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Full text of "Colección de documentos inéditos, relativos al descubrimiento, conquista y organización de las antiguas posesiones españolas de América y Oceanía, sacados de los archivos del reino, y muy especialmente del de Indias. Competentemente autorizada"

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COLECaON  DE  DOCUMENTOS  INÉDITOS 

BBL  AllCHiyO  DB  VXÚÍJíB. 


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COLECCIÓN 


DOCUMENTOS  INÉDITOS, 

KELA.Tr*OB 

«1  dMOobrlmlento,  eonqnlsta  jr  oryaalsaclon 

DE  LAS  ANTIGUAS  POSBSIOKBS  BSPAflOLAS 

DE  AMÉRIOA.  Y  OGEANÍA, 

nu4M4«loiAreliliaade',  HiiÍm,  . 
7  mar  Mpedalmento  áél  de  ladlaa. 

I  AUTOBIXADA. 


MADRID. 

Imprenta  de  JosJ  Uarfa  Pérez,  Corredera  Biya,  2^. 
1871. 


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Bbpartimibnxo  db  la  cnroAD  db  GRACtAJs  i  Dios  t  sü  fün-^ 
DACIÓN  POR  Pbdro  db  Alvarado. — (Año  de  1536.)  (1) 


To  Gerónimo  de  San  Martin  escribano  de  Sa  Magos- 
tad y  80  notario  público  en  la  su  corte  y  en  todos  los  sos 
reynos  é  señoríos,  doy  fee  é  verdadero  testimonio  á  to- 
dos los  señores  que  la'presente  vieren,  como  el  muy  mag- 
nífico señor  Don  '  Pedro  de  Alvarado,  Adelantado  de  las 
provincias  de  Guatemala,  é  capitán  general  é  justicia  ma- 
yor en  esta  gobernación  de  Higueraa  y  Honduras  y  sus 
tierras  é  provincias  por  Su  Magostad;  por  ante  mí,  el 
dicho  escribano,  su  señoría  hizo  repartimiento  general 
de  los  pueblos  é  indios  naturales  dQ  la  dicha  provincia  de 
Higueras,  que  su  señoría  ha  conquistado,  de  la  jurédi- 
cion,  de  la  ciudad  de  Gracias  á  Dios;  que  su  señoría  nue- 
vilmente  ha  fundado  é  poblado  en  nombre  de  Su  Magos- 
tad, á  los  vecinos  é  conquistadores  y  pobladores  délla, 
e)  cual,  dicho  repartimiento  que  su  señoría  hizo,  es  este 
que  sé  sigue . 

En  la  villa  de  San  Pedro  del  Puerto  de  Caballos,' 
veinte  días  del  mes  de  Julio,  año  del  nascimiento  de 
Nuestro  Salvador  Jesucristo,  de  mil  é  quinientos  é  treinta 
6  seis  años,  el  muy  -magnifico  señor  Don  Pedro  de  AU 
varado.  Adelantado  de  las  provincias  de  Guatemala  é  ca- 
pitán general  é  justicia  mayor  en  esta  gobernación  de 
Higueras  é  Honduras  é  sus  tierras  é  provincias  por  Sa 


1)    ArehíTo  de  ludias.  PMránaté^  Bst.  I.*",  Oaj.  1/ 


' ' .  -  ■' ' 


6  DocmunrroB  diíditos 

Magestad,  en  presencia  de  mí,  Gerónimo  de  San  Martin, 
edcribano  de  Su  Magestad  é  su  notario  público  en  la  su 
corte  y  en  todos  los  reynos  y  señoríos,  dixo;  que  ha- 
biendo conquistado  y  ^pacifica,do  esta  ^provincia  de  Hi- 
gueras, bacía 4a . {)arte  deias^sier^'as,  ha  poblado  para 
Su  Magestad  una  ciudad  que  se  llama  la  ciudad  de  Gra- 
cias á  Dios,  para  que  esté  poblada  de  españoles,  y  la 
tierra  se  ennoblezca»,  y  lo&seoeres  v.  naturales  de  Ja  di- 
cha  tierra 5  que  están  debajo  de  la  obediencia  de.Su  JVIa- 
gestad,  como  los  que  de  boy  en  adelante  vinieren,  sirvan 
en  ella  á  los  vecinos  é.  pobladores  conquistadores  de  la 
dicha  tierra»  conforme  como  Su  Magestad  lo  manda^  por 
ende,  conformándome  con  la  provisión  de  Su  Magestad» 
en  que  manda,  que  los  seSoces  é  naturales  destas  partea, 
«  se  han  repartido  por  los  coaquistadores  é,  pobladores 
délla,  conforme  á  lo  que  en  ella  sirviere  é,  por  su  perso* 
na  mereciere;  teniendo  respeto,  á  la  calidad  y  persona  de 
cada  uno,  hacía  é  hizo  reparlimientageneral de  todas  los 
pueblos  y  jurisdicion  que  tiene  señalado  á  la  dicha  ciudad 
de  Gracias  á  Dios,  por  los  vecíaos  é  pobladores  dellarion 
la  «forma  é  manera  siguiente: 

Señaló  para  sí,  el  dicho  señor.  Adelantado  por  su  re* 
partimiento,  el  pueblo  de  Tómala  con  todos  sus  barrios 
y  estancias,  sacado  el  barriorde?  Posta  que  su  señoria  dio 
á  Hernando  Dalmao,  y  loa  cuatra  barrios  de  Temoaque?, 
el  de  Mayanlepa  y  de  Lepacbichí,  y  de  Congos. con. el 
pnebk)  de  Malan  y  el  puéblele  Care,  que  son  los  dichos 
pueblos  en  la  jurisdicion  déla  dicha  dudad,,  con  iodos 
sus  señores,  indios  é'  naborías  y  barrios  y  estancias  ;é 
pueblos  á  ellas  sugQlQs,  sc^und  ó  do  la  manera  giiadí* 
chos  pueblos  se  sirven. 

A  Andtés  de  Cereoeda»  ^  Goútador  de'Sa  ^Magostad 


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mu  ¿MBTfo  «B  mms.  7 

encesta -jodiierMoioe,  8é3aló<y  díó  de  repartimiBntD,  m. 
fl^ría,  el  pbebia  de  Tombía  con  Ids  pueblotsá  él  sbge* 
tos;  y  el  pueblo  de  Coanítagozyalax^  con  todos  susdefio- 
iBÉ  é  Sodios  éibarrios  ¿  esUmcias^  de  los  dichos  )pudblos 
éb  fepnr  lldv6  códala  de  r epartimientCK 

A  Diego  García  de  Célis,  Tesorero  de  8a  Magestad» 
«Sfldóiy  dióde  reparlimiento»  sa  sbBorta,  el  paebtotde 
Mácoloa  y  el  pueblo  de  Bylotegá,  i}ae  por  blro  nomb're 
se  llama  Choloy»  coa  todos  los  'señores,  iadios,  barrías 
y  estdneias'de  los  dichos  pueblos»  de  qué  lIe\<ÓGé(kila  de 
repaftimie&to. 

A  Jttan  de^  Ohaves,  Vecino  de  la  dicha  ciudad  y  al 
alcalde  mayor  y  capilaa,  ea  oombrede  Sa  Magostad, 
dio  y  señaló  sa  séSofía»  de  repartimieoítb»  ios  (pueblos 
ée  dlpoa  é  Sfab6t«a,  coa  todos  los  ipneblos  sogtítclB,  y 
ésItaDeias  y  barrios  y  señores  priacipales  de  Ids  ilichos 
ffneUés»  de  ({aeUevóeédala.  v  (^ 

A  HenoaQ  SaDebez;de  Al  varado»  vecino  de  la.idioklli 
ciudad»  dio  y  señaló  su  señoría»  de '  repArtiitti^nfOr  lo^' 
padHos  de  Lepacra  ^  GaaquéDConte  <y  Vooi^udi^  /pon 
todos  sos  sUgetos  y  'señores  iodioa»  de  ios  ditfaojSrfti^r 
Mee;  de  qoe  llevo  eédab. 

A  Gonzalo  de  Alvarado»  vecino  y  -alcalde  dotSa  fila^ 
gestad»  de  la  dicha  oítodad^díóy  seSflló.sa4^orí^».ld0 
isifMiMimieBto,  ids  pueMosde  Talca  y  {^írracra»  -ooil^dos 
sos  s^getos  ly  sraores  é  indios;  de  tos  de  ^ue  XíwA 
«¿daku. 

A  Gaspür  Swiilez»  vecino  y  regidor  de  la  dicha  «cw- 
dad»  dio  y  señaló  su  señoría»  de  repartimiento»  la.  miltA 
(bl  iphiebia  de  Ghi>|mn  é  Tacífqiie»  é  la  tniUMl  delfueblo 
te  TeeomatHTepet»  ctfn  la  mitad  dd  túá^  Ies^eUM»jft 
eHea  sogelos»^  se&oreS(é.f  ríncí|^dtes  é  iAdítíSl;  é  me»,  el 


8  DOCDHIIITOS   ináDITOS 

pueblo  de  Moneaba  con  sos  barrios  y  estancias,  qqes 
en  la  jurisdicción  de  la  dicha  ciudad;  de  que  llevó 
cédula. 

A  Alonso  de  Cáiseres,  vecino  de  la  dicha  ciudad,  di6 
y  señaló  sajseñoría,  de  repartimiento,  la  mitad  delpa^obló 
de  Arquin  é  Tuserquin,  y  la  mitad  del  pueblo  de  Teco- 
mat-Tepet,  con  la  mitad  de  los  pueblos  á  ellos  sugetos,  é 
señores  é  indios,  de  los  dichos  pueblos,  en  compañía  del 
dicho  Gaspar  Gáceres;  de  que  llevó  cédula. 

A  Juan  López  de  García ,  vecino  é  regidor  de  la  di- 
cha ciudad,  dio  y  señaló  su  señoría,  de  repartimiento, 
los  pueblos  de  Cazaclíca  y  Prerocotelaga,  con  todos 
sus  barrios  y  estancias,  señores  é  principales  indios,  de 
los  dichps  pueblos;  de  que  llevó  cédula. 

.  A  Juan  de  la  Puebla,  vecino  é  regidor  de  la  dicha 
dudad,  dio  -  y  señaló  su  señoría,  de  repartimiento,  los 
pueblos  de  Cálcame  é  Istacapa,  con  todos  los  pueblos  á 
eUósdugetos,  y  barrios  y  estancias,  señores  é  indios;  de 
ios  de  que'  llevó  cédula . 

'  ^  A  Aloneo  de  Montalban,  vecino  é  regidor  de  la  dicha 
dallad,  -díó  y  señaló  su  señoría,  de  repartimiento,  los 
pueblos  de  Gabaltepeque  y  Cuxongerique  y  Bayaquera, 
con  todos  los  señores  é  indios,  barrios  7  estancias  de  los 
dichos  pueblos;  de  que  llevó  cédula. 

A  Diego  de  Rivera,  vecino  é  regidor  de  la  dicha 
dudad,  dtó  y  se&iló  su  señoría,  de  repartimiento,  los 
pueblos  de  Guayguala  y  Quero,  con  todos  los  señores  é 
indios>  barrios  y  estancias  de  los  pueblos;  de  que  llevó 
«cédula. 

A  Pedro  de  Orellana,  vecino  é  regidor  de  la  dicha 
dudad,  dio  y  señaló  su  señoría,  de  repartimiento,  los 
pueblos^  de  Zambizambiqne  y  Colx,  con  todos  sus  bar- 


Mil  ÁMfíVPrO  DA  INBiU.  9 

ríos  y  estancias,  señores  é  iodíos;  de  )a  de  qae  llevó 
oédttia. 

A  HerModo  Daloiao,  algaacil  mayor,  di6  y  señaló; 
so  sbDoria,  de  repartlmienU),  los  pueblos  de  Poo^ques, 
pordflEía  de  Yamala  y  Ck>o¿era,  y  Selobaraec,  y  Qal^pet  y 
Voxolca,  coa  todos  los  seSores,  indios,  barrios  y  eslaa* 
cias  de  los  dichos  paeblos;  de  que  llevó  cédula. 

A  García  de  Alvarado^  vecino  de  la  dicba  ciudad, 
dio  y  se&aló,  su  señoría,  de  repartí  miento,  los  puebla 
de  Aguacha  ¿  Yuquiburtega,  con  todos  (os  señores  é 
indios,  barrios  y  estancias  de  los  dicbos  paeblos;  de  que 
llevó  cédula. 

A  Alonso  Ruiz«  vecino  de  la  dicba  ciiidadi  dio  y  se- 
ñaló su  señoría,  de  reparlimienlo,  los  pueblos  d^  ChjEiUe* 
pet  y  Sucbipetet  y  Bloncingo;  con  todos  los  señores,  in- 
dios é  barrios,  estancias  de  los  dicbos  pueblos;  de  qqe 
llevó  cédala. 

A  Perafén  de  Rivera,  vecino  ^e  ia  dic^a  ciudad,  dio 
é  señaló,  sa  señoría,  de  repartimiento,  Jos  pueblo^  de 
Yaguaquira  y  Cooquera,  con  todos  sus  'barrios  y  estan- 
cias, señores,  indios,  de  los  dichos  pueblos;  de  qqe  llevó 
cédala. 

Al  padre  bachiller,  dio  y  señaló  su  señoría,  de  ne^ 
partimiento,  los  pueblos  de  Abogaba  y  Ca^ayte,  GO0 
todos  los  señores  é  indios,  barrios  y  estancias,  d^  los 
didios  pueblos;  de  que  llevó  cédala. 

Al  contador  Francisco  Corilla,  contador  de  Sd  \Ma 
gestad,  de  la  proviapia  de  Guatemala,  porque  ,b^  servia 
do  á  Sa  Magestad  ep  estas  partes,  dio  y  iieñ^ló,,  ^e  re- 
partimiento, el  pueblo  de  Eoa,  con  to4os.  sus  barjrpoa  y 
estancias  é  señores  é  indios  del. 

A  Juan  de  Cereceda,  vecino  de  la  dicha  ciudiadi:  4'^^ 


tO  MGMlirrOB  MÉftlTOft 

y  señaló  su  señoría,  dereparttintefito,  el  pueUodeGo- 
locaa,  coa  todos  sus  barrios  y  estancias,  y  señores  é 
inilios,  del  <dícbo  piMt>lo;'de  que  Itev6  cédala. 

'A  JtíBQ  de  Urbína,  vecitfo  de  la  dicha  ciudad,  dió'y 
ííeBdló  &u  sisñorfa,  !de  repartíiieS<eDto,  los  pueblos  de  Ck^ 
cuyáguá  y  ^Lepaguala,  con  todos  los  barrios  y  esteDoias, 
señores  é  indios  délios;  de  qne-llevó  óédüla. 

A  Alonso  RóÜrfgüéz  Picado,  vecino  de  la  dicha  cía- 
Üad,  di6  y  señaló  su  señoría,  de  repartimiento,  los  pM- 
blos  de  Alatnani  y  BarechecuU,  con  todos  sus  barrios 
y  estancias,  señores  é  indios;  de  los  de  que  llevó  cé- 
dula. 

A  Pedro  Sánchez,  vecino  de  la  cicha  ciudad,  dio  y 
séñeló'su  «eñorfa,  de  repartimiento,  el  pueblo  de  Arcaio, 
con  todos  sus  indios  é  señores  é  barrios  y  estancífta^  lie 
aicho  pueblo;  de  que  llevó  cédula. 

A  Don  Pedro  Calderón,  vecino  de  la  dicha  ciudad» 
éñó  é  señaló,  su  señoría,  de  repartimiento,  los  pueblos 
del  Asistente 'y  de  Yeuralapa,'Cón  todos  sus  sugetoe  é^ae- 
ñéres  é  indios;  'de  ios  tle  ique'Uev^  cédula. 

A  Gábriélde 'Mendoía,  vecitio  de  la  dicha 'ciudad, 
dio  y  señaló  su  señoría,  de  repartimiento,  el  pueblo 'de 
6Qaymicagoala,'üon  todos  sus  señores  é  indios,  barrios 
y  estancibs  del  dicho  pueblo;  de  que  llevó  cédula. 

A  SotORídyor,  vecioo  de  la  dioha  ciddad,  dio  y  se- 
ñaló,  su  señoría,  de'repaftiíniento,  los 'pueblos  de  Obo* 
cóera  y  Olrstádmáyiai,  coü  todos  siís  señores  é  indiO^,'bar- 
rió!s'  Y  estancias;  del  tie  qué  \\ev6  céduhr. 

A<]iabriel  deKCábrera,  veciito  uto  la  Üichia  cmdad,'dió 
á  señalé,  su  señoría,  de  Repartimiento, 'Idíí  pueblos  de  Tüif- 
lagex  y  Egraronqui,  con  toÜós^Uss^ñOfte,  barrfO«í)y<é§* 
ttitíciafs  é  itídib&;'itoab8^uei|tetó  éédotb. 


DiL  Anadvo '  tne  immas.  11 

A  VkHHñ  de  ^HMrubia,  vetiúo  de  la  dicha  ciudad, 
diÓ'ér'MDífió'Su  seBorfa,  de  repartimiento,  los  pueblos  de 
Gonquira  y  MeHoqui,  con  todos  losdeñores  :é  indios, 
é  priocipales  de  los  diehoa  pueblos;  de  que  llevó  ce- 
derla. 

A  HeímmVrébo, cecino  deta  dicha  ciudad,  dio  é  se- 
ñaló, su  seoorta,  de  reparlimieoto,  los  púeblos'de  Guaba- 
capa  y  Leyamane  y-Teo^^era,  coa. todos  sus  señores  é 
iádios  é  prtucipaiea  é^  imrrios  y  estáñelas  de  los  dichos 
poébtos;  de  que  llevó' cédula. 

A  francisco  ^él  Ojo,  vecioo  de  la  dicha  ciudad,  dióé 
señaló,  su  señoría,  de  partimiento,  los  pueblos  de  Laya- 
gaa  y  Gnalmoiaca  y  Garcata,  con  todos  los  señores  é  in- 
dios, 'barrios  yestancias  de  los  üichos  pueblos;  de  que 
Hevó  cédula. 

A  Gasparin,  vecino  de  la  ^dicha  ciudad,  dio  é  señaló, 
SQ 'Señoría/ de  repartimiento,  ol  pueblo  de  Culquin  con 
tódoa  los  señores  é  iddios,  barrios  y  estancias  de  dicho 
pueblo;  de  qucrUevó  cédula. 

A  Alvaro  Gil,  vecino  déla  dicha  ciudad,  dio  é  señaló, 
so  séñorta,  de  repartimfento,  los  pueblos  de  Getapal  y 
Téguyc^alpá,  con^  todos  los  señores,  indios,  barrios  y 
tatancias;  de%s  de  que  lleró  cédula.' 

A  Francisco  Mexia,  vectuo^de  la  dicha  ciudad,  dio  é 
aé&aló,  su  señoría,  der  repartimiento,  los  pueblos  de  Ma- 
léMt  y  (Ronquera,  con  (ódos  los  señores,  estancias  é  bar- 
riba,  de  fea  dichos*  pueblos;  de  que  llevó  cédula. 

A  Francisco  de  Tejo,  vecino  de  la  dicha  ciudad,  dio 
é^éfiáfó,  sii'señot-fa, 'de  repartimiento,  el  pueblodeChol- 
ifiíoa  coDf^tddos'  sus  barrios  y  estandaSyS^ores  é  iiidios; 
de  que  llevó  tíédvrta. 

A  'Francistro  de  Castro,  vecino  de  lia  dicha  ciudad. 


13  DOCCMKNTQS  UfX^ITOft 

idió  é  señaló,  eu  senoria»  de  repartímíeoto,  el  pueblo  de 
Toynca,  con  lodos  sus  seuores  é  iqdios»  barrios  y  están* 
cias,  de  dicho, pueblo;  deque  llevó  cédula. 

A  MartÍQ  Sánchez  Merino,  vecino  de  la  dicha  ciudad, 
dio  é  señaló,  su  señoría,  de  repartimiento,  el  pueblo  de 
Yocongora,  con  todos  sus  barrios  y  estancias  y  señores 
é  indios  de  dicho  pueblo;  de  que  llevó,  cédula. 

A  Cristóbal  Romo,  vecino  de  la  dicha  ciudad^  dio  y 
señaló,  su  señoría,  de  repartimiento,  los  pueblos  de  In- 
depuca  y  Lautique,  con  todps  sus  barrios  y  estan- 
cias, señores  é  indios,  de  los  dichos  pueblos;  de  que  lle- 
vó cédula. 

A  Bartolomé  Sánchez^  vecino  de  la  dicha  ciudad,  dio 
¿señaló,  de  repartimiento,  el  pueblo  de  Chamalgui,  con 
todos  sus  señores  é  indios  é  barrios  y  estancias  de  dicho 
pueblo;  de  que  llevó  cédula. 

A  Juan  Niño,  vecino  de  la  dicha  ciudad,  dio  y  señaló» 
de  repartimiento,  el  pueblo  de  Nyaguategad,  con  todos 
sus  barrios  y  estancias  é  señores  é  indios;  de  que  llevó 
cédula. 

A  Pedro  de  Paz,  vecino  de  la  dicha,  ciudad,  dio  é  se- 
ñaló su  señoría,  de  repartimiento,  el  pueblo  de  Gualialar 
ga,  con  todos  los  señores  é  indios,  estancias  ó  barrios  del 
dicho  pueblo;  de  que  llevó  cédula. 

A  Francisco  Pérez  Gallego,  vecino  de  la  dicha  ciu- 
dad, dio  é  señaló,  de  repartimiento,  el  pueblo  de  Comii- 
nerencha,  con  todos  los  señor  es,  barrios  y  eslancis»  é  in- 
dios; de  que  llevó  cédula.  »     ^ 

A  Anaya,  vecino  de  la  dicha  ciudad,  dio  é  seps^ld, 
de  repartimiento,  el  pueblo  de  Cara,  con  todos  sus  seño- 
res é  indios  y  estancias;  de  que  líevó  ^cédula. 

A  Ortiz,  vecino  de  la  dicha  ciudad,  dio  é  señal(>,  de 


.  -• 


DIL  AKGHIVO  DK  INDUS.  13 

repartimieDto,  el  pueblo  de  Guatíolaga,  que  es  otro  de 
qoestá  dado  á  Pedio  de  Paz,  y  es  el  más  cercano  á  la 
ciudad,  con  lodos  los  señores  é  indios  é  barrios,  estaiH 
cias  de  dicho  pueblo;  de  que  llevó  cédula. 

A  Alonso  Polo,  vecino  de  la  dicha  cíadad,  dio  6  se- 
ñaló su  señoría,  de  repartimiento,  el  pueblo  de  Eguaen« 
pe,  con  todos  los  seSores  é  indios  é  barrios,  é  estancias 
de  dicho  pueblo;  de  que  llevó  cédula. 

A  Cristóbal  Inrante,  vecino  de  la  dicha  ciudad,  dio 
é  señaló,  de  repartimiento^  el  pueblo  de  Bilo,  con  todos 
los  señores  é  indios  de  dicho  pueblo,  barrióse  estancias; 
de  que  llevó  cédula. 

A  Juan  de  Illescas,  vecino  de  la  dicha  ciudad,  dio  é 
señaló,  de  repartimiento,  los  pueblos  de  Ceytatescala, 
Alachigua,  con  lodos  los  señores  é  indios  é  barrios,  é  es* 
tancias  déllos;  de  que  llevó  cédula. 

A  Pedro  del  Algaba,  vecino  de  la  dicha  ciudad,  dio 
é  señaló,  su  señoría,  de  repartimiento,  el  pueblo  de  Go« 
tecola,  con  todos  los  señores  é  indios  é  barrios,  éestan-' 
cias  de  dicho  pueblo;  de  que  llevó  cédula. 

A  Diego  Licaño,  vecino  de  h  dicha  ciudad,  dio  é 
señaló,  de  repartimiento,  el  pueblo  deQueliqueorancon 
todos  los  señores  é  indios  é  barrios  y  estancias  del;  dé 
que  llevó  cédula. 

A  Espindola,  vecino  de  la  dicha  ciudad,  dio  é  s^aló, 
de  repartimiento,  el  pueblo  de  Chacata,  con  todos  los 
señores  é  indios  é  barrios  y  estancias;  de  que  llevó  cé- 
dula. 

A  Alonso  García,  vecino  de  la  dicha  ciudad,  dio  é 
señaló,  de  repartimiento,  el  pueblo  de  Arapoca  con  to- 
dos los  señorea  é  indios  é  barrios,  é  estancias  del;  de  que 
llevó  cédula. 


14  DQowmro^  u^^o^. 

A  Jaao  de  Rojas^  vecino. da  la*  dicha  ciudad,  di6  é 
%eñ9Í6t  de  repartiipieoto)  el  pqeblo  de  Tooolelin^  cqh 
tedios  Jos  se&ores  é  iodjoa  é  barrios»  é  esMineias.de  dicha 
paeblo;  de  que  Iley6  cédula* 

A  Franoi^o  Gallegp,  veoioo  de  la  dicha  ciudad,  d¡6 
érswaló  su  seo^ía,  de  rep^rtimieQio,  el  pueblo  deOra^ 
yfty.Gualceque,  cop  todos  los  señores. é  indios,  bairrios 
y  estancias  déllos;  de  que  ll^vó  cédala. 

A  Juan  Antonio,,  veeino^de  la  dicha  ciudad,  dio  é 
se&aló,.  de  reparliiDiQnlo,  los  pueblos  de  Lepatoa  y  Ea** 
cayolapa»  con  lodos  los  señores  é  indios,  é  barrios  y  es-* 
tancias  déllos;  de  que  llevó  cédula. 

AMartiodel  Aiamteda,.  veqioo  de  la.  dicha  ciudad, 
di<i.é>seBaló,  de  repartímieato,  los  pueblos  de  Orotega  y 
Goacabasqueque,  con  iodos  los  señores*  é  indios  é  bar* 
ríos  y  estancias  déllos;  de  qu^' llevó  cédula. 

A  Juaa  Alonso,  vecino  de  la  dicha  ciudad,  dró  é  se- 
D8[lói  dereparlimiento,  el  pueblo  de  Ciluytique,  con  lo- 
()es,los señores.é  indios  é  barrios  y  estaocias  del  dicho 
pueblo;  de  que  llevó  cédula^ 

A  Cristóbal  de  Villalobos^  vecino  de  la  dicha  ciudad, 
dio)  ^.señaló,  de  repartí  miento,  el  pueblo  de  Congolqn, 
QOn  todos  los  señores  é  indios,  barrios  y  estancias  del 
dicho  pueblo;  de  que  llevó  cédula. 

A  Andrés  García,  vecino  de  la  dicha  ciudad,  dio  é 
señaló,  de  repartimiento,  el.  pueblo  de  Olonlepen,  con 
todos  los  señores  é  indios  é  barrios,  é  estaocias  de  dicho 
paeblo;  de  que  llevó  cédula. 

A  Bartolomé  Sac^chez,  vecioo,  de  la,  dicha  ciudad, 
dio  é^  señaló^  de  reparMmieato,  el  pueblo  de  Tengrugqn, 
00^  todos  los  señores  é  indioa  é  barrios,  é  estanciafi  de 
dicho  pueblo;  de  que  se  dio  cédula. 


A  HenMftdo  deAvila^  vecino  deja  dícka  cMf^d^  di6 
é  8eaal6  de  repariimjeByU)^  el  pueblo  de  I^ptepan,  co9) 
todos  loa.sefioreB  é.  indios  é  barrioa  de  dicho •  puetil9>  y> 
estancias;  de  qoe  se  dio  cédula. 

A  AlonsQ  García*  vecino  de  la  dioba/Cíudad,  di0  é  se- 
ñala» de  reparlioüenlo»  el  pueblo  de  TiqaaioiA»;  cpa  tat. 
dos  loa  aeftoresi  barrtosi.y  eslauoap  del;  de  qq.9.  llevó, 
cédala. 

A.Diego  de  Espinosa»  vecino  de  la  dichat eludid»  dio 
éaeñaió*  de  repartimiento»  el  pueblO{de  Coeo4la,  con  ton 
dos  los  señores  é  indios,  barrios  i  y.  estaueifla  del  uv  h'> 
pueblo;  de  que  llevó  cédula» 

A  Ffa.noiseo  Gallego»  vecino.de  ladiob*  ciudad;  dio 
ésMaló»  de  reparUniieoto,  el  pu^lode  Lepóla  con  lodos, 
los  señores,,  barrios  y  estancias»  é  indios  dedíoho  pue** 
blo;  deque  llevó  cédula! 

A  Hernand  Gutierres  Gallego»  vecino  de  Udiql^a  ciu- 
dad» dtóéseíaló»  de  ropartimiento,  el  pueblo  de  l^ffi^t^*- 
na,  coa  todos  los  señores  é  indios  ó  barrios  y  estapcias 
de  dicho  pueblo;,  de  que  llevó  cédula* 

A  Gregorio  Lopec»  veoioo  de  la  diqba  oiudadi  dio  é 
señaló»  de  repartimienlo»  el  puebU)  de  Tanaena», con  to*. 
dos  loe  aenores  é  indios  é  barrios  y  estancias,  de. dichos 
pueblo;  de  que  llevó  cédula. 

A  Francisco  PaniagOt  vecino  de  la  dicha  ciudad»  dio 
é señaló,  de  repartimiento»  el  pueblo  de  LacantiqueQ^con* 
lodos  los  señorea  é  indios,  estancias  é  barrios  de  di^boi 
pueblo;  de  qoe  llevó  cédula. 

A.  Luis  de  Rivera,  vecino  de  la  dicha  cÍQc|ad»'.  díó  é 
señaló,  de  repartimiento,  el  pueblo  de  Polopele,  con  tor^ 
dos  los  señores  é  indios»  estancias  é  barrios»  de  dioho> 
pueblo;  de  que  llevó  cédula. 


16  DOGVMSIfTOS  tNimTOft 

A  Alonso  Pérez  Portugués,  vecino  de  la  dicha  ciudad, 
di6  é  denalóy  de  repartimiento,  el  pueblo  de  Gualmoca, 
con  todos  lod  señores  6  indios,  estancias  é  barrios  de  di- 
cho'pueblo;  de  que  llevó  cédula. 

A  Pesquera,  vecino  de  la  dicha  ciudad,  dtó  é  seialó, 
de  repartimiento,  el  pueblo  de  Intibogana,  con  todos 
los  señores  é  indios,  bardos  y  estancias  de  dicho  pueblo; 
de  que  llevó  cédula. 

'  A  Martin  López,  vecino  de  la  dicha  ciudad,  dio  é  se- 
ñaló, de  repartimiento,  el  pueblo  de  Quexomalaca,  con 
todos  los  señores  é  indios,  barrios,  estancias  de  dicho 
pueblo;  de  que  llevó  cédula » 

A  Diego  Román,  vecino  de  la  dicha  ciudad,  se  dio  é 
señaló,  de  repartimiento,  el  pueblo  de  Achapla,  con  to- 
dos los  señores  é  indios  é  barrios  y  estancias  de  dicho 
pueblo;  de  que  llevó  cédula. 

A  Juan  Reman,  su  hermano,  vecino  de  la  dicha 
ciudad,  dio  é  señaló,  de  repartimiento,  el  pueblo  de 
Tambalaquira,  con  todos  los  señores  é  indios,  barrios  y 
estancias  de  dicho  pueblo;  de  que  llevó  cédula. 

A  Antón  Sánchez,  vecino  déla  dicha  ciudad,  dio  é 
.señaló,  de  repartimiento,  el  pueblo  de  Ycauta,  con  todos 
los  señores  é  indios  é. barrios  y  estancias  del  dicho  pue- 
blo; de  que  llevó  cédula. 

A  Juan  Bautista,  vecino  de  la  dicha  ciudad,  se  dio  é 
señalo,  de  repartimiento,  el  pueblo  de  Guana,  con  lodos 
los  señorea  é  indios  é  barrios  y  estancias  de  dicho  pueblo; 
de  que  llevó  cédula. 

A  Juan  Quintero,  vecino  de  la  dicha  ciudad,  se  dio 
é  señaló,  de  repartimiento,  el  pueblo  de  Colapa,  con  to- 
dos los  señores  é  indios  é  barrios  y  estancias  de  dicho 
pueblo;  de  que  llevó  céduta. 


A  Joan  de  Bayona»  veciad  de  la  <fidi«  ciudad;  di6  é 
salaió»  de repanimieato,  el  paebto deGualiocin,  cootid^ 
doB  los  neSores  é  indios  é  barrios  j  esiaocias  de  dicb<> 
pueblo;  de  que  llevó  cédula.. 

A  Rodrigo  Portogués,  veeíno  de  la  dtcba  dudad»  dio 
é  señaló,  de  reparlímieóto,  el  pueblo^de  Lepacalaca,  ooii> 
todos  los  s^orefr  é  indios  é  barrios  y  estancias  de  dicho- 
pueblo;  de  que  llevó  cédulas.. 

A  Nicolás  Caragocés,  vecino  de  la  dicha  ciudad,  dio 
é  señaló,  de  repartimiento,  el  pueblo  de  Tepoqu^i,  coa 
todos  los  señores  é  indios  é  barrios  é  estancias  de  diehO' 
pueblo;  de  que  llevó  cédula. 

Á  Juan  Ferrel,  vecino  de  ia  dicha^  ciudad,  dió  é  se- 
ñaló, de  repartimiento,  el  puebla  de  Yeláquine,  eon  todos 
los  stores  é  indios,  barrios  y  esta  acias  de  dicho  pueblo^ 
de  que  llevó  cédula. 

A  Juan  de  Zamora,  vecino  de  la  diclxa  dudad,  dió  é 
señaló,  dé  repartimientot,  el  pueblo  de  Xoyokace,/con 
todos  los  señores  é  indios»  barrios  y  estancias  de  dicho 
pueblo;  de  qae  Revo  oAAiia. 

A  Zuazo,  vecino  de la^lícha ciudad,  dióé  scSaló^de- 
repartimienCo,  el  pueblo  de  Nagala,  con  todos  ios  señores 
é  naturales  é  indica  é  barrios*  y  estancias  de  diqbo  pue- 
blo; de  que  llevó  cédula. 

A  Francisco  Enriques ,  vedino  da  la  dicha  ciudad, 
dióé:8€£al6v  de  repartimieáto,  el  pueblo  de  Otrosabu- 
tepeteconplco,  con  todos  los  señores  é  indios  é  barrios  y 
estandaa  de  dicbo^  pueblo;  dé  qaé  lleivó  cédula* 

A  Hernando  de  Illescas,  vedao  de  la  dicha  ciudad, 

dió  6  señaló,  de  repartioneoto,  el  puebfo  de  Vabalagaer- 

ra,  coDttodos  los  s^onee  é  indios  é barrios  y  estandasdí9 

cBdio  pueblo;  dd  <rae  llevó  eédala. 
Tomo  XV.  .  2       * 


18  MMnmiirros  inbktos 

A  Atexos  Rodrigo,  vecino  de  la  dicha  ciudad»  di6  é 
señaló,  de  repartimiento,  el  paeblo  de  Elgaeee,  con  to- 
dos los  señores  é  indios,  barrios  y  estancias  de  dicho 
pneblo;  de  que  llevó  cédula. 

A  Gil  Sánchez  Colmenares,  vecino  de  la  dicha  ciudad, 
se  dio,  de  repartimiento^  el  pneblo  de  Giguatepe,  con 
todos  los  señores  é  indios  é  barrios  y  estancias  de  dicho 
pueblo;  de  que  llevó  cédula. 

A  Paz,  vecino  de  la  dicha  ciudad,  dio  é  señaló,  de 
repartimiento,  el  puebto  de  Vaxalota,  con  todos  los  se- 
ñores  é  indios  é  barrios  y  estancias  de  dicho  pueblo;  de 
que  llevó  cédula. 

A  Andrés  de  Frades,  vecino  de  la  dicha  ciudad,  dio 
é  señaló  de  repartimiento,  los  pueblos  de  Yusmaquin  y 
Teslace  y  Guaquecingo  y  Xiloasguatetam,  con  todos  los 
señores  é  indios  é  barrios  y  estancias  de  dicho  pueblo; 
de  que  llevó  cédula. 

A  Pedro  de  Ondansar,  vecino  de  la  dicha  ciudad,  se 
dio  é  señaló,  de  repartimiento,  el  pueblo  de  Quinpes, 
con  todos  los  señores  é  indios  é  barrios  del  dicho  pneblo 
y  estancias;  de  que  llevó  cédula. 

A  Juan  Rodríguez  Cabrillo,  vecino  de  la  dicha  ciudad, 
dio  é  señaló,  de  repartimiento»  el  pueblo  de  Teota  é  Go* 
tela,  con  todos  los  señores,  indios,  barrios  y  estancias  de 
dicho  pueblo;  de  que  llevó  cédula. 

A  Juan  Ramírez,  vecino  de  la  dicha  ciudad,  se  dio  é 
señaló,  de  repartimiento,  el  pueblo  de  Recebulquin,  con 
todos  los  señores  é  indios  é  barrios  y  estancias  de  dicho 
pueblo;  de  que  llevó  cédula . 

A  Juan  Gamacho,  page  de  so  señoría  y  vecino  de  la 
dicha  ciudad,  se  dio  é  señaló,  de  repartimientOi  el  pueblo 
de  Tuquinlaca,  con  todos  los  señores  é  indios  é  bar* 


rio6  y  eataacU»  de  dicho  paeblo;  de  que^llevá  có* 
dala. 

A  Diego  Rodrigo  Portugués,  vecino  de  la  dicha  cía» 
dad,  díó  é  señaló,  de  repartimiento,  el  pueblo  de  Guau» 
cepla,  con  todos  los  stores,  indios  é  barrios  ;  estancias 
de  dicho  pueblo;  de  que  Uev6  cédula. 

A  Gerónipio  de  Salinas,  vecino  de  la  dicha  cnudad, 
dio  é  señaló,  de  repartimiento,  el  pueblo  de  Yoconeras, 
con  todos  los  señores,  indios  é  barrios  y  estancias  de  di- 
cho pueblo;  deque  llevó  cédula. 

A  Tunencia,  vecino  de  la  dicha  ciudad,  dio  é  señaló, 
de  repartimiento,  los  pueblos  de  Chinchen  y  Nuasga,  con 
todos  los  señores  é  indios  é  barrios  y  estancias  de  dicho 
pueblo;  de  que  llevó  cédula. 

A  Carrillo,  vecino  de  la  dicha  ciudad,  dio  é  señaló» 
de  repartimiento,  el  pueblo  de  Aguaeroa,  con  todos  los 
señores  é  indios  é  barrios  y  estancias  de  dicho  pueblo; 
de  que  llevó  cédula. 

A  Ñuño  Leal,  vecino  de  la  dicha  ciudad,  dio  é  S6« 
Saló,  de  repartimiento,  el  pueblo  de  Comorchacalapa, 
con  todos  los  señores,  indios  é  barrios  y  estancias  de  di* 
cho  pueblo;  de  que  llevó  cédula. 

A  Molina,  vecino  de  la  dicha  ciudad,  dio  é  señaló, 
de  repartimiento,  el  pueblo  de  Otoacinaquin,  con  todos 
los  señores  é  indios  é  barrios  y  estancias  del  dicho  pue- 
blo; de  que  llevó  cédula. 

A  Miguel  Garcia,  vecino  de  la  dicha  ciudad,  dio  é 
señaló,  de  repartimiento,  el  pueblo  de  Coroijucoroayas- 
lexet,  con  todos  los  señores  é  iodíos,  barrios  y  estancias 
de  dicho  pueblo;  de  que  llevó  cédula. 

A  Melchor  Manso,  vecino  de  la  dicha  ciudad,  dio  é 
señaló,  de  repartimiento,  el  paeblo  de  Chacare,  con  to- 


20  iM)cui»irros  inittTOs 

áos  los  seSores,  rncNas  é  bárrro8  f  estancids  de  dicho 
paeblo;  de  que  llevó  cédala. 

A  Frautisco  Loper,  portugués»  vecino  de  la  dicha 
ciildbd,  dio  é  senaió  de' repartimiento,  el  pueblo  de  Guai- 
cán, con  todos  los  seBores,  indios  é  barrios  f  estancias 
de  dicho  paeblo;  der  que  lleTÓ  cédula.. 

A  Francisco  Piñón,  vecino  de  la  dicha  ciudad;  dio  é 
se&aló,  áe  repartimiento,  el  pueblo  de  Cafutiana,  con 
todos  los  señores,  indios  é  barrios  y  estancias'  del  dicho 
pueblo;  de  que  llevó  cédula. 

T  asi  acabado,  su  señoría*  lo  firmó  de  su  nombre  en 
el^regfstro: — El  Adelantado,  Pedro  de  Alvaradb. — En  fé 
d&io  cual,  segund'  que  antes  pasó  dé  mandamiento  de 
Su  Señoría:  lotice  espedir,  segund  que  antes  pasó;  en  fé 
de  lo  ctial,  fice 'aqui  este  mió  signó  á  tal. — Hay  un  signo. 
— En  testimonio  de  verdad. — Gerónimo  de  San  Martin, 
escribapo  de  Su  Magestad. — Entre  dos  rúbricas. 


Repartimiento  db  la.  villa,  de  San  Pedro  de  Puerto  de 

0 

CaBALIOS  y  su  FÜNDACtON  POR  pEDRO  t)E   AlV ARADO. — 

(Año  de  1536.)  ;(1) 


Yo  Gerónimo  de  San  Martin»  secretario  de  Su  Ma- 
gestad, é  su  notario  público,  en  la  su  corte  y  en  todos 
los  sus  reynos  é  señoríos^  ddy  fé  é  verdadero  testimoniOi» 
á  todos  los  señores  que  la  presente  vieren,  como  el  muy 
magnifico  señor  Don  Pedro  de  Alvarado^  Adelantado  de 


*  (1)    Arelii^  de  IndftB.  PaCfonzfo,  [Bst.  I.**,  Caj.  1/ 


taa  provincias  de  Guateauda^  cafátoo  geoeral  <ó  juatíoia 
mayor  ea  esta  fgoberAaoíoa  da  Eljgueras  é  Soadwaa»  i 
sos  tierras  é  proviocias j^or^Su  Magestad,  por^temí,  ai 
dicho  eacribano;  :&a  «señoría»  habiendo  conqoisfado  loa 
oatarales  de.  la  dicha  goberoacioa,  hizo  reparüoiiento 
geoeral  de  los  paeblos  é  iodioa  naturales  de  la  tierra  de 
la  íurisdiccioQ  d^  k  villa  de  San  Pedro  de  Puerto  de 
Caballos,  que  su  aeoorlja»  fundé  é  pobló»  .para  Su  Mages- 
tad,  á  los  vecinos  é  pobladores  é  coiMjuisjtadAres  déUa, 
el  cual  se  hizo  en  la. formad  manera  siguiente^ 

En  la  villa  de  Sao  Pedro  del  Puerto  de  Cabailosi 
ijuincadias  del  o^  de  Julio  ano  del  vaciiniento  de  Jfpear 
tro  Salv.adar  lesucnsto»  de  mili  é  quinientos  é  treinta  ^é 
aeisanos^  el  miiff  mieignlfioo  señor  Don  P^o^e  Alvar 
lado.  Adelantado  de  las  provincias  de  Guatemala»  capí'- 
(ao  general  é justicie  mayor  en  esta fober nación  de  Si- 
gueras  é  Hcadoras,  ¿  aos,  tierras  é  provincias^  por  $a 
Mageatad;  en  preaenciade  mU  Gerónimo  de  San  Martin^ 
escribano  de  Su  Ma gestad,  é.  su  notario  público /S^. la 
m  corte  y  en  todos  los  sus  reynos  ó  seoorios^  dijo:  que 
habiendo  conquistado  é  pacificado  esta  .provincia  de  Si- 
j^enaa,  hacia  la  parte  46l  Puerto  de  Cabalios  é  poblado 
para  Su  i^agestad,  esta  villa  de  San  Pedro  ile  Puerto  de 
Caballos,  para  j}(iemta  tienra  sea  Aoblecida  y  los  <seMres 
j  naturales  á^  loa  pueblos  de  la  4icha  fierra  (¡uostao  de* 
b$ljode  la  lobediei^cia^e&u  Magostad »  €omo  de  los  qoe 
de  hoy  eo  adelanto  vinieren ,  sirvaj»  en  ella  á  los  vecinos 
é  coaqiiJBtadQres4^.|a4ichi|»tíerr^  conforme  ikwo  ^ 
Magestad  lo  wanda»  por -endei^  QO^formájid^Die  com  ^ 
provlsioo  df  Su'  lifBigestad,  en  que  manda  que  l(m  ^m^ 
res  y  naturales  destas]^tesp^aean  itepartidos  por  los 
coaquis(a4<Mres.é  pobladores  de  la  dj^ha  tierra  4  yiUa# 


22  DOCUMIIfTOS  ñoCDlTOS 

conforme  á  lo  que  cada  udo  en  ella  sirvieren  y  por  sa 
persona  mereciere,  teniendo  respeto  á'  la  calidad  de  la 
persona  de  cada^uno,  hacía  é  hizo,  repartimiento  gene- 
ral de  todos  los  pueblos  de  la  jurisdicción  que  tiene  se- 
ñalado á  esta  dicha  villa,  por  los  vecinos  é  moradores 
délla  en  la  forma  siguiente. 

Señaló  para  sí,  el  dicho  seSor  Adelantado,  el  pueblo 
de  Quitóla  é  Quitamay,'de  ques  señor  en  el  rio  de  Olua» 
que,  según  por  visitación  se  hallado,  tiene  hasta  ochenta 
hombres,  y  con  ellos,  unos  pueblos  pequeños  á  ellos  su- 
getos,  de  á  quince  é'á  ocho,  é  á  seis  casas  cada  uno,  que 
se  llaman  Toloa,  Tux,  EstupilpepeltonaKepeque,  que 
don  hacia  la  parte  de  las  sierras  del  rio  de  Olua;  y  ansí 
mismo,  el  pueblo  de  Naconel,  pueblo  de  Ilamatepet,  á 
él  sugeto,  que  pueden  tener  hasta  trescientos  hombres;  y 
asimismo,  el  pueblo  de  Agalteca,  qués,  hacia  la  parte  del 
Maniani,  los  cuales  son,  en  la  juri^icion  de  la  dicha  vi- 
lla, con  todos  Jos  señores  y  principales  de  los  dichos 
pueblos  é  indios. 

A  Andrés  de  Cereceda^  contador  de  Su  Magostad, 
en  esta  dicha  gobernación,  señaló  é  dio,  de  repartimien- 
to, su  señoría,  el  pueblo  de  Quimistem,  y  el  pueblo  de 
Tapalampa  y  Tetacapa,  que  son  en  el  valle  de  Naco,  con 
todos  sus  señores  é  indios,  de  los  dichos  pueblos;  y  el 
pueble  de  Chapanapa/ques,  de  la  otra  parte  del  rio  de 
Olua,  con  todos  sus  señores  é  indios  del  dicho  pueblo. 

A  Diego  García  de  Celis,  tesorero  de  Su  Magostad, 
dio  é  señaló,  de  repartimiento,  el  pueblo  de  Gulimonga, 
y  el  pueblo  de  Gopaninque,  ques,  en  el  valle  de  Naco, 
con  todos  sus  señores  é  indios  de  los  dichos  pueblos. 

A  Alonso  Ortiz,  alcalde  ordinario  en  la  dicha  viHa, 
dio  é  señaló,  el  pueblo  de  Ghetegua,  y  Ghnpenma,  que 


VKL  ABGUYO  M  IMIMAS.  S3 

son  en  el  rio  de  Olua;  y  el  pueblo  de  Acapa,  qiies,  en 
laa  sierras  confines  al  valle  de  Carx;  y  el  pueblo  de 
Miambar,  con  todos  los  pueblos  al  dicho  pueblo  sugetoSf 
en  que  hay  cuatrocientas  casas;  y  que  si  en  el  dicho 
Miambar^  no  las  bebiere,  que  de  lo  que  está  por  repar* 
ÜTj  se  haga  complimiento  á  las  dichas  cuatrocipntas  ca- 
sas, y  la  mitad  del  pueblo  de  Ayaxal,  y  del  pueblo  de 
San  Gil  de  buena  rista,  con  todos  sus  señores  é  indios 
de  los.  dichos  pueblos. 

A  Alfaro  de  Sandovali  alcalde  en  la  dicha  villa,  dio 
ó  señaló,  de  repartimiento,  el  pueblo  de  Tibombo,  qués, 
en  el  rio  de  Olua;  y  el  pueblo  de  Maniani,  con  los  pue** 
blos  á  él  ^ugetos,  sacados  los  que  pareciere  questén  en* 
comendados  á  otros  vecinos;  y  el  pueblo  de  Lenga,  ques, 
hacia  la  parte  del  Maniani;  y  el  pueblo  de  Caquera, 
qnestá,  con  Tibombo;  y  el  pueblo  de  Fatula;  y  lá 
mitad  del  pueblo  de  Ayaxál;  y  la  mitad  del  pueblo  de 
San  Gil,  con  todos  los  señores  é  indios  de  los  dichos 
pueblos. 

A  Gerónimo  de  San  Martin,  vecino  é  regidor  de  la 
dicha  villa,  se  le  dio  é  sálalo,  de.  repartimiento,  el  pueblo 
de  Lemoá,  que  por. otro  nombre  se  llama  Marcayo,  ques 
en  el  rio  de  Olua;  y  el  pueblo  de  Tepoltepet,  y  Chilapa 
y  Gecaloce^  questán,  é&  las  sierras  comarcanas  á  Cura;  y 
ios  dos  pueblos  que  se  llaman  Comayagua,  que  son,  ha- 
cia la  parte  dek  Maniani  y  Agalteca;  y  los  pueblos  de 
Gelot  y  Yoqui,  que  son,  en  las  sierras  de  la  otra  parte 
dd  rio  de  Olua,  con  todos  los  stores  é  indios  de  los  di- 
chos pueblos. 

A  Miguel  García  de  Li&an,  vecino  ó  r^dor  de  la  di- 
cha villa,  dio  é  señaló,  da  repartimiento,  el  pueblo  de  Te- 
petrnpa»  con  el  pueblo  dís  Ghichiaoal,  á  él  sugeto,  qaes. 


24  IPOOOIUENTOS/  UláoiTOB 

tres  leguas  desta  villa;  y  k>§  paebla^de  Gboroehi,  y  Ghi- 
ooy,  y  CecatBD  y  Tesiaxacel,  <qae  son,  los  dos^  bécia  la 
parte  del  Maaiaai;  y  los  dos,  hacia  ;la  del  canino  de 
Gnatemala;  y  mas,  el  pueblo  de  Peuta,  ques^  hacia  el 
valle  de  Yoro;  con  lodos  los  señores  é  indios  de  los  Sk- 
chos  pueblos. 

A  Antonio  de  Talayera,  vecino  ó, regidor  de  Ja  dioka 
villa,  se  le  dio  é  señaló, «de  reps^rtimíento,  el  pueUo  de 
Teutna,  ques,  en  el  río  de  Olua;  y  el  pueblo  de ^Catogoa- 
ma,  ques,  desoirá  parte  de  las  sierras  del  rio  de  Oloa;  y 
el  pueblo  de  Axuragapa,  en  las  sienras  de  la  olra  parle 
del  dicho  rio,  .con  lodos  sus  señores  é  indios  de  Joe  dichos 
pueblos; 

A  Hernando  de  Sayavedra,  veciao  é  regidor  de  la 
didia  villa,  se  le  dio  é  señaló,  de  reparlimieDlo,  .el  pue- 
blo de  Lequele  y  Tíchel,  ques,  en  el  ¡rio  de  CNua;  y  el 
pudilo  de  Aramani,  ques,  bacía  el  ManianiQ,  con  todos 
los  señores  é  indios  de  los  dichos  pueblos. 

A  Nicolás  de  Yrazaga,  vecino  de  la  dicha  viUa^  se  le 
£6  é  señaló,  de  repartimiento,  el  piséhlo  ide  Mopalalia, 
ques,  en  el  rio  de iCHjsa;  y  el  pueblo  de  Culaoo,  conkd 
pueblos  á  él  sugetos,  quites,  háoia  la  parle  de  Manianii;  y 
el  pueblo  de  Maleao,  con  su  angeló^  ques,  faácia  el  dicho' 
Maniani;  y  el  pueblo  de  Teeonalestagua  ^  ques,  bácia 
Ylamatepet,  y  la  mitad  de  la  isla  de  iJtila,  íOMi  tpdos  aus 
señores  é  indios  de  los  jdichos  ipuebloa;  de  «que  .llevó 
cécuia« 

A  Alonso  €epero,  vecino  de  la  dicha  Tifia,  se  le  dio 
é  señaló,  de  repartimiento,  el  pueblo  de  Cheloma  y  TaOf 
"Conilad,  que  son,  en  el  rio  de  Saialiaima;  y  ei^eUo  de 
-Gaxeite,  y  el  pueblo  de  to  Qtiela,  que  son,  Jiácía  el  ckr 
mino  de  Guatemala;  y  el  pueblo  de.  ^Soatepegua^  qaes, 


hftcia  lel  TaUe  de  Yoro>  cod  todos  a«&.3Q3orí08  é  indiios 
de  los  dichos  pueblos. 

A  Andrés  Loboo,  v^íoo  d0  to'dícba  ^Hts»  dio  ¿  se- 
w\6y  de  refwUoiiaiHo»  «I  ipo^blp  I^|a$pol<M^>  qnes  en  el 
rio  de  Ola»;  y  i&t  ptt0bio<4aMciQQxa,üues9  ea  las  sierras 
cofQarcaaas  á  iliobo  do  4e  OI.ua;  y ./^, pueblo  de  Adiia- 
le,  ques,  en  el^riode  la  U)a,  coa  todos  .Idb  sooores  é  in- 
dios de  los  diobos  pueblos. 

A  Francisco  del  Puerto,  vecino  de  Ja  idioba  villa,  dié 
é  8eiaI6»  de  repartí  miento,  loa  pueblos  de  ;Colata  f  Te- 
^oa^tepal,  qúes,  en  el  v^He  de  JKaoo;  y  el  pud)lo  de 
Coateco,  quea>  «n  las  sierr4p4í^  la  otra  fiarte  del  rio 
de  Ohia^  ooa^oéas  aaa  aeSorea  ^  Judíos  de  los  dichos 
poaUos. 

A  Garlas  Aiinovis,  vecino  éfi  Jadiéis  villa,  djó  é  se* 
:oal6,  de  repantifflieato,  loa  ipueblos  de  ITama,  yXacála, 
y  tfaxcaba  y  Quelepa,  ques,  .en  las  cordilleras  de  las 
sierrae  de  la  nar;  y  el  {pueblo  de  Alambla,  ques,  ed  la 
aerea  de  la  «otra  parte  del  .rio  de  ^Oloa,  oon  todos  ana  se- 
jbres  é  indios  de  loa  didbosptiei^» 

A  Juaa  de  Aívefa,  yectdo  de.lá  dicba  villa,  4ió  ó  se- 
fialó^  de  repartimiento,  cA  pueblo  do  Chagua,  qúes,  en 
^  rio  de  Oioa;  yW  pueblo  de  Ptaocüram;  faes«  en  las  co- 
flBBceaa  del  valle  deXura;  Jgr  ^t  piíeUo  de  'Gboyoa,  con 
dodosikv  soñóles  é  indios  ddloaidiohos  pueblos. 

A  Diego  Hernando,  vecino  de  la  dicha  villa^  dí6  é 
seftaló.,  de  vepartiotieotOi  te}  poeblo  de  la  Lao^a  y  Milon, 
^qoea,  en  elrio  deCab^isiBiai;  V  loapiiebHis  de  C^kitagpa- 
paiepa,  ODuiosica^rJiosii  61  cerdeóos,  qup  son  Qoitapa, 
Yacalapa,  Cp«f)^,  lídtoedlapa,  ^QuecbaltepcKe;  Cbapoapa, 
Molpehoapa,  todos áoa4iiiilea,  e#t6n.Q<i  Ja  ribera  del  río 
de  Olaa,  arriba;  y  el  pueblo  de  Mapagua,  qws>  hacia  el 


26  DOGÜMKNTOS  IlláiMTOS 

valle  de  Yoro,  coa  todos  los  señores  é  indios  de  los  di* 
chos  pueblos. 

A  Juan  de  Valle,  vecino  de  la  dicha  villa,  se  le  dio  é 
señaló,  de  repartimiento,  el  pueblo  de  Chapoapa  y  Moto* 
chiapa,  questán  juntos,  al  pueblo  de  Naco;  y  el  pueblo 
de  Techuacan  y  Tecucaste,  queseo,  en  la  costado  la  mar; 
y  e)  pueblo  de  Guateacay  y  Cuena-aguapelo,  en  las  sier- 
ras de  Caguantamagaz,  con  todos  los  señores  é  indios  de 
los  dichos  pueblos. 

A  Luis  del  Puerto,  vecino  de  la  dicha  villa,  se  le  dio 
¿  señaló,  de  repartimiento,  el  pueblo  de  Comoa  y  Chichia* 
gual,  que  son,  en  la  costa  de  la  mar;  y  el  pueblo  de  Goa- 
lala,  con  todos  los  señores  é  indios  de  los  dichos  pue- 
blos; Conta  y  Chulula,  que  son,  en  el  rio  de  Balalianca, 
con  todos  sus  señores  ó  indios  de  los  dichos  pueblos. 

A  Cristóbal  Gallego,  vecino  de  la  dicha  villa,  se  le 
dio  é  señaló,  de  repartimiento,  el  pueblo, de  Chapoapa, 
ques,  en  las  sierras  de  la  otra  parto  del  rio  de  Ohia,  y 
la  mitad  de  Petoayacachianyt,  y  el  pueblo  de  Yamal, 
ques,  hacia  Caguatexmagar,  con  todos  los  señores  6  in- 
dios de  los  dichos  pueblos;  de  que  llevó  cédula. 

A  Juan  de  Oviedo,  vecino  de  la  dicha  villa,  se  le  dio 
é  señaló,  de  repartimiento,  el  pueblo  de, Oloma,  ques,  de 
la  otra  parte  del  rio  de  Olua,  en  las  sierras,  con  todos 
los  señores  é  indios  de  los  dichos  pueblos;  de  que  llevó 
cédula. 

A  Maestre  Antonio,  vecino  de  la  dicha  víUa,  se  le 
dio  ó  señaló,  de  repartimiento,  el  pueblo  de  Ystabaca» 
ques,  en  las  sierras  de  la  otra  parte  del  rio  de  Olua;  y  el 
pueblo  de  Tulapa,  y  el  pueblo  de  Maula,  que  son.^  en  las 
dichas  sierras,  con  todos  sus  faeñores  ó  indios  de  los  di- 
chos pueblos. 


DiL  ABcanro  m  indus.  27 

A  Francisco  Méndez,  vecino  de  Ift  dicha  viHa,  dió  é 
aenaló,  de  repartimiento,  los  pueblos  de  Chambagoapala- 
pa  y  Maciguata,  que  son,  en  las  sierras  comarcanas  al 
valle  de  Naco;  y  el  pueblo  de  Laque,  ques,  en  el  cami- 
no de  la  provincia  de  Guatemala;  con  todos  sus  seSores 
é  indios  de  los  dichos  pueblos. 

A  Rodrigo  de  Paz,  vecino  de  la  dicha  villa,  se  le  dIó 
é  señaló,  de  repartimiento,  el  pueblo  de  Tranan,  de  ques 
señor,  Ciguatamagar,  con  todos  sus  señores  é  indios  de 
dicho  pueblo. 

A  Bernaldo  de  Gabranes,  vecino  de  la  dicha  villa,  se 
le  dió  é  señaló,  de  repartimiento,  los  pueblos  de  Penlo* 
pe,  ques,  en. el  rio  de  Olua;  y  el  pueblo  de  Cicapeí  y 
Xalmatepet,  que  son,  en  el  valle  de  Cifra;  y  el  pueblo  de 
Chapalia,  que  son,  en  las  sierras  de  la  otra  parte  del  rio 
de  Olua;  y  el  pueblo  de  Chapoli,  que  por  otro  nombre 
se  llama  Chapulco,  que  son,  en  el  camino  de  la  provin* 
cia  de  Guatemala;  y  el  pueblo  de  Macolay,  ques,  háeia 
el  Maniani,  con  todos  sus  señores  é  indios  de  los  dichos 
pueblos. 

A  Rodrigo  Gómez  Romero,  vecino  de  la  dicha  villa» 
se  le  dió  é  señaló,  de  repartimiento,  el  pueblo  de  Xuay, 
ques,  en  las  sierras  desotra  parte  del  río  de  Olua;  y  la 
mitad  de  los  pueblos  de  Petoayacachiauyt,  ques,  en  las 
sierras  comarcanas  al  valle  de  Naco;  con  todos  los  seño- 
res 6  indios  de  los  dichos  pueblos. 

A  Joan  de  Lobera,  vecino  de  la  dicha  villa,  se  le  dió 
é  seialó,  de  repartimiento,  el  pueblo  de  Maliapa  é  Ysia- 
capa,  ques,  en  el  río  de  Olua;  y  los  pueblos  de  Culua- 
can  y  Lalaco,  que  son,  en  las  sierras  hacia  el  río  de  Lau- 
la,  y  en  el  dicho  rio»  con  todos  sus  señores  é  indios,  de 
los  dichos  pueblos. 


m  BQGIBIKH70S  IWÍMTOA 

A  FraMÍsoo  Vaquero»  vecino  de  la  dicha  villa»  se  le 
4ft6  é  seDaló»  de  repartimiento»  el  pueblo  de  Cbinamin;  y 
el  pueblo  de  Naoponcbola»  ques»  en  el  camino  dela|>ro- 
viocóa  de  Guatemala,  aguas  verlientes  al  rio  de  Latirla» 
con  Iodos  los  señores  ó  indios  del  dicho  pueblo. 

A  Juan  Gil,  piloto»  vecino  de  la  dicha  villa»  dio  é  se- 
ñaló» de  repartimiento»  el  pueblo  de  Tárate»  qnes,  en  las 
sierras  de  la  oirá  parte  del  rio  de  Olua;  y  el  pueblo  de 
Toninlo»  que  por  otro  nombre  se  dice  Chamolocon»'qttes^ 
en  el  rio  de  Olua;  con  todos  los  señores  é  indios  de  los 
dichos  pueblos, 

A  Baltasar  Rodrigues»  portugués»  vecino  de  la  dicha 
villa.,  sse  le  dio  é  señaló»  de  repartimiento»  los  pueblos  de 
Qsafoana»  y  Tolian  y  Petegua»  que  son^  en  las  sierras  co- 
marcanas á  la  mar;  y  el  pueblo  de  Comila»  ques,  en  las 
sietras  hacia  Chintaguapalaf»;  y  el  pueblo  de  Guayma- 
can»  ques«  en  las  sierras  de  la  otra  parte  del  rio  de  Ohia; 
con  lodos  S0S  señores  é  indios  de  los  dichos  pueblos. 

A  Diego  de  Latorre»  vecino  de  la  dicha  villa,  se  le 
dio  é  señaló,  de^repartimiento»  el  pueblo  de  Pocoy» 
qoea»  en  el  río  de  Balachama;  y  el  pueblo  de  Contela» 
ques^  en  las  sierras  de  la  otra  parle  del  río  de  Olua :  y 
él  pueblo  de  Yoro»  con  todos  sus  señores  é  indios  de  los 
dichos  pueblos;  y  el  pueblo  de  Chondaguz»  qaes»  fu  las 
dichas  sieiTas* 

A  Francisco  Martin»  vecino  de  la  dicha  villa»  se  le 
dio  .é  señaló^  de  r^eparlimientOi  el  pueblo  Conatagua  y 
Acapusta^ué»  que  son  en  el  valle  de  Naco;  y  el  poeblo 
de  Choqgola,  'ques,  en  las  sierras  de  sotraparte  del, rio 
jde  Olaa^  y  el  pueblo  de  Abalpoton,  ques»  cerca  de  Cha- 
pulco,  fíork  todos  sus  señores  é  indios  de  Iqb  dichos  jpue** 
blos;  de  que  llevó  cédula. 


Al  padte  Lqíh  D{&2,  cora  de  la  di¿fia  brilla,  se  le  dio 
é  seSftIÓ,  de  repartimiento,  el  poeMo  de  Tindiol,  qoes, 
en  el  rio  de  Olua;  y  los  pueblos  de  Suchistabaca  ó  Tisct* 
checho  y  Trmolo,  que-  son>  en  las  sierras  de  la  olrar  par- 
te del^  dicho  rio,  con  todos  sos  seSores  é  iodio!^  de  los  di- 
chos pueblos;  de  qoe  llevó  cédula. 

Al  padre  Juan  Haveta,  se  le  dio  é  señaló,  de  repartí* 
miento,  los  pueblos  de  Chumbazina,  y  Chiquilar,  y  Tas- 
coava  y  Aplaca,  que  son,  eo  el  valle  de  Cura,  cofi  todos 
sos  señores  é  indios  de  los  dichos  pueblos;  de  q^oe  llevó 
cédalte. 

A  Estevanfa  Hernández,  vecina  de  la  dicha  Vrlla,  se 
le  dio  é  sefialó,  db  repartimiento,  el  pueblo  de  Taómate- 
pet,  con  todos  sus  señores  é  indios  ded  dicho  pueblo;  de 
que  llevó  eédaTv. 

A  Bartolomé  Moreno,  vecino  de  la  dicha  villa ,  se  le 
dio  é  señaló,  de  repartimiento,  el  pueblo  de  Tosacale, 
qnes,  en  las  sierras  de  la  otra  parte  del  rio  de  Olua,  con 
todos  sus  señores  é  indios  del  dicho  pueblo;  de  que  He* 
v6  cédula. 

A  Hernando  de  San  Martin,  vecino  de  la  dicha  villa, 
se  le  dio  é  señaló,  de  repartimiento,  e1  pueblo  de  Orica- 
pala;  y  el  pueblo  de  Tepetuagua,  que  son,  en  las  sierras. . 
déla  otra  parte  del  río  de  Olua,  con  todos  sus  señores  é 
indios  de  los  dichos  pueblos;  de  que  llevó  cédula. 

A  Francisco  Tarifeoo,  vecino  de  la  dicba  villa^  se  le 
dio  é  señaló,  de  repartimiento,  el  pueblo  de  Touqueba» 
qnes  de  la  otra  parte  del  río  de  Olua,  hacia  la  mar,  y  el 
paeblo  íintiquilagua^  ques  hacia  el  Maniani  con  todos 
sus  seooves  é  indio/i,  de  los  dichos  pueblos;  de  que  llevó 
cédulas.      ^ 

A  Juan  de  Padrón,  vecino  de  la  dicha  víUa,  se  le  dio 


30  Doomnrros  iní  ditos 

é  señaló,  ds  reparümieotOi  el  pueblo  de  OquílpílOi  coa 
todos  sas  señores  é  ¡odios,  del  dicho  pueblo;  de  que  lie* 
vó  cédula. 

A  Francisco  Martin,  dio  é  señaló  su  señoría,  de  re- 
partimiento, los  pueblos  de  Temterique  y  Nantrao,  que 
son  de  la  otra  parte  del  rio  de  Olüa,  con  todos  los  seño- 
res é  indios  de  [los  dichos  pueblos;  de  que  llevó  cédula. 
Va  testado  ó  diz,  y  el  pueblo  de  Conta  y  Chulula,  ques 
en  el  rio  de  Balahama.  Vala  por  testado;  y  el  dicho  se- 
ñor Adelantado,  lo  firmó  de  su  nombre,  en  el  registro  de 
el  Adelantado  Pedro  de  Alvarado.  En  fée  de  lo  cual,  de 
mandamiento  de  su  señoría,  lo  fice  escrebir,  según  que 
antes  pasó;  é  fice  aquí  este  mió  signo.  Atal. — Hay  un 
signo. — En  testimonio  de  verdad. — Gerónimo  de  San 
Martin,  escribano  de  Su  Magostad. — Entre  dos  rúbricas. 


EXPBDIBNTE  SBQÜIDO  EN  Lk  CáSk  DE  CONTBATAGION  DB  Sb-> 
VILLA  i  PETICIÓN  DB  DlBOO  DB  AUTIBDA.  ChBRINO,  60BBB  QUB 
SB  LB  DIESE  LICENCIA.  PARA  BNyiA.B  DOSCIENTOS  HOMBEBS  CA.* 
SADOS  Y  SOLTEROS  X  LA  POBLACIÓN  T  PACIFICACIÓN  DB  G0S« 

TA  Rica;  sequn  tbnia  capitulado  con  S.  M. — (Sevilla 

24  de  Julio  de  1574).  (1) 


Muy  Poderoso  Señor:  Diego  de  Artieda  Cherino;  di- 
go: que  Y.  A.  me  mandó  y  encargó  la  población  y  pa- 
cificación de  Costarrica,  conforme  á  la  capitulación  que 
sobre  ello  hizo;  y  uno  de  los  capítulos  09,  que  llebe  tres 
nabios,  los  quales  yo  é  procurado  con  toda  la  diligencia 

(1)    Archivo  de  Indias.  Bst.  1.^,  CaJ.  1.^ 


DiL  ímbivo  m  ihmab.  31 

posible»  como  parece  por  esta  información,  de  qae  hago 
presentación,  y  no  los  é  podido  haber  por  haberse  Ynes* 
tra  Alteza  servido  déllos,  para  esta  jomada  de  Flandes; 
como  es  notorio  á  Y.  A.  pido  y  suplico,  ine  mande  dar 
licencia  para  Uebar  los  doscientos  hombres  casados  y 
solteros,  qoe  tengo  para  la  dicha  población  y  pacificación» 
eo  la  flota  que  va  á  Tierra  Firme,  pagando  á  mi  costa» 
el  flete  y  matalotaje  competente,  á  los  maestros  y  dueños 
de  los  nabios  de  la  dicha  flota;  porque  aunque  ahora  bi- 
Diesen  nabios  á  los  puertos  de  la  Andaluzta,  no  se  po- 
drían comprar  y  aprestar,  ni  aderezar,  para  salir  coa 
la  dicha  flota;  y  si  désto  V.  A.  no  fuese  seryido,  la  gente 
que  tengo  presta,  se  hirá  y  ausentará,  y  no  podré  hacer 
la  dicha  jomada;  de  que  se  me  seguiría  mucho  daSo  y 
pérdida  de  mi  asienda,  que  6  puesto  en  casos  necesarios 
para  ella;  y  Y.  A.  resivirá  muy  grande  servicio  y  apro- 
bechamiento,  en  probeer  lo  susodicho;  para  lo  qual,  et- 
cétera.— Diego  de  Artieda. — ^Entre  dos  rúbricas. 

Que  acuda  á  Francisco  Duarte,  al  qual  está  dada  or- 
den de  lo  que  deba  hazer,  para  el  cumplimiento  de  la 
jomada;  la  qual,  cumpla  lu^o  el  capitán  Artieda,  y  anií 
se  le  notifique,  con  apercibimiento  que  se  procederá  con« 
u*aéL  En  Madrid  11  de  Agosto  de  1574  anos.— El  Li- 
cenciado Ayala. — ^Entre  dos  rúbricas. 

Yo  Gerónimo  de  la  Fuente  de  Rivera,  escribano  de 
Su  Magostad  de  provincia,  en  la  Audiencia  Real  desta 
ciudad  de  Sevilla;  doy  feey  verdadero  testimonio,  á  to- 
do6  los  señores  que  la  presente  vieren;  como  eoesta  ciu- 
dad de  Sevilla,  á  veynte  y  quatro  dias  del  mes  de  Julio 
de  mil  é  quinientos  y  setenta  y  quatro  anos,  antel  Ilustre 
Señor  Licenciado  Arriega  de  León,  alcalde  del  crimen 
por  Su  Magostad  en  la  dicha  Real  Audiencia;  pareció 


3^  BdQOíiifiKros  míMtrú» 

plísente,  Diego  de  Artieda  Gherino,  é  presentó  uaapeti- 
ciOBi  coú  cíerlas  pregaütas,  su  thenor  de  la  qual,  con 
otros  autos»  é cierta  información)  escomo  se  sigue:  Uus- 
trfsimo  Señor;  Diego  de  Artieda  Cberioo,  digo;  que  á  mí 
derecho  combiéne  hacer  iuformacioD,  para  prese«tar  ante 
Sq  Mageslad  y  ante  los  señores  de  su  Real  Consejo  de 
lodiais,  ad  perpetuara  rey  memoria,  sobre  haber  hecho 
mi  diligencia  en  lo  que  Su  Magostad  me  mandó  y  encár- 
gó,  coniforme  á  estas  preguntad»  á  Y.  M.  pido  y  suplico 
paralo  susodicho,  y  todo  lo  demás  que  me  combiene» 
me  la-  mande  recevlr;  en  lo  qual  interponga  su  autori- 
dad, y  el  oficio  de  V.  M.  imploro,  etc. 

Priínerameftte  si  conoeen  al  dicho  Diego  de  Artieda, 
y  saben  que  por  mandado  de  Su  Magestad  se  ha  ocupado 
tres  dias  de  el  mes  de  Helero  de  este  presente  año,  en 
hazer  gente  para  la  población  y  pacificación  de  Cos- 
tarrica,  con  toda  diligencia  y  cuidado;  buscando  per* 
sonas  competentes,  y  haziendo  todo  lo  demás  ques  obli- 
gado. 

ítem;  si  saben  que  teniendo  hecha  diversa  gente, 
Francisco  Duarte,  y  las  Justicias  hordinarias,  por  manda- 
do de  Su  Magestad,  les  hirieron  abatir  las  dichas  bande- 
ras, y  las  tuvieron  tres  meses  abatidas,  poco  más  6  mé« 
nos;  y  á  esta  causa  deshizo  mucha  gente. 

Rem;  si  saben  quel  fátor  Francisco  Duarte,  ha  em- 
bargado todos  los  nabios  que  podian  ser  útiles  para  la 
jornada  de  Costarrica,  ocapándolos  por  mandado  de  Su 
Magostad,  ansí  en  el  Rio  de  Santa  Ciudad,  como  en  los 
puertos  de  Sanlúcar  y  Cádiz,  Puerto  de  Santa  Marfa¿ 

ítem;  si  saben  que  para  hacer  entera  diligencia,  el 
dicho  Diego  de  Artieda  ha  ydo  por  su  persona  á  los  di- 
chos puertos  á  comprar  nabios  para  la  dicha  jornada,  y 


< 


DEL  ARCHIVO  DI  INDIAS.  33 

no  los  halló,  para  podellos  comprar  por  el  dicho  embar- 
go; ni  tubo  bordea  para  hacer  desembargar  nabio  alga* 
no,  aonqae  lo  procaró  con  el  dicho  Francisco  Duarte; 
habiendo  contratado  coa  los  dueños  de  los  dichos  nabios, 
habiendo  befecto  el  dicho  desembargo,  etc. 

ítem;  si  sabeo  que  todo  lo  susodicho  es  público  y 
notorio,  y  pública  boz  é  fama,  Diego  de  Artieda  por  el 
dicho  señor  alcalde,  visto  el  dicho  pedimento  é  pregua- 
tas  presentadas  por  el  dicho  Diego  Je  Artieda  Cherino, 
dixo:  que  mandaba  é  mandó  quel  susodicho  dé  la  in- 
formación  que  ofrece,  y  dada  la  vera  y  probeherá  justi-' 
cia.  Geróaimo  Nunez,  ^  Francisco  Gómez,  vezinos  de 
Sevilla.  Ante  mí,  Gerónimo  de  la  Fuente  de  Rivera,  es- 
cribano, etc. 

En  la  ciudad  de  Sevilla,  á  veinte  y  quatro  dias  del 
mes  de  Julio  de  mil  quinientos  y  setenta  é  quatros  años, 
el  dicho  Piego  de  Artieda  preseató  por  testigo  para  la  di- 
cha información,  á  Gerónimo  de  Moya  vezino  de  la  cia- 
dad  de  Toledo,  estante  al  presente  enesta  ciudad  de  Se- 
villa, del  quah,  yo,  el  presente  escribano,  receví  jura- 
meato  por  Dios  Nuestro  Señor  é  por  la  señal  de  la  cruz, 
en  forma  de  derecho;  en  virtud  del  qual,  prometió  de 
dezir  verdad;  é  siendo  preguntado  por  el  theaor  de  las 
pr aguatas  iasertas,  ea  el  pedimento  fecho  por  el  dicho 
Diego  de  Artieda,  dixo  lo  siguiente,  etc. 

De  la  primera  pregunta,  dixo:  que  conoze  al  dicho 
Diego  de  Artieda  Cherino,  desde  el  mes  de  Hebrero  que 
agora  pasó  deste  presente  año,  dende  el  principio  del 
dicho  mes;  y  qijieste  testigo  ha  visto  que  en  todo  este  di- 
cho tiempo,  que  aqueste  testigo  conoce  al  dicho  Diego 
Artteda,  con  toda  la  diligencia  y  cuidado  posible,  como 

cosa  tocante  al  servicio  de  Su  Magestad,  á  procurado 
Tomo  XV.  3 


34  DOCUMENTOS  INÉDITOS 

hazer  jeDte  para  la  población  y  pacifícacion  de  Costar ica; 
y  ansí  este  testigo  le  vido  én  la  ciudad  de  Toledo»,  y  en 
toda  su  tierra»  y  en  Placencia  y  en  su  tierra;  y  en  tierra 
de  Andúxar»  y  en  Córdoba,  y  en  esta  ciudad  de  Sevilla, 
y  en  su  tierra;  en  cada  una  de  las  dichas  partes  y  lu- 
gares, enarbolar  banderas  y  tocar  caja  y  pífanos,  echan- 
do bandos  por  las  dichas  ciudades  y  lugares,  manifes- 
tando en  ellos  ia  dicha  jornaáa;  particularmente,  le  vido 
hablar  á  machas  gentes,  animándoles  para  que  fuesen  al 
dicho  viage,  síniñcándoles  que  demás  del  aprobecha- 
miento  que  en  él  ternian  el  servicio  que  á  Dios  Nuestro 
Señor  y  á  Su  Mageslad  se  hacia,  en  ir  la  dicha  jornada, 
informando  á  los  susodichos,  ansí  hombres  mancebos 
solteros  como  á  casados;  y  en  ello  este  testigo  á  visto, 
quel  dicho  Diego  de  Arlíeda,  á  tenido  la  bigilancia  y 
cuidado  que  en  las  cosas  tocantes  al  servicio  de  Su  Ma- 
gostad se  requiere  tener;  lo  qual  save  este  testigo  por 
aber  visto  ser  y  pasaransí,  lo  que  dicho  y  declarado  tie- 
ne; y  aber  andado  con  el  dicho  Diego  de  Artieda  todo 
el  dicho  tiempo,  para  ir  con  él  en  la  dicha  joVnada;  y 
esto  responde  desta  pregunta. 

De  la  segunda  pregunta,  dixo:  que  lo  que  de  ella 
sabe,  es,  que  ha  ^do  cosa  pública  y  notoria  en  esta 
ciudad,  que  en  virtud'  de  una  cédula  probision  de 
Su  Magestad,  que  habia  embiado,  mandando  á  las 
Justicias  no  consintiesen  enarbolar  banderas,  ni  hazer 

§ 

gentes  para  ninguna  jornada,  sino  fuese  para  Flan- 
des;  y  que  á  esta  causa  le  han  impedido  al  dicho  Die  - 
go  de  Artieda,  después  que  vino  la  dicha  cédula  pro- 
bision, que  no  enarbolase  bandera,  ni  hiziese  gente 
ninguna;  lo  qual  há,  que  le  impidieron,  á  que  no  pudiese 
hazer  á  dicha  gente,  de  tiempa  de  dos  meses  á  esta 


vm  jMBivo  ra  ooHAs.  85 

parte;  ;  qae  por  esta  causa»  este  testigo  ha  visto,  fue 
moclia  de  la  gente  quel  dicho  Diego  de  Artieda  tenia  he- 
cha pai^  la  dlofaa  jomada»  ae  le  ha  ido  y  desperdigado» 
yéndose  á  la  jomada  de  Flaodes»  algunos  déllos»  y  otros» 
viviéndose  á  sus  tierras;  y  qde  por  esta  ocasión  de  bs^s 
de  la  jente  qué  se  le  ha  ido»  ha  dexado  dehaier  otra  ma- 
^ha  para  el  dicho  viage;iy  esto  responde  de  la  pregunta; 
y  es  lo  que  save  deUa;  por  lo  qne  dicho  y  declarado  tie- 
ne, etc. 

De  la  tercera  pregunta»  dixo:  qne  estando  este  testigo 
es  la  villa  de  Senlúoar  de  Barraneda»  abrá  tiempo  de 
dos  meseS)  poco  más  ó  monos»  vido»  que  por  mandado 
de  Pranciaco  Duafte»  ialor  de  Su  Magostad  en  la  Casa 
d^  la  CoDtratacioBí  desta  ciudad»  se  embargaron  todos 
los  nabios  qne  en  el  dicho  puerto  de  Sanlúcar  abía»  para 
qae  fuesen  ¿  la  jornada  que  Su  Magostad  ha  mandado 
hazer  para  Fiandes;  y  que  atl!,  este  testigo,  oyó  deiir» 
que  por  mandado  del  dicho  factor  Francisco  Duarte»  para 
el  dicho  efecto,  se  habían  embargado  todos  los  nabios 
que  estavan  en  el  puerto»  é  Rio  desta  ciudad  de  Sevilla» 
y  en  los  puertos  de  Cádiz  y  puerto  de  Santa  .María»  para 
hir  la  dicha  jornada  de  Fiandes;  y  questo  save  desta  pre- 
gunta,  por  lo  que  dicho  é  declarado  tiene»  etc. 

De  la  quieta  pregunta,  dixo:  que  habrá  dos  meses 
poco  más  ó  menos,,  quel  dicho  Diego  de  Artiega  fletó  un 
barco  en  esta  ciodad,  y  por  el  Rio  della»  yendo  con  él» 
este  testigo  y  otras  personas,  fueron  á  la  villa  de  Sanlú- 
catr  de  Barrameday  y  llegado  que.  ot)ieroa  á  la  dicha  villa» 
vido  este  testigo  que  el  dicho  Diego  de  Artieda,  trató  con 
un  Se&or  de  jina  Hurca^que  estaba  en  el  dicho  puerto,  se 
Ja  vendiese »  para  con  más  comodidad,  poder  hazer  el 
yinge  y  jornada  de  Costaríca  que  por  Su  Magostad  le  es- 


36  DOGUMBNTOS  mSDlTOS 

taba  mandado  haser;  y  así  mismo  fué  alpaerio  de  Saata 
Marta,  y  trató  de  comprar  dos  nabios  ingleses  que 
estaban  en  el  dicho  puerlo»  y  teniendo  hefectuada  la 
compra  de  la  dicha  Hurca,  y  dé  los  dichos  dos  na- 
bios ingleses»  con  condición  qael  dicho  fator  Fran- 
cisco Duarte,  alzase  el  embargo  qae  tenia  hecho  en 
ellos,  para  la  jornada  de  Flandes;  y  el  dicho  Die- 
go de  Artieda,  vido  este  testigo,  qae  en  la  dicha  villa  de 
Sanlúcar  de  Barrameda  entró  en  la  casa  del  dicho  fator 
Francisco  Duarte,  por  tratar  cotí  él,  que  alzase  el  dicho 
embargo;  y  desque  le  hubo  hablado,  y  se  salió;  dixo 
quel  dicho  fator  no  habia  querido  alzar  el  dicho  embar- 
go; que  le  habia  dicho  que  babian  de  hir  en  la  dicha 
jornada  de  Flandes,  que  por  mandado  de  Su  Magestad 
se  hazia,  y  quel  dicho  Diego  de  Artieda,  vido  este  testi- 
go, que  hizo  todas  sus  diligencias  posibles  para  poder 
conseguir  y  aber  nabios  en  que  poder  fazer  U  dicha  jor- 
nada de  Costarica,  que  por  mandado  de  Su  Magestad  le 
está  cometida;  y  esto  sabe  de  esta  pregunta,  por  lo  que 
dicho  y  declarado  tiene. 

De  la  quinta  pregunta,  dixo:  que  dize  lo  que  dicho 
tiene  en  las  preguntas  antes  désta,  en  que  se  afirma  y 
ratifica,  y  es  la  verdad  para  el  juramento  que  hecho  tie- 
ne, y  ques  de  hedad  de  veinte  y  dos  años,  ¿  que  no  es 
pariente  del  dicho  Diego  de  Artieda,  ni  le  va  interés  en 
este  negocio;  más  de  que  vá  en  esta  jornada  con  el  sa- 
sodicho.  Fuéle  leido,  este  su  dicho.  Raüfícóse  en  él  é  fir- 
mólo; Gerónimo  de  Hoya;  ante  mí,  Gerónimo  de  laFuen- 
le  de  Rivera,  vecino. 

É  después  de  lo  susodicho  en  la  dicha  ciudad  de  Se- 
villa, á  veinte  y  quatro  dias  del  dicho  mes  de  Julio  del 
dicho  año,  el  dicho  Diego  de  Artieda,  j^resentó  por  testi- 


DB.  AAGUVO  DI  UIDU8»  37 

go  para  la  dicha  información,  á  Juan  Bernaldo,  vecino  de 
TorrelagQoa^  estante  al  presente  en  esta  ciudad  de  Sevilla, 
del  qaal  yo  el  presente  escribano  recebí  juramento,  por 
Dios  Nuestro  Señor  é  por  la  señal  de  la  cruz,  en*  forma 
devida  de  derecho,  en  virtud  del  qual,  prometió  de  de- 
zir  verdad;  é  siendo  preguntado  por  el  tbenor  de  las  pre- 
guntas insertas  en  el  dicho  pedimento,  fechas  por  el  di- 
cho Diego  de  Artieda,  dixo  lo  siguiente,  etc. 

De  la  primera  pregunta,  dixo:  que  conoce  al  didio 
Diego  de  Artieda,  que  le  presenta  por  testigo,  de  un  ano 
á  esta  parte  poco  más  ó  menos,  y  que  save,  que  dende 
principio  de  Henero  deste  presente  año  en  que  estamos, 
el  dicho  Diego  de  Artieda,  se  ha  ocupado  por  mandado 
de  Su  Magestad  en  hazer  gente,  para  hir  á  la  jornada  4^ 
la  población  y  pacificación  de  Costarica;  y  ansí  este  testi- 
go, por  el  tiempo,  que  la  pregunta  dize,  estando  en  la 
villa  de  Madrid,  se  sentó  en  la  bandera  y  compañía  del 
dicho  Diego  de  Artieda,  por  su  soldado,  para  hir  en  la 
dicha  jornada;  y  deude  á  pocos  dias,  salieron  de  la  di- 
cha villa.de  Madrid  para  la  ciudad  de  Toledo,  á  donde 
el  dicho  Diego  de  Artieda,  hizo  enarbolar  sus  banderaa, 
y  tocar  cajas  y  pífanos,  y  hechar  bandos,  manifestando  la 
dicha  jornada,  que  por  mandado  de  Su  Magestad  se  ha* 
zía,  para  la  dicha  Costarica;  y  las  mismas  diligencias  hi* 
cieron  en  toda  la  tiecra  de  Toledo;  y  vido  este  testigo, 
quel  dicho  Diego  de  Artieda,  anda  va  por  su  persona,  ha- 
casados  á  muchas  gentes,  ansí  solteros  como  mancebos  y 
solteros,  sinificándoles  quan  buena  jornada  hera  esta,  y 
procorando  que  fuesen  en  ella;  y  ansí ,  mismo  vido,  que 
en  Ciudad  Real  y  otras  partes  hizo  las  mismas  diligeu: 
cias  que  dicho. tiene,  hasta  que  llegó  á  esta  dicha  ciudad; 
y  que  con  toda  diligencia  y  cuidado  proQuró  hazer  la  di* 


38  DOOOMEirros  miDnot 

cba  gente,  como  dicho  tiene;  y  questo  sabe  desta  pre«- 
gonla  por  haber  visto  ser  y  pasar  ana,  como  dicho  y 
d^larado  tiene,  etc« 

De  la  segunda  pregunta,  dixo:  que  lo. que  deella  sa» 
be  es,  qoe  en  esta  dicha  ciudad  de  Sevilla,  después  >que 
llegaron  á  ella,  se  dixo  públicamenle  haber  embiado  Su 
Magestad  una  cédula  provisión,  para  que  en  virtud  delia, 
no  se  pudiese  hazer  gente  alguna,  sino  fiíese  para  la  jor» 
nada  de  Flandes;  y  que  por  esta  causa  el  dicho  Diego  de 
Artieda,  no  pudo  enarbolar  bandera  por  tiempo  de  tres 
meses  poco  más  6  menos;  de  lo  cual  resultó  írsele  mucha 
gente  de  la  que  tenia  hecha;  unos  se  ivan  á  la  dicha  jor- 
nada de  Flandes,  y  otros  se  volvían  á  sus  iierras,  sin 
que  fuese  parte  el  dicho  Diego  de  Artieda,  para  ello,  po* 
der  impedir, ¡porque  se  le  iban  huyendo  y  se  recogian  á 
las  otras  banderas;  y  questo  responde  desta  pregunta, 
lo  qual  sabe  por  lo  que  dicho  y  declarado  tiene. 

'  De  la  tercera  pregunta,  dixo:  qoe  este  testigo  vido, 
habrá  tiempo  de  dos  meses  poco  más  6  menos,  en  esta 
cittdad  y  Puerto  de  Sanlúcar,  y  Puerto  de  Santa  María, 
embargar  por  mandado  de  Francisco  Duarte,  fator  de 
Su  Magestad  de  la  Casa  déla  Contratación  dé  las  in- 
dias, desta  ciudad,  todos  loe  nabios  que  en  los  dichos 
puertos  y  rio  de  esta  ciudad  habia,  para  qoe  fuesen  á  la 
jornada  que  por  mandado  de  Su  Magestad  se  ha  hecho 
para  Flandes;  y  que  lo  sabe  por  lo  haber  visto  «er  y  pa- 
sar ansí;  como  dicho  y  declarado  tiene. 

De  la  quaria  pregunta,  dixo:  qoe  habrá  dos  meses» 

poco  masó  menos,  quel  dicho  Diego  d6  Artieda  partid 

,  desta  ciudad,  por  el  río  della,  para  la^  víUa  de  Sanlácar; 

y  llegado  que  obo  á  la  dicha  rilla,  trató  con  on  s^ñor^ 

de  una  Hurca  que  en  el  dicho  pMrto  estaba,  se  la  ven- 


^  DIL  ABGRIVO  DK-  IHDIÁS.  39 

diese  para  hacer  la  dicha  jornada  de  Costarica;  y  ansí 
mismo,  fué  al  Puerto  de  Santa  María,  y  trató  de  comprar 
dos  nabioa  ingleses  que  en  el  dicho  puerto  estaban;  y  los 
dueños  de  la  dicha  Húrca  y  nabios,  se  lo  vendieron ,  y 
concertaban  con  ét^  con  qtíe  hiziese  que  Francisco  Duar- 
te,  se  los  desembargasen  del  embargo  que  les  tenia  he- 
cho para  la  jornada  de  Flandes;  y  vido  este  testigo, 
quel  dicho  Diego  de  Artieda,  fué  á  la  posada  del  dicho 
Francisco  Duarte,  á  la  villa  de  Sanlócar,  y  le  habló  sobre 
el  dicho  embargo,  de  los  dichos  nabios,  el  qual  no  quiso 
desembárganos,  diziendo  que  estaban  para  hacer  la  di- 
cha  jornada  de  Flandes,  que  por  mandado  de  Su  Mages^ 
tad  sehazia;  y  que  aunquel  dicho  Diego  de  Artieda  hizo 
todas  sus  diligencias  posibles,  en  buscar  nabios  para  ha- 
zer  la  dicha  jornada,  no  los  pudo  hallar  por  -flete,  ni  com- 
prar, á  causa  de  los  embargos  que  por  el  dicho  Francisco 
Duarte  estaban  hechos;  questo  sabe  destá  pregunta;  por 
^0  que  dicho  y  declarado  tiene,  etc. 

De  la  quinta  pregunta,  dixo:  que  dize  lo  que  dicho 
tiene  en  las  preguntas  antes  de  ésta,  en  que  se  afirma  y 
ratifica;  y  es  la  verdad  para  eí  juramento  que  hecho  tie- 
ne; y  qaes  de  hedad  de  diez  y  nueve  años,  poco  más;  y 
que  no  es  pariente  del  dicho  Diego  de  Artieda,  ni  le  vá 
interés  en  este  negocio;  más  de  queste  testigo,  vá  por 
soldado  del  dicho  Diego  de  Artieda,  en  la  dicha  jornada. 
Fuéle  leido,  rectificóse  en  ellos,  y  firmólo  Juan  Berna^ 
do,  ante  mf,  Gerónimo  de  la  Fuente  de  Rivera,  escriba- 
no, etc. 

é  después  de  lo  susodicho  en  la  dicba  ciudad  de  Se- 
villa, á  veinte  y  seis  ¿fias  del  dicho  mes  de  Julio  de  mil 
y  quinientos  y  setenta  y  quatro  anos,  el  dicho  Diego  de 
Artieda,  vecino^  presentó  por  testigo  para  la  dicha  infor-* 


40  •  DOGUHBirros  inéditos 

macion,  á  Dod  Fernando  de  Padilla,  vezino  é  natural  de 
la  villa  del  Puerto  de  Santa  María,  y  estante  al  presente 
en  esta  ciudad  de  Sevilla,  del  qual,  yo  el  presente  es- 
cribano, recibí  juramento  por  Dios  Nuestro  Señor  é  por 
la  señal  de  la  cruz,  en  forma  de  derecho,^  en  virtud  del 
qual  prometió  de  dezir  verdad;  é  siendo  preguntado  por 
el  tbenor  de  las  preguntas  insertas  en  el  pedimento  he- 
cho por  el  dicbo  Diego  de  Artieda,  dixo  é  declaró  lo  si- 
guiente, etc. 

De  la  primera  pregunta,  dixo:  que  conoce  al  'dicho 
Diego  de  Artieda,  por  cuya  parte  es  presentado  por  tes- 
tigo, de  siete  é  ocho  años  á  esta  parte,  poco  más  é  me- 
nos; y  que  lo  demás  contenida  en  la  pregunta,  lo  que 
della  sabe,  es,  que  por  un  dia  del  mes  de  Henero,  que 
agora  pasó,  deste  presente  año,  viniendo  este  testigo 
de  la  villa  de  Madrid,  llegado  que  llegó  á  Ciudad  Real, 
encontró  en  la  dicha  Ciudad  con  el  dicho  Diego  de  Ar- 
tieda;  el  qual  estaba  en  la  dicha  Ciudad  Real,  con  una 
bandera  enarbolada ,  baziendo  gente  para  la  jornada, 
que  por  mandado  de  Su  Magestad  lestá  cometida  para 
Coslarica;  y  vido  este  testigo,  que  por  la  dicha  ciudad 
se  tocaban  óajas  y  pífanos,  se  bochaban  bandos,  mani- 
festando en  ellos,  la  dicha  joraada;  y  el  dicho  Diego  de 
Artieda  hazla  todas  sus  diligencias  posibles,  para  poder 
'  hazer  la  dicha  gente,  y  queriendo  salir  déla  dicha  ciudad, 
para  venir  á  esta  ciudad  de  Sevilla,  baziendo  por  el  ca« 
mino  la  gente  que  pudiese,  el  susodicho  dexó  en  la  di- 
cha Ciudad  Real  á  un  Diego  de  Peñaranda ,  con  la  dicha 
I^andera  y  oon  comisión  para  que  pudiese  hazer  gente 
para  la  dicha  jornada,  al  qual  se  le  dexó  muy  encargado 
y  encomendado;  y  después  desto^  vido  este  testigo,  quel 
dicho  Diego  de  Artieda,  se  vistió  de  camino  y  se  despi- 


DXL  ARCHIVO  DI  INDIAS.  41 

dio  de  algonas  personas»  para  bazer  sti  jornada;  y  qae 
esto  sabe  desta  pregunta ,  por  k)  baber  visto  ser  y  pasar 
ansí. 

De  la  segunda  pregunta,  dÍKÓ:  que  después  queste 
testigo,  llegó  el  dicho  Diego  de  Artieda,  y  fué  cosa  pú- 
blica y  notoria,  que  en  esta  dicha  ciudad  no  se  fué  con- 
sentido que  enarbolase  su  bandera,  ni  hiziese  gente,  á 
causa  de  baber  embiado  Su  Magestad  una  cédula  probi- 
sion,  en  que  dice  que  por  ella  mandaba  al  fator  Fran- 
cisco Duarte,  no  consintiese  se  hiziese  ninguna  gente 
en  esta  ciudad  para  ninguna  jornada ,  sino  fuese  á  la 
jornada  de'Flandes,  que  Su  Magestad  mandaba  faazer;  y 
que  á  esta  causa,  vido  este  testigo,  que  se  le  fueron  mu- 
chos  soldados  de  los  que  tenia  hecihos  el  dicho  Diego  de 
Ariieda,  para  su  jornada;  los  quales  se  iban  á  la  jornada 
de  Flandés,  y  otros  se  iban  á  sus  tierras;  y  visto  esto  por 
el  dicho  Diego  de  Ariieda,  se  partió  destá  ciudad,  di- 
ziendo,  que  iba  á  recoger  y  poner  en  borden  la  gente 
que  le  tenían  hecha  los  oficiales  que  había  dejado  en  los 
lugares  dende  la  corte,  aquí;  y  questo  sabe  de  la  pregun- 
ta, por  lo  que  dicho  y  declarado  tiene,  etc. 

De  lá  tercera  pregunta,  dixo:  queste  testigo  vido  en 
esta  ciudad,  y  en  la  villa  de  Sanlúcar  de  Barrameda,  y 
en  el  Puerto  de  Santa  María,  y  en  la  ciudad  de  Cádiz,  se 
embargaron  por  mandado  de  Francisco  de  Duarte,  todos 
los  nabios  que  en  los  dichos  puertod  habia;  el  qual  em- 
bargOy  dezian  se  bazia  por  mandado  de  Su  Magestad, 
para  la  jornada  de  Ftandes;  y  questo  es  público  y  noto- 
rio, y  lo  sabe  este  testigo,  por  lo  haber  visto  y  hablado, 
se  presente  algunos  embargos,  en  los.  dichos  puertos;  y 
esto  responde,  etc. 

De  laquarta  pregunta,  dixo:  ({ue  lo  que  sabe  de  esta 


42,  DOCUMINTOS  irnsDi'^os 

pregunta,  es,  qae  estando  este  testigo  en  esta  dicha  ciu- 
dad de  Sevilla,  habrá  dos  meses  poco  más  ó  méuos,  vi- 
do  quel  dicho  Diego  de  Artieda  fletó  un  barco  en  el  rio 
d^sta  ciudad  para  la  villa  de  Sanlúcar;  y  el  susodicho  con 
psl^.testigoy  otrasgenteSy  se  embarcaron  en  el  dicho  bar- 
co; y  fueron  á  la  dicha  villa  de  Sanlúcar;y  después  de  ha- 
ber llegado  á  ella,  vido  este  testigo  quel  dicho  Diego  de 
Artieda,  trató  de  comprar  dos  ciabios  que  estaban  en  el 
dicho  puerto,  y  ios  dueños  de  ellos  se  los  vendieron,  y 
le  hazian  comodidad,  con  que  tomase  á  su  cargó,  el  ha- 
zer  desembargarlos;  y  vido  este  testigo,  que  en  su  pre- 
sencia, el  dicho  Diego  de  Artieda,  fué  á  hablar  al  falor 
Francisco  Duarle,  que  á  la  sazón  estaba  en  la  dicha  vi- 
lla; y  le  rogó,  obiese*  por  bien,  de  desembargarle  los  di- 
chos nabios,  pues  hera  para  el  servicio  de  Su  Magestad; 
y  le  ensenó  la3  provisiones  que  de  Su  Magestad  tenia, 
para  hazer  la  dicha  jornada  de  Costarica;  y  el  dicho  Fran- 
cisco Duarte,  le  respondió,  que  no  lo  podia  hacer,  por* 
que  habia  pocos  nabios;  y  que  habia  embiado  alguaciles 
á  los  pderto^,  á  embargar  nabios;  que  como  los  habia  de 
desembargar,  pues  Su  Magestad  los  habia  de  menester; 
y  el  dicho  Diego  de  Artieda,  le  respondió,  que  también 
él  los  queria,  para  ir  en  servicio  de  Su  Magestad;  y  el  di- 
cho Francisco  Duarle,  le  respondió,  que  aquello  era»  que 
lo  mandaba  hazer  espresaiaente.  Su  Magestad;  y  que  la 
jornada  de  Costarica,  que  poco  importaba  que  se  hiziese 
este  año,  quel  que  benia;  y  questp  pasó  en  presencia  de 
este  testigo;  y  después  (jue  se  S9lió  de  a)lí,  el  dicho  Die- 
go de  Artieda,  fué  á  bailar  con  el  señor  alcalde  Arriago, 
que  á  la  sazón  estaba  en  la  dicha  villa  de  Sanlúcar,  para 
que  le  rogase  al  dicho  Francisco  Duarte,  que  le  desembar- 
gase siquiera  un  nabio,  para.  cuo3pI|r  lo  que  Su  Magestad 


le  mafldabs;  y  el  dicho  seSor  alcalde»  y  dos  oidores  de  .la 
Asdíi^cia,  qwi  Duque  de  Medíoa  tjeoe  ea  la  dicha  vjl^ 
de  Sanl^cpr,  fuerop  á  rogar  bJí  dicha  &(Qr  Francisco 
Daarte,  tibíese  ppr  |)ien  de  desembargar,  si  quería,  un 
nabio;  y  habiéndoselo  rogado,  respondió,  que  no  io  .pe- 
dia hazer  síao  Jiera  que  So  Maeestad  se  lo  m^ahdaba;  por- 
que él  teaía  f^mbargadps  los  aichos  oabios»  por  manda* 
do.de  Su  llagj90td(],  para  hazer  la  dicha  jornada  4e  fhs^- 
dea;  y  el  dSaho  Diego  de  Artie^a  visto  es(p,  bolvió  á  los 
diKlioa  ^e  los  natHos  que  compraba,  y  les  dri;o,  como  el 
dicho  Francisco  Duarte,  no  queria  desembprgar  los  di- 
chos nabios;  y  desde  allí  pasó  al  P^ierlo  de  Santa  Maria^ 
y  la  ciudad  de  Q^díz,  pyra  ver  si  hallaba  algunos  nabios 
deaembargados,  que  podi^r  comprar;  y  aunque  fué  y  lo 
procuró^  nos  loapudo  hallar  pior  eslar  embargados,  por- 
que no  habian  llegado  al  puerto,  qoando  los  embargaba 
el  fator  Francisco  Ouarte;  y  que  esto  responde  á  esta 
pregunta,  por  k)  baber  visto»  ser  y  p*^  "r  aosi,  etc. 

Déla  quinta  pregunta,  díxo:  qpe  dize  lo  que  dicho 
tiene,  en  qqe  se  afir  ana  y  ratifica;  é  fuéle  leído,  y  en  ello 
se  ratificó;  y  ques  de  hedad  de  veinte  y  cinco  anos, 
poco  más  .ó  menos;  ¿que  no  le  tocan  las  jenerales;  y  fir- 
mólo de  su  nombre  Dqq  Hernando  de  Padilla.  Ante  mí, 
Gerónimo  de  la  Fuente  de  Rivera,  escribano,  etc. 

fia  la  ciuda4  de  SeviUa  eneste  dicho  dia,  lunes  veiu: 
te  y  seie  dias  del  m^  de  Julio  de  mil  y  quinientos  y  se- 
tenta y  CMtro  años^  el  dicho  Di^go  de  Artieda,  presenta 
por  teatigo  m  ln  díeha  información,  que  le  está  mandada 
dar  á  Cristóbal*  Mar(tip  Polvorista»  vecino  desta  ciudad, 
en  Tiiana,  ep  ía  oüSiUe  larga  de  Triana,  junio  á  San^ 
Ana,  del  qtal  yo,  «I  preaeate  eacribano,  le  recevi  jura- 
mento por  Dios  Nuestro  SeSpr  y  por  la  señal  de  la  cruz 


44  DOGUMENtOS    ÍllÍ&IT<)S 

que  fizo  con  los  dedos  de  su  mano  derecha;  en  virtud 
del  qual  dicho  jaramento,  prometió  de  dezir  verdad;  é 
siendo  preguntado  por  las  preguntas  insertas  en  el  pedi* 
mentó  fecho  por  el  dicho  Diego  de  Artiéda,  dixo  lo  si* 
guíente,  etc.: 

De  la  primera  pregunta,  dixo:  que  conoze  al  dicho 
Diego  de  Artieda,  que  le  presenta  por  testigo^  de  veinte 
años,  á  esta  parte,  poco  más  ó  menos;  y  que  este  testigo 
save  quel  dicho  Diego  de  Artieda,  desde  el  tiempo  que 
la  pregunta  dize,  se  ha  ^ocupado  en  servicio  de  Su  IMEía; 
gestad;  en  procurar  hazer  gente  para  la  población  y  pa- 
cificación de  Costarica;  porque  este  testigo  lo  ha  visto 
y  de  presente  ve,  quel  dicho  Diqgo  de  Artieda  tiene 
enesta  ciudad  eoarboladas  dos  banderas,  y  andan  á  lam* 
bores  y  andadb  con  sus  pífanos,  hecbaodo  baudo  para 
procurar  hazer  gente  para  la  dicha  jornada,  y  ansi  mis* 
mo  tiene  en  Utrera  otra  bandera  para  el  dicho  efeto;  y 
onéllo,  este  testigo,  lo  ha  visto  fazer  todas  las  diligencias, 
que  para  conseguir  y  hazer  la  dicha  jornada  han  sido 
posibles;  y  jquesto  responde,  por  lo  aver  visto  como 
dicho  tiene. 

De  la  segunda  pregunta,  dixo:  queste  testigo,  vido, 
que  estando .  el  dicho  Diego  de  Artieda  enesta  ciudad, 
haziendo  la  dicha  gente,  habrá  tiempo  de  tres  meses, 
poco  más  ó  menos;  queste  testigo,  vido,  que  le  abatieron 
las  banderas  qnel  susodicho  tenia,  con  las  quales  hazia 
su  gente;  el  qual  abatimiento,  fué  á  causa  de  una  provi- 
sión ó  cédula  de  Su  Magostad,  que  dezian,  haber  benido 
al  fator  Francisco  Duarte^  en  que  por  ella  dize,  que  le 
mandaba  Su  Magostad,  que  no  se  hiziese  gente  alguna 
para  ninguna  parte,  sino  fuese  para  la  jornada  de  Flan*' 
des;  y  queldicho  Diego  de  Artieda,  tubo  y  ha  tenido  las 


0BL   AhOBPfQ  DB  INfilAB.  45 

dichas  bao^eras,  abatidas  hasta  agora ,  abrá  un  mes»  poco 
más  ó  méooH»  <^6  las  ha  levantado  y  procurado  hazer  sa 
gente  para  la  dicha  prnada  de  Costarica,  donde  vá;  y 
quesle  testigo  ha  visto  que  por  esta  causa»  se  le  ha  ido  y 
ausentado  macha  gente  al  dicho  Diego  de  Artieda;  porque 
como  le  fué  impedido  el  pasage,  algunos  de  los  soldados 
qde  había  fecho»  se  le.  iban  y  ausentaban  en  las  compa- 
ñías que  Ítem  á  Flandes,  y  otros  se  volvían  á  sus  tierras^ 
sin  ser  parte  el  dicho  Diego  de  Artieda  para  podello  re* 
mslir;  y  questo  sa  ve  este  testigo»  por  lo-  haber  visto  ser 
y  pasar  ansí^  como  dicho  tieoe»  etc. 

De  la  tercera  pregunta,  dixO:  quesle  testigo,  enesta 
ciudad»  de.  quatro  meses  á  esta  parte»  poco  más  ó  mé« 
nos;  que  por  mandado  de  Francisco  Duarte»  se  han  em« 
bargado,  en  el  Río  desta  ciudad»  los  nabios  que  habla; 
en  el  quatl»  embargo»  desian  que  se  bazia  {>or  mandado 
de  Su  Magostad  para  hazer  enella  la  jornada  de  Flandes; 
y  que  ansí  mismo»  ha  oido  dezir  por  cosa  pública  y  no- 
toria» quen  los  puertos  de  Sanlácar  y  puerto  de  Santa 
María»  y  ciudad  de  Cádiz»  sean  embargados  todos  los  na- 
bios qne  había»  por  mandado  del  dicho  fator  Francisco 
Duarte»  para  el  dicho  efecto  de  la  dicha  jornada  de  Flan- 
dea;  y  que  esto  save  desta  pregunta»  por  las  causas  y  ra- 
zones que  dicho  tiene,  etc. 

De  la  quarta  pregunta,  dixo:  queste  testigo  vido  par- 
tir desta  ciudad  al  dicho  Diego  de  Artieda,  para  la  villa 
de  Ssmlácar;  e)  qual  fué  cosa  pública  y  notoria  en  esta 
ciudad»  que  fué  á  coiQprar  nabios  -para  poder  haaler  su 
jornada»  y  por  tenellos  embargados  el  dicho  Francisco 
Dnarte»  no  los  compró;  y  aunque  le  habló  para  que  se 
los  desen&bargaee»  y  él  llevó  por  tercero»  al  alcalde  Gar- 
riaco»  y  á  otras  personas  para  que  le  lo  rogasen  al  dicho 


46  BOCOMKMTOS  umüTOs 

Altor  Fraodsco  Daarle,  tío  lo  qoíso  hdcer,  por  denr, 
'qn^edCSsrban  embargados  por  mandado  de  Su  Mageetadpara 
la  jornada  de  Flaodea;  y  questo  es  lo  que  aave  dóstapra- 
guQta,  etc. 

De  laqttiñta  pi^ütq,  dixo:  que  díseio  que  áMio 
tiene  en  las  pregantes  antes  desta,  lo  qoal  es-  la  verdad 
de  lo  qae  save  y  pasa,  para  el  jaramente  que  fito;  y  qoes 
de  edad  de  treinta  y  nueve  afios,  y  que  no  le  toeaní  las 
preguntas  generales  que  le  fueron  beehas;  y  que  demás 
de  \o  que  dicho  tiene  en  la  quarta  pregunta  del^:  sosddi- 
cho,  dixo:  que  habrá  tres  meses,  poco  mas  ó  menos, 
quel  dicho  Di^o  de  Artieda,  trató  en  esta  cindAd  con 
Sancho  de  Medina,  en  que  le  compraba  nn'nabio  qoel 
susodicho  tenia  en  Palos;  y  se  concertaba  con  quel  dicho 
Sancho  de  Medina,  le  diese  el  nabio  acabado,  qMStaba 
en  astillero,  y  de  forma,  que  pudiese  navegar;  que  por- 
queldicho^iSanchode  Medina,  no  cumplió  al  tiempo  que 
quedóse,  deshizo  la  contratación  que  tenían  fecha,  y  no 
hubo  efecto;  y  ésto  lo  save  este  testigo,  por  averiando 
tercero  en  tres,  el  dicho  Diego  de  Artieda,  y  el  dielio 
Sanoho  de  Medina.  Fuéle  leido  este  su  dicbo  y  enél  se  afir- 
mó y  ratificó;  é  no  Qrmó,  porque  dixo,  que  non  sabia 
escrevir.  Ante  mí,.  Gerónimo  de  la  Fuente  de  Rivera;  es- 
cribano, etc. 

B  después  de  lo  susodicho  en  la  dicha  ciudad  de  Se- 
villa, miércoles  veinte  y  ocho  dias  del  dic^  mes  de  J^- 
lio  de  mil  y  quinientos  y  setenta  é  qnatro  afios,  €4  dicho 
Diego  de  Artieda  pifesentó  por  testigo  para  la  dicha  in- 
formación, á  Francisco  de  Encinas  de  Morales,  voaíno  de 
la  ciudad  de  Toledo;  estante  al  pk^esetite  eneísta  dicha  ciu- 
dad, del  qual  yo  el  presente  escribano  reoebí  juramento, 
por  Dios  nuestro  Señor  é  por  ia  sefial  de  la  cruz,  en  for- 


DIL  ARGHITO   ÜX    iKdUS.  47 

ma  de  derecho;  en  virtod  del  cual,  prometió  de  deíir 
verdad;  é  siendo  preguntado  por  él  thénór  de  las  pre- 
guntas del  dicho  pedimento,  dixo  lo  siguiente,  etc. 

De  la  primera  pregunta,  dlxó:  que  conoze  á  Diego 
de  Artieda,  que  te  presenta  por  testigo,  de  un  año  á  esta 
parte,  poco  mas  ó  menos;  y  que  sáv'e qae dende  tres 
días  del  mes  de  Enero  próximo  pasado,  deste  año,  et  di- 
cho Diego  de  Artieda  se  ha  ocupado  por  mandado  de 
So  Magestad,  en  hazér  gente  para  la  potación  y  paciñca- 
cion  de  Costafica;  y  lo  áave  esté  testigo,  por  haber  sali- 
do conél  desde  la  ciudad  de  Toledo  hasta  esta  dicha  cia-' 
dad;  y  ha  visto  quel  susodicho,  en'  la  dicha  ciudad  de 
Toledo  y  en  Ciudad  Real,  y  en  Dbedá,  y  en  Baeza,  y 
Anduxar,  y  laen  y  Córdoba  é  Flacencia;  y  en  Yillanue- 
va  de  los  Infantes  y  Tálabera,  y  Carmena,  y  Truxillo,  y 
en  Cuenca,  y  en  él  Corral  de  Alinaguer,  y  en  otros  mu- 
chos lugares,  que  hay  desde  la  Corte  á  aquí;  en  todos 
los  quales  dichos  lugares,  vido  este  testigo,  quel  dicho 
Diego  de  Artieda^  hazia  poner  sus  banderas,  y  tocar 
caxas  y  pífanos;  los  qúileshéchában  bandos;  én  los  gua- 
les manifestaban  la  dicha  jornada  y  el  servicio  que  á'Su 
Magestad  se  hazia  enéUa;-  y  quel  dicho  Diego  de  Artie- 
da, por  80  persona,  hablaba  á  muchas  gentes,  ansí  m)an- 
cevos  como  casados,  procurando  con  ellos  que  hiziesen 
la  dicha  jornada;  y  éste  testigo  lé  vido  que  hazian  tantas 
diligencias,  enello,  qoanftas  heran  posibles  de  se  hazer; 
y  le  vido  algun'las  vezes,  salir  de  los  lugares  donde  esta- 
ban, para  hir  á  otros  á  procurar  de  hazer  la  dicha  gen- 
te, y  salia  con  grande  agua  y  quedándose  de  noche  en  el 
campo,  por  no  poder  pasar  algunos  rios  y  arroyos,  res- 
peto de  la  creciente  que  trahian  y'  él  agua  que  llovía, 
caer  encima  dél,  sin  teúer  con  gúe  cubrirse,  ni  que  po- 


48  '  DOCDMENTOS  INIDIT08 

der  comer;  lo  qual  save  este  testigo,  por  venir  desde  la 
ciudad  de  Toledo  con  el  dicho  Diego  de  Artíeda,  para 
hir  con  él  en  servicio  de  Su  Magostad  esta  jornada,  y 
haber  andado  todos  los  dichos  lugares,  que  declarados 
tiene,  con  el  dicho  Diego  de  Artieda,  hasta  llegar  á 
esta  ciudad,  y  haber  pasado  lo  que  dicho  y  declarado 
tiene. 

De  la  segunda  pregunta  dixo;  que  después  que  llegó 
el  dicho  Diego  de  Artieda  á  esta  ciudad,  que  habrá  cinco 
meses  poco  más  ó  menos,  vidoeste  testigo,  que  lasbande- 
,  ras  quel  susodicho  habia  hecho  poner  para  hazer  gente, 
le  fueron  abatidas;  y  fué  cosa  pública  y  notoria,  que 
se  las  abatieron  en  virtud  de  una  cédula  probision,  que 
dezian  haber  embiado  Su  Magestad  á  Francisco  Duarte 
su  falor,  para  que  no  se  pudiese  fazer  otra  gente  ningu- 
na en  esta  dicha  ciudad  y  otras  partes,  sino  fuese  para  la 
jornada  que  Su  Magestad  mandaba  hazer  para  Flandes; 
y  á  esta  causa  se  le  fueron  muchas  gentes,  de  las  quel 
dicho  Diego  <Ie  Artieda  tenia  fechas  para  la  jornada  de 
Costarrica,  porque  unas  se  pasaban  á  la  compañía  de  la 
jornada  de  Flandes,  y  otros  se  volvían  á  sus  tierras;  ,1o 
qual  save  por  lo  haber  visto  ser  y  pasar  ansí,  como  de- 
clarado tiene,  etc. 

De  la  tercera  pregunta,  dixo;  que  lo  que  de  ella  sa- 
ve,'es,  que  ha  sido  pública  y  notoria  en  esta  ciudad, 
quel  fator  Francisco  Duarte ,  por  mandado  de  Su  Ma- 
gestad, embargaba  y  embargó  todos  los  nabios  que  ha- 
bia y  venian  á  los  Puertos  de  Saulúcar  de  Barrameda  y 
Puerto  de  Santa  María  y  ciudad  de  Cádiz;  lo  qual  ansí 
mesmo,  lo  ha  oido  dezir.este  testigo  en  cada  uno  de  los 
dichos  puertos;  y  que  se  embargaban  para  ir  á  la  jorna- 
da, que  por  mandado  de  Su  Magestad  se  hazia  para 


DXL  AIUSHIVO  DI  INOIAft.  49 

Flandes;  y  questo  es  público  y  Qotorio,  y  lo  que  save 
desta  preganla,  etc« 

De  la  qaarta  preganta ,  dixo;  que  dqspues  de  haber 
pasado  lo  contenido  en  las  preguntas  antes  desta,  el  di- 
cho Diego  de  Artieda,  fletó  un  barco  y  fué  por  el  río 
desta  ciudad  á  la  villa  de  Sanlúcar  de  Barrameda;  y  este 
testigo  y  otras  personas,  fueron  con  el  susodicho,  y  vido, 
que  después  de  haber  llegado,  trató  en  el  dicho  Puerto 
de  Sanlúcar,  de  comprar  uno  é  dos  nabios,  los  que  le 
vendiesen;  y  ansí  mismo>  fué  al  Puerto  dO'  Santa  María 
para  el  dicbo  efeto,  y  embió  á  la  ciudad  de  Cádis,  y  en 
personas  que  en  los  dichos  puertos  tenian  nabios,  tenian 
por  bien  de  se  los  vender,  y  se  los  concertaban  con  él, 
en  el  precio  con  que  el  dicho  Diego  de  Artieda  tomase 
á  su  cargo  alzar  y  quitar  el  embargo  que  en  ellos  tenia 
hecbo  el  fator  Francisco  Duarte;  y  este  testigo,  vido, 
quel  dicho  Diego  de  Artieda,  habló  al  dicho  factor  Fran- 
cisco Duarte,  que  á  la  sazón  estaba  en  el  dicho  Puerto  de 
Sanlúcar  de  Barrameda;  y  le  rogó,  tubiese  por  bien,  de 
quitar  el  embargo  que  tenia  hecho  en  aquellos  nabios 
que  compraba;  pues  que  los  qneria  para  servicio  de  Sn 
Magostad,  y  hazer  la  jornada  de  Costarrica,  que  le  estaba 
mandado;  y  que  demás  del  hablar,  el  dicho  Diego  de 
Artieda,  por  sn  persona,  llevó  terceros  amigos,  el  dicho 
fator,  qne  se  lo  rogasen,  y  nunca  quiso  quitar  el  dicho 
embargo  de  los  dichos  nabios,  diziendo  que  ellos  esta- 
ban embargado)  para  la  jornada  de  Flandes;  y  que  si  Su 
Magostad  no  le  mandaba  alzar  el  dicho  embargo,  que  no 
lo  absaba;  y  questo  save  desta  pregunta,  por  lo  haber 
visto  ser  y  pasar  ansí,  etc. 

De  la  qninta  pregunta,  díxo;  que  dize  lo  que  dicho 

tiene,  en  las  preguntas  antes  desta,  en  que  se  añrma  y 
Tomo  XV.  4 


so  MCUMXNTOS  lM¿0nX)S 

ratifica;  y  es  la  verdad  para  el  joramefiio  qae  hecho  tie- 
ne» lo  qual  le  fué  leído,  y  en  ello  se  ratificó,  y  firmólo  de 
M  nombie,  y  ques  de  hedad  de  veinte  y  tres  años  poco 
más  ó  menos,  y  que  no  le  tocan  -ningana  de  las  pregun- 
tan generales,  que  le  fueron  fechad,  máé  de  que  vá  en 
esti3  viaje  deCostarrica  con  el  dicho  capitán  Diego  de  Ar- 
tieda,  como  dicho  tiene,  Francisco  Encinas  de  Morales. 
Ante  mi,  Gerónimo  de  la  Fuente  de  Rivera,  escribano,  etc. 

£  después  de  lo  susodicho,  en  este  dicho  dia,  veinte 
ocho  días  d§l  mes  de  Jolio  de  mil  é  quinientos  é  setenta 
é  quatro  años,  el  dicho  Diego  de  Artieda,  presentó  por 
testigo  para  la  dicha  información,  A  Francisco  Hernández 
Bravo  Maestre,  vecino  desla  ciudad  de  Sevilla,  en  Tria- 
na,  del  qual  yo  el  presente  escribano,  receví  jurametfto 
por  Dios  Nuestro  Señor  y  por  la  señal  de  la  cmz,  en  for* 
ma  debida  de  derecho;  en  virtud  del  qual,  é  siendo  pre- 
guntado, por  el  thenor  de  las  preguntas  insertas  en  el 
pedimento  fecho  por  el  dicho  Diego  de  Artieda,  dixo  lo 
siguiente,  etc. 

De  la  primera  pregunta,  dixo;  que  conoze  al  dicbo 
Diego  de  Artieda,  que  le  presenta  por  testigo,  de  quatro 
anos  á  esta  parte,  poco  más  ó  menos;  y  que  ha  oído  de- 
sir  por  cosa  pública  y  notoria,  en  esta  ciudad,  á  muchos 
soldados,  que  van  con  el  dicho  Diego  de  Artieda,  qnel 
susodicho  se  ha  ocupado  desde  el  tiencrpo  que  la  pregunta 
-díze,  por  mandado  de  Su  ,Magestad,  en  hazer  gente  para 
4a  jornada  de  Costarrica;  y  que  deude  la  villa  de  Madrid 
basta  llegar  á  esta  ciudad,  ba  venido  por  todos  los  loa- 
res baziendo  la  dicha  gente,  tocando  cajas  y  pífanos,  li^ 
chande  bandos,  manifestando  en  ellos,  la  intención  que 
Sm  Magostad  tenia,  en  que  se  hiriese  la  dicha  jornada, 
y  ei  servicio  que  se  le  liazia  en  ellos;  y  ansa  mismo,  vn 


do  esta  testigo,  que  después  quel  dicho  Diego  de  Artie- 
da,  Uegóó  esta  dicha  ciudad,  el  susodicho»  empezó  á 
hazer  enarbolar  sus  .banderas  y  tocar  cajas  é  pífanos,  y 
hachar  bandos  de  la  misma  manera  qae  está  dicho;  tan- 
10,  que  le  abatieron  ia  bandera  á  causa  de  la  gente  que 
Su  Magestad  mandó  hazer  para  Flandes;  y  questo  res- 
ponde  de  la  pregunta,  etc. 

De  la  segunda  pregunta,  díxo;  que  dize  lo  que  dicho 
tíene  en  la  pregunia  antes  désta  y  que  fué  cosa  pública  y 
notoria  en  esta  dipha  ciudad;  que  en  vir(ud  de  una  cé- 
dula é  provisión  de  Su  Magestad,  que  fué  venida  á  Fran- 
óseo  Doarte  para  que  no  consintiese  que  hiciese  ningu- 
na gente,  sino  fuese  ,para  la  jornada  de  Flandes;  y  que 
en  virtud  de  la  diqha  cédula,  le  -fueron  abatidas  las  di- 
chas banderas  al  dicho  Diego  de  Ariieda,  y  las  tubo  aba- 
tidas el  tiempo  contenido  en  ia  pregunta;  y  esto  respon- 
de de  la  pregunta;  y  Ip  save  por  lo  que  dicho  y  declara- 
do tíene;  y  que  por  causa  de  lo  susodicho  save  este  testi- 
go, que  se  le  han  ido  al  dicho  Diego  de  Artieda,  algunos 
soldados  de  los  que  habia  fecho,  etc. 

De  la  tercera  pregunta,  dixo;  queste  testigo  save 
quel  dicho  fator  Francisco  Duarte,  en  virtud  de  la  cédu- 
la provisión,  que  por  Su  Magestad  le  fué  embiada,  ha 
hecho  embargar  y. se  han  embargado  en  esta  dicha  ciu- 
dad, todos  los  nabios  que  en  el  Rio  délla  había,  é  ansí 
misflfto,  se  embargaron  los  que  habia  en  los  puertos  de 
Saniuear  de  Barrameda,  y  Puerto  de  Santa  Marib,  y  ciu- 
dad de  Cádiz;  el  qual  dicho  embargo,  se  hazia,  para  la 
gente  qne  se  habia  de  pasar  y  llevar  á  la  jornada  de 
Flandes;  y  questo  lo  save  este  testigo,  por  haber  visto 
embargar  algunos  de  los  diohos  navios;  y  por  lo  que  di- 
cho y  deoiaifad^o  titíne,  ele» 


52  DOGüllSNTOS  imODITOB 

Dq  la  quarta  pregunta,  díxo:  que  ha  sido  cosa  públi- 
ca y  notoria,  qnel  dicho  Diego, de  Artieda,  ha  procura- 
do con  toda  dih'gencia  y  cuidado,  de  buscar  nabios  en 
que  poder  llevar  la  gente  que  tenia  é  tiene  hecha,  para 
la  jornada  que  por  mandado  de  Su  Magostad  ha  de  hacer 
á  Costarrica,\y  ha  procurado  comprallos,  y  no  ha  aliado 
recaudo  ni  de  compra  ni  de  flete,  á  causa  de  estar  todos 
los  nabios  embargados  por  mandado  de  Francisco  Duar- 
te,  para  la  jornada  que  por  roatidado  de  Su  Magostad  se 
haze  para  Flandes;  y  questo  dize  por  lo  que  dicho  y  de- 
clarado tiene,  etc. 

De  Ja  quinta  pregunta,  díxo;  que  dize  lo  que  dicho 
tiene  en  las  preguntas  antes  desta,  en  que  se  afirma  y 
ratifica;  y  es  la  verdad,  para  el  juramento  que  hecho 
tiene;  y  ques  de  hedad  de  quarenta  a9os,  poco  más  ó 
menos;  é  que  no  es  pariente  del  dicho  capitán  Diego  de 
Artieda,  ni  le  tocan  las  generales.  Fuéle  leido  y  enéilo  se 
ratificó  é*  firmó. — ^Francisco  Hernández  Bravo  y  Geróni- 
mo de  la  Fuente  de  Rivera,  escribano,  etc. 

En  la  ciudad  de  Sevilla,  á  treinta  dias  del  mes  de 
Julio  mil  é  quinientos  é  setenta  é  quatro  años,  antel  ilus- 
trísimo  señor  alcalde  Arriega  de  León,  pareció  presente 
el  dicho  Diego  de  Artieda  é  dixo;  que  tiene  dada  la  in- 
formación que  por  Su  Merced  lestá  mandada  dar;  y  que 
de  presente  no  tiene  mas  testigos  que  presentar»  pidió  á 
Su  Merced,  le  mande  dar  un  traslado,  dos  ó  más,  losqae 
obiere  menester,  signados  é  firmado^,  y  en  pública  for- 
ma, y  en  manera  que  hslga  fé;  á  los  quales  y  á  cada  ano 
déllos,  interponga  su  autoridad  y  decreto  judicial,  tanto 
quanto  pueda  y  de  derecho  deba,  para  que  valgan  y 
bagan  fé  enjuicio  é  fuera  del,  do  quiera  ^ue  sean  pre* 
sentadQs;  é  pidió  justicia. — ^Diego  de  Artieda. 


DKL  ARCHIVO  0K  llIOUS.  53 

E  por  el  dicho  señor  alcalde  visto,  mandó  á  mi,  el 
dicho  escribauo,  dé  uq  leslimoaio»  dos  ó  más  de  la  di- 
cha ioformacioDy  signados  y  en  pública  forma,  y  en  ma- 
nera qae  haga  fé  al  dicho  Diego  de  Artieda;  á  los  quales 
y  á  cada  uno  déllos,  dixo;  que  interponía  é  interpuso  su 
autoridad  y  decreto  judicial,  tanto  quanto  puede  y  de 
derecho  debe,  para  que  valgan  y  hagan  fé  en  juízio  é 
fuera  del,  do  quiera  que  sean  presentados.  E  ansí  lo 
mandó  é  firmó  de  su  nombre^  siendo  testigos,  Gabriel  de 
Tapia  é  Juan  de  la  Parra,  vezinos  de  Sevilla. — El  licen- 
ciado, Arriega. — Ante  mí;  Gerónimo  de  la  Fuente  de 
Rivera,  escribano,  etc. 

De  lo  cual,  que  dicho  es,  yo  el  dicho  Gerónimo  de  la 
Fuente  de  Rivera,  escribano  de  Su  Magestad  é  de  pro- 
vincia, en  la  Audiencia  Real  desta  ciudad  de  Sevilla,  de 
pedimento  del  dicho  Diego  de  Artieda,  y  de  mandamien- 
to del  dicho  señor  alcalde  Arriega,  de  León,  que  aquí 
firmó  su  nombre,  di  el  presente  testimonio,  el  qual  va 
escrípto  en  diez  y  nueve  ojas  conesta,  de  mi  signo;  en 
Sevilla  á  treinta  dias  del  dicho  mes  de  Julio  de  mil  é 
quinientos  é  setenta  é  quatro  años;  siendo  testigos  pre- 
sentes, á  lo  ver,  sacar,  corregir  y  concertar  con  el  origi- 
nal, Gabriel  de  Tapia  y  Juan  de  la  Parra,  vezinos  de  Se- 
villa. Va  entre  renglones. — El  licenciado,  Arriega;  y  en- 
mendado.— Urca. — Enzi,  balga. 

É  yo  Gerónimo  de  la  Fuente  de  Rivera,  escribano  de 
Sa  Magestad  y  de  provincia;  en  la  Audiencia  Real  desta 
ciadad  de  Sevilla,  en  el  Juzgado  del  Ilustrísimo  Señor 
Licenciado  Arriega  de  León,  alcalde  por  Su  Magestad, 
de  la  dicha  Real  Audiencia,  que  aquí  firma  su  nombre» 
por  su  mandado,  lo  fíze  escrevir,  concertar  y  corregir 
con  el  original;  y  en  féQ  de  lo  qual,  fize  mi  sipo,  á  tal. 


54'  DocuMiüTos  uiAnros 

en  testimonio  de  verdad. — El  Licenciado  Arriega. — ^En- 
tre dos  rúbricas. — Hay  on  signó. — Gerónimo  de  la 
Fuente  de  Rivera  • — Entre  dos  rúbricas. 


ASIBNTO  T  CAPITULACIONBS   QüB    BL    VlBET  DB   LA    NuBVjL 

España»  mabqve0  db  ViLLAMANEiQUBy  hizo  con  Joam  Bau- 
tista DE  Lomas  Golmbnaees,  bobbb  bl  dbscübrimibmto  y 
población  db  las  pbovincus  óbl  nubvo  méxico  1  15  de" 

Fbbebbo  db  1589.  (1) 


Muy  poderoso  señor. — Joan  Bautista  de  Lomas  y 
Colmenares,  vecino  de  las  minas  de  Nuestra  Señora  de 
las  Nieves  del  nuevo  reino  de  Galicia,  en  la  Nueva  Es- 
pana,  dize:  que  habiendo  V.  A.  tenido  noticia  del  des- 
cubrimiento de  las  provincias  del  Nuevo  México,  y  ser 
de  mucha  ymportancia  se  conquitase  y  poblase  de  espa- 
ñoles, así  por  lo  que  toca  al  servicio  de  Dios  Nuestro 
Señor,  de  que  los  naturales  ydolatras  se  conbiertan  á 
nuestra  Santa  Fé  y  Religión  Cristiana,  quanto  por  el  au- 
mento de  la  Corona  Real  destos  reynos,  por  ser  aquellas 
provincias  de  mucha  gente  y  grandes  poblaciones  y  ri- 
quezas, V.  A.  mandó  al  marqués  de  Villamanrique,  Virey 
que  fué  de  la  dicha  Nueva  España,  encargase  la  dicha 
conquista,  y  hiciese  asiento  y  capitulaciones  con  la  per- 
sona que  le  pareciese  conbenir  y  ser  apropósito;  y  es 
ansí,  que  por  ser  el  dicho  Joan  Bautista  de  Lomas»  de 
los  más  principales  ricos  y  acendados  de  aquella  tierra,  y 
tener  mucha  comodidad  para  poder  servir  á  V.  A.  en 

(1)    Archivo  de  Indias.  Patronato,  Bst.  1.^,  Oaj.  1.^ 


DIL  ABGBIVO  9%  IVmkt.  55 

la  dicba  eotr«dii  y  conqniata,  aasi  de  minas,  ganados  y 
otros  géneros  de  hacienda,  eonrade  hijos  qae  le  ayuda- 
sen e»ella/Qciidió  al.dícbo  Virey  marqués  deVillamanrí- 
qti6>  y  hizo  con  41,  asiento  y  oapílulaoiones  en  la  forma  y 
manera  con  que  se  ofreció  á  hacer  el  dicho  descubrimien- 
to; y  vista  por  el  dicho  Virey,  proveyó  auto  en  que  dixo 
le  constaba  secetdiohoJoaaBauüsta  de  Lomas  de  calidad, 
y  el  más  rico  de  la  dicha  Nueva  Galicia,  y  concurrir  en  él, 
todas  buenas  partes  para  se  le  encomendar  el  dicho  des- 
cobrí^iíento;  y  a/)sí  aceptaba  su  persona;  y  desde  luego 
le  nombró  para  la  dicha  jornada;  y  aunque  el  dicho  Virey 
tenia  bastante  comisio»de  V.  A.  para  encomendar  la  di- 
cha jornada  y  dar  orden,  como  so  hiciese  por  ser  negó* 
cia  de  calidad  y  las  capitulaciones  de  ymportancia,  las. 
quería  comonicar  y  consultar  con  V.  A.  para  que  l&s 
bíese  y  aprovase;  y  entretanto  encargó  y  mandó  al  dicho 
Joan  Bautista  de  Lomas*,  se  fuese  pribiniendo  y  apres- 
tando, para  que  luego^que  se  le  encomendase,  prosiguie- 
se la  dicha  jornada;  y  htibióndose  ymbiado  las  dichas  oa*- 
pitnlaciones,  y  visilas  por  loa  desie  Real  Consto,  V.  A. 
escrivió  y  ondeoó  al  Virey  Don.  Luis  de  Velasoo,  lo  que. 
sobresello  V.  A.,  fué  servido  probeer;  el.  dicho  Virey,  sia 
hacer  caso  de  las  dichas  capitulaciones},  ni  querer  bolver 
á  hacerlas  de.nuevo  con  el  dicho  Joan  Bautista  de  Lomas» 
ymbíó  i  llamar  á  un  Fraftcisoo  db  Ordinola,.  con  quien, 
hii^  ortueva  capitulación  para  que  fuese  á  la  dicha  jorna* 
da  y  conquista;  y  antes  de  la  poder  empezar»  la  audien^ 
cia  de  la  ciudad  de  Guadalajara,  apedimienlo  del  fiscal, 
le  mandó  prenddr  parcftlpado  en  la  muerte  de  su  mujer, 
qne  di^en  la  mató  con  veneno;  y  por  ser  familiar  del 
santo  <^cia  de  la  foquisicion».  4f  abido  competencias  de 
jorisdiccipnes  sobre  qnlen.á  de  conocer  de  la  causa;  y 


56  DOGüMBirroS  IlfKDlTOS 

86  á  remitido  la  deteri&inacioQ  de  solo  e6le  artículo, 
á  V.  A.  y  Iraydo  los  autos  á  estos  reinos;  y  porque,  á, 
muchos  años»  que  se  tiene  noticia  del  dicho^escubri^ 
miento,  y  á,  más  de  seys»  que  el  dicho  Joan  Bautista  de 
Lomas,  capituló  con  el  dicho  Virey  marqués  de  Yilla- 
manríque;  y  seria  muy  del  servicio  de  Dios  Nuestro  Se- 
ñor y  dé  V.  A.  que  no  hubiese  más  dilación  sino  que 
con  mucha  brevedad  se  tomase  resolución  en^la  dicha 
entrada  y  conquista,  y  se  procurase  los  naturales  bengan 
al  conocimiento  de  nuestra  santa  fé  cat^itca,  y  en  acre- 
centamiento del  patrimonio  y  hacienda  Real  de  Y.  A. 
con  las  grandes  riquezas  que  prometen  las  nuevas  que 
de  las  dichas  provincias  se  tienen;  en  consideración  de 
lo  cual  á  V.  A.  suplica,  sea  servido  de  mandar  ver  las 
capitulaciones  que  el  dicho  Joan  Bautista  de  Lomas  hi20 
con  el  dicho  marqués  de  Yillamanrique,  que  pcesenta,  y 
si  pareciere  que  se  moderen,  quiten,  añadan  ó  se  hagan 
por  otra  forma  y  estilo;  suplica  á  Y.  A.  se  sirva  dar  co- 
misión y  facultad  al  Yirey  conde  deHonte  Rey,  para  que 
conforme  á  lo  que  Y.  A.  mandare  y  quien  tiene  las  co- 
sas presente,  buelva  á  hacer  las  dichas  capitulaciones  con 
el  dicho  Joan  Bautista  de  Lomas  ó  otra  persona  que  le 
páresca  más  apropósito  para  el  servicio  de  Y.  A.;  y  con 
que  pueda  tener  fin  el  dicho  descubrimiento,  que  el  que 
dicho  Joan  Bautista  de  Lomas  tiene  y  le  muevQ  á  supli- 
car á  Y  A.  en  quien  confia  le  hará  merced  en  premio  de 
Au  buen  celo  y  deseo. 

Sobre  la  jamada  del  Nuevo  M^ico. 

Ilustrísimo  Señor. — Antonio  de  Castro,  en  nombre 
de  Joan  Bautista  de  Lomas,  vecino  de  las  minas  de  las 


BIL  AACHIVO  DB  INmAS.  57 

Nieves»  digo:  quel  soso  dicho,  deseoso  de  conliouar  el 
servicio  de  Sa  Magestad,  como  persona  que  siempre  se 
á  ocupado  en  el  trato,  y  capitalo  coü  el  marqués  de  Vi- 
Ilamanrique,  aotesesor  de  Y.  S.,  la  xorhada  del  Nuevo 
México,  como  contra  de  las  capitulaciones  que  hage 
presentación;  y  es  ansí,  que  el  dicho  marqués  Viso- 
rey,  en  once  dias  del  mes  de  Marzo  del  año  de  ochenta 
y  Dueve,  nombré  para  la  dicha  jornada  por  governador 
y  capitán  general  del  Nuevo  México,  al  dicho  Joan  Bau- 
tista de  Lomas,  con  calidad  de  que  Su .  Magestad  viese 
las  dichas  capitulaciones  y  pro  veyere  acerca  déslo,  lo 
que  fuese  servido;  y  abiéndose  enviado  al  Real  Consejo 
de  las  Indias,  ora  por.  averse  perdido  los  papeles,  ora 
por  DO  aver  abido  persona  que  lo  solicitó  hasta  hagora, 
el  dicho  mi  parte,  no  á  tenido  respuesta,  y  á  su  noticia  es 
venido  que  Sa  Magestad  se  sirvió  de  cometer  á  V.  S.,  el 
proveer  lo  que  conviniese  en  lo  que  toca  á  esta  jornada; 
que  habiendo  llegado  las  dichas  capitulaciones  á  sus 
reales  mapós,  se  puede  y  debe  entender  que  fué  una  tá- 
stta  con  firmacioa  déllas,  para  que  V.  S«  como  quien 
tiene  el  caso.presente,  proveyere  en  ellas  lo  que  convi 
mese;  y  pues  el  nombramiento  de  gobernador  y  capitán 
general  ^stá  hecho  para  la  dicha  jornada  en  tiempo  y  en- 
ferma de  dicho  mi  parte,  por  el  dicho  Visorrey  que  lo 
pudo  hacer  eo  virtud  dé  una  Real  Cédula  de  Su  Mages- 
tad firmada  de  su  Real  nombre,  y  refrendada  de  Antonio 
de  Erazo  su  secretario^  fecho  en  Valencia  veinte  é  seis 
de  Henero  del  año  de  ochenta  y  seis;  y  en  virtud  del  di- 
cho nombramiento  y  cómo  en  él  se  le  encarga  y  manda 
el  dicho  Joan  Bautista  de  Lomas,  se  á  ido  aprestando  y 
disponiendo  las  cosas  oecesarias  para  la  dicha  jornada 
muy  acosta-  de  su  hacienda;  y  agora  de  pr^ente  por  las 


SS;  xKKanisNTOs  tnáDisos 

relaciones  que  de  las  dichas  proviacias  «n  traído  el  capí» 
tan  Joan  Moríate  y  Frai  Joan.  Gomezv  personal  que  fae«^ 
ron  á  prender  á.  Gaspar  Castaño  y  sos  seqaeses,  por  aber 
entrado  en  la  dicha  tierra,  sin  licencia  de  V.  S«,  se  dexa>> 
ba  entender  qnan  ymporlante  ynconveoieate  cosa  es,  aV 
servicio  de  Dios  Nuestro  Señor  y  propagación  de  su  santo 
evangelio  y  bien  universal  de  tanta  molütud  de  ánimas 
como  en  aquellas  tierras  a  y,  y  acresenta  miento  de  laBeal 
Corona  de  Su  Magostad,  que  la  dicha  xomada  se  hag» 
luego;  y  el  dicho  mi  parte  como  persona  que  está  nom* 
brada  para  ello,  está  presto  y  aparexado  de  hacello. 

A  y.  S.  Ilustrísima  picl^  y  suplico  mande  ver  las  di- 
chas  capitulaciones  y  nombramiento  que  el  dicho  Virey 
hizo,  y  las  confirme  y  aprueve  y  conceda  en  nombre  de 
Su  Magestad  lo  en  ellas  contenido;  pues  tiene  facultad 
para  ello;  que  el  dicho  mi  parte  Joan  Bautista  de  Lomaer 
está  presto  de  hacer  la  dicha  xornada;  é  yo  en  su  nem* 
brey  en  virtud  de  su  poder  de  que  hago  presentación, 
pfresco  y  le  obligo  en  forma  á  que  hará  la  djcba  xorna- 
da luego,  y  cumplirá  las  dichas  capitulaciones  conse- 
diéndosele  por  V.  S.  en  nombre  de  Sn  Magostad;  y  en* 
caso  que  V.  S.  no.se  sirva  de  proveéllo,  luegOi  en  la 
forma  que  tengo  dicho  y  quiera  consultallo  ó  S^  Mages^ 
tad,  primero,  suplico  á  V.  S.,,  qoe  pues  conoce  y  sabe  y 
es  notorio  que  el  (ficho.  Joan  Baatista  de  Lomas,  mipavte, 
es  persona  de  calidad  y  la  más  rica  dé  toda  aquel  reino, 
y  que  tiene  más  comodidad  para  hacer  ladicba  xornada, 
y  en  quien  concurren  todas  las-bieaes  pactes  necesaria» 
para  podérsele  encomendar;  que  laconsoltaque  Y.  S.  hi*' 
ciere,  sea  con  estas  eapit»iaoiones,  y  este  oai  pedimnto, 
para  que  visto  por  Su  Mag^tad,  todo^  prevea;,  lo  qua^ 
más  convenga;  pues  es  cosa  dar»  y  sabickx  en  toda  estsi 


DiL  aucbto  di  iiiDUé*  59 

Reino,  que  en  lodo  él,  do  ay  persona  que  con  más  coi- 
^  modidady^  rentaxas  j  certidumbre  de  lo  que  tiene  ofreció, 
do,  pueda  baoer  la  dicha  xornada. 

Notificación. — Otro  sí:  suplico  á  V.  S.  mande  que 
ei  primero  me  dé  por  testimonio  la  presentanion  de  esta 
mi  petición,  y  lo  que  Y.  S.  proveyere  á  ello,  para  en 
guarda  del  derecho  de  mi  parte;  y  pido  justicia  eon  mer- 
ced que  reciviré  de  V»  Su— Anlonip  de  Castro. 

l'Odef. — En  la  ciudad  de  México,  á  quince  dias  del 
mes  de  Febrero  de  mili  y  quinientos  y  'ochenta*  é  naeve 
aSos,  ante  mi  el  escribano  y  testigos,  yuso  escritos,  pa* 
recio  Joan  Bantista  de  Lomas  vecino  de  las  minas  de 
Nuestra  Señora  de  las  Nieves,  estante  al  pi*esente  en  esta 
dicha  Ciudad,  aquien  doy  fée  que  conozco  y  dixo:  que 
por  qaa>ntocoft' el  favor  de  Dios  Nuestro  Señor,  él  pre* 
tcinde  hacer  la  jornada  y  conquista  del  Nuevo  México  á 
80  costa,  y  ramsion,  y  para  que  esto  tenga  efecto,  áco- 
meneado  á  capitular  coael  Excelentísimo  Señor,  Don  AU 
varo  Manrique  de  Záñiga,  Marqués  de  Villamanrríque, 
Virrey  desta  Nueva  España,  por  virtud  de  la  comisión 
que  para  ello  tiene  de  Su  Magestad;  y  él  tiene  dado  me- 
morial de  las  capitulaciones,  firmado  de  su  nombre;  y 
por  tener  necesidad  de  irse  á  su  casa  á  negocios  ynpor-^ 
tantea,  y  no  poder  asistir  en  esta  ciudad  todo  el  tiempo 
que  e»  necesario  para  efectuar  el  dicho  negocio,  daba  é 
dio  80  poder^  cumplido,  quan  bastante  el  derecho  se  rre*- 
qtriere  y  mas  paede  y  debe  valer,  á  Antonio  de  Castro, 
Sectetario  del  dicho  Exmo.  Virrey,  para  que  por  ét  y  e» 
su  nombre,  y  como  ét,  propio,  pueda  acetar  y  acete,  to- 
dos y  qoaiesquier  conciertos  y  capitulaciones  q^e  sobre 
el  dicho  negocio  se  hicieren;  y  para  que  pueda  alterar  y 
akere  las-  capituladoneB  que  yo  tengo  fechas,  y  hacer 


60  D0GUIIKNTO8    DiÍDiT08 

Otras  de  nuevo  según  y  como  le  pareciere,  presentan- 
dolas  ante  el  dicho  Exmo.  Virrey  y  ante  la  rreal  persona*  ^ 
y  su  rreal  Consejo  de  las  Indias  ó  donde  mas  viere  que 
convenga,  y  pedir  y  pida  testimonio  ó  testimonios,  pro- 
visiones y  otros  qualesquier  recaudos,  de  lo  que  ansi  se 
concertare  y  capitulare,  y  otorgar  y  otorgue  qualesquier 
escrituras  obligaciones  y  conciertos  que  le  fueren  pedi- 
dos, las  quales  valgan  y  sean  tan  firmes,  bastantes  y  var 
lederas,  como  si  él  las  diese  y  otorgase,  hasta  qtfe  se 
acave  y  efetue  él  dicho  negocio,  sobre  el  qual  pueda 
hacer  y  haga  todos  los  autos  y  diligencias  judiciales  y 
estraxudiciales  que  convengan  é  menester  sean;  que  pa- 
ra todo  lo  suso  dicho,  dixo:  que  le  daba  édíó  este  dicho 
poder,  con  libre  y  general  administración,  con  facultad 
de  jurar,  ynjuiciar  y  sostituir;  y  le  relevó  en  forma;  y 
para  la  firmeza  déUo,  obligó  su  persona  ó  bienes,  ávidos 
é  por  aver;  siendo  testigos,  Luis  Ortiz  de  Vargas,  y  Joan 
de  la  Serna,  y  Hernando  de  la  Serna,  vecinos  y  estantes  - 
en  México.  Y  lo  firmó  de  su  nombre;  Joan  Bautista  de 
Lomas;  ante  mi;  Alonso  Pardo,  escribano  Real. — Yo 
Alonso  Pardo,  escribano  del  Rey  Nuestro  Señor,  fui  pre* 
senté,  y  fize  mi  signo  en  verdadero  testimonio. — Alón* 
so  Pardo;  escribano  Real. 

Joan  Bautista  de  Lomas,  vecino  de  las  minas  de 
Nuestra  Señora  de  las  Nieves,  digo:  que  yo  é  servido  á 
Su  Magestad  de  muchos  años  á  esta  parte,  con  nús  ar- 
mas y  caballos  en  esta  Nueva  España  y  nuevo  Reyno  de 
Galicia,  como  es  público  y  notorio,  y  á  mí  costa  y  mín- 
cion;  y  mediante  mi  industria,  y  por  mi  persona,  criados 
ailegado3  y  amigos  de  mí  casa,  é  sustlntado  en  paz  y  ea 
guerra,  los  indios  de  las  fronteras  de  las  dichas  minas 
de  laa  Nieves,  pico  de  Torra  y  sus  comarcas;  lo  qual  ai 


OBL  ARCHIVO  DI  0IDU8.  61 

se  oviera  de  aber  fecho  acosta  de  la  Real  hacienda  de  Su 
Magestad,  fuera  tanta»  quanta  se  gasta  en  el  nuevo  reí- 
no  de  Galicia  en  amparar  otras  fronteras  de  menos  ym- 
portancia;  y  porque  en  aver'yo  fecho  esto,  y  en  a  ver 
acudido  á  todas  las  demás  ocasiones  que  sean  ofrecido, 
del  servicio  de  Su  Magestad,  siempre  á  mi  costa,  como 
dicho  es,  é  ido  siguiendo  los  pasos  de  mis  antepasados, 
que  como  caballeros  hijos  dalgo  é  leales  vasallos  á  su 
Rey  ¿  señor,  natural  siempre,  le  sirvieron  en  las  guer- 
ras contra  ynñeles  y  otros  enemigos  ino  vidientes  á  sa 
Real  Corona;  y  porque  ansi,  por  esto,  como  por  la  mun- 
cba  ynspirencia  que  yo  tengo  de  las  cosas  de  la  guerra 
desta  tierra,  querria  continuar  en  permanezer  en  el  ser- 
vicio Real,  hasta  morir  é gastar  en  él,  la  parte  de  hacien- 
da que  Dios  Nuestro  Señor  asido  servido  de  medar;  y 
que  mis  hijos  hagan  lo  propio  para  que  acudiendo  yó  y 
ellos  á  vuestras  obligaciones,  Su  Magestad  con  su  gran- 
deza nos  haga  tan  crecidas  mercedes  como  las  suele  ha- 
cer á  los  que  les  sirven  con  sus  'personas  é  haciendas  en 
negocios  de  calidad  é  importancia;  y  por  serlo  de  tanta, 
la  conquista  y  pacificación  de  las  provincias  de  Nuevo 
México,  siendo  V.  S.  servido  encomendármela,  pues 
tiene  comisión,  de  Su  Magestad,  particular  para  ello;  yo 
me  ofrezco  á  servir  á  Dios  Nuestro  Señor  é  á  Su  Mages- 
gestad,  en  ella,  conquistando  y  pacificando  las  dichas 
provincias,  y  trayendo  á  verdadero  cooocímiento  de  la 
fe  cristiana  á  los  avitadores  déJIos,  para  que  se  salven 
é  den  la  obediencia  al  Rey  Nuestro  Señor  y  le  conozcan 
por  su  Rey  y  Soberano  Señor;  todo  á  mi  costa  y  misión, 
y  sin  que  Su  Magestad  gaste  en  ello  cosa  alguna  de  su 
Real  haciendQ;  con  que  V.  S.  en  su  Real  nombre  me  am- 
pare é  haga  merced  en  las  cosas  necesarias;  é  mande 


62  MCUaUNTOB  mÉDlTOB 

guardar  y  que  se  guarden  conmigo  las  capiti^ciones  si- 
guientes. 

Primeramente;  Y.  S.  en  virtud  de  la  permisión  que 
tiene  de  Su  Magostad  para  encargar  esta  jornada  y  con- 
quista del  nuevo  México  á  quien  fuere  servido,  siéndolo 
encargármela  á  mi,  me  á  de  dar  provisión  para  ello,  yn- 
certa  la  Real  Cédula  de  la  dicha  permisibn,  con  título  de 
Gobernador  é  Capitán  Generaif  de  las  dichas  provincias  y 
nuevo  descubrimiento,  con  las  fuerzas  é  firmezas  confor- 
me á  derecho. 

ítem:  V.  S.  á  de  mandar  darme  la  instrucción  é  yns- 
trucíonal  que  parecieren  convenientes,  para  conseguir  el 
efecto  de  lo  suso  dicho,  más  en  servicio  de  Dios  Nuestro 
Señor  é  de  Su  Magestad,  bien  y  paciñcacion  del  Santo 
Evangelio  édotrina  cristiana,  y  el  modo  que  se  á  de  te- 
ner en  la  paciñcacion;  y  en  caso  que  por  bien  de  paz  no 
quieran  venir  en  el  verdadero  conocimiento  déla  fécrís- 
'  tiana,  ni  oir  la  palabra  evangélica,  ni  dar  la  obediencia 
»1  Rey  Nuestro  Señor,  lo  que  se  ha  de  ser  con  ellos, 
para  que  en  todo  se  proceda  con  buena  consideración  y 
concierto,  y  que  con  esto  se  puedan  llevar  cristianamen- 
te los  tributos  que  se  les  obieren  de  imponer  para  la  co- 
rona real,  y  para  los  que  entendieren  en  la  dicha  con- 
quista. 

ítem:  que  por  quanto  yo  tengo  de  gastar  en  esta 
xornada  mucha  cantidad  de  hacienda,  y  para  disponer- 
me para  ella,  es  menester  tiempo,  V.  S.  me  á  de  dar  sus 
«omisiones  para  que  yo  pueda  levantar  y  conducir  en 
toda  esta  Nueva  Kspana  é  Nuevo  Reino  de  Galicia,  Nue- 
va Vizcaya,  Nuevo  Reino  d^  León,  toda  la  o^nte  que 
fiíere  necesaria  y  quisiere  yr  conmigo,  ansí  despanoies 
como  mestizos,  negros  y  mulatos  yndios,  amigos,  sin  que 


DBL  AACmVO  m    INDIAS.  68 

cofi  esto^  queriendo  ellos  yr  de  su  vohmtad,  se  les  pen- 
ga estofvo  ni  ynpediiDenio  alguno;  ai^es  lasjustícias,  me 
jden  ¿  mi  y  á  mis  capitanes  y  comisarios,  el  faror  y  ayu- 
da que  ovieren  menester,  -y  por  mis  dineros  los  carros 
y  carretas,  rrequas  é  caballos,  é  otras  cosas  necesarias, 
para  el  buen  aviamiento  de  la  gente  y  bagaxe. 

ítem,  que  como  tal  gobernador  y  capitán  general  de 
las  dichas  provincias  que  tengo  de  oonqnistar  y  pasific»* 
-en  nombre  de  So  Magostad,  y  de  las  que  conquistare  y 
.pasificare,  pueda  nombrar  capitanes^  maeses  de  campo, 
aMéreaes  rreales,  sargentos  mayores  y  alféreses  y  sar- 
gentos de  hs  compañías,  alguaciles  y  escríbanos  rreales, 
y  €tros  qualesquiera  oficíales,  he  reformarlos  según  y 
como  viere  que  convenga  al  servicio  de  Su  Magestad,  é 
4¡a&tigar  los  desacatos  y  insolencias  de  los  qoe  delinquie- 
ren, como  caso  de  corte  é  uzanza  de  guerra;  que  toda 
la  gente  que  conmigo  llevare  é  poblare *de  qualqnier  os- 
lado y  condición  que  sea,  esté  sujeta  á  mí,  como  á  su 
gobernador^  y  capitán  general,  y  á  los  mentslros  que  en 
DOOKfore  de  Sn  Magestad  les  pusiere. 

ítem:  que  por  cuanto  lo  poblado  y  conquistado  de  la 
provincia  de  Nueva  Vkdafya,  por  la  -derrota  de  Nuevo 
México,  se  acá  va  en  Sania  Bári)olé  é  miñas  de  Todos 
Santos,  se  á  de  entender,  desde  el  rrio  Ebro,  que  lla- 
man de  las  Concbas,  en  d  ante  que  está  pasada  la  pc^la- 
oion  de  Santa  Barbóla,  se  entienda  ser  de  mi  juridicion 
y  conquista  y  pasifícacíon;  y  todo  lo  que  de  allí  adelante 
se  conquistare,  descubriere,  pasiBcáre  é  poblare,  esté  á 
mí  cargo,  é  yo  lo  aya  de  poblar  é  ccMiqui^tar,  é  paaficar 
é  descubrir,  é  poblar  desde  el  dicho  rrio  Ebro,  en  ade- 
laftle,  aya  de  ir  tomando  la  posesión  de  la  tierra  para  Sa 
Magostad  y  en  sa  rreal  nombre,  y  poblando  en  éila,  en 


64  D0CDIIENT08  IHEIITOB 

las  partes  y  lugares  qae  me  pareciere  conviene»  ciuda- 
des, villas  y  lugares,  y  asientos  de  minas;  y'  poner  en 
ellas,  justicias  de  mi  mano,  é  otros  oficiales  de  república. 

Ítem:  que  pasado  el  dicho  Rio  Ebro,  pueda  dibidir 
la  gente  que  conmigo  llevare,  según  que  mejor  me  pa- 
reciere, por  las  partes  é  derrotas  que  entendiere  que  mas 
conviene,  para  que  descubra  la  dicha  tierra,  é  tome  la 
posesión  délla  en  nombre  de  Su  Magestad. 

ítem:  que  yo  pueda  poner  los  nombres  que  me  pare- 
ciere á  las  provincias  que  descubriere,  y  las  ciudades, 
villas  y  lugares,  y  pueblos  que  poblare,  é  señalarles  á 
cada  una  déllas,  términos  y  juridiciones  propios,  é  casas 
de  cabildo,  cárceles,  ospitales,  iglesias  ó  monesteríos,  é 
otros  lugares  que  me  parescan. 

ítem:  que  yo  paeda  nombrar  contadores,  tesoreros 
¿  fatores  de  la  Real  hacienda  de  Su  Magostad,  é  poner 
sus  reales  cajas  en  las  partes  y  lugares  que  me  pareció*- 
re  convenir,  señalando  á  los  dichos  oficiales  á  costa  de 
la  dicha  Real  Hacienda,  de  la  provincia,  adonde  los  nom- 
brare, el  salario  que  me  pareciere  que  merecen,  confor- 
me á  sus  ocupaciones,  con  que  no  ecceda  del  salario  que 
llevan  los  officiales  desta  ciudad  de  México;  y  que  los 
dichos  oficiales,  que  yo  ansí  nombrare,  lo  ayan  de  ser 
por  todos  los  días  de  su  vida;  y  durante  el  año,  aya  Su 
Magostad  ni  V.  S.  en  su  real  nombre ,  de  quitarlos 
ni  nombrar  otros  en  su  lugar,  sino  fuere  en  caso, 
que  cometan  delito  que  merescan  perder  los  dichos 
oficios. 

ítem:  que  yo  pueda  conceder  en  nombre  de  Su  Ma- 
gostad, á  todos  los  mineros  que  descubrieren  minas  de 
plata  ú  oro,  ú  otros  qualesquier  metales,  que  por  veinte 
años  no  paguen  más  que  del  veinteno  de  los  dichos  me- 


/ 


DEL  AACHIVO  DI  UUMAt.  65 

tales;  y  que  eo  esto,  pasados  ios  veinte  afios,  se  les  goar* 
de  á  los  dichos  números  pobladores  é  conqnistadores, 
las  prerrogativas  qiie  están  concedidas  á  los  que  descu- 
bren minerales  en  tierras  nuevas,  é  se  comunique  con 
ellos  qualquiera  merced  ó  privilexio  que  en  quaiqíriera 
manera  el  Rey  Nuestro  Señor  tiene  concedido  ó  conce* 
diere  á  los  mineros  de  la  Nueva  España. 

ítem:  quB  yo  pueda  hacer  nuevas  ordenanzas  en 
nombre  del  Rey  Nuestro  Señor,  para  limitar,  estacar  é 
ahondar  las  minas  de  todos  metales;  sc'gun  la  comodidad 
de  la  tierra  donde  fueren  los  desciArimientos  déllas, 
atento  á  que  pueden  ser  en  partes  tan  fértiles  é  pobla- 
das de  comida  é  jente,  que  convenga  mandarles  poner 
en  estados,  en  breve  tiempo;  é  que  por  el  consiguiente, 
podrían  ser  ios  dichos  descubrimientos  en  parte  tan  es- 
tériles é  desiertos  de  comida  é  gente,  que  conviniese 
alargar  el  tiempo  para  ponellas  en  estado. 

ítem:  que  yo  pueda  en  nombre  de  Su  Magestad  aser 
merced  de  qualesquíer  caballerías,  de  tierra,  estancias, 
heridos  de  molino,  potreros,  estancias  de  ganados  mayo- 
res é  menores,  y  ventas  á  qualesquíer  conquistadores,' 
pobladores  de  la  dicha  provincia  del  Nuevo  México,  é  á 
otras  qualesquíer  personas  que  me  pareciere,  é  repartir 
solares  é  sitios,  á  qualesquíer  vezinós  é  personas;  y  ansí 
mismo  aqualesquler  monesterios  de  las  religiones  que 
y.  S.  en  nombre  de  Su  Magestad  mandare  yr  á  quella 
tierra  6  adelante  fueren,  dé  qualquiera  orden  y  que  yo 
llevare  ó  resiviere* 

ítem:  que  V.  S.  á  de  ordenar  al  provincial  de  la  or- 
den de  San  Francisco,  me  dé  por  agora  los  religiosos 
qae  paresieren  necesarios,  para  hacer  la   dicha   con- 

qaista  é  pacificación  y  conversión  de  los  naturales,  é  pre- 
Tomo  XV.  5 


66  DOCUMBIITOS    UIXOITOS 

dicacioD  del  Santo  Evaogelio;  nombrándoles  persona  que 
sea  su  cabeza. 

Ilem:  que  abiendo  yo  pasado  con  mí  gente  é  campo 
del  dicho  Rio  que  llaman  de  las  Conchas,  é  comenzado 
á  conquistar  é  poblar  la  dicha  tierra,  de  allí  adelante  sea 
gobernador  é  capitán  general  délla,  como  queda  dicho, 
por  todos  los  días  de  mi  vida;  é  como  tal  gobernador  é 
capitán  general,  pueda  exercer  y  exerza  en  nombre  de 
Su  Magestad  toda  juridicion  civil  y  criminal,  alta,  yaxa, 
mero  misto  ymperio,  é  tal  lutísima  gladi  potestate;  6 
después  de  mis  dias  lo  sea  mi  hijo  mayor,  Andrés  de  Lo- 
mas; é  después  de  los  susos,  á  hijo  primoxénito;  é  si  yo 
le  alcanzare  de  mis  dias,  al  diclio  mi  hijo,  Andrés  de 
Lomas,  lo  sea  mi  hijo  segundo  Joan  Bautista  de  Lomas,, 
é  después  de  sus  dias,  su  hijo  primoxénito;  e  después  de 
su  hijo  mayor,  mi  nieto;  é  á  falta  de  hijo  varón  de  ral 
hijo,  á  él,  volver  la  sucesión  del  o&cio,  á  mis  yernos, 
prefiriéndose  el  marido  de  la  mayor;  é  después  del  su 
hijo  legítimo  é  mayor  de  la  dicha  mi  hixa,  por  manera, 
que  después  de  mis  dias,  é  de  durar  el  gobierno  de 
aquella  tierra,  seis  vidas  más,  de  los  dichos  mis  hi- 
xos  ó  nietos  ó  yernos,  como  dicho  es;  porque  en  este 
tiempo  podamos,  yó  y  los  dichos  mis  hijos,  acabar  de 
aniquilar  é  pacificar  la  dicha  tierra,  de  todo  punto,  la 
qual,  no  podremos  acabar,  sin  ser  gobernadores,  é  ca* 
pitanes  generales  délla,  como  dicho  és;  y  pasadas  las  di- 
chas seis  vidas,  que  como  dicho  es,4á|de  ser  la  mia  é  la 
de  mi  hijo  mayor  ó  nieto;  y  fallando  ellos,  la  de  mi  hijo 
segundo,  y  su  hijo;  y  faltando  también  éste,  la  de  mi 
hijo  tercero  ó  quarto,  ysusprimoxénitos;  y  fallando  ellos, 
los  maridos  de  mis  hijas,  pereciendo  el  de  la  mayor,  é 
sus  hijos^  Su  Magestad  provea  el  gobierno  en  quien  fuese 


OH.  AROflivo  DI  moikñ^  6? 

servido,  con  condicíoQ,  que  si  los  tales  liatnados  á  este 
gobierno,  faeren  impedidos  de  entendimiento 4  de  enfer* 
medad,  ó  no  quisieren  adniitir  eV  dicho  gobierno,  no  sea 
visto  perxudicar  el  derecho  de  seis  vidas,  sino  que  guan- 
do lo  tal  suceda,  ynmediatamente  posea  de  otro  Tlamado, 
sin  hacer  misión  del  incapaz  é  impedido  ó  del  que  no  lo 
quisiere:  ñique  por  él  se  haya  de  contar,  ni  quenie, 
ninguna  vida;  é  que  y6  y  ellos,  el  tiempo  del  dicho  go- 
bierno, podamos  nombrar  nuestros  tenientes  sí  quisiére- 
mos, y  foltando  los  llamados  é  nombrados  en  ésta  capitu- 
lación, el  último  posehedor  del  dicho  gobierno,  pueda 
nombrar  sucesor  asta  en  las  seis  vidas,  por  testamento, 
por  escritura  6  por  renunciación,  de  manera,  que  luego 
é  quando  quisiere,  pueda  transferir  el  dicho  oficio  ó  go- 
bierno, en  el  que  nombrare  en  vida  ó  en  muerte,  éstos 
faltando,  los  que  desde  luego  van  nombrados  é  lia- 

« 

mudos. 

ítem:  que  yo  hé  de  tener  de  salario  con  el  sergo  de 
gobernador  é  capitán  general,  cada  un  año,  ochó  mil 
ducados  de  Castilla,  el  qual  dicho  salario,  aya  de  correr 
y  corra  desde  el  dia  que  tomara  la  posesión  en  el  dicho 
Rio  Ebro;  é  se  me  ayan  delibrar  é  pagar  de  la  Real  Ha- 
cienda de  Su  Magestacl,  de  lo  que  yo  conquistare  é  po- 
blare á  mi  voluntad;  é  lo  propio  ayan  de  gozar  mis  hijos 
ó  nietos  que  tuvieren  el  gobierno;  y  si  en  lo  conquistado. 
desde  luego  ó  no  obiere  cantidad  bastante  para  sastifa- 
zerme  y  pagarme  mí  salario  en  qualquíftr  tiempo  que  lo 
halla,  aun  yo  é  mis  süzésores  seamos  fallecidos,  se;nos  á 
de  pagar  lo  corrido  y  que  senos  debiere  A  nosotros  ó  á 
nuestros  herederos;  prefiriéndonos  á  todo  otro  genero  de 
gasto  é  salario,  aunque  sea  de  gobernador  que  actual- 
mente  esté  sirviendo. 


6£t  immum^  inbiTOft 

ítem:  qae  yo  paeda  señalar  los  salarioaq«e  me  pare- 
cÍQre<),  á  lo^  corregidores p  alcaldes  mayores,  é  otros  mi-^ 
Distros  de  jiiisticia;  los  quales  t^ogo  de  nombrar  é  proveer 
como  me  pareciei^;  cea  que  el  salario  qae  les  señalare» 
sea  de  la  Hacienda  de  Sa  Magestad,  de  lo  .conquistado 
6  poblado;  y  lo  propio  pueda  hacer  en  los  laÍQistros  de 
doiarina»  é  senalalles  congrua  sustentación^  guardando 
en  su  presentación  la  forma  del  real  patronazgo;  la^  qual 
dicha  presentacioui  tengo  de  hacer  yo,  é  mis  hyos  é  nie- 
tos  que  sucedieren  en  el  gobierno,  como  dicho  es,  ea 
nombre  de  Su  Magostad,  como  sos  gobernadores  ó  ca- 
pitanes generadles;  y  los  tales  corregidores  que  ansi  yo 
nombrare,  an  de  exercer  y  administrar  justicia  con  las 
limitaciones  ó  excensionep  que  yO'  é  mis  sucesores  orde- 
náremos;  y  con  que  por  apelación  de  todos  los  juezes 
ynferiores  é  qualesquier  oficiales  é  menistros»  vengan  á 
mi,  á  mi  tribunal,  todos  los  negocios  de  mi,  vengan  por 
apelación  á  esta  real  audiencia,  los  negocios  que  fueren 
de  interese  de  quatro  mili  ducados  arriba,  y  los  q}ie  no 
fueren  de  tanta  cantidad,  so  fenezcan  y  acaven  con  mi 
determinación;  aunque  ante  m¡^  se  ayan  tratado  en  pri« 
mera  ynstancia. 

ítem:  que  pasado  el  dicho  Rio  Ebro,  en  adelante,  é 
de  poder  correr,  conquistar  é  pacificar  toda  la  tierra, 
por  las  partes  mediterráneas  é  por  las  partes  de  los  ma? 
res  del  Sur  é  del  Norte,  adyacentes  á  la  dicha  tierra,  ó 
descubrir  en  élloa  los  puertos  qae  obviere  fabricar  en 
éilos,  los  navios  que  me  pareciere;  para  que  por  entram- 
bas mares,  ^  pueda  comenzar  la  dicha  tierra  del  Nuevo 
México»  que  está  con  las  Felipinsis,  Piro  é  por  la  mar  del 
Norte  con  los  R^nos  de  Cadlilla. 

ítem:  que  yo  y  los  dichos  mis  heredero?  sabcesores 


ML  ARCHIVO  W  INDIAS.  69 

en  el  gobierno  con  qaten  sea  de  platicar  é  guardar  tam- 
bién lodo  Ib  arriba  dicho,  podemos  elexir  fondar  é  yns- 
titair  qualesquier  iglesias,  monesteriosyospilalesy  otros 
lagares  sacros  é  pios,  en  las  partes  y  lugares  qoe  nos  pa- 
reciere convenir;  dándoles  para  su  dote  perpetuo,  molí- 
nos,  estancias  de  ganados,  cavallerias  de  tierra  é  otros 
aprovechamientos  que  me  parecieren;  é  qae,  particnlar- 
mente,  podamos  elexir,  fundar  é  institayr,  una  Iglesia 
mayor  é  Catedral  que  sea  metropolítanea  de  todas  las  del 
dicho  Nuevo  México,  con  la  invocación  de  Nuestra  Se- 
ñora, 6  en  las  provincias  é  obispados  adyacentes,  en  la 
parte  mas  conviniente  que  me  pareciere,  seBalándole  por 
dote  perpetuo,  los  tributos  de  dos  prixiones  de  los  me- 
xores,  con  qoe  nosea  el  primero,  ni  segundo,  ni  tercero 
de  los  mas  aventajados;  y  los  oficiales  rreales,  abiendo 
cobrado  los  tales  tributos,  quitadas  las  costas,  acudan 
con  ellos  á  la  dicha  Iglesia;  é  señalarle  para  la  fábrica, 
molinos,  tierras  y  estancias,  y  otros  aprovechamientos,  y 
que  pueda  y  puedan  los  dichos  mis 'herederos  é  suceso- 
res, hacer  la  erecion  de  la  dicha  Gatredal,  y  conforme  6 
ella,  por  la  primera  vez,  pueda  yó  y  ellos,  presentar  en 
la  dicha  Iglesia  las  dignidades  de  Deán,  é  Arcediano,  é 
Chantre,  Tesorero,  canónigos  racioneros. y  medios  racio- 
neros» y  las  demás  personas  que  obierén  de  servir  la  dr- 
«ha  Iglesia,  conforme  á  la  áicha  ereoíon;  ó  muertas  es- 
tas personas,  que  ansí  primera  vez,  nombraremos  la  pre- 
sentación adelante,  sea  á  Su  Magostad  ó  á  la  persona  á 
qnienfoere  su  real  voluntad;  y  que  la  presentación  dé 
los  obispos  é  otf  os  perlados^  la  haga  Su ,  Magostad,  eiém- 
pre  desde  el  principio;  y  enla  erecion  y  proveimiento  de 
prevendasy  se  guarde  la  erécion  de  la  Galredal  de  Mé- 
xico, é  por  e)  orden  délla  ae  sirva  y  administre. 


70.  DOCUMENTOS  INÉDITOS 

Ilem:  que  yó  y  los  dichos  mis  herederos,  subcesore» 
en  el  gobierno,  podamos  encomendar  y  encomendemos» 
por  seis  vidas,  por  linia  recta  otransbepsal,  los  pueblos 
de  encomiendas  que  nos  pareciere,  á  los  que  se  hallaron 
en  la  conquista  é  pacificación  de  la  dicha  provincia,  con- 
forme á  los  méritos  de  cada  uno  y  según  el  tiempo  y  con- 
dición que  ayan  de  heredar  y  ereden  las  dichas  enco- 
miendas los  hijos  ó  hixas.de  los  dichos  encomenderos  le- 
gítimos ó  naturales;  y  en  efeto  de  no  tener  hixos,  sus 
deudos  mas  cercanos;  y  que  para  poder  entrar  en  las  ta- 
les encomiendas,  solo  sea  necesario  probar  la  subsesion; 
y  en  caso,  que  lo  que  Dios  no  quiera  ni  permita,  los  di- 
chos encomenderos  caigan  ó  encurran  en  el  primen  de 
la  orexia  ó  en  crimin  lexis  maoíestatis,  paguen  con 
sus  vidas,  y  no  puedan  sus  hijos  navados  antes  del  deli- 
to, las  encomiendas  ó  mercedes  que  tubieren  de  Su  Ma- 
gestad;  sino  que  sea  visto  que  veinte  quatro  oras  antes» 
que  lo  tal  piesen  ni  ymaxinen  pasar  el  derecho  de.  las  ta- 
les encomiendas  é  mercedes  que  tubieren  de  Su  Magos- 
tad ¿  sus  hijos  mayores,  conforme  á  las  leyes  déla  suce- 
sión» siendo  los  hijos  como  dicho  es,  nacidos  antes  de  co- 
meter el  delito;  é  lo  mesmo  seguarde  y  verifique  é  pra- 
liquecon  sus  hijos  é  subsesores,  ansi  los  que  susedieren 
en  el  gobierno,  como  los  sucesores  en  caalesquier  gracias 
é  mercedes  que  Su  Magestad  me  hiciere,  é  yó  y  ellos» 
obieremos  de  gozar  por  virtud  desta  capitulación. 

ítem:  que  yo  pueda  dar  en  encomienda  perpetua,  con 
títulos  de  mayorazgo,  para  siempre  xamas,  tres  pueblos, 
á  tres  personas,  las  qu  e  me  parecieren  que  en  la  dicha 
jornada  obieren  servido  mexor  á  Dios  y  á  Su  Magestad. 

ítem:  que  por  la  costa  esesiva,  y  el  trabajo  é cuidado 
que  en  lo  suso  dicho  emos  de  poner  é  tener,  yo  y  los  dt- 


DEL  ARCmTO  DB  INDIAS.  71 

chos  mis  hixos»  eo  la  dicha  conquista  é  pasificacion, 
paeda  tomar  para^mi  y  para  ellos,  perpétaamente  y  para 
siempre  xamas,  quarenta  mili  vasallos,  en  las  partes  y 
logares  que  me  pareciere,  con  las  tierras,  pastos,  montes 
y  aguas  de  los  distritos  á  donde  asi  ganare  los  dichos  va- 
sallos; y  que  con  ellos  tenga  título  para  mi,  é  páralos  di- 
chos mis  herederos  sucesores,  para  siempre,  xamas,  de 
Conde  ó  Marqués,  con  la  xuridicion  cevil  ó  criminal;  con 
los  onores  prerrogativas  que  tienen  semexantes  títulos 
en  los  Reinos  de  Castilla,  para  que  los  ereden  perpetua- 
mente mis  hijos  é  hixas  legítimos,  naturales;  y  en  defe- 
to de  no  tener  hixos  é  hixas,  erédeo  el  dicho  título  é  ma- 
yorazgo, el  pariente  mas  cercano,  con  condición,  que  si 
qoalquiera  de  los  llamados  al  dicho  mayorazgo,  lo  que 
Dios  no  permita,  cayere  en  crimin  lexis  maa^tatis 
umane  vél  divisüque  it  gofato,  pierda  el  derecho  al 
mayorazgo;  ó  veintiquatro  oras  antes  que  lo  cometa  é 
suceda  en  él,  el  que  abía  de  su  seder  asta  el  delinquen- 
te;  sin  que  por  el  dicho  delito  se  pierda  ni  desmiembre, 
ni  pueda  perder  ni  desmembrar  parte  alguna  del  dicho 
mayorazgo,  ni  de  la  juridicion  que  xunlamente  con  los 
dichos  qoarenta  mili  vasallos,  é  tierras,  pastos  y  aguas, 
pueda  ansí  mismo  tomar  para  mi  y  para  el  dicho  mayo- 
razgo, estancias  de  ganados  mayores  é  menores,  tier- 
ras de  pan  llevar,  sitios  de  molinos  é  inxenios  de  azú- 
car, vatanes,  ventas  é  solares  de  casas,  y  otros  á  prove- 
chamientos  lícitos  en  la  dicha  tierra,  sin  perjuicio  de  los 
indios;  y  ocupar  en  ésto,  veintiquatro  leguas  de  tierra, 
dentro  de  los  límites  de  las  tierras  de  I9S  dichos  vasallos, 
é  fuera  déllos,  donde  me  pareciere,  con  término  cerrado 
é  r redondo,  y  acolado;  todo  lo  qual  pueda  yo  yncorpo- 
rar  é-  incorpore  en  el  dicho  mayorazgo,  adividillo  entre 


72  DOCÚlttlfTOS    INKUT06 

lo§  dichos  n.is  híxos  ó  come  mexor  me  pareciere;  lo 
qaal  haya  de  ser  y  sea  luego  como  estén  conquistados  y 
de  paz  los  dichos  indios,  y  dado  la  obidienoia  á  Su  Ma- 
gestad;  en  lo  qual  susedan  mis  decendientes,  conforme  á 
la  instrucion  y  cláusulas  del  mayorazgo  que  yo  hiciere, 
asi  de  esto^  como  de  los  demás  mis  bienes,  queenqual- 
quiera  manera,  yo  quisiere  vincular. 

ítem:  que  demás  de  la  dicha  juridicion  ce  vil  ó  crimi- 
nal, mero  y  mexto  imperio,  que  sé  mé  há  de  dar  en  mi 
estado  y  vasallos,  quando  sé  inpusieren  las  alcavalas, 
pechos,  pedidos  ó  derechos,  qualesquier  an  de  ser  para 
mi  y  mis  sucesores,  en  el  dicho  mi  estado  é  tierra;  reser- 
vando al  Rey  Nuestro  Señor  la  Soberana,  solamente  á 
las  apelaciones. 

Ilem:  que  por  quanlo  como  qaeda  dicho,  en  pasando 
el  dicho  rio  Ebro  que  llaman  de  las  Conchas,  á  de  entrar 
la  jurisdicion  de. la  dicha  tierra  y  conquita,  é  poblando 
yó  é  pueblo,  adelante,  de  un  Pueblo  despanotes  en  la. 
parte  y  lugar  que  mé  pareciere,  desde  aquel  punto  sea 
visto,  haber  cumplido  con  esta  capitulación,  é  comienze 
á  gozar,  luego,  sin  titularme.  Adelantado  de  Nuevo  Mé- 
xico;  el  qual  dicho  título,  aunque  es  en  mí  vida  y  en  la 
de  los  dichos  mis  hixos,  no  sé  haga  mas  población,  ha- 
llan de  gozar  y  gozcn,  yo  é  los  dichos  mis  hixos  mayo- 
res, sucesores  por  linia  recta,  ó  los  maridos  de  las  dichas 
mis  hixas,  como  dicho  ós,  intitulándose  tales  Adelanta- 
dos, para  siempre,  xamas,  del  Nuevo  México;  é  tenien- 
do vida  yo  á.  ellos,  para  proseguir  adelante  en  la  dicha 
conquista  é  población,  alian  de  geaár  y  gozen  de  las 
demás  prerrogativas  de  esta  capitulación. 

Ítem:  que  yo,  pueda  escoxér,  señalar,  en  lo  que  sé 
conquistare,  poblare  é  pacificare,  en  la  dicha  Provincia 


MKL  AHQBITO  BK  IMBUB.  '78 

^  de  Nuevo  México»  oo  Pueblo,  el  que  mé  pareciere,  de 
los  más  útiles,  como  do  sea  el  primero,  segundo,  terce- 
ro, quarlo  ni  qaiiilo;'  el  qual  é  los  lérmiuos  que  áé  les 
señalaren  é  limitare  oon  las  calMlkrias  (te  tierra,  sitios 
de  estancias  de  ganadM  mayores  é  menores,  heridos  dé 
molinos  ó  los  damas  títtes  al  dicho  Pueblo  é  sos  térmi- 
nos, alfa  de  ser  éséa,  para  los  hixos  é  descendientes  de 
los  conqnisiadores  é  pobladores  de  la  dicha  Provincia 
que  DO  tuvieren  repartimientos;  atento  á  que,  por  darse 
á  los  mayores,  queden  pobres  los  otros;  é  que  la  renta 
deste  dicho  Pueblo  y  sus  útiles,  la  j&lla  yó  de  adminis- 
trar; y  los  governadores  que  por  tiempo  fueren  á  des- 
tribttir  lo  procedido  con  igualdad  entre  los  dichos  hixos 
é  conquistadores,  que  no  seain  encomenderos;  y  para 
esto  tengan  libro  á  donde  sé  vallan  asentando  las  decen- 
dencias  de  las  tales  personas,  é  no  pueda  haber  en  el  re- 
partimiento, fraude  y  engaño;  y  quando  sé  acabaren  Jas 
deoendencíM  de  los  hixos  de  cofiquiatadores,  sé  fundé 
ana  memoria,  por  todos  los  difantos,  en  que  cada  un 
año  sé  haga  conmemoración  déllos  é  rogativas  por  sus 
almas,  á  dispiisioion  del  dicho  Governador. 

ítem:  que  yó  y  los  dichos  mis  hixos  descendientes 
que  an  de  ser  gobernadores,  pueda  y  puedan  hacer 
merced  de  la  vara  de  alguacil  mayor  de  la  dicha  pro- 
vincia del  Nuevo  México,  por  tres  vidas;  é  que  siendo 
conquistador  la  persona  á  quien  se  diere,  le  pueda  tam- 
bién encomendar  indios. 

Ítem:  que  yó  y  loe  dichos  \tím  sucesores,  podamos 
fortalecer  los  puertos  del  Éiar  del  Norte,  é  del  Sur,  é 
otras  partes,  con  pitosidiod,  fortaleasé,  tomando  para  ello 
de  la  Real  Hacienda  lo  neoesarló,  toa  quenta  é  razón;  é 
que  así  mismo  podatnes  poner  alguaciles  é  capitanes  ó 


74  DOCÜMSTITOS  INÉDITOB 

castellanos  déllas,  y  señalar  los  gaxes,  según  la  dispusi- 
cioD  de  la  tierra. 

It^m:  que  podamos  bacernaviosé  armada,  por  mar, 
ansí  en  la  mar  del  Norte  como  en  la  del  Sur»  adonde 
conviniere,  para  proseguir  la  conquista,  para  asegurar 
las  costas,  tomando  para  ello  de  la  Real  Hacienda  de  la 
dicha  provincia,  lo  necesario  con  qoenta  é  razón. 

Ilem:  que  en  cien  años  después  de  la  pacificación  y 
conquista  déla  dicha  provincia,  Su  Magostad,  sea  servi- 
do do  no  poner  en  ella,  alcavalas  ni  otros  pechos;  y  que 
pasados  los  dichos  cien  anos,  si  Su  Hagestad  impusiere 
los  dichos  servicios  d  otro  qualquier,  se  sirva  el  hacer 
merced  á  las  ciudades  despañoles  de  las  dichas  provin- 
cias y  sus  comarcas,  de  dos  meses  de  ferias  en  cada  un 
año;  los  que  pareciere  á  mi  ó  á  los  dichos  mis  herede- 
ros, francos  de  los  dichos  servicios;  é  de  otras  quales- 
quier'inpusiciones. 

ítem:  que  todos  los  españoles  que  se  hallaren  en  la 
dicha  conquista  y  pacificación,'  conmigo  y  con  los  dichos 
mis  herederos,  é  parecieren  alistados  por  alarde  general 
firmado  de  mi  nombre  é  de  los  dichos  mis  herederos  é 
del  escrivano  Real  de  la  Armada,  público  en  nombrado, 
áyan  de  quedar  y  queden,  por  cavalleros;  á  los  quales, 
á  de  ser  Su  Magostad,  servido,  de  hacerme  merced,  des- 
pués de  la  conquista,  de  honrrarlos  con  previlexios,  ar- 
mas, esenciones  é  inmuoidadesé  preminencias,  para  qoe 
ellos  é  sus  descendientes  los  gozen,  perpetuamente, 
como  tales  cavalleros  hfjosdalgos. 

ítem:  que  si  después  de  haber  yo  fecho  este  asiento 
con  V.  S.  y  Y.  S.  firmado  é  despachado  las  provisiones 
é  recados,  viniere  de  España,  persona  que  con  el  Rey 
Nuestro  Señor  halla  capitulado  sobre  ella  6  traxere  oé- 


DBL  ARCnrO  DE   ttlDUS.  76 

dulas  ó  recaudos  para  que  V/S.  los  ampare,  se  ha  visto, 
no  derogar  los  tales  recaudos,  al  asiento  con  V.  S.  se 
toma;  y  estar  obligado  V.  S.  á  dar  quenta  á  Su  Magestad 
délo  asentado  conmigo,  é  de  ios  dichos  mis  herederos, 
ante  que  Y.  S.  me  mande  cumplir  las  cédulas  é  recaa  • 
dos  que  sobre  ello  truxeren;  para  que  Su  Magestad  sepa, 
que  en  virtud  de  su  Real  Cédula,  cometió  V.  S.  esta  jor- 
nada, é  que  yo  pueda  ecetuarlUy  según  é  como  conmi- 
go se  capituló. 

ítem:  que  en  caso  que  la  tierra  poblada  de  la  dicha 
rovínóia  del  Nuevo  México,  suceda  acer  tanta  como 
podría  hacer,  según  las  dispusiciones  de  los  mas,  que 
para  validación  y  firmeza  de  todo  lo  capitulado  que  de 
nuevo  doy  aqui  por  expresado,  no  eslé  obligado  á  con- 
quisfalla,  toda  ni  mas  de  lo  que  pudiere;  que  lo  qual 
que  asi  conquistare  é  pacificare,  yo  é  los  dichos  mis  hi- 
jos heredemos  en  el  gobierno,  so  entienda  esta  capitula- 
ción y  condiciones  en  ellas  referidas. 

ítem:  que  en  diez  años  continuos  no  pueda  ninguna  ' 
persona  meter  en  la  dicha  provincia  ningún  género  de 
ganado  mayor  ni  menor,  ni  yeguas,  sino  fuere  yo,  á  los 
que  sucedieren  en  mi  lugar  ó  de  mis  herederos. 

ítem:  que  yo  pueda  encomendar  Pulios  á  los  que 
fueren  á  poblar  la  dicha  provincia,  dentro  de  tres  años, 
con  las  condiciones  de  la  manera  referida. 

ítem:  que  durante  mi  vida  y  la  de  mis  hixos  suceso- 
res, no  se  pueda  dar,  ni  se  dé  la  conquista  é  descubri- 
miento de  la  tierra,  que  adelante  quedare  por  descubrir, 
sino  sdo  á  mi  y  á  ellos. 

ítem:  que  todos  los  capítulos  aquí  contenidos,  se  ayan 
de  guardar  y  verificar  conmigo  y  con  los  dichos  mis 
hixos,  en  estos,  en  esta  manera;  é  como  dicho  es,  que 


96  Doemoirros  miuTos 

por  qodiito  para  ser  la  dicha  jomada,  é  menesler  Ifempo 
para  preveDirmede  las  cosas  necesarias,  yo  sea  obligado 
á  ver  entrado  á  hazer  la  dicha  conqnista,  y  pasado  el 
Rio  de  las  Conchas  dentro  de  diez  anos,  desde  el  día  de 
la  capitulación;  y  si  durante  ellos,  ostándome  yo  previ- 
niendo y  aprestando  para  hacerlo,  falleciere,  baya  de  su- 
ceder en  ella,  inmediatamente,  mi  hixo  mayor  ó  la  per- 
sona llamada  en  esta  capitulación  para  el  govierno;  ó  en 
caso  que  el  dicho  mi  hijo  no  lo  quisiere  acetar,  6  no  ta- 
viere  edad  cumplida  para  ello,  y  con  la  tal  persona  que 
así  sucediere  en  la  (al  x ornada,  siendo  de  ellos  llamados 
áella  en  esta  capitulación,  que  se  an  de  entender  tres 
vidas,  la  mia,  la  de  mi  hixo  y  el  suyo;  é  faltando  esto^ 
la  de  mi  hixo  el  segundo,  ó  tercero;  ó  por  falta  destos, 
de  no  tener  edad,  los  maridos  de  mis  bixas  se  les  haya 
de  guardar  estas  capitulaciones  é  prerrogativas,  saliendo 
á  cumplimiento  de  la  dicha  xornada  dentro  de  loé  di- 
chos dos  anos  que  yo  lo  habia  de  hacer;  pero  si  dorante 
los  dichos  dos  años,  yo  no  hubiere  comemado  á  hacer 
la  dicha  xornada  y  pasado  el  Rio  de  las  Conchas  para 
hazélla,  en  tal  caso  V.  S.  lo  podrá  encomendar  á  qmen 
fuere  servido. 

ítem:  que  si  haviendo  yo  eumplido  lo  susodícfao  y 
pasado  el  Rio  de  las  Conchas,  muriere,  sea  visto,  ¿acé- 
der  luego,  inmediatamente,  en  mi  lugar,  el  dicho  mi  hixo 
mayor  ó  la  persona  llamada  á  esta  capitulación;  7  si  no 
toviere  hedad  ó  estuviere  ausente,  pueda  yó  nombrarla 
persona  que  me  pareciere;  para  que  en  elestrcAanto  que 
el  llamado  pareciere  é  tiene  edad,  govietrne'  y  prosiga  la 
xornada;  el  qual  con  mi  nombramiento  la  pueda  hacer 
luego,  y  Y.  S.  siendo  persona  tal,  esté  obligado  á  coü^ 
firmáHo;  y  en  teniendo  edad,  y  pareciendo  d  llamado 


DKL  ARGBIFO  DS  UOlIAft.  77 

en  esta  capitulaetiM^  é  ktego  eatre  en  el  govierao  y  coof* 
quista'  ooiÉGMrine  á  ello;  porcipie  si  muriendo  yo  aotes  de 
loa  dichos  dos  anos  ó  despaes  de  haber  pasado  ei  Rio  de 
las  Conchas,  no  lo  hubiesen  de  proseguir  misherederos, 
seria  perdenoe  yó  y  eUos,  pues  el  gasto  de  la  geste  é 
cosaa  neeesariaSj  ó  otros  preparamentos  que  para  ello 
tengo  de  llevar^,  an  de  ser  tan  excesivos,  que  no  se  hará 
con  oísquenta  mQ  ducados,  de  la  primera  vez. 

htífñ:  V.  S.  se  a  de  obligar  en  nombre  de  Su  Mages* 
tad,  á  que  me  serám  guardadas  las  dichas  capitulacio- 
nes; y  k>  que  cmuiigD  capitulare  y  concertare.en  todo  é 
por  todo,  sin  que  en  ello  falte  cosa  alguna,  para  siempre 
jamas»  enviarlas á  Su  Magostad,  en  el  primer  navio  ó 
flota  que  de  aqui  saliera, .  para  que  se  sirva  de  confirmar- 
las; ¿  yo  me  obUgaré  de  hazer  la  dicha  xornada  á  mi  cos- 
ta 6  miaeion. 

ítem:  que  yo  y  mi  subsesores  podamos  tasar  é  impo- 
ner los  tribatos  á  los  pueblos  conque  an  de  acudir  al  Rey 
nuestro  Se9or;  y  á  los  encomenderos,  subirlos  ó  bajar- 
los» ó  comentarlos  en  cualquier  manera,  ó  como  me  pa-^ 
reciere  á  mí;  y  lo  mismo  á  mis  subsesores. 

Que  yo  y  mis  subsesores,  podamos  lixitimar  hixos 
bastardos^  aunque  sea  para  subseder  en  las  encomiendas 
de  sus  padres  en  nombre  de  Su 'Magostad. 

Que  yo  y  mis  subsesores,  podamos  alzar  qoalesquie- 
ra  destierros,  ó  comulár  las  condenaciones  de  qualquiera 

manera  qae  sean;  é  perdonar  muertes  en  nombre  de  Su 

■ 

Magostad  en  los  caaos  derechos  permitidos. — Joan  Bau- 
tista de  Lomas. 

En  la  ciudad  de  México  á  quince  dias  del  mes  de 

» 

Emfo  de  mil  é  quinieatos  é  ochenta  é  nueve  años. — Joan 
Baotiata  de  Lomas^  vecino  de  las  Minas  de  Nuestra  Seño* 


78  DOOOMSNTOS  IMIIMTOS      • 

Fa  de  las  Nieves»  á  quien  yo  el  Bscribaoo,  yuso  escrito» 
conozco,  firmó  estas  capitulaciones  de  su  nooibre  en  mí 
presencia  de  que  doy  fé. — ^Alonso  Pardo;  Escribano 
Real. 

Auto. — En  la  Ciudad  de  México  á  once  días  del  mes 
de  Marzo  de  mil  e  quinientos  e  ochenta  e  nueve  anos 
Don  Alvaro  Manrique  de  Zuñiga,  Marques  de  Villa  Han* 
rique  Virey  Lugar  Tbeniente  del  Rey  Nuestro  Señor  y 
su  Governador  y  Capitán  General  de  la  Nueva  España  é 
Nuevo  Rey  no  de  Galicia,  Presidente  de  la  Audiencia  Real 
que  reside  en  la  Ciudad  de  México:  abiendo  visto  la  pe- 
tición é  capitulaciones  presentadas  en  quince  de  Hebrero 
pasado  deste  presente  ano  por  Joan  Bautista  de  Lomas, 
vecino  de  las  Minas  de  Nuestra  Señora  de  las  Nieves, 
acerca  de  que  se  le  encomiende  la  jornada  de  la  conquis- 
ta é  pacificación  del  nuevo  México,  con  título  de  Gover- 
nador c  Capitán  General  del,  é  lo  demás  en  las  dichas 
Capitulaciones  contenido  y  pedido  por  su  parte;  dijo, 
que  á  su  Señoría  le  consta  con  mucha  notoriedad,  que  el 
dicho  Joan  Bautista  de  Lomas  es  persona  de  calidad,  y 
el  mas  rico  del  Nuevo  Reyno  de  Galicia,  en  quien  con- 
curren todas  las  buenas  partes  necesarias  para  podérsele 
encomendar  el  dicho  descubrimiento;  é  asi  aceta  su  per-- 
sona,  é  desde  luego  le  nombra  para  la  jornada  susodi- 
cha; y  que  aunque  Su  Señoría  tiene  bastante  comisión 
del  Rey  nuestro  Señor,  por  una  su  Real  Cédala  firmada 
de  su  Real  nombre  é  refrendada  de  Antonio  de  Erazo, 
su  secretario,  fecha- en  Valencia  á  veinte  y  seis  de  Hene* 
ro  del  año  de  mil  y  quinientos  y  óchenla  y  seis,  para  en- 
comendar la  dicha  jornada  y  dar  orden,  como  se  pueda 
hazér  por  ser  como  és  negocio  de  calidad  y  las  capitula- 
dones  de  mucha  importancia,  lo  quiere  comunicar  con  el 


DIL    AACHIVO  DS  INDIAS.  79 

Rey  Naestro  Señor,  para  que  coa  su  Real  Voluntad  sé 
efectúe-;  y  en  el  entretanto  encargaba  y  encargó  al  dicho 
Joan  Bautista  de  Lomas,  se  vaya  previniendo  y  apres- 
tando, para  que  con  mucha  brevedad,  luego  que  Su  Ma- 
gostad le  mandare,  prosiga  su  jornada;  é  ansí  lo  prove- 
yó é  mandó,  é  firmólo  Su  Señoría  el  Marqués.  Ante  mi 
Joan  de  Cueva;  Sacado  del  libro  de  la  Governacíon  y 
corregido.  Pedro  de  Campos. 

Auto. — En  la  ciudad  de  México  á  veinte  y  dos  dias 
del  mes  de  Hebrero  de  mil  e  quinientos  e  noventa  e  dos 
smos,  Don  Luis  de  Velasco,  caballero  de  la  orden  de  San- 
tiago, Virey  Lugar  Theniente  del  Rey  Nuestro  Señor, 
su  Governadory  Capitán  General  de  la  Nueva  España, 
y  Presidente  de  la  Audiencia  Real  que  en  ella  reside,  etc. 
Fechas  por  Joan  Bautista  de  Lomas,  vecino  y  minero  de 
las  minas  de  Nuestra  Señora  de  las  Nieves,  con  el'  mar- 
qués de  Villamanrtque,  Visorey  que  fué  desta  Nueva  Es- 
paña, en  razón  de  la  jornada  que  pretende  hacer  á  las 
provincias  del  Nuevo  México;  y  lo  pedido  por  Antonio 
de  Castro,  en  su  nombre,  y  con  poder  del  dicho  Joan 

_  « 

Bautista  de  Lomas,  cerca  de  que  se  le  apruebe  y  confor- 
me el  nombramiento  que  el  dicho  marqués  de  Yillaman- 
rique  hizQ  en  el  dicho  su  parte  de  Governador  y  Capitán 
General  de  la  dicha  jornada  del  Nuevb  México. — Dijo 
que  por  no  haber  habido  respuesta  de  la  consulta  que 
en  esta  razón  hizo  el  dicho  marqués  de  Villa manrique 
con  Su  Magostad,  lo  tornara  Su  Señoría,  á  consultar  con 
las  mismas  capitulaciones  y  petición  presentadas  por  el 
dicho  Antonio  de  Castro^  á  quien  mandaba  y  mandó  se 
le  de  el  testimonio  que  pide. — ^Don  Luis  de  Velasco. — 
Ante  mí,  Pedro  de  Campos. — Lo  qual  hize  sacar  del  dicho 
testimonio  en  la  ciudad  de  México  á  primero  de  Junio 


8&  DOcmiBirros  nnírnTos 

de  mil  e  qainientos  e  noventa  e  dos  aSo3.  Y  vá  cierto  y 
verdadero;  siendo  testigos,  Alonso  Pardo  y  Alonso  Pé- 
rez; vecinos  y  estantes  en  México. — Yá  enmendado- 
útiles-y  testado-es-y  entre  reglones-sus. — Pedro  de  CaBn- 
pos;  con  su  rúbrica. 


Testimonio  dado  bn  Méjico  sobrb  bl  dbscubrímibnto  db 

DOSCIBNTAS   LBOüAS   ADBLANTB,    DB    LAS   MINAS    DB    SaNTA 

BARBÓLA,  Gobernación  db  Diboo  db  Ibarba;  cuto  dbsCü- 

BBIMIBNTO    SB    HIZO   BN'yiBTUD   DB    OIBBTA   LICBNCIA    QUB 

PIDIÓ  Fb«  Agustín  Bodbigubz  t  otbos  bbligiosos  francis- 
cos. Acompañan  RBLAaoNBs  db  bstb  dbscubrímibnto  t 
OTROS  DOCUMENTOS. — (Años  dc  1582  y  15§3.)  (1) 


En  la  ciudad  de  México  de  la  Nueva  España  en  diez 
y  seis  dias  del  mes  de  Mayo  de  mil  e  quinientos  e  ochen- 
ta e  dos  años,  el  muy  Excmo.  Señor  Don  Lorenso  Suá- 
rez  de  Mendoza,  Conde  de  Coruña;  Visofey,  Gobernador 
y  Capitán  General  por  Su  Magestad  en  esta  Nueva  És« 
paña  y  Presidente  de  la  Audiencia  Real  que  en  ella  re- 
side, etc. 

Dijo:  que  por  cuanto  por  relación  que  le  dieron 
Fray  Agustin  Rodriguez  de  la  orden  de  San  Francisco, 
con  otros  religiosos  d.e  la  dicha  orden,  de  que  preten- 
dian  ir  á  predicar^  el  Santo  Evangelio,  adelante  de  las 
minas  de  Santa  Barbóla  y  de  la  Gobernación  de  Diego 
de  Ibarra,  á  cierta  tierra  nueva  que  tendrán  noticia,  ha- 
bia  donde  se  podia  hacer  mucho  fruto,  les  dio  licencia 

(1)    Archivo  de  ludías.  Paironato,  Est.  1.*,  Csj.  1.* 


DIL  AKCmTO  DS  I1IDU8.  81 

en  nombre  de  Sa  Magestad,  para  qae  faesen  á  desea- 
brir  ia  dicha  tierra  y  gente  qae  ea  ella  abrá,  y  qae  para 
segarídad  de  sos  personas  y  que  coa  ella  podiesen  pre- 
dicar el  Santo  Evangelio,  pudieseo  ir  coo  ellos  hasta 
veinte  hombres;  y  paresce  que  conforme  á  la  dicha*  li- 
cencia, fueron  los  dichos  religiosos,  y  ocho  de  los  dichos 
hombres;  y  ayer,  quinze  del  presente,  vinieron  á  esta 
ciadady  dos  hombres  de  los  que  fueron  en  compañía  de 
ios  dichos  religiosos,  y  dan  noticia  de  aber  hallado  y  des- 
cubierto doscientas  leguas,  adelante^  de  las  dichas  mi- 
nas de  Santa  Barbóla,  que  es  de  la  Governacion  de  Die- 
go de  Ibarra,  una  tierra  moy  poblada  de  pueblos  é  in- 
dios vestidos,  é  qae  v^viau  en  pulicía  como  los  desta 
Noeva  España;  y  que  al.an  tenido  noticia  que  adelante, 
abia  mucha  mas  tierra  poblada  con  muchos  pueblos  y 
gente  política;  para  saber  lo  que  en  esto  pasa,  mandó  se 
tome  la  declaración  con  juramento  de  los  dichos  dos 
hombres,  que  como  dicho  es,  han  salido  y  venido  á  esta 
dudad;  lo  cual  se  hizo  en  la  forma  siguiente. 

E  luego  se  tomó  é  recibió  juramento  en  forma  de  de- 
recho por  Dios  y  por  Santa  María  y  á  una  señal  de  cruz 
de  Pedro  de  Bustamante,  quesuno  de  los  dichos. dos 
hombres  que  vinieron  á  esta  ciudad^  socargo  del  cual, 
prometió  de  decir  verdad;  y  después  de  haber  jurado, 
se  le  hicieron  las  preguntas  siguientes. 

Fué  preguntado  cómo  se  Uams^,  y  de  donde  es  natu- 
ral: dijo,  que  se  llama  Pedro  de  Bustamante,  y  que  es 
natural  de  la  Montaña  del  Valle  de  Gavezon,'  ce¡rca  de  la 
Villa  de  Santillana,  de  un  pueblo  que  se  dice  Carancejas. 

Fué  preguntado,  cuánto  há,  que  vino  ¿  esta  nueva 

España;  dijo,  que  habrá  diez  años,  poco  mas  ó  menos. 

Fué  preguntado,  en  que  se  á  ocupado,  después  que 
Tomo  XV.  6 


82  BOGÜBIKNTOS  INÉDITOS 

dice  qae  vino  á  esta  Nueva  España:  dijo,  que  los  tres 
años  primeros,  anduvo  en  descubrimientos  de  minas,  y 
los  siete  restantes,  á  sido  soldado  sirviendo  á  Su  Ma- 
jestad en  la  Governacion  de  Diego  de  Ibarra. 

Fué  preguntado,  si  es  uno  de  los  ocho  soldados  que 
fueron  acompañando  á  Fray  Agustin  Rodríguez  de  la 
horden  de  San  Francisco  y  á  los  demás  religiosos  que 
con  él  i  van,  y  quien  le  solicitó  para  el  dicho  viage,  y 
por  que  fin  e  determinación  fué  á  el;  dijo,  que  es  verdad 
que  él  es  uno  de  los  que  fueron  con  los  dichos  relijiosos, 
y  que  lo  que  principalmente  le  movió  á  hacer  lá  dicha 
jornada  i  acompañar  á  los  dichos  relijiosos,  fué  princi- 
palmente, de  servir  á  Dios  Nuestro  Señor  y  á  Su  Mages- 
tad;  y  que  ninguna  persona  le  persuadió  á  ello,  antes 
con  el  deseo  que  tenia  dicho,  él  y  el  dicho  relijioso,  abia 
mas  de  dos  años  que  trataban  de  ir  la  dicha  jornada;  y 
él  procuró  atraer  á  los  demás  que  fueron,  para  que  la 
hiciesen. 

Preguntado,  que  pues  dice  que  há  mas  de  dos 
años  que  comunicaba  y  trataba  de  hacer  lá  dicha  jorna- 
da; que  noticia  tenia  délla,  de  que  fuese  buena;  dijo,  que 
el  fundamento  que  tuvieron  de  tratar  de  la  jornada,  fué 
por  que  un  indio  le  díxo,  que  adelante  de  la  Governa- 
cion de  Diego  de*Ibarra,  había  cierta  población  de  indios 
que  tenian  algodón  y  hacian  mantas  de  que  se  vestían;  y 
que  asi  mesmo  se  movió  por  noticia  de  la  razou  que  dio 
Alvar  Nuñez  Cabeza  de  Baca,  en  un  libro  que  hizo  del 
viage  que  trujo,  saliendo  de  la  Florida  á  esla  Nueva  Es- 
paña. 

Preguntado,  qué  orden  tuvo  este  testigo  y  los  demás 
que  con  el,  fueron,  para  hacer  la  dicha  jornada;  y  cómo 
se  apercibieron  de  armas,  caballos  y  los  demás  pertre- 


DIL  ARGBiyO  DI   I1IDU8.  83 

chos  necesarios  que  para  ello  llevaron,  y  qné  gente  de 
servicio  tuvieron;  dijo,  que  delerminado  y  acordado  de 
hacer  la  dicha  jornada  entre  eate  que  declara  y  los  de- 
mas  sns  compañeros  y  relijiosos,  se  aprestaron  y  previ- 
Dieron  de  armas  para  sus  personas,  conviene  á  saber,  co- 
las y  saraguelles  de  malla,  y  arcabuces,  y  los  caballos 
armados,  y  cada  uno  déllos,  un  criado  indio;  y  ios  frai-  i 
les  llevaban  siete  indios,  los  cuales  eran  de  las  dichas 
minas  de  Santa  Barbóla;  y  entre  ellos  iba  un  meis:tizo. 

Fué  preguntado,  que  partido  de  las  dichas  minas  de 
Santa  Barbóla  y  coiiienaado  á  hacer  la  dicha  jornada, 
qué  camino  llevaron,  y  por  qué  pueblos  y  provincias  pa- 
saron; dijOy  que  por  seis  de  Junio  del  ano  pasado  de 
ochenta  e  uno,  salieron  él  y  los  demás  companeros  y 
religiosos  del  Valle  de  San  Gregorio,  jurisdicción  de 
Santa  Barbóla  de  la  Nueva  Vizcaya,  y  fueron  por  el  pro- 
pió  Valle,  abajo,  hasta  dar  en  el  rio  que  llaman  de  Con- 
cha,  adonde  hallaron  una  rancheta  de  indios  chichinecos, 
desnudos,  que  se  mantienen  de  rayces  y  otras  cosas  del 
campo;  é  yendo  por  el  rio  abajo,  fueron  á  dar  en  otro 
río  que  le  pusieron  por  nombre  el  rio  de  Guadalquivir, 
por  ser  grande  y  caudaloso;  y  en  este  rio  hallaron  otros 
indios  de  diferente  nación  y  lengua  que  la  Concha  ^  aun- 
que también  andan  desnudos  como  los  otros;  que  estos  y 
los  otros  los  recibieron  de  paz,  y  les  ofrecieron  con  bue* 
na  voluntad  de  lo  que  tenian;  y  tomando,  lengua  destos, 
si  habrá  más  población,  adelante,  dijeron,  que  si,  y  que 
eran  gente  desnuda  como  ellos,  y  tenian  enemistad  y 
guerra  con  ellos;  y  así  fueron  adelante  por  el  propio  rio, 
arriba,  y  caminaron  veinte  jornadas  de  hasta  ochenta 
legnas  de  despoblado,  y  llegaron  á  una  población  que  le 
pusieron  por  nombre  la  provincia  de  Sant  Felipe,  y  allí 


84^  DOCumiiTOS  unbnros 

halIaroQ  pueblo  formado  con  casas  dedos  altos  y  de  bue- 
na traza,  hechas  de  tapia  y  blancas  por  dentro,  y  la  ^nle 
vestida  de  mantas  de  algodón  y  camisas  de  lo  propio;  y 
tnbieron  noticias  qne  á  los  lados  fuera  del  rio,  había  otros 
mochos  pueblos  de  indios  de  la  misma  nación,  los  /cua- 
les los  recibieron  de  paz  y  les  dieron  de  lo  que  tenian^ 
que  hera  maiz,  calabazas  y  frísoles  y  gallinas  y  otras  co- 
saSy  que  es  de  lo  que  ellos  se  sustentan;  y  tomando  len* 
goa  si  habia  más  poblaciones  de  gentes,  por  senas  res* 
pendieron  los  naturales,  que  si;  y  con  esta  noticia  pasa- 
ron adelante  por  el  mismo  rio  arriba,  y  hallaron  otros 
mochosipueblós,  así  por  el  camino  que  llevaban  como  á 
los  lados  que  desde  el  camino  se  vian;  y  llegaron  á  otra 
nación  de  indios  de  diferente  lengua  y  trage,  donde  así 
mismo  fueron  recibidos^  de  paz  y  con  alegría  de  los  in- 
dio£  besando  la  mano  ¿  los  religiosos,  los  ciriales  (ambiea 
andan  vestidos  y  tienen  casas  de  tres  altos,  y  encaladas 
y  pintadas  por  dentro,  y  hacen  muchas  sementeras  de 
maiz  y  frísol  y  calabaza,  y  crian  mochas  gallinas;  y  de 
allí  pasaron  adelante  á  otra  nación  de  gente  que  hay  por 
el  mismo  rio  arriba,  que  es  la  más  noble  gente  de  la 
qae  atrás  habrán  visto,  y  de  mejores  pueblos  y  casas,  y 
los  que  mejor  tratamiento  les  hizo,  dándoles  de  mejor  vo- 
luotad  de  todo  lo  que  tenían;  y  las  casas  tienen,  de  bue- 
nos edificios,  de  cuatro  y  cinco  altos  con  sus  corredores 
y  salas  de  veintQ  y  cuatro  pies  de  largo  y  trece  de  an- 
cho, encaladas  y  pintadas;  y  tienen  sus  plazas  muy  bue- 
nas, y  de  una  á  otra  hay  calles  por  donde  pasan  á  ellas 
con.  buena  orden,  tienen  muchos  bastimientos  como  los 
de  otras;  y  de  á  dos  y  tres  leguas,  hay  otros  pueblos 
de  su  nación  de  á  trecientas  y  cuatrocientas  casas, 
por  la  propia  orden  quéste;  visten  de  algodón  como  las 


DIL  AECHIVO  DB  INDIAS.  V5 

nacioaes  de  atrás;  y  qae  hasta  aqaí  faeron  caraioaBdo 
siempre  hacía  el  Norte;  y  saliendo  del  rio,  una  jornada» 
siguiendo  el  Norte,  dieron  an  paeblo  grande  de  cuatro- 
cientas á  quinientas  casas,  pocas  más  6  menos;  que  He- 
gado  á  él,  vieron  las  casas  de  los  indios  de  á  cuatro  é 
cinco  altos,  que  le  pusieron  por  nombre  Tlascala,  por 
ser  tan  grande;  y  allí  fueron  recibidos  de  pai,  como  en 
los  demás;  y  de  allí  tomaron  lengua  de  los  mesmos  na- 
turales, que  habia  á  diez  jomadas  de  allí^muy  grande 
población  de  indios  en  la  misma  derecera  del  Norte  por 
donde  iban  caminando;  y  que  por  falta  de  herrage  para 
los  caballos,  y  de  ropa  para  él  y  la  demás  gente,  no 
osaron  pasar  adelante,  y  se  volvieron  por  el  mismo  ca- 
mino que  babian  ido;  y  desde  un  pueblo  dé  los  que  ha- 
bían andado,  que  pusieron  nombre  Gaslildavid,  pasaron 
el  río  hacia  el  Sur,  por  un  rio  pequeño  que  se  juntaba 
con  el  otro;  fueron  á  ver  tres  pueblos  de  que  les  dieron 
noticia,  los  cuales  pueblos  primeros  tenian  basta  dos- 
cientas .casas,  los  dos,  y  el  otro  hasta  setenta,  en  el  cual 
se  tubo  nueva  de  once  pueblos  que  habia,  adelante  el 
rio  arriba,  de  diferente  nación' y  lengua  de  estotros  que 
pusieron  nombre  ai  Valle,  donde  estaban  los  dichos  tres 
pueblos,  Valleviciosa;  y  no  fueron  á  verlos  por  ir  á  des- 
cubrir las  bacas  de  que  hablan  tenido  aViso^  que  las  ha- 
bia en  mucha  cantidad,  que  estaban  de  alli  treinta  le- 
guas, pocas  más  ó  menos;  y  asi  fueron  en  busca  déllas, 
y  anduvieron  las  dichas  treinta  leguas  por  rodeos,  por- 
que la  guia  que  llevaban,  los  llevaba  por  aquella  derro- 
ta^  y  á  lo  que  pareció  diferente  de  lo  que  les  hablan  di- 
cho los  naturales;  porque  si  fueran  por  vía  reta,  lloa- 
ran más  breve,  y  llegados  á  unos  llanos  y  unos  ojos 
de  agua,  que  pusieron  por  nombre  Los  Llanos  de  San 


86  DOGDMBirfOS    UdDlTOS 

« 

Francisco  y  Aguas  Zarcas;  y  vieron  muchos  atajos  de 
bacas  que  venían  á  beber  allí,  que  andan  en  manadas  de 
á  doscientas  y  trescientas  déllas,  las  cuales  son  corcoba- 
das,  peludas,  de  cuernos-  chicos,  dobladas  y  bajas  de 
cuerpo;  y  allí  hallaron  una  ranchería  de  indios  de  dife-  ^ 
rente  bacion,  de  los  que  quedaban  atrás  desnudos,  que 
iban  á  matar  bacas  para  su  sustento,  y  llevaban  su  bas- 
timento de  maiz  y  dátil,  en  perros  cargados  que  para 
este  efeto  crian;  y  este  declarante  y  los  demás  compañe- 
ros, mataron  con  sus  arcabuzes,  hasta  cuarenta  reses, 
he  hicieron  cecina,  y  se  volvieron  á  la  población  de  don- 
de habían  salido;  y  de  allí  volvieron  el  rio  abajo,  por  las 
mismas  partes  que  habían  ido,  hasta  llegar  á  un  pueblo 
que  se  llama  Puaray,  en  el  cual  tuvieron  noticia  de  cier- 
to valle  y  población  de  diferente  lengua,  que  llaman  el 
Valle  de  Gamí,  que  está  á  la  banda  del  Sur,  de  donde 
con  esta  nueva,  salieron  y  llegaron  á  el  dicho  Valle,  á 
donde  hallaron  seis  pueblos  de  á  treinta,  cuarenta  y  has- 
ta cien  casas,  con  muchos  indios  vestidos  al  modo  de  los 
demás,  y  las  casas  de  dos  y  tres  altos  de  piedra;  y  es- 
tando allí,  les  dieron  nueva  del  Valle  de  Asay,  y  que  en 
él  abia  cinco  pueblos  grandes  de  mucha  gente,  y  segan 
las  señas  que  los  indios  dieron,  entendieron  que  los  dos 
de  los  dichos  pueblos  eran  muy  grandes,  y  que  en  todos 
ellos  se  criaba  mucha  cantidad  de*  algodón  más  que  en 
otra  parte  ninguna  de  las  que  abian  visto;  y  por  nevar- 
les,  no  pudieron  pasar  adelante;  y  les  fué  forzoso  volver- 
se á  el  dicho  pueblo  de  P  uaray,  donde  abian  salido;  y 
allí  tuvieron  nueva  de  unas  salinas  que  estaban  catorze 
leguas  del  dicho  pueblo,  las  cuales  fueron  á  ver  y  halla* 
ron  que  estaban  detrás  de  una  sierra,  que  llamaron  Sier- 
ra Morena,  las  cuales  son  las  mejores  que  se  han  descu- 


DBi  ABCmVO  DI  UIBU8.  87 

bierto  hasta  hoy,  que  corren  al  parescer  deste  declarante 
y  de  los  demás,  cinco  leguas;  y  se  proveyeron  de  lo  qae 
obieron  menester,  y  détlo  traxeron  á  Su  Excelencia,  la 
cantidad  que  ba  visto;  y  junio  á  estas  salinas  se  vieron 
otros  macaos  pueblos  y  estuvieron  en  ellos^  los  cuales 
tenían  la  traza  que  los  demás;  y  les  dieron  nuevas  de 
otros  tres  pueblos  que  bigurficaban  los  naturales;  están 
cerca  de  las  dichas  salinas  y  ser  muy  grandes;  y  de  aqui 
se  volvieron  á  el  dicho  pueblo  de  Puaray,  donde  avian 
dejado  los  religiosos  y  caballos,  y  demás  cosas  que  te- 
nian;  y  del  dicho  pueblo  se  vinieron  por  la  misma  derrota 
que  avian  llevado,  y  quedaron  en  el  dicho  pueblo  losre- 
ligiosos  con  los  indios  deservicio  que  avian  llevado,  y  en- 
tréllos  un  mestizo;  y  este  declarante  y  los  demás  soldados 
con  su  caudillo,  volvieron  á  Santa  Barbóla,  de  dondeavian 
salido  con  comisión  de  Su  Excelencia  y  vinieron  á  dar- 
le noticia  de  lo  que  avian  visto  y  descubierto;  y  que  en  el 
discurso  del  viage,  en  algunos  pueblos,  hallaron  y  des- 
cubrieron cinco  ^descubrimientos  de  minas  que  les  pare- 
ció buenas;  y  por  no  llevar  recaudo,  no  se  ensayaron  ni 
se  atrevieron  á  traer  ningunos  indios  de  aquellas  partes, 
aunque  lo  intentaren  por  bien  y  por  dádivas  que  ofre- 
cieron, y  no  quisieron  ios  indios  venir  en  ello,  ni  osaron 
hacerle  fuerza  por  no  enojallos;  y  que  demás  de  los  di- 
chos descubrimientos  de  minas,  les  dieron  noticia  de 
otros  muchos;  y  que  esta  es  la  verdad  para  el  juramen- 
to que  tiene  fecho,  en  lo  cual  se  afirmó  y  ratificó  y  fir- 
mó de  su  nombre.  Declaró  ser  de  edad  de  treinta  é  cua- 
tro años,  y  que  el  caudillo  que  traian,  llamado  Francis-^ 
coSdncbez  Chamuscado,  murió,  treinta  leguas  de  Santa 
Barbóla,  viniendo  para  acá,  con  este  declarante  y  Her» 
nan  Gallegos  su  compañero  á  dar  noticia  de  lo  que 


— -í-^ 


88  DOCUIflNTOS  iríditos 

avian  visto.  Pedro  de  Biistamante.  Ante  mi  Juan  de 
Cae va: 

E  luego  incontinente»  en  el  dicho  dia,  se  tomó  y  re- 
cibió juramento  en  forma  de  derecho,  de  Hernando  Ga- 
llegos, el  cual  lo  hizo  por  Dios  y  por  Saota  María,  y  á 
una  señal  de  crux,  so  cargo  del  cual,  prometió  de  decir 
verdad;  y  abiendo  dicho  ser  uno  de  los  dos  hombres  que 
vinieron  á  esta  ciudad,  á  dar  razón  de  cierto  viage  que 
hicieron,  se  le  hizo  las  preguntas  siguientes. 

Fué  preguntado,  cómo  se  llama  y  de  donde  es  natu- 
ral; dijo,  que  se  llama  Hernando  Gallegos,  y  que  es  na- 
tural de  la  cipdad  de  Sevilla. 

Fué  preguntado,  cuanto  bá,  que  vino  á  esta  nueva 
España;  dijo,  que  á,  nueve  años,  poco  más  ó  menos. 

Fué  preguntado,  en  que  se  ha  ocupado,  después  que 
dice  que  vino  á  esta  nueva  España;  dijo,  que  en  todos 
los  dichos  nueve  años,  se  á  ocupado,  en  servir  á  Su  Ma- 
gostad, asi  en  la  Governacion  de  Diego  de  Ibarra,  como 
en  las  minas  de  Macapil  en  el  castigo  de  los  indios  de 
guerra  que  allí  andan  alzados,  como  en  descubrimientos 
de  minas  á  su  costa  y  mincion. 

Fué  preguntado,  sí  es  uno  de  los  ocho  soldados  que 
fueron  acompañando  á  Fray  Agustin  Rodríguez,  de  la 
orden  de  San  Francisco  y  á  los  demás  religiosos  que  con 
él  iban,  y  quien  le  solicitó  para  el  dicho  viage,  y  porque 
fin  y  determinación  fué  á  él:  dijo,  que  es  verdad  que  él 
es  uno  de  los  que  fueron  con  los  dichos  religiosos,  y  que 
lo  principal  que  le  movió  ir  á  ello,  fué  por  servir  á  Dios 
Nuestro  Señor  y  á  Su  Magostad;  y  que  ninguna  persona 
le  persuadió  á  ello,  mas,  de  que  tratándolo  con  el  dicho 
religioso  y  con  Francisco  Sánchez  Chamuscado,  que  ñié 
caudillo  deste  viage,  les  dio  voluntad  de  ir  á  éU  y  ani- 


VML  AIGHITO  DI  llIDUS.  89 

maroD  á  otros  á  que  faegen;  y  así  vino  á  efeto»  habiendo 
mas  de  dos  aSos  que  se  trataba  déllo. 

PregantadOy  qoe  paos  dice»  que  á  mas  de  dos  anos 
que  comunicaba  y  trataba  de  hacer  la  dicha  jornada,  qué 
noticia  tenia  délla  de  que  fuese  buena:  dijo,  que  el  fun- 
damento que  tnbieron  de  tratar  de  la  dicha  jornada,  fué, 
por  qae  este  declarante  abia  hecho  muchas  jornadas,  la 
tierra  dentro,  adelante  de  Santa  Barbóla,  en  seguimien- 
to de  indios  salteadores,  con  los  caudillos  y  capitanes 
que  nombraban  para  el  efeto;  y  por*  la  noticia  y  relación 
que  le  dio  un  indio  de  los  que  se  prendieron  en  las  di- 
chas entradas,  supo  que  adelante  de  la  dicha  Goberna- 
ción de  Francisco  y  Diego  de  Ibarra,  muy  lejos  délla, 
abia  muy  grandes  poblaciones  de  indios;  que  tenían  al- 
godón yacian  mantas,  de  que  se  vestían;  é  que  se  sus- 
tentaban de  maíz  é  gallinas  de  la  tierra,  y  frisóles  y  ca- 
labazas, y  carne  de  vaca;  y  que  esto  le  dio  deseo  á  él  y 
los  demás,  de  entrar  la  tierra  dentro,  y  también  guian 
dose  por  la  relación  que  dio  Alvar  Nuñez  Cabeza  de  Vaca, 
en  un  libro  que  hizo,  del  viage  que  trujo,  saliendo  de  la 
Florida  á  esta  Nueva  España . 

Fué  preguntado,  qué  orden  tubo  este  deparante  y 
los  demás,  para  hacer  la  dicha  jornada;  y  cómo  se  aper- 
cibieron de  armas  y  caballos,  y  los  demás  pertrechos 
nescesaríos;  y  qué  gente  de  servicio  llevaron:  dijo,  que 
determinado  de  hacer  la  dicha  jornada,  este  declarante 
y  los  demás  compañeros  y  religiosos,  se  aprestaron  de 
cotas  y  saraguelles  de  malla  y  caballos  armados,  y  arca- 
buces y  celadas,  y  un  indio  para  criado;  y  los  frailes  lle- 
varon siete  indios  de  Santa  Barbóla,  y  entre  ellos  un 
mestizo. 

Preguntado,  que  partido  de  las  díchais  minas  de  San- 


90  DOCUMENTOS  INÍOITOS 

ta  Barbóla»  y  comeozado  á  hacer  la  dicha  jornada ,  qué 
camino  llevaron  y  por  qué  pueblos  y  provincias  pasaron, 
dijo,  que  por  seis  de  Junio  del  ano  pasado  de  mil  é  qui- 
nientos' é  ochenta  ó  uno,  salieron,  este  declarante  y  los 
demás  compañeros  y  relijiosos,  del  Valle  de  San  Grego- 
rio, jurisdicción  de  Santa  Barbóla,  de  la  Nueva  Vizcaya; 
y  caminaron  por  el  dicho  valle,  abajo,  acia  el  Norte, 
asta  dar  á  un  rio  que  llaman  de  Conchas,  donde  aliaron 
una  ranchería  de  indios  chichimecos,  desnudos,  que  se 
mantienen  de  rayzes  y  otras  cosas  de  poco  sustento;  y 
pasando  adelanté  el  rio  abajo,  fueron  á   dar  á  otro  rio, 
que  por  ser  grande,  le  pusieron  por  nombre  el  rio  de 
Guadalquivir;  y  alli  hallaron  otros  indios  de   diferente 
nación  y  lengua  que  los  de  atrás,  aunque  también  andan 
desnudos  como  los  otros;  y  habieudolos  recibido  de  paz 
y  ofreciéndoles  algunas  cosas  que  tenían  para  comer,  to- 
maron lengua  déllos,  si  había  mas  población,  adelante, 
dijeron  que  si:  y  que  eran  jente  desnuda,  como  ellos, 
con  quien  tenían  guerra  y  enemistad;,  y  asi  pasaron  ade- 
lante por  el  propio  rio,  arriba,  y  caminaron  veinte  jor- 
nadas de  hasta  ochenta  leguas  de  despoblado;  y  llegaron 
á  una  población  de  indios,  que  le  pusieron  por  nombre 
la  provincia  de  Sant  Felipe,  y  alli  aliaron  pueblo  forma- 
do con  casas  de  dos  altos  y  de  buena  traza,  hechas  de 
tapia,  y  blancas  por  dentro,  y  la  gente  vestida  de  maa- 
tas  y  camisas  de  algodón;  y  alli  tuvieron  noticia  que  á 
los  lados  fuera  de  los  dichos  ríos,  abia  otros  muchos  pue- 
blos de  indios  que  heran  de  su  misma  nación  y  que  vi- 
vían en  la  pnlicia  que  ellos;  y  habiéndolos  recibido  de 
paz  y  ofrecidoles  de  los  bastimentos  que  tenían,  con  bue- 
na voluntad,  que  hera  calabazas,  frisóles,  gallinas,  maíz 
y  otras  cosas  que  crían  y  cojen  para  su  sustento  bordina- 


ML  AHCBIVO  DI   1IVBU8.  91 

rio.  ToQÍendo  lengua  de  que  habia  mas  poblaciones  de 
gentes,  por  señas  que  hacian,  pasaron  adelanle  por  el 
mismo  rio  arriba,  y  hallaron  otros  muchos  pueblos,  asr 
por  el  camino  que  llevaban,  como  a  los  lados;  que  mu- 
chos déllos  se  vían  y  devisaban  desde  lejos,  yendo, siem- 
pre caminando  acia  el  Norte;  y  llegaron  á  otra  población 
de  indios  de  diferente  lengua  y  trage,  donde  fueron,  asi 
misn.0,  recibidos  de  paz,  y  con  alegre  semblante  besa- 
ba la  mano  á  los  religiosos,  por  lo  que  vian  hacer  á  este 
declarante  y  á  los  demás  compañeros;  estos  andan  ves- 
tidos de  mantas  y  camisas  de  algodón,  y  tienen  casas 
de  tres  altos,  pintadas  y  encstladas  por  de  dentro,,  y  son 
aplicados  a  hacer  sementeras  de  mayz,  frisóles,  calaba- 
zas; y  crian  machas  gallinas  de  que  se  sustentan,  y  tie- 
nen abundancia;  y  habiendo  estado  con  ellos,  y  tratado 
algunas  cosas  por  senas,  porque  no  tenían  lengua  que 
entendiesen  la  suya,  pasaron  adelante  a  otra  nación  de 
gente  que  es  la  mas  noble  y  de  mejor  condición  que  las 
que  atrás  hablan  visto,  y  tienen  mejores  pueblos  y  casas 
y  donde  en  todo  el  viage  recibieron  mejor  tratamiento,  y' 
las  casas  tienen  de  buenos  edificios,  de  cuatro  a  cinco  y 
seis  altos,  con  sus  corredores,  salas  y  aposentos,  que  al- 
guno déllos  abia  de  veinte  y  cuatro  pies  de  largo  y  trece 
de  ancho,  blancas  y  pintadas  por  de  dentro;  y  en  este 
pueblo  habia  dos  ó  tres  plazas  muy  buenas,  y  para  pasar 
de  la  una  á  la  otra,  tienen  en  sus  calles  hechas  para  el 
efeto;  crian  y  cejen  muchos  bastimentos  del  mismo  ge- 
nero que  los  de  atrás;  y  a  dos  y  tres  leguas  deste,  hay 
otros  pueblos  desta  misma  nación,  de  á  doscientas,  tres- 
cientas y  cuatrocientas  casas,  trazadas  y  hechas  por  la 
misma  orden;  y  la  gente  déllos,  andan  vestidos  de  man- 
tas y  camisas  de  algodón,  como  los  que  atrás  tiene  re- 


'92  WHsaiamos  iníditos 

ferído;  y  saliendo  deste  rio,  una  jornada,  sigaiendo  el 
Norte,  vieron  un  pueblo  grande  de  hasta  qninienias 
casas,  y  llegados  á  él,  vieron  qoe  tenia  cuatro  y  cinco 
altos,  que  se  podrá  vivir  muy  bien  en  ellas;  y  por  aer 
tan  grande,  le  pusieron  por  nombre  Tlaxcala,  a  simi- 
litud de  la  ciudad  de  Tlaxcala,  que  está  en  esta  Nueva 
España;  y  habiendo  tomado  lengua  por  senas  de  los  mis- 
mos naturales,  entendieron  que  habia  á  diez  jomadas  de 
allí,  muy  grande  población  de  indios  en  la  misma  dere- 
cera que  iban  caminando,  donde  había  muchos  pue- 
blos y  gente;  y  no  osaron  pasar  adelante,  por  falta  áe 
herrage  para  los  caballos  y  de  otras  cosas  necesarias  á  la 
gente,  y  se  volvieron  por  el  mismo  camino  por  donde  ha- 
bian  ¡do;  y  llegaron  á  un  pueblo  de  los  que  habian  andado, 
que  pusieran  por  nombre  Castildavid,  y  de  allí  pasaron 
el  rio  acia  el  Sur,  y  por  un  rio  pequeño  que  se  juntaba 
con  el  otro,  fueron  á  ver  otros  tres  pueblos  de  que  les 
dieron  noticia  que  habia  en  aquella  dereceda,  los  cuales 
hallaron  que  tenian  los  dos,  hasta  doscientas  casas  de  in- 
dios, cada  uno  dellos,  y  el  otro,  hasta  setjenta  é  ochenta, 
pocas  más  ó  menos;  y  allí  tuvieron  nueva  de  otros  once 
pueblos  que  habia  adelante,  el  rio  arriba,  en  un  valle 
que  le  pusieron  por  nombre  Valle  Viciosa,  que  son  de 
diferente  nación  y  lengua  de  los  otros;  y  no  fueron  á 
verlos  por  tener  intento  de  ir  á  descubrir  la  bacas,  que 
decian  haber,  en  mucha  cantidad,  en  unos  llanos,  que 
por  señas  decian,  eslaren  diferente  parte  de  aquella,  y 
que  estarían  treinta  leguas  de  allí;  y  asi  fueron  en  demanda 
dellas,  yanduvieroa  por  rodeos  las  dichas  treinta  leguas, 
por  las  partes  y  lugares  que  los  guiaban;  que  á  ir  por 
vía  reta,  no  habia  tanta  distancia  como  se  decía;  y  así 
llegaron  á  unos  llanos  y  ojos  de  agua,  que  pusieron  por 


DEL  ARGBIVO  DI  IIIDU8.  93 

nombre  Los  Llanos  de  San  Francisco  y  Agaas  Zarcas;  y 
vieron  mnchas  manadas  y  atajos  de  vacas,  de  á  doscien- 
tas y  trescientas  déllás»  qae  venían  á  beber  á  los  dichos 
ojos  de  agaa»  las  cuales  son  peludas»  de  cuernos  chicos,  y 
bajas  de  cuerpo,  tienen  una  corcova  arriba  en  el  espí* 
nazo;  también  hallaron  aili  una  ranchería  de  indios,  des- 
nudos, que  iban  á  matar  vacas  para  comer;  los  cuales 
llevaban  la  comida  y  bastimentos  que  habian  menester, 
en  perros  cargados,  que  para  est6  efeto  crian;  y  este  de- 
clarante, y  los  demás  compañeros,  mataron  con  arcabu- 
zes,  hasta  cuarenta  reses  de  las  dichas  vacas,  de  que  hi- 
cieron cecina  para  sa  viajo,  y  se  volvieron  á  la  pobla- 
ción donde  habian  salido;  y  de  allí  dieron  vuelta  por  el 
rio  abajo,  por  las  mismas  partes  que  habian  ido,  hasta 
ll^r  á  otro  pueblo  que  se  llama  Puaray,  y  allí  tubieron 
noticia  de  cierto  valle  y  población  de  indios  de  diferente 
lengua,  que  llaman  el  Valle  de  Camí,  que  cae  á  la  banda 
del  Sur;  y  con  esta  nueva,  salieron  y  llegaron  á  el  dicho 
valle,  donde  hallaron  seis  pueblos  dea  treinta,  cuarenta 
y  hasta  cien  casas,  con  muchos  indios  vestidos  de  camisas 
y  mantas  de  algodón,  y  zapatos  de  cuero  con  susuela,  y 
las  casas  al  modo  que  los  demás  pueblos,  á  dos  y  atres  al- 
tos de  piedra;  y  estandoallí,  tubieron  nueva  de  otro  valle 
qae  llaman  Osay,  y  por  señas  les  dieron  á  entender,  que 
allí  habia  cinco  pueblos  grandes,  y  de  mucha  gente»  es- 
pecial los  dos  dellos,  que  eran  populosos,  y  que  en  ellos, 
se  criaba  mucha  cantidad  de  algodón,  más  que  en  otra 
parte  ninguna  de  las  que  habian  visto  y  andado;  que  por 
nevar  tanto,  que  hera  por  el  mes  de  Diciembre,  no  pu- 
dieran pasar  adelante,  y  les  fué  forzoso  volver  á  el  di- 
cho pueblo  de  Puaray,  donde  habian  salido;  y  allí  tu- 
bieron también  otra  nueva  de  unas  salinas  que  estaban 


94  DOCUM BMTOfi  IlfkDITOS 

hasta  catorce  legaas  del  dicho  pueblo,  los  caales  fueron 
á  ver,  y  hallaron  que  estaban  detras  de  una  sierra  que 
llamaron  Sierra  Morena,  que  se  cria  y  coje  en  unas  la- 
gunas que  tienen  de  box,  más  de  cinco  leguas,  que  son, 
al  parescer  de  este  declarante,  las  mejores  que  hasta  hoy 
á  visto;  y  habiéndose  proveydo  de  lo  que  obieron  me- 
nester, truxeron  á  Su  Excelencia  la  cantidad  de  sal  que 
ha  visto,  y  está  satisfecho  de  la  bondad  délla;  y  junto  á 
las  dichas  salinas  vieron  otros  muchps  pueblos,  y  estu- 
bieron  en  ellos,  los  cuales  tenian  la  traza  que  los  demás 
y  de  mucha  gente,  que  andan  vestidos  y  viven  en  puli- 
cia  como  los  demás;  y  en  estos  pueblos,  tubieron  nueva 
de  que  adelante  de  donde  ellos  estaban,  habia  otros  tres 
pueblos,  que  por  señas  dieron  á  entender,  estar  cerca 
de  las  dichas  salinas,  y  ser  muy  grandes  y  de  buenos 
edificios;  y  no  pasaron  á  ellos,  por  no  desviarse  tanto  de 
donde  primero  habian  salido;  y  de  allí  se  volvieron  al 
dicho  pueblo  de  Puaray,  donde  habian  dejado  los  reli- 
giosos,  caballos,  y  demás  cosas  que  tenian;  y  del  di- 
cho pueblo,  acordaron  volverse  por  la  misma  derrota 
que  habian  llevado ,  dejando  á  los  dichos  religiosos  en 
el  dicho  pueblo  con  los  indios  de  servicios  que  ha- 
bian llevado,  como  en  efeto,  quedaron^  y  entre  ellos 
un  mestizo  que  se  llama  Joan  Bautista;  y  este  declarante 
y  los  demás  soldados  y  compañeros,  con  su  caudillo,  lla- 
mado Francisco  Sánchez  Chamuscado,  salieron  de  toda 
esta  tierra  hasta  volver  á  Santa  Barbóla,  de  donde  habia 
salido  con  comisión  de  Su  Excelencia;  y  viniendo  este 
declarante  y  Pedro  de  Buslamante,  con  el  dicho  caudillo, 
de  Santa  Barbóla,  á  esta  banda,  para  dar  noticia  á  Su  Ex- 
celencia de  lo  que  habian  visto  y  descubierto,  murió  el 
dicho  caudillo;  y  que  en  el  discurso  del  viage,  aliaron  y 


DIL  AKGHIVO  DK  llCDUS.  95 

descabrieron  en  alganos  pueblos,  cinco  descubríiñieDlos 
de  minas,  qae  parecieron  buenas  y  de  mucha  ley,  y  por 
DO  llevar  herramientas  ni  otros  recaudos,  no  se  ensaya- 
ron; y  asi  mismo  les  dieron  aviso  de  otras  muchas  mi* 
Dasquedecian  ser  ricas  y  de  mucha  plata,  y  que  al 
tiempo  que  se  querían  volver,  intentaron  por  bien  y  por 
dadibas  que  ofrecieroq,  de  traer  algunos  indios  de  aque- 
llas naciones  que  hablan  visto,  y  no  pudieron  á  caballo 
con  los  iudios,  ni  osaron  hacerles  fuerza  por  no  enojarles; 
y  que  todo  lo  que  andubieron,  desde  esta  ciudad  de  Mé- 
xico, allá,  le  paresce  á  este  aclarante,  que  habrá  hasta 
cuatrocientas  leguas,  antes  más  que  menos,  de  tierra  lla- 
na, que  se  puede  caminar  á  pié  y  acaballo,  y  con  recua 
y  dispusicion  para  poder  ir  carros.  Y  que  esta  es  la  ver- 
dad para  el  juramento  que  tiene  fecho,  y  en  ello  se  afir- 
mó y  ratificó,  y  lo  firmó  de  su  nombre,  y  dijo  ser  de 
veinte  y  cinco  años,  poco  más  ó  menos;  y  que  este  de- 
clarante tiene  hecho  un  libro,  escripto  de  su  mano,  don- 
de hace  relación  de  todo  este  viaje  que  ha  hecho;  el  cual 
tiene  entregado  á  Su  Excelencia:  que  todo  lo  en  él,  con- 
tenido, es  verdad;  porque  lo  fué  escribiendo  como  lo  iba 
viendo  y  pasando  por  ello. — Hernán  Gallegos. — Ante  mí; 
Joan  de  Cuevas. 

Después  de  Jo  susodicho,  en  la  dicha  ciudad  de  Mé- 
xico á  veinte  días  del  mes  de  Otubre  de  mil  é  quinientos 
é^ochenla  é  dos  años,  el  dicho  Señor  Visorey,  dijo:  que 
por  cuanto  era  informado  que  los  indios  que  se  descu- 
brieron en  la  dicha  tierra  nueva,  mataron  á  los  religio- 
sos que  con  ellos  habian  quedado  para  los  doctrinar  é 
industriar  en  las  cosas  de  la  Santa  Fee  Católica;  para  que 
de  todo  tenga  noticia  Su  Magostad,  mandó  se  reciba  so- 
bre ello  nueva  información,  y  para  ello  se  tomó  y  recí- 


96  DOGumiiTos  miDiTOft 

bió  jaramento  en  forma  de  cterechp;  de  Hernaado  Bar- 
rado» español,  que  dice^  haber  ido  á  la  tierra  oueva 
con  los  demás  soldadoa  qae  fueron  á  ella,  el  cual  lo  hizo 
por  Dios  Nuestro  Señor  y  por  Santa  María  su  madre,  y 
á  una  señal  de  cruz  en  que  puso  su  mano  derecha,  so 
cargo  del  cual  prometió  de  decir  verdad;  y  siendo  pre- 
guntado por  el  tenor  de  lo  susodicho,  dixo:  que  lo  que 
del  caso  sabe,  es,  que  este  declarante  es  uno  de  los  ocho 
soldados  que  entraron  la  tierra  adentro  con  el  caudillo 
Francisco  Sánchez  Chamuscado  en  compañía  de  Fray 
Agustín  Rodríguez  de  la  órdqg  de  San  Francisco  y  otros 
dos  religiosos,  y  llegaron  á  ver  todas  las  poblaciones  de- 
indios que  se  refieren  en  las  declaraciones  de  los  dos  sol- 
dados, sus  compañeros,  que  le  ha  sido  mostrado,  y  sabe» 
que  lo  que  acerca  de  ello  dijeron  é  declararon,  que  es 
verdad  y  pasó  así,  porque  se  halló  á  todo  ello  presente; 
y  que  al  tiempo  que  este  declarante  entró  la  tierra  aden- 
tro, llevo  en  su  servicio,  un  indio  de  nación  concho,  de 
la  comarca  de  Santa  Barbóla,  del  nuevo  Reino  de  Vizca- 
ya, que  se  llamaba  Gerónimo;  y  cuando  acordaron  con 
el  dicho  caudillo  y  demás  compañeros  de  volverse  á  esta 
Nueva  España  para  dar  razón  de  lo  que  habían  visto  y 
descubierto,  el  dicho  indio  con  otros  dos,  llamados  Fraa- 
cisco  y  Andrés  y  un  mestizo,  y  otros  índesuelos  mncfaa- 
chos,  se  quedaron  de  su  voluntad  con  los  dichos  religio- 
sos en  la  población  quellaman  Puaray;  y  después  de  ha- 
ber vuelto  á  Santa  Bárbol^  del  dicho  Nuevo  Reino  de 
Galicia,  estando  este  declarante  en  el  conveQto  del  dicho 
pueblo,  podrá  haber  tres  meses,  poco  más  ó  menos,  que 
vio  en  él,  al  dicho  Francisco,  uno  de  los  indios  que  se 
hablan  quedado  con  los  dichos  religiosos,  y  maravillán- 
dose déllo,  le  habló  y  preguntó,  cómo  estaba  allí  y  se  ha- 


/ 


DiL  aucbcyo  01  tmñAA.  99 

bia  vuelto  de  la  lierra  nueva  donde  le  habia  dejado;  el  cual 
ledijo^quelosindíos  dea([aella  tierra  dePuaray,  habían 
muerto  á  Fray  Francisco  Lopeí,  Guardian,  y  lo  habia 
vieto  enterrar;  y  dando  la  nueva  déUo  áFray  Agustín,  su 
compañero,  se  alborotaron,  y  sin  aguardar  á  ver  otro 
subseso,  él  y  los  otros  dos  indios,  Andrés  y  Gerónimo, 
se  vinieron  á  salir  por  la  tierra  de  coacho,  haciendo  sus 
rodeos,  casi  por  el  mismo  camino  que  habían  ido,  y  que 
cuando  salieron,  oyeron  mochas  voces  y  alboroto  en  el 
pueblo  por  donde  creia  que  habían  muerto  á  los  demás 
religiosos  é  indios  muchachos,  que  se  quedaron,  que  no 
pudieron  venir  con  ellos;  y  que  el  uno  de  «us  compañe- 
ros, llamadQ  Andrés,  lo  habían  muerto  ciertos  indios  en 
una  población  que  toparon  entre  los  de  la' nación  concho 
y  los  Tatarabueyes;  y  que  solo  habia  escapado  con  él,  el 
indio  Gerónimo  que  habia  sido  criado  deste  declarante; 
y  después  viniendo  este  declarante  por  las  minas  de  los 
Zacatecas,  topó  con  el  dicho  indio  Gerónimo,  que  lo 
traian  á  esta  ciudad,  los  demás  soldados  companeros  de 
este  declarante,  y  habló  coa  él,  y  supo  lo  mesmo  que  le 
habia  dicho  el  otro  indio  Francisco;  y  desde  las  dichas 
minas  se  vinieron  todos  juntos  á  esta  ciudad  de  México; 
y  el  dicho  indio,  vio  Su  Excelencia  y  habló  con  él,  y  que 
de  pocos  días  á  esta  parte  ha  desaparecido;  que  no  lo 
ha  visto  más,  y  que  tiene  entendido  que  se  ha  vuelto  á 
su  tierra.  Y  que  esta  es  la  verdad  para  el  juramento  que 
tiene  fecho;  en  lo  cual  se  afirmó  y  ratificó,  y  lo  firmó  de 
su  nombre:  dijo  ser  de  edad  de  más  de  cinquenta  anos. — 
Hernando  Barrado* — Ante  mi;  Juan  de  Cueva. — Sacado 
é  corregido  con  el  original  que  queda  en  mi  poder. — 
Joan  de  Cuera. — ^Hay  ijoia  rúbrica. 

S.  C.  R.  M.-*Por  Noviembre  del  ano  pasado,  de 
Tomo  XV.  7 


96  DOétmEMTOS  füÍDITOft 

ochenta,  vino  á  mf,  un  Frayle  que  se  decía  Fray  Agus- 
tín Rodrigues  de  la  orden  de  San  Francisco,  y  roe  dijo 
que  quería  entrar  á  predicar  el  Santo  Evangelio,  adelan- 
te de  las  fflinas  de  Santa  Barbóla,  qués  en  la  Nueva  Viz- 
caya; y  viendo  su  buen  zelo,  y  que  se  tenia  noticia  que 
por  el  rio  de  las  Conchas  habia  gente  donde  se  podia 
conseguir  este  buen  intento,  le  di  licencia  para  que  lo 
hiciese,  llevando  consigo  otros  religiosos  y  hasta  veinte 
hombres  de  los  que  voluntariamente  quisiesen  ir  con  él, 
para  que  los  amparasen,  y  yciesen  compañía,  y  lle- 
vasen algunas  cosas  de  rescate;  y  no  di  licencia  para  qne 
pudiese  ir  mas  número  de  gente,  respeto  de  tener  Vues- 
tra Magestad  por  instruciones,  mandado^  que  no  se  ha- 
gan entradas  ni  nuevos  descubrimientos  sino  fuere  con 
espresa  licencia  de  V.  M;  y  que  alque.  dallos,  el  Frayle 
señalase,  fuese  por  caudillo,  á  quien  los  otros  obedecie- 
sen, por  que  no  isiesen  desorden,  los  cuales  entraron 
con  hasta  ocho  hombres  que  con  ellos  quisieron  ir;  y  pa- 
resce  que  fueron  descubriendo  algunos  pueblos  de  buena 
tierra,  fértil  y  de  mantenimientos,  y  la  gente  de  mas 
buen  trage  y  parecer  que  la  del  dicho  río  de  las  Con- 
chas; en  uno  de  los  cuales,  le  páreselo  al  Fray  Agustín 
Rodríguez,  quedarse  con  otro  compañero;  y  que  los  ocho 
hombres  viniesen  á  dar  relación  de  lo  que  hasta  allí  se 
habia  visto  y  descubierto,  á  los  cuales  hize  tomar  sus  di- 
chos, y  los  envió  aquí,  autorizados,  para  que  V.  M.  los 
vea;  y  habiéndose  hayado  aquí,  á  esta  sazón,  Rodrigo 
del  Rio  de  Losa,  Teniente  de  Capitán  General  en  la  pro- 
vincia de  la  Nueva  Galicia,  hombre  platico  y  de  mucha 
esperiencia  de  entradas,  porque  se  halló  en  la  Florida 
con  Don  Trístan  de  Arellano  y  en  la  Nueva  Vizcaya  con 
Francisco  de  Ibarra,  comuniqué  con  el  lo  que  parescia 


DIL  ARCBITO  DC  INDIAS.  99 

qae  era  menester,  para  enviar  gente  á  saber  de  los  Fray* 
los  y  proco rar  tomar  noticia  de  toda  la  tierra,  en  particu- 
lar, para  que  diesen  acá,  rarondélla;  el  cual  me  dio  tare- 
lacion  que  aquí  envió,  firmada  de  su  nombre;  y  estando 
en  ésto,  llegó  un  soldado  con  un  indio  de  los  que  habían 
quedado  con  los  Frayles,  el  cual  dijo,  como  habian  muer- 
to ai  uno  déllos  en  su  presencia;  y  que  viniéndose  bu- 
llendo por  que  á  él  no  le  matasen,  oyó  gritos  y  voces  en 
el  pueblo  por  donde  entendió  que  debian  de  matar  al 
otro^religioso.  Y  habiendo  vuelto  á  comunicar  al  dicho 
Rodrigo  del  Rio  este  suceso,  y  lo  que  para  hacer  entra- 
da en  forma  de  guerra,  siendo  V.  M,  servido  de  mandar^ 
io,  le  parescia  que  seria  necesario,  asi  número  de  gente 
como  de  bastimentos,  y  él  hizo  una  relación  en  todo, 
qués  la  que  va  con  esta,  firmada  de  su  nombre,  para  que 
y.  M,  la  mande  ver;  y  á  lo  que  se  puede  entender  de  la 
que  estos  hombres  hacen^  ella  es. tierra  muy  poblada  y 
fértil;  y  aunque  dicen  que  vieron  señal  de  minas,  entre 
los  indios  no  se  haya  ninguna  de  oro  ni  de  plata,  ni  ras- 
tro de  que  se  hubiese  sacado  ningún  metal.  V.  M.  lo 
mandará  ver  todo,  y  proveer  lo  que  mas  convenga  á  su 
realservicio;  que  en  el  entretanto  se  estará  sin  haserse 
otra  cosa  en  ello.  N.  S.  la  S.  C.  R.  persona  de  Vuestra 
Magestad  guarde,  y  en  mayores  rey  nos  y  señoríos  acre- 
ciente como  los  criados  de  V.  M.  deseamos.  De  México 
primero  de  Noviembre  de  mili  e  quinientos  ochenta  é 
dos.— S.  C.  R.  M. — Las  reales  manos  de  V.  M.  besa, 
criado  de  V.  M. — ^El  conde  deCoruña. — Hay  una  rú- 
brica. 

En  la  cubierta  se  dice  asi;  Nueva  España» — A  Sa 
Magestad,  mili  e  quinientos  ochenta  e  dos. — El  Virey» 
conde  de  Ck)rttña;  de  primero  de  Noviembre. — Vista- 


100  pecmttirrot  ihiutob 

Dése  con  los  papeles  que  se  refiere,  á  un  relator. — ^Hay 
dos  rúbricas.  Dése  cédala  dirigida  al  Virrey  de  Nueva 
España  ó  á  la  persona  que  en  su  lugar  iubiere  el  Gobier* 
nOy  para  que  cerca  del  .descubrimieuto  contenido  en  esta 
carta,  y  información  y  relaciones  qoe  con  ella  envia,  ca- 
pitule allá  con  la  persona  que  para  ello  le  paresca  que 
conviene,  conforme  á  las  ordenanzas  que  sobre  ello  ha- 
Uan,  para  quese  baga  la  jornada,  sin  que  en  ella  segase 
te  cosa  alguna  de  la  Hacienda  de  Su  Magestad;  y  hecha 
la  capitulación;  antes  qae  se  haga  cosa  alguna  de  lo  que 
por  ella  capitulare,  la  envíe  al  Consejo  para  que  vista  se 
provea  lo  que  mas  convenga.  En  Madrid  á  veinte  e  nue- 
ve de  Marzo  de  mili  e  quinientos  e  ochenta  e  tres  anos. 
--^El  Licenciado  Baños. — Hay  dos  rúbricas. — ^Ante  mi; 
Francisco  de  Ledesma. — ^Hay  una  rúbrica. 

S.  C.  R.  M. — Porque  de  la  relación  que  vé  con  és- 
ta, constará  a  Y.  M,  de  las  tierras  y  provincias  qae  me- 
diante elfavot*  de  Dios  y  deseo  de  servir  á  V.  M.  y  au- 
mentad la  real  corona,  como  leal  y  fiel  vasallo  he  des- 
cubierto y  andado  desde  el  mes  de  Noviembre  de  ochen* 
ta  e  dos  que  salí  de  la  Crovernacion  de  la  Nueva  Vizca- 
ya con  un  relijioso  y  catorce  soldados  que  llevé  en  mi 
compañía,  movido  y  necesitado  de  una  ocanon  muy  pia- 
dosa y  caritativa,  me  escusaré  de  referirlas  en  ésta;  su- 
plicando á  y.  M.  sea  servido  de  admitir  mi  zelo,  como 
tan  enderezado  al  servicio  de  Y.  M;  y  tener  por  bien» 
que  yo  acabe  mi  vida  continuando  estos  descubrimien- 
tos y  poblazones,  que  con  la  Hacienda,  noticia  y  amigos 
que  tengo,  me  ofrezco  servir  a  Y.  M.  con  mas  ventajas 
que  otro  ninguno  de  los  que  pretenden  tomar  asiento 
con  Y.  M.  acerca  de  esta  empresa.  Suplico  á  Y.  M.  se 
sirva  demandar  que  se  tome  conmigo,  haciéndome 


ÜEL  ABOmVO  MINMAft.  101 

V.  M.  merced,  honra  y  favor  que  corresponda  al  sudio 
deseo  conque  quedo  de  aumentar  los  estados  de  Vuestra 
Magostad,  la  Santa  Fe  Católica  con  la  conversión  de  mi- 
llenes  de  ánimas  que  carecen  del  verdadero  conocimien* 
lo,  y  levantar  mi  nombre  y  mi  memoria  para  mejor  ser- 
vir y  merecer  la  sombra  de  V.  M.  que  Nuestro  Señoreo- 
salce  y  conserve  muchos  anos,  como  los  vasallos  de 
y.  M.  habemos  menester.  De  San  Salvador  veinte  ó  tres 
de  Abril  de  mili  e  quinientos  e  ochenta  e  cuatro  anos. — 
S.  C.  R.  M. — El  menor  vasallo  de  V.  M. — ^Antonio  Es- 
pejo.— Entre  dos  rúbricas. 

Relación  del  viage,  que  yo,  Antonio  Espejo,  ciuda- 
dano de  la  ciudad  de  México,  natural  de  la  ciudad  de 
Córdoba,  hizecon  catorce  soldados  y  un  relijioso  de  la 
orden  de  San  Francisco,  á  las  provincias  y  poblaciones 
de  la  Nueva  México,  a  quien  puse  por  nombre,  la  Nue- 
va Andalucía,  a  contemplación  de  mi  patria,  en  fin  del 
año  de  mili  e  quinientos  e  ochenta  e  dos.  Para  mejor  y 
mas  fácil  inteligencia  desta  relación,  se  ha  de  advertir, 
que  el  año  de  mil  e  quinientos  ochenta  e  uno,  teniendo 
noticia  un  frayle  de  la  orden  de  San  Francisco,  que  se  lla- 
maba Fray  Agustín  Ruiz,  que  recidia  en  el  Valle  de  San 
Bartolomé,  y  por  ciertos  indios  conchos,  que  se  comunica- 
ban con  los  pasaguates,  que  hacia  |a  partedel  Norte  había 
ciertas  poblaciones  no  descubiertas,  procuró  Ucencia  para 
entrar  en  ^tas,  con  intento  de  predicar  á  los  naturales  la 
ley  evangélica;  y  habiéndola  alcanzado  de  su  prelado  y 
del  Virey  Conde  de  Coruia,  el  dicho  frayle  y  otros  dos  que 
se  llamaban^  Fray  Francisco  López  y  Fray  Jhoan  de  San- 
ta Maria,  con  siete  u  ocho  soldados,  de  que  hiva  por  su 
caudillo,  Francisco  Sánchez  Chamuscado :  entró  por  el  mes 
de  Junio  de  ochenta  e  uno,  por  las  dichas  poblazones,  hasta 


102  DOGinUHTOS  IlCBDlTOa 

llegar  á  aaa  proviocia  quellamamosdelos  Tiguas,  que  es- 
tá de  las  minas  de  Santa  Barbóla,  en  la  governacion  de  la 
Nueva  Vizcaya ,  donde  comenzaron  su  jornada  doscien- 
tas  cincuenta  leguas  hacia  el  Norte,  á  donde  les  mataron 
al  Fray  Jhoan  de  Sania  Maria;  y  como  vieron  que  había 
mucha  gente,  y  que  para  cualquier  efeto  de  paz  ó  de 
guerra,  eran  pocos,  tornáronse  los  soldados  y  caudillo  á 
las  dichas  minas  de  Santa  Barbóla,  v  de  alK  á  México, 
que  está  ciento  y  sesenta  leguas,  á  dar  noticia  al  dicho 
^  Yirey,  por  el  mes  de  Mayo  de  quinientos  e  ochenta  e 
dos;  y  los  dichos  dos  religiosos  que  quedaron  con  el 
deseo  que  tenían  de  la  salvación  de  las  ánimas,  no  qui- 
sieron salirse,  sino  quedarse  en  la  dicha  provincia  de  los 
liguas,  por  donde  antiguamente  pasó  Francisco  Vaxquez 
Coronado,  yendo  á  la  conquista  y  descubrimiento  de  las 
ciudades  y  llanos  dn  Civola,  pareciéndoles  que  quedaban 
'siguros.  entre  los  naturales  de  la  dicha  provincia;  y  asi 
se  quedaron  con  tres  muchachos  indios  y  un  mestizo,  de 
lo  cual  recibió  notable  pena  la  orden  de  San  Francisco; 
tiniendo  por  cierto,  que  los  indios  hablan  de  matar  á  los 
dichos  dos  religiosos,  y  á  los  que  con  éflos'quedaron,  y 
con  este  temor  procuraban  y  deseaban  que  hubiese  quien 
entrase  en  la  dicha  tierra  á  sacarlos  y  favorecerlos;  y 
para  este  efeto,  se  ofreció  de  hacer  la  jornada  otro  reli- 
gioso de  la  misma  orden,  llamado  Fray  Bernardino  Bel- 
tran,  morador  del  convento.de  la  Villa  de  Durango,  ca- 
becera de  la  Nueva  Vizcaya,  con  licencia  y  permisión 
de  su  Superior;  y  como  en  aquella  zason,  yo  me  hallase 
en  aquella  Governacion  y  tuviese  noticia  del  justo  y  pia- 
doso deseo  del  dicho  religioso  y  de  toda  la  orden,  y  en- 
tendiendo que  en  ello  servirla  á  Nuestro  Señor  y  á  Su 
Mage6tad,  yp  me  ofrecí  á  acompañar  al  dicho. religioso. 


f 


DBL  ABcanro  ds  inihab.  103 

y  de  gastar  parte  de  mi  hacienda  en  hacerle  la  costa,  y 
eo  Uevar  algonos  soldados,  asi  para  su  guarda  y  defen- 
sa, como  para  la  de  los  religiosos  á  qoien  iba  á  traer  y 
socorrer,  dándoseme  licencia  ó  mandándomelo  la  justicia 
Real  en  nombre  de  Su  Magestad;  y  asi  habiendo  enten- 
dido el  santo  zelo  del  dicho  religioso  y  mi  intento,  el  ca* 
pitan  Joan  de  Ontíveros,  Alcalde  mayor  por  Su  Magestad 
en  los  pueblos  que  llaman  las  cuatro  Ciénegas,  que  son 
en  la  dicha  Gobernación  de  la  dicha  Nueva  Vizcaya  á  la 
parte  de  Oriente,  setenta  leguas  de  las  dichas  minas  de 
Santa  Barbóla,  á  instancia  del  dicho  Fray  Bernardino, 
dio  80  mandamiento  y  comisión,  para  que  yo,  con  algu- 
nos soldados  entrase  la  dicha  tierra  nueva  para  traer  y 
socorrer  á  los  dichos  religiosos  y  gente  que  en  ella  que- 
daron. 

Y  así,  en  virtud  de  dicho  mandamiento  y  comisión, 
Xunté  catorse  soldados  cuyos  nombres  son  Joan  López  de 
Ibarra,  Bernardo  de  Luna,  Diego  Pérez  de  Lujan  y 
Gaspar  de  Lujan,  Francisco  Barrete,  Gregorio  Hernández 
y  Miguel  Sánchez  Valenciano,  y  Lázaro  Sánchez  y.  Mi- 
gael  Sánchez  Nevado,  hijos  del  dicho  Miguel  Sánchez;  y 
Alonso  de  Miranda,  y  Pedro  Hernández  de  Almansa  y 
Joan  Hernández,  y  Cristóbal  Sánchez  y  Joan  de  Frías,  á 
los  coales  6  á  la  mayor  parte  socorrí  con  armas  y  caba- 
Uos^  municiones  y  bastimientos  y  otras  cosas  necesarias 
para  tan  largo  y  nuevo  viage,  dando,  principio  á  nuestras 
jornadas  en  el  Valle  de  San  Bartolomé^  que  es«noeve  le- 
guas de  las  dichas  minas  de  Santa  Barbóla,  á  diez  de 
Noviembre  de  mil  e  quinientos  e  ochenta  e  dos  años; 
con  ciento  y  qiiínze  caballos  y  muías,  y  con  alguna  gente 
de  nuestro  servicio,  y  cantidad  de  armas,  municiones  y 
bastimientos,  fuimos  caminando  derechos  hacia  el  Norte, 


104  DocuMSirros  iiiímto6 

y  á  dos  jornadas  de  á  cinco  teguas,  hayamos  mucha  can- 
tidad de  indios  de  nación  Conchos,  en  ranoheríae,  y  mu- 
chos  déllos  nos  salieron  á  recibir  en  cantidad  de  más  de 
mil,  á  los  caminos  por  donde  íbamos;  estos,  hallamos, 
qne  se  sustentan  de  conejos  y  liebres  y  venados,  que  ca* 
zan  y  hay  en  macha  cantidad,  y  de  algunas  sementeras 
de  maiz  y  calabazas  y  melones  de  CastHla,  y  sandias, 
que  son  como  melones  de  inviernp,  que  siembran  labran 
y  cultivan;  y  de  pescado  y  máscales,  qne  son  pencas  de 
lechuguilla,  que  es  una  planta  de  media  vara  de  alto, 
con  unas  pencas  verdes  las  cepas;  de  estas  plantas  cuecen 
V  hacen  una  conserva  á  manera  de  carne  de  membi*illo, 
muy  dulce,  que  llaman  máscale;  andan  desnudos,. iieneo 
unos  jacales  de  paja  por  casas,  y  por  armas  usan  de 
arcos  y  flechas;  tienen  caciques  á  quien  obedecen,  no  les 
hallamos  que  tubiesen  ídolos,  ni  que  hiciesen  sacrificios 
algunos,  juntamos  déllos  los  que  pudimos,  y  les  pusimos, 
cruces  en  las  rancherías,  y  se  les  significó  por  euterpre* 
tes  que  llevábamos  de  su  lengua,  el  misterio  deltas  y  al- 
gunas cosas  de  nnesta  santa  fée  catoliqua;  y  pasaron  con 
nosotros  de  sus  rancherías,  otras  sei^  jornadas,  que-^u 
ella  habría  veinte  é  cuatro  leguas  hacia  el  Norte,  las 
cuales  están  pobladas  de  indios  desta  nación,  y  nos  sa- 
lían á  recibir  de  paz,  dándose  unos  caciques  á  otros, 
aviso,  como  íbamos;  todos  ellos  nos  alagaban  y  á  nues- 
tros caballos,  tocando  á  nosotros  y  á  los  dichos  caballos 
con  las  manos,  y  dándonos  algunas  cosas  de  sus  basti- 
mentos; y  esto  con  mucho  amor. 

Acabadas  estas  seis  jornadas,  hallamos  otra  nación 
de  indios  que  sollaman  Pazaguaates,  que  tienen  sus  ran- 
cherías y  jacales  y  sustento,  como  los  dichos  Conchos; 
hízose  con  ellos  lo  que  con  los  dichos  de  la  nación  Con* 


9IL  ABOUTO  91  UmuS.  105 

cha,  los  coales  pasaron  ootí  nosotros»  coatit)  jornadas, 
qoe  serán  catorce  leguas,  dándose  aviso  unos  caciques  á 
otros,  para  qne  nos  saliesen  á  recibir  como  ellos  lo  ba- 
cian;  en  parte  de  estas  cuatro  jornadas,  hallamos  muchas 
minas  de  plata,  y  al  parescer  de  los  que  las  entendian, 
ricas. 

Salimos  de  esta  nación,  y  á  la  primera  jornada,  halla- 
fDOs  otra  gente  qne  llaman  los  jobosos;  son  esquibos,  y 
así  se  huyeron  de  todas  las  partes  que  estaban  poblados, 
60  jacales^  por  donde  pasábamos;  porque  según  se  decia, 
babían  llegado  allí  algunos  soldados  y  llevado  algunos 
déllos  por  esclavos;  y  llamamos  á  algunos  de  los  dichos 
indios,  regalándolos,  y  vinieron  al  Real  algunos  déUos; 
y  á  los  caciques  dimos  algunas  cosas,  y  por  intérpretes, 
á  entender,  que  no  veníamos  á  los,  hacer,  cautivos  ni 
daño  ninguno;  y  con  esto  se  asiguraron  y  les  pusimos 
cruces  en  las  rancherías,  y  les  significamos  algunas  cosas 
de  Dios  Nuestro  Señor;  mostraron  recibir  contento,  y 
con  ello  algunos  déllos,  pasaron  con  nosotros  hasta  sa« 
carnes  de  su  tierra.  Stisténtanse  con  lo  que  los  dichos 
pazagnates;  usan  de  arcos  y  flechas;  andan  sin  vestidu- 
ras; pasamos  por  esta  nación,  que  parecía  haber  pocos 
indios,  tres  jornadas,  que  liabría  en  ellas,  once  leguas. 

Acabados  de  salir  de  esta  nación,*  entramos  en  otra 
que  se  llama  de  los  Jumanos,  que  por  otro  nombre,  los 
llaman  los  españoles,  los  patarabueyes,  en  que  parecía 
habia  mocha  gente  y  compueblos  formados,  grandes,  en 
qne  vimos  cinco  pueblos,  con  más  de  diez  mil  indios  y 
casas  áe  azutea,  bajas  y  con  buena  traza  de  pueblos;  y 
la  gente  de  esta  nación,  está  rftyada  en  los  rostros,  y  es 
gente  crescida;  tienen  maiz  y  calabazas»  y  caza  de  pié 
y  vuelo,  frísoles  y  pescado  de  mochas  maneras,  de  dos 


106  DpCUUKMTOft  «SDlTOft 

ríos  caudalosos,  qae  es  el  uno,  que  descieade  derecha- 
mente del  Norle  y  entra  en  el  río  de  los  Conchos,  qoe 
este  será  uno,  la  mitad  de  Gaadalquívir;  y  el  de  Concho 
será  como  Guadalquivir,  el  cual  entra  en  la  mar  del 
Norte;  tienen  salinas  de  laguuas  de  agua  salada,  qae  en 
tiempos  del  año,  se  vienen  á  cuajar  y  á  hacer  la  sal  como 
la  de  la  mar;  y  la  primera  noche  que  asentamos  el  Real, 
junto  á  un  pueblo  pequeño  de  la  dicha  nación,  nos  ma- 
taron con  flechas  cinco  caballos,  y  nos  hirieron  otros  tan- 
tos con  haber  vela;  y  se  retiraron  á  una  sierra  donde  fui- 
mos por  la  mañana  seis  compañeros  con  Pedro  Naguata- 
to, natural  de  su  nación,  y  los  hayamos  y  sosegamos  y 
dejárnoslos  de  paz,  trayéndolos  á  su  propio  pueblo;  y  les 
dimos  á  entender  lo  que  á  los  demás,  y  que  avisasen  á 
los  de  su  nación,  no  se  huyesen  ni  escondiesen,  y  nos 
saliesen  á  ver;  y  algunos  de  los  caciques  les  di  cuentas 
y  sombreros  y  otras  cosas  para  que  los  trujesen  de  paz 
como  lo  hicieron;  y  destos  pueblos  pasaron  coiji  aofiotros 
donde  se  avisó  unos  á  otros  cómo  íbamos  de  paz  y  no  á 
hacerlesdaño;  y  así  fueron  mucha  cantidad  dallos  con  nos- 
otros  é  enseñarnos  un  rio  del  Norte  que  arriba  se  ha  re- 
ferido; y  por  las  riveras  del  dicho  río,  están  poblados  ía- 
dios^de  esta  nación,  en  espacio  de  doce  jornadas;  yalgoaos 
délloff  tienen  casas  de  azutea  y  otros  viven  en  jacales  de 
paja;  salieron  los  caciques  á  recibirnos,  cada  uno  con  su 
gente,  sin  arcos  ni  flecbasi;  dándonos  de  su  comida  y  al- 
gunos nos  daban  gamuzas  y  cueros  de  las  vacas  de  Cí- 
vola,  muy  bien  aderezados;  que  las  gamuzas  hacen  de 
cueros  de  venados  también  aderezados  como  en  Flandes; 
y  los  cueros  son  de  las  vacas  corcovadas,  que  llaman  de 
Civola,  que  parecen  en  el  pelo  á  las  vacas  de  Irlanda»  y 
los  cueros  de  estas  vacas  los  aderezan  los  naturales,  de 


DIL  ABCmVO  DS  W1HA8.  107 

la  manera  de  las  antas  que  se  hacen  en  Flandes,  y  déllas 
se  sirven  para  hacer  calzado;  y  otros  aderezan  de  dife- 
rentes maneras,  con  que  algunos  de  los  naturales  andan 
cubiertos;  estos  indios  tienen  al  parecer  alguna  lumbre 
de  nuestra  Santa  Feé  Católica,  porque  señalan  á  Dios 
Nuestro  Señor,  mirando  al  Cielo,  y  le  llaman  Apalito, 
en  su  lengua,  y  que  él  es  á  quien  conocen  por  Señor,  y 
les  dá  lo  que  tienen;  venian  muchos  hombres  y  mugeres 
y  mños,  déllos  á  que  los  santiguásemos  el  dicho  religio- 
so y  los  españoles,  y  déllo  mostraron  recibir  mucho  con- 
tento; dijeron  nos  y  dieron  nos  á. entender,  por  intér- 
pretes, que  por  allí  habian  pasado  tres  cristianos  y  un 
negro,  y  por  las  señas  que  daban,  parescíó  haber  sido 
Alvaro  Nuñez  Cabeza  de  Vaca,  y  Dorantes,  y  Castillo 
Maldohado,  y  un  negro,  que  todos  ellos  habian  escapado 
de  la  armada  con  que  entró  Panfilo  de  Narvaez  en  la 
Florida;  quedaron  de  paz  y  muy  sosegados  y  contentos, 
y  fueron  con  nosotros  al  rio  de|  Norte  arriba,  algunos 
déllos,  sirviéndonos  y  acompañándonos. 

Caminando  adelante,  siempre  hacia  el  Norte,  por  el 
dicho  rio  arriba,  nos  salieron  á  recibir  mucha  cantidad 
de  indios,  hombres  y  mujeres,  y  muchachos,  vestidos  y 
cubiertos  de  gamuzas,  los  cuales  no  supimos  de  que  na- 
ción eran,  por  falta  de  intérpretes;  y  nos  Irageron  mu- 
cha cantidad  de  cosas  hechas  de  plumería  y  de  diferen- 
tes colores,  y  unas  mantillas  de  algodón  vareteadas  de 
azul  y  blanco,  que  son  como  algunas  de  las  que  jtraen  de 
la  China;  y  nos  dieron  á  entender,  por  señas,  que  otra 
nación  que  confinaba  con  ellos,  hacia  el  Poniente,  traían 
aquellas  cosas  para  rescatar  con  ellas  otras  mercadurías 
que  estos  tenían,  que  á  lo  que  pareció  y  dieron  á  enten- 
der, por  señas,  eran  cueros  de  vacas  y  de  venados  ade- 


108 

« 

rezados,  y  ensenándoles  metales  relacientes,  que  en  otras 
partes  suelen  tener  plata;  y  otros  de  la  misma  calidad, 
qae  llevábamos,  nos  señalaron  bacía  el  Poniente  cinco 
jornadas,  y  que  ellos  nos  llevarían  á  donde  babia  gran- 
dísima  cantidad  de  aquellos  metales  y  mucha  gente  desta 
nación;  y  estos  salieron  con  nosotros  cuatro  jornadas,  en 
que  babia  veinte  y  dos  leguas. 

Abieado  quedado  losdicbos  indios,  y  caminando  otras 
cuatro  jornadas  por  el  dicho  rio  arriba,  hallamos  gran 
cantidad  de  gente  que  vive  junto  á  unas  lagunas,  que 
por  medio  déllas  pasa  el  dicho  rio  del  Norte;  y  esta  gen- 
te, que  serian  más  de  mil  indios  é  indias ,  que  es- 
taban poblados  en  sus  rancherías  y  casas  de  paja,  nos 
salieron  á-  recibir  hombres  y  mujeres  y  muchachos, 
y  cada  uno  tray^  su  presente  de  mesquital,  que  es 
hecho  de  una  fruta  á  manera  de  algarrobas,  y  pes- 
cados de  muchas  maneras,  que  hay  gran  cantidad  en 
aquellas  lagunas ,  y  otras  cosas  de  su  comida  en  tanta 
cantidad,  que  se  quedaba  perdido  la  mayor  parte  déllo, 
porque  era  mucha  cantidad  lo  que  nos  daban;  y  el  día  y 
la  noche,  en  tres  que  allí  estuvimos  siempre,  hacían  mi- 
totes y  bayies  y  danzas  á  su  modo,  y  al  de  los  mexica- 
nos, díeronnos  a  entender,  que  había  mucha  cantidad  de 
gente  desta  nación  apartada  de  allí,  y  no  supimos  que 
nación  era  por  felta  de  interpretes;  y  entre  ellos  haya- 
mos un  indio  de  nación,  concho,  el  cual  nos  dio  a  en- 
tender, señalando  hacia  el  Poniente,  que  quínze  jorna- 
das desde  allí,  había  una  laguna  muy  grande  adonde 
había  gran  caiitidad  de  poblaciones  y  casas  con  muchos 
altos,  y  que  había  indios  de  la  nación  concha,  poblados 
allí,  gente  vestida  y  con  machos  bastimentos  de  mayz  y 
gallinas  de  la  tierra  y  otros  bastimentos  en  gran  cantí- 


DSL  ARCHITO  DI  INMAA.  109 

dad»  y  se  ofreció  de  nos  llevar  a  olla;  y  porque  nuestra 
de  rrota  bera  seguir  por  bajo  del  Norte  a  dar  socorro  á 
los  dichos  religiosos  y  a  los  que  con  ellos  quedaron,  no 
fuimos  á  la  dicha  lagqna;  en  esta  ranchería  y  paraje,  hay 
muy  buenas  tierras  y  de  muy  buen  temple,  y  cerca  de 
donde  hay  vacas  y  ganados  de  aquella  tierra,  y  mucha 
caxa  de  pie  y  vuelo,  y  minas,  y  muchos  montes  y  pastos, 
y  aguas  y  salinas  de  muy  rica  sal,  y  otros  aprovecha- 
mientos. 

Caminando  el  propio  rio  arriba»  fuimos  por  él  desde 
el  parage  de  las  lagunas  de  suso  referidas»  sin  hallar  nin* 
guna  gente,  quinze  jornadas  por  donde  había  mesquíta- 
les  y  tunales  y  montañas  de  piñales  de  pinas  con  piño- 
nes como  los  de  Castilla,  y  sabinos  y  cedros,  al  cabo  de 
las  cuales,  hayamos  una  rancheria  de  poca  gente,  y  en 
ella,  caniidad  dé  jacales  de  paja,  y  muchos  cueros  de  ve- 
nados laobiea  aderezados  como  les  que  traen  de  Flan- 
des,  y  cantidad  de  sal  blanca  y  muy  buena,  tasajos  de 
venados  y  otias  cosas  de  baslimenlos;  y  los  dichos  in^ 
dios  nos  recibieron  y  salieron  con  nosolros»  y  nos  lleva- 
ron do.s  jornadas  de  alli  a  las  poblaciones,  siempre  si- 
goieodo  el  dicho  rio  del  Norte;  y  desde  que  entramos 
en  él,  siempre  fuimos  siguiéndole  el  rio  arriba,  llevando 
una  sierra  de  la  una  parle  del  rio  y  otra  de  la  otra,  las 
cuales  están  sin  arboledas  en  todo  el  camino,  hasta  que 
llegamos  cerca  de  las  poblaciones  que  llaman  del  Nuevo 
México,  aunqne  por  las  riveras  del  rio  hay  gran  cantidad 
de  alamedas,  y  por  partes,. cuatro  leguas,  en  ancho  de 
loe  dichos  alamos  blancos;  en  las  riveras  desle  rio,  y  des* 
de  que  entrañaos  en  él,  no  nos  apartamos  hasta  llegar  a 
las  dichas  poblaciones  que  I  laman  del  Nuevo  México;  y 
en  las  riveras  del  dicho  rio,  en  muchas  partes  del  cami- 


lio  DOCUMKlfTOS  imÉDITOS 

no,  hallamos  muchos  parrales  y  nogales  de  Castilla. 
Ya  que  estábamos  en  las  dichas  poblaciones,  prosi* 
gttiendo  el  dicho  rio  arriba,  en  dos  dias  hayamos  diez 
pueblos  poblados,  riveras  de  este  rio,  y  de  una  y  otra 
banda  junto  a  él,  de  mas  de  otros  pueblos  que  parecian 
desviados,  en  que  pasando  por  ellos  parecia  haber  mas 
de  doce  mil  ánimas  hombres  y  mugeres  y  niños;  pasan- 
do por  esta  provincia  nos  salieron  a  recibir,  de  cada 
pueblo,  la  gente  del,  y  nos  llevaban  a  ellos,  y  nos  daban 
cantidad  de  gallinas  de  la  tierra,  y  mayz,  frisol  y  torti- 
lias,  y  otras  maneras  de  pan  que  hacen  con  mas  curio- 
sidad que  la  gente  mexicana;  muelen  en  piedras  muy 
crecidas  y  muelen  mayz  crudo,  cinco  o  seis  mugeres  jun- 
tas, en  un  molino,  y  désta  harina,  hacen  muchas  dife- 
rencias de  pan;  tienen  ca^as  de  dos  y  tres,  y  cuatro  al- 
tos, y  con  muchos  aposentos  en  cada  casa,  y  en  muchas 
casas  déllas,  tienen  sus  estufas  para  en  tiempo  de  invier- 
no; y  en  las  plazas  de  los  pueblos,  en  cada  una  déllas, 
tienen  dos  estufas,  que  son  unas  casas  hechas  debajo  de 
la  tierra,  muy  abrigadas  y  cerradas  de  poyos  dentro 
déllas  para  sentarse;  y  asi  mesmo,  tienen  á  la  puerta  de 
cada  estufa,  una  escalera  para  abajar,  y  gran  cantidad 
de  teña  de  comunidad  para  que  alli  se  recojan  los  fo- 
rasteros; en  esta  provincia  se  visten  algunos  de  los 
naturales,  de  algodón  y  cueros  de  las  vacas,  y  de  ga- 
muzas aderezadas,  y  las  mantas  las  traen  al  uso  de  los 
mexicanos,  exceto,  que  debajo  de  partes  vergonzosas, 
traen  unos  pañetes  de  algodón  pintados,  y  algunos  déllos 
traen  camisas,  y  las  mugeres  traen  sus  naguas  ¡de  al- 
godón, y  muchas  déllas,  bordadas  con  hilo  de  colores, 
y  encima  una  manta  como  la  traen  los  indios  mejica- 
nos y  atada  con  un  paño  de  mano  como  toalla  labra- 


DIL  AIlCBtVO  1»  IMÜIAS.  111 

do  y  se  lo  atan  por  la  ciotora  coa  sos  borlas,  y  las  na- 
gaas  son  qae  sirven  de  faldas  de  camisas  á  raiz  de 
las  carnes;  y  esto  cada  ana  lo  trae  con  la  más  ventaja 
qne  paede,  y  todos  así,  hombres  como  mujeres,  andan 
calzados  con  zapatos  y  botas,  las  suelas  de  cueros  de  va- 
cas y  lo  de  encima  de  cueros  de  venados.aderezados;  las 
mujeres  traen  el  cabello  muy  pemado  y  bien  puesto  con 
sus  moldes  que  traen  en  la  cat)eza,  una  de  una  parte  y 
otro  de  otra,  en  donde  ponen  el  cabello  con  curiosidad, 
sintraer  ningún  tocado  en  la  cabeza;  tienen  en  cada  pue* 
blo  sus  caciques  conforme  á  la  gente  que  hay  en  cada 
pueblo;  así  hay  los  caciques,  y  dichos  caciques  tienen 
sos  caciques,  digo,  tequi latos,  que  son  como  aguaciles 
que  executan  en  el  pueblo  los  que  estos  caciques  man- 
dan, ni  más  ni  menos  que  la  gente  mexicana;  y  en  pi- 
díendo  los  españoles  á  los  caciques  de  los  pueblos  cual- 
qnier  cosa,  llaman  ellos  á  los  tequitatos,  y  los  tequitatos 
publican  por  el  pueblo,  á  voces,  y  luego  acuden  con  lo 
que  se  les  manda  con  mucha  brevedad;  tienen  todas  las 
piatnras  de  sus  casas,  y  otras  cosas  que  tienen  para  bai- 
lar y  danzar,  así  en  la  música  como  en  lo  demás,  muy 
al  natural  de  I09  mexicanos;  beben  pinole  tostada,  que  es 
maiz  tostado  y  molido  hechado  en  agua,  y  no  se  sabe 
qae  tengan  otra  vevida  ni  con  que  se  emborrachen;  tie- 
nen en  cada  uno  destos  pueblos,  una  casa  donde  llevan 
de  comer  al  demonio;  y  tienen  ídolos  de  piedra,  peque- 
ños, donde  idolatran;  y  como  los  españoles  tienen  cruzes 
en  los  caminos,  ellos  tienen  en  medio  de  un  pueblo  á 
otro,  en  medio  del  camino,  unos  cuecillos,  á  manera  de 
haooiilladero,  hecho  de  piedras,  donde  ponen  palos  pin- 
tados y  plumas,  deciendo^  va  allí  ha  de  poxar  el  demonio 
y  á  hablar  con  ellos;  tienen  sementeras  de  maiz^  frísol  y 


112  D0G0llIinO8   uiímtos 

calabaza  y  piciete,  ea  gran  cantidad  de  riego  y  de  tem- 
poral, con  muy  baenas  sacas  de  agua,  y  que  lo  labran 
como  los  mexicanos;  y  cada  uno  en  su  sementera  tiene 
nn  portal  con  cuatro  pilares  donde  le  llevan  de  comer  ¿ 
medio  día  y  pasa  la  siesta,  porque  de  urdinario  están  en 
sus  sementeras  desde  la  mañana  hasta  la. noche,  al  uso 
de  Castilla;  ea  esta  provincia  alcanza  muchos  montes  de 
piñales,  que  dan  piñones  como  los  de  Castilla,  y  muchas 
salinas;  de  upa  parte  y  de  otra  del  lio,  hay  una  legua  y 
más  de  cada  banda,  de  arenales,  natural  tierra  para  cojer 
mucho  maiz;  tienen  por  armas,  arcos  y  flechas  macanas 
y  chínales,  que  las  flechas  son  de  varas  tostadas  y  la 
punta  déllas  son  de  perdernal  esquinadas,  que  con  ellas 
fácilmente  pasan  una  esta;  y  los  chimales  son  de  cuero 
vaca,  como  adargas;  y  las  macanas  son  de  un  palo  de 
media  vara  de  largo,  y  al  cabo  de  él  muy  gordo,  con  que 
se  defienden,  estando  dentro  de  su  casa.  No  se  entendió 
tubiesen  guerra  con  ninguna  provincia;  guardanse  sus 
términos;  dieronnos  aquí  noticia  de  otra  provincia  que 
esta  en  el  propio  rio  arriba  por  la  propia  orden. 

Salimos  desta  provincia  después  de  cuatro  dias  que 
en  ella  eslubimos,  y  á  media  legua  del  distrito  délla,  ha- 
llamos otra  que  se  llama  la  provincia  de  los  Tiguas,  que 
son  diez  y  seis  pueblos,  que  el  uno  déllos  se  llama  Pun- 
ías, que  es  adonde  hallamos  haber  muerto  los  indio»  de 
esta  provincia  á  Fray  Francisco  López  y  á  Fray  Agnstin 
Ruiz  y  á  tres  muchachos  y  un  mestizo  que  Íbamos  á  fa- 
vorecer y  traer,  adonde  hallamos  relación  muy  verdadera 
que  estubo  en  esta  provincia  F<*ancÍ8C0  Vázquez  Coro- 
nado y  le  mataron  en  ella  nueve  soldados  y  cuarenta  ca- 
ballos; y  que  por  este  respeto  habia  asolado  la  gente  da 
un  pueblo  desta  provincia;  y  desto  nos  dieron  razón  los 


ML  ABcnro  Bi  Minas.  113 

Datvrales  desto^  pueblos,  por  seSas  que  entendimos, 

esta  e^Qie,  enleiuSeodo  qoe  íbamos  alif,   por  haber 

Dsoerlo  á  los  frailes  y  á  castigarlos;  antes  que  llegásémoa 

á  la  provincia,  se  fueron  á  una  sierra  qné  está  dos  leguas 

del  río,  y  procoramos  de  traerlos  de  pac,  haciendo  para* 

ello  flMcbas  diligencias,  y  no  quisieron  venir;  hallamos» 

en  sus  casis  gran  cantidad  de  maiz,  frísoles  y  calabaia», 

muchas  gallinas  de  la  tierra,  y  mochos  metales  de  difé-' 

rentes  colores;  y  algunos  pueblos  de  esta  provincia,  y  las: 

casas  déllas,  mayores  que  los  de  la  provincia  que  ha«^ 

biamos  pasado;  y  las  sementeras  y  dispusieron  de  la  úer* 

ra,  pareció  ser  todo  uno;  no  pudimos  saber  que  tanta 

gttie  eran  ésta,  por  se  haber  huí<k>. 

Poes  como  hubiésemos  llegado  á  esta  provincia  de 

loe  Tiguas,  y  hallado  maertos  á  los  dichos  religioQps  y 

al  mestiso  é  indios  que  con  ellos  quedaron,  en  cuya  bna^ 

ca  haviamos  ydo,  tuvimos  algún  movimiento  de  volver-; 

DOS  á  la  Nueva  Vizcaya  de  donde  habíamos  salido;  pero 

como  allí  nos  dieron  los  indios  noticia  de  otra  provincia 

¿  la  parteóle  Oriente,  dijeron  que  estaba  cerca;  y  pare* 

ciéodome  que  toda  aqneUa  tierra  era  miiy  poblada,  yj 

qae  cuanto  más  entrábamos  en  ella  hayábamos  mayores  > 

pobladones,  y  que.  nos  recibían  de  paz,  connderé  que' 

era  buena  ocasión  la  que  se  me  ofrecía  para  servir  á  Sa 

Mageslad,  viendo  y  descubriendo  aquellas  tierras  tan 

Doevas  y  apartadas,  para  dar  noticia  dallas  á  Su  Mages- 

tad,  sin  que  Su  Mageslad  hiciese  gastos  ni  costas  en  sa  des- 

Gobrimiento;  y  así  me  determiné  de  pasar  adelante,  todo 

el  tiempo  qne  las  fuerzas  ine  bastasen;  y  habiéndolo  coma- 

nicado  con  dicho  religioso  y  soldados,  y  conformándose 

con  midetermiikacion,  continuamos  nuestra  jornada  y  de»"  • 

cabrímieoio  por  Is  6rden  qse  hasta  allí  habíamos  traído* 
Tomo  XV.  8 


114  Bocomm  aiá»nns 

En  68l6  paraje  dicha,  tobimea  ootioia  dft  otra  proviiip 
qde  por  la  parta  ét  Orieato,  ealé  das  jomad»' do  aala» 
prariaaia»  qae  ae  Uama  de  loa  Nagoaa;  y  dexaodo  afe 
nal  eo  la  preirínda  dtefaa,  me  pafii  para  Ha»  eos  éoa 
aioHipafferoSy  doade  llegié  eo  dos  diaa,  ea  la  caal  haM 
ooia  pueblos,  y  ea  éllea  gran  caniidad  da  gtole^  q/m  ai» 
parece  había  mea  de  cuareota  mil  iaimaa,  entre  hom* 
baea  y*miigereft  y  niioa;  aquí  no  alcáBzaa  ni  iíenea  w^ 
mf  06  que  correa»  y  fueaies  de  que  ae  sirven;  y  tteneo 
muchei  maíz  y  gallinas  de  la  tierra»  y  bastimentoay  otras* 
ooaaa  como  eo  la  provincia  aotes  de  ésda,  en  macbaabon* 
dBncia;  y  esta  provioeia  cotiGna  oon  laa  vacas  qoe  llaman 
de  Civola.  y  andan  vealidos  de  los  cueros  de  dichas  ym^ 
oae,  y  de  mantea  de  algodón  y  gamuzas,  y  gobiémanse 
como  loadf  laa  provincias  dichas  de  atoas;  tíeoeü  idolea 
OB  que  adoran  como  los  demás  dichos  referidoa;  hay  áash 
pnsicioa  de  minas  en  las  serva.iías  de  eslaprormotar»  por 
qne  caminando  la  vi  á  éUa,  hallamos  muchai  artimonia 
por  el  camino  ques  doode  ae  aneleD  hallar  de  ordinario^ 
metales  rlcoa  de  plata»  donde  quiera  qoe  la  hay;  y  en 
eata  provincia  hallamos  metales  en  laa  casas  de  tas  ia^ 
dma»  y  ballamoa  que  aquí  habían  muerto  uno  de  loa  re» 
ligíosos  que  entraron  con  Francisco  Sánchez  Chamuac»* 
dav  que  se  llamaba  Fray  Jhoao  de  Santa  María»  el  cual 
faaiiia  entrado  en  compañía  de  los  demás  religiosos  y  60 
compaiía  del  dicho  Fraoeisoo  Sánchez  Chamuscado»  y 
seddades»  el  cual  mataron»  antes  que  el  dicha  Fraoeisoo 
Sánchez  Chamuscado  saliese  á  la  tierra  de  pu»  j  loa 
trujimos  de  pa£»  siu  tratarles  nada  deseas  nmerlee;  dte»' 
Toaoms  de  comer»  y  babiendo^  visto  la  díspomckni  4»  la 
tíectai  nos  salimos  délla;  ea  tierra  de  muehoa  moolm  dn 
piñales  con  püoaes  de  Caatíllai»  y  sabínasp  j  noa  volti-^ 


BV4KSUI8. 

■M^dl  real  y  rft)  dét^'Kofte^  de&áonée  habiaroM  salidoi* 
UfvgadHí  ati  veolv  tubimos  odioíti  de^  oira  provincia  q«a 
irliaifltftesQMies;  el  ilo^M  Norte  ¡arriW,  ena  jornada^ 
CMOtae»  legta»  de»  allí  donde  ttaiatttosei'neal,  j  ta» 
todoéU  foímo^á  la  pro¥tacMf  de>Ios>Quire8,  y  aotea  qoB 
ih^éseiDOs  á  é\tí\  uoa  ibgua^  nos- aalieroa  á  reccfbir  ma*" 
dia^  cantidad  diyífidioe  di^pM/y  qos^  rogaron  Aiesemoa' 
á  fosi  peebloB)  y  béí  fuMfo»^  donde  iies*  necibieron  imif* 
biea,  y  noadiereiiieigwaaaiaiiitaa  de  algodón,  y  mucha» 
gelitúdai»  y  maiz,  y  de  tod#  kit  demaa  que  tenian;  la  cual 
provincia,  tieDefcíneo' pueblos  donde  hay  mucha  cantidad) 
de  geate,  (pie  nos^  pareció  había  qui nze  mil  ánimas,  y  eti 
«tentó  y  vestidDs^  como  ios' refarídoa  en  la  provincia^ 
artes  dé9la;  son^ydolatraa,  tiene»  muchas  símonteras  del 
nk  y  otrasicosaa;  aqu(  haH8fHK>s  una-  urraca  en  una  jala<^ 
há  lo  aatoral  come  las  de  Castilla^  y  hallamos  tirasoleí^ 
mnotloa  de  la  China,  pintado»  con  el  sol  y  la  luna  y  lás^ 
estiellae;  aquí  se  tomó  el  altura,  y  nos  bailamos  en  trein-' 
ti  y  siete  grados  y  medio,  derechamente,  de  bajo  det 
Norte;  y  tubimoe  noticia  baoia  el  Poniente  de  otra  pro^' 
viacia  que  está  á  dos  jomadas  de  aquí. 

Salimos  de  la  dicha  provincia,  y  á  dos  jornadas,  que* 
son  cftiorce'  legaas,  hallamos  otra  provincia  que  llaman 
MfPomames,  qne  son  cinco  pueblos,  que  la  cabezera  sei 
dÍK,  Siay;  es*  un  pueblo  muy  grande  que  yo  arndube  conr 
mia  coflipañeros,  en  que  habia  ocho  plazas  conmejora^ 
das  casas  de  las  referidas  atrás,  y  las  mae  délias  encala^» 
das  y  piatadas  decolores  y  pinturas  al  huso  mexicano;  el' 
oeal  dMio  pueblo;  está  poblado  junto  á  un  rib' mediano^ 
qae  viene -del  Non  te  y  entra  en  el  rio  del  Norte  referido;* 
}Fjanto>á  aoa*sierra  en  esta  provincia^  á  lo  que  pareció^ 
iMiy  csmtidadde  gente,  mas  de  veinte  mil;  ánif&as;  aqjai 


119  Mcomirrot  sammm 

Qos  dieroQ  maDtas  de  algodón  y  mochos  bastimeoCos  á» 
maiz  y  gallinas  de  la  tierra,  y  pan  de  harina  de  maiz  con 
macha  cariosidad  á  sí  en  et  aderezo  de  las  v  ¡andas  cotno 
en  lodo  lo  demás;  y  es  genfe  mas  carkisa  que  las  deatat 
provincias  que  liasta  aqai  hemos  visto,  vestidos  y  go» 
vierooi  como  los  Jemas;  aqui  tubimos  úoticia  que  había 
otra  provincia  hacia  el  Noroeste,  y  ordenamos  de  ir  á 
ella;  y  en  este  pueblo  nos  dijeron,  había  minaa,  allicer^* 
ca,  en  la  sierra;  y  nos  mostraron  metales  ricos  déllas. 

Habiendo  andado  una  jornada  hacia  el  Norueste  y 
como  seis  leguas,  hallamos  una  provincia  con  siete  pue» 
blos,  que  se  llama  la  provincia  de  los  Emexes,  donde 
hay  gran  cantidad  de  gente,,  que  al  parecer  aeran  como 
treinta  mil  ánimas;  y  en  uno  destos  pueblos,  por  que  loe 
naturales  significaron  era  muy  grande  y  estaba  en  la  mi^ 
rania  el  padre  Fray  Bernardino  Beltran  y  alguno  de  loa 
soldados,  les  pareció  que  era  pqca  fuerza  la  que  lleva* 
bamos  para  ir  á  tan  gran  pueblo;  y  así  no  le  vimos,  fior 
no  dividirnos  en  dos  partes;  es  gente  como  la  de  atrás»  y 
con  tautos  bastimentos,  traxe  y  govierno;  tienen  ydalos» 
arcos  y  flechas;  y  las  demás  armas  de  las  provincias  do 
suso  referidas. 

Salimos  de  la  provincia  dicha,  hacía  el  Poniente,  trea 
jorhadas,  como  quinze  leguas,  y  hallamos  un  pueblo  qno 
se  llama  Acoma,  donde  nos  pareció  había  mas.  de  aeis 
mil  ánimas,  el  cual  estaba  sentado  sobre  una  peiia  alta» 
que  tiene  mas  do  cinquenta  estados  en  alto,  y  en  la  pro^ 
pía  peña,  tíefie  hecha  una  escalera  por  donde  suben  y 
baxan  al  pueblo,  qne  es  cosa  muy  fiierte,  y  tienen  cía-* 
ternas  de  agua,  arriba,  y  muchos  bastimentos  enserrae- 
dos  dentro  del  pueblo;  aqui  nos  dieron  aduchas  maotáa 
y  gamuzas,  y  pedazos  de  cintos  de  loe  cueros  de  las  vsh 


DB.  ÁiaDVÓ  Dft  1MD1A8.  117 

de  Cibota,  aderesados  como  los  aderezan  en  Flaodes, 
7  mochos  bastimentos  de  maíz  y  gallinas;  esta  gente  tiet 
na  sos  sementeras,  dos  leguas  del  dicho  pueblo,  en  un 
rio  mediano,  donde  atajan  el  agua  para  regar  como  rie- 
gan las  sementeras,  con  mochos  repartimientos  de  agua 
jaato  á  este  rio,  en  una  ciénega;  cerca  de  his  dichas  so* 
monteras  hallamos  mucho  rrosales  de  Castilla,  con  rro» 
aas,  y  también  hallamos  cevollas  de  Castilla,  que  se 
crían  en  la  tí  erra,  sin  sembralla^  ni  beneficiallas;  tienen 
las  serranías  de  por  alli  cerca,  dispusicion  de  minas  y 
Riquezas,  al  parecer;  las  coales  no  fuimos  á  ver,  por  ser 
la  gente  de  allf  mucha  y  belicosa;  los  serranos  acuden  á 
aer¥ir  á  los  de  las  poblaciones,  y  llaman  á  estofa,  quere- 
chos;  tratan  y  contratan  con  los  de  las  poblaciones.  He* 
▼andeles  sal  y  caza,  venados,  conejos  y  liebres,  y  gamo* 
xas  aderezadas,  y  otros  géneros  de  cosas,  a  (rueque  de 
mantan  de  algodón  y  otras  cosas  con  que  le  satisfacen  la 
paga  el  gobierno;  y  lo  demás  es  como  los  de  las  demás 
provincias;  y  bicierónnos  un  mitote  y  bayle  muy  soiene, 
saliendo  la  gente  muy  galana,  y  habiendo  muchos  juegos 
de  manos,  algunos  déllos,  artificiosos,  con  viveras  vivas, 
qoe  era  cosa  de  ver  lo  uño  y  lo  otro;  de  manera  que 
íios  regalaron  mucho  con  bastimentos  y  todo  lo  demás 
qae  ellos  tenian;  y  con  esto  después  de  tres  dias,  nos  sa- 
binos de  esta  dicha  provincia « 

Foimos  caminando'  cuatro  jornadas,  veinte  y  cuatro 
legoas  bicia  el  Poniente,  donde  hallamos  al  cabo  déllas^ 
ana  provincia  qoe  son  seis  pueblos,  y  le  llaman  Amé,  y 
por  otro  nombre  Cíbola,  en  la  cual  hay  macha  cantidad 
de  indios,  que  pareció  habla  más  de  veinte  mil  indios» 
donde  supimos,  haber  estado  Francisco  Vázquez  Coró* 
nado  y  alguaos  capitanea  de  los  que  llevó  consigo;  y  en 


ns  nooinivinros*  méntoi 

«8ta  .provioóia,  haUamos  paestes  jmito  á  tos  .pueblMr 
ornees,  y  aquí  altamos  (res  Jndtos  iQn6tianos,t^(|ue  adidqe^ 
nm  llamar  Andrés  de  Coyoacan  y GBspitt' ;de  México  <A»* 
(onde  Goadaiaxara,  qoe  dijeron  diator  entrado  con  él 
dicho  Gobernador  Fraoeisoo  Yatspies  <2oiroDedo,  i^  tn^ 
forisándolos  en  la  leogaa  mesífiaM  ¡que  ya  caaí  ta  («oim 
cAYÍdada;  déstos»  sópanos,  que  babia  Uogado  aUí  el^dí- 
oboPrancisco  Yazquec  £oD6i5ado  gr  .sus  capitanes,  y  q^m 
babia  entrado  allí  Don  Pedxo  idia  Tobar^  (eníeodo  nalkm 
de  ttsa  alaguna  grapde,  de  idonde  deoían  eitos  mCttcaka 
bay  nachas  poblaisiones;  y  tu»  dijeron  babia  en  ftqiieHa 
tierra,  oro«  y  que  era  geste  vestida,  qoe  bralaa  brastle- 
tasy  oregeras  de  oro,  y  queeafcahao  aesbnta  jornadas  id# 
alK,  y  que  la  geate  del  dicbo  Coronado,  babia  ido  dsM 
jeraa'das  adelante jdesta  ^pnoTtiicáa,  y  qae^e  allise  hdbMua 
iruelto,  por  00  haber  beltado  agua,  y  se  les  babia  Mw\m* 
dp  el  agua  que  Ua^r^ban;  y  aos  4ieron  aems  um^  fOQM^ 
aid^s  de  aquella  s^lagw^  y  riquozas  qw  iposeeo  dos  w- 
dios  4ue  eo  ella  viven;  y  irnnqoe  yo  f  elguoM  de  mm 
«ompaoero^,  quisioic^  ir  á  .wta  aiagiuia,  otros  no  ^* 
Qieron  acudir  é.elia.  £a  etflS'piioviooie  bidlaMPs grftOfMP* 
^dad  de  lino  de  Castillai,  qpe  rpfivQce  )Se  ^nia  ^ea  Ips»cm»- 
posain  sembrallo^  y  «os^difiron  AiK^ba  nolisít  de  le  que 
bi^ia  ea  estas  provtooias,  6  doade  estaba  ila^dicha  tí»- 
guna  grande,  y  de  como  ^bftbiim  dado  aquí,  al  dÁdlo 
francisco  Vesquí  CoirodBiiado  y  lé  aii  COMO,  mnohO»  «me- 
til6$4  y  <|uto  no  toa  búA%ñ  beDefisiadepor  no  Maer  Jide* 
vezos  pana  ello;  y  en  esta  proimicja  da  Cubóla,  w  iiB 
pDoblo  que  Uamao  ^(|itm,  ;el  iifiko  Ipacbe  Fray  Jtemri^ 
dioo«  y  Mígool  Sánchez  'Yialenaíano  jy  ibq  mjijeriGaitldb 
4e  jáxneya,  y  láimo  Sanchta,  y  nbgttd  Saiwhes  Menr 
do,  ^96  bües:  y>GffCigMrio  flsittadsi  ^firklábsl  Sfoste 


f  .iaan  da  Friai,  qpa  iban  en  «medtra  oo«pttfi¡a,  idix»> 
ron  (f»e  bb.  qutt ian  totver  á  la  Ñu«va  Vizcaya*,  á 
dMde  hai)iaai08  aaydb,  ponqoe  J»biao  faayadov  fde 
Fnooiaoo  Vaaoines  Coronado,  ao  habia  baHáckii  ero  m 
plata,  y  ae  baÜa  vuelto;  <\ne  también  éllos^  «e  qoemá 
nuAvfM  coana  lo  dijeron  é  hideM>n«  Las  oaatainbrea  f  «i# 

«m  come  lo8.de  1m  provincias  qoe  dexamos  atráa^y 
fBocha  wtB^  y  vistease  úe  oBaalas  de  algodón  Üb 
oteas  qoe  parecen  angeo ;  aquí  tobímos  noticia  de  ^atam 
peoTinoiaa  qoe  eetáe  báoia^el  Pbniaate» 

iWmos  aiMante  á  k  dicba  provimcia  de  bácta  el  Bik 
miente,  onAro  forneiias  de  á  siete  Icgna,  y  al  fin  déllfcs 
iHdiaiBos unaprofiocia qae  ae  llama  Moheoe,  ooa  eíoÁ 
pi]d>los^  eii>qtte  á  naeatro  pareoer,  bay  más  da  cinqoeotti 
■BÜ  ánimas,  y  solea  que  ilegásemesé  4Ua,  aes  enviatoafll 
deairque noficéseskOsaliá^  sino  qoe  nos  materiaa;  jm^ 
oon  B«e«e  cealyañeros  que  quedaran  conmigo,  qae 
ate  loan  iiopea  de  Ibacra,  Bernardo  de  Caim,  Bie^ 
0a  l^m  da  Luna  y  Gasfiar  dq  Luxasi,  Franoisoq 
BarroÉp  y  Viedro  Fecaaódei  de  Aloiadsa,  Alonso  Ai 
Sliraoda  y  Gee^orio  Feraendea,  y  Joan  Hernaaáes, 
ioimoa  á  la  dicba  provincia  de  Mabaoe ,  y  Itevat^ 
SBioa  ciento  é  iCinqdenta  sodios  de  Ja  pronocia  de  doo« 
da  ssIsBBOs;  6  Ips  dichos  tras  indios,  ■Mmoaobs^  y  6 
«w  iegua,  antes  que  aegásemos  á  ta  dicha  f^ov'iñáá^ 
«ossatteros  á  rettbír ioás  de  dosmiiíodiM  <»if|adoa^|ie 
iVÉtioÉíoaaos^^  y  lesditax»  algadas  joyas  ^  Ubvabnnmt 
db  foco  precio,  y  con  Alas  á  enten(fer,  que  no  ibátnosi 
Jmearies  daoo;  y^qoe  los  cabalios  qoe  Ueff abamos,  Iqs 
^edrían  matsn-^  .porque  ^eraro  oaalps,  qoe  biciesen  ^ 
4aMm  dbode  h»  métiesancn;  y  así  lo  bidama,  y  tiold- 
-wo  flwdBi  louttitod  de  indíps  á  recifairoos,  ycobéUotlas 


120  MMOMÜITM  máMTOS 

caciques  de  on  paeblo  ¿e  esta  provincia»  qoe  se  liama 
Aguato;  y  nos  hicieron  gran  recibimieaio,  hechando  ma^^ 
oba  harina  de  mai2  por  donde  habíamos  de  pasar,  para 
que  la  pisásemos,  y  todos,  muy  alegres,  nos  rogaron  que 
fiíesemos  á  ver  el  dicho  pueblo  de  Aguato,  adonde  yo 
regalé  á  los  principales,  dándoles  algunas  cosas  qse  He« 
yaba  para  este  efeto;  y  en  este  pueblo,  los  principales 
del,  despdchsron  laego  aviso  á  los  demás  pueblos  de  esta 
provincia,  de  los  cuales  vinieron  Ioaprincipaile8,congraa 
cantidad  de  gente»  rogándonos  que  fuésemos  á  ver  y  vi- 
sitar sus  pueblos,  que  les  daríamos  mucho  contento  en 
ello,  y  asi  lo  hicimos;  y  vislo  el  buen  tratamiento  y  dar 
divas  que  le  di  á  los  principales  y  tequitatos,  entre  ¿iloB, 
jontaroD,  de  la  dicha  provincia,  más  de  cuatro  mil  madr 
tas  de  algodón  pintadas  y  blancas,  y  pafios  de  roanos  con 
sus  borlas  á  los  cabos,  y  otras  muchas  cosas,  y  metales 
aaulesy  verdes  que  buscan  déllos  para  pintar  estas  mantas; 
y  «Eli  nos  dieron  todo  lo  referido,  y  les  parecia  que  era  todo 
poco  lo  que  hacian,  preguntando  si  estábamos  contentos. 
El  sustento  déstos,  es  coíuo  el  de  los  demás  de  las  provin- 
oíaa  referidas,  escoto  que  aquí  no  hayampsaves  de  la  tier- 
ra; aquí  nos  dijeron,  un  cacique  yotrosindios,  como  ten? 
drán  noticia  de  la  dicha  alaguna  donde  está  la  riqueada 
Oro,  y  lo  declararon,  ni  más  ni  niénos  que  lo  bnbian  de- 
clarado los  de  la  provincia  antes  de  ésta;  en  seis  días  que 
aquí  estubimos,  visitamos  los  pueblos  de  la  provincia^  j 
por  entender  que  estos  indios  nos  hacían  amistadi  d^ 
con  ellos,  en  sus  poblaciones,  cinco  compañeros,  pana 
que  se  volviesen  á  la  provincia  de  Amí,  con  el  vagaje» 
y  con  otros  cuatro  que  llevé  conmigo;  caminé  dereciio 
hacia  el  Poniente,  cuarenta  y  cinco  leguas,  én  descubri- 
miento de  unas  minas  ricas  qOe  allí  me  díeceo  noücia  ha- 


ro  n  WMáñ.  ,  121 

báf  ooB  giM8  <|M  en  la  di€b«  providoía  mé  diei'on  para 
irá  ¿ila,  y  laa  bailó,  y  por  mié  nanos,  deltas  saqué  me- 
tales, q«e  dicen  loa  qae  lo  entienden,  soá  muy  ricos,  y 
que  tieMD  mucha  piala;  es  lo  más  dótlo  sierrado  adonde 
están  las  minas,  y  camino  para  yr  á  ella;  hay  algunos  * 
paebloa  indios,  serranos,  tos  coales  nos  salieron  á  reoi- 
kir  en  algunas  partes  con  croies  en  la  cabexa,  y  nos  da^ 
han  de  lo  que  tenifrn  para  so  sustento,  y  yo  les  regalaba 
oon  algunas  cosas  que  les  daba;  y  adonde  estaban  las  mi* 
ñas,  la  disposición  de  la  tierra,  es  buena,  y  hay  ríos  y 
deaegas  y  montes,  y  á  la  orilla  de  los  rios,  mucha  canti* 
dad  de  uvas  de  GastíUa,  y  nogales  y  lino,  y  xorates  y 
maguelles,  y  tunales;  y  los  indica  de  aquella  tierra,  ha- 
en  sementeras  de  mais;  tienen  buenas'  cosas;  dixé* 
rooDOa,  por  senas ,  que  detras  de  aquellas  serranías, 
que  no  pudimos  entender  bien,  qué  tanto  estarla  de 
alliy  corria  un  rio  muy  grande,  que  sigun  las  senas 
que  daban,  era  de  ancho,  de  mas  de  ocho  leguas, 
y  que  corría  hacia  la  mar  del  Norte;  y  que  en  la  rivera 
déate  rio,  de  una  parte  y  de  otra,  hay  muy  grandes  po- 
biacioiiea;  y  que  paaaban  el  río  con  canoas;  y  que  en 
comparación  de  aquéllas  provincias  y  poblaciones,  del 
rio,  no  son  nada  las  i>roviooiaa  donde  al  presente  estaba- 
moa;  y  que  había  en  aqueUa  tierra,  muchas  uvas  y  nne» 
seo  y  morales;  y  darte  parago,  volvimos  adonde  había 
es¥ÍMÍo  loa  compaieros,  que  es  setenta  leguas,  poco 
ama  ó  menos,  de  las  dichaa  minas  á  Amí;  procurando 
YíAret  por  distinto  canuao  para  nuejor  ver  y  entender  hi 
di^uaioíon  de  la  tierra,  y  alté  oamino  mas  lleno  que  el 
por  donde  habia  ido  á  las  dichas  minas. 

Llegado  que  fui  á  la  provincia  de  Amí,  hallé  en  éUá ' 
á  loa  dichoa  eincO  compañeros  que  allí  dejé,  y  el  didio 


:.>i  »• 


padre  Fray  Bernaliliao^  qae  aiiii  ooieelitbflai  vodÉDúDO 
los  compañeros;  á  todoa  ldscMtes>  1m  inéiús  de  laq/M* 
Ha  provincia,  bafcian  dado  lo  que  fnra  su  Buabtptp  áMH 
Man  wenMter»  y  él *oob liados  soaathas,  Ba;bol|$aflOQ  mth 
An;  y  á  raí  y  á  miA  coflopafteroaf»  nos  salteitÍQ;  i  tecihív 
los  caciques,  y  nos  dcairon  OMicbeaiMistíflUHifds  ó 
pora  guias  y  cargas,  y  oaaodo  de  éUds  uoa  \deá\ 
mté  Uoíepou  muchas  ofrtt»aMettt099  éioíeÉdo  qué  volvió» 
sanos  allá  oirá  ves,  y  que  flcnrásOiDoa  lavclies  .oa^tílktt^ 
porque  asi  lleaian  á  les  eqpanoles;  que  per  esta^iCaiim^ 
ttoibrabaQ  mucfaomaiz  aquel  cEe,  para  4M*kes  éfi  loe* 
mera  todos;  y  desde  esta  proTiocfiai»  sé  yOlvi6  el  paikto 
F«ay  BernaldÍQO  y  las  peiísonas  que  coa  él  haioiM  qao^ 
dado,  y  coq  élioa,  diegoirío  Eotuaúdez^  quebabía^aabí* 
do  «omígo  é  ido  plferaa,  aunque  los  reqneri  no  lo  Ueie* 
seo  y  ae  quedaa^Q  á  boseer  minas  y  olnai  aprovecha^ 
míenlos  enserricio  de  Su  Magostad. 

Abiéodose  ido  eldiclio  Fcay  Bemaldhio  coa  saBcein* 
pañeros,  yo  con -ocho  sotdados,  volví  eon  deiomioMÍOB 
do  ir  corrieodo  el  rio  del  Noete  arriba^  por  donde  ittdHO* 
mos  entrado,'  y  después  de  haber  andado  diez  joniadaá^ 
como  sesenta  leguas,  á  la  ptxiviacia  de  los  QQweSrdo«ttí 
eaminaaioa  hacia  Oricole»  dos  joroadaa^'de  á  seis  legiun, 
doode  hallamos  una  |nK>vincie  de  iodias  que  ae  llaoia 
los  Ubates,  oon^oeo  pueWos,  doode  los iodiosoos revi- 
bieron  de  paz  y  eos  dteroBomohoa^baatímanlea,  giaümoo 
de  la  tierra  y  maíz,  y  otnas  eeaas;  y  de  idlí  foiraos  á  doB« 
oabrir  unas  oiinaa  deqoe^tnbínao  «otieía,  4a8  ouplea  ha» 
Hamos  dentuode  doadias»  aúdando:de  nna.parté  é/i^ira 
y  sacamos  metalea^rolocíeÉles»  y  boltimoa'  á  la  fObla» 
eíOB  donde  habiainos  ^lidop  ia  genle  deatos  >paeM€is  es 
I,  y  nos  ipátacíó  bateia  oopio  veinte  anl  Aúii 


iMeme  de  loaotas  ^e  atgodon  pialadas  y  YAntrn^j  ¡get» 
flManaf  eneros  de  las  Vacas  de<¡tbola,  aderendaig  g/i^ 
kiénuiaen  por  la  kvdea  que  fes  demás  de  aquellas  pw* 
f ÍMÍas  cofiDarraDas;  «o  aleanan  rias;  sírveose  ét  faen* 
tas yicieaegae;  4ieneii omcbos  sMütesdatpiAaies, cedros 
jiftaAiioas;  Usoeo  iesioaias  deitras  yonfvoif  gíoso  adloa 
su  «tos  ptieMos. 

TÍDÍendo  noticia  que  á  aoa  joraada  de  la  dicha  firo- 
«ncia,  babta  tolna,  faÉses  á  ¿Ha»  que  eoo  4res  «poéblos 
ittiy  grandes  que  «os  f  areriA  leadníán  mas  de  cuaireiila 
lattiteisias»  que  se  llaM  la  provincia  de  ka  Xomos;  aqoí 
jse  oes  quisieron  dar  de  coaner  ni  adsoitirnos;  fpor  lo 
Mal,  j  .porque  alfonos  de  mis  compañeros  eslabaa  «ft^ 
larioQS,  y  que  la  geote  era  «neha,  .y  no  nos  podtasMi 
snateotor,  det^mioamos  4b  k  satieodo;  y  ¿  ptinoipio  ida 
Míq  de  oobeoia  y  tres  aSos,  tosMmes  m  indio  de  mM 
dioho  pueblo  para  guia  por  olno  oamioe  del  que  babia* 
nipa  llevado  cubando  fuimeSi  entrando  y  medía  legua  tdb 
«s  pueblo  de  la  díohe  ¡praviacia^  HaiMdo  Ciqoiqee,  ter 
Umms  un  río  al  eual  Mnibramos  de  las  Vacas;  respeto 
fne  caminando  por  él,  seis  joraadas»  como  treioto  k>« 
gaaaj  bailamos  gran  cantidad  de  vAcae  de  aquella. tierna; 
y  .oainHiaDdo  por  diebo  río,  cieato  y  veinte  legNftas  baoiA 
la  ferie  de  OrientOi  al  cabo  de  las  aoales  ballaipoí  ivfla 
ilidieaqiieaivdabw^/l  eaia;  besan  4e  pseiaa  jasBiusa,  da 
}0af«ale«,  por  lengua  de  los  ialérpretes  que  traieeMn, 
,aiipi«íi^  ^e  estAbaaM»  dAve  jomadas  del  río  4e  CesH 
€k$%  .que  nos  pareció,  seriaa  ppoo  mas  da  cuaceaM  l0* 
gaas;  if  .atsaaeaamos  al  diobo  rio  4^  CoacJMis,  oca  «Mr 
^Qs  agmgas  de.aivpyai  y  ciea^gea  que fior  allí  bebía, 
i^doade  bellAmos  ameboe  íodips  ^aBamaei^  de  oaf^aní  y 
«a»  Aiagiaa  laaebo  peaoado  de  muebes  iaaaer««,  y  tanas 


124  DOOBUMTos  mtonoá 

y  otras  fratás;  y  nos  dabao'^caeros  de  las  vacas  de  Gibo* 
la,  y  gamazas;  y  de  alli  salimos  ai  Valle  de  San  Bartolo» 
mó,  de  donde  ai  principio  babiamos  salido  yo  y  el  padre 
Fray  Bernaldino  Beltran  y  los  demás  compaierosdesnse 
referidos;  y  hallamos  que  el  dicho  padre  Fray  Bernaldír 
no  y  sus  compañeros,  habian  llegado  machos dias  habia^ 
¿  la  dicha  provincia  de  San  Bartolomé»  é  tdóse  á  la  villa 
de  Gaadiana. 

todo  lo  de  saso  referido,  víde  por  mis  ojos;  y  es 
cierto,  porque  á  todo  me.  hallé  presente;  y  salí  con  al- 
gonos  compañeros,  y  aun  con  uno  solo  algunas  veces» 
del  real,  para  ver  y  entender  la  dispncision  de  aquella 
tierra,  y  dar  noticia  de  todo  tíXo  á  Sa  Magestad,  para 
qoe  provea  lo  que  conviene  en  el  descubrimiento  y  pací* 
fióacioñ  de  aquellas  provincias,  y  en  servicio  de  Dios 
Nuestro  Señor  y  aumento  de  su  santa  fée  católica;  y  para 
qoe  aquellas  gentes  barbaras,  vengan  en  conocimiento 
délla,  y  en  ello,  yo  y  mis  compañeros,  pusimos  la  dili» 
jencia  a  nos  pusible  y  que  se  requiere  en  esta  relación; 
y  en  los  autos  y  dilíjencias  que  en  la  jornada  hicimos» 
de  que  consta  por  testimonio  con  la  autoridad  que  allá 
podicuos,  y  no  todo  lo  que  pasó  se  pudo  escribir  ni  yo 
dar  relación  déllo  |)or  escrito  porque  seria  nrtucha  proli- 
jidad, por(]ue  las  Tierras  y  provincias  que  en  esta  jor- 
nada andiibimos,  fueron  muchas  y  largas,  y  vía  reta  aa- 
dabimos  hasta  llegar  al  principio  de  las  provincias  donde 
llegamos;  desde  el  Valle  de  San  Bartolomé  hay  mas  dd, 
ducientas  y  cinquenta  leguas,  y  de  vuelta  por  dodde  ve- 
nimos hay  mas  de  ducientas  leguas;  de  mas  de  que  an* 
dubimos  en  descubrimiento  de  las  dichas  provincias,  y 
por  ellas  de  unas  partes  á  otras,  mas  de  trescientas  le» 
unas,  y  por  tierras  ásperas  y  llaaas  y  lagunas  y  ciénegas 


BIL  AmCBIVO  m  INMAS.  12B 

7  ríos,  con  mochos  peligros  y  trabajos;  y  bailamos  ma- 
cbas  diferencias  de  lenguas  entre  los  naturales  de  aqué- 
llas provincias»  y  diferentes  tragos  y  nodos;  y  de  lo  que 
vimos  y  de  lo  que  doy  relaciones,  lo  menos  que  se  en- 
tiende que  hay  en  aquellas  provínolas,  porque  andando 
por  ellas  tobimos  noticia  é  información;  de  donde  andii- 
bímos  había  grandes  poblaciones  y  tierras  muy  fértiles, 
y  minas  de  plata,  y  noticia  de  oro,  y  gente  demás  jnatí* 
cía;  porque  vimos  y  tratamos  y  tubimos  noticia  de  gran- 
des poblaciones,  que  por  ser  pocos,  yo  y  mis  compane^ 
ros,  y  algunos  dMIos  no  atreverse  á  ir  adelante,  no  dea** 
cnbrímos  mas  de  lo  que  refiero;  y  aunque,  hacer,  esto, 
senos  ha  tenido  de  demasiado  atrevimiento,  el  cual  tobi* 
moa,  eLtcndiendo  que  en  ello  serviamos  á  Dios  Nuestra 
Senfor  y  á  Su  Magestad;  y  para  que  déllo  se  tubiese  al* 
gana  lumbre,  y  ya  que  nos  vimos  en  la  ocasión  no  pier- 
délla,  y  con  los  modos,  ¿  nos,  pasibles,  procuramos  ver- 
lo y  entenderlo  todo,  ynformaodonos  de  la  verdad,  por 
interpretes,  donde  los  había  y  donde  nó,  por  senas;  j 
señalándonos  los  indios  de  aquellas  proviucias  coa  rayas 
que  hacían  en  el  suelo,  y  con  las  manos,  las  jornadas 
que  había  de  unas  provincias  á  otras,  y  los  pueblos  que* 
había  en  cada  provincia,  pof  los  mejores  modos  que. 
podíamos,  para  entemtorlo;  todas  aquellas  provincias 
aon  de  gente  crecida  y  mas  varonil  que  la  mexicana,  y 
sana,  que  no  se  entendió  haber  enfermedades  entra* 
Míos;  y  las  indíi^s  mas  blancas  que  las  mexicanas,  y  genp 
te  de  buen  entendimiento  y  pultcia;  hay  con  buena  traía 
de  pueblos  y  placas,  y  casas  concertadas,  y  que  se  en- 
tiende  déllos,  que  cualquier  cosa  de  puiteia  la  aprende^ 
ran  con  brevedad;  y  en  aquellas  provincias,  en  la  mayor 
parle  dcílas,  hay  mocha  casa  de  pie  y  vuelo,  coaqos  f. 


!9B  iwwMMWO»  «fatroi 

liabres,  venados  j  vacasr de  aquella  tierns  y  patos yáo^^ 
saves,  y  gruttas  y  faysaatt  y  otras  aves;  boeoaaiooDUIv 
ias  da  toda  genero  de  arisoledas,  salíaas  y  ríoa  can  mw* 
sha  dívepsidadr.  de  pascados,  y  en  lam»yor  parle  déitav 
tierras^  posdeo.  redar  eanrelas  y  carras  y  Imy  pasleif 
BMiy  bueaes  para  bs  ganadte,  y  trerras  para  hacer  bera» 
dades^  baeitas  y  sementeras  de  temparal  y  de  regadlov^ 
HUiebas  ánimas iricaff,  de  lascaalea  truxe  metales  parar 
ensayar  y  ver  la  ley  cfoa  tieiMi,  ó  on  iadto  de  laproviai^ 
eia  de  los  Taños,  y  imH'  india  de  la  provincia  de  M^bo^ 
ea;  porque  ai  en  servido  de  Su<  Magescad,  se  hainere  de 
volverá  bacer  el  deséabf  imiento  y  poblazón  de  aqíielte 
pMrÍQcias,  den  algona  lumbre  dolías  y  de)  camino  por 
donde  se  ha* de  ir,  y  para  ello  aprendan  la  lengua  meji^ 
eana  y  otras  lenguas;  y  en  todo  me  refiero  á  los  autos  y: 
dttjeBoias  que  sobre  ¿lio  se  hieieron,.  por  donde  mas  cla^ 
ro  parecerá. la  intención  y  volanlad  cou  qae  en  ladicbBt' 
javnada  yo  y  mis  companeros  servimos  á  Su  Magestadiy 
y  las  ocasiones  justas  qoe  para  éHo  hubo  para  dbr  no4fr» 
<Ba  á  So  Magestad,  en  cnyo  servicio  deseo  gastar  mi  vi^ 
da  y  hacienda.  Hize  esta  relación  en  las  minas  de  Siaata 
Bárhotd  de  la  Gobernación  déla  Nueva  Vizcaya,  en  fio 
del  mes  de  Otubre  de  mil  é  qaioientos  é  ochenta  étnaa- 
afios,  habiendo  llegado  al  Valle  de  San  Bartolomé»  quea- 
de  la  dicha  jurisdiccioa,  á  veinte  de  Setiembre  del  díchor 
aio;  que  este  día  acabamos  de  llegar  de  la  dicha  jonMK 
d«i--^Antonio  Despejo. -*-Entre  dos  rubricas. 

Muy  poderosa  8efior.**^Franoisco  Díaz  de  Vargas, 
westro  aiguacil  mayor  y  regidor  de  la  ciudad  de  los  An^ 
gdl9s-de  la  Nueva  Espa&a,  diré  que  por  lo  que  ha  a»* 
tendido  por  la  notida*  primera  que*  se  halló  en  la  casa  Me 
hfif  UfarntezuaM*  de  IMéxico,  qnande  se  ganó  aquel  reino 


BR 

duque  ttte  (Kcbo  Rey  y  ms  meoúdaaos,  ciilgín».  Iduiaii 
80  origen  y  prmoífio»  d^las  oeoionee  f  poblaciones  quoM 
m  Aibatxo  del  Iforle  á  I»  partea  diri  Pontentev  qaes  I» 
qo»  tfgor»  UhouoM  iw  proviáciM  de  Saa  Felipa  del 
Nwfo  México^  por  h  coat  e)  Marqiiáe  dri  Valle,  prex 
taiul¡6  daaedbtlllá ,  y  fué  por  la  mat  .del  Sur  fcaata  dar  É 
kk  áttiforoíav  een  aiQoha  y  bwaa  femé  y  armada^  y  na 
pwó  de  allí  por  loa  aaofragtoa  é-  ihfer lumaa  que  tubof 
par  lo  cual  solo  ladbo  e?ídeoeio  da  los  puertos  y  gpioleo 
de  aqiieHaa  partes  y  costa  da  la  dicha  mar  dbL  S«a,  é^ 
qaelodaa  aquellas  aaciones  de  indios,  que  por  attí  habiav. 
IwiiD  ffesnudoa,  satbajea  y  sin  bastimentos  ni  caseriaa^ 
j  tedia  aqoeRas  tierras  nuy  pobreade  metales  de  oro  j 
plata,  y  las  costas  de  la  nar,  pcd>re»  y  ato  perlásv  eoaoO' 
ea  ellas  se  pensaitm  bailar;  de  la  aeguadar  noticia  qaei 
dieron  Alvar  Nofiea  Cabeza  de^  Baca,  y  Andrés  Doraalaa; 
y  Castillo  Maldeaado  y  Esteban»  negro»*  que  solo*  eatoa* 
qaatro  eacoparen  de  loe  seiscientos  hQait)ve9'  y  armada 
qae  Panfilo  de  Nanraez  llevó  para  la  Floridií^  y  rio  do^laa 
fihlmas,  M  donde  dio  al  travez  y  se  perdió  toda;  y  estoa. 
dichos  cuatro,  eotrAndose  ppr  la  tierra  adentro  dotedi^ 
cha  Florida»  hacia  la  tierra  díebade  San  Felipe  del  Nocn 
vo  México,  atrsrvesaron  hasta  dar  en  la  costa  del  mar 
d^Sor  kácia  la  provincia  de  Gulidcaa»  y  de  alli  vimeroo 
aparar  á  la  dicha  Nueva  ISapaía^  ea  la  eoal  ámott  no»» 
tÍBía  que  mocha  de  la  lierra  que  habían  visto  y  andado^ 
hera  poblada  de  mucha  gente  y  bastimeiitos»  y  traxeron 
mais  lalegoiHas  de  piala  en  polvo»  y  unos  caseabehes  dei 
oro,  bloque  los  indios  lea  dieron  en  présenle,  diciendo 
qao  tes  hablan  habido  derresgate  de  (i^troa  indíoa  y  po0« 
Uaciones  quo  estabeo  U  (térra  más  adentiso»  e»  anas  koM 
gmaa  y  rio  salado;  per  lo  eoal  el  Yisorrey  Don.  Aaioam 


128'  Mcmnirroft  mÉHTot 

de  Mendoza  yovió  á  Fray  Marcos  de  Nica,  lego  de  la  ór» 
den  de  San  Francisco»  con  alguoa  geolé,  y  al  dtobo  ne» 
gro  Esteban,  para  gaia;  y  porque  entendía  algo  de  ia* 
lengua  de  los  indios  de  las  provincias  por  donde  habían 
pasado  para  que  el  dicho  religioso  entrase  la  tierra  aden<» 
Iro  y  certificase  lo  que  habia,  el  cual .  llegó  hasta  lo  que' 
primero  se  había  visto»  y  aio  ver  lo^demás  adelante,  se* 
volvió»  porque  los  indios  lé  flecharon  y  mataron  al  dt»; 
cbo  negro  Esteban;  y  la  nólioiá  que  dicho  Fray.  Marcos 
dio»  fué  haber  visto  mucha  gente  aunque  desnuda  y  po* 
bre.  Esta  nueva  y  otras  que  de  ciertos  indios  que  habian 
venido  de  hacia  aquellas  partes^  y  por  la  noticia  de  otros 
religiosos  que  habian  por  aquella  parte  hecho  eatradaB, 
dejloa  cuales  algunos  déllos  mataron  los  indios»  certificaron 
las  de  antes»  y  causaron  quel  dicho  Visorrey  Don  Anto- 
nio de  Mendoza  ynviase  como  inyió  por  tierra»  al  6o* 
faernador  Francisco  Vázquez  de  Coronado»  con  seisoién* 
tos  hombres»  y  un  campo  en  que  fueron  más  de  dos  mil 
personas  y  otros  tantos  caballos  y  ganados  mayores  y 
minores  en  gran  cantidad»  y  atravesó  por  lo  que  agora 
llamamos  Culiacaii;  y  de  allí  por  todas  las  montanas  de 
indios  desnudos  hasta  dar  en  los  Valles  de  Señora  y'd^ 
árbol  ponzoñoso»  y  Á  dar  á  l()s  Valles  de  Corazones»  don*» 
de  quedó  poblada  una  Villa  de  .más  de  cien  vecinos  es- 
pañoles  con  el  capitán  Diego  de  Aloaraz,  y  pasó  adelante 
el  campo»  hasta  dar  en  los  Valles  de  las  Vacas;  y  de  allí 
fué  á  dar  á  las  siete  ciudades  qae  llaman  de  Cíbola  f 
otras  provincias  circunvecinas;  y  otros  capitanes  corrie- 
ron y  descubrieron  todo  lo  que  de  aquella  provincia  j 
partes  dichas»  hay»  hacia  la  parte  de  la'  dicha  mar  déL 
Sur»  llevando  guias  de  los  mismos  indios  naturales  de 
aquellas  provincias;  y  los  unos  y  los  otros  al  cabo  de  doa 


DBL  AaCBIVO   DE    IXDIAS.  129 

años»  se  volvieroD  ¿  ia  dicha  Naeva  España»  anai  por 
esfar  la  dicha  Nueva  España  apartada  de  la  dicha  Uerra 
Noeva  y  de  las  poblaciones  de  españoles  más  de  cuatro* 
cientas  leguas  por  vía  reta «  aunque  les  pareció  por  el 
rodeo  que  habían  llevado,  estaban  mucho  más  distantes, 
como  porque  en  todo  lo  que  se  andabo  se  aliaron  por  los 
anos  oi  por  los  otros;  habiéndose  repartido  el  campo  en 
siete  á  ocho  capitanías,  minas  ni  metales  de  oro  ni  de 
plata;  y  ensimismo  la  gente  que  en  dos  navios  cod  Mar- 
cos Raíz  de  Rojas  y  un  Alarcon,  invió  el  dicho  Virrey  por 
la  costa  del  mar  del  Sur  para  ayud?  de  la  dicha  entrada  y 
descubrimiento,  los  cuales  habiendo  corrido  toda  aquella 
costa  hasta  el  río  del  Tizón,  no  hallaron  gente  de  asiento 
ni  de  cosas,  sino  desnudos  y  pobres  de  mantenimientos 
y  tierras  malsanas  y  sin  metales  de  oro  ni  de  plata;  y  ansi 
se  volvieron  también  á  la  dicha  Nueva  España,  y  en  este 
tiempo  que  pasó  todo  lo  suso  dicho,  fueron  muertos  en 
ana  noche  el  dicho  capitán  Diego  de  Alearas  y  los  ciento 
hombres  que  con  él  quedaron  poblados  en  los  dichos  Va- 
lles de  Corazones;  que  solo  bbo  que  escapó,  una  yndia  sa 
amiga,  traxo  la  nueva  á  la  dicha  Nuera  España.  Demás 
de  esto,  el  Governador  Francisro  delbarra,  que  pobló  á  la 
Naeva  Vizcaya  y  todas  las  mismas  délia  y  de  las  Chía* 
metta  y  San  Martin  y  otras  muchas,  entró  con  arta  ge&« 
te,  soldados  y  mineros  viejos,  por  aquella  parte,  buscan* 
do  poblaciones  y  minas  por  todas  las  serranías;  y  ha- 
biendo topado  con  la  gente  desnuda  serrana  délias  y  con 
algunos  metales,  pobló  dos  Villas  entre  Santa  Barbóla  y 
el  dicho  Cnliacan^  y  de  allí  revolvió  sobre  la  parte  del 
Norte  hasta  que  dio  en  los  Valles  de  les  Vacas;  y  por 
haberse  acabado  la   munición  y  bastimentos ,  se  voU 
vio  por  diferente  parte  qae  había .  entrado,  y  aunque 

Tomo  XV.  9 


130  DOGOfENTOS  UOEDITOft 

siempre  fué  hallando  gentes ,  heraD  indios  desnudos, 
y  sin  poblaciones  fundadas ,  y  sin  bastimentos ;  y  si 
algunos  babia,  heran  pocos  y  en  pocas  partes ;  y  toda 
la  tierra ,  sin  minas  ni  metales ,  de  oro  ni  plata,  y  ha- 
biendo vuelto  á  donde  dejó  pobladas  las  dichas  dos  Villas 
con  el  capitán  Antonio  de  Betanzos,  las  despobló  al  cabo 
de  dos  años,  por  dos  cosas;  la  una,  porque  los  indios 
que  con  su  industria  y  maña  se  habían  reducido  á  la  ley 
evangélica  y  al  servicio  de  Vuestra  Real  Corona,  se  rre- 
velaron  y  alzaron,  subiéndose  á  la  serranía,  haciendo 
grandes  daños  de  muertes  en  la  genle  españoles  é  indios, 
amigos  y  ganados,  y  apretándolos  en  las  dichas  villas 
con  guerra  continua ,  y  que  hera  imposible  volverlos  á 
sugetar  y  traerlos  de  paz;  y  lo  otro,  porque  las  minas 
que  labraban  no  heran  por  fundición  de  mucha  rriqueza; 
y  después  de  todo  esto,  por  la  noücia  que  algunos 
religiosos  que  con  celo  de  convertir  algunos  indios  á  tas 
cosas  de  nuestra  santa  fée  católica,  aunque  algunos  les 
costó  las  vidas,  los  que  volvieron  de  entre  ellos  que  en- 
traron hacia  la  parte  de  Pranuco  y  Florida,  dijeron,  ha- 
ber sabido  y  entendido  de  la'  gente  rrayada  y  otras  na- 
ciones desnudas,  que  por  aquella  derezera  hacia  al  Pro- 
niente  habia  muchas  jentes  y  poblaciones  desnudas, 
casas  de  dos  y  tres  altos,  y  que  usaban  vestidos,  por 
lo  cual,  habiéndosele  dado  noticia  déllo  al  Virrey  Conde 
de  Coruña,  imbio  á  Fray  Agustín  de  Ayamonte  y  otros 
dos  rreligiosos,  y  por.  caudillo  á  Francisco  Sánchez  Cha- 
muscado y  otros  ocho  soldados  y  otras  gentes  de  su  ser- 
vicio, que  llevaron  con  bestias  y  ganados^  para  que  en- 
trasen y  supiesen  y  entendiesen,  qué  gentes  y  tierra 
hora  aquella;  los  cuales,  habiendo  pasado  por  las  gentes 
desnudas  y  rrayados,  y  por  despoblados,  fueron  á  dar 


DIL  ABGfflVO  DE  IlfDIAS.  131 

« 

á  la  población  y  cíadades  donde  eslubo  el  cumpo  del  di- 
cho gobernador  Francisco  Vázquez  Coronado,  llamadas 
Cíbola,  qoe  estos  nombraron  San  Felipe  de  Nuevo  Mé- 
xico, habiendo  caminado  desde  México  hasta  Santa  Bar- 
bola,  ciento  y  sesenta  leguas,  y  de  allí  á  dicho  Nuevo 
IMéxico,  más  de  otras  trecientas  y  cuarenta  leguas,  por 
donde  ellos  fueron;  aunque  como  está  dicho,  por  vía 
rreta  no  hay  tantas;  y  habiendo  visto  las  dichas  pobla- 
ciones y  Hanos  y  vacas  déllos,  se  volvieron  á  la  dicha 
Nueva  España,  al  cabo  de  casi  un  año  que  de  alli  salie- 
ron y  traxeron  grandes  metales,  que  dijeron  heran  de 
unas  minas  qoe  hayaron  en  la  tierra  poblada  de  aquellas 
ciudades;  y  estos  metales  se  fundieron,  y  se  halló  que 
teoian  plata  arta,  y  dijeron  al  dicho  Visorrey,  que  habia 
otras  mucíhas  minas  y  metates,  y  mochas  -  poblaciones 
de  poeblos  de  casas  dé  dos  y  tres  altos,  y  gente  vestida 
y  desnudos,  bastímiento^;  y  dejaron  en  la  dicha  tierra 
los  dos  religiosos,  á  los  cuales  mataron  los  indios  dichos; 
y  el  caudillo  Francisco  Sánchez  Chamuscado ,  murió  allá 
de  enfermedad;  por  otra  parte.  Fray  Pedro  de  Heredia 
y  Antón  Despejo,  con  licencia  de  la  justicia  de  Santa 
Barbóla,  y  otros  diez  y  siete  y  una  mujer  y   otras 
gentes  de  so  servicio,   con  bestias  y  otras  ganados, 
fueron  á  descubrir  las  provincias  dichas  de  San  Fe- 
lipe del  Nuevo  México^  y  habiendo  llegado  á  las  ciu- 
dades y  poblaciones  donde  llegó  el  caudillo  Francisco 
Sánchez  Chamuscado,  y  viendo  que  lá  tierra  hera  pobre 
de  metales,  tubieron  división  si  se  volveriati  6  pasarían 
adelante,  y  al  cabo  la  mitad  de  la  gente  se  volvió  de  allí, 
y  el  dicho  Antón  Despejo  con  la  otra  mitad,  pasó  ade- 
lante más  de  sesenta  legitas,  á  lo  qoe  dize,  y  alió  que 
toda  aquélla  tierra  estaba  poblado  de  mucha  gente  vés- 


132  DOCUMENTOS  IHlíiDITQft 

tida  y  de  pulida,  y  caserías  fuertes;  y  aunque  procuró 
metales  y  minas  de  oro  y  plata,  nunca  en  lo  que  andubo 
de  ida  y  vuelta,  halló  que  losobiese,  y  dexó  en  aquella 
tierra  los  fuelles  y  aderesos  que  llevaba  para  beneficiar 
los  metales;  ni  tampoco  la  gente  que  se  volvió  de  la  po- 
blación de  las  primeras  ciudades  que  volvieron  por  di- 
ferente camino,  hallaron  metales  ninguno. 

Y  considerando  el  dicho  Frabcisco  Diaz  de  Vargas, 
por' estas  rrazones  rreferidas,  que  pues  hombres  de  tan 
buen  entendimiento  y  tan  esperimentados  en  cosas  de 
conquitas  y  nuevos  descubrimientos,  como  fueron  el  di- 
cho Marqués  del  Valle  y  el  dicho  Visorrey  Don  Antonio 
de  Mendoza  y  otros  muchos  caballeros  que  con  tanto 
cuidado  procuraron  hacer  aquellas  entradas  y  poblacio- 
nes, pues  no  permanecieron  en  ellas,  debió  ser  conoscer 
la  pobreza  de  la  tierra,  en  loque  toca  á  metales  de  oro 
y  plata,  y  muy  necesitada  de  bastimieqtos»  y  que  la  ma- 
yor parte  déUa,  questá  poblada  de  gente,  es  idomíta  y 
bárbara  y  revelde,  como  lo  son  lod  chichimecos,  los 
cuales  será  imposible  traerlos  ni  sustentarlos  de  paz  y 
en  pulicfa  y  poblaciones,  por  ser  nasctdqi  y  criada  sin 
rregalo  de  vestidas,  ni  cosas,  ni  estar  hechos  á  labrar  y 
cultivar  las  tierras,  y  que  se  sustentan  de  las  frotas  y  de 
las  cosas  que  matan;  y  ansi  por  vivir  tan  araganes  no 
pueden  ni  quieren  llevar  el  yugo  de  la  servidumbre  y 
trabajo  de  labrar  y  cultivar  \éñ  tierras,  y  los  que  más 
hacia  la  dicha  provinf^ia  de  San  Felipe  del  Nuevo  México, 
están  en  los  llanos  de  las  Vacas  que  á  estos  indios  lia  - 
man  Querechos,  tampoco  tienen  casas ,  sioo  que  como 
xitanos,  andaa  en  cuadrillas  y  capitaniais,  sustentáodose 
con  las  vacas  que  matad  síin  usar  pan,  sino  sdlo  carae  é 
yervas;  y  se  visten  con  los  cueros  de  las  dichas  vaóas 


/ 


DSL  ARGBIVO  VE  UCMAft.  IS3 

qoe  matan,  y  destas  usao  hacer  tiendas  y  pabellones,  y 
«e  andan  Iras  el  ganado  et  ¡avierno  en  los  montes,  y  el 
verano  en  ios  llanos,  llevando  todos  sos  fardages  y  ca« 
midas  cargadas  en  perros  medianos  que  no  ladran;  y  esta 
gente  lal  es»  de  las  condiciones  y  suerte  dicha,  y  mas  ba- 
lientes,  y  que  serán  tan  malaey  peores  de  sujetar  y  traerlos  , 
á  policía;  y  qneaonqoe  hallaron  las  dichas  ciudades  de 
gentes  pobladas'  con  caseríos  de  dos  y  tres  altos;  y  que 
usan  de  andar  vestidos  y  labrar  y  cultivar  las  tierras  y 
asar  de  otras  pulícíiis  y  fuerzas,  para  se  amparar  de  sus 
enemigos  y  conservarse,  y  son  de  mas  razón  que  las  de- 
mas  naciones  que  son  las  poblaciones  que  después  acá  se 
ban  vuelto  á  ver  estas  mismas;  esto  está  tan  distinto  y 
apartado  de  la  Nueva  Bspaña,  que  hay  mas  de  cuatro- 
cientas leguas,  por  donde  se  ha  caminado,  por  los  qne 
mas  en  breve  y  derechos  han  ido,  y  por  la  mar  del  Nor- 
te ni  por  la  mar  del  Sur,  no  se  le  halló  sercania  para^  po- 
der conservar  tierras  tan  apartadas,  aunque  sean  fobla* 
das  de  muchos  indios;  pues  tenemos  espiriencia  el  tra- 
bajo continuo  y  grande  que  se  tiene,  y  lo  mucho  que 
onesta,  de  fuertes  y  presidios  de  gente  que  V.  A.  tiene 
en  sola  cinquenla  leguas  de  tierra  de  guerra  qne  hay 
desde  México  á  las  minas  de  los  Zacatecas,  cuanto  mas 
lo  sería  en  tan  largo  camino  de  gente  y  tierra  de  guerra 
y  despoblados,  aunque  hubiese  mnobas  riquezas;  las 
cuales  causas  y  otras,  debieron  moverles  á  las  personar 
8Q60  dichas  á  no  poblar  ni  hacer  asiento  en  aqu^la  tierra. 
Por  lo  cual  le  paresce  al  dicho  Francisco  Díaz  de  Var- 
gas, que  de  echo  no  se  hiciese  esta  jornada  con  mucho 
nftmero  de  gente,  sino  con  poca,  se  volviese  á  ver  lo 
descubierto  y  se  pasase  adelante,  á  ver  y  descubrir  mas 
tierra  y  gente  si  la  hay  ó  se  puede  hallar,  según  la  notá-^ 


134  DOCUIIKIITOS  UliDlTOe 

cía  que  los  naturales  de  aquellas  provincias  dan»  de  que 
adelante  dóllos,  está  un  grao  rio  de  agua  salada,  que  á  lo 
que  algunos  quieren  discir,  aunque  las  cartas  delmarear 
dejasen  esta  presunción  ques  el  estrecho  de  los  bacallaos 
ó  brazo  de  mar  que  podría  entrar  de  la  una  (i  de  la  otra 
costa,  que  cuando  cualquiera  cosa  destas  fuese»  seria 
cosa  importantísima  para  la  dicha  jornada;  y  en  aqueate 
rio  y  otras  lagunas  que  con  él,  dizen,  que  hay,  setisan 
por  muchas  gentes  que  hay  pobladasi  canoas  y  piraguas, 
y  que  esta  gente  tienen  oro  y  plata;  y  esta  es  la  parte  y 
lugar  de  donde  se  entiende  proceden  los  culguas  mexi- 
canos, y  adonde  los  cascabeles  de  oro  vigo  que  se  dieron 
á  Alvar  Nuñez  Caveza  de  Baca,  como  está  dicho,  se  res- 
cataron allí.  Y  deseoso  el  dicho  Francisco  Diaz  de  Var- 
gas de  se  emplear  en  cosa  que  tanto  importa  al  servicio 
de  Dios  Nuestro  Señor  y  enzálsamiento  de  su  santa  fe 
católica  y  conversión  de  tantas  ánimas»  y  al  servicio  y 
acrecentamiento  de  vuestra  real  corona,  laofresce  servir, 
entendiendo  que  en  ello  acierta  con  su  persona,  en  ha- 
cer esta  jornada  á  su  costa,  espensa  y  mincion,  y  de  sus 
deudos  y  amigos,  y  personas,  que  para  el  efeto  hubieren 
de  ir  en  la  foritia  siguiente.  Que  mediante  Jeauchisto 
Nuestro  Señor  y  su  bendita  Madre,  yrá  con  el  nombre  y 
cargo  que  V.  A.  de  presente  fuere  servidlo,  con  cíoquea* 
ia  ó  sesenta  personas  para  el  ser  vicio,  de  las  cuales,  y  lle- 
var requas  y  Otras  vestías  de  car|;o,  ea  que  bayan  muni- 
ciones y  peCrechas  de  guerra,  bastimentos  y  otras  cosas» 
y  ganados  caballar  y  vacunos  y  ov^unos  y  cabrunos  y 
otros  severnan  á  juntar  mas  dei^iento  y  oinquenta  perso- 
nas, y  llegará  á  la  dicha  provincia  de  San  Felipe  de  Nue- 
vo Méx.ico»  y  pasará .  otras  doscientas  leguas  de  tierra 
mas  adelante,  por  la  mejor  noticia  que  tubiere,  basta  sa- 


DIOL  A9€UY0  PS  I1IDU9.  135 

ber  y  eoteDder  y  ver,  lo  que  en  toda  aquella  tierra  hay; 
y  qoe  ai  coDÍorme  á  las  causas  y  razones  que  V.  A.  le 
diere,  no  coovioiere  qoe  aquella  tierra  se  pueble,  ni  él 
86  detenga  á  ello,  allá  volver  á  dar  de  todo  cuenta  y  rar 
zon  al  Yisorrey  de  la  dicba  Nueva  España,  para  que  la 
¡avie  á  V.  A.;  y  si  conviniere  conforme  á  loque  V.  A.  le 
mandare,  aliando  el  cumplimiento  déllo  que  la  dicfaa  tier- 
ra se  pueble,  el  dicho  Francisco  Díaz  de  Vargas  poblará 
y  hará  asiento  con  la  dicha  gente  en  la  parte  y  lugar  que 
mas  fuere,  y  coaviniente -fuere,  y  dará  aviso  al  dicho  Yi- 
sorrey para  que  con  caudillos,  le  inbie  gentes  que  vayan 
á  la  dicha  entrada  y  población,  los  cuales  habrá  muchos 
qoe  hayan  á  su  propia  costa  y  mincion,  sin  que  á  Yuea^ 
Ira  Alteza  le  cueste  de  su  real  hacienda  cosa  alguna;  y  en 
el  ínterin,  procurará  con  los  religiosos  que  llevare,  ins- 
truir y  doctridar  ios  naturales  de  aquellas  provincias  en 
las  cosas  de  nuestra  santa  fé  católica,  y  atraerlos  á  la 
obediencia  y  vasallage  de  vuestra  real  corona. 

Y  habiéndose  de  poblar  la  dicha  tierra,  se  ha  de  en- 
tender que  debajo  de  las  condiciones  que  Y.  A.  tiene 
concedidas  á  los  que  fueren  á  ser  nuevas  entradas  y  des* 
cubrioaientos  y  poblaciones  en  las  Indias,  como  está  de- 
clarado por  la  provisión  y  cláusulas  qoe  en  ella  están  in- 
corporadas, que  su  fecha  es  en  el  bosque  de  Segovia  á 
trece  dias  del  mes  de  Julio  de  mil  é  quinientos  é  sesenta 
étres  anos,  eso  misqio  se  entienda  estar  capitulado  y  con- 
cedido al  dicho  Francisco  Diaz  d6  Yargas  con  el  titulo  de 
Adelantado,  y  en  todo  lo  demás;  y  ansí  mismo,  para  las 
personas  que  con  él  hubieren  ido  al  dicho  descubrimien- 
to, y  después  se  le  inviaren  por  el  dicho  Yisorrey  ó  Au- 
diencias de  aqoelles  partes,  ó  qoe  ellos  se  hayan  dentro 
de  dos  años  de  como  se  le  inviare  la  primera  gente,  para 


136  IKICUIIBNTOB   INÉDITOS 

que  con  iodos  ellos  pueda  el  dicho  Fraacísco  Díaz  de  Var- 
gas, usar  y  hacer  todo  lo  que  V.  A.  tiene  concedido  por 
la  dicha  su  real  provisión  y  ordenanzas  y  condiciones 
en  éila  incorporadas;  y  demás  de  todo  ello»  pueda  repar* 
lir  las  salinas  de  sal,  y  ganado  vacuno  ^ue  hay  en  aque- 
lla tierra. 

Solo  pide  el  dicho  F^rancisco  Diaz  de  Vargas  que 
V.  A.  le  provea,  de  sus  atarazanas  de  la  ciudad  de  Se- 
villa ó  en  la  ciudad  de  México,  de  sesenta  quintales  de 
pólvora  y  sesenta  cotas,  murriones,  corazas  y  armadu- 
ras necesarias,  para  un  hombre;  y  sesenta  mosquetes,  y 
arcabuses,  y  seis  tiros  pequeños  de  campo  de  bronce;  y 
que  para  iodo  lo  susodicho  y  lo  que  mas  convenga,  para 
asiento  con  V.  A. 

Porque  con  lo  que,  ansi  ofresce  el  dicho  Francisco 
Diaz  de  Varsas,  corresponde  á  lo  que  8U3  antepasados 
an  servido  á  vuestra  real  corona,  especialmente,  Gonza- 
lo Diaz  de  Vargas,  su  padre,  que  fue  coaquistador  de  la 
Nueva  España,  en  muchas  partes,  siendo  capitán,  ha- 
ciendo muchos  y  muy  señalados  servicios,  especial,  en 
oficio  de  visitador  general  de  aqael  Reyno  y  en  otros 
oficios  calificados;  y  él,  ansimismo,  en  las  ocasiones  que 
se  han  ofrecido,  ha  servido  nua  vez  en  oficio  de  capitán, 
y  oirá  de  alferex  lúayor,  y  otra  de  maese  de  campo,  de 
cinco  capitanias,  por  orden  del  Visorrey  Don  Martin 
Enrriquez,  y  de  la  Audiencia  de  México;  y  fecho  despa- 
cho de  la  Armada  de  las  Islas  Felipinas,  y  en  oíros  car- 
ij;os  de  justicia  y  gobierno  de  rrepublica^  y  para  la  dicha 
jomada  es  lengua  mexicana;  la  cual  algunos  indios  que 
86  han  hallado  en  aquella  t¡erri\  hablan. 

Y  quando  las  causas  y  razones  quel  dicho  Francisco 
de  Vargas  da/y  lo  que  se  ofresce  ha  hacer»  no  fue- 


MCL  AMJÉTfO  Bl  MMAS.  137 

reo  tan  bástanles,  ni  las  que  cod vienen  al  rreal  servicio, 
suplica  humildemente  se  rreciba  su  voluntad,  que  ésta 
jamas  faltar^  para  lo  que  fuere  del  ministerio  y  servicio 
de  V.  A«  como  su  muy  leal  y  humilde  vasallo;  y  suplica 
66  le  dé  testimonio  de  este  ofrecimiento,  y  lo  que  á  ello 
86  proveyere. — ^Francisco  Dias  de  Vainas. — ^Entre  dos 
rubricas. 

Muy  Excelente  Señor .-^Manda  Vuestra  Exelencia  á 
Rodrigo  do  Rio  de  Losa,  dé  su  parecer  sobre  lo  qué  será 
necesario  para  hacer  la  jornada  del  descubrimiento  del 
Nuevo  México  y  provincia  de  San  Felipe,  encumplimien- 
lo  de  lo  que  Vuestra  Excelencia  me  manda  devaxo  el 
parecer  de  Vuestra  Excelencia  á  quien  mejor  que  yo  lo 
entienda,  lo  que  yo  siento,  conviene,  es  lo  siguiente.  Ya 
por  otro  parescer  he  dicho  á  Vuestra  Excelencia  que 
para  hacer  socorro  á  los  rreligiosos  que  allá  quedaron, 
que  dicen  son  ya  muertos,  y  para  reconocer  y  ver  la 
tierra,  bastaban  cien  hombres,  y  por  lo  menos  ochenta; 
ya  este  parescer  cesa  asi,  por  tener  Vuestra  Excelencia 
noticia  que  á  los  rreligiosos  martirisaron  los  indios. 
Agora  la  jomada  ha  menester  mas  prevención,  asi  de 
gente  como  de  otras  cosas  á  ella  necesarias,  porque  de* 
hemos  entender,  los  naturales  délla,  esta  van  de  guerra; 
y  áendo  mucha  gente  como  dicen  los  dichos  soldados 
que  de  allá  vinieron,  no  sea  de  ir  con  tan  poca  gente  que 
á  los  naturales  délla  les  sea  ocasión  en  bellos  pocos  de 
acométenos;  antes  por  el  contrario,  convenía  llevar  fuer* 
xa  de  gente  para  dos  efetos:  el  primero  para  que  los  na- 
turales de  aquella  tierra,  viendo  mucha  fuerza  de  gente, 
aunque  ellos  tengan  animo  de  ofender  á  los  que  fueren, 
pues  debemos  entender,  estaran  con  este  proposito,  el 
ver  es  mucha  la  gente  española  que  va,  y  que  ellos  con- 


138  Docmunros  nmitoB 

tra  tanta  faerza  de  gente  no  han  de  poder  rresistir,  se 
les  qaite  la  osadía  de  acometellos;  por  que  ciempre  me 
parece  se  ha  de  procurar  y  estorbar,  venir  en  rrempU 
miento;  aunque  me  paresce  será  forzoso  hacer  algún 
castigo  en  ios  que  mataron  ¿  los  rceligiosos,  especial* 
mente  en  los  movedores  de  este  delito»  para  qoe  sea  ñe- 
ro  el  castigo  hecho  en  ellos,  para  que  otros  no  se  atre- 
van á  hacer  otro  tanto;  este  castigo  me  parece  sera  for- 
zoso hacelle,  por  que  sino  se  hace  y  la  tierra  se  puebla, 
será  entender  los  naturales,  estimamos  en  poco  á  los  rre* 
ligiosos;  y  asi  se  debe  entender  los  ofenderán,  y  no  se- 
rán solos  los  muertos  éüos,  pero  á  otros  muchos  harán 
lo  mesmo  y  no  solo  á  ellos,  pero  ¿  los  soldados  que  con 
algún  descuido  andu hieren  en  trollos,  y  para  estos  dos 
efetos  de  qnitalles  la  psadia  de  que  na  salgan  de  guerra, 
y  hacer  algún  castigo  oon  mafia,  es  forzoso  vaya  fuerza 
de  gente  española  bastante  para  ello,  y  para  que  si  se 
desvergonzaren,  sean  ellos  poca  gente  para  ofender  á 
los  españoles,  y  puedan  ser  ellos  ofendidos  de  nuestra 
nación  y  atropellados  délla,  para  que  con  buena  rrepn- 
tacion,  que  á  los  principios  se  cobre  por  los  españoles, 
cesen  en  los  naturales  de  aquella  tierra,  los  atrevimien- 
tos adelante. 

Lo  segundo,  conviene  que  vaya  fuerza.de  gente,  por- 
que si  la  tierra  descubierta  no  fuere  tal  cual  se  entien- 
de, es,  puedan  quedar  afli  poblados  algunos,  y  los  de- 
mas  puedan /pasar  adelante  de  los  llanos  de  las  Yacas  y 
Quivii-a,  y  descubrir  y  ver  la  tierra;  y  si  fuere  tal,  la 
gente  y  plata  y  oro,  poblalla,  y  arrimando  á  alguna  de 
las  costas  del  Norte  6  del  Sur,  con  el  aderezo  que  %  l)e<- 
vare  para  ello,  iiacer  algún  nabio  y  dar  noticia  á  Vues- 
tra Excelencia  á  á  Su  Magostad  á  España,  conforme  al 


D«L  Amoanro  n  iiims.  139 

coraodo  qne  obiere;  por  qad  se  <)ebe  eoteoder,  que  en 
tierra  tan  larga  y  ancha,  como  se  dyae,  es  esta,  que  se- 
gún se  platica»  llega  hasta  el  estrecho  que  está  junto  á 
la  gran  Cbioa,  en  cincuenta  y  síet^  grados»  que  no  puede 
ser  sino  que  halla  cosas  notables  en  éHa;  y  endescubrilla 
y  poblalla,  entiendo  yo,  seria  mucho  servicio  á  Dtoe 
Noestro  Seoor  y  ¿  Su  Magostad,  ademas  que  se  podrá 
evitar  que  otras  naciones  de  franceses  ó  ingleses  lutera- 
808, ñola  ocupen,  que  sería  mucho  daño  para  todos  es- 
tos Bey  nos  de  las  Indias. 

Para  este  efeto  que  Vuestra  Excelencia  he  dicho, 

convemá,  vayan  por  lo  menos,  trescientos  hombres  de 

« 

á  caballo,  bien  aderezados  y  armados;  cada  uno  destos 
soldados,  conviene  no  lleve  menos  de  siete  cabalgadu- 
ras, y  siendo  posible,  las  cinco,  mulares,  y  las  dos,  ca- 
ballares, para  las  armas;  destas  siete  bestias,  las  tres 
han  de  ser  de  earga,  y  la  otra  para  la  caballería  del  sol- 
dado, y  la  otra  para  el  mozo,  y  los  dos  caballos  para  las 
armas;  entiendo,  esta  gente,  con  este  aderezo  de  armas 
y  caballos,  podrán  poblar  la  tierra  y  ver  lo  de  adelante, 
y  Uevaiido  menos  bestias,  irán.cortos  de  posibles,  los  sol- 
dados, para  andar  lo  qujs  conviene;  porque  semejantes 
jornadas,  gastan  muchas  bestias,  como  yo  lo  tengo  por 
esperiencia  de  muchos  años. 

Allende  del  herrage  y  clavo  de  herrar  que  llevaría 
c%da  soldado  deslos,  será  forzoso  que  de  parte  de  Su 
Magpestad  se  lleve  pera  cada  soldado  de  los  que  fueren, 
tres  docenas  de  herrage,  y  el  clavo  de  herrar,  doblado, 
y  qoe  este  herrage»  no  se  les  dé,  hasta  llegados  al  nuevo 
descubrimiento  del  Nuevo  México;  en  las  salidas  qne  se 
hicieren,  el  qne  fuere  por  cabkza  irá  dando  á  cada  uno 
lo  que  le  bastare  para  la  jomada;  porque  si  se  les  dá  loe- 


140  DOQÜIIIIITOS  IMIDiTOft 

go  a  cada  soldado  lo  que  le  cabe,  estioiaran  en  pooo  el 
perdéllo,  y  aaotel  jugalto,  y  dallo;  y  acaece  que  suelen 
tener  pocos,  el  herrage  de  todos. 

Para  cada  soldado  y  su  mozo,  es  necesario  se  lleven 
cuatro  docenas  de  pares  de  zapatos  de  baqueta,  para 
que  se  les  den  poco  á  poco,  en  tiempo  de  necesidad;  el 
calzado  es  forzoso,  porque  muchas  veces,  por  falta  del, 
y  del  herrage  y  munición,  se  han  dejado  de  proseguir  tas 
jornadas;  y  Su  Mageslad  deja  de  hacer  de  una  vez»  las 
jornadas,  y  las  hace  de  muchas,  con  pérdida  de  tiempo 
y  de  su  Real  haber. 

Para  cada  arcabucero,  es  menester  media  arroba  de 
pólvora^  y  una  arroba  de  balas,  que  se  lleve  ansimesmo 
de  respeto,  allende  de  lo  que  los  soldados  llevaren. 

Para  cada  soldado,  será  necesario,  que  en  Santa 
Barbóla,  Su  Magostad  les  mande  dar  el  bastimento  si- 
guiente: cuatro  quintales  de  harina  y  dos  quíntalas  de 
bizcocho,  que  los  lleven  en  sus  tres  bestias  de  carga. 

A  cada  soldado  dos  tocinos. 

A  cada  soldado,  una  arroba  de  quesos. 

La  carne  de  vaca,  se  ha  de  llevar  en  pié,  la  cantidad, 
conforme,  á  la  gente  que  fuere;  y  siendo  mucha,  es  me- 
jor para  que  quede  alguna  en  las  poblaciones  que  se  hi- 
cieren. 

* 

Dos  oficiales  de  herreros  que  entiendan  aderezar  ar- 
cabuces  y  hacer  clavazón,  porque  si  el  uno  se  muriese  ó 
se  quedare  en  alguna  población,  el  otro  pase  adelanté.  El 
aderezo  de  fragua,  limas  y  fuelles  necesarios» 

Cuatro  pares  de  rrejas  para,  arar  y  bueyes  que  va- 
yan con  el  ganado. 

Clavazón  para  hacer  dos  nabípa  pequeños,  fragatas  6 
bergantines,  el  uno  mayor  que  el  otro,  para  que  si  fuere 


DBL  ARGBIVO  DK   INDUB.  141 

necesark»  hacerse  ó  para  pasar  algan  brazo  de  maro  rio« 
para  dar  noticia  á  Vuestra  Excelencia,  á  Su  Magestad  se 
pneda  bacer»  porque  en  tan  larga  distancia  de  tierra, 
como  se  espera,  se  ha  de  andar,  el  volver  por  tierra^ 
será  de  mocho  trabajo  y  pérdida  de  tiempo  en  que  se 
podría  perder  alguna  buena  ocasión;  de  mas  que  para 
venir  por  tierra  es  menester  mucha  gente  en  tan  larga 
distancia,  y  será  posible  no  la  haber,  para  quedar  y  ve- 
nir; y  por  mar,  poca  es  bastante. 

Dos  carpinteros  que  entiendan  el  hacer  nabios,  y  el 
aderezo  de  hazuelas  y  escoplos,  y  barrenas  y  sierras;  y 
lo  demás  necesario  para  el  efeto  de  su  carpintería. 

Des  pilotos  que  lleven  estrolabios,  cartas  de  ambas 
costas  del  Norte  y  del  Sur;  y  lo  demás  necesario  para  sn 
oficio  de  la  mar  y  tierra. 

Un  oficial  para  hacer  brea. 

Otro  oficial  para  hacer  xarcias. 

Cuatro  mediorrivadoquines,  qae  no  pesen  de  doce 
arrobas  arriba,  cada  par. 

Fuelles  y  cañones,  y  alcrevicez  para  la  fragua  y 
para  fondir. 

Bestias  mulares,  para  llevar  todos  estos  pertrechos 
qoe  han  de  ir  por  cnenta  de  Su  Magestad  y  encargados  á 
sos  oficíales  para  que  den  cuenta  déltos,  y  no  dispongan 
de  todos  ellos,  sino  fuere  por  orden  y  mandado  de  sa 
capitán. 

Allende  de  esto,  lo  principal  es  necesario  que  Vues- 
Ira  Excelencia  mande,  vaya,  quien  en  lo  espiritual  aco- 
da asi  &  la  dotrína  de  la  gente  de  guerra  como  de  los 
natnratea;  y  para  que  poedan  quedar  en  las  poblaionea 
que  se  hicieren,  y  para  pasar  adelante,  los  rreligiosos 
que  fueren  para  este  ministerio,  será  forzoso  qoe  Voes- 


142  DOCtniKIfTOS  míditos 

Ira  ExceleDCia  ó  Su  Magestad,  les  mande  dar  todo  lo  ae* 
césario  de  ornameotos,  imagines,  y  lo  deiñás  que  los  que 
fueren  han  de  haber  menester,  en  tan  larga  jornada;  y 
bestias  para  que  lo  lleven. 

Algunos  rescates  para  ganar  la  voluntad  de  los  na- 
'turales. 

A  la  gente  de  guerra  que  ha  de  hacer  esta  jornada, 
me  paresce  se  hayaran  sin  sueldo,  con  que  Su  Mages- 
tad  les  haga  merced  de  ennoblecer  su  persona  y  enco^ 
mendalles  los  naturales  para  ellos  y  para  sus  sucesores, 
y  estancias  y  tierras,  y  libertad  para  algún  tiempo  en 
los  quintos  rreales  del  veinteno;  y  para  que  la  tierra  se 
pueble,  que  no  se  les  imponga  pecho  ni  alcabala,  ni 
sisa,  por.  cien  anos,  estas  encomiendas;  se  entiende,  que- 
dando para  Su  Magestád  las  caveteras,  y  puertos,  y  sa- 
linas; y  haciendo  Su  Magostad  esta  merced  á  los  que 
fueren,  entiendo  que  se  hallaría  jente  má»  noble  y  de 
más  vergüenza  y  posible  que  haga  la  jornada;  y  ya  que 
no  sea  á  cumplimiento,  á  los  tres  cientos  hombres,  será 
de  más  efeto  la  gente  qne  fuere,  porque  irán  con  más 
ánimo;  pues  se  atreven  á  gastar  sus  haciendas,  qne  no, 
si  fuesen  á  sueldo  de  Su  Magestád;  porque  en  gente  que 
va  á  sueldo,  siempre  hay  que  gozar  del  interesé  de  la 
paga,  la  más  de  la  gente  es  de  poco  momento.  Eslo  es 
lo  que  yo  siento  debajo  del  mejor  pareoer  de  Vuestra  Ex- 
celencia, y  de  quien  mejor  que  yo  lo  entienda. — ^Rodrigo 
de  Rio  de  Losa. — Entre  dos  rúbricas. 

Muy  Excelentísimo  Señor.  Manda  Vuestra  Excelencia 
diga  lo  qne  siento  acerca  del  socorro  qne  Vueátra  Ex- 
celencia quiere  hacer  á  los  religiosos  que  qaedaTOft  ea  el 
nuevo  descubrimiento,  que  dicen  el  Nuevo  Méxioo;  y 
dice  Vuestra  Excelencia  que  no  hay  borden  de  Su  Ha- 


DIL  ABOnVO  DK  IKOÍAB.  143 

gestad  para  hacer  jornada  ni  conquista  basta  cónsul- 
tallo  con  Su  Magostad;  y  que  tan  solamente,  la  hay, 
para  socorrer  ¿  los  rreligiosos,  si  son  vivos;  y  si  lo  son, 
ver  las  noticias  que  tubiesen  en  aquellas  comarcas;  y  si 
hay  plata  en  la  tierra,  y  si  fiíera  tal  la  tierra  poblada,  y 
dar  á  Vuestra  Excelencia  aviso;  y  si  fuesen  muertos  los 
religiosos,  procurar  ver  la  tierra  ya  vista,  .y  sus  comar- 
cas y  minas,  y  traer  rrelacion  cierta,  de  qué  fuese  de 
todo,  y  bolverse  para  que  Vuestra  Excelencia  Id  de  á  Su 
Magestad. 

Para  solo  el  efeto  que  Vuestra  Excelencia  pretende, 
me  paresce  debajo  la  mejor  determinación  de  Vuestra 
Excelencia  y  parecer  de  quien  mejor  que  .yo  lo  entienda, 
del  e  Vuestra  Excelencia  mandar,  vayan  con  algunos 
rreligiosos,  cien  hombres,  y  por  lo  menos,  ochenta,  lo 
menos  pudieran  ir;  pero  será  á  mucho  riesgo,  y  el  prin- 
cipal, á  que  no  sean  poderosos,  para  ver  lo  que  Vuestra 
Excelencia  pretende;  porque  si  lo  que  Dios  no  quiera» 
los  rreligiosos  que  allá  quedaron,  los  hao^  los  indios 
muertos,  ha  de  estar  toda  la  tierra  de  guerra,  y  estando 
la  tierra  de  guerra,  siendo  la  gente  mucha  como  se  dice, 
no  solo  menos  gente  que  la  que  á  Vuestra  Excelencia  di- 
go, irá  á  conocido  peligro  de  morir,  ó  volverse  sin  poder 
ver  nada,  porque  los  naturales  les  han  de  defender  el  tra- 
tar y  andar  por  la  tierra;  pero  Iqs  cien  hombres  correrán 
mucho  rriesgo  y  se  verán  en  mucho  peligro.. 

Lo  otro,  ya  que  los  rreligiosos,  siendo  Dios  servido 
sean  vivos,  han  de  haber  entendido  de  los  naturales,  los 
secretos  de  la  tierra,  y  para  verlos  será  forzoso  haya 
mediana  fuerza  de  gente,  porque  sí  no  la  hay,  sería  po- 
sible, viendo  los  naturales  que  la  gente  es  poca,  se  des- 
bergonzasen  y  los  acometiesen,  y  too  fuese  de  efolo  la 


144  DOGDMBIfTOS  IHÍDITOS 

ida;  y  de  esto  tenemos  esperíencia,  por  que  yo  lo  be 
visto»  y  pasó  en  la  jornada  qneyo  hice  por  los  valles  de 
Omosa  con  el  gobernador  Francisco  de  Ibarra,  que  des- 
pués que  los  indios  nos  vieron  metidos  la  tierra  adentro» 
nos  acometieron  de  nocbe  pensando   acabarnos ,  y  nos 
forzaron  á  volver  por  unas  sierras  adonde  nos  pusimos  á 
peligro  de  morir  de  hambre  por  no  nos  hallar  poderosos 
para  volver  por  entre  los  enemigos»  con  ir  quarenta  y 
cinco  soldados;  y  á  Francisco  Vázquez  Coronado,  se  di* 
cerque  habiendo  poblado  en  Señora  ó  Valle  de  Corazo- 
nes, una  villa,  y  habiendo  dejado  á  los  naturales  de  paz, 
hiendo  que  el  Francisco  Vázquez  estaba  la  tierra  adentro, 
los  naturales  acometieron  á  los  españoles  que  allí  queda- 
ron, y  dexó,  y  mataron  algunos  déllos,  y  los  demás  sa« 
lieron  huyendo;  y  cuando  volvió,  halló  sio  gente  la  villa, 
y  la  tierra  alzada;  y  esta  osadia  de  los  naturales,  debe- 
mos entender,  la  tendrán,  porque  el  demonio  los  infil- 
tra en  ello,  por  ver  que  si  se  puebla  de  cristianos  aque- 
lla tierra,  se  le  quitan  sus  ganancias  de  las  almas,   que 
mediante  Dios  se  salvarán  y  ha  de  procurar  no  per- 
déllas. 

Quanto  á  lo  que  Vuestra  Excelencia  manda,  lo  que 
yo  siento  es,  lo  que  á  y uestra  Excelencia  arriba  he  di- 
cho; y  sea  Vuestra  Excelencia  servidor  de  advertir,  que 
á  mi  entender,  lo  hasta  agora  descubierto,  no  debe  ser 
mucha  la  gente  que  se  ha  visto,  viven,  ni  en  aquel  para- 
ge  entiendo  la  debe  haber,  por  que  si  la  obiera,  habien- 
do andado  al  rededor  déllo,  los  capitanes  y  gobernado- 
res, Francisco  Vázquez  Coronado  por  la  costa  del  Sur,  y 
por  la  Florida,  Soto,  en  un  tiempo,  y  Francisco  de  Ibar- 
ra,  después,  por  mas  arriba,  la  tierra  adentro,  que  Fran- 
cisca Vázquez  Coronado;  y  ansí  mesmo.  Cabeza  de  Vaca, 


I 


DKL  ARCHIVO  DX  UfDUS.  145 

Dorantes»  y  Castillo  Maldonado,  y  el  negro,  que  atrave* 
saron  la  tierra  desde  la  costa  de  la  Florida  basta  la  del 
Sor  á  Culiacáb,  y  un  portuguez  que  quedó  con  un-frayle 
en  Cuybira,  cuando  Francisco  Vázquez  Coronado  hizo  su 
joinada  y  atravesó  á  lo  largo  la  tierra  desde  Cuybira  baé* 
ta  Panuco;  todos  estos,  según  se  dize,  no  hallaron  la  po« 
blácion  que  agora  se  ha  hallado,  de  adonde  se  debe  en- 
tender, que  lo  naevamente  descubierto,  no  debe  ser  mu- 
cho,  porque  si  lo  fuera,  no  puede  ser  menos,  sino  que 
tailCos  como'harA  andado  la  tierra  obieran  tenido  noticia 
ddlto,  poi"  ser  la  tierra,  como  se  dice,  angosta,  de  meaos 
dé  dosciéoífes  legáas  de  ancho;  esto'  se  entiende,  en  cuan- 
to á  la  gente,  que  en  cuanto  á  las  minas,  como  los  natu* 
raté^  úú  las  labran,'  bien  seria  posible  haber  muchas  y 
muy  ricas,  y  no  se  tener  noticia  déllas;  y  debajo  desto» 
la  Jornada  que  agora  tiene  algún  nombre  y  buena  opi- 
nión, y  siendo  poca  gente,  no  podrán  ver  adelante,  pa- 
sados los  llanos  de  las  Yacas  y  Cuybira,  la  tierra,  lo  cual 
seria  al  contrarío  si  fuese  agórá  mucha  gente;  por  que 
el  que  la  llevase  á  su  cargo,  habiendo  gente  bastante 
para  quedad  y  pafa  pasar  adelante,  procurará  por  su  re- 
putación, armar  la  gente  que  llevare,  y  pasado  Cuybira, 
ver  todo  lo  que  hay  y  le  sea  posible  en  algunos  años;  y 
entiéndese  que  encierra  tan  larga  como  es  esta,  según  se 
platica,  y  tierra  de  plata,  que  se  descubrirán  mayores 
cosas  y  riquezas,  así  de  gente  como  de  plata,  de  adonde 
se  siga  hacer  á  Nuestro  Señor,  muy  gran  servicio,  en  la 
conversión  de  los  naturales  y  á  Su  Magestad  Jo  mesmo, 
en  descubrílle  y  poblalle  estos  sus  reynos,  y  aumentar  aú 
real  corona  y  reales  rentas;  y  perdida  esta  ocasión  y  nom- 
bre que  agot'a  tiene  esta  jornada,  si  lo  que  Dios  no  quie- 
ra, biene  á  no  ser  tal  la  noticia  que  Vuestra  Excelencia 
Tomo  XT.  10 


146  DOCCMXNTOS  INÉDITOS 

tiene,  así  de  gente  como  de  piala»  no  viéndose  la  tierra 
adelante  de  Guybira,  quedará  la  jornada  y  lo  de  adelan* 
te,  con  tan  poco  crédito,  qne  para  siempre  se  puede  en- 
tender, no  habrá  quien  quiera  hacelta  ni  la  apetecerán, 
así  de  parte  de  Su  Magostad  como  de  sus  vasallos;  por 
que  la  opinión  común  ha  de  ser,  que  es  todo  poco,  de  lo 
cual  se  seguirán  dos  danos,  que  serán,  quedar  los  natu- 
rales que  aquella  tierra  habitan,  sin  lumbre  de  fee,  por 
no  haber  quien  los  industrie  en  ella;  y  el  otro,  de  parte  de 
Su  Magestad  que  perderá  el  interés  espiritual  y  temporal 
en  sus  reales  rentas  que  se  le  podrá  seguir;  y  haciendo** 
se  la  jornada  con  la  fuerza  que  á  Vuestra  Excelencia 
digo  sino  oviera  buen  efeto^  estará  Su  Magestad  des- 
engañado para  adelante;  esto  es  lo  que  yo  siento  debaxó 
el  mejor  parescer  de  Vuestra  Excelencia  y  de  quien  me- 
jor que  yo  lo  entienda. — Rodrigo  Rio  de  Losa.-^Entre 
dos  rúbricas. 

Nuevo  Méjico. 

\ 

Relación  breve  y  verdadera  del  descubrimiento  del 
Nuevo  México,  que  descubrimos  nueve  compañeros  que 
salimos  de  Santa  Bálbola,  en  compañía  de  tres  rreligio- 
nes  de  la  orden  de  San  Francisco. 

Salimos  de  Santa  Bálbola  en  seguimiento  de  nues- 
tro viage,  todos  los  dichos  nueve  compañeros,  solo  con 
intención  de  servir  á  Dios  Nuestro  Señor  y  á  Su  Mages- 
tad, plantando  el  santo  evangelio  donde  hallásemos  co- 
modidad y  la  divina  magestad  nos  encaminase;  salimos 
á  cinco  de  Junio  de  mil  é  quinientos  é  ochenta  é  un  años, 
caminamos  desde  que  salimos  de  Santa  Bálbola  treinta 
y  un  dias,  por  tierra  de  gente  desnuda,  chichimeca,  que 


üiL  iBOBiyo  DE  nroiAS.  147 

noti»e  qae  comer,  sino  es  rayses  y  tanas  ^  gente  moy 
pobre;  después  de  lo  cnal,  siguiendo  nuestro  camino^ 
dejamos  esta  gente  y  seguimos  nuestro  viage,  y  camina^ 
mes  die£  y  nueve  días  sin  poder  ver  ninguna  gente  ni 
cosa  viva,  con  hartos  trabajos  y  desconsuelos,  y  al  fin 
déllos,  fué  Nuestro  Señor  servido,  de  nos  deparar  un  in* 
dio  desnudó,  víspera  de  Nuestra  Señora  de  Agosto,  que 
por  señas,  le  preguntamos,  donde  había  mayz,  y  él  nos 
rrespondid,  que  una  jornada  de  alli,  hallaríamos  mays  en 
cantidad,  y  esto  fué  por  dos  ó  tres  granos  que  le  enae* . 
namos;  y  que  babia  mudio,  y  nos  señaló,  que  andavao 
bestidos  de  la  color  de  nuestras  camisas,  y  que  tenían 
casas,  y  todo  esto  por  senas  y  señales  que  hacía  en  la 
tierra;  de  lo  qual  nos  holgamos  en  extremo,  porque  yba- 
mos  ya  con  necesidad  de  bastimentos;  y  alli  detubimos 
al  dicho  india»  tres  dias,  por  que  nos  llevase  adonde  de- 
cía; y  asi  nos  llevó,  y  hallamos  ser  verdad  todo  lo  dicho» 
porque  á  veinte  é  un  dias  del  mes  de  Agosto,  descubri- 
mos un  pueblo  tjue  tenia  quarenta  y  cinco  casas  de  dos 
y  tres  altos;  y  asi  mismo  descubrimos,  grandes  simente- 
ras  de  maíz,  frísoles  y  calabaza,  donde  dimos  muchas 
gracias  á  Nuestro  Señor,  por  nos  haber  deparado  reme  • 
dio  de  bastimentos;  y  así  entramos  en  el  dicho  pueblo, 
todos  nosotros,  bien  aderezados ,  apuesto  de  guerra  para 
si  fuese  menester  aunque  délla- no  llevábamos  proposito» 
sioo  con  paz  y  amor,  atraer  la  gente  al  gremio  de  núes* 
tra  santa  fée  católica;  y  en  medio  de  nosotros  llevába- 
mos tres  religiosos  con  tres  cruzes  en  las  manos  y  al  cue- 
llo; y  asi  entramos  en  el  dicho  pueblo,  y  no  hallamos': 
persona  alguna,  porque  no  nos  osaron  aguardar  por  j;io  i 
saber  que  cosa  fuésemos  por  nos  haver  ir  en  los  caba-/;, 
Iloa  armados;  y  visto  esto»  nos  salimos  luego  del  *dioho<  • 


148  DOGDMiiiTos  amónos 

paeblo  y  caminamos  entre  milpas^  cerca  de  media  l^oa; 
y,Iu^;o  hallamos  y  descubrimos  otroa  cinco  pueblos,  y 
en  un  raso,  asentamos  nuest^ro  real  y  acordamos  de  qo 
pasar  de  alli  hasta  traer  aquella  gente  de  paz  y  que  foe^ 
semos  amigos;  y  acabo  de  dos  dias,  vino  un  cacique 
con  tres  indios  á  reconocer  qué  gente  hé ramos,  y  por 
señas  nos  saludamos  los  unos  á  los  otros,  y  se  llegaron 
á  •nosotros,  y  les  dimos  hierro  y  cascabeles  y  naipes  y 
otros  juguetes,  y  asi  los  hicimos  amigos,  y  fueron  á  lla- 
mar la  demás  gente,  y  bino  en  grao  cantidad,  á  noa 
ver,  diciéndose  unos  á  otros,  que  eramos  hijos  del  Sol; 
y  nos  dieron  mai2,  y  frisóles  y  calabaza,  y  mantas  de  aU 
godo»,  y  cueros  de  las  vacas,  adovados;  y  estubimos 
allá  entre  ellos,  cuatro  diasy  y  en  este  tieiúpo,  nos  infor* 
mamos  déllos  por  senas,  que  adelante  habia  grandísima 
suma  de  pueblos,  y  á  los  lados  y  dende  alli,  camioamos 
cincuenta  leguas  el  rrfo  arriba  donde  en  él  y  á  los  ladosj . 
como  á  una  jornada,  descubrimos  y  bimos  y  paseamos» 
sesenta  y  un  pueblos,  poblados  todos  de  gente  vestida, 
y  loB  dichos  pueblos,  muy  en  buen  logar,  llanos  y  en 
baena  tierra,  y  las  casas,  juntas,  con  sus  plazas  y  callea, 
todo  por  muy  buen  orden;  tienen  gallmas  de  la  tierra», 
que  crian;  pareciónos  á  todos,  que  los  sesenta  y  un  pue- 
blos que  vimos  y  estubimos,  habria  mas  de  ciento  y 
treinta  mil  ánimas,  toda  gente  vestida;  dexámos  de  ver 
en  aquella  dicha  provincia,  mas  de  otros  tantos  pueblos» 
de  los  mayores,  por  no  poder  ni  atrevernos  ir  á  éUos; 
cójese  mucho  algodón  en  ellos;  el  padre  Fraí  Bernaldino 
BeAtran,  de  la  orden  de  San  Francisco,  que  entró  agora» 
después  de  nosotros,  diez  meses,  á  con  Antonio  Despe- 
jo, con  qoinie  soldados,  trae  por  nueva,  que  descubrió 
cinoo  ipueblos  en  la  dicha  provincia,  que  tenían  mas  de 


DEL  ABlCmyO  DI  INDIAS.  149 

ctaquenta  mil  áuimas;  dierooles  dos  mil  mantas  de  algo- 
dón en  éUos,  y  luego  descobrieroa  otros  once  pueblos 
de  mocha  gente,  según  traen  noticia;  dierooles  nbtioia 
de  una  muy  grande  laguna  de  muchas  poblaciones  y 
gente,  y  que  en  6Ha  andan  en  canoas,  y  que  en  las  proas 
traen  de  color  de  latón,  unas  bolas  grandes;  dan  por 
DUeva,  va  Antonio  Despejo  con  ocho  compañeros  en 
esta  demanda  de  la  laguna;  de  todo  esto  dará  entera  y 
copiosa  relación  el  padre  Frai  Bernaldíno  Beltran. 

Descubrimos»  asimismo,  los  dichos  nueve  compañe- 
ros con  los  tres  padres  religiosos,  como  treinta  leguas  á 
un  lado  de  los  dichos  pueblos,  grandísima  suma  de  vacas 
eorcobadas,  y  encima  de  la  espaldilla  tienen  un  codo  de 
corcova;  hay  mas  de  doscientas  leguas,  sncesibas;  dé- 
llaSy  no  sabemos  lo  que  toman  en  ancho  de  tierra;  es  ga- 
nado no  muy  bravo,  corre  poco,  es  mejor  carne  de  co- 
oaer  que  ladesta  tierra,  y  es  ganado  mas  crecido,  que 
no  éste  desta  tierra. 

Asi  mismo  descubrimos  en  la  dicha  tierra,  once  des- 
cubrimientos de  minas  con  vetas  muy  poderosas,  todas 
ellas  de  metales  de  plata,  que. de  los  tres  déllos,  se  truxo 
el  metal  á  esta  ciudad,  y  se  dio  á  Su  Exceifencia;  él  lo 
mandó  ensayar  al  ensayador  de  la  casa  de  la  moneda,  el 
cual,  los  ensayó,  y  les  halló  al  un  metal,  déllos,  á  la  mi- 
tad de  plata;  y  al  otro  halló,  á  veinte  marcos  por  quin- 
tal, y  al  otro  cinco  marcos;  todo  lo  cual  me  remito  al  di- 
cho ensayador,  que  lo  que  el  dijere;  no  hay  mas.  Descu- 
brimos, asimismo,  en  la  dicha  población,  una  salina  muy 
rica  de,  mucha  sal  granada  y  muy  buena;  de  todo  se  tru- 
xo  á  Su  Excelencia,  la  muestra  déllo;  tiene  la  salina  cin- 
co leguas  de  box.  Todo  lo  que  dicho  es  aquí  arriba,  es- 
tamos muy  prestos  y  aparejados,  dándonos  Su  Mageslad 


150  DocuiUNTOft  muiros 

licencia  para  ir  á  poblar  y  salvar  tantas  ánimas  como  ailí 
tiene  cautivas  el  demonio,  de  l(v  enseñar  y  dar  berboad 
b^bo,  como  aquí  lo  referimos;  y  mucho  mas,  de  que 
hay  noticÍ£(,  y  déllo  se  servirá  Dios  Nuestro  Señor,  y  la 
real  corona  verná  en  grande  aumento,  asi  de  vasallos 
como  de  sus  reales  quintos;  porque  después  que  los  es- 
panoles  ayan  entrado  en  la  dicha  tierra,  ademas  de  las 
minas  que  tenemos  descubiertas,  buscarán  y  descubrirán 
otras  muchas;  porque  la  tierra  es  muy  aparejada  déllas, 
y  de  montes,  pastos  y  aguas;  es  tierra  que  toca  un  poco 
en  fría,  auhque  no  demasiado;  es  el  temple  como  el  de 
Castilla;  y  en  el  no^  poblarse  con  brevedad  aquellas  áni- 
mas que  allí  están,  corren  mucho  riesgo;  y  á  la  real  coro- 
na de  Su  Magostad  verná  gran  daño  como  es  notorio. — 
Philipe  de  Escalante. — ^Hernaudo  Barrando. — Por  man- 
dado del  Ilustrisimo  Señor  Arzobispo  de  México,  hize 
sacar  esta  relación  desa  original,  con  el  cual  concuerda. 
En  México  á  veinte  é  seis  de  Otubre  de  mil  é  quinien- 
tos é  ochenta  é  tres  años. — Joan  de  Aranda. — Hay  una 
rúbrica. 


DIL  ABCHIVO  01  1IIUA8.  161 


EXPIEDIBRTO  80BU  BL    OFBICIIIIBNTO  QUB  HáCB   FbaNCISOO 

Díaz  db  VABaAB,  db  ib  al  Nubyo  Mizioo,  t  bbfibbb  la 

HIBTOBTA  DB  B8TB  BBSCUBBUÍIBNTO,   CON  BOOnHBNTOS     QüB 

acompaSam. — Año  de  1584.  (1) 


Espediente  y  relación  del  viaje  que  hi%o  Anto- 
nio de  Espejo  con  catorce  soldados  y  un  religioso  de 
la  orden  de  San  Francisco,  llamado  Fray  Agustín 
Rodrigusz;  el  cual  debía  de  entender  en  la  predica- 
ción de  aquella  gente. 

S.  C.R.  M.— Aatoaio  de  Espejo,  vecino  de  la  ciudad 
de  MéxicOi  dice  quél,  h¿  qne  pasó  á  la  Nueva  España, 
Olas  de  veinte  y  cuatro  años»  con  intento  deservir  á  Voes- 
tra  Magestad;  como  lo  ha  hecho  en  todo  lo  que  se  ha  ofre- 
cido; y  últimamente»  el  año  de  ochenta  y  dos,  celoso  del 
servicio  de  Dios  Nuestro  Señor,  y  de  Vuestra  Magestad, 
entró  hacia  el  Norte,  camino  del  Nuevo  México,  con  la 
ocasión  que  refiere  en  la  relación  que  presenta  con  este 
memorialyé  imbió  á  Vuestra  Magestad  con  una  carta  suya, 
y  llevó  consigo  quince  soldados,  con  sus  armas  y  caba- 
llos, y  un  fraile;  todo  ello  á  su  costa;  y  entró  por  la  tier- 
ra adentro,  más  de  cuatrocientas  y  diez  leguas  de  longi- 
tud, más. de  tresciedlas  de  latitud,  y  descobrió  y  halló 
la  tierra  de  que  llevaba  noticia;  y  en  ella  hubo  todo  lo 
contenido  en  la  relación  y  pintura  de  que  hace  presenta- 
ción á  Vuestra  Magestad.  Suplica  sea  servido  demandar, 

(1)   Archivo  de  Indias.  PatrmOo,  Est.  1*S  CaJ.  I."" 


152  '    DOGUIIXNTOS  INÉDITOS 

« 

que  se  vea  todo  lo  susodicho,  y  se  le  encargue  el  dicho 
descobrimienlo,  pacificación  y  población  de  la.  dicha 
tierra;  y  haciéndole  la  merced  que  suele,  á  conquistado* 
res  y  pobladores  de  tierras  nuevas,  y  se  obliga  á  hacer 
d  dicho  descobrimiento,  pacificación  y  población  ó  su 
costa,  sin  que  Vuestra  Magestad  le  dé  para  éllp,  cosa 
alguna;  para  \o  cual  dará  en  México  fianzas  bastantes. 
Suplica  á  Vuestra  Magestad,  mande  tomar  resolución  en 
esto,  con  brevedad;  porque  ansi  conviene  al  servicio  de 
Dios  Nuestro  Señor  y  de  Vuestra  Magestad;  por  sacar 
de  idolatrar  tantos  millares  de  ánimas;  y  porque  en  la 
entrada  que  ha  hecho,  deja  en  las  más  poblaciones,  gra- 
tificados y  obligados  á  los  más  principales,  con  promesa 
que  volverá  luego  con  mayores  regalos;  y  si  estos  vinie- 
sen á  faltar,  como  podria  ser,  si  el  negocio  ae  alarga, 
por  ser  algunos  déllos,  viejos,  seria  menester,  después, 
nuevo  trabajo,  para  ganar  la  voluntad  á  otros;  demás 
desto,  él  entretiene  á  su  costa  los  que  fueron  con  él,  con 
esperanza  de  que  Vuestra  Magestad  se  resolverá,  brer 
vemente;  que  hará  mucho  al  caso  quéstos  tales,  no  fal- 
ten; porque  serán  más  á  propósito  para  lo  que  se  pre- 
tende, que  no  hombres  nuevos  y  que  nunca  han  visto  la 
tierra, 

S.  C.  R.  M.— Antonio  de  Espexo,  vecino  de  México, 
suplica  á  Vuestra  Magestad,  mande  remitir  unos  me- 
moriales que  dio  cerca  del  descobrimiento  del  Nuevo 
México,  atento  que  es  necesario  brevedad,  para  mejor 
servir  á  Vuestra  Magestad;  porque  de  la  dilación,  resul- 
tará daño,  demás  del  que  recibe  con  los  gastos  que  en 
esta  corte  está  haciendo  un  yerno  suyo.  ; 

S.  C.  R.  M. — ^Antonio  de  Espejo,  vecino  de  la  ciu- 
dad de  MéxÍQC|,  dice:  que  ya  Vuestra  MdgjQj^l^d  ha  aído 


9WL  JkMCMTfO  MB  WhUS.  153 

Htfdrmado  comfi  él  andovo  y  desoobríó  bacía  {la  banda 
4el  Norte,  «in  reioo  grande  qae  llaman  Nuevo  México;  y 
m  el  dícbo  retiM>  hjaM  aaoe  pro7ÍQCias,  y  tuvo  noticia 
de  miobaa  más;  y  ooo  las  buenaa  tnazas  y  modos  que 
to?o,  ae  cDoaeryó  eatre  k»  indioa,  détios,  once -meses 
regalando  ¿  los  caciques  y, prípcipalea  con  algunas  cosas 
que  para  él  efecto  llevó;  y  pcrrque  entendió  la  calidad  de 
la  tierra  y  el  proceder  de  los  indios,  le  paresce  que  ha- 
ciéndole Vuestra  Magestad,  merced  de  encargarle  la  pa- 
cificación y  población  de  aquel  reino,  lo  hará  de  forma 
que  se  sirva  Dios  Nuestro  Señor  y  Vuestra  Magostad,  y 
so  consiga  con  éUa,  lo  que  se  ^pretende  en  la  manera 
siguiente. 

Primeramente,  ha  de  mandar  Vuestra  Magestad,  que 
vayan  a  esta  jornada  en  compañía  del  dicho  Antonio  de 
Bepejo,  veinte  y  cuatro  frailes  de  la  orden  de  San  Fran* 
CÍ8C0,  p^ra  que  en  las  provincias  que  fueren  poblando, 
vayan  quedando  á  administrar  los  sacramentos;  los  coa- 
tes salaaiente  b^n  de  ir  á  costa  de  Vuestra  Magostad. 

ftem:  ha  de  Uovar  el  dicho  Antonio  de  Espexo,  cua- 
tro cientos  hombres,  los  ciento  casados  con  •  mugeres  y 
hjjos,  todos  hombrea  espertes  en  la  gnerra  de  buena 
edad,  los  cuales  ba  de  juntar  en  las  minas  de  Zacatecas, 
ques  ochenta  leguas  de  la  ciudad  de  México  en  el  propio 
eamino  por  doode'deaea  de  entrar  al  dicho  Nuevo  Aéy- 
Do;  y  de  alli  todos  juntos  han  de  ir  hasta  las  minas  de 
Santa  Bálbola  ó  vaUn  de  Sant  Bartolomé,  ques  lo  último 
qaestá  pacífico  en  la  Nueva  Viicaya,  hacia  la  banda  del 
Sar;  y  la  dicha  gente  ha  de  llevar  cuatro  capitanes  qqe 
los  .gobierne,  y  loe  demaá' ofioialea  necesarios. 

ítem:  SQ  ba  de  bacer  de  la  dicha  gentíe,  cuatro  oom- 
panMs  qqe  Jkan degu^dl^r  la  orden  f^uienle. 


154  1K)CUMC1IT0S    tnáDITOS 

El  dicho  Antonio  de  Espexo  con  uno  de  los  dichos 
capitanes  y  cien  soldados,  se  ha  de  partir  adelante,  en- 
trando por. la  provincia  de  Conchos,  qnes  la  primera;  y 
de  alli,  derechamente,  por  la  provincia  de  Pazagnates, 
hasta  llegar  á  la  provincia  de  Jumanas,  que  están  cinco 
pueblos  congregados  en  ella,  junto  al  rio  de  Conchos,  á 
donde  ha  de  aguardar  otra  compañía  que  ha  de  ir  en  su 
retaguardia,  cuatro  6  seis  leguas  mas  atrás,  hasta  llegar 
á  las  lagunas  que  hace  el  rio  del  Norte;  y  á  las  otras  dos 
compañías,  les  ha  de  quedar  orden,  entren  por  el  rio  de 
Vacas  arriba,  por  la  misma  forma,  que  llegado  á  él,  se 
camina  derechamente  hacía  el  Nor-Nordeste;  y  con  la 
ultima  compañía,  han  de  ir  cient  carros  que  ha  de  llevar 
para  la  dicha  jornada,  cargados  de  bastimento  y  tas  mu- 
geres  de  los  casados;  por  oue  no  se  sabe  que  pueden  ro- 
dar carros  por  otra  parle  sino  por  esta;  y  esta  compañía 
última,  ha  de  ser  de  los  cient  hombres  casados,  las  cua- 
les dichas  dos  compañías,  han  de  ir  á  parar  á  un  cerro 
pelado  questá  junto  al  dicho  río  de  Vacas,  cuarenta  le- 
guas de  las  poblaciones;  por  que  en  esta  parte  hay  buena 
comodidad  de  pastos  y  no  hay  población  ninguna  á  don- 
de el  dicho  Antonio  de  Espexo  ha  de  embtar  la  orden 
queatas  dos  compañías  han  de  tener  para  pasar  adelante; 
que  este  pasage  está  hacia  el  Nordeste  y  han  de  ir  re- 
partidas en  la  forma  dicha,  porque  los  indios  no  entien- 
dan que  lleva  tanta  gente  y  de  temor  no  se  huigan  á  los 
montes,  de  manera,  qué  no  se  •  pueda  conseguir  lo  que 
se  pretende,  qnes  reducirlos  á  la  ley  evangélica  sin 
guerra  ni  daño. 

Los  dichos  soldados  han  de  llevar  todos  por  armas, 
arcabuces,  cantidad  de  pólvora  y  munición,  cotas,  escar- 
celas, espadas,  dagas,  alabardas,  partesanas,  dalles,  y 


DIL  ABCBITO  IKB  UnMAft.  155 

finaimente  las  demás  armas  qoe  viere  son  neoesbrías: 
ocha  piezas  pequeñas  de  artillería  parala  casa  real,  faer- 
te  qoe  se  biciere  dokide  mas  comodidad  se  hallare  donde 
han  destar  de  guarnición  ios  cient  hombres  casados  con 
sos  mageres,  hasta  tanto  que  se  bagan  lOas  fuertes;  en 
los  cuales  se  ha»  de  repartir  cómo  convenga. 

Han  de  llevar  los.dichos  cient  carros,  y  para  ellos, 
mil  bueyes,  para  que  puedan  mudar  é  ir  coa  mas  como- 
didad el  dicho  viage;  de  manera  que  haya  para  cada 
carro,  diez  bueyes. 

ítem:  se  han  de  llevar  mil  y^uas,  las  quinientas  de 
ellas,  ha  de  llevar  el  dicho  Antonio  de  Bspexo,  y  los 
garañones  necesarios;  y  las  otras  quinientas,  baii  de  ir 
con  la  compañía  que  va  en  so  retaguardia. 

ítem:  ha  de  Uévar  cuatro  mil  vacas  y  toros,  las  dos 
mil,  ba  de  llevar  adelante,  y  las  otras  dos  mil,  la  compa- 
ñia  que  ha  de  ir  en  su  retaguardia.  , 

ítem:  ha  de  llevar  ochocientos  caballos,  los  cuales 
han  de  llevar  las  otras  dos  compañías  que  han  de  ir  por 
d  rio  de  Yacas. 

ítem:  ha  de  llevar  cincuenta  cajones  de  herrage  ooa 
clavos  y  herramientas. 

ítem:  ha  de  llevar  cincuenta  acémilas  caladas  de 
bastimento';  porque  los  carros  que  han  de  ir  por  el  rio 
de  las  Vacas,  han  de  llevar  el  matalotage  neacjasario  para 
todas  las  cuatro  compwias. 

liem:  ha  de  llevar  la  cantidad  necesaria  de  vizcocbo 
y  harina;  ansi  mismo,  cantidad  de  ooíaiz  para  los  cáballoB. 

ítem:  ha  de  llevar  cinco  mil  carneros  y  obe^,  «los 
cuales  han  de  ir  en  conserva,  de  las  dos  oompaikis.  qtie 
han  de  ir  por  el  rio  de  las  Vacas;  porque  hay  muchos 
pastos  y  comidas  para  ganado. 


156  locmnirros  máDiroft 

ítem:  ha  de  llevar  qoinieiitas  vacas»  hecho  cechia. 

ítem:  ha  de  llevar  cantidad  de  barras  de  hierro,  pi* 
€08,  azadas,  azadones^  dabazones  de  todas  suertes;  de 
todo  esto  gran  cantidad. 

ítem:  ha  de  llevar  fuelles  y  cañones,  para  desde  lie- 
go, ir  ensayando  los  metales  que  se  fueren  hallando;  é 
ansí  mismo,  todas  las  |ien*amientas,  mazos  y  aderezos 
de  ingenio,  para  el  ensayo  de  los  dichos  metales  y  para 
todos  los  oficiales  que  se  le  mandare. 

Y  de  las  lagunas  referidas  que  hace  el  rio  del  Norte, 
ha  de  caminar  adelante  el  dicho  Antonio  de  Espejo  con 
sn  compañía,. dejando  la  otra,  cuatro  jornadas  de  á  cua- 
tro leguas,  mas  atrás,  hasta  llegar  á  diez  pueblos  qnestao 
orilla  del  dicho  río  del  Norte,  antes  de  llegar  á  la  provin- 
cia de  Tíguas,  á  donde  ha  de  dejar  cincuenta  hombres 
de  au  compañía,  y  las  dichas  yeguas  y  vacas;  y  con  los 
otro  cincuenta,  entrará  en  la  provincia  de  Tiguas,  y  ha 
de  llevar  áígunas  cosas  que  dar  á  los  indios  caciques  y  á 
los  mas  principales,  porque  ansí  se  lo  prometió;  y  les 
,  dirá  como  lleva  muchos  castillos  que  ansi  llaman  á  los 
eq)añoles,  como  ellos  se  lo  digeron;  y  con  esto  imbiará 
á  llamar  á  los  otros  cinquenta  soldados  de  su  compañía, 
para  que  con  las  yeguas  y  vacas  U^oen  á  la  dicha  pro* 
vineia;  y  siempre  se  ha  de  procurar  ir  con  recalo,  de 
abanera,  que  no  se  haga  daño  con  la  cabalgada  á  las  si - 
monteras  de  los  naturales;  y  desde  alli  ba  de  visitar  to- 
dos loa  pueblos  dcsta  provincia,  y  procurar  que  ios  caci- 
ques délla,  den  noticia  á  la  provincia  de  Magnas,  que 
confina  con  la  de  Tiguas,  que  está  hacía  el  Nordeste,  de 
dpndfr  con  uno  de  los  soldados,  que  en  él  entraron,  ali- 
sará, á  las  dos  compañías  que  han  de  estar  en  la  parte 
referida. 


AiciiTO  n  niniAS.  157 

La  orden  que  hM  de  tener  eo  venir  allí  y  aqoí,  de* 
jará  vetóle  soldados  que  aguarden  á  la»  dichas  dos  eoB*^ 
panías,  y  él  se  volverá  con  los  demás,  á  la  provincia  dó 
TigaaSy  á  recibir  la  compañía  que  en  su  retaguardia  ha 
de  ir;  y  desde  allf  volverá  adelante  con  la  mejor  orden 
qoe  pudiere,  á  la  provincia  de  Qnires,  y  la  visitará  y 
verá;  y  con  todos  los  caciques  hará  lo  mismo;  y  desde 
alli  irá  á  la  provincia  de  Aooma^  ques  una  pena  alta  qoe 
está  hacia  el  Norueste;  y  en  ella,  poblados,  mas  de  seis 
mil  indios  á  donde  hará  hacer  un  ftierte  y  casa  real,  en- 
tre la  dicha  provincia  y  un  rio  peqneio,  donde  mas  60* 
modidad  le  paresdere;  y  se  peadránallí  los  dichos  cieat 
hombres  casados,  y  se  hará  de  forma  que  aunque  na  sea 
necesario  guerra,  estén  apercibidos  para  éUo;  y  á 
este  fuerte  han  de  venir  las  otras  dos  compañías. 

T  estando  «si'  todosjuntos,  los  dichos  capitanes,  soU 
dados  y  reUgiosos,  ae  tratará  de  la  forma  que  se  ha  de 
tener  en  la  población  de  las  dichas  provincias;  y  cdnel 
mas  sena  consejo  que  hubiere,  se  dará  la  arden  que  se 
ha  de  tener  para  la  dicha  población  y  pacificación  deste 
reyíio;  y  lo  mismo  para  acomodar  todo  d  ganado  quA 
Ueváre;  y  después  de  hecho  lo  referido,  pasará  adelante 
coa  la  gente  que  viere  que  combiene,  dejando  la  necesa* 
ria  en  cada  provincia;  todo  lo  cual  hará,  guardando  la 
instrocoion  que  se  le  diere,  conforme  á  la  comodidad 
que  para  cada  cosa  hubiere,  deseando  acertar  en  lo  que 
toca  al  servicio  de  Nuestro  Señor  y  de  Vuestra  Magaa* 
tad,  para  que  tan  gran  número  de  ánimas  se  salven^  y  el 
deflMDÍo  no  esté  tan  aposesionado  en  ¿lias,  como  hoy 
está;  paes  lo  idolatran. 

Y  de  todo  lo  que  se  hieiere,  irá  dando  aviso  á  Vaes- 
tra  Magesiad  y  su  Real  Consto  de  las  Indias»  por  tod^slas 


156  DOGOiiKiiTos  untónos 

vías  posibles,  para  que  Yaestra  Majestad  ordene  lo  qae 
mas  se  sirva;  y  por  que  lo  susodicho  ha  de  hacer  á  su 
costa  y  ha  de  gastar  su  hacienda  y  la  de  sus  deudos,  que 
se^éu  mas  de  cieut  mil  ducados,  demás  de  otros  diez  mil 
que  gastó  en  su  descobrim tentó,  y  de  los  trabajos  que 
ha  de  pasar  y  ha  pasado;  solo  suplica  á  Vuestra  Magos- 
tad, le  haga  la  merced  que  pedirá  por  un  memorial, 
ques  mocho  menos  de  lo  que  Vuestra  Magestad  promete 
por  sus  ordenanzas.    . 

Ilustrísimo  Señor.  Loa  inconvenientes  que  se  signen, 
de  que  si  seguiese  tratar  quel  negocio  de  la  población 
del  Nuevo  México,  se  remitiese  al  Visorrey  de  la  Nueva 
España. 

Lo  primero  es  de  mucha  consideración,  el  ver  que 
como  consta  por  las  informaciones  é  relaciones  que  á 
esto  Real  Consejo  se  han  traido,  los  naturales  de  aquélla 
tierra  están  al  presente  de  paz,  muy  quietóse  sosegados; 
y  ansí  serán  fáciles  de  atraer  al  verdadero  conoscimien- 
to  de  Dios  Nuestro  Señor,  y  al  dominio  y  obediencia  de 
Su  Magestad  y  si  para  ello  son  procurados  con  dádivas  y 
halagos,  sin  rompimientos  ni  guerras,  por  perdona  qae 
tenga  espiriencia  de  semejantes  jornadas; 

Lo  otro  á  que  se  debe  advertir  mucho,  es,  que  si  al 
Visorey  se  hobiese  de  hacer  esta  remisión,  y  él  allá  ha- 
viese  de  proveer  persona  para  el  negocio,  es  imposible 
qae  el  tal  proveído  pueda  hacer  la  jornada  sin  haber  de 
volver  á  España,  por  cotas,  arcabuces,*  cueros  y 
otrasr.  municiones  nescesarias;  porqué  como  es  notorio 
y  se^abe  allá,  no  lo  hay  ni  bastarían  docientos  mil  doca* 
dos  para  habéllo  de  comprar,  por  costar  una  cota»  ochen- 
ta7  cien  pesos;  y  un  arcabuz,  cincuenta  y  sesenta;  y  des* 
ta' manera,  todo  lo  demás  en  tanto  grado,  que  aso  aten- 


I 


DB.  AlCUfO  DB  UBU8.  1S9 

do  pro¥mdo  para  ella  de  la  real  caxa,  ae  haría  con 
difieoitad;  de  mas  deqoe  yendo  ala  joraada  ún  naTÍos 
coD  qae  ir  coaleando  la  tierra,  y  buBcando  puerto  por 
donde  ha  de  tener  correspondencia  con  Caatilia,  seria  no 
hacer  nada;  pues  es  imposible  haberse  de  proveer  la 
tierra  nueva,  de  las  cosas  necesarias  de  CastiUa,  por  la 
Nueva  Espafia,  estando  distinta  délla,  mas  de  quinientas 
y  ^scientas.  leguas;  y  esto  las  primeras  poblaciones  que 
están  descobiertas:  y  ¿  lo  que  principalmette  ba  de  te- 
ner ojo,  el  capitán  que  fuere,  és  buscar  puerto  en  la  mar 
dd  Norte,  por  el  cual,  con  facilidad  pueda  ser  proveído 
de  CasliUa,  de  las  cosas  necesarias  á  la  vivienda  é  per- 
petuidad de  la  tierra. 

Hay  otro  inconveniente  y  dificultad  qae  no  es  el  me- 
ñor  de  los  que  se  pueden  decir,  y  es  que  de  necesidad  le 
es  forioso  al  capitán  que  esta  jomada'  se  le  diere,  llevar 
de  Castilla^  doóientos  ó  trecientos  hombres  casados  con 
sus  mogeresé  hijos,  ¿  quien  haya  de  repartiré  poblar  la 
tierra  para  la  perpetuidad  dólla;  por  qno  dado  caso  que 
de  le  Nueva  Espafia  pueda  sacar  a^una  gente,  esta  no 
la  hallará,  que  sean  casados,  óino  solteros;  y  como  de  la 
Nueva  España,  hay  cada  ano,  saca  de  gente  para  las  is* 
las  del  Poniente  y  para  los  presidios  de  las  Zacatecas,  y 
se  reparten  á  otra  partes,  no  hallará^  aunque  ipas  dili- 
gencia ponga,  ciento  y  cinquenta  hombres,  que  no  es 
bastante  námero  para  la  jornada;  porque  conviene  llevar 
de  aeívúeotos  hombrea  para  arriba,  siendo,  como  es,  la 
tierra  lao  larga  y  tan  poblada^  y  á  donde  por  fuerza  se 
han  de  ir  quedando  y  repartiendo  soldados  y  vecinos, 
ansí  enias  minas  qiieee fueren  poblando  y  descobríen- 
do,  como  en  .ofartoluersa»  que  .será  nescesario  dejar  pro<» 
d0  gente,  paira  pasiir  addante;  demás  de  que  los 


1C0  DOCOHlinOS  oiímiqs 

solckaclos  de  la  Nae va  Espala,  eoo  i^  buen  paMífy  qoe 
tieoen  eo  andando  de  decientas  tegnad  pma  ai^riba,  y  «f6 
hallando  su  contento,  se  huyen  de  dos  en  dos,  y  dé  ditt 
en  diez,  y  dejan  al  pobre  capitán  solo,  sia  sér  parte  j^ra 
lo  resistir;  de  lo  coal  se  tiene  espiriencia  may  clara  en 
el  viage  que  hicieron  á  esta  propia  tierra  los  capitanes 
Fraaeisco  Vázquez  Coronado  é  Francisoo  de  fiNirra,  qne 
se  hobieron  de  volver  sin  desco&rir  la  tierra  po^  los  de^ 
jar  solos  sus  soklados  y  huírseles  de  noehé,  el  cual  in^ 
conveniente  cesará,  llevando  el  capitán  la  gente  de  Gad^ 
tilla,  qne  como  van  á  poblar  é  busoar  donde  vivir,  y  con 
sos  mügeKS  ó  hijos,  nKiriráo  antes  que  desamparar  iú 
capitán,  de  quien  esperan  ser  ricos  y  hoorlidos. 

Pues  si  el  Visorey  hobiesedo^  proveer  el  eapiíeal^  y 
él  hobiese  de  venir  desde  aliáy-  aofry  á  rhacer  la  geiiM,  y 
á  proveerse  de  armas  y  munidones,  ya  está  visto,  se 
haría  tarde,  mal  é  nonlca,  respeto  de  la  brevedad  que 
el  negocio  requiere.  Y  porque  es  bien  se  advierta  é  oon^ 
sidere  esto  qoe  digo  de  la  brevedad  que  se  reqaáere, 
por  las  informaciones  é  relaciones  consta,  como  denti^o 
en  esta  tierra  nueva,  están  al  presente,  cuatro  indios  orís- 
tianos,  los  dos  hermanos,  naturales  de  México,  que  por 
cierto  caso,  aportaron  á  aquella  tierra;  los  cuales  tienen 
puestas  un^s  cruces  muy  altas  á  la  entrada  de  los  pnebloe 
donde  viven;  estos  cuatro  indios  son  tenidos  y  respeta- 
dos en  mas  que  los  señores  de  la  propia  tierra;  y  la  Énan- 
dan  y  gobiernan,  y  me<Uaoté  estos  indios,  con  el  fwvor 
divino,  se  ha*  de  poblar  y  allanar  la  tierra,  sin  guerras 
ni  heridas  ningunas,  abreviándose  la  jornada  antes  que 
se  mueran,  por  ser  como  son  ya  muy  viejos,  y  haber 
mas  de  cuarenta  años  questan  éentror  de  la  tierra;  que 
esto  es  cosa  que  se  debiia  advertir  y  mirar  muy  bien. 


DIL  AftCBIVO  DI  1MDU8.  161 

La  tierra  es  larga  y  moy  poblada,  y  si  ¿  los^prínei- 
píos  86  acierta»  los  indios  son  dóciles  y  fáciles  de  conver' 
tir,  por  ser  gente  de  buenos  entendimientos;  y  así  con- 
viene Uevállos  con  amor,  sin  los  amedrentar,  ni  espan- 
tar; porque  si  los  leTantan;  costará  mucha  cantidad  de 
españoles  primero  que  se  allanen  é  reduzcan. 

Hasta  hoy  jamás  se  ha  cometido  población  de  pro- 
vincias á  tercera  persona,  sino  que  de  este  sacro  Sena- 
do, se  dá  la  condnta,  después  de  bien  considerado  y  mi- 
rado todo;  y  veo  que  siempre  sea  acertado,  y  pocas  ve- 
ces sucede  lo  propio  en  lo  que  á  otro  se  encarga;  antes 
resulta  déllo  lo  que  se  ha  visto. 

Tó,  há,  veinte  y  cinco  meses  que  vine  á  este  nego- 
cio, y  be  gastado  cuatro  mil  ducados;  soy  hombre  de 
cincuenta  años;  y  si  agora  hubiese  de  ocurrir  al  Yísorrey 
de  la  Nueva  Bspaña,  ha  ser  proveído,  y  volver  otra  vez, 
como  ha  de  ser  forzoso,  á  buscar  la  gente  para  hacer  po- 
blar la  tierra  y  á  comprar  navios,  armas  y  municiones, 
y  tomar  con  ellos,  tercera  vez,  á  la  Nueva  España,  es 
de.  tanto  trabajo  y  se  signen  tantos  inconvinientes,  qué 
podría  faltar  al  mejor  tiempo;  y  aunque  hay  otros  mu- 
chos que  lo  harán,  muy  m^or  que  yo,  ninguno  me  hará 
ventaja  en  el  deseo  y  voluntad  que  tengo  de  servir  á  Dios 
y  á  Su  Magostad,  ni  en  la  experiencia  tan  larga  de  trein- 
ta años,  que  há,  que  le  sirvo,  en  aquellas  partes. 

Esta  jornada  no  se  puede  dar  á  persona  que  por  si 
solo  tenga  caudal  para  la  hacer;  y  ansí  le  conviene  ayu- 
darse de  otro;  y  este  favor  es  posible,  ninguno  le  tiene 
tan  bien  como  yo;  pues  en  este  negocio,  somos  más  de 
▼eifite  compañeros,  que  algunos  de  ellos  tienen  á  seis 
mil  pescado  renta,  y  treinta  y  cuarenta  mil  pesos  de  ha- 
cienda; y  para  que  cumpliré  lo  que  tengo  prometido^ 
Tomo  XV.  11 


162  DOGüMiNTOS  uiiDnos 

daré  déllo  fianza  de  doscientos  mil  pesos,  en  la  Aodien- 
cía  Real  de  la  Nueva  España,  ante  el  Virrey  dólla;  de- 
más, de  que  haciéndoseme  la  merced,  primero  que  parta 
de  Sevilla,  constará  por  testimonio  é  información,  cémo 
de  los  cien  mil  ducados  que  me  ofreico  á  gastar  en  esta 
jornada,  tengo  ya  gastados,  en  armas,  navios,  municiones, 
bastimentos,  y  en  la  gente  que  llevo,  más  de  sesenta  mil 
ducados;  y  sino  que  se  me  quite  la  jornada;  y  ^ues  yo 
hago  tan  gran  ventaja,  justo  es,  se  tenga  atención  ámi 
ofrecimiento,  é  á  que  vine  con  tanto  ruego  en  un  navio  de 
aviso,  á  solo  este  negocio,  porque  qniíás  quiere  Dios  le  sir- 
va en  este  particular  como  persona  que  sabe  también  tratar 
los  indios  y  mirar  por  su  conversión  y  buen  tratamiento. 

Copia  de  la  carta  que  escribió  Antonio  de  Espejo. 

Ilustrfsimo  Señor. — Habrá  veinte  y  cinco  dias  que 
llegué  á  estas  minas  de  Santa  Bálbola,  de  esta  Goberna- 
ción, muy  trabajado  y  fatigado  de  haber  andado  demás 
de  un  año  á  esta  parte,  mas  de  ochocientas  leguas,  vien- 
do y  descobriendo  las  provincias  del  Nuevo  México,  ¿ 
quien  puse  por  nombre  Nueva  Andalucía,  por  haber  na- 
cido en  tierra  de  Córdoba,  en  las  cuales  entré  con  una 
piadosa  ocasión,  como  vuestra  Señoría,  siendo  servido, 
podrá  ver  por  esa  relación  que  imbio  de  todo  mí  viage, 
de  donde  espero  en  Nuestro  Señor,  han  de  resultar  gran- 
disimos  efetos  en  servicio  suyo  y  de  Su  Magostad  y  en- 
salzamiento  de  la  fée  catholica;  porque  demás  de  las  tier- 
ras y  poblaciones  que  yo  andube,  y  la  gran  suma  de  pue- 
blos y  gente  que  vi,  tube  noticia  de  otros  muchos  y  ma- 
yores, y  mas  ricos,  questan  adelante;  y  en  las  comarcas 
de  los  otros,  que  por  ir  pocos,  é  ya  gaviadas  las  muni- 
ciones, no  pasamos  adelante.  Yo  qaisiera  ir  á  besar  las 


.  * 


WBm  AACmVO  AS  INQUS.  .  163 

manos  á  Vuestra  Señoría,  luego  como  sope  en  Saote 
fiálbola,  que  Su  Magesud  había  cometido  á  Vuestra  Se- 
ñoría, la  visita  de  esa  fte^I  audíepcia;  pero  hasta  haber 
pagado  mi  iaoceapia,  eo  loque  se  me  impone,  que  es- 
pero en  Dios  hacerlo  coa  brevedad,  no  osaré  parecer 
delante  de  Vuestra  Señpría,  aunque  estoy  determinado  k 
ifflbiar  persona  propia,  qne  en  mi. nombre,  dé  noticia  á 
Su  Magestadi  de  mi  peregrinación;  y  á  suplicarle  me 
baga  merced  de  encargarme  la  poblazon  y  descobri* 
fflieato  de  aquellas  tierras,  y  de  las  que  mas  descobrie* 
re;  que  no  me.  contentaré  basta  llegar  á  las  costas  dfil 
mar  del  Sur  y  del  Norte;  aunque  me  tienen  embargada 
parte  de  mi  hacienda^  no  me. faltará  la  que  fuere  menes- 
ter, para  hacer  la  jornada  con  bastante  numero  de  gen- 
te, bastimentos,  pertrechos  y  municiones,  liaciendome 
Su  Magostad,  merced»  como  de  su  cristiahisima  y  larga 
mano  se  d^e  esperar;  y  no  me  atreviera  á  escribir  ¿ 
Vuestra  S^ría»  sino  fuera  este  negocio  tan  del  servicio 
de  Dios  y  de  Su  Magostad,  y  estar  Vuestra  Señoría  en,  m 
nombre.  Vuestro  Señor  guarde  y  prospere  muy  largos 
años  la  llustrisima  persona  y  estado  de  Vuestra  Señoría, 
como  todos  los  servidores  deseamos.  Del  Valle  de  San 
Bartholomé  de  la  Nu^va  Vizcaya  á  fin  de  Otobre  d^ 
mili  é  quinientos  ochenta  e  tres  años. 

Illustrisimo  Señor;  besa  las  manos  de  Vuestra  Seño- 
ría llustrisima,  su  criado,  Antonio  de  Espejo.— Sobre  es- 
crípto. — ^Ai  Uustrisimo  Señor  Arzobispo  de  México,  Visi* 
tador  general  de  la  Nueva  España,  mi  señor. 

Relación  del  víage,  que  yo,  Antonio  de  Espexo,  ciu- 
dadjuio  de  la  ciudad  de  México,  natural  de  la  ciudad  de 
Córdoba,  hice,  con  catorce  soldados  y  un  religioso  de  la 
órdea  de  Sant  Franoisco  á  las  provincias 


164  DOGUnNTOS   INIDITOB 

del  Nnevo  México,  á  quien  puse  por  nombre,  la  Nueva 
Andalucía,  á  contemplación  de  mi  patria,  en  fin  del  año 
de  mil  é  quinientos  ochenta  e  dos. 

Para  mejor  y  iQas  fácil  inteligencia  de  esta  relación, 
se  ha  de  advertir,  que  el  año  de  mil  é  quinientos  é 
ochenta  é  uno,  teniendo  noticia  un  fraile  de  la  orden  de 
San  Francisco,  que  se  llama  Fray  Agustín  y  Raiz,  que 
residía  en  el  Valle  de  San  Bartolomé,  por  ciertos  indios 
Conchos,  que  se  comunicaban  en  los  pazaguates,  que 
hacia  la  parte  del  Norte  había  ciertas  poblaciones  no 
descubiertas,  procuró  licencia  para  entrar  en  ellas,  con 
intento  de  predicar  á  los  naturales,  la  ley  evangélica;  y 
habiéndolo  alcanzado  de  su  prelado  y  del  Virrey  Con- 
de  de  Coruna,  y  el  dicho  fraile  y  otros  dos,  que  se 
llamaban  Fra^  Francisco  López  y  Fray  Juan  de  Santa 
María,  con  siete  ú  ocho  soldados,  de  qué  iba  por  cau- 
dillo ,  Francisco    Sánchez    Chamuscado ,  entró  por  el 
mes  de  Junio  deochenta  y  uno,  por  las  dichas  pobla- 
ciones, hasta  llegar  á  una  provincia  que  llaman   de  los 
liguas,  que  está  de  las    minas  de  Santa  Bálbola,  en  la 
Gobernación  de  la  Nueva  Vizcaya,  donde  comenzaron  su 
jornada  decientas  y  cincuenta  leguas  hacia  el  Norte,  á 
donde  los  mataron  al  Fray  Juan  de  Sania  María;  y  como 
vieron    que  habia  mucha  gente  y  que  para  cualquier 
efeto  de  paso  de  guerra,  eran  pocos^  tornáronse  los  sol- 
dados y  caudillos  á  las  dichas  minas  dé  Santa  Bálbola,  y 
de  alli  á  México,  que  está  ciento  y  sesenta  leguas,  á  dar 
noticia  al  dícbo  Virrey,  por  el  mes  dé  Mayo  de  qainien- 
tos  é  ochenta  é  dos;  y  los  dichos  dos  religiosos,  qae 
quedaron  con  el  deseo  que  tenían  de  la  salvación  de  las 
ánimas,  no  quisieron  salirse  sino  quedarse  en  la  dicha 
provincia  de  los  liguas,  por  donde  antiguamente  pasó 


DiL  AEíanro  dk  imbias.  165 

Fraacisco  Vaiqaes  Coronado,  yeodo  á  la  conquista  y  des- 
c(rf>riaiiento  de  las  ciudades  y  llanos  de  Gibóla^  parecien- 
doies  que  quedaban  siguros  entre  los  naturales  de  la  di- 
cha provincia;  y  ansi  se  quedaron  con  tres  muchachos  in- 
dios y  un  mestizo,  de  lo  cual  r^bió  notable  pena  la 
orden  de  San  Francisco;  teniendo  para  esto,  que  los  in- 
dios habían  de  matar  á  los  didios  dos  religiosos,  y  á  los 
qae  con  ellos  quedaron;  y  con  este  temor,  procuraban  y 
deseaban  que  hubiese  quien  entrase  en  la  dicha  tierra  ¿ 
sacarlos  y  favorecerlos,  y  para  este  efeto  se  ofreció  de 
baoer  la  jornada  otro  religioso  de  la  misma  órden^  llama- 
do Fray  Bernaldino  Beltran,  moradores  del  convento  de 
la  Villa  de  Durango,  cabecera  de  la  Nueva  Vizca- 
ya, coa  licencia  y  permisión  de  su  superior;  y  cook) 
en  aquella  sazón  yo  me  hallase  en  aquella  Goberna- 
ción y  tttbiese  noticia  del  gusto  y  piadoso  deseo  del  dicho 
religioso  y  de  toda  la  orden,  y  entendiendo  que  en  ello 
servia  á  Nuestro  Señor  y  ¿  Su  Magostad,  yo  me  ofrecí 
acompañar  al  dicho  religioso  y  gastar  parte  de  mi  ha- 
cienda en  hacerle  la  costa  y  en  llevar  algunos  soldados, 
así  por  su  guarda  y  defensa  como  para  la  de  los  re- 
ligiosos á  quien  iba  á  traer  y  socorrer,  dandoseuie  li- 
cencia ú  mandándomelo  la  justicia  real  en  nombre  de 
Su  Magostad;  y  asi,  habiendo  entendido  el  santo  celo  del 
dicho  religibso,  y  mi  intento,  el  capitán  Joan  de  Onleve- 
ros,  alcalde  mayor  por  Su  Magostad  en  los  pueblos  que 
llaman  las  Cuatro  Ciepegas,  que  son  en  la  dicha  Gober- 
nación de  la  Nueva  Vizcaya  á  la  parte  de  Oriente,  setenta 
legnas  de  las  dichas  minas  de  Santa  Bálbola,  á  ins- 
tancia del  dkho  Fray  Bernaldino,  dio  su  mandamien» 
to  y  comisión,  para  qne  yo  con  algunos  soldados  entrii- 
se  en  la  dicha  tierra  Nueva,  para  traer  y  socorrer 


166  DOCUMENTOS    1NÍDIT0S' 

á  los  dichos  religiosos  y  gente  que  en  ella  quedaron. 
Y  ansí  en  virtud  del  dicho  mandanníeato  v  comisión, 
jtmté  catorce  soldados  cuyos  nombre»  son  Joan  López 
de  Ibarra,  Bernardo  de  Luna,  Diego  Pérez  de  LuxaD  y 
Gaspar  de  Luxan;  Francisco  Barrero,  Gregorio  Hernán- 
dez y  Miguel  Sánchez  Valenciano  y  Lázaro  Sánchez  y 
Miguel  Sánchez  Nevado  hijos  del  dicho  Miguel  Sánchez; 
y  Alonso  de  Miranda  y  Pedro  Hernández  de  Almansa  y 
Joan  Fernandez  y  Cristóbal  Sánchez  y  Joan  de  Frías;  á 
los  cuales  ó  á  la  mayor  parte  socorrí  con  armas  y  caba- 
llos, municiones  y  bastimentos  y  otras  cosas  necesarias 
para  tan  largo  y  nuevo  viage;  y  dando  principio  á  núes-  ' 
tra  jornada  en  el  Valle  de  San  Bartolomé,  ques  nneve 
leguas  de  las  dichas  minas  de  Santa  Bálbola,  á  áiez  de 
Noviembre  de  mil  e»  qaifiientos  e  ochenta  e  dos  anos, 
con  ciento  y  quince  caballos  y  muías,  y  con  algone  gen- 
te de  nuestro  servicio,  y  cantidad  de  armas,  municiones 
y  bastimentos,  fuimos  caminando,  derechos  háciáel  Nor- 
te, y  á  dos  jornadas  de  á  cinco  legnas,  hallamos  mucha 
cantidad  de  indios,  de  nación  conchos,  en  rancherías,  y 
muchos  déllos,  nos  salieron  á  recibir  en  cantidad  de  mas 
de  mil,  á  los  caminos  por  donde  Íbamos;  estos  hallamos 
qne  se  sustentan  de  conejos,,  liebres  y  venados  que  ca- 
zan y  hay  en  mucha  cantidad,  y  de  algunas  sementeras 
de  maíz  y  calabazas  y  melones  de  Castilla;  y  sandías, 
que  son  como  melones  de  invierno,  qne  siembran,  labran 
y  cultivan;  y  de  pescado  y  máscale^  qne  son  pencas  de 
lechuguilla,  ques  una  planta  de  medi»  vara  de  alto  con 
unas  pencad  verdes;  las  cepas  desta  planta  cuecen  y  ha- 
c0fi  una  conserva  á  manera  de  carkie  de  membrillo  muy 
dttice,  que  llaman  máscale;  andan  desnados»  tienen  anos 
xacales  de  paja  por  casas,  usan  por  armase,  arcos  j  fie- 


BIL  áSHOBSNO  ]>S  I1IDU8.  167 

chas;  tíenen  caciques  a  quÍ6Q  obedecen;  no  les  hallamos 
qae  tubiesen  ídolos  ni  qae  hiciesen  sacrificios  algunos; 
juniamoe  déllos  los  .qae  pudimos»  y  les  pusimos  croces 
en  las  rancherías»  y  se  les  significó  por  intérpretes  que 
llevábamos  de  su  lengua,  el  misterio  déllas  y  alguna  cosa 
de  nuestra  Sania  fée  cathólica;  y  pasaron  con  nosotros 
de  SQS  rancherías  á  otras  seis  jornadas,  que  en  ellas  ha« 
bría  veinte  y  coatru  leguas,  hacia  el  Norte;  los  cuales 
están  poblados  de  indios  desta  nación  y  dos  salían  á  re- 
cibir de  paz,  dándose  unos  caciques  á  otros,  aviso,  como 
Íbamos  todos  ellos;  nos  alagaban  y  á  nuestros  caballos; 
tocando  á  nosotros  y  á  los  dichos  caballos  con  las  ma- 
nos, y  dándonos  algunas  oosas:de  sus  bastimeaios;  y  esto 
con  mucho  amor« 

Acabadas  estas  seis  jornadas,  hallamos  otra  nación 
de  indios  que  se  llama  Pazagnate,  que  tíenen  sus  ranche* 
rías  y  jacales  y  sustento  como  los  dichos  Conchos;  hízose 
con  ellos  lo  q^ue  con  los  dichos  de  la  nación  Conchos,  los 
cuales  pasaron  con  nosotros  cuatro  jornadas,  que  serán 
catorce  leguas;  dándose  aviso. unos  caciques  á  otros  para 
que  Q06  saliesen  á  recibir  como  ellos  lo  hacían;  en  parte 
de  estas  cuatro  joruadas,  hallamos  muchas  barras  de  pia- 
ra, y  al  parecer  de  los  que  las  entendían,  ricas. 

Salimos  desta  nación,  y  á  la  primera  jornada  halla- 
mos otra  gente  que  llaman  los  Tobosos;  son  esquivos,  y 
así  se  faeroa  de  to  das  las  partes  que  estaban  poblados,  eo 
xacaies,  por  donde  pasábamos;  porque  según  se  decía, 
habían  libado  allí  algunos  soldados  y  llevado  algunos 
déUos  por  esclavos;  y  llamamos  algunos  de  los  dichos  in* 
diofli,  regalándolos^  y  viaieron  al  real  algunos  déllos;  y  á 
los  caciques  dimos  algunas  cosas,  y  poi'  interpretes,  á 
entender,  qne  no  veníamos  á  ios  hacer  cautivos,  ni  daño 


168  Documirros  iníntos 

niognao;  y  coa  esto  se  asegararon  é  les  pusimos  cruces 
en  las  rancherías,  y  les  siDÍfícamos  algunas  cosas  de  la 
ley  de  Dios  Nuestro  Señor;  mostraron  recibir  contento, 
y  con  ello  algunos  dallos,  pasaron  con  nosotros  hasta  sa* 
carnes  de  su  tierra;  sustentanse  con  lo  que  los  dichos  Pa- 
zaguates;  usan  de  arcos  y  flechas;  andan  sin  vestiduras; 
pasamos  por  esta  nación  que  parecía  haber  pocos  indios, 
tres  jornadas,  que  habría  en  ellas,  once  leguas. 

Acabados  de  salir  desta  nación,  entramos  en  otra 
que  se  llama  de  los  Xumarias,  que  por  otro  nombre  los 
llamaban  los  españoles,  los  patarabueyes,  en  que  pare- 
cía habia  mucha  gente  y  con  pueblos  formados,  gran- 
des, en  que  vimos  cinco  pueblos  con  mas  de  diez  mil 
indios  y  casas  de  azutea,  bajas,  y  con  buena  traza  de 
pueblos;  y  la  gente  desta  nación  está  rayada  en  los  ros- 
tros; y  es  gente  crecida,  tienen  maíz  y  calabazas,  y  caza 
de  pié  y  vuelo,  y  frísoles  y  pescados  de  muchas  mane- 
ras, de  dos  ríos  caudalosos,  que  es  el  uno  que  dicen  de- 
rechamente del  Norte  y  entra  en  el  rio  de  los  Conchos, 
que  este  será  como  la  mitad  de  Guadatquibí,  y  el  de  Con- 
chos será  como  Guadalquibí,  el  cual  entra  en  la  mar  del 
Norte;  tienen  salinas  de  lagunas  de  agua  salada,  que 
en  tiempos  del  ano,  se  viene}  á  cuajar  y  á  hacer  sal 
como  la  de  la  mar;  y  la  primera  noche  que  asentamos 
en  el  real  junto  á  un  pueblo  pequeño  déla  dicha  nación, 
nos  mataron  con  flechas  cinco  caballos,  y  nos  hirieron 
otros  tantos  con  haber  vela,  y  se  retiraron  á  una  sierra 
á  donde  fuimos  por  la  mañana,  seis  compañeros,  con 
Pedro  Naguatato,  natural  de  su  nación,  y  los  hallamos  y 

• 

sosegamos  y  dejárnoslos  de  paz,  y  trayendolos  á  su  pro- 
pío  pueblo;  y  les  dimos  á  entender  lo  que  á  los  demás» 
y  que  avisasen  á  los  de  su  nación,  no  se  huyesen  ni  es* 


DB.  ABCBlVo  DK  llIDUfl.  169 

condíosen,  y  nos  salieaen  ¿  ver;  y  algunos  de  los  caci- 
qaes  les  di  caenias  y  sombreros  y  otras  cosas  para  qae 
los  irugesen  de  paz,  como  lo  hicieron;  y  destos  pueblos 
pasaron  con  nosotros,  dándose  avisó  unos  ¿  otros,  como 
Íbamos  de  paz  y  no  á  hacerles  daño;  y  así  fueron  mucha 
cantidad  déUos  con  nosotros,  á  ensenarnos  un  rio  del 
Norte  que  arriba  se  ha  referido;  y  por  las  riberas  del 
dicho  rio,  están  poblados  indios  á  ésta  nación,  en  espacio 
de  doce  jornadas,. y  algunos  dellos  tienen  casa  de  azu- 
lea, y  otros  viven  en  casas  de  xacales  de  paja;  salieron 
los  caciques  á  recibirnos  cada  uno  con  su  gente,  sin  ar- 
cos ni  flechas,  dándonos  de  sns  comidas,  y  algunos  nos 
daban  gamuzas  y  cueros  de  las  vacas  de  Gibóla,  muy 
bien  aderezados,  qae  las  gamuzas  se  hacen  de  cueros  de 
venados  también  aderezadas  como  en  Flandes,  y  los  cue* 
ros  son  de  las  vacas  corcovadas  que  llaman  de  Gibóla, 
que  parecen  en  el  pelo  á  las  vacaa.  de  Irlanda,  y  los  cae- 
ros destas  vacas  los  aderezan  los  naturales  de  la  manera 
de  las  cintas  que  se  hacen  en  Flandes,  y  déllas  se  sirven 
para  liacer  calzado,  y  otros  aderezan  de  diferentes  ma- 
neras, con  que  algunos  de  los  naturales  andan  encubier- 
tos; estos  indios  tienen  al  parecer  alguna  lumbre  de  nues- 
tra santa  fée  católica,  por  qae  señalan  á  Dios  Nuestro 
Señor  mirando  al  cielo,  y  le  llaman  Apalito,  en  su  len- 
gua, y  quél  es  á  quien  conocen  por  Señor,  y  les  dá  lo 
que  tienen;  venían  m  uchos  hombres  y  mugeres  y  niños 
déllas,  ¿  que  los  santigoásemos  el  dicho  religioso  y  los 
españoles,  y  dallos  mostraron  recibir  macho  contento; 
digeronnos  y  dieronnosá  entender  por  intérpretes,  qae 
por  allí  habían  pasado  tres  cristianos  y  un  negro,  y  por 
las  señas  que  daban,  pareció  haber  sido  Alonso  Nañez  Ga- 
beza  de  Yaca,  y  Dorante,  y  Castillo  Maldonado,  y  an 


/ 

I 


170  DOGUMKirros  iiíiditos 

negro,  que  todos  ellos  habiao  escapado  de  la  armada  cod 
que  entró  Panfilo  de  Narvaez  en  la  Florida;  quedaron 
de  paz  y  muy  sosegados  y  contentos,  y  fueron  con  nos* 
otros  el  rio  del  Norte  arriba;  algunos  déilos,  sirviendo- 
nos  y  acompañándonos. 

Caminando  adelante  siempre  hacia  el  Norte  por  el 
dicho  rio  arriba,  nos  salieron  á  recibir  mucha  cantidad 
de  indios,  hombres  y  mugeres,  y  muchachos,  vestidos  y 
cubiertos  de  gamuzas,  los  cuales  no  supimos  de  que  na- 
ción eran,  por  falta  de  intérpretes;  y  nos  trajeron  mucha 
cantidad  dé  cosas,  hechas  de  plumería  y  de  diferentes  co- 
lores, y  unas  mantillas  de  algodón  ba roteadas  de  azul  y 
blanco,  que  son  como  algunas  de  las  que  traen  de  la 
China;  y  n^s  dieron  á  entender  por  señas,  que  otra  na- 
cion  que  confinaba  con  ellos  hacia  el  Poniente,  traían  aque- 
llas cosas  para  resgatar  con  ellas  otras  mercadurías  que 
estos  tenían,  que  á  lo  que  pareció  y  dieron é  entender  por 
señas,  eran  cueros  da  vacas  y  de  venados  aderezados;  y 
enseñándoles  metates   relucientes  que  en  otras  partes 
suelen  tener  plata;  y  otros  de  la  misma  calidad  que  lle- 
vamos, nos  señalaron  hacia  el  Poniente  cmco  jornadas; 
y  que  ellos  nos  llevaban  donde  habia  grandisioia  canti- 
dad de  aquellos  metales  y  mucha  gente  desta  nación;  y 
estos  salieron  con  nosotros,  cuatro  jornadas,  en  que  ha- 
bría veinte  y  dos  leguas. 

Habiéndose  quedado  los  dichos  indios,  y  caminando 
otras  cuatro  jornadas  por  el  dicho  rio  arriba,  hallamos 
gran  cantidad  de  gente  que  vive  junto  á  unas  lagunas 
que  por  medio  détias  pasa  el  dicho  río  del  Nort^;  y  esta 
gente,  que  serian  más  de  mil  indios  é  indias^  que  esta- 
ban poblados  en  sus  rancherías  y  casas  de  paja,  uos  sa* 
lieron  á  recibir  hombres  y  mujeres  y  muchachos,  y  cada 


DH.  ABCBIYO  DB   U9BU8.  171 

ano  traia  ra  preseote  de  Mezqaitama,  qucs  hecho  de  una 
frata  á  manera  de  algarrobas,  y  pescados  de  muchas  ma- 
neras, qae  hay  gran  cantidad  en  aquellas  lagunas,  y  otras 
cosas  de  sn  comida,  en  tanta  cantidad,  que  se  quedaba 
perdido  la  mayor  parte  de  ello,  porque  era  mucha  can- 
tidad lo  que  006  daban;  y  el  dia  y  la  noche,  en  tres  que 
alK  estubimos,  siempre  hacían  mitoses  y  bailes  y  danzas, 
á  su  modo;  y  al  de  las  mexicanos,  dieron  nos  á  entender 
qoe  había  macha  cantidad  de  gente  desta  nación  aparta* 
da  de  allí,  y  no  cupimos  que  nación  era,  por  falta  de  in- 
térpretes; y  entréllos  hallamos  un  indio  de  nación  Con- 
cho, el  cual  nos  dio  á  entender,  señalando  hacia  el  Po- 
niente, que  quince  jornadas  de  allí  habia  una  laguna 
muy  grande  á  donde  habia  gran  cantidad  de  poblaciones 
y  casas  con  muchos  altos,  y  que  habia  indios  de  la  na- 
ción Concha,  poblados  allf,  y  gente  bestida  y  con  mu- 
chos bastimentos  de  nraii  y  gallinas  de  la  tierra,  y  otros 
bastimentos  en  gran  cantidad,  y  se  ofreció  de  nos  llevar 
á  ella;  y  porque  nuestra  derrota  era  seguir  por  bajo  del 
Norte  á  dar  socorro  á  los  dichos  religiosos  y  á  los  que 
con  ellos  quedaron,  nos  fuimos á  la  dicha  laguna;  en  esta 
ranchería  y  paraje  hay  muy  buenas  tierras  y  de  muy 
buen  temple,  y  cerca  d  e  donde  hay  vacas  y  ganados  de 
aquella  tierra,  y  mucha  caza  de  pié.  y  vuelo,  y  minas,  y 
muchos  montes  y  pastos,  y  aguas  y  salinas  de  muy  rica 
sal,  y  otros  aprovechamientos. 

Caminando  el  propio  rio  arriba,  fuimos  por  él  desde 
el  parage  de  las  lagunas  de  suso  referidas,  sin  hallar  nin- 
guna gente,  quince  jomadas,  por  donde  habia  mezquita- 
les  y  tunales  y  montañas  de  piñales  con  pinas  y  piñones 
como  toa  de  Castilla,  y  salinas  y  cedros,  al  cabo  de  las 
cuales  habríamos  andado  echenta  leguas,  y  aHi  hallamos 


172  DOCumifTos  inéditos 

ODa  ranchería  de  poca  gente,  y  ea  ella  cantidad  de  jaca- 
les de  paja  y  muchos  cueros  de  venado  también  adere- 
zados como  los  que  traen  de  Flandes  y  cantidad  de  sal 
blanca  y  muy  buena,  y  tasajos  de  venado  y  otras  co- 
sas de  bastimentos;  y  los  dichos  indios  nos  recibie- 
ron bien,  y  salieron  con  nosotros,  y  nos  llevaron  dos 
jornadas,  como  doce  leguas  de  allí,  á  las'  poblacio- 
nes, siempre  siguiendo  el  dicho  rio  del  Norte;  y  des- 
de qfie  entramos  en  él,  siempre  fuimos  siguiendo  el 
rio  arriba,  llevando  una  sierra  de  la  una  parte  del  rio,  y 
otra  de  la  otra,  las  cuales  están  sin  arboledas  en  todo  el 
camino,  hasta  llegar  cerca  de  las  poblaciones  que  llaman 
del  Nuevo  México,  aunque  por  las  riveras  del  rio  hay 
gran  cantidad  de  alamedas,  y  por  partes,  cuatro  leguas 
en  ancho,  délos  dichos  álamos  blancos,  en  la  rivera  des- 
te  rio;  y  desde  que  entramos  en  él,  no  nos  apartamos 
hasta  llegar  á  las  dichas  provincias  que  llaman  del  Nue- 
vo México;  y  en  las  riberas  del  dicho  rio,  en  muchas  par- 
tes del  camino,  hallamos  muchos  parrales  y  nogaloade 
Castilla. 

Ya  que  estábamos  en  las  dichas  poblaciones,  prosigaíen  - 
do  el  dicho  rio  arriba,  en  dos  días,  hallamos  diez  pueblos 
poblados,  riberas  de  este  dicho  rio  y  de  una  y  de  otra  ban- 
da junto  á  él,  demás  destos  pueblos,  que  parecían  desvía- 
dos,  en  que  pasando  por  ellos  pareeia  haber  más  de  doce 
mil  ánimas,  hombres  y  mujeres  y  niños;  pasando  por  esta 
provincia,  nos  salieron  á  recibir  de  cada  pueblo  la  gente 
del,  y  itos  llevaban  á  ellos  y  nos  daban  cantidad  de  gallinas 
de  la  tierra,  y  maiz  y  frísol  y  tortillas  y  otras  maneras  de 
panqué  hacen  con  mas  curiosidad  que  la  gente  mexicana; 
muelen  en  piedras  muy  crecidas  y  muelen  maiz  crudo, 
cinco  6  seis  mngeres  juntas  en  un  molino,  y  desta  barí- 


DKL  AROnVO  DB   MMAS.  173 

oa  hacen  muchas  diferencias  de  pan;  tienen  casas  [de  dos 
y  tres  y  castro  altos  y  con  muchos  aposentos  en  cada 
casa,  y  en  machas  casas  déllas,  tienen  éus  estufas  para 
tiempo  de  invierno;  y  en  las  plazas  de  los' pueblos,  en 
cada  uña  déllas,  tienen  dos  estufas  que  son  unas  casas 
hechas  debajo  de  la  tierra,  muy  abrigadas  y  cercadas  de 
poyos,  dentro  dellas  para  asentarse;  y  asimismo  tienen  á 
la  puerta  de  cada  estafa  una  escalera  para  abajar, 
y  gran  cantidad  de  leña  de  comunidad,  para  que  allí 
se  recojan  los  forasteros;  en  esta  provincia  se  visten  al- 
gunos de  los  naturales,  de  mantas  de  algodón  y  cueros 
de  las  vacasy  y  de  gamuzas  aderezadas;  y  las  mantas  de 
algodón  las  traen  puestas  al  uso  mexicano,  eceto  que  de- 
bajo de  partes  vergonzosas  traen  unos  paños  de  algodón 
pintados,  y  algunos  dellos  traen  camisas,  y  las  mugeres 
traen  naguas  de  algodón  y  muchas  dellas  bordadas  con 
hilo  de  colores,  y  encima  una  manta  como  la  traen  los 
indios  mexicanos,  y  atada  con  nn  paño  de  manos  como 
toballa  labrada,  y  se  lo  atan  por  la  cintura  con  sus  bor- 
las, y  las  naguas  son  qne  sirven  de  faldas  de  camisa  á 
raíz  de  las  carnes,  y  esto  cada  uoa  lo  trae  con  la  mas 
ventaja  que  puede;  y  todos,  asi  hombres  como  mujeres, 
andan  calzados  con  zapatos  y  botas,  las  suelas  de  cuero 
de  vacas;  y  lo  de  encima  de  cuero  de  venado  adereza- 
do; las  mugeres  traen  el  cabello  muy  peinado  y  bien 
puesto  y  con  sus  moldes  que  traen  en  la  cabeza  uno  de 
ana  parte  y  otro  de  otra,  á  donde  ponen  el  cabello  con 
curíoaidad  sin  traer  nengun  tocado  en  la  cabeza;  tienen 
en  cada  pueblo  sus  caciques  conforme  á  la  gente  qne 
hay  en  cada  pueblo;  asi  hay  los  caciques,  y  dichos  caci- 
ques tienen  sus  tequitatos  que'  son  como  Biguaciles  que 
executan  en  el  pueblo  lo  que  estos  caciques  mandan,  ni 


174  DOCIWKNTOS  IMÍDITOB 

mas  ni  menos  que  la  gente  mexicana;  y  en  pidiendo  los 
españoles  á  los  caciques  de  los  pueblos  cualquier  cosa, 
llaman  ellos  á  los  tequítatos  y  los  tequitatos  publican  por 
el  pueblo,  á  voces,  lo  que  piden;  y  luego  s\(;uden  con  lo 
que  se  les  manda,  con  mucha  brevedad;  lienen  todas  las 
pinturas  de  sus  casas  y  otras  cosas  que  tienen  para  bai- 
lar y  danzar,  asi  en  la  música  como  en  lo  demás,  muy  al 
natural  de  los  mexicanos;  beben  pinole  ^tado,  ques 
maiz  tostado  y  molido  y  bochado  en  agua,  no  se  sabe 
que  tengan  otra  bebida  ni  con  que  se  emborrachen;  tie- 
nen en  cada  uno  destos  pueblos  una  casa  donde  Hevea 
de  comer  al  demonio,  y  tienen  Ídolos  de  piedra  pequeños 
donde  idolatran;  y  como  los  españoles  tienen  cruces  ea 
ios  caminos,  ellos  tienen  eh  medio  de  un  pueblo  á  otro, 
en  medio  del  camino,  unos  cuizillos  á  manera  de  humi- 
lladeros hecho  de  piedras  donde  ponen  palos  pintados  y 
plumas,  diciendo,  va  alli  á  reposar  el  demonio  y  á  hablar 
con  ellos;  tienen  sementeras  de  maíz,  frísol  y  calabaza, 
y  piciere,  que  es  una  yerva  muy  sana;  y  de  todo  esto 
hay  sementeras  de  riego  y  de  temporal  con  muy  buenas 
sacas  de  agua  y  que  lo  labran  como  los  mexicanos;  y 
cada  uno  en  su  sementera  tiene  un  portal  con  cuatro  pi- 
lares donde  le  llevan  de  comer  á  medio  dia  y  para  la 
siesta,  porque  de  ordinario  están  en  sus  sementeras  des- 
de la  mañana  hasta  la  noche  á  uso  de  Castilla;  en  esta 
|>royiacia  alcanirain  muchos  montes  de  piaales  que  dan 
piñones  como  los  de  Castilla,  y  muchas  salinas  de  una 
parte  y  de  otra  del  rio,  hay  mas  de  una  legua  y  mas  de 
cada  banda  de  arenales ,  natural  tierra  para  coger  mucho 
maiz;  tienen  por  armas  arcos  y  flechas,  macanas  y  chí- 
males, que  las  flechas  son  da  varas  tostadas  y  las  puntas 
dellas  de  pedernal  esquinadas,  que  con  ellas  fácilmente 


ma.  JMmvo  m  .«ous.  175 

pasan  una  cota;  y  los  chímales,  soo  de  caeros  de  va- 
cas como  adargas,  y  las  macanas  son  un  palo  de  media 
vara  de  largo,  y  al  cabo  del,  muy  gordo,  con  qae  se  de* 
fienden  en  estando  dentro  de  sus  casas;  no  se  entendió 
tobiesen  guerra  con  ninguna  provincia;  dieron  nos  aqai 
noticia  de  otra  provincia  que  está  en  el  propio  rio  arri- 
ba^ por  la  propia  orden* 

Salimos  desla  provínci'a  después  de  cuatro  dias  que 
en  ellas  estubimos,  y  á  media  legim  del  distrito  déila, 
hallamos  otra  provinda  que  se  llama  de  los  Tiguas,  que 
son  dieiE  y  seis  pueblos  qué  el  uno  dellos  se  llama  Puala, 
ques  á  donde  hallamos  haber  muerto  los  indios  desta 
provincia  á  Fray  Francisco  López  y  Fray  Agustín  Ruiz 
y  á  tres  muchachos  y  on  mestizo  que  Íbamos  á  favore« 
cer  y  traer,  á  donde  hallamos  relación  muy  verdadera; 
que  estubo  en  esta  provincia  Francisco  Vázquez  Corona- 
do y  le  mataron  en  ella  nueve  soldados  y  cuarenta  caba- 
llos, y  que  por  este  respeto  habia  asolado  la  gente  de 
un  pueblo  desta  provincia,  y  d^tos  nos  dieron  razón  los 
naturales  destos  pueblos  por  señas  que  entendimos;  esta 
gente  entendiendo  que  Íbamos  alli  por  haber  muerto  á 
los  frailes,  á  castigarles,  antes  que  allegásemos  á  la  pro- 
vincia, se  fueron  á  una  sierra  questá  dos  leguas  del  rio, 
y  procuramos  traerlos  de  paz,  haciendo  para  ello  muchas 
diligencias,  y  no  se  quisieron  veoir;  hallamos  en  sus  ca* 
sas  gran  cantidad  de  ms(iz,  frísol  y  calabaza,  y  muchas 
gallinas  de  la  tierra,  é  muchos  metales  de  diferentes  co- 
lores; y  algunos  pueblos  desta  provincia  y  las  casas  dé* 
líos,  mayores  que  los  de  la  provincia  que  habiamos  pasa- 
do, y  las  sementeras  y  dtspusicion  de  la  tierra,  pareció 
ser  todo  uno;  no  pudimos  saber  que  tanta  gente  era  esta, 
por  se  haber  huido. 


176  MGcmiiTos  niÉiinoÉ 

Pues  como  hubiésemos  llegado  á  esta  provincia  de 
los  Tigaas,  y  hallado  muertos  á  los  dichos  religiosos,  y  al 
mestizo  é  indios  que  con  ellos  quedaron,  en  cuya  busca 
habiamos  ido,  tnbimos  algún  movimiento  de  volvernos 
á  la  Nueva  Vizcaya  de  donde  habiamos  salido;  pero 
como  alli  nos  dieron  los  indios  noticia  de  otra  provincia 
á  la  parte  de  Oriente,  diciendo  que  estaba  cerca,  y  pa- 
reciendome  que  toda  aquella  tierra  está  muy  poblada,  y 
que  cuanto  mas  entrabamos  €n  ella  hallábamos  mayores 
poblaciones,  y  que  nos  recibían  de  pac,  consideré  que 
era  buena  ocasión  la  que  se  me  ofrecía  para  servir  á 
SuMagestad,  viendo  y  descobriendo  aquellas  tierras  tan 
nuevas  y  apartadas  para  dar  noticia  déllas  á  Su  Mages- 
tad,  sin  que  Su  Magostad  hiciese  costas  ni  gastos  en  su 
descobrimienlo;  y  asi  me  determiné  de  pasar  adelante 
todo  el  tiempo  que  las  fuerzas  me  bastasen;  y  habiéndo- 
lo comunicado  con  el  dicho  religioso  y  soldados,  y  con- 
formándose con  mi  determinación,  continuamos  nuestra 
jornada  y  descobrimiento  por  la  orden  qué  hasta  allí 
habiamos  traido. 

En  este  parage  dicho,  tubimos  noticia  como  el  dicho, 
otra  provincia  que  por  la  parte  de  Oriente  está  dos  jor- 
nadas desla  provincia,  que  se  llama  de  los  Maguas;  y 
dejando  el  real  en  la  provincia  me  partí  para  ella  con  dos 
compañeros  donde  llegué  en  dos  días,  en  la  cual  hallé 
once  pueblos,  y  en  ellos,  gran  cyntidad  de  gente  qne  me 
parece  habría  mhs  de  cuarenta  mil  ánimas  entre  hom- 
bres y  mugeres  y  niños;  aquí  no  alcanzan  rio,  nrtienen  ar- 
royos que  corren  y  fue  ntes  de  que  se  sirven^  tienen  ma- 
cho maiz  y  gallinas  de  la  tierra,  y  bastimentos  y  otras 
cosas  como  en  la  provincia  dicha  antes  desta,  en  mucha 
abundancia;  esta  provincia  confína  con  las  vacas  qne  Ha- 


DU.  ABGBIVO  DI  UMAS.  177 

man  de  Cíbola,  y  andan  veatidoa  de  ios  cueros  de  los  di- 
chas vacas,  y  de  mantasí  de  algodón  y  gamoias,  y  go** 
biérnaose  como  las.  provincias  dichas  de  atrás;  tienen 
ídolos  en  qae  adoran  como  ios  demás  referidos»  y  dispa* 
sidpn  de  minas  en  la  serranía  de  esta  provincia;  porque 
caminando. hacia  ella»  hallamos  macha  arlimonia,  qnes 
ana  quemazón  de  metales  de  plata,  por  el  camino  donde 
íbamos,  y  donde  se  saele  de  ordinario  hallar  en  estas 
quemazones,  metales  ricos  de  plata,  donde  quiera  que 
las  hay;  y  én  esta  provincia  hallamos  metales  en  las  ca« 
sas  de  los  indios;  y  hallamoSi  que  aqui  habían  muerto 
ano  de  los  religiosos  que  entraron  con  Francisco  Sán- 
chez Chamuscado,  que  se  llamaba  Fray  Joan  de  Santa 
María,  el  cual  había  entrado  en  compañía  de  los  de- 
más  religiosos  y  del  dicho  francisco  Sánchez  Chamusca* 
do,  y  soldados,  el  cual  mataron  antes  quel  dicho  Fran* 
cisco  Sánchez  Chamuscado  saliese  á  la  tierra,  de  paz, 
y  los  trajimos  de  paz,  sin  tratarles  nada  destas  muertes; 
dieron  nos  de  comer,  y  habiendo  visto  la  dispusioion  de  la 
tierra,  nos  salimo»  délla;  es  tierra  de  muchos  montes  de 
piñales  con  pinas  con  piñones  de  Castilla,  y  salinas;  y 
nos  volvimos  al  real  y  rio  del  Norte,  de  donde  habíamos 
salido. 

Llegados  al  real,  tubimos  noticia  de  otra  provincia 
que  se  llama  de  los  Quires,  el  río  del  Norte,  arriba,  una 
jornada,  como  seis  leguas,  de  allí  donde  teníamos  el 
real;  y  con  todo  él,  fuimos  á  la  provincia  de  los  Quires; 
y  antes  que  llegásemos  á  ella,  una  legua,  nos  salieron  á 
recibir  mucha  cantidad  de  indios,  de  paz,  y  nos  rogaron 
fuésemos  á  sus  pueblos;  y  asi  fuimos,  donde  nos  recibie- 
ron mny  bien  y  nos  dieron  algunas  mantas  de  algodón  6 

machas  gallinas  y  maíz  y  de  todo  lo  demás  que  tenían; 
Tomo  XV.  12 


178  DOCCMIMTOS  iniltfTQS 

la  cual  provincia,  tiene  cinco  puebloa,  donde  hay  úiucha 
oaQtidad  de  gente,  qae  nos  phrleció,  habría  qaince  mil 
ánímtiis,  y  el  sustento  y  bestidoa  como  los  referidos,  en 
la  provifnoia  antes  désta;  son  idólalras,  tienen  motihas 
sementeras  de  maíz  y  otras  cosas;  aquí  hailamos  una  nr- 
^raoa  en  una  jania  al  natural  como  las  de  Castilla,  y  ha* 
Uamos  ^girasoies  como  tos  de  la  China,  pintados  oonelsol 
y. la  luna  y  las  estrellas;  aqui  se  tomó  el  altura  y  nos  ha* 
llamos  en  treinta  y  siete  grados  y  medio»  derechamente, 
debayo^  del  Norte,  y  tubimos  noticia  hacia  el  Poniente,  *de 
otra  proTÍmcia  que«tá  á  dos  jomadai  de  aqQí« 

Salimo»de  la  dicha  provincia,  y  á  dos  jornadas  que 
sofli  catorce  leguas,  hallamos  otra  provincia  que  llaman 
loa  Punafttes,  que  son  cinco  pueblos,  que  la  cabecera  se 
dice,  Sia|  y  m  un  pueblo  muy  grande  que  yo  andobe  con 
nns  companeros»  en  que  había  ocho  plazas  con  mq'ora- 
das  casas  de  las  rereridas  atrás,  y  las  mas  déllas  encala* 
das  y  pintadas  de  colores  y  pinturas,  al  uso  mexicano;  el 
cbal  ¡dicho  pueblo,  está  poblado  junto  á  un  rio  mediano 
que  viene  del  Norte,  y  entra  en  el  dicho  rio  del  Norte;  y 
/unto  á  una  sierra,  en  esta  provincia,  á  lo  qué  pareció, 
hay  cantidad  de  gente,  mas  de  veinte  mil  ánimas;  aqui 
nos  dieron  mantas  de  algodón  y  muchos  bastimentos  de 
maíz  y  gallinas  de  la  tierra,  y  pan  de  arina  de  maíz,  con 
mucha  curiosidad*  asi  en  el  aderezo  de  las  viandas  f  orno 
en  todo  lo  demás;  es  gente  mas^  curiosa  que  las  de  las 
demás  provincias  que  hasta  aqui  hemos  visto,  vestidos, 
y  gobierno  como  los  demás;  aqui  tubimos  noticia  que 
habia  otra  provincia  hacía  el  Noroeste,  y  ordenamos  de 
ir  á  ella;  y  en  este  pueblo  nos  digerpUi  había  minas  allí 
eenstt  en  la  sierra,  y  nos  mostraron  metales  ricos  déllas. 

Habiendo  andado  una  jornada  hacia  el  Norueste^ 


Dlt.  AWaiTO  IVC  iNDIAft.  179 

eomo  seis  legaas,  bailamos  una  provincia  bon  siete  piie- 
bids  que  se  llama  la  provincia  de  loA  Emeges,  donde  hay 
gran  oanlidad  de  gente,  qaeal  parecer,  ser6n  como  trein^ 
ta  mil  ánimas;  y  en  ano  desloe  pueblos,  por  que  los  na* 
torafte  significaron  era  muy  grande  y  estaba  én  la  ser* 
rinfa^  el  padre  Fray  Bernaldino  Beltran  y  algunos  de  los 
mldados,  tes  pareció  qne  era  poca  fuerza  la  que  llevaba- 
Hios  para  tan  gran  pueblo;  y  asi  no  le  vimos,  por  no  di* 
vidimos  en  dos  partes;  es  gente  como  la  de  atrás,  y  con 
tanto  bastimento,  trage  y  gobierno;  tienen  ídolos,  arcos 
y  flechas  y  Itts  demás  armas  de  las  provincias  de  suso 
referidas. 

Salimos  die  la  provincia  dicha,  hacia  el  Poniente, 
itts  jomadas»  como  quince  leguas^  y  hallamos  un  pue« 
blo  que  se  llama,  Acoma,  donde  nos  pareció,  habría  mas 
de  seis  mil  ánimas;  el  cual  está  asentado  sobre  una  peña 
alta  que  tieue  mas  de  cincuenta  estados  en  alio,  y  en  la 
propia  peña  tiene  hecha  una  escalera  por  donde  suben  y 
bajan  al  pueirfo,  qnes  cosa  muy  fuerte;  y  tienen  cisternas 
de  agua  arriba»  y  muchos  bastimentos  encerrados  dentro 
del  pueblo;  aquí  nos  dieron  iñuchas  mantas  y  gamuzas  y 
pedazos  de  antas  de  los  cueros  de  las  vacas  de  Gibóla, 
aderezados  como  los  ade^ezan  en  Flandes,  y  muchos 
bastimentos  de  maiz  y  gallinas;  esta  gente  tiene  sus  se- 
menteras dos  leguas  del  dicho  pueblo,  en  un  río  mediano 
dondei  atajan  el  agua  para  regar  como  ríegan  las  semen- 
teras, eon  muchos  repartnnit^ntoís  de  agua;  junto  á  este 
rio,  en  una  ciénega,  eercá  dé  las  dichas  sementeras,  ba- 
llamdk  inuclios  rosales  de  -  Castilla,  que  tienen  mubh?is 
rosase  y  tamftieo  hallameB  cebollas  de  Caátilla  qiili  sé 
crhi  en  la  tierra  sin  sembrailas  ni  beoeñciallas;  tíenea 
las  serranías  de  por  allí  cerca,  dispusiteion  db  minab  y  rí- 


180  ]K>GDMKNT06    INÍDÍTOS 

qoezas»  al  parecer,  las  cuales,  nos  fuimos  á  ver  por  ser 
la  gente  de  aili,  mucha  y  belicosa;  los  serranos  acuden 
á  servirá  los  de  las  poblacioneSi  y  los  de  las  poblaciones 
les  llaman  á  estos,  querechos;  tratan  y  contratan  con  los 
de  las  poblaciones,  llevándoles  sal  y  caza,  venadosp.  co- 
nejos y  liebres  y  gamuzas  aderezadas  y  otros  géneros  de 
cosas,  á  trueque  de  mantas  de  algodón  y  otras  cosas  con 
que  les  satisfacen  la  paga  el  gobierno;  y  lo  demás  es 
como  las  de  las  demás  provincias;  hicieron  nos  un  mitote 
y  baile  muy  solemne,  saliendo  la  gente  muy  galana  y  ha« 
ciendo  muchos  juegos  de  manos,  algunos  dellos,  artificios 
con  viveras  vivas,  que  era  cosa  de  ver  lo  uno  y  lo  otro; 
de  manera  que  n  os  regalaron  mucho  con  bastimento,  y 
todo  lo  demás  que  ellos  tenían;  y  con  esto  después  de 
tres  dias,  nos  salimos  desta  dicha  provincia. 

Fuimos  caminando  cuatro  jornadas,  veinte  y  cua- 
tro leguas  hacia  el  Poqiente,  donde  hallamos  al  cabo 
détlas,  una  provincia,  que  son  seis  pueblos,  que  la  pro- 
vincia llaman  Zuni,  y  por  otro  nombre  Gibóla,  en  la  caal 
hay  mucha  éantidad    de  indios,   que  pareció    habla 
más  de  veinte  mil  indios,  donde  supimos  haber  estado 
Francisco  Vázquez  Coronado,  y  algunos  capitanes  de  los 
que  llevó  consigo;  y  en  esta  provi&cia  hallamos  puestas 
junto  á  los  pueblos,  cruces;  y  aqui  hallamos  tres  indios 
cristianos  que  se  digeron  llamar  Andrés  de  Cuyacan  y 
Gaspar  de  México  y  Antón  de  Guadalajara,  que  digeron 
haber  entrado  con  el  dicho  Gobernador  Francisco   Yas- 
quez,  y  reformándolos  en  la  lengua  mexicana  qae  ya 
casi  la  tenian  olvidada;  destos  supimos  que  habia  llega* 
do  allí  el  dicho  Francisco  Vázquez  Coronado  y  sus  capi* 
tañes,  y  que  hablan  entrado  allí  Don  Pedro  de  Tobar» 
teniendo   noticia  de    una  laguna  grande,    donde    de- 


DB.  AMHIVO  DI  UIDIÁS.  ,  181 

dan  estofl  natarales,  hay  machas  poblaciones;  y  nos 
digeron  había  en  aquella  tierra,  oro,  y  qoe  eran  gante 
vestida,  y  que  traían  brazaletes  y  oregeras  de  oro,  y 
qoe  estaban  sesenta  jomadas,  y  que  la  gente  del  dicho 
Coronado,  habia  ido  doce  jornadas,  adelante,  desta  pro» 
YÍneia,  y  que  de  álli  se  hablan  vuelto,  por  no  haber  ha- 
llado agua,  y  se  les  habia  acabado  el  agua  qoe  llevaban, 
y  nos  dieron  senas  muy  conocidas  de  aquella  alaguna  y 
riqueías  que  poseen  los  indios  que  en  ella  viven,'y  aunque 
yo»  y  algunos  de  mis  compañeros,  quisimos  ir  ¿  esta  la- 
gana,  otros  no  quisieron  acudir  á  ello;  en  esta  provincia 
hallamos  gran  cantidad  de  lino  de  Castilla,  que  parece 
se  cria  en  los  campos  sin  sembrallo,  y  nos  dieron  mucha 
Doticia  de  lo  que  habia  en  estas  pro  vincias,  donde  está 
la  dicha  alaguna  grande,  y  de  como  habían  dadoaqoi  al 
dicho  Francisco  Vázquez  Coronado  y  á  su  gente,  muchos 
metales,  y  que  no  los  habían  beneficiado  por  no  tener 
aderezo  para  ello;  y  en  esta  provincia  de  Cíbola,  en  un 
pueblo  que  llaman  Aquico,  el  dicho  padre  Fray  Bernal* 
diño  y  Miguel  Sánchez  Valenciano  y  su  (nujér  Casilda 
de  Amaya,  y  Lázaro  Sánchez  y  Miguel  Sánchez  Nebado, 
sus  hijos,  y  Gregorio  Hernández  y  Cristóbal  Sánchez,  é 
Joan  de  Frías,  qoe  iban  en  nuestra  compaSía,  digeron 
qoe  se  qoerian  volver  á  la  Noeva  Vizcaya,  á  donde  ha- 
biamos  salido;  porque  habían  hallado,  -que  Francisco 
Vaaquez  Coronado  no  habia  hallado  oro  ni  plata,  y  se 
habia  vuelto;  qoe  también  ellos  se  querían  volver  como 
lo  hieieron.  Las  costombres  y  ritos  son  como  los  de  las 
provincias  que  dejaoMS  atrás,  y  tienen  mucha  ca^a,  y 
vfslense  de  mantas  de  algodón  y  de  otras  que  parecen 
anjeo;  aqni  tobimos  notida  de  otra  provincia  que  está 
bteía  el  Fomente,  coatro  jornadas,  de  á  siete  legoas; 


182  Bocmuraos  máuxo^ 

y  al  fio  d^8,  hallaiDOS  ana  provincia  que  se  Ibuna  Mo* 
boce,  coa  cíooo  pueblos,  en  qae  á  i^oestro  pavecar,  k^j 
ipáa  de  cincaeota  mil  ánifnas;  y  antes  qae  llagásaaios  á 
eUa,,  DOd  embiabao  á  ^ir  que  no  faásemes  «Uá>  sm^ 
qae  nos  malariao;  yo  con  naeve  cooipa&eroa  que  qseda* 
ron  conmigo,  qae  son  Joan  Lopes  de  ibarra»  [Bernardo 
de  Luna»  Diego  Perex  de  Laxan  y  Gaspar  de  Laxan, 
Franco  Barrete  yPedro  Hernandev  de  Almassa,  Ahmaode 
IMf^anda  y  Gregorio  Heraafidez  y  Joan-Fernaodep,  faimoa 
á  la  dicha  provincia  de  MobocOi  y  lleramos  ciento  y  cin* 
cuenta  indios  de  la  provincia  donde  saHmps,  é  los  didies 
tves  indios  mexicanos;  y  á  ana  legua,  antes  que  llegase 
mM  á  la  dicha  provincia,  nos  salieron  á  recibir  más  de 
des  mil  indios  cargadoni  de  bastimento,  y.l^dimoaalgn* ' 
aaa  joyas,  qae  llevábamos,  de  poco  precio,  y  con  ellas  á 
entender,  qae  no  íbamos  abacerías  daSo,  y  qae  los  oa* 
baHos  que  l|evábaau)s,  lo  podrían  matar,  porque  era» 
malos;  que  hiciesen  on  fuerte  donde  los  metíés^aios»  y 
ansí  lo  hicieron  y  vinieron  mucha  cantidad  de  indios  á 
recibirnos,  y  con  ellos  les  caciques  de  on  pueblo  d^Bta 
provincb,  qoe  se  llama  Aguato;  y  nos  bioieron  gran  re- 
cibimiento, hechaado  mucha  harina  de  maís  por  dionea 
habíamos  de  pasar,  para  qne  in  pisásemos;  y  todos  mey 
alegres  nos  rogaron  que  fuésemos  á  ver  el  dicho  pneblo 
de  Aguato,  á  donde  yo  regate  á  los  prnpcspales,  déade^ 
lea  algunas  cosas  qoe  llevaba  para  este  efeto;  y  en  eato 
pneblo  los  principales  del,  despacharon  Inego  aviso  á  tos 
demás  pueblo»  desta  provincia,  de  kw.onalea  vimeronloa 
principales  con  graa  cantidad  db  gcla^  fogá^donoe  qoe 
faéneme»  á  yer  y  visita^  sw  poebk», .  qne  les  darnoioa. 
mocho  Q>nleDto  en  ello,  y  asi  b  hieinsea;  y  vistD^  d  hu^ 
rtklaaiiento  y  dádivas,  qise  tes  di  á  los  priadpa  lea  y«  Te^^ 


AÍCHITO  Bl  nmMB.  113 

qoetetoB»  wtnéttt»  juntaroQ  de  la  dicha  proviacia  m^s  de 
eoeiro  mA  maulas  de  algodoo  pínlaáBa  y  blaacas^  j>  pat* 
de  meóos  con  su  boriaa  á  los  cabop»  y  otras  oiachas 
y  melalca  awles  y  verdea»  que  usao*  déiios  pam 
fm$ñw  eslas  aaaatas»  y  así  nos  dieron  lodo  lo  ccfiat ido,  j 
lee  pereeia  que  ena  todo  poco  lo  qiiehaoiaD,  psaguntaado 
si  estabaasoa  contentos;  el  sustento  ¡de  estps,  es  oomo  el 
demás  de  las  provincias  referidas,  eceto  que  aquí  na  ha* 
Uanvas  aves  de  la  tierra;  aqui  noe  digeres,  en  eaoiquey 
sirgei  indies,  como  teaian  noticia  ^  la  dicha  atagima 
donde  esta  la  riqueza  de  oro,  y  lo  deeiatsd^an^  ai  más  ni 
méoas,  que  le  habían  declarado  loa  de  la  protoiucia  aales 
désia;  en^seis  dias  que  aqui  estubimqi^/visitaaoias  lofrpaei* 
hice  de  la  promeia,  y  por  eoteaderqnB«loa  ¡adiós,  nes 
hacían  amistad^  degó  oon  ellos,  en  sos  puebbs,  ciaao 
compuerce,  para  qa*  se  volvieseis  á  la  pnoráaoia  da  2si- 
ni,  con  el  bagaje;  y  con  otros  ooalne,  que  Uofvé  coaságo, 
camiaé  dereoho^  háoia  el  Poniente,  ousreale  y  cifuto  le*^ 
g«3,  en  descobrimie^to  de  unas  minea  ricas  i  quid  aW  Jne. 
dieren  nelicia;  había  con  g/ms^  que  en  la  dicha  provínola 
me  dieron,  pera  ir  á  ellas,  y  les  haUé;  y  por  oús  osueoe. 
dálbiaa4u&  metales»  que  dicen  las  que  lo  entieadeai,  son 
nNty  ríeos,  y  que  tienen  mocha  pi^ta;  es  lo^  mto  déllo» 
sierms  á  donde  estáa.  las  minea,  y  caowio  para  ir  &^Iak 
hay  aJ^nee  pnebloe  de  indios,  aerraMS,  los  coalea  nw 
saKflion  á  recibir  en  algunas  partea,  ooq^ccoces,  peqeeiMa 
em  las  cabesas^  y  nos  daban  de  lo  que  tenían,  pare  m 
noB»nlQ,  y  ya  lee  negsleba  coai  algnaae  coses  qoe  bw 
daba;  y  áAdoada  estaban  lea  minas,  la  dispusicisA  det  la 
\ietr%  aa  buena;  hay  viea,  eienegaa  ^  saoMeMí  yf  h  la  Qri^ 
Ha  4e^  rKM»  amoba  eantíded  de.uvep  dft  Caslüla»  ^  ^^ 
gatoi,^  liaOfé]  jase^  y  maqoeísi y  Quealea;  y  los  indí«»a 


184  D0C0MKNTO8  IlfBMTOS 

ét  acjuella  tiarra  hacen  sementeras  de  maiz;  tienen  bae- 
Da^  casase  digeron  nos  por  senas^  que  detráa  de  aqaellas 
serranías,  que  no  pedímos  entender  bien  qne  tanto  ésta* 
ba  de  allf ,  corría  un  rio  muy  grande»  que  según  las  senas 
que  daban»  era  de  ancho»  de  mas  |de  ocho  leguas»  y  que 
corría  liácía  la  mar  del  Norte;  y  que  en  las  riveras  des* 
te  rio»  de  una  parte  y  de  otra,  hay  muy  grandes  pobla* 
cienes»  y  que  pasaban  el  rio  con  canoas;  y  que  en  com* 
paracion  de  aquellas  provincias  y  poblaciones  del  rio»  no 
son  nada  las  provincias  donde  at  presente  estábamos»  é 
que  había  en.  aquella  tierra»  muchas  uvas  y  nueces»  y 
moteles;  y  deste  parage  volvimos  á  do  nde  había  embia- 
do  ios  compañeros»  ques  sesenta  leguas»  poco  mas  ó  me- 
nos de  las;  dichas  minas  á  Zuni,  procurando  volver  por 
difoente  camino»  para  mejor  ver  y  entender  la  dispusi- 
cion  de  la  tierra;  y  hallé  camino  mas  llano  que  el  por 
donde  habia  ido  á  las  dichas  minas. 

'  Llegado  que  fui  á  la  provincia  de  Zuñí»  hallé  en 
ella»  los  dichos  cinco  compañeros  que  allí  degé»  y  al  di- 
cho padr^  Fray  Bernaldino»  que  aun  no  se  hubiese  vuel- 
to con  los  compañeros;  á  todos  los  cíales»  los  indios  de 
aquella  provincia»  habían  dado  lo  que  para  su  susten- 
to hablan  menester;  y  con  todos  nosotros  se  holgaron 
nnicho»  y  á  mi  y  mis  compañeros  nos  salieron  á  recibir 
lod'cáciques»  y  nos  dieron  muchos  bastimentos  é  indios 
para  guias  y  cargM;  y  cuando  dellos  nos  despedimos» 
hicieron  muchos  ofrecimientos»  diciendo  que  volviésemos 
allá  otra  ves»  y  qae  llevásemos  muchos  Castillos;  porque 
así  llaman  á  los  españoles;  y  que  por  esta  causa  sembra- 
ban mucho  maiz»  aquel  año»  para  dalles  de  comer  á  to- 
dos; y  desde  esta  provincia,  se  volvió  el  dicho  padre 
Fray  Bernaldino,  y  las  personas  que  con  él  habían  qae- 


NEL  AMaUTO  DB  MükS.  18S 

dado»  y  coo  éllós,  Gregorio  Hernandei,  que  babían  an^ 
dado  coomigo;  he  aido  alférez,  annqae  les  requerí  no  lo 
hiciesen,  y  se  quedasen  á  buscar  minas  y  otros  apror^- 
cfaamientos  eir  servido  de  Su  Magestad. 

Habiéndose  ido  el  dicho  Fray  Berojaldino  con  sus 
companeros,  yo,  con  ocho  soldados  volvi  con  determina- 
cíoo  de  ir  corriendo  el  rio  Norié  arriba,  por  donde  ha- 
bíamos entrado;  y  después  de  haber  andado  diez  jorna- 
das, como  sesenta  leguas,  á  la  provincia  de  los  Ouir^, 
de  allí  caminamos  hacia  Oriente  dos  jomadas  de  á  seis 
leguas,  donde  hallamos  una  provincia  de  indios  que  se 
llamafl  lósUbates,  con  cinco  pueblos,  donde  los  indios 
DOS  reeibieron  de  paz  y  nos  dieron  muchos  bastimentos, 
gallinas  de  la  tierra  y  otras  cosas;  y  de  alli  fuimosá  des^ 
cobrir  ooas  ruinas,  de  que  tubimos  noticia,  la^  cuales 
hallamos  dentro  de  dos  dias,  andando  de  una  parte  á 
otra,  y  sacamos  metales  relucientes,  y  volvimos  á  la  po- 
biazon  donde  habiamós  salido;  la  gente  destos  pueblos, 
es  cantidad,  y  nos  pareció  babria,  como  veinte  mil  áni* 
fflas;  vistense  de  mantas  de  algodón  pintadas  y  blancas, 
y  gamuzas  y  cueros  de  vacas  de  Cíbola,  aderezados;  go* 
biemanse  por  la  orden  que  los  demás  de  aquellas  pro* 
vincias  comarcanas;  no  alcanzan  rio,  sírvense  de  fuentes 
y  ciénegas,  tienen  mwhos  mcmtes  de  piñales,  cedros  y 
salinas;  tienen  las  casas  de  tres,  y  cuatro  y  cinco*  altos. 

En  estos  pueblos,  teniendo  noticia  que  á  una  jorna* 
da  de  la  dicha  provincia,  había  otra,  fuimos  á  ella,  que 
son  tres  pueblos  muy  grandes,  que  nos  pareció,  tendtian, 
mas  de  cuarenta  mil  ánimas^  que  se  llama  la  provincia 
de  los  Tamos;  aqoi  no  nos  quisieron  dar  de  CDmer^  ni 
admitirnos;  por  lo  cual  y  por  que  algunob  de  mis  compa« 
ceros  estaban  enfermos,  y  que  la  gente  era  mucha^  y  no 


);I9  iHMSBiuurraa  mbuTOi 

00  Tifi^  pQ^ríapdoa  ^wleotir ;  y  9I  priOiOÍpio  de  Jalio  de 
«rt^benta  y  tres  luBoe,  tosiaiiiOB  aa  indio  deste  dieho  piw^ 
blo»  para  g«ua,  y  noa^aoó  por  otro  cattivo  del  que  han 
biamos  llevado;  coandet  fdiinos  entrando^  y  media  legaa 
de  un  pueblo  de  la  dicha  provincia^  Hatnado  Giqní^ae, 
hallamos. UQ  rio,  al  anal  nombré  de  las  Vacaa,  ceapeto 
qMe  caminando  pof  él»  seis  jornadaa,  eomalretnla  l^gw», 
hallaiDo^  gran  canlidad  de  vacaai da  aquella  tierra;  y  cih 
aunando  por  el  dioho  rio,  oiento  y  v^aito  teguas,  haeia 
I4  p^r^e  de  OfieiHei  al  cabo  de  laa  oualea  halbmoa  tres 
indíoa  que  andaban  fk  caaa,  y  eran  de  nacioo  Juman»;  de 
lp«Qpalea,  pe^ lengua d^iltasinterpretes qoeiraiaMioa,  anr 
piotQis  que  estabamoft  dMe  jowadaa  d|et  vio  de  Conchas, 
qjoe  na  p^r^i^  aerían  poc^  mas  de  eusfanta  legwa;  y 
atmiV>e3amos,al  dáebo  rio  d^Gon^aa,  con: «rnchos,  agna* 
giesde  ariK>yo8f  y  oíenegMqMA  por  aiU  babNk^ do&ds  ha- 
llaqiQis  ipucAkOs  indio^  JiaíRMiaa  di»  moíobv  y  nm  tridin 
ipHAbo  peaoado  deiMiehfis  maneraaw  y  liinaay'OiDaB<frifrr 
taa^  y  nos  dal^m  eneros  de  las  vapaa  dei  Gibóla,  y  gamo- 
m^  y  de  9IU  aatímos  al  Valle  de  San  SartfiQkMné,  de  d»^? 
deal:|tríAflÁpía  babJMios  aali^  yo,  y  el  dioho  FcayBer- 
nald^Hí)  Beliran  y  lea  dema^  oMppaoevos  de  aiiao^  refiarí* 
d«Sií  y  h0HamMi|«e  eidiobft  paéreiFrugíBerBaldíne^  00a 
ana  ooBapamros^  (lafeía  llegado  auMhoa  diaa  b^biái.»  ái  la 
dioba  pravi0Giadá>&aaQactbotomó»  stidoseiá  la  Vite  de 
Gaedi(fQsft. 

Todo  le  áe  aaso,  nafende,  vida  per  núa  ojosi  y  ea 
ciaete^  por  que  á  tode  m^  beiló  preseiiÉe^  y  sal^  fMi  al* 
gnnea< ooippÉñeceai y  ouaqpQ'  umi  aeliv  «IgmaA  vecn, 
del  r^  P0^  ^^w  y'  OfMnder  ia(  díapwínoyi  dfib  aqaslle 
tierna,,  y  der  eetíoktdie  todoi  ^le  k  Su  Mage^taA».  i^em 
q»e  pcoi?ea.  la  cpie,  QpnYlniefe  eg^  éli  dlMobiMaiMi  y 


BA  AIOBVO  O»  IIIDU8. 


187 


í^oUni  de  aqoells^  provinoiad,  y  ea  servicio  de 
Dim  haesiro  Sei^p  j  aaiówlo  de  sa  Saocta  fée  bathoK* 
ca;  y  para  qoe  a^MÜas  geotea,  barbaras,  vengaa  6q  co«> 
aMJBMnto  détta;  y  «a  alto,  yo  y  mis  companeroa  pa«* 
aimos  la  dUlgencia,  i  poa  puaible,  y  que  se  recfoiere 
en  eala  vélacmi  y  en  ioa  aotoa  y  diligencias  que  eo 
la  joraadM  faednoa,  de  cfne  coosta'  per  testimomo,  con  la 
aatortdad  qoe  aH4  pudiaaos;  y  áo  todo  lo  qne  pasó  se 
puede  eaaritlir,  ni.  yo  áffit  relacioa  d^lo,  por  eacripto, 
porcfne  serta  oMcha  prolíjidad;  porque  las  tierras  y  prO'* 
vídcíqs  que  eo  esta  jornada  emdubimos,  foeron  muchas 
y  largas,  y  vie  rete,  andubimos,  basta  llegar  al  prinoi" 
pie  dhe  tes  provincias  donde  llegamos.  Desde  el  Valle  de 
San  Bartbelofiíé,  b«y  maa de  decientas  y  cincuenta  leguas, 
demás  de  qaé  Mdobimos  por  el  cainino  que  yolvimos, 
daeieotas  lisgiias;  demaa  de  que  andubimos  en  descobri*- 
mtepto  de  las  dichas  provincias,  y  por  ellas,  de  unas 
partea  á  etrae  mas  de  oineaenla  leguas  y  por  tierras  aa« 
perw,  y  Ibaas,  y  laguqas,  y  ciénegas,  y  ríos,  con  micH 
cboa  peligaos  f  tr  abajoa;  y  hallaroos  juchas  diferenciaa 
de  teogoas  entre  los  natuvalea  de  aquellas  proyincias,  y 
diféremes  tragea  y  modos?  y  de  lo  que  vimos,  y  de  lo 
^e  doy  velacjcia^  ea  la  oMnos  que  se  entiende  que  hay 
en  aqaeliM  provincias;  porque  andando  por  ellas,  tubín 
moa  ax^icia  é  inforqsaoíon  de  donde  andubimos ,  había 
gramdea  pobiacionet  y  tiernas  muy  fértUee,  y  minas  de 
plati^  y  noücia  de  oto,  y  gente  de  mas  pulicia;  porque  ▼!• 
moa  y  tratamos,  y  tobmée  aotíoia  de  grandes  poblacia- 
ne»,  qae  por  ser  pocos,  yo  y  mis  cempafieroy,  y  a^pnos 
nsí  atreiceffBeái  ia  adetome^  nadescobrimoa  mas  de  lo  que 
refiero;^  y  iwm  qw  haoar  eato,  ae  nos  ha  tenido  á  dam^^ 
siada  aloevipieato,.  el  quf  I  tuvimos  entendidoi  que  en  eHa 


188  DOGiniiirro&uDimTOft 

serviamos  á  Dios  naestro  Señor  y  á  Su  Magestad;  y  para 
qae  déllo  se  tabiese  alguna  lumbre,  ya  que  nos  vimos  en 
la  ocasión»  no  perdetla;  y  con  los  modos  ¿  nos  pasibles» 
procuramos  verlo  y  entenderlo  todo,  informándonos  de  la 
verdad  por  nosotros  y  por  interprel6s>  donde  loa  había» 
donde  n6>  por  senas  y  señalándonoslos  iadios  da  aquellas 
provincias  con  rayas  que  baoiao  en  el  suelo»  y  coa  las 
manos  las  jornadas  que  babia  de  unas  provioeias  á  otras, 
y  los  pueblos  que  babia  en  cada  provincia;  ó  por  los  toe- 
jores  modo3  que  pudimos  para  entenderlo^  todas  ^qae* 
lias  provincias  son  de  gente  crecida  y  mas  varonil  que  la 
mexicana,  y  demás  que  no  se  entendió  h/aber  enferme- 
dades eñtrellos,  y  las  indias  mas  blancas  que  las  mexica- 
nas» y  gente  de  buen  entendimieoto  y  pulieia»  y  con  bue- 
na traza  de  pueblos  y  casas  concertadas,  y  que  se  en- 
tiende dallos,  que  cualquier  cosa  de  pulicia  la  aprenderáa 
con  brevedad;  y  en  aquellas  /provincias»  en  la.  mayor 
parte  déllas,  hay  mucha  caza  de  pie  y  vuelo^  conejos  y 
liebres»  y  venados  y  vacas  de  aquella  tierra»  y  patee  y 
ánsares,  y  guillas  y  faisanes  y  otras  aves;  buenas  monta*- 
fias  de  todo  género  de  arboledas»  salinas  y  ríos  con  ma- 
cha diversidad  de  pescados;  y  en  las  mayores  partM  des- 
ta  tierra,  pueden  rodar  carretas  ^  carros;  y  hay  pastos 
muy  buenos  para  los  ganados,  y  iierra's  para  hacer  here- 
dades, huertas  é  sementeras  de  temporal  y  de  regadío; 
muchas  minas  ricas,  de  las  cuales  trage  metales  para  en* 
sayarlos  y  ver  la  ley  que  tienen;  y  un  iqdio  de  la  pro*- 
vincia  de  los  Tamos,  y  una  india  de  la  pravioda  de  Ma* 
hoce,  para  que  si  en  servicio,  de  Su  Magostad  se  bebiere 
de  hacer  y  volver  al  descobrimiento  y  poUacioa  de 
aquellas  provincias,  den  alguna  lumbre  déllaa»  y  del  ca- 
mino por  donde  se  ha  de  ir;  y  para  ello  apreodaa  ia 


DKL  Aftcmro  9X  uasuA.  189 

lengaa  mexicana  y  otras  lenguas;  y  en  todo  me  refiero  á 
los  autos  y  diligencias  que  sobre  ello  se  hicieron  por  don- 
de mas  claro  parecerá  la  intención  y  voluntad  con  que 
en  bi  dicha  jomada,  yó  y  mis  compañeros,  servimos  á 
Su  Mageslad,  y  las  ocasiones  justas  que  para  ello  hubo; 
y  para  dar  noticia  áSu  Magostad  en  cuyo  servicio  deseo^ 
gastar  mi  vida  y  hacienda,  hice  esta  relación  en  las  mi- 
nas de  Santa  Bálixula,  de  la  Gobernación  de  la  Nueva 
Vizcaya,  al  fin  del  mes  de  Otubre  de  mil  y  quinientos  y 
ochenta  y  tres  a&os;  habiendo  llegado  al  Valle  de  San 
Barlholomé,  ques  de  la  dicha  juridicion,  á  veinte  de  Se- 
tiembre del  dicho  año,  queste  día  acabamos  de  llegar  de 
la  dicha  jornada.— ^Antonio  de  Espejo. 

Sepan  cuantos  esta  carta  vieren^  como  yo  Antonio  de 
Espejo/vecinode  la  ciudad  de  México  desta  Nueva  Es- 
paña,  estantoalpresenteen  esto  pueblo  de  Sant  Salvador; 
otorgo  y  coooico  por  esta  carta,  que  doy  é  otorgo  todo' 
mi  poder  cumptidO;  cuan  bastante  de  derecho  se  requie  • 
re  á  Pedro  Gonsalez  de  Mendoza,  mi  yerno,  questá  de 
partida  para  los  reynos  de  Castilla,  y  á  Joan  Garcia  Bo* 
nilla,  escribano  de  Su  Magostad,  que  reside  en  Corte  de 
Su  Magostad,  y  á  Diego  de  Salas  Barbadillo,  solicitador 
en  la  dicha  Corte;  á  todos  tres  y  á  cada  uno,  insoliiumf 
especialmente,  para  que  por  mi  y  en  mi  nombre,  y  re- 
presratando  mi  propia  persona,  puedan  parescer  y  pa- 
rezcan ante  la  Magestad  Real  del  Rey  Don  Felipe  Núes*» 
tro  Señor,  y  en  su  Real  Consejo  de  Indias  y  ante  otros 
señores  de  otros  Consejos»  y  pedir  y  suplicar  á  Su  Ma- 
gestad, sea  servido  hacerme  merced  de  medar  la  con^ 
quista  y  pacificación  y  gobernación  de  las  provincias  del 
Nfeyo  México,  que  por  otro  nombre  se  llama  el  Nuevo 
Reyno  de  Andalucia,  y  conducta;  las  cuales  provinciais  yo 


190 

be  descubierto  y  tomado  posesión  deUas»  en  nombre  de 
So  Magestad  y  para  so  Real  Corona,  y  puedan  asentar»  ea*^ 
pitular  y  concertar  con  Su  Magestad»  en  mí  nombre, 
todas  aquellas  cosas  y  casos  que  oonvidieren  y  flióKmne- 
nesarias  para  la  dicha  conquista  y  padficaeion,  atftiqtfié 
sean  cosas  que  especialmente  reqíiieran  mi  presenoía»  y 
mas  especial  poder;  las  cuales  capiioláciones  y  asieoib, 
siendb  por  ellos»  fecbas  y  capituladas  por  la  forma  y  mane- 
ra que  por  ellos  fueren  asentados  ó  ciialqdter  déllos»  yo 
desde  luego  las  aceto  y  consiento,  y  obligo  mi  persooft  y . 
bienes  para  la  guarda  y  eumplimianto  déUas,  como  sí  etl 
este  poder  fueran  incertadas;  y  en  raion  de  las  dichas 
capitulaciones  y  asientos,  pnedan  haüer  todo  aquello  que 
convenga  y  sea  necesario  y  yo  baria,  siendo  presente,  y 
en  razón  de  alcanaar  y  pedir,  se  me  haga  la  dicha  me^ 
ced  ó  otras  cualesquier  que  Su  Magostad  fuere  servido 
do  me  hacer,  y  en  remuneración  de  los  servicios  que  á 
Su  Magostad  he  hecho,  en  las  dichas  provincias  á  ibi  cos- 
ta y  misión,  puedan  presentar  cualesquier  peticiones,  testi- 
monios é  informaciones,  que  para  ello  llevan,  y  hacer  otras 
de  nuevo,  y  hacer  todos  los  demái^  abtos  y  diKg^ocias  qM 
cohvengao  y  sean  necesarias,  judicial  y  extrajudtoíalctten- 
te,  y  que  yo  baria  siendo  presente;  para  todo  lo  cual  y  para 
cada  una  cosa  y  parte  déllo,  les  doy  y  otorgo  este  dicho 
poder,  con  libre  y  general  administración,  y  con  la  reve- 
lación y  obHgacion]que  de  derecho  se  requiere;  y  para  el 
cumplimiento  de  lo  qUe  dicho  es^  obligo  mi  persona  y 
I  nenes,  habidos  y  por  haber,  qaes  fecho  y  otorgado  este 
dkbo  poder  en  el  dicho  puebto  de  Sánt  Salvador  áé  la 
Nneva  España,  á  veinte  y  tres  dias  del  mes  de  Abril  áe 
mil  y  quinientos  y  ochenta  y  cuatro  anos. ,  Y  el  rftorgma- 
te»  que  yo  el  escribano  doy  fée,  que  coioiiotf ,  lo  flraió 


piL  AiKtam)  ítt  ínmAB.  1^ 

dé  sa  Bombi^v  l^gv^dt  AtM90  áértModtil;  PttUdo  y  L4*- 
okto  de  edad»  y  loan  dé  duMy;  «Étafaté6  eti  esCe  dfétie 
pseUov--'AiilMi6  dé  eá)lidj<^-^AÉt6  tef.— Fetmú  GéH^ 
obes  Gastitiejiov  wgHIm«o  de  Stt  Bfogédtod.-^Héy  ttá)a 
rébrica. 

E  fo  €A  diclia  Fé^ntfn  Sm^hett  CaMiHejo,  e&eKbtttti» 
de  Ba  Magostad,  fei  preáedte  é  fi<)e  tti  ^ignó.-— tífly  uta 
8igik>.-^Bn  fiBBtíflMmio  á4  verdadi-^HetiMti  SM<ihéi€&s<- 
tfllejo.— Bntre  doa  rábricM.-^*^iá  défM^luSfií. 

LoB  eÉbribaeoe  qé^  eqoi  finnatiiM,  oeriiAcéiDed  y  dA<* 
ffl08  fée^  que  Fernán  ftanches  CaMHl€){o,  éú  euye  raalto 
va  firmada  y  aigaada  esta  esrritara  de  (>edér,  es  e^HM^ 
00  de  Sa  Magestad,  y  á  las  eacHptaras  y  afütes  que  áMe 
él  bao  paaedo  y  pasan,  se  ba  dado  y  da  entera  f6e  y  ek*6- 
dito  en  jnioto  y  Aiera  del.  Feebo  en  Móxicé  á  teinte  y 
8M  dina  del  mes  de  Abril  de  ttiit  y  quinientos  y  oefaentá 
j  cnairo  «Sos/^^Diego  de  Santa  Maria,  escribano  dé  Se 
Magostad,  con  su  rúbrica. — Miguel  dé  Monteverde,  es^ 
críbano  de  Su  Magostad,  con  su  rúbrica. — ^Hertiando  de 
Loon^  escribano  de  Su  Mageslad;  con  su  rúbrica. — ^Níco^ 
las  Morales,  escribano  de  Su  Magostad;  con  so  rúbrica. 
—Joan  de  Haro>  esoribano  de  Su  Magostad;  con  so  pú«» 
brioa. 

líSMOtltA  DEL  DESCUBRIMIENTO  QUE  OaSPAB  CaSTAÑO  D^ 
SoSi^,  ai£0  EN  EL  NOEVO  MiXiCÓ,  dlEKDO  Tekientb  Dé  6o- 
BEÉNiOOR  Y  CaPFTílK  OBNEttAL  D¿L  NtTBVO  BeINO  DE  LEOR. 

H[97  de  Julio  de  1590.)  (1) 
Memoria  del  descubrimiento  que  Gaspar  Castaño  de 


_^j. 


/1 1 1 ii 


(1)   AioMto  de  Indiaa  PairmOOi  Est.  l.S  Oaj.  l.< 


\     » 


192  B0CD1IINT06  UÓOITOS 

Sosa»  Xheoíeote  de  Gobernador  y  Capitaa  general  del 
JNneyo  Reyao  de  León  por  el  Rey  don  Felipe  Nueetro  Se- 
ñor,  ya  á  hacer»  al  cumplimiento  de  las  provisiones  que 
el  dicho  Gobernador  les  á  coúcedido»  ya  él  cotoo  sa  la* 
gar  Theniente,  como  mas  largamente  se  verá  piorI%  di* 
cha  provisión  é  cédalas  reales  y  libro  de  nuevas  leyes 
de  pobladores  concedidas  á  todos  los  vecinos  de  dicho 
Reyno;  y  al  cumplimiento  de  todo  ello»  salió  el  dicho 
Gaspar  Castaño  de  Sosa,  de.  la  Villa  del  Almadén,  á  vein- 
tisiete días  de  Julio,  con  ana  cuadrilla  de  carretas,  en 
ellas  bastimentos  y  todos  pertrechos  tocantes  á  tales  po* 
blapiones^  como  mas  largamente  severa  por  los  autos 
que  el  dicho  Gaspar  Castaño  de  Sosa  hizo  sobre  el  caso; 
y  p^ra  que  se  sepa  todos  los  pasajes  y  sucesos  que  en  el 
viaje  huvo  hasta  llegar  ¿  parte  cómoda,  para  poder  to* 
mar  á  poblar.  Se  base  memoria  en  este  libro  de  todo  ello 
como  Su  Magestad  lo  níanda,  Iq  cual  se  asentará  en  este 
libro  con  toda  la  fidelidad. 

El  año  de  Nuestro  Señor  Jesucristo,  salió  el  dicho 

■ 

Gaspar  Castaño  de  Sosa  á  veinte  é  siete  de  Julio  de  mil 
6  quinientos  é  noventa  años,  con  todo  su  campo  y  car- 
reas; fué  á  dormir  á  una  ciénega,  dos  leguas  de  la  di- 
cha Villa,  dejando  mucha  gente  de  paz  en  la  dicha  Villa, 
mostrando  gran  pena  de  quedar  allí  por  la  conversación 
y  amistad  que  con  los  españoles  tenian;  y  dos  dias  antes, 
vino  á  la  dicha  Villa,  un  indio,  llamado  Miguel,  natural 
de  Caqualco,  que  habia  catorce  años  que  estaba  entre 
los  Cacuares,  que  se  habia  quedado,  de  cierta  compañía 
de  soldados,  y  estaba  ladino  en  la  lengua  de  ios  natara- 
les  de  aquellas  comarcas,  de  que  el  dicho  Gaspar  Casta- 
ño recibió  mucho  contento,  y  (odo  su  campo,  para  len- 
gua, y  lo  vistió  el  dicho  indio  con  los  dichos,  muy  coü- 


Dlt  AAOBIYO  DX  INDIAS.  193 

teotOy  é  dexó  la  conversación  que  (X)n  dicho  indio  babia 
tenido  en  los  dichos  catorce  anos. 

En  veinte  é  ocho  del  dicho,  f  almos  al  rio  de  los  na- 
dadores, donde  estubimos  algunos  dias,  donde  en  aqnel 
tiempo  vinieron  mnchos  capitanes  de  paz  como  de  an* 
tes  la  tenian  algunos  déllos,  y  les  mandaba  d^r  algunos 
mandamientos  de  amparo,  por  no.  los  tener  de  atrás;  y 
debaxo  de  esta  amistad,  estando  con  toda  esta  seguridad, 
vÍDÍeron  á  decir  al  real,  que  los  indios  llevaban  caballos; 
y  al  efeto  salió  el  dicho  Tbeniente  de  Gobernador  en  se- 
gaimiento  déllos,  con  doze  soldados,  y  les  dio  alcance  al 
pie  de  una  sierra  que  llevaban  los  caballos,  y  se  prendie- 
ron tres  dellos,  y  vueltos  al  real,  se  les  tomó  sus  confício- 
oes,  demás  de  los  hallar  en  el  hurto  ó  salto;  y  para  cas- 
tigo de  todos  los  demás  que  en  el  dicho  real  babia,  y  vi- 
oiese  á  noticia  de  los  que  delante  estaban,  por  donde  él 
habia  de  pasar,  mandó  ahorcar  los  dos  déllos;  y  el  otro, 
mandó  depositar  en  un  soldado  de  la  dicha  su  compañía 
por  tener  poca  hedad. — En  ocho  de  Agosto  salimos  deste 
río  y  fuimos  á  dormir  á  los  Charcos  de  Yaca,  donde  se 
salieron  muchos  indios  de  paz,  y  les  mandé  dar  manda- 
mientos de  amparo. — En  nueve  del  dicho,  llegamos  al 
pozuelo  de  Tetipala,  donde  salieron  muchos  indios,  que 
detras  hablan  dado  la  obediencia  al  Rey  Nuestro  Señor, 
y  se  les  dio  mandamiento  de  amparo. — En  diez  de  Agos- 
tOy  salimos  de  este  parage  é  fuimos  al  potrero;  fueron  en 
nuestra  compañía  mnchos  indios. 

En  onze  del  dicho,  salimos  de  este  parage  y  fuimos  á 

la  boca  del  potrero,  donde  aparecieron  en  una  sierra 

machos  indios,  y  los  mandó  llamar  el  dicho  Tbeniente, 

é  no  quisieron  baxar;  y  al  otro  dia,  les  envió  segunda 

vez  ¿  llamar,  y  con  todo  el  apercibimiento  que  se  les 
Tomo  XV.  13 


^^194       '  DOC01IBNT08   1N¿D1T06 

hizo  y  regalos  de  buenas  palabras,  no  foímos  poderosos 
ábkxarles.    '       -        • 

^'    Eú  trece  de  dicho  mes,  salimos  deste  parage,  y  fai- 
'  mos  á  dforiliir  al  Charco  del  río  seco.     * 

Sd  catorce  del  dicho^  foimos  á  dormir  al  estero  del 
benado,  donde  vinieron  de  paz,  an  caciqoe,  llamado  Ci- 
^  borpara.— -En  diez  y  seis  del  mismo,  salimos  de  este  pa- 
rage,  y  ftiimos  á  dormir  al  parage  de  las  Encínillas;  salie- 
ron de  este  parage,  cuatro  Caciques,  llamados,  uno  da- 
llos, Troman  y  Cipopara  y  Chicoa  y  Bitiara,  ios  cuales 
caciques,  trayan  consiga  mucha  gente;  y  el  dicho  The- 
niente  de  Gobernador,  les  regaló  todo  lo  de  posible,  y 
'  les  dijo,  qnb  diesen  la  obediencia  á  Su  Magestad,  pomén- 
doles  por  delante  como  las  deviatl,  al  Rey  Nuestro  Señor, 
y  ellos  muy  contentos,  dijeron  que  sí,  y  así  lo  dieron,  y 
se  les  mandó  dar  á  cada  capitán  mandamiento  de 
ampiare: 

Eú  diez  y  ocho  del  dicho,  salimos  de  este  parage  y 
fuimos  á  dormir  adonde  nos  lluvió  un  gran  aguacero,  que 
no  pudieron  las  carretas  rodar,  porque  atascaba  mucho. 
En  veinte  é  uno  del  dicho,  salimos  deste  parage  é 
'fuimos  á  las  ciénegas  que  dicen  del  rio  de  las  Salinas: 
' 'siailló  de  paz  un  cacique,  Jácome;  y  el  dicho  Theoiente  le 
""  regaló,  y  le  pidió  la  obediencia,  lo  cual  él  dio  al  Rey 
''  Nuestro  Señor,  y  se  le  dio  mandamiento  de  amparo;  es- 
lúbose  en  este  parage,  algunos  dias,  los  cuales  dias  se 
""dfetubieron,  aguardando  á  Francisco  Salgado  y  á  Manuel 
' '  'dé  Maderas,  y  á  otros  dos  compañeros  que  habia  envia- 
ndo el  dicho  Tb'etiíente  6  la  ciudad  de  México  á  llevar 
^^'iéiirfas  alSeñor  Viáorrey;  y  en- éste  tiempo,  visto  por  el 
^'  dicho  Theniente  de  Gobernador,  salió  personalmente  coa 
algunos  compañeros  é  naturales  en  su  compañía  á  correr 


*     JBUL  AUCIUTO  DK  INDUS.  ,  195 

'  afBellas  sierraq  que  liabia  ea  la  dicha  comarca,  haber  ai 
podía  descubrir  algunas  minas,  diciendo  que  si  las  ha- 

.  liara,  poblara  aUi,  jK>r  ser  la  tierra  en  valle,  el  mejor  y 

'  mas  cómodo  que  en  el  mundo  se  puede  ver;  é  hizo  todas 
las  dilijenciea  posible^  por  descubrirlas,  por  haber  algu- 
na noticia  desairas  é  no  fue  poderoso  de  descubrirlas,  ni 
los  naturales  que  eon  él  andaban  no  daban  relación  nín- 
^ona^  y  asi,  visto  no  haberlas,. determinó  de  psisar  ade- 
lante^ y  aadando  en  busca  de  las  dichas  minas  esluboen 
dos  ranoherias  él  y  los  compañeros  que  consigo  llevaba, 
y  los  indios  de  las  dichas  ranoherias  con  sus  mugeres  é 
h^os  muy  contentos;  el  les  regalaba,  y  ellos,  visto  el  di- 
cho reg;alo  que  el: dicho  Theniente  é  sus  compañero^  les 
hacían,  les  dieron  muchas  cosillas  que  ellos  tenían  en  sus 
rancberias. 
-  fin  veinte  é  quatro  del  dicho,,  salimos  de  este  parage 

é  fuimos  á  dormir  al  rio  de  las  Salinas,  é  nos  salió  gente 

de  paz,  é  se  les  dio  mandamiento  de  amparo. 

Ed  veinte  é  ciaco  del  dicho»  salimos  de  este  parage, 

é  faimos  á  dormir  al  fio  de  los  Ratones. 

Ed  veinte  é  sois  del  dicho,  salimos  de  este  parage,  y 

fuimos  á  dormir  al  rio  del  Gato. 

Eo  veinte  é  siete  del  dicho,  salimos  de  este  parage  é 

fniffloe  á  dormir  á  la  barranca,  donde  se  volvió  el  caba- 

II9  de  lYirnega^  donde  había  unos  charquiad  de  agua 

honda. 

Eo^veinle  é^nueve  del  4icho»  salimos  de  esfe  parage 

y  fuimos  á  dormir  4  unas  k>mas,  donde  hallamos  un 

charca  do  agua  •  graade . 

.Efi  treintaidel  dichOp  salimos  des(e  parage  é  Quipos 

á  dormir  áttaa*  barranca  y  cañada  donde  nos  iluvió  al- 

ganoa^aguaceroa»  y  con  los  aguaceros  nos  remec^jamos 


196  ÜOGUMINTOS  INÍDITOS 

de  agua;  porque  de  otra  suerte  qo  la  había,  y  asi  lo  pro- 
veyó el  Señor. 

Eq  primero  de  setiembre  salimos  de  este  parage  é 
fuimos  atrás  de  ana  cañada,  é  alli  se  dos  quebró  la  car- 
reta  grande,  é  volvió  la  bollada  á  volver  á  tras. 

Eq  dos  de  setiembre,  salimos  de  este  parage  é  fuimos 
á  dormir  á  uaa  cañada,  y  dormimos  sin  agua. 

En  tres  de  setiembre  salimos  de  este  parage  é  fuimos 
á  dormir  á  los  nogales  donde  había  muchas  nueces. 

En  quatro  del  dicho,  salimos  de  este  parage  é  fuimos 
á  dormir  al  rio  de  Roldan. 

En  seis  del  dicho,  salimos  deste  parage  é  fuimos  á 
dormir  al  rio  de  Yiruega,  donde  había  mucha  nuez  y 
huva. 

En  ocho  del  dicho,  salimos  deste  parage  é  fuimos  á 
dormir  al  estero  grande  donde  había  mucha  nuez  y  huva 
y  se  mató  mucho  pescado. 

En  nueve  del  dicho,  salimos  deste  parage  é  fuimos  á 
dormir  al  río  Brabo,  donde  seestubo  muchos  días  aguar- 
dando á  Francisco  Salgado  y  Manuel  de  Mederos,  y  á 
otros  muchos  compañeros  que  se  aguardaban  con  la  res- 
puesta del  Señor  Yísorrey;  porque  esta  orden  llevaba  del 
Theniente  de  Gobernador  que  les  había  de  venir,  aguar- 
dando hasta  el  dicho  rio  Brabo,  con  la  razón  é  respuesta^ 
déla  voluntad  del  Señor  Yisorrey,  porque á  esto  (os  ^nvió 
el  dicho  Theniente  á  la  ciudad  de  México;  é  visto  la  mu- 
cha tardanza,  que  los  dichos  hacían,  mandó  el  dicho 
Theniente  de  Gobernador,  mandó  medir  todo  el  maíz 
é  trigo,  para  saber  el  bastimento  que  tenían  é  no  se 
hallaron  mas  de  cien  fanegas  de  bastimentos,  causa  de 
que  el  dicho  Theniente  recibió  mucha  pena  por  entender 
había  mas  bastimentos;  .y  la  falta  que  ello  hubo;  fué,  de 


DBL  AECHnrO  DX  INÜUS.  197 

DO  se  haber  dado  por  órdea  y  caenta  por  venir  eo  canas- 
tas, como  era  de  Juan  Pérez  de  los  Rios,  no  porque  el 
dicho  Tbeniente  no  le  hubiese  dicho  días  atrás,  que  se 
diese  á  lodos,  ración;  y  el  dicho  Joan  Pérez  le  respon- 
dió en  diversas  vezes,  que  su  gente  no  ha  de  comer  por 
ración;  y  así  por  darle  gusto  no  lo  hizo  hacer  que  se  die- 
re ración;  y  luego  que  se  midió  el  dicho  maiz  é  trigo, 
mandó  el  dicho  teniente  que  se  entregase  por  medida 
en  cada  carreta,  para  que  diesen  cuenta  de  las  anegas 
que  se  le  entregasen,  é  mandó  que  de  allí  adelante  se 
diese  un  almud  ¿  cada  persona,  para  una  semana,  y  así 
se  hizo;  y  estando  en  este  dicho  parage,  viendo  la  tar- 
danza de  los  dichos,  Salgado  y  Mederos  y  de  los  demás, 
y  elpoco  bastimento,  determinó  el  dicho  Theniente  de  Go- 
bernador,  proseguir  su  viage;  y  procurando  la  derrota 
que  habian  de  llevar  en  su  viage,  hubo  muchos  parece- 
res de  todos  sus  compañeros,  diferentes  del  suyo,  salvo 
el  capitán  Cristóbal  de  Heredia,  Francisco  López  de  Re- 
calde  y  Martin  de  Salazar  y  Joan  de  Carvajal,  que  era, 
que  se  buscase  el  rio  Salado;  y  al  fin  el  dicho  Theniente 
de  Gobernador,  procuró  é  mandó  al  dicho  capitán  Cris- 
tóbal de  Heredia,  que  se  buscase  el  dicho  rio  Salado,  y 
al  camplimiento  déllo,  salió  Joan  Pérez  de  tos  Rios  con 
algunos  companeros  en  demanda  del  dicho  rio,  é  no  pu- 
dieron hallarlo,  por  espeso  de  la  mala  tierra  que  hacia 
en  su  redondez;  e  se  volvió  con  noticia  de  otro  rio,  di- 
ciendo que  aquel  rio  se  podia  llevar,  aunque  seria  con 
macho  trabajo,  por  la  malicia  de  la  tierra  que  había  en  la 
redondez  del  dicho  rio;  porqués  la  vía  de  ir  muy  apartada 
del,  y  que  para  entraren  él  la  caballada  y  boyada,  pasaría 
macho  detrimento  por  la  causa  de  la  mucha  piedra  que 
aviará;  satisfecho  el  dicho  Theniente  de  Gobernador  del 


1Q8'  DOdjHxirros  uooiitos 

dicho  rio  é  camino,  envió  segunda  vez  á  ciertos  compa* 
ñeros  é  soldados  de  su  companta,  fuesen-  á  descubrir 
otro  rio  mas  adelante,  porque  si^rael  que  había  de  llevar^ 
é  los  dichos  soldados  llegaron  ti  ría  dónde  habia  llegado 
Joan  Pérez  de  los  Rios  con  los  demás  compaceros,  ése 
volvieron,  diciendo,  que  no  se'  podia  pasar  porallí,  por 
nibgun  caso,  de  que  el  dicho  Thenienté  recibió,  hasta  pe* 
na,  por  entender  aquel,  era  suviage  ycamino;  y  por  eétar 
muy  indispuesto  y  con  muy  pocasalud'deea  persone»»  no 
iba  personalmente  á  ló  que  tanto  deseabiae  saber  é  ver, . 
envió  tercera  vez  al  capitán  Cristóbat  de  Heredí^  que 
fuese  á  descubrir  este  rio  Salado,  y  él  al  cumplimienco 
déllo,  salió  y  llevó  en  su  compañía  á  loan  Rodriguéis 
Nielo  y  á  Joan  de  Contreras  y  á  Pedro  Flores,  et  cual 
salió  en  demanda  del  dicho  río  salado;  y  llegó  al  rio  que 
estaba  descubierto,  y  alió  paso  en  el  dicho  río  para  po- 
der pasar  las  carretas;  porque  hast^  entonces  no  se  ha« 
bia  aliado  y  descubierto  el  dicho  paso,  fue  atravesando' 
aquella  lomeria  que  habia  hasta  el  rio  Bt^bo,  y  llegó  al 
dicho  rio  Brabo,  y  se  volvió  al  dicho  real,  diciendo  que 
por  alli  podíamos  pasar  y  ir  atravesando  al  río  Salado;  y 
visto  por  el  dicho  capitán'  Cristóbal  de  Heredia,  traya 
descubierto  el  camino,  se  ho%ó  mucho,  aunque  todos  tos 
demás  heran  de  diferente  parecer  como  atrás  se  ha  dicho. 
En  primero  de  Octubre,  mandó  el  dicho  Tbeniente 
de  Gobernador,  al  dicho  capitán  Crisfobal  de  Heredia*, 
hiciese  apercibimiento  á  todo  el  reaf,  que  saliese  al  cum* 
piimiento  de  su  viage,  lo  cual  él,  fo  hizo;  y  estando  para 
salir,  hubo  hartas  diferencias  qae  camino  llevarían;  y  vis- 
to el  dicho  capitán,  se  llegó  Al  dicho  Theniente  qué  der* 
rota  y  camino  hablan  de  llevar,  y  él  le  dijo,  que  hiciese 
enderezar  al  rio  Salado  y  guiase  á  él;  y  asi  al  cumpH» 


DIL  ARGmVO  DX  INDIAS.  199 

miento  déllo  lo  hizo  el  capitán  Crístobal  de  Heredia;.  y 
faimo&á  dormir  ¿  una  cañada  donde  66  halló  agua  ;eiQ 
Caxas. 

En  dos  del  dicho»  salimos  de  este  parage  y  fuimos  á 
dormir  al  rio4e  laa  Lozas,  é  lo:  pasamos,  con  harto  tra- 
bajo. .A  cuatro  del  dicbo^  salimos  de  este  parage  y  fui- 
moe  á  dormirá  una  cañada,  doqde  se  ball6  mocba  aguj9. 

A  cinco  del  dicho,  salimos  de  este  paraga  y  fuiípos 
á  dormir  á  una  quebrada  honda  en  demanda  del  rio  S^^ 
ladoí'  .  .'   y 

A  seis  del  dicho,  salimos  deste  parage  y  fuimos  á 
dormir  á  unas  enoiaillas,  donde  s^haHóxnijiel]»  aguf\, 

A -siete  del  diclux,  s^UmiOs.de  este  parage  $n  d^sp^an- 
da  del  rio  Salado,  envió  el  capitají  Criatobs^l,  de  Her^dia 
á  descubrir  el  <l>cho<río  Salado,  que  er?  .el  que  se,  pjro- 
curaba  paranoesliio  viage,  y  fué  al  dicho, e|^  Joan  de 
Carvajal^  Martin  de  SaJazar,  Domingo, de, SanMesteban  y 
Blas  Martinez  de  Mederos,  descubrieron  el  dicho  rio  .3a* 
lado,  de  que  recibieron  mucho  contento;  y  volvió, Do- 
mingo de  Santiesteban,  á  pedir  albricias,  -que  ya  dej^a 
el  rio  descubierto  éil.y  sus  compañeros,  mas  qqje  no;^e 
podía  entrar  en  él,  por  h^ber  mucha  peña  tazada  y  que- 
bradas; y  ansi  fuimos  á  dormir  á  una  cañada,  donde  hsi- 
bia  una  poca  de  agua  para  la  gente^  y  la  boyada  y  ^cab^« 
liada,  volvió  á  trap,.  y.procursindo  por  todos  medios  en- 
trar en  e^  dicho  rio,  no  se  pudo  entrar  cau$a  de  dejflrjip 
y  volvemos  á  buscar, el  otra  que  hablamos  dejado, atrás. ^ 

Se  salió  el  capitán  Cristóbal  de  H^rj^ia^.  á  ver  eí  jip 
si  estaba  lejos  de  nos,  Iq  cual  salir  y  dieron  conél^coipo 
tres  leguas  donde  estábamos  parados.  . 

A. nueve  del  dicho,  salimos  de  este  parage ,  y  fuimos 
á  dormir  una  lega»  del  rio  de  las  laxasp.  .     ..,  f 


I  > 


>( 


200  DOCmONTOS  iniditos 

A  once  del  dicho,  salimos  de  este  parage»  y  faimos  á 
'  parar  en  unas  cabanas  sin  agaa, 

A  doce  del  dicho,  salimos  deste  parage  y  fuimos  á 
unas  lomas  donde  se  halló  una  poca  de  agua;  y  procu- 
rándose si  el  río  de  las  Laxas  no  se  aliaba,  respeto  de 
que  se  acabó  allí;  y  visto  ésto,  se  volvió  la  boyada  é  ca- 
ballada atrás  al  dicho  rio,  y  se  volvió  á  procurar  coa 
mucha  instancia  el  dicho  rio  Salado,  y  fué  en  su  deman- 
da, Salazar  y  Diego  Diez  de  Berlanga  y  Cristóbal  Mar- 
tin; y  como  tres  ó  quatro  leguas  de  allí  tornaron  á  dar 
con  el  rio  Salado,  é  volviendo  al  Real,  dijeron  que  no 
se  podia  tomar  el  rio;  é  con  todo  esto  procuramos  prose- 
guir nuestro  viaje  y  fué  servido  Dios,  que  saliendo  deste 
parage,  llovió  un  aguacoro  que  fué  enviado  por  el  Señor 
para  nuestro  socorro;  y  confiados  de  Dios  lo  babia  de 
proveer;  conocemos  que  usó  de  misericordia  con  nos- 
otros. 

A  catorce  del  dicho,  salimos  de  este  parage  y  fuimos 
á  dormir  á  donde  se  díó  la  comisión  á  Cristóbal  de  He- 
redia,  de  maese  de  campo;  y  en  este  parage,  el  Thenieu' 
te  de  Gobernador,  visto  que  el  viage  se  iba  alargando, 
procuró  dé  quitar,  é  quitó,  que  no  se  diese  á  cada  per- 
sona mas  de  medio  almud  de  trigo  ó  de  maiz  para  cada 
semana;  y  por  ser  poca  ración,  quizo  mercar  á  Joan  Pé- 
rez de  los  Ríos  algunos  huelles  para  matar,  para  repartir- 
los en  su  campo  Real;  y  tratando  con  Joan  Pérez  de  los 
Ríos  que  se  los  vendiese,  bisto  la  necesidad  que  habia, 
él  dicho,  respondió,  que  no  Vendería  buey  ninguno;  que 
para  esta  necesidad,  si  el  dicho  theníente  de  Gobernador 
quisiese  huelles,  que  todos  ellos  estaban  allí,  y  déllos 
hizo  ofrecimiento  al  Rey  Nuestro  Sefior,  y  á  él  en  su 
nombré;  y  así  lo  hizo;  y  el  dicho  Theniente  la  recibió  por 


DSL  ARCHIVO  DI  DIDIAS.  201 

tal;  y  luego  incootiDente,  maodó  salir  toda  la  gente  qae 
hffbia,  y  se  hallaron  ciento  y  setenta,  y  mas  personas;  y 
mandó  que  diesen  á  libra  y  media  de  vaca»  á  cada  per- 
sona cada  dia;  y  así  se  pasaron  con  la  ración  atrás  refe- 
rida; y  se  iba  por  aquí  haciendo  barbacoas  de  mascal, 
para  suplir  la  falla  que  habia. 

En  diez  y  seis  del  dicho,  salimos  de  este  parage  y 
fiíimos  á  dormir  á  las  Laxas,  á  donde  nos  llovió  un  agua- 
cero qne  fué  de  mucho  efeto,  respeto  de  no  poderse  to- 
mar el  rio;  y  se  hicieron  aqui  muchas  barbacoas  de  mas- 
cales. 

En  diez  y  siete  del  dicho,  fuimos  á  dormir  á  la  Ga- 
nada donde  se  perdió  Alonso  Jaimes  y  Ponce, 

En  diez  y  ocho  del  dicho,  salimos  deste  parage  y 
habia  salido  Cristóbal  de  Heredia  con  algunos  soldados, 
haber  si  habia  entrada  al  rio  Salado;  yendo  en  su  de- 
manda, alió  qne  no  se  podia  entrar  por  la  mala  traza  de 
la  tierra  e  no  haber  podido  aquel  descubrir  agua  ninguna; 
y  asi  envió^  al  Real  á  Francisco  López  de  Ricalde  y  Juse- 
pe  Rodríguez,  y  él  con  los  demás  compañeros,  pasó 
adelante;  é  vueltos  los  dichos  al  Real,  dijeron  al  The- 
niente  de  Gobernador,  que  por  ningún  caso  podian  pa- 
sar de  allí  adelante,  porque  el  rio  no  se  hallaba;  que  de- 
bía de  dar  gran  guiñada  al  Poniente,  é  la  tierra  no'  se 
podia  por  aquella  parte  andar  con  carretas,  de  que  cau- 
só grande  pena  á  todo  el  campo,  principalmente,  á  loan 
López  de  los  Rios,  respeto  del  temor  que  allí  mostró,  de 
que  se  nabia  de  perder  su  hacienda;  y  que  la  hacienda 
no  la  estimaba  en  tanto,  como  era  su  muger  he  hijos;  y 
con  gran  duélese  quejaba  de  sí,  diciendo  muchas  clama- 
cienes,  y  quejándose  del  Theniente  de  Gobernador,  que 
le  llevaba  perdido;  y  esto  era  la  mayor  pena  que  tenia. 


202  DOGUIUNTOS  iníditos 

porque  él>  cuando  todo  comiese  turbio,  se  iba  á  uua  ran- 
chería y  acábariil  ay  su  vida;  pues  él  dicho  Thenieote  nó' 
quiso  ir  por  dónde  'él  qüeria,  que  era  otra  derrota;  y  á 
todo  esto,  el  dicho  Thenidntfe^  estaba  oyendo  al  dicho  y  á' 
los  den!iás,  los  debaneos  que  sobre  esto  trataban;  y  luego* 
en  este  Ínterin,  los  mandó  juntar  á  todos  y  les  preguntó  que* 
les  parecia  que  hiciesen,  y  hubo  pareceres  d^que  se  yíA*' 
\Yese  atrás  á  tomar  el  camino  que  algunos' de  tos  demás 
querían,  contra  lá  voluntad  del  dicho  Theniente;  y  ély 
visto  que  aqiiél  era  su  camino,  con  las  mejores  palabras 
qiie  pudó  les  animaba,  metiéndolas  á  todos,  hombres  y 
mngeres,  muchachos  y  muchachas,  indios  é  indias,  que 
sé  encomendasen  á'DíOs  y  que  tubiesen  confianza  en  Dios 
y  en  su  bendita  Madre,  nob  habia  de  guilir  y  alumbiHf 
por  él,  conforme  llevaba  eí  deseo  deservir*  áDios  Níies- 
tro  ¿eñor  y  á  Su  Magestad',  úo  \k  babia  de  faltar  cosa;  y 
asi  mandó  qué  saReáén  déstél  péragb^^y'proatguiesenr  «u 
viagé,  Td  ciíraT  sé  'hifcó^  y'lQegoi^^én'cotttSnedle,  departió 
algunos  ¿ompaiiérosí,^Tüeslenl  'déácUbríéfid(^'tflgunosiq^a- 
xes  {ior  la  derecera  que  tíabian  dé  lleVar;  y  salid06:<ilel 
paraje,  óbrá  de  uri  qúáVtó  de'  legua,  yetido'^  en  lá  ráta- 
guaáliá  el  dielio  Thefnieüle  de  Goberná^dóty  capitán gé- 
netbl,  cobo  16  tenia  dé  cfostutnbfle,  vihó  á  él,  'Frhneiseo 
Loj^ét  dé  Alcalde,  didéndo  (}üe  Jüaü  Pereza  loaftios, 
yba 'con  gran  ()ena  y  lidiando,  didettd  ó  til  dicho  Réoirt* 
dé 'qué'  traíase  con  él  Theüiénte,  quiel''por  amor  de  Otos 
de  vbíviese  átras;  y  tratáiidó  él  didbo'Ricatde  del  ^  negó* 
cío,  l(éí  Véypondió  con  ^randb  asp^erd,  q¿fe 'ninguB^ie 
tk^atase  'd6li'ó,''y'qne  ái  sé'é^antabhn,''qae entré  los^espa^ 
aofé¿^Ti¿biese  mbsti'ár  ffá^uézá'y  pérdérianinucho  de  su 
derecho',  y  qué  díijeá'é  k\  dfcho  Jodii  Péret,  que  caHase  tía 
I)ocd  y'prosi^uieBé'dü  Xriagé  é  qú^  níó  iÍ8  desanimase  la 


g4Q^}  qiie.él,  cpiQj^.á  dipho,  tiepe  confianza  en  Dios  que 
oO/Iq  h^d^fal^ragaf^  pprqijc.Dio^  Nuestro  Señor  se 
laJifhd^^flfyp^rjif^.yyaií  Iq^q.  el»  Thenieole  de  Goberpa- 
dqc»  áE(f<]i'defB^nif  el  refi{.y  seapartó  solo  á  un  lado; 
y  oj^jdq.q^dja.l^tia^.dpl  c^o^jno,  llevando  consigo  á 
QQ;  qiiadfl^  sj^yo,  q/m/f^  ^^A^^  '^^^  López,  dio  en  un  char- 
co iQpy.grap0e,(i(f.a2Ufl^,  qogran  cantidad,  de  que  reci- 
bió mucho  contento,  cosa  que  por  aquella  conoarca  no  se 
ba|H0i  d#0cul>i^rt4^  ofro  Sj^fnj&jfinte,  que  parece  que  pro- 
vefifó  eIrSepqr,  cQí/ffi  Ixf^  provee  en  todo;  y  se  fue  á  gran 
priora;  l^.c^rret^s»  y,%  bizo  parar  para  que  la  bolla- 
da é  c^b^llada  bebiesí^a  U  dicha  agua,  y  se  hizo  ansi,  y 
alU  i^uA^il^^  ¿  Cristóbal  de  Heredia;  y  el  otro  día  vino 
etdjcbo  Cristobfil  4?,  Inedia,  y  traxo  nueva  de  que  no 
pndci  llegar  al  rip;  y  algunos  beran  de  parecer,  que  se 
hsMfl.  perdido  tfwJi>Í6a  copo  la  de  las  Laxas;  y  estando 
coHi  §s(i^  cpqfuqiQQ,  envió,  dicho  Theniente  á  Alonso  Xa  v- 
mai»  Qalie&i^i  goq  ayunos  compañeros,  como  en  efeio  sa- 
Ui^  CuÑ  w  su  coiDpañia  hieg,Q  Díaz  de  Berlanga  y  Cris- 
iQ¡M  Mt^tÍD»  Joan  I,*opQf  é  Francisco  de  Mancha,  é  les 
iMadó  el  dicho  Th^ni^iUe,  fuesen  siguiendo  un  rastro  c|e 
gente  que  alli  se  halló,  y  procurase  con  el  Naguatato 
q^Uevab^D,  de  traer  algún  indio  para  tomar  en  lengua 
de  \f^  tierra,  y  de  lo  que  e^^  ella  habia,  porque  él  iría  con 
las  carrRt49  ppr  ^  r^^o,  y  al  oiro  dia  salieron. 

Bq  diez  y  ^(^ve  4^1  ^\c\io,  salimos  de  este  parage 
cpA  cleAerppii;^^  de  ir  eo  seguimiento  del  camii^o^ue 
\hv^9Í»  AlpOftO  ^aim^z^  y  á  un^  guia  que  él  habia  envia- 
do á  <lecir  gu^.  ^ata^a  ^  d^a  leguas  de  donde  salimos,  la 
cw^  r/^^stfl  ^Y4^  P99  ^  indjo,  llamado  Joan  de  Vega, 
qo9  p^a  el  ef^tQ  Jl^ó;  4  do  sa^tisfecho  de  esta  razón  el 
dickío  Tbeaje^te  de  jQobemador,  envió  á  Cristóbal  de  He- 


204  DOGUIÍENTOS   INÉDITOS 

redia,  fuese  á  ver  aquella  agua,  e)  cual  Toé»  é  visto  la 
poca  agua  que  faabia  y  que  era  camino  muy  diferente  y 
apartado  del  que  habían  de  llevar,  se  volvió  á  gran  prie- 
sa, que  no  era  aquel  nuestro  camino;  y  enterándose  el 
dicho  Theniente  déllo,  le  mandó  que  tomase  la  derecera 
que  llevaba  é  dexáse  aquélla,  el  cual  ló  hizo,  é  fuimos  á 
dormir  á  unas  laxas  que  el  dicho  Cristóbal  de  Heredia, 
visto  con  agua. 

En  veinte  del  dicho,  salimos  de  este  parage  con  har- 
ta pena  por  la  falta  de  agua,  que  no  hubo  en  ella  ia  mi- 
tad de  lo  que  era  menester  para  aquel  día  y  noche;  y  asi, 
envió  el  dicho  Theniente  á  muchos  compañeros  como  lo 
solian  azer,  á  buscar  aguajes  en  algunas  laxas  ó  arroyos, 
porque  manantiales  no  los  habia  en  toda  lá  tierra;  é  fué 
Dios  servido,  que  Domingo  de  Santiesteban  volvió  al  real, 
diciendo,  que  en  una  cañada  adelante  habia  muy  gran- 
des charcas  de  agua,  y  asi  so  fué  á  ellos  con  gran  con- 
tento, y  llegaron  á  las  onze  del  dia,  é  se  desunció  la  bo- 
yada, y  estubimos  en  estas  charcas,  obra  de  dos  horas; 
y  luego  se  tornó  á  uncir,  y  fuimos  prosiguiendo  nuestro 
viage;  paróse  con  dos  ó  tres  horas  de  noche  en  unas 
lomas. 

En  veinte  y  uno  del  dicho,  salimos  de  este  paráge; 
yendo  caminando  á  medio  dia,  se  halló  qna  poca  de  agua 
en  unas  laxas  de  donde  se  proveéyó  todo  el  real  y  be- 
bieron, algunos  caballos,  aunque  poco,  porque  ia  noche 
airas,  habíamos  quedado  sin  agua;  y  fuimos  á  dormir, 
adelante,  en  una  cañada  sin  agua,  aunque  para  la  gente, 
obra  de  media  legua,  se  halló  agua,  y  llevaron  á  beber  á 
algunos  caballos;  y  esta  noche,  visto  la  falta  de  ag^a  qae 
había,  mandó  el  dicho  Theniente  Cristóbal  de  Heredia 
roaese  de  campo,  que  enviase  algunos  compañeros  á  des- 


OIL  ARCHIVO  DB   UfDUS.  205 

cubrir  el  río  Salado,  y  qae  no  volviese  sin  darle  vista;  y 
si  bailase  alguna  agua,  volviese  algún  compañero  á  dar 
razón  déllo;  el  dicho  maese  de  campo,  mandó,  luego  á 
Joan  de  Carvajal,  y  Juan  de  Estrada,  y  Martin  de  Sala- 
zar,  y  Joan  Rodríguez  Nieto,  y  Pedro  Flores»  Gonzalo  de 
Lares,  los  buales  salieron  luego  aquella  noche  al  cumpli- 
miento de  lo  que  se  les  mandaba;  fueron  á  descansar 
aquella  noche,  obra  de  dos  leguas,  algún  rato;  y  antes 
que  amaneciese,  tornaron  á  proseguir  su  viage  como  les 
hera  mandado,  que  fue  Dios  servido,  que  delante,  yen- 
do á  descubrir  el  dicho  rio  con  propósito  de  no  volver 
sin  descubrirlo,  como  lo  hicieron,  y  hallaron  uoos  char- 
cos muy  grandes  de  agua  de  que  recibieron  muy  gran 
contento  por  la  grande  necesidad  que  trayan  de  agua;  y 
al  cumplimiento,  volvió  Pedro  Flores,  por  la  posta,  á  dar 
razpnde  la  dicha  agua;  no  debió  de  tardar  una  hora  en 
venir  al  real,  y  los  demás  compañeros  pasaron,  adelante, . 
descubrieron  el  dicho  rio;  en  este  parage  se  perdieron 
las  cabras  y  vino  Pedro  Pinto  á  gran  priesa  á  decir  que 
las  llevaban  indios;  y  el  dicho  Theniente  de  Gobernador, 
con  dos  ó  tres  soldados,  salió  á  la  derecera  donde  el  ne- 
gro decia  las  llevaba  y  les  dio  alcanzo,  obra  de  uña  le- 
gua, é  no  las  llevaban  indios,  porque  con  la  sed,  se  iban 
ellas  de  snyo;  también  con  la  gran  sed  que  lá  boyada  te- 
nia,  se  dividió  un  gran  atajo  déllos,  y  los  truxo  Diego  de 
Viruega  á  dos  leguas  del  real. 

En  veinte  y  tres  del  dicho,  salimos  de  este  parage, 
y  al  punto  que  estaban  unciendo,  llegó  Pedro  Flores, 
con  la  nueva  de  la  agua  que  habia  descubierto;  y  asi,  se 
fue  á  dormir  allá  con  gran  regocijo,'^or  ser  en  cantidad; 
y  el  otro  dia  llegaron  los  dichos  que  habian  descubierto 
el  rio,  y  qoe  ya  se  habia  acabado  las  lomas  y  sierras,  y 


'^  '^cimkNtbs  nttDiTos 

estaría  de  alli,  qoatro  leguas;  fueron  bien  refcibidos,  <X)q 
la 'nueva  que  traxeron,  respeto  del  deittasiado  trabajo 
que  hasta  alli  se  truxo/por  la  mhlicia  de  la  tierra  y''de 
'las  pocas  aguas  y  trabajo  de  la  caballada /que  #a^k><^ 
'  se  sentía,  porque  todos  en  general  se' desesperaban  pof  la 
' macha  piedra  que  habia,  andando,  én  demanda  del  tío 
Salado,  que  era  el  que  deseábamos;  gastóse  en  eM;a  ^r 
ra,  veinte  é  cinco  docenas  de  errage,  potque  de  tftra 
suerte  no  se  podía  andar;  porque  á  muchos  caballos 'en 
'  dos  ó  tres  días,  se  gastábanlas  herraduras,  cosa  no  dfei- 
da;  y  asi  senos  encoxió  mucha  caballada;  fué  cosa^'in- 
mensa  de  ver,  de  no  creer  sino  los  qué  lo  vieron,  ei  Ala- 
cho trabajo  que  toda  esta  compañía  pasó  hasta  llegar 
á  esta  agua;  cosa  que  sí  se  hubiera  de  í)afgar  á'  dittéros 
en  descubrir  este  camino,  no 'sé'ptfdteran  remunerar 
sino  fuera  con  muy  gran  cantidad;  y  asi  el  dicho  The- 
niente  de  Gobernador,  le  retídió  á  sus  companerosMas 
^  gracias,  y  que  él  esperaba  en  Dios  Nuestro  Señor  que 
del  serian  pagados,  v  de  Su  Magostad;  y  l(y^quéfue- 
''se  en  sii  mano,  ninguno  fáese  corto  en  mandarle  ni 
pedirle  cosa  alguna  qué  él  pddfese  hacerles  merced  en 
nombre  dé  Su  Magestad,  ]pof*qu^  les  dária  sn  páKibra 
deshacerlo  así;  pues  con  dmeVos,  el  macho  trabajo '^-vo- 
luntad'con  que  ellos  dcadian,  éf;  no'  era  poderoso  á  i^ra- 
tifícárselo  de  otra'súérte;  porqué  habiendo  de  set^-con 
dineros,  habían  de  ser  niuchds  y 'en  mucha  óantidad,  y 
ellos  todos  ^juntos',  á  una  voz,  respondieron,  siempre  es- 
tarían prestos  á ' todos' Ips^trabfájos' que  Iqs  sobrttvlfaieten, 

f        .  ^  I      1  4 

porque  ellos,  suj^ificipal  ínWrés  no  éra^^otroj'  élnó  de 
'|aciidír  á  lo  que' el  dicho' Ttédiént^'Méfttiíenaasd  eo 
' 'W¿)bre  de  Su  Magostad;  lo  cual  ét  dicho' ^TheAfénté  los 

agradeció,  y  que  él  esperaba  éri  Dios,'  mediente  síí^vo- 


(A' 

<  biotad  y  coa  aa.  übor,  mlic.(»pp  )o^.qqe  hfil)¡aD  mtenfj^flo; 

^porque  deUo.i^aleodiai  qoQ.hfira  pegofíio  muy  pr.iiy)ipal, 
j^qoeSu  MageslAd.M  lo  grMifiA^^iOyrPOipo  l^  bfice  ^^to- 

.dos)Jos  qaette  AÍr.yeo;;,y  PQn.e^tQ,  el  dicho  Tbeni^nte 

.qaedó.  muy  oontenla»  con  tpn  gj[:aQd9JÍDÍm<;>  como  sus 

.companero»  le  mo^tracoft,  y  ellos»  np  (q^nos  d^  lo  quj^  el 
mismo  TbeaieDte  tes  áivi$,  cosa  qpe  aqui  yo  do  puj^o 
encarecer  ni  significar,. lofttralpjos ,Ktr¿s  refer^dps; jor- 
que todos  eo  ha  1)0 rse fallado  el  rio  q^e  se  buscal;^^,  pn- 
leodramos  que  estábamos  ya  fuera  dcip^re  ^llos;  y  así  se 
estovo  dosdias^  aquí»  json  muy  gran  contento. 

Ea  veinte  y  cinco  del  dicho,  .fpímos  ¿  dormir  deste 
parage  dos  leguas  y  qiued^moa.wn  pgoa. 

En  veinte  y  seis  del. dicho,  salimos  deste  parage  para 
ir  al  rio,  cosa  tan  deseada,  y.  no  se  pgdo  hallar  abande- 
ro para  poder  .J)^|ar  al  riOy  sino  fué  por  unas^raqdes 
cuestas,  donde  .se  pasó  mucho  ti:a|)ajo  en  hacer  pamino 

irpara poderse  bajar;  y  todorestetrabiyo  lesparecia  á, to- 
dos^ cosa  OBiay  liviana,  por  pl  grande  deseo  que  tapian 
de  aervtr  i  Dios  y  al  Rey;  y  en  la  dicha  bajada,  sq  que- 
braron alganas  canastas,  entre,  laf .  cúsales  se  quebró  una 
en.que  venia.caxa  Real  con  8U3  reales  quintos;  y  fiai  se 
bajaron  todos,  y  el  dicho  Theniente  de  Gobernador,  man- 
dó, qne  saíueaen  todos  al  rio  cooMas  carretas  y  Real,  á 
oJgarse,  porque  éí  qnodaria.alU,  como  quedó  copalgi^nos 

.  compañeros»  poo  U  dicha  caxa  .Real,  y  el  otro  se  ade- 
reaó  la-carreta  y.se  foé  al  dic^  rio. ,  > 

JSstando  en  >el  rio,  al  otro  djai  llegó  Alonso  ,Xai/nez 
coa  loatdemásicolnpanQrpa  q»p  Ue^vó  consjjgo^  ,d}(;íe¡Qdo 
qne  ól  había  segnificel.  rastro .qu|^  el.dioho  Tbe{ni9{^(o  le 

.  había  .mandado,  .y /que  dio  rac9bOjfl|9tre,s  dias  con  muy 
gran  cantidad  de  gente  de  nación,  Depesguan,  el  cual 


208  DOCUHDITOS  «íditos 

fué  de  ellos  muy  bien  recibido;  qae  dándoles  á  enten- 
der por  nagaatato»  á  lo  qae  hibao,  se  holgaron  inncho  é 
le  dieron  muchos  caeros  de  Cíbola,  gamuzas,  zapatos, 
de  su  modo  déllos,  muy  boenos;  mucha  carne;  y  les  die- 
ron á  entender,  que  por  allí  podian  venir,  que  ellos  de 
allí  nos  llevarían  adonde  habia  macho  maíz  y  poblacio- 
nes; y  asi  el  dicho  Alonso  Xaimez,  se  volvió  muy  con- 
tento con  la  amistad  que  los  indios  le  mostraron;  y  lle- 
gado que  fué  al  Real,  le  dixoel  dicho  Xaimez  al  Theníen- 
te  de  Goberna  dor,  que  como,  pues  su  merced  le  habia 
inviado,  como  no  le  siguió,  y  el  Theniente  se  rió  del, 
por  ver  cuan  apartada  era  aquella  derecera  de  su  cami- 
no, mostrándole  tanto  agradecimiento  como  él  quisiese, 
qae  no  habia*  traido  indio  ninguno,  y  quisieran  algunos 
que  se  tomara  aquella  derrota;  y  satisfaciéndose  el  dicho 
Theniente  de  lo  que  habia  entre  otras  muchas  cosas 
que  habia  un  rio  que  salía  donde  aquella  gente  estaba, 
venia  á  entrar  en  el  rio  en  que  estaban  y  habían  de  lle- 
var; y  así  el  dicho  Theniente  le  dijo,  qae  fuese  el  rio  ar- 
riba, y  que  llegado  á  la  junta  donde  entrase  este  otro, 
yria  él  á  ver  esa  gente  y  désto  quedó  el  dicho  Xaimez 
é  lo6  demás  sus  compañeros,  que  habían  ido  con  él,  muy 
satisfechos;  porque  deseaban  en  estremo ,  de  qae  se  fue- 
ra por  allí. 

En  veinte  y  ocho  del  dicho,  salimos  de  este  parage; 
yendo  el  río  arriba,  se  aliaban  machas  rancherías  recien 
alzadas,  é  no  pareció  sino  fué  un  indio,  que  salió  á  las 
carretas;  no  dio  lengua  ninguna,  de  machas  qae  lle- 
vaba, que  le  entendiesen  persona;  le  preguntaban  al- 
gunas cosas,  y  se  entendían;  y  el  dicho  Theniente  le 
mandó  dar  un  poco  de  maíz,  y  que  faese  á  llamar  la 
gente  que  por  allí  había,  y  que  no  tuviese  miedo;  y  asi  se 


DUIi  AKOttVO  »i  UIDlAft.  209 

fuó;  fuiíDoa  á  dormir  6  udps  c^rr íUqs  á  la  orilla  del  rip. . 

£q  Toiote  é  nueve  dal  diebo^,  99líiiio9d0  9^  para^,  ft 
dariBÍr  6  la  ^pia  Q^tfla  ául  /JQi  .¿qoiIb  d^  toaló  a)gtm 
peBoado;  y  m  treiat»  4el  dí^o,  m^^ms  4aato  parage»  f 
íMuaos  A  dormir  4  »Q»aa  ^ad^h^rtae  iví^jaa^^oode/iMMit 
nwahas  mo8W9;  y  ^1  <Aro  diiíaiMtafPfl  >0ip<7t)m  wbnUMbi' 
r^potade  qMae^fwrlacoa.pqr.^i  pM«r  fieíaljQ  nn^/lMir; 
hia;.  y  aadando  aa  ¿w^oa  |1^  <^»llMy  ftiegftiMt^^t  tlft; 
Oerlaoga^  FraAcwoo  d^  I^l9AK>ba^  .bal(ar«i%.  IMm,;8«ti^i- 
moy  srandoa  ,y  po»  4Bwba4»>.,  ««PM  hqi  f  dnititep»  y  «myi  ^ 
blanca;  foimoa  A  doMW  á  xiaaa  eíe^ega^  doadaí  ae  dorr 
ramabaAraebaaguA^  (rio;  que  aaia  laadiobas  eíanagaat 
y  k#  iirinieroa  qi«i  Uosaroa  á  aste  impaga,  fue  Diego  é^ 
yjriiega,  Franpiflco  Lopex:  de  Rioalde»  Andrea  Vf^vmi  ^ütu 
cretino  de  Goibero^oíotn,  y  vieron  jr  eamrioaMla  algOM»' 
geat^t  é  fqeraai6  eUoa,  y  Miwen9^ím?|trQ>p9mqaa8^4^r. 
qa^  les  depas  hnyevQn  é.ae(f»«tíflr<w  M  la-cMnega;  ilar: 
v^baa  Qrtas  geotm^  w^»^ipmff»[  fmg^dm^  porqne^Mi^ 
aeestwibra  pftr  /aqiNdUiiA.fMfpamaíh)  )á  taa  hrímoa  itarg»-' 
des» 008»  pavaibMÍo,«á)M«Bi i»iMH  vístf^^y  ab  MOlívteiMa 
al  real.  OPA  lii  eoaéeQjp9caoPiaq^>^jM>I^r»oial  7beAu^ 
104»  ^lreaJ^^pf}rilal^r)(«paíílOlAtlAaJalg^  !boctoai 

á^mtíSiís3l»)kti)Y^^^<9Silmi^%  lifog^  .doa  mogeite/ 
coe^lodo  l0)qad  toafaa^ieaatqMdaifan^osígaiidiilaaí  laatai. 
qae  ¡kfíkél  lifa^Diente^T)  UbgÉéonqoe  £Éé^  ¡aBfKi  do  sace^i 
dido;:ie0eribolgó^  é»iq6tO(>los  in^eoy  |aiblftii^lei,i  BO-íhnbd^j 
qomn  lo^eqtandjaabvtr^lM  imadí^dariQitfne!yi*iatt^qf)aq^ 
faenan >did¡eDdattsupar.jBen^ei;4ittln^  tebi^n  t>«nGu.lfl 
8ef)ienmi.«>n'lod»jk)(íitte /(nM^ 
dQ0(Oii^ro6i>Madaa^bon>aa.Ma^,,pMMl^:(aAiitnri^  dasfáe^ 
teéaalbo^aroa)mnfe  ^i»ar{Mfla.fiiaMii»   inn: .  ' .-    íf* 

So  doa;dedfo4íeiiriino4a^q)at  óoft^fpmt^^Mmbmíi 

Tomo  ^Y.  14 


210  BOODMENTOS  INÍDlTOt 

¿  dormir  á  donde  flecharon  á  Juan  de  Vega,  y  fae  qae 
cegando  á  la  orilla  del  rio,  adonde  se  pasó,  yendo,  de- 
lante, Diego  de  Viruega,  Alonso  Lucas,  Andrés  Pérez  y 
otros  compañeros,  bieron  estar  á  la  orilla  del  rio,  una 
gbndolada,.y  se  faeroalos  dichos  á  ellos,  y  estobieron 
hablando^  todos,  úon  los  indios,  por  señas,  unos  de  una 
pailb^l  rió  y  oftt^side  otra;  y  apartándose  los  dichos, 
délos  ítldiófihi  qáedó  el  dicho  loan  de  Vega,  indio;  y  vis- 
té'Cpie  quedaba ^lo,  bacíeron  dé!,  algunos  indios,  y  lo 
hétibáron  ^n  el  rio  y  le  quitaron  unas  hamarras,  y  te  die- 
ron tres  flechazos;  y  al  otro  dia  de  mañana,  parecieron 
cantidad  de  indios,  y  el  dicho  Theníente,  procuró  de 
que  viniese,  al  real  é  no  pudo  por  ningún  caso;  y  estando 
allí,  porque  se  holgó  aquel  dia.  Vieron  del  real,  Uevár  á 
los  dichos  indios,  no  sé  que  bueyes;  y  visto  su  desver- 
güenza, el  dicho  Theniente  mandó  á  Cristóbal  deHere- 
dia  y  á  cinco  soldados,  fuesen  en  seguimiento  de  los  in- 
dios que  llevaban  los  dichos  bueyes,  yendo  el^  dicho  en 
seguimiento,  dieron  con  una  gandulada^  y  dicen  qiie  les 
salieron  flechando,  y  ellos  en  defensa,  mataron  algunos 
déllos,  y  prendieron  quatro,  y  los  truxeron  al  real;  y  el 
didio  Theniente,  visto  la  causa  por  vista  destos,  ela  lle- 
vada de  los  huelles  para  castigo  de  los  tales  dañadores, 
nuindó  á  uno  déllos,  que  se  ahorcase;  é  loa  otros  tres, 
por  ser  mozos  he  de  poca  edad,  los  tr uxo  para  lengua  en 
el  dicho  su  campo;  é  para  que  mas  presto  hubiesen,  de 
aprender  ia  lengua  é  foeron  ense&ados,  depositó  uno 
dallos á  Joan  Pérez  délos  Rios,  y  otrojá  Pedro  Flores,  y 
ekiotro  á  Cristóbal  de  Heredia;  y  con  (oda  diligencia  que 
s&Ueo^  llevaron  un  buey,  porque  ios  domas  se  buyeron; 
en  este  parage  selilra  abrcñradero  á  mano,  y  se  haÜó 
mvehamesquitede^tte  la  gente  menuda^  comía,  y  escu- 


DBL  ARCBIYO  DB  UIDU8.  2^ 

saba  algQoa  costa  de  bastimeatos,  y  se  estimaba  macho/ 
por  el  poco  que  había . 

Ea  tres  del  dicho,  salimos  deste  parage  y  faimos  á 
dormir  á  ana  ciénega  grande  donde  había  mucha  caza. 

Bo  cinco  del  dicho,  salimos  deste  parage  y  fuimos  á 
dormir  á  la  orilla  del  propio  río;  aliaron  en  el  camino 
una  ranchería  recien  alzada,  que  debía  de  tener  ana 
grao  cantidad  de  gente,  porque  tomaba  muy  gran  cam* 
po;  y  alióse  también  en  este  día,  machos  esteros  de  ma- 
cha sal. 

En  siete  del  dicho,  salimos  deste  parage  y  se  cami- 
nó por  onos  muy  grandes  medaños  de  arena,  y  se  f ué  á 
dormir  en  una  enconada  del  dicho  rio. , 

En  ocho  del  dicho,  salimos  de  este  parage,  y  fuimos 
apartados  del  rio  por  unas  muy  buenas  cavafias;  fuimos 
ha  hacer  noche  en  un  muy  gran  llano;  habíase  aquel 
did)  omerto,  pefcado«  en  cantidad,  y  se  tenia  por  gran 
regalo,  de  mas  de  la  nesesidad  que  se  llevaba  y  suplía;, 
mucho,. juntamente,  con  la  mucha  cantidad  de  mosquito 
que  habia,  porque  no  tan  solamente  lo  comía  la  gente 
menpd^  y  aun  nosotros. 

En  diez  del  dicho,  salimos  deste  parage,  y  fuimos  ca- 
minando;  y  en  algunas  partes  dormimos,  y  atravesamos 
unos  mesquitales:  fuimos  á  dormir  á  un  rincón  del  dicho 
río,  y  se  metió  toda  la  boyada  en  una  Isleta  del  rio; 
murióse  aquí  una  niña,  hija  de  francisco  López  de  Rícal- 
de;  matóse  mucho  pescado,  y  habia  mucho  mesquite, 
lanto,  qne  nos  escusaha  de  matar  carne  algunas  veces. 

En  once  dá  dicho,  salimos  de  este  parage,  y  fuimos 
caminando  en  algunas  partes;  dormimos  en  una  cavaña 
moy  bíiena,  donde  había  muchos  lobos;  y  matarom  al- 
ganas  cabras  que  se  salieron  de  la  majada. 


iil^i''  Documentos  inídítos 

« 

^b  tretre  del  dicho,  sdlimód  ¿leste  pataje,  y  lteHhBbil)s^ 
may  buena  cavaña;  fuimos  á  dormit*  ^b  él  'tío,  M  qqM' 
c&nizaléfá;  ^izb  Viraega  lese  dSa,  uim  caay  ^an  ^e^ue- 
riá;  a^iiella  noche  se  quedó  fMratlel realün ittdK)  ^\m 
iüdia,  que  óausó  peda,  enteudi&ddoque-tosl^biáíi  lacerto 
loA  iudites. 

&n  qulnze  del  dfchó,  elimos  deste  pdrage,  y  foitMA 
á  una  vnefta  dé\  tib,  donde  babia  grati  cantidad  de  ras* 
ti'o  áe  gaíiado. 

En  diez  y  seis  del  diclio,  salimos  deste  parage/y  H^* 
vatbos  muy  tmen  óamino,  apartados  de)  río  pbrotia  gran 
Vuelta  que  h^cía;  y  ise  qtrebró,  aHí,  \iéi  pr^,  á  ütih  't^ft'» 
dilla  mansa,  que  llegaba  datalina  de  Charlea. 

^h  diez  y  siete  del  dicho,  salimos  de  ei^te  párage; 
f&ndx^  por  anas  lomds  arriba,  á  tina  baxadá,  se  qüebf6 
él  eje  de  la  carreta  tuerte,  qifedóse  apartado  esta  tioch^ 
délrio;  it  este  tietnpo,  h^bia  poco  bastimento  dé  teáiz  j^ 
trigo;  y  asi  víáto  esto,  el  dicho  Théniémte  éé  Goberaa-' 
Áor  atento  á  que  había  mocho  pescado  y  t&esqtrtle,  ttittt^ 
dó  acortar  que  no  se  díe^e  á  cada  per&cma/tnas  de  iDMt 
tortilla  pequeña  á  cada  comer,  é  &dndó  que  se  dleée  & 
cada  persona,  cada  dia,  dos  libras  de  cáYne;  y  ton  todo 
ésto  había  muy  gran  quereña  é  quéxa  de  atñúre  y  asi  M 
pasaba  con  mucho  trabajo. 

En  diez  y  Ocho  del  dichx^  fuíríios  por  una  tnoy  bue- 
iíÉi  cavana;  fuimos  á  dormir  én  Un  descb&bhai'do  juntó  M 
rio,  al  pie  de  unas  mesilla^. 

'Ep  dieic  y  nueVB  del  dicho,  feftttos  ¿  dorttñr  en  uüüd 
¿renales,  donde  toan  de  Carvajtal  é  Jofiñ  t^eroz,  tabíeroa 
lio  ^e  que  ra^bne^. 

Éü  veinte  del  dicho,  sállmtis  deste  ^aft^gé;  y  «alidt^ 
luego  de  los  medaños  de  arena/Uetamodüna  muf  Ikíetia 


\ 


Dfl.  A»m^O  BJ^  INDIAS.  $213 

wmsh  apartado  del  rio^  porcfiA^  \wm,  alU  ^ran  v^lta; 
j'HifDps  á  dmmir;  éo  Q9te  parage  9e  holgó  v4  dw»  porque 
w  I^A^W  quedado  m  ^'o  de  bojeyes  OQ  el  otro  paraje; 
r^syetod^  lo  c^bjOfCAfoat  hallaroa  al^amos^  é  se  fae- 
roo  ^Hoa^  eotqipdiAndo  IIK!  do  faltaban  owa;  tambieo  ao 
vidoy  en  una  sierra  un  humo;  quatro  leguas  del  paraje^ 
qnisie^OB  toa  cosupaSero^  ir  6  ^»  y  el  ThenienJle  de  6o- 
l^erqadojT»  np  qi^iso  prestar  conaeq^i miento  en  ello;  en* 
ieodiósja  que  noq^iso  dcji^r  alli#  por  t^mor  de  al^un  daíio 
(^  46  podia  da?  á  loa  iadio&,  aun(j[ue  él  no  lo  dixo  ola* 
cmanlf;  eato  fué  el  outondimíento  que  ae  le  di6«,  po* 
jutodole  por  delante  que  sería  acertado  que  se  fuese  á 
ver,  é  se  truxese  algún  indio;  ó  le  respondió  que  PP  hür 
)¡k  paca  que»  p^^t^s  ua  habia  nagnata^s  para  ellos,  y  que 
aqQaUa  geoie  do  sal>ria  dar  raz<m  de  cosa  alguna^  é  do* 
más,  que  él  decia  yba satisfecho,  que  aquélera  su. oKWr 
DO»  ]|  que  Hegaádo  mas  adeiaate»  se  procuraría  algún 
iadio,  eateodie^do  asftariaa  ou  partci  carca  de  lo.(|uj9 
YWk  <i  ttwoar;,  é  déstQn  flguws  se  doaariao^  porque  no 
)aa  d^'^lw  yr  4  bascar  iudioa  para  lo  referido. 

^^  vfinte  ó  do0  d«l  dicha,  salimos  doste  parage,  y 
se  caminó  por  unas  lomas  de  buen  camino;  «q  osle  dú^ 

9eapai|tá^  ellhonídute  coa  au  criado  JoaoX.ppo^,  ^  fué 
j$  sikip  4  lo  #iitQ  de  las  iMrras,  é  deao^brió  (Ar^  alorr# 
«a»  Hd^nte;  durmió  á  la  qrilla  del  rio  op  una  buona 
<a?AfUi;  «jB^pqw  l«a  caJs^raaeata  nociré  ^  corral  y  «m* 
(arWiloa  tobqa  ua  g^au  aalp^  d^laa. 

En  veinte  é  tres  del  dicho,  salimos  de  este  parago 
donde.  «I  lio  ^ino  nna  gran  y^a/úi»;  al  Poqiouto  filóse 
jia  eopr4  muy  grande»  4onde  loa  üudioa  sqlia^  f^ceirar 
gamdci;.  foiq^sAdoflmir^laj^nta  doad«faaia  remate 
Ja  8iev£«i  4  la  oirillA  del  doi  en  uqa  mpy  buena  fiavfiQA. 


214  DocuMMTOs  uncurros 

Eo  veinte  y  caatro  del  dicho^  salimos  deste  garage; 

< 

tomó  el  rio  á  dar  otra  buelta  al  Nordeste;  aqoi  le  pasa* 
mos  y  faimos  á  dormir  ¿  un  rio  chico  donde  habiá  iiQ 
gran  miembra!,  é  parral,  é  un  charco  may  grande»  don* 
de  se  mató  algunos  buitres,  los  mejores  que  en  todo  el 
camino  se  hablan  comido. 

En  veinte  é  seis  del  dicho,  salimos  deste  paragé,  é 
faimos  atravesando  otra  vez  á  tomar  el  rio  que  queda- 
ba á  la  mano  derecha,  porque  de  atrás  lo  habíamos  lle- 
vado siempre  á  la  mano  iíqoierda;  eran  muy  buenas 
cavafías;  de  este  parage  se  volvió  mucha  caballada  atrás; 
durmióse  á  ta  orilla  del  rio,  aunque  empezó  á  hacer  ma- 
cho frió.  • 

Alióse  entremedias  deste  camino,  un  oyó  dé  agua, 
que  desde  que  salimos  del  rio  Bravo  no  habíamos  visto 
otro  manantial. 

En  veinte  é  siete  d^l  dicho,  salimos  de  este  parage, 
é  fuimos  por  el  rio  arriba  por  una  muy  buena  cavaSa; 
fuimos  á  dormir  á  la  or  illa  del  rio,  donde  habia  machos 
carrizales,  que  parecían  ser  de  ciénegas;  estaban  secas  y 
resecas,  de  no  haber  llovido  mucho  tiempo,  ¿  lo  que  pa- 
recía, en  ese  parage. 

En  veinte  é  ocho  del  dicho,  salimos  deste  parage, 
asia  el  rio,  una  buelta  al  Nordeste;  fué  siempre  por  él, 
arriba,  por  muy  buenas  cavañas;  apartóse  ese  dia  el 
Theniente,  solo,  á  ver  una  alameda  que  pareció,  donde 
hablamos  dormido;  la  cual  alameda  estaba  dos  leguas 
del  parage. 

A  la  parte  del  Poniente,  é  buelto  al  Real,  díxo,  que 
habia  visto  él,  alameda,  que  era  de  saüafes  los  «las  grue- 
sos que  habia  visto  en  todas  las  Indias;  y  volviendo  al 
Real,  dijo,  que  había  hallado  en  aquellas  cavañas  may 


ML  ABGmVO  »B  IMNE^S.  216 

gran  cantidad  de  veDados,  y  qoe  eran  tan  grandes  lea 
atajos  déllos,  que  no  ios  podía  cootar;  dormimos  esta 
noclie  ea  moa  medaoos  de  arena;  á  la  orillii  del  rio;  y 
estando  en  nn  tnlari  dormiendo,  Joan  de  Carvajal  y  Die- 
go de  Virnega;  y  pegaron  losmoios  del  Real,  fuego,  que 
casi  se  quemaron,  sino  se  hubiera  acudido  á  so  socorro 
con  macha  diligencia. 

En  veinte  é  nueve  del  dicho,  salimos  deste  parage, 
é  fuioQoa  el  río  arriba  por  abas  muy  buenas  cavaBas,  y 
hallamos  an  riochoelo  qoe  venia  de  una  sierra»  á  lo  que 
parecia  que  estaba  á  la  parte  del  Poniente,  é  lo  pasamos; 
yendo  caminando  por  unas  muy  buenas  cav^n«S5ae  hayi& 
nn  ojo  de  agna  en  la  mitad  de  nn  llano^  ad  looa  .tetilla; 
fuimos  á  dormir  á  una  muy  graude.  a)amfM}a>  dmÍ9  fie 
halló  ana  olla  y  elotes,  recien  desgr^mides»  ^e^que^odo^ 
se  holgaron  mucho. 

En  treinta  del  dicho,  salimos  de9te  parage,  é  fnim^s 
caminando  por  unas  muy  buenas  cavunas;  ^ia .  aqof> 
el  rio»  un  gran  recodo  al  naoieale;  yendo  caminaidf^ 
vino  corriendo  Pedro  de  Iñigo,  adofnde.  estaba  el  the- 
mente,  diciendo,  que  á  las  orillas  del  rio  eat^ba  upa  po* 

« 

bladon  y  que  habia  gente,  y  cpie  le  parecia  qna  iba  sa« 
lieado  del;  y  el  dicho  Theniente  con  algunos  oompafieros, 
fué  corriendo,  y  era  ana  ranchería  muy  grande  despo* 
blada  de  gente,  que  Pedro  de  Iñigo;  habia  visto,  hera 
de  te  nuestra;  no  se  satiafiao,  por  que  no  llegó  á  ellos 
por  verlo  de  le¡fos;  durmieron  en  esta  ranchería,  donde 
habia  muy  largas  cavaBas. 

En  primero  de  Diciembre,  salimos  deste  parage, 
atravesando  por  anos  carrisales;  y  obra  de  media  legua, 
se  halló  un  río,  que  venía,  al  parecer,  de  una  sierra  que 
estaba  á  la  parte  del  Poniente;  no  se  pudo  pasar  por  ir 


ÍÍÍ6  ^(MÜihftüTO^  R«C0iT0ft 

hbn&a;  y  tisff  FtesO^^fUttíi  al  natiléritt!,  á  j^aeát  el  río  que 
M>iiatMé  Ife'aydd ,  y  él  rf<y  i^e  ím  podittiM  pBtñ&ty  efltrttbd 
13H  é^t^  al  ^á1^a^  del  Hó,  £le  qnebró  !»  fcarreHa  foefte,  y 
bayo  ai  páMr  M  Ho,  á  Alod&fó  it&ytnM  j  Jú^ñ  <leE8- 
tMida;  f  tío  áietído  b«2^8,  se^  s&tí)bttltor6á  étt^y  ms  ca- 
tUiUdd,  de  (^<d  btíbd^  ifiay  grande  fiaa;  y  éilOs  corrido», 
de  que  les  llamaban  buzoa;  durmiói9e  ett^  edte  pai^aj^é;  d 
etto  dia,  fiMQd6  el  TheiritlnMe  de  Gebertattdor  §  Cristóbal 
de  Heredra,  üiaése  de  bampo,  qaé  be  apreiitase  y  aaliede 
úat  álguiidd  compáSerofií  por  et  riú  arriba  é  á  la  p»rte 
^(d  le  piaréderev  á  vér  si  se  podi^  áar  eon  alguna  gente 
^isMi  tóTtí^  ra^ir  de  >a  tierra  qué  p(^  h  altara  que  babia 
^tdMdade^ióiaai^  le  |)arecí^  habet'poblaoiotiea  mayeerca; 
■^  áéttMpIiifitetiMéél^,  a^ó  el  dicho  idaége  de  caf&po, 
^b'^id^Ilé^eí^ataMrtidado;  nev6en  £lti  cjidipanfá  é  Fran- 
cisco López  de  Ricaldé,  Francisco  d^  Manbha,  íciaaRé- 
•itM^ubí*  NliíM,  Géñtalo  d<eLarea,  Cristóbal  Mai'tiii»  Joan 
'lí»rk)z>  De^ing«r'd«  Satífíéélebaú,  Dieg^de  Virüega,  iMn 
-d^CoUti^a^;  JttiáéSpé  'Itodfiguéz,  y  D^tD}ftgl>  Heraandec, 
m^^cbaléé  sMfei^t(Jdó»  tm  el  didbo  ttaese  de  campo; 
-Aibsíem  {)bMa^títAdoñr  ^e  píx}<)ura»eii  étt  todo  caso, 
^r^áts^púdia  halíér  a%ubos  íodieé  para  irai3r  úm  6 
'Séh^tbiPl,  para  áaffrsFacey  ai  halbia  Cérea  pdUa^ties;  y 
^é  «o  líense  ft  p0biazotié§  triiígybato,  aunque  la»  vfeae, 

j^éHqiie  no  quetíá  el  dlcbo  Tbeniénfe^,  qué  ^gtihá  pei^- 

ébtia  He^^e  á  élM,  perqué  qüéf  i»  eai ^«'  ctm  iodo  ab 

^po  y  cárreftab,  tbáb  jdbté  ett  im  cuerpo. 

En  tres  del  dicho,  salimoá  désté  paragev  y  fmttieB 
^r  él  rio  arríba  por  unes  ÜMegm  y  car^liealM;  filimos 
fi  Übf^lr  al  pat*age  del  déscaydo,  Alaotiila  del  rí&  éa 
anob  éüttikaléd;  el  dM^d(^  fiié  qni^  Sallé  él  Theüietite 
t)d^  éri4a  arriba,  ;ymlétatfieÉdoáé^v«rtirerilrlhég(y,  no  te 


6Ígai6taa(ü«;.áfti6  Wé  adrihübe»  qlia  héra  más  de  dos 
hdiBs  dn  neeto^éno  baUa  rsAdi  de  qm  todos  estaba- 
Has  coft  )<art«  fvtnar  y  e»  alguus  nanera,  oorridos»  de 
kaberla  dsjiíéb  ir  sokofr  más  fiié..por<lelo&ido,  .entendía» 
doaa -roli/taria  luegp;:  y  hacmv^^  machas  luminaríaB 
^ra  qaepddie9e  vóDas;  y  TÍBlo.aa  lardaaaa»  ae  iba  da- 
UaaéD  náá  pasa  ¿  todos;  y  atf  ae  detenaÍDÓ  ktto  de 
Carvajal;  Peároi  lügov  y  Pedro  Fiares»  de  ir  ao  su  buaea, 
Havaade  aobaadanendidaB,  para  qué  aldidio  Tbeaíeake 
lea  vibra;  y  aalidp  del  ^eal  ooa  cate  aperoibimiento,  te 
baUarab  ohva  de:aa  caarto  do  legua,  <)ee  venía  al  real ; 
y  qoefKaodote  lodos  A  él»  ooiao  so  taerced  salía  solo;  y 
él  rbapeodk)  ^e  aó  entendía  pasar  tan  adelante»  y  si 
paaós  ftié  poc  descoiMrír  el  camiae»  porque  babia  porattí 
mala  tierra  de  areaalba^  qua  aoae  podía  oominar;  deaiaa, 
^a  iiacia.el  rjo».  aa.oodo,  y  por  dar  otbo  á  eae  oaal  oa^ 
mÍBo»  fu&eaa*a4le  sotandánia;  y  coa  esto  vístelo  todo 
é  roaU  quadkiroQ  muy  oontealoade  la  macba  pena  que 
de  aa  tavdaaxa*  babia^ 

Ed  cuatro  dal  xüchóy  ai|iÍMO0  desta  parge,  y  aalioM 
da  toüdos  estos  areoálea  y  medaños»  apartados  del  río, 
porque  hacia  gran  codo;  y  f  aeran  oamiaando  por  unas 
aavaSaa  doada  ae  atajó  faoy  graa  rato  de  oamioo;  esa  dia 
volvió  el  TbonionM  dé  Gobenndar,  atraa»  con  tres  com- 
paiero^,  ¿  ver  un.  rio  qaa  le  ftabiaa  éípho»  venia  tie 
la  p«rie  del  naafaale^  aatr aros  el  rio  qoe  llevamoai  y 
baeMKK  bo  h4va  ría»  jMrqaatlosqae  los  vieroa»  eran  ia- 
diM,  que aodeadoékdia aotqs bdacaada oaoft cftbaUos»  lo 
vieron»  y  bara  tm  catarp;  yaaí  se  volvió  y  aloaosóel 
real  é  oarr^ftasyé  tvaspilesla  del  aol»  .dármioae  esta  no* 
eba»  apoaiaéa  delirio»  aa  uimis ■as^aoS'  de  arenales. 

En  seis  del  dicho,  salimos  deata  pavage»  é  fuhios  el 


318 

río  en  la  mano,  y  volvía  al  Nordeste,  faímos  á  dormir  á 
la  orilla  del  río,  á  oaa  alameda  de  oaealalea;  y  se  pegó 
el  fuego  en  la.  cavafia»  que  ae  entendió  se  queaiara  la 
carreta;  y  en  efeto  se  quemara^  mo  se  Imbiera  puesto 
mucha  diligencia  en  apagar  el  fuego;  el  otro  día,  estando 
en  este  parage,  vino  Gómalo  de  Lares»  y  Francisco  de 
Mancha,  personas  que  habían  salido  eon  el  maese  de 
campo,  á  lo  atrás  referido;  y  trnxeitm  un  billete  ai  The- 
niente,  enviandole  ¿  pedir  abastimento  porque  se  le  ha- 
bía acabado  lo  que  habían  llevado;  y  que  no  podían  ni 
habián  aliado  gente  ni  rastro  délla;  y  asi»  visto  ia  raion 
de  los  dichos,  el  dicho  Theniente  pidió  un  buey  ¿  Joan 
Pérez  de  los  Rios,  ó  se  mató  é  mandó  á  los.  dichos  Gon- 
zalo de  Lares  y  Francisco  de  Mancha,  tomasen  aquella 
carne  é  se  volviesen  á  donde  quedaba  el  dicho  rnaase 
de  campo  é  companeros;  porque  maíz,  ai  harina^  ni  trí- 
go,  no  lo  había  ya;  y  asi  se  foeron  con  la  dicha  carne, 
y  que  dijese  al  dicho  maese  de  oampp,  qoe  no  deíase 
ver  si  podia  aliar  algunos  indios,  como  le  hera  manda- 
do;  y  si  diese  vista  á  algún  pueblo,  lio  ebtrase  en;éU 

En  siete  del  dicho,  salimos  deMe  parage,  y  pasamos 
el  río,  y  fuimos  á  dormir  á  uoa9  quebradillas  adonde  em- 
pozaba  el  rio  á  azer  unas  grandes  alamedas  de  álamos. 

En  nueve  del  dicho,  sidimos  deste  parage,  y  fuimos 
él  río  arriba  que  tornaba  á  enderezar  al  Norte,  por  blaen 
camino  é  mucha  alameda;  hicimos  noche  en  una  alame- 
da á  la  orilla  del  río;  había  por  estos  pacages^  grandísi- 
ma cantidad  de  míesqaíte^  que  si  áo  fueran  por  él,  se  pa- 
sara grandísimo  trabajo;  mas  pmvéeiel  Señor  en  la.s  ma- 
yores necesidadeb,  porque  oo  taja  solameote.  comían  el 
mesquite  los  indios  é  indias»  -ootio  lo '  úowÍBmM  todOs, 
hombres  y  mugeres* 


AICBIYO  VE  IHMAB.  219 

Eo  diez  d^  dicho,  saKmos  deste  parage,  é  fuimos 
spartados  del  rio  por  una  gran  vuelta  que  bacía,  é  fui- 
mos á  puMir  el  rio  lotra  vez  á  la  parte  del  naciente,  por- 
que habia  destotra  parte,  mala  tierra;  y  pasado  el  rio  hi- 
cimos noche. 

En  onze  del  dicho,  salioios  deste  parage,  ó  fuimos 
caminando  al  Nordeste  por  unas  lomas  apartados  del  río, 
porque  asía  mala  tierra,  demás  de  hacer  una  gran  vuelta 
el  rio;  fuimos  ¿  dormir  en  una  sabana  sin  agua. 

En  doze  del  dicho,  saKmos  deste  parage,  y  fuimos 
caminando  por  unas  muy  buenas  sabanas,  y  fuimos  á  to- 
mar el  rio,  donde  mandó  el  Tbeniente  de  Gobernador 
prender  á  Alonso  Xaimez;  y  estando  el  otro  dia  aqni, 
llegó  Diego  de  Viruega  que  habia  i  do  con  el  maese  de 
campo,  á  decir  y  avisar  el  camino  que  se  habia  de  lle- 
var, y  que  no  había  topado  gente  nhaguna;  salió  como 
doze  legfkas  de  allí  el  río  arriba,  habia  aliado  rastro  de 
gente  é  sabana  quemada,  muy  reciente,  y  habia  visto 
una  sierra,  delante,  al  Norte,  y  esta  derecera  llevaba  el 
rastro  de  la  gente,  y  van  en  su  seguimiento;  y  esto  trnxo 
por  nueva,  el  dicho  Diego  de  Viruega  que  se  volvió  solo 
á  ésto. 

El  otro  dia  siguiente;  salimos  deste  parage,  é  torna- 
noB  á  pasar  eí  río  á  la  parte  del  Poniente,  é  fuimos  ca- 
minando por  unas  muy  buenas  sabanas  apartados  del  rio, 
porque  hacia  allí  gran  codo;  fuimos  á  dormir  en  una  ala- 
meda á  la  orilla  del  rio,  donde  se  halló  gran  cacatal,  ela 
jente  de  las  espigas  del  cácate,  cojieron  gran  cantidad,  é 
la  tostaban  6  molían  para  comer. 

En  ciitorze  del  dicho,  salimos  deste  parage,  é  fuimos 
caminando  al  Norueste,  porque  guiaba  el  río;  fuimos  á 
donñir  donde  se  qnebró  la  carreta  de  don  Gaspar  en  una 


S0D  MMvmmra».  «éttiTos 

gran  alampda,  donde  n  09^  graoi  sumft  doc  96oM3la  de 
4aeates  atraa  referida;  y  parcpie  y»  no  hftl»ia  inMdeidQi^ 
«iK^as  de  brigo  que  el  Tbenieote  de»  GofaeratckMP;  IfevahiL 
para  aenbrar;  y  vista  la  gran  Aeoeaidad  qit«  se  paMbf » 
iva  dando  algún  poquito  de  triga  á  laa  pecaQiM9  qnft.ie 
{Marecia  mas  k>  habían  meoeaiev»  porque  íaft  depaa.aiE)  pa* 
Mban  coQ  carne  iiieaqaite  y  scmUla^db^í^acaAe. 

En  diez  y  siete»  saliosoa  de$te  perage^  f  fuiooos  é 
dormik*  al  rio  donde  mataron  el  perro  ^aade»  áiio^n  P^ 
res;  matólo  un  buey  de  una  eoc.  ^         . 

En  diet  y  nueve  del  dicho,  aaiifBoa  deste  pamge^  é 
fannos  caaiinando  al  Poniente*  obra  de  una  lQgi»a  fvar 
jittaa  quebradas;  y  ventamoa  á  áut  o(ra  vMKa  aLPoMeq-. 
Ib,  porqua  asi  nos  hera  forzoso  por  4a  iñaUtía  de*  la  tierra 
y  el  rio;  y  desta  suerte  venimos  á.  docn^ir  dentko  de  m^ 
quebrada  donde  habia  un  riachuelo  q«e  vfenia  4e  Noruet* 
te;  y  antes  de  entrar  en  el  rio  que  traitfu^a^  s^.  f^dió  Qn 
«UBOfi  arenales  que  hacia  la  q«ebil9(W,. 

En  veinte  é  uno  del  (Jicho»  4aíUn)oii  deftte  piH^nge»«  é 
fttintos  por  una  muy  buena  eavaia^  aunque  ntx  esto»  mh 
rite»  obra  de  una  logua»  ápairtadoa  dal  rio,  pojrqM  haeia 
gran  codo;  fuimos  á  dormir  á  una  rinconada  apartador 
4el.  rió,  donde  hubo  mimebDa  parececfla  de  qiae  ilwmos 
^rdídoe;  el  Tbeniente  de  Gobefuador  y  onpiMm^^^ini^ 
Jnidíno:  que  no  tufaieaeb  pona,  qUe  él  eataba  ef  t^amdo  de 
•qóe  ao  estaban  las  poblaciones  de  allí,  de  veinle  h^tím 
é  veinte  é  cinco,  arriba;  y  o«  etfo,  algnofi^  quednrw 
contentos  y  otros  muy  onOreditloa* 

En  veinte  é  tres  del  dicho, .  anlímoa  deal€i  parQgfl» 
é  fuimos,  caminando  por  noa  muy  btleika  (Mvmh  hAf ia  el 
Eate,  porq4ia  el  rio  daba  nttí  graqi.vttnlla;yttidft  %dfflMl0 
«ate  dia»  el  Thenienle  de  Gobernadocí  desQitfafiead^M- 


lafAo»  y  eon  él  Andrés  PetWy  secretario  de  Oober»aci0b;' 
esfeaAdo  en  Qd  alto^  vieron  venir  no  se  qae  coovpaDeroft 
cte  Ion  que  babtán  ido  eon  el  cnaese  de  campo,  con  fllgb-> 
me  bestias  por  delante;  é  viéndoles  á  nn  gran  trecbo» 
▼ídto  qne  nO'baciati  muestra  ninguna,  ^1  Theniente  de  Go« 
berMdtor  si«li6  ^n  pena,  4idendo,  qne  no  hablan  hn- 
Uado  nada  6  lee  h»bie  «asedido  algún  desastrado  eáio: 
yendo  ñas  adetame,  encontró  á  Joan  AodrlgMé  Nietto,  & 
pié,  con  ftu  arcabns  acueatas  y  «n  oabiftio  por  deiánUs^ 
oansado  y  sin  sillar  y  sabido  como  venia -de  aqueita  suer- 
te» casi  00  qnéria  ooptar  lo  que  había  pasado,  y  en  va* 
aM  déllo  te  dtjo;  iqoe  y^ndo  el  rio  arriba  habían  tópaijto 
oiM  senda  de  gente,  é  la  fueron  sigaiondo;  y  estando  en 
im  alto  de  ona  alerra,  vieran  un  pueblo,  y  afli  dursil^ 
ron;  y  al  otro  >dia  <]e  mafiana  fueron  al  dicho  pueblo,  y 
llegado  á  él»  les  Aié  forioso  entrar  en  él,  porqQ#  -heran 
grandes  lok  firiite  y  nieves,  porque  estaba  «oda  la  tiérm 
cobierta  4»  tiiefe;  y  los  indios  'del  dicho  paeblo  lo»  re- 
ctbieroB  bien  y  les  dteron  aquel  dia  dé  comer,  y  obra  da 
ocho  it  diea  ftoeigas  de  mait;  é  lotro  dia,  de  tnafiaMi^ 
qoeriendose  voh^r,  mandó  á  a}guno.<«  soldados  que  fltfs^ 
sen  por  el  pueblo  á  pedir  mas  maiz^  los  cuates  se  ftaeroa 
á  ib  qoeles  bera  mandado;  ó  para  mas  seguridad  de  ios 
indioiéque  aK>  tubiaseo  arfiedo,  iban  sin  armas  nioganaa, 
da  modo  qne  todóa  -andaban  por  el  pueblo  con  esta  se^ 
ganridad  por  la  qae  loa  indios  les  bafaian  dado,  aalv« 
Alonso l«G8ls  y  Donm^o  ée  Santestebaa,  los  cuales  ^0»> 
tedian  desgranñilo  «a  poco  demaiz  que  los  indios  les  ha«* 
biaa  dado,  coaado  do  repente  empezaron  á  dar  un  grai^ 
diskao  alarido,  y  jaatewaate  oon  41,  laacba  piedra  é^ñ^ 
dbería;  visto  por  los  dicboa  «compafieros  el  rebato  qne  toa 
áabsxi,  aa  %ienai  retirando  oomo  padieroa  á  donde  la* 


222  BocmmrroA  imíditos 

nmn  las  armas,  las  cuales  abían  tajado  algunos  de  los 
indios  que  en  las  axuteas  estaban,  por  ser  las  casas  de 
á  tres  é  qaatro  soberados;  y  abaxando  déilas,  llevaron 
algunas  de  las  armas,  de  modo  que  no  pudieron  haber 
mas  de  cinco  arcabuces,  con  los  cuales  se  fueron  reti* 
rando  y  saliendo  de  una  plaza  donde  estaban  alegados, 
quedándoseles  los  indios  con  cinco  arcabuzes  y  onze  es* 
padas,  y  diez  y  nueve  sillas^  y  nueve  pares  de  armas  de 
caballos,  y  mucha  ropa,  así  de  vestir  como  de  cama; 
visto  por  el  maese  de  campo  el  estrago  que  los  dichos 
indios  le  habían  hecho,  determinó  de  volver  á  encon* 
trar  el  Real  y  carretas  que  venían  marchando  por  el  río 
arriba,  trayendo  á  tres  compañeros  heridos,  que  fué  Do- 
mingo de  Santesteban  y  Francisco  de  Mancha  y  Juaepe 
Rodríguez;  y  luego  este  propio  día,  se  bol  vio  bínieodo 
todos  en  pelo  y  conbarviquejo  y  sin  capoles  ni  genero  de 
ropa,  ni  ningún  bastimentos,  caminando  tres  diassin  co- 
mer bocado;  al  cabo  de  los  cuales,  les  deparó  Dios  una  in* 
día  en  una  sabana,  la  cual  les  dio  una  poca  de  harina  de 
maíz  y  udosí  frísoles,  y  fué  tan  poco,  que  apenas  cupo  á 
puñado  á  cada  uno,  que  si  no  fuera  por  aquello,  perecie- 
ran de  hambre  y  de  frió  y  de  nieves  y  ayres,  que  lo  ha- 
cía, en  estremo.  Cada  uno  considere  el  trabajo  qua  estos 
hombres  pasaron,  y  llegado  que  fueron  donde  estaba  el 
Theníente  de  Gobernador,  no  enbargante  lo  susedido,  los 
recibió  con  mucha  alegría,  aunque  Dios  sabe  lo  que  todos 
sentimos  en  ver.  venir  de  aquella  manera;  visto  esto,  de* 
xamos  la  derrota  que  llevábamos  por  aquella  parte  del 
ríOy. por.de  los  dichos  habían  venido;  y  dijeron  que  no  se 
podía  caminar  respeto,  de  que  habta  muchas  quebradas,  6 
nos  volvimos  atrás,  obra  de  una  legua,  donde  mandó  el 
Theniente  de  Gobernador,  se  holgase  algunos  días,  como 


UKL  ABCinVO  DB  UIDIAt.  283 

se  hno*  Loego,  olro^  el  dieha  TlienieQte  de  Gobernador 
y  capitán  generid,  víato  el  auseso,  al  dicho  aa  maeae  de 
campo  é  808  eoinpdiéroa,  y  el  nuM^ho  daño  qae  lea  ha* 
UaD  hecho  loa  indioa»  atraa  referidoa,  noa  llamó  á  todoa 
jonloa,  Y  tonandolea  á .  animar,  y  qoe  oo  iobiesen  pena 
de  lo  aubeedído;  que  de  loa  trabajos  á  élloa  aobreyenidoa 
le  pesaba  Hiucho;  y  que  qaanto  á  lo  qne  loa  indíóa  ha- 
bían qoitadoi  61  quería  ir,  peraooalmeote,  al  pueblo  don- 
de había  aaeedido,  para  que  con  loa  mejorea  medioa  qae 
pudieae,  ver  ú  pocUa.reacatar  laa  armas  etodo  lo  demaa; 
lo  eaal  lodos  eatuvieron  en  ello,  y  ae  hcdgaron  mucho  de 
qae  él  lo  hiciese  anai;  no  poniéndosele  delante  la  falta 
que  había  de  baathneBtoa,  dio  borden  de  qoél  llevaria 
coDsigo  veinte  compaieroa  y  otroa  tantos  moaos,  y  le 
convema  salir  luego  qne  deacanaaae  doa  ó  trea  diasi  por* 
que  DO  tttbieaen  loa  indios  tanto  logar  de  deapender  laa 
armaa^  y  para  redncilloa  á  la  obedieDcia .  del  Rey  Nuea- 
tro  Señor;  y  para  el  efeto  de  dioho  viage,  viendo  qoe 
nos  habia  muchos  dias  que  no  había  que  comer  aino 
ana  poca  de  carne  y  algona  aemflla  de  cácate,  salvo  unaa 
hanegas  de  trigo  que  llevaba  para  sembrar,  mandó  me- 
dir dos  aoegaa  para  que  quedasen  para  sembrar,  é  lo 
demás  repartió  por  todo  el  real;  y  Joan  Perea  de  los  Rioa, 
viendo  la  neeesidad  .que  habia  para  poder  salir  el  dicho 
Theniente  al  efeto  qne  determinaba,  ae  llegó  á  él,  y  le 
dijo,  que  mandaae  macar  carne  saperabondancia  para  po« 
der  llevar,  pues  no  habia  otra  coaa;  y  así  ae  mataron 
para  este, efeto,  tres  bueyes;  y  mandó  el  dicho  Theniente 
al  maese.de  campo,  repartiese  con  las  peraonaa  que  con 
él  hdbiao  de  kr;  la  qnal  ae  hizo. 

En  veinte  e.seis  del  dicho,  salió,  el  Theniente  de  Go'^ 
barnador  al  cumplimiento  de  lo  atrás  referido,  y  Uevó 


2aft  MQoíimK»  unnfot 

de  la  gesto  de  su  oonpdBia  id  maese  de  caa^oFjraaíis^ 
GO  Lopéi  da  Ri^alde,  Pedro  Flores»  MaMhi  de  Sri^for, 
Ptege  de  Viraega,  AIqmo  Xaim^i^  kma  'Bodpipida  Nie* 
te,  lean  Sánchez  de  Arólos,  Joaa  Saocliñ,  Ft-anfcíaoo  de 
Mancha,  Joan  de  Garipajal,  Diegd  tDiak  da  Berlaaga, 
Fffaacisootie  Baactones»  GcfirtDbal  Maréf,  fieraaa.Poaoa 
de  LeoQ,  Aadres  Peres ,  aeoretairio,  Joaa  Lspea,  Bips 
Martín  de  Medevüa^  .Ikimiiigp  Hernao^k^  pnlrtagiBefl  y 
Joan  de  Etiarada;  Codos  tlaa  coates  ifiajüerbO/SOft  eididio 
Tfaeaíente,  y  diez  y  arele  adooos,  4odeaáapai)aHa  ^kaofl 
deste  parage;  {am9l&  á  dormir  ana  iasgauideeM,  á  kim» 
lia  del  rio. 

Eo  veinte  é  «iela  ddl  aUaha^  ^nüait»  idéete  panage, 
f oímos  por  nna  moy  bcreoa  cayana»  éídoridir  «1  pevage 
de  ia  Urraca,  donde  Msocié  é  Imp  Aedrigdaz  iNfoto, 
queriendo  hacer  flie^o,  salló  alna  «bíapa  lu)  ne  ei^  don* 
de,  mas  de  que,  el  fcaaoo  qoe  tenia  ilcdo  de^  pólvora  on 
la  pretina  y  el  fisazquíHo^  reventaron  sía  kaeer  niaigaB 
daño. 

Bn  veinte  6  ocho,  eaUmoa  deste  parage»  ó  fhinuig  oa« 
miMmdo  aqQel  dia;  y  unD  de  loa  oaaippDeroa  por  aoaa* 
bre  Pedro  Plores,  to  había  dado  eldia  de  ateaa  nna  tne* 
laaoolia  de  qoe  se  aliaba  muy  fiütgadD  y  en  alguna  aa« 
ñera  parecvi  dediariaba;  y^el  dicho  Theniente»  le  cfem» 
antes  qne  saliese  deste  parage,  se  volii^é  al  real,  qva 
iba  ea  oqestro  segoÍBiíeato  y  haiiia  de  parar  ea  el  pan* 
ge  de  la  Urraca,  parque  esa  lioideá  haUa  de|;:ado  aL  dt« 
cbo  Tbeníenle;  y  que-alU  aguardjaaea  jbasta  >ier  aviando; 
y  oatísfecfao  el  diehó  Sheoieole,  qoe  ^el  dipho  hatlaria  oUf 
las  carretas»  que  eran  coatrotegaaa,  y  podía  volvor ¡sogurtí* 
mente,  y  el  dtehoPadvoClorea  ifCB|Miadi6qaeno  ae  había 
de  volver  por  aingí»  easo,  y  algunas  peraonaa  >dl<^m<> 


DIL  ARCmYO  DI  mDU8.  225 

dcrfequeleinvíase^  qae  seotiaaen  el  estar  muy  malo  y  coa 
grande  melancolía,  lanío»  qae  en  alguna  manera  mos* 
tnba  estar  falto  de  jaicio  natural;  y  el  dicho  Thenienle, 
doliéfidose  de  sa  trabajo  é  pena,  le  tornó  á  rogar  se  vol- 
viese y  qae  yolveria  con  él  ua  mozo  6  an  compañero,  y 
el  no  qaiso  acadir  á  éüo,  tar\to,  qae  el  dicho  Tfaeniente 
se<qoiso  volver,  reflípeto  del  dicho  Pedro  Flores,  y  el  di* 
cho  Pedro  Floree  se  ainlñó  mucho  déllo^  diciendo  que  no 
había,  para  qaé;  y  asi  visto  qae  él  se  animaba  prose- 
guió  su  viage,  é  foimos  á  dormir  al  parage  que  di- 
cen del  caballo^  eo  un  ojuelo  de  agua,  dieese  pera*/ 
je  del  caballo;  porque  quando  el  maese  de  campo- 
al  cumplimiento  de  lo  atrás  referido,  mialamos  un 
caballo  para  comer,  po'rqae  no  habia  cosa  que  co- 
mer en  este  paraje;  después  de  pasado,  vino  Pedro 
Flwes  al  alojamiento  del  dicho  Theniente,  muy  contento;  > 
diciendo  que  estaba  muy  bueno  y  se  Jiallaba  aliviado,  y. 
qae  tenia  mocha  hambre,  porque  desde  que  habia  salido 
de  las  carretas,  no  habia  comido  cosa,  ni  dormido  en 
tres  noches,  cosa  jamas  vista  á  mi  parecer,  que  el  dicho 
Theniente  se  holgó  de  lo  que  el  dicho  Pedro  Flores  le  ha- 
bia dicho,  como  bera  de  razón,  porque  lo  quería  y  ama- 
ba en  estremo;  y  asi  le  mandó  dar  carne  y  tres  tortillas, 
qae  no  fué  poco  regalo  de  las  tortillas,  é  porque  no  las  ha- 
bia; y  el  otro  dia  de  mañana,  hallaron  al  dicho  Pedro 
Flores,  menos;  y  así  mandó  'el  Theniente  al  maese  de 
caaapo,  se  buscase,  el  cual  salió,  el  dicho  maese  de  cam- 
po con  otros  dos  compañeros, .  haber  si  hallaban  al  dicho 
Pedro  Flores,  énole  pudieron  hallar;  y  así  se  volvió  al 
real,  y  procurando  la  caballada,  se  halló  menos  un  ca<* 
bailo  del  dicho  Pedro  Flores,  y  silla  y  arcabuz,  cota, 

porque  todo  esto,  llevaba;  y  así»  entendiendo  volvería 
Tomo  XV.  15 


226  DOcmuHTos  mÉDiTOs 

aquel  dia  á  las  carretas,  mandó  el  dicho  Theoiente  prosi- 
guiesea  el  viage,  el  cual  se  hizo. 

Ea  treinta  del  dicho,  salimos  deste  parage,  é  fui- 
mos á  dormir  una  legua  pequeña  del  pueblo,  adonde  se 
iba  por  muy  mal  camino;  dormimos  á  la  orilla  del  rio. 

En  treinta  é  uno  del  dicho,  antes  que  amaneciese, 
mandó  el  Theniente  aderezar  de  almorzar,  y  mandó  que 
todos  almarzasen  y  tubiesen  cotifíanza,  que  él  y  todos 
serian  bien  recibidos  de  los  indios,  é  todo  el  pueblo,  por* 
que  su  pecho  ézelo,  hera^  de  no  hacelles  daño  ninguno;. 
y  así  lo  mandó  á  todos  los  com paneros,  no  hiciesen  cosa 
alguna  ni  saliesen  de  la  orden  que  el  dicho  Theniente  les 
diese,  ó  el  dicho  maese  de  campo;  y  luego  salieron  ende- 
rezados al  dicho  pueblo;  é  para  que  los  indios  supiesen 
de  su  ida  antes  de  ser  visto,  mandó  al  dicho  maese  de 
campo,  enviase  otros  compañeros  por  alguna  parteoculta, 
haber  si  podian  encontrar  algún  indio  para  enviarlo  de- 
lante al  pueblo,  dándole  é  entender,  no  venia  á  darles 
pesadumbres,  mas  antes  los  traerla  é  resolvería  á  la  obe- 
diencia de  Su  Magostad;  salió  á  esto  Martin  de  Salazar 
y  Cristóbal  y  Diego  de  Yiruega  y  el  dicho  Theniente  con 
sureal^  iban  caminando  al  pueblo,  derecho  por  una  ve- 
reda, adonde  los  dichos  hablan  de  salir,  aliando  el  indio; 
y  asi  yendo  caminando  con  su  gente,  en  orden  coa  su 
bandera  alta,  y  llegando  á  vista  del  pueblo,  mandó  tocar 
las  trompetas  que  llevaban /y  llegando  cerca  del  pueblo, 
vido  que  toda  la  gente  estaba  en  arma,*  hombres  y  mu* 
geres  en  las  azoteas,  é  por  lo  vaxo  con  grande  apercibi- 
miento; é  visto  el  dicho  Theniente  de  Gobernador,  de  la 
suerte  que  estaba,  mandó  al  maese  de  campo,  biciese 
alojar  el  real  á  tiro  de  arcabuz,  del  pueblo  de  aquella 
parte  donde  parecía  ser  mas  fuerte  el  pueblo;  ese  hizo 


f 

/ 


BIL  ABGBIVO  DK  INDIAS.  227 

aosi,  é  mandó  dos  tiros  de  brooce  los  asestase,  y  á  esto 
mandó  á  Joan  Rodríguez  Nieto,  estubiese  con  los  dichos 
tirulos  y  con  lumbre  apercibido,  porque  siendo  necesario 
^tubiesen  todo  listo  para  reparo  ó  defensa  de  los  dichos 
é  pueblo,  poniéndose  en  defenza,  ó  por  mejor  decir,  en 
alguna  desvergüenza  como  la  pasada,  y  que  todos  estu- 
biereo  con  mucho  apercibimiento,  como  se  pusieron  to-^ 
dos  como  muy  valerosos  soldados,  é  todos  hablamos  de 
liacer  como  lo  mostraron  todos  generalmente;  y  puesto 
todo  esto  en  concierto,  el  dicho  Theniente  de  Goberna- 
dor, empezó  de  llamar  los  indios  por  señas  é  ninguno 
quizo  venir  ni  salir  de  sus  alojamientos,  ni  detras  de  sus 
muralletas  y  trincheras  ó  mangas,  que  el  dicho  pueblo 
tiene  en  las  partes  mas  necesarias  para  su  defensa;  aun- 
que todo  esto  hera  hecho  de  atrás,  la  causa  de  lo  de 
presente  no  la  entendimos,  salvo,  después,  nos  dieron  á 
entender  que  tenian  guerra  con  otras  gentes;  y  por  este 
efeto  estaban  asi  afortalecídos,  salvo  en  las  azoteas  de 
lascasas^  tenian  muchos  pretiles  de  tierra  para  reparo  de 
nosotros,  p9rque  de  atrás  no  los  tenian;  esto  seria  á  las 
ocho  del  dia,  y  visto  esto  el  dicho  Theniente,  salió  del 
dicho  aloxamiento  en  su  compañía  el  maese  de  campo 
Martin  de  Salazar,  Joan  de .  Carvaxal,  Blas  Martínez  de 
Hederos,  y  llegándose  al  pueblo  y  á  las  casas,  é  llaman- 
do á  los  dichos  indios,  é  dándoles  á  entender  que  do  á 
hacerles  ningún  mal  ni  daño;  é  con  todo  esto  no  hubo 
qoerer  asosegarse;  mas  antes  á  gran  priesa  iban  sa- 
biendo pedreria  á  las  azuteas,  y  esto  de  la  pedre-^ 
ría  la  subian  las  mugeres,  porque  los  hombres  todos 
estaban  ea  arma  en  sus  puestos,  con  grande  ánimo 
y  alaridos  que  nos  daban;  y  el  dicho  Theniente  con  los 
dichos,  fué  dando  vuelta  á  todo  el  pueblo,  y  él  y  los 


22S  DOCUMINTOS  INÍDITOS 

compañeros,  regalando  á  todo  el  pueblo  de  palabras  é 
señas  qae  les  hacia,  é  dándoles  algunas  piezas,  á  ver  si 
con  esto  los  podian  aplacar,  no  fueron  poderosos  á  ellos, 
mas  antes  les  tiraban  mucha  pedrada  y  flechas  con  hon- 
das; y  haciendo  cada  vez  mas  algazara;  y  en  este  tiempo 
gastaron  como  cinco  horas,  dando  muchas  vueltas  al  pue- 
blo,' é  toda  la  demás  gente  en  su  alojamiento  como  les 
hera  mandado;  y  así  se  volvieron  al  dicho  aloxamiento,  y 
mandó  el  dicho  Theniente,  que  estublesen  todos  prestos 
y  juntasen  la  caballada,  y  tomó  algunas  preseas  náas  de 
las  dadas,  como  fueron  cuchillos  y  otras  cosillas,  y  tor- 
naron á  el  pueblo,  é  dándole  vuelta,  tornándoles  á  rega- 
lar é  procurar  saber  cual  era  el  capitán  del  dicho  pueblo, 
é  puesto  por  obra  se  vino  á  entender  é  ver  el  dicho  in- 
dio; y  á  este  tiempo  iba  Diego  da  Viruega,  y  estando  á 
pie,  quiso  subir  por  una  esquina  "que  estaba  derrivada, 
á  dar  algunas  cosillas  á  los  indios  que  all!  estaban,  que 
en  algo  mostraban  querer  nuestra  amistad;  con  todo  esto, 
no  quisieron  dexar  subir  al  dicho  Viruega,  y  á  este  tiem- 
po vino  alli  el  capitán  de  dicho  pueblo,  é  le  dieron  un 
cochillo  é  no  se  que  cosillas,  é  no  basto  todo  esto  para 
sosegarlos;  é  se  volvieron  todos  al  aloxamiento,  diciendo 
el  dicho  Theniente,  que  les  paresce  á  vuestras  mercedes 
señores  compañeros,  estos  indios  no  quieren  nuestra 
amistad;  algunos  les  respondieron^  pues  que  determina  a 
y.  M.  con  éllos;-'el  dicho  Theniente  respondió  que  que- 
na, ^i  por  bien  los  podia  aplacar,  para  que  no  hubiese 
daño  de  una  parte  6  de  otra;  y  asi  les  respondieron,  no 
gaste  un  tiempo  en  ello,  porque  es  por  demás;  y  asi  el 
dicho  Theniente  llamó  á  Andrés  Pérez,  secretario,  qae 
fuese  con  él,  el  cual  fué,  y  llegado  al  pueblo  y  andando 
á  la  redonda  dól,  dijo  á  el  dicho  secretario,  que  diese 


ou.  ARGiinro  DI  ufDus.  229 

fée  de  como  Sa  Merced  les  llamaba  por  senas  y  había 
gastado  todo  el  tiempo  eo  dar  muchas  vueltas  al  pueblo 
coD  los  dichos  maese  de  campo^  Martia  de  Salazar,  Joan 
de  Carvajal  é  Blas  Martioez  de  Mederos,  y  coa  Diego  de 
Yiroega;  y  asi  visto,  por  el  dicho  secretario^  el  aperce- 
bímiealo  que  les  hacia,  el  dicho  Theoienle,  de  antes, 
como  se  lo  hizo  en  presencia  del  dicho  Andres.Perez,  se- 
cretario, el  dicho  Teniente  le  dixo,  que  diese  fée  déllo  é 
de  todo  le  diese  testimonio  en  presencia  de  los  dichos;  é  * 
se  volvióal  Real  y  les  tornó  á  preguntar  á  todos  sus  com- 
pañeros, que  haremos,  porque  estos  indios  no  querian 
acudir  acosa  y  asi  les  respondieron  todos  en  .una  voz,  que 
aguarda  Y.  M.  á  estos  perros;  y  el  dicho  Thenientc,  res- 
pondió, pues  que  quieren  Vuestras  Mercedes  que  haga- 
naos,  tornaron  á  decir  que  los  sacudiesen  por  mal,  que 
por  bien  no  habia  de  hazer  buenos  amigos  déllos;  el  di- 
cho Theniente  le  respondió,  pa réceme  señores  compañe- 
ros,  que  es  ya  tarde  para  ponernos  á  hacer  este  negocio, 
como  Vuestras  Mercedes  lo  dicen;  ellos  respondieron, 
que  si  de  Dios  estaba  tener  nosotros  vitoria,  nada  de  so- 
brar tiempo;  seria  ésto  á  las  dos  de  la  tarde,  todos  en- 
tendimos que  el  dicho  Theniante  hacia  esto,  por  alargar 
el  tiempo  á  los  dichos  indios;  y  visto  el  parecer  de  todos, 
mandó  al  maese  de  campo,  enviase  á  dos  compañeros  á 
poner  en  un  alto  á  las  espaldas  del  pueblo  donde  se  des- 
cabria todo^  para  que  viesen  si  salla  gente  del;  y  al  efe- 
to  eovió  á  Joan  de  Carvajal  y  á  Blas  Martínez  de  Mederos, 
faesen  al  dicho  alto;  y  asi  fueron;  y  el  dicho  Theniente 
se  volvió  al  pueblo  á  tornarlos  á  llamar  y  á  halagar,  y  i^o 
quisieron;  mas  antes,  una  india  salió  á  un  cprredór  de 
las  dichas  casas,  qué  son  de  á  quatro  j^  cinco  sobrados,  é 
le  hecho  una  poca  de  ceniza,  y  ^  esto  dieron  grande  ala- 


230  DOCÜMSIITOS   INÉDITOS 

rido,  y  él  se  volvió,  é  mando  que  todos  se  apercibiesen  é 
lomaseQ  sus  caballos,  los  que  tenían  armas;  y  mandó  á 
Joan  Rodríguez  Nieto,  disparase  uno  délos  tiros  por  alto, 
y  asi  se  disparó,  é  con  él,  la  arcabuzería,  á  ver  sí  con 
esto  tomaban  temor;  é  se  fueron  allegando  al  dicho  pue- 
blo, y  ellos  tirando  mucha  piedra  con  hondas  y  á  mano, 
y  mucha  flechería;  y  el  dicho  Theniente,  con  todo  esto, 
los  llamaba,  y  ellos  hacian  mas  burla,  á  tanto,'  que  las 
mugeres  mostraban  terrí  ble  ánimo,  é  iban  subiendo  mu- 
cha piedra  á  los  altos;  y  asi  mandó  el  dicho  Theniente, 
al  maese  de  campo,  mandase  con  todo  rigor  batir  el  di* 
cho  pueblo;  y  para  mas  seguridad  nuestra,  se  fué  el  di- 
cho Theniente  y  el  maese  de  campo,  á  un  lado  del  pue- 
blo, á  un  cuartel  que  allí  estaba  sin  gente,  y  hizo  subir 
á  lo  alto  á  Diego  de  Viruega,  Francisco  de  Mancha,  Die- 
go Díaz  de]Berlanga,  á  Joan  Rodríguez  Nieto,  con  una 
de  las  dichas  piezas  de  artillería;  y  asi  subieron  aunque 
con  mucho  trabajo,  porque  los  indios  le  daban  mucha 
guerra  de  detras  de  una  manga  é  trincheras;  para  poder 
mejor  siibir  el  dicho  Theniente,  arremetió  aquella  parte 
donde  los  indios  estaban,  é  los  hizo  retirar;  y  subiendo 
arriba,  á  lo  alto,  el  dicho  Theniente,  les  dixo,  díciendo- 
ies  que  de  allí  arcabjzeasen  á  la  parte  que  mas  necesa- 
rio fuese;  y  asi  se  volvió  adonde  quedaba  el  dicho  maese 
de  campo  con  los  demás  compañeros,  donde  había  gran 
fuerza  de  gente,  que  era  la  mayor  que  en  todo  el  pueblo 
había;  y  asi  por  ser  la  mas  fuerte,  se  procuró  combatir 
con  muchaarcabuzeria;  y  visto  los  indios  lo  mucho  que 
les  apretábamos,  ellos  no  hacian  menos;  y  con  todo  esto, 
BO  había  ningunos  que  dexasen  sus  cuarteles,  ni  trin- 
cheras,  mas  antes,  cada  uno  procuraba  defender  16  qué 
hera  á  su  cargo  sin  hazer  mudanza,  cosa  no  creyda,  que 


í 


DIL  ABCBIYO  DI  INDIAS.  231 

barbaros»  tal  aslacia  tengan;  á  este  tiempo,  estando  may 
cerca  de^te  dicho  cuartel  no  indio  criado  del  dicho  The- 
oiente  llamado  Thomas,  con  un  arco  y  flechas,  empezó 
de  tirarles;  y  otro  indio  llamado  Miguel,  hizo  lo  propio; 
é  visto  por  los  dichos  indios  que  los  nuestros  le  tiraban 
flechas,  se  espantaban  é  mostraban  mas  temor,  que  no  la 
arcabttzeria;  y  asi  mandó  el  dicho  Theniente,  que  les 
apuntasen  por  todas  partes;  y  asi  se  hizo;  y  el  dicho  in- 
dio, entró  en  un  aposento,  y  juntamente  con  él,.  Domin- 
go Fernandez,  portugués;  é  los  demás  en  sus  puestos, 
disparando  su  arcabuzeria;  y  visto  los  indios  lo  mucho 
qae  les  apretaban,  iban  dejando  algunos  alojamientos;  y 
visto  por  el  dicho  Theniente,  que  ya  podrían  entrar,  se« 
guramente,  y  en  esta  parte,  mandó  que  subiesen  algunos 
companeros  á  tomar  el  alto  de  aquella  fuerza;  é  para  el 
efeto  mandó  á  algunos  compañeros  que  subiesen,  é  se 
fué  al  cuartel  adonde  estaba  Viruega,  Mancha,  Diego 
Díaz,  Joan  Rodríguez,  é  les  preguntó  lo  que  había;  élk)s 
le  respondieron,  que  estaban  dos  déllos,  heridos,  mas 
que  la  gente  de  aquella  fuerza  q  ue  pretendíamos  ganar- 
se, retiraba  la  mayor  parte  dé  lia;  y  un  indio  que  alli  an- 
daba entre  los  demás,  que  mostraba  muy  grandisimo  énu 
mo»  iba  reforzando  con  gente  la  dicha  fuerza,  le  habia  á 
este  panto  derribado,  Diego  Diaz  de  Berlanga  de  un  ar« 
cabuzaso,  cosa  no  creida  por  ser  muy  lexos;  y  viendo 
caído  este,  los  de  aquel  quartel,  que  era  el  mas  fuertq  y 
el  que  se  pretendía  ganar,  habia  desamparado  la  fuerza 
la  mayor  parte  délla;  y  asi  se  fue  el  dicho  Theniente,  é 
dejó  á  los  dichos^  visto  que  estaban  en  sus  puestos  como 
muy  valerosos  soldados  como  alli  lo  mostraron  y  en  todo 
lo  demás,  y  les  dijo,  que  no  disparasen  arcabuz  ningu- 
no, ni  se  hiciese  de  alli  mas  daño.  Llevó  consigo  á  Diego 


ÍA2  DOCimilfTOS  UflDlTOS 

de  Viraega,  á  la  parle  doade  se  combalia,  ó  maodó  al  ca* 
pitan  Alonso  Xaimez,  subiese  á  lo  alto  eon  algunos  coi&i* 
paneros,  porqae  los  de  avaxo  les  irían  haciendo  segura 
la  subida,  como,  se  hizo;  é  viendo  los  indios,  aunqae  á 
este  tiempo  no  parecian  muchos,  como  de  antes,  mas  é 
los  pocos  que  allí  quedaban  detras  de  sus  pretiles,  defeof- 
dian  valerosamente  los  altos,  por  que  no  se  pudiese  su- 
bir, sino  hera  por  escalera  que  tienen  hechas  de  palillos 
que  no  puede  subir  mas  de  una  persona,  é  para  entrar 
é  subir  de  un  aposento  á  otro,  no  hay  puertas,  sino  unos 
escotillones,  quanto  quepa  una  persona;  y  as(  los  nues- 
tros, para  poder  entrar  por  estos  escotillones  y  subir  á 
los  altos  de  las  azoteas,  era  m  enester  entrar  por  ellos  sin 
espada  y  adarga,  y  para  poderla  llevar,  se  las  iban  dan- 
de  los  unos  á  los  otros,  como  iban  sulúendo;  y  visto  el 
dicho  Theniente  el  riesgo  qus  los  nuestros  tenian,  man- 
dó al  maese  de  campo  y  á  otros.muchos compañeros,  que 
apostasen  su  arcabuzeria  eu  los  conttanos^  porque  de 
antes,  leshabia  mandado  que  no  tirasen  á  matarlos, 
porque  sin  matarlos,  esper  aba  en  Dios,  que  habíamos  de 
salir  con  la  nuestra,  como  fué  DÍ09  servidc^  y  asi  visto 
lo  mandada,  el  maese  decampo,  deuo aroabuzazo,  der- 
ribó á  uno,  JÓ  Joan  de  Contreras  derribó  otro,  Joan  López 
criado  del  dicho  Theniente,  derribó  otro;  y  asi  dexaron 
ai|ael  pretil  é  fuerza,  é  los  nuestros  subieron  á  lo  alto; 
el  primero  que  subió,  fué  Diego  de  Yiruega,  Francisco 
López  de  Ricalde,  Joan  Rodríguez  de  Avaflos,  el  capitán 
Alonso  Xaymez,  Joan  de  Estrada,  Francisco  de  Basco* 
nes,  Crístobal  Martin,  fueron  los  que  subieron;  luego,  el 
díebo  Theniente  mandó  á  Joan  de  Contreras  alférez  de 
su  campo  y  por  ausencia  de  su  hermano  Francisco  SaW 
jgado,  subiese  á  lo  alto,  juntamente  los-  trompeteros;  to* 


DK.  AftCnTO  DI  IIONIÁB.  S93 

cando  las  trompetas,  señal  de  alegría  y  Vitoria;  y  vii«(o 
el  pueblo,  qae  este  quar tel  estaba  ganado  de  los  núes* 
tros,  no  pareció  persona  emproviao  en  todas  las  azoteas; 
y  á  este  tiempo,  el  dicha  Tbeoiénte  de  Gobernador  y  ca« 
pilan  general,  con  algunos  compeñeros,  entró  por  las 
placas  del  dicho  pneblo  é  calles;  é  las  gentes  que  en  él 
había  en  este  tiempo»  se  asomaban  todos  á  los  corredo- 
res que  tenian  hechos^de  maderas,  por  todos  las  calles/ 
placas,  qaarteles;  é  todos  se  mandan  por  élloe  de  unas 
casas  á  otras,  y  algunas  puentes  de  maderas  que  tenían 
en  los  altos  de  las  azoteas,  de  una  á  oira,  donde  ^babia 
calle  en  medio;  y  así  se  mandaban  por  todas  partes  con 
mucha  seguridad,  aunque  de  los  nuestros  no  se  les  hizo 
Hiás  daño  dp  lo  dicho;  porque  el  dicho  Tbeniente  de  Gk>« 
ber&ador  querrá  llevar  mas  por  amistad  que  no  por 
guerra;  y  este  daño  que  se  les  hizo,  le  pesó  en  estremo» 
respeto  de  que  no  pudo  hacerse  de  otr-a  suerte  para  se- 
guridad de' los  nuestros,  tanto,  que  de  antes  désto  se  pe- 
gó fbegb  en  un  corredorcillo,  de  manera,  y  el  dicho 
Tbeniente,  visto  pegado  el  dicho  fuego,  mandó  con  mu- 
cha instancia  que  se. apagase;  el  cuál  acudió  á  ello  con 
mocha  diligencia,  Diego  de  Viruega,  como  los  suele 
tener  en  otras  muchas  cosas;  y  así  lo  apagó,  deque  el 
dicho  Tbeniente  se  holgó  mucho,  diciendo,  que  pues 
heramos  cristianos,  hablamos  de  usar  de  cristiandad  co- 
mo  lo  debemos  hazer  en  todas  cosas,  tocante  al  servi- 
cio de  Bios  é  del  Bey;  y  á  este  tiempo,  andando  el  dicho 
Tbeniente  con  algunos  compañeros  por  de  dentro  del 
pueblo,  no  hubo  indio  que  mas  tirase  piedra  ni  flecha!, 
mas  antes  todos  procuraban  por  señas,  de  querer  nuestra 
amistad,  y  haciendo  la  cruz  con  sus  manos,  diciendo: 
amigos,  amigoá,  amigos,  que  es  la  señal  que  para  núes- 


2S4  Dooüunrros  mísitos 

Ira  amistad  muestran;  y  así  andando  en  esto,  el  Tbeniente 
lie  Gobernador,  fué  á  ana  plaza  donde  estaba  el  capitán 
del  dicho  pueblo,  y  salió  el  dicho  capitán  al  corredor,  y 
estubo  hablando  con .  el  dicho  Theniente;  estaba  á  este 
tiempo,  con  él  Diego  de  Viruega,  el  cual  subió  á  los  al^ 
tos  para  querer  hablar  con  el  capitán  y  alagarle;  y  subí-; 
do  que  fué^  los  indios  se  iban  huyendo  del;  salió  un  bíejo 
que  quedó  por  donde  había  entrado,  que  le  abrazó ,  y 
a$i  se  tornó  á  abajar;  y  el  dicho  Theniente,  pc»r  señas, 
dixo  al  capitán  y  otros  muchos,  que  en  aquel  corredor 
estaban,  que  él  no  venia  á  hacerles  mal  ninguno,  y  que 
no  tubiesen  miedo;  y  ellos  lo  entendieron,  claramente,  é 
le  truxeron  muchas  cosillas  de  comer,  luego,  é  se  las 
echaron  de  los  corredores,  porque  ninguno  quizo  abaxar 
abaxo,  y  un  indiO'Se  determinó  á  querer^  bajar,  y  otros 
pagaroQ  del  y  así  no  bajó;  y  el  dicho  Theniente,    {ndió 
al  capitán  las  armas  y  sillas  y  arcabuzes^  é  ioda  la  demás 
ropa  que  habían  quitado  al  dicho  maese  de  campo  y  sus 
compañeros;  y  él  les  respondió,  qué  las  sillas  todas,  las 
habían  quemado,  y  los'arcabuzes  y  las  guarnicioDes  de 
las  espadas,  y  toda  la  ropa  repartida  y  llevada  á  otro 
pueblo;  de  modo,  que  dio  á  entender,  claramente,   que 
no  había  nada  ya,  salvo'algunas  hojas  sin  guarniciones. 
Mandó  el  dicho  Theniente,  algunos  de  sus  compañeros 
que  en^uel  cuartel  donde  había  la  mucha  fuerza  y  no  te- 
níamos ganado,  procurasen,  si  podían,  prender  á  alg^inos 
indios,  para  que  dallos  se  supiese  de  las  armas  é  ropa;  y 
así  lo  pusieron  por  obra,  é  mandó  que  no  se  les.  hiciese 
daño  ninguno,  é  se  volvió  adonde  dejaba  al  capitán  del 
pueblo,  dieiendole  que  no  tubiesen  miedo,  porque  no  se 
les  harta  niogun  daño;  y  ellos  loentendieron^  claramente, 
y  mostraron  querer  nuestra  amistad;  subióse  el  dicho 


DK.  ÁKcaiyo  DK  imnAs.  236 

capitán  sobre  unas  azoteas,  de  á  allf  hizo  un  parlamento 
á  su  gente  é  pueblo,  á  voces  altas;  luego  vimos  salir  mu- 
cha gente  por  todos  los  corredores,  mostrando  alegría, 
mostrando  señales  de  buena  amistad;  mas  con  todo 
esto,  ninguno  quizo  vaxará  las  plazas  y  calles;  é  tor- 
nando el  dicho  Thent'ente  al  dicho  capitán,  hiciese  pare* 
ceré  traerá  su  gente  Id  que  habrán  quitado ,  tornóle  ¿ 
responder,  que  no  había  nada,  y  eso  que  hubiese,  se  lo 
baria  traer;  y  asi  luego  hizo  traer  dos  hojas  de  espadas  sin 
guarniciones,  una  escarcela,  unos  pedazos  de  gerga 
y  algunas  cosillas  de  poco  momento,  y  á  esto  era  ya  tar- 
de, y  le  dijo  el  dicho  Theniente,  que  hiciese  buscar,  y 
juntar  todo  y  que  al  otro  dia  lo  daria;  y  así  se  fué  á  su 
aloxamiento,  á  ver  si  habian  sus  compañeros  tomado  ó 
prendido  algunos  indios,  é  le  respondieron  que  no  fue- 
ron poderosos  á  ello,  porque  eran  tantas  las  portiñuelas 
y  escutillones,  que  en  el  dicho  quarlel  había  minas  é 
contra  minas,  por  debajo  de  tierra,  que  era  un  laberinto 
de  ver;  y  así,  por  ser  ya  Qoche,  lo  dejaron.  Mandó  el 
Theniente  al  m  aese  de  óampo,  que  en  aquel  quartel  6 
las  azoteas  del,  pusiese  vela  é  guarda  bastante,  para 
que  los  indios  é  gente  no  saliese  de  alli,  para  que  el  otro 
se  pusiese  á  sacarlos,  para  que  entendiesen  no  se  les  ha- 
cia ni  queríamos  hacerles  ningún  mal  ni  daño;  y  así  el 
dicho  maese  de  campo,  mandó  al  capitán  Alonso  Xaimez, 
se  percibiese  para  la  dicha  vela  é  guarda»  como  lo  man- 
daba el  dicho  Theniente,  y  tubiese  consigo  para  el  efeto, 
gentes  bastantes,  la  que  á  él  le  pareciese;  y  así  llevó 
consigo  á  Joan  de  Estrada,  Joan  Rodríguez  Nieto,  Joan 
de  Contreras,  Fi^ncisco  de  Mancha,  Diego  Diez  de  Ber** 
langa,  Francisco  de  Bascónos;  y  asi  mandó  el  dicho  The- 
niente, al  dicho  maese  de  campo,  pusiese  guarda  é  vela 


2^  DQCimUITOS  ANIDITOS 

de  acaballo,  á  la  redonda  del  pueblo^  para.jqiie  la  geate 
no  86  saliese  del;  fo  cnal  lo  mandó  é  fueron  de  la  dicha 
guarda  del  pueblo,  Martin.de  Salazar,  Francisco  López 
de  Ricalde,  Joan  de  Carvajal,  Hernán  Pence  de  León, 
Joan  Sánchez  Joancho,  Cristóbal  Martin,.  Joan  Rodríguez 
de  Avalos,  Blas  Nuñez  de  Maderos,  Joan  López»  Diego 
de  Viruega;  y  puestas  estas  dichas  guardas  é  velas,  que- 
dó todo  sosegado  este  dia,  é  con  vela,  en  el  cuerpo  de 
guardia. 

Otro  dia  de  mañana,  el  dicho  Theniente,  traer  caba- 
llo, y  se  puso  luego  á  caballo  muy  aderezado,  antes  que 
se  reqojiesen  las  velas,  y  dio  vuelta  al  pueblo  é  plazas  é 
calles,  y  bailó  la  gente  muy  sosegada,  .  de  que  se  holgó 
mucho,  que  era  lo  que  él  pretendía  y  deseaba;  y  asi  hizo 
recojer  toda  su  gente  á  su  aloxamiento,   é  les  hizo  un 
parlamento,  agradeciéndoles  el  mucho  bien  que  habian 
hecho  en  acudir  á  las  obligaciones  que  todos  debemos 
de  hacer  en  servicio  de  Dios  Nuestro  Señor  y  de  Su  Ma- 
gestad;  y  les  pidió  y  rogó  á  todos  ellos,  y  por  amor  de 
Dios,  no  se  hicie$e  ningún  daño  á  los  dichos  indios,   ni 
en  su  pueblo  y  casas,  aunque  no  habia  para  que,  porque 
todos  pretendían  regalarles,  aunque  no  le  fuera  manda- 
do, y  por  ver  el  mucho  zelo  que  el  dicho  Theniente  mos- 
traba dé  favorecer  á  los  dichos  indios;  y  luego  el  dicho 
Theniente  mandó  á  los  indios  lavorios  de  su  Real,  é  cam- 
po, que  por  niggun  caso  saliesen  del  Real  ni  entrasen 
en  casa  ninguna,  ni  diesen  ninguna. pesadumbre  á  los  in- 
dios del  pueblo;  y  luego. en  este  iater,  estando  todos  jun- 
tos, muy  contentos  de  ver  que  el  pueblo  estaba  sosega- 
do, no  enbarganle  esto,  mandó  el  dicho,  Theniente  que 
fuesen  algunos  compañeros  aquel  quartel  donde   habia 
habido  la  vela,  y  que  tornasen  á  ver  sí  podian  sacar  la 


i 


DiL  AnGHnro  di  irimas.  237 

gente,  y  para  esto  llevasen  candelas»  los  cuales  fueron  y 
entraron  por.  los  baxos»  donde  las  gentes,  el  dia  de  antes 
16  habían  escondido,  y  hallaron  muchas  minas  é  contrae- 
minas  que  saltan  por  debaxo  de  tierra  á  otros  quarteies, 
y  estufas  que  tienen  debaxo  de  tierra;  y  visto  esto,  se 
bolvieron,  diciendo,  que  allí  no  habla  gente  ninguna;  y 
asi  mandó  el  dicho  Theniente  que  se  quedase  asi,  y  que- 
dó con  este  sosiego;  y  el  dicho  Theniente  se  fué  al  pueblo 
con  algunos  compafieroa  de  acabaYlo  y  de  apie,  aseguran* 
do  toda  la  gente  lo  mejor  que  pudieron,  y  mirando  el 
pueblo  de  lo  que  en  él  habia,  mostróse  mucha  cantidad 
de  gente,  mostrándoles  mucha  amistad,  y  se  vido  por 
estenso  todo  lo  que  habia  la  cosa  mas  de  ver;  heran  diez* 
y  sm  estufas,  todas  debaxo  de  tierra  muy  encaladas  y 
moy  grandes,  que  tienen   hechas  para  los  frios,  que 
son  grandes;   en  esta  tierra  no  hacen  lumbre  dentro, 
porque  de-afuera  traen  muchos  brazos,  y  cubiertas  con 
ceniza,  con   tanta  cit!-iosldad,  que  no  sabré  decir;  la 
puerta  por  donde  entran,  és  un  escotilloucillo  que  no 
cabe  mas  de  una  persona,  y  abaxan  por  una  escalera 
que  para  el   efeto  alti  tienen  enclavada;  las  casas  en 
este  pueblo,  están  á  la  manera  de  quarteles;  tienen  las 
puertas  á  la  parte  de  afuera  por  toda  la  redonda,  y  espal- 
das con  espaldas  las  dichas  ca^as;  tienen  las  casas  dé  á 
qaatro  y  á  cinco  altos;  en  los  entresuelos  no  hay  puertas 
ningunas  á  las  calles;  sirvense  con  escalerillas  levadizas 
todas  á  mano  y  por  sus  escotillones;  tiene  cada  casa  tres 
6  quatro  aposentos,  de  modo  que  la  adrecera  de  cada 
casa  de  alto  á  báxt),  tienen  quínze  ó  diez  y  seis  aposen* 
tos;  tienen  mucha  curiosidad  en  los  aposentos,  de  muy 
encalados,  y  en  sus  strbicios  y  de  sus  moliendas,  tiene 
cada^^sa  tres  y  quatro,  piedras  de  moler,  las  cuales  tíe* 


238  pqc^lFWros  uoKPrros 

fieo  puestas  y  asentadas,  en  sus  piletas  y  sus  manos  de 
moler,  y  muy  encaladas;  muelen  con  esta  curiosidad, 
que  se  va  repasando,  de  una  en  otra  la  harina  que  mué* 
len,  porque  no  hacen  istañal;  que  con  esta  harina  hacea 
4u  pan  de  muchas,  maneras  y  suatole.y  tamales;  habia 
en  este  pueblo  cinco  plazas,  habia  muy  gran  suma  de 
maiz,  que  al  parecer  de  todos,  fué  co^a  de  admiración; 
y  hubo  persogas  que  entendian  y  decian,  habia  mas  de 
treinta  mil  apegas  de  maiz;  pues  que  cada  casa  tenia  dos 
otres  aposentos  llenos,  y  es  el  mejor  maiz  que  se  ha  vis- 
to; muchos  frisóles;  el  naaiz  hera  de  muchas  colpres,  é 
U>  propio  es  el  frisol;  al  parecer  habia  maiz  de  dos  ó  tres 
años;  tiene  muchas  yervas,  quilites  y  calabazas  en  su 
<$asa;  muchas  cosas  para  las  labranzas,  de  sus  milpas; 
sus  vestidos,  á  lo  que  allí  vimos  á  los  hombres,  por  ser 
tiempo  de  frios,  los  mas  déllos  ó  lodos,  traian  unas  man- 
tas de  algodón  y  un  cuero  de  Gibóla,  encima,  algunos 
dellos,  tapan  sus  vergüenzas  con  upos  pañetes  muy  gala- 
nos, y  con  muchas  labores;  las  mugeres  con  una  manta 
dado  un  nudo  al  hombro  y  una  faja  de  un  palmo  de  an- 
cho en  la  cintura,  por  un  lado,  estando  abierta  la  man* 
ta;  encima  desta,  se  ponen  alguna  otra  manta  labrada 
muy  galana,  ó  algiinas  pellicas  de  pluma  de  gallinas,  y 
otras  muchas  curiosidades,  que  para  barbaros,  es  de  no- 
tar; tienen  mucha  loza  de  las  coloradas  y  pintadas  y  ne- 
gras, platos,  coxetes,  saleros,  almoficas,  xicaras  muy 
galanas,  alguna  de  la  loza  esta  vichiada;  tienen  mucha 
apercibimiento  de  leña  é  de  madera  para  hacer  sus  ca- 
sas, en  tal  manera  á  lo  que  nos  dieron  á  entender,  qu&. 
quando  uno  queria  hacer  casa,  tiene  aquella  madera  allí 
depuesto  para  el  efeto;  y  hay  mncba  cantidad  de  tierra» 
dos  aguages  á  los  lados  del  pueblo  que  les  sirven  para 


DIL  AKOBIVO  DI  «máS.  fSí 

86  bañar,  por  qae  de  otros  ojo8  de  agua,  ¿  tiro  de  ¿rca- 
bos  beben  y  ae^rven;  aoo  qoarlo  de  legua  va  el  rio  sa» 
lado  que  decimos^  por  donde  fue  noealro  camino^aan- 
qoeel  agaa  salada  se  pierde  muchas  leguas,  airas;  y  eo 
ver  lodas  las  cosab  que  en  el  pueblo  había,  gastaaios 
este  dia;  nnnca*qai20  salir  indio  de  las  casas;  díeronnos 
algunas  cosillas  de  las  nuestras,  aunque  poco  y  de  poco 
valor;  y  con  esta  seguridad,  el  dicho  Thenienie  mandó 
quitar  las  vdas  y  solo  la  hubiese  en  el  cuerpo  de  guar- 
dia por  estar  pegado  al  paebTu«  como  dicho  es,  enten- 
diendo que  en  ello  aseguraría  mas  los  indios,  y  ellos 
propios  lo  pidieron  asi,  y  asi  lo  hizo;  el  otro  día  no  ama- 
necio  persona  en  el  dicho  pueblo,  y  visto  esto,  recibimos 
todos  mucha  pena;  y  asi  mando  el  Tbeniente  de  Gober- 
nador, que  no  enbargante,  que  los  dichos  indios  habían 
dexado  el  pueblo,  no  se  les  hiciese  daño  ninguno,  eceto 
se  buscase  en  las  casas,  haver  si  aliaban  algunas  cosas 
de  las  nuestras;  y  así  se  hizo,  sin  se  les  hacer  daño  nin- 
guno; algunas  cosillas  do  las  nuestras  se  hallaron,  ann- 
qae  no  nos  fueron  de  momento,  porque  todo  estaba  he- 
cho pedazos;  y  asi  mandó  que  de  cada  casa  se  tomase 
un  poco  de  maiz  y  frisóle  é  harina,  el  cual  se  hizo  y  se 
hicieron,  veinte  é  dos  anegas,  y  las  envió  á  las  carretas, 
al  parage  de  la  Urraca;  fueron  «on  estas  cargas,  ocho 
compañeros,  y  otros  ocho  ó  diez  mozos;  y  el  dicho  The- 
nienie é  demás  gente  é  real,  se  quedó  en  el  pueblo  a  ver 
si  los  indios  volvían  alguno  dallos,  y  asi  se  estubo  algu- 
nos días  aguardando  ¿  lo  que  dicho  tengo;  y  visto  esto, 
y  que  ninguno  venía,  determinó  el  dicho  Theniente  de 
aliar  el  real^  porque  los  indios  se  volviesen  á  su  pueblo 
por  tenerles  mucha  lastima  en  haber  dexado  sus  casas  y 
el  tiempo  ser  muy  recio  de  frío  y  aires  y  nieves,  cosa 


MO  DOGUHKirrOB  IlliDITOft 

DO  creída  tanto,  que  los  rios  estaban  todos  nevados  en 
aquel  tiempo,  como  mas  adelante,  de  frió,  trataremos 
maslargo;  y  el  dicho  Theniente  mandó  que  se  apresla- 
*  sen  para  salir  de  alli  á  otros  pneiblos,  de  qoe  alginnos 
compañeros  recebian  pena  por  canso  dei  recio  é  la  fuer» 
zaqae  había  de  verlos,  no  se  podo  volver  al  reai,^  sitto 
pasar  adelante  como  se  faé  á  descubrir  camino  para  po« 
der  entrar  en  los  dichos  pueblos,  porque  en  este  no  po- 
dían entrar  Carretas;  é  de  mías  desto,  el  dicho  Theniente 
de  Gobernador,  traía  en  las  faltriqueras  unas  piedras  de 
metales,  é  preguntó  en  este  pueblo^  á  los  indios,  donde 
había  de  aquéllo;  y  ellos  me  dieron  á  entender,  que  en 
los  otros  pueblos  atrás  referidos;  y  asi  entendido  esto, 
se  determinó  el  dicho  Theniente  air  á  los  de  atrás  referi- 
do, y  á  descubrir  estas  minas;  é  lo  puso  por  obra. 

En  seis  de  enero  del  año  de  mil  é  quinientos  é  no- 
venta é  UQO,  se.  salió  deste  punto,  en  demanda  de  lo 
atrás  referido;  mandó  el  Theniente  al  maese  de  campo, 
dsjase  dentro  del  pueUo  á  qüatro  compañeros  escondidos 
en  sus  muy  buenos  caballos,  para  que  si  volviesen  al;^- 
nos  indios  al  pueblo,  tomasen  á  algunos  para  darles  á 
entender  que  se  volviesen  á  sus  casas;  y  al  efeto  se  qpe- 
dó  Joan  de  Carvajal,  Francisco  de  Mancha,  Joan  de  Con- 
treras,  Cristóbal  Martin;  y  no  habíamos  alzado  nuestro 
real,  qnando  por  un  lado  del  dicho  pueblo,  vinieron  dos 
indios,  y  asi  los  prendieron  y  llevaron  adonde  estaba  el 
dicho  Theniente  de  Gobernador  con  su  real,  que  hera 
dos  tiros  de  arcabuz  del  pueblo;  é  visto  los  dichos  in- 
dios, el  dicho  Theniente  los  regaló  é  les  dio  algunas  co- 
sillas,  é  los  dio  á  entender,  que  se  volviesen  á  sus  casas; 
y  en  presencia  déllos,  mandó  en  el  propio  lugar  arbolar 
una  cruz  alta,  dándoles  á  entender  lo  que  significaba;  ó 


DB  AiMÉItO  VÉ  tídñkíh  24t 

rasado  al  seordta!io<  HMeBe  AitttídaAiénto  de  artípatio  en 
oomlirede  Sff  Magesiad,  ó  de  lo ñütniíí,'  qtotd  cdnVSáo  á 
80  real  aerrície^  é\oéWé  ttúú  dtí  fós'Mdl68  ()lie  tadteáé' 
á  ave^pitan^y  atfí  lo  Míifíd,  y  el  6^&  Ife^ó  consigo  pfcrá 
gaia^desu  étettiroiibaelmr  y  asi  fAé  stf  vi%ef  Méi^m^d/o  efl 
indio  por*  délMle  y  éi  nofoy  contento,  guiandolod,  yendb' 
dos  leguas  dk  eiCo  puntb  por  aws  siteyrád;  por  liria  vef« 
reda^eoccaltraaioa  á  Miradlo  qii«  véttta'á'liis  pobfációtled* 
donde  ibañdoa^  é  w  pcBñdidi'épteM;  etfteffldiútit^s  seir'bíjd' 
det  Mcíqoe  dmktehtfblMMI  midü\'  p«r01létaííí6iílo  cotí 
dos;  fnimee^  á  doraotr  M>  é»ta  siémi  én^tMá  caffáda'd^ 

En  alele  del  diobo,  attii^ttoa  db  eáte^  P^i^age^  é  férimos 
atraftesabéo  la  SKlrna,  é^  \ú9  dbs"  ialffds^,  ¿teiaíúdonos  óbtf 
graodíaiflid  frió  y  aielrts^  y*á(sAKrdk  IhlÉMft,  fopanMíá' 
UB  ño  todo  bétado,  qaehos'  MtMllOsí  pa^batt  (Vóf  etícitüá 
sia  <)iie  acp  (^el^ára*  eosfi|'  é  {MArá '  bébéf  fósf  dábaHos,  lo 
hovtmoa  de  qoebiw  á  tímtí,  pOt*qiib  d^ftfai^ó  dé  estb 
eladav  iba  alg«naiitgM,<'y  dsrpitÉfeniO»  atfelánté',  y  cotí 
ona  hora  de  sol,  llegamos  á  an  paeblecillo  pequéfio;  stf-'. 
Ii6tód»4a  s»ntniá  i^igM»0Mrtt»b,  yMlé^ó^  Kl  ptféttlb,  ifoa 
diíérofitpoiHs^s^,  (preMí^ál^^flMMifo»;  árríMadbsá'dtrs: 
casBB,:  aHFnos^lÉWMlroa'ritfaMifft  leflH'qfAeléf  IrabtaiiiO^  bien 
menrtatér;  y  as»  mfe^ertd^aittsv  coMO  ^Itrte  pa^á'db  la^^ 
cm»i  fUrnjfiPomo^  lUHt^ha^  (OftlHás  f  tnúxii  pá^  los'cá- 
ballodr  y  «tgMati  gaUkw^;  iHOsti^á^báe  lífüy  amígoá  naéS- 
troa  é^  aitt^Mttfdi';  e^  oth)  dta*,  ef  dtdlo  Thelríieoté,  itfáiidt5 
qm  M^hMéé^  iHaé'iHai^zltki  y  se*  hfto,  f  ele  ar&ól6  ^óh 
8oaldb  dé'IrtWtjpéKte'y  ai^busérikr  y  a^  válésítíú  fe*  dié- 
rov  Itt  dieh»^  iÑdibsiá'  Obedfeiíc^,  oúr  nótnbí'e  déi^ltey; 
NuMM^tSeflOf,  f  ^Itt'ftfiÜfiíó  é  ntfihtfi'ó'gbfc^irttddbt'  y^iil- 
caldM  y  algMcm*  ttfd^ebnolfttbrcl  de  Sulifegíe^d: 

Tomo  XY.  16 


242  OOGUMVNTOS  ftNSDITOS     . 

]^o  este  dia,  que  se.  contaron  ocho  del  dicho  mes,  sa- 
limos deste  paeblo,  é  fuimos  á  otro,  una  legua  del  dicho 
pueblo,  arriba  declarado;  salió  con  nosotros  macha  gen- 
te^  y  al  camino  nos  salió  mucha  mas,  y  llegamos  al  pue- 
blo, y  junto  áél,  mandó  el  The  n  ion  te  tocar  las  trompe- 
tas en  señal  de  amistad;  y  llegado  al  pueblo,  había  muy 
gr^n  cantidad  de  gente  que  con  los  otros,  iba,  y  en  el 
dicho  pueblo  había  mucha,  y  el  dicho  Theniente,  procu- 
rando por  los  del  pueblo,  no  querían  decir  quales  heran; 
y  visto  esto,  él  se  subió  á  los  altos  de  las  azoteas  y  aba- 
xó  algunos  déllos,  y  regaló  con  alagos  á  los  demás;  luego 
pareció  el  capitán  del  dicho  pueblo,  y  llamó  mocha  gen- 
te de  la  suya,  y  les.  dio  á  entender  por  señas,  á  lo  que 
íbamos;  y  asi  quedaron  satisfeohos;  y  les  pidió  la  obe- 
diencia en  nombre  de  Su  Magostad,  e  se  la  dieron,  é 
nombró  gobernador  en  el  dicho  pueblo,  alcalde  y  algua- 
cil; y  mandó  arbolar  una  cruz  alta,  dándoles  á  entender 
lo  que  dignificaba;  y  éllps,  todos,  quedaron  muy  coa- 
tentos; luego  salimos  deste  .pueblo;  fué  con  nosotros 
mucha  gente. 

En  nueve  del  dicho,  que  fué  en  este  dia  arriba  de- 
clarado, fuimos  á  otro  pueblo;  una  legua  de  allí,  demás 
de  la  gente  que  llevábamos,  nos  salió  mucha  mas  al  ca- 
mino; y  llegado  al  pueblo,  se. hicieron  reazos  los  dichos 
indios,  tanto,  que  fué  menester  subir  á  sus  casas  y  altos 
de  las  azoteas,  y  así  perdierqn  el  miedo  y  basaron,  y  se 
proci|ró,el  capitán,  y  parecido,  el  dicho  Theniente  le  re- 
galó y  dio  algunas  cosillas,  como  Iqdaba  á  los  de  atrás; 
y  así  debaxo  dest^  amistad,  hizo  arbolar  una  cruz  alta 
con  sonido,  de  trompetas  y  arcabuzes,  ,y  dio  A  entender 
lo  que  significaba;  y  dieron  la  obediencia  a)  Hey  Nuestro 
Señor,  y  e^  su  nombre' se  .nombr^  Gobernador,  alcalde 


DIL  AkCHITO  BE   110)06.  243 

y  algaacil;  dormimos  aqui  dentro  ea  el  pueblo,  y  nos 
dieroD  tnaiz,  harina,  frísol,  calabazas,  tortillas  y  gallinas, 
todo  en  mucha  abundancia  para  la  gente  qué  habia  aquí; 
se  vido  on  indio  con  arco  y  flechas,  y  el  dicho  Thenien-» 
le  le  llamó  y  le  pidió  el  arco  y  flechas,  y  él  se  las  dio,  é 
te  dio  á  entender,  que  ninguno  habia  de  traer  en  su  pre* 
seocía  ni  de  los  españoles,  arcó  ni  flecha,  y  se  lo  quebró 
delante  de  muy  gran  cantidad  d^  gente;  é  todas  personas 
dixeroD,  qne  ninguno  encontrarla,  como  después  vimos 
hera  así,'  que  nunca  mas  se  vido  otro  tanto  en  ellos. 

En  dies  y  ocho  del  dicho,  calimos  deste  pueblo,  yen- 
do á  otro,  obra  de  una  legua,  llevando  con  nosotros  muy 
gran  suma  de  gente;  estando  á  vista  del  pueblo,  vimos  ir 
muy  gran  ^uma  de  gente  que  se  iba  de  su  pueblo;  envió 
el  dicho  Theniente  á  quatro  compañeros  los  volviesen,  el 
qual  lo  hizo  así,  y  llegados  todos  juntos  al  dicho  pueblo, 
habia  eñ  él,  mucha  gente;  el  dicho  Theniente  les  dio  á 
entender  por  señas,  que  no  huyesen  del,  porque  él  no 
venia  á  hacerles  mal  ninguno,  ni  daño,  sino  á  ampararlos 
en  nombre  de  Su  Magostad,  y  para  que  tubiesen  nuestra 
amistad;  é  todo  esto  por  señas,  lo  entendieron  claramen- 
te, é  DO  habia  contento  que  darnos,  y  asi  se  sosegó;  ar- 
bolóse cruz  alta,  y  se  les  dio  á  entender  lo  qne  significa- 
ba; y  dieron  la  obediencia  á  Su  Magostad.  Nombró  6o« 
bemador  y  Alcalde  y  Alguacil;  todas  estas  cosas  se  ha- 
cían con  sslemnidades  que  para  tíA  caso  se  requieren, 
con  sonido  de  trompetas  y  arcabucería;  en  esté  mismo 
día  fdimos  á  dormir  á  una  legua;  de  allí  á  otro  pueblo, 

•  fuimos  bien  recibidos;  dieronnoá  todo  lo  que  habíamos 
menester,  bastantemente,  y  se  hizo  todo  lo  qne  atrás,  en 

1^  los  otros  referidos;'  todos  estos  seis  pueblos  son  de  rega- 
dío, Y  llevan  sus  asequías,  cosa  no  creída  sino  tos  que  la 


9^  pgcinaRXOs  apfDiron 

yieren  por  vista  de.ojos;  cójese  mipy.sran  a^ma  de  oiiiii, 
fffVA  y  otras  legumbres;  vistease  al  modp  4el  po^bloy 
airas  referido;  son  alsuqos  pa^blos  peqa|»os,  anwmo 
qp^y  ppl)la(los;  soo  la$  «asfis  ^  do%  ó  tned  sqlnvdiN». 
C0D,tod9s  l««  c«sas  d^fcofillppfiA  y  eac<M()ns  ievAdíM»'. 

Ot^tdia,  q«e  s^  copt^tqa  Of^  del  <liwl»0»  a^Kmod 
4^^.|^Pf|blo.e^R()am&vaadp»  y.ppj;  i^^w,.  foeroQ  cjml 
qo4p<iFP8  iw^.poca  g^le;  y,  «ií;  fniíPPff  A  otno.  vaUe,  cibr^, 
4^499  lagP9s,  y.  ll^gaiQj^  4  «\«.p«9l)|o,gpu^,  yao)4ft 
dellegí»JC'4  él,  op^s^ii^  i'^Ñ^r  sffi<^gSol^Í  7  afiiM" 
nifi9v^\  ppeMoy.  wM;wWi..ePi  ^k  Mm*  «W  pfcWí  «noy 
WfWíííí.y  «I  RM«M<>  w  <iOfiti¡Q  cmvltffl^  4  tpdfl».  Us  ^ 
qaiiHiAt^nia  salida;  babííi  ep.éí,,iquph%.^n»í,.yii6^.i:ej 
Qí^^op  todos  muy  bieo;  tqdfts,  I^i4<ca/}aii  hpcaR,c|€|%i}pr 

H^  jj^py,  bien  bepUa8„é.  tr,af4dAft<4P:  <*«*  A  »«» .^iflfi  í 
nvijon  QQC^adas;  tieqfto  tpjdH^is^q^ifa^;,  t^lbM,  qq  q9||« 
puftiíio,  ea  el medñ»  4e  ln.pi^za,,  ufia  p^^, grande; ii^qar 
^f^  1^  ifl|líid,del]ft?;o  d9  tjpfí^.y  Q(r,a  mMü^sobretíern», 
<mflom  víg?8  q^e  (i^^  le^.  irtr/9)i>iew  s«ibc».qB«,  l|e|P«a  I* 
i^?fi|(eA,,eo8«  dp  flíar^yi|!f,  d^l  griOíqr  q|lQ:tieq9;.^p^p()i%^ 
ippa,qKi9l  esfl^esqiwlfl,  dppdQ^^.alg^p.dl^  (^ftt.aqas^  jwKr 
\9^&,  hwÑt  i4ol4M'Í9s,.  RR^iie  ttpW(jnM9hof{,  i^\p/l  q»^. 
tüuréfi.  DOj»  olvá(í^ba  de  4e<;|4vw*v.y  <»  el  rtíxpjk  e»^'i>'. 
dA9fÍ9^  e»U>„wcfi4i^-»  <4i  «>W«fi%  <te-  <»WQ«  «jii  W9««,  hí^b»! 
ma  grw.c^nl¡d«l.-éi  Ifts.ti^piwi  tojíosí:  hí?osp  e^  ««t0i 
pgjehk).  lo  qu?  en  lo?  4s«H*J»i  nQWÍ>íiú|!W;«WAOqihro.xip  5^ 
fl|(flgpatad,.Goib?rn?|<|Qí.s)  AJN4a.  y  AteMWU  a¡íbfll<><»ft 

•«.oMWflci^.*  ^«  BINpslíd;  4<»nPúlWSiW.e»t^  P»^W».  é» 
íífjH  djerpn.  toílp  lo  (p)i0,b«^i|nQ^  it)9QfíllW»  ti^e.  c«if(^ 

QM'Q.di^  quP|8^WPÍ»«»ft<i<Wfti.«all>IPWjdfi«<^pafagBj, 


é  ftfimog  por  üñ  rioúiny  catrdalbso  ál  ^drtid,  yestbbituqd 
en  db6  {ñiébtbs,  hizose  to  éllbá  todo  loquee  ^e  bizo  éo  los 
de  Mrafs  téfóf  iáod;  faeroh  déllod,  bien  recibidos,  y  éh  el 
postrero  ddrmnnoá. 

Bd  trece  del  dicho,  sdlittiós  desle  pat-^ge,  é  f i/imos  á 
ntí  pueblo  cinco  leguéis  destos  dos  jpaéblos;  llegamos  á 
élt^útt  Qna  hora  dé  boI;  estaba  este  pQeÚo  éú  un  Valle 
eotre  unas  sierras,  tto  podremos  decir  lot[Qe  en  élliabia, 
porque  había  una  vara  de  xheáit,  de  nieve,  cosa  q&e 
nunca  ómbre  tal  ha  visto,  tahtó,  qtre  tos  caballos  ho  po- 
dían anda^;  y  ásiba,  llegado  ({Qe  ftiimos,  no  nos  satfó 
gente  ^ningtma,  ni  un  indio  que  habiámoé  inviado  delan- 
te, de  los  pueblos  de  alrak,  porque  mostearon  gran  te- 
mor dé  verbos,  ]pfincipalmebte,  la^  Ynngérés  qué  llora- 
ban tntochó;  jr  Visto  éslO,  se  dio  uña  VuéitA  M  puéfblo,  y 
no  nos  sdKó  indio  ninguno,  istilVo  uti  itidio  qué  venia  de 
oto  (!|fuariet  &  otro  y  cóú  Mtiébb  temor  llegó  á  ftosofcros;  y 
el  dicho  TbeníenM  pdra  asegurarlos  y  á  tóaos,  ko  apeó 
y  ábtazó  el  indio,  y  le  lle^  dé  la  ínatló  á  la  Veáonda  dé 
aquel  ^artel,  y  al  Cabb  dé  ólf^o,  había  iailgunos  índióé 
qué  siatlata  de  una  esCtffa,  y  bé  fM  4  élIós,  mandando  qtte 
Aingiino  sé  apeá^re  dé  sMís  chbaños;  y  eh  otra  [5arte,  Vidó 
eátáf.  nn  fat^jode  indiófe,  y  6e  fué  á  ellos,  y  )e  ágttlArdá- 
foh  é  les  abi^zó  á  tbdos  lo*  demás  déllos;  y  ^llds,  éo- 
plándófes  é  'poniendo  las  díanos  en  la'cará<)el  dicho  The- 
nietile,  y  ^n  sb  rbpa,  léá  besaba,  y  abgaiVdolés  tódod, 
fráVérñdole  las  rnbho^  üoíñb  díchfo  éd,  y  les  dixb  qfae  ba- 
xa^en  las  génléá,  éno  ba'xó  tiádié^  é  v!áb  ésto,  éí  dicho 
tbeniénte  les  did  taitos  éuch¡ftito§,  y  ^e  Volvió  á  sud  cbm^^ 
páfi«frbs,  y  con  ¿!1,  bbra  dé  Veiblé  O  ti'eitítá  indtoá',  f  ñó* 
gado  á  Ibs  eoili()aBerod,  ¿icbl^dái'ón  dé  it*dé  t  ^lolsAr  'á 
lAoS  t'ánéhos  <)úe  eótábdta,  áéí  ]()üéblo,  ixú  ¿ra&  titb  idé 


346  DOCUMENTOS   INXIUTOfi 

arcabazy  donde  había  gente  forastera,  que  venia  á  resca^ 
tar  á  este  pueblo;  yendo  á  los  dichos  ranchos  la  gente  de. 
los  hombres  y  mugeres,  se  iban  saliendo,  y  el  dicho  The- 
píente,  envió  á  que  los  volviesen,  el  cual^  volvieron,  y. 
asi  nos  alejamos  en  los  dichos  ranchos;  é  las  gentes 
déllos,  sosegados,  del  pueblo,  habría  como  obra  de 
veinte  gandules,  y  les  pedimos  nos  truxesen  maíz  y  lor» 
tillas,  y  leQa,  y  ellos  truxeron  alguna  cosa,  casi  nada;  y 
visto  ésto,  mandó  el  Theniente  se  pusiese  vela  en  la  ca- 
ballada é  real,  toda  doblada,  lo  cual  se  hizo  iodo  esta 
noche,  y  al  amanecer  no  vino  ninguna  persona  eseto  un 
indio  viejo  con  modo  de  rescatar  algo  de  que  tubimos 
sospecha;  porque  demás  désto,  estaba  toda  la  gente  en. 
las  azoteas,  y  víamos  carrear  mucha  agua  á  gran  prieza, 
y  muchachos  y  piedras,  y  el  pueblo  con  muy  gran  fuer- 
za de  gente,  y  mucho  en  cantidad,  y  las  oasas  de  á  siete 
y  ocho  altos,  y  arriba  de  las  azoteas,  tenían  un  pretil  de 
altura  de  un  hombre  donde  se  reparan,  y  á  iodo  ésto,  el 
dicho  Theniente  mandó  apercibir  dos  tirulos  que  llevaba 
de  bronce,  y  que  lodos  se  pusiesen  á  caballo  para  it  al 
pueblo  á  ver  la  determinación  déllos;  y  estando  de  esta 
suerte,  sus  companeros  le  dijeron  que  estaban  de  pare- 
cer que  no  se  fuese  al  pueblo,  porque  aquellos  indios  es- 
taban de  mal  arte  y  que  mejor  seria  dejarlos  con  aquella 
poca  amistad  que  habían  mostrado,. que  no  ir.  como  di- 
cho Theniente,  al  pueblo,  porque  ellos  no  dan  la  obe- 
diencia como  los  dema.8  la  ao  dado;  á  de  ser  forzoso  es- 
tarnos  aquí,  algunos  días,  p^ra  que  por  los  mejores  me- 
dios que  ser  pudiere,  los  traigamos  á  nuestra  amistad;  é^ 
la  tierra  toda  está  cubierta  de  nieve,  que  caballo  niqgu- 
no,. como  será  causa  nuestra  estada,,  de  qup  se  pierda  la. 
caballada;  y  siendo  Dios  servido,  q^e  alza  est^  tiempa 


MOL'  áftúBlVO  im  MDUS.  247 

tan  recio  é  de  lanloe  fríos,  y  estas  nieves  se  derretirán , 
podiendo  volver  á  bazerio  qoe  agora  se  ha  de  hazer  con 
menos  trabajo;  y  asi  el  dichb  Theniente,  viftto  el  parecer 
de  todos  sos  oompaSerosf  se  volvió  de  alH  sin  ir  al  pue- 
blo, con  determinación,,  de,  alzado  (odo  el  oral  tiempo 
de  fríos  y  ntebes,  volver  á  traer  á  la  obediencia  de  Sn 
Magostad  á  el  diefao  pueblo  como  lo  ha  heicho  en  los  de 
atrás;  vidose  en  esle  pueblo  mucha  pedrería  de  cfaalchiii- 
tes,  y  se  vido  un  brazalete  en  el  molledo  de  un  indio, 
qoe  al  parecer  era  de  piedras  ricas,  del  que  el  Thenien* 
te  de  Gobernador  fué  avisado  lo  quítase,  y  él  resjf>ondióy 
que  no  convenía  de  presente,  por  que  no  entendiesen 
los  indios  que  en  nosotros  había  codicia  de  sus  cosas  y 
entiendesen  que  nos  veníamos  á  to  tierra  por  lo  que 
ellos  temían;  porque  confiaba  en  Dios,  <te  ponerlos  todos 
en  la  palicia  qoe  á  Dios  y  al  Rey  debe;  y  qoe  aquellas 
cosas,  su  tiempo  beadria,  porqoe^de'prétente  bo  conve- 
nia; solo  quiso  el  Themente  de  Gobernador  verlo,  y  se 
llegó  al  indio  qoe  lo  tenia,  el  cual  dicho  indio,  estaba  co- 
bijado un  hermoso  cuero  de  Gibóla,  y  se  llegó  á  él,  á 
qoerer  verlo,  como  dicbo  tengo,  y  él  no  quizo  mosirar*» 
lo;  y  asi  se  quedo;  volvimosnos  á  los  pueblos  donde  ha- 
biaoios  salido;  había  un  rio^oe  pasamos,  helado,  en 
tanta  manera,,  que  debía  de  haber  dos  palmos  dé  nieve, 
que  para  deshacerla,  habia  .  menester  pieM;  babia  en 
este  pueblo,  atrás  referido,  grande  suma  de  gente  en  las 
casas  de  ocho  ó  Mievo  allosy  fándada  á  qoarteles,  y  cada 
quartel  parecía  on  faiberínto  de  la  armazón  de  madera 
que  tienen  sobre  que  fundan  las  dichas  casas,  á  lo  que 
se  parecía  por  las  parles ;de  afuera,  tiene  sos  corredores 
por  tckia  la  redondez  los  didios  qoarteles  que  se  pueden 
andar  de  uno  á  otfOi         '       : 


j)99a()0.§l  rip  p^u^^lpfíft,  y  ,«i9Mibw(M  w  'él,  obra  de  4cis 
bpr?u9;  i^i^il^  p^UIflQQífi  ^^  jybgMtad;  «oiáfaráwGo- 
.bfirp«4qr;  44ctti^9^y  AlflMciL;  arboliteeMiis  alta;  y  aii  dos 
Xpkppp,  ü^i^go  ^  pAro.pi}$folo»  9iQ»  .legua  .déata  y  jdorour 
ffios  pq  pj;  4^W  ^  oj^odiwcí^  6  Sa  Mageatad  y  aomboó- 
^  Gpbc^Q^r  y  ^licplde  y  Algwoil;  arbolóse  eruz  jaiía, 
iwjk)  Q^  i^pK^  laoNdo  dt»  írKMP^aiaa  y  arcabuaeria. 

JEJq^í^  y  a^ín  4€4  (Mcbo,  aaliinm  daiíe  {uiaUe,  é  toi- 
ip4p  á  iQtiiQ;  (Qr/^(^^  Á  f^sar  el  rio  i  la  fattaáel  nacien- 
ip;  4i^i>9  Ip  pbediaqoia  ^  ^  Magaatad(  oombaóse  Go- 
bara¡«dor  y  Mfí^^  y  Algiwoil;  Arbotósa  e^raa»  oan  las 
«olimpjdadea  «tr^  djcha^. 

]$9  di€7  y  «ÍQ(^»  t^limis  (ddato  f)aeblo«  4  fotfaoBiotro 
y^flp  d^  ipofc^^^oae?  de  difen^ot^  oaeiap,  qua  as  llama^ 
bw  Qa^ro^pf;  /i^smmo»  en  ^el  (^afif^mo  coo  muy  «raa  nie^ 
y^i  y  «a)  ptrp  día  ,f»ÍP)M  ai  áidko  naU^  donde  baba 
glia^ro  |>|ipbl9^  4  fíata  «oq»  dp  otoPW  eatúboae  eo  éHos, 
d^  dm;  diprpp  I9  ^dieaaia  .4  Sa  Mageaiad;  oombrór 
4P  ^  «jlQ^j  QQbeF|&adpr4«  y  AlcaU^e;  arboláronaa  orur 
298  W  ^d^  to^  dji9bp§  )paebtoA  0pq  las  solemoidadaB 

.  Ef  yaipie  j^  til»?»  paiw^déalps  pueblos,  ó  luioaos  á 
Q§  PPftbio  d^  44i  l^agoa  déalOSj  diáñu  la  i^b^ancía  ¿  Sa 
iÍf9P;wtad;  aMftt>róm^bprpadPr  y  Aicakla  y  Algpacil; 
^ttq\(fi^fív^z  9Íifn  al  Qtrp  día  ^isalapte  aatté  al  IbapiaB* 
^  49  i^ol^rmAitr  ^  daMnl^ir  uaaa  aúiias  coo  alguMs 
QAmpmer'C»;  ((raiip  aialalaa  aiuy  baaboa,  al  parpcer. 

^p  yeiptp  i  lepa/ aalimoa  daate  d|¡cbo  ipaeblo,  *e  tai 
Wfl9  A  .9tra>  «br»  íAp  90a  ipgoa;  diarpa  la  ol|»edieúci|i  á 
9m  )>to^qitf^>  AMUbvóa^  Gpb^aador  7  Akalda  y  Algna^ 
.cil;  arbolóse  cruz  alta,  y  se  pasó;  loago  adalaitte»  fui'- 


-TV 


«m  á  otro  pueblo,  obra  de  otra  legua  pequcína,  y  esta* 
bo  la  gente  en  algana  manera  reacia,  y  el  Theniente  *de 
4iiobeniader  ^OD  tos  kidíos  que  para  estas  cosas  tubo  y 
iieoo«  los'traxo  asi»  é  dierob  la  obediencia  á  Su  Miges- 
lad;  QomiMióse  Gobernador  y  Alcalde  y  Alguacií;  arboló* 
ee  la  crw  alta  en  este  pueblo,  y  en  todos  los  demás;  nos 
dieron  lo  qae  halíimos  tneoeater,  de  maíz,  harina,  frísol 
7  galHoas;  en  canüdady  sin  que  se  les  hiciere  ningún 
daoo^  poixfae  se  tenia  muy  particelarenidado;  é  ta  gracia 
que  parece  que  el  dicho  Theniente  tiene  particular  dolada 
deiOiofl  para  traéroslos  bárbaros  é  la  obediencia  de  Su 
Magestadi  para  que  medíanle  esto  y  la  voluntad  de  Dios 
NveaCro  ^eftor,  vengan  al  boooeimiento  de  la  fee  católica; 
traia  consigo  una  oroz  y  en  ella  la  semejanza  de  Dios 
Naeatro  6e&or,  el  qoal,  en  todos  ios  pueblos  le  tomaba 
eo  8U8  manos;  y  con  todo  acatamiento  se  éentaba  de  ro*» 
dillasy  é  todos  sos  eompaSeros  se  arrodillaban  y  venian 
á  leaar  )a  oruc  y  cruciAxo  de  que  los  barbaros  «e  admi- 
raban; y  el  dicho  Theniente,  á  todo& estos  pueblos,  hizo, 
que  los  f>ropios  indios  é  indias,  muchachos,  hiciesen 
lo -propio;  los  cuales  lo  hacian;  este  dia  pos  cayó  en 
este  pueblo  ana  muy  gran  nevada ,  tanto,  que  el  otro 
dia  Redaron  todos  4os  campos  á  cubiertos;  cosa  no 
creída. 

En  veinte  é  qoalro,  no  enfiargante  la  mocha  nieve 
qae  habla,  salimos  deste  pueblo  en  demanda  de  ir  des- 
cubriendo camino,  á  las  carretas,  á  la  parte  donde  esta- 
ban, que  era  en  él  parage  que  decimos  de  la  Urraca; 
llevamos  deste  pueblo,  dos  indios  para  guias,  daodtifes 
é  entender  la  der^dera  qae  haMamos  de  llevar,  y  obra 
da  nedfia  tegua,  dejamos  á  uno  46Ítos«  y  el  otro,  nos  foé 
guiando; 'ftiiiMiB' A  doraM1^  en  anos  piñales  dónde  habia 


250  DOCDUNTOft  UOtolTOft 

una  gran  vara  de  nieve,  é  para  beber  los  caballos,  nos- 
otros derretíamos  la  nieve. 

En  veinte  é  cinco  del  dicho  mes,  salimos  deste  para- 
ge,  y  fuimos  atravesando  al  Oriente,  por  unos  moy  gran- 
des  piñales;  fuimos  á  dormir  á  una  cañada,  donde  había 
mucho  cedro;  derretíóse^  nieve  para  la  caballada,  é  nos- 
otros en  un  cazo,  porque  agua  no  había. 

En  veinte  y  seis  del  dicho,  salimos  deste  parage,  é 
fuimos  á  pasar  el  rio  Salado;  é  fuimos  á  dormir  al  para- 
ge  de  los  ilotes. 

En  veinte  é  siete  del  mismo,  salimos  de  este  parage, 
é  fuimos  al  parage  de  la  Urraca,  donde  estaban  las  car- 
retas é  Real,  donde  fuimos  muy  bien  recibidos,  porque 
había  treinta  y  tantos  días  que  habíamos  salido  déllas; 
habia  ya  muy  poco  bastimento,  ninguno  por  mejor  decir, 
y  con  algún  poquito  que  ¡levábamos»  procuramos  s^ilir 
de  allí  y  venir  á  las  poblaciones,  como  se  hizo. 

En  treinta  del  dicho,  salimos  deste  parage  de  la 
Urraca,  con  todo  el  Real  y  carretas,  é  fuimos  á  dor- 
mir en  el  parage  de  la  rinconada;  caminóse  ya  dos 
leguas. 

En  primero  de  Febrero,  salimos  deste  parage,  é  fui- 
mos á  dormir  al  parage  del  estero;  habia  tres  leguas. 

En  tres  de  Febrero,  salimos  deste  parage,  é  fui- 
mos á  pasar  el  rio;  á  la  orilla  del,  dormimos. 

En  quatro  del  dicho,  salimos  deste  parage,  y  en 
hora  de  una  legua,  tardamos  qual|t>  días,  porque  se  nos 
quebraron  muchas  carretas,  é  les  hizo  recio  tiempo  de 
frk)  y  nieve« 

En  ocho  del  dicho,  salimos  deste  parage  é  río;  fui- 
mos á  una  x^avaña  á  la  parjte  de  Poniente;  dormiinos  en 
una  muy  buena  cañada,  sin  agua,  esetp  que  se  derretía 


BIL  AlICaiVO  m  IHDUS.  S51 

de  la  nieve,  en  machas  pallas  y  ollas,  conqae  se  hacia 
de  comer  é  bebíamos,  nos,  é  nuestra  caballada. 

En  nueve  del  dicho,  salimos  deste  parage,  é  fuimos 
á  dormir  á  una  cañada  de  arroyo,  donde  hallamos  un 
mal  paso,  donde  corlaron  muchos  pinos;  no  habia  agua 
ninguna,  y  estubimos  aquí,  dos  dias,  en  pasar  este  paso; 
no  habia  agua  ninguna,  porque  con  nieve  derretida,/ 
pasábamos;  é  la  boyaJa  no  comió  bocado  con  que  se 
sustentaba. 

En  doce  del  dicho,  salimos  deste  parage,  é  fuimos  ¿ 
dormir  á  una  cañada;  dormióse  sin  agua;  pasóse  con  lo 
atrás  referido. 

En  trece  del  dicho,  salimos  deste  parage,  é  fuimos 
á  dormir  tres  leguas  dealli,  en  un  encon,  estaba  el  pue- 
blo último  donde  hablamos  salido,  una  legua  de  nos- 
otros; llevóse  la  boyada  y  caballada  á  beber  al  pueblo, 
que  tenia  hasta  necesidad,  porque  habia  seis  ó  siete 
dias  que  los  bueyes  no  ísebian;  sustentábanse  con  la 
nieve. 

En  catorce  del  dicho,  salimos  deste  parage,  para  ir 
al  pueblo,  todo  el  Real;  é  fué  tanto  el  frió,  que  las  gen^ 
tes  se  elaban^  tanto,  que  no  se  pudo  caminar,  ni  andar 
este  legua  con  las  carretas,  porque  so  quedaron  en  una 
quebrada. 

En  quince  del  dicho,  entramos  todos  en  este  pueblo,, 
por  nombre  San  Cristóbal,  donde  fuimos  todos  bien  re-» 
cébidos.  *  , 

En  diez  y  siete,  salimos  de  este  pueblo,  é  fuimos  á 
otro  pueblo,  que  dicen  San  Lacas;  fuimos  bien  recibidos 
de  los  dichos  naturales. 

En  diez  y  ocho  del  dicho,  salimos  deste  pueblo,, 
é  fuimos  á  otro  pueblo  que  se  dice  San  Marcos,  don» 


asi  t^itíClítítroñ  fítf  5ítód 

Ae  8é  tiabian  descubierto  las  biinas;  fuidios  bieo  ré- 
cébidos. 

Én  veinte  é  tres  de  Felbfrefó,  ñié  el  Tbeniente  dfe  Go- 
binador  á  ud  pueblo,  doüde  tío  hábta  estado;  dois  Iíb- 
guas  deste,  dieron  la  obediencia  á  Su  Mageslad;  nom- 
brtíse  Gobernador  y  Alcalde  y  Alguácib,  arbólósíe  'cruz 
atta  c^on  sonido  de  trompeta  y  arcabozeria. 

En  primero  de  marzo  del  a&o  de  niñ  é  quinientos  é 
noventa  é  uno,  salió  deste  pueblo  de  San  MafCós,  ccm 
diez  y  nueve  compañeros,  y  fué  al  pueblo  donde  babia 
sucedido  él  caso  áílrístobal  dé  Heredílai,  máése  de  cátn- 
'  po;  fue  á  dormir  á  una  quebrada  de  unos  pinatefs,  do^ 
leguas  del  poeblo  á  que  se'íbá. 

A  dos  del  dicho,  salimbs  de  ei^te  parage,  é  faitnos  al 
pueblo,  y  lantes  de  llegar  á  él,  temeroso,  el  Theniente, 
de  ^ue-la  gente  se  saldría  del  puebla,  embió  i  Cristóbal 
de  Heredia  con  suscompa&ero^,  fuese  alguna  patato  alta, 
y  que  tomase  la  huida  de  la  gente,  di  dcSaisb  ée  huyese: 
lo  qual  fué;  y  el  Theniente  con  los  demás,  se  fué  al  pue- 
blo, é  los  halló,  todos  muy  seguros  é  sosegados,  é  les 
salió  á  recebir  mucha  gente;  y  al  dtcho  úiaese  de  campo, 
á  la  otra  parte  donde  babiá  ido  sinque  sarfíese  ninguna 
persona  del  pueblo,  y  juntándose  todos,  habla  muy  gran 
cantidad  de  indios;  y  para  mas  asegurarlos  y  que  pet^ 
diesen  el  miedo,  todos  á  caballo  se  pasetiron  el.pu^lo, 
tocando  trompetas  de  que  lod  io(|ios  y  mugeres  y  mucha* 
chos  é  muchachas  se  holgaban  mucho;  y  asi  se  alojaron, 
arrimados  ú  las  casas  donde  habia  muy  gran  sumk  de 
gente  con  nosotros;  nos  truiceron  mucho  tnáiz,  arina, 
frísol  y  algunas  cosillas  que  ellos  tienen,  y  el  otro  dia  loa 
UAínó  á  todos  el  dicho  Theniente,  6  nombró  Gobernador 
y  Alcalde  y  Alguacil,  y  se  arboló  una  cruz  con  gránáo- 


DÚk>*de  tro[»peUi9  y  arY^buEeria,.  de  que  todo,  el  puniblo 
^  IiQlgahst  ea  e9treoio;  y  eco  haber  susedido*  lo  aira» 
referido.»  eatabaa.  tan  sosegados  ó  coDténios,  qoe  era  pía* 
c^  ea  véJloQ»  porque,  baxabaa  mucha  cantidad  de  mur 
genes,  otuchacbos,  á.  conversar  coa  nosotros;  y  el  Tber 
lúente  de.  Gobermadpr»  mesurándoles  mucha  ajustad.  le 
tKo^er^n  cinco  bqjf^s  de  eapada,  y  obras  dos  quebradas 
por  el. medio»  y  algunas  camisas^  capotes,  y  algunos.  I)e^ 
daws  de  jiere^;.  y  esto  lo  hacían  olios,  coa  m4ich.o  cator; 
tút)QS6, entendido,  que  si.bobiera  mas  entendidOf.  todo  lo 
dieran*  y  asi  visto»  esiM  todos  seguros  y  obedientes». 
nwMjc^ndQPQ»  mucha  amistad»  nos  dieron  maiz.  y.  harina, 
y  friaol»  qnanto  pudiésemos  llevar;  estribóse  tres  dias  en. 
^to.. 

En  siete,  del  dicho  toes»  salimos,  del  pueblo»  Uamado: 
$ap  lilarciW»  d^nde  se^  babian.descubierto  las  minas»  y. 
h«Qh<;«.  mqchcis  ensallos»  y  no  móstraron..plata;,y  tenien- 
d»s».  nfttifiJA.  de.  oiro  de^cuJbnmiento ,  salimos  p^ra  ir  ái 
éi)lo9;  fwmoff.á.w  rio  y  p^arage»  q;9e.  dicen  de  Pedro  d» 
Inig»;  qaedsrQn9A.als;anoa  compañeros  este  dia,  por  fal- 
tar caÑIoSv 

E¡n  QchQ  del.  dÍQbo»  salimos^deste  parage  á:  irnos  ¿na 
pqeMo  qw.ae.dicQid«,StMito  Domingo  á  la  orilla  de^  m 
rie.<samdÍAlQso«,.pajra  qpe.de.  allí  se  descubriesen  las.mir 
ñas»  airas. referidas;  dormíase en.este  camino  en.ua poer 
Ulo.dew)sbl«d99,unaf  lag^adiel  pueblo  de  Santo  Domin? 
gp;..y.e),XheweBte.d».G^hejrnadQF  y  otros,  muchos  comr 
teneros.  é,j^t«s.  4«l;Re9li  se.  habían  ido  al  pnebloíd» 
^«ntOíQommg?^  yr  estando  en  éU.  snpp)  qfie  las  cacrelaa 
pgdifia,  llegfir  ali  pnel^lo*  yj  asi  se  bino  &  las  carselas  6. 
R^U^i  81UPQ  ({Pc^.en  sa^m|K>.había  algunos. de.siis4)piat:* 
i;  y.s«Jt]|WJlQ,el.c«so^.eAy^^  de  Hemdía^, 


254  DOGüMunros  íníditos 

maese  de  campo»  que  faese  al  pueblo  de  Sauto  Domingo, 
doude  había  dejado  muchos  de  sus  compañeros  y  gente 
de  su  Real,  y  que  se  traxesen  presos  á  un  soldado,  en  el 
ínter  que  el  dicho  maese  del  campo,  fiscal  que  hera, 
manchado,  se  satisfizo  del  caso,  y  hera,  que  entre  cinco 
é  seis  soldados  de  su  compañía  que  habían  quedado  en 
el  pueblo  de  San  Mateo,  habían  tratado  de  que  se  fuese  á 
tierra,  de  paz;  y  aunque  estaba  ay  comunicado  de  que 
matase  al  Theniente  de  Gobernador,  pues  no  le  daba 
lugar  que  hisiesen  lo  que  querían,  y  era  que  les  iba  á  la 
mano,  que  no  les  diesen  pesadumbre  á  los  naturales  y 
no  les  quitasen  cosa  alguna,  y  esto  era  lo  que  liminaban, 
por  donde  habian  tratado  esto  y  al  tiempo  que  [el  dicho 
maesé  de  campo  fue  á  prender  al  dicho  soldado  que  le 
habla  mandado  el  dicho  Theniente;  llegando  al  dicho 
pueblo,  salió  de  su  aloxamiento  Alonso  Xaimez,  con  un 
arcabuz  en  las  manos,  diciendo,  quien  me  llama,  no  ha- 
blando nadie  con  él,  y  asi  le  respondieron,  que  nadie  le 
Uamaba;^  el  dicho  Xaimez,  respondió,  cada  uno  mire  por 
si;  y  visto  esto,  el  maese  de  campo  aguijó  á  él,  y  él  se 
huyó;  y  asi  se  volvió  el  dicho  maese  de  campo  con  el 
soldado  á  las  carretas  é  Real  donde  estaba  el  Theniente 
de  Gobernador,  y  llegado  que  fue  el  dicho  soldado,  man- 
dó que  luego  se  le  diese  garrote,  y  por  que  deste  había 
mas  sospecha  que  de  otro  ninguno;  y  asi  queriéndose 
executar,  por  mandado,  se  juntó  todo  el  real,  hombres 
y  mugeres,  y  pidieron  al  dicho  Theniente  que  por  amor 
de  Dios  le  perdonase,  y  asi  el  motivo  de  conópasion  y 
del  que  todo  su  Real  se  lo  pedia,  mandó  suspender  lo 
mandado,  aunque  se  tubo  entendido  lo  haría,  por  mos- 
trarles temor;  no  se  nombran  aquí  por  sus  nombres, 
porque  se  les  llevó  esté  negocio  con  mucha  clemencia. 


DIL  AROnvO  DK  UfDIAS.  255 

En  ocho  d^  dicho,  salimos  de  aqaí,  é  fuimos  al  pue- 
blo  que  se  diee  de  Santo  Domingo,  y  nos  recibió  el  pue* 
bio  con  mucha  )am¡s(ad,  y  supo  el  Thenienle  de  Gober- 
nador, que  Alonso  Xaimez  se  habiá  ausentado. 

Otro  dia,  que  se  contaron  o<3bo,  del  dicho,  estando 
en  este  punto  aloxados  todo  el  Real  y  carretas  para 
estar  en  él  algunos  días  en  qnanlo  se  fuese  de  alli  á  des- 
cubrir las  minas  de  que  se  tiene  noticia,  se  juntaron  to- 
dos Jos  soldados  y  demás  gentes  qué  en  el  dicho  Real 
habia,  y  le  pidieron  al  dicho  Theníente  de  Gobernador, 
que  por  amor  de  Dios  no  mirase  á  algunas  cosas  que  en 
el  dicho  su  Real  habia  habido;  y  pues  Su  Merced  olvida- 
ba todas  sus  cosas  con  tanta  clemencia,  diciendo  que 
Alonso  Xaimez  andaba  ausentado  del  Real  y  se  temia  de 
que  Su  Merced  le  babia  de  castigar,  con  siguriUad,  por- 
que por  esta  causa  se  habia  ausentado,  y  estaba  muy 
arreposo  de  haberle  dado  pesadumbre;  en  casa  de  algu- 
nos; é  los  dichos  soldados  é  maese  de  campo,  todos  jun- 
tos á  uqa  voz,  le  pidieron  al  dicho  Theniente  les  hiciese 
merced  do  perdonarle,  y  el  dicho  Theniente,  dijo,  que  si 
perdonaba  á  él  y  á  todos  los  que  en  algo  habían  cometi- 
do, en  nombre  de  Su  Magestad,  teniendo  atención  mas 
á  caridad  y  á  los  trabajos  que  habian  pasado,  acetó  que 
en  la  comisión  que  Alonso  Xaimez  tenia  de  capitán,  para 
yr  á  la  ciudad' de  Zacatecas,  rio  grande,  y  otras  partes, 
á  hacer  gente  se  le  habia  de  relevar;  y  defeto  se  revo- 
có, luego,  publicamente,  por  haber,  y  juntamente  con 
el  perdón,  que  á  los  dichos  dio  en  nombre  de  Su  Ma- 
gestiid;  no  nombramos  aqui  particularmente  todos  los 
que  en  este  caso  delinquieron,  por  ser  ya  perdonados. 

En  once  del  dicho,  vino  un  compañero  al  Theniente 
de  Gobernador,  pidiéndole  fuese  Su  Merced  serbido  de 


28fr 

dar  lea  á  algunes  compaoeros  Ucencta,  parase  irá  líérra 
de  paz;  y  ei  attevíaiienlo  qna  para  erto  tomaba,  en» por 
haberloB  oído  de  que:  todoa  los*  qpe  se  qoíaieaeo  ir  m 
foeseo,  Y  el  dicho.  Theaíeate  Lea  respvodtó^.  qpe^  era  Tév* 
dad  qaa  él  la  había  dioho^  y  de*  oaoFO  la  decía»  >  qiM  to- 
doa los  que.  qoísiesea  m  se.  faeseo^  ^e  á  todes>  lea-  daba 
licencia,  poRqoe  antes  permitíria  qaeidarse  sele  y  morir, 
quano  dar  Ingfir  á  cosas  aa  digeaa  dehaear;  y  asi  niieto 
la  lioeocia  qoeles  daba^  no  tubo  afielo  la  saUdaqae  pi[«v 
tendiao  los  dichos^  por^oe;  doi  bsáia  maade  soMados<qde 
seiqaisiesen  íp»  porque  si  habiaalgiiiies  disgostadoa^  nsto) 
la  nazoa  mucha/  que. el. dicha Gd>ernador  taofia  y.  larpdNl' 
qae.eaeatoa.qpo  se.  q(iisíferoo<  ir^  había»,  se  qoedangto  to*' 
doa.  y  loa  diehosi  eos  Iob  demtesioseglidoa  y  muy  confsr^' 
mea  coD.et  iicbo  Theoieiita^,  y;  aeidiao!  y  aanfieacAKá 
todo  lo  qae  se  ofreaiav.  noi  acoffdaddoae  de  cosa^  eataadaí 
ea este. pueble detSaatoOomiago!  salí«i  el! Theüieiita  de 
Goberoadoreo  dernaada^de^ttaas' minaste  pueble  donde 
esta  no.  había,  estado^,  y^á.  el  cuabpHmiealo  détto^  llevó> 
consigo  á  veinte  comipueros;  y  andandü^  tomaodo'  lat 
posesioo.delaadichos  pueblos^  fuá  por  entfé  unáaisíen' 
raa donde. bailó  dastpuebloadespabladoa'damuy*  pocos 
diasatrisy  loa  cuales  estabandespobhidaSy-respetdtléiqBe 
por.  guerrade  otros;  babiaa  dejado  sus  puebles^  ooolo) 
en  efiato  hará,,  porqiieotrosindiosqipeiíotf  noa  iban^  naa 
lo  diiaroa  áx  eal^der,  ó  lo  vioms  oiaiio  ser  aah  por  las 
muastraa  de  muchas  muerlos.  que  había-  aciales;   había 
en  eUos.muchQ  maia  y  fiúselí 

De.eateadoa.pfieblo6^,aiT¡ba)  diohos^i  fuimoa;  all  rio 
grandedonda  nuestro^  Real  y  caivetaa  eatabamoa^  alosa« 
cloar.yilxurlaqve.aiU  habia.y  eni  todaí  lavttetora-  nosc.&a- 
bian  diÑlovitSie eraB:e8fbs{kBeblMloa4iiia^habh^  láoeMo 


lo6  padres  qae  ¿  nos^  dijeron^  habwii  andado  por  aqoí; 
y  U^[ado  qoe  Uegamos  al  primer  pueblo  donde  faimos^ 
á  salir»  no  quedó  genle  ningui»  en  éU  y  vimos  estando 
en  este  pueblo,  que  de  la  otra  parle  del  rio  estaba,  iba 
saliendo  alguna  parte  del,  y  para  que  no m  saliese  lodo, 
mandó  el  dicho  Tbeniente  al  maeseito  campo  y  á*alga« 
D06  soldados,  la  fuesen  á  atajar;  y  asi  el  dicho  Thenients 
é  todos  los  demás,  fueron  al  efeto,  y  sopasóel  río,  autt« 
que  venia  de  avenida,  y  se  biao  volver  parte  de  la  gente 
que  iban  huyendo,  aunque  eo  el  pueblo,  ha  bia  cantidad; 
y  asi  lo  aseguró  el  didio  Theniaole  atodos;  y  tes  áiéÁ 
entender  no  se  saliesen  de  sus  casas»  y  ellos  quedaron 
may  contentos  y  preguntándoles  por  que  los  ^este  dicho 
pueblo'se  habian  huido,  \ú^  dixo^  que  del  miedo,  porque 
habían  muerto  á  los  padrfis,  y  aai  lea  dio  á  eolender  -que 
no  tenían  para  que  huir,,  y  envió  luego  á  llamar  loa  om 
algunos  indios  deste  pueblo,  y  se  tomó  en  este  pueblo^ 
posetton,  en  nombre  de  Su  Magostad;  nombróse.  Gober- 
nador y  Alcalde  y  Alguacil;  arbolóse  cruz  alta  con  lea  ao< 
lennidades  atrás  referidas;  y  asi  se  fue. el  dieho  Thanien*' 
te  á  otro  pueblo  que  estaba  deste. un  quarto  de  legua,  y 
alió  muy  poca  gente  en  él  porqne.se  habia  huido  con 
úniedo;  y  asi  tornamos  á  pasar  el.  rio  y  venimos  ¿  .dor- 

• 

mir  al  pueblo  ^ que  se  halló  despoblado;  estaban  á.  vista 

deste  pueblo  y  á  la  orilla  del  rio,  caionEO  puebloa,  y  de 

la  mayor  parte  délloe,  decían  los.  indios  qse  se  había 

huido  la  gente,  de  miedo^  á  la  sierra  y  á. otros  pudrios. 

El  otro  dia,  visto  por  el  Theniente  .  de  Goberttados 

ios  dichos  pueblos  é  la  alteración  que  en  la  gente  había 

por  d  miedo  de  lo  que  habíaá  hecho»  determinó  de  en^ 

viar  de  allí  la  mayor  parte  de  sus  cempetteros,  al  Aeal, 

como  00  efeto,  que.estaba  deaUi  cinco  ó  seis  legras,  y 
Tomo  XV.  17 


A«0e  ^piedé  con  Martín  de  Sdazar;»  Ji^a  de  Bltnda^ 
Qiago  de  Véhiq^if  Joaa  iSaocheit^  Diego  Dm»»  Andreí 
Awet  de  Bedaoga^  Joaa  4e  CoalreDas»  fier  ver  si  coa 
eMa  péea  'de  geate^  loa  iadioa  perdieaen  el  miode,  j  ase^» 
giinaraa  f  ae  eatobieaen  aa  aos  oabaa;  y  al  (MMplkaieato 
delki»  se foea)  inaáBedo caaipo,  alileal,  y  el  dicho  Tfa»* 
aÍBBia  «b  cpiedó  tea  eatos  cíoco  eompefieroa;  yendo  eoa 
éUM  el  río  arriba,  fué.  á  qnatffo  pneblQii.y  loa  bailó  todbs 
dfiifiebladoa,  aaUó  el  doo  délloa  que  «cabria  ebna  de  eia'* 
^nrta  ^peradoai,  á  túiqnle  parecÍBU  y  al  efeto  aaegüróó 
Degaló»  >é  dio  águilas  leoaiHaa,  y  qkie  foeae  á  UaiDar  á  la* 
da*bi)geiite;  y^aai  en-eate^inier  paaó  *á  la  fMna  ipat te  áA 
«0)doBda  babia dos  demás^ptaabloa,  y  «If uMadóllos  ea*- 
Mmi  poUadM»  y  eteos  ooá  pdca  gente^  legalndiflaa  y 
aa^ofMdoá  todoa  en  nnoera^iÉa  biio  volver  mmf  graa 
oaatidfld  de  ígetate  á  losididioB  |iiiebloa^  ylea  negalaba 
elldudio  31beiiieiite'OOü'jBacbaé9N)ir,>*Biilo,  c{iie  se^ase* 
gmldxAn  maéha^  idslndelQa  K  enteadev,  tfae  no  Ic^  iwbíaa 
de- baeer  >dañD  ain^mai;  y  á®sla>caaaa,/lHaiii08  veinr  de 
lea  íoftmpoaiá'loéipaáblos  'Hiay  gjcmn  teanlidad  de  gente; 
doamínibalea  labpiieblo  fieqbeíé>qBe«alad)a'0a  al  oiedie 
de  iodos- éská»  aanqflueoini  graa  receto  ó  vela,  por  no 
>aap,'nóa^  nma  de  aeia;  y  «alo  (tambiea  foé^nan  eauata  de 
aiegaraniea,  iriedrioc^lp eÉaa.pafte-delagetttosaibabia 
ido  é  oo>fatabM|  qoBflbdo  aús  é*  él  dieho  Theniéate  'CO»  loa 
aidetf  oompaieros^  erraba  deeiatadea* 
.    !lilfotre>die,'BalÍBsoa  idéate  pnebln,  y  faiaaes  áotre 
pobblo  jdaade  ial  Tbenienie  de  Gobwiaadar,  diso,  «que  se 
üaí y  queso  iobíeaaa' miedo,  y  qae  HamaMi  lee  igéatea 
édo8)|ndbloa<dradeee  érfMfl  icttiendido  !haft>¡aD  lOiuepto  é 
bka  3[^áres;  y  mí  «aa  fainos  ialéltifm)piiabki  ^Oe^tetaba 
dealatpaite;  b6Da>anpadbleigraade.  y  eoa  ««chaceóte» 


4lfi9l(ie  «t^üpinbre  de  Sa  9I«g0«iCH);  arln^li^f^  cri»  «ttn,  y 
hKliQ  9^,  PQ8  fniíQfíe  wefitrQ  QaoHoa  4  Medirá  Rm),  j 

aiAir  (101,  lífi  tppó  ^^  wmUo  eapU^n  doM?  pn^bto.  y  tpw* 

pflp  cii?^e(09  4K)ÍP6»  qi(e  h9))i«0  Y^pinlP  mnoho»  eq^*< 
Qo|ep  dm«P  4e  lop  q«P  habiw,  d«  q#»  todpa  iiqs  bol- 
gamos  q)i|o}io;  y  aai  al  íadiQ  qqq  babw  fA  Ih^nmHi 
))fdlii(lo  la  üifuiifiDA  4e)  c^lü^^  HHW^ó  4  .W  w4dado  qaQ 
ip  IlevBM  par  d^UvA^  yeo^o  IPA9  fide)ftQt9  enconUrfimq» 
á  Jo«ío  ^  Carvajal,  Jo^epe  R<}drigi)6«  y  Franqueo  de 
Maitciíaj,  lc>8  cqalea  vapwv  ^  IÍ0inair  al  TbeAÍQBtQ  de 
Qntmroador,  porq«e  háhi^  l!^fi4o  «1  f|apí(»o  ^oaa  Mor- 
iQtf  CQQ  alaquePtíi  bowbvef»  df»  qw  ^et  dicbd  TMiieo* 
ta  les  pregif n|kó  qvmep  beiwi,  é  fRfffqn  Iw  flícbo^  Dam« 
brapdo  |a  fl^as  p^r^e  4^1qf ,  y  dd  oiiiabq?  q^e  el  Xb^ 
lÚeDte  da  Gobernador  agofirdaba  P9f  babar)os  iaviada 

á  ^iern  4?  p«izi  ^  y^ía  qingunp  dólk)»,  de  que  en 

ajgpQ«  (nao^r^i  quad^  sii9peQ90»  9«nqqa  90  If^  dio  á  en* 
tMVl^r  ppr  DQ  v^ir  «wgooa  4e  ifts  um  importaetea 
qae  él  eef)erAbA;  y  ^a^o  «obr^  .(;»rdei  HModó  qae  todos 
liuwen  gf(lop9«Ddo  por  iBqtr^r  do  día  eo  iri  pueblo  donde 
toftia  su  campo,  tpdo  deQlrg  4el  ppeblo;  no  pudimoa  ea- 
Mer  del  dicho  Tb^ente  é  Iw  qtie  oeo^l  ibanioa,  cosa 
nlg^oa  nías  de  )a  (jiioM;  ymdo  maa  edetaole  tubo  aviso 
(je  qpa  iio  eotra^e  ei»  el  pueblo  pi  fuese  á  él  diel^o  Tbe-» 
Biente,  porque  ^1  dícbo  pj^píMin  Joao  Moríate  oeu  los  det 
qyis  avs  ^opipañieros,  le  Teman  ii  prender;  y  eiiteadep.el 
c9«o,  ^íxo,  qjife  np  le  düsa^n  mida,  (|ue  si  le  veaifln  6 
praiujíér,  q w  fpese  i4uy  enhcibibeeDa,  que  él  «A»ba  en 
sanricip  d^^  l>NKstí9^  y  ^QPÍ»9d^rmj«vy  bwl«»t»qe6 


260  DOCDHXNTOS  IMÍDITÓS 

para  ello  tenía;  y  que  si  la  voluntad  del  Rey  era  esa,  que 
él  détlo  estaba  muy  contento;  y  así  se  fué  á  mas  priesa 
de  la  que  Iraia,  por  no  entrar  de  noche;  y  llegado  que 
fué,  se  fué  por  un  lado  de  la  plaza  del  dicho  pneblo,  y  el 
capitán  Joan  Morlete»  en  medio  détia  é  pasando  á  las  de 
su  alojamiento^  se  saludaron;  y  habiéndose  apeado,  se 
vino  á  donde  el  dicho  capitah  Joan  Morlete  é  su  gente 
estaba;  y  el  dicho  capitán,  viendo  venir  al  dicho  The- 
niente,  se  fué  á  él  con  toda  su  gente,  junta  en  un  cuer- 
po, ese  saludaron  é  abrazaron  el  uno  al  otro,  y  otros 
muchos  amigos  que  había  del  dicho  Theniente,  por  el 
consiguiente  le  abrazaron;  é  sosegado  ésto,  el  dicho  ca- 
pitan  Morlete,  echó  la  mano  en  una  faltriquera,  y  sacan- 
do una  provisión  Real,  y  dixo,  que  él  venia  por  mandado 
de  Su  Magostad  y  del  Señor  Don  Luis  de  Yelasco,  Yi- 
sorrey,  y  en  su  nombre,  al  cüniplimiento  de  la  provisión 
Real;  y  así  la  leyó  de  bervo  á  bervo;  y  el  dicho  Thenien- 
te,  oyendo  leer  la  provisión,  y  acabado  de  leerla,  el  di- 
cho capitán  le  dixo  al  dicho  Theniente  de  Gobernador, 
se  diese  por  preso,  y  él  le  respondió,  que  fuese  muy  en- 
hora  buena,  pues  que  la  voluntad  de  Su  Magostad  era 
esa*,  que  él  estaba  muy  subjeto  á  sus  mandamientos;  y  así 
se  fueron  todos  á  las  tiendas,  y  el  dicho  capitán  Joan 
Morlete,  le  mandó  hechar  unos  grillos,  á  los  cuales  el  di- 
cho Theniente,  estuBo  muy  obediente  á  todo  ello;  é  luego 
le  leyeron  otras  provisiones  tocantes  á  su  provisión,  y  él 
dixo,  que  todas  las  obedecía  como  de  su  Rey  é  Señor;  é 
las  tomó  y  puso  sobre  au  cabeza,  y  las  besó  delante  de 
todo  el  campo  del  dicho  Joan  Morlete  y  suyo,  de  que  to- 
dos los  unos  y  los  otros  se  holgaron  en  esfremo»  de  ver 
la  mu(^a  humildad  y  obediencia  que  el  dicho  Theniente 
de  Gobernador  tobo;  y  visto  por  el  dicho  capitán  Joan 


DB.  AROBiyO  DI  IMIMAS.  2ft} 

Morl6te  la  huittildad  del  dicho  Gaspar  CaUaSo,  y  le  rega* 
16  y  resalaba  sa  peraona /conforme  aa  calidad  y  aa  me* 
recímieiilo,  de  qae  todos  los  del  uq  caiapoy  otro  se  bol« 
gabán  de  todo  lo  dicho, 

HfaBose  relación  déNo,  y  vióse  por  loa  señores  del 
Consejo  eo  10  de  Noviembre  de  1S9S. — El  licenciado, 
Santadres. — ^Entre  dos  rabrtcas. 


RbLACION  T  LIBTA  DB  la.  QBNTB  QÜB  BL  GOBBaNlDOB  DiBGO 
DB  AETIBDA  LLBVA  JL  LA.  C03IQÜI8TA  DB  GOSTABBIOA. — (AfiO 

de  1575.)  (1) 


En  Sevilla  en  la  casa  de  la  Contratación  de  las  Indias, 
veinte  é  seis  dias  del  mes  de  Marzo  de  mili  é  quinientos 
é  setenta  ¿  cinco  años,  los  señores  jueces  é  oficiales  de 
Su  Magestad,  de  la  dicha  casa,  dixeron:  que  por  cuanto 
Su  Magostad  por  una  su  Real  cédula  fecha  en  Madrid  á 
veinte  6  un  dias  del  mes  de  Hebrero  próximo  pasado  des- 
te  año,  imbió  á  mandar  al  Señor  Francisco  Duarte,  fator 
y  jaez  desta  casa,  que  hallando  quel  capitán  Diego  de 
Artíeda,  Gobernador  y  capitán  general  de  Gostarrica, 
y  Nicaragua,  está  presto  y  en  la  orden  que  debe  con 
los  navios,  gente,  bastimentos  y  munición,  é  las  de* 
mas  cosas  ques  obligado  conforme  á  la  capitulación 
y  asiento  que  tomó  con  Su  Magostad,  le  despache  y  haga 
salir  del  puerto  de  Sanlucar,  en  seguimiento  de  su  via- 
ge,  en  compañía  de  los  galeones  de  la  armada  de  Sa 

U)    Archivo  da  ladiM.  i>«ír0Ml0,Es(.  1.%  Oiij.  1.* 


Magostad^  é  ti4  de  Mfá  tíiaiiefh,  totno  sé  qtle  en  tá  dl«- 
dfii  c(ídiH»;  y  |)t0r  qad  el  Sé8^  Ort^  de  MÍ^gMfi$  cíoiiw 
tif^r  y  jQM  d^oifdkiiiisi  Cáiéa^  ^slá  eti  (^  dk^o  poerto  d« 
Saolacar  visitando  y  despachando  Ih  ftota  y  af máda  4M 
ha  dt  partit  p^rtí  la  pr^ibcia  dé  Ntleta  EapaQa,  ée  <iues 
GoberMdor  bon  Síe^o  Malddüadb;  y  aái  meamo  Miá 
proveído  y  acordado  qae  dl^pMlie  y  hag^a  aaKr  tiel  dicho 
puerto  los  dichos  galeones  de  la  armada  de  Su  Mageslad 
é  los  navios  que  han  de  ir  en  su  compañia  con  la  gente 
que  va  al  socorro  de  las  provincias  de  Chile,  y  los  reli- 
giosdi  y  paad^r^a  q[tie  han  de  ir  en  ios  dichos  mtíos^  y 
edánde  el  dicho  Iseiíor  iMmtador^  en  «1  'dicho  pnelrto^ 
puede  despachar  al  di¿hó  g  oíbérMdor  Diego  de  Arüeda, 
con  su  gente,  y  con  esto  se  escusa  la  ida  del  dicho  se- 
ñor Francisco  Duarte;  é  es  muy  necesario  que  asista  y 
esté  en  esta  casa,  asi^para  lo  que  toca  al  despacho  de  la 
dicha  flota  do  Nueva  Gspafia  y  de  los  dichos  galeones  y 
navios  de  su  compañia  y  de  los  navios  é  genle  del  dicho 
Diego  de  Artieda,  en  lo  que  aqui  se  ofreciere,   oeoM 
para  kx  espedicien  é  despacho  de  los  negocios  ordinarios 
queslen  pendientes  y  ocurrieran  á  la  audiencia  desta 
casa»  y  para  los  particulares  que  Su  Magostad  le  tiene 
cometidos  y  encargados,  tocantes  á  su  servicio;  por  to- 
das estas  causas  probeyeron  é  acordaron,  qnel  dicho  se*- 
Sor  Ortega  de  Melgosa^  en  el  dicho  puerto  de  Sanluoar, 
vea  el  asiento  que  Su  JMageslad  mandó  tomar  con  el  di- 
cho Diqgo  de  Artieda,  y  la  dicha  céd<ala  de  veinte  é  ano 
de  Hebrero  que  mandó  despachar  para  el  dicho  señor 
Francisco  Doarte;  é  conforme  á  éUo,  visite  é  despache 
los  navios  é  gente  que  el  dicho  Gobernador  ha  de  llevar 
á  la  dicha  provincia  de  Costa  Rica,  para  que  saiga  eo 
compañía  de  hM  dicfaote  igtff«§h«8,  mhb  9ú  HMlgéStad  lo 


9» 
kwtmm»  BMrti.^^tA  Lieeneifldc^YaildépelIat» 
«--^DoD  Aotonio  de  Melgosa. — Pasó  ante  mi— JlnmoíBea 

Bq  la  viiifetde  8»obio»rtde|!B9r9MMdiv  (yéíoCa  dfais 

aflo%  el  00009  QMoga^  át  MelgOM>  cobtadw  jr  jae0  pai' 
9o.  IbgeüiNly  de  to  pa«a  cM  la>  G«BíMl8rcío|i  «fet  fe  eiada A 
de  Sevfltoi  habieodoi  vista  el  aeaordoe  que  lew  6ii|9»w 
jveceS'  él  oAmlea  de  la  dicha  oaaf  fameiiMi  eo  whto  é 
S6i»  diap0í  dwta  dtabti  peeseotetaMB  da-MsTio^  pata-qM( 
risitaw  6  despachase'  eoealeí  poaMa  iw>  m viba  jff  {fince^ 
baatinieotoB  y  moaicioisea,  ^e  Diego  de  Antiada  Cherk 
no  ha  de  llevqr  á  kapnmocia  deCesttfMciiKpani  la  ofMtf- 
quisto  ó  poUaciion  détla,  y  eft  asíento  4|S6  Sm  Magaatadi 
nModá"  lomar  oon  éi,  dtxo:  ijae  aoandaba  6  aiaiid^  que- 
se  le  notificase  al  dicho  Diego  de  Artieda,  quek  hiéjga 
ponga  á  pmitov  enaste  puerto^  loa  dae  aMiia»  é^  pátax 
(fw  h»  de  Itever  te  dtoha  jaraaria,  ao»  h»  gente  db  MtOr 
aníN«ria  é  awnttionea  é  ftaslinvebtesr,  pata  qa^Bi  ae,  víaltM: 
y  vean,  é  asi  mesmo  presente  los  soldados  éi  pohtpdqM» 
(fié  ha  de  Hevar  á  la  dicho  opoquista  é  pobladon»  para 
(fie  oe  haga  lisia  é  retecíoa  délloa]  f  babieinixtfa  has^bar 
alarde  general,  se  endhavgaen  &  sa  0Qiiif)la  en  todo  lo  i|oef 
toe  dfslios  8eS0re8  jaeces  lieneo  aoordhda;  ledo  lio  evali 
haga  é  cumpla  luego  con  mucha  brevedad ,  aténM  qm 
lo9galeones><to  fa  armada  de  Sn  iklhg^tsMfc  ao*  coy»  cbm- 
pañiaba  de  salir  dáaie  pnerlov.  ^leo  paeitos  d€!  todo 
paato  para  haoarso  i»  lo  mía;  eoaapemhiBiíéfito  que/ no* 
k)  haciendo  é  cumpliendo  «tíat  loodiohqa  galeoaea,  aa^ 
dN|a  en  aagoinüaiito^  <ia  w  tiage^  sio  detaaomer  por  este 
Fespotov  f  et^daio^é  i ooooit^aieatoi  opie  resatauíe  da  «!> 
hacer  io  díehofjdroikdo,  mtá  á  so  ealpo  é  a9iíif^.^0Mh 


9M  MOniMTQtt  INÍDITM 

g«  de  Melgoaau-^Padó  ante  nii~EraiioÍ800  Bodriguet; 
escribano. 

Ed  la  villa  de  Sanlacar  de  Barrameda,  treinte  días 
del  mes  de  Mak'so  de  mil  é  quiiiieotos  é  setenta  é  cinco 
años,  el  dicho  Diego  de  Artieda  Gherino,  Gobernador  j 
Capitán  general  de  Costa  Rica  é  Nicaragua,  en  campli* 
miento  de  lo  proveido  é  mandado  por  el  dicho  Señor 
Ortega  de  Melgóse»  dixo:  que  él  tiene  en  él  puerto  desta 
villa  los  dos  navios  é  patax  que  ha  de  Uev*r  para  sa 
jornada,  é  asi  mesmo  tiene  la  mayor  parle  de  la  gente 
recogida,  ¿  la  demás  eatá  alojada  en  los  lugares  comar- 
canos, y  Va  llegando  á  este  puerto;  é  pide  al  dicho  Señor 
Ortega  de  Melgosa,  la  mande  listar,  para  que  á  la  em- 
barcación se  baga  alarde  general  délla,  y  se  visiten  loa 
dichos  galeone8«-^Aate  mí;  Fraocisco  Rodngoec;  es* 
cribano. 

-  Eneste  dicho  dia  mes  é  ano  sobredicho,  el  dicho  Die- 
go de  Artieda  traxo  é  presentó  aotel  dicho  Sefior  Ortega 
de  Helgosa^  para  llevar  en  la  dicha  jornada,  las  perso- 
nas, siguientes. 

El  licenciado  Pedro  Salgado  hijo  del  licenciado  Alejo 
Salgado  Correa,  juez  por  Su  Magostad  de  la  casa  de  la 
Contratación  de  las  Indias,  y  Doña  Juana  Ennques  su 
duiger,  de  edad  de  treinta  años,  moreno,  delgado,  de 
poca  barba. 

Diego  Suarer  de  Cañizales,  hijo  de  Damián  de  Cañi- 
zales y  de  Doña  Inés  López,  natural  de  Cuenca,  de  edad 
de  veinte  é  dos  años,  mediana  estatura;  tiene  una  señal 
en  la  frente  á  la  parte  derecha. 

Don  Franciseo  de  Céspedes,  hyo  de  Juan  de  Céspe- 
des, natarai  de  Carmona,  de  edad  de  treinta  é  ocho 
aioa,  de  buena  estalura;  tiene  una  señal  en.  la  ttave  de 


ML  AMHVO  M  IHMAA.  266 

la  mano  derecha  y  otra  ea  la  inesiaa  parte  eó  la  mano 


Don  Gabriel  de  Ariieda,  hijo  de  Alonso  de  Céspedes 
y  de  DoBa  filaría  de  Artieda,  natoral  de  Ciudad  Roai»  de 
edad  de  diex  é  Qtete  años;  rojo,  con  pecas  en  el  rostro. 

Don  Juan  de  Artieda,  hijo  del  capitán  de  Artteda, 
natnral  de  Pamplona  en  Navarra,  de  edad  de  diez  é 
aeis  años;  blanco  de  rostro  y  una  señal  de  herida  en  me* 
dio  de  la  frente. 

Don  Francisco  de  Sandoval»  hgo  de  Don  Lnis  Za* 
pata  de  Herrera»  natnral  de  la  ciudad  de  Toledo»  de 
edad  de  veinte  é  ocho  años,  mediano  de  cuerpo,  ce* 
ceoso. 

Don  Hernando  de  Padilla»  hijo  de  Don  Pedro  de  Pa* 
diUa,  natural  de  la  Villa  del  Puerto  de  Santa  María,  de 
edad  de  vante  é  dos  años;  dos  señales  en  ios  dedos 
cuartos  de  las  manos. 

Doña  Juana  de  Mesa»  muger  del  dicho  Don  Hernando 
de  Padilla»  hija  de  María  de  Mesa»  de  edad  de  veinte  é 
un  anos;  de  buen  cuerpo»  blanca. 

Joan  de  Peñaranda»  hijo  de  Pedco  de  Peñaranda»  na- 
tural de  la  villa  de  Salamanca»  de  edad  de  cuarenta  años; 
alto  de  cuerpo»  moreno»  la  cabeza  cana. 

Doña  Sabina  de  Artieda»  muger  del  dicho  Pedro  de 
Peñaranda»  hija  de  Joan  de  Soto»  vecino  de  Uoeda»  de 
edad  de  treinta  é  cinco  años;  blanca  y  rubia,  de  media- 
na estatura. 

Joan  de  Peñaranda»  hijo  de  los  dichos  Joan  de  Peña- 
randa é  Doña  Sabina  de  Artieda»  de  edad  de -once  años; 

Die^  de  Peñaranda»  hijo  de  los  dichos  Joan  de 
Peñaranda  6  Doña  Sabina  de  Artieda»  de  edad  de  nueve 
años. 


« 


flM  Mdtniíinros  mémni» 

Hernando  de  PeSaraoda,  Mjo  dis  los  dichos  Joaai  de 
Peñaranda  é  Dona  Sabina  de  Arüeda,  de  edad  de  aiale 
aSos. 

Dofia  Firbiána  de  Artíedn,  bija  de  tos  diofaos  Joat 
de  PéSaranda  6  DoSa  Sabina  de  Arüeda,  de  edad  de 
efÉco  afios. 

Antonio  Suares  de  Cosa,  hijo  de  Pedra  Soara»  de 
Cosa,  nalaral  de  la  hla  de  Santa  María,  de  edad  de  vehiM 
é  tres  años;  de  baen  cuerpo,  moreno,  barbtne^f^,  an 
lunar  encima  del  labio  alto  de  la  boca. 

Akméó  de  Seyavedr»,  hijo  de  Gk>nzato  de  Sayavedra 
y  de  Joana  d&  Bsoobar,  natural  de  Villanaera  de  la  96^ 
rena,  de  edad  de  veinte  é  ocbo  anos;  de  buen  cuerpo, 
barbinegro,  delgado. 

Joan  López,  hijo  de  Diego  GfMferpe»  é  de  Wandioa 
Qafcfai,  natural  de  Vttfanneva  de  la  Serena,  de  edad  de 
veinte  é  tres  años;  mediano  de  cuei^,  Moi^no^  e)  res* 
ttx>  redondo. 

Joan  dé  Tetaaco,  bijo  de  Franoiseo  Orlít  de  Movine, 
natural  de  Castro  de  UrdMea,  de  edad  de  lr«tnt»  é  sala 
afios;  barbtéano,  con  saüalea  de  vlmetaa  en  el  teatro. 

francisco  Gutiérrez»  hijo  de  Dtego  Outterrea,  nalaral 
de  Yillanneva  de  la  Setena,  de  edad  de  IreJeita  afioa;  alte 
ddoaerpe,  barbicano. 

Hernando  Patibeco,  hijo  de  Hernando  de'Viiregas, 
naManl  de  la  vffla  de  Caraione,  de  edad  de  veinte  afine; 
moreno  de  rostro,  delgado. 

Oo^OMferrede  Padilla,  ktje  M  maeMre  de  oatepo, 
Gansia  Davita  y  Padilla  y  Dofia  luana  Basante  y  ^dWa, 
Stt  meger,  natwai  de  Xerea  de  la  Frontera;  de  «dad  de 
diesí  e  dieta  aBes,  dcAgade»  ana  MBai  de  berída  deiMia  de 
la  oreja  izquierda. 


VtL  AÜttlTO  W  IMttAS.  mu 

feáto  de  Io8  Reyes,  hijo  de  Jadü  de  IsaDCo,  üatar&l 
de  la  ciadad  de  Ecíja,  de  edad  de  veinte  é  cinco  afiosi 
tina  defial  de  herida  en  Ta  cabeta,  en  el  colodrillo. 

Costanza.  Sánchez,  muger  del  dicho  Pedro  de  los  Ke* 
yes,  natural  de  THlanueva  de  Ariscal,  de  edad  de  diez  é 
noeve  años;  con  pecas  en  el  rostro,  é  dos  binares  en  él. 

Diego  de  Nevafós,  hijo  del  licenciado  Heralos,  nata- 
ral  de  Granada,  de  edad  de  ve'inte  a&os;  de  buen  cnerpo 
é  delgado,*  con  pocas  barbas. 

OrtaSo  de  Gnerra,  hijo  de  Oehoa  Ortit  de  Guerra, 
natnral  de  Arralia,  en  Vizcaya,  de  edad  de  veinte  é  cin- 
co Sinos;  tienjs  tres  se&ales  dé  herida  en  la  cabeza. 

Joan  de  Menes,  liijo  de  Miguel  Menes,  natnral  de 
Ateca,  de  edad  de  veinte  aiSos;  moreno,  los  dientes  gran- 
des y  la  frente  ansí  mesmo  grande. 

Joan  Martin  Bermejo,  hijo  de  loan  Martin  Bermejo, 
natural  de  Fuente  de  Cantos,  de  edad  dé  veinte  é  tres 
anos;  des  señales  en  et  dedo  pulgar,  y  en  el  segundo  de 
la  mano  derecha. 

Francisco  de  Utieo,  hijo  de  Joan  de  Tineó,  natural 
del  Horcajo,  de  edad  de  cuarenta  é  cinco  años;  alto  de 
cuerpo,  moreno,  hendida  la  uña  del  dedo  pulgar  de  la 
ttlalio  izquierda. 

Alonso  Sánchez,  hijo  de  Miguel  Sánchez,  natural  de 
la  VHIa  de  Lillo,  de  edad  de  treinta  años;  pequeño  de 
cuerpo,  una  señal  de  herí<)a  en  medio  de  la  frente. 

Bfayor  de  Mesa,  hijo  de  Diego  Ruiz  é  de  Matía  de 
Mesa,  natural  de  Sevilla;  de  edad  de  veinte  éctecoafios; 
dé  buen  cuerpo,  una  seKal  en  la  frente  encima  de  la  ceja 
it(|iiiefda. 

Seba^ian  Pérez  de  Soto  Martin,  hijo  de  Joan  Ferese 
ClÉtró,  natural  tlela  Villa  del  Puerto  de  Santa  Maria^  de 


268  iKMHaliMTOs  máDiTos 

edad  de  veinte  é  cinco  años;  una  señal  de  herida  en  el 
dedo  pulgar  de  la  mano  derecha. 

Benito  de  Burgos,  hijo  de  Sebastian  Marín,  natural 
del  Puerto  de  Santa  María;  de  edad  de  veinte  é  un  anos^ 
blanco  de  rostrp,  una  sena!  en  el  dedo  segundo  de  la 
mano  izquierda  • 

Baltasar  de  Bigornia,  |iijo  de  Joan  de  Bigornia  é  de 
María  Sánchez  de  Murga,  natural  de  Gudizaela;  de  edad 
de  cuarenta  e  cinco  anos,  de  buen  cuerpo,  moreno,  una 
señal  de  herida  en  la  barba  á  la  parte  izquierda. 

Joan  de  Espinosa,  hijo  de  Pedro  de  Espinosa,  natu- 
ral de  Medina  del  Pomar;  de  edad  de  veinte  é  cinco  años, 
de  buen  cuerpo,  una  berruga  en  la  frente.  . 

Diego  Sánchez,  hijo  de  Joan  Sánchez,  natural  de  la 
ciudad  de  Segovia;  de  edad  de  veinte  é  nueve  años,  bar- 
bicano, un  diente  menos  ¿  la  parte  derecha. 

Rodrigo  Barba  r  hijo  de  Alonso  Caro,  natural  (te  Car- 
mona,  de  edad  de  veinte  é  siete  años;  mediano  de  cuer* 

« 

po,  un  lunar  debajo  de  la  ceja  izquierda. 

.  Ana  de  Coronado,  muger  de  Rodrigo  Barba,  hija  de 
Bartolomé  López,  natural  de  Carmena;  de  edad  de  trein- 
ta  años,  mediana  de  cuerpo  y  rubia,  los  ojos  garzos. 

Pedro,  hijo  de  los  dichos  Rodrigo  Barba  é  de  Añade 
Coronado,  de  edad  de  siete  años* 

Joan  de  Aguirre,  hijo  de  Miguel  Cobo  de  Aguirre, 
natural  de  Navarra;  de  edad  de  veinte  é  siete  años,  alto 
de  cuerpo,  una  señal  de  herida  en  el  dedo  segundo  de 
la  mano  izquierda. 

Joan  Gallo,  hijo  de  Juan  Gallo,  natural  de  Santa  Cruz 
de  la  Zarza,  de  edad  de  veinte  é  cinco  años;  mediano  de 
cuerpo,  una  señal  en  el  pulpejo  de  la  mano  izquierda. 

Pedro  de  Alcolea,  hijo  de  Pedro  de  Alcolea,  naloraL 


DIl  A1IGB1V0  VÉ  noiiAS.  269 

de  la  Villa  de  Salamanca;  de  edad  de  cuarenta  años,  bar- 
binegro, una  seSal  de'  herida  en  la  mollera. 

Joan  MarMneZy  hijo  de  Pedro  Sánchez  Nuñez»  natural 
de  Yilla  Nueva  del  Ariscal;  de  edad  de  veinte  aSos,  mo- 
renOy  una  señal  encima  del  labio  á  la  parte  derecha. 

Esteban  Ruiz,  hijo  de  Joan  Ruiz,  natural  de  Santa 
Haría  en  Estremadura;  de  edad  de  treinta  é  tres  anos, 
barbinegro,  delgado,  moreno. 

Antonio  Gómez,  hijo  de  Rodrigo  Alvarez,  natural  de 
Santa  Marta  en  Estremadura;  de  edad  de  treinta  años, 
ana  señal  en  el  carrillo  izquierdo  junto  á  la  barba,  y  otro 
en  la  llave  de  la  mano  izquierda. 

Alonso  García,  hijo  de  Alonso  Garcia  Lucas,  natural 
de  la  Torre  del  Almendral;  de  edad  de  treinta  é  seis 
años,  una  señal  en  el  brazo  izquierdo  junto  á  la  muñeca. 

Miguel  de  Castillo,  hijo  de  Gómez  Gutiérrez,  natural ' 
de  Toledo;  de  edad  de  treinta  é  cuatro  años,  pequeño 
de  cuerpo,  de  pocas  barbas,  una  señal  de  herida  en  el 
brazo  derecho. 

Catalina  de  Yergara,  muger  del  Miguel  del  Castillo, 
hija  de  Joan  Catalán,  natural  de  Sevilla;  de  edad  de  vein- 
te é  cuatro  años,  vizca  de  los  ojos» 

Luisa,  hija  de  Miguel  del  Castillo  é  Catalina  de  Ver- 
gara;  de  edad  de  cinco  años. 

Joan  Rodríguez,  hijo  de  Pedro  Gutiérrez,  natural  de 
Ayamonte,  de  edad  de  veinte  é  cinco  años;  bermejo, 
pecoso,  y  una  señal  encima  del  labio  á  la  parte  izquierda, 

Martiíi  Gutiérrez,  hijo  de  González  Rodríguez  é  de 
Catalina  Macias,  natural  de  la  Torre  del  Almendral;  de 
edad  de  veinte  é  siete  años,  alto  de  cuerpo,  moreno^ 
una  señal  en  la  frente  á  la  entrada  del  cabello . 

Lorenzo  Pérez,  hijo  de  Simón  Lorenzo,  natural  de  la 


27.0  wcmwf<^  jKímo^ 

YiUa  de  h  B«mbla;  d»  edad  de  treiata  é  tres  wo^^  {Ari* 
bínegro,  la  frente  grapde,  beadida  la  uña  doü  dedo  ii^ 
f  oierdo  de  Ja  maao  deisechai 

Leonor  Gojualo  del  Carpió^  oiager  de  Loraiwo  Pe^* 
rez,  b^  de  AiUoo  MariíA  Granado*  aalitral  de  ta  Villa 
déla  tlamhla;  de  edad  de  (reiata  anea»  UeoA  trea  Iwares 
ep  la  bar^. 

Catalina,  bija  de  Loren^  Pérez  é  Leopor  (ionM^\o 
dil  Carpió,  de  edad  de  trei^e  aí^oa;  bianea^  cpn  un»  se- 
ñal de  berida  en  la  frente* 

Alonso  Gatierrez,  bijo  de  Alonso  Gutiérrez  de  la  Ca- 
ballería, natural  de  la  Villa  de  Aln^bdovar  del  Campo;  de 
fdad  de  veinte  é  oipco  anos,  alto  de  cuerpo,  moreno, 
dos  dientes  menos  4  la  parte  de  arriba  del  lado  ia^qmerdo* 

Pedro  García,  bijo  de  Pedro  JMacias,  natural  de  la 
Villa  de  Rens*  en  Cataluña;  de  edad  de  vemte  é  orneo 
anos,  barbicano,  de\gadQ,  alto  de  auerpp^ 

Catalina  de  la  Cruz,  muger  de  Pedro  García»  bija  de 
Mariá  de  la  Paz,  natural  de  Sevilla;  de  edad  de  veiitfe 
años,  de  color  trigvieio,  delgada» 

ioaq,  tíiQ  de  Pedro  Garcia  é  Catalinji  dís  la  Criw;  4(9 
edad  de  añof  é  medio. 

Alonso  Mercban  Sanguinos  byp  de  Pedro  García  $an^ 
guiño,  natural  del  Acebuchal;  d(9  edad  de  veÍPte  é  tries 

anofiírde  buen  cueripo,  un  lunar  «n  el  c«rnilla  izquierdo. 

Joan  Sánchez  Caro,  Jiíjo  de  Pedro  García  Sanguino, 
natural  del  Acebuchal;  de  edad  de  veinte  é  cinco  anos, 
de  buen  cuerpo,  una  «eml  de  herida  eu«im»  de  la  ceja 
dereQba. 

GríatobaJ  González,  hijo  de  Crisidú^hal  Gon^PZi  mtu* 
ral  de  Cuenca;  de  edad  de  v^nte  écuatro  años,  median- 
Iip4e cuerpo»  r4^o  é. pecoso >de  rwtto. 


Cámara,  natural  de  Alcalá  de HeniireK  d#  (MÍi4d9 ¥eiil>» 
te  aioA,  ma  ^^1  ea  to  frenta  A  la  parto  «dereobt  Jtoto 

al  cabello. 

P44rQ  Viomte^  Mjo  de  Padro  YMeitoto^  natArtt  de 
Atecas;  de  edad  de  aeaenla  «ioa^  tnediaoo  dft  ottoriMK, 
Moo.yciijivQK 

C¿aamco  4e  Morala^i  bíjo  de  Néeolaa  da  HOMlet, 
oataral  d^  ia  Villa  de  Uceda;  de  edad  de  f  atfitaaoaa»  im 
laaar  aa  la  garganta  ea  la  iparle  íiqaiarda»  y  otro  «b  la 
aaegiUa  deraaha. 

García  Mor^n,  bijo  défitUiarre  Morejao^  natural  4a 
Paleacía;  de  edad  de  treinta  añoai  .pe(]aeio>de  aiteiqpo, 
anabarr4iga  aa«l  carrillo  deraoliO)  ¡r  esaaitla  da  ^Ista. 

Francisca  Barba»  aangar  ^dal  dkbo  Ciaroía  AIori^a«, 
«aUirai  da  la  Villa  de  CaQtíttana;  de  edad  de  yeinte  é 
ocho  moa»  alia  da  eaárpo»  aariagaiJaSa» 

Faaaiciaco  CabeUa  de  Villar»  hüo  de  Iligaal  Martia 
Torre-Blanca,  natural  de  Sanlucar  la  MajfiCrr;  4»  edad>de 
iraiata  aíaa,  iBareaOj  una  saaid  an  al  labio  .alio  á  la  par- 
ta iaqoierda* 

laabal  3arQal»  «ngar  dal  dicha  Franotaea  Caballo  da 
Villar,  natural  de  Sanlucar  la  Mayor,  de  edad  de  vainte 
é^aire  anaa*  aJta  á^  auarpo  é  peaoaa  de  noatro. 

Sttif^stra,  bfjodaJa$dicba$Fraii€iaea  GaheUo  VMtar 
^  da  Jaabal  Beraal;  de  adad  4a  oíncx»  laSoa  é  piadio. 

Martin  de  Volivar,  hgo  4^  Joan  da  Volivar,  nataral 
da  Alcalá  la  Real;  ée  edad  da  4rejata  A  aaia  aoaa»  barbi- 
eaao,  jaediaaQ  da  enarpQf  aaa  «isfial  da  barlda  aa  Jk 
molWu*a. 

"Laanar  da  Montalba,  -magar  del  dicho  :MaMia  de 
Voli«r,i  hf  a  de  Fraociaco  fllaatalba^  -aataral  de  4Jt;alá 


/ 
j 
t 


272  BóGDMnrros  iníoitos 

la  Real;  de  edad  de  veinte  é  cuatro  años,  blanca  con 
alganas  pecas  en  el  rostro. 

Beatriz;  hija  de  loa  (Uchos  Martin  de  Volivar  é  Leo* 
ñor  de  Montalbo;  de  edad  de  cuatro  anos. 

María,  hija  de  los  dichos  Martin  de  Volivar  é  Leonor 
<}e  Montalbo;  de  edad  de  dos  anos  é  medio. 

Lnisde  Alcázar,  hyode  Luis  de  Aleazar,  natural  de 
Ciudad  Real;  de  edad  de  veinte  é  seis  anos,  mediano  de 
cuerpo,  delgado,  un  lunar  en  el  carrillo  izquierdo. 

Isabel  del  Carpió,  tnuger  del  dicho  Luis  de  Alcázar, 
hija  de  Niculas  del  Carpió,  natural  de  Ciudad  Real;  de 
edad  de  veinte  é  seis  años,  con  dos  lunares  en  el  car- 
rillo derecho  y  otro  entre  las  cejas. 

Luis,  hijo  de  los  dichos  Luis  de  Alcázar  é  Isabel  del 
Carpió;  de  edad  de  cuatro  años  é  medio. 

Alonso  García,  hijo  de  Gonzalo  Garcia,  natural  de  la 
Villa  de  Fregenal;  de  edad  de  veinte  é  cinco  anos,  pe- 
queño de  cuerpo,  moreno,  con  una  señal  en  la  frente 
¿  la  par te« izquierda. 

Francisco  de  Encinas  Morales,  hijo  de  Francisco  de 
Encinas,  natural  de  Toledo;  de  edad  de  veinte  é  cuatro 
añoSy  con  una  señal  en  el  dedo  cuarto  de  la  mano  de- 
recha. 

Geronima  Flores,  muger  del  dicho  Francisco  de  En- 
cinas Morales,  hija  de  Pedro  de  la  Orta,  natural  de  To- 
ledo; de  edad  de  veinte  é  dos  años,  con  un  lunar  encima 
del  labio  alto  á  la  parte  derecha. 

Gerónimo  de  Moya,  hijo  de  Gerónimo  de  Moya,  na- 
tural de  Toledo;  de  edad  de  veinte  é  tres  años,  blanco  y 
rubio,  con  una  señal  en  la  llave  de  la  mano  izquierda^ 

Isabel  de  Medina,  muger  del  dicho  Gerónimo  de  Mo- 
ya,  hija  de  Hernando  de  Medina»  natural  de  Toledo;  de 


; 


ÜKL  ABCBITO  DX  INDUS.  273 

edad  de  veinte  é  cinóo  años,  con  una  señal  en  )a  frente 
á  la  parte  derecha. 

Joan  Guerrero,  hijo  de  Gonzalo  Guerrero,  nataral  de 
la  Faente  del  Maestre;  de  edad  de  veinte  é  tres  años,  de 
baen  eaerpo,  con  ana  señal  en  la  ceja  derecha. 

Joan  de  Torqaeraada,  hijo  de  Hernando  de  Torque- 
mada,  natnraf  de  Córdoba;  de  edad  de  cuarenta  años, 
iDoreno,  de  buen  cuerpo,  con  una  señal  en  la  mano  i2* 
qaierda  junto  á  la  muñeca. 

Gerónimo  de  Villanueva,  hijo  de  Asenció  de  Viila- 
naeva,  natural  de  Santo  Domingo  de  la  Isla  española; 
de  edad  de  veinte  años,  de  buen  cuerpo,  con  una  señal 
en  la  frente  á  la  parte  derecha. 

Joan  Hernán,  hijo  de  Jaque  Hernán;  de  edad  de  vein- 
te é  00  años,  blanco  é. delgado,  sarco. 

Joan  de  Toro,  hijo  de  Juan  de  Toro,  natural  del  Ace- 
buchal; de  edad  de  treinta  é  tres  años,  barbinegro,  con 
ana  señal  en  el  labio  alto. 

Leonor  González,  muger  del  dicho  Joan  de  Toro, 
bija  de  Alonso  Franco,  natural  del  Acebuchal;  de  edad 
de  cuarenta  años,  pequeña  de  cuerpo,  morena. 

Joan  de  Toro,  hijo  de  los  dichos  Joan  de  Toro  é  Leo- 
nor González;  de  edad  de  trece  aSos,  un  diente  quebra- 
do de  la  parte  de  arriba. 

Pedro  de  Moya,  hijo  de  Martin  Gutiérrez  de  Moya, 
natural  de  Córdoba;  de  edad  de  treinta  años,  mediano 
de  cuerpo,  con  una  señal  de  herida  en  el  carrillo  iz^ 
quierdo. 

Alonso  Rangei,  hijo  de  Rodrigo  Rangel,  natural  del 

Acebuchal;  de  edad^  de  veinte  é  cuatro  años,  de  buen 

cuerpo,  con  una  señal  de  herida  en  la  muñeca  izquierda. 

Alonso  de  Rivera,  hijo  de  Bartholomé  de  Rivera,  na-         l- 
Tomo  XV.  18 


274  Docmunrroft  ihbdítos 

taral  del  Acebuchal;  de  edad  de  veinte  ó  tres  años,  bar- 
bicaao,  con  los  dientes  grandes. 

Luis  Manuel  Carrillo,  hijo  de  Manuel  Luís  Carrillo  y 
de  Catalina  Manrique,  natural  de  Toledo;  de  edad  de 
veinte  é  cuatro  años,  barbicano,  con  una  herida  en 
el  dedo  mermellique  en  la  mano  izquierda. 

Joan  de  Olmedo,  hijo  de  Balentin  de  Olmedo,  natu- 
ral de  Yaldílecha;  de  edad  de  veinte  é  cuatro  años,  con 
una  señal  de  herida  en  la  nariz. 

Joan  de  Suelves,  hijo  de  Juan  de  Suelves,  natural  de 
Huesca  en  Aragón;  de  edad  de  veinte  é  ocho  años,  con 
un  hoyo  en  el  carrillo  izquierdo. 

Diego  de  Vargas,  hijo  de  Joan  de  Vargas ,  natural  de 
Toledo;  de  edad  de  diez  é  ocho  años,  con  una  señal  de 
herida  enmedio  de  la  frente  y  un  lunar  junto  al  ojo 
derecho. 

Domingo  de  Lambarri,  hijo  de  Aparicio  de  Lambar- 
ri,  natural  del  Valle  de  Gordijueia;  de  edad  de  veinte 
años,  con  señales  de  viruelas  en  el  rostro. 

Gerónimo  Romero,  hijo  de  Sebastian  Romero,  natu- 
ral de  Ciudad  Real;  de  edad  de  veinte  años,  con  una  se- 
ñal de  herida  en  el  dedo  cuarto  de  la  mano  derecha. 

Baltasar  de  Rojas,  hijo  de  Francisco  Martin  de  Mena, 
natural  de  la  villa  de  Lepe;  de  edad  de  veinte  é  seis 
años,  barbicano,  con  una  señal  en  medio  de  la  frente* 

Maña  de  Olmedo,  -muger  del  dicho  Baltasar  de  Rojas, 
hija  de  Francisco  de  Olmedo;  de  edad  de  veinte  é  cinco 
años,  blanca  y  colorada. 

Rodrigo  Mexia,  hijo  de  Pedro  Mexia,  natural  de  la 
Vil)a  del  Acebuchal;  de  edad  de  óuarenta  años,  con  uoa 
señal  encima  de  la  mano  izquierda. 

Elvira  Maoias,  mujer  del  dicho  Rodrigo  Mexia,  hija 


ML  AaCHIVO  M  INDIAS.  375 

« 

de  AioDSO  Macias,  nataral  del  Acebachal;  de  edad  de 
cuarenta  é  ciaco  anos»  morena,  con  una  señal  en  el  car* 
riUo  derecho. 

Haría»,  hija  de  los  dichos  Rodrigo  Mexía  y  de 
Elvira  Macías;  de  edad  de  once  años»  delgada»  morena. 

Joan»  hijo  de  los  dichos  Rodrigo  Mexía  y  de  Elvira 
Macías;  de  edad  de  cinco  años. 

Andrés  Macías»  hijo  de  Joan  Macías»  natural  de  Al- 
modovar  del  Campo;  de  edad  de  veinte  é  dos  años»  de 
buen  cuerpo»  con  una  señal  en  el  ojo  derecho. 

Diego  Gutiérrez  Moreno»  hijo  de  Garci  Moreno^ 
natural  de  Talavera  de  Badajoz;  de  edad  de  veinte 
años»  blanco»  carirredondo»  con  una  señal  en  la  mollera» 

Francisco  Sánchez»  hijo  de  Martin  Sánchez»  natural 
del  logar  de  Trassierra;  de  edad  de  treinta  años»  delga- 
do» con  una  señal  en  el  pulpejo  de  la  mano  derecha. 

Francisco  Marín ,  hijo  de  Joan  de  Álava,  natural  de 
Solana;  de  edad  de  treinta  años»  pequeño  de  duerpo»  con 
dos  señales  en  la  frente, 

Alvaro  Ortiz,  hijo  de  Diego  Gutiérrez  Escribano»  na- 
tural del  Acebuchal;  de  edad  de  veinte  años»  con  un 
diente  menos  de  la  parle  de  arriba  la  lado  izquierdo. 

Pedro  Ortiz»  hijo  de  Pedro  Ortiz»  natural  de  Fresne- 
ña;  de  edad  de  veinte  é  tres  años»  con  una  señal  encima 
de  la  ceja  izquierda. 

Joan  Luis  Baqnerizo»  hijo  de  Joan  Blasquez  Mede- 
IKn»  natural  de  la  ciudad  de  Ecija;  de  edad  de  veinte  é 
cuatro  años»  barbicano»  con  una  señal  en  la  frente. 

Martin  Tabares»  hijo  de  Joan  Gordejo,  natural  de  la 
villa  de  Alburquerque;  de  edad  de  veinte  é  cinco  años» 
moreno»  con  una  señal  debajo  del  ojo  derecho. 

Joan  de  Ceballos»  hijo  de  Andrés  Vázquez»  natural  de 


S76  lN>CIIÍIBIfT06    UfiniTOft 

la  Torre  del  Almendral;  de  edad  de  veinte  é  ciaco  a&os, 
con  ana  señal  en  la  frente  á  la  parte  izquierda. 

Joan  Hernández,  hijo  de  Joan  Gutiérrez,  natural  de 
Toledo;  de  edad  de  veinte  é  cinco  años,  con  doe  señales 
en  la  frente. 

Joana  González,  muger  del  dicho  Joan  Fernandez,  bija 
de  Diego  Diaz  d^  Nieva,  natural  de  Ciudad  Real;  de  edad 
de  treinta  ó  seis  años,  con  una  señal  en  la  muñeca  de  la 
mano  derecha. 

Angelina,  hija  de  los  dichos  Joan  Fernandez  é  Joana 
Gonzalo;  de  edad  de  año  é  medio. 

Francisco  de  Torres,  hijo  de  Diego  de  Torres,  nata* 
ral  de  la  ciudad  de  Toledo;  de  edad  de  treinta  años,  de 
buen  cuerpo,  barbicano,  con  dos  dedos  pegados  en  la 
mano  izquierda. 

Garcf  Martín,  hijo  de  Joan  García.  ValeDciaoo,  natu- 
ral del  Acebuchal;  de  edad  de  treinta  años,  barbicano, 
con  una  señal  en  la  ceja  derecha. 

Andrés  Rodrigo,  hijo  de  Joan  Rodrigo,  naUírai  de  la 
villa  de  Bribie^^ca;  de  edad  de  veinte  é  seis  años,  barbi- 
negro, ceji-junto. 

Andrés  de  Carmena,  hijo  deFraaciscoGutierreí,  na- 
tural deBenacazón;  de  edad  de  veinte  é  cinco  años,  de 
buen  cuerpo,  con  una  señal  de  herida  encima  de  la  mano 
derecha. 

Miguel  Sánchez,  hijo  de  Alonso  Raiz,  natural  de  Al- 
modovar  del  Campo;  de  edad  de  veinte  años,  coa  la 
frente  pequeña,  cari-redondo. 

Pedro  de  Montoya,  hijo  de  Hernando  de  Monto- 
ya,  natural  de  la  villa  de  la  Alborea;  de  edad  de  treinta 
é  ochaanos,  pequeño  de  cuerpo,  delgado,  con  una  señal 
encima  de  ia  mano  izquierda. 


DBi  AEOOYO  M  INDIAS.  9T7 

Catalina  del  Olmo,  moger  del  dicho  Pedro  de  Monto- 
ya,  bija  de  Sancho  Lopeí,  natural  de  la  Alberca;  de  edad 
de  tranta  años,  con  una  señal  en  las  c€¡jas. 

Antón  Rodríguez,  hijo  de  Alvaro  Rodrigaez,  natural 
de  Cindad  Real;  de  edad  de  cuarenta  é  dos  anos,  pe- 
qneno  de  cuerpo,  moreno  y  calvo. 

Ana  de  Mora,  muger  del  dicho  Antón  Rodrigo,  bya 
de  Diego  de  Hora,  natural  de  Ciudad  Real;  de  edad  de 
reinte  é  dos  años,  blanca,  con  pecas  en  el  rostro. 

Antonio  Gonzaleí,  hijo  de  Antonio  González,  natu- 
ral del  Tiemblo;  de  edad  de  diez  é  nueve  anos,  -rojo  é 
garzo. 

Diego  Maclas,  hijo  de  Fr  ancisco  Ortíz,  natural  de 
Acebuchal;  de  edad  de  veinte  é  dos  «moa,  de  buen  cuer- 
po, con  señales  de  viruelas  en  el  rostro. 

Antón  García,  hijo  de  Pedro  García,  natural  do  la  vi- 
lla de  Celgas  en  la  sierra  de  Gata;  de  edad  de  veíate  ¿ 
seis  años,  moreno,  barbinegro. 

Cristóbal  de  Herbaz,  hijo  del  capitán  Cristóbal  de 
Berbaz,  natural  de  Ciudad  Real;  de  edad  de  treinta  anos, 
de  buen  cuerpo,  moreno,  con  una  señal  en  el  dedo  se* 
gando  de  la  mano  derecha. 

Lucía  López,  muger  del  dicho  Cristóbal  de  Herbaz, 
bija  de  Diego  Martínez  Pedrero,  natural  de  Ciudad  Real; 
de  edad  de  treinta  años,  con  un  lunar  en  la  barba. 

Sebastian  de  Herbaz,  hijo  de  los  dichos  Cristóbal  de 
Herbaz  y  Lucía  López,  su  muger;  de  edad  de  doce  anos. 

Cristóbal,  hijo  de  los  dichos;  de  edad  de  diez  anea. 

Ana,  hija  de  los  diphos;  de  edad  de  dos  afios. 

Francisco  de  Paez,  hijo  de  Joan  de  Paez,  natural  do 
Ayamonte;  de  edad  de  diez  y  siete  afios,  delgado,  hen- 
dida la  uña  del  dedo  cuarto  de  hi  mano  derecha. 


278  DocmiNTOs  iniditos 

Joan  I^erez,  hijo  de  Pedro  Yanez,  natural  del  Con- 
cejo de  Coria;  de  edad  de  treinta  años,  de  baen  oaerpo^ 
conuna  señal  de  herida  en  el  dedo  pulgar  de  la  mano  de- 
recha. 

Joan  Yalas,  hijo  de  Hernando  Valas,  natural  de  AU 
modovar  del  Campo;  de  edad  de  veinte  é  dos  años,  con 
una  señal  en  la  frente  en  la  parte  derecha. 

Hernando,  hijo  de  Hernando  Yaias,  natural  de  Al- 
modovar  del  Campo;  de  edad  de  veinte  años,  con  una 
señal  de  herida  en  el  carrillo  derecho. 

Mateo  Sánchez,  hijo  de  Pedro  Sánchez  Espejo,  natu- 
ral de  la  Yilla  de  la  Rambla;  de  edad  de  diez  é  siete  años, 
con  ana  señal  de  herida  en  la  oreja  izquierda* 

Francisco  Caraballo,  hijo  de  Gonzalo  Méndez  Cara- 
bailo,  natural  de  Yigo,  en  Galicia;  de  edad  de  veinte 
años,  cipn  una  señal  en  la  frente  en  el  nacimiento  del  ca- 
bello. 

Nicolás  de  Rivera,  bijo  de  Joan  de  Rivera,  natural 
de  la  Yilla  de  Ocaña;  de  edad  de  veinte  é  ocho  años,  pe- 
queño de  cuerpo,  con  una  señal  en  la  cabeza  encima  de 
la  oreja  derecha. 

María  Gómez,  mqger  del  dicho  Nicolás  de  Rivera, 
hija  de  Joan  de  Mora,  natural  de  la  Yilla  de  Ocaña;  de 
edad  de  veinte  é  dos  años,  con  una  señal  en  la  frente  á 
la  parte  derecha. 

Miguel  Sánchez,  hijo  de  Miguel  Sánchez,  natarai  de 
Santiago  de  Galicia;  de  edad  de  veinte  é  cuatro  años, 
hendida  la  uña  del  dedo  pulgar  de  la  mano  derecha. 

Pedro  Merchan,  hijo  de  Alonso  Macias,  natural  del 
Acebuchal;  de  edadde  veinte  é  cuatro  años,  barbicano, 
caríredoado,  colorado. 

Joan  Cruzado,  hijo  de  Carlos  Cruzado,  natoral.  de  la 


DIL  ARCBIVO  n  llIBUS.  279 

eiiidad  de  Pamplona;  de  edad  de  veinte  é  cuatro  años, 
con  ooa  sefial  en  el  carrillo  izquierdo. 

Joan  Bernaldo,  hijo  de  Gonzalo  Bernaldo,  natural  de 
Tor  de  Alaguna;  de  edad  de  veinte  años,  de  buen  cuer* 
po,  carirredondo  y  las  nances  grandes. 

Alonso  Gutiérrez,  hijo  de  Matías  Alfonso;  de  edad  de 
treinta  años,  con  una  señal  en  el  dedo  pulgar  de  ja  mano 
izquierda. 

Felipe  Enriquez,  hijo  de  Manuel  Enríquez;  de  edad 
de  diez  é  nueve  años,  con  una  señal  de  herida  en  el  dedo 
menor  de  la  iñano  izquierda. 

Alonso  Martin,  hijo  de  Alonso  Martin ^  natural  de  Se- 
villa; de  edad  de  treinta  é  cuatro  años,  rojo,  la  frente 
grande,  de  mediana  estatura; 

Antonio  de  Herrera,  hijo  de  Martín  López,  natural 
de  Tuy  en  Galicia;  de  edad  de  veinte  é  tres  años,  con 
una  señalen  la  muñeca  derecha. 

Alvaro  Carabalio,  hijo  de  Gregorio  Méndez,  natural 
de  Bayona  en  Galicia;  de  edad  de  veinte  años,  mediano 
de  cuerpo,  delgado,  la  frente  ancha. 

Antonio  Méndez,  hijo  de  Gregorio  Méndez,  natural 
de  Bayona  en  Galicia,  de  edad  de  diez  é  ocho  años,  de 
baen  cuerpo  é  blanco  de  rostro. 

Joan  Rodríguez  Quh-oga,  hijo  de  Pedro  Rodríguez  de 
Quiroga,  natural  de  Quiroga  en  Galicia;  de  edad  de  vein- 
te 6  cuatro  años,  con  una  señal  encima  al  ojo  izquierdo 
en  la  frente. 

Joan  González  Delgado,  hijo  de  Joan  González  Del- 
gado, natural  de  la  Villa  de  Uceda;  de  edad  de  veinte  é 
un  años;  con  una  señal  en  el  ojo  izquierdo. 

Después  desto;  en  treinta  é  un  dias  del  dicho  mes  de 
Marzo,  del  dicho  año ,  el  dicho  Gobernador  Diego  de  Ar- 


/■'/ 


280  OOCmORTOS  UODiTOt 

tieda»  trajo  ó  presentó  ante  el  dicho  Seoor  Ortega  de 
Melgosa»  para  llevar  ea  la  dicha  jornada  á  laa  personas 
siguientes: 

Hernando  López  de  Pecesi  hijo  de  Franciscj  Lopez^ 
natural  de  Villarrubia;  de  edad  de  cuarenta  é  cinco  años» 
de  mediana  estatura,  con  una  señal  de  herida  en  la  cabe- 
za encima  de  la  oreja  derecha. 

Francisco  Guerrero,  hijo  de  Pedro  Martinez  del  Cam- 
po, natural  del  Corral  de  Almaguer;  de  edad  de  treinta 
años,  de  buena  estatura,  moreno,  con  una  señalen  medio 
de  la  frente  al  nacimiento  del  cabello. 

Joan  Barriga  Ortiz,  hijo  de  Francisco  Barriga»  natu- 
ral de  Belinchon;  de  edad  de  treinta  años,  alto  de  cuer- 
po, barbicano,  con  una  señal  en  la  frente  Á  la  parte  iz« 
quierda. 

Joan  Vázquez,  hijo  de  Diego  Vázquez,  natural  de  la 
Villa  de  Estremera;  de  edad  de  veinte  é  dos. años,  me- 
diano de  cuerpo,  un  <üente  quebrado  de  la  piirte  de  ar- 
riba. 

Bartholomé  de  Sayavedra,  hijo  de  Francisco  de  Sa- 
ya vedra,  natural  de  la  Tala  vera  de  la  Reina;  de  edad  de 
veinte  años,  mediano  de  cuerpo,  con  una  señal  do  herida 
en  la  frente  á  la  parte  derecha. 

Domingo  de  Villarreal,  hyo  de  Francisco  González, 
natural  de  Balelolmos,  tierra  de  Alcalá  de  Henares;  de 
edad  de  veinte  años,  con  una  señal  en  el  carrillo  iz- 
quierdo. 

Francisco  López,  hijo  de  Francisco  López,  natural 
de  Alcázar  de  Consuegra;  de  edad  de  veinte  é  dos  años, 
de  buen  cuerpo,  con  una  señal  en  la  garganta  á  la  parte 
izquierda. 

Bartholomé  González»  hyo  de  Joan  Gonzalo,  patiiral 


de  VWafraacA  del  Vierzo;  de  edkd'de  veinte  ofim,  mo* 
reno»  con  ana  señal  de  herida  en  el  dedo  tercero  de  la 
mano  derecha. 

Bslebao  López,  hijo  de  Benito  López,  naloral  de:AU 
cazar  de  Consuegra;  de  edad  de  veinte  é  an  años,  de 
boen  caerpOy  con  una  señal  pequeña  junto  á  la  •aten  iz<* 
quiérda. 

Gabriel  de  Lescano,  hijo  de  Cosme  de  Lesoano,  na* 
toral  del  Horcajo;  de  edad  de  veinte  años»  de  buen  cuer-» 
po,  blanco,  delgado. 

loan  Gutiérrez,  hijo  de  Francisco  Gutiérrez,  natural 
de  Foentidueña;  de  edad  de  diez  ó  ooho  años,  de  buen 
cuerpo,  blanco,  la  boca,  grande. 

loan  Toríjano,  hijo  de  Sebastian  Torijano,  natural  de 
la  Villa  de  Yévenes;  de  edad  de  veinte  é  cinco  afios,  de 
buen  cuerpo,  moreno,  con  un  lunar  junto  al  ojo  de- 
recho. 

Baltasar  de  Segovia,  hijo  dé  Gregorie  Cabezo,  natu- 
ral de  Toledo;  de  edad  de  treinta  é  cuatro  años,  medía* 
no  de  cuerpo,  con  una  señal  al  fin  de  la  ceja  derecha. 

Francisco  Baptifta,  hijo  de  Joan  Baptista,  natural  de 
Zaragoza;  de  edad  de  cuarenta  é  seis  eños,  barbicano  ^ 
con  ana  señal  en  la  nariz  á  la  parte  derecha. 

Francisco  Gutiérrez  de  Carvajal,  hijo  de  Diego,  de 
Lainez  de  Carvajal,  natural  de  León;  de  edad  de  veinte  é 
ocho  afios;  barbicano,  con  una  señal  en  el  dedo  tercero 
de  la  mano  derecha. 

Garda  del  Tineo,  hijo  de  Francisco  Tineo,  natural 
de  Horcajo;  de  edad  de  veinte  éfios,  izquierdo,  cari- 


Joan  Benitez,  hijo  de  Bartholomé  Martin,  mtarat  de 
Sevilla;  de  edad  ds  veinte  é  dooo  años,  pequeño  de 


282  iKiCDiiiinot  uáBifos    - 

'  caerpOy  oon  ona  señal  en  el  dedo  tercero  de  la  mano  iz» 
quierda. 

Ñuño  Rodrigo,  hijo  de  Manuel  López,  natural  de  Za-i 
fra;  *  de  edad  de  veinte  é  cinco  años,  de  baen  cuer- 
po, con  una  señal  en  la  frente  encima  de  la  ceja  iz- 
quierda. 

Luis  Pinto,  hijo  de  Diego  Pinto,  natural  de  Mazagan; 
•  dfi  edad  de  veinte  é  cinco  años,  de  buen  cuerpo,  con 
dos  señales  pequeñas  en  el  carrillo  izquierdo. 

Gaspar  de  Briones,  hijo  de  Alvaro  de  Briones,  natu* 
ral  de  Cuenca;  de  edad  de  veinte  é  dos  años,  pequeño 
de  cuerpo,  blanco,  la  frente  pequeña. 

Bartholomé  Gutiérrez  Serrano,  hijo  de  Rodrigo  Alon- 
so, natural  de  Zalamea  de  la  Serena;  de  edad  de  cuaren- 
ta é  siete  años,  rojo  y  alto  de  cuerpo. 

Diego  Garcia,  hijo  del  dicho  Bartholomé  Gutiérrez 
Serrano,  natural  de  Zalamea  de  la  Serena;  de  edad  de 
veinte  é  dos  años,  alto  de  cuerpo,  con  un  diente  dañado 
de  la  parte  de  arriba. 

Pedro  de  MoraUUa,  hijo  de  Pedro  de  MoratiUa,  natu- 
ral de  la  Villa  de  Lupiana;  de  edad  de  veinte  é  cuatro 
años,  pequeño  de  cuerpo,  moreno,  con  un  diente  caria- 
do en  *la  parte  de  arriba. 

Pedro  Coronado,  hijo  de  Joan  Coronado,  nataral  del 
Campo  de  Eritafia;  de  edad  de  veinte  años,  con  nna  añal 
de  herida  en  la  cabeza  en  la  parte  lerecha,  y  angosta  la 
frente. 

Luis  de  Pliego,  hijo  de  Luis  de  Pliego,  natural  de 
Cuenca;  de  edad  de  veinte  é  dos  años,  de  buen  ouerpo 
delgado  y  las  narices  grandes,  con  dos  señales  de  herida 
en  las  cejas. 

Martin  Diaz,  hijo  de  Joan  Díaz,  nataral  de  Cádiz;  de 


BiL  Aicnnro  bi  ihdiab.  883 

edad  de  diez  é  nueve  años,  con  un  diente  menos  en  la 
parle  de  arriba. 

Pedro  de  Lnna,  hijo  de  Joan  de  Lona,  natural  de 
Ocaña;  de  edad  de  treinta  años,  de  buen  cuerpo,  rojo, 
con  un  diente  peños  de  la  parte  de  arriba. 

Francisco  de  Molina,  hijo  de  Rodrigo  Alonso  de  Mo- 
Km»  natural  de  Arjonilla;  de  edad  de  veinte  é  cinco 
años,  de  buen  cuerpo,  con  una  señal  de  herida  en  medio 
de  la  frente. 

Isabel  Gonsales,  muger  del  dicho  Francisco  de  Moli-' 
na,  hija  de  Rui  Márquez,  natural  de  Mastrique;  de  edad 
de  veinte  años,  con  una  señal  en  el  carrillo  derecho. 

Rodrigo  Lozano,  hijo  de  los  dichos  Francisco  (le  Mo- 
lina é  Isabel  Gonzalo;  de  edad  de  cuatro  meses. 

Joan  Vela,  hijo  de  Pablo  Vela,  natural  de  Arjonilla; 
de  edad  de  veinte  é  dos  años,  moreno,  carirredondo, 
con  una  señal  en  la  mollera. 

Francisco  de  Castilla,  hijo  de  Esteban  de  Zamora, 
natural  de  Arjonilla;  de  edad  de  veinte  é  seis  años,  de 
buen  cuerpo,  hechado  de  un  diente  de  la  {Mirte  de 
arriba. 

Alonso  Ramos,  byo  de  Joan  Ramos,  natural  de  Ar- 
jonilla; de  edad  de  veinte  años,  de 'buen  cuerpo,  berme- 
jo y  vizco. 

Francisco  Rodriguez,  hijo  de  Francisco  de  Lavera, 
natural  de  Arjonilla;  de  edad  de  treinta  años,'  alto  de 
cuerpo,  con  una  señal  en  el  carrillo  derecho  y  hechado  de 
Jos  dientes. 

Maria  del  CastiUo,  muger  del  dicho  Francisco  Rodri- 
go, hija  de  Joan  del  Castillo;  de  edad  de  veinte  é  cuatro 
aSoi,  blanca,  cariredonda« 

Don  Francisco  de  Naba,  hijo  de  Don  Francisco  de         ,  > 


384  MCOMBITOB  OlÉMTOi 

Naba,  natural  del  Paerto  de  Santa  liaría;  de  edad  de 
veinte  años,  pequeño  de  caerpo,  moreno,  eeli-junto. 

Diego  de  Cárdenas,  hijo  de  Alonso  de  Cárdenas,  na- 
tural de  Niebla;  de  edad  de  veinte  é  cinco  año»,  con  mli 
señal  de  herida  en  la  mollera. 

Gabriel  López,  hijo  de  Francisco  Gomes,  natural  de 
la  VHIa  de  Ocaña;  de  edad  de  cuarenta  año? ,  de  butn 
caerpo,  barbicano,  con  una  berruga  en  el  carrillo  derecho. 

Magdalena  González,  muger  del  dicho  Gabriel  Lopet^ 
bija  de  Duarte  González;  de  edad  de  treinta  anos,  cari- 
redonda,  de  buen  cuerpo. 

Gaspar  de  Avila,  hijo  de  Diego  de  Avila,  dalural  de 
Belinchon;  de  edad  de  veinte  e  seis  anos,  moreno,  de 
buen  cuerpo,  barbinegro. 

:  María  Rabia,  muger  del  dicho  Gaspar  de  Avila,  hija 
de  Alonso  el  Rubio,  natural  de  Belinchon;  de  edad  dó 
veinte  é  cuatrp  años,  pequeña  de  caerpo,  blanca  de 
rostro. 

Gabriel  de  Hora,  hijo  de  Alonso  Sánchez,  natural  de 
Dos  Barrios;  de  edad  de  veinte  ó  seis  años,  de  buen 
cuerpo,  rojo. 

Francisca  de  Salas,  muger  del  dicho  Gabriel  de  Mora, 
hija  de  Andrés  de  Salas,  natural  de  Dos  Barrios;  de  edad 
de  veinte  é  cuatro  años^  morena  de  rostro. 

Gregorio  López,  hijo  de  Sebastian  Lopea,  natural  de 
Tembleque;  de  edad  de  veinte  é  cinco  años,  medianode 
cuerpo,  con  una  señal  en  la  frente  encima  de  la  ceja  í%* 
quierda. 

María  de  Haro,  muger  del  dicho  Gregorio  López» 
bija  de  Andrés  de  Haro,  natural  de  Tembleque;  de  edad 
de  veinte  é  tres  años,  alta  de  cuerpo  y  blanca  de  roattti. 

Pedro  Román,  hijo  de  loan  Román,  natumlde  VlOar- 


ML  AMome  M  M»u0.  986 

rabia;  de  edad  de  veioie  é  aeis  años,  de  buea  caerpo, 
rojo,  coD  una  señal  en  la  narix  en  la  parte  izquierda. 

Paiciiaia  García»  muger  del  dicho  Pedro  Román,  hija 
de  Joan  de  Pascuala,  natural  de  Yülarrubia;  de  edad  de 
veinte  6  sieJe  anos,  pequeña  de  cuerpo  é  morena. 

Francisco  Sánchez  Garatero,  hijo  de  Francisco  Gara- 
tero, natural  de  Villarrubia;  de  edad  de  cuarenta  años» 
barbi-espeso^  coa  una  berruga  en  la  nariz  en  la  parte  dd^ 
rtt^ha. 

Ana  de  OcaSa,  muger  del  dicho  Francisco  Sánchez 
Carralero,  hija  de  Francisco  Diaz,  natural  de  Villarrubia; 
de  edad  de  treinta  años,  morena,  de  mediana  estatura. 

Pedro  del  Castillo,  hijo  de  Andrea  del  Castillo,  oatU'* 
ral  de  la  Villa  de  Cogolludo;  de  edad  de  veinte  é  aeía 
años,  de  buen  cuerpo,  rojo,  con  señales  de  biruelas  en 
el  rostro. 

loan  Sánchez,  hijo  de  Joan  de  Santa  Cruz,  natural  de 
la  villa  de  Estremera;  de  edad  de  treinta  é  cinco  años* 
de  buen  cuerpo,  con  ua  diente  menos  de  la  parle  de 
arriba. 

Joana  Martínez,  muger  del  dicho  Joan  Sánchez,  hija 
de  Joan  Bachiller,  natural  de  Brea;  de  edad  de  veinte  é 
seis  años,  de  buen  cuerpo,  blanca» 

María,  hija  de  loa  dichos  Joan  Sánchez  é  Joana  Mar- 
tínez, de  edad  de  tres  años. 

Miguel  Limón,  hijo  de  Pedro  Limón,  natural  de 
PaerloUano;  de  edad  de  veinte  é  cinco  años,  mediano 
4Íe  cuerpo,  con  um  señal  sobre  la  ceja  izquierda. 

Joan  Ceberino»  hifo  de  Diego  Gutiérrez,  natural  de 
Fregeaai;  de  edad  de  veinte  é  dos  años,  delgado,  con 
«na  señal  al  fia  de  la  ceja  derecha. 

Francisca  de  Trejo,  muger  del  dicho  Joan  Geberino» 


286  DOGÜHKNTOS   ROEDITOS 

hija  de  Pedro  de  Trejo,  natural  de  Fregeaal;  de  edad  de 
veinte  é  cinco  años,  delgada,  blanca. 

Anión  Gómez  Hermoso,  hijo  de  Rui  Gómez  Hermo- 
so, natural  de  Fregenal;  de  edad  de  diez  é  ocho  a&os, 
con  una  señal  de  herida  sobre  la  ceja  derecha. 

María  Rodríguez,  muger  del  dicho  Antón  Gómez , 
hija  de  Diego  Gutiérrez  natural  de  Fregenal,  de  edad  de 
diez  é  seis  años,  pequeña  de  cuerpo,  morena. 

Joan  Moreno,  hijo  de  Alonso  Moreno,  natural  de  Al- 
calá dp  Henares;  de  edad  de  veinte  é  ocho  año&,  media- 
no de  cuerpo,  hechado  de  los  dieptes. 

María  de  Espinosa^  muger  del  dicho  Joan  Moreno, 
hija  de  Francisco  de  Espinosa,  natural  de  Alcalá  de  He-* 
nares;  de  edad  de  veinte  años,  pequeña  de  cuerpo,  mo* 
rena. 

Joi|n  Bercero,  hijo  de  Joan  Bercero,  natural  de  Geba, 
tierra  de  Valladolid;  de  edad  de  treinta  é  cuatro  años, 
alto  de  cuerpo,  delgado,  de  poca  barba. 

Maria  Rodríguez,  muger  del  dicho  Joan  Bercero, 
hija  de  Miguel  Rodríguez,  natural  de  Geba;  de  edad  de 
veinte  é  cinco  años,  pequeña  de  cuerpo,  con  un  lunar 
en  el  carrillo  izquierdo. 

Francisco  Martín,  hijo  de  Domingo  Mezonero,  nata- 
ral  de  la  Villa  de  Babi  la  Fuente;  de  edad  de  treinta  é 
seis  años,  alto  de  cuerpo,  barbinegro,  con  una  señal  en- 
cima de  la  ceja  izquierda. 

Hernán  García  de  Santana,  hijo  de  Lorenzo  Ramos, 
natural  de  Fregenal;  de  edad  de  veinte  é  dos  anos,  coa 
una  señal  de  herida  entre  las  dos  cejas. 

Ana  García  de  Santana,  madre  del  dicho  Herqaii 
García  de  Santana,  natural  de  Fregenal;  de  edad  de  cia«> 
cuenta  años,  de  buena  estatura,  morena. 


BB.  ABOWVO  DK  IHDUS.  267* 

Joan  Díaz  Aldeano,  hijo  de  Gregorio  Gómez,  natu- 
ral de  Villa  Nueva  del  Fresno;  de  edad  de  veinte  é  seis 
año9,  mediano  de  cuerpo,  moreno,  hecbado  de  los 
dientes. 

Catalina  Gómez,  muger  del  dicho  Joan  Díaz,  hija  de 
Lorenzo  Ramos,  natural  de  Fregenal;  de  edad  de  veinte 
é  ocho  anos,  morena,  con  un  lunar  en  el  carrillo  iz-    , 
quierdo. 

Pedro  Sánchez,  hijo  de  Alonso  Sánchez,  natural  de 
Pnerto-llano;  de  edad  de  treinta  é  cuatro  años,  moreno 
y  barbinegro,  con  la  frente  grande  y  ana  señal  en  el  de<* 
do  segundo  de  la  mano  izquierda. 

Esteban  Garcia  Sanguino,  hijo  de  Francisco  Ortiz, 
natural  del  Acebuchal;  de  edad  de  treinta  años,  de  buen 
cuerpo,  moreno,  con  una  señal  en  el  carrillo  derecho. 

Francisco  Guerrero,  hijo  de  Garcia  Gutiérrez  Guer- 

fe 

rero,  natural  de  Almodovar  del  Campo;  de  edad  de  vein- 
te é  cinco  años,  alto  de  cuerpo,  con  una  señal  en  el  car- 
rillo derecho. 

Gabriel  Guerrero,  hijo  de  Garcia  Gutiérrez  Guerrero, 
natural  de  Almodovar  del  Campo;  de  edad  de  diez  é  ocho 
años,  con  una  berruga  en  la  frente  sobre  la  ceja  iz- 
quierda. 

Pedro  Garcia  Bago,  hijo  de  Miguel  Sánchez  Bago, 
natural  del  Acebuchal;  de  edad  de  cuarenta  años,  bar- 
bicano, calvo. 

Catalina  González,  muger  del  dicho  Pedro  Garcia 
Bago,  hija  de  Manuel  Castañon,  natural  del  Acebuchal; 
de  edad  de  cuarenta  años,  alta  de  cuerpo,  blanca. 

Felipe  Castañon,  hijo  de  los  dichos  Pedro  Garcia  Ba* 
go  y  Catalina  Gonzalo;  de  edad  de  diez  é  siete  años,  con 
una  señal  en  kuedio  de  la  frente.  7 


28S  DocmuiiTos  ihbutos 

Joana  Macias,  bija  de  los  dichos;  de  edad  de  diez 
a&os. 

María  de  Jesús,  bija  de  los  dichos;  de  edad  de  siete 
años. 

Pedro»  hijo  de  los  dichos;  de  edad  de  dos  años. 

Joan  de  Argoeta,  hijo  de  JoandeArgtieta.natoralde 
la  villa  de  Uceda;  de  edad  de  veinte  é  dos  años,  de  baen 
caerpo,  delgado,  con  una  señal  en  el  carrillo  dereobo. 

María  Toro,  muger  del  dicho  Joan  de  Argueta,  bija 
de  Pedro  Garcia  Bago,  natural  del  Acebuchal;  de  edad 
de  diez  é  seis  anos,  blanca  de  rostro. 

Alonso  Rodríguez  Bravo,  hijo  de  Alonso  Rodrigo 
Bravo,  natural  de  Almodovar  del  Campo;  de  edad  de 
veinte  años,  con  una  señal  como  hovo  en  el  carrillo 
derecho. 

Joan  deGomi,  hijo  de  Miguel  de  Gomi,  nalural  de 
Pamplona  en  Navarra;  de  edad  de  cuarenta  años,  de 
l^uen  cuerpo,  con  una  señal  en  el  carrillo  derecho.   . 

Francisco  Rodríguez  Bravo,  híjpde  Pedro  Rodríguez 
Garzón,  natural  de  Fregeoal;  de  edad  de  veinte  é  seis 
años,  con  una  señal  at  fSoí  de  la  ceja  izquierda  á  la  parte 
da  abajo: 

Bartbolomé  Bravo,  hijo  de  Gaspar  Bravo,  natural  de 
la  villa  de  Fuentes  de  Valdepero;  de  edad  de  treinta 
años,  con  una  señal  pequeña  en  el  carrillo  izquierdo. 

Cristóbal  de  Viilanueva,  hijo  de  Cristóbal  de  Villa- 
nueva,  natural  de  Zalamefi  de  la  Serena;  de  edad  de 
veinte  é  ocho  años,  alto  de  cuerpo  C€yi-juato. 

Leonor  Blasquez,  muger  del  dicho  Cristóbal  de  Vi* 
Ilaaueva,  bija  de  Antonio  López,  natural  dé  Zalamea  de 
la  Serena;  de  edad  de  veinte  ó  seis  años,  alta  de  cuer- 
po»  cari-aguileña. 


Jmo  Lo|iei»  bíjo  de  Amoo  Lopeí « oatoral  de  Zalaniea 
de  la  Setena;  de  edad  de  veíale  mío$,  de  bueo  cuerpo» 
iioreoo»  coQ  qq  boyo.en  la  barba. 

Isabel  de  VillaDueva,  muger  del  dicho  Joao  López, 
liya  de  loan  de  Villaniieva,  naloral  de  Zalamea  de  la  Se- 
rena; de  edad  de  veiote  é  cuatro  a&oa,  medíaDa  de 
eierpo,  blanca  de  rostro. 

Crísiobal  Rodríguez,  hijo  de  Cristóbal  Rodrigoezi  m- 
lural  de  S^govia;  de  edad  de  veinte  é  ocbo  anosi  con 
uá  9emi  de  herida  ea  hi  cabeza  i  la  parte  izquierda. 

Pedro  Perezt  hijo  de  Joaa  Pérez,  natural  de  Yebenes; 
de  edad  de  treinta  añoa,,ailo  de  cuerpo,  abultado  de 
roeiro,  barbicano» 

Joan  Martínez,  hijo  de  Alonan  Martínez,  natural  de 
Dagaozo;  de  edad  de  veinte  ¿  dos  aooa,  de  buen  cuerpo, 
eon  una  a^al  de  herida  eo  el  dedo  cuarta  de  la  mano 
izquierda. 

Joan  Rodrígoaz»  hijo  de  Joan  Rodrígoez,  natjiral 
de  Dagaozo;  de  edad  de  treinta  anos»  mediano  de  caer-» 
jM),  moreno. 

Joan  Bautista  Ferrer,  hijo  de  Pedro  Ferrar,  netoral 
de  Valencia;  de  edad  de  veinte  é  tres  anoa,.  mediano  de 
cuerpo,  con  laa  entradas  graades  y  una  herida  en  la 
frente. 

Joao  Alqjos,  hijo  de  Alonso  Martin  Pomelos,  oatnral 
de  la  Villa  de  Cetenil;  de  edad  de  veinte  é  siete  anos,  coa 
00  bulto  de  carne  quebrada  en  la  muñeca  derecha  y  ona 
señal  ea  la  ceja  izqiüerda. 

Manuel  López»  hijo  de  Sebastian  López,  natural  de 
Albacete;  de  edad  de  veinte  é  seis  anos,  moreno,  de  po- 
cas barbas,  con  una  señal  de  herida  detras  de  la  ceja  iz- 
quierda. 

Tomo  IV.  19 


</ 


290  BOGOMBirros  iniBfros 

Pedro  de  Meslanza»  bijo  de  Benito  García  de  San  Be- 
'  Dito,  natural  de  Villanueva  de  Córdoba;  de  edad  de 
veíate  é  pobo  años,  alto  de  cuerpo,'Con  dos  señales  en  la 
mano  derecha  ¿ 

Alonso  Dominguez,  hijo  de  Joan. García,  natural  de 
las  Cumbres  de  Sant-Bartholomé;  -  de  edad  de  veinte 
años,  de  buen  cuerpo,  con  una  señal  de  quemadura  en  la 
muñeca  derecha. 

Jusepe  López,  hijo  de  Hernando  López,  natural  de 
Yalonoia;  de  edad  de  veinte  é  ocho  años,  con  una  señal 
de  herida  en  el  rostro  á  la  parte  izquierda. 

Pedro  Martin,  hijo  de  Alonso  Muñoz,  natural  de  Ta- 
lavera  de  la  Reyna;  de  edad  de  veinte  é  cuatro  años, 
con  una  señal  de  carbunclo  junto  á  la  oreja  derecha. 

Francisco  de  Ábrego,  hijo  de  Ruiz  Ábrego^  natural 
de  la  Guarda  en  Galicia;  de  edad  de  diez  é  ocho  anos,  de 
buen  rostro,  zarco. 

Antonio  Vázquez^  hijo  de  Joan  Vázquez,  elviejo,  na- 
tural de  Almodovar  del  Campo;  de  edad  de  veinte  é  tres 
años,  de  buen  cuerpo,  con  una  señal  en  el  <ledo  de  en 
medio  de  la  mano  derecha.       .i 

Cristóbal  de  Anaya,  hijo  de  Francisco  de  Anaya,  na- 
tural de  Zalamea;  de  edad  de  veinte  é  un  aSos,  peque- 
ño de  cuerpo,  con  una  señal  en  medio  de  la  frente. 

Baltasar  Ramírez,  hijo  de  Blas  Ramírez,  natural  de 
Salamanca;  de  edad  de  veinte  años,  coñuda  señal  en 
medio  de  la  frente. 

Esteban  Domínguez,  hijo  de  Hernán  García,  de  Este- 
ban Domínguez,  natural  de  Guadalcanal;  de  edad  de 
veinte  é  dos  años,  mellado  de  los  dientes  de  arriba. 

Alonso  Sánchez  Alambor,  hijo  de  Juan  Sánchez,  na- 
tural de  Casarrubia»  de  Monte;  de  edad  de  diez  é  seis 


un.  ABGviyo  di  indias.  291 

aSos,  coa  uoa  aeñal  en  la  frente  en  el  nacimiento  del 
cabello. 

Dnarte  Viera,  hijo  de  Gonzalo  Pérez  de  la  Vega,  na- 
laral  de  Villabuena  del  Obispo,  en  Galicia;  de  edad  de 
Teinie  é  nueve  años,  de  buen  cuerpo,  con  ana  señal  al  ~ 
nacimiento  del  dedo  menor  de  la  mano  izquierda. 

Antón  Herrero,  hijo  de  Joan  Ruiz  Herrero,  natural 
de  Villanueva  d^  Córdoba;  de  edad  de  veinte  é  dos  años, 
pequeño  de  cuerpo»  conloa  señalen  el  carrillo  izquierdo. 
Esteban  SpMacbei,  hijo  de  Esteban  de  Dolaisola,  na- 
tural de  Sevilla;  de  edad  de  veinte  é  un  años;  con  una 
señal  en  el  lagrimal  derecho*    . 

Francisco  Gonealez,  hijo  de  Martín  González,  natural 
de  la  Villa  de  Utrera,  de  edad  de  veinte  é  dos  años,  me* 
diaao  de  cuerpo,  con  una  señal  pequeña  en  la  paltna  de 
la  mano  izquierda. 

Sebastian  Suarez,  hijo  de  Jiian  López,  natural  de  Al- 
modovar  del  Campo;  de  edad  de  veinte  años,  pequeño 
de  cuerpo,  casi  redondo. 

Joan  do  Campos,  hijo  de  Pedro  de  Campos,  de  Bajv 
laros  de  Aragón;  de  edad  de  veinte  años,  pequeño  de 
cuerpo,  con  una  señal  junto  á  la  barba  ala  parte  derecha. 
Gil  García,  hijo  de  Joan  Mateos,  natural  de  Largui- 
zuela  de  Mérida;  de  edad  de  veinte  años,  con  una  señal 
de  herida  en  medio  de  la  frente  al  nacimiento  del  cabello. 
Andrés  Gutiérrez,  hijo  de  Alonso  Gallego,  natural  del 
Almendralejo;  de  edad  de  veinte  años,  alto  de  cuerpo, 
blanco,  casi  redondo* 

Baltasar  Quinoco,  hijo  de  Andrés,  natural  de  Villa- 
nneva  del  Fresno;  de  edad  de  veinte  .é  cinco  años,  pe- 
.pequeuo  de* cuerpo,  barbinegro,  con  una  señal  de  heri- 
da en  la  cabeza  á  la  parte  izquierda. 


*  < 


292  Bocumirroft  mmros 

Bernalcío  González,  hijo  de  Ginés  González,  natorál 
de  Marisolaoa  junto  á  Aracena;  de  edad  de  veinte  é  fie» 
a&os,  barbicano  y  nn  diente  menos. 

Pedro  Alonso,  hijo  de  Pedro  Alonso,  natnral  de 
Ciudad-Real;  de  edad  de  veinte  é  seis  anos,  de  buen 
cuerpo,  moreno,  con  una  señal  en  la  frente  al  nacimien* 
to  del  cabello. 

María  de  Toledo,  muger  del  dicho  Pedro  Alonso, 
bija  de  Francisco  de  Toledo,  natnral  do  Ciudad-fteal;  de 
edad  de  veinte  é  cinco  años,  morena,  alta  de  cuerpo. 

Francisco  García,  hijo  de  Toribio  de  Sahelices,  nala- 
ral  de  la  villa  de  Yíllada;  de  edad  de  veinte  é  dos  años, 
pequeño  de  cuerpo,  con  una  señal  en  la  nariz  á  la  parle 
izquierda. 

Frutos  Martin,  hijo  de  Lúeas  Martin,  natural  deAIae- 
jos;  de  edad  de  treinta  años,  mediano  de  cuerpo,  un 
diente  menos  de  la  parte  de  arriba. 

Pedro  González  de  Valdés,  hijo  de  Antonio  González 
de  Valdés,  natural  de  Colmenar  Viejo;  de  edad  de  vein- 
te años,  pequeño  de  cuerpo,  delgado,  con  una  señal  en 
el  carrillo  izquierdo. 

Andrés  Martínez,  hijo  de  Benito  González,  natural  de 
la  villa  de  Víllada;  de  edad  de  veinte  é  dos  años,  me- 
diano de  cuerpo,  los  ojos  grandes,  con  una  berruga  á  la 
parte  izquierda  junto  á  la  nariz. 

Después  desto,  en  primero  dia  del  mes  de  Abril  del 
dicho  año  de  mil  é  quinientos  é  setenta  é  cinco  años,  el 
dicho  Gobernador  Diego  de  Artieda,  trajo  6  presentó 
ante  el  dicho  Sr.  Ortega  de  Melgosa,  para  llevar  en  la  di* 
cha  jomada,  las  personas  siguientes: 

Sebastian  Felipe,  hijo  de  Rodrigo  Arias  Felipe,  nato- 
ral  de  Jerez,  cerca  de  Badajoz;  de  edad  de,veinte  6  ocho 


OB.  AACHIVO  DE  VnOAB.  293 

afio6,  de  boen  cuerpo,  ^ooreoo,  tleoe  una  crus  de  luna- 
res eo  el  pecho. 

Aotonio  Muñoz»  hijo  de  Joan  Muñoz  el  vt^o,  natn- 
ral  de  la  villa  de  Lupíana;  de  edad  de  veinte  é  aiele 
anos,  morenOi  con  una  señal  grande  en  la  palma  de  la 
mano  izquierda. 

Joan  de  Monjelos»  hijo  de  Aroao  de  Monjelos,  natu- 
ral de  Pamplona;  de  edad  de  veinte  anos,  de  buen  cuer- 
po,  con  una  señal  en  la  garganta,  en  la  parte  dereoha  y 
otra  en  las  cejas. 

Aotonio  de  Gurpide,  hijo  del  licenciado  Joan  de  Gur- 
pide,  natural  de  la  ciudad  de  Pamplona;  de  edad  dQ 
yeinte  ó  dos  aoos»  de  buen  cuerpo^,  coa  una  señal  en  la 
cabeza  á  la  parte  derecha* 

Joan  Ocboa  de  Arzamendi,  hijo  de  Rodrigo  de  Arza- 
meodí,  natural  del  lugar  de  Amarita,  en  la  provincia  df 
Álava;  de  edad  de  veinte  é  dos  años,  de  buen  cuerpo, 
€0D  la  frente  grande  y  las  orejas. 

Andrós  Ruiz  de  Esparza,  hijo  de  Lope  Ruiz  de  Espar- 
za, natural  de  Pamplona;  de  edad  de  treinta  é  tres  años, 
de  buen  cuerpo,  delgado,  con  una  señal  en  la  mano  de- 
recha. 

Pedro  de  Meadioros,  hijo  de  Joan  de  Mendioros,  na- 
tural de  Galduros,  en  Navarra;  de  edad  do  diez  é  ocho, 
aaos,  con  una  señal  en  medio  de  la  frente. 

Antonio  Gómez,  hijo  de  Pedro  Gómez,  natural  de 
Bayona;  de  edad  de  veinte  é  siete  años,  con  tres  s^ales 
de  herida  en  los  tres  dedos  del  medio  de  la  mano  d9- 
recba. 

Cristóbal  de  Acosta,  hijo  de  Martin  de  Aoosta,  natu- 
ral de  Tuy,  del  reyno  de  Galicia;  de  edad  de  veinte  é  seis 
anos,  COA  una  aeñal  en  la  sien  al  lado  derecho. 


294  oocuMsrros  uvxdctos 

Sebastian  Díaz,  hijo  de  Pedro  Martin,  natural  de  Ga- 
licia; de  edad  de  veinte  é  cuatro  años,  con  dos  dientes 
inenos'de  la  parte  de  arriba. 

E  después  désto,  en  dos  días  del  dicho  mes  de  Abril 
del  dicho  ano,  el  dicho  Gobernador  Diego  de  Artieda, 
presentó  ante  el  dicho  Sr.  Ortega  de  Melgosa,  para 
llevar  en  la  dicha  jornada  de  Costarica,  las  personas  si- 
guientes: 

El  Maestre  de  Canopo  Garcia  de  Avila  y  de  Padilla^ 
hijo  del  Doctor  Gutiérrez  de  Padilla,  natural  de  Jerez  de 
la  Frontera;  de  edad  de  cuarenta  é  tres  años,  alto  de 
cuerpo,  tiene  una  señal  junto  at  ojo  izquierdo. 

Doña  Joana  de  Bracamonte,  muger  del  dicho  Gar- 
cía de  Avila  y  de  Padilla,  hija  de  Ginés  de  Vazantes,  ve- 
cina de  Jerez;  de  edad  de  cuarenta  años,  alta  de  cuerpo^ 
blanca. 

Doña  Leonor  de  Padilla,  hija  de  los  dichos  Garcia  de 
Avila  y  Padilla  y  Doña  Leonor  de  Bracamonte  su  muger; 
de  edad  de  siete  años. 

Don  Martin  de  Avila,  hijo  de  Pedro  Riquelme  de 
Avila,  natural  de  Jerez  de  la  Frontera;  de  edad  de  diezé 
ocho  años,  de  buen  cuerpo,  blanco,  delgado. 

Antón  Benitez  Melgarejos,  hijo  de  Francisco  Beni tez, 
'  natural  de  Jerez  de  la  Frontera;  de  edad  de  veinte  é  tres 
años,  alto  de  cuerpo,  moreno,  con  una  señal  en  medio 
de  la  frente. 

Francisco  Román  Patino,  hijo  de  Joan  Román  de 
Trujillos,  natural  de  Jerez;  de  edad  de  veinte  é  cinco 
años,  mediano  de  cuerpo,  con  una  señal  en  la  oariz  y 
otra  en  el  carrillo  izquierdo. 

Pedro  de  Hinojosa  Quirós,  hijo  de  Francisco  Hínojo- 
80,  natural  de  Jerez;  de  edad  de  cuarenta  é  siete  años. 


BB»  AICBIVO  ra  UIAUS.  295 

mediano  de  cuerpo^  barbiespeso,  dieotes  grandes  é  los 
ojos  pequeños. 

Alonso  Guarnido,  bijo  de  Afonso  Guarnido»  natural 
de  Jerex;  de  edad  de  cuarenta  é  cinco  anos»  alto  de 
cuerpo»  colorado,  entrecano,  bisojo. 

Barlbolooié  Maldonado  Renden»  hijode  Joan  Izquier- 
do Maldonado^'naiuriil  de  Jerez;  de  edad  de  veinte  é  tres 
anos,  mediano  de  cuerpo,  moreno,  con  una  señal  en  la 
mollera. 

Diego  Gutiérrez»  hijo  de  Bartholomé  Sánchez,  natu- 
ral de  Jerez;  de  edad  de  veinte  años,  de  buen  cuerpo» 
tiene  una  señal  en  medio  de  la  frente» 

0 

Domingo  López,  bijo  de  Sebastian  López,  natural  de 
Zafra;  de  edad  de  veinte  é  ocho  años»  mediano  de  cuer- 
po, barbicano,  ceji-junto. 

Joan  Rodrigues,  hijo  de  Pedro  Dolanda  Vizcaíno,  na- 
tural de  JereZy  de  edad  de  veinte  é  seis  años»,  de  buen 
cuerpo,  moreno,  coa  una  señal  encima  del  labio  alto  á 
la  parte  izquierda. 

Francisca  Rodríguez,  muger  del  dicho  Joan  Rodrí- 
guez, hija  de  Francisco  Rodríguez,  natural  de  Jerez  de 
la  Frontera;  de  edad  de  treinta  años,  morena,  bizca  de 
QQ  ojo. 

Diego  de  Quesada,  hijo  de  Cristóbal  de  Quesada» 
natural  de  la  ciudad  de  México;  de  edad  iie  veinte  años» 
con  una  señal  en  el  dedo  segundo  de  la  mano  izquierda. 

Joan  Pérez  de  Vargas,  hijo  de  J).  Alonso  de  Var- 
ga3»  natural  deMérida;  de  edad  de  veinte  é  cinco  años» 
alto  de  cuerpo,  con  una  señal  de  herídaen  la  mano  de- 
recha. 

Catalina  de  Melgarejo»  muger  del  dicho  Joan  Pérez 
de  Vargas,  hija  de  Pedro  de  la  Cueva,  natural  de  Méri- 


/  <  / 


da;  de  eé^d  de  veinte  é  seis  afios,  con  mi  Imar  en  el 
carrillo  izquierdo. 

Garcia  Silvestre,  hijo  de  Alonso  Silvestre,  nataral  de 
la  Fuente  del  Maestre;  de  edad  de  veinte  é  cinco  afiosi 
mediano  de  cuerpo,  mellado  de  los  dientes. 

Magdalena  Saizga,  muger  del  dicho  Garoia  Silvestre, 
hija  de  Cristóbal  Sánchez,  natural  de  la  Fuente  del  Maes* 
tre;  de  edad  de  veinte  é  dos  años,  con  un  lunar  pequeño 
en  el  carrillo  derecho  y  señales  d3  viruelas  en  el  rostro. 

María  Silvestre,  hija  del  dicho  Garcia  Silvestre  é  de 
la  dicha  su  muger;  de  edad  de  dos  años  é  medio. 

Manuel  de  Acebedo,  hijo  de  Diego  de  Acebedo  de 
Meneses,  vecino  de  Sevilla;  de  edad  de  veinte  é  cinco 
años,  alto  de  cuerpo,  con  una  señal  en  la  garganta  á  la 
parte  izquierda. 

Doña  Isabel  de  Cervantes,  muger  del  dicho  Manuel 
de  Acebedo,  bija  de  Francisco  de  Céspedes,  natural  de 
la  Puebla  de  los  Infantes;  de  edad  de  veinte  é  cinco 
años,  con  una  señal  de  carbunclo  en  la  muñeca  iz- 
quierda. 

Alvaro  de  Acebedo,  bijo  de  Diego  de  Acebedo  á¿ 
Meneses,  vecino  de  Sevilla;  de  edad  de  diez  é  ocho  años, 
mediano  de  cuerpo,  con  una  señal  en  la  pierna  derecha 
en  la  espinjlla. 

Miguel  de  Ubitarte,  bijo'de  Joan  Gutiérrez  de  Ubitar- 
te,  natural  de  Yillafranca,  en  Guipúzcoa;  de  edad  de 
ireiota  é  ocho  años|  alto  de  cuerpo,  con  una  señal  de 
herida  en  la  cabeza  encima  de  la  oreja  izquierda. 

Joan  de  Ubitarte,  hijo  del  dicho  Gutiérrez  de  Ubitar- 
te; de  edad  de  trece  años,  con  una  señal  en  la  mollera. 

Alvaro  Sánchez,  hijo  de  Alonso  Sánchez,  natural  de 
ia  Fuente  del  Maestre;  de  edad  de  veinte  años,  de  me- 


M&  MMemyo  ra  timAftw  997 

dima  estftloni,  los  efos  peqMfios,  con  ma  se&al  de  be^ 
rida  en  la  frente. 

Diego  Dominjipuei,  hijo  de  Pedro  DomiDgmz,  natural 
de  Salamanca;  de  edttd  de  veinte  é  cinco  anos,  de  buen 
cuerpo,  eon  ona  señal  eneíúfia  de  la  e^ja  ixquierda. 

Francisco  Rodríguez  de  Rosas,  hijo  de  Martin  Gon* 
zaleE  de  Rosas,  natural  del  lugar  de  Rosas,  en  «I  Valle 
de  Sosa;  de  edad  de  veinle  é  dos  anos,  con  na  Uintr 
pequeño  en  la  f^arg^nia  é  la  parle  jxqoíerda. 

Pedro  de  Heredia,  hijo  de  GerAmmo  de  Heredia,  na- 
tural  de  Madrid;  de  edad  de  veinte  é  tres  años,  peque&o 
de  cuerpo,  con  una  señal  de  herida  sobre  la  coja  is^  a  ;  ^ 

qoíerda. 

E  después  desto,  en  tres  días  del  dicho  mes  de  Abril 
del  dioho  año,  el  dicho  Gobernador  Diego  de  Artteda, 
prei^crtiiy  aniel  dicho  Sr.  Ortega  de  Melgosa,  para  la  di- 
cha jornada  de  Costarica,  las  personas  siguientes: 

Manuel  Criado,  hijo  de  Benito  Criado,  natural  de 
Amiájar;  de  edad  de  veinte  anes,  de  buen  cuerpo^  eco 
una  señal  en  la  roano  derecha.  ' 

AlouAO  de  Mesa,  hijo  de  Alonso  Cordobés,  natural 
de  Andájar;  de  edad  de  veinte  años,  de  buen  cuerpo, 
con  una  señal  entre  las  cejas. 

Francisco  de  Bles,  hijo  de  Joan  Ramos,  natural  de 
Arjonilla;  de  edad  de  veinte  ó  ocho  años,  moreno,  bar- 
bioegro,  con  una  señal  encima  de  la  ceja  izquierda. 

Barlholomé  de  Ortega,  hijo  de  Bartholomé  de  Orte- 
ga, natural  de  Arjonilla;  de  edad  de  veinte  ó  cinco  anos, 
de  buen  cuerpo,  barbicano,  con  ana  señal  encima  de 
la  frente. 

E  después  desto,  en  cinco  dias  del  dicho  mes  de 
Abril  dc'l  dioho  año,  el  dicho  Gobernador  Diego  de  Ar- 


^ ; 


* 

tieda  preseató  aniel  dicho  Sr.  Ortega  de  Melgosa,  para 
llevar  en  la  dicha  jornade,  las  perscoaa  siguientes: 

Francisco  Gttlrerret»  hijo  de  Jorge  Gutiérrez,  natural 
de  VillasQuevas,  en  sierra  de  Gata;  de. edad  de  treínia  é 
cinco  años»  mediano  de  caerpo,  con  una  señal  de.  herida 
en  la  frente  á  la  parte  izquierda. 

Don  Adriano.de  Gorrais,  hijo  de  don  Lázaro  de  Gor- 
rais,  natural  de  Navarra;  de  edad  de  treinta  é  c»nco 
años,  alio  de  cuerpo,  rojo,  corto  de  vista. . 

CrÍHtóbel  de  Alnoionacir,  hijo  de  Pedro  de  Almon&cir, 
natural  de  la  ciudad  de  Cuenca;  de  edad  de  veinte  é  cin* 
00  años,  moreno,  barbinegro,  ceji-junlo. 

Francisco  Giménez,  hijo  de  Gonzalo  Giménez,  natu- 
ral de  Baeza;  de  edad  de  cuarenta  é  dos  años,  de  buen 
cuerpo,  entrecano,  con  una  señal  en  el  dedo  pulgar  de 
la  mano  derecha  y  un  lunar  en  el  rostro  á  la  p^rte  de* 
recha . 

Manuel  Rodríguez  Alambor,  hijo  de  Alonso  Rodrí- 
guez, natural  de  Andújar;  do  edad  de  diez  é  ocho  años, 
moreno,  con  una  señal  de  herida  en  la  cabeza. 

Martin  GulierreE,  hijo  de  García  Martin  Cabanas,  na- 
tural de  la  Fuente  del  Maestre;  de  edad  de  veinte  años, 
zarco,  rojo  y  delgado. 

Alonso  de  Saagun  Herrero,  natural  de  Toledo;  de 
edad  de  treinta  é  aiete  años,  de  buen  cuerpo,  abultado 
de  rostro. 

Isabel  Hurtado,  muger  del  dicho  Alonso  de  Saagun, 
natural  de  Toledo;  de  edad  de  treinta  é  tres  años,  de 
buen  cuerpo,  blanca,  delgada. 

Alonso,  hijo  de  los  susodichos;  de  edad,  de  trece 
años. 

Luis,  hijo  de  los  susodichos;  de  edad  de  doce  años. 


DEL  AftODVO  ra   INDIAS. 

Joan»  hijo  de  los  susodiohoá;  de  edad.de  siete  anos; 

Diego  Jara,  hijo  del  liceDci^do  Julián  de  Nuevalos 
Jara,  natural  de  Granada;  de  edad  de  veinte  é  siete 
aSos»  de  buen  cuerpo;  con  una  s^al  on  medio  de  la 
frente. 

Cristóbal  Granado,  hijo  de  Alvaro  Pérez  Granado, 
natura]  de  Jerez  de  la  Frontera;  de  edad  de  veinte  é 
tres  anos,  alto  de  cuerpo,  moreno,  con  una  señal  de  pos- 
tema debajo  de  la  quijada  derecha. 

Pedro  de  Mesa>  hijo  de  Francisco  de  Mesa,  natural 
de  Jerez  de  la  Frontera;  de  edad  de  veinte  é  tres  años, 
pequeño  de  cuerpo,  barbinegro,  con  una  señal  en  el 
dedo  menor  de  la  mano  derecha. 

Francisco  de  Aguiar,  hijo  de  Francisco  Giménez 
de  Aguiar,  natural  de  la  villa  de  Yalladolid;  de  edad  de 
veinte  é  dos  años,  de  buen  cuerpo,  moreno,  con  una  se- 
ñal en  la  coyuntura  del  nacimiento  del  dedo  pulgar  de 
la  mano  derecha. 

Alonso  de  Rivas,  hijo  do  Juan  Rodrigjuez,  natural  de 
la  villa  de  Chillen;  de  edad  de  veinte  años,  mediano  de 
cuerpo,  las  cejas  gruesas,  con  una  señal  en  la  palma  de 
la  mano  derecha,  y  otra  en  el  dedo  segundo  de  la  mes- 
ma  mano. 

Joan  Aristacan,  hijo  de  Ortuño  de  Arechega,  natural 
de  la  ciudad  de  Huesca,  en  el  reino  de  Aragón;  de  edad 
de  treinta  é  ocho  años,  cojo  dtíl  pié  derecho. 

El  licenciado  Villalla,  hijo  de  Pedro  de  Villalta,  natu- 
ral de  Ubeda;  de  edad  de  veinte  c  ocho  años,  de  buen 
cuerpo,  con  dos  señales  en  la  mano  derecha. 

El  bachiller  Joan  Diaz;  de  edad  de  treinta  é  cinco 
años,  de  buen  cuerpo,  robusto. 

Martin  de  Torres,  natarat^e  Burgos;  de  edad  dé^ 


,    300  DOGtnicirfoft  iffáMToo 

veinte  é  anco  aiio»,  de  buen  cuerpo,  moreno^  con  pocas 
inrbas  y  canas. 

En  qaÍDce  dias  del  dicho  mes  de  Abril  del  dicho  añoi 
habiéndose  embarcado  en  ios  dos  navios  quel  dicho  G<^ 
bernador  Diego  de  Artiéda  lleva  á  la  dicha  provincia  da 
CostaRica,  los  dichos  soldados  conforme  al  repartimien- 
to que  delios  hito  el  dicho  Gobernador,  se  hicieroo  6  la 
vela  y  salieron  del  puerlo  desta  villa,  en  seguimionlo  da 
su  viage,  en  compañía  de  los  tres  galeones  de  la  armada 
de  So  Magostad,  é  de  los  otros  navios  que  van  en  su 
compañia;  siendo  présenles  por  testigos  los  viisiiadorea 
Arias  Maldonado  é  Melchor  de  Ana  ya,  vecinos  de  Sevi- 
lla.— Francisco  Gutierrea,  escribano.— Bnlre  dos  ru- 
bricas. 


Proceso  dbl  M\rqüb<3  del  Valle  t  Nufto  na  Guzíf  ak  t 

LOS  Adelantados  Soto  y  Alvarado,  sobre  bl  dbcubei- 

MIENTO  de  la  tibbba  NUEVA. — (Año  de  1541.)  (1) 


S.  C.  S.  M. — Iñigo  López  de  Mondragon,  en  nom- 
bre del  Marqués  del  Valle,  dia:o:  que  al  tiempo  que  des- 
tos  rey  nos  partió,  que  á  diez  años.  Vuestra  Magestad  le 
encargó  el  descobrimiento  del  mar  del  Sur,  y  d^?llo  se 
hizo  asiento  y  capitulación,  y  le  fueron  dadas  provisiones; 
y  en  cumplimiento  dePo,  él  llevó  destos  rey  nos  gente  y 
armas  y  aparejos  para  la  navegación,  y  maestros  de  her- 
rerías con  sus  aparejos;'  y  de  Santo  Domingo  llevó  dos 


I  4 


(1)    Archivo  de  Ifldiasi>idS»aBií9,.  Bst.  lA  C«J.  l.^" 


DB.  Aftonvo  MI  nmus.  801 

navios  cargados  de  cabaillos  que  le  eostaron  macha  suma 
de  podos  de  oro;  y  en  llegando  é  México»  efetuando  el 
dicho  descubrí luiefito  y  capiiulacioD»  despachó  dos  na^ 
vio9,  y  |M)f  capitán  dallos  á  Diego  Hurtado,  su  primo,  el 
cual  murió  «'o  el  viaje  é  se  [^erdieron  los  navios;  y  dea* 
pues  euibió  al  capílao  Diego  Becerra  con  otros  dos  n»t 
vfos,  al  cual  mató  alevosamente  Martin  Rui2  de  Bertin* 
clona,  su  |>íloto;  y  después  fué  el  dicho  Marqués  en  per*!- 
aona  con  tres  navios,  y  dexó  otros  dos  para  socorro,  y 
en  seguimiento  del  dicho  descubrimiento,  deacobrió  islas 
de  las  cuales  tomó  pose&ion  por  Vuestra  Mageslad,  y  dea** 
embarcó  VayagUHyaval,  á  donde  por  falto  de  baatímen* 
tos  para  la  gente  y  caballos  que  no  se  halló  en  la  tierra, 
ie  fué  forzado  volverse  porque  se  le  moría  la  gente;  por 
el  mes  de  Julio  pasado  envió  otros  tres  navios,  por  ea« 
pitan  dfllos  á  Francisco  de  Ulloa,  su  deudo,  del  coal 
tiene  respuesta  y  nueva  de  la  riqueza  y  bondad  de  la 
tierra,  en  la  cual,  todo,  demás  del  peligro  en  que  ha 
puesto  8u  persona  y  trabajos  que  ha  pasado,  y  deudos  y 
criados  que  se  le  lian  muerto,  él  ha  ^stado  grandes 
cuantías  de  maravedices  en  servicio  de  Vuestra  Mages<- 
tad  y  cumplimiento  de  su  capitulación;  y  como  iwm 
nueva  de  la  riqueza  y  bondad  de  la  tierra  y  provmcía 
por  él  descubiertas,  puso  á  punto,  parir,  ó  embiar  en 
seguimiento  é  socorro  del  dicho  descubrimiento,  cinco 
navios  con  gente  y  todos  aparejos  necesarios  para  nave- 
gación del  dicho  viaje  y  para  pacificar  y  poblar  lo  q«e 
tiene  descobierlo;  de  lo  cual  se  espera  que  ae  hará  graa 
servicio  á  Dios  Nuestro  Sefior,  y  se  ampliará  en  aquellas 
partes  su  santa  fé  católica,  y  á  Vuestra  Magostad  y  á  su 
corona  y  patrimonio  Real,  le  será  gran  acrecentamiento; 
y  porque  se  teme  que  algunas  personas,  movidos  con 


tO%  oocmniTos  iiib»ito» 

codicia  desordenada  se  juntaran  en  diversas  partes  para 
¡r  ¿  la  dicha  tierra  y  próvincüas é  ¡alas  qoe  han; (roío).... 
tiene  descubiertas  en  graá  servicio  vnestro  y  alteración 
de  los  naturales  y  destrucción  dellos  é  impedimento  de 
la  dicha  población,  supireb^á  Vuestra  Magostad  mande 
dar  su  provisión  Real,  fiara  que  sin  su  licencia  espfesa  ó 
del  dicho  Marqués  en  su  nombre,  no  vayan  á  las  dichas 
provincias  ni  alguna  deltas,  que  ansi  el  dicho  Marqués  ó 
sus  capitanes  han  dc^scubierto;  porque  en  otra  manera 
será  poner  en  aventura  y  confusión  toda  la  cosa,  como 
por  ispirencia  se  ha  visto  en  otras  provincias;  y  mande 
ansí  mismo  á  D.  Antonio  de  Mendoza/  su  Visorey  de  la 
Nueva  España  y  presidente  y  oidores  della,  que  den  al 
dicho  Marqués  todo  el  favor  é  ayuda  que  sea  necesario 
para  el  buen  despacho-  de  su  viaje  y  armadas;  para  lo 
cual  y  en  lo  necesario,  el  Real  oficio  de  Vuestra  Alteza 
im[rioro. — Iñigo  López. ---Hay  una  rúbrica. 

Muy  podero>os  Señores. — Nu5o  de  Guzman  dice 
que  la  su  costa  é  con  mucho  trabajo  de  su  persona  é  de 
las  otras  que  con  él  fueron,  descobríó  é  conquistó  é  pobló 
la  Nueva  Galicia,  ques  en  la  mar  é  costa  del  Sur;  é  de 
mas  de  lo  que  tiene  poblado,  descubrió  de  doscientas  le- 
guas adelante,  poco  mas  6  menos,  como  mostrará  por 
información  é  testimonio;  é  agora  es  venido  á  su  noti- 
cia que  en  aquella  gobernación ,  é  poco  mas  adelan- 
te  se  han  descobierto  ciertos  pueblos  é  islas  conjun* 
tas  á  la  Tierra  Firme,  y  que  hay  algunas  personas  que  lo 
piden,  diciendo  que  lo  han  ellos  descobierto;  habién- 
dose descobierto  por  can  ^  de  haber  él  conquistado  é 
poblado  la  dicha  Nueva  Galicia  é  lo  de  adelante,  é  he- 
cho caminos  é  con  gcnle  y  oíantenimientos  de  la  dicha 
'fobernacion,  é  con  sus  propios  indios;  por  lo  cual  le  per- 


DEL   AftCHIVO  M  INBUflT.  808 

lenesce,  é  oo  á  las^  personas  que  lo  pideo;  los  cuales  oo 
lopodipo  coqquistar  ni  sosleDerse  en  la  dicha  gobero** 
clon  de  la  Nueva  Galicia;  pide  é  suplica  á  Vuestra  Ma** 
gestad,  que  antes  que  sobrello  se  provea  cosa  alguna  ¿ 
pedimento  de  láscales  personas,  le  manden  dar  traslado 
do  k>  que  piden,  y  le  oigan,  para  que  pueda  mostrar  su 
derecho,  é  como  mediante  justicia  le  perteneaca  lo  des^ 
cubierto  queilps  piden;  y  para  ello  implora  vuestro  Real 
oficio. 

S.  C.  C.  M. — ^Francisco  de  Avila,  en  nombre  del 
Adelantado  D.  Pedro  de  Alvarado,  digo:  que  brea  [sabe 
Vuestra  Mageslad  questá  con  él  capitulado,  qae  vaya  á 
descobrír  y  conquistar,  desde  la  provincia  de  Guatema- 
la, por  la  vía  del  Poniente  y  del  Norte,  y  que  pueda 
correr  en  sus  descobrimienlos  por  la  longitud,  mil  ó 
quinientas  leguas  6  mas;  y  que  por  espacio  de  ocho 
años,  ninguna  otra  persona  so  pueda  entremeter  en  el  di* 
cho  descul>rimiento,  según  mas  largamente  se  contiene 
en  el  asiento  que  con  él  se  hizo  en  el  año  de  treinta  y 
ochó,  al  cual  me  refiero;  y  porque  agora  ha  venido  ¿  mi 
noticia  que  «e  ha  descobieKo  cierta  tierra  por  relación 
de  un  Fray  Marcos,  la  cual  está  dentro  de  los  límites 
que  al  dicho  Adelantado  se  señalaron,  y  él  tiene  navios 
é  gente  y  todas  las  cosas  necesarias  para  conquistar  y 
descobrír  esta  tierra,  y  éstas  que  están  en  su  demarca- 
cion,  y  podría  ser  que  algún  capitán  6  gobernador  se 
quisiese  poner  en  ir  al  dicho  descobrimiento  y  conquis^ 
ta,  lo  cual  seria  ocasión  de  haber  diferencias  entrettos,  y 
Vuestra  Magestad  no  seria  tan  bien  servido,  suplico  á 
Vuestra  Magestad  mande  dar  su  Real  provisión,  para 
que  ninguna  pefrsona  de  ningún  estado  y  <!alidad  que 
sea,  se  pueda  entremeter,  ni  se  ponga  ei^  ir  al  dicho 


804  oociniiNTOft  inÍDiTot 

deseobrimiwio  y  ccMiquiala»  y  de  maade  al  Yisorey  de 
la  Nueva  España»  que  dé  lodo  el  f^vor  y  ayuda  quel  dU 
eÍ20  Adelantado  bobiere  iDenester,  para  proseguir  su  de- 
manda,  ea  lo  cual  servirá  mucho  y  se  admiaialrará  jus- 
ticie.— Francidco  de  Avila. — Hay  ufia  fábrica. 

S.  C.  C.  M. — Juaa  de  Barrulia,  eo  aombre  de  Dea 
Hernando  de  Soto,  Adelantado  de  la  Florida,  dice:  que 
ya  Vuestra  Magostad  sabe  la  capitulación  queslá  hecha  é 
asentada  con  el  dicho  Adelantado  en  el  descobrimiento 
¿  pacificación  de  la  Florida,  y  él  ha  gastado  cuanto,  tenia 
en  ella,  y  agora  está  en  la  tierra  con  seiscientos  hom* 
brea  é  dooientos  cincuenta  de  caballo,  é  mucha  muni- 
ción é  pertrechos  para  la  diclia  conquista  é  pacificación; 
é  aaioiismo,  Vuestra  Magostad  le  díó  una  provisión  Real, 
para  queel  Visoroy  de  la  Nueva  España  y  el  Marqués 
del  Valle,  ni  oirás  oualesquier  personas,  no  se  entreme- 
tiesen en  querer  descobrir  ni  conquistar,   por  ninguna 
parte,  ninguna  tierra  de  la  quel  dicho  Adelautailo  tiene 
con  Vuestra  Magostad  capitulada;  la  cual  provisión,  íué 
notificada  al  dicho  Visorey  é  Marqués  del  Valle  é  al  go- 
beruador  de  Xatisco,  para  que  no  se  entremetieaen  eo 
la  dicha  conquista  de  la  dicha  tierra;  é  do  ostente  lo  su- 
sodicho, diz  que  dicho  vuestro  Visorey,  quiere  embiar 
gente  á  conquistar  la  dicha  tierra  contra  la  dicha  capila- 
lacioo,  lo  cual  seria  en  mucho  perjuicio  del  dicho  Ade- 
lantado, por  los  robos  é  alteraciones  que  en  la  dicha  tier- 
ra se  harian,  á  la  tierra  qoe  se  ha  descobierto,  as,  de  la 
quel  diobo  Adelantado  tiene  capitulada  con  Vuestra  Ma- 
gestad,  é  cae  á  los  confines  postreros,  hacia  Xálisco»  que 
hay  dende  la  ciudad  de  México  á  la  dicha  tierra,  qui- 
nientas leguas;  y  dende  la  Vera-Cruz  á  la  Florida,  ponen 
docientas  leguas;  por  donde  es  de  creer,  qoe  pasa  tre- 


DIL  AECBIVO  DI  UXUWi.  305 

cieotas  leguas  de  la  raya  adelante»  de  lo{qael  dicho  Ade- 
iantado  liene  capitulado;  porque  pido  ó  suplico  á  Vues* 
tra  Magestad,  oo  dé  lugar  á  ello,  pues  el  dicho  Adelanta- 
do está  en  la  dicha  tierra  con  la  dicha  gente,  é  mande 
al  dicho  Visorey  é  Marqués  del  Valle  y  á  otras  cuales* 
quier  personas,  le  dejen  la  dicha  tierra  libre  é  desem- 
bargada; y  en  todo  pido  cumplimiento  de  justicia,  para 
lo  cual,  etc. 

Otrosí:  pido  é  suplico,  me  mande  dar  copia  é  trasla- 
do de  cualquier  cosa  que  pidiese  del  dicho  Visorey  é 
Marqués  del  Valle  é  otras  personas  se  pidiese;  y  entre- 
tanto Vuestra  Magostad  no  mande  proveer  cosa  alguna, 
para  lo  cual,  etc. — ^Juaode  Barrutia.*— Hay  una  rúbrica. 

S.  C.  C.  M. — En  la  villa  de  Madrid  á  tres  días  del 
mes  de  Marzo  de  mil  quinientos  cuarenta  años,  la  pre- 
sentó en  el  Consejo  de  las  Indias  de  Su  Magestad,  Iñigo 
López  de  Mondragon,  en  nombre  del  Marqués  del  Valle« 

Iñigo  López  de  Mondragon,  en  nombre  del  Marqués 
del  Valle,  digo:  que  por  otra  petición  que  dice  relación 
de  los  viajes  y  armadas  quel  dicho  Marqués  ha  hecho, 
de  diez  años  á  esta  parte,  y  costas  y  gastos,  en  segui- 
miento del  descobrimiento  de  la  mar  del  Sur,  y  en  ciim- 
plimiento  de  la  capitulación  y  provisiones  que  de  Vues- 
tra Magestad  tiene,  y  pidió  y  suplicó  se  le  mandase  dar 
provisión  Real,  para  que  ninguna,  ni  algunas  personas, 
de  ninguna  calidad  ni  condicioo  que  fuesen,  le  impidie- 
sen el  dicho  viaje,  y  le  diese  para  ello  todo  el  favor  y 
ayuda  que  fuese  menester;  y  porque  ¿  Vuestra  Mages- 
tad le  conste  como  el  dicho  Marqués  ha  proseguido  el 
dicfao  viaje  y  descobierto  islas  y  tierras»  y  tomado  pose- 
sión dellas,  demás  y  allende  de  lo  que  á  Vuestra  Mages- 

tad  le  consta»  y  es  notorio  á  los  del  vuestro  Consejo, 
Tomo  XV.  20        ' 


306  OOGüMIN-r(l8  IflÍDlTOa 

bago  preftentacioh  de  68ta  escríptura  á  auto  de  pose- 
sioDy  y  esta  6gura  de  la  tierra;  y  de  esCe  testimooio,  ai- 
nado,  y  deste  prosceso  cerrado  y  sellado»  lo  cual,  todo, 
suplico  á  Vuestra  Mageslad  maadd  ver  y  proveer  coa 
toda  brevedad,  pues  que  la  cosd  es  de  calidad  que  aisí 
lo  requiere;  para  lo  cual  y  cu  lo  nescesario,  al  Real  oficio 
de  Vuestra  Magostad  imploro. 

Eo  Madrid  á  trece  de  Marzo  de  mil  é  quinieotos  é 
cuarenta,  la  presentó  eú  el  Consejo  de  las  Icidias  de  Su 
Magostad,  Iñigo  López,  en  nombre  del  Marqués  del 
Valle, 

En  tres  días  del  mes  de  Mavo,  ano  del  Señor  de  mili 
é  quinientos  é  treinta  é  cinco  anos,  en  este  dicho  día, 
podrá  ser  á  hora  de  medio  dia,   poco  mas  ó  oienOs,  el 
muy  ilustre    Sr.    D.    Hernando    Cortés*,  Marqués  del 
Valle  de  Guaxae^  Capitán  geúeral  de  la  Nueva  España  é 
mar  del  Sur,  por  Su  Magestad,  é  allegó  en  un  puerto  é 
baya  de  una  tierra,  nuevamente  descobierta  en  la  dicha 
mar  del  Sur,  con  navio  é  armada  del  dicho  señor  Mar- 
qués, ahcual  dicho  puerto,  Su  Señoría  llegó  con  navios  é 
armada,  é  llegado,  saltó  en  tierra  con  gente  é  caballos; 
é  eslaodo  en  ella,  en  la  playa  de  la  mar,  en  presencia  de 
mt,  Mariin  de  Castro,  escribano  de  Sus  Magestades  ó  es- 
cribano de  la  gobernación  del  didio  señor  Marqués,  é 
de  los  testigos  de  {yuso  escritos,  luego  el  dicho  señor 
Marqués  razonó  de  palabra,  é  dixo:  quo  éi|  en  nombre 
de  Su  Magestad,  é  por  virtud  de  su  Real  provisión  y  en 
cumplimiento  de  lo  capitulado  con  Su  Majestad  sobre 
el  dc8Cobr»mteoto  en  la  dicha  mar  del  Sur,  había  desco- 
-bierto  con  su  navio  é  armada  la  dióha  tieiTa;  é  para   la 
conquistar  é  poblar  é  proseguir  el  dicho  descobrimienlo.» 
Señoría  lia  venido  con  arcada  é  genla;  por  tanto»  que 


eo el  Dooibreda  Su  Magostad,  quiere  tomar  poseaioii  de 
la  dicba  lierra  é  de  todaa  las  demás  que  desde  allí  prosi- 
gueu  é  se  haUareo  é  descabriereo;  por  taaio^  qoe  pedia  é 
pidió  é  oíaodó,  á  mí  el  dicho  escribaoo,  que  de  lo  que 
dicbobá»  é  «delaato  pasare,  le  dé  lesiimoQío. 

E  luego  el  dicho  3eaor  MUrqjitós,  touiiaado  la  dicha 
posesioQ  eu  nombre  de  Su  Mage^tad  é  ¡lor  virUid  de  las 
dichas  pr4>vÍ8ÍOQes  é  capiluldckuies,  dijo:  que  él  lema  é 
aprahettde  ea  nombre  de  Su  Migesiad,  la  (enencia  :é 
posesioa  de  Ja  dicha  tierra,  nuevameriie  descobierta, 
doode  estamos^  é  de  ioddR  las  demás  q4je  desde  ella  se 
comaDÍGaui  é  caen  ea  aquellas  comarcas  é  demarcaciones, 
para  desde  esta,  como  principio,  proseguir  los  descobri- 
{níeatoSy  conquista  é  poblaciones  dellas,  en  nombre  de 
Su  Magestid  y  en  seSal  é  ablo  de  la  dicha  posesión;  el 
dicho  señor  Marqués,  puso  por  nombre  ai  dicho  puerto 
é  baya,  el  puerto  é  baya  de  Sania' Gruí;  é  se  anduvo  pa- 
seando  por  la  dicha  tierra  de  uha   parle  á  otra,    é 
echando  arena  de  una  parte  á  otra,  ó  con  su  espada  dio 
en  ciertas  árboles  que  allí  estaban,  é  mandó  á  la  gen- 
te que'  alU  estaba,  le  tobiesen  por  Gobernador  de  Su 
Magostad  de  aquellas  dichas  tierras,  é  hiaso  otros  ab- 
tosde  posesión;  éansi,  estando  Su  Señoría,  dijo:  queél, 
en  nombre  de  Su  Magostad  é  por  virtud  de  las  dichas 
provisiones  é  capitulaciones,  se  tenia  é  lavo  por  apode- 
rado y  entregado  en  la  ienencia  é  posesión  desta  dicha 
tierra  en  que  estamos,  con  todas  las  demás  é  éllaa  cer- 
canas é  oomafeaaas;  é  que  en  prosegutimiooto  de  díefco 
descobrimiento^  desoobnene  é  hallare,  con  f  rolestacion 
defiroseguir  la  conquista  é  población  dallas;  iodo  lo  cual 
pasó  p8QÍficafnente,,8Ín  aontradioion  de  persona  alguna 
<|ae  eade  ieslubiese  ni  paresciese;  é  el  dicho  señor  Mar- 


.  I 


308  BOCÜMBMTOS  INásiTOS 

qués  lo  pidió  por  testimonio;  é  yo,  el  dicho  escribano, 
le  di  lo  susodicho,  seguti  que  ante  mí  pasó;  que  es  fé« 
cbo  en  el  día  é  mes  é  ano  susodichos;  testigos  que  fue* 
ron  presentes  á  lo  que  dicho  es:  el  Doctor  Valdivieso  al 
calde  mayor,  é  Juan  de  Jaso,  é  Alonso  de  Navarrele,  é 
Fernando  Arias  de  Saavedra,  é  Bernardino  del  Castillo, 
é  Francisco  de  Uiloa  é  otros  machos  del  dicho  exército  é 
armada. — B  yo  Martin  de  Castro,  escribano  de  Sus  Ma- 
jestades y  de  la  dicha  gobernación  y  exército,  presente 
fui  á  lo  susodicho,  é  lo 'fice  escrebir  ^  fice  aquí  rnio  sig- 
no, á  tal. — Hay  un  signo. — En  testimonio  de  verdad. — 
Martin  de  Castro,  escribano  de  Su  Magestad. — Entredós 
rúbricas. 

En  Madrid  á  tres  de  Marzo  de  mili  é  quinientos  é  * 
cincuenta,  lo  presentó  en  el  Consejo  de  las  Indias  de  Su 
Magestad,  Iñigo  López  de  Mondragon,  en  nombre  del 
Marqués  del  Valle. 

En  la  ciudad  de 'México,  once  dias  del  mes  de  Se- 
tiembre, ano  del  nacimiento  de  Nuestro  Salvador  Jesu- 
cristo de  mili  é  quinientos  é  treinta  é  nueve  años,  en  pre- 
sencia de  mí,  Hernando  de  Cazalla,   escribano  de  Sus 
Magestadesy  ¿  testigos  yuso  escritos,  et  muy  ilustre  se- 
ñor Marqués  del  Valle,  dijo  á  Antonio  de  Turcios,  escri- 
bano é  secretario  desta  Real  Audiencia,  que  presente  es- 
taba, que  por  cuanto  Su  Señoría,  del  dicho  señor  Mar- 
qués, por  testimonio  del  dicho  escribano  é  secretario,  é 
en  su  presencia,-  había  dado  é  presentado  cierta  petición 
ante  el  muy  ilustre  Sr.    D.   Antonio  de  Mendoza,  Vi- 
sorey  desla  Nueva  España,  presidente  del  Audiencia  de 
ella,  é  gobernador,  ansí  mismo;  é  ante  los  muy  magnifi-* 
eos  señores  oidores  de  la  dicha  Audiencia,  en  razoa  de 
que  Su  Señoría  é  Mercedes  le  dejasen  ir  6  embiar  &  las 


DIL  AmOnVO  M  «MAS.  90d 

tierras  é  islas  de  la  mar  del  Sur,  hacia  el  Poníeale»  cod*. 
forme  á  la  capitulación  de  Su  Mageslad  é  á.losdescobri-. 
mientos  que  por  él,  é  suscapíianes  habiao  sido  fechos; 
é  preseató,  aosí  mismo,  ciertas  escrituras  con  la  dicha 
capitulación,  ó  pidió  al  dicho  escribano  Aalomo  de  Tur* 
cioMS»  se  lo  diese  por  testimonio;  con  lo  que,  por  los  dn 
cbos  señores  fuese  proveido  ó  no  proveido,  por  cuanto  á 
su  derecho  convenia  y  al  servicio  de.Su  Majestad,  será 
necesario  por  su  Real  persona  deljo  fuese  informado;  la 
cual  dicha  pelíoiQn,  dio  con  las  dichas  escrituras  queansí 
presentó  en  cuatro  dias  del  presente  mes  é  ano;  é  el  di- 
cho, secretario  y  escribano  de  la  dicha  Real  Audiencia, 
siendo  como  era  obligado  conforme  á  las  leyes  y  prag- 
máticasde  Su  Magostad,  é  de  los  Reyen.  de  gloriosa  me- 
moria,, sus  predecesores,  fit  dar  el  dicho  teslimoQio  den- 
tro de  tercero  día,  fasta  agora  no  lo  ha  querido  ni  quiere 
dar;  de  lo  cual  al  dicho  señor  Marqués  se  le  sigue  mu- 
cho daño  é.  agravio?;  é  ansi  mismo  Su  Mag^lad  no  puede 
ser  informado  de  lo  que  pasa,  habiendo  como  hay  al  pre* 
senté  navio  en  que  fuese  la  dicha  relación,  é  que  sea 
sabídor  de  lo  que  ansi  e(  dicho  Marqués  pide,  é  las  es* 
critoras  que  ansi  presentó,  é  lo  que  se  le  responde;  é 
yéndose  el  dicho  navio  sin  le  dar  el  dicho  testimonio  é 
llevar  los  dichos  recaudóse  claridad  del  dicho  caso.  Su 
Magostad  no  será  sabidordelo  que  ansí  el  dicho  Mar-» 
qués  ha  pedido;  por  tanto,  quede  nuevo  no  se  apartando 
de  lo  que  pedido  tiene,  pedia  é  pidió  é  requirió  una  é 
úosé  mas  veces,  é  todas  cuantas  de  derecho  lugar  há,  é 
en  la  mejor  forma  é  manera  que  puede  ó  es  obligado,  al 
dicho  escribano,  le  dé  el  testimonio  de  las  dichas  escri*- 
turas  é  petición  que  ansí  presentó,  de  verbo  ad  verbum, 
con  la  respuesta  que  los,  dichos  seoores  Visprey  é  oido.*- 


3M  MKSmiIlltOB  INÉOITOS 

1*68  dieron,  ta  cual  lefia  ooii6cado  el  dicho  secretario,. 
¿  lo  ansí  pedido;  é  qoe  aosí  mismo  le  dé  testimonio  de 
otra  escritura  é  petición  que  á  los  diches  señores  Viso* 
rey  presidente  ó  oidores  desta  Real  Audiencia,  dio  coo 
una  provisión  de  Sn  Mágesiad  sobre  cierta  dectaraeion 
qae  hiio  sobre  las  islas  é  tierras  qtíel  dicho  Marqués  faní* 
bia  descoUerto  en  la  dicha  mar  del  Sur,  la  cual  dicha  pe* 
tícion  é  provisión  presentó  en  nueve  días  deste  dicho 
mes  é  año;  é  si  lo  hiciere  aosi  férá  lo  qoe  éebe  á  su  ofi* 
cío  donde  no  protestó  de  se  quejar  del  ante  Sn  Magos- 
tad é  ante  quien  é  con  derecho  debe,  é  dijo  qoestaba 
presto  y  aparejado  de  mandar  pagar,  ó  pagar  luego  ál 
dicho  esoribano  su  salario  é  derechos  qne  debe  haber, 
é  pidió  á  mi,  al  dicho  escribano,  se  lo  diese  ansí  por  tes*^ 
timonio,  con  lo  que  respondiere  ó  no  respondiere,  ó  hi- 
ciere ó  no  hiciere,  el  dicho  Antonio  de  Turcíos,  todo  de* 
bajo  de  un  signo,  é  para  la  paga  dello,  dijo:  que  daba  al 
dicho  Amonio  de  Turcios  un  pedazo  de  oro..  TesCigos* 
Bernardmo  Vázquez  de  Tapia,  é  Andrésde  Tapia, é  AloQ* 
80  de  Villanueva;  é  luego  el  dicho  Antonio  de  Turcios^ 
dijo:  que  fasta  agora  no  se  lo  ha  pedido  el  dicho  testi- 
monio, é  quél  responderá,  y  pidió  treslado;  é  fasto  tan- 
to quél  responda,  que  no  dé  testimonio.  Testigos,  los  di* 
chos;  é  ansimismo,  dijo:  que  para  la  paga  no  dexara  de 
darle  el  dicho  testimonio,  é  no  quiso  recebir  el  dicho  oro 
(asta  que  sepd  lo  que  le  viene  de  sus  derechos.  Testi* 
g06,  los  dichos. 

E  después  de  lo  susodicho,  en  trece  dias  del  dicho 
mes  de  Setiembre  del  dicho  afto,  piSH'eció  el  dicho  Anto* 
ttio  de  Turcios,  ante  mi,  el  diclio  escribano  é  testigos 
yuso  oscrtlos,  é  dijo:  respondiendo  al  requirimiento  que 
le  fué  fecho  por  el  dicho  señor  IHarqués  del  Valle,  ante 


DIL  ABGBITO  DB  BOUl.  SU 

Bí,  %\  (ficha  escribano»  sobre  el  tesUoiODio  que  le  pidiói 
éd  las  escriittfas  que  presealó  en  la  dicha  Real  Audiea-, 
cía»  querseñor  Manqaóa  dí  otra  persona  en  ^u  nombre, 
fasta  el  día  en  que  le  fué  fecho  el  dicho  requiriiuíenlo» 
no  le  pidieron  tesiímonío  al^^uno  de  la  petición  y  eecrí- 
tnns  que  su  señoría  presentó;  é  que  para  ser,  como  es^ 
pleito  formado,  de  donde  pide  el  dicho  testimonio,  no  le 
dio  luego  de  presente,  sin  dar  noticia  á  los  señores  presi- 
dente froidúffes,  ante  quien  la  capsa  pende,  é«que  des* 
pees  dio  ootieia  á  los  dichos  señores  presidente  é  oido* 
Fefr  del  dicho  requerimiecilo;  los  cuales  le  mandaron  que 
dé  ei  dicho  testimonio,  de  todo  lo  que  está  Cecho  sin  faU 
tar  cosa  alguna;  por  tanlo  que  él  está  presto  de  le  dar, 
¿  que  6  entran  por  él  é  lo  dará  luega  en  acabándolo  de 
sacar  que  lo  están  sacando  en  limpio,  el  cual  teslimooio, 
tiene  mas  de  cien  hojas;  é  que  si  algún  día  se  detiene,  es 
por  razón  de  la  mupha  escritura,  é  no  por  otra  causa  al- 
guna; de  k)  cual  no  alzará  mano  fasta  lo  acabar;  é  ques- 
to  daba  é  dio  por  su  respuesta,  é  pidió  á  mí,  el  dicho  es* 
cribano,  qoe  no  dé  testimonio  del  dicho  requirimiento 
sin«quo  vaya  inserto  al  pié  del,  esta  respuesta,  é  (odo 
debajo  de  un  signo;  é  pidió  á  los  presentes,  que  dello  le 
sean  testigos.  Testigos  que  á  ello  fueron  presentes,  Giuéa 
Angeles  é  Bernardo  de  Mata,  estantes  en  la  dicha  ciu- 
dad; ó  firmólo  el  dicho  Antonio  de  Tui;cios. — Antonio  de 
Tercios. 

Ya  escriptó  entre  renglones,  do  dice— por  tanto  que 
de  nuevo  no  sea  apartando  de  lo  que  pedido— rvala. — B 
testado  do  decia,  des,  pase. — Por  ^^slado. 

E  yo  Hernando  de  Casalla,  escribano  de  Sus  IVlages- 
ladea,  susodicho  fui  presente  á  lo  que  dicho  es,  con  los 
dicb(»s  testigos;  é  de  pedimento  de  la  parte  de  dicho  se" 


312  DoccHKirros  dbditoa 

ñor  Marqués  del  Valle,  dí.el  preseote  testimonto  é  lo  fice 
escrcbir,  ó  fice  aquí  este  mió  signo,  ó  laL — Hay  un  sig-. 

DO.— ^Ed  testimonio  de  verdad. — Hernando  de'  Caaiallay 

• 

escribano  de  Sus  Magestades.— Entre  dos  rúbricas. 

Muy  poderosos  Señores. — Nuúo  de  Guzman,  dice: 
que  por  otra  petición  ha  hecho  saber  á  Vuestra  Alteza^ 
como  pertenesce  á  la  gobernación  de  la  Nueva  Galicia  y 
á  él,  lo  que  agora  dicen  que  se  ha  descobíerto  junto  á 
ella,  y  como  él  tenia  descobíerto  decientas  leguas,  poco 
mas  ó  menos  adelante,  é  se  ha  descobíerto  aquello  por  sa 
industria  é  trabajo,  é  por  haber  él  descobíerto,  é  con- 
quistado, é  poblado  á  su  costa,  é  con  grandes  trabajos  é 
peligros  de  su  persona;  é  porque  algunas  personas,  diz 
que  pedían  lo  nuevamente  descobíerto»  pide  é  suplica  ¿ 
Vuestra  Alteza,  que  le  mandasen  dar  traslado  de  sus  pe- 
dimentos é  le  oyesen,  para  quél  alegare  de  su  justicia, 
é  informase  de  la  verdad  destor  porque  ninguno  U  sabe 
como  él;  é  hasta  agora  no  se  ha  proveído  ni  se  le  ha 
dado  traslado,  pide  é  suplica  á  Vuestra  Alteza,  que  to- 
d^via  se  le  n>anden  dar  é  le  oigan  é  se  informen  dél^  para 
saber  la  verdad;  porque  mostrará  sus  escrituras  é  pose- 
siones, é  los  recaudos  que  tiene,'é  para  ello  implora  vues* 
tro  Real  oficio. 

En  la  villa  de  Madrid  á  seis  de  Marzo  de  mili  é  qui- 
nientos é  cincuenta,  la  presentó  en  el  Consejo  de  las  la- 
días  de  Su  Mageslad,  Ñuño  de  Guzman. 

Los  señorees  del  Consejo  mandaron  dar  treslado  de 
todo  lo  que  en  esta  capsa  estuviese  presentado  de  unas 
partes  á  las  otras. 

Muy  poderosos  Señores,— Ñuño  de  Guzman,  dice: 
qué(  ba  dado  peticiones  en  vuestro  Real  Conseja  de  las 
Indias,  sobre  que  lo  nuevamente  descobíerto  es  y  perte*- 


011.  AAOBIVO  JMI  Í1WIA6.  312 

nesoe  á  la  goberDOcion  de  la  Noeva  GalÍQÍ*:  porque  ea, 
atogaoa  manera  se  puede  pesar  á  la  conquista  y  pacifi- 
car, aioo  es  por  la  dicha  su  gobernación,  y  con  ios  in- 
dios y  manteoimientos  della,  y  sin  esto  en  ninguna  mane- 
ra ni  por  ninguna  vía;  y  para  que  conste  á  Vuesira  Ma-« 
gestad  de  lo  sysodicho,  hace  pres^ntacioh  de  tres  pro-' 
vanzas  que  se  hicieron  en  Ja  dicha  provincia,  para  que 
por  ellas  Vuestra  Magestad  sea  avi^dp  de  lo  qup  con-* 
viene  á  su  Real  servicio;,  y  para  mas  claridad  de  lo  que 
conviene  que  se  h^ga  en  lo  del  dicho  descobrimiento» 
con  lo  demás  que  tiene  presentado. 

£n  la  villa  de  Madr'd  á  seis  dia$  del  mes  de  Marzo 
de  mili  é  quinientos  é  cuarenta,  Ja  presentó  en  Consejo 
de  las  Indias  de  Su  Magestad,  Nuno  d^  Guzman. 

Vista  por  los  Señores  del  Consejo,  mandaron  que  se 
dé  traillado  de  todo  lo  que  sobre  esta  capsa  está  presen- 
tado ú  todos  los  opositores  que  á  ella  sebanopueóto,  y  al 
fiscal  de  Su  Magestad;  y  que  ansimismo  ae  dé  traslado 
de  todo  ello  á  Ñuño  de  Guzman. 

Muy  poderosos  Señores. — En  Madrid  á  seis  diasdel 
mes  de  Marzo  de  mili  é  quinientos  é  cuarenta,  la  presen-* 
tó  en  el  Consejo  de  las  Indias  de  Su  Magestad,  Luis  Sali- 
do, en  nombre  de  sus  par^a. 

Luis  Salido  en  nombre  de  la  ciudad  de  Compostela 
é  de  la  villa  de  San  Miguel,  que  son  en  la  provincia  de 
la  Nueva  Galicia  en  la  costa  de  la  mar  del  Sur,  digo: 
que  á  mi  noticia  es  venido  que  algunas  personas  han  pe- 
dido é  piden  la  conquista  é  gobernación  de  cierta  tierra, 
é  que  dicen,  que  nuevamente  se  ha  descobierto,  que  con: 
fina  con.  la  dicha  provincia,  diciendo  que  lo  han  ellos 
descobierto;  é  porque  Ñuño  de  Guzman  é  todos  los  otros 
conquistadores  é  pobladores  de  la  dicha  Nueva  Galicia 


'      $14  BOCOHIlfTOB  imÍDlT08 

con  grandes  trabajos  é  eoslas  la  desoobrieron,  é  0(Nh 
qnísraron,  é  poblaron,  é  doscientas  leguas  adehiote 
basta  descobfir  parte  de  \6  que  agora  dicen  que  4e  ba 
descobierlo;  é  por  qaeslá  janlo  á  la  dicha  Nueva  Galicia 
y  con  la  gente  é  mantenünientos  della,  é  por  estar  po* 
blada  é  haber  hecho  caminos  se  ba  descobierto  é  no  se 
puede  sustentar,  ni  conquistar,  sino  con  la  gente  é  man- 
tenimientos de  la'dtcha  provincia  y  está  junto  coa  ella, 
y  es  de  la  mesma  gobernación;  é  se  haría  mucho  agravio 
á  los  vecinos  de  la  dicha  ciudad  é  villa  é  provincia,  que 
se  quitase  della  é  se  diese  á  otras  personas,  por  nueva 
gobernación;  é  la  dicha  provincia  se  perdería  é  desplo- 
bldria  si  les  hiciesen  este  agravio;  por  ende  pido  é  suph- 
co  á  Vuestra  Alteza,  que  no  manden  apartar  de  la  dicha 
gobernación  lo  que  asi  nuevamente  dicen  que  se  ha 
deícobierto  junio  á  ella,  ni  lo  den  á  otras  personas,*sino 
á  la  que  obiere  de  gobernar  por  Vuestra  Magostad  la  di- 
cha provincia  de  Nueva  Galicia;  é  porqoe  desta  manera 
80  conquistará  é  sustentará  mejor,  é  los  de  la  dicha  pro- 
vincia podrán  ser  gratificados  de  sus  trabajos;  é  yo  para 
ello  imploro  vuestro  Real  oficio. — Luis  Salido. 

Muy  poderosos  Señores. — En  Madrid  áseis  de  Mar- 
zo de  mili  é  quinientos  é  cuarenta  aSos,  la  presentó  en  el 
Consejo  de  las  Indias  de  Su  Magostad,  Iñigo  López,  en 
nombre  de  su  parte. 

Iñigo  López,  en  nombre  del  Marqués  del  Valle,  hago 
presentación  del  poder  que  tengo  del  dicho  Marqués,  el 
cual  tengo  presentado  á  el  secretario  Samano,  pido  y  su- 
plico á  Vuestra  Alteza  mande  que  se  ponga  en  este  ne- 
gocio, de  sobre  que  agora  tengo  presentadas  peticiones 
y  testimonios  y  escrituras  de  las  tierras  y  avisos  que 
ahora  han  venido  de  la  nueva  España. 


DKL  AUGBIVO  DI  INDU8.  315 

Otros!:  hago  presentacron  de  la  capitaladon  é  asiento 
qoe  Vuestra  Alteza  tomó  con  él  dicho  Marqués,  qoestá 
antel  dicho  secretario,  porto  cqalparesce  qoe  estas  tierras 
y  provincia  entran  dentro  en  lia  dicha  capitolacron  y  asien- 
to; pido  y  suplico  mande  al  dicho  secretario  que  ponga 
en  este  proceso  un  traslado  deilo. 

Otrosí:  pido  y  suplico  á  Vuestra  Alteza  me  mande 
dar  traslado  de  todas  las  peticiones  y  escrituras  que  so- 
bre este  negocio  se  han  presentado  é  presentaren  por 
partes  de  D.  Antonio  de  Mendoza  y  del  fiscal  y  de  otra^ 
personas  para  alegar  la  juelicia  del  dicho  Marqués,  y  que 
no  se  provea  cosa  alguna  hasta  que  yo  9ea  oido;  é  pro- 
testo la  nulidad  de  lo  que  de  otra  manera  se  proveyere 
6  hiciere,  y  que  no  pare  perjuicio  al  dicho  Marqués',  y 
quesu  derecho  quede  á  salvo;  y  sobre  todo  pido  justi- 
cia.— El  doctor,  Buendia. — Entre  dos  rúbricas. — Iñigo 
López  — Entre  dos  rúbricas. 

Notificación  á  la  parte  del  Marqués. — Esle  dicho  día, 
mes  é  ano  susodicho,  seis  dias  del  mes  de  Marzo  del 
dicho  añOy  notifiqué  á  Iñigo  López  en  nomhre  del  Mar- 
qués  del  Valle,  las  peticiones  presentadas^  por  parte  de 
de  Ñuño  deGuzman  y  del  Adelantado  D.  Pedro  de  Al- 
varado  y  det  Adelantado  B.  Hernando  de  Soto,  y  de 
Luis  Salido,  en  nombre  de  la  ciudad  de  Compostela  é 
villa  de  San  Miguel,  y  como  lossenores  del  Consejo  man- 
daban dar  traslado  de  todo. — Juan  de  Paredes.    . 

Muy  poderosos  Señores.-^Iñigo  López,  en  nombre 
éel  Marqués  del  Valle,  hago  presentación  desta  memoria 
6  instrucción  firmada  del  dicho  Marqués,  el  cual  la  em» 
bi6  para  que  se  pidiese  y  suplicase  á  Vuestrs|  Alteza 
todo  lo  f^n  ella  contenido  sobre  lo  que  agora  han  avisa- 
do á  Vuestra  Alteza  del  descobrímiento  de  la  costa  de  la 


316  DOCUMENTOS  IÍIEÜITO& 

♦  '  * 

mar  del  Sur  de  la  tierra  de  la  Nueva. España;  y. pues  qoe 
todo  lo  quel  dicho  Marqués  djce  en  la  dicha  inslruccioa 
es  cosa  muy.  justa  que  se  provea;  por  tanto,  pido  é  su- 
plico á  Vuestra  Alteza  me  mande  dar  las  provisiones 
qüel  dicho  Marqués  pide»  y  mande  embiar  iin  juez  á  la 
Nueva  España  sobre  lo  coatenido  en  la  dicha  instruccioa; 
y  sobre  ello  pido  justicia  y  estoy  presto  de  dar  aquí  in- 
formación dello. 

Otrosí,  disüo:  que  sobre  lo  tocante  al  dicho  descobri- 
miento,  se  han  dado  peticiona  y  presentado  cartas  y  es- 
crituras por  parte  de  D.  Antonio  dé  Mendoza,  Visorey 
de  la  Nueva  España,  que  pretende  quél  lo  descubrió  con 
unos  frailes  é  un  negro;  habiendo  mocho  tiempo  quel 
dicho  Marqués  ésns  navios  é  gente,  lo  tienen  descobier- 
to;  y  estando  como  está  aquella  tierra  adentro  de  los  lí- 
mites y  asiento  é  capitulación  que  hizo  con  Vuestra  Alte- 
za, y  no  se  me  ha  dado  traslado  de  lo  que  por  parte  del 
dicho  D.  Antonio  de  Mendoza  se  ha  pedido  é  presenta- 
do; por  tanto,  pido  é  suplico  á  Vuestra  Alteza  me  mande 
dar  traslado  dello,  porque  no  se  me  ha  dado;  é  que  no 
se  provea  cosa  alguna  hasta  que  yo  seaoido;  é  protesto  la 
nulidad  de  lo  que  de  otra  manera  se  proveyere;  y  so- 
bre ello  pido  cumplimiento  de  justicia. — Iñigo  López. — 
Entre  dos  rúbricas. 

En  la  villa  de  Madrid  á  nueve  de  Marzo  de  mili  é 
quinientos  ó  cuarenta  anos,  la  presentó  en  el  Consejo  de 
las  Indias  de  Su  Magestad  Iñigo  López,  en  nombre  del 
Marqués  del  Valle.  Los  señores  del  Consejo  lo  mandaron 
juntar  con  las  otras  escrituras  y  que  se  dé*  traslado  á  las 
otras  parles. 

Loque  Juau:  de . Avellaneda  y  Jorge  Cerón  y  Juan 
Galvano»  han  depec|ir  y  suplicar  á  Su  Magestad  y  á  los 


tíat  ARCfilTO   DS    INDIAS.  317 

señores  de  su  Real  Consejo  de  las  Indias,  es  lo  que  se 
sigue: 

Lo  primero,  hacerles  relación  decuánlo  tiempo  há 
que  yo  sigo  este  descobrimiento  de  la  mar  del  Sur,  que 
por  mandado  de  Su  Magestad  me  fué  encomendado,  é 
decir  cómo  en  cumpiimíento  de  estb  yo  he  embiado  cua- 
tro armadas,  de  ocho  años  á  esta  parte  que  lo  comen- 
cé; que  la  primera  fué  de  dos  navios  y  por  capitán  dellos 
Diego  flurtado  de  Mendoza,  y  en  la  otra  otros  dos,  y  por 
capitán  de  ellos  á  Diego  Becerra;  y  en  la  tercera  fui  yo 
en  persona  con  otros  tres  navios,  sin  otros  tres  que  des- 
pués se  me  embiaron,  y  esta  postrera  con  otros  tres  y 
por  capitán  de  ellos  Francisco  de  Ulloa;  é  otros  cinco  que 
ai  presente  tengo  á  punto  para  ir  en  seguimiento  del  di- 
cho capitán  Francisco  de  Ulloa,  para  ayudarle  á  pacifi- 
car é  poblar  las  tierras  descobiertas,  de  que  pienso  em- 
biar  por  capitán  á  D.  Luis,  mi  hijo;  y  pues  sabéis  ios 
gastos  quen  est^s  armadas  se  han  hecho;  y  las  pérdidas 
de  mi  hacienda  y  trabajos,  y  peligros  á  que  he  puesto  mi 
persona,  significarlas  hé  á  Su  Magestad  y  á  esosseñores 
del  Consejo;  lo  cual  yo  os  embiaré  muy  copioso,  y  por 
testimonios,  en  los  primeros  navios  que  después  de 
éste  salgan;  é  habéis  de  suplicar  que  hasta  tanto  que 
Su  Magestad  y  esos  señores  del  Consejo  sean  informados 
déla  verdad  de  lo  que  pasa,  no  provean  cosa  alguna  á 
pedimento  del  Yísorey  de  esta  Nueva  España  ni  de  otra 
persona,  porque  seria  en  mucho  perjuicio  de  mi  justicia, 
y  Su  Magestad  será  dello  deservido,  por  ser  como  es,  la 
cosa  mas  grande  é  impórtente  á  su  Real  corona,  que  has- 
ta agora  se  ha  descobierto  por  estas  partes. 

ítem:  suplicar  á  Su  Magestad  y  á  esos  señores  del 
Consejo,  que  por  quel  Yirey,  sin  esperar  mandado  ni  K- 


318  DOCDIIBIITOS  12CBmT0S 

cencía  de  Su  Magestad  eamienza  á  hacer  gente  y  embiar 
alas  dichas  tierras  por  adquirir  derecho,  no  mirando  i 
que  como  Visorey,  no  solamente  no  ha  de  hacer  agra- 
vios, pero  no  permitir  que  nadie  los  haga;  mande  dar  su 
provisión  Real  para  que  no  lo  hago,  porque  demás  de  ser 
en  tun  notorio  perjuicio  y  agravio  mió,  será  muy  daño- 
so y  causa  de  grande  escándalo,  asi  entre  las  gentes  que 
yo  allá  tengo,  como  en  los  naturales  que  pojdi'^Q  haber 
otro  mayor  inconveniente;  que  como  la  gente  de  estas 
tierras  sea  tanta  y  tan. política»  embie  armada  é  de  cau- 
chas fuerzas  en  sus  poblaciones,  si  la  cosa  no  se  proveye- 
se con  mucha  deliberación  é  consejo  é  grueso  poder,  se- 
ria C9usa  yaqneno  desbaratasen  á  la  que  fuese,  que  es 
imposible,  por  la  poca  y  poco  aparejo  que  se  puede  em- 
biar de  ponerlos  en  mas  aviso  y  alboroto  del  que  agora 
tiene,  que  no  seria  pequeüo  daño;  y  esta  provisión  se  ha 
de  despachar  con  mucha  brevedad,  para  que  venga,  á 
que  en  todo  el  mes  de  Abril  del  ano  de  cuarenta  y  .antes 
si  fuese  posible;  porque  hasta  entonces  no  podría  ser  Lle- 
gada la  gepte  que  se  embia,  aunque  se  dá  «mucha  priesa 
el  despacho.  ' 

ítem:  suplicar  á  Su  Magostad  y  á  los  senoresdel  Con- 
sejo, que  porque  yo,  como  digo,  tengo  cinco  navios  á 
.punto  para  embiar  tras  de  los  otros  tres  que  allá  tengo, 
y  estoy  baciendo  otros  ciia tro. para  el  dicho  seguimiento; 
y  temo  quel  Vísorey,  oomo  justicia,  me  impida  6  me 
quite  la  gente,  ó  poqga  otros  ¿mpedimenLos  en  no  dejar- 
me bastecer,  ó  otras  formas  que  suelen  tener  los  gober- 
nadores que,  quieren  hacer  vejaciones. é  agravios,  en  es- 
tos casos  de  que  se  tiene  en  ^stas  partes  asaz  esperien- 
cia,  que  Su  Magestad  y  9Sds  señores  embica  una  provi- 
sión, con  g^apde  petia,  para  .que  no  me  impida  por 


MU.  AacmYo  »■  iikNAa.  319 

oHigwia  viá  el  derbcho.  dospBoba;  poes  de  no  embiarle, 
ee  iDe«egiiiria  gran  daño  eli  oowr  proveidos  los  <]ue  allá 
eatén  y  do  le  puedea  hacer  ea  la  tierra;  porque  loa 
iBMdo  estar  ea  ki  (foe  yo  eaiube»  ain  pasar  adelante» 
basta  bacer  allí  cuerpo  de  gente  bastaote  para  entrar  la 
iíerra  dentro;  y  porque  yo  leo^o  qiie  no  obstante  questa 
provieion  venga  iodalr id,  se  türná  foraias»  ^jomo  no  se 
eompla,  pedireia.eoQ  toda  brevi^dad.  s^  eaibie  un  .jae«i 
para  que  nos  hoya  é  faga  justicia;  y  este  despacho  ha  de 
«er  con  la  mayor  brevedad  que  sea  posible. — Ei  Mar- 
qués del  Valle. — Entre  dos  rúbricas. 

En  Madrid  ¿  seis  de  Marzo  de  mili  é  quinientos  é 
oiiareaia  anos,  la  presentó  ^n  el  Consejo  de  las  ludias  de 
Su  Magestad,  Iñigo  López,  en  nombre  del  Marqués  del 
Valle»  Los  señores  del  Consejo  mandaran  dar  traslado  ¿ 
las  otras  parles, — Hay  una  rúbrica.-rNotificacioo  á  Nuno 
de  Guzman  y  citación.  .         . 

£a  la  villa  de  Madrid  á.doce  dias  del  mes  de.  Marzo 
de  millé  quinieatos  cuarenta  anos,  notifiqué  á  Nuno  de 
Guarnan  todas  las  pensiones  y  escrUqras  en  esta  capsa 
presentadas  por  todas 'I43  partes»  basta  hoy  puestas;  lo 
cual  le  notifiqué  en  su  persona  y  ante  ios  señores  del 
C40osqjo  qno  mandaron  dar  traslado  deila,  yt  les  cité  en 
forma»  para  todos  los  quilos  deste  pleito;  y  le  sauelé  Í03 
estrados  de  Consejo. — ^Hay  una  rúbrica.. 

En  diez  é  ocho  dias  del  mes  dp  Marzo  de  mili  é  qui- 
nientos é  treinta  é  dos  anos,  e^taado.ea  el  puerto  de  Ma- 
toacbeo  Pedro  de  Guzman»  como  capiian  el«%ido  por  el 
iluslre  y.  magnífico  seiiar  Nuao^de  Guzman»  Gobernador 
ó  Capitán  general  de  la  Vitoria»  Garayana  é  de  Galicia  de 
la  Nueva  £:$^ña»  por  Su  M^ge^tad,  pidi<^  á  .mí  el  pre- 
sente escribaaOj  te  (líese  por  fée  y  tesCimonio  en  cómo 


320  IKKSIWKlfTOS  iMtelTOS 

partía  del  dicho  paeiio  e»  demanda  de  las  islas  que  es- 
taban descobiertas  por  el  dicho  señor  Gobernador,  é  to» 
mar  la  posesión  dellas;  en  nombre  de  Su  Magostad  é  del 
dicho  señor  Gobernador  Ñuño  de  Gozman;  é  yo  el  dicho 
escribano,  doy  fée  é  verdadero  testímonio  en  cónoo  en 
el  dicho  día  é  en  el  año  susodicho,  se  hizo  á  la  vela  ei  di- 
cho bergantín.  Testigos,  Juan  del  Bosque  é  Juan  de  Vi» 
lialba. — Pedro  Maldonado,  escribano^ — ^Entre  dos  rú- 
bricas. 

En  veinte  dias  del  mes  de  M^rzo  de  mili  é  quinientos 
é  treinta  é  dos  años,  estando  surto  el  bergantín,  é  por 
no  ser  la  costa  tal  para  poderse  desembarcar  Pedro  de 
Guzrnan,  como  capitán  elegido  por  et  ilustre  y  muy 
magnifico  señor  Ñuño  de  Guzman,  Gobernador  é  Capitán 
general  por  Su  Magostad  de  la  provincia  Garayana  é  de 
Galicia  de  la  Nueva  España,  dijo:  quedaba  é  dio  todo 
su  poder  complido  libre  é  llénese  bastante,  segund  que 
él  lo  há  é  tiene  del  dicho  señor  Gobernador,  á  Hernando 
Cherino,  para  que  en  el  dicho  nombre  tome  la  posesión 
de  la  isla  de  Ramos,  el  cual  nombre  se  le  puso,  basta 
que  por  Su  Magostad  ó  por  su  Gobernador  le  sea  puesto 
otro  nombre.  E  luego  el  dicho  Hernando  Cherino,  ealió 
nadando  á  tierra  de  la  dicha  isla  de  Ramos,  é  puso  una 
cruz  en  un  cerro  de  la  dicha  isla,  é  cortó  ramos  de  ma- 
gueyes é  de  otros  de  la  dicha  isla,  é  dijo  quéf  tomaba  é 
tomó  la  posesión  en  nombre  dé  Su  Magostad  é  de  Ñuño 
de  Guzman,  como  su  Gobernador  é  Capitán  general;  é 
pidió  á  Pedro  Giménez  é  á  Rodrigo  de  Soto  que  con  él 
salieron  nadando»  que  delto  le  fuesen  testigos,  é  á  todos 
los  que  estábamos  donde  lo  podíamos  ver;  é  á  mí,  el 
presente  escribano  se  lo  diese  por  testimonio  estando  á 
ello  presentes.  Por  testigos,  Juan  de  Villalva  é  Juan  del 


Bosqoe  é  Luis  Hexia  de  Avila.-^Pedro  Maldonado»  e»- 
crfbano.-^Eotre  dos  rábricas. 

En  veinte  é  cioco  días  del  mes  de  Marzo  de  mtll  é 
qainiealofi  é  treinta  é  dos  aSos,  salt6  eo  tierra  Pedro  de 
Gazman,  como  capitán  elegido  por  el  ilustre  y  muy 
magnífico  señor  Nono  de  Gutmao,  Gobernador  é  Capí- 
taa  general  de  la  provincia  Garayana  é  de  Galicia  de  la 
Mueva  Espafia»  en  una  isla»  ¿  la  cual  puso  por  nombre 
Muestra  Señora,  hafeta  que  por  So  Magostad  ó  por  so  Go- 
bernador otro  nombre  le  sea  puesto;  é  pedia  é  requirió 
á  mí  el  infrascripto  escribano  le  diese  por  testimonio»  en 
como  él  tomaba  ó  tomó  la  posesión  de  la  dicha  isla  de 
Nuestra  Señora;  é  tomó  un  nombre,  é  cortó  ciertas  ra- 
mas de  magueyes,  é  se  paseó  por  la  dicha  isla,  é  tomó 
tierra  en  la  mano  della,  6  puso  una  cruz,  é  dijo:  que  él 
se  daba  por  contento  é  apoderado  de  la  dicha  posesión 
en  nombpe  de  Su  Magostad  é  de  su  Gobernador  Ñuño  de 
Guzman;  é  que  ansí  pedia  se  lo  diese  por  testimonio,  é 
á  tos  presentes  dello  fuesen  testigos,  que  fueron  presen- 
tés,  Juan  de  Villalta  y  Castañeda  é  Luis  Mexia  de  Avila. 
— Pedro  Maldonado,  escribano. — Entre  dos  rúbricas. 

A  veinte  é  siete  días  del  mes  de  Marzo  de  mili  é  qui- 
niento  é  treinta  é  dos  años,  Pedro  de  Guzman,  como  ca- 
pitán elegido  por  e)  ilustre  y  muy  magnánimo  señor  Ñu- 
ño de  Guzman,  Gobernador  é  Capitán  general  de  la  pro-  * 
▼incia  Garayana  é  de  Galicia  de  la  Nueva  España,  dijo: 
que  pedia  é  reqoeria  á  mí,  el  presente  escribano,  le  diese 
por  fé  y  testimonio  en  como  él  iba  en  descobr  ¡miento  de 
la  isla  de  la  Madatena,  el  cual  nombre  le  puso  hasta 
qoe por  Sa  Magostad  ó  por  so  Gobernador  otro  nombre 
le  sea  puesto;  y  habia  estado  esperando  tre^)  dias  y  nun- 
ca baíbia  podido  tomar  puesto,  ansí  por  el  mal  tiempo, 
Tomo  XV.  21 


322  MGDuwm»  msMTOs 

como  por  do.  tener  puerto  la  dicha  isla;  y  poeg  biea  el 
tamaño  delta  y  el  boxe  que  podían  teoer  que  le  diese  la 
posesión  della,  la  cual  posesión  tomaba  é  tomó  en  nom- 
bre  de  Su  Magostad  é  de  Nuoo  de  Gusmao,  su  Goberna- 
dor é  Capitán  general  como  mejor  podía  é  de  derecbo  de- 
bía E  á  los  presentes  fuesen  lesti^s,  Juan  de  Víllalva  é 
Juan  del  Bosque  y  Hernando  Cberino. — Pedro  ftlaldoaa- 
do,  escribano. — Entre  dos  rúbricas. 

En  veinte  é  ocbo  dias  del  mes  de  Julio,  año  del  naci- 
miento de  Nuestro  Salvador  Jesucristo,  de  mili  é  qui- 
nientos é  treinta  é  tres  años,  el  noble  señor  Diego  de  Guz- 
man,  capitán  elegido  y  nombrada  por  el  muy  magniQco 
señor  Ñuño  de  Guzman,  Golernador  desta  Galicia  de  la 
Nueva  España;  é  estando  en  un  pueblo  que  se  lla- 
ma Tetamucheia,  ques  desa  parte  del  pueblo  de  Pe- 
tatla,  de  la  dicha  Galicia,  quince  leguas,  dijo:  que 
por  cuanto  por  merced  de  dicho  señor  Gobernador, 
él  va  á  conquistar  é  paciñcar  ciertas  provincias  que 
confinan  con  la  provincia  de  Petatta,  y  otras  á  ellas 
comarcanas,  con  cierta  gente  de  pié  é  de  caballo;  y 
para  tomar  la  posesión  de  los  pueblos  é  provincias 
é  ríos  que  descobrieren  en  la  tal  jornada,  y  otras 
cosas  que  cumplid  al  servicio  de  Su  Magestad,  había  ne- 
cesidad de  traer  un  escribano  para  que  junlatuente  con 
él  tomase  la  posesión  de  lo  que  así  de^cobriere  por  el 
dicho  señor  Gobernador  en  nombre  de  Su  Magestad;  por 
tanto*,  dijo:  que  en  aquella  mejor  forma  é  maoera  que 
podian  é  con  derecho  debian«  traía  ó  trajo  por  su  escri- 
bano para  lo  susodicho  é  para  todo  io  dema3  que  en  la 
dicha  jornada  é  conquista  se  ofreciere,  á  mí,  Andrés 
Alonso,  para  que  oomo  tal  escribano,  pudiese  dar  fée  de 
las  dichas  posesiones  que  ansí  en'el  díciiQ  nombre  toma- 


DBt  AMOVO  INI'  IHIMáS.  '  SS3 

seéea  drae  onalesquier  o(isa8  jé.  .co80Sv:aii8Í  jodkiales 
como  estrajttdiciale^i.lais  ciml^id  4^  que  croaría  que  ivn- 
iiesen  ó  fíoieseo  fóe  eo.juioio  é  fiícra  ctél^•oa  para;  ello, 
dijo,  que  ¡nierpoDia  éiqieirpuaoau'aat,Qriiiiaitl,  é  decretó é 
rogó  á  los  presea  tea  4eitlQ  le.fueeeQ  iieatígoi,  é  looró^é 
rescibióde  oit,  el  dicho  Andrés  «Alonso,  juramooto  éú. 
forma  debida  dederecbo»  que  usaría  bien  é  fíelm^aleel 
dicho  o&cip  da  escribano,  ai  c^i  re^omlí^  sí  juro  é 
amen.  Tesligps  que  fueron  .|H*6aeniaa.áJo  qut)  tííeho  tfi. 
—Pedro  de  Soto  é  Juan  de  Sosa,  é  Juan  de  QuinianiUaé 
Jorge  Bobledo  é  Fratu^isco  de  Badillo.— «-DiegodeGoft- 
mao. — Entredós  rúbricas. 

£  luego  el  dicho'seoor  capitán,  en  el  dicha. dk|  mesé 
año  susodicho,  en  preaepcia  de  mí,  el  dicho  e^crtbaao, 
llegó  á  un  rio  que  podia  estar  quince  ó  diez  éaeis  leguas 
dei  pueblo  de  Petatla,  el  cual  iba  poblado  de  casas  de  ii|- 
dios  naturales;  al  cual,  dicho  sej^oír  capitán  pu^o.por 
nombre  el  río  de  Santiago^  é  dijo  que .  tomaba  é.  lomó  cp 
ella  posesioii,  por  el  dicho  señor.  Goiiornador^ .  efi  aocil- 
bre  de  Su  Magealad;  é  en  señal  de  posesión,  se  metió 
eo  el  dicho  rio  é  cogió  del  agua  de  que  bebió  della;  é 
cortó  de  un  árbol  con  la  espada  una.  ran^a;  é  pidió,  á 
mi,  el  dicho  escribano,  se  lo  diese  por  testimonio;  é  rogó 
á  los  presentes  dello,  le  fuesen,  tesiigos.;  Tesirgos  que 
fueron  presentes. — Jorge  Robledo,  é  Juan  de  Quintanilla, 
é  Juan  do  Sosa,  é^  Pedro  de  Soto,  é  Francisco  de  Badir 
lio,  é  otros  muchos.  Todo  Ip  icual  fui  preseqie,  yo  el  di» 
cho  escribano,  juntamente  con  los  dichos  (esUgos;  y  que* 
da  en  mi  registro,  doode  fué  sacado  y  cprr^ido  tpdoi  le 
que  dicho  es;  que  fteé  hecho  á  veinte  y  oobadias  del  mes 
de  Julio  de  mil  é  quinientos:  y  treinta  y  Jres^anodw  Su 
testimonio  de  Ip  eual¡6ce  aqiU  eate  núo  iligno  qi«ae4¿  tu), 


S24  MCtiiKMToft  mÉBrí^ 

eti  testimonio  de  verdaiél.*^ Andrés  MotUM,  éieriteno  {Mr 
Su  Mageslad. — Hay  vtn  Btgi)f0.--'8btre  dos  rúbricas. 

B  deép'ues  de  lo  sosodicbo,  efi  veinfe  é  niievb  días 
>(M  mes  de  Seiiembre  de  dkibo  afio  de  mitl  é  qmAieolos 
é  treinta  é  tros  afios,  éti  presencia  de  mí,  el  dicho  Ati- 
tdréB  Alonso»  escribaiio,  el  dicho  señor  Diego  de  Gut- 
ttata,  capitán,  llegó  á  «n  río  qaestá  cnafeota  leguas  pocb 
imiíS'ó  menos  de  dicho  rio  de  Tacnmachala,  det  lugar 
líónde  el  dicho  señor  capititn  tomó  en  él  la  posesión,  al 
>c«al  poso  por  nombre  el  río  del  señor  San  Mignel;  y  en- 
altó en  él  cob  sn  gente  á  cabaffo,^  y  tomó  en  él  y  del  la 
posesión  en  nombre  de  dicho  señor  €k)bernador,  por  Su 
üUlgeMad  y  por  él  de  todos  los  pueblos,  que  río  arriba  é 
Víftiibajo* había;  é  en* señal  de  posesión,  tomó  del  agua 
dé),  é  bebió;  é  cortó  con  la  espadt,  de  on  árbol,  una 
fama;  é  pidió  á  m(,  el  dicho  escribano,  se  lo  diese  por 
lésiimonio,  como  pasaba.  Testigos  que  fueron  presentes, 
'Pedro  de  Soto,  é  Juan  de  Sosa,  é  Alonso  de  Arroyo,  6 
ittan  Delgado,  é  Juan  Ruiz,  é  Cristóbal  Hernández,  é 
Luis  Mexia  de  Avila;  é  yo  el  dicho  escribano  fui  presen- 
te con  los  dichos  testigos  á  todo  lo  que  dicho  es;  en  tes- 
tiaaonio  de  lo  cual,  hice  aquí  este  mió  signo,  ques  á  tal. 
Bu  testimonio  de  verdad. — Andrés  Alonso,-  escribano 
pót  Su  Magestad. — Hay  un  signo. — Entre  dos  rúbricas. 

B  después  de  lo  susodicho,  en  cuatro  dias  del  mes  de 
4)tttbre,  año  susodicho  de  mili  é  quinientos  é  treinta  é 
tres  años,  en  presencie  de  mi,  el  dicho  escribano,  el  di- 
($hO  flieñor  capitán  \\ég6  á  uti  río,  donde  estaba  una  pro- 
V\ÉtV9i  q<M  se  1lam$ba  Yaquittii;  al  cual  el  dicho  señor 
t^ pitan,  eti  nombre  del  dicho  señor  Gobernador»  presen- 
íéf  tottó  la  posesión  delditbo  río,  é  por  él,  de  la  dicha 
jyroyíittllft  deltequini^  «é  dé  Rfe  pueblos  que  río  arriba  ¿ 


rio  abijo  68t»hiD»  lll  oatl  dioho  rio  puM  por  Moibrjt  el 
río  4^  San  Fra^pwoof  m  Moal  4o  poMaípn,  bebió  <)6k 
agoa  4e  di<cl)o  KÍo,  é  ochó  iMnoá  la  eapada^  é  oorlo  ét 
QQ  árbol  una  raiM;  ^  pidió  ¿  nplf  rt  dicho  eaoribaM,  ae^ 
lo  dieae  por  toaUívoiiio»  Teatigoa,  Jiian  d«  Soaa»  6  Jmd 
8fyw»  ¿  h^a  Delgado^  é  Goufio  do  Sao  Martía,  é  ioao 
da  Lemoa;  é  yo  el  dicho  oacribooo,  (üí  preaeolo.  á  lodo 
lo  que  dicho  esi  coo  toa  dioboa  toakigoa.  En.  leaüaaKMHO 
de  io  cual»  hice  aquí  eate  mio-aíj^no,  qMa  á  laL  Bn'taaH 
tímooio  de  verdad^-^Andróa  Alooaov  eaeribono.  ffotp  Sa 
Hagealad. — Hay  un  aigno* — Eotre  dos  róbricaa. 

Relación  de  lo  que  yo  Diego  de  Guiman  he  deaco- 
hierio  00  la  coata  de  la  mar  del  Set,  por  Su  Magetttad  j 
por  el  íluatre  aeíor  Nnoo  de  Gnimn,  Gobernador  do 
la  Nueva  Galicia. 

En  vieraea,  cuatro  díaa  del  iMa  da  Agoato  del  al|a 
de  laiU  é  quioieotoa  iMtnIa  y  tres,  pariL  del  Valle  de  Bo» 
toacan,  é  hice  ioraada  al  poehlo  de.  loe  XuaoaoohelQb, 
cqatro  leguaa. 

En.  aAbadOí  «daianla»  lomó  el  canina  para  Poiatla, 
qqe  habia  llevado  el  aleayde;  foó  la  guia  Cristóbal  Hér- 
nandea;  bioe  jornada  cnatoo  legnaa;  hubo  ogMfaa^ 

JKo  domingo  se  tomó .  un  indio,  laogiia  huraba,  el 
cual  dijo  como  sabia  4  fetetla^  que  se  llama  Morecáa,  y 
qoo  aales  dól  había  ap  paeblo  que  ae  llama  Cioomo; 
qu4  me  llevaría;  laé*  fai  jareada  tarea  legaas;  baba 
asaajea* 

Eoluneatomé  el  aswpo^qaadijoel  indio;  f\  ooal  iba 
<á.ai0ii  y  fué  lo  maa  aln  caaMOo;  iné  la  jomada  eoatr* 
Iqgwaa;  habo  agoajes^ 

En  «mrtes  boba  e»  el  eaaaiao  enalto  raachoa  do  peu 
tat€9;  lom^  pooa  genta^eatoe  loa  coalaa  ae  bailó  na 


viejov  Ibngoa  huraba^^este 'día  llegué  áil  ptaeblo  d^  Ciña- 
ole^  en  él  busd  podo  haber  dése  Ate  ranchos  <le  petates; 
e8laban:ett  áiedlc^de'iida  sábafla;  no  estaban  junios;  no 
80'J]aUó>fliaiir'SÍQ0''yórvas^e  coiniaiy  los'  indios;  tomóse 
pottigenle;  vestían  cueros  de  venados;  pasé  una  legua 
adelamie  áüoinnir;  la  guia  qoe  (rata,  dijo  que  úo  sabia 
mtfsde  hdsta-  esta  puet)lo9  el  víejd  que  se  {otii6  en  los 
primeros  f)éiates,  fii4  fuia  para  adelante;  fué  la  jornada 
cuatro  leguas;  hüba  a^uajesv    -      ' 

-En  miércoles  íu^ •  la  jomada  coatro  leguas;  habo 
aguajes.    - 

En  jueves  me  adelnté  cotf  diez  de  caballo,  diez  peo- 
nas) Uegné: este  día  á  Petailá;  pasé  el  rio  bien;  bailóse 
poca  géute;'  el  rio  babia*  vertido  grande;  ia  vega  estaba 
hecha  una  ciénega,  y  por  ella  se  fué  la  gente  porque  bo 
se  pud^aes^in;  habrja'6chenia  machos;  no  se  halló  maiz; 
yervas  comia/i  los  indios;  había  iliuchos  maisaTes  peque- 
ños; este  día.  fné  la<  jornada  qqe^yo^híce,  siete  lególas; 
otro  día,  viernes,  llegaron  todos  los  demás;  huboaguajes. 
.  •  Eo  sibado)  adelante,  fueron  seis  de'  á  caballo  el  rio 
abst)0  cinco  legbas;  hallaron  hasta  cuarenta  cargas  de 
maiz  en  uaoa  ranchos;  ao  ae  tomó'  geáté*  porqtfe  fueron 
sentidos;  tomáronse  dos-  indios,  los'  cuales  no  enrtebdian 
la -lengua «ho  raba;,  el  viejo  que  ti^aiá  por  guia,  enleudia  la 
lengua  destos  iDdio8,.lo8CQfale»dijeron  éomo  dos  jorna- 
das Jbabia/Qtro<  rio  nQiaycir>  y  m  poblado  que  se  llama  Te- 
tamochala,  y  que  había  comida  porque  las  aginas  co- 
meQzli¿)an^y-oé  me  tornase  }ea> (parto  que  no  hubiese  ^- 
iQftda»iembíé^i  dtesnobnír  esle^qrio  á-Frauoi^oo  Velaiqnez, 
con  diez  de  á  caballo  é  diez  peones,-  el'CtMl  tué''en^f^ 
joQua^is-é  dua^x)  (legiiasr  llcgadolquia  feé  al  pueblo,  dio 
detiSobre  isi]to^>UtfuósopbGa  jsMie^pop  ifaelirm  pasa  jua-^ 


io  á  io  poblado  y  venia  grande;  echáronse  al  agaa;  iba 
el  poblado  el  rio  abajo,  á  trechos,  había  hasta  cien  raa« 
chos  de  petates;  hallóse  maíz  poco;  semeoleras  casi 
ningunas:  tuvo  tioticias  el  rio  arriba  de  mejor  poblado» 
dos  jornadas;  enabióme  á  llamar;  llegado  que  fui,  tube 
DOlicia  hacía  la  mar  de  un  pueblo  que  decía  que  era 
grande  qiie  se  llama  Oremy,  víspera  dtí  Santiago;  fui  coa 
diez  de  daballo  y  peones,  y  llegado  á  Oremy,  no  hallé 
sino  el  asiento  del  pueblo  y  dos  canchos;  éste  día  pasé 
mucho  trabajo  hasta  llegar  á  este  pueblo,  á  causa  deles 
ciniegas;  y  á  esta  causa  di  la  vuelta  esle  día  á  Teta  mocha* 
la;  estube  en  este  pueblo  ocho  días,  por  quet  maiüni  se- 
nienteras  no  bastaban  para  poder  invernar;  y  tubé  noti- 
cia de  Cinaloa  el  rio  arriba,  dos  jornadas,  y  demás  basti- 
mento; tomé  la  posesión  de  este  rio  por  Su  Magestad  y 
por  el  ilustre  Sr.  Ñuño  de  Ouzman,  Gol>ernadar  de  la 
Nueva  Galicia;  púsele  nombre  el  rio  de  Santiago;  es  río 
de  macha  arboleda;  puse  una  cruz. 

En  jueved,  veinte  y  cinco  de  Julio,  tomé  por  guia  un 
indio  de  los  que  se  tomaron  en  Telamochala,  y  fui  en 
demanda  de  Cinaloa;  perdióse  el  camino  á  una  legua; 
dijo  la  guia  que  no  había  camino,  sino  que  el  rio  arriba 
habia  de  ir.  Este  dia  se  tomó  alguna  gente  en  el  camino, 
entre  los  cuales  se  halló  un  indio,  lengua  huraba,  y  en- 
tendía la  legua  délos  naturales,  porque  desde  Petatla  y 
basta  aqui,  hablaba  con  tres  lenguas;  el  cual  dio  noticia 
de  Cinaloa.  Este  dia  fué  la  jornada  cuatro  leguas;  hubo 
aguajes. 

En  viernes  fué  la  jornada  el  rk)  arriba,  cnatro  legoas;< 
hubo  aguajes.'     ' 

En  sábado,  fué  la  jornada  cuatro  leguas. 

Eo  domingo,  á  hora  de  vísperas,  llegué  á  unes  se- 


POCWDMM  INÉMNNI 

meqteras  de  maizalefl  itii  poco  adebnt^»  ^i  W  on  alto  el 
pueblo,  y  junto  ¿  él  estaba  na  un  raucbo  oiQcha  gmte; 
<$erca  del  camino  por  do  it>a,  babía  ao  eecuadroo  de 
gante,  y  al  liempo  que  quiae  llegar,  coioíeMaB  da  huir; 
y  ansí  bícieroo  los  que  estaban  en  el  cerro;  llegado  que 
fsi  al  pueblo  no  bailé  gente;  hallóse  oíaíx  seco,  frijoles 
no  mucho;  era  pueblo  de,  ciento-  einouenla  ranchos  de 
petates;  estaban  Yodos  juntos;  tienen  anas  ramadas  pe- 
queñas; eran  mejores  ranchos  que  no  k)8  que  hasta  aqirf 
había:  babia  muchas  sementeras  el  río  abi^o  y  arriba, 
estaban  en  elote  mucha  parte  deltas;  aquí  me  pareció  que 
con  lo  poco  maiz  que  se  babia  hallado  y  el  respeto  de  las 
sementeras,  que  podrían  invernar. 

Ea  lunes,  adelante,  fueron  á  correr  el  rio  arriba  gen- 
te de  caballo,  y  hallaron  unas  estancias  de  petatea,  y  se* 
menteras  muchas;  tomóse  sok)  un  indio,  al  cual  pregun- 
té que  por  qué  habían  huydo,  que  yo  ao  los  quería  ha- 
cer mal,  y  que  los  fuese  á  llamar,  que  no  tuviesen  míe* 
do;  que  si  no  venían  que  yo  los  buscaría,  y  que  viniesen 
otro  día  con  la  respuesta  á  hora  de  visperaa  y  qué  él  fue- 
se á  llamarlos.  Este  día  que  fué  este  indio^  se  tomaron  en 
la  vela  dos  indios,  á  los  cuales  pregunté  amanaaápdolea 
qué  buscaban,   decían  que  no  querían  sino  habernos; 
venido  el  día,  solté  el  uno  y  que  fuese  á  llamar  la  geole 
y  viniese  aquel  día  á  hora  de  vísperas.  Este  día  ¿  la  bora 
de  vísperas  vino  el  indio  primero  que  embié,  y  con  él, 
seiscientos  hombres,  cada  uno  coa  noa  caQa  en  la  naa- 
no,  mondada;  venían  encarnes;  el  cabello  que  les  llega* 
ba  á  la  cintura;  á  los  cuales  hablé,  que  yo  venia  para  ser 
su  amigo  y  no  para  hacerles  mal;  que  no  tuviesen  mie^ 
do  y  que  llamasen  todos  los  comarcanos  para  que  bicie- 
aen  lo  mismo  que  ellos,  y  que  ai  tenían  guerra  coo  alga- 


Dps  que  yo  let  ayodam;  dijéroaine  ooono  eUoa  llamarían 
los  demia;  y  que  dos  jornadas  babia  un  pueblo  qjuie  se. 
llama  TeocoiQO»  coa  quiea  teoiaa  guerra;  y  otras  dos 
joroadaa  babia  adelante  un  rio  pequeño  y  un  poblado, 
qae  se  llama  Mayomo;  que  al  tiempo  que  me  quisie- 
se ir»  que  se  lo  dijese»  poVque  querían  ir  allá  y  quft 
86  aperi;ibiriaQ,  y  que  ellos  se  qnerian  ir;  que  otro 
día  verojan  con  maiz  y  frijoles  y  que  se  querían  venir 
hacer  sus  casas;  que  yo  les  señalase  do  queria  que  esr 


Otro  dia,  martes  en  la.  tarde»  vinieron  y  trajeroq^ 
m9ÍZf  fríjoles  no  mucbo,  dijeron:  qpe  al  présenle  do  te-» 
oian  mas;  que  otro  dia  tFMrían  sua  ipugeres* 

Miércoles»  adelante,  vinieron  con  sus  mugares  y  pe*, 
tates;  diles  un  lugar  que  me  pareció,  velándome  de  dia  ' 
y  de  noche;  estubieron  obra  de  diez  días;  durante  este 
tiempo  traían  yerva  para,  los  qaballos,  y  venados;  no  con- 
sentí que  se  les  tocaae  en  loa  maizales;  hablándolessieni- 
pee  perdiesen  el  temar;  parecíame  que  aegun  al  principÍQi 
de  cada  dia,  babia  meaos  gente;  preguntájadoaelo»  da- 
ciaa  que  andaban,  en  los  maizales. 

El  lunes,  diez  y  nueve  de*  Agosto,  por  la  mañana» 
comenzaron  á  oaeierse  ea  el  arcabmco  y  á  huir;  y  por 
causa  del  arcabucq  í^o,  se  pudo  tomar  geatc;  tocn^se 
aJgana,  preguntándolet  q&)eppr  qué  sie  habían  ido;  dye- 
ron,  que  porque  otroa  indios  los  amenazaban»  porque, 
eran  amigos  de  los  cristianos;  íornélos  á  embiar  á  llamar 
con  un  indio  de  loaque  tomaron;  no  volvió  mas;  es  gen* 
te  quia  viste  pellejas;  aUuMizan;  poca  ropa,  y  es  de  á  ma- 
n^a  da  cáoi^mo^ 

Luego  sobrevinieron  las  aguas  muy  recias;  no  se 
pudo  correr  1<^  tierra;  en  esie  tiempo  embió  gente  doca- 


330  DOCUMENTOS  INÉDITOS 

bailo,  el  rio  arriba ;'füero&  cinco  leguas;  estaban  Idégo 
las  sierras. 

De  la  tierra  adentro,  siempre  tobe  aviso  de  saber; 
DO  pude  tener  notidias,  sino  que  (ódo  era  sierras;  BSta- 
be  en  esté  pueblo  desde  tres  dé  Agosto  hasta  diez  y  sie- 
te de  Setiembre. 

En  miércoles  diez  y  siete  de  Scítíembre,  después*  de 
medio  día,  pasé  el  rio  en  balsas»  para  ir  en  demanda  de 
otro  rio. 

En  jueves,  adelante,  primero  dia  de  las  cuatro  tétxh 
poras  de  Santa  Cruz,  tomé  el  camino,  en  demanda  de 

» 

Teocomo;  fué  la  guia  un  indio  de  Cinatóa;  á  media  legua 
se  perdió  el  camino,  dijo  el  Indio' que  no  le  había  este 
dia;  fué  la  jornada  cuatro  leguas;  tubimos  aguajes. 

En  viernes,  fué  la  jornada  cuatro  leguas;  hubo 
aguajes. 

En  sábado,  llegué  al  pueblo  de  Teocomo,  en  el  cual 
DO  se  halló  gente;  estaba,  poco  habia,  alzado;  tomóse  an 
indio;  hallóse  maiz  poco;  pasa  junto  un  arroyo  grande 
que  nace  de  una  sierra;  alH  junto  hábia  en  él  algunos 
maizales,  y  la  avenida  los  habia  llevado;  dijo  este  iodio 
que  se  tomó,  cokno  dos  jornadas  estaba  un  río;  fué  este 
dia  la  jornada  cuatro  Teguas;  hubo  aguajes. 

En  domingo,  ade  fante,  fui  en  demanda  del  rio;  fué 
la  guia  este  indio  qué  se  tomó  en  Teocomo;  dijo  como  no 
habia  camino;  fué  lajornadacuat^o  lé'guas;  hubo  aguajes. 

En  lunes,  fué  el  camino  algo  áspero  de  piedras;  fué 
la  jornada  cuatro  leguas;  hubo  aguajes. 

En  martes,  fué  el  camino  áspero  de  piedras;  fué  la 
jornada  cinco  leguas;  no  hubo  aguajes  sino  dó  se  hizo  la 
jornada. 

En  miércoles,  á  medio  dia,  llegué  a)  río  sin  ser  sen- 


DBL  ABGflttO  DC  íiOtkt.  3S1 

tido;  di  en  el  pudbto;  nó  éspéraroo;  tomóse  aigüná  gen- 
te; es  río  pequeño,  tiene  mucha  arboleda,  muchas  vegas 
de  sementeras;  fué  este  día  la  jornada  cinco  leguas;  no 
hubo  aguajes  hasta  et  rio. 

Hallóse  en  este  rio  hracfao  maizseco;  embté  á  llamar; 
los  indios  dé  paz;  no  vinieron;  estuve  en  este  pueblo 
cinco  dias,  porque  aqUÍ  se  mataron  los  puercos;  porque 
antes  no  hubo  dispusicion  por  falta  de  sal;  el  poblado 
deste  río  es  á  trechos,  el  río  abajo  de  una  banda  y  de 
otra* 

Tuve  noticia  en  este  pueblo  de  otro  rio  mayor  -y  de 
nn  pueblo  que  se  llama  Nebame;  tomé  la  posesión  deste 
río  de  May  orno,  por  Su  Magestad  y  por  el'  ilustre  señor 
Nqío  de  Guzman,  Gobernador  de  la  Nueva  Galicia;  puse 
en  este  pueblo  una  cruz;  llámase  este  rio  San  Miguel. 

En  martes,  postrero  dia  de  Setiembre,  partí  en  de- 
manda de  Nebame;  pasé  el  rio  para  tomar  el  camino; 
Qüa  legua  se  perdió;  dijola  gniá,  que  era  de  Mjyomo; 
como  no  babia  camino,  fué  la  jornada  cuatro  leguas; 

■ 

hubo  aguajes. 

En  míé.rco!es,  primero  de  Octubre,  fué  la  jornada 
cnatro  leguas;  hubo  aguajes. 

En  jueves,  fué  la  jornada  cuatro  leguas;  é  en  una 
faente  huíbo  aguajes. 

En  viernes,  Tüé  la  jornada  cineo  leguas;  no  hubo 
aguajes;  á  la  hora  de  parar  la  gente,  no  se  halló  agua; 
pasóse  trabajo;  en  la  gente,  fuerútí  algunos  de  caballo  á 
buscar  agua;  en  este  comedio,  media  legua  de  aKí,  des- 
cobrieron  una  ciénaga  los  amigos;  ya  tarde  vinieron  los 
de  caballo  y  dijéronme,  como  una  legaade  atli  estaba  el 
rio,  y  que  baUán  visto  gente  áe  la-  otra  parte  de>  rio,  y 
que  vinieron  cinco  ilidioBlras^loá;  este  día  llevaba  Pero 


399'  Do<;iqiBicraft  ufi^no^ 

BeníteaE  un  iudifi  I^;ir9ba  ^oa  uoa  Ullesta,.  al  coal  tQip^. 
roa  lo8  cbichimecas. 

En  sábadp,  día  de  Saat  FraociscOp  pnsé.  el  rio,  y  d9, 

« 

la  otra  parto  hallé  una  estancia  de  treinta  ranchos  de  por 
taties  con  unas  ramadas  pequeñas;  no  había  g^nle;  heibia 
i^aie;  fueron  tres  de  caballo  adelante  de  mí»  á  desoobrjjc 
un  camino,  y  volvieron  6  decíriqe  como  babia  gent^ 
salí  á  una  sabana  grande,  en  la  cual  estaba  la  gente  e^^ 
perándome  y  haciendo  su^  escuadrones;  eslabi3  toda  I9 
gente  repartida  por  la  sabana;  no  estaba  toda  junta,  pgi!t 
qii9  lo  poblado  e^lá  el  rio  abajo,  y  no  babia  llegado. 

Hablé  con  el  naguatato,  Uamámloles  de  paz;  dixeron. 
que  00  querían  sina  matarnos;  luego  salieron  ciertofli  íqp 
dios  delante,,  y  echaron  el  ii^dio  huraba,  que  el'dia  a^tfft 
habia  tomado,  el  cual  traya  la  ballesta  con  todo  lo  deotají 
que  llevaba;  traía  comida  que  los  indios  le  dieron;  CQpno 
les  hubiese  requerido  y  no  quisieron  venír^  asesté  un 
tiro  que  llevaba,  y  puniéndole  fuego,  fui  á  ellos  y  al 
presente  comenzaron  á  huir;,  hirieron  diez  caballos  y  doQ 
españoles;  fui  en  seguimiento  de  ellos;  metiéronse  en  q1 
alcabuco;  llegué  hasta  una  estancia,  una  legua  abajo»  no 
hallé  naide  por  ser  la  dispusicion  mejc^r;  yolvíoie  9i^ 
tancia  que  primero  babia  visto;  coráronse  los  cabaUos  y 
españoles;  estube  en  este  río  diez  y  siete  días,  esperaar 
do  los  caballos  y  españoles  sanasen;  murió  un  caballq  de 
Rivera. 

• 

En  este  tiempo  vino  nn  indio  viejo,  el  cual  dijo  qwe- 
ría  venir  á  verpie;  yo  le  dije  vinieseí^  PO  tuvieseo  le<* 
m^Tf  que  dendie  á  dos  dias.  viniesen» 

M  tiempo  que  puse,  vino  el  mesmo  viejo  y  tri^q  tne^ 
macetas  pequeñas,  w^  las  4»be»is  dellaa  asentadas  turs 
qpesva;  triya  anas  cuentea deigueao^ae^^llAs. tratan;  d^fh 


i>tL  AiÉBnro  M  umiAft.  398 

qne  de^de  á  coalro  disls  Temiait,  nnocá  mes  t^lviclittti. 
Ed  este  tiempo,  siempre  procuré  por  noticia  -áe  otrt> 
Wo,  y  de  laiterra  adentro  tle  tos  indios  que  se  tomaran 
él  dia  de  la  Refriega;  no  supe  mas  de  que  el  río  arríbtf» 
dos  jornadas,  estalia  Nebame;  pot*que  este  poblado,  d6 
fué  la  refriega,  llámase  Yaqaimi.  Tomé  la  posesión  de 
esfte  rio  por  Su  Magestad  y  por  el  ihtstre  señor  Nufio  de 
Cuzma D,  Gobernador  de  la  Nueva  Galicia;  puse  ea  el 
pueblo  Cruz,  llámase  el  río  de  San  Francisco;  es  mayor 
que  ninguno  de  los  otros. 

Siempre  procuré  tener  noticia;  por  la  costa  no  tilve 
otra,  sino  de  Nelmme. 

En  lunes,  veinte  días  de  Octubre,  f)artf  de  este  pue- 
blo en  demanda,  el  río  arriba;  fué  ta  guia  un  indio  de 
los  que  se  tomaron;  á  una  legua  se  perdió  el  camino;  dijo 
que  no  lo  había;  fué  la  jornada  cuatro  leguas  junto  al  rio. 
En  martes,  fué  la  jomada  cuatro  leguas  junto  al  rio. 
En  miércoles,  pasé  el  rio  y  los  peones  á  las  ancas  de 
los  caballos;  Portillo,  peón,  no  quiso  pasar  ancas  de  un 
caballo  y  mét>ese  en  el  río,  y  al  medio  río  adióse  á  una 
cola  de  caballo,  y  juntamente  con  él,  otro  peón;  el  río 
venia  muy  recio,  y  soltó  Portillo,  y  llevóle  el  río,  que  no 
se  pudo  socorrer;  yo  me  informé  de  personas  que  les  di- 
jeron á  los  dos  peones  que  subiesen  en  su  caballo;  no  lo 
quisieron  hacer. 

Este  dia  llegué  al  pueblo  de  Nebame,  y  no  hallé  casa 
ni  maizal;  preguntando  á  la  guia  por  el  poblado,  dijo: 
que  aquello  se  llamaba  Nebame;  que  la  gente  que  huia  á 
las  sierras,  que  estaban  allf  junto,  las  cuales  eran  como 
teburnos.  Este  dia,  tarde,  se  tomó  una  india;  preguntán- 
dole con  ta  lengua,  difería  della,  lacnal  hablaba  la  lengua 
que  habló  Gonzalo  Lopes  en  ios  llanos,  dó  fué  el  nagua- 


334  iioGiniiKNTQS.  nvÍDiTo» 

talo;   eolendia  66U  le^goa^  la  cual  dijo,  que  todo  eia 
sierras. 

Otro  dia,  jueves,  embié  á  Jorge  Robledo  ;GOo  ocho  de 
caballo  á  buscar  camioq  ó  iBao^ra  para  poder  pasar; 
este  día  embié  tres  de  caballo  el  rio  arriba  á  que  le  si- 
guiesen; boiyieroo  hiego  por  quel  río  hacia  angostura 
coo  las  sierras  y  no  pudieron  pasar  adelante;  este  dia 
iDQ  fui  el  rio  abajo  media*  legua.     . 

Estedia,  larde,  vinojilobledo,  el  cuai  dijo  y  los  de- 
más que  con  él  fueron,  como  no  había  camino  ni  mane- 
ra de  poder  pasar;  que  habían  visto  unas  cuebas  de  los 
indios  habitaban;  visto  que  por  aquí  no  había  díspusicion 
para  poder  pasar,  acordé  de  bajar.ne  á  Yaquiml,  y  lo- 
mar el  rio  abajO)  buscar  camino  para  la  co^ta. 

Este  día,  á  la  hora  de  la  prima,  vino  á  mí,  Sosa,  que 
velaba  de  caballo,  y  me  dijo  como  había  oiJo  llorar  un 
niño;  dijele  que  eslubiese  á  recaudo.    • 

Otro  día,  viernes,  tomé  el  camino  para  Yaquímí;  fué 
la  jornada  cuatro  leguas;  .este  día  me  faltó  el  naguatato. 

En  sábado,  fué  la  jornada  cuatro  leguas. 

En  domingo,  veinte  y  seis  de  Octubre,  fui  dos  l^uas 
mas  abajo  de  Yaquímí. 

En  lunes,  adelaate,  embié  á  Jorge  Robledo  con  ocho 
de  caballo,  el  rio  .abajo,  á.  buscar  camino,  porque  los  in- 
dios no  me  daban  noticia  de  otro  rio  ni  de  mas  tierra^ 

Este  día  prendí  tres  principales  de  Culuacan,  sobre 
sospecha  de  la  muerte  del  naguatato,  los  cuales  confesa- 
ron haberle  muerto  en  Nebame  y  le  echaron  en  el  rio 
como  mas  largo  paroce>  por  un  proceso  que  coa  ellos 
hice. 

Venido  Robledo  y  los  demás,  dijeron  como  el  río 
abajo  iba  poblado  á  trechos,  y  que  no  pudieron  pasar 


DEL  Al^CBIYO  OK.IND^S.  335 

por  causa  de  los  muchos  arcabucos,  y.  no  babia  caqpino; 
fuese  por  ellos,  y  que  hallaron  unos  anegadizos  de  lámar, 
y  no  babia  camino  saliese, del  rio  para  la  tierra  adc^ntro. 

Yislo  el  mal.  aparejo  que  habia,  y  faltándome  la 
lengua,  acordé  de  dar  la  vuelta.- 

En  domingo,  en  la  tarde,  dos  de .  Octubre^  vihe  á 
dormir  una  legua  pasado  el,  r|o.. 

En  Iones,  hice  jornada,  cipco  leguas,  á  la  fuente  de 
la  Peña. 

En  martes,  hice  jornada  cinco  leguas. 

En  miércples,  hice  jornada  cuatro  leguas. 
'   £n  jueves,  llegué  al  rio  de  Alayomp.;  fui  el  rio  aba- 
jo, hice  jornada  ocho  leguas. 

En  viernes,  fué  Ja  jornada  en  el  rio,  cinco  Teguas. 

En  sábado,  nueve  do  Noviembre,  fué  la  jornada  en 
el  rio,  tres  leguas. 

En  domingo,  adelante,  fui  con  ocho  de  caballo  el  rio 
abajo  á  ver  poblado  y  boca,  del,  lo  poblado;  se  acabó  des^ 
de  á  dos  leguas;  no  pude  pa3ar  por  ^r  montoso  y  no 
haber  camino,  y  entrabaq  esteros;  estjibe  en  este  rio 
siete  días  tomando  bastimento. 

En  viernes,  adelante,  partí  para  Mayomo,  porque  era 
el  camino  por  allí;  fué  la  jornada  cuatro  leguas. 

En  sábado,  entré,  en  Mayomo;  fué  la  jornada  cuatro 
leguas;  estube  en  este  pueblo  fres  dias. 

En  domingo,  adelante,,  fueron  el  rio  arriba  ciertos  de 
caballo,  y  á  diez  leguas  dieron  en  la  cordillera  de  las 
sierras. 

En  miércoles,  adelante,  me  partí;  fué  la  jornada  cía- 
co  leguas;  no  hubo  aguajes. 

En  jueves,  fué  la  jornada  cuatro  leguas;  no  hubo 
aguajes.  .        . 


tSi  iKRnMiiiTos  nfomm 

Ed  vieroed»  fteé  la  joroada  cioco  legaas;  do  bobo 
aguajes. 

Eq  sábado,  llegaé  al  arroyo  de  Teocomo;  faé  la  jor- 
nada por  él,  abajo;  foé  la  joroada  dos  leguas;  hubo 
aguajes. 

Este  dia  fueron  de  caballo  ¿  buscar  maíz,  porque  no 
se  hallaba  y  tenia  falta  délio. 

En  domingo,  vino  ono  de  cabaHo  á  llamarle  porque 
habían  hallado  maíz  en  una  rancherría;  fué  la  joroada 
cuatro  teguas;  hnbo  aguajes. 

En  martes,  adelante,  fué  gente  de  caballo  y  de  pié  á 
la  costa,  y  dieroo  eo  ooos  ranchos  que  estaban  junio  á 
la  mar;  gomóse  poca  gente;  hallóle  en  poder  de  los  in- 
dios un  pedazo  de  paño  azul  y  una  sarta  de  clavos  de  cin- 
tas que  traía  una  india  al  brazo;  pregúnteles  porque 
eran  algunos  lenguas  huravas,  pue&to  qoe  no  se  en- 
tienden con  los  de  la  tierra  adentro;  pregúnteles  donde 
habian  habido  aquel  pafio;  dijeron  que  era  mayor; 
y  que  otros  indios  habian  llevado  lo  demás,  y  por  la 
mar  habian  venido  alli  unos  cristianos,  señalaban  que  en 
una  casa  de  madera  veoian  y  que  se  habían  vuelto;  que 
cinco  jornadas  de  alli  estaba  un  pueblo  que  se  llanr.a  Cró- 
menle, en  el  cual  habían  muerto  quinco  cristianos,  que 
los  habian  tomado  durmiendo;  y  que  allá  estaban  las  ar- 
mas y  las  ropas;  estube  en  este  arroyo  de  Teocomo,  des- 
de el  domibgo  que  llegué,  que  fueron  veinte  y  tres  de 
Noviembre,  basta  veinte  y  ocho  de  Noviembre» 

En  sábado,  adelante,  víspera  de  Sant  Andrés,  parlí; 
liice  jomada  coairo  leguas;  hubo  aguajes. 

En  domingo,  foé  la  joroada  coatro  tegoas;  hobo 
aguajes. 

En  looes,  primero  de  Diciembre,  llegué  al  rio  de 


DII.  ARCBIVO  Sil   INDUS.  387 

Santiago;  pásele;  media  legua  antes,  entra  et  arroyo  de 
Teocomo;  ea  él  hice  jornada  cuatro  leguas;  hubo 
aguajes. 

En  martes,  tomé  el  camino  que  traje  al  tiempo  que 
iba;  fué  la  jornada  cuatro  leguas. 

En  miércoles,  fué  la  jornada  en  Tetamochala,  donde 
eslabeal  tiempo  que  iba;  había  muchas  sementeras;  to- 
móse gente  poca;  hallóse  un  indio,  lengua  hurava,  al  cual 
pregunté  si  babia  visto  cristianos;  y  dijo  como  en  Cru- 
meme  habian  estado  quince,  y  que  uno  su  habia  muerto; 
QD  cuchillo  que  se  halló  en  este  pueblo,  al  tiempo  que 
pasé,  se  le  hice  mostrar,  el  cual,  como  ie  vio,  conocióle 
y  dijo  como  los  habian  muerto  durmiendo;  y  que  había 
doi  jornadas  áCrumeme;  estube  aquí  hasta  el  lunes.     . 

En  martes,  fúí  el  Vio  abajo  en  demar.da  de  Rumane; 
bies  jornada  en  el  río,  cuatro  leguas;  esie  día  se  tomó 
gCDte  ¡K)ca,  la  cual  conformaba  con  los  demás,  haber 
muerto  los  cristianos  en  Crumeme;  y  que  allí  se  les  ha- 
bia quebrado  la  casa  do  venia. 

En  jueves,  adelante,  fui  con  diez  de  caballo  en  de- 
manda de  Rumane,  y  llegado  allá,  ^eran  ocho  rancho»; 
babia  poca  gente;  no  se  halló  cosa  de  español;  no  pude 
pasar  adelante,  por  el  mucho  arcabuco;  .hallóse  en  poder 
de  .upa  vieja  unas  sartas  de  los  clavos  de  las  cintas  de 
los  cristianos. 

Tuve  noticia  de  un  pueblo  que  se  llama  Badaguito, 
que  está  en  el  rio  de  Petlatla. 

En  lunes,  adelante,  partí  á  Badaguito;  fué  la  jornada 
cuatro  leguas;  no  bobo  aguajes. 

En  martes,  fué  la  jornada  cuatro  leguas  y  hubo 

aguajes. 

En  miércoles,  fuéla  jornada  cuatro  leguas. 
Tomo  XV.  22 


338  DoCDUirros  ihbditos 

EojueveSy  me  adelanté  con  diez  de  caballo;  fué  la 
jornada  siete  legaas;  llegado  que  fui,  dijo  la  guia,  que  do 
babia  casas,  mas  de  aquellos  maizales;  y  que  aquello  lla- 
maban Badaguito;  habia  muchas  sementeras;  tomóse  al- 
guna gente. 

En  viernes,  adelante,  embié  el  río  abajo  gente  de  ca- 
ballo; fueron  cuatro  leguas;  no  pudieron  pasar,  por  ser 
la  tierra  cerrada  de  arcabucos;  no  se  halló  maíz  ni  cami- 
no que  saliese  fuera  del  rio;  tomóle  una  lengua  hurava; 
dijo  como  en  Crumerae  habían  estado  cristianos. 

Tomóse  en  poder  de  los  indios  un  cuchillo  y  un  pun- 
zón, y  almarada  y  martillo,  y  lima  y  escofina,  todo  ea 
'una  pieza;  hallóse  una  sarta  de  clavos  de  cintas» 

Estuve  en  este  rio  hasta  el  lunes,  que  fueron  veinte 
y  dos  de  Diciembre. 

En  martes,  hice  jornada,,  pasado  él  rio,  cuatro  le- 
guas. 

En  miércoles,  vísperas  de  Navidad,  fué  la  jornada 
cuatro  leguas;  hubo  aguajes. 

En  jueves,  dia  de  Navidad,  fué  la  jornada  en  el  ar- 
royo que  halló  Sebastian  de  Bora,  al  tiempo  que  leembió 
Diego  de  Proaño;  habia  maizales  pocos;  fué  la  jornada 
dos  leguas. 

En  viernes,  fué  la  jornada  para  la  costa  que  vino  Se- 
bastian de  Bora;  fué  la  jornada  cuatro  leguas;  hubo 
aguajes. 

En  sábado,  fué  la  jornada  cinco  leguas;  hubo  aguajes. 

En  domingo,  fué  la  jornada  una  legua  del  rio  de  Cu- 
liacan;  no  hubo  aguajes;  fué  la  jornada  seis  leguas» 

En  lunes,  me  adelanté  para  proveer  en  el  Valle,  de 
comida,  el  cual  hallé  alzado. 

En  martes,  llegó  toda  la  gente  ai  Valle. 


BKL  ARCHIVO  Dt  MDUS.  330 

Sepen  cuantos  esta  carta,  de  poder  vieren,  como  yo 
Nuüo  de  Guzmao,  vecino  de  la  ciudad  de  Guadalajara, 
otorgo  y  conozco:  que  doy  é  otorgo  todo  mi  poder,  com- 
plido,  bastante,  seguad  que  lo  yo  he  y  tengo»  y  de  dere- 
cho mas  puede  y  debe  valer,  á  vos,  Sebastian  Rodrí- 
guez, solicitador  deludías,  en  esta  corte,  de  Sus  Magosta- 
dos; especialmente  para  en  todo  lo  tocante  y  concern- 
Diente  al  debate  y  diferencia  que  hay  ó  se  esperd  mover, 
sobre  el  nuevo  descobrimiento  que  confina  con  la  gober- 
nación de  la  Nueva  Galicia,  que  yo  conquisté,  descobrí  y 
poblé;  y  generalmente  para  en  todos  mis  pleitos  y  cau- 
sas movidos  y  por  mover,  que  tengo  ó  espero  tener,  con 
caalesquier  personas,  de  cualquier  estado  ó  condición 
que  sea,  ó  las  tales  personas  contra  mí,  en  cualquier  ma- 
nera, así  en  demandando  como  en  defendiendo;  esto 
para  ante  Sus  Magestades  y  de  los  señores  oidores  del  su 
muy  alto  Consejo  y  Consejo  de  las  Indias  y  Chancillerías 
y  otras  cualesquier  justicias  que  sean,  eclesiásticas xx)mo 
seglares,  para  demandar,  responder^  defender,  negar  y 
conocer,  replicar,  requerir,  protestar  jueces  y  jurisdício- 
nes,  declinar  y  recusar  testimonios,  pedir  y  tomar,  y  dar 
y  presentar  testigos  y  escrituras,  cartas  é  instrumentos, 
articulos  y  pusicíones  y  otra  cualquier  manera  de  prueba 
necesaria;  y  tachar  y  contradecir,  loen  contrarío  presen- 
tado; y  ganar  cualesquier  cartas,  mandamientos  y  provi- 
siones, y  lo  que  mas  convenga;  y  embargar  lo  en  contra- 
río ganado,  y  pedir  y  protestar  costajs  y  d<mQS  y  menos- 
cabos, y  verlas  tasar  y  moderar,  y  recibir  el  pago  y 
tasación  dellas,  y  jurar  en  mi  ánima  cualesquier  jurameo* 
tos  necesario^;  y  pedir  ser  fechos  por  las  otras  partes;  y 
concluir  y  pedir  y  oír  sentencias,  y  consentir  en  las  que 
se  dieren  por  mí,  y  de  las  en  contrario  dadas;  apelar  y 


340  DOCUMENTOS    INÍDITOS 

snpHcar  y  seguir  el  apelacioo,  donde  con  derecho  dé- 
bades,  y  hacer  y  hágades  lodos  ios  autos  y  diligencias 
necesarias  y  que  yo  haria  presente»  seyendo  coa  facul- 
tad que  podades  hacer  y  sostituir  un  procurador,  dos  ó 
mas,  y  los  rebocar  y  otros  de  nuevo,  hacer  y  cuan  cum* 
plido  y  bastante  poder  para  ello  tengo;  tal  le  doy  á  vos, 
el  dicho  Sebastian  Rodríguez,  con  todas  sus  incidencias 
y*  dependencias,  anexidades  y  conexidades;  y  para  lo 
haber,  por  ñrme,  obligo  á  ello  mi  persona  y  hienas,  ha- 
bidos y  por  haber,  y  vos  relieve  de  toda  carga  de  satis- 
facion  y  fiaduria,  sola  en  la  cláusula  del  derecho  judi'^ 
cium  Mstijudicatum  solviy  con  todas  sus  cláusulas 
acostumbradas;  en  firmeza  de  lo  cual,  otorgué  esta  carta 
de  poder  antel  escribano  público  y  testigos  yuso  escrip- 
tos;  que  fué  fecha  y  otorgada  en  la  noble  villa  de  Ma- 
drid á  quince  dias  del  mes  de  Marzo,  año  del  nacimiento 
de  Nuestro  Señor  Jesucristo  de'mil  y  quinientos  y  cua- 
renta años.  Testigos  que  fueron  presentes  á  lo  que  dicho 
es:  Gonzalo  de  Ecija,  vecino  de  la  ciudad  de  Sevilla,  y 
Beltran  de  Cetina  y  Hernando  de  Falces,  estantes  ea  la 
corte. — Ñuño  de  Guzman. 

Yo  Bernardino  de  Rojas,  escribano  público  de  los 
del  número  de  la  noble  villa  de  Madrid  é  su  tierra  por 
Sus  Magestades,  en  unión  con  los  dichos  testigos,  pre- 
sente fui  á  lo  que  dicho  es,  é  de  otorgamiento  del  dicho 
señor  Ñuño  de  Guzman  y  en  mi  registro,  firmó  su  nom- 
bre; el  cuaUyo  conozco  é  lo  fice  escrebir  é  signé  de  mi 
signo,  á  tat.-;-Hay  un  signo. — En  testimonio  de  verdad. 
— Bernaldino  de  Rojas,  escribano. — Entre  dos  rúbricas. 

En  Madrid  á  diez  y  seis  de  Marzo  de  mil  quinientos 
cuarenta  años,  le  presentó  en  el  Consejo  de  las  Indias  de 
$u  Magostad,  Sebastian  Rodríguez,  en  nombre  de  Ñuño 


DKL  ÁRCUVO  DK  llfBUS.  341 

de  GozmaD,  para  «e  moslrar  parte  por  él. — Hay  ana  rú- 
brica. 

May  poderosos  señores. — Jínño  de  Guzmao,  respon* 
diendo  á  las  peticiones  presentadas  en  nombre  del  Mar- 
qués del  Valle  é  del  Adelantado  Alvarado  y  el  Adelanta- 
do  Soto,  sobre  lo  nuevamente  descobíerto  adelante,  de  'a 
gobernación  de  la  Nueva  Galicia,  éá  los  pedimentos  que 
sobrello  hacen,  é  habido  aquí  el  tenor  dellas,  por  repeti- 
do, digo:  que  no  se  puede  ni  debe  hacer  lo  que  piden  ni 
proveer  sobrello,  cosa  alguna;  antes  se  debe  ya  de  decla- 
rar, que  lo  así  nuevamente  descobíerto  por  fray  Marcos 
de  Niza,  fraile  de  la  orden  de  San  Francisco,  es  de  la  go- 
bernación de  la  nueva  Galicia  que  yo  conquisté,  é  poblé, 
é  descobri  á  mis  propias  costas  é  gastos,  é  con  trabajo 
de  mi  persona  é  de  mis  deudos  é  amigos;  é  que  á  mí  me 
pertenesce  la  conquista  dello,  é  no  á  los  dichos  Marqués 
é  Adelantados,  por  las  causas  é  razones  siguientes: 

Lo  primero;  porque  los  iichos  Marqués  ni  Ade- 
lantados, ni  aquellos  que  en  su  nombre  lo  piden,  son 
partes  para  lo  que  piden,  ni  para  ello  tienen  acción  ni 
derecho  alguno,  ni  la  relación  es  cierta  ni  verdadera;  é 
yo  la  niego. 

Lo  otro;  porque  lo  qne  así  dicen  que  descobrió  el 
dicho  Fray  Marcos,  no  es  ni  entra  en  la  gobernación  ni 
demarcaciones  de  las  partes  contrarias,  ni  en  lo  que  con 
ellos  Vuestra  Magestad  tiene  asentado,  ni  capitulado; 
antes  está  fuera  dello  é  les  está  dello,  ecitado,  salvado 
érescervado. 

Lo  otro;  porque  aquello  entra  en  la  gobernación  é 
conquista  de  la  Nueva  Galicia  y  en  el  descobrimiento  é 
merced  écapitutocion  dellaque  yo  tengo;  é  por  estar  junto 
é  pegado  ¿  ello;  é  porque  yo  tenia  descubierto,  é  mis 


SI2  Docunirros  inéditos 

capitanes  á  mí  .costa  hasta  muy  cerca  dello;  é  había  lle- 
gado mas  cerca  que  ninguno  de  las  partes  contrarias, 
qoe  nunca  lo  vieron  ni  conquistaron,  ni  tubieron  noti- 
cia dello. 

Lo  otro;  porque  el  nuevo  descobrí miento  que  el  di- 
cho Fray  Máicos  hizo  yendo  siempre  con  un  compañe- 
ro, fué  por  la  gobernación  que  el  dicho  Nuno  de  Guz- 
man,  conquisté  y  poblé,  y  con  mis  indios  é  bastimentos 
que  les  mandé  dar  de  mi  hacienda;  é  que  si  la  dicha  go- 
bernación no  estubiera  descobierta,  por  mí  poblada,  do 
se  pudiera  descobrír  lo  adelante,  ni  saberse  ni  tener 
dello  noticia. 

Lo  otro;  porque  yo  tenia  descobierto  por  mis  capita- 
nes, mas  adelante  de  la  villa  de  San  Miguel,  mas  de 
ciento  cincuenta  legulas  tomando  posesión  dello  en  nom- 
bre de  Su  IMagestad  é  mió,  como  consta  por  las  posesio- 
nes que  dello  tengo  presentadas. 

Lo  otro;  porque  lo  que  dicen  que  se  ha  descobierto 
adelante  de  lo  que  yo  tenia  descobierto  é  tomado  pose- 
sión, está  junto  al  nuevo  descobrimiento  que  nuevamen- 
te se  dice  se  ha  fecho. 

Lo  otro;  porque  muchas  veces  yo  embiado  otros 
capitanes  en  seguimiento  del  dicho  descobrimiento  á 
mucha  costa  mia;  los  cuales  é'yo,  muchos  anos  antes, 
hemos  tenido  relación  de  indios  que  habían  ido  aquellas 
ciudades,  de  que  al  presente  se  dicen  tener  relación;  y 
por  falta  de  muchas  cosas  necesarias  que  tubieron,  no 
pasaron  á  ellas  por  las  molestias  é  daños  que  yo,  el  di- 
cho Ñuño  de  üuzman,  rescebia  é  había  rescebido  en  la 
Nueva  España. 

Lo  otro;  porque  lo  descobierto  adelante  y  lo  que  se 
espera  descobrír,  no  se  puede  proveer  ni  socorrer  sino 


/ 


BU.  ABCBIVO  DB  INDIAS.  343 

por  la  dicha  mi  gobernación  de  la  Nueva  Galicia;  la  cual 
coaviene  y  es  muy  nescesario  conservarse  é  favores- 
cerse  y  ayudarse^  para  que  permanezca  y  no  se  despue- 
ble por  malos  tratamientos.   ^ 

Lo  áltimo  es  mas  «vidente;  por  donde  pertenesce  á 
la  dicha  gobernación  de  Galicia  é  al  dicho  descobrimien- 
to  fecho  por  mí,  de  lo  que  al  presente  se  dice  estar  dés- 
cobierta  ó  se  puede  descobrir,  es  porque  á  mí,  el  dicho 
Nudo  de  Guzman,  me  fué  fecha  merced  por  Su  Mages- 
tad,  y  de  propio  mottt  de  la  gobernación  de  la  provin- 
cia de  Panuco  y  Vitoriagarayana,  con  todo  lo  descobier- 
to  por  el  Adelantado  Francisco  dé  Garay  é  sus  capitanes, 
que  comienza  treinta  leguas.de  la  Florida,  y  debe  estar 
en  mas  de  cuarenta  grados;  é  teniéndola  yo  de  mar  á 
mar,  por  cuyo  derecho  pertenesce  toda  la  Nueva  Galicia 
y  lo  mas  descobierto  por  el  dicho  Fray  Marcos,  é  de  lo 
que  tiene  relación  á  mí,  el  dicho  Ñuño  de  Guzman;#y 
porque  actual  é  personalmente  lo  descobrí  por  mi 
persona  y  capitanes;  y  en  persecución  de  la  dicha 
tierra,  siempre  é  embiado  armadas  de  gente  por  tierra 
á  mucha  costa  mía/  continuando  el  dicho  descobrí- 
miento. 

Lo  otro;  porque  lo  quel-  dicho  Marqués  del  Valle 
dice  perteneácerle  este  presente  descobrimienlo  por  vir- 
tud de  cierta  capitulación  que  con  él  tiene  fecha  Su  Ma- 
gestad;  é  por  haber  etiviado  el  d¡cl>o  Marqués,  armadas 
con  Diego  Hurtado  é  con  Becerra;  é  después  el  haber 
ido  en  persona  é  tomado  posesión  en  cierta  punta  de 
tierra  questá  en  el  parage  de  la  villa  que  se  decia  del 
Espíritu  Santo,  qué  estaba  fundada  en  la  provincia  de 
Chiametla,  entre  la  ciudad  de  Compostela  é  villa  de  San 
Miguel,  cuarenta  leguas  de  través,  digo:  que  por  la  dicha 


344  D0CU1UNT0SIIIÍD1T0S 

capitulación  niní^una  cosa  le  perteaesce  del  dicho  desco- 
brimiento,  por  lo  sigaieote: 

Lo  primero;  porque  Su  Magestad  le  mandó  por  la 
dicha  capitulación,  con  que  vaya  á  descobrir  al  Puniente 
en  el  parage  de  la  Nueva  España  quel  dicho  Marqjués 
conquistó  é  pobló,  é  no  NorteSur,  ni  en  el  parage  é  limi- 
tes de  Pánñlo  de  Narvaez  ni  mió;  y  contra  la  dicha  ca- 
pitulación el  dicíio  Marqués  embió  al  dicho  Diego  Hurta- 
do en  dos  bt^rganlines  que  yo  había  fecho  á  mi  costa, 
cuando  estaba  por  vuestro  presidente  en  la  Nueva  Espa* 
ña  para  descobrirla  de  perlas  en  la  provincia  de  Cecatu- 
ba;  los  cuales  estando  yo,  el  dicho  Nudo  de  Guzman,  en 
la  conquista  de  la  Nueva  Galicia,  vuestros  oidores  me 
*  los  tomaron  y  vendieron  á  un  Villafuerte,  y  el  dicho 

• 

Villafuerte  los  vondió  al  dicho  Marqués;  é  que  no  heran 
para  hacerse  descobrimienlos,  ni  nombrarse  armadas, 
DÍ4|)ara  ir  costa  á  costa,  cuando  mas  en  esta  mar;  ni  pro- 
veídos de  las  cosas  nescesarias  que  por  la  capitulación 
era  obligado  á  llevar;  y  en  ellos  enibió  al  dicho  Hurtado, 
costa  á  costa  y  Norte  Sur,  por  la  gobernación  déla  Nue- 
va Galicia,  contra  lo  capitulado  con  Su  Magostad;  é  des- 
de el  puerto  do  Zaquitanezo,  ques  en  la  provincia  de 
Colina,  questá  quince  leguas  de  la  villa  de  la  Ptiriticacion 
de  la  Nueva  Galicia,  donde  se  embarcaron,  daba  de  ra- 
.  cion  á  cincuenta  españoles  que  llevaba  en  los  dichos  ber- 
gantines á  seis  onzas  de  bizcochos  é  otras  tantas  de  toci- 
no; y  por  esto  se  verá  si  iba  á  descobrir  ó  podrá  hacello 
con  este  aparejo  y  proveimiento  que  llevaba;  é  desde  allí 
saltaron  en  tierra  en  el  paraje  de  la  villa  de  la  Purificación, 
é  hicieron  malos  tratamientos  á  los  indios,  y  tomándolos 
por  fuerza  su.s  bastimentos  y  lo  que  tenían,  y  hiriéndolos 
é  alborotando  la  tierra  é  naturales  della,  se  partieron  de 


DKL  AI^GHIVO  DK   INDUS.  '  345 

allí  é  vÍDÍeroD  al  puerto  d3  Matoocbel,  eo  el  parage  de  la 
ciudad  de  Compostela,  y  tuvieron 'consulta  si  quemarían. 
UD  bergantín,  que  yo,  el  dicho  Ñuño  de  Guzman,  tenia 
barado  en  tierra  é  que  había  fecho  para  tomar  la  pose- 
sión do  unos  eslates  questáo  quince  leguas  de  la  tierra, 
como  la  tenia  tomada  por  Pedro  de  Guzm'an  mucho  an- 
tes que  por  allí  pasase  el  dicho  Diego  Hurtado;  como 
consta  por  la  posesión  que  dellas  se  tomó  en  nombre  de 
Su  Magestad  é  mía;  é  del  me  llevaron  un  rezón  y  se  fue* 
ron  á  los  dichos  eslates  por  mostrar  que  hacían  algo  ó 
que  descobrian  tierra;  y  estando  tomada  la  dicha  pose- 
sión, como  dicho  tiene,  la  tornó  á  usurpar  el  dicho  Die  - 
go  Hurtado. 

Y  desde  allí  se  fueron  costa  á  costa  é  Norte  Sur,  y 
SQrgieron  en  el  parage  de  la  villa  del  Espíritu  Santo  de 
la  provincia  de  Ghiametla,  donde  los  españolea  que  iban 
en  los  dichos  bergantines,  dijeron  al  dicho  Diego  Hur- 
tado, que  por  capitán  dellos  iba,  que  no  querían  pa- 
sar adelante  porque  no  llevaban  que  comer,  ni  bastinden- 
tos,  ni  granos;  y.  que  no  querían  ir  á  morir;  é  así  se 
quedaron  treinta  é  ocho  españoles  con  un  bergantín,  de 
los  cuales  los  veinte  se  vinieron  por  tierra  de  la  dicha 
Nueva  Galicia,  haciendo  de  capitanes,  é  haciendo  malos 
tratamientos  á  ios  indios  naturales  della,  de  los  cuales 
mataron  dos;  á  cuya  causa,  llegados  á  la  ciudad  de  Com> 
postela,  un  alcalde  de  la  dicha  ciudad,  procedió  conlra 
ellos  por  justicia;  y  aunque  con  ti3da  benignidad  é  buen 
tratamiento,  no  dejó  el  audiencia  de  embiar  un  pes- 
quisidor á  la  dicha  Galicia  á  petición  del  Marqués,  que 
-fué causa  de  despoblar  la  dicha  villa  del  Espíritu  Santo 
é  de  otros  daños;  é  los  otros  diez  é  ocho  españoles,  con 
Francisco  Cortés;  su  capitán,  se  vinieron  en  el  bergan- 


346  DOCCIÍKNTOS  IXSDITOS 

tin;  é  llegando  en  el  parage  de  la  villa  de  la  Purificación, 
dieron  al  través  con  él,  donde  se  hizo  mil  pedazos;  é  sa- 
lió por  la  tierra  adentro,  y  haciendo  semejantes  malos 
tratamientos  como  primero  habia  fecho  en  un  logar  de 
indios,  questaba  á  la  costa  donde  los  dieron  de  comer, 
los  mataron  á  todos  escoplo  tres,  que  se  escaparon  por 
sus  pies.   El  dicho  Diego  Hurtado  fué  adelantado  con 
doce  españoles  é  un  negro  é  un  indio  esclavo  en  el  otro 
bergantin;  y  entrando  en  un  rio  de  los  que  Diego  de 
Guzman  descobrió  é  tomó  posesión  por  Su  Magestad  é 
por  mí,  los  mataron  á  todos  los  indios,  porque  hacian al- 
gunos desaguisados  á  los  naturales;  porque  se  puede 
decir  con  verdad,  mas  destruir  que  descobrir  ni  poblar; 
el  cual  nunca  tomó  posesión  de  cosa  ninguna,  ni  pudo; 
ni  del,  ni  de  los  demás  se  supo,  sino  que  tos  habían 
muerto.  Después  desto,  embió  á  un  Orlun  Giménez,  por 
maestre  de  un  galeón,  ó  por  capitán  del,  á  un  Becerra, 
el  cual  dicho  Ortun  Giménez,  yendo  ansimismo  Norte 
Sur  é  por  la  costa  de  la  Nueva  Galicia  contra  lo  capilu- 
lado  con  Su  Mdgestad,  mató  al  dicho  Becerra,  y  prosi- 
guiendo su  camino  el  dicho  Ortun  Giménez,  fué  á  dar 
en  aquella  punta  de  la  isla  que  dicen  se  puso  por  nom- 
bre Santa  Cruz;  é  faltando  en  tierra  con  sus  compañe- 
ros, dos  marineros  le  (¡omai^  el  batel  é  se  vinieron  á 
la  co.>ta  de  la  Nueva  Galicia, ^^  el  paraqe  de  la  villa  de 
la  Purificación;  é  de  allí  se  vmo  por  tierra  á  la  ciudad 
de  Compostela,  el  uno  de  ellos,  porque  al  otro  mataron 
los  indios:  é  Criblóbal  de  Oñate,  teniente  de  mi,  el  dicho 
Nuoode  Guzman  le  prendió  é  supo  del  lo  que  pasaba;  y 
al  dicho  Ortun  Giménez,  con  todos  los  demás  que  saltaron 
en  tierra,  los  mataron  los  indios,  salvo  uno,  que  se  esca- 
pó y  se  cchóá  nado;  é  vino  al  galeón,  y  les  dio  nueva  de 


DKL  ARCHIVO  DB  lüBIÁft.  347 

lo  qne  pasaba;  y  cuatro  ó  cinco  marmeros  questaban  en 
en  el  galeón,  cortaron  los  cables  é  se  vino  ansimismo  á 
dar  al  través  como  dieron  con  el  galeón,  á  dar  alparage 
de  la  dicha  isla  del  Espíritu  Santo,  donde  yo  los  embié 
á  prender;  y  aquellos  echaron  fama  que  habla  mucho 
oro  y  perlas,  por  donde  el  Marqués,  inconsideradamen- 
te, se  movió  á  armar  dos  ó  tres  galeones  é  bergantines 
para  ir  en  ellos  á  la  dicha  tierra,  donde  había  llegado  el 
dicho  galeón  con  que!  dicho  Ortun  Giménez  se  habia  al- 
zado; é  no  teniendo  aun  el  aparejo  nescesario  para  la  na- 
vegación, ni  bastimento  que  bastase,  sé  vino  el  dicho 
Marqués  por  la  gobernación  de  Galicia  haciendo  malos  tra- 
tamientos á  los  indios,  y  echándolos  al  moote,  donde  yo, 
el  dicho  Ñuño  de  Guzman,  le  tube  en  mí  casa  cuatro 
dias,  proveyendo  á  lodo  su  exércilo  de  todo  lo  que  ba- 
bian  menester;  y  dende  allí  le  di  indios  é  maíz  para  que 
le  llevasen  hasta  la  villa  del  Espíritu  Santo,  poique  no  lo 
tenian,  ni  con  que  poder  ir;  y  llegado  atU,  embió  un  ber- 
gantín al  puerto  de  Matacahel,  de  la  jurisdicion  de  la 
ciudad  de  Composlcla,  parar  que  se  le  cargasen  de  maíz 
para  poder  pasar  á  la  tierra,  donde  como  se  lo  dieron, 
fué  que  no  tenían  con  que  pasar,  si  no  fuera  remediado  é 
socorrido  por  mi,  de  donde  en  dos  ó  tres  caminos  pasó 
su  gente;  é  llegando  á  la  dicha  tierra  no  halló  cosa  de 
donde  se  pudiese  mantener,  ni  proveer,  ni  bastimentos 
ningunos,  ni  aun  apenas  agua,  ni  gente  que  se  pudiese 
decir  gente,  sino  unos  salvages  desnudos  sin  casa  ni  cho- 
za, ni  sementera;  siqo  que  se  mantenían  de  pescado  é  de 
alguna  caza,  donde  por  falta  de  comida  se  le  murieron 
mas  de  sesenta  españoles,  y  otros  que  los  indios  mata- 
taron  con  todos  ios  caballos  que  llebaron;  y  estuvo 
el   dicho  Marqués  con. todos  los  que  quedaron,  á  pun- 


348 

lo  de  se  perder  é  morir  de  hambre,  ú  no  fuera  80> 
eorrído  por  mi,  el  dicho  Nodo  de  Ginman,  desde  la 
ciudad  de  Composlela  é  villa  de  Sao  Migud,  donde 
proveí  para  que  fuese  socorrido  de  lodo  lo  qae  te- 
nia; como  fué  visla,  por  el  Marqués,  su  perdición,  se 
salió  de  la  tierra  y  todo  lo  demás,  y  no  b  pobló,  sino 
desamparóla  é  dejóla  como  cosa  desierta;  de  manera 
que  aunque  por  la  capitulación  que  con  So  Nagestad  t¡^ 
ne  hecha,  le  perteoesciera,  que  no  le  pertenesce  ni  le 
atañe,  ni  toca,  por  la  haber  desamparado  é  no  poblado, 
perdió  ei  derecho  é  acción  que  pudiera  tener  si  le  perte^ 
nesciera  por  la  dicha  capitulación;  cuanto  mas  que  le 
perteoesciera,  como  dicho  tengo  que  no  pertenesce  m 
derecho  á  ello  ninguno  tiene,  esta  que  de  lo  que  agora 
dicen  gue  se  ha  descobíerto  por  el  dicho  Fray  Marcos, 
de  trecientas  leguas,  é  donde  yo  tengo  por  tierra  deseo- 
bierla  é  tomado  posesiones  la  costa  adelante,  é  por 
las  faldas  de  la  sierra  Norte  Sur,  mas  de  decientas 
leguas. 

Lo  otro,  porque  el  dicho  descobrimiento  ni  otro  nin- 
guno no  pertenesce  al  dicho  Marqués,  ansí  por  lo  dicho 
como  porque  no  armó  dentro  del  tiempo  que  era  obliga- 
do á  armar  por  la  capitulación  que  con  Su  Magestad  te- 
nia hecha,  ni  cuando  embió  ni  fué,  no  llevó  armada,  ni 
navios  suGcientes»  ni  bastimentos,  conforme  á  la  capitu- 
lación que  tenia  asentada  con  Su  Magestad;  ni  hizo  las 
diligencias  questaba  obligado  á  hacer  é  guardar;  é  si  di- 
gere  que  embió  otras  armadas  é  navios,  fué  al  Pera  con 
Grijalvá  y  después  con  un  su  camarero,  con  mercado- 
rías  y  basümentos  para  vender  é  aprovecharse  é  no  para 
descobrir. 

Cuanto  á  lo  que  por  parte  del  Adelantado  D.  Pedro 


*    DIL    ABCBITO  OB  INDUS.  349 

de  Al  varado  se  pide  por  súplica,  no  le  cabe  ni  le  perte* 
nesce  por  ninguna  via,  por  lo  siguiente: 

Lo  uno,  porque  no  es  visto  dalle  Su  Magestad  deseo- 
brimiento  en  perjuicio  de  las  gobernaciones  que  tiene  da- 
das  á  otros  gobefnadores  que  las  descobrieron  á  su  cos- 
ta i5  poblaron;  puesdeüono  hace  mincion  en  la  capitu- 
lación que  con  el  dicho  Adelantado  se  lomó;  pues  en  la 
capitulación  que  con  el  Marqués  del  Valle  hizo  Su  Ma- 
gestad, eceló  la  gobernación  de  Panfilo  de  Narvaez  é  la 
mía,  questá  á  la  costa  del  mar  del  Sur,  y  en  el  camino 
deste  descobrimiento  que  al  presente  se  ha  fecho. 

Lo  otro,  porque  cae  muy  fuera  de  los  límites  de  Gua- 
temala, y  comienza  desde  casi  la  provincia  de  León, 
quel  dicho  Adelantado  conquistó.  Pasa  toda  la  costa  de 
Guatemala  é  Soconuzco,  Zacatela  y  Teguántepeque  y 
Guaxaca  y  Colima,  é  toda  la  Galicia;  ques  mas  de  tre- 
cientas leguas,  é  otras  trecientas  adelante;  de  manera  que 
DO  puede  dejar  de  caer  muy  fuera  de  sus  límites  é  muy 
atrás,  de  no  declarar  por  su  capitulación  Su  Magestad 
querer  perjudicar  á  las  gobernaciones  dadas  y  declara- 
lía  por  delta. 

Y  en  cuanto  á  lo  del  Adelantado  Soto,  digo:  que  va 
muy  fuera  de  los  límites  é  parage  que  se  le  tiene  dadp 
por  gobernación,  sacado  lo  que  pertenesce  al  descobri- 
miento de  Fraucisco  de  Garay  é  sus  capitanes,  de  que  ¿ 
mí,  el  dicho  Ñuño  de  Guzman,  Vuestra  Magestad  hizo 
gracia,  el  cual  pido  se  mande  ver  é  poner  en  este  proceso. 

Por  ende  pido  é  suplico  á  Vuestra  Alteza,  no  man- 
den hacer  cosa  de  lasque  piden  las  partes  contrarias,  é 
se  lo  denieguen  é  declaren  que  no  les  pertenesce  la  di- 
cha conquista,  é  que  no  entre  ni  se  comprehende  en  lo 
que  tienen  con  Vuestra  Magestad  asentado  ni  capitulado. 


350  DOCUMEIITOS  imíditos 

ni  en  sus  demarcaciones;  y  que  me  perlenesce  á  mí  é  á 
ia  dicha  gobernación  de  la  Nueva  Galicia,  que  yo  con- 
quisté é  pobló  á  mi  costa,  con  quien  confina  é  juota;  é 
para  ello  imploro  vuestro  Real  oficio,  é  pido  complimien- 
to  de  justicia  é  las  costas» 

En  la  villa  de  Madrid  á  veinte  días  del  mes  de  Mar- 
zo de  mili  é  quinientos  cuarenta,  la  presentó  Ñuño  de 
Guarnan. 

Vista  por  los  señores  del  Consejo,  en  Madrid  á  cinco 
dias  del  mes  de  Abrü  del  dicho  año,  mandaron  dar  tras- 
lado á  tod'dis  las  otras  partes,  y  que  respondan  y  aleguen 
lo  que  vieren  que  les  conviniere,  cómo  les  e¿>tá  mandado, 
— ^Hay  una  rúbrica. 

Citación. 

E  después  de  lo  susodicho,  en  la  dicha  villa  de  Ma- 
drid, á  doce  dias  del  dicho  mes  é  año  susodicho,  yo, 
Juan  Fernandez  de  Paredes,  escribano  de  Sus  Magesta- 
des,  y  oficial  del  secretario  Sámano,  nolifi(]uó  esta  peti- 
ción y  todas  las  otras  peticiones  y  escrituras  hasta  hoy 
en  esta  causa  presentadas,  á  Juan  de  Barrulia,  en  nombre 
del  Adelantado  D.  Hernando  de  Soto,  Gobernador  de  la 
provincia  Florida  é  isla  de  Cuba,  y  le  cité  en  Torma  para 
todos  los  autos  de  este  pleito,  en  perdona. — Hay  una  rú- 
brica. 

Llevóle  la  parte  del  Adelantado  Soto,  en  Madrid  á 
trece  de  Abril  de  mili  é  quinientos  é  cuarenta  anos.  Yo 
Juan  Fernandez  de  Paredeá,  escribano  de  ^Sus  Magesta- 
des,  é  oficial  del  secretario  Sámano,  doy  fée,  que  Juan 
de  Barrutia  ó  Iñigo  López  de  Mondragon,  estantes  en  es- 
ta corle,  son  procuradores  sostilutos  del  capitán  Hernán- 


DEL  ARCHIVO  DK  UfDUS.  %1 

do  de  Soto,  para  en  sus  pleitos,  causas  y  uegociós,  por 
virtud  de  dos  soslítuciones  que  Doña  Isabel  de  Bobadilla 
otorgó  por  virtud  de  dos  poderes  qu3  paresce  haberle 
dado  el  dicho  capitán  Hernando  de  Soto,  según  mas  taru- 
go se  con  tiene  eu  bs  dichos  dos  poderes  édos  sostitucio- 
nes  signadas  de  escribanos  que  están  presentadas  en  uq 
prpceso  de  pleito  que  pende  ante  los  señores  del  Consejo 
Real  de  las  Indias  de  Sus  Mageslades,  entre  el  dicho  ca- 
pitán Soto  é  la  muger  ó  hijos  de  Hernando  Calderón,  ¿ 
lo  cual  roe  reCero;  lo  cual  daré  mas  largo,  signado» 
siendo  necesario.  En  fée  de  locuai,  di  esta  si:;nada  de  mi 
signo  ó  firmada  de  mi  nombre,  ques  fecha  en  la  villa  de 
Madrid  á  cinco  dias  del  c^es  de  Abril  de  mili  é  quinien- 
tos é  cuarenta  años. — Va  escrito  entre  renglones;  ó  diz, 
contiene:  Vala. — Juan  Fernandex  de  Paredes. — Entre 
dos  rúbricas. 

Muy  p'  derosos  Señores. — ^Juan  deBarrutia,  en  nom- 
bre del  Adelantado  D.  Hernando  de  Solo,  respondiendo 
á  unas  peticiones  presentadas  por  parte  del  Marqués  del 
Valle  é  de  Ñuño  de  Guzman,  é  del  Adelantado  D.  Pe- 
dro de  Al  varado,  é  á  todo  lo  dicho  é  alegado  é  presenta- 
do, digo:  Vuestra  Alteza  debe  mandar  hacer  lo  que  pe- 
dido tengo  en  el  dicho  nombre,  é  mandar  á  todos  los  su- 
sodichos, no  se  entremetan  en  la  conquista  é  paciGca«- 
cion  de  la  dicha  tierna  nuevamente  descobierta  é  hallada; 
é  puesto  que  se  hayan  entremetido  ellos  ó  alguno  otro, 
la  dejen  libre  é  desembarazada  al  dicho  Adelantado, 
mi  parte,*  sin  embargo  de  todo  lo  dicho  é  alegado  por 
ellos;  porque  notoriamente  la  dicha*  tierra  cae  é  se  inclu- 
ye en  los  límites  de  la  conquista  de  que  Vuestra  Magos- 
tad hizo  merced  al  dicho  mi  parte,  é  conforme  á  lo  asen- 
tado é  capitulado  con  él,  ningano  se  puede  entremeter 


352  DOCUMENTOS  TüBDITOS 

en  la  dicha coaquisla;  é conforoie ata  dicha  capitalacioD, 
él  puede  escoger  docientas  leguas  de  tierra  ep  la  parte 
de  la  dicha  conquista,  dentro  de  la  cnal  está  dicha  tierra; 
é  esto  es  claro  é  notorio,  é  paresce  ansí  por  la  dicha 
capitulación;  é  á  esto  no  obsta  lo  que  de  parte  del  Mar- 
qués  del  Valle  está  dicho  é  alegado,  por  quel  tlicho 
Marqnés  no  cumplió  en  tiempo,  como  debia,  la  capitula- 
cion  con  Vuestra . Magestad  hecha,  ni  hizo  las  diligen- 
cias ne^cesarias;  é  ansí,  puesto  questo  cae  y  está  en  los 
límites,  de  su  conquista,  era  é  quedó  excluso  de  cuaU 
quier  derecho;  lo  otro,  porque  la  dicha  tierra,  notoria- 
mente, no  cae  en  los  límites  é  términos  de  la  conquista 
á  él  concedida;  lo  otro,  porque  espresamente  en  la  capi- 
tulación é  asiento  tomada  con  él,  se  exceptuó  é  sacó  lo 
que  estubíese  é  estaba  concordado  á  Panfilo  de  Narvaez 
é  al  licenciado  Ayllon;  en  cuya  conquista  é  gobernación 
subcedió  é  le  fué  concedida  al  dicho  mi  parte;  é  ansi, 
creyendo  como  esto  cree,  se  incluye  en  la  dicha  gober- 
nación é  no  tiene  ni  puede  tener,  ni  pretender  derecho 
algunb,  el  dicho  Marqués;  lo  otro,  porque  tampoco  hace 
al  caso  la  posesión  que  dice  haber  tomado,  por  q^esta 
posesión  no  fué  en  esta  tierra  deque  se  trata;  é  puesto  que 
fuera  la  posesión  tomada  en  parte ,  estando  ocupada  por 
los  indios  é  moradores  della,  no  se  estiende  ni  puede  esten- 
der de  derecho,  á  mas  de  aquello  que  fué  tomada;  lo  otro^ 
porque  puesto  caso  que  poseyendo  la  dicha  conquista  é 
gobernación,  demiparte,  é  ansíagena,  no  puede  entreme- 
terse en  la  entrar  é  ocupar  é  cualquier  posesión,  é  deten- 
tación seria  é  fué  injusta;  é  contra  vuestras  Reales  provi- 
siones; lo  otro,  porque  las  provisiones  é  capitulación  que 
Vuestra  Alteza  dio  é  tomó  con  mi  parte,  fueron  notifica- 
das al  dicho  Marqués  é  al  Visorey  de  iá  Nueva  España,  é 


DEL  AMSVO  m  UONAS,  35ft 

conforme  á  ellas  fueron  requerido»  que  no  se  eotreme- 
tieseo  en  cosa  alguna  de  lo  tocante  á  la  dicha  cunquisla; 
é  ansi  cualquier  cosa  que  en  contrario  ñciesen,  no  solo 
la&  debe  aproveobar,  pero  aun  fué  delito  el  caso,  é  de* 
ben  de  ser  castigados;  lootro^  porque  ea  lo  que  toca  al 
dicho  Nuno  de  Guzman»  é  aldi6ho  Adelantado  D.  Pedro 
de  Al  varado»  es  cosa  dará  é  ootoria,  é  ik)  cae  en  aasgOr* 
bernaciones  é  conquistas  é  deoiarcac«(Hies,  ni  tienen  ni 
pueden  pretender  dorecbo  alguno,  é  las  eaorilurasé  tes*  • 
timoDÍo8X]ue  ansí  por  el  dioho  Marqués  é  Ñuño  de  G^z- 
man  están  preBentadas,  no  facen  ^al  caso»  é  puesto  que 
ficíesen»  no  son  verdaderas  ni  aatéaiieas;  ppr  las  cuales 
razones  é  de  las  cpie  se  alega ,  preteslo;  pido  é  suplico-  á 
Vuestra  Alteza,  provea  é  haga  en.tQd/),  segund  qa^  pe- 
dido tengo;  é  oesoesario  seyendo»  me  ofrezca  ea  el  di* 
cho  nombre  ¿  prueba  de  lo  que  fuese  aescesario;  é  no ' 
mas  ni  allende.  Por  lo  cual,  el  Aeal'o&oio  de  Vuestra  Ma- 

■ 

gestad  imploró. — Juan  de  Barrutia. — Hay  una  rúbrica. 
En. la  villa  de^  Madrid  á  dWa^  é  iniiay.éx  dt^i^  de^it^es  de 
Abril  de  mili  é  quinientos  cuarenta  años,  la  presentó  en 
el  Consejo  dd  las  Indias  de  Su  Magei»(ad,  luán  de  Bar- 
rutia, en  nombre  del  AdeVamtado  O.  Sennapcjo  de  Soto.  -. 
—Loe  séíores  del  Consejo  mandaron  dar  traslado  deliaá 

las  otras  partes.  '    >     . 

■ .    .         ,  ■      •  • 

NotifiMeim  al  Fiscal ¿ 

En  M  dicha  villa  de*  Madrid»  á  VeÍÉtetjy  uq^^^as  del 
mes  de  AbrU  del  dioho  año^  ootifiqíié^eita  pttioion  á  to? 
das  las  otras  |»el¡oiones  en  esta  causa. prea^otadasi  al  li- 
cenciado* ViHalobos»  fiscal  dé  Su  Alagestad;  ó  icomo  los^ 
stores  del  Consejó  le  mandaban  dar'  traslado  dellas  y 

Tomo  XV.  23 


364  BocuHBirros  náuTos 

de  las  escritfiras  de  qoe  en  ella  se  hace  mincioD. — ^Hay 
una  rúbrica « 

S.  C.  C.  M. — ^JuaD  de  Barroúa,  en  oombre  del  Ade- 
lantado D.  Hernando  de  Soto»  dice:  que  en  el  pleito  del 
nuevo  descobrímiento,  es  menester  que  se  ponga  la  ca* 
pitulacion  que  Vuestra  Magestad  asentó  con  el  dicho 
Adelantado,  porque  por  él  constará  la  dicha  tierra  ser  y 
estar  en  lo  capitulado  con  él:  por  ende  á  Vuestra  Mages- 
tad  pido  é  suplico,  mande  se  ponga  la  dicha  capitulación 
en  el  dicho  proceso,  para  lo  cuaj,  etc, — Hay  una  rúbrica* 

£n  la  villa  de  Madrid,  á  veinte  é  tres  días  del  mes  de 
Abril  de  mili  é  quinientos  é  cuarenta  años^  la  presentó  en 
el  Consejo  de  las. Indias  de  Su  Magestady  Jaan  de  Barru* 
tia,  en  nombre  del  Adelantado  D.  Hernando  de  Soto. 

Los  señores  del  Consejo  mandaron  que  se  saque  de 
los  libros  un  traslado  de  la  capitulación  y  se  ponga  en  el 
proceso. — Hay  una  rúbrica. 

La  capUíUaoUm  que  se  tomó  can  S(^o. . 

El  Rey.— Por  cuanto  vos  el  capitán  Herniado  de 
Soto  me  hicistes  relación  que  vos  nos  habéis  servido  en 
la  conquista,  pacificación  y  población  de  las  provincias 
de  Nicaragua  y  el  Perú,  y  de  otras  partes  de  las  nues^ 
tras  Indias;  é  que  agora  con  deseo  de  nos  mas  servir  y 
por  lo  continuar  y  acrecentar  nuestro  patrimonio  y  co- 
rona Real,  queriades  volver  ¿  las  dichas  nuestras  Indias 
á  conquistar  y  poblar  las  provinciiis  de  Rio  de  las  PaU 
mas  hasta  la  Florida,  cuya  gobernación  estaba  encooien* 
dada  á  Panfilo  de  Narvaez  y  bis  provincias  y  tierra  Nue- 
va, cuya  gobernación  y  descobrimiento  edlaJba  oncoaiea- 
dado  al  Licenciado  Lúeas  VazqueiKda  AyUon,  y  que  para 


'  . 


DIL  AtCHIVO  DI  INDIAS.  356 

eHo  llevareis  destos  nuestros  reinos  y  de  las  dichas  naes- 
tras  Indias,  quinientos  hombres  con  las  armas^  caballos, 
petrechos  y  munición  necesaria,  é  que  saldréis  destos  di- 
chos nuestros  reinos  á  hacer  la  dicha  conquista  y- po- 
blación dentro  de  un  año  primero  y  siguiente  que  se 
cuente  desde  el  dia  de  la  data  desta  capitulación,  y  que 
cuando  saliéredes  de  la  isla  de  Cuba  para  ir  á  hacer 
la  dicha  conquista,  llevareis  los  bastimentos  necesarios 
para  toda  la  dicha  gente,  por  diec  y  ocho  meses,  antes 
mas  que  menos,  todo  ello  á  vuestra  costa  y  misión,  sin 
que  nos  ni  los  Reys  que  después  de  nos  vinieren,  seamos 
obligados  á  vos  pagar  ni  satisfacer  los  gastos  que  en  ello 
hiciéredes,  mas  de  lo  que  en  esta  dicha  capitulación  vos 
será  otorgado.  Y  me  suplicastes  vos  hiciese  merced  de 
la  conquista  de  las  dichas  tierras  y  provincias,  y  vos  en- 
comendase,  juntamente  con  ellas,  la  gobernación  de  la 
dicha  isla  de  Cuba,  porque  desde  allí  podriades  mejor 
regir  y  proveer  todo  lo  prencipal  é  importante  á  la  dicha 
conquista  y  población;  sobre  lo  cual,  todo  yo  mandé 
tomar  con  vos  el  asiento  y  capitulación  siguiente: 

Primeramente,  vos  doy  licencia  é  facultad,  á  vos,  el 
dicho  capitán  Hernando  de  Soto,  para  que  por  nos  y  en 
nuestro  nombre  y  de  la  corona  Real  de  Castilla,  podáis 
conquistar  y  pacificar  y  poblar  las  dichas  tierras  que  hay 
desde  la  dicha  provincia  del  rio  de  las  Palmas  hasta  la 
Florida,  cuya  gobernación  estaba  encomendada  al  dicho 
Panfilo  de  Narval,  y  adelante  las  provincias  de  la  di- 
cha tierra  Nueva,  cuya  gobernación,  ansimismo,  se  en- 
comendó al  dicho  licenciado  Ayllon;  y  entendiendo  ser 
ansi  cumplidero  al  servicio  de  Dios  Nuestro  Señor,  é 
por  honrar  vuestra  persona,  prometemos 'de  vos  dar 
título  de  nuestro  Gobernador  y  Capitán  general  doseien- 


356.  DOCCMSNTOS  odaMTos 

tas  leguas  de  costa,  cuales  vos  señala  redes  en  lo  que  aosí 
descabriéredes,  contaato,  que  deotro  de  cuatro  aoos» 

m 

que  se  cuenten  desde  que  llegáredes  en  cualquier  parte 
de  las  dichas  tierras  é  provincias,  de  suso  declaradis» 
en  ade¡ante  escojáis  y  declaréis»  desde  donde  queréis 
que  comiencen  las  dichas  decientas  leguas,  para  que 
desde  donde  ansi  vos  señaláredes,  se  cuenten  las  di* 
chas  docientas  leguas  por  luengo  de  costa,  por  to* 
dos  los  dias  de  vuestra  vida,  con  salario  de  mil  é 
quinientos  ducados  cada  un  año  é  quinientos  ducados 
de  ayuda  de  costa,  que  son  por  todo,  dos  mil  da* 
cados,  de  los  cuales  habéis  de  gozar  desde  el  dia  que 
vos  biciéredes  á  la  vela  en  el  puerto  de  Sanlúcar,  para 
seguir  vuestro  viaje,  y  vos  han  de  ser  pagados  de  las 
rentas  y  provechos  á  nos  pertenecientes  en  las  dichas 
tierras  y  provincias  que  ansí  os  ofrecéis  á  conquistar  y 
poblar,  y  no  habiendo  en  ellas  en  el  dicho  tiempo,  reo* 
tas  ni  provechos,  nos  no  seamos  obligados  á  vos  man- 
dar pagar  cosa  alguna  dello. 

ítem:  vos  haré  merced  de  titulo  de  nuestro  Adelan- 
tado  de  las  dichas  docientas  leguas  que  ansí  habéis  de 
escoger  y  declarar  para  vuestra  gobernación  en  las  di** 
chas  tierras  y  provincias  que  ansí  descubriéredes  y  po- 
bláredes;  éansimismo,  vos  haremos  merced  del  oficio  de 
alguacil  mayor  de  las  dichas  tierras  perpétuam'ente. 

ítem:  vos  damos  licencia  para  comparecer,  y  acuer- 
do de  los  nuestros  oficiales  .de  la  dicha  prQvincia,  podáis 
hacer  en  ella  hasta  tres  fortalezas  de  piedra  en  las  partes 
y  lugares  que  mas  convengan,  paresciendo  6  vos  y  á  los 
dichos  maestros  oficiales  ser  necesarijas  pasa  guarda  y 
pacificación  de  la  dicha  tierra;  y  vos.  haremos  ooerced  de 
la  tenencia  dolías,  para  vos  y  un  heredero  y  sabcesor 


DIL  ARCBIVO  ü](  unoAB.  357 

vaesiro,  cual  vos  nombráredes,  cod  salario  de  den  nrill 
maravedís  en  cada  un  ano,  con  cada  una  de  las  dichas 
fortalezas;  del  Caal  dicho  salario,  habéis  de  gozar,  des^ 
de  que  cada  una  dellas  estobieren  fechas  y  acabadas  é 
cerradas  á  vista  de  los  dichos  nuestros  oficiales,  las  cua- 
les-habéis  de  hacer  á  vuestras  costa,  sin  que  nos  ni  los 
Reyes  que  después  de  nos  vinieren,  seamos  obligados' á 
vos  pagar  lo  que  en  las  dichas  fortalezas  gastáredes. 

Otrosí:  por  cuanto  nos  habéis  suplicado  vos  hiciése- 
mos merced  de  alguna  parte  de  tierra  y  vasallos  en  la 
dicha  provincia,  que  ansí  habéis  de  conquistar  y  poblar; 
y  nos,  acatando  lo  que  nos  habéis  servido  y  los  gastos 
que  de  presente  se  vos  ofrecen  en  la  dicha  conquista 
y  pacificación,  lo  habernos  tenido  por  bien;  por  ende 
por  la  presente^  vos  prometemos  de  vos  hacer  merced, 
y  por  la  presente,  vos  la  hacemos,  de  doce  leguas  de 
tierra  en  cuadro  en  las  dichas  decientas  leguas  que  ansf 
señaláredes,  para  tener  en  gobernación  en  las  dichas 
tierras  é  provincias  de  suso  declaradas;  las  cuales  man- 
damos á  los  nuestros  oficiales  de  la  dicha  provincia,  que 
vos  señalen  después  que  hayáis  señalado  las  dichas  do* 
cientas  leguas  que  no  sea  puerto  de  mar,  ni  la  cabecera 
pnncipal  con  la  juridicion  y  título  que  vos  mandaremos 
señalar  al  tiempo  que  se  vos  diere  la  provisión  detlo. 

Otrosí:  porque  como  dicho  es,  nos  suplicastes  que 
porque  mejor  se  pudiese  regir  y  proveer  todo  lo  princi- 
pal é  importante  á  la  dicha  conquista  y  población  de  las 
dichas  tierras  é  provincias,  vos  mandase  encomendar 
juntamente  con  ellas  la  gobernación  de  h  dicha  isla  de 
Caba;  por  la  dicha  causa,  tenemos  por  bien  y  es  nuestra 
merced,  que  por  el  tiempo  que  vuestra  voluntad  fuere, 
tengáis  la  gobernación  de  la  dicha  isla  de  Cuba,  y  dello 


858  DOcmoDiTOft  nteiroft 

vos  mandaremos  dar  naestra  provísíoo»  en  la  caal  seréis 
obligado  á  tener,  an  alcalde  mayor  que  sea  letrado,  para 
el  cual  vos  mandaremos  dar  de  salario  en  la  dicha  isla, 
docienlos  pesos  (}o  oro  cada  año,  y  á  vos  qninieotos  du- 
cados de  ayuda  de  costa  con  la  dicha  gobernación  de  U 
dicha  isla  de  Cuba  en  cada  un  ano,  todo  el  tiempo  que 
lo  tuviéredes  en  gobernación;  los  cuales  vos  sean  dados 
y  pagados  de  las  rentas  y  provechos  que  nos  toviéremos 
en  la  dicha  provincia  que  ansí  habéis  de  conquistar  y  pa- 
cificar y  tener  en  gobernación;  y  no  las  habiendo  en  la 
dicha  provincia,  nos  no  seamos  obligados  á  vos  lo  pagar 
ni  á  otra  cosa  alguna  delk),  mas  de  los  dichos  docienios 
pesos  del  dicho  alcalde  mayor. 

Otrosí:  vos  daremos  licencia  y  facultad  para  que  de 
estos  nuestros  reynos  é  señoríos  é  del  reyno  de  Portugal 
6  islas  de  Cabo  Verdeó  Guinea,  podáis  pasar  y  paséis  vos 
ó  quien  vuestro  poder  hobíere,  á  la  dicha  isla  de  Cuba 
cincuenta  esclavos  negros  en  que  haya  á  lo  menos  el  ter- 
cio dellos  hembras.  Ubres  en  la  dicha  isla  délos  derechos 
de  almoxarifazgo  que  dellos  nos  pueden  pertenecer,  y 
pagándolos  dos  ducados  de  la  licencia  de  cada  uno  dellos 
á  Diego  de  la  Haya,  cambio  que  por  nuestro  mando  tie- 
ne cargo  de  Ips  cobrar. 

Ansimismo  os  prometemos  que  llegado  vos  á  la  dicha 
tierra  de  nuestra  gobernación  que  ansí  habéis  de  con- 
quistar y  poblar,  daremos  licencia  y  facultad  á  quiea 
vuestro  poder  hobiere,  para  qqe  os  pueda  llevar  á  la  di- 
cha tierra  destos  dichos  nuestros  reynos  ó  de  Portugal  6 
islas  de  Cabo  Verde,  otros  cincuenta  esclavos  negros,  la 
tercera  parte  dellos  hembras,  libres  de  (odps  derechos. 

Otrosí:  concedemos  á  los, que  fueren  á  poblar  la  di- 
cha tierra,  que  en  los  seis  años  primeros  siguientes  que 


DIL  AtGHIVO  M  UOMAS.  369 

86  coentea  desde  el  día  de  la  data  desta  en  adeJaate, 
que  del  oro  que  se  cogiere  en  las  oioas,  nos  paguen  el 
diezmo;  y  cumplidos  los  dichos  seis  años,  nos  paguen,  el 
I  noveno  y  ansí  decendiendo  en  cada  un  año  basta  llegar 
al  quinto;  pero  del  oro  y  otras  cosas  que  su  hobieren  de 
rescates  y  cabalgadas  ó  en  otra  cualquier  manera,  des- 
de Inego  nos  han  de  pagar  el  quinto  de  todo  ello. 

Otrosí:  franqueamos  ¿  los  vecinos  de  la  dicha  tierra 
por  los  dichos  seis  anos,  y  mas  cuanto  fuere  nuestra  vo- 
lanlad,  de  almojarifazgo,  de  todo  lo  que  llevaren  para 
proveimiento  y  provisión  de  sus  casas,  contanto  que  no 
sea  para  lo  vender,  y  de  lo  que  vendieren  ellos  y  otra 
cualquier  personas  mercaderes  y  tratantes,  ansimismo 
les  franqueamos  por  dos  años  tan  solamente.    ... 

ítem:  prometemos  que  por  término  de  dies  años  y 
mas  adelante  hasta  que  otra  cosa  mandemos  en  contra- 
río, no  impornemos  á  los  vecinos  de  i^s  dichas  tierras  al- 
cabala ni  otro  tributo  alguno. 

ítem:  concedemos  á  los  dichos, vecinos  que  les  sean 
dados  por  vos .  los  solares  y  tierra  convenientes  á  sos 
personas,  conforme  á  lo  que  se  ha  fecho  y  face  en  la 
isla  Española;  y  ansimtsmo  vos  damos  licencia  para  que 
en  nuestro  nombre  durante  el  tiempo  de  vuestra  gober- 
Bacion,  hagáis  la  encomienda  de  los  mdios  de  la  dicha 
tierra,  guardando  oa  ella  las  íostruciones  y  provisiones 
qne  vos  serán  dadas. 

Otrosí:  facemos  merced  y  limosna  á  lespítal  que  se 
hiciere  en  la  dicha  tierra  para  ayuda  al  remedio  de  los 
pobres  que  á  ella  fueren,,  decient  mili  maravedís,  libra- 
dos en  las  penas  de  Cámara  de  la  dicha  tierra. 

Ansimismo,  de  vuestro  pedimtBnto  y  consentimiento 
y  de  los  pobladores  de  la  dicha  tierra,  decimos  que  ba- 


960  DOCUlflDfTOS  I1fÍDlT06 

remos  merced,  como  por  la  presente  la  hacemos,  á  iespi- 
tal  deltas,  de  los  derechos  de  la  escobilla  y  relaves  qae 
bebiere  ea  las  fundiciones  que  en  ella  se  hicieren ;  y  dello 
mandaremos  dar  nuestra  provisión  eu  forma. 

Ansímísmo,  que  mandaremos  y  por  la  presente  man- 
damos y  defendemos,  que  destos  nuestros  reynos,  no  va- 
yan ni  pasen  á  la  dicha  tierra  ninguna  persona  de  las 
prohividas  que  no  pueden  pasar  á  aquellos  parages,  só 
las  penas  contenidas  en  las  leyes  é  ordenanzas  é  cartas 
nuestras,  que  cerca  desto  por  nos  y  por  los  Reys  católi- 
cos están  dadas,  ni  letrados  ni  procuradores  para  usar 
sus  oficios. 

Lo  cual  todo  que  dicho  es  y  cada  cosa  y  parte  dello 
vos  concédeteos^  con  tanto  que  vos  el  dicho  capitán  Her- 
nando de  Soto,  seáis  tenido  é  obligado  á  salir  destos 
nuestros  reynos  en  persona,  á  hacer  la  dicha  conquista 
dentro  de  un  año  primero  siguiente  que  se  cuente  desde 
el  dia  de  la  data  desta  dicha  capitulación. 

Otrosí:  con  condición  que  cuando  saliéredes  destos 
dichos  nuestros  reynos  é  llegáredesá  la  dicha  tierra,  ha- 
yáis de  llevar  y  tener  con  vos  los  oficiales  de  nuestra  ha- 
cienda, que  por  nos  fueren  nombrados;  y  ansimismo  las 
personas  religiosas  ó  eclesiástias  que  por  nos  serán  se- 
ñaladas, para  instrucion  de  los  naturales  de  aquella  pro* 
vincia  á  nuestra  santa  feé  cathótica;  á  los  cuales  religio- 
sos habéis  de.  dar  y  pagar  el  flete  y  matalotage  y  los 
otros  mantenimientos  necesarios  conforme  á  sus  perso- 
nas, todo  á  vuestra  costa,  sin  por  ello  les  lleVar  cosa  al- 
guna duranle  toda  la  dicha  navegación;  lo  cual  mucho 
vos  encargamos  que  ansí  hagáis  ¿  cumpláis,  como  cosa 
del  servicio  de  Dios  y  nuestro;  porque  de  lo  contrario, 
nos  terniamos  por  deservido. 


DBL  ABOHIVO  91  INMAfi.*  361 

Otrosí:  como  quiera  que  segund  derecho  y  leys  de 
nuestros  royaos,  coando  nuestras  gentes  y  capitanes  de 
nuestras  armadas  toman  preso  atgnnd  principe  ó  señor 
de  las  tierras  donde  por  nuestro  mandado  hacen  guerra 
de  rescate,  del  tal  señor  ó  cacique  que  pertenece  á  nos, 
eon  tildas  las  otras  cosas  muebles  que  fuesen  halladas  é 
que  perteneciesen  á  el  mismo;  pero  considerando  los 
grandes  trabajos  y  peligros  que  nuestros  s6bd;tos  pasan 
en  ia  conquista  de  las  Indias,  en  alguna  enmietida  de- 
líos,  é  por  les  hacer  merced,  declaramos  y  mandamos, 
que  si  en  la' dicha  vuestra  conquista  y  gobernación  se 
cautivare  ó  prendiere  algund  cacique  ó  señor  principal, 
que  todos  los  tesoros,  oro  y  plata  y  piedras  y  perlas  que 
se  hobieren  del,  por  via  de  rescate  ó  en  otra  cualquier 
manera,  se  nos  dé  la  sesta  parte  dello,  é  lo  demás  se  re- 
parta éntrelos  conquistadores,  sacando  primeramente 
nuestro  quinto;  y  en  caso  quel  dicho  cacique  ó  señor  prin- 
cipal, mauíren  en  batalla,  ó  después  por  via  de  justicia  ó 
en  otra  Cualquier  manera,  que  en  tal  caso,  de  los  teso** 
ros  é  bienes  susodichos  que  del  se  hobieren,  justamen- 
te, hayamos  la  mitad;  la  cual,  anie  todas  cosas,  co« 
bren  nuestros  oficiales,  sacando  primeramente  nuestro 
quinto. 

Otrosí:  porque  podria  ser  en  los  dichos  nuestros  ofi- 
ciales de  la  dicha  provincia,  toviesen  alguna  duda  en  el 
cobrar  de  nuestros  derechos^  especialmente  del  oro  y 
plata  y  piedras  y  perlas;  aosi  lo  que  se  hallare  en  las  se- 
palluras  y  otras  partes  donde  estobiere  escondido,  como 
de  k)  que  se  hubiere  de  rescate  ó  cabalgada  ó  en  otra 
manera,  nuestra  merced  y  voluntad  es  que  por  el  tiem«- 
po  que  fuéremos  servidos,  se  guarde  la  orden  siguiente. 

Primeramonte,  mandamos  que  todo  el  oto  'y  plata, 


362  '  MemniiTOs  ucáorroft* 

piedras  y  perlas  qae  se  hobierea  en  batallas  6  entrada 
de  pueblo,  ó  por  rescates  con  los  indios»  se  nos  haya  de 
pagar  y  pagaeel  qninto  de  lodo  ello. 

ítem:  que  de  todo  el  oro  y  plata,  piedras  y  perlas  j 
otras  cosas  que  se  hallaren  é  hobieren,  ansf  en  los  en- 
terramieolos,  sepulturas  ó  templos  de  indios,  como  ea 
los  otros  lugares  dó  solían  ofrecer  sacríBcios  á  sus  ído- 
los, ó  en  otros  lugares  religiosos  ascendidos  ó  enterra- 
dos en  casa  ó  heredad  ó  tierra,  ó  en  otra  cualquier  par- 
te pública,  ó  concejil,  ó  particular,  de  cualquier  estado 
6  dignidad  que  sea,  de  todo  ello,  é  de  todo  lo  demás  qae 
desta  calidad  se  bebiere  y  hallare,  agora  se  halle  por 
acaso  6  buscándolo  de  propósito,  se  nos  pague  la  mitad 
sin  descuento  de  cosa  alguna,  quedando  la  otra  mitad 

m 

para  la  persona  que  ansí  lo  hallare  é  descobriere;  con 
tanto,  que  si  segunda  persona  é  personas  eneobriere  el 
oro  y  plata,  piedras  y  perlas  que  hallaren  é  hobierea, 
ansi  en  los  dichos  enterramientos  sepulturas  ó  templos 
de  indios,  como  en  los  otros  lugares  donde  solian  ofre- 
cer sacrificios  ó  otros  lugares  religiosos,  ascendidos  ó 
enterrados  de  suso  declarados,  y  no  lo  manifestare  para 
que  se  les  dé,  de  Ib  que  conforme  á  este  capitulo  les 
pueda  pertenecer  dello,  ayan  perdido  todo  el  oro  y  plata, 
y  piedras  y  perlas,  y  mas  la  mitad  de  los  otros  sus  bie- 
nes para  nuestra  Cámara  é  fisco. 

E  porque  nos,  siendo  informados  de  los  males  y  des- 
hórdenes  que  en  descobrimientos  y  poblaciones  nuevas 
se  han  fecho  y  facen,  é  para  que  nos,  con  buena  con- 
ciencia podamos  dar  licencia  para  los  hacer  y  para  reme- 
4\0j  de  lo  cual,  con  acuerdo  de  los  del  noesti'o  Consejo 
¿  consulta  nuestra  está  ordenada  y  despachada  ana  pro- 
TÍsion  general  de  capítulos,  sobre  lo  cual  habéis  de  guar- 


DB.  AUmVO  DB  IRMAS.  363 

dar  eD  la  dicba  población  y  cooquieta,  la  coal  aquí  man- 
damos á  incorporar;  su  tenor  dé  la  cnal  es  este  qce  se 
sigue. 

Esta  provisión  acordada  que  se  suele  poner  en  las 
capitulaciones. 

Por  ende,  por  la  presente,  haciendo  vos  el  dicho  ca- 
pitán Hernando  de  Soto  lo  susodicho  ¿  vuestra  costa  é 
segund  é  de  la  manera  que  de  suso  se  contiene,  é  guar- 
dando é  cumpliendo  lo  contenido  en  la  dicha  provisión 
que  de  soso  va  encorporada  y  todas  las '  otras  instrucio- 
nes  quo  adelante  le  mandaremos  dar  y  hacer  para  la  di- 
cha tierra  é  para  el  buen  tratamiento  é  conversión  á 
nuestra  santa  feé  cathólica,  de  los  naturales  della,  digo 
é  prometo  que  vostserá  guardada  esta  capitulación  é  todo 
lo  en  ella  contenido,  en  todo  y  por  lodo,  segund  que  de 
suso  se  contiene;  é  no  lo  haciendo  ni  cumpliendo  ansí, 
nos  00  seamos  obligados  á  vos  guardar,  ni  cumplir  lo 
susodicho,  ni  cosa  alguna  dello;  antes  vos  mandaremos 
castigar  y  proceder  contra  vos  como  contra  persona  que 
no  guarda  ó  cumple,  é  traspasa  los  mandamientos  de  su 
Rey  é  Señor  natural;  é  dello  mandamos  dar  la  presente, 
firmada  de  mi  nombre  y  refrendada  de  mi  infrascripto  se- 
cretario. Fecha  en  la  villa  de  Valladolid  á  veinte  días  del 
mee  de  Abril  de  mil)  é  quinientos  y  treinta  é  siete  anos¿ 
— ^Yo  el  Rey. — Va  entre  renglones, — do  dice,  cada  un 
ano  é  quinientos  ducados  de  ayuda  de  costa,  que  com- 
ponen todos  dos  mil  ducados, — do  dice — estaba*— é  do 
dtce^-- vuestra, — valga  é  va  testado,— hIo  decía  por  parte 
de — é  do  decía  tenemoa---é  do  decía  D — é  do  decía — 
casamiento — é  do  decia-^0 — no  valga. — Está  cooceria- 
do  con  el  libro. — Hay  otra  rábrica. 

S.  G.  G.  H. — ^Juan  de  Barrutia,  en  nombre  del  Ade* 


364  IKKülIBlfTOB  mipiTOB 

lantado  D.  Hernando  de  Sotó,  digo:  qae  Ynestra  Magos- 
tad bien  sabe  la  capiialaeion  é  asiento  qae  se  tomó  con 
el  dicho  Adelantado  en  el  descobrioiienlo  é  pacificación 
de  la  Florida,  é  cómo  ha  gastado  cnanto  tiene  en  ella  6 
agora  está  en  la  dicha  tierra  con  seiscientos  hombres  de 
á  pié,  é  docientos  é  cincuenta  de  á  caballo,  é  con  mocha 
monición  é  petrecbos  para  la  dicba  conqaista  é  pacifica- 
cion,  é  va  en  segoimiento  é  demanda  desta  tierra  noeva- 
mente  descobterta,  porqoe  cae  é  se  incloye  en  la  dieha 
su  conquista  é  capitolacion,  é  deiia  tovo  noiicia  de  los 
mismos  naturales;  é  para  dar  relación  á  Yvestra  Mages* 
tad,  como  iba  en  su  segnimiento  para  la  eonquista,  em- 
bió  á  Vuestra  Magostad  un  criado  suyo  con  ciertos  testi- 
monios é  cartas,  el  cual,  veniendo  con  el  dicho  despache 
al  puerto  de  Lagos,  la  caravela  dio  al  través  é  se  perdió 
écon  harta  ventura  escaparon  solo  tres  hombres,  uno 
de  los  cuales  fué  este  criado  del  dicho  Adelantado;  é 
todos  los  otros  pcrescieron  é  no  se  escapó  papel  ni  otra 
cosa  de  cuanto  traian;  é  porque  me  temo  que  estando 
como  está  el  dicho  Adelantado,  en  la  dicha  nueva  tierra 
con  la  dicha  gente  é  municiones,  el  Visorey  de  la  Nueva 
España  embiará  capitanes  é  gente  á  la  dicha  tierra,  é  se 
toparán  los  unos  con  los  otros,  é  habrá  escándalos  é 
muertos  como  hubo  en  el  Perú,  no  embargante  qiiel  di- 
cho Adelando  tiene  provisión  de  Vuestra  Magostad,  eu 
que  manda  al  dicho  Visorey  é  Marqués  del  Valle,  que  no 
se  entremeta  en  cosa  .  alguna  de  la  tierra,  con  él  capíta- 
lada;  la  cual  les  está  notificada,  como  consta  por  los  re- 
quírímientos  que  les  fueron  hechos,  de  los  coales  é  de  la 
dicha  provisión  hago  presentación,  porque  pido  é  aapU- 
co  á  Vuestra  Magostad  mande  lesea  guardada  la  dicha 
capitulación  é  provisión;  é  por  obiar  los  dichos  escátida- 


DiL  Asomvo  i»B  iiauAft.  S66 

losé  muertes  quepuedea  sobceder,  mande  dar  su  cedo* 
la  para  el  dicho  Visorey  que  sobresea  en  la  embiada  de 
los  diehos  capitanes  basta  que  sea  determinado  por  Vues- 
tra Magostad  á  quién  perteoesce  la  dicha  conquista,  6  se 
yea  en  lo  que  para  el  dicho  Adelantado,  pues  está  den* 
tro  en  la  dicha  tierraconla  dicha  gente,  para  lo  cual,  eto. 
— Juau  de  Barrutia. — Hay  una  rúbrica. 

En  la  Villa  de  Madrid  á  veinte  é  tees  dias  del  mes  de 
Abril  de  mili  é  quinientos  ó  cuarenta  años,  la  presentó 
6Q  el  CoBsejo  de  las  Indias  de  Su  Magestad,  Juan  de  Bar- 
rntia,  en  nombre  del  Adelantado  Soto,  juntamente  con 
los  tesitimonios  é  requirimientos  en  ella  contenidos. 

Los  señores  del  Consejo  mandaron  que  se  pongan  en 
el  proceso  y  se  dé  traslado  á  las  otras  partes. 

En  veinte  y  cuatro  del  dicho  mes  lo  notifiqué  al  di" 
cbo  licenciado  Villalobos,  fiscal  de  Su  Magestad. — 
Hay  una  rúbrica. 

Los  requirimientos  que  se  hicieron  por  virtud  de  la 
cédnla  de  Su  Magestad  al  Visorey  de  la  Nueva  [España  é 
al  Marqués  del  Valle  para  que  no  se  entremetiesen  en  la 
conquista  capitulada,  é  asentado  con  el  Adelantado  Don 
Hernando  de  Soto. 

En  la  muy  aoble  6  m^uy  leal  ciudad  de  Sevilla,  jiie«« 
ves  catorce  dias  d«4  mes  de  Hebrero,  año  del  nascimiea- 
to  de  Nuestro  Salvador  Jesiieristo  de  mili  é  quinieotos  é 
treiata  é  ocho  a9os,  ante  los  magníficos  señores  el  teso-« 
rero  Francisco  Telto,  y  d  contador  Diego  de  Zarate,  y< 
eü  fator  Francisco  Duarte»  jueces  oficiales  desús  Cesáreas* 
6  Cathólioas  Magestadesi  de  Ja  Casa  de  la  Contratación  de 
1m  Indias  del  mar  Océano  que  residen  en  esta  dicha  ciu« 
dad  de  Sevilla;  y  eñ  presencia  de  mí,  Juan  Gutiérrez  Cal« 
derooy  escribano  de  Sus  Magestades.  é  su  notario  p&bhco 


966  Mciafiifios  miuaoá 

en  la  su  corte  y  en  todos  los  sos  réjaos  é  señoríos,  y 
escribano  qae  soy  en  el  oficio  é  abdiencia  de  los  didios 
senpres  jaeces,  é  de  la  dicha  casa»  en  civil  é  criminal, 
por  Sus  Magestades,  paresció  el  señor  Adelantado  D.  Her« 
nando  de  Soto,  é  presentó  una  cédula  Real  de  la  Empe-. 
ratriz  é  Reina  nuestra  seSo/'a,  escrita  en  papel  é  firma- 
da de.  su  Real  nombre,  é  refrendada  de  Juan  Vazqnez, 
su  secretario,  segund  que  por  ella  parescia,  su  tenor  de 
la  cual  es  esta  que  se  sigue; 

La  Reyna. — ^D.  Antonio  de  Mendosa,  nuestro  Virey  é 
Gobernador  de  la  Nueva  España  é  presidente  de  la  núes- 
tra  Audiencia  é  Cbancilleria  Real  que  en  ella  reside,  é 
Marqués  del  Valle,  écoaiesquier  nuestros  gobernadores 
é  justicias,  capitanes  de  las  nuestras  Indias  é  islas  é  Tier* 
ra  Firme  del  mar  Océano,  é  á  cada  uno  é  cualquier  de 
vos,  á  quien  esta  mi  cédula  fuere  mostrada,  ó  su  tras- 
lado, signado  de  escribano  público,  sabed  que  nos  man- 
damos tomar  cierto  asiento  é  capitulación  con  el  Adelan* 
tado  D.  Hernando  de  Soto,  sobre  la  conquista  é  población 
de  la  provincia  Florida,  en  la  cual  hay  un  capitulo  del 
tenor  siguiente: 

Primeramente,  vos  doy  licencia  é  facultad,  á  vos  el 
dicho  capitan  Hernando  de  Soto,  para  que  por  nos  y  en 
nuestro  nombre  y  de  la  Corona  Real  de  Castilla,  podáis 
conquistar  é  pacificar  é  poblar  las  dichas  tierras  que  hay 
desde  la  dicha  provincia  del  río  de  las  Palmas  basta  la 
Florida;  cuya  gobernación  estaba  encomendada  al  dicho 
Panfilo  de  Narvaex,  é  adelanto  las  provincion  de  la  dicha 
tierra  nueva,  cuya  gobernación  ensimismo  se  encomen- 
dó al  dicho  licenciado  Ayllon,  é  agora  luán  de  Perea,  en 
nombre  del  dicho  Adelantado»  me  ha  hecho  relación  que 
á  au  noticia  era  venido,  que  algunos  de  vosotros  sin  li- 


DIL  AROBIVO  DI  1M0U$.  367 

eeocia  noestra»  queriades  entrar  qd  los  limites  de  la  di- 
cha goberoacioo  que  ansí  por  el  dicho  capitulo  le  tene- 
mos señalada,  de  que  nos  seriamos  deservidos;  é  me 
suplicó  vos  maudase,  que  do  vos  entremelíéredes  á  ea* 
trar  eo  ello,  ó  como  la  mi  merced  fuese;  é  yo  túvelo  por 
bien;  porque  vos  mando  que  agora  ni  de  aqui  adelante» 
DO  vayáis  ni  embieis  á  la  dicha  provincia  Florida,  ni  á 
los  limites  é  tierra  que  ansí  por  el  dicho  capítulo  suso 
encorporado  tesemos  dada  licencia  al  dicho  Adelantado 
D.  Hernando  de  Soto,  que  pueda  conquistar  é  pacificar 
gente  alguna  so  las  penas  en  que  caen  é  incurreí  las  per- 
sonas que  entran  en  parte  donde  no  tienen  juridícion;  ó 
mas,  80  pena  de  la  nuestra  merced  é  de  cincuenta  mil  cas- 
iellanos  de  oro,  para  la  nuestra  Cámara  é  fisco,  á  cada 
ODO  de  vos  que  lo  contrario  hiciere;  é  si  hobierdes  ido  ó 
embiado  á  la  dicha  provincia,  segund  dicho,  es,  os  salgáis 
é  salgan  della  luego,  que  con  esta  mi  cédula  fueren  re- 
queridos, eos  volváis  á  entrar  en  vuestras  gobernaciones 
é  conquistas,  conforme  ¿  vuestras  capitulaciones,  no  ece- 
diendo  dethis,  so  pena  de  muerte  é  de  perdimiento  de 
todos  vuestros  bienes;  é  de  ser  habidos  por  aleves  é  trai- 
dores é  caer  en  mal  caso. 

Fecha  ea  la  villa  de  Valladolid  á  treinta  días  del  mes 
de  Diciembre  de  mili  é  quí meatos  é  treinta  ¿  siete  años.— » 
Yo  la  Reyna. — Por  oíandado  de  Su  Magestad. — Juao 
Vázquez. 

Y  en  las  espaldas  de  la.  dicha  cédula  Real,  estaban 
cuatro  firmas  sin  nombres  y  escrito  y  asentado  lo  si- 
guíente: 

Asentóse  esta  cédula  Real  de  Sus  Magestades  en  los 
libros  déla  Casa  de  la  Coatí  atacion  de  las.  Indias,  desta 
muy-  noble  ó  muy  leal  ciudad  de  SevilU,  á  catorce  dias 


968 

del  mes  de  Hebrero  de  mili  é  qBÍoieoloe  étraofta  éocho 
a5o6. — Fraocúce  Tello. — ^Di^o  de  Zárale. — Francisco 
Doarte. 

Ao8í  preaettlida  la  dicha  cétiola  Real»  aegnnd  dicho 
es,  laego  el  dicho  Adelantado  D.  Heroaodo  de  Soto, 
dijo:  que  por  cuanto  él  ha  de  llerar  ó  embtar  la  dicha 
cédula  Real  á  laa  dichas  Indias,  é  se  teme  ó  réstela 
qne  se  podría  perder  ó  caer  en  agna  ó  en  fuego, 
ó  acaezca  della  otro  caso  fortuito  por  donde  el  de* 
fecho  que  por  ella  pretende  tener  peresceria,  que  pe* 
día  é  pidíé  é  los  dic  faos  señores  jueces  manden  sacar 
della  un  treslado  6  mas  sí  quisieren  é  menester  bo> 
hieren,  é  se  los  manden  dar  firmados  de  sus  nombres,  é 
firmados  é  signados  de  mí,  el  dicho -escribano,  en  mane- 
ra que  hagan  fée  para  que  los  pueda  presentar  do  í  sa 
derecho  convenga,  ó  interpongan  en  ellos  y  en  cada  uno 
dellos  su  autoridad  é  decreto  judicial;  é  sobre  todo  pido 
complimiento  de  justicia. 

E  luego  los  dichos  señores  jaeces  obedecieron  la  di- 
cha cédula  Real  con  el  acatamiento  é  reberene'a  debida, 
é- mandaron  á  mí,  el  dicho.escribano,  sacardellaao  Ires- 
lado  ó  dos  ó  mas,  é  cuantos  quisieren  é  menester  hobie- 
ren,  al  dicho  Adetantado,  éselos^dé  firmados  desús 
nombres,  é  firmados  é  signados^ de  mí,  el  dicho  escriba- 
no, en  manera  que  hagan  fée,  para  que  tos  .puedan  pre- 
sentar do  á  su  derecho  convenga;  los  cuales  dichos  tres- 
lados- de  la  manera  sasodieba,  va%an  é  fagan  fée,  como 
la '  dicha  céd«la  origina^  á  Jos  cuáles  dichos  treslados 
6  á  cada  uno  dellos,  de  la  manera  susodicha,  dije- 
ron que  interponían  -é  lot^pusieron  sa  aatoridad  ó  de- 
creto  judicial,  en  cnanto  podían  é  de  derecho  de- 
bían; ó  yo  el  dicho  escribano,  dé  ende  este  segaiid  que 


BVL  AlldBltO  M  imokK  869 

I  '  * 

ante  mi  paaó,  qti&feé  fecho  efi  él  mismo  día  mes-  é  aSo 
susodicho.  Testigo»  q«e  foeron  presénted  á  todo  Yo  saso- 
diefao  y  &k>  ver  cof^regir'é. concertar  c^bn  la  dicha  cédala 
orejginal.-'^-GaspÁr  de  Mbría  é  Diego  Martíoéc. — Frati- 
cisco  afelio. -*-Hay  ofta  rúbfica.-**'Dteg6-.  de  Z6rale.-i- 
Hay  una-  rúhricR,-**Fraoc¡sco-Ih)árte;~Hay  uña  rú- 
brica. 

Tb  Juan  Ooli^rres  OlderoD,  escriMno  de  Sus  Cesá- 
reas é  Cathólicaa  MageMades,  é  sti  notftrio  ^blico*  en  la 
suoórtey  en  todoa  los  sos  rey  nos  é  seíoiios,  escribano 
qse  soy  en  el  oficio  é  audiencia  de  los-  dichos  señores 
ftieces,' qflciales  déla  dicha  Cada  de  la  Contratación,  lo 
fice  eaorebir  é  fice  «qiii  mió  signo,  á  lal.— Hay  un  signo. 
-*-«Eo  (esiímonto  de  verdad. — ^Itian  GutierreK,  escribano 
de  Sos  'Majestades. 

En  la-  ciudad  de  México,  «ueve  dias  del  mes  de 
Agosto  de  mili  ó  quinientos  'é  treinta  é  ocho  anos,  es- 
tando el  muy  ilostre  Sr.  D.  Antonio  de  Mendoza,  Vi- 
sorey  y  g(>bernador  por  Su  Magostad  en  esta  Nueva  Es- 
pana,  en  acderdo,  parésCió  Al^ro  Sanjurjo;  é  presentó 
ante  Su  Señoría  este  tresiddo  de  una  Céddtá  de  Su  Ma- 
gestad,  é  pidió  la  mandase  ver  y  cumplir  scgund  que 
ea  ella  se  cboteoia;  é  vista  por  Su  Señarla  la  dicha  céda- 
la, Sq  Señoría  la  obedeció  con  el  acatamiento  debido;  y 
6ft  ciianto  alcumpKmiento  detla,  dijo:  questaba  presto  de 
la  cumplir  en  lodo  y  por  iodo,  seguod  f  como  por  eHa 
So  Magestad  lo  manda;  é  de  fo  susodicho  t^andé  á  mí, 
Francisco  de  Lucena^  escribano  de  Su  Magestad  y  su  se- 
cretario», le  dép0r(le8Ümomo;-Tesitigos,ios  señores  oido- 
res licencvados.^^^eynos  é  Loaysa  é  Tejada. 

E  y o^  ol  dicho  Francisco  doLuceiM,  presente  ftií  á 

lodO'l0fq«edieha>68. — Vpof  ende,  fice 'aquí  este  mío 
Tomo  XY.  24 


370  iKHWiMKFriM  imtoiTiW 

sigQO,  á  i,al,^o  testimooi^  de  v6rd|^id.-r--H9y  «n  sigoo. 

. — Francisco  de LuceDa.-r«*Hayuoia  rubrica.: 

En  la  gran  ciudad  de  Teaiixtila^Dt,^  Ménica»  des^a  Nue- 
va España,  eo  el  dicho  dia  é  mes  é  ano-  susodicho,  ,ea 

4}re«encia  de  mí,  Joan  de  Torquei^ada, .  escribano  de  Su 
J4<ige$tad  é  de  los  leatigos  yuaoe^ptoa,  fué  nollñcada 
la  cédula  é  provisión  Real  de  la  Emperatriz  é  Aeina  nues- 
tra sefíora,  saao  cootenida,  aLoqtuy- ihia(re  Srl  D.  Aq- 

,.tonio  de  Afendqza»  Visorey  eo  eala  dicha  N4keTa  España, , 

,  §Q  su  persona,  ia  cual  le. notificó  Francisco  de  Luceoa,  su 
setretcicio,.  el  cuat  dicho  señor  Visoréy»  dijorque  la  <>be- 
decia  como  á  cédula  é  provisionide  la*  EaiperUtriz  é  Rei- 
na su  señora,  é  que  está  presto  de  La  cumplir,  ooníb  en 
.ella  se  contiene,  ^  de  todo  con^  pasó  allevde  de  la  noti- 
jñcacion  sobredicha,  el  dicho  Alvaro  de.SaaJürjo,  pidió 
á  mi,  el  diclK)  escriban,o,  se  to  diese'asl  p0r- testimonio;  é 
.yo  de  SI)  pedimento  lodi  firmado  de  mi  otaobre,  quedes 
(feclu)  el  día  é  loes  ó  ano,  susodiohoi  sieiKlo  présenles  por 

.  testigos  tos  señores,  licenciados  Ceynos  éLoaysa  é  Tc^a- 

,  d^*  oidores  desta^  d^cha  JKeitl  Audiencia.'-^Pasó  ante  mi. 

.  -<^Juau  d|e  Tqrqu^n^ada,  escribano  de  Su  Magostad. — 
Enire  dos  rúbricas.     ,  ^ 

.JS.  despues.d^  la^qsodichOy  en  La  dic^lia  ciudad.de  Mé- 
.xiqQ,  dcsi^  dicha  Nu^v9  Espaua^eíakidode^diaá  del  dicho 
.^es  d^.  Agosto  é  del  dicho  año,  yo  el  di/^  osoiibase, 
pQiifiqué  U  diclia^cQdula  é  provisipu  Real  dala  tropera- 
Iriz.é  Reina  niies^^a  aworB|  bu6Q  contenidal.ai  muy  ihis- 
tr^.Sr.  D.  Uernaodp.  Corjl4d»  Marqué»:  del  Valle»  en. Su 
..p^^sona,  ia  í;uaL  le  ifui^  leída  éi.ooijfioadáü^ait^  adver- 
¿um  como  en.^ila  su  .eQnl^pido,era,.6l«ual:^:éMk)lfe  leí- 

¿da  4  üQt^ficada,  dijo:  ;(|ue  la  obedeció  ároMleoiá.  con  todo 
a^atafui^nlq  pom^iá  c^d^la  ójpvovi^úoiGk^d^  la«liiii^er4irtz 


pide  M-<|5|^<?,  4,¡g<|§ ,  fpsppnd^p^;  em^  pre^pi««.  P9f 
^»l>g9^  Asdr¿JÍ^^Wa,.|^,Fff»9ci?<5o.,V^límeí. Cprpijar 
do^é  AlQp«ft,de  V|¡lla9fle|V%,,vec»iiiP8.des^a.4Íphíy  cii)d«4i 
é  despi^  4p.lo'a^pí)¿¿Q,  ^i^  )a  dipU?,  cívwíímI  tje  Méíi<59, 
«o  '^.e.i'íiSí,^  seji^ji^  «leMiíyiw  .Wí  á»  Ág»sU)  é.de|.d^í?hQ 

do  CoFt!^,,M9fqw48|/dM  Vflll^,  die8t»„Nuay?(,  l?^^a,,  é 

.,  ?f  .49SPW8,éíJ9v«íísp¿¡pha,.,^e.y^í^lq,Pj^<^  djqs.d^ 
«es  d^.:^Q^,4e,mUUqttip^íj9^  éji^^^ 
.el,<ií,9|^9.j(|^gfi^.f^appq4ieDÍíp,,^  ,l»j>rpvi«¡fli))^  céduja 
de  Su  ¡^gpamJ^^jnpQratri(i,  é  .Be^oa.  «í)}^ai.§^oí:a, 
4yO'.fí%ft  I*  pNmW  ?  oíjede^ijí^  é )í|jP^SQ  .89.l)re  a^.caf 

centatttY9ft}ci,(je,jpiic,lios .  rey,í»Q3  „é ,  f^pocjoa; .  y,  ^ncv^Uf 

pi^ífsa.i,«  ni,qini)j^r  ^',4efifiq^i|¡r,4  peciaís^í-^ffi  .ppbjar  ti^- 
r»^  algíjn^^  dft,pí^8,(í^,)fi9.cpnleAÍd^  ,^fl„l? .  9^itíilacií^ 

^  *íftfi\  «9  lííl?<}n'o^  '>Wíl9»j  R».i  ^M'WH'.qs  q«e,5^  joftluyM 
^a  el  3816^119  (j^  el  ,(iic/í9;fVdp)ain>ftdo,,f|u?e,:aHÍ'.  S»  .% 
gesfiídftqey^ftftift.j)^  toaíadftWf».i4i;,;i%;i9W>ftíP  J^íffr 

*láíÍ^íftdi¿oft.  HH%P^8ííiJ51íft|ceeÍM99.«í«lffiSrfi«fi  ^.4'^9 
M^Wá8Í»lfeW'W.í^.o«»«!'«PÍ^<>.í^4a)id^cfia:p^^^^ 


8^  míiá^(M' 

fóqiíe  por  Su  I^s'^^a^  1^ ^^^'itíandSdó;  dótl'dfó'bshibé 
en  tíiúchó  {]l黿fer  ha  ^si^So  ^bcUá^'tíit^tld^^  deiÜb^. 
rbs;  e  pot'  qÜérd¡(Á(/  Sfei^tidéé  'íftó^  'áY  pr^fató'  en-  fa 
(jostti,para(  íih>^é¿ui^' iU  víaijé  é'dátiialvÁ&/Quét7ié''iÉávio^ 
é  muchd  cátiUda/de'  Yik»\tíiéúÍM'6  'küá^é  lailiHteríá  é 
'^te  á  sueldo,  ah^Fdé  ruar  máH^d^'iiefh;  iqUef^K^e  é 
réqfoieréal  dichb' Adeladtáíd<í tjtie^ i^éi^a^üV «iüljlt6 ¿Iba 
limites  é  detiiarcacicfti  qtle  áf  dtcbo  Mai^ijaés  le^ésíá  dada 
por  virtud  de  la  dibhb  oapnulacio^'é'Mé(áó'()^lei^Sti  Ua* 
j^esfád  con  éltnahdó  totear;  éoh  {^td(ésMdiÓh'i6'¿^  liace, 
(fue 'Si  VieTentietabiaren;nó'tópafe'pérjtitó1Í>;  é^srilguiltí 
éfscáodaló  ó  otrü  dafio  to'i^reeieré^ehNíéf  iii^ tendel  di- 
cho Adela  utadb  é4á  qué  á  dfch9*MÍ»r(ídés  étnlülrá  é'^em- 
IMare,  seráá  su  cuFpa  del  dibhó'  Adelamádd  é  nóüel  dft- 
thtí  Marqués;  éque  no  perjtedíc^iídó  á'iá  dtóttá^  sil  cápt- 
tútacion  é  esiéillo,  él  éslá  pfedto  dé  cütüpKf  eif  toda  é  por 
'(odd,  lo  que  lé  és  mandado  por  la  céduta'  déla  fimpéra* 
ttu'é'Refyna  nue^fra  Séáof a ;'é  porqué  pódfria'áfer  qtiéno 
síábtcndp  cotúo  no  sabe  éldicHo  Márquéé  íos^  Itíúttes  6 
tfémarcaeioñ  contenidos  én  et  asiénM^ud  con  ^\  dicho 
'Ad^elantado  se  toUd,  ísiis  naVíos  ó  géute  aderen  6  paáaséü 
por  ello,  nó  con  ánimo  de'cedéi*  del  mátíá^Húdé  Sti  Má- 
'gégtad,  sino  por  ignofráf  ióM  ditrboá  térmfbbs  "é'^Hnitte  6 
dtemárcacion,  qne  pide  éreqdiét-e  aldichií  Ááéláüiddo  lé 
M  copiflt  defllo  coa  prtMéstd'dbú;  que  tió^'dátiddi^a^  no 
¿éa  vlsit)  ece'der  del  toandandüln^iMicr  dy  Uiíümperátifi  é 
lle^na  huléstrá  SéSofa,  é  pói^  erpétjuidb  éi  álgiítíó  Viene 
*al  dicho  Marqués  éDátt  capitMáciMr'ó'jyéfeile^VéHiV/fl^por 
'térs'cahsaéi'y^ditshte,  dijo,  Itablaadd  <kia  á^hcktaoríeiito 
'4\iédétíe,  quesdpHbabá^^^t^Ncó'idie  ht  df^á'pPbVblon» 
6  Áe  aquétlo  q(ie'{ráéde  aef  éo  au  piei^ui¿lby '^'sápfídiabft 


in8erjt»,!?q^  él,  .«^)i¡i^  ii^,i|e(jpii¿9t»„  to49;,<iebajip,4e,ua  síg-^ 
QO.  E  ansí  lo  pido  por  testimonio  al  diá^Q  .Mcribaiio^;  no 
ooiMH(^f j«w4q.Qp^  .pry^^iwj^^^fti  ,Qñjq^<|.^^,,(^Ua8 

por.  r<^)ui^§ta^.4  J^,  o^^í^^o  p.or.,eí.(í»pí)^o  proc.^p  deld»?, 
chQ  .A<í^\apt^díí; .  8\fiP/?b  ^rp^ejflje^  ,pQr  |eii¡gRí,  AJonspi 
Rdiz  ■^.P,9^r0|  í|^5,  P^í^nzpj, ^^nji^^.^íp,  |i^  <J,ic,b<í üju.djfd.  , 
E  5ie8piief«  de  ^9..8)i>»c{4|q)»p,.  e^ ,  ^ ,  jJioli^  pindad  d^ 
M^xico^  ««» VI?)?*/?  '^  .W|>0:,difií  d^l  0)9^  ¿[^.i^gpstp,  ó  d^ 

tjgp9,j[}i8ÓB^¡ftt9^,Pfli;e^^^r^ní«,,e).4icJ?9  .Alyarq  df, 

s^jur^. , ., ,..,,,  _„,...,  ^^.,_ ..;,.,, .,  ^.^ .    ,    , .    ^  ,    ; 

ro.de  $wy|irjo,.ei».jpo»f^w  d$l  <ÍJcb|C>„4delaoM«í,9,,  íJijí»; 
que  Myj^ejjja.  ^, Tfjqf^ió  .Upmsi  v,^ftí!o«^l^^.4^),de^?lcho. 
99ái^¿i^f}m^  ^.d¡^()  ^^r^^(^TflV^,„1^Ve  ,cn^p^,la.;.dir, 

menoacabos  ó  eseáDdaloa  ó  otro  perjaicioa  qae  al  ^v^ffX 
Af|etf)o^do,.gu^¡^,pije()f^.^^,r7Qi^,;^  ^  1^  P?<Me«e 

l^,4i^i9,q3|,po5  fé^.^  ^s^ijp^f^^D^  Ijíiaríl^  ^IJ^íflr. 


374  i>hm¿ñ(íá'imít(^'' 

■  "  'te'Iuego  éVdiclio'^énoe  Ma'/qiíéá;'^M/)(í^ 
réqaérídri  é''proiesraáo'póPet'dlí?ft^^  álvam;a<i'Sárijarjo, 
dijo: 'que  respoiitiélo  que  S'lp  süsodích'ó''t¡énfe  V^spofidí- 
do;  8Íéhdd'f)ftesénté'8'pót'  teálígósTrahcíiób  de  -NilVári-ele 


é  Gbozáló  López  é  Pí-ábcisco  SátícheiV  vebínos  pesiantes 
en  la  dichd  cítidad:  "'  '  '  '  '"''-^  '^ '  ''  'i  ''  '^''''  - 
f^-'É  después  de  Ib  Súsóálbhb/éntá  &ráiWt\\íéMk  Mó^ 
xico,  en  sieíedias  del  raes  de  Setiembre  del  áíÓliotóo,' 
áe  pedimeílío'del  dicho' Alvaro' tfé  Síanjúfjo  éri  éldícho 
nofcnbré,  fué' notificada  la  diéha  cédula  é  pt^óvístóri  lleal 
dé  Su  Magéstád,  á  Francisco  Vázquez'  dé  tjáfbnacTb,  ve- 
(Hno  desta  dicíía  ciudad,  éb  su  presoná,  comd'li  goberúa- 
dor  que  él  dicho  Sanju?jo  dijo  que  era'  dé  fá  provincia 
áé  lá  Nüevá  Gaiióiá  déáta  dicHa  NüeVa  Éspañb^el  cual 
siéndole  notificada  é  leicía,  3íxo:  qii^  la  bWédfedla  ¿  obe- 
deció con  debiío  acatamiento,  cómo'ác'éÜíilafepr^vlgíOQ 
de  su  Reina' é  Señora;  é  qüé-eó  'cfaánfó' áí  clSmóilnSiénto 


della,  que  la  dicha  cédula  é  provisión  de  Su  Magostad  no 
habla  con  él  ni  le  toca  ni  dtánó  c)^sá  alguna  d^  fo'én  ello 
contenido;  'por  cuanto  ho'  es  ÍS'ó'behládoF  iií'kábé''<liie  Su 
Síagéstad  Sé  haya*  querido  servir  d'¿réntaí'*CBfé6^  que 
si  en  algún  líempo  Sú  IWagéstód*  sé  cjüisiel-e  servir^  del  én 


ño  sabé'cuál  eá'li'^bbérnáteibtf  rfe'Mpn,  ffa^  jfíaWaez, 
ú'í  éhiieríd^  ni  sabfe  ñÁáa'délÍo;éqa^s(o  Üabá  ^dr'ko'féfi- 

'^•'  fe  iuegd  tíf  aichó''AVa^'d¿''SaDfarJo';'*.etf'éí''atóh6 

C8?otíado;  qóepOT  Mhtó  éV^Momé&iqú'é'^'^Vj  por 
Gobernador  de  la  dicha  provincia  de  la  KiíéVá  GáÜbla,  é 


DXL  Atienvo  Ds  iNWAs.  375 

qoe  por  Id  dicha  gbberoa^ion  á'él  loca  y  «tañe  la  drcha 
cédula,  é  qm  le  pide  é  requiérela  cumpla  é  guárate  cotoo 
eaelta  secootieae;  dónde  no,  que  lo  conlrarío,  haden* 
do  proieala  qoe  todas  las  costas  é  danos  é  escándalos  é 
otros  perjaicios,  que  ¡por  lo  no  gaardanr  se  paeden  é  po- 
dráo  seguir»  de  lo  ¿obrar  de'sú  pereboa  ó  bienes,  é  de 
quien  con  derecho  deba,  é  que  será  á  sn  culpa  é  cargo, 
¿DO  á la  del  diobo só  parrle;  é pidiólo  por  testimonio. 

£  luego  el  dicho  Francisco  Vazqueis,  díxo:  que  res* 
poDdia  é  responde  lo  que  respondido  tiene:* siendo  pre- 
seales  á  lo  quo dicho  es,  por  testigos,  Andriés  Dorante 
é  Herbando  Bermejo  é  Rodrigo  de  Velasco»  estántea  en 
la  didfaaf  ctudad. . 

E  después  de  lo  susodicho,  el  dicho  diá  é  mes  é  año 
susodicho,  el  dicho  Alvaro  de  San  Jurjo,  en  presencia 
de  mi,  é)  dicho  escribano  é  testigos  yuso  escripios,  pidió 
é  requirió  al  dicho  ilustre  Sr.  D.  Antonio  de  Mendoza, 
Yísorey  desta  dicha  Nueva  España,  que:  por  cuanto  al 
derecho  é  justicia  'de  su  parte  conviene,  le  mande  mos- 
trar la  provisión  de  Su  Magestad,  por  donde  se  ha*  de 
proveer  gobernadoír  pera  la  dicha  gobernación  de  la  di** 
cba  Nueva  Galicia;  é  luego  ei  dicho  sefior  Visorey,  díxo: 
qoe  era  contento  ése  la  enseñó  é  mostró,  la  cual  díxo 
que  estaba  en^ Manco,  que  aun  no  estaba  proveída. 

B  luego  el  dicho  Alvaro  de  Saojurjo,  en  el  dicho 
nombre,  pidió  ó  requirió  at  dicho  señor  Visoréy,  que  á 
cualquier  persona  que  hubiese  de  ir  por  gobernador  á 
la  dicha  gobertiacion,  le  mai^dase  que  cumpliese  la  dicha- 
códula  é  provisión  de  So  Mageslad  como  en  ella  s^e  con- 
tiene;' pues  á  él  como  á  persona  que'estaba  en  lugar  de 
So  Magostad,  conVeaia  mandarlo,  é'qüe  nfQ  diese  Iqgar 
á  que' nenguna  pei*soDa  loése  ni  embiase  á  la  gobefroa- 


376..  DOGVüKifTOs  iiüwnos 

cioi^  d^l  diclaio  siü  parte,  d^od^  n<H  lo  cDotrafio^  bdoieiidd, 
q^e,pro(esld)»|i' y  protestó  ooQira  lodo»  los  eae^odalosé 
danos  que  por  do  k)  epnp^plir,  se* piHÜesep  aeg^ir  al  diioho 
su  parteé  ásu  geo(e;B compañía;*  oque  Ip  pedia  é  pidió 
por  testiú)OivÍQ  para  guarda  de  su  derecho;  áieodo  pre* 
saotes  por  tesligoa,  Xua-n  .Gano  é  D.  Xriatab^  ealanies  é 
vecinos  ein  la  diolia  ciudad.  >  . 

E  despups  de. lo  susodicho»  .en  ta  dicha  ciudad  de 
México,  en  :Qcbo  dias, del  mes  de  Setiembre  de  mili  é 
quiníeolos  é  Xr^inta  é  ochojaños,  pareació  el  dicho.  Alva- 
ro de*Sai)jurjo,  m  el  dicho  nombre,  ó  pidió .  á  mí,  el  di- 
cho esc  riijaoo;  le  diese  por  fée  é  tesUmpnio^í  signado  eo 
manera  que  haga  fée  tO'Jo  lo  susodicho,  c^ooio  aato  mí 
babia  pa^ftdo,  para  guvarda  del  derecho  de'  su  parle;  é 
yo,  de  su  pedimento,  di  el  pi?esente  tcsijtnonio  firmado  é 
signado  con  .mi  sigiio,  seguiid<que  ante  «mi  toida  pasó 
en  la  forma  é  manoru  suBodicha.  .Testigos  que  fueron 
presentes  á  io  que  dioba  es,  Juaa  MarUaez.de  Soria  é 
Diego  de  Zamora,  leaiigos.r^E  yo  el  dicho  Juan  de  Tor- 
quemada^  esQribano  de  Si.  MageMad  ó  au^  nOlArio  públi- 
co en  la  su  corteé  en  iodos  los  sus  reynos  é  seápries,  la 
escrebi  segund  ante  mi  p^só,  é  6oe  aquí  mJD  signo,  á 
lal, — Hay  un  Bigoo.-r-Bn  testimonio  de  verdad. — luaa 
de  Torquemada,  escri  baño  de  Su  M.agostad* — Entré  dos 
r6bri<^as.  -      •    • 

En  la  villa,  de  Madrid,  á  veíjaleó  tre^  diasdel  mes  de 
Abril,  lo  .presentó  Juan  de  Barruiia,  en  «nombre  del  Ade- 
laptado  D.  He  ri»ando  de  S<)io«*-rHay  .tii:n^  rH&hrica. 
.  Muy  po  derosos  SeftOi;^»ri^El-  liceqoiado  Villalobos, 
vuestro  físca^l,  respondiendo  A  estas  peticiones  presenta- 
deis,  por  parte  de  Di.  fiern^ndo. Cortóa^  Mai'qués  del  Valle, 
ó  pqr  parto  de  Nuno  de  (^ustMiü,  é  por^partiodel  Adclan- 


< 


tadoD.  PadrodeAlyar^Q^GobQr.Qa<JU)rde.la  provincia  de 
Guatemala,  ó  por  p8rle.del  Ade  lapt^o  $oiOy.  Gobernador 
delafiorida,  €fa  q¡ii0  lui^f  etp  cad^  uno  por  si  pidt;  la. 
nueva  cooquwtSi  de  l^s  cijid^dea-que  jQuevau^ente  se  bai^. 
de^cobierlopor  mano  de  D.  Aploqio  de  Mendoza,^  vues». 
tro  Viftorey  de  la  Nueva  .Espinas  que  en  vuesiro* nombre, 
lo  embió  á  descobiur  y  qq^  en  efeto  cada,  uno  d^  lo^  suki 
sodicho9.  intenta  á  depir.quela  perteue^ce  Ja  dicha  .go* 
beruacion,  diciendo  ;6er  de  su  cónquisía  ^.capitulación, 
segaBd<|ueen  ^us  p^cáf^fieñ  á  que  .roe  refiero,  mas  larga 
secontienp,  digo:  .<}i^  Yuiestra  4(lteza  no  d^be  maudar 
hacer  cosa  alguna  de  io  por  los  sobredichos  pedido  ni 
poi*  alguno  dejlos,  por  io  siguiente:        ¡ 

Loono,  porque  njngunq- de  los  sobredichos  es  parte 
ni  les  compete  derecho  ni  abcLon  Alguna  á  lo  que  iuton^- 
tac,  ai  las  que  ^ dicen  capitajaeione^  se  eslieoden  ni  ja* 
hiaii€niiqueliode,quei^ra.3«.tra^i{  ni  dello  se  pensó 
nilt-atóal  iieasipa  que  se  celebraron  las  dichas  capitula- 

Lo  o^o,  porqiie  por  lo^mesmo  qit^  las.  partes  contra^ 
náa  alagan  unos  contra  otros»  semanifif^^ia  notoriamente 
DinguDO  dellos  teoQr  eli  disrecho^-  á.  lo  que  intenta;  é  loa 
ooos^ñrmanq^^  no  entr^/aqu^Ma  en  la  capitulación  de 
loa  otros,  é  los  otros  alegan  que  no  eiMfa  ea  la  capituiat 
cíon  délos  otros;  éeosi  por  sus  mi&im^s  alegaciones. oons^< 
ta.todod  ellos  estar  escli^dos  :é  ágenos  de  io  qu^  intentan; 
é  aaaí  pido  é.  aupltoo  é  \  ue^tra  Alteza  lo  n>ande  de^ 
clarar.  i 

to  otro,  por  quef^te^desoobri miento  sefíjEO  por  roap-. 
dadp  de  vaesti^o  Yisorey  en  noQpi>re  é  á  cos(a  de  Vuestra 
Alteza  já  no .^on  ninguna  dcUosí,  oí  conforma,  á  los  que 
dictan  sus  capitulaciones,  é  .si  otr/O  partiov^la^r  Jho.biera  ba*> 


\  I 


378  DoccmimM  iitiuTod 

che  el  dicho  descobnmiento  é  no  eú  nombre  de  Yoéstra 
Alteza  como  se  hizo,  tóbíerbn  cblór  las  ¡parted  contrarías 
cuando  se  comprendiera  en  su  t^piluiacion,  decir  que 
otro  ninguno  |)artfcular  podía  descobrit'  ni  conquistar  en 
ellas  por  debaxo  desla  generalidad  que  ninguno  pueda 
descobrir  ni  conquistan;  DO  se  entiende  Vuestra  Alteza 
haberse  ligado  las  manos  para  tío  poder 'descob^ir  édbn* 
quistar,  porque  en  el  éermon  general,  la  persona  que 
habla  se  entiende  esceptá,  é;no  Be  comprehende  debaxo 
de  la  prohibición  genércil,  cnanto  mas  que  por  ninguna 
vía  se  comprehende  debato  de  alguna  de  las  dichas  ca- 
pitulaciones. 

Lo  otroy  porque  es  ca  so 'negado  t|ue  lo  que  dicho  es, 
cesará,  que  iió  cesa  pretendiendo  cómo  pretenden  to- 
todas  las  partes  contrarias  que  les  pertenesce  por  sus 
capitulaciones,  por  evitar  discordias  ent^ellos,  y  es- 
cándalos que  comundmente  suelen  acaescer  en  cosas 
semejantes,  especitíloiérile  en  las  Indias  é  partes  tan 
remotas,  dó  no  tan  fácilmente  Vuestra  Alteza  puede  ser 
informado  de  lo^ue  paisa  para  remediar  los  inconve- 
nientes é  daños  que  suelen  acaescér;  es  cosa  conveníen-. 
te  á  aun  nescesaria  que  Vuestra  Alteza  no  consienta  que 
ninguno  de  los  sobredicho^  vayan  ni  embien  al  dicho 
descobrímíenlo,  porque  seria  aKerar  é  destruir  la  tierra, 
de  <:fue  Dios  sería  muy  deservido,  é  Vuestra  AUeza  asi^ 
mismo;  y  pues  en  nombre  de  Vuestra  Alteza  se  ha  4es* 
cobierlo,  y  ninguno  há  merecido  partes  como  pretenden 
llevar  por  los  descobrimientos,  é  todo  enteramente  per- 
tetiesceá  Vudstk-a  Afteza;  pídoé^orpNoo  á  Vuestra  Alte- 
za mande  á  las  dichas  pérrtes  éoatrarias  que  no  vayan  ni 
embien  á  la  dicha  conquista,  é  mande  proveer  que  se 
conlif&ue  él  dicho  destiobrhniento  éconquista  en  nombre 


I 

de  Víieslra  Alteta»'  como  pót  su  Visorey  ise  ha  obmenza- 
do;'éi)ídoja8t¡cía  é  coalas,  é  vuestro  Real  lóficío imploro- 
negando  lodo  lo  pérjudib?al.-^Haj^  una  rúbrica. 

En  Madrid  á  veinte  é  citipo  de  Mayo  de  mi  qüioieft-" 
tos  cuarenta,  la  presentó  en  ei  Consejo  de  las  Indias  dé 
Sa  Mágestad  el  licenciado  Vilfalobos,  fiscal; 

Los  señores  del  Consejo  mandaron  dar  the^hdo  á  las 
oTras  parles  é  qne  respondan  dentro  de  tercero  diá . 

Este  dicho  dia  lo  notificfné  á  fSigo  ^Lopéz  de  Mon* 
dragoii  en  nombré'  del  Marqués  del  Valle. í— Hay  una  rú- 
brica. 

En  Madrid  á  veinte  é  seis  dias  dé  dicho  mos,  lo  noti- 
fi(]ué  á  Sebaátiaii  Rodríguez,  procurador  del  dicho  Nnno 
dé  Guzman,  y  á  Francisco  de  Avila,  en  nombre  del  dicho 
Adehntado  D.  Pedro  dé  Alvarado,  y  á  Juan  de  Barrutia, 
en  nonibre  del  dicho  Adelantado  D.  Hernando  de  Sdtd, 
que  todo¡3  tres  estaban  presentes. 

Llévase  este  proceso  ál  letrado'  de  la  parte  del  Mar- 
qués del  Valle,  en  Madrid  á  veinte  é  seis  dias  del  mes  de 
Mayo  de  mué  quinientos  é  cuarenta ' anos,— ^Ha y  una' 
rubrica.  '  '■ ' 

Presentada  en  veinte  é  Cuatro  de  Mayo'  de  mil  é  qui- 
nientos cuai*entaat¡os:'' 

S.  C.  C.  M.— Juafl'de  Barriitíá,  en  noratre  del  Ade-^ 
lanlado  Sotó,  dice:  que  por'  otras  peticiones  tiene  pedido 
é  sbplícado  á  Vuestra  Mageslad,  mande  álvuestro  Viso- 
rey  dé  \á  Nu^e va'  España,  ijue  sobresea  en  la  entrada  de 
la  gente  a)  nuevo  descobrimientó,  hasta  tanfo  que  por 
Vuestra  Mágestad' sea  visto  el  proceso  de  pleito  que  so- 
brero sé  trata,  é  ntincá  se  ha  prbveído  cosa  alguna;  su- 
plica á  Vuestra  Mágestad,  que  pór'óbiarlós  escándalos 
é' muertes' qué  podrían  subcedéi",  mahdedár'sa  Cédula 


38^  j>QCiiiiKirrqa  ifQUiirqs. 

P9:^a  el  dicbp  Visprey,  que  SQJ;)re4^  c^o  1^  oi9bia43i49  la 
(}icha.  g^ate»  basta  tanto  qup  par  Y^^s^rf)  M^f^eataid  s^ 
determinado  el  dichQ  pleitfO;  para;  Iq  cpal  el iR^al :  .(j^jG^ciQ 
de  VMe6ir9  Mag^eatad  implore^— r^uaif. 49  Bsirnil¿a!>-^ay 
una  rúbrica. ,        ,     .  .  -  ; 

Presentada  en  veinte  é  seM  de.  Jldayo  de  mili  i  qoi- 
meptp^é  cuarenta  anos;.  . .  ^ 

S.  C.  C.  M. — J uan  de  Barruíia»^0Qail>rQ)4^1  Ade- 
lantado Soto,  pidoó.auplicoá  YueatrjiIVIdges^c)  m^o^an- 
d^idar.trfí^l^do  de  4^alqujyar,9p$a'qi||;  pqrp^rAe.d^l  Viaai 
rey  é  Marqués  del  Valle  se  pidiese,  tocante  al  nuevo  d^- 
cQbriwento;  é,  siüda^in^  tra3Mo  yues^i:^  ;Magd^t9.d'  no 
ma^de  proveer  cosía  laguna;  papa Jo  ci^U  etp<*— Boyuna, 
roñica.  .    ..^ 

Enbi  villa  de  Madrid,  estafidoenella  la  corteé  QoPí 
spjo  de  Sus  Magestades^  á  v^jnleé/Ochct.fJijB^  del  mentido 
Mayo,  ano  del  nascímientp  de  ni:(eslrQ|^alyador  J.e^^cri^, 
lo  de  noül  é  quioientog  é  cuar^ajla  aao^  ejx  j^re^^qi^  de 
mí  el  escribano  é  teali^s,  de  yoeo  .  esQripU>s^'  p.aí;e8Cf0 
prefei^U)  Francisco  4e  A v4a,  estaalf^  en  ;^8tfi.  q6rle,  é 
díxo:  que  por  virtud  del  poder  que  há,  é  tiene  de|j^or 
Adela^^^OiD.  Pedro^ideAlvaradOj,  i^^e^tá  i^esei^d^  en 
un  pleito  que  dicho  señor  Adelantado  tri^  cc^n  .Jua^.de 
Empinar,  en  su  luj^ar,  y  6a  el-  dicho  npmbre,  ^ostituia  é 
8Q9t^luyó  á  Alopso  de  SaaJuan^KSolicitador.  d/e,  catisps  en 
eaWi  corle,  é  le  daba  el  mipn^o  poder  quf¡\^  é.iienei  ^^l, 
dicho  señor  Adelanl^i  para.^pdaa  la^  poaa^  y  Pf^sp^  ^ 
ejl  dic^o  poder  contenidas,  ^^;l^.re^yal)^e^  forma,  sq-. 
guod  '^lera  relexAdo,  é,  obligal^a.  loa  ))jeiies^  4^  l^f^'ifil^ 
dc|9>  é  lo  otorgab^L  é  otorga  aatQ  oaI^  el,  dic|)Q  ^riJ^^o, 
ijio  firaió  de  aa  QQn4)r9,  siendo»  pc^.^ies  «por /ostugo^, 
íqaft  de  I^yail^o,  ^  l{^dco;Cjiweii^..dp  Í58gwvfll,,é  ^r 


biaktian'dé  Bleréna,  esUmte^'en  esW  éórre;-^FraAbisco  de 
Avife.-^Hayiiba  fúbnéa. 

'  Presentó  ante ''mi.  ^Jiíat)  Péroajidez  de  P&rede&.-*^ 
Eólré  dos  fábríéád. 

FréSi^tólo  el  dicho  dia,  Atoaao  de'Sao  Juan,  parase 
mostear  páHepót^-él  Ad6taft<adYi  D.  Pedro  de  AlVaradtf. 
— Bay  ttha  rábi^icaf;  • 

May  poderosoír'SeSoréa. — Joan  deBarrutía  en  nofv- 
brede  D.  HéHnarrdb  de  Solo,  vueati'o'  Adelantado  de  la 
Florida,  respondiendo  á' la  petición  preaenladapor^l  ti- 
cenólado  Villalobos,  vuestro  fiscal,  é  habiéndola  aqol  por 
repelida,  digo:  qje  sin  etnbargo^de  lo  p^r  él  dicho  y  ale- 
gado,  se  debémamláfr  hacer  6 proveer  segund  que  ten* 
go  pedido  y  suplicado,  por  lo  siguiente:  lo  primero,  por- 
que para  eéte  negocio,  el  dicho  fiscal  no  es  parte  porque 
6  preteddé  que  1a  conquista  que  D.  Antonio  de  Mendo- 
sa, Vlsorey  de  la  Noeva  EspaSa,  quiere  hacer  dé  las 
(ieri'as  deque  nuevamente  se  ha  tenido  noticia,  sé  ha 
de  hacer  á  costa  de  Vuestra  Alteza  ó  del  dicho  Visorey; 
y  si  á  costa  de  V\iestra  Afteza  lo  hubiese* de  hacer,  mas 
seria  en  dafio  dé  vuestro  patrimonio  Real  qne  no  en  pro- 
vecho, pues  iiay  quien  para'  en  vuestro  Reat  seinriciü^ 
hace  la  conquista  á  so  costa;  y  si  pretende  que  se  ha  de 
hacer  á  costa  del' dicho  Visorey,  asi  iiiesmo  el  dicho  mi 
parte  lo  quiere  hiaicerá  la  soya,  y  todo»  es  para  Vuestra 
Akeza;  por  manera,*  que  no  hay  causa  ni  rázoo  para  qde 
en  vuestro  Reat  nombre  sea  defendida  la  causa  del  di6fao 
Visorey,  ni  para  que  e\  dicho  fiscal  sobre  ello  sea  oidó; 
lo  otro^  porque  el  dicho  mi  parte,  es  parte  para  lo  ^qoe 
tiene  pedido,  coñfOfdie  al  asiento  y  capitulaeioo  qo'e 
Vuestra  Atteza  6on  él  hizo,  y  d  huevo  descobriiliiieúlo 
de  tierra  qtiese itiaiereeonqoistar,  está  incluso  é dentro 


*  382  ,  DOCiniiiiTpft  ufBAiTOi 

4e  ios  Ikziitefl  y  denaarcacioD  cma.coQ^tti^ta}  ppr  y;9^ 
tra  Alteza  dada  al  dicho  mi  partió;  lo  QlrOj,  jpprq[ue,  no 
quita  el  derecho  de]  dicl^o  tfú  parle,.  ,balier  ooairadicion 
de  otras  personas,  y  que  digan  no  cqqiprebeadersQ  Qst^ 
Ue^r^en.l^  capituldpion  dol  dicho,  roi .  par^;  pprqiie  la 
verdad  ^s»  que  pe  ,coppr9^Q4^  oofna  p^racia  por  )a 
verdad  é  averiguación  que  dello  se  hlcie/^e;  k)  otro,  por- 
que bai>iéadoae  Qproprehendido.  en,  U  c^pitul^ion  y 
asiento  del  diobo  mi  parte,  ea  la  cual  ^ecompr^eo^dela 
Qonquista  de.  {^áofilo  de  Narvaez.é  del  l^i^A^iado  AyÜQD, 
po  se  comprehepdio  en  la  capUujacioo  del.M|ir(}U£3  del 
.Valle,  porque  en  ella,  e^esa(MQn,t^,  ^li  ac^^ado.loqu/Q 
.se  comprebpnde  debajo  de;la3:  coAquísf^  dadas  á  los 
dichos  goberoadores^.jQi  jo^Qnps  se  epu()prebendo  ep  la  de 
Ñuño  de  Guzm^i).  ni  del  Adelar^iadQ  AlvaradQ,  y-  no  (^m- 
preh^diéudose  en  ellas,  no  perjudioaam^l^/itclip  mJi}pa^- 
^su8pcdM.I^enU>^.y,coalrai^ciQnQS¿.Io  otf9,  pQfiqpe  en 
.  ipuiqpl  i  miento.  de|l  asipn^o  y  oapitqlaciqn.  hacha,  con  el  di- 
Qhowi,  parte,  ^l.jj¡?0  muy  grande^  épstq^,  y,;  costas;,  y 
.para  efectuarlas  y  para  conguislar  .y.. pacificar,,  y  pon^r 
(deb^;8^o  de  vueslrg  Real  servipio  U  (ierra  ppmpreheadj- 
da.^  la  dicha  su .cftpitulapiojQ,  parUí^de  España  dentro 
^el  lieippo  quie  era  obijgado,  i^on  fifo^f^?  t^?'^^'^^  Y,  Q^P 
,Jo;íaiS.de  seiscienLp^s.e^pañpl^.d^  pié.y.4eiá,j?ab?il^p,  y  to 
,comei^(it4|p  á  eotvfij:  j>or  laüerra  eou.l^idichf^,  ^^n^ef  é 
siendo  e^to  ciusí  coufprme  ^  justicia,  99  ^e^ic^pued^^qui- 
í^  la;dipba  copqpistpj  lo  otro,  .por4<ife,#9S^,  t?|efmo  n/a^qui- 
^?pi  prejudica. al, derecha, di  ml^parlp»  hjibj^rse.  tenido 
, íioíicia .ji^í  la.di,(^..lierc^¿>or.Mn,frailp,.y..q|^.,3q^^^^  fue- 
,se,p9r  manda^jip  d^  YwjBalra  AUej;ft,<i  f|^  .yu^stríj!  Yisji^/t^y, 
,j)¿i:qiia  te  .coj?quisl\quq  se  dió.pl  .c|ichp,  igipfijrte Ju?  por 
o^ifj  de  poa^f alacien,  qu.e  V^iefiítiríi^lJ^  Í¿^^:j9PÍ  l^kíí^^ 


MU>  JMBBPÍO  91  MOMAS.  .,383 

cfuapUmieoto  de  ella,  el  dicho  mi. parte,  (la  hecbo  mu- 
chos gaatoi  como  es.aotQrio  y  ha  .e^vpei^qdo  á  cumplir- 
la; y.  siendo  esto  a^U  Vuestra  ^ Alteza  cooforme  á  justi- 
oia,  le  debe,  o^aodar  guardar  y  cuippUr  la  dicha  capitu- 
Iiicíod;'  lo  otro,  porque  la  ooticia  quedió  el  dicho  fraile 
de  la  dicha  tierra,  oi  es  conquista  ni  pacificacioli.  oi  cosa 
ponqué  ^€^  le  quite  derecho.  alguQp  al  dJQbo  m  parlQ;  lo 
Otro,  porque  A  voes^tro  Real  servicio  coa  viene  mucho 
mas  que  la  dicha  cooquista  y v pai^ificacloo . ae  haga  ppr 
el  dicho  mi  parte»  que  oo  por  e^  dicho  Yisoiey;  porque 
agora  se  liaga.por  el  udd  6  por  e^l  otro,  lodo  es  para  Vues- 
ira^Altexia  ypara  suCoroua  Real;  y  hacerse  por  el  dicho 
Yisorey,  eseQ.de$erviciodeyu$istra,Alte«fy  porque  hs 
de  aaicar  y  saca  la.g6ote.de  la  Nueva  Empapa,  y  hace  grau 
&ita  eo  ella,  y  el  dicho  mi  parte  Ue^yó  la  gente  de  É^pa* 
ña;  lO'Otro^  porque  si  el  dicho  Visorey  se^movióá  hacer 
la  dicha  conquista,  fué  comoa  mao^^ieatos  é  prohibí-* 
cienes  espr^aas  de  Yuesira  Altgxa  y  QQQtra  púa  <>édula  do 
la  Emperatriz  n^eaüta  Si^Q{:a„sqi^siá  ea  .gloria;  por  la 
caal,  Qspr«fiafDeole,;mandf^.al.'diicho  Yispr^y  que  no  ^o- 
víase  á  coi^quistar  aii^una  de,)a8  tjpiTas  comprehendidas 
ea  el  asiento  y.  capitulación  d^l  ,dicbo .  Adelantado  don 
Hernando  de.Spto»  (a, cual  lO;  fu^  pQtifi^a  y  por  él  obe- 
descida,  y  desfif^ct^  yj^ndo^^^^idras^elia  ha  hecho  fcente 
eo  la  dipba  Nue^va.  I^pañjn  y, .la  ,hja;  en^bvado  ^l^  dicha 
Uerr^y .eofl^táqdole,.  coaio  Ip.  qpQ^tó^.que  .e(, dic))0  ini  parte 
iba  áeiU  4^.0 -miiy. (aliena  y )  harta  g^pt^.,  y  armada;  yjo 
quel  dicho  Yi^or^y  ^a,§&to  ha.b§cbo,.  qo  (Sols^mente  ao 
babrá  d^jsfjr  jdefendido  ppi;  ei..dicl)p  fi^al^  pe;*o  antes  él 
había  eje  p^dir  el  remedio  '4^1(^,^prf>ciui'.^q  qi^e  el  dicho 
Visorey  hicie^  rpíyer  l^g^m^ppfíMKr.  in^ftivyenip.nies  y 
deservicio  de  Vuestra  Alteza,.,  qu^  ,4?  ji9  contrario  po- 


384  Mcuttirrofií  únbit^ft 

drían  recpecer  coaib;éÍ  ínesmo  coafiesarlo  otro,  porque 
'  pues,  el  dicho  mr  páífie'cumple  con  so  capitülacioá,  como 
dicho^s,  y  va  don  da  Jf^ersona  y  lleva  4a  gente  nescesa- 
ría  pílra  la  dicha  conquista,  el  dicho  Visorey  no  pado  te- 
ner motivo  conveniente  Á  vuestro  Real  servició,  pafra 
embtarél  á  hacerte  ;* antes  hatria   mnohos  respectos  con- 
venientes al  sék^vrcio  'úé  Dios  y  de  Vnestra  Alteaa.pana 
dejar  de  hacerla  el  utio,'  y  nías  principa)  ésqiie  yendo 
dosexércjtos'diferehtes  y  cori  diferentes  capitanes  á  ha- 
cer la  dicha  conquista'  y  pacificaciod  de  una  mesina 
tierra,  isi  se  topasen  en  ^la,  es  cierto  y  n^nifiestoségond 
la  condición  de  lá  geiíte  de  gderna  y  coíno  sé  tía  móalra- 
do  por  esperiencia ,  q«ie  no  solameriCe  no  conquistnrlan 
lii  paci^arian  ta  tierra,  mas»  afntes  convertirían  tas  ar- 
mas'y  fuerzas  e<  ira  ejército  centra  et  otro  y  se  perderían 
entrambos  ejércitos  y  toda  la  gente  ó* la.  m^v^r  parte 
della,  y  seria  causa  para  lebantar  la  gente  de  la  tierra  y 
amostrarlos  á  pelear  y  mnta^  á  tos  qtze  quedased;  por  ma- 
nera, que  de  embiar  el  dicho  Vísorey  la  dicha  g^aMie  por 
el  concurso  que  quieren  hacer  con  la  del  dicho  mi  parte, 
da  ocasión  á  que  mueran  los  unos  y  los  otros  y  á  qae 
ninguno  detlos  haga  la  conquista,  y  á  que  los  indios  na- 
turales de  la  tierra  no  vengan  en  conoscimiento  de  Dios 
Nuestro  Señor,  y  á  que  qtiedeo  alterados  ^  con  armas,  y 
aviso  para  pelear  contra*  el  e&éroito  que  -  Vuestra  Alteza 
después  quisiese  embiar  á  conquistar  la  dicha  tierra;  el 
otro  es,  que  saca  la  gente  do  ta  Nueva  1S5;paná,  qúees 
tfotorío  cuan  necesaria  es  en 'eHa;  «1  otrO' es,  que  que- 
t>rantá  la  contratación  y  capittilacion  que  nuestra  AUeta 
hizo  con  el  dicho  mi  pqrle;  el  otro  es;  que  va  contra  la 
x^édula  y  mandamiento  expreso  dé  la  Bnóperratriz  nuestra 
Señora,  y  sigMéndose  danos  é  tncoiivenlentes  tan  gran- 


< « 


DB.  AECBIVO  OK  llflHAS.  385 

des  de  lo  qoe  el  dicho  Visorey  hace,  y  no  teniendo  jas- 
licia  para  ello,  el  dicho  fiscal  no^debia  favorescerlo,  oi 
se  había  de  coDseniír,  ni  se  le  habia  de  dar  audiencia 
para  eUo;  por  ende  á.  Vuestra  Alle:^a  suplico^  que  sin  em- 
bargo de  lo  por  el  dicho  fiscal  dicho  y  alegado,  mande 
hacer  eo  lodo,  segand  que  por  mi  párteosla  pedido  é  su- 
plicado, mandando  al  dicho  D.  Antonio  de  Mendoza  y  ¿ 
cuakfuier  otra  personaque  hubiere  embíado  gente  á  la  di- 
cha conquista  y  que  la  hagan  volver,  y  dejen  proseguir 
y  continuar  al  dicho  mí  parle  la  conquista  y  pacificación 
de  la  dicha  tierra  nuevamente  parescida  y  compreben- 
dida  en  la  capitulación  y  asiento  del  dicho  mi  parte; 
y  guardando  y  administrando  justicia,  y  cumpliendo 
la  dicha  capitulación,  mande  proveer  y  remediar  de  ma- 
nera que  no  haya  escándalo  y  sí  ve  I03  inconvenientes 
que  se  esperan  mandándolo  proveer  con  brevedad;  y 
para  en  lo  necesario,  el  Real  oficio  de  Vuestra  Alteza  im- 
ploro y  pido  cumplimiento  dejuiticia  y  las  costas. 

Otrosí:  á  Vuestra  Alteza  suplico  que  para  que  mas 
claramente  conste,  como  lo  tengo  dicho  y  alegado  es  ver- 
dad, é  que  la  tierra  nuevamente  parescida  está  compre- 
heosa  en  los  límites  y  demarcaciones  del  asiento  y  capi« 
tulacion  del  dicho  mi  parte,  que  mande  hacer  todas  las 
averiguaciones  y  liquidaciones  que  parezca  que  conven- 
gan y  sean  nescesarias;  y  para  ello,  etc, — Hay  un  signo. 
— Juan  de  Barrutia.--*Hay  una  rúbrica. 

£n  la  villa  de  Madrid  á  doce  días  del  mes  de  Ju- 
lio de  mili  é  quinientos  é  cuarenta  anos,  la  presentó 
eo  el  Consejo  de  las  Indias  do  Su  Magostad,  Juan  de 
Barrutia,  en  nombre  del  Adelantado  D.  Hernando  de 
Soto. 

Los  seBores  del  Consejo  mandaron  dar  traslado  á  las 
Tomo  XV.  25 


366  DocüiiKNiros  niáDiTOft 

Otras  partes,  y  que  respondan  dentro  de  teroero  dia.*— 
Hay  una  rúbrica. 

Esle  dicho  dia  io  notifiqué  á  Iñigo  López  de  Mondra- 
gon  en  nombre  del  Marqués  del  'Valle. — Hay  ana  ru- 
brica. 

Muy  poderosos  Señores. — ^Iñigo  López  de  Mondra- 
gon  y  en  nombre  de  D.  Hernando  Cortés,  Marqués  del 
Valle,  respondiendo. á  una  petición  presentada  por  el  lí* 
cencíado  Villalobos,  vuestro  promotor  fiscal,  é habida  por 
repelida,  dijo:  que  sin  embargo  de  lo  en  ella  contenido, 
que  no  es  jurídico  ni  verdadero,  se  debe  hacer  é  proveer 
é  determinar,  según  é  como  por  parte  del  dicho  Marqués 
-está  |:)edido  é  suplicado,  por  lo  que  tiene  alegado  y  pre- 
sentado, y  por  lo  siguiente: 

Lo  uno,  porque  i:l  auto  é  proveimiento  que  por 
Vuestra  Alteza  fué  pronunciado  en  todo  oquello  ques  y 
puede  ser  en  favor  del  dicho  Marqués,  por  sera utoridacj 
do  cosa  juzgada^  porque  no  se  pudo  dello  suplicar,  ni 
hubo  ni  hay  cansa  legitima  para  que  el  dicho  fiacal  supli- 
que, ni  fué  suplicado  por  parte,  ni  en  tiempo,  ni  en  for- 
ma; y  como  cosa-pasada  en  cosa  juzgada,  ó  á  \o  m^nos, 
justa  mente  proveído,  fué  mandado  por  Vuestra  Alteza 
que  se  asentase  y  sortiese  eféto,  denegando  espresa  é 
-tácitamente  ta  pretensa  supUcaciondel  dicho  fiscal 

Lo  otro,  porque  no  se  hallará  ni  probará  con  verdad, 
que  D.  Antonio  de  Mendoza,  gobernador  de  la  Nueva  Es- 
paña, haya  hechoel  descobrimientoquel  dicho  fiscal  dice; 
porque  verdaderamente  yo  he  hecho  descobrir  y  por  mi 
causa  se  ha  descobierto  la  provincia  de  Civola,  de  que 
se  hace  mincionen  la  petición  del  díóbo  fiscal;*  pues  e^ 
notorio  y  así  lo  tengo  provado,  íquel  dicho  descobri* 
miento  ee  ha  hecho  por  mi  parte  y  por  los  capitaoes  y 


Dix  A^finrvo .  m  iupus.  887 

gente  que  yp  he'eaviaiJQ  ep  las  aro^^iias  qw  be :  hecho; 
y  qne  nunca  J9más  ae  tuvo  Qviao  ni  iQieligencia  deata 
therraé  provineria,  ni  <jkLdesoobrímiei)todella,  haalaian- 
to  que  ppr  mi  parle  é  por  dicha  geole  foé  descoblerta. 

Lo  otro,  porque  eis  cosa  muy  notoria  é  que  do  se  pne* 
de  negar,  qjue  se  aj^mprehecde  é  incluye  en  los  iimiles  é 
demarcaron  de.  la  gobernación  del  dicho  Marqués,  la.di- 
cha  tierra  é  proviucia,  según  el  tenor  y  fornaa  de  la  capi- 
tulación é  contratación  que  por  Vuestra  Magestád  y  por 
su  Real  mandado,  se  tomó  con  el  dicho  Marqués;  ó  para 
la  evidencia. é  averiguación  desto,  no  es  menester  que 
bayadilacioQ  nr  términos  de  pnovanza,  aino  que  Vuestra 
Alteza  mande  parescer  ante  sí  á .  los  cosmógrafos  é  hom* 
bres  espertos  en  estas  cosas  qae  residen  en  esia  corte  y 
60  su  comarca,  y  les  mande  que  con  juramento  declarra 
lo  susodicho;  y  cualquier  persona  de  buen  entendimien- 
to, aunque  uosea  cosmógrafo,  ni  piloto,  que  vea  la  aguja 
del  marear  y  la  escritura  4e:la  dicha  Capituiacion,  conos* 
cera,  claramente,  quel  dicho  Marqués  tiene  justicia  noto* 
ría  y  que  indebidamente  ha  sido  y  eá  molestado  sobresté. 

Lo  otro,  porque  lo  que  Vuestra  Magestad.  tiene  con* 
tratado  y  capitulado  con  el  dicho  Marqués,  no  so  puede 
alterar  ni  inobar  en  cosa  alguoa;  parque  mediante  la  di- 
cha capitulación,  fué  y  esté  adquirido  derecho  al  tficho 
Marquéa,  por  via  de  contrato,  al  cumplimiento  del  coal 
esCá  obligado  Vuestra  Atteaa,  según  é  de  la  manera  que 
se  obliga  el  privado  é  particular  qu^  contrata,  e^p^oial-* 
mente;  ha bi^ado  cumplido  tan  enteramente  el  diebo  Mar« 
qui^a,  como  ha  cqmpjido  é  cumple  lo  que  por  su  parte  Í9é 
debió é  deb^  cumplir,  parala  eseocion.de  loiconie^ido 

* 

en  la  dicha  capitulación;  é  habiendo  en  ello  gastado' 
hasta  ^ora  in^ais.de  doscientos  é  cuarenta  mttb  docados 


388  WHxaEsnúá  nrfwrót' 

en  cuatro  é  cinco  armadas  que  sobrelio  tiene  hechas,  y 
con  esta  se  escluye,  manifiestamente,  todo  lo  quéS  dicho 
fiscal  dice;  por  ende  pido  é  síuplico  á  Vuestra  Atleta, 
mande  que  se  haga  é  provea  en  todo,  segund  é  como  por 
parte  del  dicho  Marqués  está  pedido  é  suplicado;  y  para 
dio  imploro  su  Real  oficio,  y  pido  justicia  é  las  costas;  j 
concluyo  negando  la  perjudicial. — Hay  una  rúbrica. — 
loigo  López. — Hay  una  rúbrica. 

En  Madrid  á  doce  do  Agosto  de  mil  é  quinientos  é 
cuarenta  anos,  la  presentó  Iñigo  López  de  Mondragon  en 
nombre  del  Marqués  del  Valle.  Los  señorea  del  Consejo 
mandaron  dar  traslado  ál  fiscal,  é  que  dentro  de  tercero 
dia,  responda  y  concluya. 

Este  dicho  dia  lo  notifiqué  á  el  licenciado  Villalobos, 
fiscal  de  Su  Magostad,  en  su  persona. — Hay  una  r6- 
brica. 

Muy  poderosos  Señores. — Iñigo  López  de  Mondra* 
gon,  en  nombre  del  Marqués  del  Valle,  respondiendo  á 
ana  petición  presentada  por  Juan  de  Barrulia,  procura- 
dor que  se  dice  ser  de  D.  Hernando  de  Solo,  Adelanta- 
do que  £e  llama  !de  la  Florida;  é  habida  por  repetida, 
digo:  que  sin  embargo  de  lo  contenido  en  la  dicha  peti- 
ción, se  debe  hacer  y  proveer,  según  é  como  por  parte 
del  dicho  Marqués  está  pedido  é  suplicado,  en  razón  de 
eale  nuevo  descobrímiento,|por  todo  \o  que  en  nombre 
del  dicho  Marqués  ha  sido^alegado  é  presentado,  que  hé 
acjüí  por  repetido,  (é  por  lo  siguiente:  lo  uno,  por  quel 
dicho  Juan  de  Barrutía  no  es  parte,  ni  lo  es  el  dicho 
Adelantado  Soto,  cuyo  fprocurador  se  dice  ser;  lo  otro» 
porque  muchos  años  antes  que  se  hiciese  la  capitalacion 
y  asiento  de  qne  se  pretende^ayudar  el  dicho  Adelanta^ 
do  Soto,  oslaba  hecha  la  dicha  capitulación  y  contrata^ 


« 

* 


DBL  UCBITQ  ni  OWUf. 


889 


cioQ,  que  por  Vuestra.  Magestad  y  por  su  Real  mandado 
S8  hiw  coa  el  dicho  Marqui^»  y.  por.sa  parte  ae  habían 
gastado  mas  d^  dooieotos  toill  ducados  en  camptimieoto 
della;  por  manera,  que  teniendo  como  tenia  el  dicho 
Marqués,  derecho  adquirído<por  virtud  de  ha  dicha  suca- 
pitul^ion  y  asiento,  ao  se  le  pudo  hacer  perjuicio  algu- 
no; por  lo  que  después  dis  que  se  asentó  y  capituló  con 
el  dicho  Adelaofado  Soto;  porque  s^nn  derecho»  no 
poed^  Vuestra  Altera  alterar  ni  inobár  lo  que  tiene  con- 
tradi y  con  esto  se  escluyei^otoríameotelo  que  por  par- 
te del  dicho  Adelantado  Solo  ,se .  pretende;  lo  otro,  por- 
que para  la  averiguación  d.oate  negocio  no  es  menester 
que  h^ya  térmiao  prx>vatorio  oí.  dUaoion  alguna,,  sino 
que  Vuestra  Alteza,  ixiande  luego  ver  la  dicha  capitula- 
ción,, qoe  con  el  diobp  Marqués  se  hi>o,  y  cuando  llamar 
algunos  cosmógrafos,  é  pilotos^  é  hombres  espertes  de 
cosqs.  dtota  c^^Udad,.  para  qua.  jtMramentados  declaren  la 
verdad  en  presencia  de  Vuestra  Alteza;  y  que  aquello 
que  fuere  declarado  se  prenuncie  pior,  sentencia  é  deter- 
minacioo;  y  ansí  pifio  ó  supliqo  que  se  tenga,  y  pido  jus- 
ticia j  concluyo  negan(j^  lo  perjudicial»! — Blay  nna  rúbri- 
ca.— ^loigo  topez« — Hay  una,  rúbrica. 

En  Madrid,  á  ^toce  de  Agosto  de.mil  é  quinientos  ^ 
cuarenta,  anos,  .k  presentó  en  el  Consejo  Real  de  las  In- 
dias, Iñigo  López  ea  el:  dicho  nombre. 

Los.  señorea  de)  Consejo  mandaron  dar  treslado 
della  á  |a  otra  parte;  é  que  (laf a  bercero  (dia  primero, 
responda. 

En  la.  vina  de  Madrid  4.  seis  dias  del  mes  de  Noviem- 
bre  do  mil  é. quinientos  ^cuarenta  años,  los •  señores  del 
Coos^  mandaron  en  e|  pleito.qoe  se  trata  entre  el  fiscal 
deSuMagestad  y  el  Manques  de]  Valle,  y  los.  Adelantados 


Dj  Pedro  dé  Al  varado  y  D:  HBroaddó  de*  Soto  é  Nofio 
de  Guzhian,  que  dentro  de  diet  dia^  primeros  dfgforehteáj 
cada  Qtía  de  las '  fortes  diga  y  «legofo  en  esta- cáf^sa  lo 
que  viere  que  lé  ooo viene;  coa  apercibí tniOüto  que  coa 
lo  que  dijeren  6ho  dijeren  en  el  dicho  término,  matada* 
ban  haber  é  bebieron  este  pleito  por  conciíiso,  é  qoese 
dé  el  proceso  al  relator. — ^Bay  una:  i^briba; 

Este  dicho  dia»  mes' á  a&o^obre  dieho,  1^  notifiqué 
al'Hcenciado  Villalobos,  fiscal  de  Su  Magostad,  en  su 
perdona. — Huy  una  rúbrica* 

Este  dicho  dia,  mes  é  año  sobredíeho/^  lo  notifiqué 
á  ffiigo  Lope2  de  Moodragon,  procurador  del  Marqués 
del  Vallé;  é  á  Juan  dé  Bárrutia,  procurador  del  Adélan- 
dé  D.  Hernando  de  Soto  é  á-  Sebastian-  Rodriguen,  pn^ 
curador  del  dicho  Ñuño  de  Guztnan;  é  á  Alonso  dé  Saut 
Jnbn,  procurador  so^itnto  por  Francisco  de-  Avit^,  del; 
dicho  D.  Pedro  dé'  Al  Vacado,  q^e  preMMés  estaban.-- 
Htay  lina  rábríca. 

Irfúy  podérosoar  Sefiioresí.-^Jiiao  déBarrutia,  en  notó- 
bre  de  D.  Hernando  de  So/to,  Adelantado  dé  iaPloridat, 
en  él  pleito  qm)  trata  con  vuestro  áscat  y  coó*  el  Marqués 
del  Valle  y  D.  Pedro  dé  Alvdi^afdo;  respénd[en(to  á  la^pé- 
tfcrbn  pi^esentada'  por  fñigtfLopess  cíe  Moédragon,  en 
ntímbre  del  diefao  Marqués  del  Valle,  pút  la  cual  en  efeeé 
responde  á  otra  del  dicho  mi  parte;*  é  habiéédolaaq^i  f»or 
repetida,  digo:  quéldin  étnbátg<i  de  IM  rabones  enr  toi^ di- 
cha p^tióión  dichas  y  alé^a^,  (féé  ni<  son  jurídicas  ni 
verdaderas,  se  debe  hacer  según  que  tengo  pedido^  y  an^ 
pKl^adb,  por  lo  sigAíeoter  lo  pl'ittitem,  porqn^i  e)  (Ncbo  mi 
planté,  ed'  piarte  pata  lé  q^é  pfder  ^o^quti'é»  pa^rgtiarrdd 
éétirmplirníento'dé  éucapiluMüMm;  lo  ét^O',  filorquelé'  ti^- 
r*  é'  provlobia*  é  Mévó  débóobrímiénM^  aobm  qu» 


DBi»  AiflBoro  »i  niiius.  391. 

eftle  pleito»  eae  dentro  de  loe  limilea  y  deiBancaoioQ  coq- 
teoidosenla  eapitabcioo  y  afriento  del  diobo  nú  parte;  y 
si^^o  esto  aosí  está  muy  claro  y  avei^goardo  que  el  di- 
cho Marqu^a  dW.  Vatta  do  tiene  juatiota  oingona  para 
eonquiatar  ni  poblar  la  dicba  provincia  é  tierra  nueva* 
mente  descobierta;  lo  otro»  porque  aunque  la  conlratacioni 
6  capitalacion  de  dicho  mí  parte  fué  beoha  después  que 
la  del' dicho  Marqués^,  y  sea  verdad  qae  Vuestra  Magea- 
tad  ea  obligado  á  goardar  y  cumplir  las  capitulactonea  6- 
ooBlratacioaes  qoe  aobreeto  están. hechas  por  eUias  mis*. 
mae;  vista  la  del  dicho  Marqués  del  Valle  y  la  del  dicho 
mi.  parte,  paresce  otarameote  qi|e  en  la  aMipa  capüalan 
GioQ  del  diofe^  Marqués  y  de  lo  que  se  le  dio  y  seató.para^ 
conquista,  ema  escepladaa  y  eschtidas  las:  provincias 
6  cooqnistaa  que  ae  habian  dado  y  aeSaladoiá  Panfilo  da 
Narvaec  y  al'  licenciado  Lúeas  de  Ayllon;  las.  ouales  di* 
chas  ooaquistaa  estáni  dadas  y  sentadas  al  dicho  mi  pacte 
en  la  dicha  capitulación;  por  manerav  que  cayendo  como 
cae  la  dicha  provincia  y  tierra  auavameole  descobieK^ 
en  las  conquistas  qne  estaban  dadas  á  ios  dichos  Panfilo 
de  Narvaei  y  licenciado  Lacas  de-  Ayllon^  está  clara  y 
manifiesta  la  justicia  del  dicho,  «h.  parle»  y  el  deféiodella 
del  diche  Marqués;  lo  otro,  porque  el  dic^o  Man|ués  no 
cnmplió  el  dicho  su  asiento  é  capitulación  en  el  tiempo 
qne  era  obligado:  por  ende  á  Vuestra  Alteía,  pido  y  su- 
plíoo,  según  que  pedido  y  suplicado  tengo  y  paca  éltov 
etcélo  ra.*^Hay  uaa  rúbrica. 

.  Bn  la  vilka  de  Madrid  á  veinte  6  nueve  dias  del  mea 
de  Noviembre  de  mili  é  quinientos  é  cuarenta  anos,  en 
el  Consejo  delaa  Indiaade  Su  Mageatad,  presentó  esta 
petición  Juan  de  fiarrutia»  en  nombre  de  su  parte. ---*Hay 
ott^  rábrica« 


392  BOCDMEIITOS  DlillITOS 

Los  señores  del  Consejo  mandaron  dar  traslado  della 
á  las  otr<»s  parles»  é  que  responda  dentro  de  tercero  día* 
— Hay  una  rúbrica. 

Estedicbo  día  la  notifique  á  Iñigo  López,  procurador 
del  Marqués  del  Valle»  en  su  persooa.~-Hay  una  r&* 
brica. 

Muy  poderosos  Señores, — Juan  de  Barrutia,  en 
nombre  del  Adelantado  Solo,  en  el  pleito  que  traía  sobre 
el  nuevo  descobrimiento,  hago  presentación  desta  iofor- 
macion  habida  ante  la  justicia  de  la  filia  de  Sao  Cristóbal 
de  la  Habana,  por  do  consta,  el  dicho  Viso'rey,  haber 
mandado  é  personado,  que  navios  algunos  de  loa  quél 
embíaba,  tocasen  en  la  dicha  villa  de  la  Habana,  á  fin  é 
causa  que  no  diesen  noticia  del  dicho  nuevo  descobri- 
miento  al  dicho  Adelantado  su  parte;  pido  ó  suplico  á 
Vuestra  Alteza  se  noande  poner  la  dicha  inlorniacton  con 
el  dicho  proceso,  para  lo  cual,  eic.-^Hay  una  rúbrica. 

.  En  Madrid  á  veinle  é  tres  de  Dicieoibre  de  naill  é 
quinientos  é  cuarenta  anos,  la  presentó  en  el  Consejo. 
Real  de  las  Indias,  Juan  de  Barrutia,  en  nombre  del 
Adelantado  Soto.  Los  señores  del  Consejo  mandaron  que 
se  ponga  en  el  proceso.^— Hay  una  rúbrica. 

En  la  villa  de  San  Cristóbal  de  la  Habana,  ques  en  la 
isla  Fernandina  de  las  Indias  del  mar  Océano,  en  doce 
dias  del  mes  de  Noviembre,  año  del  nascioaiento  de  Nues- 
tro Señor  Jesucristo,  de  mili  é  quinientos  ó  treinta  é,aite* 
ve  años;  ante  el  muy  noble  Señor,  Juan  de  Rojas,  te- 
niente de  Gobernador  en  esta  dicha  villa  por  el  ilustre  y 
muy  magnifico  Sr.  D.  Hernando  de  Sottí,  Adelantado  y 
Gobernador  de  la  provincia  Florida^  Gobernador  y  justi- 
cia mayor  desta  dicha  isla  por  SoMagestad,  y  en  presen* 
cia  de  mí,  Hernando  Florencio,  escribano  de  Su  Ma^^-* 


DKL  ARCfllVO  IMB  INDUB.  393 

tad  y  escribono  público  y  del  Consejo  desta  dicha  villa, 
paresció  presente  ^Alonso  de  Ay^lft»  mayordomo  de  Su 
Señoría,  y  en  sa  nombre,  y  pre9eai6  un  escrito^  de  pedi« 
mentó,  según  por  él  parescia;  .sa  tenor  del  cual,  es  este 
qne  se  sigue: 

Magnífico  Seaor;--^Alonso  de  Ayala,  en  nombre  del 
ilustre  señor  el  Adelantada  D.  Hernando  de  Soto,  Gober*. 
nador  de  Cuba,  Adelantado  delaFlorída^.mi  Señor,  pá- 
reselo ante  Vuestra  Magestad,  y  digo:  qoeá  mi  noticia 
es  venido,  que  informado  el  ilustre  Sr.  Dl  Antonio  da 
Mendoza,  Yirey  de  la.  Nueva  «Bspaia,  de  la  riquesa  que 
en  la  dicha  provincia  Florida  ¿ay  de  ¡ciertas  personas, 
quel  dicho  señor  Yirey  faabia  embíado  é  rescatar  á  la  di- 
cha provincia,  baooagran  armada  para  embiar  á  con- 
quistar la  dicha  tierra;  y  sobrello  eiitre  el  Marqués  del 
Valle  y  el  dicho  señor  Virey,  ba  habido  grandes  Üife- 
rencias;  de  to  ooai  se  espera'  grandes^  daños  y  es  e»  per- 
juicio del  dicho  Adelantado,  mi  Señor^  y  coaüra  la  eap¿« 
tojacion  y  asiento  que  coa  Su  Magestad»  liettO  hecho;,  y 
para  que  dello,  conste  á '  Su  Magdfi[tad,.pido' á  Vuestra 
Merced  mande,  saber  información  de  lodo  lo  susodicho; 
y  habida,  certada  y  seliada  en  pétilioa  forma,  rüe  la- 
mande  dar,  parn  la  presentar  ante'  Su  Magestad  ó  ante 
k)^  señores  presidente  é  oidores  dé  su  muy  alto  Consejo, 
de  las  Indias. 

Presentado  el  dicho  escripto  en  la  manera. qi^  dieha 
es,  luego  el  dicho  señor  Teniente,  dixo:  que  presente  los 
testigos^  de  que  se  entiende  aproveóbar,  ^  laque  decla- 
ren é'depusieren,  se  lo  mandadava^ua  qoelo  pide« 

Pedro  Nuñez,  testigo  rescebklo  ea  la  dicha  rasOa, 
juró  según  derecho,  édijo:  que  lo  que  áabeiau  razón  del 
dicho  pedimento,  es  que  «slan4o  este  testigo  eií  ría  ciu* 


/ 


994  DooofiBiTo» '  mniTOf' 

dad  de  Méisico,  pueda  haber  tresiineeOB,  poco  mas  ó. me* 
DOS,  oyó  decir  este  te^stígo.  p6blicame/ile^  que  habia  ve- 
nido o Q  fraile  Fraocisúo^  que  se  dioe  Fray.  Marqo^,  que- 
veníala  tierra  iadeatroy  é  que  deeia  el  dicho  fraile  que  ae 
habia  descobierto  uoa  tierra  rany  rica  é  muy  poblada;  é 
qué  habia  cuatrocientas  legoas^deade  México  allá;  oque 
dice  que  han  de  inaliá  por  cerca,  del  rio  de  Paloeías;  é 
quel  Marqués  Heroando  Cortés,  ha  eOibiado  navios  á 
deacobrir;  é  que  eníce  el  dicho  Marqués  é  el  Visorey, 
ha  oido  decir  que  hay  diferencia»  sobre '  la  conquisa  de 
la  dicha  tierra;  que  ha  oido  decir  que- en  la  Nueva  Bs- 
pana»  el  Virey  ha  mandado  que  ningún  navio  to(|ue. 
aquí»  é  que  cree  este  testigo  qae  será  porque  no  dé-aviso 
de  I»  tierra;  é  que  esta  es  la  verdad  para  el  juramento 
que  hizo,  é  firmólo  de  su  oombre.-^Pedro  Nuñez. 

Oarcia>  Navarro,  testifipo  resoebidoea  la  dicha  racen; 
habiendo  jurado  en  forma  de  derecho  por  el  tenor  del 
dielio  pedimento,  disoiques  verdad  questando  este  les- 
tigo  en  México,  oyó  decir  póblioameola»  puede  haber  un 
mea  ó  mes  y  tnedio,  poco,  mas  ó  menos,  que  habí»  velli- 
do un  fraile,  noevamenie,  de  una  tierra,  nuevamente 
descobierta,  que' dioMques  quinientas  leguas  de  MéxU 
cd,  en  la  tierra  de  la  Florida, 'que  dicen  ques  bacía  la 
parte  del  Norte  de  la  dicha  tierra;  la  eual  diz,  que  es 
tierra  rica  de  oro  é  plata  é  otros  resgates,  é  grandes 
pueblos;  que  las  casas  son  de  piedra  é  terrados  á  la  ma- 
ñera  de  México,  é  que  tienen  peso  é.  medida,  é  gente 
de  razon^  é  que  od  casan  mas  de  uoa  vez,  é  qae 
visten  ulboroooeBi  é  que  andan  cabalgando  en  unos  aaU 
males,  que  no  aabecóado  se  llaman,  é  que  pútblicameDie 
armaba,  para  lo  dich^  tierra,  el  Visorey;  é  carteles  pues- 
tos para  hacer  gente  ó  capitanes  Pedro  de  Tobar  é  Hor* 


mr'áaamiwr  MPiflDUB.  308 

Bando ásiafooQ é^Fraooseo  GoroDadoporgeberal;  éque 
páblicameote  se  hacia  gentat^  qfflaf  aabe  quol  maestre  no 
qaniera  tocar  aquí,  atno  €o  Mala0ca0E;vé  t|aa  la  capsa  de- 
\¡o,  qdela  no  aábe:  é  (fuesta'ea  Ur  rerdad  para  el  jora» 
loeolo qoe hizo,  ó  firmólo' do'. sa^  ■Ofldfare.-^-^^rüia  Na- 
Tamo.  •    • 

Fnaoeisoo  Sarrano,  faaligo'reaoebido  on  la  drcha.ra^ 
zoo»  jtif'ó  ée^bo  derecho,  édixD:>  cpo*  lo  que  sabe  ea, 
qúeetaodo  este  testigo  ae  MéxioOi  pitede  haber  mes  y 
medio,  pooo  mesó  monoa,  oyó^ decir  é  públioameote  se 
deoia,  que  un  fraile  frdnoieeó  ^enía  devana  tierra  noevsH 
mente  deaeobí^ta^  qaea  cuotrooíeotes' leguas  de  México, 
por  tierra,  por  latvia  de  Xalisco;  éqnaa/miiy  rica  é  muy 
poblada  é  graodea  ciodaded  cercadas;  é  que  loa  señorea 
dallas,  se  qombnin  Reyea;  é  ^oe  las  oaaas  son  sobradas, 
é  qoéB  gente  de  :RHjelia;raEo*;  ^mb  laJeogoéea  mexicana, 
é  quel  Viaorcty  baee  gente  ppraiella,  é  que  son  capil^nea 
Francisco  Vasiquaii  de' Coronado,  general  é  otros  capiia- 
nes,  6  que  aabe  queen  elloisa^poeiía  iDoelta  deligencia,  é 
que  sabequestaba  proveído  del  Visorey,  que  no  locasen 
eniealatala^  aako'que  fúoseo'  direoUímenfte  á  Espafia;  é 
questa  ea  la^  verdad,,  para  eljorámealo  que  hiio,  é  &v- 
aB6k>.-^Fiandiseo>  Serrano). 

ParoSemebes,  tiaturero,  testigiO"  raacebido  en  la  di^ 
cha  razón*,  juróa^^od  derecho^  é  diiEo:  que  puede  haber 
raee^é  aiedio,  poo6  maa  &  ieealaa,  questanáo  esie  testigo* 
en  Móxkio,  oy6 decir  pábHéaáiente  que  habia  venido  un 
fraile  de  tfDal(erra;n«oval  muy  rkta  ó  muy.  poblada  de 
ciimbdet^  é'viUaa;  é  ques  c^ intenta»  ó  euaflroeientas  eki'» 
cumia  legtiaa  por  fe  vea  deXaliaco,  é  que  se  décia  qae 
era  káeia  eki  m^did^de  la  tierraf,  éi  quél  Viaorey  armaba 
pora  eltáyé  que^teflÁa' capitanea  ¿íkaria  genle  para  ella; 


396 

é  qaesta  es  la  verdad  para  el  jaraimoto  qoe  hizd,  é  no 
firmó  porque  dijo  qoe  do  aebia.  . 

Francisco  de  Ley  va,  lestigo  reac^ído  en  la  dkbsL 
razón,  juró  según  derecho,  é  dÍKO:  que  io  que  sabe  es» 
questando  eslc  testiffo  én  la  Yera^Craz,  oyó  de<;íp  este 
testigo  que  habla  venido  un -fraile  de  una  tierra  nueva 
muy  rica  é  muy  poblada  üe.ciofiadesé  villas,  é  ques  á 
la  banda  del  Sur^obra  deouairocieotas  leguas  de  México, 
é  que  oyó  decir  púfalicameote  que  el  Viaorey  hacia  gonte 
é  armada  en  nombre  de  Su  Magostad,  oque  tenia,  nom* 
brados  capitanes  para  ir  i  la  dicha  lierrai  éque  le  fué 
mandado  por  el  Vír^y  que  no  toease  en  Puerto«Rico  ai 
en  otra  parte,  salvo  que<  fuese  deréoh'amaiitesu  camino 
á  España;  é  quesla  e&  la  verdad  para  el  juramento  que 
hizo,  é  firmólo  de  su  nombre.  Otrosí,  dÍKo:  que  es  ver- 
dad que  no  embargante  que  :ao  toca  en  este  puerto,  deja- 
ba de  seguir  su  viaje;  pero  que  «o(ró  en  reate  puerto  por 
necesidad  que  llevaba  tle  agua  é  óterba  baetimentos  é,de 
ciertas  personas  que  venida  muy  enfermoá.i — Francisoo 
de  Ley va. 

Hernando  de  Sotomayor^  testigo^  neaoeUdo  en  la. di- 
cha razón,  juró  según  derecho,  é  UiXo;'  que  lo  que  sabe 
en  razón  del  dicho  pedimento  es,  que  puede  haber,  tskw 
y  medio  questando  esie  testigo  en  la  Puebla  de  loa  An- 
geles, oyó  decir  este  testigo  é  publicamente  ^e  decía, 
que  había  venido  un  fraile  de.  noa.tíerra  .nueva  muy 
rica  é  muy  poblada  de  ciudadeisió  villas,  é  que  las  casas 
son  de  piedras  sobradadas^  é  las.  ciudades  fOarcadas,  .é 
gente  de  razón;  é  que. 'había  li^  Méxieoiallá  coatreciien* 
tas  leguas,  poco  mas. ó  menos;  é  péblioan^ente  se  hwa 
gente  por  parte  del  Virey,  ó. que  babiá  ca|)ftianes.  é  se 
pregonó  la  dicha  arnada  en.AIé^ioo;.équeatja  dipha  tínr- 


DB.  Aieoivo  m:  maua.  397 

ra  es  la  porte  donde^ vina  Dora&ta^  é  Cabeza  de  Vaca,  ios 
cuales  escaparon  ád  la  armada 'de  Narvaez;  ¿  (^tie  sabe  é 
irido  este  lestigo»  que  fué  maudado  al  maestre  por  man- 
dado del  Virey  é  coq  su  maodaimeQlo,  qae  oo  locase  en 
parte  ninguna^  salvo  que  fuede  derecfaaaieole  á  España 
con  la  dicha  nao,  é  quel  sccrelario  del  Virey  hizo  un  re* 
quiriíaiento  al  dicho  maeslrer  vinioado  por  la  mar,  que 
DO  tocase  en  este  púerio  ni  en  oirá  parle  destas  islas:  é 
qfkesla  es  la  verdad  para  el  jupamenlo  que  bizo,  éfirtnálo 
de  su  nombre.-t— Hernaodade  Sotóme  y  or. 

Andrés  García,  testigo  t^escebido  en  ia  dicha  rdzon, 
juró  según  derecho^  é  dixo:  que  lo  queaabe  es,  queslan- 
do  este  testigo  en  la  ciudad  de  México,  uti  Francisco  de 
Billegas  le  dio  cartas  para  dar  en  esta  villa,  para  dar  al 
Adelantado  D.  Hernando  dfe  Soto,  é  si  no  lo  hallase,  que 
las  llevase  á  Espafia  é  las  diese  al  hacedor  suyo;  é  queste 
testigo  tiene  un  yerno  barbero  que  afeitabia  al  fraile  que 
vino  de  la  dicba  tierra;  é  quel  dicho  su  yerno,  le  dixo  este 
testigo,  questando  afeitandb  al  dicho  fraile,  le  dixocomo 
antes  que  llegasen  á  la  dicha  tierra  estaba  una  sierra,  é 
que  pasando  la  dicha  sierra  estaba  un  rio,  é  que  había 
muchas  poblazones  de  ciudades  é  villas,  é  que  las  ciu- 
dades sbn  cercadas  é  guardadas  á  las  puertas,  é  muy  ri- 
cas; é  que  había  plateros;  é  que  las  mugares  traian  sar- 
tas de  oro  é  los  hombres  cintos  de  oro,  é  que  habia  al- 
barñios  é  obcjas  é  vacas  é  perdices  é  carnicerías  é  her- 
rería; é  peso  é  medida;  é  que  un  Bocaoegra,  dixo  á  este 
testigo  que  se  quedare,  que  se  habia  descobierto  un 
nuevo  mundo;  é  que  oyó  decir  éste  testigo,  quel  Virey 
hacia  gente  para  la  dicha  tierra,  é  que  se  apregonó  é 
mandó  que  no  saliese  ninguno  de  México  sin  su  liceo- 
cía  para  saber  la  verdad  donde  iban;  é  que  oyó  decir 


806  DocmiiTos  uiá»fTOft 

este  testigo  en  ia  Vera  •€  ras »  qüesta  nao  oo  había  de  to- 
oar  tierra  hasta  B^paSa;  é  qae  viniendo  por  la  mar  el  ae- 
oreiario  del  Virey,  hizonn  requertmienlo  al  maestre  que 
no  entrase  en  eate  paerto;  óquesla  es  la  verdad  para  el 
juramento  que  hizo,  é  firmólo  de  su  nombre.-— Andrés 
García. 

E  yo  el  dicho  Bernando  Florencio,  escribano  de  Sus 
Magesladcs,  é  escribano 'páblioo  y  del  Consejo  de  esta 
villa  de  Sant>  Cristóbal  de  la  Habana,  de  mandado  del  di- 
cho señor  Teniente  Juan  de  Rojas,  que  ^uí  firmó  su 
nombre,  é  de  pedimento  del  dicho  Alraro  de  Ayala,  lo 
fice  escrebír,  según  que  antp  mi  pasó;  é  en  fée  é  testi* 
monio  de  verdad^ üce  aquí  este  mió  signo,  ques  á  ta(. 
Lo  cual  va  escrito  en  tres  bdjas  'de  pliego  entero,  coa 
esta  en  que  va  mió  signo. -=-^uan  de  Rojaá.*^F!ay  mía 
rúbrica. — Hay  un  signo. — Hernando 'Florencio,  esciiba- 
no  público  y  del  Consejo;— ¿Entres  dos  rúbricas. 

El  lley. — Presidente  y  los  del  oue8tro»Consejo  de  las 
Indias  por  parte  del  Marqués  del  Valle,  f^os  ha  Biáo .  he- 
cha relación  que  conforme  ala  capitulación  qñe  con  nos 
hizo  él;  eiiibió  un  capital  suyo  con  armada  á  descpbrir 
lo  que  le  perteoescia;  el  cual,  ^habiendo  ido  á  ello,  le 
emhió  un  navio  con  relación  de  lo  que  babia  halbdo;  y 
como  queria  pasar  adelante  y  que  D.  Antonio  de  Men- 
doza nuosli-o  Visoi>ey  en  la  Nueva  España  tomó  todas 
las  relaciones  y  figuras  quM^  embíó  del  dicl)ó  descbbri- 
miento,  y  que  aunque  se  le  pidió  que  diese  licenpia  [)ara 
embiar  socorro  til' dicho  espitan  porque  quedaba  en  una 
isla  con  solo  un  tíavio,>no  io  quiso  bacpr*  rie  que  se  le 
ha  seguido  mueho'(|ano.fiá  nos  deservicie;  porque  de- 
mas  de  haber  estado  á  punto  de  perderse  la  dicl]a  arma- 
da, no  se  ha  continuado  el  'dicho  dbseobrimieiílo :  qo^  es 


cosa  tan  importaole;  y  que  auaqüe  'dw  «pie  .1^  habéis 
dado  una  provisión  para  que  la  gente  del  dicho  Viiotey 
DO  Uegase  donde  el  capUan  del  dicho  Manfués  eslobiese 
6  hobiese  llegado,  se  tome  que  todavía  coniifuiará  sa 
propósito,  diciendo  que  aquello  «e  ha  de  eotender  que 
ha  de  ser  un  la  parte  donde  estobiesen  y  no  lo  que  bO' 
bieseo  descobicrlo  y  costeada;  y  nos  suplkó  y  pidió  por 
merced,  que  por  quel dicho  oapítan  podrid  ser  queioda- 
via  estohiese  esperando  el  socorro^  ó .  para  en  caso  que 
fuese  venido,  tornarle  á  embiar,  oíandásoEDOs  al  diobo 
Viscrey,  que  libremente  le  dejase  eoibíar  gente  y  navios 
al  dicho  doscobrimiento;  y  que  demás  dosto,  víésedes  é 
doterminásedes  dar  á  quien  perlenesce  la  dicha  conquis- 
ta, dentro  de  quinee  ó  veinte  dias^  siii  hacerlo  pleito  or- 
dinario; pues  por  la  capitulación  que  coa  nos  hizo,  se 
puede  presto  Verificar  y  .averiguar;  porque  siendo  suya 
se  puede  embiar  armada  bien  proveida  de  gente,  basti- 
mentos y  mruniciones,  «á  continuar  el  dicho  descobri- 
miento,  6  como  la  nuestra  merced  fo ese;  lo  cual  be  acor* 
dado  de  los  remitir;  por  ende  «yo  vos  mando,  veáis  lo 
solx^diolfo  y  emhlarnos<eis  relación  de  loque  en  ello 
pasa  y  vue.-^tro  parescer,  para  que  visto^  mandemos  pro- 
veef  lo  que  mas  QonvengD  «á  nuestro  servicio  y  fuere 
justicia.  Fecha  en  Espira  á  cinco  de  Febrero  de- mili  y 
qumienloá  y  cuarenta  y  un  años.— *•  Yo  el  R«y.~Hfiy 
una  rúbfica.-T-Porimandado  deSuTVIagestad,  Juan  Vaz- 
quea. — Entrados  r6l)cicas.' 

A\  pcesídentoy  -los  del  Cotisejo'déi  las  Indias,  que 
vean  lo  quo  pide  et  Marqués. del  Valle  sobre  el  deseo- 
brimiento  que  ha  de  hacer,  yembien  relación  dello< 

En  Madrid  á.  diez  é  ochode  MarM  de  m\H  S  quinieír* 
osé  cuarenta  é  un  años, 'la  presentó  aáte  K)s  señores 


400  DOCOMIMTeft  nODDITOS 

del  Consejo  de  laá^Iodias  el:  Marqués  del  Valle.— Hay  uaa 
rúbrica. 

Muy  poderosos  SéDorés. — ^El  Marqués'  del  Vdlleí 
bago  presentacio»  desta  cédula-de  Su  Mageslad,  firo^a* 
da  de  su  Real  oómbre;  y-  pues  el  negocio  de  que  ei)  ella 
se  hace  mincion,  es  de  tal  calidad  que  no  sufre  dila* 
cion,  por  razón  de  las  grandes  cosías  é  gaslos  que  ten- 
go hechos  y  hago  dje.cadfi  dia  en  las  armadas  que  ha  he- 
cho y  hace  para  su  conquista,  según  es  notorio,  á  Vues- 
tra Alteza;  suplica  á  Vuestra  Alteza  mande  que  luego  ae 
embieá  Sü  Magostad  por  los  del  vuestro  Consejo,  la  rela- 
ción contei'.ida  eñ  la  dicha  cédula;  para  que  Su  Magostad 
haga  y  determioe  en  ello  lo  que  sea  justo,  sin  dar  lugar  á 
masdilacioo. — E)  Marqués  del  Valle.— Entre  dos  rúbricas. 

£n  Madrid  á  diez  é  ocho  días  del  mes  de  Marzo  de 
mil  é  quinientos  é  cuarenta  é  un  años,  la  presentó  ante 
los  señores  del  Consejo  Real  de  las  Indias  el  Marqués  dei 
Valle,  juntamente  con  una  cédula  de  Su  Magestad.  Los 
señores  del  Consejo  mandaron  notificar  á  todas  las  parles 
que  si  demás  dello  que  han  dicho  é  alegado  eñ  esta  cap- 
sa,  quisieren  decir  ó  alegar  otra  cosa¿  ó  presentar  algu- 
na cscriptura,  lo  digan,  aleguen  ó  presenten  dentro  de 
(res  días,  sin  apercibimiento;  que  se  verá  el  dicho  plei* 
(o. — Hay  una  rúbrica. 

Este  (ficho  dia  lo  notifiqué  al  licenciado  Villalobos, 
fiscal  de  Su  Magestad;  é  á  Sebai$tian>  Rios,  procurador  de 
Ñuño  de  Guzman;  é  á  Alonso  de  Sant  Juan,  procurador 
del  Adelantado  D.'.  Pedro  deAlvarado,  Gobernador  de 
Guatemala,  en  sus  p^ersouatf. — ^Hay  una  rúbrica. 

En  veinte  é  dos  días  del  dicho  mes;  lo  notifiqué  & 
Juan  de  Barrutia,  procurador  del  Adelantado  D.  Hernjan- 
do  de  Soto. — Hay  una  rúbrica.  .  \ 


Bsta-dieh^dtA  lo  notifiqué  é  Ufe  StiHda,  procurador 
de^  h»  otodfid^d*)  €oiB|k)alielAl^ — Hay  un$r  rúbrica. 

Eo  el  pleito  ycfluMqne  aote  no»  peaifei,  entre  e) 
liocMMdo  Vülulohoii,  fiHcftl  defS«  Mbgesiad,  eniOBleGon- 
se>y  en  dombrede^  I»  GámtrruólfidM'  Real  y'  ei  Matqqéa. 
del  Vallov  $el:Ai(leiiialbdo  D«#ediH»  do:  AWarudoy.  Gober-^ 
oaAor  4e  IH  |}i*ovinM  de  GtHAeMai^^ .  y  el  Aidelaiiítido 
IX  Hcrofiído'^üolOi  Gobeftnador  de  1»  proviaoin  Florn 
ánifijf^  NofioiddOAziittiQ  é  baisiSaliddriM:  ioaibr&  de  la/ 
provincia  de  Galicia  de  la  Nueva  España,  sobite*  \w  úex^ 
ra»é'|krovi  mias  que  mievameatB  se  baa  deaoobíerto  mas 
adelante  de/la  dicto  proviiioía  de  Galiaiflv  bácia^  la  mar 
del  Sufi  que  Itemáo  ladudadde  Givota  é  o^ro» ciudades* 
é.puebkls. 

FaUaoioa»  ^lue  debemos  vecebir  éreoobimosá  todaar 
las  dichas  partos,  é  á  cada  una  dellas,  coDjüotaoienle^: .  á. 
la  prudbd'deítodb'lo  por  ellas,  é  oada  iiDa  dallas,  en  0ste 
dicho  pMítodiobo.é: alegado,  é  de  lodo  aqtiello  que  pro* 
bar  dabais;, ó  ppobado,  lea  podrá  aprovechar,  ^\dújMT0 
im/pertinendeu  et  non^  admiten  úoruup  par»  la  oual 

pnitíba)haceii,  é  U  traar  ó  preaeolar,  ante  aos,  les  damos 
é  AfignaisoS'plaxoó  téraiiofo  de  treiatadiaa  primeros  si- 
guientes; y  este  mismo  plazo  é  término  les  damos  ¿  asigr 
namo^  para- quO' vayan  á  ver  presentar  juraré  conoacer 
loaieatigofi  que  la  upa  parte  pr^atare  contra  la  otra  é 
la  otra  contra  la  otra;  así  oactas  de  receptorías  de  Sos 
Magestades^  quisieren  m^odarnoa  qqs  laapidan  é  saquea, 
dentro  de  sai» días  qiie  le  fuere  notificada  eata  sentencia, 
con  apercibimienlo  que  maud^remoa  haber  el  lérmioot 
poc  denegado,,  y  el'  p^ito  por  concluso;  é.así  lo  pronun- 
cíau^oa  é  caandamos. — Hay  cuatro  rúbricas. 

Oaday  proounoiada  ñiéeala  saotenoia  por  los  seño- 

ToMo  XV:  26 


40t'  >    DocinMNirds-iifiDifOB- 

res  del€oosjBJo  delds  Indias;  que  la  dbñalaron  en'  Ma- 
drid á  trece  días  deltnd^  de  MúfKt  de  mili  -  é'^qniaieiifos 
é  cuarenta  ó  oo  anos. — Hay  uDar6bfica:c  ^     ' 

Sentencia  de  prueba  et^tre  et  fi^icat  y  iM  útraii  perso- 
nas que  pretenden  tetmr  derecho  ai  nuevo  descobrimieii- 
to  que  Uaman  Civóla,  con  término  de  tr^i^tá  dias^ '    ' 

En  la  dicha  viHa  de  Madrid  á  treee  del  dicho  «es  de 
Mayo,  iaego  qi>e  se  pronuncia  está  i^entencia,  la  hoti^ué 
al  licenciado  Villalobos,  fiscal  de  So  Még^tad^ — ^Uay 
una  rúbrica» 

Bste  dicho  día  la  notifiqué  á  Ifiigo  López  de  Moa* 
dragón,  procarador  del  Marqués^  det  Vallé,  y  á  Sebas- 
tian Ríos,  procurador  del  dicho  Nuflo  de  Guzmao;  y  á 
Alonso  de  Sant  Juan,  procurador  del  dicho  Adelantado. 
D.  Pedro  de  Alvarado,  que  todos  tros  estaban  presentes. 
-*-Hay  una  rúbrica. 

E&te  dicho  dia  la  notifiqué  en  los  estrados  det  Consejo, 
questán  señalados,  al  dicho  Luís  Salido, 'por  la  dicha  pro- 
vincia de  Galicia  de  la  Nueva  Espana.-^Hay  una  rúbrica. 

En  Madrid  á  diez  é  seis  dias  del  dicho  mea  dB  Mayo 
de)  dicho  año,  la  notifiqué  á  Juan  de  Barrutia,  procura- 
dor del  dicho  Adelantado  D.  Hernando  de  Soló. — ^Hay 
una  rúbrica. 

Muy  poderosos  Señorea. — Iñigo  López  db  Mondra- 
gqn,  en  nombre  del  Marqués  del  Valle,  digo:  que  á  no- 
ticia del  dicho  Marqués  ha  venido,  que  los  del  vuestro 
Real  Consejo  de  las  Indias,  pronunciaron  cierto  abto,  es 
que  dice  que  rescibíeron  áprneva  cotí  térmífK>d6  treinta 
dias,  sobre  si  la  provincia  de  Civola  se  comprehende  ó 
no  en  la  capitulación  é  conquista  del  dicho  Marqués;  en 
lo  cual  el  dicho  Marqués  ha  recobído  mucho  agravio»  por 
queste  no  es  negocio  de  calidad  en  que  se  puede  ni  debe 


DBL  .4luainro  m.  ufous,  403, 

re$ceb^r.prujdvaea  vía-prijlii^aria;  parqu.^  la  jijstjcia  é. de- 
recho (fel  dicho  ,Marqu43,^^  uníj  uolpr/ia,  y  se  prueva 
por  el  tenor  de  la  dicha  capUulacioo;  y  para  mayor  ave-  ^ 
riguacioD  dello,  Vaeslra  Alteta  dé  su  Real  ofic¡,o  á  ver  6 
á  demandar  examinar  algunos  cosmógrafos  é  pilotos.^  . 
hombres eapertos de  las  coisas/de  lámar,  para  .que  coa 
(oda  brevedad  se  detqrmine.ea^  negocio  é  s^  administro, 
justicia,  según  que  por  otra^  qiuchad  peliclQnes  estái  pe-  . 
dido  é  supliesidQ  por  el  (|icho  mi.  parie;  y  en  haberse 
rescebido  á  prueva,  según  diz  qae  se  contiene  en  el  abto 
sobre  eUo  pronunciado,  parejee, que  se  d^  á  entender 
queste  es  pleito  ordinario,  no  tosiendo,  sino  negocio  , 
que  se  ha  de  despachar  pjor,  vía  do, espediente,  é  muy 
brevemente,  porquq.qo  sufra  dilación  el  despacho  del;  y 
en  caso  que  Vuestra  Alteza  fuera  servidq  de  rescebir  ¡a-  , 
formación  ó  provanza  de  los  que  pretenden  ser  partes  , 
contra:  el  dicho  Mar/juós,  no  se  podía  ni  debia  dar  sen- 
teocia  de   prueva  en  vía  ordinaria,  sino  solamente  pro* 
veerse,  que  en  un  b.eve  término,  los  que  .en  esto  pre- 
tenden  interese^  diesen  la  información  que  les  convinie- 
se por  escrituras  ó  por  testigos,^con  apercibimienlo  que 
COQ  la  información  que  en  el  dicho  término  se  diese,  é 
con  lo  demás,  Vuestra  Alteza  dé  su  Real  oñcio,  manda- 
re y  averiguare  se  dé  término  sin  dar  lugar  á  mas  dila- 
ción; por  ende  pido.é  suplico  á  Vuestra  Alteza,   mande 
questo  se  despache  por  vía  de  espediente  con  toda  bre- 
vedad, é  según  de  suso  tengo  dicho;  pues  tan  fácilmen- 
te se  puede  averiguar  la  verdad  dello;  é  sin  embargo  del 
dicho  rescebimiento  de  prueva,  del  cual  si  necesario  es, 
yo  suplico  é  pido  que  se  reponga  y  que  se  provea  lo  qae 
de  suso  tengo  pedido  é  suplicado;  é  pido  justicia. — Iñigo 
López. — Hay  tres  rúbricas. 


Ert  Madrid  á  di^efe  é  ai^e  días  dieíl  mefs  áé  Mayo  de 
idHI  é  (}oÍDmitto8  óbarénfo-  é  un  aSos^,  la  pre^eirtó  en  d 
Cót)&ejodb  Ids  Ito^iSis^d'e  Stt  Máfgéstad;  ISigo  López  de 
Móndragotiy  en  tíom1)re  d^el  Marqués  del  VaHé. — Hay  una 
rúbríta. 

TisKi*  por  tos  sébdres  dét  Consejo  d(3  las  tndlás,  efi 
lyfedHd'á  dFe¿  é  naeve  déí  dicho  M^s  de  Mayo  áh\  dicho 
and,  respoñdiérod  que  \o  faaryaií. 

Muy  poderosos  Señorea. — ^Juah  deBarrutia,  en  non)-* 
bré  del^  Adelantado  D.  tfernandb  dé  $oto,  en  el  pleito 
que  trata  con  él  Marqués  del  Talle  é  D.  Antonio  de  í/ten- 
dOía,  é  los  otros  que  preteúdbn  derecho  al  nuevo  desco-^ 
bi^kniénto  en  qtiestá  el  dicho  mi  parte,  digo:  qae  el  di- 
cho pVc  ito  está  rescebido  á  prueva  con  término  de  trein- 
ta días,  é  como  es  notorioia  cosa  y  hecho  de  que  se  tra- 
ta, es  en  las  Indias  é  pasada  lá  Nueva  España;  é  para 
hacer  la  provanza  qae  et  dicho  mi  parte  quiere  y 
entiende  hacer,  no  se  puede  hacer  sino  en  las  dichas 
partes;  é  para  ello  hay  necesidad  de  término  de  dos  años 
para  poder  hacer  la  dicha  provanza  é  traerla  é  presentar- 
la en  vuestro  Real  Consejo  de  las  Indias;  por  endeá  Vues- 
tra Alteara  pido  é  suplico  mande  piorrogar  el  dicho  tér- 
mino provatorio  hasta  cumplimiento  de  los  dichos  dos 
años;  éjuroá  Dios  en  ánima  del  dicho  mi  parte,  qi/esio 
no  lo  pido  maliciosamente;  é  para  ello,  etc. — Juan  do 
Barrulia. — Hay  una  rubrica. 

Kn  Madrid  á  di^z  é  nueve  dias  del  mes  de  Mayo  de 
mil  é  quinientos  é  cuarenta  é  un  uflos,  la  presentó  en  el 
Conseja)  Reai  de  las  Indias  Juan  de  Barrutfa,  en  nombre  del 
Adelantado  D.  Hérnandb  de  Soto.  Los  señores  del  Con- 
sejo mandaron  dar  traslado  á  las  otras  partos,  ó  que  den- 
tro de  tercero  día  respondan. — Hay  una  rúbrica. 


^^6  4ucho  4J9  lo  califiqué  d  SebasUan  Bu)3>  piHicura- 

fui  jwnlw-o  diel  Dfarqué?  cl«l  Valle;  y  á  Aion^o  Sant  Juap» 
procurador  del  Adelantado  D.  Pedro  de  Al  varado,  tp 
aus  peraonas* — ^Hay  una  rúbrica. 

Eale  diqho  dí|i|  lo  notifiqué  pl  licenciado  Yillalobos» 
fiacal  de  3u  JM^geslad.— 'H^y  una  rúbrica, 

^,  C.  C,  M, — ^Juan  de  Barrutia,  en  nombre  del  4de* 
JaotadoSotQt  ep  ei  pleito  que  trata  aobre  el  nuevo  des- 
cobríoiíento  en  qoastán  rea^ebidos  á  la  prueva,  dice  quel 
presentó  ante  Vuestra  Alteza  una  petición,  pidiendo  tér- 
«iiiopara  hacer  la  pr^van^a^  é  Vuestra  Alteza  mandó 
deied^rAraal^doAlaa  otra?  partea;  é  ^uqque  les  está 
noüficadQ,  ne  quieren  responder  ni  decir  nada,  á  fin  de 
dUatar  el  iiegocío;  por  tacto  les  aouso  la  primera  rebel* 
día»  é  pido  é  aupUco  4  Vuestra  Altieza  ipande  dar  é  con- 
cefíer  el  dicho  iti^riníno»  aegund  é  como  por  mí  esla  pe- 
dido; pai^a  Iq  rcqal,  etc-— Jaac»  de  3arrutia. — ^Hay  u^a 

rúbrica. 

^nJa  vílU  de  Madrid  á  veinte  é  siete  4ia3  del  mes 
da  Maye  de  ^nill^é  q^iinientos  cuarepta  é  un  afios,  la  pre- 
ae^  p^  el  Conseijo  Re^l  de  lai  Indi^  Juan  de  B^rruti^, 
en  nombre  del  Adelantado  Soto.  (^Q9  señores  del  Consejp 
oMndaffon  h^ber:^  iM^hivon  por  aceptada  la  primera 
refbeldift,  é  .notifiq^da  é  las  ptras  .partes  que  dentro  dp 
tercero  dia  respondan  como  les  está  mandado. — ^Hoy  nw 
rábrícaw 

E^  dijsbo  dia^  qaea  é  980  sobredicho,  lo  notifi^i^^  ^1 
ficeoeiadP  Yillaloboa,  fiscal  de  $u  M^gestad;  y  ¿  SfiUm- 
tian  Bpjps,  profinradíxr  ^e  ÍI w  ^e  f^mgafi^;  é  4  V^igff  h9' 
^pffi  d/9  Mbpdfagoe^,pr<»pwa4Qr  del  ^i^és^^  y^pr- 


406  lk)'CmiElfTOS  IfCKDlTÓS 

Muy  poderosos  Señorea.— Juato  dó  BarrutíB,  en  tiotn- 
bre  del  Adefa otado  Solo,  en  'el  [iléilt)  que  tfata  con* el 
'   Marqués  del  Valle,  ¿con  los  otros  qúepreietidétírf'tiuevo 
'  descobrlmiéüto^  en  (Juéstá  el  dicho  mi  parte,'  9igo:  qne  á 
las  oirás  parles  les  fué  dado  término  para  qtic respondie- 
sen, el  cual  tes  fué.noliñcado;  éá'fib  Bé  dilatar,  no  quie- 
ren responder;  por  lañló,  en  la  mejor  forma  é*  tiiiinera 
que  puiido,'  les  aóusoMa*  segúntTa' reliieídia,  é  pido  é  su- 
plico  á  Vue^írá  Alteza  sé  níandé  hacer  lo  qué  pido  y  éslá 
pedido;  para  !o  cual;  élél— Juan  clei  Bat-rütia.-^Hay  una 
'rúbrica.  '  '•  ''""     '     '  ^  '''-' 

En  la  vifíd  de  Madrid  á*  Veinte  J  irn'dias'  del  raes  de 
Mayo  de  millé  q'uiniéntps  é  cuarenta 'éoniaños; 'la  pre- 
sefiló  en  el  Consejó  de  ías  Iridias  dé  Sií  Mage^tad  Juan 
'de'B^rrutia,  éri  nombre  del  Adelantado  Sotó,  tos  ¿eno- 
res  dd  Consejo  itandáfon  haber  é  habieron  poriaceplaf- 
dá  ¿egórldá  rebeldía,*  é  notificar  á  las  dirás  partes', '  que 
dentro  de  tercero  dia  respondan  como  les  está  manda- 
do.— Hay  una  rábrica. 

En  la  villa  de  Madrid  á  treinta  é  un  días  3el'  dicho 
mes  de  Mayo  del  d¡c)io  año,  la  notifiqué  á*  Sebastian 
Ríos,  procuradof  del  dicho  Nu'So  'de  Guz'roan;'  é  á  líiíso 
López;  prociirador  dé!  dicho  Marqués  det  Vallé;  'é  S 
.  AlonsO'db'Sánt  Juari?  prfactífador  ¿(él  tíitho  ^Adéfántado; 
'é  at  licericiáiao  Viliatóbós,'*fi¿cal  (je-Sif  Bíflsgesiaav-aBy 
ona  rúbrica; ''•••'''■' *"     "''  '    '    '  '  ^''^   '•  *•''''  "* 

S.  C.  C.  M.— Juan  de  Barrutia,  en  nomftfe  del 
Adéteíiíado  Soto;  en  el  frtdltó  qtié  líat'a'cóh  el  i^Tarqués 
del  Talle -é  con  los  b tros  qué  pretenden  el  n\jdvo  deseo- 
brimtento  én  qhéstá'él  dicho 'mrpafrtts,  digoilquél  -dicho 
"pleito  está  ItsceViltó  á  'pruéva','  é  (lór  mí  parte  ést'á  p^tíñlb 
término  para  hacer  la  provanza,  é  minease  hd  concedtdd; 


nOL  MkBVPfO  M  «MAS.  4^ 

é  las  otras  partap,  á  Sn^deidilalar^  oo  cpimr^n^reifioiKler ; 
é  Ie3  ^eslá»  acraadas  das  rebeldías;  por  lantOi  á .  Y u^tra 
Alteía  pídi).óiéfapiroov.iBatode>ol>Qoe|dfir  el  diebo  (érnoQ, 
flegandque.f0vi  mi  eaiá  pedida;  queAsis  oeéQtsahka  «ed, 
lea  potísa  la  tenmra  rebeldía;  para kicital^feto;^-^JliaD  de 
•BaiAriiikh-t^Hay:  iiina<  rúbríoa.i 

'.fo Ib  ariltajdia  Madrid  á  tres  dtas' del- mea  de  ivaio 
de  jnlil  é'<|mBÍeqtoa.é  eufarenta  é  UB'  am»;  lá  preaeotó 
ea  él  £oiififif>,de.las  lodiaa  Juan  de  Barrutia,  .en  D.ombre 
,dfi.Adi3lantadpSQiQi  sb  parte^i  LoauíeSdrei»  4^1  ^Qiiáajd, 
lo- niaoUárdn  haber  por. oottcla^.efr. «ale  arlíoulp.rrHi^ 

Muy  poderosoa  Sefioreai^t-Inigo  Xofe2  deMondfa* 
gODÍea!ii(Mriirefderi)«  BerntndQl'Qclri&,i  Manquéd  del 
VaUe^  dígpMque  dáobocni -panle  lieae  suplicado!  de  la 
seQlei^'de'prQfeba  ^pelpoc  Vhiestl-a  ;ArlMza[  ae  dio,;  (« 
lodé  la.prormaadb^nrol»^  y  aobre  1q  ^w  sé>  oodtíeiie 
é  eMipfaheodttHem  la  «pilnhifioa  cpie;Y4ia8tra;Mageatqd 
mandó  hacer  é  hizo  con  él  dibboíliarqflás^  y^líane'  pedí* 
dof.'soplieado)  qde  eii  ebt0.BO*aé  (^iise  pléitO]  ondUiario 
sfoO'^qoetae  prQMda.  bresrjs  y  sümaifnufáénte,  copíelo  re- 
quiere ilá'oslidad. del  anecio,  lotudl  faalRságora'  no  ¿e 
ha  ptqveíhido -por  Vueaira  Arlleaa;  isaplioof  á  Vóeatm  Ai* 
teza '  iq  mande  luego' ver  y  proiveór; :.  y.  no  embargante 
que  por  Ifi  diote  i8bpiieaeMi$Dí,  por  tai  pai^e  idlerpuéatai^ 
está  suspenso  el  abto  á  rescebimiento  de  prueba^  'é  nciha 
corrido  ni  corre  el  término  del;  pero  á  mayor  ahonda- 
miento protesto  que  no  corra  el  dicho  término  ni  se  siga 
perjuicio  alguno  al  dicho  Marqués»  fasta  tanto  que  por 
Vnestra  Alteza  sea  visto  y  determinado  este  artículo,  de 
que  mi  parte  tiene  suplicado. 

Otrosí,  digo:  que  este  negocio  es  de  tal  calidad,  que 


se  iieqiriere  que  JosCesligosdeiqoé  ka^vlap  :8e  jenteo- 
idi«r6D  aproveeiiar,  vangao  'persMalaiAate  á  tata  jcéste, 
.y  nivele ^xanolineo  por  tos jddvuQetno  Aeal cGoqaqo  Mfe 
k» hdias,>éfK)r 4iao delloa,  yfcadttiuno trai^aiá  aviujala 
«qoelles  tleiOuyoa4icboa  lentendíere  aprarusecbar.  fidipboo 
á  Yoeatra  Alteza  mande  qaeasí ae  iiaga,  ;'¥«eatra  Ahe- 
aa«iaiiAe  qse  ae^dé-^CMlaié  proviaion  al  dieha  MarquéSi 
{Mina  qqe  les  iMOígos  qiie  tpor  iM  aeaán  tpteaealtadoa^  cérea 
ileato,  vengan  personalmente  á  -esta  cóete^  i^agánddlesiel 
(dlobo  Marqués ilotqneliobiepen  de  balwr  fior.aaiivábajo, 
fngm  qoe  fior  Vw^lea  Aheaa  biece  taaadn;  é  pido  justi- 
cia é  para  ello  imploro  vuestro  Real  oficio.-HEBay  ümieig- 
'Aa^<'*^¡go  Lo9eat.-^af  una  rfthrtca. 

Bala^viAlaJe  Madrid  i  diea  diaa  del  iaaaa  út  Junio 
demiU>é«|UÍqient08  6  coaneiitB  é^un  anos^  la  pi^eaeidiftdBQ 
«el  Consejo  de  tas  Indias  Iñigo  iLopea  4le  ¡yotdr^KUi»  m 
nombre  de  aa  parte,  iioa  ^pwresdei  Oonaqo  'qiaadaroo 
^oa>ppaaiga  «te  prqseso  pava  qna  ae  i»a  >6n  at  ealado 
«Miqueaslá^-TíiBa^  attaitéd)rioa. 

May  poderpaos  6e5eroB.<»*4i¡ga  iLppaa,  >en  oei^hie 
•del  Marqués  ilei  Walle,  idigo:  queimi  .paria  (lieaejnpsoasi^ 
ddadqueieldioeBoiado  Pudbla,  >á:quien!ha  msdaebido  fun 
4ñ  labiado,  vea  ^ei  pnacesoidétl  daaoobrimi^nio  iSupüf  o  á 
Vaenlfia  Alteía  ociapde  aa  Ip  ^é  >por  4Bais  4liaa;  para  éo 
/mal  jrjiíestfla  ilM  «&cto  ÍQ^ikMrQ»«*--rIai0É  Lopea^n-4bar 
fibair^bmca. 


muMmmim4!mm'  ififi 


.DjnMiCMNCÍ^M  T  mjwim  w  M»  Iw^cu  (I) 


I ndics^  íMm^  Tíeira  Fíniíe  áf\  'imr  Oeteoo»  1 

q«ie  UaiQiii  tMittoiiiiieate  IKiiefv  Moodo,  mk  S 

Im  tierras  y  icárea  ooodprehendidaa  en  la 
demarcazion  de  loa  üeyea  ée  GaaÜlla,  quda  3 

UQ  emiapherio,  6  mitad  del  mundo,  decieolo 
Y  ocbenta  gradoa  comenisadcia  i  eonlar  por  el 
Ocideote  desde  on  cf  rcalo  meridiano  que  paasa 
for  'Ireinta  y  «nevé  6  quareato  gradea  de  lon- 
:gitod  aocideoMl  M  tterkfiaQo  ép  taledb;  de 
tt«D«a,  que  é  (f edite  >iegm8  de  «Hage  fior  fra- 
^dot  tiene  te  díelia  demaraaci^n  de  indbAsia  rfe 
una  *parte  A  otra  «ipea  mM  j  «aéisiienlaa  Aegotts  4 

eastedunaa  eedauna, 'de Á  tras :mil faasadaa^de 
i  oíeoo  pies,  qieaon  aeaeota  milla»  italianaa  dé 
-Oriente  A  Ponientoi  que  lagenle  de  la  maril»- 
man  EMe  Oeste;  «está  iodo  ya  deacubieiHa  y 
ihanegado  del  Septent'rtoa  pnra>el  Modíodta,  qne 
usen  Nqrte  Sor;  ealA  descnbierto  deadnaesen- 
la  gradea  de  nttniía  eepif entrioml  •  knata  «tn* 
menta  y  dos  austral,  que  mn  *dos  ^il  y  (ftaa- 
líenlas  w  quaNnMaguaade  tierna^  ^e  4iene  4^ 
nnciio  por  dónde  aaaa  mil  y  treaienlat  y*  dé 
•y  abojo  iiasta  «diea  y  oebo,  qoea  lo  asas  m* 
goaCapor  el  Noiabrede  Dios,  Panamá,  por  4011^ 


■— ■       »  ■!  mu    ^  «I  I  ■ 


4l!0  BOémiAfroB  máMTW 

de  pareze  qne  Naturaleza  quisso  dividir  aques- 
ta tierra,  dexando  casi  la  mitad  delta  á  la  par- 
te del  Norte  y  la  otra  mitad  al  Mediodía,  que 
son  las  dos  partes  dé  la  derDareacton,  y  la  ter- 
cera las  islas  y  Tierra  Firme  que  ay  al  Orien- 
te de  Malaca  por  do  passa  la  linea  de  la  parti- 
2Íon,.qae^unqtiesos  patrie  deia  Iqdia  ofíen- 
laH  sebontbran  ddt  Poníante.  Aespecto.de  Cas- 
;tnia  ^CÁdmo  se  rfepreseota^eo  ^  a»apa  uDÍver«^l 
de  ias  Indias  (file  sesigpe..  ;     '         ,  ' 


..  .      •  .,....'»       ¡    ; 


Mares  jji  navega%iones .de  Indias, 


i  .i  I . 


6  Llátoaéé  io  otoscüi^i^rto  y  ihif^^iA(>>  Indias 
del.ObeHrib,  Iborqne  ponAoijUts  p^rl^.  la^  ro^a; 

7  ymaít  40\  Ifortb  ^  Otíe^iiO  ffire  :Qst^  fiqr  ^1 

8  OritíBfte;y;d0liSiir  loque  eBe4ilOcideotei  mir 
O             4eJ  Sd  p  ide  la  .N^ie^a  iE^pafiftiy.dj^l  Perú^  lo 

«t^e  l»i  4a^a,.{!y  -diel  MMiodi<i/i9a  la  q^aír  ,del 
«Iforte^  lot  qnS  ay  (Isade  ^\  »foa3sil  par4^)el 
10  ^irecba,  y-delNoftais^ladi^m^níp jp^ir^^t^o- 

teíque  Ay  debde  el  rQrdssilparp  IBcspRÜa  y  :p^rr 
•t69;9effleiiJU*iVhaledtqi^e!«86  diviffen  d^pitesren 
oíros  g^lfoB  nianbn^^^  en.  todos^y  qii^traoa- 
V)$gacJon$s  ()rxini^pal^;^a  privtiara  y  >nt$ia.dnih 
gM,  deiK^pailu  pajTa  liprffcFinmeylfíiawi^JBs- 
^na;  ta  afgpflda,  d^ade;  Eapaia:  a|  río  tda  la 
flaMi  y^tatr^obo  delMagaUarHfe;!  ll^  te^qera;..de 
■laiiCMte  da  la  NfieyailEspaiiait  iCmabemiBi^ft  Par 
nadiárpara  <al:  H6r0^<<;ft¡¡4ii  yiiSMr^bi»;]^,  la'áJtt- 
ma  y  mas  nueva  de  la  Nueva  España,  -pa<:a 
las  islas  dél  Poníétiifé  y  eoatiwlaoioQ'de^la  Chi- 


DEL  AUCBITO  DK  ÍMDIA».  4Í1 

na.  Como  se  vee,  locfos  apoiítadaá  en  la  (ábla 
general  prezédente.'       ;-•!'»  «I  .- 

■'-  '■"'  Carrea  de  íñdiüé:"'''    " 

La'  primera  na'vegáiílon  '¿(ae'pór  rítis'  crirsar- 
da  se^llama  'Carrera  dé  'íá¿  Indias,'  'se  'diVidfe  ^  1 1 
en  dos*  una'  para  oí'  Ptíe'rWde  Sánt  Juan  'dfe 
Ülóaén  la  Nueva  Rspafiá  *tóslá' donde  desde 
Sévifla  se  níivegari  como  ttiít»y  Sieiecfeñtós  le^ 
guas  en' dos  mesíiés  ymedib,  y -oirá  ojiara  el 
Nombre  de  Dios,  enTrérr^i  Wiáé,  dertníí  y  qna- 
irocrentas,  Vndds  raesáés '  larffoí;'  entrambos 
hasCa  llegar  á  las  isiláí;  '¿'e  lá  Aiaf  dfel  Ñórle,  noh 
una  derrota,  desdé  ef  Pbferid  (lé'Sati'ttiírafede 
Barraüteílíí,  de  áf  á'bairá';  lioís^fliéde  sblii-  12 

srnó  qué  conónfran^qfaálí'ó  eb^a»;  pitetrf  íliés- 
trd  eri  (af  canal,  Viento  á[lf^op(islto,;cí^crrcnfe  de 
agoas  bivis  y  InzdéltíiA  A  ¿fé  fárÍol¿s  *|Wrá  vet 
las  marcas  dé  la' barra.  Eos  tíé^rti {ios*  para  cd- 
taenzaf  estas  na vcgaclóneVfeón' diferentes  p.^rá 
IVueVa  ffepaha;'  pgBsado^ériiTbíértíb'ft¿sd¿  pHn» 
ciploáe'Abi'il  hasta" pássadoMaVoj  y  ríodbspoes 
porque  hó  se  llegue  3» la^'rsfa^  dfeMa  maV  del 
NóVré  déspueá  íló  Ago^sia,  qrfánddféíhári  yja 
l63  Ndrlés  yconiier'i'za'nib$ríiuí^caTic$*qiie'i^otl  -  13 
torViitenfas 'dcfs'hecbW  ^éVéfrfé¿a¿He-f  iefnios  dí^ 
fer^tlttísV  etyntVarftW;  y^aráTíétrti^trftote* antes 
de  éMrúr  el*  incierto  eri  '  ttí^o  'Ágóiló^  y  ^ScfJi 
tiembfiá,  porque ¿eMIfegtíénáí N«li<lÍ|^aélDlbs; 
de*  Nbvlefr'bí'e  a'deíaftte,''ípj<Aido^t)Of  'ébrfifeniíalr 
fes'NÍ)ríéí'yá  ed  áqiiéí  puéfto  menos  ^n^rrfltf. 


Dle.8«ii  («ácsas  sejra eo  Remulla  de  las  Ca* 
nanas,  basta  donde  ponen  losmadneros  como 
doiienCas  y  cioqaenla  legaas  de  navegación  de 
ocho  ó  diez  dias,  CAn  tiempos  i>r4ínaríoe,  por  el 

14  golpho  de  las  Tegnas;  que  en  inbierno  es  pe- 
ligroso de  tormentas!,  adonde  surgen  y  lopiaa 

15  refresco  en  el  puerto  de  \ík  Gran  Canaria  y  w- 

16  *    ligua  metrópoli  en  el  de  la  Gomera. 

17  J)p  Us  Caoa^ias  i  la  ial^  Deseada  y  Domiai- 
ca,  basta  donde  pi^oeo  aietecientas  leguas  .por 
lel  golfo  glande  que  llaman  del  Océano,  se 
suele  lardar  veinte  .y  cincio  días  ó  nlgo  mas, 
por  donde  oq  se  puede  boUer  á  cansa  de  Jas 
^isaa  ordinarias  y  oopiirarias  i  Ja  buelta. 

&i  la  Deaseada  1 4)^Mmnica^  donde  toman  las 
flotas  itg(iaB,  y  Cerca,  se  apartan  las  derrolas 
de  Noev*  España,  upfi  .en  demanda  del  cabo 
de  San;!  Aptoo  en  la  parte  última  y  mas  pci- 
tapial  de  la  4sla  de  CoUii  basta  donde  ae  nave- 
gan como  ^uiaienias  leguas  en  veinte  dias  de 
prdinariaii  visla  de  Sanl  Juan  dePuerlo-Rico 
y  de  la  gapano^»  ^  dos  kjgoas  del  |i|i«rio  4^ 
Sópelo  Ppmii^o^  •corrieiido  la  costa  f>or  h 
pijnlade  Niza^  )^9&!iasA  puerto  de  Ocoa^  quesl^ 
diez  y  ^cba  leguas' d?  3aocto  DqmiiMSo^  al  oqt* 
ftenl^^  dond^  a?  toma  x^e^u^,  y  4a  aití  por 
entre  la  íala  deCubp  yde^mityea,  con  ret^ 
gneirda  dp^oia  ÜMf  9s  ^e  lia^i^n  los  Jardioeai, 
jnato  al  ipedio  4e  la  «co^  de  Cuba,  dond^ 
se*»  pfirdM^  ^peltpji  n4Vr|qa;^4WQdp  ^^m 
k  viat#  de  4a  i^fa  d^  Pio^^  y  iQfabo  ide  ICIorríaa- 
.^Ki  dp^  kw^M  m^  Ae\  icfilio  de  1^  kfM% 


DBL  AKcunro  DÉ  nd>us.  4l^ 

desdé  doííáé  pard  h\  piiertb*  tfé  Véra-CVu^,  86 
sigilen  dod  derrotas,  eñtl^filiiibará  dé  dcho  fl  ntfc- 
ve  diad.  Una  que  llaman  por  de  dentro  de  db- 
ziéntae  y  cinqnenta  leguas,  para  en  tiempo  dé 
verano,  desde  Mayo  hasta  Septiembre,  quando 
no  áy  Nortes,  qne  son  travesía  en  la  costa  de 
Yucaran,  por  do  se  pa^sa  otra  que  (llaman  por 
defuera,  para  en  tiempo  de  invieí-no, como db 
dozientas  y  ochenta  le^s,  algo  rtia^  metida 
enaltara. 

Las  flotas  que  van  de  la  Dominica  á  Tierra 
Firme  y  Nombre  de  Dios,  hasta  dbndé  abrá 
como  quatrocientas  leguas  dé  viaje,  de  quinze 
ó  diery  seis  días,  van  en  dernattda  de  Cartage- 
na, á  lo  largo  de  la  costa  de  Tierra  Firmo,  don- 
de las  brisas  son  cassi  perpetuas  y  contrarias  & 
la  buelta  y  los  bezuda  vales  continuos  en  verano, 
y  los  Nortes  en  inbierho,  qué  son  tlravesfas* 
Reconózese  de  camino  el  cabo  de  la  Vela,  en- 
tre Santa  Míuiha  y  Venezuela,  y  el  cabo  dé  La- 
guna, cerca  de  Carla gc^na,  á  donde  se  descar- 
gan las  nrercaderiás  que  an  de  Ir  al  Nuevo 
Reyno,  y  las  que  an  de  pasar  alPerúr;  se  lie-' 
van  al  puerto  del  ¡Nombie  dé  Dios,  hasta  don- 
de desde  Cartagena  ay  como  novehta  leguas  de 
quatrodiaá  dé  navegación,  reconociehdo  antes' 
de  llegar  nn  poco  al  puerto  la  punta  de  Caliba. 

Los  navios  que  van  á  Venezuela  y  Santa 
Martha,  van  en  conserva  de  la  flír)ta  de  'íierra 
Firme^  hasta  el  paraje  dé  los  puertos  donde- 
han  de  quedar. 

Los^que  van  á  Hbndbras  y  GuaAliemala,  van 


414  l>9CCJ]lK2ffOS  J15ID1TUS, 

eo  conserva  coo  Ji^í)^  Noeva  España»  ^astael 
'  cabo  de  Tibunoo,  lo  mas  ocideotal  de  la  Es- 
pañola, d.e^c:  donde  proloogaudu  ia  isla  de 
Xaniayca  por  la  vaoda  del  Norle.ha^la  la  pun- 
ía del  Negrillo,  lo  úUiína  dalla  saleo  en  de- 
manda del  cabo  del  Camaroo^  prÍDc¡|>to  del 
*  golpho  y  provincia  de  Honduras,  desde  do  se 
va  á surgirá  Xrux.illo,  catorce  ú  quince  leguas 
al  Poniente  del  cabo  doade  so  descargan  las 
mercancías  que  an  de  quedar  allí,  y  las  demás 
passan  al  puerto  de  Cavallos  y  á  golfo  Dulze, 
costa  á  cosía  por  el  golfo  de  Honduras,  para 
llevarlas  á  Guatheooala. 

La  buelta  de  las  Indias  para  España,  no  se 
puede  baz(;r  pyr  la  derrota  de  la  yda,  y  assi  es 
fuerza  subir  en  mnyor  altura  y  salir  fuora  de 
los  trópicos  á  buscar  bienios  frescos  que  cor- 
rea de  la  parlado  Norte.  Viénense  á  juntar 
todas- las-flotas  en  él  puerto  de  la  Habana  por 
Marzo  para  llegar  á  España  antes  del   inbierno 
por  los  vientos  Sures  que  son  travesía  en  la 
costa  desde  el  cfibo  de  San  Yiceate  á  San  Lu- 
cas la  del  Nombre  de  Dios,  parte  de  allí  de  He 
brero  adelante  quando  ya  los  Nortes  zessan,  y 
buelve  á  Cartagena  á  recoger  los  despachos 
plata  y  oro  del  Nuevo  Reyno  y  también  por 
huir  de  la  costa  de  Vertfgua  y  desaguadero  de 
Nicaragua^  de  don.de  se  puede  salir  mal  si  se 
engolfan  por  las  brissas  y  corrientes  contra- 
rias  y  peligros  que  ay  en.el  camino,  en  que  se 
alraviessau  los  baxosdel  camarón  Quitasueño, 
el  Roncador  y  la  Serranilla;  desde  Cartagena 


se  va  en  demanda  del  cahó  do'SaorAntoo,  lo  . 
mas  ocideotal  de  Cube,  oomo.  dMíeotas' te- 
guas de  viag&de  diez  días,  cotí  reaguairdo  de  < 
los  baxos  que  ay  en  el  camÍRO  de  la  jSerraiija.' 
y  la  Serranilla,  y  Quitasueoo;  desdei  el  cabo' de 
San  ArvtOD  á  la  Habana,  ay  seroá  4e  quareo- 
ta  leguas.  Los  navios  que  buelven  de  Hondu- 
ras llegan  á  recooocer  también  el  cabo  de  San 
Antón,  y  las  fldtas  de  la  Nueva  España  parten  ; 
en  el  mes  de  Marzo  quando  aun  darán  los 
Nortes  que  sirven  para  la  buella  hasta  ]a  Ua-  • 
bana^  subiendo  un  poco  en  altura,  hasta  don- 
de se  navegan  como  trezientad  leguas  en  noe-  ^ 
ve  ó  diez  días. 

Los  navios  de  Sancha  Mariha  y  Venezuela  - 
para  venir  á  España,  salen  por  entre  Cuba  y 
la  Española  á  reconocer  el  cabo  de  San  Nico- 
lás en  la  parle  ocidenlal  delia^  desde  donde 
por  medio  de  los  lucayos  salen  á  tomar  la  der- 
rota de  las  flotas. 

Desde  la  Habana  para  España  habiendo  de(S- 
embocado  la  canal  de  Bahama,  se  navega  por 
el  golfo  que  dizen  del  Norte  ú  del  Sagarzo,  18 

como  nuevezienlas  ó  mil  leguas  y  mas  de  na*  • 
vegaeion,  de  veinte  y  cinco  ó  treinta  días  con 
tiempos  ordinarios,  por  dos  derrotas.  Una  para 
verano  mas  subida  en  altura  hasta  llegar  á 
treinta  y  ocho  ó  treinta  y  nueve  grados  en  que 
están  Ins  islas  de  los  Azores;  y  otra  para  in*  19 

víar  por  el  parage  de  la  isla  Bermuda,  puesta  80 

en  treinta  y  tres  grados,  que  aunque  se  vee 
pocas  veces,  aé  reconoze  por  los  temporales  de 


41^  McmBum»  imbdros 

agoadiefbB^qa6'dail>sMaBfpre'corea*  deUa,  pop  da 
se  suba  haeta'  treinta^  y,  tütíjé  gtudkm  vo  mas  aor 

21  qoo  eiM#  Ifriaia  ée  SaacMa  Mávtlib»^  qikv  d6  ioa 

22  Attoret;  y  para  ll^ar  ¿.  Ib)  terzera  se  sube  üi» 
greda  mad,  á>doi]detooaBfaiefttprelaa  floias^iue 
vteneo'de  iés  iDdiaa  parai  lotnak*  adláaieMr  ra- 
frefi^oy  eio  penoifUr  abitar  airiguno  Uérra. 

Desdb  \tí^  Aizorea  üaata»  Bmrraineda,  potíen* 
los  marinero»  treaietiCas  légóaa^dd  aaveganoa 
qne  se  navegan  alguMta  veces  en  quiaie  dkia 
y  otras^eii  treinta^  por  las  muobas  bríssas  que 

23  reinan  eor  este  golfo  de  bs  Acores,  por  donde 
se  navega  hasta  dai^  en  la  oostode  Poriu^l  y 

24  .  doblar  el  cabo  de  San  Vicente»  y  después  á 

vista  dé  laco6ta  hasta  el  poerto  de  San  Lucas. 

Navegación  para  el  eHreoho  y  rio 

de  la  Plata. 

25  La  navegazion  de  España  para  el  rio  de  la 
Plata  hasta  donde  ay  mil  y  seiacieütas  leguas, 
y  hasta  el  estrecho  de  MagaUanes,  cerca  de 
dos^  mili,  ha  sido  siempre  muy  mas  larga  en 
tiempo  que  en  distanzia  de  camino,  por- 
que siendo  nefleanño  llegar  próxtma  en  el 
verano  -  deltas,  que  es  de  Septiembre  ade* 
lante;  no  se  poede  partir  de  acá  á  tiempo 
q«« 'no  se  paase  por  la  equiúocsíal  por  Ju- 
nio 6  Agosto,  quando  las  calmas  son  mu- 
chas^ y  m^y  grandes  en  ella;  y  assi  viene  á  tar^ 
d^fse  2ÍUCO  6  seis  meses  el  viaje,  qae  pudiera 
hacerse  eo  dos  6  en  tres^  avienda  partido  de 


(^WSrNMli  fAfgOyÍMDt  iNprid  iSüAr^  bastaiocho  ó 
Me^T^CTMtosi^^) to  úUm  pnifi  /da  da/  eqoidoo^ 

B9per.«^tpajM^4^(^Qp  AgMlníeo  el.  Brasil»  ^' 
d^afHi€|fli;¿  vitfftcte  Mí^^mielirío  ileíilo  (Riata  yie««r 
M»cbiM.Qtrimjd<mkl^ft.oahoigr9doa}a^  tlido 
d0i«(4M)^^f)M#i^iWpi:  (^  Medb^  al  a^racbol 
^Mm  pBc9SiiifiaiU#gaiH)<4i  pMBsacl^  aptasiqiia 
sa/lfl^)aoaljA¡f^  f1»r$i|wi,.«|M  at  «huyirbnayá  .^^ 

a«»í  <«»ia)Dai;€^9i(»l^  41!» fdj&mlioBsa*   .  .   '»  * 

,    .íw':,   ,    i  í;/í'»*^  ni  i:«.   .  í»¡  Mil  M  *.  .  '  -i 

I,3,nav.egaf^9fl^  ^^ . }«  «ar.^lel  .§nr  ajeippreí 
sea.  h^cbft  cpa»?  .á .  .q^i^ía, .  y,  |<v;  ,8f  r.  muy ,  qoatf,^ 
qos,  lo;?  \jiffjiflffii^,^^y^i^,.flfFrííiJiles  0rdipí|n 
ría?  d^  ^^r^^h9,ja?,r^.el,%f^.  ][^a  íle'.t>ai»in^ 
para  la  ciudad  de  los  Reyes,  suele  duraíyájp^ 
tuesses  y  lá  buelta  menos  de  treinta  días,  y  lo 
mismo  de  los  R^j^f^-  he^a^  ^^^^  desde  donde 
para  Panamá  se  navegan  nuevecientas  leguas 
e^Pe9r%f*«  <'íí«.flW8ps,„sififK(o;  nj^pesleri-Oftho 
m^Jf  Úi  W  y;?.^S(Pí?*'í?ev^.qu3  l^sta  qqe 
l>i9ra,^or^e,ifte»M.ég(}p8f^  ,^.,|fl.íHar,^  t^laoi 
upejores.yiíiífo^ paí3„>aft|srjl,a .. tf ¡  m\^mm  J 
pa  ta  las,  í§|^^|íd ;  ?f)niepj^  iMali^o,  ,y  Pbilipiioíift^^ 

de,ppwar,«i.f!^^Q,.89  l^W^í  impBssibjlp 

Tomo  XV.  '  '  27 


418  ^Mommo» 'iMtawo»o 

potíesse  corBar  dssde^la'  P(b9i«^|Skptte«  pbr  el 
S6  golfo  de  OcidMleí  iqdes*miet ;iMr  (Mi  8w;' 

se  báceesté  obveg«síoii>deftde>iel''f^él'to^dérta 
Nsvidad.  Eq  la  coala  de  {a^Niáeí^Éf  fispbSáf,  dea* 
de  dónde  hasta  el  Mtfl^eo  f  Phtttphiáfi  pMdti  d» 
viaje  oonio  mil  y  seispíeatei^  4^tM'yf  sieMCieii^ 
laalegM»^  que  «cRna^egan*  ofdhÍÉf^toiméáie''  ^en 
doai  iDeaseS'^  doa  y  Aérttio/  ptf HIbMÉO  ^-  tf o- 
VManbre/qtieB  lal  lleoipOniÉfai4ibre  d^  cfelmas 
4el'p«eii(yi4e  4a  fhifidéiAi  ét  Idies  y^  mieve 
gradoa  ^de  étti^ai  dé¿d6iAitDáfr;8é'bái»l  basta 
doze,  en  'o^yo' jiartjlé  4am  OáMe,  ^(áfa  laa 
Philipinas;  ia  huella  para  la  Nueva  BspMa»  es 
mas  laf^á^  f  ^ás't^Mdl  á  bdus^ü^>qíi^^^  pu* 
dieodo  bolverse  por  do  se  va»  es  meoealer  M' 
bíi*íáé  én  tHttJiía  de*  tfeífila'ir  fríréVr  grtítibs  y 
patiii'pdr^Iéyb ó'Ju¿¡o';'(^ítiidd6 rsks  br^'soa 
ttíéñó^;'  y  assí'  dds  míégdáá'qit^  pn^de  áver 
éé M'^é,'  se  fárcFá'tJ  én  ^ri^oat  qá^Xró  'mésses 
y  iilaS'"''  •^'  '    '  '■  ''      ^^  ^'T';'»  l)!ij  .  •  n'  •■ 

"  Aiai  como 'Nkurate2á>^i§^''\t<ÍÍs^B'  di- 
vidir ffts  Indias  Ocfd^éiléá'í  W  éS»  'iial^tte 
^ates  (M»r  éllsfliii/o  d'^Ugo^fti'^é  I117  d«l 
NbMh-e'dié  Diis  'i 'Pütibntá;  W  véiñdd  á  iser 
fle(íééaái'i¿  <phi^  él'ira^ni^'liMitftl&ibi^  '^e 
«6  c«(lkt»rie  ^iP<¿d  'Ví/ei^y'liaiDtá^iiM  las 
Aadieoiiéa,  Qbbei-iÁiddr^  f  etíii^áái»'kéé  »j 
27  ¿D  en(j^bl>as  éaÜlliM-fAdiifó  d^-nWÁI"Virtsr 

Aé  la  I>luevtf m^',  f  q6éíífO')A{i<Íj^piliás  que 


t  ^ 


.  V  J  i'« 


DBL  Aá¿áTO  br  ífflitA^.  4» 


son:  la  de  la  Isla  Española,  la  de  la  Nueva  Bs- 
pafia,  la  de  la  NueVá'tráf^!¿ík;'  la  de  Guathema- 
la  y  parte  de  la  de  Panamá. 

Dismtbmkmiáiiid  ágsmtófromm.' 


'-■  •.  .iMj-'*i    .  .  .  ■'  r'-.l.:    i\  '.*> ;]  *i  '  oj 


»     » .   < 


I    v/ 


•  £ii'A<idlebViff'delá'«spaSol«(iaé'6¿'tiemi>o  28 

y  Aígar,'  respecta  'ií<!  'fi:^i)aíiA  és  Va  pfiftiéi^;' 
tiene  dé  BistHio  Est^  Oéftté;  '^uinieútsis'  y  cltí- 
qóéotá  feguasí,  y^i^rfei  SWf  mas  de  Irécféiítas,' 
en  qué  "«e  incluyéa  lias'  IsIíTa  y  govoríiiar¿ioh«B' 
de  id  -Rspafldla.Clibtr,  Síátf 'Juáti  y  kaWáyta,' 
y  LaAwrgafritá  y  ■Pé8(tli^ría  dé  '\¿ú  Peflai;'  W 
prúv}¿teitf  y-govflritübi^n-tfe  Yetieiuéla.'y  póf  i9 

cbréa^á  hi  pi^Viúcta  tlé  la  ^éva  Ahdáfádá 
ó'  (^áytíüá  7  tü'  ^l^ídaV  coa  todas  \ái  Itüas 
dWl«WrdéV'Nolrt¿;"<}u'é'()Mab  de  tiéhtb  las 
iioib6^as  y  de'seifadiéDlá^^'éátre  grjixi'd^'''j 
faenas  las  ^¿e  sé^  aH'íniaú'  á  líi  co^ta  de  Tíer-i 
ra  'Flrtité;  ífaháah  lóSé  Aiarinévós  dé  Sotaventó  30 

y  las  oirás  de  Barlovento:  ettémple  di¿  tbdaá 
es  ¿oniu'hmenté  VáVúedo'  y  cisKétíté  ed  el  é^* 
tessb,  y'asf  aunque  sdínTértíiés  de  pastcís  jf  aN 
bofedasí,  hcylb  gori'de'?d&í  seíttílDfts  de  T^spaSa, 
nf  rfé  trigb,  feí  dé  c¿Vdda;  lii  'Vitías,  nf  olivas; 
qae/fíq  se  ¿fá'tf^étí  ellásrf^erp'Káy  miicfc^^  ga- 
nado ínáytir  y  inénórdé  bacas,  yé¿uas,'  f^úét^ 
cM'jtívejiÁÍ¡  'J  íáí^la  prlhcljial  gi^a%éHá;  »es 
cueros  y  •aiíiCdJ',  oufe  ay  WucHó;  ;i^  aAhqúb  W 
lad  ifiáííiáfeHuá  áy  o'rd\^'^ücr's^  saéa  ttor'^baMr 
ftiÍtóá<iBnMhralé8:''i-'^';^''  -■•!:  -ii..^-..  .. 


;{•) 


1]  I  La  isla  Española,  de  las  mayores,  la  prime* 

za,  baxará  como  treszientas  y  ciaqueoia  leguas 

OÍipi^qS  ;#,Jaflaíj^íi«  y,c^^,,Pgiji,,.upa^casj\ 

Wf»PJ?8vW»ÍS9^8¡í)..4^.grp,^liff  90R4ÍPIlfM  "'' 
pessos  de  renta  y  uo  hospital  |C<^{|,  Vj^ij^?  B¥!l*'^^ 
paerlo  que  es  grande  y  capaz  de  muchos  oa- 


•'  1^^'VítPa'dá  Y|^í5y^/;Vfer/il'í  y  siétá  "óVeM^  :33 

ocho  lesnas  de  Sánáo  Domingo,  at'tyríéHtéi'^áfe 

diez  y  ócno  6  veinte  vecinos}  del  arzobispado. 

•  '  tó' Viítá  t^ytráy  Ve¡rii8  le^uás'aá^feahctó'^^^  .  3i 

mingó!  af Ó'rr¿íiterhácía"'$áótíá;  Ú'v^ike'^^ 

¿mos.  * 

Sancfouoniingo,  ai  Norfé;  dequinze  vecinos; 
el  arzobispaOo,    y  %q  sa  comarca  luucoo 

;»íljj    ii'ni(í  /;')'i  fkilj}¡    ^^'  i..  .   ».• .   ,e")i')}  . ;»]-'! 
CODio* 

1.a  villa  de  Asrca,  ea  lá'¿osla'(!^óV'éuf;  'vj^¡¿-  36 

te  y  qualro Teguas  de  SanQlo  Domingo,,  di  ,Po- 
Diente;  dé  quinze  vecino?;  del  arssopispado,  y 
ensa  comarca  miicnos  ingenios  Ue  ázugar. 

fm^íl  ñMJilór  feí'  qué  «ené'én  fá  &ál^ 

ferféotáf  d^'iá''íyiá'-'cíAíií^'-"^'^'  '•  --'^-''^  ^^-'■'^- 

'veV^eg3a§''iÍ%'^'feSkÍ!t6'*»oí¿'fá^ir;  ^aP^'l^e    '        '* 

seiszientos  vecinos,  en  que  ajr  iglesia, balhearal 
aonqüe  ñd  prelado  en  eTfáá'éscle  .el'pVimero 

Íiuc  upo  por  háversfe  n^cno  unión  pesia  y  ge 
a  de  maneto  Domingo;   ay  an  monasterio  ae 

Franciscos  conde  está  é!  palo  de  la  ICruz 'que 

-raí  £o)#ifiu  v*iO(iip,<^i/i'jt  ii'WH'j ^.oiVHui'-iur 
los  inQios*  no  pudieron  quemar.   ,         *      . 


'.».--•  r.|?:¿íli 


la  ciudad  de  la  Vega  aLNp,^fd,e3fe^,^,er^,9„eí^ 

'R?Í#í  .«íiM?®»»  fí«:'*y^ú.-?'  vi. «.:...'.;  .,,1 ' 

Soppb  PoínJU^í},  tr^iofa  y.yi^fjp^í^  fij^rpíjl^  le- 
jjuap  ^1  Nor^l  cpni94e  ca^lQrzp.jj^í^ofi;  di^- 
si  de  la  Vega,  y  qd  buen  puerto.  Monléxpj, 
m¥ff,Xi  PSi^rto.  eq  1^;  co^la  ^1  ^ríprt^,;  calcjrze- 
.í^«a?  a>.í^9,?í?nt9  á^ij^wr^p  (je  la  Pl^^j.qua. 
jODta  de  Sáocló  Dominso;  dé  ftreíoU  veciDOs 
españoles,  Dios  de  la  Vega,  con  buen  puerto 

41  ^.  U^o  anli^uapíten^le  e||  eata  islf  que,seá  de^- 

'  pol)ládo,  la  ciudad  de  la  Isabela?  seis |ie¿!iia^  al 

Poniente  del.  puerto  de  la  PlajLa.  eú  la  costa  la 

,díiQda  aun  dur^?  la,.i^l^essi<»,^^^,Bj)na^jMn^o  al 
Coluy;  l^  ¡yill^  ^}j^^^,y^i^fi^if|^^ 
San^o^Pom¡ngp,,íiJJ,(^ei,Vi||^q 

, y  Lares,  á  la,  costa  del' Norte.  .  ^ 

Quando  sd  d^scwrió  esta ,  i>la,  d.zen  que 
avia  un  millón  de  indios  v  aQra.no  av^  puas  de. 
Qos  pueblezuelos  de  hasta  cinqMenta  indios  ao- 
venedizos. .    ,  i      .  x    i  .       i 

Los  puertos  V  surgideros^ cabos  y  puoias  mas 

•  I    .         .    .inm9i)p  iiUT»»Tnjm  mi'feniLMíí  o: 
señalados  y  las  islas  pertenecientes  á  la  costa 

desta  isla,  son  en  la  costa  del  %^^j^  jf  9^^ 


43 


Poi(ie«itoa!ei{macib  deiQecM.^&es^yoGtio^  i|uo  44 

ootlM  flafM  4|ue'  vn»  A'  Ü^!  iNueVia»  EspaSaiquaiH 
iio^i)C^8«ii^oo!ao.!la«'«AsaAadB<<4e.tjCdpéa€^  45 

qii4^eatáíjiHilO'éél¡,i4  Mí^«o(ra'  que  tlaaiaa^de 
PMfirA^fl^MlMMfio^  üoa  legoas  ;aiiie8  de  llegar  á 
QcM:  áiQ¿»:'piifrlO'  y:  puablo  veinte  y  cuatro 
leguaa  adelante  do  Ocoa»  la  calongía;  iida  ^Aia^ 
(a  larga  maa  adelante,  treiola  leguas  enfrente 
de  taa  ialaa  Beaia  y  Att«&felo,  zioco  leguas  de 
la  costa,  y  la  Beata  dos»  y  Agmo  como  treinta 
y  quatrovinaaaiAMienle^  yAibbB^e -e»  boa 
Í8Íte3paa.cU(c5éUB  deTfburon,'  \^inmi  ootdeiital  46 

áb  ift  ífliftiá  Nalnqa^  áíez  legoaa  á  b  mar  Este 
Olíale  tfatlcaboi^Rosov'djes  6  doze^ieguas:  dül 
para^lJOflB^:lefc 'ftéquof  ó  hanmAioB  treaia»  47 

leottiUoaioaroa^)dd  laieostaquebaeivearl  Orieo<» 
tA  Cay loiuvoilab  ¡alela .i.Eatre  estos  y  Guana- 
bo^.otiraiáb  de  siete- á'joeholegoas'  de*  laírgo 
eo  ia  emanada  de>laiYagirana,  elpoerla  y  cabo  . 
de  8an  >ti^aQÍás,(;lo  paaá  ocidealal  de  la  /¡aia 
{ftorél  NMta;  naa^aáéllaute  puentni  de  Mosqoii- 
tosen  Úfeosla áelJNone»  y l veinte' teguas nnif 
al  Oriente  el  puerto  Valparaíso  ó  de  la  Coneep»' 
iio»  JNoiietSor  '0»n>M(  Tortuga»/ 'ona  isla  aer- 
eóla éilac^CMla,  (dé  qüairt>'ó*  zitic9>  tegoés^^dé 
lai^go^iPueMe»  ikealviidose  légnaa  al  ¡Poniente 
AÉk)^ottle  Xlpli>!qaiaieaté  ^rfro/tQoto.ó;  po¿o Ornas  48 

aatea'dQ  JaalMái4U»y  eslai  Aei  )f>iiérlo  delaMPIab- 
taví  otyaeidoasi  ll^iiai|tabo;E'rebcés  jy/  cabo  <M 
dátron»  eai  4a,  hMte/qte.  hwfe  iaicoalaidei  49 


A   i 


50 


51 


52 


^>.* 


oíqca4Beis4egak.la  tfói^  dtstttro^iiiMiiJdofi^ 
deptMiecéíbaver  (UaivNlo:iJB'*p|}6blO'4f«iblMado 

telóla  Í8lQ/ adonde 4«  eoBtftibuel«ie<fP(Mf  6tStt# 
al Ooídeiile;' a^  pfiboipm de Jb (fual«aiá(i4a  Sm^ 
na,  Uoh  íale^cie  réeonofcaoUa^floiaiíif  U^'ftfii 
á  Somto  D<MnÍBg«';  blM|  id|eM  i^q  itaÉoaá  San^ 

^  Cabalóla;;:!!'''     •  -.i  ,»:•■!)<>  ••'.  í  ■•:*  ■••!.i.  r-i  ü  .;! 


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gaa8íde>  la.iEapaoQÍav'faéb8Í>afciPi)ÍHbiit«;/«igo 
íddlaada  al  ¡NorI^.  ILaéi^ypit^dK  tta^Uaiídil 
Nbrte;  iiobexdb  largOvi>Eal0r.)O)e8<ep  tráüéáiA^ 
legaas;  y  deíaoobo)  fM>iidétade!oia)9í,i>i£eteatii; 
CBDcd?  !y,fK>riláb  iqia^^parlbi^ijdari'^atéiiMCá 
veioie  y  i^iaco;"€9>linia  doldaibic'  sjn^itrigó^  oi 
inaniy  óDii  :aHNÉ)S)ilaBáóar>)c|neülb  dBspailiia^:^ 
aslñ-Jar  pirificifpU  ^vaoigprYai^ieiii.'eUati^esixaén» 
dlaivabas-qu8:a!y:iDucbD8j  oto,<áiUMi6e  nbixó, 
y  iqiBchb  óobde;»(ay  «bicftUKBaffiffipudkkirs  Ue'«8f 
f0Aoieaj'áéhsk^ijá^^  ,ii«a>/gMaoilaoioa!  ly  odi 

.v.Elj8|0é  pntniem^iáoc/jpoblóíiasa 'la^<»*dád  ,de 
¡fiaoetiiigd  ea:).l»  oosla)idf)l  Siir.nilevioGtréiBlvy 
atoh6rj6'i|iiar«to4UgMebd^tíoái>afkfaifYibo||0at 
eDiila)fiHpáBola^i)y  ilosiÉgijaa<[dQ'{Q[  oofar^iijubii 
é;ltin  [iudriDí  d»<{ob>lkMiH)a;ddi»(iiHloido9ber  im^ 
}gmriútjA»  y/ge8DdozU;uitiiKpBa*;^  fNiabldf  Jito  Ua^ 
Mdo^á'lenel'  doai  iiWi>Mrtíjiiiáj.fAoaa  nipliéáé 


t¿M  dé'  itt^K&k  M''m\mk  ¿é ^^náfi 

D6rtvin^b,>r«ri  fiimtibteríó  'dé  >PHinck^k'>^ 

La  villa  iUstílíté6óa\  «t  ifAf^Mo'  (ftb^'^MflAH^  53 

eb8%<dél  ViútDe','  áéiiétttil  lb(^iaé'  dtf MaYdiútiM 

lA'vi^íttttfe. '■''"'  •'**  ■■'••'"•■'  •'■-■:!•":'■<  '•!>  '■;;'  'li'- 

•U'vWaf  ide^yañb/  v&ln«e'llegiíM>  él«1a<til(ii-  54 

<Aid  d^'SaiRHiaga;^!  Ndftfedtid,  'de  <^Uétlhi'Vb^ 
dtiosj'et  mnls^^ff^'p^^tftb -de'  ta'iiáU /'  f 'd6'«ér>-  ''<- 

Ta>Mm:de^bi«rté><y<lJiefi''dfft(«»ésM;>-'^i        >' 

La-Vilfa  y  i^6i«^  ikél^  ^PHacff «1-  éii  'lá'  fcó«(á  55 

d»'tÍ6rW,  tídmo  >\\aeltémÁ  lé^UM'dé'Sátac)^- 
^.^al  NbrtiwréresW}'  dé-^üái^tf'y  h^''¥m- 

-  -Eii  vilfa  dd  >  9aMblWBspfí4»uli,»j[i<iérto'"efi  -Ih  56 

fMMe^t^Bnr,  éiit^d  eDifé^lánVimUad'  fkéiñSb 
tfe  B6A:ofkM'eall^,  <MfMd>  éitíqñebt»' ■Wjgtta^'^b 
8*i>éWafeo,-de'v«írtie;v«í?fl<)Í.  'J  «''' '"  V  lii  .o:> 

délfíort€Véa*áf'*érf'lfrértie'tfe-'^.'íldKrtW,''4h 
M«hÍte'y'doe'gítoc^'y<MKid?d'd4  atMhir,  «fo'sé^ 
seoCa  vecinos,  tratantes,  donde  resaide  el  -  fl^- 
^itídor7'6ll«i>á«il^'Réat^'ftÍé<tíded  fi^Ü^tor- 
téli'ilBi'  piireKlélU>^'^l¿ptféflb,:tfii%<>é^ffilÉ(í'ay}- 


i  «a 


in 


ylf^tfí^<^  natyfijpoebltmoi^a^i  <  :■  ,  ,  ( 
>,l  |4>s  piierjtQ0.:pf)b99  si,pa9tpt«:dej|»  Q04Ui:^es- 
.^jvslaiy.  )aaiÍ8l»8.iadyQPfiBl^  á^ev  4c!0Wftd« 
Jj98,r«f«trj(k)fr,ao«ieoii«,oofAar4i9Í  .^ifiíelMde  la 
ciudad  de  Sanctiago,  como  en  ella  ^qpii^  ^ 
ího,  ,^Q  íveinle  gw^ .  y  ií0ÍfU0í!y  oi w>/l9gMa8 
b\  yPpoii^p^;  .,pl  J^.gawHifEspijilPíf  .Mbo»  (te 

59  Gr^z^je^  ú  Aofff  ioguap  CMJli9|a(«iQy.  loa  xardiii^ 
de  la  Reíi^h»  ua:b«xoc^fap4^4^¡U)a«(,yAriFiiCa6 
4el  PMprlp  da  la  Jríqidftfjl]i  ^  v#íqI/b  y  i^n  gra- 
49&f  comq  (ceinl^;  iegun^ictel  c^bo  4»  tCrop.y 
.CQaK>.pcboó,diej[!J9^a$  mus  atP'OQiwte;  el 
gqllj^Qde.^n?,;  ^nll'e(i^q»aig^íMídlfi.p<w  algaoM 
4?la(f  ,en,  jmedfo  y  ñas  b^í^j^.  laa  .dps  B^ipa - 
jip^  idoa  Í8la^,.^ípf¡oílJpio43|  l)aw«FWde,<|* 
ifi^aa  y  arr^orfe^  que  ilaoiw  GaíoiaFes^  eptre  ia 
cosía  y  la  isla  de  Pii)09y  xmc)  Ba,iie\4¡ex  tegHaa 
jde  l^rgQry  sii^le.dQ:apcbp,r4iiei(y  dase  l^^as 
4^1  cfbo.de  porii^oK^nqo^ie^lá  otras « tantaa 

60  4^1  ^  ^f^h  Aleteo,  do  4m  Qgídeat^l  ^ idwta 

.„-PRf)»  po^(fl44Np^to„plplvt!Wf!^4&lla<H9b4- 

.pa..(?oq9(i,#Uíf0  4\V¡ít  y  treiaULlegii»««a{  Oriea- 

61  .d9T{;uí»«ftef|,;VÍfiquíntqyl«ígíiai|«aíí,pil,,/f«iriijlia 
^<|4  B^y*:W  bwftgrflflcteideMleoe  y,arra}tifp^ 
^yi,nl^Q9bp ;iAe  ijl  isla  j^jbfff»*»,  opto.lpgu^  #or 
.lft8.4flspnsr|ó,d§l  PcioqipQ,  «uaiff  ó  j»m  «M 


quatro  leguas,  Cutif^í^:  wi«,pMAh>  .i^(pmrt9i;<l9  «* 

»4 /!••!.  i    ■•t  -I    '•  ')|i    !•  ,(,■■•••'••'/    -I.  ;,ifii,  ,  (,'  ')[i 

■'•■■ ■  •''•••••"  •'Xitmiiícrf:'-- •"•'■'■'■''•'  '•■•••' 

■■*"..•.     'i''   <  ;■ 'li.o   I»   i;V.-i¡  •:.  í-  i"   'c,  I  f  V  7 
•;i     >■ "i!  '    i     :;'-  .■;    ,  ;■•»  ;>!•  ri;t  <■■■!  <■'..  ,'t  y 

.  |4 ,  ifil4  de .  X^aicf,,  por^;9(rp .  pon)]»rp,.,di^  63 

rSapcU^gq.  /ao  dj^i  J! ,  ai^te,  grpdos.yfl^í^ioi.^e 

|deíftcJ»„.pq?fa,  efi  ^(\rpo,i£qfDq.,^^ff^{fí„J,^^^ 
•q^eo,U  \^(Sff»s^.,y ,^\e^^  ^e  l^f^ac^icjel  E^  .Q^íp 
(jqrBqíjwiuectfi.  jr  ,íJg.,:^clí9-ítífmo  Y^tfim,.<« 
.ajtMU\<l9#fM-()^.^  ^íjU^  inííjrprj9?„vac?i8v  yegiip^ 
J'«»ftrí<V»fc«ft4'-«qi:P9rp,Cfin?bi,nm<;lM>j.,ayi^ 

.denJ^,.deJai¡sJa.,i.  ,.,„] ,..,.  ,,i , ,,,,,  ,-í,. ■•,.;!  i- 
i,  í1gl|)ls^^en,la-.c9í<ftí|e^jíÍPr,í^,.d„<3*ei^,Qí^tprr  66 

.Wlegnwiift|?€iviü|ji,  ifíPfiw^e,„u'i  I.  .-.•,,...¡1 

deolal  de  la  isla,  doze  ó  c^|^X(f^egm/|,,4er^- 
villa. 

De  la  villa  de  l%](sgat{  dH^  que  tomaroo  tita-  67 

lo  de  duques  los  Almiraaies  señores  de  esta 
,|M«,  .W.rfp  ,9>f«#<Í0íU)qWp|iw(B|  ^Asprjp//Bp  ea  s- 


t^    I 


ite  'M)!ViilfMtf<1íHbnW 

69  Xaf^ryi  d{^  ^hi^iid^rráté  él"do  M^tlR^-^ 

de  la  punta  de  Negrillo,  desde  donde  buelve 
la  costa  hasta  caboijd,^jF,^|k^,  zerca  de  Oristan, 
y  va  por  el  Sur  hasta  el  puerto  de  Guayano, 
y  zinco  leguas  de  esta  costa,  las  Hormigas,  un 
'■•'^  éi'rétife'^l¡^í-b*óV'«  8«ís-6'  «i^e,"Ri**feitófa8, 

ikté  Ifi'OótibléiéiM  éer^dft^'^«^  »H>ierf6^,  "f  A 

N<i^«6'ébn<b(t^-<t4ft^d'b  zlh(<«'»^'c»  d^a,  y  Á 
Htfrbtsftí  VÍ<í!lá','lJ<'Bftfaiíilla;'  f6\  toffliéiífté  fel 
«<»/kladbfr,  cHK/lücIxb,'^  86í^b^al'SUa^«  'd« 

'cdh-él  NMübt'elte  Drd#,'-c6h)0  §Q»reflf«'H!^B 

mi)  '7  "cefirá-dt!  tMH  b(V^<flitM = Sátíchl  'tMAflr 

71  na .  Los  Cairaá(ib«<a^^P(Áy^M«'^éi«éfif(y''tfé  ^fti*- 

el  Caimán  grande  otra  isla  de^'S^i^'ó^yi^Mt)- 
♦'"  -gStóí'de  !#^,*^ÜItízé>b  «leif -y»!Jefs^d*' tóaí'Cai- 

manes,  al  Poni^Mtl'f^^  <*(JÍMá'^é<^P«ArH«.'iEo- 
^'^  -tf>«  tjtfá''^  N/  ¿le e^íl'if  <^t>éft¿l«V  «éfi^: >í^xo 

-(|Be''feiflflftó  AbféKJjai  o  -j-u:.'.  ,«i  . ..:  ,.¡>  I...:-  •;. 


«009iójffiitQM[a9f|figf|a%4«tJlpr£(^,Efj;^  QjB^t(?iy; 

Otí^PíivliíO  ,el ,<?o.yef fl^aq? .y-'P?!  oíifiialS>..4ff:  »«> 

.  I^jyUa,.deieHfdlHñjllíh,Mr.tlronqipl)j:e§j^i;|:  74 

nie|Htó,!U^líi'y  tra^  |3gitj»8/daP^er,to«PÁW!£Íel  tr 

(pj^  ^  Hamo  Gv)í#¡SR„W.^  (fPpifi  (Jpfü^íír^.pJj 

quilos,  que  es  muy  bueq9,(,<}Qj<^0,,l|e^V9V4^.;^ 
Olro  sitio  de  la  costa  ocideolal  que  llamaa  la 
Aguada,  con  noivJ)(^,d#,^otq<nayor. 

ludios  naturales  liuvo  muchos  y  ya  no  ay 

l»l>.,lraido^íi  otras  pj^rtoPy  *<l>  ■    - '  ."'  «^^l  "^'^ 
Ay  ¡pocos  |íu/eciop'en.es¿j8lf>.por.q^  M»dn,l», 

costa  «iel  NQrtuea»Dmy,£ácia^d0  ,baj^JQS|y  ^JMv 


0\ 


4^  -MttittiÉlfotf'^iMM^ro^-- 

déttíii  ló^  >qte  tfy  >  son  '%í  Ofi$iíté<deMteí>8att 

76  Juan,  el  rió  délLtaiáft  )f  e(  que  (iÉimá&  C^nobift^i 
y^rá'CéberaíriMiá  ]f»(Mi!ff-la;m«d'0#i6dUlde -ta^ 

77  ¡Bla;  cettá  d^  la  siérfá'de  iotf  ¿bqitíllor;  )r^  eñ^ 
fsA\á  útípúerlb  que  dictetr^Santisgo»  treslegtítfá^ 
adelante;  otro  que  di^eéi  Yáboesa;  ylres  iieguaé> 
de  la*  coate,  (iorestá  partea  étPaaagél  im isldoiíp 
¿lio  y^^r  principió' dé'*' dé(  Sur  ólro  qoé  dU 
cei^'  Béyeqoe  y  la  íála'  déBanctaatra^'Uas  a^i 
lante'OüayáYnií,  lin  ^^íi;&'f  de^^ca  toi^'ridk^ 

78  Ntalibn''y  Xacíué',  ¿eM  tegtra%  antes' '  del  paértó! 
de  Giiádiátiillb,  que  eátá  dos  )a1  Oi^i^oledél Vio' 
dé'Molsqtritó»,  en  ciiytí  bocal  eálá  el  ptiefto  qote* 
dicen  Guanica  y  seis  leguas  del  cábó  Ilíoxoi  ló' 

'^  nias  oc?a¿ntól  dfe  la  colsta  del  Süt-f  y  al  Ponién- 

tedél^héktá  lér'Espí^oláV'la'islá  dé  ta  Mbrtaf^' 
al  Norte  délla,  el  Monico  y  Zecheo,  oirás*  dos* 

^ '  iíífers,  él  ptlerto  tfe  Pibó«  ^ 'elde  Mayag¿tíÍE  y  la 

bayia  de  San  Oterman  el  Viejo  y  la  boc*  ééf 

79  rio  Guariabo  6  la  Aguada  y  él  'de  Guabatacá; 
mas  adelante  y  deíípdes'  en  la  costa  dtet  Nbr* 
tb,  eIdeCamny  y  eldéCibrérco  y  fea;  cetca^íde 
PtJertó-tlicoí  T  en  nyetíío  de  la  cosía  de  iamat- 
del  SurV  arrimadas  á'  fellás,  lásHaberíanadv* 
qnritfó^  cinco  isletab:  '  '*   >""       ' 

'  Los  Luccíyós. 

80  'laíilsrak^tie^eM^ti  árNorte^de  laisliidfe' 
San  Juan,  Española  yt^nba,  qtie  nfágiirna  'eStá' 
pobfádá  tfe^é^páfióldsV  feellaitaart  de  lo^iLuca- 
yós,  por  tíim'  tíetliís'  'la  'nm  ^épléllríonétt  qtie* 


edtá'arribia  db  vei&(d'  y  diéte  -«rmldis  de  afltttt 

ra/qoe  i^  llaúia  liüctfjrMéqtte  6  Yttédyoneti»^ 

(fue  tiráe  cassi  qI  f^Míéiife  iBahbaiai,  ethsi  iriai 

eé  veÍDie  y  aeis  grádba  y  medio,  de  doce  fi 

treze  legua»  de  largue  y  steíe'  GLotAo  de  enebo/ 

de^  dónde  ti>mó  «i  «ombre  la  CanAl  de  Baha>-  8 1 

ma,  eotreteFiorida;  ylotf  baitodde^  loa  M4ntf- 

bres,  pot  ^eode^Mien  laa^  eorpíiMi|ed  ^e(a  «mmi 

Hh»  releías  pa^a  'el  Noitér,  (fue  ao^t^ue-el  rlento 

aea  próspero;  nó  poédea  \M  nwiós  embocarla/ 

7  átfnque^ea  WolfaiioVisaten  otÁi  las'eorrrieelea. 

Loa  baioa  de  Biitimf;  M-Haman  aasí  por  82 

DM  ida  4eeieiiao(i»bre'r  que  08tí^' 60  medié' 
dellos,  de  qualro  ó  cinco  leguM'de  iár^.       I 

Abacoa,  otra  Isla  en  medio  del  dicho  baxio,  83 

de  largo  como  diez^óf^osel^uas»  y  Cigaleo  de 
veiüte  ó  veinte  y  cinco  leguas.  Cúrales»  olra 
isla  pequeña  en  veinte  y  seis  grados;  y  Guani- 
ma;  quince  leguas  dé  largo  'y  oéfao  ú  diez  de 
aticiho.  •'•  '■    ^^  •»•  -'■■  '•••"••'  •'■•'■ 

Guanami.^una  {sielá  |>eq'uéfiá  jtfnio  á  Guani-^ 
osa,  te  brimera  Irrefra  d^' las  Indias  que  desea*' 
bríé  Colon;  á  t]uiet)  pússo  por  ttámbreSan  Sal- 
vador; y  dna'  de^  tiúrntó  6  Vélntéi  'leguas  dé' 
largo  y  síeleó"dcbo  dé'ancbó;  en  veintey'cúa^ 
tro  grados  y  rüédio/á  qnietídólba  pusso  por 
nombre  Isabela.    •"  ^    -' '  ^   «  ^-^ 

Xomefo,  én  Telnte  y  tfes  grados  y  medioj^  84 

déte  6*  qtkinie  legoaá  de  largo;  al  Nb^le  tte  la' 
EspaBolar^atiianá;  déseis'fi' siete  leguas  de 
traVesfa  'éati'iel'XÚmdtb  'y  ddéüfma,  (riánguló^ 
de  6¡et6  ú  ochoí'legtta* 'de  largo,  en  veinte  -f 


fti»o    ,^  'V  "  •      "'  I .  •:•  ^>  ^'j  -j      •   .j  V  í  ■ 

-i'^.L'»)   :,-•'•'..     ■  «•  .   •     '  ♦*'  í  ••  r   V    .  ■'•■     ' 

Jiiün  al  Oriente  della,  para  la  costa  de  Tierra 

t^,  ;pof,  los,  n^tiqljiqH  c^rijlpeg  ,44^  bu^o  ©p.^lUs. 

SttMtt<il«»«  P«l«5r»s«8  4e;,^x|QR,  jy  .>.f..q¡ii,e,  iw» 

^^^.M^  «ílíiN/'slíá^^  S«p  l^n,.,soo  U  de 

8S  Isaba,  otra  isleta  pequeña;  laf¡jV|r£^o^,(^(^ 

<íír«fl/>GÍ)9(i>^#2o;\Hfí'>»WV  W«  fí»:. pp«a  ,d« 
9ffl»(VÍ*ffiWí^i«adijet.yiríiíRí  (Í9í(íaKl«l9as;|jlao.< 

89  <}qft^i?<ipieiU€i4fl.b  yí'■g^nGqTdíl^.La4oet5a'- 

4a,.l«l^«iet(9.Jegy«0  d^'lfti^p,  ea  düez  y;  ocho 


graidos  y  medro»  zero»da  de  bax.ío8  conio  4I 
Sombrero,  un  iaiepocillo  ierca  d^lla. 

El  Aogoila»  diez  leg^aaide  iargo^  ep  diez  y 
ocho  grados:  San  l^artin^en  sietq  y  medio,  d^ 
diez  y  seis  leguas  de  largo,. zercad^  de  islep^ 
y  juoto  d#lla  SaDfestjazio  y  San  Bartolomé  y 
Sant  Cbroúali  cada  uaa  á¡e  ocbo  á  di^.  legoas  90 

de  largo. 

Lá  Bernarda»  en  diez  y  siete  grados,  oerc;s^ 
da.  de  baxioa,  zarca  de  la  Redonda  y  de,  las 
Nieves  de  Monserrat;  de  quatro  ó  zinco  leguas 
de  largo  cada  una,  eo  qu¡nze,grados  y  medio. 

La  Antigua  y  Guadalupe  y  Todos  Sanctos,  91 

desde  catorze  hasta  quioze  gracjos.  La  Dessea» 
da  á  Levante  de  Guadalupe,  como  seis  leguas, 
la  primera  que  descubrió  Colon  en  ei  segundo 
viage  que  hizo  á  las  Indias,  en  catorze  grados 
y'medio;  en  cuya  demanda  van  siempre  desde 
las  Canarias  las  flo4as  que  van  á  Iqs  Indias*  92 

Alarigal9nle,  cuatro  ú  cinco  leguas  al  Suduesr 
te  de  la  Desseada;  y  la  Dominica,  en  tre^egra- 
dos,  doze  leguas  de  largq^  donde  hazen  agua  y 
leva  las  flotas,  porque  tiene  buenos  surgideros, 
aunque  con  peligro  de  los  caribes  -que  ay  ei^ 
elia;  y  cerca  della,  al  Sur,  Martiaino  y  Sancta 
Luzia  y  los  Barbudos,  que  por  caer  á  la  mano 
izquierda  de  las  flo^aa,  quando  van,  son  ya  de 
las  islas  de  Sotavento  que  pertenecen  á  la  cosr 
la  de  Tierra  Firmie;  de  todas  ellas  la  primera 
y  mas  ocideolal  y  Ja  mayor,  es  la..  Trinidad^  93 

zerca  de  dozientas  leguas  de  la  Bspaaola,  Nor- 
te Sur  con  la  Dominica,  como  sesenta  leguas 

Tomo  XV.  28 


434  »(>einiiNT06  nMDiroB 

della,  zrnquenfa  de  largo  EsteOeato,  y  veinte 
ó  treinta  dé  ancbo;  faaBta  agora  bo  ha  sido  po« 

« 

bladá-  ni  bien  descubierta,  attoque  se^iene  no- 
ticia qae  no  es  tierra  buenÁ  ni  de  cobdizia;  lo 
Óaas  oriental  della,  es  una  punta  por  la  parte 

94  del  Norte,  que  llaman  de  la  Galera,  y  ai  Norte 
della,  una  isla  pequeña,  cék*rada  de  isletas,  que 
llaman  Tabago;  y  en  la  costa  de)  Sur  un  cabo 
que  dicen  Punta'  Redonda,  á  la  parte  delOriea- 

95  te^  y  Punta  del  Águila,  al  Ocidente,  en  el  golfo 
de  Paria,  que  es  lo  que  ay  desde  la  isla  á  Tier- 
ra Firme;  y  dos  isletas  al  fin  de  la  costa  del 
Norte,  por  el  Ocidente,  que  se  llama  la  Boca 
del  Drago;  y  al  Norte,  San  Vicente  y  Granada, 
otras  dos  isletas. 

96  >  La  ista  de  la  Margarita,  v^tite  leguas  de  la 
Trinidad  al  Ocidente,  y  ciento  f  setenta  por  mar 
de  la  Española,  de  quinze  ó  diez  y  seis  leguas 

.  de  largo  Este  Oeste,  y  la  tditad  de  ancho,  falta 
de  agua,  aunque  fértil  de  pastos  para  ganados, 
y  sin  oro,  ay  en  ella  dos  pueblos;  ano  junto  á 
la  mar  que  bate  en  le  fortaleza,  de  treinta  y 
oinco  á  quarenta  vecinos,  donde  resside  el  Go- 
vernador;'y  otro,  dos  leguas  la  tierra  adentro, 

97  de  quinze  6  veinte  vecinos,  que  dicen  el  Valle 
de  Sancta  Lutia.  Hay  en  la  bosta  della  un  buen 
puerto  y  ancón,  y  mucíhos  hóiHales  de  perlas, 
á  donde  se  á  passado  ia  peéiqueria  deltas  que 

98  autesl  eslava  en  la  isla  de  Ci!^agua.  Otra  ialela 
pequeña,  utía  legua  de  la  Margarita ,  por  cuya 
caussa  ay  én  ella  oficiales  y  caxa  Real;  at 
Oriente  de  esta  isla  ay  quatt^  isteohzíllos  ar- 


>  ^ 


OIL  ARCmTO  DI  INDIAS.'  435 

fimadM  A  lá  coélá,  qué  Hartian  los  Frailes;  y  al 
Oriente  déétos;  eótre  ellos  y  Granada,  otros 
qoatro  ó  cinco  juntos  que  llaman  los  Testígoá; 
y  al  Ocideote,  después  de  Gufoagua,  la  Tortuga» 
otra  isleta  cerca  de  la  punta  dé  Araya»  en 
Tierra  Firme. 

Venemela. 

La  governacion  de  Vénezneld,  en  la  costa  99 

de  Tierra  Firme,  parte  términos  por  el  Oriente 
con  la  Nueva  Andaiuzta,  desde  donde  hasta  e( 
rio  de  la  Hacha  y  governacion  de  Santa  ilhr* 
ta,  con  quien  se  juntan  por  el  Poniente,  ay 
ciento  y  diez  é  ciento  y  veinte  leguas,  y  lá 
tierra  dentro,  como  sesenta  ó  setenta  hasta  los 
términos  del  Nuevo  Revno;  es  tierra  Tértil  de 
maíz,  algodón  y  mantenimientos  de  la  tierra,  y 
con  muchas  muestras  de  oro;  a  y  en  ella  ocbo' 
pueblos  de  españoles,  que  son:  la  ciudad  de 
Loro,  que  comunmente  llaman  Venezuela,  en  100 

diez  grados  de  altura  y  setenta  y  nueve  y  un 
i^n\o  del  meridiano  de  Toledo;  mil  y  quinientas 
leguas  del,  junta  á  la  mar  y  entrada  del  lago  de 
Maracaybo,  de  treinta  vecinos  españoles  y  nin- 
guno encomendero,  porque  no  hay  indios;  re* 
siden  en  ella  el  Governador,  Arzobispo  y  la 
cttthedral,  sufk^gánea  á  Sánelo  -Domingo  de  la 
Española. 

Nuestra  Señora  de  Carvalleda,  en  la  pro«  101 

vincia  de  Caracas,  cerca  de  la  mar,  al  Oriente 


4S6  DQCünNTOS  IViblTDS 

de  la  ciudad  de  Loro,  setenta  y  cinco  6  ochen* 
ta  leguas;  de  quinze  ó  veinte  vecinos  y  con 
na  ruin  puerto. 

102  Santiago  de  liOon»  en  la  dicha  parroquia^ 
seis  ó  siete  leguas  la  tierra  adentro,  y  tres  de 
Carvalleda  al  Sur,  y  setenta  de  Loro;  de  cin- 
quenta  ó  sesenta  vecinos . 

103  La  Nueva  Yafenzia,  sesenta  leguas  de  Loro 
y  veinte  y  cinco  ^de  Santiago  de  León,  siete 
del  puerto  de  Burburata,  de  no  mas  de  sesenta 
ú  ochenta  vecinos. 

104  La  nueva  Xerez  ó  Mirua,  como  quinze  le^ 
guas»  casi  al  Sur  de  la  Nueva  Valenzia,  y  veía- 
te de  la  Nueva  Segovia;  ay  setenta  de  Loro  al 
Ejgsueste,  pueblo  quevo  y  de  muy  poca  ve- 
dndad. 

105  La  Nueva  Segovia,  en  la  provincia  de  Ba- 
riqnizirueto,  veinte  leguas  de  la  Nueva  Xerez, 
a}  Sur,  y  diez  de  Tocuyo,  y  ochenta  de  Loro  al 
Sueste,  comodequarenta  vecinos,  donde  ressl- 
den  los  oficíales  Reales,  el  Governador  y  te- 
niente. 

106  La  ciudad  de  Tocayo,^x]¡ez  leguas  al  Sudues- 
te  de  Segovia,  ochenta  y  zinco  de  Loro;  de 
quarenta  y  zinco  ó  cinquenta  vecinos. 

107  .  La*  ciudad  de  Trujillo  6  de  Nuestra  Señora 
de  la  Paz,  en  la  provincia  de  Coycaa,  coma 
ochenta  leguas  cassi  al  Sur  derecho  de  Loro» 
algo  al  Oriente,  y  veinte  y  zinco  de  Tocuyo, 
cassi  al  Poniente  derecho;  de  veinte  y  seis  6^ 
treinta  vecinos. 

Indios  tributarios  de  los  zinco  pueblos,  a  y 


ML  AKCHIYO  DI  INDIAS.  4^ 

zhiquenta  ó  sesenCa  milt  éacomendados;  qae  los 
de  los  otros  oo  están  contados. 

Los  poertos,  cabos  y  puntas  de  ta  costa  des- 
ta  Governacioo  y  las  islas  adjacentes  á  ella,  son 
al  Poniente  de  Máracapana,  la  Yictüla,  una  isTa  108 

enfrente  del  rio  de  Oynare,  junto  con  otra  que 
dizen  Boca  de  los  Isleos;  y  después  Cabo  de  la 
Cordera  y  Puerto  Flechado,  y  el  de  Sardinas, 
y  enfrenté  la  isla  de  Anes,  ames  de  Bufburá- 
ta,  maravilloso  puerto'  y  anligúamente^  pobla- 
do, y  escala  para  el  Nuevo  Reino  y  provincias 
del  Perú;  y  después  del  golfo  Triste  y  al  Ñor-  109 

te  del  Boynare,  una  isla  de  diez  leguas  de  lar-* 
go  y  siete  6  ocho  de  ancho,  después  ponta 
seca,  y  enfrente  Curacan'y  mas  adelante  Cú- 
racanle,  de catorze  teguas  de  largo;  enfrente  dé 
Paraguana,  una  ensenada  junto  al  cabo  dé'  Sen  110 

Román,  al  Sur  déla  isla  de  Ahiba,  de  quatrb 
6  zinco  leguas  de  travesía;  y  al  priñeipio  del 
golfo  de  Venezuela,  la  entrad&i  y  canaf  de  fa 
laguna  de  Maracaibo,  y  á  la  entrada  della  el 
fio  MUa^e,  y  al  Poniente  los  Monges  Santos,  * 
isieoncillos  arrimados  á  la  punta  ó  cabo  de  Gd- 
quibavacóa  y  después  Raya  honda  y  el  Porte-  111 

té  y  el  Cabo  de  la  Vela,  donde  se  acabis  la  go- 
Ternacion  de  Venezuela  y  entra  la  jurisdicíon 
def  rio  de  la  Hacha. 

Rio  de  la  Hacha. 

•         * 

El  rio  de  la  Hacha,  primero  dicho  Nuestra  1 12 

Señora  de  las  Nieves  y  después  los  Remedios, 


-498  Docmoirros  uqépitos 

jooto  ata  mfr  entre  Venezaela  y  Saocta  Har- 
ta al  Oríeote,  treinta  leguas  delta  y  sesenta  de 
)a  ciudad  de  Loro  al  Ocideote  Norte  Sur  con  el 
cabo  de  la  Vela»  de  quareula  ó  cioqueota  ve- 
einost  uDO  solo  eocorneudero,  con  ocbo  leguas 
.  de  térmioo  entre  Venezaela  y  Sanóla  IMarlba» 
sin  muestras  de  oro  ni  indios  en  la  comarca. 
Goviérnasse  por  alcaldes  inmediatos  al  Audien 
sia  de  la  isla  Española;  y  en  lo  espiritual  es  de 
.  la  diócesi  de  Sancta  Marlha. 

Nueva  Ándalu%M. 

113  La  Governacion  de  Serpa,  que  llaman  la 
Nueva  Andaluzia,  y  en  lengua  de  indios»  la  Gua- 

.yana»  confurme  á  los  términos  que  se  le.  asig- 
naron, es  desde  la  isla  de  la  Margarita  basta 
el  rio  de  Maranon,  que^ay  tre^zientas  leguas  a! 
Oriente,  y  otras  tantas,  Norte  Sur  la  tierra  aden- 
tro, en  que  se  incluyen  los  indios  Omaguas  y 
Omegas  con  las  provinzias  del  Dorado  á  la 
•  parte  del  Mediodia  de  esta  gobernación,  en  que 
.cae  por  ta  costa»  la  provipzia  de  Maracapana, 
en  loB  términos  de.  Venezuela,  donde  estuvie- 
ron poblados,  antiguamente,  las  BopasdeSania 
Fee,  en  cuya  comarca  está  el  de  Morro  y  Iqs 

114  indios  que  llaman  de  Perito,  veinte  leguas  la 
tierra  adentro,  por  donde  van  los  límites  de  la 
Governacion  de  Venezuela  y  los  indios  Palen- 
ques, dichos  assí  por  unas  estacadas  con  que 
se  fortifican;  y  assi  mismo  la  provincia  Cuma- 

115  na,  Norte  Sur  con  la  Margarita,  donde  bay  un 


DBIi  Ai€BIVO  PIB  OISUS.  itt 

poeblo  de  espafioles  que  se  llama  la  Nueva 
Cordova,  de  muy  pqcoi^vecíoOs;  y  desde  la  Tri-  116 

BÍdad  hasta  la  boca  del  rio  de  las  Amazonas» 
qoe  eaté  do  aitl al,  Orienta, iserca  da  dozieotas 
leguas»  baiHA  Id  províQzía  de  Iq9  Amabas,  par* 
te  deilos:  caribes  y  todos  belicosos^  no  estáa. 

pvcificofi  ní'CqQqiiíatado^  } 

Despuesid^la  Puota  de  Paria  y  Bc^ca  del  117 

Drago,'  juftto  ^  la  Triai<lad«  e^  kk  Pua(a  del 

»  

Gallo  ó  Anegada,  al  Sor  de  la  Trinidad  y  rio  da 
Paria  6  Orinoco^  y  otrost  rios^  puertos,  cabos 
f  puntas  de  la.  provincia  <ia  lo$  Amacas^,  da 
qoe  no.ae  bace  mención  por  ser  poco  «ono^ 
cidos. 

Cae  en^  asta  jGovarnacjon  el  ciind.alpsso  tío  118 
qne  llaman  da  ias  Affij»zao9S,  y  porolpo  qom«* 
bre  de  OreUana,  q¡^ ,  pace  ^n  los  Aodes  del 
Perú,  en  el  paraje  del  CaicOj  desde  donde  cor- 
re mil  y  quinientas  leguas  ó  mas,  dando  bual'* 
tas  por  debaiio  de  la  equinoccial,  por  tierras 
jnoy  pobladas  de  indios^  aunque  no  bien  descu-» 
bíertas  y  pacíficas»  basta  desaguar  en  la  mar 
del  Norte  debaxo  de  la  equinoccial,  cuya  boca 
tiene  de  aj^bo  cerca  de.  cinquenta  leguas»  y  en 
las  quinientas  el  rio  arriba  desde  la  boca,  mu* 
chas  islas  pobladas;  ochenta  ó  cien  leguas 
maa  a)  Oriente  del  rio  de  la&i  Amazonas,  está 
el  rio  MaranoUf  casj  en  loa  términos  por  dondf  119 

passa  U  linea  de  la  demarcación,  también  gran* 
de  y  caudaloso»  qu^  tiene  d^  boca  qiiipze  le*' 
gnasó  mBS,;ysu  corriente  viene  de  l$is  partef 
de  Mediodía,  y .  pro vipdas  del  firasaÜ , 


440  DOCOÉIHtCfS  INII^^OS 

Flotida:: 

120  La  provincia  y  govéraacíOQ  de  la  Florida, 
cércBDiádela  Audiencia'  de  laíRspaBola,  Begiía 
tos  términos  de  la  governacíon  de  Pero  lVle« 
nendez,  es  todo  lo  qué  ay  idésde  el  rro  de.  las 
Palm^^/  qaé  confina  con  la  j^Temacion  de 
Panuco,  éniaf  Nueva  España,   Ifósta  los  Baca- 

121  naos  y  TérranoVa,  que  vienen  á  estar  en  el  pa« 
raje  de  Estpana  y  Francia,  tomada!  ten  fíerticu^ 
lar  la  Florida  eo  ana  punta  d(d  lierr'^'que  sate  á 
h  Doar  Norte  Sur'conla  isla  deCaba;deocheQ- 
ta  ó  cien  leguas  de  largo,  y  de  ancho  Este 

'  •  ■  OteBle  veittteó  trélinffa;*'y  (ífuandd  mudho  qoa- 

renta,  cónformei^se  en  el  temple  con  Bspciña; 
y  assf  ay  y  se  bailaron  n^^chas  frotas  della  y 
parece  dispuesta  para  trígo  y  ganados;  no  ay 
hasta  agora  oro  ni  pueblos  de  espafioles,  mas 
de  dos  fuertes  con  gente  de  guarnición,  en- 
trambos en  la  costa  que  mira  ál  *  Oriente,  uno 
que  llanian  San  Mateo,  en  kr  Punta  de  Sancta 
Elena,  cómo  cien  leguas  dé'  laüabana,  y  o^tro 

122  de  San  Augustin;  como  cínqtfenta  dé  Ids  Már- 
tires; toudbas  isletos  pdbladas  que  están  junto 
á  la  F'urita  de  la  Florida,  por  do  ibas  se  Hega 
á  la  isla  db  Cuba  á  legua  y  á  legua  y  media  y 
ihenos  unas  de  otras,  con  lina  cordillera  de 
baxos,  con  bocas,  en  veinte  y  ^res  6  veinte  y 
quatró  leguas,  qué  tienéhfde  largo  tos  Martí* 
res,  cuyo  principio  por  la'  parte  del  Ocidente, 

123  se  dice  Panta  de  los  Mártires,  y  por  la  del 


DBL  ARGHITO  DI  IlfDUS.  '441 

Ofienfe,  la  Cabeza  de  loa  Mártirea;  ana  ¡ala  ma- 
yor  de  doce  ó  catoize  leguas  de  largó  y  muy 
angosta;  seis  leguas  el  fio  delta  de  la  Punta  de 
Tequesta,  lo  primero  de  Tierra  Firme,  por  el 
Oriente,  en  veinte  y  quatro  grados  y  medio,  • 
donde  se  pobló  un  pueblo  de  españoles  que  no 
permaneció,  y  Norte  cassi  derecho  al  tio  Aya;  124 

y  mas  Norfe  en  veinte  y  ocho  grados,  la  Pun- 
ía del  Cañaveral,  y  mas  adelante  el  rio  de 
tos  Mosquitos,  antes  del  rio  de' la  Matanza, 
donde  murieron  los  francesses  de  Juan  Rubau, 
que  degolló  Pero  Menendez.  La  Punta  dé  San  125 

An^ustin,  en  veinte  y  nueve  grados  y  tres 
quartos,  y  de  allí  diez  leguas  et  rio  de  San  Ma- 
theo,  desde  donde  buelbe  I»  costa  at  Nort  Nor- 
deste, toda  con  islas  arrimadas  á  la  costa  y 
bayas  hasta  el  cabo  ó  puerto  de  Santa  Eltoa,  126 

en  XXX  grados  y  medio.  En  toda  la  demás 
costa  que  hay  desdecía  Punta  de  Santa  Elena, 
por  Terranova  y  Bacallaos,  hasta  tierra  de  La- 
brador que  llega  y  pa>sa  de  la  altura  de  Fran- 
cia é  Inglaterra,  no  ay  pueblo  ni  governa- 
cion  de  españoles;  aunf]ue  por  diversos  tiem- 
pos y  naci'^nes  sea  descubierta,  y  nave- 
gando, y  se  savé  que  ay  dé  mil  leguas  ar* 
riva  de  viaje  comunmente  tierra  sin  oró  y 
quanto  en  mayor  altura,'  menos  buena  y  me- 
nos abitable:  ay  ihuchos  ríos  y  puertos  eñ 
elfa,' costo  que  por  no  ser  muy  conocidos  ni 
frecuentados,  no  se  hnce  menzion  de  mas  del 
rio  de  los  Gamos,  por  otro  nombre  dé  Sano-  127 

ta  Mana,  que  es  muy  grande  y'  caudalosso. 


412  ooGinítiiTos  minrros 

casi  en  el  medio  de  la  costa  entre  Ja  Florida  y 
los  Bíicallaos,  desde  donde  entra  ja  ií  erra  aden- 
tro para  el  Poniente  el  grande  rio  de  OcMa* 
ga,  navegado  diversas  veies  por  estrangeros» 
.  creyendo  bailar  passopor  allí  para  la  Nueva 
España. 

128  En  la  costa  de  la  Florida  que  mira  9I  Ocasao^ 
están  las  Tortugas»  siete  6  ocboisletas  juntas»  y 
al  Norte  de  la  dicha  punta  de  los  Mártires,  la 
de  Muepa  en  Tierra  Firme,  y  mas  al  Nort^ 
doze  6  trece  leguas,  la  baya  de  Carlos,  por 
otro  nombre  dé  Juan  Ponca;  y  otro  tanto  maa 
al  Norte  la  baya  de  Zampa,  treinta  y  tres  le- 
guas de  la  de  Socabaga,  por  otro  nombre  del 

129  Espíritu  Santo  ú  de  Mirut-lo,  en  veinte  y  nue* 
ve  grado(i  y  medio  de  altura,  donde  comienza 
loque  propiamente  se  llama  la  Florida. 

.  Golfo  de  la  Nueva  España. 

Toda  la  costa  que  ay  desde  allí  por  el  Oci- 

130  dente  hasta  la  governacion  de  Panuco  qua 
pasa  de  irezientas  leguas,  se  llama  del  golfo  de 
la  Nueva  España,  en  que  no  ay  poblazion  nin- 
guna de  españoles  ni  la  ha  habido,  aunque  se 
dio  por  governacion  á  Cabeza  de  Baca  y  á 
otros  que  se  perdieron  eñ  ella;  de  los  qnaleg 
se  entendió  que  la  tierra  es  muy  pobre,  sia 
mantenimientos,  y  la  gente  miserable;  y  aun- 
que en  ella  ay  muchos  ríos  y  puertos»  no  se 
baze  lista  dellos  por  no  ser  bisa  conozídos. 


PIL  ARCBIYO  PK  UI0U8.  »443 

Distrito  déla  Audiencia  de  México. 

.  La  segunda  Audienzia  que  se  fundó,  eq  las  131 

Indias  es  la  de  la  Nueva  España ,  cuyo  distrito, 
por  una  parte  no  comprehende  todo  lo  que  co- 
munmente  se  dize  Nueva  España»  y  por  otra 
conQprebende  mas»  por  que  la  Nueva  Gralicia 
que  es  Audienzia  por  si  espte  de  la  Nueva  Es- 
paña. La  provinzia  de  Yucatán  que  no  lo  es, 
cae  en  el  distrito  de  la  Audienzia  della,  que 
como  ahora  está,  tendrá  de  largo  Este  Oeste, 
como  quatrocientas  leguas  desde  lo  masoriea- 
tal  de  Yucatán  hasta  donde  parte  términos  con 
la  Audienzia  de  la  Nueva  Galicia,  y  Norte  Sar 
como  dozientas  desde  el  fin  de  la  governaciop 
de  Panuco  hasta  la  mar  del  Siir;  quedándole 
por  la  parte  del  Norte,  los  términos  abiertos 
.cuyas  partes  y  provincias  principales  *  son  el 
Arzobispado  de  México,  los  Obispados  de  Me- 
choacan  y  el  de  los  Angeles,  Taxcala  y  el  de 
Guaxaca,  y  las  governaciones  de  Panuco  y 
Yucatán,  con  la  de  Tabasco,  y  por  zercanfa  ó 
contratación  las  islas  Philipinas  y  despacho  de 
la  navegación  de  la  China. 

Es  la  Nueva  España  de  las  mejores  provin- 
cias de  tas  ludias  y  la  mas  abitable  en  buen 
temple,  abundancia  y  fertilidad  de  trigo,  maiz 
y  ganados  y  las  otras  cosas  para  la  vida  ha- 
mana,  salvo  aceite  y  vino;  y  aunque  ay  en  ella 
oro  en  muchas  partes,  es  mas  general  la  plata, 
de  que  ay  muchas  minas  buenas. 


'444  1K>C(J1IE!IT08   INÍDITOS 

Arzobispado  de  México. 

1 32  El  Arzobispado  de  México  entré  el  Obispado 
*  dalos  Angeles  y  el  de  Mecboacdi;i,  tendrá  de 

largo  Norte  Sur,  ciento  y  treinta  leguas,  y  de 
añcbb  de  d\ei  y  ocho  que  tiene  por  la  costa 
del  mar  del  Sur  hasta  sesenta  por  la  (ierra 
adentro,  on  que  se  incluyen  treze  prov¡r«cias  6 
comarcas  principales,  que  son  la  de  México,  y 

133  al  Norte  della  Calepthalpa.  Meziitlan,  Xilote- 
pee  y  Panuco,  la  mas  distmte;  y  al  Poniente» 

4 

Malacingo,  cerca  de  México  y  Culti'p(*c.  La 
mas  apartada  y  al  Oriente,  Tezcuco,  junto  de 
IMéxico;  y  al  Sueste  Chalco^  junto  de  la  de 
México;  y.  al  Sur  della,  Suchimilco,  la  primera,  • 
y  después  Ualuit;  y  entre  el  Sur  y  el  Sudue 
te,  Cdyxca  y  Acapulco,  la  mas  apartada  al 
Sur;  en  todas  ay  quatro  pueblos  de  españoles 
DO  mas;  y  aunque  hnea  de  México,  ay  ma« 
chos  indios  en  qlie  están  poblados;  españoles 
DQ  ay  ninguno  dellos  sino  la  ciudad  de  México 

134  antiguamente  dicha  Teoustitan,  en  diez  y  nue- 
ve grados  y  medio  de  altura,  ciento  y  (res 
grados  de  longitud  del  Meridiano  de  Toledo, 
de  donde  distará  por  linea  recta  (I)  le- 
guas en  jDedio  de  dos  lagunas  grandes  que 
la  cercan  como  si  fuesse  una;  la  una  de 
agua  salada  y  sin  pescado,  y  la  otra  dulce, 
y  coD  pescado,  que  desagua  en  la  salada, 

.(1)    Bn  blanco. 


DIL  A1CB1T0  BK  UOHAfl.  4á6 

cada  una  de  cinco  leguas  de  aocbo  y  ocho  de 
largo,  y  ealrambas  deboxo,  treiota.  Entrase  á 
la  ciudaJ  por  Irea  calzadas  de  á  media  legua 
de  largo,  y  ay  en  ella  (res  mil  vecinos  de  es- 
pañoles y  treinta  mil  casas  de  indios  ó  mas.' 
Reside  en  ella  la  Audiencia  y  el  Virey,  que 
presside  en  ella  tres  alcaldes  de  corle,  los  ofi- 
ciales de  la  Hacienda  y  casaa  Real;  una  cassa 
de  fundición,  y  otra  de  moneda,  y  la  Inquissi- 
cien  y  la  Metrópoli  arzobispal,  que  tiene  por  su- 
fragáneos los  Obispados  de  Ta^4Kla,  Guaxaca, 
Mecboacan,  Nueva  Galizia,  Chiapa,  Yucatán  y 
Guathemala;  y  ay  en  la  ciudad  nconasierios  de  ^ 
San  Francisco.  Sancto  Domingo,  San  Augus* 
tín;  la  compañía  de  Jhus  y  tres  monasterios 
de  monjas  y  Universidad,  con  otros  collegios  y 
hospitales;  ay  assimismo  en  los  pueblos  de  in- 
dios estancias  de  ganados  y  minas  que  ay  en 
este  Arzobispado,  cerca  de  otros  tres  mil  espa- 
ñoles avczindados;  y  en  las  treze  provincias 
dicha?,-  dozienlas  y  cinquenta  pueblos  de  indios. 
Los  ciento  y  cinco  cabeceras  de  doctrina,  y  en 
ellos  y  en  mili  y  quinientas  ó  seiscientas  es- 
tancias, trezientos  y  treinta  y  seis  mili  indios 
tributarios,  noventa  monasterios,  treinta  Fran-' 
ciscos,  y  veinte  y  cinco  Dominicos  y  treinta  y 
siete  Augustinos;  y  los  demás  doctrinos  de 
clérigos. 

En  la  costa  del  mar  que  alcanza  este  Arzo« 
bispado,  por  la  del  Sur  y  provincia  de  Acapul- 
co,  ay  un  muy  buen  puerto  que  llaman  de 
Acapulco,  en  diez  y  siete  grados  de  altura,  seis 


4É)  fiOCÜHlNTOS    INSDIT08 

135  6  siete  legoas  del  río  de  los  Yspes,  por  donde 
se  junta  el  Arzobispado  con  el  Obispado  de 
Táscala,  y  otras  siete  ú  ocho  mas,  al  Poniente, 
el  rio  de  Átala,  y  otras  quatro  el  de  Milla,  y  ea 
la  costia  del  Norte  tiene  la  que  cae  en  la  gover- 
nación  de  Panuco. 

Panuco. 

1 36  La  provinq^  de  Panuco,  al  Norte  de  México» 
fué  antigúamete  Governacion  con  titulo;  de 
cinquenta  leguas  de  ancho  y  de  largo;  la  tier- 
ra que  mira  á  la  Nueva  España,  es  mejor  y 
abundante  de  mantenimiento  y  con  maiz  y  algna 
oro,  la  que  va  para  la  Florida,  por  la  costa 
basta  donde  ay  quinientas  leguas;  es  muy  po- 
bre y  miserable;  ay  en  esta  Governacion  pue- 
blos de  españoles. 

.137  Panuco  y  por  otro  nombre  la  villa  deSan- 

tistevan  del  Puerto,  sesenta  y  cinco  leguas  de 
México  al  Nort  Nortdeste  ocho  ó  diez  leguas 
de  la  mar  junto  á  un  rio  que  es  la  entrada  del 
ejb*puerto,  aunque  con  poca  agua;  de  diez  ve- 
cinos españoles,  alcaidia  mayor  proveida  por 
el.  Vfrey  de  Id  Nueva Eápatíáí,  y  en  la  comarca^ 
cOmo  trezientos  indios  tributarios. 

138  La  villa  de  Sánctiago  de  los  Valles,  veinte  y 
cinco  leguas  de  Panuco,  al  Ocidente;  de  onze 
Vecinos  españoles;  y  en  su  comarca  mil  y  do- 
ztentos  indios  tributarios. 

139  La  villa  de  Sao  Lui&de  Tampico,  ocho  te- 
guas de  Panuco,  al  Nortdeste,  junto  á  la  mar; 


DEL  ARCHIVO    HI  INIMAfi.  4ífí 

de  veinte  y  quatro  vecioos  y  dozientós  y  trein- 
ta indios  tribútanos. 

Y  aunque  en  la  costa  desta  governacion  ay 
tDDchcs  ríos  y  algunos  sui^idos  hásfta  el  rio  de 
las  Palmas,  en  el  golfo  de  la  Nueva  España, 
DO  son  conocidos  mas  dé  río  dePanoco»  y  su 
puerto,  que  no  es  muy  bueno. 

Obispado  de  Taxcala. 

El  Obispado  de  Taxcalá  que  por  otro  nom-  140 

bre  llaman  de  los  Angeles,  entre  el  Arzobíspa-^ 
do  de  México  y  el  Obispado  de  Guaxaca,  es 
de  cien  leguas  y  mas  de  largo  desde  la  costa 
del  Sur  á  la  del  Nórle  por  los  con6nes  del  Ar- 
zobispado; y  por  tos  de  Guaxaca  ochenta,  y 
otras  tantas  de  ancho  por  la  costa  del  mar  del  . 
Norte  y  no  mas  de  diez  y  ocho  6  veinte  por 
la  del  Sur;  ay  en  todo  él,  solos  tres  pueblos 
de  espafioleSy  que  son  la  ciudad  6  Puebla  de  141 

de  los  Angeles,  veinte  y  dos  teguas  de  México," 
al  Oriente,  algo  inclinada  al  Mediodia*  de  qui- 
nientos vecinos,  y  li^as  de  tres  mil  indios  tri- 

< 

butanos,  en^  quatro  barrios,  alcaydia  mayor 
donde  reside  la  Cathedral  sufragana  ¿  la  Me- 
trópoli de  México,  con  monasterios  de  Fran- 
ciscos, Dominicos  y  Angustióos,  y  uno  de  mon- 
jas, y  uo  collegio  de  niños  con  diez  mili  peso9 
de  renta. 

Texcalla  6  Texcalten,  cinco  leguas  de  los  142 

Angeles,  al  Norte;  de cinquenta  vezinos,  donde 
estuvo  la  Gaihedrat  desde  el  año  de  veinte  y 


^  DOCDinifTOB  iníditos 

seis  basta ^1  de  cioqueata,  que  se  passó  á  la 
Puebla. 

Quairo  leguas  de  la  ciudad  de  los  Angeles, 
al  Sur,  esl^  la  ciudad  de  Chilula,  pueblo  de 
indios»  de  mas  de  uiill  casas;  y  una  legua  mas 

143  adelante  el  valle  de  Allisco,  que  tendrá  de  an- 
cho y  largo  como  legua  y  media ,  m^y  buena, 
tierra  para  trigo,  porque  nunca  se  yela;  có- 
gense  cada  añode  dent  mili  hanegas  arriba»  f 
á  la  grangería  dello,  ay  en  el  valle  mil  espa*> 
lióles  ó  mas  labradores;  y  siete  leguas  de  la 
ciudad  al  Oriente,  está  el  valle  de  Ocumbra;  y 

144  en  la  provincia  de  Tepeaca,  que  llamaron  Se- 
gura de  la  Sierra;  y  en  el  valle  de  San  Pablo 
habrá  mas  de  mil  y  dozientos  ó  Irezientos  ve- 
cinos españoles  en  estancias  y  grangerías.  La 

145  ciudad  de  la  Vera  Cruz,  sesenta  leguas  de  Mé- 
xico por  un  camino,  y  por  otro  sesenta  y  seis» 
un  quarto  de  legua  de  la  mai ;  de  dozientos  ve- 
cinos españoles,  en  que  ay  casa  Real  y  casa  de 
Contratación;  el  puerto  se  llama  de  San  Juan 
de  Ulua,  cinco  leguas  de  la  boca  del  rio  de  la 
Vera  Cruz,  entre  la  costa  y  una  isleta  pequeña 
que  baxará  como  una  legua  cercada  de  arraci- 
fes,  y  tan  baxa,  que  la  cubren  las  mareas  ea- 

1 46  frente  de  la  boca  del  rio  San  Juan  de  U16a 
donde  se  haze  una  canal  como  de  un  tiro  de 
arcabuz  y  se  recogen  los  navios  al  abrigo della» 
que  aun  DO  basta,  quando  son  los  Nortes  rézios. 

Ay  en  este  Obispado,  dozientos  pueblos  de 
indios cabezeras,  ymílsubjetos,  en  que  avia  el 
año  de  setenta,  dozientos  y  quince  mil  indios 


DBL  ARCHIVO  DX  UIDU^.  449 

tributarios,  eo  setenta  y  tres  partidos,  de  doc- 
trina de  clérigos,  y  treinta  de  monesteríos^  ocho 
Augustinos  y  diez  y  ocho  Franciscos  y  doze  Do- 
minicos. 

En  la  costa  que  alcanza  este  Obispado  en  ia 
mar  del  Norte,  está  el  rio  de  Alvarado,  por  otro  1 47 

nombre  de  Banderas,  donde  se  junta  con  los 
términos  del  Obispado  de  Guadaxa,  y  el*  rio  de 
Almería  junto  al  de  San  Juan  de  Ulúa,  donde 
parece  haber  sido  poblado  antiguamente  Me- 
dellin;  y  enfrente  del,  una  isla  que  dicen  de  sa- 
criQzios  y  el  de  Campo,  al  Norte  de  la  Vera 
Cruz;  y  mas  arriba  el  de  San  Pedro  y  San  Pa- 
blo, y  el  de  los  Cazones,  y  Juspa,  y  Tamiagua; 
cerca  de  la  Governacion  de  Panuco,  veinte  le- 
^uas  que  tiene  este  Obispado  de  costa  en  la 
mar  del  Sur,  a  y  algunos  rios  y  ningún  puerto 
conocido. 

Obispado  de  Guaxaca. 

El  Obispado  de  Guaxaca,  dicho  assí,  por  la  148 

provincia  en  que  está;  y  de  Antequera,  por  la 
ciudad  en  que  reside  la  Catbedral,  entre  el 
Obispado  de  los  Angeles  y  Obispados  de  la  Au- 
dieacia  de  Guathemala,  es  de  ziento  y  veinte 
leguas  desde  la  una  mar  ala  otra  por  los  con- 
fines del  Obispado  de  Taxcala,  y  sesenta  por 
los  de  Cbiapa,  y  ziento  de  ancho  por  la  costa 
de  la  mar  del  Sur,  y  cinqueuta  por  la  del  Nor- 
te, en  qite  se  incluyen  las  provincias  de  la  Mis- 
teca  alta  y  baxa;  la  alta,  treinta  ó  quarenta  le- 

Tomo  XV.  ?9 


450  DOCUMENTOS  inéDITOS 

guas  de  Antequera  al  PooieDte,  y  la  baxa^  mas 
á  la  mar  del 'Sur. 

149  La   provínzia  de  Tutepec  al  Sodueste,  y  la 

del  rio  de  Alvarado  entre  el  Norte  y  Norides- 
te,  y  la  de  los  Capotecas,  al.Norldeste  de  Ante- 
quera y  Guacacalco,  en  los  confines  de  Ta- 
basco,  toda  tierra  áspera^  y  aunque  rica  de  mi- 
nas de  orOy  se  saca  poco  por  la  asp^^eza;  ay  en 
él  quatro  pueblos  de  españoles,  que  son: 

150,  La  ciudad  de  Antequera,  que  también  lla- 

man de  Guaxaca,  ochenta  leguas  de  México  al 
Sueste,  en  el  camino  real  de  Chiapa  y  Guaihe- 
mala,  de  trezienlos  y  cinquenla  vecinos,  don- 
de reside  la  Qathedral  desde  que  se  erigió  su- 
fragana  á  México,  cq  comarca  fértil  de  trigo 
y  muchos  morales  para  seda,  y  mucha  grana. 

151  La  villa  de  San  Ildefonso  de  los  Capotéeos, 

veinte  leguas  de  Antequera,  hacia  e¡  Nortdeste, 
de  treinta  vecinos  españoles,  y  en  su  coiuarca 
treinta  mil  indios  tributarios. 

15S  Santiago  de  Nexapa,  en  el  valle  de  Nexapa, 

veinte  leguas  de  Antequera*  al  Oriente,  en  d 
cansino  de  Chiapa  y  Guathemala,  en  cuya  co* 
marca  habrá  como  tres  mil  vecinos  tributarios. 

153  La  villa  del  Espíritu  Sancto,  en  la  provincia 

de  Guacacalco,  á  la  costa  de  la  mar  del  Norte, 
en  los  confines  de  Tabasco,  noventa  leguas  «le 
Antequera,  de  pocos  vecinos  españoles,  y  en 
Eu  comarca  como  cinquenta  pueblos  de  indios 
isleos,  tresmül  tributarios,  y  la  comarca  de  los 
Hontales  en  que  habrá  otros  tres  míH  en  diex 
pueblos  cabezeros. 


DBi  ikAOBITO  DI  ilIBUft.  451 

Ay  en  este  Obispado  treneolos  y  oinquentá 
pueblos  cableras  y  otros  derramados,  y  eo 
eliosy  y  ea  Irezieotas  eslao,  al  y  subjelos  no- 
Teoia  y  seis  mil  iadios  tributarios  y  ciento  y 
yeiato  mooasterios  de  Doaainicos;  y  los  demás 
doetríoas  de  clérigos. 

En  la  costa  de  la  mar  del  Nortedeste,  Obis- 
pado que  comienza  en  el  río  de  Alvarado,  ay 
el  río  que  llaman  de  Agualulco,  cuya  boca 
puede  servir  de  puerto,  y  Rocapartida,  una  154 

poDta  de  tierra  que  sale  de  las  sierras  de  San 
Martin,  nombrada  por  los  navios  que  sean 
perdido  en  una  restringa  de  arracifes  escondi- 
dos que  están  á  lo  largo  de  la  costa  en  frente 
deltas  de  la  mar  del  Sur;  tiene  este  Obispado  el 
puerto  de  Guatulco,  en  quinze  grados  y  me- 
dio, graodey  bueno  y  frequentado,  y  cerca  del, 
«I  de  Tegsantepec,  también  raaonable. 

Obispado  de  Mecfwacan. 

£1  Obispado  deMecfaoacau,  dicho  assí  por  15S 

la  provincia  en  que  está  entre  el  Arzobispado 
de  México  y  la  Nueva  Galizia,  tiene  de  ancbo 
por  la  costa  de  la  mar  del  Sur,  como  ochenta 
leguas,  y  sesenta  por  la  .tierra  adentro,  con  los 
limiles  abiertos  para  las  partes  septentrionales;  1 5$ 

inciáyense  las  provincias  de  Cacatula  y  de  Co« 
lima,  entrambas  á  la  co^ta  de  la  mar  del  Sur; 
ay  en  él  siete  pueblos  d^  españoles. 

La  ciudad  de  Mechonean  ó  Pazeuaro,  donde  1 57 

reside  la  Cathedral  ^ufragana  á  México  ^   de 


I 


463  JDOCIMXinO»  IHÉNTOt 

ciea  vecinos  eapaaoles,  coa  dos  moDaalerios» 
UiDO  de  FraDciscos  y  otro  de  Aagostíaos. 
168  Quayangues,  aiete  leguas  de  Meclioecajt,  al 

Onieoie,  donde  se  erigió  y  residióla  Cathedrsl 
baMa  el  ano  de  quarenia  y  qoatro,  que  se 
passó  á  Pazciiaro,  de  treiata  cassas  de  espamn 
les  y  UD  monasterio  de  AugustiDos  y  olro  de 
Franciscos. 

159  Las  minas  de  Goanaxiialo,  veinte  y  ocho- 
leguas  de  Mechoacaa,  al  Norie»  faácia  los  Za- 
c^ecas,  en  qne  habrá  como  seiscientos  espa-^ 
ñolas,  los  mas,  tratantes  en  dos  puertos  que 
tienen,  coa  su  alcalde  mayor. 

160  La  villa  de  San  Miguel,  en  la  provincia  da 
Mechoacan,  treinta  y  cinco  leguas  db  Pascuaro^ 
al  Norte;  de  dozientos  vecinos,  en  tierra  ás- 
pera. 

161  La  villa  de  San  Philippe,  cioqueola  leguas 
de  Mechoacan,  hacia  el  Norte,  y  sesenta  y  dos- 
de  México^  al  Norueste,  de  veinte  vecinos, 
con  un  monasterio  de  Augustinos,  en  tierra  es- 
téril y  fria;  fundóse  para  asegurar  el  camino  de 
Zacatecas.  La  provincia  y  villa  de  Zaoatula, 

162  costa  de  la  mar  del  Sur,  qoarenta  iego^s  cW 
Mechoacan,  al  Suuueste,  como  de  quiue  ve- 
cinos, cerca  de  la  mar* 

163  La  provincia  y  villa  de  Colima,  en  laooeta 
de  la  mar  del  Sur  y  en  los  confines  de  la  Nue- 
va Galizia,  cinquenta  leguas  de  Mechoacan,  al 
Sudueste,  de  treinta  vecinos,  con  un  alcalde 
mayor^  en  tierra  caliente  y  fértil,  de  cacao  j 
con  oro,  y  dé  gente  bii^n  acondicionada. 


WML  AB€UTO  9B  iKMiS.  45> 

Ay  en  este  Obispado.  Irezieotos  y  trete  pae- 
UoS)  los  noventa  y  ^uatro  cabeaeras,  y  ^60 
elloa  y  en  sos  estancids;  y  subjetos  quarentH  y 
qaatro  mili  iribatarioB;  no  alcanea  este  Obispal^ 
do  costa  dé  la  mar  del  Norte;  en  la  del  Sor» 
ay  muclK)s  ríos  y  en  lo  ma^  ocideivlal  de  la 
provincia^  cassi  es  la  raya  de  la  Nueva  Gali^ 
lia^  está  el  puerto  de  la  Navidad,  en  diez  y 
imeve  gradosde  altura,  buen  puerto  y  frecueo*'  164 

tado  desde  donde  sea  comenzado;  oy  prosigue 
la  navegación  por  las  islas  Phílípinas  y  mas  al 
Oriente,  cerca  deste,  el  puerto  de  Santiago. 

Yucatán. 

La  provincia  y  governlK^ion  de  Yucatán,  qne  165 

qoando  se  descubrió  la  llamaron  Nuestra  Se&ih 
ra  de  los  Remedios,  y  fué  tenida  por  isla,  por 
.  estir  cassi  toda  cercada  de  mar,  tiene  de  lar^ 
go  Bste  Oeste,  por  donde  mas  se  estiende, 
como  cien  leguas  y  otras  tantas  Norte  Sur» 
desde  la  costa  qtie  mira  al  Norte  has^a  la  par* 
te  (>Qr  do  coañoa  cod  provincias  de  Guatfaema* 
la,  por  do  tendrá  de  travessía  como  veinte  f 
címo  leguas;  es  el  temple  delta  caliente  y  muy 
hámedo,  y  annque  no  ay  rio  ni  agua  corrien^ 
te  en  toda  ella,  está  el  agua  tan  somera  para  , 
péeosy-y  batíanse  tantas  conchueias  de  ímp'is^ 
co  debaxó  de  las  piedras,  que  esto  y  ser  la 
costa  tan  baxa,  ha  dado  ocasión  á  sospechad  . 
^oe  aya  sido  mar  en  algoo  tiempo;  de  ser  tañí 
hámeda,  es  muy  cerrada  de  monte  y  no  se  dá 


454  DocmiNTos  mánrroft 

el  trigo,  ni  las  seciiltas.de  España  que  se  siem- 
bran dan  simiente;  ay  maíz,  pero  no  ay  oro. 

166  Ay  en.esta  governacion,  con  la  de  Tabasco, 
qae  anda  junta  con  ella»  quatro  pueblos  de  es- 
pañoles y  un  Obispado. 

La  ciudad  de  Mérida;  en  veinte  grados  de 
allnra,  casi  en  el  medio  de  la  provincia,  mas 
allegada  á  la  costa  de  la  mar  del  Norte,  dpse 
l^uas  la  (ierra  adentro,  de  noventa  ó  cien  ve« 
cinos  españoles;  los  sesenta  encomenderos, 
donde  residen  el  Governador  y  los  oEiciales  de 
la  Hacienda  y  ca&a  Real,  y  la  Cathedral  sufra- 
gana  á  México  con  un  monasterio  de  Fran- 
ciscos. 

167  La  villa  de  Vallid,  treinta  y  una  leguas  de 
Mérida  hasta  el  Suestsfrcomo  de  cinquentja  ve- 
cinos^ treinta  y  seis  encomenderos;  y  en  él  un 
monasterio  snmptuoso  de  Franciscos,  y  en  sa 
comarca  como  doze  mili  indios  tributarios. 

168  La  villa  y  puerto  de  San  Francisco  de  Cam* 
peche,  en  veinte  grados,  en  la  costa  que  mira 
á  la  Nueva  España,  como  quarenta  y  cinco  6 
cinquenta  leguas  de  Mérida,  al  Poniente,  de- 
clinando al  Mediodia,  de  sesenta  y  ocho  veci- 
nos; los  diez  y  ocho  encomenderos,  y  el  puerto 
razonable  aunque  de  poco  fondo  por  ser  baya; 
y  en  su  comarca  cinco  mil  indios  tributarios. 

169  La  villa  de  Salamanca,' en  las  provincias  de 
Bacalar  y  Ghetamar,  setenta  leguas  de  Mérida; 
Norte  Sur,  arrimada  al  Poniente,  y  otrasseten- 
ta  6  ochenta  de  Vallid,  cerca  de  la  costa  del 
golfo  de  Honduras,  como  de  veinte  vetíinos;  los 


DIL  ABCHIVO  DS  INDU8. 

diez  eocomenderos,  y  cinco  rail  indios  tributa- 
rios en  su  comarca;  ay  en  esta  provincia  do- 
zientos  pueblos  de  indios  sin  sus  subjetos,  y 
en  ellos  como  sesenta  mil  indios  tributarios, 
diez  monasterios  de  Franciscos  y  qualro  ó  seis 
doctrinas  de  clérigos. 

La  cosía  de  toda  esta  provinzia  es  tan  baxa, 
que  en  pocas  partes  se  puede  surgir  á  menos 
que  á  quatro  y  zinco  leguas  de  tierra;  y  assi 
no  ay  puertos  ¿^ino  para  navios  pequeños;  los 
que  ay  son  el  puerto  de  Cicla  y  Talicbaque ' 
Yacal  y  Cauquel,  rio  dedos  Bocas,  y  el  puerto 
de  Campeche,  en  la  costa  que  mira  á  la  Nueva 
España;  y  en  ella  Cabo  Delgado,  desde  donde 
comienza  á  volver  la  costa  al  Oriente,  y  junto 
á  la  punta,  una  isleta  que  llaman  la  Desconoci- 
da, cercada  de  baxios;  y  al  Ocidente  desta  como 
diez  y  ocho  leguas,  otra  que  llaman  la  Cerca 
y  el  Triángulo,  tres  isleoncillos  arrimados  á 
Otra  isleta  cercados  de  baxios;  otras  quinze  ó 
diez  y  seis  leguas  del  Cabo  Ddgado,  islas  de 
Arenas  y  la  Vermeja;  otra  isleta,  treinta  ó  qua- 
renta  leguas  de  dicho  cabo,  al  Norte,  y  los  Ne- 
grillos; tres  isletas  cercadas  de  baxios  al  Orien- 
te de  la  Vermeja,  como  treinta  y  cinco  leguas, 
y  los  Alacranes;  veinte  leguas  de  la  costa  Nor- 
te Sur  con  Mérida  y  cabo  de  Cotoche,  la  pun- 
ta mas  oriental  de  Yucatán,  desde  donde  van  ' 
quatro  isletas  que  llaman  de  naugeres,  arrima- 
das á  la  costa  en  que  es(á  la  isla  de  Cozumel, 
Dobbrada  por  un  famosso  adoratorio,  de  un 
ídolo. que  en  ella  había,  quatro  leguasá  la  mar. 


455 


170 


171 


172 


•>« 


456  DOCUMENTOS   ÍNÍD1T0S 

al  principio  del  golfo  de  Honduras,  casi  Norte 
Sur  con  Vallid;  mas  adenlro  el  golfo  otros  Ifes 
isteoncíllos  cou  baxos  que  llaman  el  Trianguló, 

173  cassi  en  el  parage  del  lago  del  Bacalal,  que 
está  dentro  de  tierra  veinte  ó  treinta  legoas 
del  lago  de  Gelemal,  en  la  costa  que  va  pinta* 
da  de  islas  hasta  Salamanca,  la  pnmera  PaQ- 
toxa,  junto  de  un  baxo  que  llaman  Quitasue* 
ño;  y  otro  Caratan,  y  otra  la  Manay,  y  la  últi* 
ma  Ylbobi. 

Tabasco. 

174  La  provincia  de  Tabasco,  que  anda  con  ta 
gobernación  de  Yucatán,  y  cae  sobre  la  costa 
de  la  mar  del  Norte,  en  el  golfo  de  la  Nueva 
España,  tendrá  de  largo  Este  Oeste,  como  qua* 
renta  leguas  desde  los  confines  de  Yucatán 
hasta  los  de  Guacacalco,  con  quien  se  junta  por 
el  Oriente;  y  otro  lanío  Norte  Sur,  desde  la 
mar  del  Norte  hasta  los  confines  de  Chiapa;  es 
toda  tierra  llena  de  esteros,  lagunas  y  pantnnos, 
y  assi  se  camina  en  barcos  y  canoas;  muy  bú* 
meda  y  caliente,  y  por  esto  fértil  de  pastos,  de 
ganado  vacuno,  y  de  maíz,  y  de  cacao,  que  ed 
el  mayor  caudal  que  desla  provincia  en  que 
ay  solamente  un  pueblo  de  españoles  que  «s  la 

175  Villa  de  Nuestra  Señora  de  la  Victoria,  junto  á 
los  confines  de  Yucatán,  ochenta  leguas  de  la 
ciudad  de  Mérida  como  al  Sudueste,  de  ctn- 
quenta  vecinos,  los  treinta  y  seis  encomendé- 
ros;  quando  se  descubrió  esta  provincia  habift 


machos  indios  én  ^Ita;    ahora  im  veitate   f 

ocho  pueblod  ay  poco  mas  de  aAH  tributarios, 

que  dan  de  tributó  dos  mili  xiquipíles  de  c«« 

cao,  cada  xiquipil  de  ocho  mili  almendras  j  176 

una  carga  de  tres  xiqoipiles;  está  en  la  costa  de 

esta  provincia  de  mas  de  otros  ríos  y  esteros^ 

el  lago  de  Xicalango  ó  Puerto  real,  grande  y 

capaz,  con  dos  isletas  á  I9  boca. 

Distrito  de  la  Audiencia  de  Guadalajara. 

En  el  distrito  del  audiencia  de  la  Nueva  Ga^-  177 

licia  údeXalisco,  parte  términos  con  la  audien» 
cia  de  la  Nueva  España,  por  zerca  del  puerto 
de  la  NavidHd  y  laguna  de  Chápala,  caminan- 
do hacia  el  Nortdeste,  por  donde  y  porel  Sep» 
tentrion  y  algo  del  Ocidente  (fue  no  está  todo 
descubierto,  tiene  los  Iíom^  abiertos;  que  lo 
demás  al  Poniente  es  todo  mar  lo  que  está  po« 
blado  en  él;  poh*  una  parte  y  por  otra  llegurá  é 
noventa  ó  cien  leguas,  en  que  se  comprehoo* 
den  los  provincias  de  Guadaiaxara,  Xalísco, 
Zacatecas,  Chiametla,  Cobac«n,  Camena,  Vit* 
Vizcaya,  y  Cina^,  y  de  Quinta;  >6l  teai))le 
de  la  provincia  y  comarca  de  Quadalaxi^ra^ 
es  boeno  y  la  tierra  fértil  de  trigo  y  db  na» 
y  de  las  otras  semillas  y  hortaliza  de  Ba^ 
paña,  Y  tnuofaos  mineros  dé  plata;  ay  en-  iriMí 
dos  pueblos  de   españoles  que  son  la  «iu*  178 

dad  de  Guadalaxara,  cabeza  de  este  reino, 
en  ciento  y  seis  grados  y  medio  de  longitud 
del  meridiano  de  Toledo,  mil  y  sietecientas  y  . 


496  DOCUV JUITOS   INKDIT06 

ochenta  leguas  del  viaje  dicho^  y  en  veinte 
grtKlos  y  un  tercio  de  altura,  óchenla  y  8ie:e 
leguas  de  México,  entre  el  Norte  y  el  Ponien- 
te; mas  al  Poniente  ciento  y  cinquenta  vecinos 
encomenderos  y  tratantes,  donde  reside  la  Au- 
diencia, oficiales  de  la  Hacienda  y  caxa  Re^l ,  y 
la  Catbedral  sufragana  á  México,  desde  el  año 

179  '        desesenta  que  primero  eslava  en  Composiela; 

un  monasterio  de  Franciscos  ^  otro  de  Au&cus- 
tinos.  La  villa  de  Sánela  María  <ie  los  Lagos, 
treinta  leguas  de  Guadalaxara,  al  Sueste,  de 
treinta  vecinos,  con  un  alcalde  mayor;  edificó* 
se  para  asegurar  la  tierra  de  los  indios  chi- 
ehimecas. 

180  .         En  la  provincia  de  Xalisco;  fértil  de  maíz, 

mas  que  de  oveias  y  cavallos,  ay  solamente  la 
ciudad  de  Compostela  cerca  de  la  mar,  treinta 
y  tres  leguas  de  Guadalaxara,  al  Ocidente,  de 
veinte  vecinos,  donde  estubo  primero  la  Au- 
diencia y  mandado  fundar  la  Cathedrai,  hasta  el 
año  de  sesenta  que  se  pasaron  á  Guadalaxara 
por  estar  mas  en  comarca:  ay^en  ella  un  mo- 
naslerio  de  frailes  Franciscos* 

181  La  villa  de  la  PuriGcacion  ai  Sudueste  de 
Guadalaxara,  qua  renta  y  cinco  leguas  del  la, 
eerca  del  puerto  de  la  Navidad;  en  los  conQ- 
oes  del  distrito  de  esta  Audiencia  y  de  la  de 
México,  de  diez  ó  dozs  vecinos;  no  mas  tierra; 
muy  caliente  y  enferma. 


hWL  ABCUVO  DK  ilOlUS.  469 


Zacatecas. 


La  provincia  délos  Zacatecas,  rica  de^oiítas  182 

de  ptata,  pero  falta  de  agua,  (rigo  y  demais,; 
por  ser  tierra  seca,  ay  tres  pueblos  de  españoles 
y  quairo  asientos  de  minas,  señaladas  las  pria^ 
cipales  los  que  llaoiau  de  los  Zacatecas»  quaf 
renta  leguas  deGuadalaxara,  al  Norte,  y  ochen^ 
te  de  México,  en  que  abrá  de  ordinario  como 
trezienios  españoles,  quioientos  solavos  y  miU 
ca  valles  y  malas,  un  monasterio  de  Franciscos; 
y  reside  siempre  allí  uno  de  los  ofícialea  Rea* 
les  de  Guadalaxara;  ay  en  esta  provincia,  asái*.  183 

mismo,  las  minas  de  Aniño,  en  los  conGnesdd 
los  Zacatecas  y  de  los  de  San  Martin,  veinte  y 
siete  leguas  de  los  Zacatecas,  al  Norueste»  ea 
que  se  suele  haver  como  qualrooieotos  es- 
pitDoies. 

Xei^z  de  la  Frontera,  treinta  leguas  de  Gua*  184 

dalaxara,  al  Norte,  y  diez  de  las  minas  de  loa 
Zacatecas^  en  el  camino  dellas,  de  doce  veci- 
nos no  mas;  y  demás  de  estos  otros,  alguno! 
Reales  de  que  no  se  hace  particular  relación 
por  no  ser  tan  señalados. 

La  villa  de  Llerena  y  minas  que  llaman  del  185 

Sombrerete,  veinte  y  cinco  leguas  de  los  Zaca- 
tecas, al  Norueste,  junto  á  las  da  San  Martin 
y  á  otras  que  hay  en  la  comarca. 

La  villa  del  Nombre  de  Dios,  sesenta  y  ocho  186 

leguas  de  la  ciudad  de  Guadalaxara  y  cliez  de 
las  minas  de  Sao  Martín,  ai  Norte,  como  de 


treinta  vecinos  y  on  mooasterío  de  Franciscos; 
tierra  abundosa  de  trigo  y  de  maii  y  en  sa 
comarca  buenas  minas. 

187  La  villa  de  Dorango.  en  la  comarca  de  las 
minas  de  San  Martin  v  Valle  de  San  Salvador» 
ocbo  lefias  del  Nombre  de  Dios,  como  de 
treinta  vecinos,  biien^  comarca  de  tierra  sana 
7  muchos  ríos,  donde  se  coje  de  regadío  ma- 
cho trigo,  maíz  y  otros  mantenimientos;  en 
cvya  comarca  están  las  minas  de  San  t6cas  y 
mías  buenas  salinas.  Los  indios  de  este  reino, 

188  que  en  machas  partes  del  están  deguerra,  baa 
hecho  mucho  daño  las  chichimecas  y  gMcha- 
chiles,  en  el  camino  de  Guadalaxara  á  los  »» 
eatecas;  los  que  están  de  pas  están  dividídM 
en  ciento  y  qnatro;  repartimiento  te  qne  deve 
de  aver  como  dos  mil  indios  triiMtaríos. 

189  La  provincia  de  la  Nueva  Vizcaya,  como  al 
Norueste  de  los  zacatecas,  cioquenla  leguas 
dellos,  es  tierra  de  buenos  bastimentos  y  de 
buenas  y  muchas  minas  de  plata;  están  en  nüas 
hs  de  Hiodche,  Sancta  Barbóla  y  las  de  SaÉt 
Juan. 

Chiametla. 

190  La  provincia  de  Chiametla,  vemte  leguas 
de  ancho  y  largo,  en  la  costa  de  la  mar  del 
Sur,  como  quareata  leguas  de  Xatisco;  ay  mu- 
chas minas  de  plata,  y  está  en  ella  San  Se  vas- 

191  iían,  pueblo  de  esfiañoies,  de  doae  ú  trese  ve* 


HP.   ABCPIVO  W  laBMS. 

Otaos,  qae'foé  primero  de  la  Audieooia  d€i 
México. 


«1 


La  proviaeia  y  governaoioo  de  CuliacnQ,  en 
U  coala  de  ia  mar  del  «Sur,  mas  al  Norte  y 
Ocádeote  de  Cbiametla^.ea  tierra  fértil  de  maa- 
tfioimieotoa  y  muestras  de  míoas  de  plata  de 
qoe  hay  un  Real  poblado.  La  villa  de  Sao 
Miguel,  ocbeota  leguas  de  ComposteU  y  cíeo*» 
to  y  tres  de  Guadalajara,  de  treinta  vecíaos  es- 
paooiea  y  mas  de  dos  mil  indios  de  pas  ea  su. 
comarca. 


10» 


193 


La  provincia  de  Cínaloa,  la  última  y  mas 
septentrional  del  nuevo  reino  de  Galizia,  qiia- 
renta  y  dos  leguas  de  Culiacaa,  ciento  y  cin- 
qpeala  de  Guadalaxara,  al  Norte;  poblóse  ea 
eUa  un  puebla  de  espalóles  qué  so  llamó  Saa 
Juan  de  Cinalóa»  que  no  se  podo  consecbar. 

» 

Cíbola  y  Quifdra. 

Las  provincias  de  Cíbola  y  Quiaíra,  es  lo 
állimo. basta  do  sea  entrado  por  el  reino  de 
Galízia.  CíboJa,  treinta  leguaa  de  GúUacan» 
hacia  el  Norte  y  Quinira,  dozientas  de  Cíbola, 
al  Oriente,  aunque  de  esto  se  tiene  poca  certi- 
tud,  ni  de  la  qualidad  de  la  tierra,  más  de  ser 


194 


19& 


462  bocumuitos  lüfiDiTOs 

fria  por  estar  ea   mucha  altura  y  por  «ato 
pobre. 

La  California. 

196  La  California,  es  una  punta  grande  de  tierra 
que  salea  la  mar  en  lo  roas  ociiientai  de  la  Nue- 
va E.'ipaña,  en  veinte  y  dos  gmdos  de  altura» 
desde  donde  se  prolonga  al  Norueste  como 
cerca  de  dozienlas  leguas,  aunque  della  tam~. 
poco  ay  muy  entera  nolicia,  ni  de  los  puertos, 

197  ríos  y  islas  del  Golfo  de  la  California,  que  se 
hace  entre  dicha  punta  y  costa  de  la  Nueva  Es- 
paña, que  va  corriendo  por  allí  como  ai  No- 
rueste; en  la  qual  aunque  ay  muchos  ríos,  ca- 
bos y  puntas  y  desembarcaderos,  no  se  tiene 
en  particular,  noticia  de  ellos»,  por  no  ser  muy 
frecuentados.  Al  principio  y  entrada  de  dicho 
golfo  ay  una  isla  muy  larga  y  angosta,  á  lo  lar- 
go de  la  costa  y  muy  arrimada  á  ella  que  se 

198  llama  Guayanal,  que  llega  desde  el  río  de  (1) 
Sevastian  de  Hei)ora  hasta  el  de  Pa&coa,  en 
Culiacan;  el  de  San  Miguel,  se  llama  Ciguallao, 
y  mas  á  la  Nueva  España,  está  el  de  Paslla,  y 
en  fronte  del,  isla  desierta;  y  después  el  del 
Espíritu  Santo  y  el  Puerto  de  Xalisco;  y  al  Sur 
de  la  punta  de  la  California,  la  Amblada,  una 
ida,  y  la  de  Santo  Thomas,  y  la  de  Flores  y 
otra  qué  se  dice  las  Monjas. 


(1)    En  bUBto. 


DIL  ARCBIYO  DB   UfDUS.  4811 

Districto  del  Audiencia  de  Sanetíago 
de  Guatfiemala. 

La  Andtencia  de  Gualheroala  qae  primero  199 

se  llamó  de  los  Confines  por  haberse  mandado 
fundcir  primero  en  los  de  Nicaragua  y  Guathe^ 
mala,  sin  señalarle  pueblo  cierto,  tiene  de  lar- 
go Este  Oeste,  dozientas  y  sesenta  ó  dozienlas 
y  ochenta  leguas  desde  el  Meridiano;  ochenta 
y  cuatro  basla  noventa  y  seis  ó  noventa  y  orho 
de  longitud;  y  Norte  Sur,  de  ancho,  ciento  y 
ochenta  desde  nueve  ú  diez  grados  .de  altura 
hasta  diez  y  ocho  ó  diez  y  nueve  en  que  se 
comprebenJen  las  provincias  de  Guatbemala» 
Soconusco,  Chíapa,  la  Verapaz,  Honduras, 
Nicaragua  yCo^tarrica. 

La  provincia  y  governacion  de  Guathemala,  800 

sobre  la  costa  de  la  mar  del  Sur,  al  largo  délla, 
será  como  sesenta  y  cinco  ó  setenta  leguas;  y 
de  ancho,  Norte  Sur,  á  veinte  y  á  treinta;  es 
(ierra  de  buen  temple,  fértil  de  maiz,  algodón 
y  trigo  et\  abundancia  y  otros  frutos,  aunque 
bay  cinco  pueblos  en  ella  de  españoles. 

La  ciudad  de  Sanctiago  de  Guatbemald,  la  201 

cabeza  de  la  governacion  donde  reside  la  Aa« 
diencia,  en  catorce  grados  y  medio  de  altura  y 
noventa  y  .tres  del  Meridiano  de  Toledo,  de 
donde  distará  por  un  circulo  mayor,  mil  y  seis- 
cientas y  sesenta  legtas  y  doce  de  la  mar; 
pueblo  de  quinientos  vecinos,  los  setenta  en- 
''^  comenderos;  reside  en  él  la  Audiencia,  ofioift- 


^114  IMKWHBVTOS    IMÍDiTOa 

les  (le  la  Hacienda  y  casa  Reat,  la  cassa  de 
fundición  y  ta  Calhedral  sufragana  á  México, 
en  que  hay  un  monasterio  de  Dominicos  y  otro 
de  la  Merced,  y  un  hospital;  y  en  su  comarca 
eomo  veinte  y  dos  n)il  indios  tributarios. 

202  La  ciudad  de  Sant  Salvador,  en  lengua  de 
indios  CuEcatlan,  cuarenta  leguas  de  la  ciudad 
de  Sanoliago,  al  Esueste,  de  ciento  y  cincuen- 
ta vecinos;  los  sesenta  ó  setenta,  encoraeode- 
ros;  y  un  monasterio  d6  Dominicos;  y  en  su 
comarca  con  diez  mil  indios  tributarios. 

203  La  villa  de  la  Trinidad,  en  lengua  de  indios 
Cinzonate,  veinte  y  seis  leguas  de  Santiago  al 
SijdueBte,  cuatro  leguas  del  puerto  de  Acá- 
%Ulia,  de  cuatrocientos  vecinos  españoles,  nin- 
guno encomendero,  alcaldía  mayor  con  titulo 
de  Su  Merced,  con  un  monasterio  de'Dooaini- 
coB,  en  comarca  fértil  de  cacao,  y  loa  indios 
délla,  jurisdicion  de  Sunttiago. 

S04  La  villa  de  San  Miguel,  sesenta  y  dos  le- 

guas de  Sanctiago,  y  veinte  y  dosdeSant  Sal- 
vador, al  Sudueste;  dos  leguasde  la  mar  y  Baya 
de  Fonseca  que  le  s¡rv;e  de  puerto;  de  ciento  y 
treinta  vecinos;  y  en  su  comarca  ochenta  pue- 
Uos  de  indios,  y  en  ellos,  cinco  mili  tributarios. 

205  • .  La  vitla  de  Xerez  de  la  Frontera,  en  lengua 

de  indios,  la  Chuluteca,  en  los  conloes  de 
Gualhemala  y  Nicaragua,  ochenta ,  leguas  de 
Santiago  y  veinte  de  San  Miguel»  al  Sudoeste 
de  entrambos;  de  treinta  vecinos  españoles,  en 
<}omarca  fértil  de  algodón  y  de  maiz»  aunque 
nó  se  da  trigo. 


DCL  ABC0fTO  DB  UfMÁ«t.  465 

Ay  ene^taigovernacion,  Ireinta  paebiós  de 
indios  y  en  ellos  cuareala  ó  dliareala  y  cinco 
mril  indios  tributarios/ 

Los  puertoa  desta  governacion»  en  la  n>ar 
del  Sur»  demüAde  los  referidos,  son  la  Baya  de 
Fonseca,  junto  á  San  MigiteU  en  doce  grados  206 

y  rhedio  dé  «llura,  y  dentro  della  una  isla  que 

llaman  la  Pelronila. 

* 

El  puerto  de  Acaxnfe,  junfo  á  la  TriniUad, 
en  doce  grados  de  altura ;  el  principal  desta 
governacion  para  Nueva  Espina  y  el  Pera,  y 
la  Baya  de  Gualbemala,  doce  leguas  della;  y  el  207 

riu  deXicalapa,  siele  delá  Baya  al  Poniente^ 
por  la  parte  del  Norte;  no  alcanza  esta  provin- 
cia  costa  ninguna  porque  no  llega  á  la  mar, 
con  quarenfa  teguas  ha«>la  un  desembarcadero 
que  llaman  el  puerto  de  Golfo  Dulce,  desde  208 

doíHW  se  meten  las  mercaderias  que  vienen 
(le  l'>pana  por  el  Golfo  de  Honduras;  la  tierra 
adentro  con  arrias  hasta  Gtiatheroaia,  Sant  Sal- 
vador y  la  Trinidad,  y  diez  ú  doce  leguas 
antes  de  Guathcoiala,  en  el  camino  Real  de*'  209 
Aiéxico,  está  la  laguna  de  Aiitlan,  de  diezMe*' 
guas  de  baxo  y  qualro  de  aocho,  sin  fondo. 

Soconusco. 

La  provincia  y  govern^cioo  de  Soconusco,  210 

lo  mas  ocidcintal  dé  la  Audiencia  de  Gualhe- 
mala,  sobre  la  costa  de  la  mar  del  Sur,  de 
largo  y  ancbo  [de  treinta  á  treinta  y  qualro, 
fértil  de  cacáa,  la  mayor  conlraloclon  della  y 

Tomo  XV.  30 


4(>6  DOGOMÍEIfTOS  INKMTOft 

de  todo  lo  que  en  ella  se  siembra  ¿alvoe)  (ri-' 
go;  DO  ay  mas  de*  solo  un  pueblo  de  españoles 

211  que  se  llama  Guevellao,  de  sesenta  vecinos 

españoles»  donde  reside  el  Governador,  ea 
cuya  comarca  ay  treinta  pueblos  de  indios  y  en 
ellos  como  dos  mil  tributarios. 

La  costa  de  esta  governacion,  en  la  mar  del 
Sur,  que  no  la  alcanza  en  la  del  Norte,  comieu- 

:¿  1 2  za  siete  leguas  del  rio  de  Ayulla  al  Ocidenle,  y 

luego  los  rios  Coatlan,  Capaoarealie,  Colatta, 
Haztallan,  Amatítuc  y  QuizataUan. 

ChiapcL. 

¿13  La  provincia  y  Obispado  de  Cfíiapa,  mediter- 

ránea, entre  Soconusco,  por  el  Sur,  y  lo  últi* 
mo  de  la  Nueva  España,  porel  Poniente  y  por 
el  Norte  y  Oriente,  entre  Tabasco  y  la  Vera- 
paz;  de  largo  Este  Oeste,  como  de  treinta  ó 
quarenta  leguas,  y  de  ancho  algunas  menos; 
fértil  de  mucho  trigo  y  maíz  y  otras  semillas, 
y  de  ganados,  salvo  de  cameros  qué  no  ay 
muchos;  ay  en  ella  solo  un  pueblo  de  españo- 

'2H  leSy  que  se  llama  Ciudad -Real,  setenta  leguas 

de  Santiago  de  Guathemala,  hacia  el  Nortdes- 
te,  de  dozientos  vecinos  españoles,  que  por 
previllegio  se  goviernan  por  alcaldes  ordina- 
rios, sin  Governador;  resside  aquí  la  Cathedral, 
y  un  monasterio  Dominicos  que  ay. 

Ay  mochos  pueblos  de  indios  en  su  comar- 
ca, y  en  ellos  como  veinte  y  seis  mili  tributa- 
rios: llámase  Chiapa  el  pueblo  mas  principal 


BIL  AHCHiVO  bK  INDIAS.  '  467 


dellosy  dé  Áb  ibthó  el  ¿ombre  la  '  provincia.  i  1 5 

•  Verapaz. 

« 

La  provmcia  de  la*  Yerapaz,  también  medí-  2IH 

terráüea,  entre  los  términos  de  Soconusco, 
Cbiapá,  Yucatán,  Honduras  y  Gaathemala,  de 
veinte  y  cinco  ó  treinta  leguas  de  travesía  y 
otras  tantas  deSanctíago  de  Guathemala;  tier- 
ra húmeda  y  por  esto  mejor  para  el  maiz  que 
se  dá  en  ella  dos  veces  al  año,  que  para  trigo. 
Ay  algodón  y  algún  cacao  y  muchas  aves»  de 
las  que  dan  las  plumas  de  colores  para  las  piú- 
turas  que  hacen  los  indios,  que  es  grangería 
de  esta  provincia,  en  que  no  ay  pueblo  ningu- 
no de  españoles,  y  aunque  es  diózessi  de  Obis- 
pado, no  está  erigida  la  Cathedral  n!ay  en  ella 
mas  que  un  monasterio  de  frailes  Dominicos, 
en  un  pueblo  de  indios,  de  diez  y  siete  6  diez 
y  ocho  pequeños  que  ay  en  ella;  y  en  todos, 
comoquatro  mili  tributarios:  no  ay  Governador 
sino  un  alcalde  mayor  proveido  por  el  Au- 
dienciá. 

Honduras. 

I  m 

La  provincia  y  governacion  de  Honduras,  217- 

tendrá  de  largo  Este  Oeste  por  la  costa  de  la 
mar  del  Norte,  mas  de  ciento. y  cmquenta  le- 
guas; y  de  ancho  desde  la  mar  hasta  los  lérmi- 
Dosde  Costarrica  y  Guathemala,  por  parte,  se- 
tenta 6  ochenta;  está  toda  llena  de  sierra,  pero 


468  Docmnir^  nq^^iTOt 

fértil  de  mdiz  y  Irigp,  y  toda»,  90^69,  de  g|. 
Dados  y  algunas  minas  de  oro  y  piala:  ay  ea 
ella  seis  pueblos  de  españolea  en  un  Obispado, 
que  son: 

218  La  ciudad  de  Yallid,  en  lengua  de  iocllos 

Comayagua»  sesenta  leguas  de  Sancliago  de 
Guaihemala^  al  Oriente,  y  como  cuarenta  d^ 
la  mar  del  Norte;  de  cíen  vecinos  españoles; 
reside  el  Governador  y  la  Cathedral»  desde  el. 
ano  da  cincuenta  y  pqho  que  se.  passó  de  Tra- 
jillo,  donde  al  principio  eslubo;  y  un  novicio  de 
la  Merced;  ^ensu  comarca  cincuenta  y  seis 
pueblos  de  indios,  y  en  ellos  dos  mil  y  seis- 
cientos tributa  ríos. 

819  La  ciudad  de  Gracias  á  Dios,  treinta  leguas 

de  Vallid,  cassi  al  Poǹj3te,  de  cipcuenta  ve- 
cipos,  los  treinta  y  seis  encomenderos,  ua 
monas/triodo  la  Merced;  en  su  comarca,  se- 
senta, pueblos  de^  indios,  y  en  ellos  tres  mili 
tributarios* 

,  La  villa  de  Sant  Pedro,  treinta  leguas  de  Co- 
m^iyagua,  al  Norte,  algo  desbiado  al  Poniente, 

'¿'iO  y  once.del  puerto  de  Caballos,  de  eíncueola 

vecinos  españoles,  donde  residen  los  oficiales 
Reales  desta  provincia»  por  s^  puerto  de  Ca- 
ballos, enfermo,  adonde  acuden  al  despacho 
de  los  navios;  ay  en  3U  comarca  treinta  pue- 
blos de  indios  en  que  babia  como  sielecientos 
tributarios.    • 

ti  1  La  villa  de  Sant  Juaq^  de. puerto  de  Caballos, 

en  quince  grados  dei  altura,  once  leguas  de 
SanL.  Pedro,  cuatro  de .  Comayagua,  de.  veinte 


DIL  AEOnVO  DK  tlfDUS.  4f>9 

cassds  de  factores,  de  mercaderes  y  negros  y 
no  mas;  por  ser  solo  puerto  eafermo  (rae  aud- 
que  es  baya  es  bueno. 

La  ciudad  de  Truxillo,  sesenta  leonas  de  Co-  2^ 

mayagua,  de  despoblado»  al  Ffortdeste,  y  cua- 
renta de  puerto  de  Caballos,  al  Oriente,  y  una 
de  la  mar  del  Norte;  de  diez  vednbs,  los  tres 
ó  cuatro  encomenderos  coa  un  teúietite  de  go- 
ternaeion;  estubo  aquf  al  principio  la  Cathe* 
draf;  el  puerto  della  se  ttama  Juan  Gil,  es  bue- 
no^ aunque  no  tiene  barra  sino 'baya  muerta, 
abrigada,  donde  primero  hacen  escala  los  na- 
vios que  van  é  Guathemala;  ay  en  esta  gover- 
nación  como  dozientos  y  veinte  6  treinta  pue- 
blos de  indios,  y  en  ellos  ocho  6  nueve  míd 
tributarios. 

La  villa  de  Sanct  Xorxe,  de  Olancho,  cuaren-  22S 

ta  leguas  de  Comayagua,  al  Oriente,  de  cua- 
renta vecinos,  y  en  su  comarca  como  diez  mili 
indios  tríbularios,  y  mucho  oro,  príncipalfnén* 
te,  en  el  rio  de  Guayape,  doce  leguas  desra 
viüa*  aunque  se  saca  poco  por  haber  pocos 
negroí^. 

La  costa  desta  provincia,  en  fa  mat*  def  Ñor-» 
fe,  porque  no  llega  á  la  del  Sur,  eslá  todo  eb  S2i 

el  Golfo  que  llaman  de  Botídüras,  que  es  toda 
la  mar  que  hay  entre  esta  provincia  y  Yucatán, 
haata  donde  se  juola  con  ella  por  la  provincia 
de  la  Verapas.  Pot^  d<mde  se  llama  el  golfo  de 
Guanaxos,  la  primera  punta  es  la  de  Higueras 
éto  dtet  y  seis  grados  dé  altura  junto  á  Golfo 
Dütee,  puerto  )[^aratjiaalhémala,  á  donde  parece  225 


470  WX^f¡U^ffTO&  ^DITP5. 

h^b^.estailQ  poblado.  Sao  Gil^^e  Buen^yi^, 
.6Jvnlp^líCa|)9 4elres  ppataa^, alOrienle  de 
Golfo  Dulce  y  mas  al  Ori^.o^eii  el  tíq  ,PÍ9he,  y 
%M  rio  Bfaxo,  y  el  c|q  ÍJ),6au  p%  Ofrcx  nombre .  Biala- 

bam^»  aoteBidelpiier^tOjíJie.  Qaballqs,  qiip  ^tá 
^n.qMio.ae.gr^do^;  y  UeisptiQsel  rio  y,  pfinjUí  de 
la  Sal,  y  Jríumpho  de  la  Cc.U7,  un  CabQ.de;lre^ 
4)unlas.y  riodjB  Hi^lipa^ÍL  c)e.X9g.üa.,.y.al  Nof- 

227  te.de, sq.  bpca,  Uúla;  unaf  isla;  qw  i/iene,  .y  al 
.Nortdestie  ptrqs;  queilaoian  Guay^iva  y  . Helen 
y.Guaüaxa  óSaa  FraocbsCQ,  ^Qrle  Sur^  cou.la 
^untadp'TruxilloóCabQ  Delg^ido,  y  .jpor  ojiro 
jao.mbre  de  I|[anduras,  de3d9  Hondea!  Cabo  del 

2 28  (t^majron,  .^n  cuya,  demuda  ^^  >  ya  dpsdje  Xa- 
fl^ayo^^  dy.(rezerios  y, la  pqnta  di^l  r.abo  aa 
placel  ó  baxo  grande  de  mas  de  veinte  Jegfiaa 
á  l^^nar;  y. en  medjo^é)^  junto  i  la  co6ta|.  una 
isla.gr^nd^,que,Uariian  de  lQs,Q^]¡:q^  y  oir^  al 
Norte,  cejrq^  del.b^icp  d«cl?a^  S^n  Willqnf  y  pa3r  * 

229  í(adqueljbaxQ,  la  Pay,a.de,Cartí|g9,  y.  Bayaflqp- 
fia  apt^  d^l  Caba  de  Gracia^  ¿¡Dios^,  qu^jeslá 
eo  catorce  |;r^dosjMP  tpr^p;.j  al  fíorte  dél^ 
tres  isletas  que  llaman  los  Yicciosas,  y  .Quita* 
Si^poyj  Bpfljcador,  daj  ba^q9  p^tgrpsqs;  y  pas- 
sadpí^|,Cabq,  ej,Go|fp.d^ Nieju^paf»^  Yl?^  n<3| De.- 
ypFe,.en  .irece.gríjd|o?i¿  tdqnds  sej  jfiofcaú,  ia?^  go- 
yei:qafii909s,4qj9adurw.y  Nip^ragifjB,  ,,  , 

5,     •  ••   'f  "»     í,!    .,'  ,    I  "   •-    f  n'>    f  '••♦   I    ♦  .'       ';-;    u      •     .  '. 

n  •'••■■..  .'•  -li-  pl  >-.  i  •     '•■    '■  fn-;  iil-  I  (  '■   ,-•'/•  ,•    !•• 


imh  áíEemvo  m  nmus.  '471 

y  floral  NÓPte  coa  Hondo ras^  y  por  el  Medio- 
día ea  Co^larpica»  es  de  cíenfo  y  euareüla  ó 
ciento  y-cíucueDia  ieguasdel  blsle  Oeste,  y  so- 
leota  6  lOefaenta. Norte  Sur;  tierra  fértil  de  líiaiz 
y  cacao  y  algodoa  ,y. ganados»  ain  Ipigo  ni  ove- 
xasv '  y  ea  elU  ;0inca  pueblos  de  españolea, 
jqoeaoa:  ;^;    .    >      . 

León  <le.Nieairagua>  ciento  y  cuatfx>. leguas  231 

ide  Saaetiügo  de  .Guathecnala,  eomo  al  Sueste, 
y  doce  de  la  mar  del  Sur  junto  á  la  lagoma 
f^^add  de.  Nicaragua;  de  ciento  •  y  ciociiénta 
v6cio6ai  toa  ciento  eiicoaiendero6^  donde  résí^ 
de  elGoyerilador^roficialea  Reales  y  la  Iglesia 
Catbadral»)y ^0  mooaeterío  de^h  Merced:  y  en 
au  edmaroaiOias  de  cien  pueblos  de  Utdios  eo 
que  hay  cMDO^cíen  aiil  tribu taiíos^ 

La  (;iiidad'de  Granada, 'diez  y  ^is  leguas  de  232 

Leobi  ci^i.el  SMlueste,.  veinte  del  Puerto  del 
Aealexo,  riberas  de  la  Laguna  Grande  de  NI*- 
oaragqa;  de  doiiealoa  vecinoSiF  la  mitad  ^  me- 
^oe-bneoiaieaderos»  en  e«ya  jurisdibion  de  mas 
de  la  Ligsioa  iGraode  esiá  la  de  Lindero  y  el 
■Bolean  da  (Madayai  tan  señalado» 

La.  Nueva  Segovia^  treinta  leguas  de  León  233 

al  No  ríe  y  otras 'tantas  de  Granada,  lambien 
ee4si  al  JStoHé^  de  cuarenta  yeoiao^  6n  oaya 
coQBlireriiBeisáoá^  mñoiickovo  y  de  Ids  indios^ ^üe 
«hay'.enveUosí  do4iay.  r0li|oioii. 

La.IfaeiBa  Jaba,  ireiolu  leguas  de  la  mar  234 

-4el« NoTta  -al  .fia  de  la*  Laguna -Grabde  de 
íNicaragua,  r.por  donde  sale'  della  el  tío  que 
llaman <<d'  Desaguadero  yae  meten  con/ canoas 


472  DocmniiTOB  ubditob 

las  mercaderes  q«ie  se  trtea  desde  el  Nombre 
de  Dios;  es  de  pocos  vecinos  españoles  j  ^^ 
su  comarca  hay  pocos  indios  naturales. 

La  villa  del  Realexo,  una  legua  del  Puesio 
déla  Possession^que  comunmeate  Itaman  del 
233  Realexo,  de  treinta  vecHios;  esli  el  puerto  en 

once  grados  y  medio  y  es  de  los  mejores  y  mas 
seguros  que  hay  en  toda  aqueUa  costa,  eo  que 
se  hacen  navios  por  la  madera  que  hay  para 
ellos. 

Ay  en  esta  governacion  muchos  pueblos  de 
indios,  y  en  ellos  mucbos  de  tributarios  ea 
los  confines  desla  governacion  y  de  .Coslarríca. 

236  Nicoya,  coaienta  y  ocbo  leguas  de  la  cia^ 
dad  de  Granada  oo  la  costa  de-  la  mar  del  Sur« 
Un  corregimiento  de  indios  en  e(  euftl  y  »ea  la 

237  isla  Chira  que  es  de  su  governacioQ,  ocho 
leguas  en  la  mar»  habrá  coa»  cuatro  mil  Me- 
dros tributarios  de  la  Chiona  Real»  Bnbjetoaaa<> 
tiguánuente  á  la  Audiencia  de  Panamá,  por  ha» 
berse  pacificado  por  capitanes  provados  detta, 
basta  el  ano  de  setenta  y  tres  qee  se  íncorpO'- 
ró  en  Coslarrica,  cuyo  Goveroador  poae  en  t  Jla 
un  teniente,  y  el  Obie^po  de  Nicaragua  un.  vi- 
searlo; y  hayan  ella  un  puerto  razonable  ién  la 
costa  desla  provincia  de  la  mar  del  Norte;  bay 

23S  después  del  rio  Yare  que  la  divide  -  de  la  de 

Honduras,  el  de  Yaropa,  antesdel  noy  puevtb 
de  Sank  Juaa,  que  llaman  el  OésagoaderoY  con 
una  isla  grande  á  la  boca  y  después  otros  algu- 
nos rios  comüiies  ¿  Coálarrica  ^n  la  mar  del 

239         Sur;  tiene  despueadel  Realexo  que  tíálA  en  onob 


VtL  ARtCHITO  DB  I1ID1A8.  ^3 

grados  y  medio  el  Puerto  de  SaticCiago  antes 
áe  la  Isla  de  Chira  y  del  Puerto  de  Porro,  en* 
frente  de  Nicoya  eo  et  Golfo  qae  nombran  de 
Salinas,  antesdelapjnlade  SantLázaro,  y  Cabo 
de  Bórica^  á  cuyo  Levante  están  las  islas  de  240 

Sancta  María  y  Sancto  Marfhía,  Cobaya  y  So- 
baco, junto  á  los  términos  de  Veragua,  comu- 
nes á  Coatar  rica.  ' 

Costarriea. 

La  provincia  y  governadoa  de  Costarriea,  241 

k)  mas  orierital  de  las  Indias  del  Norte,  y  Au^ 
díencia  de  Guafhemala,  tendrá  de  largo  Kate 
Oeste  como  ochenta  ü  noventa  leguas  desde'  los 
confines  de  Veragua  basto  los  de  Nicaragua, 
con  quien  se  junta  por  el  Norte  y  Poniente;  ay 
«n  elta  dos  pueblos  do  esfiañoles  de  que  nó  se 
iiene  mucha  n^tioia,  porque  aunque  está  d<e^ 
«cubierta,  no  ay  relación  en  particular  mas  que 
es  tierra  buena  y  con  muchas  muestraé  tle  oro 
y  algunas  de  piala;  los  pueblos  sor. 

La  vHIa  de  Aranjuez,  cinco  leguas  de  los  242 

Hidios  cbomes,  pneMo  de  la  juridtüión  de  Ni* 
-ooye,  de  tres  óquatro  vecitfoa  no  mas. 

La  cindad  de  Cartago,  á  la  parte  del  Sor,  2^3 

ireinta  y  siete  ó  quarenta  legoas  de  Nicoya  y 
veinte  déla  mar,  casai  en  medio  de  te  pro- 
vincia; no  ay  notició  de  les  vecinos  que  tiene 
iif  deles  pueblos  de  indios  de  su  conM^rca;  alr 
eanzlB  puertos  y  desembarcaderos  esta  provin>* 
eia,  eti  la  costa  del  mar  del  Sur  y  afear  del  Ñor- 


;474  9oamiiTOft  .uiáoiTot 

te^  en.  que  ay  -^Igoooa  rm  &olro  I^icaragua  y 
.yera^vQ^<)CO(nuDes  á  esta  goverjiadon;   y  4^8 
S44        .  bayas  d^  Sao  JUiar^nimo  y  de.€aríbaoo,  cwca 
dfi  Í09  Uinílas  de  Veragua.    . 

.  ■,,  Iniu»  del. Mediodía.  : 


I 


2i5  La  parte  de  las  Indias  dei  Mediodía,  e$  todo 

lo  descubierto  desde' el  Nombre  de  Dios  y  Pa- 
Damá,  al  Sur,  en.qu^  ^e  iooluyen  Tierra  Firme, 
el  Perú,  Chite,  provincias  del  Estrecho  y  dck 
Rio i\^  la  Víala  y  ei  {IraMI,  en  queay  ctoca  Au- 
diencias; Ja^de  Paqami,  Nuevo  Reioo,.QuiU>» 
•LtQD9.  Charcal  y  OAze  goveroacioues.' 

JHstrictú  del  Audiencia  de  Panamá. 

•  *  

8i6  .  £1  di^trilo  dq  la.  Audiencia,  de  Panamá^ 
^rinnerp  llarqnda.  Castilla  ^  del  Oroi,  y  después 
Tierra.: Firme»  esi  muy  peqvoña  y  defeceos 
pueblos»  porqiue  fK-incipalgit^nle  r^ssideialU 
para  eldespacho  de.las.flota^  y  metcader<esqu6 
v^n  y,  vJeiQf^Qi  al  P^rú;  tiene  de  largo  •IÍ9l^  Oeste 
joaroQ.ochen(a'ó'novefQlalt($gMfs  desde  los  con- 
fines de.Ja:£0¥ercia€Íoo  de  C^rtaxena  y  Pop», 
yad:  hatia  Iq  áltinK>  de.  Yer^gu^a;  y>dé  ancbo  de 
)a<mard^li$ur  i.la  dei  Norie,  por  dood^  inii3 
aesenia  Iffguaai  y  «d^tay  abajo  hai^tadiec  yoolio 
por  Nombre  de  Dioa  y  ^  Pan^aroí ;  e$  de  «velo 
|!ei^era4Qa(eiMe.  muy  és|)ero  tJ&.mpnlaQa,  J)eM 
de  vaguacoi^os  y  piiQlauos,  y  lel  aire*  cornado  de 
.vapores,  Munedo  y )4aBleri9s$Ob  y  porostp  muy 


iM  «419040.  475 

el,(IÍ6(vioiO;de6l9  ^jifdieodi^i  l^igpvfímsicjpa.^e 

^▼l^  iQ^cbp^  ií^a^QS  .en,eUa,.jao^0.  op  ,ny  ma^ 
jque:ciupo^6  'SQÍ6/pot^le^aelQs,dpll9i^>  ^a  que 
i»)za  coQio  tvezidr>lp%  4  qi^atrozient^  «que  ^9 
.trit>uiao.  por  su  pqbf:6za^e<i)  la  .gOMpcaacjoQ.d^ 
ln  AMÜiea^ia,  Ay.la  cjuflqd  dQjPaoamá  ^.la  247 

graiJpf.de>iatitfd  .y  íOch|en}^..¡f,.d^9vd8  longitud 
del  AJerUliaoo de  ^plqijot,;  de^P , dúsla  por.  víp 
r9c(a.fniJ  y  quiaii^atas  y  f^aenta^ leguas,;  P^  puQ- 
i>lo¡.de  quatro9^i?p^09  :yecínQ8,..loa-  ma^s  laerca- 
dores  y  tratantes,  y  reside^eJIaia.AudieQCÍa, 
oRq\^\í9i  ifi  1^,.  Hi^ciitoda»  €a%a..{lAal;{«ffui>gue 
^aa.al.  NopíM  de  D^Uw  att^»>d^  ?yhflQia)al  fl«^ 
fiacbodella;,  y  a^sjjfl^iaiQQT^p^idp  RqMÍ  j^iXalbe* 
dral  si^ffágf^pa.a^  >^kr?5fl|)Wp^il*Ji.4e;  |p»,.Rjeyps; 
Irea  qioqast^io?;;;  iHfco..dflvFraopisí5ft^>,y  pifOi  de  248 

;U  JH^er^wi  ly,  olfiO  d^iPpnaiipi^^;  ps  ^l,puprto 
(}pp^ta  .fíi^dffíl,  f^fQqftbto^.ajjQqoe.  (}p;.l3ia?;a 
xpac;, qjipdao;  loif, ijíivíoa  ep  sepo. y .^^L  f^.herar 
so  surgen  en  la  playa  y  en  ¡n^|^riK^.pQ.^|  (^^er- 
to  de  Perico,  dos  leguas  de  la  ciudad. 

La  ciudad  del  N^f^U^^^  Dios,  eo  la  costa  ^         249 
de  la  mar  Norte,  junio  á  ella  diez  y  ocho  le- 

^,m:mÑ^'^  dp«M!fH9A  í«ias^JB>d0.  m9m4m* 


476 

y  tralaotea  que  aciidoi  alK  qnando  llegim 
liólas,  que  quando  no,  las  mas  están  bacías;  'el 
pueblo  muy  eafermo  por  el  teaaple  Mmedo  y 
caluroso,  prtocipalDieoleiiesde  Mayo  á  Noviem- 
bre, qjando  sen  las  mudias  aguas  y  qoaodo 
muere  mucha  geote  si  las  flotas  llegau  eu  aquel 
tiempo;  el  puerto  es  grande  y  capax,  aunque 
el  fDodo  dicen  que  se  disminuye;  las  mercada 
rias  se  llevan  y  traen  del  Nombre  de  Dk»  á 
Panamá  por  doscam&ios;  uno  por  üerra  con  ir- 
rias^  por  donde  ay  diei  y  ocho  l^uas  de  canñ- 
no  muy  áspero  y  malo;  el  otro  camino  por  la 
mar  y  rio  de  Chagre,  cuya  boca  está  diea  y 
ocho  6  diez  y  nueve  Icgoaa  del  Nombre  de 
Dios,  al  Poniente,  por  do  se  suben  bs  merca» 
derlas,  quando  lleva  agua,  basta  la  venta  de 
Cruies,  desde  do  se  llevan  con  anias  cinco  le* 
guas  hasta  Pánaml.- 

250  Natán,  treinta  l^uas  de  Panamá  al  FMnente, 

en  la  eosta  del  mar  del  Sor»  de  treinla  veciam, 

y  en  au  comaren  quatro  pvebk»  de  indios,  ek 

que  babrá  ooomi  cíen  indias  tributarios. 

En  algunas  cartas  de  geográpbicas  está  dea^ 

iol  crita  h  p(rf>lacion  de  Ada,  en  la  coata  lie  la 

mar  del  Norte  y  entrada  del  GoÜb  de  Urana, 
en  frente  de  h  Ha  de  Finos,  da  que  al  p 
te  no  ay  memoria. 

VimifMi. 


S52  La  previncm  y  Ceteinatien  da  YcrtSM 


DBI.*AMVVO  B9  iigHA&..  477 

dr4 de  largo  Esle  Oeale  comoquarenla  6'c¡n« 
quenla  leguaa*  y  de  ancho  ymnlB  y  cinco  6 
treinta;  lierra  montuosa  y  cerrada  de  inalezaa» 
8Ío  pastos  ni  K^Q^dos,  trigo  ni  cebada»  poco 
m^i  y  poíoas  hortalizas;  pero  castrada:  de  oro 
y  de  mucho^T  oacimíentos  y  minas  riea^  en  los 
rios  y  quebradas:  ay  pocos  indios  y  h»  que  ay, 
de  guerra;  y  en  ella  qoatro  poeblos  de  es- 
panoles.    .  . 

La  eiudad  de  la  Conceplion,  qnareota  le*  853 

guas  del  Nombre  de.  DiQ$«  al  Poaienle;  de 
ochenta  vecinos,  donde  reside  el  Governador 
y  los  teQÍeQtes.de  ofteialea  que  ponea  los  de 
Panamá. 

La  Villa  de  Trinidad,  seis  leguas  al  Oriente  ?5i 

de  la  Conccption»  por  mar,  que  no  se  puede  ir 
por  tierra»  y  tres  legaas  de  la  manjoaio  al  rio 
de  Belén»  de  treinta  vecinoa  mineros. 

La  Gudad  de  Sancta  Fée,  dote  ky ñas  de  la  255 

Coaceplion,  al  Sor;  de  treinftii  vecinoa»  cot) 
una  fundición  y  tenientes  de  oíieia^tes. 

La  Ciudad  deCárlOF»  en  la  oosf adela  mar 
del  Sur,  junto  á  la  mar,  quareniá  6  einqoenta  256 

legtias  de  la  ciudad  de  SaíiclaFéér,  alOcklente; 
de  veinte  y  cinco  6treiniavecinosL' 

Ho  ay  pucptonínguno .señalado  eo-.la  costa 
de  la  una  y  la  otra  mar  desla  provincia»  eúel 
districio  de  toda  la  Audiencia;.ay  lod  rios»  pan* 
tas  y  puertos  siguiei>tes; 

La  Baya  do  Zarabaco  6  d^San^Bi^rónimo»  257 

en  la  costa  de  la  mar  del  Norte  y  confines  de 
Veragua»  y  al  Oriente  dclla  y  del  rio  de  la 


478  DOcmniTnM  üvÉumSs 

Trinidad,  el  de  la  Gonceptíon,  y  el  de  Belén; 
y  enfrente  el  Rdcodo  ona  isla  y  el  rio  de  Cha- 
gre;  y  mas  al  Orienio  ana  legua  el  Porlete,  y 
los  Puertos  de  Langostas,  doce'ieuuas  del 
Ñofii1}r8  de  Dios,  al  Poni^nfe;  y  el  de  Gallinas, 
naeve,  y  el  de  Buena  Ventura  seis,  y  Puerto 
Beto,  cinco,  y  enfrente  del  las  islas  de  tas  5li« 
ras,  y  las  que  diten  de  B.istimenios;  y  pascado 
el  Nombre  de  Dios,  dos  leguas,  el  rio  de  Sar* 
dinilla,  y  el  de  Sardinas*  cuiílro;  y  el  de  Mait  y 

259  el  de  Culebras,  y  eld<*  Francisca,  ocfio;  y  á  la 
entrada  del  Golfo  de  Uran»,  la  punía  y  isla  de 
Catina,  enfrente  de  las  sierras  de  Sant  Blas 
y  la  isla  de  Coraagre  y  la  de  Pinos,  masaden* 
tro  del  Golfo;  y  en  lá  inleríordél,  el  Puerto  de 
Nucos  cerca  de  la  boca  del  río  del  Darien,  que 

260  dividi  los  límites  desla  Audiencia  y  los  de  la 
Governacion  de  Carla xena,  en  la  mar  del  Sur, 
al  CabodeSancta  Maria  y  Punta  de  Guerra;  y 
para  Panamá  el  Go*fo  de  Parita  ó  París  donde 
está  Nalan,  Punta  de  Chame;  y  passado  el 
Puerto  de  Panamá,  el  rioCoquira  ó  el  EI^po  y 
el  de  Baissa  6  de  Congos,  en  lo  inferior  del 
Golfo  de  Sant  Miguel,  Norte  Sur  de  la  isla  de 

261  Perlas  y  Punta  ó  Puerto  de  Parias  á  la  entrada 
del  Golfo  por  la  parte  del  Sur,  que  está  de  Pa- 
namá cincuenta  leguas,  y  veinte  y  cinco  de 
travesía  al  deUrana;  y  Puerto  Queniado,  jun- 
to al  Cabo  de  Corrientes^  eñ  cinco  grados  de 
altura  septentrional  i 


DKL  AKGBfVO  DE  INDIAS.  47& 

,é  '  \  * 

$  *  * 

4 

Distrieto  del  Audiencia  de  Saneta  Fée. 

El  rfistriclo  del  Audiencia  del  Nqevo  Reino,  262 

t<*n(lrá  de  largo  Este  Oeste,  como  trezienlas  le- 
guaí>,  y  otras  tantas  Norte  Sur,  en  que  86  com« 
prebéndela  las  provincias  del  Nuevo  Reino, 
Governacion  de  Santa  Martiia  y  Cartaxena,  y 
pnrte  do  la  de  Popayan;  y  por  cercanía  las 
provincias  deL  Dorado  ó  Nueva  Estremadura, 
y  la  de  Venezuela.  • 

La  provificia  del  Nuevo  "Reino  de  Granada,  263 

que  es  lo  que  la  Audiencia  govierna,  téhdrá 
de  lar^o  de  Oriente  á  Poniente,  ciento  y  cua- 
renta leguas;  y  de  ancho,  Norte  Sur,  ochenta 
de  tierra  rassa,  por  la  mayor  parte  con  ma- 
chos valles  y  sierras  de  buenos  pastos  para 
toda  suerte  de  ganados,  que  hay  en  abundan- 
cia; y  en  muchas  partes,  trigo,  maíz  y  las  fru- 
tas do  España;  y  generalmente  mucho  oro, 
muy  fino;  y  minas  de  cobre,  acero  y  de  azo- 
gue, en  tierra  desuta  de  plata;  y  en  el  Valle  de 
la  Cruz,  y  en  el  reino  todo,  catorce  pueblos 
de  es|)añutes,  que  son: 

La  Ciudad  de  Saneta  Fée  de  Bogotá,  dicha  264 

assi  por  la  provincia  en  que  está,  setenta  y  dos 
grados  y  medio  de  longitud  del  Meridiano  de 
Toledo,  que  por  un  circulo  mayor  serán  mil  y 
cuatrocientas  y  cuarenta  leguas;  y  tres  grados 
y  medio  ó  cuatro  desta  parte  de  la  equinoc- 
cial; de  seiscientos  vecinos,  sesenta  y  cinco  en*.  ' 
comenderos;  resside  en  ella  la  Audiencia  y  ofi- 


480  P0GDIISMT06  OdblTOS 

cíales  de  la  Baciecda  y  cassa  Real»  y  cassa  de 
Fundkíofi;  la  Cathedral  meirófioK,  cuyos  su- 
fráganos son  Popayan,  Cartaxena  y  Sancta 
Marlba;  ua  ironaslerio  de  Franciscos  y  otro 
de  Dominicos;  y  en  sa  comarca  cuarenta  mil 
indios  tributarios. 

265  Y  la  Laguna  deGuaianita,  que  es  no  adora- 
torio  antiguo  de  los  indios»  á  donde  es  fama 
que  han  echado  gran  suma  de  oro  en  ofrenda» 
para  sus  ídolos. 

La  Villa  de  Sant  Miguel,  en  los  términos  y  ju- 
risdicion  de  Saocta  Fóe,  onze  leguas  detla  al 
Norte;  es  tierra  los  ospanches»  de  diez  vecinos 
DO  mas;  y  en  su  comarca  como  dos  mil  y  qoi- 
nientos  indios» 

266  La  Ciudad  de  Jocayma,  qoinze  leguas  de 
Sancta  Fée»  al  Poniente,  algo  inclinada  al  Nor- 
te; de  sesenta  vecinos,  la  mitad  encomenderos; 
y  un  monasterio  de  Dominicos;  y  en  su  co- 
marca  cínquenta  y  nueve  pueblos  de  indios  y 
en  ellos  tres  mil  ydozienlos  tributarios. 

¿07  En  la  provincia  de  los  Moriscos  y  Colinas, 

que  por.  otro  nombre  dicen  Caoapeis,  veinte  y 
cinco  leguas  de  largo  y  doce  ú  (reze  de  ancho, 
al  Norueste  de  Bogotá;  tierra  áspera  pero  sana, 
y  fói;til  de  pastos,  oro  y  esmeraldas;  ay  dos 

xfiS  puehlji^;  la  Qiudad  d^  la  Trinidad,  veinte  le« 

guas  de  Saj^cta  Fée,  al  Norueste,  de  sesenta  ú 
ocheolja  vecinos,  quareata  encomenderos;  en 
cuya  comarca  está  lamina  rica  de  las  Esmeral- 
•  das,  oon  muchos,  indios. que  ano  no  esláapa- 
cíISicos. 


DH.  ARRUTO  .  OS  limA8.  4(1 

La  ViUft  de  la  Palma,  quinzeloguaade^ac-  269 

la  Fée,  hácja  el  Noroefttie;  é^  a^seBlf^  ye<;ifiQ9, 
los  cioqoepla  eocomeoderos,  y  eq  au  <;oo9ar€;a 
daie.6  Ineie  mil  iodioa  mal  pacíQcoa. 

En  la  provincia  deTuoxa,  cvsi  at  Norte  de- 
recho á  la  de  Bogotá^  y  w  ^odo  eomo  ella^  está 
)a  Ciudad  de  TuaM»  veíate  y  4rea  legtiwa  de  ^70 

Saiicla  Fée,  como  aLNorlde^le:  de  dotientos 
vecino^i  loa  aeseata  enccmeuderos;  y  no  ma« 
Daaieiio  de  Fraucisooa  y.otro  d^  Doyujaiooa;  y 
en  su  coma|;c^  ciento. y  catorce. paeblQa  de  in- 
dios, en  que  abrá  como  cinqucnta  y  tres  miÚ 
tribuíanos. 

La  Ciud^A  ^^  Pamploifa,  como  $eM9(a  Je-  271 

guas  de  Sainóla  Fée,  al  Nortdesterdeeien  ve- 
cinos y  qn  monasterio. de  Ddimíoícos;  y  ei)  su 
coinarpa  ciento  y  diez  pi^<.ibJ!o$  de  indios;  y  en- 
ellos  como  veinte  mil  lribiU¿irios. 

La  Villa  de  Sant  Cristubbal»  dose  ú  trece  ie-    *      272 
guas  de  pamplo^f*  ^\  Norte,  de:  ineüiM^  vecinos. 
De  loa  iadios  que  tiene  opay  relaciom 

La  Ciudad  de.Al-érída,  en.  los  Lórmieos  de  la 
Governacion  de  Venezuela  y  JHu^vo  Reino, 
qiiapenta  leguas  de  Pamplona,  M  No?t49ste; 
de  tceiota  vecinos  ao  m^p,^ .y  I^q  ay  rets^eíonde 
susindi^  y  rekpartiaiieato.. 

La  Ciudad  4e  Yelez,  jtreitvt^.leguafi^doSiai^c-  273 

ta  Fée,  al  Nopte,  de  oien  veciri/>9;  los  ¿reÁntPcV 

ocbo  eoqqmenderoa;  y.ud  m0naetierip«de.Frf^ii- 

ciscos;  y  eOiSp  oon»aroii,  aesanta.  y  qaatisQ  pue- 

bloa  de  indios,  con.oínco  6  aeJM  mili  trtbotarios. 

L»  CUidad de  lUariqutiay  por  xÁto  aombre  274 

Tomo  XV.  3Í 


S/átí^é^m^ del  Oró,  quarénf á  tég^iasdé^n - 
ta  Pée/al  NbírABdtid;  decttiqúehla  ó  désettta  ve- 
»*io<)S,^ioáf'Ve¡<iie  y  cióco  etícóhieodefés;  y  uu 
monasterio  de  Dominicos;  y  en 'éq' domMsa 
ti^einta  y  déid  paeblod  de-ia^ioá/cia  qfaeábrá 
cotoo  dos  miHribataYióSs,  '       '  ■•  -  '  ' 

^75  L«t  ciWdad  ^e  Ibaque,  treTtttá  lejg^arde'SáM- 

la  Féfe,  casfii  alPdníente,  de  tfeiftle  f  cíhco  ó 
-^  treinltt  veeitios  eúeometrdéros; ' oon  üd  monas- 
terio <féDo¿]inicús;  y 'ea  su  etnm^rca  doí9  6  tres 
Mili -indios  fributarios/'ed  irei&ta  v  cidco  ó 
'  lréiiita^*y<seÍ8  Htiages. 

276  La  Ciudad  de  la  Victoria,  qaaredta  legoas 

deSancta  Fée,'al  Norueste;  de  treitlta  vecinos 
y  pocos  naturales,  deque  no  a  y  relación. 

á77  '  La  ciudadde  Nuestra  Sefi^a  <fie  los  Reme- 

dios^ ^tñquenta  teguas  deSanota  Fée,  al  No- 
rueste; de  tr-efnta  Veóiuos,  con  muchos  naiora- 
les  qoé  no  están  descriplos.    -" 

278  La  ciudad  de  Sant  Juan  de  los  Llanos,  cin- 

cuenta leguas  de  Sancta  Fée,  al  Sor;  de  seis  ve- 
cinos no  mas,  con' muchos  naturales  qoe  no  es- 
tan  desci^iptos.  ' 

Son  del  distrito  déla  Audiencia- del  Nuevo 
Reinó,  seis  pue|>tOa  de  la  €overnacioü  de  Po- 
pa y  an,  Sancta  Fée  dé  Ántloqafa,  Oaramanla, 
Arma,' Anaeraa,  Carlágo  y  $kúi  Sbviislíaa  de  la 
Plata^y -Sanl^  Vicente  de  la  Paesc,  que  ae  des- 
criben eola'  dicha  Governacion  d»  Popayaa;  y 
la  Ooveroacion  de  Rodas' y  de  loaD*. 

Métensse  las  mereaderfaa  á  este  reíao  por  el 
Ho 'grande  de  la  Magdalena,  desde-  la  barran- 


€9  ,d^  B^l^mbo,  j)iris(|^ciof;i  d^  Garlaxepa* 
La  Villa' jde  Np^stcfi  ^eoor^  de  Leiva,,  juria-, 

dicion  de  TaQxalerna;  quince  vecjpos  labr^dp^, 

f 6$.  j-  co^en  dp9  reoea ; t rígp  ^l  aip,  y .  esf^  cer- 

cade  I93 aminas». jdi^Sacbíca./  . 

La  Ciudad  de  Mérida,  ci.eat  leguas  dfi  Saocla. 

F|¿e,.^aiioo  4e  ^Vefic^les;  dozieatoa  yecmQa  y' 

cuarenta  ó  cincuenta  encomenderos. 
ha  G¡uda4  de  Cáceres»  cerca  de  Marida,  ^ue 

pobló  Francisco  de^Cáceres;  tendrá  treinta  Qn«> 

comenderos,  y  oient  vecinos. 

La  Ciudad  del  Espíritu  Sancto,  que  pobló 

Ea^esiqo;  ciento  y.  veinte  yocíaos,  treinta  encor 

meaderos. 

.  Sancta  Martha. 

É 

La  provincia  y  Governacion  de  Santa  Mar-  279 

tba,  en  la  costa  de  Tierra  Firme»  de  sesenta  ó 
seleola  leguas  de  ancho  y  largo  entre  Cartaxe* 
oa  y  ^  rio  de  la  Hacha;  es  tierra  fértil,  de  mu- 
cho maíz  y  hálalas,  mucho  oro  y  cobre  y  algu- 
nas es.meraldas  y  otras  piedras.  Ay  en  ella 
cinco  puebilQs  de  esp9Doles,  y  aunque  hay  mu- 
chos oalorales»  todos  los  mas  están  de  guerra, 
y  9aaf  no  hay  relación  dellps. 

La  ¡Ciudad  de  Sancta  Martha » junto  á  la  mar ,  880 

en  diea  grados  d^  latitud  y  setenta  y  cuatro  de 
loogilMdt  mil  y  cuatropieotas  y  veinte  leguas 
de  Toledo;  de  veinte  y  cinco  vecinos»  dps  en- 
comenderos  y  algunos  pobladores  y  tratantes; 
dooda  resida  el  Governador  y  los  tenientes  de 


/ 


484  DocuMiirros  míbditos 

oficiales  del  Nuevo  Reino,  y  la  Cathedral  aafrt- 
gana  al  Nuevo  Reino;  es  el  poerto  de  esta  ciu- 
dad razonable. 

281  Tenerife,  ribera  del  Rio  Grande»  caareota 
leguas  de  Santa  Martha,  como  al  Sudueste, 
parte  por  la  mar  y  parte  por  tierra;  de  seis  ó 
siete  vecinos  españoles,  y  mil  y  quinientos  m* 
dios  que  los  sirven. 

282  Tamalameque  ó  Villa  de  las  PalmiBis»  sesenta 
y  cinco  leguas  de  Santa  Martha,  al  Sur,  y 
veinte  de  Tenerife,  dos  leguas  del  Rio  Grande; 
de  diez  vecinos  no  mas,  en  quien  están  reparti- 
dos como  quinientos  indios  que  sirven  de  bo- 
gar  las  canoas. 

283  La  Ciudad  de  los  Reyes,  en  el  valle  de  Upa- 
re,  fértil  de  maíz,  mantenimientos  y  ganados, 
y  de  mucho  cobre,  al  Sueste  de  Santa  Martha, 
cincuenta  leguas  della  y  treinta  del  rio  de  la 
Hacha;  de  treinta  vecinos,  todos  encomende- 
ros y  pobres.  ^ 

¿84  La  Ramada,  que  primero  se  llamó  Nueva 

Sdtamanca,  cuarenta  leguas  de  Santa  Martha, 
al  Este,  y  ocho  del  río  de  la  Plata,  á  las  ver- 
tientes de  Sierra  Nevada;  de  veinte  y  cinco  ve- 
cinos con  cuatrocientos  iridios  de  paz.  Las^ 
mercaderías  de  esta  Governaciotí  suben  al  Nue- 

285  vo  Reino  por  le  Ciénaga  de  esta  citidad  que 

está  siete  6  ocho  leguas  de  ella  por  la  mar,  v 

después  doce,  hasta  la  barránba  de  Malambo, 

eá  el  Rio  Grande.      • 

Ay  en  la  costa  de  esta  Govemacfon  el  rio  de 

«   Buya,  junto  á  la  Ramada,  y  el  de  Piras  y  el  de 


9tL  ABCBTO  M  IIIDUS.  485 

Pilomino  y  el  de  Don  Oioqiosio,  los  Ancones 
deBurjtaca  y  elCabodeLaguu,  janio  á  Sánela 
Mariba,  enfrente  de  la  aierra  de  Ronda;  y  el  río 
dQ  Gaira,  al  Poniente. 

Cartaxena. 

r 

La  provincia  y  Governacion  de  Cartaxena,  886 

im  la  costa  de  Tierra  Firme  y  mar  del  Norte,  J 

tendrá  de  largo  Este  Oeste,  desde  el  rio  de  Ja 
Ifagdalena  hasta  el  rio  del  Dañen,  setenta  ú 

ochenta  leguas;  y  Norte  Sur  otras  tantas,  hasta  ^ 

Job  confines  del  Nuevo  Reino,  aunque  de  viage 
dicen  que  son  mas;  es  la  tierra  montuosa  de 
cerroa  y  valles  altisimos,  llobiosa  y  húmeda, 
donde  las  semillas  de  España  no  echan  si* 
nueoie;  y  no  hay  trigo  ni  oro  sino  en  algunas 
partes;  hay  en  ella  cuatro  pueblos  de  españoles^ 

La  ciudad  de  Gartaxena,  junto  á  la  mar,  dos  S87 

legaas  de  la  Punta  de  la  Canoa,  al  Poniente, 
en  díex  grados  de  latitud  y  setenta  y  seis  de 
iQDgUud,  mil  y  cuatrocientas  y  sesenta  leguas 
,49  Toledo;  de  dozieatos  y  cincuenta  vecinos, 
dies  y  seis  encomenderos,  donde  reside  el  Go- 
¥0rnador,  oficíales  de  la  Hacienda  y  casa  Real; 
y  la  Cathedral  sufragana  al  Nuevo  Reino;  un 
monasterio  de  Franciscos  y  otro  de  Domini- 
i)Qa;  hay  en, su  epinarca  treinta  y  cinco  pue- 
^a  óf>  indíoa,  y  w  ellos  como  dos  miU  tríW 
larios^  .  ,   :    . 

.£1  Puerto  iffstfí  ciudad eade  Iqs  buenos  de         S8t 
im  Iqdias^  aunqn/a  los  navioa  grandes  snrxen 


lejos  de  laciudádV  li^bé  á  Isíbnlraaa'dnál^ái 
coDbo^ldé  Cdrtaxéiifr'efl  fiírpbfia;  tiene  Btvk 
qté  dio  eausáa  al  tiombre  cf 6  fa  cttídadV  La  -  Vitíá 
de  Sanctiago  de  Zobí,  seis  légdas  del^MÓ/rál^» 
Suduesle,  de  Gartaxena,  diez  6  doce  leguas 
de  la  parle  por  la  toar,  qlie^por  tierra  no  se 
puede  caminar;  y  parte  por  las  Ciénegas  y 
montóSaS;  dé  veinfe  y  seis  l^eéinos  étiico- 
méndérós,  y  en  sú  óOóiarcB  étiai'érnCa  püébtbs 
de  itidios,  y  en  eílos  como  dos  mil  tributarlAdJ 
S89  La  Yílfa  de  Mana,  treinta  y  dos  leguas  de  lá 

ciudad  de  Cartáxend,  al  Sur;  de  cace  vétíihotí 
encomenderos,  y  én  su  cótt^rcé  como  dos  mil 
indios  mal  pacíficos.   ' 
'  Lá  Yitla  de  Sanctía  Ous^  de  Mopóx,  setenta 

290  y  tres  leguas  de  Cartáxena  por  ef  mar  y  Rió 
Grande,  cerca  de  cítíya  f ibera  está  y  pordóndé 
se  r^odeá  cerca  déla  fiiittad'défcaMítnfd;deTÍefhi^ 
te  vecinos  enconáenderós,  y  eíi  su  cotífarca 
como  dos  mili  itídiós*  tribuláfrío^;  poblóse  el 
aüo  de  mil  y  quinientos  y  nueve  éú  la  províti^' 
iñti  del  Darien»  un  pueblo  que  llaman  Nuestra 
Sefloradela'  Anlfgua,  que  dürS  pocos  aBos 
poblado. '  "  '  ' 

Y  cerca  dd  OoTfo  dé  Ufana,  jtíñtoá  la  mttr, 

291  Sant  Sevastian  de  Buénb  Vista;  qué  ttiinblen  se 
despobló.  «     .;     ■  • 

'  La  barranca  de  Mtailamtx);uiaá  casa  de  Adnii^ 
S92  éa  de  la  juri^llicfoft  de  CaK«]C[eBa,  iféfbta  f&- 

guasdella  en  la  rivera  del  Rio  Grande,  y^velt^ 
'•      .     ibdeSaüta  Martha,  y  setft  dé  iá  ikl«n  «dbfa 

^  descargan '  las '  mércadierfU  'qbe^aef  llevan 


por  tierra  al  Naevo  Reino;  y  de  allí  se  sube 
por  el  dicho  Rio  Grap<j|e.,C9!q  jcfnóas,    cuya 
boca  está  veinte  y  seis  leguas  de  Carlaxe- 
nft»ial.Qr^ft,,#r^4»eíz  grados,  de, ajluraj  y  .fu 
iifi^iif)Í0pL9,^[n;i  d?  Popayan,  m^s  qba,x9  da, 
Mopox^  O^rfl, eq.  fi  i}ÍQ,de  CftUpíi,/  qp?,  lamb|en. .        293 
iiíf;eArr,iba^díi.Pppaya|i^  pprca .dpi  papipaienta . 
del  Rio  GrqJsdQ»  cuya  boqa  e^t^  eqjdo?^^r^dps  ' 
d^.ailurp^  vaiAtey  .8^ia).l9g;(i9^  de  Carta;s^na».y. 
ei^r9  tap  furioso  eq  U  mnr^  .qHe  |c^  oavíps  .que 
hftQ.4e,i>a49arpor.^K,^e.api^rUq  muchas  le-.. 
g99ap0r;4eAC9a4^.,su9  cocriefi^a  mys  á  Qiri*.         294 
l4«/ena.y  I^opfeqte,  ba^ta^el  l^rrp  Seriposfo  y ; 
la  Fuplft  ile: Zamba»  y  el.BQyp  ,|le|  Gjito  ó  |a 
Arboleda,  y  los  Siete  Royos  y  la  Punta  de  al 
Canoa,  dos  leguas  de^.C^rlaxena,  y  Punta  de 
los  Ycacos»  á  la  entrada  del  Puerto  en  frente  de 
lai..Y8la.jd0  CarMüa»  ,wtlgi*weftie  í}^  Cpdegp, 
q««i69  tíkffwiw^  4  laientrMia.del  Pp^ip^^dos 
IftgiMift  de  aoicbO  y  media  íi^  iargp;(:y.Ppaia  de  295 

la.Náo,r  eo  TieiraFiriDQ,  á  la  otra  errada  n^e- 
Dor  dél.Pmf<q.y,ca8sjk;atiN<^'^;  Q;ui,,iBlptji.4Pe 
Uim^D  S|ai:diM;  y  eo..la  cpst^  dp  ^Ip;  lafs  isliais 
4e  9ará>  cQioQ.seM/ isleña;  y  á  la  epir^da  del 
G^fo  á»  Urfin«»  QtraSf8ei«  quie  ll^ippa.dje  S;aipl  296 

Boriiar^Okr  ap  frpDie:del  jioJZepa^  y  .0)0^  den'- 
tro  clfll  .GoUdi.  lisia  Euert^:  y  la.  Tort(?gp».,j4opdp . 
eieiivp:f«i«di4Q.^iit^q¥aaM9r)tcl9  Bp^^fV^ta^ 
que  Uamaroii  UrauPv  i   .    . .       ^  ,(    -    .  . 

- '■<■    '    '      i        í-'     ,'.v';«.J .y    1,!    "^    í>i!h».l       Ii 


488  tócoiiBirros  niSDiToi 


El  Dorado. 


¿97  De  las  proviticias  del  Dorado  6  Koeva  Es- 

tremadura,  qne  por  cercanía  pertetoecen  al 
dislriclo  del  Aodiencia  del  Naevo  Reino,  oo 
ay  cossa  cierta  mas  de  la  fornua  de  ríqaexa  de 
oro  que  ay  ed  ellas  y  qae  caeo  de  \ú  otra  par- 
te del  rio  de  las  Amazonas,  cuyo  descubrrmiea- 
to  se  á  intentado  diversas  veces  y  polt  d4fo- 
rentes  caminos;  nros  por  la  mar  del  Norte  j 
provincias  de  Vebezirela,  otros  por  el  Nuevo 
Reino,  Quito  y  Píi  6  y  el  Rio  de  la  Piala,  sin 
haberse  hallado  nunca  la  riqueza  que  se  busca. 

Pirú. 

-  • 

298  Las  provincias  det  Piré,  eoyo  liombre  so 

á  ido  estendierído  mas  dé  lo  qoe  al  principio 
'  fué,  incluyen  todo  el  imperio  de  los  logaa^  ó 

mas,  qtie  quando  se  ganó.  Se  dividió  ea  4foa 
Govéroacioaéii,  h  de  Praaeisco  Phfarré,  nom* 
brada  la  Nüevá  Castilla,  ^esde  Qilito  ba.«^«  el 
Cuzco,  setenta  lepfuas  masabaxo  de  Cbinichas; 
la  de  Ahnagro,  dicha  la  Nueva  Tofedo,  do» 
ziéntas  legiüas'  liábia  el  eátreobo^  desde  Chin* 
chas,  las  cüaílbs  GfvvemBtoiones  duraroA  diatin* 
tas  basth  quese  ñin(|6  él  Audiencia  dé  losfte- 
yes  y  se  proveyó  Virey  del  Píri;'  Un -cuyo  gor 
vierno  se  incluyen  la  Audiencia  de  Quito  y  la 
dtí  Lima  y  la  de  los  Charcas;  la  Governacioa 
de  Chile  y  tierras  del  estrecho  y  otras  de  Salo- 


moD,  ai  Poiiieptd;  y  por  cereaofe  las  provin* 
cias  del  Rio  de  la  Plata,  lo  que  delerminada» 
mente  se  comprehende  en  el  ofierno  del  Vi« 
rey;  tendrá  de  lai^Of  Norte  Sur,  de  mil  (eguat 
arriba,  ydeaachOi  Este  Oeste,  lo  qoeeatá  dea* 
cofbierte  y  se  descubriere  desde  ki  mar  del 
Sor  é  la  del  íforte. 

Passan  por  todas^as  |Mrovtocias  del  Pirú  dos 
cordiHeras  de  sierras  qae  van  t^or riendo  Norte* . 
Son   Ma  muy  grande  que  llaman   de  los 
Andes,   áeéd&  Popayan;   y  annque  quieran  299 

dseii*  qoe  desde  Tierra  Firme  y  l^Iueva  EepaSa 
hasta  acavar  eo  et  estrecho,  y  otra  menor  qae 
dicen  la  Cordillera  desde  Quito  baste  Chile,  á  300 

lo  largo  de  la  costa,  apartada  deüa  diez  (i  deze 
leguas  y  menos.  Avia  dos  caminos  por  entre  301 

estas  sierras,  uno  que  llamaron  de  los  Yngas, 
por  los  Andes,  desde^Pasto hasta  Chile,  de  nue- 
vecientas  leguas  de  largo  y  veinte  y  cinco  pies 
de  calzada;  y  de  cuatro  en  cu  Aró  leguas,  tam- 
bos somptilosos,  appossentos  proveídos' de  co- 
mida,' vestidos  y  calzadé;  y  de  medln  á  media 
legaa,  posta?  de  indios;  y- el  otro  por  medio  de 
los  Hunos  á  lo  largo  de  la  costa,  de  veinte  y 
masjiiés  de  anebo,  entre  dos  paredes  altas  de 
QD^slado,  desde  Püira  basta  Cbile,  donde  se' 
joiitaban. 

jDíMficto  dd  A  uáieneiM  de  Smt  Ftímásci^ 

del  Quito.        '' 


61' distrito  del  Aodieneta  qae  reside  en  la  302 


ppovJneia^él  i^uito»  y:. cpnfit^a*  pon. .01  il^ortor 
coa'  bidé  Pariaiaáv  el:  PueifO  4e  ¿uonat  V^exiUir 
rar^  'pbr  .f)i  NorUleM&eoQ'aliNueiY^  Reina;iy> 
pM.el  $úr  cob  la.  de  LiAar  ieodirá  >^<  Urgo 
por  ia  cosía  del  Sur,  quesea  pof  donde.  noaaM. 
p^oioI^ft,  como^dortientas  leguaá.doadeei/fiuéíV' 
lo  de  Buena  Vcotura,  que  es  eo  el  Golfd  ife- 
PafObmáiÓ  Sao  Mijaftiely  haaia  cAipueriq  do.  Baila 
'  eniabodia  del  Pirú;*  y  «lesde  allí  de  tral^^gja 
haeta  el  úUimo  de  Popayan,  maa.de  olraa  ^' 
zúeotaa  y  oÍDoaeotaj  qiiedándole  io6.  UmttiH^ 
abiertoa  por  taparle  dd  Oriente^  y  ^o  eil^  Irea 
GoyjeraaoiaiBesBiii/la  Audiaocia,  qvno  apa:  Pop 
payait'v  los  QttikodyXiimnadf  ¡f*  la  Camela,  y  la 
de.íaáii  tleSarinaSf  de  loa  Pacamoroi^  •  y  Ya«> 
gttulaoQgov  divididos- ei^  dóa  Obiapadns.. 


Qmto. 


,  -  '    '  <f 


it ; 


•.  I 


303  'La  provincia  y  GovemacioD  de.  QttiJov<<|M 

ea  lo  <)ue  la  Aiidieooia  ^goy^enna,  tec^dn^  da. 
lar^  y  aocHo setenta  úíooiiientalegíjaa^^d^de' 
junto  &  la*  aqiiiooecial \á.  la  oira:  {wrte^  .|F  ea 
eHa- iktieve  pacblosde  españolas  y  bovenia -6 
cién<míl  iadUiSítrilnHafíioa;  el<Mte  y  áiielo 
ta^próvíQDia  aaáqtie^oslá  'detaxo*4e.  iaóO^-* 
noccial,  es  semejante  al  de  España,  cidro ;y*ae- 
reno,  antes  frió  que  caliente,  y  en  parles  don- 
de^^dwa  Va\  dievié  'úidá  xt'  .^ñod  tÜei^  ,4aadd 
Octubre  ¿  Marzo,  que  llaaiáví.  el  invierno;  y  loa 
*  otros  meses  se  agosta  la  yerba,  que  aunque 
Bó  ea  mby  grande,  esraplt^ósíio  parfl^nadoa 


de  ^paiMéf  fje  t|iie¡  baj(ioM]oiio8v\y  ibudió; 
trigo^'cebadáíiyiOfO'ieft  <|ilgBods^lpártbi9.4(iBl  '  '^ 

pueblos, «Boot^  ''I.'  *''■■  ^'  »  '•    •»  '-      ■'  í'Wf    i'.' 

La  ciadodfde'SaiFitrMiicriado  Kiel  •  QtritOy  >éé  304 

BB  9radO'detaitiipadBila.«bra(^arlei  ile  ia^l»*: 
neav  <yf  KMthentavy  doá  del  M^róAiaDadp  Toledo, 
por  OQoiffoilk)' mayor  mil  ysaiscieiita^  y  boheit«< 
ta  j  aéia leguas  del,  .y  laeaeiita^de  <  la  wut  del' 
Sur;  dé  cüaltoaibi)Ao$y0MO9)hto<bdréiila>dn- 
cofaiendenos;  roaaide  éo  ^ia'  U  Aodieiieia  pana 
}a9  oos«9  dejufilioMFf  f  pnqde  las  del  Govioiro6' 
soóéear^'idel/ Yirreyi  redfldea  aBsimieiBO' 
alK los  oflcíalea de ^a -Haeieoda  y  caaa'  Real-  jf- 
la  Cetbe(it*al  déate  Obíapado,  mñragaae/al  Ai>*^ 
zobiápaüo  del(iaitoyea;'4rMiD0Baalerips^  nao 
de  Francisfcoa  y  drQde'Domioiooa  y  ¿ino-di» 
la  Merded;' yen-ao  jurtadieio»,  ochenta*  y  aief»^ 
p«ebk>a  ó  percmlidiidés  de  indio»;  y  ea  c|Hob 
cuerenia  y  cualrd  mil  ihbQtarioa.  Rip'Bainba/  305 

mi  pe^ble^de  ^laMores;  teiate-y  cineo^  legnas 
al  Sor  de'SaD  PraBeisoodol'Qoi(xi,'4^aibitK>'é0 
loS'Reyed,  éo^que^lMiy  arriba  «de  treinta  lüit  ca- 
bezas, de  lodo  ganado,  la'waybr  pi(rt8:ot«j!ia;' 
IM  ^udttd  de  Gaattri,  'por  otro  nombré 
Bembti;  cMouéñUi  y  ctooo^leguásrde  SanFran*  306 

ciaco  del  Q«itO)  al:  Sqr,*  ijte  qcfaenta  veciiios/ 
ipék  sólbs  tehoomenAeroa)  y  kM  demás  .poWddo* 
rei-y  (ratgmto}  cArre^iasienlo  á  provisión  rdcA* 
Virriíy,  "y  en  <4tá  ua  odntfdMtio  de  FraMíseos) 
y^oWo  Aé  (kyniiiiicoai  ^  «ayajuriadieien'bay 
eotboiqbllbiiiit  iadioadrH^oiarioay  vnt)cho»ini¿ 
nevoÉdewo,  ríeos  algonoa  desplatar  y  tüniai) 


4tt 

ricaí  de  aiogoét  cobra^  Uerra  y  piédraiefre. 

307  La  Cnidad  de  Loza  por  otro  nombre  la  Zara» 
ochenta  leguas  de  la  ciadad  del  Qttüo,  como 
al  Sur,  y  treinta  de  QoevaS)  de  sesenta  6  so- 
tenta  vecinos;  los  éece.  encMienderos;  corro* 
gimíenlo  proreidp  por  el  Vifreyv  cota  molías* 
teríos  de  Sant  Fraoeisco  y  Saooto  Domingo;  en 
su  comarca,  como  seis  mili  indios  íributarioa» 

308  La  Gttdad  de  Zamora  que  4ieea  de  los  Al'- 
oaides»  noventa  leguas  de  Sant  Francisco  del 
Quito,  como  al  Sueste,  pasada  la  cordillera  de 
los  Andes;  de  vemie  y  ocbo  vecinoa^  cassi  to- 
dos encomenderos ;  colrregimiento  proveído 
por  el  Virey  y  an  monasterio  de  frailes  Eran- 
ciscos;  y  en  su  coma  roa  como,  cinco  mili  in- 
dios tributarios.  Sin  trigo  por  ser  la  tierra  muy 
lluviosa.  Ay  mochos  mineras  >  ricos  de  oro» 
en  que  se  hallan  grianos  de  tresy  onatro  libras 
y  mas  de  peso.  La  Ciudad  da  Jaén,  cinqnenta  y 

309  cinco  leguas  de-Loxa  y  treinta  de  los  Cbaclm- 
p<^as;  de  treinta  yeoÍDOs,  veinte  y  quatro  en- 
comenderos; y  en  su. comarca  oobo  ó  nueve 
mil  indios  tributarÍMi 

310  L^  Gudad  de  Sant  Miguel  de  Piara»  -ciénio 
y  veinte  leguas  de  la  Ciudad  del  Quito,  cooio  al 
Sueste,  y  veinte  y  cincodela  mar  hasta  Puerto 
de  Kayta,  donde  se  acaba  «Idiatrioto  4el  Aa« 
diencta;  de  cien  cassat  de  espaSoles»  veinte  y 
tres  vecinos  eucomeoderoa;  cocregimienlo  á 
provission  del  Virey,  y  ua  •oioaasterio.  da  la 
Merced;  y  en  su  coauaroa  4K>Ido  mis  oiíl  indios 

y  aunque  no  llueve  sino  es  por 


ML  ámmtwo  M  oRMAi.  493 

marátilla,  ay  boeoo»  regadiM  doDcle  s«  dá 
biM  e(  trigo»  el  idqís  y  (aa  satoiliat  y  fratás  de 
Bspaña;  ealiea  la  jo  risdicion  deata  ciudad  el 
Puerto  de  Payta,  eo  otoco  grados  aostralea;  311 

muy  buen  puerto,  graiide  y  aeguro,  doode 
baceo  eacaia  loe  naviea  que  van  y  víeaeo  de 
Guathemela  al  Pirú;  y  aaai  ay  eo  él»  como  diei 
Oátn»  de  vectQoa.  La  Ciudad  de  Sanctiago  de    . 
Guayaquil,  por  otro  pombre  Culata,  sesenta  le*  312 

goae  de  Sant  Francisco  del  Quito  y  quince  de 
la  mar,  al  Oesudueste;  de  cien  vecinos;  corre« 
gímiento  proveído  por  el  Virey« 

El  Puerto  de  esta  Ciudad,  está  junto  á  ella,  313 

porque  el  río  es  OHiy  anebo,  por  doude  aaben 
tas  mercaderías,  veinte  leguas  hasta  el  desem- 
barcadero qae  Ifaroan,  y  desde  alU  por  tierra, 
á  Saot  Francisco  del  Quito* 

La  Ciudad  de  Puerto  Viejo,  como  ochenta  314 

leguas  de  Saot  Fraireisco  del  Quito,  al  Poniea«- 
te,  aunque  no  de  camino  abierto^  y  otras  cin- 
quenta  de  SanCtiago  de  Guayaquil,  por  doode 
se  va  desde  Quito;  de  diez  y  siete  vecinos,  los 
trexe  encomenderos;  en  pboasteríode  la  Mer- 
ced;  y  en  su  comarca  como  mil  y  quinientos 
indios  tr'íbntaríos,  no  mas,'por  estar  de  guerra; 
no  se  coje  trigo,  porque  Hueve  los  ocho  meses 
del  ano  desde  Octubre;  ay  muchas  buenas 
muestras  de  oro. 

Ay  en  la  costa  desta  Gobernación  los  puer* 
tos,  islas  y  puntas  siguientes:  Ancón  deSardi-  31 S 

ñas,  antes  de  lá  Bayé  de  Sanctiago,  que  está 
quinse  leguas  de  laPunia  de  Manglares,  al  Sur, 


.4im  '  mgcauunoñ  mmuT»} 

i^iliMgoÜa  decaía. &1aihaa^  f.deipQes  efrCabo 
•de^Q  «PraocisoOrV  |>8«ado:Ál;  Jq9  .Quíkíims, 
.  >quálré:nos  «oles  del  íP^Mtisle;  á  dtadelos  oe^ 
gr08*qtte.  se  Bal^aroft  de  (iw  .umíq  i|iie  dio  al 
liavéb,  sejuDtaroQ  odtiioajDdía9vy;afi  he^ho  un 

•H16  {iiieblo;>y^ef  passar  una  ptmia  -^pcierlo  de*  in^ 

dios  por  do  dioea;qM  passa*  la!  équinocial  cer« 
cá  de  ks  sierraadé  Qüacfue  ]y  la  'Baya  de  Cara* 
qilea,  antes,  del  Pociíto  Vicyoc  un  grado  de  la 
eiqtthióoial  at  Sur,  y  aocoiegoas  de  alH,  él  Gabo 
de  San  LorenEo;  .y  cerca  dét^  lálala  de  EHata,  y 
adelanté  los  puertos  de  Galio  y  Galaogo,  notes 

317  de- la  Paoia  de  SanéM  Elena,  en  'do9:grados  de 

aUáva,  él  rio  de  Tuoabez^enqaatro  grados,  y  la 
Isla  de  Puna  dote  leguas  déls  y  de  oirás  tantas 
de  Contorno;  y  Sanda  Glara^  atgo  masé  la  mar, 
y  Gabo  Blanco,  quiúise  leguas  de,  Tumbas  al 
Sun  y  luego  punta  do  Parifia;  y  al  Sur^  isla  de 

•)  1 8  Lobos,  qualro  leguas  del  P«erto  de  Payta^  ao» 

bredieho  y  la  Sillar  antes  de  punta .  de  la 
Aguja  y  puerto  de  Tangora, 

Popayan. 

'i  I  i)  ta.  Governacion  de  Popayan^.  cítalo  y  .veinte 

ieguas  Norte  Sur  desde  los  confines  de  la  .pro* 
vi9cía  del  Quito,  debajo  de  la  equiqocial  baa- 
ta  los  deGartaxena,  por  el  Norte;,  y  olraa  cien- 
to desde  los  del  Nuevo  Reijpo  para  el  Oriente, 
JiMl»  la.mar  del  Sur  en  que  ay  catorce  pueblos 
da  españoles,  parte  del  Audiencia  del  t^uito, 
y  parte  de  iadel  J^aevo  Reino»  y  qua«;^Uiad  de  na- 


48ra)e9;  la  tierira  esfras^a  comunmente  y^  muy 
lluviosa;  y  assi  ay  poco  tuaiz>  y nieiMB  irigo^y 
gaMctos&O'aymiicbQas' aunque  tQdo»ali^o;iola- 
ttiehib  es. rica  «fe  mioaa deoro;  loq(pbebk)»8on 
fia  (ftujtfd  lie  Porpayan,  en  dos  gfradoe/y  .medid 
de  « «titira  aa(^teiUríoiÍQl,  mif  y  quioieDiia/y 
^iiei»ta'leguad  'de  lo  oiodad  deTcdecl3{  de 
treinta' vef  i fiós,  los  quime  eoeooiedderos^doQ- 
de  reside  an  (eiilenle  GoTemador  y  lahi^alhd- 
dral,  y  un  iiíonasterío  -  de  la  Merted;  y  en 
«u  comarca  como  nueve  mil  indios  Iribú- 
lar  163. 

La  Giudírd  de  Cali,  veinte  y  dos  legaas  dePo- 
payaa,  y  Vcimie  y  odio  de  la  mar  del  Sur;  de 
IreÍAta  y  seis  vecinos,  los  veinte  y  quatro  enco- 
mendaros; doqderesftde  el  Governedor  y  loe 
ofioiaU'sde  la  Hacienda  y  oassa  Real;  una  cassa 
de  ha  adición  y  an  nsoáaalerío  de  San  Francisco; 
y  en  su  comarca  como. tres  mili  indios  tributa- 
vios;  cae  en  su  /arisdioion  el  puerto  de  Buena- 
ventura en  tres  grados  y  medio  de  altura  Qn  ia 
oiar  del  Sur,  treinta  leguas  desta  ciudad  y  tres 
y  media  ó  qaalrode  la  Isla  de  Palma;  y  ressí- 
den  tk-es-b  quatro  vecinos  que  la  ciudad  tiene 
pvestos- para  iq«e  r^civan  las  mercaderías. 

La  Villaje  Sanóla  Féede  Anlioquia»  mas  de 
oveo  leguas  de  Popayan,  al  Norldeste,  00  ks 
riberas  del  rio  Cauca;  de  ónte  á>dozB  vecinos^ 
todtOB  encomenderos,  del  distrito  de  la  Aadien- 
eia  del  Nuevo  Reino  y  Diócesi  de  Popayao;  ñ[ 
en  sti  comarca  ciiu^)  ó  seis  mitt  indios  tríbola- 
riOs;  rica  de  minusde  oro;  y  junio  á  la  villa,  el 


)M5 


320 


321 


322 


323 


496 

324  cerro  de  Baritaca,  nombrado  por  la  riqaeu 
de  oro  que  kabo  éa  él. 

325  La  Villa  de  CaramaDUi^  seieola  ó  aeteate  le- 
gaaa  de  Popayan,  al  Nortdeste,  juQlo  del  rio 
Cauca;  de  onxe  vecinos  eocoQaeDderoa,  de  la 
Audiencia  del  Nuevo  ReioOr  GoveruacioQ  y 
Obispado  de  Popayan;  abundosa  de  maii  y  de 
oirás  semillas;  sin  trigo»  y  ganado  poco;  pero 
buenas  minas  de  oro;  y  en  la  comarca  ay  po- 
cos mas  de  mili  indios  tríbularioa. 

3^6  La  Villa  de  Sanotiago  de  Arma,  quarenta  y 

cinco  6  cinquenta  leguas  de  Popayan,  al  Nort- 
deste,  declinando  al  Oriente;  de  voinle  y  dos 
vecinos  encomenderos,  de  la  ciudad  del  Nue- 
vo Reino,  Governacion  y  rtos  de  Popayan;  sin 
trigo  ni  semillan  de  España»  pero .  abundossa 
de  las  de  la  tierra  y  de  maiz;  y  en  su  juriadi- 
cton  oomo  dos  mil  indios  tributarios;  y  en 
toda  ella  minas  de  oro. 

Sil  La  Villa  de  Sancta  Ana  de  Anxerma,  qui»rea- 

ta  y  cinco  ó.  cinquenta  leguas  de  Popayan  y  6l 
Nortdeste,  en  la  ribera  de  Cauca;  de  treinta 
vecinos,  los  diez.,  y  ocho  encomenderos,  de  la 
ciudad  idel  Nuevo  Reino  de  Granada»  Gover- 

■ 

nación  y  Obispado  de  Popayan;  ain  ganadfiís, 
ni  trigos,  ni  otras  semiltaa  de  España;   muy 
iafestadas  de  rayos,  yen^su  conaarca  cmdo 
.  cinco  mil  indios  tributarios. 
328  La  Ciudad  de  CartagQ,  veinte^  6  veinte  y 

cinco  leguas  de  Popayan,  como  al  Nortdesjle; 
de  treinta  y  quatro  vecinos,  la  milad  encomen- 
deros) de  la  Audiencia  del  Nuevo  Reino»  Go- 


versaokm  y  Obispado  de  Popayao;  mn  itrigo, 
ni  semillas  de  España;  y  eo-sa  eoonBiPGli  lina* 
tFo  tm\  y  qumiealos  tribMariad,  «(MU^bab  de  tos 
nataralea  oaHbe$!»  ' 

La  Ciudad  d«  Gliadalaxara  de  Baga,  calonie'         329 
ó  quioxe  leguas  de  Popayan,  al  Nortdaste;  de    , 
veinte  vecinos  encomebderoa;  del  dia(rilo»delí 
Awiienciacle  Saol  Franciscd  dtrt  Quito  y.  Diócdsi 
dePqpa^;  en>  so  c<MBai?08(,  eo^ootoeo  mil 
indios  de  encomienda^ 

La  YiUli  de  Tidiana,  oomoi  ciuAreota  leguas!         330 
dePopayad,: al  Eauaater coobode  Ireiala  ^veoW 
nos  entfoitae^decoa,  y^  on  teniente  dé  Governa^ 
dor  para  éste  pueblo  y  pala  Sant  Sevaktian  da; 
la  Plata;  y  en  su  comarca  cOtmo  mi!  y  quinteil* . 
loa  indios  tribdtaríoé^  qae  cada  día  son  menos, 
porque  son  tan  odríbes  que  en- tiempos. lieoen 
carniceria  •  pública  die  los  '  indios  que  ca«^ ; 
tiban. 

La  eiudad  de  San  Sevastian  de  ia  Plaü^  ea  33 1 
loa  confines,  detesta  Grcívernaciont  treinta,  ó 
treinta  y  cinco  legnas  de  Popayab,- y.  treinta  .de 
Sanóte  Fóe,  a)  Sudoeste;  de  veinte  y  cnatro  ve- , 
cíaos  encOmeoderoa,  Dióeessi  da  Popayan» 
donde  bay  mucbaa  minas  de  plata;  y  en  suico** 
marca  vbinbe  y  cuatro  repartiioienloa»  y  en  i 

élite  enalro mil  tributarias. 

* 

La  Ciudad  de  Almagobr,  como  veinte  legnaai.        332 

dePüpayanr^Kolno  al£u;ihieate,  de  veinte  jtrea 

vecinos  encomenderos,  y  en  su  comarca  oosno 

cudtro  niil  indias  tributarios;  ea  fértil  de  trigo, 

mais  y^otras  semillas  y  ganadba^  y  áuoqne 
fono  XY.  32 


498  DObOMlNTOit  mÉMTO^ 

hay  rio,  en  todüd  parles  se  saca  poco  {>or  ser 
jpooQB  los  Miorales*     „         .    '    • 

333  'SaDt  Juan  de  Troxiltó,  y  por  otro  OQiiibre 
Iscance;  como  treinta  leguas  áe  'Popayao,-  al 
Saesle;  de  vemié  y  dos*  vecinos'  encomendé- 
ross  y  en  su  juridícioD  coatro  ó  cinco  mil  in- 
dios de  encomienda. 

334  La  Ciudad  'de  Madrigal  Ochapane&ua;  trein-f 
ta  y  cinoo  legms  de  Popayan;  oomOal  Sur;  <le 
quince  vecinos  encomendemos,' Cierra 'áspera  y 
donde  no  se  da  trigo  ni  se* cria  ganado,  aun- 
que el  matX'Se  da  dos  vedes  al  ano;,  bay  ooino 
dos  mili  indios  tribo^nos  ea' su-jurisdioioOi 
que  por  la  pereza  4e  la  tierrdi  «on  los  >natti-' 
rales  malos  de  pacificar^ 

333  .  Agreda  y  por  otro  npmbre  Málaga,  bomo 

caarenta  ó  .cuarenta  y  :CÍnoó  leguas  de  Popa*> 
ya»,  jal  Sqdueste;  de  veinfe  y  cda4f o  •  vecinos 
encomenderos,  y  en  su  comarca  buenas  nuies^ 
tsas  dtí  o^oij^  cómo  ires^  mil  indreb  Iri&utdrios. 

336  '  'La>cittdad'dé  Sant  Joan  ^d^faéo,'  comooin*- 
cobniá  legüas.de  f^p^'an,  como  ^1  S^duesle; 
yotras:tMsla§  del'  Quilo,  como  aí'  Norlid<SBte; 
deii veinte*  iy  obho  vecinos  eocdmeiidetids,  sin 
lo»  'pobladores  y  ¡tratante».  Diócéiti^  ¿de  Sane 
Ftanoisce  del  Quito/ en  buena  tí^Nlv  -de  baeo 
temple  y  abundossa  deimais^y  )otros<  láamedi» 
mieo^^, '  y  om  mina^ . de  oro^  y  ¿n! sil  'oóuai'* 
ca^a^mo  vetóte  ly.'Cealiío  ^mil  indios.  <  d^  epóó- 
mienda.  -  •  v  .- :;}  -o.i  r        ,  t'-n    , 

337  ,Eá^lk  eeri'adó  estp  porqud;  dslá  feehédiáoada 
Sanfaift.Eé^  da^AnitiHSüif ,  áúúá&hcmsBdJtspo^^ 


BEL  ARGinVO  DI  IfVOIAd.  499 

blado  en  esta  provincia  la  ciudad  de  Añ-^ 

tioquía  en  los  confines  de  Cartáxena  y  de 

la  Villa  de  V radia  y  la  vítta  de  Néyba  en  el 

valle  de  Neyba;  está  despoblada  esta  villa  de 

Neyba  qm  tomó  fKHnbre  delta,  veinte  leguas 

de  Tinndoa,  qae  se  despobló  por  el  rigor  dé 

ios  indios  Raes  y  Pixaos,  y  los  Manipos  en  el  338 

valle  dé  SaldaBa;  y  la  Ciudad  de  Saot  Vicente 

de  los  Páez,  sesenta  leguas  de  Sdnt  Juan  de 

los  Ltaoós,  en  tos  confines  de  Pdpayaü;  y  la 

Ciudad  de  los  Angeles,  veinte  y  dos  le^aás  de     ^ 

Tocaymáí,  y  nueve  de  Neyba. 

Ay  en  la  costa  que  esta  Governacion  atcan- 
za  ¿n  la  mar  del  Sur,  desde  Gábó  de  Corrien» 
lesy  que  está  en  cineo  grados  de  altara  sep^  339 

tentrional,  el  rio  de  Satinas,  entl^  Cabo  de 
Corrientes  y  la  Isla  de  Palmas,  én  cuatro  grá« 
dos  y  un  tercio;  y  en  la  co^  que  hay  hastei  (a 
Gorgopa,  el  rio  de  Sant  Juan,  efatre  otros  mu- 
chos que  hacen  la  tierra  muy  pantanossa;  y  en« 
frente  de  la  bocada  i^la  de  \%  Gorrona,  dos  le* 
guas  de  Contorno,  el  rio  de  Sant  Lucar  y  el 
de  Nicardo,  antes  de  Cedros,  en  dos  grados 
dealtura  en  que  está  lá  Isla  del  Gallo;  y  des* 
pues  el  Puerto  de  la  Cruz  y  Pbntade  Mángta* 
res,  donde  comienza  la  costa  del  Quito.     "  ' 

r  »  •       >  ■  •  • 

.       '        .  '  ■  '       .  '  •     .  '  i     á       : 

I 

Los  Quixós. 


\'t 


De  lá Govertíacion  délos  Quixós  y  Canela/  '        340 

ti*' 

DO  se  tiene  mas  nólicta  de  caer  del  Oriente  de 
la  provincia  de  Qiiito,  y  parte  del  Mediodía;  ' 


0 

« 


500^  D9CiQi|t|rc08 ,  uvtmXM; .,. 

háeja  la  Gpveniiacípn  4^1^  da  Seliitas;  hay  «6 
ella  tres  pueblos  d?  «paQolff^  C9Q'  ^^  Gov^r-^ 
np(lor  ()iie  pjrovee  el  Virrey  jd^l  Virü)  y  eii  !<► 
eapiritoal  es  de  la  dióceste  .di»,  Sani  Francisco- 
del  Qaiio;  la  tierna  ea  áapera  y  odon^isofiísa,  sia 
tnigo^  y  ipaiz  poco,  y  con  lüQoa árboles  qoepa* 
r^eo  de  canela;  y  eo  (odst  m  cooiiBírca  como 
seis  mil  indios  pfu^iftco^;  k)s:ppeblo8  soa: 

34 1  Baezak  diea^  y  ocho  legpas de  Siinl  Franqisico- 
d«l  Qaitp,  como.  alSusueste;  da  diet  y  OQhot 
veeioos  eocor^eoderos^  sin  loa  pobladores  y 
tratantes;  reside  aqoí  eV  Govecnador;  y  ea  su 
coparla  abrá  coqio. dos  mili  indios  tributarios. 

342  La  Ciodad  de  Arcládotia^  veiote  leguaaade*^ 
laaie  de  Baeza;  de  qdin^e  vecinos  encomepde- 
roa,  sin  tos  pobladores;  y  dos  mil  indios  tribu- 
tarios que  ay  eo.su  comaroa, 

343  La  Ciuddd.de  Avila,  alicorte  de  ArcbídoBs,. 

de  otros  tantos  vjscinoa.  como  ella, 

% 

Los  Pacamoros. 

I      f 

t  '  * 

La  Gov.ernacion  y  provincia  de  lojí  Pacamo* 
3  i  4  ros  y  Igualsongo  ú  de  Juan  de  Salinas,  puyos  li* 

mites  y  térmipo^  son  dozienias  leguas  que  se 
señalaron  al  Oriente,  Ndesde  veinte  leguas' ade* 
'  lante  de  la  ciudad  de  Zamora,  «n  la  cordillera 
de  los  Andes,  y  otras  tantas  Norte  Sur;  es  tier- 
ra buena  eu  temple  y  disposición  para  trigp, 
semillas  y  ganados;  de  ricas  muestras  de  oro; 
y  asi  se  hallan  granos  muy  grandes;  ay  en  toda 


ML  AMBttlfO  »«*^llMáS.  501 

«llaquatro  l^néblos,  Mdk>s<let.(liá(ríoto  y  Obis- 
pado de  Sed 'PrariGisód  del  Quito. 

La  (lindad  de  VhtUd,  m  ÍBreíe  grados  de  al-  34o 

tura,  veibte  legoas  de  Lo:s:a,  al  SDéste/ pasa 
4e  )a  cordilfera  del  Pifú;  'de  treinta  VeciiKw  y 
mili  y  doziéQtos  ¡Adiós  tribútanos  en  sa  '  co- 
marca. '.    .  '  . 

La  €iodfld  de  Loyola  6  Cumbiírama,  dles  y         '3i6 
seis  legtiBsdet  Oriente  de  Yallid;  de  Iremtá 
vecinos  encomenderos,  en  que  están  reparti- 
dos como  seis  mili  indios  que  ay  en  su  co^ 
marca. 

Ia  Ciudad  de  Sancliagode  las  Montaña»,  cin-  3  i7 

qoenta  legitísde  ta  ciudid  deLóybla,  comd  ál 
Orietíte;  de  veinte,  y  doe  veciiios  encomendé- 
ros,  sin  ios  demás  pobladores;  y  en  su  comar- 
ca mueho^romuy  subido  de  ley. 

Districto  del  Audiencia  de  los  Reyes.  ' ; 

El  distrício  de  la  Audiencia  de  IM  "Reyes,  348 

que  propia'  y  parilcutavmente.es  lo  que  se 
dico  Pira,  sé  compréhende  Norte  ^m, '  desde 
s^g-hástá  sieíe  grados  de  áltilrá  eoslral,  que 
son  doziédtos  y  veinte  legu&s,  aunque  de  viaje 
ponen  trezienlas  d^sde  l'a  Ponta  dé  Laguxk 
adelame  de  Payta,  por  donde  se  junta  con^lAd- 
diencla  del  Quito  hasta  paito  de  la  Ciudad  y  Puer- 
to de  Arequipa,  dónde  se  comienza  la  de  los 
Charcas:  iBsié  Oeste,  tendrá  la  pobtacioride  esta' 
Audiencia  ceimo  héBtíi  oíefn'  leguas  de  lá  costa 
^e'  la  mtf r  del  ^r,  piu^  él  O^ienfle,  'pbr  dondb 


502  j^^feif WTOA  nfüiT^t  ^ 

Je  qn^an  los  limites  abiertos  h«s(a  U;  provio* 
cía  del  Rio  d^  la  Plata  y  del  BrassiU 

349  Lo  que  ay  desde  la  cordillera,  doqde  muy 
ooDtfDoameate  llueve,  hasta  la  mar,  llaman  los 
i.Iaaos  del  Pirú,  dodde  no  llueve;  y  así  la  lierra 

m. 

es  toda  areaales,  salvo  los  valles  que  se  haceo 
éh  las  corrientes  de  los  ríos  que  baxan  ea  la 
sierra,  donde  sé  ooje  de  regadío  mucbo.  pan, 
vino  y  aoeite,  azácar  y  las  .demás  semillas  y 
frutas  de  España;  y  de  la  tierra,  y  en  las  fal- 
das  y. laderas  de  la  sierra  ay  grandes  pastos  y 
oreaderos  de  ganados,  y  el  temple  vario  y 
pomo  se  puede  dessear,  porque  lo  alto  es  frío 
y  k)  baxo  caliente,  y  los  medios  participan- 
tes de  los  estremos,  según  que  masó  meaos  se 
lleguen  á  ellos;  es  á  cargo  del  Virey  el  ivier- 
no desta  Audiencia,  yde  la  de  Quito  ^  los 
Charcas;  y  en  el  districto  desta  ay  quinze 
pueblos* 

350  La  Ciudad  de  los  Reyes  ú  de  Lima,  por  el 
valle  donde  está  junto  á  la  otar,  del  Sur.  en 
doce  grados  y  medio  de  altura  austral  y  ochen- 
ta y  dos  del  Meridiano  de  Toledo,  de  quien 
dista  como  mil  y  ochocieinas  y  veinte  Ic^^as, 
por  un  círculo  mayor  d^  •  dos  mili;  no  tiene 
mili  veciqos  espaSpIes  6  mas  los  treinta  enco- 
menderos, y  los  demás  pobladores,  mercade- 
res y  tratantes;  reside  aUí  la  Audiencia  y  Yir* 
rey  que  resside  en  eUa;  una  sala  de. alcalde 
de  corle,  los  pficiales  de  la  Hacienda  y  casa 
.ReíaJ,  untribqnal.de  la  Inqnisicion,  y  la  Metro- 
politana; Sanctaoa,  Sanot  SeyaiBlaan,  Sant  Mar- 


Mío,  y  Ib  Metrópoli  Ajnol^fiipdl,  01^^00, sufraga- 

t^v  Qoíto;  Pa.Mlii^r  Níoaragut,  y  [Uo>  ^&.|a 
ftoia;trM|Mrro9ttÍM  cn^¿«  otttdad;  Santo 
I)oa»De9'i:(.9^alFraQoi6QO*'  Sí  lili  Augusto  f 
d^  {^óttbre  ()e  Jieeús;  y  dteea  atooaalsridB  de  - 
486  0uaiiK^OrdaDe6  y  d^Ja  G<KBpa2M4Qt  Jesás; 
j  dos  de  manías;  y  eo  6«i  oomarca  cqoio 
veinte  y  seia  Q»ill  indios  tributaríoa^  reipartidos 
en^eiealQ  y  treinta  y  s^isr^partieníentps. 

El   Callaa,  f>i»erto  deata'  Ciudad^  eatá  dea  351 

(egnas  de  elliK  gr^de,  eitpa^ry  loauy  b^eno, 
dood^  bpy  euantjdad  de  eassaa,  un  alcalde  y 
ana  loaaaa  de  Aduana^  una  Jgiessia  y  un  mo* 
nasterio  deíDosainícoa. 

La  VíUa  d<a  Aimedoen  el  valle  deGbauca,  y  352 

diez  leguas  de  los  Reyes^ymedia  de  la  'mar; 
de'^eipie  vj^cifif)^  la^adore$,  ni  ngiono  enco- 
mendero; porq^  los  :indios  de  su  conaroi^  son 
de  la  jurisdicion  de  Lima:,  y  lai^  qieú|ibafi(erÁo  á^ 
DoiníniQOs»  rico  decfQUcbas  yjQas  y  que  dan 

ym^  ■.::■• 

•  ■  # 

(ja  YiUa  d($:Parrílla  6. Sánete,  pqr  el.  valle  353 

donde ^ató)  cinc^nentaiy  cinoo  legtiaa^de  los  Re* 
yes  y  qu^oe  de  ^riixUlo^  eerca  de:  la  mar; 
jc^nlp  á  fiQ  rio  gmnd^  cpo  Jun  l)ttea  puprto;  es 
puciWpcomo  de  treiiiia  veoii^oa;  yn^^pno  por- 
que, loa  JQd>oa;d9  a« OQmMca apode Iqa  repar<^ 
timJMtoado  los  Il/syea;  el  pperto  que  ^dice; 
d«»fi$oota^.<;!^i09^el  VAlle.eatá  ennMevefgfadpSíp 
donde  hacen  escala  los  nav^osí  que- 
por  la  co^.dei  Piffi.  .r  ' 


5M  BOOranrro»  nmi^am 

354  Lú  Giodad  de  TitfjtUe^  e»  eipté  grados,  y  loxh 
dte;  oeheata  legue» de  Lim.rjéñlo^á  :U'fBap» 
de  ireneniOs  védtíos  ««pafiolM,*  y  lee  veinte  y 
tliee  €WoiiMDderÓ9»  eo».  •dUpaaMeóee  ^de  Saoít 
Fraítiéíaoo  ^  de  Domioiéoe  y  de  AoguMíooe  jr 
de  4a  Merced»  y  ei6oíA|e&  Reales  pfoi;ieidó(^  {Mir 
Sa  Magéstad;  bey  en  saeosiaroa  eome  cuerea- 
la  y  dos  repartisDiemios,  en  que  eéiSa  re|riirti- 
dos  cuarenta  y  dos  fn)Undíó6  tributarias;  es  -él 
puerto  <]bs  teguas  délla,  «q  aña  fisiyd  ^  Sabu^ 
gada;  y  a^i-  es  mala  y  a^as  segero.* 

355  La  Villa  de  Mlra^res,  en  ^  mlte  de  Safia; 
norebla  y  'Ctnco  6eíent  leguas  de  ta  i^iudád  de 
los  {Reyes,  á^  is  parte  del  Norte,  oerea  de  la 
mar;  de  veinte  vecinos  y  ninguno  éncOHieo- 
dero,  jpor  ser  los  indios  de  su'' cómate»'  de  la 
jdPfsdicíon  de  Truxiile.   .  .^^ » 

356  La  Ciudad  de  ios  Chachapoyaé  ó  Saht  Tfitku 
déla  Füoaierdy  comoCiealo  y  v^iMd  teguas  dé 
laOadad^  los  Reyes,  al  NorCdesle;  dé  do^ 
zieótos  vecinos,  los  veinte  y  cinco  encomendé^ 
ros;  y  un  monasterio  de  la  Merced  y  otro  "Sé 
FranCisooS;  dase  en  su  comarca  trigo'  y  mais  y 
linó,  hay  muchas  miiiasde'oro,  y  maídedies 
y  seí^  ódiez  y  sretomílf  indios 'trlbuiáiíios:  ' 

357  Sanctiago  de  los  Valles  6  Moyobamba,  mas 
decient  leguas  de  los  Reyes,  como  al  Norldes^ 
te,  veinte  y  cinco  leguas  de  ^ntloain  de  lA 
Frontera;  de  qüinoe  6  veinte  vécíads^co» 
ra€índeros,  en  oomarea  oáuy  llotiossa  y  aban^^ 
dante  de  ganados.  >    ;      !    '    >.* 

358  La  Ciudad  de  León  de  G^uánacb/cidcaéifta. 


LS.  505 

teguas  del*  ciudad  de  Umt  Reyes,  m\  Norte; 
aevca  del  oamíno  neal.de  tos'  légtis,  dpdriado 
algo^^fll  Orieote;  de  ireñentos  vecÍBos,  los 
▼éfnie  y  ocho  eooMietidéroa;  qq  i^ onanlerii 
de  la  Merced  y  otra  de  Domioieos  y  -  otivi '  de 
Franciecos;  y  en  éucomareii' Veinte  y  cuatnó 
mili  indios  trlbotaríos.  :  • 

La  ciudad  de<}uanianga  ó  Sent  Jnaa  dé  la  359 

Victoria,  «setent»  leguas  de  Lima,  ad Sueste,  éo 
el  camino  de  los  ¡ngas;  de  treziestos  Vecinoé^ 
ios  veinte  y  iciiico  ^Dcoméaderos,  del  Obispado 
del  Cuaico»  con  monasterio  de  Frahcncos,  Do* 
mtoieos^  y  do  la  Merced,  y  otro  de  monjas;  y 
en  socoidarca  con»)  trieinta'  y  tres'tuil  índice 
tributarios;  abundossa  de  vino.y  fértil  de  trigo 
y  rvéa  de  minas  de  plata  y  minas  de  atogne, 
en  cuya  jurlsdicion,  ocho 'ó  días  leguas  dé  ella 
oeroo  al  Norueste,  estáo'  las  de  GuancbtelicaV 
que  Raman  ei  asiento  de  Oropesbaív  en  que  -ré^         .  3()0 
siden  de  ordinario  de  trecientos   españoles 
arriba. 

La  CHedad  de|  Cuzco;  asiento  Real  de  ]oé  Yn-  36 1 

gas  y  cabeza  de  su  imperio,  y  aova* de  loa  rei* 
nos  del  Pera»  por  título  qué  dello  tiene,  en  tréze 
grados.y  medio  de  altuna,;  setenta  y  ocho 'da 
longitad,  ciento  y  veinte  y  cinco  leguas  de  ios 
Reyes,  al  Soeale;  de  óchocieritds  vecinos  es^a* 
notes  y  maa  de  aaJH  indios,  e»  seis  parre* 
quias,  demás  de  los  ÍBOoasl«ríos  de  las  quatro 
árdenos,  y  la  Mercfdy  Teatinoa^iy  un  mo* 
nasterio  de  monjas,  donde  reside. :1a  Qaíhn» 
dral  Bufragana  ¿  los  ReyeA;   de 'la  plaiza  'en 


50&  oQQinaMTos  iríihtm. 

tiempo  de.  los  Inga^;  salen  qoatfo  camíooi» 
reates  paralas  qaatra  piartes  del  mundo;  hm 

362  qiie.llaiÉftn  Gbinoaaayo/al  Noiie,  páralos 
UaoOB  y  provincia  tlAi  Qoüo;  otro.Gondesuyos 
al  Poniente  y  para  la  mstr;  otra  GoUaosayo,  al 
Sur  y  Chile;  ye)  qnarlo^  al  Oriente»  que  dicen 
Andesoyo,  porque  va  para  loa  Andes  y  &ldas 
de  h  sierra ;  eatá  en  comaroa  de  buen  tem- 
pie»  frió,  moderadamenie,  y  sano»  libre  de  to- 

363  das  sabandijas  venenosas  y  fértil  de  todas 
coasas»'  y  en  su  juriadictofi  «m  valle  que  llaman 
de  Toama  de  Grangeria  de  Gooa »  y  muestras 
de  minas  de  oro  y  plata  y  aíogáe;  y  en  su  Ju- . 
risdicion  abrá  como  setenta  &  óchenla  aiiil  in* 
dios  tributarios. 

36i  Sant  Francisco  de  la*  Victoria^  en  el  Valle  de 

Bilcabamba,  en  Andesbyo»  entre  la  cordillera 
de  los  Aüdes^  como  veinte  leguas  del  Cnaeo» 
ala  parte  det  Oriente;  de  setenta  ú  ochenta 
vecinos»  los  veinte  y  cinbo  ehcomeaderos;  cDn 
un  Governador  proveído  por  el  Virey»  di6ee* 
si  det  Cuzco;  áu  comacqa  es  áspera  V  de  gran- 
des aiOntanaa.. 

305  .  La  Villa  de  8ifnt  Juan  del. Oro»  en  la  pr6via« 

ciade  Carabaya»  setenta  ú  ochenta' legiias  del 
Cuzeb,  comd  al  Sueste,  y  treinta  al  Ortentíe  de 
la  Laguna  det  Callao;  db  .treinta  «ó^quarenta  ve- 
cinos» ivnguao  encétaien^o;  y  por  ser  los  fe-^ 
partimientos  de  to  jarisdicidn  y  obispado  del 
Cusco;  llámosse  .etOro  f>or  lo  itíuciio  qne  ay 
en  aü  oomárca.*  ' '     ' 

366  .  LaCiodaÜ  de  Arequipa»  ciento  yjreinta  j 


ML  A&CBVO  BB  IlOMAB.  507 

ctoootoguas  d&ltde:b8  Reyes,  cassi  al  Saeete, 

como  corre  la  costa,  y  sesenta  de  la  ciudad  del 

GtnsCo,  y  dies  y  aáis  <fe  la  mar;  de  qnatro  v'eci- 

bOs,  Ireialr  eoooiDéiideros,  y  los  demás  pobla- 

doire$^  y  tratajutesi  diócesi  del  Casco;  un  monas- 

terio  de  Franciscos  y  otro  de  Dominicos  y  otro 

^e  la  Merced;  ay  en  su  jarisdicioo  como  qaá*- 

refita.iQiU  indios  tributarios,  en  treinta  y  cinco 

repiartimientQs;  tiénese  el  temple  de  esta  tierra 

por  el  ipas  apacible  para  vivir;  de  quantos.ay  en 

el  Pirú;  en  su  comarca  ay  mocho  trigo  y  graB 

cantidad  de  víi^o;  el  puerto  está  en  la  entrada 

del  rio  €h ule,  qué  passa  por  junto  á  la  Ciudad, 

doud^  se  descargan  la^  mercaderías  que  van  367 

al  Cuzco,  y  antes  que  se  descubriese  el  puorto 

de  Arequipa  lasque  ibaaá  los  Charcas. 

La.Vill^  de,  Sani  Miguel  de  la  Rivera,  seis  le*  368 

ge^s  de  la  mar,  en  el  Valle  de  Canamá,  ciento 
y  treise  leguas»  (Je  ios  Reyes,  veinte  y  dos  de 
Areqiiipa,  á  la  parte  de  la  equinoccial;  de  veinte 
y 'cíqcoó treinta  yebinoa, ninguno  encomendé** 
ro  por  ser  de  la  jurisdicion  de  Arequipa  tos 
indios  de  su  Co<narca,  y  diócesi  del  Cpzoo. 

Ia  Villa  de  Vílverde,  desde  el  Vall^  de  lea,  369 

treipta  y  cipcQ leguas  para  el  estrecho  delaciu* 
dad  de  los  Reyes,  diez  leguas  del  puerto  de 
Sangalla,.  6n,la  costa  del 'Sur;  de  quarenta  ve- 
CHios^  y  nipgMO  .encomendero,  por  ser  juriddi- 
eipa  y  di^ócesi  de  los.  Reyes.  Sú  comarca  fértil 
db  tfigo^-maiz  .y  frjntales  y  de  mucho,  vino, 
principalmente  en  el.  Valle  de  Chincha,  diez  lé* 
gnas  da)  t>0eblo,  á  la  parte  del  Norte,  donde 


508 

ay  en  fDOQasterio  de  I)eiii¡ü{oos/fMy*inco  de 
Tinos.'  •;    '■•      •-•     r.  '   .   '   • 

370  La  Villa  de  Cácele  ú  del  Ctaareo/per.el  Va- 
lle, donde  está  veinte  y  4sloeQríiegtias  de-  los 
Reyes  á  la  parte' del -Sor  y  legta  y  Inedia  de 
la  mar;  de  veiole  y  ¿moo^ó  tremta^  vbdnos, 
ningano  encomenderQ,>  por  s^r  jfbrisduííon  de 
los  Reyes,  y  los  indios  de  los  reportíitiktntos 
della;  su  comarca  es  fértU  idepan,  lotn^r  de^- 
te  reino,  de  donde  se  aaoa  jiáiinaon  tjuantidad 
para  Tierra  Firme.  '  ^         - 

Ay  en  la  costa  desti^  Audieb^ia^  'desde  \h 
Punta  de  la  Agnxa,  por  dopde  se  jaritá'éoñ  fa 
del  Quito,  en  seis  grados  de  altará  aostrai,  tas 

37 1  idlas»  puntas  y  puertos  siguientes:  ^desistas  qae 
llaman  de  Lobos  Marinos,  póstete  grados;  la 
una  caatro  leguas  de  la  costa  y  la  otra  tíias  por 
cima  á  ta  mar;  y  mas  adelant0' -otra'  qfde  lla- 
man de  Sant  Roque,  al  Soeste^-  cerca  déPattca- 
mayo,  y  adelante  del  puerto  de  ^lalábrr^,  dfez 
leguas  antes  del  de'TruxiUo»  «ín  siete  grádOB 

37 i  y  medio  y  siete  l^uás  Ael  dé  Guafaapo  y  e|  tte 

Sancta,  ea  nueve-grados. yomwlegnas  defime 
al  Sur,  Puerto  Ferrol  y  seis  dM  é&  'Ca'zSMi,  y 
después  ocho  l^uás  el  4e  GcUmne,  y  ái  la  boca 
de  un  rio  y  la  Barranca^  Veidt^  legüasél  áur; 
y  el  de  Gaura,  á  donde  by  una  salina^ copiosa. 

*i73  Y  passado  este,  la  isla  de  Lima,.  ái$  entra- 

da del  Puerto  de)  GaÜBóy  vérnle  legaas  ¿d  Sur, 
la  Punta  del  Guarco  y  uta  ista  4e  Ltfbos-  Me- 
ríaos  junto  del,  y  la  Piínia  de  Ciiiscav  ea  qüiti- 

374  se  grados,  y  {untó  del,  la  ffásca^  y  a^^latite^  ta 


BM.  Atoiiyo  DI  nmus.  9Qd 

P4UiMi  ide  S«n .  Lor^epca  6ü  el  Ya  lie  de .  Qa  í  lo« 
y  junio  al  fioideArotluipa*  j  la  Cbleta  de  Cha- 
li, eo  diei.f  átele,  grados  y  medio  antes  del 
rieilekJSoflobre  de  Dim»  do  se  juntaron  por  la 
co^ta^  Ias  Auditaciasde  los  Aeyes  y  de  los< 
CharcQS^ 


DistríoPo  del  Audimcia  de  la  Villa  de  la 

PUta. 


Eí  dklrieto  del  Andtencia  de  los  Charcas,  375 

qo6  (]#r|A  lércQroMCon  la  de  los  Reyea^  en  treae 
grados  y  medio^de  aliara  ansUral  por  el  río 
del  Nombre  de  Dios  y  principio  de  la  Laguna 
del  CallaOt  lendrá  de  largo  iresienlas  leguas 
hasta  el  Valle  d(^  Lopiapo,  principio  de  la  pre^ 
vinoía  de  Cbilti»  eo  veinte  y  ocho  grados  de 
altura,  aunqpe  de  viaie  se  cuentan  cerca  de 
qualrocientos,  y  Esta  Oeste  lo  que  ay  entre  Ja 
costa  da  la  mar  del  Sor  hasta  la  de)  Norte  ó 

■ 

MediodiSi  cfue  responde  á  las  provincias  del 
Rio  de  ^  Plata;  apoque  tío  está  del  toda  des- 
cobieritOt  se  entiende  que  por  irse  metiendo  en 
mucha  aUara  toda  la  tierra  desta  Audiencia, 
es  mas  frja  que  eplieute. 

Bl  gpbíernp  desla  Audiencia  es  á  cargo  del 
Virey  del  Pírft,  x:omo  el  del  Audiencia  del 
Quito  y  e)  de  los  Reyes:  ay  en  esta,  dos  Gover- 
naciones  S  dos  Obispados»  el  de  los  Charcas  y 
Tucuman. 

pi;  piDvípcta  <ia  ios  Charcas,  que  se  nombra  376 

coipunn^qte  lo  que  ay  desde  donde  se  junta 


510 

oon  el  d¡8lríto  de  lo6  Reyes,  hasla  poMirioPí»- 
toeií,  tendrá  de  largo  Norte  Sor  cono  ciento 
y  cíoqaeota  i^aa»,  y  otras  tantas  Eile  Oeste; 
tierra  oo  ma y  fértil,  aanqve  abondossa  de  ga- 
nados,  principalmente  en  el  Callao,  que  es 
desde  la  Laguna  de  Tila  taca  hasta  los  Cha  roas, 
á  donde  el  invierno  y  el  verano  y  la  produ- 
cbn  de  los  frutos  es  én  los  meses  que  l6  es-  en 
Europa,  que  por  ser  en  aquellas  partes  y  tiem- 
pos los  días  menores  que  las  noches,  debiera  ser 
al  contrarío^  es  tierra  abeodante  de  lodo  ga- 
nado, en  especial  de  ovejas,*  qoe  ay  mudias  y 
de  muy  fina  lana;  ay  en  esta' provincia  qoatro 

377  pnebk»  de  españoles,  diócesi  detin  Obispado, 

.  qae  son:  la  cindad  de  la  Piala',  en  edema  y 
dos  grado  de  longitad  del  Meridiano  de  Tote- 
do,  de  donde  distará  por  nfií  oítca^ó  ttiáy¿^,  mil 
y  síetecientas  y  ochenta  tegfkas;  endiéÉ-y  noe- 
ve  grados  dé  laütsd;  eíento  y*d&t€^ilé  y  üinco 
leguas  del  Cuzco;  de  cíen  veéiAod^iloS  cátorze 
encomenderos;  y  en  su  comarca  otros  ocho- 
ciiBotos  españoles  en  Chácaras/  qdé'sondéi^da 
del  de  Grangeria;  residís  en  ^ta  ciudad  el 
Audiencia  y  la  Calhedrat  y*  moMsie^ios  de 
Franciscos,  Dominicos,  AdgtístMdá  y*de  la 
Merced;  y  en  su  jurtsdlcidn  tiy  como  quarenta 
y -seis  mil!  ¡Ddios  tributaricís  -^'drltífos  en 
veinte  y  nueve  repartimiento^^,  ^*ji  danáeí  Mete 
en  su  comarca  las  sediUas^JW  Bjlj^añái;^  ay 
muchas  minas  de  plata,  ricas.  '^''- 

37S  La  Ciudad  de-Noesíra  "^éÉOM  d^^JK  Pat, 

por  otro  noitabre  Pueblo  {foevtii  ^y  GbttqúHfbo, 


DEL  AMOMSUO  BE'XlIftliiS^ . 

ea  medio  <lel  Cviláo^  ciedt  le^iía»  del  Cuxco  y 
ochenta  de  la  Piala;  de-doiieotos  'Vecioba» 
treiiitaenQaineiiderps,  coáfuoqaat^íosdeFraii* 
cisooi^  Aaguatinos  y  la  Meroe)d;,eii  so  juríedi**'^ 
cíoá  •ooma  Ireiiita,  mili  ídüo's  tributarios  em 
troinla  y.  ocho  repartiaiiéotos»  y  ea  ¿a  qaioar^ 
ca  v«o  y  ga«ado» atochó,  bíú  trigo.  ;    -> 

•La  Ciudad  da  GhupuilOi  en  el  daUáo»  oopio 
al- Nortdleste  da  la  Plata,  toas^idexteoil^uas' 
deUa^'p4)Macioii  de  itidiot,  oon.  sólo  el  Corre- 
gidor español!  da  k  dióeesi  délos  Gliarcasv  y 
ua  «monastarioide  Dominices'  6oa  otras  sois 
caHa»qíQe  lieóeo  ea  k».  psebios  de.itidíQi(  de  , 
su  jáirisdioioB,  quecos  oomárcade  macjio  ga«  . 
nadoí;¡esU  ei8fte¡poeblo  á  la^  iorilla  de  la  La>« 
gaos  de  TkKacá,  áX  Ponieolq  della<,.q(ie  boxa* 
oefaealá  legoaé,  y  iíeoe  de  largo  trékitd  y  de 
aoehcidoce^  y  eoella»  mitcbas^  ialá^  pobladas  - 
deíndios.  '.  }  f  '- 

* 

.  Oropcsa^.eo  el  Valle  dé' Cofcha  Bamba,  neía^  ^ 
te  legvas  d^  la  £iudád  de  la  Plata;  de  ireiota 
veoiuoe,  ni  ogaño  encameQdero>;  cUya  gi^oge^  > 
ria  es  Cjhacaras»  áp  trigo»  loaia  y  igapades:  ^ 

•L»  Villa Jaipeoial  de  Polósaí/  en  iJiet  y  mie^  ' 
vegpRdoi  dé áUiisa^.diea  y  ochb'.  Idgüas  deila 
Ciodad  de  >  la  Pialáis  y  Iconia  .octó>  de  la  ha*'- 
gooada  los .  Angallas^ .  ál  ODÍ^ate,  en  la'  fáU 
da  del  eérroda  PelosU  que  «oirá  al  ¡N(irlde8lé;<  ' 
deJqoal^  xtednoay  casaas  da  españole^  mine** 
rod.y  raéroaderiaj)  yidekl&  treinta  ha^adci- 
q;^ta  fáil  iridieSi  dé  ondínatío;  yéntés  y  bi^^ 
nieolea.já  da  Oraageiio  de  Piala ;.  y  aoA(}ue  Iss 


511 


379 


380 


381 


382 


512 

Yiila»  por  éí;  do  tiene  Gorr^idor,  áno^el  de. la 
Ciodad  de  la  Plata;  resídeo  aqifi  Icts  dñcialea  j 
caaca  Real  desta  profriocía,  pol*  las.  minas*  dioi 

383  Ceito  de  Potosí,;  que  eáiá  bn  tierrtiTaatf,  pebn 

da  y  firia»  solo  y  dedsabierto,  alio»  deíaadía  le- 
gaa  en  punta  y  por  todas  parjtes  mnobaa  mi* 
ñas  y  muy  ricas  betas  de' plata  de  alto  á  baxo^ 
deque  se  saca  en  gran  qudtítídad;  el  pnerto 
de  Arica,  por  donde  se  ibeten  las  meírcad^* 
rias  y  se  saca  la  plata  de  este  atoíeato  y"  tierra; 
estari  del  noventa  leguas  Cassi  al  Poniente. 

38  i  Seis  legaas<del  Cerro,  en  el  oamino  del 

385  puerto  do  Arica^  está-  el  assiento  de  mtoa»  «t*» 
tígao,  qae  UamaD  de  Poroo,  de  donde  afir- 
man averse  sacado  la*  mayor  parte  de  plata 
qae  avia  en  el  templo  del  Sol  de  CurLcaácke. 

386  Saacta  Cruz  de  la  Sierra»  cient  leguas  de  lob 
Charcas»  al  Oriente»  en  el  camino  por  donde  se 
va  de  los  Charcas  á  la  Asumption,  en  las  pra- 
vincias  del  Rio  dé  la  Plata,  hasta  donde  pooeD 
tretienlas  leguas  de  camino;  es  pueblo  de 
ciento  y  treinta  vecinos»^  los  sesenta  encomeQ;- 
deros;  con.  un  Governador  proveido  por  el 
Yirey  de  la  Diócesi  de  ios  Charcas»  y  un  sao- 
nasterio  de  la  Merced  en  tierra»  folUsí  de  agua 
aunque  féH;il  de  trigo  y  de  mais»  y  venas  y  ga- 
nados; y  en  su  jnrísdicioa  como  dieit  y  ocho 
mil  indios  de  serricio.  En  la  costa  de  esta 
Audiencia,  que  comieazH  en  diez  y  siete 
grados  y  medio  en  el  rio  del  Nombce   de 

387  Dios  ó  Tambopalb»  ay  el  Puerto  de 
jiínto  á  un  rio»  en  diez  y  ocho  grados  y 


DIL  ÁRISatVO  Bl  IMBU».  513 ' 

día,  y  iDflB  ^i  Sur^  el  Morro  de  los  Diablos  y  el  ' 
Paerto  de  Arica,  eo  diez  y  nueve  grados  y  uo 
tercio;  y  el  de  Taoainá  eo  veíote  y  uno;  y-  la 
punía  dé  Taracüpa^  al  Sur;  y  diez  y  ííeia  mas 
adelanle,  rio  de  Pica  y  ei  de  la  Hoja,  y  el  de 
Moatelo,  puerto  de  Me^tUloDes;  y  mas  al  Sor, 
poQta  diB  tos  Farallones  6  Morro  Moreno,  an*  388 

tea  de  twBaya  y  rio  de  Sancta  Clara;  y  mas  ' 

al  Sur,  )a  Quebrada  y^Punta  ^anca  y  Qf^ebra-^ 
da  Honda  y  el  rio  de  Santa  Clara,  oomo  trein* 
ta  leguas  del  rio  dQ  Coprapo,  donde  comieiiza  ' 
la  costa  de  Cbiié  y  se  acaba  la  de  los  Gbarcas. 

Tucuman. 

La  Provincia  y  Governacion  de  Tucuman,  389 

toda  mediterránea,  de  quiao  no  ay  muy*  par- 
ticular noticia*,  perece  estar  como  cient  leguas* 
de  la  costa  de  la  mar  del  Suf,  y  otras  tantas  de 
los  Charcas,  en  e^  paraje 'de  la  Asumption,  del 
rio  de  la  Plata  y  confines  de  la  provincia  de 
Chile,  por  la  tierra  adentro;  tierra  do  raiona-  < 
ble  temple  y- medianamente,  fértil,  sin  minas 
de  plata  ni  oro;  hesta  aora  ay  en  ella  tres  pue* 
blos  de  espaSólesi  dióoessi  de  un  obispada,  - 
que  son:  •       ^ 

La  Ciodad  de  Sanctiago  del  Estero,  que  ál  '       39ü 

principio  la  llamaron  del  Vareo,  en  veiMie  y 

siete  grados  de  altura,  ciento  y  ochenta  teguas 

de  Fotossii  eassi  al  Sur,  desuñando  algo  al 

Oriente^  de  treinta  y  seis  vecinos  -enoomendo^-  i> 

rosy  y  algunos  mas  pobladores;  reside  aquí  el  < 
Tono  XV.  33 


514  DOGUMINTM  luápiTOtt 

Goveroador  y  los  oficiales  déla  Real  Hazieoda» 
y  la  Cathedral. 

391  La  Ciudad  de  Sánela  María  de  Talayera, 
cuarenta  y  cinco  legaba  de  Sanctiago«  al  Nor- 
te,  y  cuarenta  de  Potossí. 

392  La  Ciudad  de  Sani  Miguel  de  Tucuman,  veía* 
te  y  ocho  leguas  de  Sanctíago,  al  Poniente,  en 
el  camino  de  loa  Charcas.  Pobláronse  en  ttem- 
po  de  Don  García  de  Mendoza»  en  esta  provín- 

393  cia,  la  Nueva  Londres  y  Calchaque»  que  llama- 
roa  .Nueva  Córdoba.  En  la  provincia  de  los 
Xuris  y  Dragutas»  que  se  despoblaron  dentro 
de  pocos  años . 

Chüe. 

394  La  Governacion  y  provincia  de  Chile,  to* 
mada  largamente  hasta  el  estrecho.  Tiene  de 
largo  Norte  Sur,  desde  el  Valle  de  Copiapo,^ 
por  do  comienza,  en  veinte  y  siete  grados, 
quinientas  leguas,  y  de  ancho  Este  Oeste,  des- 
de la  una  mar  ¿  la  otra,  cuatrocientas  ó  qui- 
nientas de  tierra  por  pacificar,  que  se  va  ensan- 
gestando  basta  quedar  por  el  estrecho  en  no- 
venta ó  cient  leguas;  el  poblado  desta  Gover- 
nacion, serán  trezientas  á  lo  largo  de  la  costa 
de  la  mar  del  Norte,  y  lo  ancho  della  veinte 
leguas  y  menos  hasta  la  cordillera  de  los  An- 
des que  acaba  en  el  estrecho  y  passa  por  esta 
provincia  muy  alta  y  casi  siempre  cubierta  de 
nieve;  la  tierra  desta  provincia  es  llana,  á  lo 
menos  sio  aspereza  notable^  salvo  donde  llega 


Pn.  AttGR[fO  M  mBÍJA.  515 

la  cordillera  del  Pira,  qae  se  va  rematando  á 
dos  y  tres  legaas  de  la  costa;  el  temple  y  cua- 
lidad delia,  auoqoenoes  sia  algooa  diferencia 
por  la  diferencia  de  alturas  en  qae  está  toda 
junta,  es  de  lo  mejor  y  mas  habitable  que  ay 
en  las  Indias»  en  temperamento  semejante  al 
de  España,  en  coya  altara  oppossita  Tiene  á 
estar  cassi  toda  y  en  abuadaoeia  y  bondad  de 
mantenimientos  y  fertilidad  de  todas  las  cossas, 
riqueza  de  minas  y  metales,  fuerza  y  rigor  de 
los  naturales,  qae  por  malos  de  paci6oar  ay  mu* 
chos  de  guerra  en  los  montes  y  quebradas  del 
fin  de  la  cordillera,  provincias  de  Arauco,  Zu**  395 

capel  y  Valle  de  Par,  en  términos  y  comarca 
entre  la  Conception  y  los  confines  de  la  Im* 
penal. 

Ay  en  toda  esta  Govemacíon  once  pueblos 
de  españoles  con  un  Govemador  con  título, 
subordinado  en  las  cossas  del  Gobierno,  al 
Virrey  y  Audiencia  del  Pir6;  después  que  se 
quitó  el  Audiencia  y  dos  Obispados  sufráganos 
de  los  Reyes  en  el  de  Sanctiago,  ay  cuatro 
pueblos, 

Obüpado  de  Sanctiago. 

La  Ciudad  de  Saactiago,  en  tiempo  la  pri-  390 

mera  población  de  Gbile,  en  treinta  y  tres  gra- 
dos y  uq  cuarto  de  altura,  de  longitud  mil  y 
nuevecientas  y  ochenta  leguas  de  Toledo,  por 
linea  recta  quince  de  la  mar  y  diez  mas  ade- 


516  D0GUHÉNT08    iHÍblTOS    ' 

397  iaotede)  Valle  de  Chile,  <Jue  llamaron  al  prin- 
cipio Nuevo  Estrémo;  dé  treríentos  y  cincuen- 
ta vecinos,  Ids  vernte'  y  seis  encomenderos; 
resida' en  ella  la'  CarttM^ral  -sufragana  cdoio 
queda  dicho,  con  monaáierids  de  Franciscos  y 
Dominicos  V  de  la '  Merced,  en  comarca  fértil 
de  trigo  y  vino  yottas  cossas  y  de  muy  ricas 
minas  dé  oro;  y  en  su  lurtsdicióñ  como  ochen- 
ta mil  indios,  en  veinte  y  seis  repartimientos; 
sírvese  esta  ciudad  del  Puerto  del  Talparaiso 
á  la  boca  del  rio  .Topocalma,  que  passa  por 
juntó  della.       .    ^' 

398  La  Ciudad  ^e  la  Serena,  el  primer  pueblo 
de^esf^&eles'á'^^la  entrada  dé  Chile,  sesenta  te« 
gu8(fráela  Ciudad  (te  SanctiAgo,  como  al  Norte, 
desbiado  al  Poniente,  junto  á  la  mar,  en  el  va- 
llede  Coquimbo;  de  ochenta  vecinos,  los  ocho 
encomenderos,  con  monasterios  de  la  Merced 
y  de  Franci^ós;  no  Ihieve  en  ella  si^o  tres  ó 
cuatro  veces  al  ano*,  y  en- las  tierras  átt^es  della 
nunca  ay  en  so  jiiirisdicron  pocos  indios  tribu- 
tario^;  el  Puerto  desta  Ciudad  qne  llamian  de 
Coquimbo,  en  treinta  y  dos  grados,  se  hace  en 
una  ensenada  buena  donde  hacen  escala  los 
navios  que  ban  y  biea.ep  ^1  Pirú. 

399  La  Provincia  de  Chocuyto,  ques  de  la  otra 
parte  de  la  Cordillera  de  los  Andes,  en  tierra 
fria  y  estéril;  están  laekidad  dé  Méndóra'y  kl 
de  Sant  Juan  de  la '  Frontera;  l\!tetídora  eii  el 
parage.dé  Sbnctihgt^,  4ict&o  ciiaréhtá  leguas 
detta;  de  cdmíno  dificsúltosso  pbr  fa  i^ievie  que 

'  ay  eb^  los  Andeá;  de  ireinta  vecinos,  todos  eb- 


4I91«  41^p9mP»iVmMA.  517 

.  Gon(iecMlero4,  y,  dos  ipil  .y  (}uiqi40toa  mim  tri- 
buíanos. .,.  ij.    j  ,../  .i 
.    La  Ciudad  i)e  SpDt  Itiao  4f  to  Frputfirp,  al  400 
Sor  de  la  de  Mandozai  no^  textos  della;  de  yeJD- 
te  veeinogí  todp^  eaooQiopdqroa,  y  en  su  eo- 
roar^  d»U  y  qoUiientps  iocKoa  dft  aeirvicio* 

(Msptuio  de  h.  Imperial. 

■•...,••. 

Eq  el  Obispado  de  l9  {aiperiaU  ay  siete  pueblos  40 1 

de  empapóles  que  son.  la  ciudad  de  }a  Gonoep- 
tíoa,  en  tii^inta  y  aie^te grados  debitara,  aeten- 
(a  leguas  al  Sur  de  la  de  S^neiiago»  juntp  á  la 
mar^queb^te  ea  ella;  de  cieoto  y  Gincoeota  ve- 
cinos, ios  treinta  y.uno.encqmeoderQs;  residen 
en  ella  los  Governador^  después  que  se  .quitó 
.la  Audiencia,  que  residió  allí  desde  el  ^oo  de 
.sesenta  y  sie^  hasta  e^  de^^^tei^ta  y  cuatro;  ay 
morasterip^  de  Franciscps»  Donirnicos  y  de,  la 
Merced;  y  .en  su  comarca  doce  ú  trece  mil  in- 
dios paciticos  qne  tribulan,,sln  los  que  están  de 
guerra  en  loS)^é(*minos  de.  esla  cjud^d;  es  el 
puerto  bueDPi;9n.  una  enp^n^da  al  rejaro  de 
una  isla;  la.ciudadde  )oS.  Conñaea,  ppr  otro 

0 

nombre  Villanupya  delo^  lofai^tes^.  diez  y  seis  402. 

leguasde  ls|  Conception  á  la  |)arte  del  Estrecho, 
ocho  leguas  de  la,  cordillera  d^  lop  An(|e§  y 
cufitro  de  |a. que  Vil  ppr. imposta;  de  cipntp  y 
cíncucQta  YQ^iqos^  los  yeipl^  y  ocho  encopien 
dpros,  jun  monasi^erio  de;  Dominicos  y  otro  de 
.  F.ranci^cos,  llegis\h ,á  los  ^éroúnpa  desta  cipdad 
.  losipdios.aUac!|o3,.ypas9ifnporplloS;el  cauda- 


518  tiocinainxx  miuroe 

losso  río  Riobro,  y  otros  qoe  enlrao  en  él,  y  el 
río  Ninequeten. 

403  La  Ciudad  Imperíál,   en  treinta  y  nueve 
,  grado»  de  altara,  treinta  y  nueve  l^uas  de  la 

Conception,  á  la  parte  del  Estrecho,  tres  le- 
guas de  la  mar;  de  ciento  y  setenta  vecinos, 
los  treinta  y  cuatro  encomenderos,  donde  resi- 
de la  Galhedral;  ay  un  monasterio  de  Francis- 
cos y  otro  de  la  Merced;  y  en  su  comarca  como 
ochenta  mil  indios,  sib  oíros  muchos  que  están 
de  guerra  en  los  términos;  passa  junto  por  ella 
el  rio  Canter,  que  se  navega  hasta  la  mar, 
aunque  el  puerto  que  se  hace  en  su  entrada 
del  DO  es  bueno  ni  seguro,  llegan  los  indios  de 
guerra  á  los  términos  desta  ciudad. 

404  La  Ciudad  de  Yitlarrica,  diez  y  seis  leguas 
de  la  Imperial  como  al  Sueste,  y  como  coa- 
redla  y  cuatro  de  la  Conception,  junto  á  la 
cordillera  Nevada;  de  ciento  y  veinte  vecinos, 
los  ciento  encomenderos;  con  un  monasterio 
de  Franciscos  y  otro  de  la  Merced,  en  tierra 
fria,  estéril  de  pan  y  vino;  y  en  su  jurisdicion 
doce  ó  trece  mili  indios  tributarios. 

405  La  Ciudad  de  Baldivia,  dos  leguas  de  la  mar 
y  cincuenta  de  la  Conception,  á  la  parte  del 
Estrecho:  de  ciento  y  treinta  vecinos,  los  cin- 
cuenta y  seis  encomenderos;  un  monasterio  de 
Franciscos  y  otro  de  Dominicos  y  otro  de  la 
Merced;  en  comarca  fértil  de  trigo  y  semillas 
en  partes,  pastos  buenos  para  ganados  y  sin 
vinas;  suben  las  mercaderías  por  el  rio  de 
Baldivia,  que  pássa  por  juntó  ¿  ellas,  y  el 


DO.  AHOHnro  Pl  DfBlAS.  5L9 

Puerto  está  eo  la  boca  del,  eo  cuarenta  grados 
de  altara;  ay  en  su  jurisdícion  como  doce  mil 
indios  de  reparlimiento. 

La  Ciudad  de  Osorno,  como  sesenta  leguas  406 

ó  mas  de  la  Conception,  á  la  parte  del  Estre- 
cho, siete  6  ocho  leguas  de  la  mar;  de  ciento 
y  treinta  vecinos»  los  ctncuenla  encomenderos; 
un  monasterio  de  Dominicos  y  otro  de  Fran- 
ciscos,  á  quien  está  sujeto  otro  de  monjas;  en 
tierra  fría  y  no  abundante  de  comidas,  pero  mu- 
cho oro;  y  en  su  jurisdicion,  como  diez  y  ocho 
ó  diez  y  nueve  mil  indios  de  repartimiento. 

La  Ciudad  de  Castro,  de  la  Nueva  Gallsia,  407 

en  lengua  de  indios  Chilus,  la  última  de  lo  po- 
blado de  Chile,  en  ana  isla  de  las  que  ay  en  el 
Lago  que  llaman  de  Ancud  ó  Chilus  y  el  Ar- 
chipiélago, en  cuarenta  y  tres  grados  de  altura, 
cuarenta  y  una  leguas  al  Sur  de  Osorno;  de 
ochenta  y  cinco  ó  noventa  vecinos,  los  treinta 
y  cinco  encomenderos,  con  un  monasterio  de 
Franciscos  y  nueve  ó  diez  mil  indios  de  re- 
partimiento en  su  comarca,  qne  es  una  isla  de 
cincuenta  leguas  de  largo,  y  desde  dos  hasta 
nueve  de  ancho  que  la  mar  hizo  con  otr;is 
grandes,  rompiendo  la  tierra  hasta  la  cordille- 
ra de  los  Andes,  que  aun  no  se  sabe  si  la  rom- 
pe en  tierra  montuosa  y  cerrada,  aunque  fér- 
til de  trigo  y  de  maiz  y  de  minas  de  oro  bota- 
dor, en  la  playa,  cossa  pocas  teces  vista;  des- 
poblóse la  ciudad  de  Cañete,  en  el  estado  de  408 
Araucó,  siete  leguas  de  los  Infantes  y  junto  de 
Paren. 


.520  '     DOGinfSNTOS   lirSMTOS 

En  la  costa  de  esta  Goveroaeion*  que  co- 
mienza en  veinte  y'dos  grados  el.paerto  y  .rio 
de  Copiapo;  y  al  Sur  dél^  el  de  Guaseo»  ea 
otroí  rio»  y  el  de  Gaqwtnbo,  en :  treinta  y  dos 
gradosl  y  passado  el  de  Ifi  Legua  en  el  fio  y  el 

409  de  Quintero  ¿  la  boca  del  rio  de  Concegua, 
antes  del  de  Sancliago  ó  Valparaíso,  y  el  de 
Topooalma  en  el  rio  d6;Maypo,>  y  pasado  el 
río  de  Maule,  el  Puerto  da  la  Herradora  á  la 
boca  del  rio  Ytala,  antes  del.de  la  Caooep- 
lion,  en  el  rio  grande  de  fiiobio;  al  Norlel»  la 
isla,  de  Santa  Maria»  en  frente  del  estado  de 

410  Arauco  y  Puerto  de  Gánete,  y  la  Isla  de  Mocha, 
mas  al  Sur,  y  el  Puerto^  de  Canten^  que  es  el 
de  la  Imperial;  yi  al  Sur  el  desetnba^cadero  y 

:  rio  de  Tolleti,  ar>les..del  Puerto  de  Baldivia;  y 

411  passado  él;  la  punta  de  la  Galera;  y  mas  al 
Sur,  Baya  Grande  ó  Puerto  de  Ossomo  ea  el 
riodelas  Canoas;  y  al  Sor  del,. como  vétate  y 

.  cinco  ó  treinta  leguas^  el  lago  de  los  Cocona- 
do0,  el  rio  mas  ancho  deste  reino;  y  al  fía 
desta. provincia  el  Lago  de  Ancud,  como  en  la 
Ciudad  de  Castro  quedfl  dicha. . 

'  Provmcias  del  Eétrecho. 

412  Tierras  y  pmvincias  del  JBatrecho  de  Maga- 
llanes, llamao  lo  que  ay .  dttsde  passado  el 
Rio  de  la  Plata  por  el  mar.  del  Mediodía,  y 
por  la  del  Sur,  desde  lo  último  de.Cbile  hasta 
el  Estrecho,  decientas  leguas,  antes  del,  ddsde 
quarenta  y  dos  ó  quarenta  y  tres  grados  de  al- 


ML  AMCBIYO  ME  iHUAS.  521 

(nra  hasta  cíoqoeota  y  dos  ó  mas;  que.auQqae 
por  la  ooa  y  otra  mar  se  ¿  coateado  ya  diver- 
sas teces  y:  se  sabe  qiie  ay  indios  ea  ellas  bas« 
ta  el  miamo  Estracbo^  no  se  bao  pacificado  ni 
hecho  población;  porqjaetambieD  se  entieivde 
q«e  por*  estar  en  tanta  aliura,  es  tierra  fria  y 
de.taala.  abitacion;  y  assi  la  navegación  della 
es  difícil  y  peiígrO$a  por  laá  tempestades  con- 
tinuas y  refriegas  grandes  dé 'vientos  que 
en  ella  ay  en  lodo  tiempo;  los  puertos,  ca- 
bos y  puntas  de  Ja  costa  de  la  una  y  otra 
mar  hasta  el  Bstreobo»  aunque  son  muchos  y 
algunos  ya  descriptos  y  señalados  en  las  car* 
tas  de  marear  ^  no  consta .  enteramente  de 
loa  que  son,  ni  ay  rason  cierta  de  todos;  los 
nías  conocidos  de  la  Costa  desde  Chile  basta 
el  Estrecho,  que  corre  desde  Baldhria  como 
cíenl  legoas  al  Sudueste,  aon  el  cabo*  de  San  413 

Andrés,  en  quarenta  y  siete  grados,  desde 
donde  buelve  la  Co^t^,  derecho  al  Sar,.haata  el 
Estriacbo  ppr.el.Cabo  de  San  Román,  en.qua- 
renta  y  ocho  grados;  y  cerca  déí,  la  Isla  d€{  San- 
ta Cathalina  junto  á  la  Baya  Grande  que  lla- 
man la.  Alcorcjbefada,  dentro  della  la  Baya  de 
Nuestra  Señora  y  la  Isla, de  Santa  Bárbara;  y 
mas*  adelante  los  Puertos  ¡de  Hernán.  Gallego,  - 
en  quareat4  y  ocho  gmdos  y  dos  tercios,  y  la 
Baya  de  los|  JReyes,  diez  y  ocho  kgqas  de^l  Poer-  4 1 4 

lo  de  Herían  Gallego  y  la  Baya  de  San  Juan, 
en  cinquenta grados  y  ,uii  tercio;  el  Cabo  deSan 
Francisco  eo  cipquenta  y  uno^  por  donde  en- 
tran algunas  canales  ¿  tierra;  y  la  Isla  de  la 


522  »OCUMCIfTOB  1NBD1T08 

Campana,  onze  leguas  de  Sant  Francisco,  lam- 
bien  Con  algunas  canales  que  no  se  han  nave- 
gado la  tierra  dentro;  y^  la  Baya  de  San  Lázaro, 
en  cinqueola  y  dos  grados,  con  seis  canales  á 
los  lados  que  entran  muy  anchas  y  largas  á 
unas  y  otras  partes,  que  tampoco  se  han  nave- 
gado; y  un  Archipiélago  de  islas  á  la  parte  del 
Sur  cerca  de  la  boca  del  Estrecho. 

415  El  Estrecho  de,  Magallanes,  aunque  se  ha 
passado  ya  de  la  mar  del  Norte  á  la  del  Sur 
quatroó  cinco  veces,  y  se  sabe  que  está  des- 
de cioquenta  y  dos  grados  hasta  cinquenta  y 
quatro  de  altura,  á  do  llega  lo  mas  austral;  y 
que  de  largo  tiene  de  novettta  á  cient  leguas,  y 
de  ancho  desde  media  basta  diez,  nunca 
se  á  acá  vado  de  pasar  desde  la  mar  del  Sur  á 
la  del  Norte,  ni  consta  enteramente  si  por  la 
una  y  otra  parte  del  mar  tiene  una  entrada 
sola  ó  mas,  ni  sí  unos  boquerones  y  canales 
grandes  que  se  han  hallado  dentro  á  una  y 
otra  parte  y  no  se  an  navegado  basta  el 
cabo,  salen  á  la  mar  y  responden  á  otros 
canales  y  entradas  que  ay  señaladamente  en 

'  la  costa  de  la  mar  del  Sur,  fuera  del  Es- 
trecho, que  por  aquella  parte  hacen  la  entrada 
del,  dubdosa  y  difícil  de  atinar;  las  partes  mas 

416  señaladas  del,  son  el  Cabo  Desseado  á  ia  entra- 
da por  la  mar  del  Sur,  en  cincuenta  y  tres 
grados;  y  la  canal  de  Todos  Santos,  veinte  y 
dos  leguas  de  la  boca,  muy  ancha  y  larg<);  pas- 
sada  ella,  el  Puerto  de  la  Traición,  y  después 
otra  canal  grande,  larga,  queeorre  ai  Norueste; 


PIL  ARGHnro  DI  INDU8.  •    523 

y  la  Campana  de  Roldan,  una  pena  grande  en  417 

medio  al  principio  de  una  canal  grande  que  va 
á  salir  á  dos  boquerones  y  canales  que  están 
en  la  costa  del  Sur»  diez  y  seis  leguas  de  la 
Punta  de  la  Possesion,  que  está  cuatro  del 
Cabo  de  las  Vírgenes,  á  la  entrada  de  la  mar 
del  Norte,  en  cincuenta  y  dos  grados  y  medio 
de  altura. 

En  cuatrocientas  leguas  que  ay  de  costa  4 1 8 

desde  la  boca  hasta  el  Rio  de  la  Plata  que  cor- 
re toda  junfa  Nort  Nortdeste  Sudoeste,  ay  el  rio 
de  Sant  Ildefonso,  doce  leguas  del  Cabo  de  las 
Vírgenes,  el  rio  Gallego  y  Baya  de  Sanettago^ 
catorce  leguas  del  rio  de  Santa  Cruz,  en  cln- 

« 

cuenta  grados;  .y  á  la  boca;  una  Isla  que  llaman 
de  Los  Leones,  y  el  Puerto  de  Sant  Julián,  en 
cuarenta  y  nueve;  y  el  rio  de  Juan  Serrano»  al  • 
Sor  de  las  Indias  de  los  Patos,  en  cuarenta  y 
siete  grados;  río  de  Cananor^  en  cuarenta  y  419 

cinco;  Cabo  de  Sancto  Domingo,  antes  del 
cabo  de  Tres  Puntas;  y  tierra  de  los  Humos, 
60  treinta  y  ocbo  grados;  Punta  de  Sancta  Ele- 
na y  de  Sancta  Polonia,  en  treinta  y  siete  grsT- 
dos  aütes  del  Cabo  Blanco  á  la  entrada  del  Rio 
de  la  Plata,  por  la  parte  del  Sur. 

Prwincias  del  Rio  de  la  Plata. 

Las  provincias  del  Rio  de  la  Plata,  que  se  4¿(í 

juntan  con  las  de  Brasil,  por  la  linea  de  la  de- 
marcación, no  tienen  por  parte  ninguna  limi* 
les  determinados,  sino  por  la  costa  que  cae  á 


524  .  DOCUVBNTPS  vxtvxxfí^ 

la  mar  del  Norte  y  ejoAfadn  de)  Río  de  \h  IHaia» 

« 

ide  quien  ha  toiqadp  nombre  ia  Ue^ra  que  por 
la  mayor  partees  llana  y  baxa,  muy  fértil  d^ 
.  trigo,  vino  y  azúcar  y  todas  las  otras  semillas 
y  fracl^s  de  España,  con  grandes  pastos  para 
todo  género  de  ganados;  pero  sin  minas  de  oro 
ni  plata  basta  ahora,  aunqae  eo  partes ay  mues- 
tras delio  y  de  mucho  cobre  dulce  y  do'bierro; 
son  todas,  estas  provincias  de  unc^  Gobernación 
con  titulo  de  $u  Merced,  subordinado  por  cer- 
canía al  Virrey  del  Pira  y  díócessí.de  un  Obis- 
,  pado»  en  que  ay  tres  pueblos  4e  españoles  y 
^  gran  copia  de  naturales»  de  grandes  cuerpos 
y  bien  acondicionados;  los  pueblos  son: 
421  La  Ciudad  de  la  Asumcion,  la  primera  >po- 

J^lacion  y  cabeza  de  esta  provincia,  en  veinte 
y  cinco  grados  y  medio  de  aliara,  respecto 
del  Meridiano  de  Toledo,  según  algunas;  des- 
crtptioQes  de  Sánela  Cruz,  que  ,por  un  circulo 
mayor  son  (1)  leguas  y  trecienlas  de  la  boca 
del  Rio  de  la  Plata,  la  tierra  afdeatro,  y  cuatro- 
cientas y  ocbenU  de  los  Charcos,  por  el  cami- 
no que  ba^ta  ahora  se  á  andado,  fundada  jun- 
to al  río  Paraguay,  á  la  parte  del  Oriente; 
como  de  trescientos  vecinas,  casi  todos  enco- 
menderos, y  mas  de  dos  mil  y  nuevecientos  hi- 
jos de  emanóles  napido^  en  la  tierra;  reside  en 
ella  el  Governador  y  oficiales  Reales  y  la  Ca- 
tbedral  que  Uamapel  ObJ9pa(lo  de  la  Plata,  su- 
fragano  al  Arzobispado,  dp  los. Reyes ;•  y  en  su 


(l)    En  blanco. 


DIL  AHCHiTO  hU   INDUS.  525 

jurísdioíotí,  de  cuatrocientas  Añil  ibdios  arriba. 

Ciudad  Real,  por  otro  nófobre  Óutiherod,  422 

ochenta  (egoaa  de  la  Asuúoption,  at  Nortdeste 
paiiBila  tierra  del  Brasil  Junto  al  rio  Paraná;  de 
cieiu  vecinos  españoles,  casi  todos  encomen* 
deros,  en  baena  comarca  de  mantenioiientos 
I  y  de  vinas;  y  mucho  cobro  y  muy  bueno,  y 
'       grande  abundancia  de  indios  naturales. 

Buenos  Aires/  un  pueblo  que  antiguamente  423 

se  despobló  cerca  de  donde  acra  se  á  bueltó  á 
poblar,  en  la  provincia  qué  llaman  los  Morocos- 
tes,  á  las  riveras  del  Rio  de  lá  Piala,  en  tierra 
fértil  y  donde  se  dan  todas  las  cosas  de  Espa- 
ña  bieff. 

Ay  en  la  costa  de  esta  provincia,  desde  la 
tierra  del  Brasil  hasta  el  Rio  de  la  PFaU,  cono- 
cidos, cinco  ó  seis  puertos  razonabies,  que  son: 
el  puerto  ide  Sant  Vicente,  treinta  y  tresgrados 
de  altura;  en  frente  dé  Bben  Abi^igo  (una  isla 
por  donde  pássa  la  linea  de  la  demarcación,  y 
seis  leguas  al  Sur,  el  rio  Ubay  y  el  Puerto  y  424 

Isla  de  la  Caoancá,  en  veinte  y  cinco  grados; 
y  adelante  de  Sant  Francisco  y  la  Isla  de  Sáne- 
la Cathallna,  por  otro  nombre  Puerto  ^de  Ven 
ó  Poerlo  de  Potossí;  y  el  de  D.  Benito,   veinte  425 

leguas  al  Sur  de  Sanct'a  Catbalina,  una  isla, 
veinte  y  nueve  grados;  y  mas  ai  Sut^  cinco 
leguas,  Puerto  Cerrado;  y  quinze,  rio  poblado; 
y  entre  tanto  desta,  Baya  Hclnda  y  el  rio  Tira- 
queri,  en  treinta  y  dos  gradoü  f  th^éió  antes 
del  Cabo  de  Sanctá  Maria,  que  está  en  treinta* 
y  citkca,  &  la  entibada  del  Rio  de  la  Plata. 


526  DOGimBNTOS  IWÍMTOS 

426  El  Río  de  la  Plata»  aotiguameate  de  Solía,  y 
en  leogua  de  indioa  Paraoaguaza,  y  cqmon- 
rnenle  Paraná,  tiene  la  entrada  y  boca  en  la 
mar  del  Mediodía,  desde  treinta  y  cinco  gra- 
dos hasto  treinta  y  aeis  de  altura,  entre  loa 

^  Cabos  de  Sancta  María  y  Cabo  Blanco,  que  del 

uno,  al  otro  abrá  de  boca,  treinta  leguaa,  y  de 
allí  adentro,  otras  diez  leguas;  quinze  ó  veinte 
leguas  de  ancho,  con  óiuchas  islas  en  medio 
y  mucb(»  ríos  muy  grandes  y  caudalossos, 
que  entran  en  él,  de  la  parte  de  Oriente  y  Oci- 

427  dente  hasta,  el  pqerlo  de  los  Reyes,  trezlentas 
leguas  de  la  boca  del  Rio  de  la  jPiata,  donde 
entran  muchos  ríos  que  entran  de  las  vertien* 
tes  de  los  Andes,  y  se  .entiende  deve  ser  de 
los  ríos  que  nacen  en  las  provincias  denlos 
Charcas  y  Cuseco,  que  van  por  el  Norte,  por 
donde  entra  otro  hiraxo  caudalo^so  en  la  dicha 
laguna,  que  ha  dado  ocasión  á  pensar  que 
este  rio  se  comunica  con  el  de  las  Amazqjftáis; 
otros  dicen  que  sale  de  la  Laguna  del  Dorado, 
quinze  jornadas  de  la  de  ios  Xarayes,  dicha 
assi  porque  en  medio  delta  ay  una  isla  con 
unas  minas  ricas  de  oro  donde  se  saca  gran 
quanlidad;  y  aunque  de  todas  estas  provincias 
so  tiene  alguna  noticia,  empero  no  cierta  ni 
muy  particular. 

BnuM. 

4¿8  Las  provincias  y  tierra  del  BrawH,  en  la 

costa  de  la  mar  del  Norte  y  Tierra  Firme,  ae 
llama  todo  lo  que  está  al  Oriente  de  la  línea  ó 


i 


DEL  A'^OHITO  M  1MMA9.  527 

Meridittoo  de  la  demarcación,  deade  veinte  v 
nueve  grados  de  longitud  del  Meridiano  de 
Toledo,  hasta  treinta  y  noeve,  que  son  dozien* 
tas  leguas  de  Oriente  á  Poniente,  y  qnatro* 
cioirias  y  cinqnenta  Norte  Sur,  deade.dos  gra- 
dea de  altura  austral  por  el  Cabo  de  Humos 
hasta  veinte  y  cinco  por  la  isla  de  Buen  Abri- 
go; es  la  tierra  caliente  y  llobiossa,  muy  cerra- 
da de  árboles  y  nieblas,  y  assí  mal  sana  y  lie-  > 
na  de  sabandijas  ponzoñosas;  fi^til  para  pas- 
tos y  ganados,  y  no  para  U'igo  ni  maii  que 
no  lo  ay,  ni  oro,  ni  plata;  el  princi^l  mante*  ; 
nimiento  es  de  caza  que  hacen,  y  la  mayor 
contratación  azúcar  y  algodón  y  palo  de  Brassil 
que  de  todo  ay  mucho;  la  población  toda  es  en 
espacio  de  tresíeatasleguas^á  lo  largo  de  la  Cos- 
ta cerca  de  la  mar,  y  en  toda  la  provincia  nue- 
ve  Goveroaciones  que  llaman  Gappitanias,  y  en 
ellas,  diez  y  siete  pueblos  de  porluguesesi  en 
que  habrá  como  tres  mil  y  trezientos  vecinos 
y  gran  multitud  de  *  indios  belicosos^  que  no 
han  dado  lugar  á  los  portugueses  á  poblar  sino 
eu  la  Costa  en  que  hay  muchos  rios  y  desem- 
barcaderos y  ochq  ó  diez  puertos  señalados, 
qaeson:  i 

El  rio  de  Sancto  Domingo  y  de  las  Virtudes,  429 

al  Nortdesle  de  Pernambuco  y  Zaramaca,-  una 
isla  y  las  primeras  poblaciones,  en  -ocho  gra- 
dosy  medio  antes  del  Gabo,de  Sant  Auguslin, 
que  está  en  nueve;  el  río  de  Sant  Francisco,  en 
diez  grados  y  medio,  rio  grande  y  caudalosso, 
Baya  de  Todos  Sancios,  tres  legoasde  ancho  430 


528  DOCüIflNTM  IldMTOS 

y  trece  la  iierra  'adeoiro  ^esta  Sant  Salvador, 
quei  €^  en  trécelgradoBi  Bl  río  y  puerto  Tro- 
nado, donde  liaoen  edcala  )Dí(  naayosrqQe'  an- 
dan 60  eMa  nayegacióo,  y  el  rio 'de  Cattaftao, 
i31  en  Crece  y  medio;  río  de  las  Qüenlaa  ó  Saüt 

Augustin,  en  catorce  y  medio;  y  rio  dé  las*  Vír- 
genes, en  diez  y  seis;  Puerto  SegufOj  eü  díes 
y  siete;  rio  de '  Paraísso;  en  veibte,  cerca  de 
Sanoti  Espíritus;  ría  de  Jauéifro  cerca  dé  Sant 
Sevastian;  y  Cabo  Frío  ed  veinte  y  tres  grados 
adelante  de  Sant  Yacente  la  última  y  ndías  aus- 
.'  tral  población. 

f  f  *     •  *  é  *  * 

Indias  del  Puniente. 

■ 

432  Indias  del  Poniente  son  todas  ia&  Isfas  y  Tier- 

ra Firme,  compreheñdídas  dentro  de  la  de- 
marcación de  Castilla,  al  fin  ocidlintal  della, 
cuya  linea,  como  queda -dicho,  passa  por  la  otra 
parte  del  mundo,  por  la  Ciudad  de  Malaca, 
desde  ddnde  para  el  Oriente  y  Nueva  EspafSa; 
ay  on  golfo  grande  de  infinitas  islas  grandes  y 
pequeñas  y  mudios  pedazos  descostas  y  Tier- 
ra firme  que  se  dividen  eá  Islas -de  fa  Espece- 
ría ó  del  Maluco,  Islas  Philipinas,  Costa  de  la 
China,  Islas  de  los  Lequios  y  Xapones,  Costa 
de  la  Naéva  Guinea,  Islas  de  Salomón  y  ka  dé 
los  Ladrobes.^  i  - 

El  lett^peíramento  de  todas  estas  tslas  y  tier¿ 
ras  en  general,  es  húmedo  y  cáKente,  templa- 
damente, fértil  de  mantenimientos  y^anímaled, 
con  algiun  oro  de  baxa  ley;  [^lata  ninguna,  mu- 


chfi  ¿enay<iagtote;de  diferented* colores^  el 
ordiliario  oomp  indios,  y '  édlre  ellos '  btaacos  y 
negros  alelados.  '  >.• 

Las  IsUs<lehaEspecerí«qije'f>ropt«iDeD(ese  .  433 
Uamea  asst  >porqBa  se  saca  dalia  toda  •  Ift  pl« 
Bateóla,  olaTOs,  oon^el  jagengibre»  nvet  iK^sCd^ 
da  y  fllutasiigé  que  se.gasia  en  Buropa^  sod 
muebas;  4tM]iqua  las  jfeas^  dicen'  senarlad^ '^de 
aquel  golfo;  soo  ciüed  isletos  pequeñas  deba*^ 
xo  de  la  equiüociaiy  eo  oieiiia  y  devinta  y  eua^ 
tro  grados  del  Meridiano  de  Toledb>  •  ídcIqms 
eo  el  empeño  que  hiso  dallas  el  eáipek^aÜop 
Don  Carlos  al  Rey  de  Portiigal,  por  irescíen* 
tos  y  cincuenta^ill  ducados,  que  feon  Terrena* 
te,  de  ocho  ó  nueve  leguas  de  Toxo,  con  un 
Puerto  que  liamaQ  Zalangame;  la  Isla  delido- 
rí,  una  legua  al  Sur  de  Terreoate,  de  diez  le^ 
guas  de  crrcuitol;  y  la  de  Motil  ó  Mutis,  de  cha-  *  43i 
tro  leguas  deBoxo  debajo  de- la  eq^ino(Hal^  y 
Maquian»  tres  leguas  al  "Sur,  de  siete^leguasde 
circunferencia  y  diez  leguas  al  Sur;  Batah  ó  Ba^ 
quiacD,  de  veinte  ieguas  en  torno;. y  Giloloi, 
debaxo  de  lá  línea^  cuatro  leguas  apartada  dé 
las  precedentes,  de  doseientas  lof^uas  de  cou'^ 
torno,  sin  especies  níogonas;  y  la  isla  de  Gilolo, 
sin  especie;  \9s  Islas  de  Bandan  en  cuatro 
grados  de  altura  austral,  donde  se  coge  Ja 
nuez  moscada;  y  María  y  el  Burro/  at  Po- 
niente de  Ambón  y:  Timor;  otra  Isla*  al  Su-  435 
duesde  de  Bandan^  casi  cient  leguas,  sin  es* 
pecie,   pe'ro  rica  de  Sandalozelnd,  cmcaen-i 

la  leguas  de  Titmir  al  Norueste;  de  treinta 
Tomo  XV.  34 


530  wamMvros  imir» 

6  qqareola  de  oirouilcu  muy  afaundossa  de  pi- 

436  mieQla;y  la  kla  de  Celebos.  muy  grande;  y  Bor. 
oey  Mayor,  cerca  del  Estrecbodé  Malaca,  qoe 
ae  hace  eoire  ja  Tierra  Fi^mey  Camaira,  que 
aoUguameiiie  llamaron  Trapovaaa;  ay  otras 
iQuchM  ialaa  graadés  y  peqoefias  q«e  «hiedan 

437  ét  la  parte  del  Mediodía,  eerca  de  la  Java  Ma- 
yor y  Meoor,  y  al  Noria,  para  la  coala  de  la 
Qiioa,  de  que  no.ae  lieiie  cumplida  Qoticta; 
lieoen  los  poriugueaes  una  fortaleza  en  Terra  • 
D^e,  con  alguna  guarnicíoa,  y  otra  en  la  Ciu- 
dad de  Malaca  á  la  entrada  del  Archipiélago; 
y  elitrambas  como  hasta  quatrocientos  portu- 
gueaea,  sin  Jos  que  entiieih  á  contratar. 

Philipinas^ 

438  Los  Islas  Pbilipioas,  un  Archipiélago  de 
trein(a  ó  quarenta  islas  grandes,  sin  otras  mu- 
chas pequeñas  que  están  juntas -en  menos  de 
dozientas  leguas  de  laigo  ^^orte  Sur,  y  ciento 
de  ancho,  como  mil  y  seiscientas/  ó  sietezien- 
tas  leguas  del  Puerto  de  la  Nabidad;  e$'  la  Nue- 
va España,  desde  seis  hasta  qninze  ó  diez  y 
seis  grados  de  altura  septentrional,  de  tempe- 
ramento, razonable  y  fértil,  de  mantenimiento, 
especialmente  de  arroz,  y  algan  oro  baxo  en 
partes,  y  en  algunas  isFas,  árboles  de  canela  y 
pimienta  Iptiga.  Los  naturales  de  buen  talle,  y 
en  algunas  islas,  negros;  y  en  ellos  bnenos 
puertos  y  madera  para  navios. 

430  Los  nombres  de  las  iálas  ma/s  señaladas^  son : 


I 

X 


9ÉL  iOiGBtVO  Dk  {HtííkS.  531 

HioMofá'o» '  \á  itis  ai/6trdi;  de  eréfat  l^úds  dé' 
Ufgo  y  Ireriéntásí  de  dr¿m(o;  tferfa  fragbsda;^ 
pem  ábüfadaafó  de  fiíaiz,  cera  y  arroz,  S^Í!\'! 
bre  y-afgnna  canela,  y  tainas  de  oró;  con  bae- 
nod  puertos  y  istirgidero^s.  •> 

Isla  do  Buenas  Se&alés  óSant  }tíaii,  dh^itüa-'         440 
da  á  Miodanáo  por  la  parle  del  Orienté,  áé 
veinte  leguas  dé  latgo  Norte  Sor, 

BoboT,  veinte  leguas  ó  itaas  de  Kindianáo»  441 

por  la  parle  del  Norte,  diez  y  ocho  ú  diei^ 
noe ve  leguas  dé  Tárgo. 

Islas  de  Buglas  ú  de  Negros,  por  tos  que  ay  442 

en  ellas  en  medio  del  Arcbi piélago)  ál'Poníen- 
te,  de  quíireota  leguas  dé  (argo  Norte  Sur,  y 
catorze  de  ancho,  y  en  su  comarca  algunas 
perlas. 

Isla  del  Zabii,  en  él  medio  de  todas,  dé  '  443 
treinta  "leguas  de  largo  Kofte  Sur,  y  en  ella 
un  pneblo  de  españoles,  que  llaman  la  VAla'  de 
Chus;  de  cinqdenta  vecinos,  á  la  parle  del 
Oriente,  con  buen  puerto,  sin  otros  algunoá 
que  ay  en  {la  isla. 

Isla  de  Matan,  una  isfleta  ai'rimada'  áia  de  444 

Zubu,  por  la  parte  del  Sur,  donde  h)d^' indios 
mataron  á  Magallanes;  Buyo  ó  Baybay,  treín-  445 

ta  leguas  de  largo  Norte  Sur,  y  diez  de  an- 
cho» en  que  ay  buenas  m¡6ás  y  perlas  en  la 
costa  della. 

Tandaya,  por  otro  nombre  Philippiña,'  dé 
quien  todad  Se  han  llamado   Philippinasi   en  446 

nombre  del  Rey  D.  PhiKppe  If ,  que  herí  príti- 
cipe  de  EspaSa  quando  esta  isla  se  descubrió; 


5^  PQf^MWfO^  páJff^  , 

te^SM^ufl^^te,  doz^  le^guafi  úp,  aQcbo  por  don*^ 
de  mas,  coo  Jbueoqs  j^vyí}s.  y  sur^jd^os.- 

447  Masbai,  otra  isla  ini^i^ina,.  al  Ocideate  de 
Tijpdfi^a,  como  diez,  y  seM  ó  d^ez^  y  aii^t^  le- 
guas de  lar^. 

448  Panay,  de  Ireiata  y  c>flOp  O,  qMrépla  legqaa^ 
de  Jl^rjj^,  y  de,  apcjio.  dpCB  .ú  qiiina^e,  con  «d 

449  Miodoro,  de  Teinteó  veiotf  y  cippo  leguas 
,    1        de  largo  Nort^  Sur»  y  la  mitad  de  ;aacbp¿  ay 

pimieQlaep  ella  y  inípaj!^de  proi., 

450  .Ma  dQ  Luioi),  Y.auevaoieQfe  la  Nu^va  Cas- 
tilla^  ta^  ^randp.ó  ipayo^  q,ue  l^iodfináo,  la 
mas  septetitrional  de  las  Pbiiipinas,  en  la  qual 
eatft  poblada  Alaq¡la,..ttnt,cifida(i(  de; españoles 
coQlílM.lp.de.íosigne,  dOBde  reside  el  Gover- 
naidoi^.  y .  los  oficiales  de^  la  Hacienda  y  caxa 
Real  Y.  Isi  Cathedral;  ijerra  férUt  de  .maoteoi- 
mientoSi,  coa  mucbas  mioas  de  pro,  el  puerto 
de  esta  ciudad  es  ruin,  aunque  abqodanle  [de 
CQpaidas^  y  ay  ^n  él  n^uc^a  (;oqtralacien  pon  los 
clÜDOs,¡(iue  traen, )oza  de  .porcelanas,  broca- 
teles, sedas  d^  oolor^s  y  otras  mercaderías. 

.  » '•      . ,  '  ,  ti'      «  .  ■  I       '  ; 

Noticias  (f^  IfL  ChinA. 

431  Las ,  provincijBS  y  reino  d?  U  China,  de 

quien  ya  se  tieqe  mas  cl^ra  i^iiolicia  que  basta 
aquí,  ba  babído,  por.  la  ,(;oii(;raiecion  >  que.  hjio 
cojueptado  con  |o$.c,biop^.j  los  espaüoles  de  las 


BEL  ARCHIVO  'í>lt  ílfÍ>IÁ8.  *S33 

Ph{f?j>?tids,  «e  Witíeoílc  qtíe  en  gtrnáéidí,  fepá- 
leníiay'ferfiHdatl'ile  cossas,  dbbe  'séf  áé  \6^ 
poderosos  reinos  del  nüítidó;  y  qixe  íáedde  Ma- 
nila debe  haber  hasta  él  trescientas  leguas  de 
ocho  días  de  navegáli?(>h/Begun  la  que  hacen 
los  chinos  que  vienen  á  Manila;^y  que  la  costa 
de  aquélla  tíérfá'^Va  corVieoido  comd  ál  ííbrt- 
désre  mM  dé  sitttecientasVe^tfas,  desdigVéifít^ 
y  nnfrfl  veinte  y  dos' grados  de  latftód  séfíieá- 
trienal* "á rrt tía,  y  rjne  de  travesía  la  tleffá*  aden- 
tro liéneTtíagie  dfe  cinceló  deis  mesáes  hasta 
^^onfiftd^  cón'figran  TartáHa;  fodá  'tiel-rá  dé 
grandes  i^iúVíádbs  én  tDuchós  pueblos,  V  la 
gente  política}  p<-évebi(!á  para '  sü  defensa',  |)éi'¿ 
Wg<rert*erái  y  en  la  cbáa'  muctios  pueblos  y 
rios' Caudalosos  y  puertos  buenos  con  fuerzas; 
los  ínás  conocido»  soné)  dé  Qlíiutdiiá;  de  452 

*ve»nté  y  dtñr'gradós  y  mas^at'NórtdeKtel  cómo 
corre  %¿os<á  éesebla  3^  cuatro  leguas;  Siátf- 
tjho  y' SaióhlnJ'feiéntó  del,  y  ocWi  désle  Coa'-  . 
chin,  y  veinte  del  Chistan  óAtehüit^,  yó'(íbeií- 
ta  de  este  Quanton;  es  la  rivera  de  un  gran 
rio,  que  quiereh '  decir^  qué  era  Ganges,  y 
treinta  y  cuatro  , de  QoantQn, .  Junchuoi    y  4^ 

veinte  del  3'ansúa,  doce  antes  de  Cbinchun  6 
Chancher,  y  otras  doce  d^l  Cuschincheo»  O^t- 
liachin,  y  otras  doce  Inrrua  ó  logha  y  Hochui, 
veinte  y  ocho  leguas,  y  Uncbui  noventa  y 
seis;  i|¡n  otros  muchos  que^  áy  de  que  po  ¿^ 
hace  mención,  ni  muchas' islas  que  vaa.á  lo-  > 
largo  déla  Costa,  sin  nombre;  las  que  seha*^  ^;  . 
lian  con  él,  son  Gauchí,  eü  el  parajede  Quitina  '^  , 


93á 

454  dio  y  ea  d  de  SíaDdia.  y  Afl»,  y  jj— dat^  y 
Aoquixaa  eo  el  de  Saodií,  y  Sibaa,  Ptaaú  y 
QHttlaOt  en  d  de  Chiodieo, 

•  • 

435  La  bto  de  Xapoo,  cáeaip  j  daceeota  l^aas 

de  la  Coda  de  la  Cbína  á  la  parte  dd  Ortea- 
]k^#y  lo  c|Heae  poede  colegir  de  la  aa¥^a- 
cíoa  q^  rdigiottoa  portogoeacsB  baa  hedió  á 
|eilla  arriba,  treinta  gradee  de  altara  aqiiiea- 
tnooal  (1)  l^gaasde.lae  Fhilípioaa»  auao  al 
j[2)  de  dofldeo  las  leguas  de  bexo  y  boeooa 
puertos  ea  la  Costa;  tierra  fría,  pero  SMá  de 
i^eiDUlas  y  gaaados»  y  bolaler^  de  la  de  Ba- 
ropa;  minas  de  hierro  y  acero;  y  los  patamies 
réiíos  con  barbas,  y  para  aipcho  trabijo;  baa 
entrado  áfiredioar  ea  día  por.  la  igia  d^  Porto* 
jp¡8l,  religiosas,  de  la  Qoqipwía  de  Je^s»  qae 
han  Qonirertido  machos  natarfd^.  y  Uevaa  la 
conversión  moy  /eidelaate*    . 

Lfíf  tequios, 

456  Por  la  párC^  del  Sur  dq  Xapon,  algunas  le- 

guas delta,  cofúieoza  uoa  cordillera  de  istetas  pe- 
guéíás,  que  tTaman  los  (^equios  y  se  va  prolon- 
¿[andd  hacia  la  CqsIs  de  la  Chipa,  á  las  dos  ma- 
ydres, 'cada  uoa  dé  quilíze  6  veinte  leguas  cer- 
ba  de  la  Costa  díó  íapoi\;  tiámanié  Quio  Mayor; 

(1)    Ba  Uiflcf^  .     ;  f 

|2)    Babl^fp,.  .       .;•,.... 


636 

y  á  áirüs  do9  ímbU^  gnodes  aonqiw:  Mi.taD-^ 
tonque  «Étáo/Bftfiodeil»  ¿ordiUera/  llámaole 
Qiiio  Menor; :  las  uoa6  f  laartiiras  «las  pobla-* 
dao  da  gm&e  «bieo  diapjleau,  bltnca,  poliAoa  5 
bMoveaiiáBi» 

'  NuepaGumea. 

L9  Coilá  de  b  -Nóeva  Gotoea»  oomieáz»  457 

eieal  leguas* al  Oriente  de  la  Isla  4e-Gitolo,  en 
im  grado  pecó  aiaa  de.  altara  de  la  otra  psírte 
de  la«(|oíM6alt  deade  doodé  aeya  pnoloagM* 
di>>perá<^^<liie|ite^iDO  tretiecilaa  leguas  liaa* 
ta<0iibireQ^oioeQlfrBeÍ9  grades  omis;  ilaaesabe 
hasta  aora  si  es  isla  ó  Tierra  fírme,  que  el 
mas  verosímil  para  alargarse  tanto  en  viaje  de 
podecse  juntanMB^Ue^ras^  de '  las  Islas  de  Sa« 
loroon  ó  provincias  del  Estrecho  de  Magalla* 
Bes  por  la  liarte  del  l^ar^  i)e«  está'  por-desbu« 
brir,  desde  la «mér; «papeceta  tierra  desta  Goe« 
(a,  buena»' ylosiiálitralés  que  se  an  iMato  soq 
Degf^s>  atezaJdoe;  j  eo  la  costa  maohaa  ialaa 
con  ¿uMosjsui'fridQroa  y» puerto»  de  ^ue  DO^y 
partiodar  aotida  pqr  vvetM  coateodd  pocas  ve* 
ce»;  lacqoese  faalhM  descrtpCaa  eo  algunascar*» 
laá» «ene.  elAguadá»  mas  alOrieuley .de^tr^ata  458 

6  tt^einia  y  úxúboitgaks  de  primera  tierra,  qué 
eBtá  en  na  grádoldf  ktimd  austral;  y  diez  y 
ocho  anas  adeiaote,  pl  -  Puerto  dcRSaaotáigo  fy  la 
Ma  delost'Creaposven  diezíy  oeístogaas  lahgab 
jootet  ala  Coala»  en  ^firenta^del  Puerto  de  Saal 
Aediés^quai^eiMa (leguas  dd  Sasétiágorjyjiaab  459 


63A  jMOWBirat  iDOBité» 

addaoéeelríoMde.  la^Vír^MM'  f  la  BaNeaa» 
ona  Miela  ankB  del  ríb  de  Saa  Aiigtt8l¡B};;(|ne 
eñtérá^  co&to-^ciaiiBetita  legoaa^  dehPoértO' de 
San  Andoéd^  ycefcadól,  jel  Iría  «dé  Seo  Peer  o  y 
4G0  San  Pablo,  aotes  del  Puerto  de  San/B¡ér6oMBO« 

de  buena  paz;  una  ¡aleta  pequeña  cerca  de 
Punta  Salida,  treÍBla  Aiéuwealá  leguas  de  Saol 
Agustín,  y  mas  adelante  deüa  el  Abrigo  y  Ma- 
te Geote^ .  dostislelaa;  ^.  ilárBcjra  !de  fiaoMioofes, 
ginquenU^le^ai  dePofttaSaiida;!  y  ^nlM  oirás 
ki9iSi^  o w  de  gtala  blanca  y  .la  Mñifp  <de  Qí oa, 

461  Mies  de  Buena-  Baya  y  -de^lii  .iBiáái?i|dad:  de 
lo  4UÍII1Q  dei  lo  descubierto;!. y )iMa3' «al  Hprte 
d¿lla,  la  Caycoana^  uqa^isla.  loraoa^iá  la.iDar, 
eatre  otras  que  ay  siii  nombi^er     :    t. .  < 

.'  hloí  de  Salomm^  r^  ^ 

462  .La  lab  ;de'  SalonfOQ^  ^eáefialad^nienle  Ush 
i»aD  delPooieikte^  poreat^r.ai.Ooideáie  de  laa 
pravineías  del  -  Pirú/,  deadei^oader  se.^óo  .el 
dMcubrímieato  dellaai  ealáa  <lB8desiet(^.kaate 
doze  grados >de  alluna  /de-  iá  ^ot»  parto,  de  la 
eqoinoeial^  /Coma  OHlly;  qujineiiiaa  ie^tiaB-ó 
mas»  de  la  ciudad^  loi  ikiyes;  son,  mdchas 
en. quantidad.  y  graodeíai  diet:y:  oóho^aeDahH 

dass  atgttnaadetrezieiiteslegiiaade.baico^^y'doa 
de ádozíentasy  deciento  yidelácinqiionta^  y 
dbfy.abaxQ^  sm  mochas  que'Baae^haa-acairaH 
d(i.daco8C(ear,-yjpodrtáaerqM8faessefaconlinet^« 
le  ten  Ib  Castaide  la  NuevaiQQinaa'y  iiérrasiper 
daaaubrtfLá  kioarlb  w^ideaWl  del  £slraéiiaF: 


lécii|ilé  y  bflbltabtoiy  Íépiittde>iMiif«b<iiiien«M 
y  gaiiodd»; 'liiaNérottM^im^eNá' tttgtanasil^t^^ 
coiqo  lapide :Bf«pa9¿í»*^  fHf€rG0»^'gát1kMiÍB;'gran* 
dishiDultitud  iii«i  iiaiiifaito^id6«eoMr  baxo;^  coum^ 
iadióa^if  oime^  blaiteoa  y  ídahim  y  MigrM  ato^ 

tierras  de  la  Nueva  Guinea,  por^dónUo^püedeti 
averse  i]iescládo'laiita»diff(|recHSÍMid8'  gi^Ates 
derla^que^acudené'  ias^  islas  «de  <ta  Bapeberia^ 

Las  Mataa  mbyorba  f  •'máaisdüaleidasi  '0M  463 

9aiiofaI«atoi/-'(feáde»<ai^(i  htbia-  nueve  gibados 
de^aftára,  idá ütab  'ité^^úteMO  >f  oincttdnla  ite-' 
gvaiB  de  larga'  ydictt  y'Si9t0<6'dt6aÉ^'y<*0obd  db 
aoohfO,  y  en  ella  tin  Immo  Referió  qoe:  Iti^nira 
de  la  isstrella/^afii' Jorge  é  Borbial^Sur  dQ 
Sancta  Isabel,  legua  y  -iaedlai  iretolaiegtae'de 
baxo;  Saot  Marcos  ó  San  Nicolás,  de  cient  le* 
guas  de  b(«ó}  al>6&d4iei(é  Vié^^Saata  Isabel,  i6i 

Isla  de  Arracifes,  tan  grande  como  la  prece* 
dénflé;  al  Sor'de)SatioM¡Iaflib0|v^'W^ Oésle-^Sbnt  ' 

HiepóoinK^,  ide  dient^tsgúas  ida  bcnc^,  y  vi  ^m^ 
dáésts^  Gaadiilcana)^ 'Alamor' que  Cbdüa;  ya) 
y  al  Bste  de  Sánela  Isabeli  Istá  dé'BAieMVisfa  465 

y'Sardinaa  y  la  Florida,  de  i^rtiíle  leguea^dér 
eircolto  cada' Qff»;  >y  atiOriMfte'dé'elia  la  lata^ 
de  Ráfáns^  dle^dbMi<»ítas^  leguas  de  ^óhiornov 
y  junto  á  elt|i  Malaíla  y  «Ni  AtHejffvadav'de  teriT^ 

le  y  binco  4  treimax  y  las  -TrefriMafriHir  *n<>¿ 
ialeíaa;  yia  tte^Sa»!  Juan^ilA  doceHeigufi»  dé 
€Oii«Diniioi¿n«r#4¿i  Afné^oada^^  y^  la  isto'deSaiu)^ 
liagOy'allSjir:  dé  'iMatoiU^4te;i4Hdr.t>4égwa  "dé 


fi88 

boxd,  yr^l  6iifi9ld  (Uta  U  de.Sati  erírtótel, 
IM  gi7Mide«o«io  ellii,  y  Saleta  Aimi:  f  Sanóla 

466  CaüíAKoa^  dos  Ma»  poqueiaft  urim^m  á  ella» 
el  Nombro  de  Vm^m»  íbUM  fe^olsoa  apar* 
leda  de  laa  etrast  eíoeaenla  legtkañ^  ea  melé 
gradea  de:  aHora»'  9  en  elE.iaia»o  paraje. al 
Norte  de.Saoela  latdM,  iea  liaxo8<  i|ue  Uaoiatt 
de  la  Caadeiaria^ 

467  Ay  en  el  4iria9e  i^ae  se  hace  desde  el  Kf6» 
^   las  íslaAde  SalaiiM»i,:ufie  Wa  ^ue^  llaman  de 

Saai  BaMo,  eaqaiqoe  grades 'dei  altara,  adía* 
aientaa  é  seíacieotatf  legeaa  del  P'müt  en  diet  y 
ocho  ó  diei  f  Quevet  grados,  4fesoísota3  legaaa 
de  tierra,  oiraa  qve  puedea  ^d  las  q*e  llaaM* 
roDr  priioeroy  de  SaioaMor,  qoe¡  tambieo  dieea 
podniaa  ser  olrsa  c^edepooo  ac&  ae  bw  dea- 
oabierlo  en  el  parage  de  Chile. 

,  •     •  •  < :  '  .    ' 

litas  de  Los  lAdrone». 

i  r 

468  Las  islas  de  Lm  jLadraoas« :  una  oordillera  de 
qabiea  é  díes  f  atas  ial^aa  (piolas  qMe  •  ae  cer"^ 
renNorteSufieneVoiedio  de'la  cost^  déU 
la  Ckiiaea» '  desde- io0c0<»dece  grados  basta 
dlea-y  siete  de  aHom  ae|MieatrfQriaK  é  roto,  ino 
k^OB  de  las  Phiíifwaa»  al,:  Orieole;  toda  tierra 
esl^tt<y>aíiiaierable«i8iofMad(>s4i  iMia(/po- 
Qoa  aQaateoiflwatos,  fiobladas  db  gente  pobre 
biea  djsphetla,  déanttdoa  yi  rou.y  *  ieolinados  á 
bo rlar,  basta  qliiMr. loa Iclavte  denlos  navios 
.que  «UegaA  4  ellas,  fiar  ^eoy*  eioaa  Mafeallaaes 
los  4ioeiibró  Ladrdkieav  ctuMidd  loa  descubrió 


DB.  ¿MMW  IMT  DIDfAl.      '  639 

yendo  en  demanda  de  la  Especería;  loa  nom-  469 

brea  del  la  son  la  logleasa,  Camas,  Septentrión 
ftal,  y  iraa  ella  eUá  ü*  ora  búia;  Oeinóchoa» 
Ochenckia,  Gregua«'  Agan/A  Fbgat,  Grama* 
gan,  Guguan,  Cheruguan,  Natán,  Saspan, 
Botavolid;  af  enli^  6atas\iálaa  y  tea^PhiKp¡Da8, 
otras  diez  y  ocho  ó  veinte  que  llaman  de  los 
llpyesi  Arcipiélago  6  isla»  del  Coréí  y  loft  Xai^ 
diñes;  otra  cuantldat^  de  Met^ 9;  y  l'iálogo^ 
S^msilaa;  ptra  isleña  jb Ato  efe  los  Xa  rd mes,  y 
la  de  los  Hlalalot^s,  y!  la  d^  Vrécifes^.  y  de  470 

Sant  Juan  6  de  Palmas,  cerca  de  las  del  Malu* 
co;  y  por  la  parte  del  septentrión  de  Los  Ladro* 
nes,  cinco  ó  seis  isletas  junías  que  llaman  de 
Solemnes,  donde  ay  mucha  cochjnillia;  y  l\lalpe« 
lo,  otra  islela  pequeña  que  hay  xinaloes^uos; 
y  á  la  parte  del  Oriente  de  Los  Ladrooes,  Bos 
Hermanas  que  llaman  á  dosisletas,  en  veinte 
y  cuatro  ó  veidte  y  cinco  grados;  y  otro,  Sant 
Berna)ié,  y  otra  los  Mártires  y  Abreojo,  nn  k^xo  471 

mas  de*  doscieptas  leguas  antes  de, Los  Ladro- 
nes, ien  diei  grados;  y  Sant  Bartolomé,  ^ncá** 
torced  y  roas  á  la  Nueva  España,  losbaxios  Mira 
com<|  Vas,  Quita  Suefio  ó  Catano  Duermas;  'y 
cerca  dellos  U  Isla  de  Martin,  y  Sant  Pedrp  y 
Sant;Pa|ilo,  otra  isletacon  haxos;  y  la^Pobla* 
da  la  ioks  oriental,  hacia  la  Nueva  Espaia«  . 


FIN, 


•  • 


940 


ÍNDICE  ALFABÉTICO  DB  LAS  COSAS  CONTENIDAS 

BN  laSTA  SUMA. 

Signi/Uuusím^  de  I»  noíús  dd  iniicB. 


B.  baya:  h.  Iiaxo:  hb.  baxos:  C  Ciudad:  e.  cabo:  tf. 
yda:  m¡.  yaiaa;  G*  Gsoveroacion:  y.  yD<l¡<i^i:  ju 
Lagos:  1.  lagunas;  íl.  Minas:  P..  Pueblo:  /^..Provin- 
cia: p.  punía:  p^  puerlo:  Jt.  Rio:  Afi.  Rios:  S. 
Sierra:  SS.  Sierras.  T.  Villa:  t/.  valle. 


Abacoa/y.  : 
Abrec^,  b.. 
Abreojo»  b. . 
Acá  pu  Ico,  p*. 
Acaxule,  p*   . 
Agao,  y. .    ! 
Agreda,  P.  . 
Aguada;  p*. 
Aguaday,^*, 
Agaaluioa»  p\ 
Ais,  R«  • 
Aintla,   R.  . 
Ailan^  y.     : 
Alacranes/bb. 
Alcarcho£iidaY.B 
Almaguer,  C. 
Almería,  R.. 
Alio  belo,  y.  • 
Amacas..     • 
Ambladas,  y. 
Amalílua,  R. 


A. 


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206 
46d 
335 
4S6 
76—7» 
ISi 
124 
212 
454 
174 
iJ3 
332 
147 

43 
116 
198 
212 


An^bon,  y.. . 
Ancones  de  buritaca.. 
Aoicnii,  L.    • 
Aoájtalucia,  p*. 
Aodes,  SS.. . 
'  Andesuyo.  • 
Anguila,  p*. 
An{$nild,  y.  . 
AiK*e;9.da,  y. 
Ammo,  M.  . 
Anleguera,  C. 
Anlígua,  y.-  . 
Aiitiochía,  C. 
Anzerma,  V. 
Araya,  p*     . 
Aranjiiee,  V. 
Arauco,-  p*    . 
Arboleda»  p*  . 
Archidona,  C. 

A rcl»i  piélago  ó  islas  del  Coral 
Arzobispado  de  México. 
Arequipa,  C. 
Arne<lo,  V.  . 
Arcabo,  P.  * . 
Aípecifea,  y. 
Arrecibo. .  ; 
Asunción,  C. 
Asrca.  .. 
Alitlan,  Jl. . . 
Atlisco,  V.  . 
Atreguada,  y. 
Atigallas,  I*. 
Audiencia  de  la  Española 
Audrencia  de  Guathemala 
Audiencia  de  los  Charcas 
Audiencia  de  la  Nueva  EspaSa. 
Aiidieocia  de  la  Nueva  Galicia. 
Audiencia  del  Nuevo  Aeino.  -. 


5i4l'. 


398- 


285 
401 
113 
S199 
362 

95 

89 

89 
183 
150 

91 
337 
327  • 

98 
242 
-410 
294 
342 
469 
132 
366 
352' 

73 
470 

73 
421 

36 
209 
143 
465 
382 

28 
199 
376 
131 
177' 
262^ 


5^  .ftocoitiirros  máoiroi 

AucRencia  do  Panamá '  •  H& 

Audiencia  del  Quilo.    .     .     .     .     ;     .  W9í 

Audiencia  de  los  Reyes.  ....'.  ^k9 

Avila,  C .  34»^ 

Azores,  yy. .     .     .     .     .     .     .     .     .  19^ 

B. 

Baeza,  C.     .........  341 

Bacallaos,  P. .     .     121—126 

BahamayCanal 81 

BaUJivia,  C 405 

Ballena,  y ,     ,  439 

Bamba,  C 306 

Bandan,  y «  -  435 

Banderas,  R     .     ...     .     .     ,    >i  147 

Baracoa,  V  p'   . 53 

Barbudos,  y.     ........     ,  92 

Barrameda,  p^      .     •   .*.   •     •     •.    •  121 

Barú,  yy..,  .     ...:...     .     .     .  295 

Bernarda,  y.     .     ...     .     .     .     .  92 

Basco  por  Callo  Cayo..     .     .     .     *     .  58 

Bastimentos,  yy 258 

Batan  ó  Baquian,  y.     ...     .     .     ...  434 

Baya  de  Carlos  ó  de  Juan  Ponce.     ,     .  128 

Baya  de  Cartago.    .     .     .     .     .....  229 

Baya  de  Fon  seca.    .     .     .     .     .     204 — 206 

Baya  de  Guathemala 207 

Baya  de  los  Reyes 414 

Baya  del  Kspiritu  Santo. , 129' 

Baya  de  Miruelo. 129 

Baya  de  Nuestra  Señora ^  413 

Baya  de  Sant  Juan.     .     .     ...     .  414 

Baya  de  Sant  Lázaro.       .     .     .     .     ♦  414 

Baya  de  Sant  Nicolás.     ,.    .-     .     ,    .,  460 

Bayade  Sancliago*.     .     ,\     .     .     .  315 

Baya  de  Sancliago.  .  .  ■ 418 

Baya  de  Zampa.     ..,,...  129 


on.  émmmo  m  irma*.  S43^ 

Bíya  Socobaga.     .     .     .     ..  ..  .     .  1%9 

Baya  de  Todos  Santos «  i30 

Baya  Grande.  - .     .     .     ...     .     .  413 

BayamOy  V..     .......     .       &l 

Baya  Honda '.     .1.     .  111 

Baya  Honda.     . 9Ü9 

Baya  Honda .     .     .     .  485' 

Bay-bay 445 

Baxos  de  la  Candelaria.  .....  466 

Beyeque,  y 76 

Berinuda,  y.     .     ; 4     .:      SIO 

Birríini,  y 82 

Btobro^  R •   .     .  402 

Bívoras»  bb« 69 

Bocas  de  Santa  Eée,  p*.    •     .     .     .     .  114 

Boinare,  y 109 

Boyo  del  Gato 294 

Bonas,  P. 42—43 

Bohol,  y •     .     .  441 

Borbial,  y 463 

Boríquen,  y ¿     .     .     .       72 

Borney,  y 436 

Bolavolid 469 

Brasil,?.*.  ; 428 

Buena  Baya. 461 

Buena  Ventura,  P.  'p* 42 

Buena  Ventura,  p^..    .     ...     .     .  258 

Buena  Paz,  p* 460 

Boonos  Aires,  P»  . 423 

Buj^las,  y s     .     «     .     .  442 

Bur  barata 108 

Burítaca 324 

Burro,  y 435 

G. 

Cabeza,  p' 76 

Cabeza  de  los  Mártires,  y 123 


544  MffiPMiñ>a  «Muro» 

Cabo  Blanco.     .     . 
CaUo  Bltiiiuo.     .     . 
Calió  ele  Bórica.  .  . 
Gnho  dts  Corrientes. 
Cubo  (ie  Corrienles. 
CalH)  de  Corrientes. 
Calk)  de  Coloche..  . 
GhUd  de  Cruz..  • 
Cubb  de  Falcan.     • 
CuI)o  de  Gracias  á  Dios. 
Cnbo  de  Aguja.     .  . 
Cabo  de  la  Vela.     .  . 
CsibÁxle  la  Cordera.  . 
Gabo  de  la¿  Virgeaea. 
Gh1)o  del  Cabrón.   •  . 
Culxj  del  l^ngciño,  . 
Galio  Delgado. .     . 
Gal>o  Delgado.  ... 
Gulko  de  Honduras. 
Catn)  de  Saiil  .Agustín 
Cubo  deSiuit  Anión. 
Cabo  de  Sánelo  Domingo 
C:d)o  de  Sanl  Francisco. 
Cabo  de  Sant  Lorenzo 
Cabo  de  Sanl  Nicolás. 
Cabo  de  Sant  Roman^ 
Cabo  de  Sant  Vícenle 
Cabo  de  Sánela  María 
Ceibo  de  Sánela- María 
ChIk)  Deseado. .     .    ' 
Cabo  de  Tdjuron..  .  . 
Cabo  de  Tres  Puntas. 
Cabo  de  Tres  Puulas. 
Cabo  Frió.   . 
Cabo  Roxo,  p.**, 
Cabo  Roxo..     . 
Calango,   p'*.     . 
v^any  Li.'  •     •     . 


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24 
.  260 
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.  46 
.  2L25 
..  419 
.  431 
.  46 
.  78 
.  3!6 
.  321' 


Dib  AitcMTo  M  untus. 

California,  p*.  .     . 
Callas,-  p*.  .     .     . 

Callo,  p* 

Cateares,  b:     .     . 
CttmaroD,  bb.  . 

Camatra,  y 

Caminos  de  los  logas. 
Campana  de  fioldan,  p 
Campeche,  P.,  p*.  . 
Camuy,  R.  .    .     . 
Cada  I  de  Maracaybo-. 
Canaf  de  Todos  Santos^ 
Caoanca,  p* 
Canami.  - 
Caocina,  y. 
Canela,  p*. 
Gánete,  p' 
Cafiete,  V. 
Caaoas,  R. 
Canoba,  R. 
Capanarealte,  R. 
Capotecasr  P*. 
CárÁmanta,  C. 
Caraqoes,  R. 
Canatan,  y. 
Carexay. 
Caribaco,  B, 
Garlos,  C. 
Caracas,  p* 
Carrera  de  las  Indias. 
Cartaxena,  C.  G. 
Cartago,  G. .     . 
Cartago,  C.  .  .  . 
Castro,  G..  . 
Cafano  Duermas,,  b. 
Caléotalpa,  p* 
Catina,.  p*    . 

Carachio,  y.. 
Tomo  XY. 


6i6 


196 
36t 
316 

60 
228 
436 
30) 
417 
68—170 

79 
110 
416 
421 
368 

86 
340 
410 
370 
411 

76 
21? 
149 
329 
316 
173 
^94 
244 
256 
101 

11 

986—287 
'  328 
243 
407 
471 
139 
259 
454 
85 


646 


HdOWINTOfl  UfáUTOS 


Gauqaél,  p"". 
Cáuter,  R.  . 

Cautea,  P.   • 
Carvalleda,  P. 
Caycos,  y.  .  . 
Caymajia,  y. 
Caymanes,  yy. 
Cay  man  Grande 
CayoEMtdy  y. . 
Cazma,  p^.  . 
Cazones,  R.. 
Ceiebes,  y.    • 
Cepezepin,   L 
Ciénaga. 
Cíbola,  P\  .  . 
Cibuco,  R.     • 
Ctgiáteo,  y.  • 
Ciguatlan,.y.. 
Cinalóa,  P\  • 
Gíndad.  de  la  Piala 
(littdad-Real.  . 
Ciuzonate,  C. 
Coailan,  EL  . 
Codiacbamba,  Y. 
Cosumely  y.. 
Codego. .     . 
Coyxca,  p'  .  . 
Colimas,  y° . 
Colina,  P. 
Gomdgre,  y. 
Comayagora,  C. 
Concepción. 
Concepción,  C. 
Concepción,  G. 
Conde  Suyo. 
Confines,  C.  . 
Congagua,  R. 
Copiapo,  V.  p*" 


1  se- 


no 

403 

410 

101 

85 

461 

71 

71 

47 

372 

147 

436 

45 

285 

195 

79 

83 

198 

194 

377 

214 

203 

412 

381 

172 

294 

133 

267 

•163 

259 

2IS 

38 

2S3 

401 

3«2 

401 

409 

408 


\ 

* 


» 


Coqoibacoa,  p* 111 

Coquimbo,  p* 398 — 408 

Cordillera,  S 300 

Cotuy,  P 36 

Cuba,  y  G.  .     .     . 98 

Cubana,  p' 62 

Cubana,  y 98 

Cnzcallau,  C 202 

Cuzco,  C.    ........    ...    .  361 

CozcbiDcbeo,  p*     .     .....     .     .     .  i53 

Cuienca,  c.  .     .     ....*./.     .  30^ 

Culata,  C,   ....     .,'  ,/  \    :;  .,  312 

Culzacan,  P'.    ..........  i  98 

Culiacan,  P' ;    '.     ,  192 

Cultepec,  P\ 133 

Cumana,P .  115 

Curacan,  y '.  109 

Curacante,  y.    .     .  .  ; 109 

Cúrales,  y '  .  83 


D. 


/  ./•. 

f 
V     -• 


•1 


Darien,  R .    ,    \     2S9 

Deparcacioo.'  .     ..' 3 

Desseada,  y.     . 91 

Dominica,  y 17 

Dorado,  P.* 11 4—297 

Dos  Hermanas,  yy..   .     ..    ..    .    ..,.,...5(9 

Dos  Hermanas,  yy.     ,    ..    ..    ...»'..    A70 

Owango,  V ,    .     ,;.  ..    187 


'"!.      :  ':• 


548 


Doctmnrrós  iniDm»' 


(•": 


E, 


Escudo,  y.  .     .    .     .•    . 
Española,  y.     .     .•    . 
'Especería,  yy. .     .  •  .     . 
Estrecho  de  Magallanee.  . 
Esfremadara.    . 


Fi  • 


25T 
31 

433 

«97 


FeroaadÍDa,  v 51 

Florida,  P*.  G.  .    . 120 

Frayles,  y.     .     .     .  -* 98 


•  •  \tX.  •        •      • 

...  •  . 

•  f                                                                                                                     •  ,. 

'Galera,  p'.  .     .     .     .     .V.                .  '94- 

GdDges,  R.  .     •     •'.'...     '.     .     .  45S 

Gáura,  R.     ......     .   '.     .  372 

Genle  blanca,  y 461 

Golfo  de  Guanajos 224 

Golfo  de  California 197 


'      M 


Qp;iro  d^  Nffeya  .^pana..  . 
Qatfo  de  las  Yegij|^«    .  , 
Golfo  del  Ñorle. ..;.., 
Oqlfo  del  Ocidente.  .  ^    . 
Golfo  de  los  Azores.  .«  .  . 
Golfo  del  Sagarzo.    ,  ^  _ 
Golfo  de  Honduras.     ,  ^ 
Gqlfo  de  Paria.     .     .   , 
Golfo  de  Parí  la  ó  París. 
Golfo  de  Salinas.    . 
Golfo  de  Sanaaná.  .    . 

■  f  «  •  ■  • 

Gvqlfo  de  Sant. Miguel.. 
Golfo  de  Venezuela.  . 
Golfo  de  Urana.  .  .     . 

•  •  • 

Golfo  de  Xagua.     .     .  , 
Golfo  Dulce.     .     .     :. 
Golfo  Escondido.  . 
Golfo  Grande  del  Océano 
Golfo  Trisle.  .  .     .     . 

Gomera.  .   ...... 

Governacion  de  Cartaxena. 
Governacion  de  Chile. 
Governacion  de  Chiapa. 
Governacion  de  Clioquisto 
Governacion  de  Costarica 
Governacion  de  Cuba. 
Governacion  de  la  Florida. 
Governacion  de  IguaIson¿o. 
Gqvernacion  de  Yucatán.  . 
Governacion  de  las  Islas  de  Salomoo. 
Governacion  de  la  Nueva  Andatucia. 
Governacion  de  la  Nueva  Vizcaya.,,*., 
Governacion  de  Honduras.     .     ,     . , 

Governacion  de  Panuco.  .... 

.  •  •♦••■,- 

Governacion  de  Philippinas.  ...     •  438 

Governacion  de  Popayan.    .^  ......  .  /  .  319 

Governacion  de  los  Quixos  y  la  Caiiela.,  340 

Governaeíon  del  Bio  de  la  Plata.     :  , ,.  4^0 


4 


540 

130 

li 

18 

26 

23, 

18 
224 

95 
260 
239 

49 
261 
110 
251 

59 
225 

62 

17 
109 

16 
286 
394 
213 
399 
241 

51 
120 
344 
.165 
462 
113 
189 
217 
136 


550  DobíkcíiTiMÍ  nMiibd 

Governacíon  de  Sant  Joan  áe  Puerto-Rico.  72 

Gover&acion  de  Sancta  Martka.  .     .     •  279 

GofverDacion  de  Socooosco.  •-    ..    •     •  ^1^ 

GovernacioQ  de  Tabascd.  .   . '   .          .  17Í 

Goveroacion  de  Tucumao.     .     ...  389 

GoverDacioD  de  Veoezuela '99' 

GoverDaciOD  de  Xamayce.     .     •*          .  63 

GovernacioQ  de  Serpa.   *.     .     .     .     ;  113 

Graciada  Dio»,  G;  .......  219' 

Gran  Canaria .  15 

Gregua,  y.  .     .    .   •.     .     .     .     .     .  '469 

Guahalaca,  R.  .     •  •  •    ••     1     .     •     .  79 

Guacacalco,  P\     .  •  .     .     .   -.     :     .  153 

Qoachachiles,  y^  .......  188 

Gnadalajara,  C.     , 178 

Gúadalaxara  de  Boga,  G.  .  .     .     .     .  329 

Gaadalcanal,  y.     •  * 464 

Guadalupe,  y 90 

Goadianilla,  V.  7«p*..     ....     .  74 

Guayaba,  y.     .     .     .     ...     .     .  227 

6uayana,P.  .........  113 

GaayaDgues,  P.     .- 158 

Guayano. 69 

Gaayama. 77 

Gnayaual,  y.     ........  198 

Guamanga,  C.  .    .     .     :     .     1     .     .  359 

Guaoate,  y.     .     .     '.     .     .     .     .     47—79 

Guaupxa,  y .     .     .     .  227 

GuanaDÚ,  y.     .     .-    ^     .     .     .     .     .'  83 

Gaanapo,  f.     .     . ,    .     .     .     .     -     .  372 

Guannaxuato,  M.  '.  *    ;     ;     .     .     .     .  159 

Giiancalelica,  M.    .'   .     .     ....     .  360 

Guanica,  p^.  .  .   •  .     .     .     . '  .     .  75 

Guanime,  y.     .     . 84 

Guanuco,  C.     .     ;     .     .     .     .     .     •  358 

Guarco,  V.  370  p".    .     .     ;     .  •  .     .  373 

Guarme,  p\  '   .    .     .    .     .     .     .     .  372 

Guaseo  p\  .     ...              .     .     .  409 


VB.  iMaUTO  M 

Guatanita,  Lr  . 
Gualhemala,  P.  C. 
Guaiolco,  p"  . 
Guaxaca,  P.  C. 
Goguan.  .  .  . 
6aev«ttaD,  P.    . 


S61 


263 
200 
15i 
130 
469 


« 

I 

« 

i 
1 

» 
_  « 

Habana,  V.  p* .     .     .     .  .  ,    ^  •  .     .  87 

Qaberíanas,  yy.  ^ 79 

HamaBá,  jr 86 

HaztallaD,A .  212 

Hele» 227 

Hermaoos,  yy. ,  47 

Heroando  Alonso,  p" 61 

Herradura,  p" 409 

Hocchui,  p" 453 

Honduras,  F.  .,.-....,  257 

Hontales,  y° 153 

Hormigas,  y*  bb.  .     .  ^  .     .     *.    .     .  69 


Chachapoyas,  C ,     356 

Cbagre,  R .     249—257 

Chalco,  F 133 

Chanca,  V 332 


S63  BocmsaTos  .lateiTo» 

• 

Charcas,  P*. 
Chémechoa,  y. 
Chereguan,  y. 
Checa,  P\  .  . 
Chiañoella^  P*. 
Chiapa,   P.  C. 
ChiataDy  p**. 
Chichimecas,  y 
Chile,  P\  G. 
Chilue,  C.  . 
Chilula,  P*. . 
Chioa,  P\  . 
*    Chincha,  P'. 

Chincasuyo.      .     .     . 
Chinchim  ó  Chaucheo,  p' 
Chira 
Chira,  y. 


Chomes,  y**.. 

Chocuyto,C.  G 
Chuli,  p**. .  .  . 
Ghululeca,  V. 


•  •  • 


%u 


287 
379 


376 
469 
469 
378 
190 
■215 
452 
188 
394 
407 
143 
451 
369 
362 
453 
¿37 
-239 
242 
-399 
374 
205 


J. 


Jaén,  C.          .     ...     .     .     .     .  234 

Jd6D,      '>••              •              •              .1*             V              •              a              •              >  t)U«/ 

Joa,  R 79 

Jocaima,C ,     .  26G 

Juspa,  R 147 


1 1 


0K1I  .AMaapTQ  iHÍ  nmuA,  553 


li. 


La  Desconocida.    .     .     ...     «     .     .170 

Lago  de  Qacalal.   . 173 

Lago  de  Geteraal '  .     .     .  173 

Lago  de  los  Coroaados.    .     .     .     .     .  411 

Lamana,  y 173 

LaMisleca,P\.     . 148 

Lares,  p"*..  .     .     .    .í.-' 43 

La  Madre  de  Dios,  y 461 

La  Paz,  C 105—378 

La  Palma,  V.  ........  269 

Las  Palmas,  V,     • 282 

Leguas  castellanas.    .......  4 

León,  C.  '  .     .     .     ...     .    ..     .  3S8 

León  de  Nicaragua,  G 231 

Lequios .     .     ...  456 

Leyvo,  P* 34 

Linaa,  C .  350 

Lima,   y .  373 

Loro,  C ICO 

Lóndre».  C ,  393 

Lpyola,  C .346 

Loxa,  C 307 

Lq$  Negrillos,  yy.   ....     ....     •     .  171 

Los  Infaoles,  C.     ......     ^     .  402 

Los  Reyes,  C.  .     .     '     .     .     ^     ^     .  283 

Lps  Reyes,  C.  .     .     .     .     .     ,     ,     .  350 

Los  Remedios ;.     .  112 

Lucayoneque,  y .  80 

Liáicayos,  yy ;    .     .     .  80 


,1 


Ó54 


MOnOMTOS  WÉMfM 


LIl. 


Llahosdel  Pera. 
Llerena,  V.  .  . 


M: 


Madrigal,  €. 
Manglares,  P*. 
Mayaguana,  y. 
Mayaguez,  p°. 
Mayzi,  p*.  . 
Maypo,  R.  . 
Málaga,  P.  . 
Maiagenle,  y. 
Malayta,  y.  . 
Malanibo,  P. 
Mnlpelo.  .  . 
Manila,  C.    . 
Manipos,  y". 
Maqaian,  y.  . 
Maracaybo,   I. 
Maracapana,  P* 
Maranon,  R. 
Mar  de  la  Nueva  Bspaña. 
Mar  del  M&liodia. 
Mar  del  Norte. 


334 
316 

ed 

79 
63 
409 
33S 
460 
465 
292—283 
470 

450 
388 
434 

lio 

108—114 
H9 
9 
9— 23 
7—10 


Mar  del  Perú. 
Mar  del  Sur.  • 
Margarita,  y., 
Mai^gajante,  y. 
Mariquita,  C. 
Mar  Océano. 
Mártires,  y.  . 
Mártires,  yy.  bb. 
Masbat,  y.  . 
MataÜDgo,  P. 
Matan,  P..  . 
Matanzas,  p^. 
MaKimíno,  y. 
Mazarey,  y.  . 
Meztitlan,  C. 
Medellin,  P. 
Mélilla,  C.  . 
Mendoza,  G. 
Mérida,  .  C. 
Mérida,  .  C. 
México,  P*.. 
Mimbres,  yy. 
Mindanao,  y. 
Míndoro,  y. 
Mira  como  Vas 
Miraflores,  V. 
Mira  por  Vos,  b 
Mima,P.'    , 
Mitla,  R.     . 
Moyo  bamba,  G. 
Momas,  y.  . 
Monico,  y.  . 
Monxas,  yy. 
Monserrate,  y. 
Monte  Xpi°,  P.— 41  p 
Mpranta  p*.  . 
Morro  de  los  Diablos. 
Morro  de  Perito,  p*. 


555 
9 


8 


8 

96 

99i 

274 

8 

471 

122 

447 

133 

444 

61 

92 

86 

133 

147 

65 

399 

169 

■272 

Í33 

1—66 

439 

449 

471 

365 

«5 

104 

135 

357 

79 

79 

198 

90 

48 

68 

387 

'H4 


55(5  IKMIII|fVlf)9«  JHlMfOS 

Morro  Hermoso ^^  .  .  29i 

Mol¡lóMal¡l,y.     ...     ......  .  43i 

Muepa»  p*  .     ...     .     .  :  .     .. ,  .  .  128 

Mussos,  y^  .    .......     .     .,    .  •  867 


K. 


I 


Nasca,  p'.  .   .     .     ,     .     .       .     .     .  373 

ÑatáD,  y.     .     .     .     ■     .    .    .     .     .  469 

Natán,  P. '    .     .  250 

Natividad,  p'.   .    . 461 

Nanaxa,  y 46 

Negrillo,  P\     ......     .4     .  69 

Neiba,  v .     ...  337 

Nexapa,  v .     .    .     .  152 

Niabon,  R.  .  .•    .     .  ^  .     .     .     .  \  78 

Nizas,  p' •     .     .     .  44 

Nicaragua,  P'. .     .     .     .     .     .     .     •  230 

Nicoya,  P.  .     .     .     .     .     .     .     .     .  236 

Nieves,  C.  .     .     .  [.     .     ....     .  112 

Nieve,  y.  .  ."    ...     .     ...    .  90 

Niaequeten,  R. .     .  402 

Noipbre  de  Dios,  y.  .     .     .     .     .  •   .  466 

Nombré  de  Dios,  V.  .     .     .     .     .     ,  186 

Nuestra  Señora  de  Carvalleda;  .     .     .  101 

Nuestra  Señora  de  lá  Paz,  C 107 

Nuestra  Señora  de  la  Paz,  C.      .     .     .  378 

Nuestra  Señora  de  las  Nieves,  P.     i     .  112 

Nuestra  Señora  de  la  Victoria,  V.     ,  ,  .  11  Sr 

Nuestra  Señora  de  los  Remjeflibs,  C!.     .  277 

Nuestra  Señora  de  los  RemedioS;  P*.  .  169 

Nueva  Anáalucia.  P*.  G.' ..  '  .     .     .     .  113 

Nueva  Castilla,  P^  .......  450 


DiL  ÁRcmvo  Dk  iimus.  567 

Nueva  Córdoba,  C, 116 

Nueva  Córdoba,  C .393 

Nueva  Eslremadura,  P* 297 

Nueva  Guinea,  P* 457 

Nueva  Jaén,  C.     .     .  ' 234 

Nueva  Londres,  C 393 

Nueva  Salamanca 284 

Nueva  Segovia,  C. .     ....     IOS— 233 

Nueva  Valencia,  C.     ...*...  103 

Nuevo  E8lreaio,P".     .     .    ,.     .     .     .  397 

Nuevo  Reino  de  Granada,  P*.     .     .     .  263 

Nuevo  Mundo. 2 


O. 


Oalzíaehin,  p-.  .     .     ......  458 

Obahana •   .     .     .     .  61 

Obispado  de  Meehoacan.  .     .     .•  .     .  155 

Obispado  de  Taxcala.      .     .     .     .     .  14d 

Ochampancbáa,   G.     .     .     .          .  -•  334 

Ochelega,R 127 

Ochenchia,  y 469 

Ocoa,  p*.     ...-...•..•.  44 

Ocambra,  V..        144 

Ochui^  p*     .     • 453 

Omaguas,  y*"     .     .     .     .     .     ...  118 

Oramagan,  y.  .     .     .     .     .     .     .     .  469 

Orislaft,  G 66 

Oro  pessa,  M.  .     .     .     .     .     .     .     .  360 

Osbrno,  C •    .     .     .     .     ,  46$ 


658  iMMmainro»  i|nii»iTOB 


p. 


Pacamoros,  y*  G;  .  .     .     ...    '..   302—344 

Papcaro,  P.  "  .     .....'..     .  137 

Pagan,  y. ;   .     .     ;  '  .     .     .     .     ...  469 

Payia,  pV  .      .     .     .     ...     .     .  318 

Palenques,  y** 114 

Pamplona,  C 271 

Panay,  y 448 

Panamá,  C.      .     .     .  > 247 

Pauches,  y*" 265 

Panloja,^  y 173 

Panuco,  P'.  G 136—137 

Paraguana,  p^ .     .     ....     ,.    .  110 

Paraná.  .     .     ,     .     ........  496 

ParanaguazO.    .     .     /   .     ...     .     ,  426 

foro,  p'.  .....   .     .  ,.,     -     .    .•     .  239 

*vrilla,'y.  ...     ..    .    I.  ,^     •     .  333 

Parles  deja  Demarcación.      .....     .  .5 

Pasagé,  y^   .     .     ...     .     .     .,*   ...  7e 

fastla^  R. .     .  19« 

Paílo,C...    .........     .     ,     .  33^ 

Peossni,  y.    .........     ..  45f 

«Perito,  p\ •  H$ 

iPernaqibucOi  P.     ......     .  429 

í^lron¡la,.y.     .     .     .     .     .     .    ...    •  206 

Pbtlippinas,  yy ,    .  446 

jPíbilippinas,  G n.   ,  438 

Pialogo,  y •*    .  469 

Piche,   R 226 

Piró,  P 298 


Píxaos,  y*  . .  .    ...    ... 

P<>payan,  P*.  c.  Q. 

Porco,  M.    .     .     . 

Pórtele^  P^  • . 

Pórtele. ... 

Potossi,  V,  M.  .     . 

Primera   tierra  p*. 

ProviDcias.del  Eatrecho. 

Pueblo  Nuevo.  . 

Puerto  Bejo. .  . 

Pderto  Cerrado 

PMrtode  Aru)a..    .     . 

Pueto  áe  Bu^Daveolura. . 

Pu*lo  .de  Cicja.  ....     . 

Caerlo  de  ja  Craas. .... 

P«rto  de  Gallinaa 

Pcttrto  de  Hilo 

PmtIo  de  la  Navidad. . .  . 

Ptt»  to  de  Langostas.  . .  • 

PcMrto  jíú  la  Plata. .     .     . 

Puerto  deja  Plata 

Piwrlo  de  ]a  Traicioo. .     . 

Puarto  de  la  Trinidad.      . 

Paerto  de  Ea^reUa.     .     . 
.  Puerto  de  los  Reyes,  R. .  . 

Puerto  del  Priocipe.     .     ., 

Puerto  de  iosJMosqaitos.  .# 

Pc^to  de  Mexillctnes.  «     ; 

Pueriode  Nilcos.. 

Pu^to.de.Ossorno 

Pueírto.de  Palomas 

Puerto  de  Paita. 

Puerto  de  .Piaos.. 
.   Poerto  de  .Sancta, 

Puerto,  (le. San  tao/jrea. .  . 
]?«6rto.de  3aat  Hier^oiioo, 
Puerto  de  Sant  Julián.  .  '. 
Puerto  de  Sanctiago.  .     . 


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.  .  338 
3i9— 3210 
¿     .     385 

.     .  31& 

.     .  383 

.     .  458 

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.  ,  460 

.  418 

.  164 


.* 


560  BocmorroB  nÉnTo» 

Puerto  de  Sanctiago. .     459 

Puerto  de  Sardinas ^     .     •     .     108 

Puerto  de  Vera -*.     424 

Puerto  Hermoso •     .       45 

Puerto  Escondido. .       6S 

Puerto  Flechado .     108 

Puerto  Quema  Jo 861 

Puerto  Real.     .  48 

Puerto  Real .176 

Puerto  Perico .248 

Puerlo-Rico.      .     .     .     .     .     .     .     .72 

Puerto  Seguro 431 

Puerto  Viejo,  C.      .     .     .     .     .     314—316 

Puerto  de  Hernán  Gallego.     .     .     •     .413 

Puna,  y .....'    317 

Punta  Blanca. 388 

Punta  de  Chame .     .     .260 

Punta  de  Guerra.   .     .     ¿     .     .     .     .     260 

Punta  de  la  Aguja.  .     .     .     •     .     .     .     318 

Punta  de  la  Canoa.  .     .     .     .     .     287---294 

Punta  de  la  Galera.     .     .     .     .     •     .     411 

Punta  de  la  Nao .     295 

Punta  de  la  Possesion.      i     .     .     •     .     417 
Punta  de  Cañaveral.     .     .     .     .     .     .     124 

Punta  del  Gallo 117 

Punta  de  los  Icacos.  .•;...     294 

Punta  de  los  Mártires 123 

Pjnta  de  los  Manglares.  »-    •     •     .     •     339 

Punta  de  Pariña 318 

Punta  de  Sancta  Elena 419 

Punta  de  Sancta  Polonia 419 

Punta  de  Sant  Lorenzo 374 

Punta  Redonda 94 

Punta  Salida 460 

Punta  Seca.  ....••...     109 
Purificación,    P i     .     .     181 


DfeL  J&BCBITO  DI  IIIDIAS. 


66Í 


Quebrad»  Honda. 
Oitízatatlan»  R.  . 
Quilzav  V.     .     . 
Qiiío  Mayor.     . 
(JuM>  Moiior.  .  . 
Quintero,  p*.     . 
Qukd  Suf^ño,  bb. . 
Qiffta  Sueño,  b. 
Quilo,  P*.  C.  *  . 
Qtiinira,  P.  . 
QuifHíoliia,  p^.  . 
Qiirximea,  RR. . 
Qtiixo»  y  la  Canela 
Qiiaulofi,  i)^.     • 
Qüaque,  SS.     • 
Queilao,  p*.. 


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Ramads^  p*.     .•   .     .     ...  284 

Reatexo;  h' .     .    235— 23» 

Redonda,  y.     ...     ...     .     .90 

Reyes.  ...     .     .'.'.;     .     .'  .     4(5Í) 

Río  Ay» .     .     1^4 

Rio' Bamba»  P. '.'.'.     305 

Rio  Baxo. 226 

RioHe|)0. 260 

Rio  Chute.  . .     367 

Tomo  XV.  36 


4 

RioCoquira 260 

Rio  de  Balahama 226 

Rio  de  Buya 285 

Rio  de  CanamuQ     .  ,^JJ 431 

Rio  de  Canaaor. 419 

Rio  de  Cauca 293 

Aio de  Cedros ..  .  »     -^  3d9 

Rio  de  Chagra ,  í  .  '  2*a^?SJ 

il jo  de  Congos.  .    .     .     .     ..   „,    ,  .;^  %fjú 

Bio  de  Copra po / .  38S 

Rio  de  Culebras.  .. .    .     ...     .     .    .,  230 

JRio  de  San  Dionisio,    .     ...     ..  ,  -     ¿.285 

JRi<)  de.Dqs  Boca?. .*  170 

Rio  de  Francisca..  .     .     ....»•.  259 

Rto  de  Caira.     .     .     .....;.,    ./^  285 

filo  de  Janeiro '..   i.  431 

fik)  de  la  Hacha. ).k  11^ 

Rio  de  la  Balsa.     •     ..........    ..  26Ó 

Rio.  de  la  Matanza ,. 124 

Rio  de  la  Hoja..     .     j\.     ,,...,*  /*  337 

Rio  de  la  Piala,  P.  G,  .  .  .     .     .     .4     ,  ?& 

Rio  de  las  Amazonas ;     ,  118 

.  •  •  •  ■ 

Río  de  las  Palmas. . .    ...     .,.,...     12Q 

Rio  de  las  Quenlas.     .     .     .    '.     .     .     431 

Rio  del  Spiritu  Santo 198 

Rio  de  los  Gamos 127 

Rio  de  los  Yopes.  .  ,  ^t 135 

Rio  de  Luissa.  .:...•..       76 

RiodeMaiz 238 

Rio  de  Móntelo.     .......;    38? 

Rio  de  Mosquitos.     .     .     .     .     .  7/8 — 1  '44 

Rio  de  iNicardo *  .     . ,   339 

Rio  del  Nombre  de  Dios.  .     .     .     274—387 

Rio  de  Orellana.    .     .     .     .     .     .    ,..    U8 

Rio  de  Orinoco.     .     .     .     .     -1    .     •  .  117 

Rio  de  Palomino •283 

Riia  de  Parayso.     .     .     .     .     .     .  ,  .  ;  4r3J 

Rio  de  Paria.    ...     .     .     .     ...  1     Üí( 


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I^io^déPascaa.. 
Ji\qi  de  Pica 

Rtorde  Piras 

■  •  •     • 

jftip  de  Salioaa 

9io  de  Sánela  Clara.. 

Rio|  de  Saocta  Cruz. 

Ripi  de  Sapct  Agiistin 

Bio^de  Sani  Francisco 

Bio  de  Sant  Juan.  . 

Ritx  deSanl  Matheo 

Ria  de  Sant  Pedro  y  SanlPd^l(>«. 

Rio  de  Sánelo  Domingo.  . 

Bio  de  Sardinas.    •.•.-. 

Bioide  Sardínilld.  .  ,  .     «. 

Rio  de  Sebastian  de  Hévpra. 

BioideSolis.     ;     ^    ,.  .  ^  . 

RiQ.de  Valdivia»   ...  .  / .. 

RÍQdeUlúa.     ,     .     ,     ^ 

Bip  Gallego - 

^io  grande..     •     .     .     . 
Rio  y  Punta  de  Sant  iuanw 
Rio  y  Puerto  Tronado.     . 
}lia  y  Punta  de  la  Ss^. 
RioMarañon.    .... 

Rio  Poblado 

Rio  Tiraguari 

Rio  Ubay.    ....,.: 
Roca  de  los  Isleos  yf .  .  .« 
Rpoa  Partida  p*.     .     ... 
Roques,  yy..     .     .:    ,   \ 
Roncador,  bb.  . 


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Saspao. . 


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604  MCOÉKifrpé  'DRteTrot 

Snnrhfa,  y..     .     .     .     .     .     .     .     .'  454 

SHirliiii,  p*..     .     .     .     .     .  ' .  '\     .  W3í 

SalHrn8ucHy  V.  .     .     .  • .     .     .     .     .  169 

SaUatieír»,  P..     .     ....      .     .*  '49 

Samaiia,  y..     ....    *.'     i"   .•     .  84' 

Saiil  Af^iLstin,  P. í?2 

Sari  Aa^uMtn/p* 145 

Sanl  Andrés,  C.    .     .     .     .     .     .     .  413 

Sant  Bariholomé,  y.    .     .     ;     .     .     •  89 
ShüI  Beiiiabó,  y.  .     ...     .       47—471 

SarH  Xn^iMohal,  y.      .....     .  466 

Sant  Xri8plol)al,  y.     ......     .  90 

Sanl Xriíipiohal,  V.     .     .   ^.'    .     .     .  272 

Sanchsti'ban  del  Puerto,  y 137 

Sant  Francisco,  v..     ......     .  2á7 

Sant  Francisco  de  Ganripecbe,  V.  •  .     .169 

Sant  Francisco  de  la  Vicloría,  C.     .     .  359 

Sant  Francisco  del  Quito,  C.     .     .     .  304 

San!  Gvrnian  el  Viejo,  p*.     .     .   •  .     .79 

Sanl  lluTÓniíno,  p".    .'..-.•.     .  464 

Sai:tGil  de  Bueoavisla,  F..  .    '.     .     .  22 

Sant  Jorge,  y.     ....:..    .  463 

Sanl  Jorj;e  de  Olancbo,  V.    .     .     .     .  223 

Sanl  Juan,  y 440 

Sanl  Juan,  y 465 

Sanl  Juan,  y 470 

S«ini  Juan  de  la  Frontera,  C     .     .     .  460 

Sant  Juan  de  la  Magnana.  P..     .  '  .     .  '   42 

Sanl  Juan  del  Oro,  V..     .     .     •     .     .  365 

Sant  Junn  de  los  Llanos,  G.  .  *   .     ;     ,  278 

Sañl  Jubn  de  Pasto,  G.     .     .     •.     .     .  336 

Sant  Juan  de  Puerto  de  Gaballos,  v.     .  221 

Sanl  Juan  de  Puerto  Rico,  G.     .     .     .  72 

Sanl  Juan  de  Truxillo,  P 333 

Sant  Juan  de  Ulúa,  p*.     .     .     .     .     :  1 46 

Sant  Luis  de  Tampico,  V 139 

Sant  Marcos,  y.     .-....;     .  46i 

BanlM^rtki,  y •  .-  89 


;.•'/ 


^ift  Matheo,  p* 

S»^  Miguel,  V.    .     .     ,#,  ^,     193 
Sii»t  MiK^i  de  lá  Ribera.     .... 

giffit  Miguel  de  Tocumány  b.     .. 

Sat|t  Millan«  y«.     «     .     .     .     ,. 

Ssift  Nicolás,  y.     . 

SaQCto  Domingo»  C. 

$9fil  Ilderofiso»  V..     .     •     •    .• 

¿unció  Thóinás»  y.     ••■,..• 

Sanl  PaMo»  y.  .     .     .     .\  .\   , 

Saol  Pa<lro,  P. .     .    ..... 

SaiH  Pbilippe,  Vi  .  .  •  • .  • 
Stnt^  ttoinan,  C.  .  .  •  •  'i 
Smí  Salvador»  C.  .  /.  .  .  • 
SW  Salvador,  y.  .  "  .     .     .     . 

S^iU  Salvador,  P 

$>éÍ!L  Salvador,    V.r    • 

Saai  Sebastian,  P. .     ^ 

$aAl  Sebastian,  P. .     . 

Sani  SebaHlian  dé  Buenavísta.  .  •     %9rl 

Si^nt  Sebastian  dé  la  pi<il&f  Q» 

Saf^  S¿l)a8iiaQ  del  Oro, .(}. .  • . 

SaiH  Testacio,  y.  ;,  .,.  .^i,  •  . 

Sanciiago,  C.    .,^,.,...y     •. .  .- 

^OTCíjj>fO,.t:..  .     .     .     .  ;  . 

S^nclia^o'de  Arma,  V.  '  .     . 
SaiicliH);o  de  Guaya^fuil,  C  . '   .     313 
Saociingo  de  las  MQniana3,*  C. 
Si^BÍcliaj^o  de  Gijatbemalá,  C.. 
S^liagp  dp.Xeon,  P.     .     . 
$«|r|ctia^o  del  Bstero,  C«.,. 


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^ai^tiaKO  de  los  Cab'aUeiV>s 
Sifficliago  de  los  Valles,  C. 
$i|fictiaKO  de  los  Valles,  P. 
§^clÍHgo  de  Nexapá,  P. . 
Sancttago  'Je  Zobi..  •  . 
áanjcti  Kspiriius,  P.  .  . 
I^ti  Esplrilús,  V.  P.     . 


,  P.  . 


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906  i)Oc¿toiíiNtos  lOkrhií 

Sant Vicente,  P.  .  .  •  .  .  "J  ^  ^*3I 
Sáat  Vicenle  de  los  Paez,  P. .  '.:'-.  ^9S 
Sancta  V.,  p^  .•  .•".  "j'  C"':  ''SSafi-lSTS 
Saticla  Ana,  y..  '.  -.-  .  ".  /  .'  ^  '^e 
SatTcia  Ana,  y..  •  .  .  .  .  :  '  . ,  W6 
Sánela  Ana  de  Amerma;  V;  .  '\  '\  y  iSí7 
Sánela  Bárbara,  y.  •  •  .  '.  '  .  "!  .',  413 
Sánela  Clara,  p*.-  .  .  .  ;;.,.'  3!7 
Saijela  Caihalma,  y.  .  •  .  '.  .  .  * .'  50 
Sánela  Cathalina,  y.  .'  .•  .*  ;'  .*  .  413 
Sánela  Calhalrna,  y.  .  .  .,,  V  '23144-425 
Sánela  Cathalina.-  .  .  .  •  .  •  .»  .  ;  466' 
Sarlela  Craz,  P>.  .  .  •.  ...  ;  49^  y  87 
éanela  Crnz  de  Mopox,  V.  :  '  .  '  .  .  2Í90 
Sánela  Elena,  p\  .  *  .  '.  :  .  .  ,/  317 
Sancta  Fée,  C. .  •.  .  .  /  .  .  ;.\  455 
Sánela  Fée  de  Anlíoqufa,  V/,  .  .  /  *«3 
Sánela  Fée  de  Bogotá,  C.    \     .'  .     264 

Sánela  Isabel,  y.    . .   .  •  .     .     '.'.'..'   463 

¡adeiaPíi.P;'",.''".  ■':'".'■  '  4Í 

íade  los  Kagos.  '.:'':     .,  179 

ía  de  Talayera,  G.     .   '.     r  9^ 

¡a  y  Sanólo  Marthla;  y^ .    ".     840 

Sancta  Mariba,  p'  G;  .     .     .  •  2t9;'28Ú,  21 

¡aóna,  y.    ..•.'..'..':'    49 

lardina,  y..     ...     .     .    V    ',     ..  '295 

laíüchi;  y.  .     .   ' ;  ' .     •     .     ^    ..  *  .     484 
lebaco,  y.  .    .     .'    *.   [',     i     ^    ..    *.   '  ffiO 

!e¿ov¡a,  C.  .  •  •.  .'  ;  IOS— C— 233 
egurade  la  S¡erra/p\! :  .  .  *J  *  .'  '144 
,a  Serena,  C.  ;     : '■  .    '.     .*     .    :r'y9l9Í 

$éfrana,  y. .  .  '  .*  V  •  •  •  • '  "^^  ^^ 
$e^^anl^la,  y. '  .  .  .  .  í  "';  '!  -.'  70 
Sevilla,  P.-.  •.  •.     J   :  ::    '      ."V'    64 


Sánela  Má 
Cartela  Mar 
Sánela  Mar 
Sancta  Mar 
Sánela  Mar 


Siaochb,  P..  •  .     .     .  •  .    •,     .  ;. '  ,'    452 

sibL,y.  .  •.  .  •. '. ;;  -:\  v';^;454 

Sierra  de  Ronda.  .     •     í    (     .     :     í     285 


á^rra  do  los  Loquílios.    .     .     .    ú.    .       7l 

éiefra  Nevada..     .     .     .  .     •.  *    .- '  284 

fti^fra  deSaat  Blas.-  •     .  •  .     .  '! .  -.     459 
Sfeira^deSaDl  Marlhio^  .     ...:.*.    ISi 

$ó(*onuscOi  P.  E.  .     .,•  •   ^     ':    *.     •.     8íí 
Sombrero,  y.  •  .     .     /s*.    -i    'i     .       8^ 
Sérmbrerele,  M.  *  .     .     .     .     .      -^   ;     rSÍ 

^(Honiayor,  P*  .     .     .     .  •  .     .     .-^  .•     '7á 

IBá 

133 

.     .     7  ^.'    454 


Spírilu  Saolo,  V, 
Sctdhimilco,  P*. 
SaY^chii  p^  •     . 


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Tabago,'  y.  .     • 
rabasceP*.  6.  P. 
Tamma,  p^,      .  . 
Ttftichaque,  p^.  . 
f  amriantiéque,  P« 
Tátebopalta,  ft..  . 
Taéftiagua,.  U.  . 
Tíudayál,  y.     .  . 
Taugora,  p*.     .  . 
taf<ápaca,  p*..  .  . 
T«9teuco,  p*.     . 
TéguarUepec,  p^. 
Tenerife,  P.  .  . 
TémistUaD,  C.  . 
Tepeaca,  p*.     ; 
Tequesta,  p*..  . 
Tercera,  y. .     . 
Terranova,  p*. . 
Terrenate,  y.     • 


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f  escala,  c ,,.142 

Texcallan,  P .../.*..     lií 

Ticlory,  y •     •     t     .  •.*     434 

Tierra  del  Brasil,  P •     4¿S 

Tierra  de  loa  jBiuiiioaj  p*.  ........  •     419 

Tin.ana,  C .     •.'•.•     •  *  330 

Tiinor,  y..  .     .....     .     ../..#     435 

Titiiaca,  y  b.    .     ....     ....     .    -.     38ft 

Tumchun,  p** ...  . :.     453 

.   Toama,  V.  .     .     .......     ......     363 

Tocuyo,  c *  .     106 

Todos  Santos,  y 91 

Tollen,  R 411 

Tonocalma,  p* 409 

Tortuga,  y.      .     .     /:  .     .     48—98—296 

Torlugas,  yy 128 

Ttoxcala,  P.     .     . 135 

Traponana,  y .     .     436 

Tres  Marías,  yy ,/  >  .•;465 

Triangulo,  y..    ..    ..    ..    .  .'»  ...  .  84  y. 173 

Trinidad,  c -i    w.  .S^S 

Trinidad,  y i  .v.    *■  '    .93 

Trinidad,  V n  ..   JlQ8^r«03 

Trinidad,  V ¿.  .-•    •.'    Si3t 

Triünpho  de  la  Cruz,  p*..  •     .  .  .  í.  .,».i'*    Si¿8 

Truxillo,  C lOT-^aai 

Trííxiilo,  C.     .     ..........•►:«.     371 

Traxillo,  C ••■  •     354 

Tucuman,.P.  E /^  //  •3S9 

Tiiid)ez,  R. i'. .  •. ;  í-     317 

THtJsa,  P* .  .1     V     a70 

Tuíepec,  P\  .  . ,?  ,í-  ■•    ¡áW 

*  .  .  .  .  .  .    .      i  I       .   '  .      I'  I 

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Uracanes. 13 

Uiila.  y.     .     .     .    ,/ 227 


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Yaiuit.   •     ..... 
Valverde,  V.    .     . 
y^Uid»  G.    .     .     • 
V9Hid,y.    .     .     . 
Valle  dle  S^nt.Pablo. 
Valle  de  Sancta  tuci«!« 
Valparaíso,  p*.. 
ValparaiaQ,  p"". . 
Vega.  Y.     .     . 
Teiezy  V.    «     « 
Venezuela».  P  G. 
Veota  de  Cruces. 
Vera-Cruz,  C.  . 
Veragua,  V\  G. 
Vera  Paz,  P.*  G. 
Vera  Paz.    .     . 
Verraeja,  y.     .     .     .y 
Vizcaya,  P. .     . 
Vicloria.      1     . 
ViltodeCbus^.P.. 
Vitla  dQ  Muría,  .  . 
Villa  del  Principe/ 


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,  .  289 

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5^ 


570  «óijütf tiMá  MiorroH 

Villa  del  Spíritu  Sánelo .  153 

Villanueva  de  Jaqiiíuio. 43 

Villa  nueva  de  los  lüfantcs 402 

Villarrica,  C ,  ^ 404 

Vírpenes,  yy.  •     .     .   ' 88 

Vichila,  y 108 


X. 


Xaula n^ 19 

Xacua,  R ^ 78 

Xacua,  R 2á6 

Xalisco,  P* 180 

Xamayca,  y.  G.  •  .  •  .     .     .     .  •  .     .  '  63 

Xiínon,  P.  y.     .     ••....'.•  V  455 

Xara[)i/6s,  L.     .     .     .•.•...'.  4á7 

Xaf*(liiies,  yy.-  .     .     .•.-.•.     .  •  '.  46^ 

XardindeHÍey,  bb,  •  .  •  .*   .•    ^.'  '.     ¿  6l 

Xardines  de  la  Reyna,  hb:  •  v  '..     ."  ^  69 

Xérez.  C.    .     .     .     ...     •.     •     .'  1»4 

Xére7.,C.     .     .     .     ...     .  ;  l«4-^205 

XM^alango,  L.  .    •.     .     ,     .•.♦.•;  17^ 

Xactila|>a,  R.   -.     .     .-.•.•.     :  207 

Xiloiepec,  PV   .....     ..".''.'.  193 

XhjiíipMes.  .     .  •.     .  •.     .   ':    '.    "I.  178 

Xuiiiio,  y.  ..•.•.-..•  .     .     .  84 

Xuries,  y*.  .  .  .     .     .     .     .     ;     /    .  393 


Y, 


Ybiqne,  C..     .  • .  •  • 
Ytibiiesa,  p*.  '  .     . 
Yaguana,  v— 37  p^  •  . 


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Tafepa. .     •     .     ;     •*  -^i   ^  ^ASt 

Yaijuíao,  P.     .     ...  .  .   "¿     .'    í    ^  iS 

Y¿re,  R g  '389*^81 

Y^nquízaD.  ......     /*   v  ;.    ^.'^  n»  ''«184 

Yca,  V. •  j '  /  lí.'"   *     96% 

Tjl^ualsongo,  F.  G.     <    'j   i.-    844 

T^)ueyi  P •     .     .    ..'    *  '•'-      Sñ 

t«>obi,  y 1.*  't  '  171 

¥fi>f)erial,  V.    .     • »i  .'.1   U' '  38Í 

YiiHgua,  y 85 

Ymíehe,  M 189 

Ymiias 1 

Yiidias  del  Mediodía.  .^ 245 

Ymlias  del  Norte.  .     .^ 27 

Yiidias  del  Poniente.  ......     432 

Yndids  del  Occeano 6 

Ynfle^d,  yy.    .     .     .     ...     ...     46í 

jsHiiay  y,       .       •       «       *       .       .       •>/•      •  ^ 

Yásibela,  C,  4ipV.    .     .     ...  '  *9— 41 

Tácal,  V'.    .     .     .     .     .     .     •  '--:'''    170 

tacause,  P .•.;!;'  H99 

Ysto  rfé  Airadfes.  ....•.•;'':    4'6i 

tsl'a  de  Anea    .     .     .  •  .  •  .     .  ;,.■  •  i  ."lOd 

Tela  il0  Bueoaviata.     .     ...'.'   '46$ 

^Tslade  Buenas  aeoates    ....  -;^'' 44(> 

Y*la  de  Floresr. .     .     .     ..••.''.     l'íl$ 

Vála  de  Gorgona.  .     .....■!    '33$ 

Ifála  del  Gallo.  .     ...     .  •  .     .-;. '  á3$ 

Ysla  de  Lotoj. .    ...     ...    '.  1  3!é 

Yáia  de  Martin. 471 

Ysla  de  Palmas 470 

Yola  de  Pinos 259 

Ysla  de  Pinos 60 

Yi«la  de  Plata 316 

YhÚ  de  Sant  Pablo. 471 

Ysla  de  Sant  Pedro 471—21 

•  Yslas  de  las  Miras 25S 

Yslas  de  los  Lobos  marinos 373 


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Yslas  de  los  Paloa.  .  •  . «  ....    419 

Yslas  de  Mugares •     •     «17% 

Y8lag  de  Palmas 339 

Y^  tos  de  Salomón,  G. .     .     ...     .-  •     i6% 

Yálas  de  Sotavento •       39 

Yiileos  Blancos.  .  .     •     .    :*.!/.    ^      89 
Yucayonec,  y.    .  .  - .     .....     .'   .      «89 

Yutanaca,  pV  . /  .  j  .  61 

Yucatán,  P*.  G.. /.    ...    16$ 


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¿í¿atura,P..  ."..*.•.*•  'Í5é— 163 
Z^cBtf^as,  M;  ."•'•*.'.■  ./  .•  .  183 
Zalaugame,.   \     •     .'..'.     •   '..     i34 

Ziwba.]/;  .......•;;  ;29' 

Z^ipora,  C.  '  •     .     .     ♦..•,,.,•!   301 
?af|a,  V.  .  .     .     .     .     .     '.     •     ,,  ^  ,.    35$ 

Z^vjabaco,  B.  *..*..     ......     237 

Zarfla,  C.     .     .     .'...(  \^     •   , ..   .     307 

2pi)a,  R.     •     .     .    .     .     ..•..•.  ?l9r 

lecheo,  y. .     .     .     .     .     .   „,     •     , «     7! 

Zfjbu,  y^.    .     .     .     ,     .     ..,;,.,.     443 

Zvj»pe!. .^    ..    ,,  .39i^ 

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ARCHIVO  GENERAL 
INDIAS. 


DON  FRANCISCO  DE  PAULA  JUÁREZ  Y  ROSALES, 
ARCHIVERO  GENERAL  DEL  DE  INDIAS  EN  ESTA 
CIUDAD  DE  SEVILLA,  ETC. 

Certifico:  Que  todos  los  documentos  con* 
tenidos  en  este  volumen,  procedentes  de  di- 
cho Archivo,  se  encuentran  compulsados  y 
conformes  con  sus  originales  respectivos  que 
en  el  mismo  Archivo  se  custodian.  Y  para 
que  asi  conste,  en  cumplimiento  de  lo  or- 
denado por  superior  disposición,  ftcha  nue- 
ve de  Febrero  del  corriente  año,  expido  el 
presente,  sellado  con  él  del  citado  estableci- 
miento, en  Sevilla  á  treinta  de  Enero  de  md 
ochocientos  setenta  y  tres. --f Esta  firmado  y 
sellado  J— Francisco  de  Paula  Juárez  y  Ro* 
sales. 


(L«g»r  del  mUo.) 


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ÍNDICE 

DE  U0S  DOCUMENTOS  CONTHNIDOS  EN  ESTETOMÍh' 


Páginas. 


Repartimiento  de  la  ciudad  de  Gracias  á  Dios  y  su  fun- 
daciun,  por  Pedro  de  Alvarado.  [Kño  de  1536).    •     .    . 

Repartimiento  de  la  Villa  de  San  Pedro  de  Puerto  de 
Caballos  j  su  fundación,  por  Pedro  de  Alvarado.  (Año 
de  1536) 

Ezpedieute  seguido  ea  la  Casa  de  Contratación  de  Se- 

.  TÜla,  á  petición  de  Diego  de  Artieda  Cheriao,  sobre 
que  se  le  diese  licencia  para  enviar  doscientos  hom- 
bres casados  j  solteros  á  la  población  y  pacificación 
de  Cbbtarica,  según  tenia  capitulado  con  S.  M.  (Sevi- 
lla 24  do  Julio  de  1514):     .     .•■♦.    .■    .'  .■   .'.     .    .     . 

Asiento  y  capitulaciones  que  el  Vírey  de  la  Nueva  Espa- 
ña, Marqués  de  ViUamanrique,  hizo  con  Joan  Bautis- 
ta de  Lomas  Colmenares,  sobre  el  descubrimiento  y 
población  de  las  provincias  del  Nuevo  México,  á  15  de 
Febrero  de  15^. .    ; •     •    • 

Testimonio  dado  en  México  sobre  el  descubrimiento  de 
doscientas  leguas  adelante,  en  las  minas  de  Santa 
Barbóla,  Gobernación  de  Diego  de  Ibarra;  cuyo  descu- 
brimíeuto  se  hizo  en  virtud  de  cierta  licencia  que  pi- 
dió Fr.  Agustin  Rodríguez  y  otros  religiosos  Francis- 
cos. Acoiupañaii  relaciones  de  este  descubrimiento  y 
otros  documeutos.  ^Años  de  1582  y  1583).   ..... 

Expediente  sobre  el  ofrecimiento  que  hace  Francisco 
Díaz  de  Vargav  de  ir  al  Nuevo  México,  y  refiere  la 
hitítoria  de  este  dcbcubrimiento,  con  documentos  que 
acompañan.  (Año  de  1584) 


-20 


30 


54 


80 


151 


576  DociniiNTOs  iníditos 

Memoria  del  deflcobrimiento  que  Gasfmr  Castaño  de 
Losa,  hizo  en  el  NueTo  Iféxfeo,  siendo  Teniente  de  Go- 
bernador y  Capitán  general  del  Nuoto  Beino  de  Leoh. 
(27  de  Julio  de  1590) 191 

Relacioo  y  li«ta  de  la  gente  qne  el  Gobernador  Qiego  de 
ArtiedH,  ile?a  i  la  coi|<jQi4tir  4tf  .  Costarica.  (Afio 
de  »575) ■..'..; 2(J1 

Prol*e^o  dui  Marqoós  del  Valle  y  Najlo  de  Ouzman  y  'los  « 
A  leUutH<iod  Sjto  y  Alvarado,  sobre  el  descubrí n^ien- 

^/  to  de  la  Tierra  Nueva.  (Año  de  l/il) 900 

^  Demarcación  y  divisioa  de  las  Indias.  (Códice  J.  15.).    .         409 


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FIN  DBI4  TOMO  DáiCIMO  QUINTO. 


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