Romana  como  bueno fie^ 
católico  cristiano  debe  creer,  tomando  por  intercesora  y  abogad 
mia»  como  siempre  he  tenido  en  mi  Señora  la  Virgen  María  Madfi 
de  Nuestro  Señor  Jesucristo  para  que  ella  sea  intercesora  ai 
Señor  Jesucristo,  por  mi  pecador,  temiéndome  de  la  muerte  qü 
es  cosa  natural,  ordeno  este  codieilo  é  última  voluntad  en  la  ío^ 
ma  é  manera  siguiente; 

Primeramente  encomiendo  mi  anima  á  Dios  que  la  crio  de  nüüa 
é  la  redimió  por  su  preciosísima  sangre  que  por  los   méritos  d« 
su  pasión  la  quiera  colocar  en  la  gloria  con  los  santos,  é  maado 
mi  cuerpo  á  la  tierra  de  que  fué  formado,  pues  en  ella  se  ha  de 
tornar* 


ALMAGRO  Y  SUS  GOMPASBROS  219 

Iten  mando  que  si  muriere  en  estas  partes  del  Perú  que  mi 
cuerpo  sea  enterrado  en  la  iglesia  de  la  Merced  desta  ciudad  del 
Cuzco,  é  que  donde  lo  enterraren  sea  adonde  á  mis  albaceas  les 
pareciere  é  hagan  allí  un  altar  é  pongan  en  él  un  retablo  del  Se- 
ñor Santiago. 

lien  mando  que  el  dia  de  mi  enterramiento  se  digan  todas  las 
misas  que  se  pudieren  decir  por  los  clérigos  y  religiosos  que  se 
hallaren  en  esta  ciudad,  é  si  fuere  tarde  se  digan  otro  dia  siguien- 
te, é  les  den  por  las  decir  la  limosna  acostumbrada,  é  mando  que 
ea  mi  entierro  é  honras  ó  cabo  de  año  se  haga  lo  que  mis  albaceas 
les  pareciere. 

Iten  mando  á  la  Santa  Cruzada  é  a  las  otras  mandas  acostum- 
bradas á  cada  una  diez  pesos  de  oro,  con  que  las  aparto  de  mis 
bienes. 

Iten  mando  que  se  paguen  todas  las  deudas  que  pareciere  yo 
deber  de  lo  mejor  parado  de  mis  bienes. 

Iten  mando  que  se  paguen  á  todos  mis  criados  á  quien  no  hago 
manda  en  mi  testamento  todo  lo  que  me  han  servido  muy  cum- 
plidamente, según  que  cada  uno  ha  servido  é  según  la  calidad  de 
mi  persona  é  la  desta  tierra,  como  á  mis  albaceas  les  pareciere. 

Iten  digo  y  declaro  que  porque  yo  he  tenido  é  tengo  en  Juan 
Balsa,  mi  contador,  toda  la  conQanza  que  es  razonase  tenga  de 
una  tal  persona  é  tan  fiel,  mando  que  en  sus  cuentas  é  en  todo  lo 
demás  de  mis  deudas  é  haciendas  que  él  dijere,  sea  creido  por  su 
juramento,  é  porque  yo  le  he  dado  poder  para  obligarme  en  los 
pesos  de  oro  que  le  pareciese  é  pareciere,  mando  que  se  pague 
todo  lo  que  él  ansí  hubiere  por  mí  é  por  mí  estuviere  obligado  ó 
en  mi  nombre  de  lo  mejor  parado  de  mis  bienes  ó  no  se  le  tome 
mas  cuenta  de  la  que  él  quisiere  dar. 

lien  digo  que  por  cuanto  Margarita,  negra  mia  esclava,  por  el 
mucho  servicio  que  me  hizo  en  el  camino  de  Quito  é  por  le  hacer 
buena  obra  por  amor  de  Dios  de  vuelta  que  vine  yo  la  ahorré  en 
Tangalala  con  tanto  que  me  serviese  toda  mi  vida  y  entonces  aun- 
que se  lo  prometí  no  lo  hice  ante  escribano  é  después  acá  me  ha 
servido  é  sirve  muy  bien,  quiero  y  es  mi  voluntad  cumpliendo  y 
efeluando  lo  dicho,  que  después  de  mis  dias  quede  horra  é  libre 
é  mis  albaceas  é  cualquier  dellos  le  den  carta  de  horra  como  ó  en 


230 


COLECCIÓN   DE   DOCUMENTOS 


la  forma  é  manera  qtu^  mf^jor  se  puoda  dnr  y  f^llfi  quisiere,  porqftt^ 
yo  desde  agora  la  dejo  jMjr  libre  é  horra^  aunque  no  le  den  la  dí 
cha  caria. 

Iten  mando  que  se  gasten  cuatro  mili  pesos  de  oro  en  comprar 
renta  de  la  villa  de  Almagro  de  los  reinos  de  Castilla,  en  la  cud 
renta  se  haga  é  instituya  una  capellanía  conforme  á  lo  quero 
tengo  comunicado  con  mis  alliaceas»  en  el  lugar  ó  do  la  manen 
que  con  ellos  tengo  comunicado,  para  la  cual  se  haya  del  Santo 
Padre  un  jubileo  é  indulgencia  é  gracias  según  que  con  mis  all>a- 
ceas  he  comunicado  é  para  lo  ansí  pedir  é  traer  de  Roma  se  gaste 
lo  que  fuere  necesario* 

Iten  mando  a  don  Diego  de  Almagro^  mi  hijo  natural»  noeve 
mil  pesos  de  oro  que  tengo  en  poder  de  Hernán  Ponce  de  León. 

Iten  mando  al  dicho  don  Diego  mi  hijo  cuatro  mil  é  quinien- 
pesos  do  oro  que  di  al  dicho  Hernán  Punce  por  las  casas  suyas 
que  estaban  enesla  ciudad  ó  lo  que  dellos  por  derecho  rae  pertene- 
ciere, é  nombro  por  curador  del  dicho  mi  hijo  é  de  sus  bieneai 
Diego  de  Alvarado,  que  al  presente  está  preso  en  esta  ciudnd* 

Iten  mando  á  doña  Isabel  de  Almagro,  mi  hija,  hija  de  Mencift, 
mi  india»  mil  pesos  de  oro  con  que  la  metan  monja,  loscuala 
mando  que  se  empleen  luego  en  heredades  ó  rentas  en  Castiltn,*^ 
mando  que  la  dicha  mi  hija  é  su  madre  estén  desde  agora  en  po- 
der del  dicho  doctor  Hernando  de  Sepúlveda  é  de  doña  Añada 
Benavides,  su  muger,  é  gasten  con  ellas  lo  que  fuere  menester  de 
la  renta  de  los  dichos  mil  pesos  é  lo  demás  con  los  mil  pesos élo 
que  con  ellos  se  comprare  haya  la  dicha  mi  hija  para  meter» 
monja  é  si  se  quisiere  casar  se  lo  den  para  casar,  ó  dejí)  porso 
tutor  é  curador  hasta  que  se  meta  monja  ó  se  case  al  dicho  daflor* 
Hernando  do  Sepúlveda,  el  cual  hasta  entone*  sea  curador  Mti 
é  de  sus  bienes, 

Iten  mando  al  hospital  do  la  ciudad  de  Santiago  de  la  isla  K** 
pañola,  donde  está  fundada  la  cofradía  de  Nuestra  Señora  de  I* 
Concebcion  é  advocación  que  se  dice  San  Nicolás,  quiniei 
pesos  de  oro  para  que  traiga  olas  bulas  del  dicho  hospital,  con 
que  pidan  A  Su  Santidad  que  la  persona  que  hubiese  de  ganái 
perdones  ó  indulgencias  que  en  ella  se  olorgaren  é  hubieren 
gado  sea  obligada,  amas  de  lo  que  en  ellas  manden,  rezar 


^ 


^^^m 


paler  nosteráü  dos  Ave  Marías»  ni  uno  por  su  Mag.  é  el  otro  por 
i  ánima  é  de  mis  defunLos  é  de  Lodos  loá  crislianoá  que  en  estas 
es  han  muerto  é  murieren  ó  que  seamos  padicipanles  así  en 
la  como  en  muerte  do  todus  las  gracias  é  indulgencias  é  per- 
ecen ellas  contenidos,  é  de  todos  los  bienes,  é  misas  é  sacriü- 
que  se  bicieren  en  el  dicho  hospital, 
lien  mando  que  en  el  monasterio  de  Santiago,  de  la  Orden  de 
(dicadores  de  la  ciudad  de  Sant.  Dgo.  do  la  dicha  isla  Española  é 
el  monasterio  de  SeüorSan  Francisco,  do  la  dicha  ciudad,  en 
uno  de  ellos  se  digan  quinientas  misas,  é  en  el  monasterio 
Nuestra  Señora  de  la  Merced  se  digan  doscientas  é  cincuenta 
s»  é  les  den  por  decirlas  la  limosna  acostumbrada  en  la  dicha 
ciudad  de  Santiago. 

Itoa  mando  al  dicho  monasterio  de  predicadores  de  Santiago 
de  la  dicha  ciudad  de  Sonto  Domingo,  para  ayuda  A  hacer  el  coro 
del  dicho  monasterio  quinientos  pesos  de  oro,  é  ruego  é  pido  por 
merced  a  los  religiosos  del  ruegnen  a  Dios  por  mi  ánima. 
^'  n  mando  á  las  mugeres,  é  liijos  ó  hijas  de  los  que  murieron 
iiendome  en  esta  Gübernacion  de  que  Su  Mag.  me  hizo 
Dkerced  en  )a  batalla  que  contra  justicia  Fernando  Pizarro  é  su 
geaia  me  dieron  á  seis  días  dol  mes  do  Abril  doste  presente  año 
ida  una  dolías  lo  que  con  mis  albaceas  tengo  comunicado, 
a  mando  que  se  digan  quinientas  misa^  en  los  reinos  de  Es- 
t  en  los  monasterios  é  iglesias  que  yo  be  comunicado  con  mis 
ceas  por  las  ánimas  de  los  que  murieron  en  la  dicha  batalla 
ndo  que  se  dé  de  limosna  de  cada  misa  medio  real  de  la  mo- 
de  Castilla. 

Q  digo  que  por  cuanto  en  mi  testamento  dejo  mandado  que 
;odo  Alvaradú  é  Rodrigo  Horgoñoz  juntamente  con  mi  hijo 
Diego  quedasen  por  mis  tenientes  de  gobernador  é  agora 
igo  Horgoüoz  es  muerto,  mando  é  quiero  ó  es  mi  voluntad 
el  dicho  Diego  de  Alvarado  tenga  el  dicho  poder  solo  é  goco 
las  mercedes  que  su  mag*  me  ha  hecho  y  ficiero  hasta  tanto 
fue  f^l  dicho  mi  hijo  don  Diego  sea  de  edad  ó  su  mag,  probea  ó 
ÉD^nde  otro  cosa  acerca  de  la  dicha  Gobernación  que  me  está  en- 
comendada según  ó  de  la  manera  que  en  el  testamento  que  yo 
lo  dejo  mandado. 


222 


COLECaON  BK  DOCrMENTOS 


Para  cumplir  é  pngar  las  mandas  é  legados  en  este  mi  eodicilo 
contenidos,  establezco  é  dejo  por  mis  albaceas  ó  lesUimeD!iiri0s 
á  Diego  de  Alvarado  é  al  doctor  Fernando  do  Sepúlveda  é  á  Joan 
de  Herrada,  mi  mayordomo,  é  u  Juan  Bal^a,  mi  eonlador,  é£ 
don  Alonso  Enriquozéal  contador  Juan  de  Guzraan,  i^átantefal 
presente  en  esta  dicha  ciudad  del  Cuzco,  á  los  cuales  é  á  cuda 
uno  dellos  por  sí,  in  solidum,  doy  lodo  mi  poder  cumplido  bas- 
tante para  que  puedan  entrar  é  entren  é  tomar  é  tomen  todús 
mis  bienes  é  venderlos  en  pública  almoneda  é  fuera  della  al  pre- 
cio ó  precios  que  les  pareciere,  é  cumplir  é  pagar  de  lo  que  deltoi 
procediere  lodo  lo  contenido  en  este  mi  eodicilo,  y  en  el  rema- 
nente de  todos  los  dichos  mis  bienes,  dejo  por  heredero  á  S»  M.d 
emperador  don  Carlos  nuestro  señor,  que  pues  de  tan  pccocoroo 
yo  era  con  las  grandes  mercedesque  S.  M.  mebahechu^yolosbe 
ganado,  se  los  dejo  como  suyos  descargando  en  esto  mi  con- 
ciencia é  suplico  á  S.  M.  tenga  por  encomendados  para  les  hacer 
mercedes  á  los  dichos  mi  hijos  los  bienes  que  dejo  con  todas  to 
haciendas,  así  granjerias  como  oro  é  plata  é  naos  é  piedras  é  oim 
cualesquier  bienes  que  tenemos  é  poseemos  así  en  Tierra  Finnd 
llamada  Castilla  del  Oro  como  en  estas  provincias  del  Peráyeft 
otras  cualesquier  partes  el  gobernador  don  Francisco  Pizarro* 
yo,  que  valen  mas  de  un  millón  de  pesos  de  oro,  los  cuales  tene- 
mos en  compafíia  hermannble  el  dicho  gobernador  don  Francisco 
Pizarro  é  yo  é  pido  é  ruego  ú  don  Alonso  Enriquez  de  Guzmané 
al  dicho  doctor  Femando  de  Sepúlveda  éal  licenciado  Prndo  qa& 
ellos  é  cualquier  dellos  lleven  mi  testamento  y  este  mi  eodicilo 
é  S.  M.  ele  supliquen  por  amor  de  Dios  mande  tomar  cui-nUfli 
dicho  gobernador  don  Francisco  Pizarro,  mi  compañero,  pa¡a 
que  mi  ánima  sea  cumplida  é  S,  M.  haya  lo  demás,  é  mandoé 
quiero  que  si  alguna  manda  ó  mandas  ó  legndos  mando  en  este 
mi  eodicilo  que  deroguen  otra  ó  otras  do  las  que  mandé  en  el 
lamento  que  fice  en  el  pueblo  de  Vilcns,  ante  el  escribano 
nando  de  Sosa,  escribíino  de  S.  M.*  mi  secretario,  que  yo  lai 
por  derogadas  é  no  quiero  que  valgan  si  no  lo  que  en  esti 
eodicilo  mondo  dejando  el  dicho  testamento  en  lo  demás  q 
él  mando  en  su  fuerza  é  vigor,  é  mando  é  quiero  é  es  mi  vo' 
tad  que  si  en  alguna  manda  6  mandas  que  mando  en  el  dicho  mi 


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ALMAGRO  y  SUS   COMPANEROS 


223 


testamento  y  en  este  codicilo  se  quisiere  entremeter  6  entreme- 
tiere la  Santa  Cruzada  ó  otra  cualquier  demanda  ó  persona  fuera 
las  que  yo  aquí  nombro,  por  via  de  cuarta  ó  por  cualquier  otra 
^a,  desde  agora  mando  todas  las  dichas  mandas  en  quo  así  se 
lisieren  entremeter  6  entremetieren  en  la  manera  que  dicha 
ó  en  otra  cualquier  manera  a  mis  albaceas  que  de  suso  son 
jmbrados  en  este  mi  codicilo  para  que  ellos  las  hayan  para  sí  é 
lesde  agora  se  las  dejo,  é  quiero  que  esto  valga  por  mi  codicilo  é 
ultima  voluntad  é  todo  lo  en  él  contenido  en  la  mejor  forma  é 
jiaaera  que  de  derecho  haya  lugar  qneílando  en  lo  demás,  como 
cho  tengOf  en  su  fuerza  é  vigor  el  dicho  mi  testamento  é  porque 
yo  hice  é  otorgué  los  días  pasados  otro  ral  codicilo  cerrado  ante 
ilartin  de  Salas,  escribano,  el  cual  tenia  el  dicho  Juan  de  Balsa, 
qí conUidor,  en  guarda  en  un  cofro  ése  lo  hurtaron  con  oro  é 
titras  escrituras  mías  que  en  él  estaban,  mando  é  es  mi  voluntad 
[que  el  dicho  codicilo  que  así  le  hurtaron  no  valga,  que  por  la  pre- 
sente lo  revoco  ó  doy  por  ninguno  é  otros  cualesquiera  que  haya 
hecho,  si  no  que  valga  este  codicilo  que  yo  agora  hago,  é  el  dicho 
i  mi  testamento  que  otorgué  ante  el  dicho  mi  secretario  que  quiero 
[que  valga  en  lo  que  por  este  codicilo  no  está  derogado,  comt  di- 
|€ho  tengo,  en  testimonio  de  lo  cual  otorgué  esta  carta  de  codicilo 
|iinteel  escribano  é  tesiigos  de  yuso  escritos,  que  es  hecha  é  otor- 
ftdaen  esta  gran  ciudad  de!  Guzco^  á  ocho  dias  del  mes  de  Julio 
fio  del  nacimiento  de  Nuestro  Señor  Jesucristo  de  mil  é  quiníen- 
flos  é  treinta  é  ocho  años,  testigos  que  fueron  presentes  el  co- 
[nK^Tidador  fray  Juan  de  Vargas  é  el  padre  Horlun  Sánchez  é  el 
adre  Diego  Martin  é  el  padre  Francisco  de  Gáceres  é  Alonso  de 
ro  é  Pedro  Valdivia,  vecinos  é  estantes  en   la  dicha  ciudad  ó 
jíorque  el  dicho* señor  adelantado  dijo  que  no  sabia  escribir,  lo 
prmó  por  él  el  dicho  Hortun  Sánchez.  Por  testigo,  Hortun  San- 
íz. 

Otrosí,  demás  de  lo  susodicho  el  dicho  señor  adelantado  don 
)¡ego  de  Al  margo  dijo  que  mandaba  é  mandó  se  cumpla  é  pague 
i  de  yuso  contenido. 

Declara  que  por  cuanto  Silvestre  Rodríguez  dice  que  le  debo 
lil  pesos  de  oro  de  ciertos  clavos  que  me  dio;  que  se  averigua 
itno  es  é  sa  le  pague  lo  que  le  debiere  de  mis  bienes. 


224 


COU9CCI03I  DB  DOCCMBSm» 


Mando  cpie  hagan  cuenüi  coü  ti  bachiller  Marin  qoe  le  dí  mÜ 
pesos  en  oro  é  lo  que  le  debien?  se  le  pague  da  mis  bien^* 

liando  que  al  padre  Francisco  de  C¿cej*es  se  le  paguen  1» 
tas  que  dijere  que  nie  ha  dicbrí,  de  mÍ5  bienes. 

Declaro  qoe  yo  debo  á  Alonso  de  Chinchilla  cierta  canüdsd 
pesos  de  oro«  lo  coal  sabe  Joan  Balsa,  mi  conlador,  queseáis 
rigne  con  él  é  lo  que  así  averiguase  con  el  dicho  Juan  Bat$a,  se 
le  pagoe  sin  pleito  alguno,  de  mis  bienes,  doquier  que  loi  ja 
tenga. 

Declaro  que  yo  debo  á  Alonso  del  Valle  cierta  cantidad  de  pe- 
sos de  oro  que  no  me  acuerdo  que  tanta  es,  que  se  siente  iciieQ' 
ta  con  el  dicho  Juan  Balsa,  mi  contador,  ¿  lo  qoe  asi  averígiiare 
mando  que  se  le  pague  de  mis  bienes,  sin  pleito  alguno. 

Declaro  que  yo  d»*bo  ni  tesorero  Manuel  de  Espina!,  en  nombre 
de  su  Mag,^  cierta  cantidad  de  pesos  de  oro,  que  se  siente  á  etien- 
ta  con  el  dicho  Juan  Baba,  mi  contador,  é  loque  pareciere  deber* 
sete  se  le  pague  de  mis  bienes. 

ítem  mando  que  todo  lo  qoe  pareciere  firmíidu  dt?  Juan  B&l» 
mi  contador,  é  Juan  de  Herrada  mi  mayordomo  ó  de  cualquier 
dellos  qoe  yo  debo  se  les  pague  á  las  tales  personas  luego,  sio 
pleito  alguno,  como  si  fuese  por  escrituras  pasadas  ante  escribano, 
con  aparejada  ejecución,  por  cuanto  yo  tengo  dellos  é  de  cada 
uno  dellos  entero  crédito  é  confianza  que  no  harán  roas  de  loq! 
fuere  verdad. 

Declaro  que  por  cuanto  yo  lomé  de  los  bienes  de  los  defun 
cierta  cantidad  de  posos  de  oro  é  dellos  me  dieron  en  Feroand* 
de  Villanueva  dos  mil  é  tantos  pesos,  y  en  Cristóbal  Pérez ocl 
cientos  pesos  los  cuales  yo  no  he  cobrado:  lo  domas  qoe  parccii 
que  »e  averiguare  con  el  dicho  Juan  Balsa  mi  contador,  que 
debo  se  les  pague  luego  de  mis  bienes. 

Mando  que  si   el  doctor  FernaiuJii  de  Scpiilvoda  mostrare 
crituras  ó  por  sus  libros  que  yo  le  debo  alguna  cantidad  de  p 
de  oro  ó  de  plata,  que  lo  que  jurare  que  yo  le  debo  se  le  pni 
luego  de  mis  bienes  sin  mas  dilación  ni  pleito  del   dicho  j 
monto. 

Declaro  que  debo  á  Juan  Rodrigt:ez,  mercader  vecino  desla 
dad,  cierta  cantidad  de  pesos  de  oro  que  no  sé  que  tantos,  que  lo 


ALMAGRO  Y   SUS   COMPAÑEROS  225 

que  él  jurare  que  le  debo  se  le  pague  luego  sin  larga  ni  dilación 
alguna  ni  mas  pleito  del  dicho  juramento. 

ítem  ruego  é  encargo  al  dicho  Juan  de  Herrada  é  Juan  Balsa  é 
ádon  Alonso  Enriquez  soliciten  njis  negocios  é  los  de  don  Diego 
mi  hijo,  €  vayan  á  España  sobre  ello  á  su  Mag.  é  ansimesmo  lo 
mando  á  Juan  de  Espinosa,  mi  criado,  é  demás  de  lo  que  su  ser- 
vicio vale  que  le  han  de  dar  á  cada  uno,  mando  que  den  de  mis 
bienes  á  los  dichos  Juan  Balsa  é  a  Juan  de  Herrada  é  a  cada  uno 
dellos  tres  mil  pesos  de  buen  oro  ó  se  los  den  luego  antes  que 
otra  cosa  ninguna  se  pague,  por  ser  como  son  de  buen  servicio 
que  me  han  hecho,  é  si  tuviere  mas  posibilidad,  mando  que  le 
den  á  cada  uno  dellos  seis  mil  pesos  de  buen  oro  de  mis  bienes. 

ítem  mando  que  lo  que  les  pareciere  á  los  dichos  Juan  Balsa  é 
Juan  de  Herrada  que  yo  debo  ó  á  Fernando  de  Sosa,  mi  secreta- 
rio, se  le  pague  luego,  por  ser  como  es  deuda  de  servicio. 

Ítem  mando  que  den  á  Francisco  Barba,  mi  criado,  mil  pesos 
de  buen  oro  ante  todas  cosas,  porque  es  pobre  é  se  lo  debo  de  buen 
servicio  que  me  ha  hecho. 

ítem  mando  que  den  á  Juan  Martin  Herrero,  mi  criado,  los  in- 
dios de  Nicaragua  que  tiene  é  la  fragua,  é  él  se  lo  tome  para  sí, 
con  todas  las  herramientas  é  aparejos  della,  por  los  buenos  servi- 
cios que  me  ha  hecho. 

ítem  mando  que  compren  para  la  Merced  desta  ciudad  una 
casulla  é  almatigas  de  terciopelo  negro,  tres  albas  con  sus  ade- 
rezos é  un  frontal  de  lo  mismo,  é  un  cáliz  de  plata,  é  una  cruz  de 
quince  marcos  con  su  manga  de  terciopelo  negro,  é  unas  vina- 
geras  de  plata,  e  un  incensario  de  plata,  é  ruego  é  pido  por  mer- 
ced a  los  frailes  del  dicho  monasterio,  rueguen  a  Dios  por  mi 
ánima. 

ítem  mando  que  lo  que  les  pareciere  a  mis  albaceas  decir  de 
misas  por  mi  ánima  las  manden  decir  en  el  monasterio  de  Nues- 
tra Señora  de  la  Merced  desta  ciudad,  donde  me  mando  ente- 
rrar, é  se  paguen  de  mis  bienes,  las  cuales  digan  los  frailes  del 
dicho  monasterio. 

ítem  mando  que  en  un  año  me  digan  cada  lunes,  en  el  monas- 
terio de  la  Merced  de  esta  ciudad,  una  misa  de  requien  cantada, 
é  se  pague  por  la  decir  lo  acostumbrado. 

15 


226  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

Mando  que  se  dé  de  mis  bienes  al  bachiller  Enriquez  por  el 
cargo  que  le  soy  c  me  ha  amado  é  la  voluntad  con  que  lo  ha  he- 
cho lo  que  al  bachiller  é  á  Juan  Balsa  é  a  Juan  de  Herrada  les  pa- 
reciere, y  esto  se  pague  luego  sin  pleito. 

ítem  mando  que  so  den  de  mis  bienes  al  padre  Bartolomé  de 
Segovia,  tres  mil  pesos  de  buen  oro  por  el  cargo  que  le  soy,  sin 
pleito  alguno,  é  le  entrego  á  don  Diego  mi  hijo. 

Mando  que  se  den  de  mis  bienes  al  sochantre  Cristóbal  de  Mo- 
lina un  caballo  que  me  dio  en  Chile,  ante  todas  cosas,  é  mas 
mando  que  le  den  lo  que  a  mis  albaceas  les  pareciere^  é  mando 
que  por  el  dicho  caballo  é  cargo  que  le  soy,  lo  den  de  mis  bienes 
tres  mil  pesos  de  oro  de  ley  perfecta. 

ítem  digo  que  á  Luis  García  Samames  le  debo  mucha  cantidad 
de  pesos  de  oro,  que  lo  que  pareciere  deberle  se  le  pague  luego  é 
se  siente  a  cuenta  con  el  dicho  mi  contador  Juan  Balsa,  si  dello 
no  tuviere  escritura. 

ítem  digo  que  Juan  Balsa  mi  contador  ha  firmado  que  yo  debo, 
que  aquello  que  pareciere  se  pague,  c  lo  que  por  mí  ha  cobrado 
é  pagado  lo  doy  por  bueno  é  lo  apruebo  é  doy  por  libre  é  quito 
al  dicho  Juan  Balsa. 

Mando  que  lo  que  pareciere  yo  deber  al  padre  Rodrigo  Pérez  y 
él  dijere  que  yo  le  debo  con  su  juramento -^é  sin  su  juramento, 
mando  que  se  le  pague  de  mis  bienes,  todo  lo  qual  que  dicho  es 
ansi  en  este  mi  codicilo  como  en  el  dicho  testamento  ó  fuera  da- 
llos que  pareciere  ú  Juan  Balsa  ó  á  Juan  de  Herrada  que  yo  debo 
á  cualesquier  persona,  que  ellos  ó  cualquier  dellos  lo  paguen  é 
descarguen  mi  conciencia  porque  no  pene  mi  ánima. 

Digo  que  Pedro  do  Onte  me  dio  para  que  yo  envié  a  Castilla  lo 
que  dijere  Juan  de  Espinosa,  que  fué  cierta  plata,  é  para  en  pago    1 
desta  yo  quedé  do   pagar  al  dicho  licenciado  Castañeda  cinco 
mil  é  laníos  pesos,  como  parece  por  una  cláusula  deste  testamen- 
to é  codicilo,  lo  cual  sabe  el  padre  Rodrigo  Pérez  é  Baltasar  Gó- 
mez, que  se  asienten  con  él  á  cuenta  é  lo  que  yo  debiere  se  le 
pague  luego. 

Digo  que  cuando  yo  iba  á  Quito  dejé  á  Fernando  de  Vera  siete 
mil  caslellanos  en  oro  que  me  guardase  para  que  dellos  me  en- 
viase algún  navio  ó  gente  á  Quito,  é  dello  yo  tomé  de  una  caja 


ALMAGRO   Y   SUS   COMPANEROS  227 

suya,  mil  ó  mil  é  cien  pesos,  que  se  le  tome  cuenta  é  lo  que  res- 

ta.re  se  cobre  de  él. 

Diego  de  Biedma  mi  camarero,  compró  en  Chile  de  una  almone- 
da cierta  cosa,  que  lo  que  fuere  se  le  pague  luego  porque  era  para 
mí  lo  que  así  compró. 

Iten  digo  que  al  mayordomo  Juan  de  Herrada  debo  cierta  can- 
tidad de  pesos  de  oro  que  me  prestó  é  le  di  cierta  plata  labrada, 
que  lo  demás  que  restare  que  él  é  Juan  Balsa  se  paguen,  sin  cuen- 
.    ta  de  nadie,  sino  entre  ellos,  ansi  desto  como  de  lo  demás  que  le 
mando. 

ítem  mando  que  den  de  mis  bienes  a  Antón  de  Almagro  mil 
j.     pesos  de  oro,  sin  pleito  alguno. 

Iten  mando  que  den  de  mis  bienes  al  monasterio  de  Nuestra 
Señora  de  la  Merced  desta  ciudad  mil  pesos  de  oro  para  que  las 
fiestas  de  Nuestra  Señora  se  digan  vísperas  é  misas  é  sermón  per- 
petuamente, é  suplico  á  su  Mag.  por  los  servicios  que  le  he  hecho 
1^     Je  dé  indios  de  repartimiento  a  la  dicha  casa  porque  mi  cuerpo 
hade  estar  allí  enterrado  é  mando  á  mis  albaceas  fagan  la  iglesia 
é  toda  la  casa  á  mi  costa.   Fecha  ut  supra:  testigos  que  fueron 
presentes  el  padre  Hortun  Sánchez  é  Francisco  de  Cáceres  é 
Diego  Martin,  clérigos,  é  el  padre  fray  Juan  de  Vargas  ó  Alonso 
de  Toro,  é  Pedro  de  Valdivia,  é  por  no  saber  escribir  lo  firmó  por 
él  é  su  ruego  el  dicho  Hortun  Sánchez. — Hortun  Sánchez. — Mar- 
tin de  SalaSj  escribano  público. 

Fecha  é  sacado  fué  este  traslado  del  dicho  codicilo  original  en 
la  ciudad  del  Guzco^  en  treinta  é  un  dias  del  mes  de  Enero  de  mil 
é  quinientos  é  treinta  é  nueve  años.  Testigos  que  fueron  presen- 
tes a  lo  ver  sacar  é  corregir  Luis  de  Soto,  é  Domingo  de  la  Gorta, 
é  Juan  de  Herrera,  estantes  en  esta  diclia  ciudad.  E  porque  yo 
.Diego  de  Escalante,  escribano  público  é  del  Gonsejo  de  esta  dicha 
ciudad  del  Guzco,  presente  fui  é  lo  que  dicho  es  con  los  dichos 
testigos  é  doy  fée  que  va  bien  é  fielmente  sacado,  corregido  ó 
concertado  con  el  dicho  original,  fice  aquí  mi  signo  á  tal  en  tes- 
timonio de  verdad. — Diego  de  Escalante. 


228  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

8  de  julio  de  1538. 

XLI. — Inventario  de  los  bienes  que  se  hallaron  del  Gobernador  don 

Diego  de  Almagro. 

(Archivo  de  Ináidi^.—Escribania  de  Cámara  del  Consejo,— Leg.   4007.) 

Yo  Diego  de  Escalante,  escribano  público  é  del  consejo  desta 
ciudad  del  Cuzco  doy  fée  que  en  los  registros  que  parece  haber 
pasado  ante  Pedro  de  Salinas,  escribano  público  que  fué  de  esta 
dicha  ciudad,  esta  una  escritura  de  inventario  que  parece  que  fué 
fecha  por  los  albaceas  del  adelantado  é  Gobernador  don  Diego  de 
Almagro,  que  haya  gloria,  de  los  bienes  del  dicho  adelantado,  su 
tenor  del  cual  dicho  inventario  es  este  que  se  sigue: 

En  la  ciudad  del  Cuzco  en  ocho  días  del  mes  de  julio  de  mil  é 
quinientos  é  treinta  é  ocho  años  ante  el  muy  noble  señor  Antón 
Ruiz  de  Guevara,  alcalde  ordinario  en  la  dicha  ciudad  por  su  Mag. 
y  en  presencia  de  mí  Martin  de  Salas  escribano  público  de  la  di- 
cha ciudad,  pareció  presente  el  doctor  Fernando  de  Sepúlvedaé 
dijo:  que  por  cuanto  el  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  que 
haya  gloria,  le  dejó  por  su  albacea  é  testamentario,  que  él  quiere 
hacer  inventario  do  los  bienes  del  dicho  difunto. 

E  luego  el  dicho  señor  alcalde  dijo:  que  él  está  presto  de  hacer 
inventario  [como  lo  pide,  y  asi  fueron  y  se  inventarió  lo  sí- 
gnente: 

Una  camisa  vieja  é  unos  manteles  é  un  pañuezuelo  de  mesa, 
una  sobre-cama  de  grana  de  Castilla. 

Un  negro  que  se  llama  Antón. 

E  después  de  lo  susodicho  en  nueve  dias  del  dicho  mes  é  año 
susodicho,  ante  el  dicho  señor  alcalde  y  en  presencia  de  mí  Pe- 
dro de  Salinas  escribano  do  sus  magostados  é  escribano  público 
déla  dicha  ciudad  se  acal)ó  de  hacer  el  dicho  inventario  por  el 
dicho  albacea,  en  la  forma  siguiente: 

Unpaño  de  mano  viejo  labrado,  de  grana,  é  unos  zaragüelles  de 
Holanda  é  seispañiiezuelos  de  narices. 

Unos  manteles  é  dos  servilletas. 

Una  ropa  de  terciopelo  negro  forrada  en  armiño.  > 


I 


ALMAGRO   Y  SUS   COMPA>^EROS 


229 


Una  india  de  Nicaragua,  que  se  dice  Catalina  de  Tepustcquc, 
esclava. 

Otra  india  de  Nicaragua,  eíiclava,  que  se  llama  Catalina  de  Gna- 
zacualcos. 

Dos  negras,  la  una  que  se  dice  Francisca  de  Quintero  y  la 
otra  Luisa, 

Asimismo  declararon  los  dichos  albaceas  é  manifestaron  por 
bienes  del  dicho  señor  Adelantado,  que  haya  gloria,  las  cosas  si- 
guientes. 

Una  india  que  se  dice  Isabel  Nieta,  esclava. 

Otra  que  se  dice  Francisca. 

Un  indio  esclavo  que  se  dice  Perico, 

Unas  casas  é  solar  que  están  en  la  plaza  de  esta  ciudad  que 
tienen  por  linderos  la  iglesia  mayor  de  esta  ciudad,  y  por  la  otra 
parte  casas  que  eran  do  Pedro  Uoman  en  que  agora  vive  Villa 
Castin,  é  por  delante  la  plaza  pública  desla  ciudad. 

Otras  casas  que  se  dicen  do  Amaro  Sánchez, questnn  en  la  plaza 
desta  ciudad,  quo  eran  del  capitán  Hernando  de  Soto  é  las  tierras 
del  dicho  capitán  Hernando  de  Soto,  é  las  tierras  del  dicho  se-- 
ñor  Adelantado^  que  haya  gloria. 

La  plata  que  esta  depositada  en  poder  de  Gómez  de  Mazuelas 
que  es  del  dicho  adelantado,  que  son  dos  mili  marcos. 

Sesenta  é  cuatro  cabezas  de  puercos  questán  en  poder  de  Tor- 
j^doya. 

Uoa  yegna,  é  un  indio  de  Nicaragua  que  se  dice  Juan  Se- 
rondo. 

Otras  veinte  é  dos  cabezas  de  puercos  que  diz  que  tomó  Can- 
unos. 

Un  caballo  morcillo  de  Mazuelas:  hizo  ejecución  en  él  Tordalla, 

Una  olla  grande  de  cobre. 

Un  bacán  do  plata  que  pesa  seis  marcos:  dióseal  predicador  por 
?1  sermón  é  misas  que  dijo  en  las  honras, 

Mas  que  dijeron  que  robaron  al  dicho  señor  Adelantado  su  apa- 

lor  é  plata,  que  dice  su  contador  Juan  Balsa  que  serian  dos  mil 
larcos  de  plata  ó  otras  muchas  cosas. 

Mas  una  fuente  de  oro  í^  un  bernegal  é  un  salero  é  un  jarro  é  una 
rpaun  c*  una  tasa  que  pesan  dos   mil   é  seiscientos  pesos  de  oro 


230  coLEcaoN  db  documentos 

fino,  lo  cual  dijeron  que  tiene  el  señor  Hernando  Pizarro  en  su 
poder,  que  es  del  dicho  Adelantado. 

Tres  esmeraldas,  que  la  una  es  media  cuenta  que  tomó  el  se- 
ñor Hernando  Pizarro,  é  las  vendió  en  mil  y  setecientos  pesos 
de  oro. 

Asi  mismo  manifestaron  que  el  dia  que  el  señor  Hernando 
Pizarro  entró  en  esta  ciudad,  ó  lo  prendió  en  seis  de  abril  deste 
año  le  robaron  la  gente  que  con  él  venia  toda  la  casa  al  dicho  Ade- 
lantado, é  llevaron  otras  muchas  cosas  de  sus  casas  de  mas  de 
lo  susodicho. 

Asimismo  el  señor  don  Alonso  Enriquez,  albacea,  dijo:  quema- 
niféstaba  é  manifestó  por  bienes  del  dicho  señor  Gobernador  un 
caballo  castaño  oscuro  que  se  llama  el  Rey,  que  compró  el  dicho 
Gobernador  a  Diego  Gutiérrez  de  los  Rios  por  dos  mil  castellanos 
pagados  luego,  é  lo  prestó  á  Gregorio  de  los  Nidos,  vecino  desta 
ciudad  é  nunca  se  volvió:  testigos  Luis  de  Cansinos  é  Domingo 
de  Olagorta  é  firmó  de  su  nombre. — Don  Alonso  Enriquez. 

Las  escrituras  que  manifestaron  los  dichos  albaceas  del  dicho 
señor  Adelantado,  que  haya  gloria,  son  las  siguientes: 

Una  obligación  contra  Antón  Ramírez  de  Arellano  de  cuantía 
de  mil  é  cien  pesos,  ó  della  debe  seiscientos  porque  el  dicho 
Adelantado  le  hizo  suelta  de  quinientos. 

Otra  contra  Martin  de  Guelda  de  mil  é  cien  pesos. 

Otra  contra  Juan  de  Mazariegos  de  mil  é  cien  pesos. 

Otra  contra  Diego  de  Focas  de  mil  posos. 

Otra  contra  Francisco  Hortiz  de  trescientos  é  sesenta  é  cinco 
pesos. 

Otra  contra  Alonso  Sánchez  de  Segura  de  mil  é  cuatrocientos 
pesos. 

Otra  de  Marlin  Mole  de  mil  é  cuatrocientos  pesos. 

Otra  contra  Martin  de  Jaso  de  mil  pesos. 

Otra  contra  Francisco  Ortiz  de  trescientos  é  cincuenta  pesos. 

Otra  contra  Diego  Vasquez  de  Mella  de  doscientos  é  quince. 

Otra  contra  Juan  Pardo  do  doscientos  pesos. 

Otra  contra  Alonso  de  Arébalo  de  dos  mil  pesos- 

Otra  contra  Pedro  Martínez  de  Godoy  de  mil  é  cuatrocientos 
posos,  parece  que  della  debe  mil  pesos  de  oro  y  no  mas. 


ALMAGRO  Y  SUS  C0MPA5?ER0S  231 

Otra  contra  el  comendador  Juan  de  Santiago  do  ochocientos. 

Otra  contra  Alonso  de  Saavedra  de  mil  ó  seiscientos  é  setenta  ó 
cinco  pesos,  debe  della  mil  pesos  porque  se  le  hizo  suelta  de  lo 
demás  por  el  dicho  gobernador. 

Otra  contra  Juan  de  Narvaez  do  mil  é  cuatrocientos,  debe  della 
luil  porque  le  soltó  lo  demás 

Otra  contra  Bernardino  de  Balboa  de  mil  ó  cuatrocientos  pesos. 

Otra  obligación  contra  Alonso  Diaz,  herrador,  de  nuevecientos 
pesos. 

Otra  contra  Alonso  de  Saavedra  de  quinientos  é  cincuenta  pe- 
sos. 

Otra  contra  Diego  de  Focas  de  seiscientos  pesos. 

Otra  contra  Fernando  Ponce  de  León  de  mil  é  seiscientos  pe- 
sos, debe  mil  é  ciento  della. 

Otra  contra  Diego  Farfan  de  mil  é  cuatrocientos  é  cincuenta 
pesos. 

Otra  contra  Francisco  Caballero  de  dos  mil  pesos. 

Otra  contra  Juan  Asturiano  de  dos  mil  pesos. 

Otra  contra  Juan  Martin  do  nuevecientos  pesos. 

Otra  contra  Antonio  de  Rivero  de  cuatrocientos  é  cincuenta 
pesos. 

Otra  contra  el  bachiller  Marin  de  ochocientos  pesos. 

Otra  contra  Francisco  de  Alvarado  de  dos  mil  pesos,  é  della 
debe  mil. 

Otra  contra  Gonzalo  Calvo  de  ochocientos  pesos. 

Otra  contra  Pedro  Barroso  de  mil  pesos. 

Otra  contra  Antonio  de  Ribera  de  dos  rail  pesos. 

Otra  contra  Arias  de  Silva  de  tres  mil  é  quinientos  pesos. 

Otra  contra  don  Alonso  de  Montemayor  de  mil  ó  quinientos, 
debe  mil  pesos. 

Otra  contra  Pedro  Gómez  de  dos  mil  é  quinientos. 
r_Otra  contra  Antonio  Ruiz  de  Guebara  de  mil  é  ochocientos. 

Otra  contra  Francisco  de  Chaves  de  tres  mil  é  ochocientos. 

Otra  contra  Pedro  de  Solis  de  cuantía  de  trescientos  ó  cincuen- 
ta pesos. 

Otra  contra  Juan  de  Escobar  de  cuatro  mil  é  doscientos  é  cin- 
cuenta pesos. 


232 


COLECCIÓN  DE  DOCfilENTOS 


Otra  contra  Fernán  Ponce  de  León  do  mil  é  doscientos  pesos  de 
oro. 

Otra  contra  Alonso  de  Caballa  de  ouevecienlos  é  dos  pesos. 

Otra  contra  Luis  Pérez  de  mil  é  cuatrocientos  pesos. 

Otra  contra  Bernardino  Rnimirez  de  ochocientos  pesos. 

Otra  contra  Lázaro  Valdcs  de  Valencia  de  ochocieulos  pesos. 

Otra  contra  García  Gutiérrez  de  Escobar  de  setecientos  pesos. 

Otra  contra  el  jurado  Gonzalo  Fernandez  de  ochocientos  pesos. 

Otríi  contra  don  Franeiscü  Ponce  de  León  de  quinientos  pesos. 

Otra  centra  Alonso  de  Barrientos  de  mil  pesos. 

Otra  centra  Rui  Barba  de  seiscientos  pesos. 

Otra  de  Hernando  de  Solano  de  quinientos  pesos. 

Otra  contra  Alonso  de  Castañeda  de  sí^tecienlos  pesos. 

Otra  contra  Francisco  Cabral  de  seiscientos. 

Otra  contra  Luis  Alvarez  de  ciento  é  cincuenta  pesos. 

Otra  contra  Francisco  de  Tapia  de  trescientos  pesos. 

Otra  contra  Aaeneio  de  Lemos  de  setecientos  pesos. 

Otra  contra  Beliran  dt^l  Salto  de  trescientos. 

Otra  contra  t^raneisco  Uiaz  de  seiscientos  cincuenta. 

Otra  contra  Juan  Martin  de  doscientos. 

Otra  contra  Pedro  do  las  Gasas  ó  Francisco  Muñoz  de  ciento  é 
treinta  pesos. 

Otra  contra  Juan  de  Pedrosa  de  setenta  é  seis  pesos* 

Otra  contra  Cristóbal  Folego  de  trescientos  pesos. 

Otra  contra  Juan  Obregon  de  trescientos  veinte  pesos. 

Otra  contra  Antonio  de  Arellanode  quinientos  pesos. 

Otra  contra  Francisco  Gallego  de  seiscientos  ó  cincuenta  pesos. 

Otra  contra  Pedro  de  UUoa  de  oehocientiis  pesos. 

Otra  contra  Alonso  de  Córdoba  de  seiscientos  pesos. 

Otra  contra  Antonio  Duarte  de  trescientos  pesos. 

Conocimientos. — ^Ua  conocimiento  contra  Juan  de  Santiago  de 
seiscientos  pesos. 

Otro  contra  í^edro  Muniz  de  Godoy  de  cincuenta  pesos. 

Otro  contra  Juan  Martin  de  cien  pesos. 

Otro  contra  Juan  Tello  de  doscientos  pesos. 

Otro  contra  Valdes  de  Valencia  do  doscientos  pesos. 

Otro  contra  Alonso  de  Caballa  de  ciento  é  cincuenta  npsri'^ 


ÉK 


ri^i^^^k 


ALMAGRO   Y   SUS  COMPANEROS 


233 


Otro  Qontra  Alvaro  Lobato  de  doscientos  pesos. 
Olro  contra  Francisco  Güronado  de  doscientos  pesos. 
Otro  contra  Cristóbal  Barba  de  setenta  pesos. 
Otro  coaira  Juan  de  Carmena  de  ochenta  pesos. 
Olro  contra.  ...  de  Quezada  do  ciento  é  cincuenta  pesos. 
Otro  contra  Juan  de  Obregon  ile  cien  pesos. 
Olro  contra  Martin  Castillo  do  doscientos  pesos. 
Otro  contra  Juan  de  Velasco  de  cien  pesos. 
Olro  contra  Juan  de  la  Higuera  de  cien  pesos. 
Otro  contra  Juan  Montes  Doca  de  trescientos  pesos. 
Otro  contra  Juan  de  Kscobar  de  cien  pesos. 
Olro  contra  Bernardino  de  Mella  de  setenta  pesos. 
'Otro  contra  Cristóbal  de  Lunar  do  ciento  é  cincuenta  pesos. 
Otro  contra  don  Alonso  de  Monte  mayor  do  doscientos  pesos. 
Otro  contra  Francisco  de  Tapia  de  ciento  ochenta  peso». 
Otro  contra  Cristóbal  Ruiz  de  cincuenta  pesos. 
Otro  contra  Alonso  Vasquez  de  cien  pesos, 
Otro  contra  Lope  Alonso  de  cien  pesos. 
Otro  contua  Bartolomé  Wisquez  de  ciento  é  diez  pesos. 
Olro  contra  Juan  de  la  Sierra  de  diez  é  seis  pesos. 
Olro  contra  Francisco  Gallego  de  diez  é  seis  pesos. 
Otro  contra  Gómez  de  Tapia  dí^  trescientos  pesos. 
Otro  contra  Juan  Vizcaino  de  doscientos  pesos. 
Otro  contra  Francisco  de  Herrera  de  seiscientos  é  cuarenta  pesos. 
Otro  contra  Marcos  Coronel  de  doce  pesos. 
Otro  contra  Rodrigo  de  Castillo  de  trescientos  pesos» 
Olro  contra  Luis  Méndez  de  cien  pesos. 

Otro  contra  Francisco  de  Salinas  de  doscientos  é  cincuonta  pesos. 
Olro  contra  Diego  de  Vega  de  cuarenta  ó  ocho  pesos. 
Otro  contra  Juan  de  Lebrija  de  cincuenta  pesos. 
Otro  contra  Antón  Noguero  do  cien  pesos. 
Otro  conlra  Pedro  de  Solis  de  cien  pesos* 
Otro  contra  Francisco  Gómez  de  cien  pesos. 
Un  poder  ó  traspaso  contra  Noguero  de  mil  é  cuatrocientos    pe- 
^05  que  dio  Baltasar  Vasquez. 
Una  obligación  conlra  Lemos,  difunto,  de  cuantía  de  quinien- 
)s  pesos. 


^^ 


ÜH 


234  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

Una  obligación  contra  Cristóbal  Quintero  de  mil  é  cincuenta 
pesos. 

Otro  conocimiento  contra  Fernando  de  Corbaneja  de  cuarenta 
pesos. 

Otro  conocimiento  contra  Andrés  de  Medina  de  ciento  é  veinte 
pesos. 

Otro  contra  don  Alonso  de  Montemayor  de  doscientos  é  cin- 
cuenta pesos. 

Otro  contra  Alonso  de  Saavedra  de  doscientos  pesos. 

Otros  dos  conocimientos  contra  Juan  de  Escobar  de  doscientos 
ó  cincuenta  pesos. 

Otro  contra  Rodrigo  Galafate  de  ciento  é  veinte  pesos. 

Otro  contra  Noguerol  de  Ulloa  de  cien  pesos. 

Otro  contra  Martin  Monje  de  ciento  é  sesenta  é  dos  pesos. 

Otro  contra  Cristóbal  de  Sosa  de  noventa  é  nueve  pesos. 

Otro  contra  Ulloa  é  Juan  Narvaez  é  Pedro  Cajas  de  ciento  é 
ochenta  é  cuatro  pesos. 

Dos  conocimientos  contra  Alonso  Diaz,  herrador,  de  cuatro- 
cientos é  ochenta  é  cinco  pesos. 

Otro  contra  Marcos  Coronel  de  sesenta  é  dos  pesos. 

Otro  contra  Juan  Fernandez  de  setenta  pesos. 

Otro  contra  Alvaro  Lobato  de  cien  pesos. 

Otro  contra  Cristóbal  Quintero  de  trescientos  é  cinco  pesos. 

Otro  contra  Alonso  Sánchez  de  ciento  é  cincuenta  pesos. 

Otro  contra  Alonso  Caballa  de  setenta  é  siete  pesos. 

Otro  contra  Alonso  Arias  de  doscientos  é  cincuenta  pesos. 

Otro  contra  Alonso  Arias  de  cien  pesos. 

Otro  contra  Alonso  de  Rueda  de  ciento  é  setenta  é  dos  pesos. 

Otro  contra  Juan  do  Baena  é  Francisco  de  Ledesma  de  noventa 
pesos. 

Otro  contra  Talavera  é  Valencia  de  ciento  é  cincuenta. 

Otro  contra  Juan  de  Utrera  de  cien  pesos. 

Otro  contra  Alonso  de  Orellana  de  ciento  é  noventa  pesos. 

Otro  contra  Antón  Diaz  de  doscientos  setenta  é  cinco  pesos. 

Otro  contra  Pedro  Gómez  de  ciento  é  veinte  é  cinco  pesos. 

Otro  contra  el  dicho  de  ochenta  pesos. 

Otro  contra  Alonso  de  Barrientes  de  setenta  é  cinco  pesos. 


ALMAGRO   y   SUS   COMPANEHOS 


235 


Olro  conlra  Pero  Manzano  de  cuarenta  é  seis  pesos, 

Otro  con  I  vn  Ppvo  flomez  ó  GaliJames  é  Al  onso  Sevillano  de  ochen- 
ta peso?. 

Otro  contra  Galdames  de  treinta  é  cinco  pesos. 

Otro  contra  el  dicho  de  setenta  pesos. 

Otro  contra  Alonso  Pérez  de  los  Rios  de  cincuenta  pesos. 

Otro  contra  Juan  de  Santiago  de  treinta  é  cuatro  pesos. 

Otro  conlra  Diego  Martín,  clérigo,  de  sesenta  é  dos  pesos. 

Otro  conlra  Benialdo  Ramirez  de  noventa  é  seis  pesos. 

Otro  contra  el  contador  Juan  de  Guzraan  de  cincuenta  pesos. 

Otro  contra  Juan  Hermoso^  trompeta,  de  sesenta  pesos, 

Otro  contra  Francisco  de  Saldivar  de  veinte  é  cuatro  pesos, 

Olro  contra  Juan  Tello  de  veinte  é  dos  pesos. 

Otro  conlra  Francisco  Tellez  de  treinta  é  dos  pesos. 

Olro  conlra  Antonio  de  Torres  de  veinte  é  cuatro  pesos. 

Otro  conlra  Juan  de  Funes  de  diez  é  ocho  pesos. 

Olro  contra  Pablo  Tanco  de  diez  é  seis  pesos. 

Otro  contra  Knriqne  Hernández  de  veinte  é  cuatro  pesos, 

Qlro  contra  Juan  de  Valdes  de  doscientos  é  diez  pesos. 

Otro  contra  Pedro  de  Samillan  de  doscientos  é  cincuenta  é  cin- 
50  pesos. 

Olro  contra  Antón  de  Noguero  de  cien  pesos, 

Olro  contra  Francisco  de  Salinas  de  cien  pesos. 

Otro  contra  Luis  Méndez  de  cincuenta  pesos. 

Olro  contra  Cristóbal  Folego  de  doscientos  pesos. 

Olro  contra  don  Alonso  de  Montemayor  de  ciento  é  diez  pesos. 

Una  obligación  contra  Luis  Pérez  de  nueve  cientos  é  cuarenta 
>esos. 

Otra  obligación  contra  Galdames  é  es  conlra  Pedro  de  Fuelles 
le  cuanlia  de  cuatro  cientos  pesos. 

Otro  conocimiento  contra  Antonio  Ramirez  de  Arellano  de 
^üantia  de  cincuenta  pesos. 

Una  obligación  contra  Alonso  Yafiez  é  Alonso  de  Castañeda  de 
mantia  de  ciento  é  trece  pesos. 

Otro  contra  los  susodichos  de  doscientos  sesenta  é  un  pesos. 

Un  conocimiento  conlra  Alonso  Yañez  de  siete  pesos  c  medio. 

Olro  conlra  Juan  Gómez  de  laGueva  de  ciento  étreintaé  seis  pesos. 


lÜ^ 


ÜÉ 


236  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

Otro  contra  Diego  de  Mella  de  sesenta  pesos. 

Otro  contra  Bernardino  de  Mella  de  diez  y  ocho  pesos. 

Otro  contra  Enrique  Hernández  é  Ribera  de  veinte  é  cuatro 
pesos. 

Una  provisión  del  gobernador  don  Francisco  Pizarro  para  ha- 
cer el  repartimiento  de  los  indios  é  caciques  de  la  comarca  de 
Jauja. 

Otra  provisión  del  dicho  gobernador  para  traer  gente. 

Una  carta  de  compañía  entre  el  señor  gobernador  don  Francis — . 
co  Pizarro  é  el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  hecha  á  doce  de  Ma — . 
yo  de  quinientos  é  treinta  años  ante  Juan  Simancas,  escribano  ^ 
que  la  sacó  de  un  registro. 

Una  cédula  de  encomienda  de  los  indios  del  dicho  gobernador 
don  Diego  de  Almagro,  hecha  en  Lima  á  veinte  é  dos  de  Enero  de 
mil  é  quinientos  é  treinta  é  cinco  años. 

Una  escritura  de  reclamación  que  hizo  el  dicho  adelantado  don 
Diego  de  Almagro. 

Una  escritura  para  que  después  de  sus  dias  del  dicho  Adelan- 
tado quede  la  gobernación  á  don  Diego,  su  hijo,  hecha  en  la  pro- 
vincia de  Chile,  signada  de  tres  escribanos,  hecha  á  veinte  é  siete 
de  Agosto  de  mil  é  quinientos  é  treinta  y  seis  años. 

Otra  carta  de  compañia  entre  los  dichos  gobernadores,  hecha 
ante  Bernardino  de  Valderrama,  en  Pachacama,  á  catorce  de 
Enero  de  mil  é  quinientos  é  treinta  ó  cinco  años. 

Un  memorial  de  deudas  que  deben  ambos  gobernadores,  fir- 
mado de  Bernardino  de  Valderrama,  escribano  de  S.  M.,  que  pa- 
rece estar  sumado  de  treinta  é  cuatro  mil  ó  setecientos  é  veinte  é 
cinco  pesos  de  oro. 

Aquí  entra  lo  de  las  provisiones  é  después  lo  que  manifestó  don 
Alonso. 

Todo  cual  que  dicho  es  manifestaron  los  dichos  albaceas  ante 
miel  dicho  escribano  por  bienes  del  dicho  señor  gobernador,  que 
haya  gloria. 

E  después  de  lo  susodicho  en  la  dicha  ciudad  del  Cuzco,  diez  y 
seis  dias  del  mes  de  Agosto  del  dicho  año,  en  presencia  de  mí  el 
dicho  escribano,  pareció  el  dicho  señor  don  Alonso  Enriquez  de  -= 
Guzman,  albacea  del  dicho  señor  gobernador,  ó  dijo  que  mani — 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS  237 

testaba  é  manifestó  una  espada  con  un  pomo  é  puño  é  contera  é 

cruz  de  plata  que  dijo  que  esta  en  poder  de  Alonso  de  Toro,  algua- 

tíl  mayor,  é  que  el  licenciado  Prado  daba  cien  pesos  de  oro  por 

ella  é  el  dicho  alguacil  mayor  dice  que  no  la  quiere  dar,  porque 

dice  que  le  pertenece  é  la  dio  á  Martin  López,  alguacil  menor: 

testigos  Luis  de  Cansino  é  Diego  Manuel. 

A.:sim¡smo  dijo  que  un  criado  del  dicho  gobernador  que  se  dice 
FroLncisco  Pana,  le  dijo  que  tenia  en  yuca  y  el  dicho  gobernador 
dorx  Diego  de  Almagro  cuatro  mil  fanegas  de  maiz  é  agora  valian 
di©z^  é  seis  mil  castellanos  é  quel  dicho  Francisco  Pana  dirá  en  su 
tienapo  quien  las  tomó,  fecha  ut  supra:  testigos  los  dichos. — Don 
Alc^^^o  Enriquez. 

E^  después  de  lo  susodicho  en  la  dicha  ciudad  del  Cuzco,  en  diez 

é  ri.maeve  dias  del  mes  de  Agosto  del  dicho  año,  en  presencia  de  mí 

el  dicho  escribano,  pareció  el  dicho  señor  don  Alonso  Enriquez  ó 

¿\jo  que  declaraba  é  declaró  como  albacea  del  dicho  señor  gober- 

notdor,  que  haya  gloria,  que  Pablo  de  Meneses  debe  al  dicho  go- 

bei*íWLdor  setecientos  pesos  de  oro,  los  cuales  el  dicho  Pablo  de 

íieneses  dijo  que  habia  venido  ante  él  á  manifestar  é  decir  que  los 

devia  sin  escritura  ni  conocimiento  é  decia  que  le  hacia  partido 

diciendo  que  le  soltase  la  deuda  é  le  daria  una  escritura  de  Vi- 

Ualba  de  seiscientos  pesos  é  ciento  en  oro,  firmólo,  testigos  Luis 

de  Cansinos,  é  dijo  que  lo  aclaraba  para  que  se  cobre  del. — Don 

Alonso. 

Ansimismo  inventariaron  las  provisiones  siguientes: 

La  provisión  original  de  la  gobernación  del  dicho  señor  Ade- 

lan  lado. 

Otra  provisión  de  S.  M.  para  repartir  los  indios  de  su  gober- 
nación. 

La  capitulación  que  tenia  con  S.  M.  de  su  gobernación,  dupli- 
cada.. 

Otra  capitulación  de  las  islas  que  descubriere. 
Otra  provisión  que  por  seis  años  los  vecinos  de  su  gobernación 
del  nuevo  Toledo  paguen  el  diezmo  del  oro  de  minas. 
Otra  de  cuatro  fortalezas. 
F^rovision  de  S.  M.  de  alguacilazgo  mayor. 
Provisión  del  adelantamiento  de  la  provincia  de  Toledo, 


238  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

Provisión  que  por  diez  años  no  pondrá  alcabala  ni  otro  tributo 
á  los  vecinos  de  la  provincia  de  Toledo. 

Otra  que  por  término  de  seis  años  no  se  les  lleve  derechos  de 
almojarifazgo. 

Merced  para  los  hospitales  de  la  provincia  de  la  escobilla  é  re- 
labes  del  oro. 

Merced  para  los  gobernadores  Pizarro  é  Almagro  de  la  dozava 
parle  de  las  rentas  é  provechos  que  S.  M.  hubiere  en  las  Indias 
que  cada  uno  descubriere  en  el  paraje  de  su  gobernación. 

Una  cédula  de  S.  M.  para  repartir  tierras  é  solares. 

Licencia  para  nombrar  carpintero  é  calafate  que  residan  en  Pa- 
namá. 

Para  los  oficiales  de  la  dicha  provincia  que  den  á  los  hospitales 
de  penas  de  cámara  doscientos  mil  maravedis. 

Licencia  para  el  dicho  gobernador  para  que  en  la  costa  de  la 
mar  del  sur  tome  cualesquier  navio  para  descubrir. 

A  los  oficiales  de  la  dicha  provincia  que  des  que  S.  M.  tuviere 
en  ella  rentas  paguen  al  dicho  gobernador  la  veintena  dellas,  con 
que  no  pase  de  mil  ducados. 

A  los  dichos  oficiales  que  le  paguen  mil  ducados  cada  año  de 
ayuda  de  costa. 

A  los  oficiales  que  no  le  pidan  alarde  de  si  ha  tenido  alcalde 
mayor  ó  escudero. 

Que  en  la  dicha  provincia  no  haya  letrado,  otra  provisión. 

Una  carta  de  recomendación  sobre  lo  que  tomaron  de  Ataba- 
lipa,  el  servicio  que  le  habían  de  hacer. 

Un  título  do  mariscal  de  la  provincia  del  Perú  para  el  dicho 
gobernador,  duplicado. 

La  tenencia  de  la  fortaleza  de  Tumbes  para  el  dicho  gober- 
nador. 

Alguacilazgo  mayor  para  los  dichos  gobernadores  en  las  islas 
que  conquistaren. 

Una  cédula  de  S.  M.  para  pasar  el  ganado  que  quisiere  á  la 
provincia  del  Perú. 

Ocho  cédulas  (3  cartas  de  S.  M.  para  el  dicho  gobernador. 

Una  respuesta  de  un  requerimirutoque  dio  el  Obispo  de  Tierra 
Firme  á  Juan  de  Espinosa  sobre  los  límites. 


ALMAGRO  Y   SUS  COMPANEROS  239 

Una  instrucción  de  S.  M.  sobre  los  bienes  de  los  difuntos. 
La  orden  para  cobrar  los  derechos  del  oro  ó  plata  ó  otras  cosas 
de  sepulturas  que  pertenecen  a  S.  M. 

Los  conciertos  é  capitulaciones  de  Chincha  sobre  sus  diferen- 
cias de  los  gobernadores. 

Todo  lo  cual  manifestaron  los  dichos  albaceas,  é  las  dichas  es- 
crituras quedaron  en  poder  de  Juan  Balsa:  testigos  Antonio  Sal- 
merón é  Antonio  de  Cáceres. 

En  veinte  é  nueve  de  Julio  de  mil  quinientos  é  treinta  y  ocho 
años  el  doctor  Fernando  de  Sepúlveda,  albacea  del  dicho  señor 
Adelantado,  en  presencia  de  mí  el  dicho  escribano  hizo  almoneda 
é  se  remataron  los  bienes  siguientes  en  la  ¡plaza  pública,  por  voz 
de  Juan  Cano,  pregonero. 

Doce  pañuelos  de  narices  en  Garcia  de  Solis,  en  cinco  pesos:  po 
sa  en  casa  de  Narvaez. 

Dos  almohadas  en  Pedro  León,  en  siete  pesos. 
Unos  manteles  en  seis  pesos  en  Juan  Francés,  en  casa  de  He- 
rrera é  los  debe  pagar  Juan  de  Villalobos. 
Otros  manteles  en  Diego  de  Narvaez  en  cuatro  pesos. 
Cuatro  servilletas  é  cuatro  pañuelos  en  Diego  de  Narvaez  en 
cinco  pesos. 

Un  paño  labrado  é  dos  paños  pequeños  de  holanda  en  dos  pesos 
é  medio  en  Pedro  León. 

Dos  sábanas  de  castilla  en  quince  pesos  é  medio  en  Gregorio 
Cerón. 
LTna  camisa  de  holanda  en  cinco  pesos  en  Juan  Villalobos. 
Una  chamarra  de  armiños  en  el  bachiller  Marin  en  ciento  cua 
^entaé  cinco  pesos. 

LT  nos  zaragüelles  de  holanda  en  Juan  Alonso,  en  casa  de  Val- 
íliv-icso,  en  un  peso. 
Gdlorce  cucharas  de  plata  en  Pedro  Sepúlveda  en  tres  pesos, 
i^omalóse  la  olla  de  cobre  en  David  Buitrón  en  once  pesos. 
Todo  lo  cual  se  hizo  cargo  el  dicho  doctor  Fernando  de  Sepiil 
veda,  albacea  del  dicho  señor  Adelantado  é  dijo  que  es  para  pagar 
á  los  curas  é  sacristán  para  en  cuenta  de  lo  que  han  de  haber, 
testigos  David  Buitrón  é  el  bachiller  Marin  ó  Duarte  de  Morales: 
pasó  ante  mí. — Pedro  de  Salinas^  escribano. 


240 


COLECCIÓN   DE   DOCUMENTOS 


Fecho  é  sacado  fué  este  dicho  traslado  del  dicbu  iiiv«^ntariM 
original  en  la  ciudad  del  Cuzco»  a  catorce  dias  del  mes  dcfebrero 
año  del  Señor  do  mil  é  quinientos  ó  treinta  é  nueve  auos,  siendo 
presentes  por  testigos  a  lo  ver  corregiré  concertar  Luis  de  Sota 
é  Diego  de  Olagorta,  eslanles  cu  esta  dicha  ciudad.  E  por  que  yo 
Diego  de  Escalante,  escribano  público  é  del  consejo  desta  dicha 
ciudad  del  Cuzco,  présenle  l'uy  á  lo  ver  sacar  é  corregir  con  el 
dicho  original,  el  cual  estaba  en  los  registros  de  Pedro  de  Salinas; 
escribano  que  fué  en  esta  dicha  ciudad,  lo  cual  doy  feé  que  va 
bien  é  fielmente  sacado,  i'orregido  é  concertado  fice  aquí  mi  sig- 
na á  tal  en  testimonio  de  verdad, — Diego  de  Escafante. 

V  íic  agosto  de  153i*» 

XLIL — Real  cédula  d  Francisco  Pizatro,  acerca  de    fas   ííwmajeros 

de  Almagro, 

(Archivo  de  Indias,  109—7-1.) 

L.\  Rkyna. — Marques  don  Francisco  Pizarro,  pariente»  nuestro 
Gobernador  y  capitán   general  de  la  provincia  de  la  nueva  Ca.^- 
lilla  llamada  Perú,  yo  soy  informada  que  enviando  el  adelantado 
don  Diego  de  Almagro,  nuestro  Gobernador  de  la   provincia  dd 
Toledo  á  estos  reinos  ciertas  cartas  y  escritura  éden-pachos,  paiyifl- 
do  por  esas  provincias  fueron  presos  los  que  las  traían,  y  el  ''f^'^y 
plata  que  para  sus  gastos  llevaban  y  las  dichas  cartas  y  escriliJ    - 
y  porque  sabéis  que  está  por  nos  prohibido  y  mandado,  que  u^^^ 
impida  a  persona  alguna  que  deje  de  venir  á  estos  reinos  y  traer 
u  ellos  lo  que  quisiere  y  por  bien  tuviere,  yo  vos  mando  que  lu^ 
go  que  esta  veáis  hagáis  soltarlas  dichas  personas  do  la  pri^ioíl 
en  que  estuvieren  y  que  se  les  vuelva  todo  el  oro  y  plata  y  cartis 
y  escrituras  y  otros  despachos  que  se  les  hubiere  tomado»  lito 
mente,  y  lus  dejéis  y  con:^iri tais  venir  á  estos  dichos  nue-* 
nos,  sin  en  qupello  les  pongáis  ni  consintáis  poner  embaí 
pedimento  alguno,  sopeña  de  muerte  é  perdimiento  y  pri 
vuestros  oücios  y  de  confiscación  de  lodos  vueslros  bienes  pQ 
nuestra   cámara  é  fisco,  é  si  alguna  persona  fuere  contra 
execulareis  en  ello  la  dicha  pena  y  hacerlo  hcis  asi  pregonar 


^ 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPANEROS  241 

esa  dicha  provincia  y  enviarme  heis  fee  del  dicho  pregón.  Fecha 

en  Valladolid,  á  nueve  de  agosto  de  mil  é  quinientos  é  treinta  y 

ocho  años. — ^Yo  la  Reina. — Refrendada  y  señalada  de  los  dichos. 


18  de  septiembre  de  1538. 

XZmlJL^^Real  cédula  á  Francisco  Pizarro  sobre  restitución  de  lút 

indios  de  Hernán  Jiménez. 

(Archivo  de  Indias,  lOd— 7-1.) 


El  Rey. — Marques  don  Francisco  Pizarro,  pariente,  nuestro  Go- 
bernador y  capitán  general  de  la  provincia  del  Perú:  Hernán  Ji- 
ménez, en  nombre  del  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  nuestfo 
Gobernador  de  la  provincia  de  Toledo,  me  ha  hecho  relación  que 
vos  le  habéis  quitado  cierta  parte  de  los  indios  que  tiene  enco- 
mendados en  esa  provincia,  de  que  ha  recibido  mucho  agravio,  á 
ta^  suplicó  vos  mandase  que  se  los  volviésedes  y  restituyésedes  é 
biciécedes  volver  y  restituir  con  todo  lo  que  hubiesen  rentado 
desde  el  dia  que  se  los  quitastes  hasta  qne  le  fuesen  vueltos,   lo 
cual  hiciésedes  no  embargante  que  hubiésedes  encomendado  los 
dichos  indios  a  otra  persona,  ó  como  la  mi  merced    fuese:  por 
endeyo  vos  mando  que  luego  que  con  esta  mi  cédula  fuéredes 
requerido,  volváis  y  restituyáis  é  hagáis  volver  y  restituir  al  dicho 
adelantado  don  Diego  de  Almagro  cualesquier  indios  que  le  hubié- 
redes  quitado  de  los  que  en  esa  tierra  tenia  encomendados,   con 
mas  lo  que  hubieren  rentado  desde  el  dia  que  se  los  quitastes 
hasta  que  le  sean  vueltos,  lo  cual  asi  haced  é  cumplid  no  embar- 
gante que  los  hayáis  dudo  y  encomendado  á  otras  personas  é  non 
fagndes  ende  al  por  alguna  manera,  so  pona  de  la  nuestra  merced 
é  de  mil  castellanos  para  la  nuestra  cámara.  Fecha  en  la  Villa  de 
Vollodolid  á  diez  y  ocho  dias  del  mes  de  setiembre  de  mil  é  qui- 
nientos é  treinta  y  ocho  años. — Yo  el  Rey. — Refrendada  de  Sama- 
no;  señalada  de  Beltran  y  Carvajal  é  Gutierre  Velazquez. 


14 


242  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

18  de  octubre  de  1538 

XLIV. — Información  de  tos  servicios  hechos  por  Hernando  de  Sosc^ 

(Arcliivo  de  Indias,  14Í-1-12.) 

En  la  ciudad  del  Cuzco,  diez  y  ocho  dios  del  mes  de  octubre  ^ 
año  del  nacimiento  do  Nuestro  Señor  Jesucristo  de  mil  y  quinie  -^p 
los  y  treinta  y  ocho  años,  ante  el  muy  noble  señor  Diego  Rod^cr*; 
guez  de  Figueroa,  alcalde  ordinario  en  esta  ciudad  del  Cuzco  p^  ^ 
Su  Mag.  y  en  presencia  do  mí  Diego  de  Escalante,  escribano  <j 
Su  Mag.,  público  y  del  consojode  la  dicha  ciudad,  y  de  los  testi^-c 
de  yuso  escritos^  pareció  presente  el  secretario  Hernando  de  So^ 
é  presentó  ante  su  merced  el  escrito  do  pedimento  é  interrógalo 
rio  que  do  suso  so  contiene,  su  tenor  de  lo  cual  es  esto  que  s^4 
sigue: 

Muy  noble  señor. — Hernando  de  Sosa,  en  la  mejor  forma  qu^c3 
puedo  ó  de  derecho  debo  digo:  que  puede  haber  doce  años  qu^^ 
yo  he  servido  á  Su  Mag.  en  las  provincias  de  México  é  Guatemala^ 
é  Quito  ó  en  la  Nueva  Toledo  ó  jornada  do  Chile  y  en  otras  partes 
en  cosas  que  importan  mucho  ii  su  real  servicio  y  para  que  dello 
conste  a  Su  Mag.  y  en  el  su  real  Consejo  do  las  Indias,  quiero  ha- 
cer mi  probanza  ad perpclauní  rei  nienioriam,  [)ido  á  Vuestra  Mer- 
ced que  a  los  testigos  que  preáonlaro  les  sean  hechas  las  pregun- 
tas del  interrogatorio  suso  contenido  ó  las  generales,  é  que  lo  que 
dijeren  é  depusieron  mo  lo  mando  dar  al  eá(;r¡bano  presente  en 
pública  forma  ó  manera  que  haga  feo,  cerrado  é  sollado  para  lo 
presentar  dó  quier  que  mo  convenga,  a  lo  cual  todo  Vuestra  Mer- 
ced interponga  su  autoridad  ó  decreto  para  que  haga  feo  é  valga 
dó  lo  presentare,  que  yo  estoy  prrsto  do  pagar  al  dicho  escribano 
su  debido  salario,  ó  pídolo  por  lesliinonio 

1.  Primeramente  sean  príígunladus  los  dichos  testigos  si  cono- 
cen á  mí  el  dicho  Hernando  do  Sosa  ó  qué  liünij)0  á  osla  parte. 

2.  ítem  si  saben,  etc.,  que  puedo  haber  doce  años,  poco  masó 
menos  tiempo  (]ue  pasó  á  mi  costa  y  mincion,  como  persona  do 
honra,  aderezado  y  con  servicio  á  la  Nueva  líspaña,  en  la  cual 
residí  tres  unos,  los  dos  en  cosas  del  servicio  do  Su  Mag.  que  sd 


ALMAGRO   Y  SUS   COMPAÑEROS  243 

'  me  cometieron,  y  el  uno  sirviendo  ú  Su  Mng.  de  relator  de  la  Au- 
diencia real  que  en  México  reside,  sin  llevar  salario  ni  acosta- 
wienlo  de  Su  Mag.  ni  do  la  dicha  Audiencia:  digan  lo  que  saben. 

3.  ítem  si  saben,  etc.,  que  teniendo  noticia  el  adelantado  don 
Podro  de  Alvarado  de  mí  me  envió  n  llamar  para  que  sirviese  á 

Su  Mag.  en  la  jornada  ó  armada  que  hacia,  y  si  saben  que  vine  á 
Guo témala  y  rae  recibió  por  su  secretario  y  en  todo  el  tiempo  que 
en  ella  estuve  entendí  en  estorbar  que  no  hubiese  pleitos  ni  dife- 
rencias entre  los  vecinos  estantes  en  el  dicho  pueblo,  y  en  liber- 
[ar  los  encarcelados  y  convenirles  con  sus  acreedores  é  acusado- 
•eSí  y  ^^  poner  paz  a  los  que  estaban  enemigos  y  diferentes,  y  sj 
ja  ben  que  por  lo  susodicho  me  tenian  todos  generalmente  mucho 
amor  y  voluntad,  é  por  hombre  provechoso  ala  república:  digan 
\o  que  saben. 

4.  Ítem  si  saben  que  para  venir  con  el  dicho  adelantado  don 
Pedro  de  Alvarado  á  servir  áSu  Mag.  en  su  armada,  me  empeñó 

en  dos  mil  pesos  de  oro,  do  caballos,  esclavos,  armas  é  vestidos, 

ési  saben  que  vine  con  él  hasta  Quito  y  que  en  la  dicha  jornada 

Vicelo  mismo  que  en  Guatemala:  digan  lo  que  saben  é  si  saben 

que  en  la  dicha  jornada  se  me  murieron  los  esclavos  ó  perdí  mu- 

t      cha  suma  de  pesos  de  oro  de  valor. 

5.  ítem  si  saben^  etc.,  que  en  la  dicha  jornada  todos  general- 
mente pasamos  muy  gran  hambre  ó  pestilencia  é  necesidad,  é 
que  en  nueve  meses  no  comimos  carne  ni  sal,  sino  unos  perrillos 
decuandoen  cuando,  ó  lagartos  ó  ratones  é  caballos  que  com- 
prábamos á  dos  mil  pesos  do  oro  para  comer,  digan  lo  que  saben 
ési  saben  que  pasamos  un  puerto  do  nievo,  dó  murieron  muchos 
cristianos  é  indios,  é  yo  llovó  en  ól,  on  mi  caballo,  un  cristiano 
doliente  porque  esca[)aso  la  vida. 

C.  Ítem  si  saben  que  en  la  d;c!ia  jornada  pasamos  grandes  cié- 
nagas y  trabajos  abi'iíHulo  los  caminos  á  espada  y  machete,  y  Uo- 
'^'iondo  sobre  nosotros  y  sin  camas  ni  otro  refrigerio  alguno:  di- 
gíín  lo  que  saben. 

7.  ítem  si  saben,  etc.,  que  siempre  con  el  dicho  adelantado  don 
Pedro  de  Alvarado  como  su  secretario  puse  bien  á  los  soldados,  y 
SI  alguno  estaba  descontento  de  alguna  cosa  venia  a  mí  para  que 
lo  remediase  é  lo  hacia,  digan  lo  que  saben. 


i 


244 


COLECCIÓN  IlK  DOCUMENTOS 


8.  ítem  si  saben  que  en  la  dicha  jornada  me  halló  en  lodas  las] 
guasábaras  é  recuentros  que  con  los  naturales  se  hubieron,  é  hi20 
lo  quo  cualquier  parsona  de  honra  era  obligado,  é  lo  misnio  ea  la 

guafabara  da  Quisquís  en  Quito,  en  prisión  de ,  dopren-j 

dio  dos  principales:  digan  lo  que  saben. 

9.  llem  si  saben  que  en  la  conforniidad  y  concierto  qual  ade^-l 
lanlado  don  Pedro  de  AU arado  hizo  can  el  adelantado  don  Diego 
de  Almagro,  que  haya  gloría,  yo  medió  ó  hablé  como  servidor  d€ 
Su  Mag.  é  celoso  de  la  paz,  la  cual  ambos  querían  y  deseaban  yj 
así  la  nfetuaron. 

10.  ítem  si  saben  que  de  allí  vine  á  la  ciudad  del  Cuzco  y  el  di- 
cho adelantado  don  Diego  de  Almagro  me  echó  rogadores  que  no] 
me  fuese  á  Castilla,  aunque  tenia  con  que,  salvo  que  fuese  á  servir 
á  Su  Mag,  por  su  secretario  la  jornada  de  Chile,  y  si  sabea  qu0| 
para  la  hacer  gastó  mas  de  ocho  mil  pesos  de  oro  on  caballos  y 
negros  y  servicio  y  armas  y  aderezo  de  mi  persona;  digan  lo  qm\ 
saben. 

11.  ítem  si  saben  que  á  la  ida  y  vuelta  en  la  dicha  jornada  pa- 
samos  los  mayores  trabajos  de  hambres,  puertos  fríos  é  rios  é  sad 
que  hombres  jamas  sufrieron:  digan  los  Imbajos  que  pasamos  y 
la  pérdida  que  en  el  camino  perdimos  en  general  é  yo  particular- 
menle* 

12.  ítem  si  saben,  etc.,  que  en  la  dicha  jornada  y  caminóme 
hallé  en  todas  las  guagabaras  de  los  naturales  dó  hice  lo  que  era 
obligado. 

13.  ítem  si  saben,  etc.,  que  siempre  puse  paz  y  concordia  ea 
todo  el  dicho  camino  á  los  que  no  la  tenían  y  procuré  que  el  di- 
cho gobernador  estuviese  en  conformidad  con  la  dicha  gente  éla 
gente  con  el  gobernador,  poniéndoles  siempre  delante  el  senicio 
de  Dios  y  de  Su  Mag.  y  bien  público,  y  la  amistad  y  conformiJaJ 
del  gobernador  su  compaaoro:  digan  lo  quf^  saben. 

14.  Uem  si  saben  que  en  la  paz  que  se  trató  con  el  Inga,  yodí 
avisos  y  escribí  cartas  convenientes  para  ello  ó  que  estuvo  ett 
conciertos  ó  términos  de  venir  do  paz  el  dicho  Inga. 

15.  ítem  si  saben,  elCt  que  en  las  diferencias  quo  buboen 
entrambos  gobernadores,  don  Francisco  Pízarro  y  don  Dieg# ' 
Almagro  y  Hernando  Pizarro  siempre  procuró  y  consejé  la  ptii 


tf^l^^^te 


lAnno  Y 


ÍKnng 


215 


tolo  á  el  unn  y  escribiéndolo  á  los  otros,  poniéndoles  delanlr^ 
bmcio  de  Dios  y  de  Su  Mag*  y  los  inconveniontes  que  de  lo 
ícontraria  se  seguían;  digan  lo  que  saben  desate  caso  é  lo  qne  yo 
fea  ello. 

I.  ítem  si  saben  que  yo  no  mo  hallé  en  batalla  ni  recuentros 

ie  los  unos  españoles  hiciesen  con  los  otros,  antes  trabajé  lo  que 

füde  que  no  se  diesen,  por  lo  que  Su  Mag,  se  deservía:  digan  lo 

JO  saben  é  si  saben  que  soy  quieto  é  pacjüco,  é  perdona  de  hon- 

é  romo  tal  he  vivido  é  soy  habido  é  tenido. 

iera  si  saben  que  en  lodo  el  dicho  tiempo  por  los  dichos 
"servicioíi  que  a  Su  Mag.  he  hecho  é  gastos  que  he  gastado,  no  he 
hfibido  provecho  ninguno  de  indios,  é  si  algunos  se  me  han  dado 
he  tenido  posesión  ni  uso  dellos;  digan  lo  que  saben. 

18.  ítem  si  sabe   que   todo  lo   susodicho   sea   pública  voz  é 

lasi  presentado  el  dicho  pedimento  é  interrogatorio  el  dicho 
'^fior  alcalde  dijo  que  lo  había  é  hubo  por  presentado  cuanto  po- 
dio- i*  de  derecho  debía  é  que  traiga  los  testigos  de  que  so  entien- 
aprovechar  é  que  está  presto  de  los  recibir,  é  que  por  estar  al 
gsente  ocupado  en  cosas  importantes  al  servicio  de  S.  Mag.  y 
¡ecucion  de  la  justicia  cometía  ó  cometió  la  recepción  é  jura- 
mento de  los  dichos  testigos  á  raí  el  dicho  escribano:    testigos 
^adro  Barroso  é  Cristóbal  Diaz  é  Alonso  Sianes. 
Testigo,  el  licenciado  Guerrero. — Preguntado  por  tas   pregun- 
ís  generales,  dijo  que  es  mayor  de  edad  de  veinte  y  cinco  años 
<pie  no  es  deudo  del  dicho  Sosa  ni  le  empece  ninguna  de  las 
ireguntas  generales. 

10.  A  las  diez  preguntas  dijo:  que  no  sabe  mas  de  haberlo  oido 
|€<!lr  públicamente  lo  contenido  en  la  pregunta. 

H.  A  las  once  preguntas  dijo:   que  sabe  e   vido   este   testigo 

koe  en  el  viaje  de  Chile  que    la  pregunta  dice  se  pasaron  muy 

rande5  trabajos  al  tiempo  qne  el  adelantado  don  Diego  de   AU 

lagro  iba  A  conquistar  las  dichas  provincias,  y  vido  al  dicho 

)M  en  la  dicha  armada  con  sus  armas  y  caballo  como  los  demás 

^iijo^algo  que  en  ella  iban. 

12.  A  las  doce  preguntas  dijo:  que  dice  lo  que  dicho  tiene. 


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dO,  A  In  décima  pregunta  dijo:  que  no  la  sabe  mas  de  hnbollo 
oido  decir. 

11.  A  las  once  preguntas  dijo;  que  sabe  todo  lo  contenido  en 
la  pregunta  como  en  ella  se  contiene,  porque  lo  vido  é  pasó  por 
U>€Ío  ello,  é  no  dice  tanto  la  pregunta  cuanto  trabajo  so  pasó  é 
que  sabe  é  vido  este  testigo  que  lodos  los  que  en  el  dicho  viaje 
iban  perdieron  mueho,  porque  este  testigo  perdió  mas  de  veinte 
mil  pesori  en  la  dicha  jornada  6  que  asi  cree  este  testigo  que  per- 
derla el  dicho  Sosa  su  parle,  como  cada  uno,  porque  no  podía  sor 
menos. 

12-  A  las  doce  preguntas  dijo:  que  sabo  o  vido  que  S  la  ida 
tiesto  descubrimiento  de  Chile,  esté  testigo  no  iba  con  el  dicho 
í^delnnlado  sino  detrás  del,  y  que  en  el  camino  liubn  guarahnraSi 
pero  que  este  testigo  no  pudo  ver  en  ellas  al  diclio  Sosa  por  ir 
dolrás,  como  iba,  é  que  d  la  venida  no  tuvieron  guasábara  ni  gue- 
rra por  que  todo  quedaba  allanado  de  la  dicha  ¡da, 

"i.  A  las  trece  preguntas  dijo:  que  sabe  é  vido  quel  dicho  Her- 
Jííindo  do  Sosa  nunca  decia  al  dicho  adelantado  don  Diego  de 
Almagro  mal  de  nadie  sino  de  todos  bien,  é  que  siempre  via  que 
lo  aconsejaba  que  tuviese  paz  é  conformidad  con  todos,  ponien- 
do delante  las  cosas  que  tocaban  al  servicio  del  rey,  y  queslo  sabe 
desta  pregunta. 

Testigo,  el  comendíidor  Juan  de  Santiago, — Preguntado  por  las 
Preguntas  generales,  dijo  que  es  de  edad  de  veinte  é  cinco  años, 

I^oco  mas  o  menos,  é  quo  no  lo  empece  ninguna  de  las  dichas 

pt*oguntas  generales. 

1'».  Ala  décima  pregunta  dijo:    que  sabe  lo  contenido   en  la 
í  '  guntacomo  en  ella  se  contiene,  ecoto  en  la  cantidarl  que  gas- 
'1  dichoSosa  no  la  sabe,  mas  que  vido  que  fué  bien  encabal- 
^\       -iJo  éarmado   é  con  buen  servicio  la  dicha  jornada,  ó  que  se- 

Igün  lo  que  llevó,  valiendo  como  valíanlos  caballos  é  armas  á 
subidos  precios,  le  pareció  quo  gastaría  lo  en  la  pregunta  con- 
lenido. 
II.  A  la  once  preguntas  dijo:  que  sabe  lo  contenido  en  la  pre- 
funlft  porque  lo  vido  é  se  halló  en  todo  ello  é  es  asi  como  la 
regunla  lo  dice,  é  cree  este  testigo  quel  dicho  Sosa  perdió  mu- 


COtBCCION  0E  DOCUUKirrOS 


rho  en  la  dicha  jornada,  porque  lodos  lo^  qae  «^n  ella  iban  perdie»] 
ron  lo  que  llevaban, 

12.  A  las  doce  preguntas  dijo:  que  la  sabe  como  en  ella  se  con-] 
tiene,  porque  lo  vido  é  se  halló  en  ello  y  es  como  la  pregunta  dice.  | 

id,  A  las  trece  preguntas  dijo  que  sabe  lo  contenido  en  la  pre- 
gunta, porque  lo  vido  y  es  así  como  la  pregunta  dice  y  el  dichoj 
Sosa  era  parle  pora  ello. 

Testigo- — Antonio  de  Ribera,  preguntado  por  las  preguntas  ge-l 
nerales,  dijo  que  es  de  edad  de  veinte  é  siete  años  é  que  no  1©[ 
empece  ninguna  de  las  preguntas  generales* 

10.  A  las  diez  preguntas  dijo  que  sabe  lo  contenido  en  la  pre-j 
gunta,  porque  lo  vido,  eceto  que  lo  que  gastó  el  dicho  Sosa  para  la! 
jornada  no  sabe  que  tanta  cantidad,  mas  de  que  conforme  á  la  ca- j 
iazn  de  las  cosas  desta  tierra  no  podia  el  dicho  Sosa  dejar  de  gas^» 
tar  los  dichos  dineros. 

IL  A  las  once  preguntas  dijo  que  sabe  lo  contenido  en  la  pre- 
gunta éasí  como  la  pregunta  dice,  porque  este  testigo  como  per- 
sona que  se  halló  en  ello  lo  sabe  é  vido  que  nadie  pudo  dejar  de 
perder  todo  lo  que  llevaba  ó  que  asimismo  vido  quel  dicho  Her- 
nando de  Sosa  perdió  todo  lo  que  llevaba  como  los  demás  é  vino 
é  volvió  pobre  á  esta  ciudad. 

12.  A  las  doce  preguntas  dijo  que  vido  en  todo  el  dicho  oamino 
al  dicho  Hernando  de  Sosa  con  sus  armas  é  caballos  sintiendo  i 
Su  Mag,  como  buen  conquislador  ó  que  á  causa  de  ser  tanta  ^(^n- 
te,  los  españoles  no  se  podían  ver  los  unos  á  los  otros,  pero  que 
cree  este  testigo  que  en  todas  las  guagabaras  que  se  dieron  á  los 
indios  se  halló  é  hizo  en  ellas  todo  lo  que  cualquier  hombre  de 
honra  baria. 

13.  A  las  trece  preguntas  dijo  que  la  snbe  como  en  ella  sr^  ^^"'^ 
tiene»  é  lo  sabe  porque  lo  vio  que  se  enojaba  el  dicho  gobeti 
porque  iba,  por  quei  dicho  Hernando  de  Sosa  ahincaba  al  dicho 
gobernador  en  lo  susodicho. 

Testigo. — Diego  Alvarez  preguntado  por  las  preguntas  genera* 
les,  dijo:  que  es  de  edad  de  cuarenta  años  é  no  le  empece  ninguna 
dellás* 

10  A  la  décima  pregunta  dijo:  que  sabe  ó  vido  al  dicho  Bei^j 
nando  de  Sosa  también  aderezado  de  armas  é  caballo  y  un  negral 


ALMAORO    V   SUS  C0MPA5íER0S 


249 


Tina  esclava  berberlscn,  que  sogun  la  careza  desla  tierra  no  po- 
'^dia  dejar  do  pní^lnr  muchos  dineros,   pero  que   la  cantidad  que 
jastó  no  la  sabe,  mas  de  que  cree  que  gasta  ría  lo  contenido  en  la 
>regunta  segtin  lo  que  llevaba  y  los  subidos  precios  á  que  los  ca- 
lilos y  ropa  y  herraje  é  armas  valían  y  que  lo  vido  ir  por  secre- 
vrio  del  dicho  AdehinLodo,  que  haya  gloria  y  murió. 

11.  A  las  once  preguntas  dijo:  que  lo  sabe  como  en  ella  se  con- 
tiene porque  lo  vido  y  es  así  como  la  pro^íuiUa  dice,  é  aun  no 
lucde  decir  tanto  la  pregunta  como  se  pnsó  on  la  dicha  jornada 
lorque  á  este  testigo  lo  aconteció  en  la  diclia  jornada  no  comer 
llgunos  dias  sino  yerbas  del  campo  y  según  el  camino  ó  jornada 
fué  trabajosa  de  ríos  é  ciénagas  é  despoblados  é  hamhres,  é  según 

ados  los  caballeros  é  personas  que  en  la  dicha  jornada  iban  per- 
líeron  cuanto  llevaban  é  que  así  lo  perdió  el  dicho  Sosa  é  lo  vido 
rolver  del  dicho  viage  á  esta  ciudad  pobre  é  destruido  como  los 
ieoiQs. 

12.  A  las  doce  pregunta  dijo:  que  este  testigo  vido  al  dicho  Her- 
nando de  Sosa  siempre  en  todo  el  dicho  viage  con  sus  armas  á 
Bueslns  é  que  en  todo  lo  que  se  ofreció  sirvió  con  sus  armas  ó 

iballo  como  buen  conquistador  ó  vasallo  de  su  Mag. 

13.  A  las  trece  preguntas  dijo:  que  sube  todo  lo  contenido  en 
dicha  pregunta  porque  lo  vido  y  es  y  pasó  ansí  de  la  manera 
forma  que  la  pregunta  dice  é  por  su  buena  condición  del  dicho 

iosa  é  porque  decia  bien  de  lodos  los  eápanoles  que  iban  en  la 
licha  armada  era  querido  y  bien  quisto  do  todos  los  españoles. 

Testigo. — Gonzalo  Pereira  preguntado  por  las  preguntas  gone- 

iles  dijo:  que  es  de  edad  de  veinte  ó  cinco  años  é  que  no  lo  em- 
pece ninguna  dolías. 

lOt  A  la  décima  pregunta  dijo:  que  sabe  ó  vido  quel  dicho  Iler- 

lando  de  Sosa  vino  á  esta  ciudad  del  Cuzco  é  asentó  por  secre- 

Ifio  del  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro  y  que  vido  que 

lé  por  su  secretario  del  dicho  Adelantado  á  la  dicha  conquista 

^e  Chile  u  servir  á  su  Mag.   y  que  fué  bien  aderezado  á  la  dicha 

m quista  y  llevó  dos  caballos  y  una  morisca  é  servicio  de  indios, 
[que  no  sabe  lo  que  gastó  mas  de  que  los  caballos  é  armas  valían 

subidos  precios  y  según  esto  no  podia  dejar  de  gastar  muchos 
ioeros. 


250  COL'ECCION  DE  DOCTJMKNTOS 

11.  A  las  once  preguntas  dijo:  que  sabe  é  vido  qtie.«e  pasaron 
en  el  dicho  viage  do  Chile  muy  grandes  trabajos,  como  la  pre- 
gunta dice  é  aun  mas  que  la  pregunta  puede  decir  ó  que  todos 
los  que  en  el  dicho  viago  fueron  perdieron  mucho  é  que  vido  ve- 
nir pobre  del  dicho  viage  al  dicho  Sosa  como  lodos  los  demás. 

12.  A  las  doce  preguntas  dijo  que  no  la  sabe. 

13.  A  las  trece  preguntas  dijo:  que  siempre  vido  quel  dicho 
hacia  lo  que  la  pregunta  dice,  y  en  cuanto  á  poner  bien  á  todos 
los  soldados  y  gente  con  el  dicho  Adelantado  y  que  era  bien 
quisto  de  toda  la  gente  de  la  dicha  armada  por  ello,  y  questo  sabe 
de  esta  pregunta. 

Testigo,  el  arcediano  Rodrigo  Pérez. — Preguntado  por  las  pre- 
guntas generales  dijo:  que  es  de  edad  de  mas  de  cincuenta  años 
é  que  no  le  empece  ninguna  dellas. 

10.  A  la  décima  pregunta  dijo:  que  lo  que  sabe  della  os  que  vio 
quel  dicho  adelíirilntlo  don  Diego  de  Almagro  á  la  sazón  que  la 
pregunta  dice  enviaba  a  Castilla  á  Juan  do  Espinosa,  su  secretario, 
y  recibió  por  su  secretario  al  dicho  Hernando  de  Sosa  y  que  fué 
con  el  adelantado  ol  viage  de  Chile  con  sus  armas  é  caballo  é  que 
no  sabe  lo  que  gastó  para  ir  el  dicho  viage  ni  sabe  mas  desta  pre- 
gunta. 

11.  A  las  once  pregunta  dijo:  que  lo  que  sabe  es  que  este  tes- 
tigo fué  en  la  dicha  jornada  é  vido  que  so  pasaron  los  trabajos 
que  la  pregunta  dice  y  que  la  gente  que  fué  en  la  dicha  armada 
perdieron  mucho  de  lo  que  llevaban  y  quel  dicho  Hernando  de 
Sosa  no  podia  dejar  de  perder  su  parte. 

12.  A  las  doce  preguntas  dijo:  que  sabe  é  vido  quel  dicho  Her- 
nando de  Sosa  iba  con  sus  armas  y  caballo  en  la  dicha  jornada 
y  servia  á  su  Mag.  en  lo  que  le  mandaban,  como  los  demás  caba- 
lleros que  allí  iban. 

13.  A  las  trece  preguntas  dijo:  que  este  testigo  tiene  al  dicho 
Hernando  de  Sosa  por  hombre  de  bien  é  persona  honrada  y  que 
siempre  vio  que  donde  quiera  que  habia  pasiones  y  enojos  ponia 
toda  paz  la  que  podia. 

Testigo. — Juan  de  Sayavedra  preguntado  perlas  preguntas  go- 
nerales  dijo:  que  es  do  edad  de  mas  do  veinte  y  cinco  años  éque 
no  le  empece  ninguna  de  las  preguntas  generales. 


i 

1 


ALMAGRO  Y   SUS  COMPAÑEROS  251 

10.  A  la  décima  pregunta  dijo:  qne  sabe  quel  dicho  Hernando 
de  Sosa  vino  á  esta  ciudad  del  Cuzco  ó  asentó  por  secretario  del 
dicho  adelantado  c  fué  con  él  al  descubrimiento  de  Chile  é  que 
estando  este  testigo  en  la  provincia  do  Paria  lo  vio  llegar  allí  con 
un  par  de  caballos  ó  su  servicio  para  ir  á  servir  á  su  Mag.  en  la 
dicha  jornada. 

11.  A  las  once  preguntas  dijo:  que  sabe  é  vido  que  en  la  dicha 
conquista  é  descubrimiento  á  la  ida  y  a  la  vuelta  se  pasaron  mu- 
chos trabajos  é  muy  grandes  é  que  se  pasó  un  puerto,  entre  otros, 
dó  se  quedaron  perdidos  muchos  caballos  é  negros  é  gente  de  ser- 
vicio é  ropa,  é  questo  sabe  desta  pregunta  é  que  en  todo  ello  se 
halló  el  dicho  Hernando  de  Sosa  y  este  testigo. 

12.  A  las  doce  preguntas  dijo:  que  no  sabe  mas  de  ver  ir  al  di- 
cho Sosa  en  la  dicha  jornada  con  sus  armas  é  caballo  é  hacer  lo 
quel  dicho  Adelantado  le  mandaba. 

13.  A  las  trece  preguntas  dijo  este  testigo  que  tiene  al  dicho 
Fernando  de  Sosa  por  persona  que  decía  bien  de  toda  la  gente  al 
dicho  Adelantado,  porque  via  quel  dicho  Hernando  de  Sosa  era 
bien  quisto  de  todos  ó  que  muchas  veces  via  este  testigo  al  dicho 
Hernando  de  Sosa  que  decia  bien  de  la  gente  al  dicho  Adelantado 
é  terciaba  bien  para  que  estuviese  con  ellos  bien  y  era  parte  para 
ello. 

Testigo,  Martin  de  Gueldo. — Preguntado  por  las  preguntas  ge- 
nerales dijo:  ques  de  edad  de  treinta  é  cuatro  años  é  que  no  es 
deudo  del  dicho  Hernando  de  Sosa  ni  le  empece  ninguna  de  las 
preguntas  generales. 

10.  A  la  décima  pregunta  dijo:  que  lo  que  sabe  es  queste  testi- 
go viJo  al  dicho  Hernando  de  Sosa  ir  el  dicho  viage  de  Chile  por 
secretario  del  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro  é  que  lle- 
vaba caballoi  é  servicio  é  una  morisca  é  un  negro,  é  que  según 
la  gran  careza  que  ala  sazón  había  en  esta  tierra  de  caballos  y 
armas  y  esclavos  y  herraje  y  vestidos  queste  testigo  tiene  por 
cierto  que  valdría  lo  quel  dicho  Hernando  do  Sosa  llevaba  los  ocho 
mil  pesos  que  la  pregunta  dice,  poco  mas  ó  menos. 

11.  A  las  once  preguntas  dijo:  questo  testigo  fué  al  dicho  viage 
con  el  dicho  Adelantado  é  vio  que  fué  en  todo  él  el  dicho  Her- 
nando de  Sosa,  en  el  cual  se  pasaron  muy  grandes  despoblados  de 


252 


COMCCCTOK  DK  D0CÜMENT09 


ñ  cien  leguas  y  á  ciento  y  quince,  y  que  en  todos  ellos  na  habin 
coinida  ni  leña  ni  yorlm  en  algunos  dellüs  é  que  de  quince  á  qnin 
ce  leguas  había  aguajes  de  muy  poca  agua  en  que  podrían  baber 
obra  de  diez  hombres  con  sus  caballos  é  aguardaban  que  mana*- 
sen  los  aguajes  hasta  media  noche  é  bebían  por  orden  é  aie- 
dida  el  agua  hedionda  é  cenagosa  y  tal  que  había  muchos  que  no 
la  podían  beber  é  sí  no  fuera  por  unos  saques  que  se  hicieron  de 
los  cueros  de  las  piernas  de  ovejas,  cree  que  perecieran  lodo  el 
servicio  de  la  armada  y  españoles  de  pié,  porque  aun  con  todo 
esto  murieron  muchos  caballos  y  parte  del  dicho  servicia  y  que 
hubo  tanta  liambre  que  comían  algarrobas  los  hombres»  ó  caba- 
llos de  los  que  se  morían  por  el  puerto,  que  se  murieron  muebos 
é  algunos  cristianos  é  negros,  porque  era  tan  grande  ei  frió  é 
viento  é  nieve  que  Iiabia  que  cortaba  el  aliento  á  los  hombres,  ó 
se  pasaron  muchos  mas  trabajos  que  la  pregunta  dice. 

i2,  A  las  dtuo  preguntas  dijo:  que  en  todo  el  viajo  de  Chila 
vido  al  dicho  Hernando  de  Sosa,  con  sus  armas  é  caballos  hacer 
lo  qoel  dicho  Adnlnnlado  le  mandaba  ó  lo  que  debía  como  perso- 
na  de  honra  en  las  cosas  que  la  pregunta  dice  y  en  todo  lo  de- 
mas  que  le  era  mandado  porque  andaba  siempre  con  el  dicho 
Adelantado, 

13.  A  las  trece  preguntas  dijo:  que  la  sabe  como  en  ella  se  con- 
tiene porque  vio  muchas  veces  quel  dicho  Hernando  de  Sosa  hizo 
lo  que  la  pregunta  dice,  poniendo  por  entre  el  gobernador  y  la 
dicha  gente  y  por  el  contrario  y  haciendo  socorrer  muchos  po- 
bres é  necesitados  ansi  de  caballos  en  que  viniesen  como  de  otras 
cosas  que  tenían  necesidad  é  siempre  le  vio  que  aconsejaba  al 
dicho  Adelantado  la  paz  y  conformidad  de  su  compañero  don 
Francisco  Pizarro,  é  que  le  decía  que  mírase  al  servicio  de  Dios 
y  del  Rey  y  el  bien  de  todos,  porque  con  aquello  se  sustentaría 
y  no  de  otra  manera  y  el  dicho  Adelantado  lo  hacia  así,  en  lo  qaa 
á  este  testigo  le  parecía.* 

l  Se  ha  suprimido  di;  las  declaraciones  de  los  lesiigos   las    respuesias  i  1ü>    j,  i 

que  ao  pertenecen  i  la  expedición  de  Almagro  i  Chile. 


^ 


áhUAGnO  Y  sus  COMPA>EnOS 


253 


ñ  de  Noviembre  de  1538 

XÍV* — Real  cédula  á  la  Audiencia  de  Santo  Domingo  para  que  en- 
vié al  Perú  una  persona  que  vaya  d  notificar  d  Pizarro  cierta» 
provisiones. 

(.archivo  de  Indias,  Papeles  por  agregar  á  la  Audiencia  de  Urna,  1525-1570.) 


El  Rey. — Nuestros  oydores  de  la  nyestra  abdiencia  y  chanci- 
llena  real  que  resydís  en  la  provincia  de  Tierra  Firme,  llamada 
Castilla  del  Oro:  por  parle  del  adelantado  don  Diego  de  Almagro, 
nuestro  gobernador  é  capitán  general  de  la  provincia  de  Toledo, 
me  ha  sydo  hecha  relación,  que  bien  sabíamos  como  habíamos 
mandado  dar  ciertas  cédulas  y  provisiones  en  favor  del  dicho 
Adelantado,  las  quales  se  han  do  notificar  al  marques  don  Fran- 
cisco Pizarro,  nuestro  gobernador  de  la  provincia  del  Perú,  y 
que  para  que  haya  efecto  lo  que  en  las  dichas  cédulas  y  provi- 
siones mandadas  al  dicho  marques,  convernia  que  desa  abdien- 
cia se  enviase  á  la  dicha  provincia  del  Perú  una  persona  que 
notificase  los  dichos  despachos,  y  los  Iruxese  á  esa  abdiencia 
para  que  de  ahí  se  enviase  á  estos  reynos,  ó  como  la  mi  merced 
fuese,  lo  quíU  visto  por  los  del  nuestro  consejo  de  las  yndias,  fué 
acordado  que  debíamos  mandar  dar  esta  raí  cédula,  é  yo  túvelo 
por  bien,  por  ende  yo  vos  mando  que  siendo  requeridos  por  par-- 
te  del  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  queenvyeis  per- 
nas  á  notificar  los  dichos  despachos  al  dicho  marques  don 
Francisco  Pizarro,  y  á  sus  lugar-tenientes  y  capitanes  y  justicias» 
nombreys  un  nuestro  escribano  que  u  costa  del  dicho  adelantado 
vaya  á  hacer,  el  qual  sea  persona  de  confianza,  y  venido  el 
icho  escribano  á  esa  dicha  provincia  entregareys  los  dichos 
espacliOn  ó  la  parto  del  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro 
on  las  diligencias  que  sobre  ello  hubiere  fecho,  é  non  fagades 
de  ab  Fecha  en  Toledo  á  ocho  dias  del  mes  de  noviembre  de 
mili  é  quinientos  é  treynla  é  ocho  anos. — Yo  el  Rby. — Refren- 
da de  Samano,  señalada  de  Beltran^  Suarezy  Bernal  y  Velazquez* 


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251  COLECCIÓN  DE  DOCü^lE^íTOS 


Sin  feclia-ir>38 


XLVL — Exposición  de  Hernaíi  Jiménez  acerca  de  las  desavenencias 

de  Pizano y  Al/naf/ro 

(Archivo  de  Indias) 

S.  C.  C.  M. — Hernán  Jiménez  en  nombre  del  adelantado  don  Die- 
go de  Almagro  dice,  que  para  que  á  V.  M.  conste  de  lo  que  ha 
pasado  entre  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  y  don  Francisco  Pi- 
zarro  después  que  don  Diego  de  Almagro  vino  á  pacificar  la  tierra 
del  Perú  que  estaba  lebanlada  y  V.  M.  que  esté  informado  de  la 
verdad,  digo:  que  estmido  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  en  six^ 
conquista  en  una  tierra  que  se  llama  Ghiriguana,  que  es  quinien-..^ 
tas  leguas^  poco  mas  o  menos,  de  la  cibdad  del  Cuzco,  huvo  nu^  _ 
va  de  los  indios  principales  que  consigo  llebaba  c:^mo  el  caciqc^g 
del  Cuzco,  que  se  llama  Linga,  hermano  de  Atabaliba,  con  tod^::^^ 
los  indios  sus  confederados  se  hablan  levanUido  con  toda  la  Ik  ^- 
rra  del  Perú  y  prendido  al  governador  Pizarro  y  a  todos  los  cris- 
tianosquecon  él  estaban  y,  muerto,  cojió  mucho  número  de  ellos, 
a  causa  do  lo  cual  el  dicho  adelantado  hizo  juntar  toda  su  armoKÍa 
y  les  di()  relación  de  la  nueva  dicléndoles  que  al  servicio  do  V.  W. 
convenia  volver  á  reducir  aquella   tierra  á  su  sorvicio,  y  por  la 
gente  le  fué  respondido  que  ellos  estaban  muy  fatigados  de  los 
trabajos  pasados,  y  que  demás  dosto  debían  muchas  deudas  al 
dicho  adelantado  y  á  otras  personas,  y  que  pues  entonces  estaban 
en  tierra  rica  donde  se  pedían  remediar,  que  no  querían  volver 
atrás  y  el  adelantado  los  hizo  tornar  ó  juntar,  y  les  soltó  ciento  y 
cuarenta  mil  pesos  de  oro  qiio  á  él  le  debían  de  los  socorros  que 
les  habia  dado  y  rom[)ió  dolante  di^llos  las  obligaciones  y  oíros  rr 
caudos  que  sobre  ello  le  habían  heclio,  y  se  obligó  do  pagar  oebe 
ta  mil  pesos  de  oro  que  la  gente  di^bia  y  otras  personas  partir 
lares,  y  con  esto  los  pudo  volver  á  la   provincia   d(»l    Perí 
cincuenta  leguas  antes  del  Cuzco  peleó  cun  el  cacique  Línf 
les  desbarató  y  tomó  muchos  cristianos  (jue  tenia  presos  y  ci' 
caballos  y  muchas  armas  que  habla  tomado  dellos,  y  esto  V 
por  que  como  toda  la  tierra  estaba  de  guerra,  no  habia  basli 


ALMAGRO   Y   SUS  COMPANEROS 


255 


los  y  su  gente  venia  fo ligada  del  campo  tan  largo  y  de  hambre, 
se  vino  á  recojer  al  Cuzco;  con    propósito  de  rehacerse  de   lo 
neeesariü  para  podor  pasar  adelanto  a  pucifiear  !o  olto  que  de  la 
provincia  esiaba  rebelado,  porque  si  no  viniera  á  la  cibdad  del 
Cuzco  no  había  en  toda  aquella  comarca  donde  so  pudiera  entrar 
Vor  estar  todo  de  guerra,  y  al  tiempo  que  el  ndolanlado  con  su 
gente  vino  ti  entraren  la  eibdad  de  Cuzco  Hernando  y  Gonxalo 
l*Í5carro,  hermanos  del  gobei*nftdor  Piznrro,  con  cierto  número  de 
geale,  españules,  que  con  ellos  estaban  cercados  de  lus  indios,  sin 
haber  causa  ni  razón  pa  ello  ni  dar  ocasión  el  dicho  adelantado 
¿ello,  con  mano  armada  y  mucho  escándalo  y  alboroto  le  resis- 
fíeron  la  entrada,  no  embargante  que  por  parle  del  adelantado 
fueron  requeridos  y  rogadus  muchas  veces  que  no  lo  hiciesen, 
püosvian  que  había  venido  á  pacificar  la  lierní  y  servir  á  V.  M. 
porque  todavía  le  resistían  la  entrada  y  porque  le  constó  verdade- 
í^itrienlc  por  bastante  inrormacion,  que  para  ello  tuvo  que  Hernan- 
do  Pizarro  había  dado  un  bofetón  al  cacique  Linga,  y  él  y  Gonzalo 
l^izarro  y  la  gente  que  consigo  tenían  en  el  Cuzco  habían  quoma- 
tlo  vivos  muchos  indios  y  atormentado  y  hecho  muchas  cruelda- 
*les  en  otros,  a  fin  que  le  diesen  oro,  lo  cual  había  sido  causa  que 
l^  tierra  se  levantase  y  habían  hecho  otros  sinnúmeros  do  delitos 
y  cosas  en  deservicio  de  V,  XL,  j)rocur6  Je  entrar  en  la  cibdad  sin 
l^íicer  daño  ninguno  á  los  que  en  ella  estaban  y  mandó  prender  á 
Hernando  y  á  Gonzalo  Pizarro  para  los  tener  en  el  recaudo  que 
onvenia,  que  hasta  V.  M,  fuese  infurmado  de  los  dichos  delitos 
mindase  proveer  lo  que  fuero  servido,  y  él  no  prendió  por  su 
íilerese  á  Hernando  l^izarro  ni  á  su  hermano,  sino   eonstáudola 
lo  susodicho  y  porque  así  convenia  al  servicio  de  V.  M.  y  para 
conlenlará  los  indios  y  para  traellos  de  paz  por  el  mal  tratamiento 
ue  dcllos  avian   recibido,  y  desde  allí  escrivió  á  V.  \L  dándolo 
'üeula  del  descubrimiento  de  su  conquista  y  de  la  vuelta  á  la 
jbdad  del  Cuzco,  y  do  todo  lo  demás  sucedido  hasta  este  tiempo, 
el  governador  Pizarro  tomó  las  cartas  y  despachos  ¡i  un  criado 
e\  dicho  Adelantado  que  los  traia  y  los  abrió,  y  visto  lo  que  en 
ellos  venia,  y  sabido  por  el  dicho  Adelantado  como  se  le  había 
toiuado  el  dicho  despacho,  vino  con  parle  de  su  gente  y  trujo  con- 
jgo  á  Hernando  Pizarro  a  verse  con  el  governador  Pizarro,  y  d% 


2r>"  :sxjtcaaf  3«  xcnasmm 

«rf?3i  i^  ;íi  rmiaii  íi»  lítu.-i  *a  ia  p»ii*óio  *pi*3e  llama  Mala  y    ^^ 
^^>n<v>ri,a   Tii»^ti:-;n   rrvni^p^rMitw    t;»*    ei  -ILcho   don   Diego     ^^ 
Aliiw^^>  x-.'->!'na.^^  a  .v..>:a;:  :^  Ci2sr  y  !a  provincia  deChinoHa 
y  qfi^  *n  *^a  ar;r.ru*:a  pnoía*»  in  piieoLii  di»  cmtianos.  7  C|tj0 
^'>  qrrv»*ííi*%  *n  «^^Ci»  •^k-uí.í  la^itii  •;  ii*  caiia  nao  de  ellos  imbi^^^^ 
i  inft'.^rr^r  í  V   M-   i»»  ^*   i^r^itiuy,  A  fr»{:»3  el  dicho  Adelaota^do 
*6lVi  i  H*rnan.ii-^   r^xirr:  7  *n^ló  i  <i*>a  Cñ^ode  Almagro,  ^ 
hi;o.  ^*on  ciiirta  z^rr^  íe  í  **ahaiVi  á  U^ttít  á  loa  oüciales  de  V.  ^^. 
dft  la  pr"í^lr.^iA  dt^-í  ?*ri.  cíe  r^i.iiaa  eatónces  enia  dicha cibd^sd 
de  Lima  i/vwier. V;4  ¿e^ecU  m:i  pe^>§  de  oro  deí  qaioto  que  V.  B^* 
tenía   en  e!  Oití^j,  j  á^mn-^  'ie*5*>  ímbió  á  I03  dichos  oGciil^^^ 
otr'Wí  ciento  y  ^nq  i.*r*!a  3iil  pe*->*  le  oro  «ayo^  propios  y  deolre^** 
pery>nA*,  pan  qi->  V.  M.  *e  ¿írvííí^deüo?.  y  visto  por  los  dichc::::^* 
oficíales  Irr?  serric:  v»  Tie  •»!  había  heoh^  á  V.  M.  así  en  dejar  d^^® 
proseguir  la  ci-jnq-iitU  -j  i-^  1  :>vaíyi-  p-3r  voI«r á  pacificar  la  tierr-^"^^ 
del  Perú,  como  en  hacer  el  dicho  servicio  de  los  ciento  y  cin-^^ 
qaenta  raíl  peso-s.  le  enbiaron  di>?e  barriles  de  conserva  é  diez  ^    ' 
ocho  botijas  de  vino  é  rAnié  osas  de  refresro  de  España,  y  el  go--  ^ 
vemador  Pízarro  ínobí-í  al  camino  por  donde  iba  ochenta  arcaba — ' 
ceros  qae  lo  lomasen  y  q  jebra?en  txio,  lo  caíil  hicieron  así,  tral^^^ 
mal  y  prendí  >  á  I05  dichos  oficiales  por  qae  se  lo  imbiaban:  y  poi^^ 
la  llegada  con  ciertos  de^fíachos  y  provisiones  de  Pero  Anzures e^3 
dicho  Franoíico  Pizarrín  quizo  a'^^rar  1^  asentado  y  capitulado  coi^b 
el  dicho  Adelantado  vio  inbíj  hacer  saber  que  no  quería  estar  por* 
ello,  y  junto  con  e.-to  con  quinientos  de  á  caballo  y  trescientos 
arcabuceros   salió  íi  í^cíiará  el  dicho  Adelantado  de  toda  la  tierra 
del  Perú,  é  ovo^ntre  HIos  al¿runo:?  recuentros,  aunque  el  Adelan- 
t/ido  le  inbió  ¿  requerir  muchas  vor.'^s  que  guardase  lo  capitula- 
do entrellos  y  no  diose  ocasi^in  á  que  oviese  muertes  de  crislionos 
y  otras  cosas  en  deserví  .'io  de  V.  M.,  no  It)  quiso  hacer;  lo  cual 
visto  por  el  dicho  Ad^'ianlado,  por  evitar  lo  susodicho,  aunque 
estaba  mucho  mas  poderoso  de  gente  que  no  él,  se  retiró  á  la 
fticrm  y  desde  allí  enbió  á  [»edir  al  dii',!io  governador  Pízarro,  que 
pues  tenia  todos  los  puertos,  se  le  div?5e  una  nao  de  las  que  esta- 
ban en  el  puerto  de  Lima  para  iniciar  ciertos  despachos  a  V.  M., 
y  no  se  la  quiso  dar,   y  mandó  expresamente  á  todos  los  maostrai 


f 


i 


ALMAGRO   Y   SUS   COM PANEROS  257 

¿e  navios  que  estaban  en  los  puertos  de  la  provincia  del  Perú,  que 
50  fuesen  dellos,  aunque  no  hobiese  encargo  para  ello,  porque  no 
hubiese  en  qué  inbiar  á  V.  M.  los  dichos  despachos  y  mucha  can- 
tidad de  oro  con  que  servir  á  V.  M.,  ni  la  relación  de  sus  con- 
quistas y  de  lo  sucedido  en  el  Cuzco,  y  no  dejó  en  el  dicho  puer- 
to de  Lima  mas  de  la  nave  nombrada  de  la  Concepción  de 

xnaestre  Hernán  Gallego;  y  el  Adelantado,  por  falta  de  nabio,  hizo 
bfiízer  una  balsa  en  que  la  inbiaba,  y  sabido  por  el  dicho  Fran- 
cisco Pizarro  la  venida  de  la  balsa,  y  el  efeto  della  mandó  por  una 
su  provisión  al  dicho  maestre  que  con  la  dicha  su  nave  fuese  á 
tomarla  balsa,  lo  cual  se  hizo  y  tomó  los  despachos  y  oro  que  en 
elle  venia  y  lo  entregó  á  Francisco  Pizarro,  y  esta  es  la  relación 
verdadera  de  lo  que  entre  los  governadores  habia  pasado,  hasta 
que  Lope  de  Aguirre  partió  de  Panamá,  que  fué  en  principio  de 
este  año  de  mil  quinientos  treinta  y  ocho,  lo  cual  se  supo  de  la 
gente  que  venía  en  la  nave  de  Hernán  Gallego,  que  vido  como  se 
tomó  la  balsa  y  los  despachos  é  oro  y  gente  que  en  ella  venia,  que 
lo  tomó  la  nave  por  mandado  de  Francisco  Pizarro  y  se  lo  entre- 
gó todo  el  dicho  maestre  á  Francisco  Pizarro. 

Suplico  á  V.  M.  que  pues  don  Diego  de  Almagro  siempre  ha 
servido  é  ha  de  servir  á  V.  M.  y  la  conquista  de  la  provincia  del 
Perú  se  hizo  mas  por  su  persona  y  hacienda  que  de  otro  nin- 
guno y  de  todo  lo  que  para  V.  M.  della  ha  venido  ha  sido  él  la 
principal  causa,  mande  proveer  que  lo  asentado  y  concertado  en- 
tre! los  postreramente  en  el  dicho  pueblo  de    Mala  se   guarde  y 
cumpla  y  ejecute,  sin  embargo  de  lo  mandado  después  acá  pro- 
veer, pues  aquello  se  proveyó  no  constando  del  dicho  concierto, 
hasta  tanto  que  V.  M.  sea  informado  de  lo  quentrellos  ha  pasado, 
pues  V.  M.  es  y  sera  mas  servido  que  los  dichos  gobernadores 
estén  conformes  que  diferentes,  y  para  averiguar  la  verdad  y  que 
el  oamino  esté  desembarazado  para  que  el  dicho  adelantado  en- 
vié  a  V.  M.  relación  de  lo  por  él  hecho,  mande  proveer  á  una 
persona  de  gran  confianza  que  lo  vaya  á  hacer  cumplir,  que  sea 
persona  que  haya  estado  en  Indias,  por  el  peligro  de  la  enferme- 
deid  de  la  tierra,  que  vaya  con  toda  presteza,  sin  cometerlo  á  nin- 
guno de  los  de  alié,  porque  no  le  pongan  sospechas  los  dichos 
gobernadores,  que  si  es  de  los  que  están  allá,  de  fuerza  le  han  de 

17 


258 


COLECGIOK   DE   DOCUMENTOS 


liallar  con  iinodellos  y  de  necesidad  ha  de  sor  sospechoso  a  alguna 
de  las  parles,  y  así  lo  será  de  cualquiera  otra  parte  de  las  ludias, 
y  en  esto  el  dicho  Adelantado  recibirá  deV.  M.  gran  bien 
merced, 

E  otrosí  suplico  á  V.  M.   mande  guardar  al  dicho  adelanladoci" 
don  Diego  de  Almagro  la  capitulación   y  asiento  que  hizo  cor» 
V.  M.  sobre  la  conquista  de  \i\  provincia  de  Toledo,  en  todo  y  po 
todo  como  en  ella  se  contiene,  y  que  el  dicho  gobernador  Fniii^--, 
cisco  Pizarro  guarde  lo  que  con  V,  M.  asentó  sobre  la  goberna 
cion  del  Perú  sin  exceder  della. 

Otrosí  suplico  á  V.  M.  mande  proveer  que  don  Francisco  F^^¿ 
zarro  cuni|ila  con  don  Diego  de  Almagro,  la  compañía  quenlr-^i*,^ 
líos  está  asentada  sobre  lo  que  se  cogiese  en  sus  gobernacior^^»^ 
y  conforme  á  ella  le  acudan  con  lo  que  obiese  de  haber,  sin  bac:^^»^ 
detención  de  cosa  alguna  dello. — Uernan  Jiménez. 

S.  C.  C.  M. — Hernán  Jiménez,  en  nombre  del  adelantado  úon 
Diego  de  Almagro,  digo:  que  por  otras  peticiones  he  hecho  rela- 
ción a  V.  M.  de  los  grandes  y  señalados  servicios  quel  dicho  ade- 
lantado ha  hecho  á  V.  M.,  y  como  olvidando  su  propio  interese 
y  dejando  de  continuar  la  conquista  de  su  governacion  de  que 
esperaba  grandes  provechos  de  intereses,  habiendo  venido  á  u 
noticia  que  toda  la  provincia  del  Perú  y  la  ciudad  del  Cuíco  y 
los  indios  naturales  de  ella  por  los  malos  y  ásperos  tratami^^toá 
que  los  hermanos  del  gobernador  don  t>ancisco  Pizarro  leslia- 
biím  hecho,  procuro  con  toda  la  gente  de  su  ejército,  congraudes 
dádivas  y  promesas  que  les  hizo,  que  tornase  a  la  dicha  proviticia 
del  Perú  á  la   pacificar  y  á  reducir  en  servicio  de  V,  M-,  etóJ 
llegando  cerca  de  la  ciudad  del  Cuzco,  halló  quel  Linga  con  iafi* 
ni  la  gente  de  indios  tenia  cercada  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  *J 
estaba  en  ella  Hernando  Pizarro  y  Gonzalo  Pizarro  cercados,  con 
mucha  cantidad  de  oro  de  V.  M,,  y  peleó  el  dicho  adelantado  doP 
Diego  de  Almagro  con  el  dicho  Linga,  le  venció  y  libertó  mudux^ 
españoles  con  grandes  presas  que  el  dicho  Linga  tenia  en  sup^' 
der  y  fué  causa  de  reducir  la  dicha  tierra  al  servicio  de  V.  M-f 
sucedieron  las  otras  cosas  contenidas  en  la  relación  que  se  t: 
tregó  a  V*  M.  y  hasta  agora  no  se  ha  visto  ni  proveído  cosa  al- 
guna  de  lo  pedido  ni  suplicado  por  parte  del  di 


ALMAGRO   Y   SUS   COMPAÑEROS  259 

'  consultado  con  vuestra  Real  persona,  por  tanto,  humildemente  á 
V^  M¡¡  suplico  mande  que  todas  las  dichas  peticiones  y  reclama- 
ciones se  las  mande  ver  luego  en  Vuestro  Real  Consejo  de  las 
Indias  y  se  consulte  todo  con  V.  M.  para  que  mande  con  breve- 
dad proveer  lo  que  convenga  á  su  real  servicio  y  pacificación  de 
aquella  provincia,  inviando  persona  de  confianza  que  haga  cam- 
plín  y  ejecutar  lo  que  V.  M.  fuese  servido  de  mandar  proveer, 
todo  lo  que  por  mí  en  el  dicho  nombre  está  pedido  ó  suplicado 
administrando  sobre  todo  justicia. 

6  de  Enero  de  1539. 

XJE^  TIL— Carla  del  lesorero  Manuel  de  Espinar  al  Emperador,  sobre 
las  disidencias  entibe  Pizarro  y  Almagro. 

(Archivo  de  Indias,  y  pub.  por  Torres  de  Mendoza,  t.  III,  pág  437.) 

S.  C.  C.  M. — Muchas   cosas  podria  escribir  á  V.  M.,  lo  cual 
dexo  de  hacer  por  dos  cosas:  la  una  por  haber  escrito  á  V.  M.  lar- 
go todo  lo  subcedido  en  estas  partes;  la  otra  porque  es  el  mensa- 
jero desta  y  verdadero  abtor  della  don  Alonso  Enriquez  de  Guz- 
man,  gentil-hombre  de  la  casa  del  Emperador  y  V.  M.,  el  cual 
debe  ser  creido,  porque  si  acá  lo  hobiera  sido,  no  bebiera  pasado 
tanto  daño.  El  cual,  cierto  como  hombre  que  á  V.  M.  no  ha  de 
decir  menos  de  la  verdad,  como  su  hechura  que  soy,  ha  cabsado 
el  fraile  Fray  Francisco  de  Bovadüla,  provincial  de  la  Orden  de 
]a  Merced,   porque  cuando  el  gobernador  don  Diego  de  Almagro^ 
que  haya  santa  gloria,  envió  sus  mensajeros  al  gobernador  don 
Francisco  Pizarro,  que  fueron  el  dicho  don  Alonso  y  Juan  deGuz- 
man,  contador  de  V.  M.,  mi  compañero  en  los  oficios  reales  de 
la  gobernación  de  don  Diego  de  Almagro,  y  á  Diego  Nuñez  de 
Mercado,  alcalde  del  castillo  de  Nicaragua,  para  tratar  las  paces 
é  concordia  con  el  dicho  don  Francisco  Pizarro  y  partir  los  lími- 
tes de  sus  gobernaciones,  en  tanto  que  viniese  juez   competente 
proveido  por  V.  M.  para  ello;  yo  estaba  con  el  dicho  don  Fran- 
cisco Pizarro,  porque  no  habia  podido  pasar,  como  el  dicho  don 
-      Alonso  dirá  á  V.  M.,  á  quien  me  remito,  y  entendimos  ellos  y 
^0,  porque  también  me  envió  á  mí  poder  para  ello  don  Diego  de 


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¡  ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS  261 

solamente  no  apagó  el  interés  al  fuego  de  don  Francisco  Pizarro, 
sino  encendió  el  amortiguado  de  la  gente  de  su  compañía,  por 
do  fué  muerto  el  desventurado  don  Diego  de  Almagro  y  sobre 
duzientos  hombres  en  la  batalla  que  le  dio  Hernando  Pizarro,  por 
un  mandamiento  que  dio  él,  irregular,  contra  su  regla  y  orden, 
de  hecho  y  contra  derecho.  Porque  el  derecho  que  le  dimos  los 
sobredichos,  por  parte  de  don  Diego  de  Almagro,  no  fué  para  en- 
tender en  cosas  pasadas,  sino  de  entonces  para  adelante,  ponien- 
do remedio  en  lo  porvenir,  como  por  el  poder  se  verá,  al  cual  me 
reniito.  Como  mas  largamente  en  esto  y  en  todo  lo  demás  dirá 
don  Alonso  Enriquez,  al  cual  me  refiero;  y  á  V.  M.  suplico  le  dé 
entera  creencia,  porque  es  persona  que  todo  lo  sabe  muy  bien  y 
de  quien  V.  M.  se  debe  fiar,  pues  es  hombre  de  casta  singular  y 
de  fidedigno  y  leal  es  á  la  corona  real,  y  de  su  condición  lo  há, 
se^n  por  la  obra  ha  mostrado. 

De  mí,  hago  saber  á  V.  M.  que  así  en  el  largo  camino,  como  en 
estas  enojosas  pendencias  y  diferencias,  he  pasado  muy  grandes 
peligros  y  trabajos  y  gastos,  de  manera  que  yo  estoy  muy  pobre  é 
fatigado,  aunque  muy  consolado  en  ser  en  el  servicio  de  V.  M.  y 
contento  con  saber  de  su  cathólica  voluntad,  que  me  hizo  estas 
aiercedes  para  mi  bien  y  no  para  mi  mal,  como  el  tiempo  y  for- 
tuna ha  cabsado.  Y  estoy  confiado  en  que  V.  M.  usando  su  gra- 
titud y  clemencia  me  hará  mercedes  y  recompensas  á  mis  daños 
y  pérdidas.  Nuestro  Señor  la  Imperial  y  Real  persona  de  V.  S.  C. 
C.  M.  guarde,  con  estado  de  mayores  reinos  y  señoríos,  como  su 
real  corazón  desea.  Del  Cuzco,  Pascua  de  los  Reyes  del  año  de 
539.— De  V.  S.  C.  C.  M.  humilde  ó  menor  criado,  que  sus  Reales 
pies  y  manos  besa. — Tesorero^  Manuel  de  Spinar. 

10  de  Febrero  de  1539. 

XLVIIL— Carta  de  Fetij)e  Gutiérrez  sobre  las  disidencias  entre  Pi- 
zarro y  Almagro, 

(Archivo  de  Indias,  y  pub.  por  Torres  de  Mendoza,  t.  III,  pág.  88.) 

.        S.  C.  C.  M. — Porque  después  que  á  esta  ciudad  llegué,  he  dado 
L     larga  cuenta  á  V.  M.  de  las  cosas  acaescidas  en  esta  tierra  y  de 


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263 


e reboto,  y  vino  Hernando  Pízaito  con  la  gente,  quedándose  el  ni>- 
bornador,  su  hermano,  en  la  ciiidnd  do  los  Reyes  para  hacer  rfr- 
lacion  á  V-  M,    Y  como  vi  In  discordia  notoria  y  e)  rompimiento 
qoe   se  esperaba  con  la  venida  de  Hernando  Piznrro  al  Cuzco,  pa- 
reoióme  que  podría  nscusar  mucho  daño,  y  con  esta  intención 
ine    vine  con  Hernando  Pizarro,  con  solo  cargo  de  ponerlos  en 
paz.   Y  así  le   amonesté  y  procuré  en  todo  el  camino^  hasta  que 
llegamos  una  legua  del  Cuzco,  do  hallamos  la  gente  del  gober- 
nador Almagro,  que  hasta  los  ver^  no  tuvimos  de  ellos  noticia, 
Asf   por  estar  de  guerra  la   tierra  como  por  su  fragosidad;  y  sin 
haber  lugar,  medios  ni  remedios,   ni   intención,   fue  forzado  de 
dar  la  batalla. 

Después  de  haberlo  vencido  Hernando  Pizarro,  lo  cual  no  pudo 
ser  sin  daño,  aunque  escusé  el  que  pude,  hallamos  en  esta  ciudad 
del  Cuzco  á  don  Diego  de  Almagro,  retfaido  en  la  íortaleza  della, 
do  tengo  por  cierto  le  matara,  si  yo  no  me  hallara  presente,  que 
íe  salvé  y  Iruxe  seguro  á  poder  de  Hernando  Pizarro,  el  cual  le 
niandó  prender  y  meter  en  un  cubo,  Y  porque  en  la  batalla,  co- 
nio  es  uso  en   semejantes  tiempos,  había  habido  robos  y  tomas 
de  caballos  y  armas  y  otras  cosas,  yo  entendí  en  la  restitución 
dello,  é  trabajé  cuanto  pude  que  no  hubiese  agraviados,  como 
nniprouanza  lo  muestra,  y  hice  amistades  entro  muchos  que  es- 
toban  diferentes,  escusa nd o  muertes  y  daños;  y  medié  y  propuse 
í^  paz  con  Hernando  Pizarro,  y  como  no  hobo  efecto,  trabajé  lo  que 
ftiéen  mi  mano,  de  escusar  la  muerte  de  don  Diego  de  Almagro,  y 
qtiese  remitiese  á^V.  M.,  ó  á  lo  menos,  se  llevase  su  negocio  á 
*^iina,  para  que  los  letrados  que  en  ella  había,   lo  viesen,  lo  cual 
*^mpocü  aprovechó,  porque  Hernando  Pizarro  hizo  del  justicia. 

Después  acá  y  en  el  entretanto  de  la  prisión  del  Adelantado, 
^^n  la  mucha  junta  de  gente  que  habia,  se  ha  hecho  gran  daño 
^i\  Itt  tierra,  de  que  se  habrtí  dado  cuenta  á  V.  M. 

Conviene  al  servicio  de  Dios  y  de  V.  M.  y  a  la  sustentación  y 

reformación  desta  tierra,  que  con  mucha  brevedad  se  provea  de 

famedio,  porque  si  se  difiere,  según  la  necesidad  tiene  la  tierra, 

leria  muy  grande  inconveniente.    Y  pues  que  en  todo  lo  que  en 

mi  ha  sido,  he  procurado  el  servicio  de  V,  M.,  con  tantos  trabajos 

»ligrQ5t  suplico  á  V.  M.  tenga  memoria  para  servirse  de  miV 


264  COLECCIÓN  DB  D0CÜMBNT08 

porque  como  suspenso  quedo  en  esta  ciudad,  hasta  ver  lo  que 
V.  M.  manda  proveer;  que  por  este  fin  me  he  escusado  de  en- 
cargarme de  nuevos  descubrimientos,  que  acá  se  me  han  ofres- 
cido.  Y  porque  para  el  seruicio  de  Dios  y  acrescentamiento  de 
las  rentas  reales  de  V.  M.  y  buena  gobernación  destas  partes  con- 
vernia  y  es  muy  necesario  por  muy  justas  y  evidentes  razones, 
que  la  gobernación  destas  partes  se  repartiese  y  proveyese  en  las 
gobernaciones  que  envió  por  memoria,  suplico  á  V.  M.  lo  mande 
ver,  y  hacer  lo  que  mas  sea  servido,  cuya  cesárea  persona  Nues- 
tro Señor  guarde  y  conserve,  con  acrescentamiento  de  mayores 
reynos  y  felice  vitoria  de  los  enemigos  de  nuestra  fée. — Del  Cuz- 
co, á  10  de  Febrero  de  1539  años.— S.  C.  C.  M.— Criado  de  V.  M., 
que  sus  Reales  pies  y  manos  besa. — Felipe  Gutiérrez. 

15  de  Febrero  de  1539 

XLIX. — Carla  de  Francisco  de  Chavez  al  Rey 

(Archivo  de  Indias,  publ.  por  Torres  de  Mendoza,  t.  XLII,  págs.  158-161.) 

S.  C.  C.  M. — Por  otras  muchas  letras  esta  cibdad  ha  dado  re —  ^ 
lacion  á  V.  M.  de  lo  sucedido  en  estos  reinos  hasta  el  rompi — ^ 
miento  que  el  adelantado   don    Diego  de  Almagro  y  Hernandc^^ 
Pizarro  hubieron,  y  será  osousado  yo  dalla  en  esta  tan  particu  ,^^ 
larmonto,  masque  dospuos  de  su  desbarato  se  ha  sabido  que  Her 
nando  Pizorro,  viondo  sor  complidoro  al  servicio  de  Dios  Nuestr 
Señor  y  do  V.   M.   por  evitar  mayores  dapnos  é  inconviniente= 
([ue  do  cada  dia  resultaban  por  molinos  y  alborotos  de  gentes 
que  era  monos  yerro  que  muohos  dospuos  do  haber  hecho  pr4 
coso  contra  el  gobernador,  diz  que  por  los  delitos  que    por 
halló,  lo  cortó  In  cabeza  por  justicia  y  porque  por  su  descargo  aní 

V.  M.  dará  cuenta,   hace  poco  al  caso  sobre  ello  hablar,  en  ha 

berso  hecho  cosa  on  que  V.  M.  soa  deservido:  á  los  vasallos  destos  s^ 
vuestros  reinos,  ha  Hojeado  al  alma  por  creer  que  les  cabsaráal-  — 
gunas  ¡nquiotuílos  y  molostias,  y  quo  los  servicios  quel  gober-  — 
nador  don  Francisco  Pizarro  y  los  conquistadores  y  pobladores  ^ 
han  hecho  á  V.  M.  no  sonín  por  ventura  tan  claros  ni  manifiestos  ^ 
como  debieran  si  esto  no  hobiera  sucedido,  y  pues  V.  M.  con  tan-^^ 


AT.MAORO   Y   SUS   COMPAÑEROS 


265 


^atólíPO  oe!o  tiío  bien  remunera  á  quien  le  sirve,  humillmente 
s-iiplico  no  permita  qiin,  sin  proceiler  información  prirneramcnlo 
«del  caso  por  persona  para  ello  enviada  por  V.  M.  venpa  á  estos 
Toioós,  quien  totalmente  los  destruya  y  el  patrimonio  reol  da  V.  M. 
se  disminuya,  habiendo  consideración  al  servicio  y  calidad  de 
lan  notables  y  insignes  como  son,  é  que  de  presente  no  están  en 
coyuntura  sino  de  aumentar  y  que  si  Nuestro  Señor  es  servido 
que  estén  en  pié  en  toda  buena  gobernación,  suslenlacion  y  pros- 
peridad ha  sido  por  su  providencia  y  In  qno  ha  dado  al  gobierno» 
que  para  todo  ha  tenido  esperiencia  y  ventura  por  su  bondad  y 
méritos  y  tener  tan  cierto  deseo  do  acertar  en  todo  á  servir  á 
T,  M-,  como  siempre  ha  fecho. 

Yendo  el  gobernador  al  Cuzco,  me  mandó  viniese  á  esta  ciudad 
por  su  thiniente  á  la  mantener  en  justicia,  y  por  servir  á  V.  M. 
lo  acepté:  he  procurado  evitar  algunos  escándalos  que  en  ella  ha- 
l)ia,  y  esta  en  toda  paz,  y  pues  siempre  mis  antecesores  han  ser- 
iando á  vuestra  corona  real,  no  menos  debia  yo  ¡mitallos,  pasé  á 
estas  partes  con  este  prosupuesto,  adonde  lie  servido  á  V,  M,, 
íinsí  en  el  socorro  que  hice  desde  la  villa  de  San  Miguel  á  esta 
ciudad,  que  si  por  mi  brevedad  y  diligencia  que  en  ello  puse  no 
llegara  con  tiempo  con  la  gente  que  tenia  para  ir  a  conquistar  y 
tpoblar  la  provincia  de  los  Bracamoros»  estaba  en  términos  de  se 
[lomar  de  los  indios,  en  que  gasté  lo  que  tenia,  como  en  todo  lo 
juese  ha  ofrecido,  que  A  V.  M.  enviaré  información  liastante,  en 
|u©  me  he  puesto  en  estrema  necesidad^  por  lo  cual  y  mejor 
jrvirá  V,  M.,  yo  acordó  de  permanecer  en  estos  reinos  y  me 
con  Maria  de  Encobar,  mujer  que  fué  del  capitán  Martin  As- 
?,  que  también  hizo  á  V.  M.  muchos  sorvicins  en  estas  partes, 
el  cual,  residiendo  en  ellas  en  la  villa  de  Trujillo,  un  cacique  le 
dio  cierta  plata,  y  el  gobernador,  diciendo  que  tenia  cédula  para 
>mar  cualquier  depósito  de  cacique  que  se  hallase,  sin  la  pre- 
nilar,  la  tomó  y  puso  en  depósito  y  pues  V.  M.  á  muchas  per- 
sonas, Uniendo  respeto  a  los  servicios  que  han  hecho  y  á  lo  que 
han  gastado,  ha  sido  servido  de  les  mandar  hacer  merced  de  lo 
lili,  suplico  á  V.  M.  permita  que  mis  servicios  y  los  que  Martin 
itete  hizo,  no  sean  menos  preferidos  y  sea  servido  de  hacer 
u  Maria  de  Escobar,   mi  mujer,  de  la  plata  que 


266  COLECCIÓN  DE  DOCÜMKNTOS 

ansi  fué  tomada,  pagando  el  quinto  A  V.  M.,  pues  quedó  por  he- 
redera de  su  marido,  y  para  sustentar  nuestra  casa  y  servir  lo  que 
conviene  en  la  guerra,  estamos  en  necesidad,  segund  que  de  mis 
servicios  y  de  lo  que  digo,  si  persona  viniere  á  estas  partes,  será 
informado  y  no  haber  persona  alguna  sobre  este  caso  agraviado 
como  nosotros,  aunque  han  habido  de  esta  manera  cantidad  de 
oro  y  plata.  Nuestro  Señor  V.  S.  G.  C.  M.  prospere  y  guarde  bien 
aventuradamente  con  felice  vitoria  contra  los  enemigos  de  nues- 
tra santa  fé,  paz  é  obediencia  del  universo. — Desta  ciudad  de  Los 
Reyes,  provincia  del  Perú,  15  de  Hebrero  de  1539.  De  V.  S.  C.  C.  M. 
muy  humilde  vasallo  que  sus  reales  pies  y  manos  besa. — Fran- 
cisco  de  Chavez. 


26  de  Febrero  de  1539. 

L. — Requerimienlo  hecho  en  el  Cuzco  á  ñ^ancisco  Pizarra  por  los 
apoderados  de  Almagro. 

{Archivo  de  Ináiixsi— Consejo— -Escribanía  de  Cámara--^^  1007.) 

En  la  ciudad  del  Cuzco,  Miércoles  segundo  de  cuaresma,  que  se 
contaron  veinte  y  seis  dias  del  mes  de  hebrero  de  mil  é  quinien- 
tos é  treinta  é  nueve  años,  en  casa  del  gobernador  don  Francisco 
Pizarro  fueron  á  hacer  el  contador  don  Juan  de  Guzman,  y  el  te- 
sorero Manuel  del  Espinal,  y  el  veedor  Juan  de  Turuegano,  ofi- 
ciales de  S.  M.  de  la  provincia  del  Nuevo  Toledo,  un  requerimiento 
conveniente  al  servicio  de  su  Mag.  y  al  bien  y  pro  y  reparación 
desta  tierra  y  á  los  quintos  y  real  hacienda  de  su  Mag.,  el  cual 
requerimiento  se  hizo  al  dicho  gobernador  don  Francisco  Pizarro, 
y  por  no  le  parecer  bien  lo  que  en  él  se  decia,  por  ser  verdad  lo 
contenido  en  el  dicho  requerimiento,  empezándolo  á  leer  el  dicho 
gobernador  don  Francisco  Pizarro  con  grande  enojo  y  pasión  y 
con  voces,  diciendo  palabras  muy  desonestas  é  injuriosas  á  los 
dichos  oficiales,  diciendo  que  se  fuesen  para  tales,  que  porqué  le 
decian  é  requerian  nada  de  aquello  y  que  andaban  revolviendo 
en  decir  lo  que  decian  é  requerian,  é  que  juraba  á  Dios  que  esta- 
ba para  los  echar  ú  donde  no  viesen  sol  ni  luna,  y  el  dicho  te- 
sorero Manuel  del  Espinal  respondió  al  dicho  Gobernador   que 


268  COLKCCION   DE   DOCUMKNTOS 

nuestra  señora  que  no  los  honores  del  dicho  tesorero,  y  el  dicho 
tesorero  le  respondió  al  dicho  Caballos,  que  él  no  le  decia  aquello 
sino  el  gobernador  que  estaba  presente,  y  que  si  el  dicho  tesorero 
se  hallara  tan  cerca  de  la  Emperatriz  como  él  estaba  del  Gober- 
nador su  amo,  que  él  no  osara  echar  aquellas  palabras  por  la 
boca,  y  el  dicho  tesorero  tornó  á  decir  que  todos  los  que  estaban 
presentes  le  fuesen  testigos,  y  al  escribano  le  dijo  á  voces  que  le 
diese  por  testimonio  que  por  haber  dicho  é  requerido  al  dicho 
gobernador  lo  que  convenia  al  servicio  de  su  Mag.  y  é  la  repara- 
ción de  su  tierra,  le  maltrataban  con  obras  y  con  palabras  como 
lo  hacian  y  pues  era  por  lo  que  convenia  al  servicio  de  su  Mag.^ 
que  lo  que  le  hacian  é  decian  que  lo  sufria  por  el  servicio  de  sn 
rey  y  señor,  y  quél  se  quejará  ante  su  Mag.  ó  ante  quien  con  de- 
recho debiese,  y  el  dicho  gobernador  dijo  al  dicho  tesorero  que 
lo  enviarla  con  grillos  y  cadenas  á  España,  si  tanto  le  hacia,  y  el 
dicho  tesorero  respondió  que  la  mayor  merced  y  bien  que  le  pe- 
dia hacer  era  enviarlo  ante  su  Mag.,  porque  del  seria  su  Mag.  in- 
formado de  lo  que  pasaba,  y  por  esto  dijo  otras  muchas  palabras 
desonestas  é  injuriosas  al  dicho  tesorero  y  oñciales,  y  porque  es- 
to es  así  verdad  que  pasó  así  como  aquí  está  espresado  y  lo  ju- 
raremos cuando  fuere  necesario  é  requerido,  lo  Armamos  de 
nuestros  nombres,  porque  á  todo  ello  fuimos  presentes.  Otrosí  el 
dicho  Caballos  dijo  á  voces  y  con  mucha  soberbia  al  dicho  teso- 
rero, que  no  le  hiciese  tanto,  porque  juraba  á  Dios  que  lo  llevaría 
preso  a  España  con  grillos  y  cadenas,  y  luego  el  dicho  Gumiel 
tornó  (i  decir  al  dicho  tesorero  que  callase  no-hora  mala  y  que  se 
fuese  con  el  diablo,  porque  juraba  a  Dios  que  le  daria  una  bofe- 
tada, alzando  el  palo  que  en  la  mano  tenia,  amagando  con  él  pa- 
ra dar  al  dicho  tesorero,  y  todo  esto  se  hizo  é  dijo  al  dicho  tesorero 
.  con  muy  grande  desacato  y  soberbia,  sin  temor  de  Dios  ni  de  su 
Mag.,  por  ser  como  era  oficial  de  su  Mag.,  y  con  muy  grande  al- 
boroto como  cosa  de  comunidad,  sin  acordarse  que  teníamos  rey 
y  su  justicia,  para  que  lo  pudiese  castigar,  porque  á  todo  esto  es- 
tuvo presente  el  dicho  gobernador  don  Francisco  Pizarro,  sin  lo 
querer  estorbar  ni  remediar,  mas  antes  se  holgaba  y  daba  lugar 
y  avilanteza  á  sus  criados,  por  lo  que  por  su  boca  le  oian  decir 
y  hacer  muestra  con  las  manos  contra  el  dicho  tesorero  en  ver 


i 


AI-MAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS  269 

^nao  vieron  al  dicho  gobernador  arremeter  para  la  persona  del 
dich,  c  tesorero,  como  arremetió,  y  si  don  Alonso  Enriquez  de  Guz- 
iQa  rx    no  se  hallara  á  la  sazón  presente  y  no  se  metiera  en  medio 
del     ^icho  gobernador  é  del  tesorero,  para  le  estorvar  que  no  pa- 
sase  la  cosa  mas  adelante  y]que  no  le  pusiese  las  manos,  como  ello 
pas-<3  así  en  efeto,  creemos  quel  dicho  gobernador  le  pusiera  las 
ma  *::xos  y  los  dichos  sus  criados  Caballos  y  Gumiel  efetuaran  mas 
lar^S'O  ®n  la  persona  del  dicho  tesorero  la  voluntad  que  en  lo  que 
liafc>  ian  hecho  ó  dicho,  por  lo  cual  creemos  y  tenemos  por  cierto, 
q^l^  1  dicho  tesorero  corriera  riesgo,  porque  para  todo  ello  creemos, 
5e^Mjn  vimos  por  obra,  el  Gobernador  diera  para  todo  lugar,  y  el 
¿ic-Jno  don  Alonso  Enriquez  dijo  al  dicho  tesorero  que  por  amor 
¿e      Dios  se  fuese  luego  de  allí,  porque  no  pasase  la  cosa  mas  ade- 
larm  *e  ni  se  desenvergonzasen  mas  de  lo  hecho,  y  porque  es  verdad 
todo  lo  susodicho,  algunos  de  los  que  presentes  nos  hallamos  lo 
firruamos  aquí,  allende  de  otros  muchos  que  presentes  estaban, 
qa.o  por  ser  criados  y  paniaguados  y  servidores  del  dicho  Gober- 
nador no  Qrman  aquí. — Juan  de  Guznian^  el  contador. — Francisco 
de  Espinai. — Sebastian  de  Coca. — Pedro  de  ta  Mina. — Antonio  Hur- 
tadc. — Don  Alonso  Enriquez. — Sebastian  Narvaez. 


10  de  Marzo  de  1539. 

/»/. — Carta  del  licenciado  de  la  Gaina  á  S.  M.  sobre  las  disensiones 
entre  los  Pizarros  y  el  adelantado  don  Diego  de  Almagro. 

(Archivo  de  Indias,  y  pub.  por  Torres  de  Mendoza,  III,  142-148.) 

S.  C.  C.  M. — Cuando  fué  Diego  de  Fuenmayor  con  el  oro,  es- 
crebí  <í  V.  M.  desde  la  ciudad  de  Los  Reyes  todo  lo  acaescido  en 
Bslas  partes  desde  entonces,  é  como  yo  con  el  dicho  Fuenmayor, 
é  tesorero  Espinosa,  é  fator  Ulan  Suarez  de  Carvajal  habia  venido 
íi  esta  ciudad  del  Cuzco  á  hablar  al  adelantado  don  Diego  de  Al- 
magro, que  tenia  presos  a  Hernando  Pizarro  y  Gonzalo  Pizarro, 
\ic*rmanos  del  gobernador  don  Francisco  Pizarro,  é  á  otros,  sobre 
la  amistad  y  reconciliación  de  todos  ellos,  porque  por  hacer  áV.  M. 
este  servicio  de  los  conformar  ningún  trabajo  que  se  atravesase  de- 
lante me  lo  páresela,  segund  de  todo  ello,  demás  de  por  cartas  V, 


fuet^^ 


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ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS 


Zli 


l3^  jrnador  se  acercó  á  ponerse  seis  leguas  de  dicho  Adelantado, 
cl<=>  mide  hubo  mas  disposición  de  entender  en  la  dicha  concordia, 
&    ^Jesde  aUí  revisUimos  oíros  nuevos  conciertos,  por  ver  echada  A 
Vi  mr^  41  parle  tanta  alteración,  porque  de  punía  en  hlanco  se  pudiese 
tender  en  el  servicio  de  V.  M.  en  conquistar  é  poblar  é  des- 
l>rir  esta  tierra,  é  ansí  se  ásenlo  que  se  soltase  Hernando  l*izarro, 
^1     c:ual  fué  suelto,  é  con  otras  ciertas  condiciones  hasta  que  viniese 
p>m?^ovision  de  V.  M.  en  que  otra  cosa  mandase,  é  estando  en  estos 
té  r*  minos  é  con  mucho  principio  para  tener  concordia^  llegó  Per 
-•V^r^Mzures  con  una  provisión  do  V.  M.   para  que  cada  uno  tuviese 
t^rx     gobernación  lo  que  tuviese  conquistado  é  pacificado,  sobre 
oui  yo  entendimiento  difirieron  tanlo  que  ninguno  fue  parte  para 
loís  convenir,  aunque  bobo  muchos  que  lo  solicitamos,  porque 
€2^0, cJa  uno  quería  sustentar  que  era  en  su  favor  la  dicha  provisión, 
é    ^''iéndolos  en  este  estado,  me  volví  A  la  cibdad  de  Los  Heyes,  y 
es^t^mdoen  ella,  supe  como  se  tornaba  A  tratar  de  la  conformidad, 
é    j>or  continuar  lo  que  habia  trabajado  é  no  dejar  de  hacer  todas 
las  diligencias  A  mí  posibles,  volví  otra  vez  donde  estaba  el  dicho 
gobernador  don  Francisco  Pizarro  é  le  hablé  ó  hallé  en  él  lo  que 
sio  mpre,  que  era  evitar  pasiones  é  diferencias,  é  escrebí  luego  al 
wielantado  Almagro  sobre  ello  é  lodo  lo  que  le  escrebí  é  acón- 
^^Jécecidit  sub  lapidem,  é  por  no  gnslar  mas  tiempo,  me  torné  A 
^^  cibdad  de  Los  Reyes  y  pocos  dias  después  entró  en  ella  el  dicho 
tioLernador  é  dej<>  A  Hernando  Pizarro  con  la  gente  que  con  él 
^^  halló  por  su  capitán  é  teniente,  é  queriendo  el  uno  recuperar 
^ti    posición  é  el  otro  defenderla»  llegaron  a  las  manos  casi  una 
'**giia  desla  cibdad,  adonde  el  dicho  Adelantado  salió  della  a  topar 
^1  dicho  Hernando  Pizarro,  donde  murieron  alguna  gente,  é  alo 
[HUe  ya  he  podido  saber,  ansi  de  cirujanos  como  de  clérigos,  seria 
^*iüla  cuarenta  y  cinco  poco  mas,  ó  aquel  día  se  prendió  al  dicho 
ft^lelantadü  Almagro  é  fué  puesto  en  el  mismo  lugar  quél  tenia  al 
iludió  Hernando  Pizarro  é  á  su  hermano,  lo  cual  sabido  en  la  cib- 
dad de  Los  Hoyes,  donde  el  dicho  gobernador  estaba,  yo  le  acon- 
sejé que  luego  se   viniese    para  esta  cibdad,  porque  tornase  a 
for/ar  los  negocios,  é  ansi  se  partió  luego  é  yo  me   parlí  tras 
él  é  le  alcanzé  en   Jauja,  ques   cuarenta  leguas   de   la  cibdad 
é  luego  despaché  carta  al  dicho  Hernando  Pi- 


2i2  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

zarro  como    él  venia  é   que   hasta   que    llegase  no  se  enten-  ^ 

diese  en  la  cabsa  del  dicho  Adelantado,  ó  dicen  que  no  llega 

ron  acá  las  cartas  porque  las  traian  indios  ó  coiiio  estaban  ei^- 
lodo  lo  mas  del  camino  de  guerra,  no  podian  pasar;  é  veinte  le—  , 
guas  desta  cibdad  en  un  rio  que  dicen  Abancay,  supimos  comc^ 
Hernando  Pizarro  habia  concluido  el  proceso  con  el  dicho  Ade  ^^ 
lantado  é  le  habia  corlado  la  cabeza,  é  agora  ques  muerto  quisic^^ 
ra  decir  á  V.  M.  una  verdad,  lo  cual  no  padece  contradicioi:::::::;:;^ 
segund  lo  que  acá  pasaba  ó  vi,   é  es  que  para  el  bien  comuo. 
quietud  jeneral  era  convinienle,  sogun  el  fuego  andaba  encendida  ^^ 
que  muriese  Almagro  ó  los  Pizarros,  porque  quedando  la  goh^^^ 
nación  en  el  uno,  todos  seguirían  la  opinión  de  aquel  é  nonterni^^  ^ 
cabdillo    que  los  desviasen  della  é  estarían    todos  en  quietucj     ^' 
sosiego  como  después  se  ha  visto:  de  las  cuales  alteraciones   1^ 
tierra  quedó  muy  cansada  é  llena  de  diferencias  é  pleitos  é  la 
gente  tan  desasosegada  que  aun  hasta  los  naturales  seguian  unos 
un  apellido  é  otros  otro,  ó  llegado  íí  esta  cibdad  é  visto  el  gober-- 
nador  lo  que  he  dicho  é  la  necesidad  que  habia  que  se  pusiese  ©n 
orden  é  so  atajasen  pasiones  é  pleitos,  me  rogó  é  importunó  mix- 
chas  veces  me  encargase  de  la  administración    de   la  justicio-, 
poniéndome  por  delante  el  servicio  de  V.  M.  é  pacificación  de  1^ 
tierra  é  do  los  que  en  ella  estaban,  de  lo  cual  yo  me  escusa  mu- 
chas veces  é  á  su  importunación  ó  de  todo  el  pueblo  ó  de  toda  1« 
gente  é  religiosos  é  vecinos,  requiriéndome  con  el  servicio  de  V.  M- 
é  lo  mucho  que  en  ello  lo  serviría,  é  yo  conociéndolo  é  viendo  Ifl 
necesidad  que  dello  habia,  lo  aceté  pur  servir  á  V.  M.,  sin  teaer 
respeto  otro  ningún  intereso,  como  hasta  hoy  no  le  he  habido,  ni 
provecho,   ni  tal  se  me  sigue,  ni  le  tengo  do  salario  ni  por  otra 
via,  é  en  ello  he  tenido  asaz  trabajo  con  él  é  la  buena  diligencia é 
en  la  buena  dicha  de  V.  M.  é  con  su  real  nombre  ha  sido  servido 
Nuestro  Sefior  (jue  todo  se  ha  puesto  en  orden  é  quietud  é  se  ha 
conocido  mas  harta  la  diferencia  del  un  tiempo  al  otro,  que  todos 
están  en  paz  é  contentos  ó  cada  uno  osa  pedir  su  justicia,  sia 
temor  ni  otra  cosa  que  so  lo  estorbe,  segund  de  todo  mas  larga- 
mente V.  M.  podrá  ser  informado  de  los  muchos  que  allá  van, 
á   cuya  relación  me  puedo  muy  bien  remitir,   é  ansí  suplico  i 
V.  M.    lo  mande  saber,  porque  para  mí  tengo  por  cierto  que  ea 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPANEROS 


27H 


}co  de  tiempo  que  he  servido  mas  que  en  veinte  nños  que 
que  sirvo  en  eslas  partei  á  V,  M.,  é,  porque  como  ho  dicho, 
está  en  orden  y  líii  cosas  vueltas  á  su  curso,  yo  quisiera  al 
senté  levantarme  á  mi  mano  y  dejar  esta  cibdad  con  hi  miel 
la  boca  é  irnaf?  á  servir  a  V,  M,  adonde  fuera  servido,  aunque 
se  ha  publicado  que  mo  había  hecho  merced  de  me  mandar 
trvir  en  Panamá,  en  la  abdiencia  que  allí  se  ha  mandado  fundar, 

tual  he  tenido  por  muy  grand  merced,  por  tener  algún  asiento  ó 
er  tener  mi  casa,  mujer  é  hijos  conmigo,  qne  tanto  tiempo  ha 
Íando  absentó  dellos  por  servir  á  V*  M.;  y  el  gobernador  me 
rogado  é  insistido  de  parle  de  V.  M,  no  le  deje  al  presente  é  le 
de  á  acabar  de  asentar  esta  tierra  é  en  hacer  ciertas  poblacio- 
que  agora  quiero  hacer  de  españoles,  lo  cual  se  tiene  por 
lo  serÁ  en  mucho  servicio  de  V.  M*  é  prá  de  toda  la  tierra,  é 
K>rque  en  ello  me  conjura  con  el  servicio  de  V.  M,,  al  cual  yo 
y  dedicado  para  siempre  mientras  viviere,  no  puedo  dejar  dele 
ior,  é  poniéndose  en  orden,  me  iré  á  Panamá  6  adonde  mas 
I,  fuere  servido,  é  ansí  esperaré  lo  que  V.  M.  en  ello  es  ser- 
kdo  de  me  mandar.  líl  obispo  desta  cibdad  llegó  aquí  habrá  casi 
Bco  meses,  y  como  trae  tantas  jurisdicciones,  ansí  la  episcopal 
omo  inquisidor  é  protetor  ó  cuentas,  apenas  hace  cabsa  que  no  se 
^  adjudique  é  procura  por  la  una  vía  é  por  la  otra,  sobre  lo  cual 
lAmos  tenido  algunas  diferencias,  é  lo  mismo  tiene  con  las  justi- 
Hb  ordinnrias,  porque  quiere  tener  muy  acorralatla  la  jurisdicion 
ttnl  do  V-  M.^  aunque  yo  me  he  puesto  á  su  defensión  lo  posible, 
fórmenle  en  casos  de  corona  ó  otras  cosas,  ó  aun  en  las  con- 
Jaciones  que  como  protetor  hace,  nplica  parte  dellas  para  sí  é 
rte  para  su  fiscal  que  tiene  como  obispo,  como  se  verá  por  las 
fftque  envió,  pai^a  todo  lo  cual  hay  mucha  necesidad  que  V,  M. 
knde  proveer  con  remedio,  porque,  como  he  dicho,  se  mete  en 
Alascosas,  é  aun  en  quitnr  níiborias  é  darlas»  é  en  cada  cosa 
se  ofrece  luego  amenaza  n  los  alcaldes  ó  justicias  que  los  eas- 
irá  por  la  inquisición,  é  da  cabsa  á  muchas  diferencias  sobre 
;  casos,  que  si  como  ha  comenzado  é  quiere,  hubiese  de  pasar, 
le  faltaba  nada  para  ser  gobernador,  é  demás  de  los  inconve- 
^ntes  que  he  dicho  del  lo  resul  tan,  los  naturales  cuando  caso  se  les 
ido  pedir  justicia,  andan  ambiguos,  no  sabiendo  á  quien  ocu- 

1$ 


274 


COLECCIÓN   DE   DOCITMENTOS 


rrir,  é  ansí  se  les  dilata  muchas  veces,  é  corao  yo  ^oñ  obligado 
avisar  de  lo  que  ocurre  en  lo  que  tocare  al  servicio  de  V.  M.  é  á  su 
jurisdicion  real,  lo  apunto  aquí,  pues  de  los  que  van,  mas  entenií 
parLicularmenle  V.  M.  podrá  ser  informado,  Nueslro  Señor  la  vitlj 
é  muy  real  estado  de  V.  M,  acreseiente  y  prospere,  con  mucU 
mas  reinos  é  señoríos,  como  V.  M.  lo  desea  ó  sus  criados  é  va^ 
líos  lo  deseamos,^Desta  cibdad  del  Cuzco,  á  diez  de  Marzo  de  ^ 
quinientos  treinta  y  nueve  años. — De  V.  S.  C.  C.  M.  humildísL 
siervo  é  criado  que  sus  muy  sacras  manos  é  reales  pies  besa.^ — 
licenciado  de  La  Cama, 


30  de  Mayo  de  1539 

LIL — Caria  del  tesorero  Manuel  de  Espinar  al  Emperadnr  Kf^A4 
las  disidencias  entre  Pizarro  y  Almagro. 

(Archivo  de  Indias,  y  pub,  por  Torres  de  Mendoza,  L  III»  p4g.  U$.) 

S.  C.  C,  M*^Ya  por  otras  vias  lengo  escrito  larg^o  y  particuki^i'' 
mente  á  V.  M.  y  á  los  de  su  alio  Consejo»  haciéndole  saber  de  I 
cosas  sucedidas  en  esta  tierra  y  de  las  que  cada  dia  suceden,  (J*^ 
son  tantas  y  tales,  que  si  presto  Dios  y  V.  M.  no  envian  el  reíoí 
dio  quo  tonto  es  necesario,  asi  para  remediar  los  males  pa^ado^  . 
el  castigo  que  es  necesario,  como  para  evitar  los  que  cada  dia  ^' 
hacen,  no  podré  en  esta  decir  mas,   sino  que  conviene  tanta  ^ 
servicio  de  Dios  y  de  V-  M.  que  é  esta  tierra  venga  tanta  abun- 
dancia de  justicia,  cuanto  agora  hay  falta  de  ella.  Y  porque  esín 
no  es  por  otra  cosa,  sino  para  hacer  saber,  por  lo  que  soy  obllía- 
do  a  Y.  M.  de  le  hacer  saber,  las  i>ersonas  que  en  estas  partes  puf 
servir  á  V,  M.  han  puesto  sus  personas  y  haciendas  á  todo  lícs^ 
go^  y  para  que  la  Real  conciencia  de  V.  M.  sea  descargada,  grató- 
ftcándoles  sus  servicios  como  a  talos  servidores,  especialtni 
digo  de  don  Alonso  Eíiriquez  de  Guzman  que,  en  lodo  lo  que  a 
ha  ofreeidü  al  servicio  de  V.  M.,  le  ha  servido,  así  en  la  guerras  dé 
los  indios  naturales  destas  partes,  en  el  alzamiento  y  cerco 
Cuzco,  en  el  cual   se  halló  é   fué  Maestre  de  Campo  y  Capiiaa, 
y  por  su  industria  y  esfuerzos  Fué  mucha  parte  para  sostener^ 
tos  reinos  á  V*  M.^  como  en  las  alteraciones  de  los  gobernad 


¿Mil 


ALMAGRO   Y   SUS   COMPANEROS 


275 


matlendo  paz,  como  os  manifiesto  y  lleva  probado,  que  no  bastará 
querer  deshacer  esto  los  que  han  sido  de  contraria  opinión  con- 
tra el  servicio  de  V.  M.  Quiero  agora  informar  á  V,  M.  y  u  los  de 
m  muy  alto  Consejo  de  lo  necesario  á  su  sana  conciencia  y  Real 
iservicio,  mayormenío  la  causa,  que  fué  Fr.  Francisco  de  Bova- 
dilla,  provincial  de  la  Orden  de  Nuestra  Señora  de  la  Merced,  de 
ia  rauerle  del  justo  y  buen  servidor  de  V.  M.,  el  gobernador  don 
í^iego  de  Almagro  y  la  de  mas  do  doscientos  hombres,  que  yo 
certifico  íi  V.  M.  que  murieron  en  la  batalla  que  Hernando  Pízarro 
dio,  capitanes  y  personas  de  calidad  y  cantidad  en  vuestro  ser- 
tciio,  porque  no  hay  juez  ni  persona  ante  quien  se  pueda  probar» 
lo   que  sé,  vi  é  oí,   locante  d  lo  que  hizo  Fr*   Francisco   de 
Bosadilla,  es  lo  siguiente:  lo  cual  certifico  á  V.  M,  y  juro  por  lo 
í^^  debo  decir  verdad  á  mi  Rey  y  Señor,  es  que  fué,  de  parte  del 
gc>t)epnador  don  F'rancisco  Pizarro,  á  donóle  estaba  el  gobernador 
don  Diego  de  Almagro,   con  achaque  de  decir  que  los  iba  á  con- 
C&«*tar,  y  fué  en  su  compañía  el  Fator  Yllan   Suarez  y  con    él  fui- 
ntos  desta  ciudad  de  Los  Reyes  yo  y  el  contador  Juan  de  Guz- 
ittCi.Ti  á    entender  en  los  mesmos  conciertos.  Y  llegado  que  fue  á 
»iide  estaba  el  gobernador  don  Diego  de  Almagro,  y  lo  insistió 
que  lo  dexase  ver  á  Hernando  Pizarro;  y  después  de  haberlo 
vi^lo,  vino  con  un  parecer  a  don  Diego  de  Almagro,  diciéndole  en 
mu  y  gran  secreto  y  que  en  tal  se  lo  tuviese,  que  él  víala  razón 
y  Justicia  que  tenia  en  lo  que  pedia  de  su  gobernación  y  que  él 
uo  veia  mejor  medio,  sino  que  lo  comprometiese  en  sus  minios^ 
^    que  asimismo  don  Francisco  Pizarro  lo  dexaria  en  las  suyas, 
^  que  se  lo  hiciese  saber  y  que  él  le  prometia  que  no  le  mandaría 
i^]\v  de  la  ciudad  del  Cuzco  y  de  la  posesión  que  en  ella  tenia,  ni 
tampoco  le  mandarla  retraer  del  Valle  de  Chincha,  donde  entón- 
C?es  estaba.  Y  que  mandarla  que  los  mercaderes   que  en  la  ciudad 
ideLos  Reyes  estaban,  truxesen  á  vender  las  mercaderías  y  bas- 
[tímentos  á  donde  el  gobernador  don  Diego  de  Almagro   estaba, 
para  que  su  gente  fuese  repíírada  de  lo  necesario,  y  que  unos  con 
jiros  se  concertasen.  Y  que  asimesmo  le  mandarla  dar  navio,  en 
^oe  pudiese  enviar  áV.  M,  sus  despachos  y  relaciones  de  las  cosas 
|ue  en  el  viage  de  Chile  le  habian  sucedido.  Y  que  en  todo  esto 
ínteudia  de  mandar  conforme  a  justicia,  porque  via  que  la  tenia. 


27ü 


COLECaON  DE  DOCUMENTOS 


Y  viendo  el  sin  vétilum  do  don  Diego  dé  Almngro  ser  él  una  p 
Bona  religiosa  y  de  lanía  auclonJad  y  ¡i  quien  V.  M.  lé  hribia  e 
comeadado  las  religioneá  deslas  partea»  de  su  órdon»   díó  crédi 
á  ius  palabras,  aunque  fingidas,  ni  paroccTeran  muy  büí^nas^  p 
que  si  se  efecluaraní  dello  se  sacara  maelia  fruto,  lo  cual  lo 
fué  a!  conlrario;  por  manera  que  dentro  del  pan  blanco  que 
mostró,  le  traía  las  zarazas  de  la  muerte  que  despuos  le  dieron 
se  fiar  del  Padre.  La  cual  cautela  y  engaño  yo  crea  qtie  fué  t 
urdida  por  Hernando  Pizarro  cuando  le  fué  A  ver,  porque» 
fué  público,  diz  que  entóneos  le  prometió  mucha  suma  de  pém 
do  oro  porque  so  hiciese  lo  quo  tengo  dicho  á  V.  M.,  los  cmhs 
pesos  do  uro  no  se  los  dieron,  según  después  se  publicó,  Yeom- 
promolido  en  sus  manos,  como  se  comjiromelió  por  enlrambttó 
gobernadores,  é  dio  la  sentencia  que  ya  V,  M.  habrá  sabido,  li 
cuat  fué  una  de  las  causas  principales  do  los  males  tan  grandes 
que  han  sucedido  en  esUis  partes.  Y  de  todo  esto  me  dio  parle 
el  gobernador  don  Diego  de  Almagro,  que  habia  pasado  con  el 
padre  Bo\7idilla;  y  asimesmo  aparte  y  de  muy  gran  secreta,  el 
mesmo  Bovadilla  mo  lo  dixo  á  mí  y  rae  encargó  que  no  mostrase 
que  me  placía  do  haberse  comprometido  en  sus  manos,  cuando 
me  viese  en  presencia  de  don  I^ranciseo  I^izarro,  porque  OápemU 
de  Irme  presto  a  verme  con  él,  con  los  poderes  para  efectuarlo 
sobredicho,  sino  que  mostrase  que  me  posaba^  porque  no  saliese 
la  cosa  de  sil  mnno,  porque  juraba  por  las  órdenes  que  habia  re- 
oibido,  que  si  do  sus  manos  lo  quitaba,  como  ya  por  parte  de  don 
Diego  de  Almagro  estaba  puesto,  que  se  echaría  con  una  piedra 
al  pescuezo  en  la  mar.  Y  todo  esto  decía  para  atraer  mejor áU 
cautela  á  erecto,  como  después  por  la  obra  lo  mostró.  Y  aunque  yo 
por  algunas  cosas  que  sentí  o  víde  Bi^vadilla  cuando  me  traia  preso 
don  Francisco  Pizarro,  dixo  al  gobernador  don  Diego  de  Almagro 
que  no  lo  eampromeliese  en  sus  manos,  porque  no  habia  dud^ 
xar  de  hacer  toda  cosa  en  favor  de  don  l*>ancisco  Pizarro,  yílt 
conlrario  lo  que  a  él  le  tocase;  y  él,  no  obstante  lo  que  yo  le  dixe» 
quísose  coofi  ir  en  su  persona,  por  la  aucloridadquede  su  religión 
y  Orden  Ionio;   y  esto  es  In  que  posó  en  realidad  d^  ta  verdad. 
Nuestro  Seiior  la  S.  C.  C.  y  R.  persona  de  V.  M.  guarde  f  auiniíi' 
te  con  mayores  reynos  y  señorioé,  coma  su  real  coraioii 


ibMMfa 


A 


ALMAGRO  Y   SUS   COMPAfÍEROS  277 

w  tm  subditos  y  vasallos  lo  habernos  menester. — De  Los  Roycr>. 
H  Sdde  Mayo,  1539.— De  V.  S.  G.  C,  M.  mencr  criado  y  hechura, 
H^afi  tus  Reales  pies  y  manos  hQ^ti.— Tesorero j  Manuel  de  Spinar. 

Snla  euhierta:  «A  la  S.  G.  G.  M.  del  Emperador  y  Rey  nuestro 

Sqp.» 


■t  31  de  Marzo  de  1539 

JÚIh'^Qaria  al  Rey  de  Pedro  de  O  fíale  y  Juan  Gomsz  Malaver  ar.re- 
'\  iikcmdo  el  valor ^  celo  y  actividad  de  don  Alonso  Enriquez  de  Guz- 
inoii,  por  haber  acometido  á  los  Ingas  Manso  y  V pangue,  fue 
ettabm  alzados  en  el  pueblo  de  Tambo,  á  siete  leguas  del  Cuzco ^ 
'  éíraymdQios  á  la  paz  y  dominación  de  5.  A/,  con  otras  hazañas 
b  f^B  iú  han  hecho  glorioso  en  aquellas  tierras  y  en  el  servicio  de 
[     te  coroM, 


(Archivo  de  Indias,  2-2-1/13.) 


Don  Alonso  Enriquea  de  Guzman,  criado  de  V.  M.,  celoso  de 
'  la  (agrada  conciencia  y  real  servicio  de  V.  M.,  como  siempre  en 
^  utas  partes,  especialmente  en  las  diferencias  de  los  governado-< 
;  reif  ha  mostrado  y  hemos  conocido,  ha  querido  ir  bien  informado 
|iara  informar  á  V.  M.,  pues  demás  de  lo  que  es  obligado  por  su 
I  nal  eédula  para  ello  es  llamado,  y  poniéndolo  nos  delante  el  ser- 
vicio de  V.  M.,  nos  encargó  escriviésemos  la  presente,  habiendo 
saber  i  V.  M.  en  realidad  de  verdad  so  cargo  de  nuestras  con-* 
eienoiaa  y  lo  que  devemos  á  la  lealtad  y  servicios  de  V.  M.  lo 
que  supimos  de  Mango  ynga  y  Upangue,  que  es  el  ynga  que  está 
al^do,  cuando  para  atraerlo  a  la  paz  y  servicio  de  V.  M.  nos  en- 
vió, cuando  vino  de  Chilo  el  adelantado  don  Diego  de  Almagro, 
que  haya  gloria,  á  socorrer  esta  cíbdad  que  eslava  cercada  de  los 
aalupalea  por  mandado  del  dicho  ynga,  el  cual  estaba  siete  le- 
'    guas  de  la  cibdad  del  Cuzco,  en  un  pueblo  que  se  dice  Tambo, 
Itecho  fuerte,  de  donde  hacia  la  guerra  á  nosotros,  fuimos  e  aven* 
^    taramos  las  vidas  por  servicio  do  Dios  y  de  V.  M.  y  obediencia 

mandado  de  vuestro  gobernador  en  vuestro  real  nom-r 

hray  dada  Buestra  enbaxada,  que  en  efeto  y  conclusión  fué  traerá 
leda  paz  mostrándole  el  amistad  que  el  diqho  Adelantado  le  tenia 


COLECCIÓN  DE  DDCUjkiENTOS 


y  lo  mal  quo  le  parooia  el  mal  tratamipnla  que  contra  la  voluntafz 
de  V.  M.  le  avian  hecho  los  cristianus  del  Cuzco,  por  donde  1^ 
avian  hecho  alear  y  por  qne  sabia  que  haria  en  ello  servicio  s 
V,  M.  le  quería  mamparar  y  favorozor,  porque  S-  M-  no  querip* 
que  le  tratasen  mal.    El  yoga  rescibió  muy  bien  nuestras  perso— 
ñas  é  se  ulgo  con  nuestras  palabras  é  nos  respondió  las  sigaien. 
tos:  ¿Cómo  el  grande  Apo  de  Castilla  manda  que  me  tomen  a 
mis  mugeres  y  me  tengan  preso  con  una  cadena  al   pescueQO 
me  meen  y  caguen  en  la  cara;  que  Gonealo  Pi^arro,  hermano 
Apo  mayor,  me  tomó  mi  muger  y  me  hi  tiene,  y  Diego  Maldc 
nado  mo  amenazava  y  me  pedia  oro,   diciendo  que  también 
era  Apo;  y  también  se  quexavade  Pedro  del  Qarco  y  de  Gómez     ^^i/ai 
Macuela,  vezinos  desta  cibdad,  y  los  que  le  meavan  estando  pre:^^-, 
dixo  que  eran  Alonso  de  Turo  y  Setiel  y  Alonso  de  Mesa  y  Pecl_r>j* 
Pi(;*arrü,  y  Solares,  todos  vezinos  desla  eibdad,  y  también  áij^^ 
quo  con   una  vela  encendida  le  quemavan  las  cejas;  Onalmento, 
concluyó  con  nosotros,  diciendo:  á  mi  padre  Almagro,  si  os  verda</ 
lo  que  rae  envía  á  dfzir  y  vosotros  no  mentís,  que  yo  saltlré  tíi* 
paz  a  él   con  condieiuii  que  hemos  de  entrar  en  lo  mió,  el  por 
una  parle  con  su  genlo^  yo  con  la  mia  por  la  otra  y  hame  de  dexar 
matar  á  todos  estos  cristianos  que  me  hazian  mal,  y  desta  ma- 
nera veré  yo  si  es  verdad  lo  que  me  aveys  dicho;  y  estando  en 
esto  con  el  dicho  ynga,  Ueg*)  una  caria  con  un  indio  que  leen- 
viava  Hernando  Pinarro  del  Cuzco,  lu  cual  nos  mostró  y  enefeto 
la  sustancia  della  era  que  le  dezia  que  no  saliese  de  paz  á  Al- 
magro, porque  si  iba  de  paz  que  lo  querian  quemar  y  hazer5<>- 
ñor  á  PablOj  su  hermano,  que  lo  traya  consigo  del  descubrimien- 
to de  Chile,  é  luego  nos  dixo,  por  que  él  avia  leydo  la  caria  coo 
un  cristiano  que  tenia  captivo,  yo  nos  entiendo  á  vosotros  porque 
rae  aveys  mentido  en  todo  lo  que  me  aveys  dicho:  si  vosotras  oí 
fuerades  mis  amigos  yos  malura  porque  me  venyerades  á  enira- 
ñar,  y  así  nos  despidió;  y  por  eseusar  prolixidad  é  ir  ante  Y.  M*  don 
Alonso  que  sabe  bien  lo  demás,  cesamos  certificando  á  V,  M.  y 
obligándonos  á  la  prueba  é  provanga  asy  como  esté  de  uuesltu 
propia  letra  é  ürmascerliricamos,  sopeña  de  desleales  é  ombr 
que  engañan  a  su  principo,  por  cuya  prosperidad  y  sagrada  per- 
sona rogamos  á  Dios  guarde  y  aumente  con  acrecen tamienlo  da 


ALMAGRO   Y   SUS   COMPANEROS  279 

ej  universo.  Del  Cuzco  último  de  Mar^o  de  1539. — S.  C.  C.  iM. 
Humildes  vasallos  de  V.  M. — Pedro  Dónale — Juan  Gómez  de  Mala- 
íw.— Hay  dos  rúbricas. 


9  de  Abril  de  1539 

Uy. — Averiguación  hecha  por  el  Obispo  del  Cuzco  para  saber  en 

qué  grados  eslá  el  Cuzco 

(Archivo  de  luáih^,— Consejo,— Escribanía  de  Cámara.—^.''  1007) 

En  la  ciudad  del  Cuzco,  que  es  en  estas  partes  é  provincias  del 
Perú,  en  nueve  dias  del  mes  de  Abril,  año  del  nacimiento  de  Nues- 
tro Salvador  Jesucristo  de  mil  é  quinientos  treinta  é  nueve  años, 
el    muy  reverendo  señor  don  fray  Vicente  de  Valverde,  obispo  é 
protector  ó  inquisidor  general  en  estas  dichas  provincias  de  la 
aueva  Castilla,  é  por  el  magnífico  señor  licenciado  Antonio  de  la 
Gísiina,  teniente  general  de  gobernador  en  estos  reinos  de  la  nueva 
C8LS tilla  por  su  Mag.,  é  por  el  señor  gobernador  don  Francisco  Pi- 
zarro,  se  juntaron  é  por  ante  mí,  Diego  de  Escalante,  escribano 
público  y  del  consejo  desta  dicha  ciudad,  y  hicieron  parecer  ante 
sí  á  Miguel  de  Bonfilio  é  a  Francisco  Cansino,  pilotos,  é  dijeron 
que  para  saber  en  qué  grados  está  esta  dicha  ciudad  del  Cuzco  les 
mandaron  é  mandaban  que  tomasen  el  altura  del  sol  é  mirasen 
en  qué  grados  está  esta  dicha  ciudad,  é  tomaron  é  recibieron  jura- 
mento en  forma  debida  de  derecho  de  los  dichos  Miguel  de  Bonfi- 
lio  é  Francisco  Cansino,  so  virtud  del  cual  prometieron  diciendo 
si  juro  é  amen,  de  bien  é  fielmente  á  todo  su  leal  saber  y  enten- 
der, tomarán  la  dicha  altura  é  aclararán  los  grados  en  que  está 
esta  dicha  ciudad,  é  luego  los  dichos  pilotos,  en  presencia  de  su 
señoría  é  merced  del  dicho  señor  obispo  é  del  dicho  señor  teniente, 
subidos  en  unos  corredores  altos  de  las  casas  dó  vive  el  dicho 
señor  obispo,  tomaron  en   las  manos  un  estrolabio  de  metal  é 
tomaron  la  dicha  altura  del  sol  é  después  de  haber  mirado  por  el 
dicbo-astrolabio  la  dicha  altura,  los  dichos  pilotos  dijeron  que  ha- 
llaloan  por  el  altura  que  esta  dicha  ciudad  del  Cuzco  está  en  altura 
de  trece  grados  y  diez  y  ocho  minutos,  é  tornado  á  mirar  dijeron 
que  hallaban  é  hallaron  que  esta  dicha  ciudad  está  en  trece  gra- 


280 


COLECCIÓN   DE  DOCUMENTOS 


dos  é  diez  y  ocho  minutos  jusinmente  é  quí^  no  hnllon  que  estééi 
mas  ni  en  raóno3,  Teitigos;  el  licenciado  Caldera  ó  Diego  Rodru 
guoz  é  Diego  de  Narvaez. 

E  dospaes  de  lo  susodicho  en  la  dicha  ciudad  del  Cuzco, 
oncí?  dias  del  dicho  mes  do  Abril  del  dicho  año  de  mil  é  quinie^j 
tos  é  treinta  y  nueve  afios,  los  dichos  señores  obi^po  é  tenieiK 
general  y  se  tornaron  á  juntar  en  las  dichas  casas  donde  vive    ell 
dicho  seaor  obiipo  y  estando  en  los  mismos  corredores  do  se  hár- 
bia  tomado  la  dicha  altura»  y  hicieron  parecer  ante  sí  a  los  dichos 
Miguel  de  Bon filio  ó  Francisco  Cansino  é  Cristóbal  de  Cea»  pilo- 
lotos,  é  dijeron  que  para  mas  certificarse  en  qué  grados  está  esta 
dicha  ciudad  mandaban  é  mandaron  por  ante  mi\  escribano,  álos 
dichos  pilotos  lomasen   el  altura  debajo  del  juramento  que  les 
tienen  lomado,  é  recibieron  juramento  de  Crislóbfil  de  Cea,  que 
a^ora  nuevamente  se  hallaba  a  tomar  la  dicha  altura^  so  virtud 
del  cual  prometió  de  bien  é  fielmente  lomar   la  dicha  altura  é 
aclarar  á  su  leal  saber  los  grados  en  que  está  esta  dicha  ciudad. 

E  luego  los  dichos  pilotos  ante  su  señoría  é  mercedes  é  porj 
ante  mí  el  dicho  escribano  tomaron  el  altura  del  sol  ó  después  de' 
haber  bien  mirado  por  el  dicho  astrolabio  la  dicha  altura,  dijeroa 
que  hallaban  é  hallaron  que  esta  dicha  ciudad  del  Cuzco  esla  en 
catorce  grados  menos  un  minuto,  é  que  esto  hallaban  justameatol 
ni  mas  ni  menos;  testigos  que  d  ello  fueron  presentes^  los  dichos  | 
licenciado  Caldera  é  Diego  Rodríguez  de  Figueroa  é  Diego  doj 
Narvaez. 

E  después  de  lo  susodicho  en  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  en  doral 
dias  del  dicho  mes  de  Abril  del  dicho  año,  los  dichos  señores 
obispo  é  teniente  general  dijeron  que  para  mas  certificarse  on  qué 
grados  está  esta  dicha  ciudad  del  Cuzco,  que  se  lome  la  altura  en 
el  campo,  fuera  de  esta  ciudad,  é  luego  su  señorja  émercedeij 
fueron  auna  huerta  que  está  dos  Uros  de  ballesta  desla  ciudadij 
poco  mas  ó  menos,  n  un  lado  della,  ques  huerta  did  di  * 

obispo,  ó  estando  allí  hicieron  pnrecer  nnle  sí  al  dicho  i 

Cansino  é  á  Cristóbal  de  Cea,  pilotos  susodichos,  é  les  miindaroal 
que  tomasen  allí  el  altura  del  sol,  é  que  so  cargo  del  juramento] 
que  tienen  hecho  declaren  en  qué  tantos  grados  está  ealá  dicha 
ciudad,  é  luego  los  dichos  pilotos  lomaron  el  dicho  aatrolubio  en 


ALMAGRO  Y   SUS   COMPASeROS 


281 


15»  manos  í  tomaron  la  dicha  altura  del  sol,  ó  después  de  bien 

I  mirado  dijeron  que  so  cargo  del  juramento  que  tienen  hecho,  halh- 
ban  é  hallaron  que  eáta  dicha  ciudad  é  la  dicha  huerta,  que  está 
l^n  paraje  della,  está  en  catorce  grados  justamente  é  que  no  halla- 
ban que  está  en  nías  ni  en  menos  ó  para  mas  cerüíicarse  tornaron 
luego  á  mirar  por  el  dicho  astrolabio  la  dicha  altura  é  dijeron  que 
rhnllaban  que  esta  dicha  ciudad  é  la  dicha  huerta  estaba  en  los 
^Bichos  catorce  grados  é  que  no  hallaban  que  estobiese  mas  ni  en 
menos;  testigos  que  fueron  presentes;  Hernán  Punce  de  León  y  0 
ipitan  Andrés  Jiménez  é  Francisco  de  Lncana,  é  los  dichos  señor 
^bispo  é  teniente  la  firmaron  de  sus  nombres. — F,  V.,ep$.  cosca- 
f/i. — El  licenciado  de  la  Gama, 

E  porque  yo,  Diego  de  Escalante,  escribano  público  y  del  con* 

¡Jejo  desla  dicha  ciudad  del  Cuzco,  a  lo  que  dicho  es  con  los  dichos 

?í?ligns  presente  fui  ó  lo  escribí  según  que  ante  mí   pasó,  fico 

^quí  mi  signo  a  tal  en  testimonio  do  verdad  — Dieyo  de  EscalanU. 

30  dd  Mayo  de  1!W 

LV*— Poderes  de  Diego  de  Almagro  el  mozo  d  Diego  d^  Alt  arado  y 
(esUmonio  de  lo  que  en  virtud  de  ellos  se  gastó 

(Archivo  de  Indias,  52-^-j^í 

vi 

Sepan  quanlos  esta  carta  vieren  como  yo  don  Diego  de  Almagro, 

^ijo  legítimo  que  soy  del  Adelantado  don  Diego  de  Almagro,  my 

juor,  que  aya  gloria,  público  oficio  é  autoridad,  de  espreso  con- 

^ntimyento  que  pido  e  demando  á  Juan  de  Herrada  é  Juan  Balsa, 

lys  curadores,  los  cuales  que  presentes  estamos  la  tlamus  ó  con* 

pedemos  á  vos  ol  dicho  don  Diego  do  Almagro  quanlo  é  como  de 

lerecho,   podemos  ó  devemos  y  con  lo  que  de  yuso  será  con- 

jnydo  por  ser  en  vuestra   pro  e  utilidad  del   diclm  don   Diego 

¡uromeno,  {hic)  é  yo  el   dicho  don   Diego  de  Almagro  aceto  la 

licha  licencia  ó  usando  della  otorgo  é  conozco  que  doy  my  poder 

cumplido,  qualde  derecho  mas  puede  valora  vos  el  señor  Diego  de 

Jvarado,  que  sois  ausente  como  si  fuesedes  presente,  en  general 

especialmente  para  que  de  los  bienes  que  yo  sé  que  tengo  en 


Jii 


282 


COLECCIÓN  DE   DOCrMENTOS 


los  reynos  de  España  é  en  qnalrjiíif^ra  manera  me  pertenecen  e 
pertenecer  pueden,  poilais  recibir  é  cobrar,  ó  gastar  toda  aquella 
cantidad  de  dineros  ó  pesos  de  oro  que  convengan  ó  sean  menes- 
ter para  los  negocios  tocantes  al  dicho  adelantado  don  Diego,  my 
padre  ó  hijos,  que  se  ayan  de  dar,  é  gastar  con  letrados  é  procu- 
radores, é  secretarios  é  escrivanos  para  los  dichos  negocios,  to- 
mándolos de  qualquier  poder  que  estén  para  ellos  ó  dando  cartas 
de  pago  de  cómo  los  rrescibió,  é  para  lo  que  dicho  es  é  cada  cosa»^ 
dello  vos  doy  el  dicho  poder  conplido  con  sus  incidencias  é  de 
pendencias,  anexidades  é  conexidades,  é  con  libre  e  general  a 
minystracion  é  vos  relevo  segund  cumplimiento  de  derecho 
obligo  my  persona  é  bienes  presentes,  futuros,  al  cumpHmien 
deste  dicho  poder,  el  qual  otorgué  ante  escrivano  é  testigos  yu 
escriptos  en  la  cibdad  de  los  Reyes  de  la  provincia  del  Perú,  trey 
ta  dias  del  mes  de  mayo,  ano  del  nascimiento  de  Nuestro  Sea 
Jesuehrisio  de  myll  é  quinientos  é  treynta  é  nueve  años;  testigo, 
que  fueron  presentes  á  lo  que  dicho  es  Luys  G/  de  Samanes 
Gómez  de  Alvarado  ó  Francisco  de  Saldívar,  é  firmólo  el  dieA-^:^ 
don  Diego  en  el  registro  desta  escribanía.  Yo  Gonzalo  Pérez,  es^ — 
críbano  público  é  del  número  de  esta  cibdad  de  los  Reyes  que  alo 
que  dicho  es  presente  fuy  en  uno  con  los  dichos  testigos,  la  fize 
escrevir  según  que  ante  mí  pasíj  é  doy  fee  que  conozco  al  dicho 
señor  don  Diego  é  á  los  dichos  Juan  de  Herrada  é  Juan  Balsa,  sus 
curadores,  que  son  los  que  en  el  registro  dé  esta  escribanía  fir- 
maron sus  nombres,  é  por  ende  Ozc  aquí  este  mío  signo  á  tal  en 
testimonyo  de  verdad. — Gonzalo  Perez^  escribano  público. 


Cuenla.— Muy  poderosos  señores. — Valladolid,  4  de  Noviembre 
de  1544. — Lope  de  Tordoya,  hermano  y  heredero  de  Diego  de  Al- 
varado,  que  haya  gloria,  digo  que  yo  he  venido  á  esta  vuestra  cor- 
te personalmente  estar  á  quenta  sobre  los  mrs.  que  Die^o  de 
varado  gastó  en  nombre  do  don  Diego  de  Almagro,  y  por  lo? 
conoscimyenlos  de  los  dineros  que  dio  consta  y  paresce  que  ha 
gastado  quatrocientos  myll  mrs,  y  mas  en  la  manera  siguiente: 

Primeramente  quatrocientos  y  quarenta  duca- 
dos á  Hernando  de  Sosa CGCGXLds. 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS  283 

''^n  quinze  myll  mrs.  de  salario  en  cada  un 

uño  al  licenciado  Hernando  Diaz  por  letrado 

de  don  Diego  de  Almagro,  que  fué  dos  años 
y  rnedio  y  mas,  que  montan  ciento  y  un  du- 
cados    CJ  ds. 

Iten  veinte  ducados  de  salario  al  doctor  Avales 
en  oada  año,  que  montó  cuarenta  y  siete 
daoa<los XLVIJ  ds. 

Iten  so  dieron  al  doctor  Soriano  por  el  tiempo 
qao  fué  letrado  del  dicho  don  Diego  de  Alma- 
gro sesenta  y  seis  ducados LXVI  ds. 

Iteti  cf  ue  se  dieron  al  licenciado  Chavez,  relator, 
por   muchas  veces  que  relató  el  proceso,  cin- 

quenta  ducados. '  L  ds. 

Iten  que  se  dieron  al  secretario  por  sus  dere- 
chos diez  myl  y  nuevecientos  y  nueve  mrs.      XXIX  ds.  y  ms. 

Iten  Á  Iñigo  López  de  Mondragon  de  tres  años 
y  ciertos  meses  que  fué  procurador  por  don 
Diego  de  Almagro  quarenta  y  ocho  ducados.  XLVIII  ds. 

Iten  á  Antonio  de  Herrera  que  asimysmo  fué 
solicitador  de  los  dichos  negocios  veinte  du- 
cados por  su  salario  de  un  año XX  ds. 

Iten  seis  ducados  de  otras  menudencias  que  se 
dieron  por  escrevir  ynformaciones  y  acusa- 
ciones y  otras  cosas VJ  ds. 

Iten  oient  myll  mrs.  que  Diego  de  Alvarado  de- 
vfalos  de  salario  á  Juan  Galvarro  porque  tu- 
viese cargo  de  la  hazienda  de  don  Diego  de 
A.lüaagro,  por  virtud  del  poder  que  para  ello 
teri.ya,'el  qual  está  en  poder  del  dicho  Juan 
Galvarro,  y  seis'myll  y  tantos  mrs.  que  el  di- 
cVio  Juan  Galvarro  gastó  por  don  Diego  de 
A^lmagro LXXXIIIJ  ds. 


£84 


COLECCIOX  DE  DOOTMBITrOS 


'/t 


E  para  que  conste  cIp  los  duthos  pn^^tofi  hapo  presentación  dcM 
estos  conoscimjeiüos  y  estoy  proslo  de  comprobarlo  dentro  i€^ 
término  que  V.  A.  mandare  con  las  popionaa  quo  los  recibit*^ 
ron,  los  qualí^s  están  en  esta  corle  ó  para  que  conste  del  poder  qat^ 
Diego  de  Alvarado  tuvo,  suplico  á  V^  A.  mande  dar  su  pravisi 
real  para  que  el  dicho  Juan  Gulvarro  envié  luego  el  poder  con  q»^ 
se  le  señaló  el  dicho  salario,  el  qual  tiene  en  su  poder,  como  p^ 
resce,  por  estar  firmado  de  su  nombre.  ^H 

Otrosi  digo  qu3  Diego  de  Alvarado  no  ha  cobrado  de  los 
que  Juan  Galvarro  dixo,  y  no  se  ha  de  creer  á  su  dicho  porqu 
por  descargarse  dellos  é  yo  enliendü  de  cobrarlos  del  y  averi 
con  él  esta  quentn* — tj>pe  de  Tordoya. 

En  la  villa  do  Yailadolid,  á  qnalro  días  del  mes  de  naview>¿ 
demyll  quinientos c  cunrenla  y  quatro años  presentid  esta  ^(t\x^¡Q¡^ 
en  Consejo  de  las  Indias  de  Su  Mag.  Lope  de  Tordoya.  Los  sojfo. 
res  del  Consejo  mandaron  dar  traslado  della,  y  de  los  túnos^, 
myentos  que  presenta  á  Hernando  de  Sosa  y  que  ambos  s©  jnnlen 
con  el  licenciado  Chaves,  relator  del  dicho  Consejo,  para  hacepé 
averiguar  estas  q  non  las. 

Sepan  quantos  esta  carta  de  poder  vieren,  como  yo  don  Diego 
Almagro,  hijo  legítimo  que  soy  del  adelantado  don  Diego  de  Al- 
magro, my  señor  ó  padre  defunto,  que  es  en  gloria,  digo  que  por 
quanto  con  enbidia,  cobdicia  é  por  cruel  enemystad  é  venganza, 
don  Francisco   Pizarro  y  Hernando  Pizarro  é  Gonzalo  Pizarroe 
sus  consortes,  valedores  é  Tavorecedores»  é  por  el  usurpar  su  go- 
vernacíon  é  denygrar  y  escurecer  su  honrra  é  fama  é  servicioi, 
le  dieron  una  batalla  en  que  mataron,  dpspues  de  rendidos,  do* 
zienlos  onbres,  é  robaron  é  saquearon  la  dicha  ciudad,  ó  matnrou 
al  dicho  adelantado  my  padre  abisladamente,  de  que  yo  recibí 
grandísimo  daño,  deshonrra  é  pérdidas,  é  la  tierra  total  perdicuia, 
é  Su  Mag.  grandísimos  intereses,  é  porque  yo  al  présenle  %4 
opremido  é  detenido  é  preso,  é  no  puedo  personalmente  ir 
Su  Mag.  á  pedir  é  demandar  mi  justicia,  á  me  querellapé  «cu 
seguyr  my  derecho  éjostiola  contra  los  dichos  governador  FranoU' 
eo  Pizarro  y  Hernando  Pizarro  é  Gonzalo  Pizarro  sus  h(«rfiianos,  h 
sus  secaces  é  delinqoenles,  por  ende  doy  poder  conplido,  qual  de 
derecho  se  requyere,  a  vos  Diego  de  Alvarado   é  al  ücencitdo 


1 


ilLMACIRO   Y   SDS   COMPASKROS 


285 


ufiei  de  Mercado,  que  soys  nusentes,  ó  &  vos  el  CRpitan 
Juan  de  Ki&pinoáa  y  Hernandü  de  Suán,  secretario  del  dicho  my 
padre^  que  lodos  soys  prcáenle^,  á  todos  juntamente  é  á  cada  uno 
é  qualquier  de  vos  por  sí  yn  súUdum,  especial  y  espresamente  pa- 
que  ante  Su  Mag.  y  en  sus  reales  Consejos  podáis  acusar  é 
lerellar,  é  pedirá  los  dichos  don  Francisco  Piznrro  y  Hernando 
iGonzalo  Pizarro,  é  a  los  demás  sus  secaces  é  participantes  en 
dichos  delitos  la  muerte  injusta  del  dicho  adelantado  my  pa- 
ire, é  todos  los  daños  que  por  ella  yo  he  recebido,  ponyéndoles 
lá  acusaciones  é  demandas  tantas  quanlassean  menester,  para 
le  Su  Mngestad  me  haga  conplimiento  de  justicia  y  executen  en 
is  personas  é  bienes  las  penas  que  uvieran  encurrido,  é  haciendo 
los  los  actos  é  deligencias  é  juramentos  en  my  ányma  que  sean 
irios  fasta  el  fenecymyonto  de  las  dichas  acusaciones,  por 
la»  sentencias,  grados  é  y.istancias  A  consejo  de  letrados,  é  se- 
id  que  por  ellos  é  qualquyer  dellos,  é  de  vos  ó  de  qualquier  de 
os  »e  pueda  seguyr  é  acusar,  é  fenecer  conptida  y  enteramente, 
[para  que  las  condenaziones  pecuniarias  en  que  los  condenaredes 
le  me  pertenezcan,  las  podáis  executar  é  recybir  é  cobrar,  dan- 
cartas  de  pago  deltas  bastantes  como  si  yo  las  otorgase,  é  ge- 
neralmente vos  doy  este  dicho  poder  con  que  la  generalidad  no 
dcrrogae  á  la  especialidad,  ny  por  el  contrario  para  en  lodos  mis 
pleytos  é  causas  ó  negocios  ceviles  é  cremynales,  que  yo  he  y  es- 
pero ave  r  é  mover  contra  qualesquyer  personas  ó  las  tales  contra 
^y,  é  pom  queansy,  en  demandando  como  en  defendiendo,  po- 
lys  pareceré  parezcays  en  contienda  de  juicio  ó  en  otra  qual- 
lier  manera  ante  la  cesárea  Mng.  del  emperador  rey  don  Carlos 
?stro  señor  y  en  los  sus  reales  consejos,  é  ante  otros  quales- 
lyor  sus  jueces  ó  justicias,  de  qualquier  fuero  que  sean,  é  ante 
Im  é  qualquierdellos  podíiys  acusar,  de  los  emplazar  é  deman- 
ir^  responder,  negar  ó  conocer,  ó  dar  ó  presentar  ó  hacer  todas 
probanzas,  testymonyos  é  procesos,  c  ofrecimyentos  de  prue- 
isquese  requyeran  é  presentar  lodos  los  testigos  é  provanzas 
cesarios,  é  hacer  juramentos  en  my  unyma  de  calumnya  ó  de- 
irio,  é  de  verdad  decir,  é  tachar  ó  contradecir  los  en  contrario 
presentados  en  dichos  y  en  personas,  é  contra  e!  dicho  ray  padre 
^s  que  sean  tomados  é  recebidos  en  qualesquier  informaciones 


^ 


1^ 


2«6 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


que  estén  fechas  contra  él,  é  para  que  hagays  todos  actos  é  deli- 
gencias  judiciales  y  eslrojudicinles  que  se  roquieruti  é  seon  me- 
nester para  la  calidad  é  conclusión,  é  delermynncion  é  senl4?nc¡as 
definytivas  de  los  tales  pleytos  é  negocios  cevíles  é  cremynales 
que  yo  moviere  ñ  otr^s  personas  me  movieren,  en  qnalquier  ma- 
nera, fasta  ser  Jeneeídas  por  todos  yrados  é  ynslaneias,  ca  para  lo 
que  dicho  es,  é  cada  cofui  é  parle  dello  vos  doy  poder  conplido  se- 
pund  dicho  es,  con  licencia  y  esproso  consentimyento  (jue  para 
ello  pido  é  demando  á  Juan  de  Herrada  é  Juan  Balsa,  myí*  cura- 
dores, la  qual  nos  los  dichos  Juan  de  Horrada  o  Juan  Balsa  os 
damos  é  concedemos  para  lo  de  suso  é  de  yuso  en  este  poder  con- 
tenydo,  porque  nos  consta  ser  provecho  é  utilidad  del  dicho  nues- 
tro menor  lo  que  ansí  otorga,  de  la  qual  siendo  por  mí  acetada  ó 
usando  de  ella  vos  doy  el  dicho  poder  con  todas  sus  yncidcticias  é 
dependencias,  é  eserecencias,  anexidades  é  conexidades,  é  con 
libre  ó  general  admynystracion,  é  con  poder  de  soslituyr  un  pro^j 
curador  ó  dos  ó  mas,  los  que  quisierodes  é  por  bien  tobieredes, 
é  los  revocar  cada  que  bien  visto  vos  fuere  ú  vos»  é  á  los  quales 
relievo  segund  tuero  de  derecho,  é  obligo  mys  bienes  é  renlaé 
presentes  e  futuras  de  aver  conforme  este  dicho  poder  agora  é 
siempre,  el  qual  otorgué  en  líi  cibdad  de  los  Reyes  de  la  provincia 
del  Perú,  á  veynte  é  nueve  dias  del  mes  de  Mayo,  año  del  nasci- 
myento  de  Nuestro  Salvador  Jesuchrislo  de  myll  é  quynientos  «^ 
treynta  é  nuevo  años:  testigos  que  fueron  presentes  á  lo  que  di- 
cho es,  Gómez  de  Alvarado,  Luys  García  de  Samames  é  Pero! 
Martin  Peña,  estantes  en  lu  dicha  cibdad,  é  firmáronlo  do  sus  | 
nombres  en  el  registro  do  esta  serreta rííu—/)/in  Diei/o  ríe  Ahnnyrú, 
— Juan  (le  Herrada. — Juan  Balsa.  IC  yo  Pedro  de  Salinas,  escribano 
de  Sus  Mags.  y  notario  público  y  del  Consejo  de  la  dicha  cibdad 
de  los  Reyes,  presente  fuy  á  lo  quo  dieho  es  con  los  dichos  Ui$Ü^\ 
gos  é  lo  fiz  escrevir  segund  que  ante  raí  pasó,  é  por  ende  Tiz  aqaí 
este  myo  signo  de  ú  tal,  En  lestimonyo  de  verdad. — Pedro  deSO'i 
linas^  escribano  público  y  de  cabildo. 


■kM 


AI.MAGRO   Y  SUS   COMPANEnOS 


287 


12  de  Junio  de  1539 

LVL — Caria  tí  Su  Majestad  de  Crhíóbal  de  Molina  sobre  ms  méritos 
y  servicios  en  la  conquista  det  Perú 

(Archivo  de  Indias.— Paíroníito.—EsL.  2.*»  caj,  2.*,  leg.  L*.  pub.  por  Torres 
de  Mendoza,  y  rep,  eo  Errázuriz,  Lqs  Orig.  de  ía  Ig^  Ch..  pi^j.  505.) 

Sacra  Cesárea  CathóHca  Magestad. — Las  tierras  diversas  ó  traba- 
xos  adversosque  por  mían  pasado  é  yo  lie  visto  en  eompauia  del 
Adelantado  ó  Gobernador,  quen  gloria  es»  don  Diego  de  Almagro, 
é  de  otros  muchos  buenos  quen  servycio  de  Vuestra  Magestad 
ybamos  á  descubrir  tierras  poseídas  de  ynfieles  é  barbáricas  na- 
tiones,  me  dieron  é  dan  osadia  para  escrebír  á  Vuestra  Magestíid 
lo  quen  estas  partes  ha  sucedido  por  tiempos  a  cosía  de  todos  los 
(jue  mas  Irabaxanios  arriscando  la  vida  millones  de  vexes  perdien- 
do los  bienes  los  que  los  lenian  é  gustando  miserias  do  nuevo 
gusto  para  las  quales  creemos  el  ombre  nazce;  é  porque  del  todo 
Vuestra  Magestad  fuese  ynformado  segund  é  como  mas  combenga 
ni  servicio  de  Dios,  embio  á  Vuestra  Magestad  por  dibuxo  todo  el 
camino  que  don  Diego  de  Almagro,  Gobernador  por  Vuestra  Ma- 
gestad, andubo  ó  descubrió,  ques  desde  Tiunbez  queslu  en  tres 
grados  fosta  ol  Rio  de  Maule ^  questá  en  treynta  é  nueve,  que  hay 
por  tierra  mili  é  treynta  é  qualro  leguas,  sin  lo  que  desde  Panamá 
fasta  Tumbez  descubrió,  é  van  íigu radas  las  naciones  é  gentes, 
traxes,  propiedades,  rritos  ó  cerymonias,  cada  cual  en  su  manera 
de  V)'vir  é  la  manera  de  los  caminos  é  calidad  de  las  tierras,  con 
otras  muchas  cosas  ú  estas  anexas,  que  son  plácidas  ó  agradables 
á  los  Príncipes  celosos  de  bien  é  abraento   de  sus  Reynos  é  Seño- 
ríos, lo  qual  lodo  embio  á  Vuestra  Magestad  por  parescer  de  mu- 
chos que  sentenciaron  ser  xuslo  que  Vuestra  Magestad  fuese  desta 
suerte  ynformado  de  lo  svcedido.  De  lo  sucedido  después  desto  en- 
tre los  dos  Gobernadores  por  Vuestra  Magestad  é  el  capitán  Hernan- 
do Pizarro,  nolodigo  porque  soy  sacerdoley  ¿1  mi  estado  no  conviene 
decir  en  perxuicíode  nadie  sin  ser  preguntado  de  mi  Príncipe;  solo 
que  Nuestro  Señor  alumbre  el  entendimiento  de  Vuestra  Magestad 
querabie  tal  xuez  al  examen  de  todo  lo  pasado,  que  no  sea  amigo 
Je  intereseri  ni  de  flaco  ánimo,   ni  el  deseo  denrriquecer  le  faga 


láÉi 


288  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

pobre  en  la  xusticia:  son  tantos  é  tales  los  delinquentes  é  lar 
malos  de  conoscer,  que  si  el  xuez  que  vyniere  no  trae  á  Diof 
consigo  abrazado  é  el  mundo  é  sus  promesas  aborrecido^  no  fará 
nada. 

Todos  los  que  de  parte  de  don  Diego  de  Almagro  en  esta  con- 
quista nos  fallamos,  quedamos  huérfanos  en  desierto,  tan  conten- 
tos con  la  pobreza  que  de  suyo  nos  tiene,  quanlo  ciertos  de  la  ri- 
queza que  perdimos  en  perder  tal  Gobernador  é  tan  leal  vasallo  de 
Vuestra  Magestad:  si  por  ser  ya  entrado  en  dias,  cansado  de  trabaxc 
é  por  haber  perdido  todos  los  bienes  é  salud  é  fuerzas  en  servycic 
de  Vuestra  Magestad  me  mandase  con  alguna  cosa  premiar,  recy- 
birlo  be  como  de  mi  Príncipe  é  Señor  natural,  é  si  no,  rogaré  a  mi 
Dios  que  i  Vuestra  Magestad  dé  vida  é  gracia,  con  vycloría  de  sus 
enemigos  é  á  mí  me  dé  con  que  muera  en  su  conocimiento  é  en 
servycio  de  Vuestra  Magestad.  De  la  cibdad  de  los  Beyes  doze  d€ 

Xunio  de  quynieatos  é  treinta  é  nueve  años. — — Lleve 

la  descripción  del  dibuxo  Henao,  criado  del  Comendador  mayor 
de  León,  Cobos. — El  menor  vasallo  é  capellán  de  Vuestra  Sacra 
Cesárea  Cathólica  Ma^stad.— Cm/(>6a/  de  Molina.  (Cstá  firmado.) 

15  de  Junio  de  1539 

JLK//. — Relación  hecha  por  el  tesorero  Manuel  de  Espinar  al  Empe- 
rador de  lo  sucedido  entre  Pizarro  y  Almagro^ 

(Archivo  de  Indias,  y  pub.  por  Torres  de  Mendoza,  t.  III,  pág.  152.) 

S.  G.  G.  M. — La  causa  porque  V.  M.  hasta  agora  no  habrá  vis- 
to cartas  ni  relación  mia,  ni  menos  de  los  otros  vuestros  ofíciales 
de  la  gobernación  del  nuevo  Reino  do  Toledo,  que  por  provisio- 
nes de  V.  M.  estaba  encomendada  ni  adelantado  don  Diego  de  Al- 
magro, que  haya  glorin,  de  lo  en  esta  tierra  subcodido,  será  lo  que 
adelante  diré  en  esta  breve  relación,  la  cual  suplico  á  V.  M.  man- 
de leer  en  su  real  presencia,  en  la  cual  protesto  decir  y  hacer  sa- 
ber á  V.  M.  la  verdad  de  lo  que  en  esta  tierra  ha  subcedido,  en  lo 
que  yo  he  visto  y  sabido  ó  oido,  después  que  á  esta  tierra  llegué, 
como  criado  y  vasallo  de  V.  M.  Y  aunque  por  otras  relaciones  ya 
habrá  sabido  el  subceso  de  esta  tierra,  especialmente  por  la  que 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS  289 

Uexó  el  alcalde  Diego  Martínez  de  Mercado  y  el  capitán  Fernand 
Ponco  de  León,  no  dexarc  yo  de  decir  en  esta  lo  que  me  ha  pa- 
rescído  informar  y  hacer  saber  ú  V.  M.  Yo  llegué  a  esta  cibdad 
do  Los  Reyes  u  principio  del  mes  de  Junio  del  año  pasado  de  537 
años,  en  la  cual  supe  como  el  gobernador  don  Francisco  Pizarro, 
pocos  días  habrá,  habia  salido  della,  con  cierla  gente  de  pié  y  de 
caballo  en  cantidad,  en  socorro  de  la  cibdad  del  Cuzco,  que  habrá 
estado  alzado  y  rebelado  contra  el  servicio  de  V.  M.,  del  Señor  y 
naturales  della,  como  adelante  diré.  El  cual  antes  desto  ya  habia 
enviado  en  el  dicho  socorro  á  Alonso  de  Alvarado,  con  quinientos 
hombres  de  pié  y  de  caballo  y  con  ballestas  é  arcabuces  para  la 
guerra  de  los  indios;  é  asimismo  supo  como  don  Diego  de  Alma- 
gro venia  ya  la  vuelta  de  Chile  para  la  cibdad  del  Cuzco.  En  es- 
te tiempo,  el  gobernador  don  Francisco  Pizarro,  en  el  Guarco,  que 
es  veinte  leguas  desta  cibdad,  supo  como  yo  era  llegado  aquí,  el 
cualonviü  ú  mandará  su  teniente  y  capitán  Francisco  do  Godoy 
qae  me  prendiese  y  detuviese  en  esta  cibdad,  el  cual  lo  hizo  así, 
dándome  por  cárcel  esta  cibdad  y  mandándome  que,  so  pena  de 
muerte,  no  saliese  della.  Esto  envió  á  mandar  el  dicho  goberna- 
dor, porque  en  el  Guarco  tuvo  nueva  de  23  do  caballo,  que  venian 
de  Cochacaxa,     que  os  veinte  leguas  de  la  cibdad  del  Cuzco,  los 
cuales  enviaba  el  dicho  Alonso  do  Alvarado,  como  don  Diego  de 
Almagro  habia  llegado  de  Chile,  é  habia  entrado  en  el  Cuzco  por 
fuerza  y  lo  habia  tomado,  y  saqueado  y  robado  la  gente  que  en 
el  eátiha,  y  prendido  á  Fernando  Pizarro,  habiéndole  quemado  la 
caüa  donde  estaba,  yquehabian  hecho  otros  robóse  insultos,  y 
que  asimesmo    habia  preso  á  su  hermano  Gonzalo  Pizarro  é  á 
otros.  Estas  nuevas  alteraron  mucho  al  dicho  gobernador  Pizarro, 
y  envió  á  mandar  que  se  com[)rasen  todas  las  armas,  arcabuces 
é  balleátas  é  otras  armas,  que  en  cáta  cibdad  hobiese,   y  que  se 
hicieáe  y  le  enviasen  toda  la  gonte  que  aíjuí  estaba.  En  este  tiem- 
po llegó  á  esta  ciudad  un  navio,  (|ue  habia  ido  á  Chile  en  deman- 
da del  dicho  Adelantado,  al  cual   ya  el  dicho  Gobernador  habia 
f      mandado  que  se  buscase  por  la  mar,  porque  yo  vide  una  carta 
quo  escribió  al  licenciado  Espinosa,  en  que  le  rogaba  que  una 
galeota,  que  tenia  en  el  puerto  desta  cibdad,  saliese  del  puerto  á 
buscar  el  dicho  nauío  y  traello  ú  esta  cibdad;  porque  debió  de 

1» 


290  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

creer  que  iba  con  algunos  despachos  para  V.  M.  y  relación  de  le 
que  le  habia  sucedido  al  dicho  Adelantado  en  el  viage  de  Chile,  ó 
otras  cosas  que  podia  avisar  á  V.  M.  Del  maestre  é  marineros  de" 
cual  dicho  navio  supe  algunas  cosas  del  dicho  viage,  é  me  dixe.: 
ron  como  desde  el  valle  de  Ariquipa,  que  es  nueve  leguas  d^ 
Cuzco  y  130  destacibdad,  el  dicho  gobernador  don  Diego  deAlmc^ 
gro  se  habia  partido  á  la  cibdad  del  Cuzco  con  toda  su  gent^ 
porque  allí  habia  tenido  nueva  cierta  que  el  Inga,  señor  de 
tierra^  estaba  alzado  y  rebelado  contra  el  servicio  de  V.  M.,  y  toc^ 
la  tierra  de  guerra,  y  que  tenian  cercados  los  españoles  de  la  ci"^ 
dad  del  Cuzco,  dándoles  muy  cruel  guerra,  é  que  no  habia  en  eK 
mas  de  30  españoles,  y  que  tenia  preso  el  Inga  á  Fernando  E^^ 
zarro,  y  que  asimismo  todos  los  españoles,  que  habia  en  esta  cifc 
dad  de  Lima  y  Truxillo,  eran  muertos  con  el  gobernador  áor 
Francisco  Pizarro.  Y  quel  dicho  Adelantado,  con  intención  de  so- 
correr, favorescer  é  ayudar  los  españoles  que  estaban  en  el  Cuzco 
y  quitarles  el  cerco  que  en  él  tenia  fecho  el  Inga,  ó  conquistallo  é 
traello  de  paz  é  á  la  obediencia  de  V.  M.,  habia  ido  á  la  dicha 
cibdad  del  Cuzco. 

En  este  tiempo  yo  pedí  licencia  al  teniente  Francisco  de  Godoy, 
para  ir  en  seguimiento  de  mi  viaje,  é  verme  con  el  dicho  adelan- 
tado Almagro,  y  a  servir  mi  oficio  de  vuestro  tesorero;  y  no  me 
la  quiso  dar,  diciendo  que  me  sufriese  hasta  quel  dicho  goberna- 
dor Francisco  Pizarro  lo  enviase  a  mandar.  Todo  e?to  quise  es- 
cribir á  V.  M.,  é  no  hallé  aparejo  para  ello,  porque  los  navios  que 
on  esta  cibdad  habia,  estaban  detenidos  por  mandado  de  don 
Francisco  Pizarro,  el  cual  dende  á  poco  me  envió  a  mandar  que 
me  fuese  a  hacer  el  dicho  vinje.  Yo  salí  desla  cibdad  con  inten- 
ción de  ir  a  la  cibdad  del  Cuzco,  y  en  el  cacique  Lanasca,  que  es 
nueve  leguas  desta  cibdad,  hallé  al  dicho  don  Francisco  PizarrOj 
muy  apasionado  é  indinado  contra  el  dicho  adelantado  don  Diegc 
de  Almagro,  porque  lo  habian  traido  nuevas  como  Alonso  de 
Alvarado  estaba  desbaratado  y  preso  por  el  dicho  don  Diego  de 
Almagro,  al  cual  con  toda  la  gente  habia  llevado  á  la  cibdad  de] 
Cuzco.  Sabido  esto  por  el  dicho  don  Francisco  Pizarro,  acordó  de 
enviar  mensajeros  al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  y  fueron  e 
licenciado  Espinosa  y  el  licenciado  de  la  Gama  y  el  fator  Guilleí 


ALMAnRO  Y   SUS  COMPATÍEIIOS 


Joarez  de  Carvajal  y  el  alcalde  Diego  Martincz  de  Mercado  y  el 
loclor  Fenmndü  de  Sepiilveda  y  Diego  de  Fiiea-mayor  é  otras 
^*ertui&  persunas,  que  Iban  con  ellos  para  seguridad  del  camino 
le  eálaba  de  guerra,  con  8ü  poder,  para  que  ellos,  con  parecer 
iciierdo  de  don  Fernando  Pizarra,  se  conlormasen  é  concerta- 
m  con  el  dicho  íidelantado  don  Diego  de  Almagro,  é  se  entendiese 
la  ísollura  é  deliberación  del  dicho  Fernando  Pizarro.  Sabido 
le  iban  estoá  mensajeros  al  Cuzco,  rogué  ó  requerí  al  dicho  don 
Lfieisco  Pizarro  me  diese  licencia  para  ir  con  ellos  al  Cuzco, 
le  pues  que  yo  era  criado  ó  oficial  de  V.  M.,  seria  parte,  junta- 
mente con  ellos,  á  quol  dicho  don  Diego  de  Almagro  se  confor 
lAse  con  él,  de  manera  que  no  hobiese  entre  ellos  ninguna 
iferencia,  ni  discordia,  ni  V.  M.  fuese  deservido.  No  me  quiso 
JoL  c  licencia  para  ello,  antes  me  mandó  traer  por  su  mandamiento 
>sta  cibdad,  en  son  de  preso.  Partidos  los  dichos  mensajeros  al 
^aco,  el  dicho  don  Francisco  Pizarro,  donde  a  ciertos  dias,  se 
ílvió  ñ  esta  cibdad,  y  en  ella  luego  procuró,  por  todas  las  vías 
Lcpudo,  hacer  mucha  geate,  comprando  muchas  armas,  arca- 
lucesé  ballestas,  é  dándoles  loque  hablan  menester  para  sus  per- 
►ñas,  para  tonellos  contentos,  diciendo  que  el  dicho  Almagro  le 
laliia  tomado  el  Cuzco  por  fuerza  de  armas,  ó  robado  los  vecinos 
otras  personas  que  en  él  estaban,  ó  que  asimismo  habia  preso  ó 
lesbaralado  ¿  Alonso  de  Al  varado,  é  robado  la  gente  que  iba  con 
lét,  habiéndolo  él  enviado  en  socorro  del  Cuzco  á  servir  á  V.  M*; 
y  que  estaba  alzado  contra  vuestro  Real  servicio,  y  que  tenia  tira- 
nizada la  tierra,  é  otras  muchas  cosas,  que  yo  ví  é  oí,  para  convo- 
car la  gente  quo  estuviese  mal  con  el  dicho  Almagro*  Esto  diz 
que  hacia  el  dicho  Pizarro^  porque  lo  habían  escripto  desde  el 
dicho  «siento  <le  Coehacaxa,  que  el  dicho  Adelantado  queria  ve- 
niráesta  cibdad.  Y  como  vido  que  Francisco  Pizarro  andaba  con 
mucha  diligencia  haciendo  esta  gente  é  comprando  armas  é  di- 
(ííéndoles  lo  qu©  tengo  dicho,  le  hablé  diciéndole  que  mirase  que 
aquella  gente  que  hacia  é  armas  que  compraba,  serla  mejor  para 
[conquistar  é  pacificar  la  ti<Tra  6  traer  el  Inca  á  la  obediencia  de 
¡.  M.,  que  no  para  otra  cosa  en  que  desirviese  á  V*  M.;  é  procura- 
por  todas  las  vías  que  pudiese  de  se  conservar  con  don  Diego 
lo  Almagro,  é  no  hobiese  rompimiento  con  él,  y  que  si  mal  habia 


292  COLECCIÓN   DE  DOCUMENTOS 

hecho,  V.  M.  le  castigaría  y  le  mandaría  dar  la  pena  que  por  ell»  ^ 
mereciese.  A  esto  me  respondió  muy  enojado,  echándose  man^^ 
de  las  barbas  diciendo  para  óstas  «que  él  me  lo  pague»  ó  otr^^^ 
palabras  de  hombre  enojado  é  con  pasión.  Dende  á  pocos  día     ^_ 
volvieron  de  la  cibdad  del  Cuzco  el  licenciado  de  la  Gama  y 
fator  Guillen  Suarez  de  Carvajal  y  Diego  de  Fuen-mayor,  con  1     ,^ 
cuales  yo  hablé,  deseando  la  paz  é  conformidad  de  entre  estos (k^  ^ 
gobernadores,  para  que  con  ella  V.  M.  fuese  mejor  servido;  y  rr^r-i 
dixeron  que  ellos  habían  sido  bien  recibidos  é  regocijados  ct^  < 
dicho  Adelantado,   é  que  habían  movido  ciertos  asientos  é  coxi- 
ciertos,  é  que  no  habían  podido  acabar  nada,  porque  lo  que  quer^ia 
don  Diego  de  Almagro,  no  quería  Fernando  Pízarro,  y  lo  que  qu  ^- 
ria  Fernando  Pízarro,  no  quería  don  Diego  de  Almagro,  y  que    ^I 
licenciado  Espinosa  había  muerto,  cuya  muerte  no  hnbia  fecl^»o 
poca  falta  ú  los  negocios,  é  que  el  dicho  Adelantado  se  había  re- 
sumido con  ellos,  en  el  decir  que  él  había  de  baxar  a  lofe  llan^^^s 
desta  tierra,  a  un  puerto  de  mar,  con  el  oro  y  plata  que  en    e' 
Cuzco  había  de  los  quintos  de  V.  M.,  á  enviarle  relación  de  lo  qL»e 
le  había  subcodído  en  el  viaje  que  había  fecho  á  las  provincias  de 
Chile,  é  de  lo  que  después  acá  le  había  subcedido,  é  de  camín.o 
pacificar  la  tierra  que  en  él  hallase  do  guerra;  é  que  traería  coxi-     ^ 
sigo  á  Fernando   Pízarro,  pa^a  se   mejor  concertar  ó  conformnr 
con  el  dicho  don  Francisco  Pízarro.  Dende  á  pocos  días,  se  supo 
en  esta  cibdad  como  el  dicho  Adelantado  había  salido  del  Cuzco, 
con  mucha  gente  y  que  venia  á  esta  cibdad.  En  este  tiempo  se 
embarco  en  esta  cibdad  Diego  de  Fuont-Mayor,  con  cierto  oro  y 
plata  de  V.  M.,  el  cual  había  venido  del  Cuzco,  é  aun  diz  que  Fer- 
nando Pízarro  lo  habla  rogado  que  fuese  á  esos  reinos,  é  que  le 
había  mandado  dar  diez  mili  castellanos;  yantes  que  se  embar- 
case, le  hablé  diciéiulolo  quo  pues  él  había  venido  a  esta  tierra 
con  algún  poder  do  V.  M.  é  do  vue.Ura  Abdencía  Real  que  reside 
en  la  Española,  qao  no  so  faeso  dolía,  pues  vía  como  estos  gobe^ 
nadoros  quedaban  diforontos  y  tan  do  quiebra;  y  que  pues  él  podía  ^ 
evitar  alguna   pendencia  que  entre  ellos   se  ofreciese,  que,  en 
quedarse,  serviría  mas  á  V.  M.,  que  no  en  irse  fuera  de  la  tierra. 
E  como  le  vido  que  estaba  determinado  de  ir,  todavía  le  pogué 
que  me  llevase  ciertas  cartas  que  tenia  scriptas  para  V.  M.  épam 


ALMAGRO  y  SUS  COMPARETiOS  2t)3 

Jos  de  su  Real  Consejo;  é  me  dixo  que  no  las  podia  llevar,  ni  pa- 
rccif^  bien  que  él  llevase  despachos  mios,  llevando  los  del  gober- 
jjiiclor  don  Francisco  Pizarro,  é  que  me  rogaba  que  no  se  lo  encar- 
dase, pero  que  si  él  los  tomase  á  su  cargo,  que  él  los  daria  a 
\r.  M.  E  yo  visto  que  estaba  tibio  en  olio  é  que  iba  con  despachos 
¿el  dicho  gobernador  Pizarro  é  de  su  hermano  Fernando  Pizarro, 
^o  nie  quiso  confiar  del,  é  por  esto  no  le  di  los  dichos  mis  despa- 
cliO'^  para  V.  M.  Y  paresce,  por  lo  que  después  supe,  que  desde 
el  pueblo,  que  so  dice  de  los  Soras,  que  es  diezinuevo  leguas  desta 
cibdad,  que  el  dicho  Adelantado  había  enviado  delante  u  Juan  de 
Guzman,  contador  de  V.  M.  en  la  gobernación  del  Nuevo  Tole- 
do, é  don  Alonso  Enriquez  de  Guzman  y  el  alcalde  Diego  Martínez 
de  Mercado  é  a  un  religioso  con  ellos,  con  su  procurador  y  escri- 
bano, con  su  poder  para  hacerle  saber  su  venida,  é  que  era  para 
concertarse  é  conformarse  con  él,  é  para  pacificar  é  conquistar  la 
fierra,  para  mas  servir  á  V.  M.  Y  traian  poder  los  susodichos  para 
que  ellos,  juntamente  conmigo  é  con  Juan  de  Turuégano,  veedor 
de  V.   M.  de  la  dicha  gobernación,  entendiésemos  con  el  dicho 
don   Francisco  Pizarro  en  los  medios  é  conciertos  que  nos  pare- 
ciese, sobre  la  partición  é  división  de  sus  gobernaciones.  Estos 
mensajeros,  viniendo  por  el  dicho  camino  a  esta  cibdad,  en  el 
pueblo  de  Mala,  que  es  trece  leguas  della,  por  un  capitán  del  di- 
clio  Francisco  Pizarro,  que  estaba  allí  con  quince  ó  veinte  hom- 
bres de  caballo,  fueron  presos  y  les  quitaron  las  armas  y  los  des- 
pachos que  traian,  así  para  V.  M.  como  para  personas  particula- 
res,   los  cuales  truxeron  al  dicho  don  Francisco  Pizarro;  é  aun 
diz  que  los  vio  é  abrió  las  cartas  que  iban  para  V.  M.  é  para  los 
de  vuestro  Consejo,  y  los  tuvo  en  su  poder  un  dia  ó  dos,  porque 
no  se  los  dieron  á  los  dichos  mensajeros,  sino  dende  a  tres  ó  cua- 
tro dias  que  se  los  tomaron.  Sabido  por  el  dicho  gobernador  que 
venían  los  dichos  mensajeros,  envió  a  ellos  al  fator  Guillen  Sua- 
rezde  Carvajal  a  decirles  que  fuesen  bien  venidos,  é  que  le  habla 
pesado  por  el  desabrimiento  que  les  hablan  bocho   en  el  dicho 
pueblo  de  Mala,  que  no  habia  sido  por  su  mandado,  y  les  hizo 
volver  sus  armas.  El  dicho  don  Francisco  Pizarro  salió  á  recibir 
los  dichos  mensajeros  una  legua  desta  cibdad,  é  yo  asimismo  vine 
allí  y  el  dicho  veedor  Turuégano,  ó  vide  que  los  dichos  mensaje- 


294 


COLECCIÓN   DE  DOCUMiCNTOS 


roó  le  dieron  la  embaxada  que  tmiau  del  dicho  Adelantado,  los 
cuales,  juntamente  conmigo  ó  con  el  diclio  veedor,  por  virtud 
del  dicho  poder,  movimos  ciarlos  conciertos  con  el  dicho  don 
Francisco  Pizarro,  é  viniéronse  a  resumir  en  que  se  pusiese  en 
manos  de  ciertos  caballeros  la  división  y  partición  de  sus  gober- 
naciones. En  esto,  Fv,    Francisco  de  Bovadilla,  provincial  de  la 
orden  de  Nuestra  Señora  de  la  Merced,  que  se  halló  en  la  dick;^ 
pUitica,  se  movió  á  ir  á  verse  con  el  dicho  Adelantado  é  hablar\^ 
cerca  destos  negocios;  no  sé  si  salió  del  ó  del  dicho  Francisc:^:^ 
Pízarro,  mas  por  lo  que  después  pareció,  creo  que  fué  de  paree. 
de  entrambos.  Por  entonces  se  quedaron  desla  manera  los  dich^ 
negocios,  y  el  dicho  provincial  Bovadilla  se  fué  á  ver  con  el  díc 
Adelantado,  y  el  dicho  gobernador  Pízarro  se  volvió  á  esta  cibdi 
é  dixo  á  los  dichos  mensajeros  que  se  volviesen  á  un  pueblo  qi 
se  dice  Pachacama,  que  es  cuatro  leguas  desla  cibdad,  que  desi 
allí  se  hacían   los  conciertos;  é  no  quiso  que  entrasen  en  e!l 
creyendo  que  harían  alguna  gente  para  el  dicho  Adelantado  e 
promesas  ó  de  otra  manera,  y  así  los  dichos  mensajeros  se  fuercdi^QJ 
al  dicho  pueblo  de  Pachacama.  En  este  tiempo  llegó  allí  Goniau-    m 
Pizarro  é  Alonso  de  Alvarado  é  Lorenzo  de  Aldana  é  otros  nue^'^wJ 
hombres  con  ellos,  que  los  habían  favorecido  para  se  soltar  <I 
prisiun  en  que  estaban  en  la  dicha  cibdad  del  Cuzco,  é  supe  qut^ 
fué  desla  manera.  El  dicho  Lorenzo  de  Aldana  es   un  caballa  r^ 
que  había  ido  con  el  dicho  Adelantado  á  Chile,  é  cuando  se  quiso 
venir  á  los  llanos  con  el  uro  de  V.  M,,  el  dicho  Lorenzo  de  Alda- 
na se  habla  quedado  en  el  Cuzco,  con  intención  de  soltar  á  b)5 
dichos  Gonzalo   Pizarro  é  Alonso  de  Alvarado,  por  cierto  desa- 
brimiento que  después  dixo  que  habia  recibido  del  dicho  Adelaa-     ^ 
tado;  y  cuando  el  dicho  Adelantado  estaba  30  ó  40  leguas  del 
Cuzco,  el  dicho  Lorenzo  de  Aldana  habia  reunido  ciertos  aniigu^ 
ó  criados  del  dicho  Francisco  Pizarro  y  Fernando  Pizarro  é  Gon- 
zalo Pizarro^  para  que  so  juntasen  é  soltaseu  á  los  susodicho^,  r* 
así  lo  liicieron;  é  una  noche  se  juntaron  todos  y  fueron  a  la  po-  v^ 
del  capitán  Gabriel  de  Rojas,  que  en  la  cibdad  del  Cuzco  habia 
quedado  por  teniente,  é  por  engaño  le  hicieron  abrir  la  puerta  de 
la  casa  donde  estaba;  y  entraron  dentro  y  le  prendieron  é  hiri'  ^  " 
en  una  mano,  é  hicieron  al  que  guardaba  los  dichos  preso- 


lA 


mi 


JL^i 


AtMAORO  Y  SUS  COMPAÑEROS 


205 


s  diese  las  llaves  de  un  cubo  donde  estaban;  y  se  las  tomaron  y 
carón  los  dichos  Gonzalo  Pizarra  é  Alonso  de  Alvarado  de  la 
prisión  en  que  estaban,  é  metieron  dentro  al  dicho  teniente;  y 
üe   luego  habían  ido  á  buscar  á   su  casa  al  nlcftlde  Frnneisco 
erezj  y  que  se  habia  ido  huyendo  por  una  ventana,  de  miedo  que 
130  le  matasen;  y  que  le  habían  pegado  fuego  i\  las  puertas  de  su 
sa,  é  habían  tomado  los  caballos  é  armas  é  otras  cosas  que  ho- 
eron  menester,  de  quien  mejor  les  hnbia  parecido,  ó  afrentado  ó 
juriado  muchas  personas,  lomándoles  por  fuer7.a  é  contra  su 
— >luntad  sus  haciendas,  é  que  así  se  habian  venido. 

En  este  tiempo,  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  llegó  al  asiento 
Chincha,  que  es  30  leguas  desta  cibdad,  el  cual  ya  habia  sa- 
do  la  soltura  de  los  diohus  Gonznlo   Pimrro  é  Alonso  de  Alvara- 
do, en  el  cual  fundó  nn  pueblo  llamado  la  ciudad  de  í^Almngro,» 
orque  dizque  tenia  información  de  pilotos  que  aun  mas  adelante 
gabán  los  términos  de  su  gobernación.  Yo  fui  á  ver  el  dicho 
X^d elim tado  y  le  halló  en  el  dicho  asiento  do  Chincha  y  le  hablé 
que  me  pareció  é  mejor  supe  decir,   para  le  traer  á  todo  buen 
dcierto  é  conformidad  con  el  dicho  don  Francisco  Pizarro,  po- 
éodole  delante  cuanto  V.  M.  seria  servido  de  su  amistad  y  her- 
'^  andad  é  compañía,  como  hasta,  entonces  habían  tenido,  é  como 
por  ella  seria  cabsa  que  el  Inga  se  conquistase  é  Iruxese  a  la 
fttiQdiencia  de  V.  M,,  que  todavía  estaba  alzado  é  de  guerra,  é  la 
l^^rra  se  asegurase  y  los  naturales  fuesen  bien  tratados  é  no  mo- 
lestados ni  fatigados,  como  lo  habian  sido  ó  serian,  habiendo  di- 
Tisiones  entre  él  y  el  dicho  goboruRdor  Pizarro.  El  me  recibió 
é  se  holgó  conmigo,  como  con  criado  é  oficial  de  V.  M.,  é  me 
ixf»  que  siempre  su  intención  habia  sido  y  era  de  servir  á  V.  M.; 
que  con  este  celo  y  deseo,  él  habia  ido  á  descubrir  nuevas  tie- 
é  provincias,  con  su  vejez  é  canas,  y  en  ello  habia  gastado 
a  suma  de  pesos  de  oro,  é  pasado  muchos  trabnjos,  ham- 
res,  frios  é  necesidad,  él  y  toda  la  gente  que  consigo  llevaba, 
le  fué  la  mas  gruesa  é  mejor  armada  que  en  estas  partes  se 
bia  hecho.  E  que  por  no  haber  hallado  tierra   dispuesta  para 
der  poblar,  se  habia  vuelto;  y  también  porque   tuvo  noticia  del 
miento  del  Inga  é  naturales  de  la  tierra,  é  por  venir  á  soco- 
Ios  españoles  que  en  ella  estaban*  Y  que  él  deseaba  la  amis- 


296  COLECCIÓN  DE  DOCU3áEXT08 

tal  y  conformidad  con  ol  dicho  Francisco  Piznrro,  su  compafieroi*^ 
como  hasta  entonces  hi  había  tenido;  é  para  mejor  lo  hacer,  ^^ 
habia  venido  del  Cuzco  a  entender  en  ello,  é  que  ya  había  e^^^ 
viado  sus  mensajeros  al  dicho  Francisco  Pizarro,  como  yo  j-a  h-:^ 
bia  visto.  Cerlífico  á  V.  M.  que  conoscí  del  dicho  don  Diego  «^clI 
Almagro  intención  é  voluntad  de  no  deservir  en  cosa  á  V.  M.    ^ 
desear  la  paz  é  amistad  é  conformidad  y  hermandad  con  el  dife  ^ 
don  Francisco  Pizarro,  é  asi  lo  dicho  dixo  é  publicó  muchas  ^v^  , 
ees,  en  público  y  en  secreto.  El  padre  Bovadilla  vino  al  dio  "J- 
aóiento  de  Chincha  y  el  fator  Guillen  Saarez  de  Carvajal,  el  e'ij:^a 
fué  muy  bien  recibido  del  dicho  Adelantado  é  de   la  gente  cj  xie 
consigo  estaba,  y  le  regocijó  lo  que  pudo.  El  cual,  entendiert  ció 
en  los  negocios  de  entre  él  y  dicho  gobernador  Pizarro,  supe  dei 
dicho  Adelantado  que  habían  dexado  la  división  é  partición   cJe 
los  términos  de  las  gobernaciones  en  sus  manos,  para  que  éJ     Jo 
sentenciase  é  determinase  como  juez  arbitro;  é  yo  diciendo  al  <J¡- 
cho  Adelantado  que  cómo  habia  hecho  tal  cosa,  me  dixo  que     él 
bien  habia  sabido  lo  que  habia  hecho,  porque  el  dic^o  Bovadl  Ha 
le  habia  dicho  que  él  estaba  muy  bien  informado  hasta  doiB  <le 
llegaban  los  términos  de  su  gobernación,  y  que  lo  habia  proDO^e- 
tido,  por  el  hábito  de  Nuestra  Señora  de  la  Merced,  do  no  le([tii-    j 
tar  un  palmo  de  tierra  é  que  le  entendía  dar  hasta  el  pueblo  del 
Guarco,  que  es  20  leguas  desta  cíbdad,  ép  or  esto  lo  habia  puesto 
en  sus  manos.  Y  lo  mismo  me  dixo  el  dicho  provincial  Bovadi- 
lla, hablando  con  él  en  secreto;  é  ansí  el  dicho  Bovadilla  se  volvió 
con  este  concierto.  Y  supo,  como  se  habia  fecho  el  compromiso 
por  el  dicho  gobernador  Pizarro  é  por  las  personas  que  lenian 
poder  del  dicho  Adí»lantado  don  Diego  do  Almagro.  Luego  el  di- 
cho provincial  so  vino  al  dicho  pueblo  do  Mila,  que  es  en  la  mi- 
tad del  camino  de  Chincliaá  esta  cibiad,  é  allí  ante  dos  oscri- 
branos  entendió  en  el  dicho  nogocíio,  tomando  cierta  información 
de  pilotos,  habiéndose  prosontado  anto  él  las  provisiones  de  am- 
bas  gobernaciones  y  fecho  cierto  ablos.  Antes  que  el   pleito  se 
concluyese,  dio  un  mandamiento,  en  qiio  mandaba  quo  cada  go- 
bernador pareciese  ante  él,  con  cada  12  de  caballo  é  con  su  ser- 
vicio é  con  los  oficiales  de  V.  M.  de  una  gobernación  é  otra,  di- 
ciendo convenir  así  para  mejor  determinar  el  negocio. 


f  ALMAGRO   Y   SUS   COMPAÑEROS  297 

Entrambos  gobernadores,  en  cumplimiento  deste  mandamien  » 
iQ^  vinieron  al  dicho  pueblo  de  Mala,  en  lo  público  de  la  manera 
(7UC  se  contorna  en  el  dicho  mandamiento,  é  allí,  en   presencia 
¿0\  dicho  provincial,  se  hablaron  é  movieron  ciertos  conciertos, 
ent^^  '^^  cuales  se  platicó  la  soltura  ó  deliberación  de  Fernando 
pi3cnrro,  porque  esto  era  la  cosa  que  mas  so  deseaba  por  el  dicho 
jQti  Francisco  Pizarro  ó  mas  se  procuraba;  é  hobo  de  venir  el 
¿ieho  Adelantado  que  baria,  sobro  la  soltura  de  Fernando  Pizarro, 
^qtiello  que  dos  letrados  le  dixesen  qué  podia  hacer.  El  licen- 
cizi.<Jo  Prado  y  el  licenciado  de  la  Gama  dieron  por  parecer  al  di- 
cUo  Adelantado  que  le  soltase,  con  que  diese  fianzas  de  50  mili 
c:i»tellanos  el  dicho  Fernando  Pizarro,  que  se  presentarla  ante 
V.   M.  con  el  proceso  que  el  Adelantado  contra  él  habla  hecho  en 
la  cibdad  del  Cuzco  cuando  le  habia  tenido  preso,  é  que  lo  daría 
al    dicho  Adelantado  un  navio,  en  que  enviase  sus  despachos  á 
V.  M.,  é  quo  no  saldría  de  la  tierra  hasta  tanto  que  le  hobiesen 
dado  el  dicho  navio,  é  que  no  seria  contra  el  dicho  Adelantado 
por  ninguna  via  ni  forma,  que  hiciese  juramento,  pleito-home- 
nii^Oy  como  caballero  de  lo  así  cumplir.  Y  fueron  liadores  del  di- 
cho Fernando  Pizarro  el  capitán  Fernando  Ponce  de  León  y  An- 
tonio Picado,  secretario  del  dicho  gobernador  Pizarro,  é  Joan  de 
Biirbaran  y  Fernando    González  y  tremando  Bachicao,  vecinos 
(lesla  cibdad,  en  los  dichos  50  mili  castellanos,  Cíida  uno  por  10 
niill,  para  la  c¿imara  de  V.  M.  En  esto  vino  el  dicho  Adelantado, 
Ijor  parecer  do  los  dichos  letrados,  é  se  dieron  las  dichas  fianzas, 
aomo  parecerá  por  el  toslimonio  que  dello  se  tomó  ante  dos  es- 
cribanos, el  cunl  envió  á  V.  M.  y  [)odrá  mandar  ver  si  fuere  ser 
Vido.  E  allí  cenaron  los  gobernadores  juntos,  y  en  esto  avisaron 
iv\  dicho  Adelantado  como  le  hablan  traido  allí  engañado,  é  como 
tenia  celada  de  gente  allí  don  Francisco  Pizarro,  y  que  Gonzalo 
pizarro,  su  hermano,  estaba  allí  encubierto  en  un  cañaveral,  dos 
ó  tres  tiros  de  ballesta  de  donde  estaban  los  dos  gobernadores 
juntos,  con  400  ó  300  hombres  de  pié  ó  de  ciballo  é  con  artillería, 
arcabuces  é  ballestas,  para  prender  al  dicho  Adelantado,  sino 
viniese  en  lo  que  le  fuese  pedido  por  el  dicho  don  Francisco  Pi- 
zarro. Sabido  esto  por  el  dicho  Adelantado,  lo  mejor  que  pudo  se 
despidió  del  dicho  Bovadilla  é  del  dicho  Francisco  Pizarro,  di- 


COLECCIÓN  DE  DOCU\JKNTOS 


ciendo  que  él  se  queria  ir  á  dormir  tres  leguas  de  alU,  donde  habi . 
dexado  su  cama  y  servicio,  ó  que  oLro  día  se  daría  conclusión 
los  negocios;  y  así  se  fué  el  dicho  Adelantado»  y  el  dicho  gobei 
nador  se  volvió  á  dormir  al  Real  donde  estaba  Gonzalo  Pizan 
con  toda  su  gente.  Aquella  misma  noche  el  capitán  Franeis^ 
Godoy  fué  donde  estaba  el  dicho  Adelantado  lí  decirle  de  pai 
del  dicho  gobernador,  cómo  Gonzalo  Pizarro  habia  venido  allí  si 
su  licencia  ó  sin  él  saberlo,  é  que  á  él  habia  pesado  de  su  venidc 
é  que  no  embargante  aquello,  no  se  dexase  de  dar  conclusión  e 
los  negocios  otro  dia,  y  así  el  dicho  capitán  Francisco  de  Godo 
se  lo  rogó,  como  persona  que  deseaba  servir  á  V.  M.  Y  el  dich 
Adelantado  le  respondió  que  él  habia  venido  al  dicho  asiento  (L 
Mala  á  verse  con  el  dicho  Francisco  Pizarro  solo,  como  el  dich 
provincial  lo  habia  mandado,  é  que  parecía  que  le  tenían  armad 
cabtela,  é  que  él  tenia  temor  que  no  le  matasen  ó  prendiesen, 
que  él  se  quería  volver  al  dicho  asiento  de  Chincha,  donde  estab- 
su  gente,  é  que  desde  allí  se  acabarían  de  hacer  los  dichos  ní*gc 
ciosj  si  el  dicho  Francisco  Pizarro  quisiese;  é  así  se  fué  el  dich^.  o 
Adelantado  al  dicho  asiento  de  Chincha,  con  el  cual  yoasimisir^.o 
fui.  E  dende  a  dos  dias,  vino  allí  el  alcalde  Diego  Martínez  mAa 
Mercado  y  el  licenciado  Prado,  que  habían  estado  con  el  dicVio 
padre  Bovadilla  en  el  dicho  pueblo  de  Mala,  mientras  0aíencl¡íi| 
en  el  dicho  negocio  que  le  estaba  comprometido,  é  dixeron  que 
otro  dia  siguiente,  después  de  las  vistas  de  los  dichos  gobernado- 
res, el  dicho  provincial  habia  pronunciado  sentencia,  en  que  ha- 
bía mandndr»  que  el  dicho  Adelantado  restituyese  la  oibdad  úel 
Cuzco  al  dicho  Francisco  Pizarro  ó  á  su  teniente  Hernando  Vim- 
rro,  soltándole  de  la  prisión,  y  que  el  dicho  Adelantado  se  relfu- 
xese  al  pueblo  de  laNasca,  é  que  desde  allí  para  adelante  tuviese 
por  límites  de  su  gobernación,  é  de  allí  para  acá  tuviese  porlí* 
miles  el  dicho  Francisco  Pizarro,  hasta  tanto  que  V.  M.  mandase 
otra  cosa,  como  todo  esto  ó  otras  cosas  mas  largo  se  contiene  eflj 
la  suya,  la  cual  yo  creo  que  V.  M,  habrá  mandado  ver,  porqii] 
he  sabido  que  con  el  proceso  se  ha  llevado  a  esos  reinos  antr 
M,  E  que  esla  sentencia  se  habia  pronunciado  estando  prr-^fij 
el  dicho  Gobernador  é  sus  capitanes  é  todo  su  ejército,  é  quo  d^ 
habia  apelado  la  parte  del  dicho  Adelantado,  por  ser  Un  inj^ 


ALMAGUO  Y  SUS  COMPASEROS 


290 


é  agraviadn,  é  porque  había  determinado  é  sentenciado  enaqueHo 
qLie  él  no  lonia  poder,  porque  sotaniente  se  le  había  comprometi- 
do la  división  y  partición  do  los  h'mites  de  entrambas  goberna- 
ciones, conforme  á  una  provisión  que  V.  M.  había  cometido  á  don 
Fr.  Tomas  de  Berlanga,  obispo  de  Ticrra-rirme,  para  entender  en 
\vL  partición  de  las  dichas  gobernaciones;  é  porque  el  compromiso 
é  proceso  ó  sentencia  que  dello  pasó»   esta  ante  escribanos,  pnr 
do  parecerá  la  verdad^  no  me  entremeto  en  decir  yo  nada  sobro 
ello.  Una  cosa  diré  y  es,  que  me  parece  que  esta  sentencia  fué  oi- 
ga na  parte  para  meter  mas  fuego  entre  los  dichos  gobernadores, 
porque  el  dicho  gobernador  don  Francisco  Pizarro,  con  ella,  él  y 
5ÍU  gente  tomaron  mucha  avilanteza,  diciendo  que  si  no  la  cum- 
plían se  la  habían  de  hacer  cumplir  por  fuerza,  como  el  dicho 
i^rovincial  lo  hahia  mandado. 

Visto  por  el  dicho  Adelantado  como  los  dichos  negocios  no  ibaí^ 
oa  términos  de  se  acabar  ni  fenecer  tan  presto,  é  como  no  habia 
podido  hacer  relación  á  V,  M.  de  lo  que  en  esta  tierra  habia  pasa* 
ílo,  por  no  tener  navio  ni  por  no  querérselo  dar  el  dicho  don 
Francisco  Pizarro,  aunque  yo  por  mi  parto  y  los  dichos  mensaje- 
i*t>»,  cuando  á  la  dicha  cibdad  de  Lima  vinieron,  requerimos  al 
Jicho  don  Francisco  Pizarro  nos  diese  navio  en  que  enviásemos 
l<^s  despachos  á  V*  M.  ó  hiciésemos  relación  de  lo  que  habia  sub- 

t~     cedido  en  esta  tierra,  dando  ciertas  escusas  para  ello,  como  pare- 
fc^rá  por  testimonios  de  los  dichos  requerimientos;  acordamos  de 
hacer  él  y  yo  y  los  otros  oficiales  de  V.  M.  una  balsa  para  en  ella 
^^viará  V,  M*  los  dichos  despachos.  La  cual  se  hizo  de  maderas, 
I        ^^^  ínejor  que  se  pudo  hacer  para  poder  navegar  en  olla  hasta  Pa- 
'  ^f^ná,  pues  otro  remedio  no  habia^  y  en  ella  se  aventuraron  seis 
r  ^^iele  españoles,  con  algunos  indios  para  la  llevar,  aunque  con 

'ijcho  peligro  de   sus  personas  ó  riesgo  de  sus  vidas»  En  este 
íiempo  yo  procuré  de  informarnio,  lo  mejor  que  pude^  de  algunas 
personas  que  me  pareció  no  tener  pasión  ni  afición  en  estos  ne- 
^ocioíi,  así  de  lo  subcedido  del  viago  de  Chile,  como  en  lo  de  la 
ijitrada  del  Cuzco  y  en  la  puente  de  Abancay,  cuando  la  prisión 
desbarato  de  Alonso  de  Al  varado,  para  lo  escribir  é  hacer  reía- 
á  V.  M.  Y  supe  como  el  dicho  Adelantado  habia  ido  á  hacer 
dicha  jornada,  con  ciento  y  tantos  hombres  de  pió  é  de  acaba- 


riii 


300  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

lio  muy  bien  aderezados  de  lo  necesario  para  la  guerra  de  los  \ry^ 
dios  ó  conquista  é  pacincacion  de  la  tierra,  y  que  en  el  camino^^ 
habían  pasado  muchos  trabajos  do  hambres  é  frios  en  puertos  de  ^ 
nieve,  é  como  Gómez  de  Al  varado,  hermano  del  adelantado  don     • 
Pedro  de  Al  varado,  desde  la  provincia  de  Chile,  habia  ido  á  des- 
cubrir lo  de  adelante,  é  pasó  de  allí  mas  do  ciento  ó  treinta  leguas, 
é  que  se  habia  hallado  cien  leguas  del  Estrecho  de  Magallanes,  y 
que  era  tierra  inhabitable  é  de  muchas  ciénagas  é  ríos  é  de  poca 
gente  é  pobre,  por  lo  cual  se  habia  vuelto  á  Chile,  do  habia  que- 
dado el  dicho  Adelantado  don  Diego  de  Almagro.  E  que  allí,  con 
acuerdo  é  parecer  de  muchas  personas  de  bien,  se  había  deter- 
minado de  dar  la  vuelta  al  Cuzco,  porque  no  habia  disposición 
para  poblar,  ni  donde  se  pudiese  dar  de  comer  ei  cincuenta  vecí-    ^ 
nos,  y  también  porque  juntamente  con  esto  había  tenido  nueva^^^ 
que  el  Inga,  señor  de  la  tierra,  estaba  alzado  y  rebelado  contra  e^.^^ 
servicio  de  V.  M.,  y  que  de  la  vuelta  se  siguiria  mas  provecho  ^ 
servicio  a  V.  M.,  que  no  de  dexar  en  ella  (\  persona  alguna,  po^^^ 
no  se  podían  sustentar,  y  también  porque  habían  intentado  (^^ 
entrar  por  algunas  partes  la  tierra  adentro  en  la  dicha  provine 'ia 
de  Chile,  é  que  no  se  habían  podido  pasar  los  grandes  puertea  de 
nieve  que  había.  Y  porque  mas  largamente,  por  la  relación  que 
el  dicho  Adelantado  hizo  del  dicho  viage  do  Chile  a  V.  M.^  será 
mejor  informado,  sobre  ello  no  diré  mas. 

Asimismo  supe  que  viniendo  el  dicho  Adelantado  de  dicho  su 
camino  para  la  dicha  cíbdad  del  Cuzco,  en  el  valle  de  Ariquipa 
había  sabido  por  Pablo  Inga,  hermano  de  Manco  Inga  Manco  que 
consigo  traía,  ó  por  otros  muchos  indios  de  la  tierra,  que  el  dicho 
Inga,  cacique  señor  natural  desta  tierra,  estaba  alzado  é  que  ba- 
hía muerto  muchos  cristianos,  yendo  dosta  cíbdad  á  la  del  Cuzco, 
y  que  habia  dado  muy  cruel  guerra  á  los  españoles  que  en  el 
Cuzco  estaban,  que  no  había  on  ella  mas  de  30  españoles,  éque 
Francisco  Pizarro  era  muerto   ó  su  hermano  Fernando  Pizerro 
preso,  é  que  lo  tenia  en  su  poder  el  Inga  con  otros  españoles.  E 
que  el   dicho  Adelantado  había  escripto  ciertas  cartas  al  dicho 
Inga,  para  le  atraer  á  la  obediencia  de  V.  M.  é  para  que  tratase 
bien  al  dicho  Fernando  Pizarro  é  á  los  otros  españoles  que  tenia 
presos,  é  para  que  sobreseyese  la  guerra  que  daba  a  los  dichos  ea- 


CMAGRO   Y    SUS  COMPANEROS 


SOt 


p«i. fíales,  porque  él  iba  por  mandado  de  V.  M.,  con  sus  provisio- 
i>^^»  á  castigar  los  qup  en  olio  ciil[ia  tuviesen,  é  favoreceré  am- 
pst  rnr  el  <I¡ch»>  Ingn  é  naturales  <le  la  tierra,  Y  fecho  esto,  ol  dieho 
A^delantado  había   proseguido  su  camino  u  la  dicha  cibdad  del 
ruzco,  donde  el  Inga  lo  había  enviado  ciertos  mensajeros,  dándo- 
les    cuenla  de  hi  cabaa  do  su  alzamiento  y  muchas  quexas  de  Fer- 
nr^  ndo  Pizarro  é  Joan  Pizarro  y  Gonzalo  Pizarra  é  de  otras  perso- 
nas, vecinos  del  Cuzco.  Y  que  so  habion  carteado  el  dicho  Ado- 
IcETilado  y  el  dicho  Inga,  y  enviudóle  por  mensajeros,  para  mas 
aísogurarle»  a  Pedro  de  Oüat,  alguacil  mayor  do  su  gobernación, 
é     cí  Juan  Gómez  de  Malaver,  por  sor  personas  amigos  del  dicho 
In  gn.  hasla  lanío  que  se  vino  á  concertar  que  se  viese  con  ól  en 
Vuicay,  que  es  cuatro  leguas  del  Cuzco,  con  150  hombres  de  su  com- 
I>^\ÍHi,  por  lo  cual  el  dicho  Adelantado  desde  el  pueblo  de  Urcos, 
<|  VI  es  cinco  leguas  de  la  cibdad  del  Cuzco,  habia  ido  a!  dicho  pue- 
,l>Io  do  Yueay  con  los  dichos  15Ü  hombres,  dexando  en  el  dicho 
^cicblode  Urcos  su  recarga  con  un  capitán  suyo  que  se  dice  Juan 
d^   Saavedra.  Y  llegado  al  dicho  pueblo  do  Yucay,  estando  aguar- 
*l^XiiíJo  al   dicho  Ingn,  como  estaba  concertado,  habian   venido 
ci  i^coüseis  mili  indios  de  guerra,  dándolo  grita  diciendo:  «men- 
ln*<»SO  es  Almagro,  ya  habernos  sabido  sus  mentiras  y  cablelas.»» 
E^s.  to  diz  que  decían  los  dichos  indios,  por  una  carta  que  habia  es- 
í'^í'lloel  dicho  Fernando  Pizarro  al  dicho  Inga,  diciéndole  que  Al- 
ir^cijrpo  era  mentiroso  y  que  no    tenia  poder  de  V.  M.  para  ello  y 
1  ^ie  le  quería  engañar,  y  que  su  hermano  y  él  eran  gobtMniadores 
^     no  otro  ninguno,  la  cual  carta  vieron  é  leyeron  los  dichos  racn- 
^^jeros;  de  cuya  cabsa  el  dicho  Adelantado  le  habia  sido  forzado 
ilir  del  dicho  valle  de  Yucay  é  irse  hacia  la  dicha  cibdad  del  Cuz- 
l^'O,  li  porque  esta  caria  que  Fernando  Pizarra  escribió  al  dicho 
[Irigu  y  las  que  el  dicho  Inga  escribiti  al  dicho  Adelantado,  é  ciarlo 
tazonamienlo  que  un  indio  principal   hizo  al  dicho  Adelantado 
lOhresu  alzamiento  é  levantamiento  déla  tierra,  se  han  enviado 
í.  U*,  por  do  sabrá  mejor  la  causa  del  alzamiento  de  la  tierra, 
lo  digo  aquí  mas  particularmente  por  evitar  prolixídad,  Asi- 
lismo  supe  que  sabido  pur  Fernando  Pizíirro  la  venida  del  dicho 
Jmagro,  ó  como  con  la  mitad  do  la  gente  que  traia  habia  ido  al 
licho  Y'ucay  é  verse  con  el  Inga,  y  la  olrn  mitad  habia  dexado  en 


COLECCIÓN  DE   DOCUMENTOS 


el  pueblo  de  Urcos,  salió  de  la  cibdad  del  Cqzco,  con  la  gente  qtt 
en  ella  estaba  á  punto  de  guerra  para  dar  en  la  rezaga  del  dich^- 
Adelantado,  que  estaba  en  el  dicho  Urcos,  é  después  desbaratallo^ 
prendello;  é  que  sino  viera  que  te  habian  de  resistir  su  propósito  - 
lo  efetuara  é  pusiera  por  la  obra.  K  que  el  dicho  Adelantado,  ñn — ' 
tes  que  llegase  ñ  la  cibdnd  del  Cuzco,  le  habia  hecho  saber  sl^ 
venida,  y  enviado  ul  contador  Juan  de  Guzman  ó  al  bachiller  Gue — - 
rrero  é  á  otras  ciertas  personas,  con  su  poder,  para  presentarla 
promisiones  que  de  S.  M.  tenia  de  su  gobernación,  é  para  reque— ■ 
rir  que  le  recibiesen  por  gobernador  dn  V-  M,,  como  portas  di*^ 
chas  provisiones  lo  mandaba,  é  haciéndole  saber  como  él  babi 
venido  de  Chile  en  socorro  de  aquella  cibdad  é  descercalk»s 
los  indios  que  estaban  rebelados  é  de  guerra,  é  á  conquistar 
pacificarla  tierra  é  a  servir  á  V.  M.  Y  que  Fernando  Pizarro  Hd 
habia  respondido,  por  el  tesorero  Alonso  Riquelrae  y  el  lieenciuíSlj 
Prado  y  el  capitán  Gabriel  de  Rojas,  que  fuese  bien  venido  y  qi 
si  venia  á  socorrerles  é  ayudarles,  que  viniese  mucho  en  ba^i 
hora;  y  si  venia  á  presentar  provisiones  é  hacer  alguna  noved^ 
en  la  cibdad,  que  se  aclarase  é  que  desde  luego  apretase  los  |>u 
nos.  Y  que  habia  dicho  que  ól  encomendaba  al  diablo  su  áiiinaa 
íl  que  desde  luego  se  la  ofrccin,  si  él  habia  de  perder  un  punta  dé 
honra.  E  que  el  dicho  Adelantado,  no  embargante  que  luego  pu- 
diera entrar  en  la  cibdad,  se  habia  aposentado  junto  é  ella  en  un 
barrial,  do  le  nevó  y  llovió  cuatro  dias,  que  allí  estuvo  sin  r ''^'•^• 
hacer  lumbre  ni  guisar  de  comer,  pasando  mucho  frió  y  .1 
Y  que  el  cabildo  de  la  dicha  cibdad  babia  respondido  que  estaban 
prestos  é  aparejados  de  le  recibir  por  gobernador,  constánii'ilés 
como  la  dicha  cilidad  del  Cuzno  entraba  en  su  gobernación »  para 
lo  cual  el  dicho  Adelantado  hizo  cierta  probanza  de  pilotos  y  per- 
sonas de  la  mar,  por  la  cual  paresce  que  el  Cuzco  Oülra  en  m. 
gobernación.  Y  que  estando  los  negocios  en  osle  estado,  se  hv 
bian  puesto  treguas  entre  Fernando  Pizarro  y  el  dicho  Adeli 
basta  otro  dia,  con  tal  que  no  se  fortalecióse  ni  deshiciese  • 
na  de  las  puentes  por  dó  entran  á  la  dicha  cibdad;  y  que  .- 
noche  se  habia  dicho  que  Fernando  Pizarro  habia  mandada  d^a 
hacer  ciertas  puentes,  é  que  el  capitim  Rodrigo  Orgoñoz,  vi$||| 
esto,  por  evitar  muertes  de  hombres  que  se  pudieran  subceder| 


iMlta 


É&tf 


ÉHta 


JiíAi 


ALMAGRO   Y    SUS   COMPAÑEROS 


303 


comunicado  con  el  dicho  Adelantado  aquella  misma  noche,  había 
M3  trado  en  la  dicha  cibdad  con  toda  la  gente.  Y  que  el  dicho  Ade- 
lantado se  habia  ido  á  la  iglesia  della»  y  el  dicho  capitán  Orgnfioz 
hatia  entrado  en  la  casa  dqnde  estaba  el  dicho  Fernando  Pizarra 
con  Gonzalo  Pizarro,  su  hermano,  é  con  otros  treinta  ó  cuarenta 
hombres,  é  que  al  tiempo  que  entraron,  las  velas  é  rondas  del 
dicho  Fernando  Pizarro  habian  dado  alarma,  repicando  las  cam- 
panas, y  que  los  que  estaban  en  la  casa  del  dicho  Fernando  Piza- 
rro se  defendían  y  que  habian  muerto  un  hombre  do  los  de  Al- 
magro de  un  xarazo  que  tiraron  los  de  Fernando  Pizarro,  é  otro 
de  los  del  dicho  Fernando  Pizarro.  Y  que  visto  esto  por  el  dicho 
capitán  Orgonos,  habia  requirido  muchas  veces  al  dicho  Fernan- 
do Pizarro,  que  se  diese  é  que  evitase  escándalo  é  alboroto,  por- 
que el  Adelantado  ni  él  no  lo  querían;  y  con  todo  esto,  Fernando 
Pizarro  no  se  habia  querido  dar  á  la  gente  del  dicho  Almngro.  E 
que  en  esto,  habia  pegado  fuego  á  un  galpón  de  paja  y  madera 
donde  estaba  el  dicho  Fernando  Pizarro,  y  así  salió  del  y  lo  pren* 
dieron  á  él  ó  é  Gonzalo  Pizarro,  su  hermano,  é  á  otras  personas.  E 
luego  por  la  mañana  el  dicho  Adelantado  habia  mandado  prego- 
nar y  que  se  pregonó  que  ninguna  persona  entrase  en  casa  de 
íiingun  vecino  estante  ni  habitante  en  la  dicha  cibdad,  ni  le  to- 
^mase  cosa  alguna  de  lo  suyo;  ó  que  si  alguna  persona  le  hobiesen 
í^mado  algo,  que  fuesen  ante  él,  que  é!  se  lo  baria  pagar  é  volver, 
^  que  el  cabildo  de  la  dicha,  de  una  conformidad  lo  habia  recibi- 
dlo por  Gobernador^  por  virtud  de  la  provisión  de  V*  M,  ó  de  la 
proljunza,  E  asimismo  supe  que  no  se  habia  tomado  nada,  salvo 
un  puerco,  que  mató  un  hombre  de  pié,  é  cierta  plata,  que  dixo 
^n  oslante  de  la  dicha  cibdnd  que  le  habia  faltado,  que  no  se  pu- 
do averiguar.  Lo  que  yo  cerca  desto  sé  decir  á  V.  M*   es,  que 
otra  cosa  no  supe  por  cosa  cierta,  mas  de  lo  que  dicho  tengo,  que 
me  informaron.  Supe  asimismo  que   el   dicho  Adelantado  hizo 
>  cierta  información  contra  e!  dicho  Fernando  Pizarro,   é  que  le 
[habían  visto  dos  letrados  y  la  habian  dado  por  parescer  que  me- 
Jrecia  pena  de  muerU*  por  ello.  E  que  en  esta  coyuntura,  el  dicho 
adelantado  habia  sabido  como  venia  á  la  dicha  cibdad  del  Cuzco 
^Idicho  Alonso  de  Al  varado,,  con  los  dichos  quinientos  hombres, 
que  el  dicho  Almagro  habia  salido  del  Cuzco  con  su  gente;  é  que 


304  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

estando  en  Apurima,  que  os  diez  leguas  de  la  dicha /cibdad  d^ 
Cuzco,  habia  hecho  escribir  una  carta  al  dicho  Alonso  de  Alva-^ 
rado,  como  que  se  la  escribia  Fernando  Pizarro,  dicióndole  qu^ 
fuese  bien  venido,  é  que  repartiese  su  gente  por  ciertas  parles,--- 
que  fuese  contra  el  Inga;  y  que  esto  el  dicho  Adelantado  habia  J 
mandado  escribir  así  por  tomar  al  dicho  Alonso  do  Al  vara  do  y 
su  gente,  sin  haber  rompimiento  ni  muertes  de  hombres.  E  que 
antes  que  esta  carta  llegase  al  dicho  Alonso  de  Alvarado,  ya  ha- 
bia llegado  a  él  un  hombre  que  habia  salido  del  Cuzco,  que  habia 
ido  por  fuera  de  camino,  con  una  carta  de  Fernando  Pizarro,  en 
que  lo  hacia  saber  como  el  Adelantado  habia  venido  al  Cuzco  y  de 
la  manera  que  lo  habia  tomado,  é  como  estaba  preso,  é  asimismo 
Gonzalo  Pizarro,  su  hermano,  é  otros;  é  que  lo  hiciesen  así  saber 
á  don  Francisco  Pizarro,  é  que  si  algunos  mensajeros  le  enviase  < 
Almagro,  que  los  prendiese  ó  no  los  creyese  nada.  Y  que  sabidoc: 
esto  por  el  dicho  Alonso  de  Alvarado,  so  habifi  fecho  fuerte  en  la^ 
dicha  puente  de  Avancay,  ó  mand(3  hacer  picas  é  hierros  par*^ 
ellas,  y  hacer  albarradas  en  el  rio.  K  que  el  dicho  don  Diego  (^:^ 
Almagro  le  habia  enviado  por  sus  mensajeros  a  Diego  de  Alvar  ^^ 
do  é  a  Gómez  de  Alvarado  ó  á  don  Alonso  Enriquez  de  Guzmar-::^ 
al  licenciado  Prado,  a  hacerle  saber  como  él  estaba  recebido  j::>or 
Gobernador  en  la  cibdad  del  Cuzco  por  el  cnbildo  della,  por  vía 
tud  de  las  provisione.3  que  de  V.  M.  para  ello  tenia,  é  para  quo  se 
viniese  &  la  cibdad  del  Cuzco  á  ayudar  á  coiiquistar  é  pacificar /a 
tierra  é  traerla  á  la  obediencia  do  V.  M.;  é  que  hablan  llevado 
vuestras  provisiones  y  ol  abto  de  recibimiento  del  cabildo,*pnra 
que  dello  le  constase.  10  que  el  dicho  Alorijo  do  Alvarado  habia 
prendido  á  los  dichos  mcnsnjoros  y  los  habia  echado  en  cárceles 
con  grillos,  diciendo  qno  las  provisionos  do  V.  M.  eran  cartapa- 
cios de  bachilleres  del  Consejo,  ó  que  Almagro  era  un  tirano,é 
que  todo  era  falsedad  é  maldad,  ó  que  así  tuvo  á  los  dichos  men- 
sajeros presos  treinta  días  é  mas.  Y  visto  por  el  dicho  Almagro 
como  le  habian  firendido  los  dichos  mensajeros,  y  el  desacato  que 
habian  tenido  alas  provisiones  de  V.  M.,  so  allegc5  con  su  gente 
ala  dicha  puente  de  Avancay,  ó  que  desde  allí  le  habia  enviado 
un  religioso  a  decirle,  ¿que  por  qu;'^  habia  prendido  los  dichos  suá 
mensajeros?;  que  los  soltase  y  se  los  enviase,  é  quo  él  hiciese  lo 


ALMAGRO   Y   SUS   GOMP/VNEROS  305 

que  quisiese,  é  que  no  diese  lugar  á  escándalos  é  alborotos.  Y  que 
en  esto,  el  dicho  Adelantado  habia  sabido  por  nueva  de  indios 
gue  el  dicho  Alonso  de  Alvarado  con  su  gente,  por  otro  camino 
iba  al  Cuzco,  y  que  desde  allí  el  dicho  Adelantado  se  habia  vuelto 
él  y  su  gente  a  la  ligera  a  la  dicha  cibdad,  por  llegar  antes  que 
el  dicho  Alonso  de  Alvarado;  y  que  esto  habia  sido  que  habia  en- 
viado cierta  gente  el  dicho  Alonso  de  Alvarado  á  un  vado,  cre- 
yendo que  por  allí  le  entrarla  el  dicho  Adelantado,  y  los  indios  que 
dieron  la  nueva  creyeron  que  iba  al  Cuzco.  Y  que  dende  á  tres  ó 
cuatro  dias  que  á  él  allegó  el  dicho  Adelantado,  para  poner  en 
razón  al  dicho  Alonso  de  Alvarado,  le  envió  un  alcalde  de  la  di- 
cha cibdad  é  un  procurador  della,  con  un  escribano  con  un  man- 
damiento á  le  requerir  é  mandar  que  luego  se  viniese  con  su 
gente  á  la  cibdad  del  Cuzco,  é  se  fuese  de  allí  á  el  dicho  don 
Francisco  Pizarro,  saliendo  de  los  términos  de  su  gobernación, 
porque  habia  sido  informado  que  robaban  é  maltrataban  los  in- 
dios naturales  de  la  tierra,  tomándoles  sus  ganados  é  manteni- 
mientos, ésus  mugeres  é  hijos,  y  haciéndolos  esclavos,  herrándo- 
los, é  otros  malos  tratamientos.  Y  que  el  dicho  alcalde  é  procurador 
y  escribano  hablan  ido  con  las  dichas  provisiones  é  mandamien- 
tos al  dicho  Alonso  de  Alvarado,  é  que  á  él  é  a  otras  ciertas  per- 
sonas principales  de  su  compañía  se  le  hablan  leido;  y  que  le- 
yéndolas, se  atapaban  los  oidos,  diciéndoles  que  se  fuesen  de  allí, 
si  no  que  les  tirarían  con  el  artillería,  y  que  les  hablan  tirado  un 
Uro,  é  que  hablan  tornado  la  vara  al  alcalde  y  quebradosela  y 
echádola  por  el  rio  abaxo.  E  con  esto  los  dichos  alcalde,  procu- 
rador y  escribano  se  hablan  vuelto  á  la  dicha  cibdad  del  Cuzco,  y 
dixeron  al  dicho  Adelantado  lo  que  les  habia  pasado  con  el  dicho 
Alonso  de  Alvarado,  el  cual  visto  su  rebelión  y  contumacia,  habia 
i        tornado  á  ir  a  la  dicha  puente  de  Abancay,  y  llegando  cerca  de- 
Ua,  la  gente  del  dicho  Alonso  de  Alvarado,  que  allí  tenia,  comen- 
zaron a  tirar  con  su  artillería,  diciendo  palabras  de  mala  crianza 
¿la  gente  del  dicho  Adelantado.  E  que  visto  por  él  como  no  ha- 
bia bastado  todos  los  cumplimientos,  requerimientos  ni  manda- 
mientos, para  quel  dicho  Alonso  de  Alvarado  le  soltase  sus  men- 
sajeros y  se  viniese  a  la  cibdad  del  Cuzco  con  su  gente,  ó  se  saliese 
de  los  términos  de  la  dicha  cibdad  del  Cuzco,  él  y  su  capitán  Or- 

20 


roo  COLECCIÓN   DE  DOCUMENTOS 

goñoz  acordaron  de  dar  en  el  dicho  Alonso  de  Alvarado.  Un/^ 
noche,  media  hora  antes  que  amaneciese,  por  un  vado  del  dicho 
rio  entró  toda  la  gente  de  caballo  del  dicho  Adelantado  con  el  di- 
cho Orgofioz,  é  como  la  gente  del  dicho  Alonso  de  Alvarado  es- 
taba repartida  en  muchas  partes,  y  como  aquella  mesma  noche 
los  hablan  desvelado  los  indios  dándoles  gritoa,  hobo  poca  resis- 
tencia, é  pasaron  así  de  la  otra  parte  del  rio  é  desbarataron  é  pren- 
dieron al  dicho  Alonso  de  Alvarado  é  á  otras  ciertas  personas 
principales  de  su  compauía;  é  murieron  un  don  Pedro  de  Sotoma- 
yor  é  un  ballestero  de  los  del  dicho  Alonso  de  Alvarado,  é  se  aho- 
garon en  el  rio,  á  la  vuelta,  otros  tres  ó  cuatro  hombres.  Y  que 
á  la  sazón  se  hablan  tomado  á  algunas  personas  por  algunos  es- 
pañoles y  esclavos  é  yanaconas  de  la  gente  del  dicho  Adelantado 
alguna  ropa  6  armas;  pero  luego  el  dicho  Adelantado  mandó  apre- 
gonar  que  todas  las  armas  que  se  hablan  tomado,  las  truxesen 
ante  él  para  darlas  a  sus  dueños,  é  que  asimismo  que  á  todos  los 
que  le  faltase  ropa  é  otras  cosas,  se  lo  viniesen  &  decir,  que  él  se 
lo  mandarla  volver,  é  que  así  se  volvió  mucho,  aunque  algo  no 
paresció.  Y  que  hecho  esto,  el  dicho  Adelantado  quería  venir  á 
esta  cibdad,  para  desde  ella  hacer  relación  a  V.  M.  de  lo  subeedi- 
do;  é  que  lo  habla  dexado  de  hacer  por  consejo  del  licenciado 
Prado  é  del  bacliiller  Guerrero  é  do  algunos  caballeros  de  su  com- 
pañía, diciéndolo  que  aunque  su  intención  fuese  buena  y  de  no 
deservir  á  V.  M.,   se  diría  que  iba  haber  alguna  pasión  y  enojo 
con  el  dicho  gobernador  don  Francisco  Pizarro,  y  que  mejor  se- 
ria desde  la  dicha   cibdad  drl  Cuzco  hacer  la  dicha  relación  á 
V.  M.;  é  así  el  dicho  Adelantado  habia  dexado  la  ¡da  é  se  vino  á  la 
dicha  cibdad  del  Cuzco.  Esto  es  lo  que  yo  supe,  como  tengo  di- 
cho, de  las  personas  que  me  paresció  estar  sin  pasión,  y  certifico 
a  V.  M.  que  otra  cosa  no  he  sabido  en  contrario,  hablando  en  ello 
con  otras  personas  do  crédito  quo  en  ello  se  hallaron;  y   porque 
lo  mas  desto  está  por  escritura?  é  testimonios  ante  escribanos,  no 
me  he  estondido  d  mas  cerca  dolió,  pues  que  por  ello  parecerá  la 
verdad,  algunas  de  las  cuales  yo  envió  á  V.  M.;  e  otras  personas 
que  habrán  fecho  relación  á  V.  M.,  habrán  llevado  ó   enviado 
otras. 


ALMAGRO   Y   ST'S    COMPAÑEROS 


Todo  e.^to  escribía  á  V.  M,  en  la  relación  qne  yo  y  los  otros 
puestros  oficiales  envialmmos  A  V.  M-  en  la  balsa,  que  el  dicho 
idelnnUiiJoé  nosotro.-í  mandamos  hacer  en  el  dicho  valle  de  Ghin- 
tíhn  en  que  fuesen  hasla  Panamá;  casi  envianoá  la  dicha  balsa 
Eíon  los  dichos  despachos  para  V*  M,  y  en  ella  los  seis  ó  siete 
ioml)res  de  la  mar  qno  la  guiaban,  con  cierto  oro  ó  piala,  para 
jüe  en  el  Nüml)re  do  Dios  se  Iliense  navio  on  que  fuesen  los  dichos 
lespachos.  Kn  este  iiempn,  visto  por  el  dicho  don  Francisco  Pi- 

irro  que  el  dicho  AdLdantailo  liubia  apelado  de  la  sentencia  que 
lui  el  ílicho  provincial  Bovadilla,  movió  nuevos  conciertos  ó  ca- 
Hlnlaciüijei,  y  le  envío  para  ello  al  capitán  Fernnnd  Ponce  de 
>ii  é  al  capitán  Francisco  de  GoJoy  ó  al  padre  Fr*  Juan  do 
Mías,  para  que  en  ello  ontendieson.  E  andando  en  estos  tratos  de 
in  gobernador  en  otro,  yo  é  los  otros  vuestros  onciales,  visto 
[ue  cada  uno  dellos  tenia  mucha  gfinte,  é  por  mas  los  atraer  al 

jrvicio  ríe  V.  M,  é  á  su  paz  é  conrormiilad.  ó  A  que  no  holiiose 
mire  ellos  ningún  rompimiento,  les  requirlmos  que  deshiciesen 
lus  gentes  é  armas,  conquistasen  é  paciQcasen  la  tierra,  é  que 
intre  ellos  no  hobiese  ningún  rompimiento,  ni  escándalo,  ni  al- 
)oroto.  porque  en  ello  servirían  muídio  á  Dios  é  á  V,  M»;  como 
parecerá  por  los  requerimientos  quo  sobre  ello  hicimos,  que  en- 
fio  a  V.  M.  Entendiendo  en  los  dichos  conciertos,  como  dicho 
^engo,  los  dichos  Fcrnand  Punce  y  Francisco  de  Godoy,  ó  ansi- 

lismo  el  licenciado  Prado  y  los  oRoiales  de  V.  M-,  se  concluye- 

>n  ó  lucieron  ciertos  capítulos  sobro  ello,  en  que  se  asentó  que 
íl  dicho  Adelantado  deshiciese  el  pueblo  que  tenia  fecho  en  el 
lidio  valle  de  Chincha,  e  que  lo  hiciese  en  el  asiento  de  Sant 
iaüan,  que  es  mas  adehuile,  hacia  el  Cuzco  sois  leguas,  é  que  se 
tuviese  la  cibdad  del  Cuzco  como  se  la  tenia,  hasta  tanto  que 
V^  M,  proveyese  otra  cosa;  y  sobre  ello  so  pusieron  pona  de  dos- 
íienlos  mili  castellanos,  la  mitad  para  la  cámara  de  V.  M.  y  la 
)lra  mítíid  [*ara  la  parle  obediente,  mas  de  el  perdimiento  de  las 
¡gobernaciones;  é  que  se  diese  navio  al  dicho  Aílolantado  para  que 
mviase  sus  despachos  é  nuestros  á  V.  M,,  como  mas  largo  se 
(contieno  en  los  dichos  capítulos,  que  se  otorgaron  ante  escríba- 
lo, que  á  V.  M.  envió.  El  dicho  Adela nla<to,  en  cumplimiento  do 

}5  dichos  capítulos  é  conciertos,  soltó  u  e!  dicho  Hernando  Pi- 


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310  COLECCIÓN   DE  DOCUMENTOS 

(!.'  al  dicho  Adolantndo  don  Diego  do  Almagro,  con  acuerdo  é  pa- 
recer de  los  otros  oficiales  de  V.  M.,  porque  él  me  lo  envió  á  pe- — ^^ 
dirpara  lo  tener  mejor  guardado,  debaxo  de  un  conocimiento  ^5 
cédula  suya  é  recabdo,  para  que  rae  lo  volviera  en  la  cibdad  dfe. 
Cuzco  ó  donde  yo  lo  quisiese.  En  este  tiempo,  se  supo  como 
dicho  don   Francisco  Pizarro  y  su  hernando  Fernando   Pizarra   ^ 
venian  en  su  seguimiento,  é  habían  llegado  hasta  el  dicho  pueb 
de  Lima  y  Caxca,  é  desdo  allí  concertaban  venir  á  él,  por  cierL 
pasos  y  entradas  que  habia  para  el  dicho  asiento  deGuaytará^ 
alguno  de  los  cuales  el  dicho  Adelantado  habia  enviado  ger 
para  le  resistir  y  defender  la  entrada,  todo  huyendo  de  ha 
rompimiento  con  el  dicho  Francisco  Piz.irro,  é  por  evitar 
muertes  que  dello  se  podrian  seguir;  é  no  embargante  esto^ 
dicho  Francisco  Pizarro  y  Fernando  Pizarro  con  su  gente  hol>  5^_ 
ron  de  entrar  é  tomar  los  dichos  pasos  é  desbaratar  la  gente  cj  ue 
en  ellos  estaba.  Antes  desto,  supo  el  dicho  Adelantado  como    en 
el  valle  de  lea,  que  es  once  leguas  desta  cibdad,  que  un  Fel  i  pe 
Boscan,  que  allí  estaba  con  cierta  gente  del  dicho  Francisco  J:^i- 
zarro,  habia  prendido  un  regidor  del  Cuzco  é  a  otros  seis  ho  mjc%' 
bres  que  con  él  venian,  y  les  hablan  tomado  los  procesos  qu&      ^® 
hablan  hecho  en  el  Cuzco  contra  Gonzalo  Pizarro  é  Alonso      ^^® 
Alvaradoé  contra  otros  que  habían  sido  en  los  favorecer  cuar»-"^ 
se  soltaron  de  la  prisión  en  que  estaban,  y  que  les  habían  tomii^  <i^ 
asimismo  ciertos  despachos  que  llevaban  para  V.  M.,  del  re*  gT^" 
miento  de  la  dicha  cibdad,  y  para  el  dicho  Adelantado,  y  sus  c^^ 
ballos  é  armas  é  cierto  oro  é  plata  que  llevaban,   líl  dicho  kdO' 
lantado,  como  vido  que  le  habian  lomado  los  dichos  pasos,  lovoó 
por  remedio  de  irse  retrayendo  hacia  el  Cuzco,  lo  mejor  que  pu- 
diese, con  su  gente.  VA  dicho  Francisco  Pizarro  y  Fernando  Pi- 
zarro, con  la  suya,  vinieron  hasta  el  pueblo  de  Guaytara  en  su 
seguimiento,  é  pasaron  de  allí  sois  ó  siete  leguas  mas  adelante, 
tomando  é  robando  mucho  servicio  y  esclavos  é  ropas  de  la  gente 
del  dicho  Adelantado.  K  una  noche  que  llegaron  á  un  puerto  de 
nieve  muy  desbaratados  é  perdidos  por  el  mucho  frió  é  nieve 
que  hacia,  porque  la  gente  que  traía  el  dicho  Francisco  Pizarro 
no  estaba  hecha  ala  sierra,  si  el  dicho  Adelantado  quisiera  dar 
en  ellos,  los  desbarataba  é  vencia,  porque  la  gente  que  traia  el 


ALMAGRO   Y   SUS   COMPaSEROS 


Sil 


Adplantndn  aqnolln  noche  estnbnn  mnjor  aíJrrezndos  é  jtm- 
,  é  podiun  surrir  mns  L  abajo,  por  liubeilu  acosLumbnido  mas 
líber  pasado  é  sufrido  muchos  frios  é  puertos  dt»  nieve;  é  no 
ko  que  se  fiiciosp,  trabajando  ó  deseando  que  no  hobiese  efecto 
dicho  rompim¡nnb>,  é  por  no  deservir  á  V.  M.  Y  esto  puedo  yo 
jficaru  V.  M.,  que  conoscí  en  el  diebu  Adclanlado  este  deseo 
ropósito,  siempre. 

1  dicho  Francisco  Pizarro  y  Fernando  Pizarro,  su  hermano, 
o  que  aquel  camino  era  muy  trabajoso  ó  do  muchas  nieves  ó 
erno,  é  que  la  genle  llevaba  medio  por  fuerza,  acordó  vol- 
^e  a  los  llanos  é  irse  al  pueblo  de  lea.  E  el  dicho  Adelantado 
ésu  camino  hacia  el  Cuzco,  hasta  llegar  al  pueblo  de  Vilcas, 
es  diez  y  nueve  legtias  desta  cibdad  é  once  del  Cuzco,  do  allí 
3  enfermo  y  estuvo  a  punto  de  muerte,  de  bubas  y  dolores;  y 
.Vü  allí  veinte  ó  veinlieineo  días.  Y  en  este  tiempo,  aportó  allí 
cinlador  Juan  de  Guzman,  que  huyendo  se  habia  descabullido 
la  gente  del  dicho  Fernando  Pizarro  que  lo  traiau  en  son 
reso,  é  dixo  como  desde  el  dicho  pueblo  de  lea  el  dicho  go- 
iiador  Pizarro  s<»  liabia  vuelto  ¿i  esta  cibdnd,  é  habia  enviado 
uzeo  al  dicho  Fernando  Pizarro  con  toda  su  gente  y  armada,  y 
ia  ya  esta ria  cerca  del.  El  dicho  Adelantado  luego  hizo  aper- 
ir  toda  su  genle  para  irse  A  la  cibdad  del  Cuzco,  y  envió  ade- 
te  al  capilan  Rodrigo  Orgofioz,  con  cierta  genle  á  la  ligera, 
n  que  llegase  antes  que  el  dicho  Fernando  Pizarro;  c  así  el 
lio  Orgoñoz  fué  delante  y  el  dicho  Adeíanlado  con  la  otra  gente 
(  en  la  rezaga  quedaba,  porque  iba  enfermo.  Estando  cerca  del 
co,  supo  como  el  dicho  Fernando  Pizarro  no  habia  llegado, 
lesde  allí  se  fué  poco  á  poco  hasta  llegar  a  la  dicha  cibdad,  y 
^ndo  en  ella,  hizo  hacer  algunas  albarradas  é  aderezar  su  gente 
algunas  armas,  de  que  tenian  necesidad  pnra  se  defender  en 
del  dicho  Fernando  Pizarro  é  resistirle  su  mal  propósito  que 
lia,  E  dende  á  dnce  ó  quince  dias  que  el  dicho  Adelantado  llegó 
Cuzco,  vino  á  él  un  Pedro  Gallego,  maestre  del  navio  que  habia 
á  Chile,  que  venia  con  la  genle  del  dicho  Fernando  Pizarro, 
le  se  habia  aventurado  á  huirse,  el  cual  dixo  que  quedaba  de 
quince  ó  veinte  leguas,  e  que  venia  muy  determinado  de 
nar  y  entrar  en  la  dicha  cibdad  del  Cuzco,  é  prender  al  dicho 


A 


^Jm 


vicio  a»  \-  •   .    „o,  s»>^<""   cogi"»="^      „.ndo  Vi'.»«»  '  . ..  mí 
sevitó."°.Lii\c»>'''''     !    r,,\alicadoe»"'        nandol-'»'     ^1 

u- r:::,».  >««;- :t  ^^ :  e--:-:::: 4 

'  °^",t^  oleo. ,»« -¡rld»  >-^"" '  _J 


ALMAORO  Y   SUS   COifPA>'EaOS 


3Í3 


Juque  pasaba.  Yo,  visto  que  mucho  se  allegaba  el  rompimiento 
j^doliéndome  cuanto  en  ello  se  deservía  á  Dios  Nuestro  Señor  y  á 
M.  y  las  muertes  de  hombres  que  se  podrían  seguir,  aunque 
muy  flaco,  porque  había  estado  muy  malo,  ó  allegué  á  punto  de 
muerte  de  muy  recias  calenturas  que  tuve,  de  que  no  habia  ro- 
ibido  poca  pena  por  no  me  poder  emplearen  el  servicio  de  V.  M,, 
mo  siempre  lo  deseaba  é  procuraba  é  deseé  é  procuró  en  lodo 
To  que  en  mí  fué,  hablé  al  doctor  Sepúlveda  para  que  entrambos 
sernos  á  ver  al  dicho  Adelantado,  para  ver  si  se  podía  dar  at- 
n   remedio.  E  así  fuimos,  y  estando  hablando  con  él  y  dando 
en  como  se  escribiese  una  carta  al  diclio  Fernando  Pizarro, 
n  algún  indio  que  la  llevase,  para  que  nos  enviase  seguro  para 
a  tía,  el  dicho  Fernando  Pizarro,  con  su  gente  bien  concertada 
n    sus  banderas  é  capitanías,   trayendo  delante  el  artillería  é 
abucería  é  ballestería  é  infantería  que  tr.iia,  y  en  acercándose 
a  gente  del  dicho  Adelantado  que  esUba  junta  para  resistir  al 
clicho  Fernando  Pizarro,  comenzaron  á  soltar  el  artillería,  y  algu- 
s  arcabuceros  sobresalientes  comienzan  a  tirar  con  sus  arca- 
ees  á  la  gente  del  dicho  Adelantado,  é  asimismo  tiraron  dos  ó 
s  tiros  de  artillería  del  diclio  AdelanUvdn,  é  así  se  vinieron  acer- 
c^nndo  i  ki  gente  del  dicho  Almagro,  tirándole  con  lodo  el  arca- 
bucería, E  porque  les  hacían  mucho  mal,  el  dicho  Orgoñoz,  con 
'íi  gi^nte  del  dicho  Adelantado,  se  retraxo  un  poco  á  meterse  tras 
^ri  cerrillo,  porque  entonces  le  pareció  no  ser  tiempo  para  reme- 
^í*   4  ellos,  por  estar  en  medio  de  un  arroyo  grande;  y  en  esto, 
^l  dicho  Fernando  Pizarro  y  su  gente  so  dió  prisa  á  pasar  el  dicho 
í^rroyo,  é  ya  que  lo  hnhia  casi  pasado,  el  dicho  Orgoiloz  con  su  gente 
arremetió  n  la  del  dicho  Fernando  Pizarro,  aunque  no  toda,  y 
^t^l,  Y  así  se  envolvieron  los  unos  con  los  otros,  y  en  el  reencuen- 
'o,  hasUi  que  conocieron  la  viloria,  que  fué  en  muy  poca  dis- 
itieia  de  tiempo,  murieron  hasta  quince  ó  veinte  hombres,  según 
corliflcáron  otros  que  lo  vieron.  E  así  el  diclio  Fernando  Piza- 
ITO  venció,  así  por  la  desurden  que  tuvo  el  dicho  Adelantado  y  su 
f^ate,  que  era  poca,  como  porque  el  dicho  Fernando  Pizarro  traía 
liOO  hombres  de  caballo  é  300  ballesteros  ó  arcabuceros,  con  400 
jiqueros,  con  una  docena  de  tiros  de  artillería,  E  así  siguieron 
cruelmente  que  en  el  mundo  so  ha  visto,  por- 


314  COLECCIÓN   DE   DOCUMENTOS 

que  mataban  a  los  hombres  rendidos  é  df^sarmados,  é  por  les  qui- 
tar las  armas,  los  mataban,  si  presto  no  se  las  quitaban,  é  trayendo 
a  las  aneas  de  un  caballo  á  un  Ruy  üiaz,  viniendo  rendido  y  de- 
sarmado, le  mataron;  y  desta  manera  mataron  mas  de  ciento  é 
cincuenta  hombres.  El  dicho  Adehintado,  desque  vido  la  cosa 
que  iba  desta  manera,  a  mi  importunidad  y  ruego,  salió  de  las 
andas  donde  estaba  é  cabalgó  en  un  caballo  y  se  fué  a  la  fortaleza 
de  la  dicha  cibdad,  é  yo  me  volví  a  ella  con  el  dicho  Adelantado, 
porque  no  nos  matasen  á  mí  é  á  él.  Y  la  gente  del  dicho  Fernan- 
do Pizarro,  creyendo  que  el  dicho  Adelantado  estaba  en  las  dichas 
andas,  les  dieron  de  lanzadas,  é  así  entraron  en  la  dicha  cibdad 
diciendo:  «Pizarro,  Pizarro,»  arrastrando  la  bandera  del  dicho 
don  Diego  de  Almagro,  en  que  estaba  figurada  la  imjígen  de 
Nuestra  Señora  é  vuestras  armas  Reales,  por  la  plaza  de  la  dicha 
cibdad  al  rededor  de  la  picota,  y  robando  y  saqueando  la  gente 
que  dentro  estaba,  tomándoles  su  oro  ó  plata  y  esclavos  y  servi- 
cio, poniéndoles  los  arcabuces  á  los  pechos,  diciéndoles  que,  si  no 
les  daban  oro,  que  los  habían  de  matar,  sacándolos  para  ello  al 
campo  é  amenazándolos,  como  hicieron  á  don  Alonso  Enriquez 
de  Guzman.  Y  si  alguno  les  decia  que  no  le  tomasen  su  hacienda, 
los  querían  matar  y  deshonraban,  diciéndoles  tiranos,  traidores, 
que  ellos  no  tenían  nada  en  ello,  que  todo  era  suyo.  Y  aun  á  mí 
me  robaron  todo  lo  que  tenia  y  el  oro  y  plata  que  de  V.  M.  tenia 
de  sus  reales  quintos,  é  no  aprovechó  nada  decirles  que  yo  era 
vuestro  tesorero  é  que  aquella  hacienda  era  de  V.  M.,  los  cuales 
me  respondían  que  allí  no  tenia  nada  el  Rey,  que  todo  era  suyo, 
ó  que  ellos  lo  habían  ganado  por  su  lanza,  poniéndome  los  arca- 
buces a  los  pechos  é  diciéndome  palabras  feas  é  injuriosas;  é  así 
me  tomaron  el  dicho  oro  é  plata,  como  constará  por  cierta  pro- 
banza que  sobre  ello  hice,  que  V.  M.  podrá  mandar  ver,  si  fuere 
servido.  En  la  dicha  fortaleza  prendieron  al  dicho  Adelantado, 
queriéndole  allí  matar,  díciéndole  palabras  feas  y  deshonestas,  y 
le  truxo  á  las  ancas  de  una  muía  Felipe  Gutiérrez,  y  le  metieron 
en  un  cubo  frío  y  hedíond()  y  le  echaron  grillos  y  cadena,  estando 
enfermo  é  muy  malo,  é  le  robaron  toda  su  casa,  sin  le  dexar  un 
colchón  en  que  se  echar,  ni  camisa  con  que  se  vestir.  E  asimisnnio 
prendieron  á  don  Diego  de  Almagro,  su  hijo,  é  a  Diego  de  Alvara- 


ALMAGRO   Y   SUS   COMPANEROS  315 

doy  otros  muchos.  E  á  los  que  no  prendían,  el  dicho  Fernando 
l^izarro,  dende  á  siete  ó  ocho  días,  los  mandaba  con  pregones 
que  so  saliesen  de  la  cibdad  y  so  fuesen  con  algunos  capitanes  que 
enviaba  á  algunos  descubrimientos^  á  pié  é  sin  armas  ó  desnudo.-i, 
porque  todo  se  lo  habían  robado,  desterrándolos  é  poniéndoles 
penas  para  ello;  é  mandó  afrentar  á  uno  de  los  del  dicho  Ade- 
lantado, porque  no  quiso  ir  con  uno   de  los  dichos  capitanes, 
dándole  cien  azotes  públicamente.  Una  cosa  se  hizo,  la  mas  fea 
é  abominable  que  en  el  mundo  se  ha  visto,  que  estando  el  ca- 
píían  Pedro  de  Lerma  en  su  casa,  echado  en  su  cama,  que  habia 
salido  herido  de  la  batalla,  entró  en  la  dicha  su  posada  un  hom- 
bre  de  los  del  dicho  Fernando  Pizarro,  y  en  la  cama  dale  de  pu- 
ñaladas, de  que  murió.  E  así  andaban  huyendo,  descarriados  é 
afrentados  é  corridos,  los  amigos  del  dicho  Adelantado,  sin  osar 
parar  en  la  cibdad,  porque   el  dicho  Fernando   Pizarro  no  los 
mandase  afrentar.  Y  envió  á  don  Diego,  hijo  del  dicho  Adelan- 
tado, y  &  Gómez  de  Alvarado  á  esta  cibdad,  con  Alonso  de  Alva- 
rado  que  los  guardase.  Y  hecho  esto,  mandó  poner  acusación  al 
dicho  Adelantado,  ó  para  ello  crió  fiscal,  é  contra  él  é  contra  otras 
personas  hizo  procesos,  y  no  embargante  que  le  denegaron  por 
juez,  procedió  contra  ellos  muy  sumariamente,  especial  contra  el 
dieho  Adelantado,  no  dando  los   términos  é   plazos  que  le  eran 
petliJos  por  su  parte;  é  ya  que  casi  estaba  el  proceso  para  se  con- 
clai  r,  publicaba  que  le  habia  de  traer  a  esta  cibdad  á  que  se  viese 
con  el  dicho  Gobernador  é  para  que  sentenciase  el  proceso,  é  así 
se  lo  dixo  al  dicho  Adelantíulo;  esto  usando  de  cabtela  con  él,  por 
lo  que  después  pareció.  Y  concluso  el  proceso,  lunes  ocho  dias 
de  Julio  del  año  de  538,  en  amaneciendo,  mandó  cerrar  las  puer- 
tas de  su  casa,  do  estaba  el  dicho  Adelantado  preso,  é  hizo  que 
en  ella  entrasen  mas  de  doscientos  hombres  de  caballo  é  de  pié  y 
ledos  los  arcabuceros  que  en  la  cibdad  habia,  y  hizo  poner  encima 
íie  la  puerta  los  tiros  de  artillería  que  tenia;  é  dentro  del  dicho 
cubo,  donde  esUiba  preso  el  dicho  Adelantado,  pronunció  senten- 
cia contra  él,  en  que  le  mandaba  degollar,  de  la  cual  el  dicho 
Adelantado  apeló  para  ante  V.  M.,  y  le  rogó  que  por  amor  de 
Dios,  hincado  de  rodillas,  le  otorgase  el  apelación,  diciéndole  que 
mirase  sus  canas  é  vejez  é  cuanto  habia  servido  á  V.  M.,  y  que  él 


S10 


MlSCClOy  DE   DOCl'MKXTOS 


había  sido  el  prirapr  esf*alon  para  que  él  y  sus  hermano 
sen  en  el  estado  en  que  estaban,  y  diciéndole  otras  muchas 
bras  de  dolor  ó  compasión^  que>  despaes  de  muerto,  sapi 
dixOj  que  á  cualquier  hombre,  aunque  fuera  infiel,  moví 
piedad*  El  dicho  Fernando  Pizarro,  como  de  mucho  tiempo 
estaba  mal  con  el  dicho  Adelantado  é  dcseádole  la  mué 
mostrádole  enemistad  capital,  así  cuando  fué  á  Castilla  á 
Ira  corte,  como  antes  é  después»  no  lo  quiso  hacer.  E 
que  esto  vido  el  dicho  Adelantado,  hizo  su  testamento  cobdicS 
en  el  cual  dexu  á  V.  M*  por  su  heredero  universal,  declarando  qu 
tenían  un  millón  de  oro,  de  compañía  entre  él  y  el  dicho  go. 
nador  Pizarro,  como  parecerá  por  el  dicho  cobdicilo;  é  sup) 
á  V.  M.  le  hiciese  merced  de  dar  é  D.  Diego,  su  hijo,  la  gob 
cion  é  cargos  é  indio»,  que  él  tenia  por  merced  de  V.  M.,  é  ri 
timientos,  é  á  Diego  de  Alvarado,  persona  de  mucho  valor  é 
é  que  ha  servido  mucho  á  V.  M.,  así  en  la  Nueva  España  como 
estas  parte»,  é  persona  que  descargará  vuestra  real  coneion 
la  del  dicho  Adelantado,  con  las  personas  que  sirvieron  á  V. 
en  el  dicho  dci^ciihrimienlo  de  Chile,  Sabido  por  mí  é  po 
otros  oficiales  de  V,  M.  la  sentencia  que  el  dicho  Fernando 
rro  había  dado  contra  el  dicho  Adelantado,  é  como  no  le  q 
otorgar  el  apelación,  é  como  estaba  determinado  de  man 
matar,  fuímoH^  n  la  casa  do  estaba  el  dicho  Adelantado  pn 
el  dicho  Hernando  Pizarro  con  la  dicha  gente,  á  le  requerir  que 
no  matase  á  el  dicho  Adelantado;  é  hallamos  la  puerta  cerra- 
da, é  requerimos  que  nos  abriesen  á  la  gente  que  á  ella  esta- 
ba; é  no  nos  quisieron  abrir,  antes  dixeron  que  nos  fuésemdí 
de  allí,  sino  que  nos  tirarían  el  artillería,  é  nos  tiraron  de  pe- 
dradas. En  esto,  el  dicho  Hernando  Pizarro  mandó  dar  parrolí 
al  dicho  Adelantado,  dentro  del  dicho  cubo,  aunque  primeramen- 
te rogó  que,  ya  que  de  hecho  le  quería  matar,  le  sacase  á  laplail 
vivo,  para  ver  algunos  amigos  suyos  con  quien  se  consolase  il 
tiempo  de  su  muerte.  Certifico  a  \\  M*,  poderoso  Señor,  qa 
corazón  me  lloró  lágrimas  de  sangre,  de  ver  tan  gran  sin 
injusticia,  como  era  ver  matar  al  dicho  Adelantado  por  ma: 
sus  enemigos,  y  que  en  la  tierra  de  V.  M.  no  hubiese  v 
justicia,  sino  de  Francisco  Pizarro  é  de  Hernando   Pizar 


ffii  r 


ALMAORO   Y   SUS   COMl'ANItROS 


317 


Y  lue^^o  le  sacaron  á  la  plaza  con  pregón  público,  y  en 

«picota  le  cortaron  un  poco  de  pescuezo,  Desta  manera  acabó 
ídias  un  muy  buen  vasallo  de  V.  M,,  deseoso  siempre  de  ser- 
pié  acataros  como  á  su  rey  é  señor,  cuya  muerte  puso  mucho 
oré  sentimiento  en  toda  la  gente  que  en  esta  tierra  se  halló  y  la 
después  vino  é  viniese  á  ella,  porque  era  remedio  de  todos  é  no 
cosa  suya.  De  todo  esto  fué  sabedor  el  dicho  gobernador 
♦  á  lo  que  mi  juicio  y  el  de  otros,  que  en  ello  quisieron 
r,  almnzín  porque  luego  como  se  dio  la  batalla,  vinieron  en 
h  a  esta  cibdad  á  hacéráelo  saber  é  pedir  albricias,  do  ya  era 
llegado  el  obispo  desta  tierra  D*  Fr.  Vicente  de  Valverde,  é  por- 
que luego  se  partió  el  dicho  Gobernador  é  fué  camino  del  Cuzco, 
ém  Pntavo  en  Xauxa,  que  es  once  leguas  desta  cibdad,  hasta  que 
«upo  la  muerte  del  dicho  Adelantado,  En  este  medio  tiempo,  yo  é 
líia  oficiales  de  W  M.  hicimos  muchos  requerimientos  al  dicho 
Hernando  Pizarro,  de  lo  que  víamos  que  era  conveniente  é  nece- 
laria  al  servicio  de  V.  M.,  por  lo  cual  muchas  veces  me  mandó 
prenderé  tuvo  preso  en  cárceles  é  prisiones  con  grillos  é  cade- 
í^s,  ámí  é  á  mis  compañeros  vuestros  oTiciales,  quoriéndome 
Jar  lopmentos,  haciéndome  otras  molestias  é  vexaciones, 

Üespuesde  lodo  esto,  el  dicho  Hernando  Pizirro  salió  de  la  cib- 
J&ídel  Cuzco,  diciendo  que  iba  á  castigar  ciertas  personas  que 
Ad.,!...,  pj^  la  compañía  del  capitán  Gandía,  que  estaban  veinte 
iel  Cuzco,  hacia  el  Collao,  que  hubiiin  venido  porque  no 
wbian  podido  entrar  por  do  iba  encaminado,  diciendo  que  había 
Pír^onas  que  alborotaban  la  tierra,  é  ahorcó  á  un  Meaa^  que  ha- 
lo el  dicho  Hernando  Pizarro  por  cíipitan  de  su  arlüleri'a, 
^L.:.' ahí  se  fué  por  el  CoUao  é  provincia  de  los  Charcas,  con 
^Bde  doscientos  hombres,  y  llevó  consigo  á  Pablo  Inga;  é  de- 
Hs  á  la  sazón  públicamente  que  iba  á  una  isla  que  se  dice  Titi- 
■ko,  que  63  en  el  Collao,  donde  decían  que  había  mucho  oro  é 
Pm,  é  á  buscarlo  por  toda  la  tierra.  En  este  medio  tiempo,  vino 
I  la  dicha  cibdad  del  Cuzco  el  gobernador  don  Francisco  Pizarro, 
Í.cual  entró  con  trompetas  y  chirimías,  vestido  con  ropa  de  mar- 
ae  fué  el  luto  con  que  entró.  E  con  él  vino  Juan  de  Espinosa, 
del  dicho  Adelantado  que  le  había  enviado  a  Castilla  á  negó- 
iertos  negocios  suyos  ante  V.  M.,  el  cual  truxo  una  provisión 


éL 


rtií 


COLECCIÓN   DH  I>OGTTMENTDS 


en  qu3  V,  M,  hacia  mercoíl  al  dicho  Adelnntatlo,  que  berodíise  sil 
gohernncion  Ui  porsnna  qufí  el  on  sii  muerte  señatase  por  here^ 
dern.  Con  la  euíil  el  dicho  IJingo  de  Alranfrro  requirió  al  dieho  go 
bernadur  Piznrro,  el  cual  respondió  iv  elln,  ntites  qne  la  acaba$^ 
do  leer  el  escribano,  que  ya  sabia  lo  que  era,  é  que  el  dicho  Ad€ 
lanhidu  baljia  miierh>  por  delitos  que  había  cometido,  o  que  ni 
debía  gozar  déla  dicha  merced,  jurando  porel  haliilo  do  Santiago^ 
que  aunque  dixese  hi  provisión  do  V.  M.  lo  que  quisiese,  que  él  ba 
bia  de  poblar;  esto  sin  la  besar  ni  obedecer,  cíimo  suelen  hacer  vu^^s^ 
tros  vasallos.  K  asimismo  los  oficiales  de  \\  M*  hicimos  otros  re 
querimientos  al  dicho  gobernador,  que  nos  diese  licencia  para 
en  nombre  de  V.  M.  ú  la  pnblacioñ  de.  la  gobernación,  que  eslal 
encomendada  á  el  dicho  Adobintadn,  con  la  persona  que  él  hal 
señalado,  ¡mes  ¥•  M,  le  babia  becbo  merced  dello,  e  que  no  f^^ 
blase  ni  mandase  poblar  la  dicha  tierra,  pues  no  ora  de  su  giib^ 
nación,  é  otras  cosas  que  convenian  á  vuestro  Real  servicio, 
dicho  gol>eruador  Pizarro  nos  respondió  que  el  podía  poblar 
dicha  tierra,  o  que  tenia  prüvision  para  e!ln  de  V,  M.,  é  que  lai 
bien  podía  poner  oficiales  é  otras  cosas,  como  se  contiene  en  loi 
dichos  requerimientos  que  á  V.  M.  envió.  Y  haciéndole  utiodiísj 
los  dichos  requerimientos,  el  dicho  Francisco  Pizarro  puso  mnm 
n  un  puñal  que  traía,  é  arremetió  á  raí,  diciéndome  palabras feaí 
c  injuriosas,  lí  un   Hernando  de  Cavallos,  que  pocos  dias  hakiaJ 
que  había  venido  de  vuestra  Corle  con  ciertos  despachos  pArn  ©11 
(l¡<.*bo  gobernador  Pizarro,  vicíulo  el  dicho  Gobernador  ian  alterti^-T 
do  conlr^  m',  arremetió  á  mí,  poniendfi  las  manos  en  mi  persOí 
na,  echándome   á  empellones  é  rempujones  del  aposento  del  á*] 
cho  Gobernador;  é  díxele  yo  que  no  pusiese  en  mí  las  manos, qU^ 
los  criados  é  oficiales  de  V.  M,  no  habían  de  serasf  tra(ado5,  f  < 
me  dixo  que  me  fuese  de  allí  con  el  diablo,  é  que  mas  valia  SUI 
pato,  con  \\  M,,  que  no  mi  cara*  E  un  Oumiel,  maestre-  ' 
dicho  Gobernador,  que  asimismo  ala  sazón  allíestaba^  tou, 
un  palo  en  la  mano,  lo  alzó  para  darme  con  él,  é  dixo  que  mí»  ^ 
ría  un  bofetón.  Y  les  dixe  que  no  me  afrentasen^  ni  que  el  Goto 
nador  lo  consintiese,  porque  aunque  ellos  me  decían  é  haciaii 
dichas  afrentas,    no  las  recibía  de  la  boca  y  mftnos  deUos,  sil 
del  dicho  gobernador  Pizarro,  puós  en  su  presencia  se  decía  ihsA 


ALMAORO   Y   SUS   COMPAÑEROS 


\\9 


cia;  é  que  si  yo  me  hallRm  tan  cerca  del  Emperador  é  de  la  Em 
pemtriz  como  olios  de  su  amo,  que  no  me  osariun  decir  ni  hacer 
las  dichas  afrenta.s  é  injurias,  por  requerir  lo  que  ni  servicio  dn 
V.  M,  convenia.  151  dicho  Cavallos  me  dixo  que  me  fufase  con  el 
diablo,  y  que  en  ¿que  andah;i  allí  con  mi   Kmperador  é  con  mi 
Eni(>eraLri/;?  que  juraba  á   D¡o-^  quo  me  llevaría  preso  con  grillos 
y  cadenas  li  Kápaña  ante  V.  M.,  porque  tenia  poder  para  ello.   Y 
el  dicho  Gííbernadur  se  hol*íaba  desto,  dándoles  avilanteza  para 
ello,  é  dic¡t:'udome  las  dichas  pídabrus  feas.  Y  desLo  fueron  lesli- 
gos  don  Ahonso  Euriquez  de  Guzman  y  el  contador  Juan  de  Guz- 
inan  y  el  veedor. luán  do  Turuégano  ó  otras  personas,  casi  lo  ten 
go  firmado  de  los  nombres  d»^  las  personas  de  quiíMi  yo  me  podía 
liar,  que  envió  á  V.  M,  para  que  lo  mande  ver,  remediar  é  casti- 
gar, é  así  lo  suplico  humill mente  á  V.  M,^  pues  yo  toda  lo  ho  su- 
frido é  padecido  por  vuestro  real  servicio,  con  las  domas  moles- 
lias  é  injurias  é  afrentas  que  he  recibido  destos  Pizarros.    En  este 
medio  tiempo,  vino  á  la  cibdad  del  Cuzco  el  dicho  Obispo,  con 
^l  cual  platicamos  muchas  cosas  convenientes  al  servicio  de  V. 
M,  y  le  dimos  cuenta  de  todo  que  habíamos  requerido  d  los  di- 
<^hos  Hernando  Pizarro  é  gobernador  Pizarrn,  su  hermano;  éque 
)  pues  él  era  parle  para  aconsejar  al  dicho  Gobernador  lo  que  con- 
veiíia  ni  servicio  de  V.  M.  é  al  bien  de  la  tierra,  que  lo  hiciese 
cofitíl;  el  cual  nos  respondió  que  él  así  lo  hahia  hecho  é  aconse- 
jado é  requerido  al  dicho  Gobernador,  é  que  no  podía  mas  hacer, 
ÍUe  uo  so  había  de  apuñear  can  cL   l-:n  esto,  yo  é  los  otros  olicia- 
h  V.  M.,  visto  que  hasta  enl/mces  no  híibiamos  podido  ni  Ic- 
'  ju  tiempo  para  poder  hacer  relación  á  V.  .\1.,  cumo  tengo  dicho, 
^^querimos  al  dicho  Gobern  tdor  diese  licencia  á  uno  do  nosotros 
Pí^rapodello  hacer,  el  cual  dio  licencia  para  quo  fuese  uno  de  las 
didjos  vuestros   oficiales,    A    pura   importunación   de   requeri 
-^   nlos,  y  fue  acordado  que  yo  viniese  á  atender  en  ello.  Y  luego 
iiiii  de  la  diclra  cibdjid  del  Cuzco,  aunque  muy  ¡johre,  como  lo 
fsloy,  con  propósito  de  ir  á  esos  reinos,  á  dar  cuenta  é  razón  a  V. 
JJ.  do  todo  lo  que  tengo  dicho,  porque  hasta  entonces  a  mí  ni  á 
ningún  otro  oficial  vuestro  había   tenido  licencia    para  ello.    E 
^•v>  del  dicho  Obispo  é  de  los  dichos  mis  com[mfieros  vuestros 
-des  cartas  para  V.  M.  é  para  los  de  vuestro  Real  consejo^  que 


-  ■    -L   i.'-T'ii.Li'   ro? 
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AI,MAORO   Y    SrS   COMPAÑEROS 


321 


andarán  siempre  alzados  é  levantados  matando  espfiñoles,  como 
cada  dia  matan.  El  Inga  está  todavía  alzado  ó  robelaJo  contra  el 
servicio  de  V.  M.»  é  so  anda  no  muy  lexos  de  los  españoles;  é  ha 
muerto  agora  pocos  dias  há  algunos  cristianos,  cerca  del  camino 
que  va  destncibdad  al  Gnzco,  yéndolc  á  conquistar.  El  goberna- 
dor don  Francisco  Pizarro  estii  en  el  Cuzco,  é  diz  que  quiere  ir  á 
poblar  los  Charcas  é  Arequipa^  c  repartir  los  indios  della  á  las 
personas  que  le  favorecieron  é  ayudaron  en  la  batalla  qae  se  dio 
contra  el  dicho  Adelantado,  é  á  los  que  mas  españoles  mataron 
en  ella;  estando  los  dt^sven turados  de  Chile,  que  descubrieron» 
conquistaron  é  pacitlcaron  la  tierra  á  su  costa,  adeudándose  en 
grandes  sumas  de  pesos  de  oro  para  mejor  os  servir,  é  debiendo* 
las  hoy  en  dia,  muertos  de  hambre,   fechos  pedazos  é  adeudados, 
lindando  por  los  montes  desesperados  por  no  parecer  autegen- 
tes^'porque  no  tienen  otra  cosa  que  se  vestir  sino  ropa  de  los  in- 
dios, ni  dineros  con  que  lo  comprar^  aguardando  el  remedio  de 
"V,  M-    Certifico  á  V.  M,  que  es  cosa  de  haber  mucha  lástima  é 
compasión:  por  amor  de  Üios,  V.  M.  lo  remedie  con  brevedad, 
enviando  á  esta  tierra  justicia,  cual  convenga,  que  la  ponga  en 
noncierto  é  razón,  porque  no  se  diga  lo  que  hasta  aquí  dicen  que 
lian  dicho  estos  bizarros,  que  por  dineros,  que  tienen  muchos,  V. 
les  perdonará  las  culpas  é  delitos  que  han  cometido,  é  todos 
'conozcan  la  real  conciencia  de  V,  i\L  c  cuan  celoso  es  del  servicio 
de  Dios,  Nuestro  Señoi%  é  de  su  justicia.  Acuérdese  V.  M.  deste 
huérfano  hijo  de  don  Diego  de  Almagro,   remunerando  en  él  los 
muchos  ¿grandes  servicios  que  su  padre  hizo  á  V,  M*   en  estas 
tparles  tanto  tiempo,  y  lo  que  siempre  trabajó  por  el  abmentacion 
[de  vuestra  Real  corona  é  patrimonio;  y   pues  que  de  tan  buen 
h'osallo  ha  habido  muy  gran  noticia  en  todas  las  Indias  y  en  toda 
[vil^tra  España  é  reino,  justo  será  que  la  haya  del   galardón  y 
jercedes  que  V*  M*  A  su  hijo  hiciere  en  recompensa  dello;  y  no 
>orm¡ln  que  un  pimto  so  pierda  la  fama  é  honra  de  este  vuestro 
lobernadore  criado,  que  tanto  os  sirvió. 
Sé  deeirá  V.  M.  que  en  la  tierra  que  hasta  hoy  está  descubier- 
en  estas   provincias,  que  es  desde   e!  rio  de  Santiago,  desde 
idonde  comienza  la  gobernación  de  don  Francisco  Pizarro^  hasta 
lo    llegó  ^|^||^^^|lelantado   y  su   gente,    hay   mas   de    mili 

il 


3:2 


COLKCCION   DE  DOCUMENTOS 


Ó  doscientas  leguas  de  camino;  y  en  lo  que  ha  descubierto  Benal- 
cazar,  por  la  via  de  Quito,  hay  tres  buenas  gobernaciones;  y  todo 
osto  dice  el  dicho   D.  Francisco  Pizarro  que  es  suyo  é  cae  en  los 
límites  de  su  gobernación.  Eno  es  maravilla  que  diga  esto,  porque 
conozco  del  que  tiene  codicia  para  mas,  segund  lo  que  ha  hecho  é 
dicho  é  publicado,  porque  a  mí  me  dixo,  hablando   con  él  sobre 
los  límitos  de  su  gobernación,  que  V.  M.  lo  habia  mandado  seña- 
lar que  no  estuviese  por  aquello,  porque  hasta  Flandes  llegaba  ^^^^^ 
su  gobernación.  Por  lo  que  en  esta  tierra  he  visto,  por  lo  que  'os^^-^ 
hermanos  del   gobernador  D.  Francisco  Pizarro  han  hecho,  m^^  ^.^^ 
parece,  debaxo  del  mejor  acuerdo  é  parecer  de  las  personas  íua.^--, 
V.  M.  tiene  en  su  Real  Consejo,  que  conviene  mucho  al  servici^^   . 


y-r- 


^^-j 


de  V.  M.  y  bien  de  la  tierra,  que  en  las  gobernaciones  que  V. 
tiene  encomendadas  y  en  las  que  de  aquí  adelante  encomendara 
mande  que  ninguno  pueda  tener  hermanos,  porque  teniéndolos;;;;-^ ' 
se  cabsa  que  toda  la  tierra  se  reparta  entre  ellos,  y  todo  el  pr  -^""y^ 
vecho  della  se  lo  lleven  é  repartan  entre  sí.  como  lo  han  hec^^^ 
estos  hermanos  del  gobernador  Pizarro;  porque,  con  los  car^^ 
de  tenientes  é  de  capitanes  é  justicia,  que  les  dan,  no  hay  nac3¿ 
que  les  ose  ir  &  la  mano.  Desde  que  á  esta  tierra  llegué,  yo  ¡¡¡ 
los  oficiales  de  V.  M.,  mis  compañeros,  no  habemos  visto  ni  reci- 
bido ninguna  carta  ni  mandamiento  de  V.  M.  ni  de  los  de  vues- 
tro Real  Consejo.  La  cabsa  no  sé  que  ha  sido,  mas  de  que  creo , 
que  V.  M.  en  todo  este  tiempo  no  nos  podia  dexar  de  mandar 
como  a  sus  criados  ó  oficiales,  y  que  los  despachos  que  han  traído 
para  nosotros  á  esta  tierra,  como  las  personas  que  los  traen  han 
pasado  por  la  puerta  del  dicho  gobernador  Francisco  Pizarro,  te- 
nemos por  cierto  que  ól,  ó  otra  j)ersona  por  su  mandado,  qual- 
quier  despacho  que  al  dicho  Adelantado  o  á  nosotros  viniese,  que 
fuese  en  provecliosuyo  yon  sorvioiodeV.  M.,  lo  harían  perdidizo, 
porque  á  ól  no  le  dañasíMi.  Y  porque   fuimos  informados  que  el 
dicho  Cavallos,  que  do   vuestra  corle  vino,   traia  despachos  de 
V.  M.  para  nosotros,  lo  roquirimos  que  nos  los  diese.  El  cualnos 
respondió  que  no  nos  traia  ningunos,  y  que  V.  M.  ni  los  de  vues- 
tro Real  Consejo  no  so  acordaban  do  nosotros,  ni  sabian  que  cost 
éramos  vuestros  oficiales.  E  dende  á  dos  ó  tres  dias  nos  dio, 
haciendo  burla,  un  envoltorio  que  parecía  de  cartas,  grande^  y 


F>-i 


■-  L'. 


ij- 


ALMAGRO   Y   SUS   COMPAÑEROS  323 

traía  dentro  tres  pliegos  de  papel  en  blanco,  como  parecerá  por 
el  requerimiento  que  á  V.  M.  envió;  é  asimismo  después  que  á 
esta  cibdad  llegué,  vino  ii  ella  de  vuestra  corte  un  Francisco  Mal- 
donado,  criado  que  era  de  Hernando  Pizarro,  que  habia  ido  á  cier- 
tos negocios  suyos,  me  informé  del  si  nos  traía  algunos  despa- 
chos, é  dixo  que  no.  Al  presente  no  hay  otra  cosa  do  que  hacer 
relación  éV.  M.;  siempre  tendré  especial  cuidado  servir  á  V.  M. 
con  mis  cariase  relación,  que  ya  creo  que  üios  y  V.  M.  serán  ser- 
vWosde  permitir  abrir  la  puerta  desla  tierra  con  su  justicia,  para 
que  podamos  salir  della  y  hacer  relación  délo  que  convenga  á 
vuestro  Real  servicio.  N.  S.  la  imperial  personado  V.  M.  aumente 
é  conserve,  con  el  señorío  de  todo  el  mundo. — De  esta  cibdad  de 
los  Reyes,  15  de  Junio  de  1539  años.— Do  V.  S.  C.  G.  M.  hiimil 
siervo  y  menor  criado  y  subdito,  que  sus  imperiales  pies  y  manos 
besa.— Tesorero,  Manuel  Despinall. 

20  de  Diciembre  de  1539 

LlX.-— Carta  autógrafa  del  Ikenciado  Villalobos^  fiscal  de  las  In- 
dias, á  S.  M. 

(Archivo  general  de  Simancas.— Estado— Leg.  45.  fol.  244.) 

Sacra  Cesárea  Católica  Magostad. —  El  Gobernador  don  Francis- 
co Pizarro  ha  enviado  el  proceso  que  Hernando  Pizarro^  su  her- 
mano, hizo  contra  el  gobernador  don  Diego  do  Almagro,  por  do 
^o  degolló,  y  le  tengo  visto  y  me  parece  que  no  procedió  bien, 
porque  aunque  hubiese   causas    para    le   condenar   á    muerte 
^o  guardo  la  orden  que  debía  en  el  proceso,  porque  aunque  por 
parte  de  Almagro  se  declinó  la  jurisdicción  diciendo  ser  su  ene- 
:    ^igo  y  fué  requerido  no  procediese  contra  él,  al  menos  sin  con- 
\   ^jo  de  letrado,  y  aunque  se  apelló  do  su  sentencia  para  ante 
■^Tiestra  Magestady  su  consejo,  sin  embargo  de  ello  procedió  la 
condenación  y  execucion  de  pena  de  muerte,  y  porque  so  espera 
presto  la  venida  de   Hernando  Pizarro    y  tengo  obligación   de 
acusar  semejantes  cosas  y  no  quería  comentarlo  sin  saber  la  vo- 
/antad  de  vuestra   Magostad  y  porque  yo  sepa  lo  que  tengo  de 
hacer  quando  sea  venido  Hernando  Pizarro,  suplico  a  vuestra 


324  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

Magestfid  me  envié  á  mandar  lo  que  ea  servido  que  yo  en  esto 
haga.  Guarde  nuestro  señor  la  imperial  persona  de  vuestra  magos- 
tad y  su  Real  estado  acreoienie  con  muchos  mas  Reinos  y  señoríos 
por  largos  tiempos.  De  Madrid  xx  de  Diziembre  de  1539.-^De 
vuestra  Sacra  Cesárea  Católica  magestad.-^Menor  oriado  que 
sus  Reales  pies  y  manos  besa.--rJS/  licenciado  KeVAsffefioí.— Rúbrica. 
En  lo  exterior  se  dice  «parece  que  se  le  responda  que  él  haga 
su  oficio^  que  después  Su  Magostad  mirará  lo  que  convenga.)» 

SiQ  ffccha-l&39 

LX.—^Carta  de  don  Aionso  Enriquez  de  Gu^man  al  Rey. 

(Pub.  en  el  tomo  LXXXV  dq  los  Doc.  inéd.  para  la  hi$t,  de  España^  pág.  32^^ 

Muy  Poderoso  Señor. — Yo  vengo  del  Perú  por  mandado  ^^ 
V.  M.,  y  he  sido  preso  por  los  de  vuestro  Consejo  Real  de  Indi^^ 
y  esto  debia  de  ser  lo  que  en  vuestra  Real  Cédula  me  escrebis.  -^ 
que  me  hablan  de  decir^  para  lo  que  fui  llamado,  y  sí  yo  hubi^^ 
hecho  por  qué  debiera  ser  castigado,  bastara  para  ser  avisa ci o 
encomendarlo  mas  al  salto  de  mata  que  a  ruego  de  buenos;  tn^ 

como  quiero  justicia  y misericordia  ni  labe  menester,  acuer, 

do  pediros  justicia  con  protestación  que  no  agradeceré  ni  t€^x^é 
en  merced  A  V.  M.  la  piedad  que  de  mí  tuviéredes,  pues  ni  V.  IW. 
ha  de  dejado  de  hacerme  mercedes  y  ftivorcs,  ni  á  mí  me  ha  fafc-l- 
tado  conocimiento  ni  seso  para  conocello  y  agradecello;  por  lo 
que  suplico  áV.  M  ,  y  si  menesteres,  os  requiero  departe  de  Dio:?, 
que  os  Sumo  Juez,  que  mandéis  á  los  de  vuestro  Consejo,  qae 
sin  molestias  y  falsas  consecuencias,  me  juzguen  y  sentencien, 
sin  largas  dilaciones,  con  las  mayores  y  mas  graves  que  los  de- 
rechos permiten,  porque  los  Pizarros,   que   mataron  á  vuestro 
Lugarteniente  el  Adelantado  don  Diego  de  Almagro,  comulando 
mentiras  u  su  vida  y  muerte  deite  vuestro  gran  servidor  que 
mataron  por  roballo  y  por  gobernarlo  que  él  gobernaba,  y  por 
envidia  y  escurceer  su  fama,  han  informado  do  mí  al  contrario  de 
la  verdad,  creyendo  que  do  mí  V.  M.  so  habla  do  informar  como 
original  de  sus  ecesos,  procurando  de  quitarme  el  crédito  ante 
V.  M.,  por  cuya  vida,  etc.— De  Madrid. — El  humilde  vasallo  y 


ALMAOnO  Y   SrS   COMPA.\EROS 

leal  ciiadí)  <!e  Y.  M.,  que  sus  sagradas  manos  y  reales  pies  besa,— 
liten  Atonso  Enriyuez, 


Sin  fecha— I53í>. 

,.\L—EM€  €íi  un  (rashtfo  de  una  carta  que  esrrebí  al  Emperador 
luego  f/ue  líeyu^  d  los  fíeinoíi  de  E>¡utñn^  como  por  ella  rereis^  y  el 
suceso  en  las  espaldas  contó  azotes.  (De  />.  Alonso  Enrif/uez  de  Guz- 
man.) 

'I^ub.  tti  el  lóino  LXXXV  de  los  úoc,  inéd.  para  la  hist,  de  España,  pág.  340.) 

No  voy  en  persona  á  besar  Ins  manos  de  V.  M*  C,  rauy  pode- 
río Señor,  porque  vengo  muy  trabajado  de  tierras  extrañas  de 
ti  nación  y  condición,  do  he  pasado  muchos  mares  y  muchos 
laleA,  ansí  en  la  guerra  de  los  naluríiles  del  Perú,  como  otras 
|f)tre  españoles,  en  las  cuales  he  servido  muclio  A  V.  M.,  délo 
iml  estoy  muy  contento  y  doy  muchas  gracias  á  Dios,  y  si  algún 
cargo  ó  culpa  en  ello  me  han  echado,  será  por  culparme  y  car* 
me  por  escusar  la  culpa  y  aliviar  la  crtrga  del  que  lo  ha  hecho 
i  quitarme  el  crédito,  mientras  yo  me  descargare  hacer  su 
y,  mas  yo  llevo  mí  descargo  tan  á  punto  y  tan  claro,  con  tes- 
tigos fidedinos  y  de  creer^  de  quien  V.  M.  fía  su  hacienda  y  ser- 
vicloique  son  los  oficiales  de  V.  M.  y  principalmente  la  verdad, 
lunqtie  adelgazo,  no  quiebra,  que  es  hija  de  hombre  que  la  supo 
ÁQu  criar,  á  quien  me  remito.  Traigo  también   un  brazo  que- 
|hi«do^  porque  me  despeñó  de  un  cerro  muy  nllo  y  se  hizo  peda- 
JDM  el  cttballo,  y  milagrosamente  me  escapé;  y  por  venir  mal- 
sano es  menester  restaurallo;  en  pudiendo  tomar  las  riendas  del 
caballo  me  partiré  luego;  y  pnra  dar  cunnta  mas  por  extenso  a 
V.  M.  de  la  dicha   tierra,  en  ümlo  he  acordado  sumariamente 
[diría  en  este  papel,  la  cual  quiero  que  lo  que  por  él  escribiere  se 
le  tome  á  mí,  y  si  errai^e,  ó  no  fuere  así,  quiero  serreprehen- 
lido  y  aun  castigado  como  mal  vasallo  y  criado  del  mejor  prin- 
fípfi  que  hay  en  el  mundo,  como  engañador  en  tal  grado;  y  quie- 
nitjy  poderoso  Señor,  comenzar  por  lo  que  toca  á  mí,  pues 
vá  mas  en  conterlar  y  servir  V.  M-,  que  no  que  lo  haga  otro, 
>meiimndo  por  mí  salida  y  acabando  por  mi  entrada. 


326  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

Yo  salí  de  la  ciudad  de  Sevilla  con  licencia  de  V.  M.,  la  cual" 
tengo  firmada  de  sa  Real  mano,  y  refrendada  de  su  secretario  el 
comendador  mayor  de  León,  y  para  pasar  al  Perú  fué  menester 
venir  por  la  isla  Española,  adonde  estuve  tres  meses,  poco  mas 
ó  menos,  porque  la  Audiencia  Real  de  V.  M.  que  allí  reside,  me 
mandó  y  encargo  de  capitán  general  para  Santa  Marta,  que  fuese 
allá  a  dar  favor  é  ayuda  al  oidor  desta  Ghancillería,  el  dr.  Infante, 
que  al  presente  estaba  allí  de  camino  para  ir  a  tomar  residencia 
a  Pedro  de  Lerma,  gobernador  della,  y  tomada,  me  quedase  yo 
allí  hasta  en  tanto  que  V.  M.  proveyese  lo  que  fuese  servido. 
Y  porque  tuvimos  nueva  cierta  que  venia  el  Adelantado  de  Ca- 
naria don  Pedro  de  Lugo,  proveido  por  V.  M.  por  gobernador 
de  allí,  con  mucha  gente,  fui  yo  excusado,  é  la  mia  que  tenia  allí 
hecha.  Supe  en  este  tiempo  cómo  V.  M.  habia  mandado  que  yo 
no  pasase  a  estas  partes  por  dicho  de  gentes,  y  no  por  cédula  de 
V.  M.  ni  otro  mandado  ni  requerimiento,  ni  cosa  que  lo  pare- 
ciese ni  tal  parecerá,  porque  si  tal  fuera,  desde  allí  me  volviera 
á  la  obediencia  que  debo,  porque  el  principal  tesoro  que  yo  ando 
á  buscar  es  servir  y  acatar  V.  M.,  pues  es  muy  cierto  que  todo 
lo  al  perece,  sino  es  la  fama  y  la  gloria,  la  cual  se  alcanza  por 
sor  V.  M.  Lugfirtonionle  de  Dios  Todopoderoso,  y  la  fama,  por  ser 
mi  Roy  y  mi  Soñur;  do  mas  do  uo  creerlo,  me  pareció  que  yaque 
fuese,  seria  falsa  rclíieion  do  alguno  é  algunos  que  quieren  la  rica 
tierra  para  sus  deudos  y  deudores,   por  lo  cual  V.  M.  no  fuera 
servido,  que  dándolo  Dios  para  los  cristianos  y  para  vuestros  va- 
sallos, siendo  yo  uno  dellos,  dejara  gozar  dello,  especialmente  no 
habiendo  heeho  delito  por  do  lo  dejara  de  merecer,  ni  se  me  de- 
biera pedir,  ni  siendo  de  los  prohibidos  en  derecho  que  á  estas 
partes  deben  do  dejar  de  venir;  pues  si  fué  con  temor  ó  recelo  de 
mi  bulliciosa  condición,  yo  soy  contento,  si  no  diere  buena  cuen- 
ta de  mí,  sor  castigado,  y  esta  es  la  verdadera  justicia,  y  noque 
venga  el  casügo  autos  de  haber  hecho  por  qué.  La  verdad  es, 
muy  poderoso  Sofior,  que  yo  conozco  que  con  mocedad,  como 
potro  sin  silla  y  sin  freno,  podra,  y  no  lo  quiero  mucho  afirmar, 
haber  sido  algo  arisco  y  regocijado,  mas  no  tan  desacatado  que 
haya  muerto,   ni  por  mi  causa  se  haya  hecho  á  nadie  ni  otros 
casos  semejantes,  ni  que  lo  parezcan,  ni  en  cuanto  á  Dios  ni  al 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS  327 

:  mundo  penitencia  de  mas  que  paler  7ios*er;  y  después  que  co- 
^  meneé  a  tener  algo  de  Ave-Maria,  de  lo  cual  cuando  se  me  pi- 
:  diere  el  cargo,  daré  el  descargo,  al  cual  me  remito. 
í  De  allí,  muy  poderoso  Señor,  vine  al  Perú,  y  halló  al  gober- 
»^  nador  don  Francisco  Pizarro  en  la  ciudad  de  los  Reyes,  y  luego 
1  de  España,  el  capitán  Hernando  Pizarro,  su  hermano,  el  cual  y 
yo  partimos  para  la  ciudad  del  Cuzco,  que  son  120  ó  130  leguas 
'  adelante,  metido  en  la  Sierra,  la  tierra  adentro,  que  es  la  prin 
cipal  ciudad  que  los  indios  tienen,  como  entre  los  cristianos  á 
Roma,  ansí  de  riqueza  como  de  gente  belicosa,  adonde  reside  el 
señor  de  la  tierra,  Inga,  y  otro  que  se  llama  Villoma,  que  es  como 
Pontífice,  y  la  gran  Gasa  del  Sol^  que  es  como  San  Pedro  en 
Roma,  con  otras  muchas  ermitas  por  los  cerros,  que  ellos  llaman 
guacas,  al  derredor  de  la  ciudad  dicha,  la  cual  es  de  muy  buenas 
casas  y  grandes  edificios  perpetuos,  y  todos  los  principales  caci- 
ques tienen  casas  en  ella  para  venir  a  residir  como  en  corte.  Her- 
nando Pizarro  vino  por  Lugarteniente  de  gobernador  á  cobrar 
cierto  servicio  que  V.  M.  le  mandó  entre  los  vecinos,  y  estando 
entendiendo  en  él,  dentro  de  dos  meses  se  alzó  el  dicho  Inga,  y 
Villoma  y  toda  la  tierra,  y  nos  cercaron  en  la  dicha  ciudad;  creo 
yo  que,  á  lo  que  todos  dicen,  200,000  hombres  de  guerra,  los  cua- 
les nos  la  dieron  tan  fuerte  todo  un  año,  que  nos  pensamos  es- 
capar 200  hombres  que  estábamos  dentro,  aunque  en  la  verdad 
no  peleaban  mas  de  hasta  150  hombres,  porque  los  demás  esta- 
ban enfermos,  unos  de  enfermedad  y  otros  de  la  voluntad.  Dejo 
lo  que  yo  hice,  por  tres  cosas:  la  primera,  porque  soy  obligado, 
como  vasallo  y  criado  de  V.  M.;  lo  segundo,  porque  lo  debo  a  la 
casta  de  donde  vengo;  lo  tercero,  porque  no  fallaní  quien  lo  diga 
á  V.  M.,  y  si  no,  ello  mismo  se  dirá.  Al  cabo  de  este  año,  ó  poco 
mas,  muy  poderoso  Señor,  vino  á  esta  ciudad  el  gobernador  don 
Diego  de  Almagro  con  la  gente  que  con  él  habia  ido  adelante, 
que  es  á  Chile^  á  descubrir,  y  llegó  antes  de  la  ciudad  á  un  pueblo 
que  se  dice  Hurcos,  que  es  siete  leguas  della,  de  do  se  apartó 
para  verse  con  el  Inga  y  Villoma,  que  estaba  en  el  lugar  que  se 
llama  Tambo,  siete  leguas  del  Cuzco,  porque  diz  que  le  habia  en- 
viado á  decir  el  dicho  Inga  que  si  mataba  á  los  españoles  que 
estaban  en  la  ciudad,  que  él  le  vendria  de  paz,  y  dejó  en  Hurcos 


328  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

toda  su  recarga  y  gentes,  sino  fueron  100  hombres  que  llevó  con- 
sigo, y  envióle  dos  hombres,  los  cuales  el  Inga  oyó  y  despachó 
muy  bien,  aunque  con  algunos  temores  de  venir  de  paz,  y  con 
mucha  esperanza  lomó  el  Gobernador  á  enviarle  otros  dos,  los 
cuales  le  prendió  diciendo  que  le  queria  engañar,  diciendo  que 
habia  sido  informado  dello;  y  vinieron  los  indios  a  darle  guaza- 
bara  al  dicho  Gobernador  y  su  gente,  el  cual  se  retrujo  hacia  la 
ciudad  del  Cuzco,  y  cuando  Hernando   Pizarro  supo  que  venia 
cerca,  y  que  no  le  habia  enviado  á  decir  nada,  salióle  á  recebira 
punto  de  guerra,  y  á  media  legua  de  la  ciudad,  poco  mas  ó  me- 
nos, encontramos  con  dos  caballeros  que  el  dicho  Gobernador 
enviaba  a  Hernando  Pizarro,  para  darle  cuenta  de  su  venida  de 
Chile,  que  era  ansí  por  no  haber  hallado  mas  que  descubrir  que 
fuese  buena  tierra,  como  á  socorrerle  a  él  y  a  los  españoles  que 
estaban  en  la  ciudad  del  Cuzco,  que  estaban  cercados,  como  pop 
haberle  alcanzado  las  provisiones  reales  de  V.  M.  en  que  le  hacia 
Gobernador,  acabados  límites  del  Gobernador  don  Francisco  Pi- 
zarro, su  hermano,  y  que  si  no  le  habia  enviado  mensajero  del 
camino  á  se  lo  hacer  saber,  era  por  engañar  y  contentara!  Inga 
que  le  hablan  enviado  á  decir  que  estaba  mal  con  los  españoles 
del  Cuzco,  y  que  no  se  alterase,  que  él  no  venia  a  haber  pasión 
con  él,  sino  á  partir  las  gobernaciones  con  el  gobernador  don 
Francisco  Pizarro,  su  hermano;  y  Hernando  Pizarro  le  respondió, 
teniendo  sus  reales  asentados  media  legua  el  uno  del  otro,  que 
siendo  de  aquella  manera,  él  fue.so  muy  bien  venido,  y  que  seria 
muy  bien  rooebido,  y  que  cuando  mandase  podria  entrar  en  la 
ciudad;  y  retiróse  el  dicho  Hernando  Pizarro  y  toda  la  gente  que 
con  él  estábamos,  a  la  dicha  ciudad,  de  do  le  tornó  á  enviar  á 
decir  que  mirase  bien  no  fuese  su  entrada  para  desasosegar,  y 
que  desto  queria  palabra  y  seguridad.  El  Gobernador,  sin   res- 
ponderá esto,   otro  dia  de  mañana  caminó  por  unas  lomas  que 
están  al  derredor  de  la  ciudad,  en  son  de  guerra,  con  sus  alam- 
bores y  banderas  tendidas  hacia  Hurcos,  á  juntarse  con   su  re- 
carga. Hernando  Pizarro  y  su  gente  ansimismo  salió  desta  ciudad 
hacia  ellos;  el  gobernador  don  Diego  de  Almagro  le  envió  á  de- 
cir con  el  Bachiller  Guerrero  que  no  se  alterase,  que  él  iba  a  so- 
correr su  rezaga,  que  le  decian  que  estaba  gente  de  guerra  con 


ALMAGRO  y  SrS  COMPANEROS 


329 


emí*  HArnnndo  Pizarro  le  respondió  que  la   gonta   hahia  snliflo 

|fu6ra  de  su  volurilad,  ijero  que  él  la  hnria  volver,  é  así  lo  hizo;  j" 

úvo  dia  siguiente,  que  ya  edbba  junio  con  su  gente,  desde  las 

Salinas,   que  es    una  legua  de  ia  diehu  ciudad,  envió  a  Juan  de 

iuzman,  contador  de  V.  M.    en  su  gobernación  y  al   Banliiller 

'buerrero,  y  su  secretario  Sosa  y  á  otros  dos  escribanos,  que  se 

^kimaba  el  uno  Gonzalo  Hernández  y  el  otro  Silva,  á  requerir  a 

temando  Pizarro  con  las  provisiones  de  V.  M,,  diciendo  que  In 

pertenecía  el  Cuzco,  é  que  entraba  en  su  gobernación.  Hernando 

*i;!arro  las  obedesció  y  remitirr  al  Cabildo  de  !a  dieba  ciudad,  el 

2ual  Cabildo  se  ayuntó,  y  para  mns  abundamiento  nos    mandó 

Jananr  al  capitán  Hernando  Ponce  y  al  tesorero  Alonso  Ríqnelmo 

'al  licenciado  Prado  ya  mí,  los  cuales  juntamente,  visto  la  Real 

provisión  de  W  M.  y  su  requirimiento,  respondimos  que  los  lí- 

lileá  no  estaban  partidos,  ni  sabiamos  por  dónde  so  habian  do 

partir;  que  obedeciamos  la  Pruvision  Hoal,  y  que  en  cuanto  al 

lumplimíento  fuese  á  partilla  con  el  dicho  gobernador  don  Fran- 

¡seo  Pizarra,  é  que   partida,  desde  entonces  le  habríamos  por 

?cebido,  cabiendo  la  dicha  ciudad  en  sus  límites  y  goberna- 

ion* 

El  se  llegó  mas  y  se  pasó  cerca  de  la  ciudad  en  son  de  guerra» 
bus  banderas  tendidas,  y  ansiraismo  Hernando  Pizarro  comenzó 
le  hacerse  fuerte  en  la  dicha  ciudad,  y  entendiendo  el  dicho  te- 
)pero  Alonso  Riquelrne  y  el  licenciado  Prado  en  los  poner  en  paz 
concertar,  dieron  por  medio  de  treguas  de  tres  dias,  y  en  los 
guales  vino  don  Diego  de  Almagro,  con  condición  que  Hernando 
Pizarro  no  se  fortíileciese  en  la  ciudad,  porque  no  fuesen  las  tre- 
guas para  pelear,  sino  para  se  concertar,  y  Hernando  Pizarro  vino 
en  ellas  desta  manera.  Y  otro  dia  siguiente,  diciendo  que  Her- 
nando Pizarro  habia  hecho  la  noche  pasada  derribar  unos  puen- 
tea  y  fortalecido  la  «-^iudad^  y  que  quería  poner   en   libertad  al 
C*il>ildo,  entró  con  toda  su  gente  de  guerra  y  prendió  ú  Hernando 
Pizarro,  y  murió  un   hombre  de  la  una  parte  y  otro  do  la  otra;  y 
yo,  al  salir  de  mi  posada,  topé  con  el  dicho  gobernador,  el  cual, 
dosque  le  dijeron  quien  era,  se  apeó  y  me  abrazó,  y  rogó  que 
me  volviese  a  mi  posada;  y  yo  le  dije  que  lo  encomendaba  el  ser- 
'  M,  y  sosiego  de  la  ciudad,  y  él  me  dijo  que  se  lo  traia 


330  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

á  cargo;  é  yo  me  volví  á  mí  posada,  y  él  so  apoderó  en  la  ciu — 
dad;  y  desque  fué  de  dia  llamó  á  Cabildo,  y  presentó  una  infor — 
macion  de  pilotos  como  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  cabía  en  Ios- 
límites  de  su  gobernación,  los  cuales  llegaban  hasta  la  ciudad  de^ 
los  Reyes,  y  que  de  aHí  no  pasaban  los  de  don  Francisco  Pizarro  c: 
poco  mas  ó  menos.  Y  visto  esto,  unánimes  y  conformes,  le  reci-^ 
bió  el  dicho  Cabildo  por  tal  gobernador,  y  luego  por  la  defensa  ^ 
que  hizo  el  dicho  Hernando  Pizarro,  y  algunas  quejas  que  hub^;::: 
contra  él,  hizo  proceso  contra  él  y  contra  Gonzalo  Pizarro,  su  hej^ 
mano.  Jos  cuales  tuvo  presos;  y  desde  ahí  á  dos  meses,  poco  m^^ 
ó  menos,  tuvo  nueva  cómo  venia  gente  de  la  ciudad  de  los  Rey      ^ 
en  mucha  cantidad,  ó  con  400  hombres,  poco  mas  ó  menos,     7^ 
salía  a  recibir;  é  desde  la  Pitrima,  que  son  H  leguas  de  la  ciud^c/^ 
supo  de  un  español  que  vino  adelante,  que  se  llama   Palomino, 
como  venia  un  capitán  del  gobernador  don  Francisco  Pizar/v, 
que  se  llama  Alonso  de  Alvarado,  con  500  hombres  de  guerra  á 
socorrer  al  Cuzco,  que  pensaba  que  todavía  estaba  cercado,  que 
desque  supo  que  estaba  el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  se  habia 
hecho  fuerte  en  el  rio  de  Abancay,  que  son  siete  ó  ocho  leguas 
adelante.  E  luego  nos  rogó  é  mandó  a  Juan  de  Guzman  é  á  Die- 
go de  Mercado,  contador  é  fator  de   V.  M.,  é  a  Diego  de  Alva- 
rado é  al  licenciado  Prado  é  á  mí,  que  fuésemos  á  hablar  al  di- 
cho Alonso  de  Alvarado  y  á  su  gente,  y  le  dijésemos  de  su  parle 
é  informásemos  de  la  nuestra  como  él  era  recebido  por  Gober- 
nador en  el  Cuzco  en  nombre  de  V.  M.,  por  su  Provisión  Real, 
la  cual  y  la  fé  del  escribano  de  Cabildo  llevábamos  con  nosotros; 
que  le  rogaba,  y  si  menester  era,  mandaba  viniese  debajo  de  su 
obediencia  y  gobernación,  y  que  haciéndolo  así  partiría  la  tierra 
con  ellos  como  vasallos  de  V.  M.,  é  irían  luego  á  conquistar  al 
Inga,  que  estaba  alzado,  y  conquistar  la  tierra,  é  si  no  quería, 
que  se  volviese  á  su  gobernación  y  Gobernador,  ó  desocupasen 
la  suya. 

E  acabado  nuestro  razonamiento,  el  dicho  Alonso  de  Alvarado 
nos  prendió  é  puso  en  prisiones  a  todos  seis,  é  aun  escribió  á  V. 
M.  que  llevábamos  para  requerirles  con  la  provisión  Real,  é  á  to- 
dos siete  nos  puso  grillos  é  cadenas,  y  en  poco  compás  nos  tapió 
á  piedra  y  lodo,  é  tuvo  treinta  días,  é  no  quiso  verla  dicha  Provison 


S32 


COLKCCION   DK  POCüíaKKTOS 


SU  corapnñero,  ó  le  dioso  navio  on  cl  puerto  de  ChJnchii,  qi3 
30  legUHd  de  la  ciudad  do  Los  Iley^ií,  do  el  gobernndur  don 
cisco  Pizarro  resido,  para  enviar  el  dicho  oro,  é  Hornando  PizarrO 
preso,  é  que  enlondiésomo»con  ol  dicho  don  Francisco  Pítarroda 
9U  parto  en  lo  que  mus  conviniese  ni  servicio  do  V.  M,  y  paz  y  í^o- 
siego  de  los  dos  golternndores;  é  ansí  fuimo!^,  y  platicandA  en  k 
dicha  razón,  trrtbnjnndo  do  los  conformar,  hallando  buen  deseo  y 
gana  en  el  dicho  gobernador  don  Francisco  Pizarro,  estando  en 
los  Irolos,  según  y  como  adelante  diré,  soltóse  de  la  ciudad  del 
Cuzco  el  dicho  Ptonzalo  Pizarro^  su  hormnno  del  dicho  don  Frnn- 
cisco  y  Hernando  Pizarro,  y  el  cnpitan  Alonso  de  Alvanido,  que 
presos  quedaban  los  dos,  é  prendieron  al  capitán  Eojas,  quo  que- 
daba por  teniente  del  gobernador  don  Diego  de  Almagro,  según  é 
cómo  mo  remito  al  procoso  quo  sobro  ello  está  hecho,  é  con  £0  6 
60  de  caballo,  so  fué  adonde  estaba  el  dicho  gobernador  don  Fran- 
cisco Pizarro  y  nosotros  tratando  lo  susodicho;  los  cuales,  fatiga* 
dos  de  las  prisiones,  encoreciendo  sus  honras  é  intereses,  metie- 
ron ciMÍlaal  dicho  gobernador  don  Francisco  Pizarro  é  su  gcfll 
con  lástimas,  dihbAas  ó  jiromesas  de  parte  del  dicrlin  Hernando 
Pizarro  y  suyas,  y  según  pareoo  ansí  quedó  concertado  <íuando 
se  apartó  del  los  el  dicho  Hernnndo  Pizarro,  el  cual  as(  lo  con  (tesa; 
y  dijo  Gonzalo  Pizarro  en  nuestra  presencia  al  dicho  gobernador 
don  Francisco  Pisca rro,  que  si  nn  escapaba  u  su  fiermano,  éU  con 
la  gente  que  allí  oslaba»  le  sacarían;  y  con  esto  no  pudo  dejar  do 
dañarse  la  negociación  en  lal  manera  que  Tuese  causa  de  lii  per* 
dicion»  que  en  verdad  tal  se  puede  llamar»  pues  se  perdieron  vi- 
das y  almas  y  haciendas,  con  pasiones,  intereses  y  codicias;  peí 
todavía  con  buen  celo,  el  gobernador  don  Francisco  Pizarro  vin< 
á  ponerlo  en  manos  y  lercerfa  de  la  manera  siguiente.  Puso  de 
su  parle  el  gobernador  don  Diego  de  Almagro  á  Diego  Nuftez  de 
Mercado,  alcaide  de  Nicaragua^  y  a  mí;  y  el  gobernador  don  Fran* 
cisco  Pizarro  al  vico-provincial  de  los  Dominicos,  Fr,  Juan  de 
Olías,  y  á  Francisco  de  Chavez,  su  capitán,  y  diéronnos  su  poder 
bastante  para  que  nos©  pusiésemos  en  un  lugar  que  »e  Huma  Ma- 
la,  que  está  en  medio  de  la  ciudad  de  Los  Reyes,  do  estaba  el 
dicho  gobernador  don  Diego  de  Almngrvj,  para  que  condicional- 
menle,  si  fuese  sirvicio  de  V.  M*  y  convenionte  u  la  tierra,  y  cu- 


XHÍA6R0  Y  8U8  COMPANCTOS 


srw 


jiiese  en  los  límites  de  su  gobernación,  que  hay  90  leguas  desde 
^6te  pueblo  de  CUincha  hasta  la  ciudad  de  lo.s  Reyes;  y  estando 
|0*olro3  esperando  dül  dicho  gobernador  don  Dií^go  de  Almagro 
in$  abundante  poder  que  el  que   habíamos  Iraido  para   Iratür 
luedtra  compromiso,  el  cual  fue  que  diésemos  orden  loque  cada 
^no  de  los  doi  gobernadores  debia  gobernar»  entre  lanío  que  V, 
declarase  lo  que  fuese  servido  y  fuese  jusUcia.  Entreraelióge 
in  fraile,  provincial  de  Nuestra  Señora  do  la  Merced,  que  se  llama 
^r.  Francisco  de  Bobadilla,  y  destruyó  la  cosa  desde  el  principio 
ittstji  el  cabo,  y  fué  causa  y  principal  deslruicion  de  todo;  para  lo 
Bual  por  nueslros  pecados,  fue  menester  el  diablo  usar  de  sus  ma- 
ias  y  falsedades,  entrando  enmascarado  con  este  sanio  hábito;  y 
ite  reverendo  hombre,  el   cual  hallamos  y  residía  con  el  dicho 
Ion  Franeisco  Pizarro,  y  de  pura  envidia  suya  y  diligencia  del 
lUblo,  Iralü  y  negoció  con  el  dicho  goborafidor  don  Franciísco 
^jairro  y  con  nosotros,  que  queria  ir  á  verse  con  el  gobernador 
Ion  Diego  de  Almagro,  porque  se  conocían  de  largo  tiempo;  y 
fué   y  dijole  que   la   cosa   quedaba  mal    ordenada,  porque   don 
JoQSO  y  ol  alcaide   de  Nicaragua   estaban  puestos  do  su  par- 
te, quedaban  muy  amigos  con  el  gobernador  don  Francisco  Pi- 
zarro, y  que  ya  que  no  hiciesen  cosa  que  no  debiesen,  que  la  cosa 
HJÉAuesla  en  cuatro  desde  una  parle  y  dos  de  otra,  como  quedaba, 
^Bra  ya  vista  comenzor  para  nunca  acabar^  y  que  á  él  le  consta- 
j^pia  sor  su  gobernación  hasta  la  ciudad  de  Los  Reyes,  así  por  el 
altura  y  derecho  meridiano,  como  V.  M.  mandó  que  se  mida,  oc- 
io por  haber  visto  él  la  tierra,  y  que  si  era  servido  dello,  que  él 
isisljria  con  nosotros  para  remediar  las  parcialidades  que  entre 
potros  podría  haber. 

m  Diego  de  Almagro,  como  en  la  verdad  certificólo  &  V,  M., 
^rñ  bueno  y  deseoso  de  acabar  en  este  mundo  con  fama   y  per- 
-r  en  el  segundo  de  perpetua  vida  con  gloria;  y  esto  no  se 
nacer  sin  tener  contento  a  Dios  Nuestro  Señor,  y  á  V.  M. 
¡royólo,  y  gozóse  mucho  de  encaminarse  por  el  reverendo  ímile, 
in  raeate  p'a,  con  su  santo  hábito,  y  dijole: — «Padre^  aunque 
P.  ha  residiilo  con  el  gobernador  don  Francisco  Pizarro,  teñ- 
ios por  buen  servidor  do  Dios  nuestro  Señor  y  del  límperador, 
lo  cual  yo  me  quiero  fiar  de  vos  y  ponerlo  lodo  eo  vuestras 


ua 


334  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

manos,  si  el  gobernador  don  Francisco  Pizarro  quiere,  para  que 
seáis  entre  nosotros,  entre  tanto  que  Su  Magestad  provee  de  juez 
de  nuestras  diferencias.» — Al  cual  respondió  el  fraile,  lo  cual  está 
probado: — «Pues  si  así  lo  hace  vuestra  señoría,  yo  os  hago  jura- 
mento por  el  hábito  de  Nuestra  Señora  de  la  Merced,  de  os  partir 
límites  por  el  Guaren,  que  son  20  legiías  mas  acá  de  la  ciudad  de 
Los  Reyes.» — Confiado  en  esto,  el  gobernador  don  Diego  de  Al- 
mngro  nos  escribió  una  carta,  dándonos  á  entenderla  satisfacción 
que  tenia  del  dicho  fraile,  y  que  si  el  gobernador  don  Francisco 
Pizarro  quisiese,  le  diésemos  poder  para  que  quedase  todo  en  sus 
manos,  por  el  poder  que  nos  habia  enviado,  que  era  muy  bas- 
tante para  todo  lo  que  quisiésemos  hacer,  rogándonos  lo  tuviése- 
mos por  bien,  y  avisándonos  que  convenia  al  servicio  de  V.  M.  y 
a  su  honra.  Ansi  lo  tuvo  Francisco  Pizarro,  y  nosotros  lo  heci- 
mos,  aunque  él,  metiéndolo  por  la  manga,  se  salió  por  el  cabezón, 
porque  contraminando  malicias  y  sospechándolas,  sabiendo  don 
Diego  de  Almngro  y  nosotros,  que  soltando  á  Hernando  Pizarro 
habia  de  haber  daño,  le  dimos  poder  para  que  partiese  límites, 
y  que   entendiese  en  todas  las   cosas  anejas  y  concernientes  á 
ello  y  paz  y  sosiego  destos  reinos  de  Vuestra  Magestad  desdel  dia 
de  la  fecha  en  adelante,  é  que  no  entendiese  en  cosas  pasadas, 
porque  no  tocase  en  la  prisión  del  dicho  Hernando  Pizarro,  ni  en 
la  posesión  del  Cuzco,  hasta  que  V.  M.  y  su  real  Consejo  de  las 
Indias  proveyese  lo  que  fuese  justicia.  Y  lo  primero  que  hizo,  sin 
tener  poder  para  ello,  fué  quitarle  del  dicho  Cuzco,  y  mandar  que 
se  soltase  el  dicho  Hernando  Pizarro. 

Visto  el  engaño,  corrido  y  agraviado  el  dicho  don  Diego  de  Al- 
magro, y  el  daño  que  sospechaba  dií  la  perdición  de  la  tierra,  co- 
mo después  fué,  apeló  la  sentencia  de  la  manera  y  forma  que  se 
verá  por  los  abtos  y  testimonios  y  probanzas  que  sobre  ello  se  hi- 
cieron, á  lo  cual  me  remito.  Visto  esto  por  los  capitanes  Hernán 
Ponce  de  Lyon  y  Francisco  de  (iodoy,  amigos  de  ambas  partes, 
y  buenas  personas,  y  colosas  del  servicio  de  Dios  y  de  V.  M.,  en- 
traron á  dar  medios,  los  cuales  fueron  que  estuviese  el  dicho  go- 
bernador don  Diego  de  Almagro  en  su  Cuzco,  como  esbiba,  y  que 
deshiciese  el  pueblo  de  Chinclia,  pues  lo  habian  hecho  condicio- 
nalmente,  y  lo  hiciese  ocho  leguas  mas  hacia  el  Cuzco,   en  un 


ALMAGRO   Y    SUS   COMPAÑEROS  335 

puerto  que  se  dice  Sangallan,  donde  le  enviarían  un  navio  para 
enviar  su  hijo  y  sus  despachos  áV.  M.,  informándole  de  lo  que 
habia  servido  en  el  descubrimiento  de  Chile,  porque  en  llegando 
ú  Chincha,  lo  habia  hecho  en  una  balsa,  la  cual  el  dicho  don 
Francisco  Pizarro  la  tomó,  con  tanto  que  el  dicho  don  Diego  de  Al- ' 
magro  le  diese  á  su  hermano  y  el  oro  que  llevaba,  para  que  él. 
de  su  mano,  lo  queria  enviar  á  V.  M.  Visto  por  don  Diego  de  Al- 
magro ser  cosa  que  si  lo  cumplieran  era  evitar  el  daño  que  se 
Jijzo,  túvolo  por  bien,  y  hizo  sobre  la  seguridad  dello  todo  lo  que 
pudo  de  fianzas  y  pleitomenajes  y  juramentos,  así  por  Dios  como 
por*   vida  de  V.  M.,  el  cual  fué  tomado  al  dicho  gobernador  don 
Frn. Ticisco   Pizarro  y  Hernando  Pizarro  y  sus  capitanes,  que  lo 
ms3L  ntendrian  y  no  irian  los  unos  ni  los  otros  contra  ello  en  ñin- 
ga na  manera  hasta  que  juez  competente  por  V.  M.  fuese  proveído 
é  proveyese  justicia  y  lo  que  convenia  al  servicio  de  V.  M.,  ó  pro- 
vVísion  de  V,  M.  en  que  lo  declarase,  é  que  cada  uno  se  deshiciese 
de  su  gente  é  enviasen  a  pacificar  la  tierra,  cada  uno  por  su  go- 
bernación. Don  Diego  de  Almagro  luego  lo  efectuó  y  retiróse  a 
Sangallan,  y  pobló  su  pueblo,  é  hizo  alcaldes  y  regidores,  y  puso 
horca  y  picota  en  nombre  de  V.  M.,  y  púsole  por  nombre  la  villa 
de  Almagro,  y  comenzó  á  deshacer  su  gente,  y  esperando  el  na- 
vio en  lugar  de  recaudar  díchole  han  otra  razon.^ 

Llegaron  mensajeros  del  gobernador  don  Francisco  Pizarro  con 
una  provisión  de  V.  M.,  que  trujo  el  capitán  Pedro  Anzulez,  su 
solicitador,  la  cual  y  el  cual  habia  muchos  dias  que  era  venida. 
Y  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  tenia  el  treslado,  y  como  cosa 
que  le  parecía  que  hacia  mas  en  su  caso,  no  se  tenia  della,  en  la 
cual  provee  V.  M.  de  lo  poblado  y  conquistado  por  él  á  don  Fran- 
cisco Pizarro,  que  es  lo  que  hacia  en  su  caso,  y  mas  abajo  en 
el  de  don  Diego  de  Almagro,  un  pero  que  le  salió  podrido,  que  si 
alguno  de  los  dichos  gobernadores  estuviese  en  la  del  otro,  por 
servir  mas  a  V.  M.  que  estuviese  adonde  la  dicha  provisión  le  to- 
mase, y  él  que  se  sintiese  agraviado  se  fuese  á  quejar  á  V.  M.,  que 
V.  M.  le  desagraviarla.  Vista  esta  provisión  y  requerimiento  del 
dicho  don  Francisco  Pizarro,  en  que  le  requería  que  se  saliese  de 

1  Esta  frase  se  encuentra  también  asi  cu  el  manuscrito  que  poseemos. 


336 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


todo  lo  por  él  poblado  y  conquistado,  que  era  haciéndole  volver 
Chile,  tornóle  á  requerir  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  con  qi 
en    la  dicha  provisión  hacia  su  caso,   que  dicho  tengo,  con  U 
mismos  mensajeros  y  por  un  procurador  suyo,  lo  cual  no  apr< 
vechó  para  dejar  de  venir  sobre  él  e!  dicho  don  Francisco  Pizar^ 
y  Hernando  Pizarro,  con  mucha  gente  y  arcabucería  que  medían 
los  medios  se  estuvo  proveyendo.  Don  Diego  de  Almagro  y   st 
gente  nos  retrujimos  á  la  tierra,  á  un  lugar  fuerte  queselloiu¿ 
Guaytara,  y  don  Francisco  Pizarro  deshizo  el  pueblo  y  prendió  á| 
los  alcaldes  y  regidores  y  después  vino  sobre  nosotros,  y  desque  j 
vimos  que  no  se  podia  defender  nuestra  fortaleza  sin  riesgo  del 
una  parte  6  de  otra,  y  el  menor  daño  era  muy  grande  para  elser-j 
vicio  de  Dios  y  de  V.  M.  C.  venímonos  al  Cuzco  y  dosde  allí  «e  vol— ] 
vio  el  señor  don  Francisco  Pizarro  u  la  ciudad  de  Los  Reyw,  y! 
vino  Hernando  Pizarro  con  800  liombres  de  guerra,  en  que  trai»  ' 
800  caballos,  y  arcabuces  120,  y  ballestas  l(ff>,  y  seis  piezas  de  ar- 
tillería gruesa,  y  don  Diego  de  Almagro  llegó  un  mes  antes  4  I» 
ciudad  del   Cuzco»  adonde  vino  sobre  ella  el  dicho  Hernando  Pi-j 
zarro  y  su  gente,  y  por  ser  do  paja  la  techumbre  do  las  ca^a£ 
y  los  arcabuces  poder  hacer  mucho  daño  detrás  de  las  paredeStl 
saltó  don  Diego  de  Almagro  tres  cuartos  do  legua  de  la  ciudad,  A] 
ver  qué  querin,  con  500  hombres^  2CíO  de  caballo  y  200  de  pié,  y] 
tres  ó  cuatro  piezas  de  artillería  gruesa,  ó  yo  quédeme  en  la  ciu- 
dad, porque  siempre  me  he  apartado  de  ofender  ni  ser  ofendido, 
de  enojar  á  V.  M.  en  dicho  ni   en  hecha,  como  gracias  á  Dios  mé 
puedo  loar,  sin  ta  cual  ayuda  no  me  pudiera  gobernar,  segua  el 
aparejo.  Y  no  fallaban  letrados  de  una  parte  y  de  otra  que  jii^ti- 
ficaban  las  causas;  y  sin  mas  acá  ni  mas  allá  dieron  su  baUlIüff 
buena  pro  los  haya.  Venció  Hernando  Pizarro;  murieron  desíl 
parte  25  ó  26  hombres,  y  de  la  de  don  Diego  de  Almagro  2íMJ  liom- 
bres, y  otros  tW  con  sus  raras  acuchilladas,  y  otros  50  mal  heri- 
dos, los  cuales  de  la  parte  de  don  Hernando  Pizarro  vinieron  si- 
guiendo la  victoria  hashi  la  dicha  ciudad.   Qoedii  muerto  de  ti 
parte  de  don  Diego  de  Almagro  su  capitán  general  Rodrigo  On^ 
goñez,  un  muy  valiente  caballero  y  esforzado,  y  muy  servidora 
V.  M.,  y  otros  muchos  de  mucha  calidad*  Don  Diego  de  Almagf 
como  hombre  doliente,  liabíase  quedado  algo  atrás,  y  vinoi 


ALMAOHO   y   SLTS   COisIP AÑEROS 


337 


Uempo  a  ja  ciuaad,  y  metióse  en  la  fortaleza,  adonde  ie  prendie- 
ron. Hiciéronse  muchos  robos  públicos,  aunque  los  que  llegaron 
á  noticia  de  Hernando  Pizarro  mandólos  restituir,  y  demás  de 
verlo  d©  inis  ujos,  hablo  como  tesligo  presente,  que  me  sacaron 
ngiiella  noche  cuatro  arcabuceros  al  campo  á  darme  tormento  pa- 
ra que  les  úiei^e  mi  moneda,  y  hice  talla  con  ellos  do  500  pesos 
[do  oro»  los  cuales  no  consintió  Hernando  Pizarro  que  me  los  He- 
[vttseEii  cuando  otro  dia  lo  supo. 

Comenzó  hacer  proceso  contra  el  dicho  don  Diego  de  Almagro, 
h\   cual  tuí'ó   Ires   meses.  Parecióle  que  era  justo  hacer  justicia 
|dál,  lo  cual  hizo  desta  manera.    Sentencióle  á  muerte,  y  leida  la 
ml^ncia,  el  dicho  don   Diego  do  Almagro,   no  poco  admirado, 
ledroso  y  espantoso,  le  dijo:^ — ^«Yo  apelo  para  ante  el  Emperador 
[y  Roy  D.  Carlos,  mi  Señor,  a  quien  yo  he  mucho  servido  y  pocu 
Ideservido.*»^ — No  queriéndosela  otorgar,  le  dijo: — <t Apelo  para  ante 
^1  gobernador,  vuestro  hermano.» — No  queriéudosela  otorgar,  le 
¡e:^ — «Mirad,  señor  Gobernador  Hernando  Pizarro»    que   yo  he 
lido  el   primor  escalón  adonde  estáis  vos  y  vuestro  hermano  el 
robernador.  Mirad  que  siendo  mi  enemigo,  no  es  justo  la  muerte 
[ue  me  dais,  aunque  hobiese  liecho  por  que.»» — Ilíncósele  de  ro- 
llas delante  del  y  quitósele  un  paño  de  cabeza,  y  díjole: — ««Mirad 
ita   cabeza  hecha  pedazos  en  servicio  del  Emperador,  nuestro 
^cñor;  mirad  este  ojo  sallado  desla  cara  en  su  servicio  y  vuestro 
^ medio  y  de  vuestro  hermano.» — Hernando  Pizarro  se  le  abajó 
le  levantó  y  le  dijo: — «Yo  no  puedo  hacer  menos,  porque  veo 
le  es  JQsticía,  y  toda  mi  gente  me  lo  aconseja.  Mire  V.  S.  que 
lo  Gs  de  hombres  honrados  tanta  bajeza  ni  tanto  temor.» — Res- 
jrvndióle: — «-¡Oh,  señor,  que  Dios  temió  la  muerte,  ó  yo  no  sola- 
[^meoli)  temo  la  mia,  pero  temo  la  de  muchos  buenos  con  cuya  vi- 
I  dit  se  hablan  de  remediar;  por  amor  de  Dios,  que  me  deis  adonde 
vos  quisiéredes  la  vida,  que  con  lo  que  me  diéredes  me  conten- 
Uiré,  y  otorgaré  mis  apelaciones  ó  cual  de  ellas  quisiéredes!» — 
Desque  vio  que  no  queria,  y  que  se  salia,  dijo: — i<Apelo  para  ante 
aquel  Dios  Todopoderoso  que  es  justo  Juez,  y  emplazóos  para  que 
cfenlro  de  cuarenta  dias  seáis  vos  y  cuantos  son  en  mi  muerte  an- 
te S.  M.» — Luego  un  Fraile  que  allí  para  le  confesar  estaba  le  re- 
tprobü  el  dicho  emplazamiento^  que  dijo  que  no  era  lícito  ni  de 

n 


3,58 


COLECCIÓN   DE  DOCUMENTOS 


buen  cristiano,  y  él  dijo  que  si  ansi  era,  que  él  se  desistía  delloi^ 
y  ansi  se  confesó  como  católico  cristiano,   y  hÍ2o  su  teslamenlíj^ 
mostrando  en  la  muerte  el  deseo  de  la  vida,  dejando  á  V.  M.  pe 
heredero,  ya  mí,  como  criado  de  V.  M.  y  amigo  suyo,  por  albi 
coa  y  leslanienlario  suyo»  eneomendándome  so  alma  y  su  honr 
y  informase  V.  M,  de  la  verdad.  Y  así  confesado  y  testado  en 
cubo  dunde  estaba  preso,  ya  que  le  querían  dar  garrote,  cot^i.^ 
se  lo  dieron,  dijo  á  los  que  allí  estaban: — <<Yo  muero  por  hal>c^] 
servido  al  Emperador,  También  mi  muerte  remeda  á  la  de  Jesi^- 
crislo,  aunque  yo  soy  pecador  y  él  no  lo  era.  No  os  pido  á  vo* 
otros  perdun.  antes  ruego  ii  Dios  Todopoderoso  os  perdone*»   "i' 
desta  manera  dió  el  ánima,  y  ellos  lo  ahogaron  y  sacaron  muerte 
á  la  plaza  y  le  pusieron  al  pié  de  la  picota  en  un  repostero,  adon  - 
de  estuvo  una  hora,  y  luego   le  llevaron  al  monesterio  de  Nues- 
tra Señora  de  la  Merced,  donde  se  mandó  enterrar,  y  le  aconi- 
paño  Hernando  Pizarro  con  bigriraas  y  tristezas,  que  bien  cre^ 
que  le  pesó;  y  si  lo  hizo  fué  creyendo  que  con  su  muerte  V»  M- 
se  serviría  y  se  apaciguaba  esta  tierra. 

Si  fué  justicia  ó  no,  remítomea  los  procesos  y  letrados,  agora 
que  como  soy  albacea  y  testamentario  y  persona  de  quien  conll^ 
el  crédito  de  V.  M,  y  sus  servicios  y  honras,  yo  ho  desculpado  al 
gobernador  don  Diego  de  Almngro  y  á  mí,  por  lo  que  á  raí  toen; 
quiero  desculpar  á  Hernando  Pizarro,  y  no  al  gobernador  don 
t'raneisco  Piznrro,  porque  éste  lo  esta  ante  Dios,  y  V.  M.  y  el 
mundo;  porque  ya  está  tenido  y  acreditado  y  reputado  por  cató* 
lico  cristiano  y  fiel  vasallo  de  V.  M.,  y  muy  buena  persona,  yl» 
que  loca  á  Pizarro,  digo  que  como  hombre  que  sabe  la  verdad,  y 
sin  pasión,  que  no  quería  que  viniese  daño  a  ninguna  de  las  par- 
tes por  mí,  por  haberme  hallado  con  él  desde  el  principio  hnsUel 
acabo,  como  dicho  tengo  en  el  principio  desta  mi  carta  é  rebciail 
que  hago  a  V.  M,,  y  defendió  la  ciudad  del  dicho  cerco.  El  I' 
como  valiente  capitán  y  buen  servidor  de  V.  M.,  como  ho: 
quo  en  la  verdnd  anm  su  Real  persona,  porque  muclias  \cc 
oí  decir  que  si  como  V.  M.  es  su  Rey  fuera  su  igual  vecino,  i 
tuviera  en  menos  de  lo  que  le  tiene,  ni  te  dejaría  de  querer  coma 
le  quiere,  loando  mucho  su  católica  persona.  Y  cuando  el  dicbO 
gobernador  don  Diego  de  Almagro  tornó,  que  no  debiera^  ller- 


ALMAGRO    Y   SUS   COMPANEilOS 


n'"9 


izarro  hizo  muchos  cumplimientos  con  él,  leniendo  res- 
lo  al  acutamiento  de  V.  G.  M.,  y  considerncion  a  la  conipaiiía 
el  gobernador  don  Franci.sco  Pizarro  lenia  con  él,  y  por  ve- 
lan luengas  vías  y  Irabnjos  do  servir  á  V.  M  ,  y  asimismo 
Osando  muertes  de  hombres  cristianos,  vnsfillos  do  V.  M.,  es- 
íidmenle  que  traía  don  Diego  de  Almn^iro  50)  hombres,  y 
Mndo  Pizarro  tenia  2r>ü;  y  alentó  lo  suí^odieho,  Hernando  Pi- 
ro le  ofr^ciu  muchos  y  buenos  partidos  á  lu  primera  entrada 
fi  ciudad  del  Cuzco,  al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  conve- 
les al  servicio  de  V.  M.  y  ú  la  paz  y  sosiego,  los  cuales  croo 
(jue  tomara,  amando  la  paz  como  siempre  deseó,  si  no  fuera 
su  geíite,  la  cual  vienduse  poderosa  y  necesitada  y  trabajíida, 
deseo  de  descansar  y  enriquecer,  y  de  echar  mas  cargo  al 

0  gobernador  don  Diego  de  Almagro  y  mostrar  sus  personas, 
le  mediante   ellas,  favoreciéndose  de  las  Provisiones  Reales 

V.  U,,  fuese  Gobernador  del  Cuzco,  para  sor  graliíicados  con- 
He  le  hicieron  entrar  en  él,  como  entró,  y  después  no  dejaron 
lyudar  letrados  y  otros  consejos;  de  lo  cual,  gracias  á  Dios, 
estoy  muy  libre,  y  las  esporo  de  V.  M,;  pues  así  como  sois 
gado  á  dar  premio  por  el  bieu,  lo  cual  pido^  y  si  es  menester 
Dios  requiero,  conforme  á  mis  servicios,  Vuestra  Magestad 
haga  las  mercedes  de  pena  ó  de  gloria,  para  lo  cual  no  pido 
ericordia,  sino  justicia. 

1  que  Hernando  Pizarro,  muy  poderoso  señor,  hacia  con  don 
p  do  Almagro,  es  lo  siguiente:  partía  la  ciudad  con  él  y  con 
íenle;  ponía  un  teniente  por  su  hermano  don  Francisco  Pizarro, 

o  de  don  Diego  de  Almagro,  para  que  tuviese  la  justicia  en  su 
r  hasta  que  los  dos  se  viesen  y  se  concertasen;  y  por  ser  buen 
edimiento  y  justo,  creo  que  le  aceptara  el  diíího  don  Diego  de 
agro  sino  fuera  por  su  gente,  como  diclio  tougo,  y  por  haber- 
desculpado  á  ellos,   no  acuerdo  culparme  á  mí.  Por  lo  cual 

rdo  decir  que  munlias  veces  aconsejé  al  dicho  don  Diego  de 
tfigfo  que  no  lomase  nada  por  su  autoridad  y  dejase  proveer 

M.,  aunque  supiese  volver  á  Chüe;  pues  él  habia  servido  bien 

M,  suele  pagar  bien  al  que  le  sirve;  y  que  pues  tan  buenos 
ndimientos  daba  a  las  provisiones  reales  en  favor,  tanto  mas 
iraaza  debia  tener  en  la  justicia.  Y  al  gobernador  don  Fran- 


340  COI-ECCION  DE  DOCUMENTOS 

cisco  Pizarro  dijele,  entendiendo  en  las  paces  de  los  dos,  que  si 
algún  tuerto  le  hablan  hecho,  y  contra  derecho  don  Diego  de  Al- 
magro, tanto  mas  le  obligaba  á  sufrirlo  y  pasar  por  ello;  pues 
mientras  mas  'tuerto  fuese,  mas  se  pareceria;  pues  tenia  Rey  y  es- 
peraba juez,  Y  que  mirase  que  el  vencido  habia  de  ser  vencido,  y 
el  vencedor  perdido,  y  otras  cosas  que  por  no  ser  prolijo  no  digo 
aquí  a  V.  M.,  que  guardo  para  cuando  yo  me  vea  con  V.  M.,  que 
sera  lo  mas  presto  que  yo  pudiere;  y  dando  la  culpa  á  cuya  es, 
que  alguien  la  ha  de  tener,  digo  y  declaro  que  la  tiene  fray  Fran- 
cisco   de   Bobadilla,  y  Fuenmayor,  liermano  del  presidente  de 
Santo  Domingo,  que  si  como  vino  por  juez,  quisiera  ser  media- 
nero y  estarse  quedo,  no  llegara  á  lo  que  ha  llegado^  sino  qaiso 
ir  por  solicHador  de  don  Francisco  Pizarro,  y  dejólos  para  que  se 
matasen;  y  el  licenciado  Espinosa  murió  de  una  dolencia  que  1^ 
dio,  que  le  llevó  en  cinco  ó  seis  dias,  á  cabo  de  quince;  alacia  — 
dad  del  Cuzco  llegó  con  los  susodichos.  Bien  creo  que  si  no  fall^  — 
ciera,  hiciera  grnn  fruto  en  servicio  de  Dios  y  de  V.  M-,  y  en  1^^ 

paz  y  sosiego  destos  dos  Gobernadores,  porque  demás  de  su  ha 

bilidad  y  buena  intención,  teníanle  respeto  entrambos,  por  habe 
estado  debajo  de  su  mano  y  jurisdicción.  También  creo  que  si  e^s 
Obispo  fray  Vicente  de  Valverde,  del  Perú  no  parara  en  la  ciuda^^ 
de  Los  Reyes,  y  como  fué  aconsejado  é  comenzó  á  efectuar,  vinie  -== 
ra  á  la  ciudad  del  Cuzco,  se  evitaran  los  daños  ó  mucha  parte  de-;^^ 
líos,  sino  que  crea  V.  M.  que  estos  frailes  que  salen  de  sus  moneF= 
terios  ó  los  mas  dcllos,  pierden  el  esperanza  del  Paraíso.  Yo  h 
dicho  verdad  á  V.  M.  en  los  sus  escritos,  y  si  en  algo  me  he  acoir^- 
tado  ha  sido  por  evitar  prolijidad  y  escándalo,  lo  cual  va  firmad  o 
de  mi  nombre  para  lo  así  mantener  y  sostener  por  tal  verdad;  y 
si  es  menester,  nsí  lo  juro,  á  Dios  y  al  hábito  de  Santiago,  que  as/ 
pasa,  y  antes  mas  que  menos.  Kn  lo  cual  antes  me  mesuro  y  tem- 
plo por  acatamiento  de  V.  M.,  y  por   no   darle  pasión,  que  han 
sido,  ni  me  alargo,  y  ruego  á  Dios  Todopoderoso  que  sin  afición 
m  pasión,  ni  inlorose,  ni  ambición  se  me  sigue  para  dañar  á  na- 
die, me  sea  demandado  y  castigado.  Y  asimismo  guarde  y  acre- 
ciento la  católica  persona  Real  de  V.  M.  para  que  sirva  á  Dios,  y 
á  nos  haga  mercedes,  y  mantenga  en  justicia. — Es  fecha. 


AT  \[  \i 


^'-'  Y  SUS  compaSeros 


XA 


(i  de  ¿ibril  íÍ€  1510 

ÍA7/. — Probanza  fecha  ad  perpetuam  rei  memorían  en  esta  ciudad 
det  Cuzca  ante  la  Justicia  mayor  delta  d  pedimento  de  Pablo  Vn^a 

,  ^o/^re  tos  servicios  f/ue  a  su  magestad  ha  fecho  é  de  como  es  bueno 
I  i  aintgo  de  los  cristianos  y  otras  cosas,  según  que  en  ella  se  contiene. 

(Archivo  de  Indias,  70-6-25.} 

pEn  la  gran  cibdad  del  Cuzco,   ques  en  estas  partes   y  Reinos 
1^1  Perú,  seis  dius  del  mes  de  Abril»  año  del  nacimiento  de  Nues- 
> Señor  de  mili  é  quinieiiios  6  quareala  años  aniel   magnífico 
eñor  licenciado  Antonio  da  la  Gama^  teniente  general  de  gober- 
Jor  en  esta  nueva  Castilla  por  el  ilustre  y  muy  magnífico  señor 
"í?/  marques  Don  Francisco  Pi(;arro,  adelantado  governador   éca- 
^lí\\\  general  en  estos  dichos  Reynos  por  su  magestad,  etc.^  é  por 
lie  mí  Martin  do  Salas,  escribano  desús  magestades  y  su  notario 
iklioo  en  todos  los  sus  rreynos  é  señorios  y  escribano  del  juzga- 
mayor  desta  dicha  ciudad  paresció  presente  Pablo  Topa  Ynga 
iresentü  un  eseriplo  de  pedimento  é  interrogatorio  de  pregun- 
.,  ül  Ihenor  del  cual  es  este  que  se  sigue,  etc. 
lagnífieo  señor. — Pablo  Ynga   parezco  ante  vuestra  merced  y 
{ue  sirviéndose  nuestro  Señor,  yo  t^ngo  intención  y  deseo  de 
üarrae  cristiano  y  vivir  debaxo   de  los  mandamientos   de  la 
.uta  Madre  Iglesia,,  lo  qual  yo  oviera  hecho  si  vuestra  merced  no 
me  oviera  impedido  por  mandarme  quel  provisor  me  enseñe 
primero  las  cosas  de  la  fée  y  yo  las  aprenda,  y  por  que  mi  afán  y 
deseo  ©3  vivir  en  servicio  de  Nuestro  Señor  y  de  su  magestad  y 
"i  mejor  serville  y  porque  yo  tengo  necesidad  que  su  mages* 
^ea  informado  de  los  servicios  que  yo  le  tengo  hechos,  y  de  los 
^Ufi25pero  hacer  para  que^  sabidos,  él  me  gratifique  segund  que  yo 
merezcoi  y  espero  mejor  merecer,  pido  á  vuestra  merced  los 
Migos  que  presentare  sean  preguntados  por  las  preguntas  que 
JQÍ  presentare  y  lo  que   dixeren  y  depusieren    me  lo    mande 
|Jftr  signado  de  escribano  para  lo  presentar  ante  su  majestad  y  los 
811  consejo,  las  quales  son  las  siguientes. 
\\  -   Frimommento  si  me  conocen  y  de  qué  tiempo  acá  y  que 
>y  hijo  de  üuayuacaba,  señor  que  fué  desta  tierra,  etc* 


342  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

2.  Si  saben  que  en  In  jornada  qnel  adelantado  don  Diego  de 
Almagro  hizo  á  Chile,  yo  fuy  con  ól  y  el  mescoxió  para  ella  por 
tenerme  porami{ro  de  los  cristianos  y  que  hacia  lo  que  aun  no 
hera  obligado,  etc. 

3.  ítem  si  saben  y  es  público  que  yo  hize  la  dicha  jornada  y 
fuy  siempre  dobaxo  de  la  obediencia  de  los  cristianos,  y  en  el 
camino  yo  serví  como  bueno,  haciendo  y  diciendo  todo  aquello 
que  hera  servicio  de  S.  M.  y  bien  de  los  cristianos,  etc. 

4.  ítem  si  saben  y  es  público  é  notorio  que  volví  de  la  dicha 
jornada  con  el  dicho  adelantado,  haciendo  siempre  lo  que  man- 
dava  como  buen  amigo,  escusando  el  daño  é  trabajando  el  bien 
de  los  cristianos  hasta  volver  a  este  Cuzco,  etc. 

5.  ítem  si  saben  y  es  público  que  después  que  Mango  Inga,  mi 
hermano,  se  aleó,  yo  serví  a  S.  M.  ya  los  cristianos  como  buen 
amigo,  etc. 

0.  ítem  si  saben  que  con  avorse  aleado  todos  los  señores  de  la 
tierra,  siempre  yo  estuve  en  servicio  de  los  cristianos  procurando 
é  haciendo  amigos  todos  los  que  yo  podia,  etc. 

7.  Iten  si  saben  y  es  notorio  que  todas  las  veces  que  ha  sido 
menester  he  salido  tras  el  Inga,  y  héchole  guerra  como  buen  ami- 
go é  servidor  de  S.  M.,  etc. 

8.  ítem  si  saben  que  si  yo  hubiera  tenido  mal  corazón  que  fue- 
ra parto  para  destruir  lodos  los  cristianos  ó  que  no  quedaran  en 
la  tierra,  ele. 

9.  ítem  si  sabíMi  qiio  muchas  voces  Mango  Inga  me  ha  levan- 
tado muchas  bollaquorías,  diííiondo  que  yo  trataba  con  él  contra 
los  criátianos,  ó  quo  nunca  so  ha  hallado  que  yo  haya  dicho  men- 
tira ni  tratado  hollnquoría,  etc. 

10.  Itom  si  saben  y  (^s  piíbliíío  quo  cristianos  é  otras  personas 
han  dicho  do  mí  qiio  no  tonia  buen  corazón  y  que  era  bellaco  y 
quo  nunca  so  ha  iiallado  bollaqnoría  ninguna,  etc. 

i\.  ítem  si  saboii  y  os  público  ó  notorio  que  siempre  yo  he 
dado  avisos  y  ho  avilado  ansí  on  las  cosas  de  la  guerra  como  en 
decirlos  quo  fiíMion  y  han  tenido  mal  corazón  con  los  cristianos 
para  qno  los  casli^^uon,  ol(». 

12.  Ilon  si  saben  y  os  público  que  mi  deseo  es  de  tornarme 
cristiano  y  sor  bueno  y  servir  á  S.  M.,  etc. 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÍÍRKOS  343 

i3.  ítem  si  saben  y  tienen  por  cierto  merezco  á  S.  M.  toda 
merced  que  me  haga  por  haberle  sido  buen  servidor  en  la  paz  y 
en  la  guerra,  etc. 

14.  ítem  si  saben  ó  creen  que  en  todo  lo  que  se  ofrezca  seré 
buen  amigo  é  serviré  á  S.  M.  como  he  hecho  asi  agora  é  siempre 
tengo  cuidado  de  avisar  al  señor  theniente  de  todo  lo  que  sé  ques 
serv^icio  de  S.  M.  y  bien  de  la  tierra,  etc. 

ib.  ítem  si  saben  é  han  oido  decir  que  quando  Gongalo  Pizarro 
estuvo  en  Cotabamba  le  cercaron  quarenta  mili  yndios  de  gue- 
rra flecheros  los  mas  a  él  y  á  cien  cristianos  que  con  él  estaban, 
y  que  yo  con  seis  mili  amigos  que  allí  tuve  serví  de  tal  manera 
que  los  dichos  cristianos  salieron  sin  peligro  y  si  saben  que  tie- 
ne por  cierto  que  á  no  estar  yo  allí  ó  no  serles  bueno  no  quedara 
cristiano  dellos,  etc. 

16.  ítem  si  saben  ó  han  oydo  decir  que  en  la  jornada  que  Gon- 
zalo Pigarro  hizo  á  Cotabamba,  salieron  al  camino  mucha  gen- 
te de  guerra,  los  quales  se  recogieron  al  Desaguadero  después  de 
haber  muerto  un  cristiano,  el  qual  era  pasado  por  donde  los  cris- 
tianos habian  de  pasar  y  si  saben  y  creen  que  si  yo  no  fuera 
buen  amigo  como  fui,  los  cristianos  se  perdieran,  porque  por  que- 
rer pasar  en  balsas  el  dicho  rio,  murieron  siete  de  á  caballo  y 
otras  personas,  el  dicho  Hernando  Pigarro,  el  rio  abaxo  y  visto 
por  mí  el  dicho  inga  le  socorrí  y  fice  lo  que  á  servidor  de  S.  M. 
era  y  soy  obligado  y  si  saben  que  yo  era  parte  para  destruir  que 
no  quedara  ninguno,  etc. 

17.  ítem  si  saben  que  en  la  jornada  que  Gongalo  Pigarro  hizo 
á  Cotabamba  Mango  Inga  los  desbarató  y  mató  dos  cristianos 
y  hirieron  catorce  los  quales  todos  venian  huyendo,  y  yendo  yo 
en  la  rezaga  yo  los  favorezcí  y  hize  volver  sobrellos,  y  porque  ve- 
nian huyendo  gente  mia  maté  ciertos  indios,  etc. 

18.  Ítem  si  saben  que  á  no  tener  yo  el  buen  corazón  que  tengo 
dicho  muchas  veces  me  he  hallado  en'  paz  donde  ha  sido  en  mi 
mano  el  destruir  y  que  no  quedara  cristiano  en  la  tierra,  etc. 

19.  Iten  si  saben  que  he  servido  á  caballo  y  á  pié  con  una  ba- 
llesta y  con  escopeta,  según  que  los  tiempos  obligaban,  etc. 

20.  ítem  si  saben  que  todo  lo  susodicho  es  púlbica  voz  é  fama 
y  es  notorio. 


7  -?«^  ^«»«#fir;*tfi/5  3»  ^¡rhn  ^raor  ILeimciadQ  dixo  que  trajga  é 
.'•>.#r¡rí»'  >>«  -fi^iar*^  u*  iiu»  ^  >ni:L*»nií«»  .iprnv<?chAr  qaestá  presto 
'tí*  r.*  •r*c;5ir  -é^tiarf^  '^lan  u^  Lj»oa  v  Dii»2n  de Orbaneja. 

?-,  »j^»i3r<i  *x  lícíií}  ?-inio  üombrí  »»  3r«*sentó  por  testigos  á  Gómez 
1**  \r'i\rrftu\  >  a.mh^  ViOi'niez.  .*  í  Jiaa  de  Fl^roeroa^  é  al  con- 
-;níi,r  i'jan  u»  inznian.  -*  i  aií  -h  'iiiího  <»rH!ribano,  é  á  Martin 
*snt^uU)  >  í  ?—iniVí?^n  le  l-íer*Micia-  é  i  Diego  de  Mella,  é  al  ba- 
^nitl#*r  A^m^kTiiU)  Ziirrjviez^  •*  á  Joan  Gutiérrez  ^   de    Malaver: 

£  jip^o  >i  üohi}  -^t^ñor  teniente  ti>mó  é  recibió  juramento  en 
frvma  le  lé*?*»^no  le  3ii  -ít  iíi»ho  -»s4»ribano,  é  de  Joan  de  Figue- 
ro«.  •?  i**  AlocL-sf}  •i>ni^iez.  wr  Dio*  é  por  Santa  María  é  por  la 
^ña.  íe  ;a  «'riz  i  "jki  •omo  ••sta  -í-  *>bre  qne  cada  ano  poso  sa 
mant-v  d»»ríH»ha,  in**  inaies  prometieron  de  decir  Tentad,  etc. 

E>te  iía  A  tiefa*}  P^bio  [n^za  presentó  por  testigo  a  Alonso  de 
Toro.  •*  ♦*  Martin  ♦>iei*io.  *ie  loé  quales  e  de  cada  ano  dallos  el  di- 
cho ieñúr  teniente  >>mó  ¿  recibió  jaramento  por  Dios  é  por  Santa 
Mará  e  por  :a  ieñal  ie  la  cruz  á  tal  como  esta  f  sobre  qne  cada 
nno  'iet.ij**  pu^M  ^a  ¡nano  derecha,  los  qnales  prometieron  de  de- 
oir  verdad.  et>r. 

E  IneíTo  el  «iií^ho  señor  teniente  dixo  qne  porqne  él  está  ocupa- 
do y  Anten'iirnV.  ^n  *yj<^é  cumplideras  al  servicio  de  S.  M.,  que 
fometia  p  oom'^'I  »  á  m.'  •*!  dicho  e<4?ribano  la  recebcion  é  juris- 
fíifriñn  Y  ^\^^..r.\*\-jn  á^  los  :»*st¡irO'?qael  dicho  Pablo  ha  nom- 
hTHá')  é  de  ¡o-i  i-^r^-LAr  qi»^  pr^enUrp,  que  para  todo  ello  dixo  que 
m^^  daba  ♦>  di  •  o«"«ler  oampüdo  con  <us  incidencias  é  dependen- 
cias é  conexidal»^^.  Te:?ti:^os:  Juan  de  León  é  Luis  de  Carriza- 
les, etc. 

K  derípiíi^s  d»^  li  su-*,dicho  en  la  dicha  ciudad,  en  ocho  dias  del 
del  j  mes  d^  AItíI  d*=-I  dicho  año,  el  dicho  Pablo  presentó  por 
testigo  íi  Gom^z  de  Alvarado.  del  cual  yo  el  dicho  escribano,  por 
virtud  de  la  dicha  comisi»^n  á  mí  dada  tomé  é  recibí  jaramento 
cu  forma  de  derecho,  el  qual  juró  según  de  suso  é  prometió  de 
decir  verdad,  ete. 

K  después  de  lo  susodicho  en  la  dicha  ciudad  en  ocho  dias 
dicho  mes  de  Abril  del  dicho  año,  ante  mí  el  dicho  escribano,  el 

(i)  Ln  abreviatura  Gz.  puede  traducirse  Gómez  o  Gutiérrez. 


AT.MAORO   Y   SUS   COMP.\>'EEOS 


ID  PftDio  ifíga  presentó  por  testigo  al  contador  Juan  de  Giiz 
é  á  Fnincisco  de  Herencia,  é  á  Diego  de  Mella,  é  a  Juan 
'inar<*jo.  é  á  Juan  de  Cárdena?*,  éá  Pedro  Martin  de  Villarreal 
|e  los  qualesé  de  cnda  ano  delloB  yo  el  dicho  escribano,  por  vir- 
id  de  la  dicha  comisión  á  mí  dada,  lomé  é  recibí  juramento  en 
>rina  debida  de  derecho,  los  quales  juraron  según  de  suso  é  pro- 
lelieron  de  decir  verdad,  etc. 

E  después  de  lo  susodicho  en  la  dicha  ciudad  en  doce  días  del 

íes  de  Abril  del  dicho  año,  el  dicho  Pablo  Inga  presentó  por 

^!st¡gD  al   licenciado  Antonio  de  Castro,   clérigo-presbítero,   ol 

Jual  puso  la  mano  en  su  pecho  é  juró  por  el  hábito  de  San  Pedro 

por  las  órdenes  que  rescibió  de  decir  verdad  en  este  caso,  etc. 

Este  dicho  dia  anle  mí  el  dicho  escribano,  ol  dicho  Pablo  pre- 
sento por  testigos  al  provisor  Luis  de  Morales,  clérigo  presbítero, 
|1  qaal  puso  la  mano  en  el  pecho  é  juró  pnr  el  hjíbito  de  San  Pe- 
Iro  é  las  órdenes  que  rescibió  de  decir  verdad,  etc. 

Esle  dicho  dia  el  dicho  Pablo  presentó  por  testigo  ante  mí  el 
Hcho  escribano  al  veedor  Juan  de  Turuegano,  el  qual  juró  según 
\e  suso  é  prometió  de  decir  verdad. 

E  lo  que  los  dichos  testigos  é  cada  uno  de  ellos  dixcron  é  depu- 
leron  por  sus  dichos  é  depusiciones  cada  uno  dellos  por  sy  dis- 
ínta,  secreta  é  apartadamente  es  In  siguiente. 

ístigo. — Kl  dicho  Alonso  de  Toro,  vecino  é  alguacil  mayor  de 
Ucha  ciudad,  testigo  presentado  pnr  el  dicho  Pablo,  habiendo 
irado  en  forma  debida  de  derecho  é  siendo  preguntado  por  las 
preguntas  del  dicho  interrogatorio,  díxo  lo  siguiente,  etc, 

1.  A  la  primera  pregunta  dixo  que  conosció  al  dicho  Pablo  de 
íis  ó  siete  años  á  esta  parle,  etc. 

Fué  preguntado  por  las  preguntas  generales^  dixo  ques  de  he- 
id  de  veinte  é  ocho  años,  poco  mas  ó  menos,  é  que  no  le  empece 
|inguna  de  las  preguntas  generales,  etc. 

2.  A  la  segunda  pregunta  dixo  que  vido  como  el  dicho  Pablo, 
lede  haver  cinco  años  poco  mas  ó  menos,  fué  al  descubrimiento 

Chile  con  el  Adelantado  don  Diego  de  Almagro  y  con  la  gente 
le  con  él  fué,  y  después  lo  vido  volver  con  él  á  esta  ciudad. 

3.  A  la  tercera  pregunta  dixo  que  fué  publico,  y  es  en  esta  ciu- 
|fi<j    V  nnsyhn  oido  decir  este  testigo  a  muchas  personas  quel 


346  COLECCIÓN  DE  DOCITMENTOS 

dicho  Pablo  hizo  la  dicha  jornada  con  el  dicho  Adelantado  de  la 
manera  que  la  pregunta  dice,  etc. 

4.  A  la  quarta  pregunta  dixo  que  dice  lo  que  dicho  tiene  en  las 
preguntas  antes  desta. 

5.  A  la  quinta  pregunta  dixo  que  ha  visto  que  después  quel  di- 
cho Mango  Inga  se  alQÓ  y  el  dicho  Pablo  vino  a  esta  ciudad  del 
descubrimiento  de  Chile,  siempre  le  ha  visto  estar  en  el  servicio 
de  los  cristianos  como  amigo  de  ellos,  etc. 

6.  A  la  sesta  pregunta  dixo  que  la  sabe  como  en  ella  se  contie- 
ne: preguntado  como  la  sabe  dixo  que  porque  ha  visto  ser  é  pasar 
así  lo  que  la  pregunta  dice,  etc. 

7.  Ala  sétima  pregunta  dixo  que  ha  visto  quel  dicho  Pablo  ha 
hecho  todo  lo  que  la  pregunta  dice,  etc. 

8.  A  la  octava  pregunta  hadixo  que  sabe  que  si  el  dicho  Pablo 
no  hubiera  sido  buen  amigo,  como  ha  sido,  de  los  cristianos  en 
guerras,  que  este  testigo  se  hallado  con  él,  si  el  dicho  Pablo  fuera 
maloé  lo  quisiera  hacer,  fuera  parte  para  hacer  mucho  im\  é  daño 
á  los  españoles  é  los  matara  á  los  mas  dellos,  etc. 

9.  A  la  novena  pregunta  dixo  queste  testigo  oyó  decir  á  los 
mensajeros  de  Mango  Inga  estando  con  el  marques  en  Yucay  tra- 
tando las  paces  del  dicho  Inga,  como  el  dicho  Pablo  enviaba  men- 
sajeros é  otros  avisos  é  después  venido  averiguar,  paresció  men- 
tira todo  y  el  dicho  Pablo  haber  dicho  verdad  en  los  avisos  é  cosas 
que  decía  a  los  cristianos. 

dO.  A  la  décima  pregunta  dixo  que  ha  visto  que  muchos  cristia- 
nos han  dicho  mal  del  dicho  Pablo;  pero  este  testigo  nunca  ha 
visto  que  haya  fecho  cosa  en  desservicio  de  Su  Mag.  é  de  los  cris- 
tianos questún  en  estos  reinos. 

H.  A  las  once  preguntas  dixo  que  la  sabe  como  en  ella  se  con- 
tiene, porque  ansi  ha  visto  ser  é  pasar  lo  que  la  pregunta  di- 
ce, etc. 

12.  A  las  doce  preguntas  dixo  que  este  testigo  ha  oido  decir  al 
dicho  Pablo  como  él  quiere  ser  cristiano  y  estar  en  él  servicio  de 
Dios  é  de  Su  Mag.  é  que  deprende  para  ello. 

13.  A  las  trece  preguntas  dixo  que  qualquier  merced  que  Su 
Mag.  fuese  servido  de  hacer  al  dicho  Pablo  alguna  merced,  cabe 


ALMAGRO  Y   SUS   COMPASEROS  347 

muy  bien  en  él  por  haber  sido  siempre  amigo  de  los  cristianos, 
según  dicho  tiene,  etc. 

14.  A  las  catorce  preguntas  dixo  que  según  el  dicho  Pablo  ha 
hecho  hasta  aquí  y  si  lo  mismo  hace  de  aquí  adelante,  no  puede 
ser  sino  ser  muy  amigo  de  los  cristianos,  é  que  sabe  é  ha  visto  que 
muchas  veces  el  dicho  Pablo  avisaba  al  señor  Gobernador  é  al 
teniente  ó  a  otros  capitanes  de  cosas  que  convienen  á  la  tie- 
rra, etc. 

15.  A  las  quince  preguntas  dixo  que  sabe  é  vido  como  mucho 
número  de  gente  de  guerra  cercaron  á  Gonzalo  Pizarro  é  á  los 
que  con  él  estaban  é  les  daban  guerra,  y  el  dicho  Pablo  servia  en 
ella  muy  bien  de  la  manera  que  la  pregunta  dice,  y  si  el  dicho 
Pablo  allí  no  se  hallara,  los  españoles  recibieran  mucho  daño  y 
si  él  quisiera  ser  bellaco  recibieran  mucho  mas,  de  manera  que  no 
escapara  ninguno  dellos  ó  la  mayor  parte,  etc. 

16.  A  las  diez  é  seis  preguntas  dixo  que  la  sabe  como  en  ella  se 
contiene;  preguntado  cómo  la  sabe,  dixo  que  porque  este  testigo 
se  halló  en  lo  que  la  pregunta  dice  é  vido  ques  y  pasa  así  como  la 
dicha  pregunta  lo  dice  é  declara,  etc. 

17.  A  las  diez  é  siete  preguntas  dixo  que  la  sabe  como  en  ella 
se  contiene,  porque  este  testigo  se  halló  en  ello  é  vido  ques  y  pa- 
sa asy  como  la  dicha  pregunta  lo  dice,  etc. 

18.  A  las  diez  é  ocho  preguntas  dixo  que  muchas  veces  ha  vis- 
to quel  dicho  Pablo  se  ha  hallado  en  muchas  partes  y  pasos  donde 
se  hubiera  hecho  lo  que  la  pregunta  dice,  si  el  dicho  Pablo  qui- 
siera, etc. 

19.  A  las  diez  é  nueve  preguntas  dixo  que  le  ha  visto  en  algu- 
nas partes  andar  á  caballo  en  la  guerra  entre  los  indios  della,  en 
compañía  de  los  cristianos,  y  alancear  indios  como  si  él  fuera 
cristiano  é  otras  veces  á  pié. 

20.  A  las  veinte  preguntas  dixo  que  dice  lo  que  dicho  tiene  en 
este  su  dicho,  lo  qual  es  la  verdad,  é  lo  que  deste  caso  sabe  é  vi- 
do por  el  juramento  que  hizo  é  firmólo  de  su  nombre. — Alonso  de 
Toro. 

Testigo. — El  dicho  Gómez  de  Alvarado,  testigo  presentado  por 
el  dicho  Pablo  Topa  Inga,  habiendo  jurado  en  forma  debida  de 


348  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

derecho  é  siendo  preguntado. por  las  preguntas  del  dloho  interro^ 
gatorio,  dixo  lo  siguiente,  etc. 

1.  A  la  primera  pregunta  dixo  que  conosció.al  dicho.  PQJblo  de 
mas  de  cinco  años  á  esta  parte,  é  ques  ^habido  é  tonido.  eo,  esta 
ciudad  por  hijo  de  Guaynacaba,  señor  que  fué  destos  reynos,  etc. 

Fué  preguntado  por  las  preguntas  generales,  dixo  qujes  de  edad 
de  mas  de  veinte  é  cinco  años,  é  que  no  le  empecen  niaguna  de 
las  generales  preguntas,  etc. 

2.  A  la  segunda  pregunta  dixo  que  sabe  é  vido  quel  dicho  Ade- 
lantado don  Diego  de  Almagro,  que  haya  gloria,  llevó  al  dicho 
Pablo  al  descubrimiento  de  Chile  é  fué  con  él,  é  ansimismo  el 
dicho  Adelantado  llevó  por  bueno,  porque  era  am.igo.  de  los  cris- 
tianos é  para  se  favorescer  con  él,  é  como  tal  buen  amigo  de  los 
cristianos,  este  testigo  vido  que  daba  guias  para  que  enseñasen 
el  camino  etc. 

3.  A  la  tercera  pregunta  dixo  que  vido  quel  dicho  Pablo  hizo  la 
dicha  jornada  é  fué  debaxo  de  la  mano  del  dicho  Adelantado  don 
Diego  de  Almagro,  y  el  dicho  Pablo  antes  que  llegase  ala  proyia- 
cia  de  Copa  yapo  envió  dos  yndios  suios  delante  para  que  saliven 
de  paz  á  los  cristianos,  é  ansi  los  indios  del  dicho  pueblo  lo  lii- 
cieron^  lo  qual,  si  no  se  hiciera,  no  dexaran  de  verse  en  mucho 
trabaxo,  etc. 

4.  A  la  quarta  pregunta  dixo  que  vido  que  volvió  á  esta  ciudad 
el  dicho  Pablo  con  el  dicho  Adelantado  y  en  la  dicha  vuelta  el 
dicho  Pablo  sirvió  mucho  é  hizo  mucho  provecho  a  los  españoles 
é  gente  que  ansí  venian  con  el  dicho  Adelantado  porque  con  es- 
tar como  estaba  toda  la  tierra  de  guerra  enviaba  sus  mensajeros 
ó  la  hallaban  do  paz  donde  ellos  llegaban  é  les  daban  comida,  bas- 
timentos é  yndios  para  las  cargas,  etc. 

•  5.  A  la  quinta  pregunta  dixo  que  después  quel  dicho  Pablo  vino 
íi  esta  ciudad  del  descubrimiento  de  Chile  ha  servido  muy  bien  á 
los  cristianos  é  ha  bocho  junta  de  gente  para  ir  como  ha  ida  con- 
tra el  dicho  su  hermano  Mango  Ynga,  é  á  los  españoles  que  a  la 
dicha  guerra  fueron ,  osto  testigo  les  oyó  decir  como  lo  habia  hecho 
muy  bion  el  dicho  Pablo,  etc. 

6.  A  la  sesla  pregunta  dixo  que  la  sabe  como  en  ella  se  con- 
tiene porque  ansí  era  visto  ser  é  pasar  como  la  preguata  lo  dice. 


ALMAGRO    Y   SUS   COM^AXEnOS 


3i9 


.  A  la  sétima  pregunta  dixo  que  sabe  é  ha  visto  quel  dicho 
Pablo  ha  salido  á  hacer  la  dicha  guorra  contra  el  dicho  su  heroia- 
BO  como  la  pregunta  lo  dice,  etc. 

8.  A  la  octava  pregunta  dixo  que  sabe  é  ha  visto  que  si  el  dicho 
Pablo  hubiera  tenido  mal  corazón  quo  fuefa  parle  para  haber  he- 
•<*ho  mucho  daño  a  los  cristianos  porque  los  indios  do  la  tierra  lo 
tÍGneü  en  mucho,  é  demás  desto  es  ardiloso  en  la  guerra. 

O-  A  la  novena  pregunta  dixo  que  no  la  sabe^  etc. 

10.  A  la  décima  pregunta  dixo  que  sabe  que  muchos  españoles 
han  dicho  quel  dicho  Pablo  es  bellaco  é  ansimismo  ha  visto  que 
'nunco  haya  salido  a  luz  bellaquerfa  que  hayan  dicho  de  él,  etc, 

11.  A  las  once  preguntas  dixo  que  sabe  é  vido  que  el  dicho 
Pablo  avisaba  de  muchas  cosas  buenas  al  dicho  Adelantado  don 

Mego  de  Almagro,  quo  haya  gloria,  como  buen  amigo,  etc. 

12.  A  las  doce  preguntas  dixo  queste  testigo  ha  oido  decir  á 
muchas  personas  é  ansí  es  público  que  dicho  Pablo  tiene  deseo  de 
lomarse  cristiano,  dio  que  dicho  Pablo  publica. 

13.  A  las  trece  preguntas  dixo  que  le  parece  á  este  testigo  que 
qualquier  merced  que  Su  Magestad  le  haga  al  dicho  Pablo  cabrá 
en  él  por  haber  sido  amigo  de  los  cristianos  en  la  paz  y  en  la 
guerra,  etc. 

14.  A  las  catorce  preguntas  dixo  que  si  el  dicho  Pablo  sirve  do 
aquí  adelante  como  ha  servido  hasta  aquí,  que  no  puede  dexar  de 
Venir  provecho  é  bien  a  la  tierra,  etc. 

15.  A  las  quince  preguntas  dixo  quesle  testigo  ha  oydo  decir  lo 
contenido  en  la  pregunta  á  personas  que  se  hallaron  en  la  dicha 
guerra  que  habia  pasado  así  como  la  pregunta  dice,  etc. 

lo.  A  las  diez  é  seis  preguntas  dixo  que  ha  oydo  decir  u  perso- 
nas que  se  hallaron  en  ello  que  pasó  como  la  pregunta  dice,  etc. 

47.  A  las  diez  é  siete  preguntas  dixo  que  ha  oydo  decir  lo  que 
'la  pregunta  dice  é  personas  que  en  ello  se  hallaron  que  habia 
posado  así  como  la  pregunta  lo  dice,  etc. 

18.  A  las  diez  é  ocho  preguntas  dixo  que  ansi  lo  ha  oydo  decir 
[loque  la  pregunta  dice  por  público  é  notorio,  etc. 

19.  A  las  diez  é  nueve  preguntas  dixo  que  ansi  es  público  lo  que 
la  pregunta  dice  en  esta  ciudad  del  Cuzco  entre  las  personas  que 
del  caso  saben,  etc* 


350  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

20.  A  las  veinte  preguntas  dixo  que  dice  lo  que  dicho  tiene  en 
las  preguntas  de  este  su  dicho  é  que  esta  es  la  verdad  para  el  ju- 
ramento que  hizo,  é  firmólo  de  su  nombre. — Goinez  de  Alvara- 
do,  etc. 

Testigo. — El  dicho  Martin  de  Gueldo,  testigo  presentado  por  el 
dicho  Pablo  Ynga,  habiendo  jurado  en  forma  debida  de  derecho 
é  siendo  preguntado  por  las  preguntas  del  dicho  interrogatorio, 
dixo  lo  siguiente: 

i.  A  la  primera  pregunta  dixo  que  conoce  al  dicho  Pablo  é 
queste  testigo  é  todos  los  demás  cristianos  é  indios  que  le  cono- 
cen le  tienen  por  hijo  de  Guaynacaba,  señor  que  fué  desta  tierra 
é  que  puede  haber  que  le  conoce  cinco  años,  poco  mas  ó  menos,  etc. 

Fué  preguntado  por  las  preguntas  generales,  dixo  ques  de  edad 
de  mas  de  veinte  é  cinco  años  é  que  no  le  empece  cosa  de  lo  en 
ellas  contenido,  etc. 

2.  A  la  segunda  pregunta  dixo  queste  testigo  vido  como  el  di- 
cho Adelantado  llevó  al  dicho  Pablo  a  la  dicha  provincia  de  Chile 
é  que  decia  que  lo  llevaba  porque  era  bueno  é  amigo  de  los  cris 
tianos  é  que  baria  lo  que  á  bueno  era  obligado,  etc. 

3.  A  la  tercera  pregunta  dixo  queste  testigo  vido  como  el  dicho 
Pablo  fué  a  la  dicha  jornada  con  el  dicho  Adelantado  é  debaxo 
de  su  mano  é  le  vido  hacer  todo  lo  contenido  en  la  pregunta  por- 
que este  testigo  lo  llevaba  a  su  cargo,  etc. 

4.  A  la  quarta  pregunta  dixo  que  sabe  la  dicha  pregunta  como 
en  ella  se  contiene  porque  este  testigo  vino  en  su  compañía  élo 
truxo  a  su  cargo  por  mandado  del  dicho  Adelantado  é  vido  que 
hizo  mucho  servicio  á  Dios  ó  á  Su  Magestad  porque  dio  muchos 
avisos  cumplideros  á  los  cristianos,  entre  los  quales  fué  unoqu^ 
dixo  a  este  testigo  que  dixese  al   dicho  señor  Adelantado  como 
toda  la  tierra  estaba  algada  ó  de  guerra  é  tenian  la  ciudad  del 
Cuzco  é  cristianos  que  en  olla  estaban  cercados  de  muchos  indios 
que  les  daban  guerra  é  que  viviesen  todos  á  muy  buen  recaudo, 
lo  qual  este  testigo  dixo  al  dicho  Adelantado  y  el  dicho  Adelan- 
tado se  lo  tuvo  en  mucho,  é  desde  entonces  procuró  é  mandó  que 
toda  su  gente  viviese  en  mucha  orden  é  bien  apercibida  é  después 
paresció  ser  verdad  todo   lo  que  ol   dicho  Pablo  habia  dicho,  é 
questo  sabe  porque  lo  vido  é  se  halló  presente  á  ello,  etc. 


.J 


ALMAGRO  Y   SUS   COMPAÑEROS  351 

5.  A  la  quinta  pregunta  dixo  que  después  que  este  testigo  co- 
nosció  al  dicho  Pablo  siempre  le  ha  visto  servir  en  la  guerra  por 
su  persona  é  con  guarniciones  de  gente  como  cualquier  bueno 
debe  de  hacer  en  servicio  de  Su  Magostad,  etc. 

6.  A  la  sesta  pregunta  dixo  queste  testigo  sabe  por  ques  públi- 
co é  notorio  que  lodos  los  mas  señores  desta  tierra  se  algaron 
contra  el  servicio  de  Su  Magostad,  por  queste  testigo  ha  visto 
parte  dellos  é  también  vido  como  yendo  camino  de  Chile  yban 
con  el  dicho  Pablo  muchos  principales  é  señores  é  todos  se  volvie- 
ron é  huyeron  del  camino  é  se  alearon  juntamente  con  el  dicho 
Mango  Ynga,  su  hermano,  y  el  dicho  Pablo  pasó  adelante  con  el 
dicho  Adelantado  é  nunca  los  desamparó  hasta  volver  a  esta  ciu- 
dad, donde  después  de  entrado  el  dicho  Adelantado  en  ella  truxo 
el  dicho  Pablo  muchos  caciques,  señores  é  indios  de  paz  de  mu- 
chas partes  ó  luengas  tierras,  etc. 

7.  A  la  sétima  pregunta  dixo  que  demás  de  lo  que  dicho  tiene 
la  sabe  como  en  ella  se  contiene  por  queste  testigo  ha  ido  junta- 
mente con  los  capitanes  que  han  ido  á  hacer  la  dicha  guerra  és 
ha  visto  andar  al  dicho  Pablo  Ynga  en  ella  con  sus  guarnicione 
de  gente  é  le  ha  visto  que  le  ha  hecho  guerra  como  buen  amigo 
é  servidor  de  Su  Magostad,  etc. 

8.  A  la  octava  pregunta  dixo  queste  testigo  tiene  por  muy  cier- 
to que  si  el  dicho  Pablo  hubiera  querido,  que  fuera  mucha  parte 
para  hacer  mucho  daño  á  los  cristianos  porqués  hombre  que  se 
le  entiende  mucho  en  las  cosas  de  la  guerra  é  porque  mucha  gen- 
te lo  obedece,  etc. 

9.  A  la  novena  pregunta  dixo  queste  testigo  ha  oido  decir  quel 
dicho  Mango  Ynga  levantaba  algunas  cosas  al  dicho  Pablo,  pero 
que  este  testigo  ha  visto  que  nunca  ha  parecido  por  verdad  cosa 
ninguna  dello,  etc. 

10.  A  las  diez  preguntas  dixo  que  la  sabe  como  en  ella  se  con- 
tiene por  lo  que  dicho  tiene  é  porque  no  ha  visto  otra  cosa  en 
contrario,  porque  si  lo  fuera,  este  testigo  lo  viera  ó  supiera. 

11.  A  las  once  preguntas  dixo  que  la  sabe  como  en  ella  se  con- 
tiene por  lo  que  dicho  tiene  en  la  quarta  pregunta  deste  su  dicho 
é  porque  este  testigo  vido  que  después  el  dicho  Pablo  Ynga  dio 
muchos  avisos  al  dicho  Gobernador  don  Diego  de  Almagro  di- 


3o2  COLECCIÓN   DE  DOCUMENTOS 

ciéndole  los  caciques  qucstaban  de  guerra  é  los  qoeslaban  de 
paz,  etc. 

12.  A  las  doce  preguntas  dixo  que  á  lo  quel  dicho  Pablo  pu- 
blica, á  este  testigo  le  porece  que  quiero  ser  buen  cristiano  éser- 
vir  á  Su  Magestad,  é  porque  ansi  lo  dicen  otras  rauchas  perso- 
nas, etc. 

13.  A  las  trece  preguntas  dixo  que  a  este  testigo  le  parece  que 
qualquier  merced  que  Su  Magestad  fuere  servido  de  le  hacer,  ct- 
be  en  él  por  lo  que  dicho  tiene  en  las  preguntas  antes  deún,  é 
porque  veniendn  camino  de  Chile  había  muchos  pueblos  que  ©$- 
taban  alzados  é  rebelados,  y  él  los  hacia  venir  a  sus  pueblos  i 
servir  al  dicho  Adelantado  é  su  gente,  é  traer  comida  á  lóseles- 
poblados  é  dalles  lo  que  habían  menester  para  el  camino,  corao 
bueno,  é  porque  muchas  guarniciones  de  gente  que  tenia  el  dicho 
Mango  Inga,  su  hf^rmano,  contra  los  cristianos  los  enviaba  alia* 
mar  é  los  traia  de  paz  á  servir  á  dicho  Adelantado  é  su  gente,  «le 

14.  A  las  catorce  preguntas  dixo  que  hasta  agora  nunca  e^^te 
testigo  ha  visto  otra  cosa  en  contrario  de  lo  contenido  en  la  dicha 
pregunta^  é  que  ha  oído  decir  á  algunas  personas  quel  dicho  Pa- 
blo da  aviso  al  dicho  señor  theniente  de  lo  que  cumple  al  semcio 
de  Su  Magestad  ó  bien  de  la  tierra. 

15.  A  las  quinen  preguntas  dixo  quesle  testigo  ha  oydo  decir 
lo  contenido  en  la  dicha  pregunta  a  muchas  personas  que  enlft 
dicha  guerra  se  hallaron,  etc. 

10.  A  las  diez  y  seis  dixo  que  ha  oido  decir  lo  contenido  en  1% 
dicha   pregunta  a  personas  que  en  la  dicha  guerra  se  lialte — 
ron,  etc. 

17.  A  las  diez  é  siete  preguntas  dixo  que  lo  que  sabe  es  qucsl 
testigo  vido  como  el  dicho  Mango  Inga  desbarató  los  cristianos  i 
la  dicha  armada,  ó  se  volvieron  retrayendo  para  rehacerse,  é  vi* 
como  el  dicho  Pablo  animaba  su  gente  é  reñía  con  ellos  pon 
no  favorecian  a  los  cristianos,  é  vido  que  en  la  dicha  guacav 
mataron  dos  ó  tres  cristianos  é  hirieron  otros  muchos,  ¿«jufc 
testigo  le  vido  andar  con  un  espada  en  la  mano  desenvaiiiatU    ^\ 
oyó  decir  que  hirió  algunos  indios  suyos  porque  huían,  y  esto 
testigo  le  vido  como  reñía  con  los  caciques  porque  no  ibaná 
lear  é  los  hacia  volver  contra  los  enemigos,  etc* 


rilA^ 


tf^ 


IL^ 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPANESOS 


353 


i 


l8,  A  ]t\s  diez  y  ocho  premunías  dixo  queste  testigo  creo  que  si 
dicho  Píiblo  quisiera  hacor  ruindad,  que  matara  en  la  dicha 
guoíAvara  aquella  noche  que  paso,  al  dicho  Gongalo  Pigarro  é  á 
toda  su  gente^  por  tener  como  tenia  muchos  indios  y  estar  los 
crislianos  muy  fatigados  de  pelear. 
!9.  A  las  diez  é  uueve  preguntas  dixo  qoesle  testigo  le  ha  visto 
dar  en  la  guerra  al  dicho  Pablo  con  caballo  y  escopeta,  é  ques- 
ío  sabe  desla  pregunta,  etc. 

20.  A  las  veinte  preguntas  dixo  que  demás  de  lo  que  dicho  tie- 
ne, este  testigo  vido  que  pasando  por  el  puerto  de  Copayapo  el 
dicho  Adelantado  don  Diego  de  Almagro  é  su  gente,  muertos  de 
hambre  ó  frió,  donde  se  morían  muchos  caballos  é  gente  de  ser- 
vicio é  cristianos  de  desmayados,  vido  como  el  dicho  Pablo  halló 
ciertos  cristianos  que  no  se  podían  menear  é  descabalgó  de  su 
ula  en  que  iba  é  se  la  dio  A  los  dichos  cristianos  para  que  fuesen 
ella,  porque  de  otra  manera  no  podían  escapar  si  Dios  no  los 
odiara,  é  después  vido  que  dio  la  dicha  su  muía  para  que  vol- 
asen al  dicho  puerto  para  que  truxesen  los  otros  españoles  que 
híibian  quedado  malos  en  el  dicho  puertOj  é  vido  que  desde  el 

tcho  puerto  é  antes  que  llegasen  a  él,  envió  mensajeros  á  la  pro- 
ncia  de  Copayapo  para  que  estuviesen  de  paz  é  aguardasen  allí 
\  dicho  Adelantado  con  mucha  comida,  ó  ansí  lo  hicieron  los  dí- 
10^  indios,  porque  de  otra  manera  pereciera  mucha  gente,  en  lo 
lo  hizo  muy  gran  servicio  á  Dios  ó  á  Su  Magestad,  porque  con 
¡f^  dicha  comida  se  remediaron  los  que  primero  llegaron  y  envia- 
ron á remediará  los  otros  muchos  cristianos  é  caballos  que  se 
■|odaban  en  el  puerto,  que  no  podían  andar  airas  ni  adelanle  de 
^■icha  hambre  é  gran  frío  que  hacia,  é  questa  es  la  verdad  para 
^B^ramento  que  hizoé  firmólo  de  su  nombre. — Marlin  de  Gaeido. 
^Bt*estigo. — Yo  el  dicho  Martin  de  Salas,  escribano,  testigo  ])re- 
^pitudo  por  el  dicho  Pablo  Topa  Inga,  habiendo  jurado  según 
"'frma  de  derecho  é  siendo  preguntado  por  las  preguntas  del  dicho 
ierrogalorio,  dixo  é  depuso  lo  siguiente,  etc. 

A  la  primera  pregunta  digo  que  conozco  al  dicho  Pablo  Inga 

tres  arios  á  esta  parte»  poco  mas  ó  menos,  é  queste  testigo  é 

los  que  le  conocen  le  tienen  por  hijo  de  Guaynacaba,  señor 

lesta  tierra,  etc. 


354  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

Fui  preguntado  por  las  preguntas  generales,  digo  que  soy  ¿^ 
edad  de  veinte  é  siete  años,  poco  mas  ó  menos,  é  que  no  me  e  -^. 
pece  cosa  de  lo  en  las  dichas  preguntas  contenido,  etc. 

2.  A  la  segunda  pregunta  digo  que  he  oido  decir  lo  conteix?(/() 
en  la  dicha  pregunta  a  muchas  personas,  de  cuyos  nombres  no 
me  acuerdo,  en  esta  ciudad  del  Cuzco,  etc. 

3.  A  la  tercera  pregunta  digo  ansy  lo  he  oido  decir  á  las  dichas 
personas,  según  dicho  tengo  en  las  preguntas  antes  desta,  etc. 

4.  A  la  quarta  pregunta  digo  que  vide  quel  dicho  Pablo  vinoá 
esta  ciudad  con  el  dicho  Adelantado  don  Diego  de  Almagro,  que 
haya  gloria,  ó  lo  demás  que  la  pregunta  dice  ansi  fué  y  es  públi-      ; 
co,  etc. 

5.  A  la  quinta  pregunta  digo  que  he  visto  que  después  quel  di- 
cho Pablo  Inga  vino  á  esta  ciudad  del  descubrimiento  de  Chile, 
ha  servido  muy  bien  a  Su  Magostad  ó  á  los  cristianos,  en  lo  que 
he  visto,  etc. 

6.  A  la  sesta  pregunta  digo  que  he  visto  que  con  haberse  aleado 
los  señores  de  la  tierra  como  la  pregunta  dice,  siempre  después 
quel  dicho  Pablo  vino  de  Chile  á  esta  ciudad,  que  ha  tres  años  me- 
nos ocho  ó  diez  dias,  mas  ó  menos,  siempre  lo  he  visto  en  servi- 
cio de  los  cristianos,  é  ansimismo  ha  traido  muchos  indios  é  arai- 
gos  de  paz,  que  ha  sido  harto  provecho,  etc. 

7.  A  la  sétima  pregunta  digo  que  la  sé  como  en  ella  se  contie- 
ne; preguntado  cómo  la  sé,  digo  que  porque  he  visto  ser  y  pasar 
así  lo  que  la  pregunta  dice,  etc. 

8.  A  la  otava  pregunta  digo  que  sé  que  si  el  dicho  Pablo  hu- 
biera tenido  mal  corazón,  como  la  pregunta  dice,  que  hubiera 
hecho  mucho  daño  en  la  tierra  porque  lo  he  visto  en  parte  que 
lo  pudiera  hacer  andando  en  la  guerra,  etc. 

9.  A  la  novena  pregunta  digo  que  ansy  es  público  en  esta  cib- 
dad  lo  contenido  en  la  pregunta  entre  muchas  personas,  etc. 

10.  A  la  décima  pregunta  digo  que  á  muchas  personas  he  oido 
decir  quel  dicho  Pablo  era  bellaco  é  ansimismo  he  visto  que  no 
se  haya  hallado  bellaquería  contra  el  dicho  Pablo,  etc. 

11.  A  las  once  preguntas  digo  que  he  visto  quel  dicho  Pablo  en 
las  cosas  de  la  guerra  ha  dado  avisos  é  buenos,  convinientes,  etc. 


1 

i 


ALMAGRO    Y   SUS   COMPANEROS 


355 


A  las  doce  preguntas  digo  que  muchos  dias  antes  de  agora, 
idando  en  la  guerra  oyó  decir  al  dicho  Pablo  que  se  quería  torrmp 
isliano  é  tener  buen  corazón  como  tienen  los  cristianos,  etc. 
13,  A  las  trece  preguntas  digo  que  a  lo  que  me  parece  y  he  vÍ3- 
el  dicho  Pablo  merece  toda  merced  que  Su  Magestad  sea  ser- 
lo de  le  hacer,  por  lo  quél  he  visto  que  ha  servido,  etc. 
Il4.  A  hi5  catorce  pregutas  digo  que  los  que  hasta  aquí  he  visto 
Idieho  Pablo  ha  servido  bien,  como  buen  amigo  de  los  crislia- 
|»S|  é  si  de  aquí  adelante  sirve  así,  será  provecho  para  la  tierra,  y 
isiraismo  he  visto  quo  ha  dado  algunos  avisos  al  dicho  señor 
Uente  buenos,  é  si  el  dicho  Pablo  hace  uno  que  agora  le  ha  di- 
^o,  será  mucho  bueno  para  la  tierra  y  españoles  que  en  ella  es- 
1,  etc. 
fio*  Alas  quince  preguntas  digo  que  he  oido  decir  á  personas 
ie  se  hallaron  en  lo  que  la  pregunta  dice,  qnel  dicho  Pablo  hizo 
mucho  provecho  su  persona  en  ello,  etc. 
16,  A  las  diez  é  seis  preguntas  digo  que  he  oido  decir  lo  que  la 
f»gunta  dice  al  dicho  capitán  Hernando  Pi^arro,  que  habia  pa- 
lo como  !a  dicha  pregunta  dice,  etc, 
|17*  A  las  diez  é  siete  preguntas  digo  que  he  oido  decir  lo  que  la 
fegunta  dice  á  personas  que  se  hallaron  en  ello,  y  al  socorro  des- 
el  señor  Gobernador  envió  cierta  gente  con  el  capitán  Gabriel 
le  Rojas,  entre  los  cuales  fui  yo  é  me  hallé  en  el  dicho  desbarate 

Íie  después  se  hizo  é  vide  quel  dicho  Pablo  se  halló  en  ello  ó  lo 
ío  muy  bien,  etc. 
18*  A  las  diez  y  ocho  preguntas  digo  que  como  dicho  tengo  en 
\  preguntas  antes  desta,  6  haber  sido  el  dicho  Pablo  bellaco  no 
xara  de  haver  hecho  muclio  nml  é  daño  en  la  tierra,  ele* 
!9,  A  las  diez  é  nueve  preguntas  digo  que  le  he  visto  andará 
caballo  é  alo  demás  que  digo  lo  que  dicho  tengo  en  las  preguntas 
desta,  etc. 
?0.  A  las  veinte  preguntas  digo  que  digo  lo  que  dicho  tengo  en 
dicho,  lo  cual  es  la  verdad  ó  lo  que  sé  por  el  juramento  que 
^e  é  fírmelo  de  mi  nomhve,— Martin  de  Saias. 

testigo. — Kt  dicho  contador  Juan  de  Guzman,  testigo  presen- 
por  el  dicho  Pablo,  habiendo  jurado  en  forma  de  derecho  é 


i^J. 


rite 


356  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

siendo  preguntado  por  las  preguntas  del  dicho  interrogator**- j 
dixo  lo  siguiente. 

1.  A  la  primera  pregunta  dixo  que  conosce  al  dicho  Pablen  ¿ 
quatro  años  a  esta  parte,  poco  mas  ó  menos,  y  quel  dicho  1?bl1)¡o 
es  habido  é  tenido  por  hijo  de  Guaynacaba,  etc. 

Fué  preguntado  por  las  preguntas  generales,  dixo  ques  de  edarf 
de  mas  de  treinta  años  é  que  no  lo  empece  ninguna  de  las  pre- 
guntas generales,  etc. 

2.  A  la  segunda  pregunta  dixo  que  vido  quel  dicho  Pablo  fué  á 
la  dicha  jornada  de  Chile  con  el  Adelantado  don  Diego  do  Alma- 
gro, que  haya  gloria,  é  vido  como  volvió  con  él,  é  siempre  este 
testigo  vido  quel  dicho  Pablo  era  buen  indio  en  todo,  etc. 

3.  A  la  tercera  pregunta  dixo  que  la  sabe  como  en  ella  se  con- 
tiene; preguntado  cómo  la  sabe,  dixo  que  porque  vido  ser  y  pasar 
así  lo  que  la  pregunta  dice,  etc. 

4.  Á  la  quarta  pregunta  dixo  que  vido  que  á  la  vuelta  quel  di- 
cho Pablo  volvió  de  Chile  para  esta  ciudad  el  dicho  Pablo  hacia 
todo  lo  que  la  pregunta  dice,  etc. 

5.  A  la  quinta  pregunta  dixo  que  en  lo  que  ha  visto  este  testi- 
go después  quel  dicho  Mango  Ynga,  hermano  del  dicho  Pablo,  se 
aJQÓ,  el  dicho  Pablo  ha  servido  muy  bien  en  la  tierra,  á  lo  que 
este  testigo  ha  visto  é  ansi  es  público  é  notorio,  etc. 

6.  A  la  sesta  pregunta  dixo  que  la  sabe  como  en  ella  se  contie- 
ne; preguntado  cómo  la  sabe,  dixo  que  porque  ha  visto  ser  é  pa- 
sar así  lo  que  la  pregunta  dice  y  el  dicho  Pablo  es  muy  buen 
indio  é  amigo  de  los  españoles,  etc. 

7.  A  la  séptima  pregunta  dixo  que  ha  visto  quel  dicho  Pablo 
ha  ido  a  hacer  lo  que  la  pregunta  dice  las  veces  que  se  ha  ofreci- 
do salir  é  a  los  que  en  ello  se  han  hallado  ha  oido  decir  este  tes- 
tigo que  lo  ha  hecho  muy  bien  é  como  buen  amigo  de  los  cristia- 
nos, etc. 

8.  A  la  octava  pregunta  dixo  que  sabe  que  si  el  dicho  Pablo 
liobiera  tenido  mal  corazón  ó  se  hubiera  ido  del  servicio  de  los 
españoles  no  pudiera  ser  monos  sino  que  hubiera  hecho  mucho 
mal  é  daño  en  la  tierra  porque  fuera  mucha  parte  su  persona 
para  ello,  etc. 


ALMAOBO   Y   SUS    COMPAÑEROS 


357 


A  la  novena  pregunta  dÍxo  qnesle  testigo  ha  oido  decir  lo 
^e  la  pregunta  dice  en  esta  eihdad  á  muchas  personas  pública- 
}nte  porque  nunca  ha  visto  que  se  le  haya  averiguado  al  dicho 
Pablo  lo  que  ansy  so  levantaba,  etc. 

10,  A  la  décima  pregunta  dixo  que  dice  lo  que  dicho  tiene  en 
Pregunta  antes  desla,  en  que  so  afirmn,  etc. 

!1*  A  las  once  preguntas  dixo  que  ansí  es  publico  é  nolorio  lo 
le  la  pregunta  dice  en  esta  ciudad  del  Cuzco,  etc. 

12.  A  las  doce  preguntas  dixo  puesto  testigo  ha  oido  decir  á 
3chas  personas  en  esta  ciudad  cómo  el  dicho  Pablo  quiere  ser 
jisliano  é  que  para  ello  deprende  la  doctrina,  etc. 

13*  A  las  trece  preguntas  dixo  que  según  lo  que  este  testigo 
3e  é  ha  visto  quel  dicho  Pablo  ha  servido  á  Su  Mapeslad  en  la 
^2  y  en  la  guerra,  merece  toda  merced  que  Su  Magestad  le  ha- 
m,  etc. 

14.  A  las  catorce  preguntas  dixo  queste  testigo  ha  oido  decir  á 
fanuchas  personas  en  esta  ciudad  como  el  dictio  Pablo  quiere  ser 
ÍKstiano  é  que  si  sirve  como  ha  servido  hasta  aquí,  que  no  puede 
dexar  de  servir  bien  é  hace  mucho  provecho  en  la  tierra,  etc. 

16,  A  las  quince  preguntas  dixo  queste  testigo  ha  oido  decir  lo 
iBe  la  pregunta  dice  en  esta  ciudad  piihlioamente  á  personas  que 
Wt  habian  lialtado  en  lo  que  la  pregunta  dice. 

16.  A  las  diez  é  seis  preguntas  dixo  que  no  la  sabe,  mas  dehabe- 
^  oydo  decir  lo  que  la  pregunta  dice  á  muchas  personas  públi- 
camente ó  ansf  es  público  é  notorio. 

^^d8,  A  Ins  diez  é  ocho  preguntas  dixo  queste  testigo  ha  oydo  de- 
m  á  muchas  personas  é  ansí  es  público  quel  dicho  Pablo  se  ha 
[lallado  en  muchas  cosas  en  la  guerra  coa  los  cristianos,  que  a 
|u©rerser  bellaco  hubiera  hecho  mucho  mal  é  daño  en  ellos,  ó 
insí  ha  hecho  mucho  provecho  su  persona,  etc. 

19.  A  las  diez  é  nueve  preguntas  dixoquel  dicho  Pablo  híi  ser- 
lo muy  bien,  á  lo  que  este  testigo  ha  visto  é  á  dicho  de  mu- 
ís, etc* 

^O.  A  las  veinte  preguntas  dixo  que  dice  lo  que  dicho  tiene  en 
su  dicho  en  que  se  afirma,  lo  qual  es  la  verdod  por  el  jura- 
ilo  que  hizo,  c  firmólo  de  su  nombre. — Juan  de  Guzman. 


358  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

Testigo. — Juan  de  Figueroa,  vecino  de  la  ciudad  del  Cuzco,  de 
edad  do  veinte  y  ocho  años. 

A  la  segunda  pregunta  dixo  que  no  la  sabe  por  quesle  testigo 
no  estaba  en  aquella  sazón  en  esta  ciudad,  etc. 

A  la  tercera  pregunta  dixo  que  no  la  sabe  porque  no  fué  la  di 
cha  jornada, etc. 

A  la  quarta  pregunta  dixo  que  no  sabe  mas  de  vello  venir  con 
el  dicho  Adelantado  a  esta  ciudad,  etc. 

Testigo. — Francisco  de  Herencia. 

A  la  segunda  pregunta  dixo  que  la  sabe  como  en  ella  se  con- 
tiene, por  queste  testigo  fué  uno  de  los  que  fueion  con  el  dicho 
Adelantado  el  dicho  viaje,  etc. 

A  la  tercera  pregunta  dixo  que  nunca  este  testigo  le  vido  ha- 
cer ni  decir  cosa  en  contrario  de  lo  que  la  pregunta  dice,  etc. 

A  la  quarta  pregunta  dixo  queste  testigo  sabe  ó  vido  que  todo 
loque  cumplía  al  servicio  de  S,  M.,  quel  dicho  Adelantado  le 
mandaba  que  hiciese,  que  siempre  lo  hizo  con  buena  voluntad, 
como  muy  buen  amigo  de  los  cristianos,  etc. 

Testigo. — Diego  de  Mella,  de  edad  de  treinta  y  un  años. 

A  la  segunda  pregunta  dixo  queste  testigo  sabe  é  vido  como 
el  dicho  Adelantado  don  Diego  do  Almagro  llevó  al  dicho  Pablo 
al  descubrimiento  de  Chile,  é  queste  testigo  cree  que  si  no  le  tu- 
viera por  bueno  que  no  lo  llevara,  por  queste  testigo  fué  la  dicha 
jornada  é  descubrimiento,  etc. 

A  la  tercera  pregunta  dixo  que  nunca  esto  testigo  le  vido  ha- 
cer ni  decir  cosa  en  contrario  de  lo  en  la  pregunta  contenido,  etc. 

A  la    quarta  pregunta   dixo  que  en  todo  el  camino  vido  que 
pasó  como  la  pregunta  dice,  ó  vido  que   traia  mucha  gente  de 
paz  toda  la  mas  della,  é  puesto  que  caso  que  los  indios  de  guerra 
estaban  sobre  el  Cuzco  dándoles  guerra  a  los  cristianos  que  en  él 
estaban  á  ellos  les  servían  por  donde  venian,  porque  ansí  se  ave- 
riguó ser  verdad  y  ellos  los  hallaron  que  de  continuo  les  daban 
guerra  puestos  en  arma  contra  los  del  Cuzco  é  á  ellos^  como  dicho 
tiene,  los  servian  ó  para  estos  cree  que  fué  mucha  parte  el  dicho 
Pablo. 


ALMAGRO  Y  SUS   COMPAÑEROS 


359 


Testigo. — Juan  Pinnrejo^  de  edad  de  treinta  años. 
A  la  tercera  pregunta  dixo  quesle   testigo  oyó  decir  al  dicho 
Adelantado  don  Diego  de  Almagro  é  á  su  capitán  general  Rodrigo 

tgoñez  é  á  otros  muchos  c.ibatleros  que  do  la  dicha  jumada  do 
ile  vinieron  como  el  dicho  Pablo  hahia  servido  muy  bien  a  S, 
é  á  los  cristianos  que  alia  fueron  en  todo  lo  que  se  ofrecía 
como  buen  amigo  é  servidor  de  S.  M.  ó  ansí  vido  que  era  piíbli- 

II  é  notorio,  etc. 
Testigo. — ^Juan  de  Cárdenas,  de  edad  do  veinLo  ó  cinco  años. 
(No  contestó  á  las  preguntas  2,  3  y  4.) 
Testigo. — ^EI  bachiller  Luis  de  Morales,  de  treinta  y  ocho  años 

Pí  edad. 
A  la  segunda  pregunta  dixo  que  ha  oido  decir  lo  contenido  en 
I  dicha  pregunta  é  ansí  es  público  é  nolorio,  etc. 
[ü  la  tercera  pregunta  dixo  que  ha  oido  decir  io  contenido  en 
dicha  pregunta  á  personas  que  vinieron  é  fueron  la  dicha  jor- 
ida  por  público  é  notorio,  etc. 
A  la  quarta  pregunta  dixo  que  ha  oido  decir  lo  contenido  en 
dicha  pregunta  á  muchas  personas  que  fueron  con  el  dicho 
Adelantado,  etc. 
Testigo, — ^Juan  de  Turuegano,  de  edad  de  cincuenta  años. 

»A  la  segunda  pregutita  dixo  qaeste  testigo  ha  oido  decir  lo 
nlenido  en  la  dicha  pregunta  al  dicho  Adelantado  don  Diego 
de  Almagro  é  é  otros  muchos  caballeros  que  hicieron  la  dicha 
jornada. 

A  la  tercera  pregunta  dixo  que  ha  oido  decir  lo  contenido  en  la 

Ícha  pregunta  al  dicho  Adelantado  don  Diego  de  Almagro  éa 
$  demás  que  fueron  con  él  al  descubrimiento  de  Chile,  etc. 
A  la  quarta  pregunta  dixo  que  ansimismo   oyó  decir  lo  con- 
tenido en  la  pregunta  al  dicho  Adelantado  é  su  gente. 


E  después  délo  susodicho  en  la  dicha  cibdad,  en  quince  días 
leí  mes  de  Mayo  del  dicho  año,  el  dicho  señor  teniente  habiendo 

Ito  la  dicha  probanga  dixo  que  íi  lo  que  él  ha  conoscido  é  conos- 
del  dicho  Pablo  é  ha  visto  en  muchas  cosas  que  con  él  ha  pía- 
telo desde  casy  tres  años  á  que  lo  conosce^  así  en  tiempo  del 
Ldclantado  don  Diego  de  Almagro  como  después  acá,  siempre  le 


liki 


láta^ 


360  coLEcaoN  de  documentos 

ha  visto  inclinado  á  ser  amigo  de  los  cristianos  y  ansí  lo  ha  mos- 
trado é  lo  ha  conocido  del  ó  le  paresce  ques  merecedor  de  toda 
honra,  á  ansy  esto  declarante  en  todas  las  cosas  que  se  han  ofre- 
cido después  quel  tiene  el  cargo  desta  ciudad  le  ha  favorecido  en 
todas  las  cosas  que  se  le  han  ofrecido,  porque  como  dicho  tiene, 
le  ha  pareseido  que  lo  merece  todo  y  aun  por  su  causa  este  de- 
clarante no  se  ha  ido  desta  ciudad  por  conocer  de  algunos  que  no 
le  quieren  bien  ó  que  faltando  él  no  queda  favorecido  como  es  é 
pudiera  ser  causa  que  lo  hicieran  algar  ó  que  si  él  se  algasc  seria 
muy  gran  daño  para  toda  la  tierra  é  que  agora  de  pocos  dias  acá 
el  dicho  Pablo  deprende  para  ser  cristiano  mas  por  inducimien- 
to deste  declarante  como  do  otras  personas  que  a  ello  le  han  atraí- 
do y  cree  que  ha  de  ser  muy  buen  cristiano  por  lo  que  del  ha 
conoscido  y  ques  mucha  razón  que  sea  honrrado  é  favorescido 
porque  demás  de  lo  que  dicho  tiene,  se  remite  á  lo  que  paresce 
por  la  dicha  probanza  dicho  en  su  favor,  é  firmólo. — El  licenciado 
de  la  Gama. — (Hay  una  rubrica.) 

15  de  Abril  de  1510. 

LXIIL — Real  cédula  á  los  Oficiales  fíenles  de  la  provincia  del  Perú, 
acerca  de  los  bienes  dejados  por  Diego  de  Almagro. 

(Arcliivo  de  Indias,  Í09-7-1.) 

El  Rey. — Nuestros  oficiales  do  las  provincias  del  Perú  y  Nueva 
Toledo  y  a  cada  uno  de  vos  á  quien  osla  carta  fuere  mostrada,  sa- 
bed que  nos  queremos  ser  informados  de  los  bienes  que  quedaron 
del  adelantado  don  Diego  do  Almagro,  difunto,  nuestro  goberna- 
dor que  fué  dcsa  provincia  do  Toledo,  é  proveer  como  se  pongan 
a  roeabdo,  por  ende  yo  vos  mando  que  luego  questa  recibáis, 
con  toda  diligencia  y  cuidado  inijuirais  y  sepáis  qué  bienes  que- 
daron del  dicho  adelantado  don  Diego  do  Almagro  y  hagáis  inven- 
tario dollos  y  do  las  deudas  qiio  lo  debian  y  de  las  que  él  debe,  y 
los  bienes  que  ansi  halhirodes  los  pongados  a  roeabdo,  y  las  deb- 
das  proveeréis  que  so  cobren,  imbiarois  ante  nos  á  nuestro  con- 
sejo do  las  Indias  un  traslado  del  inventario  quehicierdes  y  relato 
particular  de  todo  ello,  para  que,  visto,  mandemos  proveer  lo  que 


ALMAGRO  Y  SUS  C0MPA?5ER0S  361 

convenga  á  nuestro  servicio,  é  non  fagades  endeal  por  alguna  ma- 
nera.— Fecha  en  la  villa  de  Madrid,  á  quince  dias  del  mes  de  Abril 
de  mil  é  quinientos  é  cuarenta  años.  Firmada:  Cardenalis  Hispa- 
lensis.  Refrendada  de  Samano  y  señalada  de  Beltran  y  del  obispo 
de  Lugo,  y  de  Bernal,  y  Velazquez. 


17  de  Abril  de  1510. 

LXIV. — Causa  criminal  seguida  y  sustanciada  en  el  consejo  por  co- 
misión de  su  Mag.  entre  Diego  de  Almagro,  Diego  de  Alvarado  y 
oíros  conquistadores  del  reino  del  Perú,  contra  Francisco,  Hernando 
y  Gonzalo  Pizarro  y  otros,  sobre  la  muerte  de  Diego  de  Alma- 
grOj  adelantado. 

(Archivo  de  Ind'ms,— Consejo— Escribanía  de  Cámara,  N.'»  1007.) 

Muy  poderosos  señores. — Diego  de  Alvarado,  por  sí  y  en  nom- 
bre de  don  Diego  de  Almagro,  hijo  del  adelantado  don  Diego  de 
Almagro,  ya  difunto,  y  el  alcalde  Diego  Nufiez  de  Mercado,  y 
Diego  Gutiérrez  de  los  Rios,  y  Hernando  de  Soza,  y  todos  los  otros 
que  a  esta  su  acusación  y  querella  allegarse  quisieren  y  les  fuese 
interese,  cada  uno  por  sí  y  todos  juntamente,  así  por  lo  que  toca 
al  servicio  de  Dios  Nuestro  Señor  y  de  vuestra  Mag.  y  por  el  in- 
terese y  bien  público,  según  la  natura  y  calidad  de  tan  arduos  y 
grandes  negocios  y  cosas  como  las  que  en  esto  se  tratan,  como 
por  nuestro  propio  interese  en  aquello  que  nos  toca  á  todos  jun- 
tos y  á  cada  uno  por  sí,  por  aquella  vía,  forma,  remedio  y  manera 
que  de  derecho  y  según  leyes  y  premáticas  destos  reynos  mejor 
haya  lugar,  pidiendo  a  vuestra  Alteza  justicia,  quejamos  y  acusa- 
mos criminalmente  de  don  Francisco  Pizarro,  gobernador  de  la 
Nueva  Castilla^  y  de  Hernando  y  Gonzalo  Pizarro,  sus  hermanos, 
y  del  capitán  Alonso  de  Alvarado,  y  de  Diego  de  Rojas,  y  de  Her- 
nando Bachicao,  y  del  capitán  Mercadillo,  y  Castro,  y  de  todos  los 
otros  capitanes,  consejeros,  factores,  cómplices  y  consortes  en 
los  casos  y  delitos  en  esta  presente  acusación  y  querella  conte- 
nidos, y  en  otros  muchos  que  en  el  discurso  del  negocio  se  es- 
primirán  y  declararan,  y  premitidas  las  solemnidades  generales 


362  COLECCIÓN  DB  DOCUMENTOS 

quft  en  semejantes  casos  y  acusaciones  se  requieren,  decimos  lo 
siguiente: 

Lo  primero,  que  después  queá  Dios  nuestro  Señor  plugo  hacer 
tan  grande  y  tan  señalada  merced  á  toda  la  república  cristiana  y  á 
viifstra  cesárea  é  imperial  Mag.  y  á  la  corona  real  destos  sus  rey- 
nos  de  Kspaña,  que  en  sus  bien  aventurados  tiempos  se  descu- 
briesen y  conquistasen  tan  estrañas  y  tan  grandes  y  tan  ricas 
provincias  y  reinos  como  son  é  han  sido  las  de  las  Indias,  entre 
las  cuales  la  mas  rica  y  la  mas  principal  es  la  del  Perú,  en  cuya 
conquista  y  pacificación,  después  del  favor  divino  y  de  la  felice  y 
bien  aventurada  subcesion  de  vuestra  Magestad,  la  mayor  y  la 
mas  principal  parte  fué  el  dicho  adelantado  don  Diego  de  Alma- 
gro, difunto,  con  cuya  singular  industria  y  diligencia,  ánimo  y 
esfuerzo  de  muy  arduos' y  grandes  trabajos  y  peligros  de  su  per- 
sona y  costa  de  su  hacienda  y  amigos  se  ganaron  y  pacificaron  y 
redujeron  al  se^^•icio  de  vuestra  Alteza,  de  que  á  la  corona  real 
destos  reinos  ha  sucedido  muy  gran  acrecentamiento  en  riqueza 
y  en  reinos  y  vasallos,  empero  no  han  faltado  otros  medios  muy 
dañosos  y  perjudiciales  y  muy  contrarios  á  vuestro  real  servicio 
y  á  todo  lo  susodicho,  que  son  los  siguientes: 

Porque  hablando  con  todo  el  acatamiento  y  reverencia  que 
ante  V.  Mag.,  y  en  vuestro  muy  alto  Consejo  de  Indias  se  debe 
hablar,  y  según  la  calidad  de  los  negocios  é  á  solo  efecto  de  in- 
formar á  V.  Mag.  y  á  vuestro  muy  alto  consejo  de  Indias,  déla 
verdad  de  tocio  y  de  alcanzar  justicia,  pasa  ello  asi.  Que  el  dicho 
don  Francisco  Pizarro  por  cuyo  descuido,  flojedad  y  mala  gober- 
iiíUMon,  estuvo  muchas  veces  en  aventura  de  perderse  tan  gran 
(N>n(|uista  y  bien  andanza,  dando  ocasión  a  que  muriesen  mu- 
chas gonles'do  las  que  con  él  fueron,  y  venido  en  España  á  dar  rela- 
ción á  V.  Mag.  de  lodo  lo  que  había  pasado,  atribuyendo  y  usurpan- 
pando  prra  sí  los  trabajos  yservicios  ajenos,  escureciendo  lahonra 
y  fama  del  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro  con  siniestras 
r(»Iariones,  procuró  y  hubo  para  sí  el  premio  y  galardón  de  los 
dit^hos  siM'vicios,  siéndole  por  V.  Mag.  hecha  merced  de  la  gober- 
nación y  capitanía  general  hasta  en  doscientas  leguas,  desde  el 
put^blo  do  Tomonpulla  é  rio  de  Santiago  en  adelante,  y  siendo 
tan  acrecentado  en  honra  y  riqueza,  ansi  él  como  todos  los  otros 


ALMAGRO  y   SUS   COMPAÑEROS 


363 


dichos,  por  lo  cufiK  allende  de  la  natural  obligación  y  deuda 
Ü9  subditos  y  vasallos  debían  tener  y  tenían  gran  obligación 
rvir  á  V.  Mag,  é  bacer  lo  que  debinn,  no  acatando  A  esto  pro- 
lo,  pospuesto  el  temor  de  Dios  en  gran  desacata  de  V*  Alloza 

u  real  justicia,  en  grandísimo  perjuicio  é  agravio  de  sus 
itos  ó  vasallos  ansi  crislianos  eorao  indios,  han  pasado,  co- 
do y  cometieron  desde  el  principio  de  la  dicha  conquista  su- 
mmente  hasta  agora,  los  mayores,  é  mas  graves  y  mas  enor- 

delilos,  los  mas  grandes  y  feos  excesos  que  en  nuestros 
[pos  ni  en  los  pasados  se  han  visto  ni  oido,  los  cuales  por  la 
^dad  é  grandeza  dellos,  no  solo  son  notorios  á  V,  Alteza  y  á 

el  su  real  consejo  de  Indias,  pero  aun  a  todo  el  mundo  asi 
os  reinos  como  fuera  dellos,  que  de  las  dichas  partos  han 
cia,  é  nosotros  como  presentes  que  hemos  sido  &  Ins  mas  de 
¡chas  culpas  é  delitos  é  casi  í\  todo,  y  tenemos  onteramenLe 
icido  é  visto  los  males  é  daños  pasados  é  la  necesidad  que 
de  casligallos  ó  remediar  aquellos  reinos  é  provincias  que 
n  totalmente  perdidos  é  destruidos,  por  lo  que  debemos  ni 
icio  de  V.  Alleza,  y  como  dicho  es,  por  el  interese  é  bien  pu- 
)y  por  lo  que  nos  toca  y  atañe,  pidiendo,  como  pedimos,  jus- 
,  decimos  que  en  particular  han  cometido  los  delitos  si- 
ntes: 

cimeramente,  casi  á  los  principios  do  la  dicha  conquista 
►ues  que  Atabaliva  Ingua,  señor  principal  y  general  do  aque- 
erra,  con  mucho  número  de  gente  de  indios  fué  desbaratado, 
ues  de  le  haber  prendido  y  estar  su  gente  toda   rendida,  y 

tas  las  armas  en  el  suelo,  contra  todo  derecho  divino  y  hu- 
o,  con  grandísima  crueldad,iiizo  malar  el  dicho  don  Fran- 
}  Pizarroy  el  dicho  Hernando  Pizarro»  su  hermano,  y  mataron 
le  su  ejército  é  por  su  mandado  mas  de  doce  mil  indios,  sin 
los  dichos  indios  hiciesen  resistencia,  antes  estando  rondi- 
y  tendidos  en  el  suelo,  como  dicho  es,  y  después  queus*>  de 
icha  crueldad,  no  satisfecho  ni  contento  después  de  haber  leni- 
^reso  al  dicho  Atabaliva  Ingua,  é  después  de  haberle  él  dado 
amerable  oro  y  plata  mas  déla  que  con  él  habia  quedado,  de 
tial  mucha  parte  ocultó  é  tomó  para  si  é  para  quien  quiso,  no 

rtiendo  ni  dividiendo  con  las  personas  que  debia,  según  de- 


*fHn,  íín  Híu*Pfr  <»!  ^'r-hn  faírna  ííoíwi  algnna  por  qae  mal  ni  daño 
'lU'f^jf'.    Uk  ."^rr.hir.   inti>íi  habiendo   heüho    :»etiaIado  senicio  á 
tiíi»5A  ;  i»'r5p?f!;í>nilij  'b*  le  .^r;ir  coa  ianamerables  tesoros,  y 
^utf^nU\  rp^.Utuiíi  -^i  'iíchn  don  Fpancwoo   Pizarro  r  los    crístia- 
fi^  tiü^  "^nn  ^  ^ftfüban  muchas  y  muy  baenas  obraSf  osando  de 
7nrííi.>\msí  ,narar.ítiid¿crTielílaíl,  coatra  todo  derecho é  jaslicia, 
"la  -^.r»ior*if  .nnifttfls.  aírenoíi   de  toila  razón  y  de  lo  qaeenrea- 
íí^ifl  i^i  ;i#*f!nn.  T^  le  imitó  injnatamen te  dándole  inominiosa 
iiif--^e   tifrníUj  ^í  mayor  principe  y  áeñorque  en  todas  las  Indias 
r*  lariüt/i,  7  ao  «Toatentii  con  lo  ^ii.-5oJicho,  antes  é  después  déla 
ii-na  Tuxe^r*j».  Vimii  al  dicto  rn;-rua  y  consintió  que  se  tomasen 
-;  7  í  ijT  irr"!*  prlacifalt:rí  ín'líos.  ¿as  mageres  y  hermanas  é 
.n^.  'j^miizíiiixiñÁ  por  iiLs   mancebas  y  amigas^  cosa  detestable 
am.  '?r->riaao!*  7  mas  con  muíreres  infieles,  que  es  may  gran 
hfitn;ruuñi'»a  en  la  r«?rigion  cristiana,  y  repatió  las  dichas  muge- 
9^.  j  ^  mLsmij  tnvo  dos  hermanas  hijas  del  dicho  Ingua,  y  de 
L  Tna  ii»  eilas  tiene   nijos,  teniendo  con  ellas  aceso  detesta- 
ie.  T  a.>:iíie  i  le  es  La  mayor    injuria,  afrenta  y  lástima  quf*  ;i 
15  .Lcíi'>«5  Liirllos  y  señores  se  les  pedia  hacer,    porque  es  una 
^íKi  la  /fie  eilo-*  mas  estiman  y  sienten  tanto  que  muchas  veces 
a  acíie^siíi'ío  ahorcarse  por  ello,  de  los  cuales  delitos  é  insultos  c 
j}  .tr^.-í  m  •ci'-í  qae  á  la  sazón  acaecieron,  allende  de  la  calidad 
L.iirxila-Í  Criícs,  p^^rlocualel  dicho  don  Francisco  Piznrro  é 
:.:  .•■-üi^-r.ír'?  e  t'ido"?  los  allt' estaban  incurrieron  en  grandísimas 
er:.\:  rz  -i-rrecLo  e-ítablecldas,  é  merecen  ser  por  ello  castig.idos 
^-T'izji   y  ítr'iv'íimamenle.  Se  siguieron  asimismo   muchos  é 
:--:-:  ir^  :r-c:::ver.:':iit€'S  é  dañosen  deservicio  de  Dios  y  de  V.  Alio- 
:^  -  -r-  :  :al  d-í^^truicion  de  aquella  tierra,  porque  los  indios^  vis- 
.    .  z^^z  CT'irAad  é  inhumanidad  é  los   desafueros  é  agravios 
::•?-:  lt¿  Lalian  hecho,  puesto  que  oslaban  determinados   do 
'  t::_'  t  í^svir  ce  paz  é  dejados  su  herror  é  dañada  é  perversa  soc- 
'  -*i  •  il  vrrJniiero  conocimiento  de  Dios  é  de  nuestra   santa 
••;  .  ._ri.  rr  ie  servirá  V.  Alteza  con  innumerables  riquezas  y 
"  :r.    vzjr  é  como  lo   habia  ofrecido  é  prometido  el   dicho 
_  L.L   i^i .  •  1' i  é  lodos  los  demás  señores  sus  subditos,  es  cierto 
.  i;.>roii  ansi,  desesperados  ¿indignados   de    las  di- 
r  •'":^  :;í  i-e-s  e  sin  razones,  se  levantaron  lodos  los  señores  de 


ALMAGRO   Y  SUS   COMPANEROS  365 

la  tierra  en  especial  los  capitanes  del  dicho  Atavaliva,  Quisquis  é 
Calicuchima  é  hicieron  muy  cruda  guerra^  en  la  cual  murieron 
muchos  cristianos  é  indios,  de  manera  que  por  causa  del  dicho 
don  Francisco  Pizarro  y  Hernando  Pizarró  y  los  otros  sus  cóm- 
plices y  consortes,  é  no  solo  se  siguió  perdida  de  muchos  cuerpos 
é  vidas,  pero  aun  se  perdieron  innumerable  número  de  ánimas 
de  los  dichos  indios  que  murieron  en  su  perversa  secta  é  idola- 
tría, ó  la  cristiana  religión  y  fée  perdió  el  acrecentamiento  que 
de  tornarse  todos  cristianos  se  seguia,  pero  V.  Alteza  perdió  muchos 
vasallos  é  subditos  que  por  la  dicha  causa  en  la  dicha  guerra 
murieron,  é  grandes  tesoros  é  riquezas  en  cantidad  de  mas  de 
diez  millones  de  oro  que  habia  ofrecido  é  [prometido  el  dicho 
Ingua  Atabaliva,  é  después  ha  parecido  lo  pudiera  muy  bien 
cumplir  é  cumpliera,  é  V.  Alteza  ha  recibido  en  ello  gran  falta  é 
deservicio,  y  así  también  muy  gran  daño  é  perjuicio  recibieron 
los  pobladores  é  conquistadores  de  aquella  tierra,  de  aquellos  que 
por  partícipes  é  cómplices  de  los  dichos  delitos  y  ejecutores  de 
ellos  fueron  premiados  é  remunerados  por  el  dicho  don  Francis- 
co Pizarro.  E  verdaderamente  este  fué  principio  é  raiz  de  todos 
los  males  que  sucesivamente  en  el  proceso  desta  conquista  han 
sucedido,  pues  por  los  dichos  malos  tratamientos  é  desafueros  é 
agravios  no  esta  desde  entonces  la  tierra  pacífica  é  sosegada,  é 
todas  las  muertes  y  daños  después  recrecidos  son  &  cargo  del  di- 
cho don  Francisco  Pizarro  y  de  los  dichos  sus  consortes,  como 
principales  causadores  dellos. 

E  después  de  lo  susodicho,  los  dichos  don  Francisco  Pizarro  y 
sus  consortes,  continuando  su  tiránica  gobernación,  no  atendien- 
do á  lo  que  por  vuestra  Alteza  le  era  mandado,  que  en  toda  la 
dicha  conquista  se  hubiese  con  los  dichos  indios  é  gente  de  la  di- 
cha tierra,  blanda  y  beninamente,  haciéndoles  todos  buenos  trata- 
mientos, induciéndolos  con  las  mejores  maneras  que  fuesen  po- 
sibles, primeramente  al  servicio  de  Dios  é  al  conocimiento  de  la 
santa  feé  católica  é  después  al  servicio  de  vuestra  Alteza,  y  ellos, 
como  dicho  he,  no  atendiendo  á  lo  susodicho  y  á  lo  que  hacer  de- 
bian,  fueron  por  toda  la  dicha  tierra  é  conquista,  robando  é  ma- 
tando é  destruyendo,  tomando  á  los  dichos  indios  sus  mugeres  y 
hermanas,  hijas  é  haciendas,  haciéndoles  fuerzas  y  agravios  é 


-f?:   ruii 


ALMAGRO  y  SUS  COMPAÑEROS  367 

de  la  dicha  provincia,  por  defraudar  á  vuestra  Alteza  é  á  sus  rea 
les  rentas  é  derechos,  ó  porque  no  se  supiese  ni  entendiese  por 
vuestros  oficiales  la  cantidad  y  calidad  del  oro  é  plata,  contra  las 
leyes  é  premáticas  de  vuestros  reinos  é  ordenanzas  é  provisiones 
reales,  fundia  el  oro  en  su  casa  y  consentía  que  fundiesen  los 
otros  en  las  suyas  el  oro  ó  plata  que  en  la  dicha  conquista  se  ha- 
bía, así  de  lo  que  a  los  indios  tomaban,  como  de  lo  que  en  las  se- 
pulturas se  hallaba,  sin  estar  presente  ningún  oficial  de  vuestra 
Alteza,  por  defpaudalle,  como  dicho  es,  dello,  y  esto  es  así  público  y 
notorio  é  parecerá  por  la  información  é  informaciones  que  en  ra- 
zón de  lo  susodicho  hizo  el  Obispo  de  Panamá,  las  cuales  suplico 
que  vuestra  Alteza  mande  que  salgan  á  luz,  por  lo  cual  cayó  é  ha 
caído  asimismo  en  mal  caso  é  en  deservicio  de  vuestra  Alteza. 

E  después  de  tomado  el  dicho  Cuzco  é  toda  su  tierra  é  pacificado 
y  sosegado,  el  dicho  don  Francisco  Pizarro,  no  seyendo  ni  cayen- 
do aquello  en  los  límites  de  la  gobernación  que  vuestra  Alteza  le 
hizo  merced,  usando  de  poderío  absoluto,  puso  en  el  dicho  Cuzco 
é  su  tierra  por  sus  tenientes,  en  diversas  veces  ó  tiempos,  á  sus 
hermanos  Juan  Pizarro  é  Hernando  Pizarro,  no  lo  pudiendo  ni 
debiendo  hacer  conforme  á  leyes  é  premáticas  destos  reinos,  prin- 
cipalmente seyendo  el  dicho  Hernando  Pizarro,  caballero  de  la 
Orden  de  Santiago  é  habiendo  resumido  corona,  é  los  dichos  sus 
hermanos,  haciéndose  absolutos  señores,  en  confianza  que  el  dicho 
gobernador,  seyendo  su  hermano,  habia  de  pasar  y  disimular,  co- 
mo de  hecho  pasó  y  disimuló  con  todo  lo  que  ellos  hiciesen,  y  en 
la  dicha  confianza  gobernaron  como  absolutos  y  sin  obediencia, 
robando  y  destruyéndolo  todo  é  matando  é  quemando  los  caciques 
é  indios  ó  dándoles  otros  diversos  géneros  de  tormentos,  como 
sed  y  codicia  insaciable,  porque  les  diesen  y  descubriesen  el  oro 
y  tisoros  que  tenían  é  de  que  sabían,  é  con  las  dichas  fuerzas  é 
violencias  é  crueldades  hubieron  mas  de  doscientos  mil  pesos  de 
oro,  los  cuales  tomaron  para  sí,  seyendo  é  perteneciendo  todo  á 
vuestra  Alteza,  por  ser  de  enterramientos  é  sepulturas  é  por  ser 
tesoros  de  señores  de  los  indios  naturales. 

E  creció  tanto  su  codicia  é  deshordenada  ambición,  que  acaeció 
muchas  veces  é  tenían  por  ordinario  é  costumbre  en  el  discurso 
de  la  guerra  del  alzamiento  del  Inga^  puesto  que  los  indios  que- 


COLECCIÓN  DE  DOCUiíEííTOS 


rinn  venir  é  venían  de  paz  é  se  venían  á  orrecer  por  vasallos  de 
vuestra  Alteza,  el  dicho  Hernando  Pizarro  no  los  qiieria  recibir  n¡ 
recibía,  si  no  le  traiun  cierta  can  tillad  de  oro.  para  lo  cual  tenia 
puetslo  peso  público  en  la  plaza  de  la  dicha  ciudad,  é  asimismo á 
los  mas  que  no  podían  dar  ni  traerla  dicha  quanlia  de  oro,  se 
quedaban  y  estaban  en  su  rebelión  é  alzamiento  é  hacían  muchos 
males  é  daños,  cosa  cierta,  detestanda  é  de  pésimo  ejemplo,  que 
habiendo  de  procurar  por  todas  buenas  maneras  de  reducir  á  los 
dichos  indios  al  verdadero  conocimiento  de  nuestra  santa  feé  ca- 
tólica y  al  servicio  de  vuestra  Alteza,  no  solo  no  lo  hiciesen,  pero 
aun  veníondo  ellos  de  su  voluntad,  no  los  quiso  recibir. 

No  contentos  con  lo  susodicho,  estando  el  Inga,  señor  general 
de  toda  aquella  tierra  y  reinos^  en  la  dicha  ciudad  del  Cuzco,  co- 
mo en  cabeza  de  estado,  no  teniendo  respeto  á  que  era  lan  gran 
príncipe  y  señor  y  que  estaba  debajo  del  amparo  de  Vuestra  Al- 
teza, después  de  les  haber  dado  de  su  voluntad  muchos  tesorüsé 
riquezas,  con  la  dicha  insaciable  codicia  le  prendieron  é  le  tuvie- 
ron debajo  de  una  escalera  con  cadenas,  haciéndole  escupir  y 
escupiéndole  en  la  cara,  diciéndole  muchas  injurias  y  afrentas 
de  palabra,  haciéndole  de  hecho  otros  muchos  vituperios  qued^ 
cirse  é  referirse  es  vergüenza  é  desacato,  todo  por  apreraiarlpé 
forzarle  que  les  dies^  oro  y  plata,  amenaz¿indole  que  le  habiaade 
quemar  é  le  robaron  dos  veces  su  casa^  é  le  lomaron  sus  mujeres 
y  hermanas,  é  todo  lo  demás  que  tenia,  é  con  los  dichos  agravios 
é  sin  razones  hubieron  del  innumerable  tesoro^  todo  lo  cual  toma- 
ron y  usurparon  para  sí,  é  después  que  les  había  dado  lo  que  pe- 
dían é  tenia,  le  tornnban  hacer  otra  vez  é  veces  las  dichas  afren- 
tas é  vituperios,  pidiéndole  una  estatua  de  oro  maciza,  coa  Sü5 
tripas,  que  era  el  bulto  de  su  padre  Guaynacaba,  é  visto  por  d  ¡ 
dicho  Ingua  é  sus  caciques  y  vasallos  las  crueldades  y  tormeatos 
y  ajD^ravios  que  por  los  dichos  Pizarro  é  sus  consortes  c  gente  se 
hacia,  é  su  codicia  inmensa,  no  pudiendo  sufrir  tan  gran  scrri- 
dumbre,  so  color  que  iba  por  el  dicho  bulto  y  estatua,  se  fu¿  dd 
dicho  Cuzco  y  se  alzó  y  les  hizo  guerra,  en  la  cual,  por  dUcitrsfl^ 
de  toda  ella,  es  cierto  é  notorio  y  así  parecerá  que  mató  maSi 
ochocientos  cristianos,  y  en  la  dicha  guerra  se  perdió  de 
do  los  dichos  cristianos  mas  de  dos  millones  en  oro  é  pial 


ALMAGRO   Y   SUS   COMPANRRO?; 


369 


paderíns  é  cabfillos,  armas  y  esclavos,  é  de  parte  de  los  dichos 
indios  murieron  mas  de  cien  mil  indios  ó  se  des])obló  la  mayor 
parte  de  toda  la  tierra,  é  con  la  dicha  guerra  é  rebelión  é  alza- 
miento, según  los  males  y  daños  que  della  se  recrecieron,  estuvo 
todo  a  punto  de  perderse  é  asolarse^  si  no  fuera  por  la  vuelta  quel 
Adelantado  don  Dicpo  de  Almagro  hizo  de  Chile,  y  Vuestra  Alte- 
aa  perdió  mucho  tesoro  é  riqueza  de  que  fuera  socorrido,  é  lodo 

I  (susodicho  é  todo  lo  demás  que  ende  se  siguió  es  á  culpa  del 
cha  don  l'rancisco  Pizarro  y  Hernando  Pizarroysus  hermanos 
é  sus  consortes  é  gente,  que  fueron  la  principal  causa,  é  así  me- 

Icen  gravísimo  castigo  por  ello, 
[Dlrosí,  esUmdo  en  el  dicho  ,Cuxco  antes  del  alzamiento  del  dicho 
gun  mucho  tiempo  sabida  por  el  dicho  don  Francisco  Pizarro  y 
tos  dichos  sus  hermanos  la  merced  que  Vuestra  Alteza  habin  ha- 
cho al  dicho  Adelantado  don  Diego  de  Almagro,  haciéndole  su 
gobernador  é  capitán  general,  acubados  los  límites  del  dicho  don 
Fmneiscn  Pizarro  en  doscientas  leguas,  y  entendiendo,  como  era 

Íorio,  que  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  é  su  provincia  era  fuera 
los  límites  del  dicho  don  I^rancisco  Pizarro  é  caia  é  se  incluía 
]úñ  del  dicho  Adelantado,  por  le  defraudar  é  usurpar  lo  que  no 
^ra  suyo,  antes  que  supiese  de  la  merced  que  Vuestra  Alteza  le 
jia  hecho,  ni  tuviese  las  provisiones  della,  por  le  echar  de  allí 
luedarél  apoderado,  capituló  é  concertó  con  él  que  fuese  á  la 
ívincia  de  Chile  t'i  cunquisiar  y  pacificar  desde  ciento  ó  treinta 
Juas  mas  adelante  del  Cuzco,  ol  cual  viendo  que  era  servicio  de 
^estra  Alteza,  con  el  deseo  que  siempre  tuvo  de  le  servir,  se  en- 
rgó  de  dicho  trabajo  é  fué  con  liasta  cuatrocientos  hombres, 
mar  y  por  tierra,  en  lo  cual  hizo  muy  grande  costa  é  gastó 
lo  lo  que  tenia  é  se  empeñó  é  adeudó  é  fué  á  la  dicha  conquis- 
en  la  cual  estuvo  por  espacio  de  dos  años  y  anduvo  la  tierra 
sfjlro  ochocientas  leguas  liasta  cerca  del  Estrecho,  todo  con 
indísimos  trabajos  é  peligros  é  pérdidas,  pasando  mucha  sed  é 
¡rip  c  hambre,  por  grandes  sierras  é  tierras  muy  ásperas,  ó  nun- 
^kn  tanto  espacio  de  tierra,  por  ser,  como  era,  muy  fragosa  é 
^p-uctaosa  y  estéril  y  pobre  de  gente  y  oro  y  mantenimientos, 
iXtló  que  poblar,  é  viendo  el  poco  fruto  é  provecho  que  se  podía 

té  la  condición  en  que  estaban  de  perderse  todos  por 


-*  -  "-^ 


370 


C0I.RCC10N   DR  DOCUMENTOS 


la  fnlta  de  las  cosas  necesarias»  habicnJo  intentado  en  la  dicha 
jornada  todo  lo  que  benignamente  se  pudo  é  debió  hacer,  habién- 
dose hnbido  en  toda  ella  cmi  la  cordura,  diligencia  é  industria 
que  fué  posible,  según  que  a  todos  eá  notorio,  no  pudLendo  hacer 
otra  cosíi,  determino  de  volverse,  é  aunque  el  discurso  del  tiempo 
é  camino  fue  mucho  largo,  lo  supo  tan  bien  gobernar  y  endere- 
zar, que  con  todoá  los  peligros  que  sucedieron  no  perdió  tres 
hombres  de  los  que  consigo  llevaba,  ni  entre  ellos  hubo  discusión 
ni  revuelta,  ni  escándalo  alguno,  por  la  buena  gobernación  del 
dicho  Adelantado  ó  por  el  amor  é  respeto  que  le  tenían,  é  en  la 
vuelta  de  la  dicha  jornada,  en  el  camino  supo  del  alzamiento  del 
Ingua  é  el  trabajo  y  peligro  en  que  toda  hx  tierra  estaba  y  conno 
estaban  los  cristianos  y  la  ciudad  del  Cuzco  cercados  y  en  gran 
riesgo  de  perderse,  y  viniendo  por  su  camino  con  la  prisa  que 
podia,  le  llegaron  las  provisiones  de  la  merced  que  Vuestra  Alteza 
le  hizo  de  la  gobernación  y  capitanía  general  en  doscientas  leguas 
acabados  los  límites  de  don  B>ancisco  Pizarro»  é  llegado  al  pueblo 
de  Tarapacá,  que  es  en  los  términos  é  límites  del  Cuzco,  comíí 
era  notorio  que  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  ó  su  provincia  eme 
se  inclüia  en  los  límites  de  la  gobernación  de  que  Vuestra  Alteza 
le  habia  hecho  merced,  é  era  tan  claro  que  no  se  podia  en  ma- 
nera ninguna  dudar  dello,  porque  desde  el  rio  de  Santiago,  de  dú 
comienzan  los  límites  de  la  gobernación  de  don  Francisco  Piíarro 
al  dicho  Cuzco,  hay  mas  de  cuatrocientas  y  cincuenta  leguas,  e 
como  el  dicho  Pizarr;i  no   tuviese  mas  de  doscientas  é  sesenta, 
leguas  de  su  goberuacion^  era,  como  dicho  es,  muy  claro,  qua 
caía  ese  incluia  en  los  límites  del  dicho  Adelantado,  é  poreade 
la  gente  de  su  ejército  en  el  dicho  término  de  su  jurisdicion,  pos: 
virtud  de  las  provisiones  de  Vuestra  Alteza,  le  recibieron  por  tcm 
gobernador,  lo  cual,  allende  de  que  se  pudo  ansí  hacer,  fué  nei 
sario  que  se  hiciese  luogo  para  que  el  dicho  Ingua,  que  re^ 
estaba  é  hacia  guerra  por  los  malos  tratamientos  é  agravio    j 
los  dichos  Pizarros  lo  hadan  é  habían  hecho,  quisiese  reduci 
avenir  de  paz,  n}  cual  efecto  era  de  gran  importancia  supiei 
entendiese  que  el  dicho  Adelantado  don  Diego  de  Almagro 
gobernador  de  la  dicha  tierra  é  que  como  ó!  fuese  recibido  é 
blicado,  é  después  dosto  como  el  dicho  Adelaritadu  é  los  que 


^^ 


A 


üi 


ALMAGRO   Y    SUS   COMPAÑEROS  371 

nian  supieron  é  entendieron  quel  dicho  Ingaa  rebelado  estaba 
tan  indignado  y  exasperado  con  los  dichos  Pizarros,  por  cartas  é 
mensajeros  que  entre  el  dicho  Adelantado  é  Ingua  pasaron,  cono- 
cido que  la  paz  que  traían  en  buenos  términos,  se  estorbarla  é  em- 
barazarla, si  el  dicho  Ingua  é  sus  indios  que  traían  grandes  espías 
é  diligencias  supiesen  que  el  dicho  Adelantado  ni  los  suyos  se 
comunicaban  con  los  del  Cuzco  é  nascerian  sospechas,  las  cuales 
les  son  muy  naturales  á  los  indios,  por  efetuar  la  dicha  paz  que 
tanto  importaba  al  servicio  de  Dios  é  de  Vuestra  Magostad,  é  de 
común  parecer  de  todos,  se  acordó  que  no  se  enviase  mensajero 
al  dicho  Hernando  Pizarro  ni  al  dicho  Cuzco,  é  llegándose  mas 
cerca  para  efetuar  é  concluir  las  dichas  paces,  estando  ya  acor- 
dado con  el  dicho  Ingua,  el  dicho  Hernando  Pizarro  ó  sus  herma- 
nos é  consortes,  por  sus  propios  intereses  respetos,  no  mirando  á 
lo  que  al  servicio  de  Dios  é  de  Vuestra  Alteza  debia,  escribió  al 
dicho  Ingua  retrayéndole  con  palabras  dolosas  que  no  hiciese  las 
dichas  paces  ni  se  acordase  con  el  dicho  Adelantado,  é  con  diver- 
sas maneras  estorbó  al  dicho  Ingua  no  fuese  reducido  al  servicio 
de  Vuestra  Alteza,  estando  ya  fenecido,  como  dicho  es,  é  conclui- 
do, é  por  las  induciones  é  cartas  de  los  susodichos  estando  ya  de 
paz  vino  de  guerra  contra  el  dicho  Adelantado. 

E  no  contento  el  dicho  Hernando  Pizarro  é  sus  hermanos  é  con- 
sortes, continuando  su  dañado  propósito,  de  consejo  é  acuerdo  de- 
terminaron de  salir  á  punto  de  guerra  con  mano  armada  contra 
el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  é  les  hizo  poner  fajas  coloradas  é 
hizo  todas  las  otras  insignias  do  guerra  y  batalla,  habiéndole  seido 
afeado  por  Hernán  Ponce  de  León  é  licenciado  Prado  é  Grabiel 
de  Rojas  é  tesorero  Riquelme  é  otros  que  procuraban  é  deseaban 
el  servicio  de  vtra.  Alteza,  é  sin  embargo  deso,  así  a  punto  de 
guerra  salió  al  campo  é  el  dicho  adelantado  don  Diego  de  Alma- 
gro, como  servidor  de  vtra.  Alteza  é  sus  capitanes,  especialmente 
el  capitán  Juan  de  Saavedra,  que  tenia  la  recarga,  escusaron  el 
rompimiento,  puesto  que  lo  pudiera  hacer  á  su  aventaja  é  les 
había  dado  ocasión  á  ello,  é  prosiguiendo  su  mal  propósito  el  di- 
cho Hernando  Pizarro  é  sus  consortes  sabido  que  dicho  Adelan- 
tado traia  é  tenia  provisiones  de  vtra.  Alteza  de  la  dicha  gober- 
nación y  quel  dicho  Cuzco  era  notorio  se  incluía  en  ella  é  que  el 


372 


COT.RCCÍON   DR   DOCUMENTOS 


dicho  Adelantado,  usando  de  su  derecho,  los  habia  de  presentar 
C3n  vanos  cu mplirnientoi?,  le  envió  á  decir  que  fuese  bien  venido 
ó  que  se  poditi  venir  aposentar  en  la  dicha  ciudad,  pero  que  no 
se  entendía  que  habia  de  presentar  provisiones  de  vira.  Alteza  ni 
usar  dolías  é  que  si  tnl  quisiese  hacerse  podia  aparejar,  porque  se 
le  habia  de  hacer  reáislenciu,  é  el  dicho  Adelantado  é  los  que  con 
él  venían,  mirando  mas  á  lo  que  al  servicio  de  vira,  Mag.  conve- 
nia ó  por  evitar  escándalos  é  alborotos,  hizo  con  el  dicho  Her- 
nando Pizarro  todos  loi  buenos  cumplí ixientos  é  procuró 
de  su  derecho  é  justicia  con  todas  buenas  mañas;  é  las  susodi 
no  acatando  á  estOj  continuando  é  prosiguiendo  su  inlencío 
tiranías,  é  queriendo  por  sus  propios  intereses  resistir  li  vues 
mandamientos  é  {irovisiones  reales,  usando  con  el  dicho  Adelarr 
tado  como  con  enemigo  é  haciéndole  guerra  é  sabido  que  enviaba 
un  capitán  llamado  Solólo  en  socorro  de  su  retaguarda  porque 
los  indios  no  le  hiciesen  daño,  puso  gente  armada  con  su  manda- 
miento para  que  prendiesen  é  matasen  al  dicho  capitán  é  á  la 
pento  que  con  él  iba,  é  creciendo  mas  en  su  furor,  sabido  que  el 
dicho  Adelantado  pasaba  por  cerca  de  la  ciudad,  hizo  repicar  lu» 
campanas  ó  locar  al  arma  junio  do  la  gente  de  cristianos  é  indio» 
que  tenia,  industriando  y  enseñando  á  los  dichos  indios  cómo 
habían  de  pelear,  é  salió  al  campo  con  sus  banderas  tendida?  á 
punto  de  guerra  para  pelear,  é  ansi  lo  hiciera  si  el  dicho  Adeiati- 
Udo  é  los  que  con  ó!  venían  no  lo  quisieran  escusar,  como  lo  es- 
eusaron,  por  no  venir  en  el  dicho  rompimiento,  enviándole  i 
decir  é  requerir  que  él  ni  ellos  no  venían  á  le  hacer  mal  ni  daño, 
sino  á  servirá  vtra.  Alteza  é  á  favorescer  su  tierra  é  defenderé 
descercar  sus  vasallos;  ó  pasado  el  dicho  Adelantado,  el  dicho  Her- 
nando Pizarro  é  sus  consortes  se  retrajeron  á  la  ciudad  é  eslllví^ 
ron  en  ella  siempre  a  punto  de  guerra  con  asonada  de  gente,» 
porque  supo  que  el  dicho  Adelantado  enviaba  sus  provisioriiSií 
presentar  en  el  Cabildo  de  la  dicha  ciudad,  é  puso  miedo  é  ieB^ 
res  é  hizo  grandes  amenazas  á  los  regidores  é  alcaldes,  asi  enton- 
ces como  mucho  antes,  induciéndolos  asimismo  con  los  halag'^ 
é  promesas  é  ofertas  para  que  no  cumpliesen  las  provisione 
les  de  vtra.  Alteza  ni  obedeciesen  ni  tomasen  por  goberna 
dií-bo  Adelantado,  como  vira.  Alteza  lo  mandaba,  é  los  im\ 


iJifa^i 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS  373 

opresos  é  atemorizados  á  ellos  é  todos  los  demás  vecinos  de  la  di- 
cha ciudad,  que  no  osaban  hacer  ni  hacian  cosa  alguna. 

E  muchas  veces  acaeció  cuando  alguno  resistia  lo  que  él  volun- 
tariosa é  injustamente  quería  acudrillarle  é  apalearle  é  afrontarle, 
é  ansi  por  las  dichas  razones  el  Cabildo  de  la  dicha  ciudad  no  es- 
taba en  entera  libertad  para  cumplir  y  ejecutar  lo  que  de  justicia 
se  debia,  é  a  esta  razón  cuando  el  dicho  don  Diego  de  Almagro 
envió  sus  provisiones  á  presentar  al  dicho  Cabildo,  puesto  que  de 
su  justicia  ni  los  que  ende  estaban  ni  alguno  otro  ayudasen,  é 
puesto  que  vtra.  Alteza  por  ellas  mandaba  fuese  luego  recibido  y 
admitido  sin  resistencia  ni  contradicción  é  sin  esperar  otro  man- 
damiento alguno,  é  así  ellos  lo  entendian  é  conocían,  pero  por 
miedo  del  dicho  Hernando  Pizarro  é  hermanos  ó  consortes  pu- 
sieron alguna  dilación;  é  el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  sabida 
la  tiránica  opresión  del  dicho  Hernando  Pizarro  ó  vista  su  resis- 
tencia é  rebeldía,  é  entendido  é  sabido  no  dejaba  ni  queria  dejar 
en  su  libertad  al  dicho  Cabildo  é  tenia  por  fuerza  é  violentamente 
la  dicha  ciudad  é  gobernación,  é  visto  asimismo  como  por  vtra. 
Alteza  en  la  dicha  provisión  é  provisiones  le  habia  é  recibía  desde 
luego  por  tal  gobernador  en  los  dichos  límites,  é  ansi  estaba  reci- 
bido también  dentro  los  límites  é  términos  de  la  dicha  ciudad  del 
Cuzco,  puesto  que  siendo  todo  notorio,  pudiera  sin  mas  esperar  ni 
atender  entrar  en  la  dicha  ciudad  é  castigar  como  gobernadora 
los  que  hacian  la  dicha  resistencia  é  fuerza,  é  sin  embargo  que 
estxiba  asentado  con  toda  su  gente  como  habia  venido  do  Chile  en 
unos  barriales  cenagosos  con  la  agua  é  la  nieve  hasta  las  cinchas, 
sin  tener  bastimentos  é  en  punto  é  condición  de  se  perder  é  pe- 
rescer;  pero  aun  para  mas  convencer  la  malicia  y  furor  de  los 
susodichos  é  mostrar  con  toda  evidencia  su  justicia,  dio  informa- 
ción bastante  en  el  dicho  Cabildo  de  cómo  la  dicha  ciudad  del 
Cuzco  é  su  provincia  caia  é  se  incluía  en  los  límites  de  su  gober- 
nación é  era  fuera  de  la  de  don  Francisco  Pizarro,  con  la  cual  in- 
formación conforme  á  la  respuesta  que  habia  dado  el  Cabildo 
quedando  desde  entonces  que  le  recibían  é  hablan  por  recibido 
por  tal  gobernador,  él  quedó  é  era  gobt^rnador  ansi  por  las  provi- 
siones de  vtra.  Alteza  como  por  el  recibimiento  hecho  en  Tarapacá 
é  por  este  postrero  hecho  por  el  Cabildo  del  Cuzco  é  por  la  dicha 


374 


COLECCIÓN  DE  DDCüilENTOS 


provisión  é  admisiones  6  recibimientos  tenia  é  tuvo  el  verdadero 
derecho  é  posesión  de  la  dieha  gobernación  é  como  tal  verdadero 
poseedor  ó  gobernador  pudiera  luego  entrar  á  ejercer  é  tifiarla 
dicha  gobernación  en  la  dicha  ciudad  ó  prender  é  castigar  á  los 
que  le  resisliesen  y  estorbasen,  pues  eran  los  dichos  excesos  de- 
rechamente contra  los  mandaraiontos  é  provisiones  de  vira.  Mag¿ 
pero  mirando  ^nas  al  servicio  do  vira.  Alteza  é  por  evitar  eseá 
dnios  y  alborotos  é  reducir  é  atraer  ni  servicio  de  vira.  Alteza  é  i 
bien  é  paz  é  sosiego  al  dicho  Fernando  I^izarro  é  sus  hermanos 
consortes,  hizo  con  ellos  lodos  los  buenos  cumplimientos  é 
hizo  muchos  requerimientos  é  protestaciones  y  amonestaciones 
estando  ya  ol  fm  puestas  treguas  por  un  dia  ó,  por  mejor  decl 
estando  dado  tiempo  é  término  del  dicho  dia  para  que  se  dejas^ 
é  desistiesen  de  su  endurecida  desobediencia  ó  ellos  siguiendo 
mal  propósito  inovaron  en  el  dicho  dia  quebrando  puentes  é 
ciendo  albarradas  é  fuerzas  para  hacer  mayor  resistonoia  é  iisp 
dirle  su  entrada,  habiendo  quedado  asentado  que  en  el  di(*fi 
término  é  tiempo  no  se  inovase  ni  hiciese  cosa  alguna  de  In  ^^ 
sodicho. 

E  ansi  visto  por  el  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro  ífH 
por  ningún  camino  ni  medio  habia  podido  atraer  ni  convencer] 
los  susodichos,  é  vista  la  opresión  ó  fuerza  que  se  hacia  al  dich 
Cabildo  ó  á  los  vecinos  que  estaban  en  la  dicha  ciudad  y  el  dañfl 
y  pérdida  que  se  le  podia  recrecer  de  estar  en  el  lugar  dó  leoi^ 
puesta  su  gente  é  que  de  la  dilación  so  seguían  é  podían  sL^gailj 
muchos  dañóse  inconvenientes,  principalmente  con  la  rebeÜoní 
alzamiento  del  Ingua  é  guerra  que  hacia,  por  evitar  \o:\  dichos  in 
convenientes,  por  la  libertad  do  la  dicha  ciudad  é  vecinos  JdW 
de  noche»  por  escusar  resistencias  é  muertes,  escándalos,  losqi¡í| 
necesariamenlfi  se  habían  de  seguir,  según  la  dañada  inlencioiii 
voluntad  del  dicho  Hernando  Pizarro  ó  sus  consortes  si  de  íi^ 
entrara,  se  fué  á  presentar  en  la  dicha  ciudad  quieta  é  paeíficnH 
mente;  ó  sabido  por  el  dicho  Hernando  Pizarro,  hizo  repicar ^ 
campanas  é  tocar  al  arma  ó  se  puso  á  punto  de  guorrai  hawíHl^ 
asonadas  para  resistir  al  dicho  Adelantado,  é  visto  que  no  poJiM 
se  recojió  con  su  gente  á  una  parte  de  su  casa  que  dicen  el  Gsl'j 
pon,  é  allí  se  hizo  fuerte  é  tiró  con  ballestas  y  escopetas  é  inató< 


'mamm 


ALMAGRO  Y   SUS  GOMPASeROS 


375 


Igunas  personas  de  parto  del  dicho  adelantadíj  don  Diego 
ümagro,  ol  cua],  cuerda  ó  prudeulenieiile,  eomo  servidor  de 
«Alteza,  después  de  haber  hecho  muchos  requoriniienlos,  sin 
ffte  de  hombres,  prendió  al  dicho  Hernando  Pizarro  é  siiá 
cortes  por  las  dichas  resistencias  c  fuerzas  é  asonadas  é  por 
s  muchos  graves  ó  notorios  delitos  que  habían  comelidu,  ó  el 
liguíenteel  Cabildo  de  la  dicha  ciudad,  puesto  en  entera  li« 
ad,  recibió  de  nuevo,  á  mayor  abundamiento,  si  necesario 
le,  al  dicho  adelantado  don  D¡ej;o  de  Almaj^^ro  por  gobernador, 
Uido  todos  unánimes  é  conformes,  sin  discrepar  ninguno;  é 

en  el  dicho  proceso  desla  dicha  ciudad  del  Cuzco  y  en  tudo  lo 

en  ella  pasó  é  se  hizo,  el  dicho  Hernando  Pizarro  ó  sus  con- 

és  fueron  y  son  gravfsimamenle  culpados,  ó  cometieron  gravea 

roces  delitos,  conforme  á  derecho,  leyes  é  premálicas  de  vues- 

reinos,  é  por  esto  solo,  aunque  otro  no  hubiese,  merecen  ser 
rima  e  ejemplarmente  castigados;  é  por  el  contrario,  el  dicho 
untado  don  Diego  de  Almagro  se  hubo  como  prudente  servi- 
do vira.  Alteza  é  de  su  parte  se  hizo  todo  muy  justificada- 
¡ite  é  conforme  á  derecho  é  sirvió  en  ello,  como  en  todas  las 
s  demás  cosas. 

después  quel  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro  entró 
la  dicha  ciudad  del  Cuzco,  en  la  manera  que  dicha  es,  ó  fué 
bido  por  gobernador  é  comenzu  a  ejercer  é  usar  de  la  dicha 

rnaeion  ó  del  poder  o  facultad  que  por  virtud  de  vuestras 
risioncs  reales  tenia,  é  pacificó  é  sosegó  la  dicha  ciudad  é  toda 
Brra  é  desagravió  los  vecinos  é  moradores  della  de  las  grandes 
azones  é  agravios  é  fuerzas  que  los  dichos  Pizarros  é  sus  valé- 
is é  consortes  les  hablan  hecho,  é  oyó  las  quejas  que  contra 

usodichos  habia,  ansi  de  los  cristianos  como  de  los  indios,  é 

sus  procesos  é  informaciones  contra  ellos  por  las  cuales  pu- 
n justamente,  conforme  á  derecho  eleves  deslos  reinos,  eje- 

r  la  justicia,  dándoles  las  penas  que  de  derecho  merecian.que 

I  muy  grandes  é  graves,  pero  usando  de  toda  benignidad  y 
lencia,  porque  no  le  fuese  atribuido  á  pasión,  lo  dejó  por  eu- 
les,  con  intento  de  lo  remtlir  é  ioviará  vtra.  Alteza  ó  á  los 
su  real  Consejo  de  Indias,  adonde  se  viese  y  determinase  la 
icia  que,  aunque  de  otra  cosa  no  se  acordara,  solo  esto  y  la 


rflAi 


iflbA 


376 


COLECCÍON   DE   DOCUMtINTOS 


templanza  y  jastificacion  del  dicho  don  Diego  de  Almagro  le  de- 
biera retraer  de  la  increible  crueldad  que  después  hizo  y  ejecutó 
contra  ól,  que  otra  semejnnle  no  se  lee  en  ninguna  de  las  histo- 
rias del  mundo* 

E  en  este  comedio,  el  dicho  Adelantado  pacidcó  é  sosegó  ti 
la  tierní,  desbaratando  loda  la  gente  de  guerra  que  el  Inga  Icfaia 
en  cerco  de  la  dicho  ciudad  éleediá[«/rj  de  toda  ella,  é  estando  en- 
tendiendo ansf  en  las  cosas  de  la  administración  de  la  justicia 
como  do  la  guerra,  tuvo  nueva  como  venia  Alonso  de  Alvarado, 
capitán  del  dicho  don  Francisco  Pizarro,  robando  é  destruyen^ 
toda  la  tierra,  así  de  paz  como  de  guerrn,  tomándolos  á  los  iad^H 
sus  haciendas  é  mugeres  é  hijas  é  Irayéndoles  á  ellos  mesmo? 
para  su  servicio,  herrándolos  por  esclavos,  siendo  libres  y  \m3alla5 
de  Vutííítra  Alteza  y  estando  de  paz  contra  todo  derecho  é  razón 
ó  contra  vuestros  mandamientos  reales  que  espresamenle  lo  ve- 
dan; é  sabido  de  su  venida  é  do  lo  que  hacia  é  había  hecho  é  d« 
como  se  venia  mano  armada*  é  d  punto  de  guerra  derecho  i  la 
dicha  ciudad  del  Cuzco,  le  envió  sus  raensageros,  los  oficiales  de 
Vtra.  Alteza  y  otras  personas  y  caballeros  para  que  lo  requiriesen 
de  su  parte  é  le  notificasen  como  él  era  gobernador,  conforme  á 
las  provisiones  reales  ó  recibimientos  é  admisiones  susodichas» 
mandando  como  tal  gobernador  que  ó  se  saliese  de  los  límites  fi 
términos  de  la  dicha  su  gobernación  é  tierra  é  se  desistiese  éj^ 
jase  de  hacerlos  males  ó  danos  que  hacia^  ó  si  quisiese  venirse 
para  le  ayudar  acabar  do  pacificar  c  sosegar  la  tierra  ó  reducirl« 
del  todo  á  vuestro  real  servicio:  el  cual  no  solo  no  quiso  obeiK^i'''* 
é  cumplir  lo  que  le  era  mandado  é  requerido,  pero  aun  coa  pa- 
labras feas  ¿  desacatadas  contra  Vira.  Alteza  é  los  dft  vüOítM 
consejo  prendió  a  bis  dichos  mensajeros  poniéndolos  en  dunn^ 
graves  prisiones,  violando  el  derecho  de  las  gentes  é  siendo  ii»' 
loríamente  desobediente*  que  por  la  gravedad  délas  palabras pof 
revereucia  y  acatamiento  so  dejan  de  decir,  no  dando  lugar  a<iuí 
la  gente  que  can  él  venia  supiese  lo  que  le  era  venido  á  notififi^í 
y  mandar,  porque  seyendo,  como  era,  justo,  no  lo  obedescicmfl* 
cumplieran, 

E  sabido  por  el  dicho  Adelantado  lo  que  tan  fraudalosn  t' '^^ 
socatadamonte  habla  hecho  Alonso  de  Alvarado  por  mas  ti 


^ 


smm 


ALMAGRO   Y    SUS   COMPA5fEIlOS 


377 


Sarémas  convencer  su  malicia,  le  tornó  ¿enviar  un  alcalde 
a  dicha  ciudad  del  Cuzco  é  un  escribano  para  que  lo  lomasen 
qucrir  é  notificar  ó  mandar  lo  susodicho  ó  que  soltase  los  que 
09  tenia;  pero  él,  endurecido  en  su  rebeldía  é  malicia,  no  solo 
quiso  hacer  pero  aun  tomó  la  vara  del  dicho  alcalde  ¿  se  la 
bró  é  pusieron  las  manos  on  él  por  su  mandado,  haciendo 
ada  de  guerra,  enviando  sus  corredores  del  campo  é  pertre- 
ndosc  é  aparejándose  para  do  hecho  hacer  acometimientos 
mano  armada,  é  como  las  dichas  ofensas  é  delitos  fuesen  tan 
ides  é  graves  é  de  tanta  calidad  y  fuesen  cometidos  en  el  te- 
mo é  jurisdicción  del  dicho   Adelantado,   para   pacificaTlo  é 
igarlo'jodo  é  para  atajar  escándalos  é  alborotos,  por  muchas 
mes  que  para  ello  habia,  determinó  de  ir  él  en  persona  á 
ideral  dicho  Alonso  de  Alvarado  éansf  llegó  una  noche,  é  casi 
ningún  alhoroto   ni  escándalo  lo  efectuó  é  prendió  al  dicho 
nso  de  Alvarado  é  lodos  los  mas  que  con  él  estaban,  y  después 
mociendo  la  justicia  é  verdad  del  dicho  Adelantado  é  su  be- 
nidad  y  templanza  y  (»rudenGÍa  se  quedaron  en  servicio  de  Vtra» 
)m  con  e!  dicho  Adelantado  ó  recuuocieron  é  hubieron  por  tal 
ernador  como  Vtra.  Alteza  por  sus  provisiones  mandaba  y  así 
entonces  quedó  sosegado  todo  lo  de  aquella  tierra  é  provin- 
55,  que,  si  fuera  cruel,  y  aun  con  demasiada  razón  y  justicia  pu- 
ra hacer  en  ellos  rigurosa  ejecución. 
en  el  comedio  que  Lodo  lo  susodicho  acaesció,  estuvo  el  dicho 
ncisco  Pizarro  en  la  ciudad  de  los  Reyes  y  su  comarca^  con 
dísimo  desorden  y  mala  gobernación,  dando  lugar  á  que  los 
lados  é  gente  de  guerra   que  consigo  tenia  robasen  é  destru- 
n^  ansí  los  cristianos  como  los  indios,  usando  de  esquisitas  é 
h*as crueldades,  ó  no  solo  lo  disimulaba  é  no  castigaba,  pero 
daba  su  autoridad  y  espreso  consentimiento  sustentando  los 
lucos  salteadores  y  robadores  y  otros  homicidas  é  delincuentes 
asintiendo  é  disimulnndu  é  aun  espresamente  loando  y  apro- 
iú  que  sacasen  los  hombres  de  las  cárceles  y  los  lomasen  por 
l^aá  la  justicia,  y  porque  todo  lo  susodicho  no  se  supiese  por 
HTa.  Alteza  y  los  de  su  consejo  ni  hubiese  relación  de  los  grandes 
'Hitos  y  excesos  que  él  y  sus  consortes  habían  hecho  y  perpelradoj 
¡üvo  apoderado  de  todos  los  puertos,  deteniendo  los  navios  é  qui- 


378 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


tándoles  todos  losapcit  jos  de  navegnr,  haciendo  fuerza  á  sub 
nos,  embarozándoles  sus  Jornadas  é  loniendoen  todas  ellas  mu 
y  grandes  guardas  para  haber  é  tomar  todas  las  cartas  é  relacl 
é  despachos  que  de  allá  inviaban  á  estos  reinos  e  de  acá  iban  rtl! 
ansí  de  hecho  los  inmu  todos,  lodo  ó  efecto  que  no  pudiese  v 
otra  relación  sino  laque  él  y  sus  consortes  enviaban,  seyendo  coi 
era  falsa  y  no  verdadera,  encubriendo  sus  males  é  delitos, 
huyéndolos  al  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  soyei 
tnn  inocente  en  todo  y  tan  gran  servidor  do  Vtra,  Alteza,  é  nu 
puesto  que  fué  muchas>eces  requerido  por  vuestros  oficiales,  rjue 
permitiese  é  consintiese  que  el  dicho  Adelantado  enviase  uno  de 
sus  navios  con  las  relaciones  y  despachos  é  esta  corte,  nunca  lo 
consintió  ni  quiso  consentiré  todos  los  retuvo  é  tomó,  irapiíJioo- 
dü  ansimisnio  el  trato  é  comercio  é  comunicación  de  los  raerra- 
deres  ó  tratantes  é  otras  personas  para  que  no  fuesen  ni  llevaá/^n 
cosa  alguna  á  los  lugares  é  partes  donde  el  dicho  Adelantado  go- 
bernaba  é  su  gente  estaba,  teniéndolos  privados  de  los  bastimen- 
tos é  ropas  é  todas  las  otras  cosas  necesarias,  tratándole?  '     " 
á  enemigos  y  nu  como  á  vasallos  y  serv^idores  de  Vtra.  AIl 
aun  en  la  dicha  ciudad  de  los  Reyes  é  en  toda  su  gobernación 
tenían  tan  opresos  é  atemorizados  y  con  tantas  guardas  y  i^pÍM 
que  no  osaban  hablar  los  unos  con  los  otros;  estaba  lodo  tan  tira- 
nizado que  eran  mas  esclavos  los  que  debajo  de  su  gobernación 
vivían,  ansí  indios  como  cristianos,   que  no  libres  y  vasallos  i^ 
Vtra.  Alteza;  en  lo  cual  todo  el  dicho  don  Francisco  IMzarroési» 
consortes  cometieron  grandes  é  graves  delitos  é  á  Vira,  A^f'''^ 
se  le  siguió  mucho  daño  é  pérdida,  según  que  mas  en  part;   :  '' 
parecerá  por  la  información  é  informaciones  que  Vira.  :    - 
será  servido  de  mandar  tomar  en  esto  y  en  lodo. 
E  visto  por  el  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro  lo  qu* 

el  dicho  don  Fríincisco  Pizarro  hacia  v  como  no  le  daba  V  ^' 

ti 

que  informase  ú  \ln\.  Alteza^  ni  enviase  el  oro  que  le  perl 
y  estaba  detenido  en  la  dicha  ciudad^  é  cuan  necesariu  era 
Vira.  Alloza  fuese  informado,  é  para  enviar  ú  los  dichos  delinfui 
tes  con  sus  procesos  á  esta  corle,  allende  que  su  partida  era  tal 
bien  necesaria  porque  el  Ingua  se  babia   bajado  a  los  llanos, 
guerra,  é  para  también  tratar  de  algún  buen  medio  con  eltli 


mmmmm 


mi-tf'  m 


ALMAGRO  Y   SUS   COMPASBROS  S79 

don  Francisco  Pizarro  para  que  las  cosas  se  sosegasen,  determinó 
de  partir  é  partió  de  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  con  el  dicho  oro 
de  Vtra.  Alteza  é  con  el  dicho  Hernando  Pizarro  é  se  fué  al  pue- 
blo de  Chincha,  que  era  dentro  de  los  límites  de  su  gobernación. 
Y  de  aUí,  que  estaba  treinta  leguas  de  la  ciudad  de  los  Reyes, 
envió  sus  mensajeros  al  dicho  don  Francisco  Pizarro  para  tratar 
con  él  y  asentar  alguna  buena  concordia  para  que  las  cosas  no 
fuesen  en  rompimiento  é  se  estorbase  el  deservicio  que  a  Vtra. 
Alteza  de  lo  contrario  so  seguirla  é  siguió:  el  cual  comenzando  á 
ejecutar  su  mal  propósito  ó  dañada  intención,  prendió  á  los  dichos 
mensajeros,  seyendo  algunos  dellos  oficiales  de  Vtra.  Alteza,  é  les 
tomó  los  despachos,  maltratándoles  de  palabras  é  diciéndolos  in- 
jurias é  afrentas,  y  después,  sin  embargo  desto,  queriendo  el  di- 
cho Adelantado  servir  a  Vtra.  Alteza  y  guardar  la  conformidad  y 
compañía  que  siempre  con  él  habia  tenido  y  Vtra.  Alteza  man- 
daba, trató  de  que  las  diferencias  que  entre  ellos  habia  sobre  todo 
lo  susodicho  se  pusiesen,  como  se  pusieron,  en  manos  de  caballe- 
ros é  personas  de  conci.mcia  y  estado,  é  así  asentado  y  puesto 
trato  con  un  fray  Francisco  de  Bobadilla^  de  la  orden  de  la  Mer- 
ced, de  engañar  al  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  é  hizo 
que  el  dicho  fraile  cautelosamente  fuese  al  dicho  Adelantado  é  á 
oíros  amigos  é  criados  suyos  é  les  ficiese  ofertas  é  indujese  con 
halagos  é  promesas  á  que  los  negocios  é  diferencias  se  compro- 
metiesen en  él,  teniendo  ya  primero  asentado  y  concertado  por  el 
dicho  don  Francisco  Pizarro  lo  que  habia  de  sentenciar,  por  estar, 
como  estaba,  sobornado  con  dineros,  éasí  engañosamente  sacaron 
la  causa  de  poder  de  los  dichos  caballeros  é  se  puso  en  el  dicho 
fray  Francisco  de  Bobadilla:  é  continuando  sus  fraudes  y  cautelas 
trató  antes  que  determinase,  so  color  de  paz  é  diciendo  que  era 
para  efectuar  mejor  la  dicha  concordia  y  amistad,  que  los  dichos 
gobernadores  se  viesen  cada  uno  con  doce  personas,  y  estaba  en- 
tre él  y  el  dicho  don  Francisco  Pizarro  y  sus  consortes  concertado 
que  pusiesen  en  celada  gente  de  guerra  para  que  en  viniendo  el 
dicho  gobernador  don  Diego  de  Almagro  á  las  dichas  vistas  le 
prendiese  y  matasen  a  él  y  á  los  que  con  él  venian,  é  ansí  de  he- 
cho se  puso  la  dicha  gente  y  celada,  é  yendo  el  dicho  Adelantado 
con  el  deseo  que  tenia  de  efetuar  la  dicha  concordia  por  el  ser- 


380 


COLECaO?9   DE  DOCUMENTOS 


vicio  de  Vtra.  Alteza,  con  buena  fée,  fué  avisado  de  la  dichn  mal 
dad  que  le  estaba  ordida  y  tratada* 

Y  á  la  dicha  sazón  le  fué  forzoso  ir  huyendo  de  las  dichas  vistns^ 
é  después  dé!  p«rtido,  salió  la  gente  de  guerra  que  no  pudo  llpgflr 
á  tiempo,  en  medio  de  la  cual  el  dicho  fraile  con  grande  aplauso 
é  regocijo  pronunció  una  sentencia  según  ó  como  la  había  orde 
nodo  la  parte  del  dicho  don  Francisco  Pizarro,  y  como  el  dicho 
Adelantado  supiese  é  sus  procuradores  la  fraude,  maldad  y  enjmño 
que  en  lo  susodicho  hnbia  habido  é  que  el  dicho  fraile  había  ni 
cedido  del  poder  y  facultad  que  tenia,  no  quiso  estar,  como  (1<> 
derecho  no  era  obligado  por  la  dicha  sentencia  é  determinariou, 
é  hizo  sus  autos  é  rcclamacianes  según  y  como  debía. 

E  á  esta  causa  é  porque  la  parte  del  dicho  don  Francisco  ¡H* 
zarro  conoció  bien  qu^?  so  ha!>ia  entendido  y  descubierto  éu  cetfl» 
da,  é  que  juslaraenLe  la  parle  del  dicho  Adelantado  podía  dejardc 
estar  por  la  dicha  determinación,  de  común  consentimiento  w 
comenzó  á  tratar  de  nuevo  entre  ellos  concierto  é  concordin^é 
en  el  comedio fiuo  so  trataba  enviando  el  dieljo  Adelantado,  par- 
que no  le  habían  querido  dar  navio  ninguno  juntamente  coa  1<h 
oficiales  da  vuestra  Alteza,  una  balsa  con  ciertas  cartas  y  despa- 
chos para  vuestro  Alteza,  y  cierto  oro  y  plata  de  particulares,^! 
dicho  don  Francisco  Pizarro  envió  tras  la  dicha  balsa  un  navio 
é  prendió  é  lomó  lodos  los  que  en  la  dicha  balsa  iban,  é  le  tomó 
los  despachos  y  el  oro  y  plata  y  robándolo  lo  repartió  como  turna- 
do en  guerra  de  enemigos  é  infieles,  é  llevó  álos  que  en  ladiHm 
balsa  iban  con  argt)llas  como  a  cautivos,  y  cometiendo  grnn  fal- 
sedad abrió  las  carias  y  despachos  de  vuestra  Alteza  é  los  oculló, 
como  otras  muchas  veces  habia  hecho,  en  lo  cual  cometió  eontr* 
vuestra  Alteza  graves  y  feos  delitos. 

E  no  obstante  todo  lo  susodicho,  el  dicho  Adelantado  con  sU 
sania  y  buena  intención,  no  atendiendo  álos  excesos é  insultos  i 
¡novaciones  del  dicho  don  l^'rancisco  Pizarro,  quiso  y  holgó  q«** 
se  tratasen  y  efetuasen  los   conciertos  y  concordias  y  así  de  co* 
mun  consentimiento  se  trataron  y  capitularon  y  efotuaran,  J  i 
todo  lo  puesto  y  asentado  en  los  dichos  capítulos   se  juró  v 
firmó  con  pleitos-homenajes  é   con   todas  las  otras    Druiw 
validaciones  é  penas  quede  derecho  pueden é acostumbran  po 


jm 


ALMAGRO  Y  8ÜS  GOMPANRRM 


38! 


lejurüu/i.  íii^j  por  los  dichos  gobernadores,  como  por  loseaba- 

[|pros>  y  porsotias  principales  de  cada  parle,  y  entre  otras  cusas 

le  en  lii  dicha    capitulación  é  contrulacion  se  asentaron  fué: 

lue  el  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro  tuvieáe  y  gobor 

lase  deédeSangalla,  dondejiabia-de  pasar  la  población  que  habia 

Jecho  en  Chincha  en  adelante  hacia  la  parte  del  Cuzco,  y  tuviese 

dicha  dicha  ciudad  del  Cuzco  con  su  provincia  como  la  tenia, 

ista  que  S,  Mag.  mandase  otra  cosa  de  nuevo,  y  el  dicho  Ade- 

inlado  de  su  parle  cumplió  lo  que  conforme   á  la  dicha  capitu- 

^CJon  era  obligndo,  y  el  dicho   don  Francisco   Pizarro  después 

|uc  tuvo  lo  que  quena  y  se  cumplió  con  él,  luego  el  dia  siguien- 

teniendo  consigo  al  dicho  Hernando  Pizarro  é  sus   hermanos, 

ivid  6  vino  contra  todo  lo  capitulado  ó  asentado  rompiendo  de 

guerra  y  comenzando  á  robar  y  matar  A  los  de  la  parte  del  dicho 

Ww'laiilado  éá  vuestros  oficiales  c   tesoreros,  como   robaron  al 

ísororo  Al4)nso  Riquelmeé  veedor  Turuégano. 

E  dando  color  a  su  delito  é  quebrantamiento  do  fée  e  perjuro, 
kresenlaron  é  requirieron  con  ciertas  provisiones  de  vuestra 
LU.  al  dicho  AdelíLutado^  diciendo  que  los  capítulos  y  conciertos 
|ue  habia  quedado  que  lo  que  allí  se  asentaba  se  hubiese  de 
lardar  y  cumplir  hasta  tanto  que  vuestra  Alteza  otra  cosa  man- 
ije, é  que  por  aquella  provisión  lo  mandaba  é  le  pertenecia  la 
lícha  ciudad  del  Cuzco  é  límites  della. 

K  a$i  es  que  á  la  sazón  que  los  dichos  conciertos  é  capítulos  se 

icteroQ  la  dicha  provisión  estaba  en  su  poder  mucho  había,  é 

•  fué  nuevo  mandamiento   ni  provisión   emanado   después  do 

capítulos  como  se  requería  según  su  asiento  y  concordia,  y 

11  no  fué  ni  podía  ser  con  la   relación  de  lo  que  habia    pasado; 

á  esta  razón,  puesto  que  la  dicha  provisión   lo  dijera  ansi,  no 

lian  ir  ni  v^nir  contra  los  dichos   capítulos  é  asientos,   y  la 

icha  provisión  fué  detenida  y  ocultada  fraudalosamente  y  todo 

ícho  con  arte  y  engaño,  allende  que  la  dicha  provisión  no  decía 

Ji  dice  lo  susodicho,  untes  miradas  las  palabras  é  intención  della, 

en  favor  del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  y  contra  lo  que  los 

ichos  Pizarros  inovaron  é  hicieron,  porque   la  dicha   provisión 

{ablando  con  los  dichos  gobernadores  dice;  que  cada  uno  guarde 

)ú  línHles  de  su  gobernapion  que  tuvieren  poblndos  por  él  según 


382 


COLECCIÓN  DE  D0CUMKNT0Í5 


y  como  le  oslan  dados  y  no  entre  ni  ocupe  lo  de  los  otros» 
sea  y  fuese  cierlo  que  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  é  sus  lérniinosy 
todo  lo  quel  dicho  Adelantado  poseia  y  aun  mas,  era  de  sus  límites 
y  lérminos,  es  claro  que  conforme  á  la  dicha  provisión  el  dicho 
Adelantado  debía  de  estary  ser  manparado  en  todolo  susodicho^ 
é  quel  dicho  don  Francisco  Piznrro  é  sus  hermanos  ó  consortes 
ni  podían  ni  pudieron  entrar  ni  ocupar  la  dicha  ciudad  y  provin- 
cia  y  términos,  scyendo,  como  eran,  ajenos  ó  del  dicho  Ade- 
lantíído. 

lí  puesto  que  ansí  no  fuera,  t|in-  si  rs,  la  dicha  pru\  i^imi  ru) m  . 
para  bien  de  paz  y  concordia,  para  que  los  diclios  gobernadores 
no  rompiesen  ni  hubiesen  escándalos  y  alborotos  6  para  que  nin- 
guno dellos  de  hecho  quisiese  hacer  ni  hiciese,  é  que  el  que  pre- 
tendiese ser  agraviado  lo  p¡dic*?íe  por  justicia  é  no  con  mano 
armada  ejecutase,  é  a  este  respecto  se  mandó  en  la  dicha  provi- 
sión que  cada  uno  se  estuviese  en  lo  que  tenia  é  habió  paciflcadü 
é  sosegado  á  la  sazón  que  la  provisión  llegase,  é  está  claro  é «n 
duda  que  por  la  dicha  provisión  Vtra*  Alteza  y  los  del  su  Consejo 
de  las  Indias  mandaron  y  quisieron  defender  en  la  posesión  en 
que  cada  uno  csluvieso  á  la  sazón  que  la  dicha  provisión  ^lega!^^^ 
y  eslose  nota  en  las  palabras  déla  dicha  provisión,  en  cuanto 
dice  que  cada  uno  sesté,  y  porque  en  otra  manera  si  se  había  de 
entenderqoc  aunque  otros  tuviesen  la  posesión,  el  que  prelenrlieM* 
haberlo  poblado  y  paciíicado  lo  pudiese  tomar  por  su  propia  an- 
toridad,  seguirmnse  dos  grandes  inconvenientes:  el  primero»  í]UO 
por  ella  despojaban  déla  posesión  al  que  la  tuviese,  sin  oirleni 
citarle,  ni  llamalle,  lo  cual  es  contra  todo  derecho  divino  y  hu- 
mano, ni  Vira*  Alteza  ni  los  del  vuestro  Consejo  lo  quisieran  ai 
pudieran  querer;  el  otro  es  y  fuera  que  por  la  dicha  provisión 
que  emanó  para  quitar  escándalos  y  alborotos  se  diera  cau?»y 
autoridad  íi  ellos,  porque  podiendo  pretendiese  haberlo  poblado, 
por  su  propia  autoridad  tomarlo,  y  despojar  al  que  esluvi     "" 
la  posesión,  como  fuese  necesaria  é  inevitable  la  resistenc 
poseedor  que  sin  oirle  le  privaba,  é  era  en  efecto  mandark'^* 
darles  ocasión  y  autoridad  para  que  hubiese  escándalos  é  ma^^ 
tes,  é  la  dicha  provisión  conluviera  en  sí  repunancia  é  com' 
dad  é  dijera  lo  contrario  de  aquello  para  que  procedía  *'*  •*' 


^tm 


jm 


ALMAGRO   Y   SUS   GOMPAIÍEROS  383 

injustísima,  y  entendiéndola  en  la  dicha  manera  como  los 
ilehos  Pizarros  quisieron  no  se  podia  bien  verificar  lo  que  la  di- 
cfaja  provisión  diz,  quel  que  pretendiese  ser  agraviado  viniese  á 
p0Ílir  justicia,  pues  según  el  derecho  entendimiento,  en  efecto  se 
lasaba  á  cada  uno  facultad  que  por  su  propia  autoridad  sin  pe- 
ái&o  á  nadie  la  ejecutase,  allende  que  de  derecho  se  habia  de  ha- 
óar  especial  y  espresa  mención  de  la  dicha  concordia  y  de  la  justa 
^^pacífíca  posesión  que  por  virtud  della  el  dicho  Adelantado  des- 
pides de  tantos  riesgos  y  pendencias  tenia,  aunque  fuera  posesión 
Qidorada,  que  no  era,  y  siempre  se  habia  aquello  de  entender  si 
1||  posesión  estuviese  vacia  y  no  ocupada,  porque  entonces  la 
1|ÍdiiQtad  de  Vtra.  Alteza  y  del  Consejo,  que  siempre  se  presume 
ifto  justa,  era  y  se  habia  de  entender  que  fuese  por  Vtra.  Alteza 
)|por  términos  de  justicia  restituida  á  quien  perteneciese. 
¿Eansi  por  estas  razones  y  otras  muchas  que  son  claras  y  noto- 
jSas  que  el  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro  seyendo  re- 
Í|lierido,  obeciendo  y  cumpliendo  la  dicha  provisión,  respondió 
jpor  lo  que  de  suso  está  dicho  era  la  dicha  provisión  en  su  fa- 
por  cuanto  á  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  é  aquella  de  que  se  tra- 
taba é  ansi  él  tornó  á  requerir  al  dicho  don  Francisco  y  á  sus 
hermanos  y  consortes  para  que  la  compliesen  según  é  como  en 
ella  se  contenia  é  mandaba,  pero  él  ni  ellos  no  acatando  a  lo  que 
al  servicio  de  Dios  y  de  Vtrá.  Alteza  debia  é  lo  que  por  sus  rea- 
les provisiones  mandaba,  ciegos  con  la  codicia  é  ambición  y  con 
el  odio  y  enemistad,  hicieron  asonada  é  junta  de  gentes  con  todos 
los  pertrechos  é  aderezos  de  guerra  y  con  artillería  y  arcabuces  y 
otras  armas  ofensivas  y  defensivas,  reclutando  y  llevando  consigo 
[>ara  el  dicho  efecto  muchos  homicidas  y  robadores  é  otros  de- 
icuentes,  haciéndoles  sus  capitanes  y  honrándoles  con  otros  ofi- 
3Íos  y  preeminencias,  y  asi  á  punto  de  guerra,  con  banderas  ten- 
lidas,  fueron  contra  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  é  su  gente,  el 
íual  por  evitar  rompimiento,  como  verdadero  é  leal  servidor  é 
vasallo  de  Vtra.  Alteza,  se  fué  retirando  a  los  dichos  don  Fran- 
íisco  Pizarro  é  sus  consortes;  é  Hernando  Pizarro  con  la  dicha 
fente,  mano  armada,  é  apellidando  los  nombres  de  los  dichos  Pi- 
arros,  llegaron  á  una  villa  que  se  dice  Almagro,  la  cual  confor- 
ne  á  las  capitulaciones  é  asientos,  habia  poblado  é  fundado  dentro 


384 


COLECGIOK   DE   DOCUMENTOS 


de  los  límites  dn  su  gíibernacion  el  dicho  don  Diego  de  Almagra 
ó  Uogiidos  saquearon  la  dicha  villa  é  prendieron  las  jasliaias  £ 
regidores  della  é  los  enviaron  presos  á  la  dicha  ciudad  de  los  Re- 
yes é  en  el  caminóse  ahogó  en  un  rio  uno  dellos  qoe  se  decia 
Luis  de  Sanmillan,  é  derribnron  é  deátruyeron  la  dicha  villa  é  pa 
earun  con  las  dichas  asonadas  adelanto  á  punto  de  guerra  conlr 
el  dicho  AdpIanLado  hasta  un  pueblo  que  se  dice  Quaytará  é  comí 
el  dicho  Adelantado  con  el  buen  celo  é  intento  que  siempre  luvq 
después  de  les  haber  hecho  muchos  reqiierimientos  é  cumpl 
micntos  é  amonestaciones  é  después  de  les  haber  inviado  merr 
sajeros  muchas  veces  con  provisiones  de  Vtra.  Alteza  para  U 
dejar  pasar,  se  hubiese  retirado,  llegí^dos  al  dicho  lugar,  lo  que- 
maron é  destruyeron  é  robaron,  no  haciendo  diferencia  entre  los 
indios  y  cristianos  que  n\\¡  hallaron  é  robaron  la  recaja  é  ca- 
rrunje  del  dicho  Adelantado,  usando  en  todo  como  en  guerra 
hecha  á  enemigos  a  fuego  y  a  sangre,  ó  desde  el  dicho  lugar  «e 
tornó  el  dicho  don  Francisco  Pizarro  enviando  por  su  capitun 
general  contra  el  dicho  Adelantado  al  dicho  Hernando  Pizarro 
con  toda  la  gente  é  peltrechos,  é  ausi  el  dicho  Hernando  Pizarrot 
nomo  tal  capitán,  fué  en  seguimiento  del  dicho  AdelanUdo,  ro- 
bando é  matando  é  destruyendo  a  los  naturales  por  toda  la  tierra 
é  así  fué  por  espacio  de  mas  de  cien  leguas,  dejííndolo  todo  aso- 
lado y  abrasado,  y  el  dicho  don  Diego  do  Almagro  se  retiró  ha^ta 
Ir  ciudad  del  Cuzco  é  desde  allí,  con  acuerdo  del  cabildo  ó  regi- 
dores, determinó  de  enviar  otra  vez  mensajeros  á  requerir  al  <li 
cho  Hernando  Pizarro,  é  como  supiese  su  crueldad  6  mal  propó- 
sito y  las  amenazas  que  había  hecho  y  juramentos  de  matafi 
quien  quiera  que  rueso,  no  hubo  nadie  que  se  atreviese  á  ir,  f 
ansí  llegó  el  dicho  Hernando  l^izarro  con  la  dicha  su  gente  hs-^tó 
cerca  del  Cu7X*o. 

E  llegado  á  la  dicha  ciudad,  estando  la  gente  del  dichu  Aaiiu] 
tado  á  media  legua  dolía,  li  do  habían  salido  con  el  mariscal  di 
Uodrigo  Ordoñez,  su  lugar  teniente,  á  requerir  é  tratar  con  A  «fi- 
cho Hernando  Pizarro^  el  cual  no  atendiendo  á  nadie,  sin  hacer 
requerimiento  ni  amonestíicion  alguna,  pospuesto  el   lenv 
Dios  y  en  grandísimo  desacato  de  Vira,  Alteza  é  de  su  real  j 
cia,  cayendo  en  feo  y  mal  caso,  porque  fué  sin  memoria  de 


iñif-Miii 


ALMAGRO   Y    SUS    COMPANEROS 


385 


íeneía  ni  respeto  á  Vtra.  Uñg.,  canio  áu  rey  señor,  llegando  & 
vista  de  los  del  dicho  Adelíinlado,  hecho  primero  razonamiento 
á  SQ  gente,  de  entre  otras  cosas  les  hizo  grandes  ofertas  y  prome- 
sas, como  en  cosa  propia,  si  le  vengasen  y  dándoles  saco  libre 
en  la  dicha  ciudad  tí  todos  los  que  en  ella  vivian,  así  cristianos 
como  indios,  como  se  suele  hacer  con  enemi^^os  é  infieles,  é  orde- 
nada su  gente  con  gran  grita  é  alarido,  apellidando  el  nombre  del 
dicho  Pizarro,  soltaron  la  artillería  que  traían  ó  soltaron  los  ar- 
cabuces é  rompieron  en  la  diclia  gente  del  dicho  Adelantado,  y 
como  trújese  mucha  pujanza  é  mucha  artillería  y  arcabuces  y 
demasía  de  gente  y  los  de  la  parte  del  dicho  Adelantado  estu- 
viesen sin  proposilo  de  pelear,  rompiéronlos  fácilmente,  en  el  cüal 
rompimiento  murieron  de  arabas  las  partes  hasta  diez  ó  doce  hom- 
bres, é  después  de  rotos  é  vencidos  é  rendidos  é  aun  desarmados, 
mandó  e!  dicho  Hernando  Pizarro  seguir  el  alcance  é  vi  loria,  é 

É  hicieron  las  mas  esqnisilas  é  nuevas  crueldades  por  él  y  los 
sa  compañía,  por  su  mandamiento  é  autoridad  que  jamas  se 
n  visto  ni  oido,  que  no  habiendo  muerto  en  el  dicho  rompi- 
miento mas  de  los  dichos  diez  ó  doce  hombres,  después  de  ren- 
didos y  desarmados,  mataron  mas  de  doscientos  cristianos  crude- 
lísimamente,  como  ioíieles  y  enemigos,  sin  les  dar  lugar  á  que 

tonfesason,  dándoles  inominiosas  muertes. 
especial  y  particular  estando  el    dicho  don   Rodrigo  Orgo- 
,  teniente    de   capitán   general,   ya  dt^sarmado    é    rendido, 
jr  mandamiento  do  Hernando  Pizarro,  llegó  un  criado  suyo,  lla- 
Ido  Fuentes,  con  otros  muchos,  é  sin  ninguna  piedad  ejecutan- 
d  dicho  mandamiento  del  dicho  Hernando  Pizarro^  después 
Me  tener  ya  en  su  poder,  en  el  dicho  campo  le  cortú  la  cah?zn, 
^contento  con  esto,  para  mayor  afrenta  ó  inominia  del  muerto, 
dar  mayor  pena  y  lástima  á  los  vivos,  para  mostrar  mas  eu 
ieiable  crueldad  y  perversa  intención,  la  llevó  por  los  cabellos; 
[)or  la  dicha  autoridad  é  mandamiento  daba  con  ella  en  las  canis 
ios  que  topaba,  que  habían  sido  servidores  é  amigos  del  dicho 
plantado  don  Diego  de  Almagro,    é  después  mandó  el   dicho 
ornando  Pizarro  poner  la  dicha  cabeza  en  una  lanza  é  llevarla 
sien  insignias  de  Vitorias  hasta  el  dicho  Cuzco,  donde  la  pu- 
bron  en  la  picota. 


386 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


E  ansi  tambÍGn  despees  del  dicho  rompimionto,  é  rendido^  por 
mandamiento  del  dicho  Hernando  Pizarro  mataron  en  el  dicho 
campo  á  Gonzalo  de  Qayas,  alcaide  que  era  en  la  dicha  ciudad  del 
Cuzco,  é  de  la  misma  mant3ra  mataron  á  un  Francisco  de  Salinas, 
regidor  de  la  dicha  ciudad,  é  á  Gregorio  Enriquez  de  Herrera,  é 
Hernando  de  Alvarado,  é  Diego  de  Vera  Catalán:  lodos  estos  y 
otros  muchos,  eslando  ya  desarmados  y  teniéndolos  en  su  poder^ 
no  haciendo  resistencia  ni  teniendo  con  qué  se  hacer,  lo  cual 
vuestra  Alteza  no  permitiera  ni  era  razón  que  permitiese,  aunqild 
fuese  en  guerra  con  moros  enemigos  de  nuestra  santa  feé. 

E  aun  usando  de  mayor  crueldad  é  inhumanidad,  como  bestias 
fieras  y  no  como  hombres  de  razón  ni  cristianos,  acaeció  que  des- 
pués de  hahor  desnudado  los  hombres  hasta  ponellos  en  carneSi 
por  su  pasatiempo,  encarnizados  en  hacer  mal,  según  y  como  por 
el  dicho  su  capitán  Hernando  Pizarro  les  era  mandado,  les  lira* 
ban  con  arcabuces,  poniéndoles  como  terrero  y  tirándoles  como 
á  blanco,  los  mataban,  é  ansi  hirieron  d  un  Caslroverde,  hijodalgo 
é  servidor  de  vuestra  Alteza,  é  á  otros  algunos. 

Y  después  de  robado  todo  lo  que  en  el  campo  hallaron,  ansi  <lfi 
caballos  como  de  armas  é  de  todo  lo  demás,  é  muertos  y  heridos  los 
que  allí  hallaron,  dándoles  cuchilladas  por  las  caras  y  mancando 
de  pies  y  de  manos  a  los  que  dejaban  por  matar,  diciendo  que  los 
señalaban  del  hierro  de  Hernando  Pizarro,  y  algunos  de  qtiien 
pensaban  hacer  rescate,  los  llevaron  presos  y  los  rescataron  como 
a  enemigos  y  cautivos  por  mucha  suma  de  dineros,  é  ansi  acaeció 
en  Alonso  del  Valle,  é  Diego  Nuñez,  y  otros  algunos,  y  ansi  lle- 
garon á  la  dicha  ciudad,  por  la  cual  entraron  con  gran  alari*^  v  ^' 
llevaban  la  bandera  é  estandarte  del  dicho  adelantado  don  i 
de  Almagro,  en  que  estaban  solamente  las  armas  reales,  arras- 
tnindülos  por  el  suelo  en  grandísimo  y  detestable  desacato  de 
vuestra  Mag,  y  del  sacro  imperio. 

K  llegados  á  la  dicha  ciudad  en  alcance  y  seguimiento  de  aqüfi* 
lia  abominable  crueldad  y  olvido  de  Dios  nuestro  Señor  y  déla 
fieldad  y  obediencia  de  vuestra  Mag.,  robaron  é  saquearon  ¿todos 
los  vecinos  é  amigos  del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  dánd 
esqnisitos  tormentos,  algunos  porque  dijesen  é  descubriese! 
dónde  tenían  su  oro,  é  aun  no  contentos  con  los  males  y  ci 


odos 


^1,-.^      ^.. .-».:.« 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPANEROS 


387 


i  ydaño.-^quo  usaban  con  los  hombres,  se  estendió  su  mnl- 
lad  al  servicio  de  Dios  e  deshonra  do  sus  temj>los,  entrando  con 
grandísimo  desacato  en  ellos  é  robándolos  é  metiendo  en  las  di- 
chas iglesias  sus  caballos,  haciendo  del  santísimo  templo  cabaüe- 
fiza  para  sus  bestias. 

E  no  contentos  desto,  después  de  entrados  en  la  dicha  ciudad^ 

fendo  el  capitán  Ruy  Dinz  a  las  ancas  de  un  caballo,  en  que  le 

levaba  cierto  hombre  que  era  de  la  parle  del  dicho  Hernando  Pi- 

irro  por  su  prisionerOj,  rendido,  por  especial  mandamiento  del 

lieho  Hernando  Pizarro,  porque  el  dicho  Ruy  Díaz  sabia  muchos 

le  los  males  é  delitos  que  ios  dichos  Pizarros  habian  cometido, 

stando   en    el  Cuzco,   y   de   los  muchos  y  grandes  tesoros  que 

iabian  lomado  y  robado  al  Ingua  é  a  caciques  de  la  tierra,  ó  sa- 

^ia  oíros  muchos  secretos  cerca  del  dicho  alzamiento  del  Ingna, 

)r  ellos  hecho,  por  el  dicho  mandamiento,  le  mataron,  dándo- 

muchas  heridas  de   lanzas   y  espadas,   de  las  cuales   luego 

iconlinente  murió;  y  aun  acaescieron  otras  cosas  detestandas  y 

[jominables,  que  yendo  un  Juan  de  Rutia,  servidor  y  amigo  del 

Jícho  adelantado  don  Diego  de  Almagro^  por  una  calle,  seguro,  un 

iorlo  soldado  del  dicho  capitán  Pizarro,  ballestero,  el  cual  tenia 

una  mano  encojidos  los  nervios  é  le  habian  dicho  que^  para 

iteiiderlos  y  curarse,  seria  bueno  unto  de  hombre,  é  parecióle 

le  el  del  dicho  Juan  do  Rutia  seria  bueno,  porque  era  hombre 

)rdo,  para  la  dicha  causa  y  efecto,  sin  ninguna  otra  razon^  le 

iíitó,  y  después  de  muerto  le  abrió  con  un  machete  y  le  sacó  el 

[dicho  unto,  cosa  jamas  oída  ni  vista,  aun  entre  turcos  contra  cris- 

mos, 

E  alicnde  de  otras  muchas  cosas  ó  males  ó  muertes,  que  en  el 
[icho  dia  de  tan  enormísimas  crueldades  acaescieron,  que  son 
lachas  é  innumerables,  las  cuales  mas  en  particular  parecerá 
por  las  informaciones,  que  sobre  todo  ello  vira.  Mag,  mandará  re- 
cibir, como  es  muy  necesario  y  cumplidero  al  servicio  de  Dios  y  de 
vuestra  Mag.  Después  el  dia  siguiente  y  otros  adelante  se  enmas- 
caraban los  hombres  é  iban  por  las  calles  y  casas  á  matar  y  ro- 
bar ú  quien  querian,  todo  mandándolo  é  permitiéndolo  el  dicho 
Hí^rnando  Pizarro,  y  sacaban  al  campo  á  los  hombres  para  les  ha- 
cer eorlesia,  poniéndoles  arcabuces  a  los  pechos,  como  hicieron 


éÉi 


388 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


á  don  Alonsu  Earíquez  ó  á  oíros,  é  el  dicho  don  Alonso  se  rescató 
por  quinientos  ducados. 

E  ansimismo  estando  el  capitán  Pedro  de  Lerma,  persona  de 
quien  vuestra  Mag.  se  habia  servido  é  esperaba  servir  onuebo 
capándose  en  la  _cania  con  catorce  o  quince  heridas  qu¿  había 
sacado  del  dicho  rompimiento*  fué  ¿él  un  Pedro  de  Satnaníego, 
con  otros  muchos,  con  especial  licencia  é  permisión  del  dicho 
Hernando  Pízarro,  entro  do  estaba  en  la  cama  curándose  é  en 
ella  lo  dio  muchas  estocadas  de  que  murió.  Estas  y  otras  é  infi- 
nitase innumerables  crueldados  y  desafueros  acaecieron  en  el 
dicho  rompimiento,  todas  con  especial  mandamiento  é  licencia 
del  dicho  Pizarro  é  sus  consortes,  seyendo  como  fueron  ellas  b 
total  é  principal  causa  de  lodo  ello  en  lo  cual  cometieron  gran- 
des  homicidios  ó  robos  ó  todos  los  otros  géneros  de  delitos  que 
delios  resulta. 

E  después  del  dicho  rompimiento  el  dicho  adelantado  don 
Diego  de  Almagro,  visto  lo  que  sucedía  y  las  crueldades  que  se 
hacian  y  lo  que  se  esporabí  é  como  por  fuerza  de  armas  le  toma- 
ban é  tiranizaban  lo  que  era  noloriameiite  do   su  gobernación,  é 
despojaban  de  su  posesión  ése  hacian  \j\n  grandes  insultos,  te* 
miendo  con  justa  raxon  el  peligro  de  la  vidaj  se  retrajo  á  la  for- 
talf'za  de  la  dicha  ciudad  a  donde  luego  fué  cercado  é  tomado  por 
fuerza  por  manJamienlo  del  dicho  Hernando  Pizarro.   diciéndole 
é  haciéndole  muchas  é  grandes  injurias  ó  afrentas  le   llevarou 
preso  y  le  echaron  en  un  cubo  húmedo  y  oscuro  y  enfermo,  coa 
grillos  y  cadenas,  no  atendiendo  ú  que  era  adelantado  é  goberna- 
dor por  vuestra  Alteza  y  que  estaba  en    su  misma  jurisdiciou  y 
territorio,  y  que  alteraba  y  revolvía  todas  aquellas  provincias  y 
daba  íiivor  y  calor  al  alzamiento  del  Ingua  yulos  enemigos,  y 
tan  mal  ejemplo  de  nuestra  santx  religión  cristiixna,  y  no  c- 
derando  su  vejez  y  canas,  las  cuales  le  habian  salido  en  sor . 
de  vuestra  Alteza,  habiendo  servido  mas  de  Ireinla  años  en 
dichas  parles,  fldelisima  é  lealmenle,  con  grandes  trabajos^  peli- 
gros é  gastos  y  no  consiJerando  ansimismo  qnc  estaba  muy  en- 
fermo con  calenturas  ó  dolores  graves  é  tan  flaco  é  decaído  qí" 
no  se  podia  tener  en  los  pies,  é  lan  cierto  fué   tan  gran  crueldaJ 
y  en  inhumanidad  tan  grave  y  enorme  delito  y  tan  feo  hecho,  qaf* 


iik 


ALMAGRO  Y   SUS   COMPAÑEROS 


389 


)or  solo  este  sin  qne  ofrfi  cosa  hubirra  sucedido,  los  dichos  Pi- 
^zarros  y  sus  consortes  moreeian  grave  y  cjomplnr  castigo. 

E  después  de  preso  en  Indiclm  ninnern^tincieruJose  ni  dicho  Her- 
lando  Pizarro  jnez  conlraderecho  éjuslicia  en  la  gobernación  é  Jí- 
li  les  a  gen  os,  como  tirano,  soyendo  ella  parte  principal  yenemigo 
ipilal  del  dicho  adelanlíulo  don   Diego  de  Almagro,  comenzó  & 
jmar  informaciones  é  pesqu izas  contra  él,  presentando  testigos 
lisos  é  sus  mismos  criados,  é  amigos  ó  consortes  é  cómplices 
del  delito,  dellos  atemorizados  con  grandes  miedos  y  amenazas, 
dellos  sobornados  con  dineros  é  promesas,  haciendo  escribano  de 
la  dicha  causa  A  uno  de   los  principales  delincuentes   é  enemigos 
jiel  dicho  Adelantado,  é  que  se  habia  hablado  en  todos  los  ecesos 
delitos  susodichos,  é  ansi  poniéndolo  por  cargos  los  propios  de- 
litos del  dicho  Hernando  Pizarro  é  de  sus  hermanos  é  consortes, 
imciendo  culpas  muchas  los  muy  señalados  servicios  que  el  di- 
;ho  Adelantado  a  vuestra  Alteza  habia  hecho,  procediendo   abso- 
ita  y  tiránicamente,  hizocierta  manera  de  posquisa  éinformacion 
procediendo  adelante,  queriendo  tan   gravísimo  delito   como 
^mnlar  al  dicho  Adelanlndo,   con   color  de  proceso  é   justicia,  no 
jleniendo  jurisdiciun  ni  poder  para  ello»  sino  su  caj*ibil  enemigo 
tirano  habia  sido  por  él  justamente  preso,  y  con  benignidad  y 
Jemencia  le  habia  soltado,  crió  cierto  promotor  fiscal,  el  cual 
Sra    nnsimismo  de  los  principales   delincuentes  é  cómplices  é 
consortes  del  delito;  é  criado  por  mandamiento  del  dicho  Her- 
lando  Pizarro,  siendo  abogado  é  juezé  parte,  puso  cierta  forma 
ie  acusación,  é  de  parte  del  dicho  Adelantado,  fué  declinada  ó 
tíegado  que  él  era  el  gobernador,  y  que  el  dicho  Hernando   Pi- 
irro  so  hacia  é  quería  hacer  juez,  era  un   delincuente  intruso  y 
forzador  parte  formada  y  enemigo  suyo   capital,  é  alegó   otras 
jnuclias  cosas  jurídicas  y  verdaderas  portas   cuales  é  cada    una 
|ella5,  el  dicho  Hernando  Pizarro  no  podía  ni  debía  en  manera 
Iguna  proceder  en  la  dicha  causa;  pero»  sin  embargo  de   lodo  lo 
isodicho,  procediendo  de  hecho,  llevó  adelántela  dicha  causa,  y 
íiieslo  que  fue  para  ello  muchas  veces  requerido,  no  quiso  lomar 
msejo  ni  parecer  de  letrado,  siguiéndose  por  su  propia  pasión  y 
iñada  intención  é  codicia,  é  asi  no  obstante  lo  alegado  por  el 
3ho  Adelantado,  se  pronunció  por  juez,  é  aunque  fué  dello  ape- 


390  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

lado  é  dicho  de  nulidad  é  reclamado,  endurecido  con  su  pasión  y 
codicia,  burlando  de  los  que  le  alegaban  las  leyes  de  vuestros 
reinos,  é  se  las  mostraban,  con  palabras  desacatadas  no  quiso 
otorgar  la  dicha  apelación  ni  oir  cosa  alguna  de  lo  que  cerca  de 
lo  susodicho  se  le  decia,  é  ansi  procediendo  por  fuerza,  hizo  quel 
dicho  Adelantado  respondiese  á  la  dicha  acusación  y  cargos  que 
le  habian  puesto. 

El  cual  como  estuviese  preso  en  la  dicha  manera  é  le  hiciesen 
amenazas  é  temores,  con  justísimo  miedo,  debajo  de  las  protesta- 
ciones necesarias  de  derecho,  respondió  a  la  dicha  acusación,  res- 
pondiendo é  satisfaciendo  plenísima  y  enteramente  á  todo  lo 
que  de  parte  del  dicho  Pizarro  se  le  habia  opuesto  é  de  que  era 
acusado,  é  oida  su  respuesta  recibió  a  prueba  con  términos  bre- 
vísimos, é  que  aunque  para  causa  liviana  é  de  poca  calidad  eran 
demasiadamente  cortos,  é  puesto  que  por  parte  del  dicho  ade- 
lantado don  Diego  de  Almagro  le  fueron  pedidos  los  plazos  é  tér- 
minos competentes  é  necesarios,  é  que  según  derecho  é  leyes  de 
vuestros  reinos  se  debian  otorgar,  é  con  grandes  instancias  fué 
ansimismo   requerido  que  para  esto  y  todo  lo  demás  tomase 
letrado  con  quien  se  aconsejase,  nunca  lo  quiso  hacer  ni  otorgar 
las  apelaciones  que  en  la  dicha  razón  se  interpusieron,  allende 
de  ser  todo  hecho  de  hecho  y  de  persona  privada,  y  su  jurisdicion 
de  odiosísimo  y  capital  enemigo,  y  así  de  hecho  hizo  hacer  las 
probanzas  aceleradamente,  sin  la  orden  é  forma  de  derecho,  y  por 
mas  acortar  y  abreviar,  porque  se  ejecutase  su  dañado  propósito 
antes  que  le  viniese  estorbo  ni  embarazo  para  ello,  hizo  que  los 
testigos  se  presentasen  y  examinasen  por  doce  escribanos,  y  cada 
uno  tomase  sus  testigos  é  se  feneciese  é  concluyese  mas  presto, 
por  parecerle  que  habiéndolos  de  tomar  todos  un  escribano,  se 
dilataría  su  mal  propósito,  é  ansi  hizo  su  probanza  presentando 
testigos  todos  sobornados  y  atemorizados  y  amigos  é  criados  su- 
yos é  cómplices  é  consortes  en  los  delitos,  é  acabada  con  el  dicho 
aceleramiento,  sin  querer  dar,  como  dicho  es,  los  términos  com- 
petentes ó  sin  querer  recibir  á  prueba  de  tachas,  hizo  por  fuerza 
concluir  la  causa,  puesto  que  de  parte  del  dicho  Adelantado  se 
hicieron  muchos  requerimientos  é  dejaciones,  é  conclusa  de  he- 
cho é  por  fuerza,  seyendo  el  proceso  de  mas  de  mil  y  ochocien- 


JHjMaoro  y  sus  companeros 


391 


tas  hojas,  no  quiso  dar  término  para  quel  que  alegaba  bu  justicia 
fiodiese  ver  el  proceso,  é  seycndo  necesario  para  solo  leerlo  mas 
de  treinta  dias,  aliende  de  lo  que  era  menesler  para  alegar  cerca 
del  dicho  proceso  é  para  la  defensa  de  la  inocencia  del  dicho 
Adelantado,  no  quiso  dar  mas  de  cinco  días,  e  ansi  eun  hi  dicha 
priesa  é  aceleramieiilo,  coma  de  suso  está  dicho^  sin  tomar  pare- 
cer ni  consejo  de  letrado  ni  de  otra  persona,  siendo  el  dicho  Adc- 
Ifintado  el  verdadero  Gobernador  y  en  su  propia  gobernación,  y 
por  su  título  y  dignidad  persona  ilustre,  y  por  sus  hazañas  mucho 
mas,  cuya  causa  y  negocio,  aunque  el  dicho  Pizorro  fuera  juez 
y  tuviera  jurisdicion  y  no  fuera  su  enemigo  y  competidor,  debia 
ser  remitida  y  consultada  con  Vuestra  Mageslad,  juzgando  en  su 
mesma  causa  propia,  no  precediendo  las  cosas  de  derecho  nece- 
sarias, constando  del  proceso,  aunque  con  la  dicha  brevedad  y 
pasión  feelio,  declarara  inocencia  y  declarados  servicios  del  di- 
cho Adelantado,  y  de  los  graves  y  enormes  delitos  é  culpas  de  los 
[dichos  Pizarros  é  sus  consortes,  queriendo  hacer  en  todo  de  he- 
'cho  y  con  gran  furor  y  venganza,  y  en  gran  desacato  de  la  justi- 
cia, queriendo,  so  color  della,  autorizar  tan  feo  y  diabólico  insul- 
to, dio  y  pronunció  una  manera  de  sentencia  exorruia  ¿  cruel,  en 
qae  condenó  al  dicho  Adelantado  á  muerte  inominiosa,  mandan- 
do que  le  diesen  un  garrote  en  la  cárcel,  y  después  de  dado,  le 
sacasen  públicamente  con  pregón,  y  en  la  picota  de  la  dicha  ciu- 
dad degollnsen  ol  cuerpo  muerto,  del  cual  pronunciamiento  y 
llamada  sentencia,  el  dicho  Adelantado  apeló  en  forma  y  en  tiem- 
po para  delante  Vuestra  Alteza,  so  cuyo  mamparo  y  protección 
puso  su  persona  y  bienes,  sin  embargo  de  lo  cual^  mostrando  en 
el  fin  su  capital  odio  y  enemistad  é  su  dañada  intención  é  per- 
verso proposito,  no  mirando  a  la  honrada  vejez  y  canas  y  los 
muchos  y  mas  señalados  servicios  que  por  tan  largo  trascurso  de 
liempo  habia  hecho  á  Vuestra  Alteza  y  a  la  corona  real  deslos 
reinos,  no  acatando  asimismo  las  muchas  é  grandes  buenas  obras 
ue  ansi  él  como  sus  hermanos  déi  hablan  recibido,  y  que  por  su 
usa  principalmente,  después  de  Dios  y  Vuestra  Alteza,  estaban 
n  acrecentados  en  honra  y  estado  y  liacienda,  con  grandísima 
nngratilud,  no  teniendo  piedad  alguna  ni  condoliéndose  de  on  vic- 
o  tan  hunrado  é  tan  enfermo,  que  sin  le  dar  la  muerte,  por  sus 


Itfte 


392 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


graves  enfermedades  la  tenia  cercana,  ó  concurriendo  en  el  dicha 
Adelantado  tnles  calidades  y  causas  que  aunque  hubiera  hecho 
grandes  excesos  é  delitos,  é  ningún  tribunal,  por  rigurosa  que 
fuera,  é  ningún  juez,  por  inexorable  y  áspero»  le  quitara  la  vida, 
y  él,  como  íiera,  haoibrienlo  de  su  sangre,  sin  ninguna  conside- 
ración y  respeto  de  lo  susodicho,  seyendo  el  dicho  Adelantado 
uno  do  los  liberales  y  esforzado  y  discreto  servidor  de  los  que 
Vuestra  Alte/ji  ha  tenido,  ejecutó  é  hizo  ejecutar  la  dicha  senten- 
cia, quitándole  afrentosamente  la  vida,  no  lo  dnndo  lugar  ni  tiem- 
po convenible  a  que  ordenase  su  ánima  y  testamento^  por  cuya 
muerte  Vuestra  Alteza  perdió  un  muy  gran  servidor,  é  se  perdió 
ansimismo  mucho  acrecen  la  míen  Lo  de  la  corona  real  destos  rei- 
no-, porque  por  su  gran  industria  é  deligencia  se  descubrieron  y 
conquistaron  muchas  tierras  ó  reinos  de  que  él  tenia  noticia,  0 
tenia  ya  determinación  de  se  poner  en  trabajo  de  lo  conquistar  y 
pacificar,  y  por  su  muerte  ansimismo  dejó  el  Ingua  de  venir  de 
paz,  é  toda  la  tierra  se  levan lu,  he  habido  mucbas  muertes,  nnsi 
de  cristianos  como  de  indios,  é  la  tierra  so  ha  desolado  ó  destrui- 
do y  Vuestra  Alteza  ha  perdido  muchos  y  grandes  tesoros,  do  que 
pudiera  ser  servido  é  socorrido,  é  muchos  cristianos  perdieron  su 
hacienda  y  remedio. 

Y  después  é  entes  do  la  dicha  desaforada  y  cruel  muerte  del 
dicho  Adelantado,  no  contento  ni  satisfecho  de  los  dichos  males 
ó  crueldades,  prosiguiendo  su  capital  odio  contra  todos  los  servi- 
dores y  amigos  del  dicho  Adelantado,  á  unos  quitó  sus  haciendas 
ó  repartimientos  de  indios,  dándolos  a  sus  amigos  é  consortes  do 
los  dichos  delitos,  ó  a  otros  prendiéndoles  é  teniéndoles  en  pri- 
siones arperas  y  graves,  é  d  otros,  que  fueron  mas  de  ciento  é  cin- 
cuenta, los  echó  de  la  tierra,  echándoles  de  sus  casas,  solos  y  de- 
sarmados, muchos  de  los  cuales,  mas  de  cincuenta,  por  ir  ansí, 
los  mataron  los  indios,  é  otros  los  envió  u  tierra  ó  conquista  dó 
sabia  que  lodos  habían  de  morir  é  perderse»  como  de  hecho  se 
perdieron  y  murieron,  é  hizo  entradas  é  envió  capitanes  fuera  de 
los  términos  de  la  gobernación  del  dicho,  su  contra  vuestros 
mandamientos  é  cédulas  reales,  é  incurrió  en  las  penas  ea  ellas 
puestas,  é  conünuando  é  prosiguiendo  su  insaciable  codicia  é 
crueldad,  tomó  é  hizo  tomar  por  fuerza  mucha  cantidad  de  indios. 


1^ 


iM^^ta 


m-   ii 


1 


AtMAGRO   Y   SUS   COMPAÑEROS 


393 


é  al  Inga  Paulo  con  ellos,  para  cavar  ó  desenterrar  oro  y  plata 
por  toda  la  gobernación  del  dicho  Adelantado,  ya  dirnnto^  dándo- 
los d  los  dichos  indios  muchos  géneros  de  lormenloá,  é  queman- 
do muchos  dellos,  ó  haciendo  otras  crueldades  innumerables^  asi 
desolló  y  destruyó  toda  hi  tierra,  y  ro!)ó  y  loma  para  sí  gran  can- 
tidad  de  oro,  atreviéndose,  con  gnmdísimo  desacíito^  ansi  él  como 
todos  sus  hermanos  y  consortes,  á  decir  pública  é  secretamente, 
en  munh»3  é  diversas  partes,  que  con  dineros  y  oro  habia  de  de- 
fender é  atapar  sus  culpfls  é  delitos:  gran  desacato  é  alrevimienlo 
contra  vuestra  real  persona  é  justicia:  é  después  de  haber  sacado 
6  robado  é  habido  el  dicho  oro  con  los  dichos  desafueros  ó  agra- 
vios, para  del  lodo  destruir  é  asolar  la  tierra  é  naturales,  él  y  to* 
da  su  gente  fueron  por  toda  ella,  y  robáronla  y  ranchearon  y 
trajeron  para  rescataren  los  trianguez  y  mercados  todo  el  maíz 
é  ganados  é  bastimentos  que  los  indios  tenían  en  toda  la  tierra,  é 
les  lomaron  toda  su  ropa  é  hacienda,  é  quedaron  todos  los  indios 
destruidos  é  sin  tener  que  comer,  y  es  cierto  y  notorio  que  de 
hambre  y  por  la  dicha  razón,  comian  huesos  molidos  de  los  ani- 
jnales  é  yerbas  del  campo,  é  murieron  mas  de  cien  mil  indios,  é 
leció  á  muchos  dellos  ir  á  la  dicha  ciudnd  del  Cuzco  pidiendo 
ivoces  misericordia  é  justicia  á  Dios,  llevando  cruces  en  las  ma- 
>s,  pensando  conmover  á  los  dirlios  cristianos,  y  como  no  ba- 
lasen piedad  ni  misericordia,  echaban  las  dicliQS  cruces  al  lodo 
las  pisaban,  cosa  horrenda  y  detestable,  y  los  hallaban  muertos 
de  diez  en  diez  ó  de  veinte  en  veinte  por  las  calles  ó  puertas,  y 
por  los  arroyos  y  campos,  de  donde  los  comian  los  perros  medios 
rivos,  é  la  tierra  esta  tan  destruida  é  perdida,  que  seyendo  una  de 
19  mas  ricas  del  mundo,  muy  poblada  de  gente  y  frulífera  é 
jundosa  d©  bastimentos,  está  de  muerte  que  no  poniendo  en  ella 
indes  é  nuevos  remedios,  se  acabará  del  todo  de  perder,  y  no 
puede  sacar  ni  haber  provecho  alguno  de  ella,  y  Vuestra  Alte- 
y  la  corona  real  destos  reinos  han  perdido  y  perderán  muchos 
grandes  tesoros  y  acrecentamiento* 

Otrosí  le  acusamos  é  yo  el  dicho  Diego  de  Alvarado,  especial  y 
irticularmento  le  acuso  del  quebrantamiento  y  menosprecio  de 
icdtras  provisiones  reales  acerca  de  la  facultad  quet  dicho  don 
iego  de  Almagro,  vuestro  adelantado,  tenia  de  Vtra.  Mag*  para 


ilta^ 


894 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


nombrar  persona  en  su  lugar,  en  vida  ó  al  tiempo  de  su  muer 
para  la  dicha  goberoacion,   porque  como  puesto  en  el  estrechoj 
de  su  vida  y  en  tiempo  que  se  veía  ir  á  dar  cuenta  á  Dios  Nuestro] 
Señor  de  su  ánima,  y  la  había  de  dejar  dada  a  Vtra.  AltRza  conj 
toda  fieldad  y  verdad,  como  á  su  rey  y  señor  natural  en  la  tierra  J 
hizo  nombramiento  de  la  persona  del  dicha  Diego  de  AlvaradoJ 
por  la  esperiencia  grande  que  dello  tenia  y  por  lo  que  conosciaj 
que  convenia  á  vuestro  real  servicio  é  é  la  paz  é  sosiego  de  aque- 
llas provincias  é  al  contentamiento  de  todos  vuestros  fieles  ser-] 
vidores  é  personas  que  celaban  vuestro  real  servicio  é  la  dicha  I 
paz  é  tranquilidad  y  acrecentamiento  de  vuestra  real  corona»  las] 
cuales  provisiones  le  fueron  notificadas  y  presentadas  al  dicho  j 
don  Francisco  Pizarro  para  que  las  obedeciese  é  cumpliese,  el 
cual  no  solamente  no  lo  hizo,  pero  ni  aun  las  recibió  coa  la  reve- 
rencia y  acatamiento  que  suelen  y  deben  recibir,  ni  menos  ntío- 
que  fué  para  ello  requerido,  no  quiso  lomar  consejo  de  letrados 
sobre  ello,  diciendo  é  jurando  que  habia  de  serlo  cual  quisiese  y 
no  otra  cosa,  en  lo  cual  se  incluyen  tres  excesos,  delitos,  agravio^ 
el  uno  contra  la  obediencia  de  Vtra,  Mag.   é  sus  reales  mandu- 
mientos,  el  otro  el  de  la  paz  é  reposo  de  aquellas  provincias,  quíí 
por  el  medio  é  industria  del  dicho  Diego  de  Al  varado  pudieran 
tomar  camino  de  paz  é  de  asiento  si  el  dicho  Francisco  Pizarro 
no  lo  estorbara,  como  siempre  lo  ha  procurado,  y  el  Inga  e  sus 
subditos  é  reynos  se  redujeran  al  servicio  y  obedieneia  de  Vta 
Mag.,  é  el  otro  á  respeto  del  dicho  Diego  de  Al  varado  é  del  dicho 
don  Diego  de  Almagro,  hijo  del  dicho  vuestro  gobernador  é  aJe* 
hmlado,  que  le  quedó  encomendado^  y  de  cumplirse  la  volunl'nH 
nombramiento  del  dicho  su  padre,  se  le  siguiera  algún  am['' 
abrigo,  así  á  él  como  a  todos  los  españoles  damnificados  dr 
lo  susodicho,  se  pide  é  suplica  justicia  con  la  reintegracioade 
todos  los  daños  y  menoscabos,  según  que  de  derecha  mejor  Uvi 
lugar. 

Todo  lo  que  de  suso  está  dicho  é  muchos  otros  innumerablei 
excesos  é  insultos,  que  mas  en  particular  se  sabrá  seyendo  Vtm. 
Alteza  senado  de  hacer  justicia  y  de  poner  remedia  en  aquelk 
tierra,  han  cometido  é  perpetrado  los  dichos  don  Francisco  l*iw- 
rro  ó  hermanos  y  consortes  y  cómplices,  y  es  cierto  que  as^í  i*«»^- 


AI.MAGRO  y  SUS  COMPAÍ^EROS  305 

tra  Dios  todopoderoso  é  su  divina  ley  como  contra  Vtra.  Alteza  é 
su   real  justicia,  sin  ningún  respeto  ni  acatamiento,   ninguna 
cosa  han  dejado  de  hacer  y  cometer,  y  Vtra.  Alteza,  por  el  lugar 
que  de  Dios  tiene  en  la  tierra,  y  por  la  satisfacción  de  la  sangre 
inocente  que  se  ha  derramado  y  por  la  restitución- de  los  robos  é 
males  que  se  han  hecho  y  por  el  remedio  de  aquellas  provincias 
é  reinos  é  por  su  servicio  é  propio  interés,  conviene  á  su  real  ser- 
vicio y  al  descargo  de  su  real  y  católica  conciencia,   mandarlo 
castigar  acérrima  é  gravísima  y  ejemplarmente  á  todos  los  dichos 
y  a  los  demás  que  culpados  se  hallaren,  y  poner  remedio  en  aque- 
lla tierra  con  la  brevedad  que  se  debe,  y  ejecutar  y  administrar 
su  justicia  como  lo  hace  y  ejecuta  en  todas  las  otras  provincias  é 
reinos  é  subditos,  en  lo  cual  Dios  Todopoderoso  será  servido  é 
Vtra.  Alteza  hará  lo  que  á  la  administración  de  su  real  oficio  debe 
é  aquella  tierra  sera  remediada  y  el  Ingua  con  todos  los  demás  que 
están  levantados  vendrán  de  paz  é  se  convertirán  al  verdadero 
conocimiento  de  nuestra  santa  fée,  é  reducirán  á  vuestro  real 
servicio  é  vuestro  real  patrimonio  será  acrecentado  y  los  conquis- 
tadores recibirán  lo  mucho  que  han  perdido,  y  no  lo  haciendo  ni 
castigando  á  los  dichos  Pizarros,  y  no  los  privando  de  sus  gober- 
naciones y  administraciones  é  oficios,  el  dicho  Ingua  se  estará  en 
su  rebelión,  é  todos,  ansí  los  naturales  como  los  cristianos^  es 
acabarán  de  perderé  destruir.  Por  ende,  por  el  dicho  servicio  de 
Dios  é  de  Vtra.  Alteza  é  interese  é  bien  público  é  por  el  nuestro 
propio,  en  aquella  vía  y  forma  que  de  derecho  mejor  haya  lugar, 
pedimos  y  suplicamos  á  Vtra.  Alteza  que,  pues  los  dichos  delitos  y 
excesos  é  insultos  son  notorios,  é  la  dicha  tierra  é  provincia  tiene 
tan  instante  y  gran  necesidad  de  remedio,  mande  proveer  y  provea 
le  persona  y  personas  de  mucha  autoridad  é  letras  y  conciencia 
jue  con  enteros  poderes  vaya  á  las  dichas  provincias  del  Perú  ó 
prenda  luego  las  personas  del  dicho  don  Francisco  Pizarro  é  á 
sus  hermanos  é  consortes,  y  de  los  demás  que  culpados  se  halla- 
ren, y  les  quite  é  deponga  de  la  gobernación,   oficios  é  admi- 
T\istraciones  y  cargos,  les  secuestre   todos  é  cualesquier  bienes 
(\ue  en  cualquier  parte  hubieren,  y  ejecute  con  todo  rigor  y  ejem- 
plo en  sus  personas  las  penas  capitales  y  criminales  en  que  han 
incurrido,  que  son  muchas  y  muy  graves,  y  en  caso  que  la  dicha 


oBS 


COLECCIÓN  DE  DOCtTMEÍÍTOS 


persoDa  ó  personas  csUm  ya  proveídas  pf^ra  lo  susodicho,  Vtra 
Alteza  provea  y  mande  vaya  luego,  porque  ealendiendo  dilación, 
como  os  cierto  la  procurarán  los  dichos  delincuentes,  ni  dotas 
dichos  excesos  ni  culpas  podrá  así  constar  ó  las  personas  de  quien 
50  ha  de  haber  la  verdadera  informiieion.  serán  muertas  y  des 
terradas,  como  de  cont'nuo  lo  hacen  y  procuran  el  dicho  don 
Francisco  Pizarro  y  sus  consortes,  é  los  dichos  gravísimos  delitos 
quedarán  sin  castigo  é  la  tierra  é  los  della  cuya  necesidad  ins- 
tantísima  no  sufre  dilación,  serian,  cuando  el  remedio  llegase,  ya 
perdidos,  y  en  lodo  lo  susodicho,  en  nombre  de  los  dichos  vivos 
é  de  los  muertos,  cuya  sangre  cruel  y  inocentemente  derramada 
clama  á  Dios,  é  en  nombre  de  los  indios  ó  naturales  de  aquella 
tierra  cuyos  cuerpos,  élo  que  peores,  ánimas  se  pierden,  é  en  nom- 
bre de  los  perdidos,  robados  é  destruidos,  pedimos  justicia  y  en- 
cargamos vuestra  real  conciencia. 

Otrosí  decimos  que  Hernando  l^izarro,  el  principal  é  reo  é  de- 
lincuente é  hechor  de  todos  los  susodichos  delitos  y  excesos  y 
principio  y  medio  y  fin  de  lodos  los  males  que  en  aquellas  parles 
han  sucedida,  cuyas  culpas  é  delitos  son  gravísimas  é  notoria^í,  es 
venido  y  está  en  esta  corte/e  siendo,  como  es,  notorio  delincuente 
en  tan  excesivos  ó  feos  casos,  é  habiendo  dello  información  en 
vuestro  real  Consejo  de  las  Indias,  ó  constando  por  sus  propios 
procesos  ó  informaciones  que  el  para  su  descuento  ha  enviado, 
según  derecho  debe  ante  todas  cosas  ser  puesto  en  prisiones éí 
buen  recaudo,  porque  ansí  se  haría  c  debía  hacer  en  quien  tum 
culpado  y  achacado  de  la  muerte  de  un  hombre,  cuanto  mas  debe 
de  hacer  en  quien  ha  sido  en  tantas  é  en  quien  ha  coraelido  é 
perjietrado  todos  los  géncrüs  de  delitos  que  se  pueden  peasnr  y 
imaginar,  é  no  se  hacer,  seria  en  gran  desacato  á  vuestra  real  jasti- 
tia.  Por  ende,  ante  todas  cosas,  pedimos  y  suplicamos  á  Vtra. 
Alteza  le  mande  luego  prender  y  poner  con  muchas  prisionwft 
recaudo,  como  \n  calidad  de  los  delitos  é  excesos  requieren,  ^^"^'* 
merece  pena  de  muerte  y  otras  mayores  que  le  pueden  dar  et 
causam  ex  vin.  .  .  * ,  como  de  derecho  se  debe,  é  le  secuestteo 
todos  é  cualesquier  bienes  que  en  estos  reinos  ó  fuera  dellos  tenga, 
haciendo  en  ello  justicin,  que  el  rigor  de  calidad  del  nef^ocio  Tt- 
quiere  para  que  á  él  sea  castigo  é  á  todo  el  mundo  ejemplo. 


^^^¡Éi^lAi 


i 


ALMAOnO   Y   SUS   COMPAÑEROS 


397 


Otrosí;  para  información  do  lo  susodicho  hacenrios  presentación 
del  proceso  que  el  dicho  Hernando  Pizarro  hizo  contra  el  dicho 
adelantado  don  Diego  de  Almagro  é  se  envió  á  este  vuestro  real 
Consejo  en  cuanto  por  nos  hace  y  no  mas  ni  aliende,  é  de  las  in- 
formaciones é  testimonios  que  tomó  el  licenciado  Gutierre  Ve- 
luzquez  del  vuc^stru  Consejo  de  las  Indifts,  por  mandado  de  Vtra, 
Alteza,  é  de  las  probanzas  quel  doctor  Robles,  vuestro  oidor  de 
Panamá,  hizo  contra  los  susodichos,  é  de  los  testimonios  ó  escri- 
turas que  presentadas  tengo  é  de  nuevo  presentamos,  ó  de  las  que 
el  Obispo  de  Panamá  hizo  en  la  ciudad  de  los  Reyes,  para  lo  cual, 
ele, — El  doctor  Sainano* — Ifíigo  López, — DÍ€f/o  Gutiérrez  de  ios 
ñiús. — El  (kenciado  Hernando  Diaz. — Fer fiando  de  Sosa. — Die()o 
a^  Aivarado, — Diego  Nuñez  de  Mercado ^ 

En  Madrid»  sábado  diez  y  siete  de  Abril  de  mil  quinientos  cua- 
renta. 

Muy  poderosos  Señores.— Diego  de  Al  varado  por  sí  y  en  nom- 
bre de  don  Diego  de  Almagro,  hijo  del  adelantado  don  Diego  de 
Almagro,  difunto,  y  el  alcalde  Diego  Nuñez  de  Mercado  y  Diego 
Gutiérrez  de  los  Rios  y  Hernando  de  Sosa  y  todos  juntos  y  cada 
ono  de  por  sí  por  el  interese,  dereclio  y  acción  que  le  pertenecer 
puede  y  por  servicio  de  Dios  Nuestro  Señor  y  honra  y  gloria  de 
su  Santa  fée  católica  y  por  la  fidelidad  y  obediencia  y  real  ser- 
vicia de  Vtra.  Cesárea  Heal  Mag.,  y  por  el  pro  y  bien  público  de 
Joda  la  religion'cristiana  y  de  lodos  los  reinos  y  señoríos  do  Vtra* 
ig.,  délo  cual  todo  muy  principalmente  se  trata  y  ha  de  tratar 
este  arduo  y  gran  negocio  por  nos  personalmente  y  por  mu- 
los ausentes  é  impedidos  á  quien  toca  y  atañe,  parecemos  ante 
Alteza  y  en  vuestro  muy  alto  Consejo  de  Indias,  y  por  aquella 
í,  forraa  ^remedio  que  de  derecho  y  según  leyes  y  premáticas 
áestos  reinos,  mejor  haya  lugar,  habiendo  por  repetida  otra  mas 
'  y  general  acusación  criminal,  querella  y  demanda  en  este 
.^uio  dia  puesta  y  presentada  ante  Vtra.  Alteza  y  en  el  dicho 
lestpo  muy  alto  consejo,  contra  don  Francisco  Pizarro  y  con- 
los  otros  sus  cunsortes,  cómplices  y  culpados  en  los  grandes 
'enormes  delitos  en  la  dicha  acusación  espresadus,  acusamos 
querellamos,  especial  y  particularmente  contra  Hernando  Pi- 
Buevamente  llegado  y  presente  en  esta  vuestra  real  corte, 


398 


COLECCIÓN  DE  DOGUMUNTOS 


decimos  premisas  todas  las  solemnidades  del  derecho  é  habidas] 
por  éspresadas,  que  acusamos  y  querellamos  del  de  los  agravios] 
y  rauy  enormes  delitos  siguientes: 

Primeramente  de  la  nefanda,  crudi^lísima,  innominiosa  muerlej 
que  perpetró  en  la  persona  del  dicho  adelantado  don  Diego  de] 
Almagro,  vuestro   gobernador  en  cierta  provincia  y  gobernacioul 
por  Vtra.  Mag.  señalada  y  distinta  en  los  reinos  y  provincias  del] 
Perú,  varón  de  rauy  grandes  virtudes^  muy  leal  y  muy  gran  ser-j 
vidor  y  muy  antiguo  de^  Vtra.  Mag.  y  de  la  corona  real,  conquis-! 
tadorj  descubridor  de  los  mas  antiguos  y  principales  de  todos] 
aquellos  reinos  y  provincias,  al  cual  mató  innominiosa  y  crude-( 
lísimamente,  siendo  su  capital  enemigo,  sobre  tratos,  confedera- 
ciones y  alianzas  de  paz,  en  su  propia  gobernación,  jurisdicion 
y  territorio  del  dicho  don  Diego  de  AlraagrOj  vuestro  gobernador, 
siendo  su  juez  y  superior  en  aquella  su  provincia  y  gobernacioii^ 
y  habiéndole  tenido  por  sus  delitos  y  deméritos  preso  y  habién- 
dole después  soltado  y  tratado  con  toda  benignidad  y  clemencia, 
usurpando  vuestra  jurisdicion  real  y  de  enemigo  capital  y  de 
persona  privada,  haciéndose  juez  estando  de  por  medio  provisio- 
nes y  mandamientos  reales  de  Vtra.  Mag,  y  del  dicho  vuestro 
real  consejo  que  defendian  y  defienden  hacerse  cosas  níngiiiuu 
de  hecho  entre  ellos,  y  en  realidad  de  verdad,  entendiendo] 
mámente  deíendian  y  amparaban  al  dicho  vuestro  goberiki.  . 
adelantado  en  su  verdadera  y  legítima  posesión  de  la  ciudad  dd 
Cuzcoj  que  cierta  y  verdaderamente  se  incluye  en  los  lérmiuof  y 
destrito  de  la  dicha  su  jurisdicion  y  estaba  por  concordia  y  asiea- 
to  dellos  en  la  posesión  della. 

Otrosí,  decimos  que  le  acusamos  de  todos  los  otros  muy  gran- 
des y  enormes  homicidios  y  crueldades  por  él  y  por  su  mandado 
y  furor  y  favor  y  consejo  y  aprobación  y  ratificación  y  en  otra 
cualquier  manera  cometidos  y  perpetrados,  así  contra  muy  gn 
número  Jde  cristianos  vasallos  y  servidores  de  Vtra.  Mag.  yc< 
quistadores,  como  contra  una  innumerable  multitud  dvi  lodil 
que  crudelísima  é  inhumanamente  mató  é  hizo  matar^  con  Uid 
las  otras  crueldades  y  malas  circunstancias  de  los  otros 
en  la  dicha  general  acusación  y  verdadera  relación  de  i 
suceso  destos  tan  grandes  y  enormes  casos  espresados  v 


ALMAGRO   y   SUS   COMPANEROS 


399 


muchos  mas  que  de  las  informaciones  que  sobre  ello  están  reci- 
bidas así  por  ellicenciado  Gutierre  Velazquez,  por  mandado  de 
los  del  vuestro  Consejo  de  Indias,  como  por  el  doctor  Robles  en 
Panamá  y  aun  por  el  proceso,  aunque  inicuo  é  injusto  é  de  nin- 
gún efecto  que  al  dicho  Hernando  Pizurro,  como  capital  ene- 
migo y  persona  privada  hizo,  del  cual  tan  solamente  en  lo  que 
hace  contra  él  y  contra  los  otros  sus  compañeros  y  partícipes  de 
las  dichas  enormidades  y  crueldades  y  no  en  mas  ni  allende  se 
hace  del  esta  relación. 

Iten  le  acusamos  de  lodo  el  alzamiento  y  rebelión  del  Ingua  y  de 
todos  aquellos  reinos  y  provincias  que  por  su  notoria  y  manifiesta 
culpa  no  están  de  paz  y  debajo  del  yugo  y  obediencia  de  vtra, 
Mag,,  y  le  acusamos  de  todos  los  otros  sacos,  robos  inn limera 
bles,  muertes  y  daños  que  á  causa  del  dicho  alzamiento  y  rebelión 
han  sucedido,  refiriéndonos  á  la  narración  mas  general  y  espresa 
de  la  dicha  acusación  general  y  por  evitar  proligidad  y  repetición. 

Acusárnosle,  asimismo,  de  todos  los  fraudes  y  ocultaciones  de 
muy  grandes  é  innumerables  tesoros  que  tiene  ocultados  y  usur- 
pados en  muy  gran  perjuicio  y  daño  de  vira,  Mag.  y  de  vtra.  real 
Cámara  y  fisco,  y  de  las  muy  grandes  ó  enormes  estorsiones  y 
opresiones  que  por  largo  discurso  de  dias  y  de  tiempo  hizo,  así  al 
dicho  Inga  y  a  los  otros  indios  y  naturales,  como  á  vuestros  sub- 
ditos y  vasallos  cristianos,  conquistadores  y  muy  fieles  y  leales 
servidores  de  vtra.  Mag.,  todo  por  los  robar  y  sacar  dellos  oro  y 
plata,  con  sed  y  codicia  insaciable,  de  donde,  allende  de  la  grande 
ofensa  y  deservicio  de  Dios  Nuestro  Señor  y  del  pésimo  y  abomi- 
nable ejemplo  en  nuestra  santa  religión  cristiana,  para  con  gen- 
tes infieles  y  gentiles  tan  romotísimos  é  ignorados  en  todo  lo 
poblado  del  mundo,  los  cuales  con  otra  caridad  y  piedad  habían 
de  ser  traídos  á  nuestra  santa  religión  y  oí  conocimiento  de  la 

rdad,  han  sucedido  á  vtra.  Mag.  muy  grandes  é  intolerables 

ños  y  á  toda  la  república  cristiana,  porque  d  sola  su  causa  y 
Qulpa  y  del  dicho  su  hermano  y  de  las  otros  sus  valedores,  ayuda- 
s,  y  persevera  aun  la  dicha  rebelión  y  alzamiento  y  están 
líos  reinos  é  provincias,  que  son  tantos  y  tan  grandes,  en 
^,,...  Jü  de  perderse  si  el  nombre  de  los  Pizarros  no  es  dellos  total- 
monte  eradicado  con  rigoroso  y  ejemplar  castigo,  cual  requiero 


400 


COLECCIÓN  DE   DOCUMENTOS 


la  grandeza  y  calidad  de  las  co3ns;  y  ha  sido  nsimisrao  vtra,  Mag-.; 
defraudado   y  privado  de  muy  grandes  tesoros,  bástanles   mi 
largamente  á  suplif  y  remediar  los  muy  grandes  gastos  y  necesi-i 
dades  de  vlm*  Mag,  en  que  ha  estado  y  esta  por  defensión  de] 
nuestra  santa  fcé  católica  y  por  la  trner  á  una  verdadera  y  catóüc 
unión  de  todos  los  fieles  y  de  los  otros  miembros  que  en  nueslroa 
tiempos  por  sectas  y  heregías  abominables  están  segregador 
cortados  de  la  santa  iglesia  romana  católica,  que  ninguno  de  le 
tesoros  y  servicio  que  los  dichos  Pizarros  han  podido  ni  puedenj 
mostrar  hacera  vtra.  Mag,  se  pueden  igualar  con  ninguna  com- 
paración con  lo  que  han  tenido  y  tienen  de  vtra.  Mag,,  así  de  sasl 
derechos  como  de  sepulturas  y  otras  muy  grandes  dádivas  y  es-j 
torsiones  que  han  habido  de  todo  género  de  gentes  ni  con  lo  que] 
por  su  crueldad  se  ha  dejado  de  haber  del  dicho  Inga  y  de  sus 
reinos  y  provincias,  que  son  muy  grandes  y  muy  ricas,  según 
que  mas  largamente  en  la  dicha  acusaciun  general  y  informacio- 
nes, é  que  siempre  nos  referimos,  se  contiene. 

Olrosi  le  acusamos  de  lodos  los  excesos  y  delitos  cometidos  pj 
y  por  los  de  su  escuela  contra  alcaldes  y  justicias  de  vtra.  M:l¿%  y 
contra  regidores  de  sus  ciudades  y  villas  y  contra  los  embajado- 
res y  voceros  que  trataban  paz  y  concordia  entre  las  dichas  partes, 
por  ser  de  Dios  y  de  vtra.  Mag,  y  por  escusar  los  grandes  y  enor- 
mes males  que  veían  que  de  su  discordia  habían  de  suceder,  i  los 
cuales  dichos  oficiales  y  regidores  y  embajadores  por  diverjas 
veces  prendió  y  maltrato  y  quebraron  las  varas  de  justicia  y  cm- 
prisionaron  y  hicieron  otros  muy  grandes  excesos  contra  ley 
divina,  contra  el  derecho  natural  y  de  las  gentes,  que  ascgur 
los  embajadores  y  los  juslicias  y  regidores  de  la  república,  y  mí 
cho  mas  cuando  entienden  en  tratados  de  paz  y  de  lealtad  y  servi- 
cio de  sus  príncipes  y  reyes  y  señores  naturales,  como  eacsti 
caso,  y  que  en  todo  lo  stisodicho  y  en  la  muerte  del  dicho  v 
nador  y  adelantado  y  de  los  otros  capitanes  y  vasallos  Rl^. 
vtra.  Mag.  y  en  el  quebrantamiento  de  las  capitulaciones,  pac 
asientos  que  por  diversas  veces  se  tomaron  y  asentaron  enln»  ItT 
dichas  partes,  lo  cual  lodo  el  dicho  Hernando  Pizarro  violóy^ 
brantü  en  todo  ello  con  sus  circunstancias  y  palabras  moy  ofi 
sivas  contra  la  real  preminencia  y  soberanía  juridicionol  y  poí 


ALMAGRO   Y   SUS   COMPANEROS 


401 


le  vtra.  Mag;.  y   quebrantamiento  de  sus    reales  provisiones  y 
^andainieiüos^  se  inrluyen,  hablando  siempre  con  el  debido  aca- 
imienlo  y  por  sola  justicia,   crímenes  y  delitos  de  lesa  mag. 
.  .  en  todas  las  cabezas  que  por  ley  y  derecho  y  según 
^yí-h  y  premálicas  destos  reinos  están  establecidas,  en  lo  cual 
Lído  nos  referimos  á  la  dicha  acusación  general  y  á  las  dichas 
ínrorinaciones  y  á  lo  que  mas  y  allende  resultará  del  proceso. 

Acusámosle  asimismo  de  todas  las  injurias,  afrentas  y  tormen- 
[)$  que  contra  los  vivos  y  contra  los  cuerpos  muertos  y  otras 
inominias  que  él  y  los  suyos  cometieron  y  perpetraron,  que  son 
Ues.  que  entre  turcos  é  infieles  contra  cristianos  no  se  cometie- 
ron ni  se  halla  en  escritura,  á  unos  abriéndolos  y  sacándoles  los 
untos  del  cuerpo,  á  otros  con  cabezas  de  los  muertos  corriendo 
lugre  dándoles  por  las  caras,  siendo  cristianos  y  de  un  rey  y 
~éñor»  y  á  otros  después  de  muertas  tirándoles  A  ballestas  comu 
á  terreros  y  blancos,  según  que  mas  en  particular  está  espresado 
en  la  dicha  acusación  é  informaciones. 

lien  le  acusamos  de  todo  el  detenimiento  de  los  navios  y  del 
tomar  y  abrir  cartas  y  instrucciones  y  relaciones  que  venían  á 
Ira.  Mag,  y  en  impedir  oculta  y  cálidamente  y  otras  veces  piíbli- 
Ifts  personas  v  informaciones  que  á  vira.  Mag.  se  enviaban  por 
dicho  Adelantíído  y  por  los  otros  fieles  vasallos  y  servidores  y 
)nquisladores,  que  celaban  vuestro  real  servicio  y  la  paz  y  tran- 
quilidad de  aquellas  provincias  y  so  dolian  de  los  sacrilegios  y 
ilclcslables  delitos  que  contra  Üius  y  contra  nuestra  santa  religión 
se  cometían,  porque  para  aplicar  su  divina  justicia  y  para  el  des- 
^cargo  de  vira,  real  y  católica  conciencia  vira,  Mag.  fuese  infor- 
lado  de  la  verdad,  que  tambian  estos  son  delitos  atroces  y  de  las 
ilidades  susodichas. 

lien,  civil  y  criminalmente  le  acusamos  y  pedimos  todas  las 
^nas  en  que  él  y  sus  fiadores  incurrieron  por  el  quebrantamiento 
la  capitulación  que  hicieron  los  licenciados  Gama  y  Prado,  que 
^11  cincuenta  mil  ppsos  de  oro  y  otras,  así  de  injurias  como  de 
Iroí*  daños  y  robos  en  que  de  derecho  competen  contra  él  y  con- 
¡09  dichos  sus  cómplices  y  culpados,  acciones  y  remedios  cri  - 
mínales  y  capitales  y  civiles  y  mistos. 


ÜÉ^^^i 


ios 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


Ití^n  le  acusamos  capital  y  criminalmente  de  todos  los  sacrilegios 
y  violencias  de  templos  y  iglesias  y  de  todas  las  violaciones  y  pola 
Clones  y  muy  graades  y  detestables  abominaciones  hechas  ©n  las 
iglesias  y  templos  divinos  y  de  todas  las  desesperaciones  y  muertes 
de  los  indios  después  de  bautizados,  que  de  sus  propias  personas 
hicieron  por  verse  así  muertos  y  moltralados  y  de  los  detestables 
vituperios  que  se  hicieron  del  santo  y  venerable  señal  de  la  cruz 
por  los  dichos  indios,  andando  pidiendo  limosna  y  misericordia 
por  haberles  robado  sus  bastimentos  para  vender  por  oro  en  las 
plazas  y  mercados  y  postrados  pidiendo  misericordia  á  los  pies  de 
los  dichos  crueles  cristianos  de  la  dicha  valía  y  furiosa  conjura 
cion  echaban  las  cruces  en  el  barro  y  en  el  lodo  y  hacian  otras 
muy  grandes  y  lamentables  señales  de  desesperaciones  y  clamores 
á  Dios  como  no  les  dabau  de  comer  de  lo  que  les  habían  robado 
y  los  hacian  morir  de  hambre, 

Iten  acusamos  á  él  y  á  los  otros  á  quien  atañe  de  los  grandes 
estupros  é  incestos,  adulterios  y  corrompimiento  de  mugeres  vír- 
genes  y  casadas,  asi  con  dos  hermanas  como  con  parientas  y 
afines  en  grados  prohibidos  por  ley  divina  y  canónica»  á  lo  cuaJ 
asimismo  nos  referimos  á  lo  susodicho. 

Y  finalmente,  le  acusamos  de  todas  las  siniestras  y  falsas  reía- 
cienes  é  informaciones  que  de  palabra  y  por  escrito  él  y  sus  se- 
cuaces dieron  ó  hicieron  á  vira.  Mag.  y  á  sus  presidentes  y  oidores 
y  consejos  en  deservicio  y  ofensa  de  vtra.  Mag.  y  en  daño  y  des- 
truicion  y  ruina  de  aquellos  reinos  y  provincias  y  en  injuria  y 
ofensa  del  dicho  Adelantado  y  en  disminución  y  escureciraiento 
de  los  muy  grandes  y  leales  servicios  y  de  los  otros  muy  leales 
servidores  y  conquistadores,  vasallos  de  vtra.  Mag-,  caballeras  y 
personas  generosas  y  de  otros  estados  y  condiciones,  hacienda 
contra  las  promesas  pleitos-homenajes  y  asientos  y  confian??!^ 
que  entre  ellos  y  el  dicho  Adelantado  pasaban,  por  usurpar  y  apli- 
car para  sí  el  premio  y  galardón  de  los  descubrimientos  y  eati- 
quístas  que,  después  del  favor  de  Dios  y  de  la  buena  ventura  y 
felice  imperio  y  monarquía  de  vtra.  Mag.,  por  las  grandes  anicao- 
sidades,  consejos,  prudencia,  ardit  y  industria  del  dicho  vaeslw 
Adelantado  y  Gobernador  y  de  sus  fieles  compañeros  y  ayudado- 
res, se  descubrieron  y  conquistaron  con  muy  grandes  y  admiift- 


^m^ 


ir  Mil 


ALMAGRO   Y   SUS  COMPANEROS  403 

bles  trabajos  y  peligros  y  costos,  según  que  mas  largamente  todo 
lo  susodicho  y  mucho  mas  resulta  y  se  colige  de  la  dicha  acusa- 
ción y  de  las  dichas  informaciones  á  que,  según  dicho  es,  siempre 
nos  referimos. 

Iten  le  acusamos  del  destierro  que  hizo  álos  cristianos  fidelí- 
simos vasallos  de  vuestra  Mag.,  robados  y  heridos,  é  de  las  fuer- 
zas que  en  echallos  de  la  tierra  les  hizo  porque  no  hubiese  quien 
testifícase  sus  culpas  y  los  servicios  del  dicho  Adelantado^  a  los 
cuales  mataron  los  indios  mucha  parte,  como  iban  desarmados  y 
solos,  é  la  otra  parte  de  los  que  quedaron,  murió  en  la  jornada 
que  forzosamente  les  hizo  hacer  con  Pero  Anzules  y  Candia,  de 
la  cual  jornada  asimismo  le  acusamos  y  del  quebrantamiento  ó 
inobediencia  y  desacato  de  las  cédulas  é  provisiones  reales  de 
vuestra  Mag.,  en  que  le  mandaban  que  so  pena  de  cincuenta  mil 
ducados,  que  no  poblase  ni  se  entremetiese  por  sí,  ni  sus  capita- 
nes en  la  gobernación  del  dicho  Adelantado^  en  la  cual  pena 
incurrió. 

Iten  le  acusamos  de  todos  los  otros  atrocísimos  y  nefandos  de- 
litos que  perpetró  y  cometió,  del  quel  dicho  adelantado  don 
Diego  de  Almagro  hizo  información  contra  el  que  esta  presenta- 
do en  el  dicho  proceso  general,  y  de  cada  uno  de  los  dichos  de- 
litos y  general  y  particularmente. 

Finalmente,  le  acusamos  de  todos  los  desacatos  y  palabras 
ofensivas  que  dijo  y  cometió  en  todos  los  tiempos  en  que  perpe- 
tró los  delitos,  excesos  susodichos,  ejecutando  la  venganza  y  odio 
y  rencor  de  su  animo,  así  en  arrastrar  por  el  suelo  las  banderas 
y  estandartes  del  dicho  Adelantado  vuestro  gobernador,  en  que 
estaban  solamente  las  armas  de  vuestra  Mag.  y  del  sacro  imperio 
y  reales,  como  en  muchas  palabras  desacatadas  y  exhorbitantes 
que  contra  vuestra  Mag.,  y  contra  los  de  su  consejo  y  contra 
SQs  justicias  dijo  y  profirió,  que  por  acatamiento  no  se  esprimen 
y  declaran,  remitiéndolas  al  discurso  del  proceso,  por  lo  cual  todo, 
y  por  lo  demás  que  de  las  dichas  informaciones  y  procesos  so 
colige,  el  dicho  Hernando  Pizarro  ha  incurrido  en  grandísimas 
penas  capitales  y  criminales,  y  en  confiscación  y  perdimento  do 
todos  sus  bienes,  y  asi  pedimos  y  suplicamos  á  vuestra  Mag.  que 
porque  tan  grandes  y  enormes  delitos  no  queden  sin  punición  y 


404 


COLECCIÓN   DE  DOCUMENTOS 


castigo,  y  porque  dello  á  todo  el  mundo  quede  ejemplo  y  la  so 
bcrana  justicia  y  celo  muy  sanio  de  vuestra  Mag.  de   la  hacer  y 
administrar  resplandezca»  pedimos  y  suplicamos  que  por  honra 
de  Dios  y  de  su  religión,  y  para  el  remedio  de    tantos   raales  y 
detestables  y  nefandos  casos,  y  para   alguna   satisfacción    y  cu 
niienda  de  tantas  gentes  de  todas  naciones,  por  él  y  por  su  causa 
muertos    y  injuriados   y  robados  y  destruidos  y  damnifícadoSf 
Tuestra  Mag.  mande  prender  su  persona,  pues  se    halla  presente 
en  esta  su  real  corte,  y  ponelle  en  cárceles  y  muy  seguras  prisio 
nes  donde  esté  a  muy  buen  recaudo,  y  asi  preso  y  encarcelado  h 
mande  condenar  y  condene  á  pena  de  muerte,  natural  y   inno* 
miniosa  y  ejemplar,  cual  en  la  persona  del  dicho  vuestro  gober- 
nador y  Adelantado  crudeUsimamente  y  por  solo  venganza    eje- 
cutó,  en  premio  y  galardón  de  le  babor  liberado  y  sollado  de  la 
prisión,  en  que  justa  y   méritamente  le    tuvo  por  tantos  y  lan 
delestables  delitos,  como  es  notorio  haber  comelido,   de  qae  no 
una  sino  muchas  muertes^merecia,  y  por  bien  de  paz  y  por  sala 
su  benignidad  y  por  poder  pacificar  aquellos  reinos  y  el  alzamiento 
de!  Inga  y  de  sus  reinos  y  provincias,  y  por  enzalsar  y  hacer 
pacífico  y  tranquilo  el  imperio  y   monarquia  de  vuestra  Mag-,  I* 
dejó  de  hacer;  suplicando  asimesrao  que  sea  privado  y  declarado 
haber  perdido  todas  las  dignidades,  honras  y  oficios  que  de  la 
largueza    y  real  manificencia  de  vuestra   Mag,   lenia  y  tiene,  y 
haberse  hecho   indigno  é  incapaz  deltas,  declarando  asimismo 
lodos  sus  bienes  y  hacienda   haber  sido  y  ser  confiscados  y  de- 
volólos  a  vuestra  real  corona  y  fisco,  suplicando   que  ante  ' 
cosas,  después  de  estar  preso  y  á  buen  recaudo,  y  no  en  la  i 
tad  y  soltura  en  que  agora  anda  "y  está,   sea   prendido  y  eu 
guen  todos  sus  bienes  muebles  y  raices,  juros,  derechos  y  accio- 
nes que  en  esta  corle    y  en  otra   cualquier  parte   de    vueslrai 
reinosy  en  las  Indias  y  en  otro  cualquier  lugar  tuviere,  cor 
léndole  y  apremiándole  en  su  persona,  por  todas  las  vías  y  Íüu:_^ 
por  derecho  establecidas,  según  la  detestación  y  graveza  do  los  de- 
litos, y  de  todas  las  malas  circunstancias  dellos,  ¿  que  de  su  boca 
diga  y  confiese  y  declare  la  verdad  de  todo  ellOi  y  asimism» 
cubra  y  manifieste  los  grandes  é  innumerables  tesoros  y  ri«] 
quo  entre  el  dicho  don  Francisco  Pizarro  y  el  otro  su  herm  ,    ^ 


jÉr-É      ülflii 


ALMAGRO  Y    SUS   COMPANEROS 


405 


11  y  los  otros  sus  sfcuaces  y  culpados,  é  adherenfos  ostín  iiaiir- 
pados  y  ocultados,  en  daño  y  fraude  de  vuestra  Mag,,  porque  sa- 
bida de  su  boca  la  verdad,  por  los  medios  del  derecho,  tenga 
vuestra  Mag.  mas  abierto  el  camino  para  proveer  en  la  cobranza 
de  tantos  tesoros  y  en  la  pacificación  de  aquellos  reinos,  y  pue- 
da ser  reintegrado  en  sus  reales  tesoros  y  grandes  derechos  que» 
como  á  rey  y  señor  le  pertenecen  vio  están  fraudados  y  ocultados 
indebidamente,  y  pueda  asimismo  mandar  entender  en  la  pa- 
cificación y  reintegración  de  los  muy  grandes  males  y  daños 
y  pérdida  del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  hijo  y  heredero  del 
dicho  Diego  de  Almagro,  vuestro  gobernador  y  adelantado,  muy 
antiguo  y  leal  servidor,  y  de  lodos  otros  según  nos  atañe,  y  de 
los  otros  muertos  y  robados,  dañificados,  según  la  calidad  y  gra- 
dos desús  daños,  injurias  y  ofensas,  comn  mas  conviene  á  vues- 
Iro  real  servicio  y  al  descargo  de  la  católica  conciencia  de  vuestra 
Mag.  Sobre  todo  pedimos  y  suplicamos  cumplimiento  de  justi- 
cia» y  para  ello  implonimos  su  real  oficio,  con  protestación  de 
todas  las  cosas  y  daños  y  menoscabos,  y  de  todas  las  otras  cosas 
que  segnn  derecho  y  justicia  mejor  haya  lugar* — Ei  doctor  Sa- 
mano.— El  iirenciado  Hernando  Dfaz. — Diei/o  Nnfiez  de  Mercado, — 
Dier/o  Gutiérrez  de  ios  fím.— Diego  de  Alrarado, — Fernando  de 
Sosa. — En  Madrid,  a  17  de  abril  de  1540  años. 

Confesión  de  Hernando  Pizarra. — En  la  villa  de  Madrid,  á  quin- 
ce dias  del  mes  de  Mayo  de  mil  e  quinientos  ó  cuarenta  anos, 
el  licenciado  Chavez,  relator  del  Consejo  Real  do  las  Indias  de 
5-  Mag.,  por  comisión  de  los  señores  del  dicho  Consejo,  por  ante 

klí  Juan  Fernandez  de  Paredes,  escribano  de  Ss.  Mags.  y  oficial 
el  secretario  Samano,  tomo  é  recibió  juramento  en  forma  de- 
bida de  derecho  de  Hernnndo  Pizarro,  caballero  de  la  orden  do 
Santiago,  preso  en  el  alcázar  real  de  la  dicha  villa  de  Míídrid,  so- 
bre la  muerte  del  mariscal  don  Diego  de  Almagro;  siendo  pre- 
g^untado  por  el  tenor  de  las  acusaciones  que  le  están  puestas  por 
Diego  de  Alvarado  é  sus  consortes  y  por  cada  capítulo  dellas, 
particularmente  dijo  y  depuso  lo  siguiente: 

Preguntado  por  el  primer  capítulo  sobre  la  prisión  del  desba- 
mto  de  Atabalica  é  su  muerte,  dijo  que  este  confesante  se  hallo 
í»t  íí^mpo  quel  dicho  Atabalica  con  mucha  gente  de  guerra  vino 


lÉlta 


i*A 


406 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


al  pueblo  de  Cajamalca,  donde  traía  acordado  y  coiicenado 
color  de  paz,  de  aposentarse  entre  los  cristianos  y  aquella  noche 
dar  en  ellos  y  malatlos,  dejando  para  ello  gente  atrás,  de  lo  cual 
fueron  avisados  por  indios  y  gente  que  el  Atabalica  traía,  y  luego 
como  el  dicho  Atahalica  entró  en  la  plaza,  pareciéndole  al  dicho 
Atabalica  que  eran  pocos  los  erisLianos,  crecióle  la  soberbia  y 
no  quiso  aguardar  al  concierto  y  volvió  en  las  andas  en  que  venia 
la  cabeza  atrás  aquella  misma  su  gente,  y  á  la  sazón  salió  fray, 
Vicente  de  Val  verde  y  entre  otras  cosas  que  le  dijo  de  buenas 
palabras,  le  dijo  que  era  siervo  de  Dios  y  que  venia  á  adminis- 
trarlos y  do Lrin arlos  en  la  fe,  y  le  mostró  un  libro,  diciéndole  que 
era  de  las  cosas  de  Dios,  y  el  dicho  Atabalica  tomó  el  libro  y  le 
arrojó  en  el  suelo,  y  dijo  palabras  en  su  lengua  de  soberbia,  y 
tornó  á  llamar  su  gente,  por  lo  cual  fué  necesario  antes  que  se 
acabasen  de  juntar,  resistirlos  y  acometerlos,  porque  de  otra  ma- 
nera todos  los  cristianos  murieran  y  en  ello  se  hizo  servicio  áSu 
Mag.  y  fué  causa  de  ganar  y  conquistar  la  tierra  ó  de  se  haber 
los  tesoros  que  se  han  habido  y  de  convertir  muchas  ánimas  que 
se  han  convertido;  y  en  lo  demás  que  la  pregunta  dice  de  lat 
muerte  dol  dicho  Atabalica,  dice  que  después  de  su  prisión  sb 
tuvo  nueva  que  venia  gran  junta  de  gente  sobre  el  dicho  Gober- 
nador y  la  gente  de  cristianos  que  con  él  estaba,  y  esto  confe- 
sanie  dijo  al  dicho  Gobernador  que  él  quería   salir  al  campo  á 
saber  si  era  verdad,  y  salió  con  hasta  treinta  de  caballo  y  quince 
o  veinte  peones,  y  á  dos  jornadas  de  Cajamarca  le  salieron  lus  in 
diosa  recibir  con  gran  cantidad  de  oro  y  plata,  y  mandó  este  con- 
fesante   que  lo  pasasen  donde    estaba  el  dicho  Gobernador,  p 
quise  yo  pasar  adelante,  é  por  salir  la  gente  mal  apercibida  de 
herraje  y  otras  cosas  necesarias,  se  le  volvió  toda,  que  no  le  que- 
daron sino  catorce  de  caballo  y  siete  peones,  y  con  éstos  fué  hasta 
el' pueblo  de  Pachacama,  que  serian  cien  leguas,  haciendo  he- 
rraje de  cobre  y  do  piala,  é  hizo  de  paz  toda  la  tierra  por  donde 
pasó,  allegado  al   pueblo  de   Pachacama,  supo  que  estaba  allí 
una  mesquita,  que  los  dichos  indios  tienen  por  la  mas  principil 
de  la  provincia,  a  donde  piden  las  cosas  necesarias,  como  el  aguí 
y  pan^  y  lo  que  solemos  pedir  rí  Dios,  con  procesiones,  ^ 
poder  entrar  al  patio  desta,  á  hablar  con  los  ministros  delL,  ♦^ 


Mb^^^Jita 


ALMAGRO  Y   SrS   COMPAÑEROS 


407 


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de  ayunar  un  año:  hizo  juntar  este  confesante,  todos  los  caciques 
de  la  comarca  y  entrar  en  esta  mesquita,  para  que  viesen  quB 

ra  burla  sus  idolatrías,  y  dicho  lo  mejor  que  supo  las  cosas  de 
nuestra  sania  fé.  Acordó  de  ir  sobre  un  capilan  de  Atabalica,  que 
llamaban  Chiriguchima,  que  estaba  con  grueso  ejército  en  un 
pueblo  de  Xauxa,  y  llegado  a  media  legua  del,  en  un  cerro  alto, 
donde  se  podia  descubrir,  pareció  gran  cantidad  de  gente,  y  nun- 

Ti  enviaron  mensajero  de  paz,  como  suelen  venir  los  indios 
cuando  la  quieren,  y  un  principal  que  este  confesante  llevaba 
consigo  por  guia,  le  dijo  que  se  pusiese  en  orden,  porque  los  in- 
dios querían  pelear,  y  como  ya  en  aquel  tiempo  no  pudiesen 
salvar  las  vidas^  sino  aventurallas  a  batalla,  tomando  las  armas 
en  las  manos,  se  determinó  de  ir  sin  reparar,  é  como  los  dichos 
indios  vieron  la  determinncion,  al  tiempo  que  querían  romper, 
salió  un  capitán  dellos  de  paz,  é  este  confesante  se  aposentó  en 
la  plaza  y  se  fué  á  comer  con  ellos  por  complacellos,  cuatro  ó 
cinco  dias  que  allí  estuvo,  solo  dejando  su  gente  de  guarda  en  el 
aposento,  para  asegu rallos;  y  en  este  tiempo  procuró  de  llevar 

Iponsigo  al  Chiricuchimi,  porque  era  el  capitán  que  les  podia  ha- 
feer  el  daño  y  aunque  le  prometió  de  irse  con  este  confesante,  al 
pempo  de  la  partida  so  quiso  poner  en  no  eumplillo,  y  como  vio 
determinación  de  pelear  con  ellos,  si  no  lo  cumpliese,  acordó  de 
ir,  y  yendo  camino  de  Cajamarca,  tuvo  nuevas  por  cartns,  cómo 
don  Diego  ee  Almagro  era  llegada  á  Cajamarca,  que  con  la  nueva 
¡e  la  prisión  de  Atabalica  y  riqueza  de  la  tierra,  habia  mudado 
í  mal  propósito  que  tuvo  de  poblar  para  sí  á  Puerto  Viejo,  y  al- 
pse  con  él,  y  usando  de  jurisdicion  en  la  dicha  provicia  de 
uerto  Viejo,  sin  tener  provisión  de  Su  Mag.,  ni  del  üobernador, 
Í2iJ  ahorcar  a  Rodrigo  Pérez,  su  secretario,  sin  haber  hecho  de- 
tt>,  sino  de  su  propia  voluntad  é  interese,  y  como  dicho  tiene, 
n  la  nueva  y  prosperidad  de  la  tierra,  se  vino  á  Cajamarca,  á 
de  este  confesante  le  halló  cuando  volvió  con  el  dicho  Chiri- 
guchima, y  dende  á  pocos  días,  este  confesante,  estando  en  el 
mpo,  le  fueron  é  decir  que  Chiricuchima  le  habían  sacado  de  su 
sada  y  llevado  á  la  posada  del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  y 
le  estaban  dando  tormento  con  fuego,  y  este  confesante  se 
no  á  su  posada,  y  enojado  deslo,  no  quiso  salir  della,  ni  illo  á 


lonc 


loe 


ALMAGRO  y  SUS  COMPAXEBOS 


400 


el  dicho  Gobernador  no  tomó  en  esto  ni  en  otra  cosa  mas  de 
lo  que  le  venia,  y  así  pareció  por  lo  poco  que  tiene  y  lo  mucho 
que  debe,  y  que  lo  demás  contenido  en  el  dicho  capítulo  que  lo 
niega* 

Fué  preguntado  por  el  segundo  copítulo,  dijo  que  este  confe- 
sante no  se  halló  en  lo  en  él  contenido,  antes  cree  y  tiene  por 
cierto  quel  dicho  Gobernador  no  haria  ni  consentiría  hacer  cruel- 
dad alguna,  porque  no  lo  acostumbra,  ó  que  si  alguna  se  hizo, 
la  haria  el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  que  era  á  la  sazón  su 
capitán  general,  é  que  lo  demns  que  lo  niega. 

Preguntado  por  el  tenor  del  tercer  capítulo,  dijo:  que  no  sabo 
cosa  alguna  de  lo  contenido  en  el  dicho  capítulo,  porque  no  se 
halló  presente  á  ello. 

Preguntado  por  el  cuarto  capítulo,  dijo:  que  en  la  dicha  pro- 
vincia del  Perú  se  ha  hallado  mucha  cantidad  de  oro  y  plata  y  en 
piezas  pequeñas,  y  que  se  ha  permitido  en  general  disimular  la 
fundición  que  en  el  dicho  capítulo  dice,  porque  de  otra  manera 
habia  grandes  robus  de  los  indios  é  indias  que  sirven  á  los  espa- 
fioles,  y  su  Mag.  perderla  mucho  en  sus  quintos,  como  ha  í)are- 
cidü  por  esperiencia,  é  no  embargante  que  se  hace  barras  é  te- 
juelos, se  trae  a  la  fundición  de  su  Mag.  á  pagar  el  quinto,  y 
marcado  de  la  marca  real»  é  que  lo  demás  contenido  en  el  dicho 
capítulo  á  él  perjudicial  lo  niega. 

Fué  preguntado  por  el  quinto  capítulo,  dijo:  que  cuando  el 
marques  don  Francisco  Pizarro,  su  hermano  descubrió  é  con- 
quistó é  pobló  la  ciudad  del  Cuzco,  é  lo  á  ella  comarcano  este 
confesante  no  se  halló  en  la  tierra  porque  era  venido  á  estos  rei* 
nos  é  que  después  que  volvió  en  el  tiempo  que  este  confesante 
fué  tcnienle  de  gobernador  por  el  dicho  marques  don  l^rancisro 
Pizarro,  tomó  el  dicho  cargo  de  teniente  para  efecto  de  con  au- 
toridad de  justicia  poder  entender  en  el  servicio  que  S,  Mag.  le 
mandaba  tomase  á  los  vecinos^  ó  que  luego  como  llegó  á  la  di- 
cha ciudad  del  Cuzco  envió  á  llamar  a  Juan  Pizarro,  que  tenia 
cargo  de  capitán  general  en  la  dicha  provincia,  que  estaba  con- 
quistando y  pacificando  unos  caciques  que  se  hablan  alzado  por 
los  malos  tratamientos  que  don  Diego  de  Almagro  les  había  he- 
Nftl  pasar  por  su  conquista^  y  venido  el  dicho  Juan 


410 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


Piznrro,  se  comenzí5  la  fundición  para  efectaar  lo  que  sa  Mag. 
mandaba,  y  antes  que  la  dicha  fundición  se  acabase  apercibió 
este  confesante  al  Inga  que  juntase  indios  para  traer  el  oro  y  plata  ¡ 
de  su  Mag.  porque  él  se  quena  venir,  el  dicho  Inga  pop  ver  qaei 
este  confesante  se  venia,  que  le  había  tratado  bien^  por  no  quedar! 
sin  él,  con  temor  de  no  ser  bien  tratado  y  porque  así  lo  tenia  con- 
certado con  don  Diego  de  Almagro^  como  pareciíj  por  otra  vez 
antes  que  se  quiso  ir  y  le  prendió  el  dicho  Juan  Pizarro,  y  con  la| 
vonida  de  Villahoma,  que  era  un  principal  que  hahia  ido  con  el 
dicho  don  Diego  de  Almagro^  se  alzó,  de  manera  que  en  este  bre-  ¡ 
ve  tierapo  de  la  fundición  hasta  el  alzamiento  del  dicho  Inga  no 
hubo  los  robos  que  en  el  dicho  capítulo  dice,  ni  los  pudo  haber, 
ni  otros  algunos,  ó  que  si  después  algo  hubo  seria  en  la  guerra,  é 
que  este  confesante  pidiendo  el  dicho  servicio  le  daban  por  res- 
puesta que  si  la  fundición  antes  desla  llegara  que  pudiera  hacer 
mucha  cantidad  de  oro,  la  cual  fundición  se  hizo  contra  el  man- i 
damiento  de  su  Magestad  y  contra  una  cédula  que  su  Mageslad 
sobre  ello  habia  enviado  diciendo  que  no  se  hiciese  fundición 
basta    que  fuese  una  persona  que   su   Mngestad  mandaba  qa^» 
estuviese  presente  é  ella,  la  cual  dicha  persona  era  este  cnnfe- 
sante,  y  que  como  los  vecinos  el  oro  que  en  aquella  fundición 
lenian,  no  les  parecía  que  lo  tenían  con  muy  Justo  título  vieron 
la  cédula  de  su  Magestad^  y  cerrada  la  fundición,  dieron  mucha 
cantidad   de   servicio,  lo  cual  después  se  sacó  con  muy  gran 
trabajo,  y  cobrándolos  á  todos  por  enemigos;  y  por  fundir  dí>n 
Diego  do  Almagro  su  oro  y  plata  y  la  de  sus  amigos,  hicieron 
con  el  goliernador  que  abriese  la  fundición,  encarainándol        ~ 
evitar  alborotos,  y  que  se  fuese  don  Diego  de  Almagro  adeL:!.  , 
que  era  cuando  se  quiso  alzar  con  el  Cuzco,  antes  que  este  con- 
fesante llegase,  de  cuya  causa  se  dejó^  como  dicho  tiene,  de  traer 
mucha  cantidad  de  servicio  á  su  Mag.,  que  fué  aquel  oro  q 
Mag.  después  envió  al  licenciado  Caldera;  é  lo  demás  en  el  üi-.  •-• 
capítulo  contenido  lo  niega. 

Al  seslo  capítulo  dijo:  que  no  pasa  tal  cosa,  antes  a  los  queque* 
rian  venir  de  paz  les  daba  joyas  y  preseas  de  Castilla,  é  que  aun- 
que no  lü  hiciera,  como  buen  cristiano,  ni  por  el  servicio  de  «o 
Mag.,  como  lo  hacia,  le  eonvenia  hacerlo,  por  el  peligro  <*n  qn 


ALMAGRO   Y   SUS   COMPASEROa 


411 


ite  confesante  estaba,  é  que  lo  cnn tenido  en  el  dicho  caprtulo  !o 
kiega  como  de  suso. 

Al  sétimo  capítulo  dijo:  que  la  prisión  que  dicen  que  se  hizo  al 
Inga,  no  fué  en  tiempo  que  este  confesante  estaba  en  la   tierra; 
5ro  que  después  de  llegado  allá,  supo  que  le  habían  prendido, 
jorque  se  iba  al  dicho  don  Diego  de  Almíigro,  que  él  así  lo  habla 
iejndo  concertado  con  él,  é  que  cuando  cslo  confesante  llegó  al 
'^uzco,  llevaba  mandamiento  del  gobernador  para  soltar  al  dicho 
iga,   creyendo  que  por  bien  se  aseguraria,  é  que  cuando  este 
Confesante  llegó  al  Cuzco»  un  capitán  que  allí  estaba  por  Juan 
Pizarro,  sabiendo  por  carta  del  gobernador  que  este  confesante  lo 
había  de  soltar,  el  dicho  nnpitan  le  soltó  primero  que  llegase,  y 
este  confesante  habló  al   Inga,  y  le  hizo  muy  buenos  tratamien» 
)s,  y  le  dio  muchas  joyas  y  una  muía,  y  el  dicho  Inga  hacia 
este  confesante  muchos  banquetes  y  regocijos,  como  hombre 
que  estaba  del  muy  contento,  y  que  desde  ¿i  pocos  días,  estan- 
do este  confesante  entendiendo   en  la  fundición,    como  arriba 
otro  capítulo  tiene  dicho,  vino  Villahoma,  que  es  un  señor 
Irincipal  que  habia  ido  con  don  Diego  de  Almagro,  que  entre 
líos  tienen  como  al  papa  entre  los  cristianos,  y  el  dicho  Inga 
Idió  licencia  á  este  confesante  para  ir  a  hacer  sacrificios  é  ce- 
ímonias  al  enterramiento  de  su  padre,  que  era  cuatro  leguas  de 
ll(,  y  desde  allí  se  alzó,  y  no  por  malos  tratamientos  que  este  con- 
asante  le  hiciese,  ni  menos  se  los  hicieran  otros  algunos  en  el 
iempo  quo  este  confesante  estuvo  en  el  Cuzco,  sino  buenos,  co- 
ló dicho  tiene,  como  parece  por  lo  quel  Inga  mandaba  a  sus 
iplíanes,  teniendo  cercado  u  este  confesante  en  el  dicho  Cuzco, 
kue  mandnba  que  no  matasen  d  este  confosante  ni  á  criados  su- 
jos, porque  le  tenia  por  padre,  y  que  matando  los  otros  cristianos, 
|ue  á  este  confesante  le  darla  caciques  que  le  sirviesen,  y  cuando 
inieseá  Castilla,   henchille  el  navio  de  oro  y  así  manda  en   to- 
)s  los  sacrificios  que  hace  al  so!,  que  sacrifiquen  a  Hernando 
i^izarro,  ques  su  padre.   Preguntado  si  después  quel  dicho  luga 
lé  suelto,  si  este  confesante  le  torní)  á  prender,  dijo  que  un  día 
Iga ñas  personas  que  querían  mal  al  dicho   loga,  le  levantaron 
je  tenia  encerrado  en  su  casa  a  Paulo,  su  hermano»  ques  el  que 
jora  hicieron  Inga,  que  estaba  con  don  Diego  de  Almagro,  y 


412 


COLECCIÓN  DB  DOCUMENTOS 


alborotado  el  pueblo^  Juan  Pizarro,  su  hermano,  contra  el  di 
Inga^  le  yinieron  á  avisar  á  su  posada  á  este  confesante  de  lo  que 
pasaba,  y  como  el  dicho  Inga  estaba  aílijido,  y  este  confesanle  se 
fué  a  la  posada  del  dicho  Inga  y  le  preguntó  si  era  verdad  que 
estaba  allí  su  hermano,  el  cual  dijo  que  no  y  que  si  otra  cosa  pa- 
reciese que  lo  matase  por  ello^  y  este  confesanle  se  estuvo  con  ét 
para  amparalle  que  no  le  hiciesen  enojo,  y  en  esto  llegaron  Juai^ 
Pizarro  y  muchos  de  los  vecinos  del  pueblo  y  dijeron  á  este  con 
fesante:  prended  á  ese  indio  que  anda  tratando  la  muerte,  y  es\^ 
testigo  dijo  aseguraos  y  sabed  la  verdad,  que  ese  indio  está  coij 
don  Diego  de  Almagro  trescientas  ó  cuatrocientas  leguas  de  «qq/* 
y  queriéndose  este  confesanle  ir  á  su  posada»  el  Inga  no  osó  que- 
dar en  la  suya,  y  este  confesante  le  dijo:  pues  anda  acá,  vente 
conmigo  ala  mia,  é  comió  con  este  confesante  á  su  mesa  y  lu^^go 
este  confesanle  habló  á  Juan  Pizarro  y  a  los  demás  que  se  asegu- 
rasen y  no  alborotasen  al  Inga;  y  habido  su  parecer  con  el  capi- 
tán Gabriel  de  Rojas,  que  era  hombre  antiguo  y  asperto  ea  ú 
tratamiento  de  indios,  les  pareció  que  se  habia  de  conservnrla 
amistad  del  Inga  mediante  buenos  tratamientos,  y  así  se  tonió  i 
enviar  a  su  posada  el  mismo  dia,  y  no  se  le  hizo  prisión  ninguQd 
ni  mal  Iratamienlo,  y  que  desde  á  pocos  días  el  prelado  de  la  ciu- 
dad del  Cuzco  hizo  un  requerimiento  a  este  confesanle,  que  pren- 
diese al  dicho  Inga  porque  se  quería  ir,  y  este  confesante  diji) 
que  diesen  información  dello,  la  cual,  de  su  propia  autond«*l, 
lomaron  los  alcaldes  de  la  ciudad  y  no  hallaron  nada  contra  él»  y 
destos  temores  desta  información,  que  se  hizo  sin  saberlo  osto 
confesanle,  y  de  los  malos  tratamientos  que  se  le  habian  bf*<*^"^ 
antes  que  este  confesanle  fuese  á  la  tierra,  fué  parto  junlamout'' 
con  lo  quel  dicho  don  Diego  de  Almagro  dejó  concertado  cmiíl, 
que  se  fuese  y  alzase  el  dicho  Inga,  demás  del  aparejo  que  balW 
en  la  gente  por  donde  habia  pasado  el  dicho  don  Diego  de  Alma- 
gro, por  las  muertes  y  robos  que  al  tiempo  de  la  pasada  del  fl!'  ^' 
don  Diego  de  Almagro  habia  hecho,  y  después  como  se  vióp  - 
roso,  y  las  amistades  de  indios  y  españoles  no  son  muy  fijas,  q  -'^ 
valer  por  sí,  y  si  algunas  muertes  hubo  en  las  guerras,  sen 
las  batallas  que  hubieron  con  los  indios  por  defender  su>  ; 
y  la  ciudad.  Preguntado  si  este  confesanle  pidió  al  di 


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ALMAGRO  Y  SUS  COMPANEROS  413 

algún  oro  ó  hacia  que  se  lo  pidiesen  contra  su  voluntad  6  de  otra 
manera,  dijo  que  nunca  se  lo  pidió  ni  hizo  pedir,  que  algunas 
veces  le  dio  el  dicho  Inga  algunos  presentes,  dándole  este  confe- 
sante joyas,  que  no  se  acuerda  en  qué  cantidad  seria,  eceto  que 
le  dio  tres  hombres  de  oro,  los  dos  grandes  y  el  uno  pequeño.  Fué 
preguntado  si  hizo  matar  ó  quemar,  ó  dar  tormento  é  algunos  in- 
dios por  sacar  6  descubrir  oro,  dijo  que  no,  por  ello  ni  por  otra 
cosa  ninguna  les  hizo  malos  tratamientos,  ni  consentía  que  se 
los  hiciesen,  fuera  de  la  guerra,  é  que  si  algunas  muertes  sucedie- 
ron en  los  indios,  fué  en  la  guerra  ó  por  su  defensa  ó  por  castigo 
de  robos  que  se  hiciesen.  Fué  preguntado  si  hubo  algunos  tesoros 
de  sepulturas  ó  enterramiento  de  indios,  dijo  que  no. 

Preguntado  por  el  octavo  capítulo,  dijo  que  al  tiempo  de  la  ca- 
pitulación que  dice  en  el  dicho  capítulo,  al  principio  del  que  fué 
cuando  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  se  quiso  alzar  con  el  Cuz- 
co, este  confesante  no  se  halló  en  la  dicha  tierra,  é  que  el  dicho 
don  Diego  de  Almagro  hizo  ciertos  capítulos  y  juramentos,  al  que 
se  refiere  y  por  «líos  parecerá,  y  que  en  lo  demás  de  la  jornada 
que  hizo,  que,  como  no  fué  allá,  que  no  lo  sabe,  mas  que  oyó  de- 
cir, que  halló  buena  tierra,  donde  pudiera  poblar,  é  así  se  lo  re- 
quirieron su  gente,  lo  cual  no  quiso  poblar  con  codicia  de  vol- 
ver al  Cuzco,  de  cuya  causa  sucedió  los  daños  é  muertes  que 
después  han  sucedido,  y  en  cuanto  toca  á  las  provisiones  que  dice 
que  le  llegaron  al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  que  no  sabe  á 
dónde  le  llegaron,  mas  de  que  ha  oído  decir  que  le  enviaron  á 
llamar  con  ellas,  é  que  en  cuanto  á  saber  el  dicho  don  Diego  de 
Almagro  el  alzamiento  del  Inga,  que  cree  que  seria  así,  porque  así 
lo  dejó  concertado  con  el  dicho  Inga,  é  que  Villahoma,  que  iba 
con  el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  volvió,  y  es  él  que  le  alzó,  y 
que  en  cuanto  á  caer  el  Cuzco  en  los  términos  de  la  gobernación 
de  Almagro,  quel  marques  don  Francisco  Pizarro  es  él  que  lo  con- 
quistó é  pobló,  é  que  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  tomó  tierras 
y  casas  é  repartimientos  por  mano  del  dicho  marques  en  la  dicha 
ciudad  del  Cuzco  y  sus  términos,  como  de  mano  de  gobernador, 
y  que  habia  cuatro  años  que  lo  tenia  el  dicho  marques  don  Fran- 
cisco Pizarro  por  su  gobernación,  cuando  el  dicho  don  Diego  de 
Almagro  volvió  á  lo  tomar  á  este  confesante,  por  lo  cual,  y  porque 


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COLECCIÓN   DE   DOCUMENTOS 


nunca  se  midió,  ni  hasta  hoy  están  medidos  los  h'mites  de  la  go- 
bernación del  dicho  marqués,  este  confesante  la  ha  tenido  é  tiene 
por  gobernación  del  dicho  don  Francisco  Pizarro,  y  así  su  Mag:.  lo 
tiene  aprobíidn  por  cédulas  y  provisiones  que  ha  dado,  é  que  lo 
demás  en  el  dicho  capítulo  contenido  que  lo  niega,  é  que  si  algu- 
nas cartas  dello  se  mostraren,  que  serán  falsas,  como  las  queen* 
\iaron  á  Alonso  de  Ah arado»  contrahecha  su  firma,  porque  éste 
que  depone  nunca  escribió  cosa  alguna  de  lo  en  el  dicho  capítulo 
contenido,  y  en  lo  domas  que  dice,  que  no  escribió  este  cuafe- 
santo  por  hacer  de  paz  al  Inga,  dando  ú  entender  etieraistad,  no 
parecer  así,  si  no  querer  juntar  indios  para  contra  este  confesan- 
te y  los  que  con  él  estaban,  como  después  los  juntó  para  ir  con- 
tra Alonso  de  Alvaradn  y  para  salir  al  camino  para  dar  la  batalla 
A  este  confesante,  é  que  si  la  enemistad  que  dice  tuviera  el  Inga 
con  los  Pizarros,  viendo  preso  A  este  confesante  y  después  des- 
baratado a  Alonso  de  Alvarado,  y  el  dicho  don  Diego  de  Almagro 
tan  pujante  de  gente,  hubiérale  venido  de  paz  y  no  le  enviara  á 
decir,   como  envió,  que  le  rogaba  que  tratase  bien  á  Hernando 
Pizarra,  porque  era  muy   bueno^  y  después  de  desbaratado  y 
muerto  el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  toda  la  tierra  vino  de  paz 
á  este  confesante,   y  entre  ellos  Tizo,   señor  principal,  segunda 
persona  del  Inga  en    la  tierra,  y  después  por  los  buenos  trato- 
mientos  que  se  hicieron  a  este  Tizo,  vinieron  Villahoma  yutrús 
capitanes,  por  donde  es  camino  de  venir  el  Inga,  y  é  la  horadff 
agora  cree  y  tiene  por  cierto  que  será  venido,  y  si  la  enemislad 
que  dice  tuvieron  con  los  Pizarros,  no  vinieran  de  paz,  como  to 
venido,  é  que  lo  domos  contenido  en  el    dicho  capítulo  quolfl 
niega,  como  negado  lo  tiene. 

Preguntado  por  el  noveno  capítulo  dijo  que  lo  que  pasa  ^squp 
habiendo  tres  meses  que  había  cesado  la  guerra  de  los  iri'fi'- 
después  del  cerco,  este  confesante  tuvo  nueva  por  indios  cí^cjü 
venia  don  Diego  de  Almagro,  y  antes,  estando  en  el  cerco, am^ 
nazaban  los  indios  asimismo  á  este  confesante  y  á  los  que  i 'i  ^' 
estaban,  diciendo  agora  viene  nuestro  hermano  Almagro  ^'' 
juntará  con  nosotros  para  mataros,  por  donde  pareció  seryer  ¡^ 
haber  dejado  concertado  con  el  dicho  Inga  su  alzamiento,  )  ' 
pues  de  los  tres  meses,  como  dicho  tiene,  vinieron  indios  .< 


ALMAGRO   Y   SUS   COMPANEROS 


4i5 


qael  dicho  don  Diego  de  Almagro  estaba  en  un  pueblo  que  se 
dice  Urcos,  que  es  siete  leguas  del  Cuzco,  é  que  tenia  sesenta 
hombrcd,  y  otros  decían  que  doscientos,  y  otros  que  trescientos, 
de  manera  que  nunca  se  pudo  tener  certinidad  de  los  que  eran,  y 
que  este  confesante  escribió  tres  cartas  al  dicho  don  Diego  de 
Almagro  ó  al  capitán  que  allí  estuviese,  porque  los  indios  no  so 
certificaban  si  era  el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  é  que  nunca 
bubo  respuesta,  y  que  acordó,  habido  consejo  con  sus  capitanes, 
de  enviar  &  Gabriel  de  Rojas  a  que  supiese  qué  gente  era  aquella, 
con  siete  ó  ocho  de  caballo,  porque  aun  la  tierra  no  estaba  segu- 
ra, el  cual  llegó  hasta  un  pueblo  que  se  dice  Mollina,  que  es 
cuatro  leguas  del  Cuzco  y  tres  del  dicho  lugar  de  Urcos,  y  allí 
halló  rastro  de  caballos,  que  hablan  el  rio  abajo  a  salir  a  un  pue- 
blo que  se  dice  Yucay,  que  es  á  la  otra  parte  del  Cuííco,  y  cuatro 
Jeguas  del  dicho  Cuzco,  y  vuelto  con  estas  nuevas  de  la  huella  de 
caballos  que  había  hallado,  no  sabiendo  á  dónde  habian  ido  á 
"parar,  lo  dijo  a  este  confesante  y  este  confesante  mandó  apercibir 
gente  para  ir  allá,  y  fué  a  la  posada  del  tesorero  Alonso  Riquel- 
me  y  le  dijo:  yo  quiero  ir  u  saber  qué  gente  es  esta,  porque  me 
dicen  que  es  poca  y  el  pueblo  donde  está  es  fragoso,  y  no  querria 
que  les  acaeciese  algo  con  los  indios,  y  el  dicho  Alonso  Riquelme 
le  dijo  que  le  dijese  si  llevaba  propósito  de  revolverse  con  ellos, 
y  este  confesante  le  dijo  que  no,  y  que  por  eso  queria  llevar  con- 
sigo al  licenciado  Prado,  que  era  viejo,  y  Hernán  Ponce  de  León 
para  que  viesen  su  voluntad  y  obra  como  era  con  buen  propósi- 
lo,  y  así  fué,  y  llegado  á  tres  leguas  de  Urcos,  al  paso  del  rio,  se 
le  pusieron  á  defender  indios,  y  peleando  con  ellos  pasaron  ade 
lanle,  los  cuales  indios  fueron  á  dar  mandado  á  la  gente  de  don 
Diego  de  Almagro,  y  llegado  a  una  legua  de  Urcos  vio  ir  cuatro 
de  caballo  huyendo,  y  mandó  á  Alonso  de  Toro  que  dejase  las  ar- 
mas y  fuese  tras  aquellos  de  caballo,  y  que  do  su  parte  les  rogase 
que  le  esperase,  que  no  tenían  de  qué  huir,  que  no  iba  sino  a  ver 
Isi  habian  menester  algún  socorro,  y  así  esperaron  los  dos  dellos 
lá  un  cuarto  de  legua  de  Urcos,  y  allí  hizo  estar  queda  su  gente,  y 
Ittevando  consigo  A  Hernnn  Ponce  llegó  a  hablarlos  y  les  dijo:  por- 
*qué  huis,  qué  alteraciones  son  estas,  que  yo  no  vengo  sino  por- 
que me  dijeron  que  erades  pocos  y  desbaratados,  ú  ver  si  habia- 


llfl 


416 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


des  rnenesler  algún  socorro,  porque  estáis  en  pueblo  tnuy  áspero 
y  peligroso,  y  le  respondieron  aquí  estamos  trescientos  hombres 
con  Juan  de  Saavedra,  no  tenemos  necesidad  de  nada,  y  nuestro 
gobernador  Almagro  es  ido  con  otros  doscientos  el  rio  abajo,  a 
Yueay,  á  contratar  con  el  Inga  si  le  pudiese  traer  de  paz,  y  este 
confesante  le  dijo:  no  hagáis  falsos,  que  bien  sé  que  todos  no  sois 
mas  de  sesenta  hombres,  y  yo  no  vengo  sino  ó  socorreros  y  ayu 
daros,  y  respondieron  que  apostarían  que  eran  mas  de  cuatro- 
cientos y  cincuenta  hombres  dos  pares  de  calzas,  y  así  las  apostó 
creyendo  que  no  eran  mas  de  los  sesenta,  y  la  perdió  y  la  hizo 
pagar  después  que  estuvo  preso,  y  rogó  é  estos  hombres  que  fue- 
sen á  decir  al  capitán  que  le  hablase,  que  él  no  quería  ir  al  pueblo 
por  no  alborolalle,  y  el  capitán  no  quiso,  antes  le  enviíj  un  es*rr¡- 
baño  á  requerir  que  saliese  do  la  tierra  de  don  Diego  de  Almagro, 
y  csle  confesante  dijo  al  escribano:  quiérome  reír  de  que  siendo 
yo  teniente  en  esta  tierra  y  trayendo  la  vara  del  rey,  como  veiá, 
me  envié  á  decir  esto  el  capitán:  deeilde  que  sedejedeso,  que  llamo 
la  tierra  del  rey,  y  deeilde  que  si  me  quiere  ver,  sino  que  yo  me  quie- 
ro volver  porque  os  veo  alterados  y  no  quiero  daros  mala  noche,  y 
entonces  Hernán  Ronce  se  enojó  y  pareeiéndole  desacato,  y  este 
confesante  le  apaciguó,  y  como  la  gente  lo  supo,  alteróse  y  quiso Iral 
pueblo  á  dar  en  ellos  y  este  confesante  no  ío  consintió,  y  como  vie- 
ron que  no  lo  quería  hacer,  todos  a  una  voz  decían  que  se  hiciere 
agora  que  estaban  divididos,  que  después  no  habría  tan  buen  apare- 
jo, y  que  como  no  lo  pudiesen  acabar  con  este  confesante,  ledecia* 
á  vos  os  acaecerá  como  á  Gil  González  y  como  á  Hernando  deSotí», 
porque   ya  éstos  declaran  su  ruin  intención  y  yo  os  prüinelfl 
que  03  habéis  de  ver  con  grillos  y  de  arte  que  os  queráis  ñsnáé 
nna  oreja  y  no  alcanzareis  á  otra;  este  confesante  le   respondió 
que  bien  conocía  que  era  verdad  lo  que  decia,  porque  tenían  rtf 
y  que  podrían  decir  que  venian  desbaratados  y  á   socorre^-    '* 
pueblo  del  rey;  y  que  este  confesante,  por  su  propio  interés- % 
u  prendellos  é  quél  quería  ponérselo  que  viniese  anlcs  qué 
principio  de  que  á  Su  Mag,  se  le  hiciese  deservicio,  é  así  s^; 
y  portemorqueno  se  le  metiese  Almagro  en  el  pueblo,  que 
en  Yucay,  cuatro  leguas  del  Cuzco,  íi  la  otra  parto  del  e  i 
este  confesante  toda  la  noche  hasta  volver  al  Cuzco  y  l\x^ . 


AI.MAOR0   Y   SUS   COMPANEROS 


417 


mañana  envió  cuíilro  de  caballo  con  una  carta  al  dicho  don 
Diego  de  Almagro,  el  cual  Iüü  prendió  y  por  indios  de  los  dichos 
cuatro  de  cabal lo^  que  vinieron  huyendo,  supo  esta  prisión  y  puso 
spías  de  indios  por  los  cerros  para  que  le  avisasen  si  don  Diego 
ie  Almagro  venia  al  Cuzco,  y  otro  dia  vinieron  los  indios  á  avisar 
cómo  don  Diego  de  Almagro  venia  con  mucha  gente;  y  visto  este 
Ciinfesaote  que  te  traia  sus  mensiijeros  presos  y  no  le  avisaba  de 
su  venidat  salió  con  la  gente  del  pueblo  á  estorbarle  la  entrada, 
m  gente  armada  y  á  punto  de  guerra^  y  salido  de  la  dicha  ciu- 
id,  llegaron  dos  capitanes  de  don  Diego  de  Almagro  y  los  cuatro 
de  caballo  que  le  habían  primero  prendido  y^dijeron  á  este  confe- 
Lnte  que  don  Diego  de  Almogro  decia  que  le  perdonase  por  ha- 
berle detenido  los  mensajeros,  que  habia  sido  por  informarse 
dellos  de  las  cosas  acaecidas,  porque  venia  deseoso  de  haber  nue- 
vas, é  que  le  hacia  saber  que  el  Inga  le  habia  querido  engañar  y 
darle  guerra  y  que  habia  muerto  un  caballo  á  Rodrigo  Orgoñoz, 
su  capitán,  é  que  habia  tres  dias  que  los  tenia  sin  comer;  y  este 
confesante  lo  envió  a  decir  qup  fuese  bien  venido  y  que  no  parase 
allí  sino  que  se  pasase  á  la  ciudad,  que  le  estaba  hecho  el  apo- 
sento desde  que  supo  que  venia,  y  rogó  al  tesorero  Alonso  Rí- 
quelme  y  ¿  los  capitanes  que  le  fuesen  á  ver  y  d  rogar  que  se 
viniese  al  pueblo,  los  cuales  volvieron  y  le  dijeron  que  no  quería 
don  Diego  de  Almagro  venir  hasta  ir  á  sacar  su  gente  que  tenia 
_©a  Urcos;  y  este  confesante  se  volvió  a  la  ciudad  y  mandó  recoger 
harina  de  los  vecinos  y  la  suya  y  las  envió  al  dicho  duii  Diego  de 
Imngro  y  á  rogar  que  todavia  se  viniese  á  la  ciudad,  que  en  ella 
n'm  recibido  como  la  persona  de  don  Francisco  Pizarro  é  que 
descansase  con  su  gente,  que  este  confesante  enviarla  con  la 
^suya  á  sacarlo  de  Urcos,  y  no  lo  quiso  hacer.  Otro  dia  por  la  ma- 
ma pasó  por  fuera  de  la  ciudad  y  en  emparejando  con  la  for- 
leza,  se  paró,  y  con  su.4  banderas  tendidas,  volvió  su  rostro  hacia 
,  ciudad,  y  los  vecinos,  creyendo  que  se  les  venia  á  meter  en  ella 

^n  mano  armada,  vieron  á y  salieron  á  hacer  rostro 

Jicia  aquella  parte;  y  este  confesante  mandó  al  licenciado  Prado 
Ifí  se  fuese  con  ellos,  porque  no  hiciese  algún  desvarío,  y  no  coñ- 
udo desto  este  confesante,  fué  luego  tras  ellos  é  lus  hizo  volver, 
lesde  á  dos  dias,   vuelto  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  de 


418 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


Urcos^  juntó  toda  su  gente,  asentó  real  en  las  salinas,  que  es  una 
legua  del  Cuzco,  y  este  confesante  le  envió  á  decir  que  paraba 
allí|  que  el  aposento  le  estaba  hecho  y  sus  casas  aderezadas  y  que 
en  la  ciudad  no  se  había  de  hacer  mas  de  lo  que  él  mandase,  y 
él  respondió  quo  no  había  de  entrar  en  la  ciudad  si  no  podia  ni 
habia  de  posar  sino  en  las  casas  que  este  confesante  posaba,  que 
son   las  casas  del  marqués  don  Francisco  Pizarro,  teniendo  él, 
como  tenia,  casas,  suyas  propias,  de  las  que  el  dicho  gobernador 
le  habia  dado   en  repartimiento   como   a   vecino  del  Cuzco»  y 
este  confesante  le  envió  &  decir  que  como  compañero  y  amiga  del 
dicho  don  Francisco  Pizorro,  él  seria  muy  bien  recibido  eo  la 
ciudad,  y  que  de  otra  manera,  no  recibiendo  los  regidores  y  al- 
caldes, que  (M  no  entraria  en  ella,  y  diciendo  y  haciendo,  sus 
escuadrones  hechos,  se  venia  á  meter  en  la  ciudad,  y  este  confe- 
sante hizo  dar  al  arma,  y  se  puso  en  la  plaza  con  la  gente  del  pue- 
blo, armada,  para  defendérsela,   y  salieron   dos  regidores  y  ua 
alcalde   a  requerillc  que  no  entrase  en  la  ciudad  con  mano  ar- 
mada, ni  la  alborotase;  é  que  si  algún  derecho  tenia,  que  lo  mos- 
trase, que  se  cumpliría  lo  que  Su  Mag.  mandase,  los   cuales 
asentaron  treguas,  hasta  otro  dia  á  medio  día,  para  que  decía  que 
quería  presentar  sus  provisiones.  Otro  dia  por  la  mañana  vinoe! 
contador   Juan   de    Guzman  y  Hernando  de  Sosa,   que  está  en 
esacorte,  y  otras  personas»  con  poderes  del  dicho  don  Diego  de 
Almagro,  y  estando  juntos  los  regidores  y  alcaldes  y  este  c<?iire- 
santo  en  su  posada  le  requirieron^  que»  por  cuanto  era  herinano 
del   gobernador  y  parte,  quo  dejase  el  Cabildo  libre,  porqiie  ^'^ 
rían  presentadas  provisiones  de  Su  Mag.^  que  tenia  don  Dio¿,  -■ 
Almagro:    este  confesante  respondió  no  habia  lugar,  por  ser  él 
juez  en  aquel  pueblo,  pero  que  no  embargante  eslo,  que  i   ' 
quoria  hacer,  é  mandar  los  regidores  y  alcaldes  que  se  fui' • 
la  iglesia  á  hacer  su  ayuntamiento^  é  ¡dos,  presentáronlo-;; 
curadores  de  don  Diego  de  Almagro  sus  provisiones,  é  los  r  ^i 
dores  y  alcaldes  respondieron,  con  parecer  del  licenciado  P 
que  obedecían  la  provisiones  de  Su  Mag,,  y  en  cuanta  al  * 
plinvienlo,  que  se  viese  donde  acababan  los  límites  dedonJ 
cisco  Pizarro,  y  que  si  aquella  ciudad  cabía  en  la  gobernaos 
don  Diego  de  Almagro,  que  ellos  estaban  prestos  dele  rec 


áHlik 


i^U 


ALMAGRO  Y   SUS   COMPANEROS    .  419 

dende  entonces  le  daban  por  recibido,  hecha  la  dicha  división  y 
partición,  como  mas  largamente  parecerá  por  los  autos  que  so- 
bre ello  pasaron,  á  que  se  refiere,  y  no  contento  con  esta  respues- 
ta, y  cumplido  el  término  de  las  treguas,  dio  el  dicho  don  Diego 
de  Almagro  al  arma,  para  se  meter  en  el  pueblo,  y  este  confe- 
sante, para  se  lo  defender,  si  lo  quisiese  efectuar,  y  visto  esto 
salió  a  hablar  con  el  dicho  don  Diego  de  Almagro   el  tesorero 
Alonso  Riquelme  y  el  licenciado  Prado,  y  vueltos  de  allá,  vinie- 
ron á  este  confesante,  y  le  dijo  el  tesorero  Alonso  Riquelme:  vues- 
tra señoría  puede  estar  seguro  hasta  mañana  á  vísperas,  y  este 
confesante  respondió:  señor  tesorero,  señoría,  me  llamáis,  no  me 
parece  bien,  porque  era  cosa  que  nunca  se  la  hablan  llamado  ni 
él  habia  consentido,  parecióndole  antes  cautela,  y  entonces  dijo 
el  licenciado  Prado:  vuestra  merced  puede  estar  seguro  sobre  mi 
cabeza  y  de  mi  muger  é  hijos  hasta  mañana  á  vísperas,  porque 
en  esto  no  habia  otra  cosa,  y  este  confesante  le  dijo,  será  eso 
cierto;  y  le  respondieron  sí,  que  no  habia  otra  cosa,  y  entonces 
este  confesante  dijo  á  los  vecinos:  bien  podéis,  señores,  dormir 
seguros  esta  noche,  pues  que  ha  tantas  que  trabajáis,  y  de  allí  se 
fué  tras  el  tesorero,  á  su  posada,  el  cual  le  dijo:  mira  que  os  falta 
la  gente,  y  que  no  habéis  de  tener  quien  os  acuda,  y  este  confe- 
sante le  dijo:  bien  lo  sé  que  después  que  les  tomé  el  servicio  para 
el  rey,  están  mal   conmigo  la  gente  de  indios,  y  tienen  poca 
constancia  cuando  ven  pujanza,  pero  aunque  quede  solo,  no  ten- 
go de  dar  el  pueblo,  si  el  regimiento  no  lo  dá;pues  que  mi  her- 
mano lo  confió  de  mí  y  le  he  defendido  de  indios,  no  es  razón 
que  le  dé  sin  provisiones  de  Su  Mag.,  y  el  dicho  Alonso  Riquel- 
[ae  le  dijo:  yo  perderé  la  vida  antes  que  vos  perdáis  un  punto  de 
ionra,  y  este  confesante  le  dijo:  yo  he  enviado  á  decir  á  don  Die- 
jo  de  Almagro  que  se  aposente  en  la  ciudad,  y  que  sirvamos  á  Su 
tfag.  en  pacificar  la  tierra,  y  que  si  no  quiere  así,  tome  la  mitad 
ie  la  ciudad,  con  tanto  que  entre  él  y  mí  haya  una  albarrada,  ó 
i^uese  vaya  á  aposentar  á  Mollina,  que  es  cuatro  leguas  de  aquí, 
y  estará  tan  bien  como  aquí,  y  partiremos  la  conquista  y  pacifi- 
cación de  la  tierra,  y  serviremos  á  Su  Mag.  y  entre  tanto  vendría 
el  gobernador,  y  se  concertarán  é  partirán  sus  límites,  y  á  esto 
dijo  el  tesorero,  y  yo  también  se  lo  dije  eso  de  vuestra  parte. 


420  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

y  dice,   que  lo  hacéis  por  entretener  hasta  recoger  gente,  y 
este  confesante  respondió,  yo  haré  una  cosa  con  él  para  que  se 
quite  desa   sospecha,  yo  tengo  una   provisión  en  blanco  para 
henchilla  en  un  teniente  cuando  me   vaya,  yo  la  hinchiré  en 
Hernán  Ponce  que  es  su  amigo,  y  estará   seguro  que  cabiendo 
en   sus  límites  esta  ciudad,   se  la  dará,   con  tanto  que  me  dé 
seguridad  de  no   le  quitar,  hasta  tanto  que   se  haga  la  parti- 
ción, y  yo  con  cincuenta  de  caballo  que  me  dé   de  los  mios 
ó  de  los  suyos,  me  iré  a  llevároste  oro  de  su  Magestad;  y  el  teso- 
rero Alonso  Riquelme  y  el  licenciado  Prado,  llamaron  á  Juan 
de  Guzman,  contador  de  la  gobernación  de  Almagro,  y  le  dijeron 
que  les  parecia  buen  medio  el  que  este  confesante  daba,  que  lo 
dijese  al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  el  cual  fué  á  decírselo 
aquella  noche,  y  que  por  la  mañana  volverla  la  respuesta,  y  esta 
noche  estando  sobre  las  dichas  treguas,  seguro  en  su  posada,  á 
media  noche  entró  el  dicho   don  Diego  de  Almagro  en  la  dicha 
ciudad  con  toda  su  gente,  hecha  cinco  escuadrones,  por  cinco 
partes,  y  estando  este  confesante  echado  sobre  su  cama,  dieron 
al  arma  y  saltó  de  la  cama  y  tomó  la  vara  de  la  justicia  y  una 
lanza,  y  halló  tomada  ya  toda  su  casa,  porque  la    gente  que  en 
ella  estaba  habia  huido,  ecepto  catorce  hombres  de  sus  criados  y 
de  algunos  regidores  y  alcaldes,  y  púsose  a  defender  un  balcón 
grande  que  tenia  dos  puertas  grandes,  como  puerta  de  iglesia,  al 
modo  de  indios,  sin  tener  puertas  de  madera,  donde  le  combatie- 
ron hasta  cerca  del  dia,  y  le  tiraron   un  tiro  de   artillería  y  ma- 
chas saetas,  y  le  mataron  un  hombre,  y  á  él  le    dieron  muchas 
saetas  en  el  adarga  hasta  las  plumas,  y  como  no  le  pudieron  en- 
trar, lo  pegaron  fuego,  y  ú  la  claridad  del  fuego  tiraban  mas  aso 
placer,  y  le  hirieron  tres  ó  cuatro  hombres,  y   mandaban  aun 
arcabucero  que  se  dice  Marticore,  que  es  el  que  mató  á  puñala- 
das a  Tausa,  porque  era  diestro,  que  tirase,  y    pegó   tres  vecei 
fuego  sin  querer  salir  el  arcabuz,  y  a  la  tercera  dijo:  pues  Dios  ni 
quiere  que  muera,  no  le  quiero  tirar;  y  en  esto  estaban  ardiendo 
las  ropas  de  los  mechones  que  caian  del  fuego  del  tejado,  y  es- 
tando para  caer  el  balcón  le  dijo  uno  de  los  de   dentro,  puesqW 
vuestra  merced  no  se  duele  de  si,  duélase  de  Gonzalo  PizarroqttO 
es  mancebo,  y  en  esto  miró  arriba  y  vio  que  desprendía  lato»* 


ALMAGRO  Y   SUS   COMPANEROS 


421 


^^]qó  el  dedo  de  paz  y  apretaron  todos  á  la  puerta  á  no  le 

salir,  y  como  esto  vio,  se  enojo  y  apretó  recio,  y  los  hizo 

ir  de  la  puerta,  y  viendo  que  el  balcón  se  caía,  se  arrojaron 
L  Y  al  salir  del  umbral  cayó  el  balcón,  y  con  él  gran  homo 
fevantó  casi  se  hubieron  do  ahogar,  y  asi  prendieron  A  este 
ísante  ya  los  que  con  él  estaban. 

lé  preguntado  si  hizo  algunas  amenazas  ó  los  regidores  para 
lo  recibiesen  al  dicho  Diego  de  Almagro  en   el  cabildo,  dijo 

ló,  que  antes  les  dijo  que  hiciesen  el  cabildo  en  la  iglesia,  y 

[confesante  se  quedó  en  su  posada,  é  que  no  les  hizo  promesas 

jfertaSj  ni  otras  cosas  de  las  en  el  dicho  capítulo  contenidas, 

habló  ninguna  cosa  sino  que  hiciesen  justicia,  y  lo  demás 

mido  en  el  dicho  capítulo  niega. 

íguntado  por  el  décimo  capítulo,  si  hizo  acuchillar  injuslnmen- 

)alearó  afrentar  alguno,  ósi  por  esta  razón,  do  temor  del,  dejó 
lildo  decumplirlas  provisiones  de  don  Diego  de  Almagro,  dijo 

ló,  ni  después  mandó  apalear  ni  acuchillar  á  ninguno,  é 
iii  los  regidores  dejaron  de  cumplir  las  provisiones,  fué  por- 
lo  tenia  justicia  el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  é  que  lo 
los  regidores  respondieron  fué  con  parecer  de  letrado,  é  asi 
ña  por  ello,  A  que  se  refiere,  y  que  la  información  quel  capí- 
fdice  quel  dicho  don  Diego  de  Almagro  la  comenzó  á  hacer, 

lequeldicho  tesoreroy  el  dicho  licenciado  Prado  ha  dichoque 
^ran  las  treguas,  é  que  según  parecia,  fué  para  que  se  deva- 
le  este  confesante  para  hacer  lo  que  hizo;  fué  preguntado  si 

I  durante  las  treguas,  quebrando  tas  puentes  ó  haciendo  al- 
lldas,  dijo:  que  en  las  primeras  treguas  que  asentó  Gabriel 
&1  dicho  Gabriel  de  Rojas  que  las  habia  puesto  con  el  dicho 
[Diego  de  Almagro,  con  condición  que  no  se  separase  e!  pue- 
este  confesante  las  acetó,  contanto  que  lo  que  estaba   co- 

ido  se  acabase,  y  que  no  inovaria  otra  cosa,  y  que  estaba 
Bnzada  á  derrocar  una  puente  fuera  del  pueblo,  y  que  no  em- 

inte  esta  condición  que  sacó  esto  confesante,  mandó  que  no 

ibase  de  derrocar  porque  no  hacia  el  caso,  que  quedaban 
I  tres  en  la  plaza  del  mesmo  rio,  é  que  á  media  noche  vino 
ielde  Rojas  á  este  confesante  y  le  dijo:  mira,  señor,  que  se 
íeca  una  puente,  y  este  confesante  fué  con  él  y   no  hallaron 


422 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


ser  aí^i,  y  después  de  cumplidas  las  dichas  treguas,  asentólas 
otras  que  ha  dicho  el  liceiiciado  Prado  y  el  tesorero  Riqíieltne, 
y  si  la  sospecha  qne  dice  se  tuvo  de  derrocar  puente,  fué  on  kí 
primeras  treguas  y  no  en  las  segundas,  ni  se  hi^o  nada,  porque 
en  la  diclia  plaza  quedaron  las  dichas  tres  puentes  por  donde  el 
dicho  don  Diego  de  Almagro  entró,  é  que  lo  demás  contenido  en 
el  dicho  capítulo  niega. 

Preguntado  por  el  capítulo  once,  dijo  que,  como  dicho  tiene, 
estando  este  confesante  seguro  en  las  treguas,  echado  en  suca- 
ma,  oyó  el  alboroto  y  saltó  con  la  vara  del  rey  en  la  mano^  como 
dicho  tiene,  y  halló  que  le  tenían  tomada  la  casa  y  se  puso  ea de- 
fender su  aposento»  que  es  un  balcón  grande,  como  dicho  tiene^ 
é  que  luego  le  mataron  el  hombre  que  ha  dicho  antes  arriba,  é 
qiK^  de  los  de  don  Diego  de  Almagro  dicen  que  remaneció  otro 
muerto,  que  no  sabe  quién  le  mató.  Fué  preguntado  si  él  6  511 
gente  tiró  con  alguna  escopeta  ú  otro  tiro,  ó  la  hizo  tirar,  dijo 
que  nó,  é  que  no  las  tenia,  aunque  para  defenderse  holgara  tener 
gente  y  armas,  porque  no  tenia  mas  de  una  ballesta,  é  qtie  no 
sabe  si  tiraron  con  ella^  y  que  en  lo  demás  contenido  en  el  dicho 
capítulo,  que  dice  lo  que  dicho  tiene,  y  en  lo  á  él  perjudicial  h 
niega 

Preguntado  por  el  capítulo  doce,  dijo  qne  después  quel  dicho 
don  Diego  de  Almagro  entró  por  fuerza,  como  dicho  ha,  en  el 
Cuzco^  usó  do  jurisdieion  sin  tener  poder,  y  que  alo  que  en  el 
dicho  capítulo  dice,  que  desagravió,  que  antes  es  al  contrario, 
porque  luego  como  enlró^  suspendiólos  repartimientos  y  mandó 
que  ningún  vecino  se  sirviese  de  sus  indios^  sino  que  todos  traje- 
sen comida  y  lo  que  hubiesen  menester^  de  cuya  causa  se  rolju 
toda  la  tierra  y  vinieron  todos  los  indios  en  tanta  necesidad  qufl 
después  de  vuelto  este  confesante  á  restituirse  en  el  Cuzco,  sewir 
partieron  los  pobres  que  se  habían   hecho  en  aquel  tiempo,  ptf' 
los  vecinos,  é  que  asimismo  el  dicho  don  Diego  de  Alraagr      ' 
pendiólas  deudas  y  no  hubo  justicia  hasta  que  este  con 
tornó  á  ser  restituido  en  ei  Cuzco,  é  que  lo  demás  en  el  dicho  fli* 
pítulo  contenido  lo  niega. 

Fué  preguntado  por  el  capítulo  trece,  dijo  que  sobre    lo  ea  d 
capítulo  contenido  el  dicho  don  Diego  de   Almagro  o^^^  fM-nt:*. 


tfÉiMIlÉ 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAN^EROS  423 

receso  que  contra  él  se  hizo,  é  que  por  él  parecerá 
'lo  pasó,  y  que  lo  á  él  perjudicial  niega. 
.Jo  por  el  capítulo  catorce,  dijo  que  no  toca  á  él  é  que 
I  proceso. 

Jo  por  el  capítulo  quince,  dijo  que  en  este  tiempo  él 

-•)  por  el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  é  que  no  vio 

'-}  se  hiciese  cosa  de  lo  en  el  dicho  capitulo  contenido, 

Fué  preguntado  si  tomó  ó  mandó  tomar  cartas,  dijo 

tuvo  libertad  para  eso,  y  aunque  la  tuviera,    no  lo 

::ido  por  el  capítulo  diez  y  seis,  dijo  que  lo  contenido 

•  »  capítulo  no  toca  a  él,  y  que  si  su  intención  de  don 

\laiagro  fuera  de  enviar  el  oro  a  su  Mag.,  que  diera  lu- 

confesante  para  traerlo,  como  se  lo  requirió,  pues  habia 

í'llo,  é  que  lo  demás  contenido  en  el  dicho  capítulo,  que 

lado  por  el  capítulo  diez  y  siete,  dijo  que  lo  en  él  con- 
'  le  toca,  porque  á  la  sazón  estaba  preso. 
.tadopor  el  capítulo  diez  y  ocho,  dijo  que  lo  en  el  dicho 
contenido  no  le  toca  é  que  se  remite  al  proceso,  porque 
eso. 

"juntado  por  el  diez  é  nueve  capítulo,  dijo  que  este  con- 
fiaba preso  á  la  sazón,  é  que  se  remite  á  los  conciertos 
•s  que  sobre  ello  pasaron,  porque  este  confesante  no  se 
rt3nle  á  ello,  salvo  á  los  que  por  ello  parecieron  estar 
é  que  lo  demás  niega.  Fué  preguntado  si  hizo  tomar  ó 
le  se  tomase  una  balsa  que  se  enviaba  por  el  dicho  don 
Almagro  con  tartas  y  con  ciertos  dineros  que  en  ella 
'ijo  que  este  confesante  fué  avisado  de  ciertas  personas 
■legra  que  le  servia,  que  se  hacia  un  bergantín  ó  balsa, 
irle  preso  en  ella,  é  que  este  confesante  escribió  al  go- 
ííomo  se  hacia  la  dicha  balsa  ó  bergantín  paratraelle 
que  por  doquiera  que  viniese,  predicarla  sus  loores, 
•  entender  quel  dicho  marqués  lo  hacia  mal  con  este 
"^  en  consentir  que  le  trajesen  preso,  é  que  este  confe- 
.'ibia  que  viniesen  cartas,  ni  oro,  ni  mas  de  lo  que  tiene 
;ue  después  de  este  confesante  suelto^  supo  que  un  na 


424  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

vio  había  tomado  la  dicha  balsa,  creyendo  que  este  confesante 
iba  en  ella,  é  que  no  sabe  quién  le  mandó  tomar,  ni  vio  las  cartas 
que  allí  dicen  que  se  tomaron,  ni  supo  que  se  tomasen,  mas  dm 
que  oyó  decir  que  antes  que  el  dicho  navio  llegase  á  la  dich  ^ 
balsa,  habían  echado  los  de  la  dicha  balsa  un  bulto  en  la  mar,  ^ 
que  no  sabe  lo  que  fué,  é  que  lo  demás  lo  niega. 

Preguntado  por  el  tenor  del  veinte  capítulo,  dijo:  que  los  ca- 
pítulos que  este   confesante  no  sabe  como  se  hicieron,  porque 
estaba  preso,  é  que  á  este  confesante  le  trajeron  una  escritura, 
que  otorgase,  é  que  hiciese  un  pleito-homenaje  para  que  le  solta- 
rían el  cual  dicho  pleito-homenaje  hizo,  estando  preso  y  habiendo 
tenido  la  noche  antes  una  espada  a  los  pechos,  y  habiendo  sido 
avisado  por  el  tesorero  Alonso  Riquelme,  y  por  Noguerol,  mas- 
tresala  de  Almagro,  que  tuviese  por  cierto  que  habia  de  morir 
sino  había  concierto,  y  otros  temores  y  peligros,  que  parecerá  por 
el  proceso,  y  por  el  temor  de  la  muerte  lo  otorgó,  porque  de  otra 
manera  no  lo  otorgaría,  si  estuviera  seguro  della,  aunque  estu- 
viera preso  toda  su  vida,  sino  por  temor  de  la  muerte,  como  di- 
cho tiene,  é  que  lo  demás  quel  dicho  capítulo  dice,  que  toca  al 
gobernador  Francisco  Pizarro  é  que  por  el  proceso  parecerá.  Fué 
preguntado  sí  el  mismo  día  quo  se  hizo  la  dicha  capitulación,  si 
comenzó  á  hacer  guerra  con  el  dicho  Almagro,  dijo:  que  no,  por- 
que fué  menester  algún  día  para  rehacerse,  sino  que  dende  ádos 
ó   tres  días,  venida  una  provisión  que  llevó  Pero  Anzures,  se 
caminó  con  ella  para  el  pueblo  de  Chincha,  y  allí  se  halló  el  t^ 
sorero  Alonso  Riquelme,  en  el  aposento  del  marques  don  Francisco 
Pizarro,  é  vinieron  a  decir  al  dicho  Riquelme  que  unos  soldados 
le  tomaban  comida  é  otras  cosas  de  su  >cas8,  y  esto  confesante 
estaba  allí,  é  hizo  cabalgar  en  una  muía  al  dicho  Riquelme,  y  este 
confesante  a  las  ancas  de  la  dicha  muía,  é  le  llevó  á  su  posada, 
ó  castigó  ?i  los  soldados  que  habían   hecho  lo  susodicho,  que  allí 
estaban,  é  hizo  volver  al  dicho  Riquelme  todo  lo  que  le  habían 
tomado,  y  porque  estaba  allí  oro  de  Su  Mag.,  puso  allí  guardas 
con  ello,  é  desde  allí  se  envió  a  requerir  con  la  provisión  que 
llevó  Pero  Anzures  &  don  Diego  de  Almagro,  é  que  los  autos  que 
sobro  ello  se  hicieron,  por  el  proceso  parecerán.  Fué  preguntado 
qué  robos   é  muertes  se  hicieron  allí  á  lá  parte  del  dicho  don 


ALMAOHO   y   SUS  COMPA?ÍEROS 


425 


?go  de  Almagro,  dijo:  que  no  se  hizo  ninguno,  é  que  lo  demás 


lo 


mega* 


Fué  preguntado  por  el  capítulo  veinte  é  ano,  dijo:  que  dice  lo 
le  dicho  tiene  en  el  capítulo  antes  doste,  é  que  lo  deraas  que  lo 

Fué  preguntado  por  el  capítulo  veinte  y  doí=i^  dijo:  que  no  sabe 

I'  la  provisión  era  venida  ó  no  al  tiempo  que  se  hicieron  los  ca- 
ílülos,  porque  él  estaba  preso,  como  dicho  há^  é  que  para  ir  á 
etituirse  en  la  posesión  del  Cuzco,  no  tenia  necesidad  de  pro- 
Bion  nueva,  porque  su  intención  nunca  fué  de  dejalla  de  tomar, 
que  si  hizo  pleito-homenaje,  como  tiene  arriba  dicho,  fué  por 
s  temores  y  por  salvar  la  vida,  como  arriba  tiene  dicho,  y  no 
para  cumplillo,  en  cuanto  á  esto,  é  que  si  antes  no  volvió  á  la  di- 

Iia  restitución,  fué  por  haber  estado  preso,  é  que  lo  demás  que  se 
inliene  en  la  provisión  que  por  ella  parecerá. 
Fué  preguntado  por  el  veinte  é  tres  capítulo,  dijo:  que  se  re- 
iré á  la  provisión. 
Fué  preguntado  por  el  capítulo  veinte  y  cuatro,  si  después  de 
lelto  y  otorgado  el  pleitn-homenaje  é  capítulos  de  suso  decla- 
Jos,  si   hizo  allegar  gentes,  en  asonada  é  manera  de  guerra, 
^n  artillería  é  arcabuces  ó  otras  armas,  é  con  banderas  lendi- 
para  ir  contra  el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  dijo:  que  este 
infesante,  al  tiempo  que  fué  suelto,  halló  con  su  hermano  el 
irques  mucha  gente  junta,  é  que  juntamente  con  el  dicho  mar- 
les,  fué  este  confesante  hasta  el  pueblo  de  Lima  y  Cascay,  des- 
allí,  después  de  hechos  algunos  requerimientos  é  autos,  que 
Irecerá  por  ellos,  a  los  cuales  so  refiere,  supo  el  dicho  marques 
je  don  Diego  de  Almagro  estaba  hecho  Tuerte,  y  quebrados  en- 
línos  y  pasos  en  el  camino  real  del  Cuzco,  y  este  confesante  para 
>der  pasar  é  iré  restituirse  en  la  posesión,  les  tomo  de  nocho 
paso,  sin  que  en  ello  hubiese  ninguu  alboroto,  ni  herido,  ni 
|ljerlo,  é  que  es  verdad  que  iba  á  punió  de  guerra  para  defensa 
sus  personas  y  no  con  intención  de  herir  ni  matar  á  nadie. 
ló  preguntado  si  yendo  con  la  dicha  gente,  si  iban  apellidando 
nombres  de  Pizarro,  é  entraron  en  la  villa  de  Almagro  y  la 
(uearon,  y  que  es  lo  que  en  ella  pasó,  y  si  se  prendieron  la  jus- 
jia  é  regidores  della,  dijo  que  no  se  iba  apellidando  tal  apellido, 


^ 


^^^m^m 


ÜÉ 


420 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


ni  nunca  lo  supo,  ni  lo  entendió,  sino  el  nombre  del  rey, 
la  villa  que  dice,  ni  era  villa,  ni  habia  nada,  ni  se  hizo  caso 
ni  se  saqueó,  ni  hubo  que  saquear,  ni  se  prendió  regidores  ni  al- 
alcaldes,  ni  se  hizo  caso  dello^  porque  se  tuvo  por  cosa  de  burla; 
é  preguntado  si  se  enviaron  presos  n  la  ciudad  de  los  Reyes  al, 
nos  de  los  regidores  é  justicias  de  la  dicha  villa,  dijo  que  no 
prendió  ninguno  de  los  regidores  ni  otra  persona,  ni  se  envii 
Lima^  sino  que  se  iban  é  venían  los  que  querían,  y  así  yéndose  el 
dicho  Sanmillan,  que  dice  en  el  capítulo,  oyó  decir  que  se  ahogó» 
como  suelen  ahogarse  los  hombres  que  caminan  cuando  les  acae- 
ce algún  desastre.  Fué  preguntado  si  quemó  ó  hizo  quemar  ci 
la  dicha  gente  el  pueblo  de  Guaytara,  é  si  le  destruyeron  ó  rol 
ron,  dijo  que  no  fué  este  cooresante  ni  su  gente  allá,   é  que  dos 
espanoles  de  la  gente  do  Almagro  que  se  pasaron  al  ejórcilo  di 
gobernador  don  Francisco  Pizarro,  dijeron  como  el  dicho  doi 
Diego  de  Almagro  é  su  gente,  habían  robado  ó  quemado  el  pue- 
blo contenido  en  el  dicho  capítulo.  Fué  preguntado  quién  rol 
la  recua  o  carruaje  del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  en  el  d¡ch( 
lugar,  y  en  el  camino,  dijo  que  no  lo  sabe,  ni  sabe  que  se  roba: 
nada,  é  que  unos  dos  ó  tres  Uros  pequeños  de  artillería  qufl  si 
habían  quedado  en  el  camino,  sabe  este  confesante  que  los  trujo 
su  gente  del  marques  su  hermano,  no  sabe  si  eran  de  hierro  ó 
bronce,  é  que  siete  ó  ocho  de  caballo  del  real  del  dicho  marqueí 
yendo  por  el  camino,  toparon  la  gente  del  dicho  don   Diego 
Almagro,  y  volvieron  huyendo,  y  los  tres  que  no  pudieron  luii 
tanto,  los  prendieron  la  gente  del  dicho  Almagro,  é  los  hirieroi 
é  visto  por  el  dicho  marques  que  los  pasos  del  camino  real  eral 
fuertes  y  se  ponian  en  defensa,  por  no  romper  con  ellos,  se  tomJ 
á  la  costa  de  la  mar,  y  desde  allí  se  volvió  a  Lima  y  entregó  &  esU* 
confesante  la  gente,  porque  hasta  allí  habia  venido  con  ella  el 
dicho  marques,  é  dio  el  dicho  marques  a  este  confesante  manda- 
mientos, haciendo  relación  de  otro  en  que  habia  mandudo  á  doü 
Diego  de  Almagro  é  á  su  gente  que  saliesen  de  su  gobernacio! 
é  por  haber  sido  rebeldes  dio  los  dichos  mandamientos  para 
este  confesante  prendiese  al  dicho  don  Diego  de  Almagro  y  ¿ 
capitanes  é  gente,  y  presos  hiciese  justicia^  y  así  fue  este  coi 
sante  por  otro  camino,  por  no  toparse  con  ellos  y  esousar  roí 


ALMAORO   y   SUS   COMPANEROS 


427 


ento,  hasta  una  legua  del  Cuzco,  con  ánimo  é  voluntad  de  en- 
T  á  requerir  al  dicho  don  Diego  do  Almagro  y  á  sus  capitanes 
iejasen  el  Cuzco,  como  lo  hiciera  si  le  dieran  higar  á  ello,  é 
les  que  tuviese  tiempo  para  lo  hacer,  hallo  el  camino  tomado 
í  quince  mil  indios  de  guerra,  y  dejó  el  camino  y  subió  por  un 
ro,  y  en  asomando,  lo  tiraron  con  tiros  de  artillería,  y  del 
mer  tiro  le  mataron  dos  hombres,  do  que  no  pudo  hacer  o  Ira 
sino  pelear  por  defenderse,  y  al  tiempo  que  hubieron  de 
per  habló  A  su  gente  y  capitanes  rogándoles,  si  no  se  pudiese 
fusar  el  rompimiento,  que,  conocida  la  victoria,  no  matasen 
hiciesen  daño  á  nadie,  que  mirasen  que  todos  eran  de  una  na- 
ion  y  vasallos  de  un  rey,  y  á  los  capitanes  que  se  ocupan  en  am- 
■rar  y  defender,  que  no  matasen  /i  nadie»  como  lo  hicieron  ellos 
Bste  confesante.  Fué  preguntado  si  en  este  camino  desde  don-- 
■fué  suoUo  hasta  el  Cuzco,  se  hizo  algunas  muertes  ó  robos  en 
Ufanóles  ó  indios,  ó  si  se  hicieron  por  su  mandado,  dijo  que  no, 
^ue  antes  toda  la  tierra  estaba  de  guerra  y  le  salió  de  paz.  Fué 

tguntado  si  después  de  llegado  don  Diego  de  Almagro  antes 
A  dicho  Hernando  Pizarro  al  Cuzco,  si  el  dicho  don  Diego  de 
lagro  le  envió  a  requerir  un  acuerdo  del  Cabildo  é  regidores, 
ue  no  entrase  en  el  Cuzco  ni  viniese  A  el,  dijo  que  nó<  Pregun- 
ado  sí  amenazaba  y  había  hecho  juramentos  de  matar  ó  herir  á 
¡uienquiera  que  viniese  áclpor  parte  del  dicho  Almagro,  dijo  que 

t,  é  que  lo  demás  en  el  dicho  capítulo  contenido  que  lo  niega. 
Preguntado  por  el  veinte  é  cin?o  capítulo^  si  envió  á  hacer  al- 
h  requerimiento  Rodrigo  Orgoñoz  á  este  confesante  ó  este  con- 
rr^nnte  al  dicho  Rodrigo  Orgoñoz  antes  del  dicho  requerimiento, 
que  dice  lo  que  dicho  time,  é  que  allí  en  el  camino  estaba 
bien  don  Diego  de  Almagro,  c  que  no  pasaron  requerimientos 
lina  parte  á  otra  porque  no  le  dieron  lugar  á  este  conferante  á 
y  por  lo  que  tiene  dicho.  Fue  preguntado  si  hizo  alguna  habla 
zonamiento  á  su  gente  o  si  les  prometió  saco  libre  en  el  Cuz- 
ijo  que  es  verdad  que  los  habló,  viendo  que  le  estaban  espe- 
do en  el  campo  y  tomado  el  camino,  dieiéndolesque  les  rogaba 
si  esta  cosa  viniese  en  buenos  medios  y  en  querer  obedecer 
Mag.  que  vieran  que  todos  eran  de  un  príncipe  é  que  no  hu- 
e  entre  ellos  ocasión  alguna  porque  no  hubiese  entre  ellos 


JÉM 


428 


COLECCIÓN  DE  BOCTTMENTOS 


rompimiento,  é  que  si  otra  cosa  quisiesen,  que  hiciesen   comí 
buenos,  é  que  les  rogaba  que  conocida  la  victoria  no  hiciesen 
daño  ninguno,  como  arriba  tiene  dicho,  y  á  los  capitanes,  que 
entendiesen  en  amparar  y  defender  que  no  se  hiciese  daño,  é  que 
saco  este  confesante  no  se  los  prometió,  porque  su  intención   ni 
ánimo  no  era  de  saquear  la  ciudad  sino  de  restituirse  en  su  pose* 
sion  y  soltar  algunos  vecinos  que  estaban  presos.  Fué  preguntado 
si  entre  las  palabra  que  les  dijo  fueron  rogándoles  ó  mandándoles 
que  le  vengasen,  dijo  que  no,  porque  á  él  no  le  habia  hecho  ofen- 
sa sino  á  Su  Mag,»  porque  él  era  juez  suyo,  y  así  no  le  tenían  d(! 
qué  le  vengar.  l*reguntrulo  si  mandó  apellidar  su  nombre  é  que 
soltasen  la  artillería,  dijo  que  no  mandó  apellidar  sino  el  nombre 
de  Su  Mag,  é  que  su  artillería  no  se  soltó  hasta  que  le  hacían  dwfm 
con  la  del  dieho  don  Diego,  é  que  no  sabe  que    hubiese  apellido 
alguno-  Preguntado  si  hubo  acometimiento  por  los  de  su  parte  y 
por  su  mandado,  por  la  mucha  pujanza  de  gente  que  traía,  dijo 
que  no  traía  ventaja  ninguna,  porque  este  confesante  hizo  de  alar- 
de seiscientos  y  cincuenta  hombres  y  supo  quel  dicho  don  Dk^ 
de  Almagro  habia  hecho  alarde  de  seiscientos  y  ochenta,  é  (¡lio 
sabido  dos  ó  tres  dias  antes  por  este  confesante  que  don  Dieyo  de 
Almagro  habia  prendido  ciento  y  cuarenta  ó  ciento  y  oinoaenlA 
hombres^  vecinos  y  estantes  en  el  Cuzco,  y  habiendo  murmullo 
entre  su  gente  sobre  esto,  este  confesante  les  habló  y  les  dijo  qu^ 
tenian   razón  de  parecelles  cosa  mal  hecha  é  que  la  voluntad  de 
Su  Mag.  era  que  sus  vasallos  fuesen  libres  é  que  así  ellos  podían 
volverse  á  Lima  ó  hacer  de  sí  lo  que  quisiesen,  que  con  la  vozdftl 
rey  y  justicia  que  llevaba  doscientos  hombres  le  bastaban,  y  así 
pareció,  porque  a!  tiempo  que  rompió,  pasaron  un  río  y  no  habiaa 
pasado  doscientos  hombres,  por  donde  parece  mostrarse  Diosa 
la  razón  é  justicia.  Fué  pregunlíido  que  diga  ó  declare  cuál  de  los 
campos  fué  el  primero  que  acometió,  dijo  que  los  del  dichr. 
Diego  de  Almagro  comenzaron  ú  tiralle,  como  arriba  tiene  li 
habiendo  ól  dejado  el  camino  real  y  echado  un  rio  en   med.  , 
que  porque  con  el  artillería  no  le  acabasen  de  desbaratar,  puso  el 
rostro  á  ellos  é  que  cuando  vinieron  á  romper  con  ól  no  habían 
pasado  mas  de  los  doscientos  hombres  que  tiene  dicho;  y  qoe  »- 
tando  así  quedo,  pasado  el  rio,  arremetieron  á  este  confesiiní 


I  jR     Vr      II 


■¡■■«ÉÉII 


Al 


ALMAGRO   Y   SUS   COMPASEROS 


428 


ílos  del  dicho  Aloaagro,  y  él,  como  los  viu  mover,  se  mo- 
lo también  contra  ellos,  y  rompieron,  y  fueron  vencidos  los  del 
Icho  Almagro*  Preguntado  qué  túntos  indios  llevaba  consigo, 
fijo  que  ningún  indio  do  guerra  llevaba,  ó  que  como  vio  catorce 

É quince  mil  indios  de  guerra  que  tenia  don  Diego  do  Almagro 
estos  en  el  paso  para  que  le  embarazasen  y  no  le  hiciesen  daño, 
hizo  juntar  los  indios  que  cuidaban  los  caballos  de  los  españoles, 
que  serian  hasta  trescientos  o  cuatrocientos,  para  que  los  entre- 
iviesen  y  le  dejasen  pasar,  a  los  que  les  mandó  con  la  lengua 
le  no  le  tocasen  en  español,  si  no,  que  los  quemarla^  lo  cual  en  la 
inte  do  don  Diego  de  Almagro  fué  al  contrario,  porque  les  man- 
iron  que  matasen  y  despojasen  españoles  y  que  les  darían  franco 
despojo  que  dellos  hubiesen.  Fué  preguntado  qué  tantos  hom- 
ares murieron  en  el  rompimiento  de  la  batalla  de  una  parte  y  de 
Hlra,  dijo  que  este  confesante  salió  después  de  llegado  al  Cuzco  á 
"donde  se  dio  la  batalla  á  hacer  llevar  á  enterrar  á  los  muertos^  y 
que  buscados  lodos  parece  y  por  los  curas  de  lu  ciudad  se  hallaron 

fi  los  que  este  confesante  y  otras  personas  hicieron  traer,  treinta 
cinco  hombres  de  ambas  partes  y  algunos  heridosj  que  después 
murieron  algunos  dellos,  que  serian  hasta  trece  ó  catorce  los  que 
MI  los  heridos  murieron*  Fué  preguntado  si  después  del  vencí- 
flnienlo  y  rendidos  los  de  la  parte  de  Almagro,  si  se  mataron 
l^gunos  y  qué  tantos,  dijo  que  no  se  mató  ninguno  después  de  la 
HltoJla  sino  fué  Pedro  de  Lerma,  que  le  mato  un  enemigo  suyo  a 
quien  había  hecho  muchas  afrentas,  el  cual  huyó  y  no  paró  en  igle- 
ni  en  parte  que  pudiese  ser  habido,  y  sobre  ello  se  hicieron 
^das  las  diligencias  que  se  pudieron  hacer,  é  que  como  dicho  tie 
»,  no  hubo  mas  muertos  de  los  de  suso;  é  que  lo  demás  conté 
^áo  en  el  capítulo  lo  niega. 

Pr€gunUido  por  el  capítulo  veinte  y  seis,  si  sabe  quién  mató 

[don  Rodrigo  Orgoñoz  ó  cómo  le  mataron,  dijo   que  sabe  que 

lurió  en  la  batalla,  porque  andando  este  confesanle  amparando 

[defendiendo  que  su  gente  no  hiciese  daño,  le  halló  tendido^  é 

le  no  sabe  quién  le  mató,  ni  él  mandó  que  le  matasen  a  él  ni  á 

idie,  por  escrito  ni  de  palal)ra  ni  de  otra  manera  ninguna. 

Preguntado  si  la  muerte  fué  antes  ó  después  de  rendido  é  des- 

rinado,  dijo  que  no  lo  sabe,  mas  de  lo  que  dicho  tiene,  é  que  le 


MáSk 


430 


COLECCIÓN   DE  DOCUMENTOS 


tenia  por  tan  hombre  de  bien^  que  no  se  rendiera  hasta  que  le 
mataran.  Fué  preguntado  si  supo  que  Fuentes,  criado  de  esto 
confesante,  le  mató,  dijo  que  Fuentes  no  era  su  criado  ni  nunca 
lo  fué,  ni  sabe  que  él  le  matase,  mas  do  que  oyó  deeir  estando 
en  su  posada  en  el  Cuzco,  que  habian  puesto  la  cabeza  de  Ro- 
drigo Orgoñoz  en  la  picota,  ó  que  la  había  puesto  el  dicho  Fuen- 
tes, é  que  dello  hubo  este  confesante  grande  enojo  y  mandó  que 
la  quitasen  y  enterrasen,  y  así  se  hizo,  é  que  después  le  dijeron 
á  este  confesante,  no  se  le  acuerda  quién,  murmurando  gente  del 
Fuentes,  que  le  habia  corlado  la  cabeza  el  dicho  Fuentes  después 
de  muerto.  Fué  preguntado  si  le  mandó  este  confesante  corlar 
!a  dicha  cabeza  é  que  llevasen  puesta  en  la  lanza  y  se  pusiese  en 
la  picola,  dijo  que  no,  ni  sabe  que  tal  cosa  se  hiciese  ni  que  se 
diese  con  ella  á  nadie  por  las  caras,  é  que  lo  demás  contenido  ea 
el  capítulo  que  lo  niega. 

Preguntado  por  el  capítulo  veinte  é  siete,  dijo  que  todos  los 
contenidos  en  el  dicho  capítulo  sabe  murieron  en  el  dicho  re- 
cuentro, peleando,  é  que  después  de  rendido,  á  ninguno  dello? 
mataron,  é  quel  dicho  Sayas  no  murió  allí,  salvo  que  fué  herido 
de  una  herida  en  la  cabeza,  y  este  confesante  le  hizo  curar  ele 
proveyó  de  su  casa  de  todas  las  cosas  necesaria  y  le  visitó,  por- 
que le  queria  mucho  y  era  su  amigo,  y  que  lo  demás  contenido 
en  el  capítulo  que  lo  niega. 

Preguntado  por  el  veinte  y  ocho  capítulo,  dijo  que  no  pasó  tal 
é  que  lo  niega. 

Preguntado  por  el  capítulo  veinte  y  nueve,  si  sabe  que  de-' 
de  rendidos  é  desbaratados  los  de  Almagro,  si  la  gente  dt    :^^ 
confesante  robo  el  campo,  dijo  que  llegado  á  la  ciudad  del  CuzcOj 
creyendo  que  podia  haber  habido  algunos  robos,  como  en  se 
raejanles  casos  suelen  hacer  soldados,  mandó  pregonar,  so  oierift 
pena,  que  todo  lo  que  hubiesen  tomado  se  volviese  é  que  *^^  - 
guno  hubiese  quejoso,  viniese  a  los  alcaldes  y  ii  este  confe^ 
y  á  Felipe  Gutiérrez,  que  por  comisión  se  hizo  juez  para  este  caio, 
é  lodos  entendieron  en  hacer  volverlo  que  se  habia  tomado.  Fue 
preguntado  si  sabe  qué  tanta  es  la  cantidad  que  se   lomó  v 
quién,  dijo  que  nó.  Fué  preguntado  sí  después  de  rendidos  ..  .-. 
dieron  cuchilladas  por  las  caras,  marcando  de  pies  y  manos,  di- 


A 


■if  üi 


ALMAGRO   Y   SOS   COMPANEROS 


431 


fiendo  qae  los  herraban  con  el  hierro  de  Pizarro,  y  cuántos  fue- 
)n  los  que  así  fueron  acuchillados  por  las  caras  y  por  quién  y 
>rxuyo  mandado,  dijo  que*  fuera  de  la  batalla,  no  se  dio  cuchi- 
ida  á  nadie,  ni  hubo  quien  lo  mandase  ni  hiciese  daño  ¿  nadie, 
lies  este  confesante  y  los  capitanes  anduvieron  amparando  que 
jio  se  hiciese  mal,  é  lo  del  hierro  que  dicen,  que  no  paso  tal  cosa. 
fué  preguntado  si  prendieron  algunos  y  cómo  acaeció  lo  de  Alón- 
del  Valle  y  Diego  Nuñez:  dijo  que  lo  que  este  conresanto  sabe 
Jello  es,  que  desde  a  siete  ó  ocho  dias  que  pasó  la  batalla,  le  dije- 
)n  d  este  confesante  que  Alonso  del  Valle  había  sido  venturoso 
en  no  topar  con  el  Alonso  de  Alvarado,  porque  había  sido  uno 
le  los  que  habia  hecho  traición  y  se  habian  amotinado  cuando 
pesbaralaron  á  Alonso  de  Alvarado  en  la  puente  Abancay,  porque 
tía  con  ó!,  ó  quo  habia  tenido  buen  padrino  en  Gómez  Destuco^ 
le  habia  escondido  y  defendido^  y  otros  dijeron:  bien  se  lo 
5^  que  dos  barras  de  oro  le  dio,  y  este  confesante  mandó  traer 
Ücho  oro  y  volvcllo  al  dicho  Alonso  del  Valle  y  así  se  le  vol- 
vió, y  el  dicho  Alonso  del  Valle  no  lo  quería  tomar,  diciendo  que 
se  lo  habia  dado  como  amigo  que  tenían  amistad  de  atrás,  y 
aunque  no  quiso,  se  lo  hizo  tornar  este  confesante^  y  que  no 
sabe  que  hubiese  otra  cosa  ni  vino  á  su  noticia,  y  que  lo  demás 
liega. 

Preguntado  que  como  pasó  lo  de  la  bandera  del  adelantado 
pon  Diego  de  Almagro  cuando  entraron  en  el  Cuzco,  dijo  que  no 
"lo  sabe. 

Preguntado  sobre  lo  contenido  en  el  capítulo  treinta,  dijo  que 
lo  del  saquear  el  Cuzco  que  no  pasó  así,  porque  antes  este 
infosaute  iba  á  defendelle  y  amparalle,  é  que  si  algunos  solda- 
)s  tomaron  ó  saquearon  algo,  que  todo  lo  hizo  este  confesante 
ilver,  pero  que  no  sabe  lo  que  se  saqueó,  ni  por  quién.  Fué 
regunlado  si  vio  ó  supo  que  se  diesen  tormentos  por  los  de  su 
irte  ú  los  de  la  parte  de  Almagro,  ó  á  algunos  indios,  para  que 
Je^cubriesen  donde  tenían  su  oro  é  hacienda:  dijo  que  no  pasó 
cosa,  porque  luego  que  se  entró  el  pueblo  hubo  mucha  justi- 
kia,  lo  cual  hasta  allí  no  había  habido,  Fué  preguntado  cómo  pasó 
I  de  los  templos  y  del  meter  los  caballos  en  la  iglesias,  dijo  que 
ufiasá  tal  cosa  é  que  lo  alega. 


432  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

Preguntado  por  el  capítulo  treinta  é  uno,  cómo  pasó  lo  de  la 
muerte  de  Ruy  Díaz,  é  quién  era  el  que  le  llevaba  á  las  ancas  de 
un  caballo,  dijo  que  andando  este  confesante  por  el  campo,  am- 
parando y  defendiendo  que  no  se  hiciese  daño,  llegó  a  él  un  her- 
mano de  Rodrigo  Orgoñez  y  otros  muchos,  a  los  cuales  enco- 
mendaba á  los  que  mas  cerca  deste  confesante  hallaba,  para  que 
los  amparasen,  ya  vuelta dellos  llegó  uno  que  dijo  que  se  llamaba 
Ruy  Diaz,  que  este  confesante  no  le  conocía,  é  que  este  confesante 
le  encomendó  a  un  caballero  que  estaba  cerca,  del  que  no  se 
acuerda  quién  era,  é  que  después  le  dijeron  á  este  confesante 
desde  a  muchos  dias  que  llevándole  aquel  á  quien  le  encomendó 
habia  llegado  un  Melchor  Rodríguez,  á  quien  el  dicho  Ruy  Diaz 
di;  que  habia  dado  de  bofetadas  é  pelado  las  barbas  é  le  habla 
dado  una  lanzada,  de  que  habia  muerto,  y  este  Melchor  Rodríguez 
se  ahogó  luego  en  un  rio^  pasando  contra  unos  indios  que  le  de- 
fendían el  paso. 

Preguntado  que  por  qué  no  prendió  al  dicho  Melchor  Rodrí- 
guez cuando  supo  que  habia  muerto  al  dicho  Ruy  Diaz,  dijo  que 
nunca  lo  supo  hasta  que  fué  ahogado. 

Preguntado  cómo  pasó  lo  de  la  muerte  del  dicho  Juan  de  Ba- 
rrutia  é  quién  le  mato,  é  preguntado  por  todo  lo  demás  en  el  di- 
cho capítulo  contenido,  dijo  que  nunca  lo  oyó  hasta  la  hora  de 
agora,  ni  oyó  decir  al  dicho  Juan  de  Barrutia,  é  que  lo  demás 
niega. 

Preguntado  por  el  capítulo  treinta  é  dos,  qué  hombres  se  en- 
mascaraban después  de  entrados  en  la  ciudad  y  para  qué,  é  si  se 
hicieron  algunas  muertes  ó  robos,  dijo  que  es  falsedad,  que  nun- 
ca tal  pasó,  é  que  para  en  fiestas,  ni  burlas,  ni  veras,  no  se  le 
acuerda  que  hubiese  ninguna  máscara,  ni  menos  hubo  muerle* 
de  hombres  ni  robos.  Fué  preguntado  cómo  pasaba  lo  de  los  res- 
cates de  gente  que  sacaban  al  campo  y  lo  de  don  Alonso  Enri- 
quez,  dijo  que  oyó  decir,  no  se  acuerda  a  quién,  que  un  caballero 
Gómez  de  Tordoya  y  otros  hablan  concertado  con  unos  hidalgos 
arcabuceros  que  hiciesen  una  burla  á  don  Alonso,  y  que  asile 
sacaron  al  campo,  é  que  a  los  principios  él  creyó  que  era  verdad 
y  daba  los  dichos  quinientos  pesos,  é  que  estando  en  esto  serie- 
ron  los  arcabuceros,  y  que  después  vino  el  dicho  don  Alonso  y 


ALMAGRO  Y   SUS    COMPAÑEROS 


433 


ros  d  reillo  can  este  confesante,  é  que  otra  cosa  no  pasó, 
é  pregan  laclo  cómo  pasó  lo  dpi  capitán  Pedro  de  Lerraa,  ó  si 
mandó  é\  matar  ti  quien  le  malij,  dijo  que  dice  lo  que  dicho 
ene  en  esto,  é  que  ¡Intes  el  dicho  Pedro  de  Lermii  era  su  amigo, 
y  le  pesó  de  su  muerte,  é  que  porque  este  conleáante  estaba  en 
su  posada  en  guarda  del  dicho  don   Diego  do  Almagro,  mandó  a 
tin  alcalde  que  entendiese  en  eLo,  el  cual  hizo  su  información  é 
proceso,  consta  el  que  le  mató,  y  el  que  lo  mató  no  paro  en  la 
ciudad  ni  en  todos  los  términos  del  Cuzco,  porque  se  hicieron  to- 
das las  dilipeneias  que  se  pudieron  hacer,  é  que  después  ha  oído 
decir  que  se  presentó  en  la  ciudad  de  Trujillo,  que  es  en  el  Perú, 
é  que  sabe  la  sentencia  que  contra  él  se  dio,  é  que  lo  demás  que 
lo  niegíi. 

Preguntado  por  el  capítulo  treinta  é  tres  cómo  pasó  la  prisión 
del  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro  y  quién  le  prendió^  y 
qué  cosas  pasaron  en  su  prisión,  dijo  qnel  diclio  don  Diego  do 
Almagro  huyó  de  la  batidla  y  se  retrajo  a  la  fortaleza,  ó  cuando 
este  confesante  llegó  á  su  posada,  le  vinieron  á  decir  como  le 
traian  preso  Gonzalo  Pizarro  y  Alonso  de  Atvarado,  é  que  no  hubo 

I  mal  tratamiento  ni  ultraje  ninguno  en  su  prisión,  salvo  que  al 
feempo  que  le  prendieron,  un  arcabucero  le  quiso  tirar,  y  Gonza- 
m  Pizarro  y  Alonso  de  Alvarado  se  pusieron  en  medio  y  lo  estor- 
mron  que  no  le  tirasen,  é  que  bajado  donde  este  confesante  es- 
taba, este  confesante  le  mandó  meter  en  el  cubo  que  dice  el 
capítulo,  que  es  en  el  quel  dicho  Almagro  le  tuvo  á  él,  é  si  tan 
húmedo  es,  parece  que  este  confesante  no  es  menos  delicado. 
Preguntado  si  los  dichos  Gonzalo  Pizarro  y  Alonso  de  Alvarado 
le  prendieron  por  mandado  destc  confesante  al  dicho  Almagro, 
dijo  que  ellos  le  bajaron,  r  que  hasta  que  este  confesante  lo  man- 
dó que  no  estuvo  preso,  é  que  antes  no  tuvo  lugar  do  mandallo, 
que  si  le  tuviera  lo  mandara.  Preguntado  si  al  tiempo  quel  diclio 
Almagro  fué  preso,  estaba  enfermo  y  con  calenturas  y  dolores 
graves,  dijo  que  estaba  lleno  de  bubas  y  muy  naco.  Fué  pregun- 
tado si  lo  mandó  echar  algunas  prisiones,  dijo  que  le  mandó 
echar  unos  grillos,  é  que  dende  á  dos  dias  le  envió  a  rogar  que 
le  fuese  á  ver,  y  así  lo  hizo,  y  le  mandó  quitar  las  prisiones  é  dio 
ggar  á  que  todos  los  capitanes  deste  confesante  le  viesen,  y  por- 

18 


434  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

que  luego  comenzó  el  dicho  Almagro  á  querer  convocar  un  capi- 
tán de  arcabuceros,  mandó  que  no  le  viese  nadie.  Preguntado 
quién  le  servia  en  la  cárcel,  dijo  que  le  servia  una  negra  suya  y 
sus  indios,  y  todo  el  servicio  que  él  quería,  y  los  médicos  y  ciru- 
janos le  entraban  á  visitar  y  curar,  y  aun  este  confesante  le  en- 
viaba cosas  de  refresco,  de  Castilla,  porque  ninguno  otro  las  te- 
nia. Fué  preguntado  si  sabia  quel  dicho  don  Diego  de  Almagro 
era  adelantado  y  gobernador  de  la  dicha  ciudad  del  Cuzco,  dijo 
que  nunca  le  tuvo  por  tal,  ni  le  tiene,  ni  tendrá  de  aquí  á  que  se 
muera,  é  que  lo  demás  lo  niega. 

Preguntado  por  el  capítulo  treinta  é  cuatro  cómo  pasó  lo  en  él 
contenido,  é  siéndolo  leído,  dijo  que  este  confesante  no  era  enemi- 
go del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  porque  este  confesante  le 
habia  llevado  sus  provisiones  de  Gobernador  y  gente,  en  que 
gastó  diez  mil  ducados,  que  hasta  hoy  en  dia  están  por  pagar  y  se 
le  deben,  é  que  cuando  las  entregó  á  su  mayordomo  Juan  de  Ra- 
da por  socorrelle  de  gente,  gastó  muchos  dineros  é  dos  caballos, 
é  que  si  después  prendió  á  este  confesante  y  le  hizo  malos  trata- 
mientos, que  esta  ofensa  fué  de  Su  Magostad  y  no  suya,  y  que  si 
otra  cosa  fuera,  no  le  fuera  á  ver  ni  tratar  bien,  como  le  trató. 
Fué  preguntado  si  le  tenia  enemistad,  dijo  que  no,  por  lo  que 
tiene  dicho,  y  que  pareció  ser  así  por  las  demuestras  que  tuvo  al 
tiempo  de  sentenciarle;  pero  que  le  pesó  tanto  como  si  fuera  su 
hermano,  é  si  no  fuera  por  atajar  las  revueltas  y  motines  y  es- 
cándalos, que  de  no  sentenciarlo  se  podian  recrecer  y  estaban  á 
la  mano,  no  lo  sentenciara,  é  que  si  este  confesante  tuviera  la 
codicia  que  en  el  dicho  capítulo  dice,  recibiera  el  ofrecimiento 
que  le  envió  á  hacer  don  Felipe  Gutiérrez  de  doscientos  mil  cas- 
tellanos porque  lo  sentenciase,  pero  que  este  confesante  en  esto 
no  miró  pasión  ni  intereso,  sino  solamente  el  servicio  de  Dios  y 
de  Su  Magostad  y  pacincaínon  do  la  tierra,  juntamente  compare- 
cerá por  el  procoso  los  graves  delitos  que  habia  hecho,  al  cual  se 
refiere,  é  que  en  lo  domas  que  dice  el  capítulo  de  sobornar  testi- 
gos, que  esto  confosanjLc  no  lo  acostumbra  hacer,  antes  porque  el 
dicho  Almagro  lo  habia  hooho,  y  está  mal  informada  la  gente  de 
indias  desto,  lo  quiso  justificar  tanto,  que  las  probanzas  que  ago- 
ra se  hicieren,  so  harán  muy  mas  bastantes,  é  que  los  mas  délos 


ALMAGRO    V 


TO1WPANKR0S 


4a5 


testigos  sean  de  sus  capitanes  del  dicho  don  Diego  de  Almagro  é 
de  su  gente,  é  que,  como  es  iiolorio,  porque  un  Cfiballerizo  de 
Gonzalo  Pizarro,  su  hermíino,  tuvo  descuido  en  un  jurauíenLo  que 
hizo  contra  un  mercader  que  se  dice  Samanes,  puso  gran  diligen- 
cia en  prendelle  para  castigalle,  porque  á  otros  fuese  ejemplo,  y 
nunca  pudo  nadie  con  este  confesante  que  dejase  de  proceder 
contra  él,  hasta  que  andando  huyendo  en  los  montes,  dicen  que 
le  mataron  indios,  y  que  en  lo  demás  contenido  en  el  dicho  ca- 
pítulo se  remite  al  proceso  é  informaciones  que  sobre  ello  toma- 
ron, y  lo  á  él  perjudicial  niega. 

Fué  preguntado  por  el  capítulo  Ireinta  y  cinco,  dijo  que  no  ha- 
bía letrado  en  la  ciudad  del  Cuzco  cuando  so  hizo  el  proceso  con- 
tra el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  sino  dos  de  su  parte,  que 
habían  sido  con  él  participantes  en  los  delitos,  y  por  eso  no  tomó 
consejo  de  letrado  para  le  sonh?nciar,  c  que  por  las  causas  que 
tiene  dichas,  que  le  sentenció  por  esas  mismas,  dejo  de  otorgarle 
la  apelación,  é  que  si  un  dia  mas  tardara  en  ejecutar  la  sentencia, 
pudiera  haber  grandes  muertes  y  escándalos  y  Su  Mag.  fuera  muy 
deservido,  y  hubiera  menester  ejércilo  para  conquistar  el  Perú, 
según  las  palabras  do  desacatos  decían,  diciendo  que  no  obede- 
cían juez  ni  olra  persona  de  parle  de  Su  Mag.  hasta  que  hubiese 
perdón  general,  que  no  era  pequeño  daño  en  el  acatamiento  de 
OH  príncipe  tan  poderoso,  é  que  ningún  servicio  ha  hecho  este 
'    '"^sante  hasta  hoy  igual  á  este,  ni  pienso  so  ofrezca  en  que  le 

(^  .  jr  hacer,  é  que  en  lo  demás,  que  so  remite  ni  proceso,  é  que 
si  fuora  enemistad,  como  dicen,  bien  pudiera  matalle  secreta- 
mente ó  dejallo  veinte  dias,  que  él  no  podia  tener  mas  de  vida, 
ri  parecia,  por  la  neeesid»d  de  los  motines  y  alborotos,  no 
^...,  iügar  á  ello,  y  que  en  lo  que  dice  que  le  viniera  !a  tierra  de 
paz,  que  tiempo  habia  tenido  en  un  ano  de  venille,  estando  tan 
poderoso,  como  estuvo  antes,  parece  ser  al  contrario,  porque  en 
muriendo  el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  le  vino  la  tierra  de  paz 
&  este  confesante,  é  que  lo  demás  contenido  en  el  dicho  capítulo 
que  se  remite  al  proceso,  é  lo  á  él  perjudicial  niega. 

Preguntado  por  el   capítulo  treinta  y  seis,  si  antes  ó  después 

ae  entrase  en  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  é  prendiese   é  senlen- 

se    al  dicho  Almagro,  si  quitó  ó  hizo  quitar  á  los  amigos  y 


436 


COLECCIÓN  BB  DOCÍCMBNTOa 


servidores  del  dicho  adeknlado  Almagro  sus  haciendas  é  indios, 
é  los  dio  u  sus  amigos  é  persouns  que  le  habian  ayudado  en  la 
batallí^,  é  cuaiUos  fueron,  y  á  quien;  dijo  que  ¿ntes.  que  este  con 
fesanlo  fue^e  al  Cuzco,  este  confesante  no  quila  á  nadie  nada, 
porque  después  de  llegado  hubo  autuaiMones  del  fiae^il  contra  al- 
gunos vecinos,  que  no  se  acuerda  cuantos  fueron,  por  huber  sido 
contra  don  Francisco  Pizarro,  su  gobernador^  é  haberse  hallado 
condón  Diego  de  Almagro  contra  Alonso  d©  ^Ivarada,  que  iba 
por  mandadu  de  don  b'rancisco  Pizarro  a  socorrer  al  Cuzco  en  k 
guerra  de  los  indios,  y  por  otras  cjiíusas,  como  panaeará    por  sus 
procesos, ie  les  mando  seeuestnirlos  bienes  y  suspender  loa  indios, 
y  por  sentencia  de  Gómez  de  TorUoya,  que  después  fué   teniente 
delCuzco,  selesquibiron,los  cuales  apetaronda  las  sentencias  y  se 
les  otorgaron  las  apehiciones,  y  después,  v-enido  este   confesante 
de  la  guerra  de  los  indios  y  pacificación  dala  tierra  del  Gollao 
y  Charcas,  consultó  el  gobernador  con   este  confesante  qué  stí 
debía  bacer  sobre  esto»  é  se  les  mandaron  volver,  é  á  I03  que  laa 
habían  lenidn  que  les  volvipsen  lo  que  habían  llevado  de  tribu- 
tos, ó  que  entre  algunos  hubo  conciertos»  de  manera  que  élloi 
quedaron  coulentos,  é  que  no  sabe  que  quedase  alguno  á  quiea 
se  hubiesen  quitado  que  no  se  le  volviesen.  Fué  preguntado  que 
personas  fueron  las  que  se  prendieron  después  que  ímí  dio  la  ba- 
talla, dijo  que  los  que  tiene  dicho  y  otros  ca[iitanBs  é  per 
principales  de  la  gente  de  don  Diego  de  Alningro,  porque  iu 
acusados  por  el  fiscal,  y  por  evitar  escándalos  y  motines  que  en- 
tre ellos  andaban.  Pre^juntado  que  tantos  Srerian,  dijo  que  «oto 
sabe.  Preguntado  que  malos  tratamientos  se  hicieron  á  ! 
chos  presos,  y  que  prisiones  fueron  echadas,  dijo    que   ^^,-^- - 
los  motines  y  alborotos  nflujaban  ó  apretaban,  asi  so   usabiicM 
ellos  en  las  prisiones,  porque  el  principal  intento  era  do  pacificar 
la  tierra.  Vué  preguntado  cuantos  se  destorraron   de  los  dichos 
presos  y  jjor  qué,  dijo;  que  se  desterró  un  mercader  que  se  llnum 
Samanes,  por  sentencia,  por  un   ano  de  la  ciudad  del  Cukm),  y 
otro  meiciderque  se  llama  Juna  Hodrignez,  se  desterró  p^rpetoa- 
mente  de  la  U?rra  porque  se  le  probaron  motines  y  aw  amoliim» 
dor,  y  por  no  le  malar,  le  sentenció  en  el  dicho  deslierDO,  y  (pie 
otros  particulares  no  hubo  desterrados  sino  fué  despachados  «ih 


ák^ 


jHI 


AT.MAOB0  Y  SUS  COMPANTÜROS 


437 


Itjines  pfira  ir  á  descubrir  la  tierra  adentro,  y  porqiio  había 
|>bo«,  mftndü  pregón  que  todos  faosen  en  las  nrmndas,  ó  que  el 
le  faese  üfipial  asase  su  oficio,  y  los  qne  no  quiáieaen  quo  salió- 
in  de  los  términos  de  la  ciudad  del  Gozeo,  y  que  este  mando 
lé  general  á  los  unos  y  á  loj^  olron,  porque  de  otra  manera  esie 
)nfeártnte  no  se  podia  víiler  con  la  i^enU*  por  oátíir  m:il  acoálum- 
brados  de  la  suelta  que  don  Diego  de  Almagro  daba  para  robar. 
Jué  pregunlndosi  serian  ciento  y  cincuenta  los  que  asi  tístuvie- 
>n  presos,  dijo:  que  no  sabe  los  que  eran,  pero  que  ni»  podían  ser 
Ino  treinta  ó  cunrenta  do  las  partes  principales  y  cíipilanes,  por 
_cscu3ar  los  motines*  Fué  preguntado  si  cuando  envió  los  diclios 
ipílanes  é  mfindü  ir  la  gente  con  ellos,  sí  fué  para  efecto  de  que 
>s  indios  los  matnsen  y  por  Ir  enemistad  que  los  tenia^  y  si  se 
^nia  por  cierto  que  la  dicha  joruíula  era  mala  y  peligrosa,  dijo 
que  no  los  enviu  sino  por  creer  que  la  tierra  a  donde  iban  era 
muy  buena,  y  que  en  ello  se  tiiciera  grnn  servicio  á  su  Mng.,  y  asi 
dio  la  jornada  á  las  personas  mas  hábiles  y  que  él  mas  quería 
iprovechar,  y  que  con  estos  capitanes  fué  muy  po'^a  ó  ninguna 
gente  de  la  de  don  Diego  de  Almagro,  excepto  don  Pedro  de  Can- 
_d¡fl,  que  fueron  hasta  doscientos  ó  doscientos  y  cincuenta  horn- 
os dallos,  y  fué  este  confesante  avisado  de  un  Francisco  Fer- 
nandez» que  era  déla  gente  de  Almagro,  que  no  dejase  ir  ningún 
lembre  principal  de  los  de  Almfigro  con  el  Pedro  Candía,  por- 
■lie  aquella  junta  de  gente  se  hacia  con  mal  propósilo,  é  que  pe- 
lían  capitán,  é  que  después  lé  aviso  un  trómpela,  que  se  llamaba 
Acá,  que  andaba  en  los  trtUos,  como  Manuel  del  líspinar  é  Juan 
Rodriguez,  mercader,  que  es  el  que  arriba  dice  que  desterró, 
andaban  en  tratos  con  aquella  gente  pnra  que  revolviesen  á  qui- 
tar á  Aimngro,  y  asimismo  fué  avisndo  de  Castro,  capitán  de  ar- 
ibueeros^  qui^  los  dichos  Juan  Rodríguez  y  Manuel  del  Espinar, 
Té  habían  enviado  á  ofrecer  al  dicho  capitán  de  arcabuceros  por 
irte  del  dicho  Almagro  quince  mil  castellanos  para  que  les 
rodase  á  soltar  a  Airan  gro  y  á  matar  ueste  con  Pesan  te,  y  después, 
réso  el  dicho  Juan  Rodríguez  y  confesado  el  delito,  fué  desterra- 
I, como  dicho  tiene,  é  este  confesante  dio  priesa  n  Pedro  de  Candia 
IG  se  alejase  del  pueblo  y  fuese  su  jornada,  el  cual  entró  ciri- 
lenta  éaeaeiita  leguas   la   tierra  adentro,  y  desde  á  pocos  dias 


438  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

remaneció  toda  la  dicha  gente,  que  eran  trescientos  y  cincuenta 
hombres,  a  nueve  leguas  del  Cuzco,  sus  banderas  tendidas  y  amo- 
tinados, y  este  confesante  fué  avisado  de  don  Alonso   Enriquez, 
que  prendiese  á  un  fulano,  clérigo  de  la  Orden  de  San  Juan,  é  que 
no  le  preguntase  por  qué  mas  de  que  convenia  a  la  pacificación 
del  pueblo  y  al  servicio  de  Su  Mag.,  y  preso  el  dicho  clérigo,  pre- 
guntó este  confesante  a  don  Alonso  cuál  ora  la  causa  que  le  ha- 
bia  movido  de  hacer  prender  al  dicho  clérigo,  y  dijo  que  el  clérigo 
habia  venido  a  él  y  le  había  dicho  que  tenia  hechos  doscientos 
hombres  en  la  ciudad  para  sacar  á  Almagro,  é  que  le  faltaba  ca- 
pitán, por  estar  todas  las  personas  principales  presos,  é  que  ro- 
gaba al  dicho  don  Alonso  se  encargase  de  él,  é  que  como  vinieran 
las  cartas  de  que  los  otros  estaban  a  nueve  leguas,  fuóle  forzado 
sentenciar  al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  como  dicho  tiene,  é 
que  para  que  aquella  noche  no  peleasen  con  él,  tuvo  necesidad 
de  quitalle  los  grillos  para  que  creyesen  que  los  negocios  iban  de 
mejoria  y  no  se  apresurasen  á  quitalle,  é  asimesmo  le  hallaron 
pocos  dias  antes  abierta  la  ventana  del  cubo  donde  estaba  para 
salirse,  é  que  éstas  fueron  las  causas  que  le  movieron  á  senten- 
ciar^ y  estos  son  los  que  salieron  con  la  gente.  Fué  preguntado 
si  por  haber  ido  la  gente  como  fué  desarmada,  si  los  mataron  los 
indios,  dijo  que  no  lo  sabe,  ni  sabe  si  mataron  algunos.  Fué  pre- 
guntado, que  tanta  cantidad  de  indios  tomó  con  Paulo  Inga  para 
cabar  é  desenterrar  oro,  dijo  que  Paulo  habia  andado  muchos 
dias  á  desenterrar  oro  con  mucha  cantidad  de  indios,  por  man- 
dado de  don  Diego  de  Almagro,  y  lo  supo  este  confesante  de  mu- 
chos españoles  que  lo  vieron,  que  de  un  pueblo  que  estaba  enco- 
mendado a  este  confesante,  sacaron  mucha  cantidad  de  oro  por 
mandado  del  dicho  Almagro,  ó  que  después  que  estuvo  en  poder 
de  este  confesante  no  sacó  ningún  oro.  Fué  preguntado  si   del 
dicho  oro  que  aeí  hablan  sacado  que  tanta  cantidad  le  entregaron, 
dijo  que  ninguna,  porque  entonces  estaba  preso.  Fué  preguntado 
si  después  de  suelto  se  lo  entregaron,  dijo  que  nó,  que  antes  Al- 
magro le  tomó  lo  que  tenia  suyo  y  de  Gonzalo  Pizarro,  lo  cual 
tienen  por  cobrar.  Fué  preguntado  qué  género  de  tormentos  se 
dieron  a  indios  para  que  descubriesen  oro,  ó  cuantos  se  quema- 
ron por  su  mandado  ó  de  otra  persona,  dijo  que  lo  que  sabe  deslo 


ALMAGRO  Y   SUS   COMPAÑEROS 


439 


^S^ñaando  conquistando  é  paciRcando  la  provincia  de!  Co- 
|lao  y  Charcas,  le  dijo  el  cacique  de  Atún  Collao  que  Villalioma  y 
llano  García;  que  no  se  le  acuerda  el  nombre  de  la  pila,  criado 
lo  don  Diego  de  Almagro,  que  iban  por  su  mandado  u  sacar  oro 
>or  la  tierra,  habían  quemado  un  cacique  compañero  desle  caei- 
[ue  de  Atún  Colino,  y  un  cacique  de  Su  Mag.,  mas  adelante  le 
lijo  asimismo  á  este  confesante  que  le  habían  atormentado  con 
aego  los  dichos  Villahoraa  é  fulano  García,  ó  le  habían  sacado 
los  cargas  de  oro,  y  por  toda  la  tierra  de  Collao  y  Charcas»  iban 
)s  dichos  Francisco  García  y  fulano  García  y  Villahoma,  haínen- 
^0  lo  mismo,  é  habían  quemado  muchos  caciques  é  indios,  é  sa- 
ldo cantidad  de  oro,  é  que  saqueada  la  provincia  de  los  Charcas 
kabian  esperado  al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  y  se  lo  entre- 
fearon  el  dicho  oro,  y  después,  tornándolos  á  enviar  adelanto  al 
^icho  Francisco  García  é  fulano  García,  é  á  otros  cuatro  o  cinco, 
lo  pudiendo  sufrirlos  indios  las  crueldades  que  les  hacían,  los 
lataron,  ó  que  en  esta  dicha  pacineacion  e  conquista  que  este 
snfesanle  iba  á  hacer,  llamando  los  indios  é  caciques  de  paz,  res- 
iondian  que  no  querian  venir  porque  los  cristianos  eran  bellacos, 
me  los  atormentaban  y  quemarían  como  hacían  don  Diego  de 
^magro  y  su  gente,  por  sacalles  oro,  y  que  los  echarían  en  cade- 
nas pura  las  cargas,  como  lo  hacían  el  dicho  don  Diego  de  Al- 
lagro  ó  su  gente,  que,  como  es  notorio,  en  la  jornada  que  hizo 
su  descubrimiento,  iban  los  españoles  en  hamacas,  en  hom- 
aros de  indios,  y  asimismo  llevaban  tos  perros  en  houibros  do 
^9  dichos  indios,  de  que  murieron  mas  de  quince  mil  indios 
)r  llevallos  alados  y  encadenados,  y  que  por  esta  causa  por  no 
3der  sufrir  los  malos  tratamientos  so  alzaron  aquellas  provin- 
las  por  donde  pasó  y  mataron  muchos  españoles  que  iban  tras 
dicho  don  Diego  do  Almagro,  las  cuales  dichas  provincias  es- 
iban  alzadas  cuando  este  confesante  fué  á  la  tierra;  é  informá- 
is que  don  Diego  de  Almagro  era  muerto  y  quien  era  este  cnn- 
^sante  y  el  buen  tratamiento  que  hacia  á  los  indios,  le  vinieron 
paz  todos,  é  que  este  confosante  ni  su  gente  ni  otra  persona 
Iguna  que  él  supiese  no  hicieron  a  los  indios  malos  tratamien- 
»!»  ni  muertes  ni  murió  indio  alguno  mas  de  los  que  en  la  gue- 
^n  é  por  castigos  de  delitos  que  los  indios  hubiesen 


440 


COtECCION  DE  DOCUMENTOS 


hecho  en  la  guerra.  Fué  preguntado  si  dijo  que  con  dineros 
y  oro  había  de  tnpar  sus  culpas  y  delitos,  dijo  que  n^,  porque 
no  ha  hecho  delito.  Fué  preguntado  si  fué  á  la  gobernacioa 
de  Almagro  di^spues  de  su  muerte,  dijo  que  no  pasó  de  los  tér- 
minos del  Cuzco,  Preguntado  si  robó  ó  ranchó  ó  hizo  robar  ó 
ranchar  ó  quién  robó  ó  ranchó  los  lugares  en  que  anduvo  él  y 
su  gante,  dijo  que  en  las  tierras  de  paz  no  hubo  robo  ni  rancha* 
miento  ninguno,  éque  si  alguno  hubo»  seria  en  la  guerra,  como 
lo  hacen  acá  entre  cristianos.  T^ué  preguntado  si  murieron  algu- 
nos indios  por  los  dichos  robos  é  ranebamientos  é  por  tomarles 
sus  mantenimientos»  ó  cuántos,  dijo  que  la  guerra  que  tiene  dicho 
era  lejos  del  Cuzco  é  que  en  la  dicha  tierra  no  hay  necesidad  ni 
In  hubo,  é  que  donde  ha  habido  la  necesidad  fué  en  la  comarca 
de  la  ciudad  del  Cuzco,  por  causa  que,  como  en  otro  capítulo  tie- 
ne dicho,  de  balier  suspendido  los  repartimientos  don  Diego  de 
Almagro  y  hecho  los  bienes  comunes,  é  que  desla  causa,  por  ha- 
llar este  confesnnie  la  tierra  necesitada,  despachó  los  capitanes  la 
tierra  adentro  é  hizo  dar  el  pregón  que  tiene  dicho,  é  que  no  sabe 
que  haya  muerto  gente  rio  hambre,  como  dicen,  ni  allá  se  ha 
echado  de  ver,  salvo  que  por  la  ciudad  del  Guzeo  andaban  mucha* 
chos  flaquilios  é  hambrientos  y  repartiéronse  por  las  casas  de  los 
vecinos,  cada  uno  sepun  la  necesidad  que  tenia,  é  que  este  coa- 
fesnnte  dá  cada  año  al  monj^sleriu  de  los  Dominicos  cuatrocientos 
castellanos  porque  los  dolrinen  y  den  de  comer;  y  que  después 
que  este  confesante  fué,  despartió  la  gente  y  los  envió  á  Insea- 
tradas  para  evitar  las  robos  que  solia  haber,  porque  de  otra  ma- 
nera no  tenia  remedio.  Fué  preguntado  que  cómo  pasaba  lo  de 
las  cruces  en  el  Cuzco,  dijo  que  no  lo  sabe^  porque  estaba  ea  la 
guerra,  é  que  lo  demás  contenido  en  el  dicho  capítulo  lo  niega* 

Fué  preguntado  por  el  cnpítulo  treinla  y  siete  cómo  pasó  loen 
él  contenido,  dijo  que  cuando  el  dicho  Diego  de  Al  varado  r 
rió  á  don  t'runeiico  Piznrro  que  le  dejase  ir  delante  á  la  goL. .  .^ 
cion  de  don  Diego  de  Almagro,  por  virtud  del  norabramiorilo  qül 
dice,  que  este  confesante  no  se  halló  allí,  que  por  los  reqiieriGQien- 
tos  y  respuestas  del  dicho  don   Francisco  Pizarro  parecerán  laá 
causas  que  él  daba  para  ello  é  que  después  de  venido  este  coi 
sanie  é  donde  estaba  el  dicho  don  Francisco   Pizarro  le 


«d 


Ion  Francisco  Piz.irro  á  este  canfesni 

Srado  era  hombre  altenido  y  la  gonte  que  con  él  se  juntaba  esta- 
n  sentidos  y  afrentados  do   h:ibersido  deábanvlados  é  qae  so 
temía  de  que  hubiese  otra  cosa  como  la  pilcada,  é  que  hasta  que 

tMag.  fuese  informRdo  no  convenía  pouer  frontera»  é  que  estas 
n  las  causas  que  le  movían  para  ello;  é  que  lo  demás  que  no 
abe. 
*UÍ 


I 


ué  preguntado  por  el  tenor  do  la  segunda  acusación  dirigida 
o  al  dicho  Hernando  Pizarro,  En  cuanto  al  primer  capítulo, 
e  que  se  remite  á  lo  que  dicho  tiene  y  que  lo  á  ól  perjudicial 


P Preguntado  por  el  segundo  cnpílulo  de  la  dicha  segunda  acu- 
Dion,  qué  muertes  de  cristianos  haya  hecho  6  otros  por  su  man^ 
dado,  dijo  que  no  ha  muerto  u  nndie  ni  mandado  matar  á  nadie  é 
que  los  que  murieron  en  la  bfitnlla  no  los  mandó  matar  este  con- 
fesante yle  pesó  dello^  é  que  ya  que  vino  en  rompimiento  quisie- 
ra la  Vitoria  sin  muerte  de  ninguno;  é  que  en  cuíinto  á  lo  demás 
eíiel  dicho  capítulo  contenido,  que  se  remite  á  lo  que  tiene  dicho. 
^bé  preguntado  si  hizo  matar  algunos  indios  y  por  qué,  ó  si  los 
mataron  otros  por  su  mandada  ó  sabiéndolo,  dijo  que  no  ha 
muerto  ni  mandado  mator  ningún  indio,  sino  ha  sido  en  la  guerra 
del  alzamiento  del  Inga  é  por  cosas  tocantes  áella  é  por  castigos 
de  robos,  é  que  no  sabe  que  otros  indios  matasen  ni  él  los  mandó 
matíir,  sino  fuese  en  la  guerra,  ni  hizo  ni  consintió  hacer  cruel- 
les  algunas  fuera  de  la  guerra,  que  la  de  allí  es  como  la  de  acá 
\ue  matan  los  hombres  como  aquí  los  matan;  y  que  en  lo  de- 
is, que  dice  lo  que  dicho  tiene  en  la  primera  acusación,  é  que 
^ra  de  guerra,  ningunas  muertes  ni  otra  crueldad  ha  hecho  ni 
pinilido  que  se  hnga. 

Preguntado  por  el  tercero  capítulo  de  la  segunda  acusación,  dijo 
ya  tiene  dicho,  quien  fue  la  causa  del  alzamiento  del  Inga,  y 
á  ello  se  refiere^  y  que  lo  a  él  perjudicial  niega. 

*regurttado  por  el  cuarto  capítulo  de  la  dicha  acusación,  dijo 
no  pa^a  ninguna  cosa  de  lo  en  él  contenido. 


É^^ 


^m^ 


A 


442  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

Fué  preguntado  por  el  quinto  capítulo  de  la  dicha  acusación, 
dijo  que  dice  lo  que  dicho  tiene,  é  que  no  hizo  prisiones  ni  olra 
cosa  mas  de  lo  que  dicho  tiene,  é  que  lo  á  él  perjudicial  niega. 

Preguntado  por  el  sosto  capítulo  de  la  dicha  segunda  acusación, 
dijo  que  lo  niega  y  que  no  pasa  así,  que  no  hadado  tormento  mas 
de  Á  Juan  Rodríguez,  mercader,  por  los  motines  que  arriba  tiene 
dicho,  y  á  otro  compañero  suyo,  é  quel  dicho  don  Diego  de  Al- 
magro tenia  un  burro  puesto,  á  donde  llevó  a  su  hijo  del  co- 
ronel don  Cristóbal  de  Villalba,  y  a  otro  caballero  que  se  llamaba 
Pantoja,  y  a  otro  caballero  que  se  llamaba  Cárdenas,  y  á  otros 
muchos  que  no  se  acuerda  de  sus  nombres,  y  les  daba  y  dio  tor- 
mentos en  él,  é  que  Diego  de  Al  varado  dio  tormentos,  sin  ser  juez, 
sino  de  hecho  á    Diego  Rodríguez  Lemosin,  conquistador  é  ve- 
cino del  Cuzco,  y  á  otro  fulano  Lemosin,  hermano  suyo,  que 
murió  de  los  tormentos,  é  á  Diego  de  Narvaez,  escribano  del  ca- 
bildo y  persona  honrada,  y  puso  a  cuestión  de  tormento  á  un  clé- 
rigo que  se  llamaba  Cáceres,  todo  como  en  el  tiempo  de  las  co- 
munidades, sin  proceso  ni  sin  causa,  ó  que  lo  demás  á  él  perjudi- 
cial niega. 

Preguntado  por  el  sétimo  capítulo,  dijo  que  nunca  tomó  cartas 
ni  despachos,  ni  les  hizo  tomar,  antes  esta  mal  con  los  goberna- 
dores é  capitanes  que  lo  hacen,  é  que  lo  niega. 

Preguntado  por  el  capítulo  ocho,  dijo  que  no  ha  caido  en  pena 
ninguna,  ni  ha  hecho  cosa  que  no  debiese  hacer,  ni  ha  quebran- 
tado cosa  que  fuese  obligado  a  guardar. 

Preguntado  por  el  capítulo  nueve,  dijo  que  dice  lo  que  tiene 
dicho,  é  que  lo  demás  niega. 

Preguntado  por  el  capítulo  diez,  dijo  que  no  ha  hecho  ni  visto 
hacer  cosa  alguna  de  lo  en  el  dicho  capítulo  contenido,  é  que  si 
se  hubiesen  hecho,  este  confesante  lo  hubiera  hecho  castigar  gra- 
vemente. 

Preguntado  por  el  capítulo  once,  dijo  que  este  confesante  no  ha 
hecho  informaciones  ni  escrito  carta  que  no  sea  verdad,  é  quede 
los  que  contra  él  han  hecho  protesta  de  se  quejar,  porque  enlodo 
esto  toman  el  consejo  de  personas  que  no  desean  el  servicio  de  su 
Mag-,  que  se  dio  por  cierta  persona  al  dicho  don  Diego  de  Alma- 
gro, que  cuando  sea  necesario,  sin  perjuicio  de  su  derecho,  lo 


ALMAORO  Y  SUS  GOMPAf^EROS  443 

declarará,  diciendo  que  procurasen  de  infamar  á  este  confesante 
en  el  pecho  del  príncipe,  con  mentira  ó  con  verdad,  que  después 
para  deshacello  seria  menester  juntar  todas  las  órdenes,  é  que  en 
todo  lo  demás  niega  lo  á  él  perjudicial  é  dice  lo  que  dicho  tiene. 

Siéndole  leido  el  dicho  que  está  escrito  en  estas  veinte  y  seis  ho- 
jas, con  esta,  que  van  rubricadas  de  mano  de  mí  el  dicho  Juan 
Fernandez  de  Paredes,  habiendo  añadido  y  enmendado  lo  que  el 
dicho  Hernando  Pizarro  corrigió  y  añadió  y  enmendó,  que  aquí 
\a  salvado,  dijo  que  en  ello  se  afirmaba  é  afirmó,  ratificaba  é  ra- 
tificó, é  que  aquella  es  la  verdad  para  el  juramento  que  hizo;  e 
demás  dello  dijo  que  en  cuanto  al  sétimo  capítulo  dice,  demás 
de  lo  que  allí  tiene  dicho,  que  cuando  el  dicho  don  Diego  de  Al- 
magro se  alzó  en  el  Cuzco  la  primera  vez,  para  atraer  al  Inga  á 
su  amistad,  porque  el  Inga  se  recelaba  que  el  marqués  don  Fran- 
cisco Pizarro  hiciese  merced  a  otro  hermano  suyo,  que  se  llama- 
ba Atausa,  á  quien  de  derecho  le  pertenecía,  el  dicho  Inga  con- 
certó con  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  que  hiciese  matar  al 
dicho  Atausa,  prometiéndole  gran  cantidad  de  oro,  el  cual  le  hizo 
matar  á  puñaladas,  á  Martin  Cote  y  á  otros  cuatro  ó  cinco  sol- 
dados, los  cuales  le  mataron,  y  que  asimismo  el  dicho  Almagro 
hizo  matar  á  Pasca,  primo-hermano  del  dicho  Inga,  capitán  ge- 
neral que  fué  de  los  indios  que  se  hallaron  con  este  confesante 
en  la  defensa  del  cerco  del  Cuzo,  y  por  cuyo  respeto  le  hablan 
añadido  los  indios  que  tenia  de  guerra  para  defensa  del  Cuzco,  y 
sin  ellos  é  sin  él  no  se  pudiera  defender,  y  sospechando  el  dicho 
don  Diego  de  Almagro  que  porque  el  dicho  Pasca  quería  bien  á  este 
confesante,  podría  ser  pasarseá  él,  y  que,  pasándose,  se  le  irian 
muchos  indios,  y  sin  mas  causa  ni  ocasión  mandó  á  Francisco 
de  Oñate,  su  alguacil,  que  sacase  al  dicho  Pasca  secretamente  al 
campo  y  le  matase  secretamenie  y  le  enterrase  allá,  y  asimismo 
por  la  misma  sospecha  mandó  ahorcar  á  otro  primo-hermano 
del  Inga. — Fernando'' Pizarro. — Licenciado  C/iavez. — Pasó  ante  mí: 
— Juan  Fernandez  de  Paredes, 

Poder  de  don  Diego  de  Almrigro  á  Hernando  de  Sosa, — ^Sepan 
cuantos  esta  carta  de  poder  vieren,  como  yo  don  Diego  de  Alma- 
gro, hijo  legítimo  del  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  mi  señor 
é  padre  difunto,  que  es  en  gloria,  digo:  que  por  cuanto  con  envi- 


444 


GOLnCCTCí  I>Fi  BOCmtKXTOS 


din,  codicia  é   por  ornnl  enemislnd  é  venganzn,  don   Francisco 
Pizarro  y  Hernando  Pizíirro  é  Gonznlo  Piznrro  é  sus  consortes  Ta- 
ladores fiivorecodores,  é  por  le  usurpar  su  gcbernacion,  é  denej^rir 
éescurocer  su  honra,   Tama  ó  servicios,  le  dieron  una  batalla  en 
que  mataron,  despiins  do  rpndidos^  doscientos  hombres,  é  robfipon 
é  snquenron  la  dicha  ciudad,  é  malnron  ni  dicho  Adelantado,  mí 
padre,  abiltadíimente,  de  que  yo  recibí  grandísimo  dafio,  deshon 
ras  y  pérdidas,  é  la  tierra  total  perdición,  é  su  magostad  grandí- 
simos intereses,  é  porque  yo  al  presente   estoy  opresíido  é  dete- 
nido é  preso,  é  no  puedo  personalmente  ir  ante  su  Mag,  é  pedir 
é  demandar  mi  justicia,  é  á  me  querellar  é  acusar  é  seguir  me- 
diante justicia  los  dichos  gobernador  Francisco  Pizarro  y  Her- 
nando Pizarro   é  Gonzalo   Pizarro  sus  hermanos  é  sus  secueceís  é 
delincuentes,  por  ende  doy  mi  poder  cual  de  derecho  se  requiere» 
íí  vos  Diego  de  Alvnrado,  y  e!  alcalde  Diego  Nuñez  do    Mereadov 
que  sois  ausente,  y  á  vos  el  capitán  Juan  de  Espinosa  y  HemRll«» 
do  de  Sosa,  secretario  del  dicho  mi  padre,  que  iodos  sois  preísen^ 
tes,  á  todos  juntamente,  éá  cada  uno  é  cualquier  de   vos  pnM 
insolidum,  especial  é  espresamente,  para  que  onte  su  Mag.  y  en 
sus  reales  consejos,  podáis  acusar  y  querellar  y  pedir  á  los  dicho* 
don  Francisco  Pizarro  y  Hernando  é  Gonzalo  Pizarro,  é  á  los  de* 
mas  sus  secuaces  é  parUcipantes  en  los  dichos  delitos,  la  muerl# 
injusta  del  dicho  Adelantado,  mi  padre,  é  todos  los  dafiosquí^  par 
ella  yo  he  recibido,  poniéndole  sus  acusaciones  é  demandas  laíi- 
tas  cnanlaé  sean  menester,  para  que  su  Mag.  me  haga  compli- 
miento  de  justicia  y  ejecute  en  sus  personas  é  bienes  las  pena* 
en  que  han  incurrido,  é  haciendo  todos  los  autos  é  diligen  *^  ^ 
juramentos  en  mi  ti  ni  maque  sean  necesarios,  y  fbnecereis  u 
acusaciones  por  todas  sentencias,  grados  é  inst^mcias  á  consejd 
de  letrados,  é  según  que  por  ellos  é  euolquier  dellos  é  de  vosi 
de  cualquier  de  vos»  se  pueda  seguir  é  acusar  ó  fenecer  coi' 
y  enteramente,  é  pam  que  las  condenaciones  pecuniarias  ei,  ^ 
les  condenáredes  que  me  pertenezcan,  las  podáis  ejecutar  én^i- 
bir  é  cobrar,  dando  cartas  de  pago  de  ellas  bastantes  comí)  ún 
las  otorgase,  é  generalmente  os  doy  este  dicho  mi  poder  r 
la  generalidad  no  derogue  n  la  especialidad,   ni  por  el  contrar»'', 
para  en  todos  mis  pleitos  é  causase  negocios  civiles  r  c?rimin3iltis 


£faA 


AA 


ALMAGRO   Y   áua   COMPANEROS 


445 


que  yo  he  y  espero   haber  é  tenor  con  trn  caalesquier  personas,  ó 
las  laleá  contra  mí,  é  para  qiieansi  en  tlomandando  como  en  de- 
fendiendo, podaU  pareceré  parezcsaisen  contienda  de  juicio  ó  en 
otra  cualquier  manerxi,  ante  Ja  cosiirea  magastad   del  emperador 
rey  don  Curios  nueslíM>  souor,  y  en  los  sus  rnaleá  consejos,  é  ante 
^jroá  eualeáquíer  sus  jueces  ó  justicias   do  cualquier  fuero  que 
Han^  é  ante  ellos  é  cualquier  dellos  podáis  acusar,  querellar,  pe- 
dir é  demandar,  responder»  negar  ó  conocer  é  dar  é  presentar  é 
hacer  todas  las  probanzas,  testimonios  é  géneros  é  ofrecimientos 
de  pruebas  que  se  requieran,  é  presentar  todos  los  testigo  é  pro- 
^mnzas  necesarias,  é  hacer  juramentos  en  mi  ánima  de  calumnia 
^Hecisorio,  é  de  verdad  decir,  é  lachar,  contradecir  los  en  con- 
tfario  presentados  en  dichos  y  en  personas,  é  contra  el  dicho  mi 
{mdre  los  que  sean,  é  recibidos  en  eunlesquier  informaciones  éque 
^plen  fechas  contra  él,  é  para  que  hagáis  lodos  los  demás  autos  ó 
^pltg&ncias  judiciales  ó  eslrajudieiales  que  sean  necesarias  é  se 
requiBran  é  sean  menester,  parala  calidad  é  conclusión  é  deler- 
^nación  é  sentencias  definitivas  de  los  tales  pleitos  é  negocios 
riles  é  criminales  que    yo   moviere,  é  otras  personas  me  mo- 
&ren  en  cualquier  manera,  hasta  ser  fenecidos  por  todos  gra- 
é  instancias,  que  para  todo  lo  quo  dicho  es^  é  para  cada  cosa 
^arle  delln,  vos  doy  poder  cumplido  según  que  dicho  es,   con 
meia  y  espreso  conscntimieolo  que  para  ello  pido  é  demando 
fuande  Herrada  é  Juan  Balsa,  mis  curadores,  lo  cual   nos  los 
5hoa  Juan  de  Herrada  ó  Juan  Balsa  le  damosóconcedemos  paralo 
'de  suso  é  de  yuso  can  este  poder  contenida,  parque  nos  consta 
fr  pro  y  utilidad  del  dicho  nuestro  menor;  lo  que   asi  otorga,  de 
fcual  siendo  por  mí  acetada,  é  usando   della,  vos  doy  el  dicho 
p  poder  con  todas  sus   incidencias  é  dependencias,    emergen- 
is,  anexidades  é  conexidades,  ó  con  Ubre  é  general   adminis- 
icion,  ó  con  poder  de  sustituir  un  procurndor  ó  dos  ó  mas,  los 
le  quisióredcs  ó  por  bien  tovicredes,  é  los  revocar  cada  que  bien 
úo  vos  fuere,  á  vos  é  á  lus  cuales  relevo  segnn  forma  de  dere- 
lo,  ó  obligo  mis  bienes  é  rentas  |)resentes  ó  futuras,  de  haber 
Ir  firme  estedioho  poder  agora  ó  siempre,  el  cual  otorgué  en 
[ciudad  de  los  Reyes  de  la  provincia  del  Perú,  a  veinte  y  nueve 
19  del  mes  de  mayo,  ano  del  nacimiento  de  Nuestro  Salvador 


^ 


m 


446  COLECCIÓN  DE   DOCUMENTOS 

Jesucristo,  de  mil  é  quinientos  é  treinta  é  nueve  años:  testigos 
que  fueron  presentes  a  lo  que  dicho  es,  Gómez  de  Alvaradoé 
Pero  Mimpera  ó  Luis  Garcia,  estantesen  la  dicha  ciudad,  y  el  dicho 
otorgantesécuradores  lo  firmaron  de  sus  nombresenel  registro.— 
DonDiegode  Almagro. — Juan  de  Herrada. — Juan  Balsa. — E  yo  Pedro 
de  Salinas,  escribano  de  sus  magestades  y  escribano  publico  é 
del  consejo  de  la  dicha  Ciudad  de  los  Reyes,  presente  fuy  al 
otorgamiento  desta  carta  según  que  ante  mi  pasó,  é  por  ende  fice 
aqui  este  mió  signo  á  tal,  en  testimonio  de  verdad. — Pedro  de  Sa- 
linas, escribano  público  y  del  cabildo. 

Excepciones  de  las  acusaciones. — Muy  poderosos  Señores.— Se- 
bastian Rodriguez,  en  nombre  de  Hernando  Pizarro,  preso  que 
está  en  los  alcázares  desta  villa  de  Madrid,  por  mandado  de  Vtra. 
Alteza,  respondiendo  á  una  petición  presentada  ante  Vtra.  Alte- 
za por  Diego  de  Alvarado  é  Diego  Nuñez  de  Mercado  é  otros  sus 
consortes,  como  procuradores  que  se  dicen  ser  de  Diego  de  Al- 
magro, hijo  que  diz  que  es  del  mariscal  Diego  de  Almagro,  di- 
funto, é    por  lo  que  asimismo  diz  que  toca  en  que  pretenden 
acusar  al  dicho  mi  parte  de  lo  que  se  hizo,  procedió  y  sentenció 
y  ejecutó  contra  el  dicho  mariscal  Diego  de  Almagro  é  de  otras 
cosas  dependientes  dello,  é  hacen  por  la  dicha  su  petición  rela- 
ción difusa  é  sin  ninguna  orden  ó  muy  contraria  á  la  verdad  de 
lo  que  se  les  antoja  haber  en  ello  pasado,  como  mas  largamente 
se  contiene  en  la  dicha  petición,  cuyo  tenor  habido  aquí  por  re- 
petido, digo  que  la  dicha  petición  y  pretensa  acusación  y  acusa- 
ciones en  ella  contenidas  no  se  pudieron  ni  pueden  recibir  ni 
admitir,  por  las  causas  siguientes: 

Lo  uno,  porque  no  es  presentada  por  parte  legítima  ni  bas- 
tante, porque  toda  la  dicha  petición,  aunque  es  muy  larga  y  con- 
fusa, se  funda  principalmente  en  lo  que  pasó  é  se  hizo  é  actuó  é 
procedió  con  el  dicho  mariscal  Diego  de  Almagro,  y  cuanto  áesto 
es  notorio  de  derecho  que  los  dichos  Diego  de  Alvarado  é  Diego 
Nuñez  de  Mercado  é  sus  consortes,  no  fueron  ni  son  parte,  pues 
tienen  confesado  y  presupuesto  por  la  dicha  su  petición,  que  el 
dicho  don  Diego  de  Almagro  diz  que  es  hijo  del  dicho  mariscal 
cuya  confesión  yo  no  acepto  ni  apruebo  en  cosa  alguna  que  per- 
judique ni  pueda  perjudicar  al  dicho  mi  parte^  y  pues  el  dicho 


ALMAGRO   Y    STTS   COMPANEROS 


447 


iego  de  Alvarado  y  sus  consortes  dicen  y  afirman  que  el  dicho 
mariscal  dejó  hijo,  y  en  su  nombre  acusan  y  pretenden  acusar  al 
ho  mi  parte,  es  cierto  de  derecho  que  no  han  podido  ni  pue- 
Ten  acusar  ni  querellar  sobro  lo  mismo,  pretendiendo  ser  acusa- 
ción pública,  y  tal  que  cualquier  del  pueblo  diz  que  podía  ser 
admitido  para  la  intentar  y  prorieguir,  porque  es  manifiesta  re- 
pugnancia y  contradiclon  y  cosa  que  no  se  sufre  ni  comparece 
en  derecho  de  decir,  como  dice  e!  dicho  Diego  de  Alvarado  y  sus 
consortes,  que  diz  que  hay  parle  que  sobre  lo  contenido  en  la 
dicha  su  petición  y  acusación  pide  y  prosigue  suam  vel  suis  in- 
junamyque  pretendan  asimismo  ellos  ser  admitidos,  como  uno 
del  pueblo  y  es  evidente  error  en  derecho,  y  tal  que  Vtra*  Alteza 
su  real  oficio  y  cualquier  juez  debió  y  debe  repeler  semejante 
tUeion,  y  así  pido  que  se  baga. 

Lo  otro,  porque  en  nombre  del  dicho  don  Diego  de  Almagro 
no  pueden  ser  admitidos  ni  oidos  los  dichos  Diego  de  Alvarado 
[Qs  consortes,  porque  en  la  causa  que  refieren  ó  intentan  por 
idichasu  petición,  aunque  con  siniestra  é  no  verdadera   reía- 
n,  no  puede  intervenir  procurador,  habia  de  parecer  perso- 
mente  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  a  intentar  y  proseguir 
que  en  la  dicha  petición  se  contiene,  en  caso  que  pareciera  é 
¡era  primero  probado  ser  tal  hijo  del  dicho  mariscal,  como  se 
tende  ser,  lo  cual  basta  agora  no  consta  yes  calidad  que  no 
presume  y  que  ha  de  constar  della  antes  y  primero  que  se 
leda  ni  deba  proceder  adelante,  que  nemo  admitüfim  b$¿  talh 
{primo  probet  se  es  se  lalem, 

otro,  porque  puesto  que  se  pretenda  por  el  dicho  Diego  de 

arado  y  sus  consortes,  que  el  dicho  don  Diego  de  Almagro 

que  es  menor  de  veinte  é  cinco  años,  no  por  eso  se  sigue  que 

ídan  ser  uidos  como  sus  procuradores  y  en  su  nombre,  así 

que  no  está  probada  la  dicha  menor  edad,  como  porque  con- 

n  el  dicho  Alvarado  y  sus  consortes  que  el  dicho  don  Diego 

Imagro  es  mayor  de  edad  de  catorce  años^  y  aunque  así  fuese, 

ue  yo  no  sé  ni  creo,  habia  de  acusar  y  proseguir  este  juicio 

su  curador  legítimamente  discernido  é  con  su  autoridad  ó 

curador  ad  litem^  proveido  á  su  instancia  y  pedimento  por 

competente,  é  ninguna  cosa  destas  ha  intervenido  ni  inter- 


I^MH 


448 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


viene  en  el  presente  caso,  porque  no  piden  ni  acusan  los  que  dii 
quo  fueron  proveidos  proCLirndores  de!  dicho  don  Dií^go  de  Ai- 
mngro,  ni  ha  habido  ni  hay  ()roveimiento  de  curfiduriaad  Ulem, 
ni  In  puedo  híibf»r,  pues  no  está  présenle  él  dicho  don  Diego,  á 
cuyo  pedi miento  lia  de  ser  discernido. 

Lo  otro,  porque  mucho  menos  so  pudo  ni  se  puede  fundar  este 
juicio  en  nombre  del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  por  razón  de 
una  escritura  que  diz  que  es  de  poder  por  él  otorgada,  porque 
confesado,  como  confiesan,  los  dichos  asertos  procuradores  que 
el  dicho  don  Diego  es  menor  de  edad  legítima,  sígnese  neeesa- 
mente,  que  así  como  el  dicho  don  Diego  no  podía  ni  puede  por 
sola  su  propia  persona  estar  en  juicio,  por  la  misma  causa  ne 
pudo  ni  puede  por  sí  solo  constituir  procurador. 

Lo  otro,  porque  lo  que  se  intenta  en  nombre  de  Leonor  de  Ce- 
linos,  hermana  que  se  dice  ser  del  dicho  mariscal,  ansimtsmo  no 
se  pudo  ni  puede  recibir  ni  causarse  sobre  ello  juicio  ni  pleito, 
porque  no  consta  que  sea  tal  hermann,  como  se  dice  ser  del  di- 
cho mariscal,  ni  hace  féela  escritura  é  información  quo  cerca  deste 
se  presenta,  porque  es  fecha  sin  parte,  y  porque  puesto  que  es- 
tuviese probado  bastantemente  que  la  dicha  Leonor  de  Gelinos  rue$e 
hermana  del  dicho  mariscal,  que  no  lo  es  tal,  no  podía  ni  debia 
ser  oida,  porque  ella  misma  y  sus  asertos  procuradores  conP    *" 
que  el  dicha  mariscal  dejo  hijo,  lo  cual  yo  no  acepto  ni  apru 
mas  de  en  cuanto  dicho  tengo,  y  según  disposición  de  derecho  p^^ 
ceden  y  han  de  preceder  en  casos  semejantes  los  descendientes  tt 
los  transversales,  especialmente  no  constando,  como  noe^-' 
que  el  dicho  pretenso  hijo  del  dicho  mariscal,  sea  yo  oparl.! 
desistido  de  seguir  y  proseguir  esta  causa,  y  porque  puesto 
cesase  lo  susodicho,  que  no  cosa,  la  dicha  Leonor  de  Celinei 
pudo  ni  puede  lilignr  por  procurador  en  causa  intentada  en  ȟ 
nombre  criminnlmente,  como  lo  es  esta,  aunque  sin  ningún  fuih 
daraenlo  de  verdad. 

Lo  otro,  porque  un  Diego  de  Sevilla,  vecino  de  Almagro,  prima 
que  se  dice  ser  del  dicho  mariscal  Diego  de  Almagro,  no  puilüiri 
puede  ser  admitido  en  el  presente  caso,  por  lo  quo  de  - 
referido  contra  la  dicha  Leonor  de  Celinos,  lo  cual  se  ven.,,.,, 
dicho  Diego  de  Sevilla,  y  con  mayor  causa,  porque  su  aserte  p 


ii^MÉi 


JUi 


MM 


AI.MAORO   Y   SUS    COMPAÑEROS 


440 


curador  confiesa  que  le  proct^do  la  dirlia  Leonor  de  Celinofí,  por- 
que dice  ser  hermana  del  diolio  rnnriseiíL 

Lo  otro  porque  loa  dichoá  Diego  de  Alvararla  é  Diego  Nuñez  de 
Mercíido  é  Hernando  de  Som  y  lííj[»inüiíi,  ni  nljíuno  dellos  no  pi- 
den ni  acusan  por  la  dicha  petición  cosa  alguna  quo  loque  A  sus 
propins  peráotias:  lodo  lo  que  dice  é  reí] ero  es  coucernienle  al 
dicho  mariscal  don  Diego  de  Almagro,  d¡riinU\  y  en  caso  que 
pretendiese  referir  alganas  co^as,  asimismo  no  las  pudiera  ni 
poedtí  acumular  con  la  dichn  acu^aeion  que  han  pueslo  é  iulen- 
tado  contra  el  dicho  mi  parte,  sobre  lo  tocante  á  la  muerte  del 
dicho  mariscal  Almagro»  sino  que  cadíi  uno  de  por  sí  y  por  dife- 
rente libelo»  había  y  ha  de  intentar  y  pedir  lo  que  pretendiera 
que  le  cumple,  y  aunque  asT  lo  hobipse  h<*cho  ó  hiciese,  no  se  po- 
día tratar  dello  al  presente,  ni  habrian  sobre  ello  de  ser  oídos  por 
razón  de  la  dicha  pretensa  arostícion,  puesta  contra  el  dicho  mi 
parte,  sobre  la  muerte  del  dicho  mariscal  Almagro,  que  ellos 
mismos  dicen  y  afirman  ser  mas  grave  cosa  que  otra  ninguna 
que  el  dicho  mi  parte  hubiese  hecho  con  ^llos  ó  con  cualquier 
dellos,  aunque  verdaderamente  el  di(*ho  mt  parte  no  hizo  cosa 
ilícita  ni  crimino-^a,  ni  que  no  debiese  ser  hecha  según  derecho 
con  el  dicho  mariscal  Dií»go  de  Almagro  ni  con  los  dichos  Diego 
de  Alvarado,  ni  Dif^go  Nuñez  de  Mercaílo,  ni  Hernando  de  Sosa  y 
Espinosa,  ni  con  otro  ninguno  de  los  secaces  y  cómplices  del 
dicho  mariscal,  antes  todos  ellos  fueron  y  son  los  criminosos  y 
muy  culpados,  y  tales  que  cada  uno  deJIos  mereció  muy  justa- 
mente la  misma  pena  y  castigo  que  se  dio  al  dicho  mariscal,  se- 
gún de  yuso  será  derla rndo. 

Lo  otro,  porque  en  Caso  qtie  pudiera  haber  lugar  acusación  pú- 
blica  en  el  presente  casn  no  la   píidif^rnn  ni  puf*den  intf^ntar  los 
^Bichos  Diego  de  Alvarado  ni  sus  consortes  ni  alguno  dellos,  por- 
gue lodos  ellos  son  enemigfjs  capitales  del  dicho  Hernando  l^iza- 
rro,  los  cuales  son    proliihidod  de  derecho   ¡ntenhir  é  proponer 
semejantes  acusaciones,  aunque  se  inti^nfpn  en  caaos  exceptua- 
dos, en  que  otros   generalmente  prohibidos  de  acusar  pueden 
ser  admitidos,  y  así  se  tiene  por  opinión  verdadí^ra  de  derecho  y 
no  pueden  negar  los  susodichos  la  dicha  enemistad  capihil  que 
han  tenido  y  tienen  con  el  dicho  mi  parle,  pues  lo  muestran  y 

9Ü 


450  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

significan  por  Ins  palabras  de  la  dicha  su  petición  y  por  las  escri- 
liiras  quo  tiener»  ppívsenUidas,  y  porque  es  notorio  y  por  tal  lo  ale- 
go que  todos  ellos  favorecieron  y  siguieron  al  dicho  mariscal  en 
los  delitos  gravísimos  que  cometieron  y  fueron  parti'cipes  en 
ello?. 

Lo  otro,  porque  puesto  que  cesase  lodo  lo  susodicho,  que  no  ce- 
sa, antes  cada  una  cosa  de  las  de  suso  por  mí  dichas,  es  jurídica 
y  Ae:*dadern,  no  pí)dian  ni  pueden  ser  muchos  admitidos  para 
acusar  por  un  libelo,  de  lo  que  se  dice  ser  público  delito,  porque 
uno  dello?,  el  que  se  averiguase  ser  mas  idóneo,  ha  de  ser  admi- 
tido, y  esto  ha  de  ser  averiguado  y  defendido  antes  que  se  pro- 
ceda mas  en  la  causa,  y  es  excepción  que  impide  la  prosecución 
della,  aunque  en  e>tí?  c  ISO  ninguno  de  los  susodichos  tiene  ido- 
neidad y  capacidad  para  loque  pretende,  por  las  causas  suso- 
dichas. 

Por  manera  que  de  lo  que  dicho  es,  é  de  lo  quemas  resultado 
derecho  y  se  puede  y  debe  decir  cerca  dello,  lo  cual  todo  he  aquí 
por  espreso,  se  sigue  é  infiere  evidentemente  que  no  ha  habido 
ni  hay  parte  legítima  para  haber  presentado  la  dicha  petición  é 
intentado  é  pedido  lo  que  se  intenta  y  pide  contra  el  dicho  mi 
parte,  é  por  consiguiente  [)arcce  que  ha  sido  y  es  muy  agraviado 
el  dicho  mi  parte  en  haberse  recibido  por  Vuestra  Alteza  la  dicha 
petición,  y  en  haberse,  so  color  y  [)or  ocasión  della,  encarcelado 
al  dicho  mi  parto,  ponqué  según  derocho,  ante  todas  cosas  se  ha 
de  tratar  y  avei'ignar  si  es  parte  b^gítima  el  que  pide  ó  acusa  en 
juicio,  y  para  esto  ha  de  ser  oida  la  otra  parte,  y  no  se  puede  pro- 
ceder á  catura  ni  á  otra  cosa  alguna  hasta  que  conste  y  se  averi- 
güe si  la  parte  acusante  tiene  legftima  persona  ó  nó  para  estar 
en  juicio  y  para  ser  oido  sobre  lo  que  propone,  porque  si  así  no 
se  hiciese,  se  causaría  pleito  y  causa  ilusoria  y  valdia,  que  no  se 
debe  permitir  en  ningún  juicio  inferior,  cuanto  masen  tan  alio 
y  supremo  tribunal  como  es  este  donde  se  litiga,  y  porque  sin 
haber  habido  parte,  como  no  la  hay,  se  ha  hecho  y  hace  por 
Vtra.  Alteza  muy  grande  agravio  al  dicho  mi  parte  en  habello 
tenido  y  tenelín  encarcelado  y  preso,  que  es  perjuicio  irreparable, 
por  respeto  del  tiempo  que  ha  estado  en  la  dicha  prisión  y  carce- 
leria,  y  por  el  inconveniente  y  detrimento  que  se  ha  seguido  y 


ALMAOnO   Y   SCS   COMPAMínOS 

sigue  á  su  personn  y  honm  y  á  líi  ostiiníícion  y  rí^pntaríon  que 
de?  quien  ps  se  üí^hf*  lonor,  por  razón  do  U\ü  mnclins  y  ^nunlí^s  snr- 
vicios  y  muy  sormlndos  que  hu  Iicm'Iio  ú  Vtra.  M.i<^.  y  ri  In  c^rntia 
real  dei^tos  reiiins,  y  fuera  eosa  muy  justa  que  de  la  dicha  pnli- 
cion  se  hubiera  dadt»  traslado  al  dicho  mi  parte,  como  lo  pidió 
muchas  vece?í,  y  que  fuera  oido  antei  y  |)r¡mpro  que  se  le  hicie- 
ran tan  notorio  agravio  y  sin  jti>ticia»  porque  (huuJe  no  huho  ni 
hay  parte,  no  se  pudo  ni  puede  fundar  ni  causar  proceáo  ni  juicio, 
y  hnbia  de  cálar  ya  libre  y  suollo  el  dicho  mi  parte  para  la  prose- 
cución y  averiguación  de  lo  susodicho,  y  así  pido  y  suplico  que 
se  provea  luepo  ante  todaí?  cosas,  y  pi<lo  an^imismo  que  sobre 
este  nrtfculo  de  la  ¡h'^^ilimidad  de  las  [larlcs  contrarias  ó  de  lu  es- 
clusion  dellns  6  de  cada  uno  rlellus,  e  de  que  no  pueden  ni  deben 
seroidos  ni  admitidos,  se  hnpa  aate  todas  cosas  por  Vira.  Alteza 
debido  pronunciamiento,  siefido  primeramente  alzada  y  quitada 
dicha  carcelería  y  reducido  y  repuesto  el  dicho  tni  parle  en  la 
tbertad  que  tenia  antes  é  al  tiempo  que  se  presen tt'»  la  dicha  po- 
pcion  ante  Vira.  Alteza,  y  [jroteslo  que  la  iulencion  del  dicho  mi 
irte  ó  miacn  su  nombre,  no  es  ni  será  haber  por  partes  á  los 
fosodichos,  ni  como  con  lalr»s  litigar  con  etlo^  ni  con  alguno  do- 
los, mus  de  en  cuanto  de  d<vrecho  lo  pu'ídeu  é  deben  ser,  y  que 
itü  protestación  sea  habida  por  repelida  pt>rmi  parte  en  todos 
tts  autos  que  de  aquí  en  adelante  so  hicieren  en  su  nombre  y  do 
ida  uno  dellos. 

E  no  apartándome  de  la  dicha  protestación  é  prulestando  ansi- 
flesmo,  como  protesto,  que  primero  se  determinen  lo j  artículos  y 
Dsasque  de  suso  tengo  pedidas»  c  catla  una  dellas,  puescnnfor- 
116  á  derecho  se  debe  ansí  hacer,  respondiendo  y  alegando  ala 
susa  principal,  digo  que  la  dicha  acusación  no  proeed'^  de  dere- 
lío,  y  que  el  dicho  Hernando  Pizarro  ha  de  ser  dsido  por  libre 
f quilo  éabsa**ltode  todo  lo  pedido  y  contenido  en  la  dicha  pe- 
feiijn  é  acusncirm,  é  de  cada  una  t*04a  é  parte  ilcllo,  y  que  lia  de 
6r  impuesto  perjietuo  silencio  li  tíis  diclias  [iarles  contrarias  y  á 
ndn  uno  dellos,  é  que  han  de  ser  condenados  en  las  penas  de 
llumiiiosos  acusadores  y  en  las  costas,  pnr  lo  siguiente. 
Lo  uno,  porque  la  dicha  pretensa  acusación  no  es  puesta  ni 
ilenlada  por  parte,  ni  en  tiempo,  ni  en  forma,  no  es  apta  ni  bien 


rfli^ 


452 


COLKCCICN  DE  DOCUMENTOS 


formíido,  ni  con  la  solnmnidnd  necesaria*  no  contiene  relación 
verdudora  en  eosn  algiinn  qvi^  puedn  perjiídicar  ni  dicho  mi  par- 
te, llene  otros  vicios  y  d  ^feütos  y  errores  y  repunanciiis  que  de| 
su  tenor  se  coligen,  é  si  necesario  es,  yo  niego  en  nombre  del  di- 
cho mi  parte  lodo  lo  que  se  reHere  y  conliene  en  la  dicha  peti- 
ción» en  cuanto  es  y  poedo  ser  en  su  daño  y  perjuicio. 

Lo  ülro,  porque   los  dichos  partes  contrarias  se  engañan  y  es- 
tfiii   mal  informados  en  cuanto  dicen  por  la  dicha  su  petición, 
porque  la  verdad  es  al  conlnirio  de  todo  ello,  y  ellos  mismos  sa- 
ben y  deben  j^ahor  que  casi  tudo  lo  que  se  dice  ha  pasado  y  pasa 
al  revés  en  hecho  de  verdad,  sino  qne  con  la  gran   enemistad  é 
niída  voluntad  envidiosa  que  han  tenido  é  tienen  ni  dictho  Her- 
nando Pizarro,  é  al  dicho  marques  é  gnbernador  don  Francisco 
Pizarro  su  hermano,  han  tenido  é  tienen  los  dichos  pnrtescon- 
Iniriaiíí,   í*on Tusos  y  casi   ciegos  sus  juicios  y  entendimientos, é 
fingen  é  refieren  lo  que  nunca  paso,  haciendo  rehicion  muy  pro- 
lija y  difusa  de  cosas  im|>erLi nenies  y  agenas  de  verdad,  creypodo 
y  pensando  que  con  haber  venido  en  cuíidrilla  y  haberse  conNe* 
rudo  unos  con  otros  por  m^'*dios  y  conciei'tos  ilícitos   y  rpprob«- 
dos  conlra  el  dicho  mi  [jarte  y  el  dicho  gobernador  su  hermano, 
y  con  palabras  y  exageraciones  no  bien  consideradas  y  inadvef- 
tidamenle  dichas»  han  do  ser  parle  para  hacer  daño  y  molí^slia 
al  dicho  mi  parle,  y  para  poner  mala  voz  y  opinión  en  sus  mé- 
ritos y  grandes  servicios,  lo  cual   no  se  deije  permitir  por  Vtra* 
Altezn,  antes  es  justo  que  se  castigue  porque  otros  no  se  atrevan 
á  molestar  y  fatigar  con  siniestras  y  no  ciertas  relaciones  á  los 
que  con  lanta  fidelidad  y  lealtad  y  con  tantos  y  tan  grande- 

gros  y  lral>ajo>  d^  sus  vid^is  y  personas  y  gastos  de  su  hacü ,, , 

y  por  tanto  tiemjíoy  tan  continuado  han  servido  a  su  rey  y  señor, 
como  lo  han  hecho  é  hacen  el  dicho  mi  parte  y  el  dicho  marqow  ! 
su  ticrrnnno  y  rvtros  sus  hermanos. 

Lo  olrn^  porque  la  c;dun¡a  y  malicia  de  los  dichos  partes 
trari'is  y  su  d  ifiaila  intención  se  muestra  claramente,  en  que] 
la  relación  de  la  dicha  su  petición  atribuyen  á  solo  el  mftris 
Diego  de  Aimngro  el  descubrimiento  y  conquista  do  las  proVil^j 
cías  del  Perú,  siendo  notorio  á  Vira,  Mag,  y  en  estos  sus  rei 
en  las  dichas  sus  provincias  del  Perú,  que  la  verd^id  fin^  y  ^^ 


ALMAGRO  Y   SUS   COMPaSeROS 


453 


irlo,  qno  ps  que  solo  el  dic!io  mnrqups  don  Francison  Piza- 
[^0  df^áciibrió  las  dichris  provincifi.n  y  lierras,  y  paní  solo  el  dieho 
scuhri miento  anduvo  pup  la  mar  moelio  tiempo  pndeeicodo 
indíáiraos  é  innumepíibleá  Irrifjfijn.'i  y  peligros,  IirvUii  qtie  pudo 
ler  y  lavo  entera  noticin  de  nqneiln  tierm  y  d^>  hi  cilidnd  y  ri- 
^PZíi  delln,  y  onloncesse  delerminó  do  venir  é  vino  a  e^toá  rei- 
para  hacer  subep  &  Vtra.  Mng.  lo  susodicho,  y  se  ofreció  de  ir 
en  persona  á  hacer  la  dicha  conquista  con  gente  ó  armada  hecha 
Ifcu  costa»  sin  que  Vtra,  Mug.  gastase  en  ello  cosa  algnn?!,  y  ansí 
^■hizo  y  puso  por  obra,  y  si  el   dicho  Diego  de  Alrnaj^ro  Tüó  dos 
PHccs  á  socorrelle  con  gente  y  bastimentos,  en  onlregundoselos  se 
volvió  á  Panamá,  y  no  puede  negar  la  otra  pnrle  que  el  dicho 
marques  don  Francisco  Pizarro,  por  su   propia  persona,  y  aven- 
turando en  ello  su  vida  muchas  veces,  así  por  la   mareóme»  por 
Üa  tierra,  y  gastando  cíísí  tuda  su  hacienda,  entendiij  en  el  dicho 
Hlscubrimiento,  y  lo  hizo,  lo  cual  es  muy  rtifereule  de  lo  que  en 
'  ello  diz  que  hizo  el  dicho  Almngro*  y  no  pudo  ni  puede  tener  pro- 
ireion  ni  eompnracion  lo  uno  con  lo  otro,  piirque  el  dicho  mar 
Jes  aventuró  su  persona  y  vida  muelias  veces,  y  se  ocu|)i3  en  ello 
ir  mucho  tiempo,  y  esto  paso  así  verdaderutn^nte,  y  se  com- 
leba  por  algunas  de  las  escrituras  y  procesos  d  *  (¡uese  quieren 
idar  las  partes  contrarias,  que  no  ace[íto  ni  n pruebo  en  cosa 
fuña  que  perjud¡f|ue  ni  pueda  perjudicar  al  dicho  mi  parto  y 
probará  muy  cumplidamente  en  la  prosecución  de  In  cnusa, 
^>iendQ  necesario,  de  que  notorinmente  resulta  que  no  se  puede  ni 
36  atribuir  el  dicho  descubrimiento  al  dicho  mariscal  Almagro 
se  debió  ni  debe  pensar  en  cosa  tan  agena  de  la  verdad. 
jO  otro,  porque  después  quel  dicho  marques  don  [francisco  Pi- 
rro dio  noticia  fx  Vtra.  Mng.  de  lo  que  habia  hecho  y  trabajado 
su  real  servicio  y  en  el  descubrimiento  de  aquella  tierra  y  vol- 
é  ella  con  autoridad  y  mandado  y  |)rovisiones  de  Vtra*   M  ig. 
entender  en  la  conquista  é  ganar;  luegocimr)  lleginí  Panamá 
[puso  el  dicho  mariscal  Diego  de  Almrigro  en  impedir  y  emba- 
ír el  efecto  y  cumplimiento  de  la  dicha  conquista,  usando  para 
de  muchas  CHutelas  é  calumnias,  publicando  quel  dicho  mar- 
?s  no  tenia  bienes  ni  hacienda  para  hacer  la  armada  que  con- 
üa  hacerse,  ni  para  pagar  la  gente  que  llevaba  y  la  que  mas  habia 


ém 


454  COLECCIÓN  DE  D0CÜMETÍT08 

de  tomar  de  nuevo,  y  que  estaba  tan  adeudado  y  alcanzado  el  di- 
cho marques,  que  con  toda  su  hacienda  no  podría  pagar  sus  deu- 
das, y  que  aquella  liíMra  donde  quería  ir,  ora  tierra  estéril  y  pobre 
y  poblada  do  gente  belicosa  y  do  mala  manera,  y  que  no  se  podría 
conquistar  ni  ganar  aunque  se  llevase  un  ejército  muy  poderoso, 
y  otras  cosas  de  esta  calidad,  con  las  cuales  amotinó  la  gente  quel 
dicho  marques  llevaba  y  causo  tanto  daño  que  puso  el  negocio 
en  condición  de  perderse  y  en  que  se  dejara  la  dicha  conquista, 
sino  fuera  por  la  grande  solicitud  y  diligencia  del  dicho  marques 
é  del  dicho  Hernando  Pizarro,  que  con  él  estaba,  los  cuales  ven- 
dieron toda  la  hacienda  é  bienes  que  el  dicho  marques  tenia  en 
Panamá  y  en  otras  cualesquier  partes  de  las  Indias,  é  se  empeña- 
ron ó  adeudaron  en   mucha  cantidad,  y  con  estas  cautelas  puso 
el  dicho  mariscal  Almagro  al  dicho  marques  don  Francisco  Piza- 
rro en  tanta  necesidad  y  aprieto  que  para  proseguir  su  armada  y 
viaje,  fué  forzado  traspasar  todas  sus  indios  y  esclavos  y  granje- 
rias en  el  dicho  mariscal  Almagro,  porque  le  ayudase,  é  hicieron 
su  armada  é  prosiguieron  su  viaje,  de  que  redundó  y  procediólo 
que  a  todos  es  notorio. 

E  ansimismo  se  engañan  el  dicho  Diego  de  Alvarado  é  sus  con- 
sortes en  cuanto  pretenden  y  dicen   que  el  dicho  mariscal  don 
Diego  de  Almagro  diz  que  habla  servido  á  Vtra.  Mag.  en  el  des- 
cubrimiento y  conquista  do  la  tierra  (irme  llamada  Castilla  del 
Oro  y  en  las  cosas  de  la  guerra  dolía,  [)orque  on  esto  lo  que  verda- 
deramente pasa  os  que  ol  dicho  marqués  don  i^rancisco  Pizarro, 
muchosaños  antes  que  ol  Gubornador  IVdrarias  Dávila  pasaseála 
dicha  Tierra-firmo  estuvo  y  so  halló  en  la  conquistado  la  dicha 
tierra  y  tuvo  ejército  y  gente  do  guerra  y  sirvió  muchas  é  diversas 
veces  y  en  muchas  partos  y  conquistas  de  aquellas  partes  á  Vtra. 
Mag.  é  á  la  corona  real  do  Castilla  con  su  [)ersona  y  con  la  dicha 
gente,  y  tuvo  siom[)ro  muy   honrados  y  princi[)alos  cargos  en  la 
guerra  é   hizo  cosas  muy  señaladas  en  ella  é  fué  lugar- teniente 
de  capitán  general  y  gobernador  mnchas  veces,  y  el  dicho  maris- 
cal   pasó   dosf)uos   con   ol   (l¡c!io  gobernador  Podrarias   Davila  y 
nunca  fué  hombro  do  qnion   se   hizo  caso   hasta  tanto  que  hizo 
compañ.'a  con  el  dicho  don  Francisco  Pizarro,  porque  era  un  peen 
común,  y  la  causa  porque  el  dicho  marqués  don  Francisco  Pizarro 


AT-MAGHO  Y   SUa   COMPASÉEOS 


455 


estando  en  In  dichn  Tin rrn firmo  recibió  ni  dicha  ü\o^o  de  Alma- 
gro en  9,n  cnmpfiriíii  fué  pnrquo  hnlU]  en  el  híibilidful  para  la  ad- 
miniátrncion  de  \í\s  híicieudiS  y  granjerias  de  aqaeihi  tierní,  en 
laá  ciialed  no  podíu  entender  por  su  |jrop¡a  per.nfMia  el  dicho  don 
Francisco  Pizarro,  porque  siempre  estaba  ocupado  en  las  cosas  do 
la  puerra,  y  para  este  efeeLo  tomu  eoinjjanfa  cnii  el  dicho  Almagro^ 
para  que  ndíninislrase  las  dichas  haciend.is  y  tíninjerías  entre 
tanto  que  el  dicho  don  Fniuciscü  Pizarro  estaba  ausente  é  ocupado 
en  las  cosnsde  la  puerrn,  ó  así  siempre  desde  qne  se  comenzó  é 
principió  el  descubrimienlo  de  las  dichíis  provincias  del  Perú  el 
dicho  don  Fríinciscí)  Pizarro  fué  en  las  armíulíH  que  se  hicieron 
como  Cíipilan  de  toda  la  pealo  y  persona  mas  princi[>nl  y  el  dicho 
mariscfll  se  quedaba  en  tierra  flrniP!  á  tnit  ir  y  atlíninistrar  las 
haciendas  do  ambos  é  ilos,  é  íinnqufí  una  ó  dos  veces  socorrió  el 
dicho  míiriscíil  al  dicho  don  Francisco  Pízíuto  con  alguna  gente 
y  bastimentos,  como  arribn  esta  dicho,  luego  so  volvió  á  la  dicha 
Tierra-firme,  sin  entender  mas  en  el  descubrimiento  del  Perú  ni 
en  otro  ningún  ejercicio  de  guerra,  é  quedanilo  todavía  á  cargo 
del  dicho  don  Francisco  Piz:irro,  é  por  el  consiguiente,  cuando  el 
dicho  marqués  pasó  la  postrimera  vez  como  gobernador  de  las 
dichns  proviucins,  por  t'lidosy  provisiones  de  \Hra.  Mag.,  el  dicho 
mariscal  se  quedó  en  Tierra-firme,  moslrando  y  publicfindo  que 
tenia  mucha  desconfianza  de  la  ¡oruíula  é  del  buen  suceso  dellri,  é 
cnn  este  presupuesto  asegun)  su  pnrlido,  lomnndo  en  sí  todos  los 
iudios  é  hncieiidas  d*d  dicho  don  Francisco  Piznrru  é  haciendo 
que  se  le  traspas^isen,  como  dicho  es,  é  de  otra  manera  no  quiso 
ayudar  con  parte  alguna  del  gasto.  Como  después  tuvo  noticia  el 
dicho  maris.^al  quel  dicho  marqués  había  pasado  la  costa  afielante 
en  demanda  de  Atabalica  é  que  no  habia  hecho  pueblo  en  el 
Puerto  Viejo,  fué  luego  allá  el  dicho  m'irisenl,  cíjuio  á  cosa  que  es- 
toba ganada  y  pacíRcí  y  c  ui  intención  de  pubtar  el  dicho  Puerto 
Viejo  y  alzarse  con  el,  como  lo  inÍLUitS  de?  hactir,  huta  que  supo 
que!  dicho  marqués  habia  p-^eso  al  dicho  Atnb'ilica  y  que  tenia 
conquistada  toda  aquella  tierra,  y  entonces  el  dicho  mariscal  se 
pasó  donde  el  dicho  gobernador  está. 

Lo  otro,  porque  es  cosa  muy  notoria  y  que  no  puede  negar  el 
dicho  Diego  de  Al  varado  y  sus  consortes»  quel  dicho  marqués 


COLECCIÓN  ÜIS  DOCUMENTOS 


don  Frnncisco  Pizfirro,  yendo  con  el  dicho  Hernando  Pizf 
otros  dos  hermanoá  suyo5  crin  In  gente  que  llevaron  consigo  en- 
tonces, conquistaron  y  ganaron  las  provincias  del  Perú,  que  hasta 
agora  están  conqui.^ladHS  y  ganadas,  y  que  el  dicho  mangues  las 
pobló  y  puso  toda  aquella  lit^rra  debajo  del  senoriO  de  \lm.  Mafi- 
é  que  paso  en  ello  rnny  grandeá  tmbajoi  é  peligros,  y  el  díebo 
Hernando  Pizarro  y  loioLroi  tms  hermanos  hicieron  cosas  rauy 
hazañosas  é  de  grande  anitnosidad  ó  proeza  enel  descubrimienta ' 
é  conquista  ó  población  é  pacificaciou  de  aquella  tierra  y  entre 
los  otros  pueblos  y  provincias  quel  dicho  marqués  don  Francisco 
Piiarro  descubrió  y  conquistó  y  ganó  y  poblti,  Tué  la  ciudad  del 
Cuzco,  con  su  sujeto  é  jurisdicion^  según  es  notorio  ó  por  lal  lo 
alego. 

Lo  otro,  porque  los  indios  é  caciques  é  principales  dellos  fuí^ro' 
siempre  muy  bien  tratados  por  el  dicho  marques  y  por  el  dicho 
Hernando  Pizarro  cuando  estaban   de  paz  é  no  se  alzaban  ni  r^ 
belaban,  teuieudose  especial  cuidado  de  su  conversión  é  nuestra 
santa  leo  cat<>licfi  é  de  los  instruir   en  los  artículos  é  pre* 
della,  é  nunca  ufaron    el  dicho  marques  ni  el  dicho  Herij .... 
Pizarro  las  exhorbilancias  é  cruehlades  referidas  en  la  dicha  pa- 
ticion^  y  si  aquellas  se  hicieron  ó  algunas  dellas,  serian   hechas 
por  el  dicho  mariscal  don  Diego  de  Almagro  y  por  sus  consortes 
y  que  le  seguían,  y  cuando  el  Inga  principal  de  los  indios  se  alzó 
é  juntó  gran  nánu^ro  de  g^^nle  y  vino  sobre  la  dicha  ciudad  del 
Cuzco  para  la  tomar  y  puso  cerco  sobre  ella,  hik  inducido  y  per- 
suadido para  que  asi  lo  hiciese  por  el  dicho  mariscal  Diego  de 
Almagro  y  p(jr  otros,  por  su  m^índadoé  industriaren  esUi  m.iaerí*, 
que  cuando  en  el  ano  pasado  de  mil  é  quinientos  y  treinta  y  cia- 
eo  anos  el  dicho  mariscal  partió  de  la  dicha  ciudad  del  Caic<v, 
fingiendo  y  publicando  que  iba  al  descubrimiento  y  conquista  del 
valle  de  Gbüe,  doinle  había  do  usar  y  ejercer  la  gobernación  que 

pretendía  á}  tener,  trat'*  y  conc<^rlt)  con  el  dicho  Inga  que  1 ^" 

como  el  dicho  mariscal  fuese  pirlilo  ó  salido  de  la  dicha  ci a 
se  alzase  y  rebelase  contra  el  servicio  d^  Vue^tni  Migeilnd  é  cuft- 
tra  el  dicho  marques  su  g  ►bf^rnador,  é  qu9  hiciese  gin>rra  al  dieba 
marques  é  á  sus  hermanos,  é  los  matase,  si  pudiese,  é  p 
aquella  ciudad,  ofreciéndose  con  muy  gmndas  seguridades  + 


riíte 


iüü 


mk 


Ai.MAono  y  sus  compañeros 


457 


Tnesfls  qní?  el  dicho  mariscal  vnlvprifi  pref^lo  en  fnvop  é  Ayndn  del 
jjííhcj  líipi^  ó  para  rpíormar  mas  oslf?  Imlo  6  concierto  qiií*  entre 
I  tenia  liorlio  rt  dicho  tnarisríil,  lungo  que  partió  de  la  dicha  ctu- 
id  en\ii>  H  un  Vasqimz»  so  criarla,  para  qaa  secreta  é  ocid tá- 
cenle sacase  al  «Jichu  ln«;'a  do  la  ditiha  cirulnd  é  lo  llevase  donde 
í!  diehu  iiuiriscal  estabn,  lu  cuíd  fué  setitido  y  i^aljido  por  el  ca- 
pitán Juíui  Pizarrn,  que  era  A  la  sazón  teniente  de  gobernador  do 
dicha  rindad  por  el  dicho  marques,  su  hermano,  é  envió  gen- 
que  tnijesen  al  dicho  Inga,  al  cua!  alcanzaron  mas  de  ocho  ó 
!iez  legnas  de  la  dicha  ciudad,  y  el  dicho  Va.^qnez^  que  lo  lleva- 
i,  huyn  é  no  pudo  ser  habido,  é  desde  entonces  siempre  el  dicho 
iga  estnvn  de  mala  manera  é  sospechoso  é  amoünado,  hasta 
[lie  se  alzó  y  rebeló  y  el  mismo  Inga  dijo  é  confesó  muchas  ó 
diversas  veces qne  la  causa  principal  de  su  rebelión  ó  alzamiento 
babia  siiln  por  consejo  é  persuasión  é  inducimiento  del  dicho 
lariscal  dm  Uiegn  de  Almagro,  según  está  probado  y  se  probará 
¡tas  cumjdidamenle  en  la  prosecución  de  la  causa. 
Lo  otrn,  porque  en  el  dicho  alzamiento  y  guerra  que  el  dicho 
iga  hizo  íi  los  cristianos  por  caucas  del  dicho  mnriscal  Almrigro, 
f»gun  dirlio  es,  sucedieron  muy  grundes  males  é  daños,  porque 
^oá  indio-i  jualíiron  muchas  cristianos  é  cercaron  la  ciudad  é  ga- 
ipon  hadn  la  mitad  de  la  pinza  de  ella,  y  en  esta  guerra  y  con- 
lenda  estuvo  el  dicho  Hernando  Pizarro  é  Juan  Pizarro  y  Gonzalo 
Kzarrn,  sui  hermanors,  con  la  gente  que  consigo  tenian,  pelean- 
po  de  dia  e  de  nuche  con  los  indios  é  pFideciendo  grandísimos 
digros  ylnibajos  pnr  mas  tiempo  de  ocho  meses  contrnuos,  has- 
Innlo  que  Dios  iNueslro  Señor  fue  servido  de  dar  fuerza  y  poder 
dicho  llernsindi*  Pizarro  yá  los  cristianos  que  con  él  estaban^ 
ira  alc^inzar  tle  la  dicha  ciudad  é  de  sus  derredores  al  dicho  Inga 
[á  sus  indios,  é  para  los  vencer  é  hacer  huir,  ó  recobrar  la  dicha 
ludad  y  fortaleza  del Iri,  que  hnbian  asimismo  ganado  los  indios, 
cuando  so  recobró  la  dicha  fortaleza,  é  por  la  haber  é  reducir 
¡I  servicio  y  sujeción  de  Vuestra  Mageslad,  murió  el  dicho  Juan 
PizJirro  e  le  mataron  los  indios  al  tiempo  que  escalaba  la  dicha 
forlaleza  é  la  combatía,  é  fué  muerto  peleando  como  muy  buen 
cnbnllero  y  con  grande  animosidad  y  esfuerzo,  y  cuando  supo  su 
muerte  el  dicho  Hernando  Pizarro,  fué  á  la  dicha  fortaleza  é  la 


458  COLECCIÓN  DE  DOCUMESCTOS 

acabó  de  ganar  é  recobrar,  usando  de  maravillosa  destreza:  estas 
cosas  son  verdaderas  y  muy  notorias  á  Vuestra  Míigestad  y  á  los  de 
vuestro  real  Conspjo  de  las  Indias,  que  no  las  pued«ín  encubrir 
ni  oscurecer  los  dichos  partes  contrarias  ni  otra  ninguna  per- 
sona. 

Lo  otro,  porque  no  parecerá  ni  se  probará  con  verJad  que  el 
dicho  Hernando  Pizarro  hiciese  malos  tnibimientos  por  sí  ni  por 
otras  personas  con  su  voluntad  é  consentimiento  al  dicho  Inga 
principal  de  los  indios  ni  a  los  otros  caciques  ni  principales  dellos 
ni  á  otros  ningunos  indios,  antes  siempre  los  trató  muy  bien  de 
obra  é  de  [jala bra,  é  todos  ellos  le  teniaii  mucho  amor  é  añcion 
porque  nunca  les  tomó  ni  quitó  forzosa  ni  por  melios   injustos 
or.)  ni  plata  ni  otra  cosa  alguna  de  sus  bienes,  y  así  lo  dijo  é  ma- 
ni  esto  siempre  el  dicho  Inga  é  todos  los  otros  priucipaleá  caciques 
y  por  las  escrituras  que  están  presenUidas  ante  Vtra.  Alteza  está 
bastantemente  probado  é  so  probará  mucho  mas  campli.lamentP, 
si  fuere  necesario,  en  la  prosecución  de  la  causa;  y  es  cosa  muy 
cierta  y  notoria  en  las  dichas  provincias  del   Perú  quo  el  dicho 
Inga  no  se  alzara  ni  hiciera  guerra  á  los  cristianos  que  estaban  y 
residían  en  la  dicha  ciudad  del  Cuzco,  si  no  fuera  inducido  y  per- 
suadido para  ello  por  el  dicho  mariscal  don  Diego  do  Almagro, 
según  está  dicho. 

Lo  otro,  porque  la  relación  que  hacen  los  dichos  partos  contra- 
rias, pretendiendo  que  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  diz  que  se  cora- 
prendia  en  los  límites  de  la  gobernación  del  dicho  mu-iscnl  doa 
Diego  de  Almagro  y  que  diz  que  tenia  la  poseáion  de  la  gobernaeioa 
y  jiiriádicion  de  la  dicha  ciudad,  es  muy  siniestra  y  contraria  de  la 
verdad,  y  los  que  estos  se  atreven  á  decir  y  afirmar  ante  su  rey  y 
señor  debian  ser  punidos  é  castigados  gravemente,  y  es  justo  que 
en  ningún  caso  sean  creidos  porque  en  todo  usan  de  la  misma 
falacia  y  engaño  y  falta  de  verdad  que  en  esto,  porque  lo  que  ver- 
daderamente en  ello  pasa  es  que  el  dicho  marqués  don  Francisco 
Pizarro,  con  título  y  provisiones  de  Vtra.  Mag.  para  ser  gobernador 
y  capitán  general  de  las  provincias  del  Perú,  entre  otros  pueblos 
y  provincias  que  conquistó  y  ganó  y  pobló,  fué  una  la  dicha  ciu- 
dad del  Cuzco,  con  su  término  y  distritos,  y  desque  así  fué  con- 
quistada y  ganada  y  poblada  la  dicha  ciudad,  ha  estado  y  está 


-i 


ALMAGRO  Y  SUS   COMPANEHOS 


459 


lebnjo  de  la  gobernación  y  juriádicion  dol   dicho  mnrquésdnn 
francisco  Pizarro  y  lo.-*  lonioiiti'^s  |>or  él  nombrados  y  proveídos, 
¡jan  rppido  y  pobornndo  la  dic.*htí  ciudad  y  In  rÍ;j;íMi  y  gobiernan,  y 
ino  dídlos  fué  el  dicho  ninriscul  don  Dif^go  dt>  Al  inmigro  por  cierto 
iempo,  el  cual,  como  liigur-bíuieíiLe  pueblo  y  proveído  por  el  diídio 
|obcrní(dor  don  Francisco  Pízíuto,  estuvo  en  la  dicha  ciudiid  del 
iluzco  ó  la  gobernó  algunos  dias  é  uscS  e  ndminiátró  en  ello   la 
isticia,  y  conociendo  ser  nnsi  verdad,  el  mismo  mnriscal  don 
Hego  de  Almagro,  despnes  de  tañeren  su  poder  la  provisión  de 
gobernación    que    por  vuestra  Mag.   le  fu»^  concedida,  poco 
^empo  antes  que  se  píirlioso*  al  descubrimienlo  y  conqnista  del 
lile  de  Chile,  eapilnló  y  asento  espresamente  y  por  escrituras, 
líenles,  con  el  dicho  gr>bernador  don   Francisco  Pizarro,  que  la 
lioha  gíd^ornacion,  de  que  vuestra  Mng.  hnbia  hocho  merced  al 
|icho  mariscíd  don   Drogo  de  Almagro,  se  entnndia  é  había   de 
rtender  efectuarse  en  \o  que  el    dicho  don    Di^go  de  Almagro 
lescubrieso  y  conquistase  y  gnnnse  de  nuevo,  pasando  «delante 
le  la  dicha  ciutlad  del  Gu^co,  é  de  ciento  é  treinta  leguas  que  so 
[raiüiron  y  asigniron  [jor  términos  é  sujeto  delln,  é  quedando 
)mo  quediba  la  dicha  ciudad  del  Guxco  con  el  dicho  su  termino 
'sujeto  en  la  gobíjrnacion  é  jurisdicción  del  fliídio  marqués  don 
h'afioisco  Pizarro,  según  qaii  habia  estado  y  enlüiices  estaba;  y 
|1  dicho  mariscal  no  se  couleatií  con  ca[>itular  y  asentar  lo  suso- 
licho,  pero  para  mayor  firmeza  d^dlo  In  j  urosolemnisimíimenle  al 
^erapo  que  se  celebraba  la  misa  é  íulíunníloá  nuestro  señor  Dios 
olla»  é  ponienilo  s^bre  sí  muy  gnutdes  penas  y  maldiciones» 
lo  quebrantase  é  no  cumpliese,  las  cuales  Hios  nuestro  simIot 
Jé  servido  que  se  e¡*^cu tasen  en  él  pm'  tan  gi^nvísimo  é  det<*stable 
*rjuro,  como  el  que  cometió,  quebrantando  lodo  lo  susodicho, 
por  otros  gramles  deméritos  y  delitos  suyos,  quede  yuso  serán 
iferidos;  éansimismoel  dicho  mariscid  hizo  rdros  muchos  jo  Ta- 
lentos y  pleito-homimaje,  y  lo  hj  esto  pasó,  eslando  el  dicho  ma- 
scal  en  su  libertad  y  no  oprimido,  ni  forzado,  ni   pre^o,  antes 
stnf«do  rico  é  pr('»spf>ro  é  con  mucha  pnjanz4i  é  acompañado  de 
lucha  gente,  que  había  de  ir  con  él  n\  dicho  descubrimiento,  ó 
^endo  ca|)itan  della,  y  el  dicho   mjirqtiés  don  Francisco  Pizarro 
fudó  al  dicho  mariscal  don  Diego  de  Almagro  con  mus  de  ciento 


460 


COLECCIÓN  DE  DOCÜ^ÍEKTOS 


y  cincuenta  mil  duúado.^,  para  que  hiciese  el  dicho  vinje,  é  le  dtó 
otras  muchas  coaas,  así  dn  armas  como  de  municionca  éapnre- 
joá  é  provis5inoe5,  para  que  mf»jor  pudiese  ir  aquel  camino,  lo  cual 
lodo  fué  todo  de  muy  grande  valor,  y  esto  hizo  el  dií*ho  mnrqufe 
cumjiliendo  y  guardando  enloramenle  lo  que  así  fué  a^enUdo  é 
prf'melidü  é  juíndo  entre  ambos  á  dos  en  el  dicho  año  de  treinta 
y  cinco,  é  aun  no  estando  bien  enjuta  la  tinta  de  tan  ftolf'mnrdifxia 
é  inviolable  preslncion  de  le  ¿vjurameuto,  la  comenzó  á  quebran- 
tar y  vifdar  el  dicho  mariscril  don  Diego  de  Almagro,  tratando  y 
concertando  con  el  dicho  Inga,  principal  de  los  indioii,  que  real- 
zase luego  como  fuese  partido  el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  ó 
que  hiciese  guerra  al  dicho  marqués  é  á  sus  hermanos  é  Ion  roa- 
tase  é  tomase  la  tierra,  como  lo  intentó  de  hacer  y  puso  por  abra 
el  dicho  Inga,   según  tongo  dicho:  cosa  es  esta  eeeleratVima  é 
detestable,  é  nunca  vista  ni  oida  entre  ninguna  nacinn  de  geule. 
Lo  otro»  porque  como  el  dicho  mariscal  don  Diego  de  Almagro 
llevaba  fabricado  en  su  propósito  y  pensamiento  el  alzamiento  del 
dicho  Inga,  que  habia  de  hacer  por  su  consejo  y  presunción,  no 
tuvü  íolonto  ni  voluntad  de  hacer  el  dicho  viage,  segim  é  [vm 
aquello  que  fué  destinado,  y  aunque  halló  que  el  dicho  valle  Je 
Chile  era  muy  buena  tierra,  é  fértil,  é  muy  rica  é  abundosa  é  para 
sustentarla  gente  que  llevaba  é  mocha  mas,  no  quiso  poblaren 
ella,  aunque  fué  requerido  por  la  gente  que  poblase  allí,  é,  fia- 
giendo  que  diz  que  no  era  tierra  buena,  dio  la  vuelta  á  la  dirho 
ciudad  del  Cuzco,  sin  haberse  seguido  fruto  alguno  de  su  camíao» 
antes  muy  grande  pérdida  y  gasto,  é  perjuiiicando  en  esto  fxh$ 
rentas  y  patrimonio  real  de  vuestra  Mag.,  porque,  según  es  p  •^^■ 
co  é  notorio,  vallera  y  montara  el  quinto  perteneciente  a  vu^ 
Alteza,  de  lo  que  se  adquiriera  si  se  conquistara  y  ganara  el  dicho 
valle  de  Chile,  muy  grande  sumado  dinero;  y  habiendo  cnniüni' 
cado  el  dicho  mariscal  don  Diego  de  Alningro  su  dafiuda  Inten- 
ción con  el   dicho  Diego  de  Alvarado  y  con  otros  de  quien  sé 
confiaba  que  serian  en  ello  partícipes,  como  lo  fueron,  acordó  de 
volverse,    trayendo  pensado  é  deliberado  deponer  por  obm  la 
perdición  y  rebelión  y  maldad  que  hizo  cuando  llegó  á  la  dicha 
ciudad,  qué  fué  propiamente  continuación  y  confirmación  de  U 
confederación  abominable  que  habia  hecho  con  el  dicho  Itiffn, 


ALMAGRO   y   SUS   COMPANEROS 


461 


prinripnl  de  los  indios,  al   tiempo  quel  dicho  mopisoal  parliodo 

I  la  dicha  ciudad  para  ni  dicho  dosciibrirnionlo  de!  valle  de  Chile. 
I   Lo  otro,  porque  ciinndu  el  dicho  mariscal  y  su  gente   llegaron 
cérea  de  la  dicha  ciudad  del  Cuzco,  a  diez   leguas,   y   muchos 
aias  antes   el   dicho  Hernando  Pizarro   había  vencido  al  dicho 
^Jnga  y    echado   á  él  y   a  sus   indios     que  estaban  de    guerra, 
^pbera  de  la  dicha  ciudad  é  los  habían  hecho  huir  y  apartar  della 
con  haría  distancia  de  tierra,  habiendo  en  ella  pasado  los  peli- 
gros é  trabajos  de  suso  referidos  ó  haoiendo  sido  muerto  en  ella 
el  dicho  Juan  Pizarro;   luego   como   el  dicho  Hernando  Pizarro 
tuvo  nueva  da  la  venida  del  dicho  mariscal  y  de  su  gente,  ere* 
yendo  y  soüpechando  que  venían  maltratados  de  tan  largo  cami- 
i     no,  é  temiendo  que  el  dicho  Inga  principal  de  los  indios  no  diese 
sn  ellos  é  los  desbaratase  é  hiciese  algún  daño,  salió  de  la  dicha 
fiudud  con  alguna  gente  de  pié  é  de  caballo  é  fué  al  pueblo  de 
Jrcoa,  que  es  á  siete  leguas  de  la  dicha  ciudad,  donde  se  decía 
|ue  estíiba  el  dicho  mariscal  y  su  gente,  é  cuando  aHí  llegó,  halló 
[ue  el  dicho  mariscal,  con  doscientos  hombres  de  caballa,  se  ha- 
lian  pirtido,  y  que  quedaron  allí  otros  trescientos  hombres  con 
^un  espitan  suyo  que  se  decía  Saavedra,  y  el  dicho  Hernando  Pi- 
irro  habló  al  dicho  capitán  ó  i  su  gente  ó  les  ofreció  el  socorro 
ayuda  que  les  iba  á  hacer  y  la  comida  y  mantenimiento  que 
llevaba,  y  el  dicho  capitán  Saavedra  no  lu  quiso  aceptar  ni  recibir 
se  detuvo  por  algún  espacio  de  tiempo  que  no  quiso  salir  á  ha- 
blar al  dicho  Hernando  Pizarro,  y  cuando  salió  puso  á  punto  de 
merra  luda  su  gente,  como  si  el  dicho  Hernando   Pizarro  y  los 
[ue  c(m  él  iban  fueran  sus  enemigos,  y  puso  y  causó  muy  grande 
Iteración  en  los  que  se  hídlaron  presentes,  y  en  esto  dio  á  cuno- 
Éer  el  dicho  capitán  Saavedra  que  el  dicho  mariscal  don  Diego 
pe  Almagro  y  au  gente  no  traia  intención  de  favorecer  ni  ayudar 
los  cristianos  que  estaban   en  la  dicha  ciudad  del  Cuzco,   sino 
\ue  los  venían  á  mibir  á  di^struir  é  quilalles  la  tierra,  pues  no 
|uerian  favorecerse  dellus  ni  recibir  la  ayuda  é  comida  é  refresco 
te  les  llevaban,  yes  co^a  fuera  de  toda  verdad  é  razón   pensar 
[ue  el  dicho  Hernando  Pizarro   hubiese  ido  al  dicho  pueblo  de 
Ircos  para  hacer  guerra  y  dafio  a!  dicho  mariscal  y  á  su  gente, 
imo  lo  fingen  é  imaginan  las  parles  contrarias,  porque  en  hecho 


^^a 


462  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

de  verdnd  pnsó  lo  que  de  suso  dicho  tengo,  y  porque  si  el  dicho 
Hornando  Pizarro  tuviera  tal  propósito  habla  hallado  rauy  gran- 
de ocasión  y  aparejo  para  ponello  en  ejecución  en  hallar  dividida 
y  apartada  la  p:ente  del  dicho  níiariscal  Almagro,  que  es  cosa  viri- 
simile  y  muy  cierla  que  fácilmente  los  pudiera  vencer  y  rendir 
tomándolos  divididos  y  a[)arlados,  y  pues  no  lo  hizo  ni  intentó 
de  hacer,  excusado  es  fingir  ni  decir  lo  que  no  tiene  ningún  fun- 
damento de  verdad. 

Lo   otro,  porque  continuando    el  dicho  mariscal  lo  que  tmin 
fabricado  y  pensado  de  hacer,  que  era  tomar  por  fuerza  de  armas 
la  dicha   ciudad  del  Cuzco  y  matar  al   dicho   Hernando  Pizarro, 
teniente  de  gobernador  que  era  en  ella,  dejó  en  el  dicho  pueblo 
de  Urcosal  dicho  capitán  Saavedra  con  hasta  trescientos  hombres 
y  llevó  consigo  otros  doscientos  de  pié  y  de  caballo  para  se  ver 
y  confederar  con  el  dicho  Inga  y  tratar  con  él  que  fuesen  ambos 
contra  el  dicho  Hernando  Pizarro  élo  matasen  é  destruyesen  épara 
lo  inducir  é  atraer  a  ello  le  envió  á  decir  que  él  habiade  ser  gober- 
nador de  la  dicha  ciudad  é  de  toda  aquella  tierra  é  que  no  había  de 
haber  mas  nombre  en  ella  del  gobernador  don  Francisco  Pizarro 
y  de  sus  hermanos,  y  para  entender  en  ello  se  llegó  hasta  cuatro 
leguas  de  la  dicha  ciudad,  y  cuando  lo  supo  el   dicho   Hernando 
Pizarro  le  envió  á  visitar  con  cuatro  caballeros  é  personas  prin- 
cipales de  la  dicha  ciudad,  dándolo  la  buena  hora    de  su  venida  é 
llegada,  é  rogándole  que  se  viniese  á  descansar  A  la  dicha  ciudnd 
con  su  gente,  donde  seria  tan  bien  hospedado  é  recibido  como  si 
viniera  la  propia  |)ersona  del  gobernador  don  l^rancisco  Pizarro, 
y  el  dicho   mariscal  don   Diego   do   Almagro,   no   solamente  no 
agradeció  la  dicha  visitación  y   ofrocimientc,   ni  lo  aceptó,  pero 
hizo  prender  y  pi'ondió  á  los  dichos  caballeros  que  fueron  á  le 
visitar,  é  les  tuvo  detenidos  uno  ó  dos  dias,  sin   enviar  respuesta 
ninguna  al  dicho  Hernando  Pizarro,  sino  que  hizo   poner  ii  punto 
de  guerra  toda  su  gente  y  en  órdon  de  batalla,  y  ansi  se  vino  de- 
recho á  la  dicha  ciudad,  y  porque   le   pareció   que   entonces  no 
traia  consigo  toda  su  gente,  poi'que  la  mayor  parte    della    habia 
quedado  en  Urcos,  é  pareciéndole  que  le  convenia  junUOla   toda 
antes  que  emprendiese  la  fuerza  y  tiranía  que  traia  determinado 
de  hacer,  usó  de  otro  nuevo  engaño  y  cautela  con  el  dicho  Her- 


ALMAGRO  Y   SUS   COMPANEROS 


463 


nando  Pizarro,  que  soltó  los  dichos  cuatro  mensajeros  que  había 
tenido  presos  y  detenidos^  y  envió  íi  decir  al   dicho  Hernando 
Pizarro  palabras  muy  enojosas  y  falsas,  diciendo  que  venia  para 
deácunsar  alf^un  dia  ílel  trabajo  que  habia  pasado  en  camino  lan 
^argo   é  p'iri  ayudille  en  la  guerra  que  tenia  contra  el  dicho 
^Bp¿fa  é  su  .  Í!idio>,  y  otras  pahabras  semejantes  muy  contrarias  de 
Huí  mal  pro,)j«lo,  ó  para  mas  aseguraral  dicho  Hernando  Pizarro 
le  envís)  ?i  pe. lir  comida  y  mantenimiento  para  el  dicho  mariscal 
y  pam  loi  qm  ou  él  eslabün,  y  creyendo  ser  unsi,  el  dicho  Her- 
nand  j  Pirirrj  rec),^Íó  su  comiila  y  di^  lo  Jos  los  vecinos   ensíla- 
nos d*  la  dij-ia  ciu  lili  y  lo  envió  loJ>  al  dichi   mirisoal»  y   con 
fllo  cenaron  él  y  su  gente  aquella  noche,  é  olro  dia  por  la  maña- 
,  el  ditíli )  m  iriic  il  pino  su  gr^ute  a  punto  »ie  guerra  y  en  (irtlon 
batidla,  y  con  stH  banderas  tendidas  lleg/>  á  viála  de  la  dicha 
iüJad  y  [nsj  al  derro  lor  y  junto  á  olla,  y  se  fué  á  juntar  con  la 
rageila  qn  hahi  i  dejaJí  en  Urooi,  porque  can  la  gente  que 
la  sazón  le:úa,  no  se  diíhio   hallar    bastante  ni    poderoso  para 
mar  por  fuerza  la  dicha  ciudad,  y  así  luego  como  llegó  y  ajun- 
í  toda  la  dielia  su  genl^,  qup  serian  por  todos  hashi  quinientos 
mbres,  tornó  á  venir  derechamente  á  la  dicha  ciudad  diciendo 
pnblícandr)  que  habia  de  entrar    en   ella   como  gobernador  é 
ue  por  tal  habia  do  ser  n^cibido  é  reconocido,  é  llego  con  toda 
d¡c*m  su  gente  á  punto  de  gtierra  hasta  junto  á  la  dicha  ciu- 
tid,  trayendo  sui  bin  Ir*ra4  teudiJíis  cumu  las  trajeran   para   pe- 
or con  los  íuílios  é  infieles,  é  por  parte  del  Consejo,   justicia  é 
gimienlo  do  lu  dicha  ciudad,   se  le  hicieron  ciertos   requeri- 
jenlns  é  protestaciones,  rogáiidüle  é   reqniriéinhde  que   no  bi- 
¡ese  la  dicha  fuerza  é  violencia  que  intentaba  do  hacer,  é  que  si 
nía  algunas  provisiones  de  su  Mag.  para  ser  gobernador  de  la 
¡cha  ciudad  las  exhibiese  y   presentase  en  el  dicho   cabildo  y 
giraienln  della  parifiramente  c  sin  escándalo,  para  que  seobe- 
eciesen  e  cumpliese  entt*rainente,  é  que  si  no  tenia  tales  provi- 
nries,  qu3  d^rrimue  su  gente  ó  que  no  entrase  en  la  fiicha  ciu- 
d    por    fuerza   de   armas,     porque  del  lo   se  seguiría    mucho 
deservicio  a  Dios  nueUro  señor  é  a  su  Mag,,  é  muchos  é  muy  gran- 
5  é  irreparables  ílaños  é  inconvenienles,  y  entonces    el  dicho 
ariscal  envió  á  la  dicha  ciudad  la  dicha  provisión  que  tenia  de 


lAAib 


464 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


vuestra  Mag.,  en  que  le  daba  Ululo  de  gobernador  de  lo  que  con* 
quistase  y  ganase  de  nuevo  el  dicho  mariscal,  en  rierta  formR  y 
manera  conlenida  pd  la  dicha  provisión,  la  cual  siendo  visUi  on 
el  dicho  cabildo  y  re^imjenlu,  después  de  habella  obedecido,  fué 
respondido  cuanto  al  cunijilimienlu  della,  por  lodos  lo.-»  ofiL'ialcs 
del  consejo  de  la  dicha  ciudad,  con  acuerdo  y  parecer  de  su  le- 
traüo,  que  la  dicha  ciudad  no  podía  ni  debia  cumplir  la  dicha 
provisión,  porque  desde  que  se  habla  ganado  y  coní}íUsfaiJíi  y 
poblado  la  dicha  ciudad,  habia  estado  y  estaba  en  la  gobernaeion 
del  dicho  marques  don  Francisco  Pizarro  y  en  su  juri-itlicion.y 
que  no  era  parte  la  dicha  ciudad,  para  sustraerse  dn  la  dicha 
gobernación  y  jurisdicion,  hasta  tanto  que  por  el  chupo  fray 
Tomas  de  Berlanga,  juez  proveído  por  vuestra  Mng.  para  la  divi- 
sión de  los  límites  de  la  una  é  de  la  otra  gobernación,  fuesen  los 
tales  limites  declarados  y  distintos,  é  que  si  enlñuces  pareciMe 
que  la  dicha  ciudad  se  comprendía  en  la  gobernación  del  diebo 
mariscal,  te  recibirían  luego  por  tal  gobernador,  pero  que  de 
otra  manera,  seria  fuerza  y  urania  notoria  usurpar  la  gubí^rnacioa 
y  jurisdicion  agena,  por  fuerza  de  armas,  en  lo  cual  no  consentía 
ni  habia  de  consentir  la  dicha  ciudad,  é  siendo  notificada  al  dicho 
mariscal  la  dicha  respuesta  de  la  diidia  ciudad,  siendo  ya  aquel 
día  tarde,  intervinieron  algunos  caballeros  y  otras  persunas  pftfi 
escusíir  y  entretener  el  rompimieolo  que  el  dicho  marisCilqueria 
hacer,  y  por  medio  dellos  se  asentaron  otras  nuevas  tregua*,  de- 
mas  de  otras  que  primero  se  asentaron  entre  el  dicho  mar: 
el  dicho  Hernando  Pizarro,  hasla  otro  dia  a  medio  dia,  y  c- 
asentada  y  concf^rlafla  la  dicha  tregua,  y  en  quebranlarn 
della  é  de  los  júrame  utos  é  pleito-homenaje  de  quedesu^oíseliace 
mención,  é  queriendo  poner  en  obra  y  en  ejecución  el  dicha  «w* 
riscal  la  rebelior»  é  prodición  que  tenia  deliberado  dr»  Cn  '  * 
contra  su  príncipe  y  señor,  menos[)reciaudo  las  mercede.ñ  ^,  . 
des  O  benpricioá  que  vuestra  Mag.  le  liabia  hecho  é  le  hacia  ilt 
cada  dia,  é  siendo  como  era  hombre  de  baja  suerte  y  condicil>% 
estaba  ensalzadr»  y  encumbrado  en  mucha  honra  y  e.-tim 
mediante  las  dichas  mercedes  é  beneficios  que  de  viie^tr 
tenia  recibidos,  en  aquella  misma  noche  en  que  durabuu  ' 
guaSj  siendo  pasada  la  mitad  de  la  media  della»  entró   con  ra.no 


éí^L 


ALMAGRO    Y    SUS   COMPA^íKROS 


465 


Srinnda  enln  dií-ha  eitidiul,  maLaníIo  é  firiondo  cnnnlos  nnlR  sí 
iállíibfi,  é  se  íipoderü  en  hx  dieha  ciuilnd  é  oorci  h\^  cnsns  dundo 
^posaba  el  dicho  Hornnndu  Pizarra,  é  líis  hizo  combaLir  [jor  todas 
pnrtrs  é  hizo  poncp  fnogo  on  nllíis,  ó  so  qnoiió  dI  aposento  dondo 
el  dicho  Ilonmndo  PízíHTó  nstaba  relniido  con    los  oficialos  del 

Ijnsejo  do  In  dicha  ciudad  y  oíros  oclio  ó  ú'wz  pnrioivlos  y  amibos 
lyos,  dundo  se   quemaron  é  murieron  aljíunos   do  lí)s  que  allí 
tabsn,  é  los  otros  salieron  y  escaparon  liáindos  y  muy  maltra- 
dos,  y  así  fue  preso   el    dicho  Hornnndo   Pizíirro  yol  Cíi|»¡Lím 
>nznlo  Piyjirro,  su   lierniíino,  y  oíros  capitíuies  y  servidores  do 
^uestra  Mag,,  y  ol  diclio  mnriscal  y  su  gente  iban  matando  lo- 
^slos  erisiinnos  que  anle  sí  hallnbnn  en  ¡n  tliclia  ruerza*  c  hine- 
fn  otros  muchos,  ó  robnron  é  saquearon  U^da  la  dicha  ciudad  é 
íioron  otros  muy  grandes  insultos  é  maleficios,  como  gente  que 
iba  de  timnia»  é  de  rcLclion  conocidamente. 
[Y  es  cosa  muy  evidentt^  y  notoria  que  no  se  puede  negar  qnel 
ího  mariscal  don  Diego  de  Almagro,  desde  que  dieron  la  vuel- 
del  dicho  valle  de  Cliik\  él  y  sn  gente   trujeson  determinado 
alzarse  con  la  dicha  ciudad,  y  hacer  los  delilos  y  levan lamien- 
que  hicieron,  porque  si  el  dicho  mariscal  viniera  con  propó- 
sito de  socorrer  al  dicho  Hernando  l'izarro  y  de  ayudalle  en  la 
guerra  que  tenia  con  los  indios,   como   quieren  Ungir  el  dicho 
tíegode  Alvarndoy  susconsorles,  cosa  cierta  es  qnel  dicho maris- 
i]  bicieru  saber  su  venida  oí  dicho  Hernando  Pixnrro  y  le  avi- 
ara y  apercibiera  do  la  iulencion  que  traía  y  del  aparejo  y  gen  le 
^e  tenía,  para  que  secretamente  entre  ambos  a  dos  se  diera  orden 
10  se  vencieran  y  conquistaran  los  indios  que  estaban  alzados 
B©  pusiera  do  paz  toda  aquella  tierra,  lo  cual  so  pudiera  hacer 
íilmente,  si  el  dicho  mariscíil  hiciera  lo  susodicho,  que  ora  lo 
|ie  debia  liacer,  como  cristiano  y  como  vasallo  y  criado  de  Vira. 
>g-i  y  cumpliendo  la  fidelidad  y  lealtad   que  como  lal  ora  ohli- 
fdodo  guardaré  nianlcner,  é  [ara  no  quebrantar  sus  juramentos 
firmes  y  solpgnes;  [nvro  couio  Iraia  fabricada  la  |>ruvi.-í¡nn  y 
iklad  que  después  puso  por  obra,  nunca  di<*  íiviso  al  dicho  Her- 
|tido  V*izarro  de  su  venida,  ni  de  la  causa  delta,  sino  que  procuró 
¡Scullamente  de  conrod^rarse  con  el  dicho  luga  para  hacerse  mas 
leroso,  é  que  el  dicho  mariscal  y  el  dicho  Inga  viniesen  juntos 

30 


466 


COLICCCION  DE  DOCUMENTOS 


a  tomar  la  dicha  ciudad  y  matar  al  dicho  Hernando  Pizarro  y  á 
los  que  con  él  cataban:  esto  es  cosa  tan  cierta  y  verdadera  que  no 
tiene  respuesta  y  confunde  totalmente  la  malicia  y  maquinación 
de  las  parles  contrarias. 

Lo  otro,  porque  luego  como  el  dicho  mariscal  entró  en  la  di- 
cha ciudad  del  Cuzco,  según  de  suso  esté  dicho,  hizo  dar  pregones 
para  que  todos  le  obedeciesen,  so  pena  de  muerte  y  de  perdi- 
miento de  bienes,  é  hizo  juntar  á  algunos  de  los  oflciales  del 
Consejo  de  la  dicha  ciudad,  ó  les  forzó  ó  atemorizó  de  tal  manera 
que,  por  no  perder  las  vidas  y  las  haciendas,  hicieron  todo  lo  que 
él  quiso,  usando  de  toda  la  tiranía  y  soberbia  que  cualquier  cruel 
tirano  jamas  usó  por  sí  y  por  sus  ministros  y  secaces»  y  por  pd 
hlico  mandamiento  y  pregón  quitó  los  repartimientos  de  los  indios 
de  la  comarca  de  la  dicha  ciudad  que  estaban  hechos  muchos 
años  hübia  por  el  dicho  gobernador  don  Francisco  Pizarro,  y  por 
causa  del  dicho  pregón  y  mandamiento,  casi  todos  los  indios  que 
antes  estaban  sujetos  y  de  paz,  se  alzaron  y  rebelaron  y  juntaron 
con  el  dicho  Inga  y  con  los  otros  indios  que  estaban  de  guerra, 
porque  les  robaban  é  les  ranchaban  el  dicho  mariscal  don  Diego 
de  Almagro  y  su  gente,  y  les  tomaban  lo  que  tenían,  y  no  habia 
quien   les  favoreciese  y  los  toviese  en  razón,  como  solia  haber 
cuando  estaban  encomendados,  de  que  se  siguieron  muchos é  muy 
grandes  danos,  é  mataron  algunos  cristianos  que  fueron  muertos 
por  los  indios,  y  se  perdió  muy  grande  suma  de  maravedís  del 
quinto  perteneciente  a  Vtra.  Mag.,  y  débese  creer  y  presumir  que 
hizo  lo  susodicho  el  diclio  mariscal,  por  tener  ocasión  y  aparejo 
él  solo  y  sus  capitanes  y  mas  aceptos  ministros  de  poder  ^ 
y  robar  para  sí  todo  el  oro  y  plata  é  piedras  que  tuviesen  1 
dios  y  encubrillo  para  defraudar  el  quinto  dello  á  Vtra.  ^    ^ 
como  siempre  lo  hizo,  porque  no  se  hallará  que  en  tiempo  alguno 
el  dicho  mariscal  don  Diego  de  Almagro  hubiese  dado  ni  enviado 
ü  Vtra.  Mag.  oro  ni  plata  ni  otra  cosa  alguna,  en  mucha  i     " 
poca  cantidad,  por  razón  del  quinto  de  lo  que  el  dicho  maru. -  , 
su  gente  hubiesen  ganado,  lo  cual  ha  sido  y  es  cosa  muy  al  coü- 
Irario  hecho  por  el  dicho  gobernador  don  Francisco  Pizarro  y  por 
sus  hermanos  y  gente,  porque  es  muy  grande  la  suma  de 
plata  é  piedras  preciosas  que  han  enviado  á  Vtra,  Mag*,  pei  wi»v- 


Má 


ALMAGRO   Y    srS   COMPANRROS 


i67 


cien  tes  á  su  quinto,  de  lo  que  por  ellos  ha  sido  conquistado  y 
ganado,  según  que  ¿i  Vtra.  Mag,  y  a  los  del  vuestro  real  Consejo 
de  las  Indias  es  notorio,  y  por  tal  lo  alego* 

Lo  otro,  porque  estando  el  dicho  mariscal  en  la  dicha  ciudad, 
usando  de  la  dicha  su  tiranía  y  rebelión,  tenia  tan  oprimidos  y 
cautivos  á  los  cristianos  vecinos  de  la  dicha  ciudad,  que  ninguno 
dellüs  tenia  ni  podia  tener  libertad  para  cosa  alguna,  porque  luego 
como  el  dicho  mariscal  tenia  sospecha  de  cualquier  vecino  de  la 
dicha  ciudad,  le  hacia  matar,  y  especialmente  hizo  matar  é  Cas- 
^nda,  vecino  de  la  dicha  ciudad,  porque  se  habla  salido  della  á 
>sas  que  le  cumplían,  y  sospechando  el  dicho  mariscal  que  se 
isaha  a  la  parte  del  dicho  gobernador  don  Francisco  Pizarro 
mandó  á  Paulo  Inga,  que  tenia  consigo,  que  enviase  indios  que 
buscasen  al  dicho  Castenda  ó  lo  matasen,  é  así  lo  hicieron,  é  lue- 
|0  otro  dia  los  indios  trajeron  la  cabeza  del  dicho  Castenda,  é  la 
lusieron  ante  el  dicho  mariscal,  el  cual  mostró  dello  contenta- 
liento,  dando  a  entender  que  lo  había  mandado:  cosa  gravísima 
y  digna  de  muy  gran  castigo,  porque  demás  de  haber  sido  muerto 
sin  causa  el  dicho  Castenda,  se  dio  introduclon  y  atrevimiento  é 
indios  que  matasen  los  criáLianos,  según  lo  hicieron  de  ahí 
leíante,  porque  se  hallaron  muchos  cristianos  muertos  y  despe- 
idos  por  los  caminos  en  el  dicho  tiempo  que  duró  la  dicha 
Irania  y  rebelión  del  dicho  marlscal. 
Lo  otro,  porque  en  el  dicho  tiempo  de  la  dicha  tiranía  del  dicho 
lariscal  don  Diego  de  Almagro,  como  tenia  usurpada  y  tirani- 
Ida  la  justicia  della,  no  habia  quien  la  administrase,  y  todos  los 
ipítanes  é  gente  del  dicho  mariscal  usaban  de  toda  disolución, 
ifttando  y  robando  á  los  vecinos  de  la  dicha  ciudad,  y  entre  otros 
ristianos  que  hizo  matar  el  dicho  mariscal  fué  Pedro  Toscano, 
in  haber  hecho  ni  cometido  delito  alguno,  al  cual  hizo  ahorcar, 
>rque  el  dicho  mariscal  sospechaba  que  el  dicho  Pedro  Toscano 
&gu¡a  la  lealdad  y  fidelidad  que  era  obligado  de  tener  y  seguir 
}edeciendo  al  gobernador  don  Francisco  Pizarro,  proveído  por 
lestra  Mag. 

\.Ij}  otro,  porque,  viniendo  el  capitán  Alonso  de  Alvarado  con 

len  y  mandado  del  dicho  gobernador  don  Francisco  Pizarro  y 

m  su  comisión  con  hasta  quinientos  hombres  de  guerra,  para 


ÉUIMh 


4G8 


COLECCIÓN   DE  DOCUMENTOS 


conquistar  y  allnnnr  ni  dicho  Inga  ó  ri  los  otros  indios  que  oslaban 
alzíidfíiy  de  giiprm,  el  diiílio  mnri^^ca!  hizo  hacer  nnrtas  falsaí»  y 
finfíidaa  en  nombro  del  diobo  Hernando  Pizarro  pam   d  dicho 
Cíqnlnn  Alonso  de  Al  varado,  en  qiio  se  le  Oácrihia  que  dividiese  su 
p^nto  y  que  con  [^ai'le  della  se  viniese  á  la  di:^ha  ciudad,  para  to 
mallo  descuidado  y  n>n   [joca  gente  6  desbarata  I  lo,    mata  I  lo  ó 
prondello,   y  viendo  el  diclnj  mariscal  quel  dicho  su  fraude  é  fal- 
sedad no  [Hido  ettluarse,  porque  el  dicho  capitán  Alonso  deAl- 
vanidn  había  sido  avisado  del  trato  doble  que  con  el  se  traía,  en 
vio  el  dicho  mariscal  cierb»s  capitanes  y  amigos  suyos  éconsortei 
en  su  rebelión,  de  los  males  fué  uno  el  dicho  Diego  de  Alvnrado, 
y  don  Alonso  Knriquez,   h>s  cnales  fueron  á  donde  el  dicho  capi- 
tán Alonso  de  Alvnrado  estaba  con  su  gmte,  y  so  color  que  publi- 
caba que  iban  á  li'alar   remedios  y  euncierlos,    riilendieron  i 
amotinnllos  la  mayor  parle  de  la  gente  qne  consigo  tenia^  con  dá- 
divas é  |)romeáas  y  por  ulrus  medios  reprühados,  é  concertaroii 
con  Diego  Gutiérrez  do  los  Rios,  quo  era  capitán  por  el  dicho  go- 
liornadordou  l'^rancisco  I^iziu'ro,  é  con  oíros,  que  luego  corao  vi- 
niese el  dicho   mariscal  con  sn  gente  contra   el  dicho   capitán 
Alonso  de  Alvarado,  se  pasasen  á  ia  parle  del  dicho  inaríscnl,  st- 
gun  que  después  lo  hicieron,  y  nnsi,  dende  u  dos   ó  tres  dias,  ©I 
dicho  marisca!  sacó  su  ejército  do  la  ciudad  y  en  orden  de  batalla 
y  con  sus  banderis  tendidas  fué  conlra  el  dicho  capitán  Alonso 
de  Alvnrado.  é  llevó  consigo  al  dicho  Paulo  Inga  con  mas  de  dieí 
mil  indios,  h»dos  ctm  armas  que  les  dio  el  dicho  mariscal,  é  los 
enseñó  é  ¡uJustriü  como  habian  de  heriré  malar  a  los  crisliaaoi 
que  estaban  con  el  dicho  capibni  Alonso  de  Al  varado»  é  desli 
manera  lo  acomotiii  y  lo  venció  y  desbarat'i  por  nizon  de^  *"■  *' 
doblo  é  mtitin  quel  tücho  Gutiérrez  de  los  Rios  é  oíros  us^i 
tuvieron  contra  su  gobernador  y  ca|Htan  genenil,  y  el  dicho  mft* 
riscal  y  los  indios  que  consigo  llevó,  mataron  en  el  dicho  rompí' 
miento  ocho  ó  diez  cr¡stiniH>s  y  prendieron  al  dicho  capitán 
so  de  A I  vara  do  y  n  otros  ca  pitamos  y  caballeros  que  con  él  e- 
é  les  tomarun  é  llevaron  sus  caballas  é  sus  bienes  c  loá  repai ; 
en  re  sí  [)úblicaraonte,  y  el  dicho  mariscal  hizo  hacer  otros  gm* 
vísinios  insultos  é  delitos  é  robos,  y  «Mitre  otras  cosns  que  aUÍ  híid 
fué  que,  porque  tuvo  noticia  que  cuatro  ó  cinco  crislianos  d«  h 


¡m     m 


ALMAGRO  y  SUS   COMPAÑEROS 


460 


compnrna  del  dicbo  cnpitnn  Alonso  de  Alvnrnüo  bnbian  huido 
cuíindo  vieron  ronifiido  al  dicho  Alonso  de  Alví»rado»  sospocluui- 
do  el  dicho  ainriscal  quo  dariiin  uviso  al  dicho  goborundor  don 
FrancL^cD  Piíiarro,  mandó  al  dicho  Pnulo  logíi  que  enviase  aiyu- 
kpos  úvi  sus  indios  qno  lo.s  biis?nson  é  míihi.ion,  ya^Mo  hicieron 
P^  les  trijjorüTi  lus  caballo?  y  avLM*¡^uíicirni  oumo  I05  dejaljan  muer- 
tos, lo  cual  filé  cosa  deloálíible;  y  oibuiJo  allí  el  diclío  murlscal, 
envió  a  mandar  que  cortasen  bis  caljozasal  die.lio  Hernando  Pi- 
zarro  é  Gonzabj  Pizarro,  sn  bermíuio,  é  a  Io.'í  otroís  que  lenin  presos, 
é  prosiguiéndola  diebasu  Linuí  a  ó  rebelión  el  dit:bo  mariical,  te- 
niendo intento  principalmenle  de  alzarse  con  toja  aquella  tierra 
■Ü  de  no  conocer  superior  en  ella,  sa!i<>  de  la  dicha  ciudad  del 
Cuzco  con  su  ejército  fiírmado  y  \\Q*¿n  basta  el  vallo  de  Ghinelia, 
que  es  á  veinte  é  cinco  leguas  de  la  ciudad  de  Lima,  donde  residia 
1  dicho  goberjuidor  don  Francisco  Pizarro,  y  por  todo  el  dicho 
ropo  el  dicho  mariscal  se  intitulaba  y  llamaba  gobernador,  y  él 
líi  gente  que  consigo  llevaba  robaron  los  pueblos  que  estaban 
n  el  camino,  así  de  cristianos  cómoda  inditjs,  é  m:ilaron  muchos^ 
sí  de  los  unos  como  do  loá  otros,  siendo  muíiha  parle  de  lo-»  di- 
hos  pueblos  é  imlios  de  repartimiento  di'  los  vocinos  de  bi  dicha 
lindad  de  Lima,  y  estando  el  dicbo  mariscal  en  el  dicho  valle  do 
hincha,  desp(íblú  el  dicho  valle,  destruyendo  y  robanílo  los  vo- 
inosdéb  y  ¡nten'ii  de  hacer  otra  nueva  población,  lomando  para 
í  la  jurisdicion  dello  é  poniendo  jueces  en  su  nombre,  sabiendo 
conociendo  que  todo  aquello  era  de  la  jurisdicion  de  la  dicha 
iudad  de  Lima,  y  cada  dia  los  capitanes  y  {^ento  que  consi|;o  te- 
'nia»  salían  por  la  comarca  á  saltear  é  robar  lo. lo  cuanto  bailaban 
©  cristianos  é  do  indioi,  hacieadr»  puerra  muy  cruel  al  dicbo  go- 
bernador don  i^^rancisco  Í*izarro»  á  fuego  y  á  satigre,  y  llevó  hasta 
dicho  valle  de  Chinclia  al  dicho  Hernando  Pizfirro,  [>roso,  é  tc- 
iéndolo  allí,  decia  ó  publicaba  que  lo  habia  de  hacer  mabir  *i 
uñaindas  ó  cortar  la  cabeza,  si  el  dicho  gnbernatlor  ílon  Fran- 
lUco  Piíuirro,  su  hermano,  no  hacia  totlo  lo  que  el  dicho  mariscal 
üisiese;  y  su  teniente  general  del  dicho  mariscal,  por  su  volun- 
d  y  mandado,  dio  un  mandamiento  para  que  míi lasen  al  dicho 
ernando  Pizarro  luego  como  viesen  cualquier  señal  de  gente  de 
uerní,  enviada  por  parte  del  dicho  gobernador  don  Francisco 


ém 


Jü 


470 


COLECCIÓN  DE  DOGU-ütáNTOS 


Pízarpo,  é  teniendo  por  cierto  el  dicho  mariscal  qiiel   dicho  go- 
hernadür  don  Francisco  Pizarro  quería  mucho  al  dicho  Hernando 
Pizarro  y  le  tenia  mas  amor  que  é  otro  ninguno  de  sus  hermanos 
y  que  tenia  tanto  su  persona  y  vida  del  dicho  Hernando  Pizarro 
como  la  propia  suya,  no  quiso  venir  en  lo  que  sentenció  fray 
Francisco  de  Bübadilk,  sino  publicar  que  había  de  matar  al  dicho 
Hernando  Pizarro,  si  no  se  hacia  lo  quél  quería,  de  que  se  colige 
notoriamente  que!  dicho  gobernador  don  Francisco  Pizarro  no 
tuvo  consentimiento  Ubre  en  lo  que  diz  que  contrató  con  el  dicho 
mariscal  en  razón  de  la  gobernación  de  la  dicha  ciudad  del  Cuzco 
y  que  aquello  fué  de  ningún  valor  é  efecto,  ó  que  no  le  pndo  parar 
ni  paró  perjuicio  en  propiedad  ni  en  posesión,  según  está  deter- 
minado de  derecho. 

E  por  cuanto  los  dichos  parles  contrarias»  usando  de  su  acos- 
tumbrada calunia  é  falacia,  dicen  y  afirman  por  la  dicha  petición 
quel  dicho  gobernador  don  Francisco  Pizarro  diz  que  no  tenia  li 
gobernación  ni  jurisdicion  de  la  dicha  ciudad  del  Cuzco,  éque 
diz  que  no  estaba  en  la  posesión  vel  casi  de  la  dicha  jurisdicion 
cuando  el  dicho  Hernando  Pizarro,  como  su  lagar-lenienle  de 
gobernador  y  capitán  general,  fué  á  la  dicha  ciudad  é  propulsóla 
fuerza  y  resistencia  del  dicho  mariscal  y  de  sus  consortes,  y 
prendió  al  dicho  mariscal  y  procedió  contra  él  conforme  á  dere- 
cho; es  cosa  justa  que  Vtra.  Alteza  se  informe  particularmente 
de  lo  que  en  esto  pasa  y  del  grande  engaño  que  en  esto  reciben 
las  partes  contrarias,  aunque  se  debe  creer  que  no  tienen  igno- 
rancia dello,  sino  que  la  enemistad  capital  é  mala  voluntad  que 
tienen  a!  dicho  mi  parte  é  al  dicho  marques  su  hermano,  les  hace 
decir  y  afirmar  lo  contrario  de  lo  que  ellos  mismos  saben  ser 
verdad»  porque  es  muy  cierto  é  notorio  que  según  que  de  saso 
tengo  referido,  que  por  virtud  délas  provisiones  y  títulos  de  Vtra» 
Mag,  concedidos  al  dicho  gobernador  don  Francisco  Pizarro  para 
la  gobernación  é  jurisdicion  é  oficio  de  capitán  general  de  lai 
provincias  del  Perú,  el  dicho  gobernador  conquistó  y  ganó  y  po- 
bló la  dicha  ciudad  del  Cuzco,  y  la  tuvo  so  su  gobernación  é  Jtt* 
risdicion  desde  que  fué  conquistada  y  ganada  y  poblada,  siempre 
continuamente,  teniendo  en  ella  sus  tenientes  con  su  poder  -  - 
misión  que  administraban  la  jurisdicion  y  la  justicia  de  la 


mÉmrñ  m 


ilMíi     li 


ALMAGRO   Y    SUS   COMPASeROS 


ciudad  y  de  sus  términos  y  sugetn,  libre  y  pAcíficñmente,  así  como 
ha  lenidü  y  tiene  en  su  gobernación  de  la  dicha  ciadnd  de  Lima 
■  otras  ciudades  y  pueblos  que  eslán  en  ella;  el  mismo  mariscal 
oon  Diego  de  Almagro  fué  lugar-teniente  de  la  dicha  ciudad  del 
Cuzco  por  el  dicho  gobernador  don  Francisco  Pizí^rro,  y  en  nom- 
bre  del  dicho  gobernador  y  con  su  poder  y  comisión  tuvo  y  usó 
el  dicho  oficio  de  teniente  de  gobernador  por  algún  espacio  de 
Kmpo,  y  estando  como  estaba  el  dicho  gobernador  don  Francisco 
aparro  en  la  dicha  posesión  vel  casi  de  la  dicha  gobernación  y 
^risdicion  y  del  dicho  oficio  de  capitán  general  do  la  dicha  ciu- 
dad del  Cuzcoede  sus  términos  v  habiéndolo  estado  mucho  antes, 
sa  hizo  la  dicha  capitulación  é  asiento,  firmada  con  juramentos 
solemnísimos,  entre  el  dicho  gobernador  y  el  dicho  mariscal»  en 
el  dicho  año  de  treinta  é  cinco,  en  que  entre  otras  cosas  se  seña- 
laron  ciento  treinta  leguas  de  término  é  sugeLos  a  la  dicha  ciu- 
dad para  que  todo  aquello  juntamente  con  ella  quedase  y  estuvie- 
f|en  la  dicha  gobernación  y  jurísdicion  y  capitanía  general  del 
icho  marques  don  Francisco  Pizarro,  como  lo  habia  estado  y  es- 
taba la  dicha  ciudad,  y  que  posadas  las  dichas  cienlo  y  treinta 
tuas,  lo  que  el  dicho  mariscal  don  Diego  de  Almagro  desou- 
ese y  conquistase  y  ganase  mas  adelante,  se  entendiese  y  fuese 
la  gobernación  que  Vtra,  Mag.  le  habia  dado  y  concedido,  y 
ansí  cuando  hubo  andado  tanta  tierra  que  le  pareció  ser  pasadas 
dichas  ciento  y  treinta  leguas,  hizo  ciertos  autos  de  principio 
posesión  de  su  gobernación,  reconociendo  y  confesando  que 
sta  allí  llegaba  la  gobernación  del  dicho  gobernador  don  Fran- 
jeo Pizarro,  la  cual  dicha  provisión  tenia  entonces  en  su  poder 
'dicho  mariscal,  así  que  es  cosa  de  evidente  pertinacia  y  malicia 
negar  esto,  pues  tiene  tanta  notoriedad  de  verdad;  y  después  quel 
^fcho  mariscal  partió  de  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  para  el  descu- 
^praientodelvalledeChile,  donde  estaba  desuñada  su  gobernación, 
l^asta  que  volvió  a  la  dicha  ciudad,  que  seria  por  tiempo  de  dos 
años,  poco  mas  ó  menos,  siempre  el  dicho  gobernador  don  Fran- 

Kío  Pizarro  continuó  la  dicha  su  posesión  vel  casi  de  la  dicha  go- 
nacion  y  jurisdicion  de  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  y  de  sus 
niños,  teniendo  siempre  en  ella  sus  tenientes,  así  al  capitán 
in  Pizarro  como  al  dicho  Hernando  Pizarro  é  a  otros:  siendo 


472 


cotRcnrov  ph  noCüMExros 


todo  lo  snsoflicho  vcrJad  mny  notorin,  como  lo  es,  base  de  tener 
por  iinposiljio  y  por  cosa  qtio  ropnjcim  á  lodii  rnzon  y  enlf^ndi- 
miento  í|iic  o|  dirliít  niiiriscal  í'noáo  pnsocdor  de  In  dicha  goberna- 
ción é  juriódicinn  úe  la  dicha  ciiuliid  y  de  sus  lénniíios,  porque 
la  dichii  proviiinti  de  VLrn.  \ín¡;,  y  ú(}  la  dicha  pretensa  gnberna* 
rion  del  dielio  mariscal  estaba  pnr  él  mismo  enlendida  qoe  so 
habia  do  verilícnr  y  sortir  efecto  en  la  qrie  do  nuevo  fuese  descu- 
bierto y  conqniátíidi)  y  ganndo  por  el  dicho  mariacnl  y  por  su 
gente,  mns  adelnnto  de  U\s  diehii:^  ciento  y  treinta  leguas  de  h 
dicha  ciudad  del  Cuzco,  en  el  cual  dicho  asiento  y  cn[iilülaeion 
consintieron  y  contrataron  espresameole  el  dicho  gobernador  y 
el  dicho  mariscal»  qne  In  gobernación  de!  dicho  marqué:9don  Fran- 
cisco Pizarro  coni[>reiul¡e3e,  no  solamente  la  dicha  ciudad  del 
Cuzco,  según  que  hasta  entonces  la  bahía  comprendido,  pero  las 
dichas  ciento  y  treinta  mns  adelante;  y  [)orque  (niesto  que  esto 
cesartí,  que  no  r'i»sa,  no  hay  palabra  en  la  provisión  de  la 
gobernación  del  dicho  mariscal  por  donde  se  signifique  ni  entien- 
da ni  pueda  entender  que  se  le  liuhiese  dado  ni  diese  la  gober* 
nneion  de  la  dicha  ciudad;  y  si  el  dicho  mariscal  pretendió  quo 
limitándosGé  haciéndose  avcrignacion  de  las  doscientas  y  sesenta 
y  tantas  leguas  de  la  gobernación  del  dicho  marqués  don  Fran» 
cisco  Piznrro  pudiera  quedar  fuera  dellas  la  dicha  ciudad  y  por 
consiguiente  veritirarse  en  aquello  la  gobernación  del  dicho  ma- 
riscal, la  averit^nacion  deslas  h^giias  no  perteuccia  al  dicho  míiris- 
cal  ni  so  pudo  ni  dr*bi(»  entremeter  en  ello»  conforme  ú  doreelio, 
así  porque  Vtra,  Mag.  tenia  di|)ulado  y  nombrado  juez  que  lo  hi- 
ciese, que  era  el  obispo  de  Tierra-firme,  é  dello  tenia  uuth^  ' 
diclio  mariscal,  como  [>orqne  en  caso  que  Vtra.  Mag,  no  bul.. -- 
proveído  el  dicho  juez,  habia  el  dicho  mariscal  de  re<:urrip  ¿ 
Vtra,  Mag  para  que  lo  proveyese  dro,  y  no  podia  ni  debía  tomar 
parte  de  ju?z  en  su  propia  causa,  y  en  el  entretanto  que  se  baiíia 
la  dicha  averiguación  ir-grlinia mentó  y  por  juez  competente,  H 
cosa  manifiesta  en  dereclio  que  el  dicho  Gobernador  don  Fmn- 
cíico  Pizarro  habia  do  estar  en  la  dicha  posesión  y  conrmualla:  át 
que  se  t^iíílcque  el  dicho  miriscal,  sifi  t-'tulo  ni  fundamento  al- 
gu  lolegrii  n  >,  entró  en  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  y  qnepor  faerxa 
de  armas  y  cometiendo  los  dichos  cri'menes  é  delitos  gruví:>imo3 


riKi 


^ImOé 


ALMAono  V  sus  C0Mr.v5íF;a03 


473 


^wñp^:  Y  P^^  fastos  autos  ó  ruorzís  ó  violoncins  é  tlolitns  na  snlíi- 

teulQ  no  ndqainrc  iliTccho  ni  poscsinti,  pero  mire  olnis  penas 

^un  el  dorpnhn  oálnljloce  cnntni  lus  tnloi  Ibi'ZJicloreá  ó  violr^nlüs 

^Rupndriros,  loá  priva  do  cualqnií^r  tlerpclioque  lenf^nn  é  pretendan 

^nop  en  loá  bioiiPá  en  qiio  nometioron  his  dirhns  luorzas  ó  violen- 

cifis,  ó  mnoln)  mnnns  pnedo  íulqiiirir  dí^rocho  el  diclio  mn riscal 

por  el  reciljimioiitü  que  diz  que  so  hÍ7,o  por  alyímoá  do  Ií>s  oficia- 

Ics  dol  Conáejo  do  In  tlichíi  ciudad»  porquo  fueron  Torzíidns  ó  com- 

pelidos  ú  elli»  por  miedos  ó  temores  é  amennzns  hechas  por  píirto 

dol  dicho  mnriácal  y  de  í^iis  napitnnei  y  gente^  y  porque  si  así  uo 

lo  hiciera,  los  uinliinin  ?i  lodos,  y  e.Uo  parece  ser  ansi  por  h>  quo 

t  dichos  oncialoa  nn  dia  antes,  cuando  leniao  libertíid,  habian 
pondidü  íi  la  noLificacion  do  la  provisión  del  dicho  mariscal  y 
|,wi*qne  el  consenli miento  de   los  privados  y  particulares  no  atri- 
buye juriadici(ui  ni  posesión  diilía;  ni  se  pueden  ayudíir  las  dichas 
irlos  eoutrnrias  de  lo  que  diz  que  se  ca[íittili'>  eulre  el  diclio  Go- 
■mador  y  el  dicho  mariscal  cniíndo  el   diclio  mariscal  estaba 
in  su  ejército  en  el  dicho  vallo  de  Chincha  y  tenia  allí  preso  al 
.•hn  Hernando   Pizarro,  [>orqno  todo  lo  que  allí  dice  el   dicho 
iriácal  por  sí  y  por  sus  cripitíincá  y  gente  fué  cometer  nuevas 
irzas  y  delitos  cnopm'simoi,  los  cuales  no  pudieron  adquirir 
^derecho,  sino  Cíuisallc  mayor  pena  y  castigo  y  por  quel  dicho 
'Marqués  don  Francisco  Pizarro  fue  siempre  poseedor  de  la  g(d)ep- 
iciun  y  capitanía  general  de  la  diclia  ciudail  del  Cuzco  é  retuvo 
[dicha  posesión  en  su  ánimo  y  siempre  la  continuiicon  inten- 
sa de  propulsar  y  alcanzar  la  dicha  fuerza  y  violencia  del  dicho 
iriseal  é  do  su  gente  lo  mas  pronto  que  pudiese  tener  comodí- 
kd  para  elln,  y  según  la  pujanza  del  dic^ho  mariscal  y  úo  su  ejér- 
y^sn  grande  tirania  y  soberhia  era    necesario  que  liubieso 
ípvalo  do  tiempo  para  quel  diclio  marqués  don  Francisco  Pi- 
rro pudiese  propulsar  y  resislip  la  dicha  fuerza  y  violencia,  é 
rque  de  derecho  se  iiresume  qnel    dicho  nobernador  pudo  é 
jíó  do  temer  la  muerte  del  dicho  Hernando  Pizarro,  su  herma- 
íisí  como  pudiera  temer  su  lu'opia  persona  é  vi  la  si  estuviera 
íso;  y  cualquier  conlrataciun  fecha  en  el  tiempo  de  la  prisión 
dicho  Hernando  Pizarro  y  instando  el  peligro  y  temor  de  su 
I,  conaolan  e video tísimamente  instado  fué^y  es  nula  ipso  jure, 


é^ 


474 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


así  por  respeto  del  dicho  marqués,  como  por  respeto  del 
Hernando  Pizarro;  y  como  si  nunca  hubiera  pasado,  pudo  el  dicho 
marqués  don  Francisco  Pizarro  continuar  la  dicha  su  posesión  y 
espeler  y  propulsar  la  dicha  fuerza  por  sí  y  por  el  dicho  Hernando 
Pizarro,  su  lugar-teniente,  como  lo  hizo;  y  con  esto  se  excluye 
las  exajeraciones  y  eselamaciones  que  hacen  los  adversos  tan  ú 
niestramenle,  y  quedan  confusos. 

Lo  otro,  porque  carece  de  todo   fundamento  de  derecho  é  d» 
verdad  decir  é  afirmarlas  partes  contrarias,  que  diz  quftl  dicho 
Hernando  Pizarro  hizo  ciertos  juramentos  é  pleitos-homenajes, 
cuando  estuvo  preso  y  en  poder  del  dicho  mariscal,  y  que  diz  que 
fué  y  es  obligado  al  cumplimiento  dellos,  porque   ninguna  igno- 
rancia ni  malicia  basta  para  que  se  diga  é  afirme  semejante  error 
en  derecho,  porque  estando,  como  estaba^  eldícho  Hernando  Pi- 
zarro preso  é  aprisionado  por  el  dicho  mariscal,  que   era  tiran» 
y  proditor  y  rebelde  é  su  rey  é  príncipe,  y  que  cada  dia  é  hom 
publicaba  que  quería  hacer  malar  al   dicho  Hernando   Pizarro,  y 
que  le  diesen  de  puñaladas,  como  de  suso  estaba  dicho,  es  nolorio 
que  estaba  fuera  de  toda  su  libertad^  é  que  no  tuvo  consenUroi^n- 
to  ni  voluntad  libre  para  lo  que  diz  que  contrató  y  juró,  ni  para 
el  pleito  ó  pleitos-homenajes  que  diz  que  hizo,  é  que  todo  ello  ei 
ninguno  ipso  jure,  y  el  derecho  lo  vicia  y  anula  como  si  no  bn- 
hiera  pasado  ni  intervenido  cosa  alguna  dello,  y  asi  ostádispuei- 
to  por  casos  y  derechos  notorios. 

Lo  otro,  porque  el  dicho  Hernando  Pizarro,  como   tal   lenienl* 
de  gobernador,    pudo  justamente   prender  al  dicho   mariscal  y 
proceder  contra  él   y  condenalle  en  la  pena  que    le  condenó  ¡f 
hacella  ejecutar,  y  en  ello  no  solamente    no   eometio  delilofii 
hizo  cosa  no  debida,  pero  hizo  lo  que  cualquier  buen  juez  y  celo- 
so de   servirá  su  rey  é  príncipe  é  de   administrar  justicia,  e™ 
obligado  de  hacer  precisamente,  y  puédese  con  muy  justa  cio^"i 
decir  que  en  lo  que  en  esto  hizo  el  dicho  Hernando  Pizarro  li 
a  vuestra  Mag.  tan  señalado    servicio  y  de   tanta  calidad  coi 
si    prendiera  á  un  infiel  tirano   y  enemigo  y  alzado  y  rebetoi 
contra  su  real  servicio,  y  que  hubiera  peleado  contra  sus  c 
nes  y  subditos  y  vasallos,  y  después  de  preso  le  castigara  i 
pena  y  castigo  que  fué  castigado  el  dicho  mariscal,  é  aun 


Mk 


AUfjkGRO  T  acs  gompaSbu» 


4.a 


Brecho  cometió  d  dicbo  utameaU  madios  maTons  cruae- 
y  delitos  y  digno  de  m»  pumcion  y  castigo  que  {Midaem  ok 

E meter  otra  cualquier  persona,  hacieado  lo  que    él  hiio»  por  aer 
o  era^  criado  de  raestra  Mag.  y  su  natural  subdito  y  vasallo, 
le    había  recibido  muy   grandes  mercedes  y  beoafteios  d# 
ilra  Mag,»  por  medio  de  los  cuales  estaba  colocado  en  may 
ide   honra   y  eaUma,   siendo   hombre  muy  bajo  y  de   n: 
>  ser  y  linaje,  lo  cual  le  obligaba  mucho  mas  ser  leal  al  aeír* 
-*^*o  de  vuestra  Mag.,  y  entre  otros  mochos  crímenes  y  delikia 
porque  el  dicho  Hernando  Pizarro  procedió  contra  el  dicho  ma- 
^scal   y  que  por  él  fueron  comí^Üdus,  hallará  vuestra  Mag,  quel 
[;ho  mariscal  cometió  los  siguientes. 

El  uno,  que  cuando  partió  de  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  para  al 
descubrimiento  del  dicho  ^'alle  de  Chile,  dejó  tratado  y  ordenado 
el  dicho  Inga  principal  de  los  indios,  que  se  alzase  contra  el 
10  marques  é  sus   hermanos  é  los   matase,   y  secretamente 
iso  sacar  y  sacó  al  dicbo  Inga  da  la  dicha  ciudad  para   dejallo 
ido  y  rebelado, 

£1  segundo,  que  en  la  dicha  confederación  que  tuvo  con  el  di- 
^0  Inga,  quebrantó  el  juramento  tan  firmísimo  que  muy  pocos 
asantes  había  fecho. 

El  tercero,  que  coando  volvió  del  dicho  ^'alle  de  Chile,  como 

mbre  que  traía  fabricado  la  prodición  y  rebelion'que  después 

,  nunca  dio  noticia  de  su   venida  y  llegada  al  dicho  Hernán» 

Pizarro,  que  estaba  entonces  'por  teniente  de   gobernador  y 

pitan  general  de  la  dicha  ciudad  del  Cuzco   y  de  sus  términos 

{que  tenia  guerra  con  los  indios,  antas  el  dicho  mariscal  oculta 

^cubiertamente  trató  de  concertarse  lo  del  dicho  Inga,  y  se 

á  ver  con  él,  sin  avisar  al  dicho  Hernando   Pizarro  ni   dalle 

dello»  pretendiendo  conseguir  el  favor  y  ayuda  del  dicho 

é  de  sus  indios,  para  tomar  la  dicha  ciudad  al  dicho  Her- 

Pizarro  y  alzarse  con  ellos. 

El  cuarto,  que  prendió  los  mensageros  quel  dicho  Hernando 
ro  le  envió,  estando  a  cuatro  leguas  de  la  ciudad,  que  eran 

itro  caballeros  principales  vecinos  della,  yéndole  á  rogar  de 
del  dicho  Hernando  Pizarro  que  se  viniese  á  la  dicha  ciu- 


l^^h 


470 


C0LT5CCI0N  DE  DOCÜMKN^TOS 


díid,  donde  seria  muy  bien  aposentado,    recibido  y  tratado,  y  los 
tuvo  proeos  uno  ó  dos  dias. 

Lo  qainlo,  que  despups  do  habor  enviado  a  decir  ni  dicho  Her- 
nando V'mxvro,  que  qiiei'ia  venir  d  la  diulia  cind;ul  para  üoseansar 
en  otia  al^anoá  dias,  y  nn  para  hacer  novedad  al^iun,  y  hiibien* 
do  con  osle  engaño  recibido  lo  qrie  el  dicho  llrTnaoilo  Pizarro  le 
envió  para  qne  coiiiiesen  e!  y  su  fíenlo,  oLro  día  enviu  á  decir  que 
queria  lomar  la  dicha  ciudad  y  alzarse  con  ella,  y  puso  su  genle 
á  punió  do  guerra  en  urden  de  batalla,  y  con  sus  banileras  lentli' 
díis  llegí)  híisla  la  dicha  ciudad,  y  pasó  por  junto  á  ella  para  jun- 
tarse con  la  otra  parle  de  su  genle  que  había  tiejado  en  Urcos. 

El  sosto,  porque  después  da  haber  juntado  toda  su  ^ente.  qoe 
serian  nasta  quinienloi  hombres  da  pié  y  de  Cíibíillo^  vino  ú  la  di' 
cha  ciudad  a  punto  do  guerra  y  con  sus  banderas  tenílidas,  como 
si  fuera  á  combatir  y  lomar  un  pueblo  de  infielei  enen\¡gos  do 
nuestra  sania  í'ée  católica,  y  puso  y  ásenlo  su  real  junto  ¿  la  di- 
cha ciudad,  y  aunque  fué  requerido  muchas  veces  por  parte  del 
dicho  Hernando  Pizarro»   cttmo  lugar-lenienle  de  gobernador  y 
capitán  general  y  por  parlo  del  Consejo  do  la  dicha  ciudad  que 
alzase  su  real  y  que  no  entrase  en  ella,  según  y  de  la  manera  que 
queria  entrar,  si  no  descansar  y  repararse  él  y  su  gente  del  tra- 
bajo del  camino  pasado,  donde  serian  muy  bien  recibidos  y  hos- 
pedados, y  aunque  se  le  ofrecieron  muchos  y  muy  buenos  ni'"'^ -• 
para  entretener  su  indicion  y  tiranía,  y  puesto  que  en  los  d 
requerimientos  fué  avisado  del  grande  deservicio  que  hacin  á  Dias 
Nuestro  Señor  y  á  Vira-  Mag.,  é  de  los  muchos  é  grandes  daños 
é  ineonvenionles  que  dolió  se  seguiría,  é  puesto  que  puso  é  ajen- 
ió treguas  en  que  prometió  e  juró  de  no  hacer  fuerza  ni  novodfJ 
ni  entrar  en  la  dicha  ciudad  hasta  otro  dia  después  do  media  din. 
durante  el  tiempo  de  las  dichas  treguas  y  en  quebrantan 
dellas  á  media  noche,  pospuesto  el  temor  do  Üios  y  de  Vira, 
y  olvidado  do  la  lealhid  y  íidelidad  que  era  obligado  de  te..^  ; 
guardar  a  su  rey  y  seuor,  entró  con  mano  armada  con  toJosa 
ejército,  apellidando  Almagro»  Almagro,  y  el  dictio  mariíKíiitytí 
genio  iban  matando  los  crisüanos  que  nnle  sí  hallaron,  y  fu^n^n 
derecho  á  las  casas  donde  posaba  el  dicho  Hornafido  Pi:'  "-     ^  ' 
estaba  descuidado,  con  la  confianza  de  las  dichas  trogr. 


láÉi 


ALMACRO  Y  SUS   COMPANEROS 


477 


xn  poesías,  y  eorcnroQ  las  dichis  easíis,  Calíindo  dentro  en 
ellasel  dicho  Iloniímda  Pí/jirro,  lpiiieíUediVgoI>c'rníidúr%  y  Gonzalo 
Pizíirro,  su  hermano,  y  algnno^  ofieiah^á  del  Günáejo  de  la  dicha 
ciudad,  y  pusleroa  fuogo  á  las  dichas  casná  e!  dicho  mariscat  y 
loü  suyo.í,  y  quemaron  ol  aposento  y  el  balcón  donde  el  dicho 
Hernando  Pizarro  y  su  hermano  y  loi  dicho.í  oficiales  se  habían 
acofjido,  y  murieron  allí  do  i  hombrea  quemados  y  lieriduá,  y  el 
dicho  Hernando  Pizarro  y  loí^  demás  escaparon  muy  lisiados  y 
maítraUídos,  y  por  no  ser  del  todo  quemados  se  dejaron  lomar  de 
los  enemigos,  cosa  jamas  vista  ni  acaecida  en  ningún  tiempo  en- 
tre cristianos  sujetos  á  un  principe  y  señor. 

El  sétimo,  que  siendo  como  era,  el  dicho  mariscaK  tirano  y  pri- 
vado y  particular  persona,  prendió  al  dicho  Hernando  Pizarro  quo 
era  tenienlo  de  gobernador  y  cíi pitan  general  en  la  dicha  ciudad 
y  á  otros  ca|)i!anes  y  oficiales  del  Consejo  de  la  dicha  ciudad,  y  los 
tuvo  presos  mucho  tiempo. 

El  ütavD,  quel  dicho  mariscal  y  los  suyos,  por  su  mandado  é 
voluntad  é  permisión,  robaron  o  saquearon  cisi  todos  los  vecinos 
de  lii  dicha  ciudad  é  les  tomaron  el  oro  y  piala  y  bienes  que  te- 
nían ó  les  hicieron  muy  gntndes  afrenhis  y  deméritos  sobre  ello. 
El  noveno,  que  se  hizo  pregonar  por  gobernador  y  capitán  ge- 
mí de  la  dicha  ciudad,  por  su  propia  autoridad,  teniendo  toda 
gente  armada  y  a  punto  de  guerra  al   tiempo  que  se  daba  el 
ícho  pregón  para  malar  úquíen  lo  contradijese. 
El  décimo,  que  con  grandes  temores  y  amenazas  que  hizo  y  pu- 
so a  los  oficiales  del  Consejo  de  la  dicha  ciudad  hizo  que  se  jun- 
Iftscn  algunos  dellns  y  que  dizqtie  lo  recibiesen  por  gobernador 
la  dicha  ciudad,  los  cuales  lo  harían,  si   lo  hicieron,  por  no 
r  muertos  ni  destruiílos,  viendo  n[»odenido  de  la  dicha  ciudad  al 
jicho  mariscal  como  lirano  y  rebelde  á  su  rey  y  príncipe. 
£1  onceno,  que  mando  al  dicho  Pablo  Inga  que  enviase  algu- 
is  indios  que  buscasen  a  Castenda,  vecino  de  la  dicha  ciudad» 
orque  se  decía  que  iba  donde  estaba  el  dicho  cn[)ilan  Alonso  do 
Atvarado  6  los  dichos  indios  alcanzaron  al  dicho  Cnnlenda,  é  lo 
mataron  é  cortaron  la  cabeza  é  la  trujeron  ante  el  dicho    maris- 
cal, y  cuando  la  vio,  mostró  dello  placer  y  contentamiento,  dando 
á  entender  que  se  babia  hecho  por  su  voluntad  y  mandado. 


478 


COLKCCIOX  DE  DOCUMENTOS 


El  doceno,  que  hizo  dar  tormentos  é  hacer  otros  crueles  trata- 
mientos á  muchos  de  los  vecinos  de  la  dicha  ciudad,  para  los  for- 
zar y  cooipeler  á  que  ayudasen  al  dicho  mariscal  Almagro,  y  que 
jurasen  de  ser  de  su  opinión  y  contrarios  al  dicho  gobernador  doa 
Fraocisco  Pizarro  y  uno  de  los  dichos  executores  de  los  dichos  lor 
raenlos  é  malos  tratamientos  fué  el  dicho  Diego  de  Alvarado. 

ítem,  que  hizo  hacer  y  fabricar  cartas  falsas  y  fingidas  contra- 
haciendo y  falsando  la  letra  y  firma  del  dicho  Hernando  Pizarro 
para  las  enviar  y  las  envió  al  cnpitan  Alonso  de  Alvarado^  que 
estaba  á  veinte  y  cinco  leguas  de  la  dicha  ciudad,  para  le  enga- 
ñar y  hacer  que  dividiese  su  gente  y  que  viniese  con  parte  della 
á  la  dicha  ciudad  y  dar  sobre  él,  salteándole,  ó  para  lo  mataré 
prender,  é  hubiera  efecto  esta  traición  é  maldad  si  no  tuviera  el 
dicho  capitán  Alonso  de  Alvarado  algún  aviso  déh 

ítem,  que  viendo  el  dicho  mariscal  que  no  habia  habido  efecto 
la  cautela  é  fraude  é  falsedad  de  las  dichas  cartas,  envió  por  vi* 
de  embajada  é  mensajería  cinco  6  seis  de  sus  amigos  é  confede- 
rados al  dicho  capitán  Alonso  de  Alvarado,  para  que  fingiese  é 
publicase  que  iba  a  tratar  de  medios  y  conciertos  y  que  secrela- 
raente  tratasen  de  amotinar  los  capitanes  y  gente  de  guerra  que 
traia  el  dicho  capitán  Alonso  de  Alvarado,  y  concertar  con  ellos 
que  se  pasasen  á  la  parte  del  dicho  Almagro  cuando  viesen  qael 
dicho  Almagro  iba  contra  el  dicho  Alvarado,  y  ansí  lo  concerta- 
ron con  el  dicho  capitán  Diego  Gutiérrez  de  los  Ríos  y  con  otms 
y  uno  de  los  que  entendieron  en  esto  fueron  el  dicho  Diego  de 
Alvarado,  el  diclio  don  Alonso  Enriquez, 

ítem,  quel  dicho  mariscal  salió  de  la  dicha  ciudad  del  Cu/' 
su  ejército  formado  y  con  tiros  do  artillería  y  con  sus  baii... 
tendidas,  fué  donde  estaba  el  dicho  capitán  Alonso  de  Ah*a 
é  su  gente,  ó  lo  cometió  é  desbarató,  porque  el  dicho  Diego  Gu- 
tiérrez de  los  Ríos  y  otros  cumplieron  el  aleve  y  fraude  que  I 
concertado,  y  el  dicho  mariscal  y  su  gente  mataron  ocho  ó 
cristianos  de  los  que  estaban  con  el  dicho  Alonso  de  Alvaradi 
hirieron  á  otros  muchos  y  otros  se  ahogaron  en  el  rio,  y  p 
el  dicho  mariscal  al  dicho  Alonso  de  Alvarado  y  á  otros  caball 
y  capitanes  que  con  él  estaban,  y  le  robaron  é  toncaron  su- 
líos  é  bienes,  y  el  dicho  mariscal  los  hizo  vender  y  reparln  j 


ALMAGRO   y   SUS   COMPANKROS 


479 


ticamente  entre  sus  amigos  y  confederados,  como  se  hiciera  con 
bárbaros  é  infieles. 

ítem,  quel  dicho  mariscal  para  ir  contra  el  dicho  capitán  Alonso 
de  Alvarado  llevó  consigo  al  dicho  Pablo  Inga  con  mas  de  diez 
mi!  indios,  é  les  dio  armas  é  industrió  y  enseñó  como  habian  de 
pelear  con  los  cristianos  y  berilios  y  matailos,  y  esto  solamente 
de  por  sí  fué  tan  gravísimo  delito  y  de  tan  mal  ejemplo  que  bas- 
taba para  el  castigo  que  se  hizo  en  el  dicho  mariscal  Almagro  ó 
para  que  hiciera  otro  mucho  mayor,  porque  puso  ánimo  ó  cos- 
tumbre é  inteligencia  á  los  dichos  indios  para  que  se  atreviesen  á 
pelear  con  los  cristianos  mas  osadamente  é  con  mayor  industria 
que  hasta  entonces  lo  habian  hocho  é  sabian  hacer,  ó  no  se  puede 
con  ningunas  palabras  encarecer  ni  afear  este  delito  tanto  cuanto 
sufre  la  gravedad  y  enormidad  del,  é  infiérese  deslo  claramente 
que  quería  el  dicho  mariscal  quedar  señor  absoluto  de  toda  aque- 
lla tierra  é  no  reconocer  superior  en  ella,  pues  se  ayudaba  dejos 
indios  contra  los  cristianos  vasallos  de  Su  Mag»  y  sus  servidores. 

los  industriaba  y  enseñaba  para  que  peleasen  coa  ellos  y  los 
la tasen  * 

Iten^  que  después  de  haber  desbaratado  y  prendido  al  dicho  ca- 
llan Alonso  de  Alvarado,  tuvo  aviso  el  dicho  mariscal  que  cuatro 
cinco  cristianos  de  los  que  estaban  con  el  dicho  Alonso  de  Al- 
ido  habian  huido  cuando  vieron  desbaratado  y  preso  al  dicho 
lonso  de  Alvarado^  por  no  ser  ellos  muertos  ni  presos,  y  rece- 
Lndose  el  dicho  mariscal  que  llevaran  aviso  de  lo  que  habia  pa- 
Ido  al  dicho  Gobernador  don  Francisco  Pizarro,  mandó  al  dicho 
lulo  Inga  que  enviase  algunos  de  sus  indios  tras  ellos  y  que  los 
latasen,  y  ansi  se  hizo;  que  los  dichos  indios  los  alcanzaron  y 
lataron  é  les  trujeron  los  caballos  y  certificación  cómo  los  de- 
jaban muertos,  lo  cual  es  cosa  horrible  y  que  pone  espanto  en 
Oilla. 
[Iten,  quel  dicho  mariscal  hizo  ahorcar  cuando  volvió  á  la  dicha 
tdad  á  Pedro  Toscano,  sin  haber  hecho  ni  cometido  delito  al- 
mo, salvo  porque  pareció  al  dicho  mariscal  quel  dicho  Pedro 
I  Toscano  tenia  buena  voluntad  a  las  cosas  del  dicho  Gobernador 
don  Francisco  Pizarro  y  de  sus  hermanos. 


480 


COLECCIÓN  DE  D0CCMEXT08 


Upo,  qiio  en  o]  din  qnel  dicho  mariscal  llegó  á  vista  del  dirhoj 
cnpitnn  Alonso  de  Alvarnda  porque  sospechó  que)  dicho  papilDnj 
ónignno  de  su  genle  mn  porolm  cnmioo  ú  la  dicho  ciuünd  dcll 
Cuzco,  envió  á  mainínríí  suh  confederados  qne  hrihia  dejado  en  laJ 
dicha  ciuílad  que  cortasen  las  eabezíis  itl  dicho  Ilcinaudü  PÍ7J*rraj 
ya  Gonzalo  Piznrro,  su  hermano,  y  u  los  oíros  questaLan  presos*] 

lien,  qon  no  contenió  con  todo  Cáto,  el  ilicho  marisenl^  llamún- 
dose  Gobernador  del  Perú,  salió  de  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  con  1 
su  cjéi'cito  en  ójden  de  halalla  y  fué  hasla  el  dicho  valle  de  Cliin-j 
cha,  ruljundo  y  saqueando  lodos  los  pueblos  fie  crislianos  é  de  i 
iodios  qno  había  en  el  camino  y  on  la  tíomarca  é  hizo  malar  al- 
gUDOs  cristianos,  é   muchos  cristianos  que  se  hallaron  moert^s 
por  los  caminos  y  despoldó  el  dií'ho  valle  de  Chincha  y  quila  la 
justicia  que  allí  tenia  puesta  el  dicho  Gobernador  don  FrancisCJ) 
Pizarro  é  fingió  poner  olra  e  nuevos  nombres  de  pueblos,  y  esliui' 
do,Mllí  envió  muchas  veces  sus  cafulíines  y  gente  que  rubaseüf 
salteasen  á  los  cristianos  que  estaban  en  sus  haciendas  y  g^anj^ 
r'as,  y  les  robaron  y  ttmiaron  sus  bienesj  porque  el  dicho  valley 
toda  aquella  comarca  era  y  es  término  y  jurisdicion  de  la  dicha 
ciudad  de  Lima  y  en  su  sujeto,  y  como  tal  estaba  y  está  repnrtido 
a  los  vecinos  de  !a  dicha  ciudad  y  conquistadores  y  pobladora 
detla, 

Iten»  que  estando  el  dicho  mariscal  en  el  dicho  valle  dcChid 
cha  publicaba  cada  dia  é  hora  que  había  de  ir  con  su  ejérciloi 
la  dicha  ciudad  de  Lima  y  matar  y  prender  al  dicho  Gobernador 
don  l'rancisco  Pizarro  y  ¡i  los  que  con  el  estuviesen  y  saqu' 
y  así  comunmente  los  soldados  y  gente  de  guerra  que  teiiNi 
sigo  el  dicho  mariscal,  juraban  y  blasonaban  por  el  sanio  saCflj 
de  Lima,  teniendo  por  muy  cierto  y  averiguado  que  había  asíi 
suceder. 

Iten,  que  asimismo  estando  en  el  dicho  valle  deCliinelm,  p)  ^ 
cho  marií^cal  decía  é  publicaba  cada  hura  que  bahía  deeoilnrl 
cabeza  al  dicho  Hernando  Pizarro  si  el  dicho    GoUernaJur 
Francisco  Pixarro  nn  hacia  todo  lo  que  pedia  y  queriti  el  tlidJÍ 
mariscal,  y  los  que  guardaban  al  dicho  Hernando  Pizarro,  !> 
do  matidamienlo  del  dicho  mariscal  é  del  que  se  decia  su  t* 
general  para  matar  al  dicho  Ueniundo  Pizarro  cada  y  cuan 


ALMAORO    Y    STTS   COMPANKROS  481 

viesen  cualquier  rebato  de  guerra  ó  señal  della  ó  gente  que  se 
sospechase  del  dicho  Gobernador,  su  hermano. 

Iten,  cuando  el  dicho  mariscal  dio  la  vuelta  desde  el  dicho  valle 
de  Chincha  á  la  dicha  ciudad,  hizo  nuevos  pueblos,  usurpando 
para  sí  la  jurisdicion  dellos,  sabiendo  que  todos  ellos  eran  de  age- 
na  jurisdicion,  especial  apropió  así  é  usurpó  el  pueblo  de  San 
Gallan. 

Iten,  que  estando  el  dicho  mariscal  en  la  dicha  ciudad  del  Cuz- 
co, robó  y  tomó  todo  el  oro  y  plata  y  otros  bienes  que  tenia  en  la 
dicha  ciudad  el  dicho  Gonzalo  Pizarro  é  otras  personas  amigos 
del  dicho  Gobernador  don  Francisco  Pizarro,  en  mas  cuantía  de 
cien  mil  ducados  y  lo  repartió  entre  su  gente,  tomando  para  sí 
la  parte  que  quiso. 

Iten,  que  hizo  prngonar  en  la  dicJia  ciudad  que  no  se  guardasen 
los  repartimientos  de  los  indios  que  esbibau  hechos  sino  que  fue- 
sen comunes  á  lodos  y  que  cada  uno  se  aprovechase  dellos  como 
mejor  pudiese,  lo  cual  fué  causa  que  los  dichos  indios  se  alzasen 
y  huyesen,  viéndose  arranchad  j.s  y  robados  cada  dia  é  hora,  que 
no  sabiana  quién  ni  cómo  habían  de  servir  ni  bastecer,  ni  a  quién 
habian  de  acudir  j)ara  (¡uo  los  amparasen,  de  que  sucedió  grandí- 
sima perdición  é  destruimiento  en  toda  aquella  tierra  y  mataron 
por  causallo  los  indios  á  algunos  cristianos. 

Iten,  que  hizo  pregonar  en  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  que  se  hi- 
ciese alarde  por  todos  los  que  allí  estaban  y  que  al  que  no  saliese 
lo  matase  por  ello  cualquiera  que  lo  topase,  que  prueba  claramen- 
te su  tirania  y  violencia. 

Iten,  que  hizo  matar  á  un  hermano  del  dicho  Inga  que  se  lla- 
maba Tausa,  por  quel  dicho  Inga  sospechaba  que  los  indios  po- 
drían tener  é  reconocer  por  su  señor  al  dicho  Atausa,  y  esto  hizo 
el  dicho  mariscal  guardando  la  confederación  ilícita  y  reprobada 
que  tenia  hecha  con  el  dicho  Inga,  según  de  suso  está  referido,  y 
fué  este  delito  mas  grave  y  calitícado  por  quel  dicho  Inga  tenia 
usurpado  injustamente  el  señorío  de  los  dichos  indios  que  perte- 
necia  al  dicho  Atausa. 

Iten,  quel  dicho  mariscal  hizo  matar  a  Pasca,  capitán  general 
dé  los  indios,  el  cual  ayudó  mucho  y  favoreció  al  dicho  Hernando 
Pizarro  y  a  los  cristianos  que  con  él  estaban  para  defender  é  sos- 

31 


482 


COLECCIÓN    DK   I)0CT*MKMT08 


tener  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  contra  el  dicho  Inga  y  contra 
indios,  y  en  eslo  asimismo  mostró   el  dicho  mariscal  la  liga  y 
confederación  que  tenia  hecha  con  el  Inga, 

I  ten,  que  por  la  causa  procedida  en  el  capitulo  procedente,  el 
dicho  mariscal  hizo  malar  y  malo  a  otro  principal  indio,  primo! 
hermano  del  dicho  Inga,  é  las  muertes  de  los  dichos  principales  i 
indios  é  de  otros  liizo  hocer  el  dicho  mariscal  con  intención  de, 
tenerla  tierra  tiranizada  y  alzada,  porque  de  otra  manera  no  se 
hahia  de  dar  tal  galardón  á  los  dichos  indios  principales  que  ha- 
bían sido  y  eran  servidores  de  Vira*  Mag,  y  que  habían  favoreci- 
do y  ayudado  á  los  cristianos. 

Iten,  que  teniendo  tiranizada  la  dicha  ciudad,  mandó  á  los  iodias 
que  con  él  estaban  que  matasen  todos  los  cristianos  que  viesen 
que  se  pasaban  á  la  parte  del  dicho  Gobernador  don  Francisco 
Pizarro,  remitiendo  los  dichos  indios  libremente  la  averiguación 
y  ejecución  dello,  los  cuales  mataron  tres  cristianos,  los  primeros 
que  toparon  y  que  eran  de  la  compañía  del  dicho  mariscal,  y  le 
Irujeron  las  cabezas  dellos,  y  cuando  los  vid  y  conoció  que  eva^dd 
los  suyos,  les  dijo  que  no  matasen  de  aquellos  sino  de  los  contra- 
rios que  se  iban  para  el  dicho  Gobernador  don  Francisco  Pizarro* 

I  ten,  que  teniendo  preso  el  dicho  mariscal  al  dicho  CristubaUe 
Villalva  le  hizo  dar  tosico  en  la  prisión  é  le  mató  sin  causa  alguna, 
salvo  porque  seguia  lo  que  convenia  á  Vuestra  Mag.  y  aquéll 
tierra. 

Iten,  que  alargando  mas  la  dicha  su  urania,  envió  ciertas  llí 
madas  provisiones  suyas  á  la  ciudad  de  los  Reyes»   dirigidas  i 
Turuégano  y  á  otros  para  que  se  instalasen  sus  tenientes  y  lev 
tasen  y  alzasen  la  ciudad. 

rten,  que  lomó  y  ocupó  muy  grande  cuantía  de  maravedís  de  los 
quintos  pertenecientes  á  Vira.  Mag.  é  de  los  bienes  de  los  difil 
tos  é  del  dicho  Hernando  Pizarro  é  Gonzalo  Pizarro^  su  hermaá 
é  los  aplicó  pnra  sí  é  para  los  suyos. 

Iten,  hizo  ahorcar  ó  un  muchacho,  paje  suyo,  quR  se  llac 
el  Galleguilio,  porque  le  halló  que  se  habia  quedado  resfriado,  ^ 
haber  otra  causa  alguna,  y  le  hizo  ahorcar  sin  dalle  lugar  que  sil 
confesase* 


AmíAOtíO  Y  SlTft  fíOMI^AS'TÍHnS 


483 


n,  que  hizo  ahorcar  rá  Rodrigo  Pérez,  su  secretario,  porque  le 
5b  un  pleito  en  Ti  erra- firme,  sin  otra  causa, 
ín,  que  raanJó  A  los  indios  qne  roesoii  tras  Diego  Rodri^uez, 
^nero.  é  lo  alcanzasen  é  ahorcasen  porque  se  pasaba  al   mar- 
don  Francisco  Pizarro,  é  lo  ahorcaron  de  un  árbol. 
ín,  que  hizo  hacer  cuartos  á  Sancho  de  Villegas,  conquistador 
fuo  y  poblador  de  aquella  tierra  y  vecino  de  la  dicha  ciudad 
¡uzco^  porque  sos|íechabu  que  so  quería  pa^ar  u  la  parte  del 
lo  marqués  don  Francisco  Pizarro,  sin  hacer  contra  él  proceso 
Ira  ninguna  averiguación  de  aquella  ni  de  otra  cosa. 

pn,  que  hizo  prender  muchos  vecinos  de  la  dicha  ciudad  del 

y  los  hizo  poner  en  cubos  y  muy  crueles  tormentos  y  pri- 

^s  y  les  hizo  cerrar  las  puertas  y  ventanas,  porque  no  quisie- 

fealir  con  él  á  dar  la  batalla  al  dicho  Hernando  Pizarro,  y  fué 

j^dicha  prisión  lan  dura  y  cruel,  que  murieron  muchos  dellos. 

in,  que  envió  a  Benito  García  y  A  Villahoma  y  á  otros  tre3 
¡as  provincias  del  Collao-Charcas  á  sacar  oro  de  los  caciques 
lucipales  indios,  y  les  mando  que  si  no  se  lo  diesen,  los  que- 
?n  y  diesen  lormeulos,  entre  los  cuales  mataron  al  cacique 
|lun  Collao  y  le  lomaron  lo  que  tenia,  y  á  otro  cacique  de  Vtra» 
dejaron  lisiado  de  los  tormentos  que  le  dieron  y  le  sacaron 
bargas  de  oro,  y  ansí  fuerori  por  toda  la  tierra  haciendo  estos 
y  estragos  hasta  la  provincia  de  Chincho,  que  esperaron  al 
mariscal  y  le  dieron  mas  de  sesenta  mil  castellanos  que 
%n  recogido,  y  después  que  los  recibió  tornó  á  enviar  álos  su- 
bhos  adelante  a  que  hiciesen  lo  mesmo,  y  tos  indios  los  mata- 
no  lo  pudiendo  sufrir,  por  lo  cual  el  dicho  mariscal  mató 
jho  número  de  caciques  y  principales  indios. 

1^  que  en  la  dicha  jornada  de  Chile  el  dicho  mariscal  llevó 

CTciques  é  indios  en  cadenas  y  malíi  con  las  cargas  que 

^nndaba  echar  mas  de  veinte  mil  indios,  y  el  que  moria  en 

&ha  cadena,  por  no  la  abrir,  le  coi-tnban  la  cabeza,  y  llevaban 

hombros  de  los  dichos  indios  liasta  los  perros. 

1,  quel  dicho  mariscal  hizo  cuartos  ñ  Felipe,  lengua,  porque 
^scubriese  los  excesos  que  había  hecho  con  los  indios  y  ca- 


COLRGCION   DK  DC 


Iten,  que  hizo  cortar  la  mano  á  un  mensagero  quel  dicho  mi 

parte  envió  al  Inga  que  viniese  de  paz  para  dar  á  entenderá]  di- 
cho Inga  quel  dicho  mariscal  era  enemigo  capital  del  dicho  Her- 
nando Pizarru  y  que  había  de  perseverar  en  la  liga  y  confedera 
cioa  reprobada  que  con  él  tenia. 

Iten,  que  conociendo  el  dicho  mariscal  y  sus  capitanes  y  partí- 
cipeá  de  sus  delitos  que  estaban  alzados  y  rebelados  contra  Vira. 
Mag.  y  su  real  servicio,  decía  y  publicaba  que  cualquier  juez  que 
Vtra.  Mag.  enviase,  no  lo  obedecería  y  que  lo  habían  de  malar  f 
que  habían  de  permanecer  en  su  alzamiento  y  rebelión  hasta  qü« 
Vtra.  Mag.  les  enviase  perdón  general  á  todos. 

Todos  los  cuales  dichos  delitos  y  tiranías  é  insultos  ó  otros  mu* 
chos  mas  que  se  coligen  del  proceso,  hizo  é  cometió  é  perpetní 
el  dicho  mariscal  don  Diego  de  Almagro  é  se  hicieron  é  perpe- 
traron por  su  mandado  é  voluntad  y  consentimiento,  y  fuécauu 
principal  que  se  hiciesen  é  perpetrasen,  y  todos  ellos  son  delitos 
gravísimos  y  enormísimos,  y  crímenes  lesae  mageslatis  en  hi 
primeros  y  principales  capítulos  del  dicho  crimen,  lesae  raagesta* 
tis  ó  delitos  de  alzamiento  contra  su  rey  y  señor  y  contra  su  go- 
bernador y  capitán  general,  que  en  su  real  nombre  gobernabij 
gobierna  aquella  tierra,  y  fueron  insultos  de  prodición  y  reheli^ 
é  tales  é  de  tanta  gravedad  é  enormidadj  que  cada  uno  delloídt 
por  sí  bastaba  é  basta  para  que  en  el  dicho  mariscal  se  pudiera  hftW 
el  castigo  que  se  hizo  é  mucho  mas  grave  ó  calificado,  según 
dispuesto  por  derecho  y  leyes  de  estos  reynos,  cuanto  mas 
curriendo  todos  los  dichos  delitos  y  ecesos,  como  en  el  pres^i 
caso  intervinieron. 

Lo  otro  porque  el  dicho  Hernando  Pizarro,  en  nombre  dcldií 
gobernador,  su  hermano,  y  con  su  podnr  fué  á  la  dicha  cii 
del  Cuzco  á  continuar  la  posesión  de  lagubernacion  y  jurisdi" 
de  la  dicha  ciudad  y  de  sus  términos,  y  una  ó  dos  leguajenl 
que  llegase  á  la  dicha  ciudad,  le  salió  al  camino  el  dicho  mafi) 
con  mas  da  seiscientos  cristianos  de  pié  y  de  caballo,  ladw 
raados  a  punto  de  guerra  y  con  sus  banderas  tendidas,  y  con 
de  veinte  mil  indios,  todos  con  armas,  y  le  presentoron  tolalli 
dicho  Hernando  Pizarro,  é  lo  acomelierou,  tirándole  úvm  úb 
tillería  y  con  arcabuces  y  escopetas,  y  el  dicho  Hernando 


ALMAGRO  y  SUS  COMPA>EPOa 


485 


su  gente  se  defendió  lo  mejor  que  pudo  y  propulsó  y  alcanzó  la 
dicha  fuerza  y  resistencia,  aprobando  é  quitando  todo  el  incon- 
veniente y  daño»  cuanto  así  fué  posible,  y  en  el  dicho  recuentro 
10  hubo  los  muertos  y  heridos  que  los  dichos  partes  contrnrias 
Inieslramente  dicen,  ni  después  de  rendido,  se  mató  ni  hirió 
persona  alguna»  ni  se  le  tomaron  sus  bienes,  y  si  algunos  testi- 
gos en  esto  deponen,  no  hacen  fée,  porque  son  participes  de  los 
dichos  delitos  y  conspiradores  y  fautores  de  la  dicha  perdición  y 
rebelión  y  tiranía  del  dicho  mariscal,  como  lo  confiesa  en  las  ge- 
nerales y  paresce  por  sus  deposiciones,  que  no  acepto  ni  apruebo 
en  cosa  alguna  que  perjudique  ni  pueda  perjudicar  al  dicho  raí 
parle,  y  cualquier  cosa  quel  dicho  Hernando  Pizarro  y  los  que  con 
venían  hicieran  en  defensa  do  sus  personas  é  vidas  y  hacien- 
is  y  de  la  jurisdicion  del  dicho  gobernador  don  Francisco 
Izarro  ó  para  propulsaré  alcanzarla  dicha  fuerza  ó  tiranía  ó  resis- 
icia  del  dicho  mariscal  é  de  sus  consortes,  seria  é  fue  lícila- 
leute  hecho,  é  lodo  ello  fué  a  culpa  é  cargo  del  dicho  mariscal 
>ma  principiador  y  causador  de  la  dicha  su  tiranía  é  rebelión  ó 
perdición,  que  fué  origen  y  principio  de  todo  lo  demás  sucedido, 

sí  está  determinado  de  derecho. 
I  Lo  otro,  porque  e!  dicho  Hernando  Pizarro,  como  tal  teniente 
gobernador  é  capitán  general,   procedió  jurídica  é  legílima- 
lenle  contra  el  dicho  mariscal  Almagro,  íi  pedimento  del  procu- 
lor  fiscal  de  la  justicia  ó  le  dio  términos  competentes  para  de- 
sdarse é  recibió  todas  sus  pretensas,  defensas  y  excepciones,  y 
ka  minó  mas  de  cincuenta  testigos,   presentados  por  parte  del 
icho  mariscal,  por  tres  inserroga torios  que  tenían  doscientas  y 
feinta  y  lantas  preguntas,  aunque  todas  ellas  eran  impertinen- 
y  tales  que  otro  ningún  juez  las  recibiera,  ni  examinara  por 
fas  testigos,  y  no  fué  el  dicho  proceso  precipilaJo,  como  las 
contrarias  relieren,  sino  muy  bien  ordenado  y  sustanciado, 
le  pasaron  tres  meses  y  mas  tiempo,  desde  que  se  comenzó 
»ta  que  se  acabó,  y  para  no  ser,  como  no  es,  letrado  el  dicho 
ornando  Pizarro  y  que  vuestra  Mag,  tiene  ordenado  que  no  haya 
Irados  en  la»  dichas  provincias  del  Pero,  está  muy  justificado 
fítímamente  hecho  el  dicho  proceso,  porque  cualquier  buen 
ido  no  lo  pudiera   hacer  ni  ordenar  mejor,  cuanto  mas  que 


ém 


480  COLECCIÓN   DE   DOCU.\lfíNTOS 

precediéndose,  como  se  procedía,  sobre  delitos  tan  gravísimos  y 
enormes  y  calificados,  se  pormilia  de  derecho  qu^ se  procediera 
sin  guardar  la  orden  del  derecho. 

Lo  otro,  porque  la  sentencia  que  fué  dada  contra  el  dicho  ma- 
riscal, se  pudo  y  debió  ejecutar  conforme  á  derecho  é  leyes  deslos 
reinos,  porque  en  crímenes  y  delitos  lesae  magestatis  é  de  prodi- 
ción é  rebelión  contra  su  rey  y  príncipe  no  ha  lugar  a  apelación, 
y  porque,  aunque  los  dichos  delitos  no  fueran  tan  calificados  y 
enormes,  como  verdaderamente  fueron,  pues  el  dicho  mariscal 
confesó  mucha  parte  dellos  y  fué  convencido  por  probanza  bastan- 
te y  de  todos  ellos  no  le  competió  ni  pudo  competer  el  remedio 
é  beneficio  de  la  apelación,  y  porque  en  los  delitos  y  excesos  de 
la  calidad  y  condición  questos  fueron  y  mucho  menores,  para 
quel  juez  pueda  justamente  denegarla  apelación  yejecutarsu 
sentencia  dada  contra  el  delincuente,  basta  que  los  dichos  delitos 
estén  probados,  ó  por  confesión  del  dicho  delincuente  ó  por  pro- 
banza bastante,  y  ansí  esta  determinado  en  derecho,  y  porque, 
puesto  que  cesaran  las  causas  susodichas,  prohibitivas  del  otorga- 
miento de  la  dicha  apelación,  que  no  cesan,  antes  todas  aliase 
cada  una  dellas  han  lugar,  se  establece  en  derecho  que  no  se 
otorgue  la  apelación,  cuando  verosimilmente  se  espera  haber  tu- 
multo y  escándalo  en  el  pueblo,  si  se  suspendo  ó  defiere  la  eje- 
cución déla  sentencia  dada  contra  el  delincuente,  ven  el  pre- 
sente caso  hallará  vuestra  Al tí>za  que  no  solamente  instaba  de  : 
presente  el  dicho  tumulto  y  escándalo  en  la  dicha  ciudad  y  en  sus 
comarcas  y  á  todas  las  provincias  del  Perú,  pero  se  esperaba  to- 
talmente perder  aquella  tierra,  si  se  defiriera  la  ejecución  déla 
sentencia  dada  contra  el  dicho  mariscal,  y  se  mataran  los 
unos  cristianos  á  los  otros,  hasta  que  quedaran  muy  pocos  6 
no  ninguno  dellos,  y  los  indios  recobrarian  sus  tierras  y  tornaran 
á  ser  infieles,  como  antes  lo  eran,  de  que  Dios  nuestro  señor  y 
vuestra  Mag.  fueran  muy  deservidos,  y  questo  sea  así  verdad 
y  cosa  notoria,  parece  por  los  requerimientos  que  al  dicho 
mi  parte  hicieron  los  oficiales  del  Consejo  de  la  dicha  ciudad 
del  Cuzco  y  el  procurador  síndico  de  la  dicha  ciudad  y  perlas 
informaciones  de  probanzas  que  ante  vuestra  Alteza  están  pre- 
sentadas por  mi  parte,  en  que  se  prueba  el  motin  y  discordia  y 


ALMAGRO   Y   SUS   CO^rT»A5KRO?5 


487 


[joarodoraciooes  ilícitas  que  entre  sí  tf^nian    fechas  y  fnbricadas 
5S  amigos  é  coasorles  del  dicho  mariscnl  y  partícipes  do  sus  de- 
Itüs,  y  Ctimo  lenia  levantada  y  escandalizada    la  dicha  ciudad  y 
;us  comapcas,  y  que  habían  inducido  y  atraído  a  su  opinión  Lira- 
iica  y  pordutoria  muchos  otros  veciíios  de  la  dicha  ciudad  con 
idivas  y  promesas,   y  que  especialnienle  habían  intentado  de 
)rromperiloí  quf5  guardaban   al  dicho    mariscal  para  que  le 
lllaieUf  y  qtndienn  d^  piluladii  al  dicho  HírnauJo  Pizarro, 
[quo  eitabaa  CDacirtaJ')^  qu?  les  habían  de  dar  veinte  mil  cas- 
tellanos pnr  ello,  y  que  en  muchas  casas  de  la  dicha  ciudad  y  en 
)tos  y  casas  de  indios  estaban  muchos  hombres  armados,   se- 
ptos encubiertos  para  sacar  por  fuerza  de  armas  al   dicho  ma- 
^seal  de  la  prisión  en  que  estaba,  é  para  mala'ral  dicho  Hernan- 
io  Pizarro,  y  cualquier  cosa  destas  era  de  por  sí  bastante  para 
[uc  se  haya  de  tener  y  tenga  por  justa  y   legitiraamente  hecha 
denegamiento  de  la  dicha  apelación,  cuanto  mas  intervinien- 
do todas  junUs  y  otras  muchas  mas  que  aquí  no  se  dicen  y  que 
m  muy  grandes:  verdad  puedo  decir  y].arirmap  que  si  el   dicho 
mriscal  Almagro  no  tuviera  el  castigo  y  pena  que   recibió  por 
^s  dichos  sus  delitos,  y  que  si  se  sobreseyera  por  algunos  dias 
dicha  ejecución,  se  hubieran    totalmente  perdido  las  dichas 
Urovincias,  y  muertos  y  destruidos  todos  ó  los    mas    cristianos 
illas,  y  que  por  consiguiente  fue   uno  de  los  mayores  servicios 
cosas  señaladas  que  á  vuestra  Mag,  se  pudieron  hacer  en  aquel 
impo  é  sazón,  ejecutarla  dicha  sentencia  como  se  ejecutó,  y 
espenencia  lia  dado  y  da  leslimonio  dello,  porque  después  acá 
is  dichas  provincias  del  Perú  esldn  muy  bien  ¡regidas  y  goberná- 
is, y  en  mucha  paz  y  sosiego  todos  los  cristianos  dcllas,  y  en- 
índiendo  en  descubrir  y  conquistar  de  nuevo  y  poblar  y  enten- 
5r  en  otras  cosas  cumplideras  al  servicio  de  Dios  nuestro  señor 
al  de  vuestra  Mag-  y  al  bien  publico  de  aquella   tierra,   según 
notorio,  y  por  tal  lo  alego  y  me  ofrezco  á  probar,    siendo  ne- 
irio- 

Lo  otro,  porque  los  grand3s  é  señalados  é  memorables  servicios, 
[uel  dicho  marques  don  Francisco  Pizarro  y  el  dicho    Hernando 
fizarro  y  sus  hermanos,  han  hecho  á  vuestra  Mag.  é  á  la  corona 
il  de  Castilla,  y  los  que  cada  dia  hacen  el  dicho  marques,    son 


4S8  couíccicy  DI-:  loi.:u:.:zntos 

tan  notorios  y  evidentes  que  no  hay  necesidad  de  referirlos,  ni 
es  justo  que  vuestra  Mag.  permita  ni  dé  lugar  que  se  hable  ni 
trate  mal  por  escrito  ni  de  palabra  del  dicho  mi  parte  ni  de  sus 
hermanos,  que  con  tanta  fidelidad  é  lealtad  y  peligro  de  sus  vi- 
das y  gastos  de  sus  haciendas  han  hecho  los  dichos  servicios,  de 
que  ha  redundado  tanto  aumento  de  personas  que  tienen  y  creen 
nuestra  santa  fé  católica,  y  tanto  servicio  á  vuestra  Mag.  y 
acrecentamiento  de  sus  rentas  y  patrimonio  real,  que  con  difi- 
cultad se  puede  numerar  y  estimar. 

Por  las  cuales  dichas  causas,  ó  por  cada  una  dellas,  y  portodo 
lo  demás  que  se  colige  y  puede  colegir  de  los  dichos  procesos 
y  escrituras  en  favor  del  dicho  mi  parte,  é  so  las  dichas  protesta- 
ciones que  desuso  tengo  hechas,  ó  si  necesario  es,  haciéndolas  de 
nuevo,  pido  y  suplico  á  vuestra  Alteza  mande  repeler  á  los  dichos 
Diego  de  Alvarado  y  sus  consortes,  y  á  cada  uno  dellos  por  no 
partes,  y  en  caso  que  todos  é  cada  uno  dellos  sean  parto,  que  no 
lo  son,  mande  absolver  é  dar  por  libre  ó  quito  al  dicho  mi  parle 
de  todo  lo  contenido  ó  acusado  en  la  dicha  petición  é  peticiones 
presentadas  por  las  dichas  partes  contrarias,  ó  de  cualquier  cosa 
ó  parte  dello,  imponiéndoles  a  los  susodichos  y  á  cada  uno  dellos 
perpetuo  silencio,  é  condonándoles  en  las  penas  do  caluniosos 
acusadores  y  en  las  costas,  para  lo  cual  imploro  vuestro  real  ofi- 
cio, y  pido  cumplimiento  de  jusücia  y  ofrézcomo  á  probar  lo  su- 
sodicho, tanto  cuanto  sea  necesario,  y  i)ido  ser  recibido  a  prueba 
dello. — El  licenciado  de  León, — Sebastian  Rodriguez, 


^Sír^^^3fe^1^2- 


[¡DICE  DE  ESIE  TOlfl 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS 
II 


PA03> 

I.—Fragmentos  de  una  información  de  servicios    de  Diego 

de  Fuenmayor.— 2  de  Octubre  de   1537 1 

II.— Acuerdos    del  Cabildo   de  Lima  referentes 'á  las  disen- 
siones de  Almagro  y  Pizarro.— -10  de  Octubre  de    1537.— 

13  de  Junio  de  1539 4 

Confiérese  poder  en  forma  á    los  comisionados  ante  Al- 
magro             5 

Trátase  sobre  el  requerimiento  mandado  hacer  á  Alma- 
gro          7 

Se  da  cuenta  de  ciertos  autos  relativos  á  Almagro  ...         8 
Se  acuerda  que  se  haga    información  respecto  de  los  Al- 

magristas  que  hay  en  la  ciudad 9 

Requerimiento  de  los  albaceas  de  Diego    de    Almagro 
reclamando  justicia 10 

III.— Carta  de  Gonzalo  Fernandez  de  Oviedo  al  Emperador, 
sobre  las  disidencias  entre  Pizarro  y  Almagro.— 25  de 
Octubre  de  1537 12 

IV.— Varias  providencias  de  Fray  Francisco  de  Bobadilla, 
nombrado  juez  arbitro  en  las  disidencias  entre  Pizarro 
y  Almagro.— 28  de  Octubre  de  1537 17 


L 


490  ÍNDICE  DE  ESTE  TOMO 

V,— Poder  que  Diego  de  Almagro  otorgó  al  Licenciado  Fran- 
cisco de  Prado  y  á  Diego  Nuñez  de  Mercado  sobre  deslinde 
de  términos  con  Francisco  Pizarpo,  y  respuesta  de  éste 
á  cierto  requerimiento.— 2  de  Noviembre  de  1537.  ...  23 
VI.— Real  cédula  á  los  Unciales  Reales  del  Perú  para  que  in- 
formen acerca  de  los  proyectos  de  Francisco  Pizarro 
sobre  la  conquista  de  la  provincia  de  la  Nueva  Toledo.—  • 

13  de  Noviembre  de  1537 27 

VII.— Real  cédula  al  Obispo  Valverde  sobre  la  misma  materia. 

—13  de  Noviembre  de  1537 28 

VIII.— Real  cédula  á  Francisco  Pizarro  ordenándole  que  envié 
relación  de  la  muerte  de  Diego  de  Almagro  y  sobre  la 
familiaqueéste  hubiere  dejado.— 13  de  Noviembre  de  1537.  29 
IX.— Junta  celebrada  para  dar  orden  y  asiento  en  las  demarca- 
ciones de  Pizarro  y  Almagro,  y  sentencia  dictada  en  vir- 
tud de  ella.— 14  de  Noviembre  de  1537 30 

X.— Requerimento  á  Francisco  Pizarro  en  nombre  de  Diego 
de  Almagro  acerca  de  la  ciudad  de  Almagro  (Chincha).— 

15  de  Noviembre  de  1537 33 

XI.— Sentencia  dada  por  Fray  Francisco  Bobadilla  en  las  dife- 
rencias de  Pizarro  y  Almagro.— 15  de  Noviembre  de  1537.  3i 
XII.— Nuevo  nombramiento  que  hizo  el  marques  don  Francisco 
Pizarro  del  padre  provincial  Bobadilla  con  motivo  de  la 
sentencia  de  demarcación  del  pleito  entre  él  y  el  adelan- 
tado don  Diego  de  Almagro.— 16  de  Noviembre  de  1537  .  39 
XIII.— Carta  de  don  Diego  de  Almagro  á  Juan  de  Espinosa.— 18 

de  Noviembre  de  1537 40 

XIV.— Auto  del  Padre  Bobadiiia  aclarando  la  sentcnciaque  tenia 
dada  en  las  diferencias  entre  Pizarro  y  Almagro. — 19  de 

Noviembre  de  1537 42 

XV.— Diligencias  hechas  en  Lunaguaná  por  Manuel  de  Espinal 
acerca  de  la  gobernación  de  Almagro.— 20  de  Noviembre 

de  1537 46 

XVI.— Juramento  de  Hernando  Pizarro  y  otras  diligencias  acerca 
de  la  determinación  del  pleito  entre  Pizarro  y  Almagro. — 

24  de  Noviembre  de  1537 54 

XVII.— Capítulos  de  avenimiento  pactados  entre  Pizarro  y  Alma- 
gro, y  otras  incidencias  relativas  á  la  mismas  materia. — 

24  de  Noviembre  de  1537 64 

XVIII.— Poder  otorgado  por  el  adelantado  don  Diego  de  Almagro 
á  favor  de  Diego  Nuñez  de  Mercado.— 7  de  Diciembre  de 
1537 70 


:ii. 


ÍNDICE  DE  ESTE  TOMO  491 

XIX*— Carta  de  Gonzalo  Fernandez  do  Oviedo  al  Rey  en  <^1  Real 
Consojo  de  laü  Indias,  sobre  las  disidencias  entre  Pizarro 

y  Almagro.— í)  de  Diciembre  de  1537 r  74 

XX.— Real  cédula  para  Diego  de  Almagro  inand.indale  que 
guarde  ios  Ifiiiiles  de  su  gobernación,— 17  de   Diciembre 

de  1537 84 

XXI.— Treguas  ínie  hicieron  Pizarro  y  Almagro  y  otras  inciden- 
cias que  mediaron  enire  ambos.— 24  de  Diciembre  de 
1537 85 

—Carta  de  obligación  que  el  adelaníado  don  Diego  de  Alma- 
gro y  su  fia^lor  el  señor  capíLnn  Roilrigo  Ortroñoz,  otor- 
garon en  favor  del  lieeneíado  Francisco  de  Prado.— 5  de 
Enero  de  1538 ,    ,     .    ,        97 

—Provisión  de  Francisco  Pizarro  mandando  prender  (i  Die- 
go de  Almagro.—l-**  de  Febrero  de  1538 102 

—Provisión  íle  Diego  de  Almagro,  nombrando  4  don  Alon- 
so Enriquez  jiara  que  en  su  nombre  gobierne  la  ciudad 
del  Cuzco.— 10  de  Febrero  de  1538    , 103 

.—Real  cédula  sobre  ciertos  indios  de  Francisco  de  Castañe- 
da.—26  de  Febrero   de  153S ,    .     .    ,    ,      105 

—Real  provisión  para  que  no  se  obedezcan  losraandamion- 
tos  que  Diego  de  Almagro  diese  en  e!  Cuzco.— 3  de  Marzo 

de  1538  . 106 

—Real  cédula  sobre  las  ¿iforenciasentre  Almagro  y  Pizarro. 

-14  de  Marzo  dé  1538. 106 

-Real  cédula  á  las  Justicias  del  Perú  para  que  hagan  res- 
tituir á  Iftí»  personas  que  fueron  robadas  en   el  Cuzco  el 
oro  que  les  perleneciere.— 14  de  Marzo  de  1538    ....      111 
XXIX.— Real  cédula  ñ  DieL^'o  de   Almagro  píira  que   restituya  el 
Cuzco  á  Pizarro  y  guarde  paz  y  conformidad  con  él.— 14  de 

Mar¿odel538 Í12 

XXX,— Real  cédula  A  Francisco  Pizarro  sobre  la  misma  materia 

de  la  anterior.— 14  de  Marzo  de  1538 ,    .    .      tl3 

XXXL— Real  céilula  para  que  don  Alonso  Enriquez  se  vaya  á  los 

reinos  do  EspaiVt.— 14  de  Marzo  de  1533    ...,,-.      114 
XXXII.— Real  cédula  al  Obispo  del  Cuzco  y  al  licenciado  Antonio  de 
la  Gama,  sobre  que  entiendan  en  las  diferencias  que  ha- 
bía entre  Francisco   Pizarro  y  Diego  de  Almagro,— 14  de 

MaiX'jySl  deMíLyoilel538 115 

—Real  cédula  á  los  oficíales  de  la  Casa  de  la  Contratación 
de  Sevilla  para  que  detengan  el  oro  que  envien  las  per- 
sonas que  saquearon  el  Cuzco.— 18  de  Marzo  de  1538  .    .      118 


XXIII 
XXIV. 

XXV 
XXVI 

3cxvn. 
IX  VIH. 


^te 


rii^ái 


492  ÍNDICE  DE  ESTE  TOMO 

XXXIV.— Carta  de  Diego  de  Fuenmayor  á  8-  M.— 23  de  Marzo  de 

1538 111 

XXXV.— Real  cédula  á  Francisco  Pizarro  para  que  deje  pasará 
España  á  los  mensajeros  de  Diego  de  Almagro. — 8  de 

Abril  de   1538 121 

XXXVI.— Real  cédula  al  Adelantado  Almagro  que  si  toviese  pr«so 

á  Hernando  Pizarro  y  á  las  otras  personas  que  con   él 

prendió  los  suelte  y  restituyalos  indios  y  otras  cosas 

que  les  hubieren  tomado.— 20  de  Abril  de  1538    ....     122 

XXXVII.— Real  cédula  para  que  envien  preso  á  don  Alonso  Enri- 

quez.— 31  de  Mayo  de  1538 123 

XXXVIII.— Acusación  de  ciertos  delitos  en  las  alteraciones  del  Perú 
entre  Pizarro  y  Almagro,  por  el  fiscal  de  S.  M.  con  don 
Alonso  Enriquez  de  Guzman,  vecino  de  la  ciudad  de  Se- 
villa,  y  descargos  presentados  por  él.- 6  de  Junio  de 

1538-1544 124 

XXXIX.— Información  hecha  en  León  de  Nicaragua  sobre  la 
prisión  del  Mariscal  don  Diego  de  Almagro  pn  la  batalla 
que  le  habia  dado  Hernando  Pizarro   en  el  Perú.— 2  de 

Juliodei538 211 

XL.— Codicilo  del  gobernador  don  Diego   de  Almagro.— 8  de 

Julio  de  1538 , 211 

XLI.— Inventario  de  los  bienes  que  se  hallaron  del  gobernador 

don  Diego  de  Almagro.— 8  de  julio  de  1538 228 

XLII.— Real  cédula  á  Francisco  Pizarro,  acerca  de  los  mensaje- 
ros de  Almagro.— 9  de  Agosto  de  1538 240 

XLIII.— Real  cédula  á  Francisco  Pizarro  sobre  restitución  de  los 

indios  de  Hernán  Jiménez.— 18  de  Septiembre  de  1538.    .     241 
XLIV.— Información  de  los  servicios  hechos  por  Hernando  de  So- 
sa.—18  de  Octubre  de  1538 243 

XLV.— Real  cédula  á  la  Audiencia  de  Santo  Domingo  para  que 
envié  al  Perú  una  persona  que  vaya  á  notificar  á  Piaarro 

ciertas  provisiones.— 8  de  Noviembre  de  1538 253 

XLVI.— Exposición  de  Hernán  Jiménez  acerca  de  las  desavenen- 
cias de  Pizarro  y  Almagro.— Sin  fecha— 1538 254 

XLVII.— Carta  del  tesorero  Manuel  de  Espinar  al  Emperador,  so- 
bre las  disidencias  entre  Pizarro  y  Almagro.— 6  de  Enero 

de  1539 259 

XLVIII.— Carta  de  Felipe  Gutiérrez  sóbrelas  disidencias  entre  Pi- 
zarro y  Almagro.— 10  de  Febrero  de  1539 261 

XLIX.— Carta  de  Francisco  de  Chavez  al  Rey.— 15  de  Febrero  de 

1539 264 


INDIüK   DE   KSTE   TOMO 


493 


.—Requerimiento  hecho  en  el  Cuzco  á  Francisco  Pízarro  por 
los  apoderados  de  Almagro*— 26  de  Febrero  de  lo39,    .    .      266 

LL— Carta  del  licenciado  de  la  Gama  á  S.  M.  sobre  las  disen- 
siones entre  los  Pízarros  y  el  adelantado  don  Diego  de  Al- 
magro.—10  de  de  Marzo  de  1539 .    .    ,    .      269 

LIL— Carta  del  tesorero  Manuel  de  Espinar  al  Emperador  so- 
bre las  disidencias  entre  Pizarro  y  Almagro.— 30  de  Mayo 
de  1539 274 

LUL— Carta  al  Rey»  de  Pedro  deOñate  y  Juan  Gómez  Malaver 
acreditando  el  valor,  celo  y  actividad  de  don  Alonso  En- 
riquez  deOuzman,  por  haber  acometido  á  los  ingas  Man- 
so y  üpangue,  que  estaban  alzados  en  el  pueblo  de  Tam- 
bo, é,  siete  leguas  del  Cuzco»  atrayéndolos  á  la  paz  y 
dominación  de  S.  M,  con  otras  hazañas  que  le  han  hecho 
glorioso  en  aquellas  tierras  y  en  el  servicio  de  la  corona, 
-31  de  Marzo  de  1539 277 

LIV:— Averiguación  hecha  por  el  Obispo  del  Cuzco  para  saber 

en  qué  grados  está  el  Cuzco.— 9  de  Abril  de  1539.    .    .    .     279 

LV.— Poderes  de  Diego  de  Almagro,  el  mozo,  á  Diego  de  Al  varado 
y  testimonio  de  lo  que  en  virtud  de  ellos  se  gastó.— 30  de 
Mayo  de  1539.    .    ,    , 281 

LVI.— Carta  á  Su  Magestad,  de  Cristóbal  de  Molina  sobre  sus 
méritos  y  servicios  en  la  conquista  del  Perú.— 12  de  Ju- 
nio de  1539, 287 

LVIL— Relación  hecha  por  el  tesorero  Manuel  de  Espinar  a!  Em- 
perador de  lo  sucedido  entre  Pizarro  y  Almagro.— 15  de 
Junio  de  1539 288 

UX.— Carla  autógrafa  del  licenciado  Villalobos,  fiscal  de  las  In* 

dias,  áS.  M*— 20  de  Diciembre  de  1539.    , 323 

LX.— Carla  de  don  Alonso  Enriquez  de  Guzman  al  Rey,— Sin  fe- 
cha—1539 324 

LXL— Este  es  un  traslado  de  una  carta  que  escribí  al  Emperador 
luego  que  llegué  á  los  Reinos  de  España,  como  por  ella 
veréis,  y  el  suceso  en  las  espaldas  como  azotes.  íDe  D. 
Alonso  Enriquez  de  Guzman.)— Sin  fecha— 1539 325 

tu.— Probanza  fecha  ad  perpetuara  rei  meraoriam  en  esta  ciu- 
dad del  Cuzco  ante  la  justicia  mayor  della  k  pedimento 
de  Pablo  Ynga  sobre  los  servicios  que  4  Su  Magostad  ha 
fecho  é  de  como  es  bueno  é  amigo  délos  cristianos  y  otras 
cosas,  según  que  en  ella  se  contiene,— 6  de  Abril  de  1540.      341 


494  ÍNDICE  DE   ESTE   TOMO 

LXIII.— Real  cédula  á  los  Oficiales  Reales  de  la  provincia  del  Pe- 
rú, acerca  de  los  bienes  dejados  por  Diego  de  Almagro. — 
15  de  Abril  de  15-10 360 

LXIV.-— Causa  criminal  seguida  y  sustanciada  en  el  Consejo,  por 
comisión  de  Su  Mag.,  entre  Diego  de  Almagro,  Diego  de 
Alvarado  y  otros  conquistadores  del  reino  del  Perú,  con- 
tra Francisco,  Hernando  y  Gonzalo  Pizarro  y  otros,  sobre 
a  muerte  de  Diego  de  Almagro,  adelantado.— 17  de  Abril 
de  1540 361 


=<^^XÍíJi©Sá§t;v>^ 


COLECCIÓN 


DE 


PARA  LA 


HISÍORIÁ  DE  CHILE 

DESDE  EL  mí  DE  MGULANES  HASTA  LA  BATALLA  DE  MAIPO 
1518-1818 

COLECTADOS  Y  PUBLICADOS 

POB 

J.  T.  MEDINA 


TOMO  VI 

ALMAGRO  T  SUS  COMPAÑEROS 
III 


SANTIAGO  DE  CHILE 
LMPRENTA  Y  ENCHADERNACIÓN  BARCELONA 

Cftlle  de  la  Moneda,  ntíinero  25-G  á  M 

1896 


i  i; 


p 

9  I 


ADVERTENCIA  PRELIMINAR 


Por  causas  ajenas  á  nuestra  voluntad,  esta  publicación  hubo 
de  suspenderse  en  1891,  y  se  continúa  hoy,  merced  á  las  desin- 
teresadas y  patrióticas  gestiones  de  nuestro  amigo  don  Do- 
mingo Amunátegui  Solar,  y  á  la  benévola  acogida  que  se  sirvió 
prestarles  el  señor  don   Osvaldo  Rengifo,  actual  Ministro  de 
Justicia,  Culto  é  Instrucción  Pública.  A  ellos  se  debe  que,  por 
iioy  al  menos,  podamos  proseguir  avanzando  en  esta  tarea  que 
eonsideramos  de  importancia  nacional,  aunque,  si  bien  es  cier- 
t-o,  con  pocas  esperanzas  de  que  nos  sea  dado  algún  día  verla 
realizada  por  completo;  y  esto,  no  por  carencia  de  materiales 
(que  todos  están  ya  acopiados  y  ordenados)  ni  menos  por  falta 
cié  voluntad  en  nosotros,  sino  porque  la  protección  oficial  sólo 
se  extiende  á  dos  volúmenes  por  año,  y  sin  ella,  claro  está  que 
una  publicación  de  esta  naturaleza  no  puede  vivir.  De  nuestra 
parte  ofrecemos  los  manuscritos,   reunidos  en   largos  afios  de 
investigación  en  los  archivos  nacionales  y  extranjeros,  á  costa 
de  mucho  dinero  y  mucha  constancia,  y  el  concurso  absoluto 
de  nuestras  fuerzas:  resta  sólo  que  los  hombres  de  gobierno 
quieran  prestar  á  la  obra  en  lo  sucesivo  el  amparo  que  creemos 
le  corresponde. 

Santiago^  10  de  Junio  de  1895. 


OBSERVACIONES 


RELATIVAS 


\  LOS  DOCUMENTOS  PUBLICADOS  EN  ESTE  TOMO 


Debemo"  repetir  aquí  una  vez  más  respecto  de  los  documentos  que  so  incluyen  en  las  páginas 
«iguen,  la  advertencia  que  tenemos  hecha  en  los  dos  volúmenes  precedentes,  esto  es,  que  para 
r  a  poseer  una  documentaci<5n  medianamente  completa  de  los  hechos  de  Almagro  y  sus  com- 
TOS,  es  necesario  estudiar  algunos  que  no  pertenecen  por  completo  á  la  historia  de  Chile,  pero 
no  por  eso,  son  menos  importantes  para  conocer  la  vida  de  aquel  conquistador  y  de  los  que  le 
ipañaron  en  su  expedición  de  descubrimiento  á  este  país. 

El  examen  de  este  volumen  manifiesta  tambie'n  que  poco  á  poco  se  van  encontrando  algunos 
medentes  relativos  á  Pedro  de  Valdivia  y  sus  compañeros,  que  por  el  orden  de  fechas  que 
mos  y  por  la  materia  misma  de  las  piezas  en  que  se  contienen,  figuran  naturalmente  en  este 
r. 

Los  documentos  publicados  á  continnaoidn  se  hallaban  todos  ine'ditos,  en  cuanto  sepamos^ 
íxoepcicSn  del  número  XLII,  que  había  sido  impreso  aunque  súlo  en  parte,  en  el  Nobiliario  de 
onquigtadores  de  Iruliag^  Madrid,  1892;  y  el  final  del  número  LII,  que  íxlú  dado  á  luz  en  el 
>  XX  de  la  Colección  de  Torres  de  Mendoza,  pero  en  vista  de  un  original  diverso  del  que  sirvió 
nuestra  copia. 

Con  el  siguiente  volumen  quedará  terminada  la  serie  de  documentos  que  se  refieren  á  Alma- 
r  sus  compañeros. 


->»^» »  »  «^  ^<t4«e 


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sil 


COLECCIÓN 


DE 


DOCUMENTOS  INÉDITOS 


PÁBÁ    LA 


HISTORIA  DE  CHILE 


ALMAGRO  Y   SUS   COMPAÑEROS 

ni 

29  de  Agosto  de  1628 

-^Información  levantada  ante  el  Gobernador  y  Oficiales  reales  para 
averiguar  d  estado  en  que  se  hallaba  la  gente  que  Francisco  Piaarro 
tenia  en  la  Isla  del  Gallo. 

(Archivo  de  Indias,  69-8-80) 

En  la  nueva  cibdad  de  Panamá,  que  es  en  estos  reinos  de  Castilla 
Ü  Oro,  costa  de  la  Mar  del  Sur,  Jueves  veinte  ó  nueve  días  del  mes  de 
igOBto  del  año  de  mili  ó  quinientos  é  veinte  ó  siete  años,  el  muy  magnífico 
^ISor  Pedro  de  los  Ríos,  lugarteniente  é  capitán  general  é  gobernador  des- 


2  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

tos  dichos  reinos,  é  los  señores  Alonso  de  la  Puente,  tesorero  de  í 
jestades,  é  Alonso  Sánchez  de  Cáceres,  contador,  oficiales  de  Sus  J 
des,  é  por  ante  mí,  Alvaro  de  Aguilar,  escribano  de  Sus  Maj< 
queriendo  ser  informados  de  algunos  que  vinieron  el  Miércoles  p 
pasado  en  el  bergantín  que  vino  al  puerto  desta  dicha  cibdad, 
capitanes  Francisco  Pizarro  é  Diego  de  Almagro,  acerca  de  la  ge 
allá  tienen  é  de  la  manera  que  tienen  de  comer  ó  cómo  son  trat 
los  dichos  capitanes;  ó  para  esto  ficieron  parescer  ante  sí  á  Juan 
lio,  ó  á  Marco  Griego  é  á  Garci  González  Becerra,  de  los  cual- 
cada  uno  dellos  se  tomó  la  solenidad  del  juramento  que  en  tal 
requiere,  etc. 

El  dicho  Marco  Griego,  habiendo  jurado  en  forma  debida 
recho,  seyéndole  preguntado  acerca  de  la  dicha  gente,  dijo  qué! 
esta  dicha  cibdad  de  Panamá  ayer  Miércoles,  que  fueron  veinte 
días  del  mes  de  Agosto  deste  presente  año,  en  un  bergantín  de  h 
da  de  los  capitanes  Francisco  Pizarro  é  Diego  de  Almagro,  é  qi 
que  le  paresce  é  sabe,  que  la  gente  que  allá  quedó  de  la  dicha  i 
que  toda  ó  la  más  parte  della  deseaba  venir  á  esta  cibdad  é  s< 
ran  agora  si  los  dejaran  venir;  fué  preguntado  que  por  qué  cal 
sean  de  se  venir;  dijo  que  por  la  nescesidad  grande  en  que  que 
comida,  porque  no  tienen  dos  meses  de  comer  ni  están  en  part» 
puedan  salir  á  buscar,  por  falta  de  canoas  é  barcas,  i)orque  no 
sino  una  sola  canoa  é  una  barca  pequeña  del  navio;  fué  pregun 
la  gente  que  allá  queda  si  sabe  ó  oyó  decir  si  desean  de  se  venir 
mal  tratamiento  que  les  hace  el  chcho  capitán  que  allá  queda;  di 
algunos  dellos  desean  de  se  venir  por  el  mal  tratamiento  que  les 
dicho  capitán;  fué  preguntado  si  do  al  presente  queda  la  dicha 
si  se  puede  aprovechar  de  alguna  cosa;  dijo  que  le  paresce  á  este 
que  nó,  por  no  estar  en  parte  do  lo  puedan  salir  á  buscar:  é  < 
es  lo  que  sabe  é  la  verdad  para  el  juramento  que  fizo  é  no  lo  firm 
que  dijo  que  no  sabía,  etc. 

El  dicho  García  González  Becerra,  habiendo  jurado  en  forma  c 
de  derecho,  seyondo  preguntado,  dijo  que  él  vino  en  el  bergantín  que 
vino  de  los  dichos  capitanes;  é  seyendo  preguntado  la  gente  quf 
dejó  del  armada  si  tienen  voluntad  de  se  venir  á  esta  cibdad,  dij< 
sabe  que  si  los  dejaran  venir,  que  se  vinieran  todos  ó  los  más,  i 
niendo  más  posibilidad  de  la  que  al  presente  tienen;  fué  pr^ 


ALMAGBO  Y  8ÜS  COMPAÑEROS 


ue  por  qué  cabsa  desean  de  se  venir;  dijo  que  por  la  falta  de  la  gente  que 
Dá  hay  ó  asimismo  por  la  poca  comida  que  tienán  é  porque  no  tienen 
ino  una  canoa  é  una  barca  para  ir  á  buscar  la  comida;  fué  preguntado 
i  sabe  que  si  la  gente  si  está  bien  tratada  de  los  capitanes;  que  sabe  que 
3tan  todos  ó  los  más  muy  bien  con  el  capitán  Francisco  Pixarro,  é  con 
I  capitán  Diego  de  Almagro  no  querrían  que  voK^ese  allá  por  no  se  ha- 
^p>ien  con  él  é  por  tratarlos  ásperamente;  fué  preguntado  si  sabe  si 
Imbió  algiuia  persona  cartas  á  su  señoría  é  quién  las  trae;  dijo  que 
jj^screbir  á  Juan  Gutiérrez  é  que  le  dijo  que  escrebía  para  Panamá, 
Hie  asimismo  dieron  á  este  testigo  una  carta  é  que  no  sabe  quién  se 
i  dio  maa  de  que  cree  que  era  para  su  señoría;  é  que  esta  es  la  verdad 
ara  el  juramento  que  fizo,  é  firmólo  de  una  señal  que  acostmnbra  de 
etc, 
21  dicho  Juan  Carvallo,  habiendo  jurado  en  forma  debida  de  derecho, 
ido  preguntado,  dijo  que  él  vino  en  el  dicho  bergantín  del  armada 
loa  dichos  capitanes;  é  seyendo  preguntado  por  la  gente  que  allá  queda 
están  en  ncscesidad  de  comida,  dijo  que  al  presente  la  gente  que  allá 
tienen  comida  para  dos  meses  largos,  poniéndolo  en  razón;  fué 
mtado  si  sabe  si  tienen  manera  para  la  salir  á  buscar  acabado  este 
que  ha  dicho;  «Üjo  que  no  sin  peligro,  por  no  tener  sino  una  canoa 
barca  é  yendo  á  la  tierra  firme  pueden  traer  poco  maíz  por  no 
vasijas;  ñié  preguntado  si  la  gente  que  al  presente  allá  queda  ai 
voluntad  de  se  venir  ó  si  so  vinieren  si  los  dejara  el  capitán;  dijo 
Feree  que  daría  cada  uno  un  dedo  de  la  mano  por  venir  á  reme<liar- 
or  ver  el  poco  apa  (,..  roto ,,,)  que  al  presente;  fué  preguntado  si  la 
que  allá  queda  si  es  bien  tratada  del  dicho  capitán  que  allá  queda; 
í¡0  que  al  presente  no  hay  de  qué  sean  maltratados,  mas  de  los  apremiar 
ae  vayan  por  comida;  fué  preguntado  si  sabe  ó  vi6  ó  oyó  decir 
I  algunos  de  los  que  allá  quedan  si  escribieron  cartas  á  su  señoría  6 
^Otra  persona  de  los  que  acá  están;  dijo  que  á  este  testigo  no  le  dio 
ona  cartas,  más  de  que  el  capitán  !e  dio  cartas  para  su  señoría  é 
f  el  alcalde  mayor  é  tesorero,  é  más  lo  dieron  un  envoltorio  sin  so- 
cripto  que  no  sabe  para  quién  viene;  fué  preguntado  si  sabe  si  se 
alguna  carta  en  la  mar;  dijo  que  no  lo  sabe  ni  lo  oyó;  fué  pre- 
^''o  si  la  gente  que  allá  queda,  si  quedan  por  su  voluntad  ó  fue- 
t¡  dijo  que  queda  toda   contra   su   voluntad  y  se  vinieran  8Í 

I  jaran  aimque  les  costara  lo  que  ha  dicho:  é  questo  es  lo  que  sabe  ó 


ifti 


4  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

es  la  verdad  para  el  juramento  que  hizo,  ó  firmólo  de  su  no 
Fué  preguntado  qi:|^segund  la  disposición  que  vio  allá  de  la 
que  diga  qué  gente  afj^  menester  parala  conquistar;  dijo  que  pai 
puedan  entrar  seguros  en  la  tierra,  que  son  menester  trescientos  hoi 
entre  los  cuales  haya  treinta  de  caballo,  é  esto  dice  á  lo  menos,  que  1 
ser  hombres  de  la  tierra  la  mayor  parte  de  la  gente;  fué  pregunti 
le  paresce,  por  la  disposición  que  ha  visto  en  la  tierra,  si  es  ricí 
que  la  gente  que  fuere  sea  aprovechada  é  servir  á  Su  Majestí 
jo  que  después  de  se  remitir  á  la  relación  que  tiene  enviada,  qu 
que  le  paresce  la  tierra  es  muy  buena  é  muy  rica,  habiendo  la 
para  la  pacificación  della  é  habiendo  posibilidad  para  lo  poder 
gar  segund  la  mucha  gente  de  indios  que  hay,  como  más  lárgame 
señoría  se  puede  informar  de  la  lengua  que  de  allá  vino,  ó  que  le  p 
para  el  juramento  que  hizo,  y  en  Dios  é  su  conciencia  para  lo  qu 
al  servicio  de  Dios  é  de  Sus  Majestades,  que  su  señoría  le  pare 
enviar  por  la  gente  que  allá  queda  con  brevedad  para  que  acá  v( 
se  remedien  ó  les  enviar  recabdo  de  gente  conforme  á  lo  que  ha  • 
— JiMn  Carvallo. 

Muy  magnífico  señor  y  muy  nobles  señores: — ^El  capitán  Die 
Almagro  por  mí  é  por  el  capitán  Francisco  Pizarro,  digo  que  ya  w 
señoría  y  mercedes  saben  cómo  por  otra  petición  yo  tenía  pedid» 
porque  yo  tenía  compañía  de  un  navio  questá  en  el  puerto  del 
bre  de  Dios,  en  que  quería  partir  á  las  islas  por  gente  para  este  d 
brimiento  del  levante  é  quería  enviar  este  navio  que  aquí  tenj 
este  puerto  adobado  é  adereszado  de  todo  lo  necesario  al  ca 
Pizarro  para  que  con  el  otro  navio  que  allá  tenía  se  fuese  á 
cobrir  fasta  que  yo  viniese  con  la  gente  por  que  iba  y  se  enviase 
navio  destos  que  están  en  este  puerto  para  que,  pagándole  su 
trujesen  alguna  de  la  gente  que  allá  hobiese  de  los  que  no  fuesec 
nester  para  ir  con  el  dicho  capitán  al  dicho  descubrimiento;  y  mov 
á  pedir  esto  por  no  saber  en  la  disposición  que  estaba  allá  la  gente 
quedó  con  el  dicho  capitán;  agora,  como  vee  vuestra  señoría,  ha  susce 
quel  otro  navio  que  allá  estaba  ha  venido  y  da  nueva  el  veedor , 
Carvallo  y  el  maestre  Bartolomé  Ruiz  como  la  gente  ha  tenido  el 
veimiento  é  tiene  que  ha  sido  menester  é  está  buena  é  con  mucha  j 
de  proseguir  su  viaje,  habiendo  socorro,  é  por  esto  yo  quiero  envü 
este  navio  con  bastimento  de  maíz  é  carne  é  otras  cosas  nescestf 


ALM^QBO  T  8X78  COMPAÑEROS 


para  qae  el  capitán  y  la  gente  estén  bien  proTeídos  de  lo  que  han  me- 
Dester^  en  tanto  que  este  navio  que  agora  vino  se  adoba  é  apareja  de 
3;unas  cosas  que  tiene  nescesidad;  é  ansímosmo  quiero  enviar  una  do- 
^na  de  caballos  é  algunos  perros  de  montería  é  la  gente  que  vuestra  se- 
aría  quisiere  que  vaya,  porque  después  que  yo  venga  con  la  gente,  pla- 
ciendo á  Nuestro  Señor  de  las  islas,  pueda  ir  mejor  é  más  desembarazado 
mi  los  navios  é  llevar  más  caballos;  é  quiero  enviar  al  dicho  capitán 
algimos  rescates,  porque  allí  en  k  isla  do  están  han  comenzado  los 
indios  de  la  tierra,  han  venido  á  resgatar  é  contratar  con  ellos,  suplico 
á  vuestra  señoría  é  mercedes  tengan  por  bien  é  manden  que  esto  se 
cumpla  é  para  ello  manden  Ucencia  para  que  este  navio  se  vaya  en 
5COIT0  de  la  diclia  gente,  é  ansimesmo  me  den  áml  el  despacho  de  cartas 
^&vor  para  loa  señores  del  Abdiencia  Real  de  la  Española  é  para  en 
tetras  portes,  como  suphcado  tengo,  pues  saben  la  voluntad  que  el 
ipitán  Pijearro  é  yo  tenemos  de  ser^-ir  en  este  descubrimiento  en  cuan- 
importa  al  servicio  de  Dios  é  de  Su  Majestad,  etc. 

En  Panamá,  xxx  días  del  mes  de  Agosto  de  mdxxvii  años,  antel 
ly  magnífíco  señor  Pedi-o  de  los  Ríos,  lugarteniente  general  é  go- 
Brnador    destos   reinos,   é  ante  los  señores    tesorero  Alonso  de   la 
lente,  é  Alonso  Sánchez  do  Cáceres,  contador,  oficiales  de  Sus  Majes- 
Íes,  lo  presentó  el  capitán  Diego  de  Almagro  por  sí  y  en  nombre  del 
^pitán   Francisco   Pizarro;  testigos   Francisco  de  Herrera  é  Martín 
lonso. 

E  así  \asta  é  leída  por  mí  el  dicho  escribano,  su  señoría  é  raer- 
les dijeron  que  mandaban  é  mandaron  que  se  acomulase  con  lainfor- 
ción  questá  fecha  ante  Cristóbal  Muñoz  é  juntamente  con  las  cartas 
se  ante  su  señoría  han  dado  para  que  todo  junto  se  dé  al  dicho  señor 
Ide  mayor  para  que  lo  vea  é  visto  haga  justicia,  etc. 
Muy  magnífico  señor: — Muchas  gracias  damos  á  Dios  nuestro  Señor 
[>r  haber  traído  á  vuestra  señoría  á  gobernar  estos  reinos  de  Castilla 
Oro  á  coyuntura  que  en  su  buena  venida  se  haya  descubierto  la 
rica  que  paresce  por  la  carta  del  descubrimiento  é  relación  de  la 
Icha  tierra  nueva  que  del  dicho  viaje  se  trajo;  porque  siendo  como  es 
.  persona  de  vuestra  señoría  tan  magnífica  y  de  tanta  sabiduría,  pru- 
ncia  é  conciencia,  estos  dichos  reinos  é  los  vecinos  é  pobladores  deUos 
i  general  recibimos  grande  beneficio,  porque  mediante  su  buena 
ibemación  todos  seremos  remediados  é   remunerados  á  los  grandes 


6  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

trabajos  que  en  estos  reinos  hemos  pasado  de  diez  y  de  doce  años  que 
ha  que  residimos  en  la  conquista,  pacificación,  población  dellos. 

Esta  otra  vez  que  el  capitán  Diego  de  Almagro  allá  fué,  no  escre- 
bimos  á  vuestra  señoría  segund  que  éramos  obligados,  y  la  razón  dello 
fué  porque  no  osamos  escrebir  la  verdad  de  lo  de  acá,  temiéndonos  que 
allá  no  darían  la  carta  á  vuestra  señoría,  en  la  cual  carta  pudiéramos 
escrebir  cosas  muy  cumpUderas  al  servicio  de  Dios  é  de  Su  Majestad  y 
de  vuestra  señoría  en  su  real  nombre,  para  que  por  virtud  della  vuestra 
señoría  mandara  proveer  en  ello  lo  que  más  fuere  servicio  de  Su  Ma- 
jestad é  bien  é  seguridad  de  nuestras  vidas;  lo  cual  dejamos  de  hacer 
porque  no  estamos  en  nuestra  libertad  ni  lo  hemos  estado  tres  años  ha 
que  de  esa  cibdad  partimos,  por  las  razones  é  cabsas  que  vuestra  sefloriá 
sabrá  en  su  tiempo  é  lugar,  porque  vuestra  señoría  hallará  por  verdad 
que  nunca  crisptianos  en  el  mundo  fueron  tan  sujetados  ni  tan  molestados 
como  son  los  que  en  este  viaje  andamos;  que  si  vuestra  señoría  no  está 
verdaderamente  informado  de  lo  de  acá,  es  porque  nunca  dan  las  cartas 
que  de  acá  van  y  aun  ésta  de  vuestra  señoría  ó  otras  particulares  que 
para  esa  cibdad  van,  no  nos  las  quieren  llevar,  ni  el  maestre  é  piloto 
Bartolomé  Ruiz,  que  allá  va,  las  quiso  rescebir  porque  dijo  que  así  le 
estaba  mandado.  Tenemos  creído  que  si  vuestra  señoría  hobiera  sido 
informado  verdaderamente  de  lo  de  acá,  este  negocio  no  hobiera  pasado 
adelante  ni  se  hobioran  ofrescido  las  muertes  de  crisptianos  que  han 
acaescido,  de  que  Dios  é  Sus  Majestades  han  sido  muy  deservidos,  etc. 

Lo  otro,  porque  vuestra  señoría  sabrá  que  de  trescientos  hombres 
que  de  Panamá  han  salido  en  veces  para  en  esta  negociación,  han  que- 
dado en  obra  de  setenta  ó  ochenta  hombres  que  aquí  estamos,  entre 
cojos  é  sanos  é  dolientes,  de  los  cuales  podrán  haber  cincuenta  que  sean 
de  provecho,  é  de  los  que  de  allá  trajo  el  capitán  Diego  de  Almagro  no 
han  quedado  sino  uno  ó  dos  que  de  provecho  sean;  é  agora  que  este 
navio  va,  plega  á  Dios  que  cuando  vuelva  que  no  halle  menos  la  ten» 
parte  de  los  que  quedamos,  por  el  poco  refrigerio  que  todos  tenemos, 
que  ningund  hombre  cree  que  se  levante  porque  no  tienen  con  qué 
tornen;  que  el  deseo  de  todos  nosotros  no  es  sino  ir  á  reformar  nuestras 
personas,  questamos  muy  caxcados  desta  ipidemia  que  ha  tres  años  que 
no  paramos,  trayendo  el  maíz  que  hemos  de  comer,  á  cuestas,  porqus 
se  nos  han  muerto  más  de  quinientas  piezas  de  indios  mansos  que  di 
allá  trajimos,  de  cuya  cabsa  se  han  muerto  muchos  crisptianos  por  no 


ALMAGEO  T  8F8  COMPAÑEROS 


üBT  quién  les  sirviese  é  moliese,  eu  lo  cual  todo  á  vuestra  señoría, 
como  nuestro  gobernador  6  pastor  que  es,  conviene  poner  remedio  con 
aquella  manera  ó  buena  diligencia  que  vuestra  señoría  tiene  en  las  co- 
sas que  tocan  al  servicio  de  Su  Majestad;  por  manera  que,  sin  embargo 
lo  que  allá  se  ha  dicho  por  el  dicho  capitán  Diego  de  Almagro  é 
formación  incierta  que  á  vuestra  señoría  se  ha  dado,  mande  luego 
ínviar  por  nosotros,  ó  proveer  de  doscientos  hombres  que  por  lo  menos 
agora  al  principio  son  menester  para  ir  á  la  dicha  tierra  nueva  á  paciíi- 
calla,  pues  tan  caro  nos  cuesta;  pero  todavía,  si  vuestra  señoría  fuere 
vido,  querríamos  y  deseamos  que  mandase  al  capitán  Francisco  Piza- 
que  nos  lleve  ante  vuestra  señoría  í\  estar  á  justicia  con  nosotros, 
ir  cuanto  entendemos  pedille  muchas  fuerzas  é  agravios  que  nos  tiene 
¡chas;  y  así  lo  pedimos  é  suplicamos  á  vuestra  señoría,  ó  si  nescesario 
!,  se  lo  requerimos  como  vasallos  é  naturales  que  somos  de  Su  Ma- 
,d^  sin  servidumbre,  con  protestación  que  hacemos  que  no  prove- 
¡ado  vuestra  señoría  luego  de  enviar  por  nosotros  para  que  nos  rehaga- 
é  reformemos  como  tenemos  dicho»  no  nos  pare  perjuicio  cualquier 
que  en  defensa  de  nuestras  vidas  hagamos,  pues  quedamos  en  isla 
sin  comida;  sobre  todo  lo  cual  encargamos  á  \'uestra  señoría  su  muy 
ítica  conciencia.  Nuestro  Señor  la  muy  magnífica  persona,  casa  y 

0  de  vuestra  señoría  guarde  y  prospere  como  por  vuestra  señoría 
deseado.  De  la  Isla  del  Gallo,  á  cinco  de  Agosto  de  quinientos  é 

ite  é  siete  años.  De  vuestra  señoría  criados  y  servidores  que  sus  muy 

cas  manos  besan, — Hernando. — Bemaldo, — Pedro, — Gregorio. — 

Dejscohar. — Anión    Cuadrado, — Cristóbal  de   Burgos. — Diego  de 

lOf. — Martín  de  Al/aro, — MartinPanioja. — Maestre  Bartolomé  Carpin- 

L — Francisco  Rovaldi. — Maestre  Baltasar, — Jimn  de  Villanueva,  etc. 

Los   demás  no  firmaron  porque  hobieron  temor,  porque  el  dicho 

itán  los  amenazó  diciendo  que  se  juntaban  bellacos  en  cuadrilla  y 

eBo  se  dejó. 

1  Aparece  un  poder  dado  por  maestre  Baltasar  á  maestre  Alonso, 
I  compañero,  fecho  en  Panamá  en  11  de  Noviembre  de  1524,] 

Señor  hermano,  allá  le  escribí  con  el  capitán  Diego  de  Almagro: 
dóoa^  señor,  por  merced  que  lo  que  en  él  acaba  para  lo  que  toca  en  lo 
las  medecinas  si  acá  hubiere  de  estar  y  en  lo  demás  lo  cumpláis  como 
béift,  señor,  ques  menester,  Escrevisme,  señor  hermano,  qup  os  queréis 
^■^^^astilla,  que  vaya  allá  á  facer  cuenta  con  vos:  pluguiese  á  Dios 


8 


COLEOClóy  DE    BOCUMEKTOS 


costase  un  dedo  de  cada  mano  y  me  viese  yo  allá  porque  hajría  cuenta 
que  ahorraba  la  vida  é  saldría  de  mucha  mala  ventara  y  hambre  é  tra- 
bajo, porque  ai  presente  estamos  en  una  isla  donde  con  mucho  trabajo 
vamos  á  la  tierra  firme  á  las  barbacoas  buscando  el  maíz  por  las  úém- 
gas  y  acarreándolo  á  cuestas,  porque  yo  y  todos  los  más  no  tienen 
sonas  que  quien  se  lo  acarree,  é  así  vivimos  muriendo,  no  hartan* 
solamente  de  maíz;  por  ende,  señor,  pídole  por  merced  que  si  ^ix  alginuí 
manera  allá  pudieren  negociar  con  el  señor  gobernador  ó  tesorero  dé 
licencia  parame  ir,  pues  he  cumplido  todo  lo  que  soy  obligado,  y  soy  cu 
sado  y  rae  han  tenido  por  fuerza  lo  demás  del  año  y  medio  primero  lo 
negociéis,  porque  yo  estoy  muy  enfermo  y  de  mí  habrán  poco  provecho 
estando  como  estoy  enfermo. 

Y,  señor,  si  esto  no  se  hiciere  é,  lo  que  Dios  no  quiera,  ei  viaje  w 
siguiere  viniendo  gente,  invlame  lo  quo  dicho  tcuigo,  y  vos  sabréis  qu 
habré  menester  para  el  arte  de  mis  oficios  y  quien  me  sirva,   digo^  u& 
negro  ó  un  buen  indio  y  una  india,  porque  si  acá  lo  he  de  eompwr, 
costarmo  ha  muclio;  baste  ya,  que  ha  dos  años  que  ando  mendigando 
sin  servicio;  que  si  el  viaje  se  sigue,  por  mas  está  la  prenda,  Yn  ^  *'-  * 
en  la  otra  carta  le  escrebí  respuesta  de  no  sé  qué  quejas  que  m* 
bades;  no  sé  por  qué  dais  oídos  á  quien  quiera  fablar  de  gracia,  jmes  le 
tenga  dicho  que  entre  raí  é  vos  no  ha  de  haber  ninguna  difereEda» 
aunque  yo  quedase  en  cueros,  y  baste  esto.  Escríbime,  señor,  n 
gamente  toda  vuestra  voluntad,  de  todo  lo  que  allá  pasa  é  de 
ha  ido  con  Diego  de  Almagi-o  sobre  nuestros  dineros.  Inviásfcesmt 
á  decir  que  os  diese  por  memoria  los  compañeros  que  eran  vivos:  do  ti 
primera  obligación,  ¿qué  necesidad  tenéis  desto,  estando  alJá  el  oro  fár 
mero  ó  segundo  que  se  llevó  á  Panamá,  que  pasan  de  seifi  mili  pesos  éo 
buen  oro  y  los  tiene  en  su  poder  Diego  de  Almagro  y  rezan  las  obligt' 
dones  del  primer  oro  é  de  lo  que  se  hubiere  é  llevare  allá  y  está  á  olb. 
obligado  el  capitán  Pizarro  é  todos  los  compañeros?  Mira,  no  os  e^pt 
ñen  con  decir  que  yo  le  he  dado  poder  alguno,  como  me  escrebiBler,  y 
ai  dice  que  se  lo  he  dado,  que  lo  enseñe.  De  alguna  ropilla  me  pnmor 
de  lino  y  de  paño,  en  que  sea  un  par  de  camisas  y  un  cósete  é  nn  pir 
de  varas  de  lienzo;  en  lo  del  matalolaje,  señor,  me  inviaréis  como  6í(» 
otro  pasado,  é  aun  que  sea  más  cumplidamente  me  hará  rancha  m' 
en  ello,  porque  el  mayor  mal  que  tenemos  es  de  hambre:  no 
señor,  que  más  escrebiros*  Nuestro  Señor  vuestra    virtuosa  poi 


iülii 


ALMA6BO  Y    8U8    COMPANEBOB  H 

r  vos  es  deseado.  Fecha  en  la  Isla  del  Gallo»  á  quince 
íle  Agosto  de  mili  quinientos  veinte  y  siete  años.  A  lo  que,  señor,  man- 

Srláredes,  vuestro  hermano. — Maestre  Baliasar,  etc. 
En  Panamá,  treinta  de  Agosto  de  mili  quinientos  veinte  y  siete  años^ 
leí  muy  magnifico  señor  Pedro  de  los  Ríos,  lugarteniente  genera!  é 
gobernador  destos  reinos  é  ante  los  señores  tesorero  Alonso  de  la  Fuen* 
^B  é  Alonso  Sánchez  de  Cáceres,  contador,  oficiales  de  Sus  Majesta- 
aes,  lo  presentó  maestre  Alonso  en  nombre  de  maestre  Baltasar,  su  com- 
^KCero,  é  con  su  poder  bastante:  testigos,  Pedro  Vernal  é  Cristóbal 
^BifSoz. 

^P     Et  luego  su  señoría  ó  mercedes  dijeron  que  mandaban  ó  mandai'on 
acomular  esta  carta  con  la  información  que  tienen  mandada  fezer,  etc. 
^^    Sepan  cuantos  esta  carta  de  poder  vieren  como  yo,  Alonso  Gallego, 
RRante  en  este  descubrimiento  de  la  costa  del  levante,  otrorgo  é  conozco 
le  do  é  otrorgo  todo  mi  poder,  cumplido,  Ubre,  llenero  é  bastante  se- 
id  que  lo  yo  he  á  tengo  ó  de  derecho  más  debe  valer  á  vos,  Pedro 
3al^  vecino  de  la  nueva  cibdad  de  Panamá,  que  estáis  absenté*  bien 
como  si  fuésedes  presente,  especialmente  para  que  por  mí  y  en  mí 
ibre  podáis  pedir  é  demandar^  recebir,  haber  é  cobrar,  así  en  juicio 
ao  fuera  del  de  todas  é  cualesquier  personas  que  con  derecho  deba, 
¡|o9  é  cualesquier  naaravedís  é  pesos  de  oro,  é  indios  é  indias  é  otras 
que  me  son  debidas,  é  dejé  en  esa  cibdad  en  poder  de  cualesquier 
sonas,  é  para  que  podáis  dar  ó  dédes  carta  ó  cartas  de  pago  é  de  res- 
cimiento,  é  de  fin  é  quitamiento  las  que  convengan  é  menester  sean, 
i  cuales  valan  é  sean  firmes,  como  si  yo  mismo  las  'diese  é  otorgase  é 
presente  fuese,  é  para  que  sobre  la  dicha  cobranza  é  recabdanza, 
1  parescer  é  parezcáis  ante  todas  é  cualesquier  justicias  é  jueces, 
itellos  é  ante  cualquier  del  los  podáis  hacer  é  hagáis  todos  los  pedi- 
itos,  y  demandas,  é  requerimientos,  é  protestaciones,  é  todas  las  otras 
encías,  é  cada  una  dellas  que  se  requieran  hacer,  que  yo  mismo 
é  fazer  podria  presente  seyendo,  é  cuan  cumplido  é  bastante  poder 
[lo  yo  he  é  tengo  para  lo  que  dicho  es,  otro  tal  é  ese  mismo  lo  do  é 
rgo  en  vos,  el  dicho  Pedro  Vernal,  con  todas  sus  incidencias  é  de- 
idencias,  anexidades,  é  con  facultad  de  jurar  é  conoscer,  é  sostituiré, 
lo  haber  por  firme,  obligo  mi  persona  é  bienes.  Fecha  la  carta  en 
[&la  del  Gallo,  á  diez  días  del  mes  de  Agosto  de  mili  é  quinientos  é 
ite  é  siete  años, — Testigos  que  fueron  presentes:  Domingo  de  Sora- 


rilfa 


10  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

luz  é  Marco  Griego;  é  por  la  presente  revoco  é  doy  por  ninguno  un 
poder  que  di  á  Martín  de  Vermeo,  calafate.  Fecha,  ut  supra. — ^Yo, 
Francisco  de  Jerez,  escribano,  presente  fui  al  otorgamiento  deste  dicho 
poder.  E  por  ende  fize  aquí  este  niío  sino  á  tal  en  testimonio  de  verdad.— 
Francisco  de  Jerez^  etc. 

Muy  virtuoso  señor:  allá  vos  mandó  mi  poder;  aunque  en  este  otro 
navio  lo  mando  por  Macliin,  hicelo,  señor,  por  no  os  dar  trabajo,  porque 
no  puedo  fazer  menos  de  dároslo  porque  acá  no  puedo  pensar  que  acá 
haga  mijor  mis  cosas  que  vos,  señor;  por  tanto,  pidóos  por  merced  que 
rescibáis  este  trabajo,  porque  se  no  me  moero,  yo  lo  serviré.  Ya,  señor, 
sabréis  cómo  Diego  de  Almagro  me  tomó  en  la  Isla  de  las  Perlas,  me 
trujo  acá  por  fuerza;  porque  dije  que  no  quería  venir  con  él,  me  dio  de 
bofetones,  lo  cual,  señor,  yo  espero  en  Dios  Nuestro  Señor  que  con 
vuestra  ayuda  á  salir  deste  cabtiverio,  que  más  deseo  de  salir  del  que  si 
estoviese  cabtivo  en  tierra  de  moros;  y  esto  dígolo,  señor,  por  la  mucha 
hambre  que  acá  tenemos  y  por  esperdisear  lo  que  acá  tenian  bien  ganado; 
y  más  sabéredes  que  acá  por  medea  haroa  de  aceite  nos  levan  diez  caa- 
tellanos;  asimismo  otras  cosas  que  es  robo  manifiesto;  pidóos,  señor,  de 
merced,  que  cobres  esos  dineros  míos,  de  ima  memoria  mía  que  lieva 
Machín,  calafate,  y  los  guardéis;  é  si  caso  fuere  de  ir  á  Panamá  y  si  no 
manda,  démelos  como  dice  la  recebta  y  dellos  no  paguéis  nada  por  co- 
noscimientos  ni  obligaciones  que  acá  veáis  noestras  á  hombre  nascido, 
porque  acá  no  hacen  las  cosas  por  f  oerza;  pidóos,  señor,  por  merced  que 
allá  reguéis  al  alcalde  mayor,  pues  que  es  vuestro  amigo,  porque  por 
vuestra  intercesión  me  saque  de  cativo;  no  penséis,  señor,  que  á  mí  solo 
sacáis;  nó,  que  sacáis  una  alma  á  culpa  é  á  pena,  porque  yo,  señor,  haya 
algund  remedio,  aunque  pocos  serán  mis  días;  pero  por  la  pasión  de 
Jesús  de  Nazareno,  por  vos  sea  remediado,  porque  los  señores  é  amigos 
á  los  tales  tiempos  á  hombre  de  ser  socorrido  dellos,  pues  que  ya  ves, 
señor,  que  allá  no  tengo  otro  amigo  que  por  mí  faga  si  vos  no:  los  cuaks 
trabajos  yo  no  sabría  con  qué  pagar  á  vuestra  merced;  lo  cual  pensé 
que  terna  en  mí  como  en  toda  su  vida  no  tove  en  otro  hombre;  lo  cual» 
señor,  no  podréis  pensar  el  temor  que  tengo  á  la  muerte;  ya,  señor,  sa- 
bréis como  estoy  tolUdo  é  asi  ruego  é  })ido  á  la  señora  Antonia  Gouzáleí. 
que  por  mí  sea  rogadora,  é  así,  señor,  escribo  una  carta  y  por  agora,  señor, 
no  más:  yo,  señor,  quedo  mucho  deseoso  de  vos  ver;  pero  plega  á  Dios^ 
que  nos  veamos  con  paz  é  con  salud  y  allá,  señor,  vos  mando  una  ba- 


I 


ALMAQEO  Y    8Ü8   COMPAKGEOB 


11 


sta  de  un  defunto  que  se  llamaba  Herrera  que  vino  con  al  goberna- 
>r;  por  tanto,  señor,  vendelda  y  fazer  bien  por  su  alma;  mas,  señor,  os 
ido  por  merced  que  si  el  gobernador  Pedrarks  Dávila  es  venido  y  es- 
1  viere  á  regidencia,  demaudaide  una  ludia  que  se  me  fué  enOtoqua,  etc. 
En  Panamá,  treinta  días  del  mes  de  Agosto  de  raiU  é  quinientos  é 
Dinte  é  siete  años,  la  presentó  Pero  Vernal  en  nombre  de  Alonso  Ga- 
Bgo  aniel  muy  magnífico  señor  Pedro  de  los  Ríos,  lugarteniente  é  capi- 
tán general  é  gobernador  destos  reinos»  é  ante  los  señores  Alonso  de  la 
lente,  tesorero,  é  Alonso  Sánchez  de  Cáceres,  contador,  oficiales  de 
js  Majestades;  testigos,  maestre  Alonso  é  Cristóbal  Muñoz,  etc. 

Su  señoría  é  mercedes  la  mandaron  acomular  juntamente  con  la 

)banza  que  acerca  desto  está  mandado  facer  é  lo  remiten  al  señor 

iciado  Juan  de  Salmerón,  alcalde  mayor  destos  reinos,  para  que  lo 

é  visto  haga  lo  que  sea  justicia.— PeíZro  de  loi  Ríos. — Alonso  de  la 

ie.— Alonso  de  Cáceres^  etc. 

E  luego,  el  dicho  día  treinta  días  de  Agosto  é  del  dicho  año,  por 

idado  de  su  señoría  y  merceííes,  yo  Cristóbal  Muñoz,  escribano  de 

Majestad,  fué  á  la  posada  del  señor  alcalde  mayor  para  que  diese  su 

cer  en  este  negocio  é  lo  di  relación  dello  en  (roto)  ó  como  el  capitán 

ro  escrebía  diciendo  á  su  señoría  que  si  no  le  enviase  recabdo  de 

ite,  que  enviase  por  ellos,  etc. 

E  luego  el  dicho  señor  alcalde  mayor  dijo  quél  estaba  malo  é  muy 

é  no  podía  ver  proscesos;  que  lo  viese  su  señoría  con  los  oficiales 

Su  Majestad  é  proveyese  lo  que  lo  pareciese  que  era  mejor,  é  que 

el  dicho  capitán  Pízarro  escrebía  que  enviase  por  ellos  si  no  le  envia- 

gente,  que  su  señoría  se  conformase  con  la  dicha  carta  ó  que  le 

scia  á  él  que  debía  enviar  por  la  dicha  gente. ^ — Cristóbal  MuñoB^  es- 

ibano  de  Su  Majestad,  etc. 

E  después  de  lo  susodicho,  en  treinta  é  un  días  del  dicho  mes  de 
sto  del  dicho  año,  su  señoría  é  mercedes  hicieron  parescer  ante  sí  á 
Juan  Carvallo,  al  cual  se  le  tornó  á  leer  su  dicho,  é  demás  de  lo  que  ha 
licbo  en  su  dicho,  fué  preguntado  si  la  gente  que  allá  está  si  fabría  por 
)neno  esperar  en  la  tierra  adonde  están  hasta  tanto  quel  capitán  Alma- 
pro  fuese  por  gente  á  la  Isla  Española  é  viniese  eon  ella,  é  si  podían 
^ner  comida  é  se  podrían  sostener  hasta  este  tiempo,  que  podía  tardar 
seis  6  siete  meses:  dijo  que  se  le  hará  de  tanto  de  mal  á  la  dicha  gente 
U  tiempo,  que  cree  que  cuando  viniese  el  dicho  tiemj 


12  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

sería  la  tercia  parte  della  muerta  por  el  poco  refrigerio  que  tienen  é  por- 
que ha  tres  años  que  están  como  presos  é  querrían  venir  á  descansar 
siquiera  un  mes;  é  que  están  aguardando  é  esperando  el  remedio  para 
que  envíen  cantidad  de  gente  para  que  sean  aprovechados  ó  envíen  por 
ellos,  etc. 

E  luego  su  señoría  é  mercedes  dijeron  que  mandaban  acomular 
otras  cartas  que  personas  particulares  escribieron,  que  son  estas  que  se 
siguen,  etc.: 

Muy  magnífico  señor: — Lo  suscedido  después  que  Diego  de  Almagro 
se  partió  es  que,  visto  que  este  navio  se  anegaba  é  anega  y  el  poco 
aparejo  que  acá  hay  para  adobarlo,  por  no  haber  jarcia  ni  aserradoies, 
parescióme  que  era  bien  enviallo  á  esa  cibdad,  y  primero  nos  proveí- 
mos de  todo  el  maíz  que  pudo  ser,  por  manera  que  queda  maíz  parados 
meses  y  medio;  porque  creyendo  que  vuestra  señoría  socorrerá  este 
negocio  con  brevedad,  porque  no  quede  por  falta  de  navios,  y  porque 
con  Diego  de  Almagro  escrebí  largo  á  vuestra  señoría  cuanto  se  sirve 
Dios  y  Sus  Majestades  de  que  este  descubrimiento  y  conquista  no  se  dqe 
de  las  manos;  y  pues  vuestra  señoría  fabrá  ya  visto  la  muestra  y  nue- 
vas y  relación  de  la  tierra  y  será  informado  de  toda  la  verdad,  de  cuya 
cabsa  tengo  confianza  lo  favorecerá,  pues  no  tan  solamente  sirve  en  ello 
á  Su  Majestad,  ansimesmo  aumenta  su  estado;  que  estos  reinos  é  gober 
nación  que  vuestra  señoría  tiene  á  su  cargo,  no  hay  por  do  alcen  cabe- 
za si  no  es  por  esta  parte,  y  con  si  ó  con  no  suplico  á  vuestra  señoría 
provea  brevemente  porque,  como  dico  el  refrán,  quien  espera,  etc.  El  vee- 
dor Juan  Carvallo  é  García  González  Becerra  van  allá  á  besar  las  manofl 
de  vuestra  señoría  é  á  proveerse  de  algimas  cosas  para  este  viaje.  De 
Pero  Gutiérrez,  hago  saber  á  vuestra  señoría  que  es  buen  hombre  é 
aprueba  muy  bien,  y  es  para  todo,  y  está  bueno  y  besa  las  manos  de 
vuestra  señoría.  No  hay  en  ésta  más  que  le  hacer  saber,  porque,  como 
he  dicho,  con  Diego  de  Almagro  le  di  cuenta  larga  de  todo  á  mi  seño» 
doña  Catalina  de  Sayavedra,  cuyas  manos  beso.  Suplico  á  vuestra  se- 
ñoría me  perdone  porque  estoy  en  parte  que  no  hay  con  qué  le  servir, 
hasta  que  nos  veamos  en  aquella  buena  tierra  é  vuestra  señoría  n» 
faga  mercedes,  de  las  cuales  su  señoría  se  servirá,  que  mi  voluntad  no 
es  otra  sino  de  verme  con  posibilidad  para  poder  servir  á  vuestra  seño- 
ría é  á  toda  su  casa.  Nuestro  Señor  el  muy  magnífico  estado  de  vuesti» 
señoría  por  largos  tiempos  acresciente,  como  vuestra  señoría  desea  é 


LiMAGBO  Y  SUS  COMPANEROS 


13 


is  servidores  lo  querríamos.  De  esta  Isla  del  Gallo,  á  diez  de  Agosto  de 

lili  quinientos  veinte  y  siete  afios,  servidor  de  vuestra  señoría  que  sus 

juiticaa  manos  besa. — Franckc^  Pisarro,  etc. 

Noble  é  muy  virtuoso  señor: — ^Con  el  capitán  Diego  de  Almagro  in- 

ió  á  vuestra  merced  un  envoltorio  de  cartas  cerrado  y  sellado,  entre 

cuales  enviaba  una  para  su  señoría  del  señor  gobernador;  no  sé» 

Bñor,  si  os  las  daría  todas,  porque  las  cosas  de  acá  son  de  tal  manera, 

10  piega  á  Dios  Nuestro  Señor  que  quien  nos  ha  hecho  tanto  mal. 

le  dé  el  pago  que  merece.  Habéis,  señor,  de  saber  que  esa  otra 

B2  no  osé  eserebir  porque  no  tuve  conceto  que  darían  las  cartas,  por 

agravios  é  injusticias  que  acá  se  nos  han  iieeho  y  de  cada  día  facen 

noí*  robar  é  quitar  nuestra  libertad  que  tenemos  los  crisptianos  de 

&r  libres,  impidiéndonos  la  ida  allá,  ni  bastai-  fianzas,  ni  dejar  acá  hom- 

lo  que  tenía,  todo  á  fin  de  acabarnos  de  destruir  ó  que  acabemos 

morir  juntamente,  diciéndonos  el  capitán  Pizarro  que  en  sus  días  no 

Bmo6  á  Panamá,  dando  á  entender  que  nos  ha  comprado  por  dineros 

'  que  somos  sus  esclavos,  tomándonos  lo  nuestro  por  fuerza  é  contra 

kuestra  voluntad,  usando  de  absoluto,  sin  tener  reconoscimiento  [á  su* 

srior  ni  á  nadie;  ni  tenemos  esperanza  en  nadie  que  nos  ha  ¡de  sacar 

cabtiverio  é  cárcel  perpetua  donde  estamos,  si  no  es  aquella  bien- 

itmrada  Reina  de  los  iingeles,  Madre  de  Dios;  que  habéis,  señor,  de 

iber  que  no  hay  gente  en  el  mondo  tan  cuitada  como  es  la  que  acá 

IOS,  que  nos  cagamos  de  miedo  del,  y  estamos  tan  flacos,  amarillos, 

le  ninguno  de  nosotros  será  para  hombre,  muñéndose  de  pura  hambre 

semana  tres,  cuatro,  y  los  que  estamos  algo  más  recios,  vamos  por 

.  tierra  á  buscarlo  é  traerlo  acuestas,  é  después  de  traído  quitamos  la 

itad  dello;  y  porque,  señor,  si  os  hobiese  de  dar  cuenta  cerca  desto» 

nunca  acabar,  ceso  en  cuanto  á  esto,  etc. 

Por  esa  otra  carta  que,  señor,  os  escrebí,  os  invié  á  rogar  que  me 
idésedes  tanto  bien  é  limosna  que  me  hobiésedes  licencia  de  su  señoría 
i  con  grandes  penas  para  que  en  el  primero  navio  me  dejasen  ir  allá; 
señor,  os  lo  torno  á  suplicar  que  me  la  invióis;  y  si  no  me  la 
iviásetjes,  lo  que  Dios  no  quiera,  que  me  inviásedes  las  cosas  que  os 
lía:  creído,  señor,  tengo  que  por  ser  como  sois,  tan  buen  crisptiano, 
&I060  del  servicio  de  Dios  é  descargo  de  vuestra  conciencia,  lo  haréis 
ajTidarme  á  sacar  de  acá,  porque  me  he  mili  veces  visto  perdido. 
Bflor,  si  con  verdad  se  hobiera  sabido  lo  de  acá,  no  hobiera  pasado  este 


14  COLECCIÓN  DE  DOCTTMENTOB 

negocio  adelante;  que  no  quiera  su  señoría  saber  más  de  que  en  tres 
años  y  más  tiempo  que  este  negocio  se  comenzó,  no  ha  redundado  de 
provecho  más  de  cuatro  mili  pesos  de  oro,  con  muerte  de  ciento  é  ochen- 
ta crisptianos  que  se  han  muerto,  y  los  demás  que  quedamos  vivos 
quedamos  tan  caxcados  é  sin  virtud,  que  no  seremos  para  hombres  en 
nuestra  vida;  y  porque  de  Marco  Griego  que  allá  va  ó  de  otras  personas 
que  fueron  con  Diego  de  Almagro  se  habrá  ya  sabido  la  verdad,  aquí  no 
fablaré  más  en  esta  materia  más  de  avisaros,  señor,  que  no  gastéis 
vuestra  hacienda  con  nadie  para  acá,  porque  aunque  es  la  tierra  questá 
descubierta  muy  rica  y  buena,  es  menester  trescientos  hombres  y  dn- 
quenta  de  caballo  para  haber  luego  provecho;  y  si  otra  cosa  allá  yo  y 
otros  hemos  escripto  menos  deste  número,  ha  sido  por  aplacer  á  estos 
capitanes,  y  no  porque  en  realidad  de  verdad  no  es  así,  etc. 

Señor,  vuestro  negro  parésceme  que  debéis  procurar  de  vendello 
allá  á  quien  os  lo  pague,  porque  acá  sirve  á  Ramos  y  al  Contador,  y 
hobiera  sido  mejor  haber  hecho  honra  del  servicio  del  á  un  vuestro  ami- 
go que  no  al  que  lo  tiene,  que  no  se  acuerda  del  sino  para  mandalle. 
¿En  dónde  estuviera  dos  años  trabajando  como  ha  trabajado,  así  él  como 
todos  nosotros,  que  no  fuéramos  ya  ricos?  En  esto,  señor,  haced  lo  que 
os  paresciere;  é  si  no  me  pudiéredes  enviar  el  negro  que  os  envié  á  pe- 
dir y  no  os  Iiallardes  con  ol  aparejo  de  dineros  para  ello,  escrebiréis  acá 
que  me  lo  den,  que  me  sirva,  quél  será  mejor  tratado;  pero  más  que- 
rría que  vuestra  merced  me  proveyese,  pues  lo  tiene  seguro,  aimque  no 
tengo  más,  gracias  á  Dios  por  ello,  de  sola  mi  persona,  todo  por  mis  pe- 
cados; y  no  haga  vuestra  merced  otra  cosa  que  me  terna  para  siempre 
cativo,  que  nio  hallo  muy  aflegido,  y  sin  embargo  de  la  dicha  licencia 
me  lo  ha  do  enviar.  En  el  dicho  envoltorio  enviaba  poder  bastante  para 
que  tu\aese  en  empeños  osas  bestias  que  allá  tengo,  como  por  ello  más 
largamente  verá,  á  quo  me  refiero,  suplico  á  vuestra  merced  no  rescibáis 
pena  por  ello,  que  si  Dios  me  diere  algo  en  este  mundo,  todo  es  y  será 
para  vuestro  servicio,  etc. 

Agora,  señor,  os  quiero  dar  cuenta  ó  fazeros  saber  cómo  la  tiena 
que  está  descubierta  es  muy  buena,  talantosa,  muy  fértil  é  abundosa  de 
todos  bastimentos  de  indios,  en  más  y  mayor  cantidad  que  nunca  se  ha 
visto  en  todo  lo  descubierto  dosta  tierra  firme,  y  las  gentes  della  muy  lu- 
cidas; tiene  la  tierra  oro  o  plata  aparejada  para  poderse  luego  poblar, 
viniendo  doscientos  hombres  con  los  magantos  que  acá  estamos,  ecebto 


ÁLMÁOBO  T  SUS    COMFANEBOB 


le  couio  estamos  acá  tan  fatigados  y  cansados  3'  sin  tener  quién  nos  sirva 
pasar  la  más  mala  vida  que  nunca  hombres  en  el  mundo  pasaron;  y  como 
i  no  hay  crisptiano  ni  gobernador  ni  nadie  que  nos  quiera  rescatar  é  sacar 
deste  desaventurado  cativerio,  olvidamos  la  dicha  buena  tierra;  y  porque 
ibi<5u  para  hacer  senncio  á  Dios  é  á  Su  Majestad  é  remediarnos  los  que 
kcé  estamos,  conviniera  que  no  vengan  menos  de  los  dichos  doscientos 
lombres  é  veinte  de  caballo,  y  estos  castigarán  la  tierra  y  pacificarla  han; 
de  otra  manera  es  andar  vacilando  v  muriendo  como  hasta  aquí,  que 
los  los  que  de  allá  trajo  el  capitán  Diego  de  jUmagro  se  han  muerto, 
|iie  no  han  quedado  sino  cuatro  ó  cinco  hombres.  Abra  los  ojos  del 
itendimiento  el  señor  tesorero  Alonso  de  la  Puente  y  mire  que  es  viejo 
puesta  ya  más  pai-a  ir  á  dar  cuenta  á  Dios  que  no  para  hacer  que  pa- 
los los  tristes  que  acá  estamos,  que  somos  acá  tenidos  por  fuerza 
I  sin  raxón,  forzando  nuestra  voluntad,  haciéndonos  de  libres  cativos, 
iendo  gobernador  de  Su  Majestad  en  la  tierra,  que  el  deseo  de  todos 
á  reformarse  sus  personas  é  á  venir  como  convenga  á  la  dicha 
larra  buena  con  aquel  aparejo  de  gente  y  navios  que  os  menester,  etc. 
En  el  dicho  poder  que  envié  á  vuestra  merced  decía  que  cobrase 
|e  Patino  la  probanza  é  poder  mío  que  le  fleje  para  la  cobranza  de 
juellos  dineros:  fágame»  señor,  tanta  merced  que  toméis  trabajo  de 
Bcribir  mía  carta  á  mi  señora  maiire  en  que  le  haga  saber  dellos  c  que 
tiene  en  Santo  Domingo,  uno  que  llaman  Francisco  Alvarez,  que  es 
iral  de  Sevilla,  ques  tuerto;  que  mi  intención  no  es  sino  que  los 
f&  pam  que  sustente  su  honra;  no  escriba  la  dicha  ca.rta,  porque  aquí 
oscripta  una  para  mi  señora  madre;  suplicos,  señor,  á  mucho  recab- 
fo  la  encaminéis,  etc. 

Señor,  aunque  me  envíe  la  licencia  de  su  señoría,  me  envíe  la 
aanteca  y  el  vino  y  la  carne  é  las  otras  cosas  que  le  envié  á  pedir,  por- 
Sue  para  el  canxino  será  bueno;  questoy  muy  flaco  y  sí  no  me  la  envia* 
^n,  le  supüco  por  servicio  de  Dios  no  me  enviedes  consolado.  Nuestro 
flor  vuestra  noble  é  muy  virtuosa  persona  guarde  y  prospere  como 
iie^tra  merced  deseáis  é  yo  deseo.   De  la  isla  que  llaman  del  Gallo,  á 
imero  de  Agosto  de  mUl  quinieutos  veinte  y  siete  años.  Quedo  á  ser- 
icio  fie  vuestra  merced. — Anión  Cuadrada,  etc. 

Muy  magnífico  señor:  Muchas  gracias  damos  á  Nuestro  Señor  é  de- 
amos dar  por  las  mercedes  que  Su  Majestad  nos  hace  en  enviar  á  go- 
Bmar  estos  reinos  é  gobernación  tan  magnífico  caballero  y  de  tanta 


16  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

conciencia  y  que  tanto  desee  el  bien  de  los  pobladores  y  vasallos  de  Su 
Majestad,  como  acá  somos  informados  de  la  magnifica  persona  de  vues- 
tra señoría,  á  la  cual  suplico  como  im  servidor  é  capellán  suyo,  vuestra 
señoría  vea  la  nescesidad  en  que  estos  pocos  que  habernos  quedado  en 
este  viaje  estamos,  brevemente  seamos  de  vuestra  señoría  socorridos  con 
la  gente  que  conviene  para  la  conquista  de  la  buena  tierra  que  está  des- 
cubierta ó  mande  enviar  por  nosotros,  que  aunque  vamos  pobres  y  per- 
didos, con  parescer  ante  su  magnífica  persona,  ó  le  besar  las  manos, 
creemos  todos  ser  remediados;  y  crea  vuestra  señoría  que  si  en  ello  hay 
dilación,  hallarán  pocos  vivos,  porque  de  ochenta  hombres  que  aquí 
estamos,  los  veinte  no  se  pueden  tener,  y  con  mal  refrigerio  ninguno  cae 
que  puede  levantarse;  y  porque  de  todo  lo  de  acá  vuestra  señoría  será 
enteramente  informado  de  los  que  de  acá  van,  si  á  vuestra  señoría  le 
quieren  informar  de  la  verdad,  en  ésta  no  diré  más  de  que  en  sus  ma- 
nos é  limpia  conciencia  nos  encomendamos,  cuya  muy  magnífica  per 
sona  y  muy  magnífico  estado  de  vuestra  señoría  Nuestro  Señor  por 
largos  tiempos  acresciente,  como  vuestra  señoría  desea  á  mi  señora  doña 
Catalina  de  Sayavedra.  Beso  las  manos  de  su  señoría.  Fecha  en  esta 
Isla  del  Gallo,  á  diez  de  Agosto  de  mili  quinientos  veinte  y  siete  años. 
Servidor  y  capellán  de  vuestra  señoría  que  sus  manos  besa. — Gimstak 
Hernández,  etc. 

Señor: — Después  de  besar  las  manos  de  vuestra  señoría,  es  para 
á  vuestra  señoría  le  hacer  saber  que  esperamos  como  quien  espera  al 
Mesías  á  que  vuestra  señoría  envíe  gente;  la  quel  capitán  Pizarro  escri- 
bió á  vuestra  señoría  y  sería  mijor  que  no  irnos  á  Panamá,  porque  seifa 
derramarse  alguna  gente;  y  si  no  puede  al  presente  recogerse,  mientras 
más  presto  vuestra  señoría  mande  enviar  por  esta  gente,  será  muy  me- 
jor. No  hay  al  presente  que  á  vuestra  señoría  fazer  saber.  Pero  Gutié- 
rrez, criado  de  vuestra  señoría,  está  muy  bueno  y  natural  á  la  tierra,  y 
galán,  que  le  hago  saber  á  vuestra  señoría  que  si  vive  ha  de  ser  bu«í 
hombre,  etc. 

Yo  estoy  bueno,  con  mucho  deseo  de  ir  á  besar  las  manos  de  vues- 
tra señoría  y  por  ver  que  somos  pocos  lo  he  dejado,  etc. 

Dios  le  guarde  á  vuestra  señoría  y  su  muy  mayor  estado  acrescien- 
te por  muchos  años,  como  vuestra  señoría  desea.  De  la  Isla  del  Gallo, 
doce  de  Agosto.  Como  menor  criado  é  mayor  servidor,  haré  lo  que 
vuestra  señoría  me  mande. — Juan  GtUiérrez,  etc. 


ALIÍAORO  Y  BUS  COMPANEROS 

Muy  magnífico  señor: — Aunque  vuestra  señoría  no  tenga  de  mí  no- 
tícia,  me  atrevo  en  su  magnífica  señoría  é  le  suplicar  rae  tenga  por  me- 
ñor  servidor  de  Su  Majestad  é  de  vuestra  señoría  en  su  real  nombre,  ó 
todos  debemos  dar  gracias  á  Nuestro  Señor  por  venir  gobernador  á  es- 
tos reinos  é  gobernación  cnballero  tan  magnífico  é  de  tanta  conciencia^ 
mediante  lo  cual  tenemos  por  cierto  estos  pocos  vasallos  que  Su  Majes- 
tad tiene  en  estos  reiuos,  que  tantos  trabajos  habernos  pasado  on  su 
servicio,  de  catorce  años  á  esta  parte,  sio  ser  aprovecliadns  A  remune- 
rados deltos,  etc. 

Quiero  hacer  saber  á  vuestra  señoría  algunas  cosas  de  acá,  é  es,  pues, 
que  Dios  Nuestro  Señor  fué  servido  que  on  su  buena  venida  ó  ventm'a 
de  vuestra  señoría  se  descubrió  esta  buena  tierra  que  estos  señores  capi- 
tanes, en  su  lugar,  han  descubierto;  que  croa  vuestra  señoría  que  es 
muy  rica,  buena  é  muy  poblada  é  apacible  para  crisptianos,  é  ser  pobla^ 
da  dellos  é  hollada  de  gente  de  caballo  en  ella,  se  habré  mucho  prove* 
cha  veniendo  gente  para  poderle  lioUar  é  apaciguar;  por  lo  menos,  son 
menester  doscientos  hombres  ó  veinte  ó  treinta  do  caballo,  é  sin  ellos 
crea  vuestra  señoría  que  se  hará  muy  poca  hacienda,  porque  es  muy  po 
blada  á  maravilla,  etc. 

Los  trabajos  que  fasta  descobrilla  habernos  pasado,  son  incomporla' 
é  con  muertes  de  muchas  gentes  que  en  la  demanda  han  fallescido; 
de  no  tener  servicio  ni  quién  les  moliese,  morían  de  hambre,  y 
no  estamos  en  menos  trabajo  é  riesgo,  esperando  el  buen  des- 
^0  é  proveimiento  que  vuestra  señoría  mandará  proveer,  porque 
no  hay  pesquería  é  mueren  los  hombres  de  liambre  con  haber 
tres  años  que  no  comen  c^rne  ni  cosa  de  provecho,  y  agora  con  sola- 
mente mafz,  y  aun  lo  habernos  de  ir  á  buscar  é  acarrear  á  cuestas  en 
nuestras  personas;  que  otra  cosa  no  rogamos  á  Nuestro  Señor  sino  por 
venida  que  vuestra  señoría  ha  de  maudar  proveer  para  salir  de  tan 
trabajo;  é  la  ida  es  lo  que  más  querríamos,  que  vuestra  señoría  en- 
por  nosotros  para  que  fuésemos  á  reformai'nos  ó  venir  como 
lyiene^  que  no  que  viniese  por  el  presente  gente.  Dios  Nuestro  Se- 
ponga  en  voluntad  á  vuestra  señoría  que  provea  aquello  que  más 
ivenga  al  servicio  de  Dios  é  de  Sus  Majestades  é  bien  é  provc -ho  de 
vasallos.  Nuestro  Señor  el  muy  magnífico  estado  de  vuestra  seño- 
por  largos  tiempos  acresciente,  como  vuestra  señoría  desea  é  sus 
^rvidoros  lo  querríamos.  Focha  á  cinco  de  Agosto  de  mili  quinientos 

2 


dUiJU 


18 


COLECCIÓÍT     DE    DOCUMBKTOS 


veinte  y  siete  años.  Muy  cierto  servidor  de  vuestra  señoría,  que  sos] 
magníficas  manos  besa. — Juan  de  Eicohar^  etc. 

En  este  dicho  día  treinta  é  un  días  del  dicho  mes  de  Agosto  é  ddi 
dicho  año,  el  dicho  señor  lugarteniente  general  dijo  que,  vistas  lasl 
probanzas  en  este  caso  tomadas  é  las  cartas  ó  pedímientos  en  este  pros- , 
ceso  puestas,  que  la  dicha  gente  escribieron  é  de  los  procuradores  en  m  I 
nombre,  dijo  que,  porque  convenía  á  servicio  de  Sus  Majestades  que  la  j 
gente  que  agora  está  en  la  Isla  del  Gallo  con  el  capitán  Francisco  Pizarro  j 
venga  á  esta  cihdad  de  Panamá  á  reformarse  de  sus  personas  de  los  nm- 
chos  trabajos  é  hambres  que  en  el  dicho  viaje  han  pasado,  como  paresce  | 
por  la  dicha  información;  é  venidos  á  esta  cibdad  su  señoría  los  mandará  | 
que  estén  en  esta  dicha  cibdad  é  sus  términos  é  no  se  vayan  fuera  llan- 
tos reinos,  para  que  si  el  dicho  capitán  Pisarro  é  Almagro  tmieren  I 
cuentas  que  fenescer  con  la  dicha  gente,  les  uíiandará  que  fenezcan  laa 
dichas  cuentas  cou  los  dichos  capitanes;  é  que  demás  de  lo  susodicho, 
habiendo  aparejo  de  gente  en  estos  dichos  reinos,  su  señoría  le  dará 
todo  el  favor  é  ayuda  que  para  el  dicho  descubrimiento  fuere  menasiert ' 
é  que  mandará  expresamente  á  los  que  su  señoría  manda  agora  venir 
que  vuelvan  con  él  en  proseguimiento  del  dicho  viaje,  é  manda  al  dicbo 
capitán  Diego  de  Almagro  que  apreste  uno  de  los  dichos   navf 
agora  están  surtos  en  el  puerto  desta  dicha  cibdad  de  los  suyos 
por  la  dicha  gente  é  les  lleve  algún  proveimiento  para  socorro  dej 
gente,  especialmente  á  los  que  están  enfermos,  á  costa  de  la  dicha  | 
ó  de  quien  fuere,  é  que  su  señoría  no  les  remueve  á  los  dichos  eaptti 
Francisco  Pizarro  ó  Diego  de  Almagro  la  dicha  empresa  ni  sua  < 
de  capitanes,  antes  se  la  confirma  toda,  é  les  promete  que  viniendo  j 
á  (blanco),  le  darán  todo  el  favor  é  ayuda  que  fuere  menester  paiaJ 
proseguimiento  del  dicho  viaje;  é  si  durante  este  dicho  tiempo  su  i 
ría  mandare  facer  una  entrada  ó  entradas,  que  de  aquí  les  hace  á  I 
dichos,  capitanes  deltas  para  que  vayan  á  fázer  los  dichos  viajes;  lo  ( 
dijo  que  mandaba  y  mandó,  conformándose  con  la  carta  que 
el  dicho  capitán  Pizarro  é  probanzas  é  paresceres  en  este  caso  dadc0| 
el  alcalde  mayor  é  otras  personan  é  oficiales  de  Sus  Majestades,  b  i 
se  mandó,  presente  el  dicho  Diego  de  Almagro,  é  que  sea  el  navio  j 
de  el  que  fuere  por  la  gente  para  que  la  traiga  toda. — JPaíra  éi 
Bioi,  etc. 

Muy  magnífico  señor: — Rescebí  una  carta  de  vuestra  setlorta  « 


ALMAGRO  Y  SUS  GOMPÁNEROB 


19 


ijo  el  capitán  Diego  de  Almagro,  y  á  Nuestro  Sefior  do  muchas  gru- 
ís porque  caballero  que  tanto  tiene  el  servicio  de  Su  Majestad  delante 
B  ojos  haya  venido  en  su  real  nombre  á  gobernar  estos  reinos  ó  go- 
roación,  que  es  la  más  honrosa  que  en  lo  descubierto  se  ha  visto,  ma- 
ármente  agora  que  Nuestro  Señor  ha  sido  servido  de  aerecentalla  con 
isoobrirse  lo  que  en  nombre  de  Su  Majestad  y  en  logar  de  vuestra 
j^Ma  habernos  descubierto;  y  claramente  paresce  servirse  Dios  de  en- 
PRiar  las  cosas  de  vuestra  señoría,  pues  en  su  buena  dicha  y  después 
\  su  buena  venida  á  estos  reinos  se  descubrió.  Plágale  á  Él  por  su  mi- 
ricordia  que  sea  para  ensalzamiento  de  su  santa  fee  é  grand  servicio 
le  dello  resulte  á  Su  Majestad  mediante  su  buena  gobernación,  con 
^sentamiento  del  magnífico  estado  do  vuestra  señoría,  cuyas  manos 
^Kpues  tanta  voluntad  muestra  á  las  cosas  que  en  esta  negociación 
jB^  y  ¿  nosotros  en  particularidad,  y  donde  tanta  voluntad  halla:  si 
Dugo  por  cierta  la  obra,  puede  vuestra  señoría  tenerme  por  muy  cierto 
i  servidor,  que  yo  por  tal  mo  tengo  y  terne  viviendo  descansado,  pues 
L  merced  me  ha  hecho  Dios  en  tomar  vuestra  señoría  tan  á  su  cargo 
que  nos  tocan,  etc. 

nuevas  de  la  buena  tierra  descubierta  no  diré  aquí  en  partícula- 

1  [sino]  de  hacer  saber  a  vuestra  señoría  que  es  la  más  rica  é  abundo- 

Ipacible  parapoblalla  crisptianos  que  se  ha  visto  fasta  hoy,  é  gente  de 

» razón  é  cuenta,  y  viven  todos  por  tratos  y  contrataciones,  así  en 

por  la  mar  como  por  tierra,  y  tratan  por  peso;  tienen  oro  muy 

io  cuanto  tienen  y  plata  y  todos  los  metales  que  hay  en  España, 

lerlos  mezclados  unos  con  otros,  salvo  cada  metfil  por  sí:  el  oro  por 

[la  plata  por  plata  y  el  cobre  por  cobre;  y  ropas  de  diversas  maneras, 

y  algodón;  lo  cual  vuestra  señoría  allá  verá  y  por  la  relación  ó  in- 

ción  que  vuestra  señoría  tomará  dése  indio  que  se  lleva  lo  sabrá 

de  la  tierra  complidamente,  é  á  esta  cabaa  no  va  aquí  expresado: 

lia  aquí  más  de  socorrernos  vuestra  señoría  brevemente  con  la 

I  que  para  ello  conviene,  y  ha  de  ser  de  cien  hombres  arriba  y  una 

de  caballos,  é  aun  con  éstos  será  para  sostenernos  en  la  tierra  y 

er  mucha  hacienda  hasta  que  se  vaya  la  tierra  cebando  de  gente, 

te  de  otra  manera,  segund  la  tierra  es  recia  y  gruesa,  sería  gastar 

é  dinero  sin  provecho»  y  *5stos  conviene  que  sean  de  la  tierra, 

ae  los  demás  son  acá  de  poco  provecho,  etc. 

gente,  hago  saber  á  vuestra  señoria^  que  queda  muy  descouteu- 


«as    .-■•        .l5(s•^^     ;:rts  j.  :erm  -»s  -Tara  ■ 


.T..      --.    11    .M    -^ta.  -TT--  .-asiar  jIs  T.ias.  "^^r  TruT  ^ste 

-.^^     .;••    »  -Pau^'T^ri   f-n  ^.rtffra  -«iorii  .zic-rr;uiú  ie  .o    íe 
j^k~.as     :-Hsc  -*-  -,:n:Aer"  í.'.¿ira-íiLrta  'n¿£ia.  ieílo,  .u  ^oal  me 
-    •^-    -i^fc    .*  TI*  -fc»?  -aors.    "T-.eatra.  Pilona,  .o    ine  «  oa  ix 
*i^  'VcCMs^-   -«p  -.A»€Cf:*i.   :ue   ootra  .j.    "iManaii  ie  loa  queac 

-tp^-s^  a   ü:;-    ^3daE:¿&*a  -»»reona    ie    "nestra  seflona  j  '^aai  f 

rr!«n*r»  '<T  jr^Ca*  "vaipi^.  Dí»  a  .aia  iei   nulo,  i  ios  te  Junio 

-    x^ziacü»  ■  -*»ni5*'  *  -lew  .iílo:>.  Miir   uerro  «mdor  lie  vtxí 

hrr  -frt5»\'V  »ftor  — 2ii  -á  -.lav.o  en  lue  fue  -il  apitan  D 
Á  -"^tjina  Jierred  *nu  Amirea  «^kixierrex.  annqoíe 
fu  .JB  "AMi  -rae  ^onrenian.  i  «absa  que  me  reaceie  qm 
leoift  e¿  ^itan  pjairro.  no  miíaniiu  en  la  nea 
bc#  f  ooft  ieía  iniao  aiTÍar  eate  <3trQ  navio  qne  i 
ice  ywüamna  mnetüar  algo  de  loe  mbajos  qne  U 
OATiiie  en  «acá  ¡ala  en  que  estazioe  no  la  haj 


ALMAGRO   Y  Sü8  COMPAÑEROS  21 

béis,  señor,  de  saber  questos  señores  no  miran  más  de  su  propio  interés 
ni  menos  lo  han  mirado  hasta  hoy  ni  lo  mirarán  en  ningund  tiempo, 
porque  si  lo  mirasen,  no  nos  dejarían  de  la  manera  que  quedamos,  que 
8Í  Dios  no  nos  remedia,  no  hay  ninguno  de  nosotros  que  tenga  esperan- 
za de  vivir,  y  si  alguna  nos  queda  es  que,  sabida  el  señor  gobernador 
la  verdad  de  la  manera  que  quedamos,  que  luego  enviará  por  nosotros, 
viendo  el  servicio  que  á  Dios  en  ello  se  hace;  que  si  esta  esperanza  no 
tuviesen  todos  los  que  acá  están,  ya  habrían  desesperado  y  perdido  las 
vidas  y  aun  más.  Por  tanto,  señor,  os  soplico  que  si  por  caso  el  señor 
gobernador  no  hobiere  proveído  de  enviar  por  nosotros  y  acordare  de 
dar  socorro  al  capitán  Diego  de  Almagro,  que  vuestra  merced  trabaje  en 
todo  caso  de  me  enviar  un  mandamiento  del  señor  gobernador  para  ir  á 
esa  cibdad  de  Panamá,  si  allá,  señor,  me  queréis  ver,  y  ha  de  ser  muy 
firme,  con  mili  castellanos  de  pena  para  cámara  é  ñsco,  y  ha  de  ser  sin 
abdencia;  y  para  esto,  señor,  habla  con  Pascual  de  Andagoya,  si  fuere 
menester,  y  si  no  me  lo  inviaes.  De  todo  podéis  disponer  y  hacer  bien 
por  mi  alma  y  por  la  de  mis  padres  y  hermanos,  aunque  pienso  y  tengo 
esperanza  que  siendo,  señor,  quien  soes  y  tan  buen  crisptiano  y  mi  señor 
é  amigo,  que  os  acordaréis  de  mí  aunque  cueste  lo  que  costare,  por  quedo 
toUido  é  muy  malo  y  cada  día  peor;  de  lo  cual  os  podéis  bien  informar 
de  los  que  allá  van.  Yo  pedí  licencia  al  señor  capitán,  y  respondió:  que 
juraba  á  Dios  que  mientras  él  viviere  no  ha  de  ir  hombre  á  Panamá. 
Pues  que  aquí,  señor,  no  aventuráis  en  esto  más  de  darme  á  mí  la  vida, 
os  pido  por  merced  que  no  lo  olvidéis,  é  aunque  vengan  mili  hombres 
de  socorro  me  envíe  esta  licencia,  porque  de  otra  manera  ninguna  es- 
peranza de  vivir  me  queda,  segund  estoy;  y  porque  creo,  señor,  que  en 
estotra  bajaréis  y  lo  haréis  en  la  manera  que  yo  lo  pido  por  merced,  no 
me  alargo  más,  etc. 

Señor,  la  gente  que  acá  quedamos,  le  hago  saber  que  somos  por 
todos  hasta  ochenta  hombres;  y  destos  hay  los  xxx  que  no  se  pueden 
tener  ni  se  levantan,  porque  de  trescientos  hombres  que  para  este  viaje 
han  sacado,  todos  los  demás  son  muertos,  que  son  muertos  doscientos 
hombres  y  dende  arriba  y  todos  de  hambre  y  mala  ventura;  y  con  ver 
los  capitanes  esto,  si  alguno  cae  malo,  dicen  que  lo  hace  de  bellaco,  y 
está  enterrado  y  no  lo  creen;  cree,  señor,  que  todos  cuantos  vinieren 
desos  que  el  señor  gobernador  trajo  y  rescient  venidos  de  Castilla,  que 
todos  se  irán  su  camino  como  los  otros  han  ido,  porque  de  los  que 


ALMAGRO  Y   SUS    COMPAÑEROS  23 

\  a  ésta  por  suya  y  sea  el  primero  escalón  para  salir 

>  ({uedo;  y  si  esto  no  bastare,  aquel  verdadero  Dios 

>  Jos  esos  señores  vecinos  beso  las  manos.  Con  todo 
<'i  mi  sobrino  Andrés  Gutiérrez:  le  di  ima  hamaca 
camisa  de  la  tierra  y  ima  manta  para  Isabel,  y  es 

;iilo  en  este  viaje;  así  quedo  en  este  desierto  sin  re- 

rando  al  de  Dios  y  al  vuestro.  Nuestro  Señor  guarde 

•sona  y  por  muchos  años  prospere.  Fecha  en  la  Isla 

^  del  mes  de  Agosto  de  mil  é  quinientos  é  veinte  é 

lo  presto  á  vuestro  servicio. — Martín  de  Al/aro,  etc. 

:  imero  día  del  mes  de  Setiembre  de  mili  é  quinientos 

<,  estando  juntos  el  muy  magnífico  señor  Pedro  de 

•lite  general,  é  el  tesorero  Alonso  de  la  Puente,  é  el 

•r  Cáceres,  el  alcalde  Arias  de  Acevedo,  é  Francisco 

de  Guijo,  é  Juan  de  Cárdenas,  é  Toribio  Montañés,  é 

11  señoría  dijo  que,  porque  en  el  viaje  é  descubrí- 

*}  sobre  la  gente  que  allá  están  se  había  hecho  ciertos 

líos  para  que  la  gente  se  viniese  porque  no  perescie- 

lía  ya  proveído  sobre  ello  é  platicado  sobre  todo  lo 

é  algunas  cartas  leído  de  los  que  allá  estaban  envia- 

presonas  particulares:  que  les  diese  su  parescer  so- 

1  hecho  lo  proveído  por  su  señoría  ó  qué  les  parescía 

la  justicia  é  regimiento  dijeron  que  ellos  abrían  su 
rían  á  su  señoría,  etc. 


EL  PARECER  DEL  AYUNTAMIENTO 

'  que  su  señoría  debe  favorescer  mucho  á  los  capi- 
arro  é  Diego  de  Almagro,  por  lo  mucho  que  han 
:id,  gastando  de  sus  haciendas;  é  que  al  presente,  por 
ue  hay  de  la  gente  que  quedó  con  el  capitán  Piza- 
olio,  que  su  señoría  debe  mandar  inviar  á  los  vesi- 
de  bien  que  vaya  por  capitán  é  con  su  poder  para 
•s  enfermos,  é  los  otros  sanos  que  hay  se  pongan  en 
ue  quisieren  ir  de  su  voluntad  á  descobrir  con  los 


^ 


24 


COLECCIÓN  I>E  DOCÜMEKTOfl 


dichos  capitanes,  ó  cualquier  dellos,  debe  su  señoría  mandar  quel  descubri- 
miento no  cese,  yendo,  como  e?  razón  é  á  recabdo,  ó  que  esta  armada 
no  permita  que  se  desfaga,  antes  lea  dé  seguridad  ¿  los  dichos  capitanea 
para  que,  habiendo  disposición  é  favor  de  gente,  los  sosterná  sus  miamos 
cargos  é  dará  otros  favores,  é  que  esto  que  han  dicho  é  mandaüo  m 
señoría  facer  é  proveer  brevemente:  les  paresce  que  es  lo  qu©  convieoe, 
porque  segund  quedaron  con  poca  comida,  créese  que  estarán  en  mu* 
cha  necesidad,  si  acá  hobiese  dilación  é  no  se  proveyesen  donde  luego. 
— Aria$  de  Ácevedo. — Alvaro  de  Guija. — Juan  de  Cárdjmas. — Juan  de 
Vdasco. — Torihio  Montañés,  etc. 

En  dos  de  Septiembre  de  mili  quinientos  veinte  y  siete  años,  están* 
do  en  cabildo,  su  señoría  é  los  que  de  suso  firmaron  sus  nombres,  dieron 
este  parescer,  etc. 

PETICIÓN    DE  ALMAGRO 

Muy  magnífico  señor  é  muy  nobles  señores: — El  capitán  Iliego  de 
Almagro,  por  mí  ó  por  el  capitán  Francisco  Pizarro,  digo:  que  vuestra 
señoría  é  mercedes,  en  respuesta  de  lo  por  mí  pedido  en  ciertas  petí* 
cienes  que  tengo  dadas  cerca  de  lo  que  conviene  por  ser  para  en  eirta 
armada  é  descubrimiento  del  levante,  dicen  ó  mandan  que  se  venga  «1 
capitán  Pizarro  ó  traiga  la  gente  que  estíí  en  la  Isla  del  Gallo,  expresan- 
do  algunas  cabsas  que  á  ello  dicen  que  les  mueve,  y  porque  A  mí  como 
á  persona  que  tengo  á  cargo  la  dicha  armada  ó  tengo  gastado  lo  vom 
de  mi  hacienda  en  ella  ó  del  dicho  capitán  é  tenemos  de  gastar  lo  que 
nos  queda  y  las  personas  y  lo  de  nuestros  amigos,  me  paresce  que  estft 
negocio  tiene  otro  medio  más  conviniente  al  servicio  de  Dios  é  de  So 
Majestad  que  el  que  vuestra  señoría  da  en  mandar  traer  la  gente,  poi 
la  manera  siguiente,  etc. 

El  peligro  que  se  temía  que  la  gente  había  de  correr  en  estar  itllá 
detenida,  cesa  con  saber  que  ellos  han  estado  razonablemente  p] 
é  que  aunque  alginios  han  adolescido,  se  van  parando  mejores  é  \k\ 
doles  este  navio  de  mantenimientos  que  yo  les  envío  de  mait  é 
é  otras  cosas  nescesarias  con  que  están  bien  proveídos  por  un  dolí 
tiempo  fasta  que  se  les  envíe  el  socorro  de  gente  que  pid^n  qiw 
muy  mejor  é  que  se  hallen  allí  descansados  é  á  pique  para  proeegQffl 
viaje  para  restaurarse  de  los  trabajos  é  gastos  que  han  fecbo 


■Mi   -wfirr^rpr- 


AI.MAORO   Y  eUfl  eOMPAHEROB 


25 


agora,  pues  saben  que  siendo  Dios  servido  van  á  tierra,  do  largo  so  co- 
ara  todo,  que  no  traerlos  á  esta  cibdad;  digo  á  los  que  están  sanos  é' 
ira  poder  servir  en  la  jonia<la,  porquo  olios,  venidos  á  esta  ollKlad,  mu- 
ios deUos  no  tienen  qué  comer  ni  han  de  hallar  quién  se  lo  dé,  como 
no  lo  hallan  los  que  aquí  agora  esUín,  sino  muy  probemonte  é  algunos 
rauei'en  de  hambre;  y  por  esto,  aunque  alguna  gente  hayan  de  venir, 
la  enferma  é  no  la  sana,  pues  que  en  ir  por  ellos  é  venir  se  pasará 
tanto  tiempo  como  se  espera  el  socorro  de  la  gente  de  las  islas  é  la  va- 
que \Tiestra  señoría  les  da  para  venir  á  reposar,  es  para  no  le  tener 
lá  ni  acá  ó  ponellos  en  doblada  costa  é  trabajo.  Lo  otro  porque  yendo 
navio  de  socorro  con  los  bastimentos,  llevará  una  docena  de  caballos 
poe  pueden  ir  é  algunas  monterías  de  perros  é  otras  cosas  que  conver- 
ín  para  el  \aaje,  y  estará  medio  hecho  el  \naje,  desocupados  los  navios 
ira  cuando  la  otra  gente  venga  de  las  islas»  y  para  llevar  más  caballos 
•  lo  demás  que  fuere  menester»  etc, 

A  lo  que  vuestra  señoría  dice   que  se  conforma  con  las  cartas  é  po- 
res  que  de  allá  \ienen  é  con  la  carta  del  capitán,  cierto  es  que  toda 
.  gente  que  en  estas  partes  andan  en  las  entradas,  cuando  no  hallan 
qué  se  aprovechar,  tienen  muy  grandes  descontentamientos,  y  es 
son  que  lo  tengan  estos  que  escriben,  creyendo  que  vuestra  señoría  ó 
srcedes  no  entienden  en  proveerlos  é  que  les  tiene  olvidados;  pero 
ñén  dicen  que,  enviándoles  socorro  de  gente,  quieren  proseguir  su 
aje  porque  lo  tienen  por  muy  bueno;  por  do  paresce  que  su  descon- 
itamienio  no  proscede,  salvo  de  e^tar  detenidos  sin  provecho  é  sin 
Branca  de  ser  socorridos;  por  esto  suplico  á  vuestra  señoría  é  merce- 
no  manden  desbaratar  ni  traer  la  gente  que  está  buena  para  pro- 
el viaje,  pues  ven  cuánto  ha  costado  é  cuesta  poner  esta  armada 
lo6  términos  que  está,  sin  poner  Su  Majestad  costa  alguna  de  su  ha- 
lda, como  es  cosa  que  tanto  importa  a  su  real  servicio,  que  se  prosiga 
ino  se  pierda,  pues  el  capitán  é  yo  la  queremos  proseguir  á  nuestra 
.  é  traer  la  gente  que  es  menester  de  las  islas  é  de  Castilla  para  dar 
al  descubrimiento  é  poblar,  porque  Dios  é  Sus  Majestades  sean  ser- 
é  aumentado  su  patrimonio  real;  é  que  si  esto  vuestra  señoría  é 
cedes  no  favorescen  é  dan  cabsa  que  se  desbarate  é  los  navios  mari- 
ios  é  otras  cosas  que  tengo  de  munición,  é  maestros,  é  cai'pinteros,  é 
ferreros,  é  calafates,  artilleros,  é  mantenimientos,  é  las  otras  cosas  nesce- 
se  me  pierden  é  desbaratan,  que  Su  Majestad  perderá  más  de 


26 


COLECCIÓN  DB  DOCUMENTOS 


cient  mili  pesos  de  oro  é  más  lo  que  no  se  puede  numerar  en  no  8€*  I 
proseguir  el  viaje;  lo  cual  será  á  cargo  de  vuestra  señoría  ó  mercedes,  é 
no  del  dicho  capitán  é  mío;  é  después^  aunque  Su  Majestad  quiera  poner  1 
el  viaje  en  los  términos  é  con  el  aderezo  que  agora  hay,  si  se  pierde  noj 
lo  podrá  hacer  aunque  gaste  veinte  mili  castellanos,  é  porque  yo  loa  ten- 
go gastados  en  lo  que  hasta  agora  está  hecho»  é  protesto  de  los  pedir  j 
desbaratándome  la  armada  é  no  dándome  el  favor  que  conviene  para] 
que  conserve  é  prosiga  como  yo  lo  esto  poniendo  en  obra  como  Su  Máj 
j  estad  manda  por  su  cédula,  de  la  cual  fago  presentación,  etc. 

E  si  vuestra  sefioría  ó  mercedes,  sin  embargo  deste  mi  paresccr  ¿  I 
de  lo  que  pedido  tengo,  quisieren  que  toda  la  gente  venga,  lea  pido  (\m 
manden  tomar  otro  navio  de  los  que  están  en  este  puerto  deestá  cibdad.] 
en  que  vengan  á  costa  de  quien  lo  hobiere  de  pagar,  ó  me  dejen  mis 
navios  desembargados,  porque  se  vaya  el  capiUln  Pizarro  á  descubrir  i\ 
á  servir  á  Sus  Majestades,  como  estabaprimero  acordado,  en  tanto  que  Ia| 
gente  viene^  porque  en  eí  servicio  de  Sus  Majestades  no  se  pierda  tiem- 
po y  el  gasto  que  está  hecho,  lo  cual  pido  con  la  protestación  suaodicbA;  j 
y  ansí  lo  pido  por  testimonio,  etc. 

En  Panamá,  primero  de  Septiembre  de  mili  quinientos  veintisiete  j 
años,  antel  señor  lugarteniente  general  Pedro  de  loa  Ríos,  ó  del  teso . 
rero  Alonso  de  la  Puente,  é  del  contador  Alonso  de  Cáceres,  parescii  A 
capitán  Diego  de  Almagro  é  presentó  este  escripto  é  una  cédula  de  Su  | 
Majestad,  lo  cual  todo  les  fué  leído  é  notificado.  Testigos:  Francisca  Goa* 
zález  é  Alvaro  de  Guijo  é  Toribio  Montañés. 

El  Ret. — ^Pedrodelos  Ríos,  nuestro  lugarteniente  é  gobernador  dé  j 
Tierra-firme  llamada  Castilla  del  Oro.— Francisco  Pizarro»  vecino  é  rogí* 
dor  de  la  cibdad  de  Panamá,  me  hizo  relación  que  él  ha  muchos  aftoi 
que  sirve  en  aquellas  partes  con  cargo  de  gente  ó  otros  cargos,  dond«  i 
ha  gastado  mucha  hacienda  é  ha  padescido  muchos  trabajos,  hambres  i 
nescesidades;  é  que  Pedrarias  Dávila,  nuestro  gobernador  de  la  didii  | 
costa,  en  nuestro  nombre  capituló  é  asentó  con  él  cierto  viaje  é  dcKii* 
brimiento  por  la  costa  del  levante  de  la  dicha  tierra,  que  hiciese  a  m 
costa,  en  que  ha  gastado  cinco  ó  seis  mili  ducados,  poco  máa  ó  oíaoai 
y  que  él  se  teme  que  á  causa  de  remover  al  dicho  Pedrarias  del  dick) 
cargo,  fabrá  algima  mudanza  en  el  dicho  asiento  que  con  él  se  tmik 
de  manera  que  aquello  no  hobiese  efeto,  de  que  él  re^bíría  mi) 
agravio  é  daño,  é  me  duplicó  é  pidió  por  merced  vos  mandase  qoe; 


AI.MAGEO  Y  8UB  COMPAÑEROS 


27 


con  él  el  dicho  asiento  é  capitulación  que  habla  hecho  con  el 
idrarias,  sin  que  en  ello  hobiese  mudanza  ni  alteración  alguna,  ó 
como  la  mi  merced  fuese,  é  yo  tóvelo  por  bien,  por  ende  yo  vos  mando 
que  veades  la  dicha  capitulación  é  asiento  hecha  sobre  el  dicho  viaje 
xtre  el  dicho  Pedrarias,  en  nuestro  nombre,  y  el  dicho  Francisco  Piza- 
>,  ó  lo  guardéis  e  cumpláis  como  en  él  se  contiene,  sin  que  en  ello  se 
mudanza  ni  alteración  alguna,  é  no  fagades  ende  al.  Fecha  en  To- 
>,  á  diez  días  del  mes  de  Noviembre  de  mili  é  quinientos  é  veinte  é 
ico  años» — Yo  EL  Rey,— Por  mandado  de  Sus  Majestades. — Fran- 
$€0  de  los  Cobos,  etc. 

Esta  cédula  de  Sus  Majestades  [asentóse]  en  los  libros  de  la  Casa  de  la 
>n tratación  de  Sevilla,  en  diez  días  dol  mes  de  Mayo  de  mili  quinientos 
ate  y  seis  años. — lohan  de  Ar anda— Domingo  de  Ochandiano^  etc. 
En  Panamá,  cuatro  días  del  mes  de  Septiembre  de  quinientos  é 
rinte  e  siete  años,  los  dichos  señores  gf>bemador  é  oficiales  dijeron  que 
dicho  señor  gobernador,  con  quien  la  carta  de  Su  Majestad  fabla, 
lél  la  tomaba  é  tomó  en  sus  manos  ó  besó  ó  puso  sobre  su  cabeza 
como  á  carta  é  mandado  de  su  Rey  é  señor  natural  á  quien  Dios  Nues- 
Seftor  deje  reinar  é  imperar  muchos  años  ó  con  muchos  más  reinos, 
1  que  en  cuanto  al  cumplimiento,  que  él  ni  los  dichos  señores  oficiales 
le  deshacen  la  dicha  armada  en  todo  ni  en  parte,  é  que  pues  el  dicho 
aitán  envía  á  la  Isla  Española  por  gente,  que  venido  que  sea  ó  ira- 
endo  el  recabdo  que  conviene  della,  como  él  está  ofrescido,  se  le  dará 
favor  é  ajnida  nescesaria;  é  que  en  todo  lo  demás  en  su  requerimiento 
[>ntenido,  que  le  manda  su  señoría  lo  que  le  está  mandado  é  de  nuevo 
lo  toma  á  mandar,  porque  así  con\nene  al  servicio  de  Su  Majestad  ó 
la  libertad  de  sus  vasallos  é  bien  de  la  tierra;  é  que  mandaba  é  mandó 
señoría,  á  mí  el  dicho  escribano,  que  todas  las  informaciones  sobre 
negociación  habidas  é  tomadas  é  todos  los  acuerdos  é  pareceres  de 
B,  é  cartas  generales  é  particulares  que  á  su  señoría  é  á  otros  par- 
res han  escripto  los  dichos  capitán  Pizarro  é  capitanes  é  otras  per- 
^nas  hidalgos  é  compañeros  que  en  la  dicha  isla  destán,  las  acumule  é 
lie  con  esta  respuesta;  é  que  si  el  dicho  capitán  testimonio  quisiere, 
te  sea  dado  sin  ésta  su  respuesta  é  sin  ir  suscesive  todo  lo  susodicho 
i  en  este  caso  fecho,  segund  está  dicho,  al  pie:  é  esto  dijo  que  mandaba 
^mandó  á  mí  el  diclio  escribano  so  pena  de  cient  mili  maravedís  para 
cámara  ó  fisco  de  Sus  Majestades,  que  no  dé  lo  uno  sin  lo  otro;  é  esto 


28 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTO» 


dijeron  que  decían  é  respondían  al  dicho  requerimiento,  no  conmatien- 
do  en  sus  protestaciones  ni  en  alguna  dellas;  é  porque  el  dicho  señor 
gobernador  sabe  que  es  notorio,  que  el  diclio  capitán  dilata  lo  que  ñsí 
le  está  mandado,  en  ir  por  la  dicha  gente,  que  agora  de  nuevo  le  man- 
dan que  dentro  de  diez  días  primeros  siguientes  parta  el  na\^o  que  ha 
de  ir  por  la  dicha  gente,  como  le  está  mandado^  so  i>ena  de  mili  pesos 
de  oro  para  la  chimara  é  fisco  de  Su  Majestad^  en  los  cuales  lo  condenan 
lo  contrario  faziendo,  porque  para  entonces  su  señoría  é  mercedes  nom* 
brarán  persona  que  vaya  á  saber  de  la  dicha  gente,  lo  que  está  acordado  ' 
sobre  lo  del  descubrir  é  los  pongan  en  Ubertad  para  ello, — Pedro  fk  feí 
Jífo*. — Alonso  de  la  Puente. — Alomo  de  Cáceres, 

En  este  dicho  día,  yo^  el  dicho  escribano,  notifiqué  lo  susodicho  il  j 
dicho  capitán  Diego  de  Almagro,  el  cual  pidió  treslado.^ — Testigoe. — Jum ' 
de  Vallejo  é  Alvaro  de  Aguilar. 

En  Panamá»  veinte  é  siete  días  del  mes  de  Junio  de  mül  é  qui- 
nientos é  veinte  é  siete  años,  el  señor  licenciado  Juan  de  Salmerón^  ú^\ 
calde  mayor  é  juez  de  residencia,  dijo:  que  por  cuanto  algunas  de  las  j 
personas  que  trujo  el  capitiin  Diego  de  Almagro,  del  armada  e  descu* 
brimiento  del  levanto,  dicen  que  la  gente  que  allá  dejó  queda  con  ma- 
cha nescesidad  de  comida  é  que  unos  quedan  contentos  é  otros  deaoon- 
lentos,  é  el  dicho  capitán  dice  que  no  les  falta  ninguna  cosa,  porque  ú  I 
bergantín  é  la  barca  é  canoas  quedaban  allá  para  les  traer  maíz  y  ea 
la  isla  adonde  quedan  había  montería  de  puercos  é  otras  comidas  de  U 
tierra»  que  para  saber  la  verdad  dello»  é  que  hacía  ó  fizo  la  iuformaci^j 
siguiente: 

En  este  dicho  día,  el  dicho  señor  alcalde  mayor,  para  la  dicha  ia- 
formación,  liizo  parescer  ante  sí  á  Juan  (.'amacho,  el  cual  juró  en  fonn* 
debida  de  derecho,  so  cargo  del  cual  fué  preguntado  cerca  del  dicho  pfr  ^ 
dimiento:  dijo  que  ninguna  persona  de  las  que  allá  quedan,  no  quedan  I 
contentos^  á  lo  que  este  testigo  alcanza;  é  que  la  mayor  ansia  qu«  les  { 
quedaba  era  porque  se  sospechaban  que  no  habían  de  hallar  mw  ^ 
que  sahéndolo  á  buscar»  pues  que  los  indios  allí  le  habían  venido  á  dif 
guerra,  é  creía  que  en  la  tierra  no  se  lo  darían  de  buena  gana;  é  qM 
tenían  é  les  quedaba  vinagre  é  aceite,  pero  no  otro  refrigerio  alpuBO, 
sino  muy  dolientes  muchos  dellos,  é  sin  piezas  de  indios  ni  indias  qa<^ 
les  sirvan  ni  muelan  bollos  á  lo  común,  ó  que^  axmque  les  quedan  r«Í« 
con  que  pescar,  que  no  hay  sino  dos  ó  tres  que  las  sepan  ecliar.  é  aueeir 


ALMAGRO  Y   BUS   OOHPANEKOB 


29 


la  isla  hay  muy  poco  pescado,  é  que  m  socorro  les  va  porque  la  tierra 
es  próspera,  que  pasarán  de  bueua  gana  adelante,  é  que  no  yendo  so- 
corro, que  le  paresce  á  este  testigo  que  peligrarán  muchos  allí  en  la 
isla;  é  que  esta  es  la  verdad,  é  dijo  que  no  sabía  escrel>ir;  preguntado 
juó  hombres  hay  de  la  tierra  de  que  se  pueda  tomar  su  dicho,  dijo  que 
ny  Alonso  Núñez  é  Fuentes  é  Lucena,  etc. 

En  este  dicho  día,  para  la  dicha  información,  el  dicho  señor  alcah 
le  mayor  fizo  parescer  ante  sí  á  Alonso   Núñez  de  Madrid,  del  cual  re- 
^cibii*»  juramento  en  forma  debida  de  derecho,  so  cargo  del  cual  fué  pre- 
miado por  el  tenor  del  dicho  pedimiento,  e  dijo  queda  dicha  gente  en 
Isla  del  Gallo,  ó  que  les  cjueda  el  bergantín,  é  una  barca  é  una  canoa 
"grande,  [para]  pasar  á  la  tierra  firme  é  traer  maíz  della,  é  queá  los  más 
allos  les  queda  algún  maíz  que  cogieron  en  la  dicha  isla,  algunos  á  ha- 
Bga  é  otros  á  más,  é  á  hombre  hobo  de  seis  fanegas  que  halló  é  le  que- 
iban  las  cuatro  dellas;  éque  se  repartieron  entre  la  dicha  gente  frísoles  á 
ia  uno,  dos  é  tres  celemines,  é  les  queda  sal  á  todos,  é  les  queda  aceite 
los,  é  manteca  é  \nnagre  á  algunos,  é  que  al  pai*escer  algunos  que- 
siban  de  su  voluntad,  pero  en  general,  quedaban  contra  su  voluntad. 
Bguntado  si  la  tierra  firme  donde  esperaban  traer  maíz,  si  cree  que  lo 
Harían  ó  sí  cree  que  lo  tenían  alzado  ó  de  ver  ya  que  tenían  barrunto 
en  la  tierra;  dijo  que  allí  en  lo  de  la  covacha  que  cree  que  lo  al- 
tan porque  de  allí  les  habían  tomado  maíz,  mas  que  les  quedaban 
luchos  maizales  por  coger  é  muy  buenos,  é  que  frontero  de  la  dicha 
Bla  estaban  muchas  barbacoas,  que  no  han  tocado  en  ellas,  que  no  sa- 
en  si  lo  tienen  alzado  el  maíz;  pero  que,  aunque  lo  tengan  alzado,  será 
más  trabajo  en  ir  á  bascallo,  pero  que  cree  que  todavía  hallarán 
íz  para  su  provisión,  é  que  la  provisión  que  cree  este  testigo  que 
rían  facer,  será  para  tres  ó  cuatro  meses,  porque  para  entonces  les 
ledó  prometido  que  les  enviarían  socorro  ó  en\iarían  por  eUos.  Pre- 
itado  qué  le  paresce  á  este  testigo  de  la  calidad  de  la  tierra  de  Cata- 
é  de  las  demás  que  han  descubierto  y  qué  esperanza  tienen  en  ella 
que  se  han  hallado  en  el  dicho  descubrimiento,  dijo  ques  de  los  pri- 
leros  pobladores  que  venieron  á  estas  partes,  porque  ha  diez  é  ocho  años 
|ue  está  en  ella  y  que  en  todo  lo  que  ha  visto  en  la  dicha  tierra  nunca 
visto  otra  tal  é  de  tantos  proveimientos  é  mantenimientos,  é  que 
tnunmente  es  tenida  la  dicha  tierra  por  la  más  rica  que  se  ha  desea- 
ierto,  é  que  ningún  hombre  de  todos  los  que  estáii  allá,  habiendo  apa- 


^^ 


30 


COLECCIÓK  DE  DOCUMENTOS 


rejo,  no  dejarán  de  ir  adelante;  é  questo  que  lo  sabe  por  questo  testigp 
ha  sido  alcalde  mayor  del  dicho  ejército  é  lo  ha  Wato  y  es  la  verdad 
para  el  juramento  que  tizo  é  firmólo. — Alonso  NííñeZf  etc. 

En  este  dicho  dia,  para  la  dicha  información  hizo  parescer  mite  si 
el  dicho  señor  alcalde  mayor  á  Francisco  de  Lucena,  del  cual  r^sdbiÓ 
juramento  en  forma  debida  de  derecho,  so  cargo  del  cual»  siendo  pre- 
guntado por  el  tenor  de  dicho  pedimiento,  dijo  que  lo  que  sabe  [os]  que 
algunos  amigos  del  capitán  mostraban  que  querrían  quedar  allá,  é  quera 
lo  común  quisieran  venirse  á  esta  cibdad  todos,  algunos  porque  estaban 
flacos  é  otros  por  proveerse  de  caballos  é  otras  cosas  nescesarias  j>ara  m 
sustentación;  é  que  á  los  que  allá  quedan  les  queda  algund  maíz:  algu- 
nos á  hanega  é  otros  á  dos  ó  tres  hanegas,  é  otros  á  menos,  é  algunos 
había  que  no  tenian  ninguno  sino  lo  quel  capitán  les  proveía,  é  que  les 
quedaban  frísoles  en  común  á  todos,  porque  se  les  repartió,  é  abundan* 
cia  de  sal,  é  aceite  harto,  é  á  algimos  les  queda  manteca  ¿vinagre,  é  que 
les  queda  el  bergantín  é  la  barca  del  navio  grande  en  que  aquí   venie- 
ron  é  una  canoa  para  se  proveer  de  maíz  de  tierra  firme;  é  que  lea  queda 
redes  para  pescar,  é  que  los  que  tienen  indios  les  pescan,  é  que  en  la 
dicha  isla  hay  fruta  de  la  tierra  y  que  tienen  falta  á  lo  con^ún  de  indios 
é  indias  para  su  servicio,  porque  había  veinte  é  cinco  compañeros,  po- 
cos más  ó  menos,  que  les  faltan  indias  que  les  muelan,  é  que  los  demás 
las  tienen.  Preguntado  si  de  la  tierra  firme  donde  piensan  traer  el  di- 
cho maíz,  si  cree  este  testigo  que  lo  fallarían  ó  estará  alzado  por  saber  Io9 
vecinos  de  la  tierra  questán  los  crisptianos  en  la  dicha  isla;  dijo  que  en 
la  tierra  firme  están  las  barbacoas  fronteras,  é  que  aunque  tengan  alza- 
do el  maíz  de  ellas,  cree  este  testigo  que  siempre  fallarán  maíz,  é  qm 
cree  que  no  les  faltará  cuanto  quisieren,  porque  siempre  se  ha  filada 
mucho  maíz  en  la  tierra;  é  después  que  fueron  á  eUa  no  han  pasado  la 
hambres  que  han  pasado  en  el  rio  de  San  Juan,  porque  siempre  las  bao 
hallado  proveído  de  maíz,  porque  aunque  de  allí  lo  hayan  quitüilo^  la 
tierra  adentro  lo  fallarán.  Preguntado  á  qué  tiempo  quedó  el  . 
Almagro  con  la  dicha  gente  de  les  enviar  reparo  de  socorro  ó  de  eavar 
por  ellos,  dijo  que  fué  á  tres  meses  ó  al  más  tardar  á  cuatro,  é  <y 
es  la  verdad  para  el  juramento  que  fizo  é  firmólo. — Francisco  ^  *.« 
cena,  etc, 

£n  este  dicho  día,  para  la  dicha  información,  el  dicho  seílor  aloaliie 
mayor  hizo  parescer  ante  sí  á  Juan  de  Puentes,  del  cual  rescibió  juií- 


íAi 


üb 


JIéJ 


ALMAGRO  T  SUS  OOMPANEBOS 


mentó  en  forma  debida  de  derecho,  é  seyendo  preguntado  por  el  tenor 
del  dicho  pedimiento,  dijo  que  lo  que  sabe  es  que  la  gente  que  allá 
queda,  que  á  parescer  deste  testigo  queda  descontenta  y  contra  su  vo* 
luntad,  é  que  se  quisieran  venir  todos  pojque  no  son  partes  para  pasar 
adelante,  porque  si  fuesen  partes  para  pasar,  ninguno  hay  que  no  fol- 
garía  de  pasar  adelante  é  morir  en  la  demanda,  por  la  buena  tierra  que 
han  visto  é  tienen  noticia;  é  que  á  la  dicha  gente  les  queda  poco  maíz, 
porque  á  algunos  queda  á  hanega  é  otros  á  media  fanega  é  otros  á  nin- 
guno, que  serán  los  más,  é  que  al  capitán  le  podrán  quedar  ¡una  docena 
de  fanegas,  é  que  á  todos  les  queda  aceite  é  abundancia  de  sal  é  frisóles, 
á  cada  uno  dos  ó  tres  celemines,  que  se  repartió  entre  todos  é  que  á 
algunos  les  queda  vinagre;  t^  que  pesquerías  las  ternán  los  que  tienen 
indios  que  les  pesquen;  é  que  les  queda  un  bergantín  é  una  canoa  u 
una  barca  para  se  poder  proveer  de  maíz  de  tierra  firme;  ó  que  las  bar- 
bacoas están  fronteras  de  la  dicha  isla,  é  que  no  sabe  este  testigo  si  ha- 
brán alzado  el  maíz,  pero  que  sabe  que  la  tierra  es  abundosa  de  maiza* 
les  é  que  cree  que  Imllarán  maíz  para  se  proveer;  pero  que  si  no  lo 
hallaren  en  una  parte  lo  buscarán  en  otra;  é  que  esta  es  la  verdad  para 

ÍU  juramento  que  fizo,  é  dijo  que  no  sabía  escrebir;  é  que  la  mayor  falta 
qtie  tienen  es  no  tener  indios  que  les  muelan  é  que  á  los  que  lea  faltan 


PETICIÓN    DE    DIEGO    DE     ALMAGRO 


Muy  nobles  seüores: — El  capitán  Diego  de  Almagro  beso  las  manos 
vuestras  mercedes  é  digo:  que  bien  saben  cómo  yo  vine  á  esta  cibdad 
A  suplicar  al  señor  gobernador  é  á  vuestras  mercedes  me  ficiesen  merced 
de  algund  socorro  de  gente,  porque  la  quel  capitán  Francisco  Pizarro  é 
yo  teníamos  no  abastaba  para  poder  facer  el  fruto  que  conviene  en  la 
pacificación  de  los  indios,  á  cabsa  que  ha  placido  a  Nuestro  Seflor  que 
86  ha  descubierto  una  tierra  muy  rica  é  muy  poblada  de  muchos  é 
jgrandes  pueblos,  como  por  las  relaciones  del  veedor  y  escribanos  que 
de  aUá  traje  tienen  visto;  é  por  quel  señor  gobernador  no  está  en  la  tie- 
Tra,  é  si  en  mandarme  despachar  hubiese  mucha  dilación,  podría  ser 
^conveniente,  en  especial  porque  yo  puse  término  limitado  con  la  gente 
^  capitán  que  allá  quedó  para  volver  con  el  despacho  que  de  acá  podiese 


32 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


haber  é  por  quera  placido  é  nuestro  (sic)  que  en  este  navio  de  aa  seGoim 
y  en  otros  que  se  eaperan  \dene  alguna  gente,  é  con  alguna  otra,  por 
poca  que  sea,  que  se  haya  al  presente  de  la  de  la  tierra,  ó  con  los  caba- 
llos que  yo  tengo  para  que  se  lleven,  en  tanto  que  yo  voy  A  las  islas  de 
Aetí  é  Cuba  para  traer  más  gente,  pueden  de  aquí,  llevando,  como  lle- 
varán, mucha  carnaje  6  otras  provisiones,  con  mucho  aceite  é  vinagre 
é  sal  é  otras  cosas  que  allá  tienen,  y  desta  manera,  aunquel  socorro  ao 
fuese  mucho  para  al  presente,  bastaría  para  que  con  la  gente  que  iiUá 
están  podrían  en  la  parte  que  les  paresciese  tomar  un  asiento  é  facerse 
fuertes,  para  que  los  indios  de  nescesidad  veniesen  á  facer  con  ello* 
paces,  y  contratarse  é  sostenerse  fasta  que  les  fuese  más  socorro;  y  en 
este  medio,  después  de  fechos  fuertes,  estar  bien  proveídos,  podrían  loí 
navios  ir  á  seguir  la  costa  por  algund  tiempo  limitado  para  ver  por  vía* 
ta  de  ojos  lo  que  se  tiene  por  noticia  de  indios,  de  ser  la  tierra  tan  po- 
blada ó  de  los  ganados  é  joyas  é  edeficios  de  casas  de  piedra  que  sst  diee 
que  hay,  para  poder  dar  relación  verdadera  á  Su  Majestad,  para  que 
mandase  proveer  lo  que  fuese  su  servicio*  Suplico  á  vuestras  mere^ 
lo  manden  ver  é  proveer,  pues  ven  cuand  de  grand  calidad  es  este  w» 
gocio  é  cuánto  importa  al  servicio  de  Su  Majestad  é  al  bien  de  toílá 
esta  tierra,  etc. 

En  doce  de  Julio  de  mili  ó  quinientos  ó  veinte  é  siete  años,  presentí 
esta  petición  el  capitán  Diego  de  Almagro,  estando  juntos  los  señoreé 
licenciado  Juan  de  Salmerón,  alcalde  mayor,  é  el  tesorero  Alonso  de  lí 
Puente,  é  el  contador  Alonso  de  Cáceres,  é  por  sus  mercedes  —'-  ' ' 
ron:  que  lo  cometían  al  dicho  contador  Alonso  deCáoeres  pai  i 
información  en  la  gente  que  vino  con  el  capitán  Almagro,  si 
el  aparejo  que  dice  el  dicho  capihiUj  que  son  obra  de  veinte  i 
hombres  de  los  que  vienen  agora  de  Castilla  é  otros  seis  ó  diez  homln^ 
de  la  tierra  é  los  caballos  é  aderezo  que  dice,  si  les  paresce  qne  se  potó 
efetuar  lo  contenido  de  suso,  ó  si  les  paresce  que  sería  provecho  Dewí 
aquel  camino  é  si  sería  mejor  traer  á  reformar  la  gente  que  allA 
esta  cibdad  mientras  llega  más  gente  para  que  se  torne  á  facer  U 
jomada,  é  asimismo  se  informe  que  ya  que  parezca  á  los  dichos 
que  con  el  diclio  aparejo  puedan  prosegiiir  el  dicho  viaje,  si  liay  v 
dad  de  enviar  navio  para  que  traiga  los  dolientes,  etc 

En  trece  de  Julio  de  quinientos  ó  veinte  é  siete  años,  juró  Frv.    :^ 
de  Lucena,  ques  uno  de  los  que  vinieron  con  el  capitán  Diego  át  Aíu» 


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lÉ^ 


LMAGBO  T  BUS  COMPAÑEROS 


33 


>,  de  decir  la  verdad  de  lo  que  supiere  é  le  fuere  preguntado  cerca  de 
lo  de  suso  contenido,  é  lo  que  dijo  es  esto,  etc.: 

Dijo  que  le  paresce  que  llevando  el  dicho  capitán  veinte  é  cinco  ó 

treinta  hombres  destos  nuevamente  venidos,  é  fasta  diez  de  la  tierra,  é 

con  siete  ó  ocho  caballos  y  con  llevar  bastimento  de  carne  y  con  lo  que 

Já  hay,  le  paresce  que  podrían  estar  en  la  primera  buena  tierra  de  Ta- 

lez  faciendo  una  fuerza  fasta  que  de  acá  fuese  el  socorro,  é  entre 

tanto  rescatar  con  los  indios;  é  quel  ir  á  descobrir  después  de  llegados 

allí  le  paresce  muy  dificultoso,  pero  que  sacados  diez  ó  quince  hombres 

le  los  que  están  para  andar  por  tierra,  demás  de  los  marineros,  podrían 

á  descobrir  la  costa  adelante;  é  que  para  haber  de  tornar  á  facer  el 

piaje  es  inconveniente  traer  la  gente  aquí;  é  que  si  se  trújese  le  paresce 

le  no  se  tomaría  á  facer  el  viaje  en  los  dos  años;  ó  que  le  paresce  que, 

Bebiendo  naWos,  que  sería  bien  yendo  todos  juntos  é  de  golpe  é  con  los 

Bho8  caballos  á  la  dicha  tierra;  en  otro  navio  que  demás  de  los  del  ar- 

haya,  se  vohriesen  á  reformai*  los  dohentes;  é  que  este  socorro  que 

>ra  va  es  para  solamente  facer  la  dicha  fuerza  é  estarse  quedos, 

íTOndo,  como  dicho  tiene,  de  comer;  é  que  también  podrían  correr  de  la 

Ierra  los  pueblos  que  hay  á  una  legua  é  rescatar  con  ellos  é  facellos 

paz;  é  que  habido  prosopuesto  que  no  irá  ninguno  de  los  de  la  tierra, 

puede  hacer  asimismo  levando  bien  de  comer  é  yendo  la  otra  gente 

caballos. — Francisco  de  Lucena^  etc. 

Este  día  juró  Alonso  Núílez,  ques  de  los  que  venieron  con  el  dicho 
&pitán,  de  decir  la  verdad  sobre  este  caso  de  lo  que  supiere  é  le  pares- 
Bre,  é  lo  que  dijo  es  esto,  eie,: 

Que  dice  que  le  paresce  que  en  el  pueblo  de  Tacamez  ó  en  otro  de 

caUdad,  donde  hubiese  mejor  aparejo,  de  se  facer  fuertes,  que  con 

anta  hombres  de  los  de  la  tierra  é  de  los  recien  venidos,  con  los 

I  é  caballos  que  tienen  allá  é  de  acá  se  pueden  llevar,  levando  siete 

[.<»cho  caballos  é  de  comer,  se  podrían  bien  sostener  fasta  tanto  que  les 

más  socorro;  é  que  le  paresce  que  sería  mejor  estarse  allá  la  gente, 

tando  bien  proveídos  de  carne,  y  que  sería  más  provechoso  llegar  la 

nada  al  cabo  que  volverse,  porque  vueltos  no  se  podría  tornar  á 

5er  la  dicha  jomada  tan  aina;  y  que  también  le  paresce  que  tiene  la 

ate  nescesidad  de  descansar,  é  que  la  mejor  cosa  que  se  puede  facer 

proveer  como  se  traigan  los  doUentes  é  hombres  de  poco  provecho, 

questos  tales  embarazan  á   los  sanos  é  dan  estorbos  á  la  jornada. 


34 


COI^ECCIÓK  DK  DOCUMENTOS 


Fuéle  preguntado  si,  habido  prosupue^to  que  no  yendo  ninguno  de  U 
tierra  é  yendo  los  veinte  é  cinco  ó  treinta  recién  venidos  con  los  caba> 
líos  é  proveimiento  que  dice,  si  se  haría  lo  susodicho;  dijo  que  no  yendo 
ninguno  de  la  tierra  é  yendo  los  que  agora  vienen,  que  será  echallos 
á  perder  todos,  así  á  los  questán  allá  como  á  los  que  fueren;  é  firmólo 
de  su  nombre, — Alomo  Nüñes,  etc* 

Este  día  juró  en  forma  Juan  de  Fuentes,  ques  uno  de  los  que  vi 
nieron  con  el  dicho  capitán,  de  decir  la  verdad  de  lo  que  le  fuere  pre- 
guntado sobre  este  caso;  é  siendo  preguntado  por  la  dicha  petición  é 
respuesta  de  suso,  dijo  que  lo  que  sabe  é  le  paresce,  es  que  levando 
fasta  setenta  ó  sesenta  hombres  de  los  de  la  tierra  ó  con  los  caballos  que 
dice  é  carnaje  é  con  los  demás  recién  venidos  se  podrían  sostener  coa 
los  otros  que  allá  están  en  la  tierra  de  Tacamez;  é  que  con  diez  hombr» 
de  la  tierra  é  veinte  é  cinco  de  los  nuevamente  venidos,  lo  paresce  que 
irían  en  mucha  ventura  é  sin  peligro;  é  que  le  paresce  que  yendo  tao 
poco  socorro  como  es  diez  hombres  de  los  de  la  tierra  ó  los  veíüta  f  i 
cinco  recién  venidos  é  los  caballos,  por  ser  la  tierra  tan  poblada,  é  Ic» 
crisptianos  que  allá  están  tan  fatigados,  ques  mucho  mejor  veuirse  todoa 
á  reformar  aquí  para  que  con  más  aparejo  é  más  á  su  salvo  de  los  criq»- 
tíanos  se  faga  é  con  más  poder;  ó  que  ya  que  se  proveyesen,  qae  COB 
cualquier  socorro  se  prosiguiese  el  viaje;  que  le  paresce  mucho  servido 
de  Dios  enviar  por  los  dolientes  é  lo  mejor  que  se  puede  proveer»  é  ^ 
Halólo  con  dos  firmas  de  su  sefiah 

Fernán  Pérez  Péñate,  maestre,  juró  en  forma  de  derecho  de  d^ 
la  verdad  de  lo  que  supiere  en  este  caso,  ó  lo  que  dijo  es  que,  yetiA^ 
fasta  diez  hombres  de  la  tierra  é  los  otros  nuevamente  venidos,  é  k» 
caballos  é  aparejo  que  de  suso  se  contiene,  pueden  ir  fíista  Tí 
facer  allí  un  reparo  donde  estén;  ó  que  de  allí  pueden  salir  por  la 
una  é  dos  leguas,  tornándose  á  recoger  á  la  fuerza,  ó  que,  en 
pueden  correr  los  navios  por  la  costa  á  descobrir;  é  que  esto  le 
ques  más  provechoso  que  facerse  de  otra  manera;  é  que  serla  bieo 
aquí  los  dolientes  que  hobiere,  é  que  entretanto  questovieren  en 
cho  Tacamez  los  crisptianos,  podría  ir  el  capitán  con  socono;  i 
molo,  etc. 

Andrés  Gutiérrez,  ques  uno  de  los  que  venieron  con  el  dicht 
tan,  dijo»  habiendo  jurado,  que  diría  verdad  ó  lo  que  sintiere  é  le  [  '^ 
ciere,  é  lo  que  dijo  es  que  la  gente  que  quedó  con  el  capitán  I  ►^' 


4 


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jyiÉ 


ALMAGRO  T  SÜ8  COMPAf^EROS 


35 


quedó  flaca  é  qiies  poco  socorro  los  dichos  diez  hombres  de  la  tierra  é 
los  nuevamente  venidos  de  CastíUa  con  los  caballos  que  allá  tienen  é 
de  acá  pueden  ir;  pero  que  todavía  á  mucho  peligro  podrían  ir  á  la  tie- 
rra de  Tacamez  á  no  estar  ios  que  están  allá  más  enfei-mos  de  como 
quedaron,  que  habrá  fasta  veinte  é  cinco  hombres,  é  facerse  allí  fuertes, 
porque  fasta  entrar  no  hay  riesgo;  pero  que  lo  hay  ó  mucho  después 
de  apellidada  la  tierra,  é  que  si  allí  se  pueden  sostener,  que  raijor  es  é 
más  provechoso  questé  la  gente  allá  que  no  que  venga;  pero  que  á  no 
ir  mes  socorro  de  los  dichos  diez  hombres  de  la  tierra  é  los  veinte  é 
cinco  venidos  agora  despaña,  que  es  tan  poco,  que  lo  ve  muy  trabajoso; 
ó  que  si  luego  estuxnese  aparejado  el  otro  socorro  de  raás  gente,  quel 
dicho  capítiín  dice  que  sería  bien  aventurarse;  é  que  lo  mijor  que  se 
puede  facer  habiendo  de  conseguir  el  viaje,  es  traer  los  dolientes  por- 
que á  los  sanos  no  den  embarazo  en  los  poner  en  nescesidad  de  buscar 
de  comer  para  todos;  é  que  habiendo  de  estar  en  aquella  parte  de  Ta- 
oamez,  que  tema  que  facer  cada  uno  en  procurar  para  sí,  por  ser  tan 
os  los  que  allá  están  é  tan  cansados,  salvo  si  no  les  fuese,  como  ha 
iho,  luego  socorro  é  de  cien  hombres;  é  firmólo.^ — Andrés  Crutié- 
etc. 

Francisco  Fernández,  ques  uno  de  los  que  venieron  con  el  dicho 
itán»  cUjo,  debajo  de  jiu-arneutOj  que  primeramente  fizo^  que  ío  que 
sobre  este  caso  es  que  yendo  diez  hombres  de  la  tierra  ó  los  nne- 
leute  venidos  é  con  los  caballos  que  dice  de  suso  ó  allá  están,  é  otro 
►jo  que!  dicho  capiUín  dice  en  su  petición,  estando  buena  la  gente 
i'qae  allá  está  sana,  podrían  ir  á  Tacamez  á  se  facer  fuertes  fasta  que  les 
teese  más  socorro;  é  que  le  paresce  que  levando  mucho  bastimento  é 
^  dicho  socorro  de  gente,  estando  cierto  en  lo  de  adelante,  que  mejor  es 
^  más  provechoso  que  se  consiga  el  viaje,  que  no  que  se  vengan  aquí;  é 
<|ue  le  paresce  que  es  grande  alivio  para  los  sanos  é  gran  descanso  traer 
ui  los  dolientes,  e  mucho  servicio  de  Dios;  é  que  no  yendo  ninguno 
[e  la  tierra,  á  lo  menos  fasta  los  diez  hombres  della,  que  no  le  pares- 
que  será  socorro  ninguno  los  nuevamente  venidos;  é  questo  le  paresce 
m  todo;  é  señalólo,  etc. 

KÉ  después  de  lo  susodicho,  en  quince  días  del  mes  de  Julio  é  del 
o  año,  estando  juntos  los  dichos  señores  licenciado  Salmerón,  alcal- 
gayor,  ó  tesorero  Alonso  de  la  Puente,  é  contador  Alonso  de  Cáceres, 
ia  la  información  quel  dicho  señor  contador  tomó  de  algmios  testi- 


36  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

gos,  acordaron  que  se  tome  información  de  otros  que  quedan  que  qo 
son  tan  aficionados  al  dicho  capitán  y  que  no  se  pregunten  por  la  dicha 
petición,  porque  paresce  que  siendo  sus  amigos  é  teniéndolos  en  su  casa, 
no  querrán  contradecir  lo  que  dice  en  la  dicha  petición,  salvo  que  se 
pregunte  qué  gente  é  de  qué  calidad  habría  menester  para  el  socorro  de 
la  dicha  armada  é  para  pasar  adelante  é  para  sostenerse  en  la  tierra  é  lo 
demás  que  paresciere  al  caso,  etc. 

En  quince  de  Julio  de  quinientos  é  veinte  é  siete,  juró  Juan  Ca- 
macho  de  decir  la  verdad  de  lo  que  le  paresciere  en  este  caso,  el  cual  es 
uno  de  los  que  venieron  con  el  dicho  capitán  Almagro,  é  diz  que  an- 
duvo siempre  con  la  gente  por  tierra;  é  lo  que  dijo  es  que  para  socorrer 
la  dicha  armada  é  pasar  adelante  é  para  se  sostener  en  la  tierra,  que  cien 
hombres  de  la  tierra,  antiguos  en  ella,  sobre  los  questán  allá  é  yendo 
entrellos  sin  los  caballos  que  allá  tienen,  otros  diez  ó  doce  caballos,  é 
sesenta  ó  setenta  otros  recién  venidos,  podrían  éstos,  con  los  demás  que 
allá  están,  estando  sanos,  los  sesenta  dellos  é  llevando  bien  de  comer, 
sostenerse  en  la  tierra,  no  para  facer  mucha  facienda  £asta  que  fuese 
más  socorro;  é  que  la  cabsa  de  ser  menester  agora  tanto  socorro,  es  por- 
que los  questán  allá  están  muy  fatigados  é  trabajados  é  muy  flacos,  é 
por  estar  los  indios  tan  favorescidos  ó  ver  que  ciento  é  quince  hombres 
é  seis  caballos  que  cuando  se  venieron  á  la  Isla  del  (rallo  que  vía  sanos 
é  para  poder  ofender  é  defenderse,  no  osaban  dormir  en  la  tierra  del 
Tacamiz,  sino  fechos  un  montón;  é  que  en  seis  días  que  en  ella  estovie- 
ron,  casi  de  día  ni  de  noche  no  dormieron  é  se  salieron  fuyendo  de  la 
tierra;  é  que  si  menos  gente,  á  lo  menos  de  los  de  la  tierra,  en  viendo 
los  dichos  cien  hombres,  ques  no  facerse  nada  é  ir  en  mucho  riesgo  é 
ventura;  6  que  yendo  menos  destos,  ternía  este  testigo  por  mucho  que- 
rer el  dicho  capitán  Francisco  Pizarro  pasar  de  la  dicha  Isla,  sino  vol- 
verse, porque  todos  los  que  con  él  esUin  clamarán  dello,  porque  anteí 
que  veniese  Almagro,  le  dijo  el  dicho  capiUin  Pizarro  en  público,  é  to 
dos  los  que  con  él  esUin,  que  no  lo  llevase  menos  de  cien  hombres  é  que 
no  le  llevase  ninguno  de  los  nuevamente  venidos;  é  que  así  lo  dijo  el 
dicho  capitán  Pizarro  en   público  á  los  compañeros  todos,   que  lo  escre 
bía  al  señor  gobernador  é  á  los  señores  alcalde   mayor  é  ofíciales  é  don- 
de no  le  enviasen  el  dicho  socorro  que  los  mandase  venir;  é  señalólo  con 
dos  señales. — Juají  Camacho,  etc. 

En  este  día  fué  preguntado  el  reverendo  padre  fray  Juan  de  los 


ALMAGRO  Y  SUB   COMPAKEBOa 


37 


aiiu>>í,  de  la  Qr<iou  do  señor  San  Francisco^  que  se  halln  e  ha  est^ido 
ipr©  con  los  dichos  capitanes,  qué  tanto  socorro  le  paresce  á  bu  re- 
frénela que  bastaría  para  que  los  capitanes  Pizarro  é  Diago  do  Almagro 
idiesen  conseguir  su  viaje  é  ir  á  la  tierra  de  Tácame?,  é  para  pasar 
adelante  é  para  sostenerse  en  la  tierra;  dijo:  que  lo  que  le  paresce  es  é 
dicho  do  todos  los  que  allá  están,  tiene  entendido  que  con  ciento  é 
icuenta  hombres  que  lleve  es  poco  para  sostenerse  en  la  tierra,  aun- 
que vayan  entrellos  veinte  de  á  caballo,  por  el  grand  poderío  é  multitud 
los  indios»  y  porque  en  los  que  están  allá  puede  haber  fasta  cincuenta 
)mbres  sanos,  é  los  <lemás  todos  dolientes;  ó  que  cree  que  de  los  do- 
?nt€a  habrá  llevado  Dios  á  algunos,  é  de  los  que  quedai*on  sanos  ha* 
ín  enfermado  ó  se  habrán  menose^ibado  por  falta  de  bastimentos, 
]ae  quedaron  en  partes  que  no  lo  podrían  haber  sino  con  mucho 
abajo,  é  esto  sólo  maíz:  é  esto  le  paresce  é  dice  en  Dios  y  en  su  con* 
sncia  é  por  descarga  della  é  que  así  lo  tiene  por  verdad;  é  lo  firmó  de 
nombre, — Fray  Juan  é*  tos  Sanios. 

E  después  de  lo  susodicho,  en  la  dicha  cibdad  de  Panamá,  diez  é 
Idias  del  mes  de  Jidio  é  del  dicho  año»   estando  juntos  los  dichos 
^  licenciado  Juan  de  Salmerón,  alcalde  mayor  é  teniente  de  go- 
r,  é  el  tesorero  Alonso  de  la  Puente,  é  Alonso  de  Cáceres,  a)n- 
ior,  oficiales  de  Sus  Majestades,  dijeron  que,  vista  la  información  qua 
ha  tomado  cerca  de  lo  pedido  por  ol  dicho  capitán  Almagro  ó  las 
que  escribió  el  capitán  PizaiTo  al  señor  gobernador  é  la  poca  po* 
iad  que  hay  para  socorrer  la  gente,  é  como  se  le  dio  facultad  al 
,  lucho  capitán,  pública  para  que  pudiese  facer  gente  en  todos  estos  pue- 
de Castilla  del  Oro,  ó  no  tiene  fecha  ninguna,  ni  la  falla  ni  hay 
sposición  de  la  fallar  ni  facer  de  gente  de  la  tierra  que  era  nescesaria 
ara  la  dicha  armada,  é  que  para  emprender  una  cosa  tan  grande  como 
que  paresce  de  las  dichas  partes  del  levante,  hay  nescesidad  del  apa- 
pjo  que  las  dichas  cartas  ó  información  piden;  ó  si  de  otra  manera  se 
aprendiese,  sería  poner  en  mucha  aventura  é  riesgo  la  gente  que  á 
lio  fuese,  é  aún  se  croe  que  la  misma  gente  no  querrá  continuar  la 
ficha  negociación  sin  más  aparejo;  acordaron  que  se  llame  el  dicho 
Upítán  é  se  le  diga   todos  estos  inconvenientes  que  hay  para  lo  que 
|lda  é  que  se  le  pida  qué  forma  se  podrá  tener  para  que  la  dicha  gente 
enture,  antes  se  venga  á  reformar  á  esta  cibdad  de  la  neseesi* 
I  tiene  é  para  que  no  se  desarme  la  dicha  negociación,  sino  que 


38  COLECCIÓN  DE  DOCUlffEWTOB 

todavía  esté  para  se  proseguir  en  habiendo  el  aparejo  de  gente  para  ir 
que  agora  falta,  é  quedando  los  dichos  capitán  Francisco  Pizarroé 
Diego  de  Almagro  con  sus  cargos  de  capitanes  é  con  su  empresa  del 
dicho  descubrimiento. 

E  luego  fué  llamado  el  dicho  capitán  Almagro,  é  venido  se  le  dijo 
lo  susodicho  é  dijo  que  responderá  á  la  tarde,  etc. 

En  este  dicho  día  á  la  tarde  se  tomaron  á  juntar  los  dichos  seño- 
res alcalde  mayor  é  oficiales  de  Su  Majestad,  ó  estando  juntos  paresdó 
el  dicho  capitán  Diego  de  Almagro,  é  dijo:  que  pues  no  le  pueden  dar 
al  presente  gente,  é  él  vee  que  no  hay  disposición  para  el  socorro  que 
ha  pedido  é  ha  menester,  que  mientras  el  socorro  viene,  quél  quiere  pcar 
servicio  de  Su  Majestad  continuar  el  descubrimiento  con  hasta  cuaren- 
ta ó  cincuenta  hombres  que  allá  están  buenos  é  con  sus  dos  navios,  é 
que  la  otra  gente  que  no  estuvieren  para  pasar  adelante  é  facer  el  dicho 
descubrimiento,  que  vuelvan  á  esta  cibdad  á  reformar,  por  quél  se  par- 
tirá con  el  primero  navio  para  las  Islas  á  buscar  gente;  é  se  salió  fuera 
el  dicho  capitán. 

E  luego  los  dichos  señores  dijeron  que  les  paresce  muy  bien  que 
se  descubra,  como  el  dicho  capitán  se  ofrece,  por  el  provecho  questá 
notorio  que  resulta  dello,  si  no  hubiere  de  llevar  la  gente  por  fuerza 
para  ello:  esto  por  la  relación  que  hay  que  la  dicha  gente  está  contra  su 
voluntad,  en  la  dicha  armada,  segund  es  notorio  en  esta  cibdad  é  pares- 
ce  por  muchas  cartas,  que  la  dicha  gente  han  escrito  á  particulares  des- 
ta  cibdad;  c  para  questo  se  efetúe  acordaron  que  se  busque  una  buena 
persona  que  vaya  en  la  dicha  armada  á  facer  entender  á  la  dicha 
gente  ques  bien  que  vayan  (...  roto  ...)  descubrimiento,  animándolos 
para  ello  (...  7'oto  ...)  las  vías  que  le  paresciere  é  pudiere;  é  si  no  los 
(...  roto  ...)  traer  á  ello  en  alguna  manera,  que  no  les  consienta 
(...  roto  ...)  fecho  fuerza,  é  los  faga  volver  á  esta  cibdad,  porque 
demás  del  agravio  que  la  dicha  gente  rescebiría,  podría  suceder  oto)  in- 
conveniente descándalo  é  desobediencia  que  no  se  pudiese  remediar  é 
que  no  se  debe  dar  lugar;  é  señaláronlo  do  sus  firmas,  etc. 

En  Panamá,  veinte  días  del  mes  de  Agosto  de  mili  é  quinientos  é 
veinte  é  siete  años,  estando  juntos  el  muy  magnífico  señor  Pedro  de  los 
Ríos,  lugarteniente  general  en  estos  reinos,  é  el  tesorero  Alonso  de  la 
Puente,  é  el  contador  Alonso  de  Cáceres,  estando  platicando  sobre  el 
\áaje  é  armada  del  descubrimiento  del  levante  que  los  capitanes  Francisco 


r 


ALMAGRO  Y  SüS   COMPAÑEROS  39 

Pizarro  ó  Diego  de  Almagro  facen;  ó  que  habiendo  visto  lo  que  se  le 
respondió  al  dicho  capitán  Almagro,  é  la  orden  que  sobrello  se  había  de 
tener,  ñcieron  llamar  ante  si  á  Juan  de  Castañeda,  é  á  Juan  Cabezas,  é 
á  Femando  Graldín,  é  á  Pedro  Miguel,  é  para  informarse  dellos  qué 
gente  se  podría  ocupar  ó  era  menester  para  el  dicho  descubrimiento  en 
los  dichos  navios,  é  sobrello  se  les  tomó  juramento  en  forma  debida  de 
derecho,  ó  á  la  conclusión  del  dicho  juramento,  dijeron:  sí  juro  ó  amén; 
los  cuales  dijeron  que  á  lo  que  les  paresce  es,  todos  conformes,  que  la 
gente  que  está  en  el  dicho  descubrimiento  es  que  se  venga  á  esta  cibdad 
de  Panamá  é  se  ponga  en  hbertad,  porque  por  cartas  que  les  han  escrito 
é  lo  que  han  oído  decir,  les  paresce  que  están  allá  contra  su  voluntad; 
ó  que  si  todavía  á  su  señoría  le  paresciere  que  ellos  allá  pueden  partir 
á  facer  el  dicho  descubrimiento,  que  para  los  dos  navios  quellos  tienen, 
los  cuales  ellos  conoscen,  que  bastarán  para  no  saltar  en  tierra,  sino  para 
descobrir,  sino  treinta  hombres  para  ambos  navios,  para  capitán  é 
veedor  é  marineros,  de  manera  que  sean  todos  treinta  hombres  con  el 
dicho  capitán  é  veedor  é  marineros;  é  que  les  paresce  que  para  hacerse 
mejor  el  dicho  descubrimiento,  que  la  gente  venga  á  esta  dicha  cibdad 
para  que  por  vista  de  ojos  se  vean  la  gente  que  llevan  é  los  navios  é 
aparejos  que  llevan  para  ello  de  jarcias  é  de  todas  las  otras  cosas  nes- 
cesarías  para  el  dicho  descubrimiento;  porque  podría  ser  que  par... 
(...roto...)  atreverse  con  falta  de  algunas  cosas  (...roto..,)  venga  algund 
peligro  á  ellos  é  á  la  gente  (...  roto  ...)  allá  está  de  la  quél  llevare  en  el 
dicho  descubrimiento;  é  questo  es  lo  que  les  paresce  que  se  debe  de 
facer  para  el  servicio  de  sus  altezas  é  al  bien  de  los  propios  armadores 
é  al  bien  de  la  gente,  porque  no  se  pierda;  é  firmáronlo. — Juan  de  Cas- 
tañeda.— Pedro  Miguel. — Femando  Galdín,  etc. 

E  luego  su  señoría  é  los  dichos  señores  dijeron  que  se  tome  el 
parescer  del  señor  alcalde  mayor  sobre  esto  é  lo  firme  de  su  nombre, 
porque  sobrello  provean  lo  que  sea  servicio  de  Dios  é  de  Su  Majestad 
é  bien  de  la  dicha  gente,  etc. 

Muy  magnífico  señor  é  muy  nobles  señores: — El  capitán  Diego  de 
Almagro,  por  mí  é  por  el  capitán  Francisco  Pizarro,  digo:  que  los  días 
pasados  vine  á  esta  cibdad  á  facer  relación  á  vuestra  señoría  y  mercedes 
de  lo  sucedido  en  este  descubrimiento  del  levante  é  para  suplicarles  nos 
mandasen  socorrer  con  alguna  gente  para  poblar  y  descubrir  con  ellos 
é  con  los  que  allá  están,  por  la  gran  nueva  que  tenemos  é  habemos  vis- 


40 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


to  de  grandes  pueblos  é  ríos,  por  lo  que  importa  al  servicio  de  Dios  é 
de  Sus  Majestades  é  al  bien  desta  tierra  proseguirse  este  viaje;  é  porque 
al  tiempo  que  vine  no  hobo  tanta  gente  desocupada  en  la  tierra  que 
bastase  para  lo  que  era  menester  para  el  dicho  socorro  y  era  menester  I 
de  enviar  por  ella  á  las  islas  é  á  España,  se  platicó  que  en  tanto  que  veiik 
la  dicha  gente,  porque  no  se  perdiese  tiempo,  que  volviese  el  nario 
que  yo  había  traído  é  con  otro  que  allá  quedó  nuestro,  donde  está  el  ca- 
pitán é  gente,  fuesen  á  descobrir  con  la  más  gente  que  pudiesen  UeTar, ' 
con  el  término  que  les  paresciese,  fasta  que  la  gente  de  las  islas  pudiesen 
venir;  é  que  para  la  gente  que  quedase  que  no  fuese  en  los  navios  al 
descubrimiento,  ftiese  por  ella  otro  navio  (,,.roto...)  cierto  é  porque  dea-  i 
pues 86  ( . . . roto . , , )  señoría  venían  sesenta  hombres  (,,. rota ,,.)  que  era  bien 
que  aquellos  con  algunos  (...rofo...)  algunos  caballos  demás  de  los  que 
(,,.roío_.)  ei  artillería  bastarían  al  presente  {,,,roto,,,)  facer  fuertes  en  al- 
gund  pueblo  fasta  que  venga  más  socorro;  é  como  después  paresció  ser 
la  gente  que  en  el  navio  de  vuestra  señoría  vino,  tan  poca,  se  acordó  por  | 
el  licenciado  Juan  de  Salmerón,  teniente  de  %niestra  señoría,  é  por  ruca*  i 
tras  mercedes,  que  todavía  se  prosiguiese  el  descubrimiento:  y  con  este 
acuerdo  yo  he  aderesxado  el  navio  y  comprado  e  proveído  de  jarcia  é  pes  | 
é  estopa  é  bastimentos,  todo  lo  ques  nescesario  para  el  dicho  viaje;  é  vine 
al  Nombre  de  Dios  á  comprar  el  navio  de  Pedro  de  Nieba  para  ir  á  faoer 
la  gente  á  las  islas,  y  le  he  comprado;  por  tanto  á  vuesb^  señoría  é 
mercedes  suplico,  porque  con  más  brevedad  se  despache,  nombren  xm 
navio  de  los  que  agora  estiiu  en  este  puerto  con  que  se  traiga  la  gente 
que  así  quedare  de  la  demás  que  hobiere  de  ir  en  los  dichos  navios  al 
dicho  descubrimiento,  pagándole  su  flete.  Otrosí:  suplico  á  vnestia  e> 
noria  y  mercedes  manden  eserebir  para  los  señores  de  la  Española  é.  | 
otras  islas,  cartas  con  todo  el  favor  que  al  ciiso  se  requiere,  para  que  den 
lugar  á  que  se  faga  é  saque  la  gente  que  para  este  socorro  es  meiseetier, 
pues  saben  é  ven  con  cuánta  voluntad  tenemos  gastado  é  gastamos 
agora  de  nuevo  nuestras  facieodas  é  de  nuestros  amigos  por  proaegoir 
esta  jornada  á  do  tanto  importa  el  servicio  de  Dios  é  de  Sua  Migeslir  j 
des,  etc. 

En  veinte  é  dos  de  Agosto  de  mili  é  quinientos  é  veinte  é  síeH 
años,  antel  muy  magnífico  señor  Pedro  de  los  Ríos,  lugarteniente 
ral  é  gobernador  en  estos  reinos  por  Sus  Majestades,      -'^  ' 
Alonso  de  la  Puente  é  del  contador  Alonso  de  Cáceres,    . 


ALMAGRO  Y  BUg    COMPAN£B08 


41 


Vallejo  é  presentó  esta  petición.  Testigos:  el  capitán  Gonzalo  Fer- 
bidez  de  Osiedo  é  San  Juan  de  Salinas,  etc. 

E  por  mi  el  escribano  de  yuso  escrito  leiída,  su  señoría  é  mercedes 
qeron;  que  la  verán  é  responderán  á  ella  é  (...roto.,.)  é  de  Sus  Majes- 
tades  é  luego  {.,.roío,.,)  que  lo  que  está  acordado  sobre  al  (...roio,..) 
lleve  el  licenciado  Juan  de  Salmerón  (.,,roto,,,)  manda  agora  que  lo  de 
sobre  (...roío...)  é  todo  lo  demás  que  á  ello  toca,  etc. 

E  luego  el  dicho  (...ro/o,,.)  dijo  que  se  diese  todo  por  testimonio. 
E  yo,  Domingo  de  la  Presa,  escribano  de  Sus  Majestades  é  notario 
Iblico  en  la  su  corte  y  en  todos  los  sus  reinos  é  señoríos,  el  proeeso 
dicho  é  abtos  é  cartas  mensajeras  é  todo  lo  en  él  contenido,  que 
ante  los  dichos  xVlvaro  de  Aguilar  é  ante  Cristóbal  Muñoz,  escriba- 
no público  ó  del  concejo  desta  dicha  cibdad,  del  proceso  oreginal,  fice 
sacar  <5  saqué  y  eserebí  por  absencia  del  dicho  Cristóbal  Muñoz,  escri- 
lo,  en  estas  veinte  fojas  de  papel  de  á  pliego  entero  con  esta  en  que 
mi  signo,  el  cual  va  cierto  é  verdadero  como  en  el  dicho  proceso 
ba,  estando  presentes  por  testigos  San  Juan  de  Salinas,  secretario 
^1  dicho  señor  gobernador,  é  Juan  Tafur,  estantes  en  la  dicha  cibdad; 
>r  ende  fice  acjuí  este  mío  signo  á  tal  en  testimonio  de  verdad. — 
ay  un  signo). — Dominga  de  la  Presa. — (Entre  dos  rúbricas.) 

e  de  AgcMilo  de  1631 

I — Declaración  y  traspaso  que  hizo  don  Hernando  de  Laque  efi  favor 
del  licenciado  Gaspar  de  Espinam, 

(Archivo  de  Indias,  70-5-5) 


Sepan  cuantos  esta  cmrta  de  cesión  y  traspaso  vieren,  como  yo,  don 

ando  de  Luque,  clérigo  presbítero,  provisor  y  vicario  de  esta  Santa 

ia  de  Panamá  y  del  reino  de  Tierra- íimie,  dijo  que  por  cuanto  él 

le  fecha  compañía  con  los  señores  gobernadores  don  Francisco  Piza- 

y  don  Diego  de  Almagro  en  la  gobernación  de  los  reinos  del  Pira  y 

[.sos  provincias  y  de  todo  lo  que  se  descubriere,  y  por  razón  de  la  di- 

eorapafila  le  pertenesce  y  es  suya  la  tercia  parte,  ansí  de  la  dicha 

srnación  como  de  todos  los  tesoros  y  aprovechamientos  y  rentas  que 

dichos  gobernadores  don  Francisco  Pizarro  y  don  Diego  de  Almagro 


42  COLECCIÓN  DE  DOCÜlfENTOB 

tuvieren  y  hubieren  en  cualquier  manera  en  los  dichos  reinos  y  pro\in- 
cias  del  Pirú,  como  consta  y  paresce  por  la  escriptura  de  la  dicha  com- 
pañía, que  se  otorgó  en  diez  días  del  mes  de  Marzo  de  mili  y  quinientos 
y  veintiséis  años,  á  que  se  reñere,  la  cual  dicha  escriptura  de  compañía, 
yo,  el  presente  escribano,  doy  fee  que  pasó  ante  mí  y  la  otorgaron  los 
señores  don  Hernando  de  Luque,  el  otorgante  de  esta  escriptura,  y  don 
Francisco  Pizarro  y  don  Diego  de  Almagro,  gobernadores  de  los  dichos 
reinos  del  Pirú,  por  partes  iguales,  de  toda  la  dicha  gobernación  y  de  lo 
que  en  la  dicha  tierra  se  descubriere  y  hubiere,  por  razón  de  veinte  mili 
pesos  que  los  dichos  gobernadores  rescibieron  por  principal  y  puesto  del 
dicho  don  Hernando  de  Luque,  para  el  gasto  de  la  armada  y  gente  que 
para  hacer  la  dicha  conquista  de  los  remos  del  Pirú  se  gastare;  y  porque 
ansí  es  verdad  que  hizo  y  efetuó  la  dicha  compañía  y  contrato,  por 
mandado  y  comisión  del  señor  Uoenciado  Gaspar  de  Espinosa,  que  pre- 
sente está,  é  los  veinte  mili  pesos  de  oro  de  ley  perfecta  que  los  dichos 
gobernadores  don  Francisco  Pizarro  y  don  Diego  de  Almagro  rescibie- 
ron para  el  gasto  de  la  dicha  jomada  y  armada  del  dicho  Pirú,  los  res- 
cibió  el  dicho  don  Hernando  de  Luque  del  dicho  señor  licenciado  Espi- 
nosa, que  presente  está,  y  son  suyos  y  hizo  la  dicha  compañía  con  ellos 
á  su  ruego,  para  él  y  por  su  mandado;  por  tanto,  otorgo  y  conozco  y 
conñeso  que  las  dichas  compañías  que  yo,  el  dicho  don  Hernando  de 
Luque,  tengo  hechas  con  los  dichos  gobernadores  don  Francisco  Piza- 
rro y  don  Diego  de  Almagro,  de  la  tercia  parte  que  me  pertenesce  de 
la  dicha  gobernación  y  tierra  de  las  provincias  y  reinos  del  Pirú  y  todo 
lo  demás  que  en  ellos  se  hubiere,  pertenescientes  á  los  dichos   goberna- 
dores; la  dicha  tercia  parte  declaro  que  es  del  señor  licenciado  Elspinosa, 
que  está  presente,  y  para  él  hice  la  dicha  compañía  de  los  dichos  reinos 
y  tierras  del  Pirú  y  do  todos  sus   aprovechamientos  y  rentas  que  los  di- 
chos gobernadores  don  Francisco  Pizarro  y  don  Diego  de  Almagro  me 
son  obligados  á  dar,  para  que  vos,  el  dicho  señor  licenciado  Graspar  de 
íJspinosa,  lo  hayáis,  gocéis  y  cobréis  con  las  condiciones  y  según  y  de 
la  manera  y  forma  que  yo  las  había  de  haber  y  cobrar,  y  os  hago  tras- 
pasación de  todo  ello  para  vos,  el  dicho  licenciado  Espinosa  y  vuestros 
herederos,  para  que  lo  hayáis  y  cobréis  como  dicho  es,  como  cosa  vues- 
tra propia,  á  ganancia  ó  pérdida  ó  lo  que  Dios  Nuestro  Señor  en  ello 
diere,  é  se  desistió  y  desapoderó  de  todo  el  derecho  é  acción  que  á  la 
dicha  compañía  tiene  y  pueda  tener,  é  lo  cedió  é  traspasó  todo  en  el  di- 


ALMAGRO  T  SUS   COMPAÑEROS  43 

cho  señor  licenciado  Espinosa,  con  todas  sus  incidencias  y  dependen- 
cias, anexidades  y  conexidades,  para  que  suceda  en  todo  ello  él  y  sus 
herederos;  y  prometió  de  haber  por  firme  este  dicho  trespaso,  y  de  no 
intervenir  ni  pasar  contra  él  agora  ni  en  ningún  tiempo  ni  por  ninguna 
manera,  causa  ni  razón  que  sea,  so  pena  de  diez  mili  pesos,  la  mitad 
para  la  cámara  é  fisco  de  Su  Majestad,  y  la  otra  mitad  para  el  dicho 
señor  licenciado  Espinosa;  y  demás  desto,  os  pagaré  todas  las  costas  y 
daños  é  intereses  que  sobre  ello  se  siguieren  y  recrescieren,  y  la  dicha 
pena  pagada  ó  no  pagada,  que  esta  carta  y  todo  lo  en  ella  contenido 
firme  sea  y  valga;  y  para  lo  ansí  pagar  y  cumplir  y  haber  por  firme, 
obligo  mi  persona  é  bienes  espirituales  y  temporales,  habidos  é  por  ha- 
ber, ó  renuncio  todas  é  cualesquier  leyes  y  pregmáticas,  fueros  y  dere- 
chos que  en  este  caso  hablan  en  mi  favor,  para  que  no  me  valgan  ni 
dellos  me  pueda  aprovechar;  y  doy  poder  á  las  justicias  eclesiásticas  y 
de  Su  Majestad  y  de  cualquier  estado  y  condición  que  sean,  para  que 
ansí  me  lo  híigan  tener,  guardar  y  cumplir  é  haber  por  firme  ó  verda- 
dero todo  lo  en  esta  carta  contenido. — E  yo,  el  dicho  licenciado  Espinosa, 
que  presente  estoy,  digo  que  acebtaba  y  aceto,  rescibía  y  rescibió  en  su 
favor  este  dicho  traspaso,  que  el  dicho  don  Hernando  de  Luque  en  esta 
escriptura  le  hace  y  otorga,  según  y  de  la  manera  que  está  declarado: 
que  es  fecha  y  otorgada  en  la  cibdad  de  Panamá,  Viernes  seis  días  del 
mes  de  Agosto,  año  del  nacimiento  de  Nuestro  Salvador  Jesucristo  de 
mili  y  quinientos  é  treinta  y  un  años.  Testigos  que  fueron  presentes  á 
lo  que  dicho  es:  Alvaro  de  Quirós  y  Joan  Diez  Guerrero  y  Joan  de  Va- 
llejo,  vecinos  de  la  dicha  ciudad  de  Panamá;  é  firmáronlo  de  sus  nombres 
en  el  registro  de  esta  carta,  á  los  cuales  yo,  el  presente  escribano,  doy 
fee  que  conozco  á  los  otorgantes  don  Fernando  de  Luque,  hcenciado 
Espinosa;  é  yo  Hernando  del  Castillo,  escribano  de  Su  Majestad,  escri- 
bano público  y  del  número  de  esta  ciudad  de  Panamá,  presente  fui  al 
otorgamiento  desta  escriptura  y  la  escribí,  é  por  ende  fice  aquí  este  mío 
signo  en  testimonio  de  verdad. — Hernando  del  Castillo,  escribano  pú- 
blico. 


44  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


19  de  Julio  de  1682 

///. — Carta  dd  Licenciado  de  la  Grama  al  Bey 

(Archivo  de  Indias,  2-2-2/15) 

Saxjra,  Cesárea,  Católica  Majestad: — Ya  habrá  V.  M.  sabido  cómo  el 
capitán  Diego  de  Almagro  aderezaba  para  ir  al  Perú,  donde  está  el  co- 
mendador Pizarro,  su  compañero,  por  gobernador,  é  llevar  cierta  gente 
é  caballos,  é  porque  se  decían  muchas  cosas  por  algunas  personas  que 
no  iba  á  se  juntar  con  el  dicho  gobernador  sino  á  se  estar  por  sí  é  otras 
cosas;  yo  quise  entender  en  las  averiguar  y  no  hallé  cosa  cierta;  é  como 
yo  me  venía  á  ir  á  Acia,  como  por  otra  carta  tengo  escrito  á  V.  M.,  dejé 
mandado  que  si  todavía  quisiese  ir  el  dicho  Diego  de  Almagro,  hiciese 
cierta  solenidad  é  juramento  para  que  iría  derecho  á  donde  estaba  el 
dicho  gobernador  é  obedecería  é  haría  todo  lo  que  le  mandase  é  que  no 
haría  ningún  daño  ni  mal  á  los  indios;  é  que  de  otra  manera  no  le  con- 
sintiesen ir;  é  agora  he  sabido  cómo  cumplió  todo  lo  que  en  ello  dejé 
ordenado  é  invío  á  mandar  al  teniente  que  allí  dejé  en  Panamá  que  se 
invío  á  V.  M.  con  esta  carta  para  que  lo  mande  ver,  porque  si  allá  en 
ello  se  hablare,  sepa  lo  que  pasa.  V.  M.  mande  se  vea  é  provea  lo  que 
sea  servido.  Nuestro  Señor  la  vida  é  muy  real  estado  de  V.  M.  acreciente 
é  prospere  con  acrecentamiento  de  más  reinos  é  señoríos,  como  V.  M. 
desea  é  sus  criados  ó  vasallos  deseamos.  De  esta  su  villa  del  puerto  del 
Nombre  de  Dios,  diez  y  nueve  de  Julio  del  mil  quinientos  treinta  y  dos. 
De  vuestra  Sacra,  Cesárea,  Católica  Majestad  humillísimo  siervo  é 
criado  que  sus  muy  reales  pies  ó  manos  besa.-  —El  Licenciado  de  la 
Gama. — (Hay  una  rúbrica). 

5  de  Agosto  de  1532 

IV. — Carta  del  Licenciado  Espinosa  al  Rey 

(Archivo  de  Indias,  2-2-2.15) 

Sacra,  Cesárea,  Católica  Majestad: — Por  una  letra  mía  que  fué  en  los 
navios  antes  deste,  hice  relación  á  Vuestra  Majestad  del  estado  en  que 


ALMAGRO  Y  SUS   COMPAÑEROS  45 

estaba  lo  de  estas  gobernaciones  que  al  presente  están  pobladas  y  se 
pueblan  y  van  poblando  en  esta  costa  y  Mar  del  Sur;  lo  que  hay  al  pre- 
sente es  lo  siguiente: 

En  lo  del  Perú  hice  relación  á  V.  M.  cómo  el  capitán  Diego  de  Al- 
magro había  despachado  otros  navios  con  hasta  cincuenta  ó  sesenta 
hombres  y  otros  tantos  caballos  y  bastimentos,  los  que  se  pudieron  ha- 
ber. Cuatro  meses,  poco  más  ó  menos,  fué  otro  navio  del  puerto  de  esta 
ciudad  cargado  asimesmo  de  caballos  y  bastimentos  y  luego  fué  un  bar- 
co pequeño,  también  con  algunos  bastimentos.  Puede  haber  seis  meses, 
poco  más  ó  menos,  que  no  ha  venido  navio  del  Perú  ni  tenemos  nueva 
ninguna,  que  es  después  de  la  que  aqui  vino,  como  el  gobernador  Fran- 
cisco Pizarro  se  mudaba  de  la  isla  de  Santiago  á  la  tierra  firme  por  el 
paraje  de  Túmbez. 

El  capitán  Diego  de  Almagro  ha  muchos  dias  que  entiende  en  ha- 
cer y  aparejar  una  armada  para  ir  en  socorro  del  dicho  gobernador 
Francisco  Pizarro  y  ayudarle  y  favorecerle  en  la  pacificación  y  pobla- 
ción y  descubrimiento  de  la  tierra,  y  entender  en  todo  lo  demás  que 
convenga  al  servicio  de  V.  M.;  y  para  ello  ha  hecho  un  navio,  el  mayor 
que  se  ha  hecho  en  esta  mar,  porque  es  navio  que  lleva  cuarenta  caba- 
llos y  podrá  llevar  más  de  doscientas  personas  de  españoles  é  indios;  es 
de  las  buenas  piezas  que  se  han  hecho  aun  en  la  Mar  del  Norte,  y  hecho 
más  á  propósito  de  lo  que  contiene  para  proveer  y  favorecer  la  tierra  ó 
provincias  del  Perú,  y  ha  hecho  y  reparado  otro  que  tenia  ya  muy  al 
cabo,  y  fletado  otro  en  mili  y  ochocientos  pesos;  por  manera  que  lleva 
tres  navios,  los  mejores  y  más  bien  aderezados  que  se  han  visto  en  esta 
mar,  y  setenta  caballos  y  hasta  ciento  y  cincuenta  hombres,  con  mari- 
neros y  todo,  y  mucho  bastimento  de  carne  y  de  las  otras  cosas  que  se 
han  podido  haber;  en  todo  lo  cual  ha  hecho  muchos  gastos  y  tantos  que 
nos  parecia  á  los  que  los  viamos  casi  imposible  poder  salir  con  ello, 
porque  ha  un  año  que  entiende  en  aparejar  y  aderezar  este  viaje,  y  á 
los  que  van  en  él  les  ha  dado  cuanto  ha  que  aqui  está  de  comer  á  su 
costa,  carne  y  maiz,  y  hecho  los  otros  socorros  de  dineros  y  pagádoles 
deudas  y  suplido  otros  muchos  impedimientos  y  necesidades  que  se 
ofrecian  á  la  gente  en  viajes  semejantes;  é  les  proveido  á  los  más  dellos 
de  caballos,  indios  y  servicio  para  el  viaje  y  todos  los  bastimentos  que 
han  menester  para  él  á  su  costa  y  de  sus  amigos,  que  ha  parecido  ma- 
ravilla poder  salir  con  ellos. 


4(5 


COLECCIÓN  DE  DOOUltBlfTOB 


Créese  que  el  gobernador  Francisco  Pizarro  debe  de  estar  en  harte  i 
necesidad  de  ser  socorrido,  pues  que  en  tanto  tiempo  no  ha  venido  na- 1 
vio  ni  tenemos  ni  sabemos  nuevas  ningunas  del,  mas  de  que  tema  pea» 
Sarniento  de  entrar  la  tierra  adentro  y  se  aderezaba  en  la  Isla  para  eUo. 
Haso  dado  mucba  prisa  al  despacho  del  CApitáu  y  de  su  armada  á  este] 
respecto,  aunque  en  verdad  no  han  faltado  hartos  trabajos  y  desviú§{ 
que  se  han  ofrecido  para  dar  deavío  al  despacho  y  conclusión  deste  I 
viaje  y  armada  del  Perú;  en  todo  lo  cual  y  en  lo  que  pude  en  reducirlo] 
todo  á  conclusión,  por  ser  cosa  que  tanto  con  venia  al  servicio  de  V.  M. 
y  al  remedio  y  socorro  de  estas  provincias  del  Perú  y  del  gobemaílor  | 
Francisco  Pizarro,  y  toda  la  otra  gente  que  en  la  población  y  paciñca-i 
ción  dellas  entienden,  creo  que  deste  viaje  y  armada  V*  M»  será  moví 
servido,  porque  va  muy  buena  gente  y  muy  buenos  caballos  y  mucho  I 
bastimento  en  ella;  y,  al  fin,  con  mucha  paz  y  conformidad  de  todos  lew  j 
que  van  y  de  todos  los  que  quedan  y  llevan  buen  capitán. 

Yo  he  procm-ado  todo  lo  posible  en  que  entre  estos  compaGeroe] 
haya  toda  paz  y  conformidad,  especialmente  entre  el  gobernador  Fran 
cisco  Pizarro  y  el  capitán  Diego  de  Almagro,  porque  para  que  derecha- 1 
mente  sirvan  á  V.  M.  en  la  pacificación  y  población  y  deacubrimieütoj 
destas  pro\inc¡as  y  tierras,  y  de  la  sustentación  y  conservación  de  Uxl^l 
es  este  el  principal  punto,  y  aun  el  todo,  y  no  lian  faltado  ni  faltan  siem- 
pre terceros  y  pasiones  que  lian  dado  mucho  estorbo  á  ello,  é  lo  que  ] 
desta  vez  van  y  quedarán  tan  conformes  y  hermanos  y  compaftert»  i 
como  nunca  lo  han  estado;  pues  que  el  capitán  va  con  muy  verdaáefi 
intención  de  lo  hacer  ansí  y  de  selle  al  gobernador  más  obediente  yi 
vidor  en  todo,  que  ninguno  de  los  que  hay  en  su  casa,  ni  ser  i 
padre  mesmo,  pues  que  tiene  ya  muy  entendido  y  visto  por  la  ] 
piriencia,  que  en  esto  se  sirve  á  V.  M.  mucho  y  se  ha  de  acertar 
por  esta  ría,  y  por  la  contraria  dañar.  Conviene  al  real  serrioo  ] 
V,  M.  les  envíe  á  mandar  que  guarden  y  tengan  esta  paz  y  ooi3 
en  ella. 

La  gente  de  españoles  que  hay  en  el  Perú,  por  la  relación  qne  i 
tenemos  de  la  que  ha  ido  de  aquí  y  de  Nicaragua,  será  baata 
tos  y  cincuenta  hombres,  en  que  puede  haber  hasta  ciento  de 
guardándola  Dios,  y  juntándose  ésta  que  agora  va  con  el  capt^^ 
cree  serán  poderosos  en  la  tierra. 

Este  capitán  Diego  de  Almagro  es  persona  muy  bastanl»  (**] 


ALMAGRO  Y  SUS    COMPANEBOB 


47 


"senñr  á  V,  M.  en  todo  lo  de  acá  y  de  mucho  aío  (*)  y  experiencia  y 
diligencia;  creo  que  en  cualquier  cosa  que  V.  M.  se  quisiere  servir  del, 
halle  en  él  habilidad  y  suficiencia  para  ello;  y  en  verdad  que  ha  servido 
y  8Írve  con  toda  voluntad  á  V.  M.  en  lo  de  estas  tierras  y  pro\Tiicias  dol 
perú,  que  parece  que  lo  tiene  ya  por  \ácio,  siendo  una  cosa  tan  traba- 
y  costosa  que  bobiera  cansado  á  muchos  que  tovieran  y  fueran 
lucho  más  que  él. 

Lo  de  Nicaruaga,   ha  más  de  seis  meses  que  tampoco  sabemos  ni 
tenemos  nueva  de  cosa,  ni  ha  venido  navio. 

De  Guatimala  no  se  sabe  tampoco  más  de  que  el  gobernador  Al- 
ido  adereza  su  armada  y  se  cree  saldrá  con  ella  el  verano  que  viene. 
En  lo  de  esta  gobernación  está  en  mucha  necesidad  de  ser  favo 
ida,  porque  minas  no  hay  al  presente»  sino  las  viejas,  donde  nos 
ios  vuelto  todos  los  de  Veragua,  que  es  su  principal  remedio.  Parece 
leno  es  V,  M.  servido  de  mandarlo  poblar;  el  pueblo  de  Nata  se  va 
despoblando  como  veen  que  se  dilata  la  población  de  Veragua;  la 
'tierra  padece  mucho  en  no  tener  gobernador  de  asiento,  y  lo  mesmo 
todas  las  otras,  en  tanto  que  están  en  residencia,  porque  están  sin  due- 
0o  y  como  con  la  capa  en  el  hombro,  como  están  los  jueces  de  residencia 
que  las  gobiernan.  V.  M.  sea  servido  de  mandarlo  proveer, 

Ansimismo  la  Iglesia  de  esta  ciudad  tiene  mucha  necesidad  de 
formación,  y  que  V.  M.  mande  proveer  que  siempre  residan  las  seis 
?bendas  y  dignidades  que  fué  V.  M.  servido,  pues  que  de  once  se  redu- 
jeron á  seis,  porque  están  en  costiunbre  de  dos  ó  tres  que  residen  aquí 
áe  llevarse  todo  lo  de  la  mesa  capitular  y  no  querían  ver  á  otros  por 
levárselo  todo;  y  ansí  la  iglesia  es  mal  servida  y  las  horas  no  se  dicen 
se  han  de  decir,  ni  los  devinos  oficios  se  administran,  Convernía 
V,  M,  mandase  que  en  vacando  ó  estando  ausente  alguno  de  los 
,  se  pusiese  otro  clérigo  en  su  lugar,  que  tenga  la  prebenda  ó  dig- 
en  encomienda  hasta  que  V.  M.  la  mande  proveer  de  propiedad; 
jue  vacando  hasta  que  se  provee  y  viene  á  residir  el  proveído»  se 
tres  ó  cuatro  arlos.  Después  que  yo  vine  nos  hemos  puesto  en 
er  á  los  clérigos  que  recibiesen  otros  dos,  hasta  que  por  V.  M,  se 
iveyese.  Lo  de  la  fábrica  y  hospital  está  todo  perdido  y  enajenado; 
lo  esto  procede  de  no  haber  gobernador  en  la  tierra  de  asiento,  que 


:  Aflj  68tá  en  el  original;  puede  fler  que  diga  ánimo  ó  aviso. 


48 


COLECCrÓK  DE  DOCUMENTOS 


por  provisiones  de  los  Reyes  Católicos  y  de  V.  M.  está  bien  prove{<lo| 
si  hobiese  esecución. 

Lo  del  repartimiento  general  que  V.  M.  nos  nmuda  que  se  haga  yj 
envíe  no  va  en  este  naWo,  porque  no  se  puede  acabar:  irá  con  el  prii 
ro  que  partiere. 

En  la  Culata  del  golfo  de  Uraba  ha  sido  Dios  servido  descubrir 
cierto  resgate  y  contratación  con  los  indios  del,  por  una  muy  buena  ma 
ñora,  que  es  que  de  cierta  armada  que  para  alli  hizo  el  fator  de  V. 
de  esta  tierra,  entre  los  indios  que  tomó  trajo  una  india  que  acertó 
tí  n*  del  cacique  Cemaco,  que  es  el  que  era  del  Dariéu,  que  se  hallaba  alfil 
]>oblado;  y  con  ella  fué  un  vecino  de  Acia,  criado  y  mayordomo  d«l| 
Licenciado  Corral,  á  quien  estaba  encomendado  el  dicho  cacique,  el  lii 
fué  con  ella  y  con  otras  personas  que  él  tenía  del  dicho  cacique,  y 
hieron  lengua  con  él  y  con  sus  indios,  y  le  dieron  seiscíeutos  ó  setecien 
tos  pesos  de  oro  y  quedaron  muy  pacíficos  él  y  otros  caciques  de  aquella 
Culata;  y  dicho  y  concertado  que  querían  tratar  con  ellos  y  con  los 
cinosde  Acia,  sabido  por  el  Licenciado  de  la  Gama,  juez  de  residenda,yj 
comunicado  conmigo  y  conferido  con  otros,  pareció  que  se  debía  oon*^ 
servar  este  resgate,  y  que  para  ello  no  se  consintiese  hacer  por  otm  manoj 
salvo  por  la  de  este  mayordomo;  por  manera  que,  aunque  se  hagan  ] 
otros  sea  por  una  mano,  á  lo  menos  hasta  que  se  acredite  y  pacifique 
más  el  resgate;  y  ansí  se  ha  concertado,  y  que  se  partiese  el  mesa 
Licenciado  á  Acia,  porque  se  hiciese  mejor  y  no  se  dañase  con  la  mucfai] 
codicia  de  los  españoles.  Conviene  al  real  servicio  de  V.  M.  mande  lu 
go  proveer  que  nadie  no  venga  allí  á  rescatar  ni  contratar  coa  aqaeflatj 
indios,  de  otras  partes,  con  graves  penas,  porque  ya  comíenitan  á  Vi 
de  otras  gobernaciones  á  ello  y  con  provisiones  del  Audiencia  y  di 
otros  gobernadores;  y  permitiéndose  á  la  hora  es  dañado  y  p^ieslo) 
toda  confusión,  y  hase  de  tener  en  mucho  la  paciftcacióu  y  cooliníf 
ción  de  aquella  tierra»  porque  por  ser,  como  son,  caribes  y  que  ti 'i" 
yerba,  nunca  se  ha  podido  ni  pueden  sojuzgar;  antes  han  muert 
los  gobernadores  y  capitanes  que  allí  han  ido  á  poblar  y  eon-^        ^^ 
como  fué  á  Bastidas  y  á  Juan  de  la  Cosa  y  al  gobernador  Oje«iit  ^}^  1^ 
poblaron  allí,  y  á  los  del  Darién  las  veces  que  han  ido  á  con u 
los;  lo  otro,  porque  es  tierra  muy  rica,  y  á  éstos  no  se  les  ha  d^^ 
otro  ser^dcio  ninguno  mas  de  conservar  con  ellos  la  contrnti 
resgate,  ' 


almjlgeo  y  bus  compánebos 


49 


hay  mauera  para  poderse  sostener  y  servir  á  Dios  y  hacer  algún  fruto 
sus  cargos,  y  si  no,  devolverse  y  acabar  en  su  iglesia* 
Nuestro  Señor  la  imperial  y  real  persona  de  Vuestra  Majestad  guar- 
le  é  imperial  y  real  estado  acreciente  bionaventuradameute  coa  paz  y 
píbidiencia  del  universo.  De  Panamá,  á  cinco  de  Agosto  de  mil  y  qiü- 
lentos  y  treinta  y  dos  aüos.^ — De  vuestra  Sacra,  Cesárea,  CatóUca  Majes- 
humildísimo  siervo  y  que  sus  imperiales  pies  y  manos  besa. — El 
ciado  Espinosa. — (Hay  una  rúbrica.) 

El  padre  don  Hernando  de  Luque,  maestrescuela  de  esta  iglesia, 
obispo  del  Perú,  va  en  persona  en  este  viaje  y  armada,  en  com- 
del  capitán  Diego  de  Almagro,  á  ver  la  tierra  y  á  quedarse  en  ella 

20  de  Octubr»  de  1&82 

V, — Caria  del  Licenciado  Espinosa  al  Rey 
(Archivo  de  Indias,  2-2-2/15) 


Sacra,  Cesárea,  Católica  Majestadr^En  una  nao  que  vino  y  entró 
el  puerto  de  esta  ciudad  en  el  mes  de  Septiembre  pasado  de  este  añOf 
lo  una  provisión  real  dirigida  á  mí,  por  la  que  manda  V,  M  que  en- 
venda en  hacer  pesquisa  y  castigar  cierto  deUto  que  en  la  relación  dello 
iíce  haber  cometido  Juan  de  Cárdenas,  vecino  de  esta  ciudad,  que  es 
hizo  cierta  fuerza  al  cacique  Chame,  que  tiene  encomendado,  así  en 
ríe  una  haba  de  oro  que  diz  que  tenía  para  casar  una  hija,  como 
,  hacer  fuerza  á  una  su  hija,  habiendo  aceso  carnal  á  ella^  y  otros  ma- 
1  tratamientos,  mandando  en  el  caso  hiciese  justicia  y  relación  á  V.  M, 
lo  que  en  ello  se  hiciese.  Yo  comencé  luego  á  hacer  k  pesquisa,  y 
cha,  mandé  prender  al  dicho  Juan  de  Cárdenas,  que  al  presente  es 
iente,  y  depositar  la  hija  del  dicho  cacique,  y  di  mandamiento  para 
or  á  su  madre,  que  está  en  su  tierra,  y  viuda,  á  me  informar  della  y 
a  proveerles  de  curador  y  oírles  con  el  dicho  Juan  de  Cárdenas  sobre 
>¡  y  porque  este  navio  se  parte  á  este  tiempo,  lo  que  adelante  en 
se  hiciere,  haré  relación  á  V,  M.  en  loa  navios  que  fueren  después 
^te. 

Por  otra  letra  luce  relación  á  V.  M.  de  la  partida  del  capitán  Diego 
y  navios  y  gente  y  bastimentos  que  llevó  para  las  provin- 


50  COLECCIÓN  DE  DOCITMEKTOS 

cías  del  Perú  en  socorro  y  ayuda  del  gobernador  Francisco  Pizarro,  su 
compañero,  y  de  la  pacificación  y  población  de  la  tierra.  Lo  que  hay 
más  al  presente  de  que  hacer  relación  á  V.  M.,  es  que,  luego  como  par- 
tió el  capitán  Diego  de  Áhnagro,  de  ahí  á  ocho  ó  diez  díñs  vinieron  dos 
navios  del  Perú.  De  cierta  gente  que  en  ellos  vino  y  por  cartas  que  de 
allá  se  escribieron,  se  supo  el  estado  en  que  están  las  cosas  de  la  tierra, 
y  es  que  el  gobernador  con  toda  la  gente  pasaba  adelante,  á  Tumbes, 
treinta  leguas  la  vía  de  levante  con  toda  la  gente;  y  llegado  á  unas  pro- 
vincias que  se  dicen  Tangala,  acordó  de  hacer  allí  pueblo,  ansí  por 
parecer  que  la  tierra  que  había  andado  y  posado  desde  Túmbez  hasta 
allí  era  muy  estéril  y  despoblada,  y  la  de  adelante  no  sabía  lo  que  seria, 
como  porque  halló  buena  disposición  en  un  río  y  razonablemente  po- 
blada de  indios  y  gente  doméstica  y  pacífica,  aunque  muy  desnuda  de 
todo  y  gente  para  poco  y  de  poca  capacidad,  y  deja  allí  cincuenta  hom- 
bres poblados;  dícise  que  podrá  haber  número  de  indios  en  treinta 
leguas  al  derredor  hasta  veinte  mil;  con  la  otra  gente  pasa  adelante;  y 
que  al  tiempo  que  estos  navios  partieron,  quedaba  el  gobernador  enten- 
diendo en  hacer  el  repartimiento  de  los  indios  á  los  vecinos  que  queda- 
ban allí  poblados  y  en  aparejar  su  partida  para  adelante  con  la  ota 
gente;  dícese  el  pueblo  Sant  Miguel  En  todo  lo  que  anduvieron,  des- 
de Túmbez  liasta  este  pueblo  do  San  Miguel,  no  hallaron  tierra  donde  ! 
poder  parar  un  día,  ni  de  comer  para  los  españoles,  ni  aun  yerba  pan 
los  caballos,  salvo  arénalos  muertos  y  muy  poca  muestra  de  oro,  entre 
los  indios.  Por  lo  que  parece  de  esta  tierra  y  do  toda  la  demás  que  han 
visto  y  andado  desdo  Tacamez  para  adelante,  es  que  la  tierra  es  despo- 
blada do  gente  en  cantidad  y  so  ha  visto  poca  muestra  de  oro,  así  ent» 
los  indios  como  en  las  dispusieiones  do  la  tierra,  por  ser  muy  estéril  r 
seca  y  pobre  do  aguas;  creo  que  lo  más  rico  de  esta  tierra  lo  dejan  m 
aquello  de  Tacamez  y  Santiago  y  las  provincias  á  ello  comarcanas, 
la  verdad,  á  la  relación  que  se  liizo  á  V.  M.,  hay  tanta  y  diferencia 
como  de  un  extremo  á  otro.  Dícese  que  hay  algunos  caciques  que 
de  paces  en  el  pueblo  de  San  ADguel;  han  traído  muestra  de  oro  de 
ñas  por  fundir;  de  esto,  el  gobernador  y  oficiales  harán  relación  de 
cierto  á  V.  M.  Dícese  que  adelante  está  la  tierra  muy  poblada  y  hay 
grandes  señores  liermanos  que  la  señorean  á  toda,  el  uno  que  se 
Cuzco  y  el  otro  Tabalique;  que  están  muy  diferentes  ambos  y  dos  y 
hacen  muy  cruda  guerra.  Esto  parece  que  debe  ser  algo  verdad,  porqií 


▲LMAGBO  T  ST7S  COMPAÑEROS  51 

de  allí  adelante  se  hallan  caminos  muy  anchos  y  hechos  á  mano  y  mu- 
chas fortalezas  y  edeficios,  de  manera  que  no  lo  pudieron  hacer  sino 
mucho  número  de  gentes.  Yo  bien  pienso,  según  la  relación  aquí  tene- 
mos, que  es  harto  poca  la  gente  que  el  gobernador  puede  llevar  consi- 
go, porque  no  pasan  de  ciento  y  cincuenta  hombres,  en  que  hay  obra 
de  ochenta  de  caballos  y  en  el  pueblo  quedan  otros  cincuenta;  por  ma- 
nera que  escasamente  llegan  á  doscientos  hombres.  Con  el  socorro  y  gente 
del  capitán  Diego  de  Almagro  se  cree  será  muy  favorecido  el  goberna- 
dor, todos  serán  bien  menester,  porque  han  de  hallar  adelante  más  pu- 
fiadas  que  oro.  Plega  á  Nuestro  Señor  de  ayudarles  para  que  acierten  á 
servir  con  la  pacificación  y  población  de  esta  tierra,  como  más  convenga 
al  servicio  de  Dios  y  de  V.  M. 

Ya  V.  M.  ha  sido  informado  de  las  pasiones  que  ha  habido  entre 
estos  compañeros,  que  son  el  gobernador  Francisco  Pizarro  y  el  maes- 
trescuela electo  obispo  del  Perú,  y  el  capitán  Diego  de  Almagro,  y  las 
causas,  porque  yo  por  otras  he  hecho  relación  á  V.  M.,  como  persona 
que  entendí  entre  pacificación  de  entre  ellos  y  los  medios  que  para  ello 
se  tovieron  y  se  dieron,  y  no  pudieron  ni  han  podido  ser  tantos  que  ha- 
yan bastado  para  que  siempre  no  hayan  quedado  algunos  rastros  de 
pasiones,  y  éstas  las  causan  los  terceros  que  andan  entre  ellos,  los  cuales 
han  sido  causa  y  podido  tanto,  que  habiendo  quedado  muy  conformes 
al  tiempo  de  la  partida  del  gobernador  Pizarro,  agora  ha  sucedido  que 
los  han  tomado  á  revolver  con  cartas  y  relaciones  que  se  han  hecho  de 
un  cabo  á  otro  á  tiempo  bien  peligroso;  y  es  lo  que  pasa  que  siendo  ya 
partido  el  capitán  Diego  de  Almagro,  como  he  dicho,  en  los  navios  del 
Perú  que  vinieron,  luego  de  alií  á  ocho  días  escribió  el  gobernador  al 

■  licenciado  de  la  Gama,  juez  de  residencia,  y  al  cabildo  de  esta  ciudad  y 
'■  A  mí,  como  era  avisado  que  el  capitán  Diego  de  Almagro  iba  adelante 

oon  ella  para  pasar  y  poblar  por  sí  otra  gobernación  y  llevarle  mucha  de 

■  la  gente  que  allá  consigo  tenía  y  que  muchos  de  ellos  estaban  carteados 
í  eon  él,  rogando  que  le  detoviesen  y  enviasen  la  gente  que  él  tenía  para 

levar  y  otras  cosas  tocantes  á  esto;  al  presente  no  se  halló  aquí  el  Ucen- 
dado  de  la  Gama,  ni  al  tiempo  de  la  partida  del  capitán  Almagro, 

xrque  ha  más  de  dos  meses  que  está  en  Acia  entendiendo  en  asentar  el 
Bgate  que  se  ha  comenzado  con  los  indios  de  la  Culata  del  golfo  de 
iraba,  y  en  la  vesitación  de  aquel  pueblo  dejó  cometido  el  despacho  de 

partida  del  capitán  y  su  armada  al  cabildo  de  esta  ciudad,  para  que 


52 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


con  mi  parecer  so  hiciese  conforme  á  lo  que  estaba  proveído,  ^ 
hizo;  y  fínalmente,  se  le  mandó  al  capitán  fuese  derecham€ 
estuviese  el  gobernador  Francisco  Pizarro,  sin  se  quedar  at 
adelante,  y  le  entregase  toda  la  geate,  y  hiciese  y  cumpliese] 
le  mandase,  como  persona  que  era  su  gobernador  y  represeí 
sona  real  de  V.  M.;  y  de  ello  se  le  tomó  fey  pleito  menaijefnc}} 
públicamente  en  una  ara  consagrada;  y  de  demás  de  esto  s^ 
lo  hacer  y  cumplir  ansí»  so  pena  de  perdimiento  de  todosj 
para  la  cámara  y  fisco  de  V.  M- ,  y  en  pena  de  traidor  aleve  á  Di 
y  el  mismo  capitán  lo  quiso  y  pidió  así,  para  que  más 
dase  de  su  limpieza  y  de  la  voluntad  que  él  llevaba  de  lo 
plir  ansí  y  no  hacer  tan  gran  desatino  como  serla  pensar 
cosa,  según  que  por  los  autos  que  sobre  esto  pasaron  máa] 
parece  ante  Castillo»  escribano  dellos.  Venida  esta  nueva  de 
partida  del  capitán  Akaagro,  como  informados  el  cabildo 
que  de  allá  venían  y  tomados  sus  dichos  y  parecer,  )mrecl 
dando  lugar  á  que  yendo  el  capitán  con  su  buena  intención  | 
que  llevaba  y  estando  allá  con  tan  mala  información  y  tan 
no  bastaría  disculpa  para  que  el  capitán  fuese  creído,  que 
lugar  á  que  acaeciese  entre  ellos  algún  escándalo  de  los 
en  estas  partes  y  otras  gobernaciones  destas  Indias,  que 
enviar  una  persona  con  la  relación  y  autos  susodichos  y\ 
nuestras  para  asegurar  y  satisfacer  al  gobernador  y  pacific 
que  nadie  fuese  parte  para  otra  cosa,  y  ansí  está  nombrad^ 
de  la  Gama,  hermano  del  hceuciado  de  la  Grama,  el  cual  vii 
Perú,  y  encargado  cartas  mesmasy  despachos  que  el  gober 
Partirse  ha  en  todo  este  mes:  créese  que  tomará  alcapitáu  Dic 
gro  en  Puerto  Viejo  ó  en  Tacamez;  llevará  en  istrucción  del 
de  liacer  en  el  viaje,  que  será  á  propósito  depacifitiallo  y 
y  que  todos  obedezcan  á  su  gobernador  como  á  la  persona 
que  otra  cosa  les  pasare  solamente  por  pensamiento»  han  de  j 
por  traidores  y  deservidores  de  V.  M.  y  hecha  notable  justíd 
Lo  que  han  podido  acá  coligír  deste  negocio  es  quel 
Diego  de  Almagro  va  con  verdadera  i  atención  de  servir  y( 
gobernador  y  hacer  y  cumplir  todo  lo  que  se  le  mandó  y  pr 
gobernador  Francisco  Pizarro  ha  tenido  harta  causa  de 
sospecha  de  lo  contrario,  según  ha  sido  persuadido.  El  rem^ 


rtSüMi 


ALMAGRO  T    BÜ8    COMPAÑEROS 


53 


ha  podido  poner  es  el  que  aquí  se  dice  y  el  verdadero  ha  de  venir 

la  mano  de  V,  M.,  mandándolo  con  toda  brevedad  á  los  unos  y  á  los 

5»  lo  que  han  de  hacer  y  en  lo  que  deben  de  entender,  y  mande  pro- 

Bf  oomo  las  personas  que  son  cansa  de  tanta  discordia,  tan  perjudicial 

real  servicio  do  V.  M.  y  á  la  pacificación  y  población  de  aquella  tierra, 

della  y  los  culpados  sean  castigados  á  todo  rigor;  por  manera  que 

>  osadía  que  tiene  la  gente  no  sea  parte  para  levantarse  contra  sus  go- 

ladores  y  se  desarraigue  de  todo  punto;  y  porque  Alvarado,  goberna- 

*  de  Guatimala^  apareja  su  armada  para  ir  á  poblar  en  aquella  tierra» 

M.  sea  ser\ado  de  mandar  dar  orden  por  manera  que  entre  él  y  el 

>bemador  Francisco  Pizarro  y  la  gente  del  uno  y  del  otro  no  haya  las 

Brencias,  escándalos  y  daños  que  se  cree  que  se  han  de  hacer  los  unos 

[loe  otros  y  se  ha  visto  por  experiencia  que  han  sucedido  en  laa  otras 

Dibemadones  que  hasta  agora  se  han  poblado. 

En  lo  de  esta  tierra  y  gobernación,  por  otras  he  hecho  relación 
[  V.  IVL  de  la  extrema  necesidad  en  que  está»  y  es  tanta  que  nunca  se  ha 
tan  al  cabo,  porque  en^  verdad  puede  V.  M,  tener  por  cierto  que  en 
ella  ni  en  todo  lo  poblado  no  cogen  oro  de  doscientas  bateas  arriba, 
le  serán  nueve  ó  diez  cuadrillas,  y  éstas  cuda  día  se  van  diminuyendo 
rdeshaciendo  y  no  hay  posibiüdad  ni  de  dónde  poderse  sostener  ni  otras 
ajerias  de  donde  haber  provecho.  La  tierra  es  abundante  m...  rica; 
1  aparejo  y  favor  tiene  muy  perdida  la  gobernación;  ha  cerca  de  tres  años 
I  está  sin  dueño,  que  es  cuanto  á  que  está  en  residencia,  que  es  el  prin- 
daño,  porque  los  jueces  de  residencia  no  tienen  asiento  ni  la  tierra 
i  ellos,  porque  cada  día  esperan  que  han  de  ser  removidos;  por  esto 
\  se  entremeten  sino  en  los  negocios  ordinarios;  siendo  gobernador  de 
opiedad  y  asiento,  entendería  en  la  población  y  pacificación  de  la  tie- 
.  y  en  descubrir  las  minas  y  en  buscar  todas  las  otras  granjerias  poai- 
I  para  sostenerse  á  sí  y  á  la  tierra;  y  este  convernla  que  fuese  persona 
eepiríencia  y  autoridad  y  poderoso  de  hacienda,  para  con  lo  uno  y  lo 
favorecer  y  animar  la  tierra,  que  está  todo  la  candela  en  la  mano, 
ichas  veces  he  hecho  relación  á  V.  M.  de  esto  y  la  haré  siempre  por 
scargo  de  mi  conciencia  y  por  lo  que  quiero   á  esta  tierra  y  por  ser 
no  es  la  mejor  y  más  rica  de  lo  descubierto;  paréceme  que  fué  Dios 
i/vido  en  lo  que  he  visto  hasta  agora  que  volviese  á  ella  para  hallarme 
u  fin  como  me  hallé  en  su  conquista  y  pacificación.  En  el  mesmo  es- 
está lo  de  Nicaragua. 


54  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

El  repartimiento  general  que  Vuestra  Majestad  nos  mandó  1 
se  envía  en  esta  nao;  sea  Vuestra  Majestad  servido  de  lo  mandaí 
y  proveer  como  más  convenga  á  su  real  servicio.  Nuestro  Señor  h 
imperial  persona  de  Vuestra  Majestad  guarde  y  el  real  imperial  e 
acreciente  y  conserve  bienaventuradamente  con  paz  y  obidienci 
universo.  De  Panamá,  á  veinte  de  Octubre  de  mil  y  quinientos  y  ti 
y  dos  años.  De  vuestra  Sacra,  Cesárea,  Católica  Majestad  humild 
siervo  y  que  sus  imperiales  pies  y  manos  besa. — El  Licenciado  Espt 
— (Hay  una  rúbrica.) 

l.<>  de  Enero  de  1685 

VI. — Carta  de  Francisco  Pizarra  al  Rey 

(Archivo  de  Indias,  Patronato,  1-4-1/16) 

Sacra,  Católica,  Cesárea,  Majestad: — Porque  con  Antonio  Nav 
contador  de  Vuestra  Majestad,  que  fué  destos  reinos,  le  hice  larga 
don  de  todo  lo  que  hasta  entonces  había  de  qué  darla  á  Vuestra 
jestad  y  lo  habrá  visto,  por  cumplir  siempre  con  lo  que  á  vuestro 
servicio  debo  y  deseo  que  sea  avisado  de  todo  lo  que  en  estos  r» 
pasa  y  se  ofrece,  escribo  ésta  agora  para  dar  cuenta  á  Vuestra  M 
tad  de  todo  lo  que  después  ha  subcedido  con  la  venida  de  Alvara 
esta  tierra,  y  no  lo  he  hecho  antes,  porque  no  ha  habido  navio,  po 
estoy  sirviendo  á  Vuestra  Majestad  la  tierra  adentro,  pacificándc 
poblándola  en  nombre  de  Vuestra  Majestad;  y  así  diré  que  estañe 
mariscal  don  Diego  de  Almagro  con  cierta  gente  en  la  provinci 
Quito,  conquistándola,  entró  Alvarado  en  la  misma  tierra,  diciendo 
gobernador  della  y  del  Cuzco,  que  yo  tengo  poblado  y  pacífico,  é  o 
cosas  que  era  más  de  alteración  que  no  de  hacer  vuestro  real  servil 
y  como  el  mariscal  tenía  los  más  de  los  indios  de  la  tierra  pacífica 
debajo  del  amparo  y  obediencia  de  Vuestra  Majestad,  y  tuvo  nueva  g 
andaba  Alvarado  destruyendo  los  naturales  de  la  tierra  y  haciéndal 
muchos  daños,  envióle  á  requerir  en  nombre  de  Vuestra  Majestad  qn 
no  consintiese  ni  diese  lugar  á  que  fuesen  maltratados  los  indios  qa 
estaban  de  paz,  y  otras  cosas  que  convenían  para  la  quietud  de  la  tiflii 
y  convenientes  á  la  buena  pacificación  y  población  della  y  **# 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPASÉEOS 


55 


los  españoles  vasallos  de  Vuestra  Majestad  que  en  ella  estaban,  y 
imo  Alvarado  traía  la  iatención  desasosegada  y  venía  inquieto  y  cob- 
icioso  de  gobernar  estas  partes  por  fuerza  ó  como  pudiese,  respondió 
cosas  enderezadas  en  deservicio  de  Vuestra  Majestad;  y  no  obs- 
te que,  por  parte  del  mariscal,  se  tuvieron  con  él  todos  los  cum* 
entos  que  le  pareció  necesarios  para  estorbar  el  rompimiento  á 
[ue  quería  dai-  lugar  Alvarado  que  hobiese,  porque  conoció  de  mí 
tmpre  tener  este  deseo  y  por  conformarse  con  mi  voluntad  y  haqer 
que  le  mandé,  porque*  con  paz  fuese  Vuestra  Majestad  servido»  y 
>rbar  por  mi  part^  la  guerra,  porque  ansí  convenía  al  aiunento  y 
ificación  destos  reinos,  porque  no  habiéndola,  no  podía  Vuestra 
ajestad  ser  de  mi  bien  servido  como  yo  querría,  pensando  Alvarado 
erarse  en  esta  tierra  y  tomar  por  allí  la  entrada  en  eUa  para  poseer 
demás,  estando  el  mariscal  en  una  cibdad  que  tenia  poblada  en  nom- 
de  Vuestra  Majestad,  con  ciertos  españoles,  pospuestos  todos  los 
Loa  que  con  ól  había  tratado  que  le  parecía  convenibles  para  que 
n  escándalos,  mueve  Alvarado  ejército»  de  trescientos  hombres 
pie  y  de  caballo,  bien  armados  y  apercibidos,  y  viénese  á  la  cibdad 
se  apoderar  de  ella  á  su  voluntad,  y  llegó  á  ponerse  junto  á  ella, 
de  un  cerro;  y  como  el  mariscal  fué  avisado  de  su  venida  y  que 
lería  prenderlo,  para  defenderse  del  y  estorbar  que  no  efectuase  su 
ipósito,  pues  tanto  era  Vuestra  Majestad  dello  servido,  apercibió  su 
inte  lo  mejor  que  pudo  y,  teniendo  delante  los  ojos  el  servicio  de  Dios 
y  de  Vuestra  Majestad,  y  la  paz  y  sosiego  de  los  cristianos  que  con  él 
motaban,  usó  con  Alvarado  todos  loa  medios  que  le  pareció  más  con- 
[nientes  para  aseguralle;  y  fué  Nuesto  Señor  servido  que  en  aquella 
tiora  le  convenciese  para  que  se  quisiese  aposentar  cerca  de  la  cibdad 
cío  él  quiso  y  tuvo  por  bien,  y  que  darían  orden  entrellos;  y  viendo  el 
jijnariscal  que  los  españoles  de  amas  partes  estaban  tan  alterados,  cre- 
^«ndo  que  no  cesarían  aquellos  movimientos,  porque  estaba  la  cosa  en 
^^nta  discordia  que  pensaba  perderse,  sintiendo  los  daños  que  se  podían 
?iiir  en  la  tierra  y  temiendo  la  muerte  de  cristianos  que  se  podían 
K;er,  si  no  se  buscaban  medios  por  do  hobiese  paz,  y  se  estorbasen, 
)puso  con  Alvarado  los  mejores  que  pudo,  y  después  de  haberlos  mí- 
ío  y  platic^o  en  ellos  y  que  no  podía  por  aquella  vía  convencerle  para 
a  ee  dejase  del  interese  que  parecía  traer,  parecióle  al  mariscal  que 
cobdieia  de  dineros  podía  ganar  con  él  la  quietud  que  él  deseaba 


56 


COLECCIÓN  DE  DOCUKEKTOS 


meim 

asá" 


que  hobiese  en  la  tierra,  y  plugo  á  Nuestro  Señor  que,  como  e: 
puso  delante,  de  asosegalle  y  ponelle  en  razón,  y  que  se  concluyese  allj 
la  paz  porque  le  prometió  que  le  daríamos  por  el  armada  que  traía,  qu< 
no  vale  treinta  mili  castellanos  de  oro,  cient  mili;  como  esto  y  lo  demás 
Vuestra  Majestad  había  sabido  por  la  relación  que  de  todo  el  marídcal 
hizo  desde  Sant  Miguel,  que  yo  aqui  no  digo  por  no  dar  á  Vuestra  Ma^^ 
jestad  importunidad  con  más  larga  escriptura,  y,  puesto  que  nos  cu< 
todo  lo  que  hemos  ganado  en  servicio  de  Vuestra  Majestad,  por  im 
toda  concordia  y  mejor  poder  servir,  he  dado  y  doy    infínitas  graciada 
Nuestro  Señor,  y  he  habido  mucha  alegría  en  fenecer  cosa  que  unta 
revuelta  y  alteración  había  puesto  en  este  reino,  acabado  sin  muerta 
ni  daño  de  españolea,  y  con  tanta  paz;  y  porque  confío  en  Dios  qae  ocm 
su  ayuda  y  favor  en  la  buena  ventura  de  \^uestra  Majestad  se  íte^ 
cubrirá  con  los  navios  por  esta  Mar  del  Sur  otro  nuevo  reino,  como  lo 
pongo  por  obra,  de  do  se  tenga  de  mí  por  muy  servida;  y   ansí  mo 
Alvarado  y  el  mariscal  en  mucha  conformidad  á  esta    provincia  ár 
Pachacama  á  verse  conmigo,  do  recibió  sus  dineros  y  lo  despaché  oon 
toda  brevedad  y  lo  en\ié  á  su  gobernación  de  Guatemala  en  un  navi  ► 
porque  así  me  pareció  que  convenía  al  servicio  de  Vuestra  Majestad;  ^ 
hecho  esto,  voy  al  Cuzco  á  reformar  aquel  pueblo  y  ver  toda  la  teu^ 
para  hacer  relación  verdadera  á  Vuestra  Majestad,  por  vista  de  ojos. 

Eu  la  provincia  de  Quito  tengo  fundadas,  en  nombre  de  Vi 
Majestad,  la  cibdad  de  Santiago  y  la  villa  de  Sant  Francisoo.  y  sel 
darán  todos  los  otros  pueblos  que  ser  pudiere,  porque  ee  muy  biwfll 
tierra  y  donde  tengo  por  cierto  que  Dios  y  Vuestra  Majestad 
muy  servidos;  y  aunque  los  indios  desta  provincia  es   mucha  geot^ 
muy  belicosa  y  ha  habido  grandes  recuentros,  ha  sido  Nuestro  Señor 
vido  que  la  mayor  parte  della  esté  pacífica  y  debajo  de  la  obedii 
de  Vuestra  Majestad,  sin  que  haya  habido  muerte  de  españoles. 

En  esta  costa  de  la  Mar  del  Sur,  en  la  provincia  de  Santa,  hep*-^ 
blado  en  nombre  de  Vuestra  Majestad  la  villa  de  Trujülo,  en  parta 
será  uno  de  los  frescos  y  honrados  y  provechosos  y  bien  poblai 
proveído  de  las  cosas  necesarias  para  la  población  y  sustentadla 
que  hay  poblado  en  esta  tierra,  porque  tiene  buen  puerto  cercada] 
está  en  comarca  que  hay  muy  ricas  minas  de  oro,  y  en  parte  qw 
den  servir  en  él  los  indios  de  la  sierra  y  los  de  los  llanos  sin 
Plega  á  Nuestro  Señor  se  haya  fecho  en  tan  buena  hora,  que  reciba 


^M 


jH 


ALMAQBO  T   8Ü8    COMPAÑEROS 


57 


villa  Vuestra  Majestad  el  servicio  que  yo  deseo  hacer;  y  á  la  provin- 
ía  de  Puerto  Viejo  he  enviado  un  capitán  para  que  en  nombre  de 
Tueatra  Majestad  funde  en  elta  una  villa,  porque  es  buena  tierra. 

Con  Antonio  Navarro,  contador  en  estos  reinos,  envié  á  pedir  y 
ipHcar  á  Vuestra  Majestad  me  hiciese  merced  de  proveerme  é  darme 
>n  la  gobernación  que  tengo  el  Cuzco  con  todas  las  provincias  y  tie- 
quél  señoreaba,  por  ser  estala  cabeza  y  principal  señorío  de  toda 
i  tierra  y  conviene  al  servicio  de  Vuestra  Majestad  que  todose  incluya  en 
,  gobernación,  porque  estando  apartado  el  Cuzco  desta  gobernación» 
^o  se  puede  gobernar  ni  sostener,  como  converná  al  servicio  de  Vuestra 
lajestad  y  al  aumento  y  población  della;  y  como  yo  lo  suplico  á  Vuestra 
ajestad  lo  mande  proveer,  será  muy  servido,  y  yo  lo  recibiré  por  ga- 
rdón  de  mis  trabajos  y  gastos  que  he  hecho  en  vuestro  real  servicio; 
>r  lo  ganar,  como  lo  tengo  ganado  y  poblado  y  pacífico  y  es  y  será  dello 
Tuestra  Majestad  muy  ser\ádo.   Muy  humildemente  suplico  á  Vuestra 
ajestad,  si  no  está  proveído,  lo  mande  proveer,  como  yo  lo  espero,  así 
por  lo  que  he  servido  como  por  lo  que  espero  servir  y  gastar  esta  poca 
vida  que  me  queda  en  vuestro  real  servicio;  y  en  todo  lo  que  de  mi 
dijere  Lope  Ydiaquez,  criado  de  Vuestra  Majestad,  le  mande  dar 
itero  crédito,  porque  como  persona  ante  quien  ha  pasado  las  cosas  de 
y  va  á  hacerle  dellas  relación,  lo  hará  con  toda  verdad. 
Ya  habrá  sabido  Vuestra  Majestad,  cómo  don  Fernando  de  Luque, 
jispo  é  protector  desta  gobernación,  es  fallescido,  y  el  salario  que 
Tuestra  Majestad  manda  dar  con  este  oficio  sería  excusado,  siendo  ser- 
vido que  se  haga  en  esta  tierra,  como  se  ha  hecho  en  Castilla  del  Oro, 
le  lo  usaban  los  tenientes  de  gobernador  en  cada  pueblo,  y  había  buen 
ludo  en  el  buen  tratamiento  de  los  Indios,  y  acá  se  puede  hacer 
Proveyéndolo  Vuestra  Majestad,   pues  también  se  hará  justicia  á  los 
adiós  y  excusaría  este  salario  y  costa.  Nuestro  Señor  Vuestra  Sacra,  Ca- 
Ülica,  Cesárea  Majestad  guarde  y  prospere   bienaventuradamente  con 
iucha  paz  y  obediencia  del  universo,  Deste  pueblo  de  Pachacama,  pri- 
mero de  Enero  de  mil  quinientos  treinta  y  cinco  años.  De  Vuestra 
era,  Catóüca,  Cesárea  Majestad,  muy  humill  criado  y  vasallo  que  los 
iuy  reales  pies  y  manos  de  Vuestra  Majestad  beso,— Francisco  Pisa- 
i.^Hay  una  rúbrica.) 


&8 


COL&CGIÓN  DE  DOCUMENTOS 


16  de  Novitmbro  de  163i> 


VII, — Carta  de  Hernando  Pizarra  ai  Rey 
(Archivo  de  Indias,  Patronato,  1-4-1/16) 


Sacra,  Católica,  Cesárea  Majestad:^ — De  Panamá  escrebí  á  V  ut¡6Lni 
Majestad  cómo  {M>r  abreviar  la  jornada  me  embai'caba  en  un  navio  qae 
al  tiempo  que  allí  llegué  hallé  cargado;  y  aunque  tardé  tres  naeses  y 
medio  en  la  navegación,  fué  tenido  por  muy  buen  viaje»  porque,  á  cao- 
Ba  de  ser  invierno,  siempre  tuve  los  vientos  contrarios;  en  Túmbez  des- 
embarqué y  desde  allí  vine  por  tierra,  y  no  pude  llegar  aquí  tan  brevd 
como  quisiera,  porque  hay  algunos  despoblados  de  arenales  á  donde 
sin  mucha  dilación  ao  ae  puede  hallar  de  comer;  y  llegué  á  eata  cibdad 
habrá  ocho  días,  á  donde  hallé  al  gobernador  y  luego  prociiró  que  se 
diese  servicio  á  Vuestra  Majestad  y  helo  hallado  muy  dificultoso,  por- 
que  todos  los  más  que  mejor  lo  podían  hacer  son  idos;  y  también  ha 
sido  gran  estorbo  que  han  escrito  de  allá  que  Vuestra  Majestad  no  pe- 
día este  servicio,  sino  que  yo  me  había  ofrecido  á  ello;  y  esto  los  ha  albo- 
rotado mucho  y  todavía  pensara  acaballo  con  elloa,  sino  que  á  esto 
tiempo  vino  nueva  del  Cuzco  que  el  mariscal  Almagro  viene  á  antraiw 
en  él,  y  por  esta  causa  me  ha  sido  forzado  dejar  de  entander  en  €si^ 
por  socorrer  á  la  mayor  necesidad;  y  crea  Vuestra  Majestad  que  no  es 
poca,  porque  no  solamente  les  estorba  esto  del  servicio,  mas  será  caott 
que,  no  remediándose,  que  estatierra  no  se  pueda  conservar.  Yo  mepir 
to  al  Cuzco  á  la  mayor  priesa  que  pudiere,  á  trabajar  por  atajaUo  y  apa* 
ciguallo.  Pienso  pasar  adelante  á  hablar  al  mariscal,  si  quisiere  v«» 
conmigo^  lo  que  Vuestra  Majestad  me  manda  y  procurar  lo  mejor  que 
yo...  ponelle  en  razón  é  sosiego;  y  si  esto  por  esta  vía  pudiere  acahtr 
con  él,  recogeré  luego  todo  el  oro  y  plata  que  se  pudiere  haber  pflii 
Vuestra  Majestad  y  volverme  con  ello  á  esta  cibdad,  y  aquí,  con  esto  J 
con  todo  lo  demás,  me  embarcaré  y  de  camino  iré  recorriendo  los  pa»- 
blos  de  la  costa  que  están  poblados  de  españoles,  adonde  acabaré  dt 
recoger  todo  el  quinto  de  Vuestra  Majestad  y  tomaré  un  poco  de  ■ —  '' 
plata  que  tengo  embarcado,  que  será  cantidad,  segán  dicen,  do  4 
ó  veinte  mili  castellanos;  hallólo  mi  español  en  una  mezchita  de  su  «• 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPANBBOS 


59 


cique;  y  si  las  cosas  del  Cuzco  no  puedo  apaciguallas  por  el  camino  que 
arriba  dije^  de  manera  quel  mariscal,  con  la  intención  que  trae,  no  se 
meta  en  el  pueblo,  yo  en  ninguna  manera  pienso  salir  del  hasta  que 
Vuestra  Majestad  mande  proveer  en  ello,  porque  tengo  por  cierto  que 
en  esto  será  más  servido,  porque  el  gobernador  está  determinado  de  mo- 
rir ú  no  dejar  triunfar  á  nadie  de  lo  que  él  con  tanto  trabajo  ha  conquis- 
Jado  y  poblado  en  servicio  do  Vuestra  Majestad,  hasta  saber  si  Vuestra 
AJestad  es  más  servido  de  otra  cosa.  Con  la  provisión  que  traje,  h© 
io  y  estoy  muy  afrontado,  que  después  de  la  hecha  se  puso  un  a(M* 
lento  que  dice  que  se  entiende  que  los  limites  de  la  gobernación  no 
más  de  doscientas  y  setenta  leguas,  por  donde  ha  habido  necesidad 
no  manifestarse,  porque  sobre  si  son  tantas  leguas  ó  más,  no  nos  at- 
icemos los  unos  á  los  otros.  Yo  tuve  descuido,  por  haberlo  leído  án- 
que  Vuestra  Majestad  la  firmase,  porque  creí  que  después  de  la 
[sha  no  se  escribiese  más  en  ella.  Suplico  á  Vuestra  Majestad  mande 
provea  sobre  ello,  de  manera  quel  mariscal  Almagro  no  se  entremeta 
el  pueblo  del  Cuzco,  que  don  Francisco  Pizarro,  en  nombre  de  Vues- 
Majestad,  tiene  poblado,  ni  en  lo  subjeto  ni  repartido  del.  En  los  albo- 
rtos pasados  del  Cuzco  hubo  cierto  asiento  y  capitulaciones  juradas 
itre  el  gobernador  y  el  mariscal  Almagro,  en  quel  mariscal  promete 
entremeterse  en  el  Cuzco  ni  en  ciento  y  treinta  leguas  que  tiene  de 
iuo;  contra  este  juramento  tiene  presos  dos  vecinos  del  Cuzco.  Su- 
ico  á  Vuestra  Majestad  sea  servido  de  mandar  en  au  provisión,  para 
1©  se  cumpla  lo  capitulado  ootre  ellos,  porque  desta  manara  la  tierra 
en  mucho  sosiego  y  Vuestra  Majestad  será  más  servido.  No  es- 
ibe  en  esto  el  gobernador,  porque  tiene  jurado  de  no  dar  cuenta  á 
^'nestra  Majestad  los  alborotos  que  entre  ellos  ha  habido,  como  pares* 
Brá  por  las  capitulaciones  que  yo  envío  al  Consejo  de  Vuestra  Majes- 
id.  Al  obispo  de  Panamá  hallé  aquí  de  camino  para  irse  en  este  navio; 
gobernador  quisiera  que  no  se  fuera,  para  que  entendiera  en  lo  que 
nuestra  Majestad  le  mandaba,  aunque  es  muy  temprano  para  entender 
esta  tierra  en  semejantes  negocios,  porque,  aunque  no  está  acabada 
conquistar,  ni  de  los  indios  conquistados  estamos  muy  sin  sospecha, 
^rque  con  estos  bullicios  del  mariscal  se  ha  querido  el  cacique  princí- 
[  ausentar  y  haber  seido  forzado  Juan  Pizarro,  que  está  por  capitán 
el  Cuzco,  prendelle  sin...  ida  le  pudiera  asegurar,  pondráse  en  liber- 
lador  Qitá.jim3LJentido  de  la  venida  del  obispo,  pares- 


60 


€0LECCl6lf  D£  DOCUMENTOS 


ciéndole  que  Vuestra  Majestad  no  tiene  tan  buen  concepto  de  su  p 
y  servicios  cuanto  ellos  merecen,  y  oyéndole  representar  los  trabajos 
pasados  veinte  é  seis  ó  veinte  y  siete  años  que  ha  que  sirve  en  eataa  par* 
tes,  y  en  esta  conquista  el  maíz  que  ha  traído  á  cuestas  para  sostener 
los  enfermos  y  los  días  que  ha  bebido  el  agua  de  la  mar,  paresce  que 
tiene  razón,  pues  dejados  servicios  aparte»  ninguno  hay  que  en  lo  pre- 
sente mire  con  tan  buen  celo  y  servicio  de  Vuestra  Majestad^  ni  para 
el  tratamiento  de  los  indios  donde  él  está  son  menester  religiosos.  Su* 
plico  á  V^uestra  Majestad  no  permita  que  den  al  gobernador,  en  su  r^ 
jez,  desabrimiento,  pues  sus  servicios  no  los  merecen.  Vuestra  Majestad 
tenga  por  cierto  que  ninguna  cosa  se  dejará  por  trabajo  ni  negUgencia 
de  hacer  para  que  Vuestra  Majestad  sea  muy  bien  servido.  Vuestra  Ma- 
jestad tiene  acá  de  sus  quintos,  demás  de  lo  quel  contador  Antonio  Na- 
varro llevó  por  relación,  cincuenta  mili  castellanos  y  diez  y  seia  mili 
marcos  de  plata.  Nuestro  Señor  la  Sacra,  Cesárea,  Católica  persona  de 
Vuestra  Majestad  guarde  y  en  mayores  reinos  y  señoríos  por  lar^^l 
tiempos  acresciente,  como  los  vasallos  de  Vuestra  Majestad  deseamoA. 
De  la  cibdad  de  los  Reyes,  á  quince  de  Noviembre  de  mili  ó  quinientos 
é  treinta  ó  cinco  años.  De  Vuestra  Sacra,  Cesárea,  Católica  Majestad 
humill  vasallo  y  criado  que  los  reales  pies  y  manos  de  Vuestra  Majestad 
besa.- — Hernando  Pimrro. 

6  de  Mayo  de  lóítfi 

VIIL — Carta  del  tesorero  Antonio  Télles  de  Gusm&n  al  Bey 

(Archivo  de  Indias,  J43--3-11) 

S.  C,  C.  M.: — Bien  creo  que  V.  M.  terna  sabido  cómo  el  Abdionaa 
Real  de  Santo  Domingo  me  mandó,  habrá  dos  años,  de  parte  de  V.  JU 
fuese  al  Perú  con  provisiones  reales  á  entender  en  la  pacificación  d* 
entre  los  gobernadores  y  de  don  Francisco  Pizarro  y  de  don  Pedro  de 
Alvarado;  y  plugo  á  Nuestro  Señor  que  aquí  yo  me  di  gran  priesa  <to 
la  jornada.  Cuando  llegué  á  la  provincia  de  Pachacama  hallé  al  gobera* 
dor  don  Francisco  Pizarro  que  había  despachado  y  acabado  de  embir 
car  á  don  Pedro  de  Alvarado  para  que  se  fuese  á  su  gobemacióQ  á* 
Guatimala,  y  asimismo  había  enviado  al  marifical  don  Diego  de  AhaaglW^ 


iin    m% 


¿i^Á 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS 


61 


á  la  cibdad  del  Cuzco,  á  que  encomenzase  á  aparejarse  y  recoger  toda 
la  gente  que  pudiese  para  ir  en  descubrimiento  do  lo  de  adelante;  quel 
dicho  gobernador  iba  á  reformar  la  cibdad  de  Trujillo,  y  como  ya  yo  no 
tenía  qué  hacer  al  efecto  que  iba,  acordó  de  me  ir  al  Cuzco  por  ver  de 
vista  de  ojos  toda  la  tierra  para  hacer  relación  dello  á  V»  M.,  y  en  el 
entretanto  que  llegué  sucedió  que  le  enviaron  de  acá  despaña  cierta 
carta  y  un  traslado  abtorizado  de  una  provisión  de  V.  M.,  en  que  le  hace 
merced  de  la  gobernación  de  la  provincia  llamada  Toledo,  que  se  en- 
tiende adelante  de  los  confines  de  la  gobernación  de  Pizarro;  y  como  le 
tomase  la  voz  en  la  cibdad  del  Cuzco  y  fué  cargado  de  la  gente  quel 
adelantado  Alvarado  había  dejado,  y  se  hallasen  pobres  entre  los  i'icos 
'vecinos  del  Cuzco  y  amigos  de  bullicios  aconsejaron  al  mariscal  se  al- 
zase con  el  Cuzco  porque  les  parescíaque  la  cibdad  entraba  en  su  gober- 
! nación,  y  aun  quél  es  muy  servidor  de  V.  M.,  parescióle  lo  mesmo  y 
encoraenzóse  á  ponerlo  por  obra,  y  como  estuviesen  en  la  cibdad  im 
Juan  Pizarro,  hermano  del  gobernador,  por  capitán  general,  acordó  de 
ayuntar  todos  los  vecinos  del  Cuzco  para  se  lo  contradecir;  de  manera 
que  los  unos  y  los  otros  se  ponen  armas,  y  como  eran  los  menos  los  ve- 
llocinos del  Cuzco  y  los  más  ricos,  hiciéronse  fuertes  en  una  casa  que  había 
"sido  del  señor  de  la  tierra,  y  es  def eudedera  y  sobrella  se  barrearon  y  ar- 
tillaron; y  estando  los  de  fuera  por  entralles  y  los  de  dentro  defendién- 
Idose,  á  esta  sazón  llegué  yo  á  la  dicha  cibdad,  y  como  viese  la  cosa  de 
tal  suerte  y  que  no  podía  parar  en  bien  ni  en  cosa  que  V.  M,  podía  ser 
servido,  porque  llevaba  camino  de  perderse  toda  la  tierra,  porque  esta- 
ban en  la  cibdad  del  Cuzco,  que  á  romper  los  cristianos  dieran  los  di- 
chos indios  sobre  los  que  quedaban,  y  vista  por  mí  la  dispusición,  en- 
tremetíme  entrellos  como  juez  enviado  por  V.  M.,  porque  yo  era  ido  á 
entender  entre  los  dos  gobernadores  susodichos.   Dfjeles  que  también 
venía  y  se  entendían  las  provisiones  que  llevaba  para  entre  sus  capita- 
^  y  gentes,  y  encomionzo  á  poneltes  graves  penas,  así  á  los  unos  como 
los  otros,  y  di  mis  pregones  y  bastaron,  que  los  sostuve  á  que  no  vi- 
iesen  en  rompimiento,  y  en  el  entretanto  vino  el  gobernador  con  toda 
}a  gente  que  pudo.  Yo  le  hable  lo  que  me  páreselo  de  parte  de  V.  M, 
á  la  hora  se  conformó  conmigo  y  asimesmo  el  mariscal,  y  hícelos  amí- 
s,  y  después  se  me  saheron  de  la  amistad  por  malos  consejeros;  de 
manera  que  estaba  la  cosa  á  punto  de  perderse  todo.  Tomé  sobrellos 

[Igunos  caballeros  que  andaban  como  debían  en  servicio  de  V.  NL  y 


62  COLECCIÓH  DE  DOCUMENTOS 

tomárnoslos  á  hacer  muy  amigos,  y  porque  no  se  me  tomasen  á  salir, 
hicéselo  jurar  delante  de  Nuestro  Señor  para  que  les  diere  el  amistad  y 
compañía,  como  V.  M.  lo  manda,  mientras  la  vida  les  durare,  de  mane- 
ra que  yo  los  dejé  muy  amigos  y  conformes.  Han  gastado  doscientos 
mili  castellanos  en  socorrer  las  gentes  que  van  con  el  mariscal  en  lo  del 
descubrimiento  de  lo  de  adelante,  donde  esperamos  en  Dios  que  en  ven- 
tura de  V.  M.,  el  dicho  mariscal  y  gente  ha  de  descubrir  tantas  riquezas 
y  tan  grandes  cosas  que  todo  lo  descubierto  se  tenga  en  poco,  porque 
después  ha  escrito  el  mariscal  al  gobernador  las  nuevas  de  adelante,  ann- 
que  por  relación  de  indios,  las  cuales  traigo  yo  por  testimonio  con  todo 
lo  que  he  escrito  y  mucho  más  para  representallo  á  V.  M. 

Ya  la  cabsa  de  no  ser  yo  en  la  corte  de  V.  M.,  después  que  desem- 
barqué, pues  vengo  no  á  otra  cosa  sino  hacer  relación  de  todo  lo  suso- 
dicho y  de  otras  cosas  que  convienen  á  vuestro  real  servicio,  ha  sido 
porque  me  tienen  mi  hacienda  en  la  Casa'de  la  Contratación  y  no  tengo 
con  qué  vaya. 

Porque  suplico  á  V.  M.  que  con  la  clemencia  que  suele  resdbirá 
sus  leales  vasallos  y  criados,  que  bien  sirven  con  ella,  sea  yo  rescibido 
y  asimesmo  enviar  á  mandar  á  los  oficiales  de  la  Casa  de  la  Contrata- 
ción me  den  mi  hacienda  y  me  la  desembaracen,  y  á  los  del  su  real 
Consejo  de  las  Indias  manden  tengan  memoria  de  los  trabajos  y  pérdida 
de  hacienda  y  patrimonio  real.  Nuestro  Señor  la  S.  C.  C.  M.  guarde  y 
prospere  ^bienaventuradamente  con  mucha  paz  y  obediencia  del  uni- 
verso. Dosta  cibdad  de  Sevilla,  á  cinco  de  Mayo  de  mili  y  quinientos  y 
treinta  y  seis  años.  De  V.  S.  C.  C.  M.  humil  criado  y  vasallo  que  sus 
sacros  pies  y  manos  besa. — Antonio  TéUez  de  Gtusmán, — (Hay  una  rú- 
brica). 

3  de  Septiembre  de  1536 

IX. — Real  cedida  á  favor  de  Rodrigo  Orgoños 

(Archivo  de  Indias,  109-7-11,  libro  II,  folio  131) 

La  Reina. — Nuestro  gobernador  ó  oficiales  de  la  provincia  del 
Perú. — Antonio  de  Vergara,  en  nombre  de  Rodrigo  Orgoños,  me  hizo 
relación  que  bien  sabíamos  cómo  el  mariscal  don  Diego  de  Almagro, 


CMAOBO  T  BVñ  COMPA^BOS 


63 


nuestro  gobernador  de  la  pro\nncia  de  Toledo,  va  por  nuestro  mandado 

á  hacer  cierto  descubrimiento  en  el  Mar  del  Sur^  é  quel  dicho  Rodrigo 

Orgoños  va  por  teniente  general  del  dicho  mariscal;  é  me  suplicó  que, 

pues  iba  en  nuestro  servicio,  mandase  que  durante  el  tiempo  que  esto- 

viere  en  el  dicho  descubrimiento  no  le  sean  quitados  ni  removidos  los 

indios  que  por  vos  le  están  encomendados  en  esa  dicha  provincia,  ó 

orno  la  mi  merced  íuese;  por  ende  yo  vos  mando  que  dejando  el  dicho 

lodrigo  Orgoflos  en  su  lugar  persona  cual  convenga  para  el  buen  tra- 

líento  de  los  dichos  indios,  le  deis  licencia  y  facultad,  y  nos  por  la 

presente  se  la  damos,   para  que  por  término  de  dos  años  primeros 

iguientes,  que  se  cuenten  desde  primero  día  de  Enero  del  año  venidero 

le   miU  é  quinientos  é  treinta  é  siete  años,  pueda  estar  ausente  desa 

tierra;  y  durante  el  dicho  tiempo  no  consintáis  ni  deis  lugar  que  le  sean 

imtados  ni  removidos  los  indios  que  así  le  están  encomendados  en  esa 

icha  provincia;  no  os  constando  que  en  la  dicha  tierra  que  ansí  va  á 

Bscobrir  no  tiene  encomendados  otros  indios  algunos,  con  tanto  que  se 

>ligue  y  dé  fianzas  que  dentro  del  dicho  tér  mino  volverá  á  esa  tierra; 

donde  no,  entregará  á  vos  los  nuestros  o  ficiales  todos  los  tributos  que 

hobieren  habido  de  los  dichos  indios  durante  el  dicho  tiempo,  y  lo 

jigarán  por  sus  personas  y  bienes.  Y  por  cuanto  por  una  nuestra  carta 

gibemos  mandado  á  vos  el  nuestro  gobernador  que  pi'oveáis  como  los 

bue  tovieren  en  esa  dicha  provincia  indios  encomendados,  hagan  una 

,  de  piedi-a  donde  \nvan;  proveeréis  que  de  los  tributos  que  rentasen 

Findios  que  ansí  el  dicho  Rodrigo  Orgoflos  tiene  encomendados  en 

dicha  provincia,  diu-ante  el  tiempo  que  estoviere  ausente  della,  se 

una  casa  de  piedra  en  el  lugar  y  parte  y  seguud  y  de  la  manera, 

y  traza  que  pareciese  á  vos  el  dicho  nuestro  gobernador;  y  no 

ibiendo  en  la  tierra  6  comarca  dónde  ha  de  hacer  la  dicha  casa  como- 

lidud  de  piedra  para  la  hacer,  proveeréis  que  se  haga  de  argamasa  ó 

Eipiería  ó  otros  materiales  los  más  perpetuos  que  se  puedan  haber;  y 

tanto  que  ésta  sea  hecha  proveeréis  que  no  se  le  acuda  con  cosa 

iguna  de  lo  que  los  dichos  indios  tributaren,  y  la  obligación  y  fianza 

Jne  ansí  otorgaren  pondréis  vos  los  nuestros  oficiales  en  el  arax  de  las 

BS  llaves,  y  teméis  cuidado  del  cumplimiento  desta  mi  cédula.  Fecha 

la  villa  de  Valladolid,  á  tres  días  del  mes  de  Septiembre  de  mili  é 

quinientos  y  treinta  é  seis  años  — Yo  la  Reina.— Refrendada  y  seña- 

ada  de  los  dichos. 


ÉÉÉM 


Ai 


64 


OOLEGOIÓH     0B    OO0UMENTO9 


25  de  Septiembre  de  15M 

X — Lat  cosas  que  pasaron  entre  d  adelantado  don  Pedro  de  Alvara 
y  d  mariscal  don  Diego  de  Almagro 


(Archivo  de  I  odias»  Patrouato»  Eat.  2-cj.  2*Leg.  [•!) 

En  la  cibdad  de  Santiago  de  la  provincia  de  Guatemala,  á  veinte  é 
cinco  díajs  del  mes  de  Septiembre  ailo  del  nascimiento  de  Nuestro  Salva* 
dor  Jesucristo  de  mili  é  quinientos  ó  treinta  é  seis  afios,  antel  muy  noble 
señor  Grabiel  de  Cabrera,  alcalde  ordinario  en  esta  dicha  cibdad  por 
Su  Majestad,  y  en  presencia  de  mí,  Antón  de  Morales,  escribano  públioo 
y  del  número  y  del  Cabildo  desta  dicha  cibdad,  pareció  presente  Ai* 
varo  de  Paz,  en  nombre  y  en  voz  del  adelantado  don  Pedro  de  Alvaracb 
ó  por  virtud  del  poder  que  dól  presentó,  é  presentó  un  escrito  de  pecB- 
miento  con  ciertas  preguntas  en  él  insertas;  su  tenor  de  lo  cual  una  d& 
pos  de  otro  es  este  que  se  sigue; 

(A  continuación  el  poder  de  don  Pedro  de  Alvarado  á  Alvaro  de 
Paz  para  que  le  represente.) 

Muy  noble  señor; — Grabiel  do  Cabrera,  alcalde  ordinario  eo  esU 
cibdad  de  Santiago,  desta  provincia  de  Guatemala,  por  Su  Majestad. 
Alvaro  de  Paz,  en  nombre  del  adelantado  don  Pedro  de  Alvarado,  pareocoo 
ante  V.  M.  en  la  mejor  forma  é  manera  que  ha  lugar  de  derecho,  y  digtt 
íiue  al  derecho  de  mi  parte  conviene  hacer  cierta  información  y  probaDU 
de  lo  de  yuso  contenido;  por  ende  pido  ó  suplico  á.  V.  Md.  qv 
testigos  que  sobrello  le  presentare,  los  mande  preguntar  y  ex«... — ^ 
por  los  artículos  é  preguntas  siguientes,  y  así  tomados  y  e 
sus  dichos  é  depusiciones,  mande  interponer  en  ello  su  abtoi 
decreto  judicial,  y  dármelo  escrito  en  limpio,  cerrado  é  sellado  en 
blica  forma,  signado  del  escribano  ante  quien  pasare,  en  m  -- 
haga  fe  para  que  pueda  enviarlo  á  Su  Majestad  y  á  los  sei^ 
muy  alto  Consejo,  y  adonde  viere  que  le  conviene,  para  lo  cual  el 
noble  oficio  de  V.  M.  imploro. 

Y  á  los  testigos  que  ante  V*  M.  presentare  en  nombre   '  ' 
Adelantado,  mi  parte,  pido  sean  preguntados  por  los  artículo? 
tas  siguientes: 


liilk* 


iü 


ALMAGRO  Y  SUS   COMFANÜBOS 


65 


Primeramente  sean  preguntados  si  conoscen  al  dicho  Adelantado 
don  Pedro  de  Alvarado  y  al  mariscal  Diego  de  Almagro,  é  Franciaco 
Pizarro,  gobernadores  del  Perú,  ó  si  tienen  noticia  ó  conoscimiento  de  la 
tierra  é  costa  del  dicho  Perú. 

n.  ítem:  si  saben,  creen,  vieron,  oyeron  decir  qnel  dicho  Adelan- 

o  don  Pedro  de  Alvarado,  por  el  mes  de  Enero  del  ano  pasado  de 

ó  quinientos  é  treinta  é  cuatro  años  salió  del  puerto  de  la  Posesión, 

ies  de  la  provincia  ó  gobernación  do  Nicaragua,  con  diez  navios  en 

cuales  llevaba  quinientos  españoles  ó  doscientos  ó  treinta  caballos 

r  la  Mar  del  Sur  adelante;  digan  lo  que  saben. 

UL  ítem:  si  saben,  etc.,  que  en  haciéndose  á  la  vela  el  dicho  Ade- 

tado  oon  los  dichos  navios  al  sudueste,  por  el  cual  rumbo  no  pueden 

ígar  á  las  partes  é  tierras  del  Perú,  pensando  hallar  algunas  islas  en 

Mar  del  Sur  adonde  pudiese  dejar  alguna  parte  de  la  gente  que 

yaba  é  ir  adelante  á  buscar  tierra  é  islas  ricas,  digan  lo  que  saben, 

IV.  ítem:  ai  saben,  ote,  que  siguiendo  el  dicho  Adelantado  con  los 
9  navios  la  derrota  del  sudueste  le  fué  forzado,  con  falta  de  agua  y 

©traridad  de  viento  y  las  corrientes  que  le  echaron  en  la  ensenada 
Panamá,  de  arribar  á  la  tierra  é  costa  del  Perú. 

V.  ítem:  si  saben  que  vióndose  el  dicho  Adelantatio  arribado  en  la 
►rxa  del  Perú,  volvió  otra  vez  á  navegar  con  los  dichos  sus  navios  la 

del  sudueste,  por  desviarse  é  saUr  de  la  dicha  tierra  del  Perú,  é  con 
grandes  corrientes  de  la  mar  é  tiempos  é  vientos  que  le  fueron  con- 
trarios le  ftié  forzado  de  echar  setenta  é  tantos  caballos  á  la  mar  y  volver 
arribar  á  la  dicha  tierra  del  Perú:  digan  lo  que  saben, 

Yl,  ítem:  si  saben,  etc,   que  después  de  llegado  el  dicho  Adelan- 

lo  á  la  tierra  del  Perú,  por  no  poder  hacer  otra  cosa^  quiso  buscar  vía 

camino  por  no  llegar  adonde  estaba  Francisco  Pizarro,  por  unas 

berras  muy  ásperas  y  desiertas,  llenas  de  nieve,  donde  pensaron  el 

^3icho  Adelantado  y  todos  los  que  con  él  iban  de  perecer  de  frío,  según 

1^8  dichas  sierras  son  frías  é  inhabitables,  da  manera  que  le  fué  forzado 

aportar  é  llegar  en  Quito,   por  no  poder  hacer  otra  cosa  y  porque  le 

taron  ó  huyeron  los  guías  que  llevaba,   adonde  halló  al  mariscal 

go  de  Almagro:  digan  los  testigos  lo  que  saben. 

tVII,  ítem:  si  saben,  etc.,  quel  dicho  Adelantado,  en  llegando  á  la 
ívincia  de  Quito,  envió  al  dicho  mariscal  Diego  de  Almagro  ciertos 
injeros,  á  la  vuelta  de  los  cuales  al  padre  fray  Marcos,  fraile  de  la 


66  COLECCIÓN  DE  DOCÜHEKTOS 

orden  de  San  Francisco,  con  los  cuales  le  envió  á  requerir  de  parte  de 
Su  Majestad  que  le  dejase  pasar  pacíficamente  fuera  de  su  gobernación, 
porque  no  quería  hacer  ningund  dafio  en  la  tierra,  ni  á  los  españoles  é 
naturales  della,  á  los  cuales  mensajeros  respondió  el  dicho  Almagro 
dijesen  al  dicho  Adelantado  que  no  le  pasase  en  ninguna  manera  ade- 
lante por  la  dicha  provincia  del  Quito,  si  no,  que  le  quebraría  las  puen* 
tes  y  le  quitaría  las  vituallas  y  mantenimientos  de  los  caminos:  digan 
lo  que  saben. 

Vin.  ítem:  si  saben,  etc.,  quel  dicho  Adelantado,  por  más  conven- 
cer al  dicho  Almagro,  le  envió  con  otros  mensajeros  á  requerir  lo  mismo 
que  de  antes  le  había  enviado  á  requerir,  con  los  cuales  le  envió  á  decir 
al  dicho  Adelantado  lo  mismo  que  de  antes  le  había  respondido  y  que 
no  curase  de  importunalle  más  sobrello,  que  en  ninguna  manera  le  ha- 
bía de  dar  el  dicho  pasaje. 

IX.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  viendo  el  dicho  Adelantado  quel  dicho 
mariscal  Diego  de  Almagro  no  le  quería  dejar  pasar  adelante  por  el  di- 
cho Quito,  acordó  de  venirse  con  toda  su  gente  á  Riobamba,  á  donde 
estaba  el  dicho  Almagro  con  toda  su  gente;  y  estando  de  donde  estaba 
aposentado  obra  de  media  legua,  le  envió  á  decir  el  dicho  Adelantado 
que  no  se  alterase  ni  hobiese  miedo  ninguno,  porquél  no  venía  por 
hacerle  mal  ni  desaguisado  alguno,  sino  á  verse  con  él,  y  que  si  manda- 
ba que  quél  iría  á  hablarle  con  un  paje  solamente  y  que  le  mandase  dar 
aposento  para  aquella  tardo  y  que  otro  día  de  mañana  le  iría  á  hablan 
digan  6  declaren  los  testigos  lo  que  cerca  desto  saben. 

X.  ítem:  si  saben,  etc.,  quel  dicho  mariscal  Almagro,  viendo  el 
buen  comedimiento  del  dicho  Adelantado,  consintió  é  vino  en  lo  que 
ansí  le  había  enviado  á  decir  é  lo  hizo  aposentar  cerca  de  su  real  y  le 
hizo  enviar  á  cenar  á  él  é  á  toda  su  gente;  y  otro  día  de  mañana,  en 
amaneciendo,  salió  el  dicho  Adelantado  de  su  real  con  un  paje  y  no  más 
y  con  el  padre  f  rey  Marcos,  para  ir  á  hablar  con  el  dicho  mariscal,  como 
se  lo  había  enviado  á  decir. 

XI.  ítem:  si  saben,  etc.,  que,  en  viendo  que  se  vieron  y  hablaron, 
el  dicho  Adelantado  don  Pedro  de  Alvarado  y  el  dicho  mariscal  Diego 
de  Almagro  fueron  grandes  amigos  é  hicieron  compañía  de  toda  la  tie- 
rra questaba  por  descubrir  adelante  del  Cuzco;  y  quedó  el  dicho  maris- 
cal Almagro  de  dar  al  dicho  Adelantado  cincuenta  mili  pesos  de  oro  por 
los  gastos  que  había  hecho  en  su  armada,  con  que  le  quedase  á  él  toda 


ALHJIOBO  T  BXrS   COHFANEBOB 


67 


.  gente  quel  dicho  Adelantado  había  pasado  en  ella,  y  que  dentro  de  uu 

lo  daría  el  dicho  Almagro  al  dicho  Adelantado  mili  í^  quinientos  hom- 

para  con  qué  conquistase  y  pacificase  adelante  del  Cuzco;  de  todo 

cual  le  daba  el  dicho  Adelantado  cierta  parte,  asi  de  la  honra  como 

ú  provecho  que  en  ello  se  hubiese;  y  si  saben  que  todo  esto  fué  así 

ipitulado  y  jui-ado  entre  los  susodichos  por  ante  cuatro  escribanos  y 

apregonó  públicamente  con  trompeta,  de  lo  que  se  regocijó  mucho  la 

ente  de  entrambos  reales:  digan  los  testigos  lo  que  cerca  dello  saben, 

XII.  ítem:  si  saben,  etc.,  quel  dicho  mariscal  Diego  de  Almagro, 

Bpués  que  tuvo  debajo  de  su  mano  y  bandera  toda  la  gente  del  dicho 

itado,  no  quiso  guardar  ni  cumplir  con  el  dicho  Adelantado  cosa 

de  lo  que  con  él  había  jurado  é  capitulado,  y  dijo  al  dicho  don 

de  Alvarado  que  le  vendiese  su  annada  y  se  fuese  y  saliese  luego 

la  tierra:  digan  é  declaren  los  testigos  lo  que  saben  é  lo  quentrellos  é 

^brello  pasó- 

XIIL  Ítem:  si  saben,  etc.,  quel  dicho  Adelantado,  viéndose  en  tanta 
ñdad,  porque  quedaba  solo  y  sin  gente  ninguna,  porque  la  tenia 
"toda  debajo  de  su  mano  y  á  su  mandar  el  dicho  Almagro,  y  que  queda 
I»  adebdado  en  gran  cantidad  de  pesos  de  oro,  y,  por  no  poder  hacer 
'*'*''   "^'' n,  vendió  los  dichos  sus  navios  á  los  dichos  Diego  de  Almagro  ó 
u  PizaiTO  por  cien  mili  pesos  de  oro.  y  se  fué  con  el  dicho  Al- 
magro, pacíficamente,  desde  Riobamba  hasta  Jabja,  que  hay  trescien- 
ftes  leguas,  á  reoebir  la  paga  de  los  dichos  navios:  [digan  los  testigos  lo 
le  saben* 

XIV.  ítem:  si  saben,  etc,  quel  dicho  Adelantado  en  todo  el  tiempo 
^qmestnvo  en  las  partes  del  Perú  no  hizo  ningún  daño  en  la  tierra  ni 
ni  desaguisado  ni  fuerza  alguna  á  los  españoles  é  indios  y  natu- 
de  la  tierra,  lo  cual  saben  los  testigos;  porque  si  mal  ó  dafio  hobie- 
6  alguna  fuerza  en  el  dicho  Perú  alguna  persona  de  las  susodichas, 
lO  pudiera  ser  menos  sino  que  los  testigos  lo  vieran  é  supieran,  oyeran 
digan  los  testigos  lo  que  saben, 
X^^  ítem:  si  saben  que  todo  lo  susodicho  es  pública  voz  é  fama^  y 
ttiíec  hechas  las  otras  preguntas  al  caso  pertenescientes. 

El  dicho  escrito  de  interrogatorio  é  poder,  todo  ansí  presentado  en 
abanera  que  dicha  es,  luego  el  dicho  señor  alcalde  dijo  que  traiga  los 
ijgos  de  que  en  el  dicho  nombre  se  entiende  aprovechar  é  quól  esté 
'Sto  de  lo  mandar  recebir  ó  de  le  hacer  justicia. 


68  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

E  luego  el  dicho  sefior  alcalde  dijo  que  por  estar  ocupado  en  cosaa 
cumplideras  con  la  ejecución  de  la  justicia  real,  porque  no  puede  estar 
presente  á  ver  jurar  j  examinar  los  dichos  testigos,  por  tanto,  quél  co- 
metía é  cometió  á  mi  el  dicho  escribano  la  recedón  del  juramento  é 
dicho  delos*dichos  testigos  é  para  ello  me  dio  poder  en  forma  de  derecho. 

En  esta  dicha  cibdad,  en  este  dicho  día  é  mes  é  afio  susodicho,  en 
presencia  de  mi,  el  dicho  escribano,  pareció  presente  el  dicho  Alvaro  de 
Paz,  en  el  dicho  nombre,  é  presentó  por  testigos  en .  la  dicha  razón,  á 
Juan  de  Alvarado  é  á  don  Gómez  de  Luna,  estantes  en  esta  dicha  cib- 
dad, de  los  cuales  é  de  cada  uno  dellos,  yo  el  dicho  escribano,  por  k 
dicha  comisión,  tomé  ó  recibí  juramento  en  forma  debida  de  derecho, 
so  cargo  del  cual  prometieron  de  decir  verdad  de  lo  que  supiesen  é  les 
fuese  preguntado. 

En  esta  dicha  cibdad,  en  veinte  é  seis  días  del  dicho  mes  de  S^ 
tíembre  é  del  dicho  afio,  por  ante  mí,  el  dicho  escribano,  pareció  pre- 
sente el  dicho  Alvaro  de  Paz,  en  el  dicho  nombre,  é  presentó  por  testi- 
gos en  la  dicha  razón  á  frey  Marcos  de  Nisa,  fraile  de  la  orden  de  San 
Francisco,  el  cual  puso  la  mano  en  su  pecho  é  prometió,  en  cargo  de  sa 
conciencia,  de  decir  verdad  de  lo  que  supiese  é  le  fuese  preguntado,  é 
ansimismo  presentó  por  testigo  á  Gaspar  Alemán,  vecino  desta  dicha 
cibdad,  del  cual  yo,  el  dicho  escribano,  tomó  é  recibí  juramento  en  fo^ 
ma  debida  de  derecho,  so  cargo  del  cual  prometió  de  decir  verdad  de  lo 
que  supiese  é  le  fuese  preguntado. 

E  lo  que  los  diclios  testigos  ó  cada  uno  dellos  por  sí,  en  sus  dichos 
ó  depusicdones  dijeron  ó  depusieron  es  lo  siguiente: 

Testigo. — El  dicho  Juan  de  Alvarado,  testigo  presentado  por  el 
dicho  Alvaro  de  Paz,  en  el  dicho  nombre,  después  de  haber  jurado  se- 
gún forma  de  derecho,  ó  seyendo  preguntado  por  el  tenor  del  dicho  inte- 
rrogatorio, dijo  lo  siguiente: 

1.  A  la  primera  pregunta,  dijo  que  conosce  á  los  contenidos  en  la 
dicha  pregunta  ó  que  tiene  noticia  de  lo  que  la  pregunta  dice, 

2.  A  la  segunda  pregunta,  dijo  que  la  sabe  como  en  ella  se  contie- 
ne; preguntado  cómo  lo  sabe,  dijo  que  por  queste  testigo  fué  en  la  dicha 
armada  é  vido  hacer  el  alarde  muchas  veces  de  la  gente  ó  caballos  que 
en  ella  iban. 

3.  A  la  tercera  pregunta,  dijo  que  no  la  sabe,  mas  de  oír  decir  á 
muchas  personas,  yendo  por  la  mar,  que  iban  á  la  Especería. 


ALMAOBO  Y  SUS  COMPAÑEROS  69 

4.  A  la  cuarta  pregunta,  dijo  que  lo  que  sabe  dello  es  quel  Adelan- 
io  que  iba  por  capitán  general  de  la  dicha  armada,  quisiera  tomar  [tie- 
i]  más  adelante,  pero  que  por  falta  de  agua  tomaron  la  tierra  lo  más 
9sto  que  pudieron. 

5.  A  la  quinta  pregunta,  dijo  que  lo  que  sabe  dello  es  que  por  falta 
agua  é  por  querer  el  Adelantado  [ir]  más  adelante  por  la  mar,  echaron 
A  mar  sesenta  é  tantos  caballos,  poco  más  ó  menos. 

6.  A  la  sexta  pregunta,  dijo  que  lo  que  sabe  dello  es  que  después 
desembarcado  el  dicho  Adelantado  con  su  gente,  tomó  el  camino  por 

ay  mala  tierra,  por  desviarse  de  Pizarro,  adonde  murió  mucha  gente  é 
eron  aportar  á  donde  la  pregunta  dice,  é  que  no  sabían  á  dónde  iban. 

7.  A  la  setena  pregunta,  dijo  ques  verdad  quel  dicho  Adelantado 
nó  los  dichos  mensajeros  que  la  pregunta  dice,  pero  que  no  sabe  lo 
e  respondió  el  dicho  Diego  de  Almagro. 

8.  A  la  otava  pregunta,  dijo  ques  verdad  que  segunda  vez  el  dicho 
lelantado  invió  los  dichos  mensajeros,  pero  que  no  sabe  aquello  que 
spondió  el  dicho  Diego  de  Almagro. 

9.  A  la  novena  pregunta,  dijo  ques  verdad  lo  que  la  pregunta  dice, 
rque  así  fué  público  en  el  real  del  dicho  Adelantado,  é  queste  testigo 
uve  presente  al  tiempo  quel  dicho  Adelantado  invió  este  mensajero  é 
6  lo  que  le  dijo. 

10.  A  la  décima  pregunta,  dijo  que  lo  que  sabe  es  quel  dicho  Ma- 
cal invió  á  requerir  al  dicho  Adelantado  que  no  estuviese  aUí,  sino 
e  se  fuese  cinco  leguas  de  aUí  á  otra  parte;  é  ques  verdad  quel  dicho 
lelantado,  por  la  mañana  otro  día,  fué  á  hablar  con  el  dicho  Almagro 
.0,  con  un  paje  é  sin  espada,  é  ques  verdad  que  no  llevó  gente  ninguna 
Qsigo. 

11.  A  la  once  pregunta,  dijo  que  lo  que  sabe  dello  es  que  fué  publi- 
que los  dichos  Adelantado  é  Diego  de  Almagro  habían  hecho  compañía, 
jue  un  día,  estando  el  dicho  mariscal  asentado  en  ima  silla,  le  oyó  este 
rtigo  decir  á  su  gente:  cSeflores,  no  os  quejéis,  que  lo  que  es  mío  es 
1  Adelantado,  é  lo  ques  del  Adelantado  es  mío»;  pero  que  no  lo  oyó 
egonar. 

12.  A  la  doce  pregunta,  dijo  que  no  vido  este  testigo  que  la  compa- 
a  pasase  como  lo  había  oído,  é  que  lo  demás  que  no  lo  sabe. 

13.  A  la  trecena  pregunta,  dijo  ques  verdad  lo  que  la  pregunta 
oe,  é  que  si  no  fuera  por  el  dicho  Adelantado  que  la  gente  que  había 


70  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

llevado  se  revolviera  contra  el  dicho  Diego  de  Almagro,  sino  quel  dicho 
Adelantado  decía  muchas  veces  que  los  que  pensasen  menearse  contra 
el  dicho  Diego  de  Almagro,  le  hablan  de  hallar  á  él  delante  en  favor  del 
dicho  Diego  de  Almagro. 

14.  A  la  catorce  pregunta,  dijo  que  nunca  este  testigo  vido  ooea 
ninguna  de  las  que  la  pregunta  dice,  é  ques  verdad  que  no  lo  hizo,  por- 
que si  lo  hiciera,  este  testigo  lo  supiera  ó  viera,  porque  iba  ó  anduvo  en 
su  compafiía:  é  questo  es  la  verdad  é  lo  que  sabe  para  el  juramento 
que  hizo,  ó  firmólo  de  su  nombre. — Juan  de  Alvarado. — (Hay  una  rú- 
brica.) 

Testigo. — El  dicho  don  Gómez  de  Luna,  testigo  presentado  por 
parte  del  dicho  Adelantado,  después  de  haber  jurado  según  forma  de  de- 
recho é  seyendo  preguntado  por  el  tenor  del  dicho  interrogatorio,  dijo 
lo  siguiente: 

1.  A  la  primera  pregunta,  dijo  que  conosce  á  los  en  ella  conteni- 
dos, é  que  tiene  noticia  de  la  dicha  costa  del  Perú. 

2.  A  la  segunda  pregunta,  dijo  que  lo  que  sabe  es  que  salió  el  di- 
cho Adelantado  del  puerto  que  la  pregimta  dice,  con  los  dichos  dies 
navios,  é  que  no  se  le  acuerda  la  gente  que  llevó,  mas  de  que  sabe  que 
pasaron  de  cuatrocientos  hombres  ó  de  doscientos  caballos. 

3.  A  la  tercera  pregunta,  dijo  que  lo  que  sabe  es  que  oyó  dedreste 
testigo  muchas  veces  é  vido  quel  dicho  Adelantado  dio  mandamientos  é 
provisiones  á  los  maestres  ó  pilotos,  en  que  les  mandaba  que  corriesen 
por  un  rumbo,  que  no  so  acuerda  este  testigo  qué  rumbo  fué,  mas  de 
(jue  por  el  rumbo  que  iban  decían  que  no  podían  llegar  á  las  tierras 
del  Perú. 

4.  A  la  cuarta  pregunta,  dijo  que  lo  que  sabe  dello  es  que  andando 
en  la  mar  el  dicho  Adelantado,  mandaba  que  todavía  corriesen  por  la  vía 
que  llevaban,  por  no  llegar  á  la  costa  del  Perú;  é  que  los  maestres  é  pi- 
lotos de  los  navios  lo  dijeron  que  no  tenían  agua,  que  les  convenía  arri- 
bar á  la  costa  del  Perú;  é  que  con  todo  esto  estuvo  forcejando  con  loe 
tiempos  ocho  días,  dando  agua  de  su  galeón  á  los  otros  navios  que  lee  i 
faltaba;  ó  que  viendo  que  no  podían  pasar  adelante,  le  tornaron  á  dedr 
que  arribasen  á  la  costa  del  Perú,  porque  se  les  murían  muchos  caba- 
llos de  sed  é  la  gente  tenía  mucha  necesidad,  por  donde  le  fué  forzado 
arribar  é  arribó  á  la  costa  del  Perú. 

5.  A  la  quinta  pregunta,  dijo  lo  que  dicho  tiene  en  la  pregunta  an- 


ALMAGRO  Y  SUS   COBIPANEBOB 


69 


Á  la  cuarta  pregunta,  dijo  que  lo  que  sabe  dello  es  quel  Adelan* 
jue  iba  por  capitón  general  de  la  dicha  armada,  quisiera  tomar  [tie- 
iá&  adelante,  pero  que  por  falta  de  agua  tomaron  la  tierra  lo  más 
besto  que  pudieron. 

5.  A  la  quinta  pregunta,  dijo  que  lo  que  sabe  dello  es  que  por  falta 

la  é  por  querer  el  Adelantado  [ir]  más  adelante  por  la  mar,  echaron 

aar  sesenta  é  tantos  caballos,  poco  más  ó  menos. 

A  la  sexta  pregunta^  dijo  que  lo  que  sabe  dello  es  que  después 

ibarcado  el  dicho  Adelantado  con  su  gente,  tomó  el  camino  por 

aala  tierra,  por  desviarse  de  Pizarro,  adonde  murió  mucha  gente  é 

aportar  á  donde  la  pregunta  dice,  é  que  no  sabían  á  dónde  iban, 

A  la  setena  pregunta,  dijo  ques  verdad  quel  dicho  Adelantado 

los  dichos  mensajeros  que  la  pregunta  dice^  pero  que  no  sabe  lo 

BSpondió  el  dicho  Diego  de  Almagro, 

A  la  ota  va  pregunta»  dijo  ques  verdad  que  segunda  vez  el  dicho 

itado  invió  los  dichos  mensajeros,  pero  que  no  sabe  aquello  que 

idió  el  dicho  Diego  de  Almagro. 

A  la  novena  pregunta,  dijo  ques  verdad  lo  que  la  pregunta  dice. 

asi  fué  púbhco  en  el  real  del  dicho  Adelantado,  é  queste  testigo 

I  presente  al  tiempo  quel  dicho  Adelantado  invió  este  mensajero  é 

que  le  dijo. 

lo.  A  la  décima  pregunta,  dijo  que  lo  que  sabe  es  quel  dicho  Ma- 

I  invió  á  requerir  al  dicho  Adelantado  que  no  estuviese  ahí»  sino 

fuese  cinco  leguas  de  allí  á  otra  parte;  é  ques  verdad  quel  dicho 

itado,  por  la  mañana  otro  día,  fué  á  hablar  con  el  dicho  Almagro 

ín  un  paje  ó  sin  espada,  é  ques  verdad  que  no  llevó  gente  ninguna 

A  la  once  pregunta,  dijo  que  lo  que  sabe  dello  es  que  fué  públi- 
s  los  dichos  Adelantado  é  Diego  do  Almagro  hablan  hecho  compañía, 
un  día,  estando  el  dicho  mariscal  asentado  en  una  silla,  le  oyó  este 
decir  á  su  gente:  t Señores,  no  os  quejéis,  que  lo  que  es  mío  es 
leían tado,  é  lo  ques  del  Adelantado  es  mío»;  pero  que  no  lo  oyó 
lar. 

A  la  doce  pregunta,  dijo  que  no  vido  este  testigo  que  la  compa- 
como  lo  había  oído,  é  que  lo  demás  que  no  lo  sabe. 
^3^  A  la  trecena  pregunta,  dijo  ques  verdad  lo  que  la  pregunta 
que  si  no  fuera  por  el  dicho  Adelantado  que  la  gente  que  había 


■n 


72  COLECCIÓN  DIE  DOCUMENTOS 

hecho,  é  que  oyó  este  testigo  dedr  á  Luis  de  Moscoso  que  habla  ido  de 
parte  del  mariscal  á  decir  al  Adelantado  que  le  vendiese  los  navios. 

13.  A  la  trece  pregunta  dijo  que  oyó  este  testigo  dedr  al  dicho 
Adelantado  que  porque  se  vía  sin  gente  é  adebdado,  vendía  é  vendió  los 
navios;  é  ques  verdad  que  fué  con  el  dicho  Almagro  de  recibir  la  paga 
á  Jauja,  é  que  sabe  este  testigo  que  si  no  fuera  por  el  Adelantado,  la 
gente  que  había  llevado  é  la  del  dicho  Almagro  tuvieran  muchas  re- 
vueltas, é  quel  dicho  Adelantado  los  apaciguaba. 

14.  A  la  catorce  pregunta  dijo  que  no  le  vido  hacer  dafio  ninguno, 
mas  de  tomar  tamemes  é  de  comer;  é  questo  es  lo  que  sabe  é  la  verdad 
para  el  juramento  que  hizo,  é  no  lo  firmó  porque  dijo  que  no  sabia 
escribir. 

Testigo. — El  dicho  fray  Marcos,  fraile  de  la  orden  de  San  Flrancis- 
co,  testigo  presentado  por  la  parte  del  dicho  Adelantado,  después  de 
haber  prometido  de  decir  verdad  en  cargo  de  su  conciencia,  é  aendo 
preguntado  por  el  tenor  del  dicho  interrogatorio,  dijo  lo  siguiente: 

1.  A  la  primera  pregunta,  dijo  que  conosce  á  los  en  ella  conteni- 
dos, é  que  tiene  noticia  de  la  dicha  costa. 

2.  A  la  segunda  pregunta,  dijo  que  la  sabe  como  en  ella  se  con- 
tiene; preguntado  cómo  lo  sabe,  dijo  que  porque  lo  vido,  é  que  los  caba- 
llos fueron  doscientos  é  veinte  é  tres  caballos. 

3.  A  la  tercera  pregunta,  dijo  que  la  sabe  como  en  ella  se  contie- 
ne; preguntado  cómo  lo  sabe,  dijo  que  porque  se  halló  presente  á  ello 
é  vido  quel  dicho  Adelantado  lo  dio  por  escrito  á  los  pilotos  de  los  di- 
chos navios. 

4.  A  la  cuarta  pregunta,  dijo  que  la  sabe  como  en  ella  se  contie- 
ne; preguntado  cómo  lo  sabe,  dijo  que  porque  fué  este  que  depone  en 
la  dicha  armada,  etc. 

5.  A  la  quinta  pregunta,  dijo  que  dice  lo  que  dicho  tiene,  é  ques 
verdad  que  se  echaron  á  la  mar  los  dichos  caballos. 

6.  A  la  sexta  pregunta,  dijo  que  la  sabe  como  en  ella  se  contiene; 
preguntado  cómo  lo  sabe,  dijo  que  porque  se  halló  presente  á  todo  ello. 

7.  A  la  setena  pregunta,  dijo  que  la  sabe  como  en  ella  se  contiene; 
preguntado  cómo  lo  sabe:  porque  este  mesmo  testigo  fué  el  mensajero, 
é  aun  le  dijo  que  lo  tomaría  preso  é  lo  inviaría  á  Castilla. 

8.  A  la  otava  pregunta,  dijo  que  la  sabe  como  en  ella  se  contiene; 
preguntado  cómo  lo  sabe,  dijo  que  porque  se  halló  presente  á  ello. 


ALMAGRO  Y  SUS  0OMPANEBO8 


73 


9*  A  la  novena  pregunta,  dijo  que  la  sabe  como  en  ella  se  contie- 
ne;  preguntado  cómo  lo  sabe,  dijo  queate  testigo  fué  con  el  dicho  Ade- 
lantado é  lo  vido. 

10.  A  la  decena  pregunta,  dijo  que  lo  sabe  como  en  ella  se  contie- 
ne; preguntado  cómo  lo  sabe»  dijo  que  porque  lo  vido  é  se  halló  presen- 
te á  ello. 

11.  A  la  oncena  pregimta,  dijo  queste  testigo  \ddo  que  los  dichos 
Adelantado  é  Diego  de  Almagro,  ante  los  dichos  escribanos,  hicieron  los 
dichos  conciertos»  é  queste  testigo  vido  cómo  los  dichos  escribanos,  que 

fueron  Domingo  de  ó  Diego  de  Tapia  é  Espinosa  ó  otro  que 

de  su  nombre  no  se  acuerda,  lo  publicaron  é  leyeron,  de  manera  que  los 

^ercustantes  lo  oyeron,  é  que  presentes  estaban  las  trompetas,  é  que  to- 

I  los  españoles  se  regocijaron;  é  oyó  este  testigo  sonar  las  trompetas,  é 

Asimesmo  dijeron  los  escribanos  que  lo  que  tenía  ol  dicho  Almagro 

.  del  Adelantado  ó  lo  que  tenía  el  Adelantado  era  del  diclio  Almagro» 

I  que  todos  lo  supiesen. 

12.  A  la  docena  pregunta,  dijo  que  la  sabe  como  en  ella  se  contie- 
a;  preguntado  cómo  lo  sabe,  dijo  que  porque  vido  que  dende  á  cuatro 

quebrantó  todo  lo  questaba  capitulado. 

13.  A  la  trece  pregunta,  dijo  que  la  sabe  y  es  verdad  como  en  eUa 
I  contiene,  porque  lo  vido, 

14.  A  la  catorcena  pregunta,   dijo  quél  no  sabe  mas  de  quel  dicho 
Jelantado  tomaba  bastimentos  é  tamemes,  é  que  á  niugúu  español  no 

fuerza  ninguna;  é  que  dice  lo  que  dicho  tiene  y  es  la  verdad  por 

promesa  que   hizo,   é  firmólo   de   su   nombre;  ó  que  lo  que  dicho 

fué  público  á  todos  los  españoles   que  habla  en  la  compañía 

b1  dicho  Adelantado   é  del  dicho  Diego  de  Almagro. — Frey  Marcos 

Nisa. 

Testigo. — El  dicho  Gaspar  Alemán,  testigo  presentado  por  parte  del 

icho  Adelantado  don  Pedro  de  Al  varado,  después  de  haber  jurado  se- 

fonna  de  derecho,  é  seyendo  preguntado  por  el  tenor  del  dicho  in- 

errogatorio,  dijo  lo  siguiente: 

1,  A  la  primera  pregimta,  dijo  que  conosce  al  Adelantado  don  Pe- 
de Alvarado  é  al  Mariscal  Diego  de  Almagro,  é  que  no  conoce  al 

icho  Francisco  Pizarro,  gobernador  del  Perú,  é  que  tiene  noticia  de  la 
la  costa  del  Perú,  ó  á  lo  menos  de  parte  della, 

2.  A  la  segunda  pregunta,  dijo  que  la  sabe  como  en  ella  se  con- 


74  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

tiene;  preguntado  cómo  lo  sabe,  dijo  que  porque  fué  este  testigo  en  la 
dicha  armada  con  el  dicho  Adelantado. 

3.  A  la  tercera  pregunta,  dijo  que  lo  que  sabe  es  que  fué  público 
quel  dicho  Adelantado  don  Pedro  de  Alvarado  mandó  á  los  pilotos  de 
los  navios  que  corriesen  por  la  mar  por  vía  que  no  llegasen  á  la  gobeF- 
nación  de  Francisco  Pizarro,  sino  que  tomasen  á  Chincha,  que  era  de 
aquella  parte,  é  que  todos  los  españoles  iban  de  mala  gana,  diciendo 
que  [por]  aquella  cabsa  habían  todos  de  perecer  en  la  mar. 

4.  A  la  cuarta  pregunta,  dijo  que  lo  que  sabe  dello  es  que  á  cabsa 
de  los  tiempos  tan  contrarios  no  llegaron  á  donde  ellos  pensaban,  é 
questo  sabe. 

5.  A  la  quinta  pregunta,  dijo  que  lo  que  desta  pregunta  sabe  ^ 
que  andando  por  la  mar,  por  la  proUjidad  del  viaje,  echaron  á  la  mar 
los  dichos  setenta  caballos  é  aun  más,  é  questo  sabe  desta  pregunta. 

6.  A  la  sexta  pregunta,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  queste  testigo, 
yendo  en  aquella  flota,  por  no  poder  arribar,  saltaron  en  la  tierra  del 
Perú,  é  por  no  ir  donde  estaba  Francisco  Pizarro  atravesaron  una  sierra 
donde  había  tanta  de  la  nieve,  que  [por]  aquella  cabsa  murieron  mudia 
gente,  hasta  que  fueron  á  dar  dondestaba  Diego  de  Almagro,  é  questo 
sabe  de  esta  pregunta. 

7.  A  la  setena  pregunta,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  que,  llegados 
que  fueron  á  donde  estaba  el  dicho  Diego  de  Almagro,  salió  al  dicho 
Adelantado,  estando  presente  este  testigo,  un  alcalde  é  un  escribano  á  ie 
requerir  al  dicho  Adelantado  que  se  saliese  é  se  volviese  por  donde  ha- 
bía venido,  ó  que  lo  demás  contenido  en  la  dicha  pregunta  no  lo  sabe. 

8.  A  la  otava  pregunta,  dijo  que  no  lo  sabe. 

9.  A  la  novena  pregunta,  dijo  que  sabe  lo  contenido  en  la  dicha 
pregunta;  preguntado  cómo  lo  sabe,  dijo  que  porque  se  halló  presente 
á  todo  ello. 

10.  A  la  decena  pregunta,  dijo  que  sabe  todo  lo  contenido  en  U 
dicha  pregunta;  preguntado  cómo  lo  sabe,  dijo  que  porqueste  testigo 
estaba  en  el  dicho  real  al  tiempo  que  pasó  lo  contenido  en  la  dicha 
pregunta. 

11.  A  la  once  pregunta,  dijo  queste  testigo  sabe  que  todo  lo  conte- 
nido en  la  dicha  pregunta  pasó  y  es  verdad,  porqueste  testigo  estaba  al 
presente  en  el  dicho  real,  como  dicho  tiene,  é  vido  leer  la  dicha  compa- 
ñía que  habían  hecho  el  dicho  Adelantado  é  Almagro,  é  que  todos  se 


ALMAQEO  y  BIT8   OOMFANSBOB 


75 


Sfgaban  loa  españoles  por  el  concierto  que  se  había  hecho  ante  los  su- 
chos, é  questo  sabe. 

12.  A  la  docena  pregunta,  dijo  que  lo  que  sabe  della  es  que,  ha- 
biendo pasado  lo  contenido  en  la  pregunta  antes  desta,  el  dicho  Alma* 
gro  se  quitó  fuera  de  lo  que  había  puesto  con  el  dicho  Adelantado  é  que 
después  vido  cómo  le  había  comprado  el  armada  ó  que  á  todo  ello  es- 
tuvo presente,  é  que  lo  demás  contenido  en  la  dicha  pregunta  no  lo 
'  be. 

13.  A  la  trecena  pregunta,  dijo  que  sabe  lo  contenido  en  la  dicha 
uta,  porqueste  testigo,  al  tiempo  que  fué  con  ol  dicho  Almagro  á 

fa,  á  donde  estaba  el  dicho  Francisco  Pizarro,  á  recibir  la  paga,  este 
(Stigo  estaba  en  el  real  y  lo  vido  ir  al  dicho  Adelantado,  como  dicho 
iene,  á  recibir  la  paga. 

14.  A  la  catorce  pregimta,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  que  este 
j^^estigo,  yendo  en  compañía  del  dicho  Adelantado,  para  comer  no  podían 
^■egar  de  á  los  indios  sacarles  la  comida,  mas  que  á  españoles  nunca  vio 
^■Bie  testigo  quel  Adelantado  hiciese  mal  á  ninguno,  y  questo  sabe  y  es 
*la  verdad,  é  lo  que  sabe  para  el  juramento  que  hizo;  y  firmólo  de  su 

nombre. — Gaspar  Alemán, 

(Sigue  la  petición  hecha  por  Alvaro  de  Paz,  en  30  de  Septiembre 
mismo  año,  para  que  el  dicho  señor  alcalde  le  mande  dar  un  trasla- 
en  forma  de  esta  probanza,  y  la  orden  de  éste  al  escribano  para 
le  se  le  extienda. 

Por  último,  Antón  de  Morales,  ©acribano  público,   da  fe  de  haber 
do  ocurrido  tal  y  como  en  esta  probanza  se  contiene.) 


80  de  Novietsbrd  de  1586 

XL  -Caria  dd  licenciado  Pedro  Vázquez ^  juez  de  residencia 
de  Tierra  Jirme,  al  Corneo  de  Indias 

(Archivo  de  Indias,  Patronato,  2-2-2/15) 

Al  Iltmo,  y  muy  magníficos  señores  los  señores  Cardenal  presiden- 
^  y  del  Consejo  de  las  Indias  de  Su  Majestad. 


riustrísimo  y  muy  magníficos  señores: — Dende  Sevilla  hice  saber 
vuestra  ilustrísima  señoría  y  mercedes  el  día  que  tenía  de  hacerme  á 


76 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


la  vela  para  esta  Tierra-firme,  y  ansí  lo  quiso  Dios  que  fuese  y  tanibi< 
que  llegase  á  este  puerto  del  Nombre  de  Dios  el  día  primero  de  Noriei 
bre,  que  fué  día  de  Todos  los  Santos:  fuéme  bien  en  todo  el  viaje,  pues 
plugo  á  Dios  que  yo  y  los  de  mi  casa  llegamos  buenos. 

Lo  que  agora  hay  en  esta  provincia,  que  yo  he  sabido  y  me  he 
formado,  en  el  poco  tiempo  que  ha  que  esto  en  ella,  lo  diré  á  vue8t]*a 
floria  y  mercedes.  Yo  me  he  detenido  en  esta  ciudad  del  Nombre  de 
Dios  desde  el  día  que  he  dicho  que  llegué  á  ella  hasta  hoy,  que  son 
veinte  é  cinco  días;  la  causa  fué  porque  en  este  tiempo  ha  llovido  Di 
tanto  que,  según  me  han  dicho,  no  se  acuerdan  haber  visto  los  di 
tierra  tantas  aguas.  Crecieron  tanto  los  ríos  con  esto,  que  en  el  camii 
que  hay  de  aquí  á  la  ciudad  de  Panamá»  se  han  ahogado  algunas  per- 
sonas y  bestias  en  que  iban  que  llevaban;  otros  se  detenían  en  las  vi 
tas  seis  y  siete  días,  y  como  en  ellas  no  había  mantenimientos  al 
pasaban  necesidad  de  hambre,  y  por  esto,  como  he  dicho,  he 
aquí  detenido  tanto  tiempo,  como  otras  muchas  gentes,  y  por  no  estar 
ocioso  y  porque...  qui  al  gobernador  Barrionuevo  le  comencé  á  tomar 

la  residencia,  aunque ciudad  de  Panamá,  por  no  haberme  ido 

antes  á  presentar  allá, 

A  esta  ciudad  había  venido  pocos  días  antes  un  caballero  que  se 
dice  Juan  de  Berrío  el  cual  venía  del  Perú  de  la  ciudad  de  los  Reyes: 
enviólo  el  gobernador  Pizarro  con  cartas  para  el  gobernador  desta  pro- 
vincia, y  con  su  poder  y  conduta  para  poder  hacer  en  ella  y  en  otras 
islas  gente  de  guerra,  y  también  traía  poder  de  los  oficiales  de  Su  Ma- 
jestad para  obligar  la  hacienda,  y,  si  fuese  menester,  tomar  acá  dinerM 
para  socorrer  la  gente,  que  toda  se  hacía  para  pasar  á  la  gobernación  de 
Almagro.  Supe  del  dicho  Berrío  cómo  todos  los  lugares  de  indios  •! 
gobernación  se  habían  rebelado  y  akado  y  tenían  cercado  á  un  pi. .. .- 
que  se  decía  en  aquellas  partes  el  Cuzco  y  que  dentro  estaban  mucboa 
cristianos,  y  también  me  dijo  cómo  se  sabía  allá  que  Almagro  había  f^ 
sado  adelante  del  Cuzco  y  que  del  no  se  sabía  nueva  cierta,  si  era  í 
to  ó  vivo;  lo  mismo  supe  de  otros  mercaderes  que  de  allá  hablan  vclu'í"^ 
y  dellos  mismos  cómo  todo  esto  y  otras  cosas  más  lo  habían  escripia  y 
hecho  saber  á  Su  Majestad  por  cartas  más  que  duplicadas:  por  eeto; 
porque  lo  que  allá  se  escribió,  será  lo  más  cierto»  no  tengo  más  que 
decir,  sino  que  con  ésta  envío  el  traslado  de  la  conduta  que  este  capí* 


mimmmm 


i^Éífl 


ALXAGBO  T  BUS   COMPAÑEROS 


77 


W 


ra  tiene  de  Pizarro,  para  que  vuestra  señoría  y  mercedes  sepan  en  lo 

lue  acá  se  entiende, 

Dende  á  pocos  días  que  estuve  eu  esta  ciudad,  vinieron  á  ella  cier- 
tos navios  de  Santo  Domingo,  en  los  cuales  venía  un  Diego  de  Fuen- 
mayor,  hermano  del  presidente  de  la  Isla  Española,  al  cual  la  Chancillería 
proveyó  por  capitán  general  para  la  dicha  provincia;  vinieron  con  él  de 

I  la  ciudad  de  Santo  Domingo  trescientos  hombres  con  otros  tantos  caballos; 
Ugunos  d ellos  traían  seis  caballos,  otros  más  y  menos  para  vender,  por- 
Due  ae  vendían  aquí  á  buen  precio;  por  manera  que  había  tantos  caba- 
llos como  hombres,  y  todos  venían  pmveídos  de  armas;  y  éstos  con  los 
jue  en  esta  ciudad  estaban  y  se  habían  recogido  de  las  islas,  serán  nú- 
aero  de  quinientos  hombres  con  otros  tantos  caballos,  que  son  tan  bue- 
ente  y  tan  escogida,  que  creo  no  se  podría  haber  en  estas  partes  otra 
Tnéjar;  é  por  la  provisión  que  Diego  de  Fuenmayor  trae,  paresce  que  man- 
I  que  vaya  él  por  capitiin  de  toda  la  gente  y  que  no  se  divida;  ansí  se  hará 
puesto  queste  otro  capitán  de  Pizarro  se  agravia;  con  ésta  también 
ivío  el  traslado  de  la  pro\nsión  para  que  vuestra  señoría  y  mercedes 
manden  ver.  Yo  entenderé  con  la  mayor  diligencia  que  pudiere  en 
|uesta  gente  se  despache  con  la  mayor  brevedad  que  ser  pueda,  por  la 
lecesidad  que  do  su  socorro  hay;  bastante  es,  según  lo  que  por  todos 
los  paresce*  para  que  acabaran  cualquiera  cosa  que  en  aquellas  partes 
^metieren.  Plega  á  Dios  de  guiallos  y  guardallos  para  que  El  sea  servido. 
En  esta  cibdad  estaban  algunas  personas  que  se  hallaron  en  Veragua 
on  el  gobornailor  Fehpe  Gutiérrez,  de  los  cuales  y  de  algunos  *de  aquí, 
ipe  que  si  no  fueran  socorridos  por  este  pueblo,  perescieran,  como 
hicieron  los  otros,  y  fué  que  de  aquí  se  enviaron  ciertos  barcos  á  este 
porque  se  presumía  lo  que  les  había  acontecido,  y  [en]  ellos  se  vino 
Gutiérrez  con  fasta  sesenta  hombrea,  poco  más  ó  menos,  muy 
ú  parados,  y  luego  se  fué  de  aquí  y  se  pasó  al  Perú.  Do  todo  lo  que 
sucedió  he  sabido  que  por  muchas  vías  lo  han  hecho  saber  á  vuestra 
Bfioría  y  mercedes;  por  esto  no  lo  referiré  aquí.  En  el  principio  desta 
la  causa  por  que  me  he  detenido  aquí,  y  quel  camino  para  Panamá 
86  puede  andar;  he  sabido  el  medio  que  acá  se  da  para  reparo  del, 
cómo  para  esto  el  gobernador  mandó  echar  sisa  en  cada  bota  de 
srma  (iic)  ó  vino  que  á  este  pueblo  viniere,  un  peso  de  oro,  y  por  cada 
clavo  otro  peso,  y  ha  sido  tan  bueno  el  remedio,  que  si  por  él  no 
lese,  en  ningún  tiempo  no  se  podría  andar  este  camino;  y  para  esto 


Pelipe 


^je 


•^8 


COLECCIÓN  DE  DOCUlOljrTOS 


no  paresce  que  hay  licencia  de  Su  Majestad,  y  visto  esto  por  los  m< 
deres,  se  agravian  ante  mí,  puesto  que,  en  la  verdad,  para  ellos  e^  más 
este  remedio,  y  según  lo  que  se  gana  en  sus  mercaderías  no  ea  nada. 
Conviene  que  vuestras  señorías  y  mercedes  manden  enviar  el  remedio 
que  para  esto  convenga,  lo  más  breve  que  ser  pueda,  jiorque  Su  Ma- 
jestad será  muy  í<ervido,  por  ser  tan  nescesario  este  camino  para  todaa 
estas  partes  y  para  excusar  que  no  perezcan  en  él  tantas  gentes  como 
hasta  aquí  han  perescido. 

En  el  tiempo  que  aquí  he  estado,  he  visto  que  conviene  al  servicio 
de  Su  Majestad  y  bien  de  su  hacien<la,  que  vuestras  señorías  y  ména- 
des manden  el  contador  y  fator  que  para  acá  están  proveídos,  que  ven- 
gan lo  más  presto  que  ser  pueda,  porque  los  que  en  él  .  están 
proveídos  no  entienden  en   los  oficios  como  lo  liarían  si  io  viesen  éb 

merced  de,.. .informado  como  este  ahnojarifadgo  ha  crecido  y  se 

ha  aumentado  tanto  como  nunca  estuvo,  y  que  de  cadia  crece  mucha 
cantidad,  suplico  á  vuestra  señoría  y  mercedes  que  en  ello  manden  pro^ 
veer  y  se  les  mande  que  todos  ellos  residan  en  la  ciudad  de  Panainl 
No  puede  ser  la  hacienda  tan  aprovechada,  porque  en  su  ausencia  poíí«i 
f atores  y  éstos  no  se  darán  tanto  por  los  oficios  como  se  darían  por  sui 
dueños;  y  si  con  ellos  se  dispensó  que  residiesen  en  Panamá,  porqut 
esta  ciudad  estaba  y  solía  ser  enferma,  hago  saber  á  vuestra  señoría  y 
mercedes  que  en  los  días  que  en  ella  he  estado,  con  haber  la  geute  de 
guerra  que  he  dicho  y  más  de  otras  doscientas  personas  que  vi'   ■    ' 
ella,  no  he  visto  morir  ni  ha  muerto  ninguna  persona,  ni  en  ♦ 
diez  enfermos;  parescerá  esto  mucho,  según  la  fama  tenía  este  poebto 
de  lo  oontrario,  y  los  que  viven  en  él  lo  tienen  por  muy  sano.  Al  pst 
senté,  no  hay  otra  cosa  que  sea  menester  hacerlo  sal>er  ti  vnestju  aeOndi 
y  mercedes;  lo  que  hay  y  lo  que  fuere  lo  haré  saber  más  largo  á  vtwiíi»  ^ 
señoría  y  mercedes  todas  las  veces  que  hobiere  aparejo  para  ello;  y  puw 
yo  vine  á  estas  partes  con  tanta  intención  de  servir  á  Su  Majestad,  sufJici 
á  vuestra  ilustrísima  señoría  y  mercedes  que  tengan   de  mi  mean 
para  enviarme  muchas  veces  á  mandar  en  que  sirva  á  Su   ^'-^ 
en  otras  particulares  cosas  que  haya  para  servicio  de  vuestr:. 
mercedes;    cuya  muy  ilustrísima  persona  y  bienaventtiroda  vidí  if 
vuestra  señoría  y  la  muy  magnífica  de  vuestras  mercedes,  Nu^tx^i  ^  ' 
acreciente  y  prospere  en  mayor  estado,  como  vuestra  señoría  y  meaTMi- 
lo  merecen  y  desean.  Desta  ciudad  y  puerto  del  Nombre  fie  DJrd.  ^<^ 


--      ■■■■-■ 


jl^ 


mo  Y  8U8   COMPAÑEROS 


79 


de  Noviembre  de  mil  quinientos  treinta  y  seis  afios.^Ilustríaimo 
muy  magníficos  señores,  besa  las  manos  y  pies  de  vuestra  Iltma,  y 
mercedes. — El  licenciado  Pedro  Váxqupj:.-4llRy  una  rúbrica.) 

20  de  Abril  de  1597 

XII. — Información  hecha  por  don  Diego  de  Almagro^ 
Addantado  del  Cusco,  contra  Hernando  Pi^sarro 

(Archivo  de  Indias,  Patronato,  1-4-1,6) 


En  la  ciudad  del  Cuzco,  de  la  nueva  Toledo,  á  veinte  días  del  mes 
Abril,  año  del  nascimiento  de  Nuestro  Salvador  Jesucristo  de  mili  é 
"quinientos  é  treinta  é  siete  aí^os,  el  muy  magnífico  señor  el  Adelantado 
don  Diego  de  Almagro,  gobernador  por  Sus  Majestades  de  la  dicha  pro- 
vincia, por  ante  mí  el  escribano  yuso  escrito,  dijo:  que  por  cuanto  es 
público  é  notorio  que  Hernando  Pizarro,  con  poco  temor  de  Dios  é  en 
menosprecio  de  la  justicia,  como  hombre  que  gobernaba  tiránicamente 
por  su  propia  autoridad,  so  color  que  tenía  poder  del  señor  gobernador 
don  Francisco  PizaiTO,  habiendo  quebrado  la  vara  de  la  justicia  é  di- 
Mistiéndose  del  en  el  cabildo  desta  ciudad;  mañas,  fuerzas  é  opresiones 
que  hacía  con  unos  é  remisión  que  con  otros  delincuentes  que  tenía, 
quien  era  parcial,  para  que  le  sustentasen  la  dicíia  tiranía;  teniendo 
>ticia  el  dicho  Hernando  Pizarro  quel  dicho  gobernador  venía  á 
iplir  lo  que  Su  Majestad  le  mandaba  é  á  ser  recibido  por  goberna- 
Or  é  capitán  general  desta  tierra,  cuyas  provisiones  é  capitulación  el 
Hernando  Pizarro  había  traído  é  pedido  en  nombre  del  dicho 
ior  gobernador,  por  do  le  constaba  claramente  de  su  derecho,  por 
3or  que  tuvo  que  la  dicha  tiranía  é  violenta  posesión  de  la  jurisdic* 
in  que  usaba  no  se  supiese,  juntamente  con  otros  muchos  delitos  que 
\  así  en  el  alzar  el  Inga  desta  ciudad  é  señor  de  la  tierra  con  todos 
naturales  della,  por  el  mucho  oro  é  plata  que  le  tomó  é  prisiones 
le  liizo  é  temores  que  le  puso  para  que  se  le  diesen,  como  porque 
senterró  mucho  oro,  no  le  pertenesciendo,  é  tomó  mucha  cantidad 
lo  á  los  anaconaa  é  ingas  que  venían  de  paz  é  no  los  quería  rescibir 
otra  manera,  como  por  las  muchas  palabras  contra  Su  Majestad  en 
desacato  dijo,  é  otras  muclias  feas  é  injuriosas  contra  los  de  su 


80 


COLECCIÓN  OB  DOCUMENTOS 


Real  Consejo^  é  por  loa  palos,  bofetones  é  espaldarazos  que  á  muchoi] 
vecinos  dio»  é  cuchilladas  en  la  iglesia^  é afrentas  é  injurian  é  deshonras] 
que  dijo  á  otros  por  palabra,  ó  porque  dijo  que  las  mercedes  que  Su  I 
Majestad  hacía  á  hombres  de  Indias  era  tomarles  la  mitad  de  lo  qno  I 
llevaban,  ó  quería  más  un  maravedí  que  al  Rey  ni  al  Papa;  que  por  su  ] 
persona  le  habían  de  hacer  honra,  é  no  por  el  cargo;  é  que  los  del  Con- 
sejo cohechaban  é  no  sabían  lo  que  proveían;  é  que  en  todos  ellos  no  I 
había  un  bueno,  sino  sólo  uno;  é  porque^  habiendo  sentenciado  á  muerte 
é  perdimiento  de  bienes  por  tres  indios  que  mató  sin  causa,  Diego  fio-j 
ílríguez,  marinero,  porque  jugase  con  él  le  revocó  la  sentencia,  so  cierta  I 

color;  é  porque  mandó  dar  de  palos  á  Villanueva....... ó  prendió  i] 

loe  que  impidieron  que  no  se  los  diesen;  Ó  porque  provocó,  por  pasión  1 
que  tenia  por  el  tesorero  Alonso  Riquelme,  ó  que  lo  apedreasen,  é  lo  dijo  | 
ai  pueblo  públicamente;  é  porquel  hijo  mayor  de  Latabalica,  sefior  que] 
fué  desta  tierra,  le  liacía  traer  liierba  para  su  caballo,  por  se  hacer  temer] 
ó  adorar  de  los  indios,  porque  le  diosen  mucho  oro  ó  plata;  é  por  kl 
parcialidad  que  tuvo  en  el  servicio  que  á  Su  Majestad  se  hacia,  diahj 
mulando  coü  sus  amigos  é  agraviando  á  las  personas  con  quien  tenlAl 
pasión,  é  haciendo  pagar  por  fuerza  lo  que  se  jugaba  á  los  naipes;  é  porJ 
otros  muchos  delitos  muy  atroces  é  gravísimos  que  el  dicho  Hem&Qda| 
Pizarro  cometió,  por  permanecer  en  ellos  y  en  la  dicha  su  tiranía 
juntar  hga  é  monipodio  de  indios  é  espafioles  para  resistir  al  dicii(p| 
señor  gobernador,  que  no  fuese  rescibido  por  las  provisiones  realeii,  | 
bhcando  colores  y  entendimientos  ajenos  de  lo  que  contenía  é  calkoxfo| 
la  verdad  que  tan  notoriamente  sabía;  é  no  contento  con  esto,  sabieodoj 
quel  dicho  sefior  gobernador  trataría  paces  con  el  dicho  Inga, 
una  carta  diciendo  quel  dicho  señor  gobernador  no  le  eagaflasd.  j 
que  no  había  de  haber  otro  gobernador  sino  don  Francisoo 
é  él  en  su  nombre;  é  porque  su  señoría  había  ido  á  verse  con  el  dtdí] 
Inga  á  Yucay,  é  dejando  en  el  pueblo  de  Urcos  á  Juan  de  Saarda  j 
por  flu  capitán,  con  la  mitad  de  su  gente,  salió  el  dicho  Hemand  ] 
con  mano  armada  é  muchos  españoles,  declarando  que  los  iba  á  i 
ó  prender,  ó  de  hecho  lo  hiciera,  como  lo  intentó,  ai  en  el  dicha  Ja 
de  Saavedra  no  hallara  resistencia  ó  providencia  para  donde 
quel  dicho  señor  gobernador,  con  los  dichos  españoles  é  indios,  i  I 
cuales  tenia  industriados  de  la  forma  que  habían  de  mandar  Uá  j 
para  matar  los  caballos  al  dicho  señor  gobernador  é  su  gente, 


ALMAGBO  T   6Ü8   C0HPÁNSE08 


81 


por  la  ciudad  del  Cuzco,  quieta  é  pacíficamente;  habiéndolo  de 
rescibir  como  tal  gobernador,  mandé  repicar  las  campanas  ó  dar  grita 
contra  él  á  los  indios,  é  salió  con  toda  la  gente  que  traía  armada  al 
campo  para  le  resistir  la  entrada  de  la  dicha  ciudad,  é  á  le  ofender  si 
pudiera,  é  teniendo  apercibido  á  Villacastín,  alcalde  ordinario  que  era 
desta  ciudad,  que  le  matase  con  una  ballesta,  é  Valdivieso,  regidor,  para 
que  cuando  entrase  en  cabildo  á  presentar  las  provisiones,  le  diese  de 
puñaladas,  como  ellos  lo  dijeron  é  publicaron;  hizo  estar  al  dicho  señor 
gobernador  en  un  barrial,  aposentado  al  agua  é  nieve,  ó  sin  comer  los 
españoles  é  caballos;  é  porque  el  dicho  seOor  gobernador  se  entró  á  re- 
é  aposentar  en  la  dicha  ciudad,  para  que  se  viesen  las  dichas 
^visione8  que  por  su  procurador  tenía  presentadas,  estando  requerido 
dicho  Hernando  Pizarro  é  el  dicho  cabildo  que  deshiciese  la  gente  é 
hobiese  alboroto  ui  escándalo,  en  lo  que  Su  Majestad  mandaba,  con 
protestaciones  que  se  requerían,  el  dicho  Hernando  Pizarro,  tenien- 
mucha  gente  junta,  mandó  repicar  las  campanas  é  salir  contra  el 
ího  señor  gobernador  é  contra  la  bandera  real  de  Su  Majestad,  ó  hizo 
ito  alboroto  que  debiera  de  perder  la  tierra,  do  mmieron  dos  hombros 
hirieron  otros  muchos  por  su  mando;  é  queriéndole  prender  por 
ios  dichos  dehtos,  se  retrujo  con  muchos  indios  á  se  hacer  fuerte  en 
casas  del  dicho  señor  gobernador,  donde  estaba  aposentado;  ó  des- 
'^ués  de  preso  ha  dicho  é  consentido  decir  que  antes  de  cuatro  meses 
íharía  al  dicho  señor  gobernador  de  la  tierra^  por  fuerza  de  armas;  en 
lo  lo  cual  el  dicho  Hernando  Pizarro,  cometió  dehto  crimen  lesm 
\e$iati$  é  otros  delitos  feos  é  atrocísimos;  para  averiguación  de  los 
cuales  é  proceder  csontra  el  dicho  Hernando  Pizarro  conforme  á  justicia, 
dijo  que  quería  hacer  su  información  secreta  y  examinar  los  testigos 
por  el  siguiente  interrogatorio: 

Por  las  preguntas  siguientes  sean  preguntados  los  testigos  en  la  in- 
lormación  que  se  toma  contra  el  dicho  Hernando  Pizarro  sobre  los  deli< 
ios  que  ha  hecho  é  crimen  lesee  majestaiü, 

1.  Primeramente  sean  preguntados  si  conocen  al  dicho  Hernando 

é  si  saben  que  él,  en  nombre  del  dicho  señor  gobernador  don 

de  Almagro,  capituló  con  Su  Majestad  la  gobernación  é  capiía* 

general  de  la  Nueva  Toledo  ó  le  trajo  las  provisiones  para  se  las 

itregar. 

2^tem;  si  saben,  creen  ó  sospechan  que  el  dicho  Hernando  Pizarro 


82 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


como  hombre  que  trajo  las  provisiones  reales  al  dicho  señor  Adelantada 
de  su  goberaa^íiÓD,  sabía  questa  ciudad  del  Cuzco  estaba  en  la  goberoa 
ción  del  dicho  señor  Adelantado,  ó  porque  el  Inca,  quea  señor  de 
esta  tierra,  residía  en  ella  é  es  muy  rico  de  mucho  oro  é  plata,  é  el  dicho 
Hernando  Pizarro  se  vino  á  esta  ciudad  del  Cuzco  por  poder  pedir  é 
sacar  é  que  pidió  é  sacó  mucha  cantidad  de  oro  é  plata  al  rlieho 
¿ntes  quel  dicho  señor  gobernador  viniese  á  ella. 

3,  ítem:  si  saben,  etc.,  que  al  tiempo  que  el  dicho  Hernando  Pizírrtí 
llegó  á  esta  ciudad,  el  dicho  cacique  Inca  estaba  preso,  que  le  tenía  pneso 
el  capitán  Juan  Pizarro,  é  que  el  mismo  día  quel  dicho  Hernando  Piza 
rro  llegó  á  esta  ciudad,  lo  mandó  soltar  é  soltó  luego  sin  ver  el  proceso 
que  contra  el  dicho  cacique  estaba  hecho,  ni  saber  si  la  dicha  prisiótt 
era  justa  ó  injusta,  é  que  lo  susodicho  hizo  porque  el  dicho  cacique  te 
conociese  y  tuviese  por  señor  é  por  le  sacar  mucha  cantidatl  de  oro,  la 
cual  le  pidió;  é  para  más  le  granjear,  le  hizo  banquetes  é  se  fué  el  dicho 
Hernando  Pizarro  á  comer  á  su  casa  del  didio  cacique  dos  ó  tres  v^oe^ 
é  si  saben  que  después  de  lo  susodicho,  porque  el  dicho  Inca  no  daba 
el  dicho  oro  al  dicho  Hernando  Pizarro,  le  tornó  á  prender,  é  teniéndote 
preso  le  Mzo  muchas  amenazas,  diciendo  que  tenía  ascondido  á  su  h«r 
mano  Paulo,  é  que  si  no  le  daba  mucha  cantidad  de  oro^  que  lo  babk 
de  quemar;  é  si  saben  que  el  dicho  Inca,  de  atemorizado  é  porque  el  # 
cho  Hernando  Pizarro  no  le  matase,  le  prometió  ó  dijo  que  le  darla  m 
ffuainacabo  de  oro  con  sus  tripas;  é  si  saben  quel  dicho  giiainacah  m 
un  buen  bulto  de  oro  macizo  del  padre  de  dicho  Inca  que  se  llamak 
Guainacaha. 

4.  ítem:  sí  saben  quel  dicho  Hernando  Pizarro  trujo  poderes  tó 
gobernador  don  Francisco  Pizarro,  su  hermano,  para  ser  teniente  d^ 
ciudad,  ó  que  los  presentó  en  el  cabildo  desta  ciudad,  por  el  cual 
rescibido;  é  si  saben  que  después  de  rescibido,  usó  dos  ó  tres  mi 
dicho  oficio  é  se  eximió  de  los  poderes  que  trajo  para  usallo  é 
la  vara;  é  si  saben  que  después  de  haberse  eximido  en  el  cabildo 
dicho  poder,  tornó  á  usar  del  dicho  oficio,  sin  lo  poder  liacer;  é  que 
é  después  de  haberse  eximido,  dio  muchas  sentencias  civiles  é 
les  para  las  cuales  nunca  tomó  ni  trujo  la  vara  real  de  Su  Majestad,  ooíb^ 
era  obligado  á  traer;  é  que  la  dejaba  é  dejó  traer  por  menosp 
teniendo  su  persona  en  mucho  ó  la  dicha  vara  reaJ  en  poco;  é  si  »1 
que  el  dicho  oficio  de  justicia  no  le  usaría  bien  ni  derechamente 


Jk 


ÁJMXQ-RO  y  8ÜB  COMPAÍTEEOS 


83 


era  obligado,  porque  á  unos  no  quería  oir  diciendo  que  no  era  teniente, 
é  que  se  había  eximido,  é  otras  veces  decía  que  no  lo  quería  usar;  por 
manera  que  no  quería  usar  ni  usaba  el  oficio  sino  en  aquellos  casos  que 
á  él  se  le  antojaba  é  no  en  más. 

5.  ítem:  si  saben  que,  usando  el  dicho  oficio  de  teniente  de  gober- 
3T  por  su  propia  autoridad,  sin  tener  ningún  poder  para  lo  poder 
r,  para  mejor  poder  tiranizar  é  para  quo  fuese  temido,  maltrató  á 

muchas  personas,  especialmente  á  Mesa  ú  á  Navarro,  que  le  dio  de  cocea 
é  de  repelones,  é  íU  tesorero  trató  mal  de  palabra  é  dijo  al  pueblo  que 
5r  qu(5  no  le  apedreaban;  é  asimismo  deshonró  de  palabra  al  capitán 
>iel  de  Rojas,  é  Valfüvieso;  é  si  saben  quo  ciertos  criados  del  dicho 
temando  PizaiTo  dieron  muchos  palos  en  mitad  del  día  é  públicamente 
i  Ortiz,  los  cuales  dichos  palos  le  dieron  por  mandado  del  dicho  Her- 
ido Pizarro»  porque  se  echaba  el  dicho  Ortiz  con  una  india  suya;  é  si 
'  saben  que  asimismo  el  dicho  Hernando  Pizarro  mandó  dar  de  palos  á 
fillanueva  porque  se  echaba  con  una  india  del  dicho  Hernando  Pizarro; 
f  8Í  saben  que  los  diclios  delitos  imnca  fueron  castigados,  porque  los 
alcaldes»  por  ser  cosa  que  tocaba  al  dicho  Hernando  Pizarro»  no  le  osaban 
castigar,  ni  el  dicho  Hernando  Pizarro  quería  que  se  castigase  por  ha- 
Brío  él  mandado,  antes  decían  que  eran  unos  bellacos  sus  criados  que 
habían  castigado  aquello  como  se  había  de  castigar. 

6.  ítem:  si  saben  que  menospreciando  el  dicho  cargo  de  justicia  que 
tiranamente,  dijo  palabras  de  desacato  contra  Su  Majestad,  di- 
ado que  no  se  le  daba  dos  maravedís  por  el  Rey  ni  por  el  Papa,  ni 

hombro  (\ue  le  habían  de  hacer  honra  por  el  cargo  sino  por  su  per* 
é  que  las  mercedes  que  el  Rey  hacía  á  los  que  servían  en  Indias, 
tra  tomalles  la  mitad  de  lo  que  llevaban;  ó  si  saben  que  tenía  por  afrenta 
que  1©  llamasen  teniente  é  que  nunca  consintió  que  en  ningund  auto 
judicial  ni  extrajudicial  se  le  llamase,  usando  como  usaba  el  dicho  ofi- 
©0,  sino  que  de  su  propia  autoridad  ó  tiránicamente  quería  usar  é  usa- 
1^^;  é  si  saben  que  muerto  el  capitán  Juan  Pizarro»  teniente  de  capitán 
leral  que  era  en  esta  ciudad  del  dicho  Hernando  Pizarro,  se  metió  en 
uso  é  ejercicio  de  la  dicha  capitanía  é  la  usó  é  ejerció  hasta  agora,  sin 
ler  poder  ni  facultad  del  gobernador  para  ello,  ni  sin  haber  dado  la 
•dad  poder  para  lo  usar  é  ejercer,  como  fuera  razón  que  se  le  diera  é 
I  lo  pidiera  á  la  dicha  ciudad,  por  ausencia  del  dicho  gobernador  don 
mchco  Pizarro. 


OOLEOCIÓN  DB  DOCUMENTOS 


7.  ítem:  si  saben  que  asimismo  puso  lengua  en  los  señorea  del  O 
sejo  de  las  Indias  de  Su  Majestad,  diciendo  que  cohechaban  é  robabí 
é  que  eran  parciales,  é  que  uno  dellos  le  pidió  cuatro  miJl  pesos  é 
un  vaso  de  oro,  é  que  no  sabían  lo  que  se  proveían,  é  que  si  ú  Terr&z&s 
daban  gobernación  era  por  hacer  desatinos,  é  que  en  todo  el  Consejo 
las  Indias»  no  había  un  solo  bueno;  digan  lo  que  saben,  etc. 

8-  Itera:  ai  saben  que  usaba  de  los  dichos  cargos  tiránicamente,  aan 
nazando  ó  apremiando  á  muchos  indios  principales,  así   quemándoloij 
como  haciéndolos  otros  malos  tratamientos  por  les  sacar  oro  é  plata;  é  q 
al  cacique  Inga  le  puso  tantos  temores  é  miedos  por  le  robar  é  sacar  ora,' 
que  el  dicho  Inga  tuvo  miedo  que  el  dicho  Hernando  Pizarro  le  habí* 
de  quemar,  é  andaba  buscando  amigos  é  personas  que  le  hablasen  il^ 
dicho  Hernando  Pizarro,  que  le  rogase  que  le  ahorcasen,  é  que  oo 
quemasen  ni  echasen  á  los  perros,  etc. 

9,  ítem:  si  saben,  etc.,  que  el  dicho  Hernando  Pizarro   pi 
dicho  cacique  luga  porque  no  le  quería  dar  oro,  levantan  do  ^_  ^^^ 
dicho  Inga  t^nía  escondido  á  su  hermano  Paulo;  ó  quel   diclio  Pi 
tenia  hecha  cerca  desta  ciudad,  juntada  gente  para  hacer  guerra  a  ! 
cristianos;  é  si  saben  quel  dicho  Hernando  Pizarro,  por  lo  que 
personas  particulares  le  dijeron  é  porque  el  dicho  Inga  le    ^^ 
cha  cantidad  de  oro^  le  soltó,  especialmente  porque  le  mai 
de  Guainacaba,,  que  es  el  bulto  del  padre  del  dicho  Inga,  al  propb 
del  tamaño  que  era  el  dicho  su  padre,  todo  de  oro  macizo;  é  si 
que  desde  á  pocos  días  que  soltaron  al  dicho  cacique,  de  mal 
atemorizado  é  por  no  poder  cumplii-  la  cantidad  de  oro  que  Feí 
Pizarro  le  había  pedido,  se  fué  huyendo  desta  ciudad,  é  después 
se  fué  tras  él  Alonso  García,  é  le  alcanzó  diez  leguas  desta  citidaí^' 
dijo  que  por  qué  se  iba,  y  el  dicho  Inga  le  respondió  que  iba  á  í^u 
oro  para  Hernando  Pizarro,  porque  no  lo  tenía  para  se  lo  d?^^  ^ 
hizo  ningún  mal  al  dicho  García;  ó  si  saben  que  ido  el  dicii^ 
ciudad,  el  dicho  Hernando  Pizarro  escomenzó  á  hacer  é  hizo 
le  requerir  é  amonestar  que  viniese  á  la  paz,  como  8a  M 
mandaba  y  el  dicho  Hernando  Pizarro  era  obligado  á  lo  har^- 

10.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  de  estar  alzada  la  tierra  •. 
esta  parte,  ó  de  guerra  como  lo  está,  Su  Majestad  ó  los  veciDO^ 
é  habitantes  que  viven  é  residen  en  estos  reinos  é  gobemacioud 
Nueva  Castilla  é  del  Nuevo  Reino  de  Toledo,  han  perdiü 


» gu^l 


PfM 


ALMAGRO   Y  8üS  COMPAÑEROS 


85 


de  maravedís  é  pesos  de  oro  que  se  hobieran  habido,  así  de  res- 
ites  como  de  servicio  de  los  caciques,  que  hubieran  dado  á  sus  amos 
como  sacado  de  las  minas,  de  lo  cual  Su  Majestad  ha  perdido  é  sus 
rentas  reales  más  de  doscientos  mili  ducados  de  sus  reales  quintos. 

11.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  estando  alzado  el  dicho  luga  é  toda  la 
nerra  de  guerra  é  habiendo  venido  á  quemar  é  quemado  esta  ciudad  é 
puesto  real  sobre  ella  muchos  días  é  hecho  mucha  guerra  á  los  cris- 
tianos, era  razón  que  el  dicho  Hernando  Pizarro,  que  á  los  indios  ami^ 
g09  que  estaban  en  esta  ciudad  sirviendo  á  Su  Majestad  é  ayudando  á 
los  cristianos,  les  hiciera  buenas  obras  ó  diera  algunas  joyas;  é  si  saben 

|ue  en  lugar  de  hacer  lo  susodicho,  el  dicho  Hernando  Pizarro  les  pedía 

ibuto  de  oro,  lo  cual  le  daban  cada  mes,  por  peso,  cierta  cantidad  cada 

io,  é  si  algún  indio  quería  venir  é  venía  [á]  servir  al  Rey  é  á  juntarse 

>n  los  dichos  cristianos  para  hacer  la  guerra,  no  le  quería  recibir  sin 

ae  le  diesen  cierta  cantidad  de  oro, 

12.  ítem;  si  saben,  etc.,  que  usando  la  dicha  tiranía  é  continuándola, 
irpando  la  suprema  de  Su  Majestad,  pidió  cierta  cantidad  de  oro  & 

anaconas  desta  ciudad  que  estaban  en  ayuda  de  los  españoles,  por 
cuales  se  sostenía  «5  sostuvo  la  tierra»  é  se  lo  llevó  á  manera  de  tri- 
jto  é  servicio;  digan  lo  que  saben,  etc. 

13.  Ítem:  si  saben,  etc.,  que  hizo  muchas  cosas  muy  feas  é  mal 
:  é  contra  toda  justicia,  é  como  hombre  que  tiranizaba  é  gober- 

iba  sin  temor  de  Dios  ni  del  Rey,  entre  las  cuales  una  della?,  por  una 

muy  Uviana,  sacó  de  la  iglesia  á  Tomás  Vázquez  é  le  dio  una 

ichÜIada  en  la  cabeza,  estando  dentro  en  la  dicha  iglesia;  é  si  saben 

jne  dio  indios  en  repartimiento  á  Alonso  García,  siendo  un  hombre  de 

Jdada,  porque  dio  de  palos  á  Ortiz  é  los  quiso  dar  aún  á  Villanueva. 

14.  ítem:  si  8al>en  que  estando  el  capitán  Grabiel  de  Rojas  mal 
el  dicho  Hernando  Pizarro,  Lucas  Martínez,  vecino  desta  ciudad,  se 

^travesó  en  palabras  con  el  dicho  capitán,  ó  que  el  dicho  Hernando  Piza- 

|^!»o,  por  se  vengar  ó  para  afrentar  al  dicho  capitán,  é  dio  favor  é  avilantez 

I  dicho  Lucas  Martínez  para  que  hiriese  ó  matase  al  dicho  capitán;  ó  quel 

oho  Lucas  Mai-tínez,  con  favor  del  dicho  Hernando  Pizarro  é  de  Gonzalo 

^arro,  su  hermano,  sahó  un  día  á  la  plaza  ó  echó  mano  á  una  espada 

*ta  herir  ó  matar  al  dicho  capitán,  siendo  alcalde,  como  lo  era  el  dicho 

*pitán,  é  trayendo  como  traía  la  vara  de  Su  Majestad  en  su  mano;  é  si 

quel  dicho  alcalde  é  capitán  quejó  del  dicho  Lucas  Martínez,  é 


86 


COLBOCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


quel  dicho  Hernando  Pízarro,  por  cumplir  con  él,  pues  lo  él  maadó 
echar  en  la  cárcel»  é  questando  el  pleito  conduso,  lo  soltó  sin  seutan 
ciallo  ni  hacer  ningún  castigo  sobrello;  é  qae  dijo  en  presencia  de  nm 
clias  personas  que  el  dicho  Lucas  Martínez  era  muchacho,  é  lo  había 
hecho  muy  niinmente  en  no  liaber  muerto  al  dicho  alcalde,  é  no  habelle 
muerto  al  dicho  alcalde,  é  no  habelle  herido  malamente,  dando  á  enten- 
der que  lo  habla  mandado  al  dicho  Lucas  Martínez  á  hacer  lo  qu©  biso. 

15.  ítem:  si  saben,  etc,  que  usando  el  dicho  Hernando  Píxarro  do 
su  tiranía  ó  porque  le  tu\iesen  é  se  hiciese  lo  que  él  quisiese,  dijo 
muchas  veces  palabras  muy  injuriosas  contra  los  alcaldes  é  regidores, 
diciendo  que  si  el  cabildo  desta  ciudad  le  fuese  á  la  mano  en  algima 
cosa  dellas  quel  quisiese  hacer,  que  les  daría  de  palos;  ó  otras  veces  dij<) 
que  daría  á  los  alcaldes  é  regidores  que  le  besasen  en  el  culo;  é  si  sabeo 
que  porque  Diego  Méndez  é  Pedido  del  Barco  dieron  sus  parosceres  «n 
el  cabildo  cuando  Hernando  Pizarro  quiso  enviar  la  gente  á  Uanwx, 
el  dicho  Hernando  Pizarro  les  quitó  las  capitanías  de  la  gente  de  p$ 
questaban  á  su  cargo,  porque  el  parescer  que  dieron  fué  contra  lo  qná 
dicho  Hernando  Pizarro  quería  hacer;  é  si  saben  quel  parescer  que  1» 
susodichos  dieron  era  muy  bueno,  é  en  él  se  conformaron  con  lo  qae 
todo  el  cabildo  tenia  acordado;  é  si  saben  que  Alonso  de  Alba,  sevendd 
escribano  público  desta  ciudad  é  del  Concejo  della,  le  quitó  el  oficio  sin 
haber  causa  para  ello,  mas  de  no  hacer  lo  que  el  dicho  Hernando  Pizarra 
quería  que  hiciese  contra  su  oficio;  é  si  saben  que  á  Jnau  Kodngüíi 
Barragán,  siendo  escribano  púbüco  desta  ciudad,  porque  no  le  ari^i  d« 
una  probanza  que  don  Alonso  Enríquez  liacía  ante  él,  le  trai»)  mssj 
mal  é  le  quiso  quitar  el  oficio. 

16.  Ítem:  si  saben  que  teniendo  en  esta  ciudad  á  Villaoma  c  ha- 
biéndose ido  della  el  cacique  Inga,  dejó  ir  al  dicho  ViUaoma  é  le  innó 
porque  le  dio  mucho  oro  é  le  prometió  un  guainacaha  con  tripas;  é  i 
saben  que  con  la  dicha  salida  del  dicho  \^illaoma  la  dicha  guem  »!► 
vantó  é  hizo  muy  cruda  á  los  cristianos;  é  si  saben  é  creen  que 
dicho  Villaoma  estuviera  en  esta  ciudad,  no  se  akara  In  tierra,  6 
alzaran  no  hobiera  llegado  á  estar  tan  dañada  como  está,  por  ser  é 
cho  Vülaoma  como  la  segunda  persona  deste  reino  ó  el  mas 
hombre  é  mejor  capitán  que  el  Inga  tiene» 

17.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  el  dicho  Hernando  Pixai'ro  ha 
en  esta  ciudad  mucha  cantidad  de  oro,  así  de  sepultmras  é  otrofi 


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ALMAGRO  Y   8ÜS    COHPANEEOS 


87 


Tramientos  que  él  con  sus  indios  ha  hecho  buscar,  coroo  por  habérselo 
dado  algunos  indios  principales,  siendo  apremiados  para  ello  con  malos 
tratamientos  quel  dicho  Henmndo  Pizarro  les  hizo;  é  si  saben  que  en 
esta  ciudad,  en  poder  de  Alonso  Riquelme,  tesorero  de  Su  Majestad, 
está  una  cédula  del  Rey  en  que  por  ella  manda  Su  Majestad  que  todo 
el  oro  que  en  esta  ciudad  se  hobiere  de  los  señores  pasados  ó  enterra- 
p. Rentos,  se  aplique  para  su  cámara;  é  que  constando  la  dicha  cédula  al 
licho  Hernando  Pizarro  ó  viendo  que  todo  el  oro  que  él  ha  habido  per- 
tenecía á  Su  Majestad»  tomó  por  remedio  de  publicar  á  publicó  que  el 
Inga  se  lo  daba. 

18.  ítem:  si  saben,  etc.»  que  demás  de  las  dichas  tiramas  ó  fuerzas 
í^  opresiones  é  robos  fechos  contra  Su  Majestad,  hizo  fuerzas  de  tomar 

de  bienes  á  vecinos  é  personas  particulares  desta  ciudad,  tomándolos 
para  sí,  como  fué  á  Espinosa,  de  ciertos  cántaros  de  oro  é  plata  que  sa- 
caron él  é  maestre  Juan  en  un  enterramiento,  é  al  capitán  Hernando 
Ponce  de  un  cántai-o  de  oro  ó  cierta  plata  que  sacó  de  otros  enterra- 
mientos, 

19.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  en  el  servicio  que  en  nombre  de 
Majestad  pidió  á  los  vecinos  desta  ciudad,  ñió  muy  parcial  ó  no 

llevó  nada  á  sus  amigos  é  criados,  ó  muy  poca  cosa;  á  otras  personas  con 
qnien  tenia  pasión,  llevaba  excesivamente,  ó  aun  después  de  les  haber 
impuesto  el  dicho  ser\acio  é  señalada  la  cantidad  que  habían  de  dar,  por 
pasión  particular,  pedia  é  tomaba  más  de  lo  que  le  habían  dado, 
hizo  con  Hernando  de  Villanueva;  é  que  habiendo  dado  dos  mili 
do  oro  en  la  fundición  del  año  pasado,  le  tornó  á  imponer  otros 
inieutos  é  se  los  llevó,  porque  se  había  echado  con  una  india  de  su 
i,  demás  que  le  hizo  dar  de  palos. 

20.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  demás  de  liaber  tomado  los  dichos  dos 
pesos  al  dicho  Hernando  do  Villanueva,  porque  le  favoresció  Juan 

é  porque  no  rescibiese  al  dicho  señor  gobernador,  le  quitó  lafor- 
é  capitanía,  habiendo  servido  de  alcaide  un  año  ó  pasado  muchos 
"abajos;  ó  si  saben  que  porque  un  criado  de  Hernando  Pizarro  que 
^rque  una  noche  le  habían  sahdo  á  acuchillar  dos  personas,  siendo 
leBÜra,  como  lo  fué,  que  creía  que  las  dichas  personas  eran  Juan  Váz- 
tiez,  é  Orozco,  é  estando  sanos  sin  ninguna  herida  el  dicho  Pedro  de  la 
ina,  é  sin  otra  información  prendió  á  los  susodichos  ó  luego  aquella 
>che  dio  muy  recio  tormento  á  Orozco  ó  dende  á  pocos  días  puso  á 


88 


COLKCCIÓN  DE  DOCFMENTOS 


quistión  de  tormento  al  dicho  Juan  Vázquez^  probando  ser  hij< 
no  hallando  indicio  contra  él;  é  si  saben  que  el  dicho  Hernando 
mandó  á  Alonso  Pérez  Lujan  quitasen  (?)  á  don  Alonso  Enriques,  porque 
había  dicho  que  había  de  decir  á  Su  Majestad  las  tiraníaa  del  dicho 
Hernando  Pizarro,  é  quel  dicho  Lujan  lo  puso  por  obra»  ó  se  retnijo  á 
la  iglesia;  é  el  dicho  Hernando  Pizarro,  en  lugar  de  proceder  contra  él, 
le  favorescía  é  le  daba  de  comer,  é  visto  por  el  dicho  don  Alonso  qin 
no  podía  alcanzar  justicia,  fué  su  amigo;  é  ai  saben  que  dende  á  pocos 
días  que  pasó  lo  del  dicho  Pedro  de  la  Mina,  declaró  públicamente  h«^ 
ber  levantado  á  los  susodichos  testimonio  é  ser  mentira  é  los  pidió  per- 
dón, é  el  dicho  Hernando  Pizarro,  por  ser  su  criado  el  dicho  Pedro  de 
la  Mina,  lo  desimuló  ó  no  lo  castigó;  declaren  las  fuerzas  ó  delitos 
parcialidades  que  demás  desto  saben  los  testigos,  é  si  saben  que  porqw 
estaba  mal  con  el  capitán  Hemand  Ponce,  sin  proceso  ni  causa,  le  allO^ 
có  un  cacique  muy  principal  que  había  servido  muy  bien  en  la  guem, 
é  á  otro  cacique  del  dicho  Hernand  Ponce  cortó  las  manos. 

21.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  por  sostenerse  el  dicho  Pizarra  m 
dicha  tiranía  é  por  questo  no  pareciese  en  ningún  tiempo»  con  inteocUiD 
de  perseverar  en  ella  é  por  perseverar  en  ella,  é  por  gobernar  coa 
propia  autoridad,  é  sabiendo,  como  sabía,  que  el  dicho  señor  Adelantado 
traía  provisiones  de  Su  Majestad  para  gobernar,  é  questa  ciudad  en 
su  gobernación;  ó  conosciendo  que  le  había  de  castigar  ó  proceder  üao* 
tra  él,  é  porque  esto  no  pasase,  conosciendo  los  delitos  que  habla  am^ 
tido,  é  porque  Su  Majestad  dellos  no  fuese  informado,  determinó  <fc 
poner  en  no  le  rescibir,  é  para  ello  indució  toda  la  gente  de  esta  cindal 
haciéndoles  entender  que  esta  ciudad  estaba  fuera  de  su  gobemacii^  * 
que  el  dicho  señor  Adelantado  les  venía  á  quitar  los  indios  é  robar 
haciendas,  é  que  no  convenía  dejalle  entrar  en  esta  ciudad,  *  - 
cual  hizo  junta,  liga  é  monipodio,  é  metió  en  su  c^isa  todos  los  tu, 
é  \m  alcalde,  á  los  cuales  persuadió  que  le  favoreciesen  contra  el 
señor  Adelantado,  en  su  cabildo  é  por  sus  personas,  diciendo  qoe 
al  diablo  su  ánima  si  había  de  perder  punto  de  honra,  teniendo 
punto  de  honra  quel  señor  gobernador  no  fuese  rescibido. 

22.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  para  resistencia  de  la  entrada  dd 
cho  señor  gobernador  é  de  las  dichas  provisiones,  hizo  asimismo 
de  todos  los  indios  de  guerra  que  había  en  esta  ciudad»  n      ^ 
que  matasen  al  dicho  señor  gobernador  ó  á  los  que  con  él  lUi. 


^IMT^iif 


ALMÁOBO  T  eU8  COMPAÑEROS 


89 


Bmás  que  no  trajesen  vistas  coloradas,  é  dándoles  industrias  cómo  les 

Rabian  de  matar  con  las  lanzas  ó  cómo  se  habían  de  aprovechar  dellas; 

si  saben  que  este  a\nso  es  en  perjuicio  de  los  cristianos  que  conquis- 

Jaban  la  tierra  en  servicio  de  Su  Majestad,  é  que  teniendo  este  aviso  el 

iga  se  podría  aprovechar  del  contra  los  dichos  cristianos. 

23.  ítem:  si  saben,  etc,  que  teniendo  noticia  que  el  Inga,  señor 
principal  desta  tierra,  estaba  muy  bien  con  el  dicho  señor  gobernador  é 
raél  quería  venir  de  paz  é  que  andaban  en  las  contrataciones  de  la  dicha 

mensajeros  de  ambas  partes,  el  dicho  Hernando  Pizarro,  porque  el 
icho  Inga  no  le  viniese  de  paz  al  dicho  señor  gobernador,  le  escribió 
la  carta  mostrándole  que  no  le  engañase  el  dicho  señor  gobernador, 
uniéndole  temores  que  le  había  de  matar  é  que  no  había  de  haber 
gobernador  sino  don  Francisco  Pizarro,  é  él  en  su  nombre;  é  si  saben 
que  por  la  dicha  causa  el  dicho  Inga  quebrantó  la  postura  que  tenía 
becba  con  el  dicho  señor  Adelantado  é  le  dio  guerra  é  le  i»reudió  á  Ruy 
Díaz  é  á  Pero  Riquelme,  mensajeros  que  trataban  la  dielia  paz,  é  los 
tiene  hoy  día  presos. 

24.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  sabiendo  el  dicho  Hernando  Pizarro 
xel  dicho  gobernador  estaba  entendiendo  en  la  dicha  paz  en  el  pueblo 

Yucay,  do  el  dicho  Inga  dijo  que  le  saldría  de  paz  é  que  había  dejado 
nn  pueblo  de  Urcos  la  mitad  de  su  gente,  como  el  Inga  lo  había 
ido  por  su  carta;  ó  creyendo  el  dicho  Hernando  Pizarro  que  era  poca 
gente,  que  bastaría  la  que  él  llevaba  consigo,  propuso  de  h*  ó  fué  á 
'  en  la  dicha  rezaga  al  dicho  pueblo  de  Urcos  para  los  prender  é 
por  estar  más  poderoso  para  resistirle  la  entrada  del  dicho  señor 
Dbemador,  é  le  prender  é  matar  si  pudiese,  y  en  todo  impedir  lo  que 
Majestad  mandaba. 

25.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  salió  desta  ciudad  el  dicho  Hernando 
ro  al  dicho  pueblo  de  Urcos  á  hacer  lo  contenido  en  las  preguntas 

bteB,  si  no  hallara  resistencia  con  Juan  de  Saavedra,  capitán  del  dicho 
"sefior  gobernador,  é  no  se  lo  estorbaran  otras  personas  que  con  él  iban. 

26.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  vuelto  á  esta  ciudad  el  dicho  Hernando 
ro  enYió  sus  espías  a]  pueblo  de  Yucay,   donde  estaba  el  dicho 

ior  gobernador,  para  que  supiese  el  recaudo  que  tenía  en  él»  ó  le  ir  á 
ender  é  matar;  digan  lo  que  saben,  etc. 

27.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  después  desto,  viniendo  el  dicho  señor 
|obemador  á  presentar  sus  provisiones  á  esta  ciudad^  quieta  ó  pacífica- 


90 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


méate,  envió  sus  mensajeros  al  dicho  Hernando  Pi ¡tarro,  haciéndote 
saber  su  venida,  los  cuales  hallaron  en  el  camino  hacia  donde  el  dicho 
Adelantado  venía  al  dicho  Hernando  Pizarro  con  toda  la  gente  dest» 
ciudad,  á  campanas  repica,  á  punto  de  guerra,  para  resistir  al  dicho  señor 
gobernador  la  entrada,  ó  le  prender  ó  matar  si  pudieran;  ó  si  saben  qae 
como  él  envió  á  decir  que  venía  á  presentar  sus  provisiones,  le  envió  d 
capitán  Rojas  é  á  Hernando  Ponce  por  mensajeros,  los  cuales  dijeroü 
al  dicho  señor  gobernador  de  su  parte  que  si  se  quería  apasontarse  €fn 
la  dicha  ciudad  él  y  su  gente,  no  había  de  hacer  inovación  ni  presenlar 
provisiones,  porque  la  ciudad  se  habla  alterado  en  decir  que  él  veok 
con  las  dichas  provisiones  é  que  las  había  de  presentar,  é  quo  las  «a* 
pendiesen  por  cierto  largo  tiempo;  digan  lo  que  saben,  etc. 

28*  ítem:  si  saben,  etc.,  que  visto  por  el  dicho  Hemauao  í'u.ütfq 
que  la  respuesta  é  intención  del  dicho  señor  gobernador  era  preseuUr 
las  dichas  provisiones,  el  dicho  Hernando  Pizarro  de  nuevo  hÍ3w>  junto 
de  la  dicha  gente  para  resistir  al  dicho  sefLor  gobernador  é  á  las  dichli 
provisiones,  diciendo  á  todos  que  les  venía  á  tomar  sus  haciendas  é  qiM 
muriesen  con  él  sobrello,  prometiendo  á  unos,  indios,  é  á  otros  dineros;  é 
si  saben  que  habiendo  pagado  el  capitán  Hernán  Ponce  dos  mili  pesoí 
de  servicio  para  Su  Majestad,  se  los  tornó  á  dar  para  que  le  ayudase  e 
no  fuese  contra  él;  digan  lo  que  saben. 

29.  ítem:  si  saben»  etc.,  que  pasando  otro  día  el  die-m»  ^^^lur  .vi'- 
lantado  por  un  lado  desta  ciudad,  quieta  y  pacíficamente,  para  se  ¡anltí 
con  el  dicho  Juan  de  Saavedra,  su  capitán,  é  le  hacer  espaldas,  porqot 
había  fama  que  los  indios  de  guerra  daban  en  la  dicha  rezaga,  el  dichí 
Hernando  PÍ7.arro  hizo  repicar  las  campanas  é  con  toda  la  gente  de  li 
ciudad,  ansí  españoles  como  indios,  contra  voluntad  de  los  dicboe  ctpí- 
tañes,  dando  gritos  contra  el  dicho  señor  gobernador  para  le  proculer^ 
matar  é  dalle  batalla,  saUó  al  campo>  proponiendo  de  le  dar  batalla;  digifi 
lo  que  saben, 

30.  ítem:  si  saben^  etc.,  que  viniendo  otro  día  siguiente  r^  ■'^^"■ 
señor  gobernador  á  esta  dicha  ciudad  á  estando  presentadas  su- 
siones  por  sus  procuradores  en  cabildo  é  esta  ciudad,  cou  los  requm^ 
mientes  necesarios,  al  tiempo  que  los  dichos  alcalde  é  regidores 
responder  á  ellas,  el  dicho  Hernando  Pizarro,  con  grande 
alboroto»  sacó  los  dichos  alcaldes  é  regidores  del  dicho  cabildo, 
juntó  con  la  gente  que  en  la  plaza  tenía,  banderas  ó  pendones 


i^ü^ 


ALMAGRO  Y  SU8  COMPAÑEROS 


91 


ira  resistir  al  dicho  seüor  goboreador  ó  le  hacer  fuerza  á  efecto  de 
medir  el  cumplimiento  de  las  dichas  provisiones. 
■31.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  tenia  señaladas  personas  para  que 
atasen  al  dicho  señor  gobernador,  como  es  á  Villacastín,  que  lea  pro- 
rió  de  dar  una  saetada  por  el  otro  ojoj  á  Valdevieso  que  dijo  que  cuan- 
í  presentase  las  provision*^s  en  el  cabildo»  dallo  de  puñaladas,  é  seña- 
dos otros  para  que  matasen  los  capitanes;  digan  los  testigos  lo  que 
I  saben  en  este  caso. 
32.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  por  razón  €le  la  dicha  resistencia  é 
Ea,  el  dicho  señor  gobernador  estuvo  aposentado  con  toda  su  gente 
1  un  barrial  lodoso  é  legañoso,  con  tempestades  de  agua  é  nieve  que 
ibrevíno,  á  riesgo  de  perecer  los  españoles  ó  caballos,  é  sin  comer;  digan 
ae  saben. 

1 33.  ítem:  si  saben,  etc.,  quel  dicho  señor  gobernador  estuvo  eu  el 
aposento  aguardando  á  quel  dicho  cabildo  le  recibiese,  é  si  saben 
le  recibió,  antes  pusieron  dilaciones  de  particiones  de  límites, 
feudo  que  no  se  podían  partir  por  estar  la  tierra  de  guerra:  todo  á 
idicación  del  dicho  Hernando  Pizarro. 

34.  ítem:  si  saben,  etc.,  quel  dicho  gobernador,  por  se  excusar  de 
^gro  del  agua  é  nieve  en  que  estaba,  é  viendo  quel  dicho  cabildo 
Bba  opreso,  é  para  que  tuviesen  libertad  para  obedecer  é  cumplir  las 
lOTisiones  de  Su  Majestad,  acordó  con  los  caballeros  é  capitanes  que 
msigo  traía  de  se  venir  á  aposentar  á  la  dicha  ciudad,  é  su  voto  ó  el  de 
33  fué  que  se  viniesen  de  noche  por  evitar  las  muertes  y  escándalos 
[>rotos  que  se  podría  recrecer  viniendo  de  día,  por  la  fuerza  é  re- 
icia  quel  dicho  Ilernaudo  Pizarro  hacía;  digan  lo  que  saben. 
'35.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  las  espías  quel  dicho  Hernando  Piza- 
enía,  hicieron  saber  la  venida  del  dicho  señor  gobernador,  é  luego 
idó  repicar  las  campanas  é  salió  oon  su  gente  que  tenía  contra  él, 
que  saliesen  mataron  un  hombre  por  su  parte  ó  hirieron  otros 
IOS  del  dicho  señor  gobernador,  con  grande  escándalo  é  alboroto; 

Íi  lo  que  saben. 
36.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  durante  la  dicha  guerra,  fuerza  é  re* 
ada  que  hizo  el  dicho  Hernando  Pizarro»  fué  requerido  muchaa 
í  por  parte  del  dicho  señor  gobernador,  en  nombre  de  Su  Majestad, 
jie  se  dejase  della  é  obedesciese  ó  cumpliese  la  provisión  real  de  Su 
testad,  é  no  lo  queriendo  hacer  fué  preso. 


Al 


92 


COLECCiÓir  DE  DOCUMENTOS 


37.  ítem:  si  saben^  etc.,  que  después  de  preso  se  ha  consultada 
su  presencia  é  dicho  que  antes  de  cuatro  meses  é  por  fuerza  de 
han  de  echar  de  la  gobernación  al  dicho  señor  gobernador;  digan  lo  qo$ 
saben. 

38.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  \'isto  por  el  dicho  cabildo  que  ten 
libertad  para  obedescer  ó  cumphr  las  provisiones  de  Su  Majestá^l  i 
cuan  claras  é  notorias  venían,  rescibieron  al  dicho  señor  gol 
todos  de  conformidad,  sin  haber  entrellos  ninguna  contradiciói^ 

39.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  después  del  dicho  alboroto,  eí  ciiciiü 
Ilemando  Pizarro  con  juramento  declaró  que  todo  lo  que  Su  Maje 
mandaba  que  gobernase  el  señor  don  Francisco  Pizarro,  con  lo  afíadiiti),] 
fuesen  doscientas  é  setenta  é  cinco  leguas  é  no  más;  que  sabiendo  él  ^ 
como  lo  sabía,  pudiera  declarar  á  los  dichos  regidores  o  alcaldes,  cotuoj 
fué  requerido  é  ansí  lo  declaraba,  evitara  todos  los  daños,  escándalo 
que  el  dicho  Hernando  Pizarro  hizo. 

40.  ítem:  si  saben,  etc.,  quel  dicho  Hernando  Pizarro,  en  la  ciiid 
de  Lima,  vendió  la  gobernación  del  Quito  al  capitán  Hernando  de  Soto 
por  cient  mili  pesos  é  se  ofresció  de  le  meter  luego  en  la  posesión  della; 
digan  lo  que  saben, 

4L  ítem:  si  saben,  etc.,  qne  de  todo  lo  susodicho  é  cada  com  ddi) 
es  pública  voz  ó  fama, 

42.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  cuando  se  sonaba  en  esta  ciudaa  qutJiJ 
Adelantado  venía,  dijo  Hernando  Pizarro  que  si  por  concierto  á  afe-J 
nencia  el  Adelantado  no  quisiese  hacer  lo  que  él  quisiese  hacer,  toqui  I 
él  quisiese,  que  le  daría  de  puñaladas  ó  le  mandarían  matar;  digan  luj 
que  saben, 

43.  Itera:  si  saben,  etc,  que  por  la  información  quesf 
por  el  capitán  Juan  Pizarro,  que  Dios  haya,  constaba  naton 
el  dicho  Inga  andaba  por  se  alzar  é  lo  quería  poner  en  efeto;  é  si  sabí] 
quel  cabildo  desta  ciudad  requerió  al  dicho  Hernando  Pizarro  qfl 
tuviese  á  buen  recaudo  para  escusarse  el  dicho  alzamiento;  é  si  i 
que  contra  la  voluntad  del  dicho  cabildo  é  el  tenor  de  los  dichos  i 
rímientos,  no  quiso  prender  al  dicho  Inga  por  le  enviar,  como  le  < 
por  oro  para  sí;  ó  si  saben  que  del  soltar  é  de  las  otras  cosas  artic 
en  el  dicho  ioterrogatorio^  sucedió  el  alzamiento  del  dicho  I 
los  demás  dapños  que  ha  habido  en  la  tierra;  digan  é  deci¿. 
cerca  deste  artículo  saben. 


▲LMAOBO  Y  8Ü8  COMPAÑEROS  93 

Testigo. — El  dicho  don  Alonso  Enríquez  de  Guzmán,  habiendo 
jurado  en  forma  debida  de  derecho  ó  seyendo  preguntado  por  las  pre- 
guntas del  dicho  interrogatorio,  dijo  é  depuso  lo  siguiente: 

1.  A  la  primera  pregunta,  dijo  que  la  sabe  como  en  ella  se  contiene, 
porque  ha  visto  las  provisiones  que  el  dicho  gobernador  tiene  ó  el  dicho 
Hernando  Pizarro  se  lo  dijo  ó  certificó  muchas  veces. 

2.  A  la  segunda  pregunta,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  quel  dicho 
Hernando  Pizarro  dijo  á  este  testigo,  veniendo  de  la  ciudad  de  Lima  á 
esta  ciudad,  quejándose  del  dicho  don  Francisco  Pizarro,  diciendo  que 
le  habían  pedido  dineros  por  lo  que  por  él  había  hecho  en  la  Corte,  ó 
que  se  le  había  respondido  que,  pues  él  venía  al  Cuzco,  que  tenía  por 
bien  que  sacase  al  Inga  todo  el  oro  é  plata  que  pudiesen;  é  que  llegados 
á  esta  ciudad  le  mostró  una  carta  del  dicho  don  Francisco  Pizarro  en 
presencia  de  otras  personas,  por  la  cual  decían  las  dichas  palabras;  é 
que  sabe  quel  Inga  le  dio  al  dicho  Hernando  Pizarro  mucha  cantidad 
de  oro  é  plata,  é  que  no  sabe  si  le  hizo  fuerza  para  ello;  é  questo  es  lo  que 
sabe  desta  pregunta. 

3.  A  la  tercera  pregunta,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  que  llegado 
el  dicho  Hernando  Pizarro  cerca  desta  ciudad,  envió  un  mensajero  al 
capitán  Rojas,  que  á  la  sazón  era  teniente  en  esta  ciudad,  diciendo  que 
por  qué  había  quitado  la  cadena  al  dicho  Inga  hasta  que  él  llegase;  que 
él  se  la  había  de  quitar  é  no  otro,  sobre  lo  cual  hubieron  palabras;  é 
como  el  dicho  Hernando  Pizarro  llegó  á  esta  ciudad,  le  soltó  para  que 
libremente  el  dicho  Inga  se  fuese  á  su  casa;  é  que  era  público  por  esta 
ciudad  que  el  dicho  Hernando  Pizarro  hizo  muchos  banquetes  al  dicho 
Inga,  é  que  lo  vio  é  se  halló  en  los  dichos  banquetes,  é  fué  público  quel 
dicho  Inga  le  mandó  mucho  oro;  é  questo  es  lo  que  sabe  desta  pregunta 
é  no  otra  cosa. 

4.  A  la  cuarta  pregunta,  dijo  que  sabe  este  testigo  que  el  dicho 
Hernando  Pizarro  se  desistió  en  el  cabildo  desta  ciudad  del  cargo  de 
teniente  que  era  en  esta  ciudad  del  dicho  gobernador  don  Francisco 
Pizarro,  su  hermano,  é  que  estuvo  un  aüo  sin  traer  vara  de  justicia, 
dando  sentencias  en  cosas  que  se  ofrecían,  civiles  é  criminales;  é  en 
cabo  deste  tiempo  tomó  é  trujo  los  Domingos  é  fiestas  é  no  otros  días 
la  vara  de  justicia;  quel  primero  día  que  la  tomó,  yendo  á  la  cárcel, 
menospreciando  la  dicha  vara,  la  quebró;  é  que  asimismo  sabe  que  los 
que  eran  sus  amigos  que  venían  á  pedir  justicia,  tenían  más  parte  en 


94 


COLECCIÓN     DE    DOCUMENTOS 


él  que  los  otros;  é  que  un  Sancho  de  Villegas,  cerca  desta  tierra,  amig^ 
suyo»  liizo  un  gran  delito,  según  fué  público,  é  yendo  á  pedir  justícia 
la  parte  contraria,  dijo  que  ya  se  había  desistido  del  cargo  de  justiciB, 
que  fuese  á  otro  alcalde  que  lo  determinase;  ó  que  pasado  esto,  vio  este 
testigo  cómo  el  dicho  Hernando  Pkarro  usaba  del  dicho  cargo,  é  di6 
sentencias  las  que  á  él  le  parescían,  é  que  sabe  lo  contenido  en  la  pre- 
gunta porque  este  testigo  posaba  en  su  casa,  é  vio  é  pasó  como  lo  tiene 
dicho, 

5.  A  la  quinta  pregmita,  dijo  que  la  sabe  como  en  ella  se  conüene, 
ecebto  lo  que  toca  á  Maldonado;  é  que  lo  demás^  que  lo  sabe  é  vio  •*  se 
halló  presente  á  ello;  é  después  de  hecho,  el  dicho  Hernando  Piiairo 
se  alabó  á  este  testigo,  como  lo  hizo. 

6.  A  la  sexta  pregunta,  dijo  que  la  sabe  corao  en  ella  se  contiena 
preguntado  cómo  la  sabe»  dijo  que  porque  este  testigo  le  oyó  dedral 
dicho  Hernando  Pizarro  las  dichas  palabras  dos  veces:  la  una  estando 
en  su  casa,  é  la  otra  en  casa  del  capitán  Rojas,  en  presencia  de  muchoa 

7.  A  la  setena  pregunta,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  quel  dichd 
Hernando  Pixarro,  en  presencia  deste  testigo  é  de  otras  personas,  dij<í 
que,  corao  llegó  á  la  Corte,  el  dotor  Beltrán,  oidor  de  Su  Majes- 
tad, le  pidió  cuatro  miil  pesos;  é  que  él  no  se  los  quiso  dar,  porque 
que  por  los  servicios  que  habia  hecho  á  Su  Majestad  é  por  mi 
sona  le  habían  de  hacer  mercedes;  ó  que  después  que  hubo  despachaáo 
sus  negocios  en  la  Corte,  vino  á  él  el  dicho  doctor  Beltrán,  ó  le  <r 

otra  manera  se  hubieran  hecho  vuestros  negocios,  si  me  hii 
dado  los  cuatro  mili  pesos»;  é  que  á  otro  del  Consejo  de  las  1 
envió  presentada  una  pieza  de  oro,  é  no  la  quiso  recibir;  é  que 
un  vecino  desta  ciudad  que  se  llama  Terrazas  había  enviado  á  neg 
una  gobernación  para  estas  partes,  del  cual  los  vecinos  desta  di 
murmuraban  dello,  el  dicho  Hernando  Pizarro  dijo  muchas  veces:  f 
que  yo  os  prometo  que  tengo  por  cierto  que  le  han  de  dar  la  gobenii 
en  el  Consejo,  que  por  ser  desatmo  lo  han  de  proveer  los  del  C 
é  que  asimismo  dijo:  ^  Ya  aquí  tiene  el  sefior  don  Alonso  en  qué  pone 
mal  con  los  del  Consejo»;  é  questo  es  lo  que  sabe  por  lo  que  dicbi»  íí 

8.  A  la  otava  pregunta,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  que  t 
Hernando  Pizarro  gobernaba  apasionada  é  co<üciosamente,  así  con 
fióles  como  indios;  é  que  el  dicho  Hernando  Pizarro  prendió  ttl 
Inga,  é  el  dicho  Inga  envió  á  este  testigo  é  al  capitán  Rojas  que 


i^spá 


ALMAGRO  T  SUS  OOHPáNBROS 


95 


al  dicho  Hernando  Pizairo  que,  pues  él  no  había  de  morir  por  lo  que 
no  merescía,  que  le  rogasen  que  no  le  quemase,  sino  que  le  ahorc3ase;  é 
que  el  dicho  Inga  les  envió  á  decir  que  no  le  mataban,  porque  como 
bía  dado  oro  á  Hernando  Pizarro,  no  lo  daba  á  Juan  Pizarro,  su  her- 
o,  que  se  lo  pedia;  é  que  lo  que  dicho  tiene  en  esta  pregunta  lo 
be  porque  lo  vio,  y  excusó  algunos  vecinos  desta  ciudad  que  no  ma- 
n  ó  apedreasen  al  dicho  Hernando  Pizarro,  porque  ya  no  podían 
las  injusticias  que  les  hacía;  é  que  se  venían  aconsejar  ó  favore- 
cer con  este  testigo  como  criado  de  Su  Majestad,  6  por  evitar  escán- 
,0  é  alboroto  este  testigo  apaciguó  lo  que  pudo. 

9.  A  la  novena  pregunta,  dijo  que  la  sabe  como  en  ella  se  contiene 
e  lo  sabe  porque  este  testigo  estaba  en  casa  del  dicho  Hernando 

en  todo  el  dicho  tiempo,  é  vido  quel  dicho  indio,  como  lo  solté 

dicho  Hernando  Pizarro  para  que  ae  fuese  donde  quisiese,  é  se  fué, 

á  cabo  de  cinco  ó  seis  días,  como  no  venía  el  dicho  Inga,  la  gente  é 

nos  que  había  en  esta  ciudad,  recelándose  que  era  levantado,  oyó 

testigo  decir  al  dicho  Hernando  Pizarro:  «No  es  alzado;  que  cuando 

08  oatáredes,  vemá  con  un  guainacaho  de  oro  con  sus  tripas»;  é  que 

;o  los  indios  natxirales  de  la  tierra  cercaron  á  esta  ciudad  é  hicieron 

ierra  á  los  españoles,  ó  se  mataron  por  el  dicho  Hernando  Pizarro  é 

nos  que  en  esta  ciudad  residían  mucho  número  de  indios,  é  anai- 

.0  han  muerto  otros  muchos  indios  fuera  desta  ciudad  en  los  tér- 

Loe;  é  que  este  testigo  en  el  dicho  tiempo  era  maestre  de  campo,  é 

que  pasó  de  la  manera  que  dicho  tiene,  etc, 

10.  A  la  décima  pregunta,  dijo  que  sabe  que  Su  Majestad  ha  per- 
ido  mucha  suma  de  pesos  de  oro  é  de  sus  quintos  é  rentas  reales,  é 
ijiíismo  los  mercaderes  é  tratantes;  é  que  lo  sabe  porque  así  es  público 

torio  por  el  alzamiento  del  dicho  Inga,  según  lo  que  vio  estando  la 
ierra  de  guerra  ó  de  paz. 

11.  Ala  oncena  pregunta,  dijo  que  oyó  decirlo  contenido  en  la 
^^©gunta  á  personas  de  cuyos  nombres  no  se  acuerda,  pero  que  no  lo 

0,  etc. 

2,  A  la  docena  pregunta,  dijo  que  dice  lo  que  dicho  tiene  en  la 
nta  antes  desta,  etc. 

3.  A  la  trecena  pregunta,  dijo  que  la  sabe  como  en  ella  se  con- 
é  que  lo  sabe  porque  lo  vló,  é  vio  poseer  á  Alonso  García,  que 

^  que  dio  los  palos  á  Ortiz  por  su  mandado,  poseer  é  tener  indios 


96  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

de  repartimiento,  que  se  los  encomendó  el  dicho  Hernando  Pizarro;  é 
que  en  lo  tocante  á  Tomás  Vázquez,  ques  verdad  é  pasó  así. 

14.  A  la  catorcena  pregunta,  dijo  que  no  la  sabe. 

15.  A  las  quince  preguntas,  dijo  que  la  sabe  como  en  ella  se  con- 
tiene, ó  que  lo  sabe  porque  lo  vio  é  vio  que  le  hacían  muchos  requeri- 
mientos al  dicho  Hernando  Pizarro  muchos  á  quien  había  agraviado,  é 
que  les  respondía  deshonrándolos,  diciendo  que  les  quitaría  sus  oficios  é 
les  echaría  presos;  é  que  este  testigo  se  lo  reprehendió  muchas  veces  di- 
ciendo que  por  qué  trataba  así  á  los  vecinos  desta  ciudad. 

16.  A  las  diez  é  seis  preguntas,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  que 
el  dicho  Villaoma  vino  á  esta  ciudad  é  dio  al  dicho  Hernando  Pizarro 
muchas  piezas  de  oro  é  que  con  ellas  le  había  engiBifíado  é  dado  la  dicha 
licencia. 

17.  A  las  diez  é  siete  preguntas,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  qne 
este  testigo  vio  cómo  el  dicho  Hernando  Pizarro,  estando  en  las  casas 
del  Sol  desta  ciudad,  quemó  á  un  indio  que  decían  que  era  mayordomo 
del  oro  de  Guainacaba,  é  á  una  señora  principal,  mujer  del  dicho  Guai- 
nacaba,  señor  que  fué  desta  tierra,  é  el  dicho  Hernando  Pizarro  dedi 
que  porque  se  querían  pasar  al  Inga  el  dicho  indio  é  india  é  una  hija 
de  la  señora  susodicha  é  de  Guainacaba,  los  curaba,  é  debajo  desta  color 
no  hacía  sino  preguntarles  por  oro,  si  sabía  dónde  estaba  enterrado,  é 
como  no  le  dieron  de  oro,  los  quemó  é  peresció  así  porque  nunca  confe- 
saron que  se  querían  ir  al  Inga;  é  que  el  dicho  Hernando  Pizarro  dejó 
consigo  presa  á  la  dicha  hija,  que  se  llamaba  Marichivo,  muchos  días, 
hasta  que  le  dio  mili  pesos  é  después  la  soltó  é  puso  en  su  libertad;  é 
que  lo  que  dicho  tiene  en  esta  pregunta,  que  lo  sabe  porque  lo  vio  efe 
oyó  decir  al  dicho  Hernando  Pizarro,  quejándose  que  no  le  habían  dado 
más  de  los  dichos  mili  pesos. 

18.  A  las  diez  é  ocho  preguntas,  dijo  que  la  sabe  como  en  ella  «• 
contiene;  pero  que  no  sabe  para  quién  tomaba  el  dicho  oro  é  plata,  i 
era  para  sí  ó  para  otro;  é  que  el  dicho  Hernando  Pizarro  dijo  á  este  í» 
tigo  que  este  oro  é  plata  que  lo  tomaba  para  el  Rey;  é  questo  sabe  dfl*] 
pregunta. 

19.  A  las  diez  é  nueve  preguntas,  dijo  que  la  sabe  segund  é 
en  ella  se  contiene  é  que  lo  vio  así,  segund  ó  como  en  la  pregonti 
gund  é  como  en  ella  se  contiene,  é  muchas  veces  lo  platicaba  el 
Hernando  Pizarro  con  este  testigo,  é  así  fué  público  é  notorio. 


ALMAGRO  Y  BUS   COMPÁNSBOS 


97 


A  las  veinte  preguntas,  dijo  que  es  público  é  notorio  lo  en  esta 
pregunta  contenido  á  este  testigo,  é  asi  lo  tiene  por  piiblico. 

21.  A  las  veinte  é  una  preguntas,  dijo  que  la  sabe  como  en  ella  se 
contiene,  ecebto  que  lo  que  toca  al  juramento  que  dicen,  que  lo  oyó 

en  esta  ciudad;  é  que  lo  demás  que  lo  sabe  porque  lo  vio,  por- 
iG  se  halló  presente  en  el  cabildo  é  fuera  del  cabildo,  é  vio  que 
isó  así, 

22.  A  las  veinte  é  dos  preguntas,  dijo  que  la  sabe  como  en  ella  se 
[)ntiene,  é  que  lo  sabe  porque  este  testigo  se  halló  presente  cuando  el 
icho  Hernando  Pizarro  lo  decía  á  los  indios,  diciendo:  «poned  desta  ma- 
era  la  pica  en  et  pié  hacia  el  caballo  é  desbaiTigarlo  heis  é  mataréis  el 
üballo»;  é  el  dicho  Hernando  Pizarro  ponía  la  pica  en  el  pie  é  mostran- 

á  los  dichos  indios  cómo  habían  de  hacer;  ó  queste  testigo»  paresción- 
dle  mal,  se  lo  retnijo  y  contradijo. 

23.  A  las  veinte  y  tres  preguntas,  dijo  quel  díclio  Hernando  Fíza- 
le dijo  á  este  testigo  cómo  había  enviado  una  carta  al  Inga  para  que 

iese  de  paz,  ó  que  lo  demás  que  así  es  público  é  notorio. 

24.  A  las  veinte  ó  cuatro  preguntas,  dijo  que  sabe  lo  contenido  en 
Bgunta;  preguntado  cómo  lo  sabe,  dijo  que  por  queste  testigo  se 

en  el  concejo  é  ayuntamiento  quel  dicho  Hernaado  Pizarro  hizo 
ir  contra  el  dicho  Saavedra,  é  le  oyó  proponer  é  platicar  en  el  dicho 
atamiento  quél  quería  detener  su  pueblo  ó  ir  á  tomarlos  devididos 
¡no  juntos,   doquiera  ó  como  quiera  que  estuviesen;  ó  que  si  viniesen 
:>mo  él  quería,  los  rescibiría,  «5  si  no,  que  al  dicho  señor  gobernador  ó 
|<lo9  que  con  él  venían,  los  quebrarían  las  cabezas;  é  que  el  fin  porque 
I  hacia,  según  el  dicho  Hernando  Pizarro  lo  dijo,  era  por  no  dejar  el 
que  tenía,  é  porquel  dicho  sefíor  Adelantado  no  hubiese  su  gober- 
icinn,  é  dijo  á  este  testigo:  *Don  Alonso,  cuando  viéredes  que  yo  entre- 
oí Cuzco  al  dicho  señor  don  Diego  de  Almagro,  digo  que  me  cabalgue 
r  rapaz,' 

25.  A  las  veinte  ó  cinco  preguntas,  dijo  que  lo  que  sabe  es  que 
!o  que  el  dicho  Hernando  Pizarro  saUó  desta  ciudad  con  mucha  gente 

pie  é  de  caballo  para  ir  donde  estaba  el  dicho  capitán  Saavedra,  con 
K  determinación  que  tiene  declarado  en  la  pregunta  antes  desta,  ó  oyó 
>cir  lo  demás  en  la  dicha  pregunta  á  muchos  de  los  que  con  él  fueron, 
%  cuyos  nombres  no  se  acuerda;  pero  que  no  vido  lo  demás  que  la  pre- 


98 


CaLBCClÓX  DE  DOCTJMBNTOS 


26.  A  las  veinte  é  seis  preguntas,  dijo  que  lo  que  sabe  es  quel  di- 
cho Hernando  Pizarro  envió  cuatro  de  caballo  al  real  del  dicho  señor 
Adelantado,  pero  que  no  sabe  á  qué  fueron  ni  lo  demás  desta  pregunta. 

27.  A  las  veinte  é  siete  pregimtas,  dijo  que  este  testigo  se  halló  pre- 
sente al  tiempo  que  el  dicho  Hernando  Pizarro  envió  los  dichos  men- 1 
sajeros  al  dicho  señor  gobernador,  en  respuesta  de  lo  cual  los  mensajeros 
del  dicho  señor  Adelantado  dijeron  al  dicho  Hernando  Pizarro  que  es  lo 
que  contiene  la  pregunta;  é  vido  ó  oyó  que  le  envió  á  decir  el  dj-| 
cho  Hernando  Pizarro  al  dicho  señor  gobernador  que  enpresentasel 
provisiones  é  no  usase  doUas,  que  él  le  aposentaría  en  esta  ciudad; 
que  de  otra  manera  le  defendería  la  entrada  por  fuerza  é  moriría  ante9| 
que  perdiese  punto  de  honra. 

28.  A  las  veinte  é  ocho  preguntas,  dijo  que  este  testigo  se  hflltó] 
presente  cuando  estaba  la  gente  junta  para  hacer  la  dicha  fuerza  é  le-J 
sistencia  al  dicho  señor  gobernador,  ó  el  dicho  Hernando  Pizarro,  eoj 
presencia  de  este  testigo,  prometió  á  muchas  personas  dineros  ó  repartí*  i 
miento  de  indios  para  que  le  ayudasen  contra  el  dicho  señor  goberEal 
dor,  porque  un  capitán  le  dijo  que  cómo  quería  resistir  al  dicho  señor  I 
gobernador  que  traía  mucho  poder  de  gente,  si  pensaba  de  ios  matará] 
todos,  éel  dicho  Hernando  Pizarro  respondió:  tNo  los  quiero  yo  matará] 
todos,  pero  yo  tengo  cincuenta  mili  pesos  de  oro  mios  ó  otros  tantos  dtl 
mis  paliagos,  para  les  dar  para  que  se  pasen  conmígoJ>;  pero  queete  t/t^-i 
tígo  no  sabe  que  se  pusiese  en  plática  que  diesen  en  el  real  AfA  A\chd  I 
señor  Adelantado  aquella  noche, 

29.  A  las  veinte  é  nueve  preguntas,  dijo  que  sabe  este  testigo  qc»  j 
salió  el  dicho  Hernando  Pizarro  con  la  dicha  gente,  españoles  - 
é  vio  repicar  las  campanas  haciendo  mucho  escándalo  é  aIborc»t 
la  grita  de  los  dichos  indios  hacia  donde  estaba  el  dicho  señor 
tado;  pero  queste  testigo  no  sabe  á  lo  que  iba,  antes  cree  que  iba  át 
muestra  de  la  gente  que  no  á  pelear  por  entonces,  ó  questo  mht» 

30.  A  las  treinta  preguntas,  dijo  queste  testigo  se  halló  pr 
vio  todo  lo  contenido  en  la  dicha  pregunta,  é  así  es  públicri  {^  uúU^t 
esta  ciudad  porque  pasó  en  presencia  de  todos. 

31.  A  las  treinta  ó  una  preguntas,  dijo  que  no  sabe  cocsa  de  to< 
olla  contenido, 

32.  A  las  treinta  é  dos  preguntas,  dijo  que  sabe  este  U*^*»*?'"  • '»*! 
dicho  señor  gobernador,  en  la  parte  é  lugar  que  la  pregunr 


ALMAOBO  Y  8Ufi    OOMPAMIILOS 


99 


vio  ó  nevó  mucho  el  tíempo  que  allí  estuvo,  ó  todos  tenían  mucha  com- 
imfiit'vn  del  é  de  su  gente  por  el  peligro  que  tenían  é  pasaban  ellos  é  sus 
caballos, 

33.  A  las  treinta  ó  tres  preguntas,  dijo  que  sabe  que  el  dicho  señor 
gobernador  entró  de  noche  en  esta  ciudad  é  oyó  repicar  las  campanas, 
é  que  lo  demás  que  no  lo  vio;  é  que  en  lo  que  toca  á  la  opresión  del  dicho 
cabildo,  por  lo  que  ha  ^isto  hacer  al  dicho  Hernando  Pizarro  en  otras 
cosas,  en  este  caso,  por  qué  no  hacia  cosa  que  no  le  daba  parte  el  dicho 
Hernando  Pizarro  de  lo  que  en  cabildo  hacía,  por  temor  que  del  tenían, 
como  se  la  dieron  cuando  replicaron  á  las  provisiones  que  por  parte  del 
dicho  señor  gobernador  estaban  presentadas,  que  le  enviaban  á  decir  lo 
que  respondían  é  que  si  su  merced  estaba  contento  dello,  el  cual  cüjo 
que  sí;  lo  cual  sabe  este  testigo  porque,  como  á  caballero  é  criado  del 

By,  le  enviaban  á  llamar  al  dicho  cabildo  é  le  dieron  parte  de  lo  que 
1,  é  que  por  esto  sabe  lo  que  dicho  tiene, 

34.  A  las  treinta  é  cuatro  preguntas,  dijo  que  al  tiempo  contenido 
la  dicha  pregunta,  este  testigo  estaba  en  su  posada,  ó  no  quiso  salir 
la  porque  había  visto  en  cabildo  el  día  antes  las  provisiones;  6  le 
redó  quel  dicho  señor  gobernador  tenía  justicia,  é  que  por  esto  no 

salir  de  su  casa;  é  questo  sabe  desta  pregunta,  é  asimismo  oyó 
aquella  noche  se  hirieron  ciertos  españoles  de  las  cuales  murieron. 

35.  A  las  treinta  é  cinco  preguntas,   dijo  que  oyó  decir  púbUca- 
lente  lo  en  la  dicha  pregunta  contenido,  á  muchas  personas  que  se 

ron  piNBsentes  á  ello,  como  por  parte  del  dicho  señor  gobernador 
requerido  muchas  veces  que  no  liiciesen  ni  alborotasen  ni  escanda- 
sen  la  dicha  ciudad,  lo  cual  el  dicho  Hernando  Rzarro  no  quiso 

eer»  hasta  que  el  dicho  señor  gobernador,  por  su  buena  maña,  lo 

Bndió, 

36.  A  las  treinta  ó  seis  preguntas,  dijo  que  no  la  sabe. 

37.  A  las  treinta  ó  siete  preguntas,  dijo  que  sabe  cómo  Hernando 
ro  tenia  por  amiga  tma  india  desta  tierra,  la  cual  se  le  quejó  que 

capitón  ile  todos  los  indios  amigos  que  tenía,  que  se  llamaba  Pazca,  la 

>ía  maltratado,  e  el  dicho  Hernando  Pizarro  con  enojo,  ó  porque  la  dicha 

le  diese  oro  é  por  le  contentar,  le  prendió  é  echó  en  una  cadena 

[dicho  capitán  Pazca,  é  le  tuvo  preso  seis  ó  siete  días,  é  le  mandó  que 

diesen  á  beber  chincha,  sino  á  comer  un  poco  de  maíz;  é  que  á 

testigo  le  quitó  la  cadena;  é  lo  demás  lo  sabe  porque  conos- 


100  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

ció  la  dicha  india  en  su  poder  ó  vio  como  dio  la  queja  del  dicho. 
38.  A  las  treinta  é  ocho  preguntas,  dijo  que  lo  que  sabe  es  que 
otro  día  de  mañana,  después  de  preso  el  dicho  Hernando  Pizarro,  vio 
cómo  entraron  en  cabildo  alcaldes  ó  regidores,  ó  vistas  las  provisio- 
nes é  probanzas  de  los  límites,  rescibieron  por  gobernador  al  dicho  señor 
Adelantado  sin  contradición  alguna,  ó  las  mandaron  apregonar  é  se 
apregonaron  púbUcamente,  lo  cual  cree  este  testigo  no  se  hiciera  si 
el  dicho  Hernando  Pizarro  no  estuviera  preso,  por  lo  que  se  ha  visto  é 
oído  é  temor  que  los  del  cabildo  tenían;  é  que  lo  demás  que  lo  sabe 
porquestuvo  presente  á  todo  ello. 

•  39.  A  las  treinta  ó  nueve  preguntas,  dijo  que  oyó  decir  al  capitán 
Grabiel  de  Rojas,  siendo  alcalde  en  esta  ciudad,  cómo  había  hecho 
cierta  probanza  sobre  los  límites,  ó  sobre  ello  tomó  juramento  al  dicho 
Hernando  Pizarro,  ó  que  oyó  decir  al  dicho  alcalde  si  lo  que  entonces 
juró  el  dicho  Hernando  Pizarro  hobiera  dicho  al  tiempo  que  se  pre- 
sentaron las  provisiones,  que  no  hobiera  sucedido  el  escándalo  ni  albo- 
roto que  sucedió,  é  que  la  culpa  de  todo  lo  pasado  tuvo  el  dicho  He^ 
nando  Pizarro,  según  á  este  testigo  le  paresce. 

40.  A  las  cuarenta  preguntas,  dijo  quel  dicho  Hernando  Pizaiio 
contrataba  con  el  capitán  Hernando  de  Soto,  en  Lima,  de  le  vender  la 
gobernación  del  Quito,  ó  le  pedía  cien  mili  pesos  por  ella;  é  sabe  lo 
demás  en  la  dicha  pregunta  contenido,  porque  lo  oyó  decir,  así  al  dicho 
Hernando  Pizarro  como  á  otras  personas;  é  que  en  tanto  que  traía  el 
despacho  de  Su  Majestad,  le  daría  la  posesión  de  su  gobernación. 

41.  A  la  cuarenta  y  una  pregunta,  dijo  que  lo  que  dicho  tiene  es 
la  verdad  ó  lo  que  deste  caso  sabe,  é  no  otra  cosa  alguna,  é  así  es  públi» 
é  notorio  entre  las  personas  que  lo  saben  é  dello  tienen  noticia,  como 
este  testigo;  é  juró  de  tenerlo  secreto  délo  que  tiene  dicho,  ó  firmólo  de 
su  nombre. — Don  Alonso  Enríquez. 


h^ 


Nombres  de  los  demás  testigos  que  declararon  en  esta  in/ormaéi^ 
— El  capitán  Hernán  Ponce,  Diego  de  Bazán,  Gonzalo  Gutiérrez,  li»  ] 
ciado  Francisco  de  Prado  y  Antonio  Sahnerón. 


ALHAGKO  T  SUS  C0UPANEK08 


101 


31  de  Mikyo  de  Íd38 


XIII. — Eeal  cédula  relativa  á  Diego  de  Almdffro 


(Archivo  de  Indias,  139-1-9,  tomo  XVIII,  folio  130  vuelta) 


La  Rhina. — Nuestro  escribano  ó  escribanos  á  quien  esta  mi  cédula 
ere  mostrada   ó  su  traslado  signado  de  escribano  publico.  Hernán 
Jiménez,  en  nombre  del  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  nuestro  go- 
bernador y  capitán  general  de  la  provincia  de  Toledo,  me  ha  hecho 
relación  quel  dicho  Adelantado  tiene  necesidad  de  hacer  ciertas  infor- 
maciones é  abtos  6  otras  eseripturas  para  nos  informar  de  algimas  cosas 
que  tocan  á  nuestro  servicio  y  á  él  necesarias,  é  que  se  teme  que  vos- 
otros no  os  querréis  hallar  presentes  á  ello,  ni  dar  testimonio  de  Uis  escrip- 
tiiras  que  ante  vosotros  pasaren,  de  quél  recebiría  agravio  y  daño,  y  me 
¿aplicó  vos  mandase  que  cada  y  cuando  fuésedes  requeridos  por  parte 
del  dicho  adelantado  pai^  hacer  alguna  información  6  otros  abtos  y  es- 
cripttiras,  os  hallásedes  presente  á  ello  y  le  diésedes  cualesquier  testimo- 
nios que  ante  vosotros  pasasen,  6  como  la  mi  inorced  fuese,  é  yo  tóvelo 
por  bien;  por  ende,  yo  vos  mando  que  cada  y  cuando  fuerdes  requeridos 
por  parte  del  dicho  adelantado  don  Diego  de  jUmagro  para  hacer  algu- 
na información  ó  otros  abtos  y  escripturas,  os  halléis  presentes  á  ello, 
haciendo  lo  que  sois  obligados  en  vuesti'o  oficio,  sin  le  denegar,  y  las 
0scriptiut^  y  abtos  que  ante  vosotros  pasaren  tocantes  al  dicho  don  Diego 
de  Almagro,  se  las  deis  en  pública  foiTua  y  en  manera  que  hagan  fee 
para  que  las  tenga  pai-a  en  guarda  de  su  derecho,  pagándoos  primera- 
mente los  derechos  que  por  ello  justamente  hobierdes  de  haber;  ó  no  fa- 
rades ende  al  por  alguna  manera.  Fecha  en  la  villa  de  Valladolid  á  xxxi 
días  del  mes  de  Mayo  de  mil  ó  quinientos  y  treinta  y  ocho  años.^ — ^Yo  IíA 
JterKA. 

Eefrendada  de  Joan  Vázquez  y  señalada  de  Beltrán  y  Carvajal  y  Ber- 
^lal  y  Velázquez. 


uta 


^^M 


102 


COLECCIÓN  DE  DOCÜBÍENTOS 


6  dd  Jvhú  de  1689 


XIV. — Carta  de  Hernando  Pijsarro  al  R&f 


(Archivo  de  Indias,  Patronato  1-4-1/6) 


Sacra,  Católica,  Real  Majestad: — Siempre  que  se  ha  ofrecido  navio 
para  Panamá,  he  escrito  el  suceso  de  la  tierra  á  Vuestra  Majestad,  y  esi 
lo  hice  luego  como  llegué  á  este  puerto,  porque  no  tengo  descanso,  no 
haciéndolo  como  soy  obligado.  En  la  que  de  aquí  escrebí  á  Vuestra  Ma- 
jestad, decía  como  iba  por  Panamá,  aunque  me  habían  puesto  moy 
grandes  temores  algunos  que  de  allá  habían  venido,  que  aquel  juez  que 
allí  está  con  palabras  de  grande  infamia  decía  que  por  vida  de  Vuestra 
Majestad  me  había  de  cortar  la  cabeza  si  por  allí  fuese;  por  eso,  que  mi- 
rase bien  lo  que  hacía;  y  como  después  que  despaché  el  navio,  ota» 
muchas  personas  muy  abtónticas  y  aun  reUgiosos,  de  parte  de  Dios  y  di 
Vuestra  Majestad,  me  requirieron  que  no  fuese  por  allí,  yo,  por  huir  de 
que  por  mi  hubiese  escándalo  ni  alboroto,  acordé  de  irme  por  la  Natvi 
España,  por  no  verme  en  poder  de  hombre  qu«  tan  mal  habla  de  mi  f 
hombre  que  tan  üvianamente  ha  dado  crédito  á  informaciones  que  por 
parte  de  mis  contrarios  le  han  sido  hechas  y  de  tan  buena  gana  los  ba 
recibido,  y  por  no  verme  con  grillos  y  cadena  otra  vez  y  que  me  aaden 
cocando  con  la  muerte  cada  hora;  no  lo  merecen  mis  servicios;  quéjoma 
de  este  juez  á  Vuestra  Majestad  como  á  rey  y  señor,  que  yendo  yo 
quieto  y  mí  camino  derecho  y  á  dar  cuenta  de  cosas  y  muchos  secretoi 
de  la  tierra»  que  oo  hay  quien  los  ha  alcanzado  como  yo,  que  porlí» 
buenos  tratamientos  que  he  hecho  á  los  nat\irales  de  la  tierra,  me 
han  dicho,  me  ha  hecho  torcer  mi  camino  y  ha  puesto  mácula  y  bik 
famado  mi  persona  con  palabras  excusadas  para  juez  como  él  lo  eft 
donde  quiera  que  mi  viaje  sea,  abreviaré  mi  camino  todo  lo 
Ya  he  escripto  á  Vuestra  Majestad  cómo  yo  dejo  la  tierra  en  toda 
sosiego,  de  lo  cual  habido  harta  nescesidadrtres  años  ha  que  no  eran 
res  los  vecinos  de  los  pueblos  de  este  reino  por  el  alzamiento  de  la  tii 
que  por  nuestros  pecados  Nuestro  Señor  lo  permitió;  y  cansado  de 
las  armas  á  cuestas  de  noche  y  de  día  por  sustentar  la  ciudad  del 
que  todos  teníamos  por  prencipal  y  que  tanto  importaba  al  servicid 


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ALHÁOBO  T  SUfl  COMPAÑEROS 


103 


Tueatra  Majestad,  y  ya  que  lo  teníamos  remediado,  socorriónos  Dios 
yn  la  venida  del  mariscal  don  Diego  d©  Almagro,  que  pensamos  que 
su  venida  era  con  buena  intención,  y  resultó  della  los  desasosiegos  y 
muertes  y  daños  que  Vuestra  Majestad  verá  por  el  proceso  que  con  esta 
va,  y  fué  peor  de  apaciguar  la  tierra  de  los  cristianos  que  de  Chile  vinie- 
ron  que  de  los  indios  naturales  de  la  tierra;  porque  digo  de  verdad  á 
Vuestra  Majestad  que  con  tenerme  preso  y  la  cibdad  del  Cuzco  tomada 
y  parecerles  que  tenían  el  juego  hecho,  ni  se  acordaban  de  Dios  ni  te- 
mían á  Vuestra  Majestad  ni  á  su  justicia,  porque  ya  entre  ellos  no  se 
platicaba  sino  que  todos  unánimes  con  la  cabes&a  prencipal  no  habían  do 
obedecer  juez  hasta  que  la  necesidad  luciese  á  Vuestra  Majestad  enca- 
lles perdón  general.  Plugo  á  Dios  remediallo  todo  con  mi  deUberación, 
que  volví  por  su  justicia,  y  parósceme  que  un  hombre  que  tan  bien  ha 
servido  á  su  príncipe  como  yo,  ha  de  ser  gratificado  con  obras  y  no 
amenazado  con  palabras,  especialmente  de  un  juez  tan  levantado  de 
pensamientos  que  los  tiene  puestos  en  esta  tierra  con  pensar  que  Vues- 
tra Majestad  le  ha  de  enviar  á  ella  por  juez  de  esta  causa.  Con  la  quie- 
tud questa  tierra  agora  üene,  han  descubierto  y  descubren  cada  día  los 
cinos  muchas  minas  ricas  do  oro  y  plata  de  que  los  quintos  y  rentas 
Jes  de  Vuestra  Majestad  han  desertan  acrecentados,  que  basten  para 
¡iplir  los  gastos  y  costas  que  Vuestra  Majestad  cada  día  se  le  ofrecen  y 
cara  á  todo  el  mundo.  Nuestro  Seüor  la  Sacra,  Católica,  Cesárea 
>na  de  Vuestra  Majestad  guarde  con  aumento  del  universo,  como 
vasallos  deseamos.  De  Puerto  Viejo,  6  de  Julio.  De  vuestra  Sacra, 
itólica,  Cesárea  Majestad  muy  humilde  vasallo  y  servidor  que  lo3 
les  pies  de  Vuestra  Majestad  besa* — Hernando  Pigarro. — (Hay  una 
Ibríca,) 

W. — ^Cartoi  de  Rodrigo  Orgoños,  interrogatorios  y  posiciones  en  el  pleito 
Beguidú  por  el  Fiscal  Villalobos  contra  don  Diego  de  Almagro  y  otros  so- 
bre  preferencia  á  los  bienes  secuestrados  dd  adelantado  don  Diego  de 
Almagro  por  los  delitos  de  rebelión.^ 


(Archivo  de  Indias,  legajo  1006) 

Eete  es  un  traslado  bien  y  fielmente  sacado  de  una  carta  misiva 
parecía  por  ella  estar  firmada  de  un  nombre  que  decía,  Rodrigo 


104 


COLBOClÓir  DB  DOCUMENTOS 


Orgoñoa,  el  tenor  de  la  cual,  según  por  ella  parecía,  es  este  que  se  sigue^ 
Señor  primo:— Vuestra  carta  recibí  y  con  ella  alguna  alteradóo 
del  mal  que  toyistes  en  Panamá,  aunque  luego  envió  Nuestro  Señor  i 
misericordia:  como  siempre  plágale  de  os  encaminar  en  su  santo  aervi*^ 
ció,  A  lo  que  me  escribís  que  tuvistes  ó  tenéÍ3  en  voluntad  de  volver  i 
é  que  sí  no  fuera  por  mi  encomienda,  que  os  volviérades,  vuestra  me 
es  cuerdo  y  tiene  consejo;  pero  si  toma  mi  parescer,  sería  de  que  goum 
de  lo  que  Nuestro  Señor  Jesucristo  ha  sido  servido  de  le  dar  y  dar  ( 
canso  á  sus  padres  y  dar  por  libras  á  las  Indias,  pue^  tan  bien  le  haj 
pagado;  y  aunque  para  lo  que  vuestra  merced  merezca,  le  parezca  que 
poco,  él  vale  más  eso  poco  para  la  edad  que  tiene»  que  no  doblado  coi 
doblar  la  edad.  Todo  esto  digo  como  hombre  que  tengo  á  vuestra  mií-j 
ced  por  hermano  en  todo,  é  que  me  pesaría  de  que  lo  hiciese.  Lo  qti 
vuestra  merced  me  escribió  de  la  plata,  ya  vale  más  acá  que  en  Sevífl 
por  amor  de  Nuestro  Señor  Jesucristo,  que  pierda  vuestra  merced 
codicia,  é  que  mire  que  todas  las  cosas  en  el  medio  son  buenas, 
tengo  más  en  esto  que  le  escribir,  pues,  como  digo,  ^niestra  merced  i 
sabio  é  hará  lo  que  más  sea  para  salvación  de  su  ahna.  Pluguiera  Xtie5-| 
tro  Señor  Jesucristo  tuviera  el  aparejo  que  vuestra  merced   tiene  | 
que  viera  cómo  rae  descuidaba  de  lo  de  las  Indias.  Todo  esto  digo  ] 
que,  viniendo  bien  descuidado  á  despedirme  de  mi  hermano  ¿  esta  da* 
dad  del  Cuzco,  para  que  escribiéndome  \^estra  merced  de  su  llegada  A  j 
España,  porneme  en  camino,  como  yo  á  vuestra  merced  dije,  o 
que  le  llegaron  al  Adelantado  don  Diego  de  Almagro  provÍM 
gobernador  den  de  los  Umites  del  gobernador  Francisco  Pizorro,  eniMlé*| 
lante,  que  como  vuestra  merced  mejor  sabe,  entra  el  Cuzco  en  ella,  é  | 
sobre  estas  pro\^s¡ones  hubo  diferencias  entre  los  compañeros  go 
nadores,  por  manera  que  ^dnieron  en  concordia,  desta  manera:  < 
fuese  con  doscientos  de  caballo  á  descubrir  é  poblar  la  vuelta  del  Estw» 
cho,  é  para  esto  fui  tan  importunado  que  no  fué  eu  mi  mano  eseminaM 
dello,  ó  que  si  allá  hobiese  la  tierra  que  dicen,  porque  hay  muy 
noticia  deUo,  quel  adelantado  don  Diego  de  Almagro  fuese  ñ^^^  "  ^' 
nar;  é  si  no,  que  partiesen  lo  que  agora  gobierna  é  tiene  pi^ 
bemador  Francisco  Pizarro.  Yo,  como  vuestra  merced  sabe,  tcüieodoáj 
Adelantado  por  tan  mi  señor  é  amigo,  no  me  pude  esemir  dello» 
juro  á  Dios  y  á  esta  >^  fui  importunado,  y  tanto  que,  ci-       ^  ~ 
aceté,  así  por  le  servir  al  Adelantado,  como  por  lo  que  a 


▲LMA.OBO  ¥  SUB   COMPAÑEROS 


105 


suceder;  y  no  tanga  vuestra  merced  esto  en  tan  poco,  quel  Adelantado 
)n  Pedro  de  Alvarado  nos  daba  cien  mil  castellanos  porque  le  dejasen 
%T,  porque^  como  creo  habrá  sabido,  él  fué  desbaratado  en  Quito; 
estos  daba,  sin  haber  noticia  ninguna.  Daba  el  capitán  Hernando  de  Soto, 
doscientos  mil  ducados  para  la  empresa,  asimismo  y  con  aditamento 
que  ajnidaría  á  poblar  y  pacificar  la  gobernación  del  Adelantado;  é  vino 
á  que  quisiera  ir  por  un  compañero;  é  visto  el  Adelantado  que  si  allá 
hobiese  para  todos,  estaría  mejor  en  mi  que  no  en  otro,  no  lo  quiso 
acetar;  por  manera  que  entre  mí  y  el  capitán  Hernando  de  Soto  hobo  no 
sé  qué  embarazo,  é  casi  hobiéramos  de  reñir  sobre  ello,  porquél  pedía 
que  le  cumpliese  cierta  palabra  que  se  le  había  dado  sobrello;  esto  fué 
jmtes  que  yo  viniese  á  esta  ciudad,  é  después  de  venido  el  señor  Adelan- 
Jo  quiso  pagarme  el  deseo  que  le  [he]  tenido  de  servir,  ó  hace  conmigo 
ningún  interese  lo  que,  como  digo,  otros  no  pudieron  acabar  con 
leros;  é  dice  que  yo  soy  su  hijo  y  como  á  tal  ha  de  hacer  en  mí,  y  que 
costaría  cuanto  tiene  ó  que  me  hará  gobernador. 

Yo  voy,  placiendo  ¿nuestro  Señor  Jesucristo,  el  viaje  con  confianza 

su  señoría  del  Conde  mi  señor,  al  cual  escribo  el  suceso,  y  que  si 

aere  lo  que  sé,  cree  que  ha  de  meter  mano  con  Su  Majestad,  que  des- 

rguo  su  real  conciencia  con  quien  tan  bien  le  ha  servido  como  yo,  ó 

lismo  con  pensar  que  vuestra  merced  tomará  esto  por  cosa  propia, 

íes  lo  es,  y  que  lo  que  en  esto  trabajare  y  soUcitai'e,  es  hacer  en  sí 

jpio  y  que,  con  aj^da  de  nuestro  Señor  Jesucristo,  será  hacer  en 

ios  los  de  la  patria,   porque  ya  vuestra  merced  ve  que  estas  cosas 

ieren  principio. 

Y  para  que  todo  lo  que  digo  lo  haya,  conviene  que  vuestra  merced 
su  principio  de  trabajo  en  venh'  á  Sevilla,  para  que  saque  los  di- 
que llevó  míos  y  los  faga  moneda,  porque  al  Adelantado  se  le 
ció  necesidad  dellos  para  hacer  sus  cosas  en  España,  porque  acá 
la  fundición,  por  mandado  de  Su  Majestad,  por  cierto  embarazo  que 
jo  el  capitán  Hernando  Pizarro  á  la  tierra;  que  esto  es  lo  que  nego- 
porque  si  no  hobiera  esto  en  medio,  al  Adelantado  le  sobraban  diñe* 
3;  por  manera  que  mi  principal  principio  es  que  vuestra  merced  los 
'é,  porque  haciéndose  las  cosas  del  señor  Adelantado,  se  hacen  las  pro- 
ias  mías;  y,  4  faltar  los  dineros,  échame  vuestra  merced  á  perder,  por- 
ue,  como  vuestra  merced  mejor  sabe,  sin  dineros  no  se  hace  nada  en 
En  cosa  de  negocios  no  tengo  en  esto  más  decir,  pues  est 


106 


COLECCIÓK  DE  DOCUMENTOS 


muy  confiado  que  en  cosa  que  me  toca  tant4>,  se  hará  sin  que  en  i 
haya  otra  cosa.  Estos    dineros  se  prestan  por  dos  años,  dentro  de  los  I 
cuales  se  han  de  poner  en  Sevilla,  para  que  vuestra  merced  los  reciba, 
y  el  señor  Francisco  de  Godoy,  y  se  emplee  en  alguna  renta,  porque, 
como  verá  por  uu  poder  mío,  que  hoy  envío  muy  bastante  para  vuestra  ] 
merced  y  el  señor  Francisco  de  Godoy,  el  cual  va  imolidum  porque  es» 
taba  de  partida  y  ofrecióse  por  la  ñindición  que  se  detuvo;  pero,  hechuj 
con  ayuda  de  Nuestro  Señor  Jesucristo,  se  piensa  paní  partir  y  lo  ayU'j 
dará  [por]  su  parte  en  lo  que  me  toca. 

Este  poder  que  digo  lleva  Antonio  de  Espinosa,  secretario  del  sefiar  I 
Adelantado,  para  que  vuestra  merced  entienda  en  mis  cosas  y  en  á^\ 
esos  dineros,  porque  sin  ellos  no  hay  en  qué  entender;  y  fecho  e«to,  I 
conviene  que  vuestra  merced  se  llegue  á  la  Corte  á  que  haya  principio 
todo  lo  que  digo;  esto  que  digo  de  negocios  de  Corte,  se  entiende  ai  | 
vuestra  merced  no  estuviere  ocupado  en  cosas,  porque,  en  tal  caso.  Es- 
pinosa lleva  poder  mío  y  dineros  de  acá  para  que  negocie  lo  siguiente: 

Que  me  sostengan  mi  cacique,  ques  el  de  Pachacama,  quea  nmr  j 
bueno,  que  me  ha  dado  die35  mili  castellanos  de  valor  y  pienso  que  n»| 
dará  muclio  más. 

Lo  otro  es  que  se  entienda  en  la  legitimación  de  una  manera  ó  dr  | 
otra,  aunque  sea  menester  enviar  á  Roma, 

Fecho  esto,  que  se  liaya  ol  hábito  de  Santiago,  aunque  se  gasten  * 
muchos  dineros  en  ello;  y  hecho  esto,  vuestra  merced  crea  que  estoy  ea  i 
términos  de  llegar  á  donde  otros  han  llegado. 

Todavía  querría  que  si  mi  padre  está  para  ello,  vuestra  raerood  } 
él  se  llegasen  á  la  Corte  á  entender  en  esto,  porque,  juntamente  con  Es- 
pinosa, se  negociase  mejor,  porque  de  otra  manera  téngolo  por  diJ 
toso;  é  bien  sería  que,  en  cosa  que  tanto  toca  mi  honra,  no  hob 
pereza,  pues  que  lo  que  tocare  á  la  de  vuestra  merced,  no  la  habrá  em 
é  si  para  mi  padre  [son]  menester  dineros,  Espinosa  los  dará;  é  djgaáj 
padre  que  si  esto  se  hace,  que  puede  creer  que  hijos  é  hijas  ha  de  \ 
en  el  estado  que  desea,  ó  que  cada  un  año  le  enviaré  tres  mil  peso^j 
oro  é  que  los  días  pasados  le  envié  quinientos  castellanos  con  un 
hombre  de  Avila,  que  se  dice  Olivares;  bien  creo  que  los  habrá 
todos;  es  bien  que  se  consulte  con  su  señoría  del  Conde  y  que,  ju 
mente  con  su  favor,  se  haga  esto*  Lleva  Espinosa  para  esto  doa  mil 
eados. 


DMAGEO  Y  8U8    COMPAÑEROS 


107 


Por  acá  aportó  nuestro  primo  Hernán  Pouce  y  le  socorri:  digo,  le 
dado  un  caballo  é  un  esclavo,  que  valía  más  de  dos  mil  castellanos;  é 
asimismo  vino  ei  hijo  de  Gonzalo  de  Trujillo  y  también  le  alcanzó  su 
parte  de  lo  que  yo  pude. 

Asimismo  envía  el  señor  Adelantado  unos  capítulos  en  mi  favor,  su- 
Hcando  á  Su  Majestad  me  dé,  adelante  de  su  gobernación,  hacia  el  Es- 
cho»  gobernación,  y  para  esto  se  obliga  de  favorecerla  cosa  como  cosa 
propia.  Todo  es  bien  que  se  tenga  cuidado,  Al  seilor  mi  tío  y  á  la  señora 
su  madre  y  hermauaSi  beso  mil  veces  las  manos  ó  les  suplico  hayan 
por  suya.  Nuestro  Señor  dé  á  vuestra  merced  tanto  descanso  como 
deseo.  Desta  ciudad  del  Cuzco»  primero  de  Jullio,  Vuestro  servidor. 
'Rodrigo  Hargoños. 

En  el  sobrescrito  de  esta  caria  dice:  á  mi  señor  primo  Antonio  de 
^ergara,  en  Oropesa  ques  cabe  Talavera  de  la  Reina. 

Señor: — Con  un  gentilhombre  de  Talavera,  que  se  llama  Juan  de 
Icedo,  escribí  á  vuestra  merced  largo  del  suceso  de  mi  vida,  después 
le  salí  de  esa  tierra,  y  por  ser  el  portador  desta  Antonio  de  Vergara  y 
reverendo  padre  fray  Vicente  de  Valverde,  seré  breve»  porquellos 
formarán  largo  á  vuestra  merced  y  de  todo  lo  demás  desta  tierra. 

Con  este  gentilhombre  que  digo,  que  se  llama  Juan  de  Salcedo, 

ivió  á  vuestra  merced  una  olla  de  oro  que  tenía  trescientos  y  tantos 

scados.  y  envié  á  mi  madre  quinientos  castellanos  de  buen  oro  de 

ite  é  dos  quilates  y  medio,  todo  lo  cual  envié  para  los  gastos  de 

casa,  de  lo  cual  me  dejó  hecha  una  cédula  que  lleva  Antonio  do 

^ergara. 

Antonio  de  Vergara,  mi  primo,  dará  á  vuestra  merced  mil  ducados; 
mil  envío  á  mi  madre  y  otros  dineros  lleva  para  mi  hermano 
^wlro  de  Horgoños,  é  para  otras  personas  dése  pueblo,  é  asimismo  lleva 
para  esos  señores  el  Conde  y  para  sus  hermanos  ciertas  vasijas  de  oro 
i_^  plata,  é  una  poca  de  ropa  de  la  tierra;  á  las  cuales  escribo  largo  todo 
I  de  acá-  Los  mil  ducados  que  envío  á  vuestra  merced  son  para  que 
'sase  vuestra  merced  alguna  de  sus  hijas  mis  hermanas,  la  que  más 
Lecesidad  toviere;  los  mil  ducados  que  envío  á  mi  madre,  son  para  casar 
L  mí  hermana  María,  la  cual  suplico  á  vuestra  merced  tenga  cuidado 
i  la  casar  más  que  ninguna  de  las  que  vuestra  merced  tiene  en  casa, 
n©8  tiene  necesidad  más  que  otra  ninguna.  Ésta,  suplico  á  vuestra 
jCiGrced  que  ai  en  esta  vida  vuestra  merced  me  desea  descanso,  sea  casa- 


108 


COLECCIÓN  DB  DOCUMBlíTOS 


da  con  un  hijodalgo,  porque  yo  doy  mi  fee  á  vuestra  merced  de  tener! 
cuidado  de  la  proveer  largo  de  todo  lo  que  hobiere  menester,  que,  por! 
su  respeto,  á  todos  los  del  linaje  que  la  tomare,  porque,  á  Dios  gni<^ 
cias,  tengo  el  día  de  la  fecha  desta,  cincuenta  mil  ducados:  yo  m«| 
fuera,  pues  Dios  ha  sido  servido  de  me  dar  con  qué  dé  á  vuestra  mer 
ced  buena  vejez;  pero  el  gobernador  desta  tierra  me  tiene  tanta  volu 
tad,  que  no  me  deja  ir  por  agora;  pero  yo  prometo  á  vuestra  merced  ( 
viendo  repuesta  desta,  de  no  estar  en  la  tierra  un  mes;  no  envío  i 
\niestra  merced  más  dineros»  porque,  como  digo,  en  viendo  respu 
desta  y  sabiendo  lo  deaa  tierra,  yo  me  iré,  y  de  lo  que  llevare  se  lo  r»or3 
né  en  sus  manos  para  que  dello  é  de  mí  disponga  largo. 

Si  vuestra  merced  quisiere  que  venga  acá  mi  hermano  Juan  de  ' 
gofios  y  mi  hennano  Pedro  Méndez,  porque  así  quiero  que  se  llamo  i 
no  esto\der6  casado,  confórmelos  vuestra  merced  y  envíelos,  que  yo  1 
remediaré;  y  si  no  viniere,  escríbame  vuestra  merced  la  causa,  que  i 
les  fciltará  cada  mil  ducados  con  que  viva;  é  m  acaso  vinieren,  Aut 
de  Vergara  les  dará  una  memoria  de  lo  que  han  de  hacer. 

Yo  tengo  de  enviar  á  suplicar  á  Su  Majestad  rae  Jhaga  me 
hábito  de  Santiago:  si  acaso  fueren  á  hacer  probanza  á  ese  puefc 
quien  soy,  tenga  vuestra  merced  el  cuidado  que  se  requiere, 
mis  servicios  fechos  en  estas  partes  y  en  Italia  lo  merecen,  eomo  se « 
á  su  tiempo. 

A  vuestra  merced  torno  á  suplicar  no  tenga  descuida  en  lo  áe  im J 
hermana  María  y  sobre  esto  me  escriba  vuestra  merced  largo  de  loqillj 
piensa  hacer  sobre  ello,  é  si  más  dineros  fueren  menester,  Verganí  lo  sOr 
plirá,  aunque  sean  otros  mil  ducados.  Mi  hermano  Diego  Méndesi 
bueno,  á  Dios  gracias,  y  rico,  y  besa  á  \^estra  merced  las  manos  y  I 
con  mucho  deseo  de  se  ir  á  descansar  á  esa  tierra  y  á  se  casar»  di 
pienso  de  llevar  conmigo  cuando  me  vaya. 

De  mi  primo  Antonio  de  Vergara  no  escribo  á  vuestra  merced 
la  buena  cuenta  que  ha  dado  de  sí,  pues  lleva  la  seña  por  delanto^j 
que  do}^  mi  fe  á  vuestra  merced  que  por  su  persona  él  merece  8«rJ 
de  un  gran  señorío;  é  puede  vuestm  merced  decir  á  nai  tío  Rodrigio 
Vergara  que  tiene  un  hijo  el  más  honrado  de  todo  su  linaje  qii&  jafláíj 
se  ha  visto. 

Al  Conde  escribo  largo  del  reverendo  padre  fray  Vicente  de  Va 
de  la  buena  cuenta  que  ha  dado  de  sí,  é  asimismo  escribo  á  su 


ALMJLaRO  T  BüS   COMPAÑEROS 


109 


haciéndoles  relación  de  cómo  todos  los  conquistadores  envían  á  suplicar 
á  Su  Majestad  que  le  provea  de  obispo  destas  partes,  porque  tiene  ser 
y  letras  para  serlo  de  arzobispo  de  Toledo;  vuestra  merced  liable  al 
Conde  sobre  ello  j  le  ponga  delante  como  es  hijo  de  sus  criados,  y  que 
loe  señores  en  estos  semejantes  tiempos  los  han  de  favorescer,  y  ^'uestra 
merced  le  suplique  que  lo  envíe  á  negociar  á  la  Corte,  porque  agora  van 
cartiis  sobre  ello.  A  todas  mis  hermanas  y  hermanos  me  encomien- 
ceso  regando  á  Dios  me  deje  irá  dar  descanso  á  vi^esilru  merced. 
ciudad  de  Jauja,  veinte  días  del  mes  de  Julio  de  mil  é  quinientos 
é  treinta  y  cuatro  afios.  Obediente  hijo  de  vuestra  merced  que  sus  ma* 
boea. — Rodrigo  Orgoños. 

Después  de  haber  escrito  á  ^Tiestra  merced,  acordé  de  enviar  con 
tonio  de  Vergara,  en  plata  y  oro,  treinta  y  cinco  mil  ducados  á  las 
evas  de  Sevilla,  para  que  esté  más  á  la  mano  para  las  necesidades  que 
vuestra  merced  se  le  ofrecieren. 

El  sobrescrito  desta  carta  dice:  <  A  mi  seüor  Juan  de  Orgofioe,  en 
pesa.» 
Señor: — Estando  de  camino  para  ir  á  dar  á  vuestra  merced  el  des- 
deseado, quiso  Nuestro  Señor  guiar  las  cosas  de  suerte  que  con 
yuda  y  la  hendieióa  de  vuestra  merced,  no  Bolamente  con  mi  tra- 
o  vuestra  merced  lo  terna,  mas  aún  alcanzarán  parte  todos  nuestros 
idos  é  amigos  y  quedará  memoria  perpetua  de  nuestra  sucesión; 
digo  porque  el  seüor  adelantado  don  Diego  de  Almagro  rae  ha 
su  armada  á  cargo  y  voy  por  au  lugarteniente;  y  no  solamente 
hecho  esta  merced  y  favor  teniéndome  por  propio  hijo,  mas  aún 
desechado  de  más  de  doscientos  mil  ducados  que  el  capitíín  Her- 
do  de  Soto  le  daba  por  la  empresa;  é  para  más  me  aventajar  ha 
plicado  á  Su  Majestad  me  provea  de  una  gobernación,  la  cual  vues- 
merced  ha  de  soHcitar  y  buscar  para  ello  nuevas  fuerzas  é  dili- 
i^^encio,  asi  con  el  señor  Conde  como  con  el  señor  don  Hernando,  su 
o,  á  cuyas  señorías  escribo  lo  que  verá  vuestra  merced  por  el  traslado 
8U8  cartas  que  va  con  ésta;  y  si  fuere  menester  y  personalmente  qui- 
el  señor  don  Hernando  ir  á  ello,  vuestra  merced  le  acompañe  y  le 
iera  muy  grandes  servicios  y  dineros.  Ahí  envío  á  vuestra  merced  el 
do  de  mi  suplicación  á  Su  Majestad,  por  el  cual  verá  todo  lo  que 
debe  pedir.  Hase  de  tener  en  ello  mucho  secreto  y  sagacidad,  tomando 
todo  consejo  del  capitán  Juan  Téllez  y  Juan  de  Espinosa,  que  enten- 


lio  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

derán  en  ello  con  mi  poder,  el  cual  no  envío  á  vuestra  merced  por  le 
excusar  del  trabajo  que  acarrean  semejantes  negocios.  Solamente  en  el 
breve  despacho  de  mis  provisiones  ponga  vuestra  merced  el  resto,  asi 
para  las  sacar,  como  para  las  enviar  triplicadas  á  donde  yo  estovieae,  y 
en  correos  se  gaste  lo  necesario,  enviando  persona  de  recaudo  á  mis  ne- 
gocios, que  acá  será  pagada  á  su  voluntad,  como  no  entienda  más  en 
otros  ajenos;  y  pues  vuestra  merced  ve  en  qué  términos  queda  vuestro 
liijo  saliendo  desnudo  de  vuestra  casa,  alcance  las  alas  para  que  se  vista 
su  honra  y  se  perpetúe  su  linaje,  pues  todas  las  gracias  y  fundamento 
son  de  vuestra  merced. 

En  lo  tocante  al  Conde,  vuestra  merced  dé  toda  manera  para  qne 
tome  esta  cosa  por  suya,  que  de  razón,  de  más' de  lo  que  vuestra  merced 
le  ha  servido,  mi  voluntad  se  lo  merece,  é  aún  el  proferimiento  de  mi  don. 

Lo  que  suplico  á  Su  Majestad  es  me  conceda  quinientas  leguas  de 
costa  del  sur  para  que  sea  gobernador  y  capitán  general  dallas,  yo  é  un  ^ 
sucesor  mío,  cual  yo  escogeré  y  quo  dé  mi  título  de  Adelantado  é  de 
alguacil  mayor  é  alcalde  de  las  fortalezas  que  yo  hiciere  en  su  real  nom- 
bre, y  que  me  haga  merced  de  la  decena  parte  de  lo  que  así  conquistare, 
con  título  de  marqués,  y  que  me  dé  el  hábito  de  Santiago  y  me  con- 
serve los  indios  de  Pachacama,  que  tengo  en  repartimiento;  sin  otras 
muchas  mercedes  que  se  contienen  en  la  capitulación  del  adelantado 
don  Diego  de  Almagro,  las  cuales  pido  de  la  misma  manera  para  mí. 

Aquí  llegó  mi  primo  Hernán  Ponce,  al  cual  he  dado  más  de  dos 
mil  ducados,  y  al  hijo  de  Francisco  de  Trujillo,  más  de  quinientos,  é 
de  cada  día  pienso  hacer  por  ellos  como  por  deudo  y  natm^ales  de  una 
patria. 

También  escribo  al  señor  don  Cristóbal;  al  señor  don  Luis  no  es- 
cribo porque  dicen  acá  que  es  muerto. 

Señor,  lo  que  á  vuestra  merced  suphco  es  que  se  entienda  por 
cualquier  vía  que  yo  sea  legítimo  y  por  esta  vía  se  podrá  haber  el  hí- 
bito  de  Santiago;  y  en  caso  que  en  lo  de  las  capitulaciones  haya  dilaíí«to. 
en  lo  demás,  suplico  á  \aiestra  merced  no  la  haya,  pues  vuestra  merced 
de  cuanto  toca  á  mi  honra  y  á  la  de  vuestra  merced,  é  por  amor  de 
Dios,  que  no  tenga  vuestra  merced  pereza:  esto  de  legitimar,  puede 
vuestra  merced  comunicar  con  un  letrado  y  todo  lo  demás. 

Señor,  al  Adelantado  se  le  ofreció  necesidad,  por  causa  de  cesarla 
fundición  en  esta  tierra,  por  mandado  de  Su  Majestad,  de  los  dineros 


ALMAGRO  T  BÜB  COMPAÑEROS 


111 


que  llevó  míos  Antonio  de  Vergara,  mi  primo:  á  vuestra  merced  su- 
plico se  los  mande  ir  á  dar,  porque  de  otra  manera  sería  echai'me  á 
perdei^y  no  hacerse  cosa  mía;  y  para  esto  envío  poder  á  Antonio  de  Ver- 
gara:  estos  dineros  se  me  han  de  dar  de  aquí  á  dos  años,  puestos  en 
Sevilla,  é  digo  que  á  no  querer  mi  primo  ir  á  dallos^  he  dado  otro  poder  á 
Juan  de  Espinosa,  para  que  los  liaga  moneda,  y  en  esto  perdería  diez 
mil  ducados.  A  la  señora  su  mujer  y  las  señoras  mis  hermanas  beso 
mil  veces  las  manos;  á  mi  hermano  Pedro  de  Horgofíos,  no  escribo 
liasta  ver  carta  suya,  que  le  suplico  haya  esta  por  suya;  cuya  vida  Nues- 
tro Señor  acreciente oon  el  estado  que  yo  deseo.  Desta  ciudad  del  Cuzco, 
dos  de  Julio  de  mil  é  quinientos  y  treinta  y  cinco  años.  Obediente  hijo 
ile  vuestra  merced,— Eodrigo  de  Horgoños, 


Las  posiciones  quel  Licenciado  Villalobos,  fiscal  del  Consejo  de  las 
idias,  pide  declare  de  calumnia  el  licenciado  Fmucisco  de  Prado  sobre 
,  demanda  quel  dicho  licenciado  Prado  tiene  puesta  contra  el  juro 
\ne  tenía  don  Diego  de  Almagro  el  mozo,  en  la  ciudad  de  Jerez  de  la 
Frontera,  son  las  siguientes: 

1,  Primeramente,  si  conoce  al  dicho  Licenciado  Villalobos,  fiscal  del 
dicho  Consejo  do  Indias,  é  si  conoció  al  adelantado  don  Diego  de  Al- 
magro, gobernador  y  capitán  general  que  fué  por  Su  Majestad  en  el 
íaevo  Reino  de  Toledo»  en  Ins  provincias  del  Perü,  en  las  Indias  del  Mar 
éano,  ó  si  conoció  á  don  Diego  de  Ahnagro,  el  mozo,  hijo  del  dicho 
ielantado  don  Diego  de  Almagro,  é  si  conoció  á  Rodrigo  Orgoños,  ya 
mto,  y  á  Diego  Méndez,  su  hermano,  que  vivieron  ambos  en  el  dicho 
levo  Reino  de  Toledo,  é  si  conocen  á  Beatriz  de  Dueñas,  madre  de  los 
chas  Rodrigo  Orgoños  é  Diego  Méndez,  é  si  tiene  noticia  de  trescien- 
y  noventa  y  tres  mil  ó  setecientos  é  cincuenta  maravedís  de  renta 
I  juro  en  las  rentas  reales  de  la  ciudad  de  Jerez  de  la  Frontera,  que 
lía  é  poseía  por  suyos  é  como  suyos  el  dicho  don  Diego  de  Almagro, 
mosto,  desde  el  año  de  quinientos  é  treinta  y  siete  años,  desde  veinte 
jricte  días  del  mes  de  llebrero  del  dicho  año,  sobre  el  cual  juro  es  este 
>;  é  si   tiene  asimismo  noticia  de  ocho  rail  é  quinientos  ducados 
capitán  Juan  de  Espinosa  dio  al  licenciado  Juan  Juárez  de  Car- 
<le  Stt   Majestad,  que  agora  es  obispo  de  Lugo,  en 


112 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


nombre  y  favor  del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  el  mozo,  y  para  él  cuan- 
do se  concertó  el  casamiento  del  dicho  don  Diego  de  Almagro  el  mo 
con  doña  NataHa  de  Carvajal,  hija  del  dicho  Licenciado  Carvajal. 

2.  ítem:  pongo  quel  dicho  don  Diego  de  Almagro,  el  mozo,  erahijo^ 
natm-al  del  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro  y  que  por  tal  su 
hijo  natural  le  crió,  tuvo  y  reconoció  el  dicho  adelantado  don  Diego  deJ 
Almagro  al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  su  hijo,  y  que  en  tal  pofioaíóal 
de  su  hijo  natural,  fué  habido  y  tenido  y  comunmente  reputado  entnoj 
todas  las  personas  que  del  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro  y] 
del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  su  hijo,  to vieron  noticia  en  las  ^üchagj 
provincias  del  Perú  desde  más  de  doce  años  á  esta  parte,  hasta  queíj 
dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro  murió,  y  después,  y  queslo  ( 
ansí  verdad,  pública  voz  y  fama,  común  ó  general  opinión  entre  las  pcrj 
sonas  que  de  los  dichos  padre  é  liijo  to  vieron  noticia. 

3*  ítem:  pongo  quel  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro  ñoi 
tuvo  ni  reconoció  otro  hijo,  ni  descendiente  legitimo  ni  natural,  ni  e^-| 
reo,  mas  de  al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  su  hijo;  é  que  si  otro  tof 
é  reconociera,  no  pudiera  ser  sin  quel  dicho  Licenciado  Prado  lo  supic 
y  viera  y  entendiera,   por  la  mucha  y  larga  noticia  que   tuvo  el  dicba 
Licenciado  Prado  del  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro  y  del  &-] 
cho  don  Diego,  su  hijo, 

4,  ítem:  si  saben,  creen,  vieron,  oyeron  decir  quel  cucho  a^lolantado  I 
don  Diego  de  Almagro,  de  más  de  diez  años  á  esta  parte,  tenía  é  moíH j 
traba  grande  amor  é  voluntad  al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  so  hijo] 
natural,  ó  que  en  este  grande  amor  é  voluntad,  como  si  fuera  su  híjoj 
legítimo,  perseveró  siempre  el  dicho  adelantado  don  Diego  de  Altiiflgro] 
del  dicho  tiempo  hasta  que  falleció,  y  questo  es  ansí  verdad,  público  e| 
notorio. 

6.  ítem:  pongo  que  por  el  grande  amor  é  voluntad  quel  ilicho  ^  I 
lantado  don  Diego  de  Almagro  tenia  al  dicho  don  Diego  de  Alowgro.io 
liijo,  en  un  testamento  que  hizo  en  vida,  antes  que  hiciese  el  cod 
que  hizo  al  tiempo  de  su  muerte,  instituyó  ó  nombró   por  su  he 
universal  de  todos  sus  bienes  al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  el  i 
su  hijo, 

6,  ítem:  pongo  que  si  el  dicho  adelantado  don  Diego  de  Al 
en  el  codicillo  que  hizo  al  tiempo  de  su  muerte,  instituyó  por  su  I 
dero  á  Su  Majestad,  que  fué  de  que  se  vido  condenado  por  Her 


AliMAOBO  T  8I7S  COMPANEROS 


113 


^izarro  á  pena  de  muerte  é  remitido  á  Su  Majestad  la  confiscación  de 
8U8  bienes;  é  que  después  de  notificádole  la  dicha  sentencia,  otorgó 
el  dicho  codicillo  para  ganar  la  voluntad  á  Su  Majestad,  para  que  hi- 
ciese mercedes  al  dicho  su  hijo  y  le  favoreciese;  y  que  esto  fué  la  causa 
é  su  intención  é  voluntad,  por  donde  instituyó  por  heredero  á  Su  Ma- 
jestad, y  no  porque  to viese  intención  de  mudar  la  voluntad  que  antes 
tenia,  de  hacer  á  su  hijo  heredero,  salvo  por  mejoría  del  dicho  su  hijo; 
ó  que  así  lo  expresó  á  la  sazón  que  lo  otorgó. 

7.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  con  el  grande  amor  é  voluntad  quel  dicho 
lelantado  don  Diego  de  Almagro  tenía  é  mostraba  al  dicho  don  Diego 

de  Almagi'o,  su  hijo,  procuraba  de  casarle  muy  bien  y  en  parte  donde 
_tüvie3e  favor,  y  heredarle  muy  bien  y  hacelle  mayorazgo  en  estos  reinos 
Castilla,  por  manera  que  fuese  muy  honrado  y  acrecentado  el  dicho 
hijo;  y  que,  para  el  efecto  de  lo  susodicho,  el  dicho  Adelantado  otor- 
una  obUgación  en  que  se  obligó  de  poner  en  Castilla  cien  mil  pesos 
oro  para  el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  su  hijo,  para  su  casamiento 
b1  dicho  don  Diego  de  Almagro;  la  cual  obligación  otorgó  el  dicho  Ade- 
itado  en  favor  del  dicho  su  hijo,  en  un  dia  del  mes  de  Junio  del  afio 
mil  quinientos  é  treinta  y  cinco  años:  digan  lo  que  saben. 

8.  ítem:  pongo  que  continuando  el  dicho  amor  é  voluntad  quel 
10  adelantado  don  Diego  de  Almagro  tenía  al  dicho  don  Diego,  su 

Jo,  en  el  afio  de  mil  é  quinientos  é  treinta  ó  cinco  años  envió  á  Juan 

Espinosa,  á  estos  reinos,  con  cierto  oro  y  plata  y  con  poderes  suyos 

cobrar  más  cantidad  en  estos  reinos,  y  le  mandó  que  del  dicho  oro 

'  plata  comprase  renta  para  el  dicho  su  hijo,  y  lo  pusiese  en  su  cabeza 

su  hijo,  ó  le  dio  poder  é  facultad  para  comprar  la  dicha  renta  para  el 

oho  su  hijo;  diga  lo  que  sabe,  vido  é  oyó  decir  en  aquel  tiempo  al  di- 

io  Adelantado  Alraagi-o, 

9.  Ítem:  pongo  que  asimismo  en  el  dicho  año  de  quinientos  ó 
dinta  é  cinco  años,  el  dicho  Adelantado  dio  poder  y  comisión  al  dicho 

de  Espinosa  para  que  le  tratase  de  casar  é  casase  al  dicho  don 
Í0go  de  Almagro,  su  hijo,  con  la  persona  que  á  él  pareciese  que  con- 
la  al  dicho  su  hijo,  para  que  fuese  míis  honrado  é  favorecido:  digan 
que  saben, 

10.  ítem:  pongo  que  al  tiempo  quel  dicho  adelantado  don  Diego 
Almagro  envió  al  capitán  Juan  de  Espinosa  con  el  dicho  oro  y  plata 

que  en  Castilla  comprase  renta  y  hacienda  para  el  dicho  don  Die- 


114 


COLECCIÓN  BE  DOCUMENTOS 


go  de  Almagro,  que  fué  en  el  dicho  año  de  treinta  é  cinco,  como 

dicho,  el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  el  mozo,  estaba  ya  en  ei  Perú,  ( 

la  ciudad  de  los  Reyes,  y  que  por  mandado  del  dicho  adelantado  doD 

Diego  de  Almagro  vino  por  la  ciudad  de  los  Reyes  el  dicho  capitán] 

Juan  de  Espinosa,  á  visitar  é  hablar  de  su  parte  al  dicho  don  Diego  d^ 

Almagro,  el  mozo,  que  aJll  estaba,  y  á  le  hacer  saber  las  dichas  mer 

dos  y  donaciones  quel  dicho  adelantado  dou  Diego  de  Almagro,  su 

dre,  le  había  hecho  en  ol  oro  y  plata  que  le  había  dado  para  lo  compr 

de  renta  y  liaeieuda  para  el  diclio  dou  Diego  de  Almagro,  el  ui020,  \H 

ansí  le  visitó  é  habló  el  dicho  Juan  de  Espinosa  de  parte  dol  dicho  ade-l 

lautado  don  Diego  de  Almagro,  su  padre,  é  le  dijo  é  hizo  sabor  la  mer^j 

ced  quel  dicho  Adelantado»  su  padre,  le  había  hecho  en  le  dar  el  dic 

oro  y  plata  para  que  dello  se  comprase  renta  y  hacienda  para  el  <Uchúl 

don  Diego  de  Almagro,  el  mozo,  lo  cual  fué  en  el  dicho  año  pasado  d»  1 

quinientos  é  treinta  é  cinco  ó  principio  del  ailo  de  treinta  y  sem  úigñú] 

los  testigos  lo  que  saben. 

11.  ítem:  pongo  que  asimismo  á  la  dicha  sazón  el  dicho  capitán , 
Juan  de  Espinosa  dijo  al  (helio  don  Diego  de  Almagro,  el  mozo,  que 
ti-afa  comisión  del  dicho  su  padre  para  le  casar  en  Casulla  muy  bien  « j 
le  hacer  un  mayorazgo:  digan  lo  que  saben. 

12.  ítem:  pongo  que  como  el  dicho  capitán  Juan  de  £spino^,  ót 
parte  del  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  visitó  al  dicho  don 
Diego  de  Almagro,  el  mozo,  en  la  diclia  ciudad  de  los  Reyes  y  le  áip 
lajs  mercedes  que  su  padre  le  había  hecho,  como  es  dicho  en  las  prepui 
tas  antes  desta;  el  dicho  don  Diego  de  Ahnagro,  el  mozo,  acetó  las  di- 
chas mercedes  quel  <heho  su  padre  le  había  hecho  y  mostró  ]i^ 
ánimo  de  gozar  de  las  dichas  mercedes  y  que  se  holgaba  dello   ,  j^ - 
asi  lo  chjo  y  pubhcó  así  al  dicho  capitán  Juan  de  Espinosa,  como  i  lalj 
otras  personas  que  oon  él  liablaban  en  lo  susodicho:  digan  lo  queí 

13.  ítem:  pongo  que  en  la  dicha  sazón,  en  los  dichos  años  de  treüF 
ta  é  cinco  é  de  treinta  é  seis,  el  dicho  adelantado  don  IHego  de  Alma 
gro,  después  de  enviado  al  dicho  capitáu  Juan  de  Espinosa  con  didwí 
oro  y  plata  al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  su  hijo,   le  envió  mucbíí^ 
veces  á  vesitar  con  mensajeros  y  cartas,  y  que  asimismo  el  dicho  ' 
Diego  de  Almagro,  el  mozo,  desde  la  dicha  ciudad  de  los  Royeís  ejícrifi 
muchas  cartas  al  chcho  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  su 
en  las  cuales  decía  que  le  besaba  las  manos  por  las  dichas  mercedes  qu* 


iJkQBO  y  sus  OOMPAKSROS 


115 


le  había  hecho  con  el  dicho  Juan  de  Espinosa  y  cou  otros;  lo  cual  pasó 
en  los  dichos  años  de  treinta  é  cinco,  é  treinta  y  seis  é  treinta  é  siete: 
digan  lo  que  saben. 

14.  ítem:  pongo  que  después  qnel  dicho  adelantado  don  Diego  de 
Ahnagro  ennó  el  dicho  oro  y  plata  con  el  dicho  capitán  Juan  de  Espinosa, 

dicho  Adelantado  desde  la  provincia  de  CMle  envió  por  el  dicho  don 
;o  de  Almagro,  el  mozo,  su  hijo,  que  estaba  en  la  dicha  ciudad  de 
lyes»  y  envió  á  mandar  el  dicho  Adelantado  que  le  llevasen  al  di- 
cho don  Diego,  su  hijo,  é  le  llevasen  á  mucho  recaudo  por  mar  ó  por 
tierra,  como  mejor  pudiesen,  é  que  así  el  diclio  don  Diego  de  Almagro» 
el  mozo,  por  mandado  del  dicho  Adelantado  Almagro,  su  padre,  fue  á 
Chile  ante  ol  diclio  adelantado  don  Diego  de  Almagro»  su  padre,  y  es- 
tuvo con  él  mucho  tiempo  en  el  año  de  treinta  y  seis  é  treinta  é  siete, 
tratándole  el  dicho  adelantado  don  Diego  de  Ahnagro  al  dicho  su  hijo, 
con  mucho  amor,  como  padre  verdadero  que  era:  digan  lo  que  saben  y 
que  ansí  lo  vido  pasar  el  dicho  hcenciado  Francisco  de  Prado. 

15.  ítem:  pongo  que  estando  en  Chil©»  en  el  Perú,  el  dicho  ade- 
lantado  don  Diego  de  Almagro  y  con  él  el  dicho  don  Diego,  su  hijo,  en 
el  dicho  año  de  treinta  é  seis,  el  dicho  adelantado  don  Diego  de  Ah 
magro  dijo  é  pnbhcó  muchas  veces  que  todo  cuanto  tenía  lo  quería 
para  el  dicho  don  Diego,  su  hijo,  é  se  lo  había  dado  y  daba,  lo  cual 
dijo  y  afirmó  en  el  dicho  afio  de  treinta  y  seis,  así  estando  presente  el 
dicho  don  Diego  de  Almagro,  su  hijo,  como  estando  ausente:  digan  lo 
que  saben  y  que  ansí  lo  vio  pasar  el  dicho  licenciado  Francisco  de  Prado, 

16.  ítem:  i)ongo  que,  aunque  de  antes  se  liabía  platicado  de  casai* 
al  ilicho  su  hijo  con  una  hija  de  Lope  Hernández  de  Trebiño  é  de  doña 
Juana  de  Loaisa,  su  mujer,  vecinos  de  Ciudad  Real,  é  para  ello  había 
dado  poder  al  dicho  Juan  de  Espinosa  é  á  otras  personas,  pero  que  lue- 
go el  dicho  Adelantado  dijo  é  mandó  al  dicho  Juan  de  Espinosa  que  si 
|ís  parecía  mudar  propósito  en  lo  del  casamiento  de  su  hijo  con  otra 
persona,  que  lo  hiciese  todo  &  su  libre  albedrío  é  voluntad,  como  del 
confiaba  de  todo  así  lo  del  casamiento,  é  que  dispusiese  de  los  dineros 
que  traía  é  había  de  cobrar  é  ponerlo  en  cabeza  de  su  hijo,  é  lo  dejaba 
todo  é  dejó  á  disposición  é  libre  albedrío  del  dicho  Juan  de  Espinosa, 
en  favor  del  dicho  don  Diego  de  Almagi-o,  su  hijo,  é  que  lo  que  hiciese 
en  ello  daba  él  por  hecho,  é  que  para  este  efecto  le  dio  poderes  para 
poder  revocar  todos  los  otros  poderes  que  estaban  dados  á  otras  perso- 


116  COLECCIÓN    DE    DOCUMENTOS 

ñas,  cuando  y  al  tiempo  que  á  él  le  pareciese,  y  que  todo  fué  en  sola  la 
persona  del  dicho  Juan  de  Espinosa  y  en  su  libre  albedrío,  del  cual  hizo 
mucha  y  larga  y  entera  confianza;  lo  cual  le  dijo  ó  confió,  de  más  de  por 
las  escrituras  que  le  otorgó,  aun  muy  más  largo  de  palabra  después  de 
otorgados  los  dichos  poderes,  é  por  cartas  que  le  escribió,  que  todo  lo 
hiciese  ó  ordenase,  así  de  la  persona  de  su  hijo,  como  de  su  hacienda 
que  traía  é  había  de  cobrar  é  dar  al  dicho  su  hijo;  ó  su  disposición  la 
había  por  buena  é  daba  por  bien  hecha,  é  que  esto  es  así  verdad,  pú- 
bhco  é  notorio:  declare  lo  que  cerca  desto  sabe  que  pasó. 

17.  ítem:  pongo  que  cumpUendo  la  dicha  confianza,  el  dicho  capi- 
tán Juan  de  Espinosa,  en  el  año  de  quinientos  é  treinta  é  seis,  trató  con 
el  ücenciado  Juan  Suárez  de  Carvajal,  del  Consejo  de  Su  Majestad,  de 
casar  al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  el  mozo,  con  doña  Natalia  de 
Carvajal,  su  hija,  y  concertó  con  él  el  dicho  casamiento,  juntamente  con 
Zebedeo  Velázquez,  en  el  cual  concierto  Jde  casamiento,  el  dicho  Juan 
de  Espinosa  prometió  de  comprar  para  mayorazgo  al  dicho  don  Diego 
de  Almagro,  el  mozo,  setenta  mil  ducados  en  hacienda:  declare  lo  que 
sepa. 

18.  ítem:  pongo  que  para  efecto  del  dicho  casamiento  ó  seguridad 
del,  el  dicho  Juan  de  Espinosa,  en  favor  del  dicho  don  Diego  de  Almagro, 
el  mozo,  y  para  el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  el  mozo,  depositó  en 
poder  del  dicho  licenciado  Juan  Suárez  de  Carvajal,  que  agora  es  obis- 
po de  Lugo,  ocho  mil  é  quinientos  ducados,  y  cumpHendo  la  dicha  con- 
fianza, renunció  en  el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  el  mozo,  los  tres- 
cientos y  noventa  y  tres  mil  y  setecientos  y  cincuenta  maravedís  que 
por  él  había  comprado  de  juro  en  Jerez  de  la  Frontera:  diga  lo  que  sabe 
y  pasa. 

19.  ítem:  pongo  que  todo  lo  quel  dicho  Juan  de  Espinosa  concertó 
con  el  dicho  licenciado  Juan  Suárez  de  Carvajal  del  dicho  casamiento  y 
depósito,  como  dicho  es  en  las  preguntas  antes  desta,  y  el  juro  que  com- 
pró para  el  dicho  don  Diego,  su  hijo,  lo  supo  el  adelantado  don  Di^ 
de  Almagro,  y  lo  loó  y  aprobó  é  ratificó,  la  cual  ratificación  hizo  en  el 
año  de  quinientos  é  treinta  é  siete,  antes  que  entrase  el  mes  de  Did^- 
bre  del  dicho  afío,  y  que  así  lo  declaró  el  dicho  adelantado  don  Diego 
de  Almagro,  así  de  palabra  como  por  cartas  suyas  escritas  y  enviadas 
al  dicho  Juan  de  Espinosa  en  el  dicho  año  de  quinientos  é  treinta  é 
siete  años,  antes  que  entrase  el  dicho  mes  de  Diciembre  del  dicho  alio: 


ALMAGBO  T  BÜ8  COMPANEBOS 


117 


lecíare  lo  que  cerca  desto  oyó  el  dicho  Licenciado  Prado  decir  y  hablar 
al  diciio  adelantado  don  Diego  de  Almagro  en  aquella  sazón. 

20.  ítem:  pongo  que  asinúsmo,  después  que  el  dicho  capitán  Juan 
de  Espinosa  renunció  en  el  dicho  don  Diego  de  Almagro»  el  mozo,  loa 
trescientos  noventa  y  tres  mil  ó  setecientos  é  cincuenta  maravedís  de 
juro  de  Jeroz  de  la  Frontera,  que  fué  en  veinte  é  un  días  del  mes  de 
Enero  de  mil  é  quinientos  é  treinta  é  siete  años,  lo  supo  el  dicho  don 
Diego  de  Almagro,  el  mozo,  en  aquel  mismo  año  de  quinientos  é  treinta 

i  siete  años;  y  que,  como  lo  supo  que  estaba  el  dicho  juro  en  su  cabeza, 

para  é\,  holgó  del  lo  y  mostró  placer  dello,  acotándolo,  y  que  así  lo  en- 

idiesen  é  conociesen  el  dicho  Licenciado  Prado  del  dicho  don  Diego 

Almagro,  el  mozo;  y  el  dicho  Licenciado  Prado,  hablando  con  él  sobre 

susodicho,  y  c<5mo  el  dicho  su  padre  le  quería  casar  y  honrar,  é  le 

ibía  dado  la  dicha  hacienda;  é  questo  pasó,  como  dicho  es,  en  el  año 

ie  quinientos  é  treinta  é  siete  aüos,  antes  que  entrase  el  mes  de  Diciem- 

[>re  del  dicho  año, 

21.  ítem:  pongo  que,  habiendo  acetado  el  dicho  don  Diego  de  Alma- 
ro,  el  mozo,  las  dichas  mercedes  y  donaciones  quel  dicho  adelantado 
:)n  Diego  de  Almagro,  su  padre,  le  había  hecho,  y  lo  que  por  virtud  de 

comisión  había  heclio  el  dicho  capitán  Espinosa,   de  renunciar  en  él 
dicho  juro  é  depositar  para  él  los  dichos  ocho  mil  é  quinientoa  duca- 
I  en  el  dicho  hcenciado  Juan  de  Carvajal,  dende  á  más  de  un  año  de 
10  lo  habían  sabido  y  acetado  lo  susodicho,  el  dicho  don  Diego  de 
ro,  el  mozo,  otorgó  un  poder  suyo  al  dicho  hcenciado  Juan  Suárez 
Carvajal,  para  que  por  él  y  en  su  nombre  cobrase  las  rentas  é  juros 
i  dineros  é  otras  cosas  que  él  tenía  en  estos  reinos  de  Castilla;  el  cual 
1er  otorgó  ante  Hernando  Verdugo  de  Henao,  escribano  de  Su  Ma* 
1:  declare  lo  que  sepa. 

22.  ítem:  pongo  quol  dicho  licenciado  Juan  Suárez  de  Carvajal  re- 
tó é  acetó  el  dicho  poder,  é  acetándole  é  usando  dól,  dio  su  poder  á 

lonso  Caballero,  vecino  de  Sevilla,  para  cobrar  las  rentas  del  dicho 
6  todos  otros  dineros  ó  otras  cosas  que  pertenecían  al  dicho  don 

9go  de  Almagro;  é  por  virtud  del  dicho  poder,  el  dicho  Alonso  Caba- 
ero  cobró,  en  nombre  del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  el  mozo,  las 

itas  del  juro  quel  dicho  don  Diego  de  Almagro,  el  mozo,  tenía  en  Je- 
Bz  de  la  Frontera,  que  eran  los  dichos  trescientos  noventa  ó  tres  mil  se- 

ientos  é  cincuenta  maravedís;  é  los  cobró  desde  que  comenzaron  á 


Üi^ 


A 


118 


COLBCClÓlSr  DE  DOCÜlCEirTOS 


correr  el  dicho  juro;  é  que  asimismo»  en  nombre  del  dicho  don  Diego 
de  Almagro,  el  mozo,  cobró  el  dicho  Alonso  Caballero  cierta  libranza  ea 
las  rentas  de  Canarias,  por  razón  del  tiempo  que  estuvo  sin  darle  el  pri* 
vilegio  del  juro,  después  que  había  recibido  los  dichos  dineros  del  dicho 
don  Diego  de  Almagro:  digan  lo  que  saben  é  declárelo  el  dicho  Licencia* 
do  Prado  lo  que  pasa. 

23.  ítem:  pongo  quel  diclio  Obispo  de  Lugo,  después  de  fíoada  la 
diclia  doña  Natalia  de  Carvajal,  su  hija»  por  cuyü  causa  dejó  de  haber 
efecto  el  dicho  casamiento,  todavía  retuvo  en  sí  los  dichos  ocho  mil  é 
quinientos  ducados  del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  el  mozo;  é  qn©  8Í 
los  retuvo  en  sí,  que  fué  por  razón  del  poder  que  él  tenía  del  dicho  doa 
Diego  de  Almagro,  el  mozo,  para  cobrar  de  cualesquier  personas  \m 
rentas  é  dineros  é  otras  cosas  del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  el  mozo, 
porque  si  otro  lo  tuviera,  por  virtud  del  dicho  poder,  lo  había  de  cobrar 
del  é  traer  á  su  poder;  é  que  por  esta  causa  del  dicho  poder  ó  no  por  ota. 
el  dicho  obispo  retuvo  en  si  los  dichos  ocho  mil  é  quinientos  ducados  del 
dicho  don  Diego  de  Almagro,  el  mozo;  é  que  sí  otra  causa  hubiera  de 
retenerlos,  no  pudiera  ser  menos  sino  que  el  dicho  Licenciado  de  Prado 
lo  supiera,  por  la  mucha  noticia  que  tenía  denlas  personas  del  dicho  LiobXí- 
ciado  Carvajal  é  del  dicho  don  Diego  de  Almagro:  é  de  la  misma  fjosa 
íhga  la  que  sabe  é  pasa, 

24.  ítem:  pongo  que  de  mucho  tiempo  y  años  antes  quel  dicho  ade- 
lantado don  Diego  de  Almagro  otorgase  la  obligación  al  dicho  Licencituio 
Prado  de  los  treinta  é  un  mil  é  ciento  ó  cincuenta  castellanos  por  do 
agora  pide,  el  dicho  Licenciado  Prado  tenía  mucha  amistad  y  comunica* 
ción  el  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro  con  el  dicho  LioeDciado 
Francisco  de  Prado,  y  se  aoonsojaba  con  él  en  todas  las  cosas  y  coQtia* 
taciones  que  hacía;  y  el  dicho  Licenciado  Prado  daba  consejo  en  ello  al 
dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  y  por  ello  el  dicho  Liceacíadu 
Prado  recibió  del  muchos  dineros,  oro  y  plata;  y  questo  es  así  verdid, 
púbUco  é  notorio:  declare  lo  que  sabe  y  pasa. 

25.  ítem:  pongo  que,  siendo  como  era  el  dicho  Licenciado  Prado 
letrado  del  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  y  que  le  daba  cod^ 
sejo  en  todas  las  cosas  que  había  de  hacer»  como  es  dicho  en  la  poakJÓQ 
antes  desta,  cuando  el  dicho  Adelantado,  en  el  año  de  treinta  y  anca 
años,  envió  á  estos  reinos  al  dicho  capitán  Juan  de  Espinosa.  '  '' 
dicho  oro  y  plata,  para  lo  emplear  en  hacienda  para  el  dicho  doD 


j^ 


mSMI 


▲LUAOBO  Y   BXJS   OOMPANEBOS 


119 


Almagro,  el  mozo,  su  hijo,  é  para  el  dicho  su  hijo  y  para  le  casar,  lo 
>müiiicó  primero  el  dicho  Adelantado  con  el  dicho  Licenciado  Prado  y 
omt)  consejo  con  él,  d©  manera  que  lo  supo  y  entendió  el  dicho  Licen- 
ciado Prado  todo  lo  que  el  dicho  Adelantado  hizo  en  favor  del  dicho 
don  Diego  de  Almagro,  su  hijo,  mucho  tiempo  antes  quel  dicho  Adelan- 
tado hiciese  la  dicha  obligación  al  dicho  Licenciado  de  Prado. 

26.  ítem:  pongo  que  antes  y  al  tiempo  tjuel  dicho  Adelantado  otor- 
gase la  dicha  obhgación  de  los  dichos  treinta  é  un  mil  é  ciento  é  cin- 
cuenta castellanos,  al  dicho  Licenciado  Prado,  supo  el  dicho  Licenciado 

ado  questaba  comprado  el  dicho  juro  de  Jerez  de  la  Frontera,  en 

"nombre  del  dicho  don   Diego  de  Almagro,  el  mozo,  y  para  él,  y  quel 

dicho  Juan  de  Espinosa  y  Zebedeo  Velázquez  habían  concertado  el 

casamiento  del  dicho  don  Diego  de  Almagi'o,  el  mozo,  con  la  dicha  doüa 

fatalia  de  Carvajal,  hija  del  dicho  Licenciado  Carvajal,  y  que  para  el  di- 

[10  efecto  habían  depositado,  en  nombre  del  dicho  don  Diego  de  Almagro, 

mozo,  los  dichos  ocho  mil  é  quinientos  ducados  en  poder  del  dicho 

icenciado  Carvajal,  del  Consejo  de  Su  Majestad,  y  quel  dicho  juro  era 

dicho  don  Diego  de  Almagro,  el  mozo,  é  lo  tenía  é  poseía, 

27.  ítem:  pongo  quel  dicho  juro  de  Jerez  de  la  Frontera  se  cobró 
>r  muchos  años  por  del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  el  mozo,  con 

3der,  por  Alonso  Caballero,  vecino  de  Sevilla,  como  después  por 
poder  que  después  el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  el  mozo,  dio  á 
iego  de  Alvarado,  y  el  dicho  Diego  de  Alvarado  sostituyó  el  dicho 
ier  á  Juan  Gralvarro,  vecino  de  Sevilla,  y  que  ol  dicho  Diego  de  Al- 
ado, en  nombre  y  con  poder  del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  el 
r,o,  avisaba  á  Hernando  Pizarro  la  muerte  del  adelantado  don  Diego 
Almagro,  su  padre,  y  que  loa  gastos  que  en  el  diclio  pleito  criminal 
el  dicho  Diego  de  Alvarado,  en  nombre  del  dicho  don  Diego  de 
5,  el  mozo,  los  hacía  é  cobraba  y  pagaba  de  la  renta  del  dicho 
de  Jerez  de  la  Frontera,  como  de  bienes  propios  del  dicho  don 
de  Almagro,  el  mozo,  tenidos  é  proveídos  por  él;  ó  que  ansí  lo 
j,  vio  y  entendió  siempre  el  dicho  Ucenciado  Prado,  en  el  tiempo 
le  pasó  lo  susodicho. 

28.  ítem:  pongo  que,  sabiendo  el  dicho  Licenciado  Prado  todo  lo 
atenido  en  las  posiciones  arriba  contenidas  y  estando  certificado  dello, 
aque  sabía  que  estaba  el  dicho  juro  en  Jerez  de  la  Frontera,  antes  y  al 

ipo  que  pidió  la  ejecución  de  la  dicha  obligación  en  bienes  de  Ro- 


po*] 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTO» 


drigo  Orgofios,  el  dicho  Licenciado  Prado  no  quiso  é  dejo  de  p 
cución  de  la  dicha  obligación  contra  el  dicho  juro  de  Jerez  de  la  Frou 
tera,  antes  la  pidió  contra  los  bienes  del  dicho  Rodrigo  Orgoños,  aun- 
que por  muchas  veces  fué  requerido  por  parte  da  Beatm  de  Duafiaí», 
madre  de  Rodrigo  Orgoños^  é  por  Blas  de  Saavedra,  su  yerno  é 
procurador,  que  pidiese  contra  el  dicho  juro  de  Jerez,  dicióndole  qo< 
eran  bienes  del  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro;  ó  que  coma 
el  dicho  Licenciado  Pmdo  sabia  la  verdad  que  el  dicho  juro  de  Jens* 
de  la  Frontera  no  era  del  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  aalTO^ 
del  dicho  don  Diego,  su  hijo,  y  por  él  tenido  y  poseído,  no  quiso  pedif 
contra  el  dicho  juro;  y  que  esto  es  ansí  verdad. 

29.  ítem:  pongo  que,  después  quel  dicho  adelantado  don  Diego 
Almagro  entró  en  la  ciudad  del  Cuzco^  cuando  prendió  á  Henumdo 
Pizarro,  que  ftié  en  el  mes  de  Marzo  de  mil  é  quinientos  é  treinta  y 
siete  años,  liizo  muchas  obligaciones  é  conocimientos  de  deudas  de 
mucha  más  cuantía  do  lo  que  sabe  el  dicho  Licenciado  Pra*lo  que  tenia 
de  bienes  á  la  sazón;  las  cuales  obligaciones  y  conocimientos  hizo  eu 
favor  de  diversas  personas:  declare  lo  que  sabe  é  pasa, 

30.  ítem:  pongo  que  por  deUtos  de  traición  y  rebelión  é  otros  gm 
vísimos  cometidos  por  el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  el  niozo^  oontia 
el  servicio  de  Su  Majestad  y  contra  el  bien  común  de  la  tierra  de  \u 
provincias  del  Perú,  el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  el  mozo,  lia  aeídi 
declarado  por  traidor,  y  condenado  y  ejecutado  en  pena  de  nr 
confiscación  de  todos  sus  bienes,  por  sentencia  del  Licenciado  \ ,.-  — 
Castro,  juez  de  comisión  y  gobernador  que  fué  de  las  provincias  del 
Perú,  por  Su  Majestad,  ó  questo  es  asi  verdad,  público  é  uototicr^  é 
por  esta  causa  vinieron  los  dichos  ocho  mil  é  quhiientos  ducados 
der  de  Alonso  de  Baeza,  tesorero  de  Su  Majestad,  y  ausioiifimo  el 
juro  de  Jerez,  por  la  dicha  razón  es  de  Su  Majestad  y  le  perteoí 
daré  la  verdad, 

31.  ítem:  pongo  quel  dicíio  Rodrigo  Orgofios  no  murió  abii 
tato,  salvo  con  testamento,  y  que  al  tiempo  que  murió  dejó  dos 
propios  naturales,  y  que  hoy  día  son  vivos  y  están  en  poder  del 
Francisco  de  Godoy,  en  la  villa  de  Cáceres,  su  tutor  é  tastameol 
nombrado  en  el  testamento  del  dicho  Rodrigo  Orgofios, 

32.  ítem:  pongo  que  la  dicha  Beatriz  de  Dueñas  no  ha  daido  m 
gado  de  sus  propios  bienes  al  dicho  Licenciado  Prado  ooea 


Éi^M 


J-Ji 


ALMA6B0  Y   BUS  OOHPANEBOB 


121 


pago  de  la  obligación  quel  dicho  Licenciado  Prado  tenía  contra  el  dicho 
Rodrigo  Orgofíos,  como  fiador  del  dicho  Adelantado. 

33.  ítem:  pongo  que,  aonque  la  obligación  por  do  el  dicho  Licen- 
ciado Prado  pide  el  dicho  jui'o,  diciendo  que  prestó  treinta  ó  un  mil  é 
ciento  é  cincuenta  castellanos  al  dicho  adelantado  don  Diego  de  Alma- 
gro, pero  que  en  la  verdad  la  causa  de  la  dicha  obHgación  no  procedió 
de  emprestido,  salvo  de  juego  quel  dicho  adelantado  don  Diego  de 
Almagro  y  el  dicho  Licenciado  Prado  jugaron  á  juegos  vedados  de  nai- 
pes y  dados,  y  en  el  dicho  juego  ganó  el  dicho  Licenciado  Prado  al  diclio 
adelantado  don  Diego  de  Almagro  la  cantidad  de  pesos  de  oro  conte- 
nida en  la  dicha  obligación,  al  menos  la  mayor  parte  ó  casi  todos  los 
dichos  pesos  contenidos  en  la  dicha  obligación  fueron  ganados  al  dicho 
juego,  aunque  el  diclio  Adelantado  liizo  la  dicha  obUgación  diciendo 
que  se  los  había  prestado  el  dicho  licenciado  Francisco  de  Pnwlo:  de- 
re  la  verdad  de  lo  que  pasa,  qué  tanta  cantidad  de  lo  contt?nido  en 
diclia  obligaciíin  ganó  el  dicho  Licenciado  Prado  al  dicho  adelantado 
[>n  Diego  de  Ahuagro. 

En  la  villa  de  Valladolid,  á  veinte  é  dos  días  del  mes  de  Septiem- 

de  mil  é  quinientos  é  cincuenta  é  cinco  años,  presentó  estas  posi* 

jnes  en  el  Consejo  de  las  Indias  do  Su  Majestad  el  Licenciado  Villa- 

^bo8,  fiscal  de  Su  Majestad  en  el  dicho  Consejo;  los  señores  del  Consejo 

idaron  que  el  licenciado  Francisco  de  Prado  jure  de  calunia  é  res- 

:>nda  á  las  dichas  posiciones  conforme  á  la  ley,  é  so  la  pena  della. 

E  después  de  lo  susodicho,  en  la  dicha  villa  de  Valladolid,  á  veinte 
^  dos  días  del  mes  de  Septiembre  del  dicho  año  de  mil  é  quinientos  ó 
.ciiicuenta  é  cinco  años,  3^0,  Martín  de  Ramoyn,  escribano  de  Su  Majes- 
y  oficial  del  secretario  Juan  de  Samano,  por  mandado  de  los  señores 
I  Consejo  de  las  Indias  de  Su  Majestad,  tomé  é  recibí  juramento  de  ca- 
en forma  debida  de  derecho,  del  licenciado  Fnincisco  de  Prado, 
ite  al  presente  en  esta  Corte,  el  cual,  siendo  preguntado  por  el  tenor 
^interrogatorio   de    posiciones    puestas  por  el    Licenciado   Villa- 
^bos,  fiscal   de   Su   Majestad   en  el  dicho  Coüsejo,  dijo  ó  depuso  lo  si- 
liente: 

A  la  primera  posición,  dijo  que  conoció  á  todos  los  en   la  dicha 

dgunta  é  posición  contenidos,  que  son  ya  difuntos;  é  conoce  asimismo 

[los  demás,  que  son  vivos,  y  que  tiene  noticia  del  juro  de  que  en  ella 

I  hace  mención,  porqués  público  é  notorio,  y  de  los  ocho  mil  y  qui- 


122  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

nientos  ducados  questaban  en  podf^r  del  Obispo  de  Lugo;  ó  que  lo  demás 
contenido  en  la  posición  lo  niega  ó  no  lo  sabe. 

2.  A  la  segunda  posición,  dijo  que  la  confiesa,  porque  así  era  pú- 
blica voz  y  fama. 

3.  A  la  tercera  posición,  dijo  que  la  niega  porque  no  sabe  si  el  di- 
cho Adelantado  tenía  otro  hijo  ó  no. 

4.  A  la  cuarta  posición,  dijo  ques  verdad  que  este  testigo  que  de- 
pone vio  quel  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro  trataba  al  dicho 
don  Diego  de  Almagro,  su  hijo,  como  á  hijo  é  le  mostraba  mucho  amor, 
é  que  lo  demás  niega. 

5.  A  la  quinta  posición,  dijo  que  la  niega  é  no  la  sabe. 

6.  A  la  sexta  posición,  dijo  que  la  niega,  é  que  si  dejó  por  herede- 
ro á  Su  Majestad,  fué  por  el  gran  amor  que  tenía  á  su  real  persona  y 
no  por  otro  respeto  alguno,  segund  la  voluntad  grande  queste  que  de- 
pone conoció  del  dicho  Adelantado  todas  las  veces  que  hablaba  en  oosa 
tocante  al  servicio  de  Su  Majestad. 

7.  A  la  sétima  posición,  dijo  que  la  niega  é  no  la  sabe. 

8.  A  laotava  posición,  dijo  que  la  niega  é  no  la  sabe,  y  se  remite  á 
los  poderes  quel  dicho  Adelantado  sobre  ello  dio  al  dicho  Juan  de  Es- 
pinosa, si  los  hay. 

9.  A  la  nueve  posición,  dijo  que  la  niega  é  no  la  sabe. 

10.  A  la  décima  posición,  dijo  que  la  niega  é  no  la  sabe,  é  que 
antes  tiene  por  cierto  quel  dicho  don  Diego  de  Almagro,  el  mozo,  no 
era  aun  llegado  á  la  provincia  del  Perú  al  tiempo  quel  dicho  Juan  de 
Espinosa  se  embarcó  para  estos  reinos  de  Castilla,  porque  á  la  sazón 
este  que  depone  era  teniente  de  gobernador  en  la  ciudad  de  los  Reyes, 

por  don  Francisco  Pizarro,  é  fué  á é  despachar  la  nao  en  qnd 

dicho  Juan  de  Espinosa  se  embarcó  para  Panamá  para  venir  á  estos 
reinos,  y  entonces  aun  el  dicho  don  Diego  no  era  llegado  á  la  tierra,  á 
lo  queste  que  depone  se  puede  acordar,  é  así  lo  tiene  por  cierto;  é  que 
si  era  llegado,  este  que  depone  no  le  vio,  á  lo  que  se  acuerda,  y  estarfi 
en  el  ínterin  ido  con  el  dicho  Adelantado,  su  padre,  á  la  provincia  i 
Chile,  porque  este  que  depone  no  vio  ni  alcanzó  á  ver  al  dicho  Adelan- 
tado Almagro  antes  que  fuese  á  Chile,  porque  aim  no  era  llegado  aDí 
este  que  depone. 

11.  A  las  once  posición,  dijo  que  la  niega. 

12.  A  las  doce  posición,  dijo  que  la  niega  y  no  la  sabe. 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS 


123 


13.  A  las  trece  posición,  dijo  que  la  niega  y  no  la  sabe. 

14,  A  las  catorce  posición,  dijo  que  la  niega  é  no  la  sabe;  dijo  lo 
índice  en  la  décima  posición, 

^p5.  A  las  quince  posición,  dijo  que  la  niega  é  no  la  sabe. 

16,  A  las  diez  é  seis  posición,  dijo  que  la  niega  é  no  la  sabe;  antes 
lo  que  la  posición  dice  quel  dicho   Adelantado  había  dado  comisión 

dicho  Juan  de  Espinosa  para  que  dispusiese  de  su  liacienda  y  casase 
fhijo,  lo  tiene  é  tuvo  este  que  depone  por  al  contrario,  porque  la  di- 
^ksáción  dice  que  pasó  esto  el  año  de  treinta  é  seis,  y  los  juros  que 
Sque  depone  compró  al  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro, 
$  el  año  de  treinta  é  ocho;  é  si  supiera  ó  fuera  verdad  qiiel  dicho  Ade* 
^do  los  había  dado  al  dicho  Espinosa  para  ponerlos  en  cabeza  del 
|ho  su  hijo,  no  se  los  comprara  este  que  depone,  y  tiene  por  averigua- 
¡y  es  ansí  quel  dicho  Adelantado  no  se  los  vendiera  siendo  suyos,  por 
ao  era,  hombre  de  gran  verdad  é  crédito, 

17.  A  las  diez  é  siete  posición»  dijo  queste  que  depone  no  \ió  ni 
.  alguna  de  lo  en  ella  contenido;  mas  de  que  oyó  decir  cómo  se 

\  tratado  casamiento  entre  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  y  la 

iNatalia  de  Carvajal,  hija  del  Licenciado  Carvajal,  lo  cual  oyó  decir 

Faño  de  cuarenta,  después  queste  que  depone  llegó  á  estos  reinos; 

_demás  contenido  en  la  posición  lo  niega  é  no  lo  sabe. 

^8.  A  las  diez  é  ocho  posición,  dijo  que  á  la  sazón  que  oyó  decir 

itenido  en  la  pregunta  antes  desta,  oyó  también  decir  cómo  el  di- 

icenciado  Carvajal  tenía  en  su  poder  oclio  mil  é  quinientos  duca- 

le  le  había  dejado  el  dicho  Juan  de  Espinosa  por  razón  del  dicho 

íento,  é  que  también  lo  oyó  decir  este  que  depone  al  dicho  Juan 

>inosa  en  la  diclia  provincia  del  Perú,  muchos  días  después  de  la 

del  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro;  é  que  en  lo  del 

li  alguna  remuneración  se  hizo,  éste  que  declara  no  lo  sabe  y  m 

á  eUa. 

19,  A  las  diez  é  nueve  posición,  dijo  que  la  niega  é  no  la  cree,  é 

ates  tiene  por  cierto  lo  contrario,  porque  a!  tiempo  que  el  dicho 

Je  Espinosa  Uegó  á  la  ciudad  de  los  Reyes,  de  vuelta  destos  rei- 

[se  supo  de  su  venida,  ya  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  estaba 

,  á  lo  queste  que  depone  se  acuerda,  y  nunca  después  le  habló  ni 

p  pudo  recibir  carta  suya  porque  había  muy  gran  guarda  é  recau- 

[ello  por  parte  del  marqués  don  Francisco  Pizarro,   para  quel  di- 


124  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

cho  Adelantado  no  recibiese  carta  ninguna  ni  aviso  de  Castilla,  ni  de 
tierra,  ni  para  quél  lo  pudiese  escribir,  y  que  á  la  sazón  quel  dio 
Juan  de  Espinosa  llegó,  ya  el  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almag 
había  vendido  los  juros  á  este  que  depone  y  no  podía  aprobar  ni  api 
bó  lo  que  la  posición  dice,  no  siendo  la  dicha  hacienda  ya  suya  si 
deste  que  depone,  por  se]^la  haber  ya  comprado  y  pagado. 

20.  A  las  veinte  posición,  dijo  que  la  niega  como  en  ella  se  ooni 
ne,  porque  no  pasó  ni  pudo  pasar  ninguna  cosa  de  lo  contenido  &i 
dicha  posición,  por  lo  que  dicho  tiene  en  la  posición  antes  desta  y  p 
que  nunca  se  supo  en  la  dicha  provincia  del  Perú  ninguna  cosa  deí 
juro  que  dice  el  dicho  fiscal  haberse  dado  al  dicho  don  Diego  de  Aln 
gro,  el  mozo,  hasta  que  el  dicho  Adelantado,  su  padre,  fué  muerto,  qi 
fué  por  el  año  de  treinta  é  ocho,  á  seis  días  del  mes  de  Abril. 

21.  A  las  veinte  é  una  posición,  dijo  que  la  niega  é  no  la  sabe. 

22.  A  las  veinte  é  dos  posición,  dijo  que  la  niega  é  no  la  sabe, 
que  oyó  decir  que  Alonso  Caballero  cobraba  el  juro  que  decían  que  e 
del  dicho  don  Diego,  pero  queste  que  depone  no  sabe  con  cuyo  pod 
lo  cobraba. 

23.  A  las  veinte  é  tres  posición,  dijo  que  siempre  oyó  decir  este  [qu 
depone  quel  dicho  Obispo  de  Lugo  tenía  en  su  poder  los  ocho  mil  é  qt 
nientos  ducados  que  eran  del  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagr 
porque  se  los  había  dejado  el  dicho  Juan  de  Espinosa,  como  dicho  tien 
é  que  lo  demás  contenido  en  la  dicha  posición  lo  niega  y  no  lo  cree. 

24.  A  las  veinte  é  cuatro  posición,  dijo  que  la  niega  y  ques  verda 
queste  que  depone  tenía  comunicación  con  el  dicho  Adelantado  y  < 
dicho  Adelantado  con  él  y  se  querían  bien  todo  el  tiempo  que  estufi 
en  su  compañía  hasta  quo  murió. 

25.  A  la  veinte  y  cinco  posición,  dijo  que  la  niega,  porque  al  tiempo 
quel  dicho  Juan  de  Espinosa  se  embarcó  en  la  dicha  provincia  paraT*- 
nir  á  estos  reinos  con  el  oro  y  plata  del  dicho  Adelantado,  este  quedfr 
pone  no  había  visto  ni  conocido  al  dicho  Adelantado,  ni  lo  vio  á  mi 
de  cerca  de  dos  años  después  que  vino  de  la  provincia  de  Chile.         , 

26.  A  las  veinte  y  seis  posición,  dijo  que  la  niega  como  en  efluíj 
contiene. 

27.  A  las  veinte  y  siete  posición,  dijo  que  la  niega  é  dice  lo?» 
tiene  dicho  é  que  también  oyó  decir  como  se  había  dado  al  dicho  D»P 
de  Alvarado,  para  seguir  el  pleito  que  trataba  con  Hernando  Itafl^ 


ALMAGRO  Y  BÜ8  COMFANEROB 


125 


Cientos  mil  maravedís,  é  que  Juan  Galvarro  se  los  había  enviado. 
28.  A  las  veinte  é  ocho  posición,  dijo  que  la  ejecución  que  este  [que] 

K pidió  fué  en  bienes  del  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro 
drigo  Orgoños,  é  que  siempre  tuvo  por  ciei1<>  que  los  dichos  ju- 
erez  eran  y  pertenecían  al  dicho  adelantado  don  Diego  de  ^\1- 
tagro,  aunque  se  decían  que  estaban  puestos  en  cabeza  del  dicho  su 
1^  é  que  no  dejó  de  pedir  la  dicha  ejecución  más  en  los  unos  que  en 
Btros,  porque  tanto  derecho  tenía  á  los  unos  como  á  los  otros,  sidvo 
^rque  fué  su  voluntad  de  seguir  más  la  ejecución  contra  los  bienes  del 
iidor  que  del  principal;  y  que  todo  lo  demás  contenido  en  la  dicha  po- 
lo niega  en  todo  y  por  todo  como  en  ella  se  contiene. 
Í9.  A  tas  veinte  é  nueve  posición,  dijo  que  la  niega  é  no  la  sabe. 
A  las  treinta  posición,  dijo  que  no  sabe  la  forma  ni  manera 
10  se  procedió  contra  el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  ni  por  qué  de- 

Ini  en  que  penas  fué  condenado,  porque  este  que  depone  no  lo  vio, 
jje  haber  oído  decir  á  muchíis  personas  de  cómo  se  había  hecho  jus- 
jdel  dicho  don  Diego;  ó  que  lo  demás  niega, 
pl,  A  las  treinta  é  una  posición,  dijo  que  sabe  quel  dicho  Rodrigo 
Ifios,  antes  de  su  muerte,  hizo  testamento  é  codicilo  en  que  dice  que 
la  ¿  dos  hijos  suyos  cierta  cantidad  de  bienes,  pero  que  no  sabe 
^ue  depone  si  son  sus  hijos  ó  no,  ó  el  derecho  que  tienen  á  los  bie- 
ú  dicho  Rodrigo  Orgoños,  é  que  oyó  decir  que  á  estos  muchachos 
ajo  consigo  el  capitán  Godoy. 

Í2,  A  las  treinta  é  dos  posición,  dijo  que  la  niega,  porque  antes  la 
es  en  contrario,   porque  la  dicha  Beatriz  de  Dueñas  y  sus  pro- 
lores, en  su  nombre  y  por  ejecutoria  de  Su  Majestad,  han  dado  y 
lo  á  este  que  depone,  mucha  cantidad  de  dineros,  como  parece  por 
de  lasto  que  dellas  le  tiene  dado  este  que  depone,  para  que  los 
de  los  bienes  del  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  como 
^ncipal  deudor  que  le  era  dellos,  á  la  cual  se  refiere. 
S3.  A  las  treinta  é  tres  posición,  dijo  que  la  niega  como  en  ella  se 
Bne,  porque  realmente  es  la  verdad  queste  que  depone  prest*;  al 
Adelantado  toda  la  cantidad  contenida  en  la  escritura  de  obliga- 
jae  dello  le  liizo,  sin  haber  en  ello  cosa  ninguna  de  juego  ni  otra 
)iie  le  prestase,  de  lo  cual  está  ya  tratado  largamente  en  el  pleito 
[  oposición  quel  dicho  fiscal  hizo  contra  la  ejecución  pedida  por  este 
lepone;  y  que  esta  es  la  verdad  y  lo  que  pasa,  so  cargo  del  dicho 


126  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

juramento;  y  firmólo  de  su  nombre  y  se  ratificó  ó  siéndole  leído. — £•> 
cenciado  Prado. — Pasó  ante  mí. — MarÜn  de  Bamoyn. 


Por  las  preguntas  siguientes  sean  preguntados  y  examinados  lo6 
testigos  que  son  ó  fueren  presentados  por  parte  de  Beatriz  de  DuefiBS. 
mujer  que  fué  de  Alonso  Jiménez,  vecina  de  la  villa  de  Oropesa,  en  A 
pleito  que  con  ella  trata  el  Licenciado  Villalobos,  fiscal  de  Sus  Majesta- 
des en  el  Consejo  de  las  Indias,  sobre  lo  contenido  en  el  proceso  del  dicho 
pleito 

6.  ítem:  si  saben,  creen,  vieron,  etc.,  que  el  dicho  mariscal  don  Ro- 
drigo Orgoños  é  la  dicha  doña  María  Méndez  é  los  dichos  Diego  Méndez 
é  Pero  Méndez  é  cada  uno  dellos,  desde  que  nacieron  en  casa  de  los  dichoe 
Alonso  Jiménez  y  Beatriz  de  Dueñas,  sus  padre  y  madre,  y  por  todo  el 
tiempo  que  vivieron,  estuvieron,  é  la  dicha  doña  María,  que  al  presente 
es  viva,  ha  estado  y  está  en  posesión  de  hijos  legítimos  y  naturales  de 
los  dichos  Alonso  Jiménez  y  Beatriz  de  Dueñas,  habidos  ó  procreadoe 
dellos  é  durante  su  matrimonio;  é  que  por  tales  sus  hijos  fueron  siem- 
pre habidos  é  tenidos  é  comunmente  reputados  en  la  dicha  villa  de  Oro- 
pesa  y  en  su  comarca. 

7.  ítem:  si  saben,  creen,  vieron,  etc.,  quel  dicho  mariscal  don  Rodri- 
go de  Orgoños,  antes  que  fuese  mariscal,  se  llamaba  Rodrigo  de  Orgoños; 
é  que  este  mismo,  que  después  se  llamó  el  mariscal  don  Rodrigo  de  Or- 
goños, es  el  que  fué  habido  y  procreado  durante  el  matrimonio  entre 
los  dichos  Alonso  Jiménez  y  Beatriz  de  Dueñas;  é  que  nació  en  su  caá 
y  que  fué  criado,  tenido  y  tratado  por  hijo  legítimo  y  natural  de  los  di- 
chos Alonso  Jiménez  y  Beatriz  de  Dueñas,  su  padre  y  madre,  s^[ün  se 
contiene  en  las  preguntas  precedentes 

14.  ítem:  si  saben,  creen,  vieron,  etc.,  quel  dicho  mariscal  don  Rodii* 
go  Orgoños,  como  dicho  es,  estuvo  en  ItaUa  mucho  tiempo  antes  que  pí- 
sase á  las  Indias,  en  el  ejército  y  campo  del  Emperador,  nuestro  señor,  é 
que  se  halló  en  la  batalla  de  Pavía  y  otras  batallas  y  rencuentros  en  ^ 
vicio  de  Su  Majestad;  é  que  en  el  dicho  tiempo  que  ansí  estuvo  en  Itasí 
lia,  sirvió  á  Su  Majestad  y  á  la  Corona  Real  de  Castilla  con  su  personas 
c  que  ansí  es  cierto,  público  y  notorio  y  púbhca  voz  y  fama. 

Hernando  Ollero,  vecino  de  Oropesa,  testigo  presentado,  dijo: 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPANEROB 


127 


6.  Pregmitaílü  por  la  sexta  pregunta  Jel  dicho  interrogatorio,  dijo 
dicho  testigo  que  sabe  la  dicha  pregunta,  según  é  como  en  ella  se 
ántiene  é  declara;  preguntado  cómo  é  por  qué  la  sabe  é  de  qué  manera, 
ijo  que  la  sabe  por  lo  que  dicho  ha  de  suso  en  la  pregunta  antes  des- 
ó  porque  ansí  lo  vio  como  en  ella  se  contiene,  é  porque  vio  que  se 
lamaba  Orgofios  después  que  fué  á  Italia  por  unas  cochilladas  que 
dio  á  un  boticario  de  la  villa  de  Oropesa,  que  se  llamaba  Diego  de 
Acosta,  el  cual  nunca  le  quiso  perdonar,  é  por  ello  se  fué  á  la  villa  de 
Tulavera,  á  sus  negocios,  é  estando  allí  retraído  topó  con  el  dicho  Diego 
ie  Acosta,  é  dijo  el  dicho  Rodrigo  í.)rgoüos  al  dicho  boticario:  «No  me 
Queréis  perdonar  ni  ser  mi  amigo»;  é  tomó  á  echar  mano  á  la  espada  é 
dio  una  cochillada  en  las  espaldas  al  dicho  boticario,  ó  el  dicho  Ro. 
rigo  Orgoños  se  fué  á  una  iglesia,  é  de  allí  á  Italia,  adonde  faié  pú- 
ico  que  tuvo  é  hizo  buenas  cosas;  é  desde  allí  vio  este  testigo  que  \dno  á 
>pe3a,  é  trujo  dos  caballos  é  fama  de  mucho  dinero  é  preseas;  é  este 
igo  vi6  un  copón  de  cierto  metal,  que  este  testigo  no  sabe  de  qué 
mas  de  como  traía  el  bebedero  dorado  é  lo  d«ba  al  Conde  é  quel 
ande  no  lo  quiso  tomar,  por  decir  que  venían  descomulgados  los  que 
lían  algo  de  Roma;  é  viú  que  dio  un  caballo  al  dicho  Alonso  Jiménez, 
padre,  y  entonces  se  fué  á  Granada  y  llevó  consigo  al  dicho  Diego 
féndez,  su  hermano,  y  allí  oyó  decir  este  testigo  que  se  había  ido  é 
acertado  para  ir  á  las  Indias;  é  que  estando  allí  le  dieron  cargo  de 
gente,  aunque  allí  un  criado  del  dicho  Orgofios  hizo  una  bella< 
lería  ó  travesura  y  el  dicho  Orgofios  hizo  azotar  al  dicho  su  criado  ó 
ipafiero;  se  había  quejado  en  el  Audiencia  de  Granada,  diciendo  que 
hijo  de  un  judío  había  de  llevar  un  cargo  como  aquél  ó  había  de 
rontar  á  los  hijos  de  los  buenos;  é  que  la  justicia  de  Granada  le  había 
Bndido  al  dicho  Orgofios,  é  questando  preso  escribió  á  Oropesa  é  lo 
saber  en  Oropesa  á  Juan  de  Orgoños,  vecino  de  la  dicha  villa,  é  á 
•  dicha  su  madre,  que  de  ciertos  dineros  que  había  dejado  á  recambio 
que  diesen  á  la  madre  lo  que  hol>iese  menester,  porque  Alonso 
lóuez  andaba  fuera  de  términos,  adobando  caminos  é  dejando  su 
cío  de  zapatero  é  loco  (?);  é  que  destos  dineros  habla  mandado  dar  al 
Juan  de  Orgofios  no  sabe  este  testigo  cuantos  dineros,  mas  de 
le  comprase  dos  caballos,  uno  para  él  é  otro  para  Pero  Orgofios,  hijo 
Ú  dicho  Juan  de  Orgofios;  é  que  ansí  lo  había  hecho  é  vestídose  muy 
m.  é  se  partieron  para  Granada  con  otro  hombre,  el  dicho  Juan  Or- 


128 


COLECCIÓN  DE  0OCUMElffTO8 


gofios  é  SU  hijo,  y  en  la  dicha  carta  que  había  enviado  decían  que 
decía  que  fuese  luego  en  hábito  de  hombre  de  bien,  como  él  era.  ó  como 
él  estaba  ahí  por  borne  liijodalgo;  porque  por  él  se  quería  aprovechar 
del  é  llamarse  su  hijo  para  se  defender  de  la  prisión  en  que  estaba,  f 
valer  más  por  ello,  mau»ló9e  Orgoños,  é  que  desde  allí  se  llamaba  e 
llamó  Orgoüos;  ó  questo  que  dicho  ha  lo  sabe  porque  lo  lia  oído  decir  i 
Juan  de  Orgoñoa  este  testigo  luego  que  vino  de  Granada  de  entea^ 
der  en  la  prisión  del  dicho  Rodrigo  de  Orgoüos;  é  que  aun  oyó  dedr 
tiste  testigo  que  sobre  este  negocio  había  venido  el  dicho  Juan  de  Orgo 
nos  á  la  villa  de  Madrid  é  había  llevado  caiias  del  Conde  de  Oropeaa 
para  Granada,  para  defender  al  dicho  Rodrigo  de  OrgofLos;  é  que  m 
dijo  á  este  testigo  que  lo  había  defendido  de  la  dicha  prisión  en  qa€ 
estaba,  é  que  había  dicho  que  se  lo  pagaría  el  dicho  Juan  Orgpflos^ 
que  dende  ha  días  se  hallaron  este  Rodiigo  de  Orgoftos  en  el  Perú,  a 
queste  obispo  del  Perú,  que  se  llama  fray  Vicente  de  Val  verde,  é  otzo 
que  se  llama  Antonio  de  Vergara  se  hallaban  allá  ó  trajeron  mocho 
dinero,  é  con  el  dicho  Antonio  de  Vergara  envió  mucho  dinero  al  didw 
Juan  de  Orgoños,  é  á  otro  que  se  llama  Vergara,   é  á  otro  hijodalgo 
que  se  llama  García  López,  é  á  don  Luis  de  Toledo»  é  a  otros  muchí», 
é  á  don  Cristóbal,  hermanos  del  Conde  de  Oropesa;  é  que  desde  aHí  m 
llamaba  Orgonos,  por  valer  más  ó  decir  que  era  hijodalgo  jm  ét 
cristiano  nuevo;  pero  queste  testigo  aunque  se  ha  llamado  y  Ilamaha  Ito- 
drigo  Orgonos,  é  queste  testigo  no  le  tema  por  tal  Orgoüos,  sino  por  hijü 
del  dicho  Alonso  Jiménez,  zapatero,  porque  por  tal  su  hijo  le  vi»^  Ib- 
mar  é  tener  y  en  su  casa  Uamádole  hijo,  y  el  padre  y  la  madif- 
hijo,  y  él  á  ellos  padre  é  madre;  é  porque  demás  desto,  vio  qi: 
Rodrigo  de  Orgoüos,  siendo  muchacho»  iba  .con  el  dicho   Aloi 
nez  a  la  tenería  é  traía  los  cueros  á  cuestas  y  en  la  mano,  o 
legítimo  del  dicho  Alonso  Jiménez;  é  que  este  testigo,  en  todo  el  ti' 
que  le  conoció,  nunca  le  vio  en  casa  del  dicho  Juan  de  Orgoüos,  ni 
lie  bien  ni  llamalle  hijo,  ni  él  á  él  padre,  é  questo  es  público  é  n 
mas  que  antes  vio  este  testigo  al  dicho  Juan  de  Orgoñoa,  como 
dolé  que  era  hijo  el  dicho  Rodrigo  Orgoüos  suyo,  decía:  cVayí 
judío  puto,  que  no  es  mi  hijo,  ni  Dios  lo  quiera,  ni  tal  es  verdad»;  é 
to  es  púbUco  ó  notorio  para  el  juramento  que  hizo  en  la  díefai 
en  su  comarca. 

Don  Diego  de  Toledo,  vecino  de  Oropesa,  testigo  preaeotedo, 


▲UCAGBO  Y  BITS   COMPAXEBOS 


129 


Preguntado  por  laa  catorce  preguntas  del  dicho  interrogatorio,  dijo 
ste  dicho  testigo  que  lo  que  desta  pregunta  sabe,  es  quel  dicho  don 
Jrigo  de  Orgoüos  estuvo  en  Pavía  en  las  batallajg  que  allá  hobieroa, 
y  estuvo  en  la  prisión  del  Rey  de  Francia,  y  este  testigo  lo  supo  en 
palia  después  que  pasó  con  Su  Majestad  este  testigo,  é  questo  supo  este 
Btigo  después  que  j)asó  con  Su  Majestad  en  Italia;  é  que  después  este 
gtigo  le  vio  en  Oropesa  venir  de  Italia  al  dicho  don  Rodrigo  á  la  dicha 
villa,  ó  allí  le  halló  este  testigo  é  vio  cómo  se  apeó  en  casa  de  Alonso 
lénez,  su  padre,  é  este  testigo  supo  luego  cómo  el  dicho  don  Rodrigo 
rgoüos,  después  de  apeado,  había  besado  las  nrnnos  al  dicho  Alonso 
pménez,  su  padre,  é  questo  fué  público  en  la  dicha  \illa  de  Oropesa;  é 
¡uesta  es  la  verdad  de  lo  que  sabe  é  vio  é  oyó  de  lo  contenido  en  esta 
pregunta, 

Diego  López,  testigo  presentado,  dijo: 

7.  Preguntado  por  la  séptima  pregunta  del  dicho  mterrogatorio,  dijo 
dicho  testigo  que  lo  que  desta  pregunta  sabe  es  que  vio  que  cuan- 
el  dicho  Rodrigo  Orgoños  nació  en  casa  del  dicho  Alonso  Jiménez 
Beatriz  de  Dueñas,  su  mujer,  se  llamaba  Rodriguillo  é  le  criaban  ó 
siban  por  este  nombre  Rodriguillo,  é  aun  bien  grande,  que  cabal- 
ga en  un  macho  é  iba  al  colmenar  en  casa  de  su  agüelo,  padre  de  la 
licha  Beatriz  de  Dueñas,  que  se  llamaba  Rodrigo  de  Dueñas,  y  en  este 
Dmbre  se  criaba  é  trataba,  é  vio  este  testigo,  demás  desto,  que  ansí  le 
aban  Rodrigo  sus  padres  Alonso  Jiménez  é  Beatriz  Dueñas,  su 
re,  hasta  que  fué  á  la  Italia,  porque  un  Diego  de  Acosta,  boticario, 
ciertas  palabras  con  Alonso  Jiménez,  padre  del  dicho  Rodrigo  Or- 
ónos, que  entonces  llamaban  Rodriguillo,  y  el  dicho  Rodriguillo  aco- 
lló al  dicho  Diego  de  Acosta,  boticario,  por  lo  cual  se  fué  á  Toledo,  é 
le  allí  á  Italia;  é  allá  se  llamaba  Orgoños  ó  no  otro  nombre,  porque  fué 
público  que  se  decía  que  se  había  llamado  Orgoños  por  honrarse,  ó  que 
se  supiese  que  era  de  tan  bajo  linaje,  según  fué  público  en  esta 
i;  é  cuando  vino  de  Italia,  este  testigo  vio  que  se  fué  [á]  apear  derecha- 
lente  en  casa  de  Alonso  Jiménez,  su  padre,  él  y  sus  criados  ó  caballos 
todo  cuanto  traía;  é  á  este  testigo  mostró  lo  que  traía  de  Italia,  que 
muchas  cosas  de  joyas  é  ropas  de  vestir,  é  otras  cosas,  ansí  de 
lombres  como  de  mujeres,  é  vio  que  comía  é  bebía  é  dormía  en  casa 
let  dicho  Alonso  Jiménez  é  su  madre  Beatriz  de  Dueñas,  llamándolos 
padres  y  ellos  á  él  hijo,  é  como  tales  se  trataban,  y  á  la  dicha  doña 


130  COLSCCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

María,  [su]  hermana,  é  los  obedecía  como  tal  hijo;  é  que  demás  desio, 
sabe  é  vio  este  testigo,  que  cuando  vino  de  Italia,  el  dicho  Alonso  Jimé- 
nez hobo  enojo  con  el  dicho  Rodrigo  Orgoños  porque  se  llamaba  Orgo- 
ños  é  no  Jiménez  ó  Dueñas,  y  que  al  primero  que  se  quejó  el  didu) 
Alonso  Jiménez  fué  á  este  testigo,  é  se  lo  dijo  á  este  testigo,  y  este  testigo 
le  dijo  que  ya  questaba  el  dicho  Rodrigo  Orgofios  en  aquel  propósito,  que 
no  se  le  mudaría,  porque  lo  había  hecho  por  valer  más,  ó  que  no  le  enoja- 
se, porque  le  diese  dineros  para  se  desempeñar,  questaba  empeñado  el  di- 
cho Alonso  Jiménez;  é  que  demás  desto,  sabe  quel  dicho  Rodrigo  Orgofios 
dio  dineros  al  dicho  Alonso  Jiménez,  su  padre,  parase  desempeñar,  ele  dio 
muchas  cosas;  é  que  sabe  queste  mesmo  mariscal,  don  Rodrigo  Orgoños, 
es  el  que  criaban  é  tenían  en  su  casa  con  los  otros  sus  hermanos,  que 
dicho  ha  de  suso,  por  su  hijo,  é  queste  es  el  mesmo  que  nació  en  su  casa 
é  llamaban  hijo  Rodriguillo,  é  por  tal  hijo  legítimo  le  tenían,  y  este 
testigo  le  tuvo  é  vio  tener,  y  es  el  mismo  que  falleció  en  las  Indias:  é  que 
esto  es  púbhco  é  notorio  para  el  juramento  que  hizo,  é  que  ansí  lo  vio 
é  por  esto  lo  sabe. 

(Fecha  de  la  información,  en  la  ciudad  de  Toledo,  á  doce  días  del 
mes  de  Febrero  de  mil  é  quinientos  é  treinta  é  nueve  años.) 


En  la  noble  y  muy  leal  ciudad  de  Málaga,  en  once  días  del  mes  de 
Marzo,  año  del  nacimiento  de  Nuestro  Salvador  Jesucristo  de  mil  é 
quinientos  é  veinte  é  ocho  años,  en  presencia  de  mí,  Diego  Ordófieí, 
escribano  de  Sus  Majestades  é  escribano  púbhco  del  número  de  la  dicha 
ciudad  é  su  tierra,  é  de  los  testigos  de  yuso  escritos,  pareció  Rodrigo 
Orgoños,  preso  que  esUí  en  la  cárcel  púbhca  de  la  dicha  ciudad,  é  pre- 
sentó un  escrito  de  pedimento  con  ciertas  preguntas  en  él  insertas,  sa 
tenor  del  cual  es  este  que  se  sigue. 

Noble  señor: — Rodrigo  Orgofios,  digo:  que  á  mi  derecho  conviene 
averiguar  lo  contenido  en  los  artículos  infrascritos;  por  ende,  pido  i 
vuestra  merced  mande  recibir  los  testigos  que,  sobre  razón  de  lo  conte- 
nido en  aquéllos,  se  presentaren  é  se  examinen  por  ellos;  é  lo  que 
aquéllos  así  dijeren  é  depusieren,  me  lo  mande  dar  por  testimonie 
en  púbhca  forma,  para  lo  presentar  donde  me  convenga  é  menester 
sea. 


ALMAOBQ  T  SUS   COMPANEROS 


Lo  primero,  seau  preguntados  los  testigos  si  conocen  á  mi  el  dicho 
Rodrigo  Orgoños. 

2.  ítem:  si  saben  que  yo,  el  dicho  Rodrigo  Orgoños,  he  estado,  de 
iete  ó  ocho  afíos  á  esta  parte,  hasta  agora,  que  puede  haber  cinco  ó  seis 

que  vine  á  cierta  romería  á  Nuestra  Señora  de  Guadalupe,  en 
i»  en  los  ejércitos  que  allá  tiene  el  Emperador  Rey  nuestro  señor, 
riendo  á  Su  Majestad,  é  adonde  me  halló  dentro  en  la  ciudad  de 
Pavía,  al  tiempo  quel  Rey  de  Francia  la  tenía  cercada,  donde  por  mi 
persona  me  señaló  en  muchos  recuentros  y  escaramuzas;  ó  tomando  len- 
gua cada  noche  á  los  del  ejército  del  Rey  de  Francia,  yendo  á  requerir 
las  centinelas;  é  ansimismo  me  halló  al  tiempo  qoel  Almiralle  de  Fran- 
cia estaba  sobre  Milán;  é  ansimismo  en  la  guerra  y  batalla  de  Mosyor 
iella  Utreque;  é  ansimismo  en  la  toma  del  castillo  de  Tolón  con  el  se- 
don  Iñigo  de  Moneada  y  en  el  cerco  de  Marsella,  é  en  otras  muchas 
donde,  por  mi  persona,  hice  muchas  cosas  señaladas  y  notables 
itra  los  contrarios  é  deservidores  de  Su  Majestad,  como  fué  público  é 
notorio  por  todos  aquellos  ejércitos  donde  yo  soy  conocido;  digan  los 
[^lestigos  lo  que  de  mí  saben  y  conocen, 

3.  ítem:  si  saben  que  yo  soy  hijodalgo  de  padre  y  agüelo,  y  en 
hábito,  ellos  é  yo  habernos  estado  é  estamos;  é  por  tales  hijosdalgo 

IOS  habidos  é  tenidos:  digan  los  testigos  lo  que  de  esto  saben. 

4.  ítem:  si  saben  que  puede  haber  quince  días,  poco  más  ó  menos, 
le  yo,  el  dicho  Rodrigo  Orgoños,  vine  á  esta  ciudad  de  Málaga  é  truje 

mi  compañía  cincuenta  amigos  é  criados  míos  é  de  mis  deudos,  á  mi 

?ta,  é  seis  caballos  muy  buenos  de  mi  persona,  y  muchas  armas  y  otros 

¿ivíos  de  guerra,  para  con  todo  ello  pasar  en  ItaUa  á  servir  á  Su  Majes- 

á  mi  costa;  ó  como  vine  fleté  im  navio  en  el  puerto  desta  ciudad  para 

el  dicho  viaje, 

5.  ítem:  si  saben  que  queriendo  seguir  el  dicho  mi  viaje  con  los 
Ichos  cincuenta  hombres  ó  caballos  é  los  otros  atavíos  é  armas  de  gue- 

la  justicia  desta  ciudad  me  prendió  é  me  tiene  preso  en  la  cárcel 
iblica  desta  ciudad,  diciendo  que  dije:  f  Mal  ha  Dios  Nuestro  Señor»,  é 
le  reñí  con  Andrés  López  Buenos- Vinos, 

6.  ítem:  si  saben  que  en  esta  mi  prisión  no  hay  parte  quejosa;  y 
^Xae^to  quel  dicho  Andrés  López  Buenos- Vinos,  me  acusa  que  dije  «mal 

►  Dios  Nuestro  Señor»  y  que  me  denosté  contra  él,  no  hubo  ni  hay  queja 
1^  aquél  hubiese  injuriado  ni  herido  ni  otra  cosa  de  calidad  ni  de  im- 


132  COLBCOIÓN  DB  DOOTTKSKTOB 

portancia,  mas  de  palabras;  por  manera  que  no  hay  tercero  que  pretenda 
particular  interese  ni  se  ha  ofresddo. 

7.  ítem:  si  saben  que  puedo  ser  de  edad  de  veinte  y  tres  afios  y 
tengo  habilidad  é  persona  é  aparejo  para  servir  á  Su  Majestad:  ^igín 
los  testigos  lo  que  de  mí  conocen  é  saben,  así  de  mi  persona  como  de  lo 
demás  que  para  servir  en  la  guerra  se  requiere. 

8.  ítem:  si  saben  que  en  Italia  hice  campo  cerrado  con  un  caballa 
ro,  é  del  salí  vencedor,  matándolo,  á  donde  gané  muchas  armas  y  mujr 
buenas  é  un  caballo  por  el  cual  me  daban  mili  é  den  ducados,  é  lo  6fr 
presenté  al  Marqués  del  Gasto,  capitán  general  de  infantería  española  de 
Su  Majestad. 

9.  ítem:  si  saben  que  por  los  ejércitos  de  Su  Majestad  que  están 
en  Italia,  tengo  fama  de  servidor  muy  leal  de  Su  Majestad,  é  muchas  é 
diversas  veces  el  Marqués  del  Gasto,  capitán  general  de  Su  Majestad, 
dijo  en  público,  ante  muchos  caballeros  é  otras  personas,  que  por  ten« 
conocimiento  entero  de  mi  persona  é  fidelidad,  osaría  fiar  su  caigo  de 
mí  antes  que  de  otra  ninguna  persona  del  ejército. 

10.  ítem:  si  saben  que  soy  persona  pacífica  y  quieta  y  enemigo  de 
hombres  de  mala  arte,  é  buen  cristiano,  que  nunca  he  tenido  ni  teogo 
por  costumbre  decir  mal  ni  blasfemar  del  nombre  de  Nuestro  SeíSor, 
como  comunmente  lo  hacen  los  soldados  que  andan  en  Italia;  antes  co- 
nocen de  mí  que  aborrezco  é  huyo  de  los  hombres  que  conozco  que 
tienen  este  mal  vicio,  é  aun  sobre  ello  he  reñido  con  algunos  y  los  he 
maltratado  por  ello:  digan  los  testigos  lo  que  de  mí  conocen. 

11.  ítem:  si  saben  que  todo  lo  susodicho  es  pública  voz  y  fema.— 
El  bachiller  Rodrigo  Inés. 

5  de  Mayo  de  1540 

XVI. — Doña  Leonor  de  Becerra,  viuda  de  Juan  de  Alvarado,  vmM 
de  la  ciudad  de  Herida,  con  Hernando  Pizarra,  sobre  la  mi«rfe 
de  Hernando  de  Alvarado,  su  hijo. 

(Archivo  de  Indias,  52-2-11) 

Por  las  preguntas  siguientes  sean  preguntados  los  testigos  que  fue- 
ren presentados  por  parte  de  doña  Leonor  Becerra,  en  el  pleito  que  tata 
contra  Hernando  Pizarro: 


^ 


ALMAGRO  Y  SUS  COMFAN£BOS 


133 


Primeramente,  si  conocen  á  las  personas  suso  contenidas  é  si  cono- 
Bron  á  Hernando  de  Aivarado  de  Mirandilla. 

ítem:  si  saben  es  cierto  que  el  dicho  Hernando  de  Aivarado  de 

idüla  fué  hijo  legítimo  de  legítimo  matrimonio»  nacido  de  Juan  de 

Ivarado  é  de  la  dicha  dofia  Leonor  Becerra,  é  que  por  tal  fué  habido  é 

üdo  é  comunmente  reputado  entre  todos  los  que  le  conocían, 

ítem:  si  saben  es  cierto  que  el  dicho  Hernando  de  Aivarado  había 

años  que  servía  á  Su  Majestad  en  las  provincias  de  Guatemala,  é 

é  Chille,  y  en  otras  partes  de  las  Indias,  en  cosas  señaladas  é  im- 

[)rtante8,  á  su  costa. 

ítem:  si  saben,  etc.,  que  estando  el  adelantado  don  Diego  de  Al- 
agro  en  la  gobernación  que  le  pertenecía,  el  dicho  Hernando  Pizarro, 
jn  mano  armada,  le  quiso  echar  de  ella  é  quiso  entrar  en  la  ciudad  del 
á  meterla  á  fuego  é  &  sangre, 
ítem:  si  saben,  etc.»  que  el  dicho  Hernando  Pizarro  fué  con  toda- 
su  gente  é  ejército  formado  para  matar  é  á  robar  al  dicho  Adelantado  é 
Á  todos  los  que  con  él  estaban. 

Itera:  si  saben,  etc.,  que  el  dicho  adelantado  don  Diego  de  Alma- 
gro, para  que  no  fuese  saqueada  ni  robada  ia  dicha  ciudad  ni  le  mata- 
sen a  él  con  todos  los  que  con  él  estaban,  salió  media  legua  de  la  ciudad 
campo,  para  tomar  todos  los  medios  que  pudiese  con  el  dicho  Her- 
ido Pizarro,  para  que  no  viniese  la  cosa  en  rompimiento. 

ítem:  si  saben  que  el  dicho  Hernando  Pizarro  iba  por  capitán  de 
la  la  gente  que  con  él  iba,  y  él  que  lo  mandaba  é  vedaba. 

ítem:  si  saben  que  el  dicho  Heraando  Pizarro  no  quiso  venir  en 
lún  medio^  é  con  la  mucha  prevención  de  gente  que  tenía  dio  é  prin- 
la  batalla  al  dicho  Adelankido,  é  los  venció. 

ítem:  si  saben  que  después  de  vencida  la  dicha  batalla,  el  dicho 
ido  PiJtarro  mandó  que  se  siguiese  la  vitoria  é  que  todos  matasen 
obaaen  lo  que  pudiesen. 
ítem:  si  saben  que  el  dicho  Hernando  de  Aivarado  fué  rendido  é 
lesordenado  en  las  dichas  batallas,  é  después,  llevado  á  cuesta  de  [una] 
Bdia,  le  dio  con  arcabuz  en  los  cascos,  que  le  echó  los  sesos  de  fuera,  im 
j^oldado,  yendo  herido  é  rendido. 

ítem:  si  saben,  etc.,  que  el  que  hirió  al  dicho  Hernando  de  Aivarado, 

)  tenia  enemistad  con  él  ni  había  causa  ni  ofensa  por  qué  lo  matase,  é 

esto  tienen  los  testigos  por  cierto  que  Hernando  Pizarro  lo  mandó. 


134  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

ítem:  si  saben  que  el  dicho  Hernando  de  Aivarado  eramunchodel 
Adelantado,  porque  sabía  que  derechamente  que  estaba  en  serrido  de 
Su  Majestad. 

ítem:  si  saben,  etc.,  que  el  dicho  Hernando  Pizarro  quería  muy 
mal  á  todos  los  que  eran  amigos  é  servidores  del  dicho  Aivarado. 

ítem:  si  saben,  etc.,  todo  lo  susodicho  sea  pública  voz  é  fama.— 
Iñigo  Lópess.  (Villa  de  Madrid,  á  5  Mayo,  1540.) 

Al  dicho  Hernando  de  Sosa,  vecino  de  la  villa  de  Benavente,  tes- 
tigo susodicho,  habiendo  jurado  é  siendo  preguntado  por  las  preguntas 
del  dicho  interrogatorio,  dijo  lo  siguiente; 

A  la  primera  pregunta,  dijo  que  conoce,  que  conosdó  á  los  en  día 
contenidos,  á  la  dicha  doña  Leonor  Becerra,  de  ocho  días  á  esta  parto, 
poco  más  ó  menos,  é  al  dicho  Hernando  Pizarro,  de  tres  años  á  esta 
parte,  poco  más  ó  menos,  é  al  dicho  Femando  de  Aivarado,  de  ocho  años 
á  esta  parte,  poco  más  ó  menos. 

Preguntado  por  las  generales  de  la  ley,  dijo  que  es  de  edad  de  cua- 
renta años,  poco  más  ó  menos,  é  que  no  es  pariente  de  ninguna  de  las 
partes,  ó  que  fué  secretario  del  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro, 
é  sigue  su  justicia  contra  el  dicho  Hernando  Pizarro,  pero  que  por  esto  no 
dejaría  de  decir  verdad;  é  las  demás  preguntas  generales  no  le  empeceo. 

A  la  segunda  pregunta,  dijo  que  no  la  sabe,  mas  de  haber  oído  de- 
cir lo  en  ella  contenido. 

A  la  tercera  pregunta,  dijo  que  del  tiempo  que  ha  que  este  testigo 
conoció  al  dicho  Hernando  de  Aivarado,  le  vio  servir  á  Su  Majestad  en 
las  jornadas  que  declara  la  pregunta,  á  su  costa  é  minción,  con  su  per 
sona,  armas  y  caballos,  é  que  era  mío  de  los  señalados  que  iban  en  li 
dicha  armada,  é  hombre  de  honra  y  suerte. 

A  la  cuarta  pregunta,  dijo  que  estando  el  dicho  Adelantado  en  la 
dicha  cibdad  del  Cuzco,  [se]  rescibió  por  el  cabildo  della,  é  habiendo  un 
año  poco  más  ó  menos,  que  usaba  el  dicho  oficio  de  gobernador,  aaf 
por  las  provisiones  de  Su  Majestad  é  rescibimiento  suso  dicho,  como  por 
la  capitulación  que  ambos  gobernadores  hicieron  en  Chincha,  vio  e* 
testigo  que  el  dicho  Hernando  PizaiTo  vino  con  gente  é  artillería,  á  mí» 
armada,  é  á  media  legua  de  esta  ciudad  dio  una  batalla  en  que  hte 
gran  daño,  é  que  esto  sabe  de  esta  pregunta;  é  á  más  sabe  que  prendií 
el  dicho  Hernando  Pizarro  al  dicho  Adelantado  ó  le  mandó  matar, » 
color  de  cierta  sentencia  é  proceso,  é  fué  muerto,  etc. 


ALMAGRO  T  SUS  C0MTANEB08 


135 


A  la  quinta  pregunta,  dijo  que  dice  lo  contenido  en  la  pregunta 
l^uteá  de  ésta,  á  que  se  refiere,  etc. 

A  la  sexta  pregunta,  dijo  que  lo  que  sabe  de  esta  pregunta  es  que 
el  dicho  Adelantado  trató  é  procuró  en  presencia  de  este  testigo,  con  los 
oficiales  de  Su  Majestad,  de  la  dicha  su  gobernación»  é  con  el  cabildo 

del  Cuzco  é  con  los  licenciados ó  de  la  Gama  é  otras 

muchas  personas,  muchos  medios  de  paz  para  excusar  rompimiento;  é 
jue  escribieron  sobre  este  efecto  él  y  el  Licenciado  Prado  y  otras  mu- 
personas  muchas  cosas  al  gobernador  don  Francisco  Pizarro  y  al 
^cho  Hernando  Pizarro  y  á  personas  particulares;  é  que  se  acordó  úl- 
Itnamente  por  el  dicho  cabildo,  que  el  procurador  de  la  dicha  ciudad 
fuese  á  requerir  á  Hernando  Pizarro,  cosas  cumphderas  al  ser\ácio  de 
Majestad,  é  quiso  excusar  el  dicho  rompimiento,  porque  el  dicho  Her- 
lo  Pizarro,  sin  embargo  de  lo  susodicho,  había  venido  en  seguí* 
iento  del  dicho  Adelantado  para  le  prender  é  desbaratar  ó  matar  á 
ütarca,  é  de  allí  hasta  cerca  del  Cuzco  con  gente  6  mano  armada,  é 
36  Francisco  Hernández,  procurador  de  la  dicha  ciudad,  dijo  que  no 
,  ir  á  hacer  el  dicho  requirimiento,  porque  le  mataría  Hernando 
psarro,  \isto  que  había  prendido  al  contador  Juan  de  Guzmán,  al 
Boenciado  Castro,  é  que  se  decía  que  liabía  dicho  que  si  algunos  men- 
ijeros  fuesen  de  parte  del  dicho  Adelantado,  les  tirasen  los  arcabuceros 
los  arcabuces;  <5  que  por  esta  causa  cesó  su  ida  al  requerimiento, 
jue  no  halló  el  Adelantado  quien  osase  ir,  aunque  lo  procuró;  é  que 
ansimismo  por  el  dicho  Adelantado  los  dafSos  é  inconvinientes 
se  siguiau  de  aguardar  al  dicho  Hernando  Pizarro  en  el  Cuzco, 
.  por  el  robo  é  saco  de  la  dicha  ciudad,  como  porque  no  se  liallaba 
i  fuerte  que  le  pudiese  resistir  en  ella,  saJió  media  legua  de  la  dicha 
poco  más  ó  menos,  é  mandó  á  este  testigo  que  llevase  papel  y 
para  tnitar  de  medios  con  el  dicho  Hernando  Pizarro  y  excusar 
dicho  rompimiento  en  cuanto  él  pudiese,  etc, 

A  la  séptima  pregunta,  dijo  que  es  público  é  notorio,  es  verdad  lo 

ella  contenido,  é  que  así  vio  é  ha  oído  este  testigo  que  la  gente  toda 

ae  venía  con  Hernando  Pizarro  hacía  lo  que  él  les  ntiandaba  en  la  di- 

f  ciudad  del  Cuzco,  etc. 

A  la  octava  pregunta,  dijo  que  le  consta  que  el  dicho  Hernando 

sarro  no  quiso  venir  en  ningún  medio  de  concordia»  pues  que  sabe 

testigo  que  quebrantó  la  fee  é  pleito  menaje  (ñcjqne  hizo  de  no  ser 


136 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


contra  el  dicho  Adelantado,  é  pues  le  dio  la  batalla,  la  cual  este 
vio  que  la  principió  el  dicho  Hernando  Pizairo  y  su  gente,  é  que  lo  vi6 
porque  ae  halló  junto  con  el  dicho  Adelantado  encima  de  on  caballo,  é 
vio  que  la  gente  del  dicho  Hernando  Pizarro  empezó  á  correr  el  campo, 
ó  que  el  primer  tiro  de  artillería  se  tiró  de  la  gente  del  dicho  Hernando 
Pizarro,  é  que  ansimismo  que  sobre  salientes  arcabuceros  fueron  los  qud 
tiraron  primero,  estando  la  gente  del  dicho  adelantado  don  Diego  d» 
Almagro  queda  é  junta,  é  que  después  desto  se  rompió  la  batalla,  y  Bsie 
testigo  se  vino  con  el  dicho  Adelantado  al  Cuzco,  y  le  dio  este  testigo 
su  cüballo  al  dicho  Adelantado»  en  que  se  salvase,  é  tomó  una  yegua  en 
que  él  venia,  é  que  sabe  que  el  dicho  Hernando  Pizarro  y  su  gente 
hubieron  la  victoria,  como  es  público  é  notorio. 

A  la  novena  pregunta,  dijo  que  este  testigo  oyó  á  muchas  personas 
ó  de  las  que  venían  con  el  dicho  Hernando  Pizarro  á  la  batalla,  especial- 
mente á  un  Armero  ó  á  im  Francisco  Pizarro,  al  capitán  Verga»  é 
á  Machicao  é  á  otros  muchos,  que  el  dicho  Hernando  Pizarro,  antes  da 
la  batalla,  hizo  cierto  razonamiento  á  su  gente,  diciendo  que  le  vengase, 
porque  todavía  estaba  preso,  é  hasta  que  le  vengasen,  é  que  les  daba  átt- 
comano  todo  lo  que  robasen;  y  ansimismo  que  el  capitán  Diego  de  Rojas, 
viendo  el  daño  que  se  hacía  en  la  batalla,  é  después  de  dada,  en  la  gente 
del  dicho  Adelantado,  envió  é  decir  al  dicho  Hernando  Pizarro  qae  » 
recogiese  la  gente  é  no  hiciese  más  daño,  ó  quel  dicho  Hernando  Pizarm 
respondió:  «Sígase  la  victoria,  que  no  quedaré  vengado  aunque  mueran 
todos  ellos»;  y  el  dicho  Hernando  Pizarro  dijo  á  este  testigo:  «No  me  ue- 
garéis  que  yo  me  he  vengado  como  hombre  de  bien,»  Y  esto  se  lo  dij0 
cuatro  días  ó  tres  después  de  la  batalla;  é  que  esto  sabe  de  eata  pre- 
gunta. 

A  la  décima  pregunta,  dijo  que  este  testigo  sabe  que  mat-- -  ^^ 
dicho  Hernando  de  Alvai-ado  de  Mirandiüa  el  día  de  la  batalla,  .. 
de  Hernando  Pizarro,  porque  lo  vio  llevar  á  enterrar,  é  que  oyó  á^ 
por  muy  público  é  notorio  ó  cosa  muy  cruel  obrada,  que  estando  heridfl 
en  una  pierna  é  llevándolo  á  cuestas  una  india  suya,  porque  no  poák 
andar,  un  arcabucero  le  dio  con  el  arcabuz  en  los  cascos,  é  le  echA  to 
sesos  de  fuera;  é  que  esto  fué  tan  público,  que  se  hablaba  por  co»  d^ 
table  é  señalada  de  las  crueldades  de  la  batalla,  etc. 

A  la  oncena  pregunta,  dijo  que  este  testigo  tenia  al  dicho  H 
do  de  Alvarado  de  Mirandilla  por  uno  de  los  bien  criados  é  eom' 


TtWi 


iiai 


^m 


ABCLAGBO   Y  8Ü8  COMPANEROS 


137 


^mbres»  quieto  é  pacífico  que  había  que  toda  la  compañía  del  Adelan- 

io;  é  por  hombre  que  no  tenía  enemistad  con  nadie,  ni  sabe,  ni  cree, 

oyó  decir  que  hobiese  ocasión  por  que  le  matasen,  ninguno  más  de 

»r  se  haber  hallado  en  la  dicha  batalla  é  ser  persona  prencipal,  porque 

Bte  testigo  oyó  decir  que  el  dicho  Hernando  Pizarro  había  mandado 

1©  matase  á  todos  los  hombres  principales    que  por  parte  del  dicho 

adelantado  se  hallasen  en  la  dicha  batalla, 

A  la  docena  pregunta,  dijo  que  el  dicho  Adelantado  mostraba  tener 
é  tenía,  á  lo  que  este  testigo  conocía  del,  mucho  amor  é  voluntad  al  di- 
dio  Hernando  de  Alvarado  de  Mirandilla,  porque  era  muy  buen  caba- 
llero é  servidor  de  Su  Majestad, 

A  la  trece  pregunta,  dijo  que  sabe  que  según  las  obras  que  el  dicho 
Hernando  Pizarro  hizo  ó  mandó  hacer  al  dicho  Adelantado  é  á  su  gente. 
|ue  no  les  debía  tener  buena  voluntad,  salvo  que  los  querría  maL 

A  la  catorce  pregimta,  dijo  que  dice  lo  que  dicho  tiene;  é  que  aque- 
es  verdad  y  lo  que  sabe  de  este  caso  é  so  cargo  del  juramento  que 
>;  é  siéndole  todo  leído,  se  retificó  en  ello  ó  lo  firmó  de  su  nombre. — 
Temando  de  So$a. — Pasó  ante  mí  el  dicho  Sebasiián  de  Ledesma. 

(Declaran  además  los  testigos  siguientes:  Diego  de  Platas,  Alonso 
lentel,  Rodrigo  de  León,  Diego  Gutiérrez  de  los  Ríos,  Diego  de  Men- 

A 

16  de  Mftyo  de  1540 

'.VII, — Leonor  de  Zelinot^  hermana  dd  adelantado  don  Diego  de  Al- 
magro,  y  Diego  de  SeviUa,  bu  primo,  con  Hernando  Pimrro^  sobre 
la  mueríe  que  ejecutó  en  el  dicho  Adelantado  gendo  de  gobernador 

CArcliivo  do  Indias,    52-2-S3) 


Muy  poderosos  señores: — Leonor  de  Cellinos,  hermana  del  adelan- 

io  don  Diego  de   Almagro,  y  Diego  de  Sevilla,  primo  hermano  del 

tío  Adelantado,  ambos  á  dos  juntamente  y  cada  uno  por  sí,  nos  que* 

iUamos  y  acusamos  criminalmente  á  Hernando  Pizarro,  que  al  presen- 

está  aquí  en  esta  vuestra  Corte,  y  permisas  todas  las  solenidades 

le  de  derecho  se  requieren  y  habidas  por  expresadas,  decimos  quel 

lo  Hernando  Pizarro  ha  cometido  muy  graves  ó  inormes  delitos,  en 


138 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


gran  deservicio   de    vuestra  Cesárea,  CaWlica,  Majestad  y  del  pro  d 
bien  público  de  toda  la  religión  cristiana  y  destos  vuestros  reinos  j  de 
los  adquiridos  en  las  Indiajs,  de  todo  lo  cual,  en  la  mejor  fomia  é  ma-i 
ñera  que  podemos,  le  acusamos  criminal  y  capitalmente.  Primeramcntej 
de  la  crudelisiraa  é  inorainiosa  muerte  que  perpetró  en  la  persona  delj 
dicho  Adelantado,  nueistro  hemano  y  primo,  siendo  gobernador  de  m 
pro\dncia  y  gobernación  que  le  fué  por  Vuestra  Majestad  señalada^ 
cual  mató  en  su  misma  gobernación,  siendo  el  dicho  mi  hermano  uool 
de  los  más  leales  y  antiguos  servidores  de  Vuestra  Majestad  y  de  su  co- 
rona real,  el  cual  descubrió  é  conquistó  muchos  reinos  é  provincias  y  los] 
subjetó  á  Vuestra  Majestad,  faciéndolos  sus  subditos  y  vasallos  paraqu«J 
1©  reconosciesen  por  rey  y  señor  natural,  y  el  dicho  Hernando 
por  ambición  y  eobdicia  de  reinar,  tizo  muy  grandes  insultos  é  determi- 
nó do  quebrantar  tx:>das  las  leyes  y  premátícaií  y  provisiones  y  manda- 
loientos  reales  que  Vuestra  Majestad  había  dado,  por  las  cuales  hsbií 
distinguido  y  señalado  los  límites  dentro  de  los  cuales  el  gobernador 
Francisco  Pizarro,  su  hermano,  había  de  estar,  conquistar  y  paciíicar,  v 
asimismo  le  señaló  al  diclio  Adelantado,   nuestro  hermano  y  primo,  el 
cual  estaba  en  su  gobernación  cooformeálo  que  Vuestra  Majestad  inm^ 
daba,  y  estando  en  la  posesión  della  y  pacificándola  y  gobernándola  y  y^^ 
duciéndola  toda  al  servicio  de  Vuestra  Majestad^  con  mny  buenas  fmw» 
y  medios,  para  que  Inga,  que  era  señor  general  de  toda  aquella  tierra é rei- 
nos^ de  su  voluntad  reconosciese  á  Vuestra  Majestad  por  rey  y  señor  se- 
perior,  y  se  ficiese  cristiano,  con  todas  las  tierras  que  ól  sujetaba,  j  tra- 
yéndolo  en  estado  de  facerse  todo  así,  y  teniendo  el  dicho  Inga  mochi 
afición  al  dicho  Adelantado,  nuestro  hermano  y  primo,  al  cual  daba  m 
dito  en  todas  las  cosas  que  le  decía,  lo  impidió  el  dicho  Hernando  Piz&rro, 
que  lo  había  hecho  alzar,  lo  cual  fué  causa  que  no  viniese  de  paz;  é  junU' 
el  dicho  Hernando  PízaiTO  mucha  gente  de  pie  y  de  caballo  para  U^em 
al  dicho  Adelantado,  nuestro  hermano  y  primo,  la  gobernación  y  proYk 
cias  que  Vuestra  Majestad  le  había  señalado  que  toviese  y  de  que  leíübil  | 
fecho  merced  para  remuneración  de  sus  tan  grandes  y  señalí^*^">-  <*'^ 
cios;  y  asimismo  le  pertenecía  la  dicha  gobernación  por  la  cu , 
contrato  que  con  el  dicho  gobernador  Francisco  Pizarro  estaba  f 
cual  trató  é  prometió  de  cumpÜr  é  guardar  el  dicho  Hernando 
por  solepne  juramento,  y  fiel  y  pleito  y  homenaje  que  ñzo*\ 
quebrantar  en  tiempo  alguno;  sin  embargo  de  todo  lo  cuat.  .     - 


al:»iagbo  y  eus  oomp añeros 


139 


[ierra  contra  el  dicho  Adelantado,  á  fuego  y  á  sangre,  como  si  fuera 
ey  de  aquellos  reinos,  y  como  si  el  dicho  Adelantado,  nuestro  hermano 
'  primo,  fuera  desleal  á  Vuestra  Majestad,  y  se  hohiera  alzado  con  ellos; 
'  asi  con  su  ejército  formado  se  fué  á  la  cibdad  del  Cuzco,  donde  estaba 
el  dicho  Adelantado,  para  ponella  á  sacomano,  ¡'como  la  puso,  y  para 
matar  y  destruir  al  dicho  Adelantado,  nuestro  hermano  y  primo,  y  á 
todos  los  cristianos  que  estaban  en  la  dicha  cibdad  en  servicio  de  Vues- 
txa  Majestad;  sabiendo  ó  debiendo  saber  el  dicho  Hernando  Pizarro  que 
88  podía  dar  batalla  sin  especial  licencia  de  Vuestra  Majestad,  y  que 
"sólo  por  esto  cometió  crimen  lesee  majestaüSy  y  así  destruyó  y  venció  al 
dicho  Adelantado  y  á  la  gente  que  consigo  tenía,  en  el  cual  vencimien- 
to desbarate  se  ficieron  grandes  robos  y  crueldades  por  su  mandado,  y 
ido  consentimiento  y  abtoridad  para  ello,  y  mataban  los  hombres 
indo  en  la  cama  y  desnudaban  á  otros  y  les  tii-aban  con  ai'cabuces, 
^mo  á  terrero,  y  desta  manera  mataron  á  ranchos,  y  por  no  matar  así 
dicho  Adelantado,  siendo  su  capital  enemigo,  y  habiéndole  tomado 
su  gobernación  y  destruídole  su  gente,  porque  él  no  quedase  vivo 
pedir  justicia  á  Vuestra  Majestad  dello,  lo  metió  en  una  mazmorra 
con  cautela  fizo  tomar  información  de  los  raisimos  que  con  el  dicho 
íernando  Pizarro  estaban,  y  so  color  de  justicia,  que  más  propiamente 
aé  tiranía,  de  hecho  le  dio  inominiosa  é  crndelísima  muerte;  y  con  ha- 
ír  hecho  todo  lo  susodicho  é  tenido  atrevimiento  de  venirse  á  esta 
aestra  corte,  con  presupuesto  que  por  ser  el  dicho  Adelantado  muerto 
habría  quien  más  tablase  en  ello,  y  su  sangre  inocente  y  la  de  los 
ros  servidores  de  Vuestra  Majestad  claman  Iiasta  que  se  haga  vengan- 
dello;  y  asi  permitió  Dios  que  se  viniese  á  estos  vuestros  reinos  para 
Id  del  se  faga  justicia  por  tantas  y  tan  grandes  crueldades  como  ha 
Jo  cabsa  que  se  ficiesen  á  todos  los  amigos  de!  dicho  Adelantado,  y  que 
,  los  que  dellos  quedai'on  vivos  los  ha  tenido  en  muy  graves  prisiones 
I  á  más  de  ciento  y  cincuenta  echó  de  la  tierra  y  de  sus  casas,  haciéndo- 
ir  desarmados  por  la  tierra  de  los  indios;  y  como  los  indios  los  topa- 
m  desarmados  por  los  campos,  mataron  dellos  más  de  cincuenta,  y  asi 
|uedaron  todos  perdidos  y  destruidos,  muertos  y  robados  y  saqueados; 
[  ñzo  robar  y  saquear  la  casa  del  dicho  Adelantado,  é  fizo  otras  cosas 
luy  feas,  que  son  larga  historia  de  contar,  y  por  bu  causa  están  todas 
juellas  provincias  para  perderse,  que  es  una  lástima  muy  grande  y 
io  inestimable,  que  no  parece  sino  que  quiso  resistir  á  la  buena  for- 


140 


COLECCIÓN  DE  DOCTTMINTOS 


tuna  de  Vuestra  Majestad,  para  impedir  que  no  fuese  todo  de  paat;  por 
que  pedimos  y  suplicamos  que,  habiendo  nuestra  relación  por  verdadeiB 
ó  tanta  parte  della  que  baste,  le  condene  en  las  mayares  y  más  graves 
penas  capitales  que  por  fuero  y  por  derecho,  leyes  y  premáticaa  desiofl 
vuestros  reinos  se  fallaren,  porque  á  él  sea  castigo  y  se  sepa  por  toda  k 
cristiandad  la  justicia  que  se  hace  sobre  delitos  tan  grandes;  para  todo 
lo  cual  vuestro  real  oficio  imploramos  é  pedimos  complimiento  de  Justi- 
cia  y  las  costas,  y  juramos  á  Dios  y  á  esta  señal  de  cruz  que  esta  acn 
sación  no  la  ponemos  maliciosamente. 

Otrosí  decimos:  que  aunque  lo  susodicho  es  notorio  y  por  tal  lo 
alegamos^  que  estamos  prestos  de  dar  información  bastante,  la  cual  pe- 
dimos y  supUcamos  que  se  mande  tomar  y,  vista  por  Vuestra  Alteca, 
mande  prender  y  tener  preso  y  á  muy  buen  recabdo  al  dicho  Hernan- 
do Pizarro. — El  licenciado  Hernando  Dios, — (Hay  ima  rúbrica). 

En  Madrid,  á  quince  días  del  mes  de  Mayo  de  mili  y  quinientos  y 
cuarenta  años,  ante  los  señores  del  Consejo  de  las  Indias,  la  presetitó 
Leonor  de  Zelinos;  sus  mercedes  mandaron  dar  tr^lado  á  Hernando 
Pizarro. 

Este  dicho  día  se  notificó  é  Juan  de  Uribe,  procurador  del  dicbo 
Hernando  Pizarro. 

En  la  vüla  de  Almagro,  de  la  orden  de  Calatrava,  en  veinte  y  doi 
días  del  mes  de  Abril,  año  del  nascimiento  de  Nuestro  Salvador  Jesucris- 
to, de  mili  y  quinientos  y  cuarenta  años,  ante  el  señor  Antón  Falcóu. 
alcalde  ordinario  en  esta  villa  de  Almagro,  por  Su  Majestad  del  Empe 
rador  nuestro  señor,  ó  por  ante  mi  el  presente  escribano,  ó  testigos  d« 
yuso  escríptos,  paresció  presento  Diego  de  Sevilla  y  Leonor  de  Celioofi, 
mujer  de  Hernando  de  Vargas,  vecinos  desta  dicha  villa  de  Aln^p^^*  ^ 
presentaron  un  pedimiento  con  ciertas  preguntas  al  pie  del,  su  í* 
cual  es  este  que  se  sigue,  etc.: 

Noble  señor: — Antón  Falcón,  alcalde  ordinario  en  esta  villa  de  Al- 
magro, por  el  Emperador  nuestro  señor^  etc.  Diego  de  Sevilla  y  Leooor 
de  Cellinos,  mujer  de  Hernando  de  Vargas,  vecinos  desta  dicha  fib, 
parescemos  ante  vuestra  merced  é  decimos:  que  yo,  la  dicha  Le>ozior  ¿^ 
Cellinos,  soy  hermana  del  Adelantado  don  Diego  de  Almagro,  que  m  a 
gloria,  é  yo,  el  dicho  Diego  de  Sevilla,  su  primo  hermano;  é  porqs» 
para  ciertos  efectos  tocantes  á  nuestro  derecho,  conviene  sacar  testíniíh 
nio  de  lo  susodicho,  é  porque  los  testigos  con  quien  se  ha  de  im)birb 


^ 


▲LMAGBO  T  BÜ8  COMPASÉEOS 


141 


susodicho,  son  viejos,  conatítuldos  en  edad  decrepta,  é  nos  tememos 
se  morirán;  por  tanto,  á  perpetuam  rei  tnemoriam,  pido  á  vuestra  mer- 
ced mande  esaminar  sus  dichos  é  depusiciones  de  loa  testigos  que  por 
nosotros  fueren  presentados  é  les  mande  facer  lajs  preguntas  siguien- 
tes, et€, 

1.  Primeramente  sean  preguntados  si  conoscen  á  nos  los  dichos 
)iego  de  Sevilla  é  Leonor  de  Cellinos,  é  si  conoscieron  á  Elvira  Guüé- 

jrez,  madre  de  la  dicha  Leonor  de  Celiinos  y  al  dicho  adelantado  don 
iego  de  Almagro,  etc. 

2.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  estando  la  dicha  Elvira  Gutiérrez  otor- 
para  se  desposar  con  Joan  de  Montenegro,  copero  del  maestre  don 

igo  Jirón,  se  empreñó  del  dicho  su  esposo  é  parió  al  dicho  ade- 
itado  don  Diego  de  Almagro,  puede  haber  sesenta  aüos,  poco  más  ó 
enos,  etc. 

3.  ítem;  si  saben  que  después  de  fallescido  el  dicho  Montenegro, 
la  dicha  Elvira  Gutiérrez  se  casó  con  (hay  tm  claro)  ColUnos,  é  durante 
su  matrimonio  hobieron  y  procrearon  por  su  hija  legítima  á  la  dicha 

[>nor  de  Cellinos,  é  por  tal  fué  habida  é  tenida  y  comunmente  re- 
itada,  etc. 

4.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  el  dicho  Diego  de  Sevilla  era  primo  her- 
ao  del  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  porque  la  dicha  Ei- 
ra Gutiérrez,  su  madre,  ó  Leonor  Gutiérrez,  madre  del  dicho  Diego  de 
svilla,  eran  hermanas  legítimas  y  así  es  público  é  notorio,  etc. 

5.  ítem:  si  saben,  etc,  que  siendo  el  dicho  don  Diego  de  Almagfro 
lochacho  pequeño,   se  crió  en  el  Aldea  del  Rey  y  en  la  dicha  villa  de 

igro  é  Bolaños,  el  cual  se  crió  juntamente  con  Catalina  del  Peral,  en 
dicha  villa  del  Aldea  del  Rey,  etc, 

6.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  por  ser  el  dicho  adelantado  don  Diego 
Almagro  natural  y  oreginario  de  la  dicha  villa  de  Almagro,  tomó  de- 

Dión  de  la  dicha  villa;  é  continuamente  ae  dijo  que  era  desta  dicha 
de  Almagro,  hermano  y  pariente  de  los  susodichos,  etc. 

7.  ítem:  sí  saben,  etc.,  que  puede  haber  que  el  dicho  don  Diego  de 
Lbnagro  partió  desta  dicha  villa  é  no  volvió  más  á  ella,  cuarenta  é  cinco 

cuarenta  é  seis  años,  poco  más  ó  menos;  é  al  tiempo  que  partió  desta 
icha  villa,  era  mochacho  ó  se  llamaba  Diego  de  Almagro,  etc. 

8*  ítem:  si  saben,  etc.,  que  dende  el  tiempo  quel  dicho  don  Diego 
Almagro  descubrió  la  dicha  tierra  del  Perú,  se  dijo  é  publicó  por  cosa 


142 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


notoria  que  era  vecino  natural  de  esta  dicha  viUa  de  Almagro,  hijo  de 
la  dicha  Elvira  Gutiérrez  é  del  dicho  Montenegro,  y  hermana  y  pariente 
de  los  susodichos:  é  como  á  tal  vecino  é  natural  del  pueblo  ó  universidad 
desta  villa,  le  han  escripto  cartas,  é  ansí  es  notorio,  por  el  dicho  Diego  de 
Sevilla,  é  por  él  é  por  la  dicha  Leonor  de  Cellinos,  su  hermana,  las  coa 
les  las  llevó  Juan  de  Espinosa»  su  criado,  etc. 

ítem:  pedimos  le  sean  fechas  las  otras  preguntas  al  caso  pertene- 
cientes, é  lo  que  dijeren  ó  de  depusieren  nos  lo  manden  dar  en  pública  i 
forma  y  en  ello  interponga  su  abtoridad  é  decreto  judicial,  etc, 

É  lo  que  dijeron  é  depusieron  los  testigos  presentados  por  parte  ¡ 
de  los  dichos  Leonor  de  CelUnos  ó  Diego  de  Sevilla,  secreta  é  apartada- 
mente é  cada  uno  por  sí,  es  lo  siguiente,  etc,: 

Testigo.^ — El  cUcho  Juan  Gómez,  carpintero,  el  viejo^  vecino  desU 
villa  de  Almagro,  testigo  presentado  por  parte  de  los  dichos  Leonor  dt 
Cellinos  ó  Diego  de  Sevilla»  é  siendo  preguntado  por  las  preguntas  del 
dicho  interrogatorio,  dijo  ques  de  edad  de  sesenta  ó  cinco  años  é  mái 
tiempo,  é  declaró  lo  siguiente: 

L  A  la  primera  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  ooooce 
á  los  dichos  Leonor  de  Cellinos  ó  Diego  de  Sevilla  ó  conoció  á  la  dichA 
Elvira  Gutiérrez  é  al  dicho  Diego  de  Almagro,  que  se  dice  agora  Ade* 
lantado  don  Diego  de  Almagro,  por  queste  testigo  se  crió  con  los  dichos 
Elvira  Gutiérrez,  madre  de  la  dicha  Leonor  de  Cíellinos,  é  con  el  dicho 
adelantado  don  Diego  de  Almagro,  é  porque  sabe  que  después  de  muer 
to  su  padre  del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  que  se  decía  JMontenegroN 
criado  del  maestre  don  Pedro  Jirón,  tuvo  al  dicho  don  Diego  de  Alma^ 
gro,  Hernán  Gutiérrez,  vecino  desta  villa,  é  aun  porque  era  ixavieeo  d 
dicho  don  Diego,  le  echaba  unas  cormas  é  los  pies  é  andaba  con  elbi 
siendo  muchacho,  é  después  se  le  fué  de  su  poder  al  dicho  Femáo  Gu- 
tiérrez desta  villa  á  se  pasó  á  las  Indias,  adonde  es  público  que  le  mt- 
taron,  etc. 

2.  A  la  segunda  pregimta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  qne  lásate 
ser  verdad  como  en  ella  se  contiene,  porque  él  lo  vio  por  vista  de  oj> 
este  testigo  lo  contenido  en  la  pregunta,  etc. 

3.  A  la  tercera  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  i 
ser  verdad  como  en  ella  se  contiene,  porque  este  testigo  vido  r^-^' 
rar  ó  facer  vida  maridable  á  los  dichos  Elvira  Gutiérrez  é  ( 


ALMAQKO  T  SüS  COMPAÑEROS  143 

marido,  ó  durante  el  matrimonio  vido  como  parió  la  dicha  Elvira  Gutié- 
rrez á  la  dicha  Leonor  de  Cellinos,  é  por  tal  fija  legítima  la  tuvo  é 
tiene  este  testigo  á  la  dicha  Leonor  de  Cellinos,  hermana  del  dicho  Die- 
go de  Almagro,  que  se  dice  é  nombra  agora  Adelantado  don  Diego  de 
Almagro,  etc. 

4.  A  la  cuarta  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  la  sabe 
ser  verdad  como  en  ella  se  contiene,  porque  sabe  que  el  dicho  Diego  de 
Almagro,  que  se  dice  al  presente  el  Adelantado  don  Diego  de  Almagro, 
es  primo  hermano  del  dicho  Diego  de  Sevilla,  por  ser  fijos  de  dos  her- 
manas, ques  la  que  se  decía  la  madre  del  dicho  Adelantado,  Elvira  Gu- 
tiérrez, é  la  madre  del  dicho  Diego  de  Sevilla,  Leonor  Gutiérrez,  ó  por 
tales  hermanas  fueron  habidas  é  tenidas  en  esta  villa  de  Almagro  é  ansí 
es  público  é  notorio,  etc. 

5.  A  la  quinta  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  la  sabe 
ser  verdad  como  en  ella  se  contiene,  porque  este  testigo  lo  vio  pasar 
ansí  como  en  la  pregunta  lo  dice,  por  vista  de  ojos. 

6.  A  la  sexta  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  queste  testigo 
por  notorio  ó  de  cierto  tiene  lo  contenido  en  la  pregunta,  por  lo  que  di- 
cho tiene  en  las  preguntas  antes  desta,  etc. 

7.  A  la  setena  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  la  sabe 
ser  verdad  como  en  ella  se  contiene,  por  lo  que  dicho  tiene  en  la  prime  - 
ra  pregunta,  ó  porque  este  testigo  se  acuerda  cuando  se  partió  desta  villa, 
yéndose  de   poder  del  dicho  Hernán  Gutiérrez,  en  cuyo  poder  estaba 
después  de  muerto  el  dicho  Montenegro,  su  padre,  etc. 

8.  A  la  otava  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  la  sabe 
aer  verdad  como  en  ella  se  contiene,  por  lo  que  dicho  tiene  en  las  pre- 
guntas antes  desta,  é   porque  sabe   que  siempre  los   dichos  Leonor 
de  Cellinos  y  el  dicho  Diego  de  Sevilla,  su  primo,  han  tenido  é  tienen 
por  hermano  é  primo  al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  é  como  á  tal  le 
oscrebieron  cartas  á  las  Indias  al  dicho  don  Diego  de  Almagro  con  un 
su  camarero  é  con  otras  personas,  puede  haber  cuatro  años  poco  más  ó 
menos,  etc. 

9.  A  la  novena  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  dice  lo 
que  dicho  tiene,  é  á  este  testigo  es  público  é  notorio,  y  en  ello  se  afirma; 
y  no  firmó  por  no  saber,  etc. 

Testigo. — La  dicha  Catalina  López  del  Peral,  vecina  de  la  villa  do 
JUmagro,  testigo  presentado  por  parte  de  los  dichos  Diego  de  Sevilla 


■nt^  -atm  ts*-  TUBOi  a  "unnm  nL^  ji.  :2i*tii^  ieasft  39000.  que  9 
'iwu'fí*  l.*wi«r.  T^iic*  li  súlfci  ion  Diesjo  ie-  Aimagm  le  ciut  *ied 
4  ñ4?ti<«  tun  ^«Hso    -n   -^-o  '»  jl  ücíul  Hlnza  «Ttniezrex.  Lo  en 

•t  'i*nuM  '  :n^  ¿CjámüsP'  TtHTTPCD  -*>  3»  ^o  iiiedft  ^  njnfie:.  porque  < 
!•»  :r.A  !»iii«*«^Lfc  rciü'  re  tiH-ut.  Zlnr&  (TfmerxeK.  que  <"iriha  <la 
^m  ra  ^nsLon-  i«^  ^ii>a.  -^  toi?'  ^u  -yma^  ^grk  rsánio  del  amescre  d 
!/r  .-^rn.  '•'^wr&.a  -mr -?i  iicíio  mnrhaehfl  ;¡e  lo  hahimn  tai 
!i«ft*  ^  2Mm  ierta  :«9C^o  «oBCunesuR  dt  la  ▼üla  <ie  Bolafias. 
ü  tKiía  fvi  juÁP   ie  ^spfia  'bsb^  rma.  «^  ana  »  erúv  jizmaiiia 

1   A  La  TTDpra  pre^nma  iei  ücho  imutogasono,  (fijo  <{»  1 
somo  fn  ••¿la  ^  «oiuiene.   pnmae  tsaoi  oeaógo  los  ¥Jó  eaaar  é  Telí 
üciMir  '^lálíaíM  -^  Sirria  «kLÓierres.  e  <iaraxis»  sa  naammonio  ha 
•¥  prvvTfsama  1  La  ücha  oin^er  <iei  ficho  Hernando  de  Vargaa»  é 
«1  irfL  le^túna  ^xe  habiiia  •»  :»iiida  <  cfMfunTinMWtfr  reputada»  elCL 

4.  A  La  '*narta  preconta  «leí  'ficho  íuterrmgatorio,  dijo  que  1 
piímoe  •¿onoaeiñ  ^  La  «fií^iía  Elvira  Gocíárrex.  madre  dri  dkfao  don 
ie  AlnuM^.  é  i.  Leonor  (jkiQerres.  madre  del  dicho  Diego  de  8e 
•«rali  hahfrfee  ^seniílaa  por  hermanas  legmmaade  padre  é  de  m 
por  «90  mbe  que  ei  dicho  Dugo  de  Sevilla  ee  primo  hermano  de 


ik^LKAORO  T  SUS  COMPAÑEROS 


145 


villa,  é  muchas  veces  fabló  con  ella  ó  fablaban  secretamente  del 
icho  don  Diego,  é  por  esto  lo  sabe,  etc, 

5.  A  la  quinta  pregunta  del  tiicho  interrogatorio,  dijo  que  la  sabe 
er  verdad  como  en  eUa  se  contiene,  porque  esta  testigo  es  la  dicha  Cata- 

,  del  Peral,  é  contenida  en  la  pregunta;  é  porque,  como  dicho  tiene,  se 
ron  juntos  ol  dicho  Diego  de  Almagro,  que  agora  se  dice  adelan- 
to, y  esta  testigo,  en  casa  de  la  dicha  Sancha  López,  madre  de  esta 
;o,  etc. 

6.  A  la  sexta  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  esta  testi- 
),  después  que  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  se  fué  desta  villa  de 

lagro  para  las  Indias,  siempre  le  han  tenido  por  vecino  desta  villa  é 
por  tal  fablaban  del,  é  como  á  t%l  escribían  cartas  al  susodicho  don  Die- 
go de  Almagro;  é  si  fuera  vivo  é  viera  esta  testigo,  le  conosciera  ó  le  fa- 
como  á  criados  juntos  y  hermanos  de  leche,  etc. 

7.  A  la  setena  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  cree  esta 
JO  que  puede  haber  los  dichos  cuarenta  ó  seis  años,  poco  más  ó  me. 

s,  que  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  so  fué  de  esta  tierra,  estando 
ijo  de  la  administración  de  Hernán  Gutiérrez,  el  cual  le  trataba  muy 
que  le  echaba  unas  cormas  porque  era  travieso;  é  cuando  la  madre 
testigo  le  vía  con  las  dichas  cormas,  lloraba,  ó  le  decía  el  dicho  don 
iego  de  Almagro  á  la  dicha  Sancha  López,  madre  desta  testigo,  «qué 
aes  era  su  madre,  que  por  qué  consintía  que  le  tratase  tan  mal  el  di- 
Hernán  Gutiérrez,  su  tío»,  y  por  esto  lo  sabe,  etc. 

8.  A  la  otava  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  sabe  esta 
igo  como  el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  durante  que  el  dicho  don 

iego  estaba  en  las  Indias,  se  tenía  por  vecino  é  natural  de  Almagro,  fijo 
la  dicha  Elvira  Gutiérrez,  é  como  tal  vecino  envió  á  demandar  por  la 
iré  desta  testigo  é  por  esta  testigo  con  un  su  criado  y  camarero;  é  el  di- 
to camarero  le  demandó  á  esta  testigo  si  se  llamaba  Catahoa  López  del 
1;  é  le  demandó  por  sus  parientes,  é  esta  testigo  le  dio  relación  de 
io  é  le  dijo  cómo  era  fijo  del  dicho  Montenegro,  criado  del  dicho  don 
ddro  Jirón,  maese  de  Calatrava,  é  de  la  dicha  Elvira  Gutiérrez,  moza 
[bfíioella,  que  estaba  para  desposar;  é  antes  que  se  desposase,  parió  al 
kbo  don  Diego  del  Montenegro,  ó  ansí  secretamente  le  habían  llevado 
villa  de  Bolafios,  á  casa  de  la  madre  de  esta  testigo,  para  que  lo 
&;  é  ansí  lo  crió  juntamente  con  esta  testigo:  é  esta  es  la  verdad  para 

lento  que  hizo,  etc, 
[10 


146  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

9.  Á  la  novena  pregunta  del  dicho  interrogatono,  dijo  que  dice  b 
que  dicho  tiene,  é  á  esta  testigo  es  público  é  notorio,  é  en  ello  se  afirma- 
ba é  afirmó;  ó  no  firmó  por  no  saber,  etc. 

Testigo: — La  dicha  Mari  Gutiérrez,  mujer  de  Diego  de  Soto,  qae 
haya  santa  gloría,  vecina  desta  villa  de  Almagro,  habiendo  jurado  é 
siendo  preguntada  por  las  pregimtas  del  dicho  interrogatorio,  dijo  é  de- 
claró lo  siguiente,  etc.: 

1.  A  la  primera  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  conos- 
ce  á  los  dichos  Leonor  de  Cellinos  ó  Diego  de  Sevilla,  é  que  conosdó  á 
la  dicha  Elvira  Gutiérrez,  madre  de  la  dicha  Leonor  de  Cellinos,  é  co- 
nosció  á  un  hijo  que  se  decía  Diego  de  Almagro,  porque  le  vio  nacer  é 
criar,  é  que  agora  dicen  que  se  llama  el  adelantado  don  Diego  de  Al- 
magro, que  morió  en  las  Indias,  etc. 

2.  A  la  segunda  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  la  sabe 
como  en  ella  se  contiene,  porque  esta  testigo  se  acuerda  como  el  dicho 

*  Montenegro,  copero  y  criado  del  dicho  maestre  don  Rodrigo  Jirón,  an- 
daba para  se  desposar  con  la  dicha  Elvira  Gutiérrez,  é  cree  que  estaba 
otorgada,  é  después  el  dicho  Montenegro  se  excusaba  de  desposar  cenia 
dicha  Elvira  Gutiérrez  porque  no  le  daban  en  casamiento  lo  que  pedía; 
é  en  este  medio,  la  dicha  Elvira  Gutiérrez  remanesció  preñada  del  di- 
cho Montenegro;  é  como  esto  vio  Pero  G<imez  de  Espinosa,  marido  se- 
gundo de  su  madre  desta  testigo,  como  pariente  de  la  dicha  Elvira 
Gutiérrez,  fabló  con  el  dicho  Montenegro,  ó  le  dijo  que  por  qué  no  se 
desposaba  con  la  dicha  Elvira  Gutiérrez;  el  cual  dicho  Montenegro  le 
respondió  que,  porque  si  no  le  daban  cierta  contía  de  maravedís  en 
casamiento  con  ella,  no  so  desposaría;  ó  sobre  este  caso  hobieron  ciertas 
palabras,  6  so  dieron  de  cuchilladas  el  dicho  Espinosa  é  el  dicho  Monte- 
negro, 6  ansí  se  dejaron  de  desposar;  é  por  tener  en  secreto  á  la  dicha 
Elvira  Gutiérrez  porque  no  dijesen  que  estaba  preñada,  la  guardaron 
secretamente  fasta  que  parió  al  dicho  Diego  de  Almagro,  que  dicen  que 
se  dice  que  es  el  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  é  lo  llevaron  secre- 
tamente á  la  villa  de  Bolaños,  á  casa  de  Sancha  López,  adonde  lo  crió 
secretamente  fasta  c[uo  fué  de  tres  años  ó  de  cinco  años,  y  se  desposó 
la  dicha  Elvira  Gutiérrez  con  Cellinos,  su  marido,  é  por  esto  lo  sabe;  é 
esta  es  la  verdad  para  el  juramento  que  fizo,  etc. 

3.  A  la  tercera  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  la  sabe 
como  en  ella  se  contieno,  porque  esta  testigo  vio  nacer  á  la  dicha  Leonor 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS  147 

de  Cellinos,  hija  del  dicho  Cellinos  ó  de  la  dicha  Elvira  Gutiérrez,  su 
madre  de  la  dicha  Leonor  de  Cellinos,  etc. 

4.  A  la  cuarta  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  la  sabe 
como  en  ella  se  contiene,  porque  esta  testigo  é  el  dicho  Diego  de  Sevilla  é 
la  dicha  Leonor  de  Cellinos  son  primos  é  hermanos,  hijos  de  sendas  her- 
manas, é  el  dicho  Diego  de  Almagro,  que  agora  dicen  que  se  dice  don 
Diego  de  Almagro,  era  hijo  de  la  dicha  Elvira  Gutiérrez,  madre  de  la 
dicha  Leonor  de  Cellinos  é  tía  desta  testigo;  é  por  esto  lo  sabe  que  el 
dicho  Diego  de  Sevilla  es  primo  hermano  del  dicho  don  Diego  de  Al- 
magro, etc. 

5.  A  la  quinta  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  la  sabe 
como  en  ella  se  contiene,  por  lo  que  dicho  tiene  en  la  pregunta  segunda 
antes  desta,  etc. 

6.  A  la  sexta  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  ques  público 
é  notorio  en  esta  villa  de  Almagro  lo  contenido  en  la  pregunta;  é  esta 
testigo  por  ansí  lo  tiene  é  cree,  é  no  sabe  otra  cosa  en  contrario,  porque 
si  otra  cosa  fuera  en  contrario,  esta  testigo  lo  supiera,  etc. 

7.  A  la  setena  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  la  sabe 
como  en  ella  se  contiene,  porque  esta  testigo  se  acuerda  cuando  partió 
el  dicho  Diego  de  Almagro,  que  agora  dicen  que  se  llama  el  adelantado 
don  Diego  de  Almagro,  é  que  puede  haber  los  dichos  cuarenta  é  seis  años, 
poco  más  ó  menos,  etc. 

8.  A  la  otava  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  sabe  esta 
testigo  que  el  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  dende  á  ciertos 
afios  hasta  que  morió,  siempre  se  ha  dicho  que  es  vecino  de  Almagro,  é 
como  vecino  de  Almagro  fa  escrito  cartas  á  esta  villa,  é  inviado  á  de- 
mandar de  sus  parientes,  en  especial  de  la  dicha  Elvira  Gutiérrez,  su 
madre,  é  de  la  dicha  Catalina  López  del  Peral,  hija  de  Sancha  López, 
¡que  se  criaron  juntos  en  la  villa  de  Bolaños;  como  á  tal  pariente  le  es- 
cribió la  dicha  Leonor  de  Cellinos  é  Diego  de  Sevilla,  puede  haber 
cuatro  afios,  poco  más  ó  menos,  con  su  camarero  que  partió  para  las  In- 
dias, etc. 

9.  A  la  novena  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  lo  que 
laa  dicho  de  suso  es  la  verdad,  é  ello  público  é  notorio,  é  en  lo  que 
dello  se  añrmó  para  el  juramento  que  hizo,  etc. 

Testigo: — El  dicho  Diego  Barbero,  vecino  desta  villa  de  Almagro, 
testigo  presentado  por  parte  de  los  dichos  Diego  de  Sevilla  é  Leonor  de 


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ALMAGRO  Y  BUS  COMPAÑEROS 


149 


inos»  al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  y  el  dicho  Diego  de  Sevilla 
Sevilla  á  le  dar  las  cartas  al  dicho  Espinosa,  é  llevó  cartas  del  Con- 
\o  de  Castilla,  como  á  natural  della»  é  ansí  las  dio  al  dicho  Espinosa, 
cual  dijo  que  él  volvería,  placiendo  á  Dios,  con  la  respuesta  dolías 
ntro  de  dos  años,  é  por  esto  lo  sabe,  etc. 

Ir  A  la  setena  pregunta  del  dicho  interrogatorio,   dijo  que  la  sabe 
Brdad  como  en  ella  se  contiene,  porque,  como  dicho  tiene,  este  tes- 
»e  acuerda  cuando  partió  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  desta 
Ja  para  las  Indias,  etc. 

8.  A  la  otava  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  la  sabe 
mo  en  ella  se  contiene,  por  lo  que  dicho  tiene  en  la  pregunta  antes 
sta,  é  porque,  como  dicho  tiene,  el  Consejo  escribió  cartas  al  dicho 
n  Diego  de  Almagro,  como  á  natural  della,  é  por  lo  que  escribió  el 
sho  don  Diego  de  Almagro,  etc. 

9.  A  la  novena  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  lo  que 
,  dicho  ó  despuesto  á  este  testigo  le  es  púbUco  é  notorio,  ó  en  ello  se 

i;  é  firmólo  de  su  nombre. — I>tego  Barbero,  etc. 
restigo, — ^La  dicha  Gostanza  Rodríguez,  mujer  de  Juan  Gómez, 
itero,  el  viejo,  vecina  de  esta  villa  de  Almagro,  habiendo  jurado  é 
lo  preguntada  por  las  pregimtas  del  dicho  interrogatorio,  dijo  é 
ró  lo  siguiente,  etc.: 

A  la  primera  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  conos- 
f  conosce  á  los  contenidos  en  la  pregunta,  por  vista  é  trato  é  con- 
ión  que  con  ellos  tuvo  é  tiene,  etc. 

A  la  segimda  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  lo  que 

lesta  pregunta  es  que  esta  testigo  oyó  decir  á  sus  tías  desta  testi- 

le  se  decía  la  ima  Catalina  Gutiérrez  ó  Inés  Gutiérrez,  ó  tías  del 

don  Diego  de  Almagro,  como  la  dicha  Elvira  Gutiérrez,  madre 

10  don  Diego,  estando  doncella,  desposada  con  Montenegro,  co- 

Rey,  había  parido  un  hijo  é  lo  Imbían  dado  á  criar  secreW 

á  Sancha  López  del  Peral,  vecina  de  Bolaños,  la  qual  le  crió  se- 

lente  fasta  que  fué  mayorcillo,  ó  después,  porque  era  travieso,  le 

jn  una  corma  é  se  soltó  é  se  fué  á  las  Indias,  etc, 

A  la  tercera  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  la  sabe 

en  ella  se  contiene,  porque  esta  testigo  se  halló  presente  al  tiempo 

iento  de  entre  los  dichos  CelUnos  y  Elvira  Gutiérrez,  madre 

[dicha  Leonor  de  Cellinos,  é  durante  su  matrimonio  fizieron  é  pro- 


150 


COLECCiÓir  DE  DOCUMENTOB 


crearon  á  la  dicha  Leonor  de  Cellinos,  é  por  tal  era  habida  é  tenida 
eeta  \'üla  de  Almagro  é  coniunmeDte  reputada,  etc, 

4.  A  la  cuarta  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  esta 
tigo  tiene  por  cierto  que  loa  dichos  Diego  de  Sevilla  é  el  dicho  don  Di< 
go  de  Almagro  son  primos,  hijos  de  hermanas,  porque,  como  dicho  t¡en< 
eonosció  á  la  dicha  Elvira  Gutiérrez,  madre  del  dicho  don  Diego  de 
villa»  las  cuales  eran  hermanas,  liijas  de  un  padre  é  de  una  madre,  é 
esto  sabe  é  tiene  por  cierto  que  son  primos,  lujos  de  hermanas,  los  di< 
Diego  de  Sevilla  é  el  dicho  adelantado  don  Diego  de  Ahnagro,  etc. 

5.  A  la  quinta  pregunta  del  cUcho  interrogatorio,  dijo  que  la 
como  en  ella  se  contiene,  por  questa  testigo,  como  dicho  tiene,  vio 
al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  que  se  decía,  al  tiempo  que  era  mochaJ 
cho,  Diego  de  Ahnagro,  en  casa  de  la  diclia  Sancha  López  del  Peral,  m 
compañía  de  CataUna  López  del  Peral,  fija  de  la  dicha  Sancha  Lój>e«,  qoé 
agora  mora  en  casa  del  comendador  Esteban  Cuello,  en  eeta  villa  de  \ ' 
magro,  é  por  esto  lo  sabe,  etc. 

6.  A  la  sexta  pregimta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  dic: 
que  dicho  tiene  en  las  preguntas  antes  desta,  ó  después  que  se  supo  del 
dicho  don  Diego  de  Almagro  que  estaba  en  las  Lidias,  siempre  se  ha 
dicho  como  el  dicho  don  Diego  es  natural  desta  villa  é  nacido  en  ell"  * 
pariente  del  dicho  Diego  de  Sevilla  y  hermano  de  la  dicha  Leonor 
Cellinos,  é  por  tal  se  ha  reputado  é  pubÜcado  en  esta  villa;  é  antee  * 
agora  sabe  este  testigo  que  se  liizo  probanza  sobre  la  dicha  parentela  as 
esta  villa,  para  la  inviar  á  las  Indias,  etc. 

7.  A  la  setena  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  deciert) 
no  se  acuerda  este  testigo  el  tiempo  que  ha  que  partió  des^  vilk  di 
dicho  don  Diego,  mas  de  cuanto  cree  que  ha  más  de  cuarenta  afioi,  par 
que  eonosció  al  dicho  Diego  de  Almagro,  que  era  al  tiempo  que 
desta  villa  buen  mochacho,  de  fasta  catorce  ó  quince  años,  é  aun 
que  era  travieso,  etc. 

8.  A  la  otava  pregunta  del  dicho  interrogatorio,   dijo  que  di< 
que  dicho  tiene  en  la  pregunta  antes  desta,  é  que  esta  testigo,  por 
tiene  que  es  el  dicho  Diego  de  Almagro,  hermano  de  la  dicha 
Cellinos  é  primo  <lel  dicho  Diego  de  Sevilla,  por  las   nuevas  que 
Indias  han  venido  é  porque  habrá  cuatro  años  que  vino  á  esta  villü 
que  se  decía  mayordomo  é  camarero  del  dicho  don   Diego  é  ái 
por  la  madre  é  parientes  del  dicho  don  Diego  é  por  Catalina  Lópe»i 


I 


riM 


Jii 


ALMAGRO  T   6Ü8    COMPAÑEROS 


151 


Peral;  é  por  lo  que  respondieron  é  por  las  cartas  que  lescribieron  la 
dicha  Leonor  de  Cellinos  é  Diego  de  Sevilla,  cree  é  tiene  por  cierto  que 
ea  el  dicho  Diego  de  Almagro  que  agora  se  dice  don  Diego  de  Alma- 
gro, etc. 

9.  A  la  novena  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  dice  lo 
que  dicho  tiene,  é  en  ello  se  aBrnm,  ó  á  ella  es  público  é  notorio;  é  no 
firmó  por  no  saber,  etc. 

Testigo. — ^El  dicho  Luis  Calderón,  vecino  desta  villa  de  Almagro, 
testigo  presentado  por  parte  de  Diego  de  Sevilla,  é  habiendo  jurado  é 
siendo  preguntado  por  las  preguntas  del  dicho  interrogatorio,  dijo  y  de- 
claró lo  siguiente,  etc.: 

1.  A  la  primera  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  conos- 
rió  é  conoce  á  los  dichos  Diego  de  Sevilla  é  Leonor  de  Cellinos,  mujer 
del  diclio  Hernando  de  Vargas,  é  que  conosció  á  la  diclia  Elvira  Gutié- 

c,  madre  de  la  dicha  Leonor  de  Cellinos,  é  que  al  dicho  adelantado 

Diego  de  Almagro  cree  que  lo  conosció  por  las  señales  que  le  han 

Jo  é  le  dan  dél,   porqueste  testigo  tuvo  cuando  niño,  siendo  de  edad 

quince  años  ó  diez  ó  seis,  conversación  con  Diego  de  Almagro,  fijo 

la  dicha  Elvira  Gutiérrez  é  fijo  de  un  criado  del  maese  don  Rodrigo 

Vn,  que  se  sonaba  que  era  fijo  de  la  dicha  Elvira  Gutiérrez  é  del  di- 

Montenegro,  porque  decían  que  estaban  desposados  por  palabras 

Itre  ellos,  é  durante  esto  la  dicha  Elvira  Gutiérrez  se  empreñó  del  di- 

Montenegro  ó  parió  el  dicho  Diego  de  Almagro,  que  al  presente 

icen  que  es  el  dicho  Adelantado,  ó  que  si  es  él,  había  de  tener  una 

fial  en  el  un  carrillo,  como  hoyo  de  nacido,  y  por  esto  lo  conosce,  etc. 

2.  A  la  segunda  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  dice  lo 
jjue  dicho  tiene  en  la  pregunta  antes  desta,  é  que  ansí  era  público  é  notorio 

1  esta  villa  de  Ahna^gro,  é  también  porque  sabe  este  testigo  que  daban 

rte  las  hermanas  de  la  dicha  Elvira  Gutiérrez,  madre  del  dicho  Diego 

de  Almagro,  que  agora  le  llaman  Adelantado,  cómo  era  fijo  del  dicho 

Montenegro,  é  que  estaba  desposada,  como  dicho  tiene,  entre  ellos,  con 

lia  dicha  Elvira  Gutiárrez;  é  que  cree  que  puede  liaber  lo  susodicho  más 

I  dncuenta  é  ocho  afSos,  porque  ansí  lo  oyó  á  la  madre  deste  testigo  é 

fué  púbhco  é  notorio,  etc. 

3.  A  la  tercera  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  la  sabe 
ao  en  ella  se  contiene,  porque  esta  testigo  vio  á  los  susodichos  facer 

maridable  en  esta  \álla  de  Almagro  é  en  Cibdad  Real  susodichos;  é 


^A 


152 


COIiECCTÓK  DE  D0CÜMEKT08 


durante  su  matrimonio  procrearon  por  su  hija  legítima  á  la  dicha  Leo* 
ñor  de  Cellinos,  ó  por  tal  ea  habida  é  tenida  é  procreada  en  esta  villa  de 
Ahnagro  é  comarca,  á  la  dicha  Leonor  de  Cellinos,  de  los  dichos  Celli 
nos  é  Elvira  Gutiérrez,  su  mujer,  é  por  esto  lo  sabe,  etc. 

4.  A  la  cuarta  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  dice  lo 
que  dicho  tiene  en  la  pregunta  segunda;  porque,  como  dicho  tiene,  este 
testigo  conosció  á  la  dicha  Elvira  Gutiérrez,  madre  del  dicho  Diego  df 
Almagro,  que  agora  dicen  que  se  llama  don  Diego  de  Almagro,  é  á  1 
madre  del  dicho  Diego  de  Sevilla,  que  se  llamaba  Leonor  Gutiérrea; 
como  eran  hermanas,  tiene  por  cierto  que  son  primos  hermanos  el  di- 
cho  Diego  de  Sevilla  é  el  dicho  don  Diego;  é  porque  después  que  mipie 
ron  que  estaba  en  las  Indias  el  dicho  don  Diego,  siempre  se  tuvo  poi 
cierto  que  era  el  dicho  don  Diego  fijo  de  la  dicha  Elvira  Gutiérreí,  i 
por  esto  lo  sabe,  etc. 

5.  A  la  quinta  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  este  tae- 
tigo  no  sabe  dónde  se  crió  el  dicho  don  Diego  de  Almagro;  mas  de  qw 
cuando  siendo  mochacho,  vido  al  dicho  Diego  de  Almagro  que  andaba 
en  esta  villa,  é  había  oído  decir  este  testigo  que  se  había  criado  coo 
Sancha  López  del  Peral  en  la  villa  de  Bolaños  y  en  el  Aldea  del  Rey,  *I 
tiempo  que  era  nifia  Catalina  López  del  Peral,  fija  de  la  dicha  Sánela 
Lópex;  é  como  della  se  partió  el  dicho  Diego  de  Ahnagro,  que  agón 
luz  que  se  llama  don  Diego,  este  testigo  conversaba  con  el  diclio  Diego 
de  Almagro,  é  sabe  que  era  travieso  é  le  echaban  cormas  por  ser  tnxit 
so;  é  después  sabe  que  se  ñié  desta  villa  é  nunca  más  le  ha  visto;  rali 
d©  cuanto  oyó  decir  que  se  había  ido  á  las  Indias,  é  cree  que  par  tfto 
68  el  mismo  don  Diego  de  Almagro,  ó  porque  después  acá  algunas  per 
sonas  que  han  venido  del  Perú,  le  han  dicho  que  el  dicho  don  Diep 
les  había  preguntado  por  este  testigo  é  por  los  Orozcos,  vecinos  dfifiíi 
villa,  si  eran  vivos,  ó  les  decia  que  los  conocía,  en  especial  que  '    "^' 
Alonso  López  del  Moral,  vecino  del  Moral,  que  \ino  del  Perú  c 
cho  don  Diego,  le  había  demandado  por  él,  etc. 

6.  A  la  serta  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  dice  loqfl^'' 
dicho  tiene  en  la  pregunta  antes  desta,  y  en  ello  se  afirma,  eto, 

7*  A  la  setena  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  bí^^>^'  f^r' 
el  dicho  Diego  de  Almagro  ha  que  partió  desta  villa  de  Alma^ 
renta  é  cinco  ó  cuarenta  ó  seis  años,  poco  más  ó  menos,  é  despuéí  «w 
no  ha  vuelto. 


ÁLMAQBO  T  SUS  COHFAKEKOB 


15a 


8,  A  la  otaya  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  sabe  que 
dicho  dou  Diego  de  Ahnagro  ha  enviado  mensajero  á  esta  \álla  de 

jro  pai-a  saber  si  era  vivo  este  testigo  é  la  dicha  Ehora  Gutiérrez 

I  otros  parientes,  en  especial  que  le  dijo  el  dicho  Alonso  López  del 

lloral,  vecino  del  Moral,  que  vino  del   Perú,  como  dicho  tiene  de 

3,  Ó  por  la  razón  que  le  dio,  por  esto  sabe  este  testigo  lo  que  dicho 

lene,  etc. 

9.  A  la  novena  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  dice  lo 
que  dicho  tiene  é  á  este  testigo  es  público  é  notorio,  é  en  ello  se  afirma; 
0  firmólo  de  su  nombre.— ¿uíí  Calderón,  etc. 

Testigo:— La  dicha  EUira  Rodríguez,  mujer  de  Juan  de  Alva  do 
Santo,  que  haya  gloria,  vecina  desta  villa  de  Almagro,  testigo  presentada 
por  paite  del  dicho  Diego  de  Sevilla  é  Leonor  de  Cellinos,  ó  habiendo 
jurado  en  forma  debida  de  derecho,  é  siendo  preguntada  por  las  pre- 
guntas del  dicho  interrogatorio,  dijo  é  declaró  lo  siguiente,  etc.: 

1.  A  la  p>rimem  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  conos- 
ció  é  conosce  á  los  contenidos  en  la  pregunta,  por  vista,  trato  ó  conver- 
sación; é  que  al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  que  es  el  que  dicen  que 
era  aílelantado,  le  conosció  cuando  mochacho  de  hasta  doce  afíos,  poco 
más  ó  menos,  etc. 

2.  A  la  segunda  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  lo  que 
sabe  desta  pregimta  es  que  oyó  decir  á  la  dicha  Elvira  Gutiérrez,  madre 
de  la  dicha  Leonor  de  Celhnos,  cuando  estaba  doncella  é  questaba  des- 
la  con  Montenegro,  criado  del  maestre  don  Rodrigo  Jirón,  cómo 

;  ó^.íiilo  desposada  se  empreñó  del  dicho  su  esposo,  é  que  pariíí  un  hijo 
el  cual  se  decía  Diego,  é  que  lo  había  llevado  á  la  villa  de  Bolaüos  á 
una  urna  moza,  que  se  llama  Sancha,  la  cual  lo  crió  secretamente  porque 
no  estaba  otorgado,  é  después  vio  al  dicho  mochacho  que  se  decia,  como 
^"  ^o  tiene,  Diego;  é  era  travieso,  é  por  ello  traía  una  corma  en  el  pie;  é 
'  lecir  ¿  la  dicha  su  madre  cómo  después  de  absentado  el  dicho  mo- 
chacho, é  casada  con  el  dicho  Cellinos,  estando  en  Cibdad  Real,  vino  á 
ella  el  dicho  Diego  de  Almagro,  su  fijo,  ó  le  dijo  que  le  diese  un  pedazo 
de  pan,  é  que  sacó  un  pan  é  ciertos  dineros,  é  le  dijo:  «Toma,  fijo,  y  no 

tna  des  más  pasión,  é  vete  é  ayúdete  Dios  á  tu  ventura j»;  é  así  se  fué  é 

Jio  volvió  más,  etc. 

3.  A  la  tercera  pregunta  del  dicho  inten'ogatorio,  dijo  que  la  sabe 
como  en  ella  se  contiene,  porquesta  testigo  vio  é  conosció  á  la  dicha  El- 


154  COLECCIÓN    DE    DOCUMENTOS 

vira  Gutiérrez,  casada  con  el  dicho  Cellinos,  ansí  en  esta  villa  de  Alma- 
gro como  en  Cibdad  Real,  é  durante  su  matrimonio  vivieron  é  procrea- 
ron á  la  dicha  Leonor  de  Cellinos,  su  hija,  y  por  tal  fija  legítima  esta 
testigo  ha  tenido  á  la  dicha  Leonor  de  Cellinos  dende  que  se  acuerda  á 
esta  parte,  é  por  tal  es  habida  é  tenida  en  esta  villa  de  Almagro  é  sos 
comarcas,  etc. 

4.  A  la  cuarta  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  esta  tes- 
tigo tiene  por  cierto  que  el  dicho  Diego  de  Sevilla  es  primo  hermano  del 
dicho  Diego  de  Almagro,  que  agora  nombran  el  adelantado  don  Di^ 
de  Almagro,  porque  conosció  á  la  dicha  Elvira  Gutiérrez,  madre  del 
dicho  don  Diego,  é  á  la  dicha  Leonor  Gutiérrez,  madre  del  dicho  Di^ 
de  Sevilla,  hermanas  de  padre  é  madre,  é  por  tales  se  conversaban  é 
eran  habidas  é  tenidas  en  esta  dicha  villa,  é  por  esto  tiene  por  cierto  que 
son  primos  hermanos  los  dichos  Diego  de  Sevilla  é  don  Diego  de  Alma- 
gro, é  porque,  como  dicho  tiene,  los  conosció  á  los  dos  siendo  mocha- 
chos,  etc. 

5.  A  la  quinta  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  esta  tes- 
tigo oyó  decir  cómo  el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  que  es  el  que  ae 
decía  adelantado,  cómo  se  había  criado  en  la  villa  del  Aldea  del  Rey  y 
en  Bolafios,  ó  en  Almagro,  é  que  lo  crió  Sancha  López,  madre  de  la  di- 
cha Catalina  del  Peral,  é  que  los  dos  se  habían  criado  juntos;  é  esto  lo 
oyó  decir  á  la  dicha  Elvira  Gutiérrez,  madre  del  dicho  don  Die- 
go, etc. 

6.  A  la  sexta  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  ansí  es 
público  é  notorio  lo  contenido  en  esta  pregunta,  en  esta  villa  de  Alma- 
gro, é  por  tales  parientes  están  habidos  é  tenidos  del  dicho  don  Diego 
los  dichos  Diego  de  Sevilla  é  Leonor  de  CeUinos,  é  por  lo  que  dicho 
tiene,  etc. 

7.  A  la  setena  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que,  á  lo  que 
le  paresce  á  esta  testigo,  puede  haber  que  se  fué  el  dicho  don  Di^  de 
Almagro  desta  villa  de  Almagro,  los  dichos  cuarenta  é  cinco  años  6  cua- 
renta é  seis,  poco  más  ó  menos,  etc. 

8.  A  la  otava  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que,  ansí  como 
en  la  pregunta  se  contiene,  era  público  é  notorio  que  el  dicho  don  Die- 
go de  Almagro  era  natural  desta  villa,  é  hermano  é  pariente  de  los  dicte 
Diego  de  Sevilla  é  Leonor  de  Cellinos,  é  como  tales  hermanos  é  pariefr 
tes  le  escribieron  cartas  á  las  Indias,  puede  haber  cuatro  años,  poco  mí» 


ALMAGRO  Y  8U8  COMPAÑEROS 


155 


menos,  con  un  criado  suyo;  é  aun  el  dicho  Diego  de  Sovilla  fué  á  la 
dbdad  de  Sevilla  con  las  dichas  cartas,  etc. 

9.  A  la  novena  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  dice  lo 
que  dicho  tienei  é  á  esta  testigo  le  es  público  é  notorio,  é  en  ello  se  afir* 
ma;  é  no  firmó  por  uo  saber,  etc. 

81  de   Maya  de  I.MO 

XVIIL — Proceso  de  Juan  de  Torres,  vecino  de  la  villa  de  Almodovar,  por 
sí  y  en  nombre  de  Diego  de  Torres,  w<  Ayo,  con  Diego  de  Alvarado 

(Archivo  de  Indias,  51-5-1/8) 

Interrogatorio  de  Juan  de  Torres,  vecino  de  Almodovar 


Por  las  preguntas  siguientes  sean  preguntados  los  testigos  que 

teren  presentados  por  parte  de  Juan  de  Torres,  vecino  de  la  villa  de 

Almodovar,  sobre  la  acusación  criminal  que  dio  contra  Diego  de  Alva- 

rado^  residente  en  esta  corte,  sobre  la  muerte  de  Diego  de  Torres,  su 

hijo,  y  lo  demás  en  la  dicha  acusación  criminal  contenido. 

I.  Primeramente,  si  conocen  al  dicho  Juan  de  Torres,  padre  del  di- 
cho Diego  de  Torres,  é  si  conocen  al  dicho  Diego  de  Alvarado,  é  si  co- 
nocen a  Hernando  Pizarro,  teniente  de  gobernador  de  la  cibdad  del 
;co,  residente  al  presente  en  esta  corte;  é  si  conocieron  á  don  Diego 
Almagro,  é  al  dicho  Diego  de  Torres,  hijo  del  dicho  Juan  de  Torres, 
tos,  é  si  han  noticia  de  la  dicha  cibdad  del  Cuzco  é  de  los  términos 
^límites  de  su  juredíción. 

n.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  el  dicho  Juan  de  Torres  es  casado 
elado  con  Isabel  Núñez,  su  mujer,  y  dui^anta  el  matrimonio  bebieron 
rocrearon  por  su  hijo  legítimo  y  de  legítimo  matrimonio,  al  dicho 
de  Torres,  é  por  tal  hijo  fué  habido  y  tenido  entre  las  personas 
•^tie  del  tu\ieron  noticia. 

ni,  ítem:  si  saben  que  por  el  mes  de  Abril  del  afio  de  mili  é  qui- 
nientos y  treinta  y  siete,  y  mucho  antes  y  después,  el  dicho  Hernando 
ÍHzarro  estaba  y  estuvo  por  tímente  de  gobernador  en  la  dicha  cibdad 
ñel  Ca2co,  ó  por  sí  y  sus  alcaldes,  ministros  y  oficiales  oía  y  determinaba 
todos  los  pleitos  civiles  y  crimínales  que  ocurrían  en  la  dicha  cibdad  y 


156 


COLECCIÓH  DE  DOCUITEIÍTOS 


SUS  tórniinos,  y  ejercía,  y  ejerció  la  juredición  de  gobernador,  cevü  y 
criminal,  pacíficamente  sin  contradición  alguna,  y  ejecutaba  y  ejecutó 
sus  sentencias  ceviles  y  criminales  en  la  dicha  cibdad  del  Cfuzoo,  qoe 
está  inclusa  y  metida  dentro  de  los  límites  y  términos  de  la  gobernación 
del  dicho  Hernando  Pizarro. 

IV.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  pof  razón  que  el  dicho  don  Diego 
de  Almagro  se  quería  poner  en  entrar  y  tomar  por  fuerza  de  armas  1a 
dicha  cibdad  del  Cuzco,  se  pusieron  treguas  de  paz  y  concordia  por  Ü 
y  por  el  dicho  Hernando  Pizarro  y  el  dicho  Diego  de  Torres. 

V.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  para  acorapaflainiento,  defensa,  ÉaTor 
ó  ayuda  de  la  Justicia  de  la  dicha  cibdad  del  Cuzco»  y  por  mandado  de 
ella,  estaba  y  estuvo  por  el  dicho  mes  de  Abril  del  dicho  año  en  casa  de 
la  dicha  Justicia  el  dicho  Diego  de  Torres. 

VI.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  el  dicho  Diego  de  iVlvarado  segma  y 
siguió»  acompañaba  y  acompañó  como  consorte,  compañero  y  caudillo 
principal,  al  dicho  don  Diego  de  Ahnagro,  é  se  hallaba  é  halló  contlM- 
mente  á  su  lado,  á  todas  laa  revueltas,  guerras,  escándalos,  sedicioiiieB, 
robos,  incendios,  muertes  é  otros  desasosiegos»  é  por  su  concejo  man- 
dado y  favor  é  ajnida,  malicia  y  cautela  del  dicho  Diego  de  Alvara/do, 
se  hacía  y  cometía  todo  lo  susodicho,  ó  por  él  se  regla  y  guiaba  el  didio 
don  Diego  de  Almagro,  é  á  todo  se  hallaba  y  halló  presente  como  el  más 
principal  caudillo  y  consejero. 

VU.  Ítem:  si  saben,  etc.,  que  en  el  dicho  mes  de  Abril   del  üicuu 
año,  en  un  día  á  la  media  noche,  sobre  asechanzas  y  caso  pensado,  m 
violación  y   quebrantamiento  de  las   dichas  treguas   de   paz  y  Wh 
cordia  por  ellos  puesta,  con  gran  escándalo  y  alboroto,  con  mucha  copiA 
de  gente  armada,  diversas  armas,  lanzas,  espadas,  ballestas,  escopetas  J 
tiros  de  artillería,  á  grandes  voces  apelüdando  «Almagro,  mueran,  mue- 
ran los  traidores»,  se  entraron  por  las  casas  de  la  Justicia,  donde  estaba  el 
dicho  uniente  de  gobernador  ó  los  alcaldes,  oficiales  y  miuistix)6  At  h 
dicha  Justicia,  el  dicho  Diego,  ó  con  él,  el  dicho  Diego  de  Alvaradi 
por  consejo,  mandado,  favor  é  ayuda  del  dicho  Diego  de  Alvanido, 
garon  fuego  á  las  casas  donde  estaba  el  dicho  tíniente  de  gobernador^ 
la  Justicia  é  otros  muchos  que  por  mandado  de  la  dicha  Justicia  y  pan 
su  defensa,  favor  y  acompañamiento,  estaban  dentro  de  las  dichas  cütf» 
entre  los  cuales  estaba  el  dicho  Diego  de  Torres,  hijo  del  dicho  Juan  dt 
Torres. 


¿hIííI 


IBO  T  8TJB  OOMFANEEOS 


157 


VnL  ítem:  si  saben,  etc.,  que  fué  tan  grande  el  fuego  que  pusie* 
>n  á  las  dichas  casas  de  la  Justicia,  que  con  él  y  con  el  humo  se  que- 
ron  y  ahogaron  y  murieron  muchos  que  estaban  en  la  dicha  casa  de 
,  Justicia,  y  quemaron  y  robaron  cuanto  estaba  dentro  y  prendieron  al 
dicho  Hernando  Pizarro,  teniente  de  gobernador,  todo  por  consejo, 
favor  y  ayuda  del  dicho  Diego  de  Alvarado. 

IX,  ítem:  si  saben,  etc.,  que  aquella  mesma  noche  que  quemaron 
ha  dichas  casas  y  prendieron  al  dicho  Hernando  Pizarro,   tiraron  una 
atada  por  la  boca  al  dicho  Diego  de  Torres,  hijo  del  dicho  Juan  de 
torres,  de  que  murió  incontinente  sin  confisión,  la  cual  dicha  muerte 
í  otras  muchas  é  los  robos  é  incendios  que  se  hicieron  aquella  noche,  é 
ites  y  después  otros  muchos,  fué  todo  por  mandado,  consejo,  favor  é 
ida,  culpa,  causa  inmediata  del  dicho  Diego  de  Alvarado,  por  ser, 
era,  compañero,  consejero  y  favorecedor  por  quien  se  regía  y 
aba  el  dicho  don  Diego   de  Almagro,  y  se  hallaba  é  halló  presen- 
si  no  fuera  por  el  dicho  Diego  de  Al  vallado,  no  se  hiciera  ni  come- 
c5osa  alguna  de  lo  susodicho,  ni  muriera,  ni  se  tirara  la  dicha  sae- 
de  que  murió  el  dicho  Diego  de  Torres;  porque  si  el  dicho  Diego 
Alvarado  no  lo  mandara,  ni  aconsejara,  ni  diera  favor  á  ello,  todo  se 
cousara  é  no  se  pusiera  el  dicho  fuego,  ni  se  tirara  la  dicha  saetada; 
Drque  como  fué  en  su  mano  hacer  lo  que  se  hizo,  lo  pudiera  obviar,  ea- 
rbar  é  impedir,  é  no  dar  lugar  á  los  otros  dehtos  ni  a  ninguna  cosa  ni 
dellos;  digan  y  declaren  lo  que  cerca  desto  saben,  é  de  qué  otras 
Brsonas  se  acompañaba  é  ayudaba  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  ó  se 
Sivoreseía  para  los  otros  delitos  y  ecesos  y  para  la  muerte  del  di^ho  Hie- 
de Torres, 
X-  ítem:  si  saben,  etc.,  que  todo  lo  susodicho  sea  pública  voz  y 
. — Juan  de  Torres. 

En  Madrid,  á  xxxi  de  Mayo  del  dxl  años,  le  presentó  en  el  Con- 
jo  de  las  Indias  de  Su  Majestad  Juan  de  Torres. 


[>mo 


h:é 


FBOBAKZAB    DE    JlTXlí    DE    TOBBB8,    TRCTNO    DE    ALMODÓVAB 


El  dicho  Hernando  Pizarro,  estante  al  pressente  en  la  corte  de  Su 
gestad,  habiendo  jurado  en  forma  debida  de  derecho,  preguntado  por 
preguntas  del  interrogatorio  presentado  por  el  dicho  Juan  de  Torres, 
Üjo  lo  siguiente: 


158 


COLECCIÓN  DE  D0CÜMEKT08 


A  la  primera  pregunta,   dijo  que  conoció  é  conoce  á  loa  en  esta 
pregunta  contenidos  ó  á  cada  uno  de  ellos,  de  vi8taé  habla,  queconelloe 
tuvo  é  con  algunos  tiene,  y  este  testigo  es  el  don  Hernando  Pizarro,  m  \ 
la  pregunta  contenido;   Ó  sabe  la  dicha  cibdad  del  Cuzco  é  tiene  noti- 
cias de  las  demás  dallí   ó   de   su   juredición.   Fué  preguntado  por  la*] 
preguntas   generales,  dijo   que  ha   treinta  é   siete  aüos,  poco  misá\ 
menoSi  é  que  no  es  pariente  de  ninguna  de  las  partes  que  litigan  ni  es] 
enemigo  de  ninguna  dellas,  no  estante  que  con  el  dicho  Diego  de  Alva- 
i*ado  hay  pleito  y  le  acusa,  por  poder  del  hijo  que  dice  que  ee  de  doo] 
Diego  de  Almagro;  é  que  no  incurren  en  él  ninguna  de  las  otras  pre- 
guntas  generales  de  la  ley  que  le  fueron  declaradas  por  mí,  el  presente] 
escribano»  é  que  venza  la  parte  que  tuviere  justicia, 

n.  Por  la  segunda  pregunta,  dijo  que  la  non  sabe. 

ni-  Por  la  tercera  pregunta,  dijo  que  sabe  ío  en  esta  pregunuí 
contenido,  segund  y  como  en  ella  se  contiene;  preguntado  cómo  lo  sabe,  I 
dijo  que  porque  este  testigo  es  el  dicho  Hernando  Pizarro  que  onbj 
pregunta  declara,  é  antes  del  tiempo  que  la  pregunta  dice,  había  uu 
año,  poco  más  ó  menos,  que  tenía  la  juredición.  según  que  en  la  pre- 
gunta  se  contiene;  é  la  tuvo  pacíficamente  hasta  tanto  que  don  Diego  de 
Almagro  se  la  tomó  por  fuerza;  é  pasó  así  segund  que  en  la  pregunta  j 
se  contiene, 

IV,  A  la  cuarta  pregunta,  dijo  que  sabe  lo  en  la  pregunta  cont^ 
nido  como  en  ella  se  contieno;  pero  que  pasó  así  en  feclio  de  rmélái 
como  en  la  pregunta  se  contiene. 

V*  A  la  quinta  pregunta,  dijo  que  es  verdad»  y  pasó  lo  en  la  pct-l 
gunta  contenido,  porque  este  testigo  mandó  al  dicho  Diego  de  Tomi 
que  él  y  otros  estuviesen  en  la  dicha  cibdad  para  guarda  y  defensa  d* 
la  justicia  é  buena  gobernación  della,  ó  por  su  mandado  estuvo  en  1*  | 
dicha  cibdad»  como  en  la  pregunta  se  contiene. 

VL  A  la  sexta  pregunta,  dijo  que  lo  que  de  esta  pregunta  3abe#| 
que  el  dicho  Diego  de  Alvarado  fué  con  el  dicho  don   Diego  de  Abí- 
gro  á  las  provincias  de  Chille,  ó  volvió  con  él  é  se  halló  con  él  ea  li  i 
entrada  y  toma  del  Cuzco;  é  que  siempre  oyó  decir  que  don  Diego  át 
Almagro  se  regla  é  gobernaba  por  el  parecer  de  dicho  Diego  de  Ali» 
rado;  é  que  se  tenía  por  la  persona  más  prencipal  é  de  que  más  cnidll 
se  hacía,  y  esto  sabe;  pero  que  así  lo  vio  pasar,  como  lo  decUm,  é  lo  | 
mismo  oyó  decir  é  oyó  á  muchas  personas  que  andaban  é  comuni''ssbiS 


ALMÁQBü  Y   6ÜS  COMPAÑEROS 


169 


con  el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  que  así  era  é  pasaba,  como  en  la 
pregunta  se  contiene,  é  así  era  público  é  notorio  en  aquella  comarca  é 
provincias,  ó  questo  sabe  de  esta  pregunta* 

Vil,  A  la  sétima  pregunta,  dijo  que  sabe  lo  en  esta  pregunta  con- 
tenido, según  é  como  en  ella  se  contiene;  preguntado  como  lo  sabe,  dijo 
qne  porque  lo  vio  así  pasar  segund  é  como  en  esta  pregunta  se  con- 
tiene, ecebto  que  no  sabe  por  cuyo  mandado  se  pegó  el  fuego,  porque 
este  testigo  estaba  dentro  de  la  casa  que  se  pegó  fuego,  hasta  que  m 
cayóf  ó  al  tiempo  que  cayó  se  saHó  dallí  casi  ahogado  del  humo,  é  en  la 
otra  casa  estaba  el  dicho  Diego  de  Torres,  é  antes  que  se  pegase  fuego 
estaba  el  dicho  Diego  de  Torres  en  la  diclia  casa;  é  esto  sabe  porque 
así  é  lo  vio  como  lo  declara  y  Bn  la  pregunta  se  contiene, 
VTH,  A  la  octava  pregunta,  dijo  que  dice  lo  que  dicho  tiene  en  la 
ta  antes  desta,  y  que  sabe  que  se  rieron  algimos  españoles  de  los 
estaban  dentro  en  la  dicha  casa  secuestrados,  y  que  murieron  que- 
08  algunos  indios,  é  que  los  españoles  que  salieron  de  la  casa  saUe- 
*n  algo  ahogados  de  humo,  é  que  si  tardaran  un  credo  en  salir  se  que- 
todos,  ó  ques  verdad  que  prendieron  a  este  testigo  é  á  los  alcaldes 
regidores  que  allí  estaban,  é  quel  dicho  Diego  de  Alvarado  era  uno  de 
que  favorecían  é  ayudaban  al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  é  que 
consejos  que  entrellos  pasaron,  que  no  los  sabe,  mas  de  que  siempre 
la  gente  de  aquella  gobernación  se  tenía  é  creía  por  cierto  que  no 
más  el  dicho  don  Diego  de  Almagi*o  de  lo  que  decía  é  aconsejaba 
dicho  Diego  de  Alvarado,  é  ae  decía  que  después  do  los  consejos  que  se 
ornaban  con  capitanes  ó  otras  peraonas,  el  dicho  don  Diego  de  Almagro 
le  reducía  á  lo  que  decía  6  aconsejaba  el  dicho  Diego  de  Alvarado,  é  así 
era  la  púbUca  voz  é  fama,  cierto  é  notorio,  y  esto  sabe  de  la  pregunta, 
IX,  A  la  novena  pregimta,  dijo  que  sabe  que  aquella  misma  noche 
jue  acaesció  lo  que  declarado  tiene  en  las  preguntas  antes  de  ésta,  en  la 
püisma  casa  de  la  Justicia,  donde  este  testigo,  como  teniente  de  gober* 
nador  estaba,  dieron  una  saetada  al  dicho  Diego  de  Torres,  fie  que  mu- 
rió encontinente,  é  que  no  sabe  por  dónde  le  dieron  la  herida,  porque 
oomo  prendieron  á  este  testigo,  no  pudo  ver  la  herida;  mas  le  mandaba 
SU  mayordomo  que  le  heciese  este  relato,  é  ñzo  bien  por  su  ánima;  é  que 
asto  sabe  de  la  pregunta,  é  que  en  lo  demás  que  en  ella  se  contiene,  dijo 
que  dice  lo  que  dicho  tiene  en  las  preguntas  de  este  interrogatorio  antes 


160 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


X.  A  las  diez  preguntas^  dijo  que  lo  que  ha  dicho  de  saso  os 
TOrdad,  é  lo  quel  testigo  sabe  por  el  juramento  que  fizo  y  se  ratifioo  < 
ello  so  cargo  del  juramento  fecho,  é  firmólo  de  su  nombre* — HemímdP 
Ptjsarro. — Luis  Riiu. 

El  dicho  Pedro  Martín  Durán^  natural  de  la  villa  del  Irneli  de  Bu 
trago,  testigo  sobredicho  presentado  en  esta  cabsa,  habiendo  jurado 
forma  debida  de  derecho»  preguntado  por  las  preguntas  del  dicho  mU 
rrogatorio,  dijo  lo  siguiente: 

1.  Por  la  primera  pregunta,  dijo  que  conoció  ó  conoce  á  los  ea< 
pregunta  contenidos  é  á  cada  uno  deltos,  de  vista  é  habla  é  convc 
que  con  ellos  tuvo,  esoebto  que  til  dicho  Juan  de  Torres,   padre  dd 
cho  Diego  de  Torres,  conosco  de  un  mes  á  esta  parte,  é  que  cae  la  < 
cibdad  del  Cuzco  en  los  términos  é  h'mites  de  juredicióu,  porqué 
estado  en  ellos  muchas  é  diversas  veces.  Fué  preguntado  por  las  preg 
tas  generales,  dijo  que  ha  treinta  é  uno  ó  treinta  dos  afíos,  poco  uiás6 1 
nos,  é  que  no  es  pariente  de  ninguna  de  las  partes,  é  que  no  le  emp 
ninguna  de  las  preguntas  generales  de  la  ley,  y  que  por  mí,  el  presenil 
escribano,  le  fueron  fechas,  ó  que  venza  la  parte  que  tuviera»  íuHíiiia. 

n.  A  la  segunda  pregimta,  dijo  que  la  no  sabe. 

ni,  A  la  tercera  pregunta,  dijo  que  sabe  lo  en  esta  pregunta  coa: 
tenido  según  é  como  en  ella  se  contiene;  preguntado  cómo  lo  sabe»  i 
que  porque  así  lo  \ddo  pasar  é  pasó  así,  segund  é  como  en  la  pregunta 
se  contiene,  porque  este  testigo  se  halló  presento  en  la  dicha  cibdad  dei 
Cuzco,  é  era  é  había  sido  conquistador  en  eila^  é  vio  que  pasó  a^í  ooaa| 
en  la  pregunta  se  contiene,  demás  de  ser  público  é  notorio. 

rV.  A  la  cuarta  pregunta,  dijo  que  sabe  lo  en  esta  pregnuti 
tenido  segund  écomo  en  ella  se  contiene;  preguntado  cómo  lo  sai^^t,  ilii^J 
que  porque,  como  dicho  tiene,  este  testigo  se  halló  presente  al 
quel  dicho  don  Diego  de  Almagro  quiso  tomar  por  fuerza  de  ; 
dicha  cibdad  del  Cuzco,  é  que  entonces  vio  este  testigo,   como 
que  se  halló  presente,  que  se  tomai*on  treguas  entre  el  dicho  doo 
nando  PizaiTo  é  don  Diego  de  Almagro  y  el  dicho  Diego  de  Mr 
é  lo  vio,  demás  de  ser  público  é  notorio. 

V.  A  la  quinta  pregunta,  dijo  que  sabe  lo  en  esta  pn^guntij 
tenido  segund  é  como  en  ella  se  contiene;  preguntado  cómo  lo  1 
dijo  que,  como  dicho  tiene,  se  halló  presente  al  tiempo  que  la  pp 
ta  dice,  que  fué  el  mes  de  Abril  del  dicho  año  de  quinient^xs  é  1 


■¡KJI 


CAQRO  T  SUS    C0HPAKEB08 


161 


B,  é  vio  que  pasó  lo  en  la  pregunta  contenido,  é  por  mandado  de  la 
isticia  que  estaba  en  la  dicha  cibdad  del  Cuzco,  residía  allí  el  dicho 
Hego  de  Torres,  y  este  testigo  le  vio  residir  en  casa  de  la  Justicia,  é 
jr  su  mandado  en  casa  de  Diego  de  Rojas  y  Viüacastín,  alcalde  ordinario 
la  cibdad  del  Cuzco,  y  la  más  parte  en  casa  del  dicho  Hernando  Pi- 
>,  teniente  de  gobernador  é  capitán  general^  ó  por  su  mandado  es* 
iba  en  la  dicha  cibdad  en  defensa  de  la  justicia,  /^  así  lo  vio  como  de 
lo  declara. 

VI  A  la  sexta  pregunta,  dijo  que  sabe  lo  en  esta  pregunta  conte- 

ido,  segund  é  como  en  ella  se  contiene;  preguntado  cómo  lo  sabe,  dijo 

ae  porque,  como  dicho  tiene,  se  halló  presente  en  la  dicha  cibdad  del 

Kco  á  todo  lo  que  allí  acaeció,  u  que  vio  al  dicho    Diego  de  Alva- 

ado  que  andaba  siempre  con  el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  como 

capitán  é  lugarteniente;  ó  vio  que  no  so  hacía  más  de  lo  quel  dicho 

)iego  de  Alvarado  quería  é  mandaba  ó  aconsejaba,  é  no  se  confiaba  el 

bebo  don  Diego  de  .Vlmagro  de  otra  persona  mas  de  la  persona  del 

cho  Alvarado,  é  como  tal  vedaba  é  mandaba  é  se  hacía  lo  que  quería 

í  aconsejaba,  porque  así  lo   vio  este  testigo,  demás  de  ser  así  púbhco  é 

[)torio  é  púbhca  voz  y  fama  en  aquellas  partes. 

VTI-  A  la  sétima  pregimta,  dijo  que  lo  que  desta  pregunta  sabe  é 

ido  que  pasó  es  que  en  el  tiempo  contenido  en  la  pregunta,  estando  el 

lo  Hernando  Pizarro  acostado  en  la  casa  de  la  Justicia  de  la  dicha  cib- 

del  Cmsco,  é  mandaba  toda  la  gente  que  se  fuesen  á  dormir,  porque 

siba  todo  seguro,  porque  había  treguas;  aquella  misma  noche,  á  la 

sdia  noche,  estando  este  testigo  acostado  encima  de  su  cama,  vestido 

se  desnudar  y  armado  por  miedo  de  los  indios,  que  había  nueve 

que  habían  tenido  con  ellos  guerra,  oyó  recio  ruido  de  gente  á  la 

icha  hora,  y  se  levantó  este  testigo  al  patio  de  su  aposento,  y  vido  el  patio 

su  posada  lleno  de  gente,  e  vio  como  banderas  dentro,  con  gente  é 

»n  muchas  armas,  lanzas  y  espadas  é  otras  armas;  é  decían  los  unos: 

I  Viva,  viva  el  Rey!  ¡Almagro!»  é  otros  decían:  «¡Viva  el  gobernador  don 

Hego  de  AlmagroU  y  este  testigo  aquella  sazón  salió  é  dijo;   *jViva  el 

ey  y  don  Francisco  Pizarro  é  don  Hernando  Pizarro,  en  su  nombre!» 

que  todos  decían:  » ¡Mueran  los  traidores!»  ó  que  entonces  salió  un  paje 

0I  dicho  Hernando  Pizarro,  que  se  decía  Báez,  ó  esperó  á  tener  la  puer- 

» hasta  que  se  levantase  Hernando  Pizarro,  ó  con  gran  ruido  se  levantó  el 

5ho    Hernando   Pizarro,    é   que   les   pidió   viesen   ser   verdad   que 

a 


162 


CQLfiCClÓN  DB  DOCÜirSKTOS 


nosehabían  quebrantadolas  treguas  por  su  parte,  y  sin  embargo  desto  todo 
decían:  «¡Mueran,  mueran  los  traidores!»  é  que  vio  que  tenían  tan 
todas  las  puertas  que  sallan  á  los  aposentos  para  que  no  saliesen  sa 
criados,  é  tiraban  al  dicho  Hernando  Pizarro  escopetas  é  ballestas  i 
con  un  aleónete  para  le  matar;  y  que  por  fuera  ó  con  el  dicho  fnroxj 
pusieron  fuego  por  todas  partes  á  la  casa  donde  estaba  el  dicho  Ha 
nando  Pizarro  ó  otra  mucha  gente  con  él,  dicieudo  á  voces:  €¡Qnemec 
estos  traidores  é  póngause  horcas  para  los  que  salvaren!  >  y  que  en  aqu( 
lia  revuelta  andaba  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  y  que  estaba  juntí 
con  ella  y  salió  á  ver  lo  que  mandaba,  yendo  é  veuiendo  mensajeros, ; 
que  á  todo  so  hallaba  presente  el  dicho  Diego  de  Alvarado,  con 
toca  rebozada,  con  el  dicho  don  Diego  de  Almagro,   mandando 
capitán  é  aconsejando  al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  hasta  tanto  qü 
quemaron  la  casa  donde  estaba  el  dicho  teniente  de  gobernador  Hemaiid 
Pizarro,  é  quemaron  mucha  ropa,  é  todos  salieron  medio  ahogados  < 
humo;  y  que  entre  la  gente  que  iba  con  el  dicho  teniente  de  gabemaddr,| 
estaba  el  dicho  Diego  de  Torres,  y  que  todos  salían  huyendo  y  i  I 
que  huían  les  tiraban  de  lanzadas  é  cuchilladas  é  les  pelaban  las 
é  les  quitaban  las  armas,  llamándoles  de  traidores;  ó  que  entonces  preo*l 
dieron  al  dicho  teniente  de  capitán  Hernando  Pizarro  é  al  ca¡iitán  GúO- 
zalo  Pizarro,  é  le  dieron  ciei-tas  heridas  en  la  cara  ó  loa  ojoa  por  <}©•] 
tarles  las  armas,  ó  les  robaban  lo  que  hallaban  é  podían  haber, 
guerra  de  tiranos,  porque  así  lo  vio  pasar;  é  vio  que  luego  otro  día,  anti 
que  amanesciese,  por  mandado  del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  1 
llevaron  allá  secuestrados  á  iodos  los  heridos,  é  se  dio  pregón  púbfifioj 
que,  so  pena  de  la  vida,  oyesen  cómo  se  nombraba  por  gobernador  i 
dicho  don   Diego  de  Almagro,  é  le  entitulaban  A  aquella  cibdad 
Nuevo  Reino  de  Toledo,  é  así  la  entitulaban;  é  pasaron  otras  ma 
cosas,  é  así  se  pregonaba  y  nombraba  el  dicho  don  Diego  de  AlmÉgül 
por  gobernador  y  capitán  general,  del  que  entitulaban  Reino  Nuevo  delV| 
ledo,  ó  que  á  todo  lo  que  dicho  é  declarado  tiene  asistía  é  andaba  i 
sejero  é  principal  capitán  el  dicho  Diego  de  Alvarado,  que  porifiií 
sejo  se  hacía  toda  la  guerra  que  dicho  é  declarado  tiene,  é  no  se  1 
cosa  sin  su  consejo,  por  ser  el  más  principal  consejero  del  dicbo^ 
Diego  de  Almagro,  que  se  guiaba  del  todo  por  el  consejo  é  G0O8di«| 
dicho   Diego  de  Alvarado  y  del  arcediano  Rodrigo  Páez,  é  Oé 
jUvarado,  é  Rodrigo  Orgóñez;  porque  lo  vio  asi  este  testigo 


ALMAGBO  Y  SUS  COMFANBBOB 


163 


gund  é  como  de  suso  declara  en  6sta  pregunta,  demás  de  ser  muy  pú- 
blico é  notorio  en  aquellas  partes  que  pasó  así  como  de  suso  declara» 
Vm.  A  la  octava  pregunta,  dijo  que  sabe  lo  en  esta  pregunta  conté- 
¡do,  segund  é  como  en  ella  se  contiene;  preguntado  cómo  lo  sabe,  dijo 
le  por  lo  que  dicho  é  declarado  tiene  en  la  pregunta,  antes  de  ésta,  y 
>rque  vido  que  mataron  á  muchas  personas  que  se  hallaron  en  el  dicho 
sbarate,  é  les  robaron  sus  haciendas,  é  especialmente  á  Alfonso  de  Car- 
Buas  robaron  un  cajón  de  oro  y  plata,  é  á  otro  de  Badajoz  mucho  oro 
plata,  y  á  otras  personas  muchas  preseas,  y  al  teniente  de  capitán 
femando  Pizarro  le  llevaron  á  las  Casas  del  Sol,  donde  le  echaron 
ios  y  cadenas  á  él  y  al  capitán  Juan  Pizarro,  y  á  otras  personas,  al- 
I  y  regidores  en  la  cárcel  pública,  con  grillos  ó  cadenas,  y  que  lo 
lo  este  testigo  y  se  halló  presente,  y  este  testigo  le  tuvieron  preso  en 
veoes  más  de  tres  meses,  demás  de  salir  herido  con  una  lanzada;  que 
;  sabe  así,  é  es  lo  que  sabe  de  la  pregunta,  é  lo  vido  como  en  ella  se 
atiene. 

IX.  Preguntado  por  la  novena  pregunta,  dijo  que  dice  lo  que  dicho 
le  en  la  sétima  pregunta,  y  que  aquella  misma  noche  que  acaesció 

)  que  en  ella  tiene  declarado,  sabe  que  de  aquel  ruido  salió  herido  el 

eho  Diego  de  Torres,  que  le  dieron  una  saetada  por  bajo  del  sobaco, 

cual  vio  este  testigo  que  se  la  sacó  Juan  de  Carvajal,  de  Cáceres,  y 

acabada  d©  sacar  murió  luego  sin  se  confesar,  á  lo  que  cree,  porque 

después  que  se  la  sacaron  este  testigo  fué  preso,  é  se  halló  presente  al 

enterramiento  del  dicho  Diego  de  Torres;  ó  que  sabe  que,  como  dicho 

el  dicho  Diego  de  Alvarado  era  el  que  acompañaba  y  aconsejaba 

j.    „.   .ichodon  Diego  de  Almagro,  é  por  su  consejo  é  acuerdo  se  hacía 

^í  todo,  porque  así  lo  \ñó;  é  este  testigo,  en  aquella  sazón  é  después,  vio  al 

^  ♦  dicho  Diego  de  Alvarado  ser  capitán  general  del  dicho  don  Diego  de 

Almagro,  que  mandó  su  gente  como  tal  capittin  en  la  dicha  cibdad  del 

'^"""o,  y  le  envió  como  tal  aipitán  de  Guaitara  al  Cuzco,  é  recogía 

^  é  hacía  pagas,  é  no  había  persona  de  que  más  se  confiase  el  dicho 

Diego  de  Almagro  como  del  dicho  Diego  de  Alvarado»  porque  así  lo 

é  fué  público  é  notorio  en  aquellas  partes,  y  que  esto  sabe  de  la 

mta. 

X.  A  las  diez  preguntas,  dijo  que  lo  que  está  dicho  de  suso  es  la 
é  lo  que  sabe  en  descargo  del  juramento  que  fizo;  ó  firmólo  de 

nombre.— P^áro  Martín  Durán.^Luis  Ruiz. 


164 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


El  dicho  Antonio  de  Cisneros,  vecino  de  la  dicha  cibdad  del  Ciiz<5< 
natural  de  la  villa  de  Mayorga,  testigo  sobredicho  presentado  por  par 
del  dicho  Juan  de  Torres,  habiendo  jurado  en  forma  debida  de  derecha 
preguntado  por  las  preguntas  del  dicho  interrogatorio  é  por  cada  ue 
dellas,  dijo  lo  siguiente; 

L  A  la  primera  pregunta,  dijo  que  al  dicho   Diego  de  Torres  üo  1 
conoce  é  que  á  todos  los  demás  en  la  pregunta  contenidos  lia  conocid 
e  conocía  de  cuatro  ó  cinco  años  á  esta  parte,  ó  sabe  la  dicha  cibdad  di 
Cuzco,  porque  la  ha  visto  y  estado  en  ella  ó  que  pronto  ha  más  de  I 
dichos  cuatro  años  á  esta  parte. 

Fué  preguntado  por  las  preguntas  generales:  dijo  que  es  de  edjid< 
treinta  é  seis  ó  treinta  é  siete  aüos,  poco  más  6  menos,  ó  que  no  < 
pariente  de  ninguna  de  las  partes,  ni  le  empece  ningana  de  las 
guntas  generales  é  que  desea  que  venza  la  parte  que  tuviere  justicift. 

n.  A  la  segunda  pregunta,  dijo  que  la  non  sabe. 

in,  A  la  tercera  pregunta^  dijo  que  sabe  lo  en  esta  pregimta  cao 
tenido  como  en  ella  se  contiene;  preguntado  cómo  lo  sabe,  dijo  qae  por- 
que vido  del  tiempo  contenido  en  la  pregimta  el  dicho  Hernando  Pi::a 
rro  era  teniente  de  gobernador  en  la  dicha  cibdad  del  Cujeco  é  su  pro 
vincia  é  vio  que  pasó  como  en  la  pregunta  se  contiene;  porque  s^?  Iiíül 
presente  á  todo  en  la  dicha  cibdad  todo  el  tiempo  que  la  pregunta  d: 
ó  lo  vio  así  pasar. 

IV,  A  la  cuarta  pregunta,  dijo  que  sabe  quel  dicho  don  Biegp  ¿c 
Almagro  quisiera  entrar  por  fuerxa,  contra  la  voluntad  del  dicho  Bbt 
nando  Pizarro,  en  la  dicha  cibdad  del  Cuzco,  é  que  por  evitar  muerles 
y  escándalos,  hobo  treguas  entre  ellos  por  tres  ó  cuatro  días,  y  qae  defl^ 
tro  deste  dicho  riempo  entró  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  y  el 
Diego  de  Alvarado  con  él  é  tomaron  la  cibdad,  é  questo  sabe  é  n 
cierto  de  lo  en  la  pregunta  contenido, 

V.  A  la  quinta  pregunta,  dijo  que  sabe  é  vido  este  testigo  quí  rf 
dicho  Torres  contenido  en  la  pregunta,  estaba  al  tiempo  que  la  pi 
ta  dice  que  la  cibdad  se  tomó,  en  casa  del  dicho  Hernando  Piíarro, 
capitán  ó  teuiente  que  era  suyo,  para  dar  su  favor  é  ayuda, 

VL  A  la  sexta  pregunta,  dijo  que  lo  que  de  la  pregtmta 
que  el  dicho  Diego  de  Alvarado  era  uno  de  los  más  preumpalc» 
dos  é  consejeros  del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  é  que  siempre 
en  cosas  quel  dicho  don  Diego  de  Almagro  había  de  faoar  dr-  ínn 


■U 


ALMAGRO  Y  8Ü8  COMPAÑEROS 


165 


I,  era  uno  de  loa  primeros  é  más  prencipales  que  mandaba  llamar  el 

picho  don  Diego  de  Almagro  para  consejo,  é  que  siempre  se  halló  pre- 

&nte  ea  su  ejército  en  todas  las  cosas  que  acaecieron  en  el  tiempo  pa- 

lo  en  las  preguntas  antes  desta,  porque  así  lo  vio  este  testigo,  demás 

)  ser  publico  é  notorio. 

VII,  A  la  sétima  pregunta»  dijo  que  lo  que  de  esta  pregunta  sabe,  es 
16  en  el  mes  de  Abril  eu  la  pregunta  contenido,  del  año  de  quinientos 
é  treinta  é  siete  años,  en  el  término  de  las  dichas  ti^eguas,  entró  el  dicho 
don  Diego  de  Almagro  é  su  gente,  á  la  hora  contenida  en  la  pregunta, 
ppellidando  victoria  por  don  Diego  de  Almagi^o,  y  pusieron  fuego  á  la 
donde  estaba  el  dicho  Hernando  Pízarro,  teniente  de  gobernador, 
itre  los  cuales  estaba  el  dicho  Torres,  ó  que  prendieron  al  dicho  Her- 
ido Pizarro  é  á  Gonzalo  Pizarro  é  á  todos  los  demás  prencipales  que 
hallaron  con  él,  y  esto  sabe  porque  se  halló  presente^  é  que  lo  demás 
I©  esta  pregunta  no  lo  sabe. 

VIIL  A  la  octava  pregunta,  dijo  que  dice  lo  que  dicho  tiene  en  lu 

Bgunta  antes  de  ésta,  é  que  \'ió  que  era  el  humo  muy  grande  é  que 

I  se  veían  unos  á  otros,  y  que  se  quemó  todo  lo  que  estaba  en  la  dicha 

i,  ó  prendieron  al  dicho  Hernando  Pizarro  é  saquearon  todo  lo  que 

abia  en  la  dicha  casa;  é  que  lo  demás  en  la  pregimta  contenido  que 

lo  sabe* 

IX.  A  la  novena  pregunta,  dijo  que  lo  que  sabe  de  esta  pregunta, 
que  la  noche  que  prendieron  al  dicho  Hernando  Pizarro,  tiraron  mu- 
saetadas  al  dicho  Hernando  Pizarro  é  á  la  gente  que  con  él  estaba, 
itre  los  cuales  estaba  el  dicho  Torres  ó  le  herieron  con  una  saeta,  de 
le  murió  deude  á  pocos  días;  y  que  sabe  quel  dicho  Diego  de  Alvara- 
era  consejero,  é  de  los  prencipales,  que  estaban  con  el  dicho  don 
Kego  de  Almagro,  é  que  muchas  cosas  se  regían  por  su  consejo,  y  era 
lucha  parte  para  evitai^  algunas  cosa^  de  las  que  se  hacían;  é  que  esto 
lo  que  sabe  ó  vio  desta  pregunta. 

X  A  las  diez  preguntas,  dijo  que  dice  lo  que  dicho  tiene  de  suso;  é 
ello  se  afirma  y  es  la  verdad,  so  cargo  del  juramento  que  fizo;  é  fir- 
mólo de  su  nombre. — AtUonio  de  CisneroB. 

Testigo. — El  cucho  Rodrigo  de  Herrera,  vecino  del  pueblo  de  Lo- 

(s^ic),  ques  aldea  de  Carrión,  testigo  presentado  por  parte  del  dicho 

I  de  Torres,  habiendo  jurado  en  forma  debida  de  derecho,  pregimtado 

raguntas  del  dicho  interrogatorio,  dijo  lo  siguiente:  fué  pre- 


166  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

guntado  por  las  preguntas  generales,  dijo  que  es  de  edad  de  treinta  añoe. 
poco  más  ó  menos;  que  no  es  pariente  de  ninguna  de  las  partes  ni  in- 
curren  en  él  ninguna  de  las  preguntas  generales;  é  que  venza  la  part« 
que  tuviere  justicia. 

L  A  la  primera  pregunta,  dijo  que  al  dicho  Juan  de  Torres  coüos- 
ce  de  vista,  ó  que  á  los  demás  en  la  pregunta  contenidos  lo®  connada 
é  conosce  de  vista  é  habla  ó  conversación  que  con  ellos  tuvo;  ó  que  sabe 
á  la  dicha  cibdad  del  Cuzco,  porque  ha  estado  en  elJa  y  ha  sido  yeáno 
della,  é  sabe  los  límites  é  juredición  de  la  dicha  cibdad. 

II.  A  la  segunda  pregunta,  dijo  que  la  non  sabe. 

in.  A  la  tercera  pregunta,  dijo  que  sabe  lo  en  la  pregunta  coid^ 
nido,  segund  é  como  en  ella  se  contiene;  é  preguntado  cómo  lo  sabe, 
dijo  que  porque  dende  el  tiempo  en  la  pregunta  contenido  é  ante¿*,  n^* 
este  testigo  quel  dicho  Hernando  Pixarro  ejercía  el  cargo  de  teniente 
de  gobernador  en  la  dicha  provinda  del  Cuzco,  que  estaba  en  la  gober- 
nación del  Marqués  don  Francisco  Pizarro,  que  usaba  la  juredidón 
civil  é  criminal  como  justicia  é  capitán  general  é  teniente  de  gobem- 
dor,  segund  é  como  en  la  pregunta  se  contiene;  porque  así  lo  vio  é  iwi- 
dio  este  testigo  en  la  dicha  cibdad  como  vecino,  é  lo  vio  así  pasar,  é  sm 
público  ó  notorio. 

IV,  A  la  cuarta  pregunta,  dijo  que  sabe  este  testigo  que  al  pilcha 
tiempo  que  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  ó  su  gente  llegaron  á  b 
dicha  cibdad  del  Cuzco,  queriendo  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  en- 
trar y  tomar  la  dicha  cibdad  del  Cuzco  por  fuerza  al  dicho  HemandD 
Pizarro,  vido  este  testigo  que  se  pusieron  treguas  entre  el  dicho  Hfi^ 
nando  Pizarro  y  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  é  Diego  de  Al  varado 
ó  sus  capitanes  por  un  día,  é  que  aquél  pasado,  hicieron  luego  otw 
treguas  de  paz,  porque  así  lo  vio  é  se  halló  por  tres  ó  cnatro  dlat  pá- 
sente, ó  fué  público  é  notorio  en  aquellas  partes,  é  que  eso  sabe  du  li 
pregunta. 

V,  A  la  quinta  pregunta,  dijo  que  vido  este  testigo  que  el  dich» 
Diego  de  Torres  estaba  en  la  posada  del  dicho  Hernando  Pizarro;  é  por 
su  mando,  como  justicia  mayor,  que  le  mandaron  venir  á  él  é  á  otpoi 
muchos  en  favor  de  la  justicia»  porque  así  lo  vido  este  testigo 

VL  A  la  sexta  pregunta»  dijo  que  sabe  lo  en  la  pregunta  oonU 
do,  segund  é  como  en  ella  se  contiene;  preguntado   cómo  lo  sabe, 
que  porque  este  testigo  vido  quel   dicho  Diego  de  Alvarado  era  capiuc 


di 


ALHAGRO  T   8UB  G0MPANEB08 


iel  dicho  don  Diego  de  Almagro,  é  la  persona  más  prencipal  coa  quien 
el  dicho  don  Diego  de  Almagro  se  aconsejaba  é  no  se  quitaba  de  su  lado 
ni  se  hada  cosa  ningima  sin  su  consejo,  é  la  persona  de  que  más  caso 
se  hacía,  porque  así  lo  vido  este  testigo  y  así  es  público  é  notorio  en 
juellas  partes  ó  provincias  del  Perú  y  en  la  dicha  cibdad  del  Cuzco. 
Vn.  A  la  sétima  pregunta,  dijo  que  lo  que  sabe  é  vio  de  la  pre- 
ita,  es  que  en  un  día  del  mes  de  Abril  del  dicho  año  de  mili  é  qui- 
nientos é  treinta  é  siete  aflos,  antes  que  se  cumpliesen  las  treguas  que 
estaban  puestas  entre  el  dicho  Hernando  Pizarro  ó  don  Diego  de  Al- 
magro, en  im  día  del  presente  mes  de  Abril,  á  la  media  noche,  estando 
el  dicho  con  Pixarro  é  la  gente  que  con  él  iba,  el  dicho  don  Diego  de 
Almagro  é  su  gente  é  capitanes  que  con  el  dicho  Alvarado  empezaron 
Idar  voces,  á  entrar  en  la  casa  de  la  justicia  diciendo:  *¡Almaf^rC,  Al- 
),  mueran,  mueran  los  traidores!»;  é  que  enviaron  é  pusieron  fue- 
é  las  casas  ó  tiraban  saetas  á  los  que  ge  resistían,  hasta  tanto  que 
andieron  al  dicho  Hernando  Pizarro,  porque  era  tanto  el  fuego,  que 
I  fué  forzado  salir;  é  al  salir,  le  prendieron  é  á  todos  los  que  con  él 
aban  los  prendieron;  y  que  en  la  dicha  casa  de  la  Justicia,  como  di- 
cho tiene,  estaba  á  la  sazón  el  dicho  Diego  de  Torres;  é  que  esto  que 
clara  lo  vi6  así  pasar,  porque  se  halló  en  la  dicha  cibdad  del  Cuzco  é 
ió  á  ver  lo  que  era,  é  vio  que  pasó  lo  que  declara. 

VIH.  A  la  otava  pregunta,  dijo  que  dice  lo  que  dicho  tiene  en  la 

ita  antes  desta,  é  que  vio  que  fué  tan  grande  el  humo  que  hubo 

í  la  gente  que  cargó  sobre  los  que  dentro  de  ta  dicha  Casa  de  la  Justi- 

I,  que  cree  que  del  humo  murieron  algimos  é  se  ahogaron,  y  que  la 

se  quemó  é  todo  cuanto  estaba  dentro,  que  no  se  salvó  cosa  nin- 

la;  que  lo  que  se  salvó  lo  robaron,  é  lo  que  pudieron  haber;  ó  el  di- 

io  Diego  de  Alvarado  andaba  con  el  dicho  don  Diego  de  Almagro;  é 

ae,  como  dicho  tiene,  en  todo  lo  que  se  hacía  era  el  que  lo  mandaba  é 

^nsejaba,  é  asi  era  público  é  notorio  en  aquella  tierra  y  en  el  dicho 

ipo,  ó  púbUca  voz  é  fama. 

IX.  A  la  novena  pregunta,  dijo  que  dice  lo  que  dicho  tiene  en  la 
é  otava  preguntas;  é  que  aquella  noche  que  acaeció  lo  susodicho, 
ao  dicho  tiene,  estaba  el  dicho  Diego  de  Torres  en  la  misma  casa  de 
Justicia,  é  sabe  que  le  dieron  en  el  dicho  ruido  una  saetada  por  la 
de  la  cual  murió  dende  a  un  día  ó  dia  é  medio,  que  no  duró  más; 
é  que,  como  dicho  tiene,  el  dicho  Diego  de  Alvarado  consejaba  al  dicho 


168  COLECCIÓN  DB  DOCUMENTOS 

don  Diego  de  Almagro,  y  que,  si  quisiera,  en  su  mano  fuera  excusar  lo 
acaescido,  porque  pudiera  poner  paces  é  no  dar  lugar  á  lo  que  acaesdó, 
por  ser  persona  muy  prencipal;  ó  no  había  persona  de  que  tomase  con- 
sejo ni  acuerdo  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  sino  del  dicho  Diego  de 
Alvarado,  como  persona  prencipal  en  quien  él  confiaba,  é  así  era  pública 
voz  é  fama. 

X.  A  las  diez  preguntas,  dijo  que  lo  que  es  dicho  de  suso,  es  la 
verdad  ó  lo  que  de  este  fecho  sabe,  so  cargo  del  juramento  que  fizo,  so 
cargo  del  cual  le  fué  encargado  que  tenga  secreto  de  su  deposición  has- 
ta que  se  haga  provisión;  é  dijo  que  así  lo  haría,  ó  firmólo  de  su  nom- 
bre.— Rodrigo  de  Herrera. — Luis  Buiz, 

17  (le  Septiembre  de  1610 

XIX. — TiMo  de  encomienda  á  favor  dd  capitán  Martín  Monje,  otorgado 
por  d  gobernador  don  Francisco  Pizarro, 

(Archivo  de  Indias,  49-5-1/25) 

El  Marqués  don  Francisco  Pizarro,  adelantado,  gobernador  y  capi- 
tán general  en  estos  reinos  de  la  Nueva  Castilla,  por  Su  Majestad,  y  del 
su  Consejo,  etc.  Por  cuanto  vos,  Martín  Monje,  habéis  servido  á  Su  Ma- 
jestad en  estos  reinos  y  sois  uno  do  los  primeros  descubridores  de  la  pro- 
\áncia  de  ios  Charcas  y  de  lo  demás  de  allí  adelante,  y  ansimismo  soL^ 
conquistador  de  las  provincias  de  Quito,  y  en  ello  habéis  servido  á  So 
Majestad  con  vuestra  persona,  armas  y  caballo  á  vuestra  costa  é  mincióii 
y  en  ello  se  os  ha  recrecido  muchas  costas  y  gastos,  de  questáis  adeuda- 
do, y  porqués  bien  que  los  que  tan  bien  han  servido  sean  gratiñeados: 
en  remuneración  dellos,  por  la  presente,  en  nombre  de  Su  Majestad  t 
hasta  tanto  que  se  haga  el  repartimiento  general  en  la  refonnación  deli 
villa  de  Plata,  que  es  en  las  provincias  de  los  Charcas,  donde  os  vais  ate- 
cindar,  ó  yo  otra  cosa  provea,  os  deposito  en  la  dicha  provincia  déte 
Charcas,  en  la  provincia  Omaguaca,  el  valle  que  le  llaman  los  españíte 
del  Maní,  con  los  indios  é  prencipales  que  tuviere,  más  otro  pueblo  qi» 
se  llama  Tóntola,  con  el  señor  principal,  que  se  llama  Vieca,  é  más  otro 
pueblo  que  se  llama  Chilche,  con  sus  indios  é  prencipales  que  en  á  ho- 
biere;  otro  pueblo  que  se  llama  Tocóla,  con  el  señor  prencipal  que  selh- 


ALVA^GRO  T  SUS  COttPAKUROB 


169 


LVieca,con  los  indios  é  prencipales.que  tuviere;  otro  pueblo  que  se  11a- 
,  Chalca,  con  todos  sus  indios  é  prencipales,  y  más  á  las  espaldas  de 
>tabamba,  ciertos  indios  que  se  llaman  mochos^  con  el  señor  proncipal 
|ue  tienen  ó  tuvieren;  otro  pueblo  que  se  llama  Icliimore,  Quilata,  con 
señor  prencipal  ques  ó  fuere,  con  todos  sus  indios  é  prencipales,  ó 
otro  pueblo  que  se  llama  Ca3Í\^ndo,  con  el  señor  prencipal  que  se 
la  agora  Gaita,  con  todos  sus  indios  é  prencipales  que  tuviere;  más 
pueblo  que  se  llama  Cince,  con  todos  sus  indios  ó  prencipales;  otro 
leblo  que  se  llama  Imará,  con  todos  sus  indios  é  prencipales;  más  otro 
leblo  que  se  llama  Chilma,  Deuiitima  é  Choromatas  e  Chuyes,  que 
hacia  Omaguaca;  en  los  cuales  dichos  pueblos,   vos  deposito  ocho- 
tientos  indios  con  los  señores  prencipales  que  dellos  son  ó  fueren,  ési 
los  dichos  pueblos  ó  indios  é  prencipales  de  suso  contenidos  no  hu* 
j^ere  para  cumplir  el  dicho  número  de   los  dichos  ochocientos  intUos, 
03  indios  que  restaren  hasta  ser  cumplido  el  dicho  número,  vos,  los 
aposito  en  cualesquier  indios  ó  pueblos  é  prencipales  que  parescioreu 
10  estar  depositados  Jpor  mis  cédulas  á  otras  personas  ó  en  los  prirae- 
que  vacaren  en  las  dichas  provincias  de  los  dichos  Charcas,  para 
dellos  os  siiTáis  conforme  á  los  manílamientos  y  ordenanzas  de  Su 
ajestad,  con  tanto  que  dejéis  á  los  cacic|ues  prencipales  sus  mujeres  é 
^08,  y  los  demás  indios  á  su  servicio,  y  los  dotrinéis  y  enseñéis  las 
de  nuestra  santa  fee  católica  y  les  hagáis  buen  tratamiento,  como 
Majestad  manda;  é  que  habiendo  religiosos  en  la  dicha  villa,  traigáis 
hijos  de  ios  caciques  para  que  sean  endus triados  en  Ins  cosas  de 
lestra  religión  cristiana,  y  si  ansí  no  lo  hiciéredos,  cargue  sobre  vuestra 
tociencia  y  no  sobre  la  de  Su  Majestad  ni  mía,  que  en  su  real  nombre 
los  deposito;  é  mando  á  cualquier  justicia  de  la  dicha  villa  y  de  estos 
binas  ante   quien  esta   mi  cédula  fuere  mostrada,   que   vos  pongan 
la  posesión  dellos  y  de  cualquier  dellos,  sacándolos  de  poder  de  cua- 
|uier  personas  que  consigo  los  tu\neren,  y  vos  los  den  y  entreguen  de 
lera  que  estén  en  sus  asientos,  y  vos  sirváis  dellos  conforme  á  esta 
leba  cédula,  so  pena  de  cada  quinientos  pesos  de  buen  oro  para  !a  cá- 
ra  de  Su  Majestad.  Dada  en  la  ciudad  de  los  Reyes,  á  diez  y  siete 
del  mes  de  Septiembre  de  mili  é  quinientos  y  cuarenta  años,  el  cual 
ao  depósito  vos  hago  sin  perjuicio  de  tercero.  Fecho  ut  supra. — 
Marqués  Frahcisco  Pizarro. — Por   mandado  de   su  señoría. — 
itóbal  García  de  Segura. 


170  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

20  de  Septiembre  de  1640 

XX. — Fragmento  de  consulta  dd  Consto  de  Indias  á  Su  Majestad 

(Archivo  de  Indias,  140-7-81) 

S.  C.  C.  M.: — A  Vuestra  Majestad  se  ha  escripto  que  quedaba  pre- 
so don  Alonso  Enríquez,  como  V.  Maj.  nos  envió  á  mandar,  y  después 
el  fiscal  deste  Consejo  le  acusó  criminalmente  de  algunas  cosas  que 
en  estos  reinos  y  en  las  Indias  había  hecho  é  dicho,  é  particulaimente 
le  acusó  de  haber  pasado  á  las  dichas  Indias  contra  expreso  manda- 
miento de  V.  Maj.,  y  haber  sido  consejero  y  favorecedor  de  don  Di^ 
de  Almagro,  contra  el  Marqués  don  Francisco  Pizarro  y  su  hermano 
Hernando  Pizarro,  y  haber  sido  causa  de  la  discordia  que  hubo  entre- 
líos,  y  para  ello  presentó  el  dicho  fiscal,  en  todo  el  tiempo  quel  dicho 
don  Alonso  Enríquez  ha  estado  y  está  preso,  escripturas  é  informacio- 
nes sumarias  de  testigos  hechas  ansí  en  las  Indias  como  en  estos  rei- 
nos, ó  por  ninguna  dellas,  al  parecer  de  la  mayor  parte  del  Consejo, 
consta  ni  se  prueba  el  dicho  don  Alonso  haber  sido  ni  ser  culpante  en 
el  levantamiento  de  la  provincia  del  Perú,  ni  en  la  batalla  que  hubo  m- 
tre  los  dichos  don  Diego  de  Almagro  y  Hernando  Pizarro,  ni  en  la  en- 
trada que  hizo  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  en  la  cibdad  del  Cuzco, 
cuando  prendió  al  dicho  Hernando  Pizarro,  ni  haber  deservido  á  V.  Maj. 
el  tiempo  quostuvo  en  la  dicha  provincia;  antes  por  parte  del  dicho  don 
Alonso  Enríquez,  por  muchas  escripturas  y  cartas  escriptas  á  V.  Maj.  y 
á  nosotros,  consta  quel  dicho  don  Alonso  sirvió  á  V.  Maj.  y  procuró 
continuamente  la  paz  entre  los  dichos  gobernadores  y  Hernando  Pizarro; 
y  esto  afirma  el  dicho  Marqués  don  Francisco  Pizarro,  y  lo  mismo  escri- 
be el  Obispo  del  Cuzco  y  otras  personas  eclesiásticas  y  religiosas,  y  te 
alcaldes  y  regidores  de  la  cibdad  del  Cuzco;  ni  tampoco  probó  el  dicho 
fiscal  quel  mandamiento  de  V.  Maj.  para  que  no  pasase  el  dicho  doo 
Alonso  á  las  Indias,  le  fuese  noteficado;  y  como  quiera  quel  dicho  doa 
Alonso,  por  muchas  peticiones  ha  pedido  en  el  Consejo  que  le  soltasen, 
pues  contra  él  no  hay  información  bastante  de  cosa  alguna  de  las  q» 
refirieron  á  V.  Maj.  por  donde  le  mandó  prender,  nosotros  no  le  habesm 
soltado,  ni  alzado  d  secresto  de  sus  bienes,  hasta  hacer  relación  dello  i  i 


ALH AQBO  Y  SÜB    COMPAKEBOS 


171 


f,  M,,  y  ver  8i  es  servido  que  en  ello  se  provea  lo  que  sea  justicia:  de 
otras  cosas  quel  dicho  fiscal  le  acusa  de  palabras  desacaiadas  quel 
icho  don  Alonso  dijo,  ansí  en  las  Indias  como  en  estos  reinos,  no 
Bmos  relación  á  V.  M.,  porque  tenemos  entendido  que  su  real  inten- 
^ón  fué  de  mandar  prender  al  diclio  don  Alonso,  tan  solamente  por  los 
levantamientos  y  discordias  de  los  dichos  gobernadores,  y  no  de  mandar 
hacer  pesquisa  general  de  la  vida  del  dicho  don  Alonso:  á  V*  Maj.  su- 
plicamos envíe  á  mandar  lo  que  es  servido  que  en  ello  se  haga,  porque, 
entretanto,  el  dicho  don  Alonso  estará,  como  está,  preso,. 

De  V.  S.  C.  C,  M.  humildes  servidores  y  vasallos  que  sus  ímpe" 
les  pies  y  manos  besan. — Frater  García^  Cardenalis  Hispalensis, — El 
iúT  Bdtrán. — Epkcopin  Lucmns, — El  Licenciado  Guiierre  Vdájsqu&s. 
-Pérez. 

\*  de  Octubre  de  IMO 

XXL — Caria  del  Licenciado  Villalobos  al  Reí/,  acerca  ád  pr&cuo 
que  Hernando  Bizarro  hizo  contra  Almagro 

(Archivo  de  Indias,  140-7-81) 


S,  G.  C.  M.: — A  V.  M.  di  cuenta  de  el  proceso  que  Hernando  Pi- 
*o  hizo  contra  el  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  por  donde  le 
Uó,  para  saber  la  voluntad  de  V.  M.,  si  le  acusaría  ó  no»  porque  me 
que  en  la  manera  de  el  proceder  no  había  guardado  la  orden 
ie  debía.  V,  M.  me  mandó  responder  que  yo  hiciese  lo  que  me  pares- 
que  debía  hacer  á  mi  oficio,  y  como  después  vino  Hernando  Pizarro 
¡e  han  acusado  por  parte  del  hijo  de  don  Diego  de  Almagro  y  otras 
ñas  particulares,  y  le  siguen,  yo  he  dejado  dele  acusar,  por  dos  cosas: 
S  una,  porque  hay  parte  que  le  acusan,  y  entre  tanto  yo  me  instruyo  y 
inforrao  de  lo  que  entre  ellos  se  allega  y  prueba,  para  saUr  á  la  causa 
<$uando  desistiesen  los  que  le  acusan;  la  otra»  porque  desde  en  vida  de 
^ori  Diego  de  Almagro,  por  la  entrada  y  toma  de  la  ciudad  del  Cuzco, 
prisión  que  hizo  de  Hernando  Piz  arro  y  otras  culpas  de  que  yo  tenía 
{puesta  acusación  contra  Almagro  y  los  otros  culpados;  y  aquella  es  la 
iilpa  original  de  donde  sucedió  la  que  después  cometió  Hernando  Pi- 


COLECCIÓN  DE  DOCUMÍNTOB 


zarro,  y  por  las  culpas  de  don   Diego  de  Almagro,  aunque  Heroando  | 
Pizarro  no  lo  degollara,  Vuestra  Majestad  lo  mandara  hacer  y  coofis- 
car  sus  bienes,  y  por  esta  razón  yo  defendiendo  los  bienes  de  Almagro  ] 
conti*a  muchos  acreedores  que  vienen  á  pedir  deudas  y  para  los  defender. 
de  necesidad  tengo  de  allegar  sus  culpas  y  que  por  ellas,  por  el  mismo  ] 
hecho,  se  confiscaron  sus  bienes,  y  que  todas  las  deudas  que  se  le  pideu 
parecen  hechas  después  de  cometidos  los  delitos,  y  por  los  muchos  ge^-J 
tos  que  despuí^s  hizo  para  tener  consigo  la  gente  contenta  y  se  sost^frl 
en  la  cibdad  del  Cuzco  que  había  tomado»  hizo  todas  aquellas  deudas^] 
y  que  no  pudo  obligar  ni  enajenar  los  bienes,  de  que  por  sus  delitos  es-^ 
taba  privado  del  señorío  dellos,  y  estaban  aplicados  á  la  cámarA  < 
V<  M.,  y  aunque  hizo  heredero  á  V.  M,,  hasta  agora  no  tengo  aceptadasn] 
herencia,  porque  siendo  heredero  y  aceptándolo,  sería  V.  M.  obligado  ¿1 
pagar  sus  deudas  de  los  bienes  de  la  herencia,  y  llevándolos  por  vía  del 
confiscación  por  los  delitos,  no  tiene  Vuestra  Majestad  obligadóu  dé*] 
pagar  las  deudas  después  hechas;  y  desta  causa,  yo  tengo  protestado  ni» 
corra  á  V.  M.  el  término  de  deUberar  hasta  saber  los  bienes  que  hay 
de  Almagro  y  deudas  que  debe,  por  la  larga  distancia  de  mar  y  tiem  I 
que  hay  en  medio,  y  el  Licenciado  Vaca  de  Castro,  á  mi  instaiiciA,  Ue^^  I 
cédulas  de  Vuestra  Majestad  para  que  dé  informe  de  todos  los  bienim  que  | 
quedaron  de  Ahnagro  y  deudas  que  le  debían  y  lo  haga  todo  rto 
ger,  porque  sabido  lo  que  hay,  habrá  lugar  de  deliberar   ai  oodthovÉ 
aceptarse  su  herencia  ó  no;  porque  en  lo  que  hasta  agora  parescp.  deié 
más  acreedores  y  deudas  que  bienes,  y  por  esto  no  entro  como  ht 
salvo  defendiendo  por  los  delitos  y  confiscación,  para  los  ocupar  sin  teiwr^ 
que  pagar  deudas  después  hechas  á  este  efeto  contra  los  ([Ue  ] 
deudas  á  los  bienes  de  Ahnagro,  defendiendo,  allegando   las  culp 
Almagro,  por  do  sus  bienes  fueron  confiscados  de  antes  que  hicie 
deudas,  y  si  agora  yo  acusare  á  Pizarro,  sería  contradecir  la  acuí«a& 
que  tenía  puesta  contra  Almagro,  en  su  \dda,  y  lo  que   allego  de  ins ' 
culpas  para  defender  sus  bienes  de  los  acreedores  y  justificar  su  awa 
por  dejar  agora  de  acusar  á  Pizarro,  no  le  justifico,  pues   hay  quii 
acusa.  Los  que  favorescen  á  Almagro  murmuran,  especialmente  ( 
Alonso  Enríquez,  diciendo  que  no  cito  á  Hernando  Pizarro,  y  qi30Í 
á  los  de  la  parte  de  Almagro.  Ya  Vuestra  Majestad  sabe  que  si  ] 
don  Alonso  Enríquez  y  á  Hernando  Pouce  de  León,  que  son  de  1a  1 
de  Ahnagro,  es  por  escripto  mandado  de  V,  M.,  y  si  trayo  pleito  ooü\ 


ALMAGRO  Y  BUS   COMPAÍfEBOS 


1-73 


uícenciado  Prado,  que  es  de  la  mesma  parte,  aunque  éstos  no  son  los 
que  acusan  á  Hernando  Pizarro,  es  porque  este  Licenciado  Prado  tiene 
petüda  ejecución  en  el  Consejo  de  Indias,  en  los  bienes  de  Almagro  y 
del  mariscal  Rodrigo  Orgofioa,  como  su  fiador,  por  un  contrato  de  cuan- 
tía de  treinta  y  un  mil  ciento  y  cincuenta  castellanos,  diciendo  haberlos 
prestado  á  Almagro,  y  que  el  dicho  Mariscal  de  Orgoños  le  íió  y  obhgó 
¡i  la  paga  los  juros  que  tenía  en  Castilla,  y  de  nescesidad  lo  tengo  de  de* 
tender  allegando  las  culpas  de  Almagro  y  de  Rodrigo  Orgoños,  aun  la 
fiel  raesmo  Licenciado  Prado,  contra  el  cual  Vuestra  Majestad  había 
dado  cédnla,  como  contra  don  Alonso  Enríquez,  por  revolvedor  y  favo- 
recedor de  las  culpas  de  Almagro;  y  estos  son  los  que  de  parte  de  Alma- 
¿pro  yo  pido  y  generalmente  defiendo  contra  todos  los  que  piden  y  pi- 
íHesen  á  los  bienes  do  Almagro  y  de  Rodrigo  Orgoüos,  y  lo  entiendo  así 
liacer  mientras  Vuestra  Majestad  otra  cosa  no  me  mandase;  y  esta  es  la 
especiahdad  que  les  paresce  hago  de  los  unos  ó  los  otros,  que  yo  á  nin- 
guno acuso  ni  pido,  salvo  defendiendo,  si  no  es  á  don  Alonso  Enríquez 
y  Hernando  Punce  de  León  y  íi  los  dueños  de  cierto  oro  y  plata  que 
Hernando  Ponce  trajo  mal  registrada.  Acusé  á  Hernando  Pizarro,  por 
aviso  que  me  dieron  los  que  le  acusan;  tengo  puesta  demanda  de  oro  y 
plata  y  esmeraldas  que  trajo  sin  registrar  y  de  lo  que  otros  trajeron  de 
Hernando  Pizarro,  en  cabezas  de  los  que  le  traían  sin  lo  registrar, 
por  de  Hernando  Pizarro,  y  si  yo  entrase  al  pleito»  doy  esta  cuenta 
á  V.  M.  para  que  sepa  lo  que  pasa  y  me  envíe  á  mandar  lo  que  es  ser- 
vido. 

V.  M,  por  su  carta  envió  á  mandar  al  Comendador  Mayor  de  León 
que  rae  dijese  que  yo  pusiese  demanda  á  don  Alonso  Enríquez  del  oro 
y  plata  que  trajo  sin  registrar;  cuando  la  carta  vino,  ya  le  tenia  yo  pues- 
demanda  y  dado  información  de  ello.  Guarde  Nuestro  Sefior  la  im- 
il  persona  de  V.  M.  y  su  real  estado  acresciente  con  larga  \áda.  De 
..i„^nd,  primero  de  Octubre  de  mil  quinientos  y  cuarenta  afios.  De 
V,  S.  C.  C.  M.  menor  criado  que  sus  reales  pies  y  manos  besa,— ^í^í  Li- 
cendudo  Villalobos. 

Del  fiscal  de  las  ludias:  que  ya  se  le  ha  escrito  que  haga  su  oficio 

ecebción  de  personas,  y   que  agora  no  hay  que  le  decir  sino  lo 

Ismo,  y  que  cuando  en  algún  caso  tenga  dubda,  le  comunique  con  el 

rdenal  de  Sevilla  y  Comendador  Mayor  de  León,  y  que  cuando  le  pa- 

iese,  podrá  avisar  á  S.  M,  de  lo  que  ocurriese. — Respondido. 


174  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


12  de  Diciembre  de  1540 


XXIL — Fragmento  de  consulta  de  lo9  Consejeros  de  Indias  al  Bej/ 
(Archivo  de  Indias,  140-7-81) 

V.  M.  manda  que  le  enviemos  relación  de  las  palabras  desacatadla 
que  don  Alonso  Enríquez  dijo  en  el  Perú  y  que  se  tome  el  dicho  de 
Hernando  de  Cavallos  para  saber  del  si  el  dicho  don  Alonso  fué  en 
hecho  ó  en  dicho  del  levantamiento  del  Perú  é  discordia  de  los  gober- 
nadores Pizarro  y  Almagro;  y  cuando  llegó  este  mandamiento  de  V.  IL 
ya  Hernando  de  Caballos  era  partido  muchos  días  habla;  pero  antes  que 
él  partiese,  á  pedimento  del  fiscal,  se  le  había  tomado  su  dicho,  la  ooffk 
del  cual  enviamos  con  ésta;  Vuestra  Majestad,  si  fuese  servido,  nos  en- 
viará á  mandar  lo  que  se  haga  en  su  carcelaria,  que  entretanto  se  le  ha 
mandado  que  la  guarde  como  hasta  aquí,  con  las  mismas  penas,  7  no 
se  hará  en  ello  novedad  sin  vuestro  real  mandamiento 

De  Madrid,  á  doce  de  Diciembre  de  mil  quinientos  cuarenta.— ü 
Doctor  BemaL — El  Dr.  Bdtrán, — Frater  G.,  Cardenalis  Hispalensis.— 
Episcopus  Lucey. — Licenciado  Gíitierre  Vdázquez. 

80  de  Diciembre  de  1540 

XXIII, — Carta  de  Felipe  Gutiérrez  á  Su  Majestad,  exponiendo  los  per- 
juicios que  le  causa  Gonzalo  Pizarro  y  sobre  la  conveniencia  de  etta- 
hlecer  una  Audiencia  en  I/ima. 

(Archivo  de  Indias) 


S.  C.  C.  M.: — La  deuda  que  como  vasallo  y  tan  antiguo  criado  de 
V.  M.  tengo  á  su  servicio,  junto  con  el  duro  remedio  desta  tierra,  me  daat»-  ^k 
vimiento  á  escrebir  tantas  veces,  y  en  otra  he  informado  largo  de  ta 
cosas  destas  provincias.  Quiera  Dios  que  hayan  llegado  á  noticia  i  «^ 


ALMAQBO  T  SUB    C01IFANEB06 


175 


M,,  que,  según  lo  sucedido  y  la  mucha  dilación  del  remedio,  teugo 
luda  haber  sido  Vuestra  Majestad  bieu  iuformado  dello.  Eu  una  de 
cartas  que  escrebl,  dije  el  iaconveuiente  grave  que  hay  para  la  mala 
obemación  desta  tierra^  por  ser  tanta  y  tan  graude,  y  estar  debajo  de 
m  solo  gobernador,  de  donde  se  sigue  muy  grande  deservicio  de  Dios 
de  V,  M,,  á  causa  de  los  malos  tratamientos  de  indios  y  de  los  robos 
muertes  entro  los  cristianos  que,  por  estar  en  muchas  partes  muy 
Bjoa  del  gobernador,  ni  se  pueden  ni  saben  remediar;  y  como  hombre 
le  ha  andado  toda  esta  tierra,  envío  un  parecer  del  repartimiento  de 
obernaciones,  que  sería  bien  V.  M  mandase  proveer  en  estas  provin- 
ias,  porque  con  aquéllas  y  una  Audiencia  que  resi<liera  en  Lima,  la 
ierra  estaría  bien  gobernada,  y  las  rentas  reales  de  V.  M.  muy  más  acre- 
Bntadas  y  hacerse  ha  muy  gran  servicio  de  Dios  en  tenerse  cuenta  en 
indios,  que  hasta  aquí  se  ha  tenido  y  tiene  muy  poca  y  ninguna,  y 
ido  entre  los  gobernadores  hobiese  alguna  diferencia,  teniendo  acá 
superiores  á  quienes  ocurrii^  se  remediaría  con  tiempo,  pues  por 
haberlo  se  han  causado  en  esta  parte  los  inconvenientes  pasados,  de 
le  se  han  seguido  tantas  muertes  y  escándalos  que  tienen  perdida  toda 
tierra,  y  tengo  por  cierto  que  Vuestra  Majestad  habrá  ya  man- 
ió proveer  en  esto  lo  que  más  convenga  á  su  servicio;  sólo  en  ésta 
que,  pues  yo  en  esta  provincia  he  siempre  servido  á  V.  M.,  como 
Drá  por  la  información  que  dello  envió,  y  como  lo  dirán  todas  las 
a©  de  acá  han  ¡do  que  ñieren  desapasionadas,  me  mande  desagraviar 
las  mjuBticias  y  notorios  agravios  que  el  gobernador  Francisco  Piza- 
me  ha  hecho,  quitándome  la  mayor  parte  de  los  indios  que  eu  uom- 
de  V.  M,  me  había  encomendado,  sin  tener  para  ello  ninguna  razón, 
idándome  V.  M.  dar  para  ello  las  provisiones  que  de  mi  parte  se 
In,  porque  ninguna  de  las  ordinarias   ha  cumplido,  poniendo  á 
inconvenientes  y  dándoles  á  todas  los  entendimientos  colorados 
les  paresce  á  loa  que  le  aconsejan  para  no  cumplillas;  y  en  esto  y 
todo  lo  que  por  mi  paile  se  pudiere,  suplico  á  V.  M,  sea  favorecido 
justicia,  y  mande  tener  memoria  de  mí  como  de  criado  y  hijo  de 
io  ton  antiguo  de  V.  M.,  cuya  Cesárea,  Católica  persona  Nuestro 
&fior  guarde  y  prospere  en  continuas  victorias  y  acrescentamiento  de 
layores  reinos  y  señoríos.— Del  Cuzco,  treinta  de  Diciembre  de  1540, — 
asallo  y  criado  de  V,  M.  que  sus  cesáreas  manos  y  pies  besa. — Felipe 
ierres, — (Con  su  rúbrica,) 


176  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


17  de  Febrero  de  IMI 


XXIV. — Real  cédula  despachada  á  las  Justiciaos  de  Sevilla  y  Córdoba, 
para  que  reciban  cierta  información  sobre  d  pleito  entre  Diego  de 
Alvarado  y  Hernando  Pigarro,  sobre  la  muerte  de  don  Diego  de  Al- 
magro. 

(Archivo  de  Indias) 

Hernando  Pizarro. — Don  Carlos,  etc.,  á  vos  el  nuestro  Asistente 
de  la  cibdad  de  Sevilla,  ó  á  vos  el  nuestro  Corregidor  de  la  cibdad  de 
Córdoba,  ó  á  cualesquier  nuestras  justicias  de  las  cibdades,  villas  y  lu- 
gares del  arzobispado  de  Sevilla  y  obispado  de  Córdoba,  é  á  cada  uno 
de  vos  en  su  jurisdicción  á  quien  esta  nuestra  carta  fuere  mostrada,  8i- 
lud  ó  gracia:  sópades  que  pleito  está  pendiente  ante  nos  en  el  nuestro 
Consejo  Real  de  las  Indias,  entre  Diego  de  Alvarado  de  la  una  parte  y 
Hernando  Pizarro  de  la  otra,  sobre  la  muerte  del  adelantado  don  Kego 
de  Almagro,  nuestro  gobernador  que  fué  de  la  provincia  de  Toledo,  é 
sobre  las  otras  causas  ó  razones  en  el  proceso  del  dicho  pleito  contenidos, 
on  el  cual,  por  el  dicho  Hernando  Pizarro  fué  recusado  el  Licenciado 
Gutierre  Velázquez,  del  dicho  nuestro  Consejo,  é  sobre  la  dicha  reco- 
sación  fué  rescebida  á  prueba  con  término  de  treinta  y  cinco  dias,  é 
agora  el  dicho  Hernando  Pizarro  nos  ha  hecho  relación  que  algunos  de 
los  testigos  de  que  en  esta  causa  se  entiende  aprovechar,  están  en  algu- 
nas desas  dichas  cibdades,  villas  y  lugares,  y  nos  suplicó  le  mandásemos 
(lar  nuestra  carta  real  para  hacer  su  probanza  sobre  lo  contenido  en  sü 
recusación,  ó  como  la  nuestra  merced  fuere;  lo  cual,  visto  por  los  del  > 
dicho  nuestro  Consejo,  fué  acordado  que  debíamos  mandar  dar  este , 
nuestra  carta  para  vos  en  la  dicha  razón,  é  nos  tovímoslo  por  bien;  por- ; 
que  vos  mandamos  á  todos  y  á  cada  uno  de  vos  en  vuestra  jurisdicáói,  i 
como  dicho  es,  que  si  la  parte  del  dicho  Hernando  Pizarro  parescw» 
ante  vos,  dentro  del  dicho  término  de  los  dichos  treinta  y  cinco  dh  | 
que  corren  y  se  cuenten  desde  treinta  y  un  días  del  mes  de  Enero  próxÍB*.l 
pasado  deste  presente  año,  é  vos  requiriere  con  esta  nuestra  carta,  i*  | 
en  persona,  sin  lo  cometer  á  otra  persona  alguna,  por  ante  uneflcfr] 
baño  púbUco  del  número  de  la  cibdad,  villa  ó  lugar  donde  la  dicha  pJ»*! 


ALMAOBO  Y  SUS  COMPAÑEBOS 


177 


135a  se  hubiere  de  hacer,  toméis  é  recibáis  juramento  de  las  personas 
le  por  su  parte  fueren  nombradas  testigos»  é  lea  compeláis  é  apremiéis 
,  que  digan  sus  dichos  y  depusiciones,  preguntándole»  cómo  se  llaman, 
de  dónde  son  vecinos,  é  qué  edad  han,  é  por  las  otras  preguntas  gene- 
Íes  de  la  ley.  é  después  por  las  preguntas  del  interrogatorio  que  por 
del  dicho  Hernando  Pizarro  ante  vos  será  presentado,  que  irá  fir- 
io  de  letrado  y  de  nuestro  inñascripto  secretario;  é  á  lo  que  testigo 
lijere  que  lo  sabe,  preguntadle  cómo  é  por  qué  lo  sabe;  é  al  que  dijere 
le  lo  oree,  cómo  é  por  qué  lo  cree;  ó  al  que  dijere  que  lo  oyó  decir, 
lé,  á  quién  y  cuándo;  por  manera  que  cada  uno  dé  razón  «unciente  de 
dicho  é  depusición,  é  lo  que  así  dijeren  é  depusieren,  escripto  en 
ipio  é  signado  del  escribano  ante  quien  pasare,   firmado  de  vuestro 
ambre,  cerrado  é  sellado,  en  manera  que  haga  fe,  lo  haréis  dar  y  en- 
á  la  parte  del  dicho  Hernando  Pizarro^  para  que  lo  pueda  pre- 
itar  ante  los  del  dicho  nuestro  Consejo,  pagando  primeramente  al 
ibano  los  derechos  que  por  ello  justamente  hobiere  de  haber,  ó  no 
Jes  ni   fagan  ende  al.—   Dada  en  la  villa  de  Madrid,  á  diez  y  seis 
del  mes  de  Febrero  de  mil  é  quinientos  é  cuarenta  y  un  años. — 
[ÍAJ^LOs.^ — Refrendada  del  secretario  Samano,  firmada  del  doctor  Gue- 
el  Licenciado  Leguizamo  y  Doctor  Bemal. — (Hay  una  rúbrica,) 

19  de  Mmru)  de  t&41 

XXV. — Copia  de  una  relación  de  lo  que  escribe  á  V,  M. 
Hernando  Pimrro 

Archivo  general  de  Simancas. — Secretaria  de  Estado, 
Legajo  núm.  55^  folio  252. 


Dice  que  no  escribe  á  V,  M,  los  agravios  que  se  le  hacen  en  el 
Bjo,  por  no  dar  importunidad,  aunque  no  es  tratado  como  merecen 
servicios,  pero  que,  pues  V,  M.  quiere  que  este  negocio  vaya  por 
de  juicio,  quól  lo  tiene  por  bien. 

(Que  V.  M.  ha  mandado  que  se  le  haga  justicia  de  manera  que  no 
aa  agravio.) 

Que  luego  como  llegó  eacrebió  á  V,  M.  dándole  cuenta  de  la  orden 
se  tovo  en  el  sacar  del  servicio  que  á  V.  M.  se  hizo  y  que  no  ha- 
la 


178  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

bla  sido  tan  con  voluntad  de  los  que  lo  daban,  que  no  fuese  menester 
toda  industria  para  sacarlo. 

(Parece  que  se  escriba  al  Consejo  que  se  mire  esto,  y  antes  que  k 
determinen  lo  consulten  á  V.  M.,  si  dello  es  servido.) 

Que  algunos  dellos  lo  piden,  unos  por  su  voluntad  y  otros  por 
inducimiento  de  don  Alonso  Enríquez,  y  que  en  el  (Consejo  oyen  lai 
demandas  y  hacen  pleito  formado,  le  han  dicho  que  le  quieren  con- 
denar en  lo  que  toca  á  algunos  que  lo  han  pedido,  y  que  esto  él  no  lo 
tomó  para  sí,  sino  para  V.  M.,  y  así  se  entregó  al  tesorero,  y  que  no  so- 
lamente le  sería  esto  dañoso,  pero  todos  los  demás,  visto  que  se  les  man- 
daba volver,  á  éstos  les  pidieron  lo  mismo,  y  que  tiene  por  cierto  que 
aunque  se  los  mande  volver  no  permitirá  V.  M.  que  lo  pague  él  de  sn 
hacienda,  habiendo  V.  M.  gozado  dello. 

(Cédula  á  los  del  Consejo  que  lo  vean  y  provean,  sin  que  le  sea 
fecho  agravio.) 

Que  también  le  ha  tomado  el  doctor  Robles,  para  un  yerno  suyo, 
mili  y  tantos  castellanos  que  le  cupo  á  dar  para  este  servicio:  suplico  á 
V.  M.  mande  que  en  cuanto  á  esto  no  se  le  haga  molestias.  (Que  está 
bien.) 

Dice  que  tiene  cartas  del  Marqués,  su  hermano,  y  de  un  criado 
suyo,  en  que  afirman  que  las  minas  que  él  dejó  descubiertas,  respondaí 
muy  bien. 

Dice  ({ue  la  mina  que  señaló  para  V.  M.  responde  á  xx  marcos  de 
plata  por  quintal  y  que  no  cree  que  se  labra,  mas  de  que  le  dieron  cata 
para  hacer  la  ispirioncia.  (Rien.) 

Que  on  una  mina  suya  se  labra  á  furia  y  que  á  los  principios  salió 
il  sois  marcos,  el  qz.  (1),  y  que  á  cuatro  estados  de  hondo  ha  ido  mejo- 
rando y  sale  á  doce  y  que  le  escriben  que  tiene  gran  cantidad  de  metal 
sacado.  (ídem.) 

Que  en  el  cerro  donde  hay  estas  minas,  hay  ochenta  de  particulares 
que  no  se  labran  sino  poco  á  poco  porque  son  costosas.  (Que  está 
bien.) 

Quel  gobernador  y  Gonzalo  Pizarro.,  su  hermano,  como  se  hallaron 
con  posibilidad,  labran  sus  minas,  y  que  no  se  ha  fundido  el  metal  p(ff 
falta  de  fueles  y  que  por  esta  causa  no  ha  venido  plata  para  V.  M.  y 

(1)  Así:  debe  ser  cabiz. 


ALMAGBO  T  8üS  COMPAÑEROS  179 

le  de  la  Nueva  España  se  esperaba  que  llevarían  todo  buen  recabdo. 
ien.) 

Que  los  indios  le  descubrieron  otras  minas  en  la  costa  de  la  mar  y 
le  por  razón  de  su  venida,  no  tovo  tiempo  de  ir  á  ellas,  que  avisó  dello 
gobernador  y  le  escriben  que  son  buenas  y  que  tiene  muestras  dellas, 
imedia  plata.  (ídem.) 

Que  en  el  paraje  de  las  minas  de  los  Charcas  le  dijeron  los  indios 
)  otras  minas  ricas  y  que  avisó  á  su  mayordomo  dello  y  le  escribe  que 
»ino  los  indios  supieron  su  venida,  no  lo  han  querido  decir.  (ídem.) 

Que  en  los  términos  de  la  cibdad  del  Cuzco  se  han  descubierto  minas 
)  plata  y  también  en  el  de  la  cibdad  de  los  Reyes,  otras  cuatro  minas, 
iem.) 

Que  en  término  de  la  cibdad  de  Trujillo  se  han  descubierto  en  cua- 
3  ó  cinco  partes  minas  de  plata,  y  que  en  muchas  de  las  dichas  minas 
ly  falta  de  leña,  y  que  en  las  que  la  hay,  es  poca,  y  á  esta  causa  serán 
ibajosas.  (ídem.) 

Que  en  las  minas  de  los  Charcas,  andando  en  labor  al  respeto  del 
etal  suyo  que  le  dicen  que  está  sacado,  cree  que  terna  V.  M.  muy 
on  provecho  y  que  verá  de  aquí  adelante  más  de  lo  que  hasta  aquí. 
Iem.) 

Que  le  han  escrito  que  se  han  descubierto  minas  de  oro  ricas,  pero 
16  como  son  más  provechosas  las  de  plata,  se  dan  á  ellas,  y  que  hay 
atas  que  hay  para  todos  y  sobran.  (ídem.) 

Que  todo  esto  puede  V.  M.  tener  por  cierto,  porque  se  lo  escribe 
I  mayordomo  suyo,  persona  de  mucho  crédito,  á  quien  dice  que  él 
taribió  que  le  avisase  de  la  tercia  parte  .menos  de  lo  que  en  realidad 
^  verdad  fuese  cierto.  (ídem.) 

Que  antes  quél  viniese  sabía  y  habían  hecho  la  ispiriencia  del  me- 
l  de  las  minas  de  los  Charcas,  y  que  aunque  á  él  le  salió  la  plata  fina, 
escribe  su  mayordomo  que  la  cata  que  se  dio  para  sacar  aquel  metal 
é  por  una  socarrena  que  está  en  la  ladera  del  cerro,  y  quél  labra 
ora  por  la  loma  del  y  que  tiene  cuatro  estados  honda  la  mina,  y  que 
8ta  llegar  en  el  paso  donde  se  dio  la  cata,  faltan  otros  cuatro  estados; 
jne  según  va  mejorando  el  metal,  llegados,  verná  á  ser  plata  fina. 
Iem.) 

Que  él  tiene  otras  cuatro  ó  cinco  minas  en  aquel  cerro  y  que  no 
labran  porque  son  muy  costosas,  y  le  tomaron  gastado,  y  que  hasta 


180  COLEOOIÓK  DE  D0CVKEKT08 

ponerlas  en  orden  serán  bien  menester  más  de  CLmil  ducados.  (Ideoí) 
Que  le  escriben  que  la  tierra  tiene  algún  sosiego,  aunque  no  tanb' 
que  se  puedan  descuidar  con  los  indios,  pero  que  ya  no  son  parte,  p« 
haber  mucha  jimia  de  españoles  en  la  tierra.  (ídem.) 

Quel  Gobernador  trujo  tratos  con  el  Inga  para  traerlo  á  paz  jd 
servicio  de  V.  M.  y  que,  segúnd  paresce,  el  Inga  le  quería  engallar,  pfl^; 
sando  prenderle  ó  matarle,  lo  cual  se  descubrió,  y  el  Grobemador  Umi 
justicia  de  una  mujer  del  Inga  y  de  otros  indios  que  andaban  en  luí 
tratos,  y  que  todavía  el  Inga  andaba  alzado,  pero  que  tenía  poca  geoh^ 
y  los  caciques  de  la  tierra  no  le  acudían  en  lo  público,  aunque  oili 
secreto  le  sirven.  (ídem.) 

Que  de  los  capitanes  á  quien  habían  enviado  á  catar  la  tierra, 
nueva  que  no  ha  respondido  bien,  y  que  se  han  vuelto  por  su  pobreaj 
mala  población,  aunque  todavía  se  tiene  buena  información  de  indifii 
de  aquellas  comarcas,  y  que  le  escriben  que  es  menester  mucha  poaK 
lidad  para  emprender  á  catar  aquella  tierra. 

15  de  Abril  de  1541 

XX  VI. — Real  cedida  ordenando  á  Pizarro  dé  licencia  para  pasar  i  , 
España  á  Juan  Balza  y  Juan  de  Herrada 

(Archivo  (le  Indias,  109-7-2) 

El  Rey. — Marqués  don  Francisco  Pizarro,  nuestro  gobernador  deit 
I)rovincia  del  Perú:  Por  parte  de  don  Diego  de  Almagro,  hijo  del  adehih 
tado  don  Diego  de  Almagro,  difunto,  ó  de  Juan  Balza  y  de  Juan  de  Henir 
(la,  curadores  del  dicho  don  Diego,  me  ha  sido  hecha  relación  que  dtaf 
tienen  necesidad  de  venir  á  estos  reinos  á  cosas  que  les  convienen,  yn» 
fué  suplicado  les  diese  licencia  de  dos  años  para  poder  venir  y  durante 
el  dicho  término  mandase  que  no  le  fuesen  quitados  ni  removidos  los  ilu- 
dios é  otras  granjerias  que  les  estoviesen  encomendadas  ó  comobná 
merced  fuese,  é  yo  tóvelo  por  bien;  por  ende  vos  mando  que,  queriendé 
venir  á  estos  reinos  los  dichos  don  Diego  de  Almagro,  é  Juan  Baba,  é 
Juan  de  Herrada  ó  cualquier  dellos,  les  dejéis  é  consintáis  venir  lihfft 
mente,  sin  que  en  ello  les  pongáis  ni  consintáis  poner  embargo  ni  imi» 
dimento  alguno;  é  si  tuvieren  indios  encomendados,  dejando  en  su  hgpl 


▲LMAGBO  T  SUS  COMPAÑEROS  181 

personas  cuales  convengan  para  el  buen  tratamiento  de  los  dichos  indios, 
les  deis  licencia  y  facultad,  como  por  la  presente  la  damos,  para  que  por 
tiempo  de  dos  afíos  primeros  siguientes  que  corran  y  se  cuenten  desde  el 
día  que  partieren  desa  tierra,  puedan  venir  á  estos  reinos  y  estar  en  ellos, 
é  durante  el  dicho  tiempo  no  consintáis  ni  deis  lugar  que  les  sean  quita- 
dos ni  removidos  los  indios  que  ahí  les  estuvieren  encomendados,  con 
tanto  que  se  obliguen  y  den  fianza  que  dentro  del  dicho  tiempo  volverán 
á  esa  provincia,  donde  no,  entregaréis  á  los  nuestros  oficiales  della  todos 
loB  tributos  que  se  hubieren  habido  de  los  dichos  indios  en  el  dicho 
tiempo  y  los  pagasen  por  sus  personas  é  bienes,  y  la  obUgadón  y  fianza 
que  asi  otorgaren,  los  dichos  nuestros  oficiales  la  pongáis  en  el  arca  de 
las  tres  llaves  que  ellos  tienen,  á  los  cuales  mando  que  tengan  cuidado 
'  del  cumplimiento  de  lo  en  esta  mi  cédula  contenido.  Fecha  en  la  villa  de 
*  Talavera,  á  15  días  del  mes  de  Abril  de  1541  años. — (Firmada). — Car- 
ai  imalu  HispcUemü, — Refrendada  de  Samano  y  señalada  de  los  dichos. 

6  de  Jalio  de  1641 

XXVII. — RecU  cedíala  sobre  gratificación  a  los  descubridores 
y  conquistadores  del  Nuevo  Reino  de  Toledo 

(Archivo  de  Indias,  109-7-2) 

Licenciado  Vaca  de  Castro,  del  nuestro  Consejo,  caballero  de  la  Or- 
den de  Santiago. — ífiigo  López  de  Mondragón,  en  nombre  de  los  con- 
quistadores y  descubridores  de  la  provincia  del  Nuevo  Reino  de  Toledo, 
me  ha  hecho  relación  que  los  dichos  sus  partes  conquistaron  el  dicho 
Nuevo  Reino  de  Toledo  hasta  la  provincia  del,  y  en  donde  pasaron  mu- 
chos trabajos  é  se  empeñaron  y  adeudaron  en  muy  gran  suma  de  pesos 
de  oro,  é  que  esperando  quel  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  gober- 
nador del  dicho  Nuevo  Reino  de  Toledo,  les  había  de  gratificar  sus  ser- 
vidos en  los  repartimientos  y  aprovechamientos  de  aquella  tierra,  suce- 
dieron las  diferencias  que  hubo  entre  él  y  el  Marqués  don  Francisco 
jPizarro,  donde  fué  preso  el  dicho  Adelantado,  el  cual,  al  tiempo  de  su 
muerte,  por  su  testamento  nos  dejó  suplicado  mandásemos  gratificarlos 
en  los  repartimientos  de  aquella  tierra,  pues  nos  habían  servido  en 
élla,  lo  cual  no  se  había  hecho,  antes  así  como  el  dicho  Adelantado  falles- 


182  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

ció,  el  dicho  Marqués  don  Francisco  Pizarro  repartió  la  tiera 
que  le  ayudaron  á  dar  la  batalla  contra  el  dicho  Adelantado,  ^ 
lugar  de  remediarlos  los  traía  perseguidos  y  corridos,  y  me  sup] 
dicho  nombre  que  en  todo  aquello  que  se  averiguase  ser  gob 
del  Nuevo  Reino  de  Toledo,  mandase  reponer  cualesquier  encoi 
repartimiento  de  indios,  oficios  ó  beneficios  que  el  dicho  Marqué 
repartido  y  encomendado  después  de  la  dicha  batalla  á  cualesq 
sona  y  en  cualquier  manera,  y  vos  mandase  que  vos  lo  repa 
entre  los  dichos  conquistadores  que  al  dicho  Adelantado  siguie 
forme  á  su  cahdad  y  servicios,  ó  como  la  mi  merced  fuese;  lo  ci 
por  los  del  nuestro  Consejo  de  las  Indias,  fué  acordado  que  de 
dar  dar  esta  mi  cédula  para  vos,  é  yo  tóvelo  por  bien,  porque  ve 
que  veáis  lo  susodicho  y  proveáis  en  ello  lo  que  viéredes  que  i 
cia  y  convenga  á  buena  gobernación.  Fecha  en  la  villa  de  Tal 
seis  días  del  mes  de  Julio  de  mil  é  quinientos  é  cuarenta  y  i 
(Firmada). — Cardenalis  HispcUensis, — ^Refrendada  de  Samano  y  i 
de  los  dichos. 

6  de  Julio  de  16 il 

XXVIII. — RecU  cédula  para  que  se  haga  justicia  en  lo  tocante  á 
das  contraidas  por  los  descubridores  del  Nuevo  Reino  de  Tole 

(Archivo  de  Indias,  109-7-2) 

El  Rey. — Licenciado  Vaca  de  Castro,  del  nuestro  Consejo,  ca 
de  la  Orden  de  Santiago. — Iñigo  López  de  Mondragón,  en  nornbn 
conquistadores  y  descubridores  de  la  provincia  del  Nuevo  Reino 
ledo,  me  ha  hecho  relación  que  así  en  la  jornada  que  hicieron  í 
con  el  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  como  en  otras  que  hi 
en  la  dicha  provincia  en  la  conquista  della,  se  empeñaron  y  adeo 
en  mucha  suma  de  pesos  de  oro;  é  que  á  causa  de  haber  quedado  { 
con  la  muerte  del  dicho  Adelantado,  no  pueden  pagar  lo  que  así  (i 
mayormente  que  las  cosas  que  se  les  vendieron,  de  que  proceden  1 
chas  deudas,  se  las  vendieron  desaforadamente  en  diez  veces  rná 
valían,  é  me  suplicó,  en  el  dicho  nombre,  mandásemos  que  las  di 
que  debieren,  de  hacer  á  equivalencias  justas,  conforme  á  derecl 


ALMAGEO  T  8US  COMPAKEEOe 


188 


itad  del  j listo  precio,  no  embargante  que  fuese  pagado  el  tiempo  de 
tcuatro  afios,  y  no  permitiésemos  que  fuesen  presos  por  las  dichas 
Baa,  y  tomándoles  sus  armas  é  caballos,  pues  que  con  su  persona, 
teas  é  caballos  nos  habian  servido  y  las  dichas  deudas  debían  por  el 
cho  efecto,  é  por  el  tiempo  que  fuéremos  servido  no  se  Iiiciese  ejecu- 
in  en  sus  personas,  armas  y  caballos  ni  esclavos,  ó  como  la  mi  merced 
L©S0,  lo  cual,  visto  por  los  del  nuestro  Consejo  de  las  Indias,  fué  acor- 
\do  que  debíamos  mandar  dar  esta  nuestra  carta  para  vos»  ó  yo  tóvelo 
|fei)ien;  porque  vos  mando  que  veáis  lo  susodicho  y  llamadas  é  oídas 
iflartes  á  quien  atañe,  hagáis  é  administréis  sobre  ello  entero  y  breve 
Linplimiento  de  justicia;  é  non  fagades  ende  al — Fecha  en  la  villa  de 
rera,  á  6  días  del  mes  de  Julio  de  mil  é  quinientos  é  cuarenta  y 
B, — {Firmada],— ^Cardencdis  Hispalemis, — Refrendada  de  Samano 
de  los  dichos. 

IB  de  Septiembre  de  1511 

C — Informe  del  Fiscal  de  las  Indias  á  Su  MajeMad  acerca  de  varias 
materias  relativas  á  don  Alonso  JEnríques 

(Archivo  de  Itiduis,  140-7-31) 

f'fFragmento). — S,  C.  C.  M.: — El  Consejo  de  ludias  envía á  consultar 
'^uestra  Majestad  tres  cosas:  la  una,  sobre  la  prisión  de  don  Alonso 

Íjuez,  y  en  ella  yo  tengo  dada  la  información  sumaria  que  pude 
r,  ansí  sobre  la  culpa  principal  deste  revolver  á  los  gobernadores 
Perú,  de  donde  han  sucedido  los  daños  que  ha  habido,  sobre  que 
tra  Majestad  envió  á  mandar  le  prendieron,  como  sobre  otras  cosas, 
oórao  sospechoso  de  sus  culpas,  procuró  cartas  para  su  abono  del 
rnador  don  Francisco  Pizarro  y  del  Obispo  del  (Juzco  y  de  muchos 
josos  y  de  otras  personas  y  algunas  infonnaciones;  y  de  esta  causa, 
lyor  parte  del  Consejo  está  en  le  relajar  la  carcelería,  entre  tanto 
hace  la  probanza  plenaria;  si  Vuestra  Majestad  fuere  servido 
llevar  allá  el  traslado  de  la  acusación  y  de  la  información  que 
él  tengo  dada  y  de  su  couüsión,  por  ello  se  verá  lo  que  más  con- 
,  al  servicio  de  Vuestra  Majestad  proveer. — Madrid,  13  de  Septiem- 


y^^k 


IL^L 


184  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

bre  (1541).  De  V.  S.  C.  C.  M.  menor  criado  que  sus  reales  pies  y  manos 
besa. — Juan  de  FtKaZofco*.— (Rubricado.) 

24  de  Septiembre  de  1641 

XXX,- -Probamos  de  Hernando  de  Sosa  contra  Hernando  PUarro 
(Archivo  de  Indias,  52-2-2/2) 

(Interrogatorio). — Por  las  preguntas  siguientes  sean  examinados  los 
testigos  que  por  parte  de  Femando  de  Sosa  se  presentaren  en  el  pleito 
que  trata  con  Femando  Pizarro,  etc. 

I.  Lo  primero,  si  conocen  al  dicho  Femando  de  Sosa  é  al  iaá» 
Femando  Pizarro  é  si  conoscieron  al  adelantado  don  Diego  de  Almagro, 
que  haya  gloria,  cuyo  secretario  é  criado  fué  el  dicho  Femando  de 
Sosa. 

n.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  el  dicho  Femando  Pizarro  dio  injus- 
tamente una  batalla  al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  que  le  vendó  é 
mató  en  ella,  él  é  su  gente  que  consigo  traía,  doscientos  cristianos,  des- 
pués de  rendidos  y  desarmados,  de  los  que  con  el  dicho  Adelantado 
estaban,  y  el  dicho  Fernando  Pizarro  é  los  soldados  que*  consigo  traía 
por  su  mandado  ó  consentimiento,  seyendo  su  caudillo  é  capitán,  saquea- 
ron é  robaron  generalmente  á  todos  los  que  estaban  de  la  parte  del  dicho 
Adelantado  y  á  otras  personas  muchas,  violenta  é  forzosamente;  digan 
lo  que  saben,  etc. 

ni.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  el  dicho  Femando  Pizarro  dio  la  dicha 
batalla  después  de  haberse  hecho  los  capítulos  é  conciertos,  pleitos  lot 
najes  que  se  pusieron  entre  los  gobernadores  don  Francisco  Pizanro  é 
don  Diego  de  Almagro  y  el  dicho  Hernando  Pizarro,  etc.;  que  la  dicha 
batalla  se  la  dio  dentro  de  la  gobernación  de  que  Su  Majestad  proreyá 
al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  estando  rescebido  por  el  cabildo  de  k 
cibdad  del  Cuzco  é  habiendo  usado  su  juridisción  quieta  ó  pacífifli- 
mente  por  espacio  de  un  afio;  digan  lo  que  saben,  etc. 

IV.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  cuando  el  dicho  Femando  Pizairo  b 
dio  la  dicha  batalla  é  se  hizo  el  dicho  saco  é  robo,  el  dicho  Femando  da 
Sosa  tenía  dos  caballos,  el  uno  morcillo,  el  otro  rucio,  que  valían  dosinil 
pesos  de  oro  é  cincuenta  marcos  de  plata  labrada,  que  valían  tresdent» 


ALMAOBO  Y  8U8  COMPANEROS 


186 


pesos  de  oro;  é  un  bolaón  lleno  de  piezas  de  oro  menudas,  que  valían 
quinientos  pesos  de  oro;  é  dos  chamarras,  una  de  seda  ó  otra  de  tafetán; 
ó  calzas  é  camisas  ó  ropa  de  cama  que  valdría  quinientos  pesos;  é  más 
cient  ovejas  é  treinta  hanegas  de  maíz,  que  valdrían  doscientos  pesos: 
lo  que  saben,  etc. 
V,  ítem:  si  saben,  etc.,  que  el  mesmo  día  de  la  batalla  é  saco 
fué  robado  el  dicho  Femando  de  Sosa  de  todo  ello,  que  le  dejaron  en 
calcas  é  jubón  é  le  vieron  ansí  los  dichos  testigos,  quejándose  que  le  ha- 
bían robado  y  saqueado  los  soldados  del  dicho  Fizarro,  como  robaron  á 
los  demás  que  al  dicho  Adelantado  siguieron,  etc. 

VL  ítem:  si  saben  que  el  dicho  Fernando  de  Sosa  sirvió  de  secre- 

io  al  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  tiempo  de  dos  años  é 

nedio,  é  hizo  con  él  la  jornada  de  Chili,  en  la  cual  gastó  más  de  diez  mil 

lanos  en  caballos,  armas  y  ropa  que  se  le  perdió,  porque  valían  les 

á  carísimos  precios,  ó  ansí  lo  gastaron  los  hombres  de  su  dicho 

»mpo,  doce  mil  castellanos  por  el  dicho  servicio;  6  que  si  el  dicho  Ade- 

itado  viviera  le  diera  mucho  más  por  los  buenos  servicios  que  le  hizo, 

cuales  perdió  por  le  lial)er  muerto  el  dicho  Fernando  Pizarro:  digan 

Jo  que  saben,  etc. 

Vn.  ítem:  si  saben,  etCí,,  que  el  dicho  Femando  Pizarro  se  h\zo  juez 

L  el  territorio  del  dicho  Adelantado  ó  procedió  contra  él  y  le  mató  en 

ra  de  jurisdición  por  odio  y  venganza  que  le  tenía  ó  por    otros 

los  fines:  digan  lo  que  saben;  é  si  saben  que  en  el  proceso  que  contra 

dicho  Adelantado  hizo  le  fueron  protestadas  todas  las  deudas  que  el 

tcho  Adelantado  debía  al  dicho  Fernando  Piporro:  digan  lo  que  saben,  etc. 

VIU.  lUnn:  si  salden,  etc.,  que  el  dicho  Hernando  de  Sosa  siempre 

etíó  paz  y  la  procuró  entre  los  dichos  gobernadores  y  el  dicho  Fer- 

^ndo  Pizarro,  ó  no  se  halló  en  batalla  ni  diferencia  alguna  que  entre 

hobiese»  etc. 

DC.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  todo  lo  susodicho  sea  pública  voz  é 
la;  é  pongo  estos  artículos  por  posiciones  al  dicho  Fernando  Pizarro  é 
^do  los  jure  y  declare  conforme  á  la  ley  éso  la  pena  deUa  para  ser  rele- 
io  de  pruebs,.— Fernando  de  Sosa,  etc. 


En  la  \álla  do  Madrid,  á  veinte  é  cuatro  días  del  mes  de  Setiembre, 
del  nascimiento  del  Nuestro  Salvador  Jesu  Cristo,  de  mil  ó  qui- 
itos  é  cuarenta  é  un  años. 


186  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

Testigo. — ^El  dicho  Juan  de  Espinosa,  vecino  de  la  villa  de  Madrid, 
testigo  presentado  por  parte  del  dicho  Hernando  de  Sosa,  habiendo  ju- 
rado en  forma  debida  de  derecho,  dijo  y  depuso  lo  siguiente,  etc.: 

I.  A  la  primera  pregunta  del  dicho  interrogatorio,  dijo  que  conoce 
y  conoció  á  todos  los  contenidos  en  esta  pregunta  y  á  cada  uno  dellos 
por  vista  ó  f  abla  é  trato  é  conversación  que  con  ellos  y  cada  uno  de  ellos 
ha  tenido  ó  tiene,  y  esto  es  lo  que  sabe  desta  pregunta,  etc. 

Fué  preguntado  por  las  preguntas  generales  de  la  ley:  dijo  que 
es  de  edad  de  cuarenta  años,  poco  más  ó  menos,  ó  que  no  es  pariente 
de  ninguna  de  las  partes  en  grado  de  consanguinidad  ni  afinidad,  ni  con- 
curren en  él  ninguna  de  las  preguntas  generales  de  la  ley,  puesto  que 
por  parte  de  dicho  señor  corregidor  le  fueron  fechas,  y  esto  es  lo  que 
responde,  etc. 

n.  A  la  segunda  pregunta,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  que  este 
testigo  sabe  quel  dicho  Hernando  Pizarro  dio  una  batalla  al  adelantado 
don  Diego  de  Almagro  y  á  su  gente  y  le  venció  y  prendió  y  después  le 
mató;  é  que  en  la  dicha  batalla  y  después  de  rendidos,  mataron  infinita 
gente;  é  que  este  testigo  oyó  decir  á  algunas  personas,  así  clérigos  como 
legos,  en  la  cibdad  del  Cuzco,  que  morirían  doscientos  hombres,  poco 
más  ó  menos;  é  que  ansimismo  robaron  y  castigaron  á  muchas  perso- 
nas é  así  toda  la  cibdad  la  gente  que  con  el  dicho  Hernando  Pizarro  iba 
de  quel  dicho  Hernando  Pizarro  era  capitán;  é  que  hicieron  muchas  fuer- 
zas á  muchos  hombres  por  tomarles  su  hacienda,  é  que  á  todo  daba  lu- 
gar y  consentimiento  el  dicho  Hernando  Pizarro;  é  que  todo  esto  ovó 
decir  este  testigo  á  muchas  personas  en  la  dicha  cibdad  del  Cuzco,  aá 
de  los  que  se  hallaron  en  la  dicha  batalla  como  á  otros  que  no  se  halla- 
ron en  ella;  é  que  esto  sabe  de  esta  pregunta,  etc. 

ni.  A  la  tercera  pregunta,  dijo  que  est^  testigo  vio  ciertos  capítu- 
los que  se  hicieron  entre  los  dichos  gobernadores  don  Diego  Dalmagro 
é  don  Francisco  Pizarro  y  Hernando  Pizarro,  é  que  sabe  que  la  batalla 
se  dio  después  junto  á  la  cibdad  del  Cuzco,  donde  estaba  el  dicho  go- 
bernador don  Diego  de  Almagro,  é  que  sabe  que  le  habían  recebido  por 
gobernador  en  la  dicha  cibdad  el  cabildo  della,  por  virtud  de  una  provi- 
sión de  Su  Majestad,  é  que  la  había  gobernado  por  sí  é  por  sus  lugares- 
tenientes  hasta  que  el  dicho  Hernando  Pizarro  le  dio  la  dicha  batalla  é 
se  la  tomó  por  fuerza  de  armas,  que  sería  un  año,  poco  más  ó  menos;  é 
que  este  testigo  vio  el  recebimiento  que  le  hizo  el  dicho  cabildo  al  dicho 


-^  ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS 


187 


clon  Diego  de  Almagro  cuando  dentro,  é  que  por  esto  lo  sabe,  y  esto 
ibe  desta  pregunta,  etc, 

IV,  A  la  cuarta  pregunta,  dijo  que  este  testigo  no  8abe  lo  que  dicho 

lemando  de  Sosa  tenía,  porque  este  testigo  no  se  íialló  en  la  cibdad  en 

juel  tiempo;  pero  que  después  oyó  decir  en  la  dicha  cibdad  á  muchas 

ersonas,  de  cuyos  nombres  no  se  acuerda,  que  liabían  robado  al  dicho 

femando  de  Sosa  lo  que  tenía  ó  prendídole  y  tratádole  mal;  é  que  esto 

de  esta  pregunta,  etc. 

V^  A  la  quinta  pregunta,  dijo  que  dice  lo  que  dicho  tiene  en  la 
Pregunta  antes  de  ésta,  etc. 

VI.  A  la  sexta  pregunta,  dijo  que  este  testigo  vio  al  dicho  Heñían- 
lo de  Sosa  cuando  quería  partir  con  el  adelantado  don  Diego  de  Alma- 
para  la  jomada  contenida  en  la  pregunta,  é  que  iba  por  su  secretario, 
!  que  iba  bien  aderezado  como  hombre  honrado,  porque  llevaba  dos 
iballos  é  machos  vestidos  y  otras  cosas  de  que  tenía  nescesidad  para  su 
servicio,  que  valían  mucha  cantidad  de  dinero,  porque  valía  un  caballo 
en  aquel  tiempo  en  la  dicha  cibdad  del  Cuzco  mili  y  quinientos  y  dos 
lili  castellanos  y  más,  y  ansí  á  este  respeto  valían  todas  las  otras  cosas, 
f  que  por  esto  creo  este  testigo  que  el  dicho  Hernando  do  Sosa  gastaría 
mcho  en  aquel  viaje;  é  que  segund  su  habilidad  y  el  oficio  de  que  ser- 
ai  dicho  Adelantado,  que  era  de  secretario,  como  dicho  tiene,  é  los 
sibajos  que  se  pasaron  en  aquella  jornada  y  el  tiempo  que  allá  estuvie- 
>n,  y  la  calidad  y  a})rovechaniieutos  de  aquella  tierra,  que  cree  este  tes- 
ío  que  si  viviera  el  dicho  Adelantado,  que  no  le  pagara  con  los  doce 
.mili  castellanos  contenidos  en  la  pregunta;  antes  cree  este  testigo  que  le 
Sera  mucho  más,  porque  conoció  muy  bien  al  dicho  don  Diego  de  Al- 
agi'o,  que  lo  hacía  muy  bien  con  los  que  le  servían  y  aun  con  los  que 
llegaban  á  él;  t*  que  este  testigo  se  acuerda  que  luego  que  el  dicho 
»Q  Diego  de  Almagro  recibió  por  secretario  al  dicho  Hernando  de  Sosa, 
ido  este  testigo  presente  y  el  arcediano  Pérez  é  Rodrigo  Orgoños  é 
stc>bal  de  Ayala  y  otros,  dijo  el  dicho  adelantado  don  Diego  Dah 
lagro  al  dicho  Hernando  de  Sosa»  diciéndole  él  que  tenía  deseo  de  ve- 
irse  á  Castilla,  que  con  cuánto  se  quería  venir  á  Castilla»  t^  que  el  dicho 
femando  de  Sosa  dijo  que  con  diez  mili  pesos  de  oro  se  contentaría,  y 
dicho  Adelantado  dijo:  «Pues  servidme  vos  tres  afios,  que  yo  os  daré 
mili,  si  03  contentáis  con  ellos,  y  mira  si  queréis?^;  y  dijo  á  este  tes- 
ío,  que  entonces  era  secretario  del  dicho  don  Diego  Dalmagro  y  en- 


188 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


tonces  estaba  para  venirse  á  España,  que  ai  quería  Sosa  que  le  hi» 
una  cédula  de  los  dichos  doce  mili  pesos  de  oro,  y  el  dicho  Hernando  de 
Sosa  dijo  que  no  quería  cédula  ni  nada,  sino  que  quería  esperar  las 
mercedes  que  su  señoría  le  haría;  y  el  dicho  Adelantado  dijo:  «Pleg» 
á  Dios  que  vivamos,  que  yo  os  enviaré  muy  rico  y  honrado  á  Castilla*; 
é  que  esto  pasó  en  presencia  de  este  testigo  y  de  las  personas  que  dicho 
tiene,  etc. 

Vn.  A  la  s</uina  i»regunta,  dijo  que  este  testigo  sabe  que  el  uauu 
Hernando  Pizarro  hizo  proceso  contra  el  dicho  don  Diego  de  Almagro, 
é  se  hizo  juez  en  la  dicha  dbdad  del  Cuzco,  donde  el  dicho  don 
Diego  de  Almagro  estaba  rescebido  por  gobernador  é  capitán  ge- 
neral de  Su  Majestad;  é  que  este  testigo  sabe  que  le  mató  el  dicho  Her 
nando  Pizarro  al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  é  que  bien  cree  este 
testigo  que  no  lo  hizo  por  hacer  justicia  ni  por  servir  á  Su  Maje^d, 
sino  por  vengarse  de  algimas  enemistades  que  le  tenía  é  por  aprove* 
charse  en  la  tierra;  porque  este  testigo  sabe  que,  luego  como  le  matóte 
salió  de  la  cibdad  del  Cuzco  y  se  fué  hacia  la  pro\incia  del  ColliCv 
donde  anduvo  mucho  tiempo  recogiendo  ganado  y  maíz  y  otras  cvisaf 
de  mantenimientos  que  valían  á  muy  subidos  precios  en  la  dicha  ca^ 
dad,  é  que  este  testigo  vio  en  diversas  veces  en  aquel  tiempo  traer  á  la 
casa  del  dicho  Hernando  Pizarro,  que  tenía  en  la  cibdad  del  Cu2C0,  d^ 
la  tierra  dentro  donde  él  andaba,  muchas  manadas  de  ovejas  y  cñrñerm, 
é  de  ahí  las  enviaba  á  sus  mayordomos  á  sus  estancias,  que  le  [^«reoe 
á  este  testigo  que  serían  más  de  treinta  é  cinco  mili  cabezas,  é  mucho 
maíz  enfiuito,  que  valía  entonces  la  hanega  allí  á  cuatro  3'  cinco  casle 
llanos,  é  que  todo  lo  vendían  en  casa  del  dicho  Hernando  Pizarro  á  lo§ 
que  lo  querían  comprar,  especialmente  lo  rescataban  con  los  indi<3«  por 
oro  y  plata;  ó  que  este  testigo  oyó  decir  públicamente  que  fué  tanto  el 
mantenimiento  que  so  trajo  para  casa  del  dicho  Hernando  Pizarro  e 
otras  personas,  quel  saco  que  so  dio  á  la  tierra  de  los  indios  por  el  dicb* 
Hernando  PizaiTo  ó  la  gente  que  con  él  iba,  que  quedó  la  tiemí  per- 
dida é  sin  mantenimiento;  y  que  este  testigo  oyó  decir  á  Pedro  del  Bamv 
vecino  de  la  cibdad  del  Cuzco,  y  á  otros  muchos,  que  habiau  dejado  l« 
tierra  sin  comida,  é  que  el  dicho  Pedro  del  Barco  dijo  que  había  llegado 
á  un  pueblo  é  había  hallado  muertos  más  de  ti^escientos  niños  d©  bB»»^^''*' 
y  que  al  dicho  Pedro  del  Barco  y  á  otros  oyó  decir  este  testigo,  íjui^ 
bían  muerto  de  hambre,  dende  el  Cuzco  hasta  Callao,  que  serán  cwo 


li     I  i  t\ 


ALHAOBO  T  BUS  COHPA^KROS 


189 


p 


aguas  poco  más  ó  menos,  más  de  treinta  mili  ánimas,  á  cabsa  de  toma- 
lies  los  bastimentos  el  dicho  Hernando  Pizarro  é  sus  criados  é  los  que 
iban  con  él;  é  también  decian  que  pedia  oro  á  los  caciques  y  señores 
naturales  de  la  tierra  por  donde  andaba,  é  á  los  que  no  se  lo  daban  los 
daba  tormentos  con  un  tornillo  que  traía  hecho,  en  los  tobillos,  liasta 
que  le  diesen  lo  que  pedia;  y  que  este  testigo  oyó  decir  al  dicho  Podro  del 
Barco,  que  un  cacique  que  él  tenía  encomendado  se  le  envió  á  quejar 
íle  los  malos  tratamientos  que  el  dicho  Hernando  Pizarro  los  hacía,  é 
que  si  no  se  remediaban,  que  se  alzaría  é  que  haría  guerra  con  su  gente 
los  españoles,  hasta  que  le  matasen  á  él  y  á  toda  su  gente,  que  más 
lo  cjuerfa  que  no  ser  maltratado  del  dicho  Hernando  Pizarro;  é  que  este 
testigo  vio  venir  mucha  gente,  así  hombres  como  mujeres  y  niños  de  la 
comarca  á  la  dicha  cibdad  del  Cuzco,  muertos  de  hambre,  á  pedir  por 
or  de  Dios,  entre  los  cristianos  allí,  porque  se  morían  de  hambre  ó 
08  vía  caer  de  hambre  muertos  en  la  dicha  cibdad  del  Cuzco,  por  las 
¡calles,  porque  no  los  podían  remediar,  porque  ¡eran  muchos;  é  que  este 
testigo  oyó  decir  al  comendador  Santiago  y  á  otros,  que  había  dicho 
emando  Pizarro,  que  aunque  el  infierno  estuviera  abierto  y  supiera 
ue  Su  Majestad  hiego  le  había  de  mandar  matar  é  irse  al  infierno,  no 
dejara  de  matar  á  don  Diego  de  Almagro;  é  que  por  esto  cree  este  tes- 
tigo que  no  le  mat<i  por  servir  á  Su  Majestad  ni  por  hacer  justicia, 
sino  por  las  cabsas  que  tiene  dichas  é  por  envidia  que  tenía  del,  como 
se  pareció,  é  que  esto  responde  á  esta  pregunta,  etc. 

VHI.  A  la  otaya  pre$^nta,  dijo  que  este  testigo  oyó  decir  lo  conte- 
nido en  la  dicha  pregunta,  en  la  dicha  ciudad  del  Cuzco,  á  los  oficiales 
le  Su  Majestad  ó  á  don  Alonso  Enríquez  de  Guzmán  é  á  otras  muchas 
rsonas. 

IX.  A  la  novena  pregunta,  dijo  que  lo  que  dicho  va  de  suso  es  la 
rdad  y  que  en  ello  se  afirmaba  y  es  público  y  notorio  entre  las  per- 
^nas  que  lo  saben,  so  cargo  del  juramento  que  fizo;  é  firmólo  de  su 
lomhre.— Jiíaw  de  Eqñnosa. 


^k 


A 


Mi 


190  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


26  de  Octubre  de  1541 


XXXL — Real  cédula  para  que  se  averigüe  y  declare  desde  dónde 
comienzan  los  límites  de  la  Nueva  Toledo 

(Archivo  de  Indias,  109-7-2) 

Don  Cáelos,  etc. — Por  cuanto  al  tiempo  que  se  descubrió  la  provin- 
cia del  Perú,  llamada  la  Nueva  Castilla,  Nos  mandamos  tomar  asiento  y 
capitulación  sobre  la  conquista  y  población  della  con  el  Marqués  don 
Francisco  Pizarro,  y  le  dimos  ó  señalamos  doscientas  leguas  de  gober- 
nación, y  después,  por  una  nuestra  provisión,  le  prorrogamos  é  alarga- 
mos los  límites  de  la  dicha  su  gobernación  otras  setenta  l^uas  más; 
después  de  lo  cual  mandamos  tomar  asiento  con  el  adelantado  don  Di^ 
de  Almagro  sobre  la  conquista  de  la  provincia  de  Toledo,  y  le  dimos 
en  gobernación  doscientas  leguas,  las  cuales  comenzasen  desde  donde 
acabasen  los  limites  que  estaban  dados  en  gobernación  al  dicho  Mar 
qués  don  Francisco  Pizarro,  é  proveímos  nuestros  oficiales  de  la  dicha 
gobernación  de  Toledo;  é  porque  no  estaban  medidas  las  dichas  gober- 
naciones, hemos  mandado  al  Licenciado  Vaca  de  Castro,  del  nuestro 
Consejo,  caballero  de  la  Orden  de  Santiago,  que  se  informe  de  los  lími- 
tes donde  comienzan  las  dichas  doscientas  y  setenta  leguas  que  así  tiene 
en  gobernación  el  dicho  Marqués  don  Francisco  Pizarro,  por  la  dicha 
su  capitulación  é  prorrogación,  y  contando  desde  do  comenzó  el  dicho 
su  descubrimiento,  las  haga  medir,  y  nombre  é  declare  el  sitio  donde 
íisí  se  acaban  los  límites  de  la  dicha  provincia  de  la  Nueva   Castilla  y 
comienza  la  provincia  é  gobernación  de  la  dicha  Nueva  Toledo;  y  que 
lo  que  así  declarase,  provea  que  se   guarde  y  cumpla;  y  porque  somos 
informados  que  hasta  aquí  los  nuestros  oficiales  que  tenemos  proveídos 
para  la  dicha  provincia  de  Toledo,  no  han  usado  sus  oficios  por  no  estar 
declarado  ni  sabido  de  dónde  comienzan  los  límites  de  la  dicha  gober- 
nación, é  porque  á  nuestro  servicio  é  buen  recaudo  de  mi  hacienda  con- 
viene que  los  dichos  nuestros  oficiales  usen  en  la  dicha  provincia  de  b 
Nueva  Toledo  sus  oficios;  visto  por  los  del  nuestro  Consejo  de  las  In- 
dias, fué  acordado  que  debíamos  mandar  esta  nuestra  carta  en  la  dicha 
razón,  é  Nos  tu\^moslo  por  bien,  por  lo  cual  declaramos  y  mandamos 


ALMAGRO  Y   SüS    COHFANEROtí 


191 


jue  de  la  parta  y  sitio  de  adonde  el  dicho  Licenciado  Vaca  de  Castro  de- 
que comienza  la  dicha  provincia  ó  gobernación  de  la  Nueva  Tole- 
)»  los  dichos  nuestros  oficiales  que  asi  para  ella  tenemos  proveído, 
en  los  dichos  oficios  en  toda  la  dicha  provincia  ó  gobernación,  con- 
irme  á  las  provisiones  é  instrucciones  que  de  Nos  tienen,  y  no  otra 
sona  alguna,  sin  embargo  de  cualquier  apelación  ó  suplicación  que 
interponga  de  lo  que  así  el  dicho  Licenciado  Vaca  de  CaBtro  decla- 
rase; é  por  esta  nuestra  carta  mandamos  á  los  concejos,  justicias,  regi- 
dores, caballeros,  escuderos,  oficiales  y  homes  buenos  de  todas  las 
ciudades,  villas  é  lugares  de  la  dicha  provincia  de  la  Nueva  Toledo,  que, 
:;ha  por  el  dicho  Licenciado  la  dicha  declaración,  desde  donde  decla- 
comenzar  los  límites  de  la  dicha  provincia  da  Toledo»  usen  con  los 
ios  nuestros  oficiales  en  los  dichos  sus  oficios  en  todos  los  casos  y 
dellos  anejas  é  concernientes,  y  no  con  otra  persona  alguna.  Dada 
la  villa  de  Fuenzalida,  á  veinte  é  seis  días  del  mes  de  Octubre  de 
il  é  quinientos  y  cuarenta  y  un  años;  y  entiéndese  que  han  de  usar 
dichos  sus  oficios  en  la  dicha  provincia  de  Toledo  los  nuestros  ofi- 
les  que  en  ella  residieren,  y  los  tenientes  de  los  que  con  licencia 
le^tra  t^stuvieren  fuera  della,  y  no  otros  algunos. — (Firraada).^Car*?- 
Jíispalensis,  —  Refrendada  de  Sarñauo,  y  firmada  del  Conde  de 
10,  Beltnin,  Obispo  de  Lutro,  Velázonez. 

23  de  Ootnbrede  1M1 

\  XXXII. — Real  cédula  para  que  se  den  á  Paido  Inga  ciertos  tributos 
(Archivo  (le  ludias,  109-7-2) 


Rey.— Nuestro  gobernador  de  la  provincia  del  Perú  y  Licenciado 
ica  de  Castro,  del  nuestro  Consejo,  caballero  de  la  Orden  de  Santiago: 
1  se  ha  fecho  i-elación  que  Paulo  Inga,  hijo  de  Guainacaba,  tiene 
Ita  do  tierra  en  que  sembrar  maíz,  conforme  á  la  casa  y  señorío  que 
le,  y  que  algunos  caciques  de  esa  provincia  le  quieren  sembrar  en 
tierras  algimas  chácaras  de  maíz,  para  complacerle  por  el  amistad 
le  tienen  y  tovieron  á  su  padre,  y  que  los  dueños  de  los  dichos  caci- 
llo lo  quieren  consentir  ni  consienten,  ó  convernia  mandásemos 
leí  dicho  Paulo  pudiese  sembrar  adonde  quisiese,  no  haciendo  per- 


192  COLECCIÓN     DE    DOCUMENTOS 

juicio  á  los  españoles  que  en  esa  tierra  residen,  é  que  los  indios  y  caci- 
ques le  pudiesen  sembrar  chácaras  y  dalle  lo  que  por  bien  tovieren,  sin 
que  en  ello  le  fuere  puesto  impedimento  alguno;  é  visto  por  los  del 
nuestro  Consejo  de  las  Indias,  fué  acordado  que  debíamos  mandar  dar 
esta  nuestra  cédula  para  vos,  é  yo  tóvelo  por  bien:  por  que  vos  moado 
que  veáis  lo  susodicho  y  proveáis  cómo  los  indios  y  caciques  desa  tie- 
rra que  quisiesen  dar  maíz  al  dicho  Paulo  Inga,  sin  daño  de  las  perso- 
nas que  los  tovieren  encomendados,  se  lo  den,  sin  que  en  ello  le  sea 
puesto  impedimento  alguno;  é  non  fagades  ende  al.  Fecha  en  la  villa 
de  Fuenzalida,  á  veinte  y  ocho  días  del  mes  de  Octubre  de  mil  é  qui- 
nientos é  cuarenta  y  un  años. — (Firmada.) — Gardenalis  Hispalemis.— 
Refrendada  de  Juan  de  Samano,  señalada  del  Conde  de  Osomo  y  Beltrán, 
y  Obispo  de  Lugo,  y  Doctor  Berna!,  y  Licenciado  Gutierre  Velázquez. 

28  de  Octubre  de  1641 

XXXIII. — Real  cedida  para  que  ie  favorezca  á  Paulo  Inga 

(Archivo  de  Indias,  109-7-2) 

El  Rey. — Nuestro  gobernador  de  la  provincia  del  Pirú  y  Licencia- 
do Vaca  de  Castro  del  nuestro  Consejo,  caballero  de  la  Orden  de  San- 
tiago:  Á  Nos  se  ha  fecho  relación  que  Paulo  Inga  nos  ha  servido  en  lo 
que  en  su  tierra  se  ha  ofrecido,  y  ha  sido  amigo  de  los  españoles,  y  que 
algunos  dellos,  por  invidia,  le  han  hecho  y  hacen  de  cada  día  muchos 
agravios;  y  que  atento  lo  que  ha  servido,  era  bien  que  Nos  le  mandásemoB 
dar  con  qué  se  sustentase,  é  no  consintiésemos  que  recibiese  molestias 
ni  agravio  alguno,  antes  fuese  favorecido  como  á  servidor  nuestro;  y 
visto  por  los  del  nuestro  Consejo  de  las  Indias,  fué  acordado  que  debía* 
mos  mandar  dar  esta  nuestra  cédula  para  vos,  é  yo  tóvelo  por  bien;  por 
que  vos  mando  que  enviéis  ante  Nos,  al  dicho  nuestro  Consejo,  relaáén 
si  el  dicho  Paulo  Inga  nos  ha  servido  en  esa  tierra  en  lo  que  se  ha  ofre- 
cido, y  en  qué  le  podemos  hacer  merced  en  ella  con  que  se  sustente,  J 
entre  tanto  que  la  enviáis  y  se  vee  y  provee  lo  que  convenga,  favoiwfr 
réis  al  dicho  Paulo  Inga  en  lo  que  se  le  ofreciere,  é  no  consintáis  qw 
de  ningún  español  ni  de  otra  persona  reciba  agravio  ni  molestia  alguna. 
Fecha  en  la  villa  de  Fuenzalida,  á  veinte  y  ocho  días  del  mes  de  Octe- 


ALMAGRO  Y  BÜB  COMPAÑEROS 


193 


ie  mil  é  qumientos  y  cuarenta  y  un  afios.— (Firmada). — Cardenalis 
iipcUemis. — Refrendada  de  Juan  de  Samano, — Señalada  del  Coude  de 
3orna,  y  del  Doctor  Beltrán,  y  Obispo  de  Lugo,  y  Doctor  Bernal  y  Li- 
nciado  Gutierre  Velázquez. 

^P  29  de  Ootnbrt  Ú9  1541 

,1 

IXXIV, — Real  cédula  disponiendo  que  $e  nombre  tutor  á  Paula  Inga 

^  (Archivo  de  India»,  109-7-2) 

L.  Ret. -^Nuestro  gobernador  de  la  provincia  del  Perú,  Licenciado 
acá  de  Castro,  del  nuestro  Consejo,  caballero  de  la  Orden  de  Santiago: 
Noa  se  ha  Lecho  relación  que  á  Paulo  Topa  Inga,  hijo  de  Guainacaba, 
íClor  que  fué  de  esa  tierra,  le  engañan  los  españoles  que  en  ella  resi- 
m,  é  le  toman  lo  que  tiene,  por  fuerza  ó  por  grado,  cautelosamente,  y 
hacen  hacer  escrituras  y  contratos  y  compañías  para  colorar  los  en- 
ifios  que  le  hacen,  é  que  convernía  mandásemos  que  una  persona  de 
iníianza  fuese  su  tutor,  para  que  no  consintiese  que  fuese  engañado,  y 
enseñase  y  encaminare  en  las  cosas  de  nuestra  santa  fe  catáUca,  y  le 
nidase  y  favoreciese  en  sus  pleitos   é  causas;  y  visto  por  los  del  núes- 
o  Consejo  de  las  Indias,  fué  acordado  debíamos  mandar  dar  esta 
Eiestra  cédula  para  vos,  é  túvelo  por  bien,  por  lo  cual  vos  encargo  y 
iando  que  tengáis  cuidado  de  proveer  las  cosas  del  dicho  Paulo  Inga 
&  manera  que  no  sea  engañado,  ni  nadie  le  tome  su  hacienda  injusta- 
,  ni  le  haga  agravio  alguno,  y  daréis  orden  cómo  haya  persona 
nga  cuidado  del  y  mire  por  sus  cosas,  que  en  ello  me  serviréis. — 
en  la  villa  de  Fuenzahda,  á  veinte  y  nueve  días  del  mes  de  Oc- 
de  mil  é  quinientos  y  cuarenta  y  un  años. — (Firmada). — Cárdena- 
lemia, — ^Refrendada  de  Samano  y  señalada  de  los  dichos. 

29  de  Noriembrt  d«  154 1 

XXXV, — Real  cédula  confirmando  á  Paulo  Inga  la  donación 
de.  cierto  solar 


(Archivo  de  Indias,  109-7-2) 


í 


Rey, — Por  cuanto  por  parte  de  vos,  Paulo  Inga,  indio,  me  ha 
Bcha  relación  que  el  cabildo  de  la  ciudad  del  Cuzco  os  dio  un 


13 


dM* 


194  OOLECCiólf  DB  DOCX7MBNTOB 

solar  y  casa  en  que  viviis,  el  cual  al  presente  tenéis  é  me  suplicastes  os 
hiciese  merced  de  confirmar  la  donación  que  la  dicha  ciudad  os  habíais 
hecho  del  dicho  solar  y  casa,  y  si  necesario  fuese,  os  hiciésemos  de  nue- 
vo merced  del,  ó  como  la  mi  merced  fuese,  ó  yo  tóvelo  por  bien:  por  ende 
por  la  presente  confirmamos,  loamos  y  aprobamos  la  donación  que  h 
dicha  ciudad  os  hizo  del  dicho  solar  y  casa  para  que  sea  vuestro  propio 
ó  de  vuestros  herederos  y  subcesores  ó  para  que  lo  podáis  vender,  dar, 
donar,  trocar,  cambiar  y  enajenar  é  hacer  dello  como  de  cosa  vuestra 
propia,  habida  y  adquirida  por  justos  derechos  y  título,  por  cuanto  si 
necesario  es  vos  hacemos  de  nuevo  merced,  gracia  y  donación  del  dicho 
solar  y  casa  y  mandamos  al  nuestro  gobernador  de  la  provincia  del 
Perú,  é  á  otra  cualquier  nuestras  justicias  de  ella  y  de  la  dicha  ciudad 
del  Cuzco,  que  agora  son  y  serán  de  aquí  en  adelante,  que  vos  guardan 
y  cumplan  y  hagan  guardar  y  cmnplir  esta  nuestra  cédula  y  lo  en 
ella  contenido;  y  contra  el  tenor  y  forma  della,  vos  no  vayan  ni  pasen 
ni  consientan  ir  ni  pasar  en  tiempo  alguno  por  alguna  manera,  y  loe 
unos  ni  los  otros  no  fagades  ende  al  por  alguna  manera,  so  pena  de  la 
nuestra  merced  ó  de  cincuenta  mil  maravedís  para  la  nuestra  cáman. 
Fecha  en  Sevilla,  á  29  días  del  mes  de  Noviembre  de  1541  afios. — (Fír 
mada). — CardencUis  HispcUensü. — ^Refrendada  y  señalada  de  los  dichos. 

19  de  Noviembre  de  1641 

XXXVL — Real  cédula  para  que  en  casa  de  Paulo  Inga 
no  se  ponga  ningún  español  sin  su  voluntad 

(Archivo  de  Indias,  109-7-2) 

El  Rey. — Marqués  don  Francisco  Pizaxro,  nuestro  gobernador  de 
la  provincia  del  Perú,  é  Licenciado  Vaca  de  Castro,  del  nuestro  Consejo, 
caballero  de  la  orden  de  Santiago:  Por  parte  de  Paulo  Inga,  nos  ha  sido 
hecha  relación  que  algunas  veces  nuestras  Justicias  desa  provincia  sue- 
len poner  algún  español  con  el  señor  de  los  indios  y  con  él,  para  guarda 
suya  é  de  su  casa,  y  que  muchas  veces  les  ponen  tales  personas  que  les 
toman  sus  haciendas  é  sus  mujeres  é  hijas  contra  su  voluntad,  y  me  fué 
suplicado  mandásemos  que  en  su  casa  no  se  le  pusiese  ningún  espafiol 
contra  su  voluntad,  salvo  el  que  él  nombrase  que  fuese  persona  de  con- 


Alilf  AOBO  T  BUa   COHPAKEBOS 


196 


ñanza  é  de  buena  conciencia,  que  no  le  hiciese  agravio  ni  desaguisado 
alguno,  ó  como  la  mi  merced  fuese;  lo  cual  visto  por  los  del  nuestro  Con- 
sejo de  las  Indias,  fué  acordado  que  debíamos  mandar  dar  esta  mi  cé- 

_dula  para  voe»  é  yo  tóvelo  por  bien;  por  que  vos  mando  que  veáis  lo 
jdicho  é  proveáis  en  ello  lo  que  viéredes  que  conviene,  teniendo  res* 

"peto  á  que  el  dicho  Paulo  no  reciba  agravio,  é  non  fagades  ende  al  por 
alguna  manera. — Fecha  en  Sevilla,  á  19  días  del  mes  de  Noviembre  de 
1641  años. — (Firmada). — Cardmalis  Ríspakmis. — Refrendada  de  Sa- 
mano,  señalada  de  los  dichos. 

29  de  Noviembre  de  1641 


ÍXXVIZ—RecU  cédula  para  que  se  haga  información  acerca  de  cierto 
ap-amo  hecho  á  Patdo  Inga 

(Archivo  de  Indias,  109-7-2) 

El  Rey. — Licenciado  Vaca  de  Castro,  del  nuestro  Consejo,  caballero 

\  la  Orden  de  Santiago:  Por  part^  de  Paulo  Inga  nos  ha  sido  fecha  re- 

ion  que,  los  días  pasados,  un  criado  de  un  Machicao,  que  reside  en  la 

fiudad  del  Cuzco,  sin  le  hacer  mal  ni  daño,  le  dio  una  bofetada  y  le  mesó 

los  cabellos  é  le  hizo  otros  malos  tratamientos,  así  de  palabras  como 

I  obras,  é  que  hasta  agora  ninguna  Justicia  le  ha  castigado  sobre  ello,  é 

le  fué  supUcado  vos  mandase  que  hiciésedes  información  de  lo  susodi- 

io  é  lo  castigásedes  como  la  cahdad  del  dehto  lo  requería,  ó  como  la  mi 

lerced  fuese:  lo  cual  visto  por  los  del  nueitro  Consejo  de  las  Indias, 

aé  acordado  que  debíamos  mandar  dar  esta  nuestra  cédula  para  vos,  é 

tóvelo  por  bien;  por  que  vos  mando  que  veáis  lo  susodicho  é  hagáis 

formación  ó  sepáis  cómo  ó  de  qué  manera  lo  susodicho  ha  pasado  y 

é  quién  é  cuáles  personas  lo  hicieron  é  cometieron  é  quién  les  dio 

ra  ello  consejo,  favor  é  ayuda;  é  la  dicha  información  habida  é  la  ver- 

id  sabida,  é  reunidas  é  oídas  las  partes,  haced  sobre  ello  entero  y  breve 

iplimiento  de  justicia,  é  si  halláredes  que  la  justicia  fué  neghgente 

castigar  lo  susodicho,  aaimesmo  haréis  cerca  de  ello  lo  que   hallare- 

por  justicia,  é  non  fagades  ende  al  por  alguna  manera. — Fecha  en 

ívilla,  á  veinte  y  nueve  días  del  mea  de  Noviembre  de  mil  é  quinientos 

[eaarenta  y  un  años, — (Firmada) — Cardenalis  Jíijía/é^jíí>^  ^Refrendada 

Sansano,  señalada  de  los  dichos. 


196  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


29  de  Noviembre  de  1641 


XXXVIIL — Real  cédala  sobre  ciertos  indios  que  Francisco  Bizarro  qmió 

á  Paulo  Inga 

(Archivo  de  Indias,  109-7-2) 

El  Rey.— Licenciado  Vaca  de  Castro,  del  nuestro  Consejo,  caballero 
de  la  orden  de  Santiago:  Por  parte  de  Paulo  Inga  me  ha  sido  fecha  re- 
lación que  él  tenía  en  Arequipa  ciertos  indios  mitimaes  suyos  propios, 
los  cuales  le  quitó  el  Marqués  don  Francisco  Pizarro  é  los  dio  á  otra  pw- 
sona  sin  haber  causa  para  ello,  en  lo  cual  él  habla  recibido  mucho  agraylo 
é  dafio,  é  nos  fué  suplicado  que,  pues  él  nos  había  servido  en  esa  tierra, 
como  era  notorio,  le  hiciésemos  merced  de  le  mandar  volver  y  resti- 
tuir los  dichos  indios  para  que  los  to viese,  según  y  como  los  tenía  antes 
que  le  fuesen  quitados,  ó  como  la  mi  merced  fuese;  lo  cual  visto  por  loe 
del  nuestro  Consejo  de  las  Indias,  fué  acordado  que  debíamos  mandar 
dar  esta  nuestra  cédula  para  vos,  é  yo  tóvelo  por  bien;  por  que  vos  mando 
que  veáis  lo  susodicho,  é  si  así  es,  que  los  dichos  indios  mitimaes  sírviD 
al  dicho  Paulo  Inga,  se  los  hagáis  volver  y  restituir  para  que  los  tenga  y 
posea  según  y  como  los  tenía  antes  que  le  fuesen  quitados,  é  non  fagades 
ende  al  por  alguna  manera. — Fecha  en  Sevilla,  á  veinte  y  nueve  díaa  del 
mes  de  Noviembre  de  mil  é  quinientos  é  cuarenta  y  un  años. — (Finna- 
da). — Cardenalis  Hispalensis. — Refrendada  de  Samano  y  señalada  de  loí 
dichos. 

29  de   Noviembre  de  1541 

XXXIX. — Real  cédula  para  que  se  haga  averiguación  acerca 
de  los  españoles  que  entran  en  casa  de  Paulo  Inga,  con  malas  inteneiM 

(Archivo  de  Indias,  109-7-2) 

El  Rey. — Nuestro  gobernador  de  la  provincia  del  Perú  é  otras  coil- 
quier  nuestras  justicias  della,  é  á  cada  uno  y  cualquier  de  vos  á  qüi»  | 
esta  mi  cédula  fuere  mostrada:  Por  parte  de  Paulo  Inga  nos  ha  sido  i 


ALMAGRO  Y  BUS   COBfPAKEROS 


197 


fecha  relación  que  algunos  españoles  de  los  que  en  esa  tierra  residen, 
entran  en  su  casa  contra  su  voluntad,  por  malas  intenciones  ó  por  le 
robar  y  ofender,  de  quél  recibe  mucho  agravio  indino,  ó  me  fué  supli- 
cado mandase  que  ningún  español  entrase  en  su  casa  contra  su  volun- 
tad y  sin  su  licencia  y  mandado,  so  graves  penas  que  para  ello  manda- 
os poner,  6  como  la  mi  merced  fuese;  lo  cual  visto  por  los  del  nuestro 
Consejo  de  las  Indias,  fué  acordado  que  debíamos  mandar  dar  esta 
nuestra  cédula  para  vos,  é  yo  tóvelo  por  bien;  por  que  vos  mando  que 
veáis  lo  susodicho  é  proveáis  que  nadie  entre  en  las  del  dicho  Paulo 
Inga  contra  su  voluntad,  é  hagáis  se  haga:  hacerlo  heis  pregonar  públi- 
camente en  la  ciudad  del  Cuzco  y  en  las  otras  partes  é  lugares  que  os 
pareciere;  y  porque  se  cumpla  pornéis  graves  penas,  las  cuales  ejecuta- 
réis en  las  personas  é  bienes  de  los  que  contra  ello  fueren  ó  pasaren;  é 
los  unos  ni  los  otros  no  fagades  ni  fagan  ende  al  por  alguna  manera. — 
Fecha  en  Sevilla,  á  29  días  del  mes  de  Noviembre  de  1541  años. — (Fir- 
mada).— Cardetialis  Hispaletm^. — Refrendada  de  Samano  é  señalada 
de  los  dichos. 


29  d«  I!rori«mbr«jde  l&il 


XL. — Beal  cédula  para  que  se  deje  á  Juan  de  León 
al  lado  de  Paulo  Inga 

(Archivo  de  India»,  109-7-2) 


El  Rby, — ^Licenciado  Vaca  de  Castro,  del  nuestro  Consejo,  caballe- 
ro de  la  Orden  de  Santiago:  Por  parte  de  Paulo  Inga  nos  ha  sido  hecha 
relación  quél  ha  recibido  buenas  obras  de  Juan  de  León,  alguacil  mayor 
que  ha  sido  en  esa  provincia,  ó  que  así  espera  recebirlas  adelante,  é  me 
fué  suplicado  mandásemos  que,  en  tanto  que  el  dicho  Juan  de  León  le 
quisiese  tener  en  administración  para  le  instruir  en  las  cosaa  de  nuestra 
santa  fe  é  de  nuestro  servicio,  otro  ninguno  no  se  pudiese  entrometer 
en  ello,  ni  ninguna  justicia  se  lo  pudiese  estorbar,  ó  como  la  mi  merced 
fuese;  lo  cual  visto  por  los  del  nuestro  Consejo  de  las  Indias,  fué  acor- 
dado que  debíamos  mandar  esta  nuestra  cédula  para  vos,  é  yo  túvelo 
por  bien:  ipov  que  vos  mando  que  veáis  lo  susodicho  é  proveáis  en  ello 
lo  que  más  convenga  al  dicho  Paulo  Inga;  é  non  fagades  ende  al.^- 


198  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

Fecha  en  Sevilla,  á  29  días  del  mes  de  Noviembre  de  1541  años.— 
(Finnada). — GardencUü  Hüpálen$ü, — Refrendada  de  Samano,  sefialada 
de  los  dichos. 

29  de  NoTÍembre  de  1641 

XLL — Beal  cédula  para  que  se  informe  acerca  de  ciertoi  indios  y  Herm 

que  solicita  Paulo  Inga 

(Archivo  de  Indias,  109-7-2) 

El  Rey. — ^Licenciado  Vaca  de  Castro,  del  nuestro  Consejo,  caballe- 
ro de  la  Orden  de  Santiago:  Por  parte  de  Paulo  Inga  nos  ha  sido  hecha 
relación  quél  nos  ha  servido  en  la  tierra  en  lo  que  se  ha  ofrecido,  supli- 
cándonos le  hiciésemos  merced  de  los  indios  é  tierras  que  Mango  Inga, 
su  hermano,  tenía  al  tiempo  que  se  alzó,  pues  por  haberse  alzado  oontEa 
nuestro  servicio,  lo  había  perdido,  ó  como  la  mi  merced  fuese;  é  poique 
Nos  queremos  ser  informado  qué  indios  ó  tierras  tenía  el  dicho  Blango 
Inga  al  tiempo  que  se  alzó,  yo  vos  mando  que  enviéis  ante  Nos  al  núes* 
tro  Consejo  de  las  Indias,  relación  dello  y  en  cuyo  poder  están,  é  qpé 
tanta  cantidad  de  tierra  ó  indios  es  y  cómo  están  y  si  será  bien  hacer 
merced  de  todo  ello  ú  de  parte  dello  al  dicho  Paulo  Inga,  para  que  por 
Nos  visto  se  provea  lo  que  convenga.  Fecha  en  Sevilla,  á  29  días  del 
mes  de  Noviembre  de  1541  afios.— (Firmada). — Cardenalis  Hispalenm. 
— Refrendada  de  Samano,  sefialada  de  los  dichos. 

4  de  Noviembre  de  1641 

XLII. — Real  cédula  b  provisión  real  en  favor  de  Antón  de  Cerrah 
dándole  el  derecho  de  usar  escudo  ¿le  armas 

(Archivo  de  Indias,  70-4-39) 

Don  Cáelos,  por  la  divina  clemencia,  Emperador. — Por  cuanto  Dfr 
go  López  Mondragón,  en  nombre  de  vos,  Antón  de  Cerrada,  natural  (fe 
la  ciudad  de  Badajoz,  nos  ha  sido  hecha  relación  que  podía  haber  oclio 
afios,  poco  más  ó  menos,  que  con  deseo  de  nos  servir  pasastes  áhpo- 


ALMAGRO  T  8Ü8  COMPANfiEOS 


199 


iel  Pirú  en  tiempo  que  en  ella  había  necesidad  de  gente,  donde 
b8  servistes  en  lo  que  en  ella  ae  ofreció;  especialmente  os  empeñastes 
a  mucha  cantidad  de  pesos  de  oro  para  ir,  como  fuistes,  en  la  armada 
ue  hizo  el  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  en  descubrimiento  de  el 
istrecho  de  Magallanes,  ó  que  yendo  costeando  é  descubriendo  la  mar 
costa  del  sur  para  tomar  bastimentos  é  aguaje,  fué  nescesario  saltai* 
n  tierra  en  muchos  puertos,  é  que  en  ellos  hobist^s  muchos  recuentros 
guasábaras  con  los  naturales,  en  las  cuales  salistes  ranchas  veces  heri- 
o,  especialmente  en  una  batalla  que  se  hubo  en  Tacana,  do  murieron 
uatro  españoles;  y  que  de  allí  pasastes  adelante  y  desembarcantes  hasta 
roecientos  españoles  en  un  jagüey  para  tomar  agua  para  el  navio,  é  que 
atándola  tomando,  vino  á  vosotros  un  escuadrón  de  indios  á  daros  gua- 
¿barai  y  peleaste»  con  ellos  é  mataste»  algunos  é  que  otros  se  fueron 
.tiyendo  é  se  recogieron  en  un  peñol,  é  que  vos  é  otros  dos  compañeros 
^bistes  al  dicho  peñol  é  desbaratastes  los  dichos  indios  é  prendistes  al- 
:imos  dellos  y  los  llevastes  por  lengua  liasta  Chile;  é  que  después  de  lo 
Qsodicho,  yendo  en  descubrimiento  de  los  puertos  y  aguadas  de  la  dicha 
{ar  del  Sur,  recebistes  otras  muchas  guazábaras,  entre  las  cuales  hobis- 
06  una  en  que  salistes  diez  y  siete  compañeros  y  llevastes  para  vuestro 
jQQparo  el  batel  por  la  costa  á  saber  nuevas  del  dicho  adelantado  don 
Mego  de  Almagro;  é  que  los  indios  os  dieron  tan  recia  guazábara  que 
m  mataron  nueve  compañeros,  entre  los  cuales  murió  el  maestre  del 
lavío,  y  os  tomaron  el  batel  y  os  lo  hicieron  pedazos;  é  que  los  que  que- 
vivos  escapastes  con  gran  trabajo  y  os  metistes  en  unas  balsillas 
aefias,  que  cabía  en  cada  una  un  hombre,  y  os  f  uistes  hasta  el  navio, 
ioB  y  despojados  de  armas  y  de  todo  lo  demáa;  é  que  ansí  con  gran- 
rabajo  llegastes  á  la  ciudad  de  Chile  y  f  uistes  el  segundo  hombre 
entró  en  la  ciudad;  é  que  en  todo  lo  susodicho  y  en  otras  cosas 
le  se  han  ofrecido,  nos  habéis  servido  pasando  grandes  trabajos,  ham- 
y  nescesidades,  como  constaba  y  páresela  por  una  información  de 
I  ente  Nos  en  el  nuestro  Consejo  de  las  Indias  por  vuestra  parte  fué 
presentación  é  nos  fué  suplicado  que,  en  remuneración  de  los  di- 
vuestros  servicios,  y  porque  de  vos  y  dellos  quedase  perpetua  me- 
ia,  é  vos  é  vuestros  decendientes  seáis  más  honrados,  vos  mandáse- 
dar  por  armas  un  escudo,  que  esté  en  él  un  peñol  muy  fuerte,  en 
loria  del  que  ansí  vos  ganaates  á  los  dichos  indios,  y  encima  del  di- 
¡peñol  una  torre  de  oro,  todo  ello  en  campo  colorado,  y  por  orla  ocho 


^ 


flwÉÉ 


200 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


estrellas  de  oro  en  campo  azul,  y  por  timbre  un  yelmo  cerrado,  f^ 

divisa  media  águila  negra  rampante,  abiertas  las  alas»  que  mire  hada  I 

parte  derecha,  con  tres  colaa  y  dependencias,  atallajes  de  oro  y  coló 

ó  como  la  nuestra  merced  fuese,  vos  acatando  los  dichos  vuestros  i 

cios;  é  porque  de  vos  é  d  ellos  quede  memoria  perpetua  é  vos  é  vü6 

decendientes  seáis  más  honrados,  por  la  presente  vos  hacemoe  men 

ó  queremos  ó  mandamos  que  podáis  traer  é  tener  por  vuestras 

conocidas,  las  dichas  armas  de  que  de  suso  se  bac^  mención,  en  na  i 

do  á  tal  como  éste  según  que  aquí  va  pintado  y  figurado;  las  cuales ' 

damos  por  vuestras  armas  conocidas,  y  queremos  y  es  nuestra  me 

y  voluntad  que  vos  é  vuestros  hijos  y  decendientes  de  ellos  y  de 

uno  dellos,  las  hayáis  y  tengáis  y  podáis  tener  é  poner  en  vuestros 

posteros  y  casas  y  en  los  de  cada  uno  de  los  dichos  vuestros  hijos  y  i 

cendientes,  y  en  las  otras  partes  y  lugares  que  vos  y  ellos  quisiéred»^ 

por  bien  toviéredes;  é  por  esta  nuestra  carta  ó  por  su  traslado  sig 

de  escribano  público»  encargamos  al  Illustrísimo  Príncipe  Don  Feüp 

nuestro  muy  caro  é  muy  amado  nieto  é  hijo,  é  á  los  In&ntes,  nuestoi^ 

muy  caros  hijos  y  hermanos,  é  á  los  Perlados»  Duques^  Marqueses,  Coi 

des.  Ricos  homes,  Maestres  de  las  Ordenes,  Priores,   Comendadoref  j 

Subcomendadores,  Alcaides  de  los  castillos  y  casas  fuertes  é  Uanaa;  j| 

los  de  nuestro  Consejo,  Alcaldes,  Alguaciles  de  la  nuestra  Cáaa  y  Ooriij 

Chancillerías  y  á  todos  los  Concejos,  Corregidores,  asistentes,  gob 

dores,  alcaldes,  alguaciles,  merinos,  prebostes,  veinte  y  cuatros,  ] 

jurados,  caballeros,  escuderos,  oficiales  y  bornes  buenos  de 

ciudades  ó  villas  y  lugares  de  estos  dichos  nuestros  reinos  é 

de  las  dichas  Indias,  islas  é  tierra  ñrme  del  Mar  Océano,  asi  á  los  ( 

agora  son  como  á  los  que  serán  de  aquí  adelante  y  á  cada  uno  y 

quier  de  ellos  en  sus  lugares  é  jurisdicciones  que  vos  guarden  é  can 

é  hagan  guardar  é  cumplir  la  dicha  merced  que  ansí  oa  hacemos  del 

dichas  armas,  que  las  hayan  é  tengan  por  vuestras  armas  con 

vos  las  dejen  como  tales  poner  é  traer  á  vos  y  á  los  dichos  vue 

jos  y  decendientes  de  ellos  y  de  cada  uno  de  ellos;  que  en  ello 

pWte  de  ello  embargo  ni  contrario  alguno  vos  no  pongan  ni 

poner  en  tiempo  alguno  ni  por  alguna  manera,  so  pena  de  la  dw*^  ¡ 

merced  y  de  diez  mil  maravedís  para  la  nuestra  cámara  á  cada  und^ 

lo  contrario  hiciere.  Dada  en  la  ciudad  de  Sevilla,  á  veinte  y  cualro^ 

del  mes  de  Noviembre,  año  del  Nacimiento  de  Nuestro  Salvador 


,  ALMAGRO  T  SUS  COMPAÑEROS  201 

I  cristo,  de  mili  y  quinientos  y  cuarenta  y  un  años.  -  GardincUis  Hispalis. 
I  — El  Conde  don  Garda  Enriques. — El  Doctor  Bdtrán, — Joanis,  episcopus 
r  Líécey.  —El  Doctor  Bernal,  —  El  Licenciado  Gutierre  Veláequez,  —  Yo, 
I  Joan  de  Samano,  secretario  de  sus  Cesáreas  y  Católicas  Majestades,  la 
\  fice  escrebir  por  su  mandado  el  gobernador  en  su  nombre. — Registrada. 
Oíkoa  Luyando,  Por  chanciller,  Bla$  de  Saavedra. 

12  de  Diciembre  de  1641 

^XLIIL — Información  dd  estado  del  Perú  después  de  la  muerte  de  Pizarro. 
Dedaracidn  de  Juan  BatUista  Pastene 

(Archivo  de  Indias,  2-2-1/14) 

En  la  cibdad  de  Panamá,  ques  en  las  Indias  del  Mar  Océano,  en 
Tierra  Firme,  llcunada  Castilla  del  Oro,  en  doce  días  del  mes  de  Diciem- 
bre de  mili  ó  quinientos  é  cuarenta  é  un  afíos,  estando  en  el  Abdiencia 
6  Chancillería  real  que  de  S.  M.  reside  en  esta  cibdad,  los  señores  el 
doctor  Pedro  de  Villalobos  y  el  licenciado  Lorenzo  de  Paz  de  Lacema, 
oidores  della,  dijeron  que,  por  cuanto  son  informados  que  ayer  noche 
llegó  al  puerto  desta  dicha  cibdad  un  navio  que  se  dice  la  Concebción, 
qnes  de  Baltasar  Díaz  é  de  Juan  Batista  de  Pastene,  maestre  y  piloto  de 
la  dicha  nao,  la  cual  diz  que  vino  de  las  partes  ó  provincias  del  Perú,  é 
para  saber  ó  se  informar  del  estado  en  que  está  aquella  tierra  ó  lo  sus- 
cedido  en  ella  después  de  la  muerte  del  Marqués  don  Francisco  Pizarro, 
gobernador  que  fué  del  Perú,  para  sobre  ello  proveer  lo  que  les  pares- 
ciere  que  conviene  al  servicio  de  S.  M.  é  á  justicia,  hicieron  parescer  ál 
dicho  Juan  Batista,  del  cual  se  tomó  é  rescibió  juramento  y  él  juró  en 
forma  debida,  conforme  á  derecho,  de  decir  verdad;  é  siendo  preguntado 
sobre  el  dicho  caso,  dijo  que  estando  este  testigo  en  la  dicha  cibdad  de 
los  Reyes,  en  el  Perú,  un  Domingo  que  se  contaron  veinte  é  seis  días 
del  mes  de  Junio  primero,  que  pasó,  acabando  de  salir  de  misa,  yió 
este  testigo  salir  de  la  posada  de  don  Diego  de  Almagro,  hijo  del  Kde- 
lantado  don  Diego  de  Almagro,  á  Juan  de  Herrada,  y  á  Martín  de  Bil- 
bao, é  Fulano  de  Porras,  é  Juan  de  Guzmán  é  á  otros  hombres  que  no 
se  acuerda  de  sus  nombres,  hasta  cantidad  de  quince  hombres,  que  iban 
armados  y  corriendo  y  á  voces  diciendo:  tjViva  el  Rey  ó  mueran  trai- 


202 


COLECCIÓN  DE  DOCI7MEIÍT08 


dores!»  los  cuales  vió  que  entraron  en  casa  del  Marqués  don  Francisco 
Pizarro,  adonde  supo  é  fué  luego  público  é  notorio  que  mataroQ  ai  di- 
cho Marqués  don  Francisco  Pizarro»  é  á  uu  hermano  suyo  qae  se  deqh  j 
Francisco  Martín,  ó  á  Francisco  Martín  de  Cha  vez  é  á  un  paje  quanj 
decía  Esc^ndón,  é  á  otro  paje,  hijo  de  Gómez  de  Tordoya,  ó  á  otro  qm  | 
se  decía  Meudo,  criado  del  dicho  Francisco  de  Chávez,  é  á  Gualte,  cria* 
do  del  dotor  Juan  Vázquez,  é  otros  tres  hirieron;  é  luego  se  salió  á  li  I 
plaza  el  dicho  Juan  de  Herrada,  el  cual  hizo  salir  á  don  Diego  de  sal 
posada,  armado  é  á  caballo  y  con  él  mucha  gente,  é  luego  se  hizo  UAmarl 
é  apregonar  gobernador  del  Perú;  é  prendió  á  todos  los  alcaldes  é  regi-! 
dores  é  mandó  que  ninguna  persona,  si  no  fuese  de  las  de  su  valíft  éi\ 
Chile,  no  saliese  de  su  casa,  so  pena  de  la  vida,  y  luego  entró  do  teniaa] 
á  los  dichos  é  regidores;  é  salió  de  allá  dentro  un  hombre  que  se  dedil 
Juan  Ruiz  Barragán,  que  se  acuerda  agora  que  fué  uno  de  los  quince] 
que  se  hallaron  en  la  muerte  del  dicho  Marqués  é  de  los  demás,  é  dijo] 
á  un  Francisco  de  Chávez  «que  los  alcaldes  é  regidores  na  querían  t«- I 
cebir  por  gobernador  al  dicho  don  Diego  de  Almagro»;  y  el  dicho  Ft$úÁ 
cisco  de  Chávez  dijo:  «¿Por  qué  no  lo  hacéis  que  le  hayan?  ¿en  que  estáal 
aquí?  Fáganlo;  si  uo,  arroyarlos  hemos»;  é  dende  á  poco  vió  quel  ák 
don  Diego  salió  por  gobernador,  porque  luego  se  publicó  por  tai,  Aqu€ 
dicho  día  cierta  gente  de  los  que  seguían  la  valía  é  opinión  del  dieb] 
don  Diego  de  Almagro,  entraron  en  las  casas  del  dicho  Marqués,  é  ib\ 
Antonio  Picado,  é  del  diclio  Francisco  Martín  é  las  saquearon*  tornaad»! 
lo  que  en  ellas  había.  Preguntado  si  este  saquear  de  las  casas  se  hkt^m 
antes  ó  después  de  haber  recibido  por  gobernador  al  dicho  don  Die^j 
dijo  que  antes,  porque  fué  luego,  incontinente  de  como  mataron  «1 1 
cho  Maríjués;  é  que  antes  é  después  de  haberse  fecho  gobernador,  Ufífli\ 
dicho  día  andaba  la  gente  de  su  valía  del  dicho  don  Diego,  de  ^ 
casa  y  de  todas  tomaban  cuautos  caballos  é  armas  hallaban;  é  de 
desto,  fué  público  quel  dicho  don  Diego  de  Ahmigro  ó  Juan  de  HernuiíJ 
é  otras  personas  de  los  que  fueron  en  la  muerte  del  dicho  ^larqi] 
cieron  muchas  cartas  é  despachos  ó  por  fuerza  las  hacían  firmar  ni  i 
Antonio  Picado  é  á  los  alcaldes  é  regidores;  é  desde  á  poco®  días  U 
la  dicha  cibdad  uno  que  se  dice  Antonio  de  Horihuela,  qae  deciso  ( 
venia  de  Castilla,  y  porque  había  dicho  que  eran  traidores  I05 
bían  muerto  al  dicho  Marqués,  le  prendieron,  al  cual  este  teciu^u 
degollar  prestamente  en  la  plaza;  é  que  asimismo  sal)e  fué  muy  páh 


^m 


ÉÍk 


íéAKí 


ALMAGBO  Y  SUS  COKPANEEOS 


203 


que  prendieron  al  dicho  Antonio  Picado^  secretario  que  fué 
^bo  Marqués,  al  cual  le  dieron  muchos  tormentos  para  hacelle  que 
psaae  contra  el  Marqués  é  contra  sí  todo  io  que  el  dicho  don  Diego 
Umagro  é  sus  contrarios  querían,  é  el  dicho  Picado»  cuando  le  daban 
hos  tormentos,  dijo  que  porque  no  le  matasen,  quél  diría  é  con- 
todo lo  que  quisiesen;  é  que  diz  que  así  lo  había  fecho,  al  cual 
testigo  que  le  sacaron  de  la  cárcel  donde  le  tenían,  caballero  en 
é  C5on  pregón  le  llevaron  á  la  plaza  do  la  diclm  cíbdad  de  Lima 
ñde  este  testigo  le  vio  degollar;  é  al  tiempo  que  le  querían  degollar, 
%uÍQS  que  le  diesen  el  garrote,  llamó  al  escribano  é  le  dijo:  «Asen- 
dadme  por  fee  que  todo  cuanto  yo  he  dicho  é  confesado  fué  por 
de  los  tormentos,  y  que  no  es  verdad  lo  que  tengo  dicho  del  te- 
,  porque  él  ha  servido  al  Rey    como  debía»;  é  degollado  el  dicho 
,  ó  antes,  que  en  esto  no  tiene  memoria,  vio  que  se  partió  de  Liima 
}itán  del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  que  se  decía  García  de  Al- 
,  en  un  navio  con  cuarenta  personas  de  á  caballo  y  treinta  arca- 
é  sesenta  ó  ocho  hombres,  é  un  capitán  de  los  de  la  consulta 
cho  don  Diego,  que  se  decía  Francisco  Mt^udez,  dijo  á  este  testigo 
dicho  García  de  Alvarado  é  aquella  gente  que  consigo  llevaba 
buBCaí*  al  Licenciado  Vaca  de  Castro  para  le  echar  de  la  tierra; 
decían  que  iban  para  le  matar;  é  dende  á  dos  meses  volvió  el  dicho 
de  Alvarado,  porque  se  decía  que  no  había  hallado  al  dicho 
dado,  y  que  en  San  Miguel  había  hallado  y  prendido  y  degollado 

Edos  del  Marqués  Pizarro  quo  se  decían  el  uno  Alonso  de  Cabre- 
>tro  Fulano  de  Villegas  ó  el  otro  Vaz  Medrano;  ó  que  diz  que 
otro  color  para  los  matar,  sino  que  decían  que  estaba  mal  con 
^y  que  cuando  los  justició,  decía  que  los  mataba  por  araotinadores; 
B  después  desto,  prendieron  á  dos  capitanes  del  dicho  don  Diego,  por- 
Be  decía  que  querían  matar  al  dicho  Juan  de  Herrada,  que  se  decía  el 
I  Francisco  de  Chávez  y  el  otro  Francisco  Núñez;  y  que  asimismo  pren- 
al  bachiller  Enríquez,  y  questos  ilichos  capitanes  decían  que  no 
ndieran,  sino  porque  habían  aconsejado  al  dicho  don  Diego  de 
que  obedosciese  á  su  Rey,  á  los  cuales  Uevai'on  una  noche  á 
iO  y  en  el  dicho  navio  dieron  garrote  á  loa  dichos  Francisco  de 
vez  y  al  bachiller  Enríquez  é  los  mataron  é  los  echaron  á  la  mar,  lo 
I  se  hizo  en  el  navio  deste  testigo,  y  después  de  muertos  los  echaron 
08  costales  con  piedras  á  la  mar.  Preguntado  quienes  eran  los  que 


204 


OOLECCIÓK  DE  D0CUMXKT08 


llevaron  al  dicho  na^^o  al  dicho  Francisco  de  Ghávez  y  al  bachiller  | 
mataron,  dijo  que  Juan  Balza  y  con  él  siete  ó  ocho  hombres  viz 
y  por  mandado  del  dicho  Juan  Balza  un  negro  que  llevaban  eoc 
les  dio  garrote  y  los  ahogó;  y  que  luego  como  se  mató  el  dicho  Marqu 
por  mandado  del  dicho  don  Diego  detuvieron  todos  los  navios  que  ( 
presente  Imbfa  en  el  puerto  de  la  dicha  cibdad  de  loa  Reyes,  loi 
les  las  velas  y  gobernaUes  é  así  los  detuvieron  tres  meses,  y  que  en « 
tiempo  sabe  este  testigo  que  el  dicho  don  Diego  y  loa  que  le  seg 
tomaron  todos  loa  dineros,  oro  é  plata  é  otras  cosas  qae  se  h$ll6 
dicho  Marqués  Pizarro,  é  de  Hernando  Pizarro»  y  de  Picado,  y  todo  i 
oro  é  plata  que  S.  M.  tenía  en  Luna  y  en  la  cibdad  de  Trujillo»  y 
los  dineros  que  había  de  oficios  é  de  menores  é  de  depósitos;  y  qoé  i 
mismo  habían  prendido,  y  este  testigo  dejó  preso,  á  un  Juan  de  la  Pli 
que  venía  del  Cuzco  para  se  ir  A  Castilla,  y  se  decía  que  le  tenían  pr 
para  tomalle  loa  dineros  que  tenía,  é  á  un  compaüero  é  amigo  dest*  i 
cho  Juan  de  la  Plaza  que  había  venido  del  Cuzco,  que  no  se  acue 
cómo  se  llamaba,  habían  entrado  en  su  posada  ciertos  hombres  de  ] 
de  Juan  de  Herrada,  y  como  entraron  le  comenzaban  á  descerrajar 
arcas,  é  el  dicho  hombre  dijo  que  no  le  descerrajasen  sus  a^  v 
las  abriría,  é  así  lo  hizo,  y  que  le  tomaron  en  plata  labrada  i.^  _  _ 
tídad  ó  valor  de  sesenta  pesos,  porque  no  le  hallaron  más;  y  que  \ 
mo  sabe  que  á  un  vecino  que  se  dice  Diego  Cabala  le  saquearon  la  i 
y  la  casa  del  Obispo  del  Cuzco  y  le  tomaron  sus  yeguas  ó  todo  lo  i 
hallaron  suyo;  y  quel  día  de  Todos  Santos  próximo  que  pasó.  i^-*íiT"ífl1 
don  fray  Vicente  de  Valverde,  obispo  del  Cuzco,  en  la  dicha  l 
Lima,  predicó,  ó  en  el  sermón  que  hizo  reprendió  diciendo  que  ao< 
bien  que  se  fuese  á  dar  batalla  á  los  del  Cuzco,  porque  se  decía  qa 
vecinos  del  Cuzco  é  otra  gente  se  habian  alzado  por  el  Rey  en  el  ^ 
é  no  querían  obedescer  al  «ücho  don  Diego  de  Almagro,  los  que 
á  dar  batalla,  é  que  por  esta  reprensión  que  hizo,  los  de  La  pard  < 
dicho  don  Diego  de  Almagro  habían  maltratado  de  [mlabras  a 
obispo  é  amenazadole,  por  lo  cual  el  dicho  obispo  y  el  doUtr  Jti 
lázquea:,  su  criado,  una  noche  eacondidamente  se  fueron  en  mi 
de  Vallejo;  ó  que  este  testigo  vio  cómo  se  hacían  alardes  de  \^^i 
é  se  pubUcaba  que  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  coo  todü»! 
de  su  valía  se  quería  ir  á  dar  batalla  á  los  que  estaban  m 
ó  para  esto  se  estaban  ya  todos  aderezando 


ALMAQBO  Y  SUS  OOMFANSROB 


205 


hacían  ir  por  fuerza,  y  estando  ya  prestos  para  se  querer  ir  al  Cuzco, 

Üeron  licencia  á  todos  los  navios  que  había  en  el  puerto,  que  se  fuesen, 

scepto  dos  ó  tres  que  dejaron,  no  sabe  este  testigo  para  qué,  y  en  el 

ivío  deste  testigo  metieron  á  su  mujer  del  dicho  Francisco  Martín, 

|116  mataron^  ó  á  cuatro  hijos  mestizos  del  dicho  Marqués  don  Francis- 

Pizarro,  los  tres  varones  é  una  hembra,  é  mandaron  á  este  testigo 

jmo  á  maestre  del  dicho  navio,  que  la  dicha  mujer  del  dicho  Francisco 

Jn  ó  los  dichos  hijos  del  dicho  Marqués  que  los  llevase  á  la  provin- 

de  Nicaragua*  Preguntado  quién  le  mandó  que  los  llevase,  dijo  que 

fíiBn  de  Herrada,  Preguntado  qué  es  lo  que  le  dieron  por  el  flete  é  costa  de 

dicha  mujer  de  Francisco  Martín  é  hijos  del  dicho  Marqués,  dijo  que 

ninguna  cosa,  antes  los  enviaron  sin  ninguna  cosa  ni  servicio,  y  que 

negra  que  traía  suya  la  dicha  mujer  del  dicho  Francisco  Martín,  se 

tomaron  viniéndose  á  embarcar,  y  este  testigo  se  partió  ó  hizo  á  la 

ala  del  dicho  puerto  de  Lima  habrá  hoy  treinta  é  un  días,   poco  más  ó 

leaos,  y  este  testigo  vino  á  Túmbez  á  buscar  al  Licenciado  Vaca  de 

),  para  le  contar  lo  acaescido  en  Lima,  é  no  le  halló  é  supo  acá 

estaba  en  San  Francisco  de  Quito,  é  acá  supo  de  Sebastián  de  la 

ada,  questá  por  teniente  en  Túmbez,  cómo  los  indios  de  la  isla  de  la 

la  se  habían  alzado  é  habían  muerto  á  muchos  cristianos,  ó  dio  á 

testigo  un  mandamiento  y  gente  para  que  fuese  á  la  isla  á  saber  la 

inídad  dello,  y  este  testigo  fué  allá  y  halló  un  navio  de  Pedro  de  los 

de  Nicaragua,  que  venía  á  la  vela  huyendo  de  la  dicha  isla,  y  ha* 

>  con  este  testigo,  del  cual  se  informó  é  supo  de  los  que  venían  en  el 

I  cómo  los  indios  de  la  Puna  les  habían  venido  á  dar  batalla  con 

é  se  venían,  y  este  testigo  con  su  navio  se  juntó  con  el  dicho 

de  Nicaragua  y  se  tomaron  á  Túmbez,  adonde  tomaron  un  indio 

ie  la  dicha  isla  había  tomado  é  traía  el  otro  navio  de  Pedro  de  los 

¡  el  cual  preguntado  por  una  lengua  cómo  se  habían  alzado  los  in* 

ques  lo  que  habían  liecho,  dijo  que  habían  muerto  á  un  cristia- 

"que  se  decía  Cepeda,  que  por  el  Rey  estaba  é  cogía  los  tributos  de  la 

í  i^  é  á  otros  cinco  hombres  cristianos  que  con  él  estaban,  é  que  vi- 

>J3do  por  la  mar  cerca  de  ia  dicha  isla,  una  balsa  en  que  venía  el 

lio  Obispo  del  Cuzco  y  el  dotor  Juan  Velázquez,  su  criado,  é  otros 

T^  hombres  cristianos,  á  los  cuales  mataron  é  los  echaron  á  la  mar 

^a  tomaron  lo  que  traían  é  dos  negros  é  una  negra,  é  questos  negros  é 

los  habían  repartido  entre  los  caciques  de  la  isla  é  los  llevaban 


206  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

allá  para  los  matar  allá,  y  que  después  los  dichos  indios  de  la  dicha  ¡ab 
mataron  en  la  mar  á  o^s  cinco  hombres  ó  una  mujer  cristianos  que 
venían  en  otra  balsa,  é  que  en  otra  balsa  habían  muerto  á  un  Joan  de 
Valdivieso  é  á  otros  cuatro  ó  cinco  cristianos  y  les  tomaron  diez  pesos 
de  oro  y  plata  que  traían  para  S.  M.,  y  questos  dineros  los  indios  habtan 
dicho  que  se  estuviese  el  dicho  oro  é  plata  en  la  caja  donde  se  veoii 
fasta  que  viniesen  los  cristianos,  y  que  otro  oro  y  plata  que  tomaron  de 
los  otros,  lo  habían  repartido.  Preguntado  de  dónde  é  á  dónde  se  IlsTi- 
ba,  dijo  que  allí  é  dijo  que  era  del  oro  que  de  S.  M.  había  en  Sant  Migad, 
de  donde  lo  llevaban  al  Licenciado  Vaca  de  Castro  para  que  lo  enviase  i 
esta  cibdad  á  hacer  gente  é  armas  para  apaciguar  la  tierra.  Pteguntado  el 
testigo  cómo  sabía  quel  muerto  fuese  el  Obispo  del  Cuzco,  dijo  que  ad  h 
dijo  el  indio,  é  señalaba  que  habían  muerto  dos  frailes  haciendo  sefiasdebe 
hábitos  y  de  las  coronas,  y  que  ansí  se  creyó  é  cree  y  tiene  por  derto  qne 
fuesen  é  por  las  señas  de  los  negros  é  negras  que  llevaban  y  porque  le 
sabía  que  había  ido  en  una  balsa  á  buscar  al  dicho  Licenciado  Vaca  de 
Castro,  y  que  asimismo  otros  indios  de  la  tierra  firme  dijeron  que  ha- 
bían visto  orilla  de  la  mar  cinco  hombres  é  ima  mujer  cristianos  muer- 
tos, é  que  se  cree  que  fuese  el  dicho  Valdivieso,  porque  se  sabía  que 
había  ido  en  una  balsa  con  los  dichos  hombres  é  mujer  y  dineros  y  qne 
este  testigo  había  traído  por  fuerza,  por  no  osar  hacer  otra  cosa,  á  la  nra- 
jer  del  dicho  Francisco  Martín  ó  á  los  hijos  del  dicho  Marqués,  los  coa- 
Íes,  por  mandado  del  teniente  de  Túmbez  los  dejó  en  Túmbez  é  se  vino 
á  esta  cibdad;  é  questa  es  la  verdad  so  cargo  del  juramento  que  hizo,  é 
lo  firmó  de  su  nombre. — Juan  Baptista  de  Pastene. 

19  de  Diciembre  de  1541 

XLIV. — Fee  déi  cierta  probanza  é  abtos  é  escripturas 
de  don  Alonso  Enríquez  contra  Hernando  Pizarra 

(Archivo  de  Indias,  52-2-1/14) 

Muy  magníficos  señores: — Don  Alonso  Enríquez  de  Guzmán,  como 
criado  de  Su  Majestad,  y  albacea  y  testamentario  del  ilustre  señor  don 
Diego  de  Almagro,  adelantado,  gobernador,  lugarteniente  y  capitán  ge- 
neral de  S.  M.  en  el  Nuevo  Reino  de  Toledo  del  Perú,  y  procurador  de  su 


/ 


▲LMAOBO  Y  SÜB  COMPAÑEROS  207 

■>  y  por  mi  propio  interés,  parezco  ante  vuestras  mercedes  y  digo: 
)  á  mi  noticia  es  venido  cómo  han  traído  dos  fuentes  grandes 
oro  y  un  jarro,  y  una  taza,  y  una  copa,  un  bernegal,  y  un  salero  de 
,  y  otras  piezas  de  oro  y  plata  á  esta  Casa  Real  de  8.  M.,  por  de  Her- 
ido Pizarro,  questá  preso  en  su  corte,  lo  que  tomó  con  otra  mucha  can- 
id  de  hacienda  en  mi  presencia  al  dicho  señor  Adelantado,  cuando 
nato  dándole  im  garrote,  y  sacándole  con  él  con  ima  soga  á  la  picota 
'  más  afrentalle,  quitándole  la  honra,  la  vida  y  la  hacienda  y  la  go- 
nación,  metiéndose  y  apoderándose  en  todo  ello,  como  tirano,  sin 
er  poder  ni  facultad  de  S.  M.,  y  por  cuanto  así  lo  sobredicho  perte- 
íe  á  S.  M.  y  es  suyo,  como  de  rey,  ansí  por  ser  delincuente  como  por 
)ello  habido  el  dicho  Hernando  Pizarro  del  dicho  señor  Adelantado 
e  Mango  Inga  Yupangue,  cacique  mayor  del  Perú  y  de  otros  cacl- 
es indios,  por  fuerza  y  contra  justicia,  como  me  obligo  á  probar,  re- 
ero  á  vuestras  mercedes  una  é  cuantas  veces  con  derecho  debo  é 
lugar;  por  lo  susodicho  é  porquel  dicho  Hernando  Pizarro  hobo  é 
ló  catorce  mili  castellanos  míos,  que  yo  tenía  en  poder  del  dicho  se- 
:  Adelantado,  tengan  y  retengan,  así  lo  susodicho,  como  lo  que 
3  le  trajeren,  hasta  que  S.  M.  me  oiga  en  persona  y  propiamente  vea 
e  mi  requerimiento,  porque  así  conviene  á  su  justicia  é  servicio  é 
érese  real,  que  yo  me  obligo  demostrar  siempre  que  se  me  pidiere  el 
lamento  del  dicho  señor  Adelantado  é  poder  que  tengo  del  dicho 
íor  don  Diego,  su  hijo,  para  lo  susodicho,  y  las  escrituras,  como  yo 
lía  en  poder  del  dicho  Adelantado  los  dichos  catorce  mili  castellanos 
os,  cuando  lo  mató  é  robó  el  dicho  Hernán  Pizarro;  é  de  como  así  es, 
;o  é  requiero,  é  pido  á  vuestras  mercedes,  pido  á  vos,  el  presente  escri- 
10,  me  lo  deis  por  testimonio;  é  á  los  presentes,  me  sean  testigos,  pro- 
bando, como  protesto,"  á  estos  señores,  que  será  á  su  cargo,  así  lo  que 
a  á  S.  M.  como  lo  que  toca  á  mí  é  al  dicho  señor  Adelantado,  cuyo 
ier  tengo;  de  todo  lo  cual  estoy  presto  para  dar  bastante  información. 

En  Limes,  diez  é  nueve  días  del  mes  de  Diciembre,  año  de  mili  é 
Lnientos  ó  cuarenta  é  un  años,  ante  los  señores  jueces,  el  tesorero 
smcisco  Tello  y  el  contador  Diego  de  Zarate,  lo  presentó  el  contenido. 

E  luego  los  dichos  señores  jueces  mandaron  que  presente  la  partí- 
del  registro  donde  viene  registrado  las  partidas  de  oro  é  plata  que 
»  que  traen  para  ^ernando  Pizarro,  ó  que  dé  información  de  lo  que 
»,  é  que  dada,  lo  verán  é  harán  justicia. 


208  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

E  después  desto,  en  la  dicha  cibdad  de  Sevilla,  treinta  é  un  días 
del  dicho  mes  de  Diciembre,  afio  de  mili  é  quinientos  é  cuarenta  é  coa- 
tro  afios,  el  dicho  don  Alonso  Enríquez  presentó  por  testigo  en  esta 
dicha  razón,  á  Gonzalo  de  Aguilar,  é  á  Juan  de  Ojeda,  mercader,  é  á 
Hernán  Ponce  de  León,  é  á  Francisco  Román,  de  los  cuales  é  de  cada 
imo  dellos  fué  rescebido  juramento  por  Dios  é  por  Santa  María,  é  por 
los  Santos  Evangelios,  é  por  la  señal  de  la  cruz,  en  que  pusieron  su 
manos  derechas  corporalmente,  en  virtud  del  cual  prometieron  de  dedr 
verdad  de  lo  que  supiesen  é  les  fuere  preguntado  en  razón  de  lo  que 
serán  presentados  por  testigos,  é  cada  uno  dellos  por  sí  dijo:  sí  juro,  é 
amén. 

É  lo  que  los  dichos  testigos  é  cada  imo  dellos  dijeron  é  depusieran 
por  sus  dichos  é  dipusiciones  con  el  interrogatorio  por  donde  fueron 
preguntados,  es  lo  siguiente: 

Por  las  preguntas  siguientes  se  examinen  los  testigos  que  se  pro- 
sentaren  por  parte  de  don  Alonso  Enríquez,  para  justificar  el  requeri- 
miento y  embargo  que  por  su  parte  está  pedido  en  la  hacienda  y  parti- 
das de  oro  y  plata  de  Hernando  Pizarro  ante  los  señores  jueces  de  la 
(vasa  Real  de  la  Contratación  de  las  Indias  desta  cibdad: 

1.  Primeramente,  si  conocen  al  dicho  don  Alonso  Enríquez;  y  si 
conocen  á  Hernando  Pizarro,  que  está  preso  en  la  Corte  de  S.  M.;  y  si 
conocieron  á  don  Diego  de  Almagro  y  á  don  Francisco  Pizarro,  gober- 
nadores que  fueron  en  las  provincias  del  Perú,  en  las  Indias  del  ^lar 
Océano. 

2.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  los  dichos  adelantado  don  Diego  de 
Almagro  y  el  Manjués  don  Francisco  Pizarro  fueron  compañeros  más 
tiempo  de  veinte  é  cuatro  años,  y  se  quisieron  bien,  y  trataron  verdad 
ol  uno  al  otro,  y  el  otro  al  otro,  y  así  como  á  hermanos,  juntamente 
conquistaron  la  dicha  provincia  del  Perú,  y  como  servidores  de  S.  M., 
tuvieron  quieta  é  pacífica  la  dicha  tierra  y  los  conquistadores  y  mora- 
dores della  estaban  en  paz,  unión  y  hermandad,  y  los  susodichos  gober- 
nadores hacían  justicia  á  las  partes,  y  así  estaban  queridos,  amados  y 
temidos,  de  que  Dios  Nuestro  Señor  y  S.  M.  eran  muy  servidos:  digan 
los  testigos  que  lo  saben  porque  lo  vieron  y  se  hallaron  presentes  en  la 
dicha  tierra. 

3.  ítem:  si  saben,  etc.,  questando  los  dichos  don  Diego  de  Almagro 
y  don  Francisco  Pizarro  en  aquel  amor  y  hermandad  que  siempre 


ALMAGRO  Y  SÜB  COMPAÑEROS  209 

habían  tenido,  desde  que  fueron  pobres  mineros  hasta  que  fueron  se- 
ñores y  gobernadores  de  S.  M.,  Hernando  Pizarro,  hermano  del  dicho 
don  Francisco,  fué  á  aquella  tierra,  el  cual,  después  de  llegado,  luego 
los  revolvió,  apartó  é  dividió,  así  á  ellos  como  los  vecinos  y  moradores 
de  aquella  tierra,  é  puso  entre  todos  tanta  revuelta,  quistiones  y  enemis- 
tades, que  fué  y  ha  sido  cabsa  principal  y  principio  de  todas  las  muertes, 
daños,  escándalos  y  levantamientos  de  indios,  y  pérdidas  de  las  rentas 
de  S.  M.  que  hasta  hoy  en  aquella  tierra  ha  sucedido:  digan  los  testigos 
que  lo  saben  porque  lo  vieron  y  se  hallaron  presentes  en  la  dicha  tierra. 

4.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  S.  M.  del  Emperader  y  Rey  nuestro 
señor,  acatando  á  los  servicios  quel  dicho  don  Diego  de  Almagro  y  don 
Francisco  Pizarro  habían  fecho,  les  dio  y  concedió  la  gobernación  de 
aquella  tierra,  la  cual  dividió  entre  ellos  en  esta  manera:  á  don  Fran- 
cisco Pizarro,  que  fué  el  primer  gobernador,  desde  el  río  de  Chumen- 
pulla,  que  en  lengua  de  cristianos  le  pusieron  de  Santiago,  hasta  Chin- 
cha, que  son  doscientas  y  sesenta  leguas,  con  las  sesenta  acrecentadas 
á  su  pedimento;  y  á  don  Diego  de  Almagro,  desde  el  río  de  Chincha 
hasta  que  so  cumpliesen  doscientas  leguas,  con  todo  lo  poblado,  descu- 
bierto y  por  descubrir,  luengo  de  costa. 

5.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  en  la  dicha  demarcación  y  división  que 
S.  M.  hizo  do  las  dichas  provincias  entre  los  dichos  adelantado  don 
Diego  de  Almagro  y  el  Marqués  don  Francisco  Pizarro,  cupo  en  la 
parte  del  dicho  Adelantado  la  cibdad  del  Cuzco,  porque  su  gobernación 
comenzaba  desde  el  dicho  río  Chincha,  según  paresció  por  la  provisión 
y  merced  de  S.  M.:  digan  los  testigos  que  lo  saben  porque  tuvieron 
noticia  de  la  merced  y  provisión,  y  estaban  en  dicha  tierra  en  aquella 
sazón,  y  tienen  noticia  de  toda  la  tierra,  ansí  la  que  se  le  concedió  al  dicho 
Marqués  como  al  dicho  adelantado  don  Diego. 

6.  ítem:  si  saben,  etc.,  quel  dicho  adelantado  don  Diego  de  Alma- 
gro, con  mucha  gente  de  caballo  y  peones,  con  mucho  ejército  y  aparejo 
de  guerra,  con  gran  costa  y  gasto  suyo  y  de  sus  amigos,  por  servir  á 
Dios  Nuestro  Señor  y  traer  gentes  á  la  fee  y  unión  de  la  Iglesia  y  acre- 
sentar  las  rentas  reales  de  S.  M.  y  serville,  fué  á  descubrir  y  conquistar 
la  tierra  adelante  de  su  gobernación,  y  en  ello  estuvo  cerca  de  dos  años, 
Y  pasó  grandes  trabajos  y  gastos:  digan  los  testigos  que  lo  saben  por- 
jue  lo  vieron  y  se  hallaron  presentes  en  la  tierra,  y  declaren  lo  que 
pasó  cerca  de  lo  susodicho. 

14 


210 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


7.  ítem:  si  saben,  etc.,  questando  ©1  dicho  adelantado  don  Diego  < 
Almagro  conquistando  la  dicha  tierra,  el  dicho  Hernando  Pizarro 
metió  en  la  cibdad  del  Cuzco  con  mucha  gente,  y  se  apoderó,  y 
en  ella  como  señor  y  gobernador  della,  llevaba  y  llevó  lo«  tributos ; 
servicios  con  que  los  caciques  y  sus  indios  acudían  y  contribuían 
S.  M.,  y  Mango  Inga  Yupanque,  cacique  mayor»  por  fuerza  prendióla 
y  amenazándolo  por  fuerza,  y  haciéndole  grandes  extorsiones  y 
zas,  sacó  del  más  de  doscientos  mili  castellanos,  fuera  del  tributo  or 
nario  con  quel  dicho  cacique  soha  acudir,  y  entre  lo  que  le  ton 
dos  hombres  de  oro  tan  grandes  como  estado  de  un  hombre:  u.j. 
testigos  que  lo  saben  porque  lo  vieron  y  se  hallaron  presentes. 

8.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  los  dichos  malos  tratamientos,  robos  ¡ 
fuerzas  quel  dicho  Hernando  Pizarro  hizo  á  los  dichos  caciques  y  sor 
indios,  y  toda  la  dicha  tierra,  fueron  cabsa  quel  dicho  gran  caciqtte  i 
levantó  y  alzó  la  obidiencia,  y  cesaron  de  dar  el  tributo,  y,  lo  que  ] 
es,  que  levantaron  toda  la  tierra  y  \ánieron  sobre  la  dicha  cibd«d«  ] 
sobre  la  cibdad  de  los  Reyes,  y  mataron  más  de  quinientos  cristianofi,] 
los  cristianos  mataron  muchos  indios,  asi  mujeres  como  hombm] 
niños  chiquitos,  y  se  hizo  gran  daño  y  estrago,  así  en  los  cristíanod  i 
en  los  indios,  de  cuya  cabsa,  demás  del  daño,  8.  M.  ha  perdida  mu 
intereses  en  sus  rentas  reales:  digan  los  testigos  que  lo  aabeQ 
lo  vieron  y  se  hallaron  presentes  en  la  dicha  tierra. 

9.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  sabido  por  el  adelantada  don  I^^ 
Almagro  el  levantamiento  de  la  tierra,  y  como  la  cibdad  del  ' 
que  los  cristianos  en  ella  estaban  cercados,  dejó  la  conquista  y  bfljíi 
socorro  deDos  y  de  la  dicha  cibdad,  y  sabida  por  los  indios  sa 
de  temor  que  liobieron,  alzaron  el  cerco,  y  quisieron  reducir^  ^    ^  - 
de  la  Iglesia  y  servicio  de  S.  M.,  como  antes  estaban;  y  Im 
recibir  y  halagar  conforme  á  las  provisiones  y  instrución  d^ 
en  las  Indias  tiene  dada  á  todos  los  gobernadores  deUas,  no  Jo 
antes  los  resgataba  y  pechaba  de  tal  manera,  que  cada  una  hn' 
pagar  primero  que  fuese  recibida  la  paz,  gran  suma  de  oro  y  ¡ 
para  eUo  tenia  en  la  plaza  del  Cuzco  sus  mayordomos  indios,  qn 
sen  y  recogiesen  el  dicho  oro  y  robo  que  á  los  indios  hada,  qt^ 
cabsa  que  muchos  dellos,  gente  principal  de  la  tierra,  por  no  bts^^ 
qué  resgatarse,  no  osaban  venir,  y  se  quedaban  alzados  y  de  ^^'^^ 
el  dicho  cacique  mayor  Mango  Inga  Yupangue  [quel  basfcji 


ALMAOBO  T  SUS  COMPANEROH 


211 


sodicho,  está  alzado:  digan  los  testigos  que  lo  saben  porque  lo  v'ieron 
y  se  hallaron  presentes  á  todo  lo  susodicho  en  la  dicha  tierra. 

10,  ítem:  si  saben,  etc,,  quel  dicho  Hernando  Pizarro  estaba  tan 
embebecido  en  sus  tiranías  y  fuerzas  y  robos  que  en  la  dicha  tieiTa 
hacía,  que  no  admitía  consejo  ni  parecer  de  nadie  para  dejallas  de 
hacer;  antes  con  mtis  desvergüenza  y  publicidad  las  hacía;  y  si  saben 

16  cerca  dello  le  fueron  á  reprehender  don  Alonso  Enríquez  y  Hernán- 
Ponce  de  León,  diciéndole  que  mirase  el  servicio  de  Dios  y  de  S.  M. 
no  tiranizase  tanto  aquella  tierra:  el  cual  les  respondió  que  aquel 
rgo  había  tomado  para  aprovecliarse,  y  así  lo  Ixacía  y  había  de  hacer; 
se  si  S,  M.  viese  que  lo  había  fecho  mal,  no  le  encargase  otro;  y  así 
dejaron,  por  no  podello  apartar  de  su  propósito. 

11,  ítem:  si  saben,  etc.,  quel  dicho  Hernando  Pizarro  públicamente 
ía  y  aconsejaba  á  todos  los  de  su  compañía,  que  si  quisiesen  librar 

m  en  España,  trujesen  dineros,  aimque  allá  loa  hobieseu  habido  raal, 
[bien  c*omo  los  pudiesen  adquerir. 

12,  ítem:  si  saben,  etc,  que  después  que  supo  el  dicho  Hernando 
ro  quel  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro    venía  á  la  dicha 

lad  á  socoiTella,  eotoo  los  indios  ya  habían  alzado  el  cerco,  se  fortaleció 
KO  en  la  dicha  cibdad;  y  demás  de  la  gente  de  guerra  que  en  ella 
de  cristianos,  metió  muchos  indios,  á  los  cuales  ai-mó  de  picas  y 
y  otras  armas,  y  los  avezaba  y  avezó  á  pelear  contra  los  cristia- 
quitándoles  el  temor  que  tenían  de  los  caballos,  Iiaciéudolea  poner 
.  picas  en  los  restos  de  los  caballos,  y  calallas  en  los  pies,  y  ansí  los 
itriaba  y  avezaba  y  los  hizo  gente  de  guerra:  digan  los  testigos 
^OLB  lo  saben  porque  lo  vieron  y  se  hallaron  presentes  en  la  diclia  tierra, 
13-  ítem:  si  sal>en,  etc,  que  al  tiempo  quel  dicho  Adelantado  vol- 
^ -iíd  y  venía  á  descercar  al  dicho  Hernando  Pizarro,  y  la  dicha  cil^dad 
^1  CuzüO^  llegando,  que  llegó,  seis  leguas  de  la  cibdad  á  un  lugar  que 
9   Jlama  Urcos,  el  dicho  Hernando  Pizarro  llamó  a  consejo  á  los  capi- 
-  -  --"^  y  caballeros  que  tenía  en  su  compañía  para  hí^ber  su  acuerdo,  si 
íera  al  dicho  Adelantado,  ó  le  defendiera  la  entrada,  ó  le  mataría, 
Al  consejo  se  juntaron  el  capitán  Hernán  Ponce  de  León,  capitán 
ante  de  caballo^  y  el  capitán  Grabiel  de  Rojas,  y  don  Alonso  En- 
de Gozmáu,  maestre  de  campo  y  capitán  de  la  gente  de  á  pie^  y 
Bo  Ríquelme,  tesorero  de  S,  M.,  y  el  hcenciado  Francisco  de  Prado, 
i  muaho3  caballeros  que  allí  se  hallaron,  ante  los  cuales  el  dicho 


212  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

Hernando  Pizarro  propuso  que  quería  prender  y  matar  al  dicho  don 
Diego  de  Almagro,  adelantado  y  gobernador,  antes  que  mostrase  las 
provisiones  de  S.  M.:  y  si  saben  quel  dicho  capitán  Hernán  Ponce  dijo 
que  no  era  en  tal  parescer,  porque  era  en  gran  deservicio  de  Dios  y  de 
S.  M.,  y  asimismo  se  conformó  con  él  el  Licenciado  Prado  y  le  dijo  y 
persuadió  á  que  no  lo  hiciese,  poniéndole  delante  muchos  inconvenien- 
tes y  males  que  dello  se  siguirían,  de  que  Dios  Nuestro  Señor  era  deser- 
vido y  S.  M.  muy  dañineado;  á  los  cuales  el  dicho  Hernando  Pizano 
respondió  que  quería  más  un  real  ó  dos  que  al  Rey  y  al  Papa,  sino 
guardar  su  cibdad  y  quedar  señor  della;  y  así  desbarató  el  consejo,  sin 
tomar  parecer  de  nadie. 

14.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  incontinente  quel  dicho  Hernando  Pi- 
zarro desbarató  el  consejo,  no  quiso  estar  al  psurecer  de  los  capitanes, 
como  está  dicho  en  la  pregunta  antes  desta;  se  armó  y  hizo  armar  la 
gente  que  en  ella  consigo  tenía,  así  la  que  tenía  pechada  y  atemorizada, 
de  indios  y  españoles,  y  salió  al  campo  y  llegó  adonde  estaba  el  dicho 
Adelantado  y  su  gente,  y  allí  lo  quisiera  prender  á  él  y  á  los  que  con  é 
venían,  y  como  halló  resistencia,  se  volvió  huyendo  á  la  dicha  dbdad, 
y  se  fortaleció  y  rehizo  en  ella,  y  el  dicho  Adelantado  vino  cerca  de  k 
cibdad,  y  se  dieron  ciertos  asientos  y  conciertos  entre  él  y  el  dicho  He^ 
liando  Pizarro  cerca  del  en tregalle  la  cibdad  sin  pasión  ni  revuelta,  y 
lucieron  capítulos,  y  los  otorgó  el  dicho  Hernando  Pizarro  debajo  de 
pleito  honioiiaje  (jue  hizo,  el  cual  luego  quebrantó,  y  quisiera  efectuar 
su  propósito  de  prender  al  dicho  Adelantado  y  su  gente,  y  no  entregar 
la  cibdad:  digan  los  te.sti<;o9  que  lo  saben  porque  lo  vieron  y  declararlo 
([ue  pasó  (terca  deste  artículo. 

15.  Ítem:  si  saben,  etc.,  que  después  de  lo  susodicho,  el  dicho  Ade- 
lantado presentó  sus  provisiones  á  los  regidores  de  cabildo,  ajninta- 
miento  do  la  dicha  cibdad;  lo  recibieron  por  gobernador,  como  S.  M.  lo 
mandaba,  y  estando  así  recibido,  prendió  al  dicho  Hernando  Pizarro  y 
hizo  proceso  contra  él,  en  razón  de  lo  que  había  fecho  y  cometido,  aá 
cíontra  él  como  en  aquella  tierra,  y  fecho  el  proceso  con  él,  lo  envió  pre- 
so, que  se  presentase  ante  S.  M.  é  los  señores  de  su  Consejo  de  las  In- 
dias; el  cual  se  obligó  y  prometió  de  lo  hacer  así,  so  pena  de  cincuenta 
mil  castellanos,  é  prometió  asimismo  que  no  iría  ni  volvería  contra  el 
dicho  Adelantado,  hasta  tanto  que  se  hobiese  presentado  ante  S.  M. ' 
en  el  dicho  su  Consejo  y  debajo  desta  obligación  y  promesa  que  le  hizo 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS 


213 


dicho  Adelantado,  libreineate  lo  soltó  y  envió:  digan  los  testigos  que 
lo  saben  porque  lo  vieron  y  &e  hallaron  presentes  en  esta  dicha  üerra, 

16.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  sin  hacer  ni  cumplir  cosa  de  lo  susodi- 
JO,  el  dicho  Hernando  Pizarro  se  hizo  de  mucha  gente,  y  con  setecien- 

ó  ochocientos  hombres  volvió  sobre  el  dicho  Adelantado  á  la  cibdad 
Oiizoo  y  le  dio  batalla,  en  la  cual  le  mató  más  de  doscientos  é  cin- 
"cuenta  hombres,  é  muchos  dellos  principales  é  servidores  de  S.  M.,  é 
1138  habían  sido  en  descubrir  y  ganar  aquella  tierra;   y  asimismo,  acá- 
la  batalla,  en  sus  casas,  estando  heridos  en  las  camas,  hizo  matar 
i  muchos  hidalgos  y  personas  de  cuenta,  que  en  aquella  tierra  hicie- 
mucha  falta:  digan  los  testigos  que  lo  saben  porque  lo  vieron  y  se 
illaron  presentes,  y  declaren  quiénes  fueron  los  muertos  y  los  que 
ataron  después  de  la  batalla, 

17.  ítem:   si  saben,  etc.,  quel  dicho  Hernando  Pizarro  asimismo 
dndió  al  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro  y  lo  maltrató,  y  hizo 

muchos  malos  tratamientos,  así  de  obra  como  de  palabra,  y  lo  metió 

muy  cruel  prisión,  donde  no  le  dejaba  ver  ni  hablar  á  ninguno  de  sus 

Jos  ni  amigos,  ni  dejaba  que  le  curasen  las  llagas  y  heridas  que 

de  los  trabajos  y  jomadas  que  había  fecho  en  servicio  de  Dios  y 

I  S.  M:  digan  los  testigos  que  lo  saben,  porque  lo  vieron,  y  declaren  la 

rión  en  que  lo  tenían  y  el  tratamiento  que  le  hacían. 

18.  ítem:  si  saben,  etc,  que  preso  el    dicho  Adelantado,  el  dicho 
ido  Pizarro  le  tomó,  robó  y  saqueó  su  casa,  bienes  y  hacienda,  y 

I  tomó  todo  el  maíz  y  ovejas   y  coca  y  ají,  y  mantas,  y  asimismo  todas 

vajillas  de  oro  y  plata,  on  que  había  una  fuente  grande,  y  una  taza, 

i  jarro,  y  una  copa  y  sobrecopa,  y  un  bernegal,  y  un  salero,  y  sobre- 

lero,  todo  de  oro,  y  vajilla  entera  de  plata,  y  mucha  otra  gran  cantidad 

I  oro  é  plata,  é  piedras,  é  perlas,  que  valla  y  montó  gran  suma  de  oro: 

igan  que  lo  saben  porque  lo  vieron  y  se  hallaron  presentes  á  ello,  y 

I  ^ieclaren  qué  podía  valor  y  valía  lo  que  tomó  y  robó  de  uso  del  dicho 

delantado, 

19.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  demás  de  todo  lo  susodicho,  el  dicho 
ido  Pizarro  saqueó  la  dicha  cibdad  del  Cuzco,  y  á  todos  los  cris- 
ios  y  moradores  que  estaban  en  eUa  y  les  tomó  sus  bienes  y  hacien* 
I,  y  asimismo  robó  á  los  oficiales  de  S.  M,  al  tesorero  Manuel  Despi- 
■'^  y  al  contador  Juan  de  Guzmán,  y  al  fator  Turuégano,  á  los  cuales 

«ició  é  robó  la  hacienda  de  S.  M,,  y  hasta  hoy  se  quedó  con  ella:  di- 


214 


COLECCIÓN  DE  DOGÜMXlíTOB 


gau  los  testigos  que  lo  saben  porque  lo  vieron  y  se  hallaron  present 
20*  ítem:  8i  saben,  etc.,  que  asimismo  saqueó  y  robó   cien  leu 
al  rededor  de  la  dicha  cibdad,  á  todos  los  indios  y  caciques  col 
y  repartimientos  que  los  cristianos  tenían,  y  lea  tomó  todas  las  mantas ; 
maíces,  ajís  y  coca,  y  todas  las  ovejas  que  tenían  y  lo  trujo  á  la  djc 
eibdad  y  hizo  albóndiga  de  todo  ello,  y  allí  se  vendía  y  lo  vendió  pul 
camente,  de  que  hizo  gran  suma  y  cantidad  de  oro,  y  cuando  los 
tianos  á  quien  los  indios  estaban  encomendados,  le  venían  á  habí 
sobre  ello,  y  á  los  que  eran  de  la  opinión  y  amigos  de   don   Diego  < 
Almagro  decía  que  por  traidores  los  había  así  saqueado  y  tomado  i 
bienes;  y  los  que  eran  sus  amigos  de  su  hermano»  les  decía  que  hobie 
sen  paciencia,  pues  los  había  venido  á  ñivorecer  y  sacar  de  catívoo  i 
poder  de  don  Diego  de  Almagro;  que  había  de  cumplir  con  los  que  con 
sigo  traía,  y  ansí  se  quedó  con  todo  lo  que  robó;  digan  lo  que 
porque  lo  vieron  y  se  hallaron  presentes  á  ello. 

21.  ítem:  si  saben,  etc*,  que  asimismo  el  dicho  Hernando  Pií 
prendió  á  don  Alonso  Enríquez,  y  lo  liizo  tomar  de  su  posada^  y  mfl 
tado  lo  hizo  sacar  con  cinco  arcabuceros  al  campo,  y  allí  le  dieron  \ 
mentó  y  decían  que  lo  querían  matar»  y  le  hicieron  hacer  lasa  en  da 
mil  castellanos»  los  cuales  le  dio  y  pagó;  y  no  estante  que  les  rcqc 
de  parte  de  Dios  y  de  S.  M.  que  lo  dejasen  y  no  lo  matasen^  pues  él  J 
había  tenido  culpa  en  cosa  de  lo  sucedido,  antes  había  trabajado  é  ] 
curado  de  poner  paz  entre  los  gobernadores  y  el  dicho  Hernando 
rro  y  el  Adelantado;  y  así  le  llevaron  los  dichos  dos  mili  casteltaoos:  di-l 
gan  lo  que  saben. 

22.  ítem:  si  saben  quel  dicho  don  Alonso  Enríquez  tenia  ea  < 
pafiía  y  en  los  bienes  del  Adelantado  don  Diego  de   Almagro,  cáton» I 
mili  castellanos,  los  cuales,  asimismo,  le  tomó  y  robó  el  dicho  Herna&dí> I 
Pizarro:  digan  los  testigos  que  lo  saben  porque  pasó  así,  y  popjuí 
todos  los  bienes,  y  oro  ó  plata  que  tenía  el  dicho  Adelantado  le  toiuiijj 
robó,  según  está  dicho. 

23.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  después  de  tener  el  dicho  He 
Pizarro  así  preso  en  aquella  cruel  prisión  al  dicho  Adelantado  y  ha 
fecho  todos  los  malos  tratamientos  del  mundo,  afrentas  y  injurias  qil»1 
cada  día  le  hacían  y  decían  y  de  envidia  que  del  había,  y  por  le  rohíz; 
como  le  había  robado  á  él  y  á  toda  la  tierra  y  sus  amigos,  y  se  i 
quedaí*  con  todo  y  señorear  la  tierra,  y  sin  contradición  de  nadie,  i 


JILMAOBO  T  8Ü8  C0MPASÍEB08 


215 


prisión  donde  estaba  el  dicho  Adelantado  le  hizo  dar  un  garrote  y  lo 
mató;  y  así  muerto,  con  una  soga  á  la  garganta,  arrastrando  iniominio- 
samente,  lo  hizo  sacar  y  poner  en  la  plaza  de  la  dicha  cibdad,  y  aUí  lo 
vo  aquel  día.  Digan  los  testigos  que  lo  saben  porque  lo  vieron, 

24.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  si  el  dicho  Hernando  Pizarro  no  ma- 
tara y  hobiera  muerto  al  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  ho* 
biera  traído  á  servicio  de  Dios  Nuestro  Señor  y  unión  de  la  Santa  Madre 
Iglesia,  gran  número  y  multitud  de  pueblos  y  gentes  quo  hobieran  sido 
cristianos  y  hobieran  asimismo  mucho  acrecentado  las  rentas  y  patrimo- 

lo  real  de  S,  M»,  que  todo  ha  cesado  por  lo  haber  muerto:  digan  los 
tigos  que  lo   saben  porque  lo  conocían,  y  que  todo  su  cuidado  y  di- 
ncia,  bienes  y  hacienda  que  tenía  y  los  de  sus  amigos,  todo  se  em- 
!eaba  y  gastaba  en  hacer  lo  susodicho. 

25.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  dicho  don  Alonso  Enrlquez  quedó  por 
albacea  para  cumplir  el  ánima  del  dicho  Adelantado,  y  por  tutor  y  cu- 

or  de  la  persona  é  bienes  de  don  Diego  de  Almagro,  hijo  del  dicho 
lelantado,  nombrado  y  declarado  así  en  el  testamento  que  hizo* 

26.  ítem:  si  saben,  etc.,  quel  dicho  Hernando   Pizarro  decía  púb li- 
te mal  de  los  señores  del  Consejo  de  Su  Majestad  y  publicaba 

os  muchas  fealdades  y  cosas  torpes:  digan  los  testigos  que  lo  saben 
rque  se  lo  oyeron  y  declaren  lo  que  dellos  decía  y  le  oyeron  decir. 

27.  ítem:  si  saben  que  todo  lo  susodicho  es  pública  vox  y  fama.-  — 
L    Don  Alomo  Enriques. 

L|  Testigo  1.** — Gonxalo  de  Aguilar,  vecino  de  la  villa  de  Arjonilla, 

r  ^*.^.^  3j^  ^j  Maestrazgo  de  Calatrava,  estante  al  presente  en  esta  cibdad 
villa»  testigo  presentado  por  don  Alonso  Enríquez,  habiendo  jura- 

>  do  é  siendo  preguntado  por  las  preguntas  del  dicho  interrogatorio,  dijo 

lo  Biguient'e: 

1.  A  la  primera  pregunta,   dijo  que  conoce  é  conoció  á  todos  los 
<x>ntetxidos  en  la  dicha  pregunta,  de  vista,  trato  ó  conversación  que  con 

>Uos  tuvo  é  ha  tenido,  puede  haber  once  años,  poco  más  ó  menos. 

Fué  preguntado  por  las  preguntas  generales:  dijo  ques  de  edad  de 
UBjenta  años,  poco  más  ó  menos,  é  que  no  es  pariente  ni  compailre  de 
"»4iiguno  de  los  susodichos,  é  que  no  le  toca  cosa  alguna  de  lo  contenido 
i  las  preguntas  que  le  han  sido  fechas,  ó  que  ayude  Dios  al  que  tuvie- 
í  justicia, 

2,  A  la  segunda  pregunta,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  que  todo 


216  COLECCIÓN  DB  DOCUMENTOS 

el  tiempo  queste  testigo  estuvo  en  la  provincia  del  Perú,  que  fueron 
ocho  años,  poco  más  ó  menos,  veía  este  testigo  andar  juntos  á  los  dichos 
adelantado  don  Diego  de  Almagro  é  al  Marqués  don  Francisco  Pizairo 
y  que  públicamente  oyó  decir  como  eran  compañeros  y  que  ambos  á 
dos  juntamente  siempre  andaban  juntos;  y  este  testigo  fué  con  el  dicho 
don  Diego  de  Almagro  al  Perú  desde  Panamá,  y  fueron  á  un  pueblo 
que  se  llama  Cajamalca,  donde  hallaron  al  dicho  don  Francisco  Pizano* 
é  de  allí  fueron  los  dichos  don  Diego  y  el  dicho  don  Francisco  á  con- 
quistar la  tierra  é  la  fueron  conquistando  desde  Cajamalca  hasta  el 
Cuzco;  y  este  testigo  los  vía  estar  en  gran  hermandad  é  conformidad,  c 
tener  muy  pacífica  la  gente  de  la  dicha  provincia,  é  hacer  justida  á  to- 
dos; y  esto  lo  vido  este  testigo  é  se  halló  á  ello  presente. 

3.  A  la  tercera  pregunta,  dijo  que  no  la  sabe. 

4.  A  la  cuarta  pregunta,  dijo  que  se  refiere  á  las  provisiones,  si  al- 
gunas hay,  de  Su  Majestad. 

5.  A  la  quinta  pregunta,  dijo  queste  testigo  oyó  decir  púbUeamente 
á  muchas  personas  cómo  la  cibdad  del  Cuzco  caía  en  la  provincia  é  go- 
bernación de  don  Diego  de  Almagro,  é  otros  decían  que  caía  en  la  de 
don  Francisco  Pizarro;  é  que  lo  demás  no  lo  sabe. 

6.  A  la  sexta  pregunta,  dijo  queste  testigo  al  dicho  tiempo  quel  di- 
cho don  Diego  de  Almagro  fué  á  descubrir  adelante  del  Cuzco,  le  rido 
partir  de  la  cibdad  del  Cuzco  á  él  é  mucha  gente  con  él,  á  punto  de 
guerra,  á  conquistar  la  tierra  que  era  adelante  del  Cuzco,  que  al  presente 
se  nombra  Chille,  y  que  podía  estar  en  la  conquista  de  la  dicha  tierra 
dos  años,  poco  más  ó  menos;  y  que  este  testigo  cree  que  no  podía  dejar 
de  gastar  mucho  é  pasar  grandes  trabajos. 

7.  A  la  séptima  pregunta,  dijo  queste  testigo  al  dicho  tiempo  quel 
dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro  fué  á  conquisteír  la  tierra  d< 
Chile,  ques  adelante  del  Cuzco,  este  testigo  era  vecino  de  la  dicha  cibdad 
del  Cuzco,  y  vido  cómo  el  dicho  Hernando  Pizarro  entró  en  la  cibdad  dd 
Cuzco,  pacífico,  sin  con  tradición  de  los  vecinos  de  la  dicha  cibdad,  el 
cual  fué  por  teniente  de  don  Francisco  Pizarro,  su  hermano,  á  que  to 
vecinos  de  la  dicha  cibdad  luciesen  cierto  servicio  á  S.  M.,  y  queál» 
sazón  halló  preso  al  dicho  cacique  Mango  Inga  Yupangue,  que  lo  wnfc 
preso  Juan  Pizarro,  y  luego  el  dicho  Hernando  Pizarro  lo  hizo  soltaré 
poner  en  su  libertad;  é  que  lo  demás  contenido  en  la  pregunta  no  lo  sabe, 


€ 


AI^MAOBÜ  Y    8Vñ   COMPANEROS 


217 


mas  de  oír  decir  á  muchas  personas  que  los  dichos  dos  hombres  de  oro 
los  había  dado, 

8,  A  la  otava  pregunta,  dijo  que  dice  lo  que  dicho  tiene,  é  lo  de- 
das  no  lo  sabe. 

9.  A  la  novena  pregunta,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  que,  están- 
este  testigo  en  la  cibdad  del  Cuzco,  vido  venii^  al  dicho  don  Diego  de 

igro  de  Chile,  ques  adelante  del  Cuzco^  con  toda  su  gente  de  guerra » 

entró  dentro  de  la  dicha  cibdad  de!  Cuzco  por  fuerza;  y  este  testigo 

^6  decir  á  algunos  soldados  del  dicho  don   Diego  de  Almagro,  cómo 

iendo  por  el  camino  para  la  cibdad  del  Cuzco,  oyeron  decir  questaba 

la  dicha  cibdad  el  dicho  Hernando  Pizarro,  é  quel  dicho  don  Diego 

Almagro,  como  lo  supo,  vino  á  la  cibdad  del  Cuzco;  y  que  cuando 

pasó,  este  testigo  fué  un  día  por  la  plaza  del  Cuzco  y  pregunt<')  á 

indios  que  allí  estaban,  que  qué  hacían;  y  le  dijeron  que  buscaban 

para  el  apoque,  que  quiere  decir  para  el  señor  de  la  tierra, 

10.  A  las  diez  preguntas,  dijo  que  no  la  sabe. 

11,  A  las  once  preguntas,  dijo  que  no  la  sabe. 

12,  A  las  doce  preguntas,  dijo  que  no  la  sabe, 

13.  A  las  trece  preguntas,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  queatando 
testigo  en  la  cibdad  del  Cuzco,  vido  ir  al  dicho  Hernando  Pizarro 

^n  gente  de  pie  é  de  caballo,  é  que  oyó  decir  á  la  gente  que  llevaba, 
10  habían  hallado  al  dicho  adelantado  don  Diego  en  un  lugar  que 
llama  Urcas,  é  allí  habían  hablado;  pero  lo  que  pasó  en  ello,  este  tes- 
no  lo  sabe,  porque  no  se  halló  á  cosa  ninguna  dello. 

14.  A  las  catorce  preguntas,  dijo  que  dice  lo  que  dicho  tiene,  é  lo 
las  no  lo  sabe. 

15,  A  las  quince  preguntas,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  queste 
^o,  estando  en  !a  cibdad  del  Cuzco,  en  su  c^isa,  echado  en  su  cama, 
tiros  de  artillería  tma  noche,  los  cuales  tiraban  la  gente  que  traía 

^  dicho  don  Diego  de  Almagro»  é  que  luego,  otro  día  de  mañana,  entró 
hombre  que  se  llamaba  Rodrigo  Alonso,  é  1©  dijo  á  este  testigo  cómo 
dicho  don  Diego  de  Almagro  é  su  gente  habían  entrado  por  fuerza  en 
la  cibdad  del  Cuzco,  y  que  habían  pegado  fuego  á  la  casa  de  Hernando 
Pizarro,  y  que  había  prendido  al  dicho  Hernando  Pizarro  é  á  Gonzalo 
^zarro,  su  hermano,  y  que  después,  otro  día  de  mañana,  se  levantó  este 
igo,  y  vido  alborotado  el  pueblo,  y  que  oyó  decir  este  testigo  cómo 
dicho  don  Diego  de  Almagro  había  presentado  unas  provisiones  de 


218  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

Su  Majestad  para  que  lo  recibiesen  por  gobernador  ante  los  regidores, 
é  que  lo  habían  recibido  por  gobernador;  y  que  lo  demás  contenido  en 
la  pregunta  no  lo  sabe. 

16.  A  las  diez  é  seis  preguntas,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  qae, 
estando  este  testigo  en  la  cibdad  del  Cuzco,  vido  como  el  dicho  Hernan- 
do Pizarro  vino  con  mucha  gente  de  guerra  á  la  cibdad  del  Cuzco,  ó  dio 
batalla  á  la  gente  del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  que  los  halló  en  á 
campo,  é  allí  murieron  alguna  gente,  pero  que  no  sabe  quién  fueron 
ni  qué  tanta,  é  que  lo  demás  no  lo  sabe. 

17.  A  las  diez  é  siete  preguntas,  dijo  que  sabe  quel  dicho  Hernan- 
do Pizarro  prendió  al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  é  lo  puso  preso  en 
las  casas  del  dicho  Hernando  Pizarro,  que  era  donde  había  tenido  en 
prisión  el  dicho  don  Diego  al  dicho  Hernando  Pizarro,  é  que  lo  demás 
no  lo  sabe. 

18.  A  las  diez  ó  ocho  preguntas,  dijo  que  no  la  sabe. 

19.  A  las  diez  é  nueve  preguntas,  dijo  que  no  sabe  más  que  oír 
decir  unos  soldados  con  otros  cómo  les  habían  tomado  su  maíz,  é  que 
lo  demás  no  sabe. 

20.  A  las  veinte  preguntas,  dijo  que  no  sabe  más  de  cuanto  este 
testigo  vido  cómo  púbUcamente  unos  soldados  con'otros  se  robaban  lo 
que  tenían. 

21.  A  las  veinte  ó  una  preguntas,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  que 
este  testigo  oyó  decir  á  algunas  personas  que  no  se  acuerda  de  sus 
nombres,  cómo  al  dicho  don  Alonso  Enríquez  le  habían  tomado  unos 
soldados  arcabuceros,  y  le  habían  dicho  que  hiciese  cortesía;  ó  que  lo 
demás  contenido  en  la  dicha  pregunta  no  lo  sabe. 

22.  A  las  veinte  é  dos  preguntas,  dijo  que  no  la  sabe. 

23.  A  las  veinte  ó  tres  preguntas,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es 
queste  testigo,  estando  en  la  dicha  cibdad  del  Cuzco,  vido  sacar  de  h 
prisión  en  que  estaba  (puesto)  el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  muerto 
en  un  repostero  ó  pafio,  el  cual  vido  este  testigo  como  lo  traían  unos 
hombres  en  peso,  é  le  llevaron  á  la  plaza,  junto  á  la  picota,  ó  allí  esfeiTO 
un  rato;  é  que  lo  demás  no  lo  sabe. 

24.  A  las  veinte  é  cuatro  preguntas,  dijo  que  dice  lo  que  did» 
tiene  en  la  pregunta  antes  desta,  ó  lo  demás  no  lo  sabe. 

25.  A  las  veinte  ó  cinco  preguntas,  dijo  que  no  la  sabe. 

26.  A  las  veinte  ó  seis  preguntas,  dijo  que  no  la  sabe. 


ÁLMAGEO  Y  BUB  COMFANEEOSI 


219 


27.  A  las  veinte  é  siete  preguntas,  dijo  que  lo  que  dicho  tiene  de 
),  es  la  verdad  para  el  juramento  que  lúm;  é  firmólo  de  su  nombre, 
'Gómalo  de  Aguilar. 

Testigo  2.** — Juan  de  Ojeda  Martínez,  vecino  de  Sevilla,  á  San  Ro- 
mán, testigo  presentado,  ó  liabiendo  jurado,  dijo  lo  siguiente: 

1.  A  la  primera  pregunta,  dijo  que  conoce  é  couoció  á  todos  los  en 
ella  contenidos,  de  vista,  habla,  trato  é  conversación,  puede  haber  veinte 
años,  poco  más  ó  menos. 

Generales. — Fué  preguntado  por  laa  preguntas  generales:  dijo  que 
de  edad  de  cuarenta  é  nueve  años,  poco  más  ó  menos,  ó  que  no  es 
riente  ni  compadre  de  los  susodichos,  ni  le  toca  cosa  alguna  de  lo 

contenido  en  las  preguntas  generales,  ó  que  ayude  Dios  al  que  tuviere 

justicia, 

2.  A  la  segmida  pregunta,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  que  sabe 
fce».  testigo  que  mucho  tiempo  fueron  compafieros  los  dichos  don  Diego  de 

ro  é  Francisco  Pizarro,  é  los  vido  este  testigo  tener  mucha  aniis- 

y  hermandad  en  la  dicha  compañía,  é  que  juntamente  el  uno  y  el 

conquistaron  la  dicha  provincia  del  Perú,  y  la  tuvieron  quieta  é 

icamente  la  dicha  tierra  muchos  días»  y  que,  á  lo  que  conoció,  ha 

este  testigo  que  entrambos  á  dos  eran  muy  servidores  de  S.  M» 

3.  A  la  tercera  pregunta,  dijo  que  lo  que  sabe  della  es  que,  como 
Sebo  tiene,  los  dichos  don  Diego  de  Almagro  é  don  Francisco  Pizarro  esfcu- 

>n  mucho  tiempo  en  conformidad  y  hermandad,  hasta  tanto  que  el 
lo  adelantado  don  Diego  de  Almagro  volvió  desde  el  descubrimiento 
Cliile  y  vino  al  Cuzco,  y  de  ahí  adelante  hubo  entre  ellos  muchas 

pasiones  é  revueltas»  como  es  público  é  notorio,  de  que  Dios  ó  S.  M. 

fueron  muy  deservidos;  y  que  lo  demás  contenido  en  la  pregunta  no 

lo  sabe. 

4.  A  la  cuarta  pregunta,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  que,  siendo 
testigo  vecino  de   la  cibdad  del  Cuzco,    vio  leer  la  provisión  que 

lí.  dio  al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  en  que  le  hacía  merced  de  la 
'gobernación  de  doscientas  leguas  de  tierra,  las  cuales  comenzasen  desde 
ol  cabo  de  las  doscientas  é  sesenta  leguas,  que  S.  M.  hizo  merced  de  la  go- 
bernación al  dicho  don  Francisco  Pizarro,  en  adelante,  y  que  oyó  decir  á 
machas  personas  públicamente  que  la  dicha  gobernación  del  dicho  don 
Frandfloo  Pizarro  empieza  desde  el  rio  de  Santiago  y  que  se  acaba, 

DO  más  ó  (menos)  en  la  provincia  de  Chincha,  donde  la  pregunta  dice. 


220  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

5.  A  la  quinta  pregunta,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  questando 
este  testigo  en  la  dicha  cibi^lad  del  Cuzco,  al  tiempo  quel  dicho  adelan- 
tado don  Diego  de  Almagro  volvió  del  descubrimiento  de  Chile,  vido 
este  testigo  que  requirió  á  los  oficiales  del  cabildo  de  la  dicha  dbdad, 
que  le  obedeciesen  las  provisiones  que  de  S.  M.  tenía  en  que  le  hada 
merced  de  las  dichas  doscientas  leguas  de  gobernación,  y  le  metiesen 
en  posesión  de  la  dicha  cibdad  del  Cuzco,  porque  entraba  la  dicha  db- 
dad  en  las  dichas  doscientas  leguas  de  gobernación;  é  los  dichos  oficia- 
les é  regidores  de  la  dicha  cibdad  le  dijeron  ó  respondieron  que  diese 
información  por  donde  les  constase  que  cabía  la  dicha  cibdad  del  Cuzco 
en  la  dicha  gobernación,  y  que  le  meterían  eñ  la  dicha  posesión;  y  que 
sabe  este  testigo  quel  dicho  don  Diego  de  Almagro  hizo  la  dicha  infor- 
mación, en  que  presentó  ciertos  testigos,  que  dijeron  que  cabía  la  dicha 
cibdad  en  la  gobernación  del  dicho  don  Diego  con  más  de  veinte  leguas 
atrás,  é  questo  era  muy  público  entre  todos. 

6.  A  la  sexta  pregunta,  dijo  que  la  sabe  como  en  ella  se  contiuie, 
porqueste  testigo  llegó  á  la  cibdad  del  Cuzco  dende  obra  de  quince 
días  después  quel  dicho  don  Diego  de  Almagro  fué  á  descubrir  la  dicha 
tierra  de  Chile,  y  le  dijeron  como  había  ido  á  descubrir  con  mucha  gen- 
te de  guerra,  donde  no  podía  dejar  de  gastar  gran  suma  de  dineros;  y 
que  después,  estando  este  testigo  en  la  dicha  cibdad  del  Cuzco,  vido  ve- 
nir al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  y  questaría  bien  cerca  de  dos  años, 
poco  menos. 

7.  A  la  séptima  pregunta,  dijo  questando  este  testigo  en  la  cibdad 
del  Cuzco,  donde  otra  vez,  y  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  en  el  dicho 
descubrimiento  adelante  del  Cuzco,  como  la  pregunta  dice,  vino  á  la 
dicha  cibdad  del  Cuzco  el  dicho  Hernando  Pizarro,  con  poderes  del  go- 
bernador don  Francisco  Pizarro,  su  hermano,  y  le  recibieron  los  regido- 
res de  la  dicha  cibdad  por  lugarteniente  de  gobernador,  y  después  tomó 
el  dicho  Hernando  Pizarro  al  dicho  cacique  prencipal  contenido  en  h 
dicha  pregunta,  y  le  tuvo  en  su  poder  cierto  tiempo,  y  que  este  testigo 
oyó  decir  quel  dicho  cacique  le  dio  mucha  cantidad  de  oro  é  plata,  entR 
lo  cual  este  testigo  vido  quel  dicho  cacique  le  dio  los  dichos  dos  hom- 
bres de  oro,  que  podrían  pesar  más  de  doce  mili  castellanos  ambos  y 
dos,  por  queste  testigo  lo  vido,  é  que  demás  de  lo  quel  dicho  cacique  le 
dio,  le  dieron  otros  indios  é  indias  prencipales  mucha  cantidad  de  oro  é 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAKEKOS 


221 


pata,  porque  públicamente  lo  oia  decir  este  testigo  en  la  dicha  cibdad 
el  Cuzco. 

8,  A  la  otava  pregunta,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  queste  tes- 
[),  estando  en  la  dicha  cibdad  del  Cuzco,  vido  cómo  el  dicho  cacique 
levantó  ó  alzó  é  vino  sobre  la  dicha  cibdad,  con  muy  gran  cantidad 

le  indios  de  guerra,  é  puso  en  mucho  peUgro  é  trabajo  á  los  cristianos  é 
ente  que  en  la  dicha  cibdad  estaban,  y  mataron  algunos  cristianos»  entre 
M  cuales  mataron  á  Juan  Pizarro,  é  asimismo  vido  que   los  cristianos 
itaron  muchos  indios  ó  indias   ó  muchachos»  ó  que  sabe  quel  dicho 
cique  Inga  envió  mucha  gente  de  guerra  á  cercar  la  cibdad  de  los  Re- 
5,  é  la  tuvo  cercada,  porque  asi  fué  muy  público,  y  que  mataron  en  el 
aino  al  capitán  Tapia  y  á  más  de  sesenta  cristianos  é  á  otros  capita- 
S8  que  36  hallaron  fuera  de  la  cibdad  del  Cuzco,  y  á  otra  mucha  gente, 
|ue  serían  más  de  cuatrocientos  cristianos;  é  que  sabe  que  los  cristianos 
gente  questoba  en  ot  Cuzco  supieron  cómo  el  dicho  cacique  Inga  se 
huería  alzar  é  venir  con  mucha  gente  de  guerra  á  matar  toda  la  gente 
Anestaba  en  el  Cuzco,  y  los  dichos  cristianos  é  indios  anaconas  é  indias 
laestaban  con  ellos,  lo  decían  al  dicho  Hernando  Pizarro  é  le  requerían 
|ue  prendiese  al  dicho  cacique  porque  no  efetuase  su  mal  propósito  de 
alzar,  como  después  lo  hizo,  ó  queste  testigo  vido  cómo  el  dicho  Her- 
ido Pizarro  dejó  ir  al  dicho  cacique,  por  cuya  cabsa  redundó  mucho 
lo  é  muertes  de  cristianos  é  indios  ó  indias,  é  otros  muchos  daños, 
\  que  Dios  é  S.  M.  fueron  muy  deservidos. 

9.  A  la  novena  pregimta,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  queste  tes- 
|go  oyó  decir  públicamente  á  muchas  personas  en  la  cibdad  del  Cuzco, 

1©  volviendo  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  de  la  conquista  de  Chile, 
apo  cómo  la  dicha  cibdad  del  Cuzco  estaba  cercada  de  indios  de  guerra,  y 
10  en  socorro  dé  la  dicha  cibdad  con  obra  de  cuatrocientos  cristianos 
(»Idados  que  traía  consigo,  y  traljajó  por  traer  de  paz  al  dicho  cacique, 
[  queste  testigo  oyó  decir  púbÜcameDtc  á  muchas  personas  que  ciertos 
adiós  de  guerra  que  habían  venido  de  paz,  estaban  en  la  dicha  cibdad 
^daban  al  dicho  Hernando  Pizarro  cierta  cantidad  de  oro  é  plata  cada 
lana  ó  cada  mes,  é  que  lo  demás  no  lo  sabe, 
lü.  A  las  diez  preguntas,  dijo  que  no  la  sabe. 

11 .  A  las  once  preguntas,  dijo  que  no  la  sabe. 

12.  A  las  doce  preguntas,  dijo  que  lo  que  desta  pregunta  sabe  es 


22S  OOLSOCZéiff  BB  DDCÜMBliTOS 

qtxe  como  el  dicho  Hemando  Pimrro  supo  que  venía  el  dicho  AdelJiníi' 
dO|  mandó  aperoebir  la  gente  áe  guerra questaba  ea  el  dicho  Cutm^im^ 
deste  testigo  al  presente  estaba,  asi  arístíanas  como  á  lo^  indioa,  é  que 
lo  demás  contenido  en  la  dicha  pregunta  no  lo  sabe.       /      ^"  i 

18.  A  la  trece  pregunta,  dijo  que  lo  que  detla  sabe  es  qnesle  imá 
go,  ertando  en  la  cábdad  del  Cuzco,  \ndo  cómo  el  dicho  Hertianda  Ptm 
rro  llamó  á  aconsejaiee  á  iodos  los  cxintenidos  en  esta  pregan^  é  á  otm 
personas,  para  ^er  si  era  bien  reeebir  por  gobernador  al  dicho  don  Dii^ 
de  Almagro,  ó  no;  é  que  lo  que  pasó,  ó  nó,  en  el  dieho  consejo,  eslt  te* 
tigo  no  lo  sabe. 

14.  A  las  catorce  preguntas,  dijo  que  lo  que  desta  pr^nnta  sabe  m 
qnesto  tes^go  vido  cómo  después  de  se  haber  juntado  á  oontcfou  é  d» 
baxatádose  cada  uno  p(»r  su  paria,  el  dieho  Hemando  Pinrro  xond^ 
apérdbir  la  gente  de  guerra,  así  erístiiiKMi  wtno  indios,  é  fné  con  Isia 
ella  á  un  pueblo  que  se  llama  Ureoe,  quedes  atete  l&gvms  del  Cumo^é^ 
éb  supo  el  dicho  Hemando  Piíarro  questaba  el  dicho  don  Diefiíi  esttsi 
gente  de  gneiza,  al  ciml  didio  émk  Diego  de  Ábmgto  no  lialló  alL  jm- 
qne  era  ido  wa  derla  parte  de  eu  g^nta  á  un  condfriD  que  laeEiafMks 
con  nn  cadqne  que  se  llama  Inpi,  questabaalado^  tiiaiMiiilii  qpislb  ps- 
diera  traer  de  pai,  y  ^  didio  Hemando  FSflm  Inll&tellrCeho  Treoí 
un  capitán  wa  obra  de  doecientoe  é  ciiieuenta  crislianoe,  eosi  ei  enl  t 
con  la  dicha  guite  el  dicho  Hemando  nzano  bobo  cíertsM  pUtiM^  j 
después  desto  pasado,  ^ndo  veni  '  ':cbo  Hemando  ^lano  eoo  todiiB 
gente  de  guerra  é  muchos  sold — c  e  caballos,  é  le  d]}«i>D  á  esK  to^ 
go  todo  lo  que  en  esta  pregimt^  dice;  é  después  desto  rido  esl^ 
cómo  el  dicho  Adelantado  don  Diego  vino  con  alguna  gente  á  la 
del  Cuíco,  que  podría  traer  consigo  obra  de  doadentoe 
más  ó  menos,  y  que  como  el  dicho  Hemando  Piíarro  supo 
safíó  al  campo  con  gente  de  guerra  que  tenía^  y  en  el  r^rfiftw 
cho  Hemando  Pizarro  con  dos  capitana  que!  dicho  A^ 
viatMk  y  este  testigo  vido  que  pasanxi  dertas  palabras  é 
no  se  acuerda  este  testigo  qué  fué  lo  que  pasaioo.  niss  de  qoe  fiaé 
meter  pax^  y  acabado  de  hablar  «^l  dfeho  Hernando  Pbaii9  om 
dos  capitanes,  se  toItíó con tod  ^.nle  ala  cibdsddelQaQxa 
este  tesdgp  vido  que  se  rehiro  lo  mejor  que  podo  á  mmxt&m  ét 
defender  que  no  mitrasen  el  dicho  don  Die^  ni  so  gentí  ^  Im 
oiKiad:  v  estando  el  dicho  H^nando  Pisarro  en  la  dkha  cíbial  -^  O 


ALMAOEO  Y  8US   COMPASÉEOS 


228 


3,  el  dicho  don  Diego  le  envió  á  decir  que  quería  enviar  un  capitán  con 

^erta  gente  de  á  caballo  á  mandar  cierta  gente  que  había  dejado  en 

Jrcos,  se  viniese,  y  el  camino  por  donde  habían  de  ir  era  que  habían 

pasar  por  la  cibdad  del  Cuzco;  que  le  suplicaba  le  diese  seguro  para 

16  pasasen  por  la  cibdad,  y  quel  dicho  Hernando  Pizarro  le  envió  á 

leclr  que  pasasen,  quél  les  daría  iodo  seguro;  é  después  desto,  secreta- 

lente,  \ido  este  testigo  como  mandó  apercebtr  cierta  gente  para  al  tiem- 

I  que  pasaseu  la  gente  del  dicho  Adelantado,  para  prendellos,  y  que 

ica  la  gente  del  dicho  Adelantado  vino  por  allí,  porquel  dicho  Ade- 

itado  y  su  gente  se  fueron  por  otra  porte;  é  questo  dice  é  sabe  de  la 

Kcha  pregunta  é  no  otra  cosa. 

15.  A  las  quince  preguntas,  dijo  que  después  de  pasado  todo  lo  que 
Bho  tiene  en  la  pregunta  antes  desta^  desde  átres  ó  cuatro  di£is,  vido  este 
stigo  cómo  volvió  el  dicho  Adelantado  con  toda  su  gente  de  guerra  é 

aposentó  fuera  del  Cuzco,  en  unas  tierras  questán  cerca  de  la  plaza, 
donde  envió  á  requerii*  al  dicho  Hernando  Pizarro,  é  los  regidores  de 
dicha  cibdad,  quél  traía  ciertas  provisiones  de  8.  M.  en  que  1©  hacía 
i^ced  de  la  gobernación  de  la  dicha  cibdad;  y  el  dicho  don  Diego  de 
Agro  las  envió  á  presentar  con  cierta  gente  suya;  é  \ado  este  testigo 
Smo  las  presentaron  ante  los  regidores  y  oficiales  del  cabildo  de  la  di- 
cibdad,  los  cuales  le  respondieron  que  diese  información  de  cómo 
luella  cibdad  entraba  en  su  gobernación,  é  que  lo  recibirían  en  ella;  la 
dicha  información  empezó  á  dai",  y  teniéndola  ya  casi  acabada  de 
r,  ima  noclie  él  é  toda  su  gente  entraron  en  la  dicha  cibdad  del 
ECO  é  prendió  al  dicho  Uernando  Pizarro,  é  después  de  preso^  el  di- 
to don  Diego  de  Almagro  é  los  regidores  é  oficíales  del  cabildo  hicieron 
intamiento  é  reseibieron  al  dicho  don  Diego  por  gobernador  é  dié* 
le  posesión  de  la  dicha  cibdad,  é  por  virtud  della  puso  oficiales  de  su 
lo  é  hizo  proceso  contra  el  dicho  Hernando  Pizarro;  y  <|ue  lo  demás 
jntenido  en  la  dicha  pregunta  lo  oyó  decir  públicamente  en  la  cibdad 
Cuzco  á  muchas  personas. 

16.  A  las  diez  é  seis  preguntas,  dijo  que  lo  que  dellu  sabe  es  que, 

Wpués  quel  dicho  Adelantado  soltó  al  diclio  Hernando  Pizarro  de  la 

rÍBÍón  en  que  le  tenia  en  la  provincia  de  Cliincha,  cien  leguas  deste 

bo  de  la  cibdad  del  Cuzco,  y  fechos  ciertos  pleitos  homenajes  é  jura- 

entos  é  promesas  é  penas  que  pusieron  para  la  Cámara  de  R  M>,  así 

10  Hernando  Pizarro  como  el  gobernador,  su  hermano,  que  con  él 


224  COLECCIÓN     DE    DOCUMENTOS 

estaba;  y  luego  el  dicho  Hernando  Pizarro  se  rehizo  de  mucha  gente  de 
guerra  en  la  cibdad  de  los  Reyes,  é  debajo  del  pleito  homenaje  que  ha- 
bía fecho,  volvió  el  dicho  Hernando  Pizarro  con  gente  de  guerra  contra 
el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  ó  le  acometió  á  dar  batalla  en  el  puerto 
de  Guaitara,  de  donde  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  con  toda  su  gente 
se  fué  á  la  cibdad  del  Cuzco,  y  el  dicho  Hernando  Pizarro  luego  fué  en 
seguimiento  del  dicho  don  Diego,  por  otro  camino,  hasta  que  llegó  obra 
de  una  legua  del  Cuzco,  á  donde  halló  al  dicho  don  Diego  en  una  parte 
que  se  dicen  Lds  Salinas,  con  su  gente  de  guerra,  é  allí  le  acometió  d 
dicho  Hernando  Pizarro  con  su  gente  de  guerra,  é  le  dio  batalla  é  lo 
venció,  é  allí  murieron  de  una  parte  é  de  otra  obra  de  cuarenta  é  dnoo 
cristianos,  poco  más  ó  menos,  é  salieron  muchos  heridos,  de  los  cuales 
murieron  más  de  otros  sesenta  cristianos,  ó  á  muchos,  después  de  ha- 
berse rendido,  hirieron  é  mataron  á  algimos  de  la  gente  del  dicho  don 
Diego,  entre  los  cuales  se  acuerda  este  testigo  que  á  un  caballero  que  se 
llama  Sotelo,  é  á  otro  que  se  llama  Cisneros,  é  á  otro  que  se  Usina,  Sosa, 
é  á  otro  que  se  llama  Oñate,  les  dieron  sendas  cuchilladas  por  las  caras 
por  afrentallos,  de  que  quedaron  muy  feos;  y  que  demás  se  acuerda  este 
testigo,  questando  herido  en  su  posada  el  capitán  Pedro  de  Lerma,  entró 
un  enemigo  suyo,  de  la  parte  de  Hernando  Pizarro,  é  le  mató  á  estoca- 
das, estando  herido  en  su  cama,  que  no  se  podía  levantar;  é  que  todo  h 
que  dicho  tiene  fué  muy  público  é  notorio,  porque  lo  oyó  decir  pública- 
mente é  vido  á  muchos  muertos  y  heridos,  é  questo  sabe  ó  dice  de  la 
pregunta. 

17.  A  las  diez  é  siete  preguntas,  dijo  que  lo  que  sabe  es  questando 
este  testigo  en  la  cibdad  del  Cuzco,  vido  llevar  preso  al  dicho  adelanta- 
do don  Diego  y  metelle  en  uno  de  los  cubos  de  la  morada  del  dicho  don 
Diego  de  Almagro,  por  mandado  del  dicho  Hernando  Pizarro,  é  que  allí 
lo  tenía  preso  é  á  buen  rocabdo,  y  que  no  lo  dejaban  hablar  ni  ver  mi 
de  á  las  personas  quel  dicho  Hernando  Pizarro  quería;  é  que  lo  demis 
no  lo  sabe. 

18.  A  las  diez  é  ocho  preguntas,  dijo  que  lo  que  desta  pregoníi  fc,^ 
sabe  es  que,  depués  de  vencida  la  batalla  por  el  dicho  Hernando  Pizaiw,  p. .-,_ 
y  después  de  metido  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  á  la  fortaleza,  el  di- 
cho Hernando  Pizarro  é  su  gente  se  entraron  en  la  posada  del  dicho  dofl  fc  - 
Diego  de  Almago,  é  tomaron  todas  las  cosas  que  allí  hallaron,  y  que*  Bi, 
testigo  no  sabe  las  cosas  que  tomaron,  mas  que  al  parecer  deste  testigo  fc^ 


ALMAGRO  Y  SUS  C0MPAÑBB08  225 

podría  valer  todo  lo  que  le  tomaron  al  dicho  don  Diego  de  Almagro 
ocho  mili  pesos  de  oro,  ó  más,  porqueste  testigo  vido  que  tenía  el 
dicho  don  Diego  de  Almagro  antes  de  la  batalla,  en  su  casa,  la  dicha 
fuente  ó  otras  muchas  cosas  de  oro  é  plata  con  que  se  servía  á  su  mesa; 
é  questo  sabe  de  la  pregunta. 

19.  A  las  diez  é  nueve  preguntas,  dijo  que  no  la  sabe  porque  no 
lo  vido. 

20.  A  las  veinte  preguntas,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  que  pú- 
blicamente oyó  decir  este  testigo  á  muchas  personas  que  muchos  cris- 
tianos de  los  que  venían  con  el  dicho  Hernando  Pizarro,  habían  robado 
y  tomado  á  los  otros  cristianos  questaban  en  favor  de  don  Diego  de  Al- 
magro muchas  cosas,  especialmente  caballos,  é  armas,  é  comidas;  ó  que 
lo  demás  no  lo  sabe. 

21.  A  la  veinte  ó  una  preguntas,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es 
queste  testigo,  estando  en  el  dicho  Cuzco,  vido  preso  al  dicho  don  Alon- 
so Enríquez,  questaba  preso  por  mandado  del  dicho  Hernando  Pizarro; 
é  que  lo  demás  no  lo  sabe. 

22.  A  las  veinte  ó  dos  preguntas,  dijo  que  no  la  sabe. 

23.  A  las  veinte  ó  tres  preguntas,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  que, 
á  cabo  de  obra  de  tres  meses  quel  dicho  Hernando  Pizarro  mandó 
prender  al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  mandó  apercebir  toda  la  gente 
de  guerra  que  había  en  la  cibdad  del  Cuzco,  é  pregonar,  so  graves  pe- 
nas, saliesen  á  favorecer  al  dicho  Hernando  Pizarro,  que  quería  hacer 
justicia  del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  al  cual  sacó  de  la  prisión  en 
que  lo  tenía  ó  lo  puso  en  el  patio  de  la  casa  del  dicho  Hernando  Piza- 
rro, donde  lo  tenía  preso,  ó  cerradas  las  puertas  con  mucha  gente  dentro, 
le  dio  un  garrote  ó  le  mató;  ó  después  de  muerto,  abrieron  las  puertas 
de  la  dicha  casa,  de  donde  salió  mucha  gente  de  caballo,  ó  alguaciles  ó 
un  pregonero  pregonando  la  cabsa  por  qué  lo  mandó  matar;  y  luego 
vido  este  testigo  sacar  al  dicho  don  Diego  de  Almagro  muerto  en  un 
repostero,  á  ciertas  personas  que  lo  traían,  é  lo  llevaron  á  la  picota  de  la 
plaza,  é  allí  le  mandó  el  dicho  Hernando  Pizarro  que  le  degollasen,  é  de 
allí  lo  llevaron  á  enterrar;  é  questo  dice  ó  sabe  de  la  pregunta. 

24.  A  las  veinte  é  cuatro  preguntas,  dijo  queste  testigo  vido  quel 
dicho  don  Diego  de  Almagro  era  muy  buen  servidor  de  S.  M.,  celoso 
de  acrecentar  sus  tierras  ó  señoríos,  por  queste  testigo  le  vio  trabajar  en 
ello  mucho,  especialmente  en  el  descubrimiento  de  Chile  é  Chirigua- 

15 


226  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

na  y  en  la  conquista  de  toda  la  tierra  del  Perú;  é  questo  dice  é  sabe  de 
la  pregunta. 

25.  A  las  veinte  é  cinco  preguntas,  dijo  que  no  la  sabe. 

26.  A  las  veinte  é  seis  preguntas,  dijo  que  no  la  sabe. 

27.  A  las  veinte  é  siete  preguntas,  dijo  que  lo  que  dicho  tieoe  ei 
la  verdad  para  el  juramento  que  hizo,  é  firmólo  de  su  nombre. — Jnm 
de  Ojeda, 

Testigo. — Hernán  Ponce  de  Lieón,  veinte  é  cuatro,  é  provincial  de 
la  Santa  Hermandad,  é  vecino  desta  cibdad  de  Sevilla,  en  la  coUadÓQ  de 
San  Martín,  testigo  presentado  en  la  dicha  razón,  é  habiendo  jurado  é 
siendo  preguntado,  dijo  lo  siguiente: 

1.  A  la  primera  pregunta,  dijo  que  conoce  é  conoció  á  todos  loe 
contenidos  en  la  dicha  pregunta:  al  dicho  don  Alonso  Enriques,  de  cua- 
tro afios  á  esta  parte,  poco  más  ó  menos  tiempo,  é  al  gobernador  don 
Francisco  Pizarro,  é  al  gobernador  don  Diego  de  Almagro,  de  más  de 
veinte  afios  á  esta  parte,  é  al  dicho  Hernando  Pizarro,  de  siete  afkM  á 
esta  parte,  i>oco  más  ó  menos  tiempo. 

Generales. — Fué  pr^untado  por  las  preguntas  generales:  dijo  que 
es  de  edad  de  cuarenta  afios,  poco  más  ó  menos  tiempo,  é  que  do  es 
pariente  ni  compadre  de  ninguno  de  los  susodichos,  ni  le  toca  cosa  algu- 
na de  lo  contenido  en  las  preguntas  generales  que  le  han  sido  fechas;  é 
que  ayude  Dios  al  que  tuviere  justicia. 

2.  A  la  segunda  pregunta,  dijo  que  la  sabe  como  en  ella  se  contie- 
ne: fué  preguntado  cómo  la  sabe:  «lijo  que  f>or  queste  testigo  se  halló 
presente  en  las  dichas  ludias  del  Perú,  é  vido  c<f>mo  pasó  todo  lo  conte- 
nido en  la  ilicha  prepiinia. 

3.  A  la  tercera  pregunta,  dijo  queste  testigo  conoce  y  conoció  á  los 
contenidos  en  la  dicha  pregunta,  antes  que  fuesen  gobernadores,  é  que 
al  tiemjH^  que  S.  M.  hizo  gobernador  á  don  Francisco  Pizarro.  de  Us 
provincias  del  Perú,  tenía  consigo  a  su  hermano  Hernando  Pizarro,  é 
que  vido  este  testigo  en  la  ci  Wad  de  Panamá,  donde  los  susodichos  es- 
taban é  ivsidian  e  hacían  e¡  armada,  estar  muy  mal  quistos  el  tmo  o(m 
el  otro,  é  los  vido  este  testi^ro  reíür  muchas  veces  al  «iieho  don  Frands 
i\>  Pizarro  é  al  diclio  don  Diego  de  Almagro,  porque  había  llevado  con- 
sigo al  dicho  don  Hernando  Pizarro.  é  queste  testigo  sabe  que  vio  al 
dicho  Hernando  Pizam?  en  ¿a  tlicha  cibdad  del  Cuzcv>.  ques  en  el  Peni 
pK^r  teniente  de  gol^n:aior  en  la  ciWad.  e  que  a  la  sazón  la  tierra  del 


ALMAGRO  T  8Ü8  COKPANÜROS 


227 


estaba  toda  de  paz,  y  el  Inga,  señor  de  los  indios  de  la  dicha  tierra, 
a  muy  quieto  é  pacífico,  é  quel  dicho  Hernando  Pizarro  le  pidió  é 
Ó  á  que  le  diese  oro,  y  en  eáte  término  el  dicho  Inga  se  huyó  é 
itó  é  se  alzó  él  é  toda  la  tierra,  de  cuya  cabsa  fué  muy  público  é 
io  quel  dicho  Inga  mató  más  de  cuatrocientos  cristianos,  é  que  des 
desto  los  indios  decían  desde  la  sierra,  dando  guerra  á  los  cris- 
8,  quel  Inga  se  había  huido  é  alzado,  porque  no  tenía  el  oro  que  lo 

el  dicho  Hernando  Piziu-ro,  é  que  por  el  dicho  alzamiento  é  por 

tía  dicho  é  declarado  en  esta  pregunta,  é  por  el  alzamiento  de  la 
erra  vino  en  deminución  tos  quintos  reales  de  S.  M. 
A  la  cuarta  pregunta,  dijo  que  sabe  ó  vio  este  testigo  al  gober* 
Ion  Francisco  Pizarro  gobernar  por  Su  Majestad  la  gobeniacióíi 
pregunta  contenida,  é  asimismo  vido  este  testigo  la  provisión  de 
bemación  de  don  Diego  de  Almagro,  en  que  le  hacía  gobernador: 
rido  este  testigo  rescebir  por  tal  gobernador  en  la  dicha  cibdad  del 
o;  é  questo  dice  é  sabe  de  la  dicha  pregunta, 
á.  A  la  quinta  pregunta,  dijo  que  al  tiempo  que  al  dicho  don  Diego 
Kag^  rescibieron  por  gobernador  en  la  cibdad  del  Cuzco,  este 
p  estaba  en  la  dicha  cibdad,  é  vio  presentar  en  el  cabildo  de  la  di- 
libdad,  ante  los  alcaldes  é  regidores  della,  una  probanza  por  parte 
lo  don  Diego  de  Almagro,  en  que  probaba  como  la  dicha  cibdad 
co  cabía  en  su  gobernación;  é  lo  demás  contenido  en  la  dicha 

lo  non  sabe, 
A  la  sexta  pregunta,  dijo  queste  testigo,  al  tiempo  quel  dicho 
iego  de  Almagro  fué  á  la  provincia  de  Chile,  le  vio  salir  de  la 
¡pbdad  del  (.^izco  con  mucha  gente  de  caballo  y  de  á  pie,  que 
tentre  todos  quinientos  hombres,  poco  más  ó  menos;  é  que  fué 
btorio  que  hizo  en  la  dicha  tierra  grand  gasto  de  dineros,  y  des- 
fó  decir  este  testigo  á  algima  gente  de  la  que  había  llevado  con- 
dicha entrada,  cómo  habían  pasíido  mucho  trabajo;  é  este  tes- 
ido  volver  de  la  dicha  entrada,  é  que  podría  estar  en  ella  afio  é 

más  ó  menos;  é  questo  dice  é  sabe  de  la  dicha  pregunta, 

[A  la  séptima  pregunta,  dijo  que  lo  que  desta  pregunta  sabe  es 

kdo  este  testigo  en  la  cibdad  del  (-uzeo,  oyó  decir  al  dicho  Her* 

i*izarro  que  en  setenta  días  que  había  questaba  en  la  dicha  cib- 

Cuzco,  había  habido  setenta  mili  castellanos  de  buen  oro,  é 

Btigo  vio  en  poder  del  dicho  Hernando  Pizarro  los  dichos  dos 


228  COLECCIÓN  DB  DOCUMBNTOS 

hombres  de  oro  en  la  pregunta  contenidos,  que  serían  de  medio  estado 
de  hombre,  poco  más  ó  menos,  é  quel  dicho  Hernando  Pizarro  le  drjo 
á  este  testigo  cómo  se  los  había  dado  el  cacique  Inga;  é  questo  dice  é 
sabe  de  la  dicha  pregunta. 

8.  A  la  otava  pregunta,  dijo  que  dice  lo  que  dicho  tiene  en  la  ter- 
cera pregunta  deste  su  dicho,  en  que  se  afirma;  ó  lo  demás  no  sabe. 

9.  A  la  novena  pregunta,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  que  al  tiem- 
po de  la  dicha  guerrra  é  cerco  que  los  indios  tenían  sobre  la  dicha 
cibdad  del  ttizco,  vinieron  muchos  indios  prencipales  de  paces,  á  ha- 
blar con  el  dicho  Hernando  Pizarro  para  que  los  rescibiese  á  las  paces, 
á  los  cuales  ndo  este  testigo  que  los  rescibía;  y  á  éstos  y  á  otros  qu« 
había  de  paz,  el  dicho  Hernando  Pizarro  les  echaba  cierto  tributo  que 
le  pagasen  de  mes  á  mes,  é  de  dos  á  dos  meses;  é  queste  testigo  vio  en 
la  plaza  del  Cuzco,  junto  á  la  posada  del  dicho  Hernando  Pizarro,  mu- 
clios  indios  prencipales  con  un  peso,  de  los  que  ellos  tenían  á  su  usan- 
za, pesando  el  oro  que  cada  uno  había  de  dar  al  dicho  Hernando 
Pizarro,  é  queste  testigo  vio  á  indios  andar  vendiendo  sus  camisas,  é 
decían  los  dichos  indios  que  eran  para  dar  el  tributo  á  Hernando  Piza- 
rro; é  que  sabe  quel  dicho  don  Diego  de  Almagro  vino  á  la  dicha  cibdad 
del  Cuzco  con  toda  su  gente  é  socorrió  la  dicha  cibdad  del  Cuzco  é  hizo 
levantar  el  dicho  cerco  que  los  dichos  indios  tenían;  é  lo  demás  que  no 
lo  sabe. 

10.  A  las  diez  preguntas,  dijo  que  lo  que  desta  pregunta  sabe  es  quea- 
t;:*  testigo  supo  (le  un  Villanueva  cómo  ciertos  criados  de  Hernando  Piza- 
rro le  habían  ido  á  malar  ponjuel  dicho  Villanueva  andaba  tras 
una  india  dA  dicho  Hernando  Ti/arro.  y  (jue  es  verdad  quel  dicho  doD 
Alonso  y  oste  ti  siiiro  fut-ron  á  hablar  al  dicho  Hernando  Pizarro  qof 
mirase  ijue  Su  Majisiad  le  hahia  encarpido  aquella  venida  a  la  lierra. 
e  qiK-  difSL'  la  cucuia  qiK- era  ra/">n.  ponpu*l  pueblo  estaba  escan^Liliza- 
do  de  ver  cómo  i-n  vial  «a  a  matara  los  hombres  pübhcamente.  é  otiv 
C->sas  que  se  hacían  i-  no  se  r;\-*!Lral)an,  y  el  flicho  Hernando  Pizarro 
dijo:  *(jiU'  si  el  tuvit-ra  los  criíii«»s  que  solia.  «|ue  ya  estuviera  heeho. y 
qufl  no  había  dv  vivir  por  coiTviximientos  vu  Tiisiilla:  quel  daría  caen 
ta  a  S.  M.  dt*  lo  «jut-  liaría.;  <  qut-sto  dice  é  sabe  desta  pregunta 

11.  A  ¡as  viK-o  preirunias.  dijo  que  no  la  sabe. 

12.  A  las  doce  prciruntas.  dijo  ijue  lo  que  desta  pregunta  salmee? 
que.  qut*rien«io  ei  diiho  H-rnaiido  Pizarro  resistir   la   entrada  al  dicho 


AliVkéW  Y  SUS   COMPAÑEROS 


229 


Diego  de  Almagro,  del  Cuzco,  vddo  este  testigo  cómo  hacía  llamar 
B  prencipales  indios  que  tenían  de  paz  eu  la  dicha  cibdad»  y  les  decía 
le  á  la  gente  de  guerra  que  traía  don  Diego  de  Almagro  no  loa  preñ- 
asen» sino  que  los  matasen,  é  les  avezaba  cómo  habían  de  pelear  con 
I  cha  gente  de  guerra;  y  esto  dice  é  sabe  desta  pregunta. 
13.  A  las  trece  preguntas,  dijo  que  al  tiempo  quel  dicho  Adelan- 
vino  las  seis  leguas  de  la  dicha  cibdad  del  Cuzco,  con  la  mitad  de 
>nt€,  capitanes  é  personas  prencipales,  dejando  la  otra  mitad  en 
a,  con  su  hijo,  tné  con  la  otra  mitad  á  hacer  paz  con  Inga,  cacique, 
ue  había  enviado  á  llamar  al  dicho  doii  Diego  de  Almagro,  é  sabido 
^el  ilieho  Hernauílo  Pizarro  la  venida  del  dicho  don  Diego  de  Almagro, 
Jivisión  que  había  hecho  de  su  gente,  el  dicho  Hernando  Pizarro 
Á  consejo  á  los  contenidos  en  esta  dicha  pregiuita,  los  cuales, 
de  conformidad,  lo  dijeron  é  aconsejaron  que  no  fuese  al  dicho 
arcos  ni  á  donde  e8tal>a  la  gente  del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  por 
estaba  haciendo  de  paz  al  dicho  Inga,  porque  era  la  cosa  que  más 
al  servicio  de  S.  M  ó  bien  de  la  tierra,  é  así  el  dicho  Hernan- 
ro  quedó  de  acuerdo  con  todos  do  no  ir  hasta  ver  en  lo  que 
5a  el  dicho  don  Diego  de  Almagro;  é  otro  día  por  la  mañana,  este 
50  oyó  repicar  las  cami*aníis  de  la  dicha  cibdad  del  Cuzco,  y  envió 
qué  era;  y  dijeron  que  Hernando  PizaiTO  salía  con  toda  su  gente 
dicha  cibdad  para  ir  á  Urcos,  donde  estaba  el  dicho  hijo  de  don 
de  Almagro  con  la  dicha  gente;  y  este  testigo  fné  con  el  dicho 
indo  Pizarro  para  aconsejalle,  como  lo  hizo,  que  no  consintiese 
lento  de  gentes  ni  cosa  de  que  8,  M.  fuese  deservido;  y  así  el 
Hernando  Pizarro  fué  al  dicho  Urcos,  á  vista  de  la  dicha  gente 
icho  don  Diego  de  Almagro,  é  habló  con  algunos  capitanes,  pre- 
ido  cómo  venían  de  su  viaje,  é  que  no  hubo  más  alboroto;  ó  así  so 
( el  dicho  Hernando  PizaiTO  á  la  dicha  cibdad  del  Cuzco;  é  lo  de- 
30  lo  sabe. 

14,  A  las  catorce  preguntas,  dijo  que  dice  lo  que  dicho  tiene  en  la 
ita  antes  desta;  é  lo  demás  que  no  lo  sabe, 

15.  A  las  quince  preguntas,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  ques- 
este  testigo  en  la  cibdad  del  Cuzco,  rido  cómo  rescibieron  los  on- 
de la  diclia  cibdad  por  gobernador;  y  que  en  lo  demás  se  remite 
escrituras  é  conciertos  de  paces  que  entre  los  dichos  adelantado 

)iego  de  Almagro  y  Hernando  Pizarro  á  don  Francisco  Pizarro  pa* 


üA 


] 


230  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

saron,  las  cuales  este  testigo  hizo  é  trató  y  efetuó  con  loa  susodichos;  é 
questo  dice  é  sabe  desta  pregunta. 

16.  A  las  diez  é  seis  preguntas,  dijo  queste  testigo  vio  que,  acaba- 
das de  concluir  é  de  hacer  las  paces  entre  los  dichos  Adelantado  é  <km 
Francisco  Pizarro  é  Hernando  Pizarro,  el  dicho  Francisco  Pizarro  j  ai 
dicho  Hernando  Pizarro  movieron  su  ejército,  questaba  en  el  rio  de 
Lunaguaná,  é  vino  contra  el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  y  se  retíié 
el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  questaba  en  la  provincia  de  Chincha, 
é  se  fué  á  la  Sierra,  y  después  el  dicho  Francisco  Pis^arro  se  fué  á  la 
cibdad  de  Lima,  y  envió  en  seguimiento  del  dicho  don  Diego  á  Her 
nando  Pizarro  con  mucha  gente  de  guerra,  donde  fué  la  batalla  que 
dice  la  pregunta;  y  que  lo  demás  contenido  en  la  dicha  pregunta  no  lo 
vido  este  testigo,  mas  de  que  fué  muy  público  é  notorio. 

17.  A  las  diez  é  siete  preguntas,  dijo  que  no  la  sabe. 

18.  A  las  diez  é  ocho  preguntas,  dijo  que  lo  oyó  decir  lo  oontemdo 
en  la  pregunta,  públicamente. 

19.  A  las  diez  é  nueve  preguntas,  dijo  que  lo  en  ella  contenido  lo 
oyó  decir  públicamente. 

20.  A  las  veinte  preguntas,  dijo  que  no  la  sabe. 

21.  A  las  veinte  é  una  preguntas,  dijo  que  no  la  sabe,  mas  da  oillo 
decir  públicamente. 

22.  A  las  veinte  é  dos  preguntas,  dijo  que  no  la  sabe. 

23.  A  las  veinte  ó  tres  preguntas,  dijo  queste  testigo  oyó  decir  á 
rauclias  personas,  que  no  se  acuerda  de  sus  nombres,  que  se  habían 
hallado  presentes  cuando  la  muerte  del  dicho  don  Diego,  é  decían  que 
le  había  dado  un  garrote;  ó  que  después,  que  le  había  hecho  sacar  muerto 
á  la  plaza. 

24.  A  las  veinte  é  cuatro  preguntas,  dijo  queste  testigo  tenía  al 
dicho  don  Diego  do  Almagro  por  buen  servidor  de  S.  M.,  y  que  gastaba 
mucho  con  amigos  é  gente  de  su  compañía,  porqueste  testigo  le  vido  ir 
el  viaje  de  Chile,  suma  de  maravedís. 

25.  A  las  veinte  é  cinco  preguntas,  dijo  queste  testigo  se  remite  al 
dicho  testamento. 

26.  A  las  veinte  é  seis  preguntas,  dijo  queste  testigo  oyó  decir  al 
dicho  Hernando  Pizarro,  hablando  en  cierta  gobernación  que  enviaba  á 
pedir  Bartolomé  de  Terrazas,  que  por  ser  desatino  le  darían  los  del 
Consejo  de  S.  Maj.  la  gobernación. 


A.LHAGRO  T  BUB   COMPANBHOS 


231 


27,  A  las  veinte  é  siete  preguntas,  dijo  que  lo  que  dicho  tiene  de 
),  es  la  verdad,  y  en  ello  se  afirma  para  el  juramento  que  hizo;  ó  fir- 
aólo  de  su  nombre. — Hernán  Ponce  de  León, 

Testigo. — Francisco  Komán,   carpintero,   vecino  desta  cibdad  de 
Bvilla,   en   la  collación  de  Santa    María,   testigo  presentado   en  la 
cha    razón,   ó  habiendo  jurado   é  siendo   preguntado,    dijo   lo   si- 
lente: 

L  A  la  primera  pregunta,  dijo  que  conosce  é  conosció  á  todos  los 
jntenidos  en  la  dicha  pregunta,  puede  haber  siete  años,  poco  más  ó 
ios  tiempo. 

Generales. — Fué  preguntado  por  las  preguntas  generales:  dijo  que 

de  edad  de  cuarenta  afios,  poco  más  ó  menos  tiempo,  é  que  no  es  pa- 

mte  ni  compadre  de  ninguno  de  los  susodichos,  ni  le  toca  cosa  alguna 

lo  contenido  en  las  preguntas  generales  que  le  han  sido  fechas»  é  que 

ide  Dios  al  que  tuviere  justicia. 

2.  A  la  segunda  pregunta,  dijo  que  lo  que  desta  pregunta  sabe  es 
leste  testigo,  puede  haber  ocho  años,  poco  más  ó  menos,  que  fué  des- 

cibdad  al  Perú,  donde  estuvo  tiempo  de  siete  años,  poco  más  ó  menos; 

\mx  este  tiempo  este  testigo  oyó  decir  púbücament©  cómo  los  dichos 

>n  Francisco  Pizarro  y  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  eran  compafie- 

é  amigos,  é  que  juntamente  el  uno  con  el  otro  habían  conquistado 

la  provincia  del  Perú;  é  queste  testigo  cree  é  tiene  por  cierto  ser  asi, 

porque  á  este  testigo  le  pagaban  su  trabajo  los  mayordomos  de  los  suso- 

>s,  de  carpintero,  y  que  este  testigo,  cuando  llegó  al  dicho  Perú,  el 

>  don  Diego  de  Almagro  era  ¡do  á  descubrir  á  la  provincia  de  Chile; 

'^llo  vido  este  testigo  cómo  entonces  la  dicha  tierra  del  Perú  estaba 

íca;  ó  lo  demás  que  no  lo  sabe. 

3,  A  la  tercera  pregunta,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  que,  al  tíem- 
quel  dicho  Hernando  Pizarro  fué  al  Perú,  este  testigo  estaba  en  la 

íbdad  de  Lima,  y  que  después  de  llegado,  á  cabo  de  tres  afios^  poco  más 
rueños,  viniendo  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  del  descubrimiento 
<'hile,  y  este  testigo  juntamente  con  él,  vido  como  desde  entonces  el 
io  Hernando  Pizarro  arrevolvió  al  dicho  Adelantado  ó  al  dicho  don 
Acisco  Pizarro,  é  puso  entre  ellos  gran  enemistad  y  escándalo,  ansí 
ellos  como  á  todos  los  vecinos  é  moradores  de  la  dicha  provincia 
J*erü,  así  cristianos  como  indios;  y  fué  cabsa  esto  que  murieron  mu- 
*^  cristianos  é  indios,  ó  de  se  levantar  é  alzar  toda  la  dicha  tierra;  y 


232  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

que  desto  no  podian  dejar  de  recebir  mucho  dafio  las  rentas  reales  de 
S.  M.;  ó  questo  dice  é  sabe  de  la  dicha  pregunta. 

4.  A  la  cuarta  pregunta,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  queste  testi- 
go, estando  en  la  cibdad  del  Cuzco,  oyó  apregonar  una  provisión  de 
S.  M.  en  que  hacía  merced  de  la  gobernación  del  Perú  á  los  dichos  don 
Diego  de  Almagro  é  á  don  Francisco  Pizarro,  y  que  después  oyó  dedr 
este  testigo  que  entre  ellos  se  había  dividido  é  partido;  lo  cual  oyó  dedr 
públicamente  en  la  dicha  cibdad  del  Cuzco;  y  que  lo  demás  contenido 
en  la  dicha  i)regunta  no  lo  sabe. 

5.  A  la  quintil  pregunta,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  que,  al  tiem- 
po que  las  dichas  provisiones  de  S.  M.  se  mostraron,  este  testigo  estaba 
en  la  dicha  cibdad  del  Cuzco,  y  que  vido  este  testigo  cómo  entre  el  di- 
cho don  Francisco  Pizarro  y  don  Diego  de  Almagro  hobieron  ciertos 
capítulos  ó  conciertos  sobre  si  la  dicha  cibdad  del  Cuzco  caía  en  la  go- 
bernación del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  y  que  allí  se  averiguó  cómo 
la  dicha  cibdad  del  Cuzco  oaía  y  era  en  la  gobernación  del  dicho  don 
Diego  do  Almagro,  y  aun  más  de  sesenta  leguas  atrás  de  la  dicha  cib- 
dad del  Cuzco,  ques  de  Cangalla,  donde  se  hizo  un  pueblo  de  cristianos 
del  dicho  don  Diego  de  Almagro;  ó  questo  dice  ó  sabe  de  la  dicha  pre- 
gunta. 

().  A  la  sexta  pregunta,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  queste  testigo, 
estando  en  el  Peni,  en  la  cibdad  do  Lima,  le  hablaron  á  este  testigo  el 
mayordomo  del  diolio  adelantado  don  Die^o  de  Amagro,  para  que  fuese 
en  una  nao,  por  carpintero,  en  .seguimiento  del  dicho  Adelantado,  qui- 
era ido  al  (liíseuhriniiento  de  Chile,  y  queste  testigo,  con  licencia  de  don 
Francisco  Pizarro,  hu'  por  (•arj)intero  en  la  dicha  nao,  que  iba  en  segui- 
miento del  dicho  A<ielanüid(),  porque  era  ido  j)or  tierra;  é  que  este  tes- 
tigo y  obra  de  cuarenta  hombres,  poco  más  ó  menos,  fueron  en  la  dicha 
nao,  y  estuvieron  en  el  camino,  hasta  llepir  á  Chile,  cuatro  meses,  poco 
más  ó  menos,  donde  pasaron  mucho  trabajo,  y  llegaron  á  Chile  y  allí 
desembarcaron,  y  á  ca)>o  de  (juince  días  (]ue  ellos  llegaron,  allegó  el  di- 
cho adelantado  don  Die^o  de  Almagro  con  mucha  gente  de  á  caballeé 
de  á  pie,  muy  fatigados  del  gran  trabajo  que  habían  pasado  en  el  cami- 
no; y  que  el  diclio  Adelantado  y  su  gente  estuvieron  en  Chile  obra  de 
oclio  meses,  poco  más  ó  menos;  y  luego  este  testigo,  juntamente  con  el 
dicho  Adelantado,  se  volvieron  hacia  la  cibdad  del  Cuzco,  á  donde  po- 
dían estar  en  ir  é  venir  al  dicho  doscubriniiento  de  Chile,  dos  años,  poco 


AtiMAOBO  T  fiü8  CaUPA^EROS 


233 


I  ó  menos;  y  que  en  el  dicho  camino  vido  este  testigo  cómo  el  dicho 
Ton  Diego  de  Almagro  é  toda  su  gente,  y  este  testigo  con  ellos,  pasai^on 
muchas  hambres  é  sed;  é  questo  dice  é  sabe  de  la  dicha  pregunta. 

7.  A  la  séptima  pregunta,  dijo  que  lo  que  della  sabe  os  que,  cuando 
dicho  don  Diego  de  Almagro  vino  del  descubrimiento  de  Chile,  é  su 

gente  y  este  testigo  con  él,  viniendo  por  el  camino,  en  el  lugar  que  se 

llama  Urces,  te  dijeron  al  dicho  Adelmitado  cómo  el  dicho  Hernando 

irro  se  había  entrado  en  la  cibdad  fiel  Cu?:co  con  mucha  gente  de 

;ierra,  y  que  estaba  en  ella  como  sefíor  de  la  tierra;  é  queste  testigo 

decir  públicamente  cómo  el  dicho  cacique  contenido  en  la  dicha 

Bgunta,  le  había  dado  al  dicho  Hernando  Pixarro  mucha  suma  de  oro; 

[lo  demás  que  no  lo  sabe. 

8.  A  la  otava  pregimta,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  que,  cuando 
cucho  Adelantado  vino  del  dicho  descubrimiento  de  Chile  para  la 
odad  del  Cuzco,  \ádo  este  testigo  cómo  los  indios  de  la  dicha  cibdad  y 

toda  la  tierra,  é  los  caciques  estaban  alzados,  y  que  piibUcamüuto  se 
cía  cómo  los  indios  de  la  tierra  hablan  muerto  muchos  cristianos,  é 
cristianos  habían  muerto  muchos  indios,  y  que  se  había  fecho 
dafio  y  estrago;  y  que  lo  demás  no  lo  sabe, 

9.  A  la  novena  pregunta,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es,  questando 
testigüen  Chile  con  el  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro  é 
toda  su  gente  de  guerra,  el  dicho  Adelantado  supo  de  indios  de  la 

tierra  de  Chile,  cómo  la  cibdad  del  Cuzco  y  los  cristianos  que  en 

estaban,  estaban  cercados  de  indios  de  guerra  que  se  habían  alzado; 

|ae  luego  como  el  dicho  Adelantado  lo  supo,  dejó  la  conquista   de 

Je  é  vino  hacúa  la  cibdad  del  Cuzco  á  socorrer  á   los  cristianos  que 

la  dicha  cibdad  estaban,  y  viniendo  á  dalles  el  dicho  socorro,  seis 

deste  cabo  del  Cuzco  hacia  la  provincia  de  Cliile,  supo  el  dicho 

ta  Diego  cómo  los  indios  se  habían  retirado  de  la  dicha  cibdad  del 

co  y  quitado  el  cei-co,  y  que  los  dichos  indios  de  guerra  y  el  cacique 

igo  Inga  estaban  en  un  pueblo  que  se  dice  «El  Tambo»,  y  que  el 

no  don  Diego  de  Almagro,  con  toda  su  gente  de  guerra,  vino  á  la 

ad  del  Cuzco,  y  que  el  diclio  Hernando  Pizarro  no  le  quiso  de- 

enti-ar  en  la  dicha  cibdad,  defendiéndole  la  entrada;  y  el  dicho  don 

tego  de  Almagro  asentó  su  real  á  cuatro  tiros  de  ballesta  de  la  di- 

cibdad  del  C^izco,  y  le  envió  á  requerir  al  dicho  Hernando  Pizarro 

le  dejase  entrar  en  la  dicha  cibdad,  pues  que  tenía  provisiones  de 


I 


234  COLECCIÓN  DE  DOCITlCEirTOS 

S.  M.  para  su  gobernación;  y  el  dicho  Hernando  Pizarro  le  envió  á 
decir  que  se  volviese  por  donde  había  vuelto,  quél  no  le  conocía  pw 
gobernador  del  Cuzco;  quel  dicho  don  Diego  de  Almagro  envió  á  Her- 
nando de  Sosa,  su  secretario,  é  otros  caballeros  con  él,  con  las  proTisio 
nes  que  S.  M.  le  había  dado  de  la  gobernación  de  la  dicha  cibdad  M 
Cuzco,  para  que  requiriesen  á  los  regidores  é  oficiales  de  la  dicha  cib- 
dad que  le  recibiesen  por  tal  gobernador;  y  que  los  dichos  oficiales  de 
la  dicha  cibdad  no  habían  querido  obedecer  las  dichas  provisioneB, 
diciendo  que  eran  falsas;  é  visto  esto  por  el  dicho  adelantado  don  Diego 
de  Almagro,  al  cabo  de  ocho  días  entró  en  la  dicha  cibdad  del  Gozeo,  y 
que  después  que  entraron  en  la  dicha  cibdad,  oyó  quejarse  este  testigo 
á  muchos  indios,  diciendo  que  Hernando  Pizarro  les  había  tomado  sus 
haciendas,  é  que  los  habían  tratado  mal;  y  este  testigo  vido  cómo  des- 
pués quel  dicho  don  Diego  de  Almagro  entró  en  la  dicha  cibdad  del 
Cuzco,  venían  muchos  indios  iodos  mordidas  las  nalgas  de  sus  cuerpos, 
de  perro,  é  otros  quemados;  y  que  la  lengua  quel  dicho  don  Diego  de 
Almagro  tenía,  les  preguntaba  que  quién  les  había  fecho  aquello,  y  que 
los  dichos  indios  decían  quel  dicho  Hernando  Pizarro  les  había  fecho 
aquel  mal,  é  les  había  fecho  otros  malos  tratamientos  porque  le  diesen 
oro;  é  que  lo  demás  contenido  en  la  dicha  pregunta  no  lo  sabe. 

10.  A  las  diez  preguntas,  dijo  que  dice  lo  que  dicho  tiene  en  la 
pregunta  antes  desta;  é  lo  demás  en  esta  pregunta  contenido  no  lo  sabe. 

11.  A  las  once  preguntas,  dijo  que  no  la  sabe. 

12.  A  las  doce  preguntas,  dijo  que  dice  lo  que  dicho  tiene  en  la 
novena  pregunta,  é  lo  demiís  no  lo  sabe. 

13.  A  las  trece  preguntas,  dijo  que  dice  lo  que  dicho  tiene  en  la 
novena  pregunta  desto  su  dicho,  ó  lo  demás  en  ella  contenido  no  lo  sabe, 

14.  A  las  catorce  preguntas,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es  que  al 
tiempo  quel  dicho  don  Diego  de  Almagro  vino  del  descubrimiento  de 
Chile  hacia  la  cibdad  del  Cuzco,  seis  leguas  de  la  dicha  cibdad  del  Cuz- 
co, estando  allí  alguna  gente  de  guerra  del  dicho  don  Diego  de  Alma- 
gro, que  era  en  un  pueblo  que  se  llamaba  Urcos,  porquel  dicho  don 
Diego  de  Almagro  había  ido  á  hablar  con  el  cacique  Mango  Inga,  que 
üstá  en  su  pueblo,  que  se  llama  «El  Tambo»,  para  procurar  de  traelle 
(le  paz,  porquestaba  alzado  él  é  muchos  indios,  y  el  dicho  don  Diego  de 
Almagro  había  dejado  por  capitán  de  la  gente  que  dejaba  en  Urcos,  á 
un  capitán  que  se  llama  Saavedra,  y  questando  el  dicho  capitán  é  su 


ILLMA0EO  T  SÜ8  C0MPANKB08 


235 


:e  en  el  üicho  pueblo  Urcos,  vino  allí  el  dicho  Hernan(lo  Pizarro  con 
lachA  gente  de  guerra,  é  asentó  su  real  media  legua  del  pueblo  que  se 
Ilusa  Urcos,  donde  eataba  la  gente  del  dicho  don  Diego»  y  como  el  di- 
to capitán  Saavedra  te  vido  que  venía  á  punto  de  guerra  é  quemando 
pueblas  é  bohíos,  le  envió  el  dicho  capitán  Saavedra  un  escribano 
que  le  requiriese  quól  venía  á  la  tierra  á  favorecelloa,  quél  no  po- 
día ir  atrás  ni  adelante  hasta  quel  señor  Adulan tado  Wniese  de  hablar 
con  el  (dicho)  cacique^  y  que  luego  aquel  día  se  partió  el  dicho  Hernan- 
do Pizarro  con  toda  su  gente  hacia  la  cibdad  del  Cuzco,  y  que  al  e^bo 
de  dos  ó  tres  días  questo  pasó,  vino  el  dicho  Adelantado  al  pueblo  que 
90  llama  Urcos,  donde  había  dejado  gente  de  guerra,  y  allí  se  juntó  con 
todos,  y  36  fué  hacia  la  cibdad  del  Cuzco»  y  el  dicho  Adelantado  asentó 
811  real  cosa  de  cuarto  de  media  legua,  desde  donde  vido  este  testigo 
quel  dicho  Hernando  Pizarro  estaba  fortalecido  en  la  dicha  cibdad  con 
su  gente  de  guerra,  así  cristianos  como  indios  é  negros,  á  los  cuales 
dichos  indios  é  negros  vido  este  testigo  quesUibau  con  sus  armas  de 
IsmzBM  y  espadas  ¿  manera  de  hombres  de  guerra,  y  que  allí  vido  que 
ol  dicho  don  Diego  dé  Almagro  envió  á  hablar  al  dicho  Hernando  Pi* 
zarro,  con  un  secretario  suyo,  que  se  llama  Hernando  de  Sosa,  para  qu  e 
le  entregase  en  paz  la  cibdad,  pues  que  cabía  en  su  gobernación,  y  que 
fin  ello  pasaron  ciertos  conciertos  é  asientos,   á  los  cuales  este  testigo  se 

^Bere,  acerca  de  entregalle  la  cibdad  al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  y 
que  á  cabo  de  ocho  días  el  dicho  don  Diego  é  su  gente  entraron  pacifi- 
camente en  la  dicha  cibdad  del  Cuzco;  y  que  lo  demás  contenido  en  la 
diclia  pregunta  no  lo  sabe, 

15.  A  las  quince  preguntas,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es,  questan- 
do  este  testigo  en  la  dicha  cibdad  del  Cuzco,  vido  cómo  después  de 
lUber  pasado  todo  lo  que  dicho  tiene  en  la  pregunta  antes  desta,  el  di- 

^B  Adelantado  presentó  ciertas  provisiones  antel  cabildo  é  regidores 
de  la  dicha  cibdad  del  Cuzco,  y  los  dichos  regidores  le  recibieron  por 
tal  gobernador  de  la  dicha  cibdad,  ó  se  pregonó  la  dicha  provisión  de 
Su  Majestad,  con  una  trompeta,  y  después  desto  pasado,  vido  cómo  es- 
taba preso  el  dicho  Hernando  Pizarro  con  prisiones,  y  principal- 
mente oyó  decir  questaba  preso  por  mandado  del  dicho  don  Diego  de 
Almagro,  en  razón  de  lo  que  había  fecho  é  cometido  contra  el  dicho  don 

150  é  contra  la  tierra;  y  que  lo  demás  contenido  en  la  dicha  pregunta 


'^a 


236  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

tígo  se  refiere  á  las  escrituras  que  en  razón  dello  pasaron,  y  queste  tes- 
tigo vido  salir  de  la  dicha  cibdad  del  Cuzco  al  dicho  Hernando  Pizarro. 
16.  A  las  diez  é  seis  preguntas,  dijo  que  después  de  suelto  el  dicho 
Hernando  Pizarro  de  la  prisión  en  que  le  tenía  el  dicho  don  Diego  de 
Almagro,  estando  este  testigo  en  la  dicha  cibdad  del  Cuzco,  vido  cómo 
el  dicho  Hernando  Pizarro  venía  con  mucha  gente  de  guerra,  y  queste 
testigo  oyó  decir  públicamente  de  como  traería  al  pie  de  ochocientos 
hombres  de  guerra,  y  dio  batalla  al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  y  que 
de  la  dicha  batalla  vido  este  testigo  cómo  de  la  parte  del  dicho  don 
Diego  de  Almagro  mataron  mucha  gente,  y  este  testigo  ajnidó  á  en- 
terrar algunos  dellos;  y  el  sacrisüin  de  la  iglesia  del  Cuzco  le  dijo  á  este 
testigo  que  serían  muertos  de  la  gente  del  dicho  don  Diego  é  de  la  de 
Hernando  Pizarro,  más  de  doscientos  é  cincuenta  hombres,  y  que  en  la 
dicha  batalla  vido  este  testigo  cómo  mataron  al  capitán  Orgóilez  é  le 
cortaron  la  cabeza  é  se  la  pusieron  colgada  de  la  picota  en  un  clavo;  y 
queste  testigo  vido  muerto  á  otro  capitán  que  se  llama  Rui  Díaz,  de 
Granada,  ó  le  ayudó  á  enterrar;  ó  queste  testigo  oyó  decir  públicamen- 
te  en  la  dicha  cibdad  del  Cuzco  cómo  después  de  vencida  la  batalla  por 
el  dicho  Hernando  Pizarro,  trayendo  rendido  al  dicho  capitán,  le  habían 
dado  por  detrás  una  lanzada,  (|ue  lo  pasó  de  banda  á  banda;  y  queste 
testigo  lo  vido  cuando  lo  enterró  como  estaba  todo  ensangrentado;  y  que 
también  vido  este  testigo  muerto  é  alanceado  á  Hernando  de  Alvarado, 
sobrino  de  Diego  de  Alvarado,  é  le  ayudó  á  enterrar;  y  también  vido 
muerto  á  un  caballero  que  se  llainaba  Pérez,  todo  alanceado,  y  le  ani- 
dó este  testigo  íi  enterrar;  y  también  vido  este  testigo  cómo  el  capitán 
Lerina  estaba  muerto  en  la  posada  de  P<Mlro  de  los  Ríos,  vecino  del 
Cuzco,  en  una  cama,  todo  i)asa«lo  de  estocadas,  el  cual  se  ]ial)ía  ido  á  cu- 
rar de  las  heridas  que  le  habían  dado  en  la  batalla,  y  que  oyó  decir  pu- 
blicamente á  muchas  personas  cómo  estando  herido  el  dicho  capitán 
Lernia  y  malo  en  su  cama,  habían  allegado  de  la  parte  del  dicho  Her- 
nando Pizarro  é  le  habían  muerto  á  lanzadas,  y  este  testigo  le  aj'udóá 
enterrar:  todos  los  cuales,  capitanes  é  personas  que  dicho  tiene,  eran  de 
la  parte  del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  y  que  públicamente  se  decía 
en  la  dicha  cibdad  del  Cuzco  que  los  de  la  parte  del  dicho  Hernando 
Pizarro  habían  muerto  en  sus  camas,  estando  heridos,  después  de  la 
batalla,  tres  ó  cuatro  hombres,  que  no  se  acuerda  este  testigo  quién  le 
dijeron  que  eran;  é  questo  dice  é  sabe  desta  pregunta. 


ALHAOSO  T  8Ü8  COMPANEROS 


235 


»nte  en  el  dicho  pueblo  Urcos,  vino  allf  el  dicho  Hernando  Pizarro  con 
lucha  gente  de  guerra,  é  asenW  su  real  media  legua  del  pueblo  que  se 
Mna  Urcoa»  donde  estaba  la  gente  del  dicho  don  Diego,  y  como  el  di- 
10  capitán  Saavedra  le  vido  que  venía  á  punto  de  guerra  é  quemando 
pueblos  é  bohíos,  le  envió  el  dicho  capitán  Saavedra  un  escribano 
que  le  requiriese  quól  veuía  á  la  tierra  á  favorecellos,  quél  no  po- 
la ir  atrás  ni  adelante  haííta  quel  señor  Adelantado  viniese  de  hablar 
el  (dicho)  cacique,  y  que  luego  aquel  día  se  partió  el  dicho  Hernan- 
Pizarro  con  toda  su  gente  hacia  la  cibdad  del  Cuzco,  y  que  al  cabo 
dos  ó  tres  días  questo  pasó,  vino  el  dicho  Adelantado  al  pueblo  que 
llama  Urcos,  donde  habla  dejado  gente  de  guerra,  y  allí  se  juntó  con 
ios»  y  se  fué  hacia  la  cibdad  del  Cuzco,  y  el  dicho  Adelantado  asentó 
real  oosa  de  cuarto  de  media  legua,  desde  donde  vido  este  testigo 
lel  dicho  Hernando  Pizarro  estaba  fortalecido  en  la  dicha  cibdad  con 
gente  de  guerra,  así  cristianos  como  indios  é  negros,  A  los  cuales 
íchoa  indios  ó  negros  vido  este  testigo  questaban  con  sus  armas  de 
izas  y  espadas  á  manera  de  hombres  de  guerra,  y  que  allí  vido  que 
dicho  don  Diego  de  Almagro  envió  á  hablar  al  dicho  Hernando  Pi- 
2€Lrro,  con  un  secretario  suyo,  que  se  llama  Hernando  de  Sosa,  para  que 
la  entregase  en  paz  la  cibdad,  pues  que  cabía  en  su  gobernación,  y  que 
m  ello  pasaran  ciertos  conciertos  ó  asientos,  á  los  cuales  este  testigo  se 
^fiere,  acerca  de  entregalle  la  cibdad  al  dicho  don  Diego  de  Almagro»  y 
á  cabo  de  ocho  días  el  dicho  don  Diego  ó  su  gente  entraron  pacífi- 
lente  en  la  dicha  cibdad  del  Cuzco;  y  que  lo  demás  contenido  en  la 
icha  pregunta  no  lo  sabe. 

15,  A  las  quince  preguntas,  dijo  que  lo  que  della  sabe  es,  queatan- 
I  este  testigo  en  la  dicha  cibdad  del  Cuzco,  vido  cómo  después  de 
Br  pasado  todo  lo  que  dicho  tiene  en  la  pregunta  antes  desta,  el  di- 
%o  Adelantado  presentó  ciertas  provisiones  antel  cabildo  é  regidores 
I  la  dicha  cibdad  del  Cuzco,  y  los  dichos  regidores  le  recibieron  por 
gobernador  de  la  dicha  cibdad,  é  se  pregonó  la  dicha  provisión  de 
Majestad,  con  una  trompeta,  y  después  desto  pasado,  vido  cómo  es- 
preso  el  dicho  Hernando  Pizarro    con  prisiones,    y    principal* 
rate  oyó  decir  questaba  preso  por  mandado  del  dicho  doo  Diego  de 
ro,  en  razón  de  lo  que  había  fecho  é  cometido  contra  el  dicho  don 
ego  é  contra  la  tierra;  y  que  lo  demás  contenido  en  la  dicha  pregunta 
oyó  decir  este  testigo  púbUcamente  en  la  dicha  cibdad,  y  queste  tes- 


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ALMAGRO  Y  SUS  C0MPAÑEB08  239 

(sión  habían  de  engañar  á  S.  M.,  como  le  han  engañado,  porque  la  dicha 
cédula  ni  relación  que  le  hicieron  no  viene  conforme  al  embargo  que 
yo  hice  cuando  me  dijo  uno  de  vuestras  mercedes  en  su  abdiencia  que 
me  agradecía  el  aviso  y  consejo,  por  lo  cual  tomo  á  avisar  á- vuestras 
mfircedes  que  mire  que  entiende  Dios  en  este  negocio,  muerte  y  robos 
que  Hernando  Pizarro  hizo  en  el  justo  y  buen  servidor  de  S.  M.,  el 
fliutre  adelantado  don  Diego  de  Almagro  y  doscientos  y  veinte  é  dos 
hombres  en  una  batalla,  y  muchos  en  las  casas,  curándose,  otro  día,  de 
las  llagas  fechas  con  grandes  crueldades  y  desacatos;  porque  lo  que  yo 
pedí,  magníficos  señores,  en  mis  escritos  y  requerimientos  y  tengo  pro- 
bado prencipalmente,  es  lo  que  no  hace  minción  en  la  dicha  provisión, 
.iqpies  avisar  ahora  á  vuestra  merced  cómo  una  fuente  grande  de  agua  á 
manos,  de  mucho  peso  y  valor,  y  un  jarro,  y  una  taza,  y  una  copa  con 
aa  sobrecopa,  y  un  bernegal,  y  un  salero  alto  con  su  sobresalero,  todo 
de  oro,  y  otras  piezas  de  plata,  son  del  dicho  Adelantado  y  gobernador 
don  Diego  de  Almagro,  que  haya  gloria,  de  quien  soy  albacea,  y  Her- 
nando Pizarro  le  tomó  y  robó,  cuando  le  ahorcó  con  poco  temor  de  Dios 
y  del  Rey,  como  tirano,  y  las  dichas  piezas  y  lo  demás,  ansí  por  ser  el 
dicho  Hernando  Pizarro  delincuente  y  deber  mucho  á  S.  Maj.  y  á  otras 
personas,  por  do  en  su  persona  y  bienes,  ci\'il  é  criminalmente  se  debe 
proceder,  como  por  ser  el  heredero  S.  Maj.  del  dicho  Adelantado,  mi 
parte,  como  parece  por  su  testamento  que  ante  vuestra  merced  tengo 
presentado,  pertenecen  las  dichas  piezas  á  Su  Majestad  y  son  suyas,  y 
no  del  dicho  Hernando  Pizarro,  como  tengo  probado  y  me  obUgo  á 
probar;  y  ansí  por  esto,  como  porque  los  testigos  las  han  de  ver  y  conocer 
las  dichas  piezas,  hay  gran  necesidad  questón  detenidas  y  embargadas, 
por  no  se  deshagan  y  escondan,  requiero  á  vuestras  mercedes  ima,  é  dos 
y  tres  veces,  y  cuantas  ha  lugar,  manden  volver  las  dichas  piezas  y  todo 
lo  demás  que  por  mí  estaba  embargado  en  esta  Casa  Real,  si  lo  han  dado 
á  alguien,  y  no  lo  den,  aunque  venga  cédula  y  provisión  de  S.  M.  sobre 
ello  en  su  favor,  si  no  viniere  enxerta  esta  mi  relación,  y  fuere  avisado 
Su  Maj.  de  lo  que  le  pertenece,  y  den  luego  aviso  á  Su  M.  y  á  su  ñscal 
deste  mi  escrito  y  requerimiento  y  de  los  demás  que  en  esta  razón  ten- 
go fechos  á  vuestra  merced,  de  los  cuales  no  se  debieron  acordar  vues- 
tras mercedes,  pues  no  miraron,  cuando  vieron  la  dicha  cédula,  que  no 
venía  su  relación  conforme  á  mi  embargo,  ni  vuestra  merced  acordó 
de  avisar  á  Su  Maj.,  como  yo  tengo  requerido  en  los  dichos  mis  escritos, 


240  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

temiéndome  desto,  y  pues  vuestra  merced,  demás  de  ser  jueces,  son  ofi- 
ciales de  S.  M.  para  poner  cobro  en  su  hacienda  real  de  las  Indias  y 
avisarle,  debiéralo  de  haber  fecho,  y  harélo  ahora;  porque  si  bien  lo 
quieren  ftiirar  mi  embargo  primero,  hablo  como  criado  de  S.  M.,  y  mos- 
trando como  albaceadel  Adelantado,  con  su  testamento  y  testigos,  como 
pertenece  lo  embargado  á  S.  M.  por  lo  susodicho,  y  ansiniismo  pido  y 
requiero  que,  si  ftiere  menester,  juntamente  con  este  mi  requerimiento 
se  envíe  á  Su  Majd.  ó  á  su  fiscal  de  las  Indias,  que  en  su  Real  Corte 
reside,  todo  el  proceso  desta  cabsa;  y  si  ven  que  no  es  menester,  no 
dejen  de  en\'iar  este  mi  requerimiento,  del  cual,  con  la  respuesta  de 
\niestras  mercedes,  pido  al  presente  escribano  me  lo  dé  por  testímonró 
signado  y  abtorizado  para  mostrar  á  S.  M.  é  á  los  de  su  Consejo  Retí 
de  las  Indias,  para  lo  cual  el  magnífico  oficio  de  vuestra  merced  imploro. 

Otrosí:  apelo  y  suplico  de  la  dicha  cédula  para  ante  la  Penom 
Real  de  S.  M.  con  todas  aquellas  leyes  y  circunstancias  que,  con  su  aca- 
tamiento, debo  alegar  á  lo  que  toca  al  servicio  de  S.  M.  y  su  real  hi- 
cienda,  y  el  derecho  de  las  dichas  mis  partes  y  mía;  de  manera  que  aq» 
S.  M.  primero,  lo  que  con  favor  y  mañas  el  dicho  Hernando  Pizarro  J 
su  procurador  Sebastián  Rodríguez  hacen  contra  ello  para  sacar  las  cé- 
dulas y  provisiones,  como  las  han  sacado,  y  sobre  todo,  pido  cmnpt 
miento  de  justicia.  -  Do7i  Alonso  JEnríquez. 

En  Lunes,  veinte  é  tres  días  del  mes  de  Enero  de  mili  é  quinientos 
é  cuarenta  é  dos  años,  ante  los  señores  jueces  el  tesorero  Frandsoo 
Tello  y  el  contador  Diego  de  Zarate  y  el  fator  Francisco  Duarte,  lo 
presentó  el  contenido. 

E  luego  los  dichos  señores  jueces  dijeron:  que  ya  se  dieron  el  dicto 
oro  é  plata  por  cédula  de  S.  M.;  que  si  algo  quiere  pedir,  lo  pidaioli. 
Su  Majestad. 

Magníficos  señores: — Rodrigo  Pérez,  digo:  que  yo  presentó 
vuestras  mercedes  un  poder  del  comendador  Hernando  Pizarro 
que,  por  virtud  del,  me  diosen  cierto  oro  y  plata  suyo,  que  aquí 
y  porque  yo  lo  tengo  recibido  y  he  menester  el  poder  oreginaJpann^ 
cosas,  pido  é  suplico  á  vuestras  mercedes  me  le  manden  dar  y  enlrí 
quedando  el  treslado  en  poder  del  escribano  desta  Casa,  y  sobre  elJa| 
justicia. 

En  vSábado,  veinte  é  ocho  días  del  mes  de  Enero  de  mili  é(fBM 
tos  é  cuarenta  é  dos  años,  ante  los  señores  jueces  el  tesorero  Frtffl 


ALMAGRO  Y  SÜ8  COHPAÑEBOb  241 

Tello  y  el  contador  Diego  de  Zarate  y  el  fator  Francisco  Duarte,  lo 

presentó  el  contenido. 

E  luego  los  dichos  señores  jueces  mandaron  que  se  le  dé  el  poder, 

quedando  el  treslado   corregido  ^é  concertado   con   el  original  en  el 
proceso. 

En  la  villa  de  Valladolid,  á  veinte  é  tres  días  del  mes  de  Hebrero 
ele  mil  é  quinientos  é  cuarenta  é  dos  años,  presentó  esta  petición  ante 
los  señores  del  Consejo  Real  de  las  Indias,  juntamente  con  la  carta  é 
testimonio  de  que  en  ella  se  hace  minción,  el  Licenciado  Villalobos,  fis- 
cal de  Sus  Majestades,  é  los  señores  del  dicho  Consejo  mandaron  que  so- 
bre juramento  declare  Hernando  Pizarro  si  las  piezas  de  oro  ó  plata 
declaradas  en  la  dicha  petición  las  tiene  en  su  poder,  ó  en  cuyo  poder 
están,  é  que  no  las  transporte  ni  deshaga,  para  que  con  ellas  se  pueda 
averiguar  lo  en  esta  petición  contenido;  é  que  los  Oficiales  de  Sevilla  re- 
ciban información  de  lo  que  cerca  dello  dice  don  Alonso  Enríquez,  y  la 
envíen  con  la  que  tienen  fecha  al  Consejo.  En  la  dicha  villa  de  Valla- 
dolid, á  veinte  é  cuatro  días  del  dicho  mes  é  año,  el  dicho  Hernando 
Pizarro,  comendador  de  la  Orden  de  Santiago,  habiendo  jurado  en  for- 
ma debida  de  derecho  cerca  de  lo  contenido  en  la  petición  ó  abto  de 
suso  escrito,  dijo  é  declaró:  que  las  piezas  contenidas  en  esta  petición 
las  tiene  él  en  su  poder,  é  que  no  fueron  ni  son  de  don  Diego  de  Alma- 
gro; é  que  de  la  manera  que  las  hobo,  es:  quel  salero  compró  de  Turué 
gano  y  las  demás  piezas  y  el  dicho  salero  era  de  don  Francisco  Pizarro 
su  hermano;  é  que  cuando  entró  don  Diego  de  Almagro  en  el  Cuzco  y 
lo  tomó  por  fuerza,  las  tomó  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  á  Antonio 
de  Cisneros,  mayordomo  del  dicho  don  Francisco  Pizarro,  y  el  dicho 
don  Diego  de  Almagro  las  dio  en  cierta  paga  á  Alonso  del  Valle;  y  cuan- 
do este  declarante  volvió  á  restituirse  en  el  Cuzco,  el  dicho  Antonio  de 
Cisneros  las  pidió,  y  este  confesante,  por  ser  hermano  del  dicho  don 
Francisco  Pizarro,  las  mandó  depositar  y  no  quiso  conocer  de  la  justicia 
dello  y  lo  cometió  á  un  alcalde;  y  el  dicho  alcalde  mandó  que  se  diesen 
al  dicho  Alonso  del  Valle  todas  las  dichas  piezas,  ecebto  el  salero  que 
tenía  el  dicho  veedor  Turuégano,  y  por  parte  de  algunos  acreedores  á 
quien  debían  dineros  el  dicho  Alonso  del  Valle,  se  hizo  ejecución  en 
ellas  y  se  vendieron  en  pública  almoneda  por  mandado  del  dicho  al- 
calde, y  las  sacó  Antonio  de  Origüela;  y  este  declarante  las  hobo  des- 
pués del  dicho  Origüela;  y  questa  es  la  verdad,  so  cíu-go  del  juramento 

16 


242  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

que  fizo,  é  lo  firmó:  é  asimismo  se  dio  por  notificado  el  dicho  abto.— 
Hernando  Piearro. — Sebastián  de  Ledesma. — Está  bien  sacado  del  abio 
oreginal. 

Magníficos  señores: — Don  Alonso  Enriques,  parezco  ante  vnestni 
mercedes  é  presento  esta  petición  é  provisión,  señalada  del  Consejo  Real 
de  las  Indias,  y  requiero  á  vuestras  mercedes  manden  tomar  los  testigoi 
que  sobre  ello  presentare  por  mi  interrogatorio,  que  en  el  proceso  de  h 
cabsa  está  con  estas  preguntas  añedidas,  tomando  á  preguntar  por  eUas 
á  los  que  las  otras  dijeron,  para  probar  la  falsedad  que  Hernando  Piza- 
rro  ha  dicho  en  su  dicho  contra  la  verdad  é  interese  real  de  S.  M.,  y 
ansí,  con  los  testigos  dichos  y  que  más  dijeren,  luego  envíe  vuestra 
merced  al  Fiscal  de  las  Indias  lo  procesado,  para  lo  cual  el  magnifico 
oficio  de  vuestra  merced  imploro. 

Interrogatorio. — Por  la  primera  pregunta,  si  saben  que  Antonio 
de  Cisneros  era  mayordomo  del  Marqués  don  Francisco  Pizarro  y  del 
adelantado  don  Diego  de  Almagro,  gobernadores  por  S.  M.,  y  si  los  di- 
chos gobernadores  eran  compañeros  y  la  hacienda  toda  ima,  y  como  ta- 
les compañeros  cobraban  cada  uno  por  si  la  hacienda  de  entrambos  á 
dos,  é  daban  cartas  de  pago  é  de  finequitos,  y  valían  lo  que  el  uno  ha- 
cia como  si  lo  hicieran  entrambos. 

2.  ítem:  si  saben  que  durante  esta  compañía  entró  el  adelantado 
don  Diego  de  Almagro  en  la  cibdad  del  Cuzco  para  la  gobernar  en 
nombre  de  S.  M.  con  sus  provisiones  reales,  y  fué  obedecido  y  recibido 
por  el  cabildo,  y  como  tal  compañero  de  don  Francisco  Pizarro,  tomó 
cuenta  al  dicho  Antonio  de  Cisneros,  mayordomo  de  entrambos,  el  cual 
le  dio  ó  acudió  con  cierto  oro  ó  plata,  entre  lo  cual  fué  una  fuente  gran- 
de, y  un  jarro  grande,  y  una  taza,  y  un  salero  con  su  sobresalero,  y  un 
bernegal  grande,  todo  de  oro,  por  su  propia  voluntad,  sin  hacer  fuerza 
ni  amenaza,  sino  como  mayordomo  á  su  señor,  y  así  se  sirvió  luego  de 
las  dichas  piezas  públicamente  como  cosa  suya. 

3.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  desque  volvió  Hernando  Pizarro  al 
Cuzco  y  dio  la  batalla  al  dicho  Adelantado,  y  saqueó  y  robo  á  esta  db- 
dad  del  Cuzco,  dio  un  garrote  al  dicho  Adelantado  y  le  robó  las  dichas 
piezas  con  otra  gran  cantidad  de  hacienda,  y  hizo  ayos,  criados  é  amigos 
suyos,  los  cuales  le  ayudaban  á  robar. 

4.  ítem:  si  saben  que  el  dicho  Hernando  Pizarro  supo  que  el  dicho 
Adelantado  había  dado  á  guardar  unas  esmeraldas  de  gran  valor  al 


AXiKAOBO  T  008  COMPAÑEROS 


243 


ftpitán  Felipe  Gutiérrez,  que  venía  con  el  dicho  Hernando  Pizarro,  y 

las  tomó  al  dicho  capitán  Fehpe  Gutiérrez;  y  por  dar  color  al  robo  y 

se  agraviase  el  dicho  Felipe  Gutiérrez,  dijo  que  las  quería  para  S,  M. 

porque  si  se  las  pidiesen,  las  quería  apreciar  en  pública  almoneda»  ó 

dnder,  si  mucho  diesen  por  ellas,  para  acudir  con  el  dinero  á  S.  M.,  6 

*  quien  con  derecho  debiera,  y  ansí  anduvieron  en  almoneda  y  se  re* 

Eiataron,  é  las  sacó  un  echador  quél  echó  eti  su  presencia^  mayordomo  de 

>nzalo  Pkarro,  su  hermano,  que  se  llama  Fulano  de  Villacorte,  en 

é  quinientos  castellanos,  valiendo  más  de  diez  mili;  y  el  Licenciado 

Jo  é  otros  las  quisieron  pujar  y  no  osaron. 

5.  ítem:  si  saben  que  todo  lo  susodicho  es  púbHca  voz  é  fama. 

Y  por  cuanto  yo  tengo  gastados  en  el  presentar  de  los  testigos,  di- 
33  de  mi  hacienda,  y  en  un  letrado  que  rae  ha  aconsejado»  como 

leatra  merced,  y  Juan  Gutiérrez,  vuestro  escribano,  saben,  yo  eacrebí 
;  8.  M,  sobre  ello,  y  no  me  responde  ni  parece  tenérmelo  en  servicio, 
or  lo  que  ceso  en  el  proseguimiento  desta  cabsa,  presentando  esto  que 
envió  su  fiscal,  proveído  por  su  Consejo  Real  de  las  Indias,  y  este 
iterrogatorio,  para  que  se  pregunte  en  la  cabsa  á  los  testigos  que  aquí 
[)mbraré,  lo  cual  requiero  que  todo  sa  ponga  en  el  proceso  que  yo 
igo  fecho  ante  vuestra  merced  en  la  dicha  cabsa,  y  se  pregunte  por 
interrogatorio  por  los  testigos  ya  dichos  en  él,  y  los  más  questuvie- 
en  esta  cibdad,  y  de  los  que  no  estuvieren  se  dé  aviso  al  Licenciado 
^alobos,  fiscal  de  las  Indias,  para  que  por  falta  del  aviso  S,  M.  no 
3a  su  hacienda  real,  pues  vuestras  mercedes,  como  sus  oficiales,  son 
aligados  á  ello,  y  tengan  con  todo  esto  el  dicho  proceso  ordenado  y  á 
lio,  para  cuando  S.  M.  lo  enviare  á  pedir,  porque  por  una  carta  me- 
me  escribe  ol  dicho  fiscal  cómo  ha  visto  el  señor  contador  Diego 
Zarate^  que  tenga  hecha  estas  diligencias,  porque  queda  firmada 
na  cédula  de  S,  M.  para  enviar  por  ello. 

Y  los  testigos  son: 
El  dicho  Antonio  de  Cisneros. 
El  dicho  veedor  Turuégano. 

(Con  los  cuales  alega  en  su  dicho  el  dicho  Hernando  Pizarro). 
ítem:  Diego  de  Alvarado. 

)iego  Ntifíez  de  Mercado, 
iego  de  los  Ríos. 
Cl  licenciado  Francisco  de  Prado, 


] 


244  COLECCIÓN  DE  DOCITMSirTOS 

Hernando  de  Sosa,  estante  en  la  Corte. 

En  Medina  del  Campo,  Medina  Mallero. 

En  Granada,  Diego  de  Bazán  y  Diego  Gutiérrez. 

En  Corte,  Andrés  de  Badajoz. 

Salinas,  yerno  del  Licenciado  Prado. 

ítem:  todos  los  que  se  hallaron  en  la  toma  de  la  posesión  de  su  go- 
bernación de  la  cibdad  del  Cuzco,  del  dicho  sefior  adelantado  y  gober- 
nador don  Diego  de  Almagro,  y  cuando  se  restauró,  como  él  dice,  Her- 
nando Pizarro,  remitiéndome  á  lo  susodicho  y  á  ellos,  ceso  y  lo  firmo 
de  mi  nombre,  requiriendo  al  presente  escribano  que  lo  dé  por  testimo- 
nio, y  que  ponga  esto  en  el  proceso,  y  no  lo  dé  sin  ello,  porque  hoy  lo 
quiero  enviar  á  S.  M.,  esto  que  agora  presento,  signado,  en  manera  que 
haga  fee. — Don  Alonso  Enríquez. 

Yo  me  obUgo  á  dar  la  carta  de  compafíía  de  los  gobernadores. 

En  Miércoles,  veinte  é  nueve  días  del  mes  de  Marzo  de  mili  é  qui- 
nientos é  cuarenta  é  dos  años,  ante  los  señores  jueces  el  tesorero  Fran- 
cisco Tello  y  el  contador  Diego  de  Zarate  y  el  fator  Francisco  Duarte, 
lo  presentó  el  contenido. 

E  luego  los  dichos  señores  jueces  mandaron  que  se  ponga  en  el 
proceso,  é  que  trayendo  la  provisión  que  dice,  harán  lo  que  S.  M. 
mandare. 

E  después  desto,  en  la  dicha  cibdad  de  Sevilla,  Miércoles  treinta  é 
un  días  del  mes  de  Mayo  6  del  dicho  año  de  mili  ó  (}uinientos  é  cuaren- 
ta é  dos  afios,  iinto  los  dichos  señores  jueces  el  tesorero  Francisco  Tello 
y  el  contador  Dio^o  de  Zarate,  parosció  el  dicho  don  Alonso  Enríquezé 
j^resentó  uua  ctídula  real  del  Emperador  é  Rey  Nuestro  Señor,  escrita 
en  papel  é  íi miada  de  su  real  nombre,  é  refrendada  de  Juan  de  Sama- 
110,  su  secretario,  y  al  pie  della  cuatro  señales  de  firmas,  sin  nombres, 
sogüii  qiio  por  ella  paresco,  la  cual  es  esta  que  so  sigue: 

«P]l  Rey.- -Nuestros  Oficiales  que  residís  en  la  cibdad  de  Sevilla, 
en  la  Casa  de  la  (contratación  de  las  Indiiis:  El  Licenciado  Villalobos, 
nuestro  fiscal  en  el  nuestro  ('onsejo  de  las  Indias,  nos  ha  hecho  relación 
(jue  á  su  noticia  era  venido  (jue  al  tiempo  que  Hernando  Pizarro  pren- 
dió á  don  Diego  de  Almagro,  nuestro  gobernador  que  fué  de  la  provin- 
cia de  Toledo,  é  le  condenó  á  muerte,  le  tomó  é  ocupó  para  sí  muchos 
bienes  del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  especialmente,  una  fuentí» 
grande  de  oro  para  dar  aguamanos,  de  mucho  peso  ó  valor,  é  un  jarro 


AIiMAGBO  Y   8U8   COMPAÑEBOB 


246 


una  taza,  é  una  copa  con  su  sobrecopa,  é  un  bernegal,  ó  un  salero  alto 
m  su  sobresalero»  todo  ello  de  oro  fino,  é  otras  muchas  piezas  de  plata 
|uel  dicho  Hernando  Pizarro  trajo  á  esa  Casa,  donde  fueron  embarga- 
á  pediniiento  de  don  Alonso  Enríquez,  las  cuales,  á  pedimiento  del 
ioho  Hernando  Pizarro  é  por  virtud  de  una  nuestra  cédula  pai-a  ello 
ia,  se  había  desembargado  sobre  fianzas,  y  entregádose  al  dicho  Her- 
lando  Pizarro,  no  embargante  questo  por  el  dicho  don  Alonso  Enríquez 
Jiabía  sido  suplicado  ante  vosotros  de  la  dicha  nuestra  cédula,  lo  cual  había 
ido  en  gran  agravio  é  perjuicio  de  nuestro  patrimonio  real;  porque  siendo 
18  dichas  piezas  de  oro  y  plata  del  dicho  adelantado  don  Diego  de  Al- 
egro, cuyos  bienes  y  hacienda  nos  pertenecen,  no  se  habían  podido 
al  dicho  Hernando  Pizarro,  aunque  diera  las  dichas  fianzas,  espe- 
límente  habiéndose  dado   por  parte  del  dicho  don  Alonso  Enríquez 
formación  ante  vosotros  de  cómo  las  dichas  piezas  eran  del  dicho  don 
lego  de  Almagro,  como  constaba  pior  nn  testimonio  signado  de  Juan 
Jutiérrez  Calderón,  nuestro  escribano  deaa  Casa,  que  ante  los  del  dicho 
lestro  Consejo  presentó,  ó  que  las  dichas  piezas  de  oro  ó  plata  debían 
en  vuestro  poder  y  en  el  arca  de  las  tres  llaves  para  se  poder  mos- 
á  los  testigos  que  para  información  de  lo  susodicho  se  presentasen; 
Prende  que  como  mejor  podía  é  debía  por  el  interese  é  derecho  que 
ineatro  fisco  pretendía  á  los  bienes  del  dicho  don  Diego  de   Almagro, 
aplicaba  de  la  dicha  nuestra  cédala,  ó  hablando  con  el  acatamiento  que 
>ía,  decía  que  se  debía  emendar  é  volver  á  la  arca  de  las  tres  llaves 
Casa  las  dichas  piezas  de  oro  y  plata  que  así  habían  sido  embárga- 
le, para  que  estoviesen  en  depóaito  é  se  averiguase  la  verdad  de  cómo 
dran  del  dicho  don  Diego  de  Ahnagro,  é  así  nos  suplicó  lo  mandásemos 
proveer,  porque  no  se  transportasen  ni  mudasen  la  forma  deUas,  é  man- 
mos  que  rescibiésedes  toda  la  información  que!  dicho  don  Alonso 
juez  08  diese  é  la  demáa  que  pudiésedes  haber  cerca  de  lo  susodi- 
!«>  é  la  enviásedes  ante  los  del  dicho  nuestro  Consejo  de  las  Indias 
llámente  con  la  que  hasta  agora  cerca  deUo  habéis  habido  para  que 
hiciese  sobre  ello  justicia  6  como  la  nuestra  merced  fuese;  lo  cual 
í^ío  por  los  del  dicho  nuestro  Consejo,  fué  acordado  que  debía  mandar 
esta  mi  cédula  para  vos,  por  la  cual  vos  mandamos  que  luego  que 
Ideáis»  toméis  é  recibáis  los  dichos  é  depusiciones  de  las  personas  que 
información  de  lo  susodicho  por  el  dicho  don  Alonso  Enríquez 
eerán  presentadas,  é  la  demás  que  de  vuestro  oficio  pudiéredes  ha- 


h^  pim  mfsyyc  »b^  é  XTmgaMT  la  rerdad  de  lo  qne  ea  eüo 
jetntÉTn^nt^  coa  Ia  iaíannaááa  que  sobre  ello  está  fedm  ca  ea 
.fígnaria  ^  «seríhiuio  deUa.  la  savias  snie  Los  del  dicho  nnesoro  < 
j/>  d^  liM  Indias  para  qtxs  la  mandeoios  rer  é  hacer  ea  eUo  jiBCída.  Fsdi 
«a  Vallddr#lid.  á  r^íorce  de  3iajo  de  mül  é  qmnieatos  é  cuarcma  é  d« 
afios, — Yo,  BL  Rrr — Por  mandado  de  S.  XL — Jmam  de 


Mar  poieroso  iieGor. — EH  Licenciado  Villalobos.  Tuesfero  ñsesl.  a 
ei  pleito  qtie  trato  ooa  Hernando  Pizarro,  sobre  las  piezas  de  oro  éMü 
mMU!  qn/;  foeroa  de  don  EMego  de  Ahnagro,  y  las  trajo  á  estos  ranos, 
respondiendo  á  ia  decIarscúSa  oon  jnrunsnto  qae  tiene  hadia  el  dkho 
Hernando  Fizamo,  digo:  que  en  lo  qae  confiesa  en  £aT<»-  del  tosbIid 
Fisco,  j  no  en  más.  recibo  j  aeebto  sa  conflsión  en  cnanto  confieai  Ib 
rlichas  piezas  haber  sido  del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  é  lo  < 
niego,  é  digo  qae  la  parte  contraria  no  pnede  alegar  las  dichas 
haber  sido  del  gobernador  don  Francisco  Pizarro,  sn  hermano,  propíis, 
y  en  c&so  negado  qae  sayas  hobiesen  sido,  no  pndieron  ser  profús 
sayas,  sino  comanes  de  entre  el  dicho  don  Francisco  Pizarro  y  el  did» 
don  Diego  de  Almagro,  por  razón  de  la  compafiía  anirersal  de  todoe 
sns  bienes  qae  entre  eUos  estaba  contraída;  y  si  alcalde  algano.  oooio 
flice  el  dicho  Hernando  Pizarro,  conoadó  de  la  cabsa  á  qnien  él  dice  lo 
remitió,  no  valió  cosa  alguna  de  lo  por  él  hecho,  porque  aquello  seríi 
fingido  y  fraudalof?o  para  mejor  pH>ier  ocupar  la  dicha  hacien«la.  had^- 
*lole  ('A  de  su  rriaiio  alcalde  para  aquel  ereto.  que  hiciese  lo  que  eí  q'i^ñá 
y  rnari'jaba:  y  '^.-rná^  d-  las  dichas  piezas  de  oro,  el  dicho  Hernando 
Pizarro  tornó  al  dicho  a  leían ta- lo  don  Diego  de  Almagro  unas  esmeral- 
das ricas  y  de  gran  valur.  y  fuij^áó  que  las  poma  en  pregón  y  almoneda 
é  puso  por  .sacad* jr  d^^llas  un  honihre  que  se  llama  Villa  Corte,  mayor- 
domo de  Gonzalo  Pizarro,  su  hermano,  como  en  su  juramento  dice  que 
hizo  en  las  dichas  piezas  de  oro,  que  dice  se  vendieron  en  almone-ia 
que  hizo  el  dicho  alcalde  qu^'-l  puso,  é  las  sacó  Antón  de  Orihuela,  sa- 
cador  puesto  por  ("A;  que  fué  manifiesto  fraude,  pretendiendo  ¿1  ser  juez 
y  poniendo  alcalde  de  su  mano,  á  quien  remitía  la  cosa  para  que 
fingiese  almoneda,  é  poner  sacador  fingido  para  que  lo  sacase,  é  ocuparlo, 
cxjmo  lo  ocupó;  así  pido  ó  suplico  á  Vuestra  Alteza,  pues  el  dicho  Her 
nando  Pizarro  tiene  confesado  que  tiene  en  su  poder  las  dichas  piezas, 
le  mande  luego  con  juramento  las  exhiba  en  esta  Corte   para  que  las 


ALMAOBO  Y  SUS  COMPANEBOB 


247 


BiD  los  testigos  de  información  que  dello  quiero  dar,  y  después  de  vis- 
en esta  Corte  por  los  testigos,  las  mande  llevar  á  poder  de  los  vues- 
Oñciales  y  Casa  de  Sevilla,  donde  las  vean  los  testigos  que  en  la 
icha  cibdad  quiero  dar,  así  las  dichas  piezas  de  oro  como  las  dichas 
leraldas,  y  lo  mande  todo  tener  juDtamente  con  los  otros  bienes  que 
ledaron  del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  petra  que  con  ellos  sean  en- 
tregados á  vuestro  Fisco;  é  pido  justicia  y  costas,  y  vuestro  oficio  im- 
loro. 

Y  las  preguntas  que  se  han  de  hacer  á  los  testigos  de  información, 
>n  las  siguientes: 

Interrogatorio  del  Fiacul.— Primeramente,  sean  preguntados  si  co- 
3n  á  mí   el  dicho  Licenciado  Villalobos,  fiscal  del  Consejo  de  las 
idias  de  S.  M.,  ó  si  conocieron  al  adelantado  don  Diego  de  Almagro, 
>bernador  en  la  provincia  del  Nuevo  Reino  de  Toledo,  é  si  conocieron 
Marqués  don  Francisco  Pizarro,  gobernador  de  la  provincia  del  Perú, 
[  ai  conocen  á  Hernando  Pizarro,  hermano  del  dicho  don   Francisco 
Hzarro,  parte  contraria;  ó  si  tienen  noticia  de  ciertas  piezas  de  oro  que 
leron  del  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro^  especialmente  una 
lente  grande  de  dar  agua  á  manos»  de  mucho  precio  y  valor,  é  de  un 
é  una  taza  ó  una  copa  con  su  sobrecopa,  é  de  un  bernegal,  ó  de  un 
lero  alto  con  un  sal>resalero»  todo  de  oro  fino,  é  fueron  del  dicho  ade- 
itado  don  Diego  de  Almagro;  y  ai  conoscieroQ  otras  muchas  piezas  de 
ita,  que  fueron  asimismo  del  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro; 
cual  todo  sea  mostrado  á  los  testigos  para  que  lo  vean  y  conozcan  si 
leron  del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  y  declaren  que  otras  más  piezas 
►  oro  y  plata  conoscieron  ser  del  dicho  adelantado  don  Diego  de  Al- 


Item:  si  saben,  creen,  vieron,  oyeron  decir  que  al  tiempo  quel  lÜcho 

femando  Pixarro  prendió  el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  que  fué  en 

mes  de  (hay  tm  claro),  en  el  año  de  mili  y  quinientos  y  treinta  y  (hay 

ro  claro)  años,  el  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro  tenia  ó  po- 

por  suyas,  como  suyas,  las  dicha*?  piezas  de  oro  y  plata  y  muchas 

leraldas  de  gran  valor  y  precio. 

ítem:  si  saben,  etc.,  que  al  dicho  tiempo  el  dicho  Hernando  Pizarro 
ló  é  ocupó  al  dicho  don  Diego  de  Almagro  los  bienes  de  oro  y  plata 
I  pietlras,  caballos,  esclavos,  armas,  joyas  y  otras  cosas  que  tenía,  ó  que 
69  verdad,  pública  voz  é  fama. 


248  COLECCIÓN    DE    DOCUMENTOS 

ítem:  si  saben,  etc.,  que  por  lo  mejor  ocupar  el  dicho  Hernando 
Pizarro,  buscó  forma  para  que  paresciese  que  por  justicia  lo  hacía,  é 
puso  personas  que  le  pidiesen  muchos  de  los  dichos  bienes  en  juicio;  é 
para  ello  puso  de  su  mano  un  alcalde  y  le  remitió  el  negocio  de  los  di- 
chos  bienes  que  así  pedían,  porque  no  paresciese  quel  mismo  Hernando 
Pizarro  era  el  juez,  y  que  hizo  quel  dicho  alcalde  pusiese  en  pregones  y 
almoneda  los  bienes  que  así  ante  él  se  pedían  y  los  vendiese,  en  la  cual 
dicha  almoneda,  el  dicho  Hernando  Pizarro  puso  sacaderas  para  que  en 
nombre  dellos  lo  sacasen  para  el  dicho  Hernando  Pizarro  en  menos  pre- 
cio, así  las  dichas  piezas  de  oro  y  plata,  como  las  dichas  esmeraldas;  y 
que  lo  que  de  las  dichas  piezas  de  oro  y  plata  y  esmeraldas  se  tomó 
del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  con  voz  y  nombre  de  justicia  por  la 
dicha  vía  quel  dicho  Hernando  Pizarro  puso  alcalde  que  lo  vendiese 
fingidamente,  y  puso  personas  que  lo  sacasen  para  él  en  almoneda  é 
menos  precio,  como  dicho  es,  y  lo  que  se  tomó  con  voz  y  nombre  de 
justicia,  fué,  como  dicho  es,  para  el  dicho  Hernando  Pizarro. 

ítem:  si  saben  que  todo  lo  susodicho  y  cada  cosa  y  parte  dello  era 
y  es  púbUca  voz  é  fama  en  la  cibdad  del  Cuzco  y  en  la  provincia  del 
Perú. 

ítem:  el  real  oficio  imploro. — El  Licenciado  Villalobos, 

Muy  poderosos  señores: — El  Licenciado  Villalobos,  vuestro  fiscal, 
digo:  que  á  mi  noticia  es  venido  que  Hernando  Pizarro,  al  tiempo  que 
prendió  al  adelantado  don  Diego  de  Almagro  en  la  provincia  del  Perú 
y  le  condenó  á  pena  de  muerte  y  la  ejecutó,  tomó  al  dicho  adelantado 
don  Diego  de  Almagro  muchos  bienes  suyos  propios  del  dicho  Alma- 
gro, y  los  ocupó  para  sí  el  dicho  Pizarro,  especialmente  una  fuente 
grande  de  dar  agua  ámanos,  de  mucho  pesoy  valor,  é  un  jarro,  ó  una  taza, 
y  una  copa  con  su  sobrecopa,  y  un  bernegal,  y  un  salero  alto  con  su  sobre- 
salero,  é  todas  las  dichas  piezas  de  oro  fino,  é  otras  muchas  piezas  de  plata, 
las  cuales  el  dicho  Hernando  Pizarro  trajo  á  la  Casa  de  Se\alla,  y  allí 
fueron  embargadas  ápedimiento  de  don  Alonso  Enríquez;  y  porque  de  parte 
del  dicho  Hernando  Pizarro  se  ofrecieron  fianzas  del  valor  del  dicho  oro 
y  plata,  Vuestra  Alteza  por  su  real  cédula  mandó  rescebir  las  dichas 
fianzas  y  alzar  el  dicho  embargo  y  entregar  las  dichas  piezas  al  dicho 
Hernando  Pizarro,  de  la  cual  cédula  por  parte  del  dicho  don  Alonso 
Enríquez  fué  suplicado  ante  los  vuestros  Oficiales  de  la  Casa  de  Sevilla, 
los  cuales,  sin  embargo  de  la  dicha  suplicación,  entregaron  las  dichas 


▲LMA01tO  Y  BTJS  COMPAÑEROS 


949 


!  oro  y  plata  á  la  parte  del  dicho  Hernando  Pizarro,  lo  cual  es 
^  evidente  agravio  é  perjuicio  de  vuestro  real  patrimonio;  porque, 
sieudo  las  dichas  piezas  de  oro  y  plata  del  dicho  adelantado  don  Diego 
de  Almagro,  cuyos  bienes  pertenecen  á  Vuestra  Alteza,  no  se  pudieron 
dar  al  dicho  Hernando  Pízarro,  aunque  más  fianzas  diera,  porque  las 
dichasi  piezas  son  conoscidas  del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  y  el 
j^cho  don  Alonso  Enriquez  afirma  eran,  y  ofrece  probanza  bastante»  y 
que  ha  dado  información  dello  ante  los  vuestros  Oficiales  de  la  Casa 
Sevilla,  como  paresce  por  un  testimonio  que  presenta  signado  de 
,n  Gutiérrez  Calderón,  escribano  de  Vuestra  Alteza  en  la  dicha  Ca^a, 
aJ,  en  cuanto  hace  en  favor  de  vuestro  Fisco  presento  no  más;  y 
ismo  una  carta  firmada  del  dicho  don  Alonso  Euríquez,  enviada  á 
ro  Real  Consejo  de  Indias;  y  siendo  así,  como  por  la  dicha  carta  y 
onio  afirma,  no  se  pueden  dar  ni  entregar  á  la  parte  del  cÜcho 
las  piezas  del  dicho  oro  y  plata,  ni  la  cédula  que  se  dio;  antes 
debe  estar  todo  en  poder  de  vuestros  oficiales  en  la  arca  de  tres 
V  para  que  allí  se  exliiba  y  muestre  á  los  testigo^,  que  vean  é  co- 
las piezas  si  son  del  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro  y 
aron  en  sus  bienes  al  tiempo  que  fué  preso  y  muerto;  por  ende, 
mejor  puedo  y  debo,  por  el  interese  y  derecho  que  vuestro  Fisco 
nde  á  loa  bienes  del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  suplico  de  la 
cédula,  y  hablando  con  el  acatamiento  que  debo,  digo  que  fué 
ninguna  é  injusta,  agraviada  y  de  emendar  y  revocar  por  todas 
;ones  de  nulidad  é  agravio  que  de  la  dicha  cédula,  é  de  lo  demás 
leden  colegir  que  doy  aquí  por  expresadas,  y  por  lo  que  protesto 
alegar,  pido  é  suplico  á  Vuestra  Alteza  mande  anular,  ó  al  menos 
lendar  y  revocar  la  dicha  cédula,  y  haciendo  justicia  mande  volver  á 
de  tres  llaves,  á  poder  de  los  vuestros  oficiales,  todo  el  oro  y  plata 
cosas  que  así  fueron  embargadas  al  dicho  Hernando  Pizarro,  y 
ípués,  entregadas  por  virtud  de  la  dicha  cédala,  haga  questén  ©n  el 
o  depósito  y  se  averigüe  la  verdad  de  cómo  las  dichas  piezajs  eran 
dicho  don  Diego  de  Almagro,  y  mande  que  luego  sin  dilación  algu- 
vuelvan  al  dicho  depósito  porque  no  se  transporten  ni  mude  la 
a  dellas,  y  que  los  dichos  Oficiales  resciban  toda  la  información 
dicho  don  Alonso  Enríquez  les  diere,  ó  por  otra  cualquier  vía  que 
redes,  y  envíen  la  dicha  información  á  este  vuestro  Real  Consejo^ 
que  se  hobiere  como  la  que  basta  agora  se  ha  habido,  y  que  con 


il& 


250  OOIiSOClÓN  DE  DOCUMENTOS 

muchas  diligencias  recobren  los  bienes  que  asi  por  virtud  de  la  dichji 
cédula  iiobiereü  entregado,  y  lo  tomen  y  tengan  en  el  mismo  depósito 
do  antes  estaban;  y  pido  justicia  y  costas  y  vnestro  real  oñcio  implo 
— (Hay  una  rúbrica.) 

Eq  la  villa  de  Valladolid,  á  veinte  é  tres  dias  del  mas  de  Hebrer 
de  mili  é  quinientos  é  cuarenta  y  dos  años,  presentó  esta  petición  asiti 
los  señores  del  Couiejo  Real  de  las  Indias,  juntamente  con  la  carta  f 
testimonio  de  que  en  ella  se  hace  mención,  el  Licenciado  Villalofc 
ñfical  de  S,  M.  Los  señores  del  Consejo  mandaron  que  sobre  juram^Dt( 
declare  Hernando  Pizarro  si  las  pÍ62&<9  de  oro  é  plata  declaradas  «a  I 
dicha  petición  las  tiene  en  su  poder,  ó  en  cuyo  poder  están^  é  qne  ¡ 
las  transporte  ni  deshaga,  para  que  con  ellas  se  pueda  averiguar  lo  ti 
esta  petición  contenido,  é  que  los  Oficiales  de  Sevilla  reseiban  infor 
ción  de  lo  que  cerca  dello  dice  don  Alonso  Euríquez  y  la  envíen  con  i 
que  tienen  hecha,  al  Consejo.-^(Hay  una  rúbrica,) 

A  22  de  Hebrero  de  1542  años  la  presentó  el  ñscal. 


Muy  poderosos  señores: — Yo  oonoci  en  esta  vuestra  Casa  Rea!  1» 
la  Contratación  de  Indias  en  esta  cíbdad  las  piezas  de   oro  y  plata  ' 
gran  cantidad  que  Hernando  jizarro  tomó  al  adelantado  don  Dicgi> 
Almagro,  que  está  en  gloria,  v^uestro  gobernador,  cuando  Ui  al 

otra  causa  sino  por  robarlo  y  despojarlo  de  su  gobernación,   

hizo;  y  viendo  bu  hijo  que  con  sus  falsas  relaciones  el  dicho  He 
Pizarro  acá  se  sustentaba,  y  quel  Marqués,  su  hermano,   allá  lo 
matar,  porque  no  alegase  su  justicia  y  lo  sobredicha  ante  el  juq 
Vuestra  Alteza,  Vaca  de  Castro,  que  sobre  ello  iba,  fué  muerto  6h 
Marqués,  como  ya  fuera  antes  que  yo  acá  viniera,  y  esotro 
Pizarro,  si  uo  fuera  por  nil,  que  les  dije  y  aconsejé  que  no  lo 
pues  lo  había  de  hacer  Vuestra  Alteza,  y  ansí  lo  di  firmado  de  ?: 
bre,  por  información  á  vuestro  relator  el  Licenciado  CliAv—  - 
lo  diese  y  viese  y  remediase  Vuestra  Alteza,  pidióndomelo  i 
y  tengo  por  cierto,  y  aun  por  cartas  del  Perú,  que  ai  acá  cortarji: 
beza  de  Hernando  Pizarro,  aunque  merescía  ser  hecho  cuartos*  fi 
sospecharan  quel  dicho  juez  iba  en  favor  de  los  vencedores^  «iiieo*! 
biera  sucedido  lo  que  ha  sucedido,  para  lo  cual  habrá  buen  reme* 
se  quiere  tomar  mi  parescer,   pues  en  dicho  ni  en  hecho  düqcji  í 
en  lo  que  convenía  al  servicio  de  Dios  ni  de  Vuestra  Alteza:  y  Wri* 


ALMAQEO  Y  8Ü8  COMPAÑEROS 


251 


á  lo  de  arriba,  yo  embargué  en  la  dicha  Casa  Real  lo  susodicho,  y  f  uéme 
pedida  información,  la  cual  di  bastante,  ansí  por  lo  que  pertenescía  á 
Vuestra  Alteza,  como  á  particulares,  como  verán  por  este  mi  reque- 
iento,  que  envío  signado  con  su  respuesta  y  otros  que  con  la  pro- 
inza  en  el  dicho  proceso  he  hecho,  y  estando  en  ello  y  gastando 
dinero,  como  por  esta  firma  del  escribano  de  la  dicha  causa  se  verá, 
ino  una  provisión  real  de  Vuestra  Alteza  para  que  ae  lo  diesen  y  en- 
Bgasen  al  dicho  Hernando  Pizarro,  como  fué  hecho  y  entregado;  y 
luedo  yo,  gastados  mis  dineros,  sin  acabarse  de  efructuar  mi  deseo^  ques 
servir  á  Vuestra  Alteza,  como  siempre  ha  sido,  y  avisarle,  haciendo 
que  á  mí  y  á  mis  partes  conviene,  en  lo  que  se  ha  estorbado  poder 
'  j  conocer  las  piezas  los  testigos  que  más  tenía  que  presentar,  y  otras 
que  aquí  no  expreso  por  la  prolijidad.  Por  tanto,  suplico  y  aviso 
I  Vuestra  Alteza  que  manden  tornar  á  cobrar  lo  dicho,  porque  os  pórte- 
se, y  enviar  por  la  probanza  y  requerimientos  que  sobre  ello  tengo 
zhoa  en  la  dicha  Casa  Real,  y  tome  la  voz  y  aucíón  dello  vuestro  fis- 
1;  y  con  tanto,  ceso  rogando  á  Dios  To<lopoderoso  guarde  y  acreciente 
^Vuestra  Alteza  por  largos  tiempos.  De  Sevilla  y  de  Febrero, 
Del  vasallo  y  servidor  de  Vuestra  Alteza.— Piorno  Enriques. 


En  la  villa  de  Valladolid,  á  seis  días  del  mes  de  Jullio  de  mili  é 
linientos  é  cuarenta  é  dos  años,  yo,  Ochoa  de  Layando,  escribano  de 
Majestades  y  oficial  del  secretario  Juan  de  Samano,  tomé  é  recibí 
amento  en  forma  debida  de  derecho,  de  Hernando  de  Sosa,  estante 
esta  Corte,  para  información  de  lo  quel  Licenciado  Villalobos  se 
á  probar  cerca  de  lo  contenido  en  una  petición  é  interrogatorio 
é\  presentado,  el  cual  dicho  Hernando  de  Sosa,  habiendo  jurado  é 
ido  preguntado  cerca  ^*  ^>  ^''íntenido  en  el  dicho  interrogatorio,  dijo 
siguiente: 
1.  A  la  primera  pregunta,  dijo  que  conoce  é  conoció  á  los  en  ella 
detenidos,  é  tiene  noticia  de  las  piezas  de  oro  y  esq^eraldas  que  la 
regunta  dice,  é  tuvo  noticia  de  otras  muchas  piezas  de  oro  y  plata  quel 
csho  adelantado  don  Diego  de  Almagro  tuvo,  porque  fué  su  aecretai'io 
las  vio. 

Generales.— Preguntado  por  las  preguntas  generales,  dijo  ques  de 

id  de  cuarenta  i^  dos  años,  poco  más  ó  menos,  ó  que  no  le  empecen 

ina  de  las  preguntas  generales,  excepto  que  fué  criado  del  dicho 


252  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


1 


Adelantado,  como  dicho  tiene,  ó  acusa  á  Hernando  Pizarro  ó  tiene  plei- 
tos propios  contra  él. 

2.  A  la  segunda  pregunta,  dijo  que  al  tiempo  quel  dicho  Hernando  j 
Pizarro  prendió  al  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  las  didus  i 
piezas  contenidas  en  la  pregunta  estaban  por  el  dicho  Adelantado  ei&-   ' 
peñadas  en  poder  de  ciertas  personas  particulares,  y  las  esmeraldas  en 
su  cofre,  á  los  cufides  empeñantes  este  testigo  se  refiere. 

3.  A  la  tercera  pregunta,  dijo  que,  so  color  que  lo  contenido  en  la 
pregunta,  ó  lo  que  dello  tomó  el  dicho  Hernando  Pizarro,  hobo  efecto, 
se  hizo  so  color  de  la  compañía  quel  dicho  Marqués  don  Francisco  Piza- 
rro y  Adelantado  tenían  hecha,  é  so  color  de  otros  mandamientos  dados 
por  el  dicho  Hernando  Pizarro  é  de  otras  justicias,  álos  cuales  se  remite. 

4.  A  la  cuarta  pregunta,  dijo  que  lo  contenido  en  la  dicha  pregunta 
se  dijo  públicamente  en  la  dicha  ciudad  del  Cuzco,  ó  se  remite  á  los 
autos  que  sobre  ello  pasaron. 

5.  A  la  quinta  pregunta,  dijo  que  lo  que  dicho  tiene  es  la  verdad 
é  lo  que  sabe  deste  hecho  para  el  juramento  que  hizo;  ó  firmólo  de  su 
nombre. — Hernando)  de  Sosa. — Pasó  ante  mí. — Ochoa  de  Lujando.  . 

É  después  de  lo  susodicho,  en  la  villa  de  Madrid,  á  nueve  días  dd 
mes  de  Hebrero  de  mili  é  quinientos  é  cuarenta  ó  seis  afios,  ante  el 
escribano  ó  testigos  de  suso  escriptos,  por  mandado  de  los  señores  del 
Consejo  de  las  Indias  de  Sus  Majestades,  tomé  é  rescebí  juramento  en 
forma  debida  de  derecho  del  licenciado  Francisco  de  Prado,  estante  en 
esta  corte,  testigo  presentado  por  ol  fiscal  de  S.  M.  para  información 
de  lo  susodicho,  el  cual,  habiendo  prometido  de  decir  verdad  é  siendo 
preguntado  por  las  preguntas  é  interrogatorio  presentado  por  el  dicho 
fiscal,  dijo  é  depuso  lo  siguiente: 

1.  A  la  primera  pregunta,  dijo  que  conosce  y  conosció  á  los  en  la 
dicha  pregunta  contenidos,  y  á  cada  uno  dellos,  de  vista,  habla  y  con- 
versación, y  tuvo  noticia  ó  vio  en  poder  del  dicho  adelantado  don  Diego 
de  Almagro  las  piezas  de  oro  contenidas  en  la  dicha  pregunta,  y  quel 
oro  dellas  le  paresce,  á  lo  que  se  acuerda,  que  sería  de  á  diez  é  ocho 
quilates,  poco  más  ó  menos,  é  que  ansimismo  vio  otras  muchas  piezas 
ó  vajilla  de  oro  y  plata  en  casa  del  dicho  adelantado  don  Diego  de  Al- 
magro, de  que  se  servía,  porque  tenía  muy  buen  aparador  é  servicio  en 
su  casa. 


ALMAGBO  Y  SUB  COMPAÑEBOS  253 

Generales. — Preguntado  por  las  generales  de  la  ley,  dijo  ques  de 
edad  de  más  de  sesenta  años,  é  que  no  es  pariente  ni  enemigo  de  nin- 
guna de  las  partes,  ni  desea  que  en  este  pleito  venza  sino  la  parte  que 
justicia  toviere,  ni  concurre  en  él  ninguna  de  las  otras  preguntas  de 
la  ley. 

2.  A  la  segunda  pregunta,  dijo  que  sabe  este  testigo  que  al  tiempo 
que  fué  preso  el  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  que  fué  á  seis 
ó  ocho  de  Abrill  del  año  pasado  de  mili  é  quinientos  é  treinta  é  ocho, 
en  la  ciudad  del  Cuzco,  tenía  el  dicho  Adelantado  mucha  plata  de  su 
servicio,  y  cree  que  las  dichas  piezas  de  oro  contenidas  en  la  dicha  pri- 
mera pregunta,  porqueste  testigo  las  vio  en  poder  del  dicho  Adelantado, 
que  retasó  cincuenta  días  antes  que  fuese  preso,  y  que  en  la  dicha  plata 
cada  día  comía  en  ella,  y  que  si  hobiera  dispuesto  el  dicho  Adelantado 
en  este  mismo  tiempo  las  dichas  piezas  de  oro,  este  testigo  lo  supiera, 
así  del  como  de  su  camarero,  porqueste  testigo  tenía  mucha  inteligencia 
con  el  uno  y  con  el  otro  y  platicaba  siempre  en  sus  negocios;  y  que  por 
eso  este  testigo  tiene  por  cierto  que  al  tiempo  que  prendieron  al  dicho 
Adelantado,  el  dicho  Hernando  Pizarro  habría  toda  su  plata  y  oro,  por- 
que procuró  de  haber  toda  su  hacienda  del  dicho  Adelantado,  ansí  des- 
pués que  del  hizo  justicia,  diciendo  que  era  ó  pertenescía  al  Marqués 
don  Francisco  Pizarro,  su  hermano;  y  ansí  veía  este  testigo  á  un  Barra- 
gán questaba  puesto  por  procurador  del  dicho  don  Francisco  Pizarro, 
que  andaba  cobrando  toda  la  hacienda  del  dicho  adelantado  don  Diego 
de  Almagro,  y  la  daba  y  entregaba  á  dicho  Hernando  Pizarro  y  después 
á  don  Francisco  Pizarro,  que  vino  á  la  dicha  cibdad  del  Cuzco,  ansí  oro 
y  plata,  esclavos  y  caballos,  como  todas  las  cosas  é  joyas  é  perlas  que 
tenía;  é  que  asimismo  sabe  este  testigo  é  vio  quel  dicho  Adelantado  te- 
nía una  media  esmeralda  y  dos  esmeraldas  enteras,  y  que  entre  las  otras 
cosas  quel  dicho  Hernando  Pizarro  le  tomó,  le  tomó  estas  tres  piezas  y 
las  liizo  vender  en  almoneda,  no  se  acuerda  este  testigo  qué  fué  la  cabsa 
dello;  é  que  al  tiempo  que  se  vendían,  este  testigo  las  puso  en  mili  ó 
mili  é  doscientos  castellanos,  que  no  se  acuerda  en  cuál  destos  precios, 
é  quel  dicho  Hernando  Pizarro  pujó  y  sacó  para  sí,  y,  aun  después  de 
sacadas,  un  día  queste  testigo  tuvo  nescesidad  de  dineros,  se  los  pidió 
prestados  al  dicho  Hernando  Pizarro,  el  cual  le  respondió  que  no  los 
tenía,  y  le  dio  á  este  testigo  las  dichas  tres  piezas  de  esmeraldas  para 
que  las  empeñase,  é  queste  testigo  se  las  volvió,  porque  no  tuvo  nesce- 


254  COLBCCIÓK  DB  DOCUMENTOS 

8idad  dellas,  y  que  se  acuerda  questas  dichas  tres  esmeraldas  habla  dado 
el  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro  á  un  Felipe  Gutiérrez,  éqoe 
andando  buscando  el  dicho  Hernando  Pizarro  todo  lo  que  era  del  didia 
adelantado  don  Diego  de  Almagro,  le  pidió  las  dichas  esmenüdaa  al  di* 
cho  Felipe  Gutiérrez,  á  pretexto  que  aquéllas  pertenescían  á  su  hermano 
don  Francisco  Pizarro  ó  á  Su  Majestad,  no  se  acuerda  á  quién  dijo;  é 
quel  dicho  Felipe  Gutiérrez  no  se  las  quería  dar,  é  el  dicho  Hernando 
Pizarro  le  envió  á  amenazar  que,  si  no  las  daba,  se  las  tomaría  por  fuer- 
za; é  el  dicho  Felipe  Gutiérrez  se  fué  á  consejar  con  este  testigo  que  qué 
le  páresela  que  debía  de  hacer,  é  queste  testigo  le  aconsejó  que  se  las 
diese,  porque  se  las  tomaría  y  aun  por  ventura  le  trataría  mal  8obrello;y 
que  así  se  las  dio  el  dicho  Felipe  Gutiérrez  y  anduvieron  después  en  la 
dicha  almoneda,  como  dicho  tiene;  é  que  cree  este  testigo  quel  dicho 
Adelantado,  al  tiempo  de  su  prisión,  temía  otras  piedras  é  piezas  de  oro 
y  plata,  y  oro  y  plata  en  barras. 

3.  A  la  tercera  pregunta,  dijo  que  se  remite  á  lo  que  dicho  tiene 
en  las  pregimtas  antes  desta,  y  que,  demás  de  lo  que  ha  dicho,  sabe  eate 
testigo  que  al  tiempo  que  fué  preso  el  dicho  Adelantado,  é  después  de 
su  prisión,  le  tomó  el  dicho  Hernando  Pizarro,  é  otros  por  su  mandado, 
todos  sus  caballos  y  esclavos  y  esclavas  negros  y  toda  la  otra  gente  de 
indios  que  tenía  de  su  servicio,  y  todos  los  otros  bienes  muebles  de  quel 
dicho  Adelantado  se  servía  y  el  dicho  Hernando  Pizarro  pudo  hallar,  é 
que  lo  sabe  porque  así  fué  luego  público  y  notorio  en  toda  la  dicha  cib- 
dad;  é  vio  los  caballos  ó  esclavos  del  dicho  Adelantado  en  poder  del  di- 
cho Hernando  Pizarro,  y  el  dicho  Barragán,  su  procurador,  andallo  pro- 
curándolo y  sacándolo  de  doquiera  que  lo  hallaba,  así  por  parte  del 
dicho  Hernando  Pizarro  como  después  por  parte  del  dicho  don  Fran- 
cisco Pizarro,  su  hermano,  después  que  vino  á  la  dicha  cibdad  del  Cuz- 
co, que  fué  después  de  la  muerte  del  dicho  adelantado  don  Diego  de 
Almagro. 

4.  A  la  cuarta  pregunta,  dijo  este  testigo  que  dice  lo  que  dicho  tie- 
ne, é  que,  demás  desto,  vido  que  un  fidcalde  ordinario  que  se  llamaba 
Diego  Rodrigo  de  Figueroa,  entendía  en  hacer  volver  todo  lo  que  pares- 
cía  que  era  de  don  Diego  de  Almagro  á  las  personas  que  lo  tenían,  para 
que  lo  diesen  á  don  Francisco  Pizarro,  compañero  que  decía  que  era 
del  dicho  Adelantado,  porque  decía  que  á  él  le  pertenescían  sus  bienes 
como  á  compañero;  y  quél  sobresté  vio  traer  muchos  platos  antel  dicho 


^ 


ALMAGRO  Y  BüS  COMPAÑEROS  255 

alcalde,  siendo  el  dicho  Barragán,  como  dicho  tiene,  su  procurador,  ó 
que  veía  que,  á  tuerto  ó  á  derecho,  el  dicho  alcalde  los  mandaba  volver 
y  que  se  diesen  al  dicho  don  Francisco  Pizarro;  y  esto  es  lo  que  sabe 
desta  pregunta. 

5.  A  la  quinta  pregunta,  dijo  que  lo  que  ha  dicho  é  declarado  es 
la  verdad,  é  lo  que  sabe,  vio  é  oyó  decir,  so  cargo  del  dicho  juramento,  y 
en  ello  se  afirmó,  siéndole  leído,  é  firmólo  de  su  nombre. — Pasó  ante  mí. 
— Martín  de  Ramoyn, — Francisco  de  Prado, — (Hay  una  rúbrica  en  cada 
firma.) 

Muy  poderosos  señores: — El  Licenciado  Villfidobos,  vuestro  fiscal, 
digo:  que  V.  Al.  á  mi  pedimiento  mandó  á  sus  Oficiales  de  Sevilla  hu- 
biesen información  de  ciertas  piezas  de  oro  y  plata  y  joyas  y  otras  cosas 
que  fueron  del  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  defunto,  y  las  tomó 
y  ocupó  Hernando  Pizarro  y  las  trajo  á  estos  reinos,  y  mandó  á  los  di- 
chos oficiales  que,  constándoles  por  información  de  lo  susodicho,  em- 
bargasen y  retuviesen  en  el  arca  de  tres  llaves  todas  las  dichas  piezas  de 
oro  y  plata  y  joyas  y  otras  cosas  que  hallasen  del  susodicho;  los  cuales 
hubieron  la  dicha  información;  é  cuanto  al  embargar  los  dichos  bienes, 
respondieron  que  ya  los  tenían  entregados  por  una  vuestra  cédula  á  la 
parte  de  Pizarro,  con  fianzas,  de  la  cual  cédula  yo  supüqué  y  por  los  del 
vuestro  Real  Consejo  de  Indias  á  mi  instancia  fué  mandado  al  dicho 
Hernando  Pizarro  que  declarase  si  tenía  en  su  poder  las  dichas  piezas 
y  se  obligase  de  las  tener  en  su  poder  en  pie  é  que  no  las  ajenase,  ni 
transportase,  ni  deshiciese.  El  cufid  con  juramento  declaró  que  tenía  en 
su  poder  las  dichas  piezas  sefialladamente,  y  prometió  de  las  tener  en 
su  poder  y  en  pie,  y  no  transportar,  é  las  dar  y  entregar  cada  é  cuando 
que  Vra.  Al.  mandase;  y  agora  soy  informado  que,  yendo  contra  lo  que 
se  obligó,  ha  deshecho  las  dichas  piezas  y  las  ha  vendido  y  transporta- 
do: pido  é  suplico  á  Vra.  Alta,  mande  haber  información  de  lo  susodi- 
cho, y  para  ello  presento  y  nombro  á  Hernando  de  Córdoba,  platero; 
pido  é  supUco  á  V.  A.  que  con  juramento  declare  qué  piezas  de  oro  y 
plata  y  joyas  y  esmeraldas  y  otras  piezas  ha  vendido  el  dicho  Hernan- 
do Pizarro  después  que  le  fueron  entregadas  las  dichas  piezas;  y  declare 
particularmente  el  tanmafio  y  hechura  y  sefias  dellas,  y  nombro  ansi- 
mesmo  á  Santiago  de  Sant  Pedro  Calvo  y  á  Ortiz,  platero,  Abad  Ruiz. 

Otrosí:  pido  é  suplico  á  V.  A.  mande  á  sus  oficiales  de  la  Casa  de 


] 


256  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


Sevilla  que  envíen  á  este  vuestro  Real  Consejo  de  Indias  la  informadón 
que  cerca  de  lo  susodicho  tomaron,  y  todos  los  otros  abtos  y  fianzas  qoe 
sobre  ello  se  pusieron,  para  que,  visto  en  este  vuestro  Real  Consejo,  se 
provea  como  las  dichas  joyas  é  cosas  se  cobren. 

Otrosí:  pido  é  suplico  á  V.  A.  mande  dar  sus  cédalas  é  provisioDeB 
redes  para  las  justicias  destos  reinos  que  hagan  en  ello,  y  cobrar  todos 
é  cualesquier  bienes  que  en  sus  jurisdicciones  hubiere,  de  oro,  plati, 
piedras  y  otra  hacienda  que  haya  quedado  del  dicho  adelantado  don 
Diego  de  Ahiiagro,  y  lo  envíen  todo  á  este  vuestro  Real  Consejo;  y  pido 
justicia  é  costas,  y  vuestro  real  oficio  imploro. 

En  la  villa  de  Valladolid,  á  veinte  é  tres  días  del  mes  de  Octubre 
de  mili  é  quinientos  é  cuarenta  ó  tres  años,  presentó  este  escrito  en  el 
Consejo  de  Indias  de  sus  Sus  Ms.  el  Licenciado  Villalobos,  fiscal,  mol- 
dando los  señores  del  Consejo  que  declarasen  ciertos  testigos  al  tenca  de 
este  pedimento. 

Nota. — El  anterior  párrafo  no  está  copiado  Uteralmente,  sino  sólo 
en  relación. 

Muy  poderosos  señores: — El  Licenciado  Villalobos,  vuestro  fiscal, 
digo:  que  á  Hernando  Pizarro  fué  mandado  que  tuviese  y  no  transpor- 
tase ciertas  piezas  do  oro  del  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  que 

estaban  en  su  poder,  ni  les  mudase  la  forma,  para  que  los  testigos  que 
yo  presentaso  las  viesen  y  eonosciesou,  y  él  obedesció  la  notificación;  y 
a^ora  que  nuevamente  me  os  traída  la  información  que  en  Senlla  so 
conumzó  á  hacer  sobre  ello,  quiero  continuar  la  dicha  información  y 
probanza,  ansí  en  esta  ("orte  como  en  Sevilla  y  otras  partes  de  estos  rei- 
nos: pido  y  snpli(ío  á  V.  Alta,  mande  al  dicho  Hernando  Pizarro  que  luego 
exhiba  las  dichas  piezas  do  oro  que  tiene  confesado  estar  en  su  poder, 
y  ciertas  esmeraldas  de  grand  valor  que  también  vinieron  á  su  po- 
der, que  eran  del  dicho  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  para  que 
sean  (sic)  mostrado  todo  á  los  testigos  que  (luiero  presentar,  y  las  vean 
y  conozcan  porque  mejor  puedan  deponer  sus  dichos,  y  para  ello  man. 
de  citar  al  dicho  Hernando  Pizarro  para  que  envíe  procurador  áver 
jurar  y  conocer  los  testigos  en  forma;  y  ])ido  justicia  y  costas,  y  vuestro 
real  oñcio  imploro,  y  mande  cometer  á  un  escribano  que  tome  los  tes- 
tigos por  el  interrogatorio  que  tengo  presentado. — (Hay  una  rúbrica.) 


ÁlMá^OnO  T  BUS   COMP^frVBOS 


S57 


TresJado,  é  que  se  notifique  á  su  procurador  que  dentro  de  tercero 
responda^  ó  que  se  junte  todo  lo  que  sobre  esto  hay  é  se  entregue 
relator. 

Muy  poderosos  señores: — El  Licenciado  Villalobos»  vuestro  fiscal 
«n  el  pleito  que  trato  con  Hernando  Pizarro  sobre  las  piezas  de  ora  que 
tomó  al  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  digo:  que  yo  tengo  nombra- 
dos por  testigos  de  información  para  que  digan  sus  dichos  por  el  inte* 
:)gatorio  que  tengo  presentado,  á  Hernando  de  Sosa  y  el  Licenciado 
ido,  y  ha  dicho  su  dicho  el  dicho  Hernando  de  Sosa,  y,  pues  agora 
en  esta  Corte  el  dicho  Licenciado  Prado»  pido  y  suplico  á  V.  Alt. 
ide  que  se  le  tome  su  dicho  para  la  dicha  información,  y  pido  jus- 
icia»  etc.,  y  vuestro  real  oficio  imploro. ^ — (Hay  una  rúbrica.) 

En  la  villa  de  Madrid,  á  cinco  dias  del  mes  de  Hebrero  de  mili  é 

lientos  é  cuarenta  é  seia  años,  presentó  esta  petición  en  el  Consejo 

las  Indias  de  Sus  MMs.  el  Licenciado  Villalobos,  fiscal,  é  los  señorea 

Consejo  mandaron  que  se  tome  el  dicho  al  Licenciado  Prado.^(Hay 

rúbrica.) 


16  de  Septiembre  de  1542 

tV. — Rea!  cédula  mandando  que  no  se  haga  ejecución  en  las  bienes  del 
adelantado  don  Diego  de  Almagro  ni  en  los  de  su  hijo 

(Archivo  de  Indias) 


El  Rey. — Nuestros  corregidores,  asistentes,  gobernadores  é  otros 
jjbecea  é  justicias  cualesquier  de  todas  laa  ciudades  de  loa  nuestros  rei- 
Dos  é  señoríos  é  á  cada  uno  é  cualquier  de  vos  en  vuestra  juredicción,  á 
juíqu  esta  mi  cédula  fuere  mostrada,  sabed  que  yo  he  sido  informado 
I  n©  algunas  personas  han  pedido  y  quieren  pedir  ejecución  en  los  bie- 
L^^  é  hacienda  que  quedaron  del  mariscal  don  Diego  de  Almagro»  gober- 
.tí.c3or  que  fué  en  la  provincia  de  Toledo,  ya  difunto,  y  en  loa  bienes  y 
ienda  de  don  Diego  de  Ahuagro,  su  hijo,  por  debdas  que  dicen  que 

Eio  y  el  otro  les  deben,  y  por  otras  cosas,  y  que  porque  á  nuestro  ser- 
po  y  ejecución  de  nuestra  justicia  conviene  que,  hasta  tanto  que 
®^tro  procurador  fiscal  y  los  herederos  del  dicho  mariscal  don  Diego 
-Almagro  y  del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  su  hijo,  é  otras  cuales- 
m U 


268  ooLxoozóv  DS  POOUMnrTM 

quier  pcorsonas  que  pretendan  tener  derecho  á  loe  diohos  bi 
llamadaff  é  oídae  como  de  deredho  se  requiere,  no  m  baga  q 
alguna,  mando  á  todoe  y  á  cada  nno  de  tob,  eegond  dkbo  m,  q^ 
hagáis  ni  mandéis  haoer  qecadán  algnna  en  los  Inenes  é  hacienda  rpu 
quedaron  del  dicho  mariscal  don  Diego  de  Almagro  ni  en  los  dú  dicN 
don  Diego  de  Almagro,  su  hijo,  por  ningntia  debda  que  debían,  ni  pa 
otra  cosa  alguna,  no  embargante  oualesquier  obligaciones  é  oonimtoí] 
eecriptnras  que  ante  vos  se  presentaren,  ni  en  otea  maneca;  é  á  úgm 
estoviere  pedida  y  hecha,  sobreseáis  en  ella  y  la  dejéis  ee^tr  en  el  eetaé 
en  que  estoviere,  hasta  tanto  que  por  justicia  otm  cosa  sea  mandada;  i 
los  unos  ni  los  otros  no  fagades.  ende  al  por  alguna  manera,  m  peoa  é 
la  nuestra  meroed  y  de  dies  mili  maravedís  para  nuestra  cánuma.  Fedii 
en  Monsón,  á  quince  días  del  mes  de  Septiembre  de  mil  é  qumientot  i 
cuarenta  y  dos  afios. — Yo  bl  Bvr. — ^Por  mandado  de  S.  M.—Jwm  i 
Skmqm. — Sefialada  del  regente  Figoeroa. 

Esta  cédula  se  sacó  de  los  libros  de  las  Lidias  que  eatáu  en  mi  poder, 
por  mandado  de  los  sefiores  del  Oonsqo  de  las  Indias  y  á  pedmuanto 
del  licenciado  Juan  de  Villalobos,  fiscal  de  8. 11  en  el  dicho  Gonmp.  la 
cual  está  corrida  con  el  asiento  del  libro  donde  está  sentada^  k  cml 
se  sacó  en  Valladolid,  á  veinte  y  seis  días  del  mes  de  Junio  de  mü  é- 
quinientos  é  cuarenta  é  cuatro  aíios. — Juam  de  Samamo. — (Con  au  túm 
brica.) 

8  de  Ootabra  de  1642 

XLVL — Carta  á  S.  M,  de  Ventura  Bdtrán,  en  que  refiere  lo  acamiú 
en  d  viaje  que  higo  Vaca  de  Castro  deede  Jauja  al  Oumcq^  odtmiá 
iba  con  gente  armada  contra  don  Diego  de  Almagro,  y  la  iaiaR$f 
victoria  que  la  gente  de  Vaca  de  Castro  ganó  déla  de  Mmt^ro  i8ia 
Octubre 

(Archivo  de  Indias,  2-2-1/18) 

S.  C.  O.  M.: — Aunque  por  muchas  y  diferentes  personas  V,  M,  mi 
avisado  de  los  sucesos  destos  reinos,  paresdóme  que  ninguno  tenk  tanta 
obligación,  como  criado  de  V.  M.,  á  hacelle  verdaderamente  reladón  y 
aviso,  como  yo.  Lo  sucedido  hasta  la  salida  de  Jauja,  por  mis  cütu 


ALMAGRO  Y  SUS  0OMPAÑBBO8  259 

tengo  hecha  relcu^ión  á  V.  M.,  después  de  lo  cual  el  Licenciado  Vaca  de 
Castro,  gobernador  en  estos  reinos  por  V.  M.,  prosiguió  su  camino  con 
todo  su  ejército  la  vuelta  del  Cuzco,  adonde  pensamos  que  los  enemigos 
y  tiranos  se  hicieran  fuertes,  y  llegados  que  fuimos  á  la  villa  de  San 
Juan  de  la  Frontera,  tuvimos  nueva  como  estaban  en  el  asiento  de  Vil- 
cas,  adonde  fué  acordado  y  proveído  por  el  Gobernador  de  invialles 
amonestar  y  requerir  que  viniesen  á  la  obediencia  de  Vuestra  Católica 
Majestad,  ofreciéndoles  todos  buenos  medios  y  partidos,  por  excusar  el 
riesgo  y  batalla,  como  bueno  y  prudente  gobernador;  y  como  ellos  esta- 
ban en  todo  dañados  y  desacatados  contra  la  Corona  Real  de  Vuestra  M., 
se  dejaron  decir  muchas  cosas  feas  y  horribles,  vergonzosas  de  pares- 
cer  aun  escriptas  ante  V.  M.;  finalmente,  por  última  resolución  dijeron 
que  no  querían  paz  ni  partido,  sino  que  se  averiguase  por  rigor  de  ba- 
talla, y  que  no  les  enviase  más  embajador  ni  tercero  ni  religioso,  sino 
que  luego  le  harían  cuartos.  El  Gobernador,  vista  su  desvergonzada 
resolución  y  cerrada  la  puerta  á  todo  medio  y  concierto,  mandó  aperce- 
bir  sus  capitanes  y  ejército,  y  á  tercero  día  tuvimos  nueva  de  nuestros 
corredores  como  se  acercaban  para  nosotros,  y  por  no  les  dar  ánimo  y 
avilanteza  con  estamos  en  el  pueblo,  fué  proveído  por  el  Gobernador 
que  marchásemos  á  la  vuelta  dellos;  y  estando  poco  más  de  dos  leguas 
los  unos  de  los  otros,  un  Sábado  diez  y  seis  de  Septiembre,  nos  venimos 
á  ver  el  un  campo  al  otro,  y  los  enemigos  se  fortificaron  y  asentaron  su 
artillería,  la  cual  era  muy  aventajada  á  la  nuestra,  en  un  sitio  harto  á  su 
ventaja,  lo  cual  visto  por  el  Gobernador  de  V.  M.,  fué  acordlido  y  man- 
dado que  en  ninguna  cosa  mostrásemos  (borrado)  traidores  de  servido- 
res de  V.  M.,  ni  dilatásemos  el  castigo  y  ejecución  de  sus  delitos;  y  aun- 
que dellos  hubo  muy  gran  resistencia  á  causa  de  la  mucha  artillería 
gruesa  que  tenían  y  más  número  de  arcabuces  que  nosotros,  y  más  de 
cuarenta  hombres  de  armas  con  tan  buenas  celadas  borgoñonas,  como 
se  hacen  en  Milán,  y  más  la  ventaja  de  estar  en  su  sitio;  con  todo  lo 
cual,  con  el  ayuda  divina  y  con  el  gran  hervor  que  en  los  vasallos  de 
V,  M.  trujo  de  restauralles  estos  sus  reinos  y  señoríos,  nos  mezclamos 
con  ellos  de  tal  manera,  que  de  la  una  parte  y  de  la  otra  perdieron 
hartos  las  vidas,  y  la  batalla  estuvo  muy  gran  rato  en  peso,  sin  cono- 
cerse Vitoria  de  la  una  parte  é  la  otra:  certifico  á  V.  M.  que  tuvimos  tan 
dudosa  la  vitoria,  que  si  en  esta  dispusicióa  y  tiempo  oportuno  el  go- 
bernador Vaca  de  Castro  no  socorriera  en  persona  con  la  gente  que  para 


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CQLBGCIÓH  0B  DQO^irSNTOS 


811  guarda  y  compañía  había  apartado  para  socorrer  á  las  mayores  pri< 
sas,  no  sé  quién  llevara  la  vitoria  en  aquel  día;  porque  los  hombres  de  ^ 
armas  les  era  muy  gran  caudal  y  defensa,  porque  no  los  podíamos  herir,! 
y  la  entrada  del  Gobernador  fué  tan  denodada  y  animosa,  nombrando  el  ^ 
apellido  de  V.  M.  y  su  imperio,  que  los  enemigos  perdieron  el  campo  y 
volvieron  las  espaldas,  aunque  con  algún  daño  y  pérdida  de  nue 
gente  y  riesgo  del  Gobernador;  y  ansí  apoderados  de  su  artiUerÍJi, 
alcance  no  se  pudo  seguir  por  sobrevenir  la  noche,  lo  cual  fué  algún } 
medio  para  alargar  su  %áda  por  algiin  tiempo,  para  después  morir  eoiil 
mayor  infamia  de  sus  personas.  Han  sido  presos^  y  después  por  ji 
muertos  los  más  capitanes  de  su  ejército,  y  ha  venido  nueva  que  do 
Diego  de  Almagro  y  otros  algunos  capitanes  que  se  habían  escap 
son  presos  en  el  Cuzco,  de  manera  que  la  tierra  que  tan  alterada  y  tíii-] 
nizada  éstos  tenían  á  V,  M.,  está  ya  en  mucha  paz  y  quietud,  y  segúnJ 
la  orden  que  en  aquélla  se  empieza  á  tener,  se  puede  creer  y  tener  por  I 
cierto  que  para  siempre  quedará  en  pacificación  y  en  servicio  y  coiioi*J 
cimiento  de  Vuestra  S.  C.  Majd.,  de  lo  cual  á  V.  M.  y  á  su  real  ptttei*| 
monio  se  le  siguirá  muy  gran  aumento. 

Yo  quisiera  ser  el  que  llevara  tan  feliz  y  buena  nueva  á  V,  Sl^ ; 
púsome  impedimento  á  ello  los  gastos  que  después  que  á  estas  paitei] 
pasé  he  hecho  y  los  pocos  aprovechamientos  que  se  han  tenido,  por  1 
alteraciones  pasadas,  y  también  porque  el  Gobernador  me  ha  dado  á  «^ 
tender  que  los  que  son  criados  de  V.  M.  como  yo,  y  han  servido  á  V  H 
con  la  afición  y  estancia  que  yo,  que  no  quiere  que  vayan  deaU  MU  I 
sin  remuneración  de  sus  trabajos  y  servicios,  con  lo  oual  á  todos  ] 
tiene  en  tanta  justicia  y  contentamiento»  que  mili  veces,  si  fuesoí 
nester,  nos  hallarla  ofrecidos  á  otra  tal  batalla;  y  por  principio  i 
dado  el  aguaciladgo  mayor  de  la  ciudad  de  los  Reyes  y  unos 
indios  para  el  servicio  de  casa.  Suplico  á  V.  M.  que  sea  servido  d#l 
confirmación  desto,  y  por  su  carta  tenerse  por  servido  de  lo  quel  (>obr 
nador  ha  hecho  en  este  criado  de  V,  M.  y  mandalle  que  de  tal  rnaam 
se  haya  conmigo,  que  con  brevedad  yo  pueda  volver  en  presenmá 
V.  M,  á  serville  y  restituirme  á  mi  mujer  é  hijos,  pues  este  €s  oíi 
tan  cristianísimo  y  católico  príncipe  como  V.  M. 

El  mensajero  destas  tan  buenas  nuevas  es  un  caballero  qt;!(e  0 1 
estos  reinos  ha  muchos  días  que  sirve  á  V.  M.,  y  en  la  batalla  f^!-*  m 
de  los  que  más  en  su  servicio  se  señalaron  y  salió  bien  herido  t 


A^ 


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1 


ALHAOBO  T  8U6  COHPAKBBOB 


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caballo;  y  no  cansado  de  flervir  á  V.  M.,  procuró  la  presente  jomada.  Ra- 
tón es  que  los  que  acá  tan  lejos  residen»  conozcan  y  participen  de  las 
grandes  mercedes  y  favores  de  V.  M. 

El  Gobernador  ha  proveído  que  yo  vuelva  desde  este  asiento  de  Vil- 
cas  á  desterrar  y  echarldestos  reinos  los  desta  dañada  opinión,  y  ansí  me 
parto  á  los  embarcar  con  alguna  cantidad  dellos  al  puerto  de  Lima,  Siem- 
pre que  se  ofresciere,  por  mi  aera  V.  M.  avisado;  y  en  lo  que  allá  mi  padre 
de  mi  parte  suplicare  á  V  M.»  suplico  sea  servido  de  me  hacer  merced, 
pues  todo  lo  quiero  para  lo  iipnsumir  con  la  vida  en  su  real  servicio. 
Nuestro  Señor  la  Real  persona  de  V.  C.  M  guarde  con  acrecentamiento 
del  universo.  Deste  asiento  de  Vilcas,  á  ocho  de  Otubre,  1542. 

8.  C,  C.  M.,  criado  y  fiel  vasallo  de  V.  M.  que  sus  re^es  pies  y  ma- 
no«  besa. —  Ventura  Beltrán. — {Hay  una  rubrica.) 

11  de  Muso  de  \MB 

XL  VIL — <  Carta  á  S,  M.  de  Juan  de  Cáceret^  que  dice  hah&ne  ganado 
la  batalla  de  Chupas  contra  Diego  de  Almagro  el  16  de  Septiembre 
de  1542.* 

(Archivo  de  Indias) 

S.  C.  C.  M,: — A  los  diez  é  seis  de  Septiembre  del  año  pasado,  se  dio 
la  batalla  contra  estos  traidores  de  Chile,  la  cual,  en  ventura  de  V.  M., 
ee  venció,  aunque  estuvo  bien  en  duda  la  vitoria  della;  morirían  de  una 
y  de  otra  parte  hasta  trescientos  hombres,  Hánse  arrastrado  y  descuar- 
tíscado  y  hecho  justicia  hasta  cuarenta,  é  otros  muchos  han  ido  desterra- 
dos de  la  tierra;  no  se  ha  dado  antes  de  ahora  noticia  á  V.  M.  della, 
porque  han  estado  cerrados  loa  puertos  ó  detenidos  todos  los  navios, 
^lorque  después  que  vino  á  esta  tierra  el  Licenciado  Vaca  de  Castro,  ha 
pretendido  que  no  supiese  V.  M.  de  acá  mas  de  aquello  que  á  él  le  pa- 
jreciere  ésus  mensajeros  dijeren,  por  fines  é  motivos  que  á  ello  ha  tenido, 
<é  quitándonos  la  libertad  de  poder  avisar  á  V.  M,  de  lo  que  conviene  á 

servicio  y  al  bien,  quietud  é  pacifica^ción  destos  reinos,  y  haciéndo- 
escribir  aquello  ques  en  su  provecho  y  utilidad;  é  agora  quisiera  yo 
^oder  hacer  lo  que  debo  é  soy  obhgado  al  servicio  de  V.  M.»  si  el  tiem- 

diera  lugar  á  ello;  pero  en  breve,  con  harto  riesgo  y  aventinra  de  la 


iirtlí     ilffli 


262 


GOLECOIÓN  DK  DOCUMENTOS 


mn 


persona  y  hacienda,  diré  á  Vuestra  Majestad  lo  que  acá  pasa  y  es  neceaa 
rio  proveer  para  el  remedio  de  la  más  rica  é  abundante  tierra  de  oro  y  pkl 
que  hay  en  el  mundo»  la  cual  agora  está  la  más  perdida  que  hay  en  él,  é 
con  brevedad  no  se  envía  persona  celosa  del  servicio  de  Dios  é  de  Vow- 
tra  Majestad,  ó  que  no  tenga  codicia»  como  la  tiene  el   que  de  preseni 
la  gobierna,  se  acabará  de  perder  é  destruir.  Él  ha  hecho  un  gran  tesoroj 
porque  todos  loe  indios  quesián  vacoi,  que  son  en  gran   cantidad^  las 
tiene  puestos  en  bu  cabeza  é  los  goza  y  desfruta,  é  ha  sacado  é  sacó 
las  sepulturas  que  hay  en  la  tierra,  y  trae  grandes  cuadrillas  en  las 
ñas,  y  tiene  todos  los  otros  tratos  y  maneras  de  negociaciones  para  adqi 
rir  ó  haber  dinero,  que  no  se  pueden  imaginar.  Los  indio»  se  venden 
zapateros  y  sastres  é  otros  oficiales;  los  que  tienen  calidades  é  m^ 
mientos  en  la  tierra,  mueren  de  hambre;  todos  viven  descontentos,  y  cser- 
tifico  á  V.  M.  que,  según  las  inteligeacíaií  tiene  é  malos  tratamienl 
que  se  hacen  á  los  caciques  para  que  digan  los  secretos  que  hay  en 
tierra,  que  si  el  cargo  que  tiene  le  dura  otros  dos  años,   quél  baga 
millón  de  oro.  Conduéleme  mucho  de  ver  que  se  ha  gastado  la  hacieni 
de  V.  M*  en  pacificar  estos  reinos  é  que  los  caballeros  serridorea 
V.  M.  que  han  sido  parte  para  reducirlos,  mueren  de  hambre  y 
empeñados  y  necesitados  y  quél  solo  se  lleve  el  provecho,  él  )a  gl 
de  todo  y  que  no  podamos  los  oficiales  de  V,  M.  en  vial  le  un  poso 
oro  para  ayuda  á  los  grandes  gastos  que  V.  M,  tiene   é  que  hace  omIéi 
día;  ni  en  todo  este  año  se  le  podrá  enviar,  que  harto  haremos  en  po^sr 
en   él  lo  que  sacara  del   emprestido   que   se  tomó   para  la  guem  p» 
sada  ó  porque  no  haya  quien  le  diga  ni  vaya  á  la  mano,  en  proíegoír 
su  desordenada  codicia,  mandó  á  mí  é  á  los  otros  oficiales  de  V.  M,  qj» 
no  saliésemos  desta  cibdad,  so  graves  penas,  en  nuestros  pies  ni  en  aje- 
nos, y  ansí  nos  estamos  en  ella  y  él  en  la  del  Cuzco  desfrutando 
tierra;  é  porque  decir  otras  muchas  cosas  que  ha  hecho  y  Irnoc 
nunca  acabar,  allá  van  hartas  personas  de  quien  V,  M.  podría  í§er  &[ 
formado  de  lo  que  acá  psisa,  los  cuales  no  podrán  decir  tanto  coa 
parte  de  los  que  hay  é  hace.  A  V.  M,  humildemente  suplico  se 
la  desta  tierra  y  de  las  desventuras  é  trabajos  que  acá  se  pasa  y 
desventurados  de  indios  que  se  acaban  é  consumen,  y  brevemente 
se  pone  remedio  en  ello,  no  habrá  ningunos  y  verná  á  ser  esta 
lo  que  la  Española,    mandando  hacer  tal  provisión   cual  con^ 
es  necesario  para  remedio  de  tantos  robos  y  dallos^   envmn^i 


IhÉÉ 


JU 


ALMAGRO  T  SU8  COMPANEBOB 


263 


tierra  qiie  la  gobierne  en  quien  concurran  laa  calidades  que  para  se- 
mejante cargóse  requieren,  é  que  no  sea  cobdicioso  ni  necesitado.  V.  M,, 
en  todo,  mande  proveer  aquello  que  fuese  servido,  que  con  decir  lo  que 
me  ocurre  cumplo  con  lo  que  debo  é  soy  obligado;  cuya  imperial  perso- 
na Nuestro  Sefior  guarde,  su  estado  acresciente  con  abmento  de  mayo- 
res reinos  é  señoríos.  Desta  ciudad  de  Lima,  á  once  de  Marzo  de  mili  é 
quinientos  cuarenta  y  tres.  De  V,  S,  C.  C.  M  himiiH  criado  ó  vasallo 
que  sus  imperiales  pies  y  manos  besa. — Juan  de  Cáceres. 


ESQ  da  Mano  de  1648 
L  VIII. — Probanza  de  mérito»  y  aervicioi  del  capitán  Vasco  de  Gueimra 
(Archivo  de  Indias»  1-4-5/10) 
Mu3'  poderoso  señor: — Antonio  de  üroz  Navarro,  vecino  desta  ciu- 
'dad»  digo:  que  en  poder  del  secretario  Juan  de  Montoya  está  una  pro- 
banza pilblica  de  los  servicios  del  capitán  Vasco  de  Guevara,  mi  yerno, 
que  está  en  los  reinos  de  España,  y  conviene  á  su  derecho  que  el  dicho 
necretario  dé  un  traslado  autorizado  della  en  piibUca  forma  para  lo  en- 
viar al  dicho  don  Jerónimo  de  Guevara,  para  que  le  presente  en  vuestro 
ReaJ  Consejo  de  las  Indias  ó  donde  á  su  derecho  convenga,  etc. 

Pido  y  suplico  á  V.  Alteza  provea  y  mande  que  el  dicho  secretario 
me  dé  el  dicho  traslado  autorizado  de  la  dicha  probanza  para  el  dicho 
efeto»  y  pido  justicia  y  en  lo  necesaiio»  etc.— jÍ?Í  doctor  Méndez  de  Soto- 
wmayor, — Antonio  de  üroz  Navarro,  etc. 

En  la  ciudad  de  los  Reyes,  en  veinte  y  seis  días  del  mes  de  Enero 
de  mili  y  quinientos  y  noventa  y  tres  años,  ante  los  señores  presidente 
oidores  de  esta  Real  Audiencia,  en  audiencia  pública,  se  presentó  esta 
petición,  y  por  los  dichos  señores  vista,  mandaron  que  se  le  dó  como  lo 
yide.^Montoija. 

En  la  ciudad  del  Cuzco,  destos  reinos  del  Pirú,  en  veinte  días  del 
de  Marzo,  año  del  nacimiento  de  Nuestro  Salvador  Jesucristo  de 
3IIÍI1  ó  quinientos  ó  cuarenta  y  tres  años»  ante  el  muy  ilustre  señor  licen- 
ciado Cristóbal  Vaca  de  Castro,  caballero  de  la  Orden  de  Santiago  y  del 
OoDsejo  Real  de  S.  M.  ó  su  gobernador  é  capitán  general  en  estos  reinos 
provincias  de  la  Nueva  Castilla  é  Nueva  Toledo,  llamada  Perú,  etc., 


íMIü 


364 


COLECCIÓIT  DE  ©OCUMEIÍTOB 


y  en   presencia  de  mí,  Pedro  López,  escribano  de  S.  M.  é  tei 
de  escribano  mayor  del  juzgado  deatos  reinos  de  la  Nueva 
Jerónimo  de  AUaga,  escribano  mayor  dellos  ó  de  los  testigos  de ; 
escriptos,  pareació  presente  el  capitán  Vasco  de  Guevara,  vecino  dA  1 
villa  de  San  Juan  de  la  Frontera,  y  presentó  un  escripto  de  pedimi^ntc^ 
inserto  en  él  ciertas  pregimtas,  su  tenor  del  cual  es  este  que  se  sigOdb  fl 

£  ansimismo  presentó  una  probanza  original  que  paresce  ser  be. 
cha  ante  el  Licenciado  de  la  Gama;  su  tenor  va  adelante,  ©te: 

Eustre  y  muy  poderoso  señor: — Vasco  de  Guevara,   digo:  que ; 
hice  cierta  probanza  ante  el  Licenciado  de  la  Gama,  puede  haber  cioe 
años,  poco  más  ó  menos,  siendo  teniente  de  gobernador  en  esta  dud 
para  que  á  S.  M.  constase  de  los  servicios  que  le  he  hecho  en  estas 
tes,  de  la  cual  probanza  hago  presentación  ante  vuesb-a  señoría,  y  ] 
que  después  acá,  en  muchas  cosas  que  se  han  ofrescido,  he  servido  il 
S.  M,  mucho,  pido  y  suplico  á  vuestra  señoria  que  los  testigoa  qoe  ] 
mi  parte  fueren  presentados  para  probar  los  dichos  servicios  qufi  \ 
pues  acá  he  hecho,  ^iieatra  geHoría  les  mande  examinar  por  las  pí 
tas  de  yuso  escripias,  é  lo  que  dijeren  ó  depusieren  vuestra  sefioritl 
mande  acumular  en  la  dicha  probanza  de  que  he  hecha  pr^idoutacidii^  I 
todo  junto  meló  mande  dar  en  pública  forma  y  en  una  numera  i 
haga  fee^  y  en  ello  interponga  su  autoridad,  para  que  la  dé  á  la  «lie 
probanza,  é  á  S.  M.  é  á  los  de  su  Consejo  conste  los  servicíoa  que  yo  < 
estas  partes  he  hecho,  etc. 

(Ninguna  de  las  preguntas  que  se  hacen  en  esto  segtmdo  Intcm- 
gatorio,  ni  por  consiguiente,  las  respuestas,  se  refieren  en  nada  ni  i 
relación  á  Chile,  por  lo  cual  no  se  copian,) 

(Después  va  inserta  la  referida  probanza  original    hecha 
Licenciado  de  la  Ghuna,  que  es  la  siguiente:) 

Magnífico  señor: — Vasco  de  Guevara,  en  la  mejor  forma  que  *  i 
derecho  conviene,  digo  que  yo  he  servido  á  S,  M.  en  estas  partes  i 
Indias,  de  doce  años  á  esta  parte,  y  para  que  le  conste  y  en  el  Raal  ( 
sejo  é  donde  fuere  nescesario  los  dichos  mis  servicios,  quiero 
probanza  ad  perpetúan  rei  memoriam;  por  que  pido  á   vuestra 
que  los  testigos  que  presentare  se  examinen  por  el  interrogat 
yuso  contenido,  é  á  sus  dichos  é  depusicíones  interponga  su  autorid 
decreto  judicial,  para  que  haga  fee  do  quiera  que  se  presentare^ 
en  limpio,  en  pública  forma  é  manera  que  haga  fee  me  la  muí 


d^ 


ALHAOBO  T  BUS   OOHFAlí^EBOfl 


265 


al  escribano  ante  quien  pasare,  cerrado  y  sellado  é  signado,  que  yo  estoy 
presto  de  le  pagar  su  justo  é  debido  salario  que  para  ello  hobiere  de 
haber,  etc. 

1.  Primeramente  sean  preguntados  los  dichos  testigos  si  conoscen 
I  mí  el  dicho  Vasco  de  Guevara,  ó  de  qué  tiempo  ó  esta  parte,  é  séanle 
Bchas  las  preguntas  generales. 

( De  las  restantes  preguntas,  que  son  en  número  de  diez  y  seis, 
_9Ólo  se  refieren  á  Chile  la  quinta,  sexta  y  séptima;  se  omite  oopiar 
otras, ) 

5.  ítem:  si  saben  que  acabada  la  dicha  conquista,  vine  con  el  ade- 
itado  don  Diego  de  Ahnagro  á  esta  ciudad  del  Cuzco,  é  pudiendo 
ler  en  ella  casa  y  repartimiento  de  indios,  por  más  servir  á  S.  M..  ful 

»o  el  dicho  Adelantado  al  descubrimiento  de  Chile,   donde  gasté  mu- 
suma  de  pesos  de  oro,  etc. 

6.  ítem:  si  saben  que  en  el  dicho  viaje  é  descubrimiento  siempre 
en  la  delantera  con  gente  de  caballo,  descubriendo  y  tomando  gulas 

»r  los  despoblados,  6  siempre  truje  dos  caballos  ó  tres;  é  si  saben  que 

el  dicho  viaje  ee  pasaron  muchos  trabajos,  ansí  de  nieves  é  falta  de 

ida  é  de  agua,  que  jamás  se  ha  \n8to  en  estas  partes,  é  si  caminaron 

sde  esta  ciudad  del  Cuzco  por  tierra  liasta  Chile  setecientas  leguas, 

más  6  menos,  ó  lo  mismo  á  la  vuelta, 

7.  ítem:  si  saben  que  en  el  dicho  viaje  siempre  presté  mis  caballos 
llevar  dolientes  y  clérigos  é  otras  personas  de  calidad   que  no  po- 

m  caminar  á  pie,  etc. 

E  luego  el  dicho  Vasco  de  Guevara  presentó  por  testigo  á  Rodrigo 
Saucedo,  ó  al  arcediano  Rodrigo  Pérez,  é  á  Juan  Gómez  de  la  Cueva» 
^á  Noguerol  de  LTUoa,  é  á  Francisco  Hernández,  é  á  Gonzalo  Pereira,  é 
Cristóbal  de  Sosa,  é  á  Melchor  Velázquez,  é  á  Domingo  de  la  Orta,  é 
al  contador  Juan  de  Guzmán,  estantes  en  esta  dicha  cibdad,  de  los  cua- 
^Jea  y  de  cada  uno  dellos  el  dicho  sefior  teniente  tomó  é  rescibió  jura- 
ito  en  forma  debida  de  derecho,  so  cargo  del  cual  prometieron  de 
ir  verdad  de  lo  que  supiesen  y  les  fuese  pregimtado,  los  cuales  é 
.  uno  dellos,  al  pie  é  conclusión  del  dicho  juramento,  dijeron:  sí  juro  é 
lén,  etc. 

E  luego  el  dicho  señor  teniente  dijo  que  lo  cometía  é  cometió  á  mí 

dicho  escribano  la  recepción  del  juramento  de  los  susodichos  é  la 

sión  de  los  demás  testigos  presentados  é  de  los  que  de  aquí  ade- 


266 


COLECCIÓN  DB  DOCUMENTOS 


lante  presetitare,  é  para  ello  dijo  que  me  daba  é  dio  poder  en  forma  cual 
de  derecho  en  tal  caso  se  requiere;  é  firmólo,  etc. 

G  después  de  lo  auBodicho,  en  cinco  días  del  dicho  mes  de  Hebre* 
ro  del  dicho  afio,  yo,  el  dicho  escribano,  tomé  é  rescebí  joramento 
forma  debida  de  derecho,  de  los  dichos  Diego  de  Aivarado  é  padre  Bt^ 
tolomé  de  Segovia»  é  bachiller  Marín»  los  cuales  prometieron  de  dedi 
verdad,  y  al  fin  ó  conclusión  del  dicho  juramento  cada  uno  dallos  dijo; 
juro  é  amén»  etc. 

E  después  de  lo  susodicho,  en  cuatro  días  del  mes  de  Hebrero 
del  dicho  año,  ante  el  dicho  señor  teniente  y  en  presencia  de  mi,  el  di 
cho  escribano»  paresció  el  dicho  Vasco  de  Guevara  y  presentó  por 
tigo  al  Licenciado  Prado,  é  á  Antonio  de  Ribera,  é  á  Cristóbal  de  Soielo^ 
é  á  Pedro  Barroso»  ó  á  Gregorio  de  Setién,  de  los  cuales  é  de  cada  mu 
dellos,  su  merced  tomó  é  rescibió  juramento  ©n  forma  d©  derecho 
según  de  suso,  los  cuales  al  fín  é  conclusión  del  dicho  juramento,  dijeron 
sí  juro  é  amén,  etc. 

E  después  de  lo  susodicho,  en  veinte  é  seis  días  del  dicho 
Hebrero  é  del  dicho  año,  ante  el  dicho  señor  teniente,  y  en   pr< 
de  mí,  ol  dicho  escribano,  paresció  el  dicho  Vasco  de  Guevara,  é  dij" 
que  se  entiende  aprovechar  de  los  dichos  é  depusiciones  de  Lope 
Diaguez  é  de  Francisco  Pinto,  é  no  pueden  venir  á  jurar  ante  au  m 
por  estar  ocupados,  que  pide  á  su  merced  cometa  á  mí  el  dicho  escribí' 
no  la  recepción  del  juramento  de  los  susodichos,  etc, 

E  luego  el  dicho  señor  teniente  dijo  que  cometía,  é  cometió  á  ai 
dicho  escribano,  la  recepción  del  juramento  ó  declaración  de  loe  siiáofi* 
chos,  é  para  ello  dijo  que  me  daba  poder  en  forma;  testigos,  el  Lioeodir 
do  Guerrero  é  Juan  de  Grajeda,  etc. 

En  este  dicho  día,  mes  é  año  susodichos,  yo,  el  dicho  escriliiM, 
tomé  é  rescebí  juramento,  según  de  suso,  del  dicho  Lope  de  Diagrusi^^ 
del  dicho  Pinto,  el  cual,  al  fin  é  conclusión  del  dicho  juramento, 
juro  é  amén»  etc. 

E  lo  que  los  dichos  testigos  ó  cada  uno  dellos  por  sí,  secreta  éipff 
tadamente,  dijeron  é  depusieron  es  lo  siguiente: 

Testigo. — El  dicho  arcediano  Rodrigo  Pérez,  teetigo  preeeniii 
por  el  dicho  Vasco  de  Guevara,  después  de  haber  jurado  segii'  ^- 
cho,  é  siendo  preguntado  por  el  tenor  del  dicho  interrogatí:mo, 
siguiente: 


^^^^ 


f 


ALMAGRO  Y  SüB  COMPAÑEROS  267 

k 

]  1.  A  la  primera  pregunta,  dijo  que  conosce  al  dicho  Vasco  de  Gue- 

[  vara  de  más  de  doce  afios. 

j.  Preguntado  por  las  preguntas  generales,  dijo  que  es  mayor  de  cin- 

í  cuenta  afios  é  que  no  es  pariente  del  dicho  Vasco  de  Guevara,  ni  le  toca 
ninguna  de  las  demás  generales,  etc. 

,  5   A  la  quinta  pregunta,  dijo  que  la  sabe  como  en  ella  se  contiene, 

ó  que  la  sabe  porque  este  testigo  vido  que  el  dicho  Vasco  de  Guevara 
vino  á  esta  ciudad  con  el  dicho  Adelantado;  é  que  si  se  quisiera  quedar 
en  ella  y  no  ir  en  el  dicho  descubrimiento,  como  fué,  pudiera  tener  in- 
dios de  repartimiento  ó  casas;  é  que  cree  é  tiene  por  cierto  que  en  el 
dicho  viaje  gastó  mucho,  porque  ansí  hicieron  los  demás  que  en  él  fue- 
ron en  el  cual  este  testigo  fué. 

6.  A  la  sexta  pregunta,  dijo  que  la  sabe  como  en  ella  se  contiene; 
é  que  la  sabe  porque  este  testigo  fué  al  dicho  descubrimiento  de  Chile, 
é  vido  ser  é  pasar  ansí  todo  lo  que  la  pregunta  dice  é  declara,  é  ansimis- 
mo  él  paso  los  trabajos  que  la  pregunta  dice,  etc. 

7.  A  la  séptima  pregimta,  dijo  que  la  sabe  como  en  ella  se  contiene, 
porque  lo  vido. 

Testigo. — El  dicho  Diego  de  Alvarado,  testigo  presentado  por  el 
dicho  Vasco  de  Guevara,  después  de  haber  jurado  según  derecho  y 
siendo  preguntado  por  el  tenor  del  dicho  interrogatorio,  dijo  lo  siguiente: 

1.  A  la  primera  pregunta,  dijo  que  conosce  al  dicho  Vasco  de  Gue- 
vara de  cinco  años  á  esta  parte,  poco  más  ó  menos,  de  vista  é  habla  é 
conversación  que  con  él  ha  tenido  é  tiene. 

Preguntado  por  la»  preguntas  generales,  dijo  que  es  de  edad  de  más 
de  veinte  é  cinco  años,  é  que  no  es  pariente  del  dicho  Vasco  de  Guevara 
é  que  no  le  empece  ninguna  de  las  generales. 

5,  A  la  quinta  pregunta,  dijo  que  sabe  que  de  la  provincia  de 
Quito  vino  á  esta  cibdad  del  Cuzco  el  dicho  Vasco  de  Guevara  con  el 
adelantado  don  Diego  de  Almagro  é  hizo  la  jomada  con  el  dicho  Adelan- 
tado; é  que  esto  sabe  de  esta  pregunta,  etc. 

6.  A  la  sexta  pregunta,  dijo  que  sabe  que  muchas  veces  el  dicho 
Vasco  de  Guevara  iba  en  la  delantera  con  gente  de  caballo,  descubrien- 
do é  tomando  guías;  é  que  sabe  que  trajo  dos  ó  tres  caballos  en  la  jor- 
nada; é  asimismo  sabe  que  en  el  dicho  viaje  se  pasaron  grandes  traba- 
jos de  nieves  é  falta  de  comidas  é  de  agua;  é  que  esto  sabe  de  esta 
pregunta,  etc. 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOB 


dijo 


la  sabe. 


habUi 


7.  A  la  séptima  pregunta, 

Testigo. — El  dicho  bachiller  Alvaro  Marín,  testigo  preeentado  | 
el  dicho  Vasco  de  Guevara,  después  de  haber  jurado  según  derecho  é 
siendo  preguntado  por  el  tenor  del  dicho  interrogatorio,  dijo  lo  »• 
guiente: 

1,  A  la  primera  pregunta,  dijo  que  conosce  al  dicho  Vasco  det 
vara  de  cuatro  afios  á  esta  parte,  poco  más  ó  menos,  de  vista  é 
conversación  que  con  ól  ha  tenido  y  tiene,  etc. 

Preguntado  por  las  generales,  dijo  que  es  mayor  de  veinte  é  i 
años  é  que  no  es  pariente  del  dicho  Vasco  de  Guevara  ni  le  empece  i 
gima  de  las  generales,  etc. 

5.  A  la  quinta  pregunta,  dijo  que  viniendo  este  teatígo  á  < 
dad  del  Cuzco,  le  hallA  en  ella  con  el  adelantado  don  Diego  do. 
ó  que  oyó  decir  en  el  dicho  tiempo  que  le  daban  indios  de  repartii 
en  esta  cibdad,  é  vio  que  fué  en  el   descubrimiento  de  Chile,  eu  Ia< 
fué  púbüco  que  gastó  mucha  suma  de  pesos  de  oro* 

6.  A  la  sexta  pregunta,  dijo  que  la  sabe  como  en  ella  se  &mt 
preguntado  cómo  la  sabe,  dijo  que  porque  este  testigo  fué  al  dicho  < 
cubrimiento  de  Chile  ó  vido  cómo  algunas  veces  el  dicho  Vasco  tU  OnÁ 
vara  iba  delante,  é  que  llevaba  tres  caballos;  é  que  todo  lo  deo^ 
contenido  en  la  pregunta  es  é  pasa  ansí,  según  la  pregunta  dice,  ele 

7.  A  la  séptima  pregunta,  dijo  que  la  sabe  como  en  ella  se ' ir 
tiene,  é  que  la  sabe  porque  este  testigo  vido  ser  é  pasar  an«^  *  -^''  ^ 

la  pregunta  dice  é  declara,  é  se  halló  á  eUo  presente. 

El  dicho  padre  Bartolomé  de  Sego\áa,  cléfigo  presbítero,  teitíg 
presentado  por  el  dicho  Vasco  de  Guevara,  después  de  haber  j 
según  derecho,  ó  siendo  preguntado  por  el  tenor  del  dicho  inler 
rio,  dijo  lo  siguiente: 

1.  A  la  primera  pregunta,  dijo  que  conosce  al  dicho  Vaaeo  de( 
vara  de  diez  afios  á  esta  parte,  poco  más  6  menos,  de  viata^  trato  é  { 
versación  que  con  él  ha  tenido  é  tiene. 

Preguntado  por  las  pregimtas  generales,  dijo  que  es  de  ^ 
más  de  cuarenta  afios,  é  que  no  es  pariente  del  dicho  Vasco  de 
ni  le  empece  ninguna  de  las  demás  generales. 

5.  A  la  quinta  pregunta,  dijo  que  sabe  quel  dicho  Vasco  i 
vara  vino  con  el  adelantado  don  Diego  de  Almagro  á  esta  ctl 
Cuzco  y  en  ella  pudiera  tener  indios  de  repartimiento  si  quisieor  i 


^m 


f^^ 


ALMAGRO  T  8Ü8  COMPAÑEROS  271 

tenido  en  la  dicha  pregunta,  porque  cuando  se  platicó  en  el  dicho  viaje 
ha  oído  este  testigo  decir  á  los  que  de  allá  vinieron,  los  muy  grandes 
trabajos  que  tuvieron  en  ir,  y  este  testigo  tiene  por  cierto  que  el  dicho 
Vasco  de  Guevara  siempre  le  cabía  parte  en  trabajar  más  que  otro, 
por  ser  persona  señalada,  é  que  el  dicho  gobernador  don  Diego  de  Al- 
magro siempre  le  encomendaría  cargos  de  gente,  como  acá  se  los  enco- 
mendaba después  que  vino,  etc. 

7.  A  la  séptima  pregunta,  dijo  que  no  la  sabe. 

Testigo. — El  dicho  Pedro  Barroso,  testigo  presentado  por  el  dicho 
Vasco  de  Guevara,  después  de  haber  jurado  según  derecho,  é  siendo 
preguntado  por  el  tenor  del  dicho  interrogatorio,  dijo  lo  siguiente: 

1.  A  la  primera  pregunta,  dijo  que  conoce  al  dicho  Vasco  de  Gue- 
vara, de  diez  años  á  esta  parte,  de  vista  é  habla  é  conversación  que  con 
él  ha  tenido  é  tiene. 

Preguntado  por  las  preguntas  generales,  dijo  que  es  de  edad  de 
más  de  cuarenta  años,  é  que  no  es  pariente  del  dicho  Vasco  de  Guevara 
ni  le  empece  ninguna  de  las  demás  generales. 

5.  A  la  quinta  pregunta,  dijo  que  sabe  é  vido  que  el  dicho  Vasco 
de  Guevara  vino  á  esta  ciudad  con  el  dicho  Adelantado,  é  le  vido  ir 
al  descubrimiento  de  Chile,  é  llevó  los  caballos  que  la  pregunta  dice, 
porque  este  testigo  lo  vido  é  fué  con  el  dicho  Adelantado  al  dicho  des- 
cubrimiento, etc. 

6.  A  la  sexta  pregunta,  dijo  que  la  sabe  como  en  ella  se  contiene; 
preguntado  cómo  la  sabe,  dijo  que  porque  este  testigo  vio  ser  é  pasar 
ansí  todo  lo  que  la  pregunta  dice  é  declara,  é  se  halló  á  ello  presente. 

7.  A  la  séptima  pregunta,  dijo  que  este  testigo  vio  ser  é  pasar  ansí 
todo  lo  que  la  pregunta  dice  é  declara,  etc. 

Testigo. — El  dicho  Rodrigo  de  Saucedo,  testigo  presentado  por  el 
dicho  Vasco  de  Guevara,  después  de  haber  jurado  según  derecho  é 
siendo  preguntado  por  el  tenor  del  dicho  interrogatorio,  dijo  lo  siguiente: 

1.  A  la  primera  pregunta,  dijo  que  conoce  al  dicho  Vasco  de  Gue- 
vara, de  más  de  diez  años  á  esta  parte,  de  vista  é  habla  é  conversación 
que  con  él  ha  tenido  é  tiene,  etc. 

Preguntado  por  las  preguntas  generales,  dijo  que  es  de  edad  de 
treinta  é  cinco  años,  é  que  no  es  pariente  ni  enemigo  de  ninguna  de  las 
partes,  ect. 

5.  A  la  quinta  pregunta,  dijo  que  sabe  é  vido  que  el  dicho  Vasco 


266 


COLECCIÓN  DE  DOCÜMENTi 


lante  presentare,  é  para  ello  dijo  que  me  daba 
de  derecho  en  tal  caso  se  requiere;  é  firmólo 

E  después  de  lo  susodicho,  en  cinco  <! 
ro  del  dicho  año,  yo,  el  dicho  escribano, 
forma  debida  de  derecho,  de  los  dichos  1 
tolomé  de  Segovia,  é  bachiller  Marín. 
verdad,  y  al  fín  é  conclusión  deldichf- 
juro  é  amén,  etc. 

E  después  de  lo  susodicho,  n 
del  dicho  año,  ante  el  dicho  señor 
cho  escribano,  paresció  el  dicho 
tigo  al  Licenciado  Prado,  é  á  A: 
é  á  Pedro  Barroso,  é  á  Gregor' 
dellos,  su  merced  tomó  ó  r 
según  de  suso,  los  cuales  al  í 
sí  juro  é  amén,  etc. 

E  después  de  lo  suso< 
Hebrero  é  del  dicho  año. 
de  mí,  el  dicho  escriban 
que  se  entiende  aprove- 
Diaguez  é  de  Francisc* 
por  estar  ocupados,  qi: 
lio  la  recepción  del  jii  = 

E  luego  el  dicho 
dicho  escribano,  la  ro- 
clios,  ó  para  ello  dijo  i . 
do  Guerrero  é  Juan  «!• 

En  este  dicho  díi' 
tomé  ó  rescebí  juram» 
del  dicho  Phito,  el  cu: 
juro  é  amén,  etc. 

E  lo  que  los  dk 
tadamente,  dijeron  « 

Testigo.— El  d 
por  el  dicho  Vasco  * 
cho,  é  siendo  pregu 
siguiente: 


rB     269 

nio  de  Chile^  en  el  cual 


lentos 


vido  que  el  dicho  Vaaco 

Mi  delantera,  para  el  efeto 

loa  caballea  siempre,  en  el 

4iminó  la  distaucia  de  tíe- 

lo8  trabajos  que  en  ella  se 

este  testigo  vido  que  algunas 
nx  sus  caballos  para  el  efeto  que 

j  la  Oueva,  testigo  presentado 

s  de  haber  jurado  según  derecho 

1   dicho  interrogatorio,  dijo  lo  si 

que  conoace  al  dicho  Vaaco  de 
•tííta  parte,  poco  más  ó  menos»  de  vista 
•1  ha  teñidora  tiene. 

\s  generales,  dijo  que  es  de  edad  de 

menos,  6  que  no  es  pariente  del  dicho 

ninguna  de  las  demás  genéralos. 

dijo  que  la  sabe  como  en  ella  se  contiene; 

jO  que  porque  este  testigo  vino  ansimismo 

>  de  Almagro  á  esta  ciudad  é  fueron  con  él 

Chile,  é  vido  ser  é  pasar  así  todo  lo  que  la 


va,  dijo  que  este  testigo  sabe  é  vido  cómo  en 

diclio  Vasco  de  Guevara  llevaba  la  delantera 

^unta  dice,  é  sabe  que  llevaba  dos  caballea,  é  vido 

abo  descubrimiento  loa  trabajos  é  se  anduvo  la 

10  la  pregunta  dice,  poco  más  ó  menos,  etc. 

ta,  dijo  que  este  testigo  vido  que  algunas 
-  ''^'*  '""-'Te vara  sus  caballos  para  el  efeto  que 

uez,  testigo  presentado  por  el 

jurado  según  derecho,  é 

iTogatorio,  dijo  lo  siguiente; 


268 


CaLECOlÓlf  DB  D0CÜMEKT08 


7,  A  la  séptima  pregunta,  dijo  que  no  la  sabe,  etc. 

Testigo. — El  dicho  bachiller  Alvaio  Marín,  testigo  presen^ 
el  dicho  Vasco  de  Guevara,  despuée  de  haber  jurado  según  d 
siendo  preguntado  por  el  tenor  del  dicho  interrogatorio,   dijo  lo 
guíente: 

1.  A  la  primera  pregunta,  dijo  que  conoace  al  dicho  Vaaco  de 
vara  de  cuatro  años  á  esta  parte»  poco  más  ó  menos,  de  vista  é 
conversación  que  con  él  ha  tenido  y  tiene,  etc. 

Preguntado  por  las  generales,  dijo  que  es  mayor  de  Teinte 
años  ó  que  no  es  pariente  del  dicho  Vasco  de  Guevara  ni  le  emp 
guna  de  las  generales,  etc. 

5.  A  la  quinta  pregunta,  dijo  que  viniendo  este  testigo  ¿  esta 
dad  del  Cuzco,  le  halló  en  ella  con  el  adelantado  don  Diego  de 
ó  que  oyó  decir  en  el  dicho  tiempo  que  le  daban  indios  de  repi 
en  esta  cibdad,  é  \i6  que  fué  en  el   descubrimiento  de  Chile,  en 
fué  público  que  gastó  mucha  suma  de  pesos  de  oro. 

6.  A  la  sexta  pregunta,  dijo  que  la  sabe  como  en  ella  se  contia 
preguntado  cómo  la  sabe,  dijo  que  porque  este  testigo  fué  al  dicho  é 
cubrimiento  de  Chile  ó  vido  cómo  algunas  veces  el  dicho  Vasco  de  G 
vara  iba  delante,  é  que  llevaba  tres  caballos;  é  que   todo   lo 
contenido  en  la  pregunta  es  é  pasa  ansi,  según  la  pregunta  dice,  eleL 

7.  Ala  séptima  pregunta,  dijo  que  la  sabe  comeen  ella  90  0 
tiene,  6  que  la  sabe  porque  est^  testigo  vido  ser  é  pasar  anal  todo  loq 
la  pregunta  dice  é  declara,  é  se  halló  á  ello  presente. 

El  dicho  padre  Bartolomé  de  Segovia,  clérigo  presbítero, 
presentado  por  el  dicho  Vasco  de  Guevara,  después  de  haber 
según  derecho,  é  siendo  preguntado  por  el  tenor  del  dicho  intenvgtt 
rio,  dijo  lo  siguiente: 

L  A  la  primera  pregunta,  dijo  que  conosce  al  dicho  Vaaco  át 
vara  de  diez  años  á  esta  parte,  poco  más  ó  menos,  de  vista,  trato  á 
versación  que  con  él  ha  tenido  é  tiene. 

Preguntado  por  las  preguntas  generales,  dijo  que   ee  de 
más  de  cuarenta  afios,  é  que  no  es  pariente  del  dicho  Vadeo  de 
ni  le  empece  ninguna  de  las  demás  generales. 

6.  A  la  quinta  pregunta,  dijo  que  sabe  quel  dicho  Vasco 
vara  vino  con  el  adelantado  don  Diego  de  Almagro  á  esta  cí 
Cuzco  y  en  ella  pudiera  tener  indios  de  repartimiento  si  quiiitfi 


Mém 


tf^HL 


▲LMÁGBO  T  8Ü8  C0MPÁÑEB08  269 

dar,  é  no  quedó,  antes  fué  al  dicho  descubrimiento  de  Chile,  en  el  cual 
■sabe  que  gastó  mucha  suma  de  pesos  de  oro. 

6.  A  la  sexta  pregunta,  dijo  que  sabe  é  vido  que  el  dicho  Vasco 
de  Guevara  iba,  cuando  era  necesario,  en  la  delantera,  para  el  efeto 
que  la  pregunta  dice;  é  vido  que  llevaba  dos  caballos  siempre,  en  el 
cttal  dicho  viaje  este  testigo  vido  que  se  caminó  la  distancia  de  tie- 
rra que  la  pregunta  dice;  é  que  se  pasaron  los  trabajos  que  en  ella  se 
declara,  etc. 

7.  A  la  séptima  pregunta,  dijo  que  este  testigo  vido  que  algunas 
veces  prestaba  el  dicho  Vasco  de  Guevara  sus  caballos  para  el  efeto  que 
la  pregunta  dice. 

Testigo. — El  dicho  Juan  GkSmez  de  la  Cueva,  testigo  presentado 
por  el  dicho  Vasco  de  Guevara,  después  de  haber  jurado  según  derecho 
é  siendo  preguntado  por  el  tenor  del  dicho  interrogatorio,  dijo  lo  si 
guíente: 

1.  A  la  primera  pregunta,  dijo  que  conosce  al  dicho  Vasco  de 
GKievara,  de  nueve  ó  diez  años  á  esta  parte,  poco  más  ó  menos,  de  vista 
é  hablaré  conversación  que  con  él  ha  tenido^é  tiene. 

Preguntado  por  las  preguntas  generales,  dijo  que  es  de  edad  de 
cuarenta  é  seis  años,  poco'más  ó  menos,  é  que  no  es  pariente  del  dicho 
Vasco  de  Guevara,  ni  le  empece  ninguna  de  las  demás  generales. 

5.  A  la  quinta  pregunta,  dijo  que  la  sabe  como  en  ella  se  contiene; 
preg^ntado  cómo  lo  sabe,  dijo  que  porque  este  testigo  vino  ansimismo 
con  el  adelantado  don  Diego  de  Almagro  á  esta  ciudad  é  fueron  con  él 
al  dicho  descubrimiento  de  Chile,  é  vido  ser  é  pasar  así  todo  lo  que  la 
pregunta  dice  é  declara. 

6.  A  la  sexta  pregunta,  dijo  que  este  testigo  sabe  é  vido  cómo  en 
el  dicho  viaje  de  Chile  el  dicho  Vasco  de  Guevara  llevaba  la  delantera 
para  el  efeto  que  la  pregunta  dice,  é  sabe  que  llevaba  dos  caballos,  é  vido 
que  se  pasaron  en  el  dicho  descubrimiento  los  trabajos  é  se  anduvo  la 
distancia  de  camino  que  la  pregunta  dice,  poco  más  ó  menos,  etc. 

7.  A  la  séptima  pregunta,  dijo  que  este  testigo  vido  que  algunas 
-Teces  prestaba  el  dicho  Vasco  de  Guevara  sus  caballos  para  el  efeto  que 
•la  pregunta  dice,  etc. 

Testigo. — El  dicho  Melchor  Velázquez,  testigo  presentado  por  el 
^dicho  Vasco  de  Guevara,  después  de  haber  jurado  según  derecho,  é 
':siendo  preguntado  por  el  tenor  del  dicho  interrogatorio,  dijo  lo  siguiente: 


276 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


Guevara  vino  á  esta  cibdad  del  Cuzco  con  el  adelantado  don  Diego  ( 
Almagro,  que  le  daba  en  ella  indios  de  repartimiento  é  cargo  de  i 
niente  de  gobernador  el  señor  gobernador  don  Francisco  Pizarro,  ó 
lo  quiso,  antes  fué  al  descubrimiento  de  Chile  con  el  Adelantado, 
donde  cree  este  testigo  que  gasW  mucha  suma  de  pesos  de  oro;  é  qti 
todo  lo  que  dicho  tiene  es  la  verdad,  para  el  juramento  que  \úzo;  é  i 
molo  de  su  nombre. — Franciico  Finio,  etc. 

Testigo.— El  dicho  Lope  de  Diaguez,  testigo  presentado  por 
dicho  Vasco  de  Guevara»  para  en  la  primera  hasta  la  quinta  pregunt 
después  de  haber  jmado  é  siendo  preguntado  por  el  tenor  del  dicho  ti| 
terrogatorio,  dijo  lo  siguiente: 

1.  A  la  primera  pregunta,  dijo  que  conosce  al   dicho  Vasco 
Guevara»  de  más  de  cinco  años  á  esta  parte,  de  vista  é  habla  é  conve 
sación  que  con  é\  ha  tenido  é  tiene,  etc. 

Preguntado  por  las  preguntas  generales,  dijo  que  es   mayor 
treinta  años  é  que  no  ea  pariente  del  dicho  Vasco  de  Guevara  ni  te  en 
pece  ninguna  de  las  demás  generales, 

5.  A  la  quinta  pregunta,  dijo  que  sabe  que  después  de  acab«dl  I 
dicha  conquista  é  pacificación  de  la  provincia  de  Quito,  podiendo  él.  i 
en  ella  quisiera  permanecer,  tener  indios  de  repartimiento  tambi^'n., 
como  todos  cuantos  en  ella  quedaron,  porque  era  persona  principal  ( 
preeminente,  é  que  mucho  meresció  en  la  conquista  della  é  señaló  6&| 
persona,  haciendo  todo  lo  que  era  obligado  como  quien  era  é 
buen  capitán,  en  todo  lo  que  se  le  encomendó  por  Benalciízar,  é  de 
el  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  dejando  lo  de  allá,  por  ruego  éáJ 
portunación  del  dicho  Adelantado,  se  vino  con  él  y  en  su  eompaíLlal 
Pachacama,  é  que  después  sabe  y  es  púbUco  y  notorio  que  fué  * 
Chile  é  que  sabe  que  en  aquel  tiempo,  si  el  dicho  Vasco  de  Go 
quisiera  quedar  en  esta  gobernación,  le  dieran  indios  de  repa 
porque  á  otros  que  no  son  tales  como  él,  ee  los  han  dado  é  qut  Dol 
han  servido  como  él  ni  como  este  testigo,  ni  mereacido  como  ellos  afd 
tanta  cahdad  é  los  tienen;  é  que  esto  que  dicho  tiene  es  la  verdad] 
el  juramento  que  hizo;  é  firmólo  de  su  nombre,  etc. 

E  después  de  lo  susodicho,  á  veinte  é  seis  días  del  dicho  me*  ^ 
Hebrero  del  dicho  aflo,  el  dicho  Vasco  de  Guevara  dijo  que  prfM 
pidió  á  su  merced  mande  á  mí,  el  dicho  escribano,  le  dé  un 
sacado  en  hmpio  en  pública  forma  é  manera  que  haga  fee  para  lo  | 


kUKAa'&O  T  SUS  COMPANBROR 


277 


sentar  do  viere  que  h  conviene,  porque  é\  no  quiere  presentar  más 
testigos  de  los  que  tiene  presentados,  é  que  en  él  su  merced  interponga 
aru  autoridad  é  decreto  judicial,  é  pidió  justicia.  Testigos,  el  Licenciado 
Guerrero  é  Juan  de  Grajeda,  ete, 

E  luego  el  dicho  señor  teniente  dijo  que  mandaba  é  mandó  á  mí, 
el  dicho  escribano,  dé  un  traslado,  dos  ó  más,  cuantos  quisiese,  de  la 
dicha  probanza,  sacados  en  limpio,  en  pública  forma  é  manera  que  haga 
fee,  al  dicho  Vasco  de  Guevara  para  que  los  presente  donde  viere  quo 
le  convenga,  ó  que  en  él  y  en  cada  uno  dellos  su  merced  interponía  é 
interpuso  su  autoridad  é  decreto  judicial,  cuanto  podía  é  con  derecho 
debía,  é  firmólo  de  su  nombre.  Testigos,  los  dichos. — El  Licenciado  de  la 
Gama^  etc. 

(Siguen  las  declaraciones  de  los  testigos  para  las  nuevas  preguntas 
la  ampliación  de  la  probamsa;  mas  como  en  ninguna  se  hace  referencia 
[Cliile,  dejan  de  copiarse.)  ^ 


18  de  8opliflmbre  dt  1548 


XLIX, — Real  cedida  en  recomendación  dePatdo  Inga 


(Archivo  de  Indias,  109-7-2) 


El  Príncipb, — ^Paulo  Inga,  yo  he  sido  informado  de  la  fidelidad 
con  que  habéis  servido  al  Emperador-Rey,  mi  señor,  é  la  amistad  que 
habéis  tenido  ó  tenéis  con  los  cristianos,  nuestros  subditos,  que  en  esas 
partes  residen,  ó  la  voluntad  que  habéis  mostrado  al  servicio  de  S.  M., 
lo  cual  mucho  os  agradezco;  é  ansí  os  encargo  lo  hagáis  de  aqui  ade- 
lante, que  teniendo  respeto  á  lo  que  habéis  servido  he  mandado  á  Blasco 
JHúñez  Vela,  que  va  por  nuestro  visorey  desa  tierra,  que  en  lo  que  os 
locare,  os  favorezca  y  os  haga  todo  buen  tratamiento;  si  alguna  cosa 
tocante  á  nuestro  servicio  os  hablare,  hacerlo  heis,  como  de  vos  confia- 
9,  que  S.  M.  terna  memoria  de  vos  para  hacer  la  merced  que  hobiere 
lugar.  De  ValiadoUd,  á  28  días  del  mes  de  Septiembre  de  1543  afloB, — 

0  EL  Peíkcipk. — Refrendada  de  Samano,  seüalada  del  Obispo  de  Cuen- 

1  y  Bemal,  y  Velázquez,  y  Gregorio  López,  y  Salmerón. 


278 


COLBCCIÓH  DB  DOCUMENTOS 


din  ftiihA.— 1&48 

R— Declaración  de  Alonso  de  Huete  iobre  la  batalla  que  se  dio  end 
entre  d  Licenciado  Vaca  de  Cmiro  y  don  Diego  de  Almagn 

(Archivo  de  ludiaii) 

EELá^ClÓN    DE    LO    QUE    DICK    ALOKSO    DB    HÜBTB,    QÜB    TtBJTS  DEL   PSl 

Dice  que  partió  del  Perú,  de  la  cibdad  de  los  Reyea,  en  principios 
Marzo  de  este  año,  y  que  él  se  haUó  allá  en  el  tieDipo  que  se  dio  la  I 
talla  entre  el  Licenciado  Vaca  de  Castro  y  don  Diego  de  Almagro,  y  q 
en  la  batalla  murieron,  siguud  allí  en  la  cibdad  de  los  Reyee  ee  deda 
él  se  informó  de  los  vecinos  de  Lima  que  se  hallaron  en  la  batalla,  qi 
en  ella  murieron,  de  la  parte  de  Vaca  de  Castro,  más  de  doscíeetos 
cincuenta  hombres,  y  de  la  parte  de  don  Diego  de  Almagro,  ciento 
cincuenta,  y  que  después  de  vencida  la  batalla,  él  allí,  é  por  su 
do  en  el  Cuzco  y  en  la  cibdad  de  los  Reyes  y  en  otras  partea^  biái 
justicia  hssta  cuarenta  y  cinco  hombres,  y  el  Licenciado  ae  fué  la  riada! 
Cuzco,  adonde  halló  preso  á  don  Diego  de  Almagro  y  á  Diego  Mead» 
y  á  Juan  Rodríguez  Barragán,  y  dende  algunos  días,  habiendo 
proceso  contra  ellos,  los  degolló  á  don  Diego  y  á  Juan  Rodríguez 
y  quedaba  preso  Diego  Méndez;  y  que  después  en  la  cibdad  de  loa  B^l 
yes  proveyó  de  justicias  y  teniente  de  gobernador  al  Bachiller  Gm 
que  había  ido  de  su  parte  de  capitán  de  arcabuceros  en  la  batalla,  y  <o 
cibdad  de  los  Reyes  presentó  las  provisiones  que  traía  del 
Vaca  de  Castro;  y  porque  tardaron  el  cabildo  de  la  cibdad  ea 
quiao  entrar  por  fuerza,  deciéndoles  que,  pues  tardaban  en  recibille, 
no  querían  obedecer  y  que  se  levantaban  con  la  tierra  contra  el 
sobre  esto  los  regidores  se  levantaron  contra  él,  y  hubo  muj 
cándalo,  y  le  prendieron  y  hicieron  proceso  contra  él  y  üiviaroo 
de  Cáceres  con  la  información  de  todo  lo  subcedido  á  Panamá,  á  lol 
dores,  y  que  lo  quél  le  paresce  y  ha  visto  en  la  tierra,  no  queda  k 
muy  sosegada  ni  pacífica,  antes  la  cabsa  que  el  Licenciado  Vacadt 
tro  ha  ofrecido  mucho  y  hay  que  dar  poco  y  lo  que  da  es  fama  qjB* 
da  con  alguno  interese  de  dineros  que  le  dan  por  ello,  y  que  ^ 


mmm 


Éir   ú\m  m 


ALHÁOBO  T  Süfi  OOMPÁÑEBOS 


279 


9  án  Agoiio  da  164B 


pública  VOZ  y  fama  en  toda  la  provincia;  y  que  eato  es  lo  que  sabe,  aun- 
que otras  muchas  cosas  se  dicen,  de  que  cree  que  la  información  de  todo 
envían  á  B,  M,  los  oidores  de  Panamá/ — Alomo  de  Oiieie. 

1-*Bedaracibn  que  $e  tomó  de  orden  del  Cornejo  de  Indioi  á  Juan  de 
üicateguif  natural  de  Orduña,  que  acababa  de  llegar  del  Terü  y  de 
$er  testigo  de  vista  de  lo  que  había  acaecido  en  el  Oueco  entre  don 
Diego  de  Almagro  y  d  Licenciado  Vaca  de  Castro^  tf  refiere  lo  que  ha 
presenciado.* 


(Archivo  de  indias) 


En  la  villa  de  Valladolid,  á  nueve  días  del  mes  de  Agosto  de  mil  y 
lentos  é  cuarenta  y  tres  aüos,  por  mandado  de  los  sefiores  del  Con- 
sejo  de  las  Indias,  fué  tomado  y  rescibido  juramento  en  forma  debida 
de  derecho,  de  San  Joan  de  Uscategui,  natural  de  la  ciudad  de  Ordu- 
ña, que  agora  poco  tiempo  há  vino  de  la  provincia  del  Peni,  en  el  ar- 
mada de  que  era  capitán  general  Martín  Alonso  de  los  Kíos,  el  cual 
habiendo  jurado  é  siendo  preguntado  carca  de  lo  que  sabía  del  estado 
en  que  quedaban  las  cosas  en  aquella  provincia  al  tiempo  que  della 
ió  y  de  lo  que  sabía  sobre  la  batalla  que  se  decía  que  Vaca  de  Cas- 
había  habido  con  don  Diego  de  Almagro,  dijo  et  depuso  lo  siguiente: 
Dijo  que  él  ha  que  residcj  en  la  provincia  del  Perú  siete  años,  poco 
ó  menos,  et  que  esto  que  depone,  después  de  muerto  el  Marqués 
Francisco  Pizarro,  dos  meses  et  más  vino  de  la  cibdad  de  Ariquipa, 
es  eu  la  dicha  provincia,  adonde  residía,  á  la  cibdad  de  los  Reyes  á 
nn  hermano  suyo  que  decían  que  era  allí  venido,  et  que  estando  en 
dicha  cibdad  de  loa  Reyes  et  por  gobernador  della  don  Diego  de  Ai- 
ro, hizo  gente  el  dicho  don  Diego  para  ir  sobre  el  Cuzco,  é  que  ansí 
á  6ste  que  depone  le  hizo  ir  por  fuerza  con  él  y  á  otros  muchos,  y  quel 
dicho  don  Diego,  con  hasta  quinientos  hombres  que  podría  llevar,  se 
fué  á  la  dicha  ciudad  del  Cuzco,  y  que  en  el  camino  murió  de  enfer- 
medad Juan  de  Herrada,  que  era  capitán  general  del  dicho  don  Diego, 
un  Porres,  maestre  de  campo,  y  otras  personas,  y  que  también  los 
,dios  mataron  algunos  que  se  desmandaron  del  real  á  buscar  de  comer; 


280 


COLECCIÓN  DB  DOCUMEl^TOa 


et  que  llegado  ©1  dicho  doo  Diego  á  la  dicha  ciudad  del  Cuzco, 
ella  sin  haber  resistencia  alguna,  porque  Per  Alvarez  Olguía»  que 
estaba  con  cierta  gente,  era  ya  salido  de  la  dicha  ciudad  y  venido 
no  de  los  Reyes  por  otra  pa'-te,  é  que  en  cuairo  me^es  que  había  qa< 
dicho  don  Diego  estaba  en  el  Cuzco  no  había  sabido  del  Licenciado  Vaca 
de  Castro  cosa  alguna,  porque  no  iba  ningund  mensajero  de  la  ciudAd 
de  los  Reyes  á  la  dicha  ciudad  del  Cuzco,  porque  diz  que  el  dicho  Li 
ciado  tenía  mandado  que  ninguno  saliese  de  la  diclia  ciudad  de 
Reyes  paj*a  el  Cuzí^o;  y  que  visto  por  el  dicho  don  Diego  que  nadie  ¡¡ 
á  aquella  ciudad  del  Cuzco  y  teniendo  por  cierto  que  serian  veuidoi 
nav(os  á  la  dicha  ciudad  de  los  Reyes,  con  despachos  de  8.   M.,  y 
ver  lo  que  le  en^aaba  á  mandar,  y  también  por  saber  del  dicho  Líi 
do  Vaca  de  Castro,  porque  hasta  entonces  no  tenia  ninguna   noiicÍA 
su  vida  por  se  haber  dicho  ser  muerto  adonde  desembarcó,  euTid 
este  que  depone  y  á  otros  seis,  por  estar  la  tierra  alzada  de  toe  ídi 
en  las  provincias  por  donde  habían  de  pasar,  porque  vinieaen 
con  cartas  á  la  villa  de  Guamanga,  questá  setenta  leguas   del 
para  que  los  vecinos  de  la  dicha  villa  le  enviasen  á  decir  si  era 
algund  navio  de  España,  y  que  si  era  vivo  Vaca  de  Castro, 
siéndolo  le  pudiese  enviar  a  infoimar  de  las  cosas  que  en  la  tierm 
saban;  y  que  los  vecinos  de  la  dicha  villa,  por  mandado  que  para  Ss 
tenían  del  Liceuciado  Vaca  de  Castro,  prendieron  á  este  que  d  -  ■  ■ 
á  los  cualro  é  á  los  dos  mataron  indios  por  mandado  de  los  vc 
la  dicha  villa,  los  cuales  declan  que  ansí  se  lo  había  mandado  el  d  • 
Vaca  de  Castro,  y  que  presos  los  enviaron  á  este  que  depone  é  4 
otros  cuatro  al  dicho  Licenciado  Vaca  de  Castro,  que  entonces  eai 
la  dicha  ciudad  de  los  Reyes,  el  cual  dicho  Licenciado,  inf  orma4o 
de  lo  á  que  venían,  los  mandó  tener  presos  y  á  recaudo  en  la  diclm 
dad  de  los  Reyes;  é  qué  den  de  á  pocos  días  vino  de  la  dicha  ciudaá 
Cuzco  el  Licenciado  de  la  Gama  y  Gonzalo  Hernández»  jurado  de 
lia,  y  un  Diego  de  Escalante,  escribano,  y  un  bachiller  Castro  con 
é  despachos  del  dicho  don  Diego  para  el  Licenciado  Vaca  de 
porque  ya  había  tenido  noticia  de  cómo  era  llegado  á  tos  Reyes  y 
allí  y  que  se  decía  que  los  despachos  que  enviaba  el  dicho  don 
al  dicho  licenciado  Vaca  de  Castro  para  le  dar  cuenta  de  las 
pasaban  y  requerirle  que  se  estuviese  en  la  gobernación  de  don 
cisco  PizaiTO  y  le  dejase  á  él  en  la  que  era  de  su  padre,  como  se 


iiál 


^ 


ALJf  AOE<l  T   BUS   OOMFANEBOB 


381 


y  ansimismo  requerirle  no  se  juntase  con  Per  Alvarez  Olguín,  ni  con 
siiB  amigos,  pues  ei'an  hombres  apasionados,  ni  diese  oídos  á  sus  cosas; 
y  quel  dicho  Licenciado  Vaca  de  Castro,  vistos  los  despachos  quel  dicho 
Licenciado  de  la  Gama  y  las  otras  personas  siisodicbaa  traían,  no  los 
quiso  dejar  volver  á  la  dicha  ciudad  del  Cuzco,  ni  menos  dables  respues- 
tas de  aquello  á  que  venÍBu;  y  que  luego  deude  á  dos  días  que  los  su- 
sodichos llegaron,  el  dicho  Licenciado  Vaca  de  Castro,  con  toda  la  gente 
que  pudo,  ae  paHió  de  la  dicha  ciudad  de  los  Reyes  pi?ra  )a  provincia  de 
Jauja,  ques  en  el  camiao  del  Cuzco,  á  se  juotar  con  Per  Alvflrez  Olguín 
y  con  la  gente  que  leaí."'.,  é  queste  testigo  quedó  preso  en  la  dicha  ciu- 
dad de  los  Reyes,  y  esííiudo  allí  oyó  haberse  juntido  en  la  dicha  p^o 
vincia  de  Jauja  hasta  mVl  hombres,  ansí  con  los  que  Per  Alvarez  Ol- 
guín habl'i  t^fdo  como  con  los  que  había  alle^'Tado  y  ?*ecogido  el  dicho 
Licenciado  Vac^a  de  Castro;  é  que  junto  el  dicho  ejérciio,  se  partió  luego 
n  el  dicho  Licenciado,  camino  del  Cuzco,  y  que  llegado  que  fué  á  la 
de  Guamanga,  oyó  este  testigo  que  depone,  en  la  dicha  ciudad  de 
Reyes,  adonde  estaba  preso,  cómo  el  dicho  don  Diego  de  Almagro 
ibía  salido  de  U  ciudad  del  Cuzco  para  venir  á  la  ciudad  de  los  Reyes, 
rque  un  clérigo  que  de  la  ciudad  de  los  Reyes  salió  para  el  Cuzco  le 
oertificó  después  de  llegado  í»llá  como  ya  habían  veiiido  navios  de  Pa- 
namá, adonde  creía  le  veaían  despachos  de  8.  M,,  é  que  c^n  esto  había 
salido  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  de  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  con 
badta  cuatrocientos  y  c'ncuenía  hombres,  porque  le  dijo  el  d!cho  cléi  ¡go 
que  si  algunos  despachos  le  viniesen.  Vaca  de  Cast  -o  se  los  tomaría, 
»r  ser  contrario  y  haberse  juntado  con  scs  enemigos;  y  que  viniendo 
dicho  don  Diego  con  la  dicha  gente,  camino  de  la  fdudad  de  loa  Re- 
I,  oyó  este  que  depone  que  había  llegado  á  la  provincia  de  Vilcas, 
íqaes  diez  leguas  de  Guamanga,  donde  el  dicho  Li'!encjado  Vaca  de  Cas- 
tro estabf*,,  é  que  de  allí  había  enviado  á  Lope  de  Idiaquez,  que  consigo 
traía  del  Cuzco,  con  cartas  al  dicho  Licenciado,  porque  supo  que  estaba 
en  la  dicha  villa  de   Guamanga,  é  quesie  que  depone  vido  traslados 
le  las  cartas  quel  dicho  don   Diego  esciibió  al  dicho  Licenciado,  é  que 
O  que  en  ellas  decía  era  que  mirase  el  mal  tj*atamieüto  que  los  natiu-a- 
58  rescibían  é  las  muertes  que  se  podrían  recrecer;  que  no  permitiese 
i  diese  lugar  que  hobiese  rompimiento;  é  que  oyó  decir  quel  dicho 

■ca  de  Castro  había  respondido  que  m  viniese  á  él  y  que  le  guardaría 
^  justicia,  é  quel  dicho  don  Diego  no  lo  había  querido  hacer  pe 


282 


COLECCIÓN  DS  OOCDMENTOS 


tlxó 

t 


tameree  de  todos  los  que  con  el  dicho  Licenciado  venían,  por  ser  lua 
enemigos;  é  que  andando  en  estos  conciertos,  el  dicho  don  Diego  abó 
su  real  para  se  venir  derecho  á  la  ciudad  de   los  Reyes  sin  topar 
el   dicho   Vaca  de  Castro  ni   con  su  ejército,   y   que  sabido  por 
dicho  Licenciado,  la  salió  al  camino,  donde  hubo  batalla  entre  el  un 
y  el  otro,  la  cual  se  dio  Sábado  á  la  tarde,  á  16  de  Septiembre  del  lAo 
pasado  de  quinientos  é  cuarenta  y  dos.  en  la  cual  oyó  decir  esle 
depone  que  había  vencido  el  dicho  Vaca  de  Castro  y  desbaraUdo 
dicho  don  Diego,  y  que  habían  muerto  de  la  una  parte  y  de  la  otra 
nientos  hombres,  poco  más  ó  menos,  y  presos  la  mayor  parte  de  ios 
don  Diego  que  quedaban  vivos,  de  los  cuales  que  auaí  prendió  nmkáá 
hacer  Justicia  el  dicho  Licenciado  de  más  de  cuarenta  dellos,  segund  lo 
oyó  decir  este  testigo  en  la  dicha  ciudad  de  los  Reyes  á  personas  que 
habían  visto  y  se  habían  hallado  en  la  batalla,  é  que  los  principales 
quien  ansí  hizo  justicia  el  dicho  Licenciado  fueron  an  Pedro  de  Oi 
y  Juan  de  Guzínán,  y  ^Martín  Carrillo,  y  un  Fulana  de  Samíllán,  y  mr 
Velázquez,  y  Cárdenas  y  Martín  de  Ibarra,  é  otras  personas  de  qai*n  nr 
se  acuerda;  é  que  esto  de  la  batalla  é  justicia  quel  dicho  Licenciado  !  i: 
lo  oyó  decir  en  la  dicha  ciudad  de  los  Reyes  á  personas  que  se  halUr : 
en  la  dicha  batalla  y  vieron  hacer  justicia  de  los  susodichos.  Fué 
guntado  si  prendió  el  dicho  Licenciado  al  dirho  don  Diego  d©  Al 
dijo  que  oyó  ausimismo  decir  que  se  había  escapado   de  la 
ido  camino  del  Cuzco,  y  que  allá  le  habían  preso  á  él  y  á  un  Di 
Méndez  y  á  otros  siete  ó  ocho  que  con  él  iban  y  se  habían  eecapado 
la  batalla  é  ido  camino  del  Cuzco,  y  que  allí  los  tenían  presos;  y 
se  decía  en  la  dicha  ciudad  de  los  Reyes,  aunque  otros  decían  A 
trario.  Fué  preguntado  qué  gente  prencipal  mui'ió  de  la  part^  del 
Vaca  de  Castro  en  la  batalla:  dijo  que  oyó  decir  á  loa  quo 
hallado  en  la  batalla,  que  los  principales  que  habían  muerto  ei 
Alvarez  Olguín  y  Gómez  de  Tordoya,  y  el  capitán  Jiménez  y  un 
de  Loaisa  y  otras  personas  de  cuyo  nombre  no  se  acuerda, 
guntado  qué  era  lo  que  había  subcedido  dól  y  de  los  que  i^n  él 
mandado  prender  el  dicho  Licenciado;  dijo  que  de  los  tres 
pues  de  dada  la  batalla  del  camino  del  Cuzco,  que  envió  á  rnandy 
cho  Licenciado  que  hiciesen  justicia  de  los  tres  dellos,  y  que  á 
depone  le  cortasen  el  pie,  y  los  destarraron,  y  salieron  á  cumplir 
tierro  desde  la  dicha  ciudad  de  los  Reyes;  é  este  que  depone  y 


ALMAGRO  T  8ÜB  COMPANEB03 


283 


y  otros  muchos  que  también  desterró  de  los  que  se  hallaron  en  la  báta- 
la á  diez  de  Diciembre  del  dicho  año  de  quinientos  é  cuarenta  é  dos,  y 
Reñían  á  Nicaragua  y  que  con  tiempo  contrario  vinieron  aportar  á  Pa* 
Fué  preguntado  en  qué  estado  quedaba  la  tierra  cuando  él  par- 
de  la  dicha  ciudad  de  loa  Reyes,  ques  á  diez  del  dicho  mes  de  Di- 
ciembre^ como  dijo;  dijo  que  la  tierra  y  todos  los  pueblos  que  estaban 
poblados  de  espafioles  estaban  en  voz  y  en  nombre  de  S.  M.  y  debajo 
del  gobierno  del  dicho  Licenciado  Vaca  de  Castro»  y  que  el  día  quél 
partió  de  la  dicha  ciudad  de  los  Reyes  no  se  sabía  que  el  dicho  Vaca 
de  Castro  hobiese  llegatio  á  la  dicha  ciudad  del  Cuzco,  aunque  habla 
muchos  díafl  que  era  partido  de  adonde  la  batalla  se  dio,  é  que  se  decía 
que  la  causa  de  no  haber  llegado  á  la  dicha  ciudad  del  Cuzco  era  por 
caminar  poco  el  dicho  Licenciado»  que  no  caminaba  sino  á  dos  ó  tres 
I6gua8  cada  día,  y  que  si  un  día  caminaba  otro  no  lo  hacía.  Fué  pi'O- 
guntado  si  sabe  porquel  dicho  Licenciado  no  ha  avisado  á  S,  M.  del  sub- 
^C6S0  de  la  batalla;  dijo  que  no  lo  sabe;  mas  de  que  ningún  navio  se  dejaba 
de  la  tierra  para  ninguna  parte  hasta  quel  dicho  Licenciado  lo  man- 
3»  é  que  ansí  no  había  salido  ningún  navio  sino  era  el  en  que  este  que 
apone  salió  y  otro  en  que  también  salió  alguna  gente  desterrada  para  la 
>vincia  de  Nie-aragua,  el  cual  se  anegó  á  tercero  día  que  salió  del 
lerto  de  Lima  y  la  gente  fué  socorrida  en  el  navio  en  que  este  que 
epone  venía,  por  venir  mejor  parado;  é  que  esto  es  la  verdad  para  el 
imento  que  fizo,  é  firmólo  de  su  nombre, — San  Joan  de  Uscaiegm^ 

Muio  de  1548 

LII. — Cama  contra  Juan  RodrigueM  Barragán 

(Archivo  de  Indias,  52-2-2/16) 

INTEEROGATOBIO 


Las  preguntas  que  han  de  ser  fechas  á  los  testigos  que  fueren  ó 

presentados  por  mí,  el  Licenciado  León,  promotor  fiscal  de  la  jus- 

destos  reinos  de  la  Nueva  Castilla  é  Nueva  Toledo,  llamado  Perú, 

el  pleito  criminal  é  acusación  que  tengo  puesta  contra  don  Diego  de 

Juan  de  Errada  y  Juan  de  Baka,  consejeros  y  capitanes,  y 


284 


COLECCIÓN  DB  DOCUMENTOS 


los  otros  secaces  del  dicho  don  Diego  y  dellos,  para  en  prueba  de 
acusación  que  contra  ellos  tengo  puesta,  son  las  siguientes,  etc.: 

1,  Primeramente^  si  conoscen  al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  é 
uoecieron  al  dicho  Juan  de  Errada,  é  conoscieron  á  Martín  de  Bilbao, 
Juan  Rodríguez  Barragán,  et  á  Diego  de  Hoces,  é  á  Juan  de  GiizmáiW{ 
á  Pedro  de  San  Millán,  á  Bartolomé  de  Arbolancha,  ó   á  Franciaco 
roñado,  et  á  Martin  Jaso,  et  á  Navarro,  el  de  la  pedrada,  é  á  Veláiquiii 
é  á  Picón,  et  á  Juan  de  Almagro,  é  á  Jerónimo  de  Almagro,  é  á  Ni 
váez,  y  á  Francisco  de  la  Fuente,  ó  á  Sanctiago,  el  de  la  cucliillada, 
Baltasar  Gómez,  y  á  Juan  Diente,  é  á  Enríquez,  é  é  Sosa,  cabaUei 
del  Marqués,  y  á  Sanctiago  de  Pontejos,  del  hábito  de  San  Juan,  é  si 
Doscieron  á  (...hay  un  clara..,)  de  Fuentes,  é  á  (*..hay  un  doro.. )  Bá 
mlrez,  el  manco,  é  á  Diego    Sánchez  Losa,  et  á  Pedro  de  Porras,  y. 
García  de  Alvarado,  y  á  Francisco  Núñez,  ó  á  Pineda:  digan  lo  qi 
saben,  etc. 

Et  si  conosdan  á  Marchena,  etc. 

2,  ítem:  si  conoscen  á  Juan  Balsa,  y  á  Juan  Tello,  et  á  Martii 
y  á  Cárdenas,  et  á  Onate,  y  á  Juan  Gutiérrez  Malaver^  y  á  Juan  dé 
ó  á  Juan  Pérez,  y  á  Pedro  de  Candía,  é  á  Diego  Méndez,  y  á  Diego 
Hoces,  é  á  Martin  de  Bilbao,  etc. 

3,  ítem:  si  conoscieron  á  Mendo  de  Quesada,  y  á  Rodrigo 
gán,  é  Antón  Noguero,  é  á  Franciaco  de  Zaldivar,  et  á  Francisco  P< 
é  á  Ramírez  de  Noruega,  et  á  San  Juan  de  Uzcategui,  y  á  Carreílo.  y  i 
Cristóbal  Sánchez,  y  á  Fuentes,  y  á  Cabezas,  y  á  Domingo  Ruiz  de  Du 
rán,  clérigo,  é  á  Ramírez  de  Valdés,  é  á  Francisco  de  Ghávez,  é  Alo  ¡^ 
de  Mendoza,  é  á  Martín  Carrillo,  et  á  Erencia,  é  á  Diego  de  Mdli 
Alonso  de  Saavedra,  é  á  Juan  Muñoz,  é  á  Muñoz,  el  cantor,  é  á  P.^^' 
Martel,  et  al  bachiller  Enrlquez,"é  á  Juan  de  Mazariegos,  é  Antón  <i 
Ribera,  é  á  Pedro  Barba,  é  á  Loaiza,  ó  a  Poblete,  et  á  Sevillano,  é  Ai^^ 
so  Valles,  et  á  Cansino,  su  primo,  et  Andrés  Hernández,  ó  á  Pereirí 

á  Pantoja,  é  á  Cristóbal  de  Sotelo,  et  á  Rengifo,  y  á  don  Baltasar 
za,  et  á  Coronado,£el  manco,  et  á  Cristóbal  Carrillo,  et  á  loa  doa 
nos  Francisco  de  Berrío  ó  Juan  Berrío,  et  á  Viedma^  y  á  Juan  V 
de  Osuna,  y  á  Pantoja,  huésped  de  Ordófiez,  é  á  Ordóflez,  et  á  Prñi 
á  Lugones,  y  á  Cornejo,  ó  á  Cuadra,  criado  de  Diego  Méndez,  éáPe^i 
Riquehne,  et  á  Rivera,  difunto;  ó  si  conoscieron  á  Antón  Pérez,  ^le^^ 
é  á  Pedro  de  Heredia,  é  Antonio  de  Agüero,  é  á  Rijuega,  et  á  Jua«  >■' 


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▲LMAOBO  Y  BÜ8  COMPAÑSROB  285 

chez  Copín,  et  á  Juan  de  Almagro,  et  á  Martín  de  Oribe,  é  á  Francisco 
Núfiez,  de  las  piernas  gordas,  et  á  Palomares,  é  á  Tavilla,  el  jugador,  é 
á  Francisco  Hernández,  y  á  Carrefio,  portugués,  et  á  Rodrigo  Núfiez,  y 
á  su  hermano,  y  á  Moriana,  y  á  Ramírez,  é  á  Salcedo,  y  á  Diego  Pérez, 
é  á  Criado,  é  Andrés  Hernández,  y  á  Segura,  criado  de  Ramírez,  et  á 
otro  Moriana,  et  á  Juan  Grómez,  y  Albornoz,  é  Antón  de  León,  y  á 
todos  los  demás  que  se  hallaren  é  parescieren  culpados,  reos,  acusa 
dos,  etc. 

4.  ítem:  si  saben  que  todos  los  susodichos  contenidos  en  la  pregun- 
ta antes  desta  eran  íntimos  amigos,  aUados  y  servidores  del  dicho  don 
I^í^go,  y  él  amigo  dellos,  é  aliados  y  juntos  en  todas  las  cosas  que  se  les 
recrescieron,  ó  ansí  lo  fueron  en  todos  los  dehtos  que  en  estas  provin- 
cias se  han  hecho  por  parte  del  dicho  don  Diego  é  los  susodichos,  etc. 

5.  ítem:  digan  y  declaren  si  conoscieron  al  Marqués  don  Francisco 
Pizarro,  y  á  Francisco  Martín,  su  hermano,  y  á  Francisco  de  Chávez, 
vecino  de  la  cibdad  de  Lima,  y  á  Juan  de  Vargas,  hijo  de  Grómez  de 
Tordoya,  é  á  García  Descandón,  é  á  Francisco  Gaitán,  é  á  Francisco 
Mendo  é  á  Pedro,  criados  del  dicho  Francisco  Chávez,  y  Antonio  Pica- 
do, secretario  del  dicho  Marqués,  et  Alonso  de  Cabrera,  y  á  Voz  Me- 
diano, y  á  Villegas,  y  Antonio  de  Orihuela,  y  á  Baltanas,  y  á  Pedro 
Picón,  y  á  Juan  Asturiano,  y  Alonso  Díaz,  herrador,  é  á  Machín  Melén- 
dez,  é  á  Montenegro,  vecino  de  Arequipa,  etc. 

6.  ítem:  si  saben  y  es  público  ó  notorio  en  estos  reinos  y  fuera  de- 
llos, quel  dicho  Marqués  don  Francisco  Pizarro,  al  tiempo  que  murió  y 
antes,  era  y  fué  adelantado,  et  justicia  mayor,  et  gobernador  por  Su 
Majd.  en  estas  provincias  de  la  Nueva  Castilla  y  Nueva  Toledo,  llamado 
Perú,  y  como  tal,  hacía  y  ejecutaba  el  dicho  oficio  de  gobernador  et 
ponía  tenientes,  et  proveía  de  indios  y  hacía  todas  las  otras  cosas  perte- 
nescientes  al  dicho  oficio,  etc. 

7.  ítem:  si  saben,  creen,  vieron,  oyeron  decir  que  por  parte  del 
dicho  don  Diego  de  Almagro  y  algunos  de  los  susodichos,  sus  secaces  y 
amigos,  se  había  puesto  pleito  al  dicho  Marqués  en  España,  ante  los 
sefiores  del  Real  Consejo  de  las  Indias  de  Su  Majd.,  é  que  sobrello  y  á 
pedimiento  de  la  parte  del  dicho  don  Diego,  Su  Majestad  había  enviado 
y  envió  por  juez,  sobre  lo  que  se  querellaba  el  dicho  don  Diego,  al  sefior 
Licenciado  Vaca  de  Castro,  de  su  Consejo  Real,  et  gobernador  al  presente 
en  estos  reinos,  et  partió  de  Panamá  para  estas  provincias  en  el  mes 


286 


COLECCIÓN     DB    DOCÜMKNTOa 


de  Mayo  del  uño  pasado  de  mili  ©t  quinientoa  et  cuarenta  y  un 
para  entender  en  lo  susodicho,  etc. 

8,  ítem:  si  saben  quel  dicho  don  Diego  y  el  dicho  Juan  de  Rada  i 
lo9  susodichos  contenidos  en  las  pregimtas  susodichas,  supieron  • 
Su  Majd.,  por  les  hacer  mercedes  ése  les  hiciese  justicia^  «i  la  temían^  1 
bía  proveído  por  juez  al  dicho  señor  Licenciado  Vaca  de  Castro  para  qi] 
entendiese  en  las  cosas  acaescidas  en  estas  provincias  é  supiese  la  ve 
dad  é  hiciese  justicia,  é  ansiinismo  era  partido  el  dicho  seflor  Licencia 
de  la  cibdad  de  Panamá  para  estas  provincias  en  el  tiempo  susodic 
contenido  en  la  pregunta  antesjdesta,  etc. 

9,  ítem:  si  saben,  creen»  vieron»  oyeron  decir  que,  no  ostante  i 
después  que  supieron  la  venida  del  señor  Licenciado,  como  dicho  es,  ¡ 
la  provisión  que  Su  Majd.  había  hecho  para  que  se  hiciese  jnstieia  i 
dicho  don  Diego;  y  el  dicho  Juan  de  Rada  y  los  otros  contenidos  en  1 
primera  pregunta,  con  dañado  ó  diabólico  ánimo  é  inunción,  en  U  i 
dad  de  los  Reyes  ae  juntaron  en  muchas  partes  en  ios  meses  dé  \ 
próximo  pasado  de  mili  á  quinientos  é  cuarenta  y  un  afioa;  en  las  < 
año  de  cuarenta,  acordaron  é  dehberaronMiversas  veces  de  matar  al  drJ 
cho  Marqués  don  Francisco  Pizarro  y  apoderarse  destos  reinos  y  al2 
con  ellos  á  Su  Majd,;  y  porque  no  hobiese  impedimiento  á  lo  suso 
se  trató  entre  sí  é  concertaron  después  que  supieron  la  venida  del  «e 
Licenciado  Vaca  de  Castro,  de  le  matar,  é  ansimismo  porque  no  le  qiae-^ 
dase  quien  hiciese  justicia  dellos,  por  matar  al  dichoJMarqués  ni  hici^í^ 
impedimiento  al  propósito  que  tenían  de  alzarse  con  estos  reinos:  di^^ 
lo  que  saben^  lo  que  cerca  desto  oj^eren  decir,  etc. 

10,  ítem:  si  saben  que  para  poner  en  ejecución  el  dicho  su  dañftdo 
propósito,  procuró  en  los  diez  años  de  atraer  é  juntar  consigo  t    ' 
que  venían  deapaña  á  estos  reinos  é  darles  de  comer  y  otras  C' 
tener  más  gente  para  el  tiempo  de  matar  al  dicho  Marqués  é 
estos  reinos  á  Su  Majd.,  y  para  esto  les  daba  arma^  y  algunos  cabilk 
digan  lo  que  saben,  etc. 

IL  ítem:  si  saben  quel  dicho  tiempo  anduvieron  comprando  i 
tamente  armas  y  otras  municiones  los  dichos  don  Diego  y  Juao  dd  1 
y  estos  secaces  susodichos,  para  efetuar  el  dicho  su  daflado  pn>p4dht^ 
digan  lo  que  saben,  etc. 

12.  ítem:  si  saben  que,  sabido  por  los  susodichos,  como  dicten-* 
quel  dicho  señor  Licenciado  Vaca  de  Castro  venia  de  Panamá  á  p"^:- 


AtMkaiLO  T  8Ui  COMPA^EEOB 


28T 


Schos  reinos,  el  dicho  don  Diego  y  el  dicho  Juan  de  Rada  y  los  otros 
adichos  enviaron  al  dicho  Juan  Balza,  principal  en  los  dichos  con- 
íertos  é  acuerdos,  con  cuarenta  de  caballo  armados  á  la  cibdad  de  Tni* 
lio  á  esperar  al  dicho  señor  Licenciado»  cuando  por  allí  viniese  á  poner 
ejecución  lo  susodicho  acordado,  de  le  matar  é  le  traer  preso  á  la  cib- 
%d  de  Lima,  etc. 

13.  ítem:  si  saben  que  se  había  acordado  entre  el  dicho  don  Diego 
los  susodichos  queetaban  en  la  dicha  cibdad  de  los  Reyes  á  do  estaba 
dicho  Marqués,  de  que  sabiendo  queataba  muerto  ó  preso  el  dicho 

Bñor  Licenciado  por  el  dicho  Juan  Balza,  de  matar  ellos  al  dicho  Mar* 
les  ó  alzarse  con  estos  reinos;  é  que  así  lo  tenían  acordado  é  delibera- 
de  hacer  por  muchas  veces  que  sobrello  se  juntaron  en  la  dicha 
^bdad  de  los  Reyes  é  fuera  della;  é  para  esto  estaba  Juan  Balza  ó  tenía 
lesta  posta  desde  la  ciudad  de  Trujillo,  do  estaba,  hasta  la  cibdad  do 
Tos  Reyes,  para  le  hacer  saber  lo  que  hacía  cerca  de  la  dicha  muerte  é 
rinión  del  dicho  Licenciado,  las  cuales  dichas  postas  eran  el  dicho  An- 
ta Noguero,  é  Martín  de  Arbieto,  é  Diego  ¿Uvarex  é  Diego  de  Enci- 
etc* 

14.  ítem:  si  saben  que  como  el  dicho  señor  Licenciado  se  tardaba 
venir,  por  haber  tenido  mala  navegación,  é  lo  supo  el  dicho  don  Die- 
y  el  dicho  Juan  de  Rada  y  los  susodichos  contenidos  en  la  primera 

pregunta,  temiéndose  que  ai  esperaban  al  dicho  seAor  Licenciado,  que 
ibrfa  como  tenían  acordado  de  matar  al  dicho  Marqués,  é  no  lo  podrían 
spué^  poner  en  efeto,  acordaron  a  determinaran  entre  sí  de  esecutar 
mal  propósito  de  matar  al  Marqués  don  Francisco  Pizarro  é  de  alzar- 
con  estos  dichos  reinos,  como  dicho  es,  etc. 

15.  ítem:  si  saben  que  para  poner  en  ejecución  el  dicho  su  mal 
>pósito  de  matar  al  dicho  Marqués,  para  lo  ejecutar,  acordaron  é  deli- 

)n  entre  sí  de  lo  hacer  dos  días  después  de  San  Juan  del  mes  de 
lio  del  afio  próximo  pasado  de  quinientos  é  cuarenta  é  un  años,  y 
ello  acordaron  que  estuviese  el  dicho  don  Diego  y  el  dicho  Juan  de 
la  con  los  contenidos  en  la  primera  pregunta,  en  las  casas  do  posaba 
dicho  don  Diego,  armados,  y  questuviese  el  dicho  García  de  Alvarado 
yn  muchos  de  los  susodichos  en  casa  de  Hernán  González,  vecino  de 
l06  Reyeíí,  donde  posaba,  é  Diego  Méndez  en  la  posada  do  posaba  con 
muchos  de  los  susodichos,  é  Francisco  de  Chávez  en  casa  de  Diego  Nú- 
ll62  de  Mercado,  y  otros  en  casa  de  Alonso  Díaz,  y  otros  en  casa  de 


288 


COI^ECCIÓK  DE  DOCITMEKTOB 


Juan  Alonso  de  Badajoz,  y  otros  en  casa  de  Ordófíez,  y  otros  en  i 
Montenegro  y  en  otras  casas  de  la  dicha  cibdad:  todos  armadoa  é  á  ptrnü 
para  que,  haciendo  la  sefla  que  había  de  hacer  Juan  Sánchez  Copín  i 
un  pafio  blanco,  cuando  el  dicho  Marqués  efltuviese  más  descuidado. 
liesen  todos  juntos  y  primero  el  dicho  Juan  de  Rada  á  matar  al  dic 
Marqué»,  etc. 

16.  ítem:  si  saben  é  asi  es  público  é  natorio  que  poniendo  ea  ejd 
cución  lo  susodicho,  luego  que  les  fué  hecha  la  señal  por  el  dicho  Jni 
Sánchez  Copín,  en  el  dicho  día  Domingo  después  de  San  Juan,  veinte^ 
seis  días  del  dicho  mes  é  año  susodicho,  el  dicho  Juan  de  Hada 
susodichos  contenidos  en  la  primera  pregimta,  salieron  de  las 
dicho  don  Diego  y,  quedando  él  araiado  y  á  punto  en  la  dicha  ea  \ 
da  para  salir  tras  ellos,  los  cuales  así  armadoa  de  armas  ofensivas  y  da 
fensiva^,  de  arcabuces  y  Ijallestas,  lanzan,  Isnzones,  espadas,  cotas,  < 
ciñas,  adargas  y  rodelas  y  otros  géneros  de  armas,   entraron  por 
casas  del  dicho  Marqués,  las  espadas  desenvainadas,  é  subiendo  por  i 
escaleras  de  la  primera  sala,  toparon  con  Francisco  de  Chávez,  aui 
hacer  mal  ni  daño,  antes  diciéndoles  que  qué  alteraciones  eran  aqi] 
que  mirasen  que  se  perdían,  le  dieron  á  traición  una  cnchillai'Ia  eti 
cabeza,  de  que  cayó,  é  otras  estocadas  de  que  murió  natinralmcote;  ( 
luego,  jimto  con  el  dicho  Francisco  de  Chávez,  mataron   á  los 
Francisco  Mendo  é  Pedro,  sus  criados,  dándolos  tales  heridas,  á^  quíl 
murieron  natiu*al mente;  y  entraron  á  una  cámara  do  estaba  el  dicbuj 
Marqués  y  el  dicho  su  hermano,  salvos  y  seguros,  dándose  favor 
unos  á  los  oü^os,  é  los  otros  á  los  otros,  á  los  cuales  les  entniron  fw 
fuer/¡a,  y  dieron  al  dicho  Marqués  tantas  lanzadas  y  puñaladas  y  esttxi 
das,  de  que  murió  naturalmente;  é  ansimismo  entraron  por  fuertí  i 
dicho  Francisco  Martín  de  Alcántara,  é  le  dieron  ansimismo  tantas  r: 
chilladas  y  lanzadas,  de  que  murió  luego  naturalmente;   et  ansiml^ ' 
dieron  al  dicho  Juan  de  Vargas,  hijo  del  dicho  Gómez  de  Tordoya,  r  a 
García  Descandón  é  á  Francisco  Gaitán,  questaban  con  el  dicho  Maríp'  ^ 
tantas  cuchilladas  é  lanzadas  y  heridas,  de  que  ansimismo  murieron  :i* 
turalmente;  et  ansimismo  dieron  al  dicho  don  Gómez  de  Lnna  é  á  Ju^ 
de  Vergara  é  á  Gonzalo  Hernández,  sin  les  hacer  mal  ninguno  por  qtií 
les  debiesen  de  ofender,  tantas  cuchilladas  y  lanzadas,  de  que 
á  punto  de  muerte,  y  los  acabaran  do  matar  si  creyeran  qne  qüt^»^-M 
vivos:  digan  y  declaren  lo  que  cerca  desto  saben,  etc. 


ám 


ÉÉá 


ALMAGBO  Y  BUB  OOMPÁNESOS 


289 


17.  Ítem:  si  sabea  é  ansimismo  es  público  y  notorio,  questando  el 
dicho  Marqués  caído  en  el  suelo  en  la  dicha  cámara,  de  las  dichas  heri- 
das, puso  los  dos  dedos  en  cruz  sobre  la  boca  y  pidió  confisión  de  sus 
pecados;  y  el  dicho  Juan  Rodríguez  Barragán,  habiendo  seido  criado  y 

iyordomo  del  dicho  Marqués,  tomó  una  alcarraza  ó  cántaro  questaba 

lleno  de  agua,  é  de  alto  dio  en  él  en  la  boca  sobre  la  cruz  al  dicho 

rqués,  diciéndole:  «¡Al  infiernOj  al  infierno  os  habéis  de  ir  á  confe- 

h  Con  el  gran  golpe,  por  ser  grande  el  cántaro,  le  quebrantó  la  cara, 

fluego  acabó  de  morir  el  dicho  Marqués:  digan  ó  declaren  lo  que  cerca 

3to  saben,  é  si  había  seido  criado  del  dicho  Marqués  antes  de  lo  suso- 

10  el  dicho  Juan  Rodríguez  Barragán,  etc. 

18.  ítem;  si  saben  y  es  público  é  notorio   questando  el  dicho  Juan 

Rada  y  los  susodichos  contenidos  en  la  primera  pregunta,  matando 

dicho  Marqués  y  á  los  susodichos  en  la  primera  pregunta  antes  desta, 

haciendo  y  matando  y  cometiendo  los  dichos  delitos,  saUeron  en  su 

%YOT  é  ayuda,  armados  de  todas  armas,  defensivas  y  ofensivas,  algunos 
ie  y  otros  á  caballo,  el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  y  el  dicho  Gar* 
de  Alvarado,  y  el  dicho  Diego  Méndez,  y  el  dicho  Francisco  de  Cha- 

5z  y  los  otros  susodichos  questaban  en  las  dichas  casas,  á  la  plaza  de 

dicha  cibdad,  y  casas  del  Marqués,  y  dando  favor  á  los  susodichos 

de  Rada  y  sus  consortes,  acabaron  de  hacer  y  perpetrar  las  dichas 

luertes  y  delitos,  etc. 

19.  ítem:  si  saben  que,  por  salir  todos  los  susodichos  en  favor  é 
ida  del  dicho  Juan  de  Rada  é  los  dichos  delincuentes,  y  estando  en 
favor  al  tiempo  de  cometer  los  dichos  dehtos  y  tomar,  como  tomaron, 
plaza  y  calles,  amenazando  á  algunos  vecinos  de  los  que  sallan  para 

ao  se  entrasen  en  sus  posadas,  no  tuvo  defensa  el  dicho  Marqués  y  los 
16  con  él  estaban,  etc. 

20.  ítem:  si  saben  é  así  es  público  é  notorio  en  la  dicha  cibdad  de 
Reyes  ó  las  villas  y  lugares  destos  reinos,  que  luego  todos  los  suso- 

ichos,  dándose  favor  los  unos  á  los  otros  y  los  otros  á  los  otros,  saquea- 
ton  las  casas  del  dicho  Marqués,  é  tomaron  y  robaron  dellas  todo  el  oro 
y  plata,  ó  joyas  é  piedras  preciosas,  é  perlas  é  tapicería,  é  aljófar,  caba- 
llos y  otras  bestias»  esclavos  y  armas,  y  todo  lo  demás  quel  dicho  Mar- 
qués tenia  é  poseía  en  la  dicha  su  casa,  sin  dejar  cosa  alguna  en  ella, 
']iiM  valdría  é  podría  valer  cien  mili  pesos  de  oro  y  más;  todo  lo  cual 
^^^^^úblico  y  notorio  é  manifiesto:  digan  lo  que  saben,  etc. 


290 


COLECCIÓN   DE  DOCÜMEHTOS 


21,  ítem:  si  saben  que,  acabando  de  hacer  lo  susO'Jícuu,   loaj 
dichos  deliücueotes  fueron  á  ka  casas  de  la  morada  del  dicho  Fr 
Martín  de  Alcántara  é  ausi mismo  la  saquearon  é  robaroa  todo  el  ar 
plata  y  preseas  de  casa,  perlas  y  joyas,  é  piedras,  y  caballos,  y  are 
esclavos,  y  todo  lo  demás  quel  dicho  Francisco  Martin  tenia  6 
lo  cual  podía  valer  quince  mili   pesos  de  oro  y  más;  lo  cual  fuo 
y  manifiesto  é  público:  digan  lo  que  saben»  etc. 

22,  ítem:  si  saben  ó  así  fué  público  y  notorio  qae  los  dichos  ( 
lincuentes  ansimismo  fueron  á  las  casas  de  la  morada  del  dicho  Aut 
Picado,  secretario  del  dicho  Marqués,  y  las  saquearon  y  tomaron  y  1 
ron  todo  el  oro  y  phita,  esmeraldas  y  piedras  preciosas,  caballos^ 
las  y  otras  bestias,  ropas  de  vestir»  preseas  y  joyas^  y  todo  lo 
quel  dicho  secretario  tenía  y  poseía,  que  podría  valer  sesenta  miO  ] 
de  oro  y  más:  digan  lo  que  saben,  etc, 

23,  ítem:  ei  saben  ó  así  es  público  y  notorio  que,   después  de  | 
susodicho,  el  dicho  don  Diego  de  Almagro  con  muchos  de  los  dic 
delincuentes  se  fué  á  aposentar  á  las  casas  del  dicho  Marqués,  y  eo  i 
hizo  una  cárcel  privada  en  una  cámara,  en  la  cual  prendió  con  pr 
al  doctor  Juan  Bkzquez,   teniente  que  á  la  sazón  era  del  dicho 
nador,  ó  le  quitaron  la  vara  que  traía,  é  le  privaron  de  la  juridieiá 
tenía  y  ejercía,  y  prendieron  asimismo  en  la  dicha  cájrcel  á  Ju 
Barrios  ó  Alonso  Palomino,  alcaldes  que  é,  la  saxón  eran  en  h\ 
ciudad,  y  les  quitaron  por  fuerza  las  armas  que  traían,  é  lea  nsüf 
la  juridición  que  toníau  y  ejercían:  digan  lo  que  saben,  etc. 

24,  ítem:  si  saben  que  luego  prendieron  en  la  dicha  cárcel  á  \ 
los  regidores  de  la  dicha  cibdad,  é  teniéndolos  ansí  presos  é  obpr 
con  temores  que  les  pusieron  é  amenazas  que  les  hicieron  potúé 
las  espadas  desenvainadas  a  los  pechos,  los  compelieron  pc"  ^'»S 
que  hiciesen  y  eligiesen  y  nombrasen  al  dicho  don  Diego  de  Al 
gobernador  destoa  reinos,  sin  tener  el  dicho  don  Diego  provisióQ,  ] 
ni  facultad  de  Su  Majestad  para  ello,  é  ansí  mismo  los  oom: 
forzaron  á  que  rescibiesen  é  toviesen  al  dicho  Cristóbal  de  Sot^j'.- 
lugarteniente  del  dicho  don  Diego  de  Almagro,  et  al  dicho 
Ofiate  por  alguacil  mayor  de  toda  la  gobernación,  ©t  hicieron  tíl  i 
lieron  á  los  dichos  regidores  que  nombrasen  y  eligiesen  por  ilci 
ordinarios  de  la  dicha  cibdad  al  dicho  Martín  Carrillo  é  á  Fb 
Peces;  los  cuales  dichos  Cristóbal  de  Sotelo,   Francisco  Pece*i. 


▲LHÁdKO  T  8Ü8   COMPAÑEROS 


291 


rrillo  é  Ofíate,  usaron  de  la  dicha  jiiridición  tiránicamente  en  la  dicha 
jdad  por  tiempo  y  espacio  de  aiete  meses,  poco  máa  ó  menos,  sin  el 
Scho  poder,  comisión  y  facultad,  ni  más  ni  menos  como  si  le  tovieran, 
icieudo  muchos  agravios  á  muchas  personas,  diciendo  y  haciendo  mu- 
ías injurias  verbahles  é  atuales,  y  á  otros  muchos  matando  y  ator- 
ientando  y  afrentando,  y  á  otros  quitando  é  desposeyendo  injustamente 
8118  haciendas  é  indios,  bienes,  lo  cual  fué  notorio,  manifiesto  ó  pú- 
Slico:  digan  lo  que  saben,  etc, 

25,  ítem:  saben  é  así  es  púbHco  y  notorio  que  después  de  haber 
lizado  la  dicha  cibdad  y  la  juridición  deÜa,  anduvieron  todos  loa  di- 

Í109  delincuentes  todas  las  casas  de  la  dicha  cibdad  y  las  quebrantaron 
^  entraron  y  tomaron  y  robaron  por  fuerza  é  todos  vecinos,  estantes  é 
abitantes  de  la  dicJia  cibdad,  todas  los  arma-s  y  caballos  y  otras  bestias 
18  tenían  é  poseían,  de  todo  lo  cual  usaron  contra  su  voluntad  é  se  los 
sraron,  qu©  serían  en  cantidad  de  docientos  caballos,  poco  más  ó  me- 
as, sin  las  otras  bestias,  !os  cuales  podrían  valer  cien  mili  castellanos, 
"tes  dichas  armas  é  lo  demás,  veinte  mili,  é  dejaron  á  los  dichos  veci- 
sin  armas  ofensivas  é  defensivas  algunas  para  que  pudiesen  am- 
y  defenderse  do  los  naturales  de  la  tierra  é  de  quien  los  qui- 
se matar  é  ofender:  digan  lo  que  saben;  é  que  ansimismo  se  apode- 
ron  en  la  mar  y  tomaron  todos  los  navios  questaban  en  el  puerto  de 
la  dicha  cibdad,  tomándoles  las  velas  y  timones  porque  no  navega- 
ren» etc. 

26.  ítem:  si  saben  é  así  es  público  é  notorio  que,  después  de  muer- 
to el  dicho  Marqués,  los  dichos  delincuentes,  dándose  favor  los  unos  á 
los  otros  y  los  otros  á  los  otros,  anduvieron  buscando  al  dicho  secretario 
Antonio  Picado,  é  hasta  que  le  hallaron  en  casa  del  tesorero  Alonso  Ri 
queltne,  ó  allí  le  prendieron,  diciéndole  y  haciéndole  muchas  injurias,  é 

preso  lo  metieron  en  una  cárcel  tenebrosa  é  le  tomaron  por  fuerza 
las  escripturas  suyas  é  del  dicho  Marqués,  públicos  y  privadas^ 
siones  é  instrucionos  de  Su  Maj.,  públicas  y  secretas,  y  teniéndolo 
mnsí  preso  hicieron  proceso  contra  él,  im{x>niéndole  falsamente  muchos 
titos,  é  para  que  los  confesase  le  dieron  grandes  y  graves  tormentos, 
3ta  que  le  hicieron  decir  lo  que  ellos  quisieron,  ó  luego  le  mandaron 
itar  públicamente  y  diciendo  que  por  los  dehtos  que  había  fecho  mo 
^  é  le  sacaron  de  la  cárcel  donde  estaba,  con  voz  de  pregonero  delante, 
««  le  infamaba  de  los  dichos  delitos,  é  llevándole  por  las  calles  púbU^ 


292  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

cas  de  la  dicha  ciudad,  le  trajeron  hasta  la  picota  é  allí  le  cortaron  la 
cabeza:  digan  lo  que  saben,  etc. 

27.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  continuando  los  susodichos  su  dafl»- 
do  ánimo  y  voluntad  de  matar  y  destruir  á  todos  los  servidores  de  Sq 
Maj.  é  amigos  del  dicho  Marqués,  porque  Antonio  de  Oríhuela  les  afea- 
ba lo  que  habían  hecho,  y  dijo  que  habían  cometido  en  ello  traición 
contra  Su  Maj.,  le  prendieron  el  día  que  entró  en  la  dicha  cibdad  de  loe 
Reyes,  que  venía  despafia,  por  la  tarde,  é  aquella  misma  noche  le  con- 
denaron á  muerte,  sin  haber  para  ello  otra  cabsa  ni  color;  y  otro  día  por 
la  mañana  le  sacaron  á  la  plaza  pública  de  la  dicha  cibdad,  con  voz  de 
pregonero,  infamándole  de  alborotador,  y  junto  á  la  picota  le  cortaron 
la  cabeza;  é  que  ansí  es  muy  público  y  notorio  en  la  dicha  cibdad  y  en 
las  dichas  provincias:  digan  lo  que  saben. 

28.  ítem:  si  saben  quel  reverendísimo  señor  Cardenal  de  Sevilla 
don  García  Jufré  de  Loaiza,  en  los  dichos  años  de  cuarenta  y  uno  y 
después  y  antes  ha  sido  y  es  del  Consejo  del  Estado  de  Su  Maj.,  é  sn 
presidente  del  Real  Consejo  de  las  Indias,  é  que  en  los  dichos  años  y 
después  acá  ha  sido  y  es  virrey  y  gobernador  de  las  Indias,  por  ausen- 
cia de  Su  Maj.  despaña,  y  por  su  provisión  é  poderes  que  para  ello  dió« 
y  ansí  ha  seido  y  es  púbUco  y  notorio  en  todos  estos  reinos. 

29.  ítem:  si  saben  que  los  dichos  poderes  de  gobernador  se  prego- 
naron en  la  cibdad  de  los  Reyes  y  en  otras  destos  reinos,  y  en  ellos  se 
mandaba  quo  todos  obedesciesen  lo  que  maudíise  ó  proveyese  en  estos 
reinos  el  señor  Cardenal,  é  ansí  le  obedescieron  en  estos  reinos  é  cabil- 
dos por  tal,  é  quel  dicho  poder  de  gobernador  é  lo  susodicho  fuese  pre 
gonado,  como  dicho  es,  etc. 

30.  ítem:  si  saben  que  demás  de  las  dichas  muertes  y  robos  e 
tiranías  é  insultos  que  los  susodichos  hicieron  y  cometieron,  sabiendo 
el  dicho  don  Diego  é  todos  los  susodichos  contenidos  en  las  preguntas 
primera,  segunda  y  tercera,  lo  contenido  en  estas  dos  preguntas  antes 
desta,  dijeron  muchas  veces  palabras  feas  y  escandalosas  contra  el  dicho 
reverendísimo  señor  Cardenal  Arzobispo  de  Sevilla,  presidente  del  Con 
sejo  de  las  Indias,  y  contra  el  señor  Comendador  Mayor  de  León  y  los 
señores  del  Consejo  de  las  Indias  de  Su  Majestad,  con  mucho  desacato 
y  falsedad;  y  no  contentos  de  lo  susodicho,  en  mucha  inuminia  de  la 
reverendísima  persona  del  señor  Cardenal  y  de  los  dichos  señores  del 
Consejo,  continuando  las  dichas  sus  desvergüenzas  ó  tiranías  y  desaca- 


ALMAGRO  Y  SÜ8  COMPAÑEROS  293 

tos  que  hicieron  é  intentaron  hacer  en  la  dicha  cibdad  de  los  Reyes,  un 
cadalso  público  é  una  estatua  del  dicho  señor  Cardenal  para  la  quemar 
públicamente,  y  más  lo  tovieron  acordado  y  determinado,  y  lo  pusieran 
por  la  obra  si  por  los  frailes  de  la  Orden  de  seflor  Santo  Domingo,  de  la 
dicha  ciudad,  no  les  fuera  importunado,  rogando  por  sí  ó  con  terceras 
personas,  que  porque  se  había  de  hacer  en  su  hábito,  no  les  hiciesen 
tal  afrenta  á  la  dicha  Orden,  et  si  no  fuera  por  lo  mucho  que  les  impor- 
tunaron y  rogcuron  sobrello,  no  lo  dejaran  de  hacer  y  cometer,  según  lo 
tenían  determinado  y  acordado:  digan  lo  que  saben,  etc. 

31.  Iiem:  si  saben  é  así  es  público  y  notorio  en  estos  reinos,  que 
como  el  dicho  Juan  de  Rada,  y  Juan  Balza,  y  García  de  Alvarado  y  los 
otros  contenidos  en  las  dichas  pregimtas,  supieron  cómo  el  sefíor  Licen- 
ciado Vaca  de  Castro,  gobernador,  había  desembarcado  en  el  puerto  de 
la  Buena  Ventura  é  venía  por  la  vía  de  Cali,  continuando  su  mal  pro- 
pósito y  diabólica  intinción,  fué  acordado  entre  todos  é  se  determinó 
que  fuese  el  dicho  García  de  Alvarado  con  ciento  y  cincuenta  hombres 
de  pie  ó  de  caballo;  ó  con  el  dicho  Marticote  por  capitán  de  arcabuce- 
ros, y  el  dicho  Velázquez  por  alguacil,  y  el  dicho  Juan  Rodríguez  Ba- 
rragán por  alcalde  mayor,  á  matar  y  prender  al  dicho  sefior  Licenciado 
la  vía  de  la  cibdad  de  San  Miguel;  ó  si  saben  que  ansí  lo  pusieron  por 
obra,  ó  partió  el  dicho  García  (te  Alvcurado  con  todos  los  susodichos,  de 
la  dicha  cibdad  de  los  Reyes,  secretamente,  porque  no  hobiese  noticia 
dello  el  dicho  sefior  Licenciado  é  gobernador  y  le  tomasen  seguro  y 
más  á  su  salvo,  se  metió  en  un  galeón  por  la  mar  para  la  vía  de  la  cib- 
dad de  San  Miguel  á  efetuar  lo  susodicho,  etc. 

32.  ítem:  si  saben  ó  así  es  público  ó  notorio  que,  demás  de  lo  suso- 
dicho, se  concertó  é  consultó  entre  los  susodichos,  para  mejor  efetuar  su 
propósito  ó  alzarse  con  estos  reinos  ó  no  reconoscer  á  Su  Majd.  si  no 
hiciese  lo  que  ellos  quisiesen,  de  quel  dicho  García  de  Alvarado  ocupase 
la  dicha  cibdad  de  San  Miguel  é  hiciese  rescibir  por  gobernador  al  dicho 
don  Diego,  é  tomase  los  caballos  é  armas  á  todos  los  vecinos,  é  tomase  é 
prendiese  á  todos  los  que  hallase  que  fuesen  de  su  opinión,  é  ansimis- 
mo  tomase  todos  los  quintos  y  derechos  reales  é  bienes  de  difuntos 
y  menores  que  hallase  en  todas  las  dichas  ciudades;  y  con  este  acuerdo 
y  determinación  partió  el  dicho  García  de  Alvarado,  como  dicho  es:  di- 
gan lo  que  saben,  etc. 

33.  ítem:  si  saben  y  ansí  fué  público  y  notorio  que,  yendo  el  dicho 


294  COLECCIÓN   DE  DOOrSfEKTDB 

Garda  do  Al  Tarado  por  la  mar,  desembarcó  et  tomó  tierra  en  el  pm^^ 
de  Sánela,  í*l  y  el  diclto  eapitáti  Marliiíote  y  el  alcalde  mayor  é  alguaal 
y  los  otros  que  con  él  ibaiii  é  venieüdo  por  otro  caraino  real  al  dicho 
tambo  do  estaban  los  dichoB  Alonso  de  Cabrera,  Voz  Modiaiio  é  Vill©- 
gas,  y  Pedro  Barroso,  y  Fraüoisw  de  Cárdenas,  y  Antonio  d^  CAcereay 
otros  die?5  ó  dotio  bouibros  á  obedeecer  é  dar  favor  y  ayuda  al  dicho  se 
ñor  gobernador,  para  1©  defender,  eaballema  en  sus  caballos,  sin  hacer 
ni  decir  por  qué  mal  ni  daño  debiesen  de  rescibir,  los*  dichos  delincueo 
im  fueron  corriendo  trae  ellos  y  loa  tomaron  y  los  prendieron  i  todos, 
é  loi  robaron  y  tomaron  por  hmrm  todo  el  oro  é  plata  qiies  traían,  (¡m 
B€fía  en  cantidad  de  dwz  mili  pesos  de  oro  y  m4s,  y  todas  las  ropa»  y 
oaballos  que  traífin  é  tenfan,  lo  uual  podía  valor  cuaronta  mili  pesciidt! 
oro  y  más:  digan  lo  que  saben,  etc. 

34.  ítem;  si  saben  quo  tovierou  6  llevaron  presos  en  grandes  y 
graves  prisiout^,  con  grillos  y  cadenas  y  esposas  á  loa  siisodiicboft 
Alonso  de  Calirera,  é  Alónimo  de  Voz  Mediano,  é  Villegas^  ó  Bartoio,  ¿ 
Caceres,  é  Cárdonaa,  y  ansí  presos  loa  llevaron  á  la  dieka  dbdad  de 
IVnjillo  y  loa  metieron  en  cárcelas  oscuma  y  graves  con  las  diclia*  pi^ 
sioneg  y  guardas  que  les  pusieron,  lo  cual  luó  notario,  público  é  mani 
liesto:  digan  lo  qu»?  saben,  etc. 

35.  ítem:  ei  sabían  et  ansí  fué  público  y  notorio  que  al  tiempo  que 
entraron  en  la  dicha  cibdad  de  Trujillo,  aunque  los  regidores  dalla 
Imbían  reacibido  por  gobernador  al  tüclio  don  Diego  de  Almagro  por  laa 
cartas  y  poderes  que  les  envió,  los  susodicliog,  en  eutraodo^  tomaron 
todas  las  callea  de  la  dicha  cibdad,  atljorobindola  toda;  repartieron  toda 
la  gent^  por  todas  las  calles,  é  prendieron  á  todos  los  regidores  de  la 
dicha  cibdad,  é  ansí  presos j  de  nuevo  les  hicieron  que  reacibiefleu  por 
gobernador  al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  y  por  su  lugartenietite  á 
Pedro  de  Vil laf ranea,  vecino  dolía:  digan  lo  que  saben»  ©te» 

Sñ,  ítem:  sí  saben  é  ansí  es  pública  é  notorio  que,  después  de  lo 
susodicho,  los  dichos  delincuentes  entraron  y  quebrantaron  todas  las 
casas  de  loa  vecinos  de  la  dicha  cibdad  de  Trujillo,  y  los  tomaron  y  le» 
robaron  é  llevaron  contra  su  voluntad  todas  las  armas  é  caballos  é  oiffts 
bestias  que  tenían  é  poseíau,  que  serían  cuarenta  caballos,  poco  tnás  6 
menos,  que  podrían  valer  quince  Jtxill  pesos  de  oro  y  más,  y  las  dichas 
armas  é  las  otras  bestias,  diesí  mili:  digan  lo  que  saben,  etc, 

37,  ítem:  si  saben  et  ansí  es  púbüco  é  notorio  que  los  dichos  de- 


j 


ALMAGRO  Y  8Ü8    COMPAÑEROS 


295 


lentes  tomaroo  é  robaron  Á  Diego  de  Mora,  tesorero  que  á  la  sazón 

era  de  Su  Majd.,  todo  el  oro  y  plata  de  sus  quintos  y  derechos  reatos 

questaban  en  poder  del  dicho  Diego  de  Mora,  que  podrían  ser  en  canti- 

de  once  mili  pesos  y  más,  y  tomaron  é  robaron   contra  la  voluntad 

sus  tlueños  mucha  cantidad  de  oro  y  plata  y  hacienda  de  todos  los 

ichos  difuntos,  menores  y  ausentes,  y  tomaron  é  robaron  al  Comenda- 

|or  Mayor  de  León  don  Francisco  de  los  Cobos,  mucha  cantidad  de  oro 

plata  que  tenía  en  poder  del  dicho  Diego  de  Mora,  de  los  derechos  de 

y  ensayar  que  le  pertenescían:  digan  lo  que  saben,  etc. 

38.  Itera:  si  saben  é  ansí  es  público  é  notorio  que!  dicho  García  de 
Uvaradü  y  el  dicho  Juan  Rodríguez  Barragán  dieron  muy  graves  é  áspe- 

f  tormentos  al  dicho  Alonso  de  Voz  Mediano,  para  hacerle  decir  loque 
tíos  querían,  y  porque  no  lo  decía  se  los  dieron  tan  recios  é  graves  quel 
Kcho  Alonso  de  Voz   Mediano  quedn  tollido  de  brazos  ó  piernas^  que 

ica  más  los  pudo  menear,  fasta  que  murió:  digan  lo  que  saben,  etc. 

39.  ítem:  sí  saben  ó  ansí  fué  y  es  público  y  notorio  que  los  dichos 
incuentes  dejaron  presos  en  la  dicha  cibdad  de  Trujillo  al  dicho  Pedro 
Barroso,  é  ansí  presos  como  estaban  los  susodichos  Alonso  de  Ca- 
ra, ó  Alonso  de  Vox  Mediano,  é  Villegos,  y  Cacares  y  Cárdenas,  los 

stieron  en  el  dicho  galeón  con  gente  do  guarda,  y  presos  los  enviaron 
puerto  de  Paita;  é  toda  la  demíis  gente  con  el  dicho  capitán  García  de 
Ivarado  fueron  por  tierra  en  busca  del  dicho  señor  gobernador  con  el 
sodicho  propósito,  camino  de  la  dicha  cibdad  de  San  Miguel,  do  lo  pen- 
>n  hallar,  destruyendo  y  alborotando  toda  la  tierra  por  donde  iban,  é 
iendo  alzar  y  rebelar  los  caciques  é  indios  questaban  de  paz,  y  roban- 
y  salteando  á  todos  los  que  topaban  por  los  caminoa,  lo  cual  fué  no- 
rrio é  público  é  manifiesto:  digan  lo  que  saben,  etc, 

40.  ítem:  si  saben,  é  ansí  ñié  público  é  manifiesto,  que  los  dichos 
incuentes  fueron  á  la  dicha  cibdacl  de  San  Miguel,  y  entraron  por 

y  con  mano  armada  en  la  dicha  cibdad,  é  lucieron  rescibir  por 
remador  della  al  dicho  don  Diego  de  Almagro,  y  por  su  lugarteniente 
.dicho  Diego  de  Santiago,  vecino  de  la  dicha  cibdad,  el  cual  quiso  é 
ebtó  é  usó  de  la  juredición  della,  tiránicamente,  en  nombre  del  dicho 
pn  Diego,  muchos  días,  como  amigo  é  secaz  suyo:  digan  lo  que  saben; 

é  declaren  en  todo  lo  quel  dicho  Diego  de  Santiago  haya  fecho  en 
¡ror  del  dicho  don  Diego  é  sus  secaces,  e  aprobación  de  la  muerte  del 

Marqués,  é  cosas  hechas  por  los  susodichos»  etc. 


2B8 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


4L  ítem:  si  saben  é  ansí  es  pública  é  notorio,  los  dichos 
cuentas  entraron  é  quebrantai'on  todas  los  casas  de  la  dicha  cib- 
tra  la  voluntad  de  sus  dueños,  y  les  tomaron  é  robaron  por  fuerza 
loa  caballos  y  armas  y  otras  bestias  que  tenían  é  poseían,   que  serian 
veinte  y  cinco  caballos  é  casi  otras  tantas  yeguas,   é  muías,  é  mazi(» 
rrones,  lo  cual  podría  valer  veinte  mili  pesos  de  oro»  poco  más  ó  mem 
é  tomaron  y  robaron  ausímismo  todo  el  oro  y  plata  de  dtñintos  y 
ñores  que  había  en  la  dicha  cibdad,  que  sería  en  cantidad  de  seis 
pesos  de  oro,  poco  más  ó  menos:  digan  lo  que  saben,  etc. 

42.  ítem:  si  saben  é  así  os  público  é  notorio  quel  dicho  Jai 
dríguez  Barragán  y  el  dicho  (sarcia  de  Alvarado  enviaron  á  Ve 
alguacil»  é  é  Sosa,  ó  á  Cansino,  é  á  Carrefio,  é  Alonso  Valles  y  á  ol 
muchos  de  los  dichos  delincuentes  para  que  trujasen  presos  á  los  di 
Alonso  de  Cabrera,  y  Voz  Mediano  y  Villegas  para  los  oíatar,  coi 
mataron,  los  cuales  alguacil  é  los  demás  fueron  al  puerto  de  Pi 
donde  los  susodichos  estaban  presos  en  el  dicho  galeón;  y  ansí 
los  trujeron  á  la  ciudad  de  San  Miguel  y,  en  llegando,  el  dicho 
de  Alvarado  é  Juan  Rodríguez  Barragán  los  condenaron  A  muerte  é  I 
mataron  y  hicieron  sacar  en  medio  de  la  plaza  de  la  dicha  cibdad,  alpí 
de  la  picota,  con  \  oz  de  pregonero  delante  que  los  infamaba  de  alboi 
dores;  el  dicho,  por  mandado  del  dicho  Juan  Rodríguez  Barragán  ¿(i 
cía  de  Alvarado,  los  ahogó  é  cortó  ó  hizo  cortar  las  cabezas  al  pia  <fe 
picota,  lo  cual  hicieron  y  mandaron  hacer  porque  los  susodichos 
ra  y  los  demás  iban  á  servir  á  Su  Majestad  en  busca  del  dicho 
gobernador:  digan  lo  que  saben,  etc. 

43.  ítem:  si  saben  é  ansí  es  público  é  notorio  que  loa  dichos  Gui  ^ 
de  Alvarado  é  Juan  Rodríguez  Barragán  prendieron  y  tuvier 

en  una  cárcel,  grave  y  escura,  con  muchas  presiones,  grillos  y 
al  dicho  Licenciado  García  de  León,  con  determinación  de  lo  maui;  :•. 
que  dijo  á  los  regidores  de  la  dicha  cibdad  que  no  podrían  criar  gol 
nador  sin  provisión,  poder  y  facultad  de  la  Su  Majestad,  y  que  ec«  n-* 
caso  hacer  otra  cosa;  á  lo  cual  acomulaban  al  dicho  Licenciado  qm 
bía  dicho  que  la  juridición  pasada  quedaba  en  sus  tenienti^B  C^ak 
Su  Majestad  proveyese;  é  que  avisaba  y  aconsejaba  á  todos  qut  nfl 
siguiesen  sino  que  sirviesen  á  Su  Majestad;  y  que  habían  avisado  al 
cho  sefior  gobernador  de  lo  que  en  la  tierra  pasaba,  por  lo  cual  do 
venido  ni  ellos  lo  habían  podido  tomar,  é  que  por  ello  estuvieron 


Mk 


má 


ALMAOBO  Y  SUS  COMPANSBO0 


297 


lados  de  matar  al  dicho  Licenciado  León,  y  hicieron  proceso  contra 
ó  le  infamaron  de  alborotador;  é  por  poder  haber  al  dicho  señor  go- 

emador,  no  mataron  aUJ  al  dicho  Licenciado  é  le  trujeron  preso  á  la 

icha  cibdad  de  los  Reyes:  digan  lo  que  saben,  etc. 

44.  ítem:  si  saben  ó  así  es  público  y  notorio  que,  visto  que  no  po- 
haber  á  las  manos  al  dicho  seftor  gobernador  para  le  matar  y  efe- 
su  dañado  propósito  é  tener  nuevas  que  no  quería  pasar  de  la 

>viucia  de  Quito,  por  lo  cual  ó  por  la  priesa  que  el  dicho  don  Diego 

fe  Almagro  les  daba  para  que  le  socorriesen  para  desbaratar  á  los  veci- 

del  Cuzco,  Charcas  y  Arequipa  que  venían  á  dar  favor  y  ayuda  al 

10  señor  líobernador,  los  dichos  delincuentes  se  volvieron  por  el  ca- 

lO  que  habían  ido  por  tierra,  destruyendo  y  alborotando  todas  las 

)vincias  y  tierras  por  donde  pasaban,  forzando  ó  cargando  todos  los 

Iturales  de  toda  la  tierra  de  los  robos,  furtos  que  habftm  hecho,  y  los 

jeron  ansí  cargados  hasta  la  dicha  cibdad  de  los  Reyes:  digan  lo  que 

m,  etc. 

45.  ítem:  si  saben  y  ansí  es  público  y  notorio  que  el  dicho  Martín 
rillo  y  Juan  de  Rada  y  Sotelo  dieron  muy  ásperos  y  graves  tormen- 
á  Juan  de  Villalobos  y  Francisco  Rodríguez,  porque  dijesen  lo  que 

los  no  habían  hecho,  de  lo  que  ellos  querían  preguntar,   para  tomar 
¡laque  de  matarlos;  é  los  dichos  tormentos  fueron  tan  grandes,  que 
dichos  Villalobos  é  Francisco  Rodríguez  quedaron  toilidoa  de  los 
irazos  é  piernas:  digan  lo  que  saben,  etc. 

46.  ítem:  si  saben  é  ansí  es  público  é  notorio  que,  porquel  dicho 
Francisco  de  Chávez  y  el  bachiller  Enrlquez  y  sus  amigos  y  secaces  se 

I  querían  reducir  al  ser\4cio  de  Su  Majestad  y  dar  favor  y  ayuda  al  dicho 
señor  gobernador  cuando  llegase  el  dicho  don  Diego  de  Almagro;  y  el 
*'  'O  Juan  de  Rada,  y  el  diclio  Cristóbal  de  Sotelo,  y  Juan  Balza  y  otros 
3^.  secaces  los  mandaron  prender  y  prendieron  y  los  enviaron  en  un 
navio  questaba  en  el  puerto  de  la  cibdad  de  los  Reyes»  y  enviaron  al 
dicho  Juan  Balza  y  al  dicho  Arbolanclm  para  que  los  matasen,  loa  cua- 
ks  los  ahogaron  y  cortaron  las  cabezas:  digan  lo  que  saben,  etc. 

47.  Ítem:  si  saben  quel  dicho  don  Diego  y  los  dichos  sus  secaces 
Contenidos  en  las  dichas  preguntas  primera  y  segunda  y  otros,  pospues- 

■b  el  temor  de  Dios  y  de  Su  Maj.  y  sabiendo,  como  debían  saber  este 
Celso  de  traición,  ocupar  y  tomar  y  robar  las  rentas  y  quintos  reales  de 
►11  Maj.,  tomaron  y  robaron  todo  el  oro  y  plata  que  había  de  Su  Maj,  y 


298  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

SUS  rentas  reales  en  la  caja  de  las  tres  llaves  en  que  estaba  y  en  otras 
partes,  que  podía  sumar  y  valer  hasta  cincuenta  mili  pesos  de  oro,  y 
ansimismo  todos  los  bienes  do  los  difuntos  questaban  á  cargo  de  Ma- 
zuelas,  ó  que  podían  valer  veinte  ó  treinta  mili  pesos  de  oro,  é  ansimis- 
mo todos  los  bienes  de  depósitos  ó  menores  questaban  en  poder  de 
personas  particulares,  vecinos  de  la  dicha  cibdad  do  Lima,  ó  si  saben 
que  todos  los  dichos  dineros  repartieron  entre  sí  ó  con  ellos  hicieron 
ansimismo  mucha  junta  é  gente  de  guerra  para  defenderse  ó  defender 
estos  reinos  á  Su  Maj.,  etc. 

48.  ítem:  si  saben  ó  ansí  es  púbüco  é  notorio  quel  dicho  don  Die- 
go é  Juan  do  Rada  é  Juan  Balza,  é  los  demás  sus  amigos  é  secaces  alza- 
ron bandera  y  estandarte  ó  hicieron  la  junta  de  gente  ó  apregonaron 
guerra,  alterando  y  alborotando  toíos  estos  reinos  contra  la  pro  é  paci- 
ficación dellos,  con  propósito  de  opremir  y  destruir,  matar  los  vecinos 
y  vasallos  de  Su  Majestad  questaban  y  moraban  en  la  dicha  cibdad  del 
Cuzco,  y  Charcas,  é  Arequipa,  ó  Guamanga,  que  no  querían  obedesccr 
al  dicho  don  Diego  por  gobernador,  ni  ser  de  su  propósito  ó  intinción, 
é  con  propósito  de  destruir  y  robar  todas  las  dichas  cibdades,  é  \illas,  é 
los  vecinos  dellas,  como  lo  han  hecho,  y  con  propósito  de  que,  desbara- 
tados los  susodichos,  volver  é  matar  é  prender  al  dicho  señor  Licencia- 
do ó  gobernador:  digan  lo  que  saben,  etc. 

49.  ítem:  si  saben,  etc.,  quel  dicho  don  Diego  é  los  susodichos  hi- 
cieron é  fueron  sus  capitanes  de  la  dicha  gente,  los  dichos  Juan  de  Rada 
y  Cristóbal  de  Sotelo,  García  do  Alvarado,  y  Juan  Balza,  y  Juan  Tello. 
é  Marticote,  y  Cárdenas,  y  Oñate,  y  Juan  Gutiérrez  Mala  ver,  y  Juan  de 
Olea,  é  Juan  Pórez,  é  Pedro  de  Candia,  é  Diego  Méndez,  é  Diego  de 
Hoces,  y  Martín  de  Bilbao,  contenidos  en  la  segunda  pregunta  deldiclw) 
interrogatorio,  eran  los  principales  consejeros  de  todos  los  hechos é 
delitos  que  hicieron,  que  de  suso  van  declarados  ó  se  dirán  adelan- 
te, etc. 

50.  ítem:  si  saben  y  os  público  y  notorio  que  para  lo  susodicho  t 
cumplimiento  de  su  dañado  propósito  ó  conspiración,  los  dichos  doa 
Diego  é  sus  capitanes  tomaron  é  robaron  ansí  á  los  navios  como  á  1* 
dicha  cibdad  todos  los  tiros  de  fuego  que  en  ella  había,  de  bronce  é  hie- 
rro, y  el  dicho  Pedro  de  Candia  fundió  otros  más  para  lo  susodicho  é 
hizo  muy  grande  cantidad  de  pólvora  para  ellos  ó  la  afinó,  é  apuntó,  ¿ 
concertó  los  tiros,  animando  y  esforzando  la  dicha  junta  de  la  gente í 


▲LVÁGSO  T  eiTS  OOMPAKJCHOS 


299 


ncfendo  quél  solo  abriría  los  escuadrones  é  loa  mataría  á  todos  con  el 
T^tillería:  digan  lo  que  saben,  ©te. 

51.  ítem:  si  saben  y  es  público  y  notorio  que  los  susodichos   don 
Diego,  é  Juan  de  Rada,  é  Juan  Balz^a  ó  los  demás,  hicieron  hacera  Au- 

lio  Pérez,   herrero,  mucha  cantidad  de  arcabuces  é  muchos  instru- 
Botos  de  giierra  para  ofender  á  los  dichos  vecinos  del  Cuzco  é  al 
icho  sefior  gobernador  é  campür  bu  dañado  propósito:  digan  lo  que 
saben,  etc. 

52,  ítem:  si  saben  y  es  público  é  notorio  que  antes  que  partiesen 
la  ciudad  de  los  Royes  los  susodichos  ílelincuentes,  prendieron  con 
m crueldad  é  inhumanidad  á  cuatro  hijospequoñns  del  dicho  Marqués^ 

le  el  mayor  potiría  haber  cuatro  años,  poco  más  6  menos»  é  prendie- 
aaimisrao  la  mujer  del  dicho  Francisco  Martín,  é  los  metioronen  un 
^vío  para  los  en\iar  por  la  mar  adelante  donde  no  pareaciesen,  con  ia- 
ición  que  muriesen  ó  peresciesen   en  una  isla  despoblada,   donde  Ioíí 
idarou  ecljar,  lo  cual  hobiera  efeto  si  el  maestre  del  dicho  navio  no 
dpliera  dellos  é  los  pusiera  en  salvo,  como  los  puso:  digan  lo  que 
3en. 
63,  ítem:  si  saben,  etc.,  questando  el  dicho  ilon  Diego  ó  los  dichos 
aliuíl os  y  socaces  contenidos  en  las  preguntas  primera,  segunda  y 
Kera  deste  interrogatorio,  en  la  dicha  ciudad  de  los  Royes,  rescibierou 
del  dicho  señor  Licenciado  é  gobernador,  fechas  en  Quito,  en  que 
ibía  al  dicho  don  Diego  como  Su  Maj.  le  enviaba  á  estos  reinos  é  le 
er  justicia  en  las  cosas  pasadas  y  que  había  sabido  lo  que  había  sub- 
ido en  la  diidia  ciudad  de  los  Reyes,  y  cómo,  en  caso  de  faÜescimiento 
dicho  Marqués»  Su  Maj,  había  seido  servido  que  tuviese  ambas  go- 
ciones,  é  que  el  dicho  don  Diego  depusiese  la  que  decía  tener  ó  se 
lese  para  él,  é  que  en  todo  le  baria  justicia,  é  le  envió  asimismo  el  tres- 
kdo  abtorizado  de  la  dicha  provisión  que  traía  de  gobernador  y  el  ree- 
¡ibimiento  que  le  hicieron  por  ello  en  Quito  é  lo  rescibió  el  dicho  don 
^ego  é  lo  supieron  él  y  los  susodichos,  etc. 

54,  Itera:  si  saben  que  ansimismo,  estando  el  dicho  don  Diego  en 

diclia  ciudad  de  los  Reyes  ó  los  dichos  sus  aliados  é  secaces  ó  gente» 

ibieron  cartas  de  Diego  de  Mora»  vecino  de  Trujillo,  en  que  le  hacía 

&r  cómo  venía  de  Quito  el  dicho  saüor  Licenciado  é  cómo  traía  pro- 

íón  de  gobernador  destoa  reinos  de  Nueva  Castilla  é  Toledo  é  cómo 

jr  virtud  della  estaba  roscibido  por  tal  en  las  cibdades  de  Quito  é 


300 


OOLBCCIÓN  DE  DOCTTHENTOS 


Puerto  Viejo  y  Santiago  y  San  Miguel»  é  ansí  ftié  muy  público  é  notoríij 
entreUos,  etc. 

55.  ítem:  si  saben  que,  no  obstante  lo  susodicho  que  supieroo,  i 
dicho  don  Diego  ó  los  susodichos  aliados  é  secaces  continuaron  su  mé 
propósito  de  no  obedescer  las  dichas  provisiones,  ni  al  dicho  señor  go- 
bernador por  juez,  y  de  alzarse  con  estos  dichos  reinos,   como  lo  i 
ron  de  hecho,  y  de  matalle  si  pudiesen,  como  dicho  es»  etc. 

56.  ítem:  si  saben  é  así  es  público  é  notorio^  que  poniendo  en  eji 
cución  lo  susodicho  ó  prosiguiendo  en  su  intención  y  obras  daña<laíi  j 
hecha  la  dicha  junta  do  guerra  y  alzada  la  dicha  bandera  en  el  dic 
propósito,  hicieron  y  juntaron  por  capitanes  de  la  dicha  gente»  de  k  < 
caballo  al  dicho  García  de  Alvarado,  y  Juan  de  Rada,  y  á  Cristóbal  < 
Sotelo,  é  á  los  dichos  Diego  de  Hoces,  é  á  Juan  Tello,  é  á  Diego  Mi^nda 
ó  á  Martín  de  Bilbao,  ó  á  Pedro  de  Ofiate,  é  hicieron  capitanes  de  lai^ 
fantería,  arcabuceros  y  piqueros  á  Cárdenas,  é  á  Martícote,  ó  á  Juao  < 
Olea,  é  á  Juan  Pérez,  ó  de  la  artillería  al  dicho  Pedro  de  Candía,  é  1 
cieron  sargento  de  la  dicha  gente  á  los  dichos  Suárez  é  Moriano;ji 
saben  que  por  el  consejo  y  paracer  destos  dichos  secacea  del  dieb 
Diego,  que  se  nombraban  sus  capitanes»  como  principales  consejer 
dicho  don  Diego,  é  su  opinión  y  junta  se  hacía,  ó  cometían  los  «lie 
delitos,  y  que  fueron  principales  en  todos  los  delitx)a  y  Uvantarnteiili 
susodichos  que  adelanto  ae  diré»  é  así  es  púbUco  y  notorio»  etc 

57.  ítem:  si  saben  que,  juntos  los  dichos  don  Diego  y  capilai 
toda  la  gente  de  guerra  que  tenían,  salieron  de  la  dictiA  ciud 
los  Reyes   con  la  dicha  intinción   é  ánimo  de  matar  los   Tecinos  i 
Cuzco  é  los  demás  que  con  ellos  venían,  que  no  eran  de  su  proi.»á90J 
voluntad,  y  llegaron  á  estar  tan  propíneos  y  cercanos,  que  si  loa  ific 
vecinos  ae  la  dicha  cibdad  é  villas  é  su  capitán  no   vinieran  ipori 
parte  y  camino  á  juntarse  con  el  dicho  señor  gobernador,  loa  dii 
delincuentes  loa  mataran  y  efetuaran  su  dañado  propósito  é  intinc 
con  el  cual  siguieron  á  los  susodichos  por  el  dicho  camino  que  se  i 
desviado,  hasta  que  vieron  que  á  su  salvo  y  atención  no  los 
haber  á  las  manos  con  las  espías,  engaños  y  asechanzas  que  le  I 
puestas,  por  lo  cual  los  dichos  delincuentes  se  volvieron  del 
camino  de  la  cibdad  del  Cuzco  ó  las  demás  villas  por  do  habfací  vi 
los  dichos  vecinos  del  Cuzco,  é  repartieron  la  dicha  gente  y  capil 
por  los  caminos,  en  gran  daño  y  perjuicio  de  toda  la  tierra  y  de  1 


Aüi 


ÉÉt 


^jn, 


ALMAGRO  Y  SUS   COITPANEBOS 


301 


rales  dolía  é  d©  los  vecinos,  ó  todos  cuantos  toparon  en  los  dichos 
os  los  saltearoa  é  robaron:  digan  lo  que  saben. 

58.  Itera:  si  saben  quel  día  quel  dicho  don  Diego  é  los  dichos  sus 
aliados  é  secaces  saHeron  de  la  dicha  cibdad  de  los  Reyes,  fué  rescibido 
en  la  dicha  cibdad  y  por  el  cabildo  della  el  dicho  aefior  Licenciado,  por 
BU  procurador,  por  gobernador  destos  reinos,  por  virtud  de  la  dicha  pro- 
visión que  de  Su  Majd.  tenía,  é  se  presentó  en  el  dicho  cabildo  é  se 
apoderó  de  la  dicha  gobernación  por  su  procurador  y  por  sus  tenientes 
Francisco  de  Barrionuevo  y  Jerónimo  de  Ahaga,  y  la  ha  usado  y  ejer- 

itado  hasta  agora,  y  ansí  es  muy  público  y  notorio:  digan  lo  que  saben. 

59.  ítem:  si  saben  que  otro  día  siguiente  el  dicho  don  Diego  y  el 
ho  Juan  de  Errada  y  los  dichos  sus  secaces  y  aliados  y  gente,  por 

rsonas  que  se  lo  dijeron  y  escribieron,  supieron  el  dicho  rescibi miento 
provisiones;  é  no  obstante  esto,  caminaron  con  el  dicho  su  dañado 
ipósito  é  desobedescimiento,  como  dicho  ea,  y  ansí  es  muy  público  ó 
tono:  digan  lo  que  saben,  etc. 

60.  ítem:  si  saben  que  más  adelante,  caminando  el  dicho  don  Die- 
y  sus  aliados  á  desbaratar  la  dicha  gente  que  venía  del  Cuzco  en 

bnsca  del  dicho  aefior  Licenciado,  rescibió  el  dicho  don  Diego  otra  carta 
]  dicho  señor  Licenciado  ó  despachos  del  tenor  contenido  en  la  cin- 
enta  y  tres   pregunta  antes  desta,  con  el  treslado  de  la  dicha  provi- 
n,  abtorizado  describano  y  testigos;  y,  no  obstante  lo  susodicho,  con- 
Luaron  au  rebelión  y  propósito,  y  ansí  fué  muy  púbhco  y  notorio:  digan 
que  saben,  etc. 
6L  ítem:  si  saben  que,  demás  de  lo  susodicho,  el  cabildo  de  la  di- 
cibdad  de  los  Reyes  escribieron  al  diclio  don  Diego  cómo  por  virtud 
la  dicha  provisión  y  poder  de  Su  Majestad  habían  rescibido  por  go- 
iador  de  todos  estos  reinos  al  dicho  señor  Licenciado,  y  que  por 
dado  de  Su  Majd.  no  habían  podido  hacer  otra  cosa;  y  le  enviaron 
amo  el  treslado  signado  de  la  dicha  provisión  y  la  carta  quel  dicho 
,or  Licenciado  y  gobernador  había  escripto  al  cabildo  de  la  dicha 
íbdad  sobre  lo  susodicho  y  con  muchos  fieros  y  amenazas  porque  lo 
ían  rescibido,  mostrando  haberle  pesado  mucho  por  ello;  ó  que  ansí 
í*í  muy  público  é  notorio:  digan  lo  que  saben,  etc. 

ti2.  ítem:  si  saben  questando  en  aquel  tiempo  el  dicho  Juan  de 
JRada,  que  era  capitán  general  entre  los  susodichos,  para  morir,  dijo  á 
los  dichos  don  Diego  y  sus  aliados  y  secaces  quel  dicho  señor  Licenciado 


^ 


802 


StoLECCiÓH  OS  DOCUMEJÍTOa 


era  vivo  y  sano;  qnu  se  fuesen  para  él  y  le  pidiesen  roiaericofdía  j  k 
Ikvftstuí  al  cJioho  don  Diego  y  le  eximiesen  de  culpa  diciando  que 
habían  hecho  los  males  pasadoB,  y  que  á  los  matadores  del  íliebo 
qués  los  echasen  á  donde  no  los  hallasen  y  de  la  tierra;  y  ansí  fué  mi|^ 
publico  é  notorio  entrellos:  digan  lo  que  saben,  etc, 

f)B.  Itfíin:  ^i  saben  que,  no  obstante  todo  lo  susodicho,  loa  áiám 
don  Diego  y  sus  secaces  y  aliados  conünnaron  su  rebelión  y  tirania  y 
proveyeron  quel  dicho  capitán  Cristóbal  de  Sotelo  fuese  con  alguna  ^ 
la  gente  de  guerra  á  ln  dicha  oibdad  dal  Ou^co  y  m  apoderase  cíe  aqu^ 
lia  cibdad  y  tierra  y  hiciese  resdbír  al  dicho  don  Diego  por  gobeniador 
aunque  no  quisiesen. 

54.  ItouK  si  saben  y  ea  pübhoo  y  notario  que  Franciscci  Peces,  ooa 
Tcinte  aroabucoros  é  balteisiero»  que  coumiío  llevó»  fuéá  la  Tilla  de  Ar^ 
quipa  é  hÍ2o  por  fuerana  rescibir  por  gobernador  al  dicho  don  DÍ€g}ci  ik 
Almagro  y  por  f^u  liigñrUHiionte  á  Juau  dt?  la  Torre,  y  despuéíi  tomó¿ 
prendió  áMiguel  Cornojo,  al  cual  aprotó  para  que  declarase  qué  himm 
tenía  eo  su  poder,  de  loa  veü^inos  que  habían  ido  con  el  capitán  Per  AI- 
varcís  Olguín,  so  euya  bandera  habían  ido  los  servidores  de  Su  Mij^ 
diciendo  que  por  ello  eran  traidores  é  los  tenían  perdidos,  é  ¡lorqnel 
dicho  Cornejo  no  lo  íjuíso  decir,  lo  prendió  en  una  cAreel  grave  y  m' 
cura  y  lo  tuvo  allí  cinco  días  y  mandó  que  no  le  diesen  do  comer  ni 
beber  en  todo  el  dicho  tiempo,  diciendo  que  juraba  á  Dios  que  no  Imbis 
de  comer  ni  beber  hasta  que  lo  declarase  é  le  diese  cuatro  mili  pesos  qm 
tenía  del  Obispo  de  Placencia,  é  nunca  lo  quiso  soltar  hasta  que  le  dio  Jos 
mili  pesos:  digan  lo  que  saben,  etc, 

65.  ítem:  si  saben  quel  dicho  Francisco  Peces  tornó  á  prender  ai 
dicho  Cornejo  para  que  declarase  de  quién  tenía  mes  dineros,  é  lo  Iuto 
así  preso  hasta  que  le  dio  otros  tres  mili  pesos  de  personas  particiilAreí 
que  con  el  dicho  capitán  Per  Alvares^  habían  venido,  y  le  hizo  jurar  m 
una  ara  qué  otros  bienes  algunos  tenía,  é  por  esto  le  soltó:  digan  lo  qui 
saben,  etc. 

66.  ítem:  si  saben  y  es  público  é  notorio  quel  dicho  Francisco  Pe^ 
ees  tomó  y  robó,  él  y  la  gente  que  consigo  llevaba,  todos  loa  cabaüoe  y 
armas  que  había  en  la  dicha  villa  de  Arequipa,  que  podrían  valer  cebo 
miU  pesos,  é  si  saben  que  hiz;o  otros  muchos  robos,  insultos  é  delitos: 
digan  lo  que  saben,  etc. 

67.  Itemt  si  saben  que  como  el  dicho  don  Diego  y  sus  aliadoe  y 


j 


ALVIAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS 


303 


secaees,  visto  que  no  podlaD  haber  á  su  salvo  é  loe  dichos  vecinos  dol 
Cuzco,  y  Charcas,  y  Arequipa,  que  venían  en  servicio  de  Su  Maj.  á 
juntarse  con  el  tlieho  señor  Licenciado  é  gobernador  y  ao  revolvieron  y 
repartieron  la  dicha  gente  de  guerra,  como  se  contiene  en  las  preguntaa 
ant^s  desta:  el  dicho  García  de  Alvarado  con  cierta  parte  de  la  dicha 
gente  de  guerra,  fué  por  h>3  llatios,  camino  de  Arequipa,  é  robó  á  mu- 
chas personas  muchos  caballos  é  anaas,  oro,  plata,  ropa,  en  cantidad 
de  cien  mili  pesos  de  oro  y  más,  que  repartieron  entre  la  gente  que  con 

iba  y  mucha  parte  dello  para  al,  é  ansí  es  público  é  notorio:  digan  lo 

le  saben,  etc, 

68.  ítem:  si  saben  y  es  publico  y  notorio  que  despu«.%  de  ido  el 
cho  Francisco  Peces,  ñno  el  dicho  García  de  Alvarado  á  la  dicha  villa 

Arequipa,  y  en  entrando  cavó  ó  aró  el  monasterio  de  Santo  Domingo, 

le  dijeron  questaba  el  oro  y  plata  de  los  dichos  vecinos  que  venían  á 

á  Su  Majestad,  y  sacó,  tomó  y  robó  diez  mili  pesos  de  oro  en  oro 

ata,  poco  más  ó  menos,  que  allí  estaban  escondidos:  digan  lo  que 

ben,  etc. 

69.  ítem:  si  saben  y  es  público  y  notorio  quel  dicho  Grarcía  de  Al- 
do prendió  a  Francisco  de  Montenegro,  vecino  de  la  dicha  villa  de 

tquipa,  y  temiendo   la   muerte,   teniendo  lugar  de  irse  é  volverse, 

volvió  á  la  dicha   \dlla  de  Arequipa  huyendo,  y  el  dicho  García  de 

[varado  volvió  trasoí  ó  lo  prendió,  y  luego  aquella  noche  lo  acordó  Isic] 

su  casa,  ó  después  de  acordado  y  muerto  lo  sacó  por  la  mañana  á  la 

é  lo  puso  en  un  palo  porque  todos  lo  viesen:  digan  lo  que  saben,  etc. 

70.  Itera:  si  saben  y  es  público  y  notorio  qoestando  rescibido  por 
gobernador  en  la  dicha  cibdad  del  Cuzco  el  dicho  señor  Licenciado  Vaca 
^  Castro  por  virtud  de  la  dicha  provisión  é  poder  que  de  Su  Maj, 

t .  por  su  lugarteniente  el  Licenciado  de  la  Gama,  que  usaba  y  ejer- 

M^l  dicho  oficio»  el  dicho  Cristólml  de  Sotelo  con  mucha  parte  de  la 
ft,  con  acuerdo  é  mandado  del  dicho  don  Diego  y  sus  capitanes  é 
Hps,  é  cómo  uno  dellos  fué  á  la  dicha  ciudad  ó  por  fuerza  tomó  las 
wtj  ns  quesiaban  puestas  por  el  dicho  señor  Gobernador  á  los  alcaldes 
46  á  la  sazón  eran,  é  al  dicho  Licenciado  de  la  Gama,  su  lugarteniente, 
>nipió  la  dicha  provisión  real  é  hizo  rescibir  por  gobernador  al  dicho 
Ion  Diego  de  Almagro  é  A  él  por  su  lugarteniente,  la  cual  juridicióri 
^«<S  tiránicamente  mucho  tiempo,  no  reconosciendo  ni  queriendo  reco- 
*Oscer  superioridad  á  Su  Maj.,  ni  queriéndolo  tener  por  señor  natural  ni 


804  COLECCIÓN    DE    DOCUlfBBTOB 

obedescer  la  dicha  provisión  de  gobernador  destos  reinos  quede  SuMaj. 
tenía  el  dicho  señor  Licenciado. 

71.  ítem:  si  saben  y  es  público  y  notorio  quel  dicho  Diego  Méndex, 
por  mandado  del  dicho  don  Diego  é  como  su  capitán  é  con  acuerdo  de 
los  susodichos,  fué  á  la  dicha  villa  de  Plata,  ques  en  los  Charcas,  coa 
diez  ó  doce  de  á  caballo,  é  hizo  por  fuerza  que  fuese  rescibido  por  go- 
bernador della  el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  é  tomó  y  robó  todas  iu 
armas  y  caballos  que  en  ella  halló,  que  podían  valer  diez  mili  pesos, 
poco  más  ó  menos,  y  que  fué  á  las  minas  de  Porco  y  que  tomó  y  robó 
mili  marcos  de  plata  blanca  é  más  de  la  de  Su  Majd.  é  de  la  de  el  Mar- 
qués don  Francisco  Pizarro  y  Hernando  Pizarro:  digan  lo  que  sar 
ben,  etc. 

72.  ítem:  si  saben  é  ansí  es  muy  público  é  notorio  quel  dicho  do& 
Diego  é  los  sus  aliados  é  secaces  é  delincuentes,  así  en  la  dicha  cibdad 
del  Cuzco  é  todas  las  dichas  cibdades  é  villas  que  han  llegado,  han,  to- 
mado y  robado  contra  la  voluntad  de  los  tesoreros  de  Su  Majd.  todo  el 
oro  é  plata  de  sus  quintos  y  rentas  reales,  en  cantidad  de  cien  mili  pesos 
de  oro  é  más,  sin  lo  que  arriba  he  dicho;  y  si  saben  que  ausimismo  to- 
maron y  robaron  á  Hernando  Bachicao  cuarenta  mili  pesos  é  más  en 
oro  y  plata  que  tenían  guardado  en  su  casa  y  así  ha  seido  y  es  muy  pú- 
blico é  notorio:  digan  lo  que  saben;  é  ansimismo  á  Francisco  de  Carva- 
jal mucha  cantidad  de  oro  y  plata  y  joyas,  etc. 

73.  ítem:  si  salden  é  ansí  es  público  é  notorio  que  los  susodichos 
delincuentes  han  impidido  todas  las  minas  de  oro  y  plata  de  todas  las  vi 
lias  é  pueblos  desta  gobernación  que  no  se  labren,  ni  han  podido  labrar 
inás  do  lo  quo  ellos  han  sacado  para  sí,  en  lo  cual  han  hecho  perder  é 
pierde  Su  Majd.  de  lo  que  podría  haber  de  sus  quintos  ó  derechos  reales, 
en  cantiddad  de  quinientos  mili  pesos  de  oro  y  más;  ó  ansimismo  han 
hecho  perder  á  todos  los  señores  de  las  dichas  minas  diez  veces  tanto  de 
lo  susodicho,  sin  lo  que  ellos  han  robado:  digan  los  testigos  lo  que  sa- 
ben, etc. 

74.  ítem:  si  saben  y  así  es  público  é  notorio  quel  dicho  don  Diego 
de  Almagro  y  el  dicho  Cristóbal  do  Sotelo  prendieron  en  la  cibdad  del 
Cuzco  á  Pedro  del  Barco  y  le  tovieron  preso  porque  les  diese  los  dine- 
ros que  tenía,  é  porque  no  se  los  quiso  dar  ni  decir  á  dónde  los  tenía,  lo 
quisieron  ahorcar,  y,  teniéndolo  á  punto  de  muerte,  con  la  aflición  que 
tenía,  dijo:  «¡Válame  Dios  y  el  ReyU.  Y  le  respondieron  los  susodichos 


ALMAGRO  Y  BÜ8  COKFANEBOB 


305 


incuentes  y  la  mayor  parte  dellos  que  allí  estaban:  «Aquí  no  hay  otro 
By  sino  doQ  Diego  de  Almagro,  ni  aquí  reeonoscemos  otro  por  rey,  y  él 
ha  de  sor  gobernador  desta  tierra  á  pesar  del  Rey  y  de  cuantos  hay  en 
ella. »  Digan  lo  que  saben,  etc. 

7o.  ítem:  si  saben  é  ansí  es  público  é  notorio  quel  dicho  don  Diego 
el  dicho  Juan  Balza  y  los  demás  sus  aliados  é  secaces  prendieron  en 
lamanga  á  Fulano  do  Setiéu,  porque  quiso  huir  dellos  é  venir  á  ser\ir 
,  Su  Majd,,  ó  le  dieron  tan  recios  y  graves  tormentos,  que  quedó  toUido 
piernas  y  brazos»  y  le  ahorcaran  si  no  por  muchos  rogadores  que 
ivo:  digan  lo  que  saben,  etc. 

76.  ítem:  si  saben  é  así  es  pubüco  ó  notorio  quel  dicho  don  Diego 
Almagro  y  los  susodichos  sus  tenientes  y  capitanes,  usurpando  la 

ridición  real  y  usando  della  como  suya  propia,  repartieron  entre  sí  é 

apersonas  que  quisieron,  todos  los  caciques  é  indios  de  todas  las  cib- 

3os  é  villas  é  lugares  en  ellos,  é  aquellos  á  quien  los  encomendaron 

han  destruido  é  robado  ó  llevado  tributos  que  los  dichas  indios  no 

leden  dar,  y  para  sacárselos  les  dieron  gravísimos  tormentos,  de  los 

les  han  muerto  muchos  dellos;  é  Ensimismo  hicieron  muchas  cruel- 

Íes  en  caciques  é  indios  y  en  las  mujeres  que  les  eran  contrarios,  cor* 

idoles  á  las  mujeres  las  tetas  y  sacándoles  los  ojos  é  haciendo  en  ellos 

crueldades  abominables  y  más:  digan  lo  que  saben. 

77.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  los  dichos  don  Diego  y  sus  capitanes  é 
ados  é  secaces  han  tenido  hasta  agora  usurpados  todos  los  indios  que 
sron  del  dicho  Marqués  don  Francisco  Pizarro  é  otros  questaban  vacos 

I  de  los  vecinos  de  la  dicha  cibdad  é  villas  questaban  con  el  dicho  seüor 

jbernador  en  servicio  de  Su  Majestad;  é  les  han  tomado  y  robado  con 

dichos  malos  tratamientos  é  tormentos  lo  que  tenían  y  los  han  deja- 

tan  destruidos  y  desipados,   que  dellos  por  algún  tiempo  no  se  podrá 

Bt  provecho  ninguno,  etc. 

78.  ítem:  si  saben,  etc.,  que,  demás  de  saber  por  las  vías  susodi> 
del  dicho  señor  Licenciado  y  Gobernador,  el  dicho  don  Diego  é  sus 

Kpitanes  é  secaces  é  de  la  dicha  provisi<^n  que  traía  de  tal  Gobernador 
i^tas  provincias  de  Castilla  ó  Toledo,  la  vieron  é  leyeron  ó  tovieron  en- 
bera  noticia  della   en  la  dicha  cibdad   del  Cuzco   al   tiempo  susodicho 
le  en  ella  entraron,  é  el  rescibi miento   que   por  virtud  della  hicie. 
[os  del  cabildo  de  la  dicha  cibdad  del  Cuzco  al  dicho  señor  Licen- 
lo  de  tal  (jrobernador,  como  dicho  es,  é  que  no  la  obedescieron,  mas 
ao 


306 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


antes  decían  contra  ella  palabras  de  desacato  é  desobedeBcimiento,  eti 

79.  Ítem:  si  saben,  etc,,  que  cuando  el  dicho  Cristóbal  de  Sotelo,  i 
la  dicha  gente  de  guerra,  hizo  rescibir  por  fuerza  al  dicho  don  Diego  d^ 
Almagro  por  Gobernador  de  la  cibdad  del  Cuzco,  los  del  cabildo  de  I 
dicha  cibdad  del  Cuzco  se  excusaban  de  lo  hacer  é  respondieron 
el  dicho  señor  Licenciado  estaba  rescibido  por  tal  Gobernador  por  viftn^ 
de  la  dicha  provisión  y  poderes  de  Su  Majestad;  é  que  no  obstante 
susodicho,  el  dicho  C^stóbal  de  Sotelo  hizo  rescibir  por  tal  Gobernada 
al  dicho  don  Diego»  por  fuerza,  ó  que  los  del  cabildo  de  la  dicha  ( 
por  los  temores  é  miedo  que  les  puso,  lo  rescibieron  solamente  en  cü 
hobiese  lugar  de  derecho  ó  no  en  más,  é  ansí  es  público  é  notorio:  dig 
lo  que  saben,  etc. 

80.  ítem:  si  saben,  etc,  que  continando  el  dicho  don  Diego  de  , 
magro  y  los  dichos  sus  capitanes,  consejeros,  aliados  y  secaces  su  i 
iión  é  dañada  intincióu  de  alzarse  con  estos  reinos  é  no  obedesoer  á  i 
Majd.  ni  al  dicho  señor  Gobernador  en  su  nombre,  y  para  mejor  st!  i 
fender  y  lo  poner  en  ejecución  é  atraer  asi  la  gente  y  sustentarla  etu 
opinión,  hicieron  cadalso  público,  y  en  él  por  pregonero  hicieron; 
lamento  para  ello  á  toda  la  gente,  en  el  cual  les  persuadieron  para  qDilJ 
dicho  don  Diego  é  los  dichos  sus  capitanes,  aliados  é  secaces  é  Ukía  I 
dicha  gente  jurasen  al  dicho  don  Diego  yior  Gobernador,  é  de  T 

der  é  sustentar  contra  todas  las  personas  del  mundo  que  le  q...... 

contradecir,  é  pelear  ó  morir  sobrello,  é  de  complir  é  obedescer  los  nm 
damientc^  del  dicho  don  Diego,  é  que  en  ninguna  cosa  harían  lo  eoD*  I 
trario:  digan  lo  que  saben,  etc. 

81.  ítem:  si  saben  que,  para  mejor  atraer  á  su  propósito  la  dte 
gente,  dijeron  en  el  dicho  pregón  y  parlamento  muchas  palabras  mM 
el  servicio  de  Su  Majd.,  en  desacato  de  las  personas  del  reverendííiiw 
señor  Cardenal  de  Sevilla,  y  del  señor  Comendador  Mayor  de  Leóa,  y  i^ 
los  señores  del  Consejo  de  las  Indias:  digan  particularmente  las  pdibm 
que  en  esto  oyeron  decir,  etc. 

82.  ítem:  si  saben  que,  en  cumpUmienio  de  lo  susodicha,  el  i 
don  Diego  y  los  otros  sus  capitanes  y  consejeros,  y  los  otros  smt 
y  aUados  que  de  suso  se  ha  hecho  minción,  juraron  lo  sobredicho  y 
la  señal  de  la  cruz  en  una  ara  consagrada  y  un  misal  questaba  Ujo 
dicho  cadalso,  pasando  uno  á  uno.  preguntándole  un  clérigo  y  un  I 
que  les  tomaban  los  dichos  juramentos,  y  se  conjuraron  todos  l*>gifl^ 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEBOB  307 

dichos  y  de  hacer  y  complir  y  poner  en  ejecución  lo  contenido  en  las 
preguntas  antes  desta,  en  deservicio  de  Su  Majestad,  y  entre  otras  cosas 
prometieron  é  juraron  con  muchas  maldiciones  para  que  servirían  y 
nguiríán  al  dicho  don  Diego,  susteniéndole  su  persona  é  defendiéndola 
ó  &vore8CÍéndole  é  ayudándole  por  sustentarle  en  la  dicha  goberna- 
ción, contra  todas  y  cualesquier  personas,  de  cualquier  estado  é  condi- 
ción é  calidad  que  fuesen,  que  contra  él  quisiesen  ir  é  tomasen  armas 
para  le  dañar  y  contradecir  la  causa  que  todos  sustentaban,  y  que  con 
todas  sus  fuerzas  le  sustentarían  é  defenderían  hasta  la  muerte,  etc. 

83.  ítem:  si  saben  que,  demás  de  lo  susodicho  en  la  dicha  conjura- 
ción, prometieron  y  juraron  todos  los  susodichos,  de  suso  declarados, 
capitanes  y  soldados,  que  serían  de  un  acuerdo  y  voluntad,  pues  se 
habían  ayuntado  é  conjurado  para  ello,  que  en  dicho  ni  en  hecho  ni 
consentimiento  no  serían  unos  en  contra  de  otros,  é  que  si  alguno 
oyese  ó  por  tercera  persona  supiese  que  otro  andaba  en  tratos  de  mala 
disistión  é  perjudiciales  contra  el  dicho  don  Diego  é  de  lo  que  convenía 
á  todos  ellos,  ó  hobiese  dicho  palabras  escandalosas  para  alterar  volun- 
tades, las  declararía  luego,  lo  cual  decían  é  se  entendían  por  las  cosas  del 
servicio  de  Su  Majd.,  que  tan  odiosas  y  aborrecibles  eran  entre  los  dichos 
delincuentes,  sobre  muy  graves  juramentos  y  maldiciones,  lo  cual  decían 
que  había  de  durar  todo  el  tiempo  que  durase  la  guerra  contra  sus  ene- 
migos, é  que  los  susodichos  nombraban  por  sus  enemigos  al  dicho  señor 
Gobernador  y  á  los  servidores  de  Su  Majd.  questaban  en  su  compañía, 
y  así  es  muy  público  é  notorio:  digan  lo  que  saben,  etc. 

84.  Itera:  si  saben,  etc.,  que  por  más  atraer  el  dicho  don  Diego  y 
sus  secaces  los  que  les  seguían  á  su  opinión  é  se  sustentar  en  la  dicha 
tiranía  é  rebelión,  ansimismo,  entre  otras  cosas,  juró  de  guardar  los  di- 
chos capítulos  y  conjuraciones  que  entre  ellos  se  habían  hecho  en  tanto 
deservicio  de  Su  Majd.,  é  que  no  había  dado  á  persona  ninguna  cédula 
de  indios  ni  la  daría,  sino  que,  salidos  que  fuesen  de  la  dicha  cibdad  en 
demanda  del  dicho  señor  Grobernador  ó  los  servidores  de  Su  Majd.,  lla- 
mándolos enemigos  para  los  echar  de  la  tierra  é  castigarlos  conforme 
á  sus  deméritos,  quedarían  todos  los  indios  en  cabeza  del  dicho  don 
Diego,  é  que  los  repartiría  entrellos  conforme  á  los  deUtos  que  hiciesen 
los  dichos  sus  secaces  é  aliados  en  ejecución  de  la  dicha  su  demanda  é 
intención  é  voluntad,  donde  claramente  paresce  la  determinación  que 
tenían  para  destruir  é  matar  al  dicho  señor  Grobernador  é  á  los  servido- 


COLÍÍCCIÓIÍ  DB  DOCUMENTOS 


res  de  Su  Majd.,  é  alzarse  con  todos  estos  reinos  á  Su  Majd ,  y  üo 
noscelle  por  sefior  ni  obedecerle  á  él  ni  al  dicho  señor  Gobernador, 
dicho  es,  etc> 

85.  ítem:  bí  saben  é  ansí  es  público  é  notorio  quel   dicho  i(nx 
go  é  los  dichos  sus  aliados  é  secaces,  continuando  la   dicha  reí 
tiranías  é  desvergüenzas,  dijeron  inuclias  palabras  feas   y  de  gimaJ 
Gato  contra  la  imperial  persona  de  la  Sacra^  Cesárea,  Catóüca  Mñ] 
del  Emperador  y  Rey  nuestro  señor,  y  entre  ntras  cosas  dijeron  (ji 
amique  Su  Majeaüid  viniera  en  persona,  le  darjau  la  baiiillu  si  no  iúm 
ra  lo  que  ellos  quisiese^   pora"'  la  tierra  era  suya,  y  otras  p&kbraidl 


mucho  desacato:  digan  lo 
pusod  i  el  10  par  tico  lann  en  to*  m 

HíL  ítem:  si  pabeu  q 
la  oibdad  ik^  <iuito  y  8 
hasta  la  villa  de  Ouamti 
dichos  don  Diego  ysm 
buenos  raedioa,  sin  n 
íil  dicho  don  Diego  é  á  to^ 
gándoles  que  viniesen  al  í?e 
y  para  ello  muchas  é  diver 
luán  do  solamente  á  loB  que 


en  é  lo  que  lea  oyeron  decir  sobnk 

Seüor  Licenciado  y  Gobernador^ 
I  é  Trujillo  y  la  cibdad  de  loe  Iteyi 
pre  trabajó  y  procuró  de  radudr  á 
jecaces  al  íiervicio  de  Su  Majestad  c<}i 
ni  recuentro  de  batalla,  oseribitíndoli 
princ!i>a!ea  con  palabras  amorosa^ 
de  Su  Majestad  ú  t\\w  los  perdomtri 
m  Im  envió  seguros  y  perdones,  ixoq 
1  en  la  muerte  del  MarquéSv  é  á  toda 
lo»  demás  perdonándoles  sus  delitos,  y  se  viniesen  al  servicio  de  SaMa 
jestad  y  dejasen  la  compañía  del  dicho  don  Diego,  los  cuales  perdónela 
les  envió  con  muchas  é  diversas  personas  é  mensajeros  los  diesen  á  Im 
susodichos  é  se  fijasen  en  parte  donde  los  pudiesen  ver  y  leer  y  etiteB^' 
der  y  los  echasen  entrellos;  y  no  obstante  lo  susodicho,  el  diclio  don  Difr 
go  y  sus  ahadoa  é  socaces,  prosiguiendo  los  dichos  sus  dañados  ánimíi 
á  intinciones  y  las  dichas  conjuraciones  y  juramentos  que  tenían  b^ 
ehoSí  no  quisieron  venir  al  servicio  de  Su  Majestad  y  salieron  de  ladichi 
cibdad  del  Cuzco  con  las  dichas  juntas  de  gente  y  aparatos  de  guerra,  é 
mucha  artillería  y  armas  é  municiones  para  destruir  é  matar  y  desbaw* 
tíir  al  dicho  aefior  Gobernador,  como  dicho  es^y  alzarse  con  estos  dichos 
reinos  y  tenerlos  ocupados  á  Su  Majestad,  etc. 

87.  ítem;  si  saben,  etc.,  que  la  manera  que  tenían  acordada  é  orde^ 
nada  el  dicho  don  Diego  é  sus  aecaces  en  sus  conjuraciones  para  perma- 
necer en  sus  tiranías  y  traiciones  é  delitos,  y  defender  estos  reinos  ^  8u 
Majestad  y  á  sus  ministros,  de  ma^tr  al  señor  Licenciado  y  Goberaador 


j 


ÁLMÁGBO  Y  8Ü8  COMPAÑEROS  309 

^  á  todos  los  vecinos  de  la  tierra  ó  allegar  así  la  otra  gente  y  poner 
«n  los  puertos  algunos  arcabuceros  para  defensa  dellos,y  hacer  tresnaos 
'.,^  armada  con  mucha  artillería,  que  les  había  de  hacer  el  dicho  capitán 
■¿Pedro  de  Cfimdia,  é  tomar  á  Panamá  y  Nombre  de  Dios,  ó  correr  toda  la 
.  ooeta  desta  Mar  del  Sur,  y  echar  á  fondo  todos  los  navios,  y  en  tornándo- 

-  se,  hacer  otros  de  nuevo  lo  mismo  para  que  por  Méjico  ni  Nicaragua  ni 

-  por  otra  parte  alguna  se  pudiese  pasar  á  ellos;  é  cuando  con  todo  eso  se 
▼iesen  en  necesidad,  tratar  con  el  Rey  de  Francia  y  con  Berbería  para 
meter  gente  extraña  en  su  defensa,  etc. 

88.  ítem:  si  saben  que  por  mandado  del  dicho  don  Diego  y  sus  aUa- 
dos  y  secaces,  denlas  de  las  dichas  conjuraciones,  se  aliaron  éhan  conju- 

:  rado  cincuenta  soldados  é  arcabuceros,  sin  otras  personas,  de  buscar  al 
dicho  señor  Licenciado  é  Gobernador  con  el  hábito  de  Santiago  y  ma- 
tarle como  dicho  es:  digan  lo  que  saben,  etc. 

89.  ítem:  si  saben  que  todo  lo  que  ansí  tomaron  y  robaron  de  los 
quintos  é  derechos  reales  de  Su  Majestad  y  del  dicho  Bachicao  y  las  otras 
personas  particulares  en  la  dicha  cibdad  del  Cuzco,  é  lo  que  ansí  traje- 
ron de  los  Charcas  ó  Arequipa  é  minas  de  Porco,  y  lo  que  tomaron  y 
robaron  de  las  iglesias  é  monasterios  é  depósitos  é  bienes  de  difuntos, 
eomo  se  contiene  en  las  preguntas  antes  desta,  el  dicho  don  Diego  ó  sus 
secaces  é  capitanes  lo  repartieron  entre  sí  é  entre  la  dicha  gente  de 
guerra,  para  efetuar  su  propósito  é  conjuraciones,  é  se  defender  é  defen- 
der á  Su  Majestad  estos  reinos,  como  dicho  es,  para  que  fuesen  á  una 
con  ellos,  para  efetuar  su  mal  propósito,  etc. 

90.  ítem:  si  saben,  etc.,  que  todo  lo  susodicho  es  muy  púbUco,  evi- 
dente ó  notorio  en  estos  dichos  reinos,  entre  todos  los  vecinos  estantes 
y  habitantes  en  ellos. — El  Licenciado  León,  etc. 

E  luego  el  dicho  señor  teniente  general  tomó  su  confisión  al  dicho 
Juan  Rodríguez  Barragán  por  el  dicho  interrogatorio  é  por  las  pregun- 
tas que  su  merced  le  hizo  en  esta  manera,  etc. 

Escriptura  presentada  por  Juan  Rodríguez  Barragán  para  su  des- 
cargo, sacada  del  proceso  de  don  Diego  de  Almagro. 

Ilustre  muy  magnífico  señor: — Don  Diego  de  Almagro,  hijo  del 
adelantado  don  Diego  de  Almagro,  Gobernador  ó  Capitán  (Jeneral  que 
fué  de  la  Nueva  Toledo  por  Sus  Majestades,  parezco  ante  vuestra  seño- 
ría, y  quejo  criminalmente  de  Hernando  Pizarro  ó  de  los  demás  que  por 


810  ÜOti«ÜCl6ir  B«  DOOlTMEÍfTOB 

la  pesquisa  culpados  se  hallareD,  en  la  forma  é  manera   siguiente, 
Lo  primero,  que  reinando  en  las  Espafías   el  Emperador  j 
Reina,  nuestros  señores,  y  seyendo  en  la  Iglesia  de  Dios  Nuestro  S 
Pontífice,  etc.,  el  dicho  Hernando  Pizarro,  con  poco  temor  do  Dios  K 
tro  Sefíor  é  de  la  real  justicia,  con  diabólico  pensamiento  é  dafiada 
tinción,  en  los  días  de  loa  meses  de  loa  años  del  año  de  mili  ó  quitii^ 
é  treinta  é  uno  é  treinta  é  dos  ó  treinta  é  tres  é   treinta  é  exiaí^ 
treinta  ó  cinco  é  treinta  é  seis  é  treinta  é  siete  ó  treinta  é  ocho  é 
é  nueve  años,  basta  salir  deste  reino,  con  gran  violencia  é  dañada  intej 
don»  cometió  los  delitos  siguientes,  etc.; 

Lo  primero,  que  habiendo  ido  el  Gobernador  don 'Francisco 
á  capitulai'  con  Su  Majd.  la  gobernación  de  la  Nueva  Castilla,  é 
mar  los  sarvictoa  quel  adelantado  don  Diego  de  Almagro,  mi  [lad 
había  hecho  á  Bu  Majd.  eu  haber  seido  primer  fundador  de  Iñ  di< 
conquista,  é  pedir  laa  mercedes  para  ambos,  el  dicho  Hernando  Pi; 
se  juntó  en  píirtes  secretas  con  el  rlicho  Gobernador,  su  hermano,  c 
dijo  que  pidiese  para  si  é  dejaae  al  dicho  mi  padre,  quél  vemía  coa 
porque  en  los  reinos  despaña  no  podfa  estar  ni  osaba,  porquestália 
denado  á  muerte,  é  muertes  de  muchos  delitos  que  habla  cometído; 
cuyo  consejo  ol  dicho  don  Francisco  Pi?.arro  dejó  de  pedir  para  al 
cbo  mi  padre  las  mercedes  en  pago  de  sus  servicios  é  de  le  infoi 
del  los  p  tomando  para  sí  la  dicha  honra,  todo  por  industria  del  did 
Hernando  Pizarro  é  por  su  mala  in tinción,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  habiendo  el  dicho  mi  padre  gastado  su  bacieotli 
y  empeñádose  en  mucha  cantidad,  habiendo  hecho  mucho  socorro  d« 
gente,  armas  é  caballos  para  la  dicha  conquista^  é  buscando  mucha  srimg 
de  pesos  de  oro»  el  dicho  don  Francisco  Pizarro  llevó  para  negociar  ^\¡B] 
negocios,  y  del  dicho  mi  padre,  venido  con  la  gobernación,  trujo  conmi- 
go á  sus  hermanos  Heniímdo,  é  Juan,  é  Gonzalo  Pizarro  é  Frmmm 
Martín,  é  habiéndolos  desempeñado  é  pagado  por  ellos  el  dicho  miptdre 
loe  fleites  é  debdas  que  debían  é  habiéndolos  socorrido  con  las  cosas  nes- 
cesarias,  &vorescído  con  navios,  gentes,  armas  é  caballos  é  mantenimien- 
toB  para  la  dicha  jomada,  y  hecho  por  el  dicho  Hernando  Piaiarro  más  y 
más  de  lo  que  pudiera  hacer  su  padre^  seyendo  \'ivo,  ido  en  la  dicha  con- 
qtnstacon  los  dichos  favores,  en  lugar  de  él  ser  amigo,  ingrato,  intentó  <fe 
hacer  con  el  dicho  Francisco  Pizarro  que  deshiciese  la  compañía,  é  h 


ÁLMÁORO  Y  SÜ8  COMPAÑEROS  311 

intentó  muchas  é  muchas  veces,  hasta  llegar  á  Cajamarca,  segund  es  pú- 
blico ó  notorio,  etc. 

Lo  otro,  quel  dicho  Hernando  Pizarro,  como  malo  é  ingrato  é  de 
mala  incUnación  é  voluntad,  no  solamente  usó  de  las  ingratitudes  contra 
el  dicho  mi  padre,  pero  en  las  partes  de  Cajamarca  contra  los  compañe- 
ros, usando  de  tiranía,  tomó  para  sí  mucha  suma  de  pesos  de  oro,  en  más 
cantidad  de  cient  mili,  sin  razón  é  cuenta,  persuadiendo  al  dicho  Gober- 
nador, su  hermano,  le  diese  lo  que  no  merescía  ni  había  ganado,  é  qui- 
tallo  á  otros  que  mejor  quél  lo  habían  servido,  por  cuya  cabsa  é  por  ser 
hombre  diabóüco  ó  malo,  le  dio  lo  que  quiso  el  dicho  Gobernador,  é  los 
conquistadores  que  con  él  andaban  sin  se  lo  osar  contradecir,  tomando 
y  encubriendo  lo  que  más  pudo,  por  manera  que  quedó  con  lo  que 
quiso,  y  está  claro  por  la  notoriedad  de  lo  que  llevó  á  los  reinos  despa- 
tia  é  renta  que  compró,  pues  él  no  tenía  otra  granjeria  sino  lo  que  le 
cabía  de  parte;  é  dándole  lo  justo,  conforme  á  sus  servicios,  él  podría 
caber  seis  ó  siete  mili  pesos,  ó  diez  cuando  mucho;  é  porque  querían 
reclamar  algunas  personas,  amigos  é  criados  suyos  que  lo  sabían,  les 
hizo  dar  más  partes  de  lo  que  merescían  sin  les  pertenescer,  seyendo  el 
dicho  Hernando  Pizarro  principal  inventor  de  la  tiranía;  por  tal  lo 
acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  que  por  ser  el  dicho  Hernando  Pizarro  soberbio,  mal 
criado  é  que  trataba  mal  á  muchas  personas,  poniendo  escándalos  entre 
unos  entre  otros,  fué  acordado  entre  el  dicho  mi  padre  é  Gobernador  don 
Francisco  Pizarro  de  le  enviar  á  los  dichos  reinos  despañas  á  negociar  sus 
negocios  dentrambos,  obligándose  el  dicho  Hernando  Pizarro  de  hacerle 
verdadera  relación  á  Su  Majd.  é  á  los  del  su  Consejo  de  los  servicios 
quel  dicho  mi  padre  á  Su  Majestad  había  hecho  en  el  descubrimiento  é 
conquista  de  la  tierra,  para  que  Su  Majd.  hiciese  merced  al  dicho  mi 
padre  de  la  gobernación  del  Nuevo  Toledo,  el  cual,  habiéndose  ofrecido 
de  lo  capitular  é  hacer  ansí,  estando  en  los  reinos  despaña,  en  lugar  de 
complir  lo  que  quedó  é  á  que  fué  enviado,  procuró  de  disfamar  al  dicho 
mi  padre  con  mentiras  é  traiciones,  procurando  que  no  se  le  diese  lo 
que  tan  justamente  había  merescido;  é  porquel  dicho  mi  padre  había 
dado  otros  poderes  á  Mena  é  otras  personas  é  vieron  lo  quel  dicho  Her- 
nando Pizarro  hacía,  informaron  á  Su  Majd.  de  la  verdad,  por  lo  cual 
Su  Majd.  hizo  la  dicha  merced  al  dicho  mi  padre;  é  visto  por  el  dicho 


312  COLECCió'ír  DE  DOCUMENTOS 

Hernando  Pizarro  que  su  dañada  intención  no  había  bastado  por  colar 
su  mala  intención,  ya  que  la  merced  estaba  prometida,  usó  del  pod» 
que  del  dicho  mi  padre  tenía,  ó  Su  Majestad  firmó  la  dicha  merced  de 
la  dicha  gobernación,  y  le  fueron  entregadas  al  dicho  Hernando  Pizarro 
las  provisiones  ó  mercedes  que  Su  Majd.  al  dicho  mi  padre  había  fecho 
de  la  dicha  gobernación,  teniendo  en  su  poder  el  dicho  Hemando*Pia- 
rro,  las  retuvo  en  sí  más  de  dos  años,  sin  escribir  ni  avisar  de  lo  que  se 
había  fecho,  hasta  quel  dicho  Hernando  Pizarro  vino  de  los  reinos  des- 
paña, año  de  quinientos  é  treinta  y  seis  años;  é  venido,  las  retuvo  más 
de  seis  meses,  dando  cuenta  al  dicho  Gobernador  de  lo  que  había  hecho 
en  estorbo  de  la  dicha  negociación  é  como  no  había  podido  ser  más  é 
porque  los  servicios  del  dicho  Adelantado  eran  notorios,  todo  lo  casi 
contra  el  servicio  de  Su  Majestad  é  con  diabóUcos  pensamientos  é  da- 
ñada intención  é  contra  el  dicho  mi  padre  tenía  é  la  palabra  que  le  ha- 
bía dado,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  venido  el  dicho  Hernando  Pizarro  á  la  cibdad  de 
de  los  Reyes  el  dicho  año,  con  los  dichos  despachos,  seyendo,  como  es, 
caballero  de  la  Orden  de  Santiago,  é  conforme  al  establecimiento  de  sa 
Orden,  sin  principal  licencia  del  príncipe  ó  administrador  della,  no  pn* 
(liendo  tener  cargo  de  justicia  é  habiendo  resumido  corona  por  mudw» 
delitos  inormes  que  había  hecho  en  los  reinos  despañas  y  en  otr^ 
partes,  hizo  con  el  dicho  Gobernador  Pizarro,  su  hermano,  le  hiciese  su 
lugarteniente,  contra  el  tenor  de  los  dichos  establescimientos  é  leyes  ca- 
pitulares de  la  Orden,  é  leyes  é  premáticas  del  reino  en  impedimento, 
el  dicho  Gobernador  le  hizo  su  lugarteniente  ó  rescibió  en  sí  los  dichos 
cargos,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  como  el  dicho  Hernando  Pizarro  siempre  b¡é 
absoluto  é  tirano  con  el  dicho  cargo,  lo  fué  más  en  la  cibdad  del  Coico, 
donde  fué  á  usar  el  cargo  de  teniente,  ansí  por  robar  la  tierra  oíhi» 
por  no  complir  el  mandado  de  Su  Majestad  en  lo  tocante  á  la  gobeiw- 
ción  del  dicho  mi  padre,  cuyas  mercedes  había  traído;  y  no  contento  ood 
el  aparejo  que  con  la  dicha  vara  tenía  de  robar  é  tiranizar,  el  dicho Her 
nando  Pizarro  pidió  al  dicho  Gobernador  le  diese  otros  provechos,  áfc 
cual  le  respondió  que  al  Cuzco  iba,  é  quel  Inga  le  daba  á  cargo,  q» 
harto  provecho  era,  que  se  aprovechase  del  á  su  voluntad,  que  allá  se  b  i 
entregaba;  lo  cual  era  gran  deservicio  de  Su  Majd.  é  desasosiego  da  to  ■ 
naturales,  etc. 


ALVAOBO  T  8Ü8  COMPAKfiROB 


313 


otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pizarro,  llegado  á  la  dicha  cib- 
Cuzco,  constando! e  ser  la  gobernacitSn  del  dicho  mi  padre,  por 
capitulación  qu«  con  Su  Majestad  capituló  é  trajo  en  nombre  del 
bo  mi  padre,  las  provisiones  y  mercedes  que  Su  Majd.  le  había  be- 
■lín  embargo  de  las  cuales  ae  hixo  rescibir  por  teniente  general  en 
Smdad  del  Cuzco  é  rescibió  en  sí  el  cacique  Inga,  sefior  deste  reino, 
juaJ,  después  de  lo  haber  rescibido,  le  aaeó  mucho  oro  é  plata  que  te- 
cual  le  sacó  con  halagos  é  ruegos,  é  para  mejor  traerlo  á  au  pro- 
|f,  usó  una  cabtela  el  dicho  Hernando  Pizarro:  antea  que  entrase 
3ZC0»  supo  quel  capitán  Rojas  lo  tenía  preso  con  ima  cadena 
se  había  alzado  la  jiroFincia  de  Anconcagua  é  se  decía  quel  di- 
iga  lo  había  mandado:  eacrihió  una  carta  que  lo  soltasen  é  le  di- 
que  Hernando  Pizarro  lo  mandaba,  todo  por  granjear  al  dicho 
I  por  lo  cual  é  por  las  cabtollae  é  lisonjas  que  con  él  tuvo,  le  sacó 
cantidfld  de  cincuenta  mili  pesos  de  oro,  forzable  é  temeraria- 
^,  en  lo  cual  cometió  ddito,  etc. 

otro»  digo  qu%  después  que  buenamente  sacó  lo  que  pudo  al 

Inga,  procuró  de  lo  atemorizar  prendiéndolo,  é  echándole  una 

I,  lo  tuvo  en  su  casa  debajo  de  una  escalera,  poniéndole  muchos 

es,  que  lo  había  de  quemar  por  la  prisión  pasada,  el  cual  lo  había 

tsin  ver  el  proceso  de  su  prisión,  si  era  justicia  ó  no,  por  cuya 
é  temor  el  dicho  Inga  le  dio  mucha  suma  de  pesos  de  oro,  entre 
L  le  dio  dos  ó  tres  bustos  grandes  de  oro,  que  pesaron  diesi  é  sais 
é  siete  mili  castellanos,  sin  las  demás  cantidades,  con  lo  cual  el 
bo  Inga  resgató  su  prisión,  con  gran  tiranía  del  dicho  Hernando  Pi- 
y,  é  por  tal  le  acuso,  etc, 

otro,  digo  que  la  cabtela  quel  dicho  Hernando  Pizarro  tuvo 
indar  la  dicha  prisión  del  dicho  Inga,  fué  decir  y  levantar  que 
[escondido  á  Paulo,  su  hermano,  estando  el  dicho  Paulo  con  el  di- 
padre serviendo  á  Su  Majd.  setecientas  leguas  del  Cu/.co;  y  otras 
[le  decía  que  se  quería  alzar  y  no  podía  dejar  de  le  quemar,  por 
ibsa  le  dio  el  dicho  presente  de  bustos  de  hombres  de  oro  é  fué 
seyendo  antes  el  dicho  Inga  raaltraptado  de  Juan  é  Gonzalo  Piza* 
iiB  hermanos  del  diclio  Hernando  Pizarro,  que  con  la  dicha  tiranía 
^ían  tenido  preso,  tomado  sus  mujeres  y  hermanas  é  tierras  é  in- 
^bándole  su  casa  é  hacienda,  meándole  y  escupiéndole  el  rostro, 
le  de  coces  é  bofetadas,  llamándole  perro,  habiéndole  tenido  con 


314  COLECCIÓN  DE  DDCUUENTÓg 

una  cadena  al  pescuexo,  en  parte  pública,  donde  la  gen  te  paBaba,  ievenáo 
el  mayor  señor  que  entre  infieles  ha  habido  en  el  mundo,  pues  sefiD 
teaba  doa  mili  leguas  de  tierra  de  luengo  de  costa;  rescibió  los  dichos 
vituperios  de  los  dichos  Juan  Pizarro  é  Gonzalo  Pkarro  é  de  los  goaidar 
que  goardaban  sus  criados  é  amigos,  que  fueron  Diego  Maldonado,  P*- 
dro  del  Barco,  Pedro  Pizarro,  Gonzalo  Macalla,  Alonso  de  Toro^  Fran 
cisco  de  Solares,  Gregorio  Setiel,  Alonso  de  Mesa  é  otras  penionas  qii^ 
por  la  pesquisa  parescerán;  todos  los  cuales  dichos  vituperios  el  pofai^ 
Inga  rescibía  por  ie  tomar  su  hacienda,  mujeres  é  hijas,  como  &e 
tomaron  é  robaron  muchas  veces;  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pimrro,  como  hombre  tirazto, 
np  contento  con  lo  quel  dicho  Inga  le  habia  dado  é  de  las  priaionea  pi- 
sadas, le  pidió  el  busto  de  Guainacaba,  con  tripas,  el  cual,  por  el  justo 
temor  que  tenía,  se  lo  prometió;  é  dijo  que  quería  llamar  á  Villaonm, 
capitán  del  Sol,  que  andaba  alxado  porque  se  había  venido  huyendo  al 
tiempo  que  iba  con  el  Adelantado,  mí  padre,  á  las  provincias  de  Chile, 
le  hiciese  un  presente,  el  cual  vino  é  dio  al  dicho  Hernando  Puarro 
ciertos  jarros  é  iñzns  é  saleros  de  oro,  é  con  cierta  cantidad  en  tejue- 
los de  oro;  y  el  dicho  Villaoma  le  dijo  que  le  perdonase,  quél  que- 
ría ir  con  el  dicho  Inga  á  sacar  el  diclio  busto  de  Guaiiiacaba;  y  el 
dicho  Hernando  Pizarro,  en  lugar  de  prender  al  dicho  Villaoma,  pues 
lo  teoía  en  su  poder  porque  se  había  aleado,  é  habiendo  querido  ma- 
tar al  dicho  mi  padre  en  la  provincia  de  Tu  pisa,  yendo  en  el  dicho 
viaje»  como  fué  público  é  notorio,  el  dicho  Hernando  Pizarro,  hablen 
do  muerto  á  muchos  españoles  que  iban  en  su  seguimiento  del  dicho 
mi  padre,  seyendo  tan  obedescido  entre  indios  como  el  Papa  eatre 
cristianos,  cegándole  su  diabólico  interese  y  cobdicia,  no  miranda  el 
servicio  que  á  Su  Majd.  se  hacía,  lo  envió  con  el  dicho  In^  á  sacar  el 
íücho  busto,  semana  de  Lástaro,  del  alio  de  quinientos  é  treinta  é  áete: 
donde  se  fueron  é  no  volvieron,  alzando  la  tierra  por  el  justo  ternera 
tiranía  del  dicho  Hernando  Pizarro,  del  cual  alzamiento  redundaron  da 
flos  tan  grandes  en  toda  esta,  tierra  han  suscedido,  etc. 

Lo  otro,  digo  que  en  el  dicho  tiempo  encontró  con  el  dicho  IngR 
Alonso  García  Camarilla,  diez  legoas  de  la  dicha cibdad  del  Cuzco,  ele 
dijo  el  dicho  Inga  que  dijese  á  Hernando  Pizarro  y  á  los  españoles  quél 
se  iba  por  temor  del  dicho  Hernando  Pizarro  e  por  las  injurias  é  malos 
tratamientos  que  del  é  de  sus  criados  é  amigos  había  rescebido;  é  tam 


XlMAOnO   T  BÜ8  COMPANEEOS 


315 


bióü  porque  no  podía  complir  con  él  la  cantidad  de  oro  que  le  pedía;  é 

lue  por  la  dicha  cabsaiba  alzado;  que  dijese  á  los  españoles  que  se  apa* 

Bjasen,  que  ninguno  dellos  había  de  dejar  vivo  en  la  tierra,  Dende  en 

ielante  el  dicho  Inga  alzó  la  tierra  toda  é  se  rebeló  contra  el  servicio 

|e  Su  Majd.,  poniendo  cerco  á  la  cibdad  del  Cuzco  é  Lima,  ó  mató  juntos 

cuadrillas,  é  por  los  tambos,  más  de  mili  é  quinientos  hombrea  é  robó 

lucha  cantidad,  enumerable  cantidad  de  mercaderías,  mató  más  de 

luinientos  caballos,  robó  más  de  dos  millones  de  valor  de  hacienda,  por  los 

IOS  é  por  las  partea  donde  hizo  la  guerra:  fué  tanta  la  crueldad,  que 

reacia  bien  estar  sentido  é  afrentado  de  las  injurias  pasadas;  sobre  el 

Juzco  hizo  tal  guerra  é  tuvo  tal  cerco,  que  quemándolo  é  abrasándolo, 

ivo  sobre  él  y  sobre  la  cibdad  de  Lima   hasta  tanto  quel  dicho  mi 

re  vino  á  las  descercar;  todo  lo  cual  el  dicho  Hernando  Pizarro  hizo 

[)r  robar  al  dicho  Inga  todo  el  oro  ó  plata  que  tenía,  seyendo  asoluto  é 

ino  por  tener  juridición  é  mando  en  la  tierra  de  Su  Majd.;  por  lo  cual 

^Majd,  perdió  de  sus  quintos  é  derechos  reales  más  de  quinientos  mili 

I  de  oro  de  más  del  interese  que  se  dejó  de  haber  en  la  tierra  y  de  las 

inertes  de  los  dichos  españoles;  todo  lo  cual  á  culpa  y  cabsa  del  dicho 

temando  Pizarro,  como  tiraDo,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pizarro^  como  tirano  é  absoluto 

en  menosprecio  é  desacato  de  Su  Majd.,  después  de  ser  resabido  por 

íniente  del  dicho  Cuzco,  tomó  una  vara  quebrada  é  pegada  con  cola  é 

fizo  quebradiza,  por  tener  achaque  de  no  traer  más  vara,  desprecián- 

3se  dello  é  no  la  quiso  traer  en  adelante  ni  trujo  en  todo  el  tiempo 

lestaba  en  la  tierra;  antes  juzgaba  é  libraba  por  su  propia  autoridad 

que  quería,  sin  que  nadie  le  osase  llamar  teniente  de  palabra  ni  en 

ripto  ni  decir  cosa  fuera  de  su  voluntad:  antes  como  absoluto  ó  malo 

liaba  en  la  dicha  tiranía,  etc. 

Lo  otro,  el  dicho  Hernando  Pizarro,  por  ser  absoluto  é  tirano,  que  no 

lía  á  Dios  ni  al  Rey,  se  desistió  del  cargo  que  tenía  de  teniente  de 

jbernador,  por  abto  en  el  cabiüdo  é  ante  escribano,  é  habiéndose  desis- 

Jo  usaba  el  cargo  de  justicia  cuando  quería  en  favor  de  su  hacienda, 

dbdos  é  criados,  é  cuando  no  quería,  decía  que  no  era  teniente,  ya  estaba 

ástido,  por  en  lo  cual  cometió  delito,  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  el  dicho  Hernando  Pizarro,  usando  3\i  absoluta  tiranía  en  e! 
icio  y  emprestado  que  Su  Majestad  le  había  cometido,  habiéndole 
idado  que  fuese  de  las  personas  que  se  habían  hallado  en  la  toma 


316  COLECCIÓN    DE    DOCUMENTOS 

de  Atabalipa  é  que  fuese  voluntario,  sin  hacer  apremio  ninguno  á  sus 
subditos  é  vasallos,  é  que  sí  tuviese  respeto  al  provecho  que  cada  uno 
había  recibido;  y  el  dicho  Hernando  Pizarro,  en  lugar  de  lo  hacer  ansí, 
hizo  repartimiento,  no  mirando  al  servicio  de  Su  Majestad,  ni  facultad 
que  para  ello  traía  ó  instrucción  que  Su  Majestad  le  había  dado;  antes 
por  fuerza  é  contra  voluntad  de  los  vecinos  les  echó  imposición  é  tribu' 
to,  tomando  por  fuerza  en  las  fundiciones  y  sus  casas  á  dos  y  á  tres  mil 
pesos  de  oro,  á  vecinos  é  no  vecinos,  mercaderes  é  traptantes,  ansí  délos 
que  se  hallaron  en  la  prisión  de  Atabalipa  como  de  los  que  habían  ha- 
bido partes,  echando  más  cantidad  é  imposición  á  quien  más  odio  tenia, 
de  que  toda  la  gente  estaba  escandalizada;  todo  lo  cual  hacía  so  color 
que  Su  Majestad  se  servía  dello,  contra  la  dicha  instrucción  ó  mandado 
de  Su  Majestad;  no  mirando  cuan  justo  Príncipe  tenemos  ó  con  cuánta 
razón  é  justicia  é  beninamente  trapta  á  sus  subditos  é  vasallos,  el  dicho 
Hernando  Pizarro  hacía  el  dicho  repartimiento  dejando  á  sus  hermanos, 
amigos  é  criados  sin  les  pedir  ni  tomar  cosa;  ó  dado  que  de  su  voluntad 
lo  habían  dado  é  ofrescido  algunos,  se  lo  tornaba  á  volver,  apremiando 
á  los  enemigos  con  prisiones  ó  vejaciones  é  á  los  demás  favoreciendo, 
haciendo  otros  insultos  que  por  la  pesquisa  parescerán,  á  la  cual  me 
remito,  etc. 

Lo  otro,  digo  quol  dicho  Hernando  Pizarro,  menospreciando  á  Su  Ma- 
jestad ó  á  su  justicia  como  hombro  absoluto,  dijo  que  no  se  le  daba  dos 
maravedís  por  Dios,  ni  por  el  Rey,  ni  por  el  Papa;  é  que  le   habían  de 
hacer  honra  por  los  cargos  que  de  Su  Majestad  tenía,  sino  por  su  per- 
sona, no  consintiendo  que  le  llamasen  teniente  en  juicio  ni  fuera  del;  é 
si  alguno  se  lo  llamaba,  él  trataba  mal  é  decía  que  las  mercedes  que  Sa 
Majestad  hacía á  los  questaban  en  ludias  era  tomarles  la  mitad  de  loque 
tenían,  é  otras  palabras  escandalosas,  haciendo  por  su  propia  abtoridad 
muchas  cosas  absolutas,  así  en  el  cargo  de  la  justicia  como   en  otra  ma- 
nera, como  fué  después  de  muerto  Juan  Pizarro,  su  hermano,  nombrarse 
capitán  general,  sin  tener  poder  para  ello,  lo  cual  usaba  por  tener  mis 
aparejo  de  tiranizar  la  tierra  é  de  ser  absoluto,  como  lo  era;  é  por  tal  lo 
acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pizarro  hacía  las  dichas  tirana  ^ 
otras,  so  color  de  los  dichos  cargos,  asolutamente,  quemando  muchos 
indios  principales  por  les  sacar  oro,  plata,  maltraptando  muchos  eg»- 
fióles,  dándoles  de  coces,  palos,  deshonrándolos  de  bellacos,  porqueros. 


ALMáGEO  Y  SVB   COMFÁNEBOd 


317 


Bvol viendo  unos  con  óticos,  é  á  los  oficiales  de  Su  Maj,  con  el  pueblo 
3o,  deciendo  al  procurador  contra  el  tesorero  Alonso Riquelme,  que  por 
*[\ié  no  le  apedreaban,  é  ahorcaba  á  los  hombres  por  los  pies,   1  inri*  n do 
otros  cosas  de  tiranías,  seyendo  absoluto  é  tirano  en  todo,  etc 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pizarro,  continuando  en  la  di- 
la  tiranía  asolutámente,  tenía  opresos  é  atemorizados  los  alcaldes  é 
ídores,  no  embargante  que  eran  puestos  y  hechos  por  su  mano  é 
voluntad,  é  cuando  no  querían  hacer  lo  quól  mandaba,  decía  á  sus  mo- 
€  Échame  acá  un  palo,  y  á  esos  villanos  del  cabildo  yo  haré  que  hagan 
que  les  mando»,  é  ansí  lo  hacía;  el  cabildo,  por  el  justo  temor,  tenién- 
loee  por  opreso  del  dicho  Hernando  Pizarro,  é  todo  el  pueblo  viéndose 
Rebajo  de  la  mano  de  un  hombre  tan  tirano,  decían  que  viniesen  moros 
turcos  á  los  sacar  de  su  poder,  etc. 

Lo  otro,  digo  que  acuchillaba  dentro  de  la  iglesia  á  muchos  vecinos, 
>mo  fué  á  To!nás  Vázquez,  que  dentro  de  la  iglesia  le  dio  una  cucbi- 
ida  con  un  puñal,  é  corrió  tras  Valdevieso  por  la  dicha  iglesia,  salién- 
della  el  dicho  Valdevieso  porque  no  le  vaha,  y  traptó  mal  á  muchos 
ticuhures;  é  otras  veces  decía  á  sus  criados  que  les  diesen  de  palos  é 
ichilladas  á  los  quél  quería,  é  ansí  lo  hacían  los  dichos  sus  criados,  sin 
lúe  la  justicia  los  castigase  ni  osase  por  miedo  del  dicho  Hernando  Pi- 
ro, porque  no  los  traptase  mal,  como  los  traptaba,  etc. 
Lo  otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pizarro,  estando  alzado  el  dicho 
ó  cercada  la  diclm  cibdad,  habiendo  de  favorescer  é  hacer  buenos 
¡iptamientos  é  obras  á  los  indios  amigos  questaban  en  la  cibdad  ser- 
ondo é  favoresciendo  á  los  esf»añoles,  en  lugar  de  les  dar  algunas  joyas 
su  casa  para  que  se  arrimasen  ansí  á  los  questaban  como  á  los  que 
lian  de  paz,  no  lo  hacía  así,  antes  los  que  venían  de  paz  no  los  resci- 
sin  que  le  diese  cada  uno  por  peso  cierta  cantidad  de  oro  é  tributo, 
^teniendo  para  ello  peso  público  en  la  plaza,  al  pie  de  la  picota,  dicien- 
quel  Inga  le  había  de  dar  cient  mili  pesos,  y  que  como  se  alzó  no  se 
dio,  y  que  agora  los  indios  que  viniesen  de  paz  se  los  habían  de  pa- 
r,  é  tenía  sus  yanaconas  para  que  lo  cobrasen  y  le  diesen  cuenta  con 
peso  é  pesa  de  diez  pesos,  que  era  lo  que  cada  uno  había  de  tiar, 
[acepto  los  principales  é  señores  con  el  dicho  Hernando  Pizarro  se  ha- 
bían de  convenir:  todo  lo  que  hacía  como  hombre  tirano  é  asoluto;  é  por 
lo  acuso,  etc. 
Lo  otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pizarro,  usurpando  la  suprema 


318 


OOLEOGZÓir  J>S  DOCÜHBKTOe 


de  Su  Maj.,  á  los  yanaconas  qtie  ©n  la  cibdad  habla  en  defensa  delJ 
que  servían  á  los  españoles  é  sin  ellos  no  se  pudieran  valer  ni  defenderJ 
en  lugar  de  los  favoresoer,  les  llevaba  cierta  cantidad  de  oro  é  plata, 
lo  cual  algunos  dellos  se  iban  huj^endo  de  su^  amos  al  Inga,  ó  le  dabfli}] 
aviso  como  había  de  hacer  la  guerra  á  loa  dichos  espafloled  é  peto 
contra  los  cristianos,  etc. 

Lo  otro,  quel  dicho  Hernando  Pizarro,  usando  au  tiranía  é  levaat 
miento,  hizo  dar  de  palos  á  Ortiz  é  los  mandó  dar  á  un  Viilanaera 
mercader,  y  al  que  se  los  fué  á  dar,  seyendo  un  hombre  desalmado  y  A^ 
baja  condición,  le  dio  indios  de  repartimiento»  por  premio  de  los  dicho 
palos  del  dicho  Villauueva,  aeyendo  el  dicho  Villanueva  hombre  hoc 
do  é  rico,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pizarro,  porque  quería  mal 
capitán  Grabiel  de  Rojas,  seyendo  alcalde  el  afio  de  quinientos  y  treinta 
é  siete,  porque  hacía  justicia  é  castigaba  á  los  culpados,  hizo  á 
Martínez  é  á  Juan  de  Mazariegos  se  atravesasen  de  palabras  con  él  é  I 
diesen  de  cuchilladas,  ó  por  el  dicho  mandado  é  avilanteza  lo  hicien 
El  dicho  Hernando  Pizarro  prendió  fingidamente  al  tlicho  Lucaí?  JUr 
tinez,  deciendo  él  que  raás  enojo  tenía  de  no  haber  muerto  al  dicho  i 
pitan,  que  por  lo  que  fizo;  é  sin  le  sentenciar  ni  hacer  proceso,  le  «olWl 
diciéndole  que  había  seido  muy  ruin  hombre  y  por  poco  el  dicho  Lum  | 
Martínez,  dando  á  entender  qué!  había  mandado  que  se  hiciese  lo  suío 
dicho,  etc. 

Lo  otro,  quel  dicho  Hernando  Pizarro,  usando  su  tiranía,  dijo 
chas  veces  palabras  feas,  injuriosas  contra  los  alcaldes  é  regidortf 
cabildo,  diciendo  que  si  el  cabildo  le  fuese  á  la  mano  en  algunas  i 
que  quisiese  hacer,  que  les  daría  de  palos,  y  otras  veces,  cuando  le  i 
á  rogar  algo  los  alcaldes,  les  decía:  «Bésame  en  el  culo»;  é  porque  I 
del  Barco  ó  Diego  Méndez  dieron  voto  é  parescer  contra  la  voluntad^ 
Hernando  Pizarro,  les  quitó  las  capitanías  que  tenían  de  gente  df  | 
é  porque  Alonso  Dalva,  escribano,  no  quería  hacer  las  falsedaílc 
quería,  le  quitó  el  oficio,  sin  haber  c^bsa  pai-a  ello,  é  ansí  hizo  « 
escribanos  porque  no  avisaban  de  lo  que  á  él  convenía  contra  I»  < 
debían  hacer  con  los  dichos  sus  oficios. 

Lo  otro,  quel  dicho  Hernando  Pizarro  sacó  á  Villaoma  raucb 
tidad  de  oro  que  tenía  é  lo  traptó  mal,  siendo  capitán  del  So! 
prometió  de  dar  un  hombre  de  oro  macizo,  le  soltó  despinta 


ALMAGRO  Y  &VB   COMPAÑEROS 


319 


JO  malos  traptñinientoa  é  amenazas;  y  el  dicho  Villaoma  persuadió 
Lcho  Inga  á  que  ficies©  el  dicho  alzamiento  y  le  hizo  alzar  y  estar  de 
rra,  en  gran  perjuicio  de  la  tierra  é  desacato  de  Su  Majd.;  todo  á  cul- 
leí  dicho  Hernando  Pizarro,  ate, 

Kio  otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pizarro  fué,  estando  en  ia  dicha 
TC  del  Cuzco  é  su  comarca,  contra  las  provisiones,  leyes  é  ordenan - 
Su  Majd.  é  usurpación  de  su  real  hacienda  y  en  daño  de  los  di- 
aaturales,  sacó  é  desenterró  mucha  cantidad  de  oro  é  plata  de 
ras  y  enterramientos  de  señores,  apremiando  á  muchos  señoree 
acipales  para  que  le  dijesen  del,  contra  el  tenor  y  forma  de  una  cédu- 

Ílu  Majd.  en  que  aplicaba  para  sí  el  tesoro  de  los  enterramientos  de 
ores  pasados,  la  cual  cédula,  habiéndola  visto  é  leído  el  dicho  Her- 
Pizarro,  fingía  é  publicaba  quel  dicho  Inga  se  lo  había  dado,  y  el 
Ú  Hernando  Pizarro,  como  asoluto  é  tirano,  á  las  personas  que  tenían 
í  plata  habido  de  enterramientos,  en  lugar  de  lo  aphcar  para  Su  Ma. 
^  ó  lo  dar  á  sus  dueños,  se  lo  tomaba  por  ñierza  para  sí,  como  ñié  á 
sastre^  y  á  maestre  Juan,  y  á  Hernán  Ponce,  que  les  tomó 
cántaros  de  oro  é  plata  que  sacaron  de  enterramientos;  toda  lo 
t>mo  absoluto  é  Urano,  etc. 
otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pizarro,  como  tirano,  sin  prece* 
onnación  alguna,  dio  tormento  a  Orozco,  é  lo  quiso  dar  á  Juan 
&z  de  Osuna»  seyendo  hijodalgo  el  dicho  Juan  Vázquez,  solamen- 
Jue  un  criado  suyo,  Pedro  de  la  Mina,  füjo  que  lo  habían  querido 
¡llar,  é  tuvo  preso  mucho  tiempo  al  dicívo  Juan  Vázquez,  seyendo 
ición  y  maldad,  según  lo  publicó  el  dicho  Pedro  de  la  Mina,  que 
rgo  de  su  conciencia  declaraba  ser  mentira  lo  que  habla  dicho, 
smo  quitó  de  alcaide  de  la  fortaleza  al  capitán  Juan  Ortiz,  ba- 
ila sostenido  un  año  á  su  costa  é  misión,  porque  favoresció  á  Vi- 
lya,  mercader,  que  un  criado  del  tücho  Hernando  Pizarro  no  le 
palos,  etc, 
»  o^ro,  digo  que  mandó  á  Lujan  que  matase  á  don  Alonso  Enrí- 
I  lo  intentó  y  cometió  á  hacer  el  dicho  Lujan  y  se  retrajo  á  la 
y  el  dicho  Hernando  Pizarro  le  favoresció  é  daba  de  comer  al 
liujáa,  que  tuvo  forma  y  estruciones  para  quel  dicho  don  Alonso 
amigo,  y  el  dicho  Hernando  Pizarro  no  lo  castigó  ni  castigó  al 
?edro  de  la  Mina,  todo  por  su  interese  é  mandado,  etc, 
I  otro,  <jue  por  enemistad  quel  dicho  Flernando  Pizarro  tuvo  al 


320  COLECCIÓN  DE  DOCÜXSKTOS 

dicho  Hernán  Ponce,  por  le  hacer  mal  y  dafto,  sin  haber  cabaa  algaot 
quo  justa  fuese,  [le  ahorcó  un  cacique  principal,  de  que  todos  los  indioi 
amigos  rescibieron  mucho  enojo  é  sentimiento,  por  haber  seido  mig^ 
de  los  cristianos  el  dicho  cacique,  sin  haber  cabsa  para  ello,  etc. 

Lo  otro,  quel  dicho  Hernando  Pizarro  fué  informado  quel  did» 
Adelantado,  mi  padre,  venía  del  descubrimiento  é  jomada  que  hiioi 
Chile,  en  socorro  de  la  cibdad  del  Cuzco,  para  quitar  el  cerco  que  br 
indios  tenían  puesto  sobre  ella,  é  para  restaurar  la  tierra  en  el  senrieío 
de  Su  Majd.,  quel  dicho  Hernando  Pizarro  tenía  alzada,  para  presentir 
sus  provisiones  de  gobernador  que  de  Su  Majestad  tenía,  é  para  poov 
la  tierra  debajo  de  la  obediencia  de  Su  Majd.  por  se  sostener  el  didio 
Hernando  Pizarro  en  sus  tiranías  y  que  no  se  supiesen,  porque  vióqud 
(Juzco  cabía  en  los  límites  de  la  gobernación  del  dicho   Adelantado,  mi 
padre,  con  mucho  más,  hizo  mucha  junta  de  gentes  de  todos  los  vednofi, 
estantes  é  habitantes,  é  los  trajo  á  sí  con  mucho  escándalo  é  alboroto  á 
manera  de  liga  é  munipodio,  conspiración  é  conjuración,  áloscoaies 
decía  é  hacía  entender  quel  dicho  Adelantado,  mi  padre,  venía  á  tomar- 
los sus  haciendas  é  á  qmtalles  sus  indios,  é  que  la  cibdad  no  era  de  so 
gobernación,  salvo  de  don  Francisco  Pizarro,  su  hermano;  é  por  loi 
mejor  atraer  á  que  matasen  al  dicho  mi  padre  é  le  hiciesen  fuerza  é 
resistencia  de  armas,  ó  para  que  no  le  rescibiesen  en  el   cabildo,  deter- 
minó de  ponerse  en  no  le  rescibir,  é  metió  en  su  casa  los  regidores  é  un 
alcalde,  persuadiéndoles  que  le   favoresciesen  en   su   cabildo  contra  el 
Adelantado,  mi  padre,  con  sus  personas  ó  con  sus  armas,  para  le  hacer 
fuerza  é  resistencia,  deciendo  (|ue  daba  al  diablo  su  alma  si  él  liabía  de 
}>erder  punto  do  honra,  teniendo  por  punto  rescibir  al  dicho  gobernador 
con  provisiones  de  Su  Majd.,  etc. 

Lo  otro,  di<^o  quel  dicho  Hernando  Pizarro,  para  mejor  permanes- 
cer  en  su  tiranía  é  hacer  la  dicha  fuerza  ó  resistencia,  después  de  haber 
convocado  la  gente  de  la  dicha  cibdad  contra  el  dicho  Adelantado,  mi 
padre,  les  dio  insinias  de  guerra,  mandando  que  trajesen  devisas  colo- 
radas; hizo  junta  é  liga  monipodio  de  todos  los  indios  que  andaban  con 
los  cristianos  en  la  guerra  del  luga,  y  los  proveyó  de  armas,  dándoles 
avisos  como  se  hal)ían  de  aprovechar  dellas  para  matar  los  caballos  é  se 
aprovechar  contra  el  dicho  mi  padre  é  contra  los  cristianos  que  con  él 
venían,  el  cual  aviso  fué  muy  perjudicial  contra  los  cristianos  de  la 
tierra,  porque  donde  en  adelante  los  dichos  indios  lo  daban  á  los  indios 


^ 


ALMAGRO  Y  8Ü8  COMPAÑEROS  321 

de  guerra,  por  cuya  cabsa  hacían  mucho  mal  é  daño,  todo  lo  cual  por 
la  tiranía  é  diabóüco  pensamiento  del  dicho  Hernando  Pizarro,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pizarro  había  tiranizado  tanto 
la  tierra  é  tenía  tan  opresos  los  vecinos  y  estantes  en  la  dicha  cibdad 
del  Cuzco,  que  sus  plegarias  6  oraciones,  era  decir:  «Vengan  moros  ó" 
turcos,  é  sáquennos  de  poder  deste  tirano  de  Hernando  Pizarro», 
viendo  que  su  fundamento  era  hacer  fuerzas  é  tiranías  é  robar  la  tie- 
rra, etc. 

Lo  otro,  digo  que  porquel  dicho  Hernando  Pizarro  sabía  quel  di- 
cho Adelantado,  mi  padre,  estaba  traptando  paces  con  el  cacique  Inga 
dende  el  pueblo  de  Urcos,  lo  cual  hacía  por  lo  poder  traer  de  paz  antes 
que  se  viese  con  el  dicho  Hernando  Pizarro,  porquestaba  informado  de 
indios  quel  dicho  Inga  se  había  alzado  por  los  malos  traptamientos  del 
dicho  Hernando  Pizarro  é  sus  hermanos,  é  para  efetuar  las  dichas  paces 
envió  á  Juan  Gutiérrez  Malaver  é  á  Pedro  de  Oñate  que  le  dijesen  de 
su  parte  que  viniese  de  paz,  quél  venía  á  le  desagraviar  é  traptar  bien, 
é  que  en  se  haber  alzado  contra  el  mejor  príncipe  del  mundo,  lo  había 
hecho  mal,  quél  haría  que  le  perdonase,  con  el  cual  mensaje  fueron 
los  dichos  mensajeros  al  dicho  Inga,  del  cual  fueron  bien  recibidos,  é 
les  respondió  que  su  padre,  Almagro,  fuese  bienvenido,  que  á  él  le  tenía 
por  padre  porque  lo  había  traptado  bien,  é  por  se  ir,  el  dicho  Adelantado, 
Hernando  Pizarro  é  sus  hermanos  le  habían  robado  ó  tomado  lo  que 
tenía,  tomádole  sus  mujeres  é  hijas,  meado  y  escupido  en  el  rostro,  lla- 
mádole  perro;  é  que  no  contento  con  todo  lo  que  le  había  dado,  le  pedió 
el  busto  de  Guainacaba,  de  oro,  con  tripas,  y  se  lo  envió  á  buscar,  é  que 
por  no  lo  tener,  se  alzó,  no  osando  volver,  de  miedo  del  dicho  Hernando 
Pizarro,  y  después  quél  era  venido  é  siempre  lo  había  traptado  bien, 
que  le  vemía  de  paz  y  iría  al  pueblo  de  Urcos  á  cierto  día  que  esto- 
viese  allí  con  cierta  gente;  é  con  esta  embajada,  queriéndose  partir  los 
dichos  mensajeros,  llegó  un  yanacona  del  dicho  Hernando  Pizarro,  por 
la  cual  decía  al  dicho  Inga  que  mirase  no  fuese  de  paz  á  el  que  no  era 
gobernador,  que  su  hermano  y  él  eran  señores;  que  mirase  que  todo  lo 
que  hacía  era  para  lo  engañar  é  quemar;  é  habiendo  visto  la  dicha  carta 
el  Inga  por  lengua  de  un  cristiano  que  tenía  preso,  se  la  dio  á  los  men- 
sajeros del  dicho  Adelantado  para  que  la  viesen,  é  les  dijo  que  mirasen 
lo  que  enviaba  á  decir  Hernando  Pizarro;  que  sin  embargo  de  aquello 
iría  de  paz;  que  castigasen  al  dicho  yanacona,  al  cual  el  dicho  Pedro  de 

21 


322  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

Oñate  cortó  las  manos,  é  lo  envió  é  fueron  adonde  estaba  el  dicho  Ade» 
lantado  é  le  hicieron  la  dicha  relación,  etc. 

Lo  otro,  digo  questando  el  dicho  Inga  para  ir  de  paz,  como  habb^ 
quedado,  el  dicho  Hernando  Pizarro  le  envió  otra  carta  diciéndc^  h 
'mismo,  por  cuya  cabsa  el  dicho  Inga  no  osó  ir  i  la  postura,  é  para  ooft* ; 
cluir  lo  principiado,  el  dicho  mi  padre  envió  de  nuevo  á  el  capitán  Bnj 
Díaz  y  á  Pedro  Riquelme,  lengua,  para  que  dijesen  al  dicho  Inga  que 
viniese  de  paz,  como  había  quedado;  que  no  hobiese  miedo;  que  He^ 
nando  Pizarro  era  mentiroso  é  malo;  que  no  curase  de  más;  quái  venía 
á  lo  traptar  bien  y  desagraviar  de  sus  agravios;  y  dado  los  dichos  men- 
sajeros la  dicha  embajada,  el  dicho  Inga  los  prendió,   diciendo:  cAlm»- 
gro  me  quiere  engañar;  Hernando  Pizarro  me  ha  dicho  la  verdad:  he  aqnl 
otra  carta;  yo  le  haré  guerra  é  mataré  á  todos  los  que  consigo  trae»;  j 
desta  manera  tuvo  presos  los  dichos  mensajeros  mucho  tiempo,  por 
cabsa  del  dicho  Hernando  Pizarro,  por  le  haber  escripto  las  dichas 
cartas,  é  dende  adelante  dio  el  dicho  Inga  é  hizo  guerra  al  dicho  mi 
padre  y  á  su  gente,  en  la  cual  los  dichos  indios  decían:  c  Almagro  es 
mentiroso,  que  nos  quería  engañar,  que  Hernando  Pizarro  nos  lo  ha 
escripto;»  y  en  el  dicho  tiempo  el  dicho  Adelantado  se  había  acercado 
con  cierta  gente  al  pueblo  de  Yucay,  é  por  estar  más  cerca  del  dicho 
Inga  porque  mejor  hobiese  efeto  la  dicha  paz,  dejando  en  el  didio  pue- 
blo de  Urcos  su  rezaga,  estando  en  peligro  sus  personas  por  los  avisos 
quel  dicho  Hernando  Pizarro  dio  al  dicho  Inga,  por  cuya  cabsa  dejó  de 
venir  á  las  dichas  paces;  de  lo  cual  Su  Majd.  fué  deservido,  y  por  tal  lo 
acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pizarro,  por  se  sostener  en  la 
dicha  tiranía  ó  alzamiento,  sabiendo  quel  dicho  mi  padre  era  ido  á  trap- 
tar las  dichas  paces  con  el  dicho  Inga  é  que  tenía  dividida  su  gente, 
como  dicho  es,  la  tercia  parte  había  ido  con  él  á  las  dichas  paces  é  la 
restante  quedaba  con  el  capitán  Juan  de  Saavedra  en  el  pueblo  de  Ur- 
ces; creyendo  el  dicho  Hernando  Pizarro  que  era  poca  gente  y  questan* 
do  divididos  los  podría  matar  más  á  su  salvo,  hizo  juntar  en  la  plaza 
de  la  dicha  cibdad  del  Cuzco  toda  la  gente  que  había  á  punto  de  gue- 
rra, con  sus  devisas  coloradas,  con  sus  armas  é  caballos  para  ir  sobre  la 
gente  del  dicho  mi  padre,  para  los  matar  y  prender,  según  lo  dijo  é  pu- 
blicó á  sus  amigos  el  dicho  Hernando  Pizarro,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pizarro  tomó  parescer  con  el 


ALHAQBO  T  SÜ8  COMPAÑEROS 


323 


capitán  Hemáii  Ponce  y  con  ©1  tesorero  Alonso  Riquelme,  é  con  el  capi- 
tán Rojas»  é  don  Alonso  é  otras  personas»  que  le  dijesen  si  les  páresela 
y  era  bien  ir  contra  el  dicho  Adelantado,  pues  tenia  dividida  su  gente,  é 
dar  en  su  rezaga  que  tenía  en  Urcos  el  dicho  Juan  de  Saavedra,  capi- 
JÁn  del  dicho  mi  padre;  porque,  desbaratada  é  muerta  aquella  gente» 
il  cosa  era  desbaratar  é  matar  al  dicho  Adelantado,  mi  padre,  lo  cual 
le  fué  contradicho  por  los  capitanes  é  caballeros  á  quien  pidió  el  dicho 
pttrescer,  é  se  lo  contradijeren  deciendo  que  no  era  justo  que  hobiese 
it>mpimiento  alguno  entre  cristianos  vasaüos  de  Su  Majd.,  mayormente 
quel  dicho  Adelantado  había  servido  mucho  á  Su  Majestad  é  tenía  pro* 
yisiones  de  la  gobernación  é  traptaba  paz  con  el  dicho  Inga  para  lo  traer 
paz,  que  en  venir,  Su  Majd,  sería  muy  servido,  y  si  cabiese  estorbo» 
Majd.  sería  muy  deservido;  é  no  estante  esto,  entró  en  el  cabildo  de 
cibdad  ó  le  requirieron  lo  mesmo,  contradeciéndole  la  ida;  y  al  dicho 
büdo  el  dicho  Hernando  Pizarro  dijo:  «Pues  á  vosotros  vos  paresce, 
dejaré  la  ida,  é  por  mi  parescer  yo  los  desbaratara  é  les  hiciera  la 
ierra*,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  sin  embargo  de  los  dichos  estorbos  quel  dicho 
Wldo  é  caballeros  le  hicieron,  el  dicho  Hernando  Pizarro  sacó  al  cam- 
toda  la  gente  que  de  guerra  tenía,  contra  el  dicho  Saavedra,  capitán 
del  dicho  mi  padre,  antes  que  se  juntasen,  por  estar  divididos,  mandan- 
¡  do  que  todos  llevasen  sus  devisas  coloradas,  salió  con  pendones  é  bande- 
alzadas  adonde  el  dicho  Juan  de  Saavedra  estaba,  é  llegando  á  él 
maüas  é  cabtela,  tentó  con  el  dicho  Juan  de  Saavedra  la  gente  que 
rafa,  y  el  dicho  Juan  de  Saavedra  le  requirió  que  se  fuese  é  no  hiciese 
escándalo  ni  alboroto,  por  questaba  allí  en  servicio  de  Su  Majd.  pacifi- 
ido  la  tierra,  y  quel  dicho  Adelantado  traptaba  paces  con  el  dicho 
liga;  y  visto  el  dicho  Hernando  Pizarro  que  no  tenia  poder  de  gente 
larn  matar  é  desbaratar  la  gente  quel  dicho  Juan  de  Saavedra  tenía,  se 
''•'^'  ió  Á  la  dicha  cibdad  del  Cuzco,  y,  perseverando  en  su  diabólica  in- 
,'>Q,  envió  sus  espías  y  espoblatores  al  pueblo  de  Yucay,  donde  el 
ho  Adelantado  estaba  esperando  el  dicho  Inga,  para  que  supiese  qué 
I  y  caballos  y  arma*3  traía  el  dicho  Adelantado,  para  dar  en  él  y  le 
■r-f^r  y  prender  antes  que  se  juntase  con  la  dicha  gente;  todo  lo  cual 
el  dicho  Hernando  Pizarro,  como  tirano  y  alzado  contra  el  servicio 
Su  Majd.,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  mi  padre,  en  el  dicho  tiempo,  estaba  en- 


1 


324  coLECCióir  de  documentos 


tendiendo  en  el  servicio  de  Su  Majd.,  sin  hacer  mal  ni  dafio  por  que  de- 
biese ser  preso  ni  muerto,  y  como  las  dichas  espías  llegaron,  fueron 
presos  por  la  gente  del  dicho  mi  padre;  é  dellos  fué  avisado  el  didio 
Adelantado  de  todo  lo  quel  dicho  Hernando  Pizarro  quería  hacer  y  ios 
salió  y  envió  donde  el  dicho  Hernando  Pizarro  estaba  y  con  ellos  dos 
caballeros  de  su  real,  para  que  dijesen  al  dicho  Hernando  Pizarro  de 
su  parte,  que  la  cabsa  de  su  vuelta  había  seido  por  le  socorrer  é  favo- 
rescer  por  la  noticia  que  tuvo  del  alzamiento  del  cacique  Inga  é  pan 
poner  la  tierra  de  paz  debajo  del  servicio  de  Su  Majd.  y  en  todo  hacer 
lo  que  le  mandase;  que  supiese  que  venía  á  se  aposentar  una  legoa  de 
la  dicha  cibdad  y  no  quería  entrar  en  ella  hasta  que  supiese  de  su  veni- 
da ó  por  su  mano  fuese  aposentado  él  y  su  gente;  todo  lo  cual  [hizo]  el  dicho 
mi  padre  con  buen  celo  que  de  servir  á  Su  Majd.  tenía;  en  este  tiempo. 
y  como  el  dicho  Inga  estaba  favorescido  de  las  cartas  é  avisos  del  didio 
Hernando  Pizarro,  hizo  guerra  contra  la  gente  del  dicho  mi  padre,  é 
por  los  tomar  devididos,  los  puso  en  algund  trabajo  é  le  mató  ciertos 
caballos,  hasta  que  fueron  juntos  y  hicieron  la  guerra  contra  el  dicho 
Inga  é  se  vinieron  á  jmitar  cerca  de  la  cibdad  del  Cuzco,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  como  el  dicho  Hernando  Pizarro  oyó  el  mensaje 
quel  dicho  Adelantado  enviaba,  respondió  mansamente  é  dijo  quél  ha- 
bía enviado  sus  mensajeros  al  dicho  Adelantado  para  que  le  diesen  k 
buena  venida  é  para  que  le  dijesen  que  lo  aposentaría  en  lo  mejor  de  la 
cúhdaíl,  V  para  ello  hal)ía  enviado  de  nuevo  al  capitán  Hernán  Ponce.  í^ 
al  capitán  (irabiel  de  Rojas,  é  á  Pedro  do  Candia  al  dicho  mensaje,  lo 
i'Aiiú  el  dicho  Ilernaudo  Pizarro  fral)dosamente  dijo  á  los  dichos  mensa- 
jeros para  poder  l'enescer  su  mal  propósito  con  la  dicha  tiranía  é  mal- 
dad; é  (jomo  de  los  dichos  espoblatores  hal)ían  seido  presos,  dijo  el  dicho 
Hernando  Pizarro  quel  dicho  Adelantado  venía  con  intención  de  presen- 
t  ir  liis  i)rovisiones  que  de  Su  Majd.  tenía  con  el  dicho  cabildo;  é  como 
el  dicho  Hernando  Pizarro  supo  quel  dicho  Adelantado  quería  presen- 
tar provisiones,  ya  que  los  mensajeros  eran  idos  con  el  dicho  mensaje, 
salió  con  gran  pritísa  ó  se  apartó  con  su  secretario  Felipe  Boscán,  é  k 
dijo  que  fuese  alcanzar  á  los  dichos  mensajeros  antes  que  diesen  su 
(Muhajada,  6  les  dijesen  que  dijesen  de  su  parte  que  había  sa))ido  quel 
dicho  mi  padre  quería  presentar  provisiones  de  Su  Majd.,  después  de 
los  haber  enviado,  que  le  dijesen  de  su  parte  al  dicho  Adelantado,  mi 
padre,  que  si  había  de  presentar  provisiones  de  Su  Majd.  ó  inovar  cosa 


ALMAGRO  Y  9Ü8  C0MPANEK08 


325 


la,  que  apretase  desdo  luego  los  puños,  que  daba  al  diablo  su  áuiraa 

i  desde  allí  se  la  ofrecía,  si  el  dicho  Adelautado  iiabía  de  entrar  en  el 

izco,  y  que  su  hermano  Juan  Pizarro,  sin  barbas,  había  defendido  hi 

|Qt>dad,  quél,  que  las  tenía,  ae  la  defendería  mejor;  con  la  cual  embajada. 

Berou  los  dichos  mensajeros  al  dicho  mi  padre,  á  lo  cual  respondió 

>nforme  al  ser\ncio  de  8u  Majd,,  é  cual  convenía,  con  toda  teraplaujca, 

ó  se  detuvo  sin  entrar  en  la  dicha  cibdad  una  legoa  delia,  porque  supo 

qael  dicho  Hernando  Pizan^o  había  salido  antes  con  toda  su  gente  á 

ito  de  guerra,  con  gran  violencia  é  tiranía  contra  el  servicio  de  Su 

ajd-,  etc. 

Lo  otro,  digo  que!  dicho  Hernando  Pizarro,  como  tirano  é  deser* 
^or  del  Rey,  con  pendones  akados,  con  atambores,  con  mucha  gente, 
ianos  é  indios,  á  punto  de  guerra^  había  salido  creyendo  quel  dicho 
padre  venia  á  se  aposentar  en  la  cibdad  para  le  dar  batalla,  é  por  la 
el  dicho  mi  padre  dejó  la  entrada  por  no  deservir  á  Su  Majd., 
>  que  tenía  poder  para  ello;  y  estando  en  el  asiento  que  se  llama  la 
lazábara,  el  dicho  mi  padre,  queriendo  enviar  por  su  rezaga,  porqnes- 
é  quedaba  en  peligro  de  indios  de  guerra,  teniendo  diputado  para 
lo  A  Cristóbal  de  Sotelo  con  treinta  de  caballo,  supo  cómo  el  dicho 
amando  Pizarro  mandó  poner  á  Gonzalo  Pizarro  é  a  otros  capitanes  é 
^Dtes  en  las  calles  de  la  dicha  cibdad  por  do  había  de  pasar  el  dicho 
>telo  para  que  le  prendiesen  ó  matasen  á  él  é  á  la  gente  que  llevaba;  de 
cual  el  dicho  mi  padre  fué  a\asado  é  retuvo  al  dicho  capitán  que  no 
se;  y  aquella  noche  el  dicho  Hernando  Pizarro,  añidiendo  fuerza  á 
íTza  é  levantamientos,  conspiró  é  platicó  de  dar  la  batalla  al  dicho  Ade- 
itado  é  de  le  romper  antes  que  amanesciese,  aunque  lo  susodicho  no 
^o  efeto,  porque  se  lo  estorbaron  algunos  de  los  que  con  él  estaban; 
!o  cual  cometió  gravísimo  delito,  etc. 
Lo  otro,  dijo  quel  dicho  Hernando  Pizarro,  perseverando  en  su 
lición  é  tiranía,  otro  día  siguiente,  yéndose  el  dicho  mi  padre  á  se 
|tmtar  con  su  retaguardia,  porque  tuvo  nueva  que  gente  de  guerra  que- 
dar,  e  yendo  fuera  de  la  cibdad  por  lo  alto  de  la  fortaleza,  por  excu- 
el  alboroto  y  escándalo  quel  diclio  Hernando  Pizarro  había  hecho  y 
iftcía,  é  sabido  por  el  dicho  Hernando  Pizarro,  hizo  repicar  las  campa- 
tas  é  tocar  el  arma  con  toda  su  gente  para  le  dar  la  batalla  al  dicho  mi 
•íulre,  con  pendones  é  banderas  tendidas  é  con  muchos  indios  de  gue- 
hacer  la  fuerza  é  violencia  que  de  antes  había  intentado;  é 


326 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


como  el  dicho  mi  padre  anteponía  á  todas  las  cosas  el  servicio  de 
Majd.,  to  disimuló  é  le  en\ió  al  Licenciado  Guerrero  que  dijese  al  dichoj 
Hernando  Pizarro  que  se  asosegase  é  no  hiciese  alboroto^  quól  no  veui 
á  desenrir  á  Su  Majd.,  antes  para  le  servir  é  ayudar  al  dicho  Heroaadnl 
Pizarro  en  la  conquista  del  Inga;  é  quél  no  entraría  en  la  cibdad 
que  se  presentasen  sus  provisiones  é  se  hiciese  lo  que  al  servicio  de  \ 
Majd.  convenia;  con  la  cual  embajada  fué  el  dicho  Licenciado  é  la  dio  i 
dicho  Hernando  Pizarro  ó  le  dijo  otras  razones  para  le  estorbar  de 
mal  propósito,  deciendo  que  al  servicio  de  Su  Majd.  convenía  y  \ 
mucho  al  caso  la  venida  del  dicho  Adelantado,  pues  venía  á  de^c 
el  Cuzco  y  pacificar  la  tierra,  y  otras  razones  para  excusar  la  batalbif 
dicho  Hernando  Pizarro  quería  dar;  á  la  cual  embajada  el  dicho  He 
naudo  Pizarro  respondió  que,  si  el  dicho  Adelantado  quería  entrar 
presentar  provisiones»  quél  le  dejaría  entrar,  y  si  no,  que  apar.- -  ^ 
puños  (ilegible  en  el  original)  y  por  otras  razones  é  buenos  come*  \ 
que  de  parte  del  dicho  Adelantado  fueron  hechos,  el  dicho  Henuui«)»^ 
Pizarro  se  asosegó  algo,  y  el  dicho  mi  padre  envió  á  hacer  ciertos  reqa 
mientos  al  dicho  Hernando  Pizarro  ó  al  cabildo  con  el  contador  Joan  i 
Guzmán  é  Licenciado  Guerrero,  para  que  no  hobiese  escándalo  é  oyi 
las  pro\nsioues  de  Su  Majd.;  y  el  dicho  mi  padre  fué  A  sentar  su  real  i 
ra  de  la  cibdad  en  un  asiento  de  lodo,  agua  é  nieve  que  entonces  \ 
por  ser,  como  era,  el  mes  de  Abril  del  año  de  quinientos  y  treinta  y  í 
años;  y  el  dicho  Hernando  Pizarro  de  nuevo  hizo  junta  general  co  1 
plaza  de  toda  la  gente  tle  guerra  que  consigo  tenía,  é  consigo  la  justi 
ó  regimiento,  representando  la  batalla  al  dicho  mi  padre  con  gran  álh.: 
roto,  en  deserrado  de  Su  Majd.,  etc. 

Lo  otro,  digo  questandoel  dicho  rai  padre  en  fl  diclií>  .isi-n: 
á  notificaí'  sus  provisiones  al  cabihlo  y  pedir  le  rescibiesea  pur  ^at 
dor  como  8u  Maj.  lo  mandaba,  y  el  dicho  cabildo,  habiendo  vis 
dichas  provisiones  é  constándole  quel  Cuzco  é  sUs  términos  ooo 
cho  más  cabía  en  sus  límites,  por  entretener  el  cumplimieuío 
dichas  proinsiones,  pidió  información  de  pilotos  é  gente  que  sup^-*^í 
altura;  é  habiéndola  dado  el  dicho  mi  padre  por  sus  procuradoí'r' 
nombre,  visto  que  no  había  remedio  que  bastase  para  éntrela 
cumplimiento,  seyendo  sabido  el  dicho  Hernando  Pizarro  de  la  r 
del  cabildo,   porque  sin  pareacer  suyo  ni  consentimiento  no  Re- 
hacer, por  estar  opreso  el  dicho  cabildo,  el  dicho  Hernando  Piíunv  { 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS  327 

nuevo  salió  á  la  plaza  con  los  dichos  alcaldes  é  regidores  que  consigo 
traía  opresos,  á  punto  de  guerra  para  dar  la  batalla  al  dicho  mi  padre, 
con  gran  violencia,  diciendo  que  no  había  de  cumplirse  lo  que  Su  Maj. 
mandaba  ni  el  dicho  mi  padre  entrar  en  el  Cuzco,  de  lo  cual  é  de  la 
alteración  que  había  en  el  pueblo  por  parte  del  dicho  Hernando  Pizarro, 
de  nuevo  hizo  otros  nuevos  cumplimientos  con  sus  mensajeros  al  dicho 
Hernando  Pizarro,  por  manera  que  mientras  más  se  comedía  el  dicho 
mi  padre,  más  se  alteraba  el  dicho  Hernando  Pizarro,  tirano  alzado 
contra  el  servicio  de  Su  Maj.,  etc. 

Lo  otro,  digo  questando  en  estos  medios  de  la  una  parte  á  la  otra, 
fueron  caballeros  á  concertar  entre  el  dicho  mi  padre  y  Hernando  Piza- 
rro que  por  el  día  de  las  dichas  alteraciones  é  la  noche  siguiente,  el 
dicho  mi  padre  no  entrase  en  el  Cuzco  é  que  después  se  haría  lo  que 
Su  Maj.  mandaba,  lo  cual  el  dicho  mi  padre  tuvo  por  bien;  é  por  ques- 
taba  sospechoso  de  la  cabtela  é  maldad  del  dicho  Hernando  Pizarro, 
dijo  questaría  el  dicho  día  é  noche,  con  tanto  quel  dicho  Hernando  Pi- 
zarro no  inovase  cosa  alguna  en  la  dicha  cibdad,  ni  hiciese  fuerzas,  ni 
quebrasen  puentes,  é  que  en  todo  se  mirase  el  servicio  de  Su  Maj.,  lo 
cual  aceptó  el  dicho  Hernando  Pizarro,  con  pleito  homenaje  que  hizo  de 
lo  complir  ó  guardar  so  pena  de  aleve  6  mal  caballero;  ó  como  el  dicho 
Hernando  Pizarro  estaba  fundado  en  su  diabólico  pensamiento  ó  dañada 
intención,  quebrantó  las  treguas  é  pleito  homenaje  que  había  puesto 
con  el  dicho  mi  padre,  ó  quedó  infame  é  fementido  aleve,  porque,  en  lu- 
gar de  no  quebrar  los  puentes,  los  mandó  quebrar  á  Antonio  de  Asne- 
ros, su  criado,  é  hizo  otros  edificios;  é  fué  tan  púbüco  quel  dicho  Her- 
nando Pizarro  había  quebrado  las  dichas  puentes  y  hecho  los  dichos 
edificios  y  el  dicho  mi  padre  lo  supo  por  las  personas  que  habían  puesto 
las  dichas  treguas,  por  lo  cual  determinó,  por  excusar  muertes,  de  en- 
trar la  dicha  noche  por  poner  el  cabildo  en  libertad  é  por  estar  más  se- 
guro del  dicho  Hernando  Pizarro,  por  estorbar  la  dañada  intención  que 
tenía  que  no  viniese  en  efecto,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  habiendo  quebrado  las  dichas  treguas  el  dicho 
Hernando  Pizarro,  como  dicho  tengo,  estaba  en  su  casa  á  punto  de  gue- 
rra, con  gran  violencia,  para  dar  la  dicha  noche  en  el  dicho  mi  padre  é 
le  matar  ó  prender  é  desbaratar  su  gente  é  proseguir  en  su  tiranía  ade. 
lante,  lo  cual  haría  ansí  por  la  dagñada  intención  de  que  estaba  fundado 
como  porque  sabía  quel  dicho  cabildo  había  de  rescibir  por  gobernador 


328  COLECCIÓN    DE    DOCUMENTOS 

al  dicho  mi  padre,  por  virtud  de  las  dichas  provisiones  é  informaciooeB 
de  pilotos  que  había  dado,  é  seyendo  informado  el  dicho  mi  padre  dd 
.dicho  alzamiento  é  de  lo  demás  que  quería  hacer,  é  de  las  treguas  que 
había  quebrado,  por  excusar  mayores  escándalos  é  poner  en  quietad  b 
cibdad  é  Ubertad  al  cabildo,  visto  quel  lugar  do  estaba  asentado  no  en 
decente,  antes  muy  peUgroso  é  sucio,  como  para  que  se  cumpliese  loqui 
Su  Majd.  mandaba,  estando  bien  avisado,  determinó  de  entrar  á  se  apo- 
sentar en  la  dicha  cibdad,  por  excusar  la  fuerza  que  se  le  quería  hacer 
é  muertes  de  hombres  que  pudiera  haber  por  parte  del  dicho  Hernando 
Pizarro,  é  así  entró  é  se  aposentó  en  la  plaza  de  la  dicha  cibdad,  é  al 
tiempo  que  entró  el  dicho  mi  padre,  el  dicho  Hernando  Pizarro  mandó 
tocar  al  arma  é  salió  á  punto  de  guerra  con  toda  su  gente  al  patio  de 
su  casa  do  tenía  asentada  su  artillería,  con  grande  alboroto,  diciendo: 
¡mueran,  mueran!  é  otras  palabras  de  gran  resistencia,  en  la  cual  le 
mató  un  hombre  é  hirió  otros  muchos,  é  vista  la  dicha  resistencia,  man- 
dó á  su  capitán  don  Rodrigo  de  Orgoftos,  que  porque  no  le  matasen 
más  de  su  gente,  el  dicho  Hernando  Pizarro,  en  la  resistencia  que  hada, 
le  fuese  requerido  se  diese  á  prisión,  y  en  lugar  de  se  dar,  se  puso  en  la 
dicha  resistencia,  como  había  principiado,  seyendo  requerido  se  diese  á 
prisión,  el  cual  no  quiso,  antes  hizo  guerra  procurando  de  matar  al  dicho 
capitán  y  á  su  gente;  por  cuya  cabsa  é  por  la  resistencia  que  hizo  é  fué 
preso  ol  dicho  Hernando  Pizarro,  é  por  su  prisión  la  dicha  cibdad  del 
Cuzco,  é  justicia  é  regiiniento  puesto  en  li))ertad,  con  lo  cual  so  cumplió 
lo  que  Su  Majd.  mandaba;  é  por  aquella  noche  el  dicho  mi  padre  estu- 
vo en  la  plaza  sin  consentir  agravio  que  hiciese  á  uingund  vecino  ni 
esüuite  <lo  la  dicha  cibdad  ni  ningund  mal  traptamiento,  antes  ñiesen 
bien  trapUidos  y  honrados,  mirando  el  servicio  de  Su  Majd.  como  siem- 
pre había  hecho,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  día  seguiente  el  dicho  mi  padre,  dada  la  dicha 
información  do  pilotos  muy  bíistante,  estando  el  dicho  cabildo  en  toda 
libertad,  juntos  justicia  é  regimiento,  de  nuevo  hizo  representación  de 
las  dichas  sus  provisiones  6  probanza  de  pilotos,  é  dijo  al  cabildo  que 
viese  si  de  derecho  conforme  á  las  dichas  provisiones  é  probanza,  era 
gobernador  de  la  dicha  cibdad,  le  rescibiesen,  é  si  no,  para  que  lo  agoar- 
dasen  más  h brómente,  se  salió  del  dicho  cabildo  sin  que  él  ni  ninguno 
de  los  suyos  les  estorbase  su  determinación;  é  acordado  entre  el  dicho 
cabildo  é  regimiento  é  lo  pasado  había  sido  contra  todo   derecho,  dejar 


ALMAGBO  Y  BVB  COMPANEBOS 


329 


haber  rescibida  el  dicho  mi  padre,  por  los  justos  temores  que  del 
ícho  Hernando  Pizarro  teiiíau,  éinames[í^f'cj  é  conformes  rescibieron  por 
Dbemador  é  capitán  general  aJ  dicho  mi  padre,  de  la  dicha  cibdad  del 
3,  y  le  llamaron  á  el  cabildo  los  dichos  justicias  ó  regidores  é  le 
[>tiñcaron  el  choho  rescibiiniento  é  rescribieron  la  solenidad  del  jm-a- 
Buto  que  en  tal  caso  se  requiere^  pidiéndole  perdón  de  lo  pasado, 
ídendo  quel  yerro  que  había  hecho  fué  á  culpa  del  dicho  Hernando 
é  no  suya;  é  resciljido  sin  contradiciun  de  parte,   entregaron  las 
!  y  el  dicho  cabildo  mandó  apregonar  públicamente  las  dichas  pro- 
cesiones é  rescibimiento  de  cabildo,  apregonatido  por  voz  de  pregonero 
dicho  mi  padre  por  gobernador  y  capitán  general,  é  por  tal  fué  res' 
ndo  por  todo  el  pueblo  é  usando  del  dicho  oficio,  dio  varas  nuevas  de 
loaldes  á  las  personas  questaban  en  la  dicha  cibdad,  los  más  hábiles  é 
Scientes  para  ello,  é  hizo  nuevos  regidores  á  personas  de  buen  celo 
le  mirasen  el  servicio  de  Su  Majd.;  todo  lo  cual  convenía  de  la  dicha 
iad  é  del  dicho  cabildo,  segund  que  por  la  rucha  provisión  é  intor" 
BÍÓn  de  pilotos  é  rescibimiento  del  dicho  cabildo  como  está  é  paresce, 
!  cual  me  remito,  é  si  nescesario,  hago  presentación;  é  después  de  resce- 
Jo  el  dicho  mi   padre,   usó  los    dichos   oficios   haciendo  justicia  á 
partes,   desagraviando  los  agraviados,  llamando  á  la  paz  los  indios 
Jos,  donde  le  vinieron  de  paz  muchos  caciques  é  pueblos  é  provin- 
s»  y  entendiendo  en  esto  que  convenía  al   servicio  de  Su  Majd.,  el 
io  mi  padre,  el  dicho   Hernando  Pizarro  decía  que  antes   de  cuatro 
ps  por  fuerza  de  armas  habría  prendido  é  muerto  al  dicho  mi  padre 
Dinando  la  dicha  cibdad  del  Cuzco,  según  questo  y  otras  cosas  de 
I  é  inormes  delitos  contra  el  dicho  Hernando  Pizarro,  están  pro* 
8,  á  lo  cual  me  remito  é  hago  presentación;  pido  se  ponga  en  este 
receso  é  saque  de  poder  de  cualquier  escribano  ante  quien  esté,  por 
lodo  lo  cual  paresce  ser  tirano  alzado  contra  el  servicio  de  Su  Majd.,  etc. 
Lo  otro,  digo  que  para  efetuar  el  dicho  Hernando  Pizarro  lo  que 
jiiabia  dicho,  de  matar  al  dicho  mi  padre  é  tomar  el  Cuzco,  sabiendo  que 
Alonso  de  Alvarado  venía  con  quinientos  hombres  por  mandado  del 
>bernador  Pizarro,  su  hennano,  á  favorescer  sus  tiranías  é  alzamiento, 
gtmyendo  la  tierra  quel  dicho  mi  padre  había  traído  de  paz,  estando 
dicho  mi  padre  para  enviar  mensajeros  al  dicho  Alonso  de  Alvarado 
Cochacaja,  donde  estaba  asentado,  veinte  é  dos  legoas  del  Cuzco,  des- 
byendo  y  abrasando  aquella  provincia,  el  dicho  Hernando  Pizarro 


330  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

envió  un  hombre  criado  suyo,  Juan  Grallego,  con  cartas  é  avisos  pan 
el  dicho  Alonso  de  Alvarado  é  para  el  dicho  don  Francisco  Pizarro,  sa 
hermano,  para  que  le  viniesen  á  sacar  do  estaba  preso; 'é  que  si  faesen 
mensajeros  los  prendiese  é  prendiesen  al  dicho  mi  padre;  que  escribiese 
al  gobernador,  su  hermano,  é  le  enviase  aquella  carta  que  le  escribk  y 
otras  que  había  escripto  y  enviado  con  indios  á  Alonso  de  Alvarado  por 
la  misma  forma,  y  escribía  al  dicho  gobernador  que  matase  mucha  gente 
é  deshiciese  los  pueblos  que  tenía  poblados  en  su  goberoaciÓD,  é  que 
viniese  contra  el  dicho  adelantado,  ó  que  viniese  poderoso  aunque  se 
tardase  un  año,  que  buena  era  la  tardanza  que  hacía  la  carrera  segon, 
endinando  toda  la  gente  con  palabras  feas  é  mentirosas;  lo  cual  el  didu) 
Pizarro  hizo,  no  temiendo  ni  habiendo  visto  que  por  los  delitos  pasados 
no  podía  dejar  de  ser  gravemente  castigado,  é  que  sus  letrados  le  dedm 
al  dicho  Hernando  Pizarro  que  merescía  muerte,  é  muertes  por  los  ddi- 
tos  que  había  fecho,  etc. 

Lo  otro,  digo  questando  avisado  el  dicho  Alonso  de  Alvarado  de 
los  dañosos  é  perjudiciales  avisos,  habiendo  ido  por  mensajeros  los  cafat- 
Ueros  Diego  é  Gómez  de  Alvarado,  ó  contador  Juan  de  Guzmán,  el  fsc- 
tor  Diego  de  Mercado,  don  Alonso  Enríquez,  el  Licenciado  Prado  y  secre- 
tario Hernando  de  Sosa,  los  cuales  fueron  de  parte  del  dicho  mi  padre 
al  dicho  Alonso  de  Alvarado  á  le  notificar  las  provisiones  que  Su  Maji 
le  había  dado  de  la  dicha  gobernación,  é  como  era  rescibido  y  obede- 
cido por  gobernador  en  el  cabildo  de  la  dicha  cibdad  del  Cuzco,  é  notifi- 
carle el  dicho  rescibimiento  ó  que  le  requiriesen  que  fuese  donde  el 
dicho  mi  padre  estaba,  con  otros  muchos  complimientos  é  medios  que 
á  los  dichos  mensajeros  había  dado  para  que  diesen  con  el  dicho  Alonso 
de  Alvarado,  é  llegados,  como  estaba  avisado  del  dicho  Hernando  Pizt- 
rro,  el  dicho  Alonso  de  Alvarado  é  los  que  con  él  estaban,  en  lugar  de 
complir  lo  que  Su  Majestad  mandaba,   dijeron  que  no   querían  oirías 
dichas  provisiones,   que  eran  cartapacios  de  bacliilleres  del  Consejo;  é 
añadiendo  delito  á  deUtos,  el  dicho  Alonso  de  Alvarado,  cumpliendo  b 
quel  dicho  Hernando  Pizarro  había  escripto  é  mandado,  prendió  á  te 
dichos  mensajeros  é  los  tuvo  en  graves  y  ásperas  prisiones,   vituperiB- 
dolos,    sin  consentir  que  nadie  los  hablase,,  no  queriendo  estar  p» 
muchos  justos  medios  quel  dicho  Adelantado,  mi  padre,  le  ofresció  coo- 1 
cernientes  al  servicio  de  Su  Majd.  é  á  la  hermandad  de  ambos  goberoa- 


ALMAGBO  Y  SüS  COMPAÑEROS  331 

lores;  todo  lo  cual,  por  mandado  del  dicho  Hernando  Pizarro,  usando 
ie  su  tiranía,  etc. 

Lo  otro,  digo  que  caso  quel  dicho  mi  padre  pudiera  prender  é  cas- 
tigar al  dicho  Alonso  de  Al  varado,  por  se  más  justificar  é  convencer  la 
maldad  del  dicho  Hernando  Pizarro  ó  de  Alonso  de  Alvarado,  de  nuevo 
envió  un  alcalde  é  un  escribano  para  que  de  nuevo  notificasen  al  dicho 
Alonso  de  Alvarado  las  dichas  provisiones  ó  rescibimientos  del  dicho 
cabildo,  é  para  le  notificar  un  mandamiento  que  paresciese  antél,  so  pena 
de  muerte,  con  toda  su  gente  que  se  volviese  á  don  Francisco  Pizarro, 
lo  cual,  en  lugar  de  oir  lo  que  Su  Majd.  mandaba  y  el  dicho  mi  padre 
en  su  real  nombre,  el  dicho  Alonso  de  Alvarado  y  los  suyos  tapaban  las 
cabezas,  é  con  gran  violencia  quitaron  la  vara  al  dicho  alcalde  é  se  la 
quebraron,  y  al  escribano  muy  mal  traptaron,  ó  lo  enviaron  que  dijese 
al  dicho  mi  padre  que  no  había  de  complir  cosa,  antes  le  había  de  hacer 
guerra;  é  la  vara  del  dicho  alcalde  quebrada  echaron  por  el  río  abajo  é 
lo  enviaron  con  el  dicho  mensaje;  todo  lo  cual  hacía  é  hizo  el  dicho 
Alonso  de  Alvarado  por  mandado  del  dicho  Hernando  Pizarro,  etc. 

Lo  otro,  digo  que  por  mandado  del  dicho  Hernando  Pizarro  el  di- 
cho Alonso  de  Alvarado  prendió  los  dichos  mensajeros  ó  quebró  la  vara 
del  dicho  alcalde,  é  hizo  los  otros  delitos,  teniendo  consigo  el  dicho 
Alonso  de  Alvarado  por  consejero  é  cabdillo  á  Gómez  de  Tordoya,  el 
cual  dijo  públicamente,  en  lugar  de  aconsejar  que  se  hiciese  lo  que  Su 
Maj.  mandaba,  que  no  se  cumpliesen  las  dichas  provisiones,  que  eran 
cartapacios  de  bachilleres  del  Consejo;  que  con  otras  mejores  al  pescue- 
zo en  los  reinos  despafia  había  ahorcado  pesquisidores,  que  lo  mismo  se 
podría  hacer  al  dicho  mi  padre,  ó  que  no  se  obedesciese  cosa;  quel  Rey 
estaba  lejos,  ó  que  se  enviasen  corredores  cincuenta  de  caballo  que  co- 
rriesen el  campo  é  prendiesen  los  que  pudiesen  hallarse,  siendo  como  es 
el  dicho  Gómez  de  Tordoya  hombre  de  malas  mañas,  dehncuente,  des- 
servidor  del  Rey  é  que  en  los  reinos  despaña  por  muertes  de  jueces 
pesquisidores  y  otros  muchos  delitos  está  condenado  á  muerte,  y  siendo 
púbhco  é  notorio  al  dicho  Hernando  Pizarro  ó  al  dicho  Alonso  de  Al- 
varado;  el  dicho  Alonso  de  Alvarado,  por  mandado  del  dicho  Hernando 
Pizarro  é  consejo  del  dicho  Gómez  de  Tordoya,  envió  al  capitán  Per 
Alvarez  con  cierta  gente  á  correr  el  campo  ó  prender  al  dicho  mi  padre 
ó  á  la  gente  que  hallase,  el  cual  fué,  como  dicho  tengo,  ó  de  la  dicha  ida 


332  COLBCCIÓK  DE  DOCUJtEKTOH 

el  dicho  mi  padre  iné  iivbaílo  y  prendió  al  dicho  Per  Alvares  é  i 
qU6  con  él  iban  I  de  los  cuales  supo  el  alzaniiento  del  dicho  Aiotiso 
Alvarado,  como  por  mandado  del  dicho  Hürnando  PwlTTO  estaba 
la  dicha  tiranía,  y  quel  dicho  gahernador  don  Francisco  Pizarro  le 
bía  escripto  quél  Tenia  con  mucha  goute  á  m  jnntar  con  él  ó  prendar 
dicho  rni  padre  é  tomar  su  gobernación  y  hacer  los  delitos  que  hm 
fene&cer  lo  principiado,  segund  es  piVbUeo  é  notorio;  la  infoimacidii 
lo  cnal  é  procedo  que  se  hi^o  contra  ©I  dicho  Hernando  PissAvrro  é  Aloi 
de  AI  varad  o,  pido  se  poDji^fl  en  este  proceao  y  por  tal  lo  acuso,  etc 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pizarro  escribió  al  dicho  gol 
nadori  su  hermano,  muchas  cartas  con  muchos  mensajeros  que 
amoünar  del  Cuzco,  en  las  cuales  escribía  que  le  vengase,  aunque  fa* 
eontra  Díoíí  é  contra  el  Rey,  si  era  su  hermano,  y  sí  no,  que  lo  h 
por  liijo  de  una  puta  é  de  muchos  padres,  etí\ 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Francisco  Pizarro  dié  orden  é  manem  q 
Gonzalo  Pizarro  é  Alonso  de  Alvarado,  questaban  prosee,  después  de 
ber  salido  el  dicho  mi  padre  de  la  cibdad  del  Cuzco  á  Chiiiclia  á  traar 
oro  de  Su  Maj.  6  á  8e  voi'  con  el  dicho   Francisco  Piiüarpo  para  qm^\ 
soltasen  lo^  suBodichotí,  con  inducimiento  de  Lorenzo  de  Aldana,  el  ci 
quedó  en  la  dicha  cibdad  para  «pie  lo  soltase  con  favor  de  sub  amigos 
SB  akasen  con  la  cibdad  é  con  la  justicia  é  regimiento,  é  que  se  junta^ 
con  sus  aoiigos  é  hiciesen  juntamiento  de  gentes  é  se  fuese  donde  esta- 
ba el  gobernador,  su  hermano,  é  así  se  hizo;  quel  dicho  Lorenzo  de  Al- 
dana é  consigo  Gonzalo  Jara,  é  Alonso  de  Toro,  Francisco  Solares,  /Vndrés 
deNarváez,  y  Hernando  de  Aldana,  y  Diego  de  Caravajal,  é  Franckeodft; 
Caravajal^  é  Diego  Hernández  Sillero,  é  otros  muchos  que  con  el  dicho  Lo- 
renzo de  Aldana  se  juntaron  é  dieron  favor  ó  avilanteza  por  mandado  del. 
diclio  Hernando  Pistarro,  á  manera  de  üga  é  monipodio,  quebrantáronla, 
cárcel  do  estaban  presos  los  dichos  Gonzalo  Pizarro  é  Alonso  de  Alvarado, 
los  cuales  soltaron,  é  sueltos  robaron  é  saquearon  la  dicha  cibdad»  haden- 
do  grandes  delitos  e  fuerzas,  ó  con  gran  violencia  lucieron  é  prendierofí 
al  capitán  Rojas,  teniente  de  gobernador  del  dicho  mi  padre,   queriendo  ' 
matar  al  alcalde  Peces,  ó  otros  inormea  y  feos  delitos  que  por  las  iníor- 
maciones  de  sus  culpas  parescerán;  é  con  la  dictia  evidencia  y  gran 
regocijo  que  la  gente  llevaba  por  haber  hecho  lo  quel  dicho  Hernando  Pi- 
zarro les  había  mandado,  se  fueron  á  juntar  con  el   dicho  gobernador 
Pizarro,  del  cual  fueron  bien  rescihidos,  haciendo  muchas  alegrías  eu 


ALMAOBO  Y  SUS  C0MPAKEB08 


333 


igar  de  los  castigar  el  dicho  gobernador;  por  mandado  del  dicho  Her- 
nando Pizarro,  por  quien  se  gobernaba  é  regía,  juntamente  con  Antonio 
Picado,  su  secretario,   les  dio  cargos  de  capitanes  de  gente  para  venir 
:>ntra  el  dicho  mi  padre  por  mandado  del  dicho  gobernador  y  Her- 
mdo  Pizarro;  y  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pizarro,  sabiendo  quel  dicho 
adelantado,  mi  padi*e,  escribía á  Su  Majd.  en  una  balsa  de  maderos,  por 
\ue  no  le  quería  dar  navio  el  dicho  gobernador,  su  hermano,  por  bu 
idado,  porque  no  se  supiesen  sus  tiranías  é  alzamientos  de  lo  que 
pasaba  en  la  tierra,  el  dicho  Hernando  Pizarro  escribió  á  su  hermano 
Francisco  Pizarro  que  tomase  la  balsa  quel  dicho  mi  padre  enviaba  é 
despachos  que  en  ella  iban  para  Su  Majd.,  y  por  su  inducimiento  é 
>nsejo  é  aviso,  el  dicho  Francisco  Pizarro  descernió  mandaniiento  para 
bmar  la  dicha  balsa,  é  se  tomó  é  se  tomaron  todos  los  despachos  que 
ra  Su  Majd.  iban;  é  se  robaron  en  la  dicha  balsa  todo  el  oro  é  plata 
ae  en  ella  iba,  haciendo  partos  las  personas  que  se  hallaron  en  la  toma, 
cual  tomó  como  capitán  Francisco  M¿u"tín,  su  hermano,  haciendo  mu- 
fuerzas  ó  delitos,  alzándose  con  la  mar  é  tierra,  todo  lo  cual  el  dicho 
Femando  Pizan-o  hizo  como  tirano  é  deservidor  del  Rey,  á  cuya  cabsa, 
por  no  pasar  la  dicha  balsa  con  los  despachos  para  8u  Majd.,  han 
accedido  todas  las  tiranías  é  muertes  de  hombres  en  esta  tierra  se  lian 
io,  porque  si  pasaran,  Su  Majd.  fuera  avisado  é  proveyera  lo  que 
E^nvenfa  á  su  real  servicio,  etc. 

Lo  otro»  el  dicho  Hernando  Pizarro,  estando  el  dicho  mi  padre  en 
icha  con  el  oro  de  Su  Majd.,  envió  cartas  é  mensajeros  al  dicho  go- 
rnador,  su  hermano,  que  diese  la  batalla  al  dicho  mi  padre  en  Chin- 
é  que  acercase  su  real  ó  que  no  dejase  hombre  vivo  de  los  con  el 
Icho  mi  padre  estaban;  é  dio  ocasión  á  quel  dicho   Francisco  Pizarro 
spoblase  los  pueblos  poblados  de  su  gobernación  é  juntasen  mili  hom- 
contra  el  dicho  mi  padre,  con  mucha  artillería,  é  que  hiciese  mu- 
premisaa  fuerzas  á  los  vecinos  en  sus  casas  é  haciendas,  en  los 
teblos  questaban  encomendados;  é  fué  ocasión  é  principal  en  todos 
[llanos  quel  dicho   Francisco  Pizarro  cometió,  así  de  recibtaciones 
cuentes  como  de  robos  de  cristianos,   muertes,  robos,  asolamientos 
üeblos  ó  de  enterramientos  de  goacas  de  señores  pasados  ó  de  todo 
iemás  que  por  la  pesquisa  parescerá;  asimismo  tocan  al  dicho  Her- 
ado  Pizarro  todos  los  delitos  acaescidos  en  la  tierra:  juntamente  con 


coijBcciók  be  documentos 


se  los  pongo  por  acusación,   como  mejor  de  derecho  dehí  iir 
Lo  otro,  quel  dicho  Hernando  Pizarro  avisó  al  dicho  Frñív 
,  al  tierapo  que!  dicha  mi  padre  traptaba  paces  con  él,  que  m  la 
de   Mala  le  matas©  ó  prendiese  ó  tuviese  eabtelas  con  él,  lo  coil  I 
?rtó  coo  el  fraile  Bobadilla,  que  era  juez  arbitro,   ai   tiempo  «jtfcél  i 
)  fraile  le  fué  á  engañar  al  dicho  mi  padre  á  Chincha,   douílü  ost*^ 
reao  el  dicho  Hernando  Pizarro,  6  mi  ae  pu^  por  obra:  qu^taEids>| 
:ado  que  se  determinase  autel  dielio  fraile  k  marcación,  mandó  qu^  j 
niesen  á  ver  lo8  tiiclios  gobernadores  con  mda  doce  caballeros;  éj 
Pj    u       Icho  4í  '         '  »,  mi  padre,  á  la  letra,   tenía  ú  SésA 
||  'o  mili  1    I  una  calada  para  hacer  matar  al  dich(r J 

que  COI  Dn,  lo  cual  se  efetuara,  como  <Íe8ptiéil 

a^ón  ú  padre  uo  fuera  avisado  dtl  cfiehoJ 


JÚo  ot  pW 

en  loaa  traic    a 
gobernador  don  1)    gt 
ermano,  estaba  asenüulu  e 
fblo  á  Sangaüán,  que  e 
Líese  suelto  el  dielio 
mentasen  ante  Su  Majd.  con 


lando  Pizarro,  como  tirano  é  alxado, 
Eid,  caso  que  entre  los  dichos  adeJín*] 
magro,  mi  padre,  é  Francisco  Pizarro. 
jitulado  quel  dicho  mi  padre  mtidasQ  ' 
>ueblo  de  Chincha  tenia  fundado,  é  I 
jo  Pizarro,  so  ciertaa  fian7.as  quese] 
proceso  de  sus  culpsB  é  delitos,  ooo 
ítiramentos  é  fees  y  pleitos  menajes  que  entre  los  dichos  gobernadores 
é  Hernando  Pizarro  é  sus  capitanes  é  gentes  de  los  dichos  goberuailores 
sobre  la  paz  é  concordia  que  sobre  ello  fué  capitulado,  no  eeibargant^ 
quel  dicho  Hernando  Pizarro  merescfa  muerte  é  muertes  por  los  delito 
que  había  acometido,  segund  declaración  de  letrados;  sin  embargo  de 
lo  cual,  hechos  los  dichos  juramentos,  pleitos  menajes  que  entre  ellos 
bobo,  el  dicho  mi  padre  lo  soltó  con  tales  fianzas  quel  dicho  Hernando 
Pizarro  dio,  que  dentro  de  seis  meses  se  presentaría  con  el  dicho  pro- 
ceso; todo  lo  cual,  por  excusar  rompimiento  é  porque  Su  Majd.  fuese 
servido,  el  dicho  mí  padre,  debajo  de  las  dichas  capitulaciones  é  fees, 
pleitos  menajes  que  hobo,  que  hago  presentación,  fué  suelto  el  didu) 
Hernando  Pizarro,  el  cual,  en  lugar  de  hacer  lo  que  fué  capitulado  é  se 
presentarse  con  el  proceso  de  sus  culpas  ante  Su  Majestad,  después  de 
suelto,  llegado  al  real  de  su  hermano,  convocó,  apremió  al  dicho  Fran- 
cisco Pizarro,  su  hermano,  y  á  los  otros  capitanes  y  gentes,  que  quebra- 
sen los  capítulos  por  alzarse  con  la  tierra  de  Su  Majd.  é  gobernación  del 


▲LMA6B0  T  8ÜS  COMPAÑEROS  335 

ücho  mi  padre;  é  para  lo  efetuar,  hizo  la  dicha  gente  é  pagó  alguna  fa- 
iroresciéndose  con  el  dicho  gobernador  é  sus  hermanos  é  de  muchas 
gentes,  quebrantó  é  hizo  quebrantar  las  fees  é  pleitos  menajes,  capítu- 
los, incurrió  en  las  dichas  penas  é  posturas,  é  vino  al  pueblo  de  Chincha 
6  robó  la  rezaga  del  dicho  Adelantado,  mi  padre,  ó  robó  el  oro  é  plata 
de  Su  Majd.  ó  de  sus  amigos  questaban  en  el  dicho  pueblo  de  Chincha, 
alanceando  cristianos,  indios  ó  indias,  é  negros  ó  negras,  ó  robando  espe- 
cialmente al  tesorero  Alonso  Riquelme,  en  cuyo  poder  estaba  la  hacien  . 
da  de  Su  Majd.  é  suya  del  dicho  tesorero,  consintiendo  en  los  dichos 
robos  el  dicho  Francisco  Pizarro,  sin  lo  querer  remediar  ni  contradecir, 
robando  ansimismo  á  los  oficiales  de  Su  Majd.  de  la  gobernación  del 
dicho  mi  padre  é  á  otras  particulares  personas,  en  lo  cual  cometió  cri- 
minal lesee  niajestatis  é  delitos  inermes  é  otros  muchos  delitos  que  ha  de 
ser  punido  é  castigado,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pizítrro  se  hizo  capitán  general 
de  la  dicha  gente  é  guerra  ó  los  delincuentes  que  con  él  venían  á  dar 
batalla  al  dicho  mi  padre  é  sus  gentes,  y  oprimió  al  dicho  real  y  ejército 
é  gentes  que  con  él  estaban,  para  que  unos  con  otros  no  pudiesen  decir 
las  tiranías  que  hacían  é  cometían  el  dicho  Hernando  Pizarro  para  quel 
cabildo  é  regimiento  de  la  cibdad  de  los  Reyes  no  le  osasen  requerir  lo 
que  al  servicio  de  Su  Majestad  convenía;  é  porque  Sebastián  de  Torres, 
que  al  presente  era  alcalde  ordinario,  en  nombre  de  la  cibdad,  iba  á  le 
requerir  que  no  fuese  contra  el  dicho  Adelantado,  mi  padre,  porque  no 
hobiese  rompimiento  é  porquel  dicho  Adelantado  se  retiraba  por  lo 
excusar,  yendo  el  dicho  alcalde  á  lo  hacer,  le  amenazó  diciendo  que  lo 
había  de  matar  si  en  ello  entendía,  é  por  justo  temor  no  lo  hizo  el  dicho 
alcalde,  todo  lo  cual  por  la  tiranía  del  dicho  Hernando  Pizarro,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pizarro  prendió  los  oficiales  de 
Su  Majestad  del  Nuevo  Toledo,  porque  le  iban  á  notificar  una  provisión 
real  de  Su  Majestad  á  don  Francisco  Pizarro,  su  hermano,  para  que  los 
dejase  ir  á  los  reinos  despaña  á  informar  á  Su  Majestad  de  lo  que 
convenía  á  su  real  servicio,  á  lo  cual  fué  el  contador  Juan  de  Guzmán 
é  con  él  el  Licenciado  Castro,  clérigo,  á  los  cuales  prendió  ó  trajo  presos 
mucho  tiempo,  sin  dejar  ni  consentir  que  nadie  los  viese  ni  hablasen,  y 
si  algunos  les  hablaban,  era  injuriar  sus  personas,  dicióndoles  palabras 
de  desacato  é  injurias;  é  dio  favor  para  que  la  dicha  provisión  no  se 
cvmipliese,  mandando  Su  Majestad  que  libremente  dejasen  los  gobema- 


336  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

dores  irle  á  informal'  las  personas  que  quisiesen,  so  pena  de  aleve»  j 
traidores  é  de  perder  los  oñcios  é  mercedes  que  Su  Majestad  les  hubien 
dado  y  liecho:  en  lugar  de  cumplir  la  dicha  provisión,  persuadió  al  dicho 
su  hermano  á  que  no  lo  compílese,  dándole  consejo  é  favor,  é  asimismo 
estorbó  á  don  Cristóbal  Cortezia,  que  se  iba  á  su  casa  ó  mujer,  que  noae 
fuese,  é  porque  no  le  quiso  seguir  ni  a3rudar  á  sus  delitos  contra  el  dkho 
mi  padre,  le  trajo  de  río  en  río  hasta  que  le  ahogó,  y  el  dicho  don  Cri$- 
tóbal  perdió  la  ^^da  é  hacienda  que  llevaba,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Hernando,  viniendo  con  toda  su  gente,  ban- 
deras é  pendones  alzados  con  toda  su  artillería  para  prender  ó  matar  al 
dicho  mi  padre,  como  vido  que  se  había  retirado,  por  excusar  rompimien- 
to, se  fué  á  la  villa  de  Almagro,  que  dejaba  poblada  el  dicho  mi  padre,  i 
consentimiento  del  dicho  Gobernador,  su  hermano,  por  las  capitulacio- 
nes que  entre  ellos  hobo,  é  la  deshizo,  quitando  la  horca  é  picota,  pren- 
diendo á  los  alcaldes  ó  regidores  que  en  ella  estaban,  robó  é  saqueó  sus 
haciendas  6  los  injurió  de  obras  é  palabras,  é  los  trajeron  presos  á  la 
cibdad  de  los  Reyes,  viniendo  en  la  dicha  prisión  Luis  de  Samillán,  re- 
gidor por  Su  Majestad  en  la  dicha  villa,  seyendo  persona  muy  honrada, 
t rayéndole  en  la  dicha  prisión,  flaco  é  debilitado  de  enfermedad  que  te- 
nía, por  lo  cual,  no  se  pudiendo  tener  en  un  caballo,  le  hicieron  pasar  un 
río  muy  cabdaloso,  y  forzado  contra  su  voluntad,  se  ahogó  el  dicho  Luis 
(le  Sanmillán,  regidor,  é  los  demiis  tuvo  presos  en  la  dicha  cibdad  mu- 
(;ho  tiein[)()  por  deshacer  la  dicha  villa,  en  lo  cual  Su  Majestad  perdió 
los  diclios  reinos  y  el  dielio  Hernando  Pizarro  conieti('>  aleve  crimen 
/esff  majcstdtia,  etc. 

Lo  otro,  (li^o  (iiiel  dicho  Hernando  Pizarro,  sabiendo  que  la  cibdad 
del  (Jiizco  escribía  á  Su  Majestad  lo  (|ue  convenía  á  su  roal  servicio  <Uos 
(leHtos  que  habían  liecho  los  diídios  (íonzalo  Pizarro,  é  Alonso  de  Alva- 
rado,  (''  Lorenzo  de  Aldana  é  sus  amibos  y  consortes  cuando  se  alzaron 
con  la  cibdad  é  la  saquearon  é  prendieron  la  justicia  é  hirieron  al  te- 
niente, viniendo  (íon  los  dichos  (les[)achos  Luis  de  Matos,  regidor  de  Su 
Majestad  de  la  dicha  cibdad  del  Cuzco,  iS  otras  personas,  el  dicho  Her- 
nando Pizarro,  teniendo  aviso  dello,  envió  á  Felipe  Boscán  con  otros  es- 
pañoles al  pueblo  de  lea  para  que  le  tomasen  los  despachos  é  prendiesen 
(^  robasen  los  que  los  traían,  como  lo  hizo  el  dicho  Felipe  Boscán.  que 
los  prendió  é  robó  é  repartió  lo  que  traían  entre  él  y  los  delincuen- 
tes í|ue  con  el  estaban  c  les  tomó  los  dichos  despachos,  diciéndoles  mu- 


ALMAGRO  T  8Ü8  COMPAÑEBOS  337 

has  afrentas  á  los  dichos  mensajeros,  trayóndolos  presos  con  colleras 
.  los  pescuezos  é  arropeas  y  esposas  á  las  manos,  y  ansí  trujeron  los  di- 
thos  mensajeros  hasta  la  cibdad  de  los  Reyes,  con  muchas  injurias  que 
e  hicieron  é  los  tuvieron  presos  en  la  dicha  cibdad  mucho  tiempo,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pizarro,  pospuesto  todo  el  temor 
le  Dios  é  de  Su  Majd.  por  el  mal  propósito  ó  dañada  intención  que  te- 
[lía,  haciendo  sermones  é  predicaciones  falsas  é  dañadas  contra  lo  que 
3u  Majd.  mandaba,  á  la  gente  que  consigo  tenía,  para  hacer  los  dichos 
delitos  é  traiciones,  decía  é  publicaba  que  las  provisiones  quel  dicho  mi 
padre  tenía  las  había  hecho  el  dicho  mi  padre,  que  Su  Majd.  no  había 
mandado  tal,  habiéndolas  él  traído,  ó  que  una  provisión  que  trajo  Per 
Ansúrez  en  que  Su  Majd.  mandaba  que  cada  uno  de  los  gobernadores 
toviese  paz  con  el  otro  y  que  en  caso  que  alguno  se  hobiese  entremetido 
i  tomar  posesión  en  la  gobernación  del  otro,  que  de  la  tal  no  fuese  des- 
pojado; é  si  alguno  se  sintiese  agraviado,  paresciese  ante  Su  Majd.  ó  le 
desagraviaría,  seyendo  la  voluntad  de  Su  Majd.  que  no  fuese  juez  uno 
de  otro;  é  seyéndole  notorio  al  dicho  Hernando  Pizarro  la  dicha  provi- 
sión, les  hacía  entender  á  sus  soldados  que  aquélla  era  en  favor  de  don 
Francisco  Pizarro,  su  hermano,  é  que  la  gobernación  del  dicho  mi  pa- 
dre era  suya,  é  que  para  ellos  la  quería;  é  para  que  mejor  le  creyesen, 
llamaba  á  dos  bachilleres,  Guevara  é  Canta  la  Piedra,  con  los  cuales 
aprobaba  el  dicho  Hernando  Pizarro  sus  mentiras  é  falsedades,  levan- 
tamientos é  traiciones,  y  decía  á  la  dicha  gente  que  fuesen  contra  el 
dicho  mi  padre,  sin  embargo  de  sus  justificaciones  quel  dicho  mi  padre 
había  hecho,  y  escribía  cartas  de  motín  y  escándalo  al  real  del  dicho 
mi  padre,  á  las  gentes  para  que  se  amotinasen,  prometiéndoles  dádivas, 
promesas  para  hacer  su  fato,  porque  viniese  en  efecto  su  traición,  é  por 
sustentar  en  ella,  decía,  á  los  casados  para  les  endinítr,  é  á  parientes,  quel 
dicho  mi  padre  venía  á  tomar  las  mujeres  casadas  é  forzallas  é  robar 
la  cibdad,  é  matar  los  que  en  ella  estaban;  que  mirasen  cuánta  razón 
tenían  de  pelear  é  morir  por  sus  casas  é  honras,  á  fin  de  los  endinar 
haciendo  los  dichos  levantamientos,  seyendo  traición  y  mentira  é  con 
gran  traición  Uevantado  por  el  dicho  Hernando  Pizarro,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pizarro,  otra  é  otras  veces,  hizo 
á  los  dichos  soldados  las  dichas  predicaciones,  prometiéndoles  por  pala- 
bras é  juramentos  de  les  repartir  la  gobernación  del  dicho  mi  padre 
entrellos;  que  peleasen  como  hombres  que  su  hacienda  defendían,  é  que 

22 


338  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

les  daba  campo  franco  en  la  dicha  gobernación,  é  que  lo  que  robasen  é 
sacasen  fuese  suyo,  é  les  consintió  robar  é  ranchear  los  cacique,  do- 
enterrar  los  muertos,  sacar  de  los  enterramientos  mucho  oro  é  piala 
que  tenían  en  sus  enterramientos  é  guacas,  é  consintió  que  matasen  k» 
indios  á  tormentos  porque  les  dijesen  dónde  estaban  enterrados  sos 
padres  é  abuelos,  é  ge  los  trujesen  en  cadenas  para  que  trujesen  lo  que 
robaban;  é  á  los  indios  que  se  cansaban,  cortaban  las  cabezas  en  lu 
dichas  cadenas  sin  los  querer  desatar,  dejando  los  caminos  llenos  de 
muertos,  con  la  mayor  crueldad  que  nunca  se  vio  ni  oyó,  é  mataban  é 
quemaban  los  caciques  é  señores  porque  ho  les  daban  oro,  so  ciertas 
colores  indibidas,  por  cuya  cabsa  la  tierra  e^  perdida  é  destruida,  é 
rancheada,  é  robados  é  muertos  los  indios,  en  gran  deservicio  de  Su 
Majd.  é  pérdida  de  su  real  hacienda,  demás  que  sus  dueños  perdieron 
mucha  suma  é  cantidad  de  pesos  de  oro;  todo  lo  cual  con  gran  traidón, 
violencia  é  maldad,  como  alzado  é  tirano  lo  hizo  el  dicho  Hernando  Pi- 
zarro,  y  por  tal  le  acuso,  etc. 

Lo  otro,  quel  dicho  Hernando  Pizarro,  perseverando  en  su  txaicióu 
é  tiranía,  sabiendo  quel  dicho  mi  padre  estaba  en  el  pueblo  de  Guaitara, 
é  se  había  retirado  por  esperar  justicia  de  Su  Maj.,  uniendo  al  caballerj 
Francisco  de  Chávez  en  un  paso  cx)u  cierta  gente  para  defender  quel 
dicho  Hernando  Pizarro  no  entrase  á  le  matar  ni  robar,  como  lo  mató  .^ 
robó  adelante,  el  dicho  Hernando  Pizarro,  con  gran  violencia,  fué  é  des- 
barató á  la  ^entü  (juel  dicho  mi   paclro  touía  en  el   dicho  paso,   el  cual 
tomó  con  gran  violencia  é  alboroto,  con  pendones  é  banderas  tendidas, 
é  robó  las  haciendas  de  los  que  allí  estaban  é  toda  la  rezaga  del  dicho 
mi  padre,  {)orcjue  se  retrajo  el  dicho  mi  padre  del  dicho  Guaitara  pai-a 
la  cibdad  del  Cuzco,  i)or  excusar  ronii)iniiento,  é  robó  el  dicho  Hernan- 
do Pizarro  toda  la  rezaga  é  servicio  de  la  gente  del  dicho  mi  padre;  é  como 
tirano  é  absoluto  traidor  conspirando  contra  el  dicho  gobernador,  mi 
padre,  seyendo  como  era  gobernador  é  capitán  general  por  Su  Maj.,  fué 
con  toda  su  gente  é  artillería  tras  el  dicho  mi  padre  para  lo  matar  é  des- 
truir, ó  fué  al  pueblo  de  Guaitara,  donde  el  dicho  mi  padre  había  estado, 
creyendo  allí  complir  su  infernal  deseo,   y  como  no  le  halló  por  quel 
dicho  mi  padre,  caso  que  tuvo  lugar  é  tiempo  é  poder  de  gente  parale 
desbaratar,  teniendo  el  servicio  de  Su  Maj.  por  principal  fundamento, 
por  lo  cual  se  había  retirado  más  de  diez  legoas  hacia  la  sierra,  y  el 
dicho  Hernando  Pizarro,  siguiéndolo,  le  mató  é  tomó  é  robó  su  servi- 


almáqbo  y  Sus  compañeros  339 

cío  de  gente  quel  dicho  mi  padre  é  su  gente  llevaban,  tomándoles  sus 
haciendas,  haciendo  excesivas  violencias,  como  asoluto  é  tirano,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pizarro,  visto  quel  dicho  mi 
padre  se  había  retirado,  acordó,  para  le  seguir  más  de  propósito,  como 
le  siguió,  de  se  retraer  con  el  dicho  gobernador,  su  hermano,  al  pueblo 
de  lea  para  que  su  gente  se  rehiciese  de  comida,  ó,  vuelto,  concertó  con  el 
dicho  Francisco  Pizarro,  su  hermano,  se  volviese  á  Lima  á  hacer  más 
gente  para  resistir  cualquier  juez  de  Su  Maj.  que  viniese  en  el  dicho 
puerto  por  fuerza  de  armas,  é  quel  dicho  Hernando  Pizarro  hacía  contra 
el  dicho  mi  padre  con  toda  su  gente,  pues  era  harta,  ó  decía  púbhca- 
mente:  «En  toda  esta  tierra  no  ha  de  haber  sino  Pizarro  ó  Almagro» ,  ó  que 
había  de  matar  á  mi  padre  é  á  mí  para  que  peresciese  la  memoria  del 
dicho  mi  padre;  ó  luego  en  adelante  lo  puso  por  obra  ó  con  toda  la  gente 
partió  contra  el  dicho  mi  padre,  con  la  dicha  traición,  apaleándolos  é 
maltraptándolos,  é  á  los  que  iban  de  buena  gana  dejaban  robar  ó  aprove- 
char, é  saqueai-  los  pueblos  indios  por  donde  iba,  é  haciendo  tales  6 
tantas  fuerzas  que  parescia  á  la  clara  su  alzamiento  é  tiranía;  fué  en  su 
seguimiento  del  dicho  mi  padre  para  le  matar  á  él  é  á  mí  é  á  los  que  con- 
sigo llevaba,  é  ansí  hizo  el  dicho  seguimiento  seguiéndole  é  persiguién- 
dole más  de  cien  legoas,  sin  le  escribir  ni  requerir  cosa  alguna,  sabien- 
do quel  dicho  gobernador,  mi  padre,  le  había  escrito  é  requerido  lo  que 
convenía  al  servicio  de  Su  Maj.  é  á  la  paz  destos  reinos,  diciendo  é  pu- 
blicando en  el  dicho  seguimiento  que  se  iba  á  vengar  é  que  para  esto 
no  quería  medios  ni  partido,  é  decía  á  su  gente  que  si  algunos  mensajeros 
del  dicho  mi  padre  viniesen  al  real,  les  tirasen  con  arcabuces  é  que  so- 
bre su  ánima  é  la  de  Felipe  Gutiérrez  fuese  la  muerte  de  los  dichos 
mensajeros,  é  de  nuevo  dio  campo  franco  á  la  dicha  su  gente,  dándoles 
por  aviso  que  para  hallar  el  oro  que  los  vecinos  del  Cuzco  tuviesen  en- 
terrado, vertiesen  agoa,  é  donde  el  agua  acudiese  á  se  sumir,  estaba  el 
oro;  todo  lo  cual,  por  animar  su  gente  en  gran  deservicio  de  Su  Maj., 
como  robador  é  alzado,  hacía  el  dicho  Hernando  Pizarro  con  gran  trai- 
ción y  maldad,  no  mirando  quel  dicho  mi  padre  estaba  en  la  goberna- 
ción que  Su  Majestad  le  había  dado;  antes  seguiendo  su  tiranía  é 
alzamiento,  el  dicho  Hernando  Pizarro  le  siguió  hasta  cerca  del  Cuzco, 
donde  vino  á  noticia  del  dicho  mi  padre  como  venía  á  le  dar  batalla, 
robando,  asolando  la  tierra,  tomando  los  ganados  de  los  vecinos,  matán- 
dolos é  comiéndolos  sus  gentes,  usando  del  campo  franco  que  el  dicho 


840  COLECCIÓN  m  DOCTJJWBTTdS 

Hernauáo  Pizárro  les  habla  dado,  eu  lo  cual  eometió  crimen  í«<r  no- 
je*iaiis,  etc. 

Ijo  otro,  digo  que,  sabido  por  el  dicho  Adelantado,  mi  (mdr^,  é  poi 
el  cabildo  de  la  cibdad  del  Cuzco  la  tlratUa  é  akamiento  del  dicho  H^ 
riatido  Pízarro  ó  los  robo©  que  venta  hacÍ6iidO|  por  un  ©spía  que  ím 
tomado  del  real  del  dicho  Hernando  Pi?^.arro,  mandaron  4  Francboí 
Hernándes!,  procurador  de  la  cihdad  del  Ouzco,  que  fuese  á  íe  reqiieijí 
al  dicbu  Hcriiaudo  Pizarro  6  &  sus  capitauei*  por  la  paz  é  coucoidiA,  i 
qu€*  mirase  por  el  serricio  de  Su  Majestad  y  el  pro  común  de  la  tiifti 
lo  dc^rn^  que  convenía;  á  lo  >  t  el  dicho  promirador  dijo  que  ya  si 
bían  3U  mala  in  tinción:  y  con  eapía  había  aviBado  quel  dicho  Um 
nando  Pi/^tirro  había  niaadad<  tr  con  luxmbuces  á  quion  llevase  era 
bajada,  por  el  jubito  temor,  qi  o  osaba,  ni  osó  ir  ni  osó  otra  persom 
alguna  de  la  dicha  cibdad;  lo  cual  visto  por  el  dicho  Adelantado,  in 
padre,  é  por  el  dicho  cabildo,  S  acordado  que,  por  excusar  rompí 
miento  á  por  estorbar  laa  muertes  de  hombres  y  la  batalla  quel  dicb 
f  leriiuiiilu  Pizarro  venía  ú  dar  ;  1  deservÍGÍo  que  á  Su  Majd.  se 
y  como  por  su  propia  abtoridad  venía  á  alzarse  con  «u  propia  gol 
ción  del  diüho  mi  padre,  la  cual  en  nombre  de  So  Majd,  tenía  é 
excusar  la  tal  y  otros  deservicios  juo  á  Su  Majd.  venía  á  hacer  el 
Ilernaudo  Pi^.arro,  estando  el  dicho  mi  padre  fundado  en  servir  á 
Majd.,  queriendo  pax  y  concordia,  salió  una  tegoa  de  la  cibdad  con  m 
gente  para  excusar  rompimiento  é  le  requerir  con  la  paz  é  conoordia  é 
con  todos  buenos  medios,  é  si  no  lo  quisiese  hacer,  empedir  no  se  sacase 
la  cibdad  por  el  saco  franco  que  había  dado  el  dicho  Hernando  Pizarro 
é  porque  no  se  robasen  é  profanasen  los  templos  é  iglesias  é  moneste- 
rios;  é  visto  quel  dicho  Hernando  Pizarro,  questaba  cerca  del  Cuzco  y 
questaba  en  parte  donde  podía  hacer  lo  que  tanto  deseaba,  que  era  ver  a! 
dicho  mi  padre  tan  cerca,  hizo  sus  escuadrones  é  provocó  su  gente  á 
rompimiento  é  batalla,  deciéndoles:  <  Señores,  véngame,  que  todavía 
estoy  preso,  hasta  que  me  venguéis,  que  yo  de  nuevo  doy  saco  en  é 
Cuzco,  é  lo  que  robáredes  sabed  hoy  aprovecharos  é  valeros;  no  dejas 
hoy  hombre  vivo  y  haced  la  guerra  como  contra  moros,  que  yo  vos  pro- 
meto demás  de  lo  que  robáredes,  é  os  juro  á  Dios  é  por  el  hábito  de 
Santiago  de  vos  dar  é  repartir  todo  lo  descobierto»;  é  otras  razones  que 
con  su  gente  de  ñacos  eran  fuertes  y  de  armas  leones;  é  seguiendo  con 
sus  escuadrones  por  el  camino,  sin  esperar  ni  atender  requerimientos  ni 


ALMAGRO  Y  8Ü8   COMPAÑEROS 


341 


cosa  de  medios  é  concierto  de  paz,  pretendiendo  de  se  alzar  con  la 
Ierra  é  robarle  é  de  se  vengar  del  dicho  mi  padre,  mandó  tirar  su  arti- 
é  romper  con  la  gente  del  dicho  mi  padre;  é  ansí  fenesció  ó  princi- 
pió una  campal  batalla,  en  la  cual  desbarató  é  ganó,  con  la  pujanza  de 
rente  é  artillería  que  traía,  al  dicho  mi  padre  é  á  su  gente,  é  mandó  se- 
iesen  la  Vitoria  é  alcance,  la  cual  siguió  en  tanto  grado  é  con  tanta 
crueldad,  que  mató  doscientos  hombres  después  de  rendidos  é  fenescidu 
la  batalla,  con  las  más  terribles  é  crueles  muertes  que  jamás  á  cristiano?? 
se  dieron;  que  pidiendo  los  hombres  rendidos  misericordia,  los  soldados 
soltaban  los  arcabuces  é  ballestas  en  ellos  é  los  mataban,  como  hicieron 
á  muchos  é  con  grandes  crueldades  que  jamás  se  vieron  é  oyeron;  que 
¿  Juan  de  Rutia,  estando  rendido,  le  tiró  un  soldado  con  una  ballesta  t* 
mató,  é  después  de  muerto  lo  abrió  é  le  sacó  el  uncto  con  la  mayor 
leldad  que  jamás  en  corazón  humano  se  pudo  pensar.  Demás  de  las 
_dichas  muertes  é  crueldades  que  en  los  cristianos  se  hicieron,  en  las  di- 
muertes decejmron  é  mancaron  más  de  otros  ciento  é  cincuenta 
ibres,  dieron  muclias  cuchilladas  por  las  caras,  viniendo  rendidos  ó 
ros,  é  á  otros  resgatándolos  por  tasa  de  dineros  subidas»  roldando  el 
ipo  é  despojo  é  saquearon  la  cibdad,  haciendo  muchos  sacrilegios  é 
bbos  en  las  iglesias  é  raonesterios,  dando  tormentos  á  los  religiosos  é 
iciales  macánicos  questaban  en  las  iglesias  por  se  guarecer,  ó  trabajan- 
en  sus  casas»  para  que  les  diesen  oro  é  mostrasen  dónde  lo  liabía: 
ró  el  dicho  saco  hasta  el  día  de  hoy;  que  después  de  haber  pasado  la 
Eiha  batalla  é  de  haber  muerto  en  ella  al  mariscal  ó  capitán  don  Ro<lri- 
Orgófiez,  teniente  general  del  dicho  mi  padre,  y  al  alcalde  Gonzalo 
I  Sayas,  é  al  capitán  Francisco  de  Sahnas,  regidor,  é  al  capitán  Ruy 
é  á  muchos  caballeros  de  cuenta,  á  los  cuales,  después  de  los  haber 
>,  traían  sus  cabezas  arrastrando  por  los  campos  é  calles,  como  fué  la 
eza  del  dicho  mariscal  é  otras,  dando  con  ellas  por  las  caras  á  los  vé- 
aos é  amigos  del  dicho  mi  padre;  é  la  cabeza  del  dicho  capitán  don  Ro- 
Orgóüez  pusieron  en  la  picota  clavada,  la  cual  le  cortó  la  más  vül 
sona  que  había  en  el  campo,  que  era  un  Fuentes,  despensero  del  dicho 
Francisco  Pizarro,  y  un  paje  suyo  del  dicho  nombre;  é  mataron  con  las 
f  crueldades  en  la  dicha  batalla  más  de  doscientos  hombres,  entre  los 
Jes  murieron  muchos;  é  después  de  rendidos,  el  capitán  é  mariscal  don 
igo  Orgóñez,  y  el  capitán  Pedro  de  Lerma,  y  el  capitán  Salinas,  regi- 
'  del  Cuzco,  y  el  capitán  Ruy  Díaz,  y  el  caballero  Hernando  de  Alvara- 


342 


COLECCIÓN  DE  OOCtTMENTOS 


do,  y  Gregorio  Enríquez  de  Herrera,  é  Diego  de  Vera,  é  Goii7.alo  de  J 
yas,  alcalde,  é  Lemus,  portugués,  Hernán  Martínez,  é  Juan  de  Urratia  i 
cual,  después  de  lo  haber  muerto,  lo  desollaron  é  sacaron  el  uncto, 
de  tan  gran  crueldad  que  jamás  se  vio  ni  oyó;  é  mataron  á  Aráuz,  i 
Alonso  Moreno,  é  Pero  Vázquez  Astudillo,  Juan  Jiménez  de  Alcánt 
Ambrosio  Rodríguez  de  Fuentes,  Santa  Cruz,  Sancho  Pérez  Molina, 
zalo  de  Herrera  Rodero,  Pedro  de  Verdugo,  Alonso  de  Albornoz,  J^ 
de  Robles,  Castroverde,  Navarro,  Alonso  Vázquez,  Pero  Benít^z»  Goc 
de  Fuentes,  Alonso  de  Canta  la  Piedra,  Hernando  Alonso,  Ja 
Pardo,  Andrés  López,  Hernán  Martín,  Andrés  Eiu'íquez,  Juan  Fer 
dez  de  Huelva,  Antonio  Hernández,  Sancho  Pérez,  Bartolomé,  eompA 
fiero  de  Pero  Martín,  Peña,  Pedro,  escribano,  Diego  de  Robles  Portilla 
Pero  Vázquez,  Alonso  Moreno,  Juan  Jiménez,  Laso  de  la  Goarda,  San 
Pérez,  Alonso  Morales,  Pero  López,  Pérez  de  Caballos,  Juau  Pérez  < 
Toro,  Esteban  Rodríguez,  Juan  García,  Gonzalo  de  Mesa,  Tivirio  Híi 
nández,  Juan  Lozada,  Pedro  Gallego,  Pedro  de  Málaga,  Goitzalo 
Medina,  Alonso  de  Medina,  Santo  Bras,  Pedro  de  Cantos,  Juan 
Pedro  de  Vivero,  Fabián  de  Tapia,  Gonzalo  Sarmiento,  Pedro  de  Ve^li 
co,  Montes  Doca,  Alonso  de  Lara,  Pedro  de  Oviedo,  Alonso  Me  * 
Alonso  de  Oyos  é  Juan  Ramírez,  Pedro  Pimentel,  Gonzalo  de  Bamoi 
Pedro  Guillen,  Alonso  Collado,  Hernández,  Pedro  del  Prado,  Ro*! 
Morales,  Gabina,  el  atabal,  Juan  de  Luoona,  Alonso  Mejía»  Pedroj 
Puente,  Esteban  Genovés,  Felipe  de  Lerma,  Juan  Sánchex,  Pe 
Segovia,  Alonso  de  Feria,  Pedro  de  Salazar,  Juan  Pillóte, 
Talavera,  Villa  Diego  ó  Monje  de  la  Goarda,  Juan  Alemán,  Joan 
Esteban  Gallego,  Alonso  del  Puerto,  Francisco  Caballero,  Gómalo 
varez,  Esteban  Francisco  Miravalles,  Endino  de  Triana,  Ballest^^m^  ^ 
to,  Juan  Muñoz,  Duarte  de  Valladolid,  Gonzalo  Ramírez,  Ban 
Talavera,  Juan  de  Andrada,  Alonso  Duran,  Pedro  Marbella,  (J 
Armenta,  Cristóbal  del  Valle,  RuÍ2  de  Higueredo,  Tristán  Alonso ' 
rrán,  Juan  I^eva,  Alonso  de  Fuentes,  Diego  Clavo,  Alonso  r*a^'*'^ 
80  de  la  Peña,  Pedro  Lobato,  Juan  Quintero,  Pedro  de  Vallada 
Sordo,  Francisco  del  Río,  Alonso  de  Benavente,  Silvestre  Pérez, 
de  Melgar,  Esteban  Fuente,  Pedro  Bernal,  Juan  de  Soria,  Pedro  ' 
llana,  Juan  Abra,  Juan  Mejía,  Esteban  de  Talavera,  Alonso  de< 
Pedio  de  Villadiego  Izasaga,  Gonzalo  Calvo,  Juan  Quiroga, 
Zamora,  Pedro  de  Villanueva,  Alonso  de  Aria,  Jiilliáu  de  SaKiiM»] 


^.^^ 


rffl 


IH 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPANEROS 


343 


Itieí  Sánchez,  Cristóbal  Pérez  é  Púas,  Sancho  Rodríguez  de  Castro,  Se- 
ián  Méndez,  Pedro  Tnijillo,  Estoban  Núñez,   Diego  Moran,  Alonso 
la  Pedraza,   Diego  del  Baüo,   Alonso  de  la  Feria,   Alonso  Bejarano, 
Pedro  Bermúdez,  Juan  de  Alarcón,  Alonso  de  Castro»  Pech-o  de  Legui- 
imo  y  otros  muchos,  que  por  sus  nombres  no  me  acuerdo,  que  por  la 
ifonnacióu  parescerán,  entre  los  cuales  fueron  muchos  caballeros  de 
tienta  muertos  con   las  mayores  crueldades  de  muertes  crueles  que 
entre  cristianos  ni  naciones  enemigas  se  vieron  ni  oyeron.  Demás 
ie  esto,  arrastrando  la  bandera  real  de  Su  Majestad,  con  las  armas  rea- 
é  las  otras  banderas  que  traían  cruces,  trayéndolns  al  derredor  de  !a 
icota,  deciendo  á  grandes  voces  é  alaridos:   «¡Viva  Pizarro!  Viva  Piza- 
j!>;  é  pusieron  sus  banderas  por  las  ventanas  é  iglesias  de  la  dicha 
ibdad,  y  entrando  en  la  dicha  cibdad  el  dicho  Hernando  Pizarro,  quitó 
varas  de  la  justicia  por  abtoridad  á  los  tenientes  del  dicho  mi  padre, 
prendió  al  dicho  mi  padre  é  á  los  dichos  tenientes,  é  á  los  alcaldes  é 
Bgidores  les  quitó  sus  oficios  é  los  dio  á  los  delincuentes  que  la  favo- 
ieron  en  la  dicha  batalla,  haciendo  alcaldes  é  regidores  de  su  mano, 
»mo  traidor  tirano  absoluto;  é  prendió  todos  los  vecinos  é  gentes  que 
eran  de  su  parcialidad,  que  eran  de  la  del  dicho  mi  padre,  y  los  unos 
aterró  y  echó  por  fuerza  con  penas  de  la  cibdad»  con  apremios  que  les 
>»  é  á  otros  tuvo  presos  en  cubos,  cárceles  graves  y  con  graves  pri- 
íes,  cosa  de  tanta  crueldad  no  hecha  ni  vista  en  el  mundo,  tomando* 
sus  caballos  é  servicios  á  los  desterrados  é  muertos  é  presos,  porque 
las  tu\neseu  ni  les  diesen  de  comer,  azotando  los  que  no  se  querían 
tde  la  cibdad,  los  cuales  eimaban  á  partes  é  lugares  incónitos  é  in- 
isiderados,  sin  les  dejar  cuchillo  ni  camisa  que  se  vistiesen;  á  cuya 
5Sfl  los  indios  mataron  los  desterrados  de  tres  en  tres,  é  mataron  mu- 
iios  dellos  como  iban  solos  é  despojados  de  anuas;  que  despuj*s  de! 
C*ho  destierro  después  los  enviaban,  so  color  que  hacían    entradas  con 
pitanes  traidores  é  tiranos,  dado  caso  que  fué  requerido  que  no  en- 
í  los  dichos  capitanes  por  la  gobernación  del  dicho  mi  padre;  sin 
abargo  de  lo  cual,  proveyó  los  dichos  capitanes,  por  desterrar  la  gente 
itarla,  como  los  mató,  enviándolos  á  partes  inconsideradas  por  robar 
gobernación  del  dicho  mi  padre,  más  de  doscientos  hombras  é  otros 
mtos  caballos  ó  más   de  veinte  mili  anaoonas  y  esclavos  é  indios  de 
liervicio,  la  cual  gente  llevó  do  muriese  el  capitán  Per  Anzures,  por  man- 
dado del  dicho  Hernando  Pizarro;  todo  lo  cual  el  dicho  Hernando  Piza- 


344  COLBCCIÓK  0K  DOCUMENTO» 

rro  hizo  porque  ninguno  quedase  \ivo  é  tiranizar  la  tierra,  como  la  tim- 
nizó  é  se  alzó  con  ella,  robando  toda  la  hacieuda  del  dicho  mi  {wdn  f 
I  BUS  criados,  é  del  dicho  robo  repartiéndose  y  echando  suertes  m^ 
sus  amigos,  repartiendo  el  oro  é  plata  é  ropa,  prendiendo,  como  preadii, 
al  dicho  mí  pariré  muy  deshonradamente,  metiéndolo  en  una  ásp6a«< 
fría  é  sucia  priaión  con  muchos  hierros,  grillos  é  cadenas  á  los  pies,  ds*- 
ciéndola  é  haciéndole  muchos  vituperioa  é  crueldades,  feas  palabrea, 
Uamáudole  ladrón,  bellaco  y  henjje  y  otras  muchas  injurias,  seyéodoei 
dicho  mi  padre,  como  era,  tau  buen  servidor  de  í?u  Majestad  é  qucs  tAnto 
le  liabía  servido,  y  de  sus  servicios  tanto  fruto  Su  Majd.  había  habido. 
habiendo  seido,  como  fué,  principio,  medio  é  ñn  de  ganar  eatos  reiEU»  I 
8U  costa  é  misiáu,  donde  perdió  un  ojo  é  gasítfS  más  de  quinientas 
pesos  de  oro;  á  seyendo  viejo,  que  en  servicio  de  Su  Majd.  habla  enve» 
Jecido  y  encaueeido.  estando  enfermo,  seyondo,  conio  era,  adelaiitadú, 
gobernador,  capitán  general  por  Su  Majd,  el  dicho  mi  padre,  le  despojií 
el  dicho  Hernando  Pizarro  de  la  dicha  gobcniación  cou  la  dicha  violen- 
cia, robos  6  tiranías,  fuerzas,  oprcsionetí,  cnieldades  que,  úb  ai  imU^ 
I,  jamás  se  vieron  ni  oyeron;  é  hiciáronse  tales  oosas,  que  no  se  put- 
decir  ni  pcu.sar,  en  lo  cual  cometió  traición  aleve  é  delitos  enorin^; 
é  como  á  tal  traidor,  pido  sea  castigado,  etc. 

Lo  otro,  digu  que!  dicho  Heruando  Pizarro,  como  traidor  é  aaohita 
tirano  é  aleve,  conaplrando  contra  Su  Majd.  é  contra  au  gobernador  é 
capitán  general,  é  contra  sus  tenientes  é  justicia  real,  el  día  d©  la  batalla 
é  muchos  días  antes  mandó  á  sus  capitanes  é  gentes  que  mataseo  si 
dicho  gobernador,  mi  padre,  do  quíer  que  lo  pudiesen  habar,  é  amí  lo 
mten taren  é  procuraron  las  personas  qu estaban  juntas  é  diputados  qae 
en  la  dicha  conspiración  aliados  é  confederados  á  mauera  da  liga  é  mo- 
nipodio é  conspiración,  creyendo  quel  dicho  mi  padre  iba  en  una  litera 
en  que  solía  andar  por  estar  muy  enfermo,  dieran  muchas  lanzadas  eii 
la  dicha  litera  los  dichos  conspirantes,  entre  los  cuales  era  uno  Aloaao 
de  Toro  é  otro  Gonzalo  Jara,  é  otros  muchos  que  para  ello  diputados 
estaban:  é  cuando  daban  las  dichas  lanzadas  en  la  dicha  litera,  decían" 
«Aquí  acabará  Almagro  é  morirá  su  nombre;  quedará  vivo  el  de  Fm- 
rro  en  la  tierra^;  á  como  el  dicho  mi  padre  se  había  ido  á  amparar  m 
la  fortaleza  real  de  Su  Majd.  questaba  en  el  dicho  Cuísco,  fueniQ  á  la 
dicha  fortaleza  Gonzalo  Pizarro,  é  Alonso  de  Alvarado,  é  Felipe  Gtitíé- 
xrez  é  otroa  muchos  capitanes  é  gentes  con  tiros  de  pólvora  é  ballestas 


ALMAGRO  T  SUS  COMPAÑEROS  345 

é  otras  armas,  é  le  cercaron  é  tiraron  tiros  contra  el  dicho  mi  padre,  é 
le  dijeron  muchas  é  feas  é  injuriosas  palabras,  hasta  tanto  que  le  pren- 
dieron é  quisieron  matar,  trayéndole  preso;  é  así  le  trajeron  antel  dicho 
Hernando  Pizarro,  el  cual  le  mandó  poner  en  la  dicha  prisión  estando 
doliente,  é  lo  tovo  en  la  dicha  crueldad,  sin  servicio  de  criados  ni  escla- 
vos, porque  á  todos  los  criados  se  los  prendieron,  é  los  esclavos  é  servi- 
cio que  tenía  todo  se  lo  tomaron  ó  robaron,  demás  el  robo  i  saco  que 
dieron  á  toda  su  casa  é  hacienda  é  de  sus  criados  é  gentes  que  en  ella 
vivían;  demás  del  saco  ó  público  robo  que  en  la  dicha  cibdad  se  hizo, 
con  ser  el  dicho  mi  padre  viejo  y  haber  encanecido  serviendo  á  Su  Majd., 
estando  enfermo  é  flaco,  que  no  tenía  sino  solos  los  huesos  de  la  dicha 
enfermedad  é  trabajos,  le  echó  una  gruesa  cadena  é  unos  grillos  por 
los  pies,  ó  no  le  quiso  dar  cama  en  que  durmiese,  ni  una  silla  en  que  se 
sentase;  estando  tan  debillitado,  le  tuvo  con  las  dichas  prisiones  en  el 
suelo  frío  húmido,  é  sin  consentir  que  le  limpiasen  el  cubo  en  que  estaba 
preso,  questaba  lleno  de  pulgas  é  ratones  ó  otras  bascosidades;  é  porque 
Hernando  de  Sosa,  su  secretario,  le  llevó  un  colchón  á  cuestas  que  le 
dieron  en  que  durmiese  el  dicho  mi  padre,  é  una  manta  que  se  cobijase, 
quisieron  los  arcabuceros  que  lo  tenían  en  goarda,  matar  al  dicho 
secretario  llamándole  traidor,  criado  del  traidor,  é  allí  en  el  dicho  cubo 
le  dijeron  muchas  blasfemias  é  feas  palabras  al  dicho  mi  padre,  estando 
puesto  debajo  de  una  guarda  de^  ima  gente  sin  virtud  é  tiranía,  é  le 
tuvieron  mucho  tiempo  en  la  dicha  prisión,  haciéndole  muchas  moles- 
tias é  malos  traptamientos,  lo  cual  hacían  por  mandado  del  dicho  Her- 
nando Pizarro;  é  porque  me  tenía  á  mí  consigo  el  dicho  Adelantado,  mi 
padre,  é  nos  consolábamos  el  uno  con  el  otro,  pasaba  las  dichas  cruel- 
dades que  se  ensañaban  é  decían  contra  nosotros.  El  dicho  mi  padre  é 
yo  comíamos  un  poco  de  oveja  cocida,  é  para  la  comer  era  menester  que 
una  negra  pidiese  por  amor  de  Dios  entre  quien  se  la  daba,  porque  nin- 
gún criado  ni  amigo  suyo  no  dejó  sin  que  lo  desterrasen  ó  matasen  ó 
prendiesen,  y  estuviesen  en  la  misma  necesidad  quel  dicho  mi  padre; 
todo  lo  cual  hicieron,  y  las  dichas  crueldades  pasó  el  dicho  mi  padre 
con  haber  seido  el  más  magnánimo  é  Uberal  hombre  que  en  nuestros 
tiempos  hobiese  y  que  más  beneficios  hizo  á  buenos  é  comunales,  dán- 
doles su  hacienda  para  los  animar  en  servicio  de  Su  Majd.  y  en  recom 
pensa  de  lo  que  á  Su  Majd«  servían,  que  en  una  sola  hora  dio  doscientos 
mili  pesos  de  oro  por  les  recompensar  los  grandes  gastos  é  incompara- 


346  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

bles  trabajos  é  visto  cuan  adebdados  é  uescesitados  estaban;  los  cnaki 
dichos  martirios  el  dicho  mi  padre  padescía  con  mucha  paciencia,  dandi 
gracias  á  Nuestro  Señor  por  ello,  é  sufría  los  abatímientos  é  injurias  q» 
le  hacían,  con  buen  ánimo,  por  los  padescer  en  servicio  de  Dios  Nu» 
tro  Señor  ó  de  su  rey  natural;  é  aun  la  dicha  carne  de  oveja  que  b 
dicha  negra  le  buscaba,  no  le  querían  dar  lugar  donde  la  asase  é  cocifloa; 
é  cuando  le  iba  á  dar  de  comer  al  dicho  mi  padre,  la  echaban  á  palos 
del  dicho  cubo  con  tanto  grado,  que  no  osaba  irle  á  dar  de  comer  áh 
dicha  cárcel,  que  se  podría  decir  más  furia  de  infierno  que  cárcel.  Pan 
más  lastimar  al  dicho  mi  padre,  el  dicho  Hernando  Pizarro  me  quitó  de 
su  poder  é  me  envió  para  la  cibdad  de  los  Reyes,  sin  embargo  de  nm- 
chos  requerimientos  que  le  hicieron  que  no  me  llevasen  ó  para  que  le 
quitasen  las  dichas  presiones  é  no  le  hiciesen  los  dichos  malos  trapta- 
mientes,  porque  de  flaco  y  dibilitado  y  enfermo  se  ensuciaba  en  las 
calzas;  é  pidiéndole  como  por  amor  de  Dios  que  le  quitasen  los  grillóse 
cadena  para  calzar  otras,  é  requeriéndose  por  autos  é  requerimientos, 
por  más  le  injuriar  y  escarnecer  respondía  que  era  mal  viejo,  que  t^iía 
é  hizo  cabeza  de  proceso  contra  el  dicho  mi  padre,  haciendo  otros 
^^tuperios  é  injurias  enconsideradas,  como  traidor  é  aleve;  y  hecha 
la  dicha  cabeza  de  proceso,  hizo  el  dicho  Hernando  Pizarro  con  su 
propia  abtoridad,  tomando  testigos  falsos  contra  él,  enemigos  del  di- 
cho mi  padre,  de  los  mus  delincuentes  é  compañeros  de  los  delitos, 
é  unos  por  dineros  é  otros  j)or  indios  é  otros  por  promesas  é  otros 
por  amenazas  é  otros  i)or  odio  y  enemistad  que  tenían  al  dicho  mi 
padre,  liizo  testificacióa  contra  él  todo  lo  que  quiso  c  por  bien  tovo.  a 
contento  ó  ordenamiento  de  dos  infernales  hombres  de  más  mala  con- 
ciencia c  vida  é  fama  que  hay  en  el  mundo:  el  uno  Lope  de  Alarcón 
y  el  otro  Montoya,  scyendo  do  las  dichas  calidades,  los  cuales  encami- 
naban, ponían  c  (juitahan  en  la  dicha  probanza,  seyendo  fiscales,  cscri- 
hanos  c  jueces  é  testigos  é  partes  contra  el  dicho  mi  padre,  seyendo 
delincuentes  de  los  dichos  delitos  que  el  dicho  Hernando  Pizarro  hacía, 
guiándose  el  dicho  Hernando  Pizarro  por  ellos,  en  tanto  grado  que  al- 
gunos de- los  dichos  testigos,  dichas  las  dichas  falsedades  é  bellaquerías 
(\xv^  pasal)an  en  el  proceso,  hacían  exclamaciones  secretas  en  que  decían 
aquello  á  que  eran  apremiados;  y  hecha  la  dicha  información,  se  hizo 
juez  é  parte  contra  el  dicho  mi  padre,  é  hizo  al  dicho  Alarcón  fiscal,  é 
que  le  pusiese  una  acusación  muy  cruel  al  dicho  mi  padre,  de  muchas 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS  347 

mentiras  é  injurias,  é  seyendo  declinada  juridición  por  las  cabsas  con- 
tenidas en  la  dicha  declinatoria,  el  dicho  Hernando  Pizarro,  de  hecho  é 
contra  todo  derecho,  sin  parescer  de  letrado,  dado  que  le  fué  pedido  por 
el  dicho  mi  padre  é  consentido  por  el  dicho  Alarcón  que  lo  viesen 
letrados,  no  solamente  no  lo  quiso  hacer,  pronunciándose  por  juez,  hizo 
é  cometió  inermes  fuerzas  é  delitos,  el  cual  todo  lo  que  del  resulta  le 
pongo  por  acusación  conforme  á  lo  alegado  é  probado,  é  hago  presen- 
tación del  dicho  proceso;  pido  se  ponga  en  éste  para  que  por  él  conste 
los  deUtos  é  traiciones  é  tiranías  del  dicho  Hernando  Pizarro,  fasta  la 
ejecución  de  la  causa  y  defensa  y  ensafiosa  conclusión  del  dicho  pro- 
ceso, violenta  é  vergonzosamente,  del  dicho  mi  padre,  de  la  cual  ante 
Dios  y  ante  Su  Majd.  y  ante  vuestra  señoría  acuso  é  pido  justicia  con- 
tra el  dicho  Hernando  Pizarro  é  contra  sus  consortes  é  valledores,  con 
cuantas  instancias  é  ahincamientos  puedo  é  de  derecho  debo;  le  acuso 
criminalmente  como  traidor  contra  el  servicio  de  Su  Majd.;  lo  acuso 
como  mejor  de  derecho  lo  puedo  acusar,  porque  mató  al  dicho  mi  padre 
con  enemistad  capital  que  le  tuvo  é  por  envidia  de  su  honra  é  fama, 
para  denegar  y  escurecerle  su  honra  é  fama,  ó  para  robarle  su  gober- 
nación é  hacienda,  é  despojarle  de  todo  lo  que  Su  Majd.  le  había  dado, 
é  destruir  la  dicha  gobernación,  é  matar  é  destruir  sus  amigos  é  criados 
que  había  en  la  tierra,  é  matóle  debajo  de  las  alas  é  brazos  é  am- 
paro de  Su  Majd.,  y  debajo  del  amparo  de  Dios  y  del  Rey,  le  mató  é 
condenó  á  muerte,  pelándole  las  barbas,  sin  le  querer  otorgar  la  apela- 
ción, habiendo  apelado  de  la  dicha  sentencia;  dándole  garrote  en  la 
cárcel  como  á  público  ladrón  é  malhechor,  deciendo  que  le  tenían  preso 
por  ladrón  é  no  por  otro  delito,  deciendo  al  tiempo  que  le  mataba  pala- 
bras de  mucha  injuria,  por  le  desesperar  é  desconsolar;  é  dado  el  dicho 
garrote,  le  sacaron  á  la  plaza  con  el  garrote  é  soga  á  la  garganta  é  de 
allí  el  traidor  le  mandó  degollar  con  pregones  públicos  é  inhonestos  é 
indibidos,  con  mucho  escándalo  ó  alboroto  de  gente  armada;  é  con  su 
muerte  yo  quedé  muerto  en  el  espíritu  é  en  honra  é  hacienda  é  vida, 
huérfano  desmamparado,  esperando  venir  en  mucho  estado  é  aumento 
por  méritos  é  servicios  del  dicho  mi  padre;  é  quedaron  ansimismo  todos 
los  cristianos  é  naturales  que  en  estas  partes  residen,  muchas  dueñas  é 
doncellas  é  pobres  caballeros  que  después  de  Dios  vivían  en  confianza 
de  Su  Majd.  é  del  dicho  mi  padre,  é  Su  Majd.  perdió  uno  de  los  leales  ser- 
vidores é  vasallos  que  tuvo  en  todo  el  mundo,  é  perdió  los  descubrí- 


1 


348  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


inientos  del  Mar  del  Sur  é  de  la  tierra  para  adentro  quel  dicho  mi  p^ 
dre  hiciera  con  el  gran  aparejo  é  voluntad  que  tenia  de  servir  ¿  8i 
Majd.;  y  el  Inga  é  los  naturales  dejaron  de  venir  de  paz  y  estás  haf 
alzados  por  ser  muerto  el  dicho  mi  padre;  é  son  muertos  más  de  doi 
mili  cristianos  desde  el  alzamiento  del  Inga  acá,  por  cabsa  del  dkjn 
Hernando  Pizarro;  é  Su  Majd.  ha  dejado  de  haber  de  quintos  y  dereduM 
inistimable  suma  de  pesos  de  oro,  de  más  de  diez  millones,  que  bastaba 
para  cumplir  algunos  gastos  é  nescesidades  de  Su  Majestad,  é  conqú 
tar  infieles;  é  yo  perdí  con  su  muerte  más  de  dos  millones  de  oro,  qoel 
dicho  mi  padre  adquiriera  é  me  dejara,  é  ansimisnao  dejó  de  pagar 
todas  las  debdas  que  debe  y  hizo  en  servicio  de  Su  Majd.  en  caatídad 
de  doscientos  mili  pesos;  la  cual  muerte  le  dio  sin  embargo  de  la  dicb 
apelación  que  interpuso,  por  le  tomar  é  robar  su  gobernación  é  alzársele 
él  y  don  Francisco  Pizarro  con  su  hacienda;  y  cuando  le  iban  á  rogar 
é  importunar  algunas  personas  particulares  que  se  la  otorgase  y  no  le 
matase,  les  tomaba  odio  y  enemistad  capital  é  los  maitraptaba  é  á  sm 
amigos  que  en  ello  le  hablaban  é  decía:  «Dejalde  muera,  que  al  Rey  ora 
dineros  ataparemos;  dineros  lo  han  de  hacer  todo,  que  con  lo  que  bebie- 
se de  su  gobernación  pagaré  su  muerte.»  Por  manera  que  los  delitos  qm 
había  cometido  ó  cometía  contra  Su  Majd.,  decía  que  dineros  haciaD 
más  al  caso  quel  castigo  de  los  dichos  delitos,  seyendo,  como  es,  Su  Majd. 
el  más  reto  cristiano  príncipe  que  en  toda  la  cristiandad  hay,  y  que  más 
justicia  haga,  por  lo  cual  ol  dicho  Hernando  Pizarro  meresce  ser  puni- 
do é  castigado,  hecho  cuartos,  como  traidor  y  aleve,  y  i)or  tal  lo  acuso. 
Lo  otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pizarro,  luego  que  mató  al  di- 
cho lüi  padre,  para  (juo  más  claro  constase  á  toda  la  tierra  la  crueldad 
con  que  había  muerto  al  dicho  mi  padre,  que  había  sido  por  le  robar  su 
hacienda  é  heredarlo  en  su  gobernación  y  en  indios  y  en  todo  lo  que  ent 
procedió  en  la  dicha  capital  enemistad  le  tomó  todo  su  servicio  de  indios 
é  servicio  dellos,  é  lo  mismo  hizo  de  los  indios  de  su  repartimiento;  por 
manera  que  la  dicha  muerte  muestra  bien  la  cabsa  por  que  se  cabsó;  de 
los  cuales  repartimientos  que  ansí  tomó  para  sí  ha  hecho  y  sacado  y  ro- 
bado por  fuerza,  contra  la  voluntad  de  los  naturales  de  los  dichos  pue- 
blos que  ansí  tenía  el  dicho  mi  padre,  mucha  cantidad  de  oro  é  plata  é 
ropa  é  ganado  é  maíz;  é  para  se  lo  sacar  quemó  muchos  caciques  é 
principales,  é  ha  seido  cabsa  que  por  tomar  los  dichos  sus  bastimentos  t* 
oro  é  plata  hayan  despoblado  los  dichos  pueblos  é  se  hayan  muerto  la 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEBOS  349 

jnayor  parte  de  los  indios  que  en  ellos  vivían;  lo  cual  dicho  Hernando 
Pizarro  liizo  como  alzado  é  tirano  é  robador  de  la  tierra  de  Su  Majes- 
t-id  ó  gobernación  del  dicho  mi  padre,  que  por  cumplir  lo  que  había 
prometido  á  la  gente  que  consigo  traía  cuando  dio  la  batalla,  que  había 
de  repartir  la  tierra  á  ellos,  dio  ó  repartió  la  gobernación  de  mi  padre 
Á  la  dicha  gente,  á  los  que  más  cristianos  habían  muerto,  é  por  tal  lo 
acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pizarro,  después  de  haber  muer- 
to al  dicho  mi  padre,  mostrando  que  por  su  propia  autoridad  lo  hacía, 
segund  lo  hizo,  y  por  la  dicha  enemistad  capital  que  con  el  dicho  Ade- 
lantado había  tenido,  por  cuya  cabsa  dio  la  dicha  batalla  é  mató  las  di- 
chas gentes  é  al  dicho  mi  padre,  en  el  proceder  que  hizo  contra  particu- 
lares personas,  absolutamente  los  soltó  de  la  prisión  en  que  estaban  y 
no  procedió  más  contra  ellos,  porque,  demás  de  la  violencia  y  molestias 
que  contra  ellos  había  hecho,  había  seido  su  principal  intento  de  dar  par- 
te á  muchas  personas  de  los  robos  pasados,  dando  é  repartiendo  de  la 
dicha  hacienda  del  dicho  mi  padre  á  quien  le  quería,  ó  lo  mismo  hizo  de 
la  dicha  su  gobernación,  lo  cual  hacía,  daba  é  repartía  á  quien  más  hom- 
bres había  muerto  en  la  dicha  batalla  é  á  quien  más  había  robado,  per- 
suadiéndolos á  que  lo  ayudasen  á  sustentar  en  la  dicha  tiranía  y  alza- 
miento con  las  dichas  dádivas  á  unos,  é  á  otros  por  promesas,  á  otros  por 
amenazas,  é  lo  mismo  hacía  á  algunas  personas  de  los  que  con  el  dicho 
mi  padre  se  hallaban;  é  porque  los  buenos  no  querían  seguir  su  maldita 
opinión,  los  desterró  de  nuevo  é  hizo  otras  muchas  prisiones  é  vejacio- 
nes, todo  lo  cual  como  asoluto  y  malo  y  contra  el  servicio  de  Su  Majes- 
tad y  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pizarro,  fechos  y  perpetrados 
los  dichos  delitos,  en  lugar  de  pacificar  la  tierra  quél  mismo  había  alza- 
do dos  veces  y  conquistar  el  Inga,  pidió  á  Paulo,  su  hermano.  Inga,  por 
^unenazas  y  prisiones,  mucha  cantidad  de  oro  é  plata,  y  el  dicho  Inga  se 
fué  con  el  dicho  Hernando  Pizarro  por  temor  no  le  matase,  é  le  dio  diez 
mili  indios  que  anduviesen  por  toda  la  tierra  é  gobernación  del  dicho 
mi  padre  con  el  dicho  Hernando  Pizarro,  como  anduvieron  lavando  toda 
la  tierra,  desenterrando  guacas  y  enterramientos  en  que  había  oro  é 
plata;  é  como  todo  el  oro  é  plata  en  sí  é  ganado  é  maíz  é  ropa  que  en  la 
tierra  había  é  los  rescató  en  los  tránguez;  é  ansí  anduvo  el  dicho  Hernan- 
do Pizarro  en  la  gobernación  del  dicho  mi  padre  con  cuatrocientos  espa- 


350  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

fióles  é  con  el  dicho  Paulo  é  diez  mili  indios  que  le  había  dado,  quema&d» 
caciques,  dándoles  nuevo  género  de  tonnentos  que  para  ello  haciá»to> 
mandóles  todo  el  oro  é  plata  é  ganado  é  maíz  é  comida  que  tenían  ki 
dichos  indios,  enviándolo  á  vender  por  unas  partes  é  otras  é  por  las  plfr  ' 
zas  é  mercados  del  Cuzco;  é  porque  mejor  se  resgataseu  é  que  máspro^ 
cho  hobiese,  dividió  los  regates  de  toda  la  tierra  é  á  cabsa  de  le  haber 
tomado  los  mantenimientos,  les  tomó  á  sus  mujeres  é  hijas  é  á  los  índifli 
é  señores  é  principales;  é  por  las  grandes  crueldades  quel  dicho  Hernan- 
do Pizarro  hacia  é  haciéndolos  tiranos  á  los  que  consigo  traía  alzados,  se 
ahorcaron  muchos  caciques  por  no  sufrir  la  dicha  tiranía,  como  fué  uo 
Luis  de  León,  vecino  de  Arequipa,  que  por  pedirles  oro  é  plata  é  amo- 
lestándolos  porque  se  lo  diesen,  se  ahorcaron  por  no  sufrir  la  dicha  tírank 
é  sujeción  en  que  estaban,  é  murieron  de  hambre  en  toda  la  tierra  por 
le  robar  sus  bastimentos,  é  lo  demás  quel  dicho  Hernando  Pizarro  robóé 
con  él  sus  amigos  é  consortes,  murieron  más  de  ciento  y  cincuenta  mili 
indios  naturales,  dando  clamores  á  Dios  é  á  Su  Majestad  porque  no  los 
mamparaba  de  las  fuerzas  é  muertes,  é  decían:  «¡Oh  nuestro  padre  Alma- 
gro, que  tan  bien  nos  traptabas  é  defendías,  que  después  de  te  haber 
muerto  nos  han  muerto  é  robado á nosotrosl»  E andaban  con  cruces^- 
tre  los  españoles  pidiendo  limosna  por  las  calles,  é  seyendo  todos  ellos 
ricos  é  hacendados  é  abundosos  de  mantenimientos  antes  de  los  dichos 
robos,  vinieron  en  muerte  todos  á  cabsa  del  dicho  Hernando  Pizarro, 
persevenuulo  on  sus  diabólicas  tiranías,  etc. 

Lo  otro,  digo  quul  dicho  Hernando  Pizarro,  por  haber  hecho  los  di- 
chos robos  c  desenterramientos,  fuerzas  é  rescates,  ha  habido  un  millón 
de  oro  pertenesciente  á  Su  Maj.,  hi  cual  crueldad,  después  de  la  niuertií 
del  dicho  nil  padre,  es  la  mayor  é  de  mayor  lástima  é  pasi<hi  que  jamáá 
se  ha  visto,  é  mayor  traición  é  tiranía  ha  seido  la  (jue  ha  hecho  en  el 
principe  janiíls  cometió  vasallo,  porque  ha  destruido  ó  disipado  la  mas 
rica  tierra  que  en  el  mundo  había,  en  tanto  grado  que  si  Dios  inillagro- 
samente  no  la  restaura  é  remedia,  Su  Maj.  del  Emperador  nuestro  se- 
ñor no  lo  puede  hacer,  por  questá  toda  ya  robada,  é  muerta  la  mayor 
parte  de  los  naturales  de  la  dicha  tierra,  por(|ue  demás  de  los  dicho? 
robos  é  fuerzas  é  tiranías,  destruyó  todos  los  caciques  é  señores  déla 
tierra  que  tuvo  en  su  poder,  contra  la  voluntad  de  los  vecinos  é  otras 
personas  (^ue  no  eran  sus  parciales  é  amigos;  é  no  solamente  e^tá  ro- 
bada é  rancheada  la  gobernación  del  dicho  mi  padre,  pero  aun  lo  esUi 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS  351 

la  gobernación  del  dicho  su  hermano,  ques  en  la  Nueva  Castilla,  por 
mala  gobernación  ó  providencias,  fuerzas,  opresiones,  robos  de  Fran- 
cisco y  Hernando  Pizarro  y  de  la  gente  que  con  ellos  iba  á  la  tiranizar 
é  alzar,  como  la  alzó  ó  tiranizó  el  dicho  Hernando  Pizarro,  etc. 

Lo  otro,  que  en  el  tiempo  quel  dicho  Hernando  Pizarro  iba  á  hacer 
las  dichas  fuerzas  é  robos  é  tiranías,  llamándose  teniente,  como  tirano 
é  absoluto,  proveía  otros  tenientes  en  su  lugar,  usurpando  la  suprema 
de  Su  Maj.,  los  cuales  eran  de  los  deUncuentes,  sus  amigos  é  consortes 
é  parciales,  porque  hiciesen  lo  que  les  dejaba  mandado  por  sus  instni- 
ciones,  é  tomaba  á  los  vecinos  los  caballos  por  fuerza  é  los  daba  á  par- 
ticulares que  lo  iban  á  favorescer  en  los  dichos  robos,  é  ansí  fué  robando 
hasta  Tupisa,  cuatrocientas  leguas  de  la  dicha  cibdad  de  los  Reyes,  todo 
lo  cual  dejó  destruido  ó  desipado  por  los  dichos  robos,  llamándose  ab- 
solutamente justicia  é  gobernador,  é  lo  quél  quería  hacer  hacía  como 
tirano  traidor  contra  el  servicio  de  Su  Maj.,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pizarro  fué  con  su  real  y  ejér- 
cito, banderas  y  pendones  alzados,  contra  Mesa,  su  capitán,  para  le 
ahorcar,  como  le  ahorcó,  porque  incitaba  y  reprendía  sus  delitos  y  tira- 
nías que  hacía  el  dicho  Hernando  Pizarro,  lo  cual  hizo  con  gran  cruel- 
dad en  venganza  de  la  dicha  reprensión,  fingiendo  quel  dicho  Mesa 
quería  venir  á  vengar  la  muerte  del  dicho  mi  padre,  seyendo  el  dicho 
Mesa  su  capitán  del  dicho  Hernando  Pizarro  y  el  que  se  halló  en  las 
dichas  muertes  que  hizo  el  dicho  Hernando  Pizarro,  etc. 

Lo  otro,  quel  dicho  Hernando  Pizarro  mandó  á  particulares  perso- 
nas que  matasen  á  sus  enemigos,  que  fuesen  enmascarados  á  los  matar, 
é  así  fueron  á  matar  á  don  Alonso  Enríquez  é  Felipe  Gutiérrez,  é  l.os 
acuchillaron  é  hirieron  dentro  de  la  dicha  su  casa,  y  de  hecho  los  mata- 
ran si  no  se  defendieran  hasta  que  fueron  socorridos,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pizarro  tenía  opresos  los  vasa- 
llos de  Su  Maj.  é  forzados  que  no  hablasen  ni  osaban  hablar  ni  decir 
más  de  lo  quél  quería,  como  tirano  é  asoluto,  etc. 

Lo  otro,  que  consintió  que  sus  soldados  sacasen  al  campo  á  los 
hombres  para  que  les  diesen  sus  haciendas,  queriéndolos  matar  con  ar- 
cabuces, como  hicieron  á  don  Alonso  Enríquez,  que  lo  sacaron  al  campo 
hasta  que  dio  fianzas  de  pagar  lo  que  fué  concertado  con  los  dichos 
arcabuceros  en  rescato  de  la  vida,  holgándose  dello  el  dicho  Hernando 
Pizarro,  mostrando  pesar  por  lo  dejar  vivo,  como  tirano  absoluto,  etc. 


352  COLECCIÓN    DE    DOCUMENTOS 

TjO  otro,  digo  que  porque  los  oficiales  de  Su  Maj.  le  hicieron  deite 
roquirimientos  convinientes  á  su  real  servicio  ó  hacienda,  los  prendió  é 
metió  en  un  cubo  é  cárceles  públicas,  é  los  tuvo  presos  mucho  tiempo;* 
porque  Hernando  de  Sosa  les  ordenó  los  requirímientos  por  tocar  d 
servicio  de  Su  Maj.,  lo  echó  de  cabeza  en  el  cepo,  ó  lo  tuvo  doce  diii 
entre  los  negros,  é  le  envió  á  decir  que  lo  ahorcaría  é  azotaría  si  lok 
defendiese  las  cabsas  de  su  amo  ni  de  los  dichos  oficiales  de  Su  Maj^ 
é  habiendo,  como  había,  tenido  presos  los  dichos  oficiales  mucho  tiempo 
é  puesto  en  burro  á  quistión  de  tormento  al  tesorero  Manuel  Despinal, 
por  ser  criado  de  Su  Maj.  é  tesorero  de  la  gobernación  del  dicho  mi 
padre,  é  porque  en  los  despachos  que  tomaron  en  la  balsa  había  visto 
las  cartas  que  los  dichos  oficiales  escribían  á  Su  Maj.  de  los  dichos  deli- 
tos é  deservicios  é  tiranías  é  robos  é  los  demás  quel  dicho  Frandsoo 
Pizarro  é  Hernando  Pizarro  habían  hecho,  los  prendió  como  tirano  é  al- 
zado; é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pizarro,  por  ir  á  robar  el  oro  é 
plata  questaba  en  la  laguna  de  Titicaca,  se  ahogaron  en  la  dicha  laguna 
diez  hombres  de  los  que  llevó  consigo,  á  su  culpa  é  cabsa,  por  el 
dicho  robo  é  por  les  mandar  acometer  é  cosas  peligrosas  en  la  dicha 
agua,  etc. 

Lo  otro,  el  dicho  Hernando  Pizarro,  por  ser  enemigo  capital  del 
dicho  mi  padre,  quitó  los  indios  que  tenían  algunos  vecinos  ó  los  dio  á 
(lelincuentos  que  mils  lionibres  habían  muerto  en  la  batalla,  porque  los 
ílestruyoson  ó  robasen  como  los  destruyeron  é  robaron  las  personas  a 
(juieii  los  enconieiidó,  etc. 

Lo  otro,  que  deshizo  la  fortaleza  de  Su  Majestad  é  la  consintió  des- 
hacer á  nmchas  personas,  seyendo,  como  era,  la  mejor  pieza  que  se  ha 
visto  en  el  mundo  entre  gente  bárbara,  etc. 

Lo  otro,  que  después  de  haber  muerto  el  dicho  mi  ¡)adre,  mostrando 
la  tiranía  é  la  enemistad  que  al  dicho  mi  padre  tuvo,  dijo  que  «ya  que 
estoy  vengado,  lléveme  el  diablo  el  alma»;  é  retrayéndolo  de  las  dichas 
palabras  algunas  personas,  é  les  dijo:  «No  paréis  en  esto,  que  si  viera  el 
infierno  abierto  y  el  sillón  de  la  otra  parte  y  el  Rey  delante  y  el  repos- 
tero á  los  pies  y  el  cuchillo  á  la  garganta,  no  dejara  de  vengar  mi  cora- 
zón ni  dejar  de  hacerlo  que  hace*;  é  dijo:  «Bien  sé  quel  Cardenal  de 
Sigüenzaé  los  del  Consejo  me  han  de  decir  en  público:  mal  hecistes.  Her- 
nando Pizarro,  y  schms  castigado»;  y  después  me  meterá  en  su  cámara é 


ALMAGBO  T  SUS  COMPAÑEROS  353 

me  echará  los  brazos  encima,  é  me  dirá:  «Bien  hecistes,  Hernando  Piza- 
rro,  ó  otro  tanto  hiciéramos  nosotros»,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pizarro  mandó  é  dio  consenti- 
miento á  que,  demás  del  saco  de  la  cibdad  que  se  hizo  el  día  de  la  bata- 
lla, se  diese  saco  é  robo  á  los  indios,  é  así  les  saquearon  sus  casas  é  man- 
tenimientos é  haciendas  que  tenían,  etc. 

Lo  otro,  el  dicho  Hernando  Pizarro,  como  mal  cristiano  é  menos 
temeroso  de  Dios,  menospreciando  su  sacratísimo  cuerpo  é  de  los  santos 
sacramentos  de  la  conñsión,  se  confesó  é  comulgó  para  matar  al  dicho 
Adelantado,  mi  padre,  para  provocar  á  las  gentes  que  creyesen  que  lo 
susodicho  lo  hacía  conforme  á  justicia,  sin  hacer  restitución  de  daño 
ninguno  ni  enmienda  de  su  vida  ni  delitos  tiránicos  que  de  antes  había 
hecho,  antes  perseverando  en  ellos  como  traidor  é  tiránico  y  mal  cris- 
tiano, etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pizarro,  como  tirano,  denegando 
ios  términos  que  conforme  á  derecho  se  le  pedían,  mostrando  las  leyes 
que  lo  declaraban  é  hablaban  sobre  ello  en  el  caso,  menospreciando  las 
leyes  en  el  caso  é  á  Su  Majd.,  decía:  «Yo  tengo  otras  leyes  en  mi  cabeza, 
que  no  me  guío  por  esas  que  me  mostráis»,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pizarro,  yéndole  á  requerir  los 
procuradores  del  dicho  mi  padre  al  tiempo  que  le  querían  matar,  que  no 
le  matase,  é  hiciese  con  él  otros  abtos  é  diligencias,  é  lo  mismo  los  oñ- 
ciales  de  Su  Majd.  ó  otras  particulares  personas,  mandó  á  las  guardas  ó 
sayones  que  lo  guardaban:  «Cerrad  esas  puertas  é  apedread  é  amenazad 
con  tiros  de  arcabuces  á  los  que  hoy  vinieren  con  requerimientos»;  como 
los  apedrearon  sin  les  querer  oir  ni  admitir  los  dichos  requerimientos, 
por  mejor  poder  ejecutar  su  inunción  é  tiranía,  así  á  los  dichos  procu- 
radores oficiales  de  Su  Majd.,  como  fué  á  Juan  Balza  en  nombre  del  di- 
cho mi  padre,  é  Licenciado  Prado  é  Dotor  Sepúlveda,  hacían  lo  mismo 
que  le  iban  á  decir  el  gran  deservicio  que  á  Su  Majd.  hacía  en  matar 
al  dicho  Adelantado,  mi  padre,  é  por  declararle  los  delitos  que  en  ello 
cometía  é  como  la  tierra  se  perdería,  lo  cual  podía  haber  cuatro  años, 
poco  más  ó  menos;  todo  lo  cual  el  dicho  Hernando  Pizarro  hizo  por  la 
dicha  enemistad  capital  que  al  dicho  mi  padre  tenía,  é  con  grande  aleve 
c  traición;  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pizarro,  después  de  haber 
muerto  al  dicho  mi  padre  ó  antes  que  le  matasen,  seyéndole  notificada 

23 


354 


COLECCIÓH "dK  documentos 


una  provisión  real  de  Su  Majd.,  por  la  cual  mandaba  que  nadie 
tremetiese  en  conquistar  ni  poblar  en  gobernación  ajena,  so  las 
en  ella  contenidas,  el  dicho  Hernando  Pizarro,  por  tener  lugar  y  color 
de  desterrar  de  la  dicha  cibdad  y  tierra  á  todos  los  que  seguieron  al  < 
cho  mi  padre,  proveyó  al  capitán  Pedro  de  Candía  y  Per  Anzures  él 
otros  capitanes  para  que  ftiesen  á  entrar  por  la  dicha  gobernación,  (]« 
truyéndola  primero  é  robándola  totalmente;  los  cuales  fueron,  despuée^ 
haber  andado  más  de  unaflo  en  la  dicha  gobernación,  con  cuatrocienCí 
liombres,  destruyéndola,  rancheándola,  ürauizájidola  en  las  eoiradas  qij 
procuraron  de  hacer;  por  no  ser  personas  calificados  ni  oxperimenti 
en  la  guerra  y  por  no  saber  por  dónde  ni  cómo  habían  de  eutrar,  fueron 
cabsa  que  muriesen  los  dichos  doscientos  hombres  é  doscientos  cabalki 
é  veinte  mili  indios  de  servicio  que  llevaban,  las  cuales  eutratlaa  siemp 
hicieron  juntos  los  dichos  capitanes  cerca  de  los  Charcas,  donde  * 
el  dicho  Hernando  Pizarro  robando  la  tierra,  sin  se  desabrigar  loís 
do  los  otros,  á  efeto  de  estar  el  dicho  Hernando  Pizarro  poderoso 
gente  para  se  alzar  con  la  tierra,  como  lo  ha  hecho  é  intentado  é  pae 
en  plática  con  particulares  personas,  sus  amigos,  como  ha  seido 
Hernando  Bachicao,  que  dijo  á  don  Alonso  Enrique?,  quel  dicho  Hg 
nando  Pizarro  se  lo  habla  dicho  é  comunicado;  é  oon  la  dicha 
cación,  Lope  de  Alarcón  dijo  á  la  mesa  de  Francisco  Pizarro»  su  henat-^ 
no:  «Esto  está  bien  hecho»  y  cuando  el  juez  viniere  y  no  lo  tu 
tal,  quien  venció  una  batalla,  dará  o  vencerá  otraéotm^- 
mostró  el  alzamiento  del  dicho  Hernando  Pizarro,  etc. 

Lo  otro,  quel  dicho  Hernando  Pizarro  destruyó  é  robó  lodo  laqo 
había  dende  la  cibdad  de  los  Reyes  hasta  la  cibdad  del  Cuzco,  qtwi 
ciento  é  treinta  leguas,  demás  de  lo  que  dicho  es,  consintió  ¿  - 
dos  é  gente  que  rancheasen  é  cavasen  ó  abasen  todos  los  pu^i 
dios  naturales  de  la  tierra  é  se  aprovechasen  del  oro  que  loa  dic 
pudiesen  contraptar  sin  quintar  é  lo  fundiesen  en  sus  casas,  é  < 
mismo  lo  hacía,  que  ha  fundido  en  su  casa  mucha  suma  é  cilot 
oro  ó  plata  que  robó  en  la  gobernación  del  dicho  mi  padre  en 
tidad  de  un  millón  de  oro;  todo  como  tirano  é  traidor  é  ali^Klo  oófl 
servicio  de  Su  Majd, 

Lo  otro,  que  habiendo  el  capitán  Grabiel  de  Rojas,  tenieutó  i 
bernador  del  dicho  mi  padre,  azotado  por  ladrón,  por  justicia  é  i 
cia  á  Duran,  el  dicho  Hernando  Pizarro,  como  asoluto  é  tirano. 


éHÁ 


ALMAORO  T  8ir6  OOMPAlTeBOS 


855 


pando  la  juridición  real,  lo  restituyó  en  su  honra  con  abto  público, 
contra  todo  derecho,  en  deservicio  de  Su  Majd.,  en  lo  cual  cometió 
jlelito,  etc. 

Lo  otro,  digo  que  los  dichos  delitos  el  dicho  Hernando  Pizarro 
[)metíó«  según  dicho  es,  por  la  enemistad  capital  que  contra  el  dicho  mi 
iré  tovo,  en  lo  tocante  á  su  muerte  é  de  sus  amigos,  por  se  alzar  con 
la  tierra  de  Su  Majd.,  como  se  alzó;  é  para  sustentar  su  alzamiento  é 
tiranía  á  Mercadillo,  porque  fué  capitán  de  la  batalla  é  matador  de 
>mbres,  le  dio  que  fuese  á  poblar  la  provincia  de  los  Guancachupachos» 
Mide  destruyó  la  tierra;  y  á  Vergara,  por  que  fu<^  capitán  de  arcabuce- 
é  dio  pólvora  é  arcabuces,  le  dio  la  conquista  de  los  Bracamoros, 
>nde  destruyó  su  parte;  y  al  capitán  Per  Anzures,  porque  encubrió  laa 
>visione8  de  Su  Majestad  y  estuvo  escondido,  le  dio  la  conquista  de 
Chunchos,  donde  mató  más  de  doscientos  hombres  y  otros  tantos 
aballos  y  más  de  veinte  mili  naturales;  é  teniendo  por  servicio  haber 
muerto  la  dicha  gente  é  por  ser,  como  eran,  de  los  enemigos  del  dicho 
mi  padre  y  dellos  sus  enemigos,  porque  no  le  había  dado  lo  que  le  pro- 
metió cuando  dio  la  batalla,  por  se  holgar  dello,  le  hizo  dar  reparti- 
iento  de  indios  en  la  provincia  de  los  Charcas  é  la  vara  de  teniente  de 
obemador,  seyendo  gobernación  del  dicho  mi  padre,  la  cual  le  tomó  con 
,  dicha  tiranía  é  alzamiento:  y  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  que  por  estoviesen  tomados  todos  los  puertos  á  la 
de  levante  é  de  poniente,  hizo  á  Francisco  Pizarro,  su  hermano, 
ludiese  á  Pedro  de  Valdivia,  su  maestre  de  campo,  la  gobernación  de 
5;  el  cual,  usando  oficio  del  Rey,  lo  hizo  gobernador  é  capitán  ge- 
1,  y  le  dio  por  compañero  á  Pero  Sancho,  ó  le  dio  provisión  dello, 
fenáo  el  dicho  Pedro  de  Valdivia  hombre  inquieto,  bulicíoso,  deser- 
del  Rey,  el  cual,  usando  de  la  misma  tiranía  é  alzamiento,  segund 
iblico  y  notorio,  prendió  á  Pero  Sancho^  que  llevaba  por  compañero, 
[ahorcó  á  otros  de  los  que  consigo  llevaba,  y  declaróse  ser  alzado,  en 
ae  dijo  é  publicó  que  si  juez  viniese  contra  él  le  mataría»  y  si  provi- 
enes Su  Majd.  enviase,  se  limpiaría,  etc,  tomando  la  provisión  que  del 
10  Francisco  Pizarro  llevaba,  é  la  rompió,  deciendo  que  por  su  pro- 
autoridad  había  de  gobernar;  é  seyendo  avisado  el  dicho  B\ancisco 
>,  su  hermano  del  dicho  Hernando  Pizarro,  dello,  dijo,  mostrando 
cijo,  quél  le  enviaría  socorro  por  la  mar,  por  donde  consta  é  pares- 
ios  en  el  dicho  delito,  y  por  tal  le  acuso,  etc. 


356  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

Lo  otro,  digo  que  también  envió,  por  la  provisión  de  Quito,  por 
gobernador  á  Gonzalo  Pizarro,  su  hermano,  donde  resultó  mucha  des- 
trución  en  la  tierra  de  los  naturales,  é  de  otras  cosas  que  por  la  prosecu- 
ción más  largamente  parescerán,  á  la  cual  me  remito,  los  cuales  delitos 
cometió  con  ánimo  diabólico  y  como  hombre  tirano,  alzado,  aleve,  trai- 
dor, quebrantador  de  las  fees  y  pleitos  menajes,  matador  de  los  vasa- 
llos de  Su  Majestad,  robador  de  la  mar  é  de  la  tierra,  usurpador  de  la 
juridicion  real,  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Por  que  pido  á  vuestra  señoría  me  haga  cumplimiento  de  justida 
del  dicho  Hernando  Pizarro,  é  administrando  aquélla,  lo  declare  por 
aleve,  traidor,  alzador  é  robador  de  la  tierra  de. Su  Majd.,  ó  quebranta- 
dor de  las  fees,  pleitos  menajes,  matador  de  más  de  dos  mili  españoles 
é  más  de  trescientos  mili  indios  naturales,  robador  asoluto  de  todo  este 
reino,  usurpador  de  la  juridicion  real  é  de  la  suprema  de  Su  Majl, 
matador  del  Adelantado,  gobernador,  capitán  general  por]¡  Su  Majd., 
que  fué  el  dicho  mi  padre,  declarando  el  dicho  Hernando  Pizarro  ser 
alzador  de  la  tierra,  robador  del  reino  é  hacer  é  haber  hecho  las  tira- 
nías, traiciones  é  delitos  en  mi  acusación  contenidos,  condenándolo  á 
que  sea  hecho  cuartos  é  publicados  sus  delitos;  é  si  más  pena  ó  maycnr 
se  le  puede  dar,  pido  se  le  dé  con  las  mayores  instancias  é  ahincamieo- 
tos  que  de  derecho  se  requiere;  é  pido  declare  al  dicho  mi  padre  ser 
principio,  medio  é  fin  de  haber  ganado  este  reino  é  haber  servido  á  Su 
Majd.,  é  ser  muerto  sin  culpa  por  roballe  su  gobernación;  é  si  otra  acu- 
sación más  en  forma  se  requiere,  protesto  de  se  la  poner  como  de  dere- 
cho mejor  haya  lugar,  é  si  más  soleuidad  se  requiere,  el  muy  magnifico 
oficio  de  vuestra  señoría  imploro,  y  juro  á  Dios  y  á  esta  cruz  y  á  las  pa- 
labras de  los  santos  cuatro  evangelios,  questa  querella  y  acusación  que 
pongo  no  es  maliciosa,  salvo  por  alcanzar  complimiento  de  justicia  coa» 
tra  el  dicho  Hernando  Pizarro;  lo  cual  ante  todas  cosas  pido,  La  cual 
dicha  acusación  é  querella  pongo,  si  es  necesario,  en  presencia  é  con 
licencia  de  mis  curadores,  é  las  costas  pido  é  protesto. — Don  Diego  if 
Almagro,  etc. 

E  después  de  lo  susodicho,  catorce  días  del  dicho  mes  de  Dicieml»e 
<lol  dicho  año,  antel  dicho  señor  teniente  general  y  en  presencia  de  mí, 
el  dicho  Pedro  de  Valdés,  escribano,  el  dicho  Juan  Rodríguez  Barragífl 
])resentó,  para  su  descargo,  el  escripto  siguiente,  etc.: 


ALMAGBO  Y  SUS  COMPAÑEROS  357 

EBCBIPTO    PRESENTADO    POR   JIJAN    RODRÍGUEZ  BARRAGÁN 
PARA    SU  DESCARGO,  SACADO    DEL    PROCESO    DE    DON    DIEGO    DE  ALMAGRO 

Ilustre  é  muy  magnífico  señor: — Don  Diego  de  Almagro,  hijo  del 
adelantado  don  Diego  de  Almagro,  gobernador  é  capitán  general  del 
Nuevo  Toledo,  parezco  ante  vuestra  señoría  y  quejo  criminalmente  de 
•don  Francisco  Pizarro,  gobernador  de  la  Nueva  Castilla,  y  de  los  de- 
más que  por  la  pesquisa  culpados  se  hallaren,  y  contra  él  digo  lo  si- 
guiente, etc.: 

Lo  uno,  que  reinando  en  las  Españas  el  Emperador  é  Rey  nuestro 
señor  y  la  Reina  doña  Juana,  y  seyendo  en  la  Iglesia  de  Dios  nuestro 
Sumo  Pontífice,  etc.,  el  dicho  don  Francisco  Pizarro,  con  poco  temor  de 
Dios  Nuestro  Señor  y  de  la  real  justicia,  con  ánimo  diabólico  y  diabóli- 
co pensamiento,  en  los  días  de  los  meses  de  los  años  del  año  del  mili  é 
quinientos  ó  veinte  é  seis  ó  veinte  é  siete  é  veinte  é  ocho  é  veinte  é 
nueve  é  treinta  é  treinta  é  uno  é  treinta  é  dos  é  treinta  é  tres  é  treinta  é 
cuatro  é  treinta  y  cinco  é  treinta  é  seis  é  treinta  é  siete  ó  treinta  é  ocho 
é  treinta  é  nueve  é  cuarenta  é  cuarenta  ó  uno,  hasta  que  vuestra  señoría 
vino  á  este  reino,  el  dicho  don  Francisco  Pizarro,  pospuesto  el  temor  de 
Dios  y  del  Rey,  con  enemistad  capital  que  tuvo  é  siempre  ha  tenido  al 
dicho  adelantado  é  gobernador  don  Diego  de  Almagro,  mi  padre,  come- 
tió los  delitos  seguientes,  etc.: 

Primeramente,  que  en  el  dicho  año  de  veinte  é  seis,  seyendo,  como 
era,  el  dicho  mi  padre  muy  servidor  de  Su  Majd.,  é  deseoso  de  hacer 
tales  é  tales  servicios  que  Su  Majd.  fuese  muy  servido  dellos,  teniendo 
amistad  é  compañía  con  el  dicho  don  Francisco  Pizarro,  teniendo  noti- 
cia queste  reino  estaba  por  conquistar  y  que  Su  Majd.  sería  muy  servido 
que  se  descubriese,  conquistase  é  pacificase,  el  dicho  mi  padre,  estando 
en  la  cibdad  de  Panamá,  ques  en  el  reino  de  Tierra  Firme  llamado  Casti- 
lla del  Oro,  seyendo  gobernador  al  presente  el  gobernador  Pedrarias  de 
Avila,  el  dicho  mi  padre  negoció  con  W  dicho  Pedrarias  de  Avila  que 
les  diese  el  descubrimiento  de  la  dicha  Nueva  Castilla,  llamada  Perú,  y 
quél  se  ofrescía  á  gastar  todo  lo  que  tenía  para  mejor  servir  á  Su  Majd., 
porquel  dicho  mi  padre  tenía  compañía  con  el  dicho  Francisco  Pizarro,  su 
compañero,  teniendo,  como  tenía,  el  dicho  mi  padre  voluntad  é  fun- 
damento de  le  honrar  éfavorescer,  por  ser,  como  era,  el  dicho  Francisco 


358  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

Pizanro  hombre  incapaz  é  de  poca  habilidad;  para  le  mejor  honm 
negoció  con  el  dicho  Pedrarias  de  Ávilla  le  diese  el  dicho  cargo  de  ca- 
pitán, habiéndose  ofrecido  el  dicho  roi  padre  á  sufrir  sus  torpezas  é  in- 
habilidades é  favorescer  con  gentes  y  caballos  é  navios,  armas  é  dineros 
é  mantenimientos;  á  cuyo  pedimiento  el  dicho  gobernador  Pedrarias  de 
Ávilla  dio  el  dicho  cargo  de  capitán  al  dicho  Francisco  Pizarro,  é  dado, 
el  dicho  mi  padre  dio  toda  la  posibilidad  que  al  presente  había  de  na- 
vios, gantes,  armas  é  caballos,  é  fué  tal  concierto  quel  dicho  Frandsoo 
Pizarro  viniese  á  descubrir  la  costa  del  Mar  del  Sur,  y  quel  dicha  mi  pa- 
dre quedase  á  hacer  más  gentes,  por  ser,  como  era,  hombre  bien  quisto, 
sulicito,  hábile,  é  suficiente,  que  llevase  el  socorro  nescesario  para  la  dicha 
jomada;  y  con  este  concierto  pasó  el  dicho  Francisco  Pizarro  á  descubrir 
la  dicha  costa  con  compañía  y  hermandad  que  entre  ellos  bobo,  que 
fuese  hermanable  y  partible  las  honras  é  ganancias  de  la  dicha  joma- 
da, etc. 

Lo  otro,  digo  que,  partido  el  dicho  Francisco  Pizarro  con  la  dida 
gente,  por  ser,  como  era,  hombre  de  mala  providencia  é  habilidad  é  pn- 
silánimo  de  hombre  é  poquedades  que  tuvo,  dio  cabsa  é  á  su  culpa  nm- 
rieron  muchas  gentes  de  las  que  consigo  llevaba;  y  él  y  todos  murieran 
si  no  fuera  por  el  dicho  don  Diego,  mi  padre,  que  llegó  con  nuevo  so- 
corro de  gentes,  armas  é  caballos  que  llevó  é  por  el  ánimo  que  á  la  gente 
dio  con  su  llegada  é  con  la  buena  manera  que  con  los  naturales  tuvo 
en  les  hacer  la  guerra  en  las  guazábaras  é  rencuentros  que  con  los  di- 
chos indios  tuvo,  donde  le  quebraron  im  ojo  en  la  dicha  guerra,  por  lo 
cual  y  por  su  buena  diligencia  hubo  fundamento,  que  de  otra  manera  no 
lo  hubiera  por  cabsa  del  dicho  don  Francisco  Pizarro  é  por  su  mah 
providencia  y  poca  voluntad  quel  dicho  don  Francisco  Pizarro  tenía  de 
servir  á  Su  Majd.,  no  bebiera  efeto  si  por  el  dicho  mi  padre  no  fuera,  é 
por  el  celo  que  de  servir  á  Su  Majd.  tuvo  é  por  el  dicho  mucho  recabdo 
de  na\^os,  barcos,  gentes,  armas  y  caballos  que  á  la  tierra  trujo  con  el 
dicho  socorro,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Francisco  Pizarro,  por  los  sus  defetoay 
poco  celo  de  servir  á  Su  Majd.,  se  volvió  huyendo  al  pueblo  de  Chachami 
desmamparando  la  gente,  diciendo  palabras  flacas  de  pusilanimosidad, 
desanimaba  la  gente  que  consigo  tenía,  é  por  otras  cabsas  puso  Ules  é 
tales  temores  en  la  dicha  gente,  que  desmampararon  muchos  dellos  b 
dicha  jornada  y  dejaron  al  dicho  Francisco  Pizarro  é  fueron  á  infonnar 


ALMAOfiO  T  8UB  COMPAÑEROS 


359 


icho  Pedrarias  de  Ávila,  diciéndole  quel  dicho  capitíin  Francisco 
'O  era  hombre  inhábile  y  mal  quisto  y  había  dado  cabsa  de  muchas 
inertes;  que  proveyesen  capittin,  que  lo  prendiese  é  castigase  é  prove- 
quien  hiciese  la  dicha  jornada;  lo  cual  visto  é  sabido  por  el  dicho 
rnador,  con  acuerdo  del  cabildo  de  Panamá,  hubo  acordado  de  en- 
por  el  dicho  don  Francisco  Pizarro  é  castigar  sus  dehtos,  etc. 
Lo  otro,  digo  questando  en  los  dichos  acuerdos  el  dicho  adelantado 
Diego  de  Almagro,  mi  padre,  dejando  la  mejor  orden  que  pudo 
entrel  dicho  don  Francisco  Pizarro  y  la  dicha  gente,  volvió  á  la  cibdad 
de  Panamá  por  nuevo  socorro  de  gente  ó  armas  ó  bastimentos  pSLra 
ituar  la  dicha  jornada  á  traer  las  cosas  nescesarias  y  convinientes  para 
trvício  de  Su  Maj.  se  acrescentase  y  los  secretos  de  ía  tierra  se  su- 
íu,  y  con  su  llegada  hizo  relación  al  dicho  gobernador  Pedrarias  de 
iUa  del  estado  de  la  tierra  y  que  la  enavertencia  y  f  aciUdad  del  dicho 
Francisco  Pizarro  dejaba  soldada  con  buena  orden  que  le  había 
lo  é  nueva  concordia  que  entrél  y  la  gente  dejaba,  y  que  quedaban 
conformes,  y  quól  venía  por  gentes  y  proveimientos  por  la  dicha 
que  le  rogaba  al  diclio  gobernador  Pedrarias  de  Avila  dejase 
ir  la  dicha  jornada,  ofreciéndose  el  dicho  mi  padre  de  sufrir  las 
del  dicho  don  Francisco  Pis^arro,  etc. 
Lo  otro,  digo  que,  caso  quel  dicho  Pedrarias  de  Ávilla  y  el  dicho 
ido  estaban  indignados  contra  el  dicho  don  Francisco  Pizarro  por 
dichas  faltas,  por  ruego  del  dicho  mi  |mdreparóel  dicho  castigo,  con 
idición  que  con  el  dicho  mi  padre  bobo  que  dende  en  adelante  hicie- 
dicha  jornada  el  dicho  rui  padre,  porque  ansí  convenia  al  servicio 
Su  Maj,  y  á  hi  pacificación  de  la  tiejTa,  é  así  se  asentó  con  el  dicho 
de  Avila  y  le  dio  nuevos  poderes  al  dicho  mi  padre  de  capí- 
para  hacer  é  acabar  la  dicha  jornada  en  nombre  do  SuMaj,,  y  man- 
,que  dende  en  adelante  obedesciese  la  dicha  gente  al  dicho  mi  padre 
tal  capitán  é  cumpliese  sus  mandamientos,  etc. 
Lo  otro,  digo  que,  aceptados  los  dichos  poderes  por  el  dicho  mi  pa- 
atento  que  era  hombre  muy  bien  quisto,  magnánimo  v  quo  tenía 
íhos  amigos,  procuró  de  llevar  consigo  los  más  que  pudo,  haciendo 
ivoresciendo  al  dicho  don  Francisco  Pizarro,  su  compañero,  é  á  sus 
108  é  amigos,  con  su  buena  inclinación  é  voluntad  sobre  questaba 
lo;  é  con  su  buena  diügencia,  procurando  de  llevar  adelante  el 
ICIO  de*Su  Maj,,  é  que  no  quedase  falto  en  cosa,  fue  con  el  dicho  so- 


360  COLECCIÓN    DE    DOCUMENTOS 

corro  é  se  juntó  con  el  dicho  gobernador  don  Francisco  Pizarro,  é  con 
su  llegada  é  favor  que  consigo  llevó  de  gente,  animó  lo  que  allá  estaba, 
reprendiendo  al  dicho  don  Francisco  Pizarro  sus  malas  providencias  é 
poquedades,  poniendo  delante  el  servicio  de  Dios  y  del  Rey  y  lo  mudia 
que  debían  los  buenos  á  lo  que  eran  obligados  á  quien  son,  ofreecieiido 
á  unos  é  otros  su  hacienda,  favoresciendo  al  que  no  tenía;  en  tal  manen 
que  puso  tanto  contento  en  todos,  que  los  llegó  hasta  el  pueblo  de  Pa»- 
no,  dejando  al  dicho  Francisco  Pizarro  amigo  é  conforme  con  su  gente, 
en  el  río  de  San  Joan,  porque  no  hobiese  falta  en  la  dicha  jomada;  el  di- 
cho mi  padre  procurando  de  nunca  descansar  hasta  acabar  lo  quehabia 
prencipiado,  volvió  á  Panamá  por  caballos  é  gente,  con  acuerdos  é  yo- 
luntad  del  dicho  don  Francisco  Pizarro  é  los  compañeros  que  con  á 
quedaban,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  partido  el  dicho  Adelantado,  mi  padre,  por  la 
dicha  gente  é  caballos  ó  cosas  nescesarias  para  fenescer  el  dicho  viaje, 
el  dicho  don  Francisco  Pizarro,  proseguiendo  en  su  mala  condición  que 
siempre  tuvo,  no  mirando  lo  que  tenía  entre  manos  y  la  conformidad 
quel  dicho  Adelantado  había  dejado  entrély  su  gente,  de  nuevo  usando 
de  su  mal  gobierno,  tuvo  tales  é  tales  términos  con  los  compafieros  que 
con  él  quedaban,  que  murieron  muchos  dellos;  é  como  la  gente  que  con 
él  quedaba  viese  su  mal  gobierno  y  perdición  que   con  el  dicho  don 
Francisco  Pizarro  tenían  por  su  mala  providencia  y  condición,  é  mise- 
rias que  cou  ellos  tenía,  se  quisieron  amotinar  é  alzar  contra  él  para  le 
matar  y  tomarle  ün  navio  quel  dicho  mi  padre  le  había  dejado  y  vol 
verse  con  él  á  Panamá  y  hacer  relación  al  dicho  gobernador  Pedrarias 
de  Avila,  é  declarar  las  faltas  y  culpas  del  dicho  don  Francisco  Pizarro, 
para  quel  dicho  gobernador  le  castigase  é  mandase  que  no  entendiese 
más  en  la  dicha  jornada  por  la  dicha  inhabilidad  quel  dicho  don  Fran 
cisco  Pizarro  tenía,  é  pedir  que  solamente  el  dicho  mi  padre  fuese  n 
capitán  por  tener  las  dichas  calidades  que  convenían  para  que  mejor  se 
acertase  el  servicio  de  Su  Maj.  y  se  acabase  de  hacer  la  dicha  jor- 
nada, etc. 

Lo  otro,  digo  questando  en  este  punto  la  dicha  gente,  el  dicho  Ade- 
lantado, mi  padre,  volvió  de  vuelta  del  dicho  viaje  con  gente  é  cabalte 
é  mantenimientos  é  cosas  nescesarias  y  con  navios  que  había  comprado, 
á  tal  lugar  é  tiempo  llegó  el  dicho  mi  padre,  que  la  dicha  gente  estah 
para  hacer  el  dicho  desatino  é  desmamparar  la  tierra,  que  con  su  llegadi 


yt 


ALMAGRO  y   SÜB    COMPAÑEROS 

deron  tantas  alegrías,  diciendo  quel  dicho  Adelantado,  mi  padre,  ha- 
bía seido  el  principio  del  buen  principio  de  la  dicha  jomada  é  sería 
medio  é  fin  f>ara  la  acabar  é  concluir,  é  que  hacfa  muy  grandes  servn- 
á  Su  Majd.,  con  lo  cual  é  con  las  dádivas  é  proveimientos  ó  nuevo 
rro,  cesó  el  dicho  motín  é  prosegiiieron  el  dicho  descubrimiento  é 
3,  teniéndose  por  bien  regidos  é  gobernados  con  el  dicho  Adelantado, 
nú  padre,  riendo  que  era  su  capitán  por  proveimiento  del  dicho  Pedra- 
rios  de  Avila,  é  de  Pedro  de  los  Ríos,  después  del  dicho  Pedrarias  Da* 
vila,  y  que  era  el  dicho  mi  padre  animoso  y  dadivoso,  é  que  t  raptaba 
muy  bien  la  gente,  le  quisieron  ó  hicieron  el  dicho  viaje  y  desta  manera 
proeeguió  adelante  hasta  llegar  á  Tacamez,  etc. 

Lo  otro»  digo  questando  en  el  pueblo  de  Tacamez  el  dicho  don 
Francisco  Pizarro,  como  hombre  que  se  contentaba  con  poco  é  no  tenía 
el  servicio  de  Su  Majd,  en  lo  que  razón  era^  quiso  desmamparar  é  dejar 
la  gente  que  consigo  tenía,  deciendo  que  le  bastaba  á  él  labrar  é  sembrar 
de  maíz  y  comida,  é  comer  un  poco  de  vaca  é  puerco,  como  hacia  su 
linaje,  é  que  no  quería  aer  duque,  ni  conde,  m  marqués,  y  se  quería 
ntentar  con  un  rancho  en  que  estuviese  y  una  hamaca  en  que  dur- 
ase, como  liacían  otros  de  su  manera,  en  lo  cual  insistió  con  todas  sus 
lerzas,  y  de  heclio  quisiera  desmamparar  la  dicha  armada  y  dejar  el 
descubrimiento,  no  mirando  el  servicio  de  Su  Majd.,  si  el  dicho 
padre  no  se  lo  estorbara,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  visto  por  el  dicho  Adelantado,  mi  padre,  cómo 
dicho  don  Francisco  Pizarro  quería  acabar  la  mala  cuenta  sobre  que 
tmpre  estuvo  ftmdado,  no  mirando  la  poquedad  que  hacía  é  que  era 
de  ser  punido  é  castigado,  y  que  Su  Majd.  serla  dello  muy  deser- 
y  que  le  increparían  su  pusilanimidad  é  poquedad,  el  dicho  Adelan- 
te puso  por  delante  el  servicio  de  Dios  y  del  Rey,  anteponiendo  á 
las  cosas  del  mundo,  dándole  ejemplo  de  otros,  é  las  faltas  que 
bian  tenido  haciendo  poquedades,  e  la  gloria  que  ganaban  haciendo 
que  debían^  ó  las  grandes  debdas  en  questaban  metidos,  é  lo  mucho 
habían  gastado,  que  no  curase  de  hacer  cosa  tan  torpe  y  fea  y  de  tan 
ejemplo  á  los  que  lo  oyesen;  quel  dicho  Adelantado,  raí  padre,  no 
consintiría  tal,  antes  perdería  la  vida  que  no  dar  tan  mala  cuenta»  ni 
menos  consentir  que  la  diese  él,  porque  sería  el  mayor  deservicio  á  Su 
Wajd,  que  se  había  hecho,  y  podría  ser  el  mayor  servicio  proseguiendo 
elante  y  que  perdiesen  ambos  las  vidas,  porque,    perdidas  en  servicio 


362  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

de  Su  Majd.,  ganaban  honras,  y  lo  contrario  disfamia  perpetua;  é  que 
si  el  dicho  Francisco  Pizarro  no  lo  quería  hacer,  quél  solo  lo  haría  ooq 
sus  amigos  é  navios  é  con  toda  la  gente,  pues  él  la  había  allegado  é 
acabdellado  por  su  persona  é  hacienda  é  buena  industria,  é  otras  mu* 
chas  palabras  do  repreinsiones  que  dijo  al  dicho  don  Francisco  Pizano 
para  estorbar  el  dicho  desatino,  que  á  todos  paresció  bien;  y  acordado 
en  ello  con  el  dicho  mi  padi'e,  el  dicho  don  Francisco  Pizarro,  avergon- 
zado de  la  dicha  torpeza  que  hacer  quería,  concedió  en  seguir  la  volim- 
tad  del  dicho  mi  padre,  con  tanto  quel  dicho  Adelantado  volviese  á 
Panamá  por  más  gente  y  proveimientos.  Aunque  á  la  gente  se  le  luio 
de  mal  quedar  con  el  dicho  Francisco  Pizarro,  aceptaron  la  voluntad 
del  dicho  Adelantado,  por  ser  cosa  conveniente,  é  le  rogaron  que  hideBe 
el  dicho  viaje  por  el  dicho  socorro;  é  partido  á  lo  hacer,  como  había  qae- 
dado,  el  dicho  Francisco  Pizarro  se  recogió  á  la  Isla  del  Glallo,  pi^qi» 
no  se  atrevió  á  seguir  su  viaje  é  proseguir  el  dicho  descubrimiento  m 
el  dicho  mi  padre,  é  ido  á  la  dicha  isla,  usando  de  su  mala  condidÓD,  al 
dicho  Francisco  Pizarro  comenzó  á  traptar  ian  mal  á  la  dicha  gente,  qos 
de  conformidad  acordaron  de  escribir  al  dicho  gobernador,  Pedro  de  ios 
Ríos,  que  los  sacase  de  cativos  é  mandase  quel  dicho  Franóisco  Pixan» 
no  entendiese  en  la  dicha  jomada,  que  antes  sufririan  ser  muertos  todoi 
que  tenello  por  capitán,  y  que  si  quería  el  dicho  Gobernador  que  vinieBe 
en  efeto,  les  diese  por  su  capitán  al  dicho  Adelantado,  por  ser,  como  en, 
bien  quisto  de  todos,  é  liberal,  é  hombre  de  guerra  y  cual  convenía  pan 
el  servicio  de  Su  Majd.,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  á  pedimiento  de  la  dicha  gente,  el  dicho  goberna- 
dor Pedro  de  los  Ríos  proveyó  al  capitán  Tafur  para  que  prendiese  al 
dicho  don  Francisco  Pizarro  ó  pusiese  la  gente  en  hbertad,  lo  cual  é  al 
dicho  tiempo  llegó  el  dicho  Adelantado,  mi  padre,  ó  visto  que  si  la  gente 
se  deshacía,  el  dicho  descubrimiento  no  podría  haber  efecto,  poniendo 
adelante  el  servicio  de  Su  Majestad,  por  quel  dicho  Francisco  Fizar» 
no  fuese  afrentado,  hizo  ciertos  requerimientos  al  dicho  Gobernador  y 
cabildo,  poniendo  los  inconvenientes  y  daños  que  á  Su  Majestad  se  sí- 
guían  en  les  sacar  é  impedir  la  dicha  gente,  é  por  otra  parte,  le  rqgá 
poniendo  delante  al  dicho  Gobernador  el  servicio  de  Dios  y  del  Rey,  J 
por  su  ruego  y  por  los  inconvenientes  que  puso,  se  detuvo  la  dicha  ét 
terminación  del  dicho  capitán,  y  con  cartas  que  escribió  á  la  gente  é  al 
dicho  don  Francisco  Pizarro,  los  animó  é  sostuvo,  por  manera  que»  ■( 


▲lmáobo  t  sus  compañeros  363 

hizo  por  industria  del  diciio  mi  padre  el  dicho  descubrimiento  entera- 
;  mente,  hasta  saberse  los  secretos  de  la  tierra;  é  sabido,  se  acordó  quel 
dicho  don  Francisco  Pizarro  viniese  á  Panamá  é  de  ahí  se  fuese  á  los 
reinos  despaña  á  informar  á  Su  Majestad  del  suceso;  el  cual,  temiendo 
que  Su  Majestad  le  castigaría  por  los  muchos  delitos  que  había  fecho  é 
muertes  de  hombres  que  había  cabsado  é  falta  de  habilidad  é  dineros, 
dejaba  el  dicho  don  Francisco  Pizarro  de  dar  la  dicha  relación  personal- 
mente, y  el  dicho  Adelantado,  mi  padre,  visto  el  mucho  temor  y  falta  de 
dineros,  le  buscó  entre  sus  amigos  mucha  suma  de  pesos  de  oro  é  le 
dijo  lo  que  convenía  é  le  puso  en  el  camino  del  servicio  de  Su  Majestad 
y  que  le  fuese  á  dar  cuenta  de  lo  sucedido  é  pediese  la  gobernación  de 
merced  para  ambos,  pues  en  ello  Su  Majestad  sería  servido,  vistos  los 
gastos  quel  dicho  Adelantado  había  hecho  é  la  voluntad  que  de  prose- 
guir en  su  real  servicio  tenía  adelante;  y  ansí  fué  capitulado  entre  am- 
bos, que  para  ambos  se  pidiese  ó  toviesen  compañía  y  hermandad  en 
todo  lo  porvenir;  y  con  estos  conciertos  partió  el  dicho  don  Francisco 
Pizarro  é  se  quedó  el  dicho  don  Diego  de  Almagro,  mi  padre,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  seyeudo  el  dicho  don  Francisco  Pizarro,  como  es, 
y  al  presente  era,  malo  y  de  mala  intinción,  en  lugar  de  decir  verdad  á  Su 
Majestad  y  complir  lo  capitulado  entre  el  dicho  mi  padre  y  él  ó  pedir 
las  mercedes  igualmente,  como  entre  ellos  quedó,  y  hacer  relación  de  los 
dichos  servicios  del  dicho  mi  padre,  con  gran  falsedad  é  diabóUco  pen- 
samiento, reinando  en  él  toda  invidia  é  cudicia  sobre  que  era  fundado, 
informó  á  Su  Majestad  falsamente,  diciendo  él  haberle  servido  y  no  otro 
alguno,  pidiendo  para  sí  la  merced  de  la  dicha  gobernación,  pospuesto 
todo  el  temor  de  Dios  y  de  Su  Majestad,  fundado  en  la  dicha  codicia, 
pidió  la  dicha  merced,  habiendo  seido  el  dicho  Adelantado,  mi  padre,  el 
que  la  merecía  é  mereció,  é  por  los  dichos  conciertos  habiendo  quedado 
de  igualdad  é  igoalmente  pedir  las  dichas  mercedes,  por  la  falsa  relación 
que  hizo  el  dicho  don  Francisco  Pizarro  informando  á  Su  Majestad  de 
la  gloría  que  no  había  ganado,  quitándola  al  dicho  mi  padre,  negoció 
para  sí  lo  que  era  de  ambos  é  más  justamente  del  dicho  Adelantando,  mi 
padre,  en  lo  cual  cometió  delito,  etc. 

Lo  otro,  digo  que.  vuelto  de  los  reinos  despafia  á  la  cibdad  de  Pa- 
namá el  dicho  Francisco  Pizarro  y  el  dicho  Adelantado,  mi  padre,  ha- 
biéndolo desempeñado  de  sus  debdas  á  él  é  á  sus  hermanos  Hernando 
é  Juan  é  Gonzalo  Pizarro,  que  consigo  trujo  de  los  reinos  despaña,  pa* 


364  COLECCiÓH  0E  DDGÜKEKTOS 

_  mdo  por  ellos  rnáa  de  cinco  mili  pesos  de  oro  e»  que  venían  addMJft. 
doij  y  caso  quel  dicho  mi  padre  estaba  muy  adebdado  por  el  dicho  iijk 

P  cubrimiento,  loa  buacó  entre  sua  amigos  para  los  deeempefiar,  topo 
dicho*  caso  que  con  él   no  hablan  cumplido  lo  que  había  capituladla  ' 
ílicho  don  Francisco  Pizarro,  el  dicho  mi  padre  hizo   el  dicho 
por  servir  á  Su  Majestad,  qne  porque  no  sa  perdiese    la  dicha  anaai 

B.que  estaba  principiada^  sin  embargo  de  la  dicha  ingr&titnd^  de  La  <li 
falsedad  que  con  el  dicho  mi  padre  tn  vo  en  la  dicha  negociación,  el  dicho. 
Ad  elautado,  dejando  su  interese,  mirando  el  real  serFicio  de  Su  lla|< 
tad,  dio  tos  dichos  farorea^  etc* 

I         Lo  otro,  digo  quel  dicho  Adelantado^  demás  de  loa  dichoa  prad* 

Bp00  é  fundamento  que  de  servir  á  Su  Majd.  tuvo  é  de  lionrur  al  dicha' 
don  Francisco  Pizurro  y  sui  hermanos,  como  hombre  libre  de  toda 
dad,  fundado  en  servir  é  morir  por  el  servicio,  sí  detemainó  é  deliberávl 
sin  embargo  de  las  dichas  ingratitudes  del  dicho  don  Franciaoo  Piasrro, 

■  de  buscar  navfofí  é  gentes,  como  buscó,  por  el  poco  crédito  qtiel  dichoi 
don  Francisco  i^izarro  tenia  en  la  tierra,  por  ser  malo  é  mal  qoiito  é  de' 
mala  inclinación,  condición  de  miserable,  é  por  otras  calisas,  por 
de  las  cuales»  ni  la  gente  quería  ir  con  él,  ni  quién  le  diese  ni  pi 
un  peso  de  oro  ni  aun  te  fiaban  en  la  carnicería  un  real  da  cam^;  y 

^  dicho  mi  padre,  por  ser  bien  quisto  y  magnánuno^  de  sus  hacienda! 
entre  sus  amigos  buscó  lo  con  vi  ni  ente  para  la  dicha  armada.  uaffOfl, 
gentes,  cabaitos,  hasta  enviar  al  dicho  don  Francisco  PizaiTO  en  la  dldn 
jomada  y  se  quedó  él  para  llevar  lo  restante,  en  seguimiento  del  dicho 
don  Francisco  Pizarro,  etc. 

Lo  otro,  digoquestandaen  la  gobernación  que  Su  Majd.  había  dsde 
al  dicho  don  Franri^ro  Pizurro,  no  miran 'lo  In^  !ieneficÍ0í^  rj^U")  r  ^« 
hermanos  habían  resdbido  del  dicho  mi  padre,  caso  que  tenían  hedía 
compañía  é  instrumento  público  de  igualdad  de  ganancias  y  honras  en 
la  tierra,  usando  de  ingratitud,  persuadiéndole  á  ello  Hernando  Pizairo, 
su  hermano,  intentó  de  deshacer  la  dicha  compiBifiía  é  alzársele  con  ks 
ganancias  della,  no  mirando  que  fué  el  primer  fundador  y  el  que  sua- 
tentó  lo  uno  é  otro  á  fuerzas  de  brazos  é  costa  de  hacienda  é  pérdida  & 
un  ojo;  é  ansí  lo  puso  por  obra  el  dicho  don  Francisco  Pizarro,  que  des- 
pués de  haber  ido  el  dicho  mi  padre  en  tres  navios  grandes,  suyos,  gran- 
des, cargados  de  caballos  é  gentes  é  bastimentos  para  la  dicha  armada, 
llegando  adonde  estaba  el  dicho  don  Francisco  Pizano  é  la  gente,  ha- 


ALMAGRO  T  SUS  COMPAÑEROS  365 

biéndole  dado  y  entregado  como  á  compañero  y  hermano,  el  dicho  don 
ÍVancisco  Pizarro  y  la  gente,  no  guardando  cosa  alguna  de  lo  con  él 
capitulado,  antes  queriendo  ir  contra  ello,  se  quiso  alzar  con  todo,  que- 
riendo, como  hombre  tirano,  quedarse  con  la  hacienda  del  dicho  mi 
padre,  adquiriéndola  para  sí,  no  mirando  que  Su  Majd.  le  mandó  que 
con  el  dicho  mi  padre  sostuviese  é  tuviese  é  compUese  la  dicha  com- 
pañía, como  la  había  capitulado  é  prometido  á  Su  Majd.  de  lo  con- 
plir,  etc. 

Lo  otro,  digo  que  después  de  preso  el  señor  principal,  llamado  en 
lengoa  de  indios  AtabaUba,  estando  en  su  poder  en  la  dicha  prisión  é 
los  indios  debajo  de  la  obediencia  de  Su  Majd.,  usando  de  su  tiranía  el 
dicho  don  Francisco  Pizarro  y  sus  hermanos,  mataron  y  consintieron 
matar  más  de  diez  mili  indios,  de  los  que  con  el  dicho  Atabaliba  esta- 
ban, sin  que  ellos  hiciesen  fuerza  ni  resistencia  alguna,  solamente  por 
los  robar  é  tomar  sus  haciendas  é  mujeres  é  hijas,  etc. 

Lo  otro,  digo  que  teniendo  preso  al  dicho  cacique  AtabaUba,  el 
dicho  don  Francisco  Pizarro  le  liizo  muchos  malos  traptamientos  é  le  dio 
ocasión  al  dicho  AtabaUba  para  que  ordenase  de  matar  á  los  cristianos, 
é  ansí  lo  tenía  ordenado  é  deUberado  de  hacer,  ó  saliera  con  ello,  si  el 
dicho  Adelantado,  mi  padre,  no  llegara  en  el  dicho  tiempo  con  mucho 
socorro  de  gente,  caballos,  que  á  su  costa  ó  misión  trujo,  por  cuya  cabsa 
no  hobo  efeto  el  dicho  alzamiento,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  habiendo  hecho  el  dicho  socorro  el  dicho  Ade- 
lantado, mi  padre,  ó  asegurado  al  dicho  Atabaliba  é  á  su  gente,  el  dicho 
don  Francisco  Pizarro,  tiránicamente,  pertenesciendo  á  Su  Majestad  el 
principal  tesoro  quel  dicho  Atabaliba  dio  é  le  fué  tomado,  usando  de  poder 
absoluto,  posponiendo  el  temor  de  Dios  y  de  Su  Majd.,  hizo  partes  del 
oro  é  plata  é  piedras  preciosas  quel  dicho  Atabaliba  dio,  mejorando  á  sí 
é  á  sus  hermanos  en  lo  que  quiso,  en  lo  que  de  derecho  no  le  pertenes- 
cía,  quitándolas  á  los  que  vinieron  en  el  dicho  socorro,  tomando  la  glo- 
ria para  sí,  quitándola  al  dicho  mi  padre,  seyendo  suya  la  honra,  como 
de  hecho  le  pertenescía,  por  ser  principio  é  medio  é  fin  que  estos  reinos 
se  ganasen,  é  por  el  principal  socorro,  que  al  tiempo  quel  dicho  Ataba- 
liba tenía  concertado  de  matar  los  dichos  españoles,  trujo,  por  cuya  cabsa 
él  y  la  gente  del  dicho  socorro  no  solamente  pudieron  decir  que  gana- 
ron la  tierra,  pero  aseguraron  lo  questaba  ganado  é  los  quintos  reales 
do  Su  Majd.;  no  obstante  esto,  le  quitó  sus  partes  el  dicho  don  Francis- 


zas,  robos  é  tiranías,  en  todo  lo  cual  el  dicho  don  Frai 
hizo  y  consintió  por  su  mal  gobierno  de  la  dicha  tiranía;  ei 
tió  deUto,  é  ha  de  ser  punido  é  castigado,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  don  Francisco  Pizarro  é  si 
criados,  añadiendo  deUto  á  delitos,  tiranía  á  tiranías,  teni 
consigo  preso  al  dicho  Atabaüba,  en  lugar  de  le  informar 
servir  á  Su  Maj.,  pues  para  ello  tenía  principal  fiíndanae 
el  dicho  Atabaliba,  porque  no  se  quejase  á  Su  Maj.  de  las 
de  haciendas,  de  mujeres,  de  hermanas,  hijas  é  pariente 
tiranías  que  contra  él  y  contra  el  servicio  de  Su  Maj.  hat 
é  de  muchos  malos  traptamientos  que  le  habían  hecho,  < 
supiese  la  mucha  suma  de  pesos  de  oro  é  marcos  de  plat 
dado  el  dicho  Atabaliba  é  otros  señores,  é  por  otros  ñnes, 
vicio  de  Dios  Nuestro  Señor  é  de  Su  Majestad,  con  gra 
contra  todo  derecho,  lo  mató  sin  cabsa  que  para  ello  hol 
oído  de  justicia,  en  lo  cual  cometió  grave  delito  ó  hizo  gi 
á  Su  Maj.,  porque  mató  al  dicho  Atabaliba  contra  todo 
cuya  muerte  Su  Maj.  perdió  mucha  suma  de  pesos  de  or< 
plata  de  sus  quintos  reales,  de  más  de  la  paz  é  concordi 
«n  la  tierra,  por  cuya  muerte  no  la  hobo,  antes  se  alzaron 
tañes  suyos,  como  fué  Calicuchima  é  Quizquiz,  é  muchoi 
alzaron  en  la  tierra,  donde  mataron  muchos  cristianos,  á 
pitanes  alzados  á  cabsa  del  dicho  don  Francisco  Pizarro 
gobierno  se  alzaron,  y  el  dicho  adelantado  don  Diego  de 
padre,  los  conquistó  é  trajo  á  la  obediencia  de  Su  Maj., 
dicho  don  Francisco  Pizarro  cometió  grave  deUto,  é  ha  de 


ALMAQRO  y  BUS  COMPAÑEROS 


367 


3n*Ma]\,  é  hacer  todas  fuerzas  é  prisiones,  añadiendo  delitos  é 
.nías,  levantamiento  á  levantamientos,  fué  á  la  cibdad  del  Cuzco  y  en 
partes  que  allí  so  hicieron  tomó  para  sí  é  para  sus  hermanos,  cria- 
\  é  amigos,  sin  razón  ni  cuenta^  todo  lo  que  quiso,  ansí  de  lo  tocante 
u  Maj.  como  de  la  compañía;  y  lo  peor  desto  es,  queriendo  la  gente 
íer  \xa  servicio  á  Su  Maj,  de  mucha  suma  de  oro  é  plata,  como  mal 

f}  é  vasallo  c  administrador  de  la  justicia  real  que  le  era  encarga - 
k  lugar  de  dejar  hacer  á  la  dicha  gente  el  dicho  servicio,  granjeó 
hiciesen  á  él»  é  se  lo  hizo  en  cantidad  de  valor  de  cient  mili  pesos 
Pp  é  más,  en  lo  cual  cometió  rohos  é  fuer/^a,  é  ha  de  ser  restituido  Su 
con  más  el  tres  tanto,  de  más  de  las  penas  del  derecho,  é  por  lal  lo 
ISO,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  don  Francisco  Pizarro,  en  lugar  de  traer  á 
paz  los  indios,  los  de  paz  traer  á  la  convirsión  é  dotrina  de  la  Santa 
uire  Iglesia  é  industriarlos  en  nuestra  santa  fee  católica,  é  descargar 
conciencia  de  Su  Maj.  é  asosegar  los  robos  ó  asolamientos  desta 
por  su  mal  gobierno  no  dejó  de  enleuder  en  el  servicio  de  Su 
y  en  la  convirsión  de  los  indios  naturales,  antes  los  consintió 
idolatrías  y  costumbres  gentíllicas,  y  les  hizo  muchos  malos  trajN 
atos,  destruyendo  la  tierra  é  robándola  é  consintiéndola  robar  é 
jir  é  forzar  sus  mujeres  é  hijas,  por  su  mal  gobierno  y  poco  celo 
I  real  justicia,  etc. 

otro,  digo  que  contra  el  tenor  y  forma  de  las  leyes  é  premáti- 

Sus  Majestades,  ó  de  las  ordenanzas  é  capitulaciones  é  manda - 

DS  reales  que  Sus  Majestades  mandan  quel  oro  é  plata  se  traiga  á 

idón  é  lugar  notorio  conocido  para  ello  ante  los  oficiales  de  Su 

[donde  se  funda  é  manifieste  ése  pagúelos  quintos  é  derechos 

el  dicho  doQ  Francisco  Pizarro,  en  menosprecio  de  lo  mandado 

^u  Maj.,  con  gran  violencia  ú  menosprecio,  en  su  propia  casa  é  por 

>pia  autoridad,  muchas  é  diversas  veces  hizo  fundición  é  fundicio- 

in  manifestar  lo  que  era  de  rescates  y  enterramientos,  ni  no  lo  que 

leseía  á  Su  Maj.,  teniendo  muchos  fraudes  para  lo  encubrir  de  los 

les  de  Su  Maj.,  lo  cual  fué  publico  é  notorio  en  la  dicha  cibdad  del 

),  Jauja,  Cajamalca  y  esta  cibdad,  y  otras  partes;  ó  no  solamente 

criados  que  por  su  mandado  lo  hacían,  antes  consintió  á  otros 

[IOS  sus  amigos  e  parciales  que  lo  luciesen,  porque  encubriesen 

ro,  en  lo  cual  cometió  deUto  é  dehtos  é  de  ello  está  liecha  infor- 


868  OOLBOCIÓV  ]>■  D00VKSVT08 

nuuáón  por  ü  Obispo  de  Panamá,  la  cual  pido  ae  mande  ponar  en  t 
prooeao;  ó  por  tal  lo  deaonoio  ó  acoso,  etc. 

Lo  obo,  digo  que,  pan  mejor  defrandar  lo  toomte  á  la  bnana 
bernadón  é  adminiatradAn  de  la  real  jostida^  contara  él  tenor  é 
de  ha  leyes  épremáticas,  dio  cargos  de  jnstkiaéhiio  sos  logBna 
tes  á  Hernando  é  Joan  Fisarro,  sos  hermanos,  no  lo  pndieniioBsr, 
porque  todos,  so  color  de  justicia,  podiesen  robar  la  tícRa  é 
6  juntar  muchos  pesos  de  oro,  6  los  envió  á  la  cibdad  del  Ckusoí, 
cuales,  con  su  favor  6  con  los  dichos  cargos,  hideron  miidbaa 
fuerkas  é  opresiones,  ansí  contra  los  espafioles  como  contm  los 
torales  de  la  tierra;  en  los  coales  cargos  les  dio  el  caciqíie  I^ga,  ym^  ^ 
que  se  aprovechasen,  como  se  aprovecharon,  en  gran  perjuicio  de  k  j 
tierra  6  deservido  de  Su  Májd.,  etc. 

Lo  otro,  digo  que  los  didios  sus  hermanos  le  pedían  ofaaa  coaai^á  ] 
los  cuales,  manifestando  lo  mal  que  había  hecho,  dedalea  eo  vsspossta;  -| 
cHarto  os  he  dado  en  os  entregar  d  cadque  Inga:  allá  oa  aveoí  con  A  ■ 
j  os  aprovediad»;  por  cuya  cabsa  Hernando  é  Juan  é  Gkmaalo  Fiaom, 
sus  hermanos,  por  su  mandado  é  favor  i  avillanteaa  qa0  paia  eflo  leí 
dio  d  dicho  don  Frandsco  Fisarro,  hidenm  mnchoa  malos 
toa  al  dicho  Inga  é  á  los  otros  señores  é  prindpales  que  oon  él 
robándoles,  tomándoles  sus  hadendas,  quemándolo,  llamándolo  de  pío 
al  dicho  Inga,  tomándoles  é  consintiendo  tomarles  sus  mujerea  <  hqai 
para  mancebas;  é  para  le  amedrentar  para  que  les  diese  mucha  canlídsd 
<Ie  oro,  Uevantando  el  que  se  quería  alzar,  prendiéronle,  poniéndole 
guardas  á  sus  criados  é  amigos,  los  cuales  amigos  é  consortes,  en  logar 
cíe  los  guardar,  lo  meaban  y  escupían  en  la  cara,  le  robaban  su  badenda, 
llamándole  perro,  que  lo  habían  de  hacer  quemar  si  no  les  daba  mucho 
oro;  é  tomándoles  sus  mujeres,  como  fueron  Alonso  de  Toro,  Tomás 
Vázquez,  Pedro  del  Barco,  Grómez  Máznelas,  Pedro  Pizarro,  Gregorio 
Setiel,  Francisco  de  Solares,  Diego  Maldonado  é  Alonso  de  Mesa  é  otas 
personas  que  por  la  pesquisa  parescerán;  é  fueron  tales  é  tan  diabóliooB 
los  malos  traptamientos  é  injurias  quel  dicho  Inga  rescibió,  que  muchas 
veces  decía  que  le  ahorcasen,  si  no,  quél  se  ahorcaría,  no  pudiendo  sa- 
frir  las  dichas  injurias  é  robos;  todo  á  íin  de  se  aprovechar  del  oro  que 
tenía,  contra  el  servicio  de  Su  Majd.,  en  lo  cual  cometió  delito  el  dicho 
don  Francisco  Pizarro  en  lo  consentir  é  los  demás  en  lo  hacer,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Inga,  por  los  dichos  temores,  dio  mucha 


ALMAGRO  T  SUS  COMPAÑEROS 


369 


de  pesos  de  oro  é  marcos  de  plata  á  los  susodichos  heniianos  del 
icho  don  Francisco  Pixarro,  las  cuales  torpezas  é  fealdades  fueron  tantas, 
le  no  pudiéndolo  sufrir  el  dicho  Adelantado,  mí  padre,  se  lo  reprendió 
luchas  veces  al  dicho  don  Francisco  Pizarro  y  sus  liermanos»  ponión- 
úe  el  servido  de  Su  Majd.  delante,  é  cuánto  mal  é  daño  podría  venir 
el  dicho  Inga  se  alzase  por  los  malos  traptamientos  que  se  le  hacían; 
1©  le  rogaba  que  lo  traptasen  bien,  que  castigasen  A  quien  le  hiciese 
1;  á  lo  cual,  en  lugar  de  tomar  su  consejo  é  parescer,  hizo  gente  Juan 
irro,  su  hermano,  contra  el  dicho  Adelantado,  mi  padre,  queriéndole 
atar  en  la  cibílad  del  Cuzco  ó  echar  della,  porque  no  hobiese  qtiieu 
aprehendiese  sus  delitos,  en  lo  cual  Su  Majd.  fué  deservido,  y  el  dicho 
}n  Francisco  Pizarro  y  sus  hermanos  cometieron  graves  delitos  ó  tira- 
s;  é  por  hil  lo  acuso,  etc. 
Lo  otro,  digo  quol  chcho  don  Francisco  Pizarro,  visto  quc4  dicho  mi 
reprendía  los  dichos  delitos  é  violencias  que  á  los  dichos  indios  se 
hacían,  perseverando  é  proseguiendo  en  sus  tiranías,  teniendo  aviso 
[cartas  que  Su  Majd,  había  hecho  merced  de  la  gobernación  del  Nuevo 
^ledo  al  dicho  mi  padre  é  que  la  cibdad  del  Cuzco  caía  en  loa  límites, 
cuánto  bien  quisto  era  despañoles  é  indios,  el  dicho  don  Francisco 
arro,  en  lugar  de  tomar  su  consejo  é  parescer  é  holgarse  con  lo  que 
3u  Majd.  mandaba,  intentó  de  lo  querer  matar  é  prender;  é  porque  1© 
fueron  á  la  mano  algunas  personas  quel  servicio  de  Su  Majd.  procura- 
ban» hizo  asiento  é  nueva  capitulación  con  el  dicho  Adelantado,  mi 
re,  en  todo  lo  habido  é  por  haber  fuese  de  ambos»  hermanable  e 
tibie,  y  quel  dicho  Adelantado  fuese  á  descubrir  ó  saliese  de  la  cib- 
del  Cuzco,  el  cual  lo  acebtó  porque  no  le  matasen,  poniendo  por 
ite  el  servicio  de  Su  Majd.,  en  lo  cual  Jie ron  asientos  con  juramen- 
é  pleitos  homenajes,  treguas  é  segiu*os,  los  cuales  quebranto  el  di- 
|u>  don  Francisco  Pizarro,  en  lo  cual  cometió  dehto  é  quedó  perjuro  y 
aentido  el  dicho  don  Francisco  Pizarro  por  lo  no  complir;  é  por  tal  lo 
iso,  etc 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Adelantado,  como  temeroso  de  Dios  Núes- 

I  Señor  é  de  su  principe,  por  le  servir  más,  fué  á  descubrir  las  pro- 

iciaa  de  Chille,  á  la  parte  de  levante  hacia  el  Estrecho,  donde  descu* 

ló,  ganó  é  conquistó  muchas  tierras  é  provincias,  más  de  setecientas 

las,  con  quinientos  hombres  y  más,  á  su  costa  y  misión,  donde  gasttV 

de  quinientos  mili  pesos  de  oro,  mientras  el  dicho  don  Francisco 

24 


1 


370  COLECCIÓN    DE    DOCUMENTOS 

Pizarro  y  sus  hermanos  se  aprovechaban  é  consentían  aprovechar,  robir 
y  quemar  muchos  indios  é  señores  y  tomarles  sus  haciendas,  en  gm 
deservicio  de  Su  Majestad  é  destruición  de  la  tierra,  etc. 

Lo  otro,  digo  questando  el  dicho  mi  padre  en  la  dicha  conquista,  d 
dicho  Hernando  Pizarro  vino  de  los  reinos  despafia,  el  cual  habla  ido  á 
negocios  del  dicho  mi  padre  é  Grobemador,  su  hermano,  y  trujo  las  pro- 
visiones de  la  gobernación  del  Nuevo  Toledo  para  el  dicho  mi  padre,  te 
cual  comunicado  entrel  dicho  don  Francisco  Pizarro  y  Hernando  Piza- 
rro, en  que  por  la  merced  páresela  Su  Majd.  hacer  merced  al  dicho  mi 
padre,  complidas  doscientas  y  setenta  leguas  de  gobernación  que  dende 
el  río  de  Santiago  corrían,  al  dicho  don  Francisco  Pizarro,  prencipiasen 
doscientas  sucesivamente  del  dicho  mi  padre;  sabido  ó  consultado  entre 
ambos  que  cabía  el  Cuzco  en  sus  límites,  el  dicho  gobernador  don  Fran- 
cisco Pizarro  dijo  é  publicó  que  no  había  de  entrar  al  dicho  Adelan- 
tado, mi  padre,  el  Cuzco,  aunque  lo  mandase  el  Rey;  y  que  sobre  ello 
liabía  de  morir,  y  quel  dicho  Hernando  Pizarro  hizo  mal  en  ello,  no  mi- 
rando los  juramentos  é  pleitos  menajes  que  entre  ellos  habían  pasado 
y  el  celo  quel  dicho  Adelantado,  mi  padre,  tenía  en  el  servicio  de  Su 
Majd.,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pizarro,  en  descargo  de  la  que- 
ja quel  dicho  don  Francisco  Pizarro  tenía  del,  le  dijo  quól  había  seido  en 
estorbar  las  mercedes  que  Su  Majd.  había  hecho  al  dicho  Adelantado,  y 
que  sus  servicios  eran  públicos  en  Corte  y  fuera  della,  y  que  Mena  y 
otras  personas  entendían  en  sus  negocios;  y  visto  que  no  se  podía  excu- 
sar porque  no  parescieso  la  contrariedad  que  contra  lo  capitulado  se 
había  hecho,  trajo  las  dichas  provisiones  é  no  podía  dejar  de  entregallas, 
pero  quél  le  defendería  el  Cuzco,  si  volver  quisiese,  é  moriría  sobro  ello; 
quel  Rey  estaba  lejos,  con  lo  cual  fué  contento  el  dicho  don  Francisco 
Pizarro,  teniendo  en  más  su  interese  particular  quel  deservicio  que  á 
Su  Majd.  se  hacía;  en  lo  cual  cometió  delito,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  don  Francisco  Pizarro,  sabida  la  voluntad 
del  dicho  su  hermano,  le  hizo  su  lugarteniente  é  lo  envió  al  Cuzco,  el 
cual,  so  color  de  sacar  cierto  servicio  á  los  vecinos,  fué  con  la  mala  in- 
tinción  susodicha,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Inga,  hecho  el  dicho  alzamiento,  apercibió 
toda  la  tierra  para  venir  sobre  el  Cuzco  é  Lima,  é  matar  todos  los  espa- 


ALMAGRO  Y  aUS   COMPAÑEROS 


S71 


Dies  que  en  este  reino  estaban,  lo  cual  seyendo  público  entre  todos  los 
vecinos  y  estantes  del  Cuzco,  dijeron  al  dicho  Hernando  Pizarro  que, 
pues  había  enviado  al  dicho  Inga  y  se  había  alzado,  que  pusiese  reme- 
dio antes  que  se  hiciese  fuerte  é  poderoso  de  gente;  el  cual  dijo  que  lo 
ibía  enviado  é  volvería  con  un  guanacaba  de  oro  con  tripas,  6  los  que 
ello  hablaban  decían  que  nó  y  él  que  sí,  y  que  cuando  no  viniese, 
juél  besai'ía  cuantos  perros  había;  e  por  cuya  dilación  el  dicho  Inga 
it¿  mucha  gente,  maté  é  robó  todos  los  españoles  que  venían  por  los 
linos  y  estaban  en  los  pueblos,  en  más  cantidad  de  trescientos  hom- 
3,  é  vino  sobre  el  Cuzco,  é  puso  cerco  de  más  de  doscientos  mili  in- 
ios,  donde  sin  le  llamar  á  la  paz,  como  Su  Maj.  le  mandó,  se  le  hizo  la 
ierra  dende  en  adelante,  en  la  cual  morieron  más  de  cient  mili  indios, 
en  el  dicho  cerco  como  en  las  dichas  idas  y  entradas  que  los  espa 
ales  hacían  en  ellos,  é  morieron  cristianos,  negros  y  yanaconas  do 
fkáo  en  mucha  cuantidad  por  la  dicha  tiranía  é  mal  gobierno  de  ios 
I  don  Francisco  Pizarro  é  sus  hermanos;  ó  por  tal  lo  acuso,  etc. 
Lo  otro,  digo  que,  puesto  el  dicho  cerco,  el  dicho  gobernador  don 
acisco  Pizarro,  en  lugar  de  hacer  lo  más  con  viniente,  que  ftiera  enviar 
>r  la  mar  á  llamar  al  dicho  mi  padre,  por  ser  la  persona  que  era  tan 
íeu  quisto  entre  los  españoles  é  indios,  para  que  tomara  á  restaurar  la 
é  ti'aer  al  diclio  Diga  al  servicio  de  Su  Maj.,  teniendo  dañada  su 
itinción,  lleno  de  toda  invidia  porque  no  llevase  tal  gloria,  envió  mu  - 
C4u*tas  á  unas  partes  é  á  otras  é  á  los  reinos  despafia  con  muchos 
Bscimientos  para  que  le  favoresciesen,  é  gastó  de  la  real  hacienda  de 
Maj.  más  de  cient  mili  pesos  de  oro,  sin  tener  orden  en  lo  que  liacla; 
ivió  muchos  capitanes  á  una  parte  é  á  otra,  donde  murieron  muchos 
tianos,  todo  por  su  mal  gobierno  del  dicho  don  Francisco  Pizarro,  é 
►  su  culpa  fué  alz^ada  la  dicha  tierra  y  hechas  las  dichas  tiranías  por  los 
ichos  sus  hermanos;  é  por  tal  lo  acuso,  etc- 

Lo  otro,  digo  que,  en  lugar  de  animar  los  españoles  que  consigo 
y  enviar  á  llamar  al  dicho  mi  padre,  como  dicho  tengo,  publicó 
muerto,  haciendo  sentimiento  fengido  é  cabteloso  el  dicho  don  Fran 
Íbco  Pizarro  en  la  cibdad  de  los  Reyes,  publicándolo  entre  los  indios  y 
«lepañoles,  por  lo  cual  ios  dichos  indios  tomaron  avilanteza  y  los  espa- 
ñoles temor,  todo  por  la  dicha  enemistad  y  envidia,  ete. 

Lo  otro,  digo  questando  el  dicho  mi  padre  descubriendo  nuevas 
I  é  provincias,  por  nuevas  de  indios  fué  informado  y  sabidor  que 


372  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

toda  la  tierra  estaba  alzada,  rebelada  contra  el  servicio  de  Su  Maj.,  j  quel 
gobernador  don  Francisco  Pizarro  con  todos  los  españoles  que  en  la 
tierra  habla,  eran  muertos,  de  lo  cual  el  dicho  mi  padre,  como  celoso  del 
real  servicio  de  Su  Maj.,  rescibió  tanto  pesar  por  pérdida  de  tan  buea 
reino,  que  en  corazón  humano  no  se  pudo  rescebir  más,  y  por  la  muerte 
de  sus  compañeros  y  hermanos  y  gentes;  ó  lloró,  mostrando  sentimiento 
o  pesar,  como  hombre  que  en  su  pecho  no  reinaba  maldad  ni  falsedad 
ninguna,  antes  todo  amor  y  voluntad,  por  lo  cual  determinó  con  gran 
deliberación  é  presteza  de  volver  á  ganar  la  tierra  ó  ponerla  debajo  de 
la  obediencia  de  Su  Maj.,  como  de  antes  estaba,  é  morir  en  la  demanda, 
ó  siguiendo  su  camino  halló  á  Juan  de  Herrada,  su  mayordomo,  é  al 
contador  Juan  de  Guzmán,  é  á  otros  caballeros  que  iban  en  su  segui- 
miento ó  busca,  é  llevaban  las  provisiones  é  mercedes  que  Su  Maj.  le 
había  hecho  de  la  gobernación  del  Nuevo  Toledo,  ó  todos  volvieron  a] 
dicho  socorro  hasta  llegar  á  la  provincia  de  Arequipa,  pasando  muchos 
trabajos  por  hacer  el  dicho  socorro,  é  llegado,  fué  informado  por  indios 
de  todo  el  suceso  y  por  nueva  dellos  se  dijo  que  Hernando  Pizarro  es- 
taba preso  en  poder  del  Inga  é  los  españoles  muertos,  por  lo  cual  se  dio 
muy  mayor  priesa,  trayendo  de  paz  y  dejando  todo  lo  que  atrás  queda- 
ba, las  tierras  é  provincias,  pueblos,  caciques,  debajo  de  la  obediencia  de 
Su  Maj.;  y  desta  manera  vino  hasta  el  pueblo  de  Urcos,  siete  legoas  de 
la  cibdad  del  Cuzco,  donde  supo  todo  el  subceso  de  la  tierra  y  quel  di- 
cho caciíjne  Inga  estaba  en  un  i)uoblo  que  se  llama  Tambo,  cerca  del 
dicho  asiento,  etc. 

Lo  otro,  dij^o  que  lial)iendo  quedado  ou  la  dicha  capitulación  é  ju- 
ramentos (]uel  dicho  don  Franci.sco  Pizarro,  (jiie  la  gente  que  viniese  á 
la  tierra  la  enviase  en  seguimiento  del  dicho  nn  i)adre,  é  (jue  por  la  mar 
enviase  navios  con  bastimentos  é  armas  é  lo  que  convenía  á  la  dicha 
coní|UÍsta,  en  lugar  de  lo  hacer  é  cumplir  i>or  la  mar  é  por  la  tierra,  e 
trujo  íi  sí  la  gente  é  armas  é  las  retuvo  para  hacer  guerra  contra  el  dicho 
mi  padre,  liaciendo  relación  falsa  á  Su  Majestad,  (jue  contra  los  indios 
de  la  tierra  questaban  alzados  la  (juería,  junt(3  más  de  mili  hombres  y 
envió  quinientos  dellos  con  el  capitán  Alonso  de  Alvamdo  para  que  se 
juntase  con  Hernando  Pizarro  en  el  Ouzco,  y  si  el  dicho  Adelantado 
volviese,  resistiesen  la  entrada,  en  lo  cual  cometió  delito;  é  por  tal  lo 
acuso,  etc. 


ALHAGBO  Y  SUS  COMPANEBOS 


S73 


Lo  otro,  digo  quel  dicho  Francisco  Pizarro,  con  poco  temor  de  Dios 

de  Su  Majd.,  platicando  con  el  Obispo  de  Panamá,  dijo  que  Su  Majd. 

Isciese  merced  al  dicho  mi  padre  del  Cuzco  gob  su  gobernación,  quél 

lo  cumpliría  la  dicha  provisión  y  se  lo  defendería  ó  moriría  sobre  ello, 

3r  lo  cual  el  dicho  obispo  no  osó  venir  á  hacer  la  dicha  demai*cación, 

que  le  fué  cometido  por  Su  Majd.;  en  lo  cual  cometió  delito  é  ha  de 

Br  pugnido  é  castigado;  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  don  Francisco  Pizarro,  proseguiendo  en 
f  tiranías  ó  delitos,  teniendo  hecha  copia  de  gente  para  enviar  an  soco- 
de  Hernando  Pizarro  á  la  cibdad  del  Cíiizco,  so  color  de  conquistar 
dicha  tierra,  fué  la  dicha  gente  contra  el  dicho  mi  padre,  o  la  dio  en 
ipitania  á  Alonso  de  Al  varado,  oon  ser  deservidor  de  Su  Majd,,  como 
^es,  é  tirano,  porque  halló  voluntad  en  él  para  su  mal  propósito,  al  cual, 
)ntra  todo  derecho,  no  teniendo  poder  para  ello^  usurpando  k  supre- 
de  Su  Majestad,  le  dio  poder  que  podiese  herrar  esclavos  de  los  na- 
les  de  la  tierra,  el  cual  lo  aceptó  y  fué  herrando  muchos  indios  é 
idifts  libres,  quemando,  robando,  destruyendo  la  tierra,  alzando  la  que 
iba  de  paz,  hasta  llegar  al  asiento  de  Cochacaja,  ténuino  de  la  cibdad 
Cuzco,  veinte  é  dos  leguas  de  la  dicha  cibdad,  donde  llegado,  supo 
too  el  dicho  Adelantado,  mi  padre,  estaba  en  la  dicha  cibdad  rescibi- 
por  gobernador,  quieta  é  pacíficamente,  ó  preso  el  dicho  Hernando 
ro  por  graves  delitos  que  había  hecho,  lo  cual  hizo  saber  al  dicho 
Ion  Francisco  Pizarro,  por  cuyo  miuidado  había  ido,  etc. 

Lo  otro,  sabido  por  el  diclio  don  Francisco  Pizarro  cómo  el  dicho 
adelantado  estaba  ya  rescibido  por  gobernador  é  que  la  tierra  había 
lido  de  paz,  escribió  una  carta  al  dicho  Alonso  de  Alvarado  diciendo 
ella  que  le  aguardase  con  quinientos  hombres  que  tenia  en  el  dicho 
nento  de  Cochacaja,  quél  iría  con  toda  la  gente  que  pudiese  haber 
matar  ó  prender  al  dicho  Adelantado,  mi  padre,  deciendo  que  lo 
abía  de  matar  ó  perder  la  vida  sobre  ello,  no  teniendo  respeto  al  ser- 
ia de  Su  Majd,  ni  al  pro  común  de  la  tierra;  é  para  ir  el  dicho  viaje, 
gran  violencia  é  daflada  intinción,  de  los  pueblos  poblados  de  au 
aación,  despobló  mucha  gente  de  la  que  quería  seguir  sus  malos 
é  propósitos,  llevando  consigo  alcaldes,  regidores  é  alguaciles  é 
sonas  privadas,  con  mocho  alboroto  ó  tiros  de  campo,  deciendo  pala- 
injuriosas  contra  el  dicho  mi  padre,  blasfemando,  dando  licencia  é 
^ntimiento  á  los  soldados  que  consigo  tenía  que  quemasen  é  toma- 


374  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

sen  é  robasen  todo  lo  que  hallasen  é  se  aprovechasen  de  las  haciendas 
de  los  vecinos,  los  cuales  dichos  soldados  hacían,  sin  embargo  de  mudias 
quejas  que  los  vecinos  daban,  todo  lo  cual  contra  el  servicio  de  Dios  é 
de  Su  Majd.  y  en  perjuicio  de  la  tierra;  en  lo  cual  cometió  delito  é  ddi- 
tos  dignos  de  grave  castigo;  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  que  porque  sus  tiranías  no  fuesen  públicas  á  Su  Ma- 
jestad, retuvo  catorce  meses  muchos  navios  questaban  en  ei,  puerto,  con- 
tra la  voluntad  de  sus  dueños  é  de  los  maestres  que  los  regían,  é  á  las 
personas  que  querían  ir  en  su  seguimiento  les  daba  libertad  que  no  pa- 
gasen lo  que  debían,  tomando  caballos  é  armas  f  orciblemente,  no  conan- 
tiendo  que  hobiese  justicia,  todo  como  hombre  alzado  ó  tirano  absoluto, 
sin  temor  de  Dios  é  de  Su  Majestad,  cometía  los  dichos  delitos,  etc. 

Lo  otro,  digo  que  informó  á  Su  Majestad  de  muchas  mentiras  é 
traiciones  en  contrario  de  lo  que  había  pasado  en  la  tierra,  con  testigos 
falsos  y  escribanos  falsarios,  haciendo  saber  lo  que  no  pasó,  diciendo, 
en  lugar  de  manifestar  los  grandes  servicios  que  á  Su  Majestad  habfa 
hecho  el  dicho  mi  padre,  que  había  robado  el  Cuzco,  cortado  tetas  á 
mujeres,  ahorcado  hombres,  é  la  dicha  información  envió  con  Frandsoo 
Maldonado,  su  criado,  dándole  cartas  de  creencia  para  que  Su  Majestul 
le  creyese,  seyendo,  como  es,  hombre  mentiroso  y  de  baja  condidón,  el 
cual  fué  á  informar  de  las  dichas  traiciones  é  mentiras  por  mandado  del 
dicho  don  Francisco  Pizarro  é  abtoridad  suya,  sembrándolas,  magnifes- 
tándolas  por  todas  las  islas  donde  llegaba,  diciendo  que  lo  vio  él  propio, 
habiéndose  venido  amotinado  de  la  cibdad  del  Cuzco  á  alborotar  la  gente 
que  quieta  é  pacífica  estaba  en  esta  cibdad,  con  sus  mentiras  é  maldades 
sobre  que  había  venido  fundado  é  por  la  dicha  condición  quel  dicho  Mal- 
donado  tiene  é  vicio  de  mentiroso;  de  más  de  lo  cual  informó  á  Su  Ma- 
jestad de  las  dichas  mentiras  que  á  la  gente  había  dicho  y  publicado  en 
las  dichas  islas,  por  cuya  relación  Su  Majestad  retuvo  la  ejecución  dd 
castigo,  é  la  gente  que  acá  quedaba,  persuadida  del  dicho  Maldonado  por 
las  dichas  relaciones,  se  indinaron  contra  el  dicho  mi  padre  é  siguieron 
al  dicho  don  Francisco  Pizarro  y  Hernando  Pizarro  contra  el  servic» 
de  Su  Majestad,  y  en  muchas  muertes  é  robos  de  sus  subditos  é  va» 
líos;  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  que  añadiendo  deüto  á  dehtos,  fuerza  á  fuerzas,  tocto 
los  despachos  y  cartas  que  venían  para  el  dicho  mi  padre,  los  ofidtó 
(le  Su  Majestad  é  otras  personas,  el  dicho  don  Francisco  Pizarro  é  Jfi- 


ALITAORO  Y  8U8   COMPAÑEROS 


375 


onio  Picado,  su  secretario,  ques  el  más  astuto  e  sagaz  en  k>fla  maldad 
enemigo  de  toda  bondad,  doservidor  de  Su  Majestad,  tomaban  é  rete- 
nían é  nunca  daban  los  dichos  despachos  é  cartas,  ó  las  abrían  y  leían, 
^ndo  á  consejo  para  que  fuesen  á  la  dicha  maldad  á  los  oficiales  de 
Nueva  Castilla  que  eran  sus  amigos  é  parciales  por  muchos  reparti- 
lientos  de  indios  que  les  daba  é  hal>ía  dado,  como  fué  el  veedor  García 
Salcedo,  y  el  fator  lUáu  Suárez,  y  el  contador  Domingo  de  la  Presa  y 
alcaldes  t'  regidores  que  de  su  mano  había  hecho,  sabiendo  él  y  ellos 
i  secretos  que  al  dicho  mi  padre  é  á  los  dichos  oficiales  iban,  retenién- 
los  en  sí  é  nunca  dándolos,  proveyendo  siniestras  relaciones  de  nue- 
I,  con  lo  cual  cometió  é  cometieron  delitos;  y  por  tal  lo  acuso,  etc. 


Lo  otro,  digo  que  tomada  información  al  dicho  Adelantado  de  lo 
Ddicho  é  de  las  tiranías,  fuerzas,  robos,  opresiones,  el  dicho  Alonso 
|e  Alvarado  é  Gómez  de  Tordoya  é  los  que  consigo  traía  hacían,  é  como 
Btaban  alzados  con  la  tierra,  sin  obedecer  á  Su  Majestad  ni  á  su   rea! 
ücia,  el  dicho  Adelantado  fué  á  el  dicho  asiento  donde,  hechos  los 
iplimientos  que  debía  por  su  rebelión  é  pertinacia  del  dicho  Alonso 
Ivarado,  lo  prendió  6  prendió  al  dicho  Gómez  de  Tordoya  é  puso  en 
grtad  á  toda  la  gente  é  les  notificó  sus  provisiones,  de  los  cuales  fueron 
iecidas;  la  mayor  parte  dijo  á  voces  que  forciblemente  el  dicho  Aton- 
de Alvarado  los  había  tenido;  que  por  su  voluntad  no  habían  pecado 
Ontra  el  serricio  de  Su  Majestad;  que  bien  sabían  quel  delito  era  inor- 
lie  y  feo;  y  por  tal  lo  acuso;  pido   se  pongan  las  informaciones  en  este 
» de  lo  que  sobre  ello  pasó,  etc. 
Lo  otro,  digo  que,  como  el  dicho  Adelantado,  mi  padre,  su  princi- 
fundamento  fué  traer  la  tierra  de  paz  y  enviar  el  oro  é  plata  que 
Majd.  tenía  en  la  cibdad  del  Cuzco,  por  el  dicho  alzamiento  envió  á 
capitán  don  Rodrigo  ürgóflez  á  conquistai-  la  tierra,  el  cual  fué  é  hizo 
servicio  á  Su  Xrajd.:  desbarató  el  dicho  Inga  é  sacó  de  cabtivos  que 
iban  presos  al  capitán  Ruy  Díaz,  ó  Pedro  Riquehne,  é  Francisco 
ín  y  otras  personas  con  esclavos  y  esclavas  quel  dicho  Inga  tenía 
US,  é  trujo  mucha  parte  de  la  tierra  de  paz;  en  la  cual  jornada  Su 
yd.  fué  servido  tanto  como  deservido  del  dicho  Alonso  do  Alvarado; 
'  dende  adelante  los  caminos  se  abrieron  é  los  naturales  vinieron  de  paz, 
tal  manera  que  solo  un  español  iba  donde  quería,  etc. 

otro,  digo  que,  asegurado  el  dicho  camino  por  los  buenos  me- 


376  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

dios  del  dicho  Adelantado,  mi  padre,  é  traída  la  tierra  de  paz,  procuró 
de  ir  al  puerto  á  entregar  el  oro  é  plata  que  en  la  cibdad  del  Cuzco  es- 
taba, al  tesorero  Alonso  Eiquelme,  para  que  se  enviase  á  Su  Majd.  é  se 
socorriese  de  su  real  hacienda  para  los  gastos  é  nescesidades  que  tenia; 
é  queriéndolo  poner  por  obra,  sabido  por  el  dicho  don  Francisco  Pizano 
quel  dicho  mi  padre  tenía  preso  al  dicho  Alonso  de  Alvarado,  estando 
el  dicho  Francisco  Pizarro  en  el  pueblo  de  la  Nazca,  ochenta  leguas  de 
la  cibdad  de  los  Reyes,  que  caminaba  con  los  dichos  malos  fines  y  pro- 
pósitos, visto  que  no  era  parte  para  lo  efetuar,  envió  cabtelosamente  á 
traptar  medios  é  conciertos  al  fator  Illán  Suárez  y  al  Licenciado  de  h 
Gama  y  á  Hernán  González  para  que,  debajo  de  cabtelas,  acebtasoí 
cualesquier  partidos,  como  hombre  que  no  pensaba  cumplir  ningunos, 
y  que  hablasen  á  todas  las  gentes  que  pudiesen  é  los  amotinasen  é  hi- 
ciesen venir  donde  el  dicho  don  Francisco  Pizarro  estaba,  para  efetoir 
el  mal  propósito  que  consigo  tenía;  los  cuales  fueron  con  la  dicha  em- 
bajada y  con  ellos  el  Licenciado  Espinosa  y  el  alcaide  Diego  Núfiez  de 
Mercado;  é  dada  la  embajada,  procuraron  de  hacer  soltar  al  dicho  Her- 
nando Pizarro,  para  lo  cual  el  dicho  Adelantado,  mi  padre,  tomó  pares- 
cer  é  consejo  con  el  Licenciado  Espinosa,  caso  que  era  suegro  de  Antonio 
Picado:  le  dijo  al  dicho  mi  padre  que  todo  lo  hecho  era  conforme  á  de- 
recho é  justicia  hecho;  é  que  pedir  lo  suyo  no  era  agravio,  y  que  de 
derecho  no  podía  soltar  á  Hernando  Pizarro,  porque  merescía  muerte 
por  el  delito  é  delitos  que  había  cometido;  pero  que  le  parescía  que  lo 
remitiese  á  Su  Majd.  y  que  fuese  á  llevar  el  oro,  é  que  allí  se  demarca- 
ría la  gobernación  y  no  habría  escándalo,  porque  don  Francisco  Pizarro 
se  pornía  en  razón  y  le  hablaría  para  que  se  conformase  y  ambos  sirriei  Mt 
sen  á  Su  Majd.,  etc.  m^ 

Lo  otro,  digo  que  los  dichos  Illán  Suárez  y  Hernán  González  pe^  fi 
suadían  á  toda  la  gente  que  podían  que  se  huyesen,  hablando  en  to 
secreto  á  mi  padre  en  los  conciertos,  dándole  cuenta  el  pueblo  de  Chin- 
cha en  gobernación  por  partido,  nueve  leguas  de  la  cibdad  de  los  Kej^ 
é  caso  que  en  sus  límites  cabía  conforme  á  la  información  de  pillotos,*! 
dicho  mi  padre,  por  se  más  justificar,  se  quiso  ver  con  el  dicho  Franc» 
00  Pizarro,  al  cual  tenía  por  compañero  y  hermano,  y  él  á  él  por  e» 
migo,  no  mirando  que  había  seido  el  principio,  medio  é  ñu  de  toda  h  B  I 
honra  que  tenía,  é  que  con  su  sangre  é  hacienda  é  un  ojo  que  hato  ■'ii 
perdido  se  la  había  dado;  y  estando  en  estos  buenos  fines  y  medios  i 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS  377 

dicho  mi  padre,  los  dichos  mensajeros  le  hicieron  amotinar  mucha  gente 
con  cartas  que  había  enviado  el  dicho  don  Francisco  Pizarro,  con  las 
cuales  les  representaban  lo  tal  por  servicio,  etc. 

Lo  otro,  quel  dicho  Adelantado,  mi  padre,  no  mirando  en  las  ingra- 
titudes é  maldades  quel  dicho  don  Francisco  Pizarro  contra  él  traptaba. 
antes  con  ánimo  noble  y  generoso,  se  procuró  de  ver  con  el  dicho  don 
Francisco  Pizarro  é  ponerlo  en  sus  manos  todo,  ó  llevar  el  oro  é  plata 
de  Su  Majd.  y  enviar  el  suceso  de  su  jornada,  y  al  dicho  Hernando  Pi- 
zarro con  el  proceso  de  sus  culpas;  é  ansí  lo  puso  por  obra  con  la  gente 
que  le  quiso  seguir,  dejando  preso  á  Gonzalo  Pizarro  é  Alonso  de  Alva- 
rado  para  informar  á  Su  Majd.  é  le  supHcar  los  perdonase  ó  hiciese  lo 
que  conviniese  á  su  real  servicio,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  yendo  con  el  dicho  oro  é  plata  el  dicho  mi  padre, 
llevando  consigo  al  dicho  Hernando  Pizarro  con  la  guarda  que  convenía, 
llegado  al  pueblo  llamado  Xoras,  fué  acordado  entrel  dicho  Adelantado 
ó  los  licenciados  Prado  é  Guerrero  é  otras  personas,  que  enviase  delante 
sus  mensajeros  con  sus  poderes  bastantes  para  que  hiciesen  saber  al  di- 
cho don  Francico  Pizarro  como  el  dicho  mi  padre  venía  con  la  hacienda 
real  de  Su  Majd.  y  el  dicho  Hernando  Pizarro  consigo,  y  que  no  bebiese 
alteración  y  que  le  enviase  un  navio  á  Chincha  ó  áSangallán,  para  que 
enviase  la  real  hacienda  é  al  dicho  Hernando  Pizarro  á  Su  Majd.  con  el 
suceso  de  su  jomada,  é  que  demarcasen  sus  gobernaciones,  y,  cada  uno 
en  la  suya,  descubriese  é   conquistase  é  se  sirviese  Su  Majd.,  é  le  dije- 
sen lo  más  que  convenía  de  su  parte;  para  lo  cual  envió  al  contador 
Juan  de  Guzmán,  é  alcaide  Diego  Núüez  de  Mercado,  é  don  Alonso  En- 
ríquez,  é  á  Juan  Rodríguez  Barragán,  con  poderes  bastantes,  é  al  padre 
Bartolomé  de   Segovia,  con  escribano  de  Su  Majd.  Alonso  de  Silva; 
dándoles  poderes  bastantes,  como  les  dio,  se  partieron  con  la  dicha  em- 
, bajada  con  mucha  priesa,  creyendo  quel  dicho  don  Francisco  Pizarro  se 
conformara  con  la  buena  inclinación  é  voluntad  quel  dicho  Adelantado 
tenía;  y  ansí  seguieron  su  camino  hasta  cerca  del  pueblo  llamado  Mala, 
donde  salieron  á  rescibir,  é  por  mejor  decir,  á  saltearlos,  im  capitán 
llamado  Alonso  Alvarez,  que  tenía  para  prender  á  los  que  viniesen  del 
real  del  dicho  mi  padre,  y  con  él  Cristóbal  Pizarro  é  otras  personas,  etc. 
Lo  otro,  digo  quel  dicho  Alonso  Alvarez  é  los  demás,  estando  con 
los  dichos  mensajeros  en  el  pueblo  de  Mala,  los  hicieron  apear  de  los 
caballos  é  les  tomaron  las  espadas  é  les  robaron  el  oro  ó  plata  que  lleva- 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS  379 

sqaél  iría  traer  los  dichos  despachos  é  que  para  ello  daba  sufee^pa- 
asbra,  como  quien  era;  é  otro  día  seguiente  entregó  los  dichos  depachos 
pbiertos  y  no  entregó  el  poder  quel  dicho  Juan  Rodríguez  Barragán 
Ñraía  del  dicho  mi  padre,  prometiendo  que  se  lo  daría  y  que  no  habría 
Iptra  cosa;  todo  á  fin  de  dilatar.  Despareció  el  dicho  poder,  que  nunca  lo 
^dió  ni  entregó,  como  había  quedado;  todo  á  fin  que  no  hiciesen  las  dili- 
agencias  nescesarias,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  don  Francisco  Pizarro,  en  el  dicho  tiempo, 
tenía  sus  espías  y  espoblatores  por  el  campo,  y  le  trajeron  nueva  como 
Cronzalo  Pizarro  ó  Alonso  de  Alvarado  se  habían  soltado  de  la  cibdad 
del  Cuzco,  ó  habían  preso  ó  herido  al  capitán  Grabiel  de  Rojas,  tenien- 
te de  gobernador  del  dicho  mi  padre,  é  querido  matar  al  alcalde  Fran- 
cisco Peces;  y  que  venía  con  más  de  cient  hombres,  entre  los  cuales 
eran  los  que  le  habían  soltado  é  robado  el  pueblo  de  armas  é  caballos, 
alzándose  con  la  cibdad  del  Cuzco,  prendiendo  y  hiriendo  la  justicia 
real,  los  dichos  Gonzalo  Pizarro,  é  Alonso  de  Alvarado,  é  Lorenzo  de 
Aldana,  con  favor  ó  avilanteza,  como  compañeros  en  el  deUto,  Gonzalo 
Jara,  Alonso  de  Toro,  Francisco  de  Solares  é  otras  muchas  personas  que 
por  la  pesquisa  parescerán;  con  la  venida  de  los  cuales  el  dicho  don 
Francisco  Pizarro  tomó  tanto  placer  é  hizo  tanto  regocijo,  que,  á  punto 
de  guerra  con  más  de  setecientos  hombres,  hechas  sus  ordenanzas  y  es- 
cuadrones, salió  á  verse  con  los  dichos  mensajeros  del  dicho  mi  padre, 
dos  leguas  de  la  cibdad,  sin  los  dejar  entrar  en  ella;  con  grande  estruendo 
ó  alboroto  los  hizo  venir  al  asiento  de  la  Acequia  Grande,  donde  fueron 
rescibidos  del  dicho  don  Francisco  Pizarro,  soltando  muchos  tiros  de 
fuego  de  arcabucería,  reseñas  de  peones  y  gente  de  caballo,  rescibió  los 
dichos  mensajeros  con  gran  violencia  é  amenazas  de  los  que  con  él  ve- 
nían; é  unos  decían  c ¡mueran!»,  é  otros,  «¡no  hablen!»,  é  otros  los  lla- 
maban traidores  é  bellacos,  ó  lo  mismo  contra  el  dicho  mi  padre,  sin  lo 
remediar  el  dicho  gobernador,  ni  osar  responder  á  ello  los  dichos  men- 
sajeros, entre  los  cuales  les  decían:  «A  pesar  de  bellacos,  iremos  al  Cuzco, 
mataros  á  Almagro  é  á  los  suyos;  tomaremos  la  tierra  ques  nuestra»,  y 
otras  inermes  palabras,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  pasado  el  dicho  gobernador  á  la  dicha  Acequia 
Grande,  los  dichos  mensajeros,  aunque  opresos  é  atemorizados  de  las 
palabras  é  prisiones  pasadas,  dieron  su  embajada  lo  mejor  (fhe  osaron, 
declarando  la  buena  inclinación  ó  voluntad  del  dicho  mi  padre,  que  era 


V  gieiDpR^  fu¿  do  servir  á  Su  Majfl  y  lener  su  buena  oomj 
inanilíiil,  qnM  loa  en\naba  pitra  que  le  dijesen  é  de  su  parla  ie 
itunL^o  A  ^É.rvicio  de  Dios  y  del  Rey^  que  luirieae  paz  é  conacttdift 
A  dicho  Adelantado;  y  pues  que  Bu  Majd.  le  había  dado  la  gobefüi 
iJel  Nuevo  Toledo,  se  demarcmae  por  pillokig  que  supieoon  éá 
que  despu^  de  partido  lo  mandase  él  todo,  y  que  anst  lo  qperím  4 
Adelantado:  é  porquél  traía  á  Uemaudo  Pkarro,  su  barmaDO,  y 
d©  Su  Ma|d.,  le  die^  un  uavío  para  Ío  ea\iar  á  ¡uformar  de  st  j 
i  saoeaa  de  Chille  é  b  detnáa  basta  eatonced;  qoB  esto  le  fledan 
parte  y«  puee  que  era  eoea  justa,  m  lo  rog^aban  é  síapticaban^  pfoei  mi 
m  hada  »etvieio  á  Su  Majd,,  etc.  I 

Lo  otro,  digo  que«  dada  la  didia  «idbióai^  astanda  €l  dkbo  ga|| 
nador  presante.  Franetaeo  Martín^  su  hermano,  dijo  muchas  p^hli 
en  di^saeato  de  ^n  Majd.  y  deshonra  i)el  dícbo  mi  padra^  j  ka  ■■■ 
dijerou  los  diciim  iionialn  Pijcano  v.  Alonso  de  MvwarÉfáa,  qfoa  ptiMI 
estaban»  &  b  cual  los  dicboQ  caenai^ero?  dqerao  al  dii^io  gobeea^ 
qué  no  ooosantiese  b  taL  á  b  cual  é  i  la  didia  csnbajada  d^  «il 
liaiiie>n  raióti  é  Sgm,  b  que  qukiereii,  «|iie  bocas  timoaai  eon  tfaé  hall 
é  jmo  el  habito  ik  Santiago  qti»  m^  ha  de  dar  el  C^iaeo  j  é 
PbaiTO»  tm  bennamk  ó  le  lnigo  de  n^tar,  y  aofare  asto  no  m 
emliajada^  que  buena  irmle  tengo  y  buena  artilkria  y 
él  y  á  los  qiMstÉQOcm  él  mate  é  pranda;  é  déjame 
do6  del  Rey  que  decis.  quri  Cmeo  es  mb  y  no  de  otro,  jhtét^m 
sobare  elloi:  y  otras  muchas  palabras t^nerarias  á  bs  que  k»  «an.  3» 
mente  a  los  dichos  mensajeros  que  hadan  la  dk^ia  embajaK^  moec 
do  la  tiranía^  dio  la  diduL  respuesta,  é  ¿  respoestas  de  oes:»  a 
l^ras  o(ra  peor,  en  tal  manara  que  bs  dkbos  meiisaj««36  le  hif^OTrai 
requerimiento  ante  escribano^  requiriendole  esloriese  por  b  msbái  j 
diesse  lugar  a  alteraciones;  mandase  toIt»  b  robado  é  dar  ei  sur-jíf.  1 
leslandob  muertes  e  robos;  eii  reqmsta  de  b  cnal  les  zoaziiiiá^  9»  ^^ 
á  Ftehacama  y  eon  elbs  Franeisco  de  Godoy«  que  be  gomséast.  m  m 
que  bs  prorevese  de  eomidaL  en  b  coal  e<xaetié  deiho  é  de&&Q&  sss 
es  pub&o  e  i^xono:  e  pido  sea  castígado.  e^ 

Lo  o(nx  £^  que.  acordado  enlrel  <fieho  Frusase»  P^3acr<?  *  i 
duui^^  de  formas  e  eabselas  con  bs  diehos  maofiajeros.  so  essksr  -kt  1 
ciertos  de  ibhar  a  Hemaado  Kzarnx  trató,  toraadoa  a  psEúar  ^xsmm 
embajadores^  que  se  eompraBMtkse  en  oatom  rahaHfrqg  e  inr  saua 


•j 


ALMAGRO  Y  8ü8  C0MPAÑEB08  381 

;  fraile  Bobadilla  que  entre  ellos  se  metió,  é  capitulado,  fué  acordado  que 
'/faese  á  se  probar  con  el  dicha  Adelantado,  mi  padre.  El  dicho  fraile  dia- 
bólico y  malvado,  de  parte  del  dicho  don  Francisco  Pizarro,  en  compañía 
;  del  contador  Juan  de  Guzmán,  fué  sobre  cabtela  y  engaño  á  la  cibdad 
:^de  Chincha,  donde  estaba  el  dicho  mi  padre:  en  presencia  de  toda  la 
gente  pedricó,  publicando  á  todos  para  que  todos  lo  tuviesen  por  ben- 
dito é  justo,  quel  dicho  mi  padre  tenía  justicia  é  Pizarro  era  tirano,  que 
muriesen  por  el  dicho  mi  padre  que  tenía  justicia;  y  hecho  el  dicho  ser- 
món, apartó  al  dicho  mi  padre  diciéndole  que  se  fiase  del,  quél  le  pro- 
metía é  juraba  por  el  hábito  de  Nuestra  Señora  de  la  Merced  de  mirai- 
8U  justicia;  que  su  gobernación  era  más;  que,  aunque  fuese  perdidoso, 
tuviese  por  cierto  que  le  daría  hasta  los  indios  de  Navarro,  ques  quince 
leguas  desta  cibdad;  todo  lo  cual  el  dicho  fraile,  por  conciertos  del  dicho 
don  Francisco  Pizarro  é  Antonio  Picado,  su  secretario,  fué  con  la  dicha 
embajada  é  maldad  á  ñn  de  engañar  al  dicho  Adelantado,  eto. 

Lo  otro,  digo  que  como  el  dicho  mi  padre  estoviese  fundado  en  el 
servicio  de  Su  Maj.  ó  amistad  de  su  compañero,  concedió  en  lo  dicho  c 
otorgó  el  dicho  contrapto  é  compromiso,  ó  con  él  vino  á  que  lo  otorgase 
el  dicho  don  Francisco  Pizarro  ó  los  dichos  mensajeros,  ó  se  otorgó  ha- 
ciendo juez  arbitro  al  dicho  fraile  para  la  paz  é  concordia,  demarcación 
de  las  dichas  gobernaciones,  con  término  de  treinta  días,  é  para  la  deter- 
minación, que  en  el  pueblo  de  Mala  estoviese  el  dicho  fraile  entre  am- 
bos reales,  y  que  cada  uno  de  los  gobernadores  toviese  un  hombre  para 
que  allegase  de  su  justicia,  para  lo  cual  fueron  señallados,  por  parte  del 
dicho  mi  padre,  al  dicho  Juan  Rodríguez  Barragán,  con  nuevo  poder,  é 
de  la  otra,  Hernand  González,  cada  uno  con  gente  para  sus  mensajes  é 
avisos;  é  dicho  é  alegado  por  ambas  las  partes  lo  que  convenía,  el  dicho 
fraile,  mostrándose  contrario,  por  la  cabtela  prencipiada,  del  dicho  don 
Francisco  Pizarro,  acordó  que  por  bien  de  paz  paresciesen  ambos  gober- 
nadores con  cada  doce  hombres,  con  pleitos  homenajes  que  hiciesen  de 
no  traer  más,  ése  viesen  é  concertasen,  é  que  nohobiesefrabde  ni  engaño, 
so  pena  de  aleves  é  malos  caballeros,  é  de  cada  cincuenta  mili  pesos  de  oro 
para  la  cámara  de  Su  Maj.;  é  notificados  los  dichos  mandamientos  y  hechos 
los  pleitos  homenajes,  el  dicho  don  Francisco  Pizarro,  como  traidor  y 
aleve  y  mal  caballero,  los  quebrantó  y  en  quebrantamiento  dellos  vino  con 
muestra  de  los  dichos  doce  hombres  adonde  estaba  el  diabólico  fraile 
que  era  en  la  dicha  consulta  é  maldad;  atrás  el  dicho  don  Francisco  Pi- 


380 


COLECCIÓN  DE  DOCÜMEli 


é  siempre  fué  de  servir  á  Su  Majd.  y  tener  si 
mandad,  quél  los  enviaba  para  que  le  dijesen  i 
mirase  el  servicio  de  Dios  y  del  Rey,  que  tu 
el  dicho  Adelantado;  y  pues  que  Su  Majd  le  1 
del  Nuevo  Toledo,  se  demarcase  j)or  pilloto 
que  después  de  partido  lo  mandase  él  todo,  y  < 
Adelantado;  é  porquél  traía  á  Hernando  Pizc 
de  Su  Majd.,  le  diese  un  navio  para  lo  enviar 
6  suceso  de  Chille  é  lo  demás  basta  entonces; 
parte  y,  pues  que  era  cosa  justa,  se  lo  rogaban 
se  hacía  servicio  á  Su  Majd.,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  dada  la  dicha  embajad 
iiador  presente,  Francisco  Martín,  su  herma 
en  desacato  de  Su  Majd.  y  deshonra  del  dich 
ílijeron  los  dichos  Gonzalo  Pizarro  é  Alonso  d< 
estaban,  á  lo  cual  los  dichos  mensajeros  dije 
que  no  consintiese  lo  tal,  á  lo  cual  é  á  la  di< 
tienen  razón  é  digan  lo  que  quisieren,  que  boc 
é  juro  el  hábito  de  Santiago  que  me  ha  de  di 
Pizarro,  mi  hermano,  ó  le  tengo  de  matar;  y  s 
embajada,  que  buena  gente  tengo  y  buena  ar 
él  y  á  los  questán  con  él  mate  é  prenda;  é  déj 
oíos  del  Rey  que  decís,  que!  Cuzco  es  mío  y 
sobre  ello;  y  otras  muchas  palalmis  temerarias 
mente  á  los  dichos  mensajeros  que  hacían  la 
(lo  la  tiranía,  fli<')  la  dicha  respuesta,  é  á  j 
bras  otra  peor,  en  tal  manera  íjue  los  dichos  i 
requerimiento  ante  escribano,  requiriéndole  eí 
diese  lugar  á  alteraciones;  mandase  volver  lo  r< 
testándole  muertes  é  rol)Os;  en  respuesta  de  lo  ci 
á  Tacliacama  y  con  ellos  Francisco  de  Godoy, 
que  los  proveyese  de  comida,  en  lo  cual  comei 
es  público  é  notorio;  é  [)i(lo  sea  castigado,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  acordado  entrel  dich( 
amigos  de  formas  é  cabtelas  con  los  dichos  m( 
(íiertos  (le  !foltar  á  Hernando  Pizarro,  trató,  ton 
embajadores,  que  se  comprometiese  en  ciertos 


ALMAGRO  Y  8ü8  COMPAÑEROS  381 

fraile  Bobadilla  que  entre  ellos  se  metió,  é  capitulado,  fue  acordado  que 
fuese  á  se  probar  con  el  dicho  Adelantado,  mi  padre.  El  dicho  fraile  dia- 
bólico y  malvado,  de  parte  del  dicho  don  Francisco  Pizarro,  en  compañía 
del  contador  Juan  de  Guzmán,  fué  sobre  cabtela  y  engaño  á  la  cibdad 
de  Chincha,  donde  estaba  el  dicho  mi  padre:  en  presencia  de  toda  la 
gente  pedricó,  publicando  á  todos  para  que  todos  lo  tuviesen  por  ben- 
dito é  justo,  quel  dicho  mi  padre  tenía  justicia  ó  Pizarro  era  tirano,  que 
muriesen  por  el  dicho  mi  padre  que  tenía  justicia;  y  hecho  el  dicho  ser- 
món, apartó  al  dicho  mi  padre  diciéndole  que  se  fiase  del,  quél  le  pro- 
metía é  juraba  por  el  hábito  de  Nuestra  Señora  de  la  Merced  de  mirai- 
BU  justicia;  que  su  gobernación  era  más;  que,  aunque  fuese  perdidoso, 
tuviese  por  cierto  que  le  daría  hasta  los  indios  de  Navarro,  ques  quince 
leguas  desta  cibdad;  todo  lo  cual  el  dicho  fraile,  por  conciertos  del  dicho 
don  Francisco  Pizarro  é  Antonio  Picado,  su  secretario,  fué  con  la  dicha 
embajada  é  maldad  á  fin  de  engañar  al  dicho  Adelantado,  etc. 

Lo  otro,  digo  que  como  el  dicho  mi  padre  estoviese  fundado  en  el 
flervido  de  Su  Maj.  é  amistad  de  su  compañero,  concedió  en  lo  dicho  i' 
otorgó  el  dicho  contrapto  é  compromiso,  é  con  él  vino  á  que  lo  otorgase 
el  dicho  don  Francisco  Pizarro  é  los  dichos  mensajeros,  ó  se  otorgó  ha- 
ciendo juez  arbitro  al  dicho  fraile  para  la  paz  é  concordia,  demarcación 
de  las  dichas  gobernaciones,  con  término  de  treinüi  días,  ó  para  la  deter- 
niinación,  que  en  el  pueblo  de  Mala  estoviese  el  dicho  fraile  entre  am- 
bos reales,  y  que  cada  uno  de  los  gobernadores  toviese  un  hombre  para 
que  allegase  de  su  justicia,  para  lo  cual  fueron  señallados,  por  parte  del 
dicho  mi  padre,  al  dicho  Juan  Rodríguez  Barragán,  con  nuevo  poder,  é 
de  la  otra,  Hemand  González,  cada  uno  con  gente  para  sus  mensajes  é 
í  avisos;  é  dicho  ó  alegado  por  ambas  las  partes  lo  que  convenía,  el  dicho 

■  fraile,  mostrándose  contrario,  por  la  cabtela  prencipiada,  del  dicho  don 
^Francisco Pizarro,  acordó  que  por  bien  de  paz  parescieson  ambos  gober- 
V  Dadores  con  cada  doce  hombres,  con  pleitos  homenajes  que  hiciesen  de 
j  no  traer  más,  ó  se  viesen  ó  concertasen,  é  que  no  hobiese  f  rabde  ni  engaño. 

■  ao  pena  de  aleves  é  malos  caballeros,  é  de  cada  cincuenta  mili  pesos  de  oro 
para  la  cámara  de  Su  Maj.;  é  notificados  los  dichos  mandamientos  y  hechos 
los  pleitos  homenajes,  el  dicho  don  Francisco  Pizarro,  como  traidor  y 
aleve  y  mal  caballero,  los  quebrantó  y  en  quebrantamiento  dellos  vino  con 
muestra  de  los  dichos  doce  hombres  adonde  estaba  el  diabólico  fraile 
que  era  en  la  dicha  consulta  é  maldad;  atrás  el  dicho  don  Francisco  Pi- 


'. .  1 


382 


COLECCIÓN  DE  DOCUMEl 


zarro  dejaba  su  real  de  más  de  setecientos  ó 
cierta  celada  de  cañaverales,  con  tal  concierto 
por  cierta  ventana,  prendiesen  ó  matasen  al  di 
hombres;  el  dicho  mi  padre,  fundado  en  todi 
con  los  dichos  hombres  que  le  habían  manda 
dicho  don  Francisco  Pizarro,  no  mirando  la  tr 
da;  y  esta  fué  la  otra  vez  que  cometió  aleve 

Lo  otro,  digo  que,  después  de  estar  junto¡ 
el  dicho  mi  padre  fué  avisado  de  la  dicha  trai< 
su  compañero  que  determinasen  letrados  la  a 
Hernando  Pizarro,  cabalgó  é  se  fué  el  dicho  i 
no  hobo  efeto  la  dicha  maldad,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  visto  por  el  dicho  Bobfi 
quel  dicho  don  Francisco  Pizarro  se  había  dad 
intinción  por  promesas  y  dádivas  quel  dicho 
había  dado,  dio  una  sentencia  con  acuerdo  ; 
Francisco  Pizarro,  é  de  sus  letrados  é  de  Ante 
en  que  en  ella  juzgó  cevill  é  criminalmente  ce 
todo  lo  que  Su  Maj.  al  dicho  mi  padre  había  dad 
don  Francisco  Pizarro;  é  para  animarle  la  gente 
capitanes  é  personas  prencipales  el  dicho  frcd 
llanteza  á  que  peleasen;  les  juró  que  aquello  e 
cia  pronunció  la  dicha  sentencia,  á  la  cual  los 
dieron  gi*an  gritíi:  «¡Viva  Pizarro!  ¡vivaPizarrc 
nos  ha  dado  la  tierra!^  é  muchos  le  besaban 
«¡Hágase  obispo!»  ó  otros  decían:  «Merece  sei 
propósito  lo  ha  hecho»;  é  se  fueron  á  sus  esc 
querían  sino  guerra  6  matar  al  dicho  mi  padr 
zarro  juró  de  no  volver  hasta  matar  al  dicho  ir 
gran  violencia  se  fué  contra  él  con  todo  su  i 
río  del  Guaico,  en  lo  cual  cometió  delito  é  hs 
gado,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  habiendo  enviado  el  di( 
tres  mili  pesos  de  oro  con  el  fator  Illán  Suáre 
para  su  proveimiento,  los  soldados  del  dicho 
lieron  al  camino  é  saltearon  la  hacienda  quel 
lo  mataron  y  robaron,  y  robaron  otros  mil 


ALMAGRO  T  SUS  COMPAÑEROS  383 

IMego  de  Mercado,  sin  haber  justicia  ni  razón,  y  teniendo  presos  el  licen- 
ciado Carvajal,  lugarteniente  del  dicho  don  Francisco  Pizarro,  querién- 
^dolos  castigar,  su  capitán  Castro,  del  dicho  don  Francisco  Pizarro,  con 
puchos  arcabuceros  fué  á  la  cárcel  ó  soltó  los  presos  en  presencia  del 
:dicho  don  Francisco  Pizarro,  á  lo  cual  el  dicho  teniente  dijo  al  dicho 
^^bemador  que  tomase  la  vara  é  le  favoresciese,  al  cual  respondió  que 
'idejase  los  soldados  y  que  ansí  se  había  de  hacer,  y  quél  era  contento,  y 
'ique  de  aquello  y  de  lo  demás  que  se  ofresciese  se  habían  de  aprovechar, 
'pues  que  estaban  para  morir  por  él  contra  el  dicho  mi  padre,  é  dejó  la 
justicia  de  se  complir;  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  yendo  el  dicho  gobernador  contra  el  dicho  mi 
padre,  los  soldados,  en  su  presencia  é  consentimiento,  en  el  pueblo  de  la 
Nasca,  ques  del  veedor  Saucedo,  dio  lugar  que  robasen  é  rancheasen 
toda  la  tierra  y  desenterrasen  lo  que  hallasen;  y  ansí  desenterraron  ente- 
iramientos  de  señores  en  la  dicha  Nasca,  y  en  otras  partes  sacaron  más 
de  trescientos  mili  pesos  de  oro  é  mucha  ropa  é  ovejas,  é  mataron  más 
de  diez  mili  indios  porque  dijesen  dónde  estaba;  ó  al  dicho  cacique  de  la 
Nasca,  demás  del  dicho  oro  é  plata,  le  ranchearon  más  de  cient  mili  ove- 
jas é  más  de  doscientas  mili  cargas  de  maíz,  é  ansí  hicieron  por  los 
otros  caciques;  é  cuando  los  indios  se  le  quejaban,  enviaba  en  hora  mala 
ó  decía  á  los  soldados:  «Aprovechaos,  hijos,  que  para  vosotros  es  todo»; 
todo  lo  cual  en  perjuicio  de  los  dichos  indios  naturales  y  en  deservicio 
de  Su  Majd.;  y  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  no  embargante  los  dichos  robos,  fuerzas,  opresio- 
nes, el  dicho  don  Francisco  Pizarro  consintió  é  consintía  públicamente 
que  los  dichos  soldados  que  jugasen  el  oro  é  plata  que  habían  robado, 
sin  quintarse  é  pagar  á  Su  Majd.  sus  quintos  reales;  el  dicho  don  Fran- 
cisco Pizarro  jugaba  con  ellos,  por  ques  el  mayor  tahúr  que  nunca  se  vio 
ni  oyó,  y  este  es  su  principal  fundamento;  de  más  de  lo  cual  les  consin- 
tió forzar  sus  mujeres  é  hijas  á  los  dichos  caciques;  é  por  tal  lo  acu- 
so, etc. 

Lo  otro,  digo  que,  usando  de  las  dichas  tiranía  é  tiranías,  consentía 
á  los  dichos  soldados  llevasen  indios  en  cadenas  con  cargas  ecesivas, 
los  cuales,  viendo  el  aparejo  que  hallaban  de  tiranizar  é  hacer  mal  en 
el  dicho  don  Francisco  Pizarro,  los  indios  que  se  cansaban  les  cortaban 
las  cabezas  por  no  les  quitar  las  colleras;  y  desta  manera  quedaban  los 
caminos  llenos  de  hombres  muertos,  por  cuya  cabsa  se  despoblaron  los 


pleitos  homenajes  á  fuer  despaña,  que  todos  é  cada  u 
rían  lo  capitulado,  sin  pasar  contra  ello  ni  contra  parte 
traidores  aleves,  perjuros,  fementidos  ó  de  malos  cabal 
con  vínculos  é  firmezas,  é  ansí  se  concluyó,  quedando  ; 
contraptos;  é  fué  suelto  el  dicho  Hernando  Pizarro  del 
fuerzas,  y  el  dicho  mi  padre,  como  hombre  en  quien  n- 
ni  cabtela,  en  cumplimiento  del  amor  que  entre  ellos 
envió  á  que  viese  al  dicho  don  Francisco  Pizarro  ó  le 
viese  por  padre,  é  dio  licencia  á  todos  los  de  su  real  c 
quisiesen,  haciendo  regocijos  por  las  dichas  paces,  etc. 

Lo  otro,  digo  que  hechos  y  otorgados  los  dichos  i 
tulaciones,  quel  dicho  mi  padre  envió  á  Quintero,  pilk 
y  entregasen  el  dicho  navio  con  carta  ó  mandamien 
Francisco  Pizarro,  que  en  lo  público  dio  para  que  se  lo  ei 
secreto  mandó  que  no  se  lo  diesen,  á  fin  quel  dicho  n 
mase  á  Su  Majd.  é  que  sus  falsas  relaciones  parescie 
preso  el  dicho  Quintero,  como  lo  fué,  sin  le  querer  dar 
en  esta  parte  fué  quebrantado  el  pleito  homenaje  del 
Pizarro;  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  mi  padre  fué  sabidor  de 
é  cabtela  que  con  él  habían  usado,  y  quel  dicho  Fr 
Hernando  Pizarro  é  los  demás  sus  hermanos  ó  capita 
un  poderoso  ejército  de  mucha  gente,  con  muchos  tire 
buceros  é  ballesteros  é  gente  de  caballo  é  infantería  de 
tos  hombres,  salieron  á  hacer  sus  caracoles  con  bandc 
atambores  é  trompetas,  en  los  cuales  salió  el  encubierto 


áXMAGRO  T   BVS    C0MPAKE1109 


aemlo:   <  ¡Viva  Pízarro!  vamos,  matemos  y  destruigamos  Almagro  é  á 
dos  los  suyos  é  uo  haya  memoria  dol  ni  dellos  é  tomaremos  la  tierra 
nosotros»;  haciendo  saber  á  la  gente  simple  é  menuda  con  muchas 
Sutiles*  falsedades,  juramentos  quel dicho  Per  Anzures  traía  para  el 
^o  don  Francisco  Pizarro,  todo  lo  dciscubíerto  y  que  todo  lo  había  de 
ípartjr  entibe  ellos,  lo  cual  aprobaba  el  dicho  I*er  Anzures,  no  mirando 
delito  que  hacía;  c  para  que  mejor  le  creyesen,  llamaban  á  dos  bachi- 
Bres^  uno  Cántala  Piedra, hombre  de  poco  saber  é  liabilidad,  é  otro,  que 
iSeñores,  derecho  tenéis;  muramos  todos*;  por  lo  cual  la  gente 
&nuda  ilaban  gi-itos  haciéndose  de  flacos  fuertes,  de  armas  leones, 
*¡ Vivan  Pizarros,  que  la  tierra  es  suya!   muera  Almagro  é  los 
ayos,  que  se  la  tienen  tomada! » ;  en  lo  cual  cometió  é  cometieron  delitos 
jimen  les^  mqjcsíalis:  é  por  tal  lo  acuso  é  pido  sean  castigados,  etc. 
Lo  otro,  digo  que,  informado  el  dicho  mi  padre  de  la  poca  lealtad 
dicho  don  Francisco  Pizarro  é  sus  hermanos  é  capitanes  é  gentes,  é 
10  habían  quebrado  lo  capitulado  é  venían  contra  él,  no  le  habían 
aerido  dar  el  dicho  navio  é  informaban  de  mentiras  contestivas  im- 
cetiw,  falsarios,  perjuros,  cuyas  informaciones  pido  parezcan,  é  quel 
(íbo  mi  padre  no  podía  informar  de  sola  una  verdad^  tomó  por  reme- 
de hacer  una  balsa   secretamente  de  maderos  atados  y  en  ella  aven- 
cinco  hombres  que  llevasen  las  relaciones  é  despachos  del  dicho 
[padre  é  de  los  oficiales  de  Su  Majd.,  para  que  Su  Majd.  supiese  cómo 
i  dicho  mi  padre  le  había  servido  é  todo  lo  demás  que  había  suceflido; 
enviada  la  dicha  gente  con  los  dichos  despachos  en  la  <hchH  balsa  á 
%n  riesgo  ó  venttn-a  de  los  que  en  ella  iban,  el  dicho  don  Francisco 
ro,  como  hombre  alzado  y  sin  temor,  tenía  proveído  á  Francisco 
de  Alcántara,  su  hermano,  con  cierta  gente  para  que  tomasen  la 
ó  todo  cuanto  hallasen  tomasen,  prendiesen  loe  que  sin  su  licencia 
sen;  é  teniendo  noticia  de  la  dicha  balsa,  so  ciertos  colores  que  rhó, 
[tomasen,  é  ansí  el  dicho  Francisco  Martín,  llamándose  general,  seyeu- 
i  un  hombre  rastrico  é  de  malas  entrañas,  de  baja  condición  é  linaje, 
Indose  c^ipitán,  seyendo  natural  cosario  en  la  mar  del  Rey,  él  y  los 
Dn  él  iban  é  por  su  mandado,  en  un  navio  llamado  La  Concehdún, 
ado  consigo  por  pilloto  á  IleruaD  Crallego  é  á  otros  cosarios  saltea- 
de  la  mar  é  de  la  tierra;  arando  la  dicha  mar  dieron  en  la  dicha 
é  le  tirai'on  tiros  de  pólvora  é  fuego,  deciendo:  e  ¡Mueran;  los  trai 
sean  presos!*   hasta  tanto  que  prendieron  á  los  que  en  ella  iban, 


388  COLECCIÓN     DE    DOCUMENTOS 

tomaron  todos  los  despachos,  robaron  mucha  cantidad  de  oro  é  plato 
que  en  ella  iban,  haciendo  partes  de  lo  que  no  ganaron,  echando  coUe^ 
ras  por  los  pescuezos  con  una  cadena  corriente  por  ellos  á  los  que  iban 
con  el  dicho  mensaje  á  Su  Majd.,  cosa  de  tanta  tiranía  é  maldad,  é  aun 
entre  enemigos  y  enemigos  de  nuestra  santa  fee  paresce  cosa  tan  fea, 
cuanto  más  en  la  tierra  de  Su  Majd.;  ó  desta  manera  trujaron  presos  loe 
probos  hombres  que  en  la  dicha  balsa  iban,  pues  afrentas,  vituperios  é 
injurias  que  rescibieron  no  se  pueden  decir,  que  aun  en  poco  estovieron 
de  los  herrar  ó  vender  por  esclavos,  teniéndolos  presos,  todo  por  con- 
sentimiento é  voluntad  del  dicho  don  Francisco  Pizarro  é  sus  herma- 
nos é  de  Antonio  Picado,  su  secretario,  que  á  ello  daba  favor  y  consejo: 
é  traídos  antel  dicho  gobernador,  hizo  muchas  alegrías  de  placer  jine- 
tadas el  dicho  Antonio  Picado,  su  secretario,  diciendo:  «Ya  la  balsa  es* 
tomada;  veamos  por  dónde  informará  Almagro,  que  hasta  Panamá  y 
Nicaragua  tengo  tomada  la  mar,  que  no  se  me  pueda  ir  cosa»;  en  lo  cual 
cometió  é  cometieron  delitos  de  traidores,  salteadores,  robadores  de  la 
mar  6  de  la  tierra,  alzados  contra  el  servicio  de  Su  Majd.;  é  por  tallo 
acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  sabido  por  el  dicho  mi  padre  el  dicho  robo  delí 
dicha  balsa,  antes  pugnando  de  morir  que  no  quebrantar  lo  capitulado. 
se  retru  jo  á  Sangallán,  donde  fundó  el  pueblo  con  la  dicha  justicia  é  re 
gimiento  que  <le  antes  había  puesto  ó  con  el  nombre  de   villa  de  Alma- 
gro; é  dejando  puesta  en  orden  la  justicia  é  reginnento,  ñié  á  sentar  5C 
real  para  de  allí  deshacer  su  gente  en  el  pueblo  de  Limai casta,  donde, 
conforme  á  lo  capitulado,  deshizo  su  gente,  enviando  al  caballero  Die^' 
de  Alvarado  con  cierta  piu-tc  della  á  la  cibdad  del  Cuzco,  para  conquis 
tar  la  tierra  é  tenella  de  paz;  y  él  quedó  para  le  requerir  al  dicho  dw; 
Francisco  Pizarro  que  no  proseguiese  en  su  tiram'a  é  rebelión,  é  dejó  es 
el  pueblo  do  ('hincha  sus  mensajeros  para  que  le  dijesen  su  intencióct 
voluntad  t^  le  requiriesen  por  la  paz  y  concordia;   los   cuales  ftieron  ei 
Licenciado  Guerrero,  Juan  Rodríguez  Barragán;  é  llegado  el  dicho  doc 
Francisco  Pizarro  le  requirieron  comphese  las  dichas  capitulaciones  s 
respuesta  de  lo  cual,  los  soldados  del  dicho  don  Francisco  Pizarro  I* 
quisieron  matar,  é  robaron  sus  haciendas  é  los  hizo  salir  de  su  realc» 
amenazas  é  temores  que  para  ello  les  puso,  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  questando  aguardando  los  dichos  mensajeros  paraeí 
dicho  mensaje,  el  dicho  don  Francisco  Pizarro  y  sus  hermanos,  cond 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS  389 

dicho  ejército,  con  sus  banderas  y  pendones  alzados,  entraron,  é  lo  pri- 
mero que  su  gente  hizo  fueron  robar  el  oro  ó  plata  que  Su  Majd.  tenía 
y  el  dicho  mi  padre  había  traído,  questaba  en  poder  de  Alonso  Riquel- 
me,  tesorero  de  la  Nueva  GastiQa,  é  robaron  á  los  dichos  sus  mensajeros 
ó  los  quisieron  matar  é  robar;  é  robaron  los  oficiales  de  Su  Majd.  é  por 
los  caminos  corrieron  el  campo  é  robaron  toda  la  rezaga  del  dicho  Ade- 
lantado, haciendo  tantas  crueldades  que  no  se  pueden  decir;  é  con  las 
afrentas  é  robos  pasados  que  habían  rescibido  los  dichos  mensajeros 
de  la  dicha  gente,  dijeron  al  dicho  gobernador  y  á  Hernando  Pizarro,  su 
hermano,  que  mirasen  lo  que  convenía  al  ser\ácio  de  Su  Majestad  6  no 
diesen  tan  malas  cuentas  de  sí,  y  que  por  qué  consentía  el  dicho  gober- 
nador que  ellos  fuesen  robados  y  añ-enüidos,  que  les  hiciese  justicia;  á 
los  cuales  dijo:  «No  es  tiempo  de  justicia  ni  de  amistad.  Idos  en  hora 
buena  ó  en  hora  mala,  que  ya  que  tengo  suelto  á  mi  hermano,  Almagro 
me  lo  pagará.»  Y  ansí,  yéndose  los  dichos  mensajeros,  salió  al  camino 
un  sargento  suyo  llamado  Villalba,  é  de  nuevo  los  robó  é  les  tomó  sus 
armas  y  hasta  los  clavos  y  herraduras  que  para  herrar  los  caballos  te- 
nían, é  les  dijo:  «Mandado  soy;  agradecedlo,  que  ansí  os  ios»;  é  por  tal 
lo  acuso  al  dicho  Francisco  Pizarro  é  á  los  demás,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  mi  padre,  seycudo  informado  de  los  dichos 
mensajeros  é  por  cartas  de  sus  amigos,  teniendo  en  míis  el  servicio  de 
Su  Majd.  que  todo  lo  criado,  caso  que  tenía  poder  de  gente  para  poder 
dar  batalla,  é  teniendo  respeto  al  servicio  de  Su  Majd..  de  nuevo  le  envió 
cartas  y  mensajeros  al  dicho  don  Francisco  Pizarro  para  que  cumpliese 
lo  capitulado  é  que  mirase  el  servicio  de  Su  Majd.  y  como  él  había  cum- 
plido lo  que  había  puesto;  para  lo  cual  dijo  que  le  había  de  hacer  guerra 
é  matar,  é  que  no  curase  de  otra  cosa,  estando  fundado  en  su  diabólico 
pensamiento  é  dañada  intinción;  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  don  Francisco  Pizarro,  para  colorar  su  mal- 
dad é  maldades  de  sus  hermanos,  envió  á  notificar  la  cédula  é  provisión 
del  dicho  Per  Anzures  al  dicho  mi  padre,  debajo  de  cáptela  para  lo  ase- 
gurar é  fenescer  su  mal  propósito,  deciendo  ser  nuevas  provisiones  é  que 
entonces  habían  llegado;  é  llegados  los  dichos  mensajeros  al  dicho  asien- 
to de  Limaicasta,  notificaron  procurador  la  cédula  de  Su  Majestad  para 
que  tuviesen  su  hermandad  é  compañía,  é  luego  la  provisión  real,  que 
cada  uno  se  estoviese  en  lo  questoviese  en  posesión.  Creyendo  el  dicho 
Adelantado  que  la  intención  del  dicho  don  Francisco  Pizarro  fuera  cum- 


390 


COLECCIÓN  DE  DOCDMEB 


,f>Ur  lo  í|U€  Su  Majestad  mandaba,  las  obede 
^Hprygoiuu  con  trompetas  en  8U  real;  y  hecha  li 
notificado  un  requerimiento  en  quel  dicho  doa^ 
ba  que  Be  deshiciese  la  compañía,  que  él  ia  dabí 
en  la  decífioria  de  su  requerimiento  muchas  pii 
ríosas  contra  el  dicho  mi  padre;  y  caso  que  las 
mías  los  dichos  mensajeroa  trujcron^  el  dicho  m 
bi«n^  diciéodoles  que  no  aaljla  la  cabsa  porq 
Mtto  tan  desvergonzadamente  lo  afrontaba,  \it 
lio  flfí  supiese,  que  por  qué  se  akaba  contra  el  sf 
al  bachiller  Guevara,  que  era  el  uno  de  los  men 
letrado:  ¿porqué  no  le  acoosejáis  verdad,  pues  oi 
de  mestraa  palabras?»  A  otro  mensajero,  por  mi 
Ilenriquez  le  dijo:  <  Mirad  que  sois  caballero,  y 
68tá  mirar  ol  servicio  dclltey*;  alo  cual  rospoi 
vuestra  leñoria  tiene  justicia;  estos  otroH  {jue  c< 
á  engañar;  mira  lo  que  os  cou\dene>;  y  en  res] 
miento  rc(|Uerió  el  dicho  mi  ¡ladre  que  se  comí 
mandaba,  é  comphó  las  rliehas  provisiones  é  ; 
cho  don  Franewco  Pizarro»  á  laa  cuales  me  reií 
Lo  otro,  digo  que,  para  má^  justíñcar  sta 
envió  de  nuevo  al  dicho  Juan  Rodríguez  Barr 
un  escribano,  á  requerir  al  diclio  don  Frauciscc 
zarro  y  á  los  caballeros  é  gente  que  consigo  te 
mesma  cédula  é  provisión  é  la  provisión  de  su 
del  cabildo  ó  fee  de  escribano  de  cómo  había  < 
comenzado  á  deshacer  su  gente,  requiriéndoleí 
biese  rompimiento,  protestándole  muertes  ó  r 
dicho  requerimiento  naás  largamente  se  contien 
ción;  y  caso  que  los  dichos  mensajeros  temían 
bras  del  dicho  Juan  Enríquez  fueron,  ó  sin  lo 
los  quisieron  matar  aquella  noche  llamando  g€ 
ríquez,  que  los  goardaba  por  la  palabra  que 
padre,  dicióndole:  «Señor  Juan  Enríquez,  el  gobe 
á  esos»,  para  efetuar  su  mal  propósito;  ó  si  noft 
ñor  é  por  el  dicho  Juan  Enríquez,  questaba.c 
mataran  los  dichos  mensajeros  sin  dar  su  mensa 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPANEEOS 


391 


Lo  otro,  digo  que,  sin  entrar  en  su  i*eal,  por  quel  dicho  goberuador 
quiso  que  entrasen,  salió  al  camino  á  ver  lo  que  querían  el  dicho 
t>bernador  con  Gómez  de  León,  capitán  de  su  guarda,  y  Antonio  Pica- 
>,  su  secretario,  y  otras  personas,  y  llegado  el  dicho  gobernador,  el  di- 
Juan  Rodríguez^  en  nombre  del  dicho  mi  padre,  hizo  sus  requeri- 
lentos  al  diclio  gobernador,  el  cual,  sin  responder  ni  dejar  entrar  en  el 
il  á  notificar  á  los  dernás  lo  que  llevaban,  les  dijo:  «Volveos  luego,  que 
es  menester  respuestas  y  no  estéis  más  ahi^;  lo  cual  pedido  por  tes- 
ionio,  se  partieron,  y  yendo  su  camino,  los   corrieron  dos  de  caballo 
le  deputados  estaban  para  los  matar,  hasta  se  guarescer  con  gente  del 
10  Adelantado,  y  el  mismo  día  caminó  con  todo  su  ejército  contra  el 
10  mi  padre,  como  hombre  tirano  y  fementido,  contra  lo  capitulado; 
[por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  sabido  por  el  dicho  mi  padre  quel  dicho  don 

icici:»  Pizarro  venía,  por  excusar  rompimiento,  sabida  la  mala  intin- 

$n  del  dicho  don  Francisco  Pizarro  é  cómo  venía,  se  retrujo  al  pueblo 

Gualtara,  dejando  la  villa  de  Almagro  poblada  en  el  asiento  de  San* 

lán,  donde  fué  capitulado,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  llegado  el  dicho  don  Francisco  Pizarro  con  todo 

ejército  á  la  dicha  villa  de  Almagro,  con  gran  violencia  combatió  fl 

10  pueblo,  prendió  á  su  teniente  Baltasar  Gómez  y  á  los  alcaldes  é 

ídores;  desliizvO  el  dicho  pueblo,  saqueándolo,  quemándolo  é  abrasan- 

)lo;  haciendo  muy  gmndes  fuerzas  é  oprisiones,  haciéndoles  á  la  justi- 

quel  dicho  mi  padre  había  dejado,  arrancar  la  horca  é  picota,  enviáu- 

loa  presos  con  gran  deshom'a  á  la  cibdad  de  los  Reyes,  donde,  pasando 

río  que  dicen  del  Guarco,  por  la  dicha  prisión  so  ahogó  un  regidor 

ido  Luis  de  San  Milláu,  persona  principal;  todo  por  la  dicha  fuerza 

^violencia  quel  dicho  don  Francisco  Pizarro  había  hecho,  en  lo  cual 

aetíó  crimen  les<p  majeslaHg;  é  por  tal  lo  acuso,  etc 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  don  Francisco  Pizarro,  añadiendo  delito  á 

5,  fuerza  á  fuerzas,  timnía  á  tmmías,  sabiendo  que  Francisco  Pe- 

f'alcalde  ordinario  de  la  cibdad  del  Cuzco,  enviaba  los  procesos  de 

dehtos,  robos  é  fuQrzas  que  Gonzalo  Pizarro  é  Alonso  de  Alvarado 

jlos  que  con  él  venían  habían  hecho  cuando  se  soltaron  é  robaron  la 

id  é  se  alzaron  con  ella  é  prendieron  é  hirieron  al  teniente  Rojas  é 

demás  que  informaban  á  Su  Majd.  que  había  pasado,  envió  al  pueblo 

lea,  en  los  limites  de  la  gobernación  del  dicho  mi  padre,  á  prender  y 


392  COLECCIÓK  DK  IIOCtFX£>fTOH 

saltear  á  tos  dichos  mensajerois;  4  lo  cual  envió  por  «mpilán  á  Felipe 
can  é  mu  él  Frands€o  d^  ( Járdenas  é  Juan  de  Barrios  é  otras 
que  alli  estaban,  doudo,  Uegadoa  los  mooBfijeroi,  1^  tomaroii  Im  prtM 
sos  de  losi  dichos  delitos  é  Im  despachos  que  A  Su  Majd,  Uevab^m.  y 
robaron  todo  el  oro  é  plata  é  ropa.s  ú  sorvicio  é  amuiíi  é  eftbalto»  y 
lo  deíoáa  q\w  traiaii«  deeíando  á  los  dichofi  uiendajc^ros  muebas  injuBi 
eati^  Im  cmám  tea  dociati:  «Ya  uo  Imy  Almagro^  muerto  es,  ó  mmí 
¿1  y  bs  suyos»;  y  los  prendieron  y  echaron  Hrgollaa  á  los  pescueim^ 
tiáúéúlm  muchas  íuuiYjm  é  oprosioiies;  é  miñi  los  oiiviaron  al  cficbo  ( 
Franda€0  Pizan-o,  y  cíl  los  enrió  presos  á  la  cibdiid  de  loü  lltyc¡$,  y 
placer  y  regocijo  del  mito  que  habían  hecho,  hi^o  jugar  cañas  et  dích 
dou  Franci&co  Píjsarro  y  Antonio  Picado,  su  secretarío,  qaes  bien 
para  rttgücijar  lo  molo  y  ontrt'stecer  lo  bucmo;  todo  lo  cual  en.  gran 
vicia  dü  Su  Majd.  y  aíxiunicnlo  do  la  lierra.  llamáudo^  f»obomadoT 
dichí»  don  Franciftco  Pizarro  de  la  gobcrnacií^n  que  no  era  sn^m,  UBurpaa 
do  é  tomando  en  ní  la  «uprema  juridición  do  8u  Majd-,  en  lo  cual  <s*mtM 
delito  ^  delito.%  é  por  tal  le  acuso;  é  dmia  manera  ííegiiió  conau  ejérdt 
Uadta  éis  potier  m\  i4  aMcuto  de  lea,  dotiflc  hizo  muchos  robos  é  focí 
3sae,  etc. 
^  Lo  otro,  digo  que,  sabido  por  el  dicho  mi  padro  quel  dicho  Fetip 
Boeeán  eistaba  salteando  1o€  caminos  con  Iob  demás,  hecho  cosario, 
envi6  á  prender  con  un  niandamientti  suyo,  é  se  pU80  en   resjfltenciii 


fuv  \^T*'^*y  ♦'  trafíli*  duinlc  ti  íIÍlíiíi  ííií  f»adre  estaba;  la  infomiicióii  de 
cual  pido  se  ponga  en  este  proceso,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  por  los  caminos  donde  venía  refrigerio  ó  comida 
al  dicho  mi  padre,  los  tenia  tomados  é  los  robaba  su  gente  del  dicho  don 
Francisco  Pizarro,  quitando  la  comida,  forzando  á  los  mercaderes  que 
no  fuesen  á  llevar  mercaderías,  mandando  que  ninguno  les  vendiese 
herraje  ni  armas  ni  otras  cosas,  haciendo  tales  y  tales  fuerzas,  que  entre 
cristianos  contra  moros  nunca  tal  se  vio;  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  caso  que  en  las  dichas  capitulaciones  quedó  que 
fuesen  los  dichos  mercaderes  á  proveer  el  real  del  dicho  mi  padre 
de  lo  nescesarío,  no  solamente  estorbó,  pero  le  robó  toda  la  rezaga,  al 
tiempo  que  se  retrujo  á  Guaítara,  y  el  dicho  don  Francisco  Pizano 
vino  á  Limaicasta,  y  porque  la  gente  tuviese  voluntad  de  ir  contra  ú 
dicho  mi  padre,  hacía  la  gente  que  se  había  amotinado  del  Cuzco  y  áá 
real  del  dicho  mi  padre  al  suyo,  que  dijesen  muchas  mentiras  y  bella- 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS  393 

querías,  como  las  decían,  deciéndoles  que  las  gentes  questaban  con  el 
dicho  mi  padre  decían  que  la  questaba  con  el  dicho  don  Francisco  Piza- 
rro  eran  unos  tales  é  cuales,  marineros  y  sastres  y  otras  semejantes  pa- 
labras, á  fin  de  los  indinar  para  que  mejor  voluntad  llevasen  á  hacer  el 
mal  é  daño  que  hicieron,  lo  cual  encarescía  más  el  dicho  Antonio  Pica- 
do, su  secretario,  con  juramentos  que  hacían,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  mi  padre,  en  el  dicho  tiempo,  se  había 
subido  al  dicho  asiento  de  Goaitara,  ques  en  la  sierra,  para  excusar 
rompimiento  c  guardar  juez  de  Su  Majd.  para  que  le  hiciese  justicia  y 
excusase  tantos  males  de  tiranías,  tantas  muertes,  ó  le  diese  derecho  de 
los  daños  pasados  é  levantamientos;  el  dicho  don  Francisco  Pizarro, 
á  quien  el  dicho  mi  padre  por  más  le  convencer,  le  envió  cartas  suyas  é 
particulares  personas,  justificándose  é  requiriéndole  de  nuevo  por  su 
parte;  é  por  su  parte,  los  oficiales  de  su  gobernación,  atendiendo  el  ser- 
vicio de  Su  Majd.  y  el  pro  de  la  tierra,  haciendo  otras  dihgencias  con- 
venientes, á  lo  cual  el  dicho  don  Francisco  Pizarro,  como  alzado  é  tira- 
no, no  quiso  oir  ni  responder  á  ello,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  porque  más  claro  consto  la  justificación  del 
dicho  mi  padre,  envió  á  le  notificar  una  provisión  real  por  parte  de  los 
oficiales  de  Su  Majestad,  pai-a  que  diese  libertad  para  que  ñiesen  á  in- 
formar á  Su  Majd.  la  persona  que  quisiese,  porque  ansí  lo  mandaba  á 
los  gobernadores  Su  Majd.,  so  pena  de  aleves  ó  de  perder  las  goberna- 
ciones é  mercedes  que  les  hobiese  hecho;  á  la  notificación  de  lo  cual  fué 
el  contador  Juan  de  Guzmán,  é  so  la  notificó  al  dicho  don  Francisco 
Pizarro,  el  cual,  en  lugar  de  la  cumplir,  prendió  al  dicho  Juan  de  Guz- 
mán, contador,  é  al  Licenciado  Castro,  clérigo,  que  con  él  iba,  so  color 
que  debían  debdas  á  particulares  y  personas,  las  cuales  pagaron  por 
convencer  malicia;  sin  embargo  de  la  paga,  los  tuvo  presos,  sin  con- 
sentir que  nadie  los  hablase,  poniéndoles  muchos  temores;  é  por  tal  lo 
acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  contador  é  hcenciado  les  venían  personas 
echadizas  de  so  capa  á  les  decir  que  no  curasen  de  se  ir  á  ningund  cabo 
porque  no  los  matasen,  los  cuales  estaban  atemorizados,  viendo  que  so 
color  de  preso  se  había  ahogado  don  Cristóbal  Cortesía  é  le  habían 
robado  su  hacienda,  trabajaban  de  hacer  por  mal  ó  por  bien  que  le 
seguiesen  todos,  poniendo  muchas  penas  para  que  todos  fuesen  contra 
el  dicho  mi  padre;  ó  los  que  no  querían  hacerlo  de  grado,  los  afrentaban 


1 


declarasen,  por  quél  se  remitía  á  sus  consejos  é  parescer^ 
en  cosa  del  real  servicio  sobre  questaba  fundado;  los  < 
dieron  que  hasta  entonces  no  sabían  yerro  que  hobies< 
cuanto  al  parescer  de  lo  que  debían  hacer,  era  que,  | 
estaban  alzados  contra  el  servicio  de  Su  Majd.  é  toda^ 
en  sus  tiranías,  que  se  retrujesen  al  Cuzco  á  reformar 
seguiesen,  defendiesen  la  suprema  juredición  y  muriese 
ció  de  Su  Majd.;  á  cuyo  concierto  é  parescer  el  dicho  n 
tió,  ó  para  se  más  retificar,  llamó  al  Licenciado  Prado, 
viejo  y  honrado,  de  buen  celo,  que  le  diría  verdad;  é  pre 
ó  le  dijo  que  no  había  pecado  venialmente  hasta  entone 
jese  al  Cuzco,  é  que  si  todavía  lo  seguiese,  que  murie 
quél,  aunque  era  viejo,  dándole  armas  é  caballo,  entrar 
Su  Majd.  é  moriría  y  entraría  deciendo:  «Carlos,  Cario 
rador!  ¡mueran  los  traidores!»;  todo  lo  cual  el  dicho  noii 
servir  á  Su  Majd.  é  no  le  deservir  en  cosa,  como  es  p 
é  por  su  buen  fundamento  todo  lo  pasado,  é  servicios 
largamente  consta  c  paresce;  lo  cual  me  refiero,  etc. 

Lo  otro,  digo  questando  en  estos  medios  para  se 
vas  al  dicho  mi  padre  como  el  dicho  don  Francisco  Pi 
do  Pizarro,  con  más  de  ochocientos  hombres  de  pie  í 
doscientas  bocas  de  fuego,  por  la  parte  del  asiento  de  Ic 
desbaratando  en  un  paso  á  un  caballero,  su  capitán  del 
que  lo  estaba  guardando,  é  que  le  había  robado  toda  re2 
deciendo  que,  aunque  ñiese  al  otro  mundo,  le  habían  de 
por  cuya  cabsa  é  por  no  le   deservir  á  Su  Majd.  en  ce 


11        T 


ALMAGRO  Y  BUS  COMPAÑEROS  395 

ionde  le  robaron  su  rezaga;  y  caso  quel  dicho  mi  padre  pudiera  pren- 
lerlos  y  matarlos,  si  quisiera,  por  la  desorden  que  traía  por  la  codicia 
Se  robar,  no  quiso,  antes,  seguiendo  el  parescer  de  los  dichos  oficiales  é 
Licenciado  Prado,  se  fué  retrayendo  hasta  el  pueblo  de  Vilcas,  cuarenta 
teguas  de  la  cibdad  del  Cuzco,  donde  con  grande  enfermedad  paró  á  se 
ÍBiirar;  é  para  conquistar  aquella  provincia  questaba  alzada  é  traerla  á  la 
paz  é  obediencia  de  Su  Majd.,  para  ver  si  estaban  hartos  é  contentos 
los  dichos  don  Francisco  Pizarro  é  sus  hermanos  de  las  tiranías  pasa- 
das, ó  ansí  se  estuvo  algunos  días,  hasta  que  llegó  el  contador  Juan  de 
Gtuzmán  y  el  padre  Licenciado  Castro,  que  se  habían  soltado  de  la  dicha 
prisión  é  le  venían  á  dar  cuenta  de  los  desacatos  que  contra  el  servicio 
ie  Su  Majd.  habían  hecho  y  hacían  los  dichos  Pizarros,  etc. 

Lo  otro,  que  también  le  informaron  al  dicho  mi  padre  cómo  los  di- 
chos gobernador  don  Francisco  Pizarro  y  sus  hermanos  habían  vuelto 
del  dicho  seguimiento  á  se  rehacer  ó  juntar  al  dicho  asiento  de  lea,  y 
cómo  de  allí  se  había  dado  orden  quel  gobernador  don  Francisco  Pizarro 
y  Antonio  Picado,  su  secretario,  se  volviesen  á  la  cibdad  de  los  Reyes 
para  detener  la  gente  que  viniese  despafia  y  de  las  islas,  é  que  no  pasa- 
se ningund  despacho  ni  información  quel  dicho  mi  padre  enviase  á  Su 
Majd.;  y  que  había  dejado  el  cargo  de  capitán  general  á  Hernando  Pi- 
zarro, su  hermano,  deciendo  que  ahí  le  daba  toda  aquella  gente,  que  se 
vengase  á  su  voluntad;  que  en  el  puerto  él  haría  lo  que  conviniese;  y 
quel  dicho  Hernando  Pizarro,  llamándose  general,  animaba  su  gente  é 
le  había  dado  campo  franco,  ó  que  había  prometido  ó  jurado  de  seguir 
al  dicho  mi  padre,  aunque  fuese  al  Estrecho,  prometiendo  á  la  gente  de 
les  repartir  toda  la  tierra  ó  dársela;  todo  lo  cual  seyendo  principal  é  pri- 
mer movedor  el  dicho  don  Francisco  Pizarro,  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  sabido  por  el  dicho  mi  padre  que  todavía  seguía 
su  mal  propósito  el  dicho  don  Francisco  Pizarro  y  Hernando  Pizarro,  y 
que  caminaban  para  la  cibdad  del  Cuzco  con  mucho  poder  de  gente  y 
con  la  daifiada  intinción,  se  retrujo  á  la  cibdad  del  Cuzco  para  de  allí, 
por  excusar  rompimiento,  dar  todos  los  medios  quel  dicho  Hernando 
Pizarro  quisiese;  y  estando  en  la  dicha  cibdad  fué  preso  un  hombre  que 
enviaba  por  espía  el  dicho  Hernando  Pizarro  ó  con  cartas  á  Diego  Mal- 
donado,  su  íntimo  amigo,  para  que  hiciese  que  sus  amigos  estuviesen  á 
punto  para  prender  é  matar  al  dicho  Adelantado;  del  cual  mensajero  é 
espía  el  dicho  mi  padre  se  informó  cómo  el  dicho  Hernando  Pizarro 


396  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

había  jurado  de  no  dar  iiingund  medio  con  el  dicho  mi  padre 
matar,  y  que  había  mandado  á  los  arcabuceros  que  consigo  tri 
mensajeros  fuesen  de  parte  del  dicho  mi  padre,  que  les  tirase 
arcabuces,  que  fuese  sobre  su  ánima  é  de  la  de  Fehpe  Gutiér 
pitan,  que  con  él  iba,  etc. 

Lo  otro,  digo  que  dende  á  pocos  días  el  dicho  Hernando 
acercó  por  sus  jornadas  hasta  el  asiento  de  Chincha,  siete  1 
Cuzco,  donde  mataron  é  robaron  todos  los  dichos  ganados,  y 
mi  padre  fué  avisado  cómo  el  dicho  Hernando  Pizarro 
había  dicho  á  sus  soldados:  «Hermanos,  ya  estamos  en  el  C 
gadme,  que  todavía  estoy  preso,  que  si  no  me  vengo  der 
doy  al  diablo  mi  cuerpo  y  ánima  que  la  lleve;  yo  vos  doy  can 
é  para  que  halléis  en  el  Cuzco  el  oro  é  plata  questá  enterra» 
agua,  y  donde  el  agua  acudiere  á  se  hundir,  alH  está  enterran 
más,  mañana  somos  con  ellos  y  todos  seréis  ricos,  que  pan 
quiero  la  tierra»;  y  decía  á  su  hermano  Gonzalo  Pizarro:  ^ 
apareja  las  manos,  que  ya  estamos  donde  las  hemos  de  ensai 
nuestra  voluntad».  Con  todo  lo  cual,  con  gran  violencia,  no  t 
Dios  ni  al  Rey,  por  mandado  é  consentimiento  del  dicho  don 
Pizarro,  por  seguir  en  sus  malos  propósitos,  é  por  tal  lo  acus* 

Lo  otro,  digo  que,  sabido  por  la  cibdad  quel  dicho  Herí] 
rro  estal)a  tan  cerca  é  los  fines  que  traía  para  matar  al  dicho 
seyendo  gobernador  por  Su  Majd.,  y  del  saco  é  campo  franco 
dado  á  sus  soldados,  fué  acordado  por  el  cabildo  que,  por  a 
tierra  por  el  bien  de  la  repiiblica,  se  enviase  el  procurador  de 
que  era  al  presente  Francisco  Hernández,  que  le  requiriese  u 
metiese  en  hacer  los  dichos  delitos,  y  se  volviese,  por  el  daño  ( 
venir  é  muertes  de  hombres  que  podría  haber,  y  el  gran 
quel  dicho  Hernando  Pizarro  á  Su  Majd.  hacía;  é  llamado  el  < 
curador  é  mandado  por  el  cabildo  que  hiciese  las  dichas  diligei 
quél  no  osaba  ni  osaría  ir,  porquel  dicho  Hernando  Pizarro  vet 
é  había  mandado  á  sus  arcabuceros  que  matasen  á  quien  fuese 
bajada  de  paz  y  que  ya  habían  querido  matar  en  el  valle  de  C\ 
Juan  Rodríguez  Barragán,  que  fué  con  otras  justificaciones  v 
bimientos;  que  no  le  mandasen  tal,  pues  era  púbüca  la  desvergúi 
dicho  Hernando  Pizarro;  por  manera  quel  dicho  procurador  uo 
ni  osó  ninguna  persona  de  la  dicha  cibdad,  por  el  justo  temor  c 


{)  ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS  397 

Bcho  Hernando  Pizarro  tenían,  por  cuya  cabsa  se  dejó  de  hacer  la  di- 
^bsi  embajada,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  visto  por  el  dicho  Adelantado,  mi  padre,  que  no 
bastaban  justificaciones  ni  cumplimientos  por  defender  la  suprema 
iulidición,  salió  enfermo  en  unas  andas  con  sus  caballeros  é  gentes  é  clé- 
ligos  religiosos,  víspera  de  San  Lázaro  del  año  de  quinientos  é  treinta  y 
Ocho  años,  para  requerir  al  dicho  Hernando  Pizarro  por  la  paz  ó  con- 
ix>rdia  é  por  el  servicio  d©  Su  Majd.;  é  queriendo  ir  algunos  rohgiosos  á 
:Be  meter  en  medio  y  estorbar  los  grandes  males  é  muertes  de  hombres 
f  que  se  esperaban,  asomó  el  dicho  Hernando  Pizarro,  é  sin  se  detener 
^on  punto  ni  asentar  real,  dio  una  batalla  campal  contra  el  dicho  mi  pa- 
dre, en  la  cual  fué  desbaratado  en  el  recuentro  della,  é  murieron  diez  y 
once  hombres,  é  después  de  rendidos  fueron  muertos  más  de  doscientos 
por  el  dicho  Hernando  Pizarro  é  la  gente  con  él  iba,  con  las  mayores 
lástimas  é  crueldades  que  entre  moros  é  cristianos  jamás  se  vio  ni  oyó, 
porque,  rendidos  los  hombres,  los  desarmaban,  quitaban  sus  vestidos, 
sin  haber  piedad  de  nadie  los  mataban,  é  fueron  muertos  con  gran  vio- 
lencia y  crueldad  más  de  doscientos  hombres  rendidos,  y  el  que  más 
hombres  había  muerto,  por  mayor  servicio  le  representaba  al  dicho 
Hernando  Pizarro,  como  hizo  Hernando  Machicao  é  otras  personas,  que 
dijo  á  voces:  «Matad,  matad,  señores,  no  quede  ninguno,  que  yo  traigo 
cansados  los  brazos  de  matar  hombres;  hoy  es  nuestro  día;  muerto  dejo 
á  Delerma;  Hernando  Pizarro  es  en  el  mundo,  é  yo  en  sirvirlo  sin  se- 
gundo; matemos  á  Almagro  y  acabarse  ha  todo,  que  todo  es  nuestro.» 
Fué  tanta  la  matanza  é  la  crueldad  de  las  muertes,  que  no  hay  corazón 
humano  que  en  oíUo  no  temblé,  é  demás  de  otros  muchos  que  murieron 
en  la  dicha  batalla,  é  rendidos  fueron  muertos  el  capitán  é  mariscal  don 
Rodrigo  Orgóñez,  y  el  capitán  Pedro  de  Lerma,  y  el  capitán  Salinas, 
regidor  del  Cuzco,  y  el  capitán  Ruy  Díaz,  y  Hernando  de  Alvarado,  y 
Hernando  Enríquez  de  Herrera,  é  Diego  de  Vera,  é  Gonzalo  de  Zayas, 
alcalde,  é  Lemos,  portugués,  ó  Figueroa,  Hernando  de  Valencia,  é  Vái- 
das de  Valencia,  é  Alonso  Rodríguez,  Hernán  Martínez,  Juan  Pérez, 
Antón  Gutiérrez,  y  Gregorio  Alonso,  Pedro  Román,  Hernán  Sánchez, 
Juan  de  Urrutia,  el  cual,  después  de  lo  haber  muerto,  lo  desollaron  é 
sacaron  el  unto,  cosa  de  tan  gran  crueldad  que  jamás  se  vio  ni  oyó;  é 
mataron  á  Aráuz,  é  Alonso  Moreno,  Pedro  Vázquez,  Astudillo,  Juan  Ji- 
ménez de  Alcántara,  Ambrosio  Rodríguez  de  Fuentes,  Santa  Cruz,  San- 


398  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

cho  Pérez,  Molina,  Gonzalo  de  Herrera  Rodero,  Pedro  de  Verdug 
de  Albornoz,  Juan  de  Robles,  Castro  Verde,  Navarro,  Alonso 
Pedro  Benítez,  Gonzalo  de  Fuentes,  Alonso  de  Canta  la  Piedra 
do  Alonso,  Juan  Pardo,  Andrés  López,  Hernán  Martín,  And 
quez,  Juan  Fernández  de  Silva,  Antonio  Hernández,  Sane! 
Bartolomé,  compañero  de  Pedro  Martín  Peña,  Pedro  Esturiai 
de  Robles  Portillo,  Pedro  Vázquez,  Alonso  Moreno,  Juan  Jim( 
do  la  Guarda,  Sancho  Pérez,  Alonso  Morales,  Pedro  López, 
Caballo^,  Juan  Pérez  de  Toro,  Esteban  Rodríguez,  Juan  García,  G 
Mesa,  Toribio  Hernández,  Juan  Losada,  Pedro  Gallego,  Pedro  c 
Gonzalo  de  Medina,  Alonso  de  Medina,  Santobrasi,  Pedro  de  Caí 
Ibáñez,  Pedro  de  Vivero,  Fabián  de  Tapia,  Gonzalo  Sarmiento, 
Velasoo,  Montes  Doca,  Alonso  de  Lara,  Pedro  de  Oviedo,  Alons 
Alonso  de  Oyos,  Juan  Ramírez,  Pedro  Pimentel,  Gonzalo  d 
Pedrp  Guillen,  Alonso  Collado,  Hernán  Núñez,  Pedro  del  Prad< 
Morales,  Gabiria,  el  atambor,  Juan  de  Lucena,  Alonso  Mejía, 
la  Puente,  Esteban  Genovés,  Felipe  de  Lerma,  Juan  Sánchez, 
Segovia,  Alonso  de  Feria,  Pedro  de  Salazar,  Juan  Pilloto,  C 
Talavera,  Villadiego  é  Monje  de  la  Guarda,  Juan  Alemán,  Ju 
Esteban  Gallego,  Alonso  del  Puerto,  Francisco  Caballero,  G« 
varez,  Esteban  Franco,  Miravalles,  Endrino  de  Triana,  Balleste 
Juan  Muñoz,  Duarte  de  Valladolid,  Gonzalo  Ramírez,  Bar 
Talavera,  Juan  de  Andrada,  Alonso  Duran,  Pedro  Marbelki 
Armenta,  Cristóbal  del  Valle,  Ruy  de  Higueredo,  Tristán  Ale 
zán,  Juan  Lobo,  Alonso  de  Fuentes,  Diego  Clavo.  Alonso  Pavú 
de  la  Peña,  Pedro  Lovato,  Juan  Quintero,  Tedro  de  Vallada 
Sordo,  Francisco  del  Río,  Alonso  de  Benavente,  Silvestre  Pc't 
de  Melgar,  Esteban  Fuente,  Pedro  Bernal,  Juan  de  Coria, 
Orillaua,  Juan  Cebico,  Gonzalo  Mejía,  Esteban  de  Talavera,  . 
Carasa,  Pedro  de  Villadiego  Isásaga,  Gonzalo  Calvo,  Juan  de 
Gonzalo  de  Zamora,  Pedro  de  Villanueva,  Alonso  de  Arica,  Juü: 
linas,  Manuel  Sánchez,  Cristóbal  Pérez,  é  Frías,  Sancho  Rodri 
Castro,  Sebastián  Méndez,  Pedro  Trillo,  Esteban  Núñez.  Dieg- 
Alonso  de  la  Pedraza,  Diego  del  Baño,  Alonso  de  la  Feria,  Ale 
jarano,  Pedro  Bermúdez,  Juan  de  Alarcón,  Alonso  de  Castro,  P 
Leguizamo,  Pérez,  y  otros  muchos  que  por  sus  nombres  no  me  a 
que  por  la  información  parescerán,  entre  los  cuales  fueron  i 


ALMAGRO  Y  SUS   COMPAKERQS 


399 


illeros  ae  cnenta  muertos  con  las  mayores  crueldades  de  uuiertes 

&les  que  jamás  entre  cristianos  ui  moros  ni  naciones  enemigas  se 

ieron  ni  oyeron,  que  después  de  rendidos  los  hombres  los  mataban  é 

desollaban,  é  á  otros  dccepabau,  cortaban  caras,  brazos  é  piernas, 

tantas  é  tantas  crueldades,  que  oíllo  no  hay  corazóíi  humano  que 

'  se  quiebre,  pues  el  gran  saco  del  Cuzco  é  de  la  tierra,  que  se  puede 

ni  pensar,  pues  ha  durado  hasta  el  día  de  hoy;  pues  los  sacrile- 

ó  robos  que  hicieron  en  la  cibdad  del  C\izco  y  en  los  monesterios, 

acá  moros  ni  infieles  tíil  hicieron  á  cristianos;  prendían  á  los  religio- 

9,  dábanles  tormentos  crudos  para  que  les  diesen  sus  haciendas  é  di- 

&n  d*Vndo  había  oro  é  plata  enterrado,  y  á  los  vecdnos  que  lo  tenían 

jterrado,  se  lo  desenteiTaban,  dando  tormento  á  sus  esclavos,  que  di- 

i  adonde  estaba,  como  hicieron  á  Juan  Rodríguez  Bairagáu  é  á  Juan 

fás&quez  de  Osuna,  que  lea  robaron  nueve  mili  pesos  de  oro  é  plata, 

iron  sus  esclavos,  vajilla,  caballos,  hacienda  é  lo  repartieron  sin  le 

lijar  nada;  pues  ú  Alonso  del  \'alie,  é  á  Luis  García  Samanas.  é  á  Pe- 

)  |ile  San  Miüán,  é  á  Francisco  Pina,  é  Alonso  Díaz  de  Carrión,  ó  ú 

Alonso  Enríquez,  é  al  capitán  Grabiel  de  Rojas,  teniente  del  dicho 

padre,  é  á  otras  muchas  personas;  é  fué  el  saco  tan  general,  que 

Bta  los  que  usaban  oficios  mecánicos  questaban  debajo  del  mamparo 

fDios  é  de  Su  Majd.,  que  se  puede  decir  sino  que  fué  el  saco  tan  ge- 

1,  que  á  unos  mataban  porque  les  diesen  sus  haciendas,   á  otros 

lentaban  porque  lo  descubriesen;  fué  tanta  la  tiranía  del  dicho 

>,  cuanto  fué  la  crueldad  de  las  dichas  muertes,  que  nadie  era  relé- 

>  en  el  dicho  tiempo,  salvo  aquellos  que  mataban  y  robaban  é  hacían 

\  dicl  tas  muertes;  ni  se  escapaba  sano  ni  herido:  al  herido  mataban,  al 

lo  herían  y  decepaban;  no  temiendo  á  Dios  ni  al  Rey,  arrastraban  las 

idenis  por  el  suelo,  trayendo  cruces,  y  á  las  armas  reales  al  rededor  de 

¡piscota,  comolriizo  un  herrador  Velázquez,  que,  harto  de  matar  hombres, 

Btró  una  bandera  que  Su  Majd.  habla  dado  con  sus  armaa  reales  al 

elantíido  don  Pedro  de  Alvarado,  y  el  dicho  Adelantado  al  dicho  mi  pa- 

•«,  y  otros,  por  la  misma  forma;  é  questaban  por  su  propia  abtoridad  los 

Millos,  hacían  otros  de  nuevo;  todo  lo  cual  mandaba  é  mandó  el  dicho 

MI  Francisco  Pizarro,  como  traidor  tirano  alzado  contra  el  servicio  de  Su 

«jd/,  y  para  que  se  vea  el  dicho  alzamiento,  en  el  dicho  tiempo  el  nom- 

^  de  Su  Majd.  no  se  mentaba,  mas  de  decir:  *  ¡Vivan  Pizarros!  la  tierra 

a<  iMnara  Almagro!  piérdase  su  nombrei^^^tr&s  muclias  palabras 


400 


COLECCIÓN  DE  DOCUMEN 


equepalentes  contra  Dios  y  el  Rey,  con  tan  gr 
que  pena  que  se  les  dé  no  basta  para  sus  delitos 
ranizar  la  tierra,  echaban  della  los  que  más  se 
porque  no  le  informasen  de  sus  traiciones  ó  d 
salir  los  prendían  6  los  metían  en  las  cárceles 
muriesen;  é  conspirando  contra  Su  Majd.  decíí 
desacato  é  muchas  injurias  al  dicho  gobernad 
mi  padre.  Antes  y  después  do  la  cruel  l)atalla, 
por  mandado  del  dicho  don  Francisco  Pizí 
dañada  intinción  ó  infernal  fundamento  que 
al  dicho  mi  padre,  teniendo  gente  halagada  é 
ñera  de  liga  é  monipodio.  Llevando  indios  ui] 
padre  solía  andar,  por  razón  de  su  enfermedí 
muy  enfermo,  los  conspirantes  de  la  dicha  lij 
muertas  las  dichas  gentes,  creyendo  quel  dicl 
litera,  dieron  muchas  lanzadas  en  ella,  dand( 
«Aquí  acabará  Almagro;  morirá  su  nombre;  ( 
zarros»;  y  en  el  dicho  tiempo,  el  dicho  mi  pa 
á  la  foi'taleza  de  Su  Majd.,  questaba  en  el  di< 
tomar  y  combatir  Gonzalo  Pizarro,  é  Alonso 
tiérrez  é  otros  muchos  capitanes  é  gentes  con 
muclios  tiros  contra  el  dicho  mi  padre,  al  cua 
é  feas  palabras,  ó  lo  prendieron  é  (luisicron  m 
si  no  liiera  i)or  medios  de  dicho  FeHi)e  (iutié 
rosa  ó  aviletadaniente  á  poder  del  dicho  lien 
prendió  é  metió  en  un  cubo  húmedo  é  frío  é  < 
prisiones,  y  á  mí  me  metió  con  él  y  á  Juan  d 
yordonio;  y  en  otro  cubo,  tan  frío  é  malo,  á  los 
sin  le  dejar  servicio  ninguno  de  esclavos  ni  c 
los  criados,  tomado  el  servicio,  ro})ada  su  ca 
cosa  ninguna  de  lo  (juc  tema  el  dicho  mi  pad 
dos;  (jue  fué  este  robo  más  del  rol)o  general  <: 
público  que  se  había  dado;  todo  lo  cual  é  la  d 
Hernando  Pizarro  por  mandado  del  dicho  doi 
consejo  é  parescer  de  Antonio  Picado,  su  secrel 
nos  tirano  quel  dicho  gobernador,  é  pretendía 
consejo  del  bachiller  Garci  Díaz,  clérigo,  que  pr 


ALMAGRO  Y  8Ü8  COMPANEROS 


401 


iQcia;  é  porquestaba  persuadido  del  fator  lUán  Suárez,  que  por  sus 
i  y  mesuras  pretendía  gobernar  en  la  gobernación  del  dicho  mi 
re,  favoresciéndole  á  ello  el  dicho  su  hermano^  Licenciado  Carvajal, 
^endo  por  ello  tener  lo  que  deseaban,  ñieron  ©n  los  dichos  consejos  é 
sentimientos;  y  desta  manera  el  dicho  mi  padre  fué  preso  y  maltrap* 
),  seyendo,  como  era»  muy  viejo  y  encauescido,  sirviendo  á  Su  Majd., 
ido  enfermo  é  flaco,  que  no  tenía  sino  los  huesos  de  la  dicha  enfer- 
1,  de  los  trabajos  pasados,  no  mirando  que  era  adelantado,  gober- 
lor,  capitán  general  por  Su  Majd,;  el  dicho  Hernando  Pizarro,  seyendo 
)na  privada,  llamándose  teniente  general,  tomó  en  si  la  suprema 
Lición  y  echó  al  dicho  mi  padre  una  gruesa  cadena  é  unos  grillos  á 
pies,  sin  le  querer  dejar  meter  una  cama  en  que  durmiese  ni  una 
en  que  se  asentase,  sin  consentir  que  le  hmpia^en  un  cubo  en  que 
3a  metido,  húmedo,  sucio,  lleno  de  pulgas  y  ratones  y  otras  bascó- 
les; é  porque  Hernando  de  Sosa,  su  secretario  del  dicho  mi  padre, 
pedido  por  amor  de  Dios  un  colchoncillo  en  que  durmiese  el  dicho 
lelantado  y  una  manta  con  que  se  cubijase,  llevándolo  él  mismo  á 
*  ^^*  para  se  lo  dar,  las  guardas  é  arcabuceros  quel  dicho  Hernando 
I  le  tenía  puestas,  que  lo  estaban  guardando,  quisieron  matai*  al 
icho  secretario,  deciéndole  injurias,  denuestos,  traidor,  criado  del  trai- 
r,  injuriando  ai  dicho  mi  padre  las  dichas  guardas.  Estando  debajo  de 
larda  de   gente    sin   virtud   é   tirana,    el   dicho  Hernando  Pizarro 
tuvo  mucho  tiempo  en  lu  dicha  prisión,  haciéndole  malos  trapta- 
itos   por    mandado  é    consentimiento    del  dicho   Francisco  Piza- 
^é  por  parescer  y  consejo  de  los  dichos  Antonio  Picado,  abad  Garci 
K,  y  fator  luán  Suárez,  ó  Licenciado  Caravajal  é  otras  personas,  é  por 
fatigar  al  dicho  mi  padre  é  porque  más  pesar  hobiese,  teniéndome 
con  él  en  el  dicho  cubo  donde  nos  consolábamos  uno  con  otro  y 
IOS  las  dichas  crueltlades,  pasando  muchas  hambres  é  necesida- 
timtas  y  en  tal  cantidad,  que  aun  un  poco  de  oveja  que  al  dicho  mi 
traían  que  comiese,  era  menester  que  mía  negra  la  pidiese  por 
entre  quien  se  lo  daba,  porque  ningund  criado  ni  amigo  habia  que- 
I  sin  matar  ó  herir  ó  prender  ó  desterrar,  y  los  presos  en  la  misma 
sidttd  quel  dicho  mi  padre.  Las  dichas  crueldades  el  dicho  Francisco 
ro  consintió  hacer  al  dicho  Hernando  Pizarro,  su  hermano,  contra 
í''*bo  mi  padre,  habiendo  seido  el  dicho  Adelantado,  mi  padre,  el  más 
mimo  é  Uberal  hombre  que  en  nuestros  tiempos  se  ha  visto,  ni 

26 


402  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

oído  en  los  pasados,  y  el  que  más  beneficios  hizo  á  buenos  é  c 
dándoles  su  hacienda  á  los  que  andaban  en  servicio  de  Su  Me 
recompensa  de  los  dichos  servicios,  que  en  una  sola  hora  dio 
mili  pesos  de  oro  y  más  por  recompensar  los  grandes  gastos 
que  habían  pasado,  los  cuales  dio  en  tiempo  que  más  ne* 
nía;  los  cuales  martirios  padesció  el  dicho  mi  padre  con  muc 
cia,  dando  gracias  á  Nuestro  Señor  por  ello,  é  sufrió  los  abat 
injurias  por  haber  seido  tan  servidor  de  Dios  y  del  Rey,  por 
deservir  en  cosa  alguna  á  su  príncipe  y  nuestro  señor  natur. 
tal  estado  que  aun  la  carne  que  por  amor  de  Dios  la  dicha  e 
no  le  querían  dar  lugar  donde  la  asase  ni  cociese,  y  cuando 
dar  de  comer  al  dicho  mi  padre  á  la  dicha  cárcel,  que  párese 
ria  de  infierno  que  cárcel,  para  más  lastimar  al  dicho  Adelantí 
á  la  dicha  negra  muchas  bellaquerías,  burlas,  denuestos  conti 
lo  más  lastimar  me  sacó  de  su  compañía  é  prisión  en  questab 
vio  á  la  cibdad  de  los  Reyes  el  dicho  Hernando  Pizarro  al  dic 
nador,  é  por  su  mandado  el  dicho  Hernando  Pizarro  lo  hizo 
dicho  mi  padre  tenía  compañía  é  se  consolaba  conmigo  ó  pasai 
bajos;  é  porque  se  vea  é  sepa  cuántas  crueldades  se  usaban 
dicho  mi  padre  por  la  dicha  enfermedad  estaba  flaco  y  enfer 
suciaba  en  las  calzas,  pidiéndole  como  por  amor  de  Dios  que  1 
los  grillos  para  calzar  otras,  é  requiriéiidoselo  por  abto  al  dich 
do  Pizarro,  Juan  Balza,  respondía  riendo  é  burlando,  í|uel  mal 
mi  padre  era  mal  viejo,  lo  cual,  en  lugar  de  le  quitar  las  di  el 
nes,  hizo  cabeza  de  proceso  contra  el  dicho  mi  padre,  diciéndol 
vituperios  ó  injurias,  todo  por  mandado  é  consentimiento  ( 
Francisco  Pizarro  hacía  el  dicho  Hernando  Pizarro  con  la  dich 
é  la  dicha  cabeza  de  proceso  hizo*por  su  propia  abtoridad,  tom 
tigos  falsos  enemigos  del  dicho  mi  padre  é  los  que  más  delitoi 
hecho,  los  cuales  decían  lo  que  les  mandaba,  unos  por  dáJiví 
por  promesas  é  por  la  mala  voluntad  que  tenían,  juraron  lo  que 
ron,  todo  á  contentamiento  ó  ordenamiento  de  dos  falsos  é  iuf 
hombres  de  más  mala  vida  ó  conciencia  ó  más  falsarios  é  traido 
se  pudieron  haber,  el  uno  Montoya,  el  otro  Lope  de  Alarcóu,  loj 
daban  orden  como  se  hiciese  la  dicha  probanza,  seyendo  fiscal  í 
Lope  de  Alarcón,  y  ambos  con  el  dicho  Hernando  Pizarro,  eran 
nos,  jueces,  testigos,  partes  contra  el  dicho  mi  padre;  con  ellos  i 


I 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑESOS  403 

Hernando  Pizarro,  seyendo  fiscal  el  dicho  Lope  de  Alarcóa,  en  tanto  gra- 
j;do  que  los  testigos  que  juraban  falso  hacían  exclamaciones,  los  que  eran 
|;ateinorízado8  por  el  justo  temor.  Por  acuerdo  de  los  dichos  fiscal  Alarcón 
I  é  Montoya,  fué  puesta  una  cruel  acusación  al  dicho  mi  padre,  de  mu- 
chas mentiras  é  injurias,  de  la  cual  el  dicho  mi  padre  y  el  dicho  Juan 
Balza  en  su  nombre,  habiendo  declinado  juridición  é  dando  cabsas  por 
[donde  no  podía  ser  juez  el  dicho  Hernando  Pizarro  é  que  lo  viesen  le- 
I  trados,  habiéndolo  consentido  el  dicho  fiscal,  conforme  á  lo  alegado,  de 
I  que  hago  presentación  del  proceso  de  la  cabsa  é  pido  se  ponga  en  éste, 
'■  porque  por  él  consten  é  parezcan  los  delitos,  traiciones  del  dicho  Fran- 
cisco Pizarro  y  sus  hermanos  y  del  dicho  Antonio  Picado,  su  secretario, 
é  se  vea  hasta  la  ejecución  de  la  cabsa  y  defensa  y  forzosa  y  engañosa 
conclusión  y  vergonzosa  muerte  que  se  dio  al  dicho  mi  padre,  de  la 
cual  ante  Dios  é  ante  Su  Majestad  é  ante  vuestra  señoría  acuso  é 
pido  justicia  contra  el  dicho  don  Francisco  Pizarro  é  sus  valedores 
é  consejeros,  é  pido  justicia  contra  el  dicho  don  Francisco  Pizarro  ó 
contra  sus  valedores  é  consortes  con  cuantas  instancias  é  ahincamientos 
puedo  é  de  derecho  debo,  é  lo  acuso  crimiiiahnente  como  traidor,  traidor, 
traidor  contra  el  servicio  de  Su  Majestad;  lo  acuso  como  mejor  de  derecho 
lo  debo  acusar,  y  acuso  al  fator  Illán  Suárez  por  quel  dicho  Francisco 
Pizarro  mandó  y  el  dicho  fator  aconsejó,  é  mandó  matar  al  dicho  mi 
padre  el  dicho  Francisco  Pizarro  por  enemistad  capital  que  le  tuvo  é 
por  envidia  de  honra  y  fama  que  tenía  para  denegrar  y  escurecerle  su 
honra  é  fama  é  para  le  robar  su  gobernación  é  hacienda,  como  se  la  robó, 
y  despojalle  de  todo  lo  que  Su  Maj.  le  había  dado,  é  matar  é  destruir  sus 
amigos  é  criados  que  había  en  la  tierra,  é  mató  al  dicho  mi  padre  y  á  ellos 
debajo  de  las  alas  é  brazos  de  Dios  y  de  Su  Maj.,  denegándole  la  dicha 
declinatoria  é  apelación  de  la  dicha  sentencia.  No  queriéndosela  otorgar 
el  dicho  Hernando  Pizarro.  por  mandado  del  dicho  Gobernador  y  consejos 
del  dicho  fator  y  secretario,  le  dio  un  garrote  en  la  cárcel,  como  que  fuera 
público  ladrón  y  malhechor,  deciendo  que  lo  tenía  por  tal  preso  y  no  por 
otro  delito,  deciendo  al  tiempo  que  lo  mataba  palabras  de  mucha  injuria 
por  le  desesperar;  é  allí  el  traidor  de  Hernando  Pizarro,  que  por  mandado 
del  dicho  don  Francisco  Pizarro  hizo  lo  susodicho,  mandó  sacar  al  dicho 
Adelantado,  mi  padre,  con  pregones  públicos  y  inhonestos,  á  la  plaza, 
con  mucha  gente,  con  la  soga  é  garrote  al  pescuezo  que  le  habían  dado, 
é  le  hizo  degollar,  por  cuya  muerte  yo  quedé  muerto  en  el  espíritu  é 


r« 


dicho  mi  padre  hiciera  con  gran  aparejo  é  voluntad  que  ten 
á  Su  Maj.,  y  el  Inga  y  los  naturales  le  vinieran  de  paz,  ques 
alzados  por  ser  muerto  el  dicho  Adelantado,  y  son  muertos 
^  mili  cristianos  desde  el  alzamiento  del  Inga  acá,  p>or  cabsf 

{ •  Francisco  Pizarro  é  de  sus  hermanos,  é  Su  Maj.  ha  dejado  d 

*  sus  quintos  y  derechos  instimable  suma  de  pesos  de  oro,  de 

millones  de  oro,  que  bastaban  para  cumplir  algunos  gastos  < 
des  que  Su  Maj.  tenía  para  conquistar  infieles,  y  perdió  con 
más  de  dos  millones  de  oro  quel  dicho  Adelantado,  mi  padre, 
é  me  dejara,  é  dejó  de  pagar  todas  las  debdas  que  quedó  d 
mucha  cantidad;  todo  lo  cual  el  dicho  Francisco  Pizarro  I 
quedar  é  alzar,  como  se  quedó  y  alzó  con  toda  la  tierra,  con 
ción  é  levantamiento  que  hizo  é  ha  hecho  en  los  tiempos  qa 
tido  los  dichos  delitos;  é  por  tan  traidor  lo  acuso  por  aquella  ^ 
que  más  de  derecho  haya  lugar;  é  porque  vuestra  señoría  ve 
templos  divinos  eran  honrados,  porque  Antón  Ruiz  de  Guevs 
favorescido  al  dicho  Francisco  Pizarro  con  engaños  é  malos  í 
vores  que  dio  á  los  amotinados  é  alzados  contra  el  servicio  c 
cuando  se  saqueó  el  Cuzco  é  se  prendió  la  justicia  é  se  solí 
\  Pizarro  é  Alonso  de  Alvarado,  el  dicho  Hernando  Pizarro,  pe 

é  voluntad  del  dicho  Francisco  Pizarro,  su  hermano,  dio  al  d 
Ruiz  de  Guevara  el  monesterío  de  la  Trenidad  para  que  lo 
estando  hecho  é  celebrándose  en  él  los  oficios  divinos,  el  cui 
mente  entró  en  el  dicho  monesterío,  echó  los  frailes  faera,  < 
idtares,  derríbó  las  imágenes,  echó  en  el  suelo  las  campanas  2 
y  se  entró  á  vivir  en  el  dicho  monesterío,  é  hizo  cabaUerizas 
v  viviendas  de  ñutas  indias  v  cristianas  é  infieles  el  dicho  1 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÑEROS  405 

iporque  sabía  quel  dicho  Antón  Ruiz  había  de  sustentar  sus  tiranías,  le 
alcalde,  como  dicho  tengo,  el  cual,  pidiéndole  justicia  sobre  muerte 
un  hombre  que  mató  un  soldado  en  la  cibdad  del  Cuzco,  después  de 
la  batalla,  sobre  que  le  robó  su  casa  é  servicio,  en  respuesta  de  la  justí- 
que  le  pedían  sobre  el  dicho  muerto,  dijo:  «Tiempo  es  de  guerra: 
lien  se  pudo  matar;  vaya  con  Dios,  que  no  hay  de  qué  quejar»;  todo  lo 
eoal  en  gran  deservicio  de  Su  Maj.;  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  questando  el  capitán  Pedro  de  Lerma  con  muchas 

heridas    herido  en  la  cama,  lo  acabó  de  matar  Samaniego  é  otros  que 

consigo  llevaba,  hasta  le  acabar  de  quitar  la  vida,  sin  quel  dicho  Fran- 

^'cuco  Pizarro  los  castigase,  antes  el  dicho  Hernando  Pizarro  é  Francisco 

r.Pizarro,  su  hermano,  dieron  favor  para  ello;  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

[  Lo  otro,  digo  que  en  el  dicho  tiempo  de  que  toda  la  cibdad  fué 

r  Tobada  é  muertos  los  dichos  capitanes  é  gentes,  dos  criados  del  dicho 

'  Francisco  Pizarro,  im  despensero  cebill  y  de  malos  respetos,  que  se  11a- 

^  maba  Fuentes,  y  un  paje  del  mesmo  nombre,  trajo  el  dicho  despensero 

i  •  la  cabeza  del  capitán  é  mariscal  don  Rodrigo  Horgóñez  por  las  barbas, 

f  por  las  calles,  dando  con  ella  á  unos  é  á  otros,  diciendo:   «He  aquí  la 

[   cabeza  de  vuestro  capitán»;  é  por  más  vituperar  al  dicho  mi  padre  en 

[   la  vida  y  al  dicho  capitán  en  la  muerte,  la  clavó  en  la  picota  el  dicho 

I    despensero,  al  cual,  en  lugar  de  castigar  el  dicho  Francisco  Pizarro,  le 

dio  indios  en  la  Culata,  y  le  hizo  alguacil  mayor,  por  la  traición  é  delito 

que  había  hecho;  ó  al  fin  el  juicio  de  Dios  fué  que  un  delincuente  de 

!'  la  mesma  batalla  ahorcó  al  dicho  Fuentes  por  la  dicha  muerte  é  delitos 

^    del  dicho  don  Rodrigo  Horgóñez  é  de  los  demás  que  mató,  contra  la 

[    voluntad  del  dicho  don  Francisco  Pizarro,  etc. 

f  Lo  otro,  digo  que,  después  que  ya  el  robo  estaba  hecho,  sacaban  á 

[  los  campos  á  las  personas  presas  é  rendidas,  diciendo  que  hiciesen  talla 
ó  comprasen  sus  vidas,  si  no,  que  los  matarían,  como  hicieron  cuatro  ar- 
cabuceros á  don  Alonso  Enríquez:  hasta  que  dio  fianzas,  lo  tovieron 
preso  é  atemorizado  para  que  pagase  por  la  vida  que  le  dejaban,  lo 
que  concertaron  con  el  dicho  don  Alonso:  é  rescataron  la  vida  á  Luis 
García  Samanies,  é  Alonso  del  Valle  é  á  otras  muchas  personas,  hasta 
que  pagaron  sus  rescates;  por  cuya  cabsa,  los  pobres  que  no  tenían, 
murían,  é  los  que  lo  pagaban,  vivían;  todo  á  voluntad  é  consentimiento 
del  dicho  Francisco  Pizarro;  é  hiciéronse  otros  delitos  tan  torpes  y  feos, 
que  antes  faltaría  papel  para  escribirllos  que  en  lengua  para  contarlos, 


í 


f 


406  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 


segund  fueron  públicos  ó  feos,  á  la  información  de  los  cuales  rae  i 
é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  porque  Diego  Martín,  clérigo,  fué  ballesl 

la  dicha  batalla  ó  por  ser  de  Tnijillo,  el  dicho  Francisco  Pizan 

sintió  quel  dicho  Hernando  Pizarro  tomase  oficios  de  obispo  é  < 

í  los  curas  viejos  é  honrados  que  en  la  dicha  iglesia  estaban,  é 

cura  al  dicho  Diego  Martín,  seyendo  inrigular,  compañero  de  los 
delitos  en  las  dichas  muertes  é  robos,  é  hombre  de  mala  con( 
segund  es  notorio;  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  no  solamente  las  tiranías,  muertes  é  robo 
dos  por  el  dicho  don  Francisco  Pizarro,  por  su  mal  gobierno  é  i 
inunción,  consintió  é  hizo  consentir  que  los  hombres  anduviesen  < 
carados  por  las  calles  y  entrasen  en  las  casas  á  matar  y  herir  á  J 
pudiesen,  sin  informar  de  sus  deütos,  como  fué  á  don  Alonso  Enrl 
FeUpe  Gutiérrez,  á  los  cuales  mataran  si  no  se  defendieran  é  te 
socorro;  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  don  Francisco  Pizarro  dio  ocasión 
é  consentimiento,  de  más  de  los  dichos  robos  é  muertes,  saco  de  1¡ 
cibdad,  á  que  la  gente  que  trujo  para  hacer  los  delitos  susodicho 
la  dicha  batalla,  dio  lugar  el  dicho  Hernando  Pizarro  enviase,  y 
mo  anduviese,  á  ranchear  la  tierra  é  robarla,  como  anduvo  él  y  s 
manos  é  gente,  matando  los  caciques  indios  é  tomándoles  sus  mi 
hijas,  oro  é  plata  é  ropa  é  lo  demás  que  tenían;  asolutamente  dí 
ron  la  tierra,  en  tal  manera  que  la  tierra  quedó  perdida  é  los  ni 
muertos  ó  Su  Majd.  fué  muy  deservido,  lo  cual  fué  más  de  qui 
leguas;  por  cuya  cabsa  los  dichos  indios  se  alzaron;  é  lo  que  i 
vendían  é  rescataban  en  los  tránguez  é  mercados,  por  cuya  cal 
rieron  de  hambre  más  de  ciento  é  cincuenta  mili  indios,  unos  j 
pueblos,  otros  por  los  caminos,  dando  clamores  é  gritos  por  el  p 
medio  que  Su  Majd.  les  enviaba;  el  dicho  Hernando  Pizarro,  con 
cantidad  de  indios,  desenterrando  los  muertos,  quemando  é  dan 
mentos  á  otros,  que  dijesen  donde  h,abía  oro  é  plata,  por  lo  cual, 
del  gran  deservicio  que  á  Su  Majd.  le  ha  seido  hecho  y  traición  y 
perdió  la  mejor  tierra  é  más  rica  que  jamás  se  vio  ni  oyó,  é  más  < 
millones  de  oro,  por  cabsa  de  los  dichos  don  Francisco  y  Hernán 
zarro;  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  don  Francisco  Pizarro  retuvo  é  tom 


ALMAGRO  Y  SUS  COlKÍPANEBaS 


407 


provisiones  de  Su  Majd.  que  para  el  dicho  mi  padre  venían  é  para 

particulares  personas,  en  lo  cuat  cometió  delito;  é  por  tal  lo  acuso. 

Lo  otro,  digo  que,  hechas  las  dichas  muertes  é  robos,  tiranías,  pre- 

in  del  dicho  mi  padre,  el  dicho  Herníiudo  Pizarro  le  hizo  saber  al  di- 

Francisco  Pizarro,  de  lo  cual  hizo  mucho  regocijo  el  dicho  don 

1C18C0  Pizarro  é  Antonio  Picado,  su  secretario,  y  lo  mismo  hizo  el 

don  fray  Vicente  de  Valverde,  mostrándose  parcial  é  preguntan- 

i  á  Io9  mensajeros  cuántos  son  muertos  de  los  nuestros,  teniendo  por 

fOS  los  matadores  é  robadoras,  ó  por  contrarios  los  muertos  é  robados; 

lo  mesmo  el  fator  Illán  Suárez  y  el  Licenciado  Caravajal,  su  hermano, 

l^  del  regocijo  que  hobieron  dijeron:  «Repiqúense  las  campanas,  tó- 

leose  las  trompetas,  háganse  regocijos,  que  todo  es  nuestro,   vencido 

Almagro  é  muertos  los  suyos;  favor  tenemos  en  Corte;  todo  se  hará 

quisiéremos»;  y  otras  muchas  palabras  que  protesto  articular  y 

abar  en  la  prosecución  desta  cabsa;  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Hernando  Pizarro,  por  mandado  del  dicho 
Francisco  Pizarro,  su  hermano,  hedías  las  dichas  muertes  é  las  de- 
crueldades, é  preso  é  muerto  el  dicho  gobernador  don   Diego  de 
jagro,  mi  padre,  el  dicho   Hernando  Pizarro,  tiránicamente,  por  su 
^pia  abtoridad  é  por  mandado  del  dicho  don   Francisco  Pizarro,  su 
aano,  quitó  las  varas  de  justicia  quel  dicho  mi  padre  tenía  dadas, 
hiendo  muerto  la  mitad  de  los  oficiales  del  cabildo,  prendió  los  demás 
&r  »u  propia  abtoridad  dio  nuevas  varas  é  á  Antón  Ruiz  de  Gueva- 
ó  á  Diego  Rodríguez  de  Figueroa  hizo  alcaldes,  por  ser  malos  é  de- 
idores  del  Rey  y  hombres  de  mala  conciencia,  é  hizo  regidores  á  los 
más  hombres  habían  muerto  en  la  batalla,  é  regidores  perpetuos  á 
mayores  deüncuentes,  como  fué  á  Diego  Maldonado,  que  por  su  con- 
é  favor,  llaínándose  capitán  de  los  avisos,  fué  en  soltar  á  Gonzalo 
ro  é  Alonso  de  Alvarado  é  amotinar  muchas  gentes;  ó  á  Hernando 
jhicao,  que  tenía  cansados  loa  brazos  de  matar  hombres;  é  por  la 
ima  forma  hizo  el  dicho  cabilldo  de  los  demás,  tomando  en  sí  la  go- 
bernación que  Su  Majd.  habla  dado  al  dicho  mi  padre^  escandalizando 
tierra,  haciendo  é  consentiendo  muchos  insultos  é  robos;  ó  no  conten- 
desto,  el  dicho  Hernando  Pizarro,  por  mandado  del  dicho  don  Fran- 
Pizarro,  su  hermano,  habiendo  muerto  tan  deshonradamente  al 
licho  gobernador,  mi  padre,  por  se  le  alzar  con  la  dicha  gobernación, 
■•nio  96  alzó,  é  dio  muchos  pregones  que  todos  los  que  hobiesen  aegui- 


j  ; 


408 


COLECCIÓN  DE  DOCüME: 


do  al  dicho  mi  padre  saliesen  de  la  tierra  con 
res,  azotando  los  hijosdalgo  que  no  querían  s 
del  Cuzco,  haciendo  tantas  crueldades  que  á 
indios  estaban  alterados.  Y  en  la  muerte  del 
ser  aleves  é  traidores,  el  dicho  don  Francisco 
rro  ó  los  que  les  favorescieron,  Su  Majd.  perc 
pesos  de  oro  é  marcos  de  plata,  demás  que  p< 
padre  liasta  el  Mar  del  Norte,  y  el  Inga  le  vini 
por  padre,  é  toda  la  tierra  se  reformara  é  to( 
en  ella  fueran  ricos  é  honrados,  ó  muchas  do 
dos  remediados,  y  aun  los  questaban  en  los  i 
segund  el  celo  quel  dicho  mi  padre  de  servir 
dio  tanto  ó  tanto  en  la  dicha  muerte,  que  no 
los  dichos  daños  con  ningund  interese,  ni  cor 
los  que  lo  hicieron  se  puede  castigar  las  gran 
hicieron;  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  para  que  más  clárame 
Francisco  Pizarro,  [por]  consejo  de  su  parcial  s 
del  dicho  fator  Illán  Suárez,  y  habiéndole  acor 
Gama  al  dicho  Francisco  Pizarro  que  pusiese 
á  remediar  la  muerte  del  dicho  mi  padre,  le  pi 
al  Licenciado  para  que  fuese  á  tomar  en  sí  la 
los  dichos  consejeros  no  lo  consintió  é  se  deti: 
cartas  al  dicho  Hernando  IMzarro  que  lo  maü 
quél  no  hnbía  de  ir  hasta  que  fuese  muerto;  j 
envió  jí  pedir  la  gobernación  del  dicho  mi  pa 
reinos  despafia,  ])or  donde  paresce  ser  conse, 
muerte;  6  por  tal  lo  alego  é  acuso  al  dicho  Frí 
más  que  por  la  posquisa  culpados  se  hallaren 
Lo  otro,  digo  quel  dicho  don  Francisco  F 
te  se  regocijó  tanto,  que  se  alzó  con  toda  la  ti< 
Illán  Suárez  la  gobernación  del  dicho  mi  pad 
le  quiso  hacer  gobernador  porque  favoresciesc 
nal  de  Sigüenza,  presidente  del  Consejo  de  lu 
Caravajal,  su  hermano,  oidor  del  Consejo  de  I 
el  dicho  Illán  Suárez  envió  á  pedir  la  goberna 
del  dicho  don  Francisco  Pizarro  lo  que  quiso, 


ALMAORO  T  BXTB  COMFiíNEEOS 


408 


U 


•enridor  de  Su  Majd.  don  Diego  de  Almagro»  mi  padre,  é  justos  á  los 
idores  don  Francisco  Pizarro  é  sus  hermanos;  o  por  tal  lo  acuso,  etc. 
Lo  otro,  digo»  habiendo  desf»ftchado  su  desj)acho,  con  consejo  do 
tonio  Picado,  su  parcial  secretario,  de  muchas  mentiras  é  traiciones» 
fué  á  la  cibdad  del  Cuzco  y  entró  en  ella  con  gran  regocijo  y  alegría, 
la  una  ropa  rozagante  de  martas  vestido,  tocando  muchas  cherimías 
estrumentos  de  regocijos  por  la  muerte  del  dicho  mi  padre  ó  destru- 
D  de  la  tierra,  y  ansí  entró  en  la  dicha  cibdad  abrazando  á  unos  é  á 
de  los  que  má¿  hombres  en  la  batalla  habían  muerto,  diciéndoles: 
ores,  no  só  con  qué  os  pague  la  honra  que  me  habéis  dado:  para  vos- 
'OS  quiero  !a  tierra:  partime  é  repartíme  entre  vosotros,  que  todo  es 
para  lo  que  merescéis  é  vos  debo»;  y  al  dicho  tiempo  tenía  por  su 
eniente  á  Gómez  de  Tordoya,  por  ser,  como  era,  hombre  de  poco 
mor  de  Dios  y  del  Rey,  que  había  hecho  tantas  traiciones  é  delitos, 
que  con  su  tiranía  pensaba  destruir  y  echar  de  la  tierra,  sin  quedar 
iguno  de  los  que  al  dicho  mi  padre  habían  servido  é  seguido  á  Su 
|d/,  ó  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  entrado  el  dicho  gobernador  con  pregones  y  te- 
ftes  que  puso,  mandó  que  saliesen  de  la  tierra  todos  los  que  no  le 
*'*fin  ido  á  ayudar  en  la  batalla  y  los  que  habían  seguido  al  ílicho  mi 
,  echándolos  de  la  cibdad  afrentosamente  y  sin  les  dejai*  llevar  un 
lio  ni  \uia  arma  con  que  se  pudiesen  defender  de  los  indios;  y  por 
dichos  destierros  murieron  más  de  ciento  ó  cincuenta  hombres,  é  los? 
e  no  querían  ir  se  los  tenía  en  las  más  recias  ó  áspera.^  prisiones  que 
moros  é  cristianos  se  han  visto  jamás,  en  lo  cual  8u  Majd,  perdió 
a  cantiíiad  ó  suma  innumerable  de  pesos  de  oro,  y  el  (heho  Tnga 
salió  con  su  rebelión,  temiendo  no  le  matasen,  por  las  tiranías  que 
babía  visto;  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  para  acabar  los  que  habían  seguido  al  dicho  mi 
padre,  envió  por  capitanes  en  la  goliernación  del  dicho  mi  padre,  á 
Candía,  porque  le  tuvo  pólvora  en  arcabuces;  é  á  Diego  de  Rojas,  por- 
fué  su  capitán;  y  al  encubierto  y  secreto  Per  Anzules,  porque  encu* 
las  provisiones  que  traía  para  el  dicho  mi  padre,  y  estuvo  escondi- 
para  que  se  quebrasen  los  pleitos  homenajes  é  porque  ñié  su  capitán 
la  batalla;  les  dio  la  entrada  é  conquista  de  los  Chunchos,  para  que 
en  uno  por  un  cabo  é  otro  por  otro,  por  acabar  los  dichos  espa- 
é  por  el  dicho  concierto  los  dichos  capitanes  fueron,  é  por  donde 


^^ 


i ;  • 


410 


COLECCIÓN   DE   D0CUME15 


entró  el  dicho  Per  Aazures,  por  su  cabsa  mi 
hombres  é  docientos  caballos  é  veinte  mili  in 
como  venía  contento  de  dejar  muerta  la  dich 
del  deservicio  que  á  Su  Majd.  había  hecho,  1 
Anzules  é  le  hizo  su  lugarteniente  en  la  pro\ 
bierno  del  dicho  mi  padre;  é  por  acabar  los  ci 
dado  ó  por  sus  intereses  particulares,  el  dicht 
de  Candia,  fingiendo  quel  dicho  Per  Aiizuleí 
seguieron  la  dicha  jornada,  donde  asolaron  h 
que  con  ellos  iban  en  la  dicha  provincia;  le  di< 
Rojas,  por  haber  seido  en  la  batalla  y  en  la  n: 
todo  lo  cual  por  mandado  del  dicho  FrancÍBC( 
80,  etc. 

Lo  otro,  que  porque  Pedro  de  Valdivia  í 
del  dicho  Francisco  Pizarro  é  matador  de  hon 
de  la  provincia  de  Chille,  dándole  por  compí 
ciertas  colores,  ansí  porque  fuese  gobernador 
recoger  los  deUncuentes  que  en  su  seguimient 
de  Valdivia,  como  alzado  é  traidor,  prendió 
ahorcó  algunas  personas  que  le  decían  que  i 
que  Su  Maj.  lo  castigaría;  el  cual,  por  se  más  « 
rompió  el  poder  que  llevaba  del  dicho  Francis 
desacato  que  no  se  daba  por  el  Rey  ni  por  loí 
vedis,  é  que  si  juez  fuese,  quo  lo  mataría,  si  p 
[)iaría,  etc.;  do  todo  lo  cual  fué  sabidor  el  di( 
mostrando  liolgar  dello,  dijo  quél  le  enviaría; 
mar,  si  fuese  menester;  ó  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  quo  ansimisino,  porque  Me 
batalla  do  gente  do  caballo,  le  dio  el  doscobrin 
pachos,  donde  destruyó  la  tierra  en  perjuicio  ( 
Vergara  le  dio  arcabuces  épólvoraal  dicho  don  F 
se  halló  en  la  batalla  por  capitán  de  arcabucer 
los  Bracamoros,  donde  destruyó  su  pedazo  de 
lo  cual  deservió  á  Su  Maj.;  ó  por  tal  lo  acuso, 

Lo  otro,  digo  que,  hechos  los  dichos  daños 
los  puertos  é  caminos,  ansí  á  la  parto  de  levan 
gobernador  de  la  provincia  de  Quito  á  su  hen 


ALHAOBO  Y  BUS  COMPAÑEROS 


411 


fué  robando  é  destruyendo  la  tierra  por  mandado  del  dicho  don 
icisco  Pixarro;  y  cuando  le  decían  que  no  podía  hacer  gobernador, 
4  Envíe  el  Rey  á  quien  quisiere,  que  yo  lo  tengo  hecho,  y  esto  ha  de 
r>;  y  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  quel  dicho  don  Francisco  Pizarro  repartió  toda  la  tierra  é 

dbiemo  del  dicho  mi  padre,  haciendo  pueblos  en  Arequipa  é  Charcas 

imanga,  é  á  los  vecinos  que  tenían  indios  que  no  le  habían  ajni- 

b,  se  los  quitaba  é  daba  á  los  que  máa  hombres  habían  muerto,  como 

á  Juan  Vázquez  de   Osuna,  que  le  quitó  los  indios  de  Apurima, 

ftbiendo  serrido  muy  bien  á  Su  Maj.,  ó  los  dio  al  capitán  Castro,  de 

abuceros,  porque  más  hombres  mató;  é  á  Pedro  Sermeño  le  dio  in- 

9;  é  se  los  quitó  á  Mafleco  é  se  los  dio  á  Setiel,  porque  juró  falso  con- 

el  dicho  mi  padre;  é  desta  manera  hizo  todo  lo  demás:  dio  la  vara 

jie  alguacil  mayor  á  Alonso  de  Toro,  porque  fué  en  saquear  la  cibdad 

ú  Cuzco  é  soltar  á  Gonzalo  Pizarro  é  Alonso  de  Alvarado,  é  le  dio  los 

jejores  indios  de  la  tierra,  quitfuido  la  vara  de  alguacil  mayor  á  Pedro 

Ofiate»  que  la  tenía  por  el  dicho  mi  pudre;  o  á  Gonzalo  Jara  hizo  ma* 

ardomo,  porque  fué  en  los  dichos  delitos  é  le  dio  indios,  é  parte  dellos 

litó  al  capitán  Grabiel  de  Rojas,  habiéndolos  bien  merecido,  donde  ha 

iteresado  más  de  cincuenta  mili  pesos  de  oro;  é  le  hizo  dar  la  vara  de 

Inquisición  é  dio  ansimismo  dos  repartimientos,  los  mejores  de  la 

que  había  para  diez  liijosdalgo,  al  fator  lUáu  Suárez,  porque  le 

itvoresciese  y  escribiese  á  su  paladar,  como  lo  escribió;  é  por  quel  dicho 

30  don  fi*ay  Vicente  de  Val  verde  le  favorescía  y  era  de  su  mesma 

i,  le  dio  los  mtijoros  indios  del  Cuzco  y  le  dio  indios  en  los  Reyes,  é 

[)s  á  un  nmchacho  su  sobrino;  y  desta  manera,  por  el  conseguiente,  ó 

dicha  tiranía  repartió  la  tierra  entre  los  mayores  delincuentes  é 

servidores  de  Su  Maj.;  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  demás  de  los  dichos  delitos,  fuerzas  é  oprisiones 

>os  é  muertes,  consentía  decir  públicamente  á  sus  hermanos  é  cria- 

|ue  si  el  Rey  enviase  justicia  y  no  estuviese  por  lo  hecho,  que  quien 

icio  una  batalla  vencería  otra,  que  buenas  lanzas  largas  tenían;  lo 

decían  públicamente  ó  lo  dijo  el  dicho  Lope  de  Alarcón  delante  del 

Francisco  Pizarro  y  Hernando  Pizarro,  los  cuales  se  reyeron  dello, 

ido  públicamente  el  dicho  don  Francisco  Pizarro  que  lo  hecho  es- 

t  bien  hecho  y  quél  lo  había  mandado,  y  que  en  sus  días  no  habría 

igo  dello;  que  cartas  tenía  del  Cardenal  é  del  Comendador  Mayor  é 


\\ 


!  * 


410  COLECCIÓN   DE   DOCUMENTOS 

entró  el  dicho  Per  Auzures,  por  su  cabsa  murieron 
hombres  é  dociontos  caballos  é  veinte  mili  indios  n 


\  como  venía  contento  de  dejar  muerta  la  dicha  genltf,  en 

del  deservicio  que  á  Su  Majd.  había  hecho,  le  dü  ia^ 


»l  I  Anzules  é  le  hizo  su  lugarteniente  en  la  provincia  d© 

y\  ■  bierno  del  dicho  mi  padre;  é  por  acabar  los  cristianoa  q 

■A  i  dado  ó  por  sus  intereses  particulares,  el  dicho  Diego  de 

de  Candía,  fingiendo  quel  dicho  Per  Añzules  no  habís 
seguieron  la  dicha  jornada,  donde  asolaron  la  tierra  é 
i  >  que  con  ellos  iban  en  la  dicha  provincia;  le  dio  indios  al 

i  Rojas,  por  haber  seido  en  la  batalla  y  en  la  muerte  del  dic 


lohm 


todo  lo  cual  por  mandado  del  dicho  Francisco  Pizarra^ 
so,  etc. 

Lo  otro,  que  porque  Pedro  de  Valdivia  fué  su 
del  dicho  Francisco  Pizarro  é  matador  de  hombres, 
de  la  provincia  de  Chille,  dándole  por  compañero  á  Pedn 
ciertas  colores,  ansí  porque  fuese  gobernador  como  por 
recoger  los  deüncuentes  que  en  su  seguimiento  fuesen, 
de  Valdivia,  como  alzado  é  traidor,  prendió  al  dicho 
ahorcó  algunas  personas  que  le  decían  que  mirase  no  bid 
que  Su  Maj.  lo  castigaría;  el  cual,  por  se  más  declarar  de  8i| 
rompió  el  poder  que  llevaba  del  dicho  Francisco  Pizarro  é  M 
desacato  que  no  se  daba  por  el  Rey  ni  por  los  de  su  Consejí 
vedis,  é  que  si  juez  fuese,  que  lo  mataría,  si  provisiones  eüv 
piaría,  etc.;  de  todo  lo  cual  fué  sabidor  el  dicho  Francia 
mostrando  holgar  dello,  dijo  quél  le  enviaría  socorro  y 
mar,  si  fuese  menester;  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  que  ansimismo,  porque  Mercadillo  fué  > 
batalla  do  gente  de  caballo,  le  dio  el  doscobrimiento   de  le 
pachos,  donde  destruyó  la  tierra  en  perjuicio  de  los  natii 
Vergara  le  dio  arcabuces  ó  pólvoraal  dicho  don  Francisco  Pií 
se  halló  en  la  batalla  por  capitán  de  arcabuceros,   la  dio  üim 
los  Bracamoros,  donde  destruyó  su  pedazo  de  tierra  con  te 
lo  cual  deservió  á  Su  Maj.;  ó  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  hechos  los  dichos  daños,  por  tener 
los  puertos  é  caminos,  ansí  á  la  parte  de  levante  como  de 
gobernador  de  la  provincia  de  Quito  á  su  hermano  Gor 


--  y 


I 


412  COLECCIÓN    DE    DOCUMENTOS 

del  licenciado  Caravajal  y  el  dotor  Beltrán,  que  no  hobiese  m 
toviese  por  cierto  que  uo  venía  juez  ni  otra  cosa  que  le  pesas 
trando  ser  ansí,  publicando  no  venir  juez,  hizo  jugar  cañas, 
jugó  Antonio  Picado,  su  secretario,  con  los  demás  delincuentes 
grandes  regocijos  é  borracheras,  enlas  cuales  se  emborrachaba 
c  Ya  no  viene  justicia;  todo  está  bien  hecho;  holgaos  todos,  qu< 
parte  de  Almagro  morirán  malas  muertes  ó  se  morirán  de 
andando  con  hachas  encendidas  de  noche  el  dicho  Antonio  I 
las  calles;  é  por  más  dagnificarme  é  injuriarme,  él  y  los  otros  < 
tes,  á  las  puertas  de  mi  morada  daban  muchas  carreras,  dici 
ellos,  á  ellos!»  á  fin  que  algunos  de  mis  amigos  se  desmandas- 
'  \  hizo  muchas  veces  el  dicho  Antonio  Picado  por  mandado  del 

?  Francisco  Pizarro,  por  más  me  afrentar,  etc. 

I  Lo  otro,  digo  que  cuando  la  triste  nueva  de  la  muerte  de 

ratriz,  nuestra  señora,  vino,  porque  el  tesorero  Manuel  Despin 
luto  ó  hicieron  duelo  los  amigos  é  criados  de  mi  padre,  se  di 
chas  blasfemias  por  parte  de  los  amigos  del  dicho  don  Fraiicis< 
diciendo:  «Mucho  so  entristecen  los  de  Chile  por  la  muerte  de  1 
triz»;  y  el  capitán  Diego  de  Agüero  dijoquel  tesorero  merecía 
por  traer  luto;  y  el  dotor  Blázquez,  lugarteniente  del  dicho  g< 
lo  prendió  é  mandó  que  no  lo  trújese,  seyendo  tiempo  triste 
grande  lástima  é  pesar  por  pérdida  tan  grande;  en  lugar  de 
dicho  duelo,  el  dicho  Francisco  Pizarro  é  sus  amigos  regocije 
ron  caiñas,  liicieron  escaramuzas,  diciendo  que;Caballos  lo  ha 
que  dineros  lo  habían  de  hacer  todo;  que  los  muertos  no  habla 
no  vernía  juez  en  su  vida;  que  todo  estaba  bien  hecho;  y  des 
entonces  é  adelante  cada  navio  que  venía  é  no  traía  nueva  c 
gabán  cañas,  hacían  justas,  corrían  sortija,  lidiaban  toros,  I 
chos  regocijos,  como  hombres  tiranos  é  absolutos,  moviendo 
\áéndolo  todo  el  dicho  Antonio  Picado  por  consenthnionto  del 
Francisco  Pizarro;  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  que  por  más  tiranizar  la  tierra  antes  de  la  i 
dicho  Francisco  Pizarro  !'y  el  dicho  Hernando  Pizarro,  la  retí 
sí,  aprovechándose,  robando  é  destruyendo  hasta  la  provincia  < 
cuatro  leguas  desta  cibdad,  donde  fué  el  dicho  Hernando  P 
más  de  trescientos  hombres,  donde  quemó  é  abrasó  todo  lo  ( 
por  sacar  oro,  so  color  que  hacía  guerra  á  los  indios  que  estaba 


ALMAOBO  T  SUS  COMPAÑEROS 


413 


ido  de  paz;  é  corrida  toda  la  tierra,  queriendo  entrar  en  la  laguna  de 

tícaca  á  ochocientos  españoles  por  los  hacer  entrar  por  la  dicha  lagu- 

é  recogida  en  sí  el  dicho  Francisco  Pizarro  é  su  herinano  la  comida 

la  tierra»  vedó  los  rescates,  dejando  libertad  á  ellos  é  á  sus  criados 

que  mejor  se  aprovechasen,  hasta  que  llevaron  en  cantidad  de  un 

lillón  de  oro»  diciendo  é  publicando  que  con  dineros  habían  de  pagar 

Jo  lo  pasado,  en  gran  desacato  de  Su  Majestad  é  de  su  real  justicia;  ó 

>r  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  que  en  los  dichos  ^obos  Su  Majd.  perdió  más  de  dos 

llenes  de  oro,  de  lo  que  pudiera  interesar  ai  no  los  hobiera,  é  los  en- 

)menderos  de  los  dichos  indios  hobieran  más  de  diez  millones,  demás 

le  otros  aprovechamientos,  si  el  dicho  mi  padre  gobernara,  como  Su 

ajd.  lo  había  mandado,  etc. 

Lo  otro,  digo  que  consintió  publicamente  al  capitán  Diego  de 
fuero  toviese  una  mujer  casada,  contra  la  voluntad  de  su  marido,  sin 
la  querer  dar,  etc. 

Lo  otro,  digo  que»  por  más  tiranizar  la  tierra,  el  dielio  don  Fran- 
3C0  Pixarro,  é  por  su  tiranía,  habiendo  Iiecho  merced  Su  Majd.  al  dicho 
pa<ire,  que  por  su  fin  é  muerte  á  la  persona  que  dejase  por  gober- 
ador  mandaba  que  fuese  obedecido  é  lo  rescibiese,  que  por  la  presente 
había  por  rescibido  al  uso  y  ejercicio  de  los  dichos  oficios,  como  el 
icho  Adelantado  los  tenía  é  usaba;  é  habiéndome  nombrado  el  dicho 
li  padre,  por  gobernador,  con  cargo  que  Diego  de  Al  varado  toviese  la 
linistración  hasta  tener  la  edad  quel  derecho  mandaba,  seyéndole 
lotificada  la  dicha  pronsión  al  dicho  gobernador,  é  requerido  que  la 
ampliese,  en  lugar  de  la  complir,  dijo  muchos  desacatos  al  dicho  Diego 
te  Alvarado,  deciendo  que  la  gobernación  era  suya,  é  la  había  mandado 
£ator  lUán  Suárez,  é  que  no  la  había  do  quebrar  la  palabra  que  le 
ibia  dado;  y  ansí  lo  respondió  á  las  personas  que  sobre  ello  le  habla- 
para  que  compílese  la  dicha  provisión  real;  en  lo  cual  cometió  trai- 
Són  en  hacerse  gobernador  de  lo  que  no  era  suyo,  é  no  cumplir  lo  que 
lajestad  mandaba;  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

*  Lo  otro,  digo  que  la  dicha  gobernación  quel  dicho  mi  padre  tenía 

f8u  Mftjd.,  seyendo  vivo,  y  estando  en  ella  el  dicho  don  Francisco 

ro,  la  prometió  á  Felipe  Gutiérrez,  gobernador  de  Veragua,  porque 

idase,  como  le  ayudó,  á  sostener  su  tiranía  é  á  matar  al  dicho  mi 

é  á  los  españolea  que  mató;  é  por  tal  lo  aouso.  eto. 


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i  *  414  COLECCIÓN  DE  DOCUMENTOS 

J  j      i  Lo  otro,  digo  que,  seyendo  reprendido  en  ciertas  partes 

5^'      i  don  Francisco  Pizario,  de  las  grandes  tiranías  é  crueldades  qi 

T       I  tar  al  dicho  mi  padre  é  á  la  gente  que  con  él  estaba  había  he 

j      í  mar  en  sí  la  gobernación,  é  como  no  podía  dejar  de  haber  cas 

públicamente:  «No  hay  juez  que  venga,  ni  rey  á  quien  yo  no 
dineros  que  haga  lo  que  yo  quisiere»;  todo  lo  cual,  con  gran 
ó  desvergüenza;  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  que  todo  el  tiempo  quel  dicho  Francisco  I 

gobernado,  se  ha  ocupado  en  jugar  de  noche  é  de  día,  sin  en 

las  cosas  convenientes  á  la  buena  gobernación;  antes,  por  ser, 

Vh  de  poca  conciencia  é  incapaz,  entendía  en  jugar,  ganar  á  nai 

i  T  pelota  é  ajedrez  é  á  otros  juegos  vedados;  ó  lo  que  ganaba,  o 

•  I  lo  que  perdía,  no  pagaba;  todo  lo  cual  hacía  ó  hizo  por   ser, 

j  hombre  de  mala  inclinación,  é  por  tener  ruines  consejeros  cons 

!  ha  seido  Antonio  Picado,  su  secretario,  por  cuya  cabeza  se  1: 

seyend©,  como  es,  mozo  é  de  ruines  respetos  ó  mala  conciencia 
linaje,  el  cual  ha  seido  principal  cabsador  é  consejero  é  incita 
íiichos  delitos;  é  desta  manera  usó  el  ejercicio  de  su  goben 
pagando  é  cobrando,  como  hizo  á  Alonso  del  Valle  ó  á  otra 
ó  le  ganaron  muchos  pesos  de  oro  é  no  se  los  pagó,  lo  cual  1 
hombre  asoluto;  ó  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  íjuel  dicho  don  Francisco  Pizarro  inipidía 
zaba  los  escril)anos  que  iio  asasen  sus  oficios,  é  ponía  de  su 
personas  delincuentes  que  fueron  á  la  batalla,  para  que  hicies 
quisiese,  los  cuales,  seyendo  puestos  de  su  mano,  negaban  i 
no  queriendo  notificarle  lo  que  las  i)artes  pedían,  entre  los  c 
por  escribanos  de  los  dichos  delincuentes  á  Martín  de  Sala 
Soto,  é  Castañeda,  los  cuales  fueron  en  los  delitos  pasados;  ( 
provisión  les  notificaban,  los  dichos  escribanos  respondían  lo 
cho  Francisco  Pizarro  le  estaba  bien,  é  no  lo  que  Su  Majd 
convenía  al  derecho  de  las  dichas  partes;  é  por  tal  lo  acuso,  e 
Lo  otro,  digo  (juel  dicho  don  Francisco  Pizarro,  como  f 
tirano,  dio  lugar  é  consentimiento,  favor  é  ayuda,  é  por  su  m 
dicho  Hernando  Pizarro,  que  los  oficiales  de  Su  Maj.,  del  Nue^ 
fuesen  presos  é  maltraptiidos  ó  injuriados  de  palabras  é  de  obi 
le  requerían  lo  que  convenía  al  servicio  de  Su  Maj.  ó  de  su  re 
da,  ó  consentiendo  que  sus  criados,  en  presencia  del  dicho  do 


AOlÁGRa  Y  8CS  OOMPAK£RO» 


415 


Pizarro,  maltraptasen  á  los  dichos  oficiales,  como  hÍ20  Diego  ile  Gu* 
iel  al  tesorero  Manuel  DespinaU  que  le  dio  de  rempujones,  é  maltraptó 
apalabras  al  contador  Juau  de  Guxmán^  éle^  dijo:  <¿Eu  que  audáis  aqu» 
ivuesti^o  Emperador  y  vuestra  Emperatriz?  ^  y  otras  palabras  de  desa- 
sto» seyendo,  como  es,  el  dicho  Diego  de  Garniel^  uno  de  los  amotinado- 
del  Cuzco  é  se  amotinó  y  entró  en  la  batalla  por  alférez,  é  cohechó 
dicho  mi  padre  teniéndole  pi^eao,  seyendo  en  las  muertes  é  robos  y 
lerzas,  por  lo  cual  le  dio  indios  el  dicho  don  Francisco  Pizarro,  habieu- 
cometido  delito  como  los  demás;  ó  por  tal  lo  acuso,  etc. 
Lo  otro»  digo  quel  dicho  Francisco  Pizarro  y  Hernando  Piza- 
prendian  otras  veces  á  los  dichos  oficiales  de  Su  Maj.  por  quel  dicho 
orero  les  diese  el  oro  que  tenía  en  su  poder  é  que  volviese  á  Gonzalo 
ro,  su  hermano,  la  condenación  que  la  justicia  había  hecho  cuando 
i  soltó  y  alzó  con  el  Cuzco  y  hizo  otros  delitos  en  deservicio  de  Su 
ij»,  y  consintió  prender  ó  maltraptar  á  los  dichos  oficiales  sin  les  guar- 
^les  dichas  preeminencias  de  los  dichos  oficios»  etc. 
Lo  otro,  digo  quel  dicho  don  Francisco  Pizarro,  antes  de  la  dicha 
Italia,  habiéndole  requerido  letrados  é  religiosos  é  algunos  oficiales  do 
Maj,  que  cumpliese  la  provisión  real  é  no  hobiese  rompimiento  é 
Inertes  de  cristianos  é  otras  cosas,  dijo  que  no  se  había  de  hacer  ansí  como 
í  decían  é  que  no  se  hartarían  de  beber  de  la  sangre  del  dicho  mi  pa* 
í,  é  otras  cosas  de  esta  adidad,  é  otras  cosas  dijo  á  Sebastián  de  To* 
B,  alcalde,  que  le  requirió  lo  mismo,  é  le  puso  temores  que  no  hiciese^ 
juerimieutos;  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  oti*o,  digo  que  al  tiempo  que  se  le  notificó  la  provisión  real  ú 
juerimiento  el  dicho  Diego  de  Aivarado  al  dicho  gobernador  don 
Btncisco  Pizarro  sobre  la  gobernación  del  dicho  mi  padre,  le  requirió 
[determinasen  ouatro  letrados,  pues  los  había  en  la  cibdad,  para  que  se 
se  el  servicio  de  Su  Maj,  é  se  hiciese  justicia,  respondió  solamente 
iendo  que  la  batalla  se  había  dado  é  muerto  el  dicho  Adelantado,  mi 
re,  por  excusar  partición  de  límites;  que  si  el  dicho  Diego  de  Al- 
ado quisiere  ensistir  en  la  dicha  partición,  que  mirase  lo  que  le  con- 
la¡  lo  cual  hacía  como  tirano  ó  asoluto,  sin  temor  de  Dios  ni  del 
,  etc. 

Lo  otro»  digo  quel  dicho  don  Francisco  Pizarro,  en  los  repartimien- 
de  indios  que  hizo,  dio  á  sus  criados  é  amigos  porque  habían  venido 
batalla  é  favorescido  en  ella,  los  dichos  indios,  no  mereciéndolos  ni 


i 


416 


COLECCIÓN  DE  DOCUMEl 


lo  habiendo  trabajado,  tirándolos  á  los  que  1 
mal  hizo  é  deservicio  al  Rey  le  dio  más  laxg 
lüzo  á  Diego  de  Silva,  porque  se  amotinó  é 
unas  necias  é  maliciosas  coplas  de  buen  capiti 
mi  padre;  quitó  los  indios  á  Alonso  Díaz,  qu 
tierra,  ó  los  dio  al  dicho  Diego  de  Silva  por  1 
dichas  coplas;  é  lo  demás  por  lo  consiguiente, 
la  prosecución,  etc. 

Lo  otro,  digo  que  por  su  mal  gobierno  d( 
zarro,  ó  no  mirar  los  que  debían  ser  capitanei 
envió  á  Illán  Suárez,  no  seyendo  hombre  de  gi 
fué  á  la  parte  de  Quamanga  y  envió  treinta  ho^ 
quedándose  el  dicho  Illán  Suárez  en  lugar  seg 
cabsa  le  mataron  los  dichos  treinta  hombres  1 
barón;  las  cuales  muertes  é  robos  son  á  cargo 
rro  é  por  su  mal  gobierno,  los  cuales  mataror 
ele  otros  ciento  con  la  avilanteza  que  entonces 
ban  robando  en  la  tierra,  de  cuatro  en  cuatro 
mandados,  cuyas  muertes  son  á  su  cargo;  é  p 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  Francisco  Pizar 
enviase  á  Su  Majd.  mucha  cantidad  de  oro  é 
notorio  que  Su  Majd.  tomaba  á  cambios  ó  rec 
nos  despaña,  el  dicho  gobernador,  en  lugar  d^ 
en  los  volicios  de  la  guerra  contra  el  dicho  m 
oro  (leciendo  que  aguardaba  al  dicho  Hernán 
j)or  lo  retener,  pagó  en  los  dichos  cambios  é  r 
cient  mili  pesos  do  oro,  los  cuales  á  cargo  del 
rro,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  habiendo  dejado  el  di< 
un  millón  de  oro  que  tenían  de  compañía  en 
(lor,  de  arabos,  los  negó  el  dicho  don  P\ancis( 
her  muerto  al  dicho  mi  padre,  no  temiendo  á 
Majd.  heredero  por  el  testamento  quel  dicho  i 
tentó  de  lo  desechar  de  heredero,  deciend 
avenir  mejor  conmigo,  porque  maülndome,  le 
])artir;  é  yo,  queriendo  servir  á  Su  Majd.  coi 
complir  la  voluntad  del  testador,  renuncié 


ALMAGRO  T  SUS  COMPAÑEROS  417 

que  hobiese  la  dicha  herencia  que  le  pertenescía;  todo  lo  cual  el 
3  Francisco  Pizarro  intentó  con  gran  cabtela  é  frabde,  etc. 
Lo  otro,  digo  quel  dicho  don  Francisco  Pizarro  dio  indios  de  repar- 
mto,  yanaconas,  naborías  á  personas  que  no  lo  habían  merescido  en 
írra,  porque  le  fuesen  favorables  ó  parciales  en  los  delitos  que  había 
o,  é  lo  fuesen  sus  debdos  é  amigos  en  España,  como  hizo  al  dotor 
quez  que,  sabiendo  que  declaraba  sus  delitos,  le  dio  repartimiento 
idios  porque  callase,  ó  le  hizo  su  lugarteniente,  ó  lo  casó  con  una 
aana  del  obispo,  para  que  él  y  el  dicho  obispo  sustentasen  lo  malo 
rverso  quel  dicho  Francisco  Pizarro  ha  hecho,  como  lo  han  susten- 

los  dichos  obispo  é  dotor  Blázquez,  juntamente  con  los  dichos 
)nio  Picado,  ó  fator  Illán  Suárez  é  licenciado  Caravajal,  su  hermano; 
íuales  han  sustentado  lo  malo  é  perverso,  escribiendo  cartas  dello  que 
Abía  pasado,  haciendo  juegos  de  cañas  cuando  se  decía  que  no  había 
enir  juez;  y  les  escribían  cartas  de  favores  las  personas  á  quien  habían 
uadido  con  las  dichas  cartas  de  engañosas 'negociaciones,  emborra- 
idose  en  los  dichos  regocijos,  muy  ordinariamente  lo  hacían  los  dichos 
Dnio  Picado,  dotor  Blázquez  y  el  dicho  Licenciado  y  otros  sus  alio- 
>s,  y  el  dicho  dotor  se  desdecía  de  lo  que  había  dicho  con  el  dicho 
;o,  seyendo  un  letrado  que  ha  poco  tiempo  que  vino  á  la  tierra;  ó  dio 
)ntador  Cáceres  indios  do  repartimiento,  que  había  para  tres  caballe- 
hijosdalgo,  é  le  dio  yanaconas  c  dineros  ó  le  cnw'uS  por  su  procura- 
deciendo  que,  por  ser  criado  del  Comendador  Mayor,  haría  bien  sus 
ocios  con  los  del  Consejo;  é  ansí  lo  hizo  por  la  mosma  forma,  no 
ando  que  Su  Majd.  manda  que  la  tierra  se  reparta  entre  las  perso- 
que  le  hayan  servido  é  no  en  otra  manera,  ote. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  gobernador  dio  favor  á  Antonio  Picado, 
íéndole  su  secretario,  para  que  diese  por  dineros  los  in<l¡oH  de  la 
ra  é  llevase  cohechos  á  los  negociantes,  como  lo  ha  hecho  en  niiK^ha 
idad,  púbhcamente,  por  consentimiento  del  dicho  <lon  Francisco  Pi- 
o  é  favor  que  para  ello  le  ha  dado,  etc. 

XíO  otro,  que  dende  la  dicha  batalla  acá,  el  <licho  I<>ancÍHc<)  Pi/arro 

^  ha  hecho  todos  los  cabildos  de  la  tierra,  de  justicia  (^  n^gimicnto,  u 
^TÍados  ó  amigos,  los  cuales  porque  escri))ieH(ín  fíilsíííhuhvs  n  nionii- 
i-  Su  Majd.,  como  lo  han  escripto,  mostrando  al  dicho  FnuKíÍMco  l*i 
>  lo  que  escribían  antes  que  lo  enviasen;  é  pon|un  un  ahíaldn  Nico 
l^  Heredia,  que  fué  el  año  de  quinientos  6  cuaníuta,  aiuírtó  á  riitrar 
27 


418 


COliECCiÓK  DE  DOCUMENTOS 


■  *-*>  j'^- -.•■•■" 


en  la  eleción,  sejendo  viejo,  rico  é  honrado,  porque  no  quería  Virnm 
dichas  mentiras  en  la  cibdad  del  CuzcOj  donde  era  alcalde,  lo  trajo 
á  la  do  loÉí  Reyes,  donde  lo  ha  traptado  mal  por  do  liiibor  íirtiiado 
dichas  falsedades,  lo  cual  hisso  ó  ha  hecho  el  dicho  don  Francisco  Pi 
por  sastonersa  de  ñxm  timulas  é  maldades  é  ayudarse  de  los  dichos 
bildos,  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  que^  no  contento  con  los  dichos  delitos,  me  tuvo  pi 
en  la  cihdad  de  los  Reyes  á  mí  é  á  Juan  de  Herrada,  é  á  Juan 
mis  curadores,  albiM^eas  del  dicho  mi  padre»  porque  me   favDresctaü 
estaban  conmigo  los  en%4ó  á  matar,  geguud  fué  públioo  é  notorio, 
ciendo  que  ellos  informaban  á  Su  Majestad  del  suceso  paaado  é 
muerto  yo  y  ellos,  se  perdería  el  nombre  do  Almagro  é  haría  lo  quü  q 
sieae  en  la  tierra,  sin  le  ir  nadie  á  la  mano,  de  lo  cual  fiií  avíjiado  de 
personas  que  lo  sabían,  pesímdolea  de  lo  que  se  quería  hacer;  todo 
gran  traición  é  aleve;  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  que  queriendo  yo  é  los  dichos  mis  eiiradores  ir  i 
reinos  despaüa  ante  8n  Majd.  á  me  quejar  de  los  delitos  pasados,  el 
cho  don  Francisco  Pizarro  é  Francisco  do  Chávez,  su  t^jiiiante,  no 
consentierou,  antes  me  pusieron  guai'das  á  reeabdo,  opr^sando  é  atei 
rifando  á  los  maestres  para  que  no  nio  llovastMi,  quitando  á  los  iiíkú 
velas  ú  íimoneíi,  lo  cual  duró  hasta  que  Diego  de  Alvarado  escondií 
mente  salió  del  puerto  desta  cibdad^  fleitado  á  mucha  costa  de  diaerofi, 
en  el  cual  fuá  el  dicho  Diego  de  Alvarado  á  informar  á  Su  Majd.  de 
dicha  ida.  El  dicho  gobernador  y  Hernando  Pizarro  hicieroo  sentimienioi 
diciendo  contra  Francisco  de  Chávez^  su  lugarteniente,  que  si  hobíei». 
prendido,  como  el  dicho  gobernador  había  mandado,  al  dicho  Diego  éÉ 
Alvarado,  que  no  se  Euerani  Su  Majd,  fuera  iiiforuiadoj  como  la  ha  seido;- 
é  por  colorar  su  maldad^  después  de  ido  el  dicho  Diego  de  Alvarado^ 
mandó  pregonar  que  todos  los  que  se  quisiesen  ir  á  los  reinos  despaña 
fuesen  hbremente,  y  dende  en  adelante  dejaron  ir  algunas  personas  y 
se  fué  el  dicho  Hernando  Pizarro,  huyendo,  mudando  viaje  escondida- 
mente  por  la  Nueva  España,  donde  queriéndole  prender  el  Virrey  delk 
se  retrujo  é  fué  por  la  posta  hasta  la  cibdad  de  la  Veracruz,  puerto  der 
la  Mar  del  Norte,  donde  cohechó  con  dadivas  é  dineros  á  la  justicia  d» 
Su  Majd.  de  la  dicha  cibdad;  é  por  los  dichos  cohecboB  salió  el  datíüik 
Hernando  Pizarro,  por  razón  de  lo  cual  el  dicho  Virrey  castigó  ó  quitos 
castigar  á  la  dicha  justicia,  é  los  que  pudo  haber  los  castigó  é  otros  m 


ALMAOBO  T  SUS  COMFAÑEBOS  419 

metieron  frailes,  y  el  dicho  Hernando  Pizarro  se  fué  hurtible  y  escon- 
didamente  para  los  reinos  despafta;  los  cuales  delitos  el  dicho  goberna- 
dor Francisco  Pizarro  hizo  con  acuerdo  del  dicho  su  secretario;  ó  por 
ial  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  que  porque  el  capitán  Juan  Ortiz  le  requerió  al  dicho 
don  Francisco  Pizarro  que  no  perseverase  en  sus  tiranías  é  alzamiento, 
lo  mataron  una  noche  tres  ó  cuatro  hombres  que,  segund  público  é  no- 
torio es,  criados  y  amigos  de  su  casa,  ó  hicieron  la  dicha  muerte,  por  lo 
cual  hobo  tanto  temor  en  la  tierra  que  ninguno  osó  pedir  justicia,  ó  si 
alguno  la  pedía  lo  amenazaban  con  la  muerte  del  dicho  Juan  Ortiz;  é 
antes  de  la  dicha  muerte,  Antonio  Picado,  su  secretario,  dijo  é  publicó 
que  si  Juan  Ortiz  remanesciese  muerto,  que  su  persona  que  lo  había 
muerto,  por  cuya  cabsa  paresce  el  dicho  Francisco  Pizarro  é  su  secretario 
haberlo  mandado,  segund  es  público  é  notorio;  ó  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  por  su  mal  gobierno  del  dicho  Francisco  Pizarro 
é  por  sus  juegos  ó  tiranías,  se  ha  perdido  la  orden  que  la  gente  bárbara 
tenía  antes  de  ser  ganada  la  tierra  en  los  tambos  é  caminos  ó  puen- 
tes de  ríos,  no  mandándolo  hacer  ni  complir,  por  cuya  cabsa  ha  venido 
mucho  daño  é  perjuicio  é  se  han  muerto  muchos  españoles  ó  no  se  han 
sabido  los  secretos  de  la  tierra,  todo  por  su  mal  gobierno  del  dicho  don 
Francisco  Pizarro;  ó  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  por  su  mal  gobierno  ó  tiranía,  é  del  dicho  Anto- 
nio Picado,  su  secretario,  en  el  proveer  de  la  gente  para  la  guerra  del 
alzamiento  del  dicho  Inga,  por  su  mala  providencia  mataron  al  capitán 
Tapia  é  á  Diego  Pizarro,  con  mucha  gente  que  con  ellos  iba;  é  ansí 
mesmo  á  Morgovejo  de  Quiñones  é  á  los  demás  que  con  él  iban  los  ma- 
taron, todo  por  su  mal  gobierno,  segund  que  más  largamente  protesto 
articular,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  entre  muchas  maldades  é  traiciones  é  mentiras 
que  á  Su  Majd.  informó  el  dicho  don  Francisco  Pizarro,  fué  una  que  él 
tenía  especial  cuidado  é  había  proveído  por  mar  é  por  tierra  al  dicho 
mi  padre  á  las  provincias  de  Chille  de  las  cosas  nescesarias,  ansí  de 
gentes,  armas  é  caballos  é  otras  cosas,  seyendo  todo  al  contrario,  por 
hacer  entender  que  se  complía  lo  que  estaba  capitulado  con  el  dicho  mi 
padre,  é  de  la  mesma  forma  escribió  lo  demás,  teniendo  su  dañada  in- 
tención contra  el  dicho  mi  padre,  lo  escribió  las  dichas  mentiras,  no  mi- 
rando el  deservicio  que  á  Su  Majd.  hacía;  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 


420 


COLECCIÓN  DE  D0CUMEN1 


Lo  otro,  digo  que  durante  la  dicha  cruek 
una  india  parida  en  su  poder,  otro  de  los  mal 
quel  que  la  tenía  dijo  que  se  la  dejase,  lo  mat( 
dido  justicia  á  Antón  Ruiz,  alcalde,  dijo  que  bi( 
hombre  en  el  dicho  tiempo,  é  que  seguían  el  a 
cabsa  del  dicho  don  Francisco  Pizarro  y  Heme 
gobierno  é  tiranía,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  demás  de  haber  roba< 
dados,  ó  quemados  los  pueblos  é  muertos  los 
fortaleza  del  Cuzco,  que  era  la  mejor  pieza  qu< 
se  vio,  quitando  la  madera,  deshaciendo  los  < 
la  dicha  fortaleza  quedó  perdida;  todo  por  su  : 
dicho  don  Francisco  Pizarro,  etc. 

IjO  otro,  digo  que,  habiendo  salido  el  di 
robar  la  tierra,  por  colorar  su  maldad,  ahorcó  í 
dejar  confesar,  deciendo  que  se  quería  alzar  é  í 
Lo  otro,  digo  que,  por  consejo  del  dicho 
dicho  mi  padre  los  acusó  el  dicho  Alarcón,  cor 
como  cohechó  á  muchos  dellos,  á  unos  en  cien 
á  otros  en  quinientos  y  en  más  cantidad,  de 
dor  el  dicho  Hernando  Pizarro  6  por  mandado 
Francisco  Pizarro;  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  gobernador  es  á 
é  tiranía,  do  los  dafios  que  recibieron  los  natu 
vecinos  del  ('uzeo  (jue  fuesen  á  sus  imeblos  c 
color  que  los  iban  á  pacificar,  é  por  las  dicliaí 
nos  los  robaban  é  desipaban  é  quemaban,  en 
indios  quedaban  perdidos  é  sin  mantenimiei 
con  los  vecinos  iban,  jugaban  lo  que  á  los  ii 
vecinos  los  rescatal;an  en  los  tránguez  en  gran 
por  su  nial  gobierno  é  tiranías,  etc. 

Lo  otro,  (ligo  (juel  día  (|ue  supo  del  ve 
crueldades  que  en  ella  se  hicieron,  el  dicho  ; 
los  vivos  que  quedal)an,  no  contento  con  do 
preguntó  á  los  que  le  trajeron  la  nueva  si  er 
dijeron  que  nó;  de  lo  cual  se  airó  é  dijo,  mof 
sar:  <'¿No  hubo  uno  que  matase  aquel  bellae 


ALMAGRO  Y  8Ü8  COMPANEROS 


421 


Ja  é  de  mucha  calidaij,  todo  porque  no  le  pidiese  el  robo  de  la 

é  porque  procuraba  el  dicho  Luis  García  el  senicio  de  Su  Majes- 

é  por  tal  lo  acuso  al  dicho  don  Francisco  Pizarro,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  teniendo  Su  Majestad  proveído  ó  mandado  que 

í  indios  que  no  se  cargasen,  é  habiéndolo  el  dicho  goberua<lor  *>  obispo 

idado  Á  pregonar  que  se  cumpliese,  cargaron  el  dicho  obispo  é  go- 

^ruador  é  Antonio  Picado,  su  secretario,  é  sus  hermanos  Hernando  6 

Son^salo  Pizarro,  muchaf;  é  innumerables  copias  de  indios  de  quinientos 

quinientos  con  sos  haciendas  é  mercaderías,  llevando  en  andas  é 

s  sus  perros  é  indias  é  mancebas,  desta  cibdad  al  Cuzco,  é  Are- 

'  barcas  é  Quito,  é  de  allá  acá  é  á  otras  partes,  é  con  su  íavor  han 

levado  sus  mercaderías  el  fator  y  el  veedor  desta  Nueva  Castilla,  é  sus 

igos,  ansimismo  penando  á  los  amigos  del  diclio  mi  padre  lo  que  lie- 

iban  para  proveimiento  de  sus  casas,  como  lucieron  á  Juan  Rodríguez 

rragán  é  á  Juan  Vázquez  de  Osuna,  por  ser  amigos  del  dicho  mi  pa- 

9,  lea  tomaron  lo  que  llevaban  para  sus  casas,  trayendo  por  los  cami- 

personas  de  mala  intención,  de  los  que  se  habían  hallado  en  la  bata- 

é  seido  en  matar  ^*  robar  los  cristianos,  como  fué  don  Pedro  Puerto 

rero,  Gómez  de  Tordoya,  Voz  Mediano,  Juan  Quijada  é  otras  perso- 

5,  los  cuales  Uimiiban  sus  haciendas  á  los  pobres,  y  á  los  demás  que 

malas  opiniones  del  dicho  gobernador  seguían,  dejaban;  ó  por  tal  lo 

é  pido  se  haga  información  dello,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  porque  se  aprovechase  Lioüziilo  Pizarro,  su  her* 

)>  le  dio  licencia  é  consintió  que  fuese  á  ranchear,  destruir  la  tierra, 

ade  fué,   rancheó,  destruyó,  maUi  mucho  número  de  indios  por  le» 

sus  haciendas  é  les  tomó  muchos  ganados  é  mantenimientos,  tra- 

io  de  mili  en  mili  los  carneros  cargados  de  maíz  á  la  cibdad  del  Cuz- 

mucho  número  de  indios  cargados,  ^  muchos,  innumerable  cantidad 

llevó  al  tiempo  que  se  fué  á  gobernar  la  provincia  de  Quito  quel 

bo  gobernador  le  había  dado  al  dicho  su  hermano,  todo  en  gran  desa- 

de  Su  Majestad  é  destruidón  de  la  tierra,  é  por  tal  lo  alego;  todos 

Fcuales  dichos  robos  hicieron  en  la  gobernación  del  dicho  mi  padre, 

¡  IjC  la  destruir,  como  la  destruyó  é  robo,  etc. 

Lo  otro,  digo  que  habiéndole  requerido  el  contador  Juan  de  Quz- 
y  tesorero  Manuel  Despinal  al  dicho  gobernador  que  no  destruyese 
,  gobernación  del  dicho  mi  padre  por  los  daños  que  los  naturales  resci- 
,  tierra,  4jgU&lli^tflEt9fldi^£^  dicho  goberna- 


422 


COLECCIÓH  DE  ODCl 


dor  é  Antonio  Picado,  su  sccroUirio,  quí»!  di 
bexnácíón  é  que  la  suya  llegaba  hasta  Flaiidos; 
íio,  que  los  castigarla,  é  otras  ptlabraa  de  deeací 
taclor  é  teaorero;  ó  por  tai  lo  apuso,  ete, 

L.0  otro,  tIi|ro  que  iioryuo  Niculás  Núñessí 
para  informar  á  Su  Maj.  títi  los  diohos*  del  ¡toa 
Pizarro  y  sus  hermauos,  lo  prendió  é  lo  quisa 
laeiones  é  lo  mandó  que  ííaliese  de  la  tierra  aJ  ( 
Franoi8co  Tlernándcj'.  é  á  líornando  d©  Sosa,  f 
é  delitíjB,  lea  mandó  con  informaciones  falsas 
Ralieeen;  é  porque  Francisco  Hernández  diji 
dejó  é  los  demás  en\ió;  todo  contra  dereeho 
Maj,t  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  don  l^'randsco  Pi» 
en  la  cobranza  do  la  hacienda  roal  por  su  projj 
los  oficiales  de  Su  Maj.  de  la  Nueva  Toledo»! 
contra  las  justicias  porque  lo  man  daban  oompfi' 
airado  contra  ellas,  diciendo  que  no  creía  en  I 
dar  matai'  á  palos  á  quien  comprase  las  tierras 
tados  por  la  real  hacienda,  por  quel  quería  qu€ 
fuesen  relevados  é  se  quedasen  con  ello,  lo  ci 
muchos  requerimientos  que  le  fueron  hechos:  ] 
poder  de  líii^  *'S(TÍhí!nn!í  ante  quirii  píii^arim,  i-if 

Lo  otro,  digo  que  porque  los  agraviados  e 
rando  juez  para  pedir  sus  agravios  é  injurias,  € 
dó  dar  pregones  con  penas  vergonzosas  que, 
declarando  el  dicho  pregón  ó  pregones  se  f  ueser 
cuales  los  querían  llevar  por  su  mandado  á  tieri 
no  quedase  ninguno  de  los  que  pudiesen  p< 
con  consejo  é  parescer  del  dicho  Antonio  Pi 
en  los  delitos  pasados  había  seido  parcial  é  c 
te  especificaba  todos  los  que  seguieron  la  c 
dre,  etc. 

Lo  otro,  digo  ques  á  cargo  el  dicho  don  E 
cha  suma  de  pesos  de  oro  é  marcos  de  plata  á 
malea  ó  Jauja  ó  Cuzco,  en  el  lugar  ó  mano  q\ 
diesen  en  sus  casas,  é  por  los  procesos  malos  q 


I 


hOBO  T  stt>  voMPASEBOü 


433 


que  consintió  hacer,  qoe  por  la  pesquisa  paroecetáa,  á  la  ctial  me  re- 
mito, tic. 

Lo  otro,  diga  quel  tücho  don  Francisco  Pizarro  dLó  cabea  que  se 
ámtroyese  la  provincia  fie  Arequipa  por  dar  Ucencia  qne  ¿Vlonso  Ikiii 
fuese  por  capitán  á  sus  indios,  el  cual  robó  la  tierra  é  mató  mucho  nú- 
ivi»  10  de  natnralea,  desenterró  é  sacó  mucha  suma  (ie  pesos  de  oro  é  hi£0 
muchos  robos  é  dafkks,  é  qoeri&idolo  castigar  Alonso  deOsdirem,  su  alcal- 
de mayor,  no  lo  consintió  porque  !e  íávoresció  Antonio  Picado»  su  secre* 
tario«  por  cobecho  de  pesos  de  oro  quel  dicho  Alonso  Ruiz  le  dio  del  dicho 
robo,  todo  por  culpa  del  dicho  don  Francisco  Pizarro;  ó  por  tal  lo  acuso 
dd  pido  se  vea  el  proceso»  etc. 

Lo  otro,  digo  que  por  dar  licencia  á  Jiian  de  Valdevieso  é  Tomás 
Vázquez  que  fuesen  ¿  sus  indios  llevando  consigo  mucha  gente,  quo 
n  laran  la  tierra,  se  alzó  la  provincia  de  *\ndesuyo  é  Condesuyo  contra 

rvicio  de  Su  Maj.,  todo  a  cargo  del  dicho  don  Francisco  Pizarro;  é 

Ital  lo  acuso,  etc. 
Lo  otro,  digo  quejando  todos  loa  pueblos  del  reino  en  la  cibdad  de 
los  Reyes  á  pedir  su  justicia  é  derecho  ó  pedir  lo  que  les  convenía»  el 
j        '    'ío  don  Francisco  Pizarro,  en  luchar  de  oir  las  partes,  se  iba  á  una  ca- 

^     i  donde  hacia  cal  y  aUi  se  estaba  sin  oir  á  las  partes;  é  otras  veces  los 

^  .'  que  lo  iban  á  buscar  lo  hallaban  en  el  rastrojo  espigando  trigo  con  los 

^  J  indios,  al  sol  é  aire  y  en  medio  del  día,  todo  lo  cual  haciendo  aquello  á 

era  aficionado  y  em  su  oficio,  y  por  no  hacer  justicia,  lo  cual  hacia 

i  i.  í<í  semana  é  dfas  de  fiesta,  andando  haciendo  los  dichos  oficios  ma- 

iuiaicoa  é  dejando  de  hacer  lo  que  convenía  al  servicio  de  Su  Maj.  y  al 

cargo  que  le  era  encargado»  é  siendo  ton  feo  se  lo  reprendían  é  monno- 

la  las  gentes  é  sus  criados  é  se  escribía  á  otros  pueblos;  é  por  tal  lo 

uj(;uso,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  teniendo  en  poco  lo  quo  había  hecho  contra  el 

servido  de  Su  Majestad,  deciéndole  sus  amigos  que  deshiciese  algunos 

i^l^Tavios,  decía  que  no  le  hablasen  en  ello,  que  dineros  habían  de  ha- 

r  y  quéstos  no  le  podían  faltar,  mostrando  quel  derecho  de  los  agru- 

ados  se  había  de  vender  por  dineros,  en  gran  desacato  de  Su  Majd.  ó 

tenosprecio  de  la  real  justicia,  é  por  tal  lo  acuso^  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  don  Francisco  Pizarro  nunca  se  ha  visto 

iberse  confesado  ni  recibir  los  santos  sacramentos,  de  cuatro  años  á 

part'    'V  "  londe  paresce  ser  mal  cristiano,  ó  paresce  ser  ansí  por- 


424 


COLECCIÓN  DE  DOCUMENT 


que,  en  toda  una  cuaresma,  no  quiso  venir  á  e 
por  no  la  oir,  aunque  lo  llamaban  á  pregones  < 
cadores,  etc. 

Lo  otro,  que,  con  gran  desacato,  no  quiso 
provisión  de  Su  Majd.  ó  otra  del  Consejo  de  Pi 
de  Aliaga,  que  Su  Majd.  se  la  había  dado,  pe 
Picado,  su  secretario,  deciendo  en  desacato  qu< 
no  podía  ser,  y  quel  oidor  Robles  había  hecho 
zones  contra  el  servicio  de  Su  Majd.  y  en  favo 
do;  por  lo  cual  so  dejó  de  cumplir  lo  que  Su  I 
dicho  Antonio  Picado  hobiese  la  escribanía  < 
prendió  al  dicho  Aliaga  llevantándole  que  hab 
otras  cosas,  todo  por  le  tomar  su  oficio;  é  por  1 

Lo  otro,  digo  que,  con  favor  del  gobernac 
criado,  peló  las  barbas  al  alcalde  Figueroa,  en 
ticia,  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  otro,  digo  que  la  cuaresma  que  lo  apr 
el  dicho  gobernador  estuvo  en  Tambo,  tenienc 
otros  caciques,  sacando  hoyos  y  enterramiento 
y  quemaron  muchos  indios  é  señores  escondid 
en  los  caminos  6  partes  que  no  le  fuesen  á  ver 
que  no  viesen  el  oro  6  plata  que  sacaban.  Con 
servicio  de  Dios  é  de  Su  Majd.,  quemó  á  los  ( 
Villa  Oiiia,  seyeiido  teiii<lo  entre  ellos  como  n 
entre  los  cristianos,  vn  gran  deservieio  de  Su  Mj 

Lo  otro,  (lii^o  íjuel  (li(;ho  Francisco  Pizarr 
(le  hombre  que  haya  (jueniado  indios,  á  lin  qi 
hermanos  los  que  han  (jucniado,  etc. 

Lo  otro,  íHc^o  que  en  las  trazas  de  los  pue 
á  los  conquistad<.)res,  dándolos  á  los  niercaderc 
ehaban  á  Antonio  Picado,  su  secretario,  é  se  1< 
solar  á  Juan  Díaz,  platero,  que  [rd^ó  de  las  hC' 
eitos  é  juguetes  (jue  había  hecho  á  Antonio  Pi 
los  regocijos  (jue  había  hecho  é  hacía  cuando 
venir  juez,  y  el  dicho  Juan  Díaz  so  quejaba  qi 
mili  pesos  los  dichos  indios  é  solares;  é  por  tal 

Lo  otro,  digo  (jue,  habiendo  gastado  de  la 


ALHAOBO  Y  8ÜS  COMPAÑEROS  425 

el  dicho  don  Francisco  Pizarro  más  de  cient  mili  pesos,  so  ciertas  colo- 
res, fué  nescesidad  de  mía  acémilla  para  llevar  á  Alonso  de  Alvaradó 
dos  tiros  de  artillería,  ó  amique  había  acómillas  de  buen  prescio,  vendió 
una  suya  en  quinientos  pesos,  pudiendo  valer  hasta  doscientos;  lo  demás 
es  obligado  á  restituir;  é  por  tal  lo  acuso,  etc. 

Lo  'otro,  digo  que,  notificándole  una  provisión  de  Su  Majd.  Diego 
Rodríguez  para  que  le  diesen  sus  indios,  respondió  el  dicho  gobernador: 
«Juro  á  Dios  que  no  seáis  en  ellos»;  todo  lo  cual  en  presencia  de  mucha 
gente,  ó  no  la  quiso  obedescer,  hasta  que  le  dio  orden  el  dotor,  su  te- 
niente, como  la  obedesciese  ó  no  cumphese,  é  ansí  lo  hizo;  é  por  tal  lo 
acoso,  etc. 

Lo  otro,  porque  le  iban  á  buscar  negociantes  á  la  calera  é  al  molino 
ó  al  rastrojo,  se  venía  y  escondía,  encerrándose  con  Reinoso,  jugando 
con  él  á  los  naipes,  de  noche  é  de  día,  sin  oir  á  las  partes  ni  hacer  jus- 
ticia, teniendo,  como  tiene,  el  dicho  gobernador,  costumbre  de  jugar  con 
gente  baja,  con  arrieros  é  barberos  é  marineros  é  otros  semejantes,  sin 
les  pagar  lo  que  pierde  é  cobrando  lo  que  gana,  etc. 

Lo  otro,  digo  que,  habiendo  tenido  Diego  de  Gumiel,  su  criado, 
grandes  desvergüenzas  y  desacatos  con  la  justicia  del  Cuzco,  estando 
preso  por  ellas  porque  había  quemado  ciertos  indios,  estando  preso 
con  diez  mili  pesos  de  oro  de  Peña,  se  soltó  de  la  cárcel,  y  el  dicho  go- 
bernador lo  consintió  porque  fué  á  sacar  un  tesoro  del  Quizquiz  á 
Jauja,  por  noticia  de  una  india  que  lo  había  visto;  y  habiendo  enviado 
tras  de  él  el  Licenciado  de  la  Gama,  su  teniente,  para  lo  prender  por  los 
dichos  dehtos  é  porque  iba  á  sacar  el  dicho  oro  escondidamente  de  los 
oficiales  de  Su  Majestad,  desparesció  la  dicha  india  porque  no  hobiese 
noticia  dello,  seyendo  público  haber  en  el  dicho  entierro  más  de  tres- 
cientos mili  pesos  de  oro;  todo  lo  cual  consintió  el  dicho  gobernador,  é 
no  consintió  quel  dicho  Diego  de  Gumiel  fuese  castigado  de  los  dichos 
delitos,  etc. 

Lo  otro,  digo  quel  día  de  San  Sebastián  del  año  de  quinientos  é 
cuarenta  é  imo,  por  una  carta  de  Gonzalo  de  Olmos  en  que  decía  que 
no  venía  juez  y  que  á  los  del  Consejo  no  podía  hartar  de  sartas  de  esme- 
raldas aunque  les  diesen  millaradas,  é  questoviese  seguro,  por  lo  cual 
el  dicho  gobernador  é  su  secretario  é  otros  delincuentes  de  los  robos  é 
muertes  hicieron  grandes  alegrías  é  juegos  de  cañas  é  otras  fiestas;  pido 
declare  lo  que  ha  dado  y  mandado  dar  á  cada  imo  de  los  del  Consejo  de 


m 


426 


COLECCIÓN  DE  DOC 


Indias  é  otras  personas  de  Corte,  para  c 
manera  de  emprestado  como  de  otra  ma 

Lo  otro,  digo  que  ha  escrito  el  dich 
chas  veces,  que  ha  gastado  de  su  hacien 
oro  para  la  pacificación,  sin  haber  gasi 
relación  falsa,  é  con  falsa  relación  de  su  s< 

Lo  otro,  digo  quel  dicho  don  Francii 
del  dicho  Antonio  Picado,  con  Beatriz,  n 
cedo,  é  á  su  pedimento  daba  indios  á  mi 
é  los  dio  á  Diego  de  Caravajal,  por  ser  ar 
triz,  teniendo  en  poco  el  consejo  de  los  1 
jantes,  é  por  ser  de  mala  inclinación,  eU 

Lo  otro,  digo  que,  teniendo  en  su  p 
zarro  á  la  mujer  más  principal  quel  dicl 
ría,  se  echó  con  ella  Gonzalo  Pizarro,  su 
porque  no  se  supiese  de  los  muchos  cris 
muerto  en  la  tierra  é  del  mucho  oro  q 
descubierto  la  dicha  mujer  del  Inga,  1 
ciendo  que  la  acañavereasen  Tico  é  Vill; 
paz  ansimismo  é  sabían  el  dicho  secret< 
tianos  é  por  qué  cabsa  se  había  alzado 
escureciese,  no  mirando  lo  que  convenía 
públicamente  é  por  su  mandado  fueron  e 
Tico  é  Villa  Orna;  y  el  dicho  Inga  se  en< 
muerte  de  la  dicha  su  mujer,  de  nuevo  1 
é  mató  dos  que  tenía  consigo  presos;  é 
que  mataba  los  susodichos  porquel  tngí 
manera  que  por  permanescer  en  su  tiran: 
hizo  las  dichas  muertes,  contra  todo  deri 
culpa  á  la  dicha  jaca;  é  por  tal  lo  acuso, 

Lo  otro,  digo  que,  por  haber  mand 
nador  las  dichas  crueldades,  muertes,  ro 
quebrantamientos  de  fees  é  pleitos  hoi 
campal  al  dicho  mi  padre,  como  le  dio 
su  mandado,  sin  rescebir  medios  ni  m( 
enviaba,  é  por  el  robo  de  la  cibdad  del  ( 
nación  del  dicho  mi  padre,  é  por  los  otr 


AIsMASmO  T  SCS   COXFASROS  42T 

3ve  y  traidor,  robador  de  la  tierra  de  3a  Majestad  é  gobonación 
icho  mi  padre,  é  por  lal  lo  acoso,  etc. 

Pido  á  vnestra  aetksm  me  haga  comptimieato  de  justicia  dri  dicho 
Francisco  Pizarro  é  de  los  demás  que  culpados  se  hallaren,  dedarán- 
por  traidor  é  aleve,  alzado  contra  el  servicio  de  Su  Majd..  usurpador 
L  jurídidón  é  robador  de  la  suprema  de  Su  Majd..  quebrantador  de 
leitos  homenajes  é  capitulaciones,  é  matador  de  cristianos  é  indios 
•ador  de  la  gobernación  del  dicho  mi  padre  é  de  su  hacienda  é  ^ 
aciendas  de  sus  criados  é  amigos:  matador  del  adelantado,  gob^er- 
r,  capitán  genenl  de  Su  >Iajd..  mi  padre,  declarando  «er  traidor 
!  en  la  dicha  muerte  é  muertes  e  robos,  mandando  hacer  cuartos,  é 
-as  más  graves  poias  se  le  pueden  dar.  se  le  den.  ejecutándolas  en 
^rsona  é  bienes,  pubücándolo  por  tal.  declarando  el  dicho  mí  padre 
ervidor  de  Su  Majd..  prendpio  é  medio  é  ¿n  de  ganar  estos  reinos- 
muerto  é  robado  tiránicamente  v  con  gran  traición  v  envidia,  con 
al  ser  muertos  los  dichos  espéñcies:  lo  cual  pido  con  los  mavores 
^amientos  é  instannai»  que  de  derecho  se  reqoieTen:  é  s  más  en  ¿or. 
e  debe  acusar.  príAes:o  de  le  acusar  coeoo  m^jor  de  derecl^  haja 
•;  é  si  más  solenidafi  se  requiere,  el  maj  ilustre  é  muj  magninoo 
>  de  vuestra  seíSoría  imploro,  v  jxiro  á  IHos  v  á  esta  cruz  j  á  las  pa- 
£  de  los  santos  cuatro  evang^r^ios  qae  im>  acu^jF  al  dicho  Fraadseo 
TO  maliciosamente,  ahro  por  ^Ictuzmr  cumplimiento  de  jtisticía.  *- 
3ea  castigado  de  scs  xnidfjofs  é  deirv»:  é  q'ie  sobre  todo,  cumpíí- 
ito  de  justicia  é  las  costas  pido  é  protesto — D^/n  Dútg^^  <fc  Altma^o. 


Visto  este  preseaut  proo^o  q^e  *e  :^  §e^óo  ^x«tra  Juaü  K/yifí- 
Barragán,  é  k»  demás  prceesos  ¿  ^^  iií^irü'iJ:^^  é  l/x  par^JWief^ 
«  letrados  que  se  hallaron  ur*íi^^x:5^,  4  ¡o  rer  r  examinar:  etc.. 
Fallo  que.  atento  las  f^^iK  é  deíiv/*  ';'j^  d^  í/>i  di^rfio^í  pro<í<JííO«  /»?- 
n  contra  el  dicho  J*atit  l&íArj;^jeL  lUumu¡/AsM  q*;^  í/s:  'fe*y>  Ah  f:/ju 
ar  y  condeno  en  p^^a  «i^  jour^rfie  :j^r*nu  ia  c'JUu  i/;  n»^  dada  erj 
manera:  que  aea  sacado  de  k  eár^  'V/ryi*:  <3rtá.  ^y/fi  v^/íí  d^  j/f'^o 
que  manifieste  sos  d^cv/f .  é  «ea  I^rr vio  4J  r '/IV/  d^  i*  ^la/>a  dwt* 
id,  atadas  las  maoof  a»»,  '>x^  qa*  v^j^  á  la  íjur^^U:  ^/f.   ro^  ">. 


428 


COLECCIÓN  DE  DOCÜMEB 


pregonero  que  manifieste  sus  delitos,  é  allí  s< 
turalmente  muera;  é  de  allí  no  sea  quitado  i 
é  más  le  condepno  en  perdimiento  de  todos 
claro  pertenescer  á  la  Cámara  ó  Fisco  de  Su  ^ 
proceso,  cuya  tasación  en  mí  reservo;  ó  por  ef 
juzgando,  ansí  lo  pronuncio  é  mando  en  estos 
Licenciado  de  la  Gama,  etc. 


IPICE  DE  ESll  im 


ALMAGRO  Y  SUS  COMPAÍfEROS 
III 


PÁG8. 


Observaciones  acekca  de  los  documentos  publicados  en  este  tomo       v 

I. — Información  levantada  ante  el  Gobernador  j  Oficiales   Reales 
para  averiguar  el  estado  en  qne  se  hallaba  la  gente  qne  Fran- 
cisco Pizarro  tenía  en  la  Isla  del  Gallo. — 29  de  Agosto  de  1 528.        1 
II. — Declaración  y  traspaso  que  hizo  don  Hernando  de  Luque  en 

favordel  Licenciado  Gaspar  de  Espinosa. — Gde  Agostodel531.      41 

'  III. — Carta  del  Licenciado  de  la  Gama  al  Rey. — 1 9  de  Julio  de  1582.      44 

IV. — Carta  del  Licenciado  Espinosa  al  Rey. — 5  de  Agosto  de  1532.      44 

T. — Carta  del  Licenciado  Espinosa  al  Rey. — 20  de  Octubre  de  1532.      49 

'  TI. — Carta  de  Francisco  bizarro  al  Rey. — 1.<*  de  Enero  de  1585.  .      54 

VIL — Carta  de   Hernando  Pizarro    al   Rey.— 15    de  Noviembre 

de   1535.    \   '. 58 

VIH. — Carta  del  tesorero  Antonio  Téllez  de  Guzmán  al  Rey.— 5  de 

Mayo  de  1536 00 

IX.— Real  cédula  á  favor  de  Rodrigo  Orgoños.— 8  de  Septiembre 

de  1536.    ..'...'.*•"•..' 62 

X. — Las  cosas  qne  pasaron  entre  el  adelantado  don  Pedro  de  Al- 
varado  y  el  mariscal  don  Diego  de  Almagro, — 25  de  Sep- 
tiembre de   1536 64 


> 


.480 i3rD|pi,i»ijBmi voxo 


Tieni-Finiie^al  Cornejo  dftli^^ 
2II>-IilfoiiiiMidii  hflohft  por  don  Di^  d»  Ábaagmi  MíUuébío 

dd  Oiuoo^  conte  Honudo  Piíttia^^^ 
Zm^Bad  oédnkNhtíTft  iDiqpkdo  Afan^ 
ZIY.*-OfftedeH0mMidoF!iHmal.B^f,--4do  Jdfo  • 

XY^-— OMtot  di  Bodrigo  (kgoflo^  int^^ 

pMto  Mgoido  por  «1  fboil  TUUobot'mitoft  dcm  Dfago  d» 
Afanagro  7  otaM^  tota»:  pnfémiaia  i  k»  UaoM  ■owmUadw 
del  adelantado  don  I>^go  de  Almagro  por  loa  daUtoa  éb  nba> 

UdiL--*l6S9.    .    .\   n    •    ., «... 

ZVL~l><dlaLeQiiordiBeoQrra9TliidadeJiiaadi  Ahnyeado,  veoiiia 
de  k  dudad  de  Mérida,  oon  Hemaaído  Pisairo^  aoln  la 
muerte  de-  Hamando  de  Almado,  «a  14jo^— S  de  Kaio 

de  IMO. 

XVn^-Lanior  de  Zelinoib  bermaaa  dd  adelaptado  don  Di^  de  Al- 
magro^ 7  IMqp»  de  SeviDaí  aa  primor  oon  Hcrnaiido  Flni^ 
adbcekmnertoqiMcgeoatóenflldidho  Adelantado  Tendo  de 
gobernador.^-lB  de  Majo  de  IMO.    •«••••••  UT 

XVUL— Ftaeaae  de  Joan  de  Torn^  veoino  de  k  lib  de  AtatodáfiTi 
por  if  7  en  sornto  de  Diqp>  de  Torvea»  an  hijo»  00a  Dkgó 

de  Alvaiado.— 81  de  Majo  de  1640 IH 

XIX.-— Título  de  enoomienda  á  foTor  del  capitán  Martín  Monje,  otor- 
gado por  el  gobernador  don  Francfaco  Pisarro. — ^17  de  Sep- 
tiembre de  1540 *    168 

XX. — Fragmento  de  consnlta  del  Goneejo  de  Indias  á  Sn  Majestad. 

—20  de  Septiembre  de  1540 170 

XXL — Carta  del  Licenciado  Villalobos  al  Bey»  acerca  del  proceso 
qne  Hernando  Pisarro  hizo  contra  Almagro.— 1.^  de  Octnbre 

de  1540 171 

XXTL— -Fragmento  de  consalta  de  los  Consejeros  de  Indias  al  Bey. — 

12  de  Diciembre  de  1540 171 

XXIIL-i^Carta  de  Felipe  Ontiérres  á  Sn  Majestad,  exponiendo  los 
perjuicios  %ae  le  cansa  (Gonzalo  Pizarro  y  sobre  la  convenien- 
cia dé  establecer  una  Audiencia  en  Lima.^80  de  Diciembre 

de  1540 174 

XXIV.-^Beal  cédula  despachada  á  las  justicias  de  Sevilla  y  Córdobaí 
para  que  reciban  cierta  información  sobre  él  pleito  entre  Die- 
go de  Alvarado  y  Hernando  Pizarro»  sobre  la  muerte  de  don 
Diego  de  Almagro. — 17  de  Febrero  de  1541 17t 


^\ 


ÍLDICE  DE  ESTE  TOMO  431 

XXY. — Copia  de  nna  relación  de  lo  que  escribe  á  Y.  M.  Hernando 

.     .  Piiarro.— 19  de  Marzo  de  1541 177 

KXYI. — Beal  cédnla  ordenando  á  Pizarro  dé  .licencia  para  pasar  á  Es- 
paña á  Joan  Balza  y  á  Jnan  de  Herrada. — 15  de*  Abril  de 
1541 .    . 180 

XVII. — Real  cédnla  sobre  gratificación  á  los  descubridores  y  conquis- 
tadores del  Nuevo  Reino  de  Toledo. — 6  de  Julio  de  1541.    •    181 

iyiII.--Real  cédula  para  que  se  haga  justicia  en  lo  tocante  á  las  deu- 
das contraidas  por  los  descubridores  del  Nuevo  Reino  de  To- 
ledo.—6  de  Julio  de  1541 182 

CXIX. — Informe  del  Fiscal  de  las  Indias  á  Su  Majestad  acerca  de  va- 
rias materias  relativas  á  don  Alonso  Enríquez. — 13  de  Sep- 
tiembre de  1541 188 

XXX. — Probanzas  de  Hernando  de  Sosa  contra  Hernando  Pizarro. — 

24  de  Septiembre  de  1541 184 

UCn.— Real  cédula  para  que  se  averigüe  y  declare  desde  dónde  co- 
mienzan los  limites  de  la  Nueva  Toledo.— 26  de  Octubre  de 
1541. 190 

XXII. — Real  cédula  para  que  se  den  á  Paulo  Inga  ciertos  tributos. — 

25  de  Octubre  de  1541 191 

XIII.— Real  cédula  para  que  se  favorezca  á  Paulo  Inga. — ^28  de  Oc- 
tubre de  1541 , 192 

XXIY. — Real  cédula  disponiendo  que  se  nombrotutor  á  Paulo  Inga. — 

29  de  Octubre  de  1541 193 

CXXV. — Real  cédula  confirmando  á  Paulo  Inga  la  donación  de  cierto 

solar. — 29  de  noviembre  de  1541 193 

KXYI. — Real  cédnla  para  que  en  casa  de  Paulo  Inga  no  se  ponga 

ningún  español  sin  su  voluntad. — 19  de  Noviembre  de  1541.    194 

XVII. — Real  cédula  para  que  se  haga  información  acerca  de  cierto 

agravio  hecho  á  Paulo  Inga. — 29  de  Noviembre  de  1541.    •    195 

i^YIII. — Real  cédula  sobre  ciertos  indios  que  Francisco  Pizarro  quitó 

á  Paulo  Inga.— 29  de  Noviembre  de  1541 196 

XIX — Real  cédula  para  que  se  haga  averiguación  lacerca  de  loe  es- 
pañoles que  entran  en  casa  de  Paulo  Inga,  con  malas  inten- 
ciones.—29  de  Noviembre  de  1541 196 

XL. — Real  cédula  para  que  que  se  deje  á  Juan  de  León  al  lado  de 

Paulo  Inga.— 29  de  Noviembre  de  1541 .197 

XLL— Real  cédula  para  que  se  informe  acerca  de  ciertos  indios  j 

tierras  que  solicita  Paulo  Inga.— 29  de  Noviembre  de  1541.    198 

XLII.— Real  cédula  ó  provisión  real  en  favor  de  Antón  de  Cerrada, 


433  íkdice  de  eítb  Tauo 

lUndolcf  el  derecho  de  umr  escodo  de  armas,— 24  de  Noviem* 

bredel541. . 

XLIIL — Información  del  estado  del  Perú  deepués  de  la  muerte  de  Pi- 
Karro.  Declaración  de  Juan  BaatÍBta  Pastene. — 12  de  Diciem- 
bre de  1541.     ......,.».     r    ....    < 

XLIT,— Fee  de  cierta  probanza  é  abtos  é  escrípfcnraa  de  don  Alonso 

Enríqnezcoatra  HertiándoPis&arro. — 19  de  Diciembre  de  1541. 

XL?.^Rea!  cédula  mandando  qne  no  se  haga  ejecncion  en  loe  bieneí; 

del  Adelantado  don  Diego  de  Alinagro  ni  en  loa  de  m  hijo* — 

15  de  Septiembre  de  1642.    *      .    * 

XLVL^ — Carta  á  S*  M*  de  Ventura  Bdtnin,  en  qne  se  refiere  lo  acae- 
cido en  el  viaje  que  hizo  Yaca  de  Castro  desde  Jauja  aJ  Cii£^, 
adonde  iba  con  gente  armada  coutra  don  Diego  de  Almagro, 
j  la  batalla  y  victoria  que  la  gente  de  Yaca  de  Castro   ganó 
■     "      de  la  de  Almagro  á  8  de  Octubre,— 8  de  Octubre  de  1542.  , 
XLYIh— Carta  á  S,  M.  de  Juan  de  Cáceres,  que  dice  haberse   ganado 
la  batalla  de  Chupas  contm  Diego  de  Almagro  el  16  da  Sep^ 
tiembre  de  1542. — 11  de  Marzo  de  1543.      ,     ,      ,     .    .    , 
XLYIIL — ^Proban^a  de  mérito»  y  servicios  del  capitán  Yaaco  de  Gneva- 

ra.— 20  de  Marzo  de  154^. , 

XLIX. — Real  cédula  en  recomendación  de  Paulo  Inga. — 28  de  Septiem- 
bre de  1543,      . 

L. — Declaración  de  Alonso  de  Huete  sobre  ía  batalla  que  se  dio  en 
el  Perú  entre  el  LiceHciado  Vaea  de  Castro  y  don  Diego  de 

Alnoiiigro.— Sin  fecha.  1548.     . 278 

LI.-^Declaración'qDese  tomóde  orden  del  Consejo  de  Indias  á 
Joan  de  Uscategui,  natnral  de  Ordufía,  qne  acababa  de  llegar 
del  Pera  y  de  ser  testigo  de  vista  de  lo  que  había  acaecido  en 
el  Cozco  entre  don  Diego  de  Almagro  y  el  Licenciado  Yaca 
de  Castro,  y  refiere  lo  qne  ha  presenciado. — 9  de  Agosto  de 

1548 27S 

LH.->-Caa8a  contra  Juan  Bodrígnez  Barragán.— Marzo  de  1548.    .    283 


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3051 
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Stanford  University  Libraries        1 

Slaníord,  California           ^M 

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