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Full text of "Comedias de Don Pedro Calderon de la Barca. Coleccion mas completa que todas las anteriores, hecha é ilustrada por Don Juan Eugenio Hartzenbusch .."

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AUTORES  ESPAÑOLES. 


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BIBLIOTECA 


AUTORES  ESPAÑOLES. 


DESDE  LA  FORMACIÓN  DEL  LENGUAJE  HASTA  NUESTROS  DÍAS. 


COMEDIAS  ^*  oj 


DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 

Colmon  mas  uispltla  ^e  lod»  Iss  aDlehoits 

HECBA    É    ILUSTRADA 

POR  RON  JUAN  EUGENIO  HARTZENBUSCH. 


TOMO  SEGUNDO. 


MADRID. 

.  RIVADENBVIU-1MPRES01\  — EDITOR. 


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EL  ACASO  Y  EL  ERROR. 


FISRERTO.  00(011. 
CAItlO.  criado. 
<:áHLOS,  galán. 
UÜfihbO.  criado. 
CLOTALDO,  dujuí  de  Uidena. 
rLOR,  dama. 


PERSONAS. 

SILVIA,  criada. 
DUNA,  dama. 
LAURA, msdd. 
(¡ILECTA,  tillana. 
i:\.  fíVWE  DE  HANTUA. 
PEUOíE,  viUano. 


CELIO,  vitlano. 
FABIO,  vejete. 
UiJAHniNERO. 
Un  ALCAIDE.   . 

r.MAIKIS. 

Gektb. 


M  en  MAdena,  en  Mantua  y  otmpuaM. 


JORNADA  PRIMERA. 

NídCDi.—  Parqot  dd  pílldo  del  DDqse. 

ESCENA  PRIMERA. 

FISDERTO  T  FAFtIO,  de  camÍM. 


En  tanto  qae  los  cali.illos 
Descansan ,  vrr  solicito 
Esl«  narqui^  del  Alcizar 
De  Hotlfiiu,  porque  be  oído 
Que  de  tixla  llaliu  es 
£l  mas  deleitoso  sitio. 

FABIO. 

Si  te  conocen,  señor, 

ÍNo  echas  de  ver  el  peligro 
qoe  tepooes? 


¿Por  qué? 

Porque  son  tau  enemigos 
Modera  j  Mantua  ,que  no 
Dudo  que  habiéodose  dícbo 
Ya  que  en  Mantua  casas ,  seta 
S06|iecboso  eu  sus  diuritos. 

nSBERTO. 

Ese  es  engaño,  por  qué 
Hl  padre,  de  amboi  atniso. 
Antes  fué  quien  sospendiú 
Los  amenainilos  bríos 
De  EOS  pifados  encuentros , 
Cuando  <le  Clntaldo  el  hijo 
FuA  prisionero  de  Mantua  : 
Fuera  de  que  es  desatino 
Temer  sepan  quién  boj,  cuando 
Paso  tan  desconocido, 
A  causa  de  ver  amante 


i&itraDiisaon  lus  caprichos  1 
¿Pues  no  bastó,  sin  querer 
Hal>er  EU  relr.-ilo  visto 
Ir  á  verla  i  ella ,  sino 
Arriesgar  en  el  camino 
La  autoridad,  por  lómenos, 
De  ser  de  Uguien  conocido! 

FrSBERTO. 


Si  quisiera  jo  pott, 
En  razón  mis  desvarios, 
Dijera  primero  qoe 


No  puede  el  mas  parecido 
Retíalo  copiur  el  alm» : 

Y  mas  halH^ndose  visto. 
Feo  el  liueúo,  rstar  hermoso 
El  retrato,  porque  al  viso 
Del  aire  sabe  esmerarse 
Lisonjero  el  anillcio. 

Esto,  cnanto  al  primer  jerro 
De  lio  haber,  F»hío,  querido 
VcrdeUianaelrelrjlo; 
Cuanta  al  secundo,  lo  mismo 
Pudiera  decir;  pues  quiero 
Ver  el  alma ,  ler  el  brio. 
El  agrado  de  la  voi 

V  del  ingenio  el  aviso. 
Engáñeme  yo,  y  no  otro; 
Pues  hasta  boy  niidie  ba  habido 
Que  desafie  al  pintor 
Porque  Ycrdad  no  le  dijo. 

Que  responder,  no  faltara; 
Mas  ;a  que  qderas,  movido 
De  curiosidad,  ver  algo 
Desiejardin,  allí  miro 


UnJARDIMERO.— Dicuos. 


íQué 

Un  forastero 
Os  ruega  (qoe  acaso  vino 
Por  aijui]  le  bagáis  favor 
De  guiarle  en  lus  laberintos 
Desu  bella  esfera,  donde 
Vea  de  sus  artificios 
La  fibrica. 


l^nseñaros  lodo  ^  sitio; 
Pero  á  esta  suele  bajar 
Flor,  y  no  me  determino 
A  que  paséis  adelante. 


Si  para  hacer  lo  que  os  piílo 
¡Csbuea  tercero  un  diamante. 
El  por  mi  os  lo  ruega. 


JÁBDinERO. 

Digo 
Qne  persuadís  de  manera, 

Sue  es  lísiima  no  serviros, 
enid  por  aquesta  parte; 
Pero  ba  de  ser  advertido 
Que  habéis  de  volveros  luego. 

FTSBEBTO. 

¡Qué  suniQoso  edificio! 
¡ÍJué  bien  MI  estas  estatuas 
Desmiente  el  cincel  lo  vivo, 
V  qué  bien  ftieates  y  flores 
Campean  i  opuestos  gir«s. 
Colores  siendo  y  cristales. 
En  primores  competidos. 
Matiz  perenne  unos ,  y  otros 
Penachos  de  nie«e  y  vidrio! 

Pero  ;qoé  música  es  esta? 

íTrisle  de  mi,  que  ha  salido 
Flor  al  jardín ,  y  i  esta  parte 
Se  acerca  para  Impedirnos 
Lasalidal 

risuRTo. 
íQuébedebacerf 


S  llega  á  veros,  perdido 
Soy;  y  asi  entre  aquestas  morí 
Que  os  escondáis  os  suplico. 
Mientras  que  pasa. 


Tamliiea  me  embarazo  al  verla. 


Y  yo  de  aqol  me  retiro, 
lÁp.  Porque  ya  queje  vean,  no 
Sepan  que  jo  le  he  Irstdo.) 
(Vat«el  Jardinrr0,|>(«  eteonienFit' 
berlo  ¡/ rabio.) 


Desde  aqiii  podéis  cantar, 
Va  que  amor  al  uso  quiso 
Tratarme  i  mi  como  á  todu. 
Pues  entrando  en  el  estila 
De  común  belleía,  vengo 
A  galantear  i  mi  primo 
Coa  nüsius  y  floeías. 

D,B,l,z9dbyGOOglC 


No  tu  aliivci  i  pariltlo 
Tan  bajo  se  dé;  que  no 
Hay  (tut'ln  doiulc  hay  cariúo. 
Si  la  priuiu  es  ya,  geoora. 
Tu  esposo;  si  de  laii  digno 
Empleo  la  dilación 
La  dispensación  lia  sido ; 
SI  euire  otros  accidentes 
Con  que  la  suerte  previno 
Vengarse  de  tanta  Jicba 
Como  hacerle  lu  marido, 
Es  el  mayor  una  prave 
Melancolía,  ^qué  indigno 
Asunto  es  de  lu  decoro 
Este  agasajo  festivo 
A  titulo  de  remedio? 

BieD  boy,  Silija,  bularas  dicho, 

Si  Be  quedaran  aquí 

Tu  discurso  y  mi  martirio; 

Pero  g<  tan  adelante 

Pasa  el  dulof  con  que  vivo, 

Sue  cuando  tíi  me  adivinas 
I  lia,  aun  no  es  el  principio, 
^Qué  qoieves  que  diga? 

Yo, 
Como  no  sé  lo  escoodido 
De  la  peclio,  babki  no  mas 
Eli  disculpar  el  motivo 
De£ttj  amoroso  festejo. 

Si  sabes  ( Ap.  ¡  Qué  mal  resisto 
His  penas!)  que  siendo  bija 
Yo  del  duque  LudoTioo 
De  Müdena ,  ñor  su  muerte 
Quedé  en  poder  de  mi  lio 
■^totaldo;  que  él,  alegando 
Que  hembras  no  heredaban ,  quiso 
Lnirarse  en  ia  poaesiou; 
Que  el  Coaseio  á  resistirlo 
Sailú,  y  queuurandoelpleito. 
Viendo  el  de  Mantua  diviso 
El  pueblo,  ínieuló  lograr 
'  TanlDS  rencores  antiguos 
Como  ha  entre  estos  dos  estados 
La  vecindad  mantenido 
Por  tantos  años ;  si  sabes 
DuecoDCurrieudo  al  peligro 
Mas  cercano  la  asistencia 
l)e  las  armas,  tuvo  el  jDÍcJo 
Suspenso,  en  cuyo  intermedio 
El  Estado  se  convino 
En  que  ( para  que  ni«jor 
Pudiese  acudir  unido 
A  las  ofensas  de  Mantua) 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  ! 
•  Ambos  nos  criamos  juntos,  • 
Y  si  el  romance  prosigo, 
I  Amor  en  nnestras  niñeces 
Con  dos  arpones  distintos 
Hirió  nnesiros  corazones. 
Haciendo  el  oro  en  el  mió 
Su  eütcto,  como  en  el  su;ro 
El  plomo  >,  con  que  ijiies  tído 
A  declarar  el  contrato 
Mi  Queita  j  sus  desvíos; 
iQué  dudas  mis  sentlmleniosf 
Pues  cuando  en  Cirios  esiimo 
Has  la  conveniencia  que 
Estimara  mi  slbedrlo 
La  sentencia  en  mi  favor. 
Modas  sus  penas  me  han  dicho 

Sonando  Siempre  cooUtinos 


Cirios,  mi  primo;  si  sal)es 
Que  él,  generoso  y  altivo, 
gie  empeñó  desde  este  di  a 
Tanto,  que  arriesgado  vino 
De  Mantua  i  ser  prisionero. 
Cayo  acaso  fué  moüvo 
Para  qne  los  poteutados 
Buscasen  nuevos  arbitrios 
Hasta  darle  libertad , 
Dejándonos  Indecisos, 
Amigos  en  la  apariencia , 
Si  no  en  la  verdad  amigos; 

Y  si  finalmente  ¡ay  Silvia! 

'  Sabes  que  de  amlws  partidos 
Fulla  mas  interesada. 
Creyendo  que  sos  de^gniot 
His  esperaioaa  librasen . 
Cattodome  con  mi  primo 
Con  quien  ya  estoy  concertada, 

Y  un  al  contrario  ha  sido, 
Que  fué  lograrse  mis  quejas. 
Pues  como  alli  tu  poeta  dyo  : 


A  la  voz  de  m 
Los  ecos  di 


Ya  Imagino 
Cnanto  me  puedas  decir, 
Y  cualquier  consuelo  es  tibio. — 
Cantad,  cantad,  que  ningnno 
He  de  hallar,  porliaber  visto 
Que  quien  mas  quiere  escucharlos 
Es  quien  menos  quiere  oírlos. 
TkBto.{Ap.  d  ni  ama.) 
HennoU  es  Flor. 


Y  no  tanto 
Por  serlo  lo  ba  parecido. 
Cuanto  por  estar  quejosa. 


Como  es  el  mas  limpio 
Afeite  en  lo  lindo,  verse 
DescooQado  lo  lindo. 

Hilsicos.  (Caníon.) 
¥o  quiero  bien, 
MoM  ne  he  de  decir  á  juién. 


CARLOS.  —  Dichos. 

CARLOS  T  FLOB.  (ilp.  OmllM.) 

f  ;Yo  quiero  bien; 
Mas  no  be  de  decir  i  quién!  > 
PLO».  {Ap.) 

Bien  se  ve  que  no  por  mi 
Aquesta  letra  se  hizo... 

CÜRLOS.  {Ap.) 

Por  mi  esta  letra  sin  duda 

Se  escribía... 

Fwn.  (Ap.) 
Pues  su  sentido 

Dice  qne  no  ba  de  decir 

Lo  que  quiere 

CÍ*LOS.  {Ap.) 

Poes  su  alivio 
Es  decir  que  ha  de  callar 
Lo  que  ama... 

FLoa.(4p.) 
Con  que  es  preciso... 
ClHLOS.  { Ap.) 

Con  qne  es  forzoM... 

FLOl.  {Ap.) 

No  sea 
Yo,  pties  yo  mi  pffia  digo. 


.  BARCA. 

CjÍklos.  {Ap.) 
S«r  yo,  pnes  yo  mi  mal  callo... 
fto«.  {Ap.) 

Y  asi  por  mi  do  habrá  escrito... 

círlos.  {Ap.) 

Y  asi  por  mi  escrito  habrá..'. 

LOS  nos.  {Ap.) 
La  letra,  el  qne  en  ella  dijo... 
los  dos  t  los  ndsicos. 
Yo  quiero  Um, 

Y  noheie  decir  á  quién. 

{Aeireate  Cártoi  d  Fltr.t 

CiHLOS. 

Parece  que  trasladando 
Estaba  et  concepto  mío 
El  que  escribió  aquella  letra. 

FLOB. 

Parece  que  adrede  qniso. 

Quien  tono  y  letra  escribió, 
Satirizar  mis  delirios.— 
Callad:no,noprosigais.(Aíú*iiiií«ieíii.) 

iPor  qué,  Flor,  si  tan  rendido 
Su  concepto  es,  no  te  agrada! 

No  sé;  pero  á  mis  oídos 
Disuena  que  hava  quien  calle 
Tanto. 

clnLos. 
La  primera  has  sido 
A  quien  disuena  el  silencio. 

Silencio  siempre  remiso. 
De  poco  mérito  es, 
O  de  poco  amor,  indicio. 

cAklos. 
El  miedo  reverencial 
N!  de  uno  ni  de  otro  es  btjo. 
Sino  solo  del  respeto. 

Sin  tocar  en  atrevido. 
Puede  nn  amor  ser  osado. 


Qnien  pudo  acabar  consigo 
Callar  tan  del  todo,  que 
Solo  se  lo  supo  él  mismo. 
Diga  que  tiene  otra  cosa. 
No  amor. 

Sugetos  altivos. 
Basta  amarlos. 

Basta  amarlos, 
Pero  no  sobra  servirios. 

Servirlos  es  no  otenderios. 


Eso  ea  amar  i  lo  antiguo. 
Entonces  se  amó. 


dbvGoogle 


Y  ahora; 
Que  del  decoro  el  peligra 
No  esü  eo  decirlo. 

cArlos. 

jEnqaé  esli1 

FLOR. 

Bd  el  moflo  de  decirlo. — 

De  tono  j  leira  mudad.  {Á  Utmúiicei.) 

Vo  iba  i  mandarles  lo  mismo. 

¡AjseDtimiento! 

CÍRLt».  (jlp.) 

¡Aj  amor! 

FLOII.  (Ap.) 

i  Qué  mal  safra  I 

CilLOS.  (Ap. ) 

iQuémal  Unjo! 
rANO.  {Ap.dFitberto.) 
Paladeas  discreciones  : 
Poco  fruía  j  mucho  ruido. 


■DSJCos.  {Cantan.) 
Mero,  n  no  *aben  que  quiere  : 
Yt tolete  queme  muero. 

Urlos. 
Callad,  callad. 

Pues  (por  qué? 

Porque  es  maj  necio  el  estilo 
De  quien  se  da  por  d idioso. 

Has  lo  es  el  de  quien  lo  ha  Sido, 

Y  so  da  por  desdi cbado. 

Una  cosa  ea  el  sentirlo, 

Y  el  jiublicarlo  otra  cosa. 

Pohlicar  desvanecido 

Uno  del  favor  el  duerio , 
Ya  fuera  en  amor  delito; 
Has  festejar  el  favor 
Es  gala. 

El  que  el  favor  djio, 
Diria  el  do^o. 

Es  locara. 

SI ,  pero  locura  en  juicio. 
rLoa.  (Ap.) 
¡Qué  Dial  Unjo  mi  tormento  1 
CiSLOS.  (Ap.) 

;Qué  mal  mi  dolor  reprimo  t 


EL  ACASO  V  EL  ERROR. 

Luego  TOS  lo  sois ,  pues  vos 
Favor  j  dueño  babas  dicbo. 

CÁBLOS.  • 

íYoÍ 


iCaindo'  6  cómo? 


I  Uu  Doble  aoianies  deütM. 

Sal,  haciendo  la  deshecba 
I  Que  yo  biciere,  pues  consigo 
bl  sacar  con  mi  engaiüo 
A  ¿I  T  i  mi  de  dos  peligros.  — 

(Salen  Fubertty  Fabio.) 
Si  él  no  parece,  ;omaero.(£l>aUuwi.) 


Hetrato  que  está  caído 

A  vuestras  plantas,  diri  (leUvttnta.] 

Si  sois  un  desvaneddo. 

Grosero,  necio,  villano, 

Deicorlét... 

Tus  des ta  ríos 
t  A  qaé  mas  pueden  llegar 
{Ap.  jAv,  hermoso  dueño  mío!) 
Que  i  oeclr  que  este  retrato 
Se  me  cayó  i  mi  T  (Ap.  Perdido 
Estoy :  mas  menos  importa 
Que  pierda  yo  en  tal  conDfdO 
El  retrato ,  que  Diana 
La  fama,  habiéndole  visto 
Eq  mi  poder.) 

i Luego  DO 
EsvuestTOT 

Mloe«,D¡faaBido, 
Ni  bt  de  ser. 

FIOB. 
Pue«  n) verdad 
One  no  es  trasto  tan  jarUb 
Para  negado,  |iorqae  es 
(Jurando  gentil  ]r  lindo 
Aquello  de ,  en  mi  conciencia) 
Glauca  la  tez,  ne);ro  el  rizo, 
V  entre  lo  dormido  y  bello. 
Agrio  el  ce6o  y  dulce  el  viso. » 
Cobrad  color  y  retrato. 

esquitarme  el  sentido. 

iCómo  tengo  de  decir 
Que  ese  retrato  no  es  miot 

jPnescnyo  queréis  que  >ea> 

CiIklos. 
De  ilgiúen  que  le  baya  perdido. 


Entrar  los  criados  miro) 

g aeréis  que  pierda  retrato 
e  diamantes  guarnecido? 
cíhlos, 

jSerl  por  dicba  (Ap.  ¡  Ai  de  mi ! 
El  Gnaír  algo  es  preciso) 
Novedad  que  vanas  gentes 
Entren  i  ver  este  sillo  ? 
Pues  hoy  de  esa  saieria 
(Ap.  Déme  amorTudoitria)  he  tÍsi 
Pasear  por  estos  jardines 
Porasteros  bieu  locjdos 
Y  galanes. 

ruBio.  (A  tu  ame.) 
lOyes  esto? 


julpa,   

He  disculparé,  advertido 
Do  cuÉDio  debe  amparar 


(AFitbertotFOio.) 
Pnes  icAmo  tan  atrevidos 
Aqui  entráis? 

CiBLOS.  (Ap.) 
i  Oh  1  j  quién  pwUen 
Darles  de  mi  pesa  aviso! 

Perdonad,  hermosa  dama; 
Oue  el  DO  baberos  intes  visU> 
Üíscalpa  mi  aire rim lento. 

Y  vos  i¡ob  joven  invicto!) 
Perdouad  tamtnea  anjerro. 
Que  no  llega  i  ser  delito. 
Forastero  soy  en  este 

P*is,  taolo  que  boy  be  venido 

Y  bi^  he  de  volverme ;  pero 
De  la  f^ma  persuadido 
Dest«  Alciiar,  quise  verle , 
A  causa  qae  mi  camino 

Es  dar  una  vuelta  i  Italia , 
Con  el  inquieto  capricho 
Que  los  franceses  tenemos 
[Ap.  Asi  nombre  y  patria  finjo) 
De  ver  ajenas  ciudades. 
Parques ,  templos  y  ediücios. 
Con  aquesta  inclinación. 
Entré  donde,  divertido. 
Del  pecho  se  me  cay  6 
(Sino  le  bailo,  soy  perdido) 
Un  retrato  de  una  ilama. 
Humildemente  os  suplico 
Deis  licencia  de  buscarle; 


Qne 

Son 


perdón  y  licencia. 

(Ap.  Este  hombre  es  entendido, 

Y  sin  duda  en  esta  parte 
Debe  de  habernos  oído. 
Convenir  con  él  importa.) 
Hira,  Ingrato  dneño,  implo, 
SI  vuelve  el  cielo  por  mi, 

Y  si  era  el  retrato  niio, 
O  de  aqueste  caballero. 

ruM. 

ÍAp,  No  sé  lo  que  me  imagino: 
Im  si  es  cierto,  por  ai  es  cierto, 

Y  si  no,  porque  es  fingido. 
Lo  be  de  guiar  dtuta  auerle.) 
Hncho,  caballero,  estimo 
Haber  yo  hallado  et  retrato. 
Si  es  este,  lomadle,  é  Idoi, 
Sin  qne  un  Instante  paréis 
En  todos  estos  distritos , 
Pues  del  haber  aqui  entrado 
Seri  el  hallai^o  el  castigo. 


dbvGooglc 


i  CUHLUJAS  DE  l>ON  PEDRO  CALUEBWl  DE  lH  BIRCA. 

mBMTO.       ■  j  ÍLOB.  (íp.)  I        * 

Hil  Teces  vuestros  pies  beso,  ¡Qué  nueva  turbación  ; cielos! 

U  (]ui>  ns  sirvo  Bs  la  que  en  Cirios  admirof 

I  ¡.Suena*  dítUro  látigo  y  cuneta  de  I 


Al  ponto. (.4p.  ^i  i'ukíare  Cirios 
Poríl,  al  iusianie  mismo 
I.edaré;  pero  si  no. 
No  lie  de  perder  nii  camiDD.) 

(Yante  Pitberlo  y  Fabia.) 

ESCENA  V. 
FLOR,  CARLOS,  SILVIA,   ai 


tPan  q/xé  quieres  seguirlo! 

Para  que .  habiéndome  dado 
Vida,  quiero  aeradecido 
Agasajarle,  dp  noble 
Viendo  eii  ét  tantos  indicios. 


Pues  JO  le  he  de  hablar  siquiera. 


CLOTjtLDO. 

¡CuíDto,  hijos. 
Rallar  jualos  i  los  dos 
En  esta  ocasión  estimo! 
l>ornue  d(! I  favor  de  ambos 
Igualmeaie  necesito. 

Pues  yo; en  qué,  señor,  le  importo? 

Pue«  jo¿Gn  qué,  seilor,  te  sirvo? 

rLOB.  (Ap.) 
No  euljenda  mis  sentimientos. 

ciBLoa.  (íp.) 
No  alcance  mis  desvarios. 

Va  sabéis  en  el  estado 

Sue  aquellos  bandos  antiguos 
OT  cao  Mantua  nos  muntieneQ, 
MillKaDdo  i  nuestros  biioi 
El  canje  de  tu  persona , 
Que  alu  prisionera  vimos , 
Enlónces  i  retirarnos , 
V  agora  á  no  desabrirnos. 
Pues  sabed  (que  esto  no  a 
Del  caso )  que  hoy  be  sabido 
Que  Pisberlo ,  ilosire  Joven , 
Del  duque  de  Hilan  hijo , 
Casa  en  Mantua  con  la  hermosa 

CÍNLOS. 


Digo 
Lo  que  en  las  lennus  del  tiento 
A  vocea  la  finta  (^. 


I 


0.J 

os.  (Ap.) 

I  ;Ay  de  mi !  reiraio  j  dueño 
Eu  un  día  se  baii  perdido, 
l'ui'S  cuando  sus  bodas  oi|{o , 
Irse  al  forastero  miro. 


;,  n«  qué  tan  sobresaltado 
KstüE« 

CARLOS. 

Hame  dado  el  frió 
Del  accidente,; asi 
l.icncia ,  señor,  te  pido 


Aguarda, 
Que  lireve  es  lo  que  le  digo. 
\  ii'iido  |iues  quf  de  Üilan 


lluspedándolcis  e  n  ellos 
Mostrar  cuerilo  determino 

8ue  nmica  el  mojo  noble 
a  de  allt'rar  los  estilos 
l>c  la  nolile  urbanidad; 
Pues  siempre  blasón  fué  altivo 
Del  lalor,  ser  mas  corteses 
Dos,  mientras  mus  enemigos  : 
lanera  de  que  el  de  Hilan 
Siempre  profesó  coatniso 
Grande  amistad ;  y  por  el 
V  por  lodos  solicito.,. 

(Suena  la  corneta. ) 


CÜRLOS.  (Ap.) 

is  lejos  ya  la  posta 


Der 


Atiende  i  lo  que  digo.—    ' 
Festejarlos  cuando  óaseii 
Por  aqui;  —  ¡r  asi  l9  pido, 
Carlos,  que  de  tus lri:<Ie;ias 
Pidiendo  al  dolor  eSJ|Uivo 
Licencia,  bien  coiuojóveu 
Tan  airoso  y  tau  lucido , 
Prevengas  ilesias  que  liacerles ; 

V  tú ,  Flor,  con  este  miemo 
Fin ,  i  tal  huéspeda  tengas 
Hospedaje  prevenido 

Kd  lu  cuarto.  Y  no  los  dos 
Envidiéis  inadvertidos 
Ajenas  dicljas,  que  presto 
Serán  propias;  pues  )a  lie  escrito 
Por  dispensación,  y  haréis, 
Al  amar  agradecidos. 
Igual  la  dicha,  pasando 
Con  el  gusto  que  Imagino, 
De  enTidíosos  á  envidiados. 

FLOB. 

Til  verás  cómo  la  asisto. 

Y  c6mo  JO  te  oliedezco. 


¿i»  la  catisa  do  has  sabido? 


j  S(^re  haberse  el  hombre  Ido 
Mp.  A  quien  si  tü  le  siguieres, 
Verüs  que  yo  á  11  le  sigo). 
Pienso  que,  casar  Kísiierto 
"no  Diaua,  y  tú  conmigo. 

{VanteFlor,  Silvia  y múiieoi.)        ' 
ESCENA    TU. 
CARLOS. 
EnRÍñasie ,  que  son  cuatro , 
Añadiendo  a  las  que  has  dicho. 
Haber  de  ser  quien  fesl^e 
Hi  misma  muerte  yo  mismo. 
;Na  bastó  ;cÍL'los!'(|ueÍi  vista 
De  un  tirano  basilisco , 
Porque  no  su  pierda  todo 
Seguir  no  pulida  al  que  vino 
A  oejanne  de  una  vez 
Quejoso  y  agradecido, 
Riéndole  ir  con  el  retrato? 
j,No  bastó  el  haber  oido 
(^ue  casan  Diana  v  FIsberio, 
bino  c^ue  por  los  motivos 
Superiores  de  mi  padre , 
Haya  de  ser  yo,  yo  mismo 
Quien  de  mi  amor  las  exequias 
Celebre  con  regocijo? 
Pero  ya  que  lie  de  morir 
A  manos  de  mi  destino 
En  medio  de  aquestas  dudas , 
Sabré  buscarme  camino 
I     .ue  lodo  li>  iiahe  b  lodo 
Lo  pierda ;  pues  si  Iwiiigno 
El  sol  de  Diana  no  es  hoy 
El  Iris  de  mis  suspiros, 

.  ta  noche  cuando  i  verla 
Vaya  ( pues  que  laii  vecinos 
Los  estados,  y  ios  medios 
Que  Lisurdo  me  previno 
'obciliían),  no  da 
,  lanías  penas  alivio, 
O  he  de  intentar...  Pero  esto 
..uu  no  lo  he  de  hablar  conmigo. 
Porque  el  labio  ha  de  callarte, 
V  el  efecto  ha  de  decirio.        (YMe.) 

Maatna.— Jardia  deljialacloéaol. 
ESCENA  TIU. 


Si  alguno  en  el  mundo  huerc' 
Tan  mezquino  y  desdichado , 
Que  namorado  e«totiere, 
V  el  remiendo  saber  ouiere 
De  no  estar  euamorado... 


Asi  de  los  dos  lo  fio. 

Dadme  los  brauís;  —  y  lú      (: 

Beliraie  ahora. 

círlos.  (Ap.)     ■ 
¿Qué  he  nido  • 
Cielos?  ;  Cielos  I  ¿qué  he  «escuchado?    i 


dbyGOOglC 


Qua  dell  amor  la  emponuna 
Pesadnmbre  la  amobioa , 
y  quiere  muilar  forluaa... 

j  PESÓTE. 

V^ngise  8  mf ,  j  le  diré , 
Hijor  que  Ovillo,  cuál  hué 


A  ral  se  venga ,  que  jo 
Sé  iin  remeüio.  con  que  dó 
Se  siei'la  mas  cltüde  allí. 
Que  es  el  mismo  con  que  i  mi 
bll-ainorsemequiíó. 

Mas  no  quiero  '  her  desear 

A  uadie  una  meteciim 
Tauraraj  laii  singular... 

Has  no  quiero  escatimar 
\inudquees  tau  peregrina. 

Sepan  pues  los  que  lo  están, 
B  remedio  de  su  afán. 


Oiga  el  que  siente  su  II 

pEHore. 

Despósese  cou  su  dama. 

eiLETA. 

Vélese  con  su  Raían. 
Esia  es  la  mijor  recela. 


Que  asi  hice  ju  con  Gtleía. 

Que  asi  bree  ;o  con  Perote.    {Ven 

¡k  qué  perp6sÍio  fué 

El  noDibranue ,  caríllucia  ? 


;  Mal  haya  yo  qae  os  nombré 
Con  aquesta  lioea  sucia , 
Sin  por  qué.  ni  para  qué 
Has  vos ,  ¿con  qué  iuleau 
He  pemuQciasteis  A  mi? 


aquí 


Por  el  cogote  á  hablar  venga 
Luenga  que  os  loma  en  la  luenga. 
Va  que  os  enojáis  asi. 


iPor  qué  conmigo  lo  beis  sido 

CILETil. 

Porque  sos  dii  niaridu. 
Vo,  porque  sos  mi  mujer. 

Cea  cómo  antes  de  casaros 
o  era  resquiebra rme , 

Y  en  fiéndome  embelesaros 

Y  como  UQ  hausau  andaros  ? 


EL  ACVSO  Y  EL  ERHOR. 
:  Como  era  iutea  de  casarme. 
I  Pues  buen  remedio,  Peroie. 

CEROTE. 

:  Venga ,  y  sea  malo,  Gileta. 


I  áCou  el' Barrote 

Vaisi  decirí  Sois  discreta, 
I  V  lu  haré,  pues  vos  gustáis. 


!  ¿De  qué  os  quejáis  ? 

Oo  que  darme  imagináis. 

;  i  Oh ,  mal  magín  os  dé  Dios  1 
J  (Üalraiella. 


ESCEKA  IX. 

CELIO.  —  Dichos. 

I  iTodo  aporrear  ha  de  ser? 

fEHOTE. 

Algo  de  gnsto  ha  de  haber. 

PEEOTE. 

Ya  que  asi  me  vi. 

No  me  be  ile  quedar  asi : 
Kuernaesqueesiehadecaer.  {Pigala. 

¿En  las  espaldas  me  da? 
i  No  era  mejor,  buena  píe/a , 
Acabar  con  todo  ya, 
Y  una  vez  en  la  cabexa 

Todo  se  andará. 

Ved  qoe  i  casa  os  he  traído 
Un  primo  que  á  ser  soldado 
Se  rué.—  Entra  acü ,  pan  perdido. 

ESCENA  X. 

LtSARDO.  — DiCMus. 

rEROTK. 

Vos  seáis,  primo,  bien  llegado. 
Vos  seáis ,  primo,  bien  venido. 


No  toque  : ;  válgame  Dios  ! 

i  Ir  i  ver  no  será  hien 

Lo  que  habéis  de  hacer  los  dos? 

Til,  Perote,  veáplaniar 

El  cuadro  que  dibuja il» 

Quedó  ayer,  jiii  a  regar 


Las  calles ;  porque  ha  de  estar 
Limpio  lodo  y  adornado , 
Por  si  esta  larde  también 
Baja  Diana  al  jardín 
CoD  lanías  damas ,  á  quien 
Deben  clavel  y  Jaunin 
Nieve  y  purpura. 

EsiA  bien , 
Yo  iré;  mas  Gileta  aquí 
>o  ha  de  quedar  :  cabe  mi 
Que  tayas ,  Gileta ,  quiero. 

CILCTA.  {Ap.) 

A  fe  qae  es  el  jardinero 
De  los  mas  lindos  que  *l. 

(Yaaie  Gileta  y  Ptrou-i 

ESCENA  XI. 

LISARDO,  CELIO. 


Por  se 

La  villa  y  lealtad  he  puesto. 
Con  Ileso  aue  agradecido 
A  sus  didivas  ( el  tiempo 
One  estuvo  eii  estos  jardines , 
IJe  Diana  prisionero , 
Mas  que  del  Duqne )  quedé ; 
Pero  no  bastara  esto. 
Sin  segunda  inclinaciou, 
A  hacer  tan  nolable  ompeflo. 
Y  asi  te  pido,  Lisardo, 
De  tanta  fineza  en  premio , 
Que  en  ningún  tiempo  me  des 
Por  autor  désie  concierto, 
Porque  en  ileganüo  que  lleguen. 
Las  cosas  a  rompimiento , 
He  de  decir  que  no  supe 
Quién  eras. 

Otra  vez  vueliu. 
A  darle,  Celio,  palabra 
De  mirar  por  ti,  primero 
Que  por  mi ;  que  el  riesgo  tuyo 
Ho  facilita  mi  riesgo. 


Dices  bieu;  y  por  no  bacer 
Sospechosa  el  trato  nuestro , 
No  hablemos  mas. 


LISARDO. 
¡  Aj,  lealtad ! 
íK  qué  no  obligas ,  pues  veii^o 
Hoy  á  buscar,  disfrazado , 
En  mi  peüero  el  remedio 
De  oíro  amor?  Pero  ya  en  vano 
Recelo,  dudo,  ni  temo ; 
Que  es  eiicusado  en  e!  golfo 
volver  á  mirar  el  puerto. 
Esia  noche,  por  si  acaso. 
Como  otras ,  viene  al  terrero 
De  aquestos  jardines  Carlos , 
Va  que  de  parte  de  adentro 
I^lsioy,  le  he  de  abrir  h  puerta ; 
V  asi  reconocer  quiero 
C6mo  queda,  con  el  día. 
Para  qne  de  noche  el  tiento 
No  me  falte.  Has  Gileta 
Es... 


ibyCoogle 


GILETTA.  —  LISARDO. 
ou-m.  (Ap.) 
Par  diez,  aci  me  vuelvo. 
Porque  rae  Irae  sin  querer 
A  terl«esiej»niiiieco 
Que  hoj  bí  venido. 

UMBDO. 

{Ap.  Infonnarme 
D*  alguDU  cosa*  pretendo, 
VeogiBw  esta  villana 
Es  facilitar  mi  intenlo.) 
Gilela  del  alma  mfa, 
lili  aSii»  os  guarde  el  cielo. 


En  verdad  que  le  debéis 
Todo  ese  amor  al  que  na  tengo ; 
Que  tí  no  fuera  por  voS , 
So  bubiera  venido  I  es  cierto) 
A  servir  i  estos  jarclines. 
Por  vos  solamente  vengo, 
Porque  hi  diaa  que  os  adora 


Porque 
El  arma 


DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA 
ESCEHA  XV. 

PEROTE ,  eiLETA. 

íQné  es  k)  que  babraba ,  Gileta 
Con  vos  ese  jardinero 
KocíD-T^iüdoI 


BARCA. 

Albmbrai  mauladas  de  eolar«s. 


lEi  derlo? 

LISMBO. 

Y  tui  cierto. 
Que  podrá  ser  que  algún  dia 
Sea  mi  amor  de  provecho, 

Y  que  servida  os  t eai* 

Y  estimada  en  otro  puesto. 


Pues  sin  pax  j  sin  sosiego, 
SI  tienen  lu  abnss  pulgas. 
Pulgas  en  el  lima  tengo. 


L  ZIT. 

PEROTE.— Dicho* 
«wre.  {Ap.) 
¿Volt  vos  también !  Halo  es  esto. 

usiRDo.  {Ap.  á  GUela) 
Vuestro  marido. 

tüxit..  {Ap.  á  Utario.) 


LDIMK).  {Ap.) 

¡CieloBl 
Bo}  veré  si  la  Fortuna 
kjw*  al  atrevimiento.  {Vaie.) 


jAaoua 
De  la  ni 

Espera  un  poco 
En  tanto  que  lo  concierto  ; 
I  El  jumólo  de  la  noria 
lD6  tiene  su  alojamiealot 
— Vo  i  vos  también.*  No  cae  bien. 
Por  estotra  parte  vuelto, 
ci Adonde, Gileta,  está 
>íl  de  la  noria  jumento? 
-Yo  i  vos  también.!  Tampoco  alwra. 

Su¿  estáis  maliciando,  necio? 
dijo:  (Decid,  Gileía, 
;  Dónde  esl¿  para  saberlo. 
El  jumento  déla  noria? 
"  —  '  ir  vo»  adonde  yo  vengo, 

dijera  allá  de  lodo 

Cnanto  pescudarais.)  A  esto 
Le  dije  :  I  Yo  i  V03  también  ». 

Pues  si  dijo  lodo  eso. 
Digo  que  tenéis  raion. 
Basteo  pues  losrecovecos; 
Que  si  va  i  decir  verdad , 

Como.i  el  alma  misma  os  quiero. 

«ILBT*. 

^  á  eso  va ,  JO  i  vos  también. 

FIBOTB. 

Ke}or  entra  ahora,  por  cierto. 
El  ijoáTDB  tarobieni. 
ciürru. 

Callad. 
Id,  en  tanto  que  jo  enredo... 

Hu;  lejos  queréis  que  vaya , 
Si  be  de  gastar  laoto  tiempo. 

Estos  Jardines  regando 
Vos. 


Pues  cantemos. 


iQné  importa  ¡ay  Dios!  que  bermoM 

Borde  la  primavera 

La  alfombra  lisonjera 

De  jaimin  y  clavel.,  de  nieve  }  rosa. 

Perdiéndose  felices  • 

Por  hacer  un  matiz ,  muchos  matices? 

iQué  importa  que  los  vientos , 

En  sutil  consouattcia, 

Armonía  r  fragancia 

Contlindan,  siendo  aromaselnstrumen- 

Al  concenlo  sonoro  [  to» 

Con  cuerdas  de  ímbar  sobre  traste*  de 

ÍDué  importa  que  las  fuentes,       oro? 
;u8ndo  yo  llego  t  verlas, 
Rian  llorando  perlas, 
■lúe  en  cliusulas  j  acentos  diferente» 
¿1  compás  lleven  graves 
Al  métrico  discante  de  las  aves  , 
Si  la  varia  hermosura 
Délas  tejidas  Sores, 
Sí  los  dulces  amores , 
Si  el  auca  blanda,  si  la  plata  pora. 
La  pompa ,  la  belleza ,  , 

Todo  es  pesar  en  mi ,  todo  tnsieía? 

■neis  moclia  raion 
uu  i,^oer  tal  sentimiento, 

Y  mas,  si  es  porque  pretenden 

Casaros :  no  os  acousejo 
Que  hagáis  tal. 

¿Por  qué,  Gilela? 

Daba  un  dia  un  caballero 
El  parabién  i  ana  dama 
De  qne  hacia  el  casamiento 
Con  un  galán  que  tenia; 

Y  ella  respondió  riendo  : 

•  iDe  qué  me  dais  parabién? 
;ue  que  un  buen  amigo  pierdo?» 


Aqui  tengo  yo  mal  pleito. 

Al  novio  vny  á  buscar, 

Para  decirle  lo  mesmo.  (rew-) 

nSCEHAXTIL 

DIANA,  UURA,  GILETA. 


ga¡ ,  aue  nii 


Cantemos. 
(Cnafatn.) 


¿Qué  qtHereí,  bella  tagalaf 
Que  le  Mfot  noramala. 


xn. 

DIANA,  LAÜBA.-PBROTB,  GILETA. 

Ru  esta  verde  esfera , 

Donde  hermosa  ipjió  la  priroiiveTi, 

CoQ  eleccicHi  de  llores , 


El  vestido  Que  dijiste» 
Que  me  liaríais,  al  tiempo 
Que  tratabais  de  casarme. 

i  Es  bueno  aqueste? 

Y  tan  bu 
Que  no  me  le  daréis. 

Laura, 
Este  vestido  da  Inego 
A  Gileta. 


dbvGooglc 


Siüaré; 
Nal  con  coodicioo  que  puesto 
Lo  ha  de  traer  cualfo  uias. 


áQué  dices  I 

LiOR*.  {Ap.  uta  ama. 
Con  desatinos 
Templar  tus  penas  pretendo, 
Pues  no  dejari  de  ser 
De  algna  entreletiiniiento 
Tal  despropósito,  como 
Ver  lin  róslico  sngelo 
Vestido  de  dama  :  luera 
De  auc  no  es  novedad  esto 
De  llar  i  un  trnbaii  vestidos 
Con  condición  de  Iraerlos. 

61LET*.  MP.) 

Aun  lu  de  no  traerlo  Tuera 
La  condición,  el  condeno 
Fuera  mas  inncil  :  ya 
Por  ponérmete  me  muero. 
Apostaré  que  en  pensarlo, 
Eu  loda  la  oocbe  duermo. 


ESCENA  XVIIL 

LISARDO.— DIANA,  LAURA. 


i  Lisatdo  aqui!  Pues  { qué  es  estol 

Serdemldneño  el  amor, 
y  mío  el  alrevimlenlo. 
A  asistirte  de  su  parle 
En  aqueste  traje  vengo. 
Porque  i  todas  horas  tengas 
Su  cuidado  i  tus  pies  puesto. 
Bien  recelé  que  lo  habías 
le  eitlraiiar  quejosa ;  pero 


Y  asi  eoire  una  y  otra  duda 
A  darte  un  aviso  vengo , 
Porque  cargue  hicia  el  agrado 
La  bslauía ,  conociendo 
Que  coa  el  dlsrraz  le  sirvo , 
Si  con  el  disfraz  te  ofendo. 
Natural  soj  de  Hilan, 
Por  disgustos  que  no  cuento , 
Después  de  varias  fortunas 
En  HóUena  tomé  pnerto 
A  loa  umbrales  de  Cirios. 
Pero  no  es  del  caso  esto, 
Pues  sok)  lo  que  es  del  caso, 


Conocido  aquí  i  Fisberto. 
En  aquesa  puerta  estaba 
Del  jardin ,  cuando  le  veo 
Llegar,  bacieudo  deshecha 
De  que  viene  con  un  pliego 
Para  el  Duque,  embajador 
De  si  mismo. 

¡Qué  bien,  délos! 

8ne  llene  lodo  dos  visos , 
IJo  un  cortesano  ingenio, 
Y  que  al  viso  que  se  toma, 
Eioaeno  ú  malo.  NI  afecto 
Lo  diga,  pues  siendo  una 
La  acción  en  los  dos ,  j  siendo 
Una  en  los  dos  Ja  Bocza , 


EL  ACASO  Y  EL  ERROR. 
Una  estimo  j  otra  siento ; 
Una  agradezco,  otra  eitraBo; 
Una  admito ,  otra  aborrezco ; 
Uoa  disculpo,  otra  acuso. 
Has  ¿qué  mucho  si  las  veo 
Una  al  viso  del  amor. 
Otra  á  la  luz  del  desprecio? 

V  ji  que  en  aquesta  parto 
Tu  lealtad,  Lisardo,  apruebo 
(Que no  me  quiera  quejar 

De  quien  sin  rencor  me  quejo ) , 
Que  es  Fisberto  ese  hombre ,  íi  nadie 
Digas;  que  lampoco quiero 
Darme  jro  por  ciiteodida. 

Y  por  SI  acaso  (supuesto 

Que  queda  á  la  puerta)  entrare. 
Ven ,  Laura .  No  aqui  su  intento 
He  baile;  que  no  ha  de  lograr 
La  curíosioad,  si  puedo. 
De  venir  i  hacer  eiámen , 
Dudoso  en  lo  que  merezco. 

Dices  bien,  que  basta  ser 
Quien  eres,  sin  que  grosero 
Inteute  Inquirir... 

ESCENA  XIX 


Diana... 

DIUCA. 


,Qué  roe  mandas? 

De  Hilan 
Ha  venido  un  caballero 
De  parte,  según  me  ban  dictan. 
Del  Dnque  tu  esposo ;  j  quiero 
Hacerle  el  favor  de  que 
Bese  tu  mano,  admitiendo 
En  tu  presencia  visita 
V  cartas.  Que  entre  al  momento , 

(4  HB  críúdo.) 
Decid ,  aquese  criado 
Del  duque  de  Wlao. 
íVau  el  criado,  y  vuelve  á  talir  cvn 
FUbertB  V  Fabio.) 

FISBERTO,  FABIO.-Dicnos. 
viSBEBro.  (Ap.  á  Fabiv.) 
Hnerlo 

Condeso,  Fablo,  qae  vof. 
De  turbación  j  de  miedo, 
■  -  -^  i  Diana. 

¿Por  qué? 

FiSBento. 
Porque  no  sin  causa  temo , 
Cuando  en  Flor  tanta  hermosora 
Admiro,  jr  cuando  cootemplo 
En  el  retrato  que  trnue 
( Por  no  enviar  por  él  A  tiempo ) , 
Tanta  belleza,  que  falte 
Perfección  para  mas  ,  puesto 
~  le  Flor  J  retrato  toda 
u*  apararon.  Has  ;o  llego.— 
Dadme, señor,  i,  besar    {Adelantóte.) 


Alzad  dflt  luelo 

Sus  en  los  brazos  os  aguarda 
13(0  reconocimiento 
De  mi  obligación. 

nSBEBTO. 

Porml 
Tanto  fiTor  no  merezco; 
Pero  habré  de  recibirlo 
Por  quien  i  lograrlo  vengo. 

t'  Cómo  queda  el  Duque ,  1  cómi 
isberto  queda? 


Besad  la  m 

FISBBBTO. 

La  tierra  que  pisa  beso. 
Porque  aspirar  é  la  mano 
Fuera  osado  atrevimiento. 
A  vuestras  plantas,  señora. 
Yace  en  nombre  de  su  dueño, 
Con  poderes  de  rendido. 
Humilde  nn  esclavo  vuestro, 
A  quien  granjeó  su  fortuna , 
Que  no  su  merecimienio, 
Oozar  da  primer  vasallo 
La  dicha. 

Gttirdeoa  el  délo. 

FIÍlEaTO.  {Ap.) 

[  Aj  de  mi !  i  Qué  es  lo  qne  miro  ? 

DUNA. 

Y  seáis  bien  venido. 


Habiendo 
Venido  i  veros...  {Ap.  Turbado 
Esto;  :  no  acierto  i  baldar.  ¡  Cielos! 
¿No  es  este  el  origioal 
Desla  copia! ) 

'  DiAHA.  [Ap.  í  Laura.) 

*       Tao  sus^ienso 

i)  al  verme ,  que  parece 


Cuando  no  supieras  que  es 
El  novio,  }a  fuera  cierto 
Haberlo  su  turbación 
Dicho. 

nsB»To.  {Ap.) 
¡A;  de  mi,  queestojr  maerto. 
Pues  aunque  quiera  dudarlo , 
No  puedo  dejar  de  verlo ! 

DUKt.  {Ap.  á  Laura.) 
Una  y  otra  vez  me  mira, 
V  vuelve  i  mirar  atento 
No  sé  qué ,  que  esli  en  sn  mano. 

Ya  he  leído ,  muy  contento 

De  haber  sabido  que  gozan 

Salud  el  Duque  y  Fisf«rlo.— 

EsU  cuta  es  para  U.  {A  Uaná.) 

nsH^RTo.  (Ap.) 
y  para  mi  este  veueno , 
Que  ne  han  dado  por  los  ojos. 


dbvGooglc 


'dmlo.— Flaposentn 
rcreuga  en  palacio, 

e  i  aquestos  jardines. 


COMEDIAS  Dt:  DON  PEDRO  CALDEHON  DE  LA 
I  Ftú  nnesiro  di verij miento , 

ruindad  en  mi  decirlo , 


Peroefóntenque  JO  traigo, 
Es  de  ToivPiise  al  momenlo  : 
y  asi ,  üciíor...  no  por  qué... 
CnaiKlo...  i  prooiiaciar  ao  acierto... 

(Áp,  Bien  en  sa  turíiacioD  muestra, 
Arectado  su  respeto , 
La  admiración  con  que  ba  visto 
A  Uq  soberano  dueiío 
Gomo  Diana. )  Aunque  sea 
Aqoese  el  orden ,  os  ruego 
Que  descanséis  por  abora ; 
une  vo  os  despacharé  presto.— 
Ven,  Diana. 


No  Sé ,  Laura ,  {Ap.  d  ella.) 
Si  á  sus  acciones  atiendo, 
Uué  diga  de  sus  acciones. 


fie  amor.  ¿Qué  bas  <le  decir? 
{Vaiue  el  Duque,  Dima,  Laura 
S  eriadút.) 
L>S*ÍDO.  {Ap.) 

Cirios 
Sabrl  de  mi  todo  esto.  {Vate.) 

E8C:E!«A  xzi. 

KISBERTO.KABIO. 

SeRor,  ¿pues  qué  turbación 
Es  estaT  ¿Til  tan  suspenso. 
Tan  elevado  ;  absorto , 
Que  apenas  tuviste  aliento 
Para  babiar  entonces ,  ¡  ataora 
Para  respirar!  ¿Qué  es  estol 


i  Tan  divina  es  la  bermosura 
Ue  Diana,  que  te  ba  hecho 
Perder ,  al  verla ,  el  seniiiio , 
V  al  no  verla  el  sentimiento  f 


No ,  señor ; 
One  sobre  quedarme  lejos , 
Siempre  de  espaldas  la  tuve. 

Paea  sí  la  vieras,  sospecho 
Que  no  eilrañaras  la  causa 
Coa  que,  al  verla,  el  juicio  pierdo. 

,  ObKgaTiisme  i  que  vuelva 
Al  contrario  el  alimento. 
¿Tan  fea  es ,  que  te  ba  ili<jado 
Ha  vista  Uu  mal  coaienioT 

No  es  porque  e*  hermosa ,  Fabio, 
Ni  es  porque  no  lo  es .  ni  puedo 
Decir  por  qué ;  que  en  pensarla 
He  parece  que  me  ofenao. 
Sabris...  Has  si  lo  sabris 
En  llegando  i  verla,  puesto 
f}ue  cii  el  camüiu  un  retrato 


No  me  digas  mas , 
Que  sin  decirlo ,  In  eniiendo. 
Pero,  señor;  soberanas 
Deidades,  altos  sugetos. 
Nacen  i  vivir  pintados . 
Uas  por  vanidad  de  maestro 
({nebor propia  elecdoii. ;: Vht; 
bu  Carlos  mas  que  un  afecto 

Pudo  (y  Bera'lo  mas  cierto) 
Llegar  siu  voluntad  suya? 

nSBEHTO. 

Dices  bien;  mas  con  todo  eso. 
Morir  de  desconfiado, 
M  de  conliado  quiero. 

¿Pues  qué  bas  de  hacer? 

Ko  To  sé ; 
Que  no  baii  de  tomarse  presto 

Las  grande*  resoluciones , 
Sin  consultarlas  al  tiempo. 
El  es  quien  mi:  ba  de  decir 
Lo  que  he  áe  haciT. 

ESCENA  XXI!. 

PEROTE.  — Dichos. 

Caballei-DS, 
Mirad  que  el  Duque  us  aguarda, 
V  que  de  cerrar  es  liempo 
El  jardin ,  pues  ya  la  noche , 
Buscona  de  poco  precio , 
Por  no  tener  maoleltiim 
Dlanca,eilieude  el  manto  negro. ( Va  ji 


ESCENA  XXIII. 

DIANA ,  >tt;s:cos. 

Ya  que  el  ave  de  la  noche 

Las  alas  nocturnas  tiende , 

A  cuya  caduca  sombra 

t^dávercl  mundo  duerme, 

Aqni  os  quedad ,  desde  aqui 

(A  hi  aúiicot,  que  te  quedandeitíro.) 

Cantando,  para  que  suenen 

Mi'jor  de  léjus  las  voces... 

[Kfi.  V  00  es  sino  porque  Keguea 

A  dejarme  sola,  y  sola 

Decir  pueda  á  la  corrienle 

Deste  cristal,  que  mi  pena 

Está  murmurando  siempre...) 


I  envidia  de  mis  ojos. 

que  tu  raudal  perenne, 
iene  de  mi  celosa , 

paca  causa  te  ofendes. 
Pues  me  llevas  de  ventaja 

precipitarte  puedes. 


BARCA. 

Cuando  mis  obligaciones 
Tan  de  su  m'ano  me  tienen, 
Que  no  me  dejan á  mi:  . 
I)e  suerte  ¡  ay  de  mi !  de  sut 
Que  tú  ere.'i  la  despeñada, 
V  jola  envidiosa  al  verte... 


Y  ya  que  tantos  consuelos 
A  mis  desdichas  les  debes , 
Mira  ¡qué  puco  te  pillo! 
Dame  uno  lao  solamente. 
Dtme,  pues,  st  dijo  el  viento 

Como  va  can  mis  suspiros 

V  sin  mis  suspiros  vuelve, 
iSi  hay  un  triste  en  otra  parte 
Que  de  mi  dolor  le  pese , 

í  sienta  comu yo? 

ESCENA  XXIT. 

CARLOS.— D1A^\;  hOsicos,  Aentr». 


Si, 

Y  aun  mas,  pues  por  ambos  siente. 

Y  díganlo  aquesas  voces. 
Que  nabiaudo  do  mis  placeres 
r^n  mis  pesares,  le  dicen 

A  mi  pe ns;i miento,  al  verle 

Arrojado  de  tu  pedio, 

Ku  cuyu  seno  de  nieve 

Un  tiempo  estuvo  :  •  No  ya 

Blasones  que  fellt  eres , 

Pues  ya  entre  iibrojos  y  espinas 

Viviríis,  aunque  otras  veces... 

ÉL  T  a  tísicos. 
F.ntTe  taucet  y  asucena* 
Tuviste  mat  dulce  albergue. 


Pues. cómo  a  pasar  te  atreves 
Los  cotos  de  aquellas  rejas, 

Y  osado  intentas  y  emprendes 
Tan  vanas  temeridades, 

Y  mas  cuando  ( i  proa  fuerte ! ) 
iíabes  ya  que  muerta  í  manos 
De  tantos  inconvenientes 
Como  hiy  en  la  enemistad 

Oe  padres  y  de  parientes. 
Tu  esperanza  (  d)í  esjieraitu. 
No  acierto  i  decir)  tallece; 

Y  queclmio  (¡oh'  ¡ni 


Traidor  alcaide  del  alma , 
Por  trato  entregarla  nu'rere 
A  ajeno  dueñoT  Si  sabes 
Que  te  pirrdoy  que  me  pierdes. 
Porque  soy  quieo  soy,  y  no 
Puedo  no  serlo;  iiiué  quieres? 
¿Qué  quieres,  Carlos,  demlT 

Que  me  escuches  solamente; 
Que  habiéndome  diclni  ya 
LLiardo  quien  es  el  huésped 
Que  en  tu  casa  disfrazado 
Ya  posesión  del  la  tiene , 
Solo  en  despi-iliila  quiero 
Que  de  lo  que  fnl  te  acuerdes  » 
Porque  mi  diruiilo  amor 
Solo  este  consuelo  lleve 
De  que  al  fln  supo  quejarse. 


¡  01,  mas  sea  brevemente. 


b/Googlc 


EL  ACASO  Y  EL  ERROR. 


Espera  uo  poco.— Laura... 
ESCENA  XXV. 
LAURA.  —  Dichos. 


¿Qué  es,  seBora,  lo  que  quieretT 
Que  porque  con  el  silencio 


El  día  que  por  los  trancas 
l'e  nueslnis  armas  crueles , 
ik-  Amor  y  Harte  en  lu  corle 
Kiil  prisionero  dos  veces , 
Te  rendí  lan  luego  el  alma, 
Qne  no  díslingul  cuál  rUese 
Primero,  verle  6  amarle... 
¿Qué  mas  amarle  que  verteT 
—Desde  entonces... 


íA  qué  efecto 
¡  A;  Garios!  Dclosameule , 
Supuesto  que  no  lo  olvido, 
Quitres  que  dello  me  acuerde? 
Ño  me  digas  lo  que  sé. 

Si  los  amanles  no  hubiesen 

De  hablar  siempre  lo  que  saben , 

iQué  lendrian  que  h^ibtar  siempre ! 


Yo  seré  mas  breve. 
Alguoo  fuá ,  que  aie  hablase 
Laura  en  ti... 

CiüLOS. 

La  TOK  suüpenüe  i 

Se  á  mi  me  loca  drcir 
t  mi  cniítailo  prudente 
Supo  granjear  á  Laura. 

Y  í  mi  decir  que  rebelde 
Al  principio  la  escuché. 

I  Cuánto  sentí  Uis  desdenes ! 

Pero  no  negaré  ahora 
De  que  llegó  h  merecerme 
Tu  culdadn  algún  cuidado. 


i  Con  eninias  almas  escrili 

Y  di  lugar  que  ondieses 
Hahlarme  i>or  esas  rejas 
Algunas^oches. 


Vmias: 

1  Qué  me  dices? 

PuestuliberUd.eneste 

Tiempo,  lu  padre  Irató. 

¡Qué  me  quieres? 

Que  del  coarto  dwide  esüi 
Pisberlo,bas3Udo  gente. 

)ue  ialil>erladoot'S 
Dadiva  i  quien  no  la  quiere. 

Ausentó,  pues,  ¡ay  de  mi!... 

Qne  de  la  parle  de  afuera 
Huido  en  la  puerta  se  sieute. 

CARLOS. 

DIANA.  (A  Cdrht.j 

Vele ,  por  l>ia« ,  no  te  vea 

Pues  siempre  conmigo  esubas. 

Alguien  aquí. 

Venias  de  nocbe  á  teme. 

¡Cómo  puede 

cArlos. 

Salir,  si  hayg«iilB  en  (acalle? 

V  plegué  i  Dios  que  él  me  falle. 

LAURA. 

Si  no  Ib  pedí  mil  veces. 

Pii  estarse ,  si  hicia  aquí  vienen. 

Pomo  volverme  sin  II, 

Que  aquí  me  dieran  la  muerte ! 

DURA.                                 « 

i  MesUT  puedo.  Di  salir? 

!nesie  tiempo  también 

Mi  padre  ( i  tirana  suerte  1)                ' 
Al  r«cs  del  lujo... 

niATC*.  ■ 

iAj,infelil! 

LUARDa. 

Hay  un  medio  :  i  mi  aposento 

:Cúmo 

Veu. 

Al reíes? 

BIJLl», 

Dice  bi'D. 

Bien  claramente. 

CARLOS. 

PuesáUeltuvolehbra, 

Cuando  i  rol  el  mió  me  prende  , 

Hedeirhnveodo.ilusoios, 

l'raió  casarme  en  Uilaii. 

Üc  otro  que  en  lu  casa  lienes ! 

oírlos. 

DIANA. 

jY  es  justo  que  tú  lo  aceptes? 

¡Fiíialmenle,  vas  acaso 

Dunde  bay  otra  que  le  espere  I 

Qué  puedo  hacer! 

GARLOS. 

CARLOS. 

Lo  que  JO, 

DIjUÍA. 

(jue  también  mi  padre  quitre 

Si. 

Casarme  ton  Kior,  mi  prima. 

oírlos. 

Vio... 

Rúen  remedio. 

¡Qué  dic's* 

¡Qué! 

CiSLOS. 

Mil  muertes 

Atreverte 

Aoies  padeceré. 

A  todo. 

W*K*. 

DIANA . 

i Aj,  Cirios! 

i  Cómo  es  posible 

Eres  hombre ,  j  hacer  puedes 

Que  eso  i  quien  soj  aconsíjes? 

Resisleocias. 

CiBLOS. 

Pues  no  te  quejes  de  mi ; 

¡Ay,  Diana! 
ParahaeerloqueiioqniLren, 

Que  si  tú  no  te  resuelves , 
Quila  JO... 

No  tienen  mas  privilegio 

Los  hombres  que  las  mujeies. 

¡Yo,  Cirios? 

ESCEIfA  XXVI. 


'  ¡  Que  no  be  de  volver  i  hablarle 
I  ¡Que  00  be  de  volver  i  verte  1 


DigilizsdbyGOOglC 


COllEDIAS  ÜE  0(»4  PEDRO  CALDEHON  DE  LA  BARCA. 


ESCEHA   PBIHERA. 


Apenas  Ti  escrarecido 
El  primer  ¡irlior;  y  api'>nas. 
Como  si  no  nivriiii  rubias , 
El  sol  eumbiá  sus  trenzas, 
Cuando  en  el  cuarto  de  Laura 
Ya  estaba:  ¡mal  haya  ella, 
Que  110  me  vistió  hasta  agora ! 
¿Qué  dlríi ,  caatid»  me  vea, 
Perole!  que  con  cuidado 
No  be  querido  que  lo  sepa , 
Hasta  que  me  vea  vesiituí 
Con  este  sajo  de  lela. 
Uizarra  está.  Solo  traigo 
tina  co^a  que  me  pesa, 

V  es  que  Laura,  poV  hacenne 
Comprída  toda  la  Gesta, 
Tamíiie/i  me  pringó  la  cara 
Con  un  betún  que  se  pega 

A  las  manos,  y  el  pellejo 
Ue  estira  de  tal  manera, 
Que  parece  que  le  importa      , 
Que  a  otra  cara  major  venga. 

ESCENA  II. 

PEROTE.  —  GILETA. 

►E»ntE.  (SíneírdCiíí/n.) 
Apenas  el  sol  dorado 
Urjo  (Ox  aquli  á  las  estrellas, 

V  ellas  como  unas  gallinas 
Huyeron,  cuando  Cileta 
Saltó  fuera  de  la  cama , 

V  siendo  mas  de  la  media 
Tarde  ya,  no  lia  parecido  ; 
¡Prega  á  Dios  que  |>or  bien  sea ! 
Este  primo..   Yo  no  sé 

Qué  se  me  ba  puesto  en  la  testa , 
Que,es  temerario,  y  no  fuicio. 
Has  esta  es  Diana  :  i  ella 
De  los  dos  me  he  de  quejar. 
Para  Ter  si  lo  remedia. 
Yo  llefio,  y  por  no  calurhianne 
Di^  respleulo  ó  de  TergOeoza 
Mientras  que  la  habrare,  no 
La  leré  tacara. 

elLETA.  {Ap.) 
Ea, 
Amor  :  ramos  i  buscar 
'    Al  primo  para  qae  vea 
]    Que,  cada  cosa  en  su  tanto, 
\  6oy  la  diosa  Viernes  mesma. 


ÍAp,  Por  Diana  me  ha  tenido 

Tai)  presto  la  cara,  j  Oh  I  ;  quién 
Fingir  gravedad  supiera  I J 
Tomad,  Perote. 

penoTK.  (Ap.) 
Por  Dios , 
Que  buele  i  cochambre  esta 
ConioladeGlIa;  pero 
TaDibien  las  ducas  son  bembras. 

jQaé  es  lo  que  queréis! 

.rEROTE. 

Sos;  y  como  laíqu-siera, 


tEscircuDitaucia?... 

Que  agraria. 

GILETA.  (Ap.) 

Aqui  es  menester  prudenda. 

Básenos  venido  i,  casa, 
Sin  saber  de  dó  nos  venoa 
M  cómo  ni  cu&odu,  un  «leudo. 
Que  mas  parece  que  es  deuda 
Según  lo  que  á  todas  boras 
Afnge,  pues  no  nos  deja 
£omer  ni  dormir;  j  asi 
Vuijera  con  tu  Ucencia 
(Que  sin  pedirla  no  es  justo, 
Siendo  la  seüora  nuesa } 
Añublar  el  matrimonio; 
Pues,  cuando  no  baste  esia 
Razou ,  de  mas  del  primazgo, 
No  hay  en  ella  cosa  buena ; 
Porque  empues  de  ser,  señora. 
Mal  segura  zagaleja, 
Fea  es  sobre  mal  segura. 
Mentecata  sobre  fea. 
Puerca  sobre  mentecata, 
V  atrevida  sobre  puerca. 

Meniis  como  na  maridi'lo 
lie  por  ahi,  que  la  lengua 
Pone  en  su  mujer  asi. 

i  Por  Dios',  que  es  ella  por  ella '. 

Craro  está. 

^Y  baslo  oído  todoT 

De  pe  á  pa. 

;Sln  quedar  lletfal 
eu.ETA. 
SÍd  quedar  Uetra. 

rKitoTC. 

¿NengujiaT 


Pues 

Lo  dicho,  dicho,  G lleta. 
Y  dejando  en  este  estado 
Dimes  y  diretes,  lensan 
Dares  y  tomares.  ^Cóino 
Viidín  y  de  qué  manera 
Aquesos  batos  i  casa? 

etLETA. 

Mal  seguras  zagslejas 
No  dan  de  lo  que  se  visten , 
A  SUS  maridos  la  cuenta. 
No  quiero  pues,  ni  me  loca 
Decirlo,  por  si  te  pesa. 
PERont. 
Pues  daréte  yo  con  el 
Garrote,  por  si  le  huelgas. 


¡Hay  tan  gran  bellaquería. 
¡Ray  tan  grande  desvergüenza! 
¡Coa  el  palo  da  al  vestido 
üe  la  señora  DuquesaT 

Séanme  testigos  lodos. 

¿Luego  es  el  suyo,  en  concienda! 
El  mismo. 

PEROTE. 

Ya  arrepraiido. 
De  haberle  dado  me  pesa. 
Pero  í  cómo  i  tu  poder 
Pudo  venir í 


Cuando  etla  fuese 

Salen  te  le  diese,  ¿no  ecbas 
e  ver  que  es  descortesía 


jVestido  de  miesa  ama 
V  c«n  condición  expresa 
De  traerte !  i  Erra  lugtan  ? 

iQuéeslueu-ctara? 

Pracentera. 

CILETit. 

¿Que  es  praza  enteraí 

PKROTB. 

Presona 
De  bumoT. 


Bufona. 
tQuiéreslo  mas  craro,  bestia . 

Ni  aun  lauto. 


DIANA,  LAURA. -PEROTE,  GILETA. 


'/^.  á  Dian:  Si  no  te  rtes. 
Imposible  es  tu  tristeza 
De  divertir,  porque  estl 
Extremada.)  ¿Oyes,  Cilela? 


Tan  duca  como  ella  si 

Aquel  refrán  te  desmienta. 
De  que  la  mona  testida 
De  seda ,  mona  se  queda. 

DtA^it.  {Ap.  á  laura.) 
iQue  digas  que  ¡lupite  dar 
Gusto  tríaldad  como  esta? 

DigmzíídbvGOOglC 


A  ouien  esli  triste,  aadt, 
SeDora,  baj  qae  le  divierta. 
Pero  i  qué  hay  perdido  eo  esi 


Solo  el  jnido  de  Gilela; 
Pero  él  ea  lao  poco,  6  nada, 
Que  DO  impona  qne  se  pierda 

ontu. 
El  ei  maa  que  nereceis 
Vos  descaltar. 


Que  esii  triste  la  Ddi|dcu. 
Yo  me  iré ;  tú  DO  te  vayas. 
^Por  qué! 


Ko  sé  que  es ,  y  i  buena  caenla 
Oigo  qne  míeutes...  {Ap.  V  voy 
Donde  el  deseo  me  lleva. 
Hasta  encontrar  coa  el  prinlo. 
;0h '.  ¡Quiera  amor  que  parezca ! ) 

ESCENA  IT. 
DIANA,  LAURA. 

Cuidadosa,  Laura,  estoy 
Y  lo  estaré,  hasta  que  sepa 
A  qué  bora  salió  Cirios, 
Ya  que,  como  Tiste,  fuerza 
Fué  retírarse  (liasta  que 
Seguro  el  naso  estuviera) 
Al  miserable  hospedaje 
Donde  Lisardo  s«  alberga. 

Con  ese  mismo  cuidado 
He  Mtado;  y  como  basta  esta 
Hora,  en  que  ya  el  sol  declina. 
Novedad ,  señora ,  hiera 
Bajar  aljardiu,  no  pude 
Saber  nada. 

niA^A. 
Pues  atenta 
Mi»  a  por  abl  parece 
Lliardo,  que  nos  dé  cuenta 
De  i  qué  Dora  salió  y  si  pudo 
Verle  ilguten ,  ya  que  aquella 
HÚEJca,  qne  dos  sirvió 
De  armoniosa  deshecha , 
Vino  á  ser  coaira  nosotros 
En  la  parte  de  que  ella 
Fuese  quien  Se  aqoese  ctiarto 
La  gente  sacase ,  y  fuera 
Parase  i  tos  que  pasaban. 


LISARDO.  —  DIAHA,  LAUHA. 
LiSUM. 

Etperando  i  que  estuiteras 
Sola ,  no  ll«!ga¿ ,  señora , 
Antes  de  tbora  i  tu  preseikcia. 


EL  ACASO  Y  EL  ERROR- 


I  Hasta  qne  el  alba  saliera , 
I  nsberio  en  este  jardín 
Se  estuvo,  dando  mil  vueltas  : 
Con  que,  declarado  el  día. 
Fué  preciso  se  estuviera 
I  En  mi  aposento  hasta  agora, 
'  Esperando  que  anocheica. 


Aun  si  vieras 
Lo  tierno  de  sus  suspiros. 
Lo  rendido  de  sus  quejas, 
Kejor  lo  dijeras. 

Otra 

Y  otras  mil  veces  ¡ob  adversa 
,  Suerte  mial  vuelvo  i  hacer 
I  De  tus  lisonjas  ofensa. 
I  i  Para  qué,,  quien  soy,  me  hiciste, 
I  Si  babia  de  vivir  sujeta 

Al  mismo  ser  de  quien  soy? 

I  Qué  alivia,  qué  lisonjea 

Que  le  dorcD  la  prisión 
'  Al  ave  que  vive  presa. 

Ni  qne  la  reja  le  bru&au. 

Si  no  le  liman  la  reja. 

Pues  la  cadena  dorada 

No  deja  de  ser  cadena? 
"   fuera  yo  alguna  bnmllde 


i.qu. 


La  curiosidad  de  lautos 
A  mis  acciones  atenta! 

tNo  fíiera  Cirios,  pues  Cirios 
aslaba,  onl...  Pero  la  leogoa. 
Viendo  i  Fisberto,  aun  el  corto 
Alivio  de  bablar,  suspenda. 


(Ap.  Aqni  esti  Diana,  y  me  ha  visto. 

¡Quién  disbnntar  safdera! ) 

Icuando  tu  Alteza,  señora, 
,  barí  i  mi  atención  licencia , 
'  Qne  por  su  respuesta  acuda? 

T>or  que  volverme  quisiera 
.  Lu^o;  pues  como  antes  dije, 

La  instrucción  que  traigo  es  esta, 
I  Y  sé  que  Fistierto  esti 

Pendiente,  basta  que  yo  vnelfa. 

'  Por  mi  luego  podréis  iros, 
I  Y  porque  velis  que  en  esta 
I  Parte  yo  no  os  tengo,  iré 
!  A  mi  pjLire  de  la  vuestra, 
I  Y  procuraré  enviaros 
Su  respuesta  y  mi  respuesta. 

[Vbm,  V  Laura. 

LISAIBO.  {Ap.) 

Aunque  deje  solo  á  Cirios 

Por  tan  largo  tiempo,  es  ttiena 

No  ir  al  aposento,  pues 

Andando  por  acá  fuera. 

No  me  busca  tin  i  mi 

A  riesgo  de  que  i  él  le  vean.    (Vaw. 


FISBERTQ,  FABIO. 


FUBENTO. 

ÍQué  be  de  hacer,  si  aqnl  no  estoy 
ien,  adonde  baya  quien  pueda 
Conocerme? 

FABIO. 

i  Y  qué  has  resuello 

Acerca,  dime,  da  aquella 
Consulta  que  remitiste 
Al  tiempo,  pues  toda  entera 
La  noche  eu  vela  has  esudo 
Con  él  para  resolverla? 
nsaenro. 
Pues  auD  DO  be  resuello  nada. 
Por  una  paKe  me  cerca 
El  duelo  de  que  el  retrato 
Por  un  acaso  i  mi  venga; 
Por  otra  lo  que  dijiste 
I  De  que  puede  ser  que  sea 
'  Sin  Tolontad  suya,  me  bace 
{  Agrado,  pero  no  fuerza; 
I  y  asi  entre  una  y  otra  duda 
'  No  hay  nada  a  que  me  resuelva. 
Si  ya  no  es,  iules  de  irme, 
A  nacer,  Fabio,  una  experiencia. 
Para  saber  si  el  retrato 
Cirlos0in  gusto  le  tenga, 
U  sin  gQslo  de  Diana. 


lie  Diana. 

tiBIO. 

¡Qué  experiencia  ba  de  ser  esa? 

>  FISBERTO. 

Bascar  algún  modo,  en  que 
I  Ella  en  mi  poder  le  vea. 
I  Si  al  verte  se  sobresalta , 
I  Admirada  en  cómo  pueda 
¡  Haber  venido  i  mis  manos, 
ISertseñal(cosaescierW) 
De  conocerle;  si  no 
Se  turba .  asusta  ni  altera. 
Sino  al  verle  lo  ve  como 
Otro  retrato  cualquiera, 
Seri  señal  de  que  im 
Sabe  nada  :  de  manera 
Que  su  semblante  ha  de  ser 
El  crisol  de  la  experiencia. 

Para  que  le  vea,  ; qué  medio 
Será  posible  que  tengas! 

FISBEBTO. 

Uno  solo  se  me  ofrece. 

FABIO. 

iCuil  es? 


las  tal  vez  que  Iqs  estudios. 


CARLOS— Dichos 


(Ap.  fít&eabrien4o  la  puerta  del  eaaría 
detjartinen.K  la  pequeña 
Luz  que  me  dispeiü^u  breves 

■     UglizodCyCiOOglC 


Lofl  KsquIdM  desU  puerta , 
Vi  airaveuri  Uiana, 

Y  sintiendo  eui  1 1  apríesa. 
Exhalación  de  mis  ojfn , 
Se  me  deshizo,  por  veri» 

He  be  de  atrever  á  t'iilreahriria. 

Ed  toda  esta  verde  estm         {Sale.) 

Ya  DO  parece  :  ¡  ay  de  mi ! 

Has  jQué  es  I"  que  miro  eo  ella? 

Soio  el  francés  caballero 

Su  iuciiiiacion,  que  no  es  mas 
Que  andarse  de  tierra  en  tierra 
Viendo  lo  mejor  de  Italia. 

Y  pues  que  me  da  lan  l'uena 
Ocasión  amor,  que  nadie 
Hay  (]ue  por  aquí  jiarezca, 

^o  la  he  de  perder,  pues  puedo 
Cobrar  nii  perdida  prenda.) 
¡Ce,  cahaliero! 


Quien  i  vuestros  brazos  llega 
Ouejoso  y  agradecido : 
Agradecido,  i  la  deuda 
Eu  que  le  pusisteis,  cuand» 
Le  enmendú  vuestra  advertencia 
El  susto  de  aquel  acaso ; 

V  quejoso,  de  la  priesa 

Tiempo  de  enviar  tuviera 
Par  el  retrato   Y  supuesto      — 
Oue  uno  estime  y  otro  sienta  ,• 
Viyase  lo  uno  |ior  lo  otro: 
Que  uo  son  muy  malas  Terias 
Lt  (pie  un  aRradeciu:ienlo 
Se  trueque  por  una  queja. 

Y  supuesto  [jue  liasia  aiiui 
lie  tenido  por  las  señas 
Siguiínd&s,  dadme  el  retrato, 

Y  adiós.. .Ñas  Diana  es  esta. 
No.  no  le  saquéis  agora. 
Por  que  con  tos  no  me  vea  ; 
Pues  sabiendo  quién  eoi,  ya 
Sabéis  lo  que  aqui  se  arriesga , 

V  asi  me  retiro  en  taulo 

Que  pasa.  Por  vida  vuestra,     • 
No  os  vnis  basta  aue  le  deis. 
Si  ;l  no  queréis  dé  vuelta 
Tras  de  vos  también  i  lialia.- 


COHEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  L 
I  ESCENA  IX 


Va 
Tenéis  aqui  la  respuesta; 
Que  ancianos  achaques  hoy 
l'anio  i  mi  padre  molestan. 
Que  manda  que  por  él  supla 
Enfehn edades  y  ausencias. 
Üi'spacbado  estlls ,  y  asi 
Podéis  siempre  que  os  [lareica 
Quo  os  está  mejor,  partiros 
Donde  Fisherto  os  espera, 
Poroue  no  es  razón  que  esté 
Pendieute  de  la  respuesta. 
ciii-OE.  {Ap.) 
iQaé  es  aquello?  ¡Vive  Dios, 
Uue  le  habla  Diana  bella 
Como  i  quien  vino  de  parte 
De  Fisberto '.  Con  que  es  fuerza 
Que  en  quien  retrato  y  secreto 
Vino  i  dar.  él  mismo  sea. 

La  vida  quitarme  intentan. 

FISBERTO,  (Ap.) 

Va  lo  que  quise  decir. 
Bien  claro  se  manillesta ; 

Pillas  cuando  no  sepa  Cirios 


Isherlo  criado 
Con  que  y»  medio  no  queda 
Del  á  mi  sino  la  espada. 
Pues  si  ha  de  acabarlo  ella . 
Por  Dios  que  ha  de  ser 
Llegando  h&cía  la  pendencia 
5<ahido.  si  Diana  sabe 
El  que  íl  el  retrato  tenga. ) 
Yo  vov  muy  favorecido 

pues  corre  i  cuerila 


lodo. 


•'".["'■' 


(Nohie  soii  y  caballero) 

Algo  os  dijere,  en  las  senas 

Por  entendido  no  os  deis ; 

Pues  ya  prúsperas,  ya  adversas. 

Fortunas  de  amor,  al  uoble 

Le  toca  favorecerlas.        (Eicóadeu.) 

t Quién  se  habrl  visto  en  el  mundo 
a  confusión  como  esta? 
Dejo  aparte  que  me  fie 
En  secreto  mis  ofensas ; 
Dejo  aue  dar  el  retrato 
(Siendo  cuyo  i-S)  es  bajeza; 
Dejo  que  es  no  darle  empeño 
V  íojáqne... 

Diana  llega. 

Aun  para  discurrir  ¡cielos! 
Tiempo  mi  dolor  no  deja. 
En  lo  que  debo  hacer. 


Todo  de  Fisberto ,  él 
Lo  estimará ,  cuando  advierta 
Oue  mi  tratamiento  ha  sido 
t^oino  á  su  persona  mesma. 
Dadme  la  mano...  iUas  ¡  cielos! 
¡  Qué  notable  inadvertencia '. 
'  {Saeaelpañuelo.caétele  el  retraía,  y 
tímal»  fingieadú  Wrbaeim.) 

i  Qué  es  esto? 


¿Qué  hay  (fue  os  asaste  y  suspeoda? 


¿Re  trato  mió? 

¡  Qué  pena  I 

CARLOS.  (Ap.) 

-Vive  Dios,  que  se  declara 
CoamiBo  a  un  tiempo  y  con  ella , 
Valiéndose  del  acaso 
Hio,  para  su  cautela! 

Vuestro,  que  sabiendo  cuánto 
h'isberto  eslima  tal  prenda , 
Un  artlllce  extranjero 
He  buscó  ahora  en  la  bella 
Esfera  desos  jardines , 
V  biio  del  conmigo  ferias. 
Siu  saberlo  vos ,  pensaba 


Llevarle ;  mas  ya  que  esta 
Descuidada  acción  acaso 
A  vuestros  ojos  le  muestra. 
Os  suplico  le  toméis 
En  vuefitra  mano  siquiera 
Un  instante ,  porque  vo 
Llegue  i  recibirle  della, 
Y  pueda  allí  decir  que 
He  le  dié  la  mano  vuestra- 
DiAM.  (Témalt,) 
Para  que  no  le  llevéis. 
Le  tornaré...  (Ap.  ¡Vo  estoy  muerta! 
¡  Cielos !  j,no  es  este  el  retrato 
Que  di  a  Carlos?) 

riSBEITD.  (Ap.) 

No  salió  mal ,  pues  salió 

Tan  bien,  que  al  mirarle,  tiembla. 

cAblos.  (Ap.) 
¡Cielos!  ¿qué  debo  hacer  cuando, 
En  confusión  como  esta , 


ioyui 


Me  empeñan  y  me  despeñan! 

DtAH*.  (Ap.) 

Bajamente  de  sus  celos 
tlirlos  ¡  ay  de  mi  I  se  venga.    ' 
i  Ob !  ¡  nunca  anoche  quedara 
Aqui ,  donde  hacer  pudiera, 
Píntddo  artífice,  aqueste 
Despecho! 


Suieo  celos  i  buscar  llega ! 
ue  si  no  se  hallan ,  no  alivian 

YsisehallanatormentaQ.) 

Vuestra  mano  me  le  vuelva. 
Dadme  el  retrato,  y  adiós. 

(Ap.  Aunque  no  darle  quisiera 


Por 


del  can  él, 


Ya  que  Carlos  le  enajena . 

Le  he  de  dar  :  castigue  ¡cielos! 

Su  bajeza  a  su  tiaje;ta.) 

Tomad. 

(Sale  Cirlot,  y  quítatele  déla  mano.) 

CjIKLOS. 

i  Qué  es  esto? 

CARLOS. 

jQué  ba  de  -wr?  Ver  que  su  hacienda 
La  puede  cobrar  un  hombre 
Donde  quiera  que  la  encuentra. 

A  lan  {i^nde  atrevimiento. 
Soto  la  espada  es  respuesta. 

*  (Saca  la  etpaáa.) 


¡Ay,infelicedem[! 

Vocet  dentro. 
;  En  el  jardín  bay  pendencia 
Llegad  lodos. 


Uuecto  soy.         (t^ae.y 
IfiyGoOglC 


EL  ACASO  V  EL  ERROR. 


;  Qué  desdiclia ! 

¡Qué  tragedia! 
«Qué  has  becho ,  Cirios! 

Perdida 

Tú,  mas  que  lodo  se  pierda. 
(Qué  había  de  hacer  al  mirar 
IJue  lu  relralo  Ií  eiilregas! 

^^Dca  JO  se  'e  entregara. 
Sin  ver  que  lú  le  desprecias. 

Fué  un  acaso. 


;.  Viendo  la  pcr^oiia  muerta 
De  Fisberlo ,  en  su  vengania 
No  muero? 

.    ESCEHA  X. 

LISARDO— Dichos. 

VeCri  dentro. 
Todos  se  tengan. 

MSillIDD. 

SeBor,  la  gente  que  estaba 
Cuidadosa  de  In  ausencia , 
Hasta  el  jardín  ha  Iteftadn 
En  tu  busca.  Pues  tan  cercs 
Esta,  ponte  en  un  caballo; 
Que  yo  quedo  en  lu  defensa. 

cíbliis. 
Tu  no  te  empeñes  por  mi , 
Ni  le  declares  quién  seas: 
Que  mas  me  Importas,  Lisardo, 
Sirviendo  de  espía  secreta , 
Donde  me  avises  de  todo. 
Tú, ingrata,  lú,  alere,  piensa 
Que  no  roy  mas  *ito  so 
One  el  que  muerto  i  tus  pies  queda ; 
Que  él  queda  muerto  en  la  vida . 

Y  ;o  llevo  el  alma  muerta.       (Vate.) 

Aunque  me  manda  quedar. 

No  lo  ha  de  hacer  tni  ohediencia , 

Y  be  de  seguirle  hasla  que 
Partir  seguro  le  tea. 

Teas  ellos  be  de  ir. 

E»CENA  Xt 

EL  DUQUE,  CELIO,  criados.-  DIANA, 
FABIO;PISBEnTO,<:0ii(a«a  íltueü. 


Teneos. 

íQué  confusiones  son  eMas? 

Esta  desdicha  lo  diga. 

V  aun  es  mas  que  lú  Rospechas ; 
Que  es  Fisberto  mi  señor 
A  quien  mató  su  ílereía. 

D.A-.*.  (Ap.) 

Declaróse  la  fortuna 
Contra  mí. 

DCqOE. 


Darle  «quila muerte? 


Albricias,  porque  aun  alienta. 

Llf'vadie  donde  se  cuide 
(Siesposihiequela tenga)  {Uivanle. 
Desu  viila;y  tú,  llran». 
Tú,  aleve,  tu,  injusta ,  piensa 
(Jue  sí  mis  Bosiiechas...  Pero 
No  es  tiempo  de  mis  sospechas. 
Ni  las  doy  liuen  nombre,  pues 
Va  DO  son  sino  cvldenrias. 

(Vame  todo»,  mena»  Diana.) 

ESCENA  XU. 

DIANA. 
/Qué  es  lo  q^ne  pasa  por  mi! 
Bien  dijo  quien  dijo  que  eran 
Muy  cobardes  las  desdichas , 
Pues  nunca  solas  se  arriesgan; 
.'iiempre  acompañadas  andan 
En  cuadrilla ,  de  manera 
Que  unas  de  otras  se  eslabonan 
Ijnas  de  otras  se  encadenan  : 
Con  que ,  dándose  la  mano , 
A  cana  paso  se  aumentan. 
Digalo  yo ,  combatida 
De  tantas  como  me  cercan , 
Que  no  es  posible  contarlas , 
Siéndolo  ¡ay  Dios!  padecerlas. 
I  Fisberlo  muerto  en  mi  casa , 
I  ¿No  esfuerza  ¡  av  de  mi!  que  sea 
I  El  lobresalto  de  Europa , 
I  Su  tragedia  y  mi  tragedia? 
I  Carlos  su  homicida , ;,  no  es 
[(Olra  veí¡aydemi!)fuerM 
Que  sea  el  terror  de  Italia 
O  su  ufi'usa .  ó  su  defensa ! 
Mi  padre  de  mi  ofendido , 
i  Fuerza  no  es  que  sus  riolencias 
Sean  de  mi  vida  asunto! 

V  sobre  todas  aquestas 
Fortun.is  que  me  persiguen , 

I  Desdichas  que  me  atormentan , 
I  ;  No  es  fuer^.i  ser  imposible 
I  Ya  el  que  Curios  me  mereica , 

V  It^re  Flor  su  esperanza , 

V  que  se  case  con  ella ; 
Porque,  segnrn  el  Estado, 
Mejor  defenderse  pueda 

De  sus  contrarios?  |  Hal  haya 
Esta  villana  potencia 
De  la  memoria ,  que  ahora 
Amor  y  celos  me  acuerda ! 
Has  ¡cuáles  deben  de  ser 
Mis  ansias,  cuáles  mis  penas. 
Pues  'a  de  celos  y  amor 
La  tienen  por  <a  postrera, 

V  viniendo  siempre  antes. 

La  riñen  que  aun  después  venga? 

^'  Qué  he  de  hacer,  cielos,  sitiada 
e  tantas ,  de  lan  opuestas 
Ojeriías  de  los  hados 

V  ceños  de  las  estrellas. 
Como  contra  mi  conjura 
Kl  cielo,  siendo  la  piedra 

I  Del  escándalo  mi  vida? 
I  Pero  ¿qué  dudo  ?  La  negra 
I  Noche  ¡no  baja  en  mi  avuda 
I  De  pardas  sombras  cubierta  ! 


'  í  No  andan  con  el  sobresalto 
I  Üueá  todos  los  amedrenta. 

Tan  turbados,  lau  coofusos. 

Que  ¡10  hay  quien  i  nada  atienda  ? 
,  Pues  aunque  segunda  vei. 

Villana  memoria ,  quieras 
¡  A  tan  mal  tiempo  acordarme 
i  Quienso«,no  hade  bastar.  Ea, 

Deshecha  fortuna  mia. 

Trátale  como  deshecha , 
I  V  sin  que  nuda  repares, 
¡  Nada  mires,  nada  adviertas, 
¡  Arroja  la  ropa  al  mar, 
I  y  de  su  saña  soberbia 
¡  Salva  la  vida,  que  está 
:  En  poder  de  la  tormenta. 
I  Sujeta  3  laníos  embales, 
I  V  a  tantos  golpes  expuesta,  ' 

Como  mi  padre  amenaza, 
,  Capai  <  yaVe  sus  ofensas ; 
I  Como  Fisberlo  previene , 

I  Como  á  toarlos  adivino. 

Ya  imposible  que  aquí  vuetra ; 
I  V  coreo  propone  Flor, 

Dueño  ya  de  sus  finezas. 

V  siendo  asi  que  ya  todo 
'  Eslá  perdido,  no  temas. 

Sino  ve  i  disponer  cómo 
.  Tal  temeridad  emprendas ; 

Uue  no  faltará  de  quien 


Iras  su  Sfnor,  no  parezca. 
[  V  nadie,  y  mas  si  ama.eilr 
Kesoluciun tan  violenta, 


n  tantas  novelas 
I  (.orno  contiene  la  fama. 
De  amantes  sucesos  llenas, 
[V-n  las  alas  de  sus  plumas 

is  lenguas.    (Vate.) 


Númi 


S'  en  In 


CELIO. 

En  notable  confusión 

Esta  desgracia  me  ha  puesto , 

V  no  sin  causa,  supuesto 

Qne  fui  quien  dio  U  ocasión 

A  ella ,  con  tiaber  tenido 

A  Lisardo  disfrazado, 

Pues  él  ha  facilitado 

El  que  haya  Carlos  venido 

A  estos  jardines ;  y  asi 

Ks  bteo  para  asegurar 

El  secreto,  procurar 

No  quede  un  instante  aquí, 


todo  el  jarmn  no  eslá , 


.  Ha  cerrado ,  4  ver  no  llego 

,   Mas  que  los  bultos.  ¿Quién  vio 

Icual  la  duda?  A  mi  pues 

I  Todo  me  asusta.  ¿Quiénes? 

ESCEKA  XIT. 

PEROTE.  — CELIO. 

¿Quién  ha  de  ser  sino  yo. 
Que  venpo  de  haber  llevado 
A  este  Gil  Huerto,  ó  Gillierto, 
A  quien  parece  hizo  muerto 
La  sangre  que  le  ha  faltado! 

Perote, ¿sabes, medí. 
Dónde  aquel  pariente  está? 

I  Saltídor. 


eyCOOglC 


Gile»  te  lu  «lirl. 


ESCENA  XV. 

CAnLOS,  LISAHDO— PEROTE. 

Ed  Gil,  ¿aquí  vielvesT 

SI, 
Pues  ja  que  tfi  no  quisiste 
Dejarme,  j  que  mi;  seguiUe 
Hasia  que  mi  geuLe  vi ,     , 
£a  bien  volverme  i  valer 
De  U ,  de  la  itoche  jr  della  : 
Ho  digt  mi  opuesta  esirdU 
De  mi  que  dejé  de  liacer 
Nada  que  i  ini  me  tocase. 


ledt 


Pues  iqné  por  bacer  te  qu( 
De  cuanto  tocarte  pueda? 


Yo  lo  diré  cuando  pase 
La  gente  que  al  pato  esU. 
Ual»a  tíi,  que  jro  te  sigo. 


Ya  be  dicho  que  ¡quiéu  n  allát 

Yo  loj.  ¿Quién  aquí  ba  de  ser? 

Seüor  y  primo ,  ¡  qué  error ! 
Hoy  que  mi  suegro  j  leiior 
Os  SI  habido  menester, 

tNo  teuta  basta  ine  el  diaf 
e  mu  de  que  muy  fnquJeia 


ToTeci 

i  QoiéD  Tiene  afal  i 


COHEDUS  DB  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  I 
ESCENA  XVL 

CARLOS,  LISARDO. 

No  pudimos  excusar 
El  veroie. 

No  importa  nada , 
Que  aqueste  es  un  simple;  y  ya 
Que  aquí  estás,  aunque  te  lalgas 
De  decir  que  al  delincuente 
Ningún  sagrado  le  suarda 
Xassegoro,  que  ellugar 
Donde  nizo  eí  delito,  salga 
l)e5ta  confusión.  ¿Qué  inieniia, 
Cuaado  á  lodos  volver  mandas 
Contigo,  ;  que  la  carroza 
[Que  en  ese  monte  emboscada , 
O  por  venir  mas  secreta 
O  por  ser  postas  de  Italia , 
Dejaste)  mandas  te  sigat 

8ue  nunca  pueda  la  liimt 
ecirde  mi  que  volví 
A  mi  peligro  la  espalda. 
Sin  atender  al  peligro 
En  que  ha  quedado  Diana, 
Confieso  que  anduve  mal 
En  salir  de  aquesta  estancia 
Sin  ella ;  mas  i  quién  esli 
Tan  en  si ,  cuando  se  halla 
En  caso  como  el  mió,  que 
Tan  cabal  la  facción  haga. 
Que  algo  que  enmendar  no  encuentre. 
Siempre  que  vuelva  i  mínrla  I 
Pendencias  y  borradores 
Tienen  una  semejaDia, 
En  que  i  la  postrera  vista 
Se  mejoran,  ó  se  rasgan. 

V  aunque  es  verdsd  que  me  acusa 
En  lo  principal  la  falla , 
Pues  i  todo  Ira  <  I  ce  debe 
Ser  lo  primero  la  dama; 
Sobre  que  el  yerro  conozco , 
Recíbaseme  que  estaban 
Contra  mi ,  i  cuenta  del  yerro 
Cdos,  amor  y  venganza. 

V  pues  es  fiíerza  que  eslé , 
A  vista  desta  desgracia , 
De  su  padre  combatida , 

V  quiza  t  riesgo  que  haga 
Algún  extremo  con  ella : 
Vuelto  por  ti ,  vuelvo  i  oaUarta , 
A  ver  qué  quiere  de  mi : 
Que  i  precio  de  vida  y  alma 

de  asegurar  la  suya , 


¿Luego  ya  bay  otro  pariente! 


fíaotE. 
¡Han  visto  lo  oue  se  va 
Creciendo  la  alcurnia  mía  T 
Vo  i  decir  i  mi  mujer 
Que  hay  otro  pHrno  en  campafia , 
Que  venga  t  abrazarle.  ¡  EiiraBa 
ñmUiaSebcdeser!  (V«e.) 


Pues  teniendo  yo  i  Diana , 
Con  ella  lodo  me  sobra , 
Slu  ella  todo  me  falta. 

usiano^ 
A  tanta  resolución 
No  be  de  responder  palabra , 
Sino  morir  á  tu  lado. 
Has,  sí  las  sombras  no  engadUn, 
La  puerta  i  la  galería 
De  su  cuarto  abren. 

Dosdamu 
Salen  al  jardiu.  Aqui 
Te  retira  entre  estai  ramu, 
Basta  aseguramos  bien 
De  quién  son.  (Eieinienn.) 

ESCENA  XTO. 

LAURA  f  DUNA. -CARLOS  i  U&KR- 
aO,oetiUa$. 

DIANA.  (Ap.) 

¡oh  noctie  1  ampara, 
Pnes  de  los  hurtos  de  amor 
Eres  la  noctqma  capa , 
El  mió ,  ya  que  dispuesto 

gueda  todo  con  tan  rara 
sutela ,  que  aun  Laura  no 
Lo  ba  de  saber ;  que  me  cansa 
El  que  nadie  me  acoos^e. 

¿A  qué  vuelves  i  esta  estancia. 
Teatro  de  una  desdicha 
Tan  notable! 

Kosé,  Laura, 
Si  va  no  es  aue  mi  dolor 
Solo  en  mi  dolor  descansa. 

LiSkano.  (Ap.  d  Cdrloi.) 
Lanra  y  Diana  son. 

Las  voces 
Conocí,  y  ya  rae  acobarda. 
Para  salir,  el  pensar 
Que  la  be  de  bailar  enojada. 
¿Quién  crérí  que  quien  no  teme 
Riesgos ,  peligros  y  armas , 
El  cebo  de  una  hermosura 
Tema  con  üaqueza  tanta. 
Que  tiemble  al  verla! 


La  vea  sola ,  he  de  sacarla 
Una  vea  de  tanto  empello 
Como  su  vida  amenaza. 

i  Ah ,  sefior !  ¡  cuinio  mejor 
( Puesto  que  un  padm  no  maial 
Fuera  apelar  al  olvido 
De  una  vet  y  !... 

cisLOS. 

Calla,  cafla, 
No  prosigas;  que  ya  sé 
Que  vas  i  dedr  la  eilraüa 
Knemiilad  que  hau  tenido 
Nuestra  sangre  y  nuestras  casas; 
Que  dejando  conlra  mi 
Que|osos  Hitan  y  Parma 
Y  HMena ,  no  me  queda 
Tierra  en  que  poner  las  plantas. 
Todo  lo  tengo  mirado; 
Pero  todo  Importa  nada , 
Como  k  Diana  no  pierda ; 


¿'Qué  es  lo  que  mandas,  sdlora! 


Un  paliuelo  qi 

Como  si  no  fuera  alhaja 

Tan  del  servicio  del  llanto, 


Que  es 

Habla  quedo. 

{Bablaa  Uuáo$enutretii.) 

LiSAuo.  (Ap.  í  Cdrlof.) 

Que  la  que  quedare  sola , 
Diana  es. 

CÍBLOS.  {Ap.  á  Litofit.) 


Hi  osadií  en  ocasifia 


.TCoog  le 


Que  sola  he  podido  hallarla, 

¡  Vive  Dios,  ^ue  lie  Je  atreverme 

A  todo! 

Pues  mientras  Laura 
Se  va ,  cousidera  que 
Se  queda  i  uiucba  disUiicia ; 
Y  al  salimos  de  aqui , 
Al  ver  dos  bultos,  es  clara 
Cosa  que  se  sobresalte . 
Pues  no  te  espera , ;  que  baga 
Defensa  al  intento. 

Pue« 


Por  las  espaldas 
De  aqueste  cenador,  toma 
La  vuelta,  para  qae salgas 
Tan  cerca  de  ella, que  puedas. 
Antes  de  verte ,  abraiarla. 


Aquí  aguarda.  {Vate.) 

Pues  ira  qnedé  sola,  va 
Ir  paedo  i  la  puerta  talsa , 
Donde  uu  caballo  me  espera. 
Uas  ¡quién  seti  estotra  dama 
Ijue  tras  mi  vieueT 

ESCENA  XVni. 

GILETA.— DIANA;  deipuet,  PEROTE. 

CILST*.  (Ap.) 

Harto  sieolo 
El  quitarme  aquestas  galas 
Sin  que  mí  primo  me  vea 
Con  eltaa ;  que  la  borrasca 
De  boy  no  diü  lugar  i  verle 
Hasta  abara ,  si  esll  en  casa. 
(SaU  Perote.) 

FEHOTE.  {'Ap.) 

Hasta  ver  adonde  va, 
Voi  siguieudo  esta  picaBa. 


(Ap.  ^Mk  que  viene 
A  estorbarme  esta  villana?) 
Si,  JO  soy. 

CBCETÍA  XIX. 


EL  ACASO  Y  EL  ERROR. 
I  Dun*.  (Ap.) 

I  ¡Déme  ■lievimieuto  amor' 


V  de  mas  cerca  mirada. 
Lo  dice  mejor  el  mudo 
Brillar  de  lelas  y  galas. 

BU«*.  (Ap.) 

Quien  DO  supiere  de  amor. 

Ño  acuse,  no,  de  liviana 

l^ta  acción  :  aprnida  á  amar 

La  que  hubiere  de  Juzgarla.     {Vate.) 


tJtiRA.  (A  weei.) 
,  Traición !  ;  traición  ]  Acudid , 
Ijue  se  llevan  i  Diaua. 

Mejor  lo  biio  Dios  conmigo  : 
Glleta  es  con  la  que  cargan. 

1  Quién  querías  que  i  ella  UereT 

Gente  del  Refugio ,  que  anda 
Quitando  por  caridad 
A  las  mujeres  que  cansan. 


PEBOTB.  (Ap.) 

iQué  hari  iqul  anta  GileíaT 

ciaLoa. 
(Ap.  Va  no  se  descubre  Laura  : 
Agora  es  tiempo.)  Perdoua, 
{Uega  Cárto* ,  V  toge  á  Gileía  en  hi 

bratoi.) 
Hermosisima  Diana; 
Que  no  has  de  quedar  lü  al  riesgo, 
Cuando  mi  vida  se  salva. 


Con  tu  esposo  va». 

Se  engaEan 
Vuesas  mercedes ,  si  no  es 
Que  también  conmigo  cargan. 

LtSAHUO. 

OcaHar,tosmeterin 
En  el  cuerpo  cuatro  balas. 

Uas  IScil  es  lo  primero. 

Lisardo,  excediendo  al  aura 
Ponta  en  la  carreta,  y  vuela  ; 
Yo  te  guardaré  la  espalda. 
Va  sabes  dónde ,  al  primero 
Fuerte  entre  Húdena  y  Mantua. 
Vensa  ahora  el  mnndo ,  pues  ya 
Estafen  mi  poder  Diana. 
(Vame  Cáríet  y  Lúsrdo,  tlevániote 
á  Gilelo.) 


Gileta,  aqui  aguarda, 
Y  00  te  quites  de  aqui. 
Ya  Tuelvo. 


Otra  cosa. 

Que  i  mi  w 

Por  mi,  sino  por  un  prim 

A  quien  Gileta  bari  falla- 


mandan 
da  nada 


LA  rRA.— PEROTE. 

Va  el  lienzo...  —Pero  ;qué  ruido 
Es  aqneit 

,  No  hables  palabra , 

I  Laura ,  si  iio  quieres  ver 
!  En  tu  cuerpo  cuatro  balas. 


FUHI  T  SI  LVIA ,  vetlidút  de  cata. 
FLoa. 
Slvia ,  j  no  me  dedas 
Que  eran  livianas  presunciones  mias 
Las  que  astrólogo  el  pecbo  adivinaba. 
Pues  i,  Cirios  de  mi  solo  ausentaba , 
Por  vencer  sus  Irísleías, 
La  caza  de  estas  bárbaras  malezas , 

?ue  al  sol  el  paso  impiden, 
queá  Mantua  y  i  Módena  dividen? 
Pues  mira  si  lo  fueron , 
O  si  fueron  verdades ,  pues  no  vieran 
A  Cirios  estos  di  as 
Dése  fuerte  ni  desaa  caserías 
Los  moradores;  peroicuándo,  ¡cielosi 
Miuiió  la  astrologia  de  los  celos  ? 

Si  te  digo  verdad,  yo  bien  temía 
Que  oira  ocasión  ausente  le  tenía  ¡ 
Pero  muy  necia  fuera 
Sí  templar  tu  pasíun  no  pretendiera 
Cou  alguna  disculpa. 

Hasqneteabsueheesalealtad.teculpa, 

Porque  no  tiay  mayor  daño 

Que  un  engaño  curar  con  otro  engaño. 

¡Guiólo  mejor  ha  sido 

Que  haUendo  yo  fingido 

También  que  mi  mortal  melancolía 

La  caza  templarla , 

Haya  venido  donde 

El  dolor  al  recelo  corresponde ! 

Pues,  si  verdad  te  digo. 

Nadie  en  mi  condición  puede  conmigo 

Has  que  mi  mismo  daño. 

Duela  pues,  como  sane,  el  desengaBo. 

Hinque  dicen  que  es  médico  incierto, 
y  son  mas  los  que  ba  muerto 
Que  DO  los  que  ha  sanado. 

FLOB. 

También  dicen,  halilandoen  mi  cuidado, ' 

Sue  es  mejor,  quien  padece  los  recelos, 
orirde  celod,que... 


DIANA.— DiCB«a. 
día  KA,  {Denlre.) 

¡Socorro!  ¡cietoe! 


os  vientos  ha  corladQ  laalimost^T 

UglizodCyCiOOglC 


COMEDIAS  DE  DON  fEURO  CALDERÓN  DE  LA  DARCA. 


Eo  ese  mODte  ha  sido. 


Ya  no  solo  es  asomhro  del  oído ; 

Has  Umbieo  de  los  ojos, 

Pues  enirando  i  laparleeiisnseaojos, 

Miran  precipitado 

lili  bruio,  i|ue  sin  riendi,  desbocado. 

Desde  una  en  oira  (leña 

Por  despeñarse  mas,  do  so  despeña. 


Desde  la  cumbre  al  suelo 
A  nuestras  plaoLas  da. 

{Sale  cayendo  Diana. ) 


iTnr<>Ili:  hermosura. 

Si  rayo  no  de  la  rf  ¡jion  m: 

Lii  mis  brazos  dcitcausa. 


Ni  liahla,  oi  oye,  ni  mira. 

Poco  rieso  me  espanto ; 

ifue  ifuiíi  a  mi  me  sncediú  otio  UUtO , 

Pu«s  10  lambifii ,  al  vella 

En  la  tierra,  tan  bella, 

r.asi  eibaiiindo  el  último  suspiro, 

Ni  miro,  ni  oigo,  ni  hablo,  ui  respiro. 

Relleza  que  desmavada 

Te  me  ha  entregado  un  rigor. 

Porque  me  acuerdes  mejor 

Las  especies  dé  pintada. 

Yo  le  vi  otra  vez  [lostraija 

Al  suelo ;  ;  porque  el  destelo 

No  dude  ser  lú ,  recelo 

Que  muda  diciendo  est&s , 

Para  parecerie  mas , 

?ue  te  leíanle  del  suelo.  , 
D  lo  liar¿ ,  j  pues  hasta  aqui 
Todas  lu^  señas  se  ven , 
Sé  parecida  Umbiei)       (Leváiitaata.) 
En  que  alguien  lenga  por  tí. 
No  sea  Carlos  ¡  ay  de  mIJ 
El  que  desmieuia  esta  seBa; 
Oue  seri  ansia  no  pequeña , 
Si  coiiii^  no  la  traes. 
Ser  lú  siempre  la  que  caes , 
Y  yo  la  qtie  se  despeña . 

:Qué  os  to  que  decir  quisiste 


Feliz  soy. 
Pues  me  hallo  Un  mejorada 
De  ulieuio,  vida  j  Ibrioua. 

Poca  mejora  ó  ninguna 
En  ral  vuestra  suerte  ball6; 
Mas  la  qae  pudiere  yo 
(Si  yo  puedo  dar  alguna). 
Os  la  orretco. 

A  vuestros  pies 
Humildemente  rendida, 
Doy  voluntaria  la  vida 
Que  intes  di  fonada ;  y  pues 
Justo  que  ignore  no  es 
A  quién  debo  igual  favor. 
Sepa  yo  quién  sois. 

FLO». 

¡  Negaros  mi  nombre  (uera. 
I  Flor  soy. 


iFlorT 


SI. 


Pues 

ii  que  la  viste, 

j^^Tanla  aprensión  della  hiciste. 


i  lania  aprensión  iieiia 
Que  la  has  conocido!- 


Que  si  con  celos  la  vi, 
iCniíido  borraron  ios  ciclos 
Lo  que  se  mira  con  celos? 


Yo  creyera 
Que  erais  estrella ,  y  no  Flor, 
Tauío  por  la  mejoría 
De  sus  bellas  competencias. 
Cuanto  por  las  inOueucias 
De  la  nueva  dicha  mia. 

Preguntar  quién  sois  querría , 
Has  def  pues  me  lo  diréis , 
Que  mas  reparada  estéis 
Í3e  lan  rigurosa  suerte. 
Venid  pues  hasta  aouel  fiíerle 
(knmigo,  donde  poaréis 
Cobrar  aUento  y  sentido. 

De  ser  en  aquesta  esfera 
Peregrina  y  forastera , 
Bástanle  alimento  ha  sido 
El  no  haberos  conocido. 
Lo  demás  que  eoj  ú  fui 
No  queráis  sal>er  de  mi ; 
"  ~    no  es  licito  al  valor 

itro  oir  loriunas  de  amor. 
iAp.  i  El  me  dé  industria ! )  Y  asi 
Pues  mejorada  me  hallo. 
Sin  que  mas  noticia  os  dé , 
Dadme  licencia  de  que 
Vuelva  i  cobrar  el  caballo. 

Y  creed  que  lo  que  callo , 
Es  respeto  y  es  lemor. 

Por  no  decir  que  i  uo  traidor 
Sigo.  (Ap.  Nombre  y  calidad 
Desnieuta  con  la  verdad.) 

Dejaros  fuera  rigor, 
"  mas  cuando  agradecida 
tas  senas  que  rae  dais. 
De  que  tras  un  traidor  vais. 
Quitáis  un  susto  i  mi  vida, 

Y  me  doy  por  entendida 

I  De  que  conozco  al  ingrato; 


Bien  que  desconoico  el  trato 
De  la  queja  entre  los  ilot. 
Pues  no  volviendo  |ior  vos. 
Vuelve  por  vuestro  retraio.  > 


De  quien  seguis.  Has  oo  es  I 
Deteneros  tanto  aquí. 
Venid  coomlgo. 

»ui.*.(4p.) 
¡Aydemi' 
I  Dónde  iré  ;  cielos  i  que  no 
Me  dé  «I  relralo.  que  yi6 
Cirios  en  so  poder,  muerte? 

la  al  alcaide  del  fuerte. 


ESCENA  XXIV. 

EL  ALCAIDE.  -  Dichos. 

i  Quién  llama? 

FU». 

Yo. 

Esa  dama  que  ha  caido 
Despeñada  de  un  caballo. 
Aunque  cobrada  la  hallo 
En  su  acuerdo  y  su  sentido , 

Sue  aquí  la  alliercueis  os  pido, 
asta  que  proseguir  pueda 


Nosotras  (puesto  que  ya 
Nada  hay  que  bieu  nos  suceda) 
A  la  corle  ( i  oh  ansia  fuerte ! ) 
Volvamos ,  Silvia .  sio  que 
Sepamos  adunde  Alé 
Cirios. 

De  dos ,  que  te  advierte 
Va  por  lo  menos  lu  suene , 
El  un  detec^ño  gana, 
non. 


Ir  segura  del  n 

Si  ira  lo  voy  de  Diana! 

{VanuFlcT^SiMa.) 


DIANA,  EL  ALCAIDE. 

Venid,  señora,  donde 
Veáis  que  al  precepto  la  atención  res- 
Si  rviéndOE.  [ponde 

La  fineza 

Mayor  quepnedehacer  vuestra  nobleu 

Por  mi  1  por  quleu  lo  manda,  pues  me 

[hallo 

Hi-jor,  es  ijue  cobréis  aquel  caballo. 


dbyGOOglC 


Oue  «lelio,  el  inmte  por  tan  SUJO  tiene; 
Óac  pasar  tilílaiiLe  me  conviene. 

Íme  importe 
a  corte.) 

HbI  el  orden  que  tengo  ejecutan , 
No  ilniíndús  iirimero. 

V»et*  lUnlro. 

Pura,  para. 

iQoé  es  aquello? 

Una  tropa ,  que  e\  camino 
De  Hantua  tritio,  jÉestalorri^  tiuu. 

i  Ay,  infelii  de  mi!  Yo  estoy  |>er<li(1*. 
Si  esa  gente  me  ve ,  de  quien  seguida 
Suj...  La  fineta  tea  [vea, 

üue  habeisde  bacerpormi,  que  noine 
Porque  rae  va  el  honor,  me  va  la  \iila. 

Entrad  poes  i  escoodprns : 
Que  )•!  noDca  diré  quL'  llegué  á  veros. 
(^P'  iQu¿  avenlui'a  seri  i'sta,  perrurí- 
(V'awe.)  [nuTJ 

Sili  del  caillllD. 

ESCEHA  XXVL 

LISARDO,  El.  ALCAIDE;  dttpua. 
GILLTA. 
LiSÁBno.  (Dentro.) 
Mngnnu  corra  al  cocbe  la  cortina , 
Hasta  que  vo  prevenga 
Al  Alcalde. 

/.ucMe.íSaUmdo.) 
¡Llsardo! 


„      .  Oue  se  tenga 

Una  (tama  que  Tiene 
En  aqnesia  catruza  le  conviene. 
Del  ftierte  en  lo  mas  intimo  y  secreto, 
Pwque  es  cusa  de  Cárlus. 

Vo  prometa 
Hacerlo.  Ficit  es  el  concerurlos , 

(Vate  LUardo.)  [los. 

Pues  lo  mismo  que  Flor,  me  manda  Car- 

UBiHiio.  (DenirQ.) 
Bien  puede  ya  apearse  vuestra  Alteza. 


iQaéot; 


Pues  aqnl  es  donde  oculta  estar  con- 
HiéntDs  que  Cirios  tiene,  [Tiene 
Que  asegurando  el  paso  se  ba  quedado. 

(Salen  Litarie  y  Cilela.) 
— Pero  ¡  qn¿  es  lo  que  nitro ! 

^^     ^  íHemos  llegado. 

Primo,  do  me  traéis!  Sí ,  pues  disaeta 
Se  paró  en  esta  casa  la  carreta. 

(iíp,¡  Cielos!  iquépslo  que  reo,  ' 
¡^le  miriodolo  mas,  menos  lo  freoT) 
Villana,  ¡c6mo,cn4ndo,de qué  ■ 


EL  ACASO  V  EL  EBBOR. 
Puei  Teisloaqulcumprido  y  efectuado. 
Siraeamais.idequé  estáis  laueaojadoT 

Dejadle  alli  a  Parole  que  le  pese. 

(Ap.  iQae  aquesto  sucediese! 
iQué  bari  luirlos  ( ¡ay  cielos!)  cuando 
Que  esia  villana  la  robada  seaT     [vea 
Retirarme  preieudo  [tiendo 

Antesqoeél  llegueiverla,  porque  eo- 
QneaunqueélJgualconmlgobitoelen- 
[^ño. 
Sobre  mi  solo  ha  de  curgar  el  daño. 
Sin  mirar  que  su  colpa  me  itisculpa; 

?iie  los  amos  jamas  tienen  la  culpa, 
asi  sepa  el  error  con  que  me  envía 
lie  otro  primero ,  y  eo  ausencia  mia.) 
Llevad  aquesta  dama,  y  escondelb 

(.4;  Alcaide.) 
Tratad  donde  ninguno  pueda  vella. — 
Vete  deaqui.  (A  GiUla.)  (Ap. ;  Qué  pe- 
toas!  ¡qué  molestias!) 

I  Rao  TÍdo!Yasefríin,quenosonbes- 
lasipara  qué,  ^  jadevermeospesa. 
Fué  ul  el  traerme,  ni  llamarme  vtetaJ 

ALCAIDE.  (Ap.) 

En  grandeconfusionmi  lealtad  sebaila. 
Lisardo  AtUia  dijo  al  apcalla. 
i  Diana  es!  Si  llega  esto  í  saberse ,  [se; 
Hilan.  Módena  y  Mantua  handeperder- 

Y  asi  al  Duque  avisar  de  todo  qulrro. 
Para  que  lo  remedie ;  que  esto  loDero 
Que,  a  ley  de  buen  vasallo. 

Debo  hacer.  Vov  al  punto  á  t-jec  uta  lio. 
(\atue  el  Alcaide  y  Cilela.) 

LISARDO. 

SiagDardoíCárlos.ímimaerteaguaT' 

V  asi  no  me  baile  aqoi.  [do; 

.     ESCENA  XXVU. 

CAHLOS.  —  LISAROO. 


iDórrde,  Lisardo, 
El  sol  está  que  adoro? 
¿Dónde  la  estrella  cnja  ausencia  lloro? 
Uúude  el  hermoso  din? 
búniie  la  luz  que  al  alba  desafia? 
— ;  Cómo  no  me  resiiondcs? 
;  El  color  mudas,  y  la  acción  escondes! 
Dime,  j  dónde  escondido 
Está  el  rayo  del  sol  que  hemos  traidof 
i  Adóude  la  has  dejado  7 

Ese  ravo  que  al  sol  hemos  hurtado. 
En  este  Tuerte  está.  Al  Alcaide  dije 
Que  en  ella  retirara. 

¿Qué  te  aflige. 
Si  en  él  esti?  ¿Qué  teme  Ui  cuidado? 
Iré  i  Tella ,  y  eu  lagrimas  baSado, 
La  pcdiri  perdón  mi  alreviniienlo. 

LISAMO.  [Ap.) 

Mientras  él  llega  i  Terla,yo  ne  ausento, 

{Vate.) 

esceha  xzvni. 

DIANA.— CARLOS. 
«UNA.  (Ap.) 

Parece  que  ya  el  raido 
'  Se  ha  nuégado. 


•UM.  Mí.) 

[SI  pudiera  salir;  Pero  ¡qué  veo! 
¡NoesCárlos? 

CjIhlos.  (Ap.) 

¿No es  Diana? 
MAMA.  (Ap.) 

Hidoco 
Ciimplió  amor. 

ÚRLOS.  (Ap.) 

Mi  esperanza 

Su  mayor  dicba  alcauu. 

DIANA.  (Ap.) 

Pero  cobarde  al  verle  me  sustieoda , 

Porque  no  sé  si  mi  osadia  le  oreada. 

CÁBU».  (Ap.) 

Pero  el  temor  al  vella  me  desTia, 
Por  *¡  ofendida  esta  de  mi  osadía. 

MA^tA.  (Ap.) 

Ponga  ameren  mis  labioiyen  mis  ojos 
Alectos  que  disculpen  üu»  enojos. 

CÁBLOS.  (Ap.) 

Ponga  amor  en  rola  «jos  y  en  mislabio* 
Afectos  que  discolpen  su*  agiavioi. 

MAltA,  (Ap.) 

Mas  Taño  es  mi  temor. 

cilLOt.  (Ap.) 

Hipeoa  e*  «ana. 

MAIU. 

Oye,  Cirios. 

Escucha ,  til ,  (Hau, 
Que  inles  que  tú  bables  es  justo 
Que  yo  las  disculpas  dé 
A  tan  grande  alrevimienlo 
Como  verte  en  mi  poder. 

Pues  si  tú  das  las  disculpas, 
Pirme  amante ,  galán  Gel , 
Dése  atrevimiento  antes, 
íQué  te  (Hré  yo  después? 

Nada  me  dirüs ,  Diana , 

es  lo  que  yo  Intento,  en  lo 

a  escucharte  qaejosa. 


No  hay  culpa  ninguna,  j  Quién 
'—ira  (^ue  es  el  amor 
.    ,  pasión  tan  cruel , 
Que  tíraua  00  se  rinde 
A  razón,  consejo  y  ley? 

Nadie  lo  ignora  ,  mayor- 
Menle  si  en  mi  extremo  ve 
Atrxpellado  el  decoro 
De  tan  prludpal  mujer. 

Es  verdad ,  mat  ctmstdera 

8ue  i  uu  yerro  de  amor  no  ea  bien 
I  nombre  darle  de  yerro. 
Pues  trae  dorada  la  tez; 
V  mas  si  al  de  amor  añades 
El  del  peligro  también 
En  qaeqaedabaseipneita, 
Ue  tu  padre  «n  el  poder. 
El  ceño  de  sos  rlgnm, 
Sobre  acaso  tan  cruel 
UonM  el  que  viste ;  y  asi 

ü,B,l,z9dby(SOOglC 


18 


Poet  ¿  ané  mudio,  Dluw ,  qua 
■Etaaeaautü^  aquel  orliiiero 
Error,  de  que  le  ilijé 
Kn  uuio  puligro,  le  lialles 
Hoj  eo  mi  EstadoT 


GOVEDtAS  DE  DON  PEDRO  CALDBaW  DI  LA  B&HCA. 

Canrue  eo  tílod  :  no  BiUleiidi 
Que  yo  ful  el  que  le  iviié.} 


¡QuéUen. 
Eti  el  eettlo  salan , 

Y  en  el  termina  cortés. 

No  me  bis  dejado  que  diga ! 
En  mi  ifida  no  ubre, 
CaíDtú  he  eslimada  el  <drte, 
¡A;  CJirloi!  encarecer; 
Que  me  hallaba  embarazada 
Coomlgo,  por  do  saber 
Qué  discul|ia  habla  de  baltar 
A  lal  otadla, 

citihM. 
lUbqaébiea, 
Tft  ea  iM  aneíaa  cooslame . 

Y  en  los  exiremos  fiel . 
No  te  dw  por  eotendlda 
De  t  a  olénsa  I  que  pensé 
Que  DO  te  deaeiitilarM. 

«YoT¿QnéoreaMt 


La caide fué  cruel; 
Pero  ífiaé  culpa  tuviaie 
Ddltlú,  para  lemer 
Qoe  ew  bibia  de  «renderme* 

ciRLoa.  (.4p.) 
Sin  duda,  lacauaarbé 
Haber  caído  en  el  camino, 
De  que  tan  larliado  hallé 
A  Luardo. 

PeroiáU 
Quién  te  dJJo  que  aquí  esté? 

cilios. 
Yo  tes  di  i>se  orden ,  j  yo 
Nunca  lie  irgoir  dejé 
La  camtia. 

MAKA. 

iQué.caTroiaV 
La  qoe  te  trajo. 

Nohten 
Informado  estás,  que  yo... 


Lbtoi,  Uaaa.delén; 

?ae  parece  tgte  «aira  geale, 
no  lodos  le  ban  de  vef . 
Retírale  1  aqnesa  sala, 
HmU  queiepa  quléo  es. 
{yauDíand.) 


?' 


USAR  DO.  — CARLOS. 


(Áf.  Ya  qne  él  te  ha  desaiRañado, 
Be  de  entrar ;  que  aunque  lateotá 
Holr,  lo  he  pensado  mejor, 
Y  asi  me  atrevo  i  volver; 
Qne  no  me  be  de  hacer  culpado, 
Aonque  la  maerte  me  dé.J 


Sefior,a< 


•soioo  estio 
I  de  DD.  hombre. 

Pnes 
íQuién  le  culpa  i  li ,  Litardo, 
Siendo  tú  por  i|uien  hallé 
El  ser,  el  alma  y  la  vidaT  IMráiale.) 

Cuando  enojado  pensé 
Hallarte,  venaaudoenml 
Aquel  descuido  cruel , 
¿Coa  los  braios  me  recibes! 

Anuque  gran  descaído  flié , 
Que  [ludo  costar  sQTlda. 
jTú  qué  colpa  llene*  del! 

UUIBO. 

Yonlaguna. 

CitLOS. 

Todo  ya 
Cesó,  coando  i  Diana  halle 
Coa  salud;  que  la  calda 
No  la  hiio  mas  mal,  que  haber 
Cao  el  susto  desmayado 
^  divino  rosicler. 


jAellamlsn 

A  ella  misma ,  díso.  Pues 
lünédiacaltadhabaNdo 
(si  aquí  la  mandé  traer, 

Y  Iñ  fa  ir 

Que  aqui 


Irajlste  .iqul )   ' 
ui  la  baile! 


Hirahien, 
Seírar,  sí  has  tlsto  á  Diana 
Aqui,  porque  yo... 


j  Qué  estés 
Tan  necloT  Si  has  presumido 
Que  mariú  del  Rotpe ,  y  es 
Esa  la  cansa  de  bailarte 
Con  tanta  lorbacioii,  ven 
A  aquesta  Süia ,  j  verisla 
Buena  y  sana. 

LISA  «DO.  (itp.) 

Perderé 
El  juicio,  si  la  veo  aquí. 

CÁKLOS.' 

Espera ;  el  paso  deten , 

No  entres,  que  entra  gente ,  v  I 

Solamente  la  has  de  ver. 


ELALCAIDE.  — CARLOS,  LISARDO. 

Señar,  Flor  in  prinia ,  habiendo 
I  Hoy  estado  aquí  (porqae 
,  La  fniüo  en  este  cuidada 
¡  Fallar  tu  dos  dias  ó  tres), 
I  No  sé  si  te  vio  llegar, 
'  Con  esta  dama ;  mas  sé 
;  Que  ella  y  el  Duque  han  Tenido . 
;  Por  U  preganlando.  (Ap.  Esto  es 


Pues  i  cómo  lo  ha  de  saber. 
Si  yo,  con  andar  en  ello , 
Vive  Dios,  que  do  lo  sél 


Cirios,  uala  bien  venido. 

cíblos. 
Hnmllde  beso  los  plés. 

CLOTALDO. 

C~ '  ide  habéis  aquestos  días 
do! 

da  LOS. 

EsUbien.— 
(A  h$  jue  U  acemptlU 
Todu  las  puertas  tomad. 

íA  qué  propúsiloT  i  qué 
fia,  sehor,  armas  j  gente 
CoDira  mi! 

CLOTALM. 

Los  hombres  qoe 
Tienen  las  obligaciones 
Que  yo  tengo  y  ios  tenéis, 
l>e  cualquiera  enemisiad. 
De  cualquier  enojo,  es  bien 
Hauer  arbitro  el  acero. 
Siendo  la  campaíia  el  Juei, 
No  al  engaño  i  la  traiciou ; 
Porqne  las  vidas  aqnel 
Quita ,  y  el  honor  estotras ; 
\  el  honor  siempre  ha  de  ser 
Reservado  al  enemigo , 

Y  no  ba  de  locarse  ea  él. 

Y  asi ,  si  el  duque  de  Mantua 
Es  vuestro  enemigo,  haced 
Guerra  al  Duaue ;  pero  do 
En  la  opinión  le  toquéis; 
Oae  si  el  vencer  sin  matar 

kinsigne  sacro  lanrel , 

Qué  conseguiríi  victoria 
Jue  es  matar  y  no  vencer! 
Robada  os  baMs  traído 
(Ya  todo.  Urlos.losé) 
'  "*  ina ,  su  hija  bella ; 

ar  Diana,  no  rs  bien 
En  mi  Estado ,  cou  desaire 
Tan  grande ,  como  eo  poder 
"  estro,  forrada;  que  claro 

qne  ana  ilustre  mujer 
Tanto  como  ella,  no  habla 
De  ser  de  acción  tan  inOel 
Cómplice  ni  sabidora. 

Y  asi  qne  psreica  haced. 
Porque  quiero  i  lodo  el  mundo 
Con  ^to  satisfacer 

D;  que  DO  fui  parte  jo 

En  taa  osada  altivez. 
I  Viéndola  con  mas  decoro 
I  S,n  mi  corle  ,  eo  mi  dosel , 
!  Basta  qne  la  restituya 
I  A  sus  estados;  porqué 

Esto  de  ser  vuestra  esposa, 
I  Ni  ba  de  ser ,  ni  puede  ser 


,t,zodb,GoOglC 


S«noT,]joi01aDiT:  Vo 
Robada? 


No  lo  neguéis.— 

[A  iot  que  ie  acouipañan.) 
Toüo  eilt  fuiTle  mirad. 

Cíhlus.  {Ap.  d  Lltardo.) 
Si  laballaa,  ¿(|aé  he  de  hacer* 


CÍALOS , 

¿Olra  re» 
Vuelves  i  quitarme  el  juicio? 


EL  AC\SO  V  BL  ERROR. 
Tanto  ijuc  Iras  su  gilan 
Camina,  i'ii  cuvo  poder 
Vo  mislna  vi  su  rfiraio, 
V  )o  misma  la  dejé , 
Para  ri'parar  su  tida , 
Hoii  al  Alcaide, porqué 
Kn  el  niouie  iiiedio  muerta 
l>e  una  caida  la  hallé. 
I)e  modo  que  |ior  salvar 
A  Diana,  j  por  poder 
Uui-iiarsc  cuii  ella ,  ha  bccbo 
Que  esta  Gtija  que  lo  ea. 

CLOTAUO. 

¿Qui-  (leds,  Flor* 

La  verdad.— 
Alcaide ,  ¿no  te  entregué 


Todaí  las  puertas  romped. 

Esperad,  esperad  :  no 
Lleguéis  i  esta ;  que  no  es  bien 
tíue  llegue  i  tanto  sagrado 
Ninguna  acción  descortés. 
(Entra  m  el  citarti>  adonde  te  retiró 
Dtana,  g  tale  con  ella.) 


Esta  dama? 

I  Si ,  seBora ; 

■  Que  la  que  vino  después 
!  bn  la  carroia  (Ap-  supuesto 
Que  negarlo  no  iiolli'é  , 
Perdone  Carlos),  es  esta. 

(Éntrale,  y  mea  ú  Gileía.) 


DUNA.  -  Dichos. 

Esta ,  seílor,  es  Diana  : 
Encubrirla  imaginé 
Pot  excusarme  este  enojo ; 
Uas  puesto  que  ya  la  ves , 
A  peligro  succdiilo 
Trata  el  remedio;  porqué 
El  volvérsela  á  su  padre 
M  ha  de  ser,  ni  puede  ser. 

USA»»0.  (Ap.) 

I  Viven  k>sdelos,queesella! 

(Ap. ;  Habrü  en  el  mundo  mujer 
Hasinti'liceT)  Señor, 
Humilde  yo  i  vuestros  plég... 
Porque...  si...  cuando... 

CLtfTALBO. 

Del  suelo 
Alzad ,  y  no,  DO  os  turbéis; 
(Jue  si  ofendida,  señora. 
Da  iiD  alpve,  de  un  ináel 
l>s  liallais ,  también  servida 
üs  hallaréis  de  mi  fe , 
De  cuya  deuda  los  brazos 
Una  y  mil  veces... 

ESCENA  XXXm. 

FLOR.  —  Dichos. 


Detéo 
La  acdoD ;  que  ai  retirada 
A  esa  puerta  me  quedé 
(Habiendo  contigo  vuelto 


Al  lado  dcsD  deíden; 
Viendo  que  Carlos,  no  i  mt 

üola  engaña,  mas  lanibien 

Que  oculta  mas  tiempo  esté, 
lisia,  señor,  no  es  Diana, 
SlM  una  romuD  majeri 


GILETA.— DicBOí. 

CILETA. 

¡Bravos  guisados ,  Dar  diei. 
Conmigo  haceo  todos  hoy ! 

CARLOS.  (Ap.) 

;  Cielos  1  i  Qué  es  esto  T 

(Ap.  á  Carlos.)  ¡  Cruel  r 
Rusca  Otro  engaño,  supuesto 
Que  este  do  te  valió. 


íVes 
Quién  eres !  ¿También  á  mi 
Ene>iiar  pretendías! 

(Ap.  Pues 
He  ha  dado  la  vida  Flor, 
Por  darme  la  muerte,  haré 
La  desliecba,)  Si  de  un  yerro 
Nacen  mil,  j,qué  mucho  fué 

8ue  de  mil  yerros .  svñot , 
azca  uno  «Verdad  es 
Que  esta  es  Diana,  1  quien  yo 
Ocultar  solicité 
(No  sin  causa)  de  tus  ojos. 
ludiendo  i  esta  dama  ( i  quien 
No  conozco)  que  Ungiera 
Que  ella  era ;  y  pues  ya  veis 
One  mi  culpa  y  mi  disculpa 
Nacen  de  una  causa,  pues 
Tan  soberana  hermosura  . 
Mi  culpa  y  disculpa  es. 
No  severo... 

CLOTALIM. 

Basta .  basta. 
(Ap.  Esto  en  fíu  es  fuerza.)  Dé 
Vuestra  Alteza ,  grao  señora , 
La  mano  a  Iwsar,  i  quien 
Desea  su  honor  y  vida. 


;  Que  me  place  y  me  rcptiee ! 

i  Qué  agasajo  tan  cortés! 
,  CLüTALDO.  (A  Diana.) 

I  ¿Qué  os  ohligaba  i  fingir 
:  ( Tin  siéndolo  vos )  el  sur 

CARLOS.  (Ap.) 

I  Apurar  esto  agora 

I  Nos  ha  de  echar  i  perder. 
:  i  Cielos!  ¿qué  le  ha  de  dedrT 
i  DiAHA.  (Ap.) 

I  i  Qué  disculpa  le  daré? 
I  Gn.ETA.  (A  Diana.) 

liTu  también  estüaci? 

I  CLOTILM. 

I  Pues  ;de  qué  la  coaoceisT 

I  CILHA. 

i.  No  queréis  que  la  coooica , 
¡  Si  la  que  me  viste  es? 

Duiu.  (Ap.) 
Va  es  preciso  disculparme 
Con  esto  mismo. 

CLOTALDO. 

Hablad  pues. 

DUtlA. 

Laura  soy,  de  Diana  dama , 

Y  cuando  i  verla  llegné 
Robada,  de  leal  y  Qna, 
Seguirla  quiSK  en  aquel 
Rruio,  de  quien  despeñada 
A  los  pies  de  Flor  llegué , 
A  quien  düe ,  por  uo  dar 

A  lo  que  venia  i  entender, 
Que  trances  de  amor  me  bac¡;in 
Seguir  i  nn  hombre.  Esra  es 
La  verdad;  y.porque  aqui 
Se  pudiera  ella  esconder,   - 
Fingí  ser  ella  ;  mas  ya 
Que  el  intento  nO' logré, 

Y  que  ella  queda  con  vo* 
Tan  segura,  volveré 

A  Mantua ,  i  dar  de  todo  esio 
Aviso. 

CLOTALDO. 

_.  palo  tened ; 
Que  ha  de  pensarse  el  aviso 
Que  |>al>ei5  de  llevar :  v  pues 
Su  dama  sois ,  i  palacio 
Venid  con  ella  tambleu. 

;A  qué,  si  queda  con  vos? 

CLOTALDO. 

A  que  la  sirváis  en  ¿I. 

CARLOS.  (Ap.) 

Al  amor  ha  e^do  mal , 
Lo  que  á  la  disculpa  bien. 

CLOtALM. 

.legad .  la  carroza.  — 
1  Alleu... 


Venga  su  Alu 


SI  b*ré.  ' 


dbvGoogle 


COUBDUS  DE  DON  PBDItO  CÁLUEBCUf  OS  U  BARCA. 


Donde ,  biíti  pscríbir  al  Duque , 

Huéspeda  dn  Ploi'  seréis.— 

Y  vosiiueiilreiserilacoiletA  Cártot.) 

Hiéulru  Diana  eo  elUeslé. 

Venid  TOE,  venid  cou  ella. 

DIAUA.  (Ap.) 

lue  yo  voy  í  ser 
!a  áv  mi  misma. 


Buta.i 


CCIETA,  (.ÍP  ) 

Á  la  hé. 

Que  pienso  que  lodos  éstos 
EEtin  bcnrachas ,  pur  iliei. 

FLOB.  (Ap.) 

Ed  pine  templ*  mis  ceiM 
Ser  esta  quien  me  los  dé. 
{Vatue  lo4ai,  minat  COrloitlÁtario.) 

CÁBUW. 

Liurdo.  é4Ué  confusiones 
Sou  e---* 


l.iqu 


Puei  jo¿q<ií  séT 
cíhu». 
íQoiéa  trajo  t  Glleía  aquí? 

USüRBO. 

Kosotros  mismos. 

CABLOS. 

Pues  j  quién 
Trujo  Ji  DiaD*? 

LltABDO. 

.íQaétéyoT 
cilios. 
íC6mo  iraer  nosoiros  Iné 


Traer  Flor  k  Diana  después, 
0¡,  icúmoriié! 

USAIIBO. 

Por  acaso.. 

No  digas  mas  :  cierto  es 
Qae  un  acaso  y  un  error 
He  empeñaron  una  vez , 

Y  oua  un  error  y  un  acaso ; 

V  pues  contra  m)  se  ven 
Errores  y  acasos ,  ¡  quiera 
Amor  que  paren  en  bien! 

JORNADA  TERCERA. 
Salí  CD  el  piJicio  del  daque  de  Mídeni. 

ESQBHA .  PRIMERA. 

SILVIA,  FLOR. 


je  vino  solo 
n  argumento. 


Dices  Un. 

Fton. 
Y  después  desto, 
Si  hemos  de  acudir  á  lodo , 
Porque  nada  baya  suq»«nio, 
A  la  dama  del  retrato     ' 
Vamos.  Doy  que  lo  |ir¡mero 
Fuese  verdad, y  ([ue  fuese 
Aquel  bombre  forastero 
Del  retrato  dueño  :  jjiay  cosa 
tomo  ser  la  dama  luego 
Dama  de  Uiana ,  y  que , 
A  su  señora  siguienao , 
Hubiese  de  dar  conmigo 
Casi  ea  el  úllimp  aliento , 
Hurlarme  ella ,  j  yo  albergarla, 
Para  que  después ,  fingieiulo 
Que  érala  misma  Diana, 
Quisiese  librar  su  dueñoT 
¿Cabe  que  el  venir  con  elli 
Solo  me  sirva  de  acuerdo 
De  que  ella  también  me  dio' 
Celos  alguna  vez*  ¡Cielos! 
Si lan  desusada  cosa 
Hubiere  ningún  ingenio 
Inventado  para  bacer 
Alguna  fábula ,  quiero 
Perder  la  vida  i  j  si  acwo 
Llfgise  i  escribirse  esto. 
Doy  licencia  al  auditorio 
Que  por  aqueste  momento 
Pueda  no  enlendiTlo,  pues 
Aun  yo  misma  no  lo  eutleudo. 

ESCEIfA  n. 

CLOTALDO.  —  FLOR ,  SILVIA ;  o 


Hartos  cuidados  mi  pecho, 
Vengo  í  consultar  contigo 
El  mayor  de  iodos  ellos. 


bay  de  nuevo!  Vete,  Silvia. 

(Vaie  .Silvia.) 

CLOTAUM). 

Huebo  y  nada. 

FLOR. 

«Cómo  es  esoT 

CLOTALDO. 

Mucbo,  poniuc  importa  muclio ; 
Nada,  porque  nada  es  tiuevo 
Eu  las  locurds  de  Cirios 
lin  Brande  amigo  que  tengo 
Eu  Üantua  (peiv  la  carta 
Lo  diri ) ,  me  escribe  t^to  : 
(Ue.)  t  Las  mucbas  obligaciones 
•Que  a  nuestra  amistad  couúeso, 
•No  me  permiten  que  deje 

•  De  avisaros  eu  d  rlessio 
•Que  Cirios  vuestro  hijo,  i  Mantua 
iÜódena  y  Hilan  ha  puesto. 

•  Sabed  pues  que  en  ios  jardines 
•Del  palacio  diú  i  Fisberto 

■  (Que  por  ver  i  Diana  estaba, 

•  Embajador  de  si  mesmo ) 
lUua  herida;  f  aunque  della 
•Queda  ya  mejor,  no  es  esto 

■  Lo  mas ,  sino  que  aunque  el  Duque, 
(Prudente ,  advertido  y  cuerdo 
■Ha  echado  tdz  que  Diana 

■  Con  el  grande  sentimiento 
iDe  la  herida  de  su  esposo, 
I  No  sale  de  su  aposento ; 
■Hay  quien  diga  que  la  noche 


I  >Da  aquel  lafeUt  mucm 
tFalI¿  de  jMklacio,  y  que 
•Cirios,  sui  coosetitjmteiito 

I  iSuyo,  la  robó.  El  aviso 

;  ]>He  toca ,  mas  no  el  conseje ; 

:  I Y  perdonad  el  dolor, 
>Pnes  va  á  buscar  ei  remedios 

I  Dos  novedades  añade 
I  A  la  que  acá  nos  sabemos  : 
i  L'oa,  el  recato  del  Duque 
'En  ujr  a  entender  discreto 
,  One  de  su  casa  Diana 
:  No  falta ;  y  otra ,  el  despecho 
I  Con  que  en  el  mismo  palacio 
Hirió  Cirios  á  Fisberto; 
Y  i  mi  parecer  las  dos 
Tienen  sulamente  un  medio. 
(Ap.  iUb!  icuiu  ji  costa  del  aliu 
La  vanidad  hace  esTuenos!) 

CLOTALIH). 

íQuéesí 

rLot. 
Que  parezcan  casados, 
I  Pues  acabíriii  con  eso 
,  De  una  vei  quejas ,  rencoreí 
Agravios  y  sentimientos, 

CLOTALDO, 

Til  eres  mi  hija,  no  Cirios, 
Pues  toda  til  eres  consuelos. 
Cuando  él  todo  es  aQicciones. 
El  consejo  estimo ;  pero 
(Si  tengo  de  hablar  contigo 
Como  con  quien  da  el  consejo. 
Dejando  en  su  estrmacioD 
Tu  respeto  y  mi  respeto) 
Si  parecieren  casados 
Hoy  con  mi  consentimiento, 
í  No  fuera  decir  que  era 
Yo  cómplice  en  sus  intentos  í 
'  ¿Han  de  presumir  Hilan 
>  Ni  Blantua  que  yo  consiento 
I  Ea  qur  les  roben  su  bija 
I  y  su  esposa?  Fuera  desio, 
¡  Si  Diana  eali forzada, 
,  Como  dicen  los  extremos 
I  De  una  pasión  que  la  tiene 
I  Turbado  el  entendimiento, 
{Cómo  puede  sin  su  gusto 
Intentarse  el  casamiento. 
Ni  con  el  mió,  faltando 
Contigo  al  primer  coDCÍerlo? 
Y  asi,  Flor,  no,  no  ha  de  ser; 
Aunque  el  valor  te  agradeico  i 
Coa  que  hacer  tu  aitlie/,  sabe 
De  las  ofensas  desprecio. 


V  porque  mejor  lo  veas. 

Yo  la  asisto  y  la  festejq 
Tanto,  que  no  hay  hora  alguna 
Que  este  sin  divenimieuto. 
Esas  músicas  lo  digan ; 

(.Suenan  ituirumemiot.) 
Que  mientras  se  esli  ristieudo, 
He  mandado  que  la  cauíeu. 

CLOTALDO. 

I  Uno  y  otro  te  agradezco, 

I  Y  yo  también  quiero  hablarla , 

I  Por  ver  si  averiguar  puedo 

I  Algo  de  aquestas  tristezas, 

'  Que  en  tal  privación  la  han  puesto. 


dbvGooglc 


ntrcí».  (Caalainlenlro.} 
oro*,  púa  que  Galaua 
me  manáa  qur  ao  ta  vea. 
Cegad,  m  ot  lie  meneiler. 
Que  no  me  queda  qiie  vrr. 

ni. 


i  Vo  noslcas  y  }'o  galas '. 
i  Yo  durado»  paramentos ! 
i  Yo  cama  blanda  y  mullida ! 
i  Vo  dantas  I  Si  Ih«d  me  acuerda. 
Carecer  quiere  este  paso 
Algo  de  La  vida  et  turna; 
Mus  dure  lo  que  durare, 
Uiiina  suj  micutrai  despierto. 

El  Duque  j  Flor  tian  Tenido 

Mucho  me  huelgo. 
Mp.  Ouiu  me  diriii  del  primo 
IJue  en  este  esuido  me  lia  pm'sto.) 

Ta  le  be  dicho  que  bableg  poco 
\  mesurado. 

Va  eniieiido. 

,CL0T*I.BO. 

Cómo  ha  pasado  la  noche 
Vuestra  Alteza ,  á  saber  vengo. 

Poco  j  mesurado. 

i  Ha  estado 
Has  allríada  de  aquellos 
Holeitos  pesares  i 


EL  ACASO  Y  EL  ERROR. 
A  quien  Us  grandenas  debo 
bin  que  meballoí 

oíA^A.  (Ap.  á  Clotaldo.) 

Por  Cirios 
Pregunta. 

CLUTALDO. 

Ya  jD  la  entiendo , 
Con  la  cx|ieri encía  de  que 
IJuien  pierde  et  entendimiento , 
Con  las  «species.se queda 
l>e  lo  quB  trató  postrera. 

FLOR.  {Ap.) 

No  tendría  mot  Torzada, 
fues  aun  loca  fe  echa  menos. 


Si ,  ciDlen  mas;  adiírliendo 
yue  sea  poco  y  mesurado. 
Sentios,  mientras  yo  IT  ~ 


1.  {Can 


«■) 


T  mesando.  {Ap.  á  Mana.  ¿Ya  buenn?) 

Vuesias  alienas  no  admiren 

Despropósitos  lan  ciegos; 

Que  hallarse  sobresaltado 

Un  tan  delicado  pecbo 

De  armas  j  gente;  TCiiir 

A  poder  suyo  corriendo. 

Adonde  segunda  vez 

La  sobresalta  olio  estruendo 

Igual  al  primero;  y  verse 

Sn  su  patria  y  padre ,  expsesto 

Su  decoro  Alas  censuras 

Varias ,  no  es  mucho  hayan  puesto 

Desurden  en  la  armooia 

Del  mas  claro  cniendirniento 

Que  tovo  mujer,  y  tanto 

ílft*!  basta  el  estilo  es  grosero , 

Villauo;  rústico... 

CLOTALVO. 

A  mi 
Harto  me  pesa  de  terlo. 
no:  (Ap.) 
A  mi  no  :  este  de  ansias  loca. 
Pues  que  yo  lo  estoy  de  celos. 

«ILETA. 

Ahora  que  me  acuerdo,  tío , 
íSaheis  de  un  primo  que  teuuo, 
üuenKSacóJemicau, 


OJoiipuei  que  GelaUa,  ei 

GIUT*. 

No  sabéis  to  que  os  cantáis. 

Lo  que  mandes  can  tarémoi. 

I  Pues  cantadme  aquella  copla, 
üue  decia,  si  me  acuerdo  : 
I  JÍBirDi,  que  Mngw  iguala     (Cania.) 

\  ¡Sefiora!  Pues  ¡vuestra  Alteza 
líiedi-scompoiie!  iquáesestu* 
:  ¡Uué  lástima! 

j  Qué  desdicha '. 

\  CL,0TAL110. 

I  íQué  pesar : 

i  t^».  (Ap.) 

i  iV  qué  contento! 

I  CLOT1I.1I0. 

I  Flor,  baja  lü  con  Diana 
Al  jardín ,  por  si  con  eso 
;  Es  posible  qne  divlerU 
Sus  tristezas;  que  yo  tengo 
Hoy  muchos  cuidados  para 
Tratar  de  divertimientos. 
i-Lo».  (Ap.) 
¡En  fin ,  be  de  festejar 
Vo  á  la  causa  de  mis  celos! 
Pero  menos  eso  importa. 
Que  el  que  piensen  que  lo  sieuto. 

MÚSICOS.  {Cantan.) 
Oru,  puet  que  Calatea .  etc. 
( Yfliue  Sileia ,  CUeta .  lat  damai  y  lot 
múiieot.) 


(yote.) 


¡N'unca  mi  lealtad  me  hubiera 

'1  raido  ;  ay  Dios !  k  Oírlo  ni  1  verlo ! 

(Ap.  Por  mas  que  aquí  sus  simplezas 

Disculpar  quiera ,  no  puedo. 

Mas ,  como  doren  creídas 

Hasta  que  pueda  mi  miedo 

.Salir  de  aqnl,  poco  importa. 

.Mas  \  ay  de  mí !  mal  lo  intento , 

Pues  no  puedo  ver  i  Cirios , 


Que  errores  y  acasos  son 
Tu  patrlmomo,  advlnteadn 
Que  un  acaso  j  un  error 
fcln  lautas  ansias  me  bao  puesto. 

i  Habrá  pasado  por  nadie 
Que  una  loca  le  dé  celos? 
Si  viera  Cirios  cómo  boy 
EsU  Diana,  bien  creo 
Que  de  su  amor  j  mis  ansias 
Se  eumendaran  los  eitcf  mos , 
El  mudado  y  yo  vengada. 
íQué  hiciera,  divinos  cielos. 
Para  que  llegara  averia? 

E8CEIU  nr. 

CARLOS,  USARDO.  —  FLOlt. 


.  .A¡l°'«engo: 

Qne  no  puede  haber  castigo 
Mayor  para  mí  deseo , 
(Renovera  Diana  bella. 
jEn  qué  habri  parado  el  trueco 
bella  y  GileuT 


DeseogaBosj  respetos.  ( Vate  Utardt.) 


De 


i ,  supuesto 


CARLOS, PLOn. 

Flor  hermosa,  i.  quien  el  cielo 
Guarde ,  sin  que  su  esplendor, 
Por  bermosa  ni  por  Dor, 
Pague  vasallaje  al  hirió: 
Mi  desvelo 

Restaurar  quiere  sus  dailoi, 
Sin  engahos 

Habtindote  en  esta  parte; 
Que  ftiera  traidor  dos  veces  en  darle 
Engaños ,  seüora,  y  no  desengaños. 
Para  aquesto  me  be  atrevido 
A  haber  entrado  basta  aquí , 
Sin  que  el  destierro  ;  ay  de  mil 
De  mi  padre  baya  temido. 
Solo  pido 

He  oigas :  y  luego  mi  error 
Castigue  amor. 
Si  tiene  que  castigar 
A  quien  por  amar,  hoy  deja  de  amar 
i  Oh,  SI  me  escucharas,  «strulla,  t  no 
Yo,  como  en  primera  suerte       [Sor; 
Vasallo  tuyo  nací, 
A  adorarte  me  atreví; 
Has  no  me  atreví  i  quererte. 
Y  asi  el  verte 
Superior,  me  hizo  temer. 
Por  conocer 

Que  i  una  deidad  singular, 
Sin  merecer,  bien  se  puede  ador» ; 
'  Sin  merecer,  mal  se  puede  querer. 
A  mi  me  importa  avisar 
A  Diana  de  un  secreto 
Que  toca  en  su  honor,  i  efetS 
De  un  gran  daño  remediar. 
Tú  has  de  dar 

Licencia;  y  porque  agraviada 
No  esté  en  nada 
La  fe  con  que  le  veneror  ■ 

ü.nt.z.AlLyGOOglC 


COMEDIAS  1)P.  DON  PEDRU  TALDERON  DE  LA  BARCA. 


III  ileauf  r- 


Negar,  Cirios,  que  baja  sido 

^irOMra  tu  pelicion, 

Kuen  neuaT  la  tuúa 

Pe  tn  amur  t  de  mi  olvido. 

\«  le  lie  oiilo 

Tau  puco  atenta  i  la  colpa 

(Jne  te  culpa , 

Uue  si  fuer»  [lecir  Tuera 

Cuil  Tná  la  dÍKul|)a ,  laii  solo  dijera 

?uitilEl>edL'balirm,niaaiioqueüiscul- 
asi,  poniue  vi  |iensaa~>ieiitu       [)«. 
No  pueda  decir  jamas. 
De  U  que  celos  me  das , 
NI  de  mi  que  '¡o  los  siento , 
Ser  iiiieuio 

Tercera  de  tus  desvelos. 
Vean  los  cielos 
b'n  el  valor  que  en  si  enci 
UipeEbo.decuantisIosvii 
.Siquiera  uaa  vez  de  pax  i  los 
No  solo  ¡  aj  de  mi !  has  de  hablar 
Con  Laura  n>ena  tiranal 
Uos  para  hablar  con  Diana , 
\o  misma .  jo  le  he  de  dar 
Tiem^j  luear; 

aue  íi  de  mi  iujusla  estrella 
aj  centella 
Que  me  acuerde  tu  mudjnza. 
Ño  quiero  tomar  de  ti  mas  vcngiotai 
UuesolopDiiertedoadebables  con  ella. 
Con  esto  curar  intento 
Hi  pesar,  si  ea  mi  baj  pesar; 
lAp.  Pues  celos  no  putde  dar 
iluien  no  llene  eutendimiento.) 


No  i  ellos  le  arrojes  postrado. 
(AI  levantarle  can  lotbraiotFttr,  $ 
Üiana.) 


.DUNA.— FLOR,  CARLOS. 

DU3*.  (Ap.),         [liado! 
¡Oh  i  qué  mal  tiempo  á  Carlos  be  ha- 

círlos.  (Ají.) 
.'(ttiáquémil  tiempo  Diana  ha  venido! 


Sea  moj  eciborabuena 

La  pux.  Flor,  entro  los  dos, 

fues  asi  cesará... 


CÁRMIS.  [Ap.) 
¡A;  Dios! 


Moj  -de  Diana  la  pena ; 

1;iHos  su  amor,  claro  eslá 

Que 'Cesará 

La  pisiun  i  que  ha  venido. 

Pues  esto,  Flor,  es  Id  que  vo  te  pido ; 
LicenclAle  hablar  con  Laura  me  da. 

Ya  he  dicho.  Cirios ,  que  jo 
Aun  para  hablar  la  daré 
Con  Diana, 


l'ieue  hicia  nosotras. 


Di 
Que  esti  aqnl  Cirios.  {Áp.  Tirana 

iCsto  me  obligas  i  hacer ! 

Uas  si  i  saber 

Llega  cómo  Diana  esll , 

Venganza  esquetomo,CKibienquedoj.] 

Ya 


GILETA.-CARLOS ,  FLOR ,  DlAMA. 

GILETA. 

{Quién  me  quiere  ver? 

í,Ap.  Dar  i  enlf  nder  que  i  esta  quiero 

Mientras  esli  Flor  delante, 

Es  Tuerza.)  Et  inas  lino  amante. 

Que  cou  amor  verdadero , 

Lisotijero 

Tu  esplendor  sigue  :  testigo 

Cuanto  digo 

Es ,  que  tu  luz  soberana 

Hendido  IdolalTD,  hermosa  Diana. 

eiLCTA.  (A  ¿liana.) 
Respóndele  lA,  pues  habrá  contigo. 

íf/imo  dudas  que  tú  eres 
El  sol  qne  adoro!  ¡  Aj  de  mi ! 
¿Quién  te  me  ha  eclipsado  asi  ? 

Ahora  es  bien  que  consideres, 
Si  esto  quieres. 
Cirios ,  y  esto  le  ha  tenido 
Tan  rendido. 

Y  de  Ril  tan  olvidado,  [do! 

¡QuéagraviosdeonaneciahabrélloTa- 

íQué  celos  d^  una  loca  habrí  tenido! 

(Vate.) 


CARLOS ,  DIANA ,  GILETTA. 

¿Fuese  Flor? 


Pues  aparUle,  villana. 

Pues  i  por  que  te  ha  de  apartar  T 


No  tienes  que  hablarme  Dada, 

CARLOS.  (A  Diana.) 
SI  tengo.  —  AparU.  (A  CileU.) 

No  apartes. 


Permite,  hermosa  Diana, 
Deja,  bello  due lio  mió. 
Que  entre  tus  brasas... 

Aguarda; 
Que  pensaré  al  ahraiarme. 
Según  boj  liberal  andas 
De  ábralos,  que  mas  por  aso 
Que  por  elección  me  abraias. 

t  Plegué  i  Dioa ,  Diana  mía , 
Que  el  me  destruja,  si  haj  cans» 
A  tu  enojo! 

i  Causa  haUa 
De  haber?  Uis  ojos  se  eogaüto. 


Claro  esti,  que  como  ella 
Con  los  ojos  no  se  trata. 
No  ha  de  creer  i  los  ojos. 

51 ,  mas  la  disculpa  aguarda  : 
Entrará  por  los  nidos. 
Pues  di'sta  Tibrica  humana 
Los  didos  son  las  puertas. 
Si  los  ojos  las  Tcutanas. 

filLET*. 

Ahora  bien,  jo  quiero  irme. 


iQné  quieres  que  i  U  le  diga. 
Monstruo,  de  nís  penas  causa í- 
y  volviendo  i  mi  disculpa... 

jQué  disculpa?  ■ 

Oje  j  sabriila. 
hifomiado  ja  de  lodo 
Cuanto  entre  los  dos  nos  pata , 
Que  lü  te  viniste  aquí. 
Que  JO  robé  esta  villana , 
Sio  i^e  los  cehw  át  Flor, 


dbyGOOglC 


De  mi  Midn  li  amenazi 
He  ■cobardascn  (que  é  un  nu 
Amor  uaJí  le  acobarda), 
Arrutndo  de  mi  arecto , 
Ya  que  no  de  mi  etperaaxk 
(Pues  00  la  traje  de  Terte) , 


LonkgtsT 


;  Qae  «in  do 

Ko ,  porque  ecbar& 
A  mal  mi  verdad ,  sí  en  una 
Mentira  rniiitar  pealara 
Sa  ipojo... 

Coa  lodo  eso. 
He  holgara  que  lo  negaras 
Aanqoe  lo  ti ,  y  que  miniiem; 
Que  «n  el  duela  de  laa  damas 
l^ieda  bicD  puesto  el  que  míenle» 
üi  miente  k  desenojarlas. 

^Noea  mejor  desenojar 
Coala  Terdadí 

SI;  mas^hajUT 

A  Florabracé,  en  albricias 

De  qoe  licenda  me  daba 

De  hablarle;  porque  coo  ella 

Bascando  d  ioeeuio  trazas 

De  qoe  el  desengaño  fuese 

Tratatde  coo  la  mudanza, 

Me  declaré  como  supe; 

T  ella,  ó  presumida ,  á  Tana, 

Daodo  i  entender  que  no  siente, 

U  ((ue  siente  sja  Ténganla , , 

Lo  concedió  :  ja  lo  üsie. 

Y  arrojándome  i  sus  plantas 

(Que  MU  nofoé  abraza),  mefUTo... 

Urios,  i  quien  tiene  gana 
De  perdonar  j  oye.  presto 
Cnalqnier  disculpa  le  bastí. 
No  hablemos  en  lo  que  ya 
Sacedl6  ( cotas  soo  raras 
El  ver  cninio  tras  aaiotros 
Acasos  j  errores  andan); 


la  de  saberse  quién 
Y  lo  que  dura  es  i  cansa 
De  haber  dicho  yo  qae  esU 
Loca  del  ansto  Diana. 

Bsélgome  de  saber  eso , 
Qh  poede  aer  de  importancia. 

T  asi  intes  que  el  desengalio 


^■1 


cÁauw. 

iNo  tabes 
Caiots»  lisias ,  culatas  gnardas 
TtHKs  f  Paes  mas  boporible 
Es  sacarte  de  mi  casa, 
Dh  de  la  inp. 


EL  ACASO  Y  EL  ERSOIt. 


De  la  locura  ó  Irisleía 
Uesa  rústica  villana. 
Diré  que  nada  podrí 
Divertirla  ni  alegrarla 
<:oiDD  la  caxa,  porqué 
Es  eo  extremo  incluiada 
Al  campo  :  cwi  que  podrí 
Ser  que,  sacándola  a  caza, 
Como  en  el  monte  tuvieses 
Caballos  y  gente,  hallara 
Yo  ocasión  para  escapar 
De  la  gente  que  nos  guarda. 

Dices  bien;  y  ;o en k> faculto 
De  la  mas  frasbsa  e&ianda , 
Gente  y  caballos  tendré 

?ae  DOS  guarden  |as  espaldas. 
asi  la  seña  seri , 
Porque  no  puedas  errarla. 
Dos  caballos ,  alendados 
Amhos  i  una  misma  mala. 
Y  ahora  deja  que  A  la  industila, 
A  la  Uueza  y  la  traza 
Tus  pies  bese,  agradeddo. 

Alza  del  suelo ,  levanta. 


ESCENA  IX. 

FLOR— CARLOS,  DIANA,  GILETA. 

Sea  muy  eifborabueDa. 

DOivU! 

cilios.  (Ap.) 

¡Qní  pena  1 

ouiu.  lAp.) 

•    íQiri  ansiar 
cJlHLos.  {AGOeta.) 
Belk)  dueOo... 

¡  Ahora  entro  yo . 
Qoe  00  estaba  aquí,  aunque  estaba  1 


¿Qué  Ingenio  ú  salú?  Unas  veces 
So  duquesa,  otras  villana, 
Unas  monstruo,  otras  mi  daeDo. 
Só  acaso  vuesa  pendanga 
lue  del  pala  qae  queréis, 
le  bacels  cou  voesas  barajasT 

ciaioi. 
Me  ha  dado  vida  el  pensar 
Lo  que  me  asegura  Laura, 
Que  M  qae  tales  aeddeirtea , 


Como  patioDei  de)  alma , 

Te  han  dado  otras  veces  :  cuya 

Notida ,  con  la  esperanza 

De  que  vuelvan  i  vivir 

Tu  ingenio,  hermosura  y  grada. 

Con  tos  brazos  la  agradezco 

Y  la  vida. 


Vteoeei 

Mude  la  razón  de  objeto , 
Pero  DO  mnde  de  rabia.) 
Pues  í  qné  aire  vimiento ,  Cirios , 
Es  este  T  ;  Tü  en  esta  eslauda. 
Tú  en  el  cuarto  de  su  Alteía  1 
Diré  al  Duque  cuanto  pasa. 

iQué  has  de  decirle,  si  t&T... 


CLOTALDO.— Itacns. 

CL0tjU.D0. 

iQné  voces  soo  estas  T 

FLOR. 

TiMs 

EsdeClrtosIsMadia, 
Señor .  que  loco  i  esta  atla 
Se  ha  entrado ,  sin  advenir 
Une  soy  yo  la  qoe  la  guarda. 

olauM.  [Ap.) 
¡Vive  Dios,  que  hé  i  avisarle-, 

V  que  no  me  dio  de  huinana. 
Sino  de  cruel .  licenda ! 
Mas  yo  lomare  venganza, 
Dando  color  de  camiDO 

A  aquestas  locuraE,  pan 
'^ue  cuide  mi  padre  aellas 
■esdeboy  coo  mayor lusiaocli, 

CLOTALDO. 

Por  cierto ,  Cirios,  oub  vos 
No  lo  miráis  bien.  ;  No  trasla 
Pooer  boy  eo  cootingenda 

S^sberto  herido,  Diana 
ifbndida  y  Flor  qnejosa } 
De  perderse  toda  Italia ; 
^o  que  tula  aieodon  sola. 
"— '  mi  licenda  resguarda , 

es  el  decoro  con  que 
Servirla  ¡Bleuto  y  guardarla. 
También  qnenls  deslnilrT 

tQtié  te  admira,  qué  te  espanta 
le  que  rompiendo  tu  ley, 
Ta  decoro  y  tu  palabra , 
Locos  extremos ,  no  ya 
De  amor,  de  dolor  los  hagaT 
&i  la  torre  donde  yo 
Aobediendaiuys  eslabs. 
He  acaban  de  dedr  ahora 
'Que  noDca  i  infelices  falla 
julen  lleve  las  malas  nuevas, 
3  ellu  se  van ,  siendo  mstas ; 
Que  las  desdichas ,  seitor , 
Ue  (odMsabea  la  casa, 

V  ellas  se  vsnpor  su  pié, 
"  —  es  menester  llevarlas), 

>V>r  ( pues  DO  es  tiempo  ya 
De  que  dlslmole  nsda, 
Ed  ligrirass  y  en  suspiras 
La  verdad  deshecha  salga ), 
Envldlosameote  fien 
Rencorosamente  Ingrata, 
En  vengauíB  de  sos  celo» 
Veoeno  ha  dado  i  Diana. 


dbyGooglc 


COHEDIXS  DE  OOII  PEbaO  CALOBROM  DE  U  UHU. 


Tú,  cruel, 
n,  eaemiu,  lú,  tirana. 
No  lo  creí  nasu  que  aosioso 
Ueganda  i  verla  j  hablarla , 
BilTé  sJD  Inces  al  lol , 
Sin  albores  la  manaDa, 
La  pttrpnrt  tía  matices , 

Y  sin  candores  el  nlcar. 
Hira  esa  bddad,  señor, 
Tau  rendida  y  tía  postrada 
Que  entre  couftuas  especies , 
l)e  nada  la  sirve  el  alma ; 

Y  advierte  ¿qoiéa  aventara 
Tu  honor,  U  oplnhm  j  Tami, 
Flor ,  é  joí  pues  para  el  mundo 
Ni  delito  ha  sido  amarla , 
\  el  de  Flor  aborrecerla.  ■ 
iQuédlrl Hilan í ¿qué  Mantua, 
Viendo  ane  boj  en  tu  poder 
Perdió  el  Juicio  ii  la  llraoa 
Faena  de  un  venena,  quien 
Hojr  vive  en  tucoiiQaniaT 
Pero  yo  la  vengaré , 
Si  no  me  das  á  toa  plantas 
De  mis  delitos  justicia ,  { 

Y  de  los  suyos  venganza.  (Vai«.] 

BBOEIIA  n. 

CLOTALDO,  UIANA,  FLOR,  GILETA. 


Oye,  aleve,  aguarda,  espera. 


Espera  tú ,  Of  e ,  aguarda ;      (A  Fl»r.) 

Qne  aunque  uo  creo  de  ti 

ijue  anduvieses  tan  tirana ; 

El  resultar  la  sospecha 

Cootrb  mi  seguro,  iMsia 

Para  sentir  que  se  diga. 

Mal  has  becho  ^  ii-merarls , 

Ko  mostrar  tan  lo  tus  celoB. 

FUIB. 

!V«!;QoÉcelosí 

CLOTitLM). 

Calla,  calla. 


Como  «so  dije  v 
Para  no  avivar  I 
Contra  ti,  de  la 
Que  él  traia. 


¡Ay  desdichada! 
Aun  por  eso  estada  yo 
Hecha  oa  veueno,  una  rabia. 

CLOTALDO. 

{DequéT 

De  que  me  dejais 
Sola  con  Cirios  y  Laara ; 
Pues  en  estando  con  gente . 
Só  la  ducs ,  aá  la  infanta , 
V  en  quedindomt!  coa  ellos, 
Como  ellos  quieren  rae  tratan.  (Va«.) 

ESCEHAZIL 

CLOTALDO,  FLOR,  DUNA. 

DtÁM. 

Locuras  son  cnanto  dice. 

CLOTjtUM). 

¡  Qué  desdicha ! 


i  Qué  desgracia '. 

La  desgracia  j  la  desdicha  , 
No  es  sino  que  nodo  no  baya 
Para  que  yo  decir  pueda 

Las  contradicciones  varias 
Que  hallo  eu  las  dos ;  y  pues  es 
Fuerza  por  ahora  dejarlas 
Al  tiempo  que  lii  descubra. 
Lo  que  haré  será,  agraviada 
De  tan  villana  sospecna , 
No  verla,  oiría,  ni  hablarla 
Todo  el  tiempo  que  estuviere 
Es  palacio,  porque  no  haga 
Mas  consecuencia  k  mi  noble 
lisruerzo,  tau  vil  veugania.       (Vi 


Como  es  cosa  clara 
>iie  mostrar  no  tener  celos 
Is  mostrar  tener  veugania. 


Solo  Imitaba  que  tú 


1  Va  me  espanisha 

Yo  que  del  susto  no  mas 
t^sluvleM  Uu  postrada 
Ij  I  ni  de  su  entendimiento. 


Bu  aii)rK;ias  de  que  este 
Accidente  la  malí  rula 
Otras  veces,  ¡.cóoto  agora 
lie  veri*  con  él  te  csiianlasT 


CLOTALDO,  DIANA.  GtLETA. 


Dlme,  lü,  Laura  (que  auniiue 
Siempre  su  salud  deseara , 
Nunca  mas  qu*  ahora ,  por  no 
Dar  i  este  motivo  causa ), 
^  Qué  haré  para  divertirla  1 

MANa. 
Su  inclinación  e«  la  caza  : 
Sicala  al  campo,  quiu 
El ,  seBor,  podrá  alegrarla. 

CLOTALDO. 

Al  ¡tetante  mandaré 
Que  al  monte  oon  ella  salgan 
Nis  caladores.  Fortuna . 
Dame  aUvio  en  penas  tantas. 


FISBERTO,  PABIO. 
nsMaro. 
lArrendstte  kw  cabillosr 

A  ana  mata  los  até 
Juntos  i  lis' dos ,  por  que 
Podamos  juntos  bailarlos. 

I>nes  ve  y  pregunta  por  tí ; 

V  mientras  yo  aqai  te  espere , 
Donde  quiera  que  estuviere. 
Dale,  Fabk),  ese  paprl. 

Yo  lo  haré ;  pero ,  seBor .         * 
Primero  ifiie  le  nbeilezca , 
Una  licencia  mercira 
O  mi  lealtad  ó  mi  amor. 

iQaé  quieres  decimieY 

.      .  Cuando 

Apenas  convalecido . 
Sin  despedir  te  has  salido 
De  Mantua ,  solo ,  liando 
De  la  noche  U  venida, 

Í'  Qué  es  tu  intención  en  llamar 
.  Cirios  aqat? 

Lograr 
El  hallazgo  de  mi  vida. 
De  Uilau ,  Fahio ,  salí , 
Yak)  sabes, solo  á  I er 
A  Diana...  Pero  hacer 
Memoria  de  tixio  aqui, 
Excusado  es;  puesnoesbiea 
Decir,  cuando  abreviar  trato, 
M  cómo  gané  un  relrnto. 
Ni  cómo  perdi  un  desden; 
Pues  basta  para  el  rigor 
De  Vii  Tortunas  que  paso . 
Que  le  bailé  |ior  un  arasu, 

V  perdi  por  un  error. 
En  ha  herido  ( porqué 
Tiene  cosas  el  acero 

De  acrédor,  pues  el  prímeni 
Es  el  mas  Telit )  que<lé  : 
Cuyo  accidente  oliligó 
Tu  lealtad  i  declarar 
Quién  era,  para  oblígLir 
A  Diana  (que  se  vio 
Convencida )  i  retirarse 
Tanto,  quedesiie  a<[ui'l  dia 
^o  la  viú  la  luí  Je)  día. 
Vo  viendo  pues  mejnrarse 
Hi  salud ,  y  que  no  esialu 
Con  buen  propúsilo  alli. 
Sin  despeoinne  salí. 
Por  peosar  que  el  Duque  estaba 
De  parecer  de  tenerme 
Basta  que  con  Diana  llera 
Casado  á  Milán  volviera; 

V  asi,  ¡''ahio,  por  no  verme 
Obliíi;ido  i  decir  cuil 


t Porque  es  lo  de  sentir  mal 
e  una  dama,  nunca  nliliga 
Que  se  presuma  ni  entienda, 
l^es  uno  es  que  elta  me  ofenda  , 
o  es  el  quejo  lo  diga), 
anlaa.  en  (in,  me  salí. 


dbyGoogLc 


Coa  qne  vuelvo,  n 
Cooiulur  i  mi  opinión . 
Que  me  llega  á  aconsejar 

AiguoB  saüsñiccion. 
A  este  efecto ,  en  esta  parte , 
Término  de  Mantua,  quiero 
Verme  con  Carlos,  primero 
Que  me  auseuie;  \  »»i  ¡larte. 
Pifes  ya  sab«i  que  se  ftuida 
Mi  accíDD  en  que  el  badn  quiera 
Vengarme  de  la  primera , 
O  morir  en  la  segunda. 
V  pues  ya  en  ese  papel 
Hi  amor  eavuello  en  mi  ira , 
Büscate  j  disele ;  j  roira 
Que  lú  no  TneJvas  con  él. 
Si  él  con  oiro  no  vinieri!. 


Pues  nada  que  sucediere 
Me  está  peor  que  i  Milán 
Volver  íiu  crédito  j  fama. 
Desairado  de  la  dama 
y  ofendido  del  (laUo. 

Rl  que  te  obedeici  es  bien ; 

Has  soto  esta  vei  quisiera 

Poder  excusarlo.  {Vate.) 

ESCEIfAXT. 

FISBEItTO. 
[  Fiera 
ííuerle  mia '.  ^fíahiit  olro  á  qnien 
Jamas  baja  sucedido 
iKual  novela  de  amor, 
Oíos,  rorlona  y  rigor? 
Has  bicia  esta  parle  ruido 
Siento  :  retirarme  quiero 
Entre  estas  ramas ,  uo  sea 
Kiie  llKUieii  por  aqui  me  vea.  ^ 
Mas  ja  tograrlo  no  espero,   {hatrate.) 

ESCENA   XVI. 

OUNA.-FlSBERrO,  W(M  loi  irbala. 


Se  (firierteo ,  y  ya  alcanzo 

Dos  caballos  arrendados 
A  noa  mata ,  en.  uno  quiero 
Ponerme ;  v  mas  si  reparo 

8ne  al  venir  vo,  los  desala 
n  hombre.  Gente  es  de  Cirios 
Sin  duda  la  que  eslá  aqui. 
Pues  ¿qué  lemoTpues  ¡.qué  aguardo? 

iSaU  FUberto.) 
Caballero ,  si  sois  quien 
Tiene  orden...  Has  ¡  cielos  sanios ! 
¿QuémiroT 


EL  ACASO  Y  EL  ERROR 
ESCENA  XVIL 

CARLOS.  —  DIANA,  FISDERTa 

(Para  (f.  iCahallos  aqnf.  y  Diana 
Con  ellos?  Elle  es  Liiardn, 
Sin  duda.)  Amifio,  es  ya  licmpo 
De  poner  mi  amor  en  «alvo. 
Sin  que  error  ni  acaso  pnedan... 

nsBF.BTO. 

Pues  upé  mas  error  v  acaso 
Qne  haber  acaso  y  error 
Traidote  i  dar  en  mis  manos? 
Vea  el  mundo  que  si  aj  ver 
A  Diana  me  acoDardo, 

Pues  un  corazón  hidalgo 
Has  se  acobarda  de  ver 

la  dama,  que  1  nn  contrario. 

Yo  me  huelgo  de  que  tengas, 

'  "^ila  del  descngaBo, 


iSleí 


iCielos:¿Oné  vei 

UIA^A.  iAp.) 

» ilusión! 

risiEiiTn.  (Ap.) 
;Si  es  engaño' 

DiAS*.(Ap.) 

Ponjue  DO  creo  ¡a;  de  mi ! 
Que  tea  verdad  tanto  pasmo. 
FISBEaTO.  (áp.) 

Porque  no  creo  que  sea 
Kana  ta  que  eilo;  mirando. 


Os  podéis  poner,  ceguro 
j  De  que  jo  la  esfñlda  os  gurdo. 

{  FISIRBT».  (j4p.) 

I  {Haj  bidalgnia  tan  Rrandef 
Has  decidme,  ¿en  qué  quedamoiT 
Eoentígos  como  inles. 

CARLOS. 

Adiós,  Fisberto... 

rmaiRTo. 
Adiós,  Cirios. 

(BaeequéieBQ.) 


Iguales  «1  eso  estamos, 

Qite  la  de  favorecido 

Tienes  tú.  (Riñen 

;Flsb<Tio!iCirios!... 
¿Segunda  ven  de  mi  vida 
Y  vuestra  muerte  teatro 
Hacéis  la  campana? 

ESCENA  XVm. 

FLOR  tFAIIIO.  par  Ivdot  üiliníM.- 


¡Aqui  atrevimiento  ü 
¡A;  infeliz  1 


jFisbeno!  iQaé  escucho?  No 
Os  vais,  detened  al  paso; 
tíue  ya  en  »ez  de  otra  vénganla, 
Serlu  la  privón  mis  braios. 

Vo  de  vos  los  recibiera. 
Si  pens.ira  que  obligaros 
Con  ellos  pudiera;  pero 
Enemigos  declarados, 
Miéatras  mas  lejos  esún. 
Están  mejor. 

CLOTALUO. 

Vo  no  os  llamo 
Para  enemigo,  sino 
Para,  i  vuestros  pies  postrado. 
Mostrar  que  soy  vuestro  amigo. 
Pues  nadie  es  por  boj  de  Cirios 
Mas  enemiffo  que  jo.— (Se  ojreíi  caja$.) 
Has  ¿qué  bélico  aparato 
De  c^asjde  trompetas  (f»«Fít(«rl».) 
Se  «je? 

¡Otro  asombro' 
onoB. 

,'Otro  espanto! 

ESCEITAXX 

LISARDO.— DiCBOs. 

Señor,  el  duque  de  Mantua 
Con  una  trolla  ba  llegado 
Al  término  dése  fuerte 
Que  divide  los  estados , 
V  dice  que  de  paz  quiere 
Hablarte. 

CLOTALDO. 

Yo  me  adelanto 
A  recibirle.  Deddie 
Que  llegue.  (VarueClolalOot Lüarde.y 
cJLulos. 
Pues  se  ha  auseniado 
Mi  padre ,  ja  es  el  silencio 
Inqlll. 

cu>T*u>o.  (Dentre.) 
Dadme  los  brazos. 

De  sa  vista  me  retiro.  (fmic.) 

Vo  de  sus  ojos  me  aparte.        ( Vate.) 

ESCENA  XXI. 

EL  DUQUE  DE  MANTUA,  acovm^i- 
■iSKT-,  CLOTALDO,  LISARDO, - 

FLOR,  FARIO,  CABALLEROS  CaUDVM. 


Ser  quien  sov;  que  acompatlailo  bi'Oue. 

No  lie  de  embestir  á  quien  solo  Clotaldo,  las  «iperiracia^ 

He  busca.— En  ese  caballo  (.t  Fitberte.)   Que  debi'mas  i 


vG'oOglc 


K  •      COMEDIAS  OG  DON  PEDBO  CALDERÓN  DE  I 

Hm  enwBn  que  el  bonor 

Sa  cara  mejor  con  blaados 

RemedfM  que  con  crueles; 

Y  asi  solicito  faabliros 

De  ituz,  Antes  que  oira  vei 

La  Ruehra  i  romper  volvimas  : 


,a  [i  decirlo  vuelva) 
Ma liria  en  público  os  hablo; 
Qne  tta  de  serlo  el  desempeüo 
Cusnio  lo  ba  sillo  el  asravio. 
Cirios,.. 

CLDTILDO. 

Va  sé  que  atrevido 
■■" JO  aguardo 


Os  oreude; 


Va  que  no  por  é\ ,  mostrando 

El  respeto  ;  el  decoro 

tlon  que  el  de  Uluiia  ^ardo. 

Hobada  la  [rojo;  pero 

Sal>iéiidolo  yo,  i  palacio 

La  llevé,  donde  lan  grande 

Fué  su  pena ,  fué  su  llanto , 

Que  ha  penurbado  su  Juicio 

hl  dolor,  asegorando 

La  violencia  su  disculpa; 

y  así  os  entregaré  i  eiili'ainlios, 

Vara  que  en  ella  estiraeis 

Su  virtud  3  sa  recato, 

V  en  él  toméis  Is  venganza 

Que  qoerais.  —  Llamad  *olandu 

(AUtardo.) 
k  Diana  j  Uriot.  (Vate  lUarde.) 

j  Quién 
Pudiera  hacer  que  escuchando 
Flsberw* 


LISARDO.  r.lLETA.  SILVIA,  dahas. 
— CLOTALDU,  EL  D1IQUK  DE  MAN- 
TUA, FLOR,  f-ABIÜ, 


iQuiéo  deds  qne  me  ba  llamado! 

Vuestro  padre. 

1  Quién  acl 
LetmjoT 


De  hermosura  y  ilíscrecuMi... 


li  liija? 


CARLOS,  DIANA.  — DiCHoS- 

F^ta, 

8ae  yo  A  las  plañías  postrada 
e  ambos,  pon^o,  porque  en  mt, 
Y  no  en  ella,  os  venguéis  ambos. 


ps  iqité  os  obligó  á  decir 
le  no  era  ella? 

Un  acaso. 


CLOTALDO. 

y  o  indipado.. 


y  del  error... 

n  ella  lei^rme  aguardo. 
CLOTáLno. 


FlSBEItTO.-DiCMas. 

nSBGSTO. 

Teneos  los  dos; 
Que  habéis  de  verme  i  su  lado 
Bn  sn  defensa. 

Fisberto, 
I  Vos  aqui ,  y  vos  amparando 
Al  enemigo^ 

FJSSESTO. 

SI,  que 
Una  herida  nn  es  agravio. 
Sino  desgracia ;  y  una 
llítlalKula,  que  le  pago. 
Siempre  es  deuda. 

CLOTALDO. 

Ríen. 
Los  blasones  soberanos 
l)e  vuestra  sangre. 

FiSSERTO. 


Pues  jcóroo?  decid. 

nsBUTo. 
Llevando 
A  Flor  por  esposa  y  dnefio. 


Yo  soy  di^osa.  pues  pierdo 
A  qnien  no  me  quiso,  y  gano  ' 
A  quieu  me  imo. 

¿Con  qne  yo 
He  vengo  i  quedar  en  blanco  T 

CiMLOS. 

Coa  qne  enmendada  t>  soerte 
Del  Errorj  del  Acato, 
k  vuestras  plantas  rendldoi 
Nos  ptHMmos,  suplicando 
"lue  lo  que  se  escribe  aprisa 
'   • — ■-  de  etiiaclo. 


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LA  SEÑORA  Y  LA  CRIADA. 


DIANA ,  daqaeta  de  Stanlva. 

FU)H .  $oMnaiteláague'ie  Parma. 

LAUBA .  criada. 

PORCIA,  wisiJn. 

SILVIA, 0na4B.' 

CALRTk.vUlana. 

t'ABIO,  ñfíO. 


FISBERTO,  ¡lijo  delduqu*  de  Múan. 
EL  DUQUE  DE  PARMA.íieí» 
-EL  DUQUE  DE  MANTUA,  vtrjp- 
LISAHDO,  eñaia  de  Cutaldo. 


CELIO ,  críatfp  de  Fuberle. 
FLOHO.criadf. 
Uit  ALCAIDE. 
Acomr\9i,mtjno. 


nFama.enMmlaayoi 


I  Quién  nujor  pen»  padece, 

JORNADA  PRIMERA.  gue  el  que  se  vio  i  co»lquier  bora 

Alísenle  de  lo  que  adora , 


ESCENA  PRIMERA. 
CROTALDO;  uttíido  de  negro;  LISAR- 


Que  iiuüo  bailar  lu  cuidado.        * 

LISARPO. 

Tenilris  en  lin  un  criado. 
Ladrón  de  casa ,  de  quien 
Puedas  liarle. 

CROTAtDO. 

Esli  bien. 
Al  punto  le  Tuelve,  j  no 
Pierdas  ocasión ;  que  yo 
tío;  me  partiré  lamblea. 
Pues  la  noche  apenas  Tria , 
KnTuella  en  neoro  arrebol. 
Siendo  boniicituí  i<<;l  sol , 
Acabará  con  el  día. 
Cuando  en  la  preslfiía  mía 
Iré  i  Mantua ;  que  aunque  fuera 
Sesto  de  Abido,  y  hulilera 
ELesirecho,  le  pasara , 
Pues  mi  ruego  le  abrasara , 
Pues  mi  llüuto  le  excediera. 

Poco  hay  que  suplir  en  esto 
Para  hacer  lo  que  bas  pedido. 
Pues  que  ^u  salir  de  JioMcfa , 
Kn  cualquiera  estrecbo,  presto 
Navefia  un  amante  é  teste. 

is  (|ue  saber , 

__>  _.  jjrum  neo: 

SI  hay  <» 

Referirlo  no  coaviene ; 

Y  pues  sé  lo  que  be  de  hacer. 

Vele  presto,  iiorqiie  no 


ESCENA   n. 

FLOR.— CROTALDO. 


SI  to  esli 
El  sol  de  tus  ojos  ja , 
De  cup  luz  soberaua 


No,  si  argujo 
Y  claramente  ooncluro 
Que  no  es  hoy,  en  nuestro  esU( 
El  madrugar  mi  cuidado 
Conaecueocia  para  el  tujo. 

CnOTALItO. 

4  Por  qué  T 

ru». 
Porque  til  rendido 
Al  snei5o,  y  yo  desvelada ; 
Vo,  en  ün ,  como  enamorada , 
Til  como  Tavorecído, 
Estibamos  bien. 


Sí  ha  sido 
Argumento  de  un  cuidado, 
Flor,  el  vivir  destelado. 
No  es  justo  juígarme,  no , 
Tan  dormido,  poniue  yo 
Estoy  muy  enamorado. 

Yo  me  erré ;  lú  dices  bien . 


Claro  esii  que  es  lu  desden. 
Ui  desden,  CrataMo! 


Amando  mi  desdeo ,  amia 
Solo  lo  qae  no  bay  en  mlT 

CBOTALM). 

,,ae  mas  favorecido 

Esté  el  gue  ettá  enamorado. 
Ha  de  estar  desconflado. 
Necio  es  quien  se  ha  persuadido, 
Flor,  i  que  vive  qnendo. 

Y  necia  es  la  que  advertir 
Ño  sabe,  llegando  &  oir 
Tan  desmayados  afectos , 
iufl  hay  muy  distintos  efectos 
¡nire  el  hablar  y  el  decir. 

CROTjtLIKI. 

.Entre  el  decir;  el  hablar 
Hay  diferencia,  si  son 
Los  dos  una  misma  «ccion* 


CHOTALDO.  (Ap.) 

,  ¡Qué  pesar  I 

8ue  hay  enlre  el  ver  $  el  mh-*r ; 
ue  el  que  ve ,  solo  desdice 
Ser  cieno,  y  el  que  iofelice 
Mira ,  alguu  cuidado  entabla ; 
V  asi  dice  mas  el  que  habla. 
Que  el  quesienle  lo  que  dice. 

CHOTALDO. 

fisLieo  argumento ; 

Que  si  entre  ermirar  y  el  ver 
Diferencia  podo  hacer 
Ser  con  cuidado,  yo  siento 
Qoe  el  que  méuos  mira  atento, 

?ne  el  oue  ménofl  decir  pudo, 
¡ó  y  dijo  mas;  pues  no  dudo 
Ciego  y  mudo  es  amor  :  luego 
"~  uas  el  que  esti  mas  ciego, 
dice  el  que  esti  mas  mudo. 

I  pudiera  responder, 
li  liono  viniera, 

caoTALM. 


Cuando  roí  imante  le  nimai 


hyCoogle 


Hacho  me  alegro 
'   A  Flor,  Crowldo, 
Por  cjue  leiigo  con  los  üos 
Uuo  I- '"- 


_    Pues ¿cuándo 
Ko  psioy,  sufior,  ^idurandu 

¡Pluipiiera  i  Dioi! 

PVQIIE  DE  MRIA. 

Ya  gnbeis  la  eiiemísUd 
(fue  faeredaija  lieaius  leiiiüo 
VX  Daqae  <le  HaDiua  y  yn, 
PorquR  el  esiar  Un  vt  cilios 
Ksios  Estados  de  HsntUii 

V  Parina .  la  causa  ha  sido 
lie  leiier  eiiire  los  dos 
Modernos  bandos  j  antipios ; 
TaDlo  que  los  )>oleuiadus 
lie  t04l>  lulia,  divisos 

V  parciales,  muchas  vfces 
Para  perderlos  se  han  visio  ; 
Cujo  amenazado  horror, 
Qne  estaba  ]>a  preveniuo 

Al  escíndalo  de  muclio, 
Se  desvaneció  va  si  mismo : 
Porque  lumaiido  la  mvuo 
El  l'oDtifice,  uoshixD 
Amifios  en  la  apariencia , 
Has  no  eii  la  verdad  amisos ; 
Uue  <re1  odio  &  la  aniisiau 
Es  diOcil  el  camino. 

Y  asi ,  aunque  cesó  la  guerra , 
No  cesó  el  mpgo  esitoiididu 
En  los  pechos;  qiie  un  volcan. 
Cuando  no  despide  activos 
Kajos  UD  tiempo,  íl  lo  menos 
Los  guarda  en  su  seoo  tibios  : 

Y  ta  obediencia  uo  pudo 
KeiJncír  )  mas  los  bríos , 

?ue  eniúnces  i  refirarlfts , 
ahora  i  no  descubrirlos. 
Esto  no  es  del  caso  :  voy 
A  lo  one  importa.  Hov  be  oido 
Que  Kisbrrlo,  flostre  ¡oven , 
Uel  duque  de  Milau  hijo, 
Casa  eu  Haniua  con  la  hermosa 
Diana. 

CAOTArDO. 

¿  Qué  dices  ? 

DOgUe  DE  TAIMA. 

Díko 
Lo  que  en  la*  lenEnaa  del  viento 
A  voces  la  hma  dijo. 


SI  DO  es  por  Estado*  míos ; 
Hospedándolos  en  ellos. 
Mostrar  cuerdo  determino 
Que  Dunca  el  enojo  noble 
Ha  de  alterar  el  estilo 
Oe  la  noble  urbanidad ; 
Pues  siempre  blasón  fué  digno 
Del  valor,  ser  mas  corteses   . 
lloE ,  mientras  mas  etiemií;os. 
Fuera  de  que  el  de  Hilan 
Siempre  profrsó  coii mitin 
Grande  amistad ,  y  iior  el 
Ypor  los  dos,  solicito 
pKHejaria  cnaiido  pase 
Diana. V  asi  te  pido. 


COMEDIAS  UE  DOM  PEDRO  CALBEROH  BE  LA  BARCA. 

Qaedandose  dcuira  «lio , 
Como  ;o,  que  trabajando 
'  En  restejarmi  homicidio, 
Ra  de  ser  mi  afín  mi  mucrtí 
y  mi  labor  mi  uariirin? 
Pero  ya  que  he  de  morir 
A  manos  de  mi  deslino, 
Flor,  mariposa  y  gusano , 


.  Tan  airoso,  tan  lacHi 
Tan  galla,  tan  c( 
V  i-ii  Un ,  bijo  en  todo  mió. 


.  con  este  mismo 
Fin .  á  lal  buéspeda  too 
Aposento  prevenido 
Ku  tu  cuarta.  I  en  efecto. 
Los  dos  haced  lo  que  os  digo. 
V  no  los  dos,  como  amantes. 
Envidiéis  inadvertidos 
Ajenas  glorias;  que  presto 
SerAn  proprias ,  pues  ya  he  escrito 
Por  dispeosacion ,  y  liaréis, ' 
Al  amor  agradecidos. 
Igual  la  dicha ,  pasaado 
1  -"■>  el  gusto  que  imagino , 


ESCENA  IV. 

CBOTALUO, FLOR. 

CaOTALDO.  {Ap.) 

iQuébe  oído, 
Cielos?  iCielos!  j([ué  he  escuchado? 

Pésame  de  haberle  visto 
Tan  perdido  de  color. 


Antes  que  del  soi>Ín 

Antes  que  del  centro  i-squiíu 

.'%ienia  el  abrasado  ardor, 

Pader.ca  el  desden  Im]jlo, 

Llore  la  prisión  oscura. 

Ábrame  el  cielo  camino 

Para  rondar  mis  desdichas > 

Para  halagar  mis  pelíE^os, 

Para  festejar  mi  muerte. 

Que  es  lo  mas  que  solicito.       (Vd««,) 

Jirdin  del  pilidodnulsaNaatBi. 
ESCENA  VL 


.SI  alguno  en  el  mundo  hnere 
,  Tan  me7.qulno  y  desdichado 

?ae  niimorada  estotiere ,' 
el  remiendo  saber  quiere 
De  no  estar  enamorado... 


Que  lo  niegas  imagino. 
Porque  son  las  causas  dos, 
y  es  uno  el  color  perdido. 


i  Dos  las  cansas?  i  Cu&les  son  T 

g.011. 
Annqne  me  pesa  el  decirlo , 
Casar  Diana  coa  Fisherto , 
y  t£i,  CroUldo,  conmigo.         (Vete.) 


CROTALDO. 

Pues  tü  engaitas,  que  son  tros. 
Añadiendo  A  la:  que  bas  dicho. 
Haber  de  ser  quien  festeje 
Hi  mismo  pesar  vo  mismo. 
;,Oiié  mariposa, batiendo 
Las  blancas  alas  de  vidrio 
Que  el  sol  Ilumina  í  rayos , 
Que  el  Tiento  dibuja  t  risos , 
HalagSeiía  coa  su  muerte , 
tarcos  i  la  llnma  hir.o'. 
Como  yo,  pues  he  de  hacer 
Festejos  í  mi  ¡wligro? 
¿Qué  flamante  flor,  igiie  ser 
Kstrella  del  prado  quiso . 
Inclinando  la  cabeza 
Al  soplo  del  cierzo  frió , 
El  malogro  de  sus  hojas 
Solioriió con  desperdicios. 
Como  yo .  qae  obedeciendo 


,  Si  hobiere  en  el  mniUo  alguna 
I  Tan  desdichada  y  meiqíüna , 
j  Que  dell  amor  la  emportuna 
I  Pesadumbre  la  amohina, 
V  quiere  mudar  fortuna... 
I  fEBOTE. 

'  Véngase  A  mi ,  y  le  diré 
I  Hijor  que  pililo ,  cual  huú 
¡  Kl  remedió  dell  amor, 
I  Porque  vo  mucho  mije 
'  Que  el  m^ """'-  ^- 


oUtlIloTosé. 


■""un  MmX'  ' 


.11  que  a 


Eil  amor  se  me  quitó. 

Has  no  quiero  ber  desear 
A  nadie  una  meleclna 
Tan  rara  jr  tan  singular. 


o  de  ni 


Halagos  1  mi  castigo? 
O  í  qué  gusano ,  afanada 
Cou  codicioso  ejercicio , 
Parca  de  sa  misma  vida. 
Labró  U)  muerte  hilo  i  hilo , 
Cuando  en  la  breve  prisión 
Del  acabado  capillo, 
Fuésu.tambara  tarea, 


I  Oiga  el  que  siente  su  Hama. 
'  Despósese  coa  su  darnti, 
.Vélese  con  sn  galán. 
Esta  i's  ta  mijor  receta. 

I  GILETA. 

Esta  (nadie  se  alborote) 
I  Es  la  cura  mas  perfela. 

D,B,l,z9dbyC00glC 


naote. 
Que  ul  bice  jo  coa  Gileta. 

-'í    •  ■    CILETA. 

Qqc  asi  hice  jo  coa  Pevte.     (V«im«.) 

;.  A  qué  perpAsito  Tué 

£1  oombruiDe ,  carillucia* 

I  Mal  baja  ;o  que  os  nombré   - 
Coa  aquesta  boca  sucU, 
Sin  por  qué ,  ui  |iara  qoé '. 
Has  vos  i  coa  qué  iniento  aqoi 
He  pernuaciastcis  t  mi? 

Por  el  cogote  i  hablar  TeDRí 
Luenga  que  o»  loma  en  la  fc«ea , 
I  a  que  os  enojáis  asi. 


;  Por  qué  conmigo  lo  beis  rido 

Porque  sois  mi  marido. 

yo ,  porque  sois  mi  mujer. 

Pues  i  cómo,  átiies  da  casaros. 
Todo  eraresquielirjrme, 
l'ecildiiniie .  <-mbei<saros, 

Y  como  un  bausán  andaros? 

Como  era  antes  de  casarme. 
¿CuAl  dimofio  os  etigañó 

Teuicudo  lo  luisuH)  un  no? 

Los  que  se  andaban  tras  mi, 
Para  que  ns  quíjera  jo. 
Cuál  me  decia  de  vos 
Oue  erais  un  ciervo  de  Dios , 

Y  que  éramos  de  cousnuo 
Ambos  i  dos  para  en  uno ; 

Y  auu  somos  para  otros  dos. 
Cual  que  érades,  me  decía. 
Muy  sabida  jr  pracenlero , 
Siendo  un  bonico ,  i  fe  luia  ¡ 
Pero  ¿qué  casajueulero 

No  engaña  asi  cada  dia  ? 

rtaOTE. 
Y 1  mi  iqué  no  me  dirían 
l)e  vos!  ¡Uué  era  oirías  habrar 
A  cuantas  á  esio  veniaii , 

Y  las  cuentas  que  me  hadan! 
•  Para  poderlo  pasar 

Vos  tenéis  (dician),  Perote, 
La  ración  de  jardinero 
Kn  pallado ,  i  ella  en  dote 
Trae  todu  el  ajuar  entero 
Que  pudiera  uu  sacerdote. 
Vueso  suegro  morirá , 

Y  su  hadenda  os  quedará  : 
Con  esto,  j  iuego  de  aqui 
Un  poco  j  otro  dealli. 

La  ¿rada  de  Dios  se  hará.* 
Traje  vuestro  dote  i  casa , 
Que  de  uoa  sartén  no  pasa, 
Cuatro  pratos ,  una  artesa , 
lina  cama  T  una  mesa, 
;  Ved  qué  bacienda  tan  escasa! 
Con  lo  cual ,  la  ración  mía 
Vine  i  partirla  con  vos ; 

Y  to  que  yo  cada  dia 


LA  .tEdOIlA  Y  U  CRIADA. 
Sotdemenle  me  conla , 
Comemos  entre  los  dos , 
Sin  que  mi  suegro  se  muera, 
V  sin  que  de  aqui  ni  allí 
Hos  venga  un  maravedí ; 
Pero  j  qué  casrimentera 
Ka  suele  engañar  asi? 

Pues  buen  remedio ,  Perote. 


Venga,  y  sea  malo,  Gileta. 

GILKtA. 

Volverme  todo  mi  dote , 

V  darme... 

¿Cou  un  garrote 
Vais  á  decir?  Sos  discreta , 

Y  lo  haré ,  pues  vos  gustáis. 


i  De  qué  os  quejáis? 
3  imagináis. 
¡  Oh  mal  magín  os  dé  Dios! 


Deqoed 


EflCmATH. 


:Qué  es  esto?  ¿Siempre  ha  de  ser 
Pendencias  las  que  ha  de  haber 
Entre  los  dos? 

Si,  bay  pendencias, 
porque  no  hay  corres|jondencias 
En  mi  suegro  y  mi  mnjer. 

ruio. 
Pues  ^qué  leoeit^que  sentir 


¿Qué!  Veros  vivir 
Noventa ;  que  no  me  vieran 
Casado,  si  no  dijeran 
tjue  os  habláis  de  morir. 

Y  era  buena  condición, 
Para  puesta  enescriitua. 

Ya ,  Perote ,  eo  concludon , 
A  vos  y  i  Gileta  el  cura 
"~  echó  la  bendición. 


Que  á  ayudaros  he  Iraido. 

«ais  muy  bien  hallado. 

eais  muy  bien  venido. 

Gileta,  no  os  loca  i  vos 
Dar  i  nadie  parahles. 
Gitna. 
No  toque  :  ¡rtigamos  Dios ! 


Tü,Perote,  vé  1  plantar 
El  cuadro  que  dibujado 
Qaed6  ayer .  y  tú  á  regar 
Las  calles;  porque  ha  de  estar 
Barrido  todo  y  regado. 
Por  si  esta  larde  también 
B^a  Diana  al  jardh) 
tJon  tantas  damas,  i  quien 
Deben  la  rasa  y  jauoln 
rTieve  y  púrpura. 

puon:. 
Euábiea. 
Yo  iré;  mas  Gileta  aquí 
No  ha  de  quedar  :  cahe  mi, 
Gileta ,  que  vayas  quiero. 
CILETit.  lAp.) 

A  fe  que  es  el  jardinero 
De  los  mas  lindos  que  vi. 

(fanw  Perote  n  Gileta.) 


LISAROO.  FABIO. 

Ya ,  Lisardo ,  en  casa  estis, 
V  ya  ves  i  cuanto  riesgo , 
Viir  servir  i  tu  señor. 
La  vida  y  lealtad  he  paesto. 
■Solo  le  pido,  Lisardo, 
De  tanta  nof7.a  en  premio, 
Oue  en  ninicun  tiempo  me  dés 
Por  autor  (leste  concierto  ; 
Porque  yo,  siempre  que  lleguen 
Las  cosas  i  rompinik'iilo. 
He  de  decir  que  no  supe 
Quién  eras. 

LlSAHon. 
Otra  ven  vuelvo 
A  darte,  Fabio,  palabra 
De  mirar  por  ti  primero 
Oue  por  mi;  que  el  riesgo  luyo 
No  facilita  mi  riesgo. 
Fuera  de  que  yo  también 
El  mismo  peligro  ifiigo. 
Pues  por  servir  a  Croialdo, 
Hago  tan  grandes  empeños. 

Ellos  son  bien  lemeraríos. 

Pues  estando  los  conciertos 

De  la  boda  de  Diana 

Ya  efectuados,  no  entiendo, 

Lisardo,  lo  que  pretende 

Crotaldo. 

Yo  solo  deiM) 
Obedecer  á  mi  amo. 
sin  euminar  su  intenW. 

Dices  bien ,  y  por  no  hacer 
Sospechoso  el  trato  nuestro , 
Quiero  dejarte.  Lisardo, 
Ten  recato  j  ten  secreto.         (Vnjc.) 

ESCENA  DE. 

LISARDO;  y  taego,  GILETA. 

¡  Ob  lealtad  de  un  Bel  criado , 
A  cuánto  obligas ,  pues  vengo. 
A  buscar  con  esta  industria  [ 
En  mi  peligro  el  remedio 
(le  otro  amor!  Pero  ya  en  vann 
Recelo ,  dudo ,  ai  temo ;  ^ 

Que  es  excusado  en  el  golfo 
Volver  á  mirar  el  puerto.  > 

Esta  Doche ,  por  ú  acá»  ^ 

U,B,l,z9dbyL-.OOglC 


(SaU  Cfleta.) 
niLETÁ.  (A'p.) 
Par  diei  que  ici  me  meho , 
Porque  me  Irae,  sin  querer, 
A  Terle  este  jardinero , 
Que  bo;  b*  venido. 

(Ap,  Inrormanne 


Ed  Tcrdad  que  le  debeit 
Todo  eK  amor  al  que  oi  tengo ; 
Que  si  no  fuera  por  vos. 
No  hubiera  Tenido,  es  cierto, 
A  servir  i  estos  jardines. 
Por  vos  solanicnle  vengo. 
Poraae  hi  días  que  os  adora 


y  tenderlo. 
Que  podrí  ser  que  algún  dU 
Sea  ni  amor  áu  ¡irovecho, 
Y  que  servida  os  v^ais. 


Ko  en  vano,  par diez^  etl  alna 
No  me  cabia  en  el  pvcbo 
De«de  el  puotu  aue  os  miré  ; 
Pues  sIq  paz  y  sin  soregó. 
Si  tienen  las  almas  polgas , 
Pulgas  eo  eH  atma  tengo. 

USlUDO. 


DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  I 
ESfXKA  XI. 

PEROTE.CILETA. 


(nieta,  ;qn¿  es  lo  que  babraba 
Con  vos  estejardiuero 
Rocia- Tenido! 


Elspera  un  poco, 
Eo  tanto  que  lo  concierto. 
•Eljunento  déla  noria 
íM  tiene  su  alojamiento! 
— Vo  1  vol  también.!  No  entra  bien. 
Por  otra  parte  lo  vuelvo. 
*iAd6ode,Gneu,  esti 
El  de  la  noria  jnmenloT 
— Vo  i  vosianblen.a  No  entra  bien. 


„  .  le  eili  para  sabellOi 
Éi  jumento  de  la  noria  T 
tjuH  i  ir  Vo9  adonde  ;o  vengo, 
Vo  os  diria  allí  de  todo 
Cuanto  buscarais.»  A  eso 
Le  dije  :  cYoi  vos  también.» 


Pues  si  dijo  todo  eso , 
Diga  que  tenéis  raioo, 
V  que  JO  soj  el  jumeaio. 
Koosamoüneis.üileta. 
Bastea  ;a  los  recovecos; 
Que  si  va  1  decir  verdad. 
Como  all  atma  misma  os  quiero. 

SI  t  eso  ra,  JO  i  vos  también. 


Callad,  j  mientras  50  enredo  .. 


cnna. 

Este  jazmia,  digo,  vos 

Vo  i  vos  tamUen. 

Regaá. 

KIOTK. 

ESCENA  X 

rentemos. 

PEROTE.  -  Dicao». 

CIUCTA. 

MaoTE.  [Ap.) 

Cantemos. 

¡  Te  i  vos  también !  Halo  es  esto. 

citaw.  (Canta.) 

usiiDo.  [Ap.  d  Gilela.) 
Tueatro  marido. 

Zonal,  que  ninguno  iguala 
Pambriofiuvertü... 

BUT* 

PEaoTí.  (Canto.) 

Id  coa  Dios: 

¿Q»i  tiiereí,  bella  íagala 

No  os  vea  conmigo. 

eU-ETA. 

U8A»p0.  (Ap.) 

Que  te  vagat  twramala. 

¡Cielos! 

■oj  veré,  «1  la  rortnna 

VeU  ti. 

Ajnit*  al  atrevimiento.             (Vaae.) 

Ua$  vete  ti. 

DIANA ,  LAURA.-  CILETA,  PEROTB. 

En  esta  verde  esfera , 

Donde  bennosa  tejió  la  primavera , 

Con  elección  de  Dores, 

Alfombras  matluda»  i  colores. 

Podrís ,  sefk>r>  mía . 

Divertir  la  mortal  melaocolb. 

ÍQaé  importa  ¡ay  Dios!  qne  bermosa 
lorde  la  primavera 

La  alfombra  lisonjera 

De  iiunin  j  clavel,  de  nieve  j  rola. 

Perdiéndose  felices. 

Por  hacer  un  mallc  mucbos  maticM? 
I  ÍQué  importa  qne  toi  vientas 
4  Coa  sutil  consonancia, 

Amonia  j  fragancia 

Confundan.slendo  aromas;  InKmmen- 

Qne  hacen  ruido  sonoro ,  [10*, 

Con  cuerdas  de  Imbariobre  iraatesdi- 

Lpué  importa  que  las  fuente*,      [amf 

Cuando  vo  llego  1  verias , 

Corran  deshechas  perlas, 

"  le  en  cllusulas  j  acentos  difereates 
compás  eelten  graves 
'~  música  diestra  de  las  aves; 

ai  ■•  varía  hermosura , 

Si  las  tejida*  flores. 

Si  loa  dulces  amores. 

Si  el  viento  alecre,  si  la  plata  pura, 

Cniendo  su  heileaa , 

Todo  es  pesar  eu  ni.  todo  ei  triste»* 

■  Nunca  has  visto  una  rosa, 

'  !  verde  cielo  estrella, 

vM  otteoliadose  bella , 

Al  aire  desplegó  vanagloriosa 

Las  bojas  ciento  1  ciento. 

Ociosa  vanidad  de  su  eleraeoio ; 
j  Xnja  amUdon  eitraBa 
^üourse i  tiempos  deja 

l>e  ta  oBcioaa  abeja. 

De  la  enconosa  arafia , 
.  Una  j  otra  libando  de  su  seno 

A  un  liempOi  aquella  miel,  esta  veneno? 
:  Ad  en  el  armoola 
]  De  la  naluralexa 
'  Saca  el  triste  trísieaa, 
i  V  el  alegre  alegria; 

Que  artiOce  cada  tuto  de  su  suerte . 

La  BoT  lozana  en  su  pasión  convierte. 

'  Pardiobre ,  que  jo  be  escachado 
'  Vaesa  voi ;  v  amique  no  entiendo 

Bien  de  arañas  ni  de  abeja*... 
ratón. 

Lo  de  las  araSas,  Diego. 

CIUtTA. 

Vo*  tenéis  mucha  raxon 


14,¡,V 


,íi«  VI 

^  r.,; 


EnU 


■rtals. 


. porque  pretenden 

Casaros  :  no  os  aco.'sejo 
Que  US  caséis. 


i  Por  mucho.  Mas  oye  aqneiln. 
I  Cría  nu  padre  ana  hija  suya 
■  r.on  grande  recogimiento, 
I  Gulrdala  del  mismo  sol, 
I  Trata  daría  estado,  t  lui'go 
:  Toda  la  guardada  hija 
I  Entrega  á  un  l.umiire  el  primero 
¡Dia(inelavt-'-  ■-'-- 


dbvGooglc 


Doncella ,  qne  aun  no  vió  al  cielo ', 
Dentro  de  i¡  cama  al  novio 
Le  escucha  el  primer  mquiebro  •' 
¡Hnegode  Dios  cu  la  hacienda! 

reaoTE.  {Ap.) 
Aquí  lenifo  yo  mat  preiio. 
El  novio  voy  i  buscar. 
Para  decirle  esto  raesmo.         {Vate. 

ESCEKA  na. 

DIANA,  LAURA,  GILETA. 

MANA. 

Graciosa  eati  la  villana. 


Dices  bien ;  ¿qué  qnieres  T 

Di 
Vn  Testldo  qoe  dijlsieia 

Sue  me  daríais ,  al  tiempo 
oe  trataba  de  casaime. 


Laura , 
Dale  an  «estido  al  momento 
A  Gileta. 

SI  daré; 
Has  con  calidad ,  que  puesio 
Le  ba  de  traer  cuatro  días. 


Si  traeré ,  y  aun  cuatrocienlrs. 
„   ,  nusA, 

íQué  dices  * 

LADHA.  {Ap.dDIma.) 
Con  desatinos 
Templar,  señora,  pretendo 
Tus  penas ;  fuera  de  que 
No  es  nuevo  en  palacio  «to 
De  dar  3  nn  trasto  vestidos 
Con  la  pensión  de  traelloi  * 
Y  DO  dejará  de  ser 
De  algún  euiretecloiieuto. 


La  condición ,  el  concierto 

Fuera  mas  Infícil.  Ya 

Por  ponérmele  me  maerir : 

Apwtaré  qne  en  pensarlo. 

En  toda  la  uoChe  duermo.         lYue.) 

ESCENA  XIT. 

DIA>A,  UURA. 

Ya  que  estls  sola ,  seBora , 
Decirte  nua  cosa  quiero. 
YaíabesqueyoenHiUD 
He  crié,  donde  i  Tisberto     - 
Conocí :  pues  esta  tarde 
Desde  el  balcoú  del  terrero 
Le  ^e  Tisio.  Sin  duda  i  verte 
Ha  venidu  de  secreto. 


LA  SBRÜBA  Y  LA  CRUDA. 


Sue  tenían  dos  semillantes , 
no  malo  j  oiro  hueno, 
V  que  i  la  luí  que  las  mlnn 
Parecen  bien!  Mis  afectos 
Lo  prueban ,  pues  siendo  una 
La  acción  en  los  dos,  pues  siendo 
Una  en  los  dos  la  Unesa, 
Una  estimo,  ;  otra  sienloi 
Una  agradezco,  otra  lloro; 
Una  admito,  ntra  ahorreico; 
Una  adoro,  j  otra  culpo. 


A  buscarte 
A  aquestos  jardines  Tengi>. 
Un  mercader  ba  llegado 
Roj  i  Mantua ,  que  sabiendo 
De  toa  bodas ,  ha  traído 
El  mas  caudaloso  empleo 
En  joyas,  qae  ha  vlstn  el  sol: 
Y  ;o,  como  siempre  atento 
A  tu  gusto  vivo,  be  dado 
Licencia  que  entre  aquí  dentro , 
Porque  le  quiero  feriar 
Las  que  Iti  escogieres,  —  Luego 
Le  decid  que  entre ,  que  jo, 

{A  Laura ,  que  te  van  vmHm.] 
Porque  al  Duque  eacríbir  quiero 
DeHitan,  no  quedo  1  ver 
Las  jo5as  que  escoges.  (Vose.] 


¡Cielos! 
Pues  todos  juntos  amáis, 
Dad  favor  á  mia  deseos. 

cEuo,  (A  Fitberl».) 
Llega  ja. 

ntniBTO.  (A  Diana.) 

Cobarde  j  turbado  Upe».  ' 

i.AuaA.  {Ap,  ó  tu  ama.) 
Sei^ora. 

1  Qué  dldbs,  Laura* 

Que  el  merca<ler  ea  Fisberto. 

No  te  des  por  entendida. 

CELIO.  (Ap.  á  tu  amo.) 
Ciego  estás. 


Eo  las  alai  del  deseo, 

(Ap.  Si  DO  eo  las  del  ciego  dtoa.) 

Co[i6adD  llego  i  vos 

De  hacer  el  mayor  empleo. 

Que  busqué ,  seDora ,  creo. 

Para  atreverme  k  llegar 

Aquí ,  cuanto  el  singular 

Planeta  del  oro  encierra,    ' 

En  los  senos  de  la  Uerra, 

Y  en  las  entraüas  del  mar. 


Pues  no  sé  st  habéis  venido 
A  tiempo  (|ne  hacer  podáis 
El  empleo  que  eslierais: 
Porque  yo  (¡  pierdo  el  sentido') 
De  otras  joyas  que  ba  traído 
Igual  artillce,  creo 
One  salisUce  el  deseo , 
V  anduve  tan  lllieral , 
Oue  DO  me  quedé  caudal 
Para  hacer  segundo  empleo. 

nsBiaro. 
Verlas,  precio* soa  bastantes, 
Desias  joyas  :  vedlat  puea. 

4  Qué  es  esta  primera  T 

riIBERTO. 

Es 
Un  dios  de  Amor  de  diamaites. 


Ved  esta  extremada 


riSBEATO. 

Porqtie  uo  fuera  firmeza , 
Si  no  fuera  desdichada. 
Un  ÍHQila,  que  esti  vieodo 
Al  sol,  gran  señora,  es 
Esta  de  esmeraldas ;  pnei 
El  verde  color,  entieudo 
Qne  está  aquí  como  diciendo  ; 
■  La  espcraiiia  es  el  crisol 
De  tanto  hermoso  arrebol* 

DIADA. 

Bastante  disculpa  alcanm. 
(puédese  con  su  esperanza 


Quien  solo  ha  di 


■Ist 


risaEUTO. 
Un  pelicano,  que  abierto 
Tiene  el  pecho  de  rabies, 
En  su  sangre  carmesíes. 
Es  este,  que  yace  muerto 
De  su  amor. 

iQué  mal  advierto. 

Por  los  sangrientos  despojos 
De  su  pecho  sus  enojos '. 


Mal  en  el  pecho  se  ve 

Lo  que  no  se  ve  en  los  ojos. 

FISBEKTO, 

Pues  tales  las  joyaa  son 
Que  bien  no  faan  de  parecer. 
Aunque  peniaba  esconder 

ulgmzíídbvGoOglc. 


SI  COHEDUS  D£  DON  PEDRO  CU.D£HON  DE  LA  BARCA. 

Esta  e*'¡»  mi  MMteion.  «non.  i 

Vi.  e»  üe  toseñarla  ocaslDO  ■.  con  tos.  t*,í;  m»  cooinii 

n«col.rii..U  mis  tlBíve  os.  ;„„  4  ^0».  qoe  Uü  ik.  que 
Be  zaliros ,  que  i  loe  cielos  ^  ^ 

Ül  cbl'ir  hurlan  sutil.  nsBESTO. 

Ks  aqueste  Áspid  geiiill.  Divertidos  ea  mirar 

(4p.  Que  áspid  j  avii  soq  los  celos.)  Esios  cuadros  excelentes , 

•     i»\hil.  Nosdeluvi[ 


uuaiw. 
Pregnotó  Gileu  cdno 
Ni  nombre,  Perote.  Aiew; 
V  ipéau-tBeaitot  dije, 
Cundo  ella  dijo  :  •  De  iqorM 


Atrevido  mercader, 
Tamhien  la  podéis  enardar; 
t|<ie  vDesira  no  tía  de  quedar 
\a  iiiuKUtia  en  mi  poder. 
Has  jojas  no  be  menester, 
EniKtnas  de  olnK  desvelos , 
Cifras  de  otros  descousuelos ; 
üi  son  dignas  üe  mi  tionor 


k  XTU. 

nSBEltTO,  CEUO. 


VQué  mucbo,  si  tü  has  andado 
an  ciego  y  inadvertido, 
Que  sabiendo  que  lia  corrido 
Voz  de  qiw  aaul  est¿s,  aeítor. 
La  hablas  asi  T 

IVa  eo  rítior 

íT   :    ■ 

Siempre  . 

Y  pues  el  jirimero  fuá 

( \  {}'ié  curiosidad  lao  vaita !) 
fio  casarme  cou  Diana , 
Sin  verla ,  no  admires  que 
Dcsle  error  mucbos  que  haré 
n  Se  sigau ,  que  desde  aquí 
Cesarlo ,  pues  ja  la  vi, 

Y  decir  puede  m)  ardor. 
Que  be  sido  César  de  amor , 

.^ues  que  llecué ,  ti ;  veDCi. 
Hermosa  la  uuaginí ; 
Has  no  pudo,  no,  igualar 
Üe  mi  idea  el  ejemplar 
Al  objeto  que  admiré. 
¡FeiliyonuelMraró 
Su  beloadl  Que  caber  venido, 

Y  estar  ó  no  conocido , 

No  importa ;  que  no  baii  daüadn 
Kioeías  ile  enamorado 
Los  uiériloa  de  marido. 


La  belleta  singular 
De  tan  merecida  te 
En  alas  del  viento  iré; 
Aunque  si  el  ir  considera 
Que  es  alejarme,  ¡oh  lljeTo 
GéHro ,  que  i  ti  te  igualas ! 
No  me  des  para  ir  las  alas , 
Que  para  volver  las  quiero. 

ESCENA  XVIIL 


¿No  es  hon  de  qne  salgáis 
Del  Jardín? 

Sin  duda  qnieTen 
Quedarse!  dormir,  Perole, 
Con  Dosotroi  s«m  mntedcs. 


.  _  .1  diji 
Nombre  un  prir 
Que  fué  seis  ibos  bl  ú 

(VanM  Fiílierío.  Celio  y  Per0te.)  \  ApíramoTliñalmeni^ 
Luego  que  fiíera  loa  dejM. 


moiro. 


USARDO.— GILETA. 

LIURDO.  {Ap.) 

Ya  que  el  ave  de  la  noche 
Las  alas  nocturnas  tiende, 
A  cuja  confusa  sombra 
Cadiver  el  mtindo  duerme. 
Recorrer  quiero  el  jardin , 
Por  ver  si  el  amor  ofrece 
Li  oca^on  qoe  he  procurado. 

CtLETl.  {Ap.) 

El  jardinero  es  aqueste. 
Que  con  estar  tan  velada, 
Tan  desvelada  ne  tiene. 


I 


Te  abraura 
En  albricias  muchas  veces. 


Pues  empezad  á  abrazarme ; 
Qne  TOS  sois,  aunque  le  pese 
A  Perotó, 

ebceuaxx. 

perote.  —  gileta ,  lisarda 

(Pora  f<.  Ya  MUecbaüa 
La  tranca...  aunque  me  parece 

Íie  levaotada  estoviera 
ijor:  si,  para  molerles... 
[Av,  honor !  disimulemos. ) 
GlFet*. 

GILETA.  (Ap.  d  LUarde.) 
Perote  vuelve. 


El  me  parece 
Que  se  anda  abraundo  i  ro 
y  velloso. 


, Luego  ja  Mino*  parientes? 


I  Qne  somo*  pilmoa. 

reaoTE. 

í  Camales!. 

Pesca  dales  sotdemcnle 
Rasura. 

Porque  IHana, 
Heofdo,  une  al  jardio  vnelTe 
,  A  lomar  el  fresco  sola , 
I  Como  algunas  noches  suele . 
I  Con  sus  damas,  j  ban  mandado 
I  Que  solo  el  Jardin  te  quede , 
.  Selior  primo,  no  lá  agora 
;  Has  largo  en  agr»decerlt 
'  El  prínaigq. 

Dios  le  guarde. 
mcn. 
\  Ven ,  GlIeU .  A  recogerle. 

BiLsra. 
Adiós,  primo. 

Mraa,  acHos. 
mor(.(,t|i.) 
i  Prega  1  Dios  que  00  rae  méate 
Caro  el  primo!  Qne  no  sé 
Qué  se  me  ha  puesto  en  la  trente. 

(Veníe  PereU n GileU,) 
uuaso. 
Viento  R)  popa  oorre  anor 
En  d  mar  de  los  desdenes; 
V  pues  i  Cronldo  el  cielo 
Tan  buena  ocadon  le  olVece , 
Que  baja  al  jardin  Diana, 
A  gozar  dicboso  llegue 
La  ocasión ,  y  hafta  después 
Fortuna  lo  que  quisiere.  (Vaw.) 


DUNA,  LAURA. 

Nadie  me  siga  :  jo  sola 
Sobre  el  catre  que  guarnecen 
Los  mullidos  transponiíies 
De  rosas  3  de  claveles , 
Recostada  miraré 
Si  el  aura  ooe  sopla  alegre . 
SI  el  cristal  qne  suena  blando. 
Si  el  jardin  me  espira  fénil. 
Sueño  inrunden;  que  aunqueescí 
Que  el  qne  e«U  dormido  muere, 
Lii  ral  es  al  revés ;  que  un  irisle 
S9I0  vive  cuando  duerme.  .' 

(Vate  Laura.)     ~^ 


Vez  de  cuantas  se  vl 
Qne  baj  t>n  triste  en  otra  parte , 
Preguntadle,  ¿si  ser  puede, 
Que  sienta  mas  que  joT 


dbvGooglc 


OtOTALDO.  -  DUNA. 


tui"<!u  ^  cua  hora...  desta  snerle..^ 
AquiT...  ;Cómo  !...  Habíar  no  puedS]. 
¡  Cuinlo  UQ  umor  enmudece !  ' 

i  Quién  el  T 

No  te  tarlfes,  bella 
DUm ;  que  aunqae  no  puede 
Qoiéa  es  referirte... 

¡AjUlite! 

CKOTALM. 

Podri  al  méoos  responderle 
Quién  ka  lido ;  i|ue  en  efecio, 
Haerto  i  sus  pasados  bienes , 


CroUldo ,  ¡  tú  en  el  jardín  ■ 
Pues  ¿cdmo  i  pasar  te  atreies 
El  coto  de  aquellas  rejasT 
¿k  qué  propósito  emprendes 
Tan  vaaas  lemeridsdesf 


Delaotoi 

Tus  esperanzas  Mas  inias. 

Decir  quisiera )  nllecen ; 

Si  sabes  que  |a  mi  padre 

(No  sé  si  1  decirlo  acierte) 

Traidor  aloaide  de  un  alma , 

Por  trato  ( ¡  ay  de  mi ! )  la  vende 

A  ajeno  dueño ;  si  miras 

Que  te  pierdo  y  que  me  pierdes, 

iQué  quieres  de  mi ,  Crotaldo ! 

CIOTALDO. 

Que  me  escucbes  solamente ;  ..^ 

Que  annqa*  otras  Teces  te  he  dicho 
Mis  penas,  y  aunque  otras  reces 
Las  ñas  escuchado  (mudos 
Testigos  son  estas  redes ) , 
Hoy  por  despedida ,  quiero  ^ 

Que  aquí  de  todas  te  acuerdes. 
Porque  mí  difunto  tmor  i 

Solo  e«e  consuelo  lleTe 
De  que  descansó  al  decurias. 

DI,  Crotaldo,  breTemente. 

caoMLim. 
Haz  16  breves  mis  desdichas , 
Y  haré  jo  mis  quedas  breves. 
Vn  dia  i,  Panna  lleaú 
Va  pintor  tan  eicelente . 
Ooe  hurtó  i  la  nikuraleta 
Los  matices  y  pinceles. 

DIAK*. 

Ya  lé  que  por  vanidad 
De  uD  arte  tan  eminente, 
Uevó  retratos  decnaolas 
Hennosisimas  mojeres 
Hene  Europa ;  y  nue  ano  mío 
Uevó,  me  has  dicno  otras  veces. 
No  me  digas  lo  que  sé. 

CaOtALDO. 

Si  los  únanles  no  hubiesen. 
De  hablar  siempre  en  lo  que  saben, 
il  ()aé  tendrían  que  hablar  siempre  T 
Delante  del  tuyo,  lodos      ~j 
Bmtan ,  bioi  Como  suele    [  • 


LA  SEKOHA  y  LA  CRIADA. 
Coutusa  tropa  de  flores,        *^ 
Hal  pulidas  y  silvestres. 
Ante  la  rosa  su  reina , 
Que  el  caduco  imperio  llene 
De  las  Dores. 


CROTALBO. 

Piolada  (e  vi ,  en  efecto 
Porque  mas  Vitoria  fiíese 
Rendirme  asi,  y  at  retrato 
Le  dÜe  de  aquesta  suerte  : 

Beíllsima  deidad,  que  repetida      ) 
De  unn  y  oiTO  matlx,  vlv^  pintada :' 
"  deidad,  que  iluminada 
._- —  colorida 


Tienes  mi  vida  á  tu  beldad  postrada'. 
iGómo ,  di ,  en  ese  bronce  inanimada , 
Tienes  el  alma  t  tu  poder  rendida? 

Sí  nació  con  estrella  tan  segura 
Tu  dueHo,  I  él  no  roas  es  seSor  della , 
El  influjo  que  debe  i  lut  mas  pura , 

Vuelve  iluori^nal,  ¡oh  copia  bella: 
Queesmucba  vanidad  de  una  hermosura 
Querer  estar  pintada  con  su  eslrella. 

Dije...  Pero  poco  dije , 
Que  no  hay  voces  elocuentes. 
Que  i  satisfacción  de  un  alma 
Digan  nunca  lo  que  sienten. 
De  un  ardor  en  otro  ardor . 
He  ful  empeñando  de  suerte. 
Que  sabiendo  que  i  tus  años 
(Por  sislos  desde  hoy  los  cueutes), 
Se  celebralMn  en  Mantua 
Unas  justas  excelentes , 
He  atreví  en  ellas  i  entrar 
Aventurero  dos  veces. 
Una  por  la  justa ,  j  otra 
Por  mi  peligro. 

De|enle : 
ine  yo  tambi 

- Ivldo,  meat 

Al  tiempo  que  ya  en  la  plaza 
Galán  mi  primo  Don  Félix. 
Prinelpe  de  Crsino ,  y  cuantos 
Ilustres  llalia  tiene. 
Daban  con  las  rolas  astas 
De  uno  en  otro  freno  fuerte 
Flechas  A  Amor ,  una  trompa 
Sonó... 

cnotALno. 
Yo  seré  mas  brete. 
T  sin  padrino,  calada 
La  sobrevista,  en  un  fuerte 
Bridou  entré. 

Tan  gai  lardo, 

8ue  Venus  dudó  que  fueseí. 
Adonis  por  lo  galán , 
O  Harte  por  lo  valiente. 
Tres  lanzas  corriste,  dando 
En  rotos  pedazos  leves 
Tanlos  átomos  al  sol. 
Cuantos  en  rayos  enciende ,       '? 
Pues  las  que  suben  astillas , 
Vuelven  ascuas,  ó  no  vuelven. 
Ganaste  el  premia,  que  fué 
De  oro  un  reloj ,  que  guarnecen 


Y  ofredeodo 
El  premio  i  tu  sol  lucieDle , 
Con  el  trompeta  otra  vea 
Me  sal! ,  sin  cMiocerme. 

Cesó  la  Beata,;  apenas 


He  vi  con  soledad ,  cuando 
Dije  al  reloj  désU  suerte  : 

Basilisco  del  tiempo ,  tb  que  doras 
Con  la  leí  hoy  del  oro  j  los  diamante* 
El  veneno  que  i  todos  por  inslanlea 
Dalamnerie,  que  i  todos  das  por  horas; 

jCómoel  punto  que  muestras,  ese  ig- 

Pues  noabreviaa  aquel, en  que  iiecons- 
[Untei 
Influyen  su  rigor  asiros  asaantesf 
Pero  cuéntaslos  tA ,  no  los  mejoras. 

Si  la  casa  de  Venus  terminada 
(}uieres  saber,  loh  slbia  astndof^! 
10  en  un  rolnj  la  lenao  señalada. 

Tu  astrolabÍD  será  la  suerte  mia  : 
Mira  en  mi ,  y  el  de  un  alma  enamorada 
El  minuto,  el  instante,  la  hora,  el  día. 
Dije,  y  no  liiucho,  pues  mas 
Senil  el  no  saber  quién  titesea. 
Luego  lo  supe ,  porqué 
Laura  me  habló  en  ti. 
camAilM. 

Detente. 
Que  i  mi  me  loca  decir 
Que  mi  cuidado  prudente 
Pudo  granjear  I  Laura. 


1 

DU1U. 

Has  pudo  (;qné  oo  podrán 
Ansias  de  autor? )  merecerme 
Tu  fineza  algún  cuidado. 

CaOTALM. 

¡Cuinto  estimé  jo  sibeiie  I 


¡Cou  culntas  almas  escritos! 


A  pesar  de  inconvenientes! 

¡Y  plegne  i  Dios  que  él  me  blle. 

Si  no  te  pedí  mil  veces, 

Por  no  volverme  sin  ti. 

Que  allí  me  diera  la  muerte ! 

En  «ste  tiempo,  mi  padre 
Trató... 

caoTAt.no. 
¿QnéT  Decirlo  puedes. 

DIANA. 

De  casarme  con  Fisberto. 

CaOTSUMI. 

¡Oh  qué  rigurosa  BWrte ! 
iQtié  pude  hacer T 

CROTALDO. 

Que  también  mi  padre-qulete        ■ 

ü,lt,Z..MLytaOOglC 


COMEDIAS  DK'DOH  PKD&O  CALDKROH  DE  LA  BARCA. 


GIIOTJUAO.      . 

.  Hü  muntes 
ledarA. 


Ikj,  Diana! 
Pan  bacer  lo  que  no  quieren, 
No  Llenen  mas  privilegio 
Les  bombres,  qae  las  mnjeres. 


CROTALDO. 

No  me  has  dlcbo  lú  i  mejor. 
Que  nsberta  te  merece. 

Tobien...  Pero  aqnesteiuldo 
Mi  foi,  CrouMo,  EDipende. 
Vele ,  por  Dios  ;  no  le  hallen 
Aquí. 

cioTauk). 
Btpera ,  oye ,  Ueieüte.    . 
jEo  qué  quedamos? 

Te^erdadajdemll)  jme  pl 
y  en  que  te  suplico  yo..- 

CaOTALbO. 


Que  M  raelfKS  i  term^ 

'  CROTAtOO. 

jNo  ba;  remedio  T 


Diana ,  adiós  para  siempre. 

;  ¿Que  no  he  de  nUtt  i  hablarteT 
,  cnpriLbo. 

iQud  00  he  de  volver  i  verte? 


JORNADA  SEGUNDA. 

ESCiENA   PaniERA. 


Apenas  TÍ  escnreddo 
El  primer  albor,  y  apéoaa 
En  su  tocador  el  sol 
Desbiio  las  roblas  tremas. 
Cuando  en  el  coarto  de  Laura 
Ya  estaba  :  ;  mal  baya  ella , 
Qoe  no  me  vistió  basta  agora  '■ 
:Qué  diri  cuando  me  vea 
Perote?  que  con  cuidado. 
No  he  querido  que  lo  sepa , 
Basia  qae  me  vea  Tesiida 
Con  este  sayo  de  lela. 
■¡Qué  liDda  etib  i  Solo  traigo 
tina  cosa  que  me  pesa ; 
V  es,  que  Laura,  por  hacerme 
Comprida  toda  la  fiesta. 
También  me  lavó  la  cara 
Con  un  betún  que  se  pega 
A  las  manos,  y  el  pellejo 
He  estira  de  tal  manera , 
Que  parece  que  le  importa 
Qne  i  otra  cara  mayor  venga. 


iCoUet? 

CattMLDO. 

Atreverse 


No  me  acoosejei 
Tu  t  costa  de.  mi  booor. 

CaOTALDO. 

Puei  no  me  digas  que  quieres, 
Tan  i  costa  de  mi  vida. 

jPvna  iojBUal 


En  as,  aseria  dentro  doefio? 

Yoloscrí.Tlüloeres, 
Pnei  DO  le  obliga  mi  amor. 


PEROTE.  —  GILETA. 
pERore.  (Para  ti.) 
Apéoas  el  sol  dorado 
Ujo  :  tOn  de  aquit  ü  las  estrellas, 

Y  ellaí  como  unas  gallinas 
Huyeron,  cuando  (> lleta 
Sdlóveloidelacama; 

Y  si«ido  mas  de  la  media 
Tarde  ya ,  no  ha  parecido  : 
¡Pregue  i  Dios  que  por  bien  sea ! 
Este  primo  que  mos  vino, 

Sn  saber  por  do  mos  venga , 
Creo  que  deste  reloj 
Es  despertador  ;  Dios  quiera 
No  hacerle  de  campanada. 
Pues  basta  que  sea  de  muestra. 
Ni  ella  ni  el  primo  parecen. 
Has  esu  es  Diana,  I  ella 
De  Olleta  he  de  quejarme. 
Para  ver  si  lo  remienda  : 
¥  porno enturbiarme ,  no 
La  veré  la  cara, 

ciLETA.  (Pora  ff.) 
Fea 


Peróte!  I  _ 

Tan  pitsto  la  cara.  ¡  Ob  quién 


Toma*),  Perole. 

raaOTC.  (Ap.) 
Pardiei 
ue  hoele  á  cochambre  eala 
orno  la  de  mi  mojer. 
.^n  ñn,  las  dncas  son  bembraa> 

V  tienen  sus  humedades. 

Decld,jqué  queréis! 

Quijera 
Que  vuestra  gran  Duqnerta 
He  remediara  mis  penas. 

jCniles  son? 

Esto  casada, 

V  casado  con  GíleU, 

le  es  circonstancia  que  agravia, 

GILET*.  {Ap.) 

[ul  es  menester  paciencia. 

Hiscnos  venido  i  casa 
Un  primo,  qoe  no  nos  deja 
Comer  ni  dormir ;  y  asi 
)n lento,  con  tu  licencia 
'"   ~  sin  pedirla  no  es  jnsto, 

O  la  sehora  nuesa ) , 
Anublar  el  raatrimiAo; 
Porque  probando  la  Jueraa 

Sue  me  niio  el  casam ¡entero , 
ue  fué  barta ;  por  cosa  deru 
Dice  el  Iletrado,  que  es  nuirfo, 
"      '""O  locarle  apriesa. 

is  de  aqneste  primo,  . 
No  hay  en  ella  cosa  hueiia ; 
;s  Tea  sobre  borracha , 
!cata  sobre  Tea, 
Puerca  sobre  mentecata, 

V  atrevida  sobra  puerca. 

«LKTA. 

Mentís  como  un  maridillo 

De  por  abl ,  y  qoe  la  lengua 

n .^  mujer  detras. 

i  Por  San  Babiles  que  ei  ella! 
Craro  esti. 

;Y  hasb  oído  todo* 

pa. 

¿Sin  quedar  Deira? 


Dares  y  tomares.  jU 
Vienen,  y  de  qué  roanera). 
3S09  natoeí 


Decirlo,  ttor«i  te  pesa. 


dbyCoOglC 


lAj,  qué  gran  bellaquería  ! 


Cuando  aqaeso  lerdad  sea , 
For  la  Truia  que  e«tá  dentro , 
Parto  U  ciscara  fuera. 

Dadla,  no  importa  :  el  vestJdo 

Se  quejará  t  su  Excelencia, 
Que  le  traisüs  desta  suerte. 


Ya  arrepentido , 
De  haberle  dado  me  pesa. 
Pero  icAmo  i  tu  poder 
HojM  Teoldo? 


Helodló. 

'  Cuando  ella  joese 
Quien  te  le  diese,  Grieta, 
iNo  Alé  Rnm  descortesía 
PoMrtelét 

No,  porgue  ella 
CoD  calidad  me  le  ai6 
De  que  puesto  le  trajera. 

'  :Ve*tido  de  noesaama, 

V  con  ciudad  expresa 
'  Detraerle?  lEresjuglaraT 

¿Qué  et  Juen-dara  T 


iQaléreslo  mas  craro,  bestia? 
Hi  MU  taoto. 

esgeha  m. 

DUNA,  LAl])tA.-GILETA,  PEROTE. 

Ri  no  te  ríes , 
ImfMisible  ei  tu  tristeía 
De  dinrtir. 

Tu  arpumenlo 
K*  (herle  :  nada  te  níesa 
Hl  dolor. 


LA  SEUORA  y  la  criada. 


MUKA.  {A  Gtleta.) 
Por  la  merced 
Besa  la  maiio  i  su  Alteza. 

Ráseme  ella  i  mi  la  mano; 
Que  vesKila  de  oro  v  seda , 
Woiia, 


nnque  me  lian 
au  boca  so;  c 


Al  que  está  triste,  nada  baj. 

Señora  ,  que  te  divierta. 

Pero  ¿que  hajpeniida  en  estoT 

Solo  el  juicio  de  Gllela, 
V  él  es.  señora,  tan  pocn, 
Qtie  no  importa  que  se  pierda. 


Salios  fuera 

ÍKHOTE. 

Para  reBir, 
Aquí  estamos  bien. 


¡Qué  p( 


Es  la  que  me  aflige  t 


Que  está  triste  la  Duquesa. 


Vo  me  iré;  lü  uo  le  Tajas, 
Quepar»  abora  son,  Gileta, 
Las  bufas  :  enjerce ,  enjerce. 

No  sé  qué  es  ;  á  buena  caeota , 
Digo  que  mientes,  y  voime, 
{Ap.  Porque  mi  afreuto  me  lleva 
Hasta  enconlrar  con  Renilo, 
Para  que  hermosa  me  vea.) 

( Vaiue  GiUla  t  PercteJ 

IV. 


m\THK,  LAURA. 


Ya  estás  sola  ;  dime  agora 
Bella  Diana ,  qué  nueía 
OcasioD  dan  tus  pesares, 
A  que  de  nuevo  los  íienias. 

Aunque  no  ves  añadir 
Nueva  causa  i  mi  dolor. 
Cómo  puede  ser  majuí',       —^ 
Laura,  te  quiero  decir. 
iNunca  bas  llegado  á  advertir 
Uua  hoguera  en  que  está  ciego 
El  humo,  aventarse ,  ;  luego 
Alxar  grande  llama,  j  no 
Porque  el  fuego  se  anadió,  ' 

Sino  porqne  se  tió  el  fuej^o? 
Vo  asi,  pI tiempo  que  obligada 
I1i>  Crol  a  Id  o  T  asistida 
Viil,  viví  enmudecida  ; 
Hoy  (¡av  de  mi!)  que  olvidada, 
Huero,  muero  dcciarada.        -^ 


Mis  cenÍ7j»  su  rigor 
Sopló ,  avivaudo  el  ardor ; 
Has  ao  añadiéndole  :  luego, 
Aunaue  no  es  mayor  el  fuego. 
Puede  parecer  mayor. 
Bien  pensé  que  no  pasara 
Aquella  galanlcria 
De  una  libre  fantasía, 
Que  en  si  misma  se  acahara : 
Bien  pensé  que  no  tocara 
En  mas  que  ser  liberal , 
Galante  afecto  leal : 
Bien  pensé...  Mas  jpara  qué 
Digo  tauto  bien  p¿¿*i. 
Puesto  que  pensé  tau  mal? 

Y  basta  ílizcir  que  al  ver  *^ 
Se  sigue  luego  el  mirar;  [ 
Del  mirar  el  preguntar, 

Del  preguntar,  el  saber; 
,  Del  saber,  agradecer; 
Uel  agradecer,  venir 
A  hablar;  del  bablar  t  oir, 
A  sentir ;  porque  en  ngor. 
Es  toda  la  edad  de  amor 
Desde  el  vef  haslu  el  sentir.   \ 
En  este  estado  rívin,  -> 

Caaodo  mi  padre  trató 
Casarme  en  Hilan ,  ;  yo 
Prudente  le  obedecía; 
Que  aunque  á  Crotaldo  quería , 
Como  Crotaldo  me  api  aba 

Y  verme  casar  lloraba, 
No  via  mi  mal  cruel ; 
Que  verle  sentir  á  él 
Por  consuelo  me  bastaba. 
Entró  una  noche  basta  aquí : 
Amante  me  persuadió 

Híl  locuras,  á  que  yo 
Constante  le  respondí. 

Y  rogándole  f  ¡ay  de  mi!) 
Que  eu  su  vida  no  me  viera, 
1*6  despedí  ingrata  y  llera. 

i  Mal  baya ,  mal  baya ,  amén , 
Quieu  manda  una  cosa  fi  quien 
No  quisiera  que  la  hiciera! 
Dígalo  yo,  que  be  llorado 
El  ver  que  me  obedeció, 

Y  eo  su  descuido  nació 
Segunda  vez  mi  cuidado. 
Cuando  rendido  y  postrado , 
El  lloró ,  ^mió  y  sintió , 
Consuelo  mi  pena  halló; 

Mas  ya  qneno  {;hado  cruel!) 
Siente ,  gime  y  llora  él , 
Lloro,  gimo  y  siento  jo. 

Y  asi  estoy  determinada... 
Uf .  Pero  ¿qné  digo!  No  estoy ; 
Oueen  efecto  soy  quien  soy. 
Detente,  lengua  turbada,  , 
Porque  no  ba  de  súber  nada 
Laura.)  Este  en  efecto  ha  sido. 

1  ardor  que  be  sentido. 


Propria  cendidOD  del  bien , 
Señora,  es  no  conocetle.,. 


Agora  si  has  dicho  bien. 
Pues  yo  DO  aupe...  Has  joi 
Hace  en  esas  bojas  niidoi 


faUo  el  jardbero  ha 


erohaiide.  i 

,z..db,™OOglC 


COHEDUS  DE  DON  PEDRO  CALDEROH  DB  hk  BUtCA. 


BriUile,  pan  saber 
C¿ino  CrotaMo  aqtii  enri, 
Y  li  otras  Docbes  llegfr. 

Eb  todo  be  de  obedecer. 


FABIÚ.  —  DIANA. 


Pablo. 

FAMO. 

íQnémaiMlu.teiion* 
Mu;  «Kyada  coa  ios 


FtBIO.  lAp ) 

iVilgaiae  Dtos! 

Loe  qoe  algonai  Doches  bt 
Gntnroa  ieste  jardín? 
I  Con  qné  intento,  ó  i  qué  Oa 
Abierta  m  pverta  tela , 
Sabiendo  qne  snelo  en  él 
Gsur  jo! 

FABIO. 

Señora ,  JO 
(Am.  Uiardo  i  perder  me  ecbó) 
Smo  sé  que  so  j  flel 
Criado  tnjo;jaae  serla. 


k; 


NomBeía 
dEsmlpeU  este  día. 
ira  lo  que  jo  be  pensado, 
Fabio ,  en  que  vos  me  sirváis, 
Discnlpas  no  preveogilB ; 
Qne  os%e  menester  culpado. 


Ko  os  entiendo. 

MANA. 

Pues  JO  si 
0(  «MJetMÍo,  ?Mo ,  S  TOS. 
Bdos  estamos  los  dos  . 
Yo  sé  que  eotra  geoie  a<nil , 
T  que  TOS  qtttén  son  sabéis, 
Qoe  TOS  el  paso  les  dais. 
Une  la  puerta  les  gnardais , 

Y  qtie  espaldas  les  bacels. 

Y  pues  «riscniparos  no 
Podéis ,  y  pties  esa  puerta 

Psra  qne  otro  entre  está  aUerts, 
Estelo  para  que  jo 
Salea  tamicen ,  adiirtíendo 
Que  habéis  de  ir  donde  jo  Itaere ; 
Que  valerse  de  vos  qi^re 
Ni  osadia ,  porqne  entiendo 

Ana  u(  .1  iSaa..^  «.Anil... 


Para  nn  delito,  de  qnlea  i 

Es  cónjpllce  en  el  delito. 

V  pues  ja  la  oocbe  Tria 

Con  desmajado  arrebol  | 

Da  prisa ,  diciendo  al  sol 

Qne  se  vaya  con  el  dia ,  : 

AquMtaJoja  tomad. 

líos  caballos  prevenidos 

Haya  en  el  paroue  escandidas.  I 

Obedeced  j  callad,  | 

forqne  mi  resolución ,  i 

De  vos  valiéndose  asi,  | 

intenta  bacer  desde  aquí 

Lmllad  la  que  era  traidoo. 

Esto  no  salga  de  vos, 

Pues  i  callar  os  convida 

Hi  opinión  j  vuestra  vida. 

Cuidada  j  secreto.  Adiós.        {Va$e.) 


Qne  Mi 
PiMia< 


FABIO. 
j  Qué  es  lo  que  pasa  por  mi  ? 
Diana  qoe  M  jo,  ba  pensado, 
Quien  paso  i  Crouldo  ba  dado 
( Y  ba  pensado  bien ,  pues  fui 
Qaien  a  Lisardo  le  dlú), 
V  que  de  mi  se  Ga ,  argayo. 
Como  conlldenle  sujo  : 
iQné  baré  en  este  Tance  jóT 
Si  descubro  su  secreto, 
Es  solicitar  mi  muerte; 
Si  le  encubro ,  es  caso  tuerta 
Lo  que  encobro  :  ¡  extrafio  aprieto ! 
A  Usardo  be  de  buscar. 
Para  darle  cuenta  desto;  * 

Has  no  sé  dónde ,  supuesto 
Que  boj  no  le  be  podido  hallar. 


PESÓTE.  —  FABIO. 
rABio. 


Adonde  Benito  estif 


Si, 
Que  es  su  primo  muj  amado. 

¡  Qné  eitosado  impertinente ! 


Í4p.  ;Qné  pnedo  bacerT  Mas  jquÉ  dado 
iacer  lo  que  debo  jo! 
Diana  de  mi  se  Bó, 
Cuando  de  otros  mnciios  pudo  : 
Pues  que  be  de  ayudarla  es  liana, 
y  es  el  mas  bonrado  acuerdo. 
Pues  si  un  clu(|ue  en  Mantua  pierdo, 
Otro  duque  en  Panna  gano. ) 
iOjes.  PeroteT 

rnioTE. 
SeBor. 


La  gente,  por  si  salir 
Al  jardín  quiere  Diana; 

Í  adiós,  que  de  prisa  esloj, 
DO  me  esperes  por  boj.         iVau.'' 


Antes  cíe  verte  ir  me  alegro. 
Porque  no  es  Hlhaia  nu  su^ro 
Para  contarle  la  ausencia. 


CBOTALDO,  L1SARDO.~PEROTE. 

Pnes  qoe  tan  de  noche  es  ja , 
Bien  puedes  entrar  conmigo. 

i  Quién  va  allí! 

Perote  amigo , 


Benito  :  ¿quién  ha  de  serT 

rSelior  j  primo!  ¡qué  errorl 
Roj  que  mi  suegro  j  seSor 
Os  ha  habido  menester, 
;  Ño  venís  en  lodo  el  dia ! 
En  verdad  aue  muy  inquieta 
Habéis  tenido  i  Gileía , 
Vnesa  prima ,  y  mujer  mía. 


Tuve  cierto  ioconreaieuie. 

l>KBOT(. 

¿Quién  vieoe  con  vos? 


I  Luego  ja  bay  otro  pariente  T 

CaOTALBO, 

Íque  desde  aqueste  dia 
uj  vuestro  amigo  seri. 

tRan  vido  lo  que  se  va 
reciendo  la  alcurnia  miaT 
Vo  fi  decir  ¿  mi  mi^jer 
Qne  hay  otro  nrimo  en  campaSa, 
Que  veuga  i  abrazarte  :  ¡  eiIraBa 
Familia  debe  de  ser !  ( Vate.) 

ESCEHA  IX. 

CROTALDO,LISARDO. 


LlgilBO. 

No  importa  nada. 
Pero  ja  qne  en  este  tr^e, 
Bien  como  el  sol  entre  pardas 


Va  ijne  dentro  dd  Jardis 
Tener  ocnhaa  ■wMBndM,  ■ 

ü,nt,Z..MLyCOOglC 


Pan  tos  dot  premldu. 
De  icero  y  <¡e  fuego  arma»; 
Ya  qne  É  sd  poíria  bu  dejado 
Criados  que  las  espaldas 
Te  gnaníen ,  y  eu  ese  parque     * 
Una  carroza  emboscada; 
Ulme.seíior,  ¿qué  es  tu  Intento? 
l'ara  hablar  hoy  i  Diana  , 
Después  de  s?is  á  ocho  diaa 
'  Uue  de  loB  jardines  faltas , 
•  Has  habido  menester 
Hacer  preveodones  tantas  f 


is  empeik) 


A  mas  rir^go  se  despeña 
y  mas  peligros  le  arrastrau ; 
Que  el  (tolienie ,  i  cuya  vida 
Imposible  es  la  esperaoia , 
Ue  otro  imposlUe  na  de  hacer 
Conlraveneno  i  sus  ansias. 
No  quise  decirle,  cuando 
Tu  llamé  aquesta  maüjna 
A  iquege  fuerte  que  es  ti 
lie  Uanlua  y  parma  i  la  raya ; 
Cuando  te  dije  que  hicieras 
La  prevención  de  las  armas , 

V  cuando  traje ,  en  efecto , 
Esa  gente  que  me  aguarda. 
La  causa,  porque  tu  entonces 
Dihcnlladei  no  hallaras ; 

l'nes  auiu(ue  buenos,  oo  fneniD 
Tus  consejos  de  Importancia. 
Agora  ti,  le  diré 
Oe  mis  Intenloit  la  causa , 
Porque  deoiTO  del  peligro 
Es  necio  quien  le  repara ; 

«ue  una  cosa  es  prevenirse , 
lato  desde  afuera,  para 
No  entrar  en  él ,  y  otra  cosa 
Ks  dentro  del ,  cara  i  cara 
Mirarle ,  para  salir 
llél  con  valor  ó  con  mafia. 
Desios  dos  estados ,  pues , 
Lisirdo,  en  el  qne  le  bailas. 
Es  en  el  de  mirar  cúmo 
Hemos  de  salir ;  pues  hasta 
Decirte  qne  en  él  estamos. 
Con  tan  grande ,  tan  extraña 
Hesolucioo ,  que  no  hay  otro' 
Medio  para  mi  desgracia 
Que  morir ,  pues  que  no  habernos 
Pe  tolverie  la-"  espaldas. 
Yo  adoro  i  Diaiía ,  amigo , 
De  tal  suerte ,  que  es  Diana 
Elalieniodeml  vida,' 
La  Inspiración  de  mi  alma  : 
Luego  no  tlvo  sin  ella ; 

V  mas  cuando  con  tírana 
Acción  otro  duefio  tome 
Posesión  en  mi  esperanu. 
Decirme  qne  el  tiempo  puede 
Hacer  qne  llegue  i  olfidarla, 
lis  delito,  no  consejo  : 

;  Oh  mal  baya ,  amen ,  mal  haya 
Kl  primero  que  asenta 
Tan  vil,  tan  torpe,  tan  baja 
Profosicion,  como  bacer 
Ariiumeiiio  de  qae  haya 
Consuelo  Jamas  de  Ter 
En  otros  brazos  sn  dama '. 
Miente  quien  dice  que  bay 
Olvido  :  la  prueba  es  clara; 
Qae  si  amor  es  una  estrelb , 
Que  influye  en  mi  esta  tirana        ¡ 
Pasión,  y  esta  estrella  Siempre   /_ 
EiU  en  el  cielo  clavada ,  Q 

Ínúmo  tittarl  mi  amor ,  '  ^ 

Jénlras  mi  estrella  uo  falla? 

V  siendo  asi  que  es  fonoso 


Qaeiu 


in  ella  k 


LA   S^lúRA  Y  LA  CRIARA. 
B»  fonoso  que  cm  ella 
Huera :  luego  es  ciencia  Tana , 
Que  lo  que  hov  ha  sido  amor   ' 
Ser  pueda  olvido  mañana. 

Y  asi.  Intento  aquesta  noclie, 
Pues  no  puedo  sin  Diana 
Vivir,  morir  de  una  vei , 

Y  no.  Lksardo,  de  tantas  :  ' 
A  cuyo  efeclo  be  dejado. 
Dése  liosqoe  entre  las  ramas. 
La  carroza,y  Aesaspueitas 
La  gente  que  me  acompaña. 

i  Qué  es  lo  que  habernos  de  bacet? 

CaOTALVO. 

Lisardo  amigo,  robarla. 
No  me  repliques  r  ya  sé 
Que  vas  á  decir  la  extraña 
h^nemistad  que  ban  tenido 
Nuestra  sangre  y  nuestras  caitas. 
Que  tenleudo  en  esta  acción 
Quejoso  i  Hilan  y  i  Mantua, 
Ha  de  quedar  destruida , 
Sin  defensa  alguna,  Parma. 
Todo  lo  tengo  mirado. 

Y  lodo  no  importa  nada , 
l^mo  i  Diana  no  pierda ; 
Pues  logrando  yo  i  Diana, 
Con  ella  todo  me  sobra , 
Sin  ella  todo  me  falta. 

A  taala  resolución , 

No  be  de  responder  palabra , 
Sino  morir  i  [u  lado. 
Has  permite  que  te  haga 
Sola  una  pregunta. 


Di. 


¿Luego no  es  su  guslo  que  bagas 
Esta  TÍolencla! 


Es  asi; 
Mal  00  temo  sn  desgrada. 

USAMK). 
GBOTALH. 

Contó  cuantas  veces 
Pedí  esta  licencia ,  lanías 
Llorando  me  la  negó ; 
V  supuesto  que  lloraba 
Kl  no  dírmela ,  Lisardo . 
No  me  llorará  el  tomarla. 

_..  lin ,  si  como  oirjs  nocbe%. 
Esta  noctae  al  jardín  baja. 
Perdonar!  su  respeto ; 
Que  aunque  le  tiene  quien  ama. 
Tal  vez  quien  ama  le  pierde. 

LISARDO. 

Si  las  sombras  no  me' engañan. 
La  puerta  ii  ia  galería 
De  sn  cuarto  abren. 


:  Encubríraonos  los  dos 
I  Eoire  estas  espesas  nmu 
:  Hasta  asegurainoa  bíln 


ESCEKA  X. 


EJ  mío.,  ¡gue  biandamenU 
Hiere  en  las  bojas  el  anr>! 

íY  (¡né  bien  suena  en  lis  íkíenUa 
Su  apadUe  eonsonanda ! 

caorTAi-ao.  (Ap.  á  ClHftla.) 


Las  dos  son. 


Bien  las  dos  * oces 


Solo  nos  falla 
Reconocer  detlas  dos 
CuU  ea  Diana  y  cuál  Laura ; 
Que  fuera  muy  bueno  errarlo. 
Sobre  prevenciones  tantas. 

No  lo  presumas ,  y  deja 
Ese  engaño  allí  a  la*  farsas. 
Acerqttémooos  an  poco. 

MANA. 

Lanrt. 


Por  ver  si  de  mis  tristezas 
Pnedo  divertirme,  llama 
Los  múdeos.— i  Oyes?  mira. 
(Áp.  iQai  haré  yo  para  engaBirlj, 
Y  qne  se  detenga  roas? ) 
IDiaaa  IwUa  baja  ton  Laura,  •  Cn~ 
laléc  aporte  Mn  Utarát.) 
autULvo. 


Supnesio  que  no  ea  posible 
Engañarnos  ya ,  repara 
Eu  que  saliendo  de  aquí, 
Al  rOido  de  las  ramas 
Podrí  ver  que  se  le  acercan 
Dos  bultos,  y  es  recelarla  : 
y  asi  es  mejor  por  detras 
Detle  cenador,  qne  espaldas 
Nos  bace ,  salir  mas  cerca 
Ddla. 

CtOTAtPO. 

Bien  dices. 


Lótm 


(RtUroMe  Jm  Hm.) 


•  Toy 


Atraer. 

DUIU. 

Yo  no  esperaba 
Has  trae  envlaru,>paTa  inw 
Adonde  Fibto  aa  amirda.  , 

,zodb,LiOOglC 


COHEDIAS  DE  DON  PEDRO  CAUtEBON  DE  LA  SÁRCJL 


GILETA,  V  úetrat  PEROTE,  ttgviiii- 
4toIa.~DIA!U;  detpue*.  CRU'l' AL- 
DO T  lisarJd. 


¡Oh  <]iié  mal  que  se  me  bace 
beaaDdflTine  aquesias  galas , 
Sla  qoe  Benito  las  lea! 
Yo  he  de  wt  si  esla  ja  eo  casa. 

PEGOTE.  {Ap.) 

Buu  ver  111611116  vi , 
Vo;  ilgui«Klo  i  esta  picaBa 


{Ap.  jMas  que  viene 
A  moHnrme  esta  villaoBT) 
SI ,  JO  soy. 

iVmelve»  por  el  olro  lado  Crotalda 
Liiardo,  ¡r  fttiblan  aparte.) 


Auii  se  están  juntas 


Gileta ,  aquf  aguarda, 
Y  nu  te  quites  ile  aquí : 
Va  voeiVD. 


De  buena  gana. 

DIUIA.  (Ap.) 


1  Ves  cómo  Laura  se  aparta , 
YioloDianaqaeda! 

MOtaLDO. 

Y  de  mas  cerca  mirada. 
Lo  dice  mejor  el  mudo 
Briliar  de  telas  y  galas. 
Ya  no  podemos  etrarlo.  , 

l^ia  que  se  aleje  Lanra. 

BIM...  {Ap.) 

Quien  no  saplere  de  amor 

Ao  acuse ,  du ,  de  liiiaiía 

Filia  acción  :  aprenda  i  amar 

Bi  que  hubiere  du  jungarla.      (Yate.) 

FEHOTE.  (Ap.) 

jQué  hari  aquí  i  soias  Gileta  T 


KaOTE.  (Ap.) 

Marido  só  del  Paular,  ^,  £, 

V  aun  mas,  que  el  paular  me  falL^ 


Lisardo,  tü  en  la  carroza 
La  pou ,  y  excediendo  al  aura , 
Vuela ;  que  yo  iré  detras 
Guardantote  las  espaldas. 
Ya  sabes  dúiide ,  al  primuro 
Fuerte ,  término  de  Parma. 
Venga  iiliora  el  mundOi  pues  ya 
tUlá  ea  mi  poder  Diana. 
(Varue  Croialdo  v  Utarit,  Üevimltite 
i  Gileta.) 

Vajao  muy  enliorabnena 
Sus  murcedes,  y  si  mandan 
Otra  cosa ,  me  la  atisen ; 
Que  á  mi  no  se  me  da  nada 
Pnr  mi,  sino  por  un  primo 
A  quien  Gileta  hari  falta. 

ESCEIlAXn. 

LAURA.— PEROTE. 

Va  ios  músicos  detras 
Deüe  cenador.,,  ¡  Diana ! 
;  Señora !  Pero  ¡  qué  veo ! 
¡Estruendo  dé  úeJiie  y  armas 
A  las  puertas  del  janlin  \ 
¡Traiciou! 

Ko  bables  palabra , 
ILaur);  que  te  metería 
En  el  cuerpo  cuatro  balas. 


Miior  lo  hiio  Dios  conmigo  : 
Gileta  es  i  la  que  agarran. 

Tú  eres  traidor,  y  por  qne 
Vo  DQ  dé  voces ,  me  engaitas. 


El  engañada  to  fuera. 


Perdona, 
Hermosisüna  Diana,  (A  Gileta.] 

Ono  perdones. — La  puerta  (A  Uiarde.] 
Coge ,  y  nueslra  gente  llama. 

GILETA. 

jAj!  ¡ay  de  mi! 

CHOTALIM). 

I  No  dé»  voces. 

Con  tu  esposo  Tas. 

S«  engañan 
Voesas  mercedes  :  adviertan  ' 
Que  es... 


Como  estos  deben  de  ser 
Gente  del  Refugio ,  que  anda 
paitando,  por  caridad, 
A  ias  mujeres  que  cansan. 

No  es  ano  temor  que  tienes. 

De  qne  la  vuelvan  mañaua. 


St.iDiosgrací: 

Veré  el  palacio,  v  vpré 
Si  \vn  el  hiido  Diana 
Huyó,  y  si  el  vestido  lii/o 
Este  engafto ;  mas  si  falta 
De  su  cuarto,  diré  al  Dnqge, 


Por  libranne ,  cuanto  pau , 

V  que  el  que  á  Diana  lleva . 
Es  el  principe  de  l'arnia. 


Callado.  ¡Miren I  Si  halirara. 
Pudiera  ser  que  me  liicierun 
Algún  disgusto  en  la  pania;- 
Que  esto  de  haberse  llevado 
A  mi  mujer,  no  me  agravia ; 
Que  e1lu«  los  cargados  soa. 
Pues  ellos  llevan  la  carga. 


csceha  xm. 

FLOR,  SILVIA,  PORCIA. 


Uelancólica  salgo  con  el  día , 

Por  ver  si  la  templada  cetrería. 

República  del  viento. 

Que  sus  esferas  [>nebla  ciento  á  ciento 

De  azores  y  l)oniies , 

De  sacres,  gerifaltes  y  neblíes 

Divierte  generosa 

la  presuucíou  de  una  pasioa  celosa. 


Quien  &  los  cielos  puüo 
Obligará  sentirlos,  no  lo  dudo. 
Y  pues  i  hablar  tan  claramente  venco, 
Sepau  el  sol,  la  aurora,  el  alba,  el  día. 
Que  tengo  celos,  y  de  quién  los  tengo, 
crotalilo  ,  dueño  iuGel  de  mi  albedrJo, 
Crotaldo.  injuaio  ardor  del  pecho  mío. 
Esquíen  crius  me  ha  dado. 
Viendo  que  de  Diana  enamorado 
( Va  lo  lie  sabido)  cada  noche  pasa 
A  Mantua  disfrazado. 
Mariposa  del  fuego  eo  que  se  abrasa. 
Sepan  también  la  causa;  que  esta  ha  si- 
De  haber  i  aqueste  foerteyo  venido,  [do 
Quees  término  de  Parma  yHauíua.doii- 
[do. 
Para  ir  de  nncbe.lodo  el  día  se  esconde; 
Y.sepan  Unalmente  que  boy  espero. 
Pues  muero,  verlapen^de  que  muero. 


'  Por  lo  que  ha  de  perder 


DIANA.  —  Dichas. 
PIAHA.  (D«n(re.) 

¡Socorro,  cíelos! 


ue  tunbii;n4os  ojói     , 

,t,zodb/GoogJc 


Se  meten  1  la  ^iHe  en  lo*  enojo*. 

:No  let  precipitada 

lio  bruio,  que  sin  Tienda,  deibocado, 

Subiebde  peña  á  peiia , 

Por  deipebarM  mas,  no  se  despeña  I 

Si  la  teioddad  iajr  Dios!  penuiLe 

Bieo  el  Déjelo  que  li  vista  admiie , 


Ya  ca;6  el  caballo,  j  ella, 
Ei&alacion ,  si  no  arrancada  estrella, 
Predpiíada  al  suvlo, 
A  naesiras  plantas  da. 

{Sale  Diana,  eayeHÍe.) 


¡Vilgameeldelo: 


hihlice  bemosura . 


Si  rajo  Qo  de  la  región  mu  paral  C 
«QuieiieresT  ■  '^ 


Llu»  eio«  ciudoT««. 


Llegad  lodos,  llegad. 


ESCENA  XT. 


¡Qué  miserable  suerte! 

Esa  mujer  llevad  i  aquese  fuerte, 
Y  al  alcaiOe  decid  que  bu  remedio 
Trate,  buscaiido  el  mas  extraño  medio 

?ne  1  su  salud  importe, 
después  volveremos  á  la  corte;  [ro, 
{Ap.Qoevermiscelosjaporbuynoquie- 
Habiendo  tropezado  en  este  agüero.) 
Llevadla  pues. (U^wnla,  vMtefoMe.) 

Gallardas  caHiloras , 

ÍVisleis,puessaisdeste  horiionte  a  oro  - 
lumnjerquvoncélirocorriat  fras, 


íQiúén  es  « 


Una  bija  mía, 
Qne  1  la  caza  inellnada 
Ñsciú,  para  morir  tau  Uetdicbada. 

Esa  mujer  ¡ob  miserable  anciano ! 
En  ese  roerte  esti,  y  aunque  uo  es  vai 
El  temor  de  su  villa, 
A  su  aliento  veréis  restituida. 
No  os  aDijais,  sin  acndld  i  velta, 
TraUd  de  sn  salud ,  y  cuanto  en  ella 
Jlnblereis  menester,  pedid  en  nombre 
De  Flor; ;  porque  triste  no  me  asombre 
Lüstima  semejante  ,  lo  qne  Imbíere 
He  avisad ,  si  mnríere  ú  si  viviere. 

(Vate  Mn  m  dantai.) 

¡A;  iatelii !  aj  triste !  av  desdichado ! 
iOué  buena  cuenia  de  Diana  he  dado ! 
Como  vtá  que  ja  el  día 


LA  SEflOAA.  Y  LA  CRIADA. 
Declaraba  el  peligro  i  que  venia, 
DIO  los  pies  al  cabiillo,  que  irritado 
Se  le  desesperó,  toa  desbocado , 

Que  dejlndnme  airas,  vi  sucedida 
La  misera  tragedia  desuvida.  (Vue.) 


Sili  en  el  faene. 
ESCENA  Xn 


Este  es  el  rueriü ,  donde 

En  triMe  ocaso  tanta  lut  se  esconde. 

(Sale  el  Alcaide.) 
Decidme,  amijio,  ¿qué  aposento  ba  sido 
Donde  esli  una  mujer  que  ahora  han 
Desmajada!  [traído 

Eo  aqueste  recogida 
La  dejo,  por  si  acaso  la  caída 
CoD  el  descanso  un  poco  se  repara. 


No  vifiré  basta  teria. 

Vtcet  dentro. 

Para,  para. 


ESCENA  XVXL 


usAiDO.  (Dentro.) 
Ninguno  corra  al  coche  la  cortina. 
Hasta  qne  se  prevenga 
Al  Alcaide. 

¡  Ob  Lisardo ! 

Qne  te  tenga 
Una  dama,  que  viene 
En  aquesa  carroza ,  aquí  conviene , 
Del  herte  en  lo  tnas  laiimo  j  secreto, 
Qne  es  cosa  de  Crotaldo. 

Yo  prometo 
Servirla  en  cuanto  pueda. 

Hai  bien  Uegar  el  coche. 

Ya  lo  queda. 
Usaudo.  (EntránioK.) 
Ken  puedes  apearte. 
Bella  Diana,  porque  en  esta  parte 
Ocultarte  conviene       (Saca  á  Cíleta 
Mientras  llega  Crotaldo,  que  ja  viene 
Porque'atras  se  ha  quedado 
Asegurando...  ¡Aj  Dios! 


(Ap.  ¡Cielos  ¡iqué  es  loqiw  veo, 
Qoe  mlrtadolo  mas,  menos  h>  creoT) 
villana  ( ]  lance  tuerte  1 }, 

tCómohas  venido,  dónde.úde  qnétuer. 
:u  aqaesa  carroiat  [te 


cmxM. 

iPeosaban  <me  traían  otra  m 
Poe*  JO  ló  la  traida. 

USAIIIO.  (  Ap.) 

Hój  perderé  la  vida. 


(Ap.  iQuí  aqnesto  mcedieseT 
¡Qué  barí  Crouldo  ¡clelosl  cuando  vea 
Que  esta  villana  la  robada  sea? 
Retirarme  pretendo  [Ueiido 

Antes  que  él  llegue  i  verla;  porque  en- 
Queaonqoe  él  igual  conmigo  biio  el  eu' 
[liana, 
eldaSo. 


Sobre  mi  solo  ha  de  cargar  i . 

Sin  mirar  que  so  culpa  me  disculpa ; 

?De  el  potferoso  nunca  llene  culpa, 
asi ,  sepa  el  engaéo  deste  dia.; 
Has  de  otra  boca,  j  en  ausencia  nia.) 
Llevad  aquesta  dama,  j  de  escondeüa 
(AlAltaUe.) 
Tratad  donde  nhwwio  pueda  fella.— 
(A  Gileta.)  Veta-de  aqiii.  ¡  Qué  penu! 
[qué  molestias! 

{Han  vidoT  Sise  Irlo,  que  noson  bestias. 

'  ¡  A  lé  que  de  otra  suerte  moi  habnba. 

Guando  villano  en  muesa  tierra  estaba! 

lYaie  Gileta  etn  ríAlatíée.y 


Debute  de  Crotaldo,  porque  infiero 
Ni  muerte,  ai  <e  aguardo. 
Aquinomehade  ualtar. 


CROTALDO,  caiuos.-LISARDO. 


¿Dónde,  Lisardo, 
El  toiesttqneadoroT 
Uóckde  la  estrella,  cuja  autendjjloro! 
Dónde  el  bermoso  dia?  "^  . 

Dónde  la  luí  qne  al  alba  deaalliT-J 
Que  JO ,  porque  viniera 
Has  segura,  pensando  ¡  a  j  Dia«  ItpiMra 
Gente  qae  la  «egola , 


¿Cómo  no  me  respondes? 

¡El  coler  mudas,  j  la  vo7  . 

bime,  ¿dónde  escondido 

EsU  el  ravo  del  aol  que  bemos  baido 

Dónde  le  has  ocultadfoT 

Ese  tajqquft^Lgol  bemos  hurtado   v. 
En  esufnerte  esU  !  al  Alcaide  dije 
Qne  ea  él  la  retirara. 

CROTitUIO. 

¿Qué  le  aaige, 
SI  en  él  esti  T  Qué  teme  tn  cuidado  * 
Iré  i  verla .  j  en  ligrimas  bañado , 
La  pedirl  perdón  rol  atrevimiento , 
Atmqoe  mi  amor  disculpari  mi  in  lento. 
(Cmí.) 

Yo,  iniei  qne  llegue  i  verla,  ne  retira. 
(Vate.) 
CRUM  I.»  (Ap.) 
EHraHas  cosas  son  esiai  que  miro 
De  CroUldo  engañado, 


dbvGooglc 


Pinna,  HUan  y  Haouu  iiui  de  perderse; 
Y  a^  al  Ouqae  avisar  de  todo  <fni«ri>. 
Para  que  lo  remedie;  qoe  cmo  nliero 
Om  en  ley  de  baen  vasidlo  • 

Sebo  bacér ;  luego  es  justo  ejecuullo. 
{Vante  lot  niaéot,  v  wte  CroUtldt.) 

E8CEHA  XOC. 

CROTALDO ,  y  luego  FABIO. 


COHEÜlAS  DE  [H)N  PEDRO  C&LDEBOH  DE  LA  BARCA. 

Que  pudiera  la  calda 
GosUTte  la  vida. 

MUU. 


Triste  k  Liaardo  veo, 
YaI  Alcaide  no  hallo;  algún  mal  creo. 
Ko  9  nd  sospecha  vana. 
{Sale  FaHo.) 

tlMO. 

¡Gradas  *  Uoi,  que  en  si  t oliió  Diana ! 


Je  eaUuní  moler,  uo  cielo  humano. 

Que  trajeron  ahora 
AquiT 


Ya  sin  duda  sabia 

Qne  Diana  véala , 

I  qne  caro  lamtiieo,  pues  que  pregunta 

Por  eU>0  £^  mujer ,  medio  difania    • 

Al  SBStO  que  la  du  l«n  gran  caída , 

Llega  aquí ;  pero  ;a  resiiiuida 

A  an  alieuto  se  ve.  (Voie.) 

caoTiLoo. 

¡ Cielos  !^Qué  be  oído! 
La  carroia  sin  duda  había  caldo, 
Y  eata  la  cansa  era 
Porqtie  Lisardo  habló  desia  manera. 


ESCENA  XX. 
DIANA.-CROTALDO. 
nUHA. 
iGradaial  délo,  que  otra *ez  respiro! 
iOéadn  tOoj,  tíd^s!  i  Cómo!  (Ap.  Has 
(¡qué  miro! 
Este  es  Crotsldo :  presto  le  dijeron 
Qne  estal»  aquí,  las  gentes  que  me  TÍe- 
[roo.) 

CaOMLBO.  {Ap.) 

Coa  temor  la  be  mirado. 

.        DI*M.  [Ap.)  .  • 

Coo  Tei^enia  le  he  vielo. 
CaoTjtLDO.  (Ap.) 

Pero  ¿qué  me  resisto... 

BUHA.   (Ap.) 

Pero  jquá  me  he  turbado— 

rCBOTALaO.  (Ap.) 
Hi  imante  ;  Qnne  doraré  con  ella 
El  noble  atreTimieolo  de  Lraella? 

VUIU.  {Ap.) 

Pues  doraré  con  él  amaiUe  ;  Grme 
£1  noble  atrevimicoto  de  «enirmef 

cnoi.LDo.  (Ap.) 
Ponga  amor  en  mis  ojos  y  en  mis  labios 
AImÍm  qne  disco  Ipen  sus  agravios. 

auiu,  (Ap.) 
Pongaimorenmiilabiosyenniis  cyos 
Alectos  que  disculpen  sus  ettojos. 


Oje ,  Crotaldo. 


(Ap.  M  pena  es  vana.) 


CBOTALDO. 

Escúcbanie ,  Diana ; 
Que  inles  qne  tü  hables,  es  justo 
Qoe  yo  las  discnipas  dé 
A  tan  grande  atrevimiento. 
Como  verte  en  mi  poder. 


Pnes  si  tú  das  las  disculpas, 
Firme  amante ,  galán  liel , 
Dése  atrevimiento áiites, 
4 Qué  le  diré  yo  después? 


Nadamediris,  Diana; 

Que  es  lo  qne  jo  Intraiio ,  en  fe 

De  no  escucharte  quejosa. 


Aquí 

No^ay  culpa  ninguna  : ,  quién 
Ignora  qne  es  el  amor 
Una  pasjon  tan  cruel, 
Qoe  Üraoa ,  no  se  rinde 
A  razón ,  consejo  y  ley  T 

Nadie  lo  ignora ,  y  m^yor- 
HenLe ,  sí  en  mi  eilremo  ve 
Atropellado  el  decoro 
De  tan  priucipal  mujer. 
cioraLM. 
Es  verdad;  mas^considera 
Que  i  un  yerro  de  amor,  no  es  biej 
El  nombre  darle  de  robo, 
Pues  trae  dorada  la  tez  ; 

Y  mas  si  al  de  amor  se  aSade 
El  de  los  celos  también. 
Porque  jquién  podía  esperar 
Verte  en  ajeno  poder? 

Y  asi ,  previniendo  el  dai^o , 
iQué  mucho,  Diana,  que 

A  tanto  riesgo  te  hallases 

Hoy  eumi  Estado?  ■ 


¡Qoébien, 

Rnel  estilo  galán, 

Y  en  el  término  corles, 

No  me  has  dejado  que  diga ! 

En  mi  vida  no  sabré 

Cuánto  he  estimado  el  oírte , 

i  Ay  Crotaldo  I  encarecer ; 

Qne  me  bailaba  embarazada 

Conmigo ,  por  no  saber 

Qné  disculpa  había  de  hallarso 

AlaljMidla. 


¡Qué  bien 
En  las  flneíaa  constante, 
Y  en  los  extremos  fiel , 
No  te  das  por  entendida 
De  tu  ofensa !  que  pensé 
Que  no  te  desenojaras. 


La  de  haber 

Atreridome  i  traerte , 
Con  un  riesgo  tan  cruel, 


Aquesees 
Va  criado  mki.  Has  idóode 
Te  halló  t 

CHOTALUO. 

Al  Instante  llegué 
Al  fberte  tras  ti;  que  yo 
Nunca  de  seguir  dejé 
La  carroza. 

jQuécarroiat 

CKOrALDO. 

La  qne  te  trajo. 

No  bien 
Informado  estls,  que  i  nL.. 

CnOTALDO. 

Suspende,  Diana,  deten 
La  voz ,  porque  siento  gente, 
¥  no  todos  le  han  de  ver. 
Relirate  i  aquesa  cuadra, 
Hastaque  sepa  quién  es.  (Yete 


LlSAROO.-CROTALDO. 

(Ap.  Ya  estari  desengaAado 
Crotaldo;  y  aunque  intenté 
Huir,  lo  be  pensado  mejor, 
Y  asi  me  ali-evo  i  volver; 
Que  no  he  de  hacerme  culpado , 
Aunque  la  muerte  me  dé*.) 
SeBor,  los  acasos  no 

CROTALDO. 

Pues 
¿Quién  te  eulpa  i  ti ,  Lisardo , 
Siendo  tú  por  quien  hallé 
La  pai  de  toda  mi  rida ! 


Aunque  gran  descuido  fué , 
Que  costar  pudo  sn  vida, 
¿Tú  qué  cu^a  tienes  délT 

Wngtma ,  setior. 

caoTiLDO. 
Y  todo 
Cesú,  cuando  i  Diana  hallé 
Con  salud ;  que  la  caída    * 
Ño  la  hizo  mas  mal ,  qne  haber 
Coa  el  snsto  desmayado 
Su  divino  rosicler. 


iQuéD 
Tunoh 


{A  Dlanaf 

dbvGooglc 


A  t)luu,dls«:pDe> 
iQaé  dificulltd  ka  babida , 
Si  aquí  la  manüé  traer, 
Y  lÚU  trajiste  aquí, 
Que  aquí  la  hable? 

ua:tni>o. 

Mira  bleo, 
S«fior,  ai  bit  visto  1  Uiaua 
Aquí ,  parque  30... 

CBOTALDO. 

i  Qué  esiét 
Tan  Dedo  ¡  Si  has  sospechado 
Dné  moría  del  golpe ,  Ten 
A  aquesta  cuadra ,  ;  verisla 

UIAIIIK).  (Ap.) 

Perder* 
El  Juicio,  si  la  hallo  aquí. 

GIOTILIKI. 

Esp«n  nn  poco,  deten. 

No  eotrea,  que  entra  geate,  j  tft 

SotaoMute  la  bas  de  ver. 


Un  CRUiw.— GROTALDO,  U3ABD0. 


u  seSoba  y  la  cruda. 

Y  el  hoDOr  siempre  hk  de  ser* 
ReaelNido  al  enemigo, 

Y  no  ha  de  tocarse  ea  él ; 
Que  si  el  vencer  sin  matar  '1 
Coiuigae  noble  laore), 

i  Qué  cons^jnlri  victoria  ^ 

Qoe  et  mate, ;  DO  vencer?  J 

Y  asi .  (i  el  duque  de  Mantua 
El  vuestro  euemiso,  haced 
Guerra  é  su^tado;  mas  no 
A  la  opinión  te  toquéis. 
Hobada  oe  babels  traído 
(Todo ,  Croialdo ,  lo  sé ) 

A  Diana,  una  bija  snja; 

Y  estar  Diana  no  es  bien 
En  mi  Estado,  con  desaire 
Tan  grande,  como  en  poder 
Vuestro  escondida  j  oculta ; 

Y  asi,  que  parezca  haced. 
Porque  quiero  i  todo  el  mundo 
Con  esto  satisboer 

De  que  no  ful  parte  jo 
En  luí  osada  alUveí, 
Viéndola  con  mas  decoro 
En  mi  corte,  en  mi  dosel. 
Hasta  que  la  reitituja 
A  soa  Estados;  porqué 
Eato  de  ser  vuestra  esposa , 
NI  ha  de  ser ,  ni  puede  ser. 


idre  salt6  también. 
caoTjiuto. 
i  Aj  de  mi ,  si  algo  ha  sabido ! 

Pues  ;eámo  lo  han  de  saber, 
SI  JO  COD  andar  en  ello. 
Vive  Dios,  que  aun  110  lo  sél 

ESCENA  XXnL 


FU».  Mp.) 

A  ver  mis  desdichas  vengo, 
Supuesto  que  vengo  t  ver 


MMO.  (Ap.) 

In  gran  peligro 


^da. 


;D6nde  habéis  estado. 
Que  tan  tarde  parecéis* 

CnOTALDO. 

Ea  estos  montes  i  cau. 

n.m.(Ap.) 
iAjfalso.iograto;  cruel!  jli 

(Ap.  Elle  es  el  mejor  remedio.)!" 

Crotaldo,  loa  hotnnres  que 

Tienen  las  obligaciouea 

Que  yo  teugo  ;  vos  tenéis. 

De  cualquiera  enenústaü , 

De  cualquiera  enojo,  es  bien 

Hacer  trbitro  al  acere, 

A  la  campaña  jüex. 

No  al  engaBb  v  la  traición , 

Porque  las  vidas  aquel 

Quila ,  j  el  honor  estotras  : 


Robada  i 

No  lo  neguéis. 
caoTu.Do.  (Ap.  d  Uurie.) 
v  infellco  de  mi  I 
la  hallan,  iqué  he,de  hacerT 


Hola !  ó  abrid ,  6  romped 


■tHOlülA  XXIV. 

DUHA.-Di(»t>a. 


.     JnfeliceT)Sellor, 
Ki  humilde  puedo  i  tus  pié* 
Hallar  piedad ,  ;o... 


FLOR.  (Ap.) 
Esta  es 
La  que  boy  cayó  del  caballo, 
Y  la  qne  yo  retiré. 


ÍAp.  No  ha  de  valarta  d  iipBa , 
'rildor.)  SeBor.-esia  no  ea 
Diana.  Por  dar  lagar 
A  libraría ,  quiere  hacer 
Estos  extremo*  Crotaldo ; 
Porque  esta  es  una  mi^r 
;  Hija  de  aquel  hombre  viejo , 

Sue  yo  t  este  fuerte  eavM 
oy  desmayada ,  y  esotra 
'  Lle^ó  en  un  coche  después. 
j  Busca ,  seltor,  i  Diana , 
!  Porque  esLa  no  puede  ser. 

!  (Ap.  librarla  ahora  del  riesgo  1 
:  Es  lo  que  yo  he  menester.) 
'  E*  verdad,  esta  es  mi  bija. 

¡  UUSBO.  (Ap.) 

I  [Qué  es  lo  que  mis  ojos  venT 

lAqul  Diana!  Aqui  PabioT 

ielo* ,  jcómo  puede  ser? 

cinuJM). 

¡Que  digan  que  no  es  Dianal 

Alealde... 

ÁLCAIDI. 

Dame  tua  pié*. 
iQnémqjereseauT 


Crotaldo  mandó  guardar. 
Pues  negarla  no  podré, 

(Entra ,  t  taca  é  GÜela.) 
Es  esta ,  sehor ,  que  miras. 

EBCEHAXXT. 
GILETA.— DiciOf. 


Conmigo  nacen  todoa  hoy! 
F*am.  (Ap.) 
EttatnoMGflaiaT 
ruta, 
i  Ve* 

Como  te  qneria  eogahar. 
Para  escondería  de*pa*st 
( Ap.  Hal  te  ha  salido  este  en 
fotaido  enemigo.) 


Al  pellnosL..  .._ 
Trata  el  remedio ,  porqué 
El  volvérsela  á  su  padre, 
m  ha  de  ser,  ni  puede  ser. 


CBOTALDO. 

(Ap.  Pues 
HehadadalaTldi  Flor, 
Por  darme  la  muerte ,  haré 
La  denhecha.)  Va ,  sefior, 

Sne  et  tan  injusta  y  cruel 
I  suerte ,  que  en  tanto  nal 
Nada  me  tncede  bien , 
Advierte ,  mira... 

Ya  basta. 

Esto,  en  fin,  ea  tiieria.  Ué  (A  Gilfta.) 
Vueaira  Altexa ,  gran  señora , 
La  mano,  que  espera,  i  qoicu 
Desea  su  bonor  y  vida. 

4  Con  qué  comeré  de»iaes , 

V  baré  tas  demás  hacMM><t*>1         . 

u,nt,zodb/L-.OOglC 


COMEDIAS  DE  DM  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BAKCA. 


iLnego  no  me  cooipnréitT 

Flor.  Ileea  i  biblar  »  Diana. 

lAp.  Y  ni  eHa  i  hablar  lleeará 
AlacaiwadeiniscHos.) 
tenga  Ui  Alteza  i-uii  iilen. 

GILETA. 

One  roe  prae»-.  (Ap.  Todos  esto» 
Kuiu  borrachos ,  par  djei.) 
nooge.  [A  Diana.) 
iQoé  oa  obligaba  i  llogir. 
No  tiéndalo  «os,  el  ser 

*  DURA. 

Pues  ne  lo  uregunlw 
lo.Mfior,  telodiré. 

CkontM.  {Ap.) 
El  aparar  esto  ahora, 
Not  ba  de  echar  a  perder. 

MUU. 

Criada  loj  de  Diana, 

V  cuiuido  i  lerla  üegai 
Itobada,  por  no  vitir 
üjn  ella  la  sesni:  bien 
l<o  dice  el  haber  llegado 
De  la  suerte  que  llegué. 

Y  porque  ella  se  librara , 
Uulse  JO  culparme. 


CaOTjtLDO.  (Ap.) 

Al  gmio  le  ha  esudo  mal , 
Lo  que  I  la  discolpa  bten. 


GILET*. 

iAlahéT 

Donde,  hasta  eacribir  al  Dnqne, 
Huéspeda  de  Flor  seréis  — 
YvostioettAseola  corla i A  Cretaldt) 
Ül  tiempo  qne  en  ella  esté 

CaoTALSC. 


Entrad. 
ciurÁ. 

Si  haré, 
rioii.  lAp  } 
Ed  parte  templa  mis  celos 
Ser  esta  quien  oie  los  dé. 
CROTjtLDO.  (Ap.) 

lEn  qné  ba  de  parar  aquesto  T 

DUtU.  (Ap.) 
Basta  que  jo  toj  i  ser 
La  se&ora  j  la  criada  : 
i  Quiera  amor  qne  pire  en  bien  1 


JORNADA  TERCERA. 

Sala  en  d  jmIicIa  del  daiae  de  Puma. 

ESCENA  PBIIIBBA. 


íCémo  i  palacio  le  atrevt-t 

CaoTALDO. 

Síguletulo  vi^ngo 
El  remedia  de  mi  vida. 

Adnerte.que... 

CaOTAUtO, 

„  .  ,  Wada  lemo. 

Dejadme  lodos,  en  tanto 
Qne  t  aquesta  acción  me  resuelTO , 
Pues  ja  ¡iiliirmadD  de  todo , 
Sé  en  lo  que  consiste  el  trueco. 
(Vo«*  IM  áet,  y  uie  Flor.) 
»M».  (Ap.) 
iHabrl  pasada  por  nadie , 
Que  una  loca  le  dé  celos  T 
Si  hOT  tiera  Crouldo  cómo 
Esli  Diana,  bien  cvn 


Qoe  de  su  amor  j  mis ; 
Acabnraa  los  extremos. 


Flor 


EIOTALM). 


uetdelo 


Porcjue  por  bernlosa  j  Dor, 
Naciste  sujeta  al  hielo  : 
Hajor  fnera  tn  desvelo , 
Si  yo  tratara  tas  daBos 
Hojp  con  meoUrat  j  enga&os. 
DeiengaDos  Tengo  i  darte ; 
Que  fuera  Injusto  negarte 
EngaBoa  j  desengaños. 
Para  aquesto  me  he  atrevido 
A  haber  eotrado  basta  aqnl, 
Aunqoe  el  destierro  baja  asi 
Hoj  de  mi  padre  rompido. 
Solo  qoe  roe  oigas  te  pido : 
Oje.jlneao  tu  rigor 
Casligtie  mi  necio  error 
Con  tu  desden  importuoo , 
Pues  ja  castigo  nmguno     > 
Para  mí  seri  ma^or.         J 
Yo ,  desigual  á  in  saerie , 
Desde  el  dia  que  te  ti , 
A  adorarte  me  atreví, 
Has  no  Dte  atreví  i  quererte  : 
Poi^ioe  mi  respeto  al  verte , 
Bella  deidad ,  me  hito  ser 
Cobarde  .por  conocer 
Qqe  una  deidad  singular. 
Aunque  se  dpje  adorar, 
Ko  se  dpja  merecer. 
i:on  esta  desconfianza , 
Cuando  mi  padre  trató 
Casarme  contigo,  bailó 
Ocupada  mi  esperanza  - 
í  Qué  culpa ,  teüora ,  alcanxa 
tCI  que  querer  no  ba  sabido. 
Porque  primero  ba  querido  T 

t'  Mayor  agravio  oo  hiciera 
n  quererte  el  que  quisiera 
Sacar  tu  amor  de  otro  olvjdot 
De  Diana  enamorado 
(Perdóneme  tu  hermatora  : 
Si  lo  dice  mi  locura. 
No  lo  calle  mi  coidado) 
Vivo ;  j  puesto  qne  be  llegado 


A  iii  «•  importa  aviaar 
A  Ulina  de  un  secreto 
Qoe  imporu  i  su  honor,  t  tltt» 
De  nn  ¿ran  daDo  retaedlar. 
Licencia,  pues,  ene  has  de  dar. 
Piadosamente  obligada. 
Y  por  no  ofender  en  nada 
Tn  respeto,  hablar  oo  espero 
A  Diana;  tolo  quiero 
Habier  i  aquella  criada 
Qne  vino  con  t-lta.  No 
Te  paretca  grosería 
Ver  qne  la  desdicha  mía 
De  tu  amparo  le  valló; 
Porqne  il  pudiwa  jo 
ríe  que  la  adoré , 
negara ;  mas  i  qné 
Te  importar!  I  ti ,  Flor  bella , 
El  saber  qne  hablé  coa  ella, 
"■sabes  qne  la  r«béf 

fLO>. 

Croialdo.  negar  que  barido 
Descortés  tu  petición , 
Fuera  negar  la  raían 
Que  de  quejarme  he  tenido. 
CooBeao  qne  jo  be  vivido 
Loca  de  amor,  j  aun  ea  poca  : 
Tú  cnerdo ;  pero  si  boj  toco 
(tue  amor  lu  suertes  trocó , 


Qoe  ja  que  celos  me  düe .' 
No  has  de  saber  que  loa  siento  ; 
V  Mi ,  ser  tercera  intento 
(Ap.  Sepa  quf  Diana  esii  asi ) ; 
Porque  cnainlo  hables  de  mi 
En  razón  de  mis  desvelos , 
Digas  que  me  dísle  reíos ,     ^ 


'•■1 


Na  solameoie  faas  de  hablar 
Con  Laura  ( ¡  oh  pasión  Urana ! ) , 
""  para baliiar con  Diana, 
nisma ,  jo  le  he  de  dar 
'Hempo.  Obsion  j  lugar ; 
"   e  si  de  mi  irijusta  estrella 

quedó  ateuiia  centella 
De  agrario* de  tu  nnidanza, 
No  quiero  ja  mas  wagfma... 
Ap.  Que  mirarle  hablar  eoo  ella.) 
!>>n  eslo  curar  intento 
Mi  pesar,  si  en  mi  bai  pe<tar. 
(  Ap.  Pues  celos  no  puede  dar 
Quien  no  tiene  entendimiento.) 

CBDTAUM). 

Al  UTO,  Flor  bella ,  ateotii. 

Quisiera ,  i  tus  píes  reiidiiln , 

Qne  los  brazos  que  te  pido , 

Mejorando  mi  cuidado , 

Fueran  hoy  de  enamorado , 

Como  son  de  agradecido. 

(Al  irtt  é  dar  U>t  traiM ,  itle  Dianm.y 


DIANA.  -  FLOR ,  CROTALDOv 

BUHA. 


dbyGOOglC 


tío;  cpuri  nuíitra  wna ; 
Que  si  Crol3l<lo  enajena 
Su  volunUü,  claro  está 
Que  eí  desiietro  cesari 
Ue  OiiM. 

CKOTALtH). 

lAp.  ¡  Estoj  perdido ! ) 
Si  esio  es  lo  que  te  ne  pedido 
Licencia  de  liablar  me  da 
CoD  Uura. 


CnOTALIHI. 

Basiaqae 
Tluhle  eoo  Laura ;  qne  no 
So;  Un  grosero. 


L'A  StlSORA  Y  LA  cnUDA. 


Crotaldo.  eso  es  lo  qae  quieres 
Consillera  aliara  advertido, 
!  Pues  eso  es  lo  qae  tías  traillo , 
,  j  Qué  airavins  lialiré  lioraito ! 
;  i'ues  eso  es  lo  que  Ijas  aoiado, 
I  ¡Uuí  celos  iiabré  lenido! 


I    ■ 


IV. 


Has  lu  u 


Si  ball6 
r,j, qué  duda  agoraT 

CÜOTALDO. 

Tu  respeto  no  se  ignon. 

A  mi  no  se  me  da  nada. 

Dista  bablar  con  ia  criada. 

Mejor  es  con  la  seBora.  — 
Laura,  jdóode  esU  Diana? 

Mp.  IJuclin  haré  en  templanne.)  Aquí 
Viene  h&cia  nosotras. 


Que  yo  la  llamo.  (Ap.  ¡  Oh  tirana 
Lejr  de  uaa  presunción  vana ! 
lEsto  me  otillgas  i  bacer!) 


iQuiéa  es  quien  me  quiere  ver! 

Crotaldo. 

íQniéo  es  r.oQlali)of 
Presto  decikin.  ó  cailaldo, 
Porque  lo  quiero  salier. 

CI<1T*LD0. 

(Ap.  Decir  qni"  osla  es  la  que  quiero, 

Hiénlras  estú  Flor  delante , 

Es  ruerza.)  El  mas  (irme  auaole, 

(¡ne  con  amor  vei'dadero. 

Tanto  esplendor  lisonjero 

Adoró ;  el  cielo  es  [esligo 

De  las  verdales  qne  'li)[0, 


Bespoode  1ü .  paes  cooligo 
Habla ,  que  1ü  Diana  eres. 

ClOTALM.  (.Ip.) 

\  esla  verdad. 


DIANA ,  CROTALDO,  G1LETA. 

CXOTÁLIK). 

iFDéteja  FlorT 


Deja  lá ,  hermosa  Diana, 
Deja,  hermoso  dueño  uiio 
Que  entre  tus  branos... 


Que  pensaré  al  abrazarme. 

Según  boj  liberal  andas 

Ue  abra;tos ,  que  por  costumbre , 

y  uo  por  gusto ,  me  abrazas. 

CB0T*L»O. 

i  Plegué  i  Dios ,  Diana  mia , 
Í)ue  é\  me  deslrnja,  si  hay  causa 
A  tu  euojo ! 


Engañarse  el  alma. 

■""■     "7 

<'.laro  esta :  que  como  ella 
Con  los  ojos  no  se  trata , 
No  ba  de  creer  á  los  ojos. 

CHOTA LDO. 

Si ,  mas  la  disculpa  aguarda : 
Entrar!  por  los  oiilos;  ~ 

Que  destii  fálirica  humana,  ^ 

Donde  bués|ied  de  aposento 
Vive  de  prestado  el  alma , 
Los  oídos  son  las  puertas  , 
Si  los  ojos  las  ventanas.      « 


No  le  vayas ,  qne  1  loa  doi 
Importa  que  no  lo  varas. 
Para  hacer  ouesin  desbecha 


t  SILETA. 

jHe  de  estar  hecha  una  esiaola? 

CaOTAIJM. 

'  V  volviendo  i  m\  disculpa... 
i  Disculpa  ha;! 


I  Oye  j  sabrlsla. 

•.]  '  Informado  ;a  de  Fabfo 
i  V  Ltsardo  en  cnaiilo  pasa  : 
!  Que  tú  te  veniste,  j  que 

Hoharoii  1  esta  villana ; 

Y  Tii'ado  traerte  i  palacio, 
¡  1'u  disculpa  fué  la  causa 

Para  que  fueses  en  él 
I  La  tetioTtt  B  ¡a  criada ; 


!  Arrastrado  de  m 
Osé  euirar  hasU  e 
Sil  Flor  abracé... 


No,  porque  echara 
A  perder  nna  verdad. 
Si  en  una  meiiUra  bailara 
La  disculpa. 

Con  todo  eso . 
He  holgara  que  lo  negaras, 
Aunmie  mintieras ,  porqué 
En  el  duelo  de  las  damas 
Queda  bien  puesto  el  que  mimlc 
Si  miente  í  desenojarlas. 


St,  mas  i  Italia* 

CROTALDO. 

A  Flor  abracé,  en  albricias 
De  que  licencia  me  dalia 
De  hablarle ;  porque  con  ella 
He  declaré  cata  k  cara. 

\  Qué  cariñosas  albricias .' 
Pero  i  quien  ja  tíeiie  gana, 
Crolaldo,  de  perdonar. 
Cualquiera  disculpa  basta. 
No  hablemos  en  lo  que  ya 
Sucedió(cosa  fué  rara). 
Sino  al  remedia  acudamos 
De  lo  qne  suceder  falta. 
Este  engaOo  nfi  es  posible 
Durar,  pues  da  hov  i  maiíana 
Se  ha  de  descubrir  quién  sov ; 
Y  aun  lo  qne  dura  es  por  traía 
De  haber  dicho  yo  que  esii 
Loca  del  susto  Úiana. 


Hiélgome  de  saber  eso , 

Que  puede  ser  de  tmporiaDda. 

Y  asf  inles  qne  el  desenga&o 
rierre  el  paso  A  la  eB¡<cr3nza, 

Y  mi  padre  con  Físberto 
Hagan  irhiiro  las  armas. 
Tratemos  salir  de  aqui. 


lO  sabes  ruint-JS  cuardas 
n  puestas  en  pslaein. 
I  si  vo  caminí)  hallara 
ntrar  aqni ,  ¿hablar»  i  Flor  T 

D,B,l,z9dbyL-.OOglC 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DB 
i.Ta  decoro  ;  in  pilabn , 
'  Locos  mlremoi ,  no  ;> 
\  De  amor,  ile  dolor  los  baga, 
caoTALbo.  Viendo  í  mis  ojos  ;  »j  triste  ! 

Agti-irila.    Présenle  la  mas  tirana 
-■ ■    '    i.lam 


a  úe  hacer  t 


U 


Yot 


le  tronco. 


Que  es  siempre  Dabl aullo  ci>ntj(p>.— 
Sermosisima  Diana,  (A  GiUta.) 

A  solo  verle  he  venfíio. 
Traído  aqui  de  ntis  loslas. 

Pnei  ¿qué  es  iqueitoT  Unas  lecw 
SÓ  princesa,  otras  tlllana  ; 
Cnas  Diana ,  otra£  Giteta : 
i,S£  acaso  vnesa  pendanga, 
One  del  palo  qae  qnereis 
He  baceis  ,  en  dando  lu  cartasT 


Bl  Dnqae  ( ¡  Tílpame  el  cielo '. ) 
Viene  al  coarto  de  Diana. 
lÁp.  Asi  he  de  diiimotar 
Que  di  licencia  de  baMarla.) 
Crotaldo,  iqiié  itreviniieula 
Es  este  ?  jTa  en  esta  isla  T 
TA  en  el  enano  de  so  AUeía  T 
Diré  ai  Duque  cnanto  pasa. 

CIOTjILDO. 

Pues  t&  nlnni... 
EL  DUQDB,T  cauMs.  —  Diatos. 


La  osadia  de  CrotaUo, 
One  hasia  el  coarto  de  la  Infanta 
Se  ba  entrado,  sin  adieriir 
Qne  toj  JO  la  que  le  gnarda. 

GROTAU».  (Ap.) 

Vive  Dios ,  que  fué  i  aiitar      '  c 
Al  Duque ,  ;  que  no  de  buinana , 
Ho,  '^no  de  vengativa , 
He  dejó  ratrar.  ;  Oh  tirana ! 
Vhe  filos ,  que  be  de  lomar 
De  ti  la  ma)ror  vf 


Vvt  derla,  Crotaldo,  ras 
Ño  lo  nini*  biea.  t  H»  lusta 
Poner  bo;  en  contigencia 
De  perdñse i  toda  lulia. 
Sino  que  una  sola  accloo 
Qae  en  ni  diicalpí  goinlaba , 
Que  es  el  decoro  conque 
Trato  en  mi  Bstado  i  Diana  , 
TamMeo  quer^  desiniir. 
Perdiendo  con  arrogancia 
El  respeto  k  aqueste  cnartof^ 


Cruel  que  ba  contado  la  Tima, 
Por  Cuantos  espacios  vuela , 
De  lenguas  vestida  y  alas , 
Desde  el  alba  basta  la  noche, 
Y  desde  la  uocbe  ^1  alba  ? 
Klor,  señor...  Mo  es  llenq>o;a 
De  que  dl^muie  nada  ; 
Kn  ligrimas  j  suspiros 
Mi  verdad  deshecha  salga. 
Flor,  celosa  de  mi  amor, 
( { Qué  rigor ! )  le  diú  i  Diana 
Veneno,  con  que  rindj6 
«Juicio,  ilnfam 


iQoé  dices,  Crotaldo  t 
crotalho. 
Digo 
La  verdad.  Donde  jo  estaba 
He  lo  dijeron ;  que  nunca 
En  palacio  ;8;  cielos !  Taita 

8uien  lleve  las  malas  nuevas 
ellas  se  van ,  si  son  malas ; 
Que  l3J  desdichas  ,  señor. 
De  lodos  saben  la  casa  , 

V  ellas  se  van  por  su 

Siio  no  es  menester  II 
ira  esa  beldad ,  seilor,'' 
Tan  desbecba ,  tan  postrada , 
Queentre  cooTusas  especies, 
Ue  nada  la  sirve  el  alma. 
Advierte,  ¿quién  aventura 
Tu  honor,  tu  opinión ,  tu  lama , 
Flor,  6  yo  T  pues  para  el  mundo, 
Hl  delito  ha  sido  amarla , 

Y  el  de  Flor  aborrecerla. 
iOné  diri  Milán  ;  Haotaa , 
Viendo  míe  hoj  en  tu  poder' 
Perdió  el  juicio  &  la  tirana 
Fnena  de  sus  celos ,  quien 
Hojr  vive  en  tu  conQanial 
Pero  JO  la  vengaré. 


T  llevarla/' 


CBOVALH. 

Llega  tú  ii  hablarla ,  j  yettrn 
Quien  ea ,  aeSor,  quien  te  eugaEa. 

También  lo  podri  fingir. 

nnoce. 
Finja  4  no,  yo  llego  á  hablarla.  — 
Vuestro  Altexa  ,  gran  señora , 
Qué  gusta ,  diga ,  j  qué  manda. 


Pues  en  viéndome  sin  gen 
Como  ellos  quieren  me  tr: 

DCQoe. 
Esto  no  es  Ongido,  no. 

CBOTALOO. 

¡Quédesdlcba* 


¡Qué  desgracia  !<V«e.) 


El  juicio  perdido  tiaia. 
Para  creer  que  fué  cierto. 
Haberse  ja  dicho  basta. 
Tos ,  Crotaldo,  porque  asi 

Ho  atropelleis  mi  palabra, 
Preso  en  esa  torre  quiero     c 
Que  estéis. 

CaOTÁLDO- 

Sl  está  presa  el  alma ,  iX 
¿Qué  importa  qaelo  «té  el  cnerpoT 
iAf  belísima  Diana !  (vsm.) 


PESÓTE.  —  EL  DUQUE,  FLOIt, 

CRUDOS. 

r»OTE.  (Denlfo.) 

Soien  hubiere  vldo  una 
ujer  mía... 

¿Qué  es  aquello T 

Gooim  primo,  porniasseaas. 
Que  se  la  lleva  a  otros  reinos , 
De  edad  de  veinte  y  seis  a&os. 
Véngala  restituyendo : 
Le  darln  su  buen  hallazgo ; 
O  i  quien  la  tuviere ,  luego 
Se  la  pedí  rio  por  hurto. 

Bola. 

Se&or. 

Ved  que  es  eso. 

Dn  villano  anda  por  Pama , 
En  destemplados  acentos 
Pregonando  i  su  mujer. 
Cosa  con  que  todo  el  pueblo 
Ha  dado  en  seguirle  ¡  que  es 
Mu}  gracioso ,  fuera  drsto. 

Y  como  estas  sabandijas 
Dan  luego  en  palacio,  creo 
Que&  palacio ^e  han  (raido. 
La  (tran  tristeu  sabiendo 
De  u!ans ,  por  si  acaso 
Divierte  su  senthnlrato. 

Tr&eseletúipor  tu  vida, 
A  Ulaoa ;  que  yo  tengo 
Hoy  machos  cuidados,  para 
lYaiar  de  eotretenimienLo; 
Pues  i  casar  con  Diana 
Dicen  que  pasa  Fisberlo, 

Y  que  ya  entra  en  mis  estados, 
(iQué  pesar!)  al  mismo  tiempo 
Que  el  de  Mantua  con  su  geiiLe 
Vieni-  marchando  hiela  ellos. 
Entre  nn  padre  y  un  marido 
Ofendidos,  ¿cómo  puedo 
Defenderme  yo!;  Ay  Crolaldo, 
En  qué  de  dudas  me  has  puestn! 

(Vflse.) 


Yo  ü  la  causa  de  mis  r-'lns '.  — 
Decid  que  el  villano ,  Floro, 
Entre  aquí. 

CBUM. 

Y»  te  obedezco. 
{Lli$ate  á  I*  puerta,  llama,  y  tale 
Perele.) 
Entra ,  que  te  Oanu  Flor.    , 

ü,nt,Z..MLyt_-.OOglC 


PBROTE.— FLOR,  CRUMM. 


Soy  DO  majadero , 
Pues  bascaoao  i  mi  majer. 
De  tiem  eo  Uerra  me  vengo. 
Cono  bombre  dM<Uchado. 

iPoM  dónde  Be  (léT 

Yo  creo, 
Segnn  tm  primo,  seQo». 
Se  DOS  mtMJá  de  por  medio , 
Qne  i  Rtoia  por  todo. 
ntm. 

¿Cómo 
LabusctliaquiT 

man. 

Que  si  etla  Tinten  di  Panna , 
Fuera  yo  i¡  Roma  al  moneólo; 
Qae  no  la  busco  por  mas 
Que  por  solo  cnmprimiento. 


4  No  U  Teis! 

PElOtE. 

Hucha  de  verla  me  buetgo. 


(Áp.  Este  es  Perote  :  sin  doda 

Qne  aqni  se  icabó  el  enredo, 

si  yo ,  iates  que  se  declare , 

Agón  no  lo  remedio.) 

¥a  le  he  dicbo  que  bables  poco 

y  mesurado.  (A  GileU.) 

Va  entiendo. 


LA  SEÑORA  Y  Lk  CRUDA. 

El  Dnque  mí  tío ,  que  siempn 
Pretende  vuestro  contenta , 
Sabiendo  que  esli  hoy  en  Parma 
tlü  villano,  |ior  eiiremo 
Gracioso ,  le  envía  i  qoe  temple 
Parte  i  vuestros  seaiunleDlos.— 
Llegad ,  y  besad  la  nano    (A  Perete.) 


¡  InTaal^llama  i  Giteía ! 

DUNA.  (.4^.  d  Pervte.) 
Mirad  que  tiableis  con  respeto 
Alalnbuta,  ii  os  daría 
Hoerte;  ime  ya  es  otro  tiempo. 
Ni  yo  soy  llfaiía,  ul  ella 
Gileu. 

lAp.  á  Diana.  Huy  bien  lo  óitlendo  : 
Ni  TOS  sos  GileU,  Di  ella 
Oiaox)  Dadme  con  respeto 
Hoy  li  besar  vnesa  mauo, 
luíanla,  si  la  merezco. 


A  buscar  i  su  mujer 
Un  feo  bajó  allutiemo, 
y  i  otro  reino  i,  buscar  viene 
A  su  Mujec  otro  feo. 

¡  Bien  gracioso  ba  esudo  el  simplel 
Por  el  gnsio  que  me  lia  hecho, 
Flor,  quiero  que  ya  en  palacio 
Se  quede  :  higasiile  luego 
Un  sayo  de  loco,  y  ande 
Goo  su  capirote  puesto. 

¡A  mi  capirote  y  sayo.' 

GILETA.  (Ap.  á  i¡.) 
Desta  manera  veremos 

Snién  es  el  buroii,  Perote, 
1  jQglar  y  el  [wacentero. 
Enjerce ,  enjerce. 

rnoTE. 

iLnemetet 
GileUT 


íY  i  qnéT 

Pues;quéséyode*oT 
%é  que  como  |  bebo  bien , 
Qoe  bien  visto  y  que  bien  dnenso, 
Y  que  me  llaman  Diana;  )    ^ 

En  lo  demás  do  me  meló,  ^ 

iDlaaa  te  llaman  T 

«1UTA. 


Taelpor  qní,  GIteía,  creo. 

iPorquéí 

Porque  Diana  fué 
IrUÓ-'  - 
Peroie. 


PKIOTE. 

Y  en  fin ,  ¿en  tr^je  de  loco 
Tengo  queandarT 


ESCENA  X. 

EL  DUQUE.-DICMS. 

BDOtlI. 

iNo  l«  ha  agradado  el  villano? 
No,  seDor. 


iQaépodrifi 
Dlveiur,  sebo 


cima. 

Nada 

Tanto ,  como  que  k  ese  loco 

V(^teen  en  uoa  maou. 

mont. 

¿Estás  borracha ,  mujerT 

Man. 
¡Qué  desdicha! 

CMADO. 

Pues  la  Inbaü 
Gmia,  venga  un  repoUera. 


'  Pdm  ¿quién  te  lr«joT 

i  GlIXTA- 


I  Al  brato  seglar  de  pajes 

I  Eítils  ya  entregado  t  —  vaya , 

I  ToUéenle.  —  Enjerce ,  ejerce. 

i  CBIAM». 

I  Fiesu  boy  coa  el  loco  haji. 


::.':^bogic 


*•  COMüDIAS  DE  WU(  PKDtlO  CALDEROS  DE  L 

El  bKfaa  de  tu  nmter;  \  Diina  mt  :  de  muim 

Mu  tutierii  mala  traía.  ;  Que  si  lu  le  b»s  Ue  Iii>si>edar, 

(VoOM  lot  criado*  ¡levándote  d  Pr~i  \  detengiAarle  quiertE, 
rolt. )  Hpjnr  remedio  no  esperes 

"■ie  ponrnne  en  su  lugar. 


En  repo»t«Tendo  al  loco , 


I  Vo  le  desengañaré. 


?1  presume  que  S05 
I  Diana  hasla  ahora  ;  con  qu 
ESCENA  XL  Eo  lance  UuimporluDO, 

Tu  temor  «e  mpioró, 
t'LOnO.— EL  üdQUB,  DIANA,  FLOR,    l>tKS  de  <Iiis  ixligrí»,  yo 

n  luí  ü<is.  pDcs  Id  ni 


Fisbprto ,  de  Uilaa  duque , 
Que  i  Haniua  i  casarse  pa&a. 
Con  grande  acompañamiento 
Hoy  dicen  que  entrar*  en  I^rmí, 
Como  ;a  te  tiene  escrito. 

iQniéu  ti6  confusiones  lantasT 

Íyué  be  de  hacer?  porque  decirle 
on  hombre  en  su  misma  cara  : 
(Vuestra  mujer  os  robaron. 
Aun  íDies  de  serlo  > ,  es  rara 
Proposición.  Pues  callarlo , 
Teniéndole  *o  en  mi  casa , 
Donde  ella  está ,  ;a  es  segunda 
Traición.  ¡  El  cielo  me  valga  I 
i  Uue  bata  una  duda .  tan  una 
l'or  l's  dos  parles  contrarias  , 
Que  ofende  cuando  se  dice, 
^  ofeiiile  cuando  se  calla! 
lm|ios¡Ues  pretendí. 
Puesto  estoy  en  conrusioo  : 
;Qué  puedo  hacer! 


Has  de  estar  solo. 

(A  KM  uña  del  Duque ,  te 

tat  dama».) 

EBCEHA  xa. 

DUHA,  EL  Duque. 

DIAIU. 

{Ap.  Vo  intento 
Pedirte ,  ingenio ,  favor. ) 
Ojeme  atento ,  (cGor ; 
Qoe  Importa  Mpil  utar  atento. 
Al  Uemim  qne  se  trataba 
De  lai  tudas  el  concierto 
DeDianaydeRsberto: 
nsberto ,  que  iniaghiaba 

81W  la  bmi  le  mentía 
a  la  beldad  mas  <iae  buouna 
Que  poblicó  de  Diana , 
DisAmado  i  veiia  ud  día 
VinD>  donde  no  faliú 
Alguien  que  le  cooociera, 
Y  a  Diana  lo  dijera. 


Klm 


árdelo 


n  mi  jardin 
Con  unas  joyas  entró , 
A  uii  Ungir  me  mandó 
Su  misma  persona,  i.  fin 
De  que  Kiaberlo  volviera 
Sin  verla.  Yo  hice  el  papel 
DeDlaoa,  jbojconél 


I  Que  mueve  al  Du(|ite  al  rigor 
Devenir  con  tul  furor. 
,  Es  el  camiilir  con  Fi^erlo. 
I  V  boy  de  nii  desengañado , 
'  Aun  de  tu  pane  se  hará, 
j  Pues,  sin  remedin.  vprá 
!  El  Da  de  su  amor  borlado 

I  Cuando  eso  suced.t  asi . 
I  i  Al  llegar  al  desengaño. 
'  En  pié  no  se  queda  el  daño , 
Loca  Diana? 


Coo  casar 
A  Diana  y  Crotildo,  pues 
Este  et  desengaño  es 
De  los  d"S ;  i|oe  esto  de  calar 
Entonces  loca  ó  no  ella , 
No  les  loca  ¡¡  los  dos .  pues 
A  Crolaldu  toca,  que  ei 
El  que  ha  de  vivir  con  ella. 

Eso,  en  fin,  babri  de  ser; 
Que  son  necios  desatinos 
Andar  buscando  caminos , 

tiene  en  qué  escoger. 


Flor  y    *ü^¿¡|' 


xin. 

LISARDO.— DIANA ,  EL  DUQUE. 


Va  por  palacio  e 
Eísuei-to. 

DUODB. 

Pnet  que  tú  ( ¡  ay  triste ! ) 
Tan  buena  criada  bicistey 
Empieza  i  hacer  la  seúor». 

{ReUrante  et  Duque  y  Usard«.\ 

ESCBHAXIV. 


niSERTO. 

ítamano...  ¡Qué  miro! 
la!  ¿Tú  cueste  palacio? 
iQué  ha  sido  la  causa?  Qoé 


Uye.ysabráslo 
(:*p.  ¡Qué  teme  mi  amor?)  Físberlo, 
Cuando  mi  padre,  tirano 
Dueño  de  mi  libertad , 
Trató  de  darte  mi  mano, 
Vo  no  te  la  pude  dar , 
Porque  estaba.,. ;  Eo  qué  reparo? 


Desposada  ci 
La  Deredada 


>n  Crotaldo. 
Deredada  enemisiuil 
De  nuestros  padres  ,  niif 
Tuvo  a  Italia,  fué  la 

Deite  stcreio,  basta 

Que  como  mina  oprimida  •^ 
Bu  el  centro  de  los  años, 
Heveniu  con  mas  poder,         ' 

V  obró  con  majur  espanto.^ 
N'o  fué  parte  el  lluque  eo  esto ; 

Y  si  i  decir  mas  me  alargo , 
Ki  Crotaldo  ha  sido  parte ; 
Yo  fui  el  todo,  pues  mirando 
Tan  cercano  mi  prliuru , 

( Perdóname  que  le  llamo 
Peligro)  una  noche  pude 
Llegar  con  solo  ui)  rriaUo 
,  A  Parma.'Súpolo  el  Duque,") 

Sue  prudente  y  cortesano    .  C 
e  trajo*  BU  cone/dondfT 
Por  ptMler  desengañaros 
De  su  inocencia ,  me  tuvo 
Con  tal  decoro  y  recalo, 
Que  (H>r  DO  turbarle  en  oada , 
Hoy  tiene  preso  i  Crotaldo. 
Esta  es  la  verdad ,  y  yo , 
No  solo  renilida  aguardo 
Que  como  príncipe  ioiicto, 
' — 10  joven  pllardo. 


N'o  ir 


He  busca , 


islas  01 


I  Hoy  i  ana  mujer  amparo; 
;  Pues  boy  intes  que  ofendida, 
I  Te  has  de  uuslraT  obligado, 
I  Supuesto,  invicto  FisbCTlo , 

Sue  ñiera  maior  agravio 
ue  enamoraoa  de  otro , 
A  H  te  diera  la  mano. 

DDQOI.  {Ap.) 

¡Qué  bien  lo  ha  flngida,  cíekM! 

usaano.  (Ap.) 
Con  la  verdad  te  ba  engaüado. 

nSIEBTO. 

Bien  ba  sido  menester 
Eacochar  de  U  este  caso , 
Para  qne  yo  respondiera 
Con  sentimiento  j  sin  mano» ; 
Porqne  de  una  dama  solo 
Se  escuchan  bien  deseonñoc 
Al  Duque  tu  padre  be  T&to  .^ 
Y  en  mi  su  queja  ha  librado-' 
Deatos  disgastos  el  medio  O 

Ha  de  ser  qne  des  la  mano, 
Diana,  k  Crotaldo;  quejo 
Haré  gala  de  mi  agravio. 

Tu  noble  pecbo  descubres. 
unoní.  {Ap.) 
tenso  remediado, 
lar  loca  Diana 
Fuese  eiceso  de  on  eogaBo, 

(Sale   il  s  litvdt^ 


Cnt.zodhyGoOgle 


FLOIl ,  CROTALDO,  GELETA,  I 
TK.  — DIAMA,  flSBEKTO,  El 
QUS,  LISAHUO,  *coiF^iiiE 


Con  mit  bnioe  to  auratlezco 
y  debutes  U  doy  li  mano. 


U  SBflOBA  T  LA  CRIADA. 

man.  (Ap.) 
DescntnWie  la  maraBa. 

CILI».  {Ap.) 

i  Uu  que  me  qnitio  el  balo  T 

BDOtn. 
iCaédicefT 

CHOTáLM. 

Qa«  esta  es  Diana. 

FLOR. 

iE«ta  ti  Diaoa?  ;Qi]é  aguardo T... 

jPues  cómo  es  esto? 

Haber  sido, 
ScEkir.  M  este  palacio 
La  criada  g  la  teñtra , 
Donde  mi  oombre  ba  tomado 
lUia  lillana,  qne  faa  sido 


Haílgome  de  haberte  hallado. 


Yo  i  Flor,  eoo  vuestra  Heeoeia, 
Para  hoDor  de  mis  estados. 
Daré  la  mano,  con  que 
Deudos  j  anflgos  qr  -"-" 


ta  uñara  y  la  criada 
Aqnl  Bu  con  esto  ha  dado  : 
Mereica  Tueslro  perdón , 


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EN  ESTA  VIDA  TODO  ES  VERDAD  Y  TODO  MENTIRA. 


nJcAs. 

HERACLIO. 
LEOMOO. 
ASTOLFO, 
LISIPO. 


LVQVP.TE,  greelato. 

SAtí\fiO:i ,  oraeitit 

crNfU. 

LIUIA. 

ISMl^MA  - 


SoLunos. 

HUNCOS. 

ACOl  FAJAMIENTO. 


Im  eteena  et  en  Steilia. 


JORNADA  PRIMEUA. 


ESCENA   PBIUERA. 

Teca»  4  un  lado  caja»  y  trompelat,  y 
á  otro  iiutrvttento*  miticot,  y  talen 
por  UM  parle  tOLUÁDOS,  y  FOcAS  de- 
Irat;  y  par  otra,  ISHl^MA,  damas,  y 
úetrai  clNTIA. 

soLDJiH».  {Dentra.'i 
Vil»  Focas. 

rócAs.  (Denlrg ) 
Ciiiila  viva, 
Ueci J ,  siilJjilus ,  at  verla. 


a  Uiilia 


s.  {Dentro.) 


u.  (Oentra.) 
Fúcas  viva, 
Rrpilan  las  toces  vuestras, 
usos.  (Dmlre.) 
Vivan  Ciitiia  y  Focas. 

OTROS.  (Oenlra.) 

Vivaii. 

fúcAS.  {Dmiro.) 

Y  bagín  silva  i  su  b«tleza 
Los  luililarps  esiniendos 
he  cajas  y  de  Iroropeiu. 

ciMTiA.  {Dentro.) 

V  hagan  i  su  vlsia  salva 
Himnos,  canciones  j  leiras. 
(Salen  tadot,  y  canta  la  múitca.  ) 

MlisiCOS. 

¡Elnunea  tencido  Uarle, 
El  íiempre  vencedor  Citar, 
A  lót  mantei  de  Triaacria 
En  hora  dUlwia  venga! 

En  bora  venga  dichosa. 

Tanto  qne  baile  i  su  oliediencia, 

l^u  siempre  rundido  atecio. 

Su  pairia  A  sus  plantas  puesta  : 

Rn  re  de  cuyas  lealtades 

Tenoo  de  ser  la  primera 

Yo  qae .  besando  su  mano , 

Mí  corona  i  su  pié  ofresca , 

Porque  poslrliidoDie  jo 

(Ap.  ¡01)  temor,  cuánto  me  rnenu. 


Viendo  d  |>odiír  de  ud  lii 


10!) 


A  la  m^siait  n  , 

lie  tan  ({lorioso  liíroe,  el  mondo 

Fu  mi  rciiili miento  vea 

(Juu  teda  1'riiiacria  en  mi 

Yace  rendida  ;  sujeta, 

Uicii-'ndo  rn  la  voz  de  todos , 

Ufana,  alegre  j  contenta  : 

ELLA  1  MDSICOS. 

El  nuiís  vencido  Marte , 
El  tlempre  veneedar,  etc. 

( Tocan  e^ai  f  elarlaet ) 

Fuerza  es  que  en  hora  d idiosa 
Venga,  hermosa  Cintia  bella, 
Quieu  viene  i  lograr  aplausos . 
Uonde  pensó  bailar  orcueas. 
Uien  temf,  aunque  coronado 
De  laníos  laoreles  venga 
A  ver  ta  eminente  cumbre 

SuefiíámlcuDa  primera, 
aliar  en  sus  campos  antes 
Oposiciones  que  liesias ; 
Porque  nadie  es  en  su  patria 
Tanreliicomoenla-ijena, 
Hajorraenle  cuando  vuel\e 
Tras  tantos  arlos  lie  ansei)C.'a. 
Pero  viendo  que  ba  sabiih) , 
Politicamente  cnerda , 
La  raxon  de  estado  hacer 
Sacrillcla  de  ta  faena ; 
En  premio  del  renilitnicntD 
Con  que  me  admitfi  y  aceptas 
Palabra,  Ctiitla,  te  doy 
De  que  en  la  paz  te  mantenga  - 
t)e  tu  reino,  sin  que  en  U 
Saiisriiga,nÍeDtu  tima. 
La  liidrúpica  sed  de  sangre 
t)n  mi  heredada  soberbia. 

Y  porqoc  conozcas  sí  rM 
Tan  nunca  usada  clitmencia 
Privilegio  que  níniínDO 

Hasta  boy  gozó,  escucha  alema  ; 
Que  quieren  mis  vanidades. 
Va  que  mi  origen  me  acuerdan 
Estos  piramos,  gloriarse 
De  que  á  mi  solo  me  del)a , 

Y  no  al  lustre  de  mi  sangre , 
Las  adquiridas  grandezas 

Con  (pie ,  aborto  destos  montes, 
Doy  i  esi.is  montes  la  vudla. 
Aquellas  dos  altas  cimas 
Que,  en  desigual  competencia, 
De  fuego  el  volcan  corona , 

Y  ciñe  de  nieve  el  Etna , 
FLiírnn  mí  primera  cuna 
(Ya  lo  dije),  ^11  que  en  ellas 
Tuviese  mas  padres  que 


Las  víboras  qne  i 
Leche  de  lo1ias<,  infante. 
He  alimentó  alli  en  mi  lienia 
Fdad,  y  en  mi  edad  adutta 
El  veneno  de  sus  yerbas  : 
En  cava  bruta  críanu 
Dudóla  naturaleza 
ftí  era  (ler^ó  si  era  bombre; 

Y  resolvió,  al  ver  que  era 
Hombre  y  fiera,  qne  credese 
Para 'rey  de  hombres  y  lleras. 

Y  asi,  en  primer  vasallaje 
He  juraron  la  obediencia 
Cuantas,  desnudas  las  garras. 
Cuantas,  armadas  las  testas, 
l'ríbutaron ,  destrozadas, 

A  mi  sañuda  violencia 
Vestido  y  vianda  en  piel 
y  cadJiver:  de  manera. 
Que  i  mi  furia  sin  segunda 
Dos  frutos  daba  inl  dwstra 
Fn  el  horror  que  me  adorna , 

Y  el  manjar  que  me  alimenta. 
En  esta ,  pues ,  crianza  bruta 
He  batió  bandida  la  lien 
Milicia  de  unos  soldados. 
Que  en  la  intrincada  maleía 
Uei  monte  se  mantenía 

De  hurtos ,  robos  y  tragedias. 
De  ta  Justicia  acosados. 
Iban  ite  nna  en  otra  tierra , 
Cuando  encontrando  conmigo. 
Absortos  á  la  extra  Beia 
De  ver  racioi>al  lo  bruto , 
Para  que  tos  defendiera 
He  hicieron  su  capitán  : 

En  ta  Ttia  ir  la  farltimt,  comedí)  ht- 
rOIrl  de  Don  Anlanio  Miri  de  3lesrBi,qu( 
"auhriin  nreeenlealMcribitlaiiliUl, 
la  este  diiilo;o  «Ira  et  empendurMau- 
rteio  j  Púas. 


Un  monstna  hl. 


Con  palma  ■  j  k 
tleátitwiilu^ 


"izodb/Ciooglc 


tiOHBUIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


Cija  bmllla  pequeQa , 


iii  ianitjiua , 


Crecía  A 

Que  iHise  f  II  wiiiiriiiiicioii , 
^o  MI  o  (l<^  bs  aldeas 
Vecinas  Utaído  ti  vutgn, 
Hh  pasando  míe  eni|i rusas 
A  populosas  ciudadi'G, 
Las  redoje  i  mi  oliediencla. 
Dejemos  eii  este  esladu 
1'lrauUadus  violoiiciks, 
Sia  i|ue  lii  padre ,  (¡ue  rnlóuccs 
'  Ueiiiutiá  en  lalslu,  ¡luüiiTj 
Üi  mi  orgullo  rt'sisijr 
La  li-aiilora  iuoliudiencb ; 
Y  tainosiqne  Mauricio, 
De  Ci>ustaiiiliH)|ila  César. 
A  Italia  iiasv.  eo  vtnittanza 
De  i|iie  iitfgalia  s(il)erJ>ia 
Los  feudos  di-l  sacro  imperio. 
Talando  laiisiit-dereiisi 
Sus  campañiis,  que  no  liubo 
BniÓHces  uiuro  ni  almena 
Qac  no  riase  Ifemolada 
La  tguUa  de  sus  banderas. 
Tu  ii^idtei.ulcnlo  ai  peligro 
Oui!  ¡a  llamaba  i  íus  poerus, 
Ciiit  Renei'nli^s  perdones 
(¡Olí  rjzniL  de  estado  necia! 
íOm:  ni>  linris ,  di,  si  hacer  saltes 
Del  itelilo-coLiveiiieiiclaí) 
Llamó  auxiliares  mis  tropas 
Eipsu  Tavur;  y  jo,  al  verlas 
Empleadas  en  mas  nolile 
Generoso  asunto,  vuelia 
La  que  empeT.ú  por  infamia 
Kn  lilason,  salí  con  ellas. 
Incorporado  en  las  hoestus 
De  sus  mlilcbítaa  levas 
Al  opósito  i  Mauricio , 
COD  tan  favor^lile  estrella, 

Sue  de  poder  i,  poder 
edidas  eniramba»  fuerxas , 
Hurló  en  campaña  ü  mis  niancw  : 
Uoa  qi^i;  sus  pompas  deshechas 
DesTanecidos  sus  triunfos, 
Aclamándome  la  inmensa 
Voi  de  tantos  su  caudillo. 
Ya  iior  níar  j  ya  por  tierra , 
Pude  seguir  el  ulcsnce 
Hasta  dar  vista  1  ta  excelsa 
Corte  di;  Consianiñiopla , 
Que  soberbiamente  opuesta 
A.  tanto  raudal  de  estragos. 
Trató  ponerse  en  defensa. 
Real  sitto  planté  i  sua  moros 
Sin  que  retirar  pudieran 
HIs  armas  de  eus- recintos 
De  cinco  estíos  la  «era 
Safla  del  sol ,  ni  de  tinco 
Iniiemos  la  helada,  yerta 
Ira  (te  nieve  y  escarchas ; 
Hasta  que  en  ruinas  enrnelln , 


Desahuciada  del'j 

Y  de  las  armas  opre 
A  pesar  de  mil  lealtailr«. 
He  coronó  por  su  César  : 
Ed  cujas  altas  coni¡uisias. 
Desde  la  Taccion  ¡iriniera 
Hasta  la  liltima ,  <pic  Dié 
Dejar  reducida  j  imieta 

La  oriental  parle  oe  Europa , 
Seis  lustros  gasté  por  treinta 
Oréalos  que  vi  del  sol : 
Testigo  las  caiias  sean 
Que  la  mano  desali&a 
Cuando  juego  que  las  R^ii». 

Y  aunque  volviendo  íi  Tiinacria 
Hoj,  bulante  viso  tenga 

Esa  presnocion  de  que 
Vengo  i  conseguir  «n  ella 
La  lanidad  du  que  quien 


.  Bandido  me  tió,  me  vea 

¡  Curonadd  re;;  haj  otras 
Dos  rfzoiies  que  tns  muevan , 

!  Cara  cujas  dos  (Mnlrarias 

;  Proposiciones  opuestas 
Del  rencor  j  amor,  sejjunda 

'  Vez  te  lie  meneslier  aleula. 
Eodocia,  que  de  Mauricio'' 
Tan  a nian'te  esposa  era, 

,  Que  eu  las  lides  le  seguia ; 
La  noche  (según  me  cuentan 

I  Diversos  vasafíos'sujos) 

■  tjue  él  murió,  en  su  fuga  ella, 

!  Con  los  dolores  del  parto 
Ni  bien  viu,  ni  liieii  muerta. 
En  braius  de  Asiolfo  ( un  uolile 
Andano.cnya  experiencia, 
AntesdedárlabaUlla, 
En  no  se  qué  conveniencias 
Vino  é  hablarme  embajador, 
De  suerte  quK  si  le  viera , 
l^  conociera)  dio  i  luí  , 
( Si  es  ipil'  haj  luz  en  las  tinieblas  ] 
(In  tierno  hifanle ,  j  cnn  él 
La  ^ida  :  el  cual ,  viendo  apenas 
De  En  dueño  en  au  poder 
Kl  hijo,  con  tan  deshedia 
Korlnna :  porque  jamas 
A  dar  en  mis  manos  veuga , 
Dicen  que  con  él  del  ntoote 
Se  retiró  i  la  aspere/a , 
Donde  hasta  hoj'  no  se  ha  sabido 
Que  uno  ni  otro  viva  ó  muera. 
Quédese  esto  aquí ,  y  pasemos 
A  otra  tiollcla,  aun  masque  esta 
Kitraüa ;  pero  i  ninguno 
Inverosímil  luireica 
Que  ci'ncurrun  paiccidos 
Dos  sucesos;  que  no  hubiera 
Admiración ,  si  tal  ve?. 
La  liistoría  mas  Verdadera 
No  se  hiciera  provechosa 
En  los  prodigios  que  cuenta. 
Iridie .  una  aldeana 
Tan  divinamente  bella , 
Que  i  ser  la  liermosnra  imperio , 
La  jurara  amor  por  reina , 
Dueüo  fué  de  mi  albedrio; 
Que  no  ha;  tan 'ruda  lierera 
Que  no  se  rinda  al  amor, 
Ni  tan  constante  belle7.a , 
i}ae  del  tnto  persuadida ; 
A  (|uien  la  adore  aborrezca. 
Esta  intes ,  el  día  i|ue  yo 
Llamado  vine,  en  so  atdea 
En  cinta  quedó ,  asistida 
De  qnien,  con  nii  conlidéncia 
Atento,  me  aseguró 
Que  a|>énas  llego  la  nueva 
Demí  vlcioriaasuoido. 
Cuando ,  sintiendo  la  ausencia 
Que  el  alcance  ocasionaha ,    . 
Trató  seguirme ,  resuelta 
A  no  quetlarse  sin  mi , 
Al  precito  liesgo-  expuesta 
De  sus  deudos,  cou  el  parto 

?ue  va  esperaba  tan  cerca ; 
que  con  ella  viniendo , 

Erró  del  monte  la  senda , 

Donde  cerrando  la  noche , 

Entre  dos  Inculiaa  peñas 

La  asaltaron  los  dolores : 

V  él ,  con  la  súhiía  iiena 

De  su  desabrigo ,  vendo 

A  ver  si  por  dicha  hidiiera 

Donde  albergarla,  siguió 

Una  luz ,  en  cuva  ansrncia 

(SpRiin  ella  dijo  cuando 

Volvió  con  gente  por  elU), 

Un  lioml>renieg6  al  íieniido , 
I  A  qnien,  turbada  ó  alentn  , 
I  Porqu<  el  ütierva,  é  el  uicilo 


Demi  enojo,  lepotiera 
En  mayor  obligación , 
Le  reveló  cuyo  era 
El  fruto  infeliz  que  ja 

Lloraba  sobre  la  yerba  : 

Añadiendo  uue*5i  auaso 

L^  dejaba  el  dolor  muerta, . 

Para  que  fue^  creidn 

De  mi .  le  daba  por  .«eñas 

[Jna  cifra  de  mi  nombre 

Kn  una  lámina  Impresa 

De  oro ,  que  yo  la  habia  dado 

De  mi mali'imonio en  prendas; 

Y  que  llnatinenic,  oveiido 
Cente  se  volvió  á  la  sierra , 
Ladrón  del  parto  y  la  joya , 
Sin  que  tiur  mas  diligencias 
(}ueliicieseH ,  lo  que  duró 
La  Tida  a  IriOlc  bella , 
Pnese  posiMe  el  bacer 

Que  huno  ni  ladrón  parezca.        * 

Y  siendo  asi  que  hasta  hoy 
No  me  dio  el  valor  Itcpncia 
Para  que  dejar  pudiese 
Tantas  victorias  sus|iensas; 
Ya  que,  cumo  he  dicho;  todo 
El  Lm  ante  i  mi  óiden  queda , 
Vuelvo  con  los  dos  afectos 

De  amor  y  odio,  ira  y'ternejía, 
A  buscar  hoy  en  Trinacría 
Dos  vidas  que  nie  atormeniau 
Ignoradas  :  uua ,  en  tit 
l>e  la  medrosa  snspeclia 
I  De  que  haya  de  Mauricio 
Sucesión  qrie  alterar  pueda 
En  ningún  ta'nipo  el  imperio 
Que  le  loca  |>or  heretieia ; 

Y  otra ,  en  fe  del  sentimiento 
De  que  la  mia  perezca. 

Y  asi  para  coronar. 
Osea  varón  ó  sea  hembra, 

*   A  Quien  con  mis  seftas  halle, 

Y  dar  muerte  i  quien  sin  eDns 
Esté  también,  Teiit,o  expuesto  ■ 
A  que  en  la  Trinacria  tierra 
No  me  ha  de  quedar  pot)lado. 
Monte ,  risco ,  gruta  y  peUa , 
Que  no  registre ,  no  busque , 

■i  Xo  solicite,  no  Inquiera, 
I  Tronco  a  tronco  y  rama  a  rama  , 
¡  Hoja  i  lioja  y  piedra  1  piedra , 
'  Hasta  que  hallado  ó  no  hallado , 
'  l'^n  el  uno  el  temor  venza , 
i  O  Pii  el  otro  la  esperanza , 
!  O  bien  se  logieó  le  pierda. 


'r,cnantas  ditigencias 
__  ..imano  poder  ftiesen 
Posibles ;  mas  va  que  llega 
Tan  tarde  i  mí  la  noticia , 
Lo  que  puedo  hacer  en  ella. 
Es  nshtirle.  Y  en  tanto 
Que  general  bando  se  echa , 
tUm  premio  y  cas  ligo  !i  quieu , 
II  suspechnso  lo  sepa , 
(1  ob'dinntc  lo  deficubra , 
Ven  donde  deseaosar  puedas 
De  tantas  prolijas  marchas. 

iOué  descanso  habrá  que  tenga 
Quien  temeroso  im^iaa. 
Ni  quien  codicioso  piensaT 
Mas  vamos,  Ciniia,  porqué    ' 


dbyCoOglC 


VosotTH ,  ( A  túi  damat. ) 
Para  que  desde  aquí  teiii  ^ 

El  alegre  regocijo 
Coo  que  mi  corte  le  espera , 

Volveil  al  lono  y  la  letra. 

róCAS. 
V  vosotros  í  la  salía  [Áloi. 
lie  caj^s  }  <le  irom|>el;i 

Diciendo  en  sonoros  eci 


VIDA  TODO  ,ES  VERDAD  Y  TODO  MÜNTIRA 

I  Ue  adminclon  ;  tie  asombros 
\  Ksiuve  OD  rata  susiiensa, 
les   ll'Sta  que  el  horror  y  haUgO 

I  Ue  la  \jat  y  de  la  Ruerra 
Tercera  »fi  decnTió 


I  esUs  socorrida , 
aiiinia  j  alieola. 

i  Hal  podré:  que  aunque  de  li 
I  FaTorecida  me  lea, 
,  No  asegurada  dtl  riesgo 
I  ()ue  lili.'  si)jue. 


Dieieiiilo  ei 


(Tflínn  «tfoí  tf  í«»íwía»,  y  al í««ríT 
f  airar,  $e  nupenien  d  la*  veeei  de 
Ubia.) 

BSCENA  U. 

LIBIA.— DwBos. 
UDiA.  {Dentro.) 

i<Hd,  esperad,  sosiiended 

Que ,  desmandada  del  eco , 
No  es  lo  qae  oye  lo  que  alieuta? 
Sino  Antes  tao  al  coiitrariu 
Artícuia  la  respuesta, 
Uueal  dfcir  <|iic  t'ócas  viva. 
Ella  lia  repetido... 

UBU.  {Dentro.) 

A  manos  de  mi  desdiclia. 

A  lo  que  de  aquí  se  deja 
Ver,  lugiiiva  liermosura 
IK  uita  pejia  en  otra  peña , 
Para  descender  al  llano 
Dascando  viene  la^eiida. 
Tan  cieaamenle  turbada. 
Tan  lo  ruad  a  mente  riega, 
Que  rs  el  monte  el  i|uc  la  liiisca . 

Y  es  el  aire  el  qne  la  c- — ■  ■ 

Pues  precipitada  del , 
Cayendo  va. 

A  socorrerla , 
Por  desmentir  el  agüero, 
Uegart  el  primero. 

uBi«.  (Dentro.) 

ni  desdicli:t 


M  de  u 


1  fiera. 


r4cA3.  (Dentro.) 
No  barüs.  que  en  mis  braios  ju. 
Delclelodetubelleu 
Aliante ,  sabré  parar 
|.-|  rigor  de  su  violencia. 


I.iliia ,  del  saljio  LisÍ[io 
( Aquel  que  en  mágicas  ciencias 
Kue  aborreciito  porleuto 
De  Calabria ,  porque  eit  ella 
Predlio  isu  excelso  Duc^ue 
No  sé  qué  iurelir.  tragedia , 
K.n  úrduu  á  que  neuabau 
Dar  i  FlTcjs  la  olicdieiJcia ) 
liya  soy,  que  de  sus  ruinas 
Cduipliee ,  le  a^sto  en  esta 
Soledad,  donde  lomó 
Puerto  su  infelíE  tragedia, 
hl  dia  que  echado  al  mar 
Sil)  norte,  ngujanivcla. 
Timón  n<  jarcia ,  encallando 
tn  las  tostadas  arenas 
Uesa  plava ,  abandonó 
l.os  poblados  por  las  selvas. 
Aquí  pues ,  sin  mas  caudal , 
Has  patria,  casa  ni  hacienda 
Que  sus  libros  ó  sus  labias , 
Sus  orbes ,  globos  y  esferas , 
Astrolabios  y  cuadrantes, 

V  aquella  choza  peaucñu 
(Que  parece  que  del  monte 
Ha  descendido  la  cuesta, 
S''gUD  en  su  verde  falda. 
Como  cansada,  se  asienia]. 
Vivimos  los  dos,  partiendo 
El  el  cielo,  y  yo  la  tierra ; 
Pues  JO  la  cuento  sus  ri.scos, 

V  él  sos  luceros  le  cuenta. 
Siendo  pautado  caríicler 
De  sus  lineas  y  mis  neclias. 
En  miel  vulgo  de  las  flores,  ■ 
Venéleldelasesirell-js. 
Con  esta  Inclinación  (si  es 
Que  es  inclinación  la  fuer/.a ,    ■ 
Pues  no  hay  otra  compaAia 
Que  nii  soledad  diiieria) 
Salí  hoy  al  monte ,  seguida 

'  De  la  moDtarai;  caterva 

.  De  sabuesos  y  ventores, 
()ue  atraillaba  la  simplma 
De  dos  rústicos  villanos. 
Que  son  la  ramilla  naestra.  ' 

I  ^  bablendo  sido  el  primero 
Laoce  una  manchada  cierva ,    , 
A  quien  preslarMí  mis  pUiinas 

I  Añadldalíjerexa; 
Tras  ella  siguiendo  el  rastro 

.  De  la  sangre  por  la  yerba , 

I  Por  el  aire  del  latido, 
'    He  hallé ,  perdida  la  senda, 

I  Sola  en  lo  mas  intrincado 
De  unas  maraitadas  breñas , 

'  Cuyo  hermoso  laberhito 
Cerraba  el  paso  A  la  vuelta. 
Aquí  llegaron  los  eeos 
De  dos  cláusulas  lan  nueras, 

Oir  de  una  parle  trompetas 

V  cajas ,  y  (le  oira  parte 
Inurumentos  :  coo  que,  llena 


La  duda,  escuchando  dclla 
'  Dus  nombres,  cuyo  sentido 
I  Ahora  oo  se  me  acuerda. 
!  Hasta  salier  que  aplicando 
'  El  oído,  de  la  espesa 
'  Maraña  tas  limas  quise 
I  Apartar,  cuando  funesta 
!  fhica ,  A  quien  dura  murdata 
'  I  De  un  risco  tenia  enirrahieru 
:  Como  esperezo  por  quien 
\  Melancólico  bosieta 
I  Elmoiiie,  arrojó  de  sJ, 
I  Eiiibríon  de  su  pereza. 
!  t'iia  llera  en  forma  de  hninbre, 
I  l.'ii  hombre  en  forma  de  llera. 
r  Vivo  caduco  esqueleto 
I  Kl  especlüculo  era 
I  l>e  animada  anaton)la, 
'  Sobre  cuya  iriel  grosera 
!  Barba  t  cabello  llegaban 
I  Desmelenados  á  crenchas; 
\  Llena  de  arrugas  la  íat 
I  (Que  el  tiempo  en  la  humana  tierra, 
;  Mal  labrador,  dejar  suele 
'.  A  medio  arar  la  tarea 
'  He  los  sulcos  de  la  vida , 
Pues  lo«  abre  y  no  los^rmbra); 
j  DiU  desplomado  edilico 
I  Dudoso  puntal  la  seca 
I  Mano,  af  revés  de  otros  troncos 
I  Trataba  al  que  le  sustenia ; 
Pues  de  corteza  y  nU 
I  equivocadas  las  muestras, 
'  Donde  iban  las.manos,  iban 
:  La  raiz  y  la  corte/a 
i  Vlóme,  T  la  voií  perturbada, 
¡  Tardo,  ej  paso,  macilenln 
í  La  fax',  víniéiiilose  á  mi, 
!  Fué  tal  mi  temor... 
,  tixii». 

!  No  prosigas ;  que  no  sabes 
Cuinio  en  mi  ofuscada  idea 
Revuelves  de  coofusioues, 

!  Hujer,  con  lo  que  me  coenias. 

'  i  Especie  de  Pera  y  hombre 
VoilKlauraiinrá 
Doiiile  hombre  y  llera  iiaeiT 
íQué  fuera ,  Cinlia ,  qué  fuera 
Que  donde  vengo  i  buscar 
Hi  perdida  descendeucia , 
Con  mi  ascendencia  enconlrara, 

V  que  ese  prodigio  fuera 
Origen  de  tan  exiraua , 
Tan  nnnca  vista ,  lan  nuc» 
Naturales,  como  hoy 

Ul  semejante  me  acuerda ! 

Y  asi ,  soldados ,  conmigo 
Venid,  porque  hasta  que  sepa 
Qué  parecido  portento 
Cuanla  mis  primeras  señas , 
No  he  de  pasar  adelante. 

i  Ya  que  averiguarlo  quieras, 

1  Si  las  cajas  y  las  voees 

\  Le  sacaron  de  su  cueva . 

I  Haz  que  prosigan ,  ¡lorqué 

i  Su  mflsiea  le  tliviiii^i 

'  Engailadu,  sin  saht'r 

.  Que  el  monte  en  su  hnsea  cercas. 

,  Dices  bien ;  y  asi  entre  tanto 
:  Que  yo  sus  cervices  venza , 
,  Prosigan  entnmbas  salvas. 

u,nt,z9dfiyG00gle 


T«ieré,  j*  qoecMhiUní», 
Lt  qne  liroesn;  onlirte , 
Dando  hada  el  Htlo  liTuelti. 

rima. 
Guia  pvn.  —  n ,  bermoM  Qulú , 
Dbpon ,  ja  qoe  aqni  ta  quedas , 
Que  el  aparatoso  ruido 
Ue  c^ai  j  «ocei  vuelva. 
{Vate  Fáeatctulo»  ttliMM.t  Ltbia.) 

Diiponerin  si  haré ;  t>ero, 

Ínedanne,  no ;  porque  alenia 
complacer  I  uii  tirano , 
Cuando  él  Euhe  por  aiinella 
Pane,  lisoiijeaJo  el  rk-i)j(0. 
Tengo  de  subir  por  esta. 

Y  todas  procura  remo* 
(Pnea  todas  arcos  y  f1ei-ba!< 
■anejamos )  eo  na  busca 
Ser,  feiiora ,  \ti  primeras. 

Pues  aefiuidme ,  sin  que  cnen 
VocfS ,  cajas  y  (rómpelas ; 

8ue  vendo  deUnie  yo, 
utxi  terJi  )a  acción  nneslra. 
■^icos. 
E¡  tíempr»  treneeáer  Marte, 
ElnunM  wneido  Cé*ar,  etc. 
{Vantt,  repitiendo  la  mírica  y  locando 
taja».) 


DB  IXm  PEDIO  CALDKHÜlf  DE  LA  B 

Cuando,  en  la  edad  mwOorida  ! 

De  la  bermoM  prímuera , 
Coii  mas  suavidad  lai  auras 
V  los  cristales  coueoerdaa 
Clausulas,  i  cajo  blaodo   ' 
Compás ,  con  arpadas  lenguas 
Las  ares  la  bienvenida 
Dan  i  rosas  j  axncenas , 
Itisai  risa,  lianio  i  llamo, 
KIor  i  Oor,  ;  perla  i  perla , 
Nunca  en  ni  iní trico  eaaui 
Oi  música  que  suspenda 
1'aiiio  como  esia ,  uue  hoj, 
r.on  ta  reulaJa  que  lleva 
Lo  sentido  i  lo  trinado, 
Se  entiende  sLo  que  se  entienda? 
(Suena  Ib  miínca  dentro.) 


(Has  qué  nmcbo,  si  70  babiendo 
Tantas  veces  eo  la  deosa 
Kslacion  del  aUo  oiüo 
'  El  rumor  con  uue  se  quejan 
I  Atormentadas  las  copas 
I  De  las  ráfagas  violentas 
¡  De  los  vientos ,  las  montañas* 
I  I)e  las  avenidas  Qeras 
i  De  los  arrojos,  las  nubes 
De  las  cóler;<s  inquietas 
He  los  relámpagos,  nunca. 


IPorm 


Otras  ci  .     . 
Ui  estré|ñto  que  mueTa 
Tanto  como  el  dése,  que  tior. 
Trueno  de  nube  serena,        {,U 
I' a  rece  que  al  coraron 
Enciende,  anima  j  aljeuU ! 


\K]  de  mi!  que 
'  líne  uno  iriiía ,  ali'o 

Temo  que  han  de  sei 
,  De  los  tres. 


dosel 


Detente,  Leonido. 

Aparu. 

1  Es  posible  que  í  tan  tit^» 
HesolDeion ,  eicediendo 
Los'cúloa  de  mi  licencia , 
Ht^  temerario*  nil  vUla 
Aveiitoreisvla  vneun, 
LI>>¿*ndoadoDJe?... 

LEonoo. 

¡Qué  qaieres 
SI  esa  mAsica  que  suena 
Tan  mievamente  i  mt  oido , 
Apacible  j  lisonjera 
Tanto mf  espíritu  moeve. 
Tanto  mi  atención  eleva , 
Y  unto  mi  aféelo  inclina , 
Oae  Iras  au  aceoto  me  lleva 
Absorto  j  suspenso? 


i  Qué  (Dttttro  loe  e»iat. ) 
Qoferes,  il  ew  borror  que  llena 
De  nuevo  eacándalo  el  aire, 
TÜía  de  mi  me  enajena. 
Tanto  de  ni  me  arrebata, 
Y  tanto  de  mi  en  mi  fiíerzn , 
Que  tras  in  estruendo,  inflamado 
Con  no  sé  qní  ardor,  ínieDia 
Ser  volcan ,  que  endeude  todo* 
Wi  leulidos  j  potenciasT 

LtOniDO. 

¿Pero  qaé  mucho,  si  habieudo 
Tantas  veces  oMo  en  esta 
Soledad  la  dulce  salva 
O»  ({US  la  aurora  desirierta. 


Porque  saliendo  1  buscaros 
Al  ver  que  de  pil  os  alejan , 
He  vio  en  rsa  oculta  CiUiUi'i^ 
Una  mtijer,  y  es  bieu  b'uia 


Que  me  vló  ;  que... 


Aguarda ,  eipem, 
iPor  qué.  ii  una  mujer  viste, 
no  me  llamaste  i  gue  viera 
Yo  cómo  es  la  mujer?  puesto 
Que  de  cuantas  cosas  cuentas 
Que  hav  en  el  mundo,  ninguna. 
Siempre  que  la  nombras,  llega 
A  igualar  con  el  bálago , 
La  caricia  y  la  terneza 
Con  que  su  nombre  se  escucba ; 
Pues  su  blaodo  rumor  dfja 
Segundo  ruido  eu  el  alma. 
Que  sin  dar  raían  entera 
De  lo  ifne  quiere  decir. 
Aun  coa  la  mitad  deleiía. 

LEONIBO. 

Yo  te  asradeico  que  &  mi 
No  me  llamases  al  verla , 
Porque  al  contrario  parece 

Sne  en  mi  sus  afectos  muestra ; 
ues  siempre  que  mujer  dices , 
Al  oír  su  nombre ,  tiembla 
El  corazón ,  como  que 
De  algún  contrario  se  acuerda , 
Dejándome  su  sonido 
No  sé  iiué  susto,  qué  peiis, 
Qne  acá  va  el  alma  parece 
Que,  aun  no  sab" '-    


iCCmo  puede  ser,  si  son 
CcDtrarlaa  lai  aiuias  nuettiaa, 

Siue  él  diga  bien ,  y  jo  j  lodo 
uigue  bien? 

jiiTM.rD. 
•      Como  es  cualquiera 
Mujer  pintara  k  dos  visos. 
Que,  vista  i  dos  haces,  muestra 
De  una  parte  niia  hermosura 

Y  de  otra  parte  tuta  Pera , 
Sin  que  se  sepa  en  cuál  puso 
El  arte  muí  excelencia. 

El  roas  familiar  amigo 

De  nuestra  naturaleza 

i£s,  V  el  enemiso  mas  * 

Familiar  de  la  fe  nuestra; 

La  media  vida  del  alma 

Es  tal  vez ,  tal  vA  la  media 

Muerte  del  alma ;  no  baj 

Regalo.  Heladio,  sin  ella; 

Ysmeilanohay,  Leoüdo. 

Dolor  ni  ansia  :  de  maWra 

8 Be,  mirada  í  enlnmlMS  luces, 
ace  Iñen  el  uue  la  tema , 

Y  hace  l)lr-n  el  que  la  estime. 
Cuerdo  rs  «I  que  se  (ta  della. 

V  cui-rdo  el  que  desconlia ; 
Port]ue,  eti  ittual  compeiencl^i, 

I    Ella  da  la  viJa  j  mala ; 
Ella  es  la  paz  j  la  guerra. 
La  cora  y  la  t-ntermedad , 
La  alegría  y  la  Irísleza  , 
La  triaca  y  el  veneno. 
La  quietud  y  la  tormenta  ¡ 

V  para di:c irlo  todo, 

Bien  j  mal  de  contingencias. 

Que ,  íirhilro  del  Ijien  j  el  mal , 

Da  el  honor  j  da  la  afrenli , 

Que  es  cuanto  bay  qne  dar.  De  suerte 

Que,  á  imiíadou  de  I»  lengua, 

Loable  o  nociva,  no  hay 

Cosa  en  el  mondo  iinc  sea 

Tan  buena  como  la  buena. 

LEonito. 
Va  que  de  hoy  la  novedad 
Facilita  la  materia 
A  que  nos  hables  laas  claro 
Que  otras  veces ,  no  se  pierda 
La  ocasión  de  verte  añble. 
Si  es  bien  v  mal ,  i  por  qué  iriegaa 
A  los  dos  del  bien  tas  dichas . 
Ni  del  mal  las  eiperíenuas  T 


Has  dicho  bien.  —  ¿Hasta  cnlnüo 
Padre ,  negarnos  intentas 
La  libertad?  íNo  es  ya  hora 
De  que  sepamos  quien  teas 

V  quién  somos,  y  por  qué 
A  vivir  aquí  nos  fuerzas? 

«i^LFO. 

jAy,  hUoa  míos!  sin  que  hoy 
Esa  novedad  me  mueva , 
La  de  mi  cercana  muerte 
Os  adquiere  la  respuesta. 

V  pues  ya ,  Jóvenes  ambos , 
Hi  vida  mi  edad  abrevia, 
Oid  quién  sois ,  j  el  peligro 
—  al  salir  de  aqui  os  esjH'ra , 

n  porque  tuve 


dbyGOOglC 


i  ESTA  VIDA  TObO  ES  VEDOAD  V  TOpO 
ESflENA  TL 


GcnrK,  dt»ln>.  —  Dichos. 


Toda 
La  montana  esU  cubierta 
Ul-  gene. 

V  vencieiiiJo  tieneo 
Su  ciiinlirr  ii'opas  diierMD 


Stu  duda  aquella 
Uujer  contra  mi  aiuotiot 
Eie  tulgo. 

■.osóos. 


Qae  aunque  tan  deMmejaüo 
Monte ,  edad ,  traj  e  me  tengan , 
Como  hiij»  (jiiien  me  conoica, 
Peligra  uua  vida  luestra. 


Aunque  batta  aquí  es  para  mi 
Enigma  cnanto  nos  cnenutt, 
No  en  defrosa  de  mi  tida, 
Kis  de  la  tufa  ea  defensa , 
Al  paso  les  saldré ,  en  tatito 
Une  cuu  Leoiiido  i  la  cueva 
>aelvFS.  V  de  hojüsv  rumas 
La  eiconJida  boca  cierras. 


Pnes  JO  por  estotra:. 


Si  el  riesgo  e^ne  te 

MTOLFO. 

Esperaos. 

Snelis. 

ISTOLTO. 

Ved,  mirad... 

Salva  (D  vida , 
Qne  Imtioria  musqoe  las  naestn*. 
(Vam  ef4a  un»  p»r  t»  parte ) 


LUQUETE. 

Hicia  aquí  una  toe 

SUAÑOH. 

Hicia  aquí  un  eco  soeni. 
¡Lcoai<lo1  íHeraclio! 

LVOIIETK. 

I  Aooqaeno 

I  Sea  Leonido... 

!   '  sábaSok. 

\  Aunque  no  sea 


Sepa 
La  senda  de  qaien  le  llama. 

LOSkoS. 

Decidme,  por  vida  vuestra... 

I  LOgVETE. 

!  Has  iqné  ea  esto? 

sisaSon. 

Lo  qae  estotro. 


yEMTIBA.  I 

I  De  ambos  sepa 

Qué  trompas  ;  c^at  soa, 
i  Qne  se  hiin  escuchado,  estas. 

Yo  no  cutiendo  bien  de  cajai, 
(toe  uo  sean  de  EMiaer*a. 

SIBJLÜOX. 

NI  JO  bien  de  trompas ,  que 
Trompas  de  París  no  sean. 

íQué  ffeole  es  esa  qne  et  mouie 

LDQOETl. 

tQutóQ  hay  que  lo  eutiendal 

Pastores  fuimos  los  dos. 

Dejando  cabras  j  ovejas , 
Dimos  en  servir  i  un  magro... 

No  quitando  su  prvseitcLi: 

LUetWTE. 

Este  tal  tiene  una  hija... 
Hariinacba  deslas  selvas. 

LUOliBTE. 

Saliamoute  dettos  (MMpos. 

MB4.10II. 

Vmieodo  *  ctia  con  ella. 


íQné  ordena  I 

íUuién  sois,  que  basta  aqiti  venisteiaf 

LvgnsTK. 
Un  gran  asno. 

Uua  grau  bestia. 


¿Qaiénsuis?  digo  otra  vei. 
Oirás  veinte. 


Yo 


SABAÜOH. 

i  Yo  Otras  treinta... 

!  luOOETE. 

Qoe  oD  mentecato. 
i  Que  un  tonto. 


A  qué  por  anneslas  tlems 

r'eiiIsieU? 


LÜQOETa. 

A  ver  visiones. 

SAaiRon. 

A  sacar  almas  en  penas. 

ASTOLFO, 

;Cómooslbmaiaf 

LDOOni!. 

Yo,  Luquete. 
uiáAon. 
SabaDon  jo. 


LOQOIÍTE. 

Sin  saber  qué  causa  teugan... 

uaAfioK. 
Esoirai ,  qne  van  diciendo... 
aoaann.  [pentn.) 
Sube  al  monte... 

■ojeaii,  (Dentro.) 

El  risco  cerca... 

Que  aUi  baj  gente. 


Yase  escncban  de  mas  cerca. 


fue  Intento  oeuliaruie  es  líiena , 
.  lies  no  baj  contra  ellos  iodielo 
Hi¿otr«s  que  jo  no  paresca. 
Pero  estos  diño  de  mi. 
Has  buen  remedio.  {JuelM.) 

r»  entréis  oonmlito. 

siados. 
Excusada  diligeocia 
Es,  cuando  de  nieve  somos. 
El  llevamos  k  la  coeva. 


I  Que  }a  «s  tarde.  [UMm^  i  U  gnaa.) 

uigmzíídbvGoOglc 


m 

ESCENA  Vn. 

CINTIA.HERACLIO. 
cmTiA.  (ll«iilra.) 
La  primera 
Tengo  de  ser,  |)ues  allí 
And*  gente,  que  trasclenila 
Lo  Inlfiucado  de  sub  senos.  ■ 
uERACLio.  (Dentro.) 
No  haris ;  que  haj  quien  lo  deflenda. 

ciSTiA.  (DealTí.) 
¿Quién  podrt  coulra  mis  irasí 
HiBicuo.  IDentro.) 
i  Ni  quién  se  opondrá  i  mis  fuertas! 

iSalat  Cittiia  t  Heraeliti.) 
{Ap.  HuiquémíTO!) 

cmiA.  [Ap.) 

Hal  ¡qué  reo! 

HERICUO.  (Ap.) 

¡Qué  bello  animal! 

cim*.  [Ap.) 

¡Qué  liera 
Tan  espantosa '. 

HBRACL10.  {Ap.) 

Asombro ! 

cunu.  (Ap.) 
\  Horrible  presencia! 

{Ap.). 


COMEDIAS  DE  DON  PEDBO  CALDEHON  DE  LA  BARCA. 


)  brulo  igiiorjs. 
No  como  brulo  discurres , 
'  i  Quién  eres ,  que  al  paso  ocurres 
Tati  ÜeroT 


ciitnA.  (Ap.) 
Cuanio  vine 
Osada ,  aliira  v  resuelta ,         > 
Ya  4in  mi  mi  vida  dura. 

flEMjkCUO.  (Ap.) 

¡Quéliei'mosuraí 

cisfi*.  lAp.) 

¡  Qué  fiereza '. 

Cizaña  de  dos  spniídos, 
^ues  con  hurtados  despojos, 
Antes  de  vene  lo*  ojos 
Te  miraron  los  oídos , 
jQuién  eres,  que  susiicudidos 


Los  dejas! 


iQaién  he  de  ser? 

guien ,  sin  Refianic  i  valer 
e  honor  que  después  sahris . 
Es  una  mujer  uo  mas. 


1 V  qué  msa  que  una  mujer? 

y  si  todas  son  aat . 

|Cómo  buba  boinbre^ue  vltiúT 

1  Luego  otra  no  has  »isloT 

HEBACLIO. 

No. 
Aunque  presumo  que  si. 

iCómoT 


'  i  Quién  filé 

;  Un  anciano  qne  escucbé 

,  Ser  desie  monte  borror  fuerte! 


Como  al  ciclo  vi, 
Y  siendo  el  liomhre  en  el  suelo 
¿revé  mundo  en  su  azul  velo , 
Bien  que  vi  la  uinjer  fundo ; 
Pues  si  el  hombre  w  breve  mundo. 
La  miijer  es  brete  rielo. 


¿Nad»  sabes? 

No,  indiftnada , 
Culpa  tut  iras  me  dea; 
UUH  no  sabe  poco  quieu 
Sahe  que  no  satie  nada. 
Y  aunque  eslaviera  informada 
De  mi  mi  Iffnoraiicia... 


Volviera ,  al  ver  que  te  vi , 
A  ignorar. 

4DequémaiieTaT 

HEUCUO. 

Como  de  mi  no  supiera. 
Aunque  su|iiera  de  mi. 

Pues  TO  tengo  de  saber 
Quién  eres,  ó  de  lu  vida 
Ui  valor  me  hará  lioniicída. 


LEONIDO,  LIBIA.  — CINTIA,  HEBA- 
CLIO; gbnte,  díRlrc 

'  LtOMBO, 

Bello  escíindalo  del  día, 
Que  has  venido  anticipado 
A  esa  gente  que  le  sigue , 
Porque  el  mirarte  me  ohllgne 
A  que  me  halle  mi  cuidadu 
Suspenso ,  absorto  y  turbado , 
i  Quién  eres  ? 

Quien  i  buscar 
Vino  á  otro ,  ;  en  su  lugar 
Te  halla,  porque  eu  susto  tanto, 
Doblindose  en  11  el  espanto , 
En  mise  doble  el  pesar. 


Lpuet  qué  cuidado  le  d.-i 
^e  no  busque  á  quien  no  \  i  T 

LIOMDO. 

mi 

Tu  arrogaticia ,  como  ^iu 
Cuin  dulce  muerie  me  daba  , 
Seulla  que  me  mataba, 
Sin  sentir  que  lo  sfntia ; 
Mas  cuando  buscando  vas 
A  otro ,  tan  otro  el  mal  es , 
Que  eciiD  niénos  que  me  des 
La  muerte  que  no  me  das. 
jA  quién,  iH,  buscando esifcs? 


I  i  Luego  lü  tienes  á  BIT, 
I  Bello  heoiiizo.  la  mujer 
Que  él  dice  que  le  vi/i  ? 


I  i  Qué  poco  tendrls  que  hacer '.  I 

I  (tiwíío  /lecha  el  areo  .yalirá  ÚU- 
\  pararte,  deja  eaif  tedat  tai  flethai.) 

El  lemor  me  hiío  perder  | 


¿Henos  las  echas? 


Laego  bien  ce 
Si  ser  vida  v  i 

\  Bella  Cintia 


umign  lucho , 
:aBS.  (Dc«/r».) 


No;  qne  si  ipruvechu 
Los  ojos  en  dar  desmayos. 
Quedándola  con  sus  rayos, 
¿Qué  falta  te  hacen  las  llecbaí! 


Ilesa  piel  no  es  desa  voü  : 
Con  que  el  discurso  telox , 
üeui:aen  otra  l^ntasla, 
\>c  nieve  una  estatua  fri:i 
Cu  mi  va  labrando  ciego. 


Mas  ¡qué  veo! 
HOHBrES.  {beniro.) 
;  Libia  hermosa ! 

LEORIDO. 

Has;  qué  escacho' 


V.-a  mi  la  labra  de  fuego. 
I        {Quéiatue  nupentoi  Itn  diw.) 


Hacho  es  rol  recelo.     « 

Mncho 
Mi  tamor. 

HUJERes.  (DeiUre.) 

noHBHES.  (Q«níre.) 
Aguarda. 
cnnik. 


[  Cenle  es  que  seguirme  inlpM». 


Pnes  si  tu  lux  me  amcdreota... 
Pues  si  in  luí  me  acobarda... 

HKRACUO. 

Preuo-rerás  que  no  lia  sido 
Vil  temor  el  que  me  ha  dado... 
LEoniM). 


Que  nlni^untf  ha  de  pasar 

El  té rmiiio  que  pasaste.  (Vi 

Coraxoó .  el  lemor  baste. 

UBU.     ■ 

Recelo ,  baste  el  pesar, 

V  purs  salicjido  al  camino , 
Con  otros  <iará ,  d^l  qu'Cro 
Huir,  que  á  su  asombro  muero. 


'ratean puetlo  Itu  iht*.) 

HuJESES.  {Deulro.) 

HoaBREfl,  (Deitíre.) 

Libia! 
ttt  Heraclio  y  Leaniílo ,  ti  Ai- 

Uanlat  trocadat.) 
oemcLio.    ' 


Solo  aqui  la  voi  llt^ó ; 
Y  pUes  pot  ultOra'oaila' 
llaj  que  temer,  vuelva  i 

Al  eiicanlo  ilegla  si^lva. 


•  Lo  que  va  de  «ti  <tera>  hisM  iiqnl .  t 
eilc  juego  da  itllro,  se  comprenden  HciL- 
nenie,  iipoaiendo  puesla  la  deeo  radon  como 
nDosidedr.  En  el  pioscenlo,  1  la  liqslerda 
del  espectador.  I>  entrada  1  ii  grata  -  —  -' 
medio  del  tablado  aa  grapa  ilsiadi 
tiseipesat  Ttrt>olcSi  ()>*  formen  . 
pared,  princlpiínda  1  derla  dlilanda  del 

Sraseeafo  ;  M  (bodo  ;  rnMadns  del  teatro, 
e  monte.  Aal ,  quedando  Ubre  el  praieenio, 
vendría  íqnedarinas  arriba  et  Ira  tro.  dividido 
en  das.  Heraclio  y  Cinlia  eíbirlan 


iitlslon 


„  <  Lfbla, 

,... „  , 1.  Hetacll»  ;  Lcooldu 

sD  retirarían  por  los  enslailos  del  Icítra  á 
deleaerl  loi  qae  ven<«n:  Clntla  enltint» 
paiarla  per  el  proscenio  al  sitio  donde  esta- 
•leron  Libia  v  Leonldo ,  v  Lll>la ,  al  misma 
tiempo,  paisrta  por  el  fanilo  del  IcaUo  al  pi- 
nje Junde  it  hablan  bablldo  Heraclio  i  Cln- 
üi.  Relrocedleado  en  esto  Uanldn  jHeri- 
cilo,  cada  aso  por  donde  ;e  fot,  no  podiía 
minos  de  bailar  i  ClnUa  en  lo^ar  de  Libia  t 
i  Libia  en  lagar  de-la  reina. 

Voltalre,  qie  Indojo  ntractada  nía  co- 
laedia.noenlcndid  esle  pasaje  ni  olrot,  ¡r 
lupBiaqaeCIntia  rUbii  trocinanlos  mantos. 


V  pues  Yuelvo  a  pretender , 
Cobradas  (Ipciías)'  aljabas. 
La  muerte  que  Antes  me  dabas; 
Pqrquc  la  agrade>ica  mas 
Nu  me  mab'S  como  esijis: 
Hálame  como  te  estabas. 


Has  DO  es  tiempo  de  argiUr.. 


De  tu  bruto  discurrir 


VIDA  TÜDO  ES  VERDAD  V  TCIDO  I 

LROKiBO.  (A  Cinlía.) 
[nao  ftiésn  rosicler... 

heracuo.  {A  Libia.) 
NoTie  ha  tido  mi  deseo... 

Que  aqtii  lo  que  dudo  creo. 

(Jne  aquL  lo  que  toco  admiro. 

LIBIA.  iAp.) 

j Cielos,  uuevo  monstruo  miro! 

CISTIA.  (4p.) 

¡Cielos,  nuevo  monsiruo  veo! 

LEUnlDO. 

if^mo  en  tan  breies  iiistaates 
Truecas  las  señas  primeras  1 
Dien  me  dije  ron  que  eras 
Animal  de  dos  sembla  otea. 

HCRACUO. 

Justo  es  que  al  verte  me  capantes : 

Que  aunque  las  rudezas  mias 
Ya  sabiau  que  podías 
Ka&iT  la  cura  ii  dos  haces, 
tio  sé  si  bien  ó  nial  liaces 
En  trocar  la  que  tenias. 
Leonino. 
HaS'jusioes  agradecer 
La  mudanza  que  hallo  en  i¡ : 
Pues  aunque  bella  te  vi, 
Ñas  liella  i«  llego  i  ver. 


imoa.  ÍDenlro.) 
¡Libia! 

OTIM.  {D«Mlr«.) 
iCbítla! 

UBU. 

Hicia  esie  puetU» 
Venid... 

Llegad,  lleead  presto... 

Que  aqui  las  Gerasrstin. 

(Salen  por  una  parle  laldedn,  y  por 

■   tira  Fóeas  y  gentr.  Cinlia  y  libia, 

Uguidat  ie  Heraelia  y  Leoaido,  u  ' 

recaen  en  el  proseeaio.) 


ÍQuéesesto? 

LAS  IKK. 

Qae  babiendo  el  monte  corrida.., 

..SEBACUQ.. 

Dame  albricias ,  corazón... 

LEOMpO. 

Alma,  dame  albrkiaa... 


Qne 
Dos  los  semblantes  no  son... 


Que  DO  son  dos  las  mudanus... 

LOS  DOS. 

Sino  laa  mujere»  dos. 


Yoiesleliorror, 
Siu  que  el  anciano  pareu»; 

.Fieras,  en  quien  viendo  ettof 

De  mi  primero  linaje 

La  bruta  especie ,  ^quién  soiat 


No  sabenoa  tlenosoiros 
Mas  de  que  solo  nos  dio 
Bste  monte  la  prbhera 
Cuna,  allmenio  el  verdor 
De  ns  plantas,  ;«eie  traje 
De  sos  brniot  lo  feroa. 
f6cae. 
Hasta  abi  supe  yo  de  nt¡ 
Pero  vosotros  mejqr 
Lo  sabréis,  pues  un  caduco 
Anciano  hay  mas  que  bs  dos. 
i  Dónde  estaT 


¡Cómo  00  f— 
Registrad  gratas  j  quiebras 

(.1  Un  toldaáfi.) 
Desie  risco,  que  mon»      -v,-i|,-. 


Que  porma*  lmimielralili> 
Seti  en  ií  su  liwiíaciuii. 

UX  SOLPjUH). 

Aqui  rlc  ramiiH  cubierta 
llajr  giia  boca. 


Y  si  JO 
Vui'lvu  a  n-i'orrcT  las  Mñís , 
etla  i's  (le  iluade  »1iú. 
r6c'A5. 
Knirad  pue«,  rolrai)  su  centro. 
( Púueute  Heraelia  y  Uoniio  d  la 
boca  de  ¡a  etieva.) 
tEoniBO. 
Naclie  ose  llegar,  sino 
Uniere  ínies  morir. 

rócu. 

1  Pues  quién 
1^  lm|>edira  * 

Mi  valor. 

HERtCUO. 

V  el  mío ;  [mrque  primero 
Que  1  eiia  lóbrega  mandón 
Magano  ei.irc ,  en  su  defensa 
Hemos  Je  morir  los  dos. 

f6c». 
Dos  Teces  bruto»,  ¿  no  reís 
Cuinto  vopstia  preienMoit 
Es  imposible  r 

Llegad , 

Y  lo  íerérs 

r6CAa. 


No  quede  flechado  arpnn 
Que  no  se  vibre  en  »us  pechos. 

¡  Uoeran  pues '. 


ASTOLFO,  queie  potie delmie dr  RB- 
RACI.IOT  l.i;ONJim.-Dicnos;  dít~ 
purg,  SABANON  i  luquete.- 
AtmLro. 

Si  Hlns  ban  de  morir.  méiiOA 

Impuria  qut>  muera  vo. 

Ujladmc  i  mi.  y  ellos  vivan. 

( Quidaate  tutprnstí  todoi  mlráuileJe.) 

^Qné  e&  In  que  rob'ando  aslMF 

IIBM. 

Al  que  JO  *1. 

CtSTI*. 

;  Qaé  portento.! 

IIOMHES. 

¡Quéasomtiro! 

¡Quéadm(racjon^ 
(Salen  Sabañenn  Luquete.) 
skaaSon. 
¡Apunten  bien  loi  que  buMerea 
De  tirar,  por  solo  au  Dios!  | 

Porquemedariniml,  i 

Sií^ii  desgraciado  boj, 

tooi'tte.  I 

Que  t  mi  me  apwiien ,  les  pi.h>,  ¡ 


COMEDIAS  DE  DO.N  PEDRO  CALDERO.t  DE  I 
I  Pues  con  esa  mi  temor 
S.il>ri  que  han  de  dar  A  otro. 
—Uasjqué  calo  que  tiendo  esioj? 

I  SAiA^ON. 

!  i  Qtiü  hace  aqui  coii  tanta  gente 
;  Lugiicri!. 

(fue  s^  yo? 


'  ítem,  dos  Mliájl's 

■  inio  voy , 
I  entre  salvajes 


»,-  ,|U, 


S('  ipieda  ei 

fk  <aHw<. 
Dices  bieii:  {iiu's  tiara  que 
U  saqu.-  ik-sia  aUicciun, 
U  es  mágico,  ó  no  es  magícn. 
( l'flWM  SahaSim  g  iMqVflr.) 


i  Qué  si'ri  esta  sosfieusion  ? 

Yerto  cadíiter ,  en  quien 
A  despecho  del  veloi 
Tiempo,  i  pesar  de  las  canas 
E  lujuria  de  escarcha  y  sol , 
Todavía  en  mi  memoria 
Guarda  la  imaginación 
A{|ucllas  primeras  señas 


<  Cónw  aqui!. 


Que  IC 


Cuando  debo,  auradrcido 
Al  no  esperado  rivor 
Del  hallarte,  las  alhrlcins. 
Alia  del  suelo,  ytn  vm 
Me  djga  si  es  de  Mauricio 
Kl  hijo,  que  reservó 
De  mis  iras  tu  leallail , 
L'iin  desios. 

SI.vQot; 
El  ano  de  los  dos  es 
Hijo  de  mi  emperador , 
A  quien  (ponine  nunca  diera 
Enmanosdeinftirori 
Crié  en  eiitos  montes,  tiu  qtie 
Si-pa  quién  es  ni  quién  sov ; 
IVirque  el  leitrrle  asi  tine 
A  tiicnnrcniente  menor 
IJue  el  mirarte  en  in  noder, 
M  de  una  gente  que  dio 
Obediencias  i  uo  tirano. 

Pues  mira  cuan  supi>rinr 
Kl  hado  a  la  diligencia 
Uanda.  ¿Culi  es  délos  dos? 


esunodellosdiré; 
cuálesdellos.uo. 

r6CAS. 
importa  que  la  lo 
inútil  preii-nsion 
Para  que  no  muera?  pues 
Halando  a  entrambos,  esinv 
Cieno  de  que  mqera  eu  uno 
El  ijue  aiiorreico ,  y  que  no 
'lurborl  nunca  el  imperio. 


■Ilc», 


Vengando  en  mi  w  rencor; 
Que  JO ,  1  precio  de  wr  hijo 
De  un  (upreDW  emtierador. 
Daré  couieoio  la  vida. 


•I  dicia  la  ambición. 


¿Porqué  I 
ncnACLiu. 
.  I'orque  yo  té  que  lo  aoy. 


jTe  lo  bi  dicho* 

Mi  >alor. 

íEnlranilH»  (lara  morir 
l^ni[>elis  iHirel  blasón 
De  hijos  de  Haunciu? 


QiM-  es  uno,  mi  km  ha  dicho; 
Cuiles.uodiramiauwr. 

Eso  es  querer,  por  sabar 

Uno ,  que  pereican  «lo*. 

V  pues  eoirambos  cnnronnes 

Esijín  en  morir ,  no  soy 
[  Tirano ,  pues  que  la  muerte , 
:  Que  ellos  me  piden .  les  doy. 

Soldados,  mueran  entrambos. 
ASTOi.ro. 

Til  lo  pensarás  mejor. 

'; Por  qué? 

I  Porque  no  querrts . 

I  )  a  que  el  udo  le  ofendía 
I  Kii  livir,  te  ofenda  el  otro 
I  Vm  morir. 

l^es  ¿por  qué  no? 

i  Ponjue  es  el  otro  to  htjo, 
¡  f>e  cuya  verdad  te  do; , 

{Dale  ma  fáauiía.) 

Para  tesihnonto,  esta 

Limiiia  que  i  mi  me  dio 

Cnu  él  y  con  la  noticia 

De  ser  luyo,  la  aOicciun 

l>r  aqm-lla  villana,  en  quien 

Kné  tan  parlero  el  dolor, 

Qne.  por  «o  reservar  nada. 

El  hijo  aun  uo  reseñó. 

Ahora,  ron  el  resguardo 

Une  el  lino  eu  el  oiro  halló, 

!^al1iendo  que  e»  lu  hijo  el  «no . 

Podrís  matar  líos  dns. 

i ;  Qué  escHi  lio  y  qué  núro : 

DigmzíídbvGOOglC 


EN  USTA  VlllA  TUDaES  VEBDAD  V  TOBO  MENTIHA. 


Succm! 


r£<U5. 


(Quién,  cielos,  Tiá, 
Que  cnaiiüo  üe  mi  enemigo 

Y  miu  huscaiiilo  to; 
La  snct'siou  que  aDigia 
Hi  vuga  imaginación , 
'l'aii  eiiuivocka  encurtiré 

tjue  iiii|>¡(Li  el  golpe  del  odio 
Él  escodo  del  amor? 
Mas  ifi  (liras  ni>o  j  oiro 
Quiéa  es. 

Eso  no  haré  yo. 
To  hijo  lia  de  Kuardar  vi  liijo 
UeBürcjjnii  señor. 

No  le  TSliJrá  lu  silencio; 
Que  la  Datuial  iiasioii 
Con  eiperiviicisi  üiri 
Cuíl  es  mi  liijo,  y  cuil  no , 

Y  eolóoces  |iudré  dar  muerte 
Al  qae  nu  baile  en  mi  bior. 

Ko  le  creas  de  experleucias 
Uc  tiijo  i  quien  olro  tirio ; 

8>ie  apañadas  crianzas  lieneo 
UT  sin  cartiiu  el  cjIut 
Ue1os  padres;  y  quiíl, 
Uevado  de  alguo  error, 
Itarás  la  mOKrle  i  tu  bijo. 

Con  eso  en  obligación 
ll«  dirlela  i  II  me  pones , 
Si  no  declaras  quién  son. 

Asi  «laedarji  el  secreto 
K\i  seguridad  inayor  -, 
tjue  los  secretos ,  un  uiaeno 
Es  i|uien  los  guarda  mejur. 

Pues  DO  te  daré  la  muerte, 
«'.aduco,  luco,  iraitlor; 
Sino  guardaré  lu  vida 
En  lan  misera  prisluii. 
Que  lo  iirulijn  en  morir 
'"   saque  del  corftzoii 


No  tu  taña  le  inallrali'. 
róCAS. 
Pues  ¡qué I  iampavtisk'  loados? 

Si  él  nuestra  vida  ha  gunriLdo , 
iNoesiirimeraoliligaciun 
l)e  todas  guardar  su  vidiT 

róCAS. 


De  uii  sii(iieroo  euiperador , 


11  Üo  natural. 

Que  aunque  ser  tu  hi]o  tuviera 
A  soberano  bi^ison , 
No  me  tía  de  eiceder  i  mi 
DeTaciio  en  la  presunción 


No. 

Üaurício ! 
Áb  infeliz  Kócas !  i  Quién  vi6 
Que  para  reinar,  uo  quiera 
Ser  hijo  de  mi  valor 
Uno,  y  que  quieran  del  tuyo 
Serlo  para  morir,  dusT  — 
V  pues  de  laiilii  secreto ,    (A  A»ltlfo) 

§ue  ya  pasa  a  ser  baldou, 
uto  eres  ducBo,  volviendo 
A  mi  primera  intencioa. 
Te  bario  hablar  hambre  y  sed , 
Uesiiudei ,  pena  j  dolur.  — 
Llevadle  preso.  {A  lot  toUadot.) 

Primero 
Restados  en  su  Tavor 
Nos  veris. 

Eso  es  querer. 
Que  abandonado  el  amor 
Con  que  al  uno  husqué ,  en  ambos 
Se  vengue  mi  iiidlgnacion.  — 
A  todos  tres  los  prended. 

(A  ht  uldaiUt.) 


j  ESCENA.  XL 

i      SABaSON, LUQUETE,  LISIPO. 
SASAÜON.  IDatirt.) 
Llegad  presto ; 
I  Vue  donde  Uhia  quedó , 
¡  Es  donde  se  escucha  el  ruido 
! le  lus armss. 

I  LUODETE.  (Denlro.) 

V  si  no 
He  engaño,  ella  en  medio  anda. 
{Salea  Luipo,  SabaÁun  g  Lagueu.) 

I  Yo  llego  en  mata  ocasión, 

;  Pm|s  cjue  todo  cnaniu  encuentro 

I  Es  ira ,  saña  y  Turor. 

I  LDOCETE. 

i  Los  saNi^es  se  dellendeo ; 

Vrrn  coniii  menos  son . 

No  tienen  muy  buen  partida, 
I  s«uxo:<. 

o  es  poca  admiración. 


Primero  pedazos  jo 
He  dejare  hacer. 


Los  castigue'  ¡Quéi-speraist 
.  se  dan  i  irrisión  , 

I  (Enbitlen  hiii>Idado$  d  prenderlo*,  f 
ellai  lat  reliraa.) 

No  mi  vida,  hijos, 
«  empeñe. 

Ci:<TiA  T  l-ieu. 

Señor... 

¡  >'ada  me  dlgai's :  qoe  al  ver 
Que  hay  quien  desdeñe  mi  bnnur, 

1  Teiigi)  un  volcan  en  el  pecho 
V  un  Etna  en  el  corazón.  {Vaie.) 

cinriA. 

f'th  quién  pudiera  Impedir 
antas  desventura  boy  I  (Vane.) 

¡  LlniS. 

I  ¡Quién  embarazar  pudiera 
i  De  tanta  llera  cuestión 
Los  [HÜgros  I  (VoHM  laSut.) 


[Oh',  ¡quede  vidas  ¡teilgraa! 
SI  viendo  este  estrac-o  ealor, 
;,Para  cuáwlo  de  mis  cienciH 
I.0S  ranis  prodigios  son  * 
l'oiiguii  )iues  püees  las  sombras, 
V  aniicipudurl  horror 
De  la  nuclie  al  parecer. 
ObedricanimivoK. 


[Suena  lerremow,  oíturiceu  el  teatro 
can  Iruenet  y  Te\dmpaga$,  y  talen 
lodos  trape  tan  A>.) 

ESCENA  XIl. 

FtlCAS,  CISIIA,  HEItAi;LI(l,  LEO- 
NIDO,  ASTÜLFO,  ISWE.MA,  6E.1W. 
—  LISIPO,  LÜQüETi;. 

FOCAS. 

;Qn$  nuevo  escándalo  ¡  cíelos ! 
üe  un  instante  A  otra  tnrl>ó 


Nos  a|)aga  el  resplaiulor 
De  los  rayos  T 

usía. 


¡Qué  espsntot 

jiizodciGooglc 


COMEDIAR  m  non  pedro  caldehok  de  La  babca. 


Al  monie. 

A  la  pol ilación. 
A  la  choza. 

Al  risco. 


I  fíonmigo  im  rendido, 

Con  sus  noiiciiis  tuii  desvanecido, 

Con  rocas  lan  ücvlto, 
I  Que  osó  morir  primero 
'  tíne  crér  lo  méiius  nuble  i  su  destino,  I 
i  Y  eii  lili ,  Uní  leai ,  tan  Uno  { 

,  Con  la  [)i(.'da(l  del  venerable  anciano,  i 
i  i:s  bien  que  á  11  le  t^nga  mas  i  maiioi 
I  l>iir<|ue  una  ailmir»ciu.i,Libiu,lan  grave 
'  Aun  no  la  fiahe  nir  c|Uii'n  no  la  sabe.  | 
,  V  iisi  por  uuo  j  oti'o  lie  de  llevarle  i 
I  l'.oiimigo.  j 

Oira  y  mil  VPW'S  á  besarle  I 
Vuelvo  la  mEiDo.  Pero  cuando  se  baila 
Hi  padre... 

¡  No  prosigas ,  calla ,  calla ; 

:  Qne  la  gente  dejando  , 
Pocas  cotí  él  viene  en  Secreto  balilando. 

Pues  si  es  secreto,  demos 

Para  él  lugar  :  de  aquí  nos  retiremos. 


Como  es  el  no  saber  á  quién  se  deba 
1^1  odio  ;  el  amor. 

Para  esa  ereto... 

Prender  mandas  teal  dueño  del  secreto. 

Pu^roose  los  dos  en  su  dtTensa. 


AsielTalorlopienga, 
JnzBaDdo,al  ver  aun  contra  mi  lus  bríos, 
i)ae  erau  entonces  ambos  hijus  mioE. 
Sobrevino  i  la  lid  el  Ir 


Viendo  del  cielo  un  eje  ;  otro  roto... 

rócAS.        rparados.., 

ConqtteeD  tualbergneCInilaír  jóam- 


Pues  en  lanta  confuiion , 
Rmba razándolas  iras, 
buscan  lodos  su  mansión , 
Ea  lo  que  paran .  dirá 
Otra  tei  que  salga  el  sol. 


JORNADA  SEGUNDA. 


Con  orden... 


[ópi 


■    ESCENA   PRIMERA. 

CINIIA.LIÜIA. 

CIStlA,  I 

Pues  en  todo  este  coló,  i 

Solo  tu  all)eTgue,lierniosaLibia,ha  sido 
Eu  qne  Fócss  y  \o  iienius  vencido  i 
Kl  ceño  del  pasado  lérremoto;  I 

Va  que  de  cerca  lus/urlunas  noto, 
Comiiadecida  quiero*  I 

Procurar  emendarlas. 

Bien  in  O  ero 
El  que  huéspedes  lales 
No  acaso  pisan  miseros  umbrales. 

-  Pai«cidas  furiuon 
Dan  k  eoieiider  ser  las  estrellas  onai 

Y  desta  simpatía 
Se  Nigendrao  los  cariños. 

uau. 

Pues  la  mi 
iKn  qué ,  señora ,  pudo  courrontada 
Simbulizar  la  luya! 

En  la  pasada 
Acción,  donde Uciiando  las  primeras, 
Fnimoslas quede  ai|ue1lascreiilus  lic- 
El  centro  descubrimos ,  [ras 

Y  las  primeras  que  en  sii  eslilo  vimos 
Oue  tenia,  tratalile  la  rudera  , 
tiSCOMiliila  un  menos  extraQeu 

?Ufl  la  <|ue  el  caso  iiillere. 
por  si  alguna  vex  tialilar  quisiere 
(Sobre  lenemie,  que  es  lo  mas,  tu  vid 
CoDiO  te  dije  ya ,  compadeeida ) 
Efl  lo  turbada  que  al  mirar  me  tuvo 
Antes  (an  ñero  al  que'despnés  esloi 


Que  in  si'pamos 

Quenoliaymasgosio,Lihia,te|irumct( 

'   Uue  saber,  sin  lllirnosle,  un  secrelu. 


'    Pues  si  deso  le  agradas , 
i  Desde  aqui  los  oigamos,  amparadas 
I  Desie  verde  cancel,  que  ha  uividido 
!  Kuestro  pequeño  albergue. 
:    ( Bicindeute  dttrat  de  lirt  drMes.) 

ESCENA   IL 


Agradecido, 
üsipo,'iHa  oeasloil  detu  desCierro 
(Uue  ¡rasé  que  fué  cu  érdeti  tiine  d 

Bel  de  Calabria  amenazé  lo  ciencia , 
Por  negar  de  mis  reados*!!  obediencia) 
Te  estoy ;  pero  aunque  «lesto 
A  darte  el  g.ilardon  estoy  dispuesto,  [lo. 
Otro  es  el  Un  con  que  hby  hourarte  ira  • 

A  tanto  bonor  no  me  ballarüs  iiigrato- 

f6cas. 
Yo  vine... 

Yá  lo  sé ,  cou  ansia  Tuerte 
De  dar  una  corona  ymna  muerte. 

Cuando  tarde  esperaba... 

Quehallasetodeseíii  quien  bascaba... 

róCAS. 
Vine  i  enconlrarcou  él  al  prínierpaso. 


Estadio  es  de  los  cielos  el  acaso. 
Mas  coiilan  rara  contusión,  tas  nueva... 


Qnealqueet 
Traigan. — iQaé  lo  repites,  si  el  suceso 
Nadie  hasta  aiiui  le  Ignora  t 

Pues  lo  que  no  se  sabe  empjeia  abora. 

Yo  sé  que  la  experiencia , 

Lisipo,  de  tu  ciencia 

Lo  mas  oculto  alcanza ; 

V  asi  libro  cu  1u  cieucia  mi  esperanza . 

Quiénes  son  esos  dos  júvenes  I>ellos 


cixtf*.  (Ap.  á  LWa.) 

:0h!  ¿quién  pQdlera 

Libia ,  estorbarlo 'í 


i.  De  qaé  masera  T 

IL-ibia  i  mi  padre  til ,  mientras  retiro 
A  Kócafl  y«,  puesto  <me  á  mis  en([aiVw . . 
Tardari  con  I-I  peso  <le  los  años. (Vaie.) 

Ríen  tu  noticia  miro 

Logrado  mi  deseo  <  que  has  de  verte , 

Piensa... 


Kom 


i.  Elqi 


;  Oue  me  dan  miicrlel 


; ;  Pocas ! padre 

jAydeml!  Aquella 
Voi  es  de  Libia. 

i  Cómo  i  SDCorrelli 
,  .No  lojT  <Pf .) 

¿Y  cómo  torpe  me  acobarda 
Eu  no  ser  yo  el  primcroí 
(Quiere irte :Mle  Cinaa,ji  teHinele.) 


EN  ESTA  VIDA  TODO  ES  VERDAD  Y  TODO  MEKTIRA. 


CINTIA.LISII'O 


iTiiyí  w! 

Si,  si  coD  ella  i  estorbar  ll^o 
(íue  pueda  lu  nolicíu  hacvr  que,  ciego 
De  Ira ,  Focas  <lé  muerle 
Al  liija<]eHauiicLo;qii(!e3muy  Tuerte 
Dolor  <|ae  cuando  el  desecigaño  acuda , 
Valga  una  vida  menos  qup  una  duda. 
Y  pues  al  cielo  orendes.si  a  él  le  obligas, 
Muéfile  la  piedad  ,  no  se  lodl^as. 


Fócu.  (4  Li$ipa.) 
Deienie. 
No  tu  cansaila  edad  el  paso  aliente  : 
Desvia  jra  el  temor,  delirio  ba  sido 
De  un  sueño. 

Tan  ladrón  de  mi  sentido, 
Rollado  le  tenia, 

ron  la»  (>species  que  lioj  mi  bntasta 
I.Ipnan  ile  confusiones 
Verda<l<'$  é  ilusiones, 
I'cligrns  do  tan  nunca  vista  historia. 
Que  inrni'uies  conservaba  la  memoria. 
Que  debierou  velüCfs 
(Yo  no  lo  sé  I  de  itrorumpir  en  voces. 

Fm  allirlcias  ilel  ([usto 
De  verle  libre ,  te  perdoiio  el  susio , 
Que .  de  nii  viila  dut'fio , 
Aun  guarda  en  nil  las  sonibras  de  tu 
ñetirale  ile  3(|Ui.  [sueño. 

(Vu«  ¿Ufa  donde  etii  Cinlia.) 
uDi*.  {Ap.  i  rjtttia.) 

¿QuO  la  sucedido? 

One  ;>  esii  del  silencio  prevr-nido. 
Vuelve  i  escncbar :  veremos  riué  han 
[loRfado 
Tu  industria,  hetla  Llbia,^  mí  cuidado. 


¿  En  qué  quedamos? 

En  que ,  aun  Antes  de  vellos , 
Los  lias  de  conocer. 


Si ,  porijne  dellos 


[Finge  uo  púdtr  hablar.) 


UKo  le  basta  nacer  A  un  üi'sdichadoT 

¡  l.as  |iolllÍcag  leyes , 

.  yuL-  i'sialikdcron  cesares  j  rejea, 

'  Dicen  que  si. una  herida 

I  Kii  un  cadlver  se  halla,  j  de  homicida 
Couira  dos  el  ludido 
Resulta  igual ,  no  deben  ser  en  juicio 
rniiileiiadiis  los  dos ;  porque  prudente 


in  dudosa 


Cierta  deidad  que  esotra  tida  guaní: 
Tú  no  la  ves  ;  )0  si  ;  enojada  y  lielbi , 
Con  eidedo  enlos  labios.los  m'ios  si'llj 
No  me  aQijas,pnes  vesque  te  ohi'<ler.ci 
No  me  amenaces,  puesporii<nmuidi-x 

Y  |>ues  primero  el  ciclo ,  (e< 
Eiilupecido  el  cristalino  velo. 
En  su  favor  las  nubes  amotina , 

Y  abon  alta  auxiliar,  deidad  divina 
He  niega  la- asistencia 
Del  espíritu  impuro, 
|)uc  á  la  callada  voz  de  mi  conjuro 
Invocado,  dictalia  eii  oliedieiicia 
IM  explícito  pacto  de  mi  ciencia , 
No  me  mandes  que  digu . 
Pues  1  callar  otro  poder 
Lo  aue  ni  sé  ni  puedo. 
¡Que  aiisial  (Jué  espanto! 


Tuvo  la  li->  piudos 
l'or  mejor  que  en  sciupiii 
Se  libre  el  delimnmnte , 
Que  no  que  la  padeica  el  inocente. 
Pues  siendo  asl,tu  gracia  i  ambos  reci- 
Y  1  sombra  del  amor  el  odio  viva;  [lia. 
s-  I  Que ,  en  juicio  tan  penoso , 

íQué  le  acoliurila''    Hej<ir  serü  que  sepa  hacer  el  liado 

'  (Jn  dichoso,  señor,  de  un  desdichado, 

?uehacer  un  desdichado  de  un  dichoso, 
en  cuanto  á  que  te  deje  sospeclioso 
La  duda  que  le  queda  . 
Que  de  Aauriclo  el  liijo  alterar  pueda 
£l  imperio,  es  engaño ; 
Pues  no  consiaudouuMca  el  desengaño. 
Podrís  dejar  de  tu  laurel  la  herencia 
Aqnieu  mas  le  inclinare  la  experiencia; 
Que  aunque  apagan  el  fuego  las  mudan- 
Ue  apartadas  cnamas ,  [xas 

i  Que  bita  el  luego  barí,  cuando  á  ver 
[I  lepo 
Que  la  sangre  no  mas  arde  sin  fucgoT 

Si  capaz  estuviera 

Yo  de  raion  ,  la  (u;a  me  venciera : 

Has  jcómof-..    [Suena  dentro  ruido.) 


obliga , 
(VWÍ.) 


V  ¡qué  pavor,  qué  miedi. 
Es  el  que  lia  Introducido  [tídu 

Tuas"mlirocami!Uas¿cÓRioyo  A  par- 
iHiy  lui  furor,  si  todo  el  cielo  opuesto 
A  mi.  no  ha  de  poder!... 

ESCENA  T. 


Señor,  ¿qué  a 

t  Tú  la  voz  destemplada  T 
¿Tú  perdido  el  colorí 


Lisipo.  por  su  migica,  la  esfera 

Del  üijo  de  Mauricio, 

V  perturbado  de  un  leíai^  el  Jujcki , 

No  sequé  alto  poder  coniierte  en  Jjíi-Iu 


Que  una  inocencia  ampara.  []ia 

íQué  culpa  i  ui|  desdichado  es  nace 
Que  i  lus  cóleras  ñatea  destinado? 


ESCENA  VI. 

S..0,\f!ON .  LUQUETE.  —  FOCAS, 
CINTIA.  UlilA. 
Voen  dentro. 
Enlrad 

S.MIAÍU>  T  LoguETE. 

¡Allmeias! 

¿Qué  lia  sido  eso! 


fiu. 

SABAÜON. 


Te  trae  al  que  encuevados  nos  iciil:i. 

jAdó.ide  le  endlntrasteis! 

No  eiic<mtramas. 

jAdóiidc  pues  le  hallasteis? 

No  le  bailamos  tampoco. 

¡Pues  cómo,  dinie,  necio,  tomo,  loco, 
Le  prenilislcis? 


fiyCiOOglC 


COUEUIAS  DE  DON  PEDRO  CALOGRON  DB  LA  BARCA. 


i\  desoló  eso  albricias  pret»Ddisti>s! 
¿Ki  DOTedid ,  BeñoT,  que  liomhrps  ile 


ESCENA  TIL 


Apenas  i  ti  oscura 

Niebla  sluoió  di;!  tui  lii  lumbre  |>nn , 

Ciian'lo  lü  monte  volviniM, 

Y  CH  #1  ú  Asiuiru  deainaj'ado  Tlmw, 
Sin  acudir  á  reparar  iiu  daioi 

El  faliRado  pfso  de  ku  aio*. 

V  como  (livUkloe 

Deja  el  nublad»  i  Utáoa,  eaparcMos 
Por  el  monte  Iw  du«,  bo  parecieron} 
Une  qidíá,  por  bailarle.  Ib  perdiercHi. 

Sola  cBta  Tex  ufanu , 

PoesU)  t  Eus  pk'S,  besara  jo  lu  nuuo, 

IPor  qué  arano  etu  Teif 


Pneamíraenla  contrario  et  la  recelo  : 

A  tivir  vienes.  Alia  pues  del  suelo. 

Yo,  Aitoiro,  aunque  no  prudente 

Sea,  hoy  be  de  parecerlo 

En  mudar  contejo.  Va 

No  solameoie  <  me  ofendo 

De  tu  lealtad ,  pera  tutee 

Eli  la  parte  le  agradezco 

De  (a  criaou  (te  uo  b^o ; 

Bien  que  eiopteu  el  argitmeoto 

He  que  le  tenga  por  ti , 

Cuando  por  tf  no  le  tengo. 

Vpuea  el  semblante  miras 

Hudadocwi  el  consejo, 

Dlme  cuil  es  de  los  dos , 

V  con  f  I  otro  tu  ofrezco 
Teinplur  la  cuerda  al  enojo. 

Si  to,  señor,  poco  atente 
A  OkM.ttuifeyitl, 
Tratara  eoKaíiarte ,  es  cierto 
Une  con  trocar  i  lus  dos. 
Viera  al  h^jo  de  mi  daeSa, 
AwKiae  con  nombre  de  tuyo, 
Restlialdo  en  so  imperio; 

V  qne  si  al  olro  matabas , 
Matabas  al  tuyo.  Pero 
Sobre  qne  no  quiera  Dios 
One  lié  ui  que  quite  r^^nos, 
Ks  tan  igusl ,  es  taa  una 

t,a  fe  conque  i  los  dos  quiero, 
Í:omo  en  tiu ,  quiero  i  los  dos 
Qae  be  criado,  que  priniero 
()ue  mi  silencio  aten  ture 
Al  uno,  moriré.  Y  puesto 
Une  Ro  teugo  de  menUrlc, 
M  decirte  Tentad  tengo. 
Toma  la  resolitcion 
Qne  qniñeres;  adtirtienda, 
Se&or,  que  no  seríi  mncbo 

Íue  cuamlo  leal  ;  cuerdo 
edamisilendounbljo. 
Des  otro  tú  i  mi  tUeacio. 


Cuantas  razones  escucho 

Todas  me  ar^yen ,  y  todas 
He  comeiieen ;  j  auiiqae  li-ngo 
Tan  en  el  alma  arraigado 
Et  rencor,  esta  vez  quiero. 
De  Lisipo  atento  al  pasmo , 
De  Cintia  ai  discurso  atento , 
De  Aetolfo  atento  al  amor. 
Deponer  mis  seotlniientoS. 
Vive  tft  pues,  I  ellos  vivan, 
Hasta  que  dio*  el  afecto 
De  la  sángrela  tenlad. 


Hal  poMlo  saberlo  vo: 
Pues  los  biMcara ,  a  saberlo , 
Antes  de  dar  en  tus  manos. 

r6c*s. 
Pues  faena  seri,  voivieudo 
Al  Bkonte,  buscarlo  todo. 

ccip>. 
Quteá,  seBor,  es  perderlos. 
Pues  uo  sabiendo  á  qué  Un 
Vuelven  gente,  armas  y  estruendos, 
A  la  fuga  ó  la  defensa 
Los  aveotarat. 

Es  cieno. 
Pues  ¿qué  be  de  hacert 

ASTOLFO. 

Va  que  reducido  creo 
Tu  entyo  al  ircjor  partido , 
Daré  para  bal  luirlos  medio. 
Tu  no  lias  de  ir,  ni  uta  soldados 
Porque  al  ferte  i  \i  j  i  ellos. 
Es  forzoso  que  no  esperen 
A  tan  ventajoso  riesgo. 
Mejor  es  qne  los  vecinos 
De  la  tierra  vayan,  j  estos 


V  para  mostrar  el  serlo , 
Manda  que  dulcei  darine* 

V  músicos  instrumeatos 
Sonoros  suenen ,  bien  como 
Otra  vez  que  los  oyeron ; 


festivo)  boj  sos  acentos. 
Lo  que  bizo  el  acaso  iotes, 
Abara  lo  baga  el  intento ; 
Que  fué,  alisortos  los  sentidos, 
Dejarse  atraer  sospeoMU , 
i^ual  del  escándalo,  j  cuil 
De  la  suavidad  del  viento. 
Con  que  advenirlos  podrí 
Cualquiera  que  llegue  i  verlos , 
De  tu  resguardo. . 

Bien  dices. 

Pnei  tí  u  agrada  el  consejo, 
Supuesto  que  no  has  de  Ir 
Tú  coa  ta  gente ,  me  ofrezco 


Iré  con  gente  3  clarines. 

róCkS. 
A  entrambas  oí  lo  agradeico.— 
V  tú,  porque  no  presumat  (AAtlolfi.) 
Qne  i  vhu  de  igual  suceso 
Esiís  presii,  oí  estás  libre. 
Partidos  ios  dos  eitremos. 
No  le  pondré  de  soldados 
Guarda ,  que  fuera  estar  preso , 
M  le  dejare  sin  ella, 
Que  faera  estar  libre ;  eso* 
Dos  villanos ,  que  uo  son 
Guardas,  ni  dejan  de  serio. 
No  te  lian  de  perder  de  vista. 
LOQcrrt, 


rócis. 
Ea,  villanos,  id  presto. 
Llevadle  de  aqui. 

eabaSoh. 
Luquete. 

Saba5oo,  j, sabes  qué  es  esto 


De  gnards  de  vj 

SABiflon. 
Si: 
Guardarle  lü  el  eje  tiquierdo , 
Y  JO  el  derecho. 

UXIIWTK. 

Vusted,      M<Uto//b.) 
Pnes  que  ea  Have  de  un  secreto , 
No«  coMica  por  tus  giurdas. 
ASTOLro.  {Ap.) 

t'  Aj  lealtad!  ¡en  qué  mebas  puesto! 
a  qué  me  bas  puesto ,  fortuna ! 
(VdaM  ledM,  «tAut  FÓai*.) 

ESCENA    TOL 

POCAS,  g  tuegt  LISIPO. 

FÓCSS. 

iNo  me  dhis,  pensamiento. 
Cuál  «períencla  en  los  dos 
Hielen ,  que  faera  medio 
De  dar  luz  al  desengaüoT 
'  [Sate  Utipo.) 

LIHFO.  {if.) 

A  buscar  á  Pocas  vuelvo, 
Va  pesaroso  de  bsber 


Logre  su  agradecimiento, 

Coa  que  vengara  qntzá 

Del  de  Calabria  d  desprecio. 

Y  pues  no  estoy  oldigado 
Mas  que  i  guaraar  el  secrelo , 

Y  le  guardo,  ipor  qué  no 
Trataré  de  mis  auoMnloáT 


¿Aqui  etlabasTjqné  bajdeiweTof 


tqnel  IVenesi  violento 
He  bailo,  cátodo  cuidadoso 
De  haber  visto  á  Astolfb  prCM, 
A  salier  lo  que  resolta 
De  tan  gran  novedid  <reB|o. 

üigrlizíídbvGOOglC 


EN  ESTA  VIDA  TODO  ES  VBKDAD  Y  TODO  HENTIRA. 


4 Qué  ba  de  rcMittw.iiM 
Üoe  (t  p«ur  dül  snfrimieDto) 
Haja  de  ca|iiialar     > 
CoD  la  p«reu  el  descoT 
Siendo  ati  i]ue  «n  mi  no  hihrk 
Hiw'o>  imtauíe ,  inomento, 
Une  DO  M'a  ii^a,  bada  que 
Aquilaudos  Im  pf«bo* 
bu  la  fünna  de  lu  boni, 
One  son  eriaiale*  del  tiempo  • 
■Deslrrii  el  oro  y  la  liga 
Amor  j  aborrecí  míenlo. 

Annqne  todaria  me  Üene 
Tfidctoso  aquel  auceM, 
Por  *er  que  a  mi  cleacia  niega 
Qniéfiea  ion;  coa  lodo  tio. 
He  de  ver  al  tambi^  manda 
Que  DO  ae  anitelpe  el  tiempo. 
¡Tendría  tuiínoT... 

¿Qué  dices  T 
i  Eatta  ain  juicio ,  sin  spso  T 
;Si  lendii  tuino,  prpgualaa 
jLTAcaiT 

Ore.ieraegD; 
Qoe  lime  el  frase  en  qae  dndo 
Eobñi  con  qne  prevengo. 
iTendria  ánimo  de  ver, 
En  bntásticoa  efecloa , 
A  la  breve  edad  de  on  día 
Kedncido  lioj  el  entero 
lllrcnki  de  nn  aho ,  en  que 
RrpreapDladoa  tnceaoi 
Antea  de  verae,  le  digan 
1'odM  los  acaecimienus 
Que  en  el  BAO  vierasT 
rócM. 
Va, 
Cuanto  al  tnimo,  te  tengo 
Respondido ; }  psl  paso 
A  oin  ohjedon  qne  no  entiendo. 
Si  lian  de  arr  Ongldas  aombras, 
Sia  vkla,  sin  alma  j  cuerpo 
Las  que  vea,  ^cómo  jo 
Delbs  haré  juicio ,  puesto 
Qne  obrando  sin  albedrlo 
Los  qne  i  lej  ile  lo  precepto 
Rrprrseniea  i  hwdos, 
fli  saber,  ni  inferir  pnédo 
Lo  qoe  ellos  con  él  obraranf 

La  obiecioo  es  bneoii,  peto 
Ficil  Ib  reapoesia. 

¡CAmoT 


Otra  vea 
V  mH,  cómo,  i  dudar  vuelvu, 
Sombra  j  realidad  podrln 


Tú .  JO  j  ellos. 

i  Ellos ,  lú  j  JO  T  ;  cómo  T 

Finge, 
BuMando  dWerUmfeatos 
A  tus  penas,  una  cana; 

V  en  alcance  de  un  lijero 
Bruto  te  haUarla,  adowle 
Perdido  de  tul  monteros, 
Vrráa  una  suntuosa 
Fíbrica ,  que  sobre  el  viento 
Fuudadu...  Has  gente  rtene. 

Más  de  iqut  nos  retiremcs , 
No  te  oigan. 

usipo.  {Ap.) 
Fonmia ,  ai  hojr 
Obligo  i  F6cti,  espero 
Enmendarte.  (Vote.) 

rócu. 
SlhoT.fbrtiina, 
El  curso  de)  ifto  afirevio , 

V  en  él  me  dice  nn  eilnieu 
Lo  qoe  me  calla  nn  silencio , 
Yo  me  tengaréde... 

Vtcet  dentro. 

¡Astolfoi 

Ya  Ike  parece  qna  empiezo 

A  oír  iiTOverbios  del  encanto. 

¡Quéilosion!  Qué  devaneo! 

Voz  es  <ine  le  oombró  acaso.  (Vatr,) 


ADneteco 
Ko  m«  responde. 

HIRACLIO. 

Aun  le  faltiA 
Suspiros  para  mi  aliento. 

LEONIDO. 

HetacUn... 


Contigo  AiLoUbT 


Preguntara  jo .  k  tener 
Tan  bien  mamlado  el  alíenlo. 
Desde  aquella  oscnrldad 
Que  nos  dividió ,  no  he  vuelto 

LEONIDO, 

Ni  JO  tampoco. 
■IHUIM. 

'  :SI  le  han  prendido ,  ó  le  han  muerto 
Los  qne  arrestados  le  buscan , 
I  Segnn  mi  InfeUi  lueetol 


De  todo  tleikes  ia  cnipa. 


¿YaTjCómoT 

I.EOHIDO. 

I  Pues  DO  es  mnj  cierto. 
SI  tn  vanidad  taé  quien 
Has  advtanló  el  eiiipeñoT 
iTan  mal  le  estalu  al  que  hace 
Echado  al  nmbrul  de  dd  jomo, 
Bijo  expiailo  áe\  hado. 
Hallarse  al  viso  de  serlo 
De  qoieii  coronado  t^sar 
Supo  hacerse  por  sos  hectios , 
Para  qoe  «atimamlo  mas 
A  Haortcio  qne  i  él ,  el  fuefto 
Encendiese  de  sus  Ins 
Al  aire  de  sos  desprecios , 
Tanto  qoe  si  no  enviara 
En  nuestro  socorro  el  cielo 
La  recluta  de  las  not»es , 
UabiénuMM  lodos  muerto! 


Debe,  annqne  conoica  el  jerro 
lili  noble  tiiimo,  seguir 
Los  ejemplares  del  riesgo ; 
Qne  dicen  qoe  es  mas  victoria 
Lo  restado  que  lo  cutrdo. 
i  Fuer»  l)¡en  qop  presumiera 
Ñidle,  cuando  ib  soberbia 
Osabas  morir,  que  jo 
tio  osaba  1 


Pues  SMun  eso , 
i  Qué  culpas  que  obre  lo  ni 

LEOMDO. 

El  que  bastaba  lo  menos. 


SI  i  ti  basUba ,  1  mi  no. 
Y  la  plltica  dejemos; 
One  el  duelo  de  una  porfia 
Suele  pasarse  i  otro  duelo. 

UHWIDO. 

jY  i  quién  fe  estarla  peor? 

BER«CLI0. 

No  sé,  si  mim.,. 

UI0N1B0. 

a  advienu... 

HIMCUO. 

Qoe  mi  ansia... 

LEORIM).  • 

Quenil  imin... 


BÚSICIS. 

¡jifctaiggime,ma»  aseéDien 
Pero  {qué  música  eaesla? 


oces  é  launimentosT , 

,t,zodb/L-.ooglc 


COURDIAS  1)£  DON  PEÜHO  CALDIiKUN  UE  LA  BARCA. 


jQniéii  de  halago  el  aire  Henal 

■itsicos. 
ElrepMáquíMieoHdMa... 


Ütt  mi  el  culo  me  enajena. 

!  An  eimo  giai« ,  m<u  ey  cime 
ai  reíoB  á  qut  nei  eoiikfua 
El  níñv  Ámur! 

Sigamos  (leste  rcimor 


ESCENA  XI. 

CINTIA.-HEnACLIO. 
ci?tn*.  íDenlro.) 
En  lanto  que  yo  esle  aoKuo 


I  llermusa  debe  ile  ser 
I  Ave  de  lan  tÍ<innJero  [mosa' 

Cama.  {Sah  Ciiiiia.)\ \cima  aie^ber- 
:  cixm.  (Ap.) 

I  Ya  al  uno  du  los  dos  reo , 
I  Y  00  le  píenlo  el  lemor. 
¡  Autii)Ue  el  asoniliro  le  pierdo. 


Qué  él,  puegq<te 

Suiri  del  cui<lad< 
US  informará. 


Mientras  que  calle  la  duda. 

Pues  tiinosla  ahora  siguiendo. 

¡  A¡/  cima  gime,  mal  agtómoiuenat... 
IXocan  dentro  an  cíaríu.) 


Van 

¡ve  con  fu 

.  Clarín,  que  rompe  et  albor... 

Mejor  la  clí úsala  sueoa 
De  este  nuevo  ruiseñor, 

tio  tueue  ntejor.        {Tocan  el  clarin.) 


SI  suena  mejor. 

aüaicos  1  LEoniDO. 
No  tuena  mejor. 

LeoMDO. 

O  escucha. 


¡.\S  eimo  time,  mat  ay  cómo  tveaa 
El  remo  a  fue  noi  condena 
El  niño  Amor! 

■larin,  que  rompe  el  albor, 

•■  -  eno  mejor. 

(Vuehe  i  tonar  el  clarín.) 


Nou 


SI  SI 


No  SI 


HEkACUO. 

LEOKIDO. 

la  me\ot. 


Ysi  tu  le  lo  parece. 
Sigúele  lú;  que  va  el  eco 
llesla  grala  suavidad 
He  de  seguir. 

Yo  el  áceiito 
Desla  ignorada  armonía. 


Segunda  aurora  del  dia. 
Si  esas  voees  que  no  entiendo, 
Acaso  son  salta  que  hacen 
Nuetos  pAjaros  a  nuevo 
Sol,  ^cómo,  di,  de  una  causa 
^acetl  contrarios  precios, 
t'aiilo  como  que  animoso 

V  cobarde  i  un  mismo  tierapo, 
Ale  aliente  con  lo  que  escucuo, 

Y  tiemble  con  lo  aue  veot 
¡y  cómo ,  habiéndote  dado 
Esta  Dera  tanto  miedo. 
Vuelves,  no  digo  al  peligni, 
SjDO  al  horror  del  as|>eciD!' 

I  n  reliz  joven ,  (Ap.  Euqnien 
■■rcso  el  coraiou  contemplo. 
Pues  acechaudn  resouicios 
Anda  un  la  circel  <lel  pecho.) 
Aiiiiqu^  tu  vista  temí , 
Me  aseguró  lu  respeto 
Tanto,  que  vuelvo  '  ' 


o  i  buscarte. 


Primero  hermoso  portento 
(jue  ti.  V  postrero  también 
Que  veré ,  porque  no  creo 
Que  pueda  contigo  ir 
La  pfrfcccion  en  aumento, 
(Dígalo  pues  la  hermosura 
Que  juzgué  mudarse  necio , 
Pues  al  ver  un  rostro  mas, 
Eché  muchaE  gracias  menos) 
¿Tü  i  buscarme  i  miT 

A  buscarte 
Mas  no  el  desvanecimiento 
'te  iHTSuada  i  que  es  faior, 
.Sino  cuidado,  supuesto 
Que  si  encontrara  i  tu  amigo. 
A  él  le  dijera  lo  nieuno. 

entendido  len^iuaje 
',  que  le  agradezco 

recuque  le  sli-nio? 
le  buscas,  y  i  él 
aras  *  ;,Lo  que  espero 
digas,  le  dyeras» 
,Ay  de  mi!  que  agora  veo 
Que  ja  i|ne  en  mudar  semblaoies 
Mi!  cngauó  el  primer  concepto , 
Ka  me.  ha  engañado  el  segundo 
Al  cifrar  en  un  sagelo 
La  quietud  y  la  tormenla, 
La  U'lsleza  y  el  contento. 
La  cura  y  l;i  enrermedaü , 
La  triaca  y  el  veueno, 
Y  lina  luiente... 


tfí" 


te  bus. 
Q»v  1 


guien  ignoA  con  quien  habla , 
ye ,  y  iabrls  i  aaé  vengo. 
Habiendo  preodioo  i  Asiolfo... 

neafcuo. 
1  A;  de  mil  jAstoiroesii  preaoT 

Persuadido  i  sus  razones , 
Si  no  ya  i  las  mías  primero. 


Focas  ei 


a  por  ti. 


¡Av  de  mi !  que  seguo  eso , 
bebiá-de  decirle  que  era 
Su  hijo  yo. 


Que  cuando  desvanecido 


i  Y  no  pudiera  ser  qne 
Por  ti  enviara ,  sabiendo 
Serlo  de  Mauricio! 


Con  tan  (irrmoso  iiisirumenlo , 
Que  le  pudiera  decir  : 
■  No  blasones  que  me  has  niuerl 
Qne  no  eres  lü  et  que  me  matas 
Que  yo  soy  el  que  me  muero.  • 


Porque  sepas  que  no  es 
Dno  ni  otro ,  i  decir  vuelvo  • 

?oe  Kócas ,  á  ñus  razones 
a  las  de  AstoKa,  ha  dispuesto 
Que  tú  y  esotro  Leonido 
(SI  es  que  del  nombre  me  acnerdut 
Vais  ii  su  palacio ,  donde 
Con  iguales  iraiamienioi 
Vivan  los  do«,  sin  saber 
Mas  de  ti  que  del ,  baciendo 
Razón  de  Esiado  ta  duda ; 
V  asi.  el  enojo  depuesto. 
Con  señas  de  paz  por  ambos 
Envía.  Y  pues  jo  te  encuentro 
Sea  yo  la  que  conmigo 
Te  lleve ,  porque  deseo 
Que  mi  Sneza  se  logre. 

Buen  arhiirio  halló  el  ingenio 

Qne  me  quiso  reducir 

Al  yugo  de  .i^us  imperios. 

Pues  supo  bailar  el  Imán 

De  mis  sentidos,  que  ciegos 

t^írasoles ,  es  forzoso 

Qne  vavan  al  sol  siguiendo. 
.  (luia,  pues;  no  porque  vo^. 

Como  dices,  i  im  supremo 

Alcázar,  Shio  porqué 
I  V<^  tras  II ;  que  a  no  Ser  eso. 

Primero  que  á  Focas  diera , 

Por  un  natural  despego 

Con  que  aborrezco  su  nombre, 

M  aun  el  menor  reodimieuto,  . 

<i-¡^       ..       . 

UigilizidbyGOOglC 


EN  ESTA  VU)A  TOltO  BU  VERDAD  Y  TODO  HENTIIIA. 


CIHTU. 

Pues  i  nadie  digas 
Tu  ociilio  alinrrecimiRnlo: 
üue  igiioru  lo  que  avenluru. 
Porqu*!  vcai...  Hüg  no  puedo 
Í*rnsei;uir;  que  Iti-üa  {trille, 
Y  loque  uliara  no  le  aJtlrrlo, 
iludiré  en  olra  ocafion, 
'Porgue  le  iiniKirla  el  EulK:rlo. 

ESCENA  XIL 


UBIA.  (A  Uoaido.) 
Ya  que  ;o  luve  la  dicha 
he  Lablarie  con  <i\  íntenlo 
Que  le  he  dicho ,  de  que  vas 
ñon<ie  en  el  palacio  excelso 
De  tocas  vivas  gozoso , 
blBUKiiie, 

LEOniDO,. 

Ya  le  obedezco, 
Agradecido  i  lii  cansa 
Uue  dicrs,  ^  c<insidero 
(Dure  ó  tió  dure  la  duda)  ■ 
Üue  i  vivir  voj  por  lo  menos 
Ksle  espacio  en  reales  pompab, 
Ufjiio,  ali-|;re  j  contenió. 


Pues  inies 
Otielodigas.elefecio 
Lo  dice,  j  <|ue  á  ia  arnionia 
Acudi6  Leoitido,  á  liein|io 
Qne  i  los  clarines  Heraclio; 
Porque  vean  que  volvemos 
Golosas  de  halier  logrado 
lie  Fóciis  el  jusUi  iniento , 
Volvamos  con  la  nlegi'ia 
Oue  venimos,  repilieodo 
Ambas  músicas... 

tmik  DAKA. 

La  parle 
Que  DOS  loca  obedecemos. 
Siempre  lujas ,  aunque  hoy 
De  Lihia  hemos  sido. 

BM*CUO.  {Ap.) 

Siirduda  Ta  mas  hermosa 
Tiene  rn  las  demás  imperio , 
Pues  todas  se  ta  avasallan.    * 

leoNroo.  (Ap.) 
Ko  solo  ya  el  goio  lli-vo 
De  ir  i  maiidur,  sino  el  gozo 
Deque  voy  adonde  puedo 
Ver  hémiúsura ,  i  quien  lodas 
*  Parece  qne  pagan  leudo. 

{Tacan  dealra  ti  ciaría.) 
■lisíeos, 
¡A]/  cimo  gime ,  niai  ay  ciato  tue 

ESCENA  XIII.' 


Voeet  dentro. 
tmos. 
To,  lo,  Meíampo. 


p6u9.  (Uenln.) 
Aunque  vueles,  velón biolo. 
Iré  lus  huellas  siguiendo. 

SABAÜo:i.  {Denlro.) 
Pues  ]>3  acosan  los  ventores , 
Desatraillad  lodoi  presto 
Los  lehreles,  a  que  sigan 
La  ladra  de  los  sabuesos. 

TOBOS,  (Dentro.) 
¡Al  cerro,  al  jaral,  al  risco! 


Villanos,  íqué  es  esoT 

LDODETe. 

Que  Focas ,  [K>r  divertirse 
De  no  sé  que  sentinilentos , 
Sabiendo  que  de  monteras 
Libia  nos  pasó  i  nioi>teros , 
Pues  desde  que  la  servimos 
AudHinus  dados  i  yerros : 
Sacándonos  de  la  guarda 
Él)  que  (iilfS  nos  había  puesio , 
Huniló  i|ue  su  montería 
Traigamos,  j  en  el  ojee 
Acertó  á  caer  un  tigre,  . 
llnnchado galán  di'lcJtnto, 
Si  es  i|ue  luy  galanes  manchados. 
V  Fúcas  lü  va  sigul'^ndo, 
No  sin  gran  peNgro. 

tEOMPO. 

¡Qué  oigo! 
'    iFócasen  peligroTiCielus!  — 

Ven,  villano,  hasta  iiuuermc 

En  la  senda.  (A  Luqui 


Por  Leunido  es  fuerza ,  puesiu 
Que  yo  le  ensehé  á  seguir 
'  is«jemp1ures  del  riesgo. 

LDQCETE  Y  SAHA^O:*. 

¿Aun  no  habernos  acabado 

"  <n  los  salvajes? 


Vamos  siguiéndolos  lodos. 
Ya  que  este  lance  ha  dispue! 
"'ie  sigamos  á  quien  untes 
is  íeguia. 

Y  «ea  diciendo , 
Porque  alenienioii  la  gente, 
"  ~  sus  alaridos  mesmos  : 
Voi,  rfenfro. 
,  lo ,  Hclampo '.  Itareing ! 

lAljaral,  al  risco,  alceiro! 


ESCENA  XIV.      - 

LEOMDO,  LUQUETE. 


t  Adunde ,  villano .  ras, 
Que  en  vez  de  luberuiH  Iraido 
Donde  se  escuchaba  el  mido , 
Conmigo  en  lo  ocullo  das 
Del  moiile,  donde  no  liay  gente, 
Ni  ladra  ni  huella  hay! 
jDónde,  villano,  me  Iray 
Tu  error,  pues  no  solamente 
A  la  nane  me  has  guiado  < 
Donde  la  caía  K-oia, 
Pero  i  sitio  que  aun  el  dta 
Parece  que  le  ha  ignorado , 
Sepun  lo  n|iaco  v  trjido 
Impide  al  sol  suluiscnje? 

LefiOE». 
;  Quién  de  ooo  en  otro  salvaje 
Anda,  que  no  sea  ún  perdido! 
Si  bien  que  nu  es  mucho  errar. 
Quien  i  buscar  t  oiro  viene 
En  un  barrio  que  no  tiene 
Barbero  i  quieu  preguiilar. 


ESCENA  XV. 


Y  no  en  vaoo .  que  en  su  espacio 
Un  alto  ediCcio  vi. 

LUQUETE. 

;  Quién  diablos  le  puso  ahi? 


Sin  duda  debe  <le  ser. 
Pues  aquella  hejdad  dijo. 
Que  é  un  aldi/.ar  me  traia, 
Eslfl  por  quien  lo  decía. 

HERACLIO. 

Uue  i,  un  palacio  me  puial)a 
Fué  lo  que  me  díio  aquella 
Divina  hermosura  bella : 
bin  duda  que  deste  hablaba. 


eyCOOglC 


LEONIM 

10  él  pregmitaré, 
w  Ileg6  primero. 

■EÜtCLIO. 


COMEDIAS  DE  DON  VEDRU  CALDERÓN  DE  LA 

,  '  SaloB  de  un  pálido  tinlliltca- 

ESCERA  XTIL 

[SMErilA ,  V  «N  dM  eoTDi  ÍM  ansicoa ; 
CRIADOS ,  giie  traerán  en  faenleí  ca- 
DOt,  etsadaí  y  toio  adorne  de 


A  ti 
Te  pnf^des  lú  ríspoiider, 
Puet  un*  dehc  de  ser 
Nucsira  conhision. 

ÍSOVMO. 

A  mi, 
Dei^aei  üenn  haber  lullaüo 
A  Fúcus,  ni  li»lwr  ubíilu 
Uónde  el  l)niln  qne  lia  x^^iiilO 
Le  pnede  liaher  emboscailu. 


De  naesira  finia 
\,ai  fbriunas  aparemos , 
tlue  igiioranH»  j  tal>einos. 


IIREKIA. 

Pups  han  veaido  tras  ellas , 
A  recibirlos  saldré. 

pHetua  de  Mauricio, 

YdeFieatV' 

La  tangre  e$heriiea. 

Que  luitre  Ut  da... 

cono  %' 
1,ot  in  igMtmente 
Itftiba  triunfal 
Trinaeria  C«it  ¡ieltat, 
I  Pompa  y  majeitad. 


Ypue»  V)  te  tobe 
íii  et  t»  eiHrpe  real 
Uenlira  i  verdad... 


in/nirai  f  w  la  dada 
Calta.  teantMilUehat 
Verdad  y  mentira. 


ESCENA  Xn. 


MÚSICOS.  (Centra.) 
i  Quién  Itama  ! 

■.EONlfiO. 

Quien  desea  s>l>er... 

Htlsicot.  {Oentrv.) 
Di. 

^Quiiu  fué  un  sol  que  me  linjóT 
Clin' I*.  {Dentro.) 


Ln^go  «no  fué  ilusión  t 

MÚucos.  {Denire.) 


Vcl  Qiro  ¿rué  «rilad! 

UBik.  [Dentro) 


iSettnn  eso ,  aquí  11eg6 
1.a  <|ne  eo  el  monte  perdí 
Por  seguir  i  Focas  T 

■lisíeos.  [Denlra.) 


L>  oira  i  quedóse  en  íl  T 

■dsccos.  [Dentro.) 


pops  h  lina  j  otrm  decid 

Que  liemos  scgnkio  sus  haellas. 

[Éntranu  UdtM  eualrt. 


Cielos ',  Lo  qnc  veo  j  f^ucno, 
.  Es  venla{l ,  6  es  vanidad 
De  mi  faniasIaT 

cowt  1." 
Verdad. 

\Aa  asombros  con  qui'  lin-lio . 
:  Son ,  enaiidn  en  lal  coiiru:jion 
Ll  STüilldo  los  adniira , 
Mentira  ¿verdad!  ■ 

Menlira. 


i  Verdad  j  menlira  sonT 
iCóroo  puede  serT 

l.EnmDn. 

4 Quimil  TÍO 
La  duda  en  que  yo  me  vlT 

ntUCLio. 
tPío  eí  verdad  lo  que  yeoT 

CORO  1." 

SI. 

LGOXIOO. 

;No  et  verdad  loque  olgoT 


MUtUrat  que  la  dtida 
Calla ,  *ean  tw  dichai 
Verdad  y  mentira. 

LOOUETE. 

j,Hubl>Ta  el  diablo  Inveuladci 
Aquestas  cosas? 


BARCA. 

SI  hubiera. 
Como  nuestro  amo  fuera 
Quit!u  se  lo  faublera  mandado. 

LVOUCTE, 

Dicho  j  hedió :  f  esie  aquí. 

siBnüon, 
¿Quí  dlccsTÉles,  por  Dios. 

ESCENA  XVm. 

LISIPO— Dicnns. 

US1P0.(.ÍÍ>.) 

Va  qne  una  ver.  esios  dos 
Pudieron  llegar  ai¡iii , 
Tine  |ior  nii-jor  que  entraran 
Donde  «le  in-mpo  psiuiiiraii, ■ 
Uue  no  que  volver  pudieran 
Donde,  un  palacio,  contaran 
Uue  vieron;  fiolire  el  pensar 
Une  ya  de  Eúcas  se  arcaiiia 
Tan  perdida  la  esperan» 
De  que  le  pueden  hallar. 

Principes ,  i  quien  el  cielo 
Cnn  urodlgiosa  crianu , 
tic  sin  suma  providencia 
Para  grande»  cosas  guarda. 
Focas ,  rediiddo  i  que 
Es  mas  heroica,  mas  clara 
Acción  honrar  i  la  ajena, 
tjne  ver  que  i  su  sangre  falta  , 
por  los  dos  eniié ,  de  cuyo 
tíllenlo ,  ya  en  la  monlaQa 
De  pai  os  dieron  aíiso 
(Ina  y  otra  dulce  salva. 

Y  aun<|ue  jinr  entonces  pudo 
El  acaso  de  la  casa 
Divorür  la  acciou ,  habléndüs 
üniado  el  deslino  las  (ilanlaB, 
Viniendo  donde  os  tralera 
(Jaieii  de  liuscaros  se  encarga , 
Scüis  bien  veoidos;  j  puesto 
Que  de  la  sangrienta  safia 

De  aquel  bmio,  que  siguió, 
Ti-iaiifanli-  vulviú  i  esre  alciiar. 
Adonde  con  alliororo 

V  aféelo  ¡Kual  os  aguarda , 
Entrad ,  |iori|ue  di'snudAndW 
La  bruia  piel ,  tosca  y  basia , 
Para  llegar  i  su  visu 

Os  ordenen  ricas  galas. 
Joyas  j  plumas.  Aquella 
l'.E  la  prevenida  estancia 
Vuestra ,>L«onido ;  esia  i's, 
Heraclio.la  vuestra.  Vaya 
I.a  müsica  divlrtiendo 
A  los  dos. 

HGnilCl.10. 

¡  Grandeza  eiinña ! 
if^stoidelosl  nogoxú 
Tanto  (lempo  mi  ignorancia  T 

uo^noo. 
Aunque  es  macho  lo  qne  veo, 
O  poco  me  admira ,  6  nada; 
Porque  para  mi  ambición. 


Pnet  ya  de  Mauricio 
i  r  de  Focal  ya 
I  Ij¡  tangre  e»  tierMes , 

Que  Inilre  le*  da.  etc. 
'  (Vaitie  lleraclio  y  Leonid»  cada 
I  por  su  ¡Tie ,  con  nn  core  de  -"• 


idbvGooglc 


i  Qué 


iJwio  que  \euio$1 

LDQDCTE. 

Tú  sabes  lo  que  nos  ^lasaT 


Voni 


LUQUETt. 

PiKt  ni  -JO  tampoco.      [Vante.) 


FOCAS,  LISIPO. 

Si'ñoT ,  í»  es  tiempo  que  salgas. 

rócAS. 
Aunqne  culpé  que  dijeses 
Tal  *ex ,  que  si  me  bastara 
El  Inimo  para  hacer 
Un  apariencia  tan  rara. 
Sin  extrañarla,  disculpo 
Li  tme  ja ,  porque  es  tanta 
La  admiraciuii ,  que  ya  solo 
He  atreviera  i  ejecularla. 

Puesaliora,  sefior,  empieía; 
Qav  salienito  de  sus  cuadras , 
Avahando  de  vestirse , 
Los  dos  i  esLe  cubrió  pasau. 


HeKACLIOrLRONIDO.-riridMdeoii 
le;  myCETE,   SABASON,   cal* 

BÜS.-FOCAS,  LISIPÜ. 

Ateudamos  mientras  liegm. 

CHItDO  I."  (4  LíOnÍÍ9.) 

Toma  el  sombrero  y  la  capa. 


jCuil  es  el  sombrero? 

tiste. 

LEDNIDO. 

Ri  remotas  no  me  engañan 
Lus  noticia!)  que  del  tuve, 
A  la  so mbradesla  raída 
Se  aloja  la  cortesía, 

Y  la  Tanidail  descansa. 
Con  gusto  i  ponerle  llego. 
íEh  posible  que  esto  haga 

0  bien  vistos,  ó  mal  vlsiost 
¡  Ob  ceremoniosa  alhaja ! 

1  Lo  aoe  por  ti  se  merece 

V  se  desmerece !  ;  Que  haya 
Qnién  peligre  en  cosa  que 
Tan  ricilmente  se  manda ! 

CHijkDO  i."  (A  Beraelia.) 
Ciñe  la  espada. 


Con  miedo 


¿Porqué? 

Porque  en  los  avisos 
One  della  Astolío  me  daba , 
Me  decía  oue  era  ella 
El  tesoro  de  la  fitina , 
En  cujio  crédito  acepta 
Valor  todas  sus  libranzas, 
fíerogllfleo  qne  fi^il 
HEio  el  uso,  pues  te  traían 


VIDA  TODO  ES  VERDAD  V  TODO 
Huchos  como  adorno,  y  no 
Como  empeño ,  leu ,  fiada 
En  que  sé  que  hubiera  pocos 
Que  ciñeran  lu  hoja  blanca. 
Si  el  día  que  se  la  ciñen 
Supieran  de  qué  se  encargan. 
LISIPO.  {Ap.  á  Fieu.) 
Va  i  besar  tus  manos  llegan. 
Eli  sus  acciones  repara 
y  en  sus  razones ,  porqué 
De.sde  aqui  olaervaiido  vayas 
Sus  genios  é  ÍiicllnacÍDnes , 
Va  que  con  esio  adelantas 
La  pereza  de  los  días. 


CMiAiio  1."  (A  Leonida.) 
El  Bey, 

Qae  llegues,  señor,  aguarda. 
CRUDO  2.° 

El  Rey,que  llegues  espera. (4  Hrruclto., 

Dame ,  gran  señor,  tus  plañías. 

Va  os  liabrní)  dicho  que  yo , 
Principes,  la  ira  templada. 
Quiero  Días  dar  dos  bouores 
Que  lomar  una  teiipn»i. 


Va  en  un  pal3c¡< 


le  donde 


„•  -aliáis  :  vivid  seguros 

De  iiue  vuestras  vidas  guarda , 

Rn  la  piedad  de  una  duda, 

Et  rigor  de  una  es  pe  rama. 


u,i  •  vez  tus  plantas  beso 
(Ap.  Tiranía,  ¡qué  no 

V  en  ellas  agradecido 
A  lanío  bonor,  dicba  tanta, 
Ksclavcya  aue  no  puedo 
Hijo,  te  doy  la  palabra 

De  reconocer  la  tida 
Que  en  mi  j  Leonído  restauras; 
Porque  viviendo  lus  dos 
Dos  vidas  hoy  con  un  alma. 
Cada  uno  recibe  una, 

V  queda  deudor  de  entrambas. 

{Ap.  ¡Qné  bien  suena  el  rendimiento!) 
>  Por  qué.  Leonído,  le  apartas, 

V  las  gracias  no  me  das? 

¿De  qué  te  he  de  dar  las  gradas? 
Si  es  del  honor ,  por  cualquiera 
Lado  i  ni¡  san|^  le  alcanza ; 
Si  es  de  la  vida,  con  ella 
Mas  que  me  obliaas,  me  agravias; 
Pues,  6  por  ti,  i  por  Míiuriclo, 
Acrédor  soy  h  la  sacra 
Diadema;  j  mientras  me  pones 
Eu  duda  dicha  tan  alta , 
¿Para  qué  quiérela  vida? 
rúcAS.  (Ap.) 
Ko  suena  mal  su  arrogancia, 

j,V  A  mi,  que  también  me  han  puesto. 
Señor ,  estas  martingalas... 

■ABA  ñon. 
;V  á  mi,  i  quien  también  han  dado 
Librea  aquestas  *"  "~ 


I  Mo  daréis  nn  pié  siquiera? 


'  ¿Vano  nos  conoce? 

íPue» 
Quién  sois? 

SABAfloN. 

;  Lo  que  hacen  las  galas 
Los  que  del  monte  y  Aslolfu 
Fuimos  monteros  y  guardas. 

FOCAS. 

¿Qué  iiaceis  aqui? 

LVOOETe, 

Tener  miedo. 
Ea,tillauos,  ya  basta. 

ESCENA  XXI. 

LIBIA.— Dichos, 
UBI».  (A  FÓcoi.) 
Habiendo  Cintia  sabido... 

LDODETG. 

¿También  esti  ací  nuestra  amav 

SAIIA>0>1. 

Ahora  digo  que  es  el  diablo. 

Después  que  de  la  montaña 
Los  cotos  corrió  en  lu  busca , 
Que  ya  en  esta  quima  estabas , 
V  los  principes  contigo , 
Licencia  de  entrar  aguarda 
A  darles  la  bieuvenida. 


Que  no  son  Cintia  ni  Libia 

¿Qué  te  cansas 
Kn  advenirme ,  si  eo  todo 

Estoy? 

'  ¿Quién  es  la  que  aguarda  ? 


Qntia,  reina  de  Trinaeria, 
ESCENA  XXII. 

CINTIA,  DAÑAS.— Dichos. 

HEBACLIO.  (Ap.) 

i  No  es  la  que  en  el  monte  vi  ? 

LÍOXIDO.  (Ap.) 

¿No  es  la  que. vi  en  la  campaña? 

HERACLtO,  (Ap.) 

Ella  es :  muera  mi  deseo... 

DigilizedbyGÓOglC 


CDHEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDUIOH  DE  LA  BAHCA- 


IBOHIBO.  (^.) 

8IU  ei:  viva  m)  esperaou... 

B*:.ACL10.  (Ap.) 

Pues  ji  uo  pueile  atrrvene 
Aioor  i  empresa  Uii  alta. 
LEonoo,  (Áp.) 
Pnn  i  DO  mtaoT  waato 
Diera  jo  mi  conllaiiia. 

GtNTIk.  ( J  FÓCM.) 

Después,  sehor,  que  mis  dichas 
Didús  et  parabieo  tiayan 
De  vuestra  Ykia,  á  quien  (aM> 
En  leal  desconOanu 
De  aquella  Bcra  el  empeño, 
iiadme  licencia  á  qne  añada 
El  segando  parabién, 
De  que  mere>:ca  mi  casa 
Dos  huéspedes  tan  gloriosos. 
Ya  que  quiso  mi  tirana 
Suerte  que  no  fuese  jo. 
Cuando  ellos  en  ia  demanda 
Ue  luestra  vida  acudieroo, 
Qnien  i  esle  albergue  los  inlgR. 


Solo  pudiera  en  disculpa 
De  dejar  la  sotwrana 
Vista  vuestra  jo,  si...  cuando... 
(Aliealo  I  voces  me  faltan.) 
Perdonad ,  porque  el  saber 

?uién  sois, me  turba  yespanla 
auto ,  que  auu  hablar  do  puedo. 


Solo  pudiera,  eu  disculpa 
De  dejar  la  soberana 
Vista -ruestra ,  alegar  jo 
Lo  preciso  de  la  causa ; 
Pues  por  solo  dar,  seüora-. 
Vida  al  Itej.me  la  quitara 
A  mi ;  y  si  ei  no  conseguir 
Kl  Dn  Ge  empresa  laii  alta 
lia  me  valió  para  dicha , 
Para  disculpa  me  valga. 


lip.  Lolilen  j  mat  explicada 
De  kn  dos  Umbien  me  agrada. 
Sin  qne  nada  inferir  pueoí 
Para  el  eitmeo  del  alma ; 
Porque  no  esti  decidido 
En  el  duelo  de  las  damas, 
Si  es  cobarde  el  que  se  aireve , 
V  osado  el  aue  se  acobarda.) 
El  cuidado  aer'  -■■■- 


De  ¡a  fatiga  la  c: , 

Seré  bien  que  acompaittnd&s 
Hasta  vuestro  cuarto  vaja.— 
(Ap.  á  Litlpo.  Esto  es  dar  lugar  i  v< 
Qué  obran  sin  mi.) 

Bien  lo  traiasi 
Pero  anies  ñas  de  ver 
Lo  que  el  tiempo  te  adelanta. 
(Tocan  dentro  un  clarín.) 

esgeh A  xxuL 


Un  euliajador,  señor. 
Del  aran  duciue  de  Calabria 
Audiencia  pide. 

n  que  «n(re. 
(Safe  elprtncipt  Federicv.) 


UKIFO.  {Ap.) 

Su  misma  forma  reiraia , 
Sucediendo  lo  qne  habla 
De  tuceder. 

nnuico. 
A  tus  plantas, 
César,  Ui  mana  meretca. 

Del  suelo,  joven ,  levanta. 

rKDEMCO. 

El  gran  duque  Federico 

Sabiendo  hoj  que  en  Trinacna 

tsüs ,  i  II  y  Cmlla  dos 

1'arabienes  dar  me  manda  : 

De  lu  salud  y  venida 

A  il ;  y  del  honor  iiue  gana 

Con  lal  tiuésped ,  a  ella,  en  cuyo 

Nombre  merezca  su  blanca 

(Mano  besar.  V  fiasando 

A  no  menor  imporlancia. 

Te  representa  por  mt 

Que  siendo  lii^o  de  Casandra , 

Hermana  del  infelice 

Mauricio,  cuya  desgracia 

El  mundo  llora ,  no  solo 

Te  debe  rendir  las  parias 


lalia 


8ue  puesto  que 
ereoero  maa  cercano , 
El  dia  que  el  bijo  falla, 
Qne  dicen  que  retiró 
Un  vasallo  a  las  mooiaBas, 
Le  loca  el  laurel ,  bien  como 
Dignidad  tiered  liaría. 
V  asi,  que  le  reaiiiuyas 

¡No  prosigas,  calla! 
One  inobedientes  locuras 
Tanto  como  esa,  ann  palabra* 
üu  res|iuesUi  no  merecen. 
1  esto  qne  ie  digas  basta 
LBomso. 
No  basta ,  señor.  ;No  tiene 
Esle  palacio  ventanas, 
{■or  donde,  volando,  vnelva 
Has  presto? 


Leonido,agDarda, 
Que  viene  stdire  segura 
De  embajador,  y  no  agravian 
Los  motivos  de  su  dueño 
En  su  boca. 

usiM.  {Ap.  á  Fécu.) 
jNo  reparas 
En  la  Ira  y  la  cordnra 
De  los  dosT 

Si.— (A  A"'!!.)  Pues  guéaguar 
-;Ya  no  llevas  la  respuesta*         [das' 


Estancia  desM  jardiiws 
Esperad  mientras  que  salga. 

( V'jase  FéeoM,  Utipo ,  la»  iamoM 
g  ¡o*  eñadet.) 

Siempre  yo  he  de  obedecerle... 

Siempre  har¿  lo  que  me  mandtt... 

Hen  qne  i  pesar  de  mis  peuas... 


Bien  qne  i  petar  de  mis  ansias... 

lEOMDO. 


ESCENA  XXIV. 

FOCAS  T  LISIPii ,  que  le  qtuia»  al 
pBda.-BEIlACI.IU,  LI'IOMKO,  LU- 
QUETE, SABAflUN;  deipucs,  AS- 
TOLPO. 

Desde  aqui  podrís  ahora 
Ver  cómo  en  un  lance  andan. 
Poniéndoles  la  niedad 
En  dos  iguales  Mlaniat. 

Voeft  dentro. 
Sesaidle,  y  donde  le  bailareis, 
Haladle... 

{Sale  AtMfo,) 


i  El  cielo  me  valga ! 


;  Qné  es  a 


i  Dichoso  yo , 
I  llegué  i  vufstras  plantas! 


'PuMqDf 

Supe  de  vut'íira  venina, 
',  Y  quebrantando  las  guardas, 
'  Rompí  la  prisión,  no  lanto 
I  Porque  esto  mi  vida  salva , 
Cuanto  por  ver  que  \(^(có 
Mi  silencio  su  esperania ; 
Pues  aunqne  ahora  me  den 
Una  y  mil  mucrlp^,  me  basu 
Para  consuelo  el  bal)eros 
Visto  en  majestad  un  alia. 

'  j  En  qué  maícsiad  nos  miras, 
Sieudo  una  duda  fundada 

?ultar  i  cuya  es  la  dicha , 
ara  neciamente  darla 
A  cuya  no  esT 


Sue  sepas  qne  en  la  campaña, 
lllma  rason  de  reyes 
Son  la  pólvora  y  las  balas.         (I'aii 

¡Bien  estál  — Ven,  Cinlia. 

El  cielo 
Os  guarde:  y  pues  ol>IÍgada 
Al  hospedaje  me  veo, 
Procuraré  qne  no  haya 
Espacio  en  que  no  os  diviertaii 
Saraos ,  paseos  y  dan7.as. 

TÓCkS. 

No  paséis  los  dos  de  aqui, 
Qoedios  :  en  la  bermoUTaria 


I  i  Qué  le  debo  ?  ¿  Lo  tirano 
fíe  una  rústica  criania. 
En  que,  ladrón  de  mi  vida. 
Violenta  en  riscos  la  gaslaT 

'^No  fuera  mejor,  pues  supo 
Quién  éramos ,  que  empezara 
Nuestras  fortunas  en  otros 
Ejercicios  que  lograran 

!  La  siafn  ele  nuesiros  pecbos, 

I  Donde  lo  que  nos  quitaba 
El  hado  por  convenienda , 

|ResUtuyrse  por  armaal 


dbvGooglc 


Si  es  cou  clan 
Qae ,  coaocido  61 ,  lo  roera 
bI  bijo  iardií  que  ampara 
De  llauricio  eiilre  lus  dos, 
iQa¿  leaJud,  di,  se  comptra 
Al  deslemree  con  él! 

V  (U ,  iqai  piedad  se  igaala 
Timblen  euire  los  dot,  que 
Sabiendo  por  Ja  aldeana, 
Uadre  del  uuo ,  cujo  era , 
Cerno  lá  íes,  le  guardara 
Cou  iguaJ  ÜDetaf 

p6gas.  {Ap.) 

Por  to  cnerdo  Heradío  liabla. 

I.EONIIHJ. 

i  V  c*  flueía,  T  es  lealtad , 

V  es  piedad  lo  que  aliora  calla? 
No;  pues  cuanlo  anda  en  ano 
Piadoso,  eit  otro  cruel  anda. 
fuera  mejor,  j  era  luena 
(Jue  de  una  i«i  se  eipliEara , 


Por  serlo ,  pues  rae  lo  llamas. 

Traidor,  tirano,  caduco. 

{EtMsU  en  el  nelo,  g  InimMe  Hera- 

Oel  suelo ,  p*dre,  letaota. 


Y  ja  que  mi  aaan 
"i,  mfsaf 


AllK 

CastigiM  Hi  tir«no  tiere. 

No  M  maj  Ocil  la  demanda. 

(Smm  Uu  eepaúat  y  riñen.) 

qae  uo  pm 
biJo  espada.      (V«i«,) 

LDODETC. 

Ko,  qoe  H  dia  que  la  ciñe. 

La  bora  do  *e  de  sacarla.      ~  {Vatt.) 


i.  VIDA  TODO  ES  VERDAD  Y  TODO 


aiiTu. 

rixM. 


jKotecrapeBes! 

■ERAcuo.  [das.— 

lA  Fécai.\  No  haré,  pues  que  tú  lo  maa- 
[A  CmUa.)  Viva,  porque  lú  lo  quieres.— 

ASTOLfO.  (Ap.) 

I  CoD  el  ansia , 
Qne  Pocas  á  socorrer 
A  LeoDido  se  adelanta ! 

USIFO.  (Ap.) 

Con  el  afecto  que  CiotJa, 
Ann  entre  las  aovbru  vanas. 
Deteniendo  I  Heraclio,  biio 
Lo  qae  jo  hiciera ! 

¡QuéraMt.! 

ASToin».  (ip.) 

¡Oh  secreto,  lo  que  dices! 

,  (Vanj«  Heraelie  p  Atlolf». 

usiFo.  (Ap.) 

i  Ob  secreio,  lo  que  callas  1 

LEOniDO. 

Haber  tropezado ,  do  es 
PiaqueM ,  sino  desgracia ; 
I  ahora  lo  veris. 

r6cU  T  CIKTU. 

i  Detente ! 

Nadie  impida  ral  vengaoza. 
Que  be  de  sanear  el  d^ira. 

rócu. 
t  Ves  que  so;  quleo  te  lo  manda  T 

tVes  que  so;  quien  te  lo  ruega? 

tKOHIlK). 

Ni  ta  decoro  me  ataja , 

M  tu  respeto  me  mtieTe.  {Vuié.) 

r6c*s. 
Oje,  espera. 

Fuma. 
Escucha ,  aguarda, — 
iQné  te  va  diciendo,  Fóus, 
La  experiencia  T 

Mucho  v  nada. 
Pues  que  quedo  con  oils  dadas 
Al  ver  que  iguales  me  agradan , 
En  el  uno  la  soberbia , 
"  —  el  otro  la  lemplioia.         (Vm^  } 


»  dale  orlta  t  saberlo ; 
Que  si  el  ténnino  te  pasa, 
Eo  tn  pauto  que  esto  sobre , 
Verás  que  todo  esto  bita. 


MENTIRA. 

JQRMADA  TERCERA. 

ESCENA   PHUHEBA. 


Va  que  al  coDJaro  de  aquel 
Fuerte,  poderoso  liechizo. 
Fingimos  io  que  no  somos, 
Seamos  lo  que  Ungimos. 

Dices  bien ;  y  pues  al  duelo 
Entre  los  dos.  Focas  biio 
Las  amistades,  sin  que 
De  aquel  ni  de  otros  motiva 
Haya  areiiguada  mas 
Que  la  soLierbt*  en  Leonído 
Y  la  templanza eit  Heraclio, 
Tratemos  de  divertirlos, 
Hasta  que  de  otra  ilastoa 
Dea  sus  pasiones  indicio. 

Baena  es  pan  descubrir 
La  interior,  la  que  Lislpo 
Traxando  esU. 


i^antad  pues. 

Ya  tono  i  letra  Bn^mo*. 

OAUS  T  ailsicDS.  ifantan.) 
iM  eíet  que  dan  entáoi 
Ai  wr  V  mirar  con  elle» , 
Mat  wiíiera  m  lenellot; 
Pero  bueno  e*  tener  o}m. 


«Uiñ'E,  HERACLIO TSABAfiO.N  — 
¡caos, 

LBontbO. 
Los  ojos  que  dsD  enojos... 

HIRACUO. 

Al  ler  j  mirar  con  ellos... 

LEÓN  IDO, 

Has  vallera  uo  leuellas. .. 

BEIÁCUO. 

Pero  bueno  es  tener  ojos. 


LUOOKTt. 

Buena  la  música  fuera, 
Si  no  tuviera  mosicos. 


Ann  que  pudiera  este  acento 
Haberme  hasta  aquí  traído, 
Has  i  seguirle  me  mueren 
Los  ojos  que  los  otdos. 

SABAflOR, 

Haces  bien ;  porque  no  ha;  solfa 
Como  el  mi-rá  de  lo  lindo. 

•AHAS  T  HÍSIGOS. 


Cid ,  esperad ; 
lúe  parece  que  he  sentido 
^iitr«  aquella!  rum  ««u. 

UigmzíídbvLiOOgk 


COHEDUS  DE  DON  PBBRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


uní. 
Entre  esUt  Umldea  lia;  nildo. 

I  Quién  es  ti  aquí! 

LEOHIDO. 

Quien  llamado 
Dtl  sonoro  aceolo  tÍdo  , 
'Poraue  diacutpas  del  canto 
L«  iinan  pira  el  delito, 
isma». 
Yaqnl,¿qtíéiiesiáT 

BEKICUU. 

Quien  DO 
Uaealpar  sd  jeiro  qAso, 
Poet  iM  le  alnld  el  acento 
Has  que  de  darle  el  aiiso. 

Culpa  que  del  oído  toé , 
Mal  i  negarla  me  animo. 

Puei  pimple  k  cuestión  oo  pase 
Duién  mayor  Bueía  bizo. 
El  que  adelantó  la  culpa , 
O  el  que  la  culpa  previno . 
Cantad;  que  et  mu;  listo  lacee 
ICste  de  enlre  «jos  y  oidos 
Andar  graduando  afectoi. 

Yo  no  he  de  dejar  el  mió 
Uesalrida ,  7  aunque  oauteu , 
Sanearle  teago. 

ÜEhACLlO. 

•  Lo  mismo 
Haré  ;o  al  compás  del  looo. 

También  ese  es  lance  visto. 

IOS  nos. 
;Propio4a|enoT 

>osé; 
Has,  ipara  quí  es  el  dedriof 

LEomso. 
Para  que,  ajeno,  es  acierto 
Ver  cuinto  mejor  elijo. 


Prosigo. 
ISUEKU,  DjkHtST  nijsicos.  {CfítUn.) 
Lo*  ofM  gttt  dan  enejei... 

Del  placer  y  del  pesar 

ArUlros  los  ojos  son , 

Pues  sirven  al  corazón 

De  mirar,  ver  y  llorar. 

Y  aunque  ya  al  ver,  ya  al  mirar 

Distintos  son  tus  enojos , 

No  at  llorar  :  liii^o  en  despojos 

Siempre  unos  al  peor  empeño. 

Traidores  son  i  so  dueiio... 

BtlACUO  T  Hdsicos. 
Lct  ofiu  que  im  aufot. 

txaii  T  M^icos. 
'  Xl  wr  f  Mirar  mi*  eiht.. 


Tres  cotas  no  he  de  dudar : 
Ver,  que  es  ver,  j  no  cuidar ; 
Hlrar,  que  es  cuidar  y  ver  : 
Luego  el  llorar,  siu  tener 
Glosa,  es  quien  llega  iexcedellos; 
Que  mos  que  lloran -al  vellos. 
Sus  enojos  ya  aliviaron , 
VA  daño  que  ellos  causaron... 

íl  t  ailsicoi. 
M  ver  s  mirar  ee»  eHei... 
mtMAi  tmiSeccos. 
Mai  telitra  m  tmallat. 

Íue  el  llanto  el  dolw  termini , 
ampoco  00  be  de  dudar ; 
fero  error  hwra  negar, 
kln  fe  de  la  medicina , 
Eriojot  que  uno  imatpna . 
Ames  6  después  de  tellios 
Ltoraltos ,  ya  es  padecellos  \ 
V  aunque  haya  de  aliviallos , 
Tenellos  para  llorallos... 
£1.  1  uilsicos. 
Ma*  taliera  no  Unellot, 

DAMAS  V  BlisiCOC. 

Pero  bueno  a  tener  ojog. 


De  mi  dotor  el  lorotento 
Ko  llego  i  sentirle  yo 
piiriiue  le  lloro,  sino 
Le  lloro  porque  le  siento; 
V  asi.  si  aliviar  intento. 
Sucedidos  los  enojos. 
Con  lágrimas  ciuk  en  despojos 
Los  ojos  dan  al  pesar. 
Malo  M  tpner  que  llorar... 

Perobgeniie*  tener  ojoi. 


1 


Lisipo.  (Ap.  d  Ubia.) 
Tü, 
En  voz  de  Libia ,  i  Leooido 
Lo  mismo  diri*. 


USIPO.(jlp) 

Asi  veré  il  coDsiao 

La  blttana  eipenencla,  ta 

Que  Cintia  callar  me  hlio.      ( Vate. ' 


FOCAS.  (Ap.)    - 

Va  á  hablarles  llegan  las  dos. 
Con  que  veré  si  eiamino 
Su  amor  ü  odio,  i  cuya  causa , 
Para  poder  asistirlos 
V  notarles  laa  acciones. 
El  auefio  k  su  vista  flujo. 


No  protigas,  porque  Focas 
En  el  bello  laberinto 
Que  hace  en  esos  cenadores 
La  amenidad  desie  silio, 
-Con  la  dulzura  del  canto 
Rindió  al  sueño  los  seulidos. 

Retiraos  todos ,  porqué 

Si  et  cauto  dormir  le  híio. 

No  es  bies  aue  el  canV>  le  haga 

Despertar ;  que  fuera  impio 

Halago  el  que  convirtiera 

Tan  presto  en  pena  el  alivia. 

( Vaniü  tJbia,¡imeit¡a,  datn  aismátieot.) 

LmOBTE. 

Vamos,Sabaiion,i  ver 
SI  hay  en  jardines  tan  ricos 
Algo  que  coiner. 

BABA Ron. 
i  Que  haya 

guien  plante  rosas  y  lirios, 
láveles  y  tulipanes, 
Y  no  coles  y  pepinos  I  (Vanie  i 
Lisipo,  [Ap.  á  CiaUa.) 
Ntra  que  le  has  de  decir 
A  Heradio  lo  que  te  digo 
Que  en  voi  de  Clntla  le  adviertas. 


!  Leonido,  escucha. 

No,  Libia, 
Qniem  que  el  nraie  que  sigo , 
De  vista  pierda. 

Qniti 
SI  oyes  lo  que  solicito, 
Le  alcauíar&sintes. 


HEKACLio.  (A  Qntía.) 
Dijiste  (cuando  rendido. 
Aun  DO  sabiendo  quién  eras. 
Seguía  tu  sol  divino) 
Que  en  otra  ocasión  me  hablas 
De  decir  un  escondido 
Secreto,  que  embaraió  _ 
La  gente  que  entonces  vino. 

Es  verdad ,  j  aunque  de  pasOt 
Decirlo  ahora  detennluo. 
Oye  pues. 


ti  de*.) 


¿  Qué  es  lo  que  dices  * 


Lo  que  mi  padre  Llslpo 
Por  sus  ciencias  alcanzó , 
Y  1  mi  solamente  dijo. 


Viéndose  de  mi  obligado. 
Cuando  preM  á  Astolfo  vim 
Porque  lulercedi  por  él , 
O  por  ü  moria,  me  quiso 
Hacer  duefio  del  secreto. 


Ciatos  !  ¡  qné  escucho ! 


I  De  Haurtdo  el  h^o  soy  T 

uigmzíídbvGoOglc 


Sf ,  T  por  wiia 
T«  toca  el  imperio  invicto 
üe  CoiutaDüiiopU. 

ciüti». 
SI, 

Y  00  solo  de  ID  alika    - 
Valor  el  imperio  es  , 
Has  (le  Tnnacria  el  dominio , 
Que  feudüLaria  colonia 
lía  soya. 

Pero  es  preciso 
Dae ,  mientras  que  Tócaí  tita , 
Esié  el  secreto  escondido. 
Porque  le  importa  no  ménoa 
ttue  la  tida. 

Has  convino 
Guardar  el  secreto ,  mientras 
Viva  Focas,  porque  impjo, 
BidrApieo  de  lu  sangre , 
Ho  ae  cebe  eii  lu  homicidio. 

Y  asi,  secreto,  y  pensar 
Cómo  se  podra»  tas  lirios 
Uedarar. 

Y  asi,  silencio, 

Y  prevenir  discursivo 
Cómo  podrís  declararte. 

uau. 
Que  si  hallas  algún  camino... 


EN  ESTA  VIDA  TODO  ES  VBRDAD  Y  TODO 

.    ;.  f6c»*.  (Ap.) 

T  '  Ya  deste  engaito  iarormados 

'  Y  contra  mi  persuadidos, 
I  Es  fueraa  que  en  dos  afectos 

Contrarios ,  y  tan  distintos 
I  Tomo  de  enemigo  y  padre, 
i  Haga  la  sanfire  su  oficio. 
'  A  hablarlos  Ileso  thora.  Pero 

So;  mejor  es  adverllriat 
.  Recalado,  |)ues  es  claro 

?ue  disimn^en  conmigo, 
á  SDS  solas  DO.  Y  asi 
Otra  vez  el  sueño  unjo. 

LEIINIDO.  (Ap.> 

Conlleso  que  tuve  ii  Foca* 

No  sé  qué  interior  cariño ; 

Pero  ■hora  miiozoc  ser 
,  Re  m)  S4d»erlMa  naddo, 

Por  juzgarme  el  mas  cercana 

De  la  corona  i  que  aspiro. 

Dígalo  el  que  oyendo  ahora 

Que  rae  toca  por  Hanrícto, 

K1  que  cariño  jnitgaba , 

Es  rencor,  cuando  imagino 
I  Que  es  tirano,  y  que  me  qnlM 

É\  imperio  que  era  mío. 

nsaAcuo.  {Ap.) 

De  albricias  la  vida  diera. 

Aunque  viva  aborrecido 

De  Focas',  tan  i  su  viíia 

■■  -  '     ni  jieiigr 


■ENTIBA.  6» 

LioRi»a.  {Ap.) 
Pero  ai  me  dijo  Libia , 

Cuando  lo  (lemas  me  dtJa , 
Que ,  muerto  él ,  es  fuerza  que 
Sigan  iodos  mi  partido, 
¿Qué  eüpi'To'!  lias  ¡  ay !  que  aquel 
Cariño  oculto,  indeciso 
He  Ueoe.  iNo  vale  mas 
Un  imperio  que  un  caríAoT 
Si.  Pues  i  qué  temo?  qué  dudoT 
!  {Saca  Le«Hiá«  el  puñal;  Heraclh  td 
verlo,  taca  también  el  luga.) 

KESiCLIO.  {Ap.) 

¿Qué es  lo  que  intenta  Leonido* 


Poi 


<e  ba  d: 


No  dudo  que  al  punto  mismo... 

Ai  mismo  Instante ,  no  ignoro... 

Que  te  sigan  infinitos... 
cmu. 
Que  haya  muchos  que  te  aclamen... 

UBIt. 

Aunque  Impoaibie  lo  rolro... 
Aunque  imposible  lo  veo... 
Miéntru  F6eas  esté  vivo.        ( Yatue.) 


Pues  no  importa  que  el  invicto 

'  I.auret  que  me  toca ,  goce , 

I  Tanto  como  baber  sabido 
La  saogre  que  arde  en  mis  venas. 
Bien  que  ahora  esté  el  fuego  libio. 

FOCAS.  (Ap.) 
Tomo  hablan  entre  si , 
\ada  en  los  dos  averiguo  -, 
Con  lodo,  vuelvo  al  acerbo. 
j^Qué  Tuera  que  de  fingido 
A  verdadero  pasara ! 
Pues  parece  que  me  rindo 
A  la  pesadez  de  un  sueño . 
Que  mas  que  sueño,  es  delirio. 

( A^rmieeie.) 

lEOMIDO.  (Ap.) 

Y  pne«  en  mi  oo  hay  mas  ley 
M  mas  raioD  ni  mas  jniclo 

Qne  desear  reinar,  uuísiera 
Para  poder  conseguirlo... 
HíaicLio.  [Ap.) 

Y  pues  no  ha;  mas  ambición 
En  mi ,  ni  deseo  mas  digno 
Que  el  de  ser  quien  soy,  deje 


HERACLiO,  LEONiDO,  FOCAS. 

I.EOMD0.  {Ap.) 


So^>eiuo  GODial  aviso... 


( A  íai  taeet ,  de^iierla  Fieai.  \ 
rócu. 

iQué  es  esto? 

Haber  Heracllo  querido 
Darte  muerte ,  y  ser  yo  quien 
Tan  loco  furor  impido. 

KEBICLIO. 

Leonido  era  el  que  iiiteatalu 
;  Bbtarle ,  v  yo  quieu  te  libro. 

¡A)  infeliz !  que  ni  bien 

t)i'S|>ierta,  ui  hién  liomiido, 

Huera  y  no  mvera ,  en  dos  vocea. 

Oi ,  tau  i  uu  instante  mismo , 

Que  mezclados  loa  metales , 

Ninguno  sonó  distinto  : 

l)e  suerte  ,  que  de  su  acenlq. 

Nada  inliero;  y  si  redimo 

A  la  acción  el  desensaño , 

Igual  en  los  dos  la  miro, 
,  Pues  miro  en  los  dos  igual 
'  Desnudo  el  acero  litopiQ. 
i  LCORino. 

'  Yo ,  al  irte  t  naiar  Heradía, 

Lo  desnudé  en  tu  «erTlclo. 

UHCLIQ. 

Yo  le  saqué  en  tu  defensa , 
Ai  irte  t  nutar  Leonido. 

Hlentet ,  mientes ,  porque  ya 

(A  asr^elit-i 
Que  yo  no  puedo  h^cer  juicio 
De  la  voi  ni  de  la  acción  , 
Por  el  pavor  lo  Bili>h)o 


{yate.) 


Con  tal  noticia  admirado... 
uonieo. 


Por  su  cansa. 

LEOKIM). 

Ya  se  ha  ido 
Heracllo  :  solo  he  quedado. 
{Repara  en  Féeat,) 
(Ap.  Mas  no,  que  quedan  conmigo 
Mis  concisiones  y  penas. 
De  lai  horror  me  revisto 
Al  ver  a]  traidor  por  quiea 
El  sacro  laurel  no  ciño. 
Que  no  sé  cómo  la  safia 
De  tanto  rencor  resisto.) 

(  Fwbw  d  talW  Beracht.) 

HHACLIO.  {Ap.) 

Por  descansar  1  mis  solas. 
Huí  de  aquí ;  y  habiendo  visto 
Gente  ai  paso,  por  no  hablar 
Con  nadie ,  tuerzo  el  cainlDO. 


Del  corazón ,  , 

Me  dice  en  calladoa  gritos 
Que  tú  eres  el  tt^dor,  lA ; 
Pues  en  tu  mano  Uanoldo 
Desa  cnefalIU  el  acero , 
De  aqnese  puñal  d  Qlo, 
Tinto  me  espeluza,  tanto 
Me  sobraalla.  —  Leonido, 
Defiéndeme  del ;  que  lodo 
Mi  valor  estremecido 
No  baata  contra  el  amago 
De  haberle  contra  mi  vtMo 
Tan  laBiidaroente  Bero. 
Tan  d^amente  atrevida, 
Tan ■ ' 


mdo. 


HUACLIO. 

1  Por  qué,  señor,  cuando  yo 
No  aolo  el  acero  rindo 


dbvGooglc 


nOHEtlIAR  DE  DON  PEDRO  ULDBRON  OB  LA  BABCA. 


Clatia  ,  Libia ,  pues  que  sois 

Fimiiiares,  sed  amigos, 

Uue  me  da  lamuene  Heraclio! 

Hume  LIO. 

A  rato  ana  sei  persuadidos, 

Üe  ban  de  malar.  ^Dóude  i cielos; 

Huiré  4o lanío  peligroT  ( Vau.) 

;  Déi  me  amparad  '. 

Yo.  señor, 
lAp.  Pues  lan  Iriei^ba  saueilido ; 
Hacer  la  deshecha  iinporla ) 
Le  segairé ,  y  en  casugo 
De  Igual  traición,  le  daré 
Mil  muerles.  (Va 

Corre ,  Leonldo ; 
(Jae  del  aleve  la  fu^a 


Pues  oblígalos  i  qae 
I  Eaoi  formados  prodigios 
1  Lo  digan. 

TODOS. 

i  Ya  mal  pMri 

'  Obligarnos  ni  oprimimos. 
Lisipo  T  rócxs. 
PorqaéT 

Porque  ;■  fatal... 
CumpMel  lérmtno  preciso,.. 
El  dia,  en  aquel  insuaie... 


')   EnqueforMdosteolmot... 

A  la  fueret  de  un  conjuro , 
V  de  UD  encanto  al  bechito. 
( Deiaparreen  loéot  de  impretUo ,  t 

te  mvd*  el  Uatri) ,-  i/Hedandc  uiti 

Fieai  v  iWpfl.) 


I  ¡Oh  mal  eipllcado  aUHNol 
¿Quá  de  cosas  me  has  callado , 
V  qaé  de  cosas  me  bas  dicbol 

ünaiMidMr». 
E]  manchado  bmlo  A  qaien 
Ayer  F6cas  lignió.  be  visto 
Calarse  otra  reí  al  monte. 

mnu.  I  Dentro.) 
Pues  acoMdlo  y  seguidlo; 
Que  sin  duda ,  pues  qne  Fócas 
Desde  ajer  do  hi  parecido , 
te  di6ii)ueTie, ;  «aehebambrienia. 

Vocet  líenlro. 
¡K  i\ ,  Helampo  i  1  él ,  Barcino ! 

Porque  el  dn  d*  lauto  asombro 
Se  enlace  con  sa  princi|rio. 
Acosado  <l(-  los  canea  , 
Vuelve  sangriento  t  hertdo 
A  mi  el  bruto,  i  ücñipo  que 
No  puedo  acudir,  rendido, 
A  mi  defeioa.  :Ali  del  nooie. 
Vasallos,  criados,  amigos  I 
;Nohajqr' * 


LISITO. 

Selior,jquéeiesto?   ' 
rixM. 
No  sé: 
Un  leurgo,  nn  parasismo , 
Un  rrenesi,  una  locura. 
Un  pasmo,  ttii  ansia  ,  ud  conflicto ; 
Une  aunqae  no  dudo  el  saberlo. 
Descansaré  con  decirlo. 
Fiíigi  el  sueño ,  y  él  vendado 
De  ver  que  le  babia  ungido, 
PeriuHiudas  las  ideas. 
Verdadero  hacerse  quiso. 

V  en  aquel  pequeño  espacio 
Quu  iba  acechando  resquicios , 
l'jvpúscuios  de  la  vida. 

Ni  bien  muerto,  ni  Inen  vivo, 
A  Leoiiidu  vi  y  i  lli-racllo , 
Sobre  vuestros  dos  avisos , 
Con  dos  puñales ;  j  aunque 
(U<la  uno  se  previno  - 
llu  que  era  suyo  el  amparo 

V  era  ajeoo  el  homicidio . 
Ño  sé  con  qué  ocnlia  causa , 
Sin  asustarme  en  Leonido 
El  acero,  «i  el  de  KerarDo , 
Jurara,  en  mi  sangre  tinto  ; 
l^n  que  inlíero  que  al  oír 
Uue  era  bijo  de  Mauricio, 
KevcQló  la  saftS  en  él. 

V  pues  que  jo  no  me  afirno , 
l'eciil  vosotros,  decid. 

Si  Iden  ó  si  mal  colijo 
De  sus  acciones . 

Si  ellos 
Llegaron  asi,  «scondldos 
Sus  Intentos .  no  podemos 
Ei|)llcarlos  sin  oírlos; 

Sue  lo  que  no  sale  al  labio , 
o  lo  alcaoia  nuestro  arbitrio. 
Fócu.  (A  ¿Mpii.) 
Tú.iqu£ínBerei1 

tMPO. 

SI  pddiera 
\a  baUar,  jt  to  bmtta  dicho ; 


POCAS,  L1SIP0,   deipuei  CINTU, 
LIBIA,  T  Gum  deHín. 
róus. 
Oíd ,  esperad. 

Es  en  vano; 


;  Y  pues  te  dejo  ei 
'  ¿ue  te  encontré ,  lo  que  a 
Inlicre  de  lo  qne  has  visto 


).(£». 


ro.) 


A  la  selva. 
OTRO.  (Denlra.) 
Al  moi>le. 

otiio.  {Dentro.) 

Al  jaral. 

OTRO.  {Dentro.) 

Al  risco. 

i  usu.  (Dentro.) 

¡Focas! 

aiiTti.  (Dentro  > 
i  Sefior ! 

En  la  propia 
Acción ,  T  el  propio  distrito 
Une  perdido  me  dejaron 
Mohieros  ]r  criados  míos, 
Vnt'lvo  á  lialiarme,  sin  que  bafi 
i  ( l^H  Inii  nunca  visto  estilo , 
;  yiic  fué  sincopa  de  on  año, 
II  paréntesis  de  uo  siglo) 
M  sabido  ni  alcanzado , 
Ni  rastreado  ni  inferiilo 
Has  de  (|ue  en  Heraclio  fué 
Piedad  iodo,  hasta  haber  visto 
Blandir  su  mano  el  acero ; 
Tollo  crueldad  en  Leonido 
Hasia  haber  vi.ito  qne  él  fué . 
Si  he  de  creerme  i  mí  mismo , 
El.que  \x  vida  me  dié. 


lesocomT 


Losaoi. 

Si, 
Que  habiendo  lu  tai  oído... 


Vuelvo  i  stber...  Has  ;  qné  veof 
Vuelvo  1  fer...  Pera¡qaé  miro' 

UBACLIO. 

;  Esta  DO  es  mi  antigua  piel  T 
,  ;  Este  no  es  mi  traje  antiguo  t 

1  " 

Este  el  monte... 


íQuéoi 


;  Si  be  vislo  lo  que  be  s^ado  T 

.    LtOXIDO. 

¿Si  be  soñado  lo  que  be  vialoT 

¡  HERACLIO. 

i  Qné  se  hito  aquel  atcitar 
llionde  estaba? 


iOué 
Alcixar,  ni  qué  edincio  T 
Desde  vset  a  rsla  hora  aiidn 
Tras  ona  liera  perdido , 
Adonde  hallándome  anoche , 
Fueron  mi  lecbo  ealot  risco*. 
Salió  el  ailia ,  y  procurando 
Vencer  des  te  entretejido 
Seno  el  ceno .  no  hallé  sifiula. 
Con  que  habiendo  al  aire  obla 
Dcloi  monteros bs  voces. 


dbyGOOglC 


De  toi  cues  los  latidos , 

Llamé ,  no  Lanío  porqué , 
Yendo  el  lirulo  huyeuiio  al  río, 
Ue  diesen  socorro,  cuanlo 
-Porqae  desle  bllCTÍiHo 
Me  sacjsen.  V  sujnieslo 
Que  en  mi  liusca  habéis  venido , 
Dehajo  de  ai|arl  sesuro 

?ue  CJiíiia  y  Llliia  Gahrln  dicbo , 
endo  de  paz  i  bnscaros 
Con  aparatos  tesiivos 
De  músicos  iiislrumenlos, 
Seáis  lus  dos  ble»  venidos. 
Iil  adonde  á  oír  se  Tuelve 
'  bl  montaraz  alarido. 

Veeei  ientro. 


¿  Qué  |>alac 


ESCENA  IX. 

CINTK,  LIBIA,  LUQUETE.  SABA- 
KON ,  «EHTc— FOUS,  HEHACLIU, 
LEONIDO. 

babaSou. 

Biea  puede  ello  ser  verdad ; 

Hm  jo  be  de  perder  mi  joicio. 

Yo  no ;  qnc  p  no  le  tengo. 

nucuo. 
¡Cielos!  jqné  me  ba  sucedidoT 

LIO.'IIDD. 

i  Qué  es  lo  que  por  mi  ha  pasadoT 
H*a*AoM.  (A  Luquete.) 

«Hate  tu  amo  despedido , 

Que  te  qnilú  la  tiJirea  ? 

LDQpiLrE.  [A  Sabañón.) 

iQaé  se  hicieron  los  TesUdos, 

Jojas  j  plnmasf 

SÁlkflD)). 

No  sé. 
CKTiA.  {A  Ficat.) 
Alegre,  seQor,  te  pido 
La  mano  en  albricias  nobles 
De  qae  con  vida  le  miro. 
Después  que  en  tu  busca  Aii , 
Tan  asustada  registro 
El  monte ,  que  U  esperaoia 
Perdí  de  encontrarte  vivo. 

A  todos  nos  da  tus  plantas. 

y  o  la  flncM  os  estimo. 

T  JO  estimo  i  mi  Tortima 
El  que  esté  Heraclío  contigo; 
Que  habiéndole  hallado  yo , 
V  habiendo  él  en  tu  peligro 

Sido  el  que  llegó  primero. 
He  persuado  i  que  be  tenido 
Alguna  parte  en  su  dicha , 
y  lio  pequeña  en  tu  alivin. 

Lo  mismo  h  mi  me  sucede 
Contigo,  hallande  i  Leonido. 

Los  dos  llegaron  ahora, 

LUQDlfTC.  I 

iCbtao  ahora!  ;No  esturimos  ' 

Contigo  en  aquel  paUdo  T 


EN  ESTA  VIDA  TODO  ES  VKBDAD  V  TODO  HEKTIRA. 
rdCAS. 

¡  Aqueso  es  lindo 
Uno,  qne  i  Tuer  de  pastel 
Mandó  Alguien  hacer  hecbiio. 
Donde  cuantoa  aquí  estamos 
Allí  estibamos  contigo, 
O  díganlo  Libia  j  Cinlia. 

LáSDOS. 

¿Estiis,  villanos,  sin  juicio! 

LEOMM.  (Ap.) 

Sljono  veogttconél, 
A  mi  me  diri  lo  mismo. 

■BBACLIO.  [Ap.) 

Que  padesca  la  sospecha 
También  de  toco  ^  preciso. 

IIOI.IDO.  {Ap.) 

V  asi  disimole  j  calle. 
BMMUO.  (Ap.) 

V  asi  calle  ;  floja. 

Digo 

?ue  habiendo  ahora  llegado, 
habiéndoles  las  dos  dicho 
Que  quiero  mas  ser  piadoso 


Destas  montanas  vedno, 
Destos  bnilo3cúmp»i)ero. 
Ciudadano  destos  riscos ; 
Que  QO  quiero  oir  aplausos 
De  tan  mañoso  artiScio , 

«ue  no  sepa  cuando  sou 
erdaderos  ó  Qngldoi. 
róCAs. 


los  dos ,  que  vengativo 
Con  el  uno ,  es  bien  que  vamos 
Donde  sean  recibidos 
En  tu  corte  con  aplausos , 
Festejos  •}  reRÜcijos , 
V  donde  muden  el  traje 
En  adornos  y  vestidos 
De  reales  purpuras. 

LEONtDU. 

{Ap.  ¡Cielos I 
iSiserJirstoloKngidn, 
T  lo  otro  lo  verdadero? 
lO  si  lial)rá,  al  contrario,  sido 


iloci 


),-yloo 


Lo  incierto?  Has  ^qná  averiguo! 

Vaya  yo  donde  me  vea 

De  reales  pompas  vestido , 

En  palacios  alojado. 

De  varias  genles  servido , 

Y  sea  cierto,  ú  no  sea  cierto; 

Pueseo  los  faustos  del  siglo 

Lo  que  se  gota,  se  goza. 

Dure  ó  no  dure. )  Rendido    {A  Fiau.) 


gracias  de  que  te  admilo 


nanACLio. 
No ,  señor, 
rffcks. 

■KUCUO. 

Como  cuando  miro 
le  la  púrpura  real 
_  polvo  ta  esmalta  en  Tiro , 
V  que  no  ha;  polvo  qne  tm 
Se  desvanezca  en  suspiros. 
Siendo  tan  leve  la  pompa , 
Que  no  haj  humano  sentido 
Que  ser  mentira  6  verdad 
l^eda  aflrmar,  te  suplico 

8oe  mas  lustre  no  me  des , 
ue  dejarme  en  mi  retiro 
A  vivir  conM  viví, 


ASTOLFO,  LISIPO,  mtá  te  fuedan 
oeullBt ,  eaita  uno  d  lu  ítdo.~  Dtcnos. 

UTOLTOn  (Áp.) 
Sabiendo  que  están  Leonido 
Y  Heraclio  con  Fúcas  ya , 
A  verlos  vengo  movido 
De  mi  amor ;  m;is  uo  me  atrero 
A  llegar,  pohjue,  ofendido 
De  que  de  la  prisión  salga , 
No  se  disguste  conmigo. 
Desde  aqnl  me  basta  el  verlos. 

LBiro.  (Ap.) 
A  qué  se  habrio  persiia<Iido 
Los  dos,  deseo  saber. 


i  En  erecto, 
Ingrato,  desconocido. 
Mi  piedad  desprecias! 

HEStCLIU. 

No 
La  desprecio;  Antes  la  estimo 
Tanto,  que  no  i[UÍero  verla 
Aventurada  al  peliuro, 
De  que  una  riiedad  padei» 
Escrúpulos  de  delito; 

pies  arrojado , 


Que  m 


pido. 


De  ti;  porque  i 

El  reino  de  mi  albedrio. 

Sin  mas  ambición. 


f6cas. 
No  es  sino  hallarte ,  tirano , 
Acusado  y  convencido 
■   líe 


tu  traición,  (Ap.  Has  iqnéhaooT) 

V  no  atreverte  (Ap.  ¿Qué  digo!) 
A  ponérteme  delante 

(Ap.  Mal  la  cólera  reprimo. 
Arrebátame  la  ira.) 
Al  ver  qne  aun  no  te  be  perdido 
Aquel  pasado  pavor. 

cnrriA.  (Ap.) 

I  traición  pnede  haber  visto 

t,  si  ahora  ha  llegado! 

Y  asi,  ingrato,  por  lo  mismo 
"—  mi  favor  aborreces , 

ripre  conmigo; 

ido  td 

, )  registro 

Yo  de  todas  lus  acciones , 
Qne  si  linyeras  Ibgllivo 
Donde  no  sepa  il«ti, 


dbyGOOglC 


COMEDÍAS  ÜK  DON  PEDRO  CALDERO»  DE  LA  BARCA. 


F.l  clia  que  persuadido 

No  eii  vano  esio;  qne  lá  eres 

£1  hijo  de  mi  eiieniigo. 


Itijo  de  Mauricio  soy, 
V  i'Sioi  tai)  desvanecido 
l)u  aurlo,  que  t>or  lograr 
Tm  glorioso:  t><i  iiivlciu 
Dliisotí,  d6  mi  delaiiTulo , 
lina  y  mil  veces  lo  alirnio. 

Auii'iiie  va  pnra  saberlo 
Ue  basla1)a  el  inferirlo . 
;De  qué  lo  sabes! 

BERACUO. 

Losé 
De  Ud  soiierior  leslf^o, 
Üue  DO  padece  objeción. 
Oliiüa  loé  quieu  me  lo  dijo. 


De  que  le  lo  dijo  Astoira 
A  U,  cuando  preso  vino. 
ÍSole  AiMfa.) 


Nlinelobaillcbaíl,niya 


¡  En  aquel  mismo  palacio 

¡  Donde  todos  esluvimoK. 
;  Por  señas  qne  me  dJiiste 
¡  Une  i  tí  tu  padre  Lisípo , 
i  Sabiéndolo  por  sus  ciencias , 
I  Te  lo  dijo. 
I  {Sale  Liilpo.) 

(Ap.  Aqni  es  preciso 
I  Hacer  la  desbeelia  ya. ) 
'  ¡Pues  cómo,  Libia,  bas  tenido 
i  Tú  alvevimiento  á  decir 
(Juu  dije  lo  que  no  be  diclio? 

.  Si  dinas,  ¡ah  traidor! 
Ilaliiéndole  yo  pedido 
\¡ue  lo  callases. 

I  '{Ap.  Volvióse 

Couira  mi  eleiigafio  mío.) 
Vo,señoraTiyo,seftoraT 

LUQUETE.  [Ap.  á  él.) 

^abaAoii,  ¿bas  entendido 
Algo  dcíto  t 

Todo, 

LUQUETE. 

iVquées* 
BAS4^u:i.  , 

el  demonio  anda  listo 
Y  er  diablo  íuelto 


SI  le  b«  roinjiido        (A  Citiiia.) 
El  Mcreio,  con  mi  muerte 
Lopigolodo.— V  tíi,  implo  (A  AiMfa.) 
Piadoso ,  que  me  dejaste 
Tantos  años  este  altivo 
Honor;  ya  queto  dijisie, 
j,l>or  que  alíora  tan  atrevido 
l.o  iiit^as,  aventuraiiilo 
lil  respeto  eu  Cintla? 

JlSrOLFO. 

DjIo 
Tú,  señora  :  ;cirinda  ya 


A  U  eu  nada  te  replico ; 

Pero  i  este  que,  iras  qttilarme 

Kl  Itonor,  me  quila  e1  juicio , 

La  vida  que  te  |[n»rdé 

ISu  aquel  alcitar  rico , 

L«  be  de  <|uiLar. 

ASTOLFO. 

( En  qué  iiMfavf 
LEONlbO.  (  A  Heraclio.) 
Detente ,  y  no  inadvertido 
Le  maltrates;  que  aunijue  es 
.  Verdad  que  en  él  estuvimos, 
No  es  verdad  lo  <|ue.  pasamos. 
Algim  superior  motivo 
Auda  aquí,  que  uo sallemos. 
Dbulo  el  *er  que  lo  mismo 
llcdijotiB<lJhia,yMO 
por  aqupso  lo  he  creklo. 


A  todos  confusos  miro , 
Alabemos  de  una  ves  . 
De  salir  de  Unto  ablsnm. 
Yo,  Asteiro,  para  saber 
Tu  secreto,  me  he  valido 
De  medios  que,  ser  Rericlio, 
Ue  bau  dicbo ,  bijo  de  Hsuricio. 

ASTOLFO.  (Ap.) 
.SerS  la  primer  verdad , 
Qne  la  mentira  habrá  dicho. 
rócAS.  (A  Ailolfo.) 
Pero  para  que  no  quede 
Escrupuloso  en  Lconido 
El  crédito,  dilo  claro. 

Yo ,  señor,  ne  he  de  deciilo. 
Sábelo  tú ,  pero  no 
De  mi. 


Señor, 
Airada  contra  mi  niiro 
La  deidad,  por  quien  calló 
El  labio,  y  liuliló  el  ludido. 
V  puesto  que  me  amenaza. 
Sañudo  su  ciño  esquiro ,' 
lluci'a  por  [6do ,  saneando 
1.0  iDul)ediente  lo  Tmo, 


Leonido  es  tu  hijo ;  que  caso« 

Kn  dos  tiempos  snceilidns, 
Iticu  pude  uluauzarliis  yo. 


Eso  es  mas.  Vasallos  mio*t 
':  Leonido  es  mi  bijo  y  vuestro 
;  Principe. 

¡Viva  Leonido ! 
I  Vito ,  y  ¡  mueva  Heraclio ! 


6  bas  de  cumplírsela,  ó,  intes 
(Jue  muera ,  eu  f  I  pecho  mió 
Uas  de  ensaiigreiitar  tu  acero. 

¡,Qaé  es  lo  que  yo  le  he  ofrecidoT 

Mi  matarle,  ni  prenderle. 

Por  ti  y  por  mi  he  de  cumplirlo.— 
Uesamarrad  a<tuel  barco 
Que  estji  orilla  del  marino', 
Dadle  un  barreno  en  entrando 
En  él.— Va  le  dfjo  vivo , 
Pues  no  le  doy  muerte ;  y  va 
No  le  prendo ,  pnes  le  envió 
Donde  pueda  correr  todo 
Ese  campo  cristalino. — 
Llevadle,  pues. 


No,  villanos. 
Ron  violencia;  que  yo  mismo 
Al  sepulcro  por  mi  pié 
Iré ,  (Hies  sepulcro  mi9 
Es  ese  l>arco ,  que  ahora 
Me  recibe  comiia&ivo , 
Para  qne ,  vuelta  la  agt^ja 
En  el  primero  desvio , 
Sea  lumba  el  que  fué  albergue. — 
Adiós,  hermoso  prodigio,  (A  Ciníía.) 
Primero  que  vi  y  poslrero.  — 
Quédate  aiHos,  padre  mió;  {A  AtMfo.) 
Que  solo  siento  dejarte 
Kn  poder  de  mi  enemigo : 
Piii's,  miuliemlo  la  renlad. 
Verdad  la  mentira  dijo. 


,  Aquesle  pequeño  alivií 

I  Llevad  con  el  i  ese  anciano 

'  lladnco  vil. 


.  !  Purs'elir  a  morircontlHO. 
;  ( iMwte  alauBot  á  Hertelio  g  A*- 

¡  lolfv.) 


¡  Qué  desdicha ! 

LUQUETE. 


DigilizsdbyGOOglC 


FftCAS.         • 

Ahora,  porque  no  lleguen 

Los  ecos  de  sus  «prnidos 

A  nosotros ,  ein|ie/.iiil 

Desde  aquf  los  reeocijos, 

Coii  (iiiees  liien  Lcoiiido  entre 

En  la  corle.  (A  Leoaido.)  Ven  conmlKO 

Para  que  le  reconozcan 

Todos,  s  lodos  reiidid.is 

IJesPii  inmaiio,  ilicieiidi' 

A  volees  :  i  Viía  Leonidol 

¡  Viva  LeODido ! 

HCHACLio.  {Dentra.) 

Dioses! 

ASTOLVO.  {Dentro.) 
¡  Oh  cielos  divinos , 
.Clemencia ! 

Viva  Leoniüo. 

■  LE0SiDO.{Ap,) 

Spa  mentira  ó  sea  rentad , 

Sra  cierto  ú  sea  Dngiilo , 

(I  dcsraiiíicase  ó  no. 

Ya  por  lo  menos  me  miro 

Stii  competencia  heredi'ro 

De  un  imperio:  j  aniii|uc  esquivo 

Rl  liado  qaiera  vt-iigarse, 

Ho  m»  quitará  haliei'  visio 

Aquesta  reliciUad 

A  costa  de  aqtiel  peligro. 

HBAACLiD  T  ASToi  1^.  {Dtnlra.) 
¡Oh  dioses  saotos ,  piedad! 
'    i  Pavor,  oh  cielos  divinosl 

Decid  que  Leonido  viva. 


ESCENA  Xt. 


Fdr,*s. 
1.  iQué  salva  es 
_     ,      á  ÍD  lejos  se  ha  oidn , 
Coyas  lrom|>elas  ;  cajas 
Al  son  del  hronce  han  querido 
Trocar  en  toques  de  guerras 
Estos ^plai^sos  TesüTos* 

Ue  compasiva  la  vista 
SlKuiendo  iba  el  combatido 
Leño  de  vientos  jr  Olas, 
Cuvo  inúiil  desijerdíTM, 
Como  juuando  con  él , 
Conservaba  en  su  Imllicin 
El  inquieto  afán  de  lanío 
Salobre  campo  de  vidrlii,    . 
Cnaudo  alil.ida  en  los  lejos 
De  aquel  átomo  de  pimí. 
Descubrió  en  sos  gniros  una 
Vaga  ciudad  de  navios, 
Qoe,  al  reconocer  el  puerin , 
Salva  i  sus  nHiraltas  bi/o. 


BN  ESTA  VIDA  TODO  ES  VERDAD  V  TODO  MENTIRA. 
I  Las  hinchadas  velas  miro , 
I  A  |>ensar... 

r6cAs. 
iQuét 

Que  es  la  armada 

DpI  principe  Federico 
lie  Caiahria ,  de  quien  ya 
MoUcías  di. 


Por  el  mismo 
Trance  de  pensar  (jue  es  él , 
Ño  cesen  los  regocijos ; 
Que  i  mi  no  me  asusta  nada. 
V  mientras  la  gente. alisto. 
Pues  se  repiten  sus  salvas, 
Repitause  nuestros  liimnns. 

LEONIDO. 

TÚ  veris  que  desempeiSo 
Los  cnídttos  de  tu  bljo. 


i  Pbri. 

ESCENA  XII. 

;   FEDERICO,   soLDAMKi;   HERACL10 


¡  y  siendo  asi  que  me  ha  dado 
I  Esta  investidura  el  hado, 
¿Por  qué  el  dia  que  ha  venido 
I  Con  |)Oca  gente  de  guerra 
A  Trmacria  este  tirano , 
No  lia  mi  valor  soberano 
'  De  infestarle  mar  v  tierra 
!  En  su  vengauxa  j  la  roia? 
t  Pues  cuando  vo  no  tuviera 
¡  Has  razón  qué  nie  moviera 
¡A  lan([lovinsa asadla, 
I  Qui^  el  ajtüero  de  Lisípo, 
A  i|iiien  lie  i:alnbria  eáé , 
Ella  bastara .  [Hirqué 
Vea  el  mundo  que  anticipo 
A  su  ciencia  mi  valor. 
V  mi  ánimo  íi  unt  recelos, 
Uidendo  mi  fama... 


Esperad. 


Tributo  será  de  alguno 
De  tantos  reinos  vecinos, 
Como  feudatarios  son 
Al  imperio. 


ASTOLFO(On«rii.) 
noEKico.  (Dentro.) 
A  tierra ,  á  tierra. 

■EBACtlO  r  ASTOLFO.  (Deafrfl.) 

¡Piedad, 
Koses  santos  jr  divinos ! 

Dxos  SOLDADOS.  {Deiilrv-i 

'  '      oraos-  {Dentro.) 

i  Guerra ,  guerra ! 

HERACLIO  I  AITOLFO.   (IMüfrO.) 

i  Clemencia ! 

SOLDADOS.  {Dentro.) 
i  Viva  Leonido ! 
{Salea  Federica  y  lolilaáet.) 

FEDERICO.  , 

;  A  tierra !  y  tan  lirevenientr 
Como  se  vaya  tomando. 
Se  vaya  al  punto  doblando 
En  escuadrones  la  gente , 
Porque  mas  desprevenida 
Le  coja  el  susto ,  sin  aue 
Nadie,  sino  es  jro,  le  dé 
La  nueva  de  mi  venida; 
Ya  que  afables  agua  y  víciiio 
Quieren,  franqueada  la  tierra , 
Queá  fuego;  sangre  la^uern 
Les  publique  otro  elomi'nio. 
Principe  me  hlio  beredero 
De  Calabria  mi  destino ; 
Ue  Mauricio  soy  sobrino  : 
V  pues  por  su  muerte  inliero 
Que  el  sKto  laurel  es  mió, 
iPor  qué  tengo  de  pagur 
Feudo  del ,  y  no  lengKr 
La  pérdida  ae  mi  tío? 
Uayonsente  cuando  sé 
Que,  el  dia  que  se  perdió*. 
El  postumo  que  dejó 
Humana  víbora  fué, 
Que ,  revenlanilo  i  su  madre , 
En  ios  montes  se  ocultó , 
Donde  üel  le  retiró 
Un  vasa)l»de  su  padre. 
De  quien  nuoca  se  ha  sabt<to. 


¿Qué  voten  el  mnrol 
Que  entre  tanto  horrible  estruendo 
Lugar  se  liacet  Aunque  ya  atiendo. 
A  lo  que  hoy  desde  aquí 
Mirarse  deja,  marino 
Motistruo  me  oai^ece  que 
Arroja  de  si,  Dien  que 
Sus  señas  no  determino 
Pues  es  humano  en  la  usada 
Voi ,  y  l>ruto  en  lo  que  anbela , 
No  es  ave ,  pues  que  no  vuela , 
V  no  es  pe7,,  pues  que  no  nada. 
Va  del  quebrantado  hielo, 
A  embales  de  la  resaca, 
lino  á  la  orilla  le  saca. 
{Saca  ÁiMfa  á  Heraeüa  en  braia».) 


¡  Cielos ,  inedad ! 

lETOLPO. 

¡Favor,  cielos! 

FEDERICO. 

El  que  parecía  embarcado 
tino  en  el  mar ,  ya  son  dos 
En  tierra. 


¡r>racias  i  Dios 


Que  pude  s: 


Prodigios,  que  entre  crueles    " 
Ovas,  ráfagas  y  tuinas. 
En  vez  de  armaros  de  escamas, 
El  mar  os  vistió  de  pieles , 
¿Quién  sois? 

Dos  tan  desdichados. 
Que  los  hados  han  queiido 
Halarnos,  y  no  han  podido 
Aun  cousegoirlo  los  liados. 

BEHACLIO. 


Y  i  otras  nos  reslittnó. 
Si  sois  soldados  de  Focas, 

'  tlsad ,  pues  tenéis  en  él 
Poderes,  de  la  fortuna , 

V  en  inerte  tan  oporluna 
Sea  la  piedad  crui'i. 
Pues  para  que  al  beneflcio 
lie  matarme  mi  voz  hoy 
t)9 obligue,  HeracliosoT, 
lUjo  iutausio  de  Haiwicia. 


dbvGoogle 


u 


Ese  ini^M  á  qiden  detlierra 
La  lealiid  mu  «ingubr, 

Y  que  me  ha  dado  en  el  mar 
Una  vida,  otra  en  b  tierra, 
Aslolfu  es ;  |)or  él  os  pido 
ÚDe,3'a  que  1  mime  raaiels, 
A  él  la  vida  reservéis. 

Y  pues  i  esos  pi^s  rendido. 
Os  ruego  abreviéis  los  \i\¡tJ.M 
De  mi  muene ,  jqiié  euperals? 
iPar  qué,  pues,  me  la  negáis!' 

FEnEnicii, 
Pnr  no  negarle  los  brazos; 
4jae  al  oírle,  agradecida 
EsU  el  alma  de  manera, 
Uue  so  misina  lida  diera 
hii  albricias  de  in  vida. 

Y  aunque  parezca  bo;  en  nil 
Sobrada  facilidad 

r.reer  Laa  gran  novedad 
En  el  punto  que  la  ol , 
Salvo  la  objeción,  norqoé 
El  que  ta  estime  y  la  cre^ , 
No  es  posible  que  no  sea 
Causa  superior,  en  fé 
De  que  el  cielo  solieraoo 
Quiere,  contra  una  malicia. 
Volver  hoy  por  lu  justicia 

Y  la  dése  nuble  anciano , 
A  cojas  lealtades  hoj 
l'ambien  los  brazos  aplico. 


COMEDIAS  ÚE  DON  PEDRO  CALDEROH  DE  1 
ü.veme ,  j  deMaauré 
Has  bien  coutigo. 

FBDCIICO. 

Si  fué 
Para  tí  alivio ,  di. 


Federico , 
Duque  de  Calabria  soj  : 
(^u  (|ue  no  en  vano  sospecho 
4)ae  lapasada  objeción 
Tieiie  otra  salisfiicdon , 
Pues  í»  sangro  de  mi  penho 
Tan  tuya  es,  como  E*er  hijo 
DeCasandra,  hennana  liella 
De  Haarieio :  uueiira  estrella 
Confronta. 


Si  bieu  colijo. 
Cobrado  el  susto ,  tus  sehas , 
Ya  me  acuerdo  iguc  te  vi. 


>'d  es  posible ;  porque  A  mi 
Nunca  me  vieron  las  penas 
Qae  lü  habitaste. 

ReHACLIO. 

■  Es  verdad ; 

Pero  vite  i  ti  sin  ti. 


i  A  mi,  sin  mi  verme! 


HHACUO. 

Si. 

FEDERICO. 

Esa  es  otra  novedad. 

Casi  i  la  primera  igual ; 

Has  hasta  descansar ,  ihi 

Te  la  be  de  pr^oniar  jo.  — 

A  la  capitana  real       (A  iMuldaéei.) 
'•  Le  llevad ,  donde ,  después 
I  Qae  te  bajas  reparado, 

Y  Teslldo  y  adornado , 

Ueri  Justo  que  me  des , 

Se  h>  que  admirando  voy , 

Las  noticias  tan  extrañas. 


Escucha. -~ 

Aquella  empinada  sierra , 

A  cuja  atalaya  están 

De  guardj  ni  Ltita  y  volcan... 

ESCENA  ZUL 

FUGAS,  S0I4IADOS  SDTOS.— Drc 
deipuei  un  soldado  4e  Feieri 
Vúcei  dentro. 
¡  Arma ,  arma ,  guerra ,  guerra ! 

f6cas.  (D«n/ro.) 
Llegad,  antes  que  formado 
En  escuadrones  e»lé. 

{Sale  m  told 

SOLDADO. 

Ya  el  ejírcllo  se  ve 

"  mdo 


Vo  también  te  he  de  salir 
Al  paso,  porque  el  denuedo. 
Dicen  que  es  del  enemigo 
Primer  batallón. 

nKüACLIO. 

Contigo 
Yendo  yo ,  veris  que  puedo 
Servirte  de  algo.  Ciia  espada 
Sola  en  adorno  me  dad. 


En  los  dos  mi  triunfo  espero, 

Gn  cuya  segura  fe, 

Ya  tocando  el  arma,  cierra 

Ni  gente  con  safia  altiva. 

{Eniranu,t0can  armag  date  labaiatta.) 

tjxos.  iDaitre.) 
¡Viva  Federico,  Tiva! 

oraoi.  (Dentro.) 
¡VivaFdcas! 

( Toem  cajoi  g  ctarintt.j 


'oT  una  parte  REHACLIO  mh  ¡a  es- 
pada denuda,  g  por  otra  CiM'IA ; 
detpuei,   FEUEHICD  t  soldados, 


Vo.  (Tmot.) 

HERACLIO. 

iQaé  es  lo  que  llego  t  vert 
cinn*. 
iOué  es  lo  que  llego  i  mirar? 

HEKACLIO. 

Trocarse  la  suerte;  pues 
paso  tedefenilia 


Has  tan  al  contrario,  que 
Yo  fui  allí  lu  admiración , 
V  al  mirarte  ahora ,  fué 
Vene  la  admiración  mía. 

■ERACLrO. 

Ko  eso  admiración  te  dé , 
Que  la  farsa  de  mi  vida 
Toda  es  pasos  al  revés. 
Dígalo  al  hallarte  aqui, 
Volverme  huyendo;  con  que 
Ituir  yo,  y  huir  de  ti,  serán 
Dos  cosas,  al  parecer. 
Tan  opuestas,  que  ellas  digan 
One  son  sin  que  puedan  ser. 

Orando  que  de  lu  vida 
He  doy  i  mi  el  parabién, 
j,  üo  seri  mejor  que  el  •pito 
Rompas,  con  que,  roto  íl. 
Victorioso  qtiedes! 

■ERACLIO. 

No, 


Lidia , 
V  no  huyas ;  porque  aunqní 


;Por  qué  no? 

HERACLIO. 

Porque ,  aunque  tan  una  eatíi 
Conmigo  ahora,  dirás 
Que  no  te  acuerdas  después,    ' 
Entre  mi  bien  v  mi  mal. 
De  mi  mal  ni  de  mi  l^n. 
Yoeet  dentro. 
Por  aqol  Heraclio  subió. 

FEDERICO.  (Denlrt.) 
Pues  subid  todos  tras  ¿I. 

Has  ¡ay  infelii!  que  ya. 
Aunque  quiera  huir,  no  podré, 
HigeiiteJlega,y  la  luya. 
Viendo  el  inmenso  tropel, 

Bue  mide  y  que  desampara 
1  linea  dése  cuartel 
(jue  guardabas.  Huye  tú; 
Que  tampoco  defender   • 
l'odré  tu  vida. 


I 


Eso  o. 


Ulna  a;  oiiv. 

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LEONIOO.— Dicho». 
LEOHiiw.  (Dentre.) 
Volved,  solJado»,  volved, 
Ose  el  pues  lo  en  que  (^iutia  en  i 
Han  rompido,  i  dereoder 
So  vida,  en  cujo  reiiaro 
Vo  el  primera  moriré.  (5aJ«  Letuido., 


EN  ESTA  Vm*  TODO  ES  VERDAD  V  TODO  MENTIRA. 

BEUCUO.  j 

El  de  Leonido,  !<olo  pratendi  romper 

Ooe  a1ll  era  el  de  cruel.  El  suyo  desie  Urano, 

V  el  mío  era  el  del  piadoso;  ^o  quitarle  i  cujo  es, 

Y  uo  trovados  los  ves,  V  mas  tocándote  i  U . 
Oue  soj  el  qae  te  da  mnerle  Por  mi  le  cute. 
Aunque  le  deüeuda  él.         {Pelean.) 


Poco  el  mirarte  me  asombra 
Vivo,  al  persuadirme  i  que 
Debió,  porque  no  me  Tuesa 
Sluestelriunro.  tener 
El  mar  lisiima  de  II. 

BcaACLio. 

Ahora  lo  veris.  {Pelean  ¡et  dM.) 

cmi..  (Ap.) 

No  me  puedo  declarar. 
Aunque  Quisiera ,  al  temer , 


Siv< 


:eker 


Si  Leonido,  mi  esperania, 
a  Pues  es  contra  nii  Ínteres, 
(Qué  he  de  bacer,  cielos  piad  osos  T 
{Tocmi  eajai.) 


FÚCAS.  — DiMOi. 
FÓMS.  (Dentro.) 
Broto,  que,  i  tu  dueño  Inllel, 
El  freno  rompiendo,  rompes 
Con  la  obediencia  l.i  lev. 
Va  qne  te  desbocas .  sea 
Hiela  el  contrario ;  nn  dés 
A  entender  que  el  desbocarte 
Es  butr. 

rEBERtco.  [Dentro.) 
Cargad  i  aquel 
Gmem)  que  gobierna  Focas. 
[Sote  Fien*  atgendo.  ] 
rúcts. 
¡Cielos,  mi  Tjda  valed! 


Mi  enemigo  es:  ji 


jAj  de  mil  j.nué  pscudict 
Que  asi  otra  vrx  ne  tus  di'S 
Equivoca  llego  fi  ver 
Voi  I  acción,  mufra  y  no  muera. 


Vuelva  i  dudar  otra  le/. 

Tu  es  no  lo  dudes  abrirá ; 
Que  si  allí  quisiste  hacer 
Enssvo  de  tos  tragedlas, 
M|ii"'sia  1.1  vi-nlail  ea, 
Y  íolii  mulló  un  ensaj^o. 
Que  se  trocara  un  papel. 


lado,  Heraclio,  estoy. 

No  en  vano  el  presagio  toé 
De  ver  aaogrleoio  tu  acero. 


ESCENA  XVIL 

LIBIA  ,  FEDERICO  t  Solbado».  — 
HERACLIO,  FOCAS,  LEOMDO, 
aNTIA. 

UBiA.  {Dentro.) 


Perdido  me  llego  á  ver. 
{Sa¡e»i'rdfrieo,  UbiayieUcdot.Fi- 
cat  CM  btriio  per  Heraelio. ) 


Llegad  todos.  Has  j<jué  es  estoT 


Ver  un  tirano  i  mis  piéi , 
Vengada  casi  «n  la  misma 
Campaña  li  muerte  InBel 
De  Haariclo,  por  Heraclio 
Su  bijo. 

No  es  eso. 


Pues  ¿qué  e: 

Un  hidrópico  de  sangre , 
Que,  por  Bo  poder  {¡éber 
1^  de.todoii,  rn  la  soja 
EsU  apagando  su  sed  ( Muere. ) 


Retirad  « 


Sacudido  el  yugo  qne 
Su  tiranía  le  puso. 
Diciendo  una  y  otra  vei : 

voces.  {Dentro.) 
I  Viva  Heraclio ,  Heraclio  viva ! 
Ciüa  el  sangrado  laurel 
Que  por  hijo  de  Mauricio 
Le  loca. 

ESCENA  XVm. 

ASTOLFO,  L1S1P0  t  soLOAnos  .Mna  </« 
loe  eualeí  taca  en  tina  flienle  hdo 
eerena.  —  Dicho*. 


No  sé 


Porque  aun  todavía  dudé 
Si  es  mentira  ó  si  es  verdad 
Todo  cuanto  üe%o  i  ver. 

rBDEBICO. 

;Cómot 

Como  ja  me  vi 
Eo  majestad  otra  vei, 

V  otra  vei  en  un  instante 

volvi  i  mi  antigua  piel. 

Ese  tüé  eogaño  que  hlio 
Aparente  mi  sallen 

V  tiues  i  il  te  mintió 

V  a  Federico  también, 

V  i  quien  amcnar.ó  ruinas 


BENACLIO. 

Viva, 
Con  presupuesto  de  que 
No  use  de  sus  ciencias  mv. 


ASTOLFO. 

Yo,  ti  puedo  merecer 
Algo  contigo,  el  perdón 
De  Leonido  he  de  tener. 


Leonido  TuÓ  hermano  mió. 
Y  siempre  en  la  antigua  Te 
De  Duestra  crianza  del» 
Haolenerle. 

LEoniH. 
Yo  seré 
Tu  mas  leal  j  rendido 
Vasallo. 

HKRACUO. 

Pues  JO,  porqué 
SI  acaso  se  desvanece 
Este  no  eaperado  bien. 


; Viva  Heraclio!  ¡Heraclio vita! 


Esperad,  leoed; 
}ae  ese  honor  ea  Pederko 
Salen  le  tlrga  i  merecer, 
raes  es  suya  la  victoria. 


„.  que  entra  con  desensañf 
De  que  no  hay  humano  bien 
One  00  parezca  verdad. 
Con  dnoa  de  que  lo  e*. 


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EL  MAESTRO  DE  DANZAR. 


IK)N  ENRIQUE,  falm. 
DOMUAN,  ía/aa. 
UON  FEUX,íalm. 
DOtíDKGO.vMo. 
DON  FERNANDO,  >f^. 


CHACÓN,  laeató. 
CELtO.cHod». 
LEONOR,  tfona. 
BHATRIZ,  doma. 
ENES,  ertoda. 


ISABEL,  triada. 
IVkSK,  criada. 
Alcdaciles. 

fíERTt:. 


La  entena  e*  en  Valencia. 


JORNADA  PRIMERA. 


DON  ENRIQUE  t  CHACÓN ,  i 


Ir  mIo  ,  wBor ,  prociim  T 


íYoT 
Gucon. 

SI, 
QiMi)  be  de  dpjar  locnru; 
t*  tberu  dejarte  i  If. 
T  para  que  el  argumenlo 
Veu  ciUiila  rui;ria  rscoDde, 
Mientras  de  noche  y  i  Ueuto 
Vamos,  aia  »ab«r.aiJóiide . 
Hai  cueula  que  ra  de  cuento. 

En  Madrid,  patria  de  lodos 

( Pues  en  lu  mando  peqneíio 

Son  bi}M  (le  igual  caiiño 

Matnrales  V  eitranjeros), 

Noble  uacuie ,  si  bien 

Al  «Dtigiio  odio  injeto 

Con  que,  al  repartir  Mu'dooM, 

Re  m&aa  de  mal  aspecto 

Natimleía  j  foriuDa  : 

COD  que  be  dicho  que  te  dieron 

La  UDgre  lin  el  caudal ; 

Y  anaqM  es  lo  mejor ,  no  teo 

One  jainu  le  llegue  el  día 

Ed  qae  se  le  Inxca  el  serlo. 

Pero  esto  atiora  no  es  del  caso. 

■lastre  j  noble  en  efecto. 

Bien  qaisto  coa  tm  iguales, 

Coo  tus  mayores  atento , 

Cortés  COD  tus  inferiores , 

En  blanda  pai  virlai ,  cteatro 

De  In  esfera ,  tolerando 

Lo  im  rico  an  lo  cuerdo, 

Cuando,  porque  este  atributo 

Aon  DO  goiarat,  el  ceAo 

De  tn  foriuDa  al  aúr 

Le  bu^  de  nn  encaeiitro. 

Vkt«nea<taiu,soi>rli» 


De  un  incisno  caballero, 

«ae  enrrente  de  nuestra  eau 
ino  i  vivir ;  y  tan  ciego 
Onedasle,  que  lazarillo 
Desde  aauel  punto  le  adiestro, 
[nromiado  de  qui¿n  era 
El  belllsiino portento, 
Soptate,  como  ja  dije, 

Sne  era  sobrina  del  viejo , 
Ija  de  un  bennano  suyo , 
Que  en  Indias  eo  un  gobieroo 
Estalla,  j  que  por  ser  ella 
Embarazo  para  el  rieago 
De  lauto»  mares ,  la  habla 
Dejado,  con  buen  acuerdo , 
A  la  tutela  del  tío.    , 
A  este  informe  sncedleroa 
Las  edades  de  un  aiBor, 

Sue  nace  díÍo  pequeño, 
01)  el  uso  de  la  vida. 
Sin  el  del  entendimiento ; 
Crece,  sin  saber  hablar, 
Eiplicindose  indiscreto 
Porsebas,  hasta  qaeemplen 
Torpe  i  pronunciar;  y  puesto 
A  andar,  no  hay  cosa  en  que  no 
Caiga ;  Iras  cuyos  troolezos 
Se  s¡)(ue  el  ponerle  1  lér 
Y  escribir  :  con  [|ae  sospedm 
Que  eu  poco  tiempo  te  he  dicko 
Lo  que  pasó  en  mucho  tiempo; 
Pues  tu  amor  correspondido, 
FlncICiaiido  los  inquleloa 
Golfos  suyos ,  arribó 
De  baena  esperanza  al  puerto 
Ya  ni  amigas ,  oi  visitas. 
Conversaciones,  ni  juegos 
Cursabis ,  siendo  un  bateen 
Acomodado  terrero, 
Donde  en  coclie  de  ladrillo , 
Puesto  al  estribo  de  hierro, 
Tenias  para  torio  el  3Bo 
Tus  estanques  en  ínvieruo. 
Tu  rio  en  verano,  Iti  prado 
En  primavera ,  lu  ameno. 
Camino  del  Pardo  y  fuente 
De  Reina  en  oloiío .  siendo 
Las  orillas  de  In  casa , 
Salvo  el  arroyo  de  en  medio, 
Tus  estanques  y  tus  ríos. 
Prados,  fuentes  v  paseos. 
La  seha  para  poder 
De  noche  hablar  [wco  y  recio. 
Era  cuando  lú  i  deshora 
Tocabas  un  instrumento. 
Como  acaso,  en  el  balcón; 

Íue  aunque  no  eres  nada  diestro, 
ara  que  eHa  le  entendiese 
Bastaba .  y  para  que  oyendo 
Algniea  follti  de  arriba. 


Dijera  ;  lEI  primer  barbero 
Es  este  que  vive  en  lo  alto.  ■ 
En  fin ,  1  la  seha ,  en  viendo 
Que  el  lio  donnia  y  que  tú 
Eaperabas ,  entrealiierto 


:o  de  SI 


Hiibttbais  lo  que  el  silencio 

Ue  la  noche  pérmiliú. 

■  iOué  diérades,  majaderos 

{Decía  yoj, porque  esta  calle 

Fuera  barrio  de  Toledo, 

Adonde  no  peligrara 

El  temor  de  hablaros redoíi 

A  este  tiempo,  cuando  mas 

Alegre,  ubno  y  contento, 

Creuie  acabara  tu  amor. 

Como  farsa,  eu  casamiento. 

Vino  la  flota,  y  en  ella    ' 

Su  padre  :  con  que ,  en  habiendo 

Dado  cuenta  de  sns  caicos , 

V  sus  caudales  com|iuesLo , 
A  descansar  y  gozar 

La  Utima  edaden  soregó ,    . 
A  Valencia ,  patria  suya , 
Se  Tino  i  vltir,  trayendo 
Su  hija  consigo.  Aqtii  entra 
El  cómo  qiwdaite ;  pero 
Ausente  y  enamorado 

V  favorecido,  ello 

Se  eslt  dicho ;  y  de  no  estarlo , 
Lo  habri  de  decir  su  efecto. 


Pues  sacando  de  li 

.:._:_algun  ( 
Tras  ella  hsbemí 


Hacienda  atgun  caudalejo , 


En  alai  de  aquel  prorerbio  : 
c¡VedCDnqnl¿n,y  tía  quién !i 
Aplicado  al  viaje  nuestro. 
Es  con  muchísimo  amor, 
y  poquísimo  dinero. 

V  esto  1  ciudad,  donde  no 
Tienes  ni  amiao,  ni  deudo. 
Ni  conocido  ninguno; 

Pues  aun  eLpadre,  sospecho 
Ouenolecooozca.icausa 
Del  recato  con  que  cuerdo 
■'Siempre  del  te  recelaste 
Aquel  no  lái'go  ¡utermedio 
Que  se  detuvo  en  Madrid , 
Por  no  entrarle  en  loe  recelos 
Que  ya  el  tÍo  se  tenia  : 
A  que  se  «nade,  sobredio, 
Que  apenas  le  has  apeado 
En  ese  mesón  primero, 

V  dejado  las  maletas 


De  noche,  1  oscnns  y  i  tiento, 
Vas  buscando  la  del  Mar, 
Donde  te  arísó  en  el  pliego 
Ultimo  que  en  ta  oi^. 


b/Googlc 


COMEDIAS  DE  DON  PEDaO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


HIra  pues  si  raiou  teufo , 
Canudo  locuras  me  mandas 
Dejar,  en  dejarte,  puesio 
Que  con  dejarte  i  ti ,  en  U 
Todas  las  locuras  dejo 
De  Eaplaodian  ;  Ueliaidí, 
Amadis  ;  Belieuébros, 
Qne ,  ¿  pesar  de  Don  Üqijoie . 
Hoy  i  revivir  Lan  vuelto. 
KOI  BiougoE. 
Aanque  debiera  no  haher 
Oido  discarso  Un  necio. 
Te  perdona  la  molestia 
Por  el  gusto  del  acuerdn. 
<iCómo  eiiseüariiíj'Oá  hvhlar 
A  mi  hijo!»  uu  exlvanjero 
PregonLó,  porque  entrevia 
Qne  era  pesado  y  molesto. 
•  EuteSadle  (respondió 
Un  cortesano  discreto) 
A  que  hable  i  cada  uno 
Siempre  en  su  amor^  <|ue  cou  eso 
Haburi  i  Rusto  de  lodos.  > 
Y  volviendo  al  arEumeiiio 
De  qne  es  locura  mi  amor. 
La  consecuencia  concedo ; 
P»o  tocara  lan  puesta 
En  razón,  <^ae  al  mismo  tiempo 
Que  me  esta  acusando  loco , 
He  esli  acreditando  cuerdo , 
No  tanto  por  la  bermosura 
De  LroQor,  por  el  ingenio , 
Cordura  y  oobiexa ,  cuanto 
Por  las  Eueiss  que  debo 
A  BU  amor.  Y  asi  no  culpes 
Pasos  que  sin  liuo  pierdo; 
{fue  i  mi  me  basta  pensar 
Üue  i  sus  umbrales  me  acerco, 
Para  engaBarme  este  ralo. 
Hacia  esta  parte  dijeron 
Qne  era  de  la  Har  la  calle. 

;No  reparas ,  por  lo  méuoa.. . 

*        DON  EmiQDi. 
¿Qué! 

CHACOn. 

One  es  hablar  de  b  luar, 
Por  el  tal  ralo,  la  ÍDl«nlo! 
Pero  vamos. 

MN  «nuavE. 

¡Aj  Chacón  1 
Qne  si  b  oyeras ,  al  tiempo 
Oel  despedirse,  decir 
Co»  mil  ligrimas  .. 


BEATRIZ,  DON  JUAN.  DON  FÉLIX, 
DON  ÜltlGO.  —  DON  E:4I1|QUE, 
CHACÓN. 

BEAtan.  (Dentro.) 

\  Los  cielos 
Me  valgan  1 

{Dtnire  cuehiUaáai.) 

Don  JUAN.  [Denlra.) 

¡Muere,  liranaJ 

bou  lius.  [íienlra.) 

I  No  hará,  qne  yo  la  defiendo. 

tio;(  naiiQOK. 

;Qn¿esaqnelloT 

CHACDN. 

Cuchilladas 
Y  voces  se  escuchan  dentro 
Des  ta  casa. 

DON  fílii.  (Deitir».) 
Hnve,  que  yo, . 
De  cien  mil  vidas  í  Heigo, 
Sabré  defender  la  tuya. 


non  JOAN.  [Dentro.) 
En  vauo  será  el  Intento ; 
Qne  en  ti  y  ella  be  de  veogarme. 

cucoM. 
í Dónde  vas? 

non  EKiiigvE. 
A  ver  si  puedo 
Estorbar  una  desdicha. 
Va  qne  la  puerta  bao  abierto, 
Y  sale  el  ruido  i  la  calle. 

r.nACOlf. 
El  OQceno  mandamiento 
Es:  <  No  estorbarás.  ■ 

SON  MEOO,  ( Oentr».) 
Bajad  ■ 
Las  laces ,  y  acudid  presto. 

{Sale  Bealfii,  ¡mtenáo.) 
BRATaia.  [A  Don  Entibe.) 


Que  el  mas  bvorable  efecto , 

A  tan  riguroao  embate , 

Ha  de  ser  por  fuerta  adverso , 

Pues  que  jaá  Impedirie  (jay  IriUel) 

De  aquesa  casa  de  juego , 

Como  ves,  coa  luces  y  armai 

Otros  acuden,  te  ruego 

?ue  á  estas  horas ,  aOigida 
sola,  eo  manos  del  riesgo 
De  ser  quien  me  dé  la  muerte 
El  que  me  venga  siguiendo , 
No  me  dejes ;  basta  qne , 
Si  no  me  klu  el  alieoto , 
Eo  la  casa  de  naa  amiga 
Tomen  mis  desdichas  pnerto. 

DOX  EiniODE. 

Palabra  de  no  dejaros 
Doy,  señora ,  hasta  poneros 
Donde  vos  qnerajs.— Cbacotí , 
Ven  conmigo. 

Solo  esto 
Le  bliaba  i  in  fortuna. 
Para  ser  hecbo  y  derecho 
Caballero  tndante. 

yoeet  dentro. 


Es  el  ruido. 


Alii 


SattH  riñend»  DON  FÉLIX  t  DON 
llIAV.ji  por  otra  porte  llegan  DON 
DIEGO ,  CELIO,  y  CERre  can  lueet. 

I>etenéos, 
Poes  basta  haber  yo  llegado, 
non  Fíux.  (Ap.) 
Va  en  salvo  Eleatriz,  supuesto 

Suelomóla  calle,  mal 
aré  si  aqui  me  detengo , 
Habieodo  llegado  gente 

V  luz.  Testigos  los  cielos 
Sean  de  que  no  es  bnir, 
Sino  retirarme  esto ; 
Pues  el  no  ser  conocido 

Y  el  seguirla,  solo  es  medio 

De  que  pueda  restaui 

Tan  gran  desdicha. 


DON  DIEGO ,  DON  ItlAN ,  gehti. 

Teneos, 
Pues  ya  bny¿  el  bombre  cou  quien 
Reillais. 

Señor  Don  Diego , 
A  mi  me  imnoru  seguirle , 
V  «si  os  suplico  que  en  medio 


Va  es  vano  interno. 
No  tanto  porque  be  llegado 
Yo ,  que  en  yei  de  deteneros , 
SeBor  Don  Juan ,  il  os  importa , 
Como  encarecéis ,  á  vuestro 
Lado  estaré  aieniiire,  cuanto 
Por  la  ventaja ;  pues  cierto 
Es  que  ya  será  Imposible 
Alcaotarle. 

non  lUAn. 
Dadme,  os  ruego, 
Paso ;  qne  yo,  podrá  ser    ' 
Le  aicauce. 

Imporiándés  eso 
Tanto  como  á  entender  dais. 
Vamos  los  dos. 


Eso  DO. 
i  Cómo ,  siendo  quien  soy,  puedo 
Dejaros  ya  T 

non  ÍDAN.  (Ap.) 

lAy  iofélice! 
Que  si  conmigo  loa  llevo 
Y  no  le  encuentro,  no  hago 
Has  que  ruido ;  y  tí  le  eocnentro , 
Vau  á  solo  ser  testigos. 
Que  me  agravia,  ;  no  me  vengo; 
Pnes  00  be  de  poder  matarte 
Pueeia  tanta  gente  en  medio. 
¿  Qué  debo  hacer !  ¡  Ay  de  mi ! 

1  Qué  08  detcneit  T  Vanan  presto. 

Por  no  empeñaros  á  todos. 

He  mudado  de  consejo. 

Ya  yo  me  quedo ,  id  con  Dios. 

lt>nes  DO  sabré  yo  qué  es  esto! 

Reportaos ,  y  decidnos 


Antes  qne  (Ap.  jEa,  etfoen*. 
Da  ávito  al  dolar!|llaiMa«, 

u,B,i,z9dbyC_-raoglc 


i  iraictOD  {Áp.  ¡Qué  mal  me  aüenlo 
l'u  bombre  llegú,  sacando 
La  espada.  Permiilú  el  cielo 
Due  le  scnü ,  con  que  pude 
Ponerme  en  defensa ;  j  sendo 
Asi  que  jo  declarado 
Ningún  enemlüO  lengo. 
Encarecí  lo  qoe  importa 
Conocer  al  que  eiicubieno 
Lo  es  tanlo ,  nue  i  no  volver 
La  cara,  me  uubicra  muerlo. 
Según  me  embisLlú  Turioso, 
.  Uesesperado  y  resuello. 

CILIO.  lAp.  á  Don  DUgo.) 
Cnanto  le  ha  diebo,  señor. 
Es  engafio,  porque  deulro 
De  su  casa  filé  el  dlsausio  ; 
Por  señas  que  Bviió  Gujendo 


{Ap.  No  mas. 
Dnn  Juau  (¡ene  enlendiinieolo, 
Kspera  y  valor ;  j  si  él 
Oisiroula,  ¿cóniu  pui-do 
Darme  yo  por  eatendidoT 
Esie  es  el  mejor  acuerdo.) 
Ño  dudo  que  la  ocasión 
Ks  grande ,  y  no  lia;  otro  medio 
(Jue  tidr,  DoJí  Jnau,  desde  ho; 
Sol>r«  aviso.  V  uue»  el  cielo 
Restauró  una  alevosía , 
Uejad  el  cuidado  al  tiempo, 

Y  venid ;  que  he  de  dejaros 
Rn  vuestra  casa,  prlmoTO 

Que  de  vos,  lion  Juan,  me  aparte, 
Seguro ,  acostado  ;  quieto. 

Antes,  que  os  tais,  os  suplico , 
Pues  que  ja  en  ella  me  quedo  ; 
No  con  verme  acompañado 
De  VOS}  esos  caballeros, 
Mi  hermana ,  que  va  esLari 
Recogida ,  elgii  el  estruendo, 

Y  sepa  qae  ftié  conmigo 

El  disgusto :  que  no  quiero 
Darla  ese  cuidado. 

i«:t  DKCO. 

Qucdios  pnes ,  jr  sea  advirtiendo 
Qae  i  todo  trance,  Don  Juan, 
He  hallaréis  al  lado  vuestro; 
Porque ,  antes  que  á  Indias  pasase. 
Amigos  muí  verdaderos 
Fuimos  vuestro  padre  y  yo. 
Adiós  pnes. 

Gulrdeos  el  cielo. 
Don  mico.  (Ap.  á  tí.) 
Por  si  hubiere  novedad , 
Esii  con  cuidado ,  Cello, 
Para  ailsarnie. 

Si  haré. 


Volvamos  i  nuestro  juego 
nosotros. 

(Vante  ím(m,  min«t  Don  Juan.) 

Forlana  mía, 
¿Aun  no  perdonaras  esto 
De  qoe  Don  Diego  llegara, 
De.  quien  mas  recalar  debo 
Mi  desdicha .  por  Leotior, 
A.  quiénT,..  Mas  ¿cómo  me  acuerdo 
Ue  cosa  que  honor  no  sea! 


EL  MAESTRO  DE  DAEfZAR. 


luiéu  es  el  agresor  O  ero 
Je  n)l  fama  v  de  mi  vida. 
Temblando  a  buscarlas  entro. 
¡Ah  Qera  hermana!  Ah  liraual 
Abcrnell  Ahhbal  (Vm. 


DEATHIZ,  DON  ENRIQUE,  CUACOiY 


El  tiento 
De  la  casa ,  que  buscando 
Voy,  con  el  susto  j  el  miedo 
Perdí,  ó  con  el  poco  curso 
Que  yo  de  las  calles  tengo. 
I'Oiiedme  vos,  ya  (¡ay  de  mi!) 
Que  generoso  y  atento 
Me  acompañáis,  en  la  ptaia 
De  la  Olivera  :  con  eso 
Codré  cobrarme  y  llegar 
Aduude  voy. 

¡Eso  es  bueno' 
¡Querer  mw  os  guiemos,  cuando 
Para  los  dos  es  lo  metmo 
La  plaza  de  la  Mlvera 
Que  tascoplas  de  Oliveros! 

MU)  EnMQVI. 

Tan  forastero,  señora. 
Os  sigo ,  que  los  primeros 
Pasos  que  en  Valencia  doy. 
Son  los  del  servicio  vuestro , 
V  tanto,  que,  aunque  yo  quiera 
(En  fe  de  ser  caballero. 
De  quien  pudierais  liaros) 
Por  esta  noche  ofreceros 
MI  posada,  i  ella  tampoco 
Sabré  ir. 

csACon. 
Lo  del  sereno 
De  la  luna  de  Valencia, 
Debió  decirse  por  esto. 
Si  estrella  errante  sois  vos, 
Ser  toda  la  noche  habremos 
Serenísimos  seBores. 

DOM  miQtn. 
Pero  creed  qne ,  aunque  ciego 
Has  que  vos,  donde  estoy  dudo 
No  dudo  qnn  por  mi  tengo 
Obligación  de  asisilros. 
Serviros  y  defenderos. 
Hasta  que  (¡uedeis  segura. 
BUTKIZ.  Mp) 

Sola  esa  ventara  el  cíelo 

Ha  dejjdo  i  mis  desdichas. 

Cuando  de  tantas  dependo. 

Que  tntre  mi  amante  y  mi  hermano. 

Cualquiera  que  sea  el  suceso , 

Slenfpre  ha  de  ser  contra  mi. 


Pnes  nos  importa  el  saberlo . 
¿No' daremos  un  uregon, 
AuiKjue  algún  hallazgo  demos, 
A  quien  sepa  de  nosotros. 
Que  estamos  perdidos? 
I  non  nmiODK. 

I  Necio, 

,  ¿  Ahora  de  humor  esils? 


ESCENA    VI. 

Alodacilee  de  HoniA.— Dicho*. 


La  justicia,  caballeros. 

KEATRB.  {Af,) 

¡Ay  infelice  de  mi! 

cuACoi).  (Ap.) 
Albricias ,  qae  ya  tenemos 
Adonde  pasar  la  noche , 
Pues  estos  señores  creo 
Nos  harin  el  hospedaje. 
{ Pónaue  ilelante  de  Bealrix  Dm  En- 
rJfiM  y  Chaeon.) 

jQuién  vaT 

Un  hombre  forastero , 
Qne  abora  acaba  de  ll^ar. 

alcojicil  1.°  <A  Chaem  ) 
Vos,  ¿quién  sois! 

CHACOK, 

■OlroyeloKSino. 
i  Cómo  el  mismo  y  otro  ! 

CHACÓN, 

Como 
Soy  otro,  pues  lUena  es  serlo, 
y  el  mismo,  iiorque  también 
Forastero  soy. 

A1.CIMCIL  1.* 

I)e  enmeilio 
Os  quitad ,  apañad.  Esa 
Uaier... 

íMknLit.  (Ap.) 
i  Hoy  sin  duda  muero ! 
AUDACIL  l." 
Decid  ,  ¿quiéa  es! 

CBACOH. 

La  comadre. 
Vamos  i  un  parto  secreto... 
¿V  no  ven  que  la  justicia 
Aun  no  puede  deieiieruos! 
Vamoe ,  señora ,  que  está 
Eu  gran  peligro. 

ALCUACIL  3.* 
Teneos; 

?iw  hemos  de  saber  quien  st»s , 
quién  es  ella. 

POK  EN1I0DG. 

Si  el  ruego 
De  un  bombre  de  bien  ,  que  os  pide 
Que  DO  os  empeñéis  eu  eso. 
Algo  merece,  miod 
En  lo  que  serviros  puedo , 
Y  no  me  impidáis  el  paso. 

Mas  sospechoso  os  ha  hecho 
Ya  ese  estilo. 

DON  EimODE. 

{ Cuindo  fué 
Sospechoso  el  rendimieiito? 

I  ALGUACIL  1.* 

[  Cuando  pretende  afectado 


dbvGoogle 


COMEDIAS  DE  DON  PED»0  CALDERÓN  DE  U  BARCA. 


IH^iiiiilane :  ji  babemoi 
De  Mber  quiái  sois. 

BON  IHBIODE. 

Va  be  dicbo .. 


Que  M>T  un  foi 
Ello  tcM  li  oe  mi. 


No  quiera  con  lo*  ajenos 
Propios  (lisguítos,  1  Mi 
Kn  casa  me  enirare.  Pero 
llicU  «lia  M  acerca  el  raido. 
A  Tigu  estaré. 

TUL 


La  pnerlt,  j  correil  foriuiu  ■ 
Doade  quiera  el  badu  vuniro. 

I  iLCDACiLC».  (i>enlr0.) 

I  Por  aqni,  por  aqal  Tan. 

I  non  rtui. 

I  La  gepte  acude  :  eolrad  presto. 


CHXCO».  (Ap.) 
*LCI1M1L  1.* 

Losint. 

Aquesta  srfiora 
No  solo  ink  coii  ios ',  ihto 


ilS." 


iion  E>aiUUE. 

Sa  puesto 
(Jite  va  la  ilania ,  Cliacou , 
Hjlirá  )a  calle  iraspueslo, 
Ittriiréinoiiub  nosotros. 
CUCOR. 
:  i  Buena  bacieiida  babemos  hecho! 
!  Huerto  uuo  y  dcscaluhrados 
I  Uus  ó  tres  quedan. 
i  iwn  ENaiQím. 

Ueriito  Umbicn; 

l)e  cuidado ,  que 

I  Piquete  es  no  mai 

(Pónete  m 


i  Oíreudcrlo, 
Cómo  podrvií* 

Ofiü  E.^alguE. 

Dcsta  suerla.  {Hiñen.) 
aijiTRiz.  {Ap.) 
Echó  nú  fortuna  el  resto. 


¡PaToralrey! 


Hoj  se  veri  por  lo  menos 
La  novedad  de  un  lacavo. 
Que  uo  buje  j  tira  recio. 

DO^  ENHiguE. 

Huid ,  sefiora ,  pues  ja  veis 
Que  en  nada  serviroG  puedo , 
Has  que  eii  hacer  que  uu  os  .si  Han. 

BEATBO.   (Ap.) 

¿Dónde  he  de  ampararme,  i  cielos! 
SI ,  donde  quiera  que  voy, 
Coumigo  mi  estrella  llevo , 
Que  es  mi  isayor  enemigo  f       ( Vate ) 

«LfiOACILl.* 

¡A;  iureliz,  que  me  han  muerto! 
CUCOM. 

Ya  va  uno,  j  voj  por  otro. 

{Eairaate  nüeaio.) 

ESCENA    VU. 

DOS  FÉLIX. 
Por  donde  quiera  que  intento , 
Ir,  eiicoeotro  con  mil  sustos, 

Y  coa  un  gusto  no  encuentro. 
Ed  alcance  de  Beatriz 

Una  j  mil  calles  revuelto ; 

Y  cuando,  sin  que  haya  bailado 
Lux  della ,  i  mi  casa  vengo , 
Por  si  acaso  algún  aviso 

De  adonde  fué  la  mereiico 
(Pues  claro  esU ,  que  de  roi 
Se  ha  de  oler),  nuevo  estruendo 
Hajr  en  mi  calle.  Heiciar 

■  Do  solo  ■*  Irí- 


an iiequcño 

Heato  en  elrúilro.) 


(Denlro.) 
Seguidlos. 

(ütHlra.) 
Por  aquí  vau. 

CHjICDII. 

Peor  es  esto. 
La  calle  nos  han  turnado. 

M>!l  ENKtQUK. 

Alh  i  escasa  luz.  aliierto 
Se  mira  un  portal :  eu  el 
Ocullaruos  procuremos. 

ÍAp.  En  mi  casa  se  han  eiitrudo 
Los  de  la  pendencia.  ¡  Cielos : 
Siesresiiiía  <le  la  mía 
Y  i  mi  me  buscan ,  no  tengo 
I.)  íQuién  asi 


De  huir  el  re 
Eo     ■ 


DOÜ  ENHIaDE. 

Caballero , 
Un  infeliz,  que  este  umbral 
Le  dio  aquesta  luz  por  puurio. 
Honrada  ocasión  lia  sido 
Lii  que  en  un  trance  me  ba  puesto 
T-i    —  —  la  justicia 

inga  ^guiendo. 

I  J  por  nolile.' 


Por  tora 


ÁLCujtctLES.  (Benira.) 
Por  aqui  fueron. 
Doa  Fíiti. 
No  prosigáis;  que  no  da 
La  (iriesa  i  noticias  tiempo. 
Y  yj  que  esta  casa  lia  sido       • 
tlasüal  amparo  vuestro. 
Lo  que  pui:du  haré  |>or  vos, 
Uo  lo  que  quisiera ,  ¡lueslo 
(Jiie  de  liaberiis  visto  eoirar 
Alguno  impedir  no  puedo 
{Siendo  resistencia)  el  que 
La  allanen;  que  es  contra  tuero. 
Por  noUe  que  si:a,  en  tal  caso. 
Dcrcnderla ;  j  asi  ofrezco 
Sslo  dar  paso  ¡i  otras  cusas ; 

8ue  aunque  seáis  forastero , 
o  ignoraréis  que  se  van 
Unos  i  otros  sucediendo 
Los  terrados  de  Valencia. 
Subid  pues ,  mientras  yo  cierro 


KalaeaciudcDonDlcio. 
EMIEHA  IX. 

LEONOR ;  INÉS,  ton  tu*, 

No  me  eonsoelps ,  pues  ves 
tfue  en  el  coolitiuo  desvelo 
Ue  un  mal ,  el  major  consuelo 
Es  lio  haber  consuelo,  Inei. 

Baiotí  tiene  tu  pasión , 
I  No  lo  dudo;  mas,  señora. 

Contra  una  razón  luejura 
j  Discursos  otra  razón. 

I  Si  otra  que  tú  me  dijera 
'  l^ortesaoia  que  esti 
I  Tan  puesta  eu  uso,  quizá  ' 
I  Algún  crédito  la  diera ; 
!  Pero  oyéndola  de  ll, 
i  :  Cómo  puede ,  Inei ,  dejar 
\  De  ser  segundo  pesar. 
I  Siendo  í¡ar  infeliz!)  asi, 
I  Que  na<lie  sabe  mejor 

8ue  tú  la  razón  que  tengo 
e  sentir  jr  ilorarí 

I  Vengo 

Eo  que  es  grande  tu  atAoT, 
Pues  de  Don  Enrique  amada, 
V  él  de  ll  favorecido. 
Forzosa  la  ausencia  h«  sido; 
Pero,  seBora,  porliada 
La  imaginación  no  sea 
Tanto,  que  ni  aun  un  momento 
Dé  treguas  al  sentimiento. 
í  Ga  bien  que  tu  padre  vea 
Cuín  disgustada  has  venido, 
Yque  entiendan  tus  guardadas 
Penas  las  nuevas  criadas 
Que  en  Valencia  has  reciliido? 
Solo  i  este  Qn .  procurando 
Que  alivio  í  tus  ansias  des. 
Mira  et  discuiso. 

¡Ayines! 
Que  nada  aprovecha ,  cuando 
Tan  apoderado  vi 
De  mi  al  llnnin,  que  sospecho 
l)ue  solo  del  labio  al  |ieclio 
Prouttoniar  sepa... 

ESCENA  X 


íQnlén  del  acento  me  hurló, 

DigilizsdbyGOOglC 


¿t  respín 


El  alivio  del  siiS|iiro' 

Hicit  la  parle  se  djú 
De  la  «Malera ;  (|Uk  rsta(i<lo , 
Hasta  venir,  enlreabíeiia , 
Hi  amo,  clfl  MgiiDn  la  puirrla 
Alguifu  se  habrá  enlradu. 

Cuatiilu 
Lloro  mi  suerte  lirana , 
i  Duro  'se  queja  por  nil  T 
{Sale  Juana.) 

-,  En  loJa  mi  vida  vi 

Pena  igijal!  • 


iQué  es  eso,  Juana? 

Huiílo  senil  en  la  escalera : 
áoldo  ü  ella  apliqué, 
~  V  el  tierno  llamo  escucité 
De  una  mujer.  Ver  quiéu  era 

«uise  ,  tomé  liu  j  alirl , 
en  el  descanso  piimero 
Rendida  i  ui>  desmajo  Qero 
Una  herniosa  dama  vi , 
Cuyo  traje  da  i  entender,      • 
Bien  que  de  paso  notado , 
Que  en  lo  rico  j  aliñado 
Es  mal  que  coman  mi^er. 

iVquébiciSteí 

anme  t  U 
Lo  diga  i  qué  be  de  bacer  yu  T 

Leo:itA 
Hqier  j  aüi^üa ,  no 
Ea  juslo  dejarla  asi. 
Id ,  V  si  está  desmayada , 
En  el  cuarto  eoire  las  dos 
La  entrad.— ¡  Oh  ,  válgame  Dio» ! 
(Yante  lat  dal  mnifu.) 

tQue  cuando  de  desdichada 
[e  quejo  ai  cielo,  ha  querido 
Traerme  quiíi  quien  lo  aea 
Has  que  jo,  para  que  vea 
La  raion  que  no  ha  tenido 
El  que  presume  qnc  él  es 
El  mas  mfelIceT 

(Sacan  Juatta  i  laet  i  Seatris  detma- 
Vada.) 

Aquí 
La  tnemoi. 

Trae  nD  vidrio  de  agua ,  Incs.— 

(Vflw/M».) 

Triste ,  infelice  hermosura , 
Cobra  «1  sentido  ;  alienta  ; 

^ue  ;a  ha;  quien  tna  pena)  sieiila , 


(Trae  ine*  asma,  y  roelanU  el  rottro.) 

Vi  al  agua  aigulá  el  sus|riro. 

[  At  de  mi !  Pero  ¡  ))aé  mino ! 
I  Donde  ciU>T  ?  i  Válgame  el  cielo ! 


EL  MAESTRO  DE  DAKZAR. 
1  Que  acaso  os  ha  derrotado 
I  lie  vuestra  fortuna  el  hado 
I  Donde  hay  nobleita  j  piedad. 

¡  .  BEATRIZ. 

!  Perdonad  no  responder; 

Que  como  ea  ventura  mia , 
,  V  la  prlmira,  no  habla 
I  L;cgadolHaconocer. 
t  V  aoii  despups  de  conocida , 

A  excusas  del  sentimiento 
I  Anda  el  agradecimienio 
,  Pregunta nilole  i  una  vida , 

Qneesti  pendiente  deunbilo, 
-  ¿Qué  gracias  mis  ansias  den? 
.  Porque  eli  materias  del  bien 
;  Nunca  ha  estudiado  el  estilo, 
I  Y  asi  callando  consagro 

Alma  y  t'da  á  vuestros  pies , 

r.omo  i  quien  couoi;co  que  es 

La  deidad  desie  milagro. 

Alud  del  suelo  j  cobrad 

El  aliento ,  asegtirada 

1)0  que  ( como  dije )  en  nada 

Os  faltará  mi  piedad. 

¥  para  que  desde  luego 

V.n  mas  confiania  entréis  ' 

lie  la  casa  donde  habéis 

Tomado  puerto ,  Don  Diego 

De  Kocamora  es  su  dueño , 

Yo  su  hija.  Ahora  pensad 

Sí  estáis  con  seguridad 

De  cuiílquier  lance  ó  empeño 

úue  hasta  aquí  os  pueda  seguir: 

V  lao  sin  costa  ha  de  ser. 

Que  no  tengo  de  saber 

Lo  que  uo  queráis  decir. 


Reconozco  ci.     .    .  ._ 

Hoy  contra  mi  la  sospecha. 

Para  que  tcnaais  razoii 

De  no  quererla  salier; 

Pero  eso  mismo  lia  de  ser  , 

Lo  que  aliente  mi  pasión 

Para  sanear  la  disculpa 

De  la  presuncioQ,  en  fe 

De  que  ha;  acasos  en  que 

Lo  qae  es  desdicha  no  es  culpa. 

¥  asi  decirlos  intenta 

Hi  voz,  pues  talea  ( ¡ay  Diosl) 

Son ,  que  podéis  oirlos  vos. 

^Qué  esperáis  pues? 


Los  mas  heroicos  blasoors 
Del  reino!  mi  sangre  dierou 
Lustre ,  pues  ser  m ' 


ESCENA  XI. 

ISABEL.  —  Dicios. 

liABix.  {Dentro.) 

jLadrooea,  cielos,  ladrones! 

iQué  vocea  aquestas  son! 
{Sale  ¡label.) 


Ropa  al  sol  en  el  terrado, 
•y  habiéndoseme  olvidado 

S litarla ,  por  ella  ahora 
a,  ;  apenas  abrí 
La  guardilla ,  cuando,  al  vella 
Con  \üi ,  dos  hoinlires  por  ella 
Se  entraron...  y  aun  hasta  aquí 


DONENRlQL't:,  trayeada  la  manopuet- 
la  dfianle  de  la  cara ,  cubierta  de  «■ 
¡ietao  tniangreníaia ;  CHACÓN.  •- ' 

DOn  ENniUUE. 

Tu  sospecha  es  vana, 
Uujer. 

GRjtcon.  {Ají.) 

Soln  Ji  mi«  paslonet 
Palta  en  pena  tan  tirana 

?ne  lioj  nos  prendan  por  ladtonet, 
HOS  ahorquen  maíiaiía. 
DON  EüniODE. 
No  alborotes,  que  uo  ea 
La  que  presumes,  la  causa. 
Oje, escucha.  - 

LEonon. 
( Cómo  asi 

Sitp.  Esfuerzos  el  valor  haga, 
I  pesar  del  susto)  osáis. 
Hombres,  en  aquesta  casa 
Entrar,  sin  ver  que  est... 
DU^  eNHiQUt:. 

No  os  ofenda  la  ignorancia 
De  DO  saber  cuja  sea  : 

8ue  en  las  fu  n  un  as  contrarias 
o  elige  veredas  qnh'n 
'  Solo  toma  las  que  halla . 
Porque  van  las  atenrionra 
Al  orden  ilc  las  de  agracias. 
La  presunción  que  Tía  tenido 
Con  raaon  esa  criada, 
Uirl  esta  herida  en  ei  rostro. 
Si  es  verdadera  ó  es  falsa; 
faea  vioiendo  herido... 

{Detcúbrete  el  man.; 
I  LRONun,  {Ap.) 

\  Ciclos  <. 

ton   ENRIOCR.  {Ap.) 

iQué  mira  el  alma? 
¡  Enrique ! 

i  Leonor '. 

UOKOR.   (Áp.iét.) 

Prosigue ; 
Que  bav  muchos  lestigí»  ,^asta 
Que  balilar  puedas. 

CHACOS.    (Ap.) 

i  Vive  CrÑto 
Que  es  ella! — (i4p.d^í.Oye,Kñor.) 

Cali». 

¡No  proseguís» 


.dbyG60glC 


Del  Mgndo  que  primero 
Abierto  encontré.  Las  pUnias 
f  use  apenas  en  Valencia . 
Cuando  lue  empeñó  una  dama... 

BEATRIZ.    (Ap.) 

;llas  que  tengo  jo  la  culpa  í 

CHACÓN. 

iMaltlilafwsesualiDií! 

BUN   ETiBIllDB. 

Knsuaeri-nsu.deque 
It^sulló  oltiiganne  i  q^ue  baga 
UesK.teiii:ia  i  la  justicia. 

gEATllll.  {Ap.) 
-,Qii6  tras  mi  mis  penas  andan '. 

En  una  grande  embusten. 

DON  EnnioVB. 
Hojeado  pues... 

ESCENA  XIIL 

DON  DIEGO.  —  DicBM. 
COK  DIEGO.  (Afnfro.) 
^Eo  mi  casa 
Gente  ;  raido,  y  todo  el  cuarta 
Abierlof 

Nadie  palabra 
Diga,  ;  lodos  coiiveiiid 
Conmigo ;  que  [lienso  que  baja 
Itaiou  para  que  los  dos 
Aquí  etiéis ,  y  oída  la  causa , 
Tú  quedes  conmigo,  y  él 
¡jin  escíndalo  se  vaya. 

Mucho  imitas. 

■OH  BtHlODE. 

Uucbo  emprendes. 

ESCENA  XIV. 

DON  DIEGO,  CELIO.  —  LEONOR. 
BEATItlZ,  DON  ENRIQUE,  CHA- 
CÓN, INÉS,  JUANA,  ISABEL. 

Leonor,  ¿pues  qué  es  lo  que  pasa? 
j,1}ué  genic  es  csia  t 

En  ese  umbral  drtmarada 
Cayó  la  dama  que  miras, 
Que  venia  acompañada 
Dése  caballero  berido. 
A  tos  ecos  de  sus  ansias , 
Mandé  bajar  laces  :  él 
Dijo  á  uHa  (les las  criadas , 
Viendo  gne  ya  para  liuir 
La  cortó  el  temor  las  alas, 
(Jue  no  menos  que  el  honor, 
L:i  vida,  el  sér  y  la  Tama 
Iba,  eti  que  quien  la  si|juiese 
No  <a  lialbse,  y  que  ampararla 
Les  locaba  por  mujeres. 
Vo,  del  ttuceso  ioronnada 
(Como  esto  de  las  desdichas 
Trae  para  los  noble»  cartas 
Tan  de  favor,  que  no  es 
Posible  no  ejecutarlas). 
Que  la  recojan  mandé. 
Como  sin  sentido  estaba. 
Fué  faena  enirarla.él ;  y  en  fln , 
Vuelta  del  desmayo,  pira 
Todo,  pues  pudo  traerla , 
Eu  que  se  vuelva  i  llevarla... 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  L 


Que  auD  o 


iQué  oigo! 

R  ENRioue.  (Ap.) 
¡Qaé  escacho! 

C8AC0S.  lAp.) 

i  Qué 
I  estotra  nos  cargau  T 

LEONOn. 

Si  ja  tú,  compadecido 

De  su  bennosura ,  su  gracia , 

Su  llanto,  su  descoosuelo. 

Su  aflicción ,  sa  pena ,  su  ansia , 

No  haces  por  mi  una  Dne/.a    . 

?ue  humilde  |rido  i  tus  plantas , 
es,  señor  (porque  uo  luelva 

V  ese  Eonibre  de  sus  heridas 
Trate  mas,  que  de  guardarla), 
Por  esla  uocbe  pirmrtas 
Se  quede  con  tus  criadas ; 
Que  no  habernos  de  arrojar, 
fina  lei  dentro  de  casa , 
En  la  calle  ana  mujer. 
Que  Iríslc  y  desconsolada 
Expósita  de  los  hados, 
le  tos  umbrales  se  ampara. 

«EATIII.  {Ap.) 

Mejoróla  petidon, 
Eomeadó  mis  esperanras. 
)!..  {Ap.} 
Conforme  lo  que  ahora  el  vieja 
Responda  i- 1  a  tal  demanda. 

DIEGO.  (Ap.) 

I  ;  qué  de  cosas 
o  T  se  en  latan 


iVilgí 
Seesl 
Unas  de 


[Ap.úil.  Dime,  Cello, 
M  es  verdad ,  6  si  te  eDg.-ifias , 
Que  en  casa  de  Uun  Juan  fiié 
La  peodencia.)   - 

ceuo. 
No  es  mas  clara 
La  luí  del  sol. 

¡Yes  verdad 


I  A  que  quedando  contigo 
V  al  abrigo  de  tu  casa , 
Quien  la  deja  en  ella  do 
Piense  que  puede  buscarla , 

.  Ni  vería  en  ellu ,  ni  oírla, 

,  Hasta  que... 

I  tO\  CKBIOtlE. 

[  Vo  os  doy  palabra 

I  De  que  no  vuelva  por  ella , 

Ni  i  oírla,  ni  verla,  ni  hablarla. 

Pbraíiero  soy  ;  el  traje 
I  Salga  por  mi  i  la  lianza  ' 

I  De  que  ¡o  no  la  conozco. 
I  Acaso  la  encontré,  (A^  Valga 

Lo  que  fbn  h  otra  pasó , 

Con  esta )  y  en  la  demanda 
!  De  estorbar  que  la  justicia 
,  La  conociese,  la  espada 
I  Saqué ,  j  can  ella  esta  herida. 
¡  LEOHoa.  {Ap.  d  Btalrit.) 

I  DI  que  es  asi. 

Jo."'^ 
[  Que,  aanque  estoy  del  •,^„^.... 

Puedo  Jnrar  a  los  cielos 
i  V  i  todas  sus  luces  santas , 

Que  no  le  conozco. 

LEONOR.  (Ap.) 

Bien     - 
Finge- 

OIACON.  (Ap.) 
De  manera  habla 
Que  parece  ella. 

Eo  efecto. 
Otra  y  mil  vecei>  palabra 
Vuelvo  a  dar,  de  que  por  ella 
No  vuelva,  j  que... 


Ser  pudiera  el  se 
Ysf 


ufier 


Volvió  tras  ella  la  espalda? 
Que  aunque  es  asi,  Áiie  desdichas 
Venir  suelen  duplicadas , 
y  pueden  ser  dos ,  íi  mi 
Pensar  que  es  una  me  basta 
Para  que ,  acudiendo  i  una , 
Haja  cumplido  r ' — 

importa, . 

a  verdad  n: 

js  ella ,  despedirla , 

V  si  es  ella ,  remediarla. 


Si,  Leonor,  porque  me  agravias 
En  pensar  que  jo  fallar 
Puedo  i  deuda  lao  hidalga. 
Como  no  desam  paral 
A  una  mujer.  Lo  que  extraBa 
Mi  valor,  es  que  jo  liabia 
ir  quien  tu  lo  rogara , 


Basta,  basca, 
I  uue  no  rae  estimo  en  tan  poco. 

Que  otra  cosa  inuainara. 

En  casa  os  qucdaiT,  seí)ora, 
I  En  hora  buena.  —  Llevadla 
1  A  vuesiro  cuarto  vosotras.  . 

I  Humilde  beso  tus  plantas. 
iMp.  Ya.por  loménps.sepra 
,  Esioy,  donde  espero  que  baya 
■  ücasíou  para  sabtT 

Eu  qué  los  empeños  paran 

De  Don  Juan  y  de  Don  l''él¡x ; 

V  donde,  si  los  restaura 
El  cielo,  pueda  saber 

Cuín  noble  amparo  roe  guarda.) 
(Yante  Beatrii.,  Juana  i  Itabtl.) 
Do;i  tiiEGO.  (  A  Dea  Enrique.) 
'  Idos  vos;  pi'ío primero 
I  Es  bien  que  á  la  calle  salga , 
1  A  ver  vo  si  hoy  gente  en  ella,  1 

Y  alguien  acaso  os  aguaiila.      (Vate.) , 

ESCENA  XT. 


,t,zodb,Googlc 


i  Qné  Tcnida  es  esu  T 

i  Eso 
Pre^Dias?  ¿Pues  iiucile  el  alma 
Vivir  sia  tertet  A  eso  solo 
Vengo,  donde  ajtrna  pairia 
.HaéS[ie(l  me  admita ,  i  merced 

'  lie  servidumbreB.cle  aasiu, 

.  Necesidades  j  penas. 
Que  todas  bien  empleadas 
Serta,  por  verle,  Leonor; 
Que  DO  traigo  oira  esperamt. 

LIOKon. 

Sien,  Enrique,  á  mis  nneiu 
Lo  qae  le  debes  le  pagas; 
Pero  I  mucba  cosía,  pau 
Porqae  de  balde  do  salga 
El  goto  d«  «erte.  ba  sido 
A  peniloD  de  la  deigracÍR 
uña  berída. 

Ñola  sieiiiaa. 
Que  DO  es  cosa  de  Imporlancta; 
Uue  haber  leniilo  del  lienio 
Siempre  cubierta  la  cara, 
lia  sido  poriine  tu  padre. 
Si  oira  vez  aiial  tne  bulla, 

LEOitnn. 
Con  todo. 

No  se  asegaran  mis  ansias. 
Sepa  ]o  de  la  islud , 
(jue  loes  esiará  avisada 
Si  riere  i  Cliacon. 


SI,  Enrique 


SeBor 
Voelve  ja. 

Don   ENRIQUE. 

Al  paso  te  salf;a. 
Porque  do  le  halle  conmigo; 
Y  esli,  Leonor,  avisada 

Tú,  de  que  mi  amor  le  aguarda. 
Pnei  basta  mañana,  adiós. 


JORNADA  SEGUNDA. 

GbitIo  de  Don  Dlef  0. 
ESCEflA  PBUHERA. 

DON  DIEGO,  LEONOR. 


Eu  peligrousjnalcrias, 
Uue  i  ella  esii  mal  el  decirlas, 
V  k  mi  no  bien  el  sabcrías. 
No  be  querido  apurar  nías  , 


EL  MAESTRO  DE  DANZAR. 


.  aunque  es  detiio  de  amor, 
Es  del!  lo  con  eomleuda , 
Como  quien  dice  que  no 
Toca  eu  marido  la  oretisa , 
^oo  en  padre  ó  en  bermaoo. 
En  qolen  aunque  abon  la  queja 
Tenóa  raxon ,  cesa^i 
El  dl>  que  ella  pareica 
Casada  coa  igual  sujo. 


Algo  presumo  que  resta , 
y  aunque  solo  es  coidelura , 
No  deja  de  bacernie  mena. 
m  amante  que  en  su  cuarto 
Anoche  estaba  con  elü 
(Qulii  porque  una  criada 
Se  le  abría  sin  su  liceiieia), 
Debe  de  ser  muj  amigo 
Dei  oreudido,  ]r  recela 
Que  OD  la  parle  de  traición 
A  la  conliania,  quiera 
'las  una  vengania  loca . 

loe  una  saiisrüCciOD  cuerda. 

'  asi,  hasta  que  haja  quien  lome 
En  esto  la  mana,  j... 

POH  DIECO. 

Cesa, 

Leonor,  que  ja  te  he  entendido; 
V  aunqoe  desvelarme  quieras, 
Para  un  Inronne  hecho  acaso. 
Muy  por  extensa  lo  cuetilas. 
Hablemos  pues  claro. )-  dime 
(Porque  importa  i  la  bnexa 
Que  haga  por  e<la  ,^^1  es 
La  que  por  ciertas  sospechas 
)>resuiiio)  si  quién  es  uice. 

Mnjeres  que  i  solas  <)uedan. 
Curiosa  una,  otra  aQieida, 
Siendo  la  aQiccion  parlera. 
Sagaz  la  curiosidad... 
Saca  tu  la  consecuencia. 
Iteatrii  César  es,  señor. 
Hermana  de  Don  Juan  César. 


r^.  Mi  rnl  estrella 
E^  que  sea  desdicliado 
Quien,  siguiendo  su  ínDuencia, 
Puso  los  ojos  en  mi.) 

Vel  gaiau? 


hombre  que  eneonii'ó  acaso 

no»  DIEGO. 

iQaé  hace  ahora? 

I^ONOII. 

Esperando  queda 
(Viendo  que  i  hablarte  i  lu  cuarto 
Paso  aun  tules  que  amane/ca) 


Lar«solucloa,séSor, 
Que  lleve  de  tu  respuesta 
En  que  te  quede  ó  se  vaya. 

DOn  DUGO. 
LeoDOr,  auDoua  estas  malerla* 
Estuvieran  bien  de  ti 
Ignoradas,  lo  que  es  fueru , 
No  es  elección.  Esa  dama, 
Ritfl,  priucipal  j  bella 
Ves...  j  todo  aieniurado 
Por  una  vanidad  necia... 
Pero  esto  do  habla  contigo, 
Clara  eatt.  Ed  efecto,  esa 
Dama  tiene  cootra  mi 
La  obligación  de  una  deuda, 

£e  en  la  amistad  de  su  padn 
ba  locado  por  herencia, 
üarme  al  partido  de  que 
Coaliga  esié.  es  dar  licencia 
A  que  sepa  yo  que  sabes 
Lo  que  no  quiero  aae  sepu. 
Dejarla  desamparaoa 
Al  dafto  que  la  aconleica. 
Es  también  darme  al  partida 
De  que  se  imagine  ó  crea 
Que  huyendo  el  riesgo  en  mi  caaa, 
nLcaia  at  riesgo  la  vuelva. 
Sacar  la  cara  al  ajuste. 
Sin  saber  tutes  cutí  sea 
La  raioD  de  uno  j  de  otra. 
Es  resoludon  muy  necia ; 
Que  no  ha  de  empeBarse  un  borobra 
Sin  saber  en  qué  se  empeBa. 

V  asi  entre  tantos  eitrenini. 
Hasta  que  mañoso  inquiera 
Qué  baj  aquí  j  qué  puedo  hacer. 
Partamos  la  diferencia. 

Yo  be  de  decir  que  se  taja,  ' 
Sin  que  Imagine  ni  eulieiida 
,Que  sé  quién  es;  iCi  podrís, 
En  quedándote  con  ella. 
Decir  que  se  quede  en  casa 
Sin  saber  jo  que  se  queda  : 
Con  que  III  t  quien  es  me  obliga 
Con  la  cara  descubierta. 
Ni  desamparo  á  quien  es. 
Ni  aventuro  la  decencia 
De  la  9ue  vite  conmigo; 
Pues  siempre  es  mejor  que  tenga 
Este  género  de  colpa 
Tu  piedad,  que  mi  imprudencia. 
Con  que  quedamos  los  tres... 
—  Has  disimula ,  que  ella 
Tras  ti  t  mi  cuarto  ha  gusado. 

ESCENA  U. 

DEATRIZ.  — Don  DIEGO,  LEONO». 

Perdonadme  esta  lícenda. 
Que  hasta  ser  agra<ledda, 
A  Dtwuna  se  le  niega; 
y  dadme ,  señor,  las  plantas 
Donde  postrada  merezca 
Saber,  si  merezco  ser. 
No  criada,  esclava' voeslra. 
En  tanto  que... 

Don  DIEGO. 

No,  no  mas , 
Se6ora,(V'  I  Oh!  ]  cninto  me  quiebra 
El  corazón  !j  que  ja  he  dicbo 
A  Leonor  lo  que  convenga, 
loe  es  que  pues  pasó  la  nocbe, 
lodréis  Iros  encubierU 
Donde  fortunas  de  amor 
Incon  ven!  cales  no  tengan , 
"ue  liene  mi  casa.  El  cielo 
.t  guarde.  [Ap.  á  rifa. Leonor,  detenía, 

Y  oe  nhigun  modo,  que 


[  Falle  de  c! 


,¿)Ogk 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALUEROK  DE  LA  BARCA. 


LEONOR,  BEATRIZ, 
ttlule  dicbo  quien  mjT 

LEOKOH. 

No, 
Porqne  le  vi  de  manen 
Resoelto  i  esio,  que  no  quise 
Que  al  Dombie  el  decoro  j>iei'tl3. 

¡Qdc  aun  una  esperanza  sol.-i, 

Sue  en  forluiia  tuii  di-slirclia 
e  diú  el  acaso,  mií  Talti.'! 


Leonor  bella 
La  (le  habernie  persuadido. 
El  dia  que  ja  ¡i  tus  puertas 
El  bado  me  encomendó, 
Que  se  dijese  en  Valencia 
(fue  m  disgusto  con  mi  hermano 
Me  irajo  i  casa  como  esta. 
De  donde  salí  casada 
A  susto  j  i  conveniencfa 
Del  mismo  y  de  los,  parientes. 
Pero  arrojándome  deila. 
Donde  ofendidos,  no  liabri 
Kinsuno  que  me  deHenda, 
Sera  Tuer/a  igue  se  diga 
(Pues  me  he  de  valer  por  Tuerza 
De  Don  Félix)  que  liviana 
He  sal!  con  el;;  tenga 
Esa  raioi)  mas  mi  hermano 
Para  qoe  irritado  quií-ra 
Acabarlo  con  la  espada 
Antes  que  con  la  prudencia ; 
Si  va  DO  es  que  lo  esté  ( ¡  aj  triste  I ), 
Pues  en  renrüa  pendencia 
Dejé  i  los  dos,  j  no  sé 
Que  resultó.  De  manera , 
One  puede  ser  que  á  buscar 
Vaya  locamente  ciega 
A  quien,  áha  muerto  i  mibermano, 
O  mi  hermano  i  é\ ,  expuesta 


Que  I 

-LROXOH. 

No  te  desconsueles, 
Ni  tan  presto  le  resuelvas; 
ijue  compadecida  yo. 
He  de  bncer  una  Qneza 
■■OT  ti.  Mi  padre  en  mi  cnarto 
Pocas  veces  .wle  ni  entra; 
Y  sin  que  él  lo  sepa,  puedes, 
Kn  una  pequeña  pieu 
Que  sin'i-  ile  tocador, 
Kstar,  mientras  yo  pretenda 
SalKr  lo  que  ha  sucedida  : 
f.wi  que,  en  teniendo  ma)  ciertas 
noticias,  resolveremos 
(jné  debemos  hacer. 
■bathu. 

Deja 
Que  humilde  bese  tus  plantas. 


JUANA.- BEATRIZ,  LEONOR. 


I  jQuémemaudasT 

i  Al  tocador  I  Beatriz, 
I  Donde  de  cuanto  se  ofrezca 
i  Has  de  cuidar,  previnietido 
'  A  las  demás,  que  no  entienda 
Mi  padre  que  qued6  en  casa. 

:  Asi  lo  baré.  • 

_  ues  va  presa 

Voy  por  el  ileliio,  ;  rielo ! 
Ten  piedad  en  la  sentencia. 

( Vaiiu  Beatrit  y  Juana.) 

Aunque  ni  primer  aip-ado 

Me  hao  deliido  las  finezas 

De  Don  Juao,  eetimo  que  haya 

Ocasión  de  mirar  cuerda 

Por  su  honor,  que  no  hay  quien,  ya 

" ame,  no  agradezca. 

ESCENA  V. 

í ,  can  u»  papel.  —  LEONOR, 
ms. 

Mandaste  que  con  cuidado 
Fuese  y  viniese  illa  reja. 
Por  si  pasaba  Chaci>n. 
Pasó ,  y  echúnie  por  ella 
Este  papel.  . 

Muestra,  loes; 

Que ,  aunque  cosas  tan  diversas 

(lomo  esta  noche  han  pasado 

" ocupar  debieran 

.  lacioii ,  ninguna 
iú  al  lugar  de  aqudla 

Guardada  estancia  ^el  alma. 

Que  al  cnidado  se  reserva 

De  las  heridas  de  Enrique. 

I^es  para  que  do  le  teuKas , 
E]  también  queda  en  la  calle , 
A  la  esquina  de  la  vuelta. 
Liosoi.  (Ue.) 
Aunque  tea  vaaiáait  darme  por  en  ■ 
tendido  de  gtie  pueda  mi  talud  arre  ■ 
cer  alauaa  Uilima  (que  no  me  atrevo 
ú  decir  euidado) ,  no  tola  me  he  de 
dejar  incurrir  en  ella;  pera  adelan- 
tarla batía  pedir ,  en  albriciat  de  mi 
poco  riei^o ,  la  mucha  piedad  de  íue 
Ir  vea.  Dtot  te  guarde. 
¿Cómo  haríamos.  Inés, 
Uue  hablar  con  Enrique  pueda. 
Sin  dar  nota,  en  la  ventana! 

Enlriudole  por  la  puerta. 

LtOKOB. 

iV  si  viniere  mi  padre? 


hemos  de  liardelb, 
Dar  i  una  oficio  de  guarda 
De  vista,  que  la  detenga. 

oye  hablar  en  el  eoarlo 
hombre,  psiaiido  tan  cerca 
De  la  sala  el  locador? 

Para  eso  habrl  otra  deshecha. 

miaré  i  la  guitarra , 
Como  que  acaso  divierta 
'  ~  jipnaa.concuyas  altai 

s ,  las  bajas  se  pierdan 
Ed  que  lus  dos  habléis. 

Til 
Lo  dispones  de  tnaneri , 
Que  ann  cuando  no  lo  deseara. 
La  fíciliflad  luciera 
Que  lo  eji'cutase.  Ilaile 
""  esa  reja  una  seña. 


Hay  geoie  en  la  calle  ahora. 

Pues  gnirdame,  Inés. 
Tu  iuduíiria  para  despue^i 


No  hayas  miedo  que  se  pierda. 
Harto  liari  si  es  dicha  mia.     (V> 


EflCEIlAVL 

DON  JOAN, 
i  Oh  tirana  ley  severa 
De  que  el  mas  honrado,  culpas 
Que  no  comete ,  pade/.ca  ! 
¡Quién  le  borrara  del  munto, 
O  ya  que  aquesto  no  pueda , 
Al  honor  y  a  la  malicia 
Les  trocara  las  materias 
Del  vidrio  y  el  bronce ,  haciendo 

?ue  el  honor  de  Iviince  fuera, 
la  malicia  de  vidrio! 

¡  Has  ay  1  ;  qué  loca  prepuesta ! 

Que  üun  de  bronce  Ke  quebrara 

Al  golpe  de  ¡anta  ofeoia. 
I  Entré  en  mi  casa ,  y  no  hallé 
I  Va  criada  alguna  en  ella ; 
i  Que,  cómplices  de  mi  injuria, 
;  Se  valieron  de  su  ausencia  : 
.  t'jtn  que  saber  no  es  |K>sible 
!  El  agresor  que  me  afi-enla, 
I  Ni  dónde  puede  tener 
¡  A  una  ingrata  en  salvo  puesta. 
¡  Preguntarlo  será  infamia ; 
!  Comunicarlo,  bajeza. 
I  iíí  (|uién  se  le  liabri  negad» 
I  Hasta  el  uso  de  la  lengua? 
¡  51  estoy  en  casa,  presumo 
\  Que  pierdo  tiempo;  si  fuera 

Salgo,  no  sé  dónde  vo<r; 

V  esto  con  tauía  vergüenza, 
Que  juzgo  que  ya  entre  si 

He  notan  cnanios  me  encuenlrao. 
Sabiendo  ellos  lo  que  ignoro. 
¡  Oh  pundonor,  culnto  cuestas- 
Para  que  un  hombre  le  halle, 

V  cualquier  mujer  te  pierda^ 
(QiUdate  itttptiuo  á  un  Mé.) 


I  V 


I  De  quien  liarnos  es  fuerz.i , 
I  Pues  Beatriz  se  queda  eu  ca.sa? 


[ 


b/Googlc 


D0>  FEUX.— DON  JUAN. 

m«rÉux.(Ap.) 
ikúimáe,  forlmia  mia, 
Síenirirf!  i  mis  dichas  «puesta. 
Iría  Beatriz,  que  (le  mi 
M  se  vale  ni  se  acuerda!- 
Después  que  escapé  á  aquel  hombre , 
La  noche  i>asé  á  la  pueria , 
Sin  resolverme  nr  i  entrar, 
M  i  salir ,  para  que  en  vela 
He  Iiailase  coalquí '~ 


Kijo  sé  dónde  tenerla». 
¡(fué  fuer» (¡ay  de  mi!)  que  bi 
Dado  su  lierniano "- 


EL  MAESTRO  DE  DANZAR. 
Hablad  b^o ,  porque  liega 


De  uu  iríste,  ^cuándo  sabris 
Hicia  lo  mejor  la  senda? 

IBeMan  tjn  tier>e  ¡oi  dei.) 
con  JUAX. 
No  sé  qué  hacer  en  mis  dudas. 

No  sé  qué  baga  en  mis  sospechas. 

¡Qué  asombro  1 


¡Qué  ansia! 


Don  JniD. 

Don  Félli. 

•        DonrÉui    ■ 

¿Adunde 
Vals!  (Ap.  Mal  el  nlina  se  esfuerza; 
Que  al  deilncnente ,  aun  la  sombra 
De  la  vara  le  amedrenta.) 


DON  ríux. 

Coa  el  cuidado 
Vo;  de  no  sé  qué  encomienda 
Que  me  ha  encargado  un  amigo... 

Íilp.  Esto  es  temer  que  me  lea 
li  delito  eu  el  semblante) 
Y  asi  me  importa  la  ausencia. 
Yo  oS  huscaré  eovuesUa  casa 


Prefeoir,  cuando  ii< 
A  Beatriz,  como  Dlra«  vei 
Que  no  la  eclie  ménod.) 
DOü  Htn. 


Amcbe  eu  mi  calle  (dp. ;  Cielos, 
Fatorl)  tuve  una  pendencia 
De  un  hombre  que  me  embisttú. 


ESCEHA  Vm. 


Wm  BXMQBt. 

y  Otras  mil ,  hasta  la  dicha 
be  estar  Leonor  i  la  reja. 
CBACon. 


El  dia  de  San  Antont 

DON  ensiQDE. 


ESCENA  IZ. 

DON  DIEGO.— DON  JUAN,  DON  FELH. 

DON  DIEGO.  {Ap.) 

¡Qnién  en  el  mundo  crevera 
Que  tialtara  en  conrersacioa 
Ai  ofendido  )  la  ofensaT 
Don  Juan  ;  Don  Félix ,  ciekH, 


pía Lie: 


Yl¿ 

Del  otro!  iSi  es  conveniencii 

La  que  tratan,  declarador 

Va  loa  dost  Mas  eso  Tuera 

La  botla  hacer  sin  la  novfa , 

Pues  ninguno  sabe  delli. 

I.  Cámo  i  dar  el  pdmer  paso 

En  restauración  de  aquella 

Pobre  afligida  señora. 

Con  los  dos  me  ioirodujera , 

Por  ai  algo  rastrease "!        {Aeireaie.) 


V  ahora  llega 
TamUen ,  en  fe  de  que  viene 

De  buscaros  de  la  Tuestra , 
!  Señor  Doo  iuan. 


Que  mandarme? 

La  respuesta 
Os  d^lo  mismo  en  qufl  habláis. 
Pues  dejind6s  con  la  pena 
■Jue  os  dejé  anoche ,  es  preciso 
il  que  cuidadoso  vuelva 
A  saber  qué  ha  re.iultado 
¿Habéis  sabido  quién  sea 
"  -—n  tan  cauteloso  os  basca? 

Agradezco  la  fineza; 

Y  con  deciros  i  vos 

Lo  que  i,  Don  Félix  dijera, 

Rabré  cumplido  con  ambos. 

Hnyó,  sin  sahcr  quién  ei 


;  Perdida ,  me  euifé  eo  mi  casa , 
Donde  hallé  (;  desdicha  flera!) 
I  Segundo  mayor  pesar. 

I  .  LOS  DOS. 

'iQuéfué? 

A  Beatriz  medio  muerta; 
Que  conociendo  mí  voz, 
V  que  la  |»<nflencia  era 
Conmigo,  desaleutada 
Bajar  quiso;  y'üe  muieca 
La  trabó  la  lorliacion, 

Soe  se  cayó  en  Ib  escalera 
esmayada  (tanto  del» 
A  su  amor),  cuya  violencia 
Fué  tal ,  qne  i  esta  hora  no  hay 
Esperanza  de  que  vuelva. 

DON  FÉLIX.  (Ap.) 

\  Qué  escucho  1 

Ella  volverA; 
No  desahuciéis  tan  apriesa 
Esperanzas,  que  ios  cielos 
De  no  instante  i  otro  remedí ait. 


Tan  arrastrado  me  IIl  ... 

Que  siendo  fuena  salir 

De  casa  i  ana  diligencia , 

No  veo  la  hora  de  volver. 

Perdonad,  y  dad  licencia 

De  no  quedaros  sirviendo . 

(Ap.  Ya  por  lo  menos  con  esu 

Prevención  no  la  ecliarán 

Henos  los  que  no  la  vean, 

Usando,  mientras  no  puedo 

Del  valor,  de  la  prudencia.)     {Vai 

ESCENA  X. 

DON  FÉLIX,  DON  DIEGO. 

OOr.  DIEGO,  Mp.) 

Cuerdo  procede  Donjuán, 
Don  Félix  suspenso  queda , 
Y  yo ,  leyeudo  uno  v  otro 
Corazón,  oosé  que  deba 

(Ap.  I  Ay  de  mi!  ¿qué  he  oido? 
Beatriz,  al  tomarla  puerta. 
Sin  duda  qne  desmayaiT" 


V  viendo  ser  diligencia 


Gayó,  y  vn  iieiisé  que  era 
Haber  salido,  ¡  Que  miKlio 
Que  sí  i  mi ,  lus  luces  muertas , 
No  me  conoció  Dou  Juan , 

Íue  tampoco  conocli'i'a 
O  que  Di-alriz  se  quedaba '.      • 
Esl«  pMe  grande  enmicn'hi : 
Pues  vuelva  ó  uo  vuelva  en  si , 
Esti  en  egfn  neliaro  puvsta.) 
Perdonadnie  a  mi  lafnbieii 


.Quién  ci 


ESCENA  XI. 


1  ¡cielos!  que  Ri^a 

_...._   hombre  honrado 

La  cosa  mas  torpe  y  te», 
Y  qne  haya  trance  en  que  agrade 
Ver  que  nn  hombre  bonradn  mienta? 
Don  Juan  lo  diga ,  supuesto 
Oue  es  prevenir  c«n  cautela 
l1  une  no  se  vea  i  su  liermaita  : 
.icciou  i  dos  Itlcrs  cuerda , 
Pues  calía  i  tro  tiempo  el  ipie  agravia; 


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y  uUa  el  qo«  no  pireict. 
j06ino  yo  por  eniea  elido 
Me  daréí  Que  es  co&a  reas 
Uocirle  i  uu  bombre  eit  bu 
I  Yo  sé  las  desdichas  vuesirai» 
Mayormenle  cuando  él 
Me  esU  cerrando  la  [>ueria. 
Itejirselo  de  decir, 
Ea  dar  con  el  liempo  faena 
Al  escíndalo.  Un  camino 
Solo  se  ofrece.  ¡Olí  si  hnbien 
Sido  inles  que  Don  Fílix 
Se  fuese  coa  tanta  príela  1 
Mas  con  alcanzarle ,  tioco 
Hay  perdido. 

ESCENA  XU. 


1M)N  ESRIQÜE.CHAOON;  luego,  INÉS.  ¡  £í^l|í™''™4|' 


COKEDUS  DK  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 

¡Amoriloqoeuo  ve,     '  ,Temor;ni 

I  El  riesgo  al  cuidado  iguala.  Decoro  ae 

{Cattla  Ine»  deníre  g  repretenbm  elloí 
adñrliendo  que  en  leí  repelicionti 
dtt  tono  acaben  igualeí  lot  verte. 
4el  eantaúo  y  rfpreienlMdo.) 
U4ES.  {Cantando.) 
Guarda  eorderoi ,  isgaUi , 
Zagala,  no  guarde$  fe... 

iQuéesaqneslo? 

LEonoR. 
(VflW.)]  Es  qne  hay  allí 

'  De  qnlen  Darme  no  puedo ; 
i  y  porque,  aunque  hablemos  quedo , 
'    '" "    discurrí 


t  aienu  al  Uel 

1  bellcu... 
Mtts.  {Canta.) 


CDACOn. 

El  viejo  no  enira 
D0.1  e:«iiioue. 
Anles  parece 

Que  la  calle  abajo  echa 

Clin  acelerada  paso, 

Uas  que  suele. 

En  hora  buen» 

Vaya,  y  mas  si  de  ahí  resulta 
Que  Leonor  salga  á  la  reja, 
\  que  el  dar  vuelta  dejemos 
^osol^os  i  la  cuaresma. 

{SeU  Inet  6  ¡a reja). 
no^  E.-iBiQue. 
Puemos  esta \rr.  solí. 

Enrique. 


1 


Nuestras  v< 

Don  ERHiaUf. 
■  ¡Que  temer 

Queda  en  la  lida  i  (juien  ser 
I  Uaeíio  del  alma  no  ignora? 
i:iES.  (Cunta.) 
;  Que  quienU  hítopaitora, 
I  fío  le  libró  de  mujer. 

i  LEONOR. 

:  Auiíque  del  alma  lo  fuera, 
I  Diera  cuidado  la  vid«. 
jQué  fué  aquello  de  la  herida, 
i  V  entrar  de  aquella  manera 
;  En  mi  casa? 


I 
1 
I  Que, I 


üita  embustera. 


iTengo  jodeei 


Eotra 
En  ese  primero  cnarlo , 
Que  jaesli  la  ptiertn  »Viettz.{.IU«n$e.) 

itrar  contigo? 

da  qae  acontezca 
id  bailamos  jonlos. 


ESCDIAXIIL 

LEONOB ,  INÉS ;  deipueB^WV EMBI- 
QUE T  CHACÓN» 

Ci^dado  con  la  deshecha 
De  qne  has  de  cantar,  Inés , 
Porque  aun  to»  ecos  no  paeda 
Oír  oe  naeslrt  vox  Bealrte. 

va. 
Para  lodo  estoy  alprta.  [Yaie.) 

{Salea  Don  Eurique  y  Ckaetn.) 
LtoHon. 
Solo  i  laulo  ítreTÍmlenio 
Pudiera  dar  osadU, 
Tras  la  corla  dicha  mia , 
Kt  no  corto  senlimii'iil» 
itr.  tu  salud ;  y  a-'i ,  i  inleiiln 
Í)e  <iae  crédiio  no  dé 


Üe  andar  á  ciegas ,  después 
Nos  dejó  en  gentil  aliñg. 

INÉS.  (Cjuíh.) 

La  pureta  del  armlrío, 
Qae  tan  eeMrada.e*... 

DON  tNIIIQIIE. 

Calla,  loco.— Una  aHigida 
Hi^er.  qne  de  mi  Uegú 
A  talerse,  por  qidenyo. 
De  la  ronda  defendida , 
Saqué  una  pequeña  herida, 
V  escapando  del  tropel 
De  00  terrado  en  otra ,  t  aqnet 
Que  ?1  luí ,  la  fhga  spiico. 
iKEB.  {Canta.) 
Vütela  Mn  eí  peltiea , 
- ntí. 


uTcodo  lacüblen.  lenia , 


1  Pero  eso  qué  Importa  abora 
Para  malograr ,  scíiora , 
De  otra  estrella  en  la  esqwvei. 
El  breve  rilo  que ,  juei 
De  mi  amor,  puedes  decirme.. 
imi.  (Caula.) 
'toi 
•tienda  que  tal  vi 

non  ENRIQDF. 

Qué  piensa!  bacer  de  un  tiailo 


Tan  neutra  hne  me  dudoso 
Que  solo  se  ve  dichoso 
Para  «erse  desdichado! 

:  Diitalo,  Leonor,  lu  agrado 

>  V  dlgak)  tu  cruel 


LEONOR. 

,  Ya  que  en  extremos  advierte 

'l'ales  tu  pena ,  bi.'n  hoy 
'  Disculpada ,  Enrique ,  estoy . 

Pues  me  acobardo  y  me  animo  :    , 

Osada,  porque  te  estimo,* 
'  Remisa,  [wr  ser  milei.  soy. 

i i^mo  puedo?...  Pero  es[iera, 
I  Aseguraré  un  cuidado.  — 

{Sale  Itiei  can  una  ffutfarra.) 

liles,  ipor  qué  lo  has  ilrj.ido? 


De  cualquier  suerte  que  esié. 

No  lo  dejes  un  insianto. 
'  DON  oniQUE. 

i  Si  lanto  Importa  que  cante, 

Hne3ira,yola  templaré. 
'  {Toma  la  gHÍlarra  Dm  Enrique,  y  i>S- 
I  tieie  6  templarla.) 

lAjdefidiebadaUeml! 

I  Cuando  entraste ,  Enrique ,  en  casa , 

Cenaste  la  puerta! 

BON  ENRIQUE. 

Ko. 

IIIEI  ¿ 

Pae«  contigo  descuidada. 
Pensando  que  nadie  fuera 
Tan  necio ,  qne  la  dejara 
AUerla,  ito  cuidé  della , 
Con  que  dentro  de  la  sala 
Ya ,  sehor,  esti ,  y  le  ha  visin. 
El  demonio  imaginara 
Hallar  tocando  al  galán. 

iQaétleaciiido! 

WM  ENMOM. 

[Qué  Inorancia! 


iQulén  es  este  caballero, 
<  Qne,  l*n  hallado  en  mteas 
.  Viene  t  diTerllrse  «  ella? 

'iDequé  de  verle  le  espaoli 
!  CUimo  en  la  corle ,  señor , 
I  Si'  nsan  tan  |ioco  las  daiira 
'  ^o  aiirfiidi  esa  habilidad ; 
¡  Y  hallándome  desairadn 
En  Valew-la  (donde  esráit 


ibyGooglc 


Tía  en  uso,  gue  no  hay  ilaniR 

Qoe  no  luzca  en  aus  primorea , 

Paes-cuando  juntas  se  liaJIan , 

Todos  sus  dívertimieiiioa 

Soo  Sara  petes  que  llamao, 

Sin  tos  públicos  saraos, 

Eo  que  suele  caerse  eit  Talla 

De  grave  é  üe  descortes, 

Haj'ormeute  si  la  saca  ■ 

Persona  de  aumridad). 

Dije  ayer  á  Doña  juaua , 

HJ  prima ,  envíase  al  maestro. 

Preguntó  si  habia  guitarru 

En  casa ,  ú  si  la  traerla , 

Que  el  homhrc'  que  le  acomiiaña 

Irla  volando  por  ella; 

Sacóle  esta  esta  criada , 

Y  apéuas  la  loinú,  cuando 

í  Habrá  mas  de  que  du  tutl(¡i'' 

CHACOS.  {Ap.j 

Mentira  mas  adecuada 
Al  caso,  iiD  vf  en  mi  tida , 
Pues  dio  papel  eu  su  Tarsa 
A  lagui(arra,iély  Aun. 

Una  cosa  es  que  me  buga 
Novedad,  y  otra,  Leonor, 
Uue  }o  me  canse  de  nada 
Üue  lú  gustes,  cuando  Imlas 
lias  de  hacer;  y  ni(-  i^eima 
Ijue  no  eniras(.'S  va  lus  usns 
Ue  la  tierra,  j  que  w  hallaras 
Corta  eo  ninguna  ocasiou, 

V  para  ver  si  me  agrada 

O  uo  el  que  lú  te  diiierlas, 

Por  vida  del  maesini,  laya  (Siialaie. 

De  lecciou;  que  aunque  culiladus 

Por  ahora  no  me  Talidu, 

Para  ellos  se  hUo  el  alivia , 

Hajormenie  cuando  pane 

Eu  itjenus.  Vaja  puet 

De  lecciou. 

DOK  RmtQoe.  (jtp.) 

De  UD  riesgo,  me  pone  en  otro; 
Que  ha  de  conocer  la  Talla , 
Que  poco  ú  liada  sé  deslo. 

cwiCox.(Ap.  d  M  amo.) 
Tirar  coces,  dar  paladas, 
V  cátale  ahí  dauíaríu. 

LEONOR. 

La  primera  vea  turbada 
He  de  estar;  j  asi,seíior. 
Hasta  que  tomado  baya 
Algunas  tecdooes,  no 
Lo  has  de  ler. 

No  lemas  nada. 

im  no  lengo  otro  galán , 


Tampoco  tengo  otra  dama 
Yo,  j  en  fe  de  enamorado, 
AuD  el  desaire  hari  gracia. 
\a]r>,  ponida  del  maestro. 

Dofl  trtnioui. 
VdTeré  i  templar.  ¡  Hai  haya 
{Alto  la  clavija  hatla  qua  hace  ullar 

la  cuerda.) 
U  prima!  | 

itii"^  ruét  i 

BON  SnilOUC.  I 

Salló. 


EL  MAESTItO  DE  DANZAK. 


Don  CiHKrUE. 
Todas 
Las  cuerdas  están  robadas, 
Y  aun  la  guitarra  está  rola. 

Fué  Iras  10  olvidado  en  casa. 
Llévela  el  maesiro,  haga  que 
La  aderecen,  y  mañana 
O  i  la  larde  volver  puede. 

DON  ENnlQDÍ. 

Si  haré ,  de  muy  buena  gana. 

Mire ,  maestro ,  que  no  deje 
De  volver,  y  lie  la  paga 
De  mi. 

onn  EmioVE. 
I  Aunque  muchas  leccioaea 

Tengo,  en  esii  no  haré  talla. 

¡  PON  DIEGO. 

,  Vaja  con  Dios. 
I  cmcoH.  (ítp.)* 

La  primera 
,  Ve?,  es  i'ila,  quo  una  dama 
Diú  guitarras  de  favores. 

!  DON  KURIQUE.  (Ap.) 

'¿Quiéncrérl,  que  i  aprender  vaya, 
;  (Queriendo  lirn».'  á  Leonor, 
;  fa.1  cómo  lie  de  hacer  mudaniasT 
{Vatue  Üoa  Enrique  y  Chaetn.) 

I  ESCENA  XT. 

j  LEONOR,  DON  DIEGO. 


Pues  siempre  el  pesar  al  güilo 
Pisando  la  sombra  anda. 


!  A  saber  lo  que  hoy  en  casa 
j  Habla  di'  pasar,  le  ruego 
;  Me  digas ,  ^  qué  es  lo  que  alcanzas 
I  Deslo  i  saber? 

I  DON  DIECO. 

I  Que  su  benuno 

:  Tiene  laior  y  coualaocia 
I  Para  recatar  sus  penas. 
'  A  mi  me  dijo,  que  mala 
" estji  Beatriz; 


Con  que  cortó  la 

De  que  yo  pudiesi. ^ 

Por  enlendldo  de  nada , 


i  mucho. 

I.EOtlM. 

i  ¿Tü,  seSorT 
I  non  DIEGO. 

'■  i  Es  circunstancia 

'■  No  crér  1  uno,  para  menos  T 
,  Kn  lin  eslt  en  ignorancia 
De  quien  es  el  agresor  ; 
Tanto ,  que  con  l\  hablaba 
En  esie  mismo  sentido. 
Yo,  alentó  i  uua  y  otra  ansia. 
Como  quien  estaba  dueflo 
De  los  coraioDCS  de  ambas , 
Rt'solvl  que  era  mas  Tádl 
(Va  que  bubipse  (le  tratarlas) 
Que  con  Don  Juan,  con  Don  Félix , 
Por  lo  mejor  que  se  hablan 
Materias  de  amor,  que  honor. 
Has  un  .i|iriesa  ia  espalda 
Volvió ,  que  no  le  alcancé ; 
Y  viendo  que  ni  la  dama 
Corre  riesgo ,  ni  tampoco 


Para  buscarle  despuM 
Que  deje  escrita  una  carta 
A  mi  hermano ,  eo  que  le  digo 

No  dilate  la  jornada 
A  Valencia;  que  no  puedo. 
Después  de  ausencia  Un  larga. 
Como  gohenió  la  hacienda, 
Ni  enteuderla,  ni  sjusiarla 
Sin  él. 

LEoHon. 
Será  para  mi 
El  verle  gran  dicha,  1  causí 
Que  por  padre  tantos  días 
Le  tuve.  —Mejor,  desgracia 
[Vate  Dan  Diego.) 
Dijera ,  si ,  tiendo  i  Enrique , 
Resucita  las  pasadas 
Sospechas  que  ya  del  tuvo 
En  Madrid.— ¡  Beatriz  <      (Ua»aM4a.) 

.      ESCENA  XVI. 

BEATRIZ,  JUANA.-LEON0R,  INÉS. 
■UTRIZ. 

i  Qué  mandas  T 

LCOnOK. 

Que  sepas  que  entre  Don  FéllT 

Y  Diw  Juan  do  bubo  desgracia . 

Y  tan  desimagioado 

Esti  en  pensar  que  le  agi^via , 

Sue  se  acompaña  con  é). 
a  fingido  que  en  la  cama 
Estis,  porque  nadre  le  eche 
Henos ;  con  que  el  día  que  baja 

Que  airosa  de  todo  saigas. 

BEÁTaU. 

i  Pl^e  al  cfelo ,  Leonor  bella , 

Sue,  en  premio  de  piedad  tanu, 
DO  tengas  amOT... 

LBOROR.  {Ap.) 

Tarde 
E»  iMDdIdon  me  alcanza. 

O  le  tengas  con  ventura! 

Y  permíteme,  i  tus  plantas 
Una  j  mil  veces  rendida. 
Usar  de  la  conGania , 

Con  que  el  beneflcio  de  hoy 
Consecuencia  al  de  mafliina 
Hace ,  siendo  el  que  se  goza 
Vlapera  del  que  se  aguarda. 
Toda  mi  dicha,  Leouor, 
Eslá  en  que  Don  Juan  no  hagK 
Duelo  lie  ver  ofendida 
Su  amísind ;  v  va  que  l^lla 
Quien  saque  la 'cara  á  eslo. 
Pues  tu  padre,  cuyas  caoas 

Y  anlorldad  ser  ¡ludieran 
Medio,  no  solo  me  ampara ', 
Pero  me  deja  que  tü 

Sin  qne  él  lo  sepa  me  Taigas, 
Puer/a  es  que  yo  busque  otro; 


SI 


■o  pie 


_  Don  Félix  ; 
A  que  es  forxoso  que  añadas 
Que  no  sabiendo  de  mi , 
iQué  sé  va  si  se  persuada 
A  una  indignidad  ?  Con  qne 
Honor,  ser,  ilda,  honra  y  fama 
Está  en  tu  mano ,  Leonor, 
Con  solo  que  por  mi  llagas 
La  última  flneía. 

LEOINK. 

tQué  et? 
<  Nv  solo  W  Be  SBun.  I 

UiBilizedbyLiOOgiC 


■UTMl. 

Oue  Kpa  que  (á  m«  «raparas. 
1  pan  discarrir  medios. 
Yo  le  halilu  uii>  pilahrj 
Delwte  de  II. 

iHe  ves 
Cuinio  en  eeo  aven  ui  rara 
KmiiiadreT... 

Va  lo  veo; 
Pero  quien  iieceGliada 
Pide,  no  pide  discrtU. 
Tienes  razón ,  no  lo  hagas ; 
Que  JO  me  dejaré  eitar 
A  DcHk  iuaa  con  su  lniioi~    ' 

Y  i  ni  con  el  (1^ 

Ue  ua  baber  oti 

UWMl.  lAp.) 

\  Uue  no  li  pueda  decir 
^ue  mi  padi'e  en  esto  anda  i 
Por  DO  (ibllgurvie  1  decirla     ■ 
Que  sabe  <)ue  se  eaU  eu  c;isal 
Pito  si  los  doí  se  vvii, 
«Htf  podrá  ser  i|ne  iléii  Iraia 
V<a  ■  Bii  pMlre  ú«seinpe&e, 

Y  que  ellos  alia  SO  «al^aii 
Ue-oediosqueáéLuí 


iQ{ii  ea  lo  qus  i  tus  solas  bablast 

UOMOK. 

No  sé,  [teairli,  qsí  te  diga. 
Siento  DO  bacer  lo  que  inaudas, 
Y  temo  baeerlo.  {Ap.  Abora  bien, 
Yo  leoKO  de  ver  li  «ac> 
A  mi  padre  del  empalio 
ÉUa  reioiocioa. )— Juaua , 
Puea  que  lii  eres  de  Valenda , 
Di  tí  1  Uou  Félix  dn  Lara 
Coooces. 

Ha;  bien,  seBora. 

¿Sabe*  sa  calle! 


per  señas  de  quo  es  lan  cerca, 

Que  cae  de  aqu<-si:i  íi  la  ttspalda , 
por  cuyos  librados  íuelo 
Hablarme  cuit  sus-criailas. 


Pues  liúüole  <r,  sin  «K'drle 
Quién  es,  djle  que  una  dama 
Le  (juiert'  baMar;  que  n  i'sa  rr 
Espere  una  seiia  Manca, 
Qoe  será  ciuiudo  nil  |iadre. 
En  babieiHlo  escrllo,  sal{{a. 
lYete  Juana  ) 


Seatríi,  Um extremos  baslan; 
Que  foriunas  de  amor  lieiipu 
Tullo  Imperio  en  las  b  unía  ñas 
Penas ,  que  lo  que  nos  riiritaii , 
Parece  «¡ite  nos  lo  m.nMlan. 
( VaiiK-  Lemor  g  Beatrit. 


COMEDIAS  DE  DON  PEDHU  CALDERÓN  DE  LA 
,  I  Callt. 


i  ESCENA  XVn. 

DON  PEL». 

Aunque  ea  casa  de  Bealrii 
.  Gente  i  inquirir  be  enviado, 
i  HitiguDa  raion  oie  lia  dado, 
!  No  solo  de  su  iofelli 
;  Accidente,  mas  la  puerta 
'  No  abren ,  ui  nadie  responde.  ' 
\  V  pues  su  hermano  la  esconde 
'  Con  tanto  recalo ,  derla 
.  Cosa  es  que  para  vcngane 
i  A  salvo,  fingiendo  va 

Que  tao  de  peligro  esU; 


Y  ahade,  sepulturera 
De  amor  :  '  Hagan  bien 
Porque  dos  depan;  Dios 


.  aunque  mí  peua  rvsiarw 
Quiera  á  todo  trance ,  el  si 


iUANA,  Up«da.-OON  FRLIX. 


r  DogP< 


BOS  rÍLrx. 
4  A  mi? 


.  Dan  rti.li. 
d  si  soj  JO. 


Obedecer 
A  las  damas  es  fonoso. 
Una  euila  4  suplicaros 
Vengáis  donde  pueda  bablaros. 


.  Que  de  mi  se  acnenle.  ;Quién 
!  Lsí  me  decid. 

'  No  estí  b¡i>u 

Ni  ji  su  estado  ni  ¡I  su  txavt. 

El  nombralla  ánips  de  velh , 

porque  la  ime  os  Itama ,  no 

La  <|ue  os  llama  es.  Con  que  to 

No  pui-do  elisia  ni  aqiK'lb 
'  Decir  mas  de  ^e  siuais 

Mis  huellas ,  donde  jiaHaréls 

Una  seña,  que  veréis 
.  A  una  reja,  en  que  sépala 

Cuál  os  llanta  de  las  dos. 

{tTEUldme  pu(4,  j esperad, 

V  donde  jo  eoirare,  entrad , 
Que  á  vos  0$  imiiorin.  Adiós. 

{Yate  Juana,)/ tÍQutla  con  ¡a  vitíaDon 
Félix.) 

Oid,  esperad  j  Qué  si-rí 
NoTe<lao  tan  (¡rande?  Pero. 
Aunque  niiiKUu  bii'n  ps|ii'ro, 
'  Fuerza  e«  el  seguirla  ya : 
Que  no  me  ha  do  acobardar 
Que  Üou  Juan  sepa  qnií'n  era , 

V  que  asi  vengarse  (jniera. 

'  Es  la  de  Don  Diego ,  i  cl.-los ! 
I  Y  i'l  ser  tan  noble  j  sosura , 
I  llrl  peligra  me  asrgura. 


0  lo  baga,  t    (Vdw.)    Pero  no  de  los  recelos 


Del  llamarme  desle  mono. 

jHas  para  qué  es  discurrir. 

Pues  con  esperar  é  ir 

Habré  cumpiidu  cou  lodoT       (Vate.) 

Oin  calle. 
•  ESCSU  XIX. 


Repasar  desde  esie  dia 
Lo  poco  que  yo  sabia 
Oesia  haliiliilud ,  jser 
Su  maestro  de  daaxar,  puesto 
Que  en  la  casi  de  Leonor 
b Dirada  tendrá  mi  amor 
A  (oda  horas  con  esto. 
{Sale Den  Félix,  t  jaédate  niira»i»  4 
la  caía  de  Don  Diegn.) 


i  Oh  si  lauto  repasaras 
Eso  puco  que  sabias. 
Que  maestro  en  breves  dias 
Hecho  y  derecbo  te  hallaras ' 
Que  na  fuera  mal  socorro 
uiseAar,  para  aprender 
Loa  compases  del  comer. 

DON  INHIQUE. 

¡  De  ima^njrlo  me  corro ! 
i,  Vo  babia  de  ser  maestre . 
De  quien  do  Tuera  LeonorT 

EHAcon. 
iHabia  mas  de  andar,  señor, 
PrefEuntando  ;  •  ¡,  Vive  aquí 
Alsuna  Leonor,  que  quiera 
SüWr  daoiar  con  primorea? 
;V  maestre- da iiía  Leonores, 
Ño  <-iisi'ñar  á  (|ui<'n  na  Tuera 
Leonor?  Cou  que  comerías, 
Sin  ajar  et  pundonor 
De  enseñar,  sin  ser  Leonor. 


'.di, 


0011  E^nianc. 
Deja  necias  beberías  ; 
No  et  juicio  j  el  tiempo  pierdas. 
¿Traes  la  guitarra? 

Ella  e«  JocE 
De  que  es  la  primera  vea 
Que  habernos  trillado  en  cnerdas. 
(Ponen  un  pañuelo  en  ¡a  reja  de  caié 
de  Don  Diego.) 

DOn  ENRH)IIE. 

Pues  volvamos  al!*.  Pero 
Espera.  jEu  la  reja,  df , 
No  hacen  una  aefla? 

CBitCON.. 
SI. 

Ya  avisan.  (Criiaa  ta  talle.) 

DON  iimiQHe. 
¿Un  caballero , 
Qoe  esiaba  en  la  calle,  no 
Ce  ves,  (joh  tirana  estrella!) 
Que  se  va  acercando  i  ella? 


{EnlraDoaFHixeittaiadeDnDiete.y 

DigmzíídbvGOOglC 


DON^NRfQUE.CKACON. 


PueB  al  puniD  la  Laii  cerraJo. 

DO.I  ENRIQUE. 

¡  Se&a  eD  la  r»ja  ( ¡  ay  ile  mi ! ) , 
Hombre  qui-  la  seña  ^S|>Fra , 
y  en  tiéiiuola  ( ¡  ppiia  ñrrn' ) 
Entrar  iras  ella !  {qué  vi? 

1.0  (|ue  (O,  y  no  me  anusié. 
Haz  lú  loinismo.y  rrrus 
Lo  poco  ijue  iinijoria. 

DON  ENRIQUI. 

1  Estás 
Borradlo,  iiiTime? 


lOequé 
Lo  he  ilü  estar ,  si  »  r«  fiaj  vbw 
Uue  tenga  esa  utilidad. 
Pues  no  le  babla  en  pnridail 
Ningún  hijo  de  vecino? 
Peroidúiide  vas? 

Don  E^fKIQDE. 

No  sé. 
A  llamaT,  abrir,  entrar, 
y  q\>i  liombre  es  este,  apurar. 

Eso  yo  le  )o  diré  : 
Uno,  (¡ue  en  li  calle  estaba, 
Es¡>eran(lo  i  ijue  le  hicieran 
Scua,  y  la  puerta  le  abrieran. 
Por  donde  entrar. 


SI  cito  hay  pesar. 
Por  Dios  i|ue  le  lie  de  i|uelirar 
La  guitarra  en  la  cábez;i.         (Vonsf.) 


Ii  tn  C9^  de  Don  DIrfo. 
ESCENA  XXL 


Sucesos 
.  Que  Imaginados  aun  no 
Los  hallara  el  tienumiMio, 

tQné  mucho  que  ucoiileeidus  ' 
aijau  novedad? 

Pues  presto    ' 
Saldréis  de  la  duda;  que 
Si  deelr  suele  el  |>i'o>('rhlo 
((ue  el  tíeinpo  es  precioso,  aquí 
i.»  mas  que  precioso  el  liein|io. 

{Entra ,  g  taca  á  Beatríx.) 
jConocels  aquesta  dama! 


EL  MAESTRO  DE  DANZAB. 

Débame  vuestro  respeto 

Decir  qne  si,  tan  remiso, 
(Jueal  ver  su  prodigio  bello, 
Knilindole  la  voz 
He  quede  con  el  afecto. 
Si,  señora,  otra  vei  digo , 
1'urbado,  absorto  j  suspenso 
De  ver  aquí  a  quien  juzgaba 
En  otra  parte,  á  mas  riesgo. 

Pues  en  albricias,  Don  Félix  * 

Dése  deseiigafio,  quiero 

He  liéis  (ved  ¡cuan  poco  os  pidof) 

Lo  que  os  debéis  i  vos  mesiDO. 

Ella  es  mi  amiga,  de  mi 

Se  ha  favorecido,  y  menos 

Que  honrada,  airosa  y  casada 

Con  gusto  de  hermano  v  deudus. 

No  ha  de  sa<ir<le  mi  J^ilo. 

Los  medios  que  para  esLo 

Fallan,  babeis  üu  dar  vos. 

(Llaman.) 
Pero  jquién  con  tanto  estruendo 
Llama?— Por  aqneaa  reja 


i  Quién  es? 

ESCENA  XXIL 

CHACÓN ,  denlrt.  —  Diciius. 
cuAco-t.  (Otn/ro.) 

Kl  maeslrn 

De  danzar. 


I  No  llago,  Bealrii;  porque  lodos 
I  Los  pagan  mis  sentimientos. 
[Vaate  Bealrii,  Üon  Félix  g  Juana.) 

Alireiúla  puerta,  Inés, 
Y  eSli  a  la  mii'a ,  adviniendo 
Si  eutra  mi  ¡laiii'e  en  la  calle. 
(ValUfid  abrir.) 

ESCENA  XXIV. 

DON  ENRIDUE.  CHACON.-],i:()Mm. 

I  DOl  E:iRIDVIt. 


«■  (M>-) 
¡Ay  iufelice: 


Que  sutil  halM  tu  intienio,' 


Don  Enrique  eí 


Aunque  quien  Ibma  no  es 
Persona  de  cumplimiento. 
Por  lo  mismo  no  es  ra/un 

?uc  tenga  parte  en  secreto 
an  reservado,  qoe  aun  no 
Le  sabe  mi  padre ;  j  ¡«esto 
Que  el  fin  i  que  os  lie  llamado , 
^s  sulo  á  tratar  lus  medios 
Que  mas  convengan,  Don  Félix , 
Al  desenojo  ó  al  d»elo 
De  Don  Juan,  y  cmi  Bealrit 
Se  han  de  liaSliir,  miétitrai  yo  isieulo 
(Porque  ui  i  vus  ni  i  ella  veaa 
Al  primer  recibimieuto 
Salir  al  paso  i  quieu  llama, 
En  esa  sala  de  ahí  ilentro 
Esperad  i  que  yo  vuelva.— 


ESCENA  XXIII. 


Facilíiar  un  ri'oiedlo.' 
Pues  no ,  Leonor,  otra  cansa 
Es  la  que  me  trae. 

iQuéesesicj? 
i  Tú  tan  perdido  el  cnlor, 
T.>ti  fatigado  H  alíenla. 
Tan  tuiliadas  las  acciones '. 
iHaie  puesio  en  otro  em[ieño 
Uira  dama? 

I  DON  EDRIQUE. 

>  SI ,  Leonor. 

i  F.n  olro  empeño  me  ha  puesto 
I  Otra  dama ,  y  tal ,  que  del 
!  Vivo  no  saldré,  ti  atiendo 

8u«  mal  podrá  salir  vivo 
uieii  entra  á  buscarle  mué  rio. 

|;Quélraes,quéÜeiies,qué  mir: 

I  non  ENRIQUE. 

Nada  y  mucha. 


I .  noN  ENHioni- 

'  Yo  si  te  entiendo ,  Leonor, 
.  A  ti,  iiuesta  al  paso  A  efecto 
¡  De  que  no  pase  adelante 

i  Dónde  has  de  pasar? 


Adentro, 
í  A  qué  T 

nON  ENniQUE. 

Si  lo  he  de  decir, 
A  buscar  un  cab:<ll(To , 
Que  esperando  eii  trsa  calle 
La  seña ,  que  le  hixo  na  lienio 
En  tu  reja ,  entró  en  tu  casa , 
Della  llamado;  y  supuesto 
Que  abusos  del  mundo  mandan 
Que  los  liuinbres  ajustemos 
Lo  que  ofenden  las  mujeres. 
Con  que  contigo  iiu  itngo 
Has  acciou  que  basta  quejimw, 
Deja  que  |iase  resiK^Itu 
A  la  que  con  él  me  queda. 


H¡  bien,  mt  se&or^nii  dneQal 

D,B,l,z9dbyL-.OOglC 


n  IK  cwuché  agrados !  l>>:rQ 
Favores  de iiiI^U/  jcuíikIh 
IJogiiroii  i  mtúor  livmim? 
Apaila. 

No  has  de  iias^ir 
De  aqui,  sin  oírme  [irim.TO. 

DON   KNHIuaE. 

iQuú  puedes  dücirmeT 

Qne 
Snv  (|iiieii  SOT,  y  no  le  oreiida. 

DON    EKRigDE. 

AuiKiuP  fueras  ta  que  luere 
He  dijeras  eso  mesmo; 

V  palabras  generales 

Une  á  cualquier  predlcameiiio 
Vienrii,  j,qué  liaccs  iii  en  decirlas? 

Y  asi ,  pues  y»  he  dicho  que  esto 
tia  se  ha  de  acabar  conligo. 
1lal>i<;i)ilo  con  (luiéii ,  no  tengo 
Üeutrie. 

¡Uiral... 


COMKIilAS  l)K  DON  P^DKO  aLOEKON  DE  LA  BAUCA. 

Y  siempre,  rl  nido  aienlo 

Aler    -   -    -  -  ■     -    ■ 


ESCENA  XXV. 


;  No  es  buenn 
One  después  de  halxT  lenido 
Kscríla  y  ci'rrado  el  pliego, 
Si'ineoltidaief  Has  vava, 
:  Kl  descuido  rae  agradeico , 
I  Pues  vengo  i  buena  ocasión,  — 
I  i, Qué  le  ba  parecido  al  maesirot 
Que  «I  aire  luego  se  deja 
Conocer. 


■).«■ 

¡Uii-ii!  Kn  l.aLiei4lo  acahtdn 
La  reveiviicia,  el  iziguicrdo 
Piédeianlt!,  pasear 
la  sala ,  midiendo  el  cerco 
En  su  proporción .  de  cii>co 
Kii  cinco  los  pasns.  ¡  BuetMi !     • 
(V-<i<"4'iAhin|:Tiila?40Liiéni 
Cor  li  se  pusiera  i  eslo!') 

t-EONIIR.    {ip.  d  il  ) 

iV  quién  sino  yo,  jior  li , 
Sin  lien  lo  que  yo  siento? 

Mtn   ENRIOVE. 

F.ti  cobrando  sa  luiiar. 
Hacer  cltosula  eo  el  punió 


ESCEHA  XXVI. 

CELIO.  —  IhCBos. 


iVo 
Habla  de  hacer  lal?  No  quiero. 

LEOWOF. 

Enrique  mió ,  si  algo 
A  lus  Qneías  meruico . 
IMsimula  con  mi  padre , 
Valiéndonos  del  primero 
EngaSoique  yo  le  doy 
Pafabra ,  ()ne  saiisreclio 
Quedes. 

íQuIeres  que  le  halle 
Qui^n  le  dejó  ayer  maestro 
Se  daniar,  maestro  hoy  de  esgrima? 

De  la  dama  lo  primero 
Ha  de  ser  siempre  el  honor: 
Uíra  por  él. 
(Tuina  Don  Enrique  la  ffuUarra.) 
Do.i  iKiiigirE. 
jHabrí,  cíelos. 
Otro,  i  <]uien  hava  obligado 
Tan  no  iinaRÍnado  empeño 

r,  i  que  baya 
á  sus  celos  T 


Vo  la  he  íisio  ejecutada. 

Si,  pero  llena  de  yerros. 

Vo  lo  veré ;  que  lamliirn 
Algo  supe  allí  en  mis  [iempos 
l>e  lo  cierto  1  ¡e  galano. 

a  basta  lo  cierto. 

MiH  meco. 
ís  !a  primer  lección  ? 
Don  unJDUE. 
Ser  solía  el  alia;  pero 
No  es  danza  que  ya  esti  en  uso. 


i  Y  qué  c! 


lili  criado 
LÉOSoa.Mp.) 
;  De  Don  Juan  César?  Y)  lengo 


(Ap.  ;Qué  querrá?) 
Proseguid  pues,  que  ya  vuelto. 

(\ Me  con  Celi*Sf 

.  ESCENA  XXVU 


De  hacer  festin  á 

Si  mandábanle  bailar, 
Por  otro  dijo  el  proverbio , 
1  Qué  mucho  que  por  ti  diga , 
Maii4ábanle  domar  f 


4¡  la  baja ,  1  lo  que  en¿l«ido. 

DON  unuosE. 

V  atl  son  \oa  dnco  pasos 

Loa  que  do;  y  los  que  pierdo , 

'  Por  la  gallarda  empeundo. 

i:ies.  (Ap.  d  Chacón.) 

se  hablan  son  Itoreoii, 

Yo  pensé  que  eran  pavanas 

Yo  no  estorbo  ;  vaya,  maestro. 
(PóneMe  en  tu»  puetíot ,  g  hacen  f « 
que  dicen  loi  veno$.) 
otm  Exaigoe 
La  reverencia  ha  de  ser. 
Grave  el  rostro ,  airoso  el  cuerpo , 
Sin  que  desde  el  medio  arriba 
Reconozca  el  movimiento 
De  la  rodilla;  los  braxos 
Descuidados,  como  ollo! 
Maiuralmeote  cayeren ; 


i  i'"    

I  Pasara  el  esUr  hacienda 
'  Festín ,  Ingrata ,  i  tu  amante  ? 


.  Qttien  escondido  en  tu  a 

Considerando,  advirtíendo 
I  Que  intes  de  ahora  te  dijo 
I  lie  Inés  la  voi  que  hay  sugelo 
I  Dentro,  CJirique,  de  mi  casa , 

De  quien  recatanne  debo. 

fion  ERBKtUK. 
Quiíi  serla  el  m 


Xo  serta ,  y  aujiq'ie  eslo 
I  s  largo  para  de  paso, 
¿Drjasie,  Enrique,  tú  mesn 
Aqui  una  dama  la  noche 
Queveiiisie? 

IH>n  I.'ISIOUE. 

Va  eso  es  viejo 
culpa  i  otra  dan 


I 


dbyGOOglC 


Peusado  mi-jur  üisou 


Caando  sea  lodo  es 
I''llo  ba  üe  decir,  i 
í Qué  hnces  ? 


EL  MAESTRO  DE  DANZAR. 
Y  i  na<la  que  pscuchu  salga.) 
VijasHcuii  Dios,  macElro;  ' 

{A  Doa  Enrique.) 
Que  ja  por  hoy  la  lección 
Basu. 

no:*  ENRiOUe. 

En  todo  ití  obecieico-     * 

{Yate  hacia  donde  entraron  Beelrli) 

y  Doa Diego.) 


[ION  DrEGO,  CELIO.-  DON  JUAN 


HIra  que  ruelvc  mi  paJre. 

«0:1  EMIIOÜB. 

i  Que  haya  ile  ser  fueria  eai 


ESCENA  XXVnl. 

DON  DIEGO.  —Dichos. 


(Ap,  DOD  Juan  mi>  ivis»  une  en  r. 
L<^  rspcre.  ¿  Si  sabrá ,  cidos., 
Ühe  vHí  ai|ul  Beairi/.!'  Mits  ito 


Y  es  i  lo  que  To  no  acierio. 

DON    ENBIQDK. 

SI  acierlas.  Con  quebradillo 
Eoirar  aliura  en  el  paseo. 
Udo,  dos,  tres,  caalro,  cinco, 
Sebiladoi ,  j  i  coiidirlo. 
im:i  nir.GO. 
DJBo  qne  eD  mi  «Ida  vi' 
Hejor  aire,  y  me  prometo 
Qae  ha  do  salir  liien  con  iodo. 

non  EMiifítr. 
Si  Uldi'l. 

ESCENA  XXIX. 

CELIO —  Dic  nos. 


Dile  que  me  esiiire  dentro 
Demicuarto.quejra  voy. — ( Vate  Celio.) 
iAparteáelia.  Leonor,  oosí  que  recelo 


Di,  kigraia, 

amante,  que  le  espero 

En  la  calle,  donde  vea 

Qne  el  que,  i  tu  opinioa  atento, 

UaeslTO  es  de  daiitar  en  casa , 

Ku  la  caHt;  es  caballero.  ( Vate. ) 


Vayan  lodos  con  el  cuento. 
Beatriz  escondida  en  casa,  . 
So  Balan  eiksu  aposento. 
Su  bermaiio  con  mi  señor, 
Hí  señor  con  sus  recelos, 
Hi  ama  con  sgi  sobresaltos, 
Et  no  aun  mi  amo  con  sus  celos, 
Vo  coD  mi  temor.  Señores, 
i.  En  qué  ha  de  parar  aquesto, 
" inte  ¥  cuatro  horas 


Uue  dala  trova  de  ttempoí 


JORNADA  TERC£RA. 


I  Coarto  dr  Don  Diego. 

i  ESCENA    PBlilEBA. 

'  DON  JUAN. 

Coasrja  Dniíla  el  mas  sabio. 

Sagrada  sentencia  dijo, 
I  Para  enseñarnos  que  nadie 
I  Se  pague  del  sujo  uiisnw. 
I  V  siendo  asi  que  vó  taiilu 
I  De  consejo  necesito, 
!  iDe  quién,  como  de  Don  Diego, 
i  í'uedo  tomarle ,  si  miro 
I  Que  por  su  sangre ,  sos  canas, 
I  Sus  experiencias,  so  juicio, 

V  bailárseme  dado  en  esta 
Ocasión  por  tan  amiga, 
Kadie  le  djrí  niejort 

Que  aunque  es  lerdad  qne  él  ha  sido 
De  quien  mas ,  por  Li;Onor  Iwira , 
Recatarnie  solicito. 
Llegando  i  honor,  no  haj  amor ; 

V  lio  |ior  un  requisito 

Lo  priiicipul  de  una  esencia 
Ha  de  torcer  los  designios. 
Fuera  de  qne,  í  qué  verá 
K11  mi,  que  no  sea  un  testigo 
De  honrado,  atento  y  restado' 
Qni-  esp^'ru  en  su  cuarto  dijo,        * 

V  él  vi>!ne  ya.  ¿(Jnién  crérá 
Que,  al  ver  cercano  el  peligro, 
De  haber  de  hablar  desto,  ruunio 
Vine  osado,  estoy  remiso? 


I  Llega  esas  sillas,  y  aguarda  (A  Cefí«,i 
'.  Alia  Tuera.— En  mucho  estimo, 
I  Sei)or  don  Jo^m ,  este  hünor. 
{Siéntame  Ivt  do»,  y  rate  Celle.) 

I  En  nada.seíior,  os  sirvo; 
I  Que  habiendo  honrado  mi  casa 
'  Hov,  como  vos  roe  habéis  dicho, 
I  Hiciera  mal  e-u  ÍAUt 
A  cumplimiento  tan  digno 
'  (.uino  pagar  la  vi&lia. 

Aunque  el  cnru-sanoeüiJto 

'  En  eso  seBatisr:iga,      . 

,  (jue  me  deis  liceiK'la  os  ¡lido 

i  A  que  la  puntualidiid 

'■  Me  baya,  Don  Juan,  persuadida 
tíue  debe  de  halier  si'giinda 

'  Causa.  jHaheis  a\no  riiiuidido 

I  De  aquel  ignorado  i-mpeño! 

;  Hirail  que  soy  vuestro  amigo, 
Qne  lo  fut  <le  vuesiiu  padre, 
l{ue  so^  qni«>ii  soy,  y  los  briui 
No  están  del  Iodo  apacndos. 
]    (Ap.  Para  que  él  me  de  motivo 

I  Á  que  en  la  nlicltca  entre, 

;  Harioselolacilito.) 

Scüor  Don  Diego,  el  haberot, 
:  Como  decíE,  persuadido 
',  Hi  punluaJidad  á  que 
1  Sea  de  otra  cansa  indicio, 
;  No  he  de  negároslo;  pero 
I  Es  tal ,  que ,  cuando  conmigo 
I  Resolví  fiablaros  en  ella , 
:  Jurgué  fácil  ei  camino. 

Que  hallo  tan  diñculloso 

Al  pisarte,  que  o«  suplico 
•  Ne  hagáis  merced  de  [|ue  no 
¡  Past>  adelante  el  deaij^iio. 
i  A  pediros  un  consejo, 
<  UcHconliada  di-1  mió 
[  (Que  en  efecto  nadie  es 
i  Buen  méilico  de  si  mismo), 

Víne,CB  verdad,  por  saltar 
;  Kt  acusado  capríc&o 

De  quien  no  se  aconsejó 

Con  algún  prudente  juicio. 

Para  eslo  os  elegi ,  y  (como 

Dije)  lo  que  se  me  hÍ2o 
1  Tratable  allá,  aquí  es  tan  otro... 
I  Perdonad,  si  solo  os  dñu, 
I  Tengáis  listinia  de  un  liomluv 

A  quien  bao  acontecidu 
I  Sucesos  tales,  que  siendo 
I  Vos  i  quien  buscando  vino 
'  Para  decirlos ,  no  osa , 

IV  se  vuelve  sin  decirlos. 
( Levánlanie.) 
Oid,  esperad,  Don  Juan, 
I  V  mlrau  qne  enternecido , 
I  Has  que  vos  me  habéis  callado, 
I  Vuestras  lágrimas  rae  han  dicbo. 
i  iPara  qué  ipiereis  que  quede 

Vacilando  díscorsivo, 

Y  aea  lo  imaginado 

Aun  mas  que  lo  suce<tido?  ' 

Vo  no  me  espanto  de  nada. 

De  nada,  Don  Jo.in,  me  admiro  : 

Soldado  sny  de  fortuna , 

Mucho  muMiio  rs  el  que  he  visto. 

Todo  me  cabe  en  el  pecho, 
)  Vo  os  embaracéis  conmigo, 
1  y  ved  que  haberme  buscado. 


b/Googlc 


9Í  COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  Di  LA  BARCA 

Hillarroe, ;  !tfre|>eaiiros. 

Es  ofi^iKieriiie  en  el  flii 

Has  que  os  liebi  eii  el  principio. 


üi  Rolo  en  daelos  de  hoiior 
Al  ci>r3ioii  mas  allivu 
Uísculpa  el  lUiilo,  n\ué  b.nré 
Vo  en  Cdliui'  l'i  iiue  él  liu  Uicliur 
Auuclic  en  mi  cas»  eiiirv, 
En  li  pDt-rla  »cn1l  ruiílo 
De  un  retrete  .le  mr  Ihtiiuii». 
La  luit  loma,  el  paso  aplieo, 

.   ■:uaiido  un  Hle\c,  a|ia)|atiilo 
l.uz  y  rostro  á  un  tiempo  ntisnio , 
HIm)  servir  el  enibnxo      * 
l)e  la  c:ipM  >  Ui'«  ulicios. 
•Valedme.  ¡delos:>  tomamlo 
La  paena ,  la  ínttraU  dijo  : 
Con  i|ue,  puri|aiT  nu  escapase. 
Hago  á  él  cara  ¡  i  ella  5¡nu. 

'   Ue  suerte  ijue ,  embarazado. 
Por  acudir  incieciso 
A  do»  acciones .  lugar 
Le  doy  de  alirlr  el  |iostlgo 

V  tnm-ir  la  calle,  doiiJe 

Tras  ella  ( ¡ aj  de  mi !)  salimos 
Kiñeudo  los  dos.  Aquí 
Llegasteis,  j  asi  oo  digo 
llue  él,  en  su  picanee, veloi 
Corriú  sin  ser  conocido, 

Y  jro ,  de  ros  estorhado , 


Seta 


«Unjo; 


Bien  como  Unjo  ser  otra 
La  del  morial  parasisnio. 
Por  dar  visos  a  su  ausencia 
(Bienqne  transparentes  visos). 
Siendo  asi  que  ya  en  mi  casa 
No  habla  un  [an  solo  testigo. 
Habiendo  Tallado  todas 
Las  cómplices  del  delito. 
Con  que  rollada  mi  hermana , 
Sin  presuncioa,  sin  indicio 


Ved  vos  lo  <|ue  debo  hacer. 
Pues  de  vos  solo  me  lio , 
Ku  Te  de  quien  sois,  j  en  fe 
De  que  i  esos  píes,  afligido 
Trigie,  cooruso  y....  no  acierto 
Cómo  decir  oteodido. 
Deseando  hacer  lo  mejor. 
Vida ,  honor,  ser  j  alma  os  riodo, 

^'  6DM  MICO. 

Don  Juan,  en  dd  hombre  honrado 

La  desdicha  no  es  delito; 

Que  no  aja  la  virtud 

El  que  no  comete  <'l  vicio. 

Vos  liabeis  hasta  aquí  andado 

Cuerdo,  valiente,  advertido. 

Caballero,  honrado,  átenlo; 

Y  siendo  asi,  proseguidlo. 

Due  aunitiie  allá  la  ley  del  duelo 

figa  que  el  que  tiié  emhestido 

De  un  fracaso,  y  hixo  entonces 

Lo  que  pu  lo ,  salislizo 

Su  empeíio ,  sin  que  por  eso 

De  quedar  deje  en  preciso 

Trance  de  que  itespues  haga 

Lo  que  por  entonces  no  hizo; 

Esto  ba  de  entfnilerse  cuando. 

El  agravio  reciUdu 

Eu  lo  personal,  contiene 

Que  eílir vuelva  [lor  si  mismo; 

Has  cuando  el  agravio  es 

Culpa  ajena,  aunque  él  sea  mío, 

Lo  que  le  resta  de  hacer 

Al  mas  uoble  y  nías  altivo , 

Ex  enmendarle ;  por  qué 

Naj  sucesos  inflaitos 

En  que  dijo  la  rengania 

ta  que  el  agruilo  do  dyo. 


'  Hombre  tt  quien  dio  esa  licencia 
!  Beatrii,  uu  sugelo  indigno 
I  Ha  de  ser  tanlu,  que  vos, 
I  ItomeñáudQs  al  partido 

ll>>  un  leve  desden ,  no  bagáis 

Viitnniariolo  preciso. 
i  Y  asljni  primer  roiisejn 
I  Es,  que  cautos  j  advertidos 
,  Sepamos  quién  es;  que  á  esto 

Vo,  Don  Juan,  alo  vos  me  obligo; 

Y  siendo  nullle  (que  solo 

,  Faltando  el  serlo,  |>erniito 
f  Que  no  loméis  mi  consejo), 
:  Sin  escándalo  y  sin  ruido 
Vuelva  Beatriz  i  su  rasa, 

Y  dadla  vos  por  marido 

Al  que  eligió ;  que  no  es  poco 
Logro  hacer  de  uu  enrmiuo 
Vil  obligado  :  con  que  (otra 
Vei  y  otras  mil  lo  re|iÍio>, 
La  venganza  no  dirá 
Lo  que  al  agravio  no  dijo. 

',  ¡Pluguiera  al  cielo,  Don  Diego, 
IQne.yaelcasosuei^dido, 
:  Nos  volvii^ramos  i  bailar 
En  ese  primer  principio! 
Que  no  digo  yo  su  hacienda, 
Pero  el  patrimonio  mío , 
Mi  vida ,  mi  alma ,  mi  honor , 
Cuanto  soy  y  cuanto  he  sido 

Y  be  de  ser ,  por  restaurar 
Un  algo  de  lo  perdido 
Pusiera  i  los  píes  de  quien 
Noble,  Ifusire,  claro  y  limpia. 
Antes  que  fuese  memoria 

Mi  ofensa,  la  hiciese  olvido. 
om<  Dirco.  {Ap.) 
\  Oh  quién  hubiera  i  Don  Félli 
■tablada !  pero  no  ba  habido 
Ocasión ;  que  aqui  quedara 
Toito  el  lance  concluido. 
Si  yo  supiera  de  qué 
Animo  esit...  Has  si  digo 
'  A  Don  Juau  ahora  quién  es 
!  V  él  alM  per  los  moiivos 
'  l^ue  puede  tener ,  no  tiene 
i  Ln  los  conciertos,  me  obligo,- 
I  Habiéndolo  dicho  yo , 
A  hacer  qne  baya  de  cumplirlo. 
I  Y  asi,  basta  hablarle... 

,  Tanto  os  habéis  sospendido? 
.  íRe  dicho  algo  mal  1  que  quiero 
Retractar  haberlo  dicho. 

BOU  WECO. 

No,  Don  Juau;  antes  estoy 
¡  Tan  admirado  de  oíros 
<  Hourado  y  discreto ,  que 
I  Casi  el  desaire  os  envidio. 
I  Dadme  pues  plazo ,  que  sepa 
,  Quién  es  ;  tan  breve  os  le  pido , 

Que  4  vuestra  casa  S  esperar 
;  La  respuesia  podéis  iros. 

í  No  será  mejor  qne  vos 
,  Ño  os  canséis,  j  to,  adverlidn 
¡  Del  cuándo ,  vuelva  por  ella? 


Volved  dentro  de  una  hora. 
(Jfaedad  con  Dios. 


Dejad  que  raya  i  serriror 
'  Salgamos  junto*  de  casa.— 
¡Leonor!  — Id  lus,  que  ya  os  sigo.  ■ 
(Vate  DaitJitam.) 
i  Dichoso  yo,  si  hallar  puedo 
En  lauto  pesar  alivio' 


LEONOR,  1NES.-D0N  DIEGO. 


(Ap.)  iQue  por  mas  medio*  qne  demos, 
Eu  ninguno  convenimos!) 


Del  cuidado 
Sacarte,  que  liabrls  tenido 
De  la  viiHia.  Don  Juan 
(Que  en  toda  mí  i  ida  he  visto 
Caballero  mas  atento) 
A  perdonar  reducido 
■..a  ofensa  esU.  A  buscar  voy 
A  Don  Pelix.é  imagino 

8ue  ha  de  salir  de  tu  lado 
onrada  Beairbi. 

I  Bien  fio 

De  tu  cordura  y  rotisejo 

Sn  reparo;  que  no  imnio 

:  El  cielo  ta  eiicon dó 

l'A  tu  sagrado.— A  decirio 

¡  (Vete  Dm  Diee«.} 

I  Vnetvo  4  los  dos ,  par*  que , 

'  Haciéndose  encontradizo, 

'  Se  deje  hallar  de  mi  padre. 

Has  i  cómo  me  determino 
;  A  que  salga ,  si  en  la  calle 

Enrique  csiiT 
I  nes. 

;'  ¡Buen  arbitrio! 

I  Vayase  por  los  terrados, 
I  Con  que  señor,  que  habrá  ido 
I  A  su  casa,  le  hallar! 
'  En  ella. 


,  DO»  C^HigilE. 

Habiendo  salido 
Tu  padre ,  Leonor,  de  casa 
t:oo  el  que  i  buRcaríe  vino. 
Bien  puedo  yo  entrar  en  ella 
A  decir  i  ese  escondido 
Caballero  que  se  deje 
Hablar ;  que  no  es  buen  estilo 
Hacer  esperar  i  un  hombre 
Tanto  tiempo. 


Ser  el  escondido  yo  ¡ 

üigmzíídbvGoOglc 


KL  HAESTnO  DE  DANZAR. 


Rsosson  los  solecismos 


T<ii  aquesa  ra/,oii  m:is, 
V  haíiestiniiieli'siiLilico; 
Uue  abiena  Lriiiiratla  |iuerta, 

tíe  sosiicclia ,  íulir  iiukJüí. 

i  Mira  cuál  es  el  lieohiio 

De  (US  encaulos ,  Leonor  1 

Uuc  con  siT  un  basilisco 

kl  (|ue  roe  esii  abriendo  el  pecho, 

Te  obedece ,  adormecido 

Al  coojafo  de  tu  \ot, 

.  LEOnoB.  [ACiaeon.) 
Entra,  que  bas  de  eer  tesllgo 
Til  lainbieu  de  mi  verdad. 


jQuéiDieiilasT 

Hallar  arbitrio 
Qoe  i  Enrique  le  satisfaga, 
A  mi  me  excuse  el  peligro 


Deist 


lodem 


Bealrii  (ciiua  UD  buen  viito, 
V  Félix  vaja  i  eocoulnt 
Coa  lui  padre. 


; Félix,  Beatriz! 
Salid  que  vengo  á  pediros  * 

Albricias. 

ESCEH A  V. 

DON  FÉLIX  I  BEATRIZ.  -  LEONOR , 


Deque 
Cuantos  medios  discurrimos, 
Todos  sobran. 

i Cómo? 

Don  Juan  esti  reducido 
A  la'conveuiencia.  A  esto 
Ki  padre  á  liuacarte  lia  ¡do  ; 
Procura  bailarle ,  j  de  Dada 
Te  daris  por  entendido 
Hasta  que  H  lo  di^a.  ii¿aé 
Esperáis?  A  tu  retiro, 
Beatriz;— tú  i  buscarle. 


Déla.. 


Que  agradecido.. 


Al  reparo  de  mi  bonor... 
De  mi  amor  al  beneOclo... 


Diga  I  grilos. 

Que  eres  la  deidad  hermosa... 

Que  eres  el  bello  prodigio... 

Por  quien  vivo,  cuando  maero. 

Por  quien ,  cuando 

,  (V<nw  loi  dot.) 


No  estA  en  roano  del  dolor 
<  El  nivel  lie  los  sentidos. 
i  Leonoh. 

I  Hasta  quejarse  cortes 
I  Yo  perdonara  el  delito. 

!  DOn  EmiQUE. 

Celos  j  consejos,  íquién 
;  En  el  mundo  los  ba  \istaT 

¡  Nadie;  que  no  ha  visto  iiadie 
Tanto  decoro  ofendido. 

DOtl  ENMIODE. 

'  Desaires  de  desatento 
buelen  ser  galas  de  lino. 
'  Mira,  Leonor... 

Ea,  señora. 


ESCENA  VL 

DON  ENRIQUE,  CHACÓN. -LEONOR,  I  „  ^        '^f*'^""- 

INKS  Faraona  de  poquito, 

■  Euteroécete. 


t'  Ve  usted  cómo  aquella  dama 
ue  usted  convojaudo  Tino , 
Hasta  que  le  fué  forzoso 
Dejar  el  convoj,  j  lierldo. 
Dando  al  terrado  escalaila, 
Knlrar  por  asalto  el  sitio. 
Fué  la  que  llamú  t  su  amante 
Coa  consentimiento  mío; 
Pon|uc  babiéiidose  amparado 
De  mi  padre,  era  preciso 
Que  de  mi  lado  saliese 
Su  honor  puro,  claro  ;  limpioT 
Pues  si  lo  ve  usted ,  j  vr 


Como  tener  escandido 

Un  hombre  en  mi  mismo  cuarto, 

Quescvaja,  le  suplico, 

V  no  tuelva  donde  eacuche 

Otra  vet  los  desatinos 

De  tan  licenciosos  celos. 

CHACOS.  {Ap.  á  laet.) 
!  Oigan,  que  lia  cobrado  bríos 
t)e  jirovincial ,  la  que  antes 
No  hablaba  mas  que  uo  novicio  I 

En  liéi'dnnos  disculpadas, 
l'odas  baeemos  le  niisrao  : 
Ño  hay  Uiablo  que  se  averigüe 

Duráo  mío , 
Mi  bieo ,  0)1  Leonor ,  seüora. . . 

LEONOR. 

¡A  mu;  buen  tiempo  ha  venido 
El  halago!  Pero  &  un  triste, 
iCuiíido  i  mejor  tiempo  viuoT 

DON  EHBIIIUE. 

;No  hubiera  «do  peor. 
Que  á  tanto  aparente  indicio 
Itespondiera  el  sentimiento 
Perezosamente  tibio , 
¥  dado  ilaconSansa,     ~ 
Que  es  la  ruindad  del  cariño. 
Sucediera  al  no  exirañarlo 
El  desden  del  uo  sentirlo  T 


111  padre  espera  i  mi  ijo; 

Mi  tio .  ;a  receloso 

De  onestro  amor ,  saheis  que  hiía 

Tantos  eilremos;  aquella 

Mentira ,  que  de  un  ikIírto 

Nos  sacó,  durar  no  puede 

Con  quien  es  tan  conocido. 

V  pues  hoy  tengo ,  ofendida , 

Ocasión  para  derirlo 

(One  quila  sin  ella  no 

Me  atreviera),  uo  ea„.  Mas  ruido 

ISuena  dentro  Tuido.) 
Siento  en  la  escalera. 


i  Que 
Importa?  Guitarra  pido .' 
Goroo  iglesia. 

Don  Juan  es. 
Aqni  DO  entra  lo  fingido. 
Retírate,  que  Él  se  irj 
En  oyendo  que  aun  no  vino 
Mi  sei^or. 

¿Ves,  Leonor,  cuánto 
Ibas  i  decir  y  has  dicho? 
Pues  venga  tu  enojo  ,  venga 
Tu  ausencia ,  venga  tu  olvido. 
Como  no  vengan  tiu  celos. 

[Eicindente  él  y  Chacea.) 

Til. 


DON  JUAN.  -  LEONOR ,  INÉS. 

Perdonad,  si  Inadvertido, 
En  fe  de  tener  licencia 
Del  señor  Don  Diego,  piso 
Estos  umbrales. 

Señor  Don  Juan,  no  ha  venido. 
Si  teneU  que  hablar  con  él. 
Aquel  es  su  cuarto ,  idos 
En  él  i  esperarle. 

DONmi..{^p.) 

Licencia  de  hablar  te  pido. 
De  albricias  de  la  esn^aota 

u,nt,zodb/C.-.OOglc 


Con  que  de  cobrane  ilio , 
lln  breve  ralo  en  tnl  amor; 
Que  no  bailaré  eu  mucbos  siglos 

íOué  esperáis! 
Ru  cuario  es  aqufl- 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DB  LA  DARCA. 

Y  pues  sé  de  qué  li*  nacido  A  cuaniai  lecclonei  Ta, 

El  Jesiiedirme ,  cruf I ,  i  TnmsnOo  dfllas  tiiiso» 

Con  lau  uD  usado  desvio,  1  Oe  adunde  tiaj  festíuti. 

Padiendo  (ú  pronunclario ,  don  dimo. 

i  Oné  haré  jo ,  Uera ,  en  cumplirlo'      |  . 

Aaíos  pues. 


Que  pues  3 
llabfis  i,  r 


Deciros 
I,  b^la  Leonor, 
a  ri-ja  oído 
3  de  mis  ansias. 


Lii  verdad  cnn  que  os  adoro. 
La  llneía  con  quR  os  sirvo; 
Por  orendida  no  os  deis. 
Si  acaso  mis  desvarios 
(Adelaaundo  favores 
De  otras  boaras  que  recibo 
De  vuestro  padre ,  que  ios    ■ 
No  habéis  tíe  oir  liasU  el  lijo 
PuDlo  que  suene  primero 
Di  dicba  en  vuestros  oídos 
Que  mi  desdicha)  me  atreven 
A  ofrecer  en  Mcriiicio 
Al  templo  de  vuestro  amor 
Kl  mas  postrado  albnlrlo 
Que  vio  arder  en  sns  altares, 
A  cavas  aras  asi^ro, 
Eo  Te  lie  que  podrí  hacerme 
Dicboso,  |>ero  no  di^io. 

ESCENA  Vin 


'  Y  poco  aguardar  nos  bito. 

y  ahora ,  sefiora  Leonor , 
¿Qué  haremos  de  lo^enúdol 
;,Ve  usted,  como  aquel  amante. 
Que  lanías  veces  lia  oido 
A  esos  umbrales  sus  ansias , 
A  esas  rejas  sus  suspiros, 

Eu  fe  de  queí... 

LKOHOK. 

Enrique  mk)... 
Don  EiiatoDí, 
Aquí  no  hay  Enrique ,  puesto , 
Ingrata,  que  liaber  flngido, 
l'ara  arrojarme  dc'li, 
1^  venida  de  tu  lio. 
Sobre  eilremus  que  eslimarlos 
Debieras  mas  que  aeulirlos , 
Solo  ba  sido  que  la  boda 
De  quien  lan  átenlo  j  fino 
licencias  que  tiene  pide. 
Te  estaba  nublando  al  oído. 

¡Plegué  al  cielo!... 

DO.I  EMHlQUE. 

Ko,  nojnres; 
Que  no liaj.niba de haj)er,niba habido 
Ai|nl  otra  dama  :  eu  lu  cara 

Y  con  tu  noinhre  te  b.i  dicho 
Si  has  oido ,  ó  no ,  sus  peoas. 

V  ya  que  es(a  ra/on  vino, 
Leonor,  aquí  la  caion 
Tenga  que  no  babia  tenido  : 
ñatilicado  el  dolor . 

Yo  también  me  railBco 

En  que  eres  falsa  y  mudable 


Escucha. 

Espera. 

_  .  vano  es.  4  No  habéis  oído 
Que  su  padre  i  su  lio  aguarda? 
i  Que  receloso  su  tio 
"-  hade  dudar  en  mi  engaBoT 

Ha«  iqué  lo  repiloT 

ñas  ver. 


iOuejo!.. 
Adiós,  i  ni 


Que  no  es  culpa  ser  alnada. 

MHI  KIMOOt. 

lo  es  serlo ,  et  oírlo. 
Suelta. 

iNobasiaminiego 
A  detenerle? 

DOlt  EiniQDI. 

Es  delirio. 
LBonoi. 
Pues  vete ;  que  no  he  de  verte 
Que  del  haps  desperdicio. 

DOH  tnaigui. 
Xhora  no  me  quiero  ir, . 
Slu  que  sepas... 

LCOROI. 

No  be  de  ofrlo. 

DON  EIlLIOtil. 

Ni  yo  decirlo  tampoco. 
Adiós. 


DON  DIEGO,  CELIO.—  Dichos. 


Maestro  ! 

DON  ENntguE. 
Habernos  acabado 
Con  lodo  ya. 


Mire  que  le  be  menester, 
y  que  Iraisa  los  amigos 
Con  lodos  los  insirumenlos ; 
Porque  mtiy  presto.  Imagino 
Que  tendremos  boda  en  casa. 

DON  EHHIQUE. 

Siempre  «loy  para  serviros. 


Qué  et,  hidalgo,  vuestro  oBdot 

Toco  el  violón ,  »  soy  roaesiró 
De  los  demás  viuloncilloi, 
Y  t  las  bodas  desta  casa 
Traeré  todos  mis  mlniuroa. 
{YatéHUnet.) 

ESCENA  X. 

DON  DIEGO ,  LEONO& ,  CELIO. 


SI  Inego  lo  be  de  dedr 
A  Don  Juan,  el  repetir 
Exenteraw. 

LEO»l>. 

Rato  bl  que  en  tu  cuarto  espera. 
¡Has  cómo  lo  sabré  yo , 
Sin  repetirlo ,  si  no 

Lo  iMgo  alli  ? 

DesU  manera : 
Di,  Celio.  1  ese  caballero, 
Que  entre  aquí.— (Vafe  CíJl».)  Tú,  con 
(ALroB(»-.)[Beatriti, 
Oye  1  esa  puerta  el  felii 
Reparo  que  dar  espero 
A  este  amoroso  desmao. 
Del  librando  i  Beatri):  bella. 
Casando  i  Félix  con  ella, 
Sin  sospecha  de  Don  Juan 
En  que  él  fué  el  que  le  ofendió. 

-   iCÓmo  es  posible  consigas 
Esoí 

I         Coo  solo  que  digas 

j  Tu ,  que ,  sin  saberlo  yo , 

i  A  ReairíR  has  amparado, 

I  Cuando  veas  que  coniiene. 

¡  y  relirate.queél  viene.(VaMUaN0r.) 

ESCENA  kl. 

DON  JUAN.— DON  DIEGO. 

Por  excusar  el  pnfado 
De  un  hombre  que  ha  de  venir 
-  A  buscarme,  eslar  no  quiero 
En  mi  cuarto;  y  pues  inüero, 
Para  lo  que  he  de  decir. 
Que  este  es  lo  mismo ,  escuchad. 
Advertido  y  recalado 
Toda  la  ciudad  he  andado. 
Sin  que  en  loda  la  ciudad 
flava  un  hombre  que  de  vos 
Ki  bealríi  se  acuerde ;  y  bien 
Se  ve  bay  yerro,  pnes  no  hay  quien 
Tome  en  la  Ijoca  a  los  dos, 
Ni  en  fusa ,  ni  en  galanteo ; 
Porque  luego  se  djjera , 
Se  hablara,  ó  se  traslucierl 
A  quien  itia  con  deseo 
)    De  saber  qué  se  decía. 


e  JO  llegué  í  oir  y  wr, 

jt.zdlyGOOglC 


Beairii  uu  casa. 

fton  niaeo. 
Oíd  abora ; 
Üue  ya  que  pm  nnevi  no 
Os  IralKa,  os  traigo  olra.  Yo 
Volvía  &  casa  (¿quién  lo  ignora?) 
Triste  de  que  no  alcanzara 
A  imaginar  ni  riitf  nder 
Lo  que  os  ofrecí  saher. 
Cuando  Don  Félix  de  Lara , 
Que  Juzgo  que  es  tucsIto  amigo... 


Bon  MIGO. 
Al  paso  salló, 

Y  en  una  cosa  me  babló . 

Que,  innqne  bago  mal  í¡  la  digo 
Ka  esta  ocasión ,  peor 
Haré  en  callarla ,  porqué 
Sobre  aviso  estéis . 

iftaétuél 

DOS  DUGO. 

Que ,  en  fe  de  ser  servidor 
Vuestro,  os  hable  (dejo  aquí 
Los  mas  nobles  cumplimientos 
llbsequÍDi  j  rendimientos 
Que  en  toda  mi  vida  vi) 
Kn  qne ,  pues  que  vos  sabéis 
Rñ  hacienda  ysu  calidjil, 
Hagáis  deudo  la  amiíiad ; 

V  que  licencia  le  deis 
Ue  pediros  por  esposa 
L  Beatrii  divina  y  bella. 

pon  JMN. 

ÍAy,  Beatrix,  culi  es  mi  estrella 
'ues  siendo  aquesta  ta  cosa 
Que  mas  pudiera  desear, 
Solo  por  ser  dicha  mia 
Viene  en'lan  iofausto  dia. 
Que  me  es  Tonoso  negar 
Lo  que  pidiera ,  pnes  no , 
En  pena  tan  inhumana , 
Uaj  quien  sepa  de  mi  hermaiM. 


LEONOR.'— DONDIEGO,  DONJUÁN. 


Si  hay,  seüor  Don  Juan. 


Que  aunque  aVeniore  dos  quejas. 
Con  mi  padre  una ,  que  baja 
Escuchidole  curiosa, 
V  otra ,  que  tenga  en  su  casa, 
Sin  que  él  lo  seña ,  á  BeatHi ; 
Ni  esia  n<  aquella  me  espantan 
Para  que  no  sean  primero 
Su  honor,  su  opinión  y  Tama, 
Que  ambiw  encyos. 

í Qué  dices? 

UONR. 

Qne  otgais ,  j  sabréis  la  causa 

SJD  que  Beairíx  lo  supiera, 

La  traición  de  una  criada, 

A  aquel  hcimbrí'  (s<-a  quien  fuere. 

Que  no  es  bueno  para  nada 

Añadiros  nn  rencor ) 

Introdujo  en  vuestra  casa. 

Ella ,  temiendo  el  enojo 

■as  que  la  razón ,  turbada , 


'EL  MAESTRO  DE  DANZAR. 
Habiéndonos  hecho  Anigas 
Los  estrados  de  otras  damas , 
Hiénlras  dispone  un  convento 
Adonde  i  morir  se  vaya, 
Por  no  «i>ir  con  quien  tuvo 
Una  presunción  tan  baja, 
Se  vino  i  valer  de  mi. 
íQué  consecuencia  mas  clara 
Hay,  que  no  irse  i  valer  del , 
Pura  saber  míe  no  estaba 
tíómplice?»  Ni  qué  decoro 


1  Y  dulces.-Y  ta  avisar      (Á  Utno 
Al  maestro  de  dauíar  maada, 
I  Por  si  quieren  divertirse.  — 
j  Vamos,  Don  Juan. 

{  Cuanto  mandos , 

■  Obedezco  agradecido. 
{Ap.  Pues  ya  vino  una  eiperauu, 
I  EuscBe  el  camino  i  otra.) 
boN  DUGO.  {Ap.) 
I  Todo  presumo  que  tarda ; 
I  Que  la  hora  de  echar  po  veo 


BSCEifA  xm. 

BEATRIZ,  INÉS,  JUANA.  —  Diciüs. 

¥  porque  veas 
Que  el  temer  que  no  escucharas 
Mis  disculpas ,  me  hizo  buir 
Has  que  el  temer  que  me  bailaras         ' 
Culpada  en  Igual  delito. 
Humilde  estoy  i  tus  plautas. 
Pidiéndole  íelbs,  en  Te 
Que  otro  empeño  no  me  arrastra , 
Que  me  cases  con  Don  Félix , 
Si  es  Don  Félii  quien  te  agrada ; 
Porque  en  mi  no  bay  eleccioa. 

Aunque  debiera  con  causa 
Quejarme,  Leonor,  de  ti. 
Que  tal  huéspeda  me  (-uardas 
tso,  y  la  curiosidad 
De  oir  lo  que  i  Don  Juan  haNaha, 
En  hallazgo  te  perdono. 

^Qnlén  creyera  dicha  tantj 
Cuando  mas  desesiierado 
He  vi  de  poder  hallarla? 
Deja ,  Leonor,  que  i  tus  piés 
Una  y  mil  veces... 

Don  Juan ;  que  no  á  mi ,  á  Beatrií 
Ha  de  ser  í  quien  se  ham 
El  rendimiento ,  y  pedirla  • 

Perdón  de  que  imaginaras 
Delta  semejante  acción. 

Seíiora,  Beatriz,  hermana, 

t Quién  en  tan  no  ímai;Ínado 
.anee  tan  cuerdo  se  hallara , 
Que  tm  se  arrojara  ciego '' 

■UTIIZ. 

Quien  viera  que  en  mi  se  guardan 
Su  sangre  y  su  obligacioD. 

HIES.  (4p.) 
¡Ay,  pobreclllos,  y  cuántas 
Veces  rogáis  orendidos  1 


Justos  sentimientos  bastan ; 

Y  pues  Don  Kélix,  Donjuán, 
Con  la  respin-sla  me  aguarda 
(Que  claro  esta  que  no  habiá 
De  darle  á  entender  la  Talla 
De  Beatris  \ ,  habéis  de  ser 
Vos  el  qne  hab<ás  de  llevarla ; 

V  las  vistas  de  las  bodas 
Han  de  se^oy  en  mi  casa , 
Diciendo  que  Beatriz  vino, 
Por  convaíecrr  sus  ansias, 
A  visitar  á  Leonor. — 
Inés,  com|ion  tú  la  casa. 

Por  si  él  avisa  il  sus  deudos.— 
Tú  preven  bebidas,  Juana  , 


XIV. 

I  LEONOR,  BEATRIZ,  INÉS,  JUANA. 

.  Bien ,  Leooor,  ha  sucedido. 
I  uonoi. 

Solo  una  cos«  nos  falla. 

I  '      BElTin. 

¡  ;Qué  es? 

LEOnOR. 

Qu?  licencia  me  des 

,  Para  ofrecerte  una  gala; 
Que  no  has  de  estar  de  visita , 
Si  itguien  viene,  como  estabas 

'  Ikiando  de  ca^  s.iligte.  — 

iJuana,  ven  con  rila,  y  dala 

'  Aquel  vestido  que  aun  no 
He  estrenado. 

En  lodo  andas 
I  Tan  cabal ,  que  solo  puede 
Darte  el  silencio  las  gracias. 
I  <  Vaste etia  g  Juana) 


]  ;Es  poílble  que  te  atrevas 
:  A  volver  aquí! 

nm    ETIRIODE. 

I  SI  nada 

Tengo  que  perder,  perdida 
iLeoDor,  di,  jde  qué  te  espantas! 
I  Pues  no  digo,  habiendo  visto , 
!  Que  fuera  su  padre  salga , 
;  Pero,  aunque  en  casa  estuviera, 
I  Hoy  desesperado  enlrara. 
I  LRonon. 

I  ;A  qué ,  feAor  Don  Enrique  1 
i  Bon  EHaiuvi. 

I  A  solo  decirte  ( ¡  ab  falsa !  ] 
:  Que ,  pues  quieres  que  me  ausente 
,  A  no  estorbar  la  tratada 
¡  Boda  dése  nuevo  amante. 

Fingiendo  para  eso  causas 
¡  Oue  ni  son  ni  serán ,  teas 
j  Que  es  mi  pasión  tan  hidalga , 
.  Tau  caballeros  mis  celos, 
.  His  penas  tan  cortesanas, 
'  Que,  porque  nunca  un  testigo 
1  En  pasadas  dichas  haya , 
I  Te  traigo  hasta  las  memorias. 
I  (R«aipe  unoi  papelii ,  y  ilialn  ¡net.)  , 
I  Estas ,  son ,  Leonor,  tus  cartas , 
;  Estos  Fus  (rápeles .  estos 

Tus  favores.  Toma ,  ingrata 


"■ííooglc 


Si  joeiimimaiio  tuiiefa, 
Riiri(¡ue,  la  soberana 
Hiíjesiad  de  iw  ajenos 
AlUedrÉos,  yo  mandara 
(Jue  nadie  me  amase ;  pero 
Si  yo... 


COMEDIAS  DE  DON  PEDUO  CALDERÓN  DE  L 
DOR  juftn.  lAp.) 
¡Didiosoj'O,  qneuU 
De  coiirusloDeí  ;  «nalas! 

Seiiiaos ,  1  tos  cumplimienlos 
Cesea,  luiénlfas... 

Vei  deniro. 

¡Para,  pan! 


>s  ataja; 

Que  como  iban  í  bascar 
A  quieJí  aguardando  rütalta 
Clin  gana  de  que  le  liallaseii, 
Cun  él  vaelrea  lodos. 

Nada 
ImporLari  que  te  veao ; 
Que  intes  i  litucatie  audao , 
Para  que  esta  noche  asistas 
Aquí. 

dd:i  enmqds, 
iQaéi  querías,  I 


;Qii¿  intebtul  Di. 

ow  ENaiQDe. 

Pues  que  una 

Wl  por  tu  gusto  me  maudas 

Esconder,  yo  por  mi  gustD 

He  e!u:Dnilo  otra  :  ya  la  cuadra 

Sé,  que  huéspedes  reserva. 

Este  cuarto...  {Éiarate.) 

Espera,  aguarda. 

Entróse  :  con  que  es  forzoso  |  ; 

Sue  yo  también  iras  él  vaya, 
o  por  el  dolou  pregunteo,      ( Vate.)  : 

ESCENA  XVL 

DON  DtEGO,D0NFELlXTD0N  JUAN, 
por  una  parle,  y  per  otra  BEATRIZ. 
—  LEONOH.INKS. 


^Pero  qué  alboroto  es  estef 


CELIO.  —  DiCBOt. 

Albrician,  Epñor,  me  manda. 
Dou  Fernando,  nii  señor. 
Es  quien  de  apearse  acaba. 


DON  nuM. 
Bajemos  A  recibirle 
Todos. 

INÉS.  (itp.  d  ella.) 
Solo  nos  Taltalia 
Esto,  seitora. 


SI  yo  pensara 
Que  era  mérito  la  dicha 
Sella  Beatrii,  disculpara 
A  los  que  presumen  necios 
Qne  merecen  lo  que  alcanr.an ; 
Pero  eonocicodo  que  es 
Dicha,  y  no  mérito,  nada 
Podrí  acusar  i,  quien  llega 
Hoy  tan  rendido  á  mlrarll, 
Que  la  ve  como  lortana , 


I  Ya  mi  hermano  por  mi  hablado 
I  Habrá,  y  no  es  bien  en  tal  causa. 

Siendo  sayas  las  rnxones , 

Sean  mias  las  palabras. 

Vos  perdonad ,  Leonor  bella , 
Ho  ser  la  primera  que  baya 
Saludado ;  que  aquí,  dicen 
Qne  la  turbacioa  es  gala. 


EBCEHA  XVIIL 

DON  PER^ANDO.  —  Dicbos. 


Y  á  todos  las  plantas. 


A  <roa ,  hermano ,  j  A  todoa , 

Sóbrelos  brazos,  el  alma. 
¡Leonor  mía '. 

{.KOKOII. 


¿Qué  desgracia  t 


I  Apenas  una 

'■  Lesua  de  aquí,  en  una  xanja 
:  Uel  camino  cayú  el  coche , 
Desde  una  quiebra  tan  alta  , 
Que  fué  milagro  no  hacernos 
¡  Pedazos.  Traigo  estropeada 
,  Una  pierna,  y  dolorido 
1  Todo  este  lado  :  Importara 
I  Sangrarme  luego. 

I  Mil  veces!  —  Abre  esa  cuadra; 
i  Que  estos  señores  dariu 
'  Licencia ,  Inés. 


Pena  de  lodos. 

Al  ponto 
La  adema,  y  hai  la  cama. 

Lzosoa.  lAp.) 
¡A;  de  mi  lofelii ! 


Sí  haré.  Pero  porque  no 
Desa suerte  esiés,  levanta.  — 
Perdonad  no  conoceros    ( A  Beatrít. 
A  TOS ,  señora ,  aunque  basta , 
Para  ser  vuestro,  el  nallaros 
Honrando  i  Leonor. 

BEATniZ. 

Esclava 
Suya  y  vuesin. 

DON  DIEGO. 

La  seüora 
Doña  Beatriz,  es  hermana 
De  Don  Juaa  César,  y  esposa 
Hoy  de  Don  Kélii  de  Lara. 
V  digo  boy,  porque  he  tenido 
Yo  la  dicha  de  que  se  hayan , 
Para  las  primeras  vistas, 
Valida  de  mi  y  m)  casa. 
Ved  si  puedo  recibiros 
Coo  mas  gusto,  pues  nos  fa|^a 
De  Besta  vuestra  venida. 


Aparta: 
Echar  la  puerta  en  el  suelo. 
{Atire  la  puerta,  yveá  Don  Enrique  y 

ú  Chatón.) 
Hat  ( ¡  ay  de  mil)  otra  ts  la  cant«. 
jQuIén  se.oculla  aquí? 


Hncho  siento  el  perturbarla ; 
Pero  ea  Torioso  mezclar 
Sn  Teotuira  y  mi  desgracia. 


¡  DON  ENRIQUE  T  CHACÓN.— Dicnos. 
I  cucon. 

I  El  maestro 

'  De  danTary  el  camarada 
.  Del  violón ,  que  hemos  entrado 
Solo  i  buscar  la  gui larra. 

Ya  no  es  tiempo  dcso.  Qaiea 
A  pesar  de  todos ,  salga. 


jCúmo  podrís  cooseguirlo? 

BCN   EHUOUB, 

A  costa  de  vida  y  auna. 

Deteneos  todos ;  que  no  es 
Duelo  de  tanta  iinpbriancia ; 
Que  el  maestro  es  de  danzar 
De  Leonor,  jr  esta  criada 
Le  biüwá  ua  loelido  :  bien  dice 

uigmzíídbvGoOglc 


■a  tnrtwdoa  con  n  iallnnla.' 

Y  asi  nits  currdo  y  mejoc 
b,  qae  ewiigido  i»j» 

Coa  ella ,  qae  muerto  ji  manoa 
Nneaina.— íQaé  esperáis  pdestDadla 
La  mano,  }  cai^ad  con  ella. 

Por  Bil  de  mu;  buena  gan*. 
i>o:(  ■naiQuc- 

V  por  mi... 

■DR  miuNao. 
¡Qníveo,  iraklorl 
£Ui  aqalT 

MR  BISCO. 

jQoKdmT 


,je(ie  Ayala. 

Y  pttcs  coa  ese  díifrai 

be  bailo  escondido  en  ta  casa , 

Dentón  de  mncbas  sospecbaa 

En  b  mia,  de  qae  ama 

k  Leonor  ;  ella  le  admite. 

No  es  tiempo  de  callar  nada , 

Sino  de  Tcogarto  lodo. 

CMoc ,  ¡qué  escucho!— En  ti.  Ingrata, 
(j4  Leñar.) 
Eupezarl  inl  reitcoT. 
(DaiiAus,  ieltiOe  de  Lémur,  ieUme 
i  Den  pUgo ) 
MM  naxAHDo.  (it  IXnt  Bmijue.) 
YenU,  tirano,  lasaña 
Üe  nis  primeras  bertas. 

Ttín ,  el  bonor  restaura 
Da  qoien  restanrA  mi  honor. 
(Dm  FiUx.  delante  de  Dm  Ei^itM, 
deUate  d  Den  Fernatiie.) 


EL  HAESTDO  DE  D.UiZAR. 
non  JDAK  T  pon  fílii. 
¡Quién  vio  courustones  tauíu ! 


Otro  que  pudiera  bacerio 
Con  presuDciOD  mas  iiidaiga , 
Pues  baila  so  obligación 
Donde  pierde  sn  esperariia. 

n^óno  contra  mi ,  Don  Joan , 
Después  de  Gneus  lanías 
ComoTosmedebeiaT 

Conio 
Con  esto  Intento  pagarlas , 
Paes  os  do;  lo  que  iqe  disteis. 

Yo  os  di  et  boDor  y  la  fama. 

nON  JDAR. 

Yo  también  aquesa  dends 
Os  tuelio  en  la  misma  paga. 


Que  bagáis  [a  desdicha 
Que  es  precisa ,  vohinlaria , 
V  lo  que  calla  el  agrario. 
No  lo  dlii  la  venganza.  \ 

Ese  consejo  cavé 

Sobre  sangre  Ilustre  j  clnra. 


gi  él  Tué  bueno,  j  eso  tt 
Lo  que  al  admitirle  falta , 
lAsl  fuera  la  tntenclOQ 
Del  que  tu  respeto  agraila , 


Como  es  su  sature!  porque  es 
De  las  ramillas  de  E^iaBa 
Has  iiustri'S.  '     , 

DOH  Bteco. 
Mal  podré , 
Si  con  mi  razón  me  atajan , 
Dejar  de  tomar  consejo 
Que  di  i  otro.— Dale,  ingrata, 

{AUeiur.) 
La  mano  i  ese  caballera ; 
Porque  no  quiera  maBana , 
Lo  qae  el  agraviano  diga, 
Que  lo  diga  la  veagiaza. 

Ponle,  Toes,  Impedimento, 
Pues  que  COD  otra  se  casa. 
Después  de  casar  contigo. 


Se  vio  1  pique  la  criada 


que  solo 


De  03 


inel  gi 


Hubiese  estorbo?  ¡Mal  haya 
Hialma  j  m<  vida,  ti  loauie 
Le  dejare  hablar  palabra 
En  Arden  á  que  dea  todos 
A  so  fortuna  las  gracias , 
Viéndose  Félix  dichoso 
Con  su  Besirix,  coDBU  amada   ( 
Leonor  Enrique,  Donjuán       / 
Con  su  opinioD  restaurada,        i 
Don  Diego  con  Igual  yerno, 
Fernando  con  tal  ver * 


Pnesiquéhasdebacerl 

Decir  sola 
Yo,  llena  de  penas  j  ansias, 

?ae  aquí  El  uatitra  de  áanttr 
eutu rosamente  acaba. 


TOPOS. 

Pidiendo  1  esos  reales  pies 
El  perdón  de  nnestrss  altas. 


byGdoglc 


b,  Google 


AFECTOS  DE  ODIO  Y  AMOR. 


CARÍHIRO,  áaque  de  Ratia. 
SEGISMUNDO,  fir/ncj;»!!  de  Ceeia. 
Fie Ut: RICO,  principe  de  Mbauit. 
AUHKSTO.lifj*. 


■Wmti,  criado.  I  LESBIA,  doiM. 

ROBERTO,  erloiía.  FLORA,  criada. 

CHISTKHNA ,  reina  de  Suena.  tiiSE ,  criada. 

AUlllS l'IÍLA.  Iteriaa'iade  Catimiro.l  lJ«ti*s.  Sulbaikm,  etc. 


La  actio»  pata  en  Rutla  y  en  variot  puntee  de  Suevia. 


JORNADA  PRIMERA. 

PilidDioritlitdtlTlnilit. 
ESCENA   PRIMERA. 


iQué  liace  mi  liermanfi? 

'Ya 
Ociota  preguiiia  esa. 

Como  ya  se  sabe 


le  estt  .. 


AnnisTEU. 


Relirile.  j  no  bagas  ruiílo: 
iíw  |>ups  qne,  sin  qne  me  sient 
Hasta  aqiii  llegué ,  W  dé  ver 
DesLos  canceles  culiif^rln , 
Si  por  (¡icba  i^  por  di-sdiclia 
t^s  |iosnili^  [|ue  algo  eniiendi 
De  siu  irislrxus ,  liando 
A  sus  solas  sus  Irisleras 
A<guii  cuidaJn  i  Ins  ojos, 
U  algún  descuido  i  la  lengua. 

Bien  podrá  ser ;  pero  mucbo 
Lo  dudo ,  Bc^uu  en  ^sta 
Galería,  que  del  Tinais 
Sobre  la  orilla  se  asienta, 
SieDipre  enterrado ,  ni  babla , 
Ni  te,  nleseuclia,  ni  alienta. 

Afnusnu. 
Con  todo  eso,  he  de  deber 
A  mi  amor  esta  experiencia ; 
V  pues  entre  si  siis|iira , 
Quiero  escucliar  de  mas  cerca. 
{Vflíí  Amata.) 


AURISTELA,  CASIMIRO. 


AuQ  al  labio  be  de  inipcdirle 
tluu  respirar  me  cooíieDla , 

{Levántate  y  patea.) 
Formas  que  el  volcan  dei  pedio, 
Por  mas  que  del  alma  el  Eina , 
Al  aire  de  mis  suspiros , 
Kuego  apague  y  nieve  encienda. 
Huera  pues...  i Uas  quimil  aqui 
Está?  [Llega  Junta  á  AurUteta.) 

ADBISTCLA. 


¡jCuándo,  Casimiro,  atenta 
A  la  pasión  que  ti^  alliije, 
Al  dolor  que  le  niormenta , 
Pendiente  no  eslnj  de  tod;is 

lociones,  por  si  fuera 
lai  vez  posilile  inSírirlas, 
Para  procurar  ponerlas , 
Si  no  medios  que  las  s^uien, 
Alivios  que  las  dÍtit>rtanT 
V  ya  que  boj,  mas  declarada 
Que  otras  Teces,  mi  fineza 
He  ha  descubierto  el  acaso 


No  he  de 
Mi  fe  y  m 
Atgnna  breve  noticia. 

Y  para  que  te  convenzas 
De  mi  ruego  ü  de  mi  llanto. 
He  de  usar  de  una  caiilela. 
Que  es  ponerte  en  el  paraje 
Ue  mi  estado,  porque  tengas 
Andado  el  media  camino  ¡ 
Qne  DO  es  poca  dillt;encia 

A  quien  perdido  te  halla , 
Guiarle  basia  dar  con  la  senda. 
Del  tercero  Casimiro 
l>e  Rusia  quedaste,  en  tierna 
Edad,  sucesor,  gozando 
Conmigo ,  en  la  primavera 

"~ 'nhnles  años, 

,  mas  suprema 
rroviiicia  uei  norte,  paes 
Siempre  ceñidas  las  bellas  * 
Sienesdelaurelif  oliva, 
Es  en  sus  dos  academias 
El  certímen  de  las  armas. 

V  el  batallón  de  las  ciencias; 
Bien  que  de  tanto  esplendor 
Fui^  pensión  la  antigua  guerra 
l)c  aquel  lieredado  odio 
Que  hay  er'-~  »— =-  -  ''■i- 


re  Ru»a  s  Sücvia 


Itas. 


A  cuya  cansa,  queriendo 
Adolfo,  &a  anciano  César, 
Gozar  la  ocasión  de  vertit 
Sin  manejo  ni  experienda 
De  militar  disciplina , 
Intentó  invadir  tus  tierras 
En  tu  primer  posesión. 
Cuyos  estragos  ucuenlan 
Desmanteladas  ciudades. 

En  polvo  V  cenita  envi — 

En  esta  eÍlad  fué  i  los  dos 
Ponernos  en  fuga  fuerza  , 
Porque  el  rencor  no  acaluse 
Con  la  sucesión  eicelsn 
De  los  coronados  liuqnoi 
De  Rus!" ;  y  asi  la  cuenla 
Política  de  los  jueces 
Que  gobernaban  en  iiui-slra 
Pupi^r  edad ,  dispuso 

Sue  yo,  fiaila  i  la  iiiclem<>nula 
el  Tilláis,  pasase  a  tiuvia 
A  criarme  en  la  tutela 
De  Gustavo,  nuestro  tÍo; 

V  tú,  iiori|ue  con  tu  ausencia 
La  leallad  no  peligrase, 

Sio  qne  de  vista  te  pierdan. 
Te  retirases  ai  doro 
Corazón  de  las  solierbias 
EotraBas  del  Merque ,  cujas 
Nunca  p>>ne tridas  breñas 
Fuesen  tu  sagrado;  puesto 
Oue  muro,  que  hizo  defensa 
Contra  las  fuerzas  del  tiempo , 
iQué  no  liar,i  contra  otras  fuerzas? 
Dejemos  en  este  estado, 
Vo  entre  estrados,  líi  eiitre.pcñas. 
Tu  crianza  y  mi  crianza ; 
Dejemos  también  con  ella 
Los  ased)<is,  los  asaltos. 
Las  desdichas,  las  miseiias, 
Que  tras  si  avr^i.tlra  ese  horrílile 
Monstruo,  esa  Sañuda  llera. 
Que  de  solo  vidas  de  hombres 

V  caballos  se  alimenta; 

V  vamos  i  que  entre  tanto 
Terror,  siendo  eJi  la  primera 
Cuna ,  tus  gorgeos  las  cajas. 
Tus  arrullos  las  i rómpelas, 
Creciste  tan  invencible 

Hijo  de  Harte ,  que  apiñas 
Pudiste,  ocupando  el  fuste. 
Tomar  el  tiento  i  la  rienda , 
Ni  la  noticia  al  estribo. 
Cuando  calzada  la  esnuela , 
Trenzado  el  am<'s.  el  asta 
Blandida ,  empezaste,  ea  muestra 
De  que  eras  rayo  oprimido, 
A  herir  con  mayor  violencia; 
Rien  como  el  que  apri^ooado 
De  tupida  nube  densa , 
Cuanto  mas  tímido  tarda. 
Tanto  mas  veloz  revienta. 


,t,zodb,CboglC 


COMEDIAS  DI  DO»  PEDBO  CALOKROM  DE  LA  DARCA. 


CÍIIC0C1._._ 

Lo  dlgaD ;  dlfanto  tuelUs 
A  tu  primero  Uominlo 
Itiei  ciodades:  y  si  ellu 
Hobustan,  dígalo  yo. 
Oue  ea  fe  il^  uue  lu»  froiilpni 
Yi  resgaardaJas  ksuIkiii  , 
til  i  sus  umbrales  la  viiilli; 
No  taoto  alema  al  cariím 
De  la  patria,  cuanUl  atenía 
A  lio  sé  qué  vanidad 
Di^  mi  heredada  noliIeM; 
Pues  muriendo  nueairo  lio, 
No  me  pareciú  decencia 
De  mí  decoro  dorar, 
Ni  haéspeda  ni  eitranjpra. 
En  iHHler  de  SegiamoiKlo , 
Joven  de  lan  alias  preudis 
Como  pulilic*  la  Tama, 
Llena  de  i>lania3  y  leiif;uas: 
Maformeiite  cuando  el  vnlgñ, 
Hoiislruo  (ambii-ii,  que  de  nueva 
Se  maniiene,  dio  en  decir 

8ue  seria  congruencia 
e  todos ,  casar  eonmifco : 
Cuja  voí  me  dio  mas  |iriesa , 
( ;  Al)  Urano! }  poriiue  cuando 
Eso  con  mi  gusto  sea , 
fio  se  presania  de  mi 
Que  fué  rál  casammitera 
La  ocasión ;  ;  asi  previne 
Que  medios  y  cwiieuieacias 
Se  traieo  desde  tu  casa , 
Porque  si  le  admito.  >ean 
Que  es  porque  me  pide,  j  no 
Porque  en  su  poder  me  tenga. 
Pero  esto  altora  no  es  del  caso; 
V  asi ,  cobrada  la  bebra 
Al  hito  de  tus  lietnrías, 
A  atar  el  discorso  vuelva. 
Desde  Mpiella  pues  adulta 
tillad  teocednr,  basta  esta  - 
Játen  edad .  coniiuuidas 
Las  generosas  emrn'esa-: 
De  tu  siempre  iuviclo  aliento , 
Llegaste  i  la  mas  suprema, 
uae  podo  ofrecerte  el  culto 
íku  vana  deiilad  cíexa . 
Qué  (sean  dichas  ó  (íesdichas) 
Lo  que  empiexB  i  dar,  aumenta. 
Esa  üliina  victoria 
(.De  quien  con  tantas  tristezas  ' 
Vuelves, debiendo  volver  . 
Con  mas  getierosas  muestras 
De  vencedor  que  vencido) 
Lo  piilitique;  y  pues  en  ella, 
Empeñado  ^  solo  un  trance 
Tollo  el  ri-sio  de  ambas  fuerzas 
En  aplazada  I>aia1la  ' 
De  poder  1  pmler,  llegat 
A  coronarte  triunfante 
Con  tan  slnmiiar  priieía 
Como  qne  Adoiro  i  ios  manos 
Huerto  en  la  campaba  queda. 
Todas  sus  huestes  vencidas, 
ToiTas  sos  armas  deshechas , 
¿Qué  pasión  ha;r  que  te  postre  ? 

?u¿  dolor  hay  ijoe  te  lenza? 
mas  cuando  i  Soevla  ya 
Tan  poca  esperanza  resta 
Pan  volver  sobre  li; 
Pues  larde  6  nunca  Crlsiema, 
De  Adolfo  heredera  hija , 
Podrí... 

CASlalRO. 

Suspende  la  lensua. 
No  la  nombres ,  calla ,  calU, 
No  la  acuerdes ,  eet^ ,  cesa. 
Pero  iquc  digo?  Qné  aféelo. 
Comunera  de  mi  idea , 
ke.  amotina  el  vasallaje 
-'Im  temido*  y  |iot«ncias, 


Con  desmandada  ol 

La  lev  del  silencio  T  ¡  Oh  uuuca 

Traidorameaie  hala^úefia, 

Hubieras ,  cOmo  dijiste, 

Poesto  í  un  perdido  en  la  senda , 

Porque  nunca  hubiera  yo 

Complacido  i  tu  cautela. 

Declarándome ,  al  mirar 
I  Culnlo  de  mi  me  enajena , 

Cuinto  tras  si  me  arrebata 

Soto  el  nombre  desa  Qera ! 
I  Has  ;  ay!  que  al  de  la  justicia , 
I  iQué  deliocneme  no  tiembla  T 

V  ya  (¡aj  Infeliz!),, y  ya 
I  Que  no  es  posible  qiie  pueda 
I  ttelractar  la  voz  (que  tiene 
I  No  sé  qué  cosas  de  piedra, 
I  Que  disparada  una  vez. 

No  bav  como  cobrarse  vuelva), 
I  Oye ,  y  vülgaie  tu  maña ; 
I  Perú  con  lal  advertencia , 
I  Que  lo  que  escuche  el  oído, 
I  Ño  lo  ha  de  saber  la  lengua, 
i  Después  que  en  contadas  marchas 

Adolfo  y  yo  la  ribera 

Ocupamos  del  Danubio, 

Frente  liaclendn  de  banderas, 

El  lo  intrincado  de  un  monte , 

Vo  lo  inculto  de  una  selva ; 

Atentos  tos  dos  i  nn  mismo 

Principio  de  U>da  buena 

Disciplina  militar, 

Esiovinros  en  suspensa 

Acción ,  procurando  entrambos 

Saber  por  sus  centinelas 

Los  movimientos  del  otro  : 

En  cuya  quietud  inquieta 

Solo  eran  guerra  galana 

Las  escaramuzas  üieslras. 

En  esta  pues  pausa  astuta 

(Porque  hay  precepto  que  enseña 

One  Oemílica  lia  de  ser 

La  cólera  de  la  guerra) 

Esiibanios,  cuando  sujie 

De  no  sé  qué  espía  secreta. 

Que  Cristema:..  Pero  intcs 

Que  llegue  a  hablarte  en  Crisiema, 

Es  bien  que  le  ia'deOna, 

Porque  lo  que  diga  della    . 

No  haga  notedau ,  sabiendo 

En  nue  condición  se  asíelita. 

Es  Cristeroa  lan  altiva. 

Que  la  sobra  la  belleza  : 

t'  Mira  si  h  sobra  pnco 
ara  ser  vana  y  soberbia ! 
Desde  su  primera  infaiiela , 
No  hulto  en  la  Inculta  maleza 
De  los  mmiies,  en  la  vaga 
Región  de  los  aires,  fiera 
Ni  ave  que  eu  ]iiel  redima. 
Ni  que  su  pluma  delienda , 
Sin  regiairar  unas  j  otras 
En  el  din  leí  desús  puertas, 
Va  desplumadas  las  alas, 
Ya  deslrujicadas  las  testas. 
No  solo  pues  de  Diana 
En  la  venatoria  escuela 
Disclpuia  creció ;  pero 
-   II  en  I,  alüvez  severa . 
n  que  de  Venus  j  Amor 
.  blando  vugo  desprecia. 
No  tiene 'principe  tí  Norte 
(fue  1)0  la  idolatre  Iwlla, 
Ni  principe  tiene  qne 
Sus  esquiveces  no  sienta , 
0¡cien<lo  que  lia  de  quitar. 
Sin  que  i  sujetarse  venga, 
Del  mnndo  el  infunic  abuso 
De  que  las  mujeres  seuu 
Acostumbradas  vasallas 
Uel  hombre,  y  que  ba  de  poderlas 


En  el  absotnto  imperio 
De  las  armas  y  bs  leirai. 
Con  esta  noticia  abora 
Caerk  mejor  lo  qne  aqodlt 
Kspla  me  düo,  y  fué. 
Qne  habiendo  movido  levas 
I  tlenipo  eu  todo  su  Estado, 
a  i  reclutar  con  tí\*i 
Las  tropas  de  Adolfo ,  stendo 
Su  capitán  ella  mesma. 
Yo,  viendo  culniu  predas 
Tan  último  esfueno  era 
Ser  numeroso ,  Inies  que 


Dejando  por  la  desierta 

Campaña,  al  frondoso  abrigo. 

En  Orden  mi  gente  puesta. 

Bien  qnísieraél  do  acepiarii, 

"  ~    iti  tibio  eu  la  aspereza 

nonle  esper*  i  que  yo 

Le  embístase  dentro  della 

Uicelo  asi,  y  de  primero 

Abordo  fué  tal  la  fuerza 

Del  ataque ,  que  ( ganadas 
I  Las  surtidas,  qne  nabia  hechas 

En  el  recinto  de  algunas 

Cortaduras  jt  irincEeras, 

Coya  movediza  broza 

Era  su  entrada  encubierta) 

Eu  desórdeu  ta  vanguardia 

Se  puso :  V  una  vez  esta 

Rota ,  ella  misma  Iras  si 
I  Llevó  tas  demás  defensas  : 
;  Con  qne  ,  meidsda  mi  gente 
I  Va  con  la  suya,  en  la  esfera   - 
¡  Oel  cuerpo  de  la  batalla 

Adonde  estaban  las  tiendas. 

Corle  de  Adolfo,  me  hallé 

Casi  apoderada  deltas. 

Si  el  batallón  de  sa  guarda , 

Según  las  heroicas  señas 

De  los^rabadosameses. 

Plumas  y  bandas ,  no  hiciera , 

Con  desesperado  empeño. 

La  ultima  resistencia . 

Disputábase  rsie  lance. 

Cuando  vimos  en  la  sierra. 

De  infantes  y  de  caballos 

(tronarse  la  emínenQia. 

Reconoce  su  socorro 

Su  gente,  sin  que  la  nuestra 

Por  eso  el  tesón  dejase 

Que  i  no  mismo  tiempo  unas  trapas 
Con  la  oposición  se  alientan ;  - 
Otras  con  tas  auxiliares 
Amias ,  qne  miran  lan  cerca. 
Se  reparan;  j  otras  viendo 
A  cuiu  buena  ocasión  llegan. 
Aceleradas  avanzan : 
Enlre  cuyas  tres -violencias 
Quiso .  no  sé  Si  mi  dicha 
O  mi  desdicha ,  que  hubiera 
Puesto  los  ojos  en  nn 
Caballero ,  por  las  señas 
Que  de  particular  daba , 
Coronada  la  cimera , 
Sobre  un  penacliu  de  acero , 
De  plumas  blancas  y  negral. 
El,  no  sé  si  con  el  mismo 
Deseo,  mascón  la  mesina 
Acción,  i  mi  se  adelanta; 

Y  echadas  ambas  viseras. 
Cala  el  can .  y  cato  el'Oan , 

Y  al  tomo  de  media  vuelta  . 
Con  dos  preguntas  de  fuego 
Italilú  e(  plomo  en  dos  respuestas. 
Kué  mas  dichosa  la  mía ,  . 

Pues  repitió  al  eco  della  : 
■  i  Ay  de  mi !  >  desamparando 
Borren ,  fuste,  estribo  j  rinda. 
u.nt.zodb/CoOglc 


Ptrecnlis  que  itU* 
Ojreodo aisuna  novel*; 
Y  mis  si  úiiese  alora 
Que  Adolfo ,  por  las  cailiTas 
Del  cahalto,  vino  i  dar 
CmI  i  los  pies  de  Crislerna , 

Sne  rn>áiices  llegaba  :  pues 
o,  liermaiia,  le  lo  paretca. 
Porque  tal  tez  liay  verdatles 
Que  parece  que  se  iiiictitau. 
Hecoiioce  las  üiiisas, 
y  sanuilameote  llei'a . 
Por  pasar  á  la  veiigatiia. 
Ño  se  embaraia  eii  la  oreiisa. 
¡Oh I  ¡quién  supiera  pintarla; 
(j j  impropieilaíl  necia 


Digiera 


Deleiicnne  aliora  ei 
Que  (ó  porque  no  ' 
La  sobrevista ,  í¡  vi 
Con  la  veuiaja  mas  cierta 
be  dejarse  ver)  Iraia 
Sobre  las  doradas  tremas 
Sola  una  media  celada , 
A  la  hoi^&ola  puesta ; 
Uua  hungarina  O  casaca 
En  dos  mitaUet  abierta , 
He  acero  et  pecbo  lesllilo 
Mostraba .  de  cofa  tela 
Un  tonelete,  que  00 
Pasaba  de  media  pieiua. 
Dejaba  libre  el  balido 
be  la  bota  j  de  la  espuela. 
Esta  pues  nueva  Tomlris, 
Esta  ¡lues  Florines  nueva, 
DesempeSara  el  acaso 
ne  la  pasada  tragedia , 
Si  al  avance  de  su  gente , 
Y  oposldoa  de  1i  nnestra. 
No  se  Inlerposiera  OBCora 
LaeomaraBada  tinlebla 
De  la  noche,  en  cayo  espacio. 
Aprovechada  la  tregua , 
Pandó  á  sus  generales , 
Que  i  Pusa,  primera  Tuerza 
Defeiisable  d«  su  Estado, 


Sen 


nella 


ti  cadiver  de  Adolfo, 
Ed  cnyas  aras  funestas 
La  jurasen  rrfna ,  Iniea 
Dne,  sin  jorarla,  pudiera 
El  trance  de  una  batalla 
Aventurar  la  obediencia, 
H ayormente  en  reino  donde 
Tao  poco  bk  que  fué  depuesta 


Dejóse  vencer  forzada. 
De  suerte,  que  cuando  tierna 
La  aurora  en  té  del  estrago. 
Sobre  la  teSida  yerba 
Salió  llorando  1  oiro  dia 
nranates  en  tez  de  perlas, 
Bailé  la  campaBa  fk^nca 
De  mil  despejos  cubierta. 
Coa  que  canté  la  victorta ; 
Hascr ^''- 


Snedó  la  Imagen  de  aquella , 
Ole  li  Venus, ni  Pilas, 
Has  Pilas  j  Venus  era. 
Tomando  de  noa  la  ira , 

Y  de  otra  la  belleza. 

SI  me  persuado  i  que  puedo 
Olvidarla,  acción  es  necia; 
Loca  acción,  si  me  pennado 
A  que  puedo  merecerla : 
De  suerte,  que  yo  rendido 

Y  ella  ofendida,  no  queda 
Otro  medio  i  nil  esperaora 
Que  morir  de  mi  irtsteía. 


AFECTOS  DE  (DIO  T  AMOR. 
Supuesto  que  en  dos  extremos 
De  odio  j  amor,  llanto  }  queja. 
Rencor  y  lendo,  reiiganiu 

Y  piedad,  dolor  y  ofensa,   . 
Siendo -Toenanue  vo  adore, 

Y  fuerza  qoe  ella  alwrr 


.  Retiró  p1  campo  Crislerna , 
V  une  al  cadáver  de  Adolfo 
8e  uicieron  reales  exeignias. 
Mezclando  á  un  tiempo  el  Eitado 
Dos  acciones  tan  diversas 
Como  Hinebre  y  festiva. 
Allí  la  jurú  por  reina 
Ap¿na°  — *"""  '"  '- 
La 


Aunque  tan  extrahos  son 

Vo  no  he  de  rendirme  1  que 
Mas  esi>eranzas  no  tengan; 
Por  cuanto  pudiera  ser 
Que  esos  afectos  abrieran 
F.\  paso  1  nna  universal 
Paz  hoy  del  Norte. 

Aunque  sea 
Foriado  consuelo ,  basta 
Pensar  que  consuelo  sea 


Koasaro. 
Un  soláido,  por  las  seSas 
lieste  anillo ,  dice  que 
Le  des  de  hablarle  licencia. 

Dlle  que  entre.— Este  soldado 

Es  el  espia.  Aurí«teta, 

De  quien  sé  cuanto  alU  pasa. 

aOBEKTO. 

(Ap.  No  alalies  la  diligencia; 

Que  tampoco  fulla  aqui 

Quien  dé  allí  de  todo  cuenta.    (Vate.) 

(Omito.]  Tomad,  y  llegad,  soldado. 

EBGENA  tV. 

TURIN.  — AUniSTELA,  CARIHIRO. 

Dame  tus  plés. 

I  Con  bien-Teogat. 

'  Uega  1  mis  brazos. 


i  ¿Pues 

:  Qué  bay?  qué  dudas?  qué  recelas? 
'■  Habla,  que  mi  hermana  puede 
¡  Oir  cuanto  decir  quieras. 


I ,  cuando  puesta  , 

En  pié,  la  mano  en  la  espada. 
Dijo  en  voz  desla  manera  : 

•  Yo  Cristema,  i  quien  leal 
Admite  y  jura  Süevia , 
C^mn  1  VgiUma  hija 

Ue  Adulfo ,  acepto  la  herencia , 
No  tanto  del  reino,  cuanto 
Del  dolor  de  su  tragedia ; 

Y  asi  bago  pleito  homenaje 
Sohre  es[BS  aras  sangrienta 
De  no  darle  sefiul^ira. 
Hasta  que  vengada  vea 
Lavar  su  sangre  con  sangre 
Del  agresor  de  la  ofensa ; 

Y  aunque  nunca  al  mairimoiiio 
Di  plltica ,  porque  vea 

El  mundo  cuíulo  tras  si 
Esta  esperaui:.-)  me  lleva . 
Mi  mano  le  ofrezco  al  ntd>le 

?ue  le  mate  6  que  le  prenda ; 
al  no  noble,  cuantos  puestos, 
Merced i'S  y  honras  prettiiida. 

Y  porqne  otras  veces  vieron 
Los  teatros  de  la  guerra 
Ser  et  delincuente  mismo 

FJ  que  se  entregue ,  i  cautela 

Deser  él  el  perdonado; 

Para  que  esto  no  acontezca , 

A  Casimiro,  de  Rusia 

l)ai|ue,  excepto ,  porque  sepa 

Que  no  le  vatdri,  cerrando 

A  lo  ya  visto  la  puerta.* 

Hasta  anui,  señor,  contigo 

MI  noticia  hal>ló;  ahora  entra 

J,D  que  i  Auristela  le  loca ; 

y  es,  que  i  este  tiempo  eo  la  iglesia, 

De  Segismundo  de  Cocía 

Entró  en  busca  de  Cristema 

Un  embajador,  pidiendo 

De  paz  paso  [ibr  sus  tlerraa 

(Que  ya  se  ve ,  que  esU  en  medio 

De  Goda  y  Rusia  Süevia), 

Para  ve^  en  persona 

A  casar  con  Auristela, 

Y  llevarla  por  su  Estado. 
A  que  respondiú  soberMa 
Que  se  fuese,  qne  no  habla 
De  venir  eo  conveaieucia 
Alguna  de  Rusia ;  j  él 
Prosiguió ,  al  verla  resuella : 

•  Que  supiese  que  traía 
Orden ,  si  el  paso  le  píegsn , 
Para  intimar  9ue  las  armas 
Tomarían  la  licencia 

8ue  ella  negase  • .  Coa  que 
tra  vez  eo  arma  puesta 
Queda  Cristema  ea  campaña, 
Al  ver  que  va  sus  fronteras 
Va  ocupando  Segismundo. 

Aoainu^. 
i  Famosa  ocasión  es  esta 
Para  acabar  de  ana  vez 
Les  dos  con  toda  Sñevia, 
Uivlniendo  por  estotra 
Parte  tú! 

cismiaa. 
Bien  me  aconsejas 
A  la  razón  de  mi  Estado, 
No  i  la  razón  de  mi  pena; 
Porque  í  cómo  puedo  yo , 


lOOglc 


Oefio  i  ceAo,  qoeja  i  qDej*. 
\niira.»gn\iotta^rivlo, 
Ua&o  i  daÜD  >  fuvna  a  ftienal 


cohedías  DB  don  PEUnO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 

Lh  nujíret  4^a  valor 
>E  Ingenio ,  ellos  soo  tt  caiiM , 
'Pues  ellos  BOU  quien  lai  qolu 
>De  miedo  libros  j  espadas. 
Dispone  que  la  mujer 


*  ADRISTKL*. 

Que  tina  pasión 
Kd  ha  de  aliaiiJonar  ta  eieroa 
Fama  de  un  heroico  pecho , 

V  mas  cuando  el  que  se  arriesga , 
Es  [lor  honrarse  contigo. 

;Pero  cómo  hablo  yo  en  esla 
l'ersuBSioD?  Til  eres  quien  eres, 

V  harts ,  como  el  sedo  acuerda , 
Siempre  lo  mejor.  El  cielo 
reguarde.  (Ap.  Qu«  i  mi  en  mis  quejas 
Me  basia,  qoe  Segismundo 

Tan  Huo  i  búscame  veiiga.)     (Vjm.) 


CASIMIRO,  TURIN. 
C:tsiH(mo. 
P.n  fin,  Turín,  jqne  la  blanca 
Hjiio  desa  hermosa  flera 
Ks  la  talla  de  mi  vida? 


El  premio  de 


'ris  I"  que  te  precia , 


jVei. 


ün ,  porque  yo  no  \>lga 
PYOvali!o,Hieeicepla 
le' lili! 

TDaiM. 
Fué  ror'.oso. 
CASimao. 
;Cónio! 

,    Como  si  no  hiciera 
Esto ,  m  nn  insluiiie  estaba 
Acabada  la  comedia. 
V  yo  lili'  bolgam ,  por  ver    • 
Una  deslu  antor  iiéqnefia. 


¡Pues  vive  Dios  que  lie  de  ver, 
Yii  que  i'se  )iaso  me  ci''rran , 
Si  se  shrir  uro  a  mis  aiihiiis  1 
Ven ,  Turin ,  comniuO'  Ciega 
luiiiulnacloii  il«  un  luco, 
M  sales  con  lo  (lae  inifiilas. 
Preven  al  grawle  teatro 
fiel  muiiilu  que  cuando  vea 
La  mas  rara,  mas  exiraha. 
Uas  caprichosa ,  mas  nueva 
Locura  de  amor  que  podo 
(lanar  nombre  de  Huesa, 
No  la  eeusure;  poroné 
Si  novedades  nu  hubiera , 
La  adtuiracion  se  quedara 
hiúlH  al  mundo :  thera 
l>«  que  uo  es  oran  novedad 
Due  UD  desdicnadn  pretenda 
Cañar  un  alma  por  armas, 
Vj  que  por  armas  la  pierda. 


ActDpamenta  de  Crltitrni. 
'  ESCENA    VI 


„.,.,  .  _OBA,  tilSK  T  D*»AS  ÍBB  bIb- 

mat  s etpaaoá.y  deirai CRISTERNA 
con  bengala,  KSlidcs  lodat  de  negro. 


En  tanto  oue  enamorado 
Segismu'ido  á  romper  llega 
Paso,  que  en  mi  Esiado  niega 
La  misma  raxon  de  Esudo , 
Por  halier  considerado 

10  me  puede  esur  bieu 
Que  Husla  ]  Gocia  se  den 
'  -  —ano ,  y  mas  penetrando 
Jaias,  viendo^  uotando 
De  qu¿  calidad  estén: 
Ouiero  empelar  i  mostrar 
Si  tiene  ó  uo  la  mujer 

lio  para  aprender , 

I  para  gobcroar 

V  valor  para  Udiar. 

Y  asi ,  porque  m  presuma 
Suevia  que  ciencia  un  suma, 
Quien  la  publica  la  isnora. 

He  ba  de  ver  lomando ,  atiora , 
La  espada ,  y  ahoTJ  la  |<lun>a. 
Veme  purs ,  Lesbia,  leyendo. 

Las  tropas,  que  estoy  detras 
l>e  aauella  montafia  viendo. 
Esas  leves  que  pretendo 
Poner  én  mi  monaniuia. 
One  si  de  noche  escribía 
César  lo  que  de  día  obralia, 
Vo,  mientras  el  día  no  ar alia. 
Aun  DO  be  de  perder  el  dia. 

(rana  Letbia  nn  Ubr«.) 

LESBIA.  (tíC.) 

■Nuevas  leyes,  queCrisiema, 
>  Keiiia  de  Sfievla ,  manda 
1  Promulgar  en  sus  estados. 


■  (Jue  se  aplicare,  inclinada 

>Al  estudio  de  las  letras 

•O  al  manejo  de  las  armas , 

■  Sea  admitida  k  los  puestos 
iPúblicM,  siendo  en  su  patria 

iCapaxd  '  ■ -        

.Vpaim 


Si  el  mérito  drlie  d;ir 
Los  premios ,  y  esie  se  halla 
En  la  mujer,  Ipor  qué  el  serlo 
ti  mérito  ba  de  quilarla! 

'  i  No  vio  Roma  m  íus  rsirados, 
no  vio  Grecia  en  sus  camiMhas 

,  Hujeres  alegar  h'yes , 
Hujereí  vencer  baiallast 

'  Pues  lidien  y  estudien-,  que 

;  Ser  Tállenles  y  ser  sabias 
Es  aci'iuu  del  alma,  j  no  es 
Homlire  ni  mujer  el  a'lma. 
Ltsm*.  (£,«.) 
•V  en  lanío  que  esta  eiperieocil 

'  >Knsn  laiorse  declara, 
•  Manda  también  que  >e  borres 

'  lOuelus .  qnfl  mían  de  iulamia 

I  lAI  marido  que  sin  culpa 
(liesdichado  es  por  desgracia. 


doctrina  por  fa 

One  ser  ingrato  j  ser  juslo 

Son  dos  cosas  muy  contraría 

Di  adelante. 

LESE11*.  íLee.) 


Di,  por  sl.halto  en  qué  Mimendarlas, 

LMSE*.  (tí/.) 

•  Prímeramente,  aunque  lioy 

•  Kn  Sñcvia  no  se  guarda 
>La  Salla  le;  que  dispuso, 

•  Con  las  mujeres  tirana, 
>Uue  las  mujeres  no  hert^len 

■  Reinos,  aunque  Únicas  naxcaii; 
tt^n  lodo  eso,  pon|ue  nunca 

•  Recurso  en  su  Estado  huva 
tDe  que  en  nincun  tiempo  pudo 
•Ni  admilirla  ni  guardarla , 
(Manda ,  no  sdo  se  borre 

•  De  sus  libros  y  sus  labl^is, 
•Pero  que  i  voa  de  i>re[ion , 

•  Y  &  son  de  Irompas  y  cajas, 

•  Se  dé  por  traidor  i  toda 

■  La  naiuraleía  humana 

•  Al  primi'r  legislador, 

•  Uue  al>orreci6  las  enirañas 
•1'anlo  en  que  anduvo,  <iue  quiso 

•  Del  mayor  honor  privarlas. 


E^la  es  la  mas  justa  ley 
I  Que  previno  mi  alabauía. 
;  Hombre ,  si  por  ser  inútil 
i  La  mujer,  ñola  has  nada, 

K~ómo  lodo  se  lo  fias, 
esto  que  el  booor  la  encargu! 
'■  ¡Buena  es  que  quieras  que  no 
Tenga  ingenio  ú  valor  para 
.  Darte  lionra  por  si .  y  ¡íor  si 
'  l.ns  tenga  para  unilarlá ! 
U  pueda  darla,  o  uo  pueda 
Perderla.  Di. 

IHÍD1».  (Uí.) 

•  Reni,  licdam, 
•Porque  no  en  todo  narezca 
■Que  á  la  mujer  adelanta , 

■  Que  la  que  desigualmente 

■  Se  casare  enamorada, 
•En  desdoro  de  sn  sangre, 

•  Lusire,  honor,  crédito  y  fami , 
•Sea  comprendida  en  pena 
•Capital,  sin  que  le  \n\¡p% 

•  De  amor  la  necia  distulpa  • 


En  bronce  )>sa  ley  i-siampa ; 
tfue  han  de  saber  que  el  amor 
Ño  es  discul|ia  para  nada. 
Porque  «qué  es  amor!  ¿Es  mas 
Que  una  ciega  ilusión  vana. 
Que  vence,  uoniue  ¡o  quiero 
Uue  teusa!  DI...  Pero  agnarda. 

(Suena  íentro  niáa.) 
iOuí  caballero  es  aqnpl 
Que  de  una  allianesa  ulfaua 
A  nuesii-a  vista  su  apea  T 


Como  iinéspeda  en  tu  patria 
Ha  tan  |iocns  días  que  vivo. 
De  in  piedad  amparada, 
A  nadie  conoicu  en  ella. 
Mas  él .  )ines  cjiíe  }^a  se  aparla 
De  la  liíi'n  incida  tropa 

Quedecun-    " 

Dirá  quién 


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rEDERtCO.— DicBAs. 


La  menos  imiimia  MÍimpa 
Un  nue\a  MÍdadolatn . 
Permitele  qae  en  lu  fariu 
Ftorrs  qoe  lu  pié  gtMmeceii 
A  CDf Illa  de  (fae  ia»  «ja-, 
touer  Ua  labios  meri:i.i:a. 


{Bíeaae  rettreneia»,  $  et 


Federico  soj,  de  Albania 
Principe  heredero.  Haliieodo 
Oído  que  atisla  ta  Tama 
Gealeenla  B»Tt¡rio,  no 
Solo  en  favor  de  !■  saAa 
Que  con  Cuimíro  engendra 
Aquella  infoün  ilenRracia , 
Sino  contra  la  iii  fusión 
De  Segisnando ,  en  demanda 
lie  h;icerle  paso  en  M  lilsiado ; 
VeiiHO,  auxiliar  i  tus  anuas, 
A  senrirle  aventurero 
Oin  natM  v  con  csca^idras, 
Uue  Teri  (íocia  en  su<¡  puerto* , 
Verá  Kusia  >■»  *ai  camímñas, 
V.\  (lia  que  In  licencia 
Teutian .  dhtmimenie  vanas 
De  miliiar  »  tu  órdeu; 
Sin  que  el  ennducirlas  haga 
Consecuencia  [lara  que 
Presumas  que  rs  cnullanza 
De  que  leiiK"  ^  merecer 
Tanto  triunfo,  dich»  tanta 
Como  tu  m;>no  promete 
At  que  logre  lu  Ténganla ; 
Porque  lulo  i  servir  vengo, 
Siu  ignc  el  sagrado  me  valga 
De  que  i  vista  del  peligro 
No  es  grosera  la  esjieranza. 

cnnTERiti. 
Iln^  Tccps  agradecida. 
Principe,  ámeslra  bizarra 
Acción,  una  en  et  socorro, 

Y  otra  en  la  df  sconñania 
Con  que  le  ofrecéis,  no  sé 
A  cuil  primero  obligada 
Delia  responder  primero; 

Y  ja  que  no  puedo  k  entrambas, 
A  ll  menos  sospechosa , 

?ue  ahon  rreponda,  hasta. 
D«  si'aíti  mu;  bien  f  eniílo  ¡ 

Y  piie!>  es  ]uBio  que  a  Bada 
Yo  al  suelda  de  aventurero 
Alíciina  Koble  venlaja 
Diffna  de  'oa ,  esta  es, 
F«lL'TÍeo,  la  ben|{sla 

De  gener.ll  de  mis  tropas. 

n  DE  RICO. 

Otra  vex  beso  Ins  plantas, 

Y  otra  y  mil  veces  en  ellas 
Acepto  mercrd  tan  alta, 
Por  lo  que  fio  de  mi 

Que  sahré  desempeilarla 
Con  el  alma  ;  con  la  vida. 

ipaUr»  una  trompe ft.) 


AFECTOS  DK  ODIO  Y  AHÓ». 

Quién  de  ros...  Has  j,qu¿  bastarda 
Irompa  es  aquella? 

Un  trompeta, 
Que  de  lasgúiicag  armas 
l»e  Segismundo  guaiiiece 
La  baiidcrulu  y  caMca, 
Llamada  de  jiáz  ha  hecho. 
caiSTBBn*. 


Ya  con  et  seguro  un  joven, 
Qoe  Tino  en  su  retaguardia , 
"w  apea,  y  Idcia  aquí  viene. 


Anles  que  llegue... 


¿Qu¿  Iratai! 

4>;eme  aparte.  Va  sabe* 
Que  mi  padre  rn  la  embajada 
l»i;  (iucia  murió,  y  que  jo 
Sirviendo  quedé  Ju  dama 
A  Aurisiela,  que  i  este  tlemjio 
t^n  Goda  huéüiicdj  estaba, 
l)e  tuja  coi  I  a  mis  deudos 


Qup  sepas ,  si  no  me  engaQa 
La  vista,  que  et  geiililhumhre 
Que  llega  eu  fe  Jo  la  salva 
l)et  seguro  que  le  has  dado, 


Segismundo. 

CniST£R:4il. 

-    alia, 
V  pues  no  puedo  prenderle, 
llcclia  va  lu  salvaguardia, 
o  le  des  por  eDleudida. 

No  liaré._  [Ap.  Y  iiites  retirada 


■EDWHDNDO. 

Puei  divinamente  humana 
Permites  (|ue  tus  piíi  bese, 


caisTEMA. 

V  la  ocasión  que  te  trae 
Di,  j  lio  mas. 


Que  humilde  el  eeodetsaombfo  adort. 
Romper  contigo  siento 
Lapaiqueimmemorialauardó  pmden- 
Su  vecindad  cu  amigable  trato;      [le 

Y  porque  nunca  baldonar  de  Iturato 
fuedas  su  estilo,  el  fin  de  lo  que  üilenU 
Si-gunda  vex  por  mi  te  representa. 
Dice  pnes.qne  su  prima 
Auristela,  deidad  (jue  amaute estimaii 
Fué  desde  su  primera 

Edad  el  punto ,  el  término ,  la  esfera 
De  toda  su  esperanza  : 
Tan  desde  su  críjuua 
Niiio  amó,  que  hasta  boj  no  se  ha  acor- 
Haber  vivido,  no  haber  amado,    [dado 
A  este  primer  empeño 
Añade  aue  juzgándose  va  dueño 
De  igual  Gorretpoadenda , 
La  posesión  le  malogra  la  ausencia  : 
La  causa ,  de  otros  visos  honestada, 
(Poriiue  no  quiere  recatarte  nada  > 
Te  dice  (que  pretende 
Satisfacer ,  que  lu  amistad  do  oleiNle) 
No  fué ,  como  sin  duda  habrás  oido. 
Querer  su  pundonor  desvanecido 
Casar  dt^de  so  casa , 
Sino  querer,  si  Ji  otro  sentido  pasa 
Castigar  no  sé  qué  ranos  recelos, 
Oue  i  lio  ser  suvoc ,  loa  llamara  celos, 
Con  <|ue  turbó  la  paz  en  qoe  vivía 
lina  traidora  fe  que  la  servia, 
Pingii'ndo  (bien  se  deja  su  cuidado 
Adivinar)  que  della  enamorado, 
(íHaa  qné  no  bari  quejosa  una  líermO' 
Sufavorpretendia.  iQoélocura!  [sarat) 
Con  este  sentfmiemo, 
Sin  bastar  nada  a  disuadir  sn  intento. 
Dejó  ji  olra  tut  burlada  su  Hneza; 
Has  iqiK^  no  hiA  querida  una  hellezat 
;Oli  mujer,  siempre  bt-cbizo  de  la  «lila, 
O  amada  rst<>s.  ó  estés  aborrecidal 
Esto  me  dio  tlceiicia  de  di>clrlM 
Como  público  ya ,  pnr  persuadirte 
A  que  niteiidas  que  vive  m  aii  estado, 
Oue  ella  ceh'Sa ,  y  él  piiamni.ido. 
Ño  bnj  cilro  medio  de  gatisracella, 

?UB  íe»  que  eu  persona  va  poretta. 
siendo  asi  que  no  hay  quilla  qui'  lioj 

Los  betadns  carámbanos  del  Norte, 

Ni  inipa  que  se  acerque 

Al  rrií.ado  ceño  con  que  el  Uerqne, 

Has  qiip  el  Tlnals  tielado , 

Le  luiplilen  H  rodeo,  pues  cerrado 

Uno  y  Dli'o  ljnri7.onte , 

f  eiSasco  el  golfo  es ,  piébgo  el  monte, 

Te  pide  que  i  su  amor  compadecida 

(Pues  1)11  es snamorquien  ledejóofeo- 

V  entre  ignates  seQores  [dídi. 
Sueleo  lidiar  corteses  ios  rencores; 

?ue  luia  cota  es  la  saña , 
olra  la  urbanidad  de  la  campaña) 
O  que  pasar  le  dejes 
Con  su  ramilla  sola ,  ó  no  te  quejes , 


No  prosigas,        [obligas: 
Que  mas  me  ofeiidi-s,  cuanto  mas  me 
Pues  cuando  mi  rencor,  mi  ira  no  fuera 
Tal,  que  también  i  él  le  comprendiera, 
¥  tn.is  uyeiidn  ahora 
Cuiinlo  la  ¡Kingreque  aborrezco  adora; 
Solo  por  ser  comees  <u  Intención  rara 
Trance  de  amor,  el  paso  le  negara. 
Demás  que ,  ya  so  gente 
A  Ril  visla,  otorgar  no  me  es  decente 
Lo  qae  negué  primero ; 

Sne  i  la  tez  del  acero 
sentar  bu  color  ii  cortesía , 
No  es  mas  que  una  afeclada  cobardía. 
y  sflidilequelnieiue~  i 

XiOOglC 


COMEMAS  Ue  ÜOH  PGDItO  CALDBHON  DE  LA  BARCA. 


Péume  de  Iterarle  esa  respueiU; 
Que  fié  b  tía  de  «emir  por  serconttgb 
u  guerra;  igne  si  Tuers  olro  enemigo 

ale  una  dami  no  fuera , 
■DB  esu  salva  jurgo  ja  qae  hiciera. 


Noesbenquefaltetiaiiamaole  (hielo, 

DJriste  de  mt  parte 

Qtte  dejanilo  lo  Adonis  |>ar  lo  Harte, 

Podri  folmlar  laii  generoso  afelo, 

AlMolTieodo  el  escrapulo  al  respeto; 

Pues  ;a  Cristerna  bella 

No  mantiene  el  rencor  de  soquerelta, 

Sino  un  soldado  aTeiilorero  suyo. 


Hoélgomedesaberío.yslesqaeaiigiijo 
Ijue  eres  lú  quien  i  tanto  te  prefleret, 
iQaiia  le  diré  que  eres? 
revea  ICO. 


Federico  de  Albania  soy.  [ito, 

UGiamRM.  {Rácele  eorleHa.) 
Estimo 
El  conocerle;  j  porque  veas  que  animo 
Do  parle  de  mi  re;  el  geaerosa 


SRGISNIiMM>. 

Ob  represento, 
Por  el  poesioqneaqiil  suplo  en  su  au- 
A  tí  ia  lid,  á  If  esta  reverencia <  [sencia, 
Como  en  albricias  que  á esas  nuevas  de- 

[i)0. 

Y  porque  sepan  quA  respaetta  llevo 


VEDERICO. 

Eo  la  lid  uos  veremos. 
( Vau  Sefitnmáí  con  el  trompeta.) 


Yo  también;  (|ue  coriese«  (ui  extremos 
No  lian  de  atajar  mi  brío. 
Y  pue*  mis  armas  i  tu  acuerdo  (lo. 
Ve  i  ¡KMier  el  elírcilo  en  batalla ; 
Qtip  lialieudo  la  estrada,  i  asegiiralla 
Yoconla)(U(rdavoy.I)adnieunc3l)aUo. 
ÍYmí.) 
reanico.  [lio  I 

Amor,  1  en  huetms  dos  empelto*  me  ha - 
Uno  el  de  aquel  ba«qne}0,  aquel  dibiüo, 
üiw  conCnsiernaámereceroMtrmo, 
mttúett  e«perai»a 
l)e  que  pueda  ser  mia  nt  veugaau, 
Votro  del  cargo  en  que  este  bonor  — 


Bu  obtigacioa.  dentro  ild  pecho  encier- 

Amory  honor  T  [ra 

(Tacan  eefei  y  darine*  éenlre.) 

Yoeei  dentro. 

¡Arma,  amia!  ¡Guerra,eaerra! 

Y  poes  apenas  el  campo 
Ue  Segismundo  oyó  vi  eco 
De  loques  de  guerra ,  cuando 
Desciende  en  buen  orden  puesto, 

Y  elta ,  balleodo  la  estrada 
Harctia  ya ,  en  su  seguimiento 
Ir^.  Amor,  pues  que  le  precias 
De  amante  y  ioldado,  siendo 
Hijo  de  Yéuua  y  Harte , 

Mira  que  dice  este  acento... 

Vteefúentra. 
¡Arma,  arma!  | Guerra , guerra ! 


Pon  k  tu  caenta  mi  riesgo. 
( Vate ,  y  flngete  ienire  la  Malla.) 
oimt.  {Dentro.) 
i  Viva  Segismundo,  Tita! 

ortos.  {Dentro.) 
¡Viva  Cri«tenia! 

E0CEIIA  X. 


CASIHIBO. 

A  buen  tiempo 
Henins  llegado. 

¿Qo¿  llamas 
Buen  tiempo,  *e&or,  si  vemos 
Llover  entre  nubes  de  humo 
lirauizo  de  plomo  el  cieno* 

íPues  6  ([oé  mejor,  si  es  esa 
La  jireteusioo  coa  que  vengo*? 

UNOS.  (Oenlre.) 
¡Viva  Segismmido! 

(¿M  eajat.) 
onM.  {Dentro^ 
i  Viva 
Crislerna '. 

Advierte ,  te  ruego. 
Si  liallarte  con  Segismundo 
En  esia  acción  es  tu  intento , 
Que  no  vas  bi«n,  porque  eui 
tía  Cristurua  el  campo  en  medio. 


|Ay  Turín,  cuín  ai  contrario 
H:i8  discurrido !  que  ciego 
Vciiiío  i  servir  i  Grislerní 
Coiiiva  Segismunoo. 


'^  Presto 

RniidrTM  i  icr  cuñado. 
¡Uuédicesl 

CAKiHiao. 
Que  ver  deseo 
Si  es  verdad  que  ta  lorluua 
A^vuda  al  atrevimiento. 

Dioü,  ó  tea  l'icura , 
O  caprlclio ,  b  devaneo , 


A  tantos  noble*  vautktt , 
No  bav  que  encargarte  el  secreto 
De  quiín  soy,  puesto  qoe  eu  injñ 
Pobre,  humilde  y  extranjero, 
Nadie  habri  qoe  me  cooosca. 


Eso  ha  de  decirlo  e1  tiempo- 

V  ahora,  pues  ves  que  ya  emi>ietan 

A  repartirte  los  pueitioo. 

Pues  que  ya  los  batidores 

Han  atacado  el  encueiiiro , 

Pasemos  i  la  vaiíguardia; 

One  hoy,  si  amor  me  ayuda ,  «otiendo 

SeBalarme  laiuo ,  que 

O  quede  inunrunte,  ó  muerto. 

Atéogome  á  lo  segundo. 

CRisTEKíu,  {Dentro.) 
¡Aydemiiofelii! 

CSCENAXL 

CRISTERNA,  d«Nír»:— Dicooi. 
{Cafa*  y  rulia  grande  ianlro.') 
CASiuiao. 
iQaíeswt*! 

Que,  herido  el  caballo,  viene 
De  aquel  ribaio  cayendo 
Una  mujer. 

V  tras  ella. 
Volante  escuadrón  peqaeBo 
lieloftnterla.ómataila. 
O  prenderla  inteuta. 


[hi  . 
¡Pero  qvé  dmla  el  que  i  ciihi)) 


U  capnciio ,  6  devanee 
Qoe  he  de  ver  si  valgo 
(^n  ella  Mas  qne  yo  niesm'i 
V  pni'S ,  en  fe  de  qne  sabes 
[puesto    Lengua  y  país,  te  prefiera 


Qué  te  importa  i  UT 


ESCENA  ZIL 

CRISTERNA,  cagrwlo;  alounot  s-  vnk- 


ÜÚ.  — CA!»>riRO,TURUÍ. 


Teda. 

SBGHHUKDO. 

Apartaos ,  deteneoí, 
Qoe  i  reales  {lersoiiaa  solo 
Las  rinden  lus  rendimientoa.  — 
VofStra  Hajesuü.,. 

C:tU«1K0.  (Ap.) 

Qní  esciietN)! 


Va  qne  Se 
Hablar,  y 


Segismundo  puedo 


_)ierw,)L6ii:tnna. 

,t,Z..MLyL--OOgTC 


manteuliiosdeslo, 
Huera  i  so  horror. 
cumiMo-iActBieaeiiiBáSegimiindo:)  ' 

Eso  no, 
Sio  qoe  JO  mnen  primero.—  I 

{A  Crittem:) ' 
Cobra  un  caballo,  entre  tanto 
Que  JO  lu  villa  deOenüo. 


Loco ,  i  contra  tantos ,  góido 
fosible  (ST 

CA31UIB0. 

Como  mi  intento 
Solo  es  de  morir  matando. 

CRISTER1I4. 

Y  el  mió  lambfeu. 

ESCENA  XIU. 

DiCiOS. —FEDERICO,  dtniro. 
Llegad  presto. 
Que  efti  en  peligro  su  vida. 

UK  WLMDo.  (A  Stgtmuaida.) 
Cardando  con  todo  el  grueso. 
Señor,  su  ejército  avaiiía 
Sobre  nosotros ,  i  liem|>o 

?ue  apartado  de  tu  gente 
e  bailas. 

BEGisMiinno. 
¿Qué  saldada,  jcie'osl 
Es  ette ,  que  ba  emliaraiaüo 
El  mas  glorioso  tnireoT 
TUHIN.  {Ap.) 


FEDERICO ,  soiBíBos.  —  Dichos.     ;  JO 


AFECTOS  DB  ODIO  V  AMOR. 
Cara  i  cara,  y  cuerpo  i  cuerpo. 
Con  Segismundo  á  loa  hra^ni 
Llega,  jl'ero  qué  oí  aliento 
Eu  su  socorro  (¡ajdaml!) 
Si  en  su  misma  sangre  envuelto , 
Cnn  él  despeñar  se  deja 
Del  monte! 

ESCENA  XV. 

CASmmO,  SEGISMUNDO.— Dichos. 

CASI11II0 1  SECisHunDO.  [Denln.) 

jValedme,  cielos!. 

'  Voeet. 

¡ViTsCristemal 

TnaiH. 
¡Ylcioria 
Por  los  mas  I  | 

(Safan  atrttaioi  SegUnttmio  g  Cati-  . 
«tr» ,  y  e*U  entangrenUáo.)        \ 

CVISTERNjt. 

;Qué  es  estof  ¡ 

CkSUIMO.  ' 

Esto 
Es  ser  persona  que  hago, 
Y  penona  que  padezco. 
A  tus  plantas  ¡  a;  de  tnt '. 
Gaal  eo  el  niiinio  aliento 
De  mi  vida ,  la  persona 
De  Segismunüu  le  orreico. 
Con  la  victoria  de  ver. 
Cuando  con  él  me  despeño, 

?ae  ha  desmajado  su  gente , 
la  laya  en  seguimiento 
Suyo...  si...  Has  cuando  to... 
Proseguir  ni  alentar  puedo. 
:  Peitce  quien  dlA  la  vida 
En  lo  sen  icio !        {Cae  ietmasaút.) 
caisTKBKi.  {A  Segúmundo.) 
Pues  estos 
Trances  de  guerra  j  fortuna 
Sitn,enla  vaina  el  acero 
'Que  i  reales  personas  solo 
Las  rindeo  los  rendimientos) , 
Os  dad  t  prisión,  pues  Teis 
Que  A  vista  de  Igual  socew 


le  retira 


impo 


{Ap.  Aqni  entro  yo.)  ¡A  ellos' 
m  soLBwio.  {A  SegitMunií.) 


Desbaratado  j  deshecho. 

TDBi:(.  {Ap.) 

'  ¿Ho  ruera  bueno  ponerme 

'  Ahora  i  su  lado  diciendo  : 

« Huve.  mientra»  yo  te  amparoí  • 
l;Hasquiénmemetei  mi  en  eso? 


Que  con  mas  vidas  que  un  gato , 

Ksii  vivo  como  un  perro. 

{Ap.  Calle  quién  es  y  quién  s«>y,) 

CniSTERKt. 

Pues  retiradle ,  adtirlieiido 
(Va  que  en  siituiendii  el  alcance. 
Volver  A  la  corte  iiUinto) 
Que  cu  mi  tiend»  de  campaña 
Se  cure  con  los  remeilius 
Que  si  fueran  para  mi : 
Porque  m»  su  vida  precio 
Que  prisionero  y  victoria. 
( Levatila»  loi  taMada*  á  Catiíairo .  f 
vitelM  en  *l.) 

Pues  con  nxones  no  poi-do , 
Tan  grande  Tavor ,  señoi'a , 
Con  i-l  alma  os  agradezco. 

I  CMSTERK*. 

■  Id ,  cuidad  de  vuestra  vida; 

,  One  en  vos,  si  vivís,  espero 
I  Vengarme  de  Casimiro. 

'  .   CtSIUlRO. 

¡  Yo  de  mi  parte  os  to  ofreico. 

CRISTI*»*. 

I  To  lo  acepto  de  mi  parte. 

I  TDIIB.  {Ap.) 

■  Maeho  ha*  qne  decir  en  Mo. 
'  I  VAIgale  Dios  por  nótela ! 

I  En  qué  ha  de  parar  tu  enredOT 
¡  cMKiao.  {Ap.) 

i  Vilgaie  Dios  por  ventura,         > 
Qué  poco  gozarte  espero ! 

I  CRLSTF.n».  (Ap.) 

¡Vilgaie  Dios  |ior  saldado , 

Ed  qué  obligación  me  has  puesto ! 


JORNADA  SEGUNDA. 

Jardia  ea  la  corte  de  Saeiii. 

ESCENA    PHIMEBA. 

CASIMIRO.  TUHIN. 


¡ Notable  ocation  perdí! 
{Yanit  StgitmuniÍB  g  iu§  leldaéi 
CASiaiKO.  (^p.) 
Piies  aun  jo  no  estoy  confuto. 
Has  adelante,  fortuna, 
Pase  tu  valof ,  si  es  cierto 
Que  dar  ono ,  es  delier  otro.    ( Vate 

FEDEniCO. 

Va  qne  llegué  A  tan  buen  tiempo, 
Hiéntras  un  caballo  cobras, 
Dinie ,  señora ,  i  qué  es  esto  ? 
{Tteaa  ti^at  y  trcmpttat ) 
cnisTGii:<*. 


Aquel  de  la  roja  liaiula, 
One  desesperado  en  medio 


Muy  descortes  mi  desdicha 

)  I  Fuera  en  moslrur  sentimiento 

(Va  que  prisionero  loy) 

En  serlo ,  señora ,  vuestro. 


';Donde,  de  tantas  heridas 
I  Apenas  convalecido. 
Vienes,  señor? 


Si  k  Cristerna 
En  tantos  días  no  be  visto , 
Puesto  que  en  su  ausencia  muero , 
jParaqué  ensuauseticla.vivo! 
A  verla  v«igo ,  Turin , 
oi   que  es  uo  i.,.~  ..,_  »,.v»...  Vt  que,  para  hablarla ,  be  oído 

Llevadle  vos  donde  tenga  (AFederlco.)}  Que  A  cualouier.hora  al  soldado 
■■       -" '■-  Audiencia  da. 


corte ,  lo  es  la  torre 
Del  Homenaje. 

raniKico. 
Eo  mi  mesmo 
Alejamiento  teiulréía 
Quien  os  sirva. 

StGB»01*0O.  {Ap.) 

¿Quién  vlú,lCie1os! 
De  la  dicha  í  la  desdicha  - 
Pasar  i  nadie  tan  presto ! 
(Van«  Federico ,  Segiémundo  y  m¡- 
dadut.) 


I 


Si  ese  ha  sido 
Tu  IniPiilD,  A  buen  tifinpo  Itegw; 
Qae  rila  al  apacible  sitio 
lleste  janliii .  donde  dicen 
Que  suele  andar  de  continuo , 
Leyendo  una %arta  sale. 


Hasta  qne  acabe  de  Térta ; 
Que  no  es  cortesano  estilo 
Llegar  estando  letendo. 


stando  letenflo.  . 

jiizoaeyLiOOgiC 


CSHTEMA.  (Lee.) 
« I)c»1e  el  día  que  supimos, 

■  Si-üora,  aquel  bomiiiiaje, 
>Que  Tuesira  M^Miad  lii/.u , 
■Con  isn  granJe  premio  i  <|iticii 
>Se  iu  diere  muerln  ó  viio, 

■  M  vivo  Di  inaeria  déí 

CASWIRO.  (Ap.dél.) 
TaríD ,  i  has  tísio 
Hns  snlx-rano,  mas  I)e1  lo , 
Has  lii-rraosa,  am  divino 
Sugeloí 

luQnitas  veces. 

¡Uallui'aa  tú! 

canTEUR*.  {Lee.) 
■  Varío*  juicios 
(Se  lian  tiecbo  en  su  aasc'ucia  ¡  pero 
lEI  que  corre  mas  vsiido 

■  Kr,  itue  ana  melancolía, 

■  Une  itoiencias  j  sentidos 

■  Le  tenia  perlarbiidos , 

■  Pasándose  í  ser  <k-lirio , 

■  Debíú  de  preci|iÍiario 
iltesde  una  ([alerla  al  rio, 
■Dojiüe  K  encerraba  &  solas.* 
Con  jusia  raxon  admiro 

Tan  gran  novedad.  Mas  luego 
Discurriré;  altora  iiroslgo.         {¡.a 
ctsuimo. 


¡Por  qué  ! 

Purque  i'l  que  rerilio 
Cuando  alguna  cana  leo, 
Le  pago  cuando  Iu  escriho. 

CHlSTKRTA.  (tíff.) 

«Aurlitela.  que  en  su  ausencia 
•  Tiene  de  Rusia  el  dominio, 
■Sabiendo  que  Segismundo 
■A  ser  prisionero  vino 

■  Ite  lus  armas,  siendo  ella 

■  Ucsa  lineiía  mo[ito, 

■  A  ponerle  en  lil>eriad 

■  Marcha ,  j  boj*  en  lus  distritos 

■  Rajíin  alio  sus  l>aiideras.> 

CASIMIRII.  (Ap.) 

¡Qué  aire !  «jué  beldad !  qué  lirio ! 

IKeliz  quien  compró  esla  dictia 
\  cosu  de  aquel  peligio ! 


.  íUe.) 
(Pero  apenas  llegar! . 

■  Cuando  yo,  que  leal  le  sirvo, 
■Cumo  pongas  ei)  la  ra;n 
■EiuboEcsitos  j  escondidos 
>Kn  sus  malezas  algunos 
■SoldadoH,  con lui  caudillo 

■  l)e  sbKs  facción ,  haré 

•  Que  de  una  seña  adverliiln, 
'Que  seri  una  banda  blanca, 


ÍKDIAS  fíK  DO.^  PEDRO  CALDBRÜM  DE 
■  Pueda  carearse  conmigo; 
iV  dándole  nombre,  sena 

'j.  —    .V  cuiitrasi-ña ,  atrevidos 

■Lle^iar  i  su  lienda ,  donde 

I  La  noclie  liaeiendo  su  ollcio, 

•  O  la  prendan  ü  la  mateo.) 

AlmM.  discurso  mió, 

Kii  laníos,  ea  lau extraños 

l.n  breve  deste  papel, 


LA  BARCA. 

CASiHinn, 
\o  soj  tan  recien  venido, 
Que  oficio,  puesto  ni  plaia 
l'engo ;  puis  apenas  piso 
VuesLro,  para  mi  extranjero 
País,  cuando  ct  bado  previno 
Hostrar  que  *  serviros  vengo , 
Con  que  empetase  1  serviros. 


Uiscí 

ctSHiRO.  <,Ap.  á  Juña.) 

Ya  ha  leído. 

I  Traía. 

Llega  pues.  {Ap.  á  $u  mu.) 

CASMiao.  (Ap.) 

Un  monte  muero 

En  cada  planta  que  animo.  (Acércate.) 


I  Casimiro,  desde  el  dia 
Oue  sopo  que  Tengalivn 
Mi  rencor  lia  de  bnscarie , 
No  parecer!  {Sibabri  sido 
Ardid  j  cautela? 

CASIS  ino. 


Si  i  la  deidad  del  milagro 
Llevar  de  he  agra<lecido 
La  tabla  de  la  tormenta 
El  nlufrago  peregrino, 
Bien^yo  i  tus  aos,  señora. 
En  piadoso  sacriQcio. 
Pues  vida  j  alma  te  debo , 
La  alma  i  la  viüi  te  rindo. 

CBHTKMA. 

(Ap  Acaso  lia  sido  :  suspenda 
De  mis  discursos  el  juicio.) 
Hncbo  me  buelgn  de  veros ; 
Que  vuestra  persona  estimo 
Mas  (ya  lo  dije,  v  ahora 
Vuelvn  de  nuevo*  decirlo) 
Que  vidoria  y  prisionero. 

Bien  nn  cortesano  dijo 

SLC  nuncJ  á  los  reyes  falla 
udal  de  premiar  servicios. 

CHISTE  R^A. 

jCómoT 

CASIMIRO. 

Como  premian  solo 
Con  dejarse  ver  benignos. 

CRISTEHNA. 


CHIS  TERNA. 

Bien  es  que  se  den  la  mano 
Honores  ;  beneQcios. 

Sf ;  pero  siempre .  señora , 
is  digno  es  lo  nías  digno. 

CHISTEINA. 


„  !ii  i|ué  compañía ,  en  (|uc  tercio 
SenisTiQué  pu''Sln,  qué  ollcio 
tSnmi  e.érdtü  ICiieis! 


¿De  qué  nación  soisT 

La  banda, 
r.rei  nue  os  lo  hubiera  dicbo. 
Vasallo  de  Rspaña  mj, 
Borgoüa  es  mi  pairio  nido.  . 


Coma  nunca  el  pobre 
Es,  ni  bien,  ui  nial  oacido; 
Bien,  (lorquc  otro  ba  de  dudarlo: 
Nal ,  poruue  él  no  lia  de  decirlo. 
Un  soldado  de  rurtmia 
Soy,  no  mas,  nue  ¡leregrlno 
Vengo  bascando  la  Kuirra, 
I  Sin  mas  Tavor,  mas  arrimo, 
I  Mas  lustre  ni  mas  caudal , 
I  Que  esta  espada ,  de  quien  Ba 
,  Que  ella  ha  de  decir  quién  soy , 
,  Si  es  (lue  el  enigma  no  irivide 
:  Del  sabio  que  preguntó 
i  iQuién  después  d<>  haber  nacido 
I  Habia  en|.'t-iidrado  á  sus  padres* 
I  V  otro  .  el  .snldailo .  le  dijo; 
i  Que  los  padres  di-l  soldada 
Solo  son  sus  birtius  mismos, 
'  Con  tan  ^raii  nori-dad  cumo 
,  Nacer  primero  los  bijos. 


Siildado  siT  : 
Sangre ,  nombre  y  a|H'[|¡do 
A  esto  se  reduce  todo. 


Segunda  vei  os  estimo 
(Va  que  buscando  la  guerra 
Venís,  como  me  balwis  dicho) 
Que  mis  armas  eligieseis , 
Y  no  las  da  Casimiro 
.0  Segismundo. 

i  Quién  tuvo 
Kn  su  mano  su  alliedrio. 
Que  lo  mejor  no  eligiese? 

CMSTEnnA. 


Poderosos  enemigos 
Sitiada  está? 

CASmiRD. 


(T  perdonad  el  estilo, 
si  i  prívilegios  de  reina 
l.os  <le  innji'r  anllcipn); 


"CSoglc 


AFECTOS  DE  ODIO  1  AHOlt. 


Tin  de  bvor,  qae  do  baj  hombre 
Con  quien  no  hable  el  sobrcscriio. 
Servir  por  inclinación 
Es  tan  maüosu  arii  licio , 
Que  de  la  penalidad 
Sabe  labrarse  el  alivio. 

V  cuand'i  reina  no  fuerais, 

V  reino  de  quien  lie  otilo 
Por  TuMiro  iuKenio  milagros. 
Por  inesiro  valor  prodigios; 
Solo  por  mujer,  señora , 
Libre  ona  vez  ea  mi  arbitrio , 
Os  eligi<-ra  por  dueño; 

Oue  lieoe  casi  divino 

Su  ser,  no  sé  qué  alMolulo 

Imperio  sobre  v\  di'Stino, 

Bue,  sin  saber  á  quién  mandao, 
andan  con  Unlo  dominio, 
?ue  senrirlas  no  es  lioeza , 
e*  uo  servirlas  deliio. 

CniSTERX*. 

ÍY  no  sabéis  que  sois  noble? 
nes  JO  si ;  porque  es  preciso 
Que  el  hábito  de  eslimarlas 
Caiita  siempre  en  pechos  limpios. 
Yo  doy  por  vistas  las  pruebas , 

V  piten  }□  las  califico... 

— Kl  capitán  de  mi  guardia , 
Al  ver  mi  caballo  herido. 
Por  llegar  i  socorrerme 
En  el  pasaito  coiiDictu, 
Nuria;  r  paes  que  vos  qnedais 
Reredero  del  peligro, 
Es  bien  lo  quedéis  del  poesto. 

CASUIhO. 

A  vuestras  plantas  rendido... 

{Arredíllate.) 


No,  no  mas; 
Que  esto  no  es  mas  que  principio ; 
Y  sí  una  iiitfrpresa,  quelioy' 
Os  be  de  fiar,  consigo . 
Vaque  al  dispoiierla  halléis 
A  laii  buen  Uem|M)  venido. 
Habvis  de  ver...  Pero  esto 
El  efecto  ha  de  decirlo. 
Esperadme  aqnj .  entre  lanío 
Que  á  consultar  los  desiyuios , 
Como  en  Un  inl  general , 
Voy  della  con  Federico. 

m. 


Aliad ,  levantad  del  suelo. 

V  vo,  que  ha  mas  de  mil  siglos 
(jiie.uvciido  hablar  en  discreto, 
('.allanJn  he  estado  (martirio 
Que  noalcanzó  Üiocleciano, 
Pui-sio  que  i  haberle  sabido , 
Cnn llenara  i  pasar  inti'S 
A  conceptos  (jue  i  cuchillos } , 

También  ]Kir  rocín  -  venido , 
Sur  vitaiidero  siquiera! 

CASIIIBO. 

Quita,  uedo. 


Dejadle.  —  i  Quien  sui.-T 


riHRico. 
¡Una  T  mil  veces  dichos» 


CnlSTERIIA.. 

Accidenles  sucedidos 
Acaso,  ni  dicliasson 
Ni  desdichas. 

FEOEtlICO. 

Ravan  sido 
I.o  que  fueren ,  {lor  lo  menos , 
Cuando  el  nombre  oo  sea  indicio 
De  memoria,  i  mi  mfl  basta 
El  que  DO  lo  sea  de  olvido. 

CaiSTEBNA. 

Eso  es  exceder  los  fueros 
De  aquel  hidalgo  moiito 
De  servir  sin  esperanza. 

VEDeaico. 
Vo  ;  coQ  qué  esperanza  sirvo  ? 

CHtsTrnTu. 


I.  Vo  si 


-  i-ie , 


El  sii've  sinlenilo,  cuando 
Como  )■  liHio,  catío  y  visto ; 
Luego  el  senido  sov  yii. 
Puesto  que  él  no  i>s'ei  sen  ido 
Y  aunque  él  sea  el  servid iir. 
Estoy  yo  i  vuestro  servicio. 


Buen  bumur  tenéis. 


KOT( 


Di!  dos  grandes  novedades , 
De  que  un  conGdente  mió. 
Vasallo  qne  en  Husia  leu|ja 
1  Ke  da  en  esta  carta  aviso. 
I  c«imao.{.4p.<l«.) 

!  Fsio  me  importa ,  Torin, 


¿Pues  hay  mas  de  oírlo? 

Pero  para  lialilar  en  ellas 
Asegurar  solicito  ' 
Que  Segismundo  ( que  en  fe 
De  la  guardia  le  permito 
D<'sa  torre  de  palacio , 
Qne  es  de  su  prisión  retiro. 
Salir  íi  aquestos  j;irilines) 
Nonosoiaa.yimaüino. 

8ue  desde  que  estoy  ¡o  en  ellos , 
uire  sus  redes  le  be  visto. 
Y  asi,  ciimo  acaso,  quiero. 
Dando  breie  vuclia  al  sillo. 
Asegurarme  de  que 
tio  rslé  (liHide  pneda  oimwt. 
Esperad  los  dos;  que  iinpiiria 
Que  esté  su  efecto  escondido 
De  Segismundo. 


SEGISMUNDO.  —  DicBOS. 

i  InfellE 
Quieu  á  tan  mal  tiempo  vino , 
Que  oyó  en  tus  labios  su  uombrel 

CRISTEHN*. 

Eso  otro  al  contrario  dijo. 


jCómoT 

SECISMiniDO. 

Como  lo  que  es 
En  el  dichoso  cariüo, 

ño  eu  el  desdichado ; 

V  asi  bien  puede  baber  sido 
Dicha  en  otro,  eu  mi  desdicha, 

:on  afectos  distiiilos 
Habléis  del  como  parcial, 

V  de  mi  como  enemigo. 
Has  ya  que  lo  soy,  señora , 
Dar  a  entender  solídlo 
Qne  lo  soy  bien,  como  deba 
Serlo  yo.  Un  criado  mió , 
Que  preciado  de  leal, 
Henosfireciaudo  el  peligro. 
En  tr^e  de  jardinero 

Osa  entrar  aqui,  me  ha  dicho 
Dos  novedades  que  os  locao, 
y  habiéndolas  yo  sabido 

ÍAp.  Hagamos  del  ladrón  Hel, 
'ues  saberlo  ella  es  preciso 
Dia  maí  ó'ménos),  fuera 
Ignorarlas  vos  delito; 
Havnrmnite ,  cuando  dellas 
Puede  si-r  que  el  hado  lm|>io 
Desarrugue  el  ceño,  jr  sa{|ue 
De  un  estrago  dos  alivios. 
Una  es  que  no  se  sabe. 
Señora,  de  Casimiro, 

V  se  eré  que  perturi>ado 
De  melancolía  el  juicio , 
Kuríoso  se  arrojo  al  Timáis, 
Pues  cerrado  y  escondido 
En  una  galería ,  nadie 
Salir,  señora ,  le  lia  visto. 
Otra  es  que  Aurístela  tiene 
En  su  ausencia ,  con  motivos 
Ue  [loiienne  eu  llberiad , 
Cuyo  ejército,  tecíno 

Va  i  vuestra  raya ,  esperando 
Las  diversiunes'del  mío 


i  Qué  mas? 

CHISTEHNA. 

._is  hay  <|ue  saber.  Lo  mismo 
Iha  i  decir  yo  á  los  dos , 
Que  liabeis  vos  ¡¡  los  tres  dicho. 
iRo.  (Ap.  á  TuHa.) 

t1%n  fin  por  muerto  y  por  loeu 
le  ticneír? 

Pues  no  han  mentido 

Mas  que  en  I»  mitad  del  precio; 
'     itia,  verdad  han  dicho. 

SEGISMinM). 

{Ap.  lAqol  estaba  este  soldado? 
Con  tanto  rencor  le  mhv. 
Como  causa  de  n '  ~ 


'•"títTOgle 


Qae  bai4  mucba  si  otro  fluju.) 
Vue  lo  supieseis,  srfinra . 

KiUriiotiunleiiiil  avisa 
nohlt^  df  1.1  iiiiIK'Íh  ; 

V  mus  si  (lelli  coihíli> 
Uue  |>ues  Casimiro  lué 
Ouieii  laii  gran  pesar  oí  iiiw. 

Y  é\  falla,  no  Laj-  conlra  i|iiieii 
Vnriva  la  guvrra  al  t>riiici|iio. 
Aurisicla  y  jo,  no  solo 
PHíioiii'ros ,  mas  cautiuM 
Si'rúiiius  VLi<:'Sirus ,  si  danilo 
Sentimientos  al  olvido . 

Ve  el  norte  que  oua  pti... 
ckisteuna. 

Rasu. 
No  prasiRBis:  [|iie  al  oíros 
Darme  aqal  laa  nuevas  vos. 
Proponiéndome  el  detigulo 
De  (i  |iai,  me  da  i  eniender 
Que  todo  esto  es  arlllicio. 
Creído  tuve  que  pndi* 
Ser  verdad  el  precipicio 
De  Casitniro  ;  j  ahora 

?ue  en  vos  la  noticia  miro 
e¡  preteilo,  me  persuado 
A  que  lodo  sea  Ungido. 


cnjIKDtAS  HE  DON  PEDRO  CAl.DRRON  DE  LA  BABCA. 


Ni  saber  dálaadl«r 


One  el  temor  le  haliri  eseomlido, 

Al  ver  que  contra  él  no  lia; 

Principe ,  qae  conmovido 

Al  interés  de  mi  mano, 

O  al  blasón  de  su  lionrickiio  <    . 

No  ine  solicite  asunto 

De  su  militar  auxilio. 

Kt-derico,  ya  lo  veis , 

l'ui-s  que  mis  armas  le  fio , 

A  tiempo  que  Hungría  me  escribe 


yuc»! 


Druv< 


Kl  de  bularía  j  Polonia 
1'amliíen  me  avisan  1u  mismo  ; 
D<-  luorie,  que  al  ver  que  taiiii 
Puilerosos  enemigos 
l.e  lian  de  buscar,  el  l^mor 
Kin  duda  esconder  le  hixo. 
Por  ver.  si  en  este  intenneilio 
Mor  1  la  pUlict  oidos 
belapat... 


V  fio  lo  afirma 
Ver  que  nadie  dé  por  fijo 
Su  ileipeüo,  que  es  dejar 
La  pnerta  abierta  ■l.ariiiirio. 
Para  qae  pueda  despoft 

Sue  se  bajan  deavaMc'idn. 
ecba  l«  pal ,  los  socorros , 
Vivo  parecer,  >l  viso 
De  otra  disculpa. 

CAíiimo.  (4p.  á  Turín.) 
¡Que  oiga 
Esto  JO ! 

iUajmasdeno  oirloT 

iCémoI 

nnU  sordo. 
KcisMVKiK).  (Á-Federieo.) 
Que  han 
Críslema,  priocipe  ,  el  jaiclo 
One  quisiere ,  es  dama  y  puede  ; 
Has  que  tos  te  hagáis ,  no  es  digno 
De  vuestro  valor:  qae  ¡lecbos 


<  Tan  generosos  j  altivos 
('réii  desdichas,  no  ruindades, 

:  V  pn  ellas  el  fu^o  activo 
l)e  io  rencoroso,  apagan 

:  Llantos  de  lo  compasivo  : 
Koera  de  que  ei  argumento 
Contra  el  propio  interés  mió , 
t^rér  que  mi  enemiga  hiciera 
Lo  quu  no  hiciera  ;o  mismo. 

rEOESIGO. 

Va  sé  que  el  tener  jo  bonor 
;  tCs  tenerle  mi  enemigo ; 

Pero  cuando  el  caso  sea 

Tan  jamas  aCoiiLocido , 
■■  Puede  ariillrar  la  so^edia. 
]  seeisunitDo. 

No  puede;  t  asi  os  suplico 
'  Que  advirtáis  que  pTÍ<minero 
'  ^J'  J  que  aunque  sea  mi  prime, 
.  Amigo  y  cuñado,  no 
I  l'engo  acción  para  pedir 


De  cualquier  suerte  que  vo 
liaWe...  ■ 

I  ciisresits. 

I  BasU,  Federico, 

:  Basta,  Segismundo.  Ved 
Que  estoy  ¡ro  aqnl. 

I  CMiMiao.  {Ap.  d  Turia.) 

I  iQolén,  ¡ilivin 

I  rielos !  crérá  que  yo  esté 

I  De  todo  esto  por  testigoT 


Vn,  señora... 

!  ■     CniSTER^A. 

¡  Btenesii,  principes,  idos, 
I  Idos  vos  también,  y  ved 
!  (Segunda  vez  lo-  repito ) 
;  Que  estoy  (te  por  inedia  yo. 

FCDRRICO. 

Obligaros  solicito. 


CRISTERNA.CASlMinn. 


Oscilé. 

CASI  VIRO. 

Hasta  saberla. 

CniSTERTA 

1'iinihirn 
Sabéis  que  con  Federico 
Iba  i  CDOSuliarla. 

SI. 
caisTERiiA. 
Pues  sabed  que ,  Interrumpid» 

Aqu^l  intento  con  <>sta 
llesason  que  aquí  lia  liéis  viüo. 
Va  coiisnllai'la  no  quiero    . 


V  bsceis  bien.  jQué  mas  consejo, 
'  Scíiora ,  que  el  vuestro  mismoT 

I  CRISTEKNA. 

I  Pues  oid.  Pero  primero 
i  Que  me  resuelva  i  decirlo, 
;  Ne  habéis  de  bacir  juramento 
i  Del  secreto. 

I  CASIaiRO.     . 

!  A  InK  divinos 

¡  Cielos ,  Id  nxUlta  en  tierra , 
lina  mano  sobre  el  linijilo 
Acero,  en  las  vuestras  otra, 
Lo  otorgo,  juro  y  confirmo. 


Obedeceros  deseo. 

FSBHtKO.  {Áp.} 

íltenme  los  cielos  camino 

Para  que  yo  mantener 

Pueda  lo  que  hubiere  dicho  ■    ( Vaur.) 

SEGISUIMPO.  (Ap.) 

Por  no  ser  i  este  soldado , 

Has  gustoso  me  retiro , 

Que  sentido  de  no  haber 

Vuelto  mas  por  Casimiro.  Yau.) 

csisTñnA. 
Soldado. 

iQai  me  mandáis? 
CRiSTEBNA.  (A  Turitt.) 
Retirlos  vos. 

TURra.  (Ap.) 
iSecreÜcoT 
¡Quiera  Dios  que  i  hablarse  nielran 
Secretos,  y  no  entendidos; 
V  ya  que  anda  el  diablo  snrito. 
Que  no  ande  el  amor  listo !       (Vine.) 


Ceremonias  d 


ii^ri 
Sabel 


!lsT 


homenaje 


Tsl  ves  he  teido 
Que  esta  es  su  Torms. 

cniítsh:<a.  [Tímale  la  maiio.] 
Pues  yo 
Con  (oda  elki  le  recibo. 

CASIMIRO.  (Ap.) 

Por  lo  menos  ya  esta  dicha 
No  lias  de  quitarme ,  hado  impio 
y  como  el  ¡acto  me  dejes. 
Te  doy  los  demás  sentidos. 

CHISTE  RRA. 


1  Pues  qné  bace  en  adelaotarto 
Quien  sabe  que  fat  de  ci)ni|iliriaT 
*  CKismnA. 

fue  en  )a  demanda  de  la 
iCcIoD  que  de  vos  conllo , 
Perderéis  Is  vida  tutes 
Qneelef'^to? 

CASIalRO. 

Asi  lo  aOrmo- 

Pnes  con  los  soldados,  que 
Yo  o«  entregare  «seogidM , 
Iréis  i  b  raya ,  en  cuyos 
Harsüados  Uilierintos 
Emboscado,  ei^eraréfs 


dbvGooglc 


BmU  our  en  elti  M  dé  iTtoo 
Tnsmolad»  hljne*  »efia ; 

Y  habiéiidte  vnrcado  j  nsto 
Coo  quien  la  big* ,  lomaréii, 
Caulamnite  prereuido, 
Seba,  conirasMía  j  nombre , 
Uou  ipie  en  «4  Iréniulo  abri|[0 
De  la  nocbe  llegaréis, 

Bieu  informado  del  sillo, 

A  la  tienda  de  Aurisiela , 

Dande  osado  j  atreviilo 

La  prfndal*  ó  mátela.  Este 

El  orden  ed,  advíttido 

One  aneda  1  mi  caeDla  el  premio, 

V  TI  i  la  VDesin  el  peligro-     (Fue.) 


CASIMIRO. 
Oid.etperad,  Ted..,— Fortmii, 
iQaiÍQ  en  et  mundo  M  ha  visto 
gn  tau  nuevo, Un  exmño , 
Tan  raro,  tan  e:(qulsito 
Empeño  de  amor  ;  honor , 
Sangre  j  patria?  Mas  ¿qué>dmiroT 
Hai  «qué  dudo!  Uw  n]iié  eitraOoI 
Qaé  discurro  t  qué  imagino. 
Si  sangre,  patria  v  honor. 
En  este  confuso  abismo, 
Uonde  amor  todo  es  porientoi , 
Hirída  todo  prodigios. 
No  pesan ,  no  mooian  tamo 
Como  haber  Criiterna  dicho 

?ae  e*Ü  i  su  cuenta  el  premiarlo, 
va  i  iDicaeniaet cumplirlo!  [Vue.) 

JUaapaacBto  t  otiUu  ití  DaaaUo. 
ESCENA  TU. 

AR^E3T0,  AURISTELA,  soldados. 
{Tectn  ctja*  y  Irempelat.) 


AFECTOS  DE  ODIO  V  AUOR. 
En  lid  campa),  dejándole  i  mf  estrella 
Las  armaa,  ponjua  A  Un  de  empresas  la- 
De  mujeri  mujer  lidleu  igiialifS.      [I«s, 
V  pues  (sea  verdad  6  no  lo  sea 
Su  despc&o  ó  su  amor)  es  bieu  que  vea 
Crislema ,  tí  blasona 
Oe  que  ella  Pi\tx  ei ,  que  soy  Deiona , 
No  lia  de  saber  que  se  rimtiú  mi  pecbo 
Al  ocio  Mando  del  mullido  lecho. 
Poned  ahi  anas  luces  y  un  asiento ; 
Que  ese  le  basta  i  mi  cansado  alleirlo, 
Cujjido  porQado  el  sneüo 
Se  quierabacer  de  mis  senUdos dueño. 
Salios  todos  afuera. 
ISaeaalucet.tiéalaie  Auriite¡a,f  van- 

i  Oh  vasa  oscoriiTad,  corre  tijera, 
Üue  la  llora  no  ve  la  saña  mia 
De  que  me  vuelvas  i  traer  ul  dia  1 

ESCEHA   vm. 


_ ,iej  del 

Cuyo  Inmenso  raudal  j  cuy»  cumbre, 

Del  mar  las  olas  y  deutol  la  lumbre 

Udo Iguala,  otro  mide,  . 

Y  i  Suevia  y  jtusia  en  térmiuM  divid(. 

Alto  haga  Duesira  gente , 

Va  que  elsol  líos  campos  do  occldeue 

Hoyeodo  baja  de  la  nocbe  Tria   ' 

En  el  postrer  crepúsculo  del  día : 

Que  apenas  el  aurora 

Veréis  que  las  mas  alus  cimas  dora , 

Cuaodo  mi  orgullo  ciego. 


Él  próvido  verdor  de  la  caropalia , 

Siu  perdonar  al  bélico  tributo. 

Ni  hoji,  Di  Ddes,  ni  vid,  lu  flor,  ni  fruto. 

Va  la  gente  atojada 

Por  sn  maleza  csU.f  tu  tienda  armada: 

Entra ,  aebon,  i  descansar  en  ella. 

IDnUTELA 

Mi  qulvlud  solo  estriba  en  no  tendía 
B  (Ha  qne ,  mentidos  mis  desvelos , 
lt«  di  pot  saiisrecha  de  lot  celos 
De  Segismundo,  al  ter  cuín  maniOetta 
flalUbcdon  la  libertad  le  cuesta ; 
1  e'  db  lambii'u  que  irlgico  mi  herma- 
Va  de  hifelioe  Ata  de  cortesano,  [no. 
Ño  parece  :  iohlice ,  [ce ; 

SI  el  despeSo  es  verdad  qae  el  vnlgo  di- 
Cortcsano,  si  es  qae  retirado. 
Por  vlTtr  ife  Cristema  enamorado. 
Verse  eicnsa  con  ella 


En  Süevia  tOá;  jinai  fuUm 
Pudo  blaianar  de  amante , 
Que  prUioaero  no  esti  T 

ADRISTIIA. 

¡Hola! 

[SaU  ArMeila.) 

ADaistiu. 
Qaléo  canta. 
Mirad. 

AIKUTO. 

El  soldado  ha  sido 
De  posta ,  que ,  persuadido 
A  que  sus  males  espanta 
Si  el  adagio  no  mlntiú , 
.  Con  ese  slivio  pequeño 
I  Esuauía  cansancio  y  sneño. 
-Uiréle  que  calle? 

AUniSTStZ 
No; 


-  AaHssTO. 
lA  qué  novedad,  seüora. 
No  hacen  versos  al  Insume 
Ociosos  iugmios?  Y  es 
Uarto  que  en  la  ardien'te  esfera 
De  aqnesa  encendida  hoguera, 
Adonde  reparar  ves 
lr;is  del  liielo  y  la  escarcha  , 
Nosí  - 


Id ,  y  no  le  digáis  nada ; 
Qae  DO  1e  quiero  quitar 
Eseabvioisapessr;  {Vm«  Armtlo.) 
Ni  aun  al  mió ,  ti  llevada 

Clarín  so  concento  ñiera 
Que  mi  espíritu  encendiera , 
Acordiodose  teloi 
Que  en  Süevia  Segismundo  , 
PrisloqeroesU... 
Variai  voeet  (dmlrv)  t  AtitisrELA. 
.  ¿Km  fuUn 
Pttia  tltianar  te  amante, 
Qte  pritlttuTO  tu  ati  T 


loi.DADo.  (Dentrt.) 
Bita  qae  altadirndo  á  la  catM 
A  quien  debe  et  padecer, 
DMleemenle  te  eentaela , 
Dieiendc  una  y  otra  eet : 

Tedas  Uu  voeet.  (petín.) 
Prietenerome  tíenen 
Por  un  buen  querer. 

soLBADo.  (DMtra.) 
Yre$paniten  ledo» 
Envidiólo*  dil : 
Si  el  querer  ei  delito... 

Todat  lat  voce».  (Dentro.) 
Príndanau  tamUen. 

ADHISTELÁ. 

on  lodos  (¡ay  triste  I ) 
._     ,  responder 

A  las  finiasmas  del  su<>fio , 
Que  ya  en  mi  irinnfur  se  ve : 
Todat  lat  vocet  (dentro)  i  eliji. 


fSCl 


CASIMIRO,  con  una  bando  en  el  rot- 
tre;  ROBERTO  t  souiam».  —  AT- 
RÍSTELA, dormida. 


Aonqne  de  mi  recatado. 
Descubrirle  no  has  querido 
El  rostro ,  el  haber  venido. 
De  quien  vienes  euviado, 
Basia  u:ira  que  pretenda 
Cumplir  lo  que  prometí. 
Llega  conmlxo,  qne  aquí 
Es  de  Aurisiela  la  licuda. 

CASIHiaO. 

El  no  descubrirme  ha  sido 
Temer,  si  el  rostro  me  viera 
Quiítalgono,  que  pudiera 
Ser  por  él  niny  conocido. 
Porque  eu  campaña  me  ti 
Hucnas  veces  cara  i  cara 
Con  tu  gente. 


Falseando  a  las  centinelas , 
De  nombre  y  scBa  las  guardas. ' 
Yaelcampoenquielnd.jquÉaguarduT   . 
Durmiendo  esU.iqué  n-celasT 

CASK-no.  (-tp.) 
Blf*n ,  guerra ,  ladrón  atrox 
Del  siglo ,  In  horror  le  muestra. 
Pues  llave  hicisle  maestra 
De  lodo  el  reino  noa  *oi. 
Sujeta  á  uua  lil  cautela, 
i  A  quién  \  cielos  1  no  da  espaolo» 
El  mirar  qae  duerman  laníos. 
Solo  en  fe  de  qne  uno  vela ! 


CASiNiao.  (it  fM  Miiaiot-) 
Retiraos,  y  soto  Iml 
Me  dejad ;  qoe  si  consigo 
MI  Intento ,  yo  os  llamaré 
A  su  tiempo. 

{\ttjue  loi  toldaiot.) 

BOBIKTO. 


A  li  ocMion  que  se  ve , 
Tienes  áAuríilclaMIa  , 

...      ü,nt,Z..MLyGOOglC 


COUKDIAS  DS  Wm  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


El  órdpn  e» 
De  maralla.  ó  tle  prendulla: 
V  pues  mi!  (I  iii  ik  tacogiír, 
'l'oiio  lo  lie  (lií  cji-caiar, 
QuK  preuder  leitgw  y  matar. 

Em  i  cómo  pn«(le  setT 
Halar  y  prender  jiio  ca 
Coiilrario? 


Traidnr.  malindole  i  lí,      {Hiérele.) 
Y  pKiiiJieuclo  Jl  Pila  di-spurs. 


j  Miteno  sojí  I  ( Cae  dfn/r«. ) 

CASIXIRO. 

Nadie  se  e^nlp 
One  en  tan  nunca  visto  Hinprfio 
Male  á  un  iraiilor  como  dueño, 
Preiidn  ji  uit  alma  coido  amante  — 
{Quilate  la  bonia  g  se  la  echa  al  toi- 

tro  á  AurUMa.) 
Dale ,  Au  ríatela ,  i  prieion. 

AUH13IEU. 

¡Ajdemi! 

CÁSivmo. 
Llegad,  <r  vamos 
Hoiule  la  escolla  dejamos. 
fSateu  lu* toliaái't ,  ulUiiaiue  á  Au- 


¡  Traicioo ' 
ESCENA  X 

ABNESTO.— AtlRlSTELA,  dealra. 

i  Ah  de  la  itiiarda !  Entre  el  ruido 
La  vnx  de  Aurlstela  oí. 
Acudid.  Hms  (¡a;  de  mi!) 
Rii  un  cadirer  lieiiilo 
Tropecé,  1  tiempo  qae  ella 
De  aqnt  hila.  ¡  Qué  recelos ! 
¡  Aaristela ! 


amiESTO. 
Sn  *(M  ( ¡  aj  de  mi  r )  es  aqiiellt , 
Que  ja  en  ecos  desma  vados 
DeDtro  le  oye  de  la  sierra. 
¡Traición,  Irafcion! 

{Vate  Ámett»,  y  Uean  eajat.) 
Vteet  dentro. 

¡Arma,  guerra  1 
»ui.i^Tr.i».  (M/M.) 
;A;deml<nrelli:! 


ESCE3VA  XI. 

CASIMIRO  T  SOLDADOS  ean  AURISTELA, 

detmasnda. 

Soldados , 


No  teoemos  que  lemer 
"ue  la  puedan  socorrer, 

á  ella  el  atiento  desmají 
Tanto ,  que  casi  sin  vida 
Ha  quedado ,  aquí  podemos 
Repararla ,  pifs  tenemos 
Por  nuesira  esia  enlreiejida 
Esiancia  del  monte,  en  quieo 
Defendernos,  cuiudo  fuera 
Posilile  que  la  siguiera 
Su  ejército;  y  asi  es  bien 
Que  las  dos  tropas  montadas 
Kstéo.  en  lauto  [  ¡  ay  de  mi ! ) 
Quo  vuelve  ó  no  vuelve  en  si. 
Porque,  sus  luces  cobradas 
CoTiiis  del  sol,  i  quien  vemos 
Que  ya  comíenia  i  hicit. 
Pueda  en  un  caballo  ir. 


I  sMincLs. 

ECso  es  querer  persuadirme 
'  A  que  sucho  todavía. 
'  V  pues  tes  la  mortal  lucha 
,  De  hallarme  »|nl  en  tu  poder, 

Scjia  )0  qué  es  esto. 

CASutinn. 

Escucha. 
,  Un  desordenado  amor 
I  Ue  lleva ,  arrastra  y  deslierra... 

i  ESCENA  Xm. 

,  SoiDAiK».- AURISTELA,  rASIMIRU. 

{Voeei  4f  toUadút  dentro.) 

mot.  {Dentro.) 


No,  >  si. 


;;  No  y  sí  ?  4  Cómo  puede  ser 

Que  seas  y  que  oo  seas, 

S)  no  es  que  en  sombras  me  veas 

Obligándome  í  creer 

Que  es  verdad  que  despeñado 

Moriste  ?  V  pues  dices  que  eres 

Y  no  eres,  ¡quí  me  quieres, 

Y  para  qué  me  has  sacado 
De  mi  tienda  i  esta  montana , 
Haciendo  al  lueSo  testigo 

De  que  era  el  campo  enemigo 
"*  que  me  preudiat 

CASiaino. 

La  extraña 
Duda  (¡ayAuristels  bella  !) 
De  ser  y  no  ser,  no  estriba 
En  que  muera  ó  en  que  viva . 
Sino  en  que  quiera  mi  estn-lla 
"le  viva  y  muera ,  no  siendo 
siendo  yo. 


El  cómo  ignoro. 


Siendo  yo .  pues  que  te  adoro ; 
No  siendo  yo,  pues  te  ofendo  : 
Con  que  en  tu  suene  y  la  mía 
Causa  hay  que  uno  y  otro  afirme. 


I 


En  lodo  te  obedecemos. 
{Vantelattoldadoi.gdetcúbrtta  el 

rottro.)  I 

ESCENA  Xn. 

CA5IU1R0,  AURISTELA. 


fieldad  que  postrada  eslAs, 
HecilN:  en  descuento  hoy 
Ue  la  pena  que  te  doy, 
L.a  Itstima  que  me  das. 
V  si  el  sueño ,  que  era  duefio 
Tuyo ,  fué  al  desmayo  ensayo , 
^^  represeule  el  desmayo 
U.is  de  lo  ijue  escribe  el  sueño. 
Despierta  pues  y... 

ADHISTELA.  {Vuthe  eH  ti.) 

iAy  demi! 


„    .  ,  .    iOoéoigo» 

i  Sueño ,  ó  velo  !  i  Casimiro , 
-Cielos!  no  es  este! 


Acude  presto,  seüor, 
Que  la  gente  de  Anríslela 
Kl  campo  corriendo  viene ; 
V  pues  ya  su  acuerdo  tiene , 
Ponía  en  un  caballo  j  vuela , 
No  se  pierda  lo  adquirido 
Con  volver!  avenlurallo. 

CAS taino. 
Dices  bien ,  llega  un  caballo. — 

{Vate  el  leldado.) 
Vea  conmigo. 


Si  bas  oído 
Que  es  nuestra  gente ,  ¿  de  quién 
Huyes? 


fonmifo,  Auríslelí, '  ._. 
Donde  veas  que  gobierna 
Ni  acción  superior  poder. 


;A  qué  he  de  Ir  yo  huyendo? 


Ahnr*  creí 

?ue  ftié  cierto  H  frenesí . 
a  que  no  lo  fué  el  despeño. 
I  De  Crlsterna  prisionera 
Yo  por  ti» 

CASlIlflO. 

No  di^asmas. 
Que  presta  vengar  podr&s 
Ese  horror. 


'■  Solo  con  decir  quién  soy ; 
I  Pues  en  el  iostuile  que 

ü,nt,zodb/L-.OOglC 


Lo  s«p>  elli ,  moriré 
A  BUS  Irán :  cea  que  boj 
Tras  la  oren»  t\ae  te  alean» , 
Que  va  la  venganza  pienu ; 
Pues  le  llago  apenas  la  ofenu. 
Cuando  teBojí  la  veuganra. 
Ven ,  dirto  quien  so;,  ;  aii 
Halanne  al  punta  veris , 
Y  irngada,  quedaría 
Duqueu  de  Itusia 

{Selt  el  ioIila4ii.) 


EsU  ya  el  caballo. 


No  hagas  resistencia , 
O  volverA  la  violencia 
A  BU  primera  acción. 

AtlBllTei.t. 

Ten 
La  mano,  qae  si  dormíüa 
Te  dejé  atrever  i  mi , 
En  mi  acuerdo  no.  De  aquí 
Vamos  pues. 


Qne  i  vengarte  vas. 

jtDUSTEL*. 

Noté 
Lo  qae  haré  :  allí  lo  veria. 

Y  aquí ,  porque  ¿qué  esperaoia 
Hahrá  en  mnjer  oreudida , 
Que  esli  en  que  calle  mi  vida , 

Y  en  que  bable  su  veng^aniaf  (Van 

lardlD  de  Crisltm. 

ESCEHA  XIT. 

GRISTERNA,  LESBIA. 


CHISTEKNA . 

Un  cuidado 
Pocas  Tecei ,  Lesbia ,  supo 
Gnarüar  al  SBeho  el  descauso. 
A  aijuel  soldado  extranjero 
Envié  i  nna  bccloa.  Dando 
Del  j  dolía  dos  erectos , 
Bien  cooBiderrbles  ambos ; 
Uno,  porque  ca  él  estriba 
La  quietad  de  mis  estados. 
Si  le  consigo ;  v  el  olro , 
Porque  si  por  éi  le  alcanio, 
Desempei^o  erhocnenaje 
De  dar  t  nadie  la  oMno. 

caincaiu. 
Como,  siendo  él 

Suien  logre  el  Iriunfo  mas  atlo 
oy  en  mi  servicio,  qnedn 


AFECTOS  DE  ODIO  Y  AMOR. 

I  Ubre;  que  siendo  un  soldado 
De  forlnm  i  <]ulen  le  deba 
1^  el  |>rimero  fracaso 
Libertad ,  victoria  ;  vida , 
¥  despuus  honor  y  aplauso , 
Claro  esli  que  con  merced» 
A  menos  costa  le  pago , 
Qae  si  Tuera  oo  igual  inlo 

I  A  quien  le  debiera  tanto. 


'  iV  no  puede  ser,  seBArt, 

<  Sf^iun  lo  que  me  has  contado, 
I  Que  quien  habla  tan  átenlo , 
;  Oue  quien  lidia  lan  binarro, 
I  Sea  mas  de  lo  que  diceí 


Andando, 

Dijera,  si  va  no  fuera 
Viija  ri'ialaad  desie  paso. 
Un  amu  busco,  que  Dios 
He  dio,  si  da  Dtos  los  amos; 
Qne  desde  que  itjví  ajer  larde 
Le  áeié  con  vos  halilando, 
Y  salió  de  aqui  i  moiiiar 
En  cólera,  v  é  caballo 
(Porque  de  unas  campaBtas 
11)3  al  principio  por  cabo), 
No  ha  vuelto.  V  asi,  señora , 
Le  vengo  á  buscar.  Si  acaso 
Sabéis  vos  del,  no  perdáis 
Las  albricias  del  hallazgo, 
U  os  io  pediría  por  liurto. 

Gasiante  desembarazo 
Tieiie  el  hombre. 

CaiSTERNA. 

No  loa  solo 
Sé  •  del  To  para  inforiMroi . 
Has  vus  me  habéis  de  informar 
Del  i  mi. 

;  Vo  ?  í  Cómo  ó  cníiido^ 


Piando  de  mi  secreto 

Su  patria,  Domhre  j  estado. 

T0»I1C.  {Ap.) 

K  fbera  comedia  esia, 

1  Cuil  estuviera  ahora  eLpaiio. 

Tamañito  de  pensar 


Al  alma  me  est&s  hablando; 
Que  si  A  su  valor  atiendo , 
üue  iS  en  su  ingenio  reparo. 
Entro  en  la  misma  sospecha. 
Y  poes  es  aquel  criado 
(Que  en  fe  de  hombre  de  plaoT , 
Debe  de  haberse  tomado 
Licencia  de  entrar  aquí) 
Sujo,  liihlale  como  acaso  ; 
\)mr.i  entre  los  dos  podria 
Ser  que  averigüemos  algo. 

EBCEHA  XV. 

TUHIN.—CRISTERNA.  LESBIA. 


Ha  qu<>  si^o  altrunos  años 
VuMtro  ejército,  de  que 
Hallaréis  testigos  baños. 
Viendo  pues  que  uu  mochiller 
Lo  pasa  con  gran  trabajo , 
He  ^luliqué  i  servir  &  este 
l>on  Soldado  de  soldado. 
De  quien  no  sé  mas  que  vos , 
V  aun  pienso  que  no  sé  tanto. 
Lo  que  solo  auadir  puedo , 
Si  la  malicia  adelanto, 
[Ap.  No  se  pierda  lodo,  <ra 
Que  se  pierde  el  hablar  claro) 
Es  que  debe  de  ser  mas 
Que  dice.  Y  esto  lo  saco. 
No  tanto  de  ricas  joyas. 
Que  tal  vex  te  he  visto,  cuanto 
{  Porque  es  lo  que  mas  estima 
I  De  una  madama  el  retrato, 
;  Con  quien  i  solas  suspira 
Yllora;y  esto  del  llanto, 
[Con  su  jay  denjí!  noes.seüora. 
,  Pil^ana  de  hombre  bajo. 

I  ESCENA  XXn. 


;Jojasjretraio?— Pero    [AUibia.) 
Segismundo  viene  :  al  paso. 
Le  di,  que  cstoj  aqui. 

LEMU.  (Con  lurbachn.) 
Si  él 
,  él  se  iri. 

CniStlRRA. 

Haz  lo  que  mando. 
'Ap.  Desde  qua  esU  aqtil,  he  tenido 


iTe 


'  lAp.  Desde 
I  De  que  no 


Has  ya  no  es  posible.  ¡  Cielos .' 
iQue  hará  al  verme?— Éiitreesoscua- 
(A  Segitmaudo.)  [drua 

>  Cristeroa  estl.  Vuestra  Alleza 
No  pase  de  aquí. 

I  secisBunao. 

j  Admirado 

'  Al  verte ,  Gera  enemiga , 
Primer  causa  de  mis  daüos , 
Ausencia,  prisioo  j  muerte. 
No  sé  cómo... 

Habla  mas  bajo; 
Que  en  sabiendo  que  he  venido , 
A  pesar  de  tus  agravios, 
A  darte  la  libertad 
(Ap-  Desla  manera  le  engaAo, 
Por  olillgarle  i  que  no 
Descubra  mi  error  pasado) , 
He  estarás  agradecido; 
Porque  sé  donde  está  el  paso 
De  una  mina  en  esa  torre , 
Como  quien  desde  sus  aAos 
Tiernos  se  crió  aquí.  Pero 
Esto  es  para  maa  despacio. 
Vuélvele  ahora. 


(Ap.  i  Qné  fuCTa , 
Que  dispusieran  los  hados 
Hi  aiilidoto  en  mi  veneno?) 
Vo  volveré  i,  haUaHe  cuando 
Estés  mas  S(da. 


tí..,Coo§T' 


tn 


Y  JO  [Cielos  I 
Ti  qne  etio  Miceoió  auM , 
Puei  con  méríloB  no  puedo, 
Le  be  de  obligir  con  engaios. 
cunniu.  (A  Tiirla.) 
Yen  nn,ies  lan  belIsT 

'  Undli 
Que  él  esiaba  embelesado,' 
MeávéqDeditiio.yvl 
El  mas  perntdoM)  trasio 

Sne  <riú  «mor  en  sa  armería 
ptre  lat  flechas  j  rajoi 
De  iu  muolcioD. 

CIOTHNA. 

paes  bien , 
iQoé  K  me  da  i  mi!  ¡Qué  enfado 
Tau  necio  j  impertioenie ! 

Hlimi. 

{Tocan  un  elariii  itntrt.) 

CRISTXHU. 

Id  i  ver  b1  ha  Uetttdo 
Vuestro  amo ;  que  ene  ciwin  . 
Y  e«ii  tropas  de  i  caballo 
Quiíi  son  suju- 


COMEDIAS  DE  UUN  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA 
Tal  hoésped*.  Mas  los  braiot 
Suplan  la  bita. 

CASIMIRO. 

El  deseo... 


Ko  tratéis  de  dlacnlptros.  — 
Vos  seai*  mof  bien  tenida... 

(A  AuritUIa.) 
cisiaiau. 
Uega.  Anrístala.  {Áp.S  el  llanto 
Deja,  paen  ves  que  mi  miierte 
O  mi  vida  esU  eo  tm  labios.) 

CHISTIK^IA. 

Donde,  aunque  Reais  prisionera. 
Seáis  tan  dueita  de  mi  Estado ,  . 
(loma  de  mi  ilda  doe3o. 
(Ap.  i  Cómo  desia  suerte  hablo 
A  sangre  de  mí^nemigoT 
Has  aa^cosa  es  mi  agravio 
\  otra  mi  urbioida)).} 

AUaiSTCLA. 

l_Ap.  ¡Cielos, 
Que  sea  esto  fueru!)  La  mauo. 
Lomo  i  prísiouera ,  solo 
tic  dad. 


CASIMIRO  can  AflRISTBLA  t  iolsa- 


.;Qué  hacéis?  LevantiM, 
y  creed  qne  en  tul  tenebí , 

(Abritaaie  lat  Au.) 


BARCA. 

De  que  le  booret*  por  ni  nainna 
Aun  mas  que  por  vos... 

Biend«« 
ATgmnento  es  del  valor 
Saber  honrar  al  contrario. 
General,  en  vuestro  nombn, 
De  la  caDallerla  le  hago. 

Ta  mano  beso ,  ;  la  tuya , 
Por  tanto  honor. 

«anisTUÁ.  [Ap.  i  CaiMn.) 
¡Ab  tirano! 
¿Creíste  que  había  ]ro  de  ser 
n  vil  como  lili 

A  mi  enano 
Venid,  donde  reparéis, 
Seüora ,  «oto' ;  cansando. 

AUKUTCLÁ. 

Con  la  merced  qne  babeb  becho 
A  lao  valiente  soldado. 
He  descausado  de  todas 
Hls  torlunas. 

OíSTKsnA.  (Ap.) 
I  Qué  afectados 


RIN. 


íl  ST¿RNA  iKBIATni-   Sino  albergue.  (V  B«elcoot«.to 
I  Que  comanica  a  mi  pecho 
'  La  \i\  sangre  de  ¡a  hermano.) 


Ko  vayas :  — 
Yo  reswnderé,  besaiido 
Antes  la  Üerra  qne  pisas , 
Después,  señora,  tn  roano, 
SI  esl^s  albricias  merece 
Onteu  llegú ,  víú  j  venció ,  dando 
Felit  Un  a  la  fnlerpresa , 
Pnes  prisíouera  te  traigo 
A  Anristeia. 

ÍUBIB.  (Ap.) 

flasia  aquí  loco 
Esuba:  ya  está  borracho. 
;Aau  bemaua  prisionera? 

LESS.A.  (^P.) 

Solo  esto  me  babia  taludo. 
¡  Aurístela  aquí ,  fortuna ! 
cniíTEnNA. 
Levantad,  Maestre  de  Campo; 
Y  aunque  debo  sgradeceroa 
Dicha  en  que  intereso  tanto , 
Por  lo  m^os  de  ooa  queja 

Soe  tengo  dé  vos,  libraros 
opodiSls. 

TUBIR.  {Ap.) 

¡Qué  fuera,  cielos. 
Que  diera  lumbre  el  retrato! 

tQoela  de  mi? 


De  todos  cuantos  íavores 
Recibir  de  vos  aguardo , 
Solo  uno  lograr  espero. 

CHISTEaNA. 

íQuéesT 


SI,  dtfvo 


iQuéesI 

Oue  no  hieiésedes  alto , 
Y  envfisedes  atiso 
Antes  de  entrar  en  palacio, 
Para  qne  saliera  jo 
Con  mas  festivoi  aplausos 
AtecilHr,  GOOMdebo, 


Que  la  que|a  dejando. 
Pues  yo  doj  por  recibida 
La  pompa  de  reales  fausles , 
Sepáis  que  es  quien  pnaioueta 
Melraeimi... 

GUiniao.  (Ap.) 
¡Esto;  temblando  1 
kvnattUí.  .... 
Merecedor  de  mas  honras 

Sue  hacerle  Maestre  de  Campo , 
arquees... 

nnuR.  {Ap-) 
Abora  caer  te  deja 
A  plomo. 

caisizBNA. 
■  iQoiént 

tnauíTEu. 

Quien  me  ha  dado 
Has  crédito  con  vencerme, 
A  costa  de  riesgo  tanto. 

Ke  si  fuera  él  el  v«iciao; 
rque  i  quién  tan  temerario 
Osara  entrar  en  mi  tienda  T 
Quién  sacarme  della  en  brazos  T 
Quién ,  i  vista  de  mi  gente , 
Kin  acelerar  el  paso. 
Retirarse  tan  en  si. 
Que  i  reparar  mi  desmayo 
Hiciese  uto  en  la  espesura  * 
Y  asi  en  empeSo  me  hallo 
{ Porque  Tean  qne  es  su  prehiio 
¡  El  CTédilo  de  mi  llanto } 


Entren  i  ver 
Callar  mis  dama,  á  cuarto. 

{Ap.dCati 
Sefior,  ¿qué  aventura  es  esta, 
Que  I*  loco  y  no  la  alcanzoT 

no  sé  cómo, 

_ , , iberse  halladi 

Ni  una  mujer  lan  prudente, 
NI  un  hombre  tan  desdichado , 

Ke  ella  se  alce  con  el  nombre 
constante,  j  él  de  vario. 

(r«MM  In  4h.}  ~ 

iQuIío  creyera  que  Auristeb 
Viniera,  por  tan  extraños 
Lances ,  donde  Segismundo 
Y  loT 


SEGISHUNDO.-LÉSMA. 

Oculto  j  reiirado. 
Sin  saber  aué  nuvedad 
Tocó  ese  clarín ,  be  estado 
Solo  atento. ,  Lráhia  hermosa... 
( Ap.  iQné  he  de  hacer?  alma,  Hqjaim», 
Por  .ver  si  lo  que  por  ella 
Pierdo,  por  ella  io  gano , 
Y  huyendo  de  aqui  pudiese, 
Eo  la  falta  de  su  hermano. 
Irá  asistir  i  Auristela, 
A  quien  ausente  idolatro] 
Solu  atento,  oira  vez  digo, 
A  ha'blarte.  V  pues  has  quedado 
Sola,  dime  ¿como  puede 
Hallar  mi  libertad  paso! 
Lísau.  (Ap.) 
Pnes  qne  ya  hice  el  empeCo , 
He  de  seguirle,  callando 
El  que  eaii  Auristela  aquf ; 
Que  no  es  bien  qtie  el  mal  qne  paio 
Le  dé  eM  msto,  it  e*  gusto, 
"'íMitrespeM- 

nt.zodb/LiOOglC 


ESCENA  XIX. 


Que  Crisierna  (i  miitn  vinieroa 
A  llamar  para  uii  despacho) 
Vuelve ,  i  mis  solas  entre  eslos 
Mal  entretejidos  ramos. 
Donde  dijo  oue  la  espcrp , 
r  Veri  sí  puedo  algún  ralo 
I    Suspirar  conmigo,  flores, 
Deste  vprde  ciflo  asiros, 
D«cídinp...  ¿Mus  Seuisniundo 
No  es  aquel  que  e«lá  atli  liablando 
r.on  unadama*¡Esloniaa, 
Fortuna ! 

Digo  que  andando 
Undia  porosa  lorr». 
Siendo  della  castellano 
Hipadre,  allá  en  mis  niñeces, 
VI,  entre  las  ruinas  del  cuarto 
UlUmo  della,  una  quiebra, 
V  supe... 

«dristelx.  lAp ) 
•         Iríme  acercando, 
■r  si  entender  jiudlese , 


Te  suspende? 

Hacia  allí  pasos 
Sentí,  y  laK  ramas  se  mueten.- 
Ver¿  quién  es.  {Ap.  ¡Triste  hado! 
Aurillela  es. } 

AUHESrELA.  {Ap-) 

i  Hado  injusto ! 
.  ^□  es  Lesbia? 

LEsm.  (Ap.) 
Muda  he  quedado. 
Y  así,  huyendo  <lella .  sofu 
Habré  de  hablarla  callaudo.      (Van 

lEGISaUNDO. 

Oye ,  agaarda ,  Lesbia. ';  No 
El  gusto,  con  que  escuchando 
Te  esioy ,  dilates  \  i  De  quién 


AUBISTELA,  SEGISMUNDO 

ADIISTEU. 


4  Guindo  filé  ilusioD  el  daño? 

SÍGISNDNIIO. 

[^  duda  una  viva  estatua 
He  deja  de  bronce  y  mármol. 


AFECTOS  DE  ODIO  V  AMOR. 
I  No  hay  que  aver^uarmu  el  cuáiii^. 
j  Kn  lili ,  con  Lesbia  le  cnciientio, 
j  Diciendo,  <lunde  escucliavlu 

Pude  (¡ah  cruel!),  qn^irosi-ia 
I  El  gtisto ,  con  que  ( ¡  ah  tirano !  J 
.  La  estabas  oyendo,  i  Bien 

He  pagas,  si ,  lo  que  paso 

Por  ll ,  pues  |>or  ti  he  tenido 

A  llar  prisionera  en  niaiios 

De  mi  eiienijjja ! 


Bien  dicen 
Oup  Tuera  el  dolor  amago, 
.Si  supiera  venir  solo. 
íTuprisioDvra? 


Asi  enmendara  yo  esotra 
Como  esj  enmeiidar  ai^uardo. 
I A  Lesbia  hallé  ai[Ul,  y...  Has  ¡cielos! 
Crislrrna  viene. 

«tmiSTRL*. 
>o  hablando 
Te  vea  conmigo. 


:  Uien  dices; 
i  Vo  buscaré  mas  de  espacio 
1  ücasícHi  ni  que  cr 


Mucho  harás  en  iierauadir 
A  un  corazou  desdichado; 

Sue  cnaudo  su  nial  no  viera , 
reyera  i  su  sobresalto. 

ESCENA  XXI. 


CASiBino. 
Viéndote  sola ,  no  pierda 
(Pues  tuerce  Crisierna  el  paso , 
Viniendo  bicia  aquí,  A  oln  parle) 
La  ocasión ,  en  que  postrado 

A  tus  pies,  niia  j  mil  v 

Ponga  en  su  estampa  o 


¡s  labios. 


V  yo  baga  de  sus  tres  puntos 
Para  mi  rostro  tres  clavos. 
Con  que  anden  frente  y  mejillas 
Como  tres  con  un  zapato. 

JtUtlISTELA. 

No  tienes  qoe  agradecerme 
Tú,  lo  que  yo  por  mi  bago. 

(Vuelve  SegUmunilo.) 

SESISJIODO.  <<!?.) 
Hiela  otra  parte  lolviú 
Crisierna ,  quizá  buscando 
A  Anrístela ,  y  yo ,  por  ver 
Si  logro  otro  brev»  espacio , ' 
Vuelvo  otra  vez.  Mas  coA  ella- 
Hablando  está  aquel  soldado. 
Que  en  lin ,  como  aborrecido, 
En  cualquier  parte  te  hallo. 
Esperare  1  que  se  vSys.  (Etdndete.) 

ESCENA  XXIL 

CRISTERNA.—  Dit^BOS. 

0BISTM1.A.WP.) 

Hacia  aquí  dicen  que  ha  rato 
Que  me  eepora  ilivertkia 


Auríslela.  Has  bablaudo 
Está  el  soldado  con  ella. 

SICtSlUHUO.  (Ap.) 

¿Qué  será  secreto  tanto? 

caiSTEBS».  (Ap.) 
iQuéso  plática  serS! 

sEGisitNDo.  (Ap.) 
Oigamos ,  alma. 

CilSTERI».  {Ap.) 

Alma,  oigamos. 
CAE  mi  no. 
Aunune  obres  tú  por  ti  misma , 
Siendo  yo  el  interesado, 
i  No  seré  el  agradecido 
Yo? 

ACMISTEU. 

No,  vil  traidor,  no,  biso; 
Porque  auu  agradecimiento 
No  quiero  de  tan  villano 
Término  como  conmigo 
Tiene  tu  alevoso  trato; 
Pues  por  servir  á  Cristeroa, 
A  mi  me  ofendes,  faltando  - 
A  láDtaa  obligaciones. 

CIL18TCBIIA.(4p.) 

¿  Qué  es  lo  que  oigo? 

(Ap., 


Esto  i  no  es  pedirle  celí 


los? 


Y  si  eu  esta  parte  callo 
Quien  eres,  es  por  vengarme 
Coa  estilo  mas  hiilalgo 
Del  que  un  ingrato  merece ; 
Que  no  hav  castigo  á  un  ingrato 
Como  hacerle  ai>  benebcio, 
Cuando  él  espera  un  agratio. 

■  SECISIIUBOO.  (4p-) 
iQue  calla  quien  es >  Aqui 
Secreto  hay  que  jo  no  alcanzo.* 

cmsTERnA.  (Ap.) 
;Qae  calla  quien  es?  Sin  duda 
Que  es  verdad  lo  que  el  criado 
Dlio .  y  yo  temi.  «  Qué  fuera 
Ser  de  Aurisieia.ei  retrato? 

IV  qué  hiera  que  á  sentirlo 
legara  el  imaginarlo? 


Por  mas  que  te  enoje  ver  . 
Cuánto  vo  á  esa  deuda  fallo , 
Aun  el  (fia  que  te  ofendo , 
Has  de  ver  lo.que  le  amo. 

CRISTESNA.  (Ap.) 

¿Qué  mas  claro  ha  de  decirlo? 

SEGISUIIHOO.  (,4p.) 

I  Cómo  be  de  oirlo  mas  claro  ? 


¿En  qué* 

En  mi  a üradeei miento, 
Paes  señora  de  mi  Estado , 

Alma  y  vida.,. 


Calla,  calla.  ' 
V  si  bas  de  loosirarle  ea  algo, 
Sea... 

CASIMIRO. 

¿En  qué! 

«chístela. 

En  que  con  mi  qOiJ^ 
He  dejes.  Vel  " 


eyCotlglc 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


Ea  eso ,  Bdioa. 


Adiós. 

{Ál  ir  á  entrarte  por  dülinle$  ladot, 

encuentra  Aurittela  i  Seakutundit, 

f  Caiimire  á  Crütena.) 

■eatraenoo. 


Teu 


La  pluu. 


¿Quiéa  aqui  me  estaba  ojendoT 

CASIMIRO, 

iQuiéaeslaba  iqnl  escuchandoT 

ICGlSHOniM. 

•  Qdííii  j»  sabe  lus  traiciones , 


I    *  CUUHO.  lAp.) 

I  No  desconBemos ,  peau. 

«IISTILA.  (Ap.) 

I  Esperemos ,  desengafios. 
j  w»».  (Ap.) 

I  Viendo  bablar  í  cada  uno 
[  Enrre  si,  jo  también  bablo 
Euireml.  Pero  iqué  es  esto? 

cniSTinxA. 
¿Quién  sin  órdea  toca  i  bando 
A  esas  ptiertasT 


(Ap.  Disimule  mi  recalo) 

Ha  oído  niif  un  cargo  os  hace , 

Quien  iates  os  di6  otro  carga. 


(Ap.  ¡Alli  noble,  aqui  qnejosal ...) 
Saliiucer  pienso  i  entramiMS. 
UGISHDNDO.  (Ap.) 

lQuÉpcasion,si!...  Has Cri»terna. 

mam«K.{Ap.) 
Segismundo. 

sccisaimio,  (Ap,) 
Caile  el  labio. 


Safra  el  alma. 

CASIMIRO.  (Ap.) 

¡  Qué  temor ! 

llllllSTEt.A,  (Ap.) 
i  Qué  ansia! 

cursTEM*.  lAp.) 
i  Qué  peoa! 
SKGuaunoo.  (Ap,) 

i  Qué  agravio! 
Tuaix.  (Ap.) 
;  Dueñas  cuatro  caras  liara 
Una  mascara  de  i  cuatro! 


ESCOIA  XXUI. 


FEDERICO,  v  UN  PjUR,  a.-m-»  >~~ 
uno  redelM ,  g  en  ella  hd  eerlet,  y  él 
HIT»  en  la  robo, — Dichos. 


,  artudo  con 


Quien  habiendo 
Ed  presencia  tnja  liablado 
En  la  líBlima  ó  cautela 
De  Casimiro,  ba  pensado 
Hodo  con  que  de  noi  vei 
De  aquesta  duda  salgamos... 

rmiTs.  (Ap.) 
'.Miren  con  lo  que  abora  esutlro 
Se  viene  para  enmendarlo  '. 


Por  lo  méuos ,  Segismundo , 
No  diréis  que  bien  no  os  trato 
En  la  prisión ,  pues  i  ella 
Tan  buena  vi^ia  os  traigo. 

SBGISaOIlDO. 

SI,seBora;  mas  no  sé 
Si  con  afectos  contrarios 
Perdonara  el  propio  gusto 
A  costa  del  propio  dan  o. 
(Ap.  Corazón ,  disimulemos. ) 

caiaTKi.>,.  {Ap.) 
Igpioradi  mal,  suframos. 


Y  es,  que  en  fe  de  la  venganí* , 
En  ese  cartel  fe  llamo 

A  publico  desalío. 
Si  es  verdad  que  despegado 
Murió .  ¿qué  bav  peroido  T  y  si  es 
Verdad  que  está  retirado, 
Ks  fuena ,  siendo  quien  es , 
Que  silga  en  sabiendo  el  bando 
Pnes  no  ba  de  querer,  ai  vire. 
Quedar  inhábil  indo 
De  parecer  jamas,  viendo 
Que  )'o,  para  averiguarlo, 
Le  mato  en  el  honor,  mientras 
En  la  vida  no  te  malo. 

Y  porque  en  in  corle  tú 
Seguro  bas  de  hacerle  el  campo, 
Sitio  que  vo  para  qne 
Juzgues  el  duelo  seiialo. 
Vengo  A  tomar  in  licencia 

Para  ^arle.  Veamos 

De  una  vez  si  es  do  Infelice , 

O  de  cobarde  el  recato 

De  no  parecer,  j  ai 

Yo  sustento  lo  qne  hablo, 

A  cujo  efecio ,  porqué , 

Señalado  i\Üo  v  plaxo 

(Que  las  armas  i  él  le  tocan). 

No  pueda  nuoca  ignorarlo , 

Te  suplico  que  en  tu  corle 

Y  en  so  corte  publicarlo 
Mandes ,  para  cuya  instancia  , 
Como  arbitro  soberano 

Que  has  de  ser  del  desafio , 
Pongo  el  cartel  en  tus  manos , 
Dejando  sn  original 
A  la»  puertas  de  palacio. 
(Drja  el  pafiel  y  vate  con  el  paje,  y 
tocan  Mjat.) 
CMMIBO.  (Ap.) 

iCidos,  qué  oigol 

tdmu.  (Ap.) 

Viei>do  estoj  ' 
Ene!  color  de  mtamo. 
Que  burlado  se  ba  de  bailar 
Este ,  si  envida  de  falso.  Cw*,) 

I  Vo  me  alegro;  pues  si  viva. 


Veri  qué  ba  de  hacer  mi  hemuno.— 

(Ap.  Vllegarl  i  Segismundo, 

Siu  darle  }0,  el  dewngaño.)       (ToM.) 

Yo  lo  estimo ;  pues  pondrl. 
Si  vive,  su  bouor  en  salvo- 
[Ap.  Y  '¡o  lo  que  debo  hacer 
Demiscelos,  veré  en  tanto.)   (VaK) 

ESCENA  XXIV. 

CRISTERNA,  CASIMIRO. 
ciBraKü*. 
Ya  veis  que  siendo  el  que  reu 
Federico, ;  el  relado 
Casimiro,  yo  no  puedo 
Impedirlo  ui  excusarlo  \ 
Pues  no  se  nirca  en  buen  duelo 
Al  noble  que  pide  el  campo. 

Sl.seBora. 

CalSTCMA. 

Pues  de  ros 
Fio  este  cartel ,  lijadlo. 
(Ap.  Aquesto  es  disimular  > 

Que  hice ,  en  lo  qne  ol ,  reparo.) 
Rusia  le  ha  de  ver  umbieu 
A  puerlas  de  su  palacio... 
CASiiiao.  (Ap,) 
Nada  entendió,  pues  que  vnelte 
A  Darme  empeño  tanto. 

CalSTERNA. 

A  cnvo  efeclo,  porciué 
Os  asista  aquel  vasallo 
De  ta  iiiierpresa ,  os  daré 
Pira  él  carta. 

CAMBIRO. 

Es  ei rosado. 
Qnenomeesitbipnlleiarla, 
Pues  solo  para  esto  basto. 
Yo  me  pretiero  i  ponerle, 
Y  veréis  qué  presto  iraiKo 
Respuesta,  Qrme  ó  uo  Grme 
Casimiro. 

CniSTEWHA. 

Yo  la  aguanto , 
Con  esperanzas  de  (|ne 
Este  úhimo  deseiicano 
Nos  diri,  si  vive  ó  miiire 
Traidor  que  aborreico  lanio. 

Desdichado  es ,  mas  dichoso , 
Quien  en  servir  empleado . 
Mereció  qne  pongáis  siempre 
Los  empefioB  A  su  cargo. 

CaiSTEHKA. 


CAEINIHO. 

Pues  id  previniendo  ríelos; 
Que  aun  quedan  qne  pagar  hartos. 


¿Cómo  T 

CAsnnRO. 
No  puedo  decirlo; 

CmSTONA. 

Ni  vo  esencbario. 
Ed  con  Dios. 


Quedad  con  Dios. 
fiyCiOOglC 


cusniB*.  Md.) 
VH  recelo... 

CÁSiawo.  {Ap.) 

cnimnMA.  (Ap.) 
Considera  que  eres  mío... 

cksmiRo.  (.lp.) 
Adviene  qnp  ya  lias  llL>t;a<lo 
k  ver  la  cara  al  liouor... 

cwsTr.nn*.  (Ap.) 

Y  qne  JO  mtB  que  jn  valgo. 

CASUUKO.  {Ap ) 

V  que  él  ba  de  ser  primero. 

CRISTRUA.  {Ap.) 

\iai,  en  Unto... 

cuwuo.  {Ap.) 

Visl.en  UdIO... 

cnisrenNA.  {Ap.) 
Que  se  explica  este  dolor... 

CASiaiHO.  {Ap.) 
Que  te  declara  este  pasmo... 

caurnNÁ.  Ifip.) 
Esia  ansia... 

uamiRO.  {Ap.) 
Esia  duda .. 

CIUSTEBn*.(Ap.) 

Este 
Uiedo... 

CASiawo.  {Áp.)  « 

Effieasotnhra,.. 
cnisTniM.  (ApO 

Esie  encinu 
CMiimo.  {Ap.) 
Apriesa ,  apriesa ,  desdicliu. 

CRIftTEHK*.  {Ap.) 

A  espacio,  peois,  t  espado. 
JORNADA  TERCERA. 

Saloi  del  pilado  de  Ciiiteni. 


AFECTOS  DE  OWO  Y  AUOR. 
Todo  eso  que  puedo  cdr. 
Dejadme,  digo  oira  vex , 
Sola;  que  DO  ha;  para  uiÉ 
Compafila ,  que  no  sea 
Soledad.  Todas  os  id. 

{Hablan  aparí^lat  trM.) 

;  Eitraüa  melancolía ! 

I  iUejor  üirisfreneat! 


Que  podemos  borrar... 


CBISTERNA,  LESBIA,  NISE,  FLORA. 

CaiSTEUNA. 

Dejadme  todas,  nlagma 
Quede  conmigo. 

No  asi 
De  nna  trisic)!*  te  dejes 
Posiru,  seftora ,-  y  rendir. 


iQai  he  de  hacer  ( ¡  ay  de  mi ! ),  [sentirá 
SI  no  ba;  mas  remedio  al  sentir  qneel 

FLOSA. 

Cuando  tienes  «n  lu  mano 
Hacer  tu  reino  fern. 
Prisioneros  i  tus  dos 
Enenügos,  ¡deslucir 
Quieres  con  pCass  las  dicbas ' 

Mse. 
T  mas  llegando  i  advertir 
Om  de  Casimiro  do  bay 
NneTi  qne  pueda  impedir 
El  capitular  con  etios 
Cuanto  quieras. 


Aquí 
Donde  ya  i  mis  solas  puedo 
Desabitar  y  descubrir 
El  pecbo  con  suspirar. 
El  corazón  con  sentir, 
PreRunurme  i  mi  pretendo, 
iOué  es  lo  que  pasa  por  mil 

Sue  aunque  50  misma  i  mi  alsma 
o  me  lo  sabré  decir, 

íQné  be  de  bacer, ;  ay  de  mi ! 
I  Si  no  baj  mas  remedio  al  sentir  que  el 
I  iQnjén  eres,  ó  tú,  ignorado    [seuilr* 
I  Nal,  que  con  traidor  ardid 
I  Rn  los  imperios  de  una  alma 
'  Has  sabido  introducir 
[  La  mas  sediciosa  plebe 
I  De  una  batalla  civHT 

iQuién  eresf  digo,  no  solo 

SQue  es  mm^lio  ignorar  qué  baésped 
lejnr  |)n<liirra  decir 
ne  ispid)  es  el  que  en  el  pecbo, 
ü  geni-rosa  admill^, 
O  inadvertida  abrigué. 
Que  no  acierto  i  distinguir 
Sus  seibas :  porque  tal  vez 
NnblH ,  ipdere  á'rsuadir 
Que  es  aüi'adecidn  afecto 
De  mi  fida :  tal.  que  es  vil 
Casticen  de  mi  allive?,; 
Equivocando  entre  si 
Con  tos  embozos  de  noble 
Los  desembozos  de  miii : 
En  cuya  duda  no  sé , 
Ni  desecUar,  ni  elegir. 
jQué  Imporlú  que  itn  extranjero 
Bn  los  trances  de  una  Ud 
He  diese  la  vida?  Üné 
Que  originase  de  allj , 
Envuelto  en  propio  y  ajeno 
Raudal  de  humano  carmin. 
La  prisión  de  Segismundo 
Ni  la  victoria  ?  y  en  liu 
iQué  importó  que  prisionera , 
Con  el  orden  que  le  di, 
A  Anristela  me  trajese  T 
¡YanoseloagnideeJ 
Con  puestos  y  con  booores? 
iPoet  qué  tiene  que  añadir 
La  imaginación,  si  rs 
O  no  es  lo  que  presnini , 
Para  andarse  vacilaudo     • 
En  haber  llegado  fi  oír 
{¡ae  Anriit«la  qoien  es  calla , 


Y  qne  por  terrUme  i  at 
Falta  i,  sus  obiigacloBesT 

Y  cuando  todo  sea  asi , 

Que  él  sea  mas  y  que  ella  tea 

bl  alma  de  aquel  matin , 

í  Ko  es  mas  par»  Attradecido 

Que  para  culpada?  SI. 

Pues  bien,  ¿qué  me  aflige*  P«ro 

SI  aun  no  me  üfjo  afligir, 

iQoébedehacer(javdeml!), 

Pues  no  hay  mas  reimidiu  al  sentir  que  el 

Has  iqné  digof  ^ Dónde  esli     (seutirf 

De  mi  espíritu  gentil 

La  altivez  t  Dónde  el  denuedo 

De  mi  tnimo  varonil, 

M  dónde,  cuando  pretenda 

De  todo  ese  atul  viril 

(A  instancia  quizi  de  Venus, 

Deidad  que  no  eoiiocl ) 

Familiar  astro  de  aotor 

Agoviarme  la  cerviz, 

Astro,  qne  lomar  mereica 

Hi  inOujo  i  su  cargo? 


CASIMIRO.— CRISTERKA. 


;  En  qué ,  seBora .  os  ofende 
Quien  os  sirve ,  qne  aun  no  oís 
Que  aquí  la  respuesta  esU 
De  gquel  orden  con  que  Tui? 

CKISTERNA. 

;.  Qnién  os  ha  rlicbo  que  vo 
Me  orendoí  que  inies  dédr 
Que  sois  nd  oriculo ,  es 
Mostrar  que  siempre  veois 
A  dar  respuestas ,  «fie  soa 
Sus  oficios. 

CAsnuRo. 
Siendo  asi , 

Y  qne  i  oriculos  les  toca 
Responder  y  00  argfiir, 
Lienné  i  ftasia ,  entré  en  an  cort 

Y  disrraiado  advertí 

El  general  desconsuelo 
De  ver  perdidos... 


A  AanstelayCaainliro. 

(Ap.  Y  es  verdad ;  que  Aracsto  asi 

Lo  dijo,  i  quien  me  11^ 

Y  i  quien  mandé  prevWr 

Cómo  be  de  entrar  en  gúevla.) 


V  «D  Qn ,  ¿  qué  os  sospcndel 


Divino  el  sol ,  trascendió 
Loa  términos  del  cénit, 
A  los  del  nadir  pasando, 
Eu  cuyo  opuesto  coaUn , 
Al  ir  sepultando  luces 
En  panteones  de  xaOr, 
A  palacio  llegué ,  donde 
Pude  grabar  y  esculpir 
En  sus  liminas  de  acero , 
Haciendo  el  puñal  buril. 


njo  señur  -  . 


COHEDUS  DE  DON  PBDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


T*rioi  JoicUi  blio  el  pueblo , 
SId  que  niugoDO  ile  allí 
Le  qullue.  Pero  apénts 


Cuando  eo  fesiiTOConcono 
De  llboroiido  moUn , 
A  lu  puertas  del  palado 
Veo  el  «algo  eoucurrir, 


ESCEHA  IV. 


Cid, 
Que  el  mío  Umbíen  parece 
Qoe  en  Igual  inmnlto  alil 
Viene  coicurrieado  ít  iropas. 
A  ver  qaé  sucede ,  id. , 

{Saie  Federico.] 


Como  mu  ÍDtereMdo, 
Yo  te  lo  vengo  i  decir. 
En  que  haya  qoe  merecer. 

Ya  que  no  <|ue  consf  guir. 
Sobre  el  tljado  cartel 

Sue  k  aqaPSDS  umbrales  di , 
a  amaDecido  oLro,  en  que 
Casimiro  oigo  admitir 
El  duelo ,  sjendo  las  armas 

8ue  nombra  para  reñir,  * 

esabrochadüs  loa  pechos. 
Espadas  y  dagas  sin 
Guarnición,  porque  no  baya 
Reparar  que  no  sea  herir. 
En  cuja  oovedad  ves 
Unos  ;  oiroi  discurrir 
Ed  si  es  su  letra  6  no. 

Ésto 
Ef ,  seBora,  prosegair     * 
Lo  que  iba  dicieiido  yo; 
Y  lo  que  puedo  a&adir 
Es,  que  el  cartel  que  Ojado 
Allí  amaneció ,  rompí 
A  otra  nocbe,  nara  qne 
Pudiendo  traerle  aqui, 
Cotulase  del  cuan  cabal 
Coo  todo  el  órdeu  cumplí 
Que  me  disteis. 
{Saca  el  cartel  jf  ddule  á  CritUna.) 


*  i  Cuándo  TOS 
HeDas  airoso  Tenia  T 
LPIogniera  al  cielo  qoe  en  alg 

cAsnito. 
Advertid 

8ae  es  daros  por  no  sertlda 
nerer  que  jerre  el  servir. 

CKISTCa:TA. 

Es  que  hace  inrelix  al  dueño 
El  que  sirve  tan  fe1l7. , 
Que  atrase  los  galardones. 

CASINItO. 

Eso  ;es  bmriT  ó  reñir? 
cawrEnn. 
Nosé.  Peroxquiénpcdri 
<'.on  mai  certeu  decir 
Síef  esusufinDiT  . 


CRismn*. 
t  y  es  ella? 


Tan  suya  es ,  seitora ,  que 
Juran  que  desde  aquí 
Le  estaba  mirando  ;o, 
Cuando  ¿I  la  Ilesa  i  escribir. 
Y  asi ,  e<i  albricias  i  quien 
Con  este  pliego  venir 
Pudo ,  eila  pequeña  joya , 
Que  acaso  rrtenú  en  mi 
El  adorno ,  con  licencia 
Tuya,  be  de  darle.  —  Admitid 

{ÁCuiaira.) 
El  don  de  una  prisionera. 
En  premio  de  qnn  venís 
Con  nuevas  que  Casimiro 
Vivo  esti,  para  acudir 
A  su  bODOr. 

CKisna^iÁ. 
Yo  nada  os  doy 
Por  ahora  ,  si  advertís 
Qne  no  sí  si  es  viiir  él 
Go;ío  ó  |fe[ia  para  mi  : 
Pena  porque  vita  .  ó  gozo 

Sue  viva  para  morir, 
asi  abora  suspendo  el  premio. 


A  ninguno  mas  que  i  mi 
Toca  ,  pnesSDv  yo  á  quien  trae 
Esia  ocasión  de  lucir  ]• 
Pero  el  que  yo  os  he  de  dar. 
Se  ha  de  cirrar  en  pedir. 

CASIUIBD. 

;Qué  me  mandáis? 


De  mi  padrii 


a  lid. 


CASIMIRO. 

Fuera  el  mas  supremo  honor 

Sue  pudiera  conseguir 
i  humildad;  mas  perdonadme. 
Os  suplico ,  el  no  admitir 
Tan  grande  Tavor. 

CUSTEBNA. 

¡Por  quéí 

CASIMIRO. 

Porque  el  haber  vuelto  iqni , 
Ha  Sido  solo  por  dar 
Entera  cnenla  de  mi. 
Haciendo  falla  en  mi  palria,- 
Üuiide  me  es  Torroso  ir 
A  toda  prisa. 

C1USTIHIIA. 

tQuéos  mueve? 
CASratRo. 


lonor  también ; 
Y  nopuedo,  siendo  asi. 
Dar  de  padrino  palabra. 
Has  si  pudiere  venir. 
La  doi  de  b^arme  ra  e)  dueto. 


iV  cuindo  os  pensáis  partir  ? 
Al  iiMltote. 

CMlmNA. 

El  cielo  o*  lleie 
Ton  bien.  {ip.  Y  lleve  j  ay  de  nd ! 
Todas  mi*  penas  con  vos.) 

CASiaiio. 
Eloshagalaorelii. 
Qne  no  os  sirva  con  errar 
Quien  DO  os  sirve  con  serdr. 
(Vate  CritUna.) 

riBERICO. 

Ya  que  Caicimiro  es  Tuena 
Que  al  duelo  haya  de  asistir. 
Prevendré  lo  que  me  loca. 
Que  es ,  por  donde  ha  de  venir,    ■ 
Tenerle  hecho  el  hospedaje, 

V  saliríe  1  recibir 

Y  festejarle,  hasta  qne 
El  día  puMique  el  fin 

De  mi  vida  á  de  mi  muerte.      (F«í.) 

ADRUTCU. 

¡•Amo  te  sabré  dedr 
Cutntn  agradecida,  al  ver 

Sie  trates  de  deacubñr 
rostro  al  empeño,  eaioy! 
CAsiamo. 
iPuet  pudiste  presumir 
Nunca  qne  i  trances  de  bonor 
Habían  de  preferir 
Los  de  amor?  Tú  verte  cómo 
Vuelvo,  Aupíalela,  i  rumptir 
Hi  obligación ,  y  veris 
Qué  hace  esta  fiera  de  mi, 
Al  ver  que  yo  la  oblieué , 
Siendo  yo  quien  la  ofendí. 

ESCEHA   TL 
TUREN.  —  CASIMIRO,  AUHISTELA. 

Ya  cuanto  i  Ameslo  BundMM 
En  Ja  entrada  prevenir, 
Vleoe  marchando,' sefior. 


AimmxLA. 
¡Qniéu 
Coa  los  braios  Inauir 
Pudiera  su  coranoa 
En  lu  pecho!  Porque  asi. 
Lidiando  con  dos,  tuvieras 
Ese  mas  para  la  lid, 
Aventorando  primero  ^ 

El  mío  que  el  tuyo.      ,  {Abriíarnte.) 

ESCENA  TIL 

SEGISMUNDO.  —  Djcbo^ 


(Cómo  es  posible  suhir 
giiil  dolor,  sin  que  lodo 
Se  pierda,  piMi^la  perdiT^ 

u,nt,zodb/L-.OOglC 


Disfraud o  aventurero,  [iCaiimm.) 

A  qaieii  hUo  tan  Telii , 

O  EQ  amor  6  su  Tavlana , 
,  Coaiiio  dísülchailo  i  mi, 
'  Saca  la  espada;  que  auuque 

Pudiera  maurte  aquí 

Sin  esu  salva ,  no  quiero 

Que  eu  Sera  presumir 

Pueda  que  el  ser  vil  su  ofeau 

diiD  mí  venganza  vil. 

teun.  {^.) 

jQuién  en  «I  mnodo  i  nn  bermaoo 

i:el(W  le  llegó  1  pedirT 

«DaiSTELi. 

.Tente ,  Segiflnundo,  do 

Coaira  él  k  espada  ( ¡  aj  de  mi  I ) 


AFECTOS  DE  ODIO  Y  AHOlt. 
cMSTEiN*.  {Á  CaiimiTe.) 
Decid  TOS,  ;qn¿ha9idoT 


Pues  de  mi 
Tenéis  experiencias  que 
Ño  lo  haré  por  no  reliir, 
Créd  que  hay  cauM  que  me  moeta 
Cnerdamente  i  reprimir, 
Sirndo  qul<tí  el  otemlido , 
Voesira  culera:  y  asi. 
Hasta  ocarion  en  que  os  pueda 
Salisracer,  remitió 
Este  emiieño. 


Y  mas  cnindo  llego  i  oir 
Que  el  orendldo  sois  vos. 
l)ue  es  lo  mismo  que  decir 
Que  sois  el  fiíTorecido? 
Sacad  laespaday  reftid, 
O  no  l:t  saquéis,  que  yo 
Cou  avisaros  cnmpli, 

CAlMMO. 

Para  defenderme  solo 
Lasacarí. 

luntsTEU.    ' 
(Ap.  Ya  es  aqut 
^ecla  el  silencio.)  Detente, 
SegtMQundo,  porque  ea  mi... 
IRiñea  lot  do$.) 

ESCENA  VIIL 


¿QvéeaesluT 

AUmsTiM.  {Ap.] 
Ya  no  es  posible, 
Porque  eami  faennano,  decir. 

TD».:,.  iAp.) 
Como  iba  jr^aniar  en  solfi, 
Qne«IAie  la  sol  en  oii. 

CASiaiHO.  {Ap.) 
Dicha  Alé. 

(UitaDNiío,  {Ap.) 
¡  Qué  ansia !  . 

ADtlTSTEL*.  (Ap.) 

¡Qué  pena! 

CIISTEBUA. 

iQoA  (■  eiloT  digo. 


Esto  es  ir 
Uoo  i'oorir  ;  i  matar, 
Y  aan  00  lograr  el  raoHr  (V«e.) 


Decid. 

Ser  el  tropiezo  de  todos 
'.  La  vida  de  ui)  inrHiK. 
¡  Y  pues  que  para  no  serlo, 
'  No  baj  mas  remedio  que  tin¡ 

El  rostro  i  todo,  quedad 
'  Con  Dios. 

¡  CaitTEMCjt. 


I  Ved,  mirad  ,  oid... 

CASiNrno. 
I  Perdonad ,  que  voy  i  errar 
Cuanto  imeole  desde  aquí, 
{  V  ba  de  ser  mi  primer  yerro  . 

Ni  ver,  ni  mirar,  ni  oír.  ( Vate.) 

caisTEUu.  (A  Tttrín.) 
!  Decid  vos... 

No  digo  ni  bago; 

Que  soy  nn  mirón  tan  vil 

De  los  garitos  de  amor. 

Que  sin  bacer  ni  decir, 
;  Dependo  de  suerte  de  otros. 

Donde  i  merced  de  im  cuairio 

1'raigo  mi  vida  en  nn  (ras , 
:  Y  mi  cjiudal  eo  un  Iris.  { Yt»e.) 

\  ESCEHA  IX. 

¡  CltlSTERNA,  AUniSTEUl* 

CRtsTeH^A. 
En  lia  ,  Anrisiela ,  i  nadie 
He  dice  qué  es  esiot 

AtWISTELA. 

SI. 
Segismundo,  que  conmigo 
Hablaba ,  oyendo  que  (ni 
Dése  ignorado  extranjero 
Presa ,  siendo  él  adalid 
De  aquella  inierpresa  ,  tanto 
Le  aborreció,  ane  al  oír 
Doe  se  ausentaba ,  no  pndo 
Consigo  mismo  sun-ír , 
Sin  qne  la  ofensa  y  mi  ofensa 


Veonase, verle  partir; 
Yasf  ciego..' 


Bien  esti ; 
V  aunque  debiera  sentir 
Verle  exceder  las  licencias 
De  prisionero,  hay  en  mi 
Valor  para  tolerar 
Mayores  quejas. 

*iJnmíi,A.  (Ap.) 
i  Oh  si 
La  vuelta  de'  Casimiro 
Pusiese  &  lodo  esto  flo '. 


CalSTIRRA. 


iQoé  seri  [ ;  valedme ,  netos ! ) 
Lo  qne  me  qoieren  decir 
Este  lance  j  esta  ausencia  f 
¿Pero  i  qnién  mejor  que  i  mi 
EsÜD ,  pues  acalráré 


i  de  dis( 


ir! 


ÍQué  he  de  hacer  ( ¡  ay  de  mi ! )  cuando 
lo  hay  mas  medios T...  —  «Qué  clarín 
Es  este  r  {Toaat  im  clarín.) 


esQENA  Z. 

LESBIA.  — CRÍSTEBNA. 


Si  quieres  ver. 
Señora,  el  mejor  jardin. 
Que  en  los  campos  de  la  aurora 
bosquejar  supo  el  abril , 
,  Por  mas  que  vario  mezclase 
En  uno  y  otro  matíi 
Los  claveles  ciento  t  ciento , 
Los  jazmines  mil  i  mil , 
Ponte  en  ese  mirador. 
Veris  la  esfera  pulir 
De  la  plaza  de  palacio 
El  mas  hermoso  pensil 
De  plomas  y  ije  colores. 
Que  vlA  el  sol  desde  el  turquí 
Campo  azul,  adonde  fénix 
De  la  Arabia  de  zafir, 
O  muere  para  nacer, 
O  nace  para  morir. 
Larecimara  es ,  seBora, 
De  Casimiro,  eo  quieu  vi 
Cifrar  sus  púrpuras  Tiro, 
Y  sus  madejas  Ofir; 
Porque  en  111 


Paramentos,  que  cu  sutil 
Dibujo  ornan  los  blasones 
De  sos  annis ,  siendo  asi 

Que  la  plata  que  di^mman, 
tael  eiron,  y  ¡a  el  perlii. 
Las  planchas  y  los  barrotes 
La  lomarou  para  si ; 
Kn  cuya  correspondencia, 
Nicar  y  plata  vestir 
Veras  la  familia,  siendo... 

.CaiSTERKA. 

No  tienes  que  proseguir 
Los  lucimientos  con  que 
Vendri,  pues  son  para  mi 
Lutos  de  aquellas  exequias. 

ESCENA  XI. 

FLORA.— ClftSTERNA ,  LESBIA. 


No  dejes  de  ver,  señora , 
En  bosquejado  pais , 
'  1  segunda  primavera   . 
._  la  primera  seguir. 
La  caballería  es 
La  que ,  ocupando  el  coofln 
Da|.  lerrerty  deja  al  sol 
Deslucido  de  lucir ; 
Pues  tama  es  la  pedri^ria 
Del  méHOs  rico  lerlix , 
Que  le  tuílte  los  reflejos 
Cobardes,  de  competir 
Por  lo  blanco  \úi  diam 
Por  lo  rojo  los  rubls. 
"'  demás  bagaje... 


Cana, 
Que  parece  que  venís 
Unidas  i  encarecer 
Lo  qne  tengo  de  sealir. 

ESCENA  Xn. 


Un  anciano  caballero , 


,zodb,'GoOglc 


COHEDIJIS  DE  RON  PEDRO  CALDERÓN'  DE  LA  BARCA. 


tíne  de  ana  cirros  kbera 
Se  apea,  pide,  ¡leSora, 
Licencia  <le  bálilaftK, 


|F1 


(itp.  Hoj  mneni 
De  varios  temores  llena.) 
DJle  que  eolre.  {Ap.  í  Ho  bastaba 
Ver  que  una  peua  acababa , 
SÍD  que  empeuse  oini  penal ) 

{VMeNise.) 


FKMiiíCu.  (Á  Arneile.] 
iSois  vos  ei  que  venir  mfro 
De  C^isimiro  enviado! 


Déme  vuestra  H^estad , 
Sefiora ,  i  beaar  au  inaiu>. 
Pues  me  di¿  el  cielo,  do  en  vano , 
Ksu  dieba. 

CBtSTElUI*. 

Levan  Ud, 
Y  decid  lo  que  quereia. 
«aiiRno. 
Ei  gran  duque  Casimiro, 

Caosu  qae  al  verle  sabréis, 

be  federico  retado. 

Con  6U  obligacioD  campllendo , 

Ya  al  duelo  viene ;  j  bauendn 

A  vuestra  corle  llegado. 

No  pur  la  seguridad. 

Sino  por  la  coriesla 

(Pues  bien  claro  está  que  el  día 

Que  hizo  vuestra  Majestad , 

Como  irbilrg  soberano , 

Seguro  el  campo,  no  queda 

Receto  que  temer  pueda ) , 

Por  mi  vuestra  blanca  mano 

Humilde  besa ;  j  en  muestra 

Del  gran  respeto  que  os  ooarda , 

Para  presentarse,  aguarda 

Ssgn:ida  licencia  vuestra. 

Le)  es  en  todo  buen  duelo 

Que  el  (lue  i  resiionder  se  ofrezca , 

Ante  el  arbitro  parexca , 

Donde  salvando  i'l  recelo 

De  que  Otro  salRíi  por  ét , 

De  ser  ét  mismo  presenu; 


Que  solo  iicne  moriito 
Del  empefio  de  su  bonor. 
Sin  traer  en  su  fhvor 
A  nadie,  ni  conmodüo 
Tener  el  pueblo,  ni  haber 
Df  earacléres  usado , 
Pacto  ó  nómina  ,  ayudado 
Del  ilícito  |H>dei' 
De  vaga  superstición .        • 
Y  que  en  las  armas  que  trav 
Ninguna  ventaja  haj'. 
Pues  de  iguales  temples  son. 
Peso  y  marca ;  ti  cuyo  inletiio 
Licencia  de  parecer 
Pide  ante  vos,  para  hacer 
\i.[  usado  juramento. 

GHISTEt:!*. 

Si  pensara  lo  que  había 
De  sentir  el  que  viniera 
Donde  le  hablara  y_  le  vier:i . 
Nunca  la  culera  mia 
HuMera  dado  liipr 
A  que  Je  viem  y  liablura : 
lias  va  que  en  eso  ropaní 
Tan  sin  tiempo  mi  pesar. 
Que  la  licencb  le  nfreieo. 
Le  decid.  {Ap.  Hal  me  reprimo, 
Pues  cuando  huye  lo  que  estimo. 
Se  acerca  lo  que  aliorri-tco  ) 
( Yante  CrUterna ,  LíiMa  s  Flora.) 


SSois  TOS  el  que  liabeis  llegado 
e  parte  de  Casinüro  ? 

AMESTO. 

SI ,  JO  soy. ;  Qué  me  mandáis  ? 
sEGMaoNiio.  (A  Feifriet.'i 
Hablad  vos,  se5or,  primero; 
Que  yo  retirado  espero. 


Que  ei  nrrncipe  Fedei'ic< 
A  recibirle  salió. 
\  puesto  que  no  he  tesiito , 
Noblemente  cortesano, 
Dicha  de  besar  sil  niaun, 
'  je  sea  muy  bien  venido ; 
.  qae  sepa  que  en  mi  casa 
Tiene  lieclio  el  aposento. 
Adonde  servirle  intento , 
Uiéiilras  del  término  pasa 
El  plazo  que  lomar  quiera ; 
Pues  toca  i  su  bizarría 
Dentro  dét  nombrar  el  día. 

Si  Casimiro  supiera 

Sue  liablades  de  salir, 
o  hubiera  ileterniinaiio , 
Átenlo  al  justo  cuidado 
De  bacer  la  salva ,  y  pedir 
LiceíAta  I  Crlstema ,  entrar 
De  secreto.  V  hiendo  asi 
Que  disculpado  hasta  aquí 
Quede ,  en  cuanto  al  aceptar 
Vuestro  hospedaje ,  yo  creo 
Que  le  dé  por  recibido ; 
Porque  ei  orden  que  he  traído 
Has  conforme  1  su  deseo. 
Es,  señor,  aposentaile 
Al  pié  de  aouesa  montaña 
En  sus  tienuas  de  campaña; 
V  asi  habréis  de  iierdonalle. 
Que  en  ella  os  veréis  los  dos. 


A  mi  me  tor.a  hospedar, 
A  él  despedir  ó  aceptar. 
Quedad  con  Uios. 


ESCEKA  XT. 

SEC1SHUND0,  ARNESTO. 


:»  lo  que  vos  me  mandáis? 


Que  de  mi  narle  también 
Le  llevéis  el  parabién 
Ileso  venida,  y  digáis 
Que  por  estar  prisionero, 
No  voy  i  ser  sa  segundo. 

iQuién  diré  soiat 


Alud, 
YcomoMblesea. 
Cbante  tutes  pueda  me  tea , 
Le  decid  ¡  que  hay  novedad 
Que  Importa  traur  lo«  do«. 
Sin  que  otro  delante  esté. 


EBCEMA  XVL 

SEGISlTL'tlDO.  ' 


(Vo«.) 


tCI  que  tan  di 

A  Cas'-'-- 


o  diré 
Le  haga  tegoÍT  y  matar. 
Pues  30  no  puedo,  hasta  d*r 
Vénganla  i  mi  honor,  sin  que 
Le  diga  de  mis  agravias 
Mas  que  la  prisión-  íOníéu  ¡délos! 
Leí  dio  poder  i  kn  celos 
Para  cerrarme  los  labias? 
¡Bueno  es  que  tenga  una  fien 
Licencia  para  agraiiar. 
"  que  haya  de  bonestar 


Yosi 


'.be  a 


Que  la  ruindad,  que  me  obliga 
A  que  otro  la  satisfaga , 
,Vo  lo  es  porque  ella  la  haga , 
Sino  Dorqne  vo  la  diga. 


LESBIA.  —  SEGISMUNDO. 
LEsau.  iApi) 
Aqui  (Sli 
Segismundo. 

sEciSHtmiKi. 
i  Pues  por  qné  , 
Lesbia,  el  paso  tiiercesT  (Ap.  i  Cielos 
A  qué  buen  líeiiii>o  viniera 
Hoy  sn  aviso,  si  puiliera 
Con  él  seguirle  !  y 

Recelos 
De  que  Auristcla  me  vea 
Contigo,  nte  hacen  volver. 


:,  que  Importa  saber 


IDRISTELik.   (Ap.) 

Que  estaba  el  ejnbaia<lor 
Aqui  de  mi  bermano  be  oído, 
V  a  hablarle  y  saber  quién  fué 
Vengo. — Pero  lesbia  esii 
Cotí  Segismundo. 

sFCisao'oo. 

I  VBoya 

jPena  Aúnatela  te  dé; 
Que  no  importa  que  conmigo 

I  Te  rea;  que  ya  su  amor 

D,B,l,z9dty/GOOglC 


AFECTOS  DE  ODIO  Y  AHOR. 


No  es  inor ,  T  en  tu  hfor 
Hi  Tlda  eatl. 

jumsTiti.  (Ap.) 
Vo  lesiigo , 
Avoque  sea  parte  ;  jaei. 
LEKB1*.  (,t;i.) 
Pnes  bobo  otra  ret  de  esiar 
Tía  á  mano  mi  pesar, 
Hi^  sn  Tisla  otra  let.  (Vsw.) 

ESCEHAXIX. 

AURISTEU,  SEGISMUNDO. 


{  Por  qué ,  biso ,  aleve ,  ioüel  t 


¡AbUraao! 
iPoditane  negar  ahora 
fioe  ja  mi  amor  no  es  amor, 
Y  la  Tjda  ea  el  láTor 
Den  ioinsia  (e  traiilora 
EfÜT 

SEGISBUnSO. 

Qae  lo  ri^e ,  do 
Podré  DTKar ;  mas  pudiera 
Dar  iaiisaccíoii  que  Tuera 


Omm 


Onten  de  utisraeer  deja 
Por  vFDnr  BU  queja,  olrj 
U  emrao,  que  no  bace  di 


Has  Hno  coDiigo.  Pero 

*~in  eso  tampoco  quiero; 
^.le  H  hidalsoia  uiuj  cara 
*  que  i  UD  Domlire  ha  de  costar, 

Quejoso  de  una  moier , 

El  quitar  eu  lu  placer 

Los  caudales  del  pe»r. 

israeer  deja 
«  queja,  olrls 
.  jue  no  bace  dms 
Que  echar  i  perder  su  qu^a. 

SECISHDIIDO. 

Aun  bien  que  in  tinnia , 
Porque  OMS  cruel  *e  argoja , 
-ño  ediart  i  perder  li  Uija 
Por  saiiibcer  b  mia. 

ADBISTeU. 

^Porqué? 

SEGISUODO. 

Porque  no  podrí 

AlIBItTELA. 

iPhiinlera  ■)  cielo  no  fuera 

Taa  clara ,  que  anuque  do  quiera , 

U^deWr! 

suaaintiM». 
Tarde  terl. 

iOailTELA. 

No  roncho. 

SaCISIIDNDO. 

iCórooT 
ÁirBifnLA. 
No  sé; 
Qoe  no  tengo  de  abreviar 
Tu  pesar  i  mi  pesar. 


Todo 


eso  es  «nigma , 
■Uafrastndo  en 


Vo  le  vi  eo  ajenos  brazos. 

•  «DBISTEI.Il. 

Vo  te  oi  decir  Tavores. 
Quiíi  tuvo  otra  intención. 

tUllISTCLA. 

Quiíl  tura  otro  senLido. 
Yo  oi  tu  agravio  7  mi  olvido. 

AmitTEÍJí. 

Vo  h\  mi  olvido  T  tu  traicioo. 


¡  No  es  malo  ioiilarme  el  modo ! 

inntsTELA. 
Ni  los  agravios  son  malos. 

ESCEIf  A  XX. 


A  costa  de  cuatro  palos , 
Por  Dios ,  que  lo  he  de  ver  todo. 
(Tecon  ehirmlai,  caiat  g  clarinei 

dentro.) 

aUBISTILA  T  SECISUDHDO. 

tQueeseso? 

TDHIN. 

QnaCasimiTO  ' 
Entrando  viene  eo  palado, 

Y  en  el  siempre  ameno  espacio 
De  su  florido  reüro, 
Cristerna ,  bieu  que  i  pesar 
De  lo  que  lo  ba  de  spuiir. 

Le  ha  salido  li  recibir. 

Y  JO  desetodome  bailar 
Eo  todo ,  sin  que  me  dé 
Hiedo  una  j  otra  alabarda. 
Mequetrefe  de  la  guarda , 
Por  un  lado  me  escapé , 
Como  el  que ,  sin  ser  seüor. 
Entrada  tiene,  no  lanío 
Por  mejor  Ululo ,  cuanto 
Porque  arrempuja  mejor. 
Ya  llega. 

(Vuefiwi  d  toear.) 


■¡  Nunca  llegara ! 


'  ¿Temes  que  oiga  tu  traición? 

,  AUBISTELA. 

{TemolaSBlisraccion, 
Que  no  merecea. 

ToaiH.  (Ap.) 
i  Qué  cara 
I  PoDdrl  Cristerna  al  mirar 
Que  el  soldado  es  Casimiro? 


Aquí  a  ver  j  oÍr  me  retiro. 

ADBISTSLi. 

Vo  i  ver,  oir  j  callar. 

(ReUnnue  al  palle  Amitieia  v  Seglt- 


RICO,  CRISTERNA ,  LESBIA ,  y  m- 
MAS,  y  por  la  otra.  CASIMIRO,  AH< 
NES'fo  T  HDLDikiMis  de  acensa- 
mífltfa.— AtiniSTELA,SEGISllUN. 
DO  T  TlIRIN,  retirado*. 

CniSTEBKA.  {Ap.) 

En  ña ,  fortuna ,  b»s  logrado... 

CASINIHO.  [Ap.) 

En  Gn,  fortuna ,  has  sabido... 

CRISrEKDA.  {Ap.) 

Hacer  qne  el  que  he  aborrecido... 

CASIMIRO.  (Ap.) 

Hacer  que  la  que  he  adorado... 

CaiSTSSKA.  (Ap.) 

Ha  ja  i  mi  vista  llegado. 

CABiaiao.  (Ap.) 
Haja  de  saber  quien  so;. 

caSTsaiu.  (Ap.) 
!  Huerta  llego  I 

CAsivrao.  (Ap.) 
¡Ciego  vojl 

CatSTKRIlA.  (Ap.) 

Qué  temores! 

(Ap.  ¡Qué recelos!) 
Humilde  i  vuestros  pies... 
caisTSanA.  (Ap.) 

¡Cielos! 
;Qné  es  lo  que  mirando  esLoj? 

CASuino. 
Despojo  intes  que  trofeo , 
Yaco  el  duque  Casimiro. 

CBISTCMA.  (Ap.) 

Otra  j  mit  veces  me  admiro, 
renmco.  (Ap.) 
,No  es  el  soldado  el  que  veo? 

SEGISaDKDO.  (Ap.) 

His  Tentaras  dudo  j  creo ! 

AoaiSTCLA.  (A  StgUmii»4«.) 
1  Qnieióte  ja  el  que  le  diú 
Celos? 


Si. 

ADiisnu. 
Pues  I  mi  no. 
LESBIA.  {Ap.  á  Tarin.) 
Esterna  es  el  exiraqjero. 
Que  servia  aventurero? 
TDin. 

Y  sino,  digalo  JO. 

CAStUlHO. 

A  todos  admira  ver 
Que  boT  á  que  era  ajer  no  soj, 
Oonw  El  estas  plumas  hoy 
No  fueran  señas  de  ajer. 

V  para  saUsbcer 
Que  en  mi  Qo  bar  n 
De  mi  fortuna  impo 
j,DlJe  ser  soldado^  Pues 

i  En  quémenli?iQué  rev  no  es 
Un  soldado  de  fortuna  'f 

Mirimt,  letal, 

.      tr  ni  pUTM  fu  mnl- 

Ukevtax.  CiMenin  iba  BUt  >IJa  4B«  Vol- 


,t,zodb,Googlc 


»>Ad1AS  de  1>0M  PEDRO  CALDERÓN  DE  U  BARCA. 


Pero  digo  [lorque  oí 
Si  dichoso  os  ¿Teiull, 
Of  sdlcbado  lo  he  lio  raí  lo ; 
Porque  i  qué  nías  desilichado 
IJue  el  gue  ii  un  Jelirk)  rpndiüo, 
Did  fuerza  al  lialH-r  creído 
l)ae  te  hubiese  üesperiado  t 
A  esle  error  (si  es  que  Toé  error 
Oculiaiioe  dniHie  fuera 
F.\  valor  el  que  me  diera 
Lo  que  imtndiera  e)  valor) 
Causa  dio  vuestro  reiitor; 
Que  viendo  cuín'.o  ofrecía 
Al  que  la  persona  mia 
Viva  ó  muerta  os  entregara, 
Ko  nuise  que  oiro  loiirara 
'l.n  ilícha  que  yo.pcrdia. 

V  asi ,  al  Ter  oué  la  ley  era 
Kxeeiiclnn,  faliú,  no  laiMo 
Purque  i  niachus  lemi . 

V  para  que  no  pudiera 
Dar  nada  lemuí'  en  mi, 
Vos  sabéis  cómo  os  serví , 
Sin  que  vo  os  acuerdr^  que 
Aquí  Segisimioduesté, 

*j|  que  esi¿  Aurísiela  aqui. 

Pues  para  que  sea  verdad 

El  que  os  iiudo  dar  mi  fe 

Vida  y  libertad,  <(ucdé 

81n  vida  v  sin  libertad : 

Eli  cuya  felicidad 

Todo  mi  viili  viviera , 

Ki  i  mi  honor  tal  vo/  no  diera 

He  Fetli'tiro  el.ialor. 

Que  me  olili|;a  á  que  mi  honor 

Le  rpspoild»,  aunque  ño  quiera. 

V  pues  fe  a  vos,  á  él  y  á  liins 
lie  ser  yo  lia  de  dar  mi  vida , 
Séaulo'üiia  y  otra  herida 
Üii«  he  ri-eibido  por  vos. 

V  si  al  dni'lo  de  liis  dos 
■   lie  di- juranio  irjer 

Ventaja,  déjase  ver 
En  que  no  la  tiaerA ,  creo . 
Quien  viene  con  mas  deseo 
De  morir,  que  de  vencer, 

CniSTEHÜt. 

De  Catimiro  ofemlidn   ' 

V  de  un  soldado  ol>IÍgada, 
.    Tinto  i»ntra  el  uno  airada 

Cuanto  al  otro  sBradecida, 
También  estuvo  mi  vida 
Ayer!  mas  huy  viendo  ¡ay  Dios! 
Que  el  uno  y  otro  sois  t  os , 
No  hallo  mérito  en  ninguno. 
Pues  no  obliga  como  uno, 
l}uien  ofeude  como  dos. 
y  dejando  el  ceüo  duro 
(km  que ,  Casimiro,  os  miro ; 
Pnes  ya  como  Casimiro 
Kn  te  eslito  de  mi  se);uro. 
Como  toldado  procuro 
ColpanM,  sin  que  liajeza 
1>aK«»  de  mi  emndi'za ; 
Poet  dedtrada  en  mi  dai^o 
Fineía  que  híui  dii  engaño , 
Ni  e«  e^jalto  ni  es  linexa. 
Demás,  que  si  alguna  hicisteis, 
Ui  valor  desempuiiasteis 
Con  los  pni'stos  que  ocupasteis, 
Los  honores  que  adi)uirisieis  : 
Laego  si  ya  conseguisteis 
Su  premio,  y  ccn  él  se  aleja 
La  obligación,  libre  doja 
Kl  campo  i  mi  indignación 
Pues  pagué  la  obligación, 
para  que  cobre  la  ciucja. 


ivuu  cosa  es  ijiii:  tuii,  COnniigO 

Doble ,  oséis  hacer  (|ue  viva 
Tan  ciega,  que  el  bien  reciba 
De  mano  de  qii  enpmigu, 

Y  que  á  un  IVeni-sí  testigo 
lie  vuestro  destieho  hagáis , 
Siendo ,  cuando  publicáis 
El  ün  con  que  me  servís , 
Allá  domlele  liogis, 

Y  aqui  doiidu  os  despeñáis? 

Y  pnes  es  fuerza ,  al  miraros 
A  vos .  de  vos  distinguiros , 
Casimiro,  he  de  admiliros. 
Soldado,  be  de  castigaros.— 
i  Hola! 

ESCENA  XXIL 

Soldados.  —  Dicnos. 

iQué  quieres! 

caiSTeimjk. 

Mandaros 
Que  al  que  mi  seguro  he  dado , 
Goardcis,  no  al  que  me  ha  engai 

Y  pues  en  uno  i  dos  mira . 
,  Rcspeíando  i  Casimiro, 

Prended  i  aqui'&-  --'-'"'- 
I  (Ap.  Resta  maneo  ni>  <j 
I  Si  el  duelo  estorbar  pui 
.  Que  aunque  aborrcíco 
I  Ko  sé  si  sienta  su  muer 

-  Daos  á  i>r1sion. 


Pues  tampoco  el  fuero  guardas 
Del  seguro  que  prometes. 


I 

Quiíi  la  queja  de  en  tunees 
Éa  esta  duila  se  vuelve. 

CKi<TEn:i*.  (Ap  ) 
Ya  sé  porqué,  y  ito  bago  mocho, 
•    Une  hi  mismo  me  acontece 
'  b.n  ciarlas  sospectias,  que 
I  !>e  ganan  cuaudo  le  pierden.  — 
'  i.  Pero  qué  esjieraist  Haced 

(A  lo*t»lia¿M.) 
Lo  que  os  mando. 

sEoiSHDmo  T  rcDEaico. 
Nadie  llegue. 


e  soldado. 


I  Delené"s, 

i  V  nadie  á  él  llegar  inleiile 
'  Sin  que  primero  me  mate 


Si,  señora,  porque  el'dia 
!  Que  vino  de  mis  carteles 
i  Llamado,  me  loca  i  mi 

!  (O  pese 
i  Salier  q 

Que  sel    ., 
[  Del  seguro  que  lirmc. 


I  Vo  tío  prendo,  siloadiii'rtes, 
I  A  Casimiro,  sino 
I  A  un  traidor ,  soldado  aleve , 
Que  me  ofende  j  que  nic  engaña. 

i  FEDERICO 

I  Hl  mismo  argumento  es  ese ; 

?ue  no  ileDendo  lam|ioco 
o  al  soldado  que  te  ofende. 
Sino  i  Casimiro,  que  es 
Quieo  de  mi  llamado  viene. 

{Adelántate  StgiimaiHr.) 


Y  yo  í  tu  lado .  en  tan  noble 
Demanda ,  es  justo  que  arriesgue 
■  Hmior  y  vida. 

I  A  mi  y  todo 

I  Toca  *  su  lado  iinncrme. 
I  Pero  iqué  criado  hace 
I  Lo  que  le  toca  * 
-;  í\miitt.t.it.  (Al  paño.)   ■ 

I  PendUnte 

I  De  igual  trance  estoy. 

cniSTEn:A  {A  Segitmando.) 

Rl  fuero  i  romper  te  atreves 
De  la  prisión! 


ipeflos 


Bien  pusiera  ambos 
Vo  en  psx  con  dejar 
Porque  de  una  vez  t 
lino  V  otro  enojo  venjíues; 
Mas  ño  me  aireio,  sefiora. 
Porque  temo  que  i  I  guien  piense 
Que  es  por  excusar  rl  duelo; 
Y  así  (^  fiinoso  |>onerme 
Ed  defensa. 

Alliel  caballo, 
Seüor,  que  trajiste  tienes  : 
Poiltf  en  él,  pues  en  falt.-indo 
Tú,  no  hay  riesgo  que  no  cese.  (Vo**.) 

Dices  bien ,  y  no  es  huir 

Aiiuest»  cobardemente ; 

tjue  quien  por  lidiar  no  lidia , 

Solo  rxtmña  el  que  se  cuente. 

Si  hav  quien  huyó  de  cobarde , 

Que  hay  quien  huvade  valiente.  <1'Mf.) 


1 


(VWA) 

Sean  ustedes 
Testigos,  que  h;iy  uno  que  huya, 
Y  lacayo  que  se  quede.  {Vbsí.) 

CRistehia. 
Seguidle ,  á  pesar  de  entrambos , 
Hasta  matarle  ó  prenderle. 


Su  orden  obedes 


{rinde*!  \ 


No  os  quiero  tan  obedientes, 

ICsperail,  no  le  sigáis 

(¡Ay  de  mi  iofelii!),  queese 

Es  a  quien  mi  honor  la  vida , 

Lilierlad  y  fama  del>e. 

Pero  ¿que  digo!  Seguidle; 

Que  es  también  contra  quiea  tiene 

Hecho  mi  honor  hooienaje. 

{Adelíalate  Aurittela.) 


IbvCiOOgle 


iVo! 

CMnGBNIl. 

Si.  iHws  abaUdamente 
Colúrde,  llmida,  humilde. 
Ño  osaste  decir  quién  fuese 
Quien  prisionera  te  trajo. 

.  jlDBISTtU. 

Si  cnando  tu  indulto  tiene 
Nu  eslá  seguro ,  i  qué  fuera 
Caaitdo  DO  le  teoiaT 


Naecbes 
A  perder  el  ejemplar 
Deque  callen  las  mujeres; 
Qoe  si  JO  tengo  la  culpa , 
Podri  ser  que  jo  la  enmiende. 

¿CómoT 

acaisTEU. 
Elel^Glolo.dlga. 
ÍAp.  Pues  su  íjiuilia  j  su  gente 
Es  roer7j  estar  i  mi  ónlen.) 

caisTEKNA.  (A  lot  $oUaÍci.) 
Tenedla ,  no  inllel ,  no  aleve 
Tanto  séiiuilo  amotine. 
Has  dejadla ,  qur  üv  pierde 
Tiempo  de  segnirle  i  él, 
Y  DO  M  justo  que  se  ausente 


AFECTOS  DE  f^DTO  Y  AMOR. 
No  es  dcil  que  nos  encuentren, 
Esperemos  algún  ralo 
Que  loa  caballos  iKenIcn. 

SECISNUNIMI. 

Bien  lo  han  menester ,  según 
En  su  lijereza  exceden 
Al  mismo  viento. 


;  ignal  fineza. 

I  SEGISIDüDO. 

I  No  tienes         * 

'  Qu"  agradecerme  i  mi ;  pue« 
Él  dia  que  sé  quién  eres, 

Y  que  tus  jerros  doró 
Amor,  es  fneraa  que  cesen 
Todas  mis  quejas. 

lEDKaiCO. 

Ni  á  mi ; 
Qae  nadie  1  mi  me  agradece 
LO  que  me  debo  á  mi  misino. 

Y  porque  veas  que  tiene , 
llalHT  dicho  que  paremos, 

;  Sei^nida  intención,  alieiide. 
i  Yo.  Casimiro,  he  pensatlo 
'  One  no  es  jiisio  que  se  cuente 
i  Ni  que  yo  desafié, 
I  Ni  que  tñ  saliste ,  j  piense 
I  Algún  cobarde  (que  nunca 
I  Piensa  mal  el  que  es  valiente) 
i  Que  agradecidos  quixi 
1  A  laníos  inconvenientes , 
Yo  me  quedo  sin  reitir, 

Y  tú  sin  reñir  te  melves. 

¡  Y  asi ,  pues  que  Segismundo 

Efi  quien  es,  v  nadie  debe 
I  Mas  (lUe  él  mirar  por  tu  honor 
¡  ¥  mi  honor ,  -que  esté  présenle 
I  Poco  importa .  puea  podrá 


(Vau 


M.) 


Dejad  que  se  va\a  v  II 
Consigo  uiia  contusfoni 


Qoe  i  mi  me  deis  un  caballo; 
Pves  halliudome  presente 
Yo  al  empello  de  seguirle 
Y  al  duelo  de  dffeaderle , 
Probaré  entre  dos  ah'ctos 
Tan  poderosos ,  tan  fuertes 
Como  odio  V  amor,  en6l  es 
El  vencido  o  el  que  vence. 

(VoWf  Critterna  y  Itt  toldaiot.) 

^Írnosla  todas,  no 
Hoj  b  dejemr- 


Si  buMese. 
Un  segundo.  Con  quien  jo 
Sacar  la  espada  podiese. 
Nunca  sin  reñir  mirara 
Heñir;  mas  puesto  que  haiierle 
No  es  posible,  seré  de  amhos 
Padrino ,  que  i  partir  llegue 
1^  sol,  y  las  armas  mida. 

Aunque  mi  valor  suspende 
Seros  deudor  de  fineta 
Tan  hidalga ,  me  parece 
Que  no  falto  .al  ser  quien  snj 
Hlñendo  con  vos  ,  pues  pende 

pada  j  mi  pecho  es  este. 

FeoEKtco. 
*  mi  pecha  j  mi  espada. 


Detente. 
Déjale  que  se  levante. 

CAS)«R0. 

íTú  lo  que  be  de  hacer  me  adviertes! 
Contigo  riliera  ahora 
Mejorque  con  él,  mil  veces,  —     _ 
Levantad  j  reparad         {Afedmee.) 
l>el  acaso. 

FEDERICO. 

Nada  del>e 
Va  vuestro  valor  al  mío. 
Ciksiaiao. 
No  esto  agradecido  os  muestre : 
Que  lo  que  me  debo  i  mi , 
Nadie  i  mi  me  lo  agradece. 
V  pues  sé  que  no  desluce 
Al  valor  el  accidente. 
Volved  i  reBir. 

FEDEIICO. 
Si  haré, 
Solo  para  del^Klenne. 

ESCENA  XZT. 

AURISTEU.  — DicBOS- 
AOHiSTEiÁ.  {Denlro.) 


Siüados  somos. 


Retirado  aitio,  donde 


Pues  yo,  porque  no  me  lleve, 

r.omo  al  que  mira  jngar , 

El  afecto  de  la  suerte. 

La  espalda  os  \-uelvo.  Reñid. 

[Vuéáeletla  etpalda,  griñe*  let  i»i.) 

Cjtsmino. 
i  Qué  animosa ! 

FEpeaico. 
i  Qué  valieule ! 
i  Vilgime  el  cielo !  (Cae.) 

tEGlS«i;iDO. 

iQu^  ha  sido? 


Dejad  el  duelo  pendiente , 
Puestos  los  tres  de  una  banda. 
(Solí  Auriitela.) 

ADHISTELA. 

it^tra  quién  es  lodo  esc 
iJltimo  esfuereo ,  si  soy 
Quien  en  vuestro  alcance  viene 
A  dar  un  medio,  con  que. 
Antes  que  Crísterna  llegue 
Con  tanla  gente  que  no 
Es  posible  defenderse', 
CesoelempeñoT 


iQoédi 


iQué  pretendes? 

ADBIStlLA. 

Que  Casimiro  coproigo 

Se  venga ;  que  yo  sé  en  este   ~* 

Monte ,  cóm«  quien  en  él 

Tuto  alojada  su  gente , 

Seguro  paso  i  la  raya. 

V  como  éi  solo  se  ausente , 

Contra  quien  es  la  ojeriza 

De  Crisienia ,  es  evidente 

Que  dlciéndola  los  dos 

Que  ya  está  eu  salvo,  se  temple. 

I.0SBOS. 
Dice  bien. 

ÁDBISTELA. 

Venie  conmigo. 


k  mi  pesar  le  obedece 

Di  amor ;  que  cnmulldu  el  duehí 

fie 


ntaytli 


OOgU 


CUHEMAS  DE  DON  PRDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


Morir ,  ti  el  medio  que  tietie 
£t  que  DO  se  vengue  nunca , 
Es  perderla  para  siempre. 

(Vmuc  ¡ot  do*  beriBanot.) 

ESCENA  XXVL 


Allí  estin  :  llegad ,  soldados, 
Vnadle.tisedefieode, 
Qaede  con  tida.  . 

Lafiesu 
Seri  bo;  de  Iw  Inocentes. 

Teiitn,  uBora ;  qne  si  es 
Casimiro  de  qnieo  quieres 
Vengnrie ,  ja  no  es  posible. 
Pues  ya  penetrando  el  Herque , 
Habrá  llegado  i  su  raja. 
Si  soj  TO,  i  tns  plés  me  Ueneti 
Cumplida  la  oUigacion, 
Primero  de  deSüaderie , 
Oeipaes  de  reBIr  con  él , 
Porque  escnipulu  do  qnede 
En  su  honor  ;  el  mió. 


Ysiyo 
So;  en  quien  vengarte  emprendes, 
Aqal  estoy ;  que  no  le  ia 
Quien  i  la  prisión  se  Tuel*e. 

caían  RPi«. 
Si  bnhiera  de  mis  rauwes   . 
La  cólera  que  me  enciíaide 
Satisfacer  ioj,  no  lia; 
Hartas  vidas  en  dos  muertes. 
Y  asi,  para  no  quedar 
Hat  veogada ,  es  mejor  qaede 
Bien  quejosa. 

BSCEITA  XXm 

AURISTELA,  CASlHIftO.  — Dkhoi. 
UStalBO. 
Qne  bas  perdido 
La  senda ,  Aurisiela ,  advierte ; 
Pues  en  ve«  de  que  dé!  huyas, 
Hiela  el  peligro  te  vnelres. 

AOMSTEUl. 

No  be  perdido.  ¡Quél  ^pensaste 
Jrigrato ,  tirano .  aleve , 

ge  DO  babias  de  pasarme 
libertad  qne  me  ^besT 

1  Pues  dónde  me  traes  T 


ffser... 
Prosigue ,  4  qné  te  suspende  T 


ADMsrcLH 

Desia  snwte.  — 
Ikllo  prodigio  del  mrUAAVrüUma.) 
Alto  honor  de  las  mujeres. 
Que  hicieron  sabias  ;  altivas 
Tus  victorias  ;  tus  lejes  : 
Corrida  de  que  baldones 
Hi  silencio,  porgue  llegue* 
A  ver  si  de  tu  venganza 
Ui  valor  la  suya  aprende, 
A  Casimiro ,  mi  berma  no , 
Prisionero  es  bien  te  eptregue. 
Donde  no  es  posible  ja 
De  tus  armas  defenderle 
Nadie.  Y  porque  teai  si  té 
Venganne  iutea  que  te  vengues. 
Mírale  puesto  1  tos  plantas. 

CASiniRO. 

V  en  ellas  es  bien  que  [^nse , 
Ri  tengo  de  qné  qnejarme, 
O  tengo  que  agradecerte , 
Pues  me  da«  la  vida,  cuando 
Piensas  que  me  das  la  muerte. 

REGISHDiniO.  (Ap.) 

¡  Quién  creyera  que  Aurislcla 
Tan  grande  traición  hiciesa  1 

nnnico.  {Áf.) 
Vengativa  una  mqjer. 
No  babri  crueldad  qne  no  intente. 

TOE,».  (Ap.) 

Si  esto  tenia  guardado 

La  que  calló  mas  prudente , 

i  Qué  bay  qne  fiar  en  las  que  babiaa  t 


tAp.  ¡  Ay  de  mi ,  kifelix  I  qne  al  verte 

Segunda  vei,  del  amor 

Y  el  odio  la  duda  vuelve. 

El  empeña  qne  be  traido, 

A  castigarle  me  mueve; 

Mí  nbli^cloo,  i  amoararle. 

;  Quién  un  medio  hallar  pudiese 

A  lodo  t  Mas  todo  el  tieoipo 

Lo  ha  de  hacer.)  Marche  la  gente 

A  la  corte. 

AOUSTEIJl. 

Antes  que  marche. 
Permíteme  que  le  acuerde 
Que  i  quienle  dé  muerto  ó  vito, 
Tu  mano  ofrecida  tiene*. 

.  CaiSTESHA. 

;  Cómo  puedo  yo  negar 
Mi  homenaje! 

AUHISTELIL. 

Luego  rteoe 
A  ser  mia,  pues  yo  soy 
Quien  te  le  entrega. 

niSTTBIIit. 

i  Quien  puede    ■ 
Dudarlo!  Y  mas  cuando  cslá 
Tan  bien  i  mis  altiveces , 
Que  cumplida  mi  palabra , 
En  mi  libertad  me  quede. 

ADSISTKU. 

Pues  si  ya  lu  ntano  es  nia, 

¿Qué  hay  para  que  i  darla  esperes! 


Yo  ta  doy. 


Caslndose  dos  mqierest 

Y  snpueUO  qne  ]«  e«  mi» , 
Sin  qtie  nadie  el  serio  niegw. 
Llega,  Casimira,  toa& 
Esta  mano. 

CHISTE  IIU. 

i  A  cao  te  atreves! 

Si,  qne  en  lanM  es  mía  una  Joya, 
En  cuanto ,  si  bien  lo  advienes. 
Tengo  el  uso  della ,  y  puedo 
Dlrsela  i  qnlen  yo  quisiere.  — 
Llega,!  qué  esperas! 


CU)  al 


No  sé 


Cobarde  llego  i  (ocaria. 


Pues  00  ea  de  quien  |< 
Sino  de  quien  le  la  adquiere. 

Y  pues  que  mis  vanMade* 
Se  dsD  i  partido,  puedes, 
Lesbia ,  borrar  de  aqud  libro 
Las  eiencinoes.  Estése 

El  mundo  como  se  estaba, 

V  sepan  oae  las  mujeres , 
Vasallas  del  hombre  nacen ; 
Pues  en  sus  afectes,  siempre 
Que  él  odio  y  amor  compiten , 
Es  el  amor  el  que  vence. 

tnaiK.  (Ap.) 


CUIHlMt. 

Pnes  porqne  con  mas  aplana 
Aquesta  acción  se  celebre, 
Auríslela  y  Segismundo 
Se  den  las  mauos. 


Bien  puedes, 
Segura  de  que  tus  celos 
Fueron  engaño  aparente, 
En  orden  que  Lesbia  habla 
De  librarme. 

AURUTCU. 

No,  no  tienes 
Qne  disculparte  i  que  uoa 
Cosa  es  que  dama  me  queje , 
Y  Olía,  esposa,  desconfíe. 

Pues  soy  (luien  lodo  lo  pierde , 
La  dicha  siquiera  gane 
De  merecer  ofrecerme 
Por  padrino  de  ambas  bodas. 


Diciendo  todos  qne  siempre 
Que  el  odio  y  amor  compitea. 
Es  el  amor  el  qne  vence. 


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TAMBIÉN  HAY  DUELO  EN  LAS  DAMAS. 


DON  FÉLIX. 

DON  JUAN. 

DON  PEUHO. 

DO.V  FKKNANUO,  nejo. 

TRISTAN.Jt»^. 


W*0».¡aeayi>. 
VIOUME.dana. 
LÜONOR ,  iama. 
ISABEL,  erfodu. 
INES.erfadd. 


IHW  ALONSO,  titíe. 

V.\LUQ,crittio. 

Alguaciles. 


JORNADA  PRIMERA. 

,  Sala  en  «tu  de  Don  AIodm. 
ESCERA   PRIHERA. 


nOLAUTI. 

Llega ,  babd ,  esa  luz. 
40tn  m  k  Urie  vuelves  t 

TIOLAItrE. 

Y  no  te  parezcan  oiucbus 

ülra  Tei  j  oirás  mil  vecM ; 

Que  un  papel  discmo  es 

Amigo uo  elocuente, 

f>ue  aiemprc  esti  deleitando , 

Por  mu  que  esij  liablaiiJo  siempre. 


Quien  aleí 
Üieieodoi 


ffar%  no  aabes  (jne  el  iilionw 
Ue  aiiKir  Uo  corlo  es ,  tan  tírete  ■ 
Oue  i  cuarrn  luces  lio  niU3# 
Se  reluce!  Porque  [ii-ne 
Cosas  de  música  amor. 


¿Deja  nn  templado  íngtrumenLo , 

De  souar  armouIoM, 
Porque  nn  b>  )f)rerenci<-n 
C»da  vez  las  fauíaslas? 
iDeja  el  ruiseílor  alegre, 
'    Porque  no  mude  de  leira, 
Deser  dulce?  El  aura  l.'re, 
rorque  el  conipu  de  las  liojas 
L*t  etiowilat  no  la  meque , 
J>e)*  de  s«  tpacIbleT 
Kl  crUtal ,  caja  corriente 
flho  trastea  de  emeraUa 
AoneBí  gnfia,  aquel  césped , 
i  Deja  4e  correr  sonoro, 
rwquea 


Un  mismo  aceoioTNo:  IU9) 
Bien  en  metafor»  puede 
Ser,  de  música  un  papel. 
Suave,  dulce,  cuerdo  y  breve, 
üicieiido  siempre  una  cosa , 
SI  Cbo  ella  agrada  siempre , 
A  ejemplo  del  tiisirumenlo. 
El  aura ,  el  ave  ;  la  AieuLe. 


Pues  convénceme  con  él. 
Ya  que  sId  él  me  convences. 

VIOL*llTB.{Le<.) 

•  Hlblen. .  ■ 

¡Teniisima  cosa! 

No  cou  falsedad  empieces 

Va  ft  murmurarme ;  que  aunque 

No  te  agrade ,  do  lias  de  hacerme 

Desconriar;  que  bien  lé 

Que  el  mas  entendida  suele 

SiT  Trialdad  d«  quien  le  oye 

Sin  la  acción  de  quien  le  siente. 

{(^e.)  •  Su  término  it  que  llegar 

•Todas  las  pasiones  tienen  ¡ 

>Y  asi  su  lénnlno  luto 

>La  paciencia  de  un  ausente. 

•  Y  pues  sin  verle  no  bu;  vida, 

•  Aunque  tras  la  vida  arriesgue 
■  El  enojo  de  mi  padre  , 
iHafiana  partiré  i  verte. 
■Porque  NO  sepan  de  mi 
•Tamos  como  lo  pretenden , 

•  A  la  casa  de  Don  Pedro 

•  De  Mendoza  Iré  í  ser  huésped. 
•Slmoncilio  í  prevenir 

>Vai  los  dos;  mas  cuando  llegue 
•El,  ja  habré  llegado  To, 

•  Con  la  veotaja  que  adquiere 

•  El  que  vuela ,  del  que  corre. 

•  Esta  advertida ,  si  ojeres 

•  1.a  seña.  El  ciclo  te  guarde 
•Mas  que  i  diI,i 

Aunque  me  moirjrs 
De  necia  de  primer  clase, 
Dime ,  ;bicia  qué  parte  tiene 
Lo  discreto  este  papel. 
Si  su  estilo  ed  tan  corriente , 
Que  pudiera  haberle  eacriio 
A  Kari'Hernand»  Juan  pereif 
Cuando  esperé  To  que  baliia 
De bsber muchísimo  fénix, 
Ctu  descrédlK.s  brillantes , 
Falsedades  reftilgentct, 


VI  o  une. 
Imprudente, 
El  que  quiere  lo  que  dice , 
Es  quien  dice  lo  que  quiere 
Sin  mas  retóricas  (rases  ¡ 
Porque  en  amiir,  aolameut« 
Es,  quien  siente  como  escribe. 
Quien  escrÜK  como  siente. 
Ü  sabes  que  la  ocasión 
De  vivir  *u  padre  enfrente , 
Hallándole  a  todas  horas 
Tan  ano  ;  tan  asistente , 
Hizo  en  mi  ferdad  aquella 
Canción  que  repetir  sueleo  : 
Juntó  á  miíttta  viiÁa 
Porque ma» cerca  muriete; 
Si  sabes  que  aunque  al  priocipio 
Siiiti¿  mis  iras  crueles , 
El  amistad  Ue  su  hermana 

ÍA  qul«n  Mtimci  de  suerte , 
|ue  es  mitad  del  alma  mia) 
Supo  hacer  mañosamente 
Que  declarara  en  lavo  res 
Lo  que  afeclilia  en  desdenes ; 
Si  sabes  que  el  no  casamos 
Es  porque  su  padre  qniei« 
Casarle  con  Laura ,  i  quien 
El  resl>>jó  inles  de  verme  ; 
Si  sal>es  que  en  este  estado 
Fué  fuerxa  ausraiarse  Félii, 
Poraue  en  la  casa  del  juego 
Dio  1  un  caballero  la  mnerle, 
y  su  padre  retraído 
En  uu  convento  le  tiene 
Fuera  de  aquí ,  p'ir  temor 
Oe  muchos  nobles  parientes 
Del  muerto,  y  por  la  justicia; 

V  ai  sabes  Snalmeiile 

One  ÍL  pesar  de  tamos  riesgos. 
Peligros  é  locnn  venientes , 
Viene  por  verme  nn  mas , 
jQué  mas  discreto  le  quieres? 
Venga  la  Qnexa ,  j  venga 
En  el  traj^  que  quisiere ; 
Q^ie  mejor  élpeor  vestida . 
No  es  esencia,  es  accidente, 

Y  Ím|>OTta  poco  el  estilo. 
O  yérrele  ú  no  le  yerre  ■ 
Que  nada  yerra  un  ornante , 
Como  la  nneía  aderie. 
iQué  dljistei  Simoncilio* 

Ahí  fuera  esU. 

VIOLARTE. 

Díte  que 


bvGooglc 


134 

Qiie  temprano  es  para  qiic 

Mi  padre  *qiii  punila  verle, 

fneaio  que  de  aquestas  iiuclies 

La  prolyldad  iiíMeiie 

&a  coaversaciuii  <ti>  aniigns. 

C8CEHA   It. 

SIMÓN.  — VIOLANTE,  ISABEL. 


.  Ya  ja  acosaba  (mpaciente 
La  mora  de  la  licencia , 
Y  bien  mora,  pues  hacfrmp 
l>i>sbjuüur  pretendía, 
Uila  ti  adorne  que  bese 
li  el  itorno  del  jazmín , 
O  la  azucena  de  nieve. 


Del  inelo  alia.  jCómo  víeties! 


Kaj  canudo ;  que  be  venido 

Caballero  en  un  arenque 
Ensillado  y  eulrenado , 
Tan  Qaco  pecador  débil. 
Que  en  cualquiera  leotacion 
Caia  nuj  ñcilmeBle. 


Frnisimo  Imperlineole, 
Paea  de  paro  enamorado   ' 
Ni  anda ,  ni  come ,  ii¡  bebe , 
Como  el  caballo  de  Vamlu. 
Tan  Sjo  tu  nombre  lieoe 
En  EQ  memoria ,  que  un  día , 
Como  de  caza  viniese 
Con  unas  perdices,  dijo  : 
(Hat,  Sioion,  para  que  cene, 

Sue'me  asen-eaas  Violantes.! 
Ira  vez  entrando  á  verle 
El  padre  prlgr  :  ■  Arrastra 
( He  dijo  muy  Impaciente ) , 
Necio  ,  una  Violante,  en  que 
Su  paternldiit  se  sfente.* 
tiolaute. 
Aunque  »on  locuras  luyas 
Las  que  por  suyas  me  vendes , 
No  me  ha  pesado  de  oírlas. 
Toma  esta  sortija,  y  vete      (Dátela.) 
Antes  que  tenga  mi  padre. 

Y  dir&sle  { cuando  llegue 
A  la  casa  dése  aniiHO, 
Adonde  viene  ík  ser  huésped) 
Que  ya  vo  quedo  advenida , 

V  i  cualquiera  liora  que  fuere , 
Haga,  la  seña  en  la  calle. 

Vivas  00  millón  de  meses. 
Todos  mayos,  sin  que  tenga 
Que  Ter  coo  ellos  diciembre.  ' 

Alumbra  y  cierra  ,  Isabel. 

iAy,  Simón ,  lo  qae  me  debes 


llOHf  IIIAS  DG  UON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


tEsA'mi, 


Es  achaque 
De  loüas  las  Isabeire , 
Suspirar  i>ot  alhajados. 

Rngjiñasle ;  (jue  si  atiendes 
A  que  vo  quiero  pedirle 
Que  i  mi  ¿  guardar  me  la  dejes 
No  es  por  codicia ,  sino 
Porque!  toes  no  se  la  lleves. 
La  criada  de  Leonor 
Tu  >m.i ;  que  sé  que  la  quieres 
Mas  que  á  mi. 

Pues  porque  veas 
Cuinto  tos  celos  te  mieotea , 
No  te  he  de  dar  la  sortija  ; 
One  quiero  sallsfacerte 
Con  el  desaire  de  que 
La  vea,  V  no  se  la  entrefpie; 
Que  por  lo  demás  ■  ya  llú 


Buena  no,  mas  tofi cíente  : 
La  que  basta  por  ahora. 

{Vatue  lot  dai  eriaáet.) 

S'%  amor,  qué  poco  me  debes' 
igolo,  purque  viniendo 
A  tanto  riesgo  Don  Félix, 
Me  lia  alegrado  su  veoida ; 
Siendo  asi  que  intes  ponerme 
Debiera  en  desconflsnu 
El  peligro  i  que  se  atreve, 

SUB  no  en  agraileei raleólo, 
as  (quién  en  el  mundo  tiene 
Mácia  el  caríi'io  el  arpcLo, 
Cuando  hiela  el  temor  le  tuerceT 
Venga  Félix,  y... 

{Suena  ruido  4e  etpailai.) 

EBCEKA  m. 

DON    FEKNANDÜ.,    LEONOR,    DON 

PEDRO,  DON  JUAN  t cents,  </»- 

Ir».— VIOUNTl!,;<fe«pii«t,lSAREL. 

-DON  reBRiHDO.  (Detitrt.) 

Traidor, 

Vo  (abré  darte  la  muerte. 

LEOüon.  {Deairo.) 
jAy  iufelice  de  mi! 

vtOLAint. 
¡Qué  escucho! 

DoiKBRO.  {Denlro.) 
¡Cielos,  valedmel 


¿Qué  es  eso,  Isabel! 

Que  apa  na* 
Salió,  cuando  Intes  que  cierre 
La  puerta ,  escuché  en  la  calle 
Voces  y  espadas; y  al  veinie 
Con  luz,  malindola  un  hombre. 
En  nuestro  portal  se  mete 
Con  otro  bulto  en  los  brazos 
Due  uo  dislingo  :  de  suerte 
Que  atropelUndonie...  Pero 
El ,  señora ,  basta  aqui  vieoe. 

ESBENA  IT. 

DON  JUAN,  CM  LEONOR  deiM^ad^ 
en  bratM ,  y  ¡a  etpada  demuda.  — 
VIOLANTE,  ISABEL. 

K»  muí. 

VtoUote .  prima ,  seSora , 

Los  precitos  accld^tes 

No  dan  lugar  al  respeto. 

Perdóname,  si  í  airevenne 

Llego  i  tu  casa ,  cuando  elU 

Sola  ser  sagrado  puede 

besta  difunta  hermosura ; 

Qoe  el  ver  que  tan  cerca  eocDenlre 

Abierta  lo  puerta,  es 
I  La  disculpa  qne  me  ofrece 

Mas  i  maoo  mi  desdicha 
,  Para  que  llegue  i  valerme 
i  Delta  y  de  ti.  Por  ti  misma, 
I  Y  lo  que  1  tn  sangre  debes , 

Mira  por  mi  honor  v  vida, 
I  Y  hai  que  esta  beldad  se  albergoe 
I  V  repare  aqol  esta  noche ; 

Que  yo...  es  preciso  volverme 

A  socorrer  un  amigo  - 

Qoe  dejo  empegado. 

{Pene  á  Leener tabre  unatolmekattat.) 


No  es  posible 
como  con  vida  quede, 
le  volveré  i  buscar. 


VIOLANTE,  ISABEL;  LEONOR, 


Cuchilladas  eo  la  calle 
May.  {Sí  raí  desdicha  l\iese. 
Que  hubiera  llegado,  donde 
matasen  6  prendiesen! 
,  eniTi.  (DfliA-o.) 
Fuen.— Téoganse.  -j.  Qué  es  esi 

Do.tiuMi.  (Oenin).) 
Be  de  entrar, 

(SaUhahelaivtlada.) 

¡Jesús  mil  veces! 


Paea  Haja  k  ceiVar  la  puerta. 


Infelii  beldad ,  i  quién  eres  T 
Mas  i  ay  infella  Iqoe  yó 
Lo  soy  también,  cuando  i  verla 
Ll^o  aal,  ¡Leonor,  amitta. 
Til  en  rol  casa  desta  suerle ! 
¡Tú  sin  alieolo  y  sto  vkia  t 

-  (V%elMltabel)     • 


Va  por  lo  ID 


dbyGooglc 


TAUBIEN  HAY  DUELO  EN  LAS  DAMAS. 


lemer  qne  otrO  entrarl , 


« lemer  ai: 


Aunque  consueles 
10  poilr^  otro 
I  y  roas  venteóle 


Leonnresla  dama 
A  quien  mi  primo  pretieiie 
Mi  casa  para  sagrado 
De  tas  ¿esdichas. 


Haber  sncedido  ? 


El  pregcDlt  que  no  tiene 
Linile.  Puede  haber  sido 
Cuaoiob(T  que  ter.  Por  símenle, 
Procura  abriila  la  maito. 

Uu  tUve  ea  ella  üeiie. 


Coaeriila  coa  ella 

Enla  maco  el  accidente, 

Y  es  natural  apretar 

Cualquier  cou  que  se  encDeotre.- 

¡Leonor,  amiga ,  atñora ! 


¡Cielai,Ttledme! 

Albricia! ,  que  ji  respira. 

Tente ,  seflor  :  padre ,  tente ; 
No  me  matea.  —  Pero  ¡  cielos ! 
¿Dónde  esto  jT 

Cúbrate , ;  Tuelve 
En  II ,  Leonor ;  que  estás  donde 
Hai  que  tú  tos  penas  sienten. 

iVIolaiite  mía!  Paes|quiéa 
Poé  conmlsb  tan  ctemeote 
Qoe  en  un  tostanLe  me  trajo 
De  los  braxos  de  la  muerto 
AlosbraEoadelaTiiIat 

VIOLAWTI!. 

iPues  no  aabei  Iñ  qajín.fuese? 


Que  negando  ¡  a;  de  mi  I  i  verme 
Sin  sentido  j  entre  dos 
AtMtot,  qiw  uDo  me  ofende 


S 


NI  yo  sabré  respondcrtí^ ; 
Que  mas  turbada  que  lú 
RstOT  ;  y  asi ,  basta  que  llegues 
A  ÍDlormarme  tú  primero 
Qué  rs  lo  que  i  ti  ;e  sucede , 
Puera  empeur  por  el  Bn 
La  relación. 

Pues  atiende. 
I'u  amigo  de  mi  hermano. 


de  buscarle , 
La  tuio  i  ay  de  mi !  ile  verme 
Kn  cujo  primero  instante 
(Según  el  dice)  úu  suerte 
Rrudido  «luedú  i  mi  vista. 
Que  sin  que  repare  ó  piense 
Amor  en  Ij  obligación 
De  la  amisiad  que  le  delte. 

Porque  n.     .    ,.  .    .    ._. , 

Qué  sai^a  en  n>¡  pecho  eitciende 

La  vanidad  de  mi  duelo 

(Si  es  que  hay  duelo  en  las  mujeres , 

Que  gustan  verlos  galanes 

Airosos  y  honrados  siempre ) , 

Que  al  verle  ó  traidor  amigo, 

O  mal  seguro  ó  aleve. 

Antes  jjue  darle  la  mano. 

He  diera  ¡  ay  de  mi  Ha  niueMe. 

El,  valido  de  la  usada 

Disculpa,  que  inconvenientes 

No  ve  amor,  pues  iiites  dellos 

Monstruo  alimentado  crece , 

l^rfló...  Pero  ya  desLo 

Hemos  hablado  oirás  veces 

En  este  mismo  sentida , 

Dieo  que  no  tan  claramente ; 

Y  asi  iré  1  oira  cosa,  pues 

No  hay  para  qué  detenerme 

Eu  decirte  que  es  Don  Pedro 

De  Heodoia  el  que  pretende. 

Que  hoy  le  aborrei^ca  mas 

Le  aborrecí ,  pues  aleve . 

Loco,  atrevido,  tirano. 


ESCENA  VL 

DON  ALONSO,  dentrú.  —  Dimu. 
oONALOTisu.  (Denjro.) 


Ui  padre  es  < 
DON  atoNM.  (ÜeiJT».) 
Baja, Isabel, uu*  luz. 


Bajar  brevemente; 

Sne  no  importa  que  i  Leonor 
alie  aquí. 

SI  le  parece , 
Mejor  es  que  no  me  vea , 
Porque  i  decir  no  me  fuerce 
La  ocasión  que  aquí  me  fraju- 

Purs  retírate,  íntes  queentrt^, 
A  mi  cuarto,  donde  nnnca 
El  entrar  nt  salir  suele. 

íVateUonor.) 

ESCENA  VU. 

DON  ALONSO,  ISABEL.— VIOLANTE. 


¿Era  hora,  seBor, 
Para  que  i  casa  viuieses ! 

DOn  «LONSO. 

(Quién  las  noches  de  tía  Invierno 


Asi  es.  Has  i  quién  no  lo  Siente , 
Siendo  i  costa  de  la  ausencia 
De  quien  mas  te  eslima  y  quiere  T 

MKt  ALOMO. 

Pídeme  celos,  bien  haces  , 

?ue  yo  me  liuetgo  de  verte 
ina  conmigo;  que  al  Qu 
Hoy  hija  v  esposa  eres. 
No  ha  naliido  rifa  esta  noche 
Que  pueda  mi  amor  traerte, 
Sino  solos  estos  guantes. 


Aquesto  mas  parece 

Sne  es  tratarme  como  k  dama  ; 
ues  para  que  no  me  queje , 
He  acallas  con  Ínteres, 


Que  lleves; 
S^rlbien,  luí  í  mi  cuarto, 

V  tutes  de  cenar  me  acueste. 
Entra  tli  después  allt, 

Y  hai  que  etas  puertas  se  cierren. 


Quién  créri  que  cuando  espero 
Con  lanío  gusto  á  Don  Félix , 
Le  espero  con  un  pesar 
Tan  jgrande  como  tenerle 
Huida  i  tn  hermana  en  mi  casaT 
No  sé  lo  que  debo  hacerme. 
Si  se  lo  digo  i  mi  padre , 
V.a  Ibnoso  que  le  pese 
De  ver  delitos  de  amor, 
V  mas  siendo  el  delincuente 
Su  sobrino ;  si  to  callo , 
Es  querer  yo  sola  hacerme 
Dueño  del  duelo  de  entrambos. 

ESCENA  IX. 

LEONOR. -VIOLANTE. 


Ya  se  Tué  :  tilen  puedes 


En  que  i  Don  Pedro  aborreces, 

V  él  temerario  te'  ha  puesto 
En  el  riesgo  que  padeces. 

V  es  verdad ,  pues  en  el  medio 
De  amarme  él  y  aborrecerle 
Yo,  y  en  el  medio  lamliien 

De  vivir  mi  hermano  enirente, 
Don  Juan ,  tu  primo .  de  Italia 
Vfno  i  Madrid.  También  tienes 
Noticia  de  que  me  vió 

V  me  amó;  pero  de  snerie. 
Que  00  concorriendo  ei 


iglc 


COHEUUS  DE  ttUN  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


iiect 

para  «u  «tuiniie  ofenderle, 
O  cuDCnrríendo  j  *;  de  mi ! 
Eii  £1  otros  accidentes 
i)ae  ■mor  ae  sabe  ain  dar 
Razón  1  qaien  los  padece 
De  por  qué  nietTce  uiiu 
Con  lo  que  «tn»  deimerece, 
CorTÍ6  con  mejor  Tortuiia 
En  mi  amor:  iiues  para  verme 
Ledil)ceacia(r-  -' 


ISABEL.— VIOLANTE. 


I  Hipad  re  f 


C6mo  ;  aj  iuTel» !  lo  cuente ) 
Para  que  en  el  apoiicnio 
De  un  escudero  (que  lieiie 
Uoa  puerta  iiondeuada 

Ke  Süle  A  un  corto  reirem 
mi  cuarto)  euirase,  sieudo 
EalA  (qae  no ~' 


Por  instrumental  testigo 
De  mí  desdichada  suerte , 
En  mi  mano)  la  lercer»: 
De  cuja  acción  imprudeate  , 
JDon  Pedro  (qae  ya  lü  sabes 
Cainpoco  un  celoso  duerme) 
Atrevido  enli>6  fi  ocasión 
Que  también  mi  padre... 

{Llaman  d  la  rejit.) 

Tenie. 
No  proaigaB  basta  que 
Sepa  yo  qué  mido  es  este. 

LKONOB. 

i  A;  inriice  de  mi ! 


I  Pienso  que  duerme ; 

{  Porque  apenas  se  acoató , 
Cuando  al  «uño  me  parece 
I  (Jue  qnedú  reodido. 

TIOUnTE. 

Pues 
,u  ,„.„„  Abre  la  poeru  i  Don  Fílix , 

lYauUaba.) 
i.  Qtüéo  en  el  mundo  se  viú 


Que  hacer  mi  hiTi 
A  tu  reja,<«ia  pü 


viounrc 
Lo  peor  es  que  es  ella  ;  él, 

LEDKOR. 

{YquÉhudebacerT 

nOLARK. 

Que  paes  Tiene 
íloj  tan  desima  Binado 
lie  tuB  sucesos  a  verme, 
No  he  de  ponerle  en  sospecha 
Qoiil  con  no  respondene. 

T  has  de  decirle  qne  aqni 


iThas 
EsiojT 


fioiJLinE. 


De  ningona  suerte , 
Hasta  que  lo  que  has  de  hacer 
Con  mas  espacio  se  píense ; 
One  también  tengo  jo  duelo 
Para  que  i  mirar  no  llegue 
(Y  masen  trances  de  honor) 
Desairado  á  quien  me  quiere. 

lUra  que  me  va  la  TJda 

En  que  aquí  do  lleene  i  verme , 

Uue  aun  ha;  mas  de  lo  qae  sabes. 

nOl.XKTC. 

.    Palabra  i«  doy  mil  lece» 
'  De  ampararte  j  de  guardarte , 
Aunque  mil  vida*  me  cueste. 
Vuelve  í  retirarte ,  pues. 


iDónde  ñé  }o  que 

Entre  mi  padf«  v  mi  hermano , 

CoD  la  sombra  de  mi  muerte  T  (Fue. 


ESCENA  XL 

DON  FÉLIX.- VIOLANTE. 
noNrtux. 
Violante  mía ,  los  braios 
He  da. 

TIOLANTC. 

.  Y  en  ellos,  DonFéüi, 
Un  alma  que  agradecida 


Te  recibe. 


n  Huí. 


Que  i  pesar  de  inconvenieates, 
La  ausencia  toja,  ViolaiHe, 
Has  que  t  su^  contrarios  teme, 
¿Cómo  esiis? 

viounri. 
Como  quien  vive 
Sin  U.  Di  tú ,  i  c6mo  vienes  t 

Don  rtui. 
Como  quien  muere  sin  ti ; 
"lue  eo  algo  debo  eieederie, 

asi  eslí  puesto  eu  ratoa 
Que  coando  mas  me  encarece* 
TA  que  eslis  como  quien  vive , 
Esie  yo  como  quien  muere. 

En  decir  bien   podrt  ser 

Sue  la  Tentaja  me  lleves, 
o  en  sentir. 

i  Hermosa  eslAs : 
Permíteme  que  me  pese 
De  mirarte  tan  hermosa. 

Cuando  yo  estarlo  pudiese, 
{Porqué  habla  de  pesarle. 
Si  desa  perrecciou  eres 
DueBo! 


El  ali&o  no  atecudo 
Es  condición  solameoie , 
No  cuidado.  Esté  desmuU 
La  verdad  de  la  que  quiere , 
Qne  esa  es  la  gala  del  alma. 

Eio  na  no  es  Miisfiuxrme; 


Hal  color  para  verdad. 

Altes  bueno,  si  se  allende 
A  qae  es  culor  de  los  celos. 
Que  son  los  que  aaoct  mieoteD. 

vtoLun. 
Yo  he  visto  menlir  algooM. 

Yo  también  ,-  mas  pocas  vece*. 

VIOUKTl. 

D^ame  pensar  i  mi 
Que  son  muchas,  porii  tiene 
Pacte  en  aquesta  Jloeía... 
Don  rtux. 
j.  Quién? 


Como  tbé  primer  amor... 

DondLK. 
Primen  7  Utimo  es  este. 
Y  si  ha  de  temer  aigono. 
Deja  que  sea  jo. 

nouutn. 
iPuet  UeiiGS 
Taque  temer? 

Se  ti  no. 
De  mi  el ;  que  no  ta  prudente 

gnien  no  merece  una  dicha , 
1  i  todas  horas  no  teme 
Que  como  alhaja  de.vidrfo. 
Entre  las  manos  se  quiebre. 


¿Y  qnien  tañí 


iHas  quién  es  quien  la  maieceT 

Tú,  qne  la  goui  sexaro. 

;J>eqaé  suerte? 

Oe«a  uame.      fn, 
Siel  amor  se  perdiera,  en  mise  halla' 
Porque  á  mi  como  i  centro  se  viniera 
De  otros  pechos  en  quieii  tratar  se  viera 
Con  témenos  constante,  menos  rara. 

Ysidrspueade*eneeanil,iiitenlara 
Eipbjar  so  podier  á  Doera  ecfera , 
De  mi  trato  uckwaapreoiMem, 
Con  que  wan  dei 


Desde  allí  U 


(M 


ue  traiciones,  agravíDS  j  temores. 

Que  ociosos  t<»infliiJDsdelosciclos, 
Descuidando  en  queyatodo  era  amores, 
No  dejaran  qne  nada  Hiera  celos. 

non  Fáui.  [n 

Poes  si  amor  se  perdiera.  m> se halla- 
En  mi,  porqne  yo  qaiero.<)e  manen , 

goe  desde  faego  soy  pnoto  y  esfen 
n  quien  BU  sér,c(Mno  en  su  centro,  para , 
y  asi  COD  mu  constante  fe ,  mas  rara . 
ApenierK,  eDinJhaUíne: 


„..,„,  L,oog 


nop* 

le 


Paes  pin  saponer  que  él  se  p«T<lier>i 
Era  fonoso  que  de  mi  Talura. 

Y  cuindo  BUS  bálagos  y  bvores, 
Eoteñados  de  mi,  dieran  des  reíos 
A  tos  deman ,  amara  con  temoTfs , 

Baealro  dtfsobreiallos  j  recelos; 

Soa  aprende  mal  una  lición  de  amores 
oien  DO  leme  el  azote  de  unos  celos. 
I  iUamaa  i  la  rrja.) 

Yes  verdad,  pui 
Que  bao  rcspond 
MMgolpesdeu  VI 

VTOuirrE. 
Seri  ilusión  ¡  que  no  puede 
Nadie  iliroar  ¡  ■>  de  mi  \ 
A  eiui  hons... 

¡  Peoa  fuerte  t 

VMUHTC. 

A  la  r^a  de  mi  cuarlo. 


TAHDIES  HAY  DUELO  BM  LAS  DAMAS. 

Claro' estii;  que  no  parece 

Bien  en  ninguna  ocasión 

Ser  las  damas  descorteses. 

Y  pues  salir  no  me  dejas , 

Hi  entrar  donde  yo  quisiere , 

Responde;  que  vive  Dios, 

Uue  aunque  t  tu  padre  desplene, 

Dá  voces.  Por  eso  <  escoge 

Lo  qi  ■ 

tíuei 

O  que  oiga  lo  (jue  le  dice. 

'..'{Ap.) 
íQuéhedehacer?  ¡Cielos,  valedme! 
Si  sale ,  i  Don  Jiuu  es  fuerza 
n  la  calle  ¡ay  de  mil 


nríLn 
!  Pluguiera  i  Dios  que  lo  fuese ! 

(Vuelven  á  llamar.) 
Pero  icAmo  lo  ha  de  ser, 
SI  i  llamarolra  vez  vuel>eD? 

Keri  ilniieii  que  acaso  pasa 
V  « ir  dando  se  entretiene 
Golpes  i  la  reja. 


MHJUH.  (Denln.)    ■ 
¡Prima, 

iKín  rtux. 
i  Es  acaso  esie  ? 
Porque  es  mu;  l>e1laco  acaso 
Tu  nombre  j  el  de  pariente. 
MI  jDAit.  (Deatro.) 
¡Prñna,  Violante! 


Qoe  nada  qae  temer  tienes 
De  mi. 

BOM  rtLri. 
Claro  estl ,  que  tú 
La  qoe  han  nombrado  no  cm. 

[Haecfueupa.)   ' 

iDóoderasT 

BOX  rÉ.11. 
A  DO  eslortiar. 
Rnponde;  que  no  es  decente 


Si  hablo ,  [JIM  algo  i  entender  U 
roDira  su  bonor;  <r  si  i  todo 

I,  que  deaplerle 
..    .,..«:  ;«*i,mé[i(M 
importa  míe  jo  atrepelle 
A  lo  que  Don  Juan  me  diga, 
'^-'e  lo  demás. 

nos  rii-ix. 
1  Qué  resuelves  f 


Abrir  la  reja, 


(Mre  ¡a  reía,  y  Uega  i  ella  Dm  Juan.) 
Qué  desacoardo,  Don  Juao, 
le  llamar  i  esta  hora,  es  este. 
.  mi  reja,  y  que  de  mi 
[   Ual  la  veciudad  sospeche  T 
txninut. 
Como  al  salir  esta  uDcbe 
De  tu  casa... 

•  iioLAim. 

Vele ,  vete : 
le  d^t  nada. 

non  Tiha. 
Calla. 


No  has  de  irte. 

MM  ríut. 
Cundo  la  puerta  me  cierres, 
lie  ediar¿  por  el  balcón 
De  aqnella  ooadn  de  enfrente , 
Que  ja  sé  que  está  sin  reja. 

VKLUrtK. 

TMipoco  es  Uefl  que  aqnl  entres. 

iPnes  quét  {Doupwirtiimedems, 
Cuando  una  ventnia  debes 
Abrir  T 

1  Yo  abrir  ta  ventana ! 


.     jx  en  la  «alie  no  liabla 
Peligro,  ruido,  ni  gonle', 

V  con  esto,  asegurada 
De  que  nada  me  sucede , 
HIrame  bien  por  mi  tida. 
Pues  en  tu  poder  la  tifnel  : 

Y  adiós,  hasta  que  majuana. 
Prima  mia,  vuelva  i  lerle. 

( Cierra  Vklanle.) 


VIOLANTE ,  DON  PELIX. 

BOU  ¥ÍUX. 

Itiuién  o;6  Igual  ileseugaBoT 

TIOUBTE,  [Ap.) 

i  Quién  se  vio  en  trance  tan  fberte ! 


DOh  tilAX. 

¡Fiero  agravio! 

TiOkunv.  {ip. ) 
■  Dura  pena! 
vonrlia. 
iTrisleamor! 

VIDUICTB.  (Ap.) 

¡Inreiji  suerte! 
non  ¥iui.  {ReiñiUaái).) 
(Como  al  salir  esta  uocb« 

V.OLÍBTE.  (Ap.) 

i  Qué  he  de  bacermí 
Que  el  decirle  la  ocasión... 
Don  riuj. 


TioMitn.  {Ap.) 
No  es  posible. 
noawiiM, 
>No  be  querido  recogerme... 

TIOLAKTB.  (Ap.) 

Y  callársela  es  hacer 
Que  contra  mi  la  soapwhe. 

BOFrtUI. 


víOLUnr.  (Ap.) 
Callárselo  e*  agraviarle ; 
Y  decírselo  es  perderle. 
DON  fílii. 
■HIrame  bfen  por  mi  vida, 
■Pues  ea  tu  poder  la  tfetws. 

VKLAirrc.  (Ap.) 
i  Quién  en  el  mmdo  se  itó 
£d  una  ocasión  lau  faene  1 

Y  adiós,  hasta  que  maSana, 
Prima  mia ,  Tuelva  &  verte.  > 
Mora  bien  ,  aquí  tM  hay 
Que  discurrir,  ni  qué  espere. 
Quédate,  Vioiame,  adiós. 

VIOLAnX. 

No  le  bu  de  b; 

Pues  iqué  me  quieres 

íiOLiHtrE. 

Que  lleves  tabld<k.. 

iBaymaE 
Que  saber  T 


Que  no  le  ofende 

Claro  f  sU  ,  porqué 
Venir  i  satisbcerte 
A  estas  horas  este  primo 
fSin  salier  qué  primo  es  este) 
De  que  ai  salir  de  tu  casa 
Nada  es  lo  que  le  sucede , 
Y  rematar  en  'decir 
Tan  tierna  T  reudUaMente  ; 
•Mírame  bien  pw  mi  vida , 
Paes  en  in  piMer  la  tienes  ■ , 
No  es  nada.  Tienes  moa  : 
Dices  bien  que  eres  girien  enk- 
Hienie  la  nodie ,  la  n¡t 


Sigo  verilad. 

Calla,  aleve: 
C*11> ,  Gera  :  calla ,  ingrata. 
y  t\  disculparte  quieres, 
¿Qué  verdad  es  la  que  dices? 

Ningún* ,  que  aunque  lo  Intente 
Por  ti ,  por  U  he  de  callarla. 

Y  déjame,  no  me  aprietes  i 

?De  me  esli  mal  enojarle , 
l>eor  satisfacerte. 
Culpada  sin  culpa  psIot. 

(Ha;  buen  retruécano  es  ese! 
I A  buen  tiempo  discreciones! 

Y  poesto  que  ;a  no  tienes 
Qae  temer  el  qoe  le  alcance 
SI  por  eso  me  detieopa , 
Qvédite,  Violante,  adiós. 


iftné  me  quieres?  Qué  me  quieres? 
Qae  creas  que  no  te  oFendo. 

PON  ftUt- 

Suelta. 

Escncba. 

non  ríLii. 
Aparta. 

nOMHTK. 


COUeOIAS  DE  DON  PBDRO  CALUEROH  DE 
Quédate  adiós...  (i  ob,  qué  mal 
Se  pronuncia  un  para  siempre  !í 
Quédate,  digo.  Violante ¡ 

Que  le  mires  por  su  vida , 

Hlrame  A  mi  por  rol  muene.    ( Vate. 


,  ._  mal  liajra  quien  obliga 
Que  liayí  duelo  en  las  mujeres. 
Para  que  i  una  amiga  am|>aren , 
Con  lu  que  i  un  amaute  ofeudeii ! 

(Vnnií. 

Siii  IB  casi  de  Dob  Peln. 
ESCENA  XV. 

DON  PEDRO,  SIHON.  TRlSTArt. 


ISABÍL.— VIOUNTE,  DON  FEUX. 

¡Estiis  locos!  i  No  miráis 
Que  es  foraoso  que  despierte 
A  esas  Toces  mi  seüorí 

DON  T^LIX. 

Pnei  dila  tú  que  roe  d<je. 
Déjale  ir. 

ÍIOMItT*. 

SI  haré ,  que  ;o 
Atenía,  flna  i  prudente 
Le  desengaüaré. 

iio:<Ftt4X. 
¿Cuindo? 

Caando  pueda. 

Si  bo;  no  puedes, 
^Cátodo  podrís? 

VIOLANTE. 

Algún  dia. 

PON  pClii. 
Tarde  6  nanea  podrís  verle. 

tioulkte. 
i  Por  qué? 

DONFÍLIX. 

Porque  tarde  6  nunca 
Vt4wrii,  tngrai»,  *  «nne.. 


LA  BARCA. 
j,Cómo? 

Si  con  dos  renia 
Hi  amo,  ipiídome  obligar 
O    El  duelo  a  mas  que  i  af  arlar 
Al  uuo  que  me  cabia? 

No. 

.  oes  si  el  uno  importuno , 
) .  En  corriendo  yo,  corría 
iTi-asmi.iquitn  niega  que  jo, 
{  Apartando  al  dicho  uno, 
¡  De  aquella  niuecte  cruel 
El  cómplice  d  lengi  ful , 
Pues  el  que  corrió  tras  mi , 
Dejó  de  tirarle  i  él?  (Vím.) 


i  Quién  duda  ctue  entretenido 
Le  habri  letddo  su  amor? 

Pues  mal  hace,  que  ja  el  di* 
Se  ha  declarado  :  no  sea 
Qne  ilgulen  en  Madrid  1c  vea. 
Siendo  asi  que  la  porfía 
De  parte  Tjusficiaesliiii 
^iienipreen  cuidado  detallarle, 
Y  no  dejjD  de  buscarle , 
Por  mas  que  pasando  van 
UuoB  Iras  otros  los  días. 

S1I0N. 

Seis  meses  bi  jra  que  estamos 
Retraídos  ;  faltamos  . 

De  la  corte. 

no:*  peno. 
Tú  podías 
Irle,  Simón,  t  buscar; 
Que  puede  ser  no  venir 
Porque  no  pueda  salir 
De  donde  entré.  Y  si  es  que  i  estar 
Llega  en  peligro,  es  raion 
(llomo  delio  aviso  haya) 
Que  vo  i  la  calle  me  vaya ; 
Que  hasta  entonces  no  bajr  acción 
En  que  >o  deba  inquirir. 
Sin  lance  particular. 
Lo  que  él  quiere  recalar. 

A  mí  pesar  habré  de  ir. 

¡  Pesar  UPor  qué! 


¡  Quisiera  que  al  verme... 


;  A  ti !  ¿por  qué  ?  í  Pues  lü  fuiste 
De  la  pendencia  .  si  buiste 
Uella ,  y  todos  de  ese  modo 
Lo  cuentan! 

Cuentan  mu;  bien. 
Pero  por  haber  huido . 
I  Dejo  JO  de  haber  tenido 

Dai-in  an  la  mnprte  (amblen? 


ESCENA  XVL 
DON  PEDRO,  TRISTAN. 

«Cómo  es  posible ,  seítnr, 
lúe  tan  triste  i  casa  vienes. 
Cuando  por  tu  huésped  tienes 
Al  hrrmano  de  Leonor, 
Siendo  asi  que  es  cosa  llana 
( Spgun  penetrando  voy ) 
Que  de'ta  amistad  de  boy 
Pase  al  deudo  de  mahana? 
I  Si  no  es  que  como  cu&ado 
Le  miras  y>... 

BOU  FEDmo. 
Si  supieras 
Cutíes  son  mis  pen*s,  fieras 
(En  lo  presto  que  han  trocado 
El  gusto  que  tuve  aver 
Ko  su  hospedaje ,  al  pesar 
Que  boy  tengo  ]  el  poco  lugar 
Que  hay  del  pesar  al  placer. 

Pues  ¿qaé  hay?  ¿No  te  dejé 
En  la  calle  de  Leonor 
Quieto  y  seguro,  señor? 

Seguro  j  quieto  quedé. 
'  Perú  j.qné  seguridad  , 
Qué  quietud  ha;  en  amor, 
Oue  ira  no  sea  y  rigor 
De  uo  hjEianie  i  otro? 

Es  verdad. 

Pero  diñe  lo  qne  ba  sido. 

Con  temor  te  lo  diré. 


¿Deque? 

DON  PEDRO. 

De  que  no  he  de  ser  creido. 
Porque  es  tan  sin  ejemplar 
El  lance,  que  bas  de  saber 
~    t  es  ficil  de  suceder, 

En  la  calle  de  Leonor 

ti  anochecer  estaba 

.^or  ver  si  oca^on  hallaba 

De  lograr  el  dlíTavor 

Con  que  siempre  me  ba  tratado 

( Que  Du  amante  aborrecido, 

[al  vez  aun  del.infsmo  olvido 
,t,zodb,GoOglC 


Siciiw  nrfrifM  oltliltdu) , 
Cuaiiüu  vi  que  itiueí  Don  Juun 
(put;  |>rt'«um(i  que  n  narienie 
De  la  otra  iliima  de  eiiirente) , 
Muy  airoso  ;  muv  ga\»n 
Ptsi  h  calle.  Va  sabes 
Une  liá  lio  ié  qué  laníos  Jiai 
Une  aiinicnia  Im  ansias  ralas , 
l'orquf  eiilre  nenas  lan  cTivel 
Ko  talle  la  lie  tos  celos. 
Este  pues,  mas  recalaJo 
üuelHteB,  volviii,  y  i  un  criado 
Habló  i  su  umhial.  His  rccelus, 
Para  adverlirlo  Diejor, 
Tras  UD  coclie  me  pusieron , 
Desde  cuya  soDibn  rieron 

8ne  et  criado  Je  Leonor 
n  el  portal  le  meüa. 
Fui  Iras  üél , :  pena  cruel  I 
V  llegué  cnan/o  con  él 
Por  la  escalera  subía. 


La  nocbe ,  pnile  :^l  [lié  di'lla 

Ver,  sin  ferme ,  ¡dura  csirellal 

One  i  un  iposenlo,  que  i'sU 

En  el  primer  paso,  abría 

La  puerta  el  hombre,  y  que  eotr 

Los  dos,  la  cerraba.  ¿Cuando 

Isualó  i  la  pena  niia 

Úira  ninguna!  No  sé 

Lo  que  senil  ó  no  senil , 

Porque  solo  sé  de  mi 

Que  trniicundo  llegué 

A  la  puerta,  con  iob^ito 

de  llamar  ;  de  sacallc 

Del  aposenio  i  la  calle  ¡ 

Has  mudé  de  pensamiento 

Al  advenir  que  podía 

Seriuieresdelcmilo 

Et  que  allí  le  liubiera  dado 

Ocasión,  en  que  seria 

Ficil  que  viura  t  Leonor, 

Sin  que  Leonor  io  supiera, 

Pero  aun  dpsia  iismúeni 

Breve  disculpa,  el  dolor 

He  dejó  apenas  goiar : 

Pues  advirliundo  que  habla 

Luí  dentro,  porque  se  via 

Por  una  quiebra  lirillar 

l)e  la  piierla ,  apliqué  i  ella 

La  vista  (¡  luepo  HiJiara 

Por  donde  uo  trisie  acechara 

Su  man ),  y  vi  i  Leonor  bella , 

Que  abrieikdo  fay  de  mi '.  olea  ptti 

lie  nue  ella  misma  lorcia 

La  llave,  1  hablarle  salia, 

Dejiíidoseln  eiitreabierla. 

Aquí  pues  el  sentimientu 

T._. — g  ptivóde  mi. 


Huerta  la  íi»,  v  mus  niueru 
Leonor,  |iorque  desmayada 
Cayó  en  tierra.  Pensares 
Que  en  la  riña  mi  irisleía 
Acalla;  pues  afaora  empieía 
Deste  suceso  io  mas. 
Apenas  con  saña  llera 
Knlvambas  nos  enil)estimoi , 
Cuando  de  su  padre  oiruol 
Las  voces  cu  la  escalera. 
Yo  que  con  uno  refiia. 
Viendo  <]ue  uiro  no  menor 
Enemigo,  él  y  su  honor, 
A  las  PS|ialdas  tenia, 
i}uise  hacer  tisia  á  los  dos, 
■•adeindome  {  mas  no  fué 
Neceiarto  esto,  porque 
Kldeadeniro,  en  viendo  ¡ay  Dios! 
U  oe  era  el  padre  j  pena  rara ! 


TAHBIEH  RAV  Ol'ELO  EN  US  DAHA8. 
La  primer  puerta  cerró,  Ot 

Con  que  1  bon  Femando  ¡a 
Le  pude  volver  la  cara. 
Solo  procurando  hacer, 
Antt-s  que  me  conociera , 
Lugar,  jr  salinne  Tnera. 
No  sé  SI  esto  pudo  ser ; 
Que  I  US  y  gente  llegando, 
Aunque  mus  lo  pretendí , 
No  sé  si  bien  me  encubrí. 
Ed  lin,  leiillendoy  dudando, 
1.a  calle  tomé  :  de  suerte. 
Que  desmayada  Leoiior 
itejé ,  "renilido  un  honor, 
"  '  iin  traidor  íin  darte  mnertí 


'smlpenaumbriiel, 
-)is  amigo  fld. 


in  que  Félix  tengai  si.. 
Hi  huésped  1  pues  si  conflejo 
La  rerdad,  la  mas  impla 
Fortuna  que  por  mi  pasa , 
Es  que  he  orendido  la  casa 
De  quien  se  entra  por  la  iuia. 

Que  es  graiHie  emneOo,  no  niege 
,    Pero  si  Don  Félis  tiene 
De  secreto,  por<iue  tiene 
Que  guardarse,  i  pensar  llego 

Que  nada  deslo  sabrá. 
Lo  que  hemos  de  liacer,  señor. 
Es  ponerle  gran  temor, 
Pues  cou  aquesto  se  iri 
Presto ;  y  en  ese  intermedio 
El  tiempo  dari  ocasión. 


EBCEItA  Xm. 


Don  Pedro,  seáis  bien  bailado. 

DOS  reotio. 
Vos,  Don  Félix,  bien  veoldu. 
Con  cuidado  ine  Icnefs. 
Pues  ¡tan  tarde! 

jA^ospInguiera, 
,  Que  ni  ano  agora  viniera, 
Siao  muerto ! 

non  peno. 
jQuitraelsT 
DON  TiLts.  • 
Traigo  la  pena  mayor 
Que  me  pudo  suceiler. 

DON  rEDRO. 

iQnién  la  causa  T 

Don  Huí.     . 
Una  mujer 
Aleve,  un  Qero  traidor.    . 

non  FEMÓ. 

[Áp.  \Aj  de  mi!  ¿Si  alno  ha  entendido, 
y  esto  lo  dice  pur  mit) 
¡Uo  traidor  y  mujerT 

D0.1  rtun. 
SI. 

Pnes^quéesloqueliabelssabldn! 

pon  rdux. 
Nd  lé  :  dejadme  por  Dios; 


Al  momeólo 
¡  Poedes  volver  t  ensillar; 

Sue  no  tengo  de  parar 
n  Madrid. 

Con  ese  Intento 
( Vendría  i  ser  el  primero 

?ue  i  Madrid  haya  veuido, 
no  se  haya  detenido 
i  Uas  que  pensó, 

•  Majadero, 

No  me  repliques. 

MU  nofio. ' 

;  Pues  no 

Sabré  yo  lo  <iue  os  oUigat 

iH>ii  rtLix. 
No  sé,  Don  Pedro,  qué  os  diga; 


,  a|,ána 


,  Hasta  paraesla  veitganza 
Qne  eq  mi  he  de  tomar,  saber 
Que  quien  va  i  decir  mujer, 

'  Empieza  i  decir  mudanza. 
Di  en  que  de  sos  accidentes 

'  No  me  be  de  quejar  jamiis;    , 
Que  no  liabia  de  ser  yo  el  mas 
Dichoso  de  la*  atisentes. 
Huerto  ó  ausente,  aun  no e*U 
Visto  cnal  á  cnal  pretiere; 
Que  honras  hacen  al  que  muere, 
\  agravios  al  que  ac  va. 

.  (Ap,  Aleniemos,  cnra/.on; 
Que  ya  esto  i  otra  parte  mira.) 
'    Sin  nombrar,  puede  la  Ira 
Desaüogar  lanía  ¡lation  . 
Por  scfias... 

j,Pues  tan  peqoéDas 
Son  las  que  llepais  i  ver, 

Sufl  entre  mndaaia  y  tnujer 
abéis  menester  nns  seftas? 
^^o  hasta  (cuando  i  oiii  bella 
iera  hay  LSlro  que  me  incline) 
Saber  que  por  velia  vine 

Y  me  inelvo  por  na  veilaT 
i  Don  repu. 

SI  de  agrai  ios  y  de  celos 

I^s  eitremos  padecéis , 

Bien  en  volveros  liaré^; 

Porque  no  lian  heclio  hgi  eidoa 
'  Contra  los  celos  y  agravias 

Cura  de  mas  esperieocia. 

Que  el  remedio  de  la  ansenda. 

huera  de  qué  si  mis  latiios 
'  No  <is  dijeron  hssia  aquí 

E\  grao  ¡leligro  en  que  esllüs , 
,  Es  porque  no  presjimais 

Que  nace  solo  de  mi. 

La  justicin  os  iia  Imscado , 

V  busca  con  diligencia  : 

A  todo  es  buena  la  ausencia  : 
De  un  cuidado ,  oiro  cuidado 
Os  asegure.— Ea,  Simón, 
Ve  i  ensillar ;  que  aunque  yo  baja 
De  sentir  el  que  se  vaya. 
Detenerle  no  es  razoo. 

ytnen  achaque  te  has  balUdo , 
coUpriaaHreran,  ■ 


COMEDIAS  DE  DON  PEDBO  CALDERÓN  OK  LA  BARCA- 

V  aunque  porree  <n<*  b**li 

Cualifuleri  á  dfelirar  qoe 
ItesuoitCD  en  mi  Taina 


¿Eso  biE  de  pensar  en  mi? 

Es  un  loco. — Vfl  volando , 

y  h»,  Simón ,  lo  que  te  manJo. 


Pues  ill , 
;e  hace  Tolvi-r 


DON  rlLix. 

Pues  saber 

Ko  pudo  que  estoy  aqui , 


Pul  jl'ira ! 

Dox  riax. 
Itan  Pedro,  dado 
Que  mi  padif  hava  sabido 
Oue  esto;  en  Hadri<l,  no  quiero 


Llega  unas  sillas ,  Tiistan , 
V  espera alM  fuera. 

nox  Ttui.  (Ap.) 
¡  Raras 
Prevenciones  1 

TWSTAI..  iAp.) 


Aquellos  p.isados  brios.. 

8ue  entre  aquesta  iiirvu  belada, 
Ufn  impedidos  tacen, 
O  mal  dormidos  descansan  ; 
Aiilfs  d(>  ani'Iar  i  ellos, 
Ouiero  ai>eiar  i  la  anciana 
Edad  mia,  j  que  b«|[a  el  juicio 
Lo  que  hahri  de  hacerla  estiaila: 
Porque  no  ha;  voiig:iiir.a  como 
Ko  haber  meaesicr  vennann. 
Don  ríLis.  (Ap.) 


á  quien  le  impida 
!  Aunque  me  acosen  de  liaja 
La  acción:  que  en  roi  no  hav  mas  ilurlo  '  i  Adúode  Iri  i  parar 
I  Que  estorbar  una  desgracia.     (V«e.)  ,^^  ^^p 


indo... 


iOu'bsceisT 

non  fcr\a:ido. 
'  Cei'rar  esta  pucrl». 

DOK  FÉ1.1Í.  (Ap.) 

^  i  Qoiéu  vio  duda  tan  extraña ! 

DOH  PEcao.  ',Ap.) 
■  iQuiéu  viú  lance  tan  tornlile! 


Qnem 


iS  podéis 


Decir  que  nada  sabéis 
'a  escondi 


En  esia  ci 


i  cova  causa  esneri 

cuadra  escondijo 

Estar,  hasta  que  se  vaja. 

(Retíraute  Dan  FUix  y  Simón.) 

jHabri  en  el  mundo ,  quien  baja 
Igual  enipeío  tenido! 


¡  [Ap.  iOvién  tió  tan  rúenla  v<>iijj:iii 
;  Señor  Uotí  Pedro ,  niaterLis 
I  Dul  Iranor,  en  quien  niaíti'^'la 
I  Hanleiierle  como  iiolile, 
,  Son  materias  tan  sagradxt, 
.  Qav  ni  se  dicen  ni  sien  leu 
'  Sin  la  coBla  de  que  baga , 
;  O  novedad  el  oírlas, 
!  O  ver^iüenra  el  ¡iru monetarias. 
Pero  cuando  este  res|ielo 
I  Que  se  les  pierde  al  tocarlas , 
i  ^s  por  liondire  de  mis  pri-ndas, 
■  [)e  mi  s:iiiRre  y  de  mia  canas , 
;  üe  nii  valor  ;  raí  honor. 
Parece  que  asegurada 
'  '- '  sí  qué  uceada. 


Que,  i)  CDoeedida  ó  negada , 
Hace  tratable  el  camino 
Que  bay  del  honor  ft  la  jnhmla. 
non  FÉLIX.  {Ap.) 
DONFlíIlN*NDO.-J)0NPI5DRO.rRlS-|  y»  esto  es  muy  <h  otra  materia. 


TAN ;  DON  PELIX ,  ocalto  ielrai  ie    Escuchemos 
«Na  patria. 

SeBor  Don  Pedro... 


'.  (Ap.) 


j,Paea  tos  en  aquesta  casa? 

(Ap.  ¡Qué  mal  Unge  un  delincuetiii' !) 

SON  rEMM.-(j>o. 
No  01  admire  que  me  iraif^a 
(Ap.  Mal  disimula  un  queji)s<i) 
A  ella  no  cuidado. 

uonftux.  (.ip.) 

Si  teníais  que  mandarme , 
iWn  criado  no  liasialia 
Que  viniese,  para  que 
^oi  VQCstra  obediencia  vaya? 


i  Vo  00  me  espanto  de  iia<la. 
[  MoKO  lif  sido,  viejo  soy  : 
<  1'odo  calie  en  la  edad  larga. 
'  Escuelas  son  de  la  vida 

Los  años ,  en  cuya  sabia 
,  Academia,  la  experiencia 

■  '   —  -T  cMeiIra  sentada. 


Hijo  ttn{!o,  moro  es: 
Mucho  por  virlr  le  Talla; 
Quirl  menester  babri 
Vuesira  prudencia  mañana 
l'omo  hoy  tos  la  mia,  y  asi 
Quiero  en  vos  depositarla 
Para  que  le  sirva  i  él , 
Si  llega  i  necesitarla. 
Dos  quejas  tengo  de  vos 


SeBor...  yo...  sí ., 

luui  ntnHixM. 

Nada. 
Hasla  oirme,  me  digáis. 

uo^  FÉi.tx.  (Ap.) 
Escuchemos  lo  que  falta. 

DOX  FCRXAünO. 

La  ptimrr  qorja  es  que  si  mi  (I  o 
Vos  quien  snis,  de  ciiva  rtara 
Sangre  Hendiif.»  las  orlas 
De  tantos  liiidnes  se  esmaltan , 
Pií-is  lan  t<oei>  de  mi 
O  de  vos.  que  con  lan  ÍKijas 
Acdones  ix'iisi'is  que  puede 
Merecer  vuesira  esiierania 
I    Uat  coD  Leonor  que  conmigo. 

PON  TiLiX.  (Ap.) 

¡Leonor,  dijo!  Ya  esto  pasa 
A  mas  superior  empeito. 

Do^  ferhahoo. 
La  segunda  es  que  se  valga 
De  la  amistad  de  Don  Félix 
Yui'slra  preteii.sion,  fundada 
En  que  i'lla  en  mi  casa  s<-3 

?ulen  os  {(uarde  las  espaldas, 
a  lo  dije:  ya  no  puedo 
Volver  airas  las  palabras. 

DOM  rÍLti.  (.Ap.) 
Ni  yo  pasar  adelante. 

Donrcnao  (Ap.) 
Sin  vida  estoy  y  sin  ahna. 
non  m.'iANiio. 
Demás  de  e^iar  informado 
.De  criados  y  criadas 
De  que  vuestro  galanteo 
Hi  casa  y  mi  calle  agravia. 
El  lance  en  c¡ae  os  hallé  anoche. 
Sabéis :  y  aunque  allí  la  saBa 
'  Se  vengara,  sí  pudiera , 
;  Muy  olra  es  mi  conlianu; 
Que  enseña  muelio  una  noche 
Al  que  en  dlscnrrír  la  gasta. 
Yo  no  quiero  que  Don  Félix, 
Que  vendri  i  Madrid  mañana 
(Porque  ya  en  mi  poder  lei^ 
tnstrumenlo  en  que  se  aparta 
La  ¡larte),  llegue  i  entender 
Lo  <tue  en  sos  ausencias  ¡usa. 
Porque  no  sé  Si  tendrá. 
Si  acaso  i  saberlo  alcanxa. 
La  espera  que  yo  ;  j  asi 
Salgamos  ¡i  repararla. 
Y  pueslo  (ine  contra  vos 
Todos  los  inrornips  paran, 
Leonor  sera  vuestra  espofia, 
l^n  todas  cuaulas  ventajas 
Pueda  dar  de  si  mi  hacienda, 
Con  solo  que  vuelva  i  casa , 
Anies  que  d  baJier  bhad« 


dbvGooglc 


TAMBIÉN  HAT  DUELO  EN  hk%  VAHAS. 


MI»  «ilre  lo*  eaoUlbita* 

Da  iniKbe,  il^uien... 

{Sale  Don  Fílix.) 

¿Cúmo  M  etoT 
Don  mnAKDo. 
,  ¡Qnímlro! 

Do:irlux. 
iQulénetqiitenralu 
D«caM,s«GDrT 

non  i>»Ro.  (Ap.) 
Va  aquí,. 
Solo  ««'■turarla  espalda 
He  queda  que  hacer.  - 

jLMMior* 
Piiei  ¿qui>  esperas?  m,  ;.<|ué  ufuarilas, 
Si  coiMr»  Don  Pe<lro  csiá 
La  pri-siiiicion?  ^o  ItMalga 
El  rupro  de  la  amisiad 
Al  que  i  la  tmlsiad  agravia. 
iTraiitür  amigo!... 

BOH  FCtNjtRIMI. 

DcieiJie. 

Km  FÉLIX. 

Snetu. 

COK  rEaminBo. 
Nu  sannei  la  espada ; 
-  Qoe  esto  ba  de  quedarse  aquli 
Antes  que  i  ta  calle  ulgí 
Nuestra  desdicha. 

Esoet 

Lo  qae  ha  tocado  i  tu*  «mas; 
Estotro  (oca  1  mis  briol. 
iFatoo  amigo  1... 

•       Bon  resKAHiK). 

MU  ntux. 

Apuu. 
¡Tt  Me  llenes! 

non  TOMitma. 
To  te  lengo , 
Porque  ti  prudencia  hafñ 
Lo  que  ha  d^hacer  el  valor. 
¿eHor  Don  Pedro ,  mi  casa. 
Mis  brazos,  mi  hija,  mi  bucicnda, 
Ul  honiir,  mi  vida  f  mi  alma, 
Todu  es  mestro,  nada  es  mió, 
Conlo  con  vos  Leonor  vaya 
A  ser  el  dueño  de  todo. ' 

DON  fíduo.  {Áp.} 
i  Qnléii  vi6  conrusioaes  lanías! 
i  Que  me  ruegnen  con  la  dicha , 
Cuando  no  puedo  lograrla  > 

PON  wiiM.. 
iCómo,  dándose  i  partido. 
No  se  ha  arrojado  i  tiu  plaulasT 

DON  rcaNANm. , 
Un  coDMDCido  BO  tiene 
Tan  i  mano  las  palabras. 
Espérate. 

DonrRDM.  (4p.) 
iCómopnedo 
Vo  empefiarme  ei>  dar  palalira , 
Que  no  he  de  cninplirT  ;Nt  cómo 
Puedo  orrecerme  a  llevarla  , 
Si  3un ,  que  Ñillase ,  no  sé? 
«y  cómo,  cnando  li  hallan, 
Pnedo  con  quien  me  iborrcica 
Casarme ,  cuando  i  olro  ama  ? 
Ofrecerlo,  será  miedo; 
Decírtelo  •  serl  infamia . 
Porque  es  cosa  inaj  erad 


Para  diclia  can  i  cara ; 

Y  lunoue  me  maien,  oo  tengo 
De  distamar  niia  dam*. 

Por  mas  ijue  ella  me  abormca. 
iQué  haré!  Los  ciclos  me  valgan. 

Mnclio  In  piensa,  se5or. 
Dtjame  Uegai'. 

CON  FERKAKMI. 

Aguarda.— 
i  A  qalen  ruepa  con  la  dicha , 
Taulo  en  responderle  lardas! 

Hav  mucho  que  responder, 

V  no  he  de  responder  nsda. 
Hi  nmerle  ei  el  mejor  medio. 

DON  rti.i\. 
Yn  el  snírímiento  n»  lias  la. 

(Sircan  lat  tipedat,  g  rtñeu.) 


o-m  FÉ\n. 
Porqne  no  me  leuien  nuocs 
Que  lu  respelo  me  Tilín. 
Ooiltndole  á  li  H  «ombrerOt 
Sabré  qoilarle  i  él  el  alma, 
»:i  r»iiA»o. 
FéKx,  tente. 

Mx  rtLix. 
Quila. 

DON.  FE«MTOO. 

Hiri 
Cuc  destruvLf!  i  la  hermana. 

No  me  (ten  rajen  elta 
PrinJero  i  mi. 

ESCENA  ZX. 

SIMÓN.  TRl^TAX.  »LilOirii.FS.  cf.\tii 
-IKIN  FF.nNANüO,  DUN  FÉLIX, 
DON  PFJ)nO. 

tlaoN.  (Dentro.) 
Cuchlttidas 
Dentro  de  b  casa  hay. 

raisTA.!.  (DeMn.) 
En  tierra  la  puerta  caifci; 

Sae  deiiii-o  eslA  quien  le  dio 
ucrle  i  Don  Djego  de  Lara. 
liso.  {Dentro.) 
Entrad  (odo5. 


.  i  Qué  p«'SBr  I 

¡Qué  senllmípolo! 

¡Qué  rabia! 
(S*leii  Sbitan ,  algatcUei  g  grole.) 

Itl.GDACILr.S  T  CENTH. 

Faror  al  Rej. 


Os  dad. 


A  prisión 


Poco  me  acobarda 
Ver  tantas  armas  ni  gente. 

DOW  FEMANDO.  (.íp.) 

;  Oh  si  bailase  mi  amor  traxa 
Para  asegurarle,  en  tanto 
Que  esotros  medios  se  tratan 


Uno  que  me  íia  de  caber. 

Tras  mi  i  la  calle  se  salga.       (Fow.) 

ALGDACILES. 

A  prisioD  OS  dad. 

DON  rtLix. 
Primero 
Pedatot  i  cnebiltadas 
Me  babeia  de  bacer. 

DO:i  FEOM). 

Y  1  mi  T  todo. 
tMN  reiiRAltDO. 
Félri ,  no  con  nueva  causa 

Íuieras  volver  al  tirlncinlo 
a  que  tienes  f  a  acabada. 
Tu  perdón  tengo  :  oo  imporla 
Qae  te  prendan. 

No  me  espHM 
La  prisión ,  sino  el  pensar 
Que  con  ella  se  dilau 
Li  fengaoia  de  un  traidor. 


i  Paei  qué  bu  de  hacer ! 

•ONI><UI. 

Procnnría, 

PooléndMM  en  salvo  ahora. 

iCómoT  ^'^ 

DOHFtUX. 

Por  esta  ventana. 

DON  FEMAmo. 

Ko  te  arrojea.  Tente ,  Félb  : 
TeAte.hijo. 

(ArrifauDoHFéUs.) 
oaxftLn.  {Dentro.) 
¡  El  cielo  me  valga! 
noN  Kpno.  (Ap.) 
V  k  mí  aquesta  conru^on ; 
Que  esto  no  es  volver  11  espalda 
Al  rieiso.  Bino  al  decoro 
De  no  culpar  nna  dama , 
Obligtindome  t  decir 
Por  qué  no  puedo  aceptarla.     (Vaia) 


Stgimosle  por  aquí. 


j, Quién  viú  confusiones  tantas? 
Entre  lu  vida  j  mi  honor , 
No  sé  ¡  av  de  mi !  tras  quién  vají , 
Cuando  Don  Félix  se  arroja, 
Y  de  aquí  Dop  Pedro  falta. 
Has  hay  que  temer,  desdiohi. 
De  lo  qae  temí.  ¡  Ob  ingrata '. 
¡Quien  te  quiere,  te  desprecia! 
i  paciencia ,  deto ,  6  ventanía ! 


JORNADA  SEGUNDA. 

Sili  en  t*ia  de  Don  Jaan. 
ESCENA  PBIHEHA. 

DONniAN;cr,irTe  ienlm,  p  Jeipue* 

DON  FÉLIX. 
{Ógevie  vocet  dentro,  y  ule  Den  Juan.) 
{Dentro.) 


Por  ai 


le  todos. 


;  Qué  estruendo, 
z9db,G00glc 


'   Qdí  raido  M  Kle  en  It  valle , 

(Sale  ¡Ion  ViíU  coa  ¡a  eipinla  d't- 

,  Caballero, 
SI  la.1  bonraib^  Jesdicbas 
Deben  ubligar... 

Qué  v( 


ualqulf^r  MUe...  ¡QuAmlru 


COHEUIAS  DE  DUN  PEDRO  CALDEROS  DE  I 

Ed  la  casa  d«  Violante... 
Amor,  no  mu  acuerdM  esio; 
ftue  hay  mas  superior' pesar 
lín  el  alma ,  y  es  desprecio 
Dd  honor  ijuerer  que  tengan 
Kl  primer  lugai'  Iüs  fetos. 
Mas  ;ay  de  mi!  muy  bJKU  hacri 
Ed  dar  el  luóar  primero 
Al  menos  nolilc  enemigo; 
Purque  si  mis  seiiii  míenlos 
Por  el  mas  noble  eni|)eEaraii , 
He  babia  de  tallar  tieiupo. 
" compañía 


i  La  prbner  veí  que  en  Maibiü 


Viene  i  ser  por  mi  üesdícba  ? 
jQué  traéis? 

Hablar  00  puedo; 


Quem 


...    a  quilaniln  el  alíenlo. 
La  josiicia  es  de  ([uien  buyo. 
Claro  está,  porigne  mi  pecbo 
Nanea  puilo  (tt>  cobarde , 
y  iíenipre  [lodrá  de  atento. 

Cobrins;  que  Cuando  aqal  osslgí, 
Ño  liaheis  llpgado  á  mal  puerto. 
Pues  i  tuesiro  lado  estoy. 

ixs%  rtL«.  • 

De  luesiro  i5lnr  lo  eren, 
De  inestra  sangre .  de  nueslri 
Ainisud  aiiligua;  pero 
Sí  me  iiudleíie  rscapar 
Antes  la  maña  que  el  rie^o, 
5eri  mejor ;  oue  justicia 
Ifp  pone  tau  digno  miedo, 
Qne  *1  decir  :  <  1'eneos  al  Rey ,  ■ 
De  |iiÉs  j  de  manos  tiemblo. 

La  cuartana  di-  los  nnhles 

Llaman  i  aquesi>  respeto. 

Y  puesto  que  i»die  os  stgae. 

Esperadme  aquí ;  que  quiero 

Ver  la  calle  y  lomar  vox 

De  los  que  os  buscan ;  que  paeslo 

Ke  nadie  os  vio  entrar ,  será 
ly  positili'  iros  sinuiendo 
Por  otra  [larie  ]ier(Íidos. 
Mp.  Ya  presumo ,  á  lo  que  entiendo , 
Ocie  este  acaso  ha  de  impedirme 
fsi  ahora  vinií'Se  Celio, 
A  quien  en  c;is  de  mi  lio 
De  Huarda  he  dejado  puesto), 
La  obligación  de  acudir 
A  Leonor ,  y  ver  qué  medio 
Puede  tener  el  eiiraSo 
Lauce  de  ayer.)  (Vate. 


WiS  KüLIX. 
{  Habri ,  cielos 
Ronibre.  1  quien  en  una  noche 
Asalten  tantos  sucesos , 
Todos  infelices ,  todos 
Triglcos,  todos  adversoiT 
j  Ay  rorliiua  \  Vamon 
A  ver  ki  e*  que  es  mébo* 
Diflcil  decirlos 
Que  ht  el  padeeerlot. 


Pues  para  segundos 
He  traen  i  los  celos! 
¡  Leonor  fuera  de  «i  casa  1 
¡Ui  padre,  prudente  y  cuerdo. 
Rogando  cou  elia  á  qiueii 
En  Tex  de  agradecimieuio , 
Remonde  con  omisiones  \ 
Poco  i  poco ,'  nensamieuto , 
Que  tas  descuorieodo  eo  muí 
Distintos  visos  y  lejos 
Huchas  luces  ¡  y  aun  con  ser 
1'antas,  que  lian  de  ser  rt-ce)o 
Has  las  sombras  que'las  luces. 
Si  miro ,  li  oigo,  si  adtierlo 
Que  amante  á  quien  ruega 
Su  mismo  di-seo , 

V  calla,  ó  esta 

Huy  loco  ó  muy  cuerdo. 

Y  por  lo  que  digo  ,  ay  trisle ! 
De  amante  rogado,  buenos 
Oebeq  de  ser  dos  pesares 
Que  dejan  para  tercero 
Acrédor  de  mis  desdichas , 
En  el  graduado  pleito 

De  amor,  honor  y  amistad. 

De  hallar  traidor  i  un  aniigo. 
Que  en  lo  intimo  del  pecho 
Abrigué,  para  que  fuera 
La  víbora  que  me  ba  muerto. 
¡Qué  infame  debia 
be  ser  el  primero 
Que  al  amor  ingrata 
Le  doró  los  hierros ! 

V  pues  de-mis  Lres  forlnnas , 
A!  tocar  los  tres  exireí 
lino  por  otro  me  dejan 
Con  vida ,  como  dicienuo : 
•  Si  otro  no  le  mata ,  viva 
Por  mi,>  afectando  violentos. 
Mañosamente  piadosos. 

Ser  dañosamente  ñeros ; 
La  vida  que  ellos  me  dan , 
Sabré  volver  contra  ellos , 
Vengándome  de  Violante. 
¡Otra  ve;;,  dolor,  has  vuelto 
A  darla  el  primer  lugar! 
Has  como  eres  vil  a&cio ,       • 
Nacido  en  bajoc  pañales , 
No  sabes  de  cumpliniieulos , 

Y  asi  siempre  tomas 
ti  lugar  primero ; 

Que  es  muy  Je  les  ruines , 
Si  hacen  caso  delloa. 
Vengándome  de  Violante 
(Digo  otra  vez)  con  desprecloc, 
Con  olvidos,  con  mudanzas 


Para  ejemplar  escarmiento , 
Con  iras  j  coo  rencores; 
Pues  aunque  la  esconda  el  centro 
Sabré  buscarla  y  matarla  : 
V  vengándome  en  efecto 
Anlesj  después,  teñido 
En  sangre  este  limpio  acero 
De  no  traidor  amigo ;  pues 
Aunque  él  quiera,  yo  do  quiero 


I  espada.  ;Mas  cómo;  aycletol 

i'i'rezco  ohidar, 
I  V  malar  ofrezco, 
I  SI  JO  el  olvidado 

Soy,  iutei  que  él  mueriot 


I   DO.N  JUaN.SIHON.  — DÜNFBLIt. 

nuil  iws.  (Denfru.) 
i  Picaro ,  desvergonzado, 

I  Yo*  tenéis  atrevimiento 
e  entrar  aquí! 

siuoH.  (DíBfrp.) 
Si  importaba 
No  entrar,  no  estuviera  abierto. 
MJ  iu*B.  (D«n(ra.) 

t-  Vive  el  cielo ,  que  a  mis  mano* 
labeis  de  morir  I 

(Sale  maUraianio  i  5J«Mn.) 
IKIN  tiux. 

iQué  et  eatoT 

M>1  JDIN. 

■  Saliendo  i  mirar  la  calle, 

I  Vi  i  ese  hombrecillo  inquiriendo 

!  Todos  tos  portales  della , 

I  V  en  este ,  al  volvir,  le  encuentro  : 

De  manera  que  echadizo 
!  Viene  i  ver ,  i  lo  que  iuBr^ 
I  Ddnde  estáis;  y  por  si  acaso 
I  Os  vio ,  le  he  entrado  aci  dcutra , 
I  Para  que  volver  oo  pueda 
!  Con  respuesta. 
I  MN  rttii.         * 

J  Deteneos , 

Que  ese  es  on  criado  min , 

Cuya  lealtad  le  liabri  puettii 

En  cuidado  de  buscarme. 

:  Buen  socorro,  y  i  buer)  Ueiapo, 
Después  de  di'scalabrado !    - 


Que  me  perdonéis ,  os  raego. 

Eso  dijo  ano ,  después 
Que  habla  cortado  por  yerro 

Don  Félii , 
Bien  podréis  cobrar  aliento , 
Que  siendo  vuestro  criado 
Aquese  hidalgo ,  es  muy  cierto 
Que  todos  los  que  os  seguían , 
Por  esotra  calle  han  voeíio , 
Desesperados  de  hallaros. 

Dicha  fbé  entrar,  conugulendo 


Y  dicba 

Veros  yo ;  que  desde  el  tiempo 
Que  en  Salamanca  estudiando. 
Amigos  tan  verdaderos 
Fuimos ,  que  con  sola  un  alnM 
Animaban  am1>Qa  cuerpM. 
jlizodCyCiOOglC 


TAMBIÉN  HAY  DUELO  EN  LAS  DAMAS. 


Y  que  la  escueta  dejimot 
Por  dos  caminos  diversoa. 
Vos  de  cortesano ,  j  yo 
De  soldado,  no  nos  liemos 
Visto  mas;  V  aunciue  en  Uadi 


Dev( 

No  os  cs|)anteU  desb ; 
Uue  como  siendo  csrudianie , 
Gozaba  en  mis  años  licriios 
Un  patronato  (lue  tir-iie 
Rravimeiió  jinvílegio 
De  nomine  t  armas,  iinuaba 
AiliJ'^lixdeTúieiloi    ' 

V  hal>iéndole  renunriailo 
Por  el  iraje  ijiie  abura  li-iigo. 
Volví  al  iiomlireldR  mi  cnsa  ; 

V  asi  muchus  de  aqnel  tiempo 
IHehaii  equifiicado,  liijo 

De  mñ  padres. 

y  el  no  hal>ero* 
Visto  en  las  «oaversacianes 
Kieo  los  públicos  paseos 
De  calle  Sajor  y  Prado, 
i  Quilla  sido? 

Un  triste  snceso. 
De  qnien  aun  l)o;ries  resulta 
Ir  de  la  Justicia  iiuyendo, 
Hi  seis  meses  qoe  me  tiene 
Anseule  de  Madrid. 

Esos 
Son  los  que  bi  qoe  yo  á  Madrid 
Vine .  poco  mas  ó  menos , 
Con  a  launas  esperanzas 


■a  licencia.  —  Dlnte 


nél! 

U>-ja  eso 
(Qoe  aanoae  bas  de  salierlo,  dd 
Soj  yo  del  que  has  de  sabeiio , 
Si  ya  no  es  que  sin  mi  vo¿ 
Te  lo  diga  mi  silencio) , 
V  dime  ¡ay  Dios!  idómle  queda 
Mi  padre í 

ti  quiso  resuello , 
Trasll  ectaarae,  y  yo  le^te. 

{.VoItíó  i  babtar  con  ¿I  Don  Pedro ! 

No ,  qae  Do'o  Pedro  de  niu 
Filtú  al  inslaMe,  y  el  viejo 
Llorando  Iras  la  justicia 
Ir  quiso ;  mas  con  el  peso 
De  años  j  penas,. no  pudo. 

Calla,  calla ,  que  iñe  has  muerto. 
{Át  hacer  extremo*  ecn  tai  manei ,  á 
«B  gtipe  en  la  cara  4  Slmoti.) 
smoN.  • 
I  No  me  hubieras  muerto  lü 
Mas  t  mil 

DON  nr*n. 
iQui  batido  esoT 


No  es  sino  mucho. 

DON  rim. 
Ací  son  mis  seotimientos. 


I  Vcncf.«to,   ■ 

I  ¿Qué  es  lo  que  jlensais  liacert 
I  Une  yo  i  todo  estoy  resucito. 
1  Bo:*  rt,  n. 

No  sé  qué  os  diga,  por  qué 
Me  importa  estar  eneuliierlo 
Por  una  parle;  y  por  otra 
He  importa  ir  adonde  dejo 
pendiente  el  alma.  {Ap.  Es  rerdad  : 
Que  altl  eu  mi  padre  la  tenga.) 

V  asi,  entre  quedarme  6  irme 
No  sé  i  lo  que  me  resuelvo. 

En  cuanto  i  qoedaros,  yo , 
Félix  ,'mi  casa  os  orreico; 

Pero  no  es  nada  -íenurn 

Porque  es  casa  de  posadas , 
Cuyff  Irifagoes  inmenso, 

V  es  Cnerza  salir  y  entrar 
Criadas  i  este  aposento  ; 
One  aunnne  pudiera  vivir 

algunos  deudos, 

Í  soldado 
os  preceptos 
De  concertadas  ramitias; 

V  asi  yo  por  mejor  tengo 
Vivir  en  mi  libertad. 

Ku  citanio  i  Iros,  lo  que  puedo 
Hacer,  es  acompañaros. 
(i4p.  íQué  i  mi  pesar  se  lo  ofreico! 
Has^CÓmo  puedo  excusarlo?) 
Ahora  escoged  vos. 

Habiendo 
Riesgo  en  quedarme.  Oh»  Juan,' 
Mejor  es  esotro  riesgo : 
Ir  adonde  mas  me  importa 
Acudir.  Mirad,  os  ruego. 


DON  PEDRO,  TRISTAN- 

TBISTAH. 

i  Eso  intentas  T 

Esto  Intento. 

SOué  importa  perder  la  rtda, 
ii  dama  y  amigo  pierdo  T 
Y  asi  á  buscar  a  Don  Joan 
Ahora  i  su  casa  vengo. 
Con  rcsoludoo  de  que 


Pues  es  el  dichoso  duello 
De  una  ingrata,  se  declare, 

0  de  no  querer  liacerlo , 

Se  renga  al  campo  conmigo ; 
Que  i>o  tiene  lo  mal  hecho 
Ñas  disculpa  (¡ne  la  enmienda 
Uel  valor;  y  asi  pretendo 
Ver  si  en  parte  satisfiígo 
A  quien  i'n  el  lado  ofendo , 
Dando  i  sla  satisfacción 
De  que  )o  i  Leonor  no  tengo. 

El  viene  atli  eon  Don  Kélii. 

¡Con  Don  Félix!  Pues  dejemos: 
Kspcra  al  lance  :  quiíá 
Has  bien  liirormado,  ha  puesto 
La  mira  en  el  Diayor  blanco, 

V  hasta  llegar  i  saberlo. 

Uno  y  otro  ue  uos  vean.  {Vmut. 

ESCENA  T. 

DUN  JUAN,  DON  FÉLIX,  StHON. 

bOMJuii.  [Ap.) 

1  CAmo  hicieran  mis  deseo# 
Que  para  ver  i  Leonor, 

Sin  queme  estorbe  el  respeto 
Del  enojo  de  mi  lio. 
He  desocupara ^iresiot 

poit'i^La.  (Ap.)  . 
iCómo  hicieran  mis  pesaría 
Que  nie'dejar»!  que  siendo 
Fuerza  buscar  i  mi  |>adre, 

Y  hallarle  eo  caga,  es  mas  cierto 
)ue  lo  sepa,  y  no  quisiera, 
.■erque  buscándome  luego , 

No  entendiera  mis  desdicbas. 

SIMÓN.  (Ap.) 

jQué  será  Uf  que  suspensos 
Van  dbcurrieude  los  dos. 


Vieoo  aquí,)  Señor... 

¿Qué  hay,  Celio T 
ceuo.  {Ap.  i  D»n  Jum.) 
Oue  de  alli  no  me  he  quitado , 
V  hasu  aqueste  Instaoie  raesmo 
No  saliú  el  viejo  de  casa. 
Va  puedes  ir. 

A  mal  tiempo 
Vienes  ¡  que  ya  no  es  posible. 

Mn  rtux. 
«Qué  03  obliga  i  hacer  esiremoi* 

Es  que  tenia  un  criado 
De  posta  i  una  oaile  puesto. 
Por  ver  si  gn  hooibif  siHa 
De  su  casa ,  porque  leiüo 
De  haUar  en  ella  i  una  dama 
A  ocasión  que  él  uo  está  dentro; 


Por  el 

DciDior  qu  jimas  oiréis. 
Porque  habeUüeubrv...  Pero 
Ello  es  para  mis  despacio. 
Id  líonde  v»i8,  j  se»  lireslo, 
Porque  en  drjiudte  i  ios, 
Poeoa  volver. 

iK>ir  rtux. 
Yo  me  buetga 
De  tener  esa  ocasión 
Pan  pediros,  mai  cuerdo 
Que  01  lo  pidiera  sin  eíia, 
Qae  Bw  dejéis  solo,  puesto 
Que  tamUen  me  imtraria  ir  solo. 

non  min. 
Yi  sd  que  ese  es  cumplimiento. 

Noes,  por  Dios,  sinn  verdad. 
.    Y  qnc  andaba  discurriendo 
Cómo  decíroslo  jo. 
Y  asi,  id  coii  Dios. 

¡Cúmo  puedo 
Dejaros  jroSn!... 

tiox  FÉUI. 

Vos  A  mi 
No  me  dejais ;  qae  yn  oi  dejo 
A  «os ,  paes  }'0  os  lo  suplico. 

.  Mirad  que  estoy  en  empeBo 
Quf*  acepluré  la  licencia , 
Si  me  aseguráis  que  es  cietlo 
Que  01  importa. 

.     va  rtLB. 


Pnes  con  eso , 

Y  con  que  s.ihpls  mi  cns» , 

Y  que  soj  amiao  «uesiro , 
Quedad  con  Dios. 

vos  TÉIJX. 

0  .  El  OS  guarde. 
MniDtN.  {Ap.) 
¡Aj  Leonor,  cuJnto  despo 
Saber  lo  que  tú  j  Violanle 
Eita  lio  el  I  e  li  abéis  dispuesto. 
Para  acudir  i  lu  amparo 
Antes  que  k  mi  sentimiento! 
(vanie  D«a  Juan  g  Celiü.) 

ESCENA  Vn. 
SmON.-DON  FELnt. 

Dinte ,  seior,  por  tn  vida , 
iQoün  es  elle  caballero* 

Es  on  grande  amigo  mió. 

swo^. 
¡  Y  se  le  luce  |»or  cierto ! 
Que  daltndos  mojlconri 
A  ins  criados. 


Importa  el  quejírmí!.  Prro 
iParaqnéleapil:isrtpl, 
íii  vais  nn  ramiuo  mi'smo  ? 


IKOIAS  DR  DOS  PEDRO  CALOEBOX  DB  U  BARCA- 
non  rtut. 
UCómo! 


En  mieslra  eaUe  ha  enirado. 

A  que  salga  d<-lla  quiero 
Ksperar,  uorque  no  sepa 
(fue  eS  DU  casa  donde  veogo. 

SIMOM. 

Pnes  sibas  de  esperar  que  salga. 
Dei|i3clo  estis ;  que  sospecho 
Que  es  en  ella  l>  visita. 


Pienso  qne  si ,  1  lo  que  pienso. 

PON  TÉUt. 

Mientes,  infame  :  de  largo 
Pasú. 

Claro  esti  que  miento. 
De  largo  pasa. 

non  FELI1, 
:  Hicia  dúude 
FuédtmdeecboT 

Hicia  allí  demroi 
Don  rÍLU. 
l^jinfetice  de  mi! 
¡Decir  qui'  tenia  puesto 
Un  criado  ijuc  avisara 
Cuando  (oliúgueme  mi  aliento) 
Saliera  un  hombre  ( ¡  qué  peoa !  ] , 
Para  baliiir  ( i  qué  spiíiimicnto ! ) 
A  una  ilum.-i  I ;  qué  dolor  1 ) 
En  un  eiiraüo  suceso 
Üe  amor  ( ¡  qué  rabia !  ] ;  en  la  caM 
Kiiirar  de  Vlulaine ,  j_  esto 
Sobre  lo  que  i  o  » i  anoclie ' 


Vi  be  dlcbo  qie  lii  sin  mi 
Ño  bas  de  ir. 

Boartui. 
Yo  vendré  presto. 
m:i  naiuiiMi. 
Entra  en  casa .  por  mi  «ida , 
Porque  hay  mucho  que  peosemoi 
Del  arrojo  de  Leonor, 

V  el  recato  de  Don  Pedro. 
Mira  que  tu  bonor  le  Dama , 
A  cuidar  de  su  remedio. 

Mnrtui. 
^  mi  honor  me  llama ,  vamos. 
(Ap.  Adiós,  agravios;  celos. 

Os  he  drjado,  no  [lieiiMi 
Volver  jamas  á  liiiscaros ; 

Y  para  que  en  ningún  tiempo 
[  He  acusen  lie  calwrdia, 

!  Que  me  liacen  Tuerza  protesto, 
:  Las  instancias  de  mi  bonur, 
<  V  las  ligrima!  de  un  viejo. 
¡  {Vtnte  pt4re  i  l^e.) 

'  ESCENA  tX. 

SIMÓN. 
Ve  aquí  dus  cuartos  i  qnleit , 
Sea  ciego  ó  no  lea  ciego , 
Me  diere  la  r.'i ación 
De  lo  uue  quiere  ser  esto. 
Ahora  bien ,  solo  he  quedado : 
Discursos,  soliloquiemos ; 
Que  uadie  i  un  picaro  quita 
Hablar  con  su  pensamiento. 

Y  querer  volverse  luego. 
Llegar  su  padre  k  buscarle, 

V  cerrados  por  de  dentro , 
En  cucAlbilas  r«gar 
Ul  hospedaje  i  Don  PedroT 

\  ¿Quéseri  <|ue  la  justicia 


Sobreloqueiovlanociie!  I  ¡Quéseri  .lue  la  justicia 

Pues  ¿quí  aguardo*  l'uM  ¡qní  espero  ¡  yegase  i  tan  lindo  tiempo 
Que  no  voy?...  Mas  ¿donde  he  de  Ir?     ;  y  ^„^  „  |,¡,||;,se  uu  amigo. 


amigo. 
Que  por  igualar  el  |ieso 
De  las  alforjas ,  nos  diese 
Amiciclieiesy  íélcelosT 
¡Qué  seri  que  el  viejo  ande 
■  solicito  j  suspenso 


Mlt  rCtn.  (Kndow.) 
Yo  Umbien ;  pero  ya  vengo... 

Tente ,  que  oo  bas  de  ir  sin  mi , 
Dondequiera  .. 

non  riux.  (Áp ) 
;Hay  tal 

liON  rEH:*\!<l)0. 

Que  vavas .  porque  no  es 
Quedar  dudando  y  ti'mieudo 
Cuidado  para  dos  veces  ; 

Y  puesto  que  conociendu 
Que  me  hablas  de  buscar, 
Va  que  no  quedabas  preso. 
En  casa  estuve  i<s|ieranilo, 

Y  della  t  salir  me  vuelvo 

Por  no  estar  entre  mii  ruinas, 

Y  c*  oneslro  On  uno  mesmo , 
No  le  hablemos  en  la  calle. 
Ven  *  casa. 

Ya  je  vuelvo.    . 


TrasélliY  quéseriT... 

ESCENA  X. 

imS.tap«ila.—&mOH. 


No  prosiga  nced,  la  ruego. 
La  suerte  ¡  quo  es  mi  aur  es 
Letra. 


'  Concepto  de  baratillo, 
I  Raido,  renu'ndvdo  y  tie 
I  Has  si  le  pongo  U  mano 
Vo  le  pondré  como  nuei 

jA  mi ,  á  al  concepto  T 


dbyGOOglC 


PuM  JO,  mojcr.  ^ipié  le  he  hecho* 


;Viveelcj«1o, 
Que  es  Tnesilla !  ¿Pues  eúmn 
(-Iji.AqnlenlroYoj,  ¿oh  ispiJ  ñun. 
Cocodrilo  ú  basilisco. 
U  otro  cualquier  epiíeio 
De  sabandija  del  caso' 
Fuera  de  casa  le  eacueniro, 
Besctr^ada  ? 

lHoáe\tes 
Tü  de  saber,  según  eso , 
Lo  que  hay  en  ella? 


TAHmi:»  HAY  UUI^LO  E»  LAS  DAMAS. 

Y  el  verme  ahora  en  la  calle 
Ks  i  una  cosa  i|iie  tengo 
Iteflardelt.jaaue 
Te  me  ha  deparado  pI  ciclo. 

jQoé  es? 

ISE5. 

Como  buyendo  salí. 
No  saqué  mas  que  mi  miedo. 

'  BtREL.  (Ap.) 
Otra  sin  diamanle ,  vaya  ; 
Has  con  diamante,  es  desprecio. 


M.-is  no  lo  digas  i  nadie , 
Pnrque-se  fiíé  de  aecrelo , 
V  aun  digo  mas ,  que  se  fuá... 


Como  un  cabalMro 
Se  la  llevó.      - 

ídem  per  iárni. 

[Quí  es  McM  per  idem ,  nt- ci( 

Quiero  decir  que  irse  ell« 
O  llevársela  es  lo  mpsino. 
Nudlme.icúdiofué?   ' 


ESCeifA  XL      * 
ISABEL,  ai  bakon.  —  SINON ,  INÉS. 

SAKL.  (Para  tí.) 
De  posta  al  balcón  me  bao  pnetio 
Por  %\  vieoe  ul  wBor, 
Kéntru  están  discurriendo 
LeenM,  Violante  jr  Don  Juau 
Lo  qne  han  de  hacer.  Has  ¿qué  tcoT 
SimonciUo  á  ana  tapada 
Hablando  e«tji.  iCómo,  cielos. 


I,  <U  celoeT 


A  la  cólera  ael  v>e}o. 

tSAKI..  {Ap.) 

^ortija  7  otra  I  Eso  im. 
0e  ira  y  cMera  retienlo.     . 


?ne  aun  este  manto  es  prestado ; 
asi  vini!  con  Intento, 
?-\  el  viejo  no  estaba  en  casa , 
De  ver  si  {lodla  entrar  dentro 


Ojreal 
ISABEL.  (Ap.) 

SI  mp  la  hubiera  il>>]ado , 
Aun  fuera  el  agravia  menos. 


Leonor  en  él .  por  mas  fresco , 
Bn  ausencia  de  tu  heraiano. 
Ha  vivido. 


iyuerras  que  jo  le  abra  el  arca 
Y  te  saque  lo  que  hay  deniro  T 


iNo  el  mejor,  pues  los  amos, 
Esta»  dése  coarto  lijos , 
Hablando  i  puerta  cerrada , 
Que  entres  tiif  Qaeyo  no  quiero 
Que  después  te  falte  algo. 

Í'Ah,  ploro,  ya  le  eniiendo ! 
'ero  vamos ,  pues  en  liii 
Soy  quien  soy,  y  nada  tema  ¡ 
Que  conmigo  la  mi  honor. 

SHOK.  {Ap.) 
Annqne  mas  1  Isabel  quiero 
Que  á  Inés,  no  es  malo  iiiesearme 
Uiéutras  no  me  isabelco.       ( Vonie.) 

ESCENA  Xn. 

ISABEL,  V  iueg»  VIOLANTE,  dentro. 

;Qaé  es  aquello  de  •  mi  honor 
Vacoomigori  ¡Esto  consientol 
¡Diamante,  jotra  &  mis  ojos! 
v»i^KTí.  (Dentro.)» 
kabet. 

Llamó  i¡  buen  tiempo 
Ui  ama ;  que  de  aquí  me  echan, 
A  no  estar  tan  boado  el  suelo. 
Has  yo  tomaré  vengan» 
De  amhos,  tan  á  sangre  y  ftiego. 
Que  digan  lodos  al  veril ; 
•  Parece  que  somo*  griego*.  > 
{Quime  de  lo  Mtínu. 


li  en  uii  i»  Dan  Alus«. 
ESCETIAXin. 


,  VIOLAirtE. 

Isabel. 

ISAIEL.  (Penlre,) 
Va  toy,  seEora.  {Sale.} 

LEONOR. 

J>  qué  la  llamas,  si  viendo 
Esta  si  viiiie  tu  padre  ? 

VIOLANTE. 

A  que  abra  ;  que  no  quiero. 
Estando  aqnl  con  Don  Jniii , 
Oirle  mas  atrevimientos. 

BOX  IKÁH. 

S'ié  itrevimienlo  es  decir 
e  i  todo  trance risiielio, 
Pondré  mil  veces  la  vida 
Por  asegurar  el  riesgo 
De  Leonor,  y  qne  ella^lija 
(Pues  no  puede  durar  esto 
De  tenerla  tú  escondida. 
Sin  que  lleguen  I  Bal>erlo 
Tu  padrey  la  vecindad) 
Ñas  á  su  gusto  el  convenio 
Que  quisiere  T  Porque  en  cuanto 
A  que  casarme  es  el  medio 
Has  digno ,  y  el  que  yo  mas 
Deseo,  estimo,  busco  y  precio. 
No  ha  de  ser  (Leonor,  perdoui), 
Sin  asegurar  primero 
Qué  ocasión  tuvo  otro  amante 
Para  tanto  atrevimiento 
Como  romper  «ni  puerta 
Dentro  de  tu  casa.  Y  esto 
Tú  me  lo  hss  de  agradecer. 
Si  me  quieres  :  ^fucra  bueno 
Para  deudo  y  pai;^  esposo. 
Quién  fuera  menos  átenlo! 

VIOLANTE. 

iTan  poco  duelo,  Don  Juan , 
Tengo  yo,  que  hablara  en  eBo, 
A  no  constarme  ver  que  es 
Tu  amor  su  iborrecimleuio  1 

Si  i  Uteconsu,  i  mi  no. 


No  es  desprecio  la  atención. 
Bien  sabe  amor  que  en  mi  pecho. 
Idolatrada  Leonor, 
Vlies  con  tan  grande  extremo , 
Que  comprara  la  disculpa 

* i^ios  grande  precio 

Tida;  y  para  que 
.  _  ..._1  mirada  tratemos 
Hatería  tan  petigroia 
Sin  rí  decoro  y  respeta 
""  debo  á  quien  mas  adoro, 
te  guardo  á  quien  mas  debo ; 
lor,  mi  vida  y  mi  alma 
)  es  :  de  todo  eres  dueBo ; 

mi  temor  es  mió. 

Sathflganse  mis  celos , 
V  entúnces  podré  lej  tuyo ; 
Porque  en  laio  tan  esirecbo. 
No  es  bien  entrar  tropüaiKlo 


j  Pira  uo  Mlir 


,zodb,LiOOglC 


I» 


COMEMAS  »B  DON  PEDRO  CALOERÜN  DE  LA  BARCA. 


ESCXHA  XIV.   - 
LEONOR,  yiOUNTE,  ISABEL. 

0|*,  agutrda,  ncucba,  espera. 

Hu  veh»  parte  que  el  vienh^ 

VlOLAtlTE. 

jCerruie  la  puena  1 


na  mettea 


Y  abara  pedirle  qukio, 
Seíiora ,  que  una  m"— ' 
Me  Lagas. 

V10UKTK. 

Di :  JO  le  la  otretco. 
isiaF.i. 
t=ni  ama  nue  iiíies  serví , 
*!■■  flebe  alBiiiHB  dinero» : 
Uuisiera  ir  allá ,  porqué 
Sé  gu«  ahora  los  tiene ,  y  pierdo 
ürasiai)  para  cobrario». 

Ve  pue» ,  como  vengas  ptealo. 

Al  pUDtowiKlré.  (Ap.  Por  »ld» 
l)e  cuantos  hay,  nui>  los  leDgo 
De  poner...  Ello  wH- 
Solo  ahora  una  cosa  lento , 
y  es  que  mi  ama  me  oonoíca , 
M  asi  me  ve ;  mas  aqneso . 
CiHidisTraMrme.  lendft     ■ 
.  FacUIsbno  remedio.)  (•■" 

ESCEHA  XV. 

LEOKOB,  VldUNTEU 
LEono*. 
1  Aj  Infelice de  mi!  • 
¡Qué  cierto,  amifia,  qué  cierto 
Es  que  (liieías  y  agravloa 
SoD  ispídea  encubierlos, 

?ae  engañao  con  la  bermosara ,  . 
malan  coo  et  teueno '. 

TIOUIITI. 

No  le  digo  que  no  llores, 
.  Porque  quIUrie  no  uiiedo 
Amas  que  contra  et  dolnr 
Nos  di6  en  iilKmo  r<-mcdia 
üneilro  tér.  Solo  te  di^o 


Ponine  triieniDS 
Tan  piadoso,  qui 


ir  del  seiitlmieiiK 
ciWo 


lan  |Ma^iu»u,  que  no  envía 
El  daito  sin  el  icineilio. 
1'ti  (le  lu  iiJeliz  rortuiia  « 
(Sea  acaso,  ósea  mi-itiTio) 
Derroiada ,  «no  tomaste 
Eu  estos  umbrales  puerto^ 
íTt  df  mi  no  le  hai  validoT 
.  Y  dueüo  de  in  suceso , 
n«  tu  fama  y  de  tu  vida .         * 
iNo  íOjT 

SI. 

vioijtrcre. 
Puea  cobra  aliento; 
^¡nr  JO  K><;nré  tu  boi>or 
IK'  Im  luriíados  reflejos , 
Qve  le  empa&aron  la  luí 
A  tu  beldad ,  tas  eieuo. 
Que  la  altWei  de  Don  Jnan 
VueWa  á  ti  con  rendlmienlof . 
Y  la  queja  de  tu  padro 
Ba  mai  aerailecimioiUt. 


,  No  iieni's  que  agradecerlo: 
Que  aunque  le  lo  ofreico  i  ll  ■ 
'  No  ert'S  tú  1  quien  yo  lo  btreico. 

-  Puesdime,  li  quién T 

vioLA!vre. 
(  A  tu  hprmanui 

'  Y  ann  1  él  no  es .  segmi  lo  «dvietlo , 
\  Sino  i  mi  misma  uo  mi.s 

i^r  mi  misma ,  itorque  nienilo 
'  Félix  mi  amante,  no  fuera 
1  PosihiK  que  mis  atíbelos 
j  Le  miraran  cotí  carífio. 

Si  le  miraran  temiendo   . 

Qne  liabia  deTfCio  en  su  bma, 
'  Sin  cuidar  jo  del  defecto ; 
i  Aunque  con  lo  que  le  obligo, 
I  E\  presuma  que  le  ofendo. 
j  i  A  quieo  JO  estimo ,  ha  de  haber 
I  Quien  desestime ,  crejeodo. 

Que  padece  su  opinión  ! 

i  A  naién  jo  he  dicho  que  quiero, 

Ha  de  haber  quien  le  murmure! 

i  A  quién  miro  como  doeAo, 

Ha  de  ter  como  ofendido 

La  ojeriía  é  sobreceño 

De  la  malicia^  Eso  no. 

LlOItOI. 

Y  aEade,  Violante,  i  eso. 
Sabiendo  él  mismo  d  agravio ; 
ion  tf  mas  desiucimiealo. 


iiOLim. 
1  En  euaesll  Félix! 

LEOROB. 


1  Qué  dioet ! 

Lo  qne  e*  avtia- 

TIOLAXte. 

iT4  le  TisM» 

LKONOR. . 

Yo  le  vi 
Desde  aquella  reja ,  i  tiempo 
Que  tú,  de  espaldas,  hablabas 
Con  10  primo. 

¿Pues  qué  espero 
( Si  sobre  el  Unce  de  anoche , 
Tan  cerca  ahora  te  lenco) 
Que  i  cumplirle  la  palabra 
No  voj,  de  que  tus  recelos 
Tengo  de  satisfacer, 
Con  lodos  cuantos  extremo* 
Pueda  U  fe  de  mi  amor'! 
Haber  dado  a  Isaliel ,  siento , 
Licenciw  pero  coa  otra 
Criada  Iré. 

jAj  de  mi!  qae  temo. 
Sil  verle  YUS,  que  peligre 
Entre  el  cariño  el  aecrem ; 

,  Que  nunca  fueran  amigos 

I  Amor,  majer  y  silencio. 

VIOLAKTe. 

No  lo  temas,  porque  cuando 
m  fuera  porque  lo  ofrezco , 


N'o,  sino  el  mismo  concepto. 
Pues  n<  el  ser  yo  tan  1n  amiga. 
Ni  el  ser  lu  hermano  uii  duSio, 
H\  el  haberle  por  mi  puerta 
Knlrado  i  valer  del  riesgo , 
;  Me  pone  en  la  obligación 
Que  mi  desvanecimiento, 
Al  presumir  que  por  mi 
Ha  de  quedar  salisfecbo . 
Tu  honor,  Don  Kélis  seguro. 
1)011  Juau  calado ,  j  contento 
Tu  padre,  cuandn  por  mi , 
En  loi  archivos  del  tiempo, 
Tambiea  hay  durlo  en  lai  4am 
Quede  al  mundo  por  proverbio. 


(I'fli 


a  tt  Don  Fcraiaéa. 


EBCCRA  XVL 
INÉS,  SIUOM. 


lAy,SinH>n,loqueicqviero!      • 

L  Eso ,  Inés ,  qp  me  hace  á  m< 
:  Novedad;  que  ha  muchos  diaa 
Que  lé  lo  que  tú  querías. 

'  Desde  el  pantoque  te  vi... 

Con  (ortija... 

Te  adoré , 
Sino  que  uie  dló  temor, 
Qat  i  lubel  üenea  amor.. 

i  ESCERA  XVU.       . 

I  ISABEL-INES.SIUON. 

^iSÁatt.  {-Ap.  fuedándeie  á  ¡m pwfiu.\ 
1 1 A  bneoa  ocasión  llegué ! 


il  sospecha  cruel; 
'  Que  si  ¡ro  quiero  i.Isaliel, 
i  No  ha  sido  <]i-  enamorado, 
',  Sino  por  ver  la  lincia 
i  Con  que  la  gran  mentecata... 
I  (SASEI..  lAp.) 

,  Hónrete  Dios.   - 


Cuida )  traía 
.  De  (ni  regalo  i  Hmpiena. 
t  Si  la  rieras  cada  dia 


b/Googlc 


^AHBISK  HAY  DUELO  EN  LAS- DAMAS. 


Acudir  1  la  penon 
Con  cimÍM  ó  con  yalona , 

0  con  otra  niñería 
Sac6lica ,  qDi>  por  jerro 
Fingir  suL'lt!  el  Kf  vH  trato 

$ue  se  lo  ha  comido  el  gato , 
^M  que  se  lo  comió  el  perro, 
S'd  que  por  eso  Jamas 
Ha  viese  alegro  la  cara!... 

ISMEL.  iAp.) 

1  Quién,  laLtroii,  te  la  corlara  I 

iPufs  por  quéí 

Porque  tabrlt, 
51  la  verdad  le  coulli'So , 
Que ,  tobre  ser  ana  toca , 
La  liuele  mar  mal  la  Iroca. 
isAiei,.  {SaUettdo  y  eattiganda  d  Sí- 

Cuando  pido  scrl  eso. 
Uucho  mus  que  cuando  do; : 
Que  uno  j  otro  es  gran  menlira. 


Picado,  iiifimp,  atrevido , 
'l'ü  j  Inés  sabréis  aquí 
como  se  lia  de  hablar  de  mi, 

i:tRS.  (Quitándote  un  tápalo.) 
Ve  uqiii  que  lo  hemos  sabido. 
iQué  liay  para  eso  t 


iPara  mi  cuchillo! 

iSAsei.. 
1  Chinela  i  mi! 

ESCENA  XVm. 

DOH  FliLIX.-DiCHa*. 
DON  rtuí,  [Dentro.) 


Cierto  es  que  me  ha  de  n' 

Y  t  mi  me  ba  de  presumí 
Lo  do  anoche  \o  dueTud , 

Y  JO  00  lo  be  de  liecir. 

Pues  ti  ocullaros  queréis, 


iSdo  le  has  de  quedar? 
Don  Hux. 

lo  que 

quiero  quedar, 

Hiéntras  mi  padre  escribiendo 
Eait ;  que  i  solas  pretendo 
Que  roe  mau  mi  pesar. 

Pues  solo  aquí,  ¡qué  has  de  hact-rT 

Llorar ,  Simón ,  j  sentir. 
Sin  que  lo  pueda  decir 


jPorqnét 

Porque  mi  lealtad 
Solonopnededcyarte, 
Aunque  quiera,  en  esta  parte. 

Dices  bien;  que  soledad 
De  un  triste  ja  es  compañía. 
^Mo  te  vasT 

SINDH. 

Sahe  primero 
Que  aquí  do  esiisliien. 


Tan  oeda ! 


iQuéporlIa 


[isquerelí 


Suspeodamos  el  reiUr 
Para  mejor  ncasion ; 
Y  hasta  [|ue  de  aquí  salgamos, 
Ue  eMa  tunda  nos  hagamos. 

Olees  bien. 

Presio. 
{Bteiniteiue  Jof  dm,  y  tale  Daa  Filix.) 

DON  tiLIX. 

Simón, 
Salte  alU  ftiera,  j  no  digas 
A  Dadle  quu  esto;  aquí. 


Corre  de  aquí 
Mor  mal  aire. 

;Qulénse  enIrA 
Ed  aqueste  cuarto  t 

XIX. 

DON  FÉLIX,  SIUON. 


SHOK.  lAp.) 
i  Buena  haciemla  habernos  hecho. 
Si  Metta  i  ver  encerrada 
Cada  cual  i  su  criada! 

(Ap.  La  roz  se  ha  helado  ttt  tí  petho.l 
Si  I  ver  venís  i  mi  hermana 
(Que  i  otra  cosa  no  vendréis). 
La  visita  errado  habéis , 
Porque  df  sde  eslp  mañana 
tio  esU  eu  casa ;  que  saliiendo 

Sue  una  denda  i fueiie  ealrelbi '. 
ala  esll',  i  estarse  cou  ella 
Fué  unos  días. 


TiOLAim. 

Soe  con  eso  babeis  querido 
aros  por  desentendido 
De  que  es  la  visita  i  toa. 

iiON  fíia..  < 

Yerro  es  ese. 

viouniR. 
;CómoasfT 

No  sé;  peroma]  haréis, 

Si  la  visita  debéis 

A  otro ,  en  pagármela  i  mi. 

ÍÁp.  Has  volved  airas,  eitremos; 

Ko  despeüíiodoaos  vamos. ) 

ESCENA  XX. 


—VlOLANTIi.DUlf  FÉLIX.  SI- 


MÓN. 

'  LtBS.  (Ap.  í  haM.) 
En  graode  pfligro  estamos. 

Lo  que  hemos  de  hacer 


La  vislla  que  miráis , 
Ho  i  vos  vengo  i  hacerla  ]te 
Porque  os  la  deba ,  siiió 
Porque  vas  me  \j  débala. 
V  esotra  que  presumís , 
ilen  podéis  iiuagtiiar 
Que  jamas  la  be  de  pagar. 

Si  es  (lue  i  decirpe  vi 


enlldo 


¡  !  mis  oidos  burlado, 
!  Va  yo  estoy  desengañado ; 
'  V  asi  solamente  os  pido 
i  He  hagáis  merced  ae  quiU' 
u  de  hablar  en  esl 


Cfrradós  los  labios, 
:  DadJiccocia  a  mis  pafíones, 

Sue  huyan  las  sati^^faccioues , 
ues  huyerou  los  agravios. 

■esperad;  <pe  cuando  jo 
A  salfibceros  vnigu, 
,  Sin  conseguirlo  no  tengo 
De  dejaros. 

Cuando  no 
Hay  queja  de  parle  mia , 
Hatier  ea  la  cuestión  nuestra 
;  Satisbccion  de  la  vuesira , 
Ocioca  cosa  serla. 


DON  r<LIK. 

Yo  lo  creo  :  esli  bien. 
Pero  Tamos  i  atf»  cosa. 

iQuíesT  '"■*    .' 

nottrlLn.  (^;i.) 
Que  declí'bi  no  sé, 
iti,m..{Ap.  i  ¡net.) 
iAireveriste  1  esto? 


1- ,  ■*"  '•^"-  Oue  JO ,  por  salir  de  aquf ; 

i  iUuéhajquflMtemleraqolT(¡Av  Dios')    Cualquier  coh  hitPMiié. 


IIPMIM.  ] 

i,~i00gle 


coNEuiAs  aa  00:4  PEuno  cau)er07I  de  la  Varga. 


MWrtUI. 

■  Yo  l«ngo  na  peur ,  Violante , 
Tan  flrande ,  que  no  nie  deja 
Aliento  para  1>  queja ; 
Y  asi  ahoi-a  no  (e  esiiante 
l>e  qiK  me  Talte  laniLien 
l'ara  la  salís  laccioii- 
PerdoiiiJ  i  mi  pasión 
Que  i  lu  que  me  tsiÁ  lao  bien , 
^D  dé  oídos.  Alguu  ilia, 
Ijue  mis  üeiilicbu  sabréis , 
(jniKit  me  aoradecerélB 
fío  (Ifcirosla  voi  niia 

Sue  ;  [ura  qué  mo  Imscais , 
i'siines  (|ue  yo  anoche  vi 
Lo  que  vi  y  oí  lo  que  oi  f 
Pnes  vi  que  i  Don  Juan  ie  dais 
Licuiicia  <Ju  que  ei[ii'rera 
A  que  vuestro  judre  liutiicn 


Lo  que  iligo  que  no  illt;o. 
vioLAirnt. 
Pues  ya  qne  ros ,  sin  decir, 
Di'cis  lu  que  se  queréis , 
Kscucbadine ,  porque  hahelí 
De  oir  aliora  siu  oir. 
l'élii,  mlH  obligaciones 
Mi;  |ioiteu  en  ocasión... 

{Salrn  Ineg  i  Ittítel  lapada 
iSAiiEL.  (A  Den  FéUx.) 
beoidme  luego  que  son 
Heuüras  vuestras  traiciones. 
[Vanie  lae*  i  Itabet.) 


XXI. 

VIOLANTE,  DON  FÉLIX .  SIMÓN. 
Donrtux. 
¡Hujerlií^líDeresT 

VIOUNTI. 

Tras  ella 
No  habéis  de  ir... 

Soltad. 

VIOLARTE. 

Queaqol 
No  es  ]nsto  dejarme  i  mi , 
Por  ir  i  salislacella. 

siaon.  (Ap.) 
¡ExIraBaretolacioa! 

No  gotero  mas  de  saber 
Qnléo  es  aquella  mujer. 

TIOLAKTE. 

iQaí  necia  tatiaraccioo ! 
Con  ella  escondida ,  iw 
^abeit  quién  es? 

DOH  TÍÍMi. 

No. 
Tiounc 

En  verdad 
Qne  es  poc*  enriosidad. 

Violante  mía ,  ti  jo 

Sjé  quien  A... 

TioLtirv- 
Cemd  et  ItMo  ¡ 

Ooe  DO  qoiero.- 

»H0H.  (Ap.) 

(Undoalilto! 


Que  el  oíros  un  caribo 
Me  cueste  boy  nu  agrario. 
i  Abora  VioloHle  tata ! 
DOHrtux. 


Tan  inrelii:,  lanioipta 
Suerte,  lialierlo  prounnciado. 
i.\p.  Arrebatóme  jay  bonor! 
l::i  dulor  tleitt;  dolor.) 

Pues  ti  deMl  os  ha  |iesado , 
FÍcíI  eumleiiüa  ba  tenido. 
Haced  vo«  cueaia  de  que 
No  lo  dijisteis;  yo  baré 
üueiila  de  quo  no  lo  lie  oíilo ; 
Y  con  aquesto  los  do* 
Volvemos  bien  i  quedar 
Hoj,  vos  con  vuestro  pesar, 
\  yo  cou  mi  agrario.  Adiós. 

MN  ¥Él.n. 

Es|iera,  Violante ,  y  deja 
Une  acuda  i  tn  desengaBo; 
(Jutt  no  quiero  que  un  eiigáfto 
Me  eche  á  perder  una  queja.— 
¡ílmoii... 

siion.  (Ap.) 
Ahora  entro  vn. 
Don  rtux. 
{Quién  es  aquella  mujer? 


i  Posible  V 


No. 


Pues  Laura,  wBor,  sabiendo 
Que  i  Madrid  habías  vealdo. 
Con  aquel  amor  rendido 

«ue  sleaq)re  le  esit  qoeriendo. 
Ido  i  terle. 

OOH  FÉLII. 

i  A  lerme  i  mi ! 


i  No,  ^110  i  mi ! 


Pues  {porqué 


Fué  i  tiempo  'tiio 
MI  amo  andaba  por  aquí, 
Y  para  que  no  la  viera , 
"a  esa  cuadra  esperando 


Í'  Pues  cómo,  cuando 
,  no  salió  fuera , 
Ni  tú  f  mi  me  lo  dijiste? 

Ys  yo  te  lo  iba  i  decir, 
V  no  lo  quisiste  oir. 
{Acuerdaste  lo  qne  hiciste , 
'  S<^re  no  dejarme  hablar? 
Entró  en  aquesta  ocasión 
Violante,  etcétera. 


Todas  lai  utbfteekmes, 


Pues  venirme  i  rer  A  mi. 
Movida  de  sus  pasiones, 
No  es  tener  la  culpa  yo. 


Si  es;  pnes  es  tener  la  colpa 
El  querer  que  esa  disculpa 
Me  salUfaga. 

DOS  yíux. 

{Pues  no 
Ks  bastante  no  saber 
Vo  que  ella  estuviera  aqolt 

viouns. 
SI  por  cierto , ;  siendo  tai 
Qoe  yo  no  puedo  tener 
Queja  ( pues  en  tus  acckmes 
Decir  con  resolncioo : 
lüecidme  luego  que  son 
Henllras  vuestras  traidonesi 
No  da  i  entender  haya  sido, 
Kn  TBzon  de  mi  naslou , 
Aigmia  satisraedou 
De  que  mí  amor  es  olvido, 
O  es  desprecio  ó  es  desden , 
O  es  agrai  io  I»  (|ue  vos 
La  habréis  dicho),  adloB,  adiós. 

bou  p^Lii. 
Es|iera,  \íolanle,  teu; 
Hira  que  es  muy  imperioso 
Poder  el  que  ha  pretendido... 

rioi.AMV. 
íQuéT 

6U«  ÍÍUX, 

Que  niegue  un  ofendido, 

V  desenoje  un  celoso. 
Vo  no  he  dado... 

VIOLAnTK. 

Esti  muy  bim. 

DON  Flux. 
Cansas  que  lu  agravio  apogea. 

vioLikim. 
Mis  nidos  que  lo  oyen , 

Y  mis  ojos  qne  lo  Te<i, 
Mienten ;  vos  solo  decís 
Verdad. 

DON  Hux. 
[Al  cielo  plngniert 
Que  aun  aquesa  no  lo  íbera ! 

TiOLARri;. 
Soltad. 

DON  wílix. 
Mirad  que  venís 
A  satisfacer,  y  no 
;  Es  bien  volverás  ria  que 
¡  Consigáis  el  liii  é  que 

I  Dessire  es  qne  ya 

I  Perdonaré  agradecida ; 
!  Que  es  cos>  muy  rigorosa 
Qne  desenoje  quejosa , 
'  Ni  satísSiga  oTi-ndlda. 

Pues  ved  que  si  porllais... 

Decid, 
I  bOiirftJI. 

ÍQue  os  dejaré  ir. 
Idos .  que  uo  be  de  saMr  * 

Qne  vns  de  un  agrario  bagáis 
lanío  duelo,  y  quede  ros 
No  haya  yo  da  hacer  nfaignoo, 

'uig'lizsdbyGOOglc 


TIOLANTK. 

El  mas  declarado  el  ano. 
Quedad  con  Dios. 

B03  F<US. 

Id  ci 


TAHBItN  HAY  [KJELO  EX  LAS  DAMAS. 
ESCENA  XXm.  , 

LEONOB. -ISABEL. 


ibios. 


Snpursto  i|iii.'  mi>  iliyjís, 
Mi  rail  (;uo  A  satisraciros 
Con  mis  agravios  |iriu)eros 
No  lie  lie  tolver. 

Ho  volrds. 


Ese  á  DTl  no  me  buscó. 

N)  fe  esotra  yo.Y  sí  es  asi, 
lAquiíu  buscó  ese! 

TIUI.A1ITS. 

NoȎ, 
Que  es  sagrado  i  que  no  loco. 
¿Quién  trajo  a  esotra? 
noNFÍux. 

Tampoco 
Lo  sí  JO. 

Ved  ifK  me  Iré 
Sin  saberlo. 

Mirad  vos 
Oue  sId  saberlo  Umbien 
He  qoeüaré  ;o. 

Esli  bien. 


¡Oh  injusta  estrella! 
Pide  licencia  al  dolor 
Que  paso,  7  perdona,  honor; 
Porque  leiig.-  de  ir  Iras  ella.    -(Vate.] 

.'IBOí. 
'La  ciuña  i]ue  dernima 
Isabel ,  no  es  nui-v» ,  paii 
La  primer  muxa iiu  is 
fiue  da  celos  á  su  ama.  (Vnw.; 


Ko. 


¡Olí.  Isabel 

ISABKL.  [da.) 

(Jp.Deudometiedehacerdesenleiidi- 
¿Adóade  esife,  bella  Leonor,  mi  auia? 

Fuera  de  casa  fiíé;  su  lionor  la  llama , 

Porque  jo  esioj  mu;  cierta 

Que  Laura...  (Uaman.)  Uas  jio  liaman 

[A  la  puerta  T 


I       Pues  nue  entre ,  Isabel ,  dejí , 
bienvenida.    A  h.blar  i  VWante. 

ISJkVRU 

¡Ahora 
Te  Tienes  con  esa  flema , 
Di'Spues  du  halwrla  rtiviado 
De  asravios  ;  celos  muertal 

DonnliJi. 
Déjame  tú. 

lUega  d  la  puerU  VUlaaU.) 


Lnnon. 
Pueimira, 
Autes  que  abras,  quién  es. 


Silicr 


»  lie  DoR  Alim 


ESCENA  XXn. 

ISABEL. 
Grande  ventura  ha  sido, 
'  Si  mi  ama  i?l  lalte  ó  vu/  no  ha  conocido, 
A  casa  liaber  llf{tado. 
Y  fentesqnevenija,  haberme  desandado 
Del  disfraz  nne  llevaba. 
lii)!o  ([ue  fiíÉ  (no  es  alabarme)  brara 
Id'SnIíKion  lamia; 

Ponjuí'  alil  me  esiuTlera  todo  el  día, 
A  ilrsgo  <jue  me  vieran 
Klh  y  Dou  Félix,  porque  no  invieran 
IHsciilpa  mis  desvelos. 
íQniéodíócelosjaraas.jcndoporcelos, 


VIOLANTE.— LEOSOB,  ISABEL. 

viobiUiTi:.  (Denlro.) 

Abre,  Isabel.         (Va  Itabeí  á  abrir.) 

La  von  es  de  Víotautc. 
:  Quiera  Dios  qur  i  su  amante 
nomehayadi'Sonbierto  en  dolor  tjnlo! 
{Scle  Violante  can  mantv.) 

TIOLAHTI!. 

Huerta  rengo,  Leonor.  —  Quita  este 
Isabel.  [maato, 

¡fie  qué  nacen  los  enojos  t 

VIOLAmK. 

De  oD  luego  introducido  por  los  ojos, 

D^  im  volcan  que  bebieron  mis  oídos, 
('.un  que  abrasaron  los  ilcmas  sentido-i. 


Pues  sepa  JO  la  cansa ,  de  tos  labios. 

Mal  animan  la  voi  celos  j  agravios. 
Sabrisquei  Félix  vi...(¿/ana)idMfr)>.) 

[i^as  no  han  llamado? 


Yel  cuenA  han  degtrilado. 

Ve  tú ,  Isabel ,  i  abrir ; — tú  i  retirarte. 

i  Y  ese  manto  hiela  all^  puedes  llevarte, 
I  Porque  si  es  mi  señor,  no  me  le  vea, 
I  Y  que  mi  ama  ba  salido  fuera  crea. 
I  LeoNoa.  (íp.)        ,      [los! 

!  ¡Guindo  saldré  de  aquesta  prisión,  cie- 

I  VIOLAUTE. 

\  llasU  boj  no  ti  la  cara  de  los  celos! 
I  (Eieindue  Uomrenunnotento.Ue- 
vAaíQte  el  manta;  «bre  UabeLv  tale 
DmFMx.)  * 

ESCENA  XXT. 


Yo. 

TIOUHITIt, 

¡  Don  Félhi !  Pues  iian  apriesa 
Pagáis  las  visitan?  Pero       ,   ' 
Bien  hacéis,  j  no  me  pesa 
De  ver  que  en  algo  tengáis 
Conmigo  correspoiideucia. 

D'lM  ríui. 
Siempre,  Violante,  la  tuve 
Yo  contigo,  j  siempre  (Hiena. 
(Ap.  Déjame,  honor,  uu  instante, 
Pueii  ja  tu  peili  licencia.) 
A  durme  salisfuccioiiea 
fuiíte ;  solo  entcndi  deltas 
Que  las  tienes  j  las  guardas; 
.Si  las  guardas ,  no  tas  pierdas. 
Duélete  de  mi,  Viulanie, 

V  de  lástima  siquiera 

Diroe  algo ,  aunque  sea  mentira ; 
Que  cualquier  cosa  que  sea , 
Antes  que  lü  me  lo  digas , 
Doj  palabra  de  croerln. 

Amique  de  mis  quejas,  Félix , 
Yoiio  tivasatisreclia, 

V  t^nga  muchas  ra7.oues 
Para  pensar  que  son  ciertas. 
Quiero  segoir  tus  motivos , 

V  para  dejir  ementa 
u pncer  la  taya. 


Don  Joan,  aquel  mic 
Llamó  anoche,  y  a  ni 
Vino-lioy .  mi  prlmi 


arela 


isfaccion,  Don  Félix 
( Que  en  la  corte ,  es  cosa  cierta 
Haber  tramposos  amores. 
Que  se  mantienen  de  deudas ), 
Alo  que  vino,  es... 

LEONoa.  {Al  pañú.) 
¡Ay  triste. 
Si  mis  sucesos  le  cuenta  1 

viotwtte, 
A  que  mi  padre... 

ISASEU 

Señora, 
Hl  señor  i  casa  llega. 

Sin  dnda  era  dicha  mia 
La  que  decirme  deseas , 
Pues  viene  quien  lo  embarae», 

sube  por  la  escalera. 

Pues  en  aquese  aposento 


I" 


Bo:iF¿ui.  {A  ¡apiierln.) 
\  1  Esti  en  casa  tu  seüor? 


E'moet  Nlo!  Vívp  Din», 
por  de  d«ulro  1»  |>uena 
cerrado. 

«OLABIÍ.  (Ap.) 

¡Aj  lie  m[, cielos! 
■0.1  rtux. 
He  de  abrirla. 

«lOLANTG. 

Considera 
Que  viene ,  Fílit ,  m)  pailri*. 

MU  rÍLin. 
Uiti  (]iip  (odo  el  mundo  lengí ; 
l,itii^  j» ,  iwrdiilo  lo  mas, 
no  impoi'la  qne  esto  se  pierda. 


SI  pionlo  dos  mil ,  no  liai 


BSCEHA  XXVL 

DONALONSO.-DiCHS. 

DOn  ALONSO.  , 

iQaétocesnmestMT 
<lHe  de  enLrár,  j  no  ba  de  entrar? 

MjM  rtux.  [Ap.) 
rrrdido  esto}. 

ÍMLAÜtt.  (Ap.) 
nOlf  AUMRO. 

iOné  ei  MtoT  iPups  vos,  Don  Félii , 
Kn  mi  casa,  con  tanciegn 
Kesolurion!  ¡T6.  Viólame, 
Tan  loca  j  Un  desatenta  I 

VIOLASTE.  {Ap.) 

i  Quién  vi6  confusión  como  esla '. 
S<  diso  lo  qué  es,  deKculu'o 
Que  Leonor  esli  eiicubierla . 
V  la  (Jesculiro  á  su  hermano. 
Si  lo  callo .  es  cosa  derhi 
Üuc  mi  padre  i  aj  de  mi  irisle ! 
jílgo  de  mi  amor  enliepda, 
Si  Unjo  algo,  que  es  Don  Joan, 
Pensar  Don  Félii,  es  fuerza. 
¡Pues  cúmo  satisfaré , 
Dejándola  libre  Ji  ella, 
A  (Km  FAJiíjim!  padreT    . 

jlfiagiino  rae  üa  respuesta? 

Yo  U  lo  diré ,  seBor. 

DON  itux.  {Ap.) 
(Qué  M  lo  qne  decirte  inienlaT 

VIDLAltTE. 

Tapada  sqal  con  el  manto 

(Ap.  ¡Oh,  quiera  amor  qne  rneeniiend: 

Leonor,  j  qne  sele  pOHga, 

Pues  en  la  mano  le  IFeía  ! ) 

Una  dama  entró,  sehor, 

luciéndome  (jD  estoj  nioerta) 

Que  la  amparase;  j  asi, 

(aaro  eslj]  i  su  rle^(o  aieoU, 

'  -  cerré  en  ese  aposeaio, 


il.\.S.l)p:  DOS  PKftltO  rALDKRON  HE  LA  DARCA. 
'  K  estorbar  una  desdicha  non  rtui. 

'  lie  quien  K.  ha  amparado  duUa , 
I  Lfl'|H.'dlqueae  tuiicse. 
I  Kl  cou  la  cólera  ciesa , 

•  He  de  entran,  dijo  ;  xiohas 

De  entran,  respondí  soberbia, 
I  Que  es  lo  mismo  qne  tú  oiste. 
'  Y  para  que  aqiiesio  veiis 
jOuoes  asi,  salid,  señora. 

ISABEL.  {Ap.) 

i  Si  ella  i  estas  liaras  no.linbirra 
Tui^siose  el  manto ,  iior  Dios, 
Que  halila  hecho  linda  hacienda ! 


Porque  otra  pena 


Coando  Don  Féib  tras  rila 
Eotró,  Adeudo  qoe  habla 
Da  malaria.  To,  tcmmIu 


T^nle  tú,  mientras  que  saín. 

(Sale  LtoHor,  lapada  coa  >í  menlo  de 

Vlaiaitte.) 
(Ap.  de/id.  Vele,  amijia, y  da  la  vuelta) 

(Ap.  Huerta  voy;  pero  alentemos 
La  disculpa.)  Pira  esla. 

{ADeuFéiix,  gvau.) 

DOS  ALonso. 

Por  cieno ,  seflor  Don  Fílk, 
Hahei'os  visto  me  pesa 
Tan  ciego.  Pues  ¿qué  oeasion 
A  un  caballero  destempla, 
A  querer  poner'las  manos 
Ku  mujer?,- Vos  ulbajetat 

Wf  itaa. 
SeBnr,  la  cólera... 


TÜ,  Violante,  basta  que  Toelra 
Vo ;  que  hasu  quedar  secura , 
No  es  bien  de  vista  la  pierda , 
Va  que  la  valió  el  sagrado 


De  mi  c: 


Considera 
lEu  qoése  fundan  tus  celos  < , 

MXrtLtl. 

Todos  son  desla  manera. 
Ib*iquién  es  esta  mujer, 
Para  recatarme  el  vei'la? 

VIOLl^TTE. 

Pae»¡qQÍ<  ^no  la  bas  conocidoT 
Laura  es,  que  estaba  h  mi  puerta 
Esperándome,  OBn  Félix, 
Para  pedirme  muy  tierna 
Coii  lágrimas,  que  te  olvide; ' 
Porque  la  tienes  á  ella 
Obligaciones ,  á  que 
No  e^Ktdble  que  lli  vuelyas 

Don  rtLii. 
¡Vo  obligaciones'. 
vioLAirre. 
Así  me  \¿  dijo  ella. 

Dios ,  que  he  de  buscarla  > 
V  hacer.... 

K  alguna  Bocza 
Be  de  deberte ,  palabra 
Me  da... 

.DOR  riixk.  ■ 
i  De  quéf 


'  Ni  yo  quiero  ya  saberla. 
I  V  vete,  porque  mi  jiadre 
I  No  te  baile  aquí  cuando  vuelva 

Vo  me  Iré;  pero,  violante, 
¿En  qué  mis  desdichas  quedan? 

Eu  mi,  que  quiero,  y  do  ofendo. 

En  mi,  que  quiero,  amiipie  ofi-nd: 

iAjr,aaior,loqu9me  debes! 

i  Ay ,  amor ,  lo  que  me  cuestas '. 


JORNADA  TERCERA. 

.  EMZttA   PRIMERA. 

LE0N08  CB*  manto,  y  VIOLAM'K 
liníL 
LEonoa, 
Esto  ha  de  ser. 

VIOLAKTE. 

No  ha  de  ser. 

¡Cómo  quieres  tü  que,  expuesta 
Cada  insiauíe  i  nuevo  riesgo . 
Jugada  la  vida  tenga? 
Son  Juan,  de  honrado  ó  de  iibfa>, 
No  se  resuelve  á  que  sea 
Nuestro  casamiento  quien 
Ponga  á*mi  desdlolia  eumicnda. 
Mi  liermano  celoso  del . 
Seguii  yo  he  visio  j  tú  cuenUs, 
Ed  su  alcance  anda;  y  auuesio 
Contra  ti  y  coaira  mi  es  fuerza 

Sne  resulte :  que  no  siempre 
I  Je  haber  una  cautela 
Como  la  de  aqueste  manto . 
Qoe  á  ét  y  á  Don  Alonso  pueda 
Asegurar  i  fuera  dcsío, 
Til  padeces  la  sospecha 


Dem 


' ;  y  m 


Que  por  mi  disgustos  lengai , 
Qua  un  dia  ú  otro  hao  de  obligarte 
A  que,  po)-  salvar  tu  ofensa' 
Hayas  de  decir  la  mía ; 
y  asi  en  irme  estoy  resuelta , 
Donde  de.HU  vivo  cadáver 
Sepultura  sea  una  c  Ma. 
Acabe  todo  conmigo, 
O  yo  con  lodo.  Licejicia 
Me  da :  que  á  aquesto  no  mas 
He  dado,  amiea.  la  vuelta. 
Va  que  me  bailaba  en  la  calk, 
I  De  aqueste  uanto  cnUarta. 

Uis.tizíídfiyGOOglC 


S  .lo  M  pido  qne  dina 
A  Don  Jikín,  qoe  si  ueMft 
ll:ilUniie,  cuuijilo  le  Üiforme 
L1  cielo  ele  mi  inocencia. 


Oje,«sp«ra; 
Que  puM  no  me  ttas'euienüido, 
Leonor,  lo  que  en  mil  ilitersis 
Ocasione*  dije ,  aiiui 
Seri  el  mielirlo  luena. 
Yo  te  lie  aaclo  la  palabra 
Üe  ampararle;  y  si  perdiera 
MU  veces  por  il^la  vida , 
Mil  veces  esloj  dispuesta , 
Leonor .  á  perderla ;  que  Mto 
No  es  porque  me  lo  aKradeicu 
(Tainlui'ii  lo  lie  dicbu),  pues  ei 
(Si  de  mi  duelo  te  acuerdas) 
Por  el  honor  de  (u  liermano. 
Porque  i  mi  sola  me  deba. 
Ya  que  me  úrba  el  cariiio , 
Oue  su  opinión  no  se  pierda, 
¡vive  Dius,  que  de  mi  casa. 
Va  qui^  se  eniró  por  sus  puertas 
De  mi  i  talerse  su  honor. 
No  lias  dt;  silir ,  sin  quti  sea 
Con  todas  cuantas  mejoras 
Fuere  posible  que  leiiga! 

1  Pues  qué  medios  pan  eso 
reuemos* 


Escucha  atenta. 
Dou  Juan  a<|Ui  no  nos  oye  : 
No  el  St-r  deudo  mió  va  Tuera  . 
üe  camino  :  tu  no  lienus 
A  su  acusación  respuesta 
(Pm-B  no  es  Lril  que  Don  Pedro 
liilnile  satisfacerla), 
Has  i|ue  rogar  y  llorar. 

Surs  llora,  l.potior,  j  rue){a¡ 
ue  i  una  mujer  principal 
Que  una  vex  a  terse  llega 
Ya  declarada,  no  Im  cosa 
Que  no  la  esté  liieu  hacerla. 
Antes  que  se  empeüe ,  mire 
Lo  que  hace  :  eiajieñada,  atienda 
A  que  es  iiiK'Stra  voluntaa 
Una  prisión  lan  estrecha. 
Que  tenemos  homeii^e 
Jurado  de  ito  romperla. 
Valgimonos  de  las  armas 
Qne  nos  dio  naturaleza  : 
Líiirímas  j  sentimientos, 
I,  ansias  y  quejas. 


TAHDIEK  HAT  DUELO  EN  LAS  DAMAS. 
I  VH6rale  tu  desdicha,  I 

Laméntale  tu  inocencia, 

V  déjala  á  tu  verdad , 
I  Uue  ella  misma  ¡>or  si  vuelva. 
.  Que  ^  ligrimas  mentidas 
I  Sdtlen'  tener  lanía  Tuerta , 
:  Li|{rímas  solire  verdades, 

;Uué  pedio  babri  queuo  venianT 

[.EONOK. 

i  Temo  que  aunque  yo  le  escriba, 
I  Don  Juvii  i  verme  uo  venga, 
'  Según  la  resolución 
:  Uou  que  de  las  dos  se  auMiita. 


Edu 


Descubre  el  cielo .  en  que  puedas 
Satisfacer  i  UonJu»; 

Y  cuando  no  valgan  estas 
Primeras  instancias  blandís, 
Kos  valdremos  déla  fuerza; 
Que  yo,  por  Félix ,  no  hal)T* 
Cosa  i  que  no  me  resuelva , 

,  Aunque  tea  i  que  le  mate. 

Deten ,  Violante  ,'la  laigiia ; 

8ue  i  ese  intiiacado  camino 
ue  hay  del  llanto  i  la  violencia. 
Amor  mal  ú  tarde  6  nunca 
Le  supo  nlaar  la  senda. 
Has  i  que  me  aconsejas  que  haga  T 

VIOLAKTE, 

Hl  padre  ha  salido  fuera ; 

Y  asi  cscrfhcle  á  Don  Juan 
Qn«  i  T«rte  esla  noche  venga  ; 


Pon  ten  esa  raion  mas. 

S'Qué  hemos  de  liacer  de  mt  hermano, 
¡i  ve  que  sale  6  que  entra! 

Vo  aseguraré  á  tu  hermano. 

jCónio* 


De  aquesta  manera. 
E\  está  de  mi  celoso, 
V  yo  empefiada  en  que  tengan 
Stis  celos  satisfacciones. 
KskJS  lioy  lio  puede  haberlas 
Kii  mus  que  mirarme  lina 
1'odo  el  tiempo  que  no  pueda 
Declararme  mas;  y  añado 
A  esto,  que  umbíen  e« fuena' 
Estarlo  yo,  pues  que  vi 
\  Laura  en  fu  casa  meima. 


ISABÜL. 


Eslo  tiene  para  mi 
Mil  y  tantas  conveniencias. 
Ponerme  el  inaiilo  es  la  ana; 
(fuo  no  hav  inof.a  qne  oo  tenga 
P;icIo  impiiciio  de  manto. 
La  líos,  para  salir  fuera. 
La  tres ,  sin  ama.  V  la  cuatro, 
A  llevar  papel,  i|ue  es  fueru 
Que  tenga  jiorte.  La  cinco. 
Cuando  mu  porte  no  Icoga,' 
Hacer  una  buena  obra  ; 
Y  lener  lugar,  la  seicla , 
Para  ver  á  SimoiKillo, 


La  Siete  .  Pero  ja  cierra 
Leonor  el  papel.  Aquí 
Queda  esto  :  haya  huena  cnanu 
Qne  ya  poqnitilas  falún 
Hasta  las  mil  y  iiuinieutas. 

ESCENA  IT. 

LEO^0R.  -  ISABEL. 


Pui 

V  otra  que  el  alma  reserva 

Para  Si  Ipnr  no  decir 

Que  Félix  i  tanta  pena 

Postrado,  aun  en  sus  despechos 

Tiene  no  sé  qué  v.ei^pienxa , 

Que  vo  entiendo,  aunque  él  la  calb), 

¿Quien  culpará  que  me  atreva 

(Con  lislinia  solire  celos, 

O  sobre  amor  conveuÍencia\ 


Toma ,  Isabel ,  y  t  Don  inaii 

V olí ndii  este  papel  lleva, 

Y  ven  presto,  por  lu  vida.        iVut.)  ■ 

,  Tú  verás  mi  diligencia. 
t  Santiguo  el  papel,  y  salgo 

Vjm  pié  derecho,  l^on  esii* 
,  Dos  prevenciones ,  Jamás 

Ue  sucedió  cosa  buena.  (Cm«.) 


.  cuando  anocbeica, 
A  la  suya  t  Con  que  tü 
Bien  asegurada  quedas 
De  que  él  acá  no  veadri. 
Como  yo  allá  le  detenga. 

V  á  tu  padre ,  ¿qué  dirémot , 
Si  cuando  viene  estás  Aieraf 


Pues  yo  escribiré  nn  papel , 

Encareciendo  cuan  llena 

Ue  pesares  podrá  ser 

Hallarme  á  sus  manos  muerta.  (Vate.) 

TIOLAMTE. 

Isabel. 

ESCENA  II. 
ISABEL.  —  VIOLASTE. 


«Qué  es  lo  que  mandas! 

I  Ponte  et  manto,  j  aquí  espera; 
Qne  bas  de  llevar  á  üon  Juan 
Lopgo  un  papel.  {Ap.  i  Quién  creverá 

!  Que  una  ofensa  facilite 

;  Para  curar  otra  ofensa '.)  ( Van:.) 


Sepamos,  ya  qne  en  la  caB* 
I  üstoy  de  páticas  puesta, 
1  (Dóndtí  delie  una  criada 
:  Acudir  con  mas  presteza? 

¿Adonde  su  ama  la  eovja, 

Madniídesu  amor  la  lleva  T 
I  Ñas  ¡qué  frialdad  de  pregunta! 
:  Déla  calor  la  respuesta. 

Vendo  á  ler  á-Simoucillo. 
:  En  el  umbral  de  su  puerta 
'  Está  :  yo  quiero  posar. 

Disimulo. 

ESCENA  TL 

•ISABEL.  — SIUON. 

(^p.  i  Qne  no  entienda 
Lws  Kcretosde  mía- amos!) 
Cé.mireina.  Cé.mirelui. 

íEsámiT 

No,  siuú  á  usted. 

'  Y  bicn,¡,qué  manda! 

Qoetepa 
Qne  Kene  en  mi  un  escudero , 

Y  que  si  me  da  lleeiiela. 
Habrá  hipocras  j  c^íib^^  ,  I 


MMON. 

Lb  gracia  et  e» 
Porqae  como  luied  sea  oira , 
El  DO  baberla  vlsio  ea  veiía. 


GOHEDIAS  DE  UON  fEDRO  CALDERCW  DE  LA 
ESCENA    Vn. 

INÉS.  -  ISABEL,  SIMÓN. 


igt ,  porcf 
le  unlf!». 


Tensa • 
Qoe  me  ba  locado  rn  el  alma 
i  \  quiéa  concKe  por  prenda 
Ue  la  persoua  ■    ■ 

AlsaM 

¡lubell  ¡buena  pobreta 


One  aun  por  eso  ucé  engastada 
Trae  en  oro  esa  cenletla 
De  viilrío,  iFnédeaperdicio 
Ue  alguno  que  «e  le  <|u<etea 
A  esa  mi  señora  DoHa 
Licenciada  Vidrlení ! 


Tío  doro  coma  una  pleura. 
A  »er. 


Poraiie  no  aea 
A  xtr  no  mas ,  a  ro»  ver. 
( Quítale  el  iiananU,  y  quiere  irte.) 


Esa  diacDtpa  es  rouT  vieja, 
Y  no  qnlero  mis  Tenaaua 
De  todas  tus  desvergüeoias 
Que  dejarte. 

Ko  es  üejatma 
Déjame  desta  manera , 
Sino  llevarme  tras  U 
Arrastrando. 


Ver  quisiera 
Si  sacó  Simón  mi  arca. 
Has  ¡qoé  miro! 

(itp.  í  No  e«  aquella 
|[ie«T  SI ;  para  escupürme , 
He  viene  hien  Ij  dcsbecha.) 
Va  le  he  dícbo  qoe  me  deje, 


tiene  qne  ver  aquí 
-. .  -Di  sortija  la  puerca 
DelnesI 

i:iES.  ( AeereándMe ) 
Hable  bien ,  si  salte. 
si,on.  {.*(».) 
Cayóse  la  casa  i  cuestas. 

Amiga  mía,  i  bnen  tiempo 

Has  venido,  donde  Eq>as 

Que  50  no  le  quiero  dar 

Disgusto ;  V  iKirque  lo  veas , 

Hai  que  DO  veuga  tras  mi.         (Vaw.) 

¡Isabel!  ÍQuUfe  Uínirta.) 

No  has  de  ir  Iras  ella. 

Hira  que  me  lleva  el  alma. 


Ksa'esla  mia. 
Tea  la  mano ;  que  se.  lleva 
Ella  el  diamante,  j  parece 
Que  le  traes  tú ,  según  pegas. 


DARCA. 

MKi  vdui. 

Has4. 

pon  FHIIIáMN). 

Dime ,  Fílii,  por  consuelo 
De  mil  canai  ( asi  el  cielo 
Das  ventura  i  entrambos  dé) 
Si  vienes  de  haber  buscado 
A  Don  Hedro. 

Si, señor; 
Ha*  como  amigo  traidor. 

Se  ba  escondido  y  st  " 1 

De  suerte,  que  desde  ajer, 
IJue  de  la  justicia  buyendo. 
Le  dejé ,  aunque  mas  preteudu 
Hallarle ,  no  |iuede  ser 
De  efecto  mi  diligencia , 
Porque  no  parece. 


Sino  para  que  me  dé 


lOnierai)  los  cielos  que  ni 


;  Boeos  haeieiida 
He  hecbo !  Por  esto  no  puede 
Quien  de  galanie  se  precia , 
Tener  dos  damas  no  mas, 
Poroae  i  una  vei  qu 
Queda  ua  bombre  celibato. 


si-üii.  í,Ap.) 
Va  me  viú  rol  amo,  j  es  fuerza 
No  seguirlas.  ¡Quiera  el  cielo 
Que  lo  qne  tratan  entienda. 
Para  que  con  lo  demás 
También  el  Juicio  no  pierda ! 

Mit  FEíiunoo. 
{DeddndevlMwsT 


^Por  qué  T 

DON  raaHkKoa, 
Porque  de  su  an 
Resulta  otra  pena  Mu. 

BOR  riux. 
iQaéesT 


Retiraos  de  aquí. 


SI. 
Uli,Stnw».tedesTla. 

(HathtaitdDenFéH*.} 
siaoH.  {Ap.) 

K"  !  caimio  ad  han  estorbado 
los  bienes  dí  en  los  matea 


No  diga* 
Mas ;  que  esa  sospecha  ya 

Tan  dentro  del  alma  esU, 
Que  lio  bar  para  qué  prosigas; 
Porque  el  baber  oiro  alli 
Con  (|uien  Don  Pedro  riflera , 

V  bajar  por  la  escalera 
Solo,  bien  muestra  ¡  ay  de  ral ! 
Que  otro  faé  quien  la  ocultó  ¡ 
Porque  Don  Pedro,  ni  hiciera 
Desaen  de  Leonor,  ni  btijera 
El  rostro  al  lance,  Si  no 

Le  obligaran  i  callar 
Sus  mismas  obligaciones, 
non  FC«M.i*o. 

Y  ana  con  eso  mis  psskmcs 
De  no  pesar  t  otro  pesar 
Pasan.  ¡Qué ialelii serla 
Hide«dldia,slnofaera 
Hombre  que  sacar  pudiera 

La  cara,  el  que  ¡ aj  Leonor  ■!• 


.1  rtLfi. 
Calla ;  que  m 


Pennítir  que  tan  sagradas 
Materias  hasaa,  tratadas, 

8ae  la»  perdamos  el  miedo, 
I  aun  nosotros  las  hsbemoa 
De  hdvlar,  por  solos  que  están 

BOU  FEaiíAnoo. 
Pnes  al  basta  qne  sintamos , 
SintanM,  tí¡o,j  call«noi. 

D,B,l,z9dbyC00glC 


OOX  FÉLIX,  %IHOM. 


{Puedo  ja  llcftarf 

Aliora  si,  ¿por  qué  nof 

Abora  a<v(nlero  jfo. 

non  rti.ix. 
¡Qué  loco! 

moM. 
¡  Bueno  e>  estar 
SuMáudole  todo  el  a&o 
l!ua  ;  oira  boberia, 
V  apañarme  lolo  el  dii 
(fue  puedo  oír  el  deiengilio 
De  lo  que  taoio  deseo! 

DON  FÍUI. 

;Quí  eiT 

Saber  en  lo  que  aodab 
Tó;  lu  padre,  itíiié  tratáis. 
Que  i  todas  horas  os  veo 
Ed  secrcUllos! 

toarit-n, 
¡  Pluguiera 
Al  deki  que  lo  ijue  son , 
Supieran  ménoi ,  Simón ! 
(Jue  dicba  de  todos  tnera... 


«QuéT 


Haini 


Nos  Iriuel  délo  justicia. 

No  adelantes  la  roaliciu , 
Que  bien  declarada  está, 
Sino,  sfai  meterte  en  na* 
De  solo  lo  que  te  mando, 
T«  TUelve  i  casa  volando , 
V  alli  espera. 

siHo:i. 

¡Dónde  vas? 
IION  tiux. 
A  qnerer  que  lo  supieras , 
Fueras  eonmígo. 


TAMBItlM  HAT  DUELO  EN  LAS  DAMAS. 

Que  mal  hallados  é  iaqnletos , 

He  esté  quitando  la  viJa 

La  sit-mpre  nial  atenida 

Kamilia  de  sus  afetoi. 

Lo  que  el  lionor  quiere ,  impido 

Amor ;  lo  que  amor  desea , 

Impide  buaor,  porque  sea 

Mal  que  á  niueuno  se  mide , 

El  mal  de  mí  ü-enesi ; 

Pues  cuando  entre  ambo*  me  vei 

Conmigo  mismo  peleo 


) 


De  notable  conclusión. 

ESCENA  X. 

DON  FÉLIX. 
Quien  en  sus  locas  quimera 
Pudiera  bacer  que  su  amor 
Dentro  del  iiedio  viviera 
Sin  que  el  bonor  lo  supiera , 
Pudiera  hacer  que  snlioitor. 
Sil)  que  el  amor  lo  alcauíara , 
l>entrn  il<-l  i>ecl<o  también 
Viiirr* ;  puiiiue  no  es  bleu, 
Si  el  estado  se  repara 
Kn  m<:  me  Ui'nen  los  dos  ,  . 


Tan  ofendidos  ¡afDhtsl 


,  Podrii  i  casa  emlar ; 
I  Que  él  por  ella  eaviari  «H 
I  po:4  rtut. 

!  ¡Doo  Pedro  me  escribe! 


Deüéfl 


le  Dios  de  mi. 


Con  faltar  Don  Pedro,  c 

Fiero  un  dolor  í  mas  Itero ; 

Hi  padre  llora ,  yo  muero , 

Y  mi  hermana  no  parece. 
Violante ,  cuando  culpada. 
He  satisface,  es  de  un  modo, 
Que  me  lo  asegura  todo , 

O  lio  me  asegura  nada. 

Si  no  roy  tns  mi  cuidado 

Sus  disculpas  á  saber, 

Es  (  como  intes  dije )  ser 

Infame,  de  puro  honrado. 

Si  quiero  <r  Iras  él ,  tampoco 

He  dejji  este;  inies  meaOlge 

Has  :  con  que  es .  como  intec  djít 

Ser  de  ]>ura  cuerdo,  loco. 

De  suerte,  que  siendo  asi 

Que  huyo  ambos  y  ambos  deseo 

ConroÍRO  mismo  peleo ; 

Defténaame  Dios  de  mi. 

Pero  sea  lo  que  Tuere, 

A  Violante  no  he  de  \vt 

Hasta  ¡  a;  Dios !  satisfacer 

Mi  lioiior ;  que  si  acuso  liiUere 

Algo  de  [o  sucedido. 

No  quiero  eu  ningún  estado 

QiK'  nie  vea  enamorado , 

La  que  me  viere  ofendido. 

Di-  un  grande  seúor  se  ñola 

\)ue  nruel)as  íi  un  liijo  hacia , 

V  quiso  matarle  nn  dia 
Puxin»  lo  1i»li6  en  la  pelóla. 
Vu  asi  con  causa  argüido 
Seré,  teniendo  mi  amor 

De  las  coslumbres  de  honor 
Kl  híblin  detenido. 
Mus  ¡aT de  mi!  mal  podrís, 
O  amor,  slt  á  tsia  acción  üel. 


Adonde  él  está. 

I  DON  FÍLII. 

¡  ¿Por  qué? 

Porque  esii  füeía  de  aquí. 
Sin  saber  jo  dónde  esii ; 
Que  un  hombre  que  viene  }  n , 
Aun  no  lo  fia  de  mi. 

r«n  tollo  aqueso,  esperad , 

Sea  verdad  6  no  lo  sea , 
I A  que  JO  su  papel  lea. 

^yué  será  esta  novedad  ? 

(L«e.)  1  Dlcenme  que  me  buscáis, 

iFclii :  no  en  <'So  os  cansebt; 
I  'Que  no  quitru  tiuc  me  halléis, 

•  Hiéiiiras  no  os  uesengaiials 

'  >De  que  no  liuvo  de  cobarde, 

•  Sino  de  atentó. En  salMemlo 

■  Que  no  soj  yo  el  que  os  ofrado, 
•Yo  os  buscaré.  Dios  os  guarde.  • 
(.4;*.  ¡  Válgame  Dios!  <En sabiendo 
lUge  no  My  \a  el  que  os  ofendo, 
>  Yo  os  buscuré.  Dios  os  guarde  > 
Mudko  se  ra  dei-iarandu 
I  Con  esta  satisfacción 
I  La  pasada  presunción, 
,  Lo  que  debo  hacer,  dudando 
.  Esto;.  SI  i  este  criado  obHgo 


Y  él  calla,  fuerza  será 
Darle  muerte ,  J  no  consigo 
Nada,  sino  que  de  mi 
Digan,  muerto  el  críadii ,  que 
Por  lo  mánoa  emiiecé 
Hi  vei^ania  ;  j  sicudo  asi 
DON  PEDRO  t  TBISTAN .  rellradci  p«  ■>?"  Pflro  «  *>'  ««»»*> 
•  .   di  -  DON  FÉLIX.  K»T"  ,d««"!P"se  .  fu"a 

,  Buuidad  mía  que  yo  biciera 
«OH  PEDRO.  !  Prenda  del  en  un  criado.) 

¡  Decid  al  que  os  diú  el  papel 
<  Que  digo  qoe  le  tei.  ^ 

I  Quedad  cou  Dios.  (F( 

I  Don  riut. 

iAydemlI 
1  Dónde ,  sospecha  cruel . 
I  Van  á  parar  tos  villanos, 
I  Tus  mal  nacidos  desvelosf 
!  i  Quién  s«á  este  homlve ,  délos ! 

XII. 


Alii  está  :  dale  el  papel. 

^DóndetebalIaréT 

Detras 
Desa  esquina  i  esperar  tot  : 
V  aniiqne  él  inquirirlo  quiera , 
Tti  de  ninguna  manera 
Le  diKas  adonde  estoy. 
{Ap.  l¿inpecen>os ,  fiero  engaño , 
Mientras  mi  muerta  esperauía 
No  loma  mejor  venganza, 
A  sembrar  el  desengailo ; 
Que  no  es  justo  padecer. 
El  rato  que  do  me  vengo. 
La  culpa  que  yo  no  tengo.        ( V 

Esto  en  efecto  ha  de  ser  ; 
Esto  lia  Se  ser,  si  me  cuesta 
Mil  vidas,  Üéjame,  amor. 

THifTAn.  (.1  fi*n  FiHt.) 
De  Don  Pedro  mi  seBor 
Es  esle,  cuya  respuesta 


I  Doa  Félix,  bes6s  las  manos. 

DOH  rius. 
I  Dios  os  guarde. 

'  Con  cuidado 

,  Vuestro  lance  me  ta  teuido.      , 

ü,nt,zodb,T^-.OOglC 


COIIEDUS  DE  OOil  PEDRO  CALDERO»  OS  LA  BASCA. 

U  noche  criHl  del  ilU; 


Inadrerlitlo 
Ful  en  DO  haberai  iirruuntado 
Vaetuii  cas4,  ilouJe  ru.-r;i 
Abiucaros. 


Tru  ti  be  de  ir. 


JonlM  esiin. 

00:1  rEDRO. 

Que  M  aparlcn ;  [)ori]in.'  quiero, 
Hacieiiilii  á  mi  taWr  ja«x, 
DevIaraTiix;  (■■■  uiiü  v i'E 
Ohi  ■iiaesie  cahalli-ro , 

V  hieii  niataiKlo  ó  muriendo. 
Ir  la  terdxl  drccir^audo ; 

Que  no  et  Mpii  que  csié  él  eo'atKio 
Lo  que  vo  mIov  nadvcieudo. 

Y  5a  que  la  |>üne  Tiif 


Rllodebedeesinr  jra, 
Pors  con  él  i  balilar  te  va 
Tan  amigo. 

Ms  pEbno. 
Loque  linga, 
Mo  ré ;  iifirque  si  eso  fuei», 

V  demecliot  íe  Iraltra, 
La  hoda  r,e  declarara, 

V  Leonor  i  casa  hubiera 
Vacilo  ya  ;  que  el  prímer  día 
He  oM'^á  e»lo  i  tM  buscarle. 
Has,  puesie  larda,  he  de  hablarle. 


L»  penona»,  ¿por  oné  no 
Podrli  ver!  V  cuando  quede 
Soto,  avita. 

ESCENA  Xm. 


Tan  bien.  Eaeflii  el  alo , 
i  Plni;uiera  al  cielo  luvtera  t 

;Pqps  qué  ha  habido?  (.Ip.  ^Oh  quién  pn- 
Am:irrar  el  alhcdrla  [diera 

A  la  razón  [  Pero  ¿  quién 
No  balilar  en  su  ainur  preTleae, 
Si  él  i  las  manos  se  ticue!) 


va  lan  bieu 


Darme  ;a  cuidado ,  pueslo 
Qps  mi  padre  ha  coueguido 
Elperdo». 


i  ¿Cómo? 

I  Etcochad, 

,  Y  el  mas  iiaeio  empeño  oiréit 
'  Que  oislcis  nunca ;  j  00  culpeia 
I  ue  rácii  mi  volnniad; 
I  tíue  aunque  un  secreto  abandoui, 
I  Én  buenas  mai:o»  le  dejo, 
I  Horqui-  desiiues  del  cousejo, 
,  He  impona  Tucsira  persona. 
;  Yo  vine  íi  y»drid,  Dou  Vtíii, 
i.V  visitando  la  casa 
'  De  mt  deudo... 

non  tílii.  (Ap.) 

Con  buenas  leAat 
I  Lmpieía. 

Mmniáii. 
I  Vi  CD  ella... 

MH  rÍLU.  {Ap.) 

¡ExtraBa 
ConAisloat 

Una  hermosura. 
No  oa  encareico  cuín  rara , 
CiAa  üiscrela ,  cuín  airosa... 

i*N  ríui.  (.íp.) 
Tampoco  estas  son  mujr  malas. 

Que  DO  es  ilrmpo  de  piniuras; 
Pues  cuando  la  oocbe  luja, 

Y  yo  espero  i  que  me  llamen. 
No  es  bieo  gastar  eo  palahrai 
Lo  mas  preciosa;  j  asi 

Solo  diso  vi  una  dama; 
Que  todo  lo  demás  soIh^, 
adonde  esta  tolo  basta. 

nonríux.  (Ap.) 
CoriEon ,  bebe  el  veneno , 

Y  batía  el  Qn  sufre ,  oje  ;  caDa. 

Empecí  su  galanteo 
Con  buena  rorlnna  j  mala  : 
Buena ,  pues  fui  no  mal  visto; 
Hala ,  pues  i  poca  instancia 
Supe  que  olro  la  escribía, 
Cujos  celos  son  lio;r  causa 
De  no  casanne  con  ella  ¡ 
Pues  i  querer,  cosa  es  clara 
(Joe  lo  estimara  su  padre. 

DON  FtLIX.  (Ap.) 

No  va  refiriendo  nsda 
Que  1  Violante  no  convenga. 
non  Kkn. 

Y  no  porque  ne  acobarda 
El  fenejo ;  que  ya  té 

Que  son  nublados,  qoa  pauD 
Leverneule  por  el  sol , 
Las  Uñetas  cortesanas  • 

De  públicos  ealaoteos. 
Que  ni  deslucen  ni  «jan 
Esplendores,  qne  intes  roai 
Brillan  entre  nubes  pardas. 
Bien  como  cada  día  es 


Sino  ponine  i  fUt  ',  aj  Je  mi ! 
Quieie  el  cielo  que  se  añadaa 
Llercauias  de  las  nuiles , 
Con  no  sé  qué  circuiislaiKia 
Que  be  de  consultar  coo  vos; 
Pongue  ja  que  voj  i  hablarta. 
Llamado  por  uiip&fid, 
itirormado,  Félix ,  vaya 
De  qué  debo  responderla, 
ÜanüD  al  casamiento  largas. 
Hasta  un  desengaño  :  á  caja 
Fin  cid  tedu  lo  que  pasa , 
Para  que  sobre  mejor 
Informe  el  consejo  caiga. 

V  mitad  que  en  lueslras  manos, 
n r  '   -f^  vida  j  alma. 

ox  ríux. 
Dedd  To« ;  que  ya  peusaodo 
Esioj  qué  m«  toca  qiK  baga. 

En^cé  su  galauíeo 

Cou  buena  fortuna  j  mala, 

V  pasando  h»  comanes 
Lugares,  papel,  criada. 
Reja  3  Doche ;  prasol 

De  puertas  j  deventanaa , 
A  poca  costa  de  penas, 
A  poca  costa  de  amias, 
Hereci  que  de  favores 
Coronase  mi  espera  nía , 
Ülndome ,  a  riesgo  del  p*dr«, 
En  su  mismo  cuarto  ealrada 
Una  noche... 

M  rtui.  lAp.) 
¡AyinfeOee! 


Ptws  entra.  jQtié  agnarda»  T 

I  Eso  DO,  parque  primero... 

Vo  os  contaré  lo  que  falta 
Después.  No  os  va  s,  v  mirad 
Qne  fio  de  vos  la  espalda. 
(Estrm  Don  Juan  i  liabet.p  cfcrraa.) 

Vive  Dios ,  fme  con  la  puerta 
Los  doi  me  han  dado  en  ta  cara, 
Ytin  quebrarme  los  ojos, 
Pedaios  me  han  hecho  el  alma. 

ESGEHA  XV. 


TucTAN.  {A  Dom  P*én.) 
DonJtiaafaéelqiM  entró,  V  Doo  Féttx 
Quedó. 

Pues  aüeode  j  calla.  (Aetírwe.) 
DOR  réui. 
iQné  haré*  Pero  ^la  do  es  ti 


ttíSó^t  ■ 


TAMBIÉN  HAT  DUELO  EN  LAS  DAMAS. 


y  pi-'rilase  denn)  tez,  • 
Perriida  Viólame,  herniaiia. 
Padre,  bonor,  hacienda  j  vida. 
Todo  ea  iwco... 

ESCENA  XVI.     . 

DON  ALONSO,  deniro.-OOH  FÉLIX; 
TRISTAN  T  DON  PEDRO,  reliradot. 
DON  *u>no.  {Denlrú.) 
Para ,  par*. 

Pero  ¿qoé  ncuchoT  La  vox 

De  su  padre  parar  manda 

Ud  coclie,  que  hasta  su  puerta 

No  llega ,  por  uoa  zanja 

Qae  baj  en  la  calle.  ¡Áv  de  mi! 

Que  ati  respet»  acobarda 

NI  resolución ,  en  cuto 

Tiempo  es  bien  reparo  haga 

Uue  me  eai  haciendo  el  a);ravlo 

Quien  me  hizo  la  confianza. 

Impedirle  yo  la  puerta 

A  un  hombre  en  so  misma  casa. 

No  ea  posible.  iQué  he  de  hacer, 

CielosT 

ESCENA  XVU. 

DON  ALONSO,  gente.— Dichos. 


Milagro  ha  sido  no  hacernos 
Pedazos,  j  une  iiuebraüa 
La  can'oza ,  babenios  pueda 
Vuelto  i  Madrid. 

Yt  en  mi  cua 
Quedo  yo :  Id  1  repararon 
Vos  i  la  vuestra. 


{Sale  habel  can  tus.) 

DO»  ALONSO. 

; Adonde, 
Isabel,  esti  t>i  ama, 
Que  viendo  en  mi  novedad, 
ATecIblrmenobaja? 

Arriba  esi&,  {Ap.  No  me  atrevo 
A  decir  que  no  esti  en  casa. 
Aunque  Leonor  y  Don  Jnaa 
Pudieran  suplir  lu  ftilta.) 


Ve, 
V«  delante.  iAp.  Suerte  airada , 
Nunca  pisé  mis  umbrales 
Con  tan  perezosas  plantas.) 

(Vante  Dan  Alerüo  é  ItaM.) 

iQa'ién  en  el  mundo  se  ba  tisto 
Kn  acciones'  tan  contraria)  t 
:Mi  dama  í  riesgo  por  otro. 
Y  ¡cy  empttfiado  en  que  baya 
De  amparar  i  quien  me  ofende. 
Si  acaso  el  paifre  le  halla 
Deolro!  Y  ya  debe  de  estar 
Sucedida  la  diMgracia, 
Pues  ruido  de  espadas  oigo. 

BON  ALONSO.  (Deaire.) 
Traidor,  aunque  la  lux  malas, 
A  oscuras  eabré  quitarte 
La  vida  i  U  j  í  esa  ingrata. 

ESCEHA  XIX. 


oon  nna.  {Ap.  á  TritlM.} 
¿flaslo  visto  todoT 

TWSTiN. 


i.to:iOB.  (4p.) 
i  Don  Pélbc,  dijo  ■ 
me  faltaba. 
DON  rit.a. 


iQnéei 


Ij'ua  nena...  Pero 
!S  tiempo  de  h adiar  de  nada , 
>  de  acudir  i  Iodo. 
Ya  sabéis  que  upa  posada 
Donde  vivo ,  do  es  decente 
Para  llevar  á  esta  dama , 
En  ocasión  i|De  es  preciso 
Ponerla  en  salvo  y  fardarla. 
Y  asi  vos  (ya  que  mi  dicba 
En  esta  ocasión  os  halla 
En  mi  bvor)  i  la  vuestra 
He  baced  merced  d«  llevarla 
r  esta  uocbc,  hasta  que 
sqae  dónde  esté  mañana. 
DON  Ftux. 

haré.  — Conmigo,  señora. 
Venid. 

Mira,  Donjuán... 

Nada 
Receles.  Segura  vas; 
"iueiqulen    ' 
a  otro  yo. 

Huerta  voy. 

DON  FÍLia.  [Ap.) 

En  lln,  iDorata, 
Ras  Tenido  i  mi  podA. 

LeoiWB.  {Ap.) 
Vidayalleotome  falta. 


Id  con  Dios. 

El  cielo 
Os  guarde. 

(Vate  la  gente.) 

Presto  cerrada  . 
Tiene  Violante  la  puerU. 

DON  FÍLII.  (Ap.) 

Ya  llega, 

^  CtiiiBto  me  agrada  . 
Su  recato  y  su  virtaíl— 
Isabel,  una  hu  saca.      (£»  vn  alia.) 


Abrí  la  puerta,  y.paes  pude, 

Cubriéiidome  con  la  capa , 

>r  la  lui'á  Isabel, 


ISABEL.  (Onuy».) 
Aj  desdichada  de  mi, 
Qiie  es  mi  sehor  el  que  llama ! 

DON  rtLii.  (Ap.) 
Per  querer  hacerlo  todo , 
Ho  me  resuelvo  i  Maccr  nada. 


Flspera,  Don  Juan,  agtiarda; 
Que  quedo  en  peligro,  pues 
No  estando  Violante  en  casa , 
Es  fuerza  «enñe. 

DON  jmil. 

Bien  dices, 
y  pues  él  i  oscuras  anda , 

Vente  conoiigo.;  que  aa   . 
Es  bien  dejarle  cmpeHada; 

?ue  uno  es  reparar  jnls  niiedos, 
otro  reparar  tus  ansias. 

Gola  pues ,  ya  que  los  cielos 
( Por  dos  veces  destinada 
Abuir  demicasay  la  ajena) 
Quieren  qne  contigo  Taya. 
.  Dop  rtux.  (Ap.) 
Con  mqjer  sale  i  la  calle , 
Si  la  Docbe  no  me  engaña. 


ESCEHA  XX. 

DON  ALONSO ,  den/m.— Dicnos. 
.DON  JiLiiNao.  (Deaira.) 
Traidor,  aguarda, 
.  Y  qtiita  e|  alma  i  quien  <|ullas 
La  mejor,  prenda  del  alma 

Tras  nosotras  Don  Alonso 
.  Sale.  ' 


A  hacer  que  iras  ti  ni 

i  Cámo  ptiedo  yo  i  quien  queda 
A  reBIr,  volver  la  cara? 

■DON  niAIl. 

La  primer  obligación 
En  todo  trance  es  la  dania. 
Ponía  tú  en  salvo ,  que  es 
Lo  mas ;  que,  ella  asegurada. 
Lo  demás  importa  poco. 


dbyGanogic 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


__..  j.  (dp.  Veo.ftlM; 

Qu«  primero  que  te  veas 
En  poder  de  quien  te  nma 
(Tomindo ,  pues  él  no  sabe 
One  es  Mi  eiirrenle  mi  casa , 
La  vuelta,  porque  me  pierda 
De  vista ),  tic  mi  vengima 
Habré  cousuilado  el  modo. 

LEOBOn.  (áp.) 

Sin  lilla  (oy  j  sia  alma. 

[Vante  Don  Filix  n  Leetwr.) 

XXI. 


LiUo,  Fabio,  DO  criados 
Ya,  sino  bijos,  dms  aosias 
Os  muuTan. 

Contigo  iremos, 
CRIADO  1.' 
Huera  qaten  la  honor  agravia. 

lAp.  iQuién  creyera  que  de  suerte 
Eíte  lance  se  empegara 
Con  hallarse  de  visita 
Violante  fuera  de  casa. 
Quesea  contra  m<  sanijre 
Forzoso  sacar  la  espada ! ) 
Deténganse,  caballeros: 
Que  de  aquí  ninguno  pasa 
Sio  et  riesgo  áe.  su  vloa. 

La  luja  seri  venganza 

De  mi  valor.  {Riñea 

{Ap.  Tres  le  embisten. 
Ya  es  rorzoso  que  jo  salga; 
Que  aunque  es  mi  enemigo,  está 
Solo.)  A  ruestro  laJo  se  baila 
Quien  os  ayude. 


EMXNA  XXIL 

CELIO.  —  Dichos. 


Aquí  son  las 

( Rtíiran  á  Don  Mamo  {i  iiu  eriaioa. ) 

Caballero, 
A  mi  haber  dado  ice  basta 
Tiempo  para  que  no  sigan 
A  un  amigo  j  i  una  dama  : 

Y  asi  os  suplico  conmigo 
Os  retiréis;  que  empeñada 

No  es  bien  que  vuesira  persona 
tíuede,  porque  i  mi  me  valga. 

tUm  PEDRO. 

To  no  tengo  aquí  facción , 
Mu  que  mirar  la  ventaja 
Con  qne  tres  os  embistieron ; 

Y  asi ,  pues  la  gente  carga , 
BeUraos. 


De  buena  gana ; 
10  es  lo  que  jo  deseo. — 


Gente  llega. 

Poes 
Porque  no  entiendan  la  causa. 
Va  que  no  es  posible  ;  cielos  1 
Ni  seituirla  ni  alcanzarla , 
Iréisaber  ¡ay  denil! 
De  alguna  de  sus  criadas 
Quién  es  quieu  mi  honor  ofende. 

I  VoJWí.) 

OlT)  calle. 

ESCENA  XXin. 

DÜ.N  JUAN,  DON  PEDRO,  CELIO. 

No  sabré  daros  las  gracias 
Del  socorro,  si  no  es 
Hcliándome  i  vuestras  plantas , 

Y  que  me  digáis  quién  sois. 
Para  que  siempre  obligada 
Ui  atención  os  reconozca. 

Don  Juan ,  cumplimientos  bastan ; 

Que  quien  allí  os  dio  U  vida , 

Quizá  iué  para  quitarla 

Kn  otra  parle;  y  asi. 

No  hay  que  agradecerme  nada, 

Sino  solo  la  hidalguía 

De  que  i  mi  enemigo  valga. 

Don  Pedro  soy  de  Mendoza, 

Con  vos  teiigci  dos  palabras 

Qae  ajusiar;  y  par<|ue  está 

Ya  esta  calle  alborotada , 

No  será  bien  que  sea  en  ella. 

lüsco^ed  vos  la  campaña, 

Y  guiad  donde  quisiereis. 

Señor  Don  Pedro,  la  causa 
Que  tenéis  conmico  sé , 

Y  la  de  llamarme  basta 
Para  que  yo  os  siga;  pero 
No  ignorará  quien  alcanza 
Lo  que  son  obligaciones, 

Que  en  buen  duelo  es  asentada 
Cosa  que  mientras  pendiente 
Está  un  empeho,  nofilu 
A  otro  quien  término  pide 
Con  que  del  primero  salga. 
Dádmele  por  esta  noche; 
Que  yo  os  buscaré  mañana. 
^  IKirque  no  presumáis 
Oue  es  con  poca  circunsUncia , 
Leonor  { pues  entre  nosotros 
Importa  poco  nombrarla ) 
De  la  casa  de  Violante 
I  Donde,  al  fallar  de  su  casa 
Se  albergo),  por  otro  empeño 
Ha  sido  tuerza  el  sacarla 
Esta  noche  Yo  no  puedo 
Dejar  de  seguiria .  á  causa 
De  que  asegure  su  vida 
Un  amigo,  á  quien  la  encarga 


Mí  amisud. 


i  Lnego  Leonor 


iQue  habéis  hccho.queessnliemuMT 
i  Hermana  Leonor  de  Féliil 


Matómb  mi  ignorancia. 


doy  la  manoy  paSabrj, 
V  ayudaros,  hasta  qne 
Leonor  dése  riesgo  salga , 
Amparándds  esta  noche , 
Para  mataros  mañana. 

Sois  quien  sois.  —  Tú ,  Celio ,  aquí 
Que  venga  Violante  aguarda. 
Cuéntala  mí  error,  porqné 
Si  es  que  mi  valor  no  basta 
A  cobrarla  y  defenderla , 
Ella  ingeniosa  dé  traza 
De  enmendarle.  Hoy  veré,  amor. 
Si  eres  dios,  y  tloaes  alas. 

Doit  reo  no. 
Yo  ,  si  amparar  al  que  ofende , 
Es  la  mas  noble  vengaiua,      (Vowe.) 

SiliCDusjdtDon  Fernando. 

ESCENA  XXIV. 

VIOLANTE;  SIMÓN,  con  In. 

VIOLA  KTE. 

Supuesto  que  no  ba  venido 

y  es  tan  tarde ,  le  dirás 
Como  he  estado  aqui. 

1  No  mas? 

VIOLASTE. 

No ,  que  i,  quien  tan  díventdn 
Debe  Laura  de  leuer, 

•■  la  nocbe  en  verla  gasta, 

oque  le  digas,  basta. 

le  haya  ido,  no  puede  ser. 


Si  allá  bublera 
;no  eía  fuerza,  di. 
Decirle  que  estoy  aqoi , 
Isabel!  '^    ' 


jYnopnilkn        , 
,t,z..db,CiOOglC 


Ser  que  ete  ruido  que  ha  hahüto , 
Le  baja  UelciiMol 

Ko, 
Porque  )'a  el  mida  ceiú, 
Y  él  i  casa  do  ha  venido. 
Abre  esa  puerU ,  i  porqaé 
Ninitano  salir  me  vi'a , 

Conocerme  ilgaieD. 

SI  baré. 

(Apaga  ¡a  lut.) 
Seguidme  abnra. 

VIOtAÜTB. 

Tras  II 


Voj. 


Bulai 


(Ruido  dentro,) 
tiMo:i- 
GcDle  haj  en  la  escalera. 

r  quiía  es,  espen. 


ESCENA  XXV. 

DON  FÉLIX. -Dichos. 
Don  FÉLii.  (Dentro.) 
;,r6ino  una  luí  no  bay  aquí  T 
'   -,  Hola,  Simón  t 

Va  á  iraerla 
Toj.  Con  gente  tiene. 
Tioi>.-rrR. 

Pues 
Hasta  QtM  TeanKts  quién  es . 
He  oculio  aqai.    {Reilrate  i  un 
iton  TÉiiiL.  (Dentro.) 
Ve  por  ella. 

Vientlo  que  tú  no  lenias. 
La  maié.  (VnM.) 

TiOLAHTE  (Reliradú.) 
Callat  coDTíene 
Haaia  saber  eco  quién  viene. 

ESCENA    XXV. 

DON  FÉLIX.  LEONOR.- VIOLANTE; 
ietpue»,  SIHON. 

Entra ,  ingrata. 

LEOIWB.  (Ap.) 

¡Ajáoslas  miu! 
viOLARra.  (Ap.) 
Ingrata ,  dfjo. 

pon  rtiii. 
Entra,  aleve; 
Que  DO  en  vano... 

TIOLiXIÍ.  (Ap.) 

áQaéesiqneabit 
Con  nqjer  habla. 

He  rodeado 
Diverjas  calles,  primero 
De  haberle  Iraido  ü  casa. 
Porque  puedan  mis  tormentos. 
No  convencer  tus  [raicioaes 
(Qne  convencidas  las  tengo} , 
Sino  pensar  de  qué  suerte 
Debe  disponer  mi  pecbo 
La  venganza  de  un  agravio 
Semejante ;  pnei  primero... 


TAHBIEH  HAY  DUELO  EN  LAS  DAMAS. 
No  puedo  bablar.  —  ;  Ab  Siman '. 
¿No  traes  la  lint 

BiaoH.  (Dealre.) 
Ya  la  llevo, 

VIOUHTÍ.  (Ap.) 

Hojer  es  :  celos  la  pide. 

LE0:<OK.  (Ap.) 

Aquí  ya  no  bay  mas  remedio. 

Que  morir...  Pero  si  bay. 

Ksle  1,110  es  el  aposento , 

En  el  cuarto  de  mi  bermano, 

De  quií^i  una  llave  Leugo, 

Que  lio  acaso  cl  hierro  sujo 

Se  compaso  de  mis  yerros  T 

Si  :  ipues  qué  aguardo?  Korluní, 

A  cuenta  de  laníos  rieigot , 

Dame  solaiiwiite  amparo. 

La  puerta  bailé. 

(Saca  la  Uane.  t  trato  dt  ábrtr  oon  . 
Unció.  Entre  tanto  llega  Don  Félix 
adonde  ettá  Violante,  eregenáe  qite 
e»  Leonor.) 

Pues  primero , 
Digo  oira  vei ,  que  ese  amante , 
Ingrata... 

VMiwte.  (Ap.) 
;No  ef  malo  esto  t 
Con  la  otra  piensa  que  habla. 

.     UUN  PÍUI. 

Logre  el  Tavor  de  que  es  dueño. 
Sabré  ocultarte  i  sus  ojos , 
O  i  sus  manos  quedar  muerto. 
Si  es  que  deja  algo  que  bacer 
A  mi  muerle  tu  desprecio. 
V.PULllTE.  (Ap.) 

No  le  be  de  responder  nada. 
Conveníale  mi  silencio; 
(}ueél.eutraireBdolaW, 
Veri  la  racon  que  tengo. 
LEOiAn.  (Ap.) 
Va  hallé  la  puerta ,  y  ya  abrí. 
Salga  una  vez  por  lo  menos 
De  aquí ,  y  vayan  donde  fueren, 
A  parar  mis  seutímientos.         ( 

iNo  respondes*  Haces  bien; 
Porque  í  la  raion  que  tengo. 
La  disculpa  es  no  negarlo. 

XXVL 


roes  ¡  como  ti 
íTan  poca  novedad  hacen 
A  mis  ojos  tus  desprecios 


hallas  aquí  dentro. 
Como  si  hablaras  con  eUa , 
Conmigo  hablas? 

Solo  eso 
De  [jue  me  hicieran  creer 
Que  es  otra  con  quien  yo  vengo . 


dos  boras  que  te  espero , 

¿Pnei  dónde  eslá!  ¿qué  se  ha  becboT 

iQné  sé  yo?  ;Soy  yo  sa  guarda? 

smoN.  (Ap.) 
Caín  DO  dijera  mas  que  eso. 


Harásroe  pcnler  el  juicio, 
y  tCi  t  mi  el  entendimiento. 


Simón .  i  qué  tanto  hí  que  aoiri 
Estoy? 

MNON. 

Una  hora ,  i  lo  menos. 

Calla ,  infame :  no  de  parta 
Te  pongas  de  sus  enredos. 
¡Ah  domésticos  tiranos. 
Criados  y  damas ! 

El  cielo 
He  falte... 

Vete  de  aquí; 


i  Que  quieras  quitarme  el  seso ! 

(íne  la  verdad... 

Nada  digas. 

Es... 

DON  riui. 
Salte  alli. 

(Echa  á  empeUeitei  á  Sil 


VIOLANTE,  DON  rELlX. 

VIOLAnTE. 

SI  Laura  (i  quien  lú  traerlas) 
Viendo  en  ti  tamos  despechos, 
Mientras  sacalun  la  luz 
Por  esa  pueria  s>'  ha  vnelto. 
Sigúela  :  vuelve  i  traerla : 
Que  yo  me  iré.  Has  no  quiero 
Que  desbagan  tus  traiciones 
Hi  verdad. 

Por  Dios  te  rano 


n'T^OOglc 


I  IR 


Yqueí.. 


Porqae  no  sé  aaé  accidente 
"    in  joroada  le  ba  cuello, 
leí... 

VIOtAKTI. 

¡Mi  padre!  |Aj  de  mi, 
FélíiT  ;SLdecasainéaod 
He  habrá  ecliado? 

i  Hazle  de  nupi 
Cuando  con  Don  Juan .  Iitiyéiuio 
Del .  salisie,  y.jro  te  traigo 
Aquí ! 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  B\RCA. 

Aii  mi  4emor  meno.) 
Sino  <]ue  al  verla  Dueza, 
Féiii ,  que  a  TOS  ;  t  ella  debo 
No  sé  por  cuál  empezar 
Dando  e)  agradecimiento; 
Pero  vos  perdonaréis. 
Violante  mia,  no  teiioo 
Razones  coo  que  decirte 
Cuinto  t  lu  amor  agradezco 


Ha  Tenido... 

Calla.lriRraia;  . 
Calla,  aleve;  que  no  quiero 
Oir  que'me  eche  i  perder 
Tantas  quejas  nn  afecto. 

Y  pues  no  puedes  negarme 

Lo  que  estay  tocando  v-vtendo,  . 
Hn  me  llores ;  qae  está  vez 

S>erdánenme  tns  extremos) 
a  de  quedar  demirado 
El  llanto. 

TIDULiVTK. 

Por  Dios  te  ruego 
He  quites.  Félix,  la  vida, 
Pero  no  el  entendimiento ; 

Y  mira  qne  no  soy  yo 
La  que  piensas. 

;Esa  esbaenol 
iPnes  quién  quieres  que  ea  la  ea;a 
SeaT 

No  sé.  - 

HeiOT  es  e«>. 
Déjame  por  Díqs,  Vi.ol3nIe, 

VIOl*SIE.  (4p.} 

iOh  mal  haya  tanto  duelo 
De  por  no  hablar  en  tu  honor. 
Ver  el  loio  padeciendo ! 

EgCCNA  XXVIII. 

DON  JUAN;  8IM0N.  —  VIOLANTE , 
FÉLIX. 

He  de  entrar. 

EMON.  (Dentro.) 
Espera  un  pctco. 
(Sale  5jiniin,) 
DON  TÉUJ. 

lOuéesesof 

Aquel  eiiballero 

8ne  da  mojicones,  viene 
nscindoie. 

ao:*  Féi.i>. 
Vo  me  huelHn, 
iniirata ,  qne  rae  baya  Imllado 
Donjuán;  y  aunque  Tué  mi  inleuto 
Eteonilerie  del ,  ya  es  otro. 
Pues  aunque  darte  no  tengo 
SI  tintes  no  me  da  la  muerte, 
O  no  te  la  dey  primero ; 
Coo  todo .  para  que  <ieae 


No  le  digas 
Tal,  ni  es  bien. 

¡Hira  qué  presto 
Onieres  ya  satirte  Tuera, 
Viendo  el  eximen  postrero 
De  tus  traiciones! 

No  es 
Porque  el  desengaflo  temo. 
Sino  porque  aquí  mi  primo 
No  me  baile. 

Do>c  rÉui. 
No  importa  eso; 
Que  en  llegando  i  ser  amante. 
Pierde  uno  la  acción  de  deudo. 
Dile  que  entre.  Aliora  verás 
SI  mientes  lü  6  si  jú  miento. 

VIOLIknTEi 

Aunque  me  pese  por  mi. 
Entre ;  qne  por  ti  me  huelgo , 

IVue^moit.) 
A  precio  de  que  16  veas . 
Ya  que  culnada  me  Wo 
Con  mi  padre  j  con  mi  primo. 
Que  no  soy  yo  <]uien  te  ofeciJo, 
Sin  que  le  lo  diga  yo. 


La  fineza  de  salir 

De  tu  casa  por  mi,  i  tiempo 

Qne  pueda*  darme  la  vida. 

•o»  ttíAS. 

Mira  si  so;  yo  el  que  miento. 

viola:.™.  (Ap.) 
¿Cómo  me  hahla  asi  Don  JuanT 
¿^ué  es  esto  ¡cielosl  qué  es  esto' 
i  Verme  aquí,  y  decirme  amores! 

.    DO»  itiÁrt.  üp.  á  ella.) 
No  medirás,  (wr  lómenos, 


(Ap.  á  él.  Pues  iqoé  sé  yo  de  Leonor  t) 
{Ap.  ¡Quién  se  vió  en  iifiiai  aprieto ! 
Si  convengo  con  Don  Juan, 
Que  presume  que  yo  he  lirclio 
Kste  engaño,  pierdo  A  Félix; 

I  Si  cou  Don  Juan  no  convengo, 

I  Pierdo  con  él  mi  opinión.) 

i  (Ap.  Avisar  quiero  á  Don  Pedro 


DON  JUAN-,  DON  PEDnO,fu«<e  «n/- 
■fa  d  la  puerta.  SIHÜN.  — VIOLAN- 
TE, DON  FÉLIX. 

Do:<  PEDHo.  [Ap.  á  Don  Juan.) 
Entrad  vos ;  ^e  aquí  me  quedo 
(Va  qne  amigos  y  enemigo» 
tln  inismo  amor  uov  ba  hecba )  - 
Para  acndiros  bn  cumio  . 
Importe  i  Leonor. 

ÍAp.  d  Don  Pedro.  El  cielo 
luiéra  que  nú  haya  lomado 
La  resolución  qne  temo.) 
Don  Félix,  {dónde  una  dama 
Que  os  entregué ,  cstl ! 

EIHOll.  (Ap.) 

Esto  es  hecho. 
(Retírente  Don  Pedro  y  Sime».) 
non  ttu\. 
iDe  qué  azorado  venis? 
Veisla  aqni. 

non  IDAS.  (Ap.) 
i  Qné  es  lo  que  veo ! 
Violante,  volviendo!  casa. 
Prevenida  ja  de  Celio 
De  lodo  lo  SDcedido 
Con  mi  tiO,  liabrt  dispuesto 
Que  de  Leonor  y  de  mi     - 
Pase  á  reparar  el  riesgo 
Con  algún  engaño ;  pues. 
A  no  ser  asi ,  es  muy  cieno      • 
Que  ella  lio  estuviera'  aquí, 

¿Pues  de  qué  os  quedáis  suspensoT 
¿No  es  esta  la  Jama!' 

Pues 
:  Quién  dnda  one  ella  es  el  dueBo 
De  mi  sima  y  oe  mi  vMaí 

ÍKp.  Seguir  el  engaño  quiero, .  . 
'ues  venga  tomo  viniere. 


iQuen 

Félix,  decidiere:  . 

Prodigio,  dueño  de  un  alma 

Qne  la  adora ,  que  los  mie<los 

Puede  perder,  pues  'a  flo 

De  vos ,  en  tauU  que  vuelvo:  .(Vate.) 

ESCENA  XXX. 

VIOLANTE,  DON  FÉLIX. 

iK  qné  m 


r  ¿Ves  lodo  aquesto ,  Don  Félix  T 

*o;iT<ux. 
'sl,VioUnte,bleuloveo. 

I  Pues  eon  lodo  esto ,  aun  uo  sof 
j  Vo  la  culpada.     . 
■  pon  rÉLix. 

!  El  alieoto 

Ten;  qne  verte  convencida 

Y  soberbia,  i 


iQaéT 

Que  mas  qne  con  la  voa 
Me  dieen  con  e1«ilencki. 
¡Olí  plegué  amor  sea  ú  no  sea 
Lo  que  dudo  y  to  que  pienso! 

Hiiiiiime  claro.  Vio ' 


.,L,oog 


¡le 


TAHBIECt  HAY  DUELO  EN  LAS  DAMAS. 


TIOUItlE. 

Pues  man  í¡ 


VIOLANTE. 
BOU  FÍLII. 

>  me  animo, 
non  rÉLii. 


El  secrelo  jucé. 
iKuirAiJi. 
tHqjer  00  implica,  jaecreto? 

VIOLANTE. 

Ko,  qne  soy  jo  quien  le'  giinát. 

DON  rtLix. 
Ko  le  enUendo. 

Vo  uie  entiendo. 
'  i>o:<  ftu\. 
i  Oh  mal  haya  laato  eugaQo ! 

TIOUNTE. 

i  Olí  mal  ba;á  Unto  daetot  ' 


(A/i.  Uasia  dejarme  en  mi  casa, 
Uejarme  aa  quiere,  alentó 
A  su  obligación,  y  asi 
De  lia  importa  salir  presto.) 
Dotí  Félix ,  agradecido 
A  vuestra  aniitiad,  confleso 
(Áp.  tlieti  es  sacarla- Jp  aquí) 
La  merced  que  me  habéis  Leclio. 
Pero  con  vuestra  licencia, 
Ya  dond«  llevarla  tengo; 
Yasl.adiosquedad.—Violame,    . 
Veo  conmigo, 

DON  rita. 

Deteneos ; 

Que  hay  mnclias  cous,  Don  Juan... 


Que  averiguar  primero. 


I'udo  nunca  un  caballero 
Entregar  su  datna  á  otro. 
Sin  que  matando  6  muriendo 
Muestre  que  no  bay  amistad 
Sobre  declarados  celos. 
Y  Bsl  ved  cómo  ha  de  ser; 
Que  Violante ,  vive  el  cielo 
No  ha  dé  salir  de  mí  casa 
SiD  que  intes  me  dejéis  muerto. 
DON  iUAN, 

Cuando  no  fuera  la  dama 
Oue  i  vuestra' amistad  entrego, 
Por  ser  qníen  es,  no  podia 
Dejar  osado  v  resuelto 
He  llevarla  yo. 


La  espada 


LEONOR.  —  DtcHus. 
LEoiioN.  {Dentro.) 
¡Favor,  cielos! 
DON  riui. 
gnozCo  aquella  voz. 

DON  ^tlAN. 

laabi». 

{Sale  Leonor.) 

íQué  es  aquesto? 

LEONOR. 

Volver  i  echarme  i  tus  plantas, 
Don  Félix,  porque  mas  quiero 
Que  me  des  la  muerte  til. 
Que  no  tá  vida  Don  Pedro, 
A  quien... 

boNKui. 
¡No  es  esta  Leonorf 

LEONOR. 

Saliendo  dése  aposento 
Por  el  coarto  de  mi  padre , 
Eu  aqucse  umbral  e 


Leonores.  ¡Cielos,  qnémfro! 

LEOnOR. 

Don  Juan  es.  ¡Cielos,  qué  teo! 

t,  alevosa.. 

LEonon. 
Don  Juait,. 
Hi  Tid»  ampara,  supuesto 
0"e  de  ti  quiero  admitirla: 
Üe  Uon  Pedro  no. 

Teneos , 
Porque  no  habéis  de  orenderla. 
Sin  que  entes  me  dejéis  muerto. 

00!»  rtlAX. 

Hoinbre,  ^qué  quieres  de  mi. 
Que  1  mramor  y  honor  opuesto. 


DON  JUAN. 

Que  sepas  qne  entrambas  son 

EmpeAo  mío,  y  pretendo 

Que  ui  ii  una  ames,  ni  i  oira  oT 

DON  TilÁX. 

Hucho  te  arriesga  tn  esrueno. 

LEtlNOa. 


Porque  á  hay  duelo  en  los  hombreí , 

I  Esta  vei  probar  intento 
Que  hay  lamblea  duele  en  let  damat. 

Itálix,  ya  estás  saUsTecho 
De  que  uo  soy  jo  la  que 
Te  entregó  Uon  Juan;  j  siendo 
Asi  que  también  lo  estas 
(Porque  lo  ha  dicho  el  suceso, 
T  no  yoj  que  Don  Ju»ii  quiere 
A  LeoQor.osado  y  ciego, 
(Leonor,  la  amistad  iierilnne: 
Donjuán,  perdone  lo  üfudo; 
Que  Antes  que  todo  es  mi  amante) 
Véngate  del,  adviniendo 
Qnelias  de  quedar  á  mis  ojos 
O  déMgraviado  ó  muerto.      (Riñen.) 


DON  PEDRO.  ^Dkkos. 


iOnéai 
bouJui 


Juan,  pues  contigo  vengo, 
A  tu  lado  estoy.  Leonor 
Salga  libre. 

,  Qné  Digo  y  veo ! 
jTii  eres  quien  le  das  tu  amparo? 

DON  PEnao, 
Si,  Félix,  porque  pretendo 
"^le  sepas  que  yo  uo  soy 

que  tu  amistad  ofendo. 
Aunque  al  lado  de  Don  Juan 
Eqsu  favor  me  ves  puesto; 
Que  siendo  yo  amigo  tuyo. 
Yanto  que  me  empeñó  el  serlo 
Mp.  >o  perdamos  lajipinion. 
Va  que  la  dama  perdemos) 
A  que  eu  cJ  ausencia  tuja , 
Mirando  por  tu  respeto. 
Alborotase  tu  casa. 
Dar  satisfacción  deseo 
De  que  yo  á  Leonor  no  amé. 
Pues  i  quien  la  ama  delieudo 
Eii  orden  ¡i  que  ella  salga 
Asegurada  dd  riesgo 
En  que  la  puso  mi  error, 
Vas  de  amigo  que  de  cuerdo. 

DONJUÁN.  (Áp.) 

:Qué  dichosos  desengaños. 
Verá  Leonor  del  huyeiidOi 
Vpuestoéial  ladomio! 

De  saiisfacclon  no  es  tiempo; 
Pues  por  ti  á  por  quien  delleodes , 


DON  FERNANDO.— DrcBos. 


-  JN  FERNAMiO. 

■  QnéesatjuestoT 


Has  no  me  lo  digas,  pues 
I  Viendo  i  Leonor  j  t  J)m  Pedr*  i 

ü,nt,Z..MLyGOO§k 


Bifn  se  drp  ver.—Traldor, 
jpues  cúmo  i  nú  ciM  bai  vuelto 
A  repetir  el  a|;ravia!  . 

Uuerui  los  dot. 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  I 


ISABEL,  DON  ALONSO.  — DiCBD). 
uiiBRL.  IDaiiro.) 
¡Piedid.tíelí»! 

DON  ALONSO.  (DídITO.) 

Hoj  iDOiiTis  i  mis  niaiHM. 

isAUL.  (Denttv.) 
Aqut  entraré ,  pues  abierto 


ESCENA  XXm. 

DON  ALONSO,  GEItTt.~DiCHOS. 

Fuerza  ser6  que  lo  diga. 
Que  ja  i  esa  alere  siguiendo, 
Pretendo  rengar  en  ella 
Los  agravios  que  padezco. 
Porque  diga  de  Violante... 
Has  IDO  es  aquella  qne  TeoT  — 
Muere,  ingrata.     . 

»onr«uiuiM. 


Hiere,  IqJuU. 


Deteneos... 

DDD  mut. 
Deteneos... 

Doic  rtux. 
Porque  JO  i  Violante  amparo. 

Porque  yo  i  Leonor  defiendo. 

Y  JO  deriendo  i  Isabel , 
Pero  detras  della  puesto. 

non  ALONSO. 
A  mis  ojos,.. 

non  nKHAHM). 

A  mi  flsta... 


Nadie  ha  de  atreverse  i  eso. 
Que  uo  sea  su  marido. 

DON  Ttm.. 
Si  en  eM  estriba  el  remedio. 
Yo  de  Violaule  loso;. 

Y  yo  de  Leonor  (4p,  Poes  paedo 

Sin  el  escrúpulo  ya 

De  tos  celos  de  Don  Pedro.)  < 


Don  Alonso ,  aqui  no  hay  mas 

Que  escoger ;  pues  no  Itay  mas  media 

Que  obedecer  loe  acasos. 

Vo  con  Don  Félix  le  aprecio... 

Do:i  mxAXDO. 
¥  yo  también  con  Don  iuan... 


Lo  que  os  ha  dicho  el  si 
Quise  deciros  :  si  ios. 
Porque  os  llamé... 


En  pago  de  aquel  estoenó. 
DO^  rroM.  (Ap.) 
Aunque  en  materia  ile  anxir 
Kl  mas  di^sairado  nucdo, 
Gn'úo  quedo  disculpado. 

Con  cuyo  raro  suceso. 
Sacando  la  moraleja. 
Quede  al  mundo  |>or  ejemplo 
Que  hubo  una  ves  £U  el  muudo 

Poroue  baboDueio  en  bu 4«mai, 
Perdonad  sus  muchos  jerroi. 


byGooglc 


LA  BANDA  Y  LA  FLOR. 


ENRIone,  galm. 
PONLEVl ,  gracmo. 
EL  mWE  UE  f LOHENCIA. 
OCTAVIO,  eriaio. 


FADIO,  vieje. 
L1SIDA ,  daaa. 
CLORl.tfams. 
NISE ,  aanu. 


CELIA,  ertadj. 

Uiiiicoi. 

AcoHPuUaiiNTo. 


La  acción  pus  en  Flerencia  g  exlramurei. 


JORNADA  PRIMERA. 

CiBpo  i  tiili  da  Financia. 
ESCENA   PUMEHA. 

ENRIQUE  T  PONLGVt,  cmIMoi 


13  eran  par 

-    -   -, i!  Ed  nil  vi__ 

Tuve  Uu  grande  placer. 

NI  JO  tan  grande  pesar, 
Puei  después  de  Líilii*  auteacia  , 
Hojl  vtsia  de  Florencia 
Koiqaedamos.siu  llegar 
A  aaber  lo  que  ba;  de  auero. 

Pues  por  no  saberla  jo , 
Quiw  detenerme. 

ronuil. 
No 
Culpo  el  nsto,  ni  le  apruebo; 

?m  ello  n*;  laoio  que  temer, 
es  dama  tan  nial  srgitra 
Doña  Ausencia,  qae  es  cordura 
El  no  llegarlo  i  aaber. 
Mas  porque  en  cosas  lan  graves 
Hables  conmigo,  Mbris 
Qoesé  el  estado  en  que  esli*. 

ENRIQVK. 

Pars  escucb:!  lo  que  sabes. 

Yo  miré  i  Llslda  bella , 

De  Clori  faermaDa ,  es  verdad. 


Pues  coma  son  do9  hermanas, 
Klechas  de  amor  j  detd<>ii , 
Une  siempre  juiílas  se  ven 
Ka  paseos  }\enlauu, 
Eo  el  principio  encubrí 
Pnr  cuil  de  los  dos  liacia 
fliicxas ,  ni  i  culi  servia. 
El  Ui-ro  rigor  veod 
íte  l'.lori :  era  cosa  clara 
Spr  Uori,  porque  sí  fuera 
r.lorí  á  la  que  ;o  quisiera , 
Clori  pniónces  me  oltidara. 
Amé  i  Lisida ,  y  asi 
Liinla  no  se  oliligú  ; 


iiempre  el  amor  troca 
Lai  suertes.  Clori  ;  i]  de  mi ! 
Ne  Tavoreciú.  No  es 
Tiempo  de  decir  que  Fabio, 
Su  padre,  síaliü  su  agravio; 
Vuelvo  i  mi  discurso  pues. 
Favorecióme  en  érelo. 
Con  lo  cual  luego  cerró 
El  naso  á  nii  amor,  que  tío 
Fiel  sepulcro  eu  mi  secreto. 
, Porque  DO  pudiendo  ser 
Con  una  dama  grosifro 
Que  se  declaró  primeru , 
Ni  menos  pudiendo  hacer 
Con  nira  unexas,  pues 
Viendo  que  estaba  su  benuana 
Declarada ,  Suen  vana 
Ht  esperanza  ;  de  cortés 
O  cobarde,  detenido. 
Ciego,  triüle  y  mal  premiado. 
De  Lisida  enamorado. 
De  Clori  Tavorecidu, 
A  una  miro,  i  otra  quiero, 
A  una  sirvo,  i  otra  adore , 
A  una  sigo,  i  otra  enamoro, 
A  una  busco  y  i  otra  espero, 
V  asi,  partido  el  placer 
En  <lns .  y  entero  el  pesar , 
M  i¡  Lisida  sé  olvidar. 
Ni  i  Clori  puedo  querer. 


ENRIQUE. 

Pues  i  qué  bldem  túT 
rostid. 

i  Qué  bícleraT 
enamoraran  las  dos. 
V  si  Lisida  me  aman, 
Pnr  Lisida  me  muriera ; 
Si  Clori  me  aborreciera, 
Al  punto  i  Clori  olvidara  : 
Porque  no  puede  lener 
Has  mérito,  fama  ó  nombre 
Con  una  mujer  un  hombre  i 
Qne  quererie  oln  mujer. 


El  mayo  llorido' ;a 
A  la  tisU. 

ExiiQue,  [Ap.  á  PatiUvl.) 
Aguarda ,  espera. 
CLoai. 
No  pudo  esta  verde  esfera 


Del  sol  se  muestra. 

Paet  ^rtiera 
En  ningún  tiempo  mejor 
Horade  goiarlaT 

-   CLOai. 


Es ,  prima ,  engaBo,  e»  error 
Que  ella  se  corone,  pues 
La  reina  *del  campo  es 

La  noche. 

No  bagáis,  se5ora. 
Ese  desprecio  alaurora , 

?ue  es  dama ,  ;  so;  muy  corlé* , 
no  dejaré  agraviar 
Una  liermosura,  i  quien  delMD 
Todo  cuanto  aliento  beben 
El  clavel ,  jazmín  y  azlr. 
Su  luí,  deidad  singular. 
Es  breve  imperio  uel  dia , 
De  los  campos  alegría , 
Pulimento  oe  las  obres , 
Estación  de  los  amores. 
De  las  aves  armonía  : 
Ved  si  es  justo  qoe  ofiíodais 
Tal  perfección. 

CLOKI.  {Ap.) 

[  Ay  de  mi ! 
Enríqoe  ¿no  es  este?  St. 

LÍSIPiV.    (Ap.) 

Ojos ,  iqué  ea  lo  que  miráis! 
Enrique  es.  Pero  si  amáis 
imposibles,  jpara  qué 
He  matáis!  Huera  mi  fe 
A  manos  de  un  ciego  dios. 

CLORI.  Mp.dIHM.) 
Habla  tü ,  porque  i  laa  dot 


nm. 


{Ap.  á  aori.  SI  bar4.) 
Don  Quijote  de  la  aurora, 
iQué  le  importa  que  al  albor 
Beba  una  j  otra  flor 
Las  ligrimas  qna  ella  Uoraf 


dbvGooglc 


COHEWAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DR  LA  BARCA. 


¡Oité  impem  d  uber  <iac  dora 
Monies .  ni  Ft  vor  que  derrama 
i'nriti  que  la  (ierra  an»    ' 

V  (iMpUtfs  el  sol  enjuga, 
...  .. —    II  uii  ijy^  mídn 

e  ser  muj  llama? 

EmiODC. 

Hadnigar  entre  lai  bellas 
Sellas ,  llenas  de  colores , 
Cambiando  (ropis  Uc  Dores 
Por  <>JércUos  ife  esirrllas , 
No  es  desaire ,  si  entre  ellas 
Basca  sn  amante  pastor  : 

Y  el  madrugar,  en  rigor. 
Cala  es  de  fe  verdadera , 
Pufs  qu«  manos  dama  fiíeía 
Si  durmiera  con  amor. 

Tnes  mailrilgae  eolioia  bnena. 
Buscando  al  albor  primero 
Sus  amores ;  que  yo  quiero 
Con  mas  gasto  y  minos  peoa 
r>o/ar  en  tarde  serena 
l.os  mios  ^  sin  desvelar. 
Missenlldi»,  ni. envidiar 
Las  aorons ,  ponjue  en  Ba  . 
Se  Mu  para  gente  rulo 
La  fiesta  del  madrugar. 

íHuiílo  denlre.) 
Pero  iqué  e»  este  rumor? 

La  carroza  vteiM  alU 
Del  Duque. 


Pues  tornar  serA  mejor 

I.J  nuestra. —.(JuedioSiSeliof, 

Y  perdonad. 


Pprqne  lia  Venido 
Siguiéndome  :  no  me  vea.  . 
Si  es  que  esla  ociision  desea. 

r.^KíouE.   ■ 
Ya  que  yo  acaso  he  idiído 
i, a  «easwii-qiie  él  procuró, 
Kn  lo  que  serviros  puedo 
Ks  en  quKaros  el  jnkdn 
.   f¿n«  su  venida  os  tiató ; 
Pues  snliéodo  al  paso  yo. 
Con  mt  venida  podré. 
Divertirle  ási;  porqué 
Kn  tanto  tomir  podáis 
Vorsli^  carror.A,  y  os  vais. 

CLOMI. 

Ese  gusio  os  pagaré 

Con  esta  banda  (|»e  os  doy... 

IÁp.  De  albricias  desta  venida, 
|ue  «s  rescate  de  mi  villa.) 

(Dole  una  banda  atul.) 

BIIKIODK- 

Dicboso  en  serviros  sojr. 
H:is  sepa  i  quién  debo. . 
.   cto». 


ÍAp.  Ahora,  cielos , 
Se  repiten  mis  desvelos. 
Mis  temores,  mis  agrarios  ; 
Poca  circel  son  mis  labios 
Para  nii  abismo  de  cpIos. 
Pero  pnps  puedo  tapada 
Dar  celos  i  quien  los  da , 
Huera  quien  me  mata  ya 
De  necia  y  de  din  liada.) 
Tamo  á  las  dos  nos  agrada 
Hallar  «i  vos  el  favor 
Que  nos  oDccPis ,  sefior. 
QuK  con  un  mismo  cuidado , 
Si. una  esa  banda  os  ha  dado. 
Yo  os  quiero  dar  esia  Itor 

(Daleuna.) 

Esperad. 


.      No  me 
SI  orenderme  ni 


iYa*»líii<la.) 
l-ONLEvI.  (A  Celia.) 
Deteneos  vos,  no  os  vais. . 

EnsiOOE.  [Ap' á  Ponttví.) 
Hiéntras  salgo  i  detener 
Al  Duque,  mienta  saber 
Quién  son. 

PONLEvt. 

Si  aquesta  tapada , 
Por  una 'parte  es  criada 
Como  por  otra  mtijer, 
llai  cnenU  que  lo  he  sabido. 

(Vaan  Enrique.) 

ESCENA   IV. 
PONLEVl.CKLIA 


I  Pierda  ,  galán, 'deso  el  miedo; 
I  Que  criada  y  mujer,  puedo 
I  llar  lecciones  á  nn  marido 
',  De  callado  y  desurrido. 

1  MKtEVÍ. 

B'  ■'\aé  civil  es  el  conecto  t  ' 
:iS  puesto  que  San  Secreto 
Nunca  CíiDesia  de  guardar, 
Empjéiale  1 1  rabear ; 
Dime. quién  son  en  ercfo, 

¡Gran  tentación! 
.    ronLivi. 
Porque  prosigas  mi  intento... 

I  Qué  lie  dv  lomarT 

Toma  aliento 
Para  bacer  la  relación. 


Paei  digo,  si  he  de  tomar 
El  aliento,  que  ha  de  ser... 

FOnt.EVÍ. 

¿Para  qué! 


tfflie.) 


¡Oh  criada  del  Paubr  I 

Fuese  Jiuyeiido  como  uu  rayo. 

Diré ,  pues  me  drja  en  calma , 

Tenedia  :  cielos!  que  me  lleva ct  alma. 

Mas  por  la  fe  de  lacayo 

Y  por  la  vida  del  bayo,. 

(Jue  ha  de  hacer  la  relación. 

l-'l  Duque  y  Enrique  son. 

Voy  i  seguir  la  lapada ; 

Que  al  Bn  secreto  y  criada 

Implican  coolradician.  (^"f) 


Otn  tei  me  da  é  besar 


Enrique,  muy  bien  venido. 
.     CHkiainE. 

Suiea  con  lauto  aumento  llega 
e  honor,  señor.  A  tus  plantas. 
Que  son  el  dosel  y  e^rera     * 
De  mas  luí  y  mejor  sol , 
Que  venga  con  bien  es  foeraa. 
(So/í  FeMa.) 

I  Siguiéndote  a(|iil  he  venido; 
Que  no  fuera  bien  me  fuera 

'  Sin  besar  tu  mano. 


lia  sido  «ine  Enrique  venga 
A  tiempo  que  su  venida 
Podra  divertir  tu  auset|cia. 

i  rjtsto.  {Ap.) 

No  h.i  sido  sino  desdicha, 

I  Pues  quedandti  él  en  Florencia. 
No  estjré  seguro  yo  .■ 
Eli  Kápules  Jé  sospechas. 
Pero  en  lio,  Clori  es  mi  hija , 
V  ella  liari  que  toibs  mienlau. 


I  jCómo  eu  Espi 


vive  y  se  eoiplea 


Llegué  A  tiempo  que  podiei 
Ser,  aun  no  yendo  A  servírt 
Bien  empleada  u<  auseocia 


Hallé,  sefior,  i  EspaBa 
Llena  de  ap1ausüs.y  fiestas, 
Noble  afecto  de  su  amor, 
\  De  au  lealtad  noble  muestra. 

!  DCOUK. 

I  Diea  ha  declarado ,  ánlet 
■  El  di-seo  que  la  lengua , 
Que  fué  la  causa  de  lanío 
Aplauso  la  jura  excelsa 

.u.nt.zodb/GoOglc 


Del  Priiuero  Baltasar  >, 
Principe  inrante ,  qae  sea 
Hijo  dtl  alba  j  del  sol, 
Ka)'0  üe  luí  t  belleza. 

V  pues  para  loi  aegocioa 
kqne  |iarilate,  no  i'i esta 
Ocasiou,  ;  jo  he  perillda 

La  <|ue  me  irajo  íi  estas  s«l*as 
Buscando  uca  dama,  quiero, 
Enrique,  que  me  Uhierias 
El  disgDSto  de  no  bailaría.. 

Escúcheme  vuestra  i  I  leu. 
De  aquel  veoiarosn  dlii 
ün  que  la  mmaua  Iglesia 
Üe  la  TrausBfiU  ración 
La  jura  de  l>ios  ceiLbra 
UaroanUo  á  caries  al  cielo, 
.  Fué  rasgo;  sombra  peque&a 
La  jura  ríe  Baltasar, 
Has  si  son  ea  la  fe  nueitra 
Dioses  liuroaiios  los  reyes , 
No  poco  misterio  enseni 
Que  el  dia  que  i  Dios  el  cielo 
iura ,  ii  Baltasar  la  ilbrra. 
Este  pues  (lia  felice. 
De  panUa  sombras  cubierta 
El  alba  salió,  y  la  aurora 
Embozada  ea  nubes  densas. 
No  le  dio  Teniana  al  sol , 
Ni  los  luceros  apiñas 
Indicios  de  su  hermosura; 

V  aunque  otras  veces  pudiera 
Atribuirse  i  accidenÍH 

Del  tiempo  esta  parda  ansencia  , 
No  fué  accidente  este  día , 
Sino  precisa  obedieucla. 
(Haz  paréntesis  aqot 
La  causa,  pues  sera  fuerza 
üot  antes  que  a<'.abe  el  discurso, 
Al  paréntesis  me  vuelva ) 
Bn  el  real  templo  de  aquel 
'  Doctor  cardenal*,  queosienta 
Ya  su  piedad ,  ja  su  celo , 
En  Jos  hombres  j  las  fleraa. 
Se  preiino  et  niayor  acto 
Uue  vio  el  sol  %n  su  carrera . 
Ursde  que  en  el  niar  madruga, 
H;jsia  <iue  ea  el  mar  se  acuesta. 
Al  (lié  del  altar  mayor 
Se  armó  un  tablada,  que  fuera 
Sitio  capaz  i  la  jura, 

V  luego  á  b  mano  Izquierda 
La  cortina  de  los  reyes,.. 
-Ho  digo  bien,  porque  era* 
Una  nube  de  oro  y  ntc^r, 
Pu<-s  al  tiempo  que  desplie^ 
Las  tres  Miojas 'carmesíes , 
Luz  V  incestad  ostentan 
DaiiiJo  como  el  oro  rajos , 
Dando  como  el  nácar  perlas. 
Salió  de  su  cuarto  el  Key,    . 
Acomiiañantlo  ^Ja, Reina, 
Üoiiel  Prfuci  pe  jurado, 

A  quMD  de  las  manos  llevtn 
Los  dos  infantes  sus  tina. 
No  se  lió  la  prima t  era 
De  mas  Dores  curbuada. 
La  luna  da  niasestrellas,- 
Ude  la.lifrmosd  lis  de  Francia, 
.  Seguida  de  la  lielleza 
De  sus  damas,  que  aun  lucían 
Con  esur  qíi  su  [iresencia. 
Tomaron,  pues,  sus  lugares  : 
El  Rey  la  mano  derecba  . 
De  la  Reina,  y  los  Infantes 


LA  RANDA  V  LA  FLOR. 


De  Itoma,  Francia  j  Vcoecia, 
Se  siguieron  los  Consejoc; 
Lue^D  por  la  otra  acera 
Los  grandes,  y  enfrente  dello* 
Los  títulos,  iras  ane  llegan 
Los  reinos  :  i  nauie  nombro . 
(fue  aqui  es  la  lisonja  ufeusa. 
La  conllrmaciun  sagrada 
Fué  del  acto  la  priniern 
Ceremonia  d  ipiua  meii  te . 
Luego,  siguiéndose  á  esta 
Las  de  la  jur»,  galán,  . 
Ikín  m^estad,  con  modestia. 
Airoso  y  en  lodo  amable. 
Haciendo  la"- '- 


>  Lajal*  del  principe  Don  BalUsuCirloi 
!  ctítbiá  to  Madrid ,  1  '  de  nano  de  16jt. 
*  El  cdiiTCBlii  de  SiD  Jrriíniíu 


A  jurarle  la  obedi 
Siguióse  Fernando  *  luego  : 

V  como  España  se  precia 
De  católica,  al  mirar 

8ue  i  un  tiempo  íi  jurarle  Llegan, 
no  ceñido  el  acera, 

V  otro  la  sacra  diademas, 
He  pareció  que  decij  , 
Haciéndose  toda  lenguas  : 
tiUh  Mice  tú,  ub  felice  ' 
Otra  vez  y  otras  mil  sea. 
Imperio,  en  quien  el  primero 
triunfo  son  armas  y  letras  !• 
Dejemos  en  este  estado 

Las  ceremonias,  pues  estas 
Fueron  al  patrón  ile  ludas, 

V  saleamos  donde  espera 
Hadnd,  Insta  divino. 
Todas  las  calles  cubiertas 
De  una  bella  confusión. 
De  noa  coufusa,  belleza. 
Haciendo  campos  t  mares    . 
Las  plumas  y  las  libreas. 

Va  del  acomouñamieiito 
Empezaban  S  dar  señas 
Las  músicas  militares 
De  clarines  ;  trompetas. 
Por  el  ónlen  que  estuvieron 
Sentados,  por  ese  em[rteca 
El  paseo,  basta  llegar 
La  carroza  de  la  Reina. 
Delliiile  on  poco  renian 
Los  Infantes  junto  i  ella  ' 
A  ciballo,  y  al  eslribo. 
El  Rey...  Calle  aquí  mi  lengua, 
V'el  paréntesis  pa sido 
(Donde  dije,  si  te  acuerdas, 
Que  ntf  salió  elBol,;qüeelalha 
No  se  vio,  que  do  dio  niibvas 
Del  día  ninúun  locero. 
Que  no  brilló  luces  bellas 
La  noche)  abre,  ;  i  esia  visia, 
En  .el  paréotejis  cierra , 

V  veris  que  no  fué  acaso 
El  no  salir,  sino  fuerza. 
Porque  en  Cirios  y  en  Feroaodu 
Los  dos  luceros  se  ostentan. 
Hermanos  del  sol  hermosos. 
Que  i  sus  rayos  se  alimentan. 
Salió,  en  lugar  de  I»  aniora, 
iUejoraaroruenhelleía, 
Isabel  en  plaustro  de  oro, 

?uc  mil  Cuptdillos  cercan. 
ti  es.de  la  aurora  oQcio 
Dar  Dores,  Dores  engendra 
Su  hermosura  :  flores  son 
Pompas  de  la  lis  francesa. 

V  «I  del  plaoeU  cuarto 
Es  iluminar  la  esfera 


,  One  loca,  el  Cuarto  Plllpo 

Filé  deste  cielo  el  planeta. 

Hijo  del  sol  y  la  aurora , 
[  llia  la  mas  pura  estrella 

De  cristales  amparada, 
!  Guarnecida  de  vidriera). 
'  Luego  si  i  Ules  luc 

„._  .  ._.  ..jisoí,, 

_ . .      tal,  que  i 

Flores  i  llores  apuesta ; 
Si  i  tal  sol,  Que  r3>o  i  rayo 
Los  ravos  del  sol  desprecia ; 

V  si  t  'tal  estrella,  en  Un, 
tíue  va  jura  de  sol,  eran 

Las  del  cielo  sombras  breves , 
-Mudas  pompas,  luces  muertas, 
No  fué  accidente  del  tiempo 
Rebosar  la  competencia. 
Sino  estudio,  pues  fallaron 
De  temor  ú  ue  lergúenz*. 

V  (aparté  la  alegoría) 
Permite  que  me  detenga 
En  piularte  de  Filipo 

La  gala,  el  brio  y  deslreza 
Con  que  iba  puesto  i  caballo ; 
Que  como  este  afecto  »ea 
Verdad  en  mi,  y  no  lisonja, 
No  importa  que  lo  parezca. 
Era  un.  alazán  tostado. 
De  ferot  UL.Iuraleza 

"      il. 


Eltt..  .   . 

En  cuto  color  se  muestra 

CLa  colera  disculpando 
■'I  sol  que  la  tez  le  tuesta) 
?ue  hay  estudio  en  lo  feroz, 
en  lo  bárbaro  hay  belleza. 
Tanseberbio  se  miraba. 
Que  dio  coa  sola  soberbia 
A  entender  que  cooocia 
Ser,  con  lodo  im  cielo  á  coesUi, 
Monte  vivo  de  los  brutos. 
Vi  (O  Allaute  de  las  lleras, 
i  Cómo  te  sabré  decir 
Con  el  desprecio  v  la  fuera 
Due,  Sin  hacer  dellas  caso. 
Iba  quebrando  las  piedras. 
Sino  con  decirte  solo 
Que  en  lances  conocí  que  ei* 
Ceairo  de  fijego  Madrid!    ' 
Pues  donde  quiera  que  llega 
El  pK  ó  la  mano,  levanu 
Un  abismo  de  centellas. 
V  como  quien  loca  al  fuego. 
Huye  la  mano  que  acerca. 
Asi  el  valiente  caballo 
Retira  cda  lanía  priPsa 
El  pié  ó  la  mano,  del  fuego 
Que  la  mano  ó  el  pié  engendra, 

Sue  becba  gala'del  temor, 
¡  el  uno  ni  el  otro  asienta. 
De  leu  ¡endose  en  el  aire 
Con  brincos  y  con  córvelas. 
C<m  tanto  imperio  en  lo  bruto 
Como  en  ló  racional,  vieras 
Al  Uev  regir  lanío  monstruo 
Al  arbitrio  de  la  riendu. 
i  Diré  que  como  iban  lejos 
Los  ¿la riñes  y  trompetas. 
Le  hizo  daiixar  al  compás . 
Ui'1  freno,  que  espuma  engendrat 
No,  que  esií  dicho.  ¡.Ulrc 
Que  eran  de  solo  una  pieza 
El  caballo  y  caballero  f 
No,  que  aqui  fui-ra  indeceucU. 
i  Diré  que  hacían  un  mapa 
Mar  la  espuma,  el  cuer|io  tierra. 
Viento  el  alma  y  fuego  el  piéT 
No,  que  es  comparación  necia. 
I  Ojli  qué  galán  brídwi  * 
CRadas  botas  y  espuela. 


,t,zodb,GoOglC 


La  noiieia  eu  el  estrilio. 
En  los  eslrlbos  h  rucr7.:i. 
Airoso  el  lira/.v,  la  mam 
Bajat  ajustada  la  riruda. 
Terciada  la  capa,  rl  cuerpo 
iKual,  ;  la  visia  aieiita , 
Paseó  Balan  ías  calles 
Al  eslrilH)  de  la  Reina  ! 
SI,  iiorque  solo  el  decirlo 
Es  la  [iliitUT*  mas  coertla, 
V  no  tengas  »  lisonja 
Qae  da  briiion  le  eacareiea 
A  Filipo;  que  no  l<aj 
Agilidad  ni  Jeslrrza 
De  buen  cahalli-ro,  que  él 
r.iM)  ailniiraciou  DO  tenga. 
A  cal>altn,  en  tas  do$  sillas 
Ks ,  en  su  rústica  fscnela , 
Kl  mejor  que  se  conoce. 
Si  lúa  armas,  sefior,  juega, 
l>Toporciona  era  la  blanca- 
les lecciones  de  la  negra. 
Es  laiiigilen  la  caía. 
Viva  imigeii  de  la  guerra, 
Qne  registra  su  arcabui 
Cuaiiio  corre  y  cuanto  vuela. 
Con  un  pincel ,  es  segundo 
Autor  de  naturaleza. 
Las  clausulas  mas  sñaies 
I)R  la  mftsici  1  enfira. 
V.n  i^clo,  de  las  arles 
Ño  liaj  altjuna  que  no  sepa, 


COHEUIAS  DK  DON  PEDIIO  CALDEBON  DE  LA  DARCA. 


|]  Hila  das  por  excelencia. 
lOli<  quiera  pues  la  fortuna, 
¡llb!  propicio  el  cielo  quiera 
yup,  pues  le  han  dejailo  »er 
Jurado,  coi)  tantas  muestras 
De  amor  j  lealud ,  al  helio 
(■ríHCipe  de  Asturias,  rea 
j.a  campaña  el  mejor  Hartr. 
Ilinilieudo  i  su  heroica  huella 
Los  rebeldes,  levantando 
Los  pendones  de  la  Iglesia, 
Porque  iodo  venga  í  ser 
llonur  suyo  ;  gloria  nuestra. 

DKQUB. 

Mucho  ni  •hubiera  alegrado, 

Knrique,  tu  relación. 

Si  por  dicba  buliiera  hallado 

Ñas  seguro  el  coraron 

lie  las  ohras  de  na  cuidado. 

Mas  si  en  cidm  como  esta 

Querer  siempre  un  caso  li 

La  pregunta  y  la  respuesta. 

Óyeme  un  pesar  i  mi 

En  alliricias  de  una  liesla. 

Kosé  por  donde  da;  de  mi!) 

Kmpicci' ;  |>eru  si  aqui 

Ks  SueTJ.3  expresar  su  atitto, 

Mejnr  I»  dirii  ilii 

Que  ni  mismo  iu 


Uas  no  i  quién  tienes  amor. 
Va  ocultarme  nada  es  bien  : 
merezca  saber  ii  quién. 

'  Pensé  que  cuando  le  ojeras. 
Luego  al  dueño  conocieras ; 
'  Qu<-  til  le  conoces  bien. 


:  i  Dos  hijas  Pabio  no  tlencT 

MtNLBtf.  {Ap.) 

■  Aquí  se  turba  mi  amo. 
süBigne. 
'  </tp.  íQuéeaesto,  piadosos  cielosT 
I ,  Seri  Lisida,  ó  seri 
U'.loriT  Hílenme  mis  celos 


Clon  el  due5o  de  tu  amor. 

La  duda  solo  es  tu  error. 
;,Quiéo  dudará,  cuando  vé 
Junio  i  una  Oor  una  rosa , 
Junto  i  nna  rosa  una  estrella. 
Quién  tiene  mas  imperiosa 
Jorisdicionei  de  bella , 

I  Y  privilegios  de  hermosa* 

)  Litida... 

I  ENIIQUE.  {Ap.) 

'  ¡Ai  de  nil ! 

i  t.s  temprana 

I  Flor ;  Clon  es  la  rosa  ufiína. 
I  rsyauE.  {Ap.í 

.  Eso  si.  Has  ¿quién  creyera 
'  Que  >o  de  mi  dama  o.vera 
'  liesprecios  de  buuna  gauaT 


¡Qué  poco  entiende*,  Octatto, 
De  amor !  Un  ananle  sabio , 
Viendo  BU  amor,  mas  quitim 
Que  favor  6  agravio  luera. 
Que  no  ni  favor  ni  agravio; 
Porque  no  hay  cnsa  peor 
Qup  no  leiiiT  un  amor. 
Ni  favor  de  quien  goiirse , 
Ni  agravio  de  quien  quejarse  ; 
Pue8sinagra>iuy  favor, 
"'  la  pena  deeroiiria, 

it  goia  la  alepiia  : 

10  hay  mas  bajo  (] riere r, 
Que  consolarse  con  ser 
Uno,  amado  «i  cortesía. 
[Vmuee¡Dtigueytuacempañamiínto) 


ENRIQUE,  OCTAVIO,  PONLEVl. 


Yo  lo  dijera  mejor. 
Aunque  al  revés ;  pues  quMrra 
III  dolor,  auniiufi  pudiera 
VlTÍr  ja  sin  mi  dolor. 

EMIOVE. 

iLuego  TOS  enamorado 


I  Clort.  - 

!  Seoür,  padecer,  llorar. 

[  t::iiiiauE. 

¡  Llorar,  padecer. 


lUr, 


nlo  escribí. 

....  ^ _.ia  inunLaña  fría. 

A  quien  de  oieve  el  tiem|>o  coronaba, 
Miéi!tr:[S  ni  cori'ton  alimeulaha 
L^s  ceniuis  del  fuego  que  lenia. 

Uii  rayo  benaoso.  escándalo  del  dia, 
La  mina  penetró  que  oculta  estaba  ' 
Kl  fuego,  ardiendo  r-  '-  "'  —  ■■"'-' 


,  Pues  ¿qué  m 


s  morir  que  amar' 

OCTitTIU. 

Aunque  callando  escuché 
Tu.i  quejas,  por  no  qniUrie 
Ese  consuelo,  no  sé 
Con  qué  jusücia  quejan* 
Pui'das  de  Clori ,  porquí 


_ni'.'ve, helaba;    St  en'lu  amóñwá  porfiL, 

.-,  helando  eutrp  la  llama,  nrdia.    ^^s  bmiesia  que  cruel, 

Ktna  pues  de  mi  amor  jmis  enojos,    Ailniílc  galantería; 

Volaron  ánti'S  mis  cenizus;  luego  _         si  da  licencia  i  un  papel 

Ardiendo  el  pecho, bí/o llorar  losojos.    icn  los  términos  del  dia; 

iPuescómo,  vivo  monteó  »olcancie-  ¡  \  si  de  noche,  seSor, 

(£0. '  Siempre  atenta  á  tu  cuidado, 
Bi  eres  fuego,  das  agnas  iwrdespoiosí  ■  gon  cortesano  favor 
Uas  bgrimasdeamor  también  soafne-    II ¡lee  academia  so  estrado 
CHIQUE,  [go.  !  lie  las  cuestiones  de  amor, 

Bien  al  discurso,  señor.  '  Tu  queja,  señor,  es  Tina. 

La  llave  de  oro  previenes ;  i  U  iwm  un  monte  allana. 

Ha*  del  soneto  en  rigor  ¡Vio  de  su  parle  estoy ; 


te 


El  qne  ré 
logar  ■)  que  esti  i  su  lado. 
Suele  picarse  de  que 
Pierda  aquel  que  él  ha  mirado. 
VI  jngar  al  Duque     ' 


le  per. 


i.ji 


perdí 


;  aquella  eslrell.i  me  abrasa 


OCTAVIO. 

eo;<i.evi.  (.1;..) 

Ya  que  una  traza  falló, 
'  OIra  i  lo  menos  queilú , 
I  Pues  habrá  en  su  voluntad 

Duelo  de  amor  j  amistad. 

I  RNHIODB. 

(.4p  i  Quién  maior  desdicha  vióT)    ' 
Si  del  sol  de  Clori  bella 
Os  abrasa  un  arrebol, 
Llslda ,  que  fué  su  estrella 
Entonces ,  será  ya  el  sol. 

¡Ay,  amigo  I  qtwaoesella! 

cmiotnt,  {Ap.) 
Buenas  nuevas  te  dé  Dios. 

ponLcvl.  (Ap.) 
iT.^mpoco  ella  ?  Va  van  dos 
Trazas  echadas  á  mal. 

I  OCTAVIO. 

Pues  sois  mi  amigo  leal , 
Nada  lie  de  ocultar  de  vos. 

E-ialQUE. 

Va  sabréis  cuin  vnesiro  be  sido. 


dbvGooglc 


Por  hoésned ,  qae  det  cabello 
Al  pié  milagro  oa  nacitlo 
De  la  hermosura  ( en  ta  cau 
Vive  con  ellas) .  lao  bella, 
Qae  i  ser  mas  que  humana  pata. 
Ésla.  ^a  rajo,  ya  estrella, 
P.sel  cielo  qun  me  abrasa. 
No  la  (lulero  enearpcer, 
Pups  la  linlM'mos  de  ir  i  ver, 
Don  lie  mi  amisiad  espera 

Rué  di(;ais  que  do  la  quiera, 
orque  ta  vuelva  i  querer. 


ESCENA  Vn. 

EMIltjUE.PONLEVl. 
EnniQDE. 
:  Fuisle .  PonlevI,  lestigo 
De  los  dos  SUMOS? 

Va  vi  entre  amistad  j  amor 
A  lii  ilueño  jr  4  lu  amigo, 
Ohliiil  II  lióle  i  eDMyar 
Soliloi|uios ,  j  i  lljmar 
Los  seiilidoc  cada  Jia 
A  cueiilas. 

EflBIQDC. 


mniouE. 
íQuién  i  li  le  loconlót 

POKl-Ill. 

La  criada  ,  arrepeiiilda 
De  lialier  aijul  aposlaLado 
Ue  criada,  muy  fruncida. 
Que  sOB  ellas  me  ha  contado. 

V  dime  .va  por  tu  iida , 
¿Ciiil  i«ln  llanda  me  ili^? 
iCail  la  flor? 


Etlimar  ó  des|ir( 

Yo  1  decírtelo  me  alri'in. 
Si  las  voy  i  ht  y  lialiltr 
Hoj,  y  haciéndiinie  de  nuevo, 
Gd  ios  favores,  {^alante 
Las  hablo ;  porque  sospecho 
Qae  en  los  embates  de  aoiaale , 
Al  viento  que  corre,  el  pi'Clio 
Se  descubre  en  el  serohlünle. 

H  i  descubrir  tierra  vas, 
1*07  lo  m^ios  me  dirás 
Uue  de  dos  tivores,  es 


LA  BANDA  T  LA  FLOR. 


ui  muerte.        {Vaiue.) 


i  VUI. 
CLORI.NISE. 


Es  Enrique  en  er^io 
(Aqniquedau)os,NÍsc)el  mas  discreto, 
Has  salan ,  mas  vafienie 
De  KTorenci*,6la  romaeniodomiente. 
No  digo  yo  que  estaba 
Knamorada  del ,  ni  que  deseaba 
Que  él  de  mi  lo  i'sluiiest' ; 
Mks  que  no  me  pesara,  cuando  fuese. 
Di'sie  modo  vivie, 
Uue  ni  bien  olvidaba  ni  quería , 
Cuando  Amor,  niño  ciego. 
Las  ceuiiius  sopló  y  avitó  el  ftieeo. 
No  lenjto  ime  (feeir  que  a^radeuiUa 
Le  respondió  nti  vida 
Con  favor»,  de  amor  prendas  suaves: 
Pues  sabes  mi  dolor,  ludo  la  sjbes. 
Esta  dulce  lioleucia , 
l!:i  efecto  que  tuvo ,  fué  lu  amencia  : 
En  ella  el  Duque  ba  dado , 
Cu4l  tes ,  en  visitarme ,  enamorado ; 
V  ja  de  su  lealtad  lay  primal  temo 
Que  elexlretnode  autor  pase  iolroel- 
[iremo. 

E8CZNA  IX. 


No  ya  la  noche  oscura 
Del  alba  envidie  pomua  v  bermoínrai 
SI  hace  i  la  noche  salva' 
Has  luz,  mejor  aurora  y  mejor  alba  *. 
(Sate  PonteiH.) 

si  llene  un  reciemenido. 
Que  poca  verRÜenu  tiene, 
Mnrlia  licencia  de  entrar 
Itasta  donde  le  parece, 
luidme  las  Lres  tres  chapines. 
Porque  en  un  iusianle  beie 
Las  tres  büsas  de  ataujía 
De  tres  columnas  de  nieve. 

¿Quién  ea  este  loco,  prirois* 

CLORI. 

Es  criado  de  nn  ausente. 


{Ap.  DisImulemDa, 
r.oraton ;  qae  esta  es  lu  suerte 
iCómo  vienes ,  PonlevIT 

<  ik  qní  vient  trio,  para  no  dC' 
Si  aqDl  no  falu  un  unta,  ralliii  si 
ea  «irot  piiajri  it  tsi9  tonedia. 


rOHLETf. 

Con  salud,  sehora,  alegra 
V  contenió  vieue... 

iOulént 

Hl  señor,  que  es  de  quien  qnlereí 
Saber;  que  i  11  mi  salud 
Poco  te  importa.  No  tienes 
Que  hacer  puntas,  como  halcón 
De  Noruega. 


roKLEvl. 
I  virtud  nunca  se  pierde 

{Es  EspaKa  buen  país! 

Es  por  eitremo  excelente. 

, Buenas  damas? 


Mi  seBor,  que  es  de  qufeo 
Tú  asegurarle  pri'tendes. 
No  tomes  los  tornos  largos. 
Cuando  el  picadero  es  breve. 

No  tiene  el  hombre  mal  gnslo. 

PUXLCvl. 

Bueno  en  eilremo  le  tiene , 
V  mas  en  quererte. 


¿A  mi 


La  gracia  es  esa ; 
Que  nada  hiciera  en  quererte 
Viéndote,  y  por  nacer  ciego, 
VI  que  te  quería  sin  verte. 

Covlat  tres  una  malicia, 
¿Cómo,  di,  se  compadeceT 

POICLEíl. 

Rame  mandado  mi  amo 
Que  ti  ninguna  deaconsaele , 
Porque  él  es  tan  cuidadoso. 
Que  por  si  alguno  se  pierde  , 
Trae  favores  duplicados, 
Y  JO,  por  ohedeccríe. 
Hablo  asi  Deuia  de  Dtú, 
Que  es  decir,  di  deade  diere. 
V 
ESCENA  X. 


El  Duque  i  ta  puerli^citt. 

.    UglizodCyCiOOglC 


<:01I]KUIAS  DE  DON  PEOHO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


Ala 


(<tp.  ¡  (iracian 


Ríen  la  visita  ilvl  Duiíue 
Alguna  vez!)  Dile  que  enlre. — 
ISalen  el.Duqiu,  Octai-io,  Eañque  9 

críaim.) 
AqDi  podrí  vdMlra  Alicia 
Gozar  del  fresco  mejor. 

No  liene  elección  mi  amor, 
Ni  alhc<lrio  mi  irlüíei.a; 

Y  como  yo  tu  belle?.! 
Miresieoinre,  nn  sabré 
Si  jardín  <¡  estrado  fué 
Donde  estáte ,  pups  recelo 
Que  cuatc|üiera  esfera  es  cielo 
Donde  taulo  sol  se  vi. 
(Ménlttte  el  Daqueen  «na  lilla,  i¡  Clt- 
ri  en  otra,  yUiida  gNüe  i  toi  laiet.) 

Aqnesia  es  el  dueño  mió  : 
^Noos  |>arece,  Enrique,  bella T 

{Ap.áét.) 

ENIIiaOE- 

Ken  merece  ser  esirplls , 
Si  m  Immnsun  *  ¡ni  brío 
Inclina  Tuesiro  albcdrlo. 

OCTAVtO.  (Jp ) 

A  hablarla  quiero  llegar. 
Pues  me  dan  tiempo  •j  lugar. 

'  ENaiQDE. 

To,  eu  Un,  como  rorastero, 
Favor,  ni  lagar  espero. 

Pnes  ¿quién  os  le  liabia  de  dar 
A  IOS,  Enrique,  sabiendo 
Que  hajr  i¡  quieu  dar  celos? 

■naigoE. 

Por  darlos  hidera  bien. 

LÍSIII«. 

Yo  desengailos pretendo, 

enriiÍdc. 
Yo  no  os  entiendo. 

Celos  dais ,  t  do  vengánuí :    ' 
La  banda  tid)le. 

ENRigOE. 

{A  Ter  no  atj^DZ! 
La  Bor  que  me  coronóT 

LiSIM. 

Y  siendo  verde,  trocú 
En  cék»  sus  esperanias. 

nMK.  (Ap.) 


iQtté  es  lo  que  os  divierte  asIT 

CLON. 

Nada. 

DOOOB.  . 

¿Qué  mírab  allü 
(.-IpriVurrtc  dolor!  pona  brava!) 


A  Enrique,  señor  miraba, 
i  yue  como  recienveiiido ,     _ 
Esie  afecto  me  ha  debido. 

EKaigoE. 
V  yo  ocasión  esperaba 
Para  besaros  la  mano. 

lISIDil.  (Áp.) 

Corazón ;  ^  esto  sufrís  T 

One  de  la  corte  venis 

De  Eiipuña,  mostráis  bien  llano. 

Con  md  faiores  ufano. 

ENKIQai. 

Presta  lo  habéis  visto. 

.CUMt. 

Ile'heclio 

Experiencias,  j  sospecho 
Que  [10  atienten. 

BnaiouE. 
^CnilessonT 


Y  cuando  lo  fuera , 
¿Cuil  deJog  dos  preürieraT 

I'  EniQDI.  (Ap.) 

tCámo  podré  yo  cortés 
:esponder  i  las  dos? 

Pues 
iNorespondeii? 

.    EnaigaE. 

No  he  dadado 
U  respuesta ,  ;  me  ha  admirado 
Que  eso  pregunte  quien  aoaa. 
Preflero  aqurl  que  ana  dama 
Tapada  hoy  me  hubiere  dado. 

lAp.  El  me  conoció.  iQué  espero?) 
i  V  si  hubipsen  sido  uos? 

EimoDE. 
Mp.  ¡Huthoapríeta,  vive  Dios!) 
Tendri  en  mi  el  1us»r  primera 
El  de  la  d^ma  i  'quien  quiero.    ' 


Pues  de  amor  A  de  desden 
Siempre  una  cnesiion  ha  sido 
IjO  que  al  Duque  ba  divertido , 
Sepamos  de  los  dos,  quién 
•'- -as  perfecto. 

PÍHIQDE. 

No  es  bien 
Gastar  el  tiempo  en  favores 
Ajenos :  propios  amores 
Uivienau  al  baque. 

duqoe. 
Yo 
GusUré  dello. 

EMigeE.  (Ap ) 


CI.DEI. 

Pues  si  por  los  dos  colorea 
Se  ba  de  arsúir  la  que  quiere, 

leo  accidentes  son, 

-    jzul  es,  en  mi  opinión, 

La  que  i  las  olraa  pretiere. 

Yo,  li  del  color  se  infiere 
Li  elección  del  alma,  digo 
Que  es  lo  verde. 

VOCOIMÍgO 

Ver  en  esia  competencia 
De  tu  Ingenb  la  «celencia. 
Prosigue. 

Yo  asi  prosigo, 
erde  es  eoltir  prímerí 
Del  mundo ,  y  en  quien  consiste 
Rn  hermosura ,  pues  se  viste 
"-  "erile  la  primavera. 

Es  aquel  verde  ornamento, 
Pues  sin  voi  y  con  aliento 
Nacen  de  varios  colores 
En  cuna  terde  las  flores. 
Que  son  estrellas  del  viento. 

Al  nn ,  es  color  del  suelo , 

?ue  se  marcblia  y  se  pierde,, 
cuando  el  suelo  de  verde 
Se  viste ,  de  aiul  el  oielo. 
Primavera  es  su  azul  velo ,' 
Donde  son  las  flores  bellas 
Vitas  luces  :  mira  en  ellas 
iQué  trofeos  son  mayores? 
lOn  campo,  cielo  de  floree, 
ü  un  délo,  campo  de  estrellas? 

üsiu. 
liíse  es  color  aparente,    . 
Que  b  vista,  para  objeto 
Pinge;  que  el  cielo,  en  efelo 
Color  ninguno  consiente. 
Coa  aiul  niigido  miente 
La  hermosura  de  sií  esfera  : 
.Luego  en  esa  partí-,  e^era 
Ser  )a  tierra  preferida, 
Puesla  una  es'beldad  finitída, 
V  otra  es  pompa  verdadera. 

Confieso  que  no  es  color 
LoAznldel.ci^lo,  y  confieso 
Que  es  mucho  mejor  por  eso; 
Porque  si  fuera  en  rigor 
Proprio,  no  fuera  favor 
La  elección :  j  de  aquí  infiero 
Que  si  le  elició  primero. 
Fué  imriiue  lo  azul  ha  tido 
Aun  mejor  para  Ungido, 
Que  Otro  para  verdadero. 


^s  el  mas  inmenso  bien 
Del  amor  ;  digalo  quien 
Ni  la  tiene,  afla  alcanu ; 
Lo  azul  celos  j  mndaoza 
Dice,  que  es  tormento  eteroo, 
Sin  paz,  quietud  ni  gobierno: 
iQué  impnrta,  pues,  quíelamc 
l'enga  del  cielo  el  color. 
Si  tiene  el  mal  del  tofieniu? 

nien  con  esperanza  vive, 

neo  le  debe  su  dama, 
Pero  quien  con  celos  ama , 
En  bronce  sn  amor  escribe  : 
Luego  aquel  que  «c  apercibe 
UoiizBdCyLiOOgle. 


A  amar  celoao ,  hace  mas 

Bd  cuja  raion  ver^ 
Cui[iio  alcanian  sos  desrelos. 
Pues  et  inOemo  de  celos 
Ko  es]ieTa  Tarnr  Jamas. 

E::s|ier»r  pncde  el  cortés. 

Con  celos  ama  el  discreto. 

lísida. 
La  fior  es  verde  en  efelo. 

Y  la  banda,  ¿azul  DO  es T    - 

¿Pues  qué  adquiere  eaeeoT 


-    Fia 
Que  la  flor  no  es  mia... 

NimU 
La  bapda.  [Levánlame. 

Qae  si  lo  fuera...     - 

i  Qué  bubiera? 

No  sé  qué  hubiera. 

Cne.  por  DIof ,  la  poffla  : 


LA  BaKDA  y  Lk  FLOR. 
JORNADA  SEGUNDA, 

ESCENA   PHIMEBA. 

fONLBVI.ENRIQOE. 

Cootenlú  en  extremo  esiái. 

Estaj  dichoso  ei 
■■  ■  *     ■      ■   ■  I  dii 

¡el 

iTanlo  moDta  de  nna  dama 

El  deci;  :  'Doe  hablaros  lengo  : 

1(1  porel  jarfliti,  Enriqueta 

ehkiodb. 
Que  me  bable  orendida  temo 
Lisida  de  mis  flnetas, 
Porqne  desde  el  argameato 
De  la  banda  j  de  la  flor, 
De  la  espennza  y  los  celos. 
Declarado  amante  sujo, 
A  tantos  rajos  me  atrevo. 


Llxma. 
Enríqne. 

iinuODB. 
No  en  vano,  al  ^er 
Coronada  de  reflejos 
Sq  aucora ,  el  sol  se  retira , 
r.Dino  quien  dice  :  (Yo  debo 
De  baber  hoy  errado  el  dia, 


No« 

El  deseo  me  lleva. 
De  DO  oir  mas  necedades.  (Yoae.)  :  Ko  de  lisonjas,  Enriqi 


Hal  contigo  te  persuades 

A  nooirlasmas,  jasl. 

Que  taya  buyeado'de  aqui 

Dé  liccDcia  vuestra  Alteza.       {Vate. 

Siempre  es  snja  la  belleza. 

EniHlUE.  (Ap.) 

iCuí  ei  lo  que  pasa  por  mi? 

Dichoso  sois  en  amores. 
Enrique,  |>ues  por  galao. 
Unas  favores  os  iian , 
Y  oirás  riieo  los  bvores. 


DUODÍ.  [Ap.) 

iQué  rigor!         (Vate.] 

OCTAVIO.  (Áp.) 

iQuéMierte!  iVate' 

nsE.  (Ap.) 


1  aféelos; 
Desnuda  la  verdad  vive, 
A  imiíacion  del  silencio. 
Y  porque  de  mi  intención. 
Vi  aun  este  instante  pequeño 
Hagáis  juicio  (retiraos 
Vosotros) ,  estadme  átenlo. 

(Retirante  PotUevi  y  Celia.) 
Vas .  Enrique ,  Antea  que  i  España 
Fuésedes,  si  bien  me  acuerdo 
füue  para  ofensas  del  alma 
Es  bronce  el  metal  dei  pecho) , 
De  ClDri,ea  efecto,  amanleT, 

EMSIOUE. 

Esperad,  por(|ne  no  quiero, 


I  Lin  i  luí  mejor  lucenJio. 

Pues  ^eómo  podéis  negarme 
Lo  luunKi  que  yo  estoy  viendo ' 


INBtaUE.  (Ap.) 

>\  cielo  por  banda  I 
el  cielo  por  flof! 


Estatua  de  sa  terrero 
iNo  os  halló  el  alba? 
EnaiiiDE. 

Es  verdad. 

;No  la  escribisteis f 


íNo  fué  la  noche , 
De  amantes  delitos  vuestros 
Capa  oscura? 

Que  la  bable 
Alguna  noche,  os  oonficso. 

¿No  es  suya  esa  banda? 

ENaiaoi. 

Suya 
I^enso  que  lai. 

■     ¡Puesqué  esesloT 
Si  ver,  si  hablar,  si  escriliir. 
Si  traer  su  banda  al  cuello. 
Si  seguir,  si  desvelar. 
No  es  amar,  yo,  Rnríquc,  os  ruego 
He  digáis  cómo  se  llama , 
Y  no  Ignore  yo  mas  iiemi>o 


Uuacc 


liemiio 
n»cH. 


enrío  UE. 

Respóndaos  un  argumento. 

El  astuto  cazador. 

Que  en  lo  ripido  del  vuelo 

Hace  á  un  Alomo  de  ¡iluma 

Blanco  veloz  dt-l  acierto. 

No  adonde  la  caía  esU 

Pone  la  mirS ,  ¡idtiriiendo 

Qne  para  que  el  viento  peche , 

Le  Importa  engañar  el  viento. 

Kl  marinero  ingenioso, 

Qne  al  m:ir  deshocado  y  fiero , 

Monstruo  de  naturaleza , 

Halló  yugo  y  puso  frei>o. 

No  al  puerto  qui-  solicíM 

Pone  la  proa ;  que  haciendo 

Puntas  al  agua,  desmiente 

Sus  iras  ,  y  toma  puerto. 

El  capitán  que  esta  fuerza 

Intenta  ganar,  primero 

En  aquella  toca  al  arma, 

V  con  marciales  estruendos 

Engafia  í  la  tierra  que 

HaT  prevenida  del  nesgo 

Le  esperaba  :  asi  la  faerra 

Se  da  i  partido  al  ingenio. 

La  mina ,  qne  en  las  entrañas      « 

De  la  Uerra  estrena  el  centro, 

ArtfScioso  volcan , 

Inventado  Hongilielo, 

No  donde  preñada  ocnlta 

Abismos  de  horror  inmensos 

Dace  el  efecto ,  porqué 

Engallando  al  niisnio  fuego. 

Aquí  concibe,  alli  aborta . 

Allí  es  rayo-,  y  aquí  trueno. 

Pues  si  es  catador  mi  amor 

En  las  campañas  del  vieltto ; 

Si  en  el  mar  de  sus  fortunas 

Inconstante  marinero ; 

Si  es  caadlllo  nctnrioao 

En  las  guerras  de  sus  celos ; 

Si  fuego  mal  resistido 

En  mina  de  tantos  pecios, 

■Qué  mnctio  engafiue  en  mi 

Tanto»  Mitote»  afc^Mj^  ^^  g  [  ^^^ 


cuui:dias  de  do»  pedro  caldero.^  de  la  barca. 


Sea  esta  banda  lesUfio , 
Porque  Toluan ,  mannero , 
Capiían  y  caiador, 
Ed  fuego,  agua,  tierra  y  viento, 
Lo^re,  teaga,  alcance  y  tome 
Huiaa,  caía ,  [riuiiro  y  puerto. 

{Dale  ¡abatida) 

Ríen  pensaréis  que  mis  quejas. 
Mal  liionjeailas  con  eso. 
Os  rcnijlan  de  mi  ugravio 


No,  Enrique;  yo  soy  mujer 
Tan  suberlila,  que  no  «¡uiei'o 
Ser  querida  por  vciigaii7,a. 
Por  lema ,  ni  por  dcs|ireeÍo. 
El  <|ue  i  mi  me  ha  de  querer. 
Por  mi  ba  de  ser,  no  tenteiido 
Conveniencias  en  quererme 
Has  que  quererme.  Si  el  tiempo 
Que  vos,  am3[iiti  de  ClorJ , 
Fuisteis  alma  de  su  cuerpo. 
Os  declararais  conmigo. 
Bien  pienso,  Enriqne,  bien  pienso 

8ue  poco  ingrata  mi  fe ,  i 

ue  poco  cruel  mi  pecbo,  I 

Que  poco  esquivos  mis  ojos, 
Estimarau.. .  Has  no  (luion*  < 

Decir  mas  :  bario  os  he  (lidio.  { 

V,  apurando  el  argunieuio, 
Sí  delta  favorecido 
Os  hallirades,  sospcrlio 
Que  os  oyera ;  pero  no 
Desvalido ,  porque  creo 

8UC  (luerer  lo  que  otra  ijuiere 
s  gala- de  nuestro  duelo; 
Lq  que  otra  deja ,  es  desaire : 
V  asi ,  Eiiriqut' ,  os  aconsejo 
Que  tío  busquéis ,  ní  pid^s 
Hemedio.  porque  yo  pienso 

Sne  el  remedio  os  matara 
as  que  el  mal ,  y  será  necio 
El  que  podiendo  morir  * 
Del  mal ,  muere  del  remedio. 


Noof 


I,  esperad,  oídme. 


1  Qué  decís  T 

*  KrcniQUE. 
Que  plegué  al  cielo... 
{Salea  Celia  y  PouUví.) 

Ctorl  viene :  deja  aliora 
De  plegar  el  juramento. 

EKRIQUr. 

Mientras  pasa ,  estos  jazmines 

¿Qué  el 

,— -«■ "' 

^omigoT 

ENmODB. 

No :  tanto  lemo 
Bnojaros,  pues  por  vos 
He  escondía;  mas  supuesto 
Qne  i  vos  lio  m  Importa ,  á  m 
Tampoco;  y  asi  me  quedó. 
Tea  Clori  que  os  adoro. 


Seaumi  cancel. 


lEso  hi 
Pneini 


SI  no  me  e«condo ,  os  ofendo , 
Y  si  me  escondo  también : 
iQnéhe  dehacerT 


iQuéT  No  esconderos, 
Ni  estar  conmigo. 

EMBIQDE. 

¡  Pues  quéT 

ritRKttiK. 
SI  baré. 

Di' teneos. 
Que  no  ba  de  svr  drsa  tuerte. 
Sino  i  espacio,  porque  quiero.. 

CMUQUE. 

Dedd. 

LlSIDA. 


¡  Pues  la  primera  lición 

.i  Sea.  que  aunque  Lus  desveloi 

!  Te  obliguen  i  tener  celos, 
No  has  en  ninguna  ocasión 
De  cooresar  que  los  tienes , 

.  Sino  inles  disimular. 
Hienda  de  tu  pesar. 


i  ¡Extraías  cosas  previen 


enr.ioui. 
Desta  manera  veréis 
Que  me  voy ,  y  os  obedezco. 


'  Luego  i  LEstda  diris 

<  Til  misma  que  i  Enrique  qniera. 

CLOM. 

iVof 

*  NI  SE. 

Si,  pero  de  manen 
I  Que...  Has  luego  lo  sabrás , 
I  Que  Enrique  nene. 


{Al  quiíane  Enrique  el  tambrer»  para 
taludar  á  Clan  g  NUe,  cáetele  del ' 
tambrero  la  flor.  Varue  tí  v  PoaleH ! 
ptr  un  lado ,  y  Luida  y  C*Ut  per '-. 


Aqni  entra  el  disintnhr. 
Porque  con  él  bas  de  habftr 
Como  si  no  fuera  él 


ESCENA  tn. 

CLORI,  niSE. 


msE. 
Tus  desdichas  j  tas  celos. 
Tus  penas  y  tus  enojos. 
Si  yo  te  dijese  un  modo 
Para  que  nnnc»  quisiese 
Lisida  i  Enrique,  y  pudieso 
Asegurarte  de  todo 
Con  ingenio,  ¿qué  dijeras 
Entúnces,  Clori,  de  mlT 


Del  mas  hermoso  clavel. 
Pompa  de  un  jardín  ameao , 
El  ispi<^aca  veneno. 
La  oliciosa  abeja  miel. 

(Repara  en  taller,  y  leoáiUala  i 
V  asi ,  desta  verde  Oor , 
Que  al  quitarse  tan  severo 
El  sombrero,  del  sombrero 
Se  le  cay6  al  tal  seQor, 
nao  de  salir  tus  consueles 
Pnes  ha  de  dar  su  color 
Miel  A  la  abeja  de  amor, 
Veneno  al  áspid  de  celos. 
Toma,  ponía  en  tu  tocado. 


Desa  flor  ;  mi  cuidado 
Tu  remedio,  con  bacer 
Solo  lo  que  le  dijere. 

CLORI. 


ENRIQUE.  —  CLORI,  NISE. 
in  BICHE.  {Ap.) 
Vuelvo  corriendo  i  bascar 
La  Oor  que  se  me  cayú. 

¿Pues  podré  Bngtrlo  yo? 

Pnes  fingirlo,  ó  no  lauar. 

CI»R1. 

Scíior  Don  Enriqne,  idúnde 

j  Volvéis! 

Quien  bailar  espera 

Plores  ( bien  la  primavera 
A  su  cDiiceplo  ri^sponde). 
De  un  jardín  se  ta  a  llevar 
Klores,  á  dejarlas  no. 
Sino  solamente  jo. 
Que  traje  esa  Oor  de  aiir... 

,  Vo  no  os  enlieiido ;  mas  creo 
;  Que  cauteloso  venis. 

Con  esa  Dor  que  decís , 
A  lograr  otro  deseo. 

ENRIQDt. 

Hirad,  Clori  faermou... 


LISIDA.  —  CLORI ,  MISE,  ENRIQUE. 

Lism*.  {Ap.) 
Vuelvo  á  que  Clori  me  vea 
Esta  handa ,  porque  crea 
be  Enrique...  Pero  ¡mi  rosa 
Tieue  ella  1 

ENRIODE. 

Sne  el  arrebol 
oro  y  la  nieve 
De  vuestra  frente  se  atreve 
A  ser  hoy  lunar  del  sol , 
No  eslíen  so  propio  lugar; 
Y  pues  ya'  aquí  tuvo  hermosa 
Guarda  de  espinas  la  rosa  > 
Ño  le  la  queriit-vos  dw 


ueriit-vos  wr    i 
tytiOOglC 


LA  BAHDA  Y  LA  FLOR. 


D«ra;oi,  paraqaeTo 
No  la  cohre.  Bieij  se  ve, 
Pae4  si  alguno  se  atrevió , 
A  guanla  de  rsitinai  fué. 
A  piuirda  Je  vayos  uo. 

Íuitailla,  j  a  iiipsiros  [•iés 
raSto  en  mi  luaiio  iea. 

tiSIHA.  (Ap.) 

íQw  esto  e&cucbe !  Oue  ísio  ve 

wsE.  (Ap.  á  Clnri.) 
Lbidaieha  visto. 

Pues 
¡Qué  baréT 

Dejarle  con  ella. 

iCoD  ella  le  he  de  dejar  t 


O  Ungir,  ó 


iPluguiei 


I.  {AKnrique.) 

nist:.  [ip.  á  Ciori.) 
AIIIPEari  vella. 


Muéstrale  1^  tlor. 


Va  entiendo 
Qae  enseñarla  me  conviene, 
i  Pero  ella  mt  banda  tleoe ! 


ReUrnodo  has  de  ir,  no  huyendo. 

Ohedeicamos,  amor. 

nisR. 
Esto  mi  ciencia  te  manda. 

¡Que  se  quede  con  la  baada ! 

lIsida.  (Ap.) 
¡Que  se  raja  coa  la  flor! 
(Vaaie  Clori  y  Niií  iteipado,  ei 
nando  Ciari  la  flor,  [i  Utida  la  banda.) 

ESCEHA  VL 

LESIDA,  ENRIQUE. 

ENRIQUE.  {Ap.) 

¡Quléo  vi6  lance  mas  cruel ! 
Mal  caballero,  villano, 

«'liel, 


¿Qué  tengo  de  olrf 

E.MIIOUE. 

Mira... 

^Qué  he  de  mirar,  pues 
La  dijísie  que  a  sus  pies 
La  pusiera? 

■  imiQDE, 

Fui  decir 

?ue  de  alU  jo  la  tomara , 
de  su  locado  tío. 


'a  i  Dios  que  lo  fuera ! 

I  RNHIQDE. 

Viva  abora  mi  amor  6  muera 
A  manos  de  tu  cruelila'í. 

I  LfSIDA, 

I  Pues  moriri,  si  en  rigor 
tia  le  dan  tida  los  cielos. 
I  E^inioOE. 

¡  jQuiéu  vio  tan  iojusios  celos ! 

I  LtSIDA. 

I  íQuiéu  vio  tan  Iqjusto  amor!    (Va: 
Sili  ea  el  palacio  del  Dgqne. 


EL  l'lIQlIlí,  con  un  pape/;  OCTAVIO. 

Soto  e: 

OCTAVIO. 

iNo  babrl  á  la  mal  consuelo  T 

Ninguno,  Octavio,  6  le  dllsia  el  cielo. 
Porque  yo  no  le  tenga. 

OCTAVIO. 

Bien  el  amor  lioj  del  poder  se  venga. 
Dando  á  entender  ufano 
Que  es  rajo  cada  Occlia  de  su  mano, 
Pues  como  rayo  que  violento  pasa , 
Lo  altivo  hiere  ylo  eminente  abrasa. 

MQUE. 

Antes.  Octavio,  tan  cobarde  ba  sido, 

Que  su  violencia  prueba  en  un  rendido; 

Que  uua  lorre  eminente. 

Si  el  grave  peso  de  los  años  siente , 

Si  caduca  ó  declina, 

^o  es  edíGcio  ya  ,  sino  ruina, 

Blanco  indignode  aquella  llama,9qui'llu 

Que  muros  postra  y  homenajes  huella. 

No,  señor,  tan  postrado 

Juzgues  el  edificio,  aun  no  mellada 

Con.  prolijas  porfías 

Del  venenoso  diente  de  los  días; 

Que  para  darte  el  tiempo  desengaños. 

Basilisco  de  bronce  son  los  a&os. 

DUOCE. 

Tarde  ya  los  espero. 

Vo  cousolarte  6  divertirte  quiero. 

DDOUB. 

{Quién  en  la  sala  ba  entrado? 


Para  ir  á  ver  i  ISise  se  ba  logrado. 
Vuela,  Amoi,|iuesiellaui;iodiosalado. 
(Vb«.) 

ESCENA  VUl. 

ENIUQÜE,  PONLEVI.  —  EL  DUQUE. 

«.IIQUE.  (Ap.) 
¡Cuinlas  cosas  discurre  una  trísteu ! 

Déme  á  besar  al  punto  vuestra  Alleía, 

Principe  soberano. 

Aquel  pié  que  tuviere  mas  i  mano. 

NoestoT,  porque  i  mí  pena  otra  no  igiia- 
De  burlas  hoy.  {|a. 

Pues  voyme  norirmala ; 
Que  burlas; mujeres. 
Cuando  son  menester  causan  placeres. 
(Vate.) 


Es  verihd,  él  entretiene  I 


EL  DUQUE,  ENRIQUE. 


„  r,paces  mi  estrella, 

Partiendo  con  el  día 
Engaños  que  á  la  noche  me  decia  ¡ 
Pues  hoy,  poraue  no  tenga 
Esie  alivio,  y  »  mas  extremo  venga 
Mi  pena,  mi  dolor  v  mi  cuidado. 
Escucha  este  papel quemeha  enviado. 
(Lee.)  Señor,  lat  conlinvaí  vititat  de 
vueilra  Alleía  han  ditperladú  mat  de 
-     -  malicia;  y  auuníe  mi  padre,  h 

una  vei  le  /lonrara,  le  le  nturmu- 
do*  :  yo  le  etpero  ya ;  y  att  le  tu- 
plica  á  vuetira  Altesa  excaie  el  venir 
d  vtrme. 

Noleomas.Esie  agrá  vio, esta  sentencia. 
Ultima  linea  ya  de  mi  paciencia 
Te  cunGesoqu^ha  sido. 
Este  desaire  solo  me  hareitdido 
Has  que  cuantos  rigores 
Fueron  dulce  prisión  de  mis  amores; 

V  asi  tü,  Enrique,  quiero 

Que  desie  inmenso  mal ,  deste  severo 
Dolor  boy  el  remedio  me  procures, 

V  de  nna  ve7  me  mates  ó  me  cures. 
Tü  has  de  saberme  todo 

Cuanto  Clorl  imagina :  escucha  el  modo 
De  descabrir  el  pecho  de  nna  ingflia ; 
Que  comees  guerra  amor.ardides  trata. 
Nise,  una  dama  bella, 
Prima  de  Clorí,  es  toda  el  alma  della : 
Pues  como  lú  la  sirvas  j  enamores 

V  en  público  celebres  aus  favores. 
No  dudo  que  consigas  ser  querido; 

?ue  eres  galán,  Enrique,  j  entendido, 
en  Ün,  una  doncella  cuanto  siente 
Que  es  casamiento,  admite  Qcilmente. 
I'nes  teniendo  granjeada 
La  prima  con  amor,  y  la  criada 
Que  ta  toca ,  con  didivas ,  sospeclio 
Que  la  mina  de  nieve  de  su  pecho 
ENiegO  reviente  en  término  mas  brevo 
Por  otra  contramina  de  su  nieve  : 
Tendri  entre  nieve  y  fuego 
Desengaños  mi  amor,  y  yo  sosiego. 

ENRIQUe. 

Señor,  aunque  boy  alcanza 

La  ocasión  de  servirte  mi  esperanza. 


CUHEDIAS  DE  DÜN  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  DARCA. 

;  So;  roas  pricUco  de  amor 
Que  teórico. 


lefío. 


Quiero  qne  sepas  lü  el  reci;lo  mió , 
Y  Octavio  no. 

BüliniUE. 

Vo  to  sabré  primero 
De  LiMda,  seEor. 

DUQUE. 

Tampoco  quiero  . 
Que  Lisida  lo  enlleiida; 
Que  como  siempre  rjveii  en  cootieiiüa 
De  insenio  ;  bermosura 
Las  dos  hermaiiss,  deslucir  píocura 
La  uua  a  la  otra  ;  y  mi  lemor  celoso 
La  lendri  por  lesúgo  sospechoso. 

EMRIODE. 

Pues  no  puedo  eseusarlo,  ctaranente 
Diré  un  Jncon Teniente. 
Octavio  sirve  i  Niee,  ;  seri  agravio... 
DUQnE.  [rio. 

No  Importa ;  que  primero  soj  queOcia- 

EHHIQCE. 

Si,  seBor;  masiamliien  sirvo  una  dama 
Para  esposa,  de  ilustre  nombre  y  fama, 
A  qnieu^juardar  mi  pretensión 
Dadme  liceucia,  pues... 

DUQUE. 

E«  necio  miedo, 
Comparados  conmigo 
Disgustos  de  una  dama  ;  de  un  amigo. 

Que  al  cabo  del  sngaiio, 
Cas  gracias  lian  de  dar  al  ilHsenga5o. 
Pero  si  importa  mas  que  yo.  no  es  justo 
Que  mi  gusto  airopelle  por  tu  gusto. 

EHIUQUE. 

Señor... 


¡  Has  {para  oué  rendido 
He  doy  á  ims  desdichas  i,  partido, 
-  Sirviendo  al  Duque, uoorendiendolOc- 
[Lavio, 
I  NohaciendoiHÍMorehEa,tCloHagra- 

I  Hldando(íaTDÍos!)iLlsÍdarece1os? 
I  :Hucho,  cíelos,  decís :  cumplidlo ,  cie- 

posKVflM.) 

Jardin  de  caía  de  Fablo. 
ESGE11A  XI. 
LISIDA,  CELIA. 


[do. 


í  Del  sombrero  ae  caTÓ 
La  Sor  i  Enrique,  y  la  alió 
Nise  para  CloriT 


Que  yo  en  el  jardín  estaba 
A  su  criado  escncbando 
Hit  necias  locuras,  cuando 
Vi  todo  lo  que  pasaba. 
No  te  lo  pude  aecir 
Entonces,  y  abora  lo  digo. 


Nadan] 


e  bables  ai  me  veas. 


ENRIQUE. 

Siento,  seftor,  qoe  mi  lealtad  do  creas. 

¡  Bien  se  ie,  pues  mi  gusto  se  desprecia  1 
iQaéDedoamoryquéKmistad  laone- 

( Vote.)  [cía! 


ENRIQUE. 
iOaién  eu  el  mundo  pudo 
Tan  fuerte  lazo  dar.  tan  inerte  nudo, 
(he  lealtad,  de  amislad  y  amor  casUgo) 
ueun  señor,  de  una  damaydeunauíi- 
Si  aNiseno  festejo,  [goT 

Quejoso  al  Duque  dejo; 
Si  la  festejo,  i  Octario ; 
También,  de'Clori  eapla,  íi  Clori  agra- 
Si  la  terdad  les  digo,  [vio. 

Falto  al  secreto ;  si  con  él  prosigo, 
A  Lisida  aventuro. 
Pues  i  sus  ojos  el  favor  procuro 
De  Niae  :  de  manera  que  es  agravio 
Üe  Nise,  Clori,  Lfsida  y  Octavio. 


PONLEVl.— CELIA. 

FOHLEvf. 

Ap^as  dejé  en  palacio 
A  mi  aeBor,  Celia  ingrata , 
Cuando  vea  aqui  qne  vuelto , 
Raya  de  capa  y  espada, 
A  abrazarte  como  un  rayo. 

;Anies  de  hablarme  me  abrazas! 


^oes.gracia... 
as  (¡ay  de  mi!)  Clori  vieoe, 
ae  eú  estos  jardines  anda, 
si  le  fe,  yo  soy  niuerta. 
•   ponLEvI. 
Por  esc  me  ba  dado  gaua 
De  que  me  vea.  Blas  dime, 
jQuéhedehacerT 

SELU.' 

Entre  esas  ramas 
Te  esconde. 

FONLEVf. 

Turbado  estoy. 
Mover  do  puedo  las  plautas, 
Rey  parezco  de  comedia , 
Cuando  en  casa  de  su  dama 
le  baila  con  ella  un  padre 
Tiritón  y  barba  larga.      {Etcónieu.) 

ESCENA  XUL 


l,Ap.  ;Daré  crédito  i  un  testigo. 
Cuando  me  importa  el  vivir. 
Celos?  SI,  pues  nopodiera, 
tio  babiéiiODse  h»hlado  áutei. 
Convenir  en  semeja  nica 
Circunstancias  con  él  ;  fuera 

[  De  que  ya  para  creer 

:  Un  Iridie  lo  que  desea. 
No  import:i  que  verdad  íea; 

'  Basta  que  lo  pueda  ser.) 

',  -,Ab  di;sengano  felice! 

;  Ya  üento  cuanto  cruel 

.  Anduve,  Celia,  coii.él. 

k'VAIgame  Dios!  : qué  mal  hice 
^n  no  creerle!  fixcuaara 
El  pesar  con  que  se  fué. 
Pero  yo  lo  enmendaré. 
Espérame  aquí. 

Repara 
Lo  que  bas  de  hacer. 

USIDA. 

Escribir 
Desenojada  un  papel,  - 
Vtü,  Celia  mia,  con  él 
Hoy  á  buscarle  bas  de  ir. 
En  cuyo  afecto  veris, 
Dündoie  el  alma  en  despojos, 
Que  tras  nublado  y  enojos. 
Amor  y  sol  lucen  mas.  '  (Vm 


¡Ay  prima,  ay  Nise,  ay  amiga! 

tQue  poco  sienCes  mis  ansias, 
ues  tanto  tiempo  me  dejas! 


,__  beestado     - 

Con  Octavio.  . 

'Insta  causa 
Te  ba  dlTertldo  de  mi , 
Si  le  ama  y  ai  le  amas. 

Ni  le  amo  ni  le  olvido; 
Ditlerto  asi  so  esperauía: 
Pero  a  ti  «cómo  te  *a 
De  lición? 

Ríen  estudiada 
La  tengo,  deseando  ya 
Ocasión  con  que  lograrla. 

ESCENA  3aV. 

LISIDA,  mu  Wi  popel  gM  miría  t» 
«ienduii  — CLORI  t  NISE;  PON- 
LEVI, Ktilío. 

jEsiaba  aqui  Celia  abora! 

Ahora  aqui  Celia  eatabs. 
Yo  )a  mandé  que  se  entrase 
Alli  dentro. 

Nise. 

Yo  i  llamarla 

iré.(rip.dCIsrt.  Eau^buenaocashw. 

Ya  quedas  en  la  campaña. 

Fioge,  y  eng^tns  celot.l      (Vase.) 

ü,nt,Z..MLyL-.ÜOglC 


EKVIA  ZV. 

USIDA,  CLORI ;  PONLEVI,  ocHUtf. 

Lbida,  delenie,  aguanli, 
Que  tengo  mucho  qae  haUarte. 

Laego  es  contecuencii  cliri 
Oae  tengo  mucbo  qne  oirle. 
Knipieza.    ■ 

POnLEll.  (Ap.) 
Aqui  ha;  gran  batalla. 

Ya,  LislJa,  estamos  solac  : 
Hl  amiga  eres  y  heriuaiu ,' 

Y  como  i  hermana  j  amiga , 
Te  be  de  descubrir  mi  alma. 
Dos  aoos  ha,  bien  le  acuerdas, 
Que  liiirique  rué  viva  estatua 
Üe  mis  jardiues ,  tao  viva, 

Sae  les  debieron  las  plañías 
asMerímasisuso/os, 
Que  i  Toa  suspiros  de¡  alha. 
Aoseolóse;  i  como  el  cielo 
Nos  diú  candicÍDn  tan  varia 
Une  es  el  día  del  amor 
Víspera  de  la  mndanaa. 
Fácilmente  la<  ceiiiías 
De  la  que  apenas  fué  lirasa , 
Con  el  aire  de  la  ansencia 
DeSTauecieron  la  llama. 
Sirvióme  el  Duque  ilespues ; 

Y  aunque  mi  honor  y  mi  Tama 
He  han  resistido,  no  tanto, 
One  alguu  efecto  no  li;iyan 
Hecho  en  mi  tantos  eilremos, 
Puesto  en  mí  linexjs  tantas. 
Volvió  Enrique:  y,  ya  celoso 
l)e  ver  que  el  Duque  me  amaba, 
O  ja  mas  enamorado. 

Por  los  celos  que  le  causa , 
Intenta  tomar  contigo 
De  mis  desprecias  veiiganu. 
Testigo  sea  el  jardín 
Donde,  i  pesar  de  sos  aoslas, 
Por  no  tenerme  quejosa 
De  haberte  dado  esa  banda. 
He  volvía  i  dar  esta  Bor, 
Enigma  de  su'esperania. 
Si  eres  mi  hermana  y  mi  amiga. 
Como  be  dicho ;  si  te  alcania 
Parte  de  mis  dichas,  como 
El  todo  de  mil  desgracias , 
Hu  ana  cosa  por  mi  : 
Quiere  mocho  i  Enrique,  paga 
Con  fe  y  amor  verdadero 
■  Amor  y  fe  qoe  son  falsas. 
No  te  des  por  enteodida 
De  qne  finge,  de  que  engaita 
Snt  celos  contigo,  pues 
Pensar  que  te  quiere ,  basta. 
Con  esto  el  Dudne  teodrl 
De  SI»  celos  minos  causa , 
Enrique  legnridad 
De  su  amor  y  su  privanza. 
Yo  quietud,  tú  esposo,  j  todos 
Mas  dicha  y  míaos  desgracia. 


Y  ella  h^ 

Cierto,  Clorí,  que' pensé 
Cuando  te  vi  que  empeubas 
Con  prMogos,  con  proemios , 
poe  en  una  cosa  muy  ardua 
Lo  qne  kabia  ile  hacer  por  il. 
Tq  ¿  pideamejnas,  hermana , 
De  qae  eonDe  na  hombre  TjHjj 
Coia  nasocll?  ¿No  basia 
B  Mber  4|iM  ioy  ma}erT 


LA  BAKDA  V  U  FLUR. 

Pucí  tpara  <fit  me  b>  encargase 

Has  coa  todo,  por  servirle, 

Digo  que,  aunque  no  pensaba 

Itallaiie  mas  en  mi  vida. 

liaré  lo  que  tú  me  mandas. 

Desde  hoy  me  verás  cou  él 

Desde  la  noche  hasla  el  alba, 

V  desde  el  allra  i  la  noche; 

''  antes  qne  en  esta  renaica 
II  sol,  quemando  las  plumai 
le  oro  en  hogueras  de  plata , 

Le  he  de  enviar  un  papel , 

l>i cié i] dolé  con  mil  ansias 

Que  venga  i  verme,  y  de  modo 

Ce  hablaré,  que  te  persuadas 

Tú  misma  que  es  verdadero, 

O  por  lo  menos  no  hagas 

Distinción  de  mis  üiieíaa. 

Si  son  ungidas  6  lalsas. 

^Quieres  mas? 

Ni  tanto  qníerv. 
MHLevI.  {Áp.) 
i  Liúda  estl,  por  Dios,  la  Ir^u '. 
JCon  la  entretenida  i  Enrique? 
No  en  mis  días.  Mientras  hablan , 
He  de  salir;  que  reviento 
Por  decirle  lo  qne  pasa. 
(£*Jdn  fai  doi  hablando  tajo,  f  Ponutí 
tale  por  delrai  it  ellat ,  |r  vau.) 

Pierde  cuidado,  7  ds  mi 


i  De  qoé  sae rleT 

Viendo  i¡  Lisída  :  enojada 
Conmigo  quedd,  y  si  hallo 
Eo  sus  rigores  mudanu 
Sin  haberla  satisfecho, 
Es  verdad. 


¿Quién  tendrá  paciencia  tanta? 

{Adelántate  hacia  LUUa.) 


Fia. 

Pues  adiós.  {Ap  ¡Mal  hayan 
,  Venganzas  que  son  amor, 
<  Y  amores  que  son  veugauxa!) 
I  {Vate.) 

I  GSCEHAXTI. 

L1SIDA. 
I     SI  Clori,  qne  quisieseme  dijera 
A  Enrique,  porque  á  ella  la  olvidara, 
.  lA¡i  desengaños  de  sn  amor  llorara , 
,  Y  los  desaires  de  mi  amor  sintiera. 
I     Pero  si  Clori  divertir  espera  ■ 
'  Tan  rara  fe  con  Invención  tan  rara, 
'  Mal  hiciera  si  al  daño  roe  liara , 
'  Hal  pensara  si  al  riesgo  me  creyera. 
'      Y  pues  el  blanco  doode  Clori  tira , 
Dice  el  verde  favor  de  aquella  rosa , 
Que  á  hurto  cogrú  y  á  posesión  aspira , 
'     No  me  tengan  sus  celos  temerosa ; 
Que  en  quien  dijo  una  vea  una  mentira. 
La  verdad  queda  siempre  sospechosa. 

I  ESCENA  Xvn, 

I     ENRIQUE,  PONLGVl.  -  LfSlDA. 


Enrique,  seas  bien  venido ; 
Que  bien  parece  oue  el  alma 
Llegó  primero  k  llamarle. 
Por  desuienlir  la  lardania 
Üe  til  ausencia. 

{Ap.  Ya  iqué  espero!) 
Delente,  sirena  Ingrala , 
Detente,  til  nocodrlto, 

si  me  lloras  me  matas, 

me  cantas  también. 
Bien  lo  dicen  lua  mudanzas. 
Pues  hoy  tlorlndome  celos. 
He  diste  muerte,  tiraoa ; 

Y  boy  caolándonie  favores. 
También  me  das  muerte.  Aparta , 
Qae  no  estoy  de  ti  s^uro, 
" lloras  6  me  camas. 

NI  hoy,  Enrique,  fué  Ungido 
Hi  llauID,  ni  ahora  es  falsa 
Hi  risa ;  que  entrambas  son 
Afectos  hyos  del  alma- 
Si  hoy  JIore  agravios  y  celos, 
Hov  canto  al  amor  las  gracias 

Y  aeseogaños,  porqué    - 
Celta,  que  escondida  estaba , 
He  desengafió;  vasi 

Ni  la  sirena  te  llama 
Con  vOE  Ungida  1  sus  brazos. 
Ni  el  cocodrilo  le  agravia 
Con  Ungido  llanto,  puos 
Solo  amor  entre  estas  ramas 
Canta  y  llora  siempre  firme. 
Cuando  llora  y  cuando  canta. 


T(i  me  mientes. 
i  pontEvl. 

I       '  No  te  miento. 

I  EmiQDE. 

iQoeMo  «acede  T 

I  IDKLCVl. 

Esto  pasa. 
I  iiraionE. 

'  iCloH  dloet  qup  me  olvida, 
.  1  qae  Lfslda  me  cogaDaT 

Sl,sehor:(|oelasdosson 
Dos  graodlsioias  bellacM. 


Calta,  tjue  ese  piipel  es 
Un  tesiÍKo  mas  iine  agrava 
La  información  lie  mi  pena , 
Pues  le  dijiste  i  tu  hermana 
Que  t&  me  le  eseríblriai ; 
Y  esie  no  es  amor,  es  traza 
De  las  dos. 

Pues  ¿quién  tan  preato... 
HKiixvl.  [Af.) 
Aqai  entro  ahora  en  la  dama. 


izodCy  Google 


rONEDIAS  DE  OOH  PEDRO  CUDIBON  DE  U  BARCA. 


Te  hi  didio  lo  qae  lu  dot 


iQaéit,  que  pira 
Sobre  mi  aqucBle  nubiadvT 

PonlevI,  que  le  ascochabí 
ReciUao  T  escondido. 
Lo  qae  ib  j  Clori  miabais 
Cun  mjiuia  titaola 
Coatra  mi. 

No  be  dicho  nada 
To  ;  mi  amo  mieiiie,  aerion; 
Que  DO  he  hablado  palabra 
De  cuaaUs  aquí  le  ba  dicho. 

( Vau  retlrmia  de  Utlda.) 

No  lemas.  DI,  ¿dúode  hablaba 
Yo  eotónceiT 

Si  he  de  decirlo, 
Poesln  qne  tú  me  lo  mandat. 
Aqni  era. 

LlSlM. 

¿Qué  laotobabrAT 
po.tlbtI. 
Un  hisuale. 

Eso  ne  basta. 
I.aego  ai  no  me  be  quitado 
De  aquí,  ni  aqai  «scrlto,  etiaba 
Escrito  ya  :  luego  Tué 
Mi  dcseng^iüo  la  causa 
\  no  lo  quR  dijo  Clorít 
FOinXTi, 
Probada  esii  la  coarlada. 

ENRianE. 

1  De  suerle  qoe  bit  de  creer 
One  Bnges  para  lu  bermaua, 
T  hablas  Terdad  para  mi! 

¿No  ha«  Tjsio,  Enrique,  ana  tabla 
Qne  1  uoa  lat  finge  perfecia 
Od>  berrooSDravsIrefliada, 

Y  1  oira  Ini  tm  moMirno  Qnge, 
Porque  le  debe  la  eaiampa 
Tanto  arüflclo  al  pincel , 

Qne  hace  dos  cosas  coolrarfisT 

Asi  mi  amor,  >  ii  luí: 

De  Clori,  es  monstroo  qne  espanta, 

Y  1  la  de  Enrique,  perfecta 
Herroosura ;  que  en  un  alma 
De  un  amor  fingido  1  na  cieno, 
Es  la  diferencia  tanta. 

No  sé  qué  lieaen  tus  voces, 

Íae,  con  saber  que  me  engafias, 
e  be  de  creer.  Deja  pnes 
Oue  agradecido  á  tus  plantas, 
Bese  la  flor  que  producen , 
Por  DO  decir  la  qae  ajan. 

USIDA. 

i  Has  cerca  no  eslió  los  brazos  T 

No,  que  M  esfera  mu;  alia. 

ESCENA  XVllL 
CLOni.NISE.-DiCMS. 


A  mal  tiempo  hemos  llegado. 
LÍsw>.  (Ap.áEnri^iáe.') 


No  nos  eobden,  hsrls 

Li  desbecba,  miéalras  paaaa , 

Y  vaeke  luego. 

■iniaiii. 
Slbar^.      '    (Vow.) 

Uocho  me  debes,  hermana. 
iQué  quieresT  Ya  le  abracé 
Por  hacer  lo  que  me  mandas.  (Vaf«.) 

i  Aj  Nise  !  qoe  tú  me  has  muerto. 
Tú  me  has  quitado  las  armas , 
Tti  le  has  dado  a  mi  enemiga 
La  raion  coa  que  me  mata. 

Dices  bien  :  mal  esle  engaite 
He  ha  salido.  Pero  aguarda. 
Veamos  si  da  lumbre  otro. 
;Traes  un  papel  en  la  mangaT 

No  tengo,  sino  este,  que  es 
Uoa  memoria. 

NtSI. 

Este  basta. 
Vete  abora,  ;  et  suceso 
Pnedes  mirar  retirada.— 
(Vue  Clan. 
PoaleTi. 

SeBora  mía. 
mse. 


Esto.  {Pigate.) 

FONLEVl. 

Mira  qoe  me  ahogas. 

Picaro,  Til ,  I  asi  agraTlaa 
m  respeto! 


ronLBff. 
^Vo  me  atrevo? 

Calla,  infame.  (PifoU.) 

¡Ay,  que  me  maun 
Diez  puñales  de  crisiar, 
Con  ales  remates  de  nicar '. 


ESCENA  XIX 

LISIDA.  — KISG.PONLKVI. 


No  es  naaa. 
Vele,  picaro,  alcahuete. 
Antes  que  de  una  ventana 
Vueles,  hecho  mas  pedaios. 


No  respondas  palabra. 


No  repliques. 
Mm.kTl. 
A  los  cielos,  que  t... 


SI  haré.  [iy.  Señores, 
Esta  dama  esti  borracha.)       (V«m.) 


ESCENA  XX. 

LISIDA,  NISE. 

Pues,  ¡no  me  dirit  qaé  ha  sJdoT 


Oue  me  diese  ese  pspel ; 
Que  como  tM  qoe  no  daba 
Celosa  Clori  conilgo. 
Pasó  i  mt  sos  esperaoias. 

tlilBI,.  (Ap.) 

Aquesta  es  otra  cantelí : 
Pues  no  se  ba  de  ver  lograda. 

[Levanta  latpapeUi.) 

jQbí  haces,  Llsida? 

Los  papeles  qne  tü  rasttas. 

lUR. 

;  Con  qué  efecto! 

Con  efecto , 
Nise,  de  qm-,  si  levaulas 
Tú  uoa  flor ,  que  fué  ile  Enrique , 
Desle  suelo,  para  darla 
A  Uori ;  por  ser  de  Enrique, 
También  coa  la  misma  causa 
Levanto  jo  este  papel. 

nisE.  (Ap.) 
¡lesos,  j  qué  desgradada 
Ando  en  mentir  estos  dias! 
(Jimia  U$ida  lat  ptdatM  delptpel) 

Dice  aquí :  baüda  el  wgum; 
Aquí :  aii;t«  /Veseo :  aqnl : 
Solimán  molido...  Basta, 
Que  mas  es  decir  pesares 
Esto ,  que  amores.  Pues  anda 
Enrique  tan  cuidadoso 
De  que  te  laves  la  cara. 
No  le  has  parecido  bien, 
Nise. 


M  lleve  j^'otros  ir^gaf 

dby  Google 


SI  Mrii :  repara 
Ed  qae  te  «aleo  mu}  mal    ■ 
Laa  oatelai  3  Us  traua. 

Rl». 

¿Qoé  traías  Id  qní  cántela»? 

LfdU. 

Eaiu. 

Hira  no  rae  hagiE 
Decir  que  Enrique  ha  mil  dia* 
Que  coa  MBorous  aulas 
He  enamora  j  me  Tesieja , 
Heeachlw,  en  fin,  ¡r  niecuiM, 
Porane  quila  te  pondré 
Donde  escncbes  relinda 


Y  poM  ¿1  nieive ,  guardada 
Desloa  jazmiEie*,  feré 
Si  te  etcrüM,  ir  ti  te  babU. 

NISK. 

ijetns,  Lisída,  qué  presto 
lie  has  lOBiado  la  pablin ! 
^Ho  ves  qne  me  esto;  buriaodoT 

No  has  de  esur  eoMulgo  Usa. 

Yo  qnise  dirte  un  picón. 
Esto  ai  fin  no  ha  ndo  nada. 


IJntéo  tU  pena  mas  eiiraBa! 


iQaüa  Tló  pena  ma 
Con  la  meoLlra  me 


ENRIQUE,  PONLEVI.—NISE:  USI- 
DA,  eteondida;  ietpue*  CLORl. 
rtttuMl. 
|0b  qué  haces  de  Ir  j  <renfr 
A  este  jardín! 

Es  mi  centro, 
T  si  H  «s ,  Ponlevl,  denifo 
Del ,  no  es  posiUe  iMt- 
{Sale  Clari ,  r  M  fMit*  «teveltM^.) 

ci«i.  (ig.) 
Desde  aqui  tengo  de  oír. 

LiSIDA.  {Ap.) 

Desde  aquí  la  be  de  eacóehar. 

nano. 
Aqnt  Luda  ha  de  eaUr 
Enterando. 

Pnea  no  es  ella 
La  qne  est*  aqnl :  Nlae  ee  bella. 
-   nu.  iÁp.) 


(Ap  ¡AjDl 
nadie  neni 


U  UrWA  1  LA  FLOK. 

Perderle  i  mi  amor  el  miedo, 

Y  empelar  i  romper  » 
La  mma  del  Duque.  Va 
De  amor  ungido  j  secreto. 
Buen  efecto  me  prometo , 
Pues  (olo  y  seguro  ettoj 
De  mi  Llslda;  que  bo; 

No  haj  ue  temer  eu  efeto.) 
SenDodesiejardin 
Que  es  paraíso  da  amor , 
Pues  SOIS  la  guarda  3  la  Oor, 
La  defensa  j  el  jazmín. 
El  Aiego  eoTtlnad;  ;  en  fin. 
Templados  al  sol  los  l»ios. 
Oíd  dnices  desiartos, 
Oid  afectos  temerosos , 
Siquiera  por  anwrosos, 
Ya,  NíBe,  qne  00  por  míos. 

Kisi.  lAp^ 
;Qii¿  es  lo  qne  escnoboT 

CLOW.  tAp.) 

1  Ay  de  mi 

lUiu.  (Afi.) 
Yo  probar  mi  nmerte  qnise. 
roNLSvI.  (Jp.  é  ÍL) 
■ira ,  señor,  que  esta  es  Hím, 

Y  no  Llsida. 

EimouE. 
Yo  os  vi ; 
Cbro  esti  qne  os  amo,  si. 
Pues  desde  aquel  punto,  ciego , 
La  vida  j  almaoaeiib«ga: 
Una  j  otra  eu  tos  se  mueve , 
Qoe  Ott  ilomo  sois  de  nieve, 
^ndo  una  esfera  de  fuego. 
Desde  entonces  procuré 
Esta  ocasión  i  mi  amor. 

FOKLEVi.  {Ap.  ¿  il.)      • 
Mira  que  es  Niae,  seüor. 

No  estoy  ciego ,  ya  lo  sé. 

üsm*.  [Ap.) 
Verdad  caanlo  düo  fué. 
¡Vive  amor,  que  í  Nise  adora! 

Guni.  (Ap.) 
{  Esto  tenemos  abnra ! 
¡Ay  cielos!  i  Nise  qiüere. 

MHLCVl.  (A^.) 

iKas  que  ya  por  Nise  mnereT 

WBE.  (Ap.) 
El  sin  duda  me  eoamMa. 
4  (}aiía  vi6  tanee  BMt  «itraBa  T 
Lo  qne  en  borlas  be  Bngido, 
De  féras  ha  sucedido. 
EsforcenM»  el  ec^Bo. 
tmion. 
Huera  con  mi  detengaBo, 
Pues  con  mi  engsfio  vIvl. 

HOE. 

ÍAp.  En  toda  mi  vida  vi 
tombre  mas  enamorado.) 
Vos  habéis,  Enrique,  amada 
A  Clori  en  un  tiempo. 


Suya  fbi  mi  volnutad. 

axM.  (Ap.) 


D«LÍrida,jlaqaWs*eÍs. 


Soya  hié  mi  ilbenad. 
(Ap.  Esto  stio  tai  verdad.) 

Usina.  (Ap.) 
¡Ay  cruel! 


Por  igualar  k  las  tMi. 
En  vos  mi  gloria 


[o.  Nise, porque  baya  in 
>  dos,  no  sera  perfKio 


i  Qué  mas  defKtoT 
nnnQvt. 
Aoies  mérito  :  ¿ba  dejado 
Nanea  de  ser  esiimudo 
Va  libro  ó  una  phitnra , 
Una  espada  6  nna  hechura, 
Porque  el  artlliúe  obró 
Otras  inte*  dellat  No; 


n  rigor, 


eiAu, 


,  al  quereros ,  1 
£s  crédito  de  ral  anior 
El  querer  otras  primero. 
No  por  elección  os  quiero 
Qne  esto  es  fuerza ,  viv  ' 
Porque  viviendo  hoyen  vos' 
O  mi  amor  ó  mi  fortuna , 
Obre  perfecto  en  la  una , 
Lo  que  be  aprendido  en  las  dos, 

CLORI.  (Ap.) 

¡Que  esto  escuche ! 

Usa*.  (Ap.) 

¡Que  esto  vea! 

A  tanta  soUeterla, 

(Saca  lie  la  mano  á  UMa.) 
Responde  lü,  prima  mia, 
Y  mira  si  enmi  se  emplea. 

lIstd*.  (A  Enrique.) 
Abora  di  qne  te  crea. 

(VoK  iVlie  adeade  etli  Oeri.) 

FOIOIVl.  (Ap.) 

¡  Que  esto  not  tengan  aquí '. 

amuvs. 
¡  Vllgame  Dloa '. 

tau.  (Ap.  4  GltH.) 


Yo  btee  agravio  de  su  amor; 
A  mi  no  me  toca  mas. 

(VmutCtM^KIte.) 


b/Googlc 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CMJ>EROt<  DB.  LA  BABCA. 


lívida,  ENRIQUE,  PONLEVI, 
Abora,  ¿qué  me  dirisT 


EMRIOUl. 

Nosabí^. 

tllWA 


Di  Aon ,  i  qniéo  RogeT 


l\  en  quién  baj  rerdidf 
■mion. 


¿Luego  babrt  diacolpaT 
No. 

LtVD*. 

lO<w  DO  engiño  le  TalióT  ' 

Falta  en  b  fe  verdadera. 

ponfvl. 

,  ,  que  no  era 

»  aqueste  logar 

Hablas  de  enamorar , 

Yoomecreisle? 

Huera 
Tu  Uk  }  BngUlo  amuiie. 

■NRigOE. 

Yo  (oj  Dnne,  j  lo  be  de  ser. 
Eio;eo  qué  ae  ecba  de  terT 

ENRIODE. 

En  que  caltn,  y  ao;  coQiUQtC. 
Ereí  ücil. 

ENHiaUE. 

Soj  diamante. 
Be  cekM  j  enndla  rabio. 


a  traía*  ;  lutiteías 


JORNADA  TERCERA. 

Calla. 


EL  DUQUE,  ENRIQUE,  P0NLBV1, 
Dn  mtuui. 

No  baj  fbera  que  venza  i  amor. 


Una  sola  suele  baber. 

DoauE. 

¿CuUes 

Ktmmt. 

Quererle  »encef . 

Aiilodice.aeaor. 

DOOUE. 

Poes  fué  error: 

Que  eso  M  lo  mismo  que  dar 

Por  remedio  el  olvidar  : 

Y  el  olvidar  no  es  remedio 
Para  amar ,  sino  otro  medio 
Para  volverse  á  acordar. 

■NBigm. 
Luego  bien  se  da  i  entender, 
Si  acuerda  para  orenderle , 
Que  el  principio  de  vencerle 
Esti  en  quererle  vencer. 
Porque  ;cúrao  ha  de  querer 
Un  hombre  to  que  quisiera 
Olvidar?  Desta  manera 
Dispuesta  la  voluntad. 
No  esii  la  diiicnltad 
En  vencer,  sino  en  que  quiera. 

V  en  fin ,  di ,  ¿cómo  te  ha  ido 

Coa  Nise  1  i  Qué  ha  sucedidot 

ENatODE. 

Hat  mis  penas  escuchó, 

{Ap.  V  es  verdad ,  moerle  me  dlú) 

?necomo  Fahio  ba  venido, 
ha  reformado  la  casa , 
NI  É  verla  ni  hablarla  llego. 

Pues  prosigue  hasta  que  el  ftiego 
Apugues,  que  asi  me  abrasa; 
Que  si  a  desengaños  pasa 
Hi  recelo ,  yo  podré 
Vencer  i  amor ,  pues  qnerré 
Veacerle  eiitúuces. 

ENHIODK. 

Escota 
Va.ufior,  diScuttosa. 

De  Pabio-el  cuidado  sé.    ' 

ENRIOVI, 

Oye,  porque  al  mirador 
Me  parece  que  he  sentido 
Gente. 

V  hlcia  allí  oiro  ruido 
luforma,  Enrique,  mejor. 

EHaiQOE. 

tó~6mo  sabremos,  seüor, 
nde  Clorl  acierta  i  «srar. 
Porque  la  llegues  í  hablar  T 

Dhidténdono*,  si ,  pues 
Llegando  los  do*  deipaea. 
No*  podentMMiMr. 


Dtcet  bien;  j  asi,  jo  vengo 
Por  esa  parte. 

TamUeo 
Yo  por  esta.  Mas  deten 
El  paso;  que  en  el  Sosiego 
De  la  Doicbe ,  oscuro  y  ciego , 
Templan  un  arpa. 


CLORlTNISE,dkM««iilM«;LISIDA 
Y  CELIA,  d «Ira. -EL  DUQUE,  EN- 
RIQUE, PUNLEVI,  EL  adsM». 


Un  músico  prevenido. 
Si  cantan,  ;caatariT 

SI. 

Pues  JO  también  desde .alU 
Responderé  i  tus  desvelos. 

EnniQOE. 
r.aoia ,  por  ver  si  los  cielo* 
Templan  asi  su  rigor. 

'DvauE.  (AI  n litio*.) 
Cintame  cosas  de  amor. 

LfsiDt.  (A  C«Ma.) 
Cántame  cosas  de  celo*. 


I.  (AA 


».) 


Canta  cosas  de  irisieía. 

EMiQDE.  (A  Penleví.) 
Canta  cosas  de  alegría  : 
Sepa  ja  el  aoseiiie  dia 
t^"'  sin  é\  hav  mas  beller.a. 
■ósico.  (Canié.) 
Amor,  mor,  tu  ñgar 
Reinoi  vente  y  qtalB  leget : 
Mat  puede  «mor  que  iot  regei : 
Stteet  monarca  el  amor. 

CELIA.  {Cania.) 
CeloM,  ¿cómo  iM  01  penrlra 
VaetíTo  nuil,  y  oi  llaman  eeht. 
Si  para  llamarM  cieltt , 
O»  falta  Mola  uno  letra? 

roHLEvl.  (Caitía.) 
Fortuna,  iquUn  te  démela 
Por  H.iid  tedaí  igualatT 
Tu  rueda  pinta  con  alat, 
"'  '  00  rmetla,  «fa«  nula, 
niSB.  {Canta.) 
Rau»,  raían,  jkatla  eaimU 
El  amor  le  ha  de  veneer? 
Si  i  etpacio  viene  el  placer, 
¿Cómo  $e  noM  va  volando  f 

doque.  {Al  miticQ.) 
No  deje*  laterrumpine. 

Lbia*.  (A  Celia.) 
No  itiet,  no,  de  cantar. 

Exaiaoe.  (A  Ponleti.) 
Prosigue,  di  nri  peur. 


b/Googlc 


CLORI.  (.4  Hilt.) 

Canu  mu,  que  el  gloria  ofrte. 
{Si  etptrari  algún  favorf 
iSi  tendré  alguiu  etperanta  7 
¿Si  teArd  m  mi*  eutle*  miidaiua  T 
¿Si  tmtan  maleí  de  omer  t 
CíoU,  aunque  canten  también. 
No  (»Iles,  atuiqoe  ellos  canten. 

ENUlQUE. 

Mi  mal  tul  voces  espanten. 

No  callea ,  paes  cantat  bien. 
TODOS.  (CoMMa.) 
Ri»#n ,  fortuna ,  amar,  ctloi. 
Son  parione*  fue  te  mudan  : 
La  ratón  falla  á_iH  tiempo, 
Y  te  cama  la  furiaaa. 
Et  amar  ei  fuego , 
Lbi  eetot  le  aguda» , 
Cántate  la  dítlia,    ' 
Yct  amor  te  dada. 
DDQUE.  (Uegnnáo  á  la  ventana  donde 

eiiín  CIjri  y  NUe.) 
Ya  i]ue  al  aire  la  toi  luja, 
O  N!se  hermosa,  se  esparce. 
Lleve  para  mi  espera  nu 
IlD  recado  üe  mi  parle. 

CLOBI.  [Ap.  i  ÑUt.) 
Este  es  el  Daqne  :  no  digas 
Quién  soj,  porque  no  me  bable. 

No  Toestra  Alteía,  si>ñor, 
Le  dé  nui  patria .taa  ücil ; 

Íoaessu  centro  un  ncclio,  doadi 
ieoe  sn  adorada  imágeo. 


Et  moda  j  no  (abe  hablar. 

Sentir  es  lo  qae  no  sabe. 

i.i»mk.\A.  Enrique.) 
Mal  dicen  estai  B'  exas 
Con  oiraa  racilidades. 

Bien  dicen  esos  areetos 
Ooiii  con  otras  verdadei. 

Mlt  ojoa  creo  to  qne  Ten. 
uiaioM. , 
Y  j  no  ha;  aniqjos  que  engallea  f 


LA  BANDA  Y  LA  rLOR. 


Luego  (oelvo  aqni  :  esperadme, 
Reconoceré  a  11  i  un  hombre. 
IDettíate,  y  llégate  á  EnHque  d  ^n 

habla  aparte:} 
Enrique. 

SitaiQDE, 

Señor. 

Consta  ote 
Ealá  Clon  en  sos  rigores ; 
Oue  DO  quiere  declararse 
Ue  que  estl  con  Nise. 
tnaigoi. 

Pues 
«Qué  quieretf 

Que  (ú  te  paiea 
A  esotra  veniana  quiero; 
V  pues  dos  cosas  Igoates 
Nos  traen  i  los  dos  (que  son, 
O  que  tú  con  Mse  hables , 
O  JO  con  Clorl ) ,  y  U  una 
Va  tan  mal  i  nil  me  sale , 
No  las  nerdanus  entrambas. 
Atli  esta  :  llega ,  pues  sabea 
Que  en  eso  me  va  h>  Tida. 

Eimoüe. 
¡  Haj  (Dceao  semejante ! 
{Pdtate  Clori  á  la  ventana  de  Uiida.) 

CLOII. 

Lislda. 

iQué  es  lo  que  qoleresT 

El  Unque  en  aquella  parta 
Ha  dado  eo  reconocerme  : 
Vio  doi  bultos,;  por  darla 
A  entender  qne  no  era  ;o, 
Te  pido  que  allí  le  patea. 

Si  lo  haces  por  saber 
"nién  «ti  coomigo,  darla 

liero  eta  satisbccion. 

iriqoe  el, ;  porque  le  bables 
Me  Iré. 

CLOll. 

Eso  no. 

Yo  he  de  irme. 
(Ap.  Mas  es  i  hacer  otro  eximen  : 
Veamos  de  una  vei  si  mienten 
Los  ojos  j  los  cristalei.) 

(Paute  á  la  oira  iimttH«.) 
FONi.cTf.  (Pora  tí.) 
Yo  detta  noche  redonda 
De  amor  de  Ronces-amantes, 
Solo  esto;  de  nones  ,  cuando 
Todos  los  demás  son  pares. 
Si  ya  i  Don  Honsiur  del  sueBo 
No  llamo,  que  me  acompaíte. 
{Apártate  áualadOií/échateái 


ESCENA  m. 

OCTAVIO,  que  te  eoleea  dtnde  atiaba 
dntei  Penlevf.  —  Dichos. 

ocr*v.o.  {Ap.) 
SI  quien  uoos  celos  tiene. 
No  es  posible  que  descanse, 
Qnlen  tiene  dos  celo*  {  cómo 


Hoy  un  poderoso  wnaote  I 
¿Qué  esperas ! 

■MBIQDE. 

He  vlsio  ti(i,bo 

No  tienes  que  recelarte , 
Que  es  Ponleíl :  reUrado 
lustuvo  allí  siempre. 

EiraittoE,  (Ap.) 

Dadna , 
Cielos,  palabras  Ongidas 
Con  que  i  una  deidad  engafie. 

¡  Gracias  al  cielo,  que  aqni 
No  oiré  del  Duque  los  males! 

SI  oiréis ,  qne  él  vendrl  i 
Donde  estiis. 

Ct.011.  (Ap.) 
i  Hay  semeja  uta 
Suceso?  ¡Cielos!  por  donde 
"-su  amor  asegurarme 

ise ,  me  entregué  i  su  tmat, 
es  fneraa  que  con  él  hable. 
■nmaDc. 
Yo  llego  :  alféoleme ,  pnea , 
Ver  que  Lísida  este  instante 
No  me  olrl ,  pues  con  el  Duque 


ocwio.  (Ap.) 

iNise, 
DIJor 

,  EMBIOOE. 

Pues  tu  toK  sBaTC 
Imán  es  de  cuapio  vive. 
Conduciendo  i  estos  umbrales 
Entre  las  peBas  los  brutos , 
Entre  las  ttoreí  lai  aves , 
Da  logar  i  nn  pensamiento, 
Que  tu  dulce  toi  le  trae 
A  morir  de  tal  veneno, 
Qne  es  toda  su  copa  el  aire. 

Ltsiu.  (Ap.) 
iQné  es  esto,  cielos,  que 

ÍEsio  es  Teñir  i  buscarme, 
I  esto  es  venir  t  perdermeT 

OCTATW.  (Ap.) 

j  Oh- fabo  smigol  Oh  amante 
ingrato !  Viven  tos  cielos , 
Que  he  de  salir  t  matarle. 

EmigoE. 
Si  queréis  ver  si  son  ciertas 
Uts  penas ,  la  prueba  es  ñcJL 

No  mocho ,  porque  yo  sé , 
Enrique ,  que  no  ha  on  Instante 
Qne  eran  verdades  con  otra 
Ved  si  mienten  los  criatales. 


Hodigun 
Vifen  loa  délos... 


„,z,„.^8oglc 


fíOMEDUS  DE  E 


De  MtlihcenM  bim. 
Ni  me  veu,  ol  me  bables. 
ÍQhíUu  dé  la  v/nfaM.v  Hite  la  n- 
J«.) 
uiaiOiiK. 
Oje,  eicDcba  ..  llaBj,<iué  miro! 
ii  pnerU  ilel  janiin  abren. — 

{LUgau  ai  Duqiu.) 
■  S«Iior. 

PDQUR. 

íQné  qaterea? 

INflttUK. 


De  cau  de  Pablo  sale. 


Idos,  seBiÑ-, 

(QníÍom  ielavealaoa.g  lambUtt  Celia.) 


Los  ^boiw  ;  dtefraces, 

Si  le  ha  de  daelr  el  día 

Cuauío  la  noche  le  caHeT 

( Vanu  el  Duqtu  y  Bmrt^e,  g  Oetam» 


De  lodas. 

(Ap,  Eaie  es  no  loco.) 
OI,;tGDtlqaiere? 

HtüLEtL 

itodat. 
r*Bio. 

Dame 
Cuenta  atjui  de  1  enil  pcetemla. 

h  todas,  j  no  le  canse. 
Que  no  quitaré  ana  sola , 
Porque  es  gatan  I  tres  hacea, 
De  pretériio,  presente 
Y  roturo. 


ARradece  í  mi  taIof, 
Porque  no  es  biea  que  se  m» 
«K  en  sangre  tan  «il. 

POItLKvf.  (Ap.) 

Ko  es  malo  tener  vil  aangre 
Vew  poes ,  TÜlaao , 
Digo  que  me  place.        {Vate.) 


rABio. 
tOnt  mal,  pairla ,  me  reeibesl 
Erdia  gne  i  tus  umbrales 
Llego ,  pticueulro  lo  primero 
Mil  penas ,  j  mix  pesares. 
Una  sospecha  que  tme 
De  Enrique  y  de  Clori .  Jioles 
Que  él  w  fuese  iflspaüiiboj 
De  Milán  aquí  ine  trae , 
Por  ver  si  el  es  quiea  sqnl 
Dispone  escándaros  tale*, 
^liéroome .  j  se  anientHon 
Los  que  esiÁan  ta  ia  calle. 
|0h  qidén  supiera  quién  son ! 

(Trtfrieta  eo*  PtmléPÍ.) 

Fon-svf, 
tOniéoTiT 

rAMo. 
iQmléQ  esl 

Va  M  aiDj  tarde  : 
■Déjate ,  sefior,  abura 
De  decir  mas  dispáreles 
ANIse.iLlsida.iCtorf. 


HIIO. 

Donde  daru 
Pueda  ItMnerte,  leri. 

:  Jeme,  i  qué  TenenMe 
brbal  iQaé  susto  te  ba  dado. 
Que  bas  barbado  eo  un  instaniet 

DI.  ^criado  de  quién  eresT 

Es  una  oota  nuj  Udl : 
De  Enrique. 

ruu. 
Enrique  ;de  cuU 
Q»  lies  «lamas  et  amante  T 


K  PEDItO  CiltMBlM  DR  U  I 


El  no 


¡a 

D 

D , --  ,- 

UidéndAs  que  %  Ntse  adoro , 
Vos,  alevoso,  la  amáis, 
Vos,  iograto,  la  sernt, 
Voc  de  ala  la  escribís , 
Y  *oe  de  noche  la  habláis. 

EIíaiQUI. 

No  puedo ,  Ociatio ,  oepiTOS 
Lo  que  vos  decís  que  Tislels , 
Que  eseudiasteis  ó  (sptsieta , 
Ni  tampoco  puedu  daros 
Disculpas ,  que  estlii  Buanladas 

ÍDizt  para  dlsuadirns; 
tro  no  puedo  sufriros 
R alones  tan  apuradas. 
De  quien  i  ofendenne  vengo 
(^ou  causa ;  nae  si  sabéis 
Vos  la 


FABtO. 
Enrique ,  con  ta  pritanza 
Del  Duque ,  i  escándalos  tale* 
Se  atreve  contra  mi  honor 
ladignamente;  j  pnes  intrs 
Que  se  fuese,  awerigU 
Sospechas  que  j»  t  ytráadm 
Pasan,  (loiigamas  remedio. 
Dos  caminos  ee  tan  grave 
Dolor  hay,  de  Ja  cordura , 
O  el  valor;  ;  pues  ¡goales 
Son-,  acudamos  primero 
A  la  cordura  A  quejarme 
Iré  al  Duque  de  mi  agravio ; 


Apelaré  1 


IVw.) 


ENRIQUE ,  OCTAVIO ,  PONLGVI. 

Earlqne,  bvieindAs  fengo. 

■uaioix. 
Pnes,  amigo,  iqvé  quer^f 

ocTa*io. 
Oueese  nombre  no  me  deis. 
Pues  que  jo  por  tal  no  os  tengo  i 

?ue  no  lo  es  el  que  asegura 
hiere,  el  que  naUaa  y  mata^ 
Bien  como  serpiente  ingrata , 

gue  con  lisonjas  procura 
Dcubrir  el  corazwi : 

V  asi,  ese  nombre  no  os  loca. 
Pues  halagáis  con  la  boca , 

V  matáis  coa  la  intencioa. 


Y  por  saber  que  una  vei 
$e  ha  de.suArir  1  im  amigo , 


onque 


Yo  también  se  la  que  tengo. 
Y  porque  en  palacio  estamos. 
Esto  mi  amistad  rasponde. 

OCTAVIO. 

I  nombrad ,  Enrique ,  dosdi 
Vos  queráis  que  nos  veamoi. 

Sea... 

ESCENA  TU. 


No  es  oada. 

Mon. 

(Aa.  Los  dos  turbadoa 
Eslln  :  bien  de  sus  cuidados 
Dicen  que  es  caosa  mi  amiv. 
El  daño  he  de  prevenir.) 
Octavio. 

SeBor. 

Traed 
La  escribanía ,  ;  poned 
El  rocado  de  escribir.— 
V  vns,  salios  alU  Fuera. 

OCTAVIO.  (Ap.  á  Eitriqme.) 
¿En  qué  quedamos  losdosi 

EN  a  [QUE. 

Eo  qné  01  diré  adonde. 

OCTAVIO. 

ÁAm.  (F«f#.) 


t.(ÁP 


1.) 


Enrique,  ¿qué  ha  sido  etlof 

EmUQDi. 
Un  daño .  aeHor,  ^<w  ha  dda 


dbvGoogle 


HiTor,  porque  preTtaldo, 
No  se  remedid. 

I  Tan  prpnlo 
l.o  supo !   Has  vo  he  de  bacer 

Esta  amistad. 

ENBIODE. 

Co,  Kñor, 
PorqDe  Ji  dolencias  de  honor 
Ko  es  bueo  médico  el  poder. 
[Sale  Fattn.) 

(Ap.  Solo  e*ii  Kiirioue  con  i\. ) 
iPodrétebtblar,  tenorT 

SI-— 
Setirete ,  Emlqae ,  allí. 

INBIQDE.  (  Ap.) 

Serl  iMcrlMrle  un  papel.       (Vaie.) 
ESCDIAIX. 

RLDUQUB.FABIO. 

Para  decir  mis  enojos, 
Qaislera  en  lan  Irlsie  calma 
Qne  Tuenn  lenguas  del  alma    . 
Las  ligrimas  de  los  ojos. 


S«nor, 
Penas  lengo,  leo(!o  honor, 
Y  lloro  porque  le  leñKo ; 
One  con  pensión  Un  cruel 
fcl  alma  el  honor  recibe. 
Que  no  vive  bien  quien  vive, 
KI  con  boDor,  ul  sin  él. — 
Boa  hijas  tengo,  seBor. 

(Af,  Sin  dada,  cielos,  aqui 

Viene  i  quejarse  de  mi 

A  mi  mlHDo,  T  que  mi  amor 

Ha  sabido.)  Ya  To  sé 

(IM  laesm  o^iion  segara. 


(Ap.  El  se  declara.)  No  crea 
Varatro  pedio  aeoeroao 
Nada  coa  fadlioad. 


Une  i  Toestns  plantas  viniera 
Mal  iorormado  :  escuchad. 
Eiviqne,  con  alai  vuutras 
(Que  el  *nelo  de  la  privanza 
A  mavor  esfera  alcanza  ] , 
OCewie  con  Incas  muestras 
De  Biaor,  mi  caía. 

VOVJt- 

Eslitilen. 
Mai  quejarse  dél  aal 
Aun  DO  es  pndoitanne  1  mi , 
Pseí  soy  la  cansa  también. 


Apasionado 
T«Bia  ;  lUT  informado ; 
flM  ]w  aé  qM  i  Enrique  hacéis 


LA  BANDA  Y  LA  FLOR. 
i  Agravio,  porque  sé  yo 
\  Qae  la  dama -qne  pretende, 
'  Ri  01  agracia  ni  os  ofende. 

Dlréos  otra  itr.  qae  no 
Viniera  desalambrado. 
Si  yo  sé  que  r.lori  era 
Antes  que  i  España  le  fuera , 
La  esfera  de  su  cuidado: 
Si  sé  que  habiendo  venido 
Ka  su  deseo  porfía , 
Porque  de  noche  y  de  dia 
Ar^os  de  mi  casa  he  sido , 
¿Podréme  engañar,  señor! 
iNo  ee  evidencia  bien  clara 
Qne  JO  00  le  levantara 
Tal  testimonio  i  mi  bonorT 

¡Qué  deds ! 


DugrE.  {Ap.) 
¡Qué  escucho,  cieloR ! 

-      PAÑO. 

Enrique  no  se  adelanta 
A  Clori  en  mas  que  en  tener 
Tu  privania ,  tú  has  de  hacer 
Su  boda,  6  en  pena  tanta. 
Habiendo  cumplido  va 
Con  la  obligación  primera, 
Cobraré  de  otra  manera 
Hi  honor,  qne  penado  eslt. 

DUODE.  (i4p,) 
iQné  veneno  estos  endos , 
l^  tA^go  estos  agravios 
Hanbebldo  sin  mis  labios. 
Han  mirado  sin  mis  oJosT 
Acuerdóme  que  en  nn  coche 
A  reciMrie  sali6.- 
Si.pneaallilehalléjD, 
Y  «lia  hufó  de  mt  esta  noche. 
Primero  la  cuestión  fué 
De  la  banda  ;  de  la  flor... 
¡Oh ,  qué  de  memoria ,  amor, 
Tienes !  No  me  digas  om        ' 
A  otro  dia  me  escribió 
Que  e)  visitarla  excusara , 
Muestra  j  evidenda  ctsra 
Que  el  venir  él,  ki  cani6. 


No,  Pablo,  porque  no  %é 
Responder  nldncurrir, 
Porqtie  aolo  sé  seatir. 


ESCtSU  X. 


maiiKic.  (Ap.  i  P»nhvl.) 
Luego  i  OcuTto  bufcartt, 
V  este  papel  le  dari*. 


DconE.  (Ap.) 
Enrique  es.  Hucbo  me  temo; 
Que  ho.v  fio  poco  de  mi , 
Y  esto  no  ha  de  ser  aqui. 
Pase  pues  de  extrema  i  extrema 
HI  dolor. 

«nniOUE. 
{Tú  laa  airado, 
S^or?  tCulI  la  causa  esT 

Yo  te  la  diré  despnes.  t^" 

roüLavi.  (Ap.) 
De  Ineses  nos  ba  Iratado. 

EHaiQUS. 

Fabio,  ;qné  es  aquesto  T 
.'  No 


e  te  babia 
a  reparas ! 


buVlíq 


CELIA,  Ai}>a<fa.  —  ENRIQUE. 

Basta  bailarle  aqui  me  he  entrada. 
Pisando  coa  pies  de  plomo. 
Por  DO  decir  que  de  lana. 


Eateu  tofla. 

BKltODB. 

Dichoso 
Soj,  aunque  vengan  en  él 
Iras,  ofensas  genojos; 
Qae  no  olvida  qalen  se  acuerda 
Aun  para  dedr  oprobios. 
(Lee.)  Algún  ieipiqve  han  úe  tntr  mü 
agrsciM ,  y  e*ie  quiere  gtie  tea  el  áe- 
arltít : lalid luefo al patet ;  qnepom* 
alaraari  á  la  quinta  iel  Dufae ,  dornt* 
ws  ui  eisaii  i  f  ¡o*  iiga. 

ÍAp.  La  hora  casi  j  d  Sillo 
lúe  yo  para  Octavio  nombro, 
Úsida  para  mi  nombra. 
Pues  le  escribí  que  en  el  soto 
D«  la  quinta  le  eq>eraba. 
Otra  vez  cUoj  dudoso. 
¡Excuaaréme  cm  eilat 
No ,  que  es  abadírla  otro 
Recelo.  V  pues  no  la  iti|i> 

D,B,l,z9dbyGOOglC 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDEBON  DE  U  BARCA. 


Hpjor  n ,  pues  para  todo , 
Safga  biCD  6  salgn  mal , 
Basunie  disculpa  niorgo.) 
Di  i  Llsida ,  Celia  mia , 
One  eMoj  i  servirla  pronlo. 

ESCENA  Xn. 

PONLBVI.  -  EMIIQUE,  CELIA. 
roNLKvi.  {Ap.) 
En  mpilpsla  del  pape) 
Que  di  á  Octavio,  iraiRO  oiro , 

Üt)  tiombre  igue  no  conozco. 
Hat  |aué  miro!  í No  es  aqaella 
La  bella  Celia  que  adoros 

Asi  to  diré. 


Espera  nn  poco. 
(Ap.  El  Ouiiiip  conmigo  esti 
Dis-(usiad<>  ó  sospeclioso, 
.  Porque  de  ülori  ao  aá 
Los  desvelos  amorosos  ; 
Y  asi  quiero  aqai  el  secreto 
Abrir  con  llave  de  oro, 
Pnex  esu  es  buena  ncaslon.) 
Celia  mia  de  mis  ojos, 
Kn  til  roano  eslA  rol  vida  , 
Hi  bien ,  mi  qnieiud ,  y  todo 
Cuanto  soj'  y  cu  a  di»  raigo , 
Que  boy  i  tus  plantas  lo  poiigo 

tCaa  tanto  «encarecí alienta 
le  hablas  i  mí* 

PORLIvi.  {Ap.) 

jCómo,  cómo? 


Toma  elle  ditmanle ,  hijo 
Del  Mil :  DO  rayo  es  dq  Apolo , 
Aunque  piedra. 

Crosera,  aeBor,  leiomo. 

WJNLEVt.  (jíp,) 

;nii  ingral^a  Celia  1  Grosera 
Kurvus  mai  que  un  monicongo, 
Y  no  lomajona.  ' 

En  Un, 
Tú ,  Celia ,  eres  dueño  solo 


Vi  lú  sabes 
Qoe  soy  tuya. 

FOMLEVI  .(Ap.) 

Estoy  run'oM). 
¡Tntadijo!  iQuí  esio  no! 
¡Tuya  dijo !  ;  Qué  esto  di^o ! 
Darele  muerte.  Mas  no. 

§m  es  mi  seiíor.  ¡Cuín  dudoso 
nire  amor  y  honor  e^tov. 
Aquí  necio,  j  allí  loco ! 


Binie ,  pues  couio  k 


1  De  casa ,  Celia ,  es  Ibnoto 
I  Oue  no  se  le  esconda  nada 
]  Eo  ella,.. 

!  pomevi.  (Ap.) 

!  NI  &  li  lampoco. 

I  Eimiooc. 

Has  i  quién  habla  alllT 

Yo  soj. 
I  ticaiouE. 

Espera  allí. 

¡Lindo  como*! 


'  Es  el  amante  dichoso 
Que  merece  que  por  él 
Üesprecíe  al  UuqueT  Y  si  loco 

I  Por  ti  aqueste  deseng:iñn... 

No  roas ,  y  á  todo  respondo 
:  Con  decir  que  soy  criada 
I  fte  LlsUla ,  y  que  me  corro 
De  que  traiéndote  yo 
De  sil  parta  este  amoroso 
Papel  .  busques  desónzanos 
De  otros  celos,  i  Qué  buen  modo 
De  desenojarlos'!  [Vo' 


xni. 

ENRIQUE ,  PONLEVI. 

ENRiqUE. 

Oje.. 
{Hay  pundonor  mas  p-aciosoT 
¡Oue  Dista  una  criada  boy 
Celos  me  pida! 

Y  yo  y  lodo : 
¡  Potente  rey  de  romanos  t. 
Amo  injusto  y  alevosa ; 
'  Falso  dueño  de  abarrisca, 
'  Sefior  de  á  roso  y  velloso , 
:  ¡Asi  ft  un  criado  leal 
;  Se  rompe  U  fe  y  el  voto 

8ue  d^es '.  i Para  esto  ( ¡  ay  délos! 
00  rois  ratones  me  ahogo ) 
:  Te  conté  que  i  Celia  Igaiero, 
'  Te  conté  que  i  Celi}  adoro? 

BNklQlIB. 

¡Viven  los  cielos,  villano. 
Oue  desde  la  punta  al  pono 
Éste  acero... 

No  me  jares. 
Todo  lo  he  sabido ,  lodo 
.  Por  mis  oídos  lo  oi , 
I  Y  lo  vi  por  estos  ojos. 
EnaiocE. 
Te  mate  j  ba5e  en  tu  sangre 
;  Coo  fingido  esmalte  rojo, 
Si  no  callas ! 

I  PONLEti. 

i  ¡Yo  Con  celos. 

Callar !;  Dónde ,  cuíndo  á  cómo  T 

■nnigue. 
iRay  tal  modo  de  apurqr 
Mí  paciencia  t 

roHLni. 
^Y  hay  tai  modo 
De  apurar  naestras  mujeres? 

■Mnioui. 
Déjame  ya,  necio,  loco. 

En  dando  cneota  de  mi. 

<  Cord*kja,eiittco,nk<eii, 


Tn  papel  le  di,  y  lonnUo 

Oebvio  :  al  volver,  hallé 

En  aqni'sa  cuadra  un  moio. 

Que  me  dio  este  para  ti.  (>*«*<.) 

ESCENA  xnr. 

ENRIQUE. 
Con  temor  la  nema  rompo; 
Que  soy  Midas  de  di^dichas , 
Como  aqui'l  lo  fué  de  oro. 
{Lee.\  N»  dije  cuando  oi hablé,  aíre- 
felNcioR,  por  Ro  air  vunlrat  MlUfie- 
eUmet;  f  parque  en  el  campo  no  bu 
hay,  riperando  estoy  ielratíe  la  fuln- 
la  delDuque.  Quiero hablarot  en oqutt 
arroto  que  dei  toique  ¡a  diaide.  oím 
ot  guarde.—  Fabio. 
¡Que  pudiese  la  fortuna 
Contra  nn  infelice  solo' 
Conjurar  tantas  desdichas  t 
Contémoslas  poco  i  poco. 
El  soto  del  Duque  es 
Kl  sitio  que  i  Octavie  nombro, 
LaquintaUsidaiml, 

Y  Fabio  el  velot  arrovo 
Que  desta  parte  divide 
Su  nibríea  de  unos  olmo*. 
Ya  de  Llsida  el  pafiei 

Ño  tiene  lugar  :  depongo 
Hi  amo*,  pues  para  mi  honor 
He  he  menester  á  mi  lodo. 
Vo  llamo  i  Octavio,  y  á  mt 
Ue  llama  Fabio,  uno  y  iilro 
A  (III  tiempo,  y  con  una  queja  ; 
Si  este  me  espera  animoso, 
Yo  animoso  á  aquel  le  espero  ; 
jCuúl  es  lance  maj  Toraoso? 
¡Acudir  al  que  yo  llamo , 
O  al  que  i  mi  me  llama?  Todo 
'Tiene  su  ^'ueria  ,  porqué 
Eo  argumentos  honrosos. 
Son  paraJoJiis  de  honor, 

Y  por  ambas  panes  docto 
El  duelo  loscaliOcB, 

Pues  llene  un  derecho  propio 
Aquel  que  a  mi  me  ocasiona , 

Y  aquel  á  qiüeD  yo  ocasiono. 
:  Acudir  al  que  yo  llamo. 

Es  acudir  a  mi  enojo  : 
Al  que  me  llama .  al  ajeno ; 
.  Mases  engaño  i ' 


,  tengo  vo,  pues  yo  dispongo 


,Eld 


a  mi  tiei 


I  gurs  me  le  dispone,  el  otro. 

'  Fallarle  yo  al  que  yo  llamo. 
Es  dejarle  sospectiaso 
Ue  que  Tullo  i  mi  palabra , 
Pues  en  fe  della,  brioso 
.Saldrá  :  dejar  de  salir 
Alqüe  me  llama,  tampoco; 
Pues  en  re  de  mi  valpí' 
He  especa  :  volver  el  rosigo 
Al  uno  ni  al  otro  puedo. 
Pues  si  no  iiue do  yo  solo 
Acndir  aao  á  dos  gustos , 
Di ,  fortuna ,  i  cómo,  cómo 
Acudiré  i  dos  pesares  ? 

t'   LUmo,  falseando  el  esiorho, 
iO  oue  el  gusto  no  pudiera , 
liare  que  giueda  el  aiombroT 
Porparlt'de  la  razón. 
Ambos sú)  ella  qufjosos. 
Por  Nisc  y  Clori  se  ofenden , 
'  Siendo  asi  que  ni  yo  adoro 
¡  A  Nis«,  nHCIori  quiero  .. 
I  iQoién  crérj ,  ¡  oh  cielos  nladoso*! 


osnladi 
inWi 


Mando  jq^caamontMti 

,„z.dlyLlOOgl 


Tenga  doi  bomhreí  celouii , 

Y  Dliigano  de  mt  «lanía  ! 

Que  eslo  tolo  hay  en  mi  abono. 

Y  por  está  dicha  Kola , 
A  mí  foitniía  perdono 
Todaí  las  denias  desdichas ; 
Aunoue  i  un  mismo  tiempo  noio 
(}ue  Fallió  me  desengaña , 

Que  Octavio  me  dice  oprobios , 
Que  el  Duque,  mal  sausFeclio 
Deoii  lealtad ,  me  buje  el  rostro; 
Que  Clorí,  engañada  un  tiempo. 
Llora  ahora  sus  enojos ; 
Que  Mse .  de  mi  buríoda, 
SieiUe  mi  amor  cauteloso  ; 
Que  Lísida,  mal  quejosa, 
''—■i  |ini;idus  antojos  ; 


te  Celia 


iniuri! 


Hp  pide  celos  de  Celia. 
Todo  en  Un ,  Torluna ,  lodo 
Te  lo  perdono,  sin  celos ; 

V  mas  ahora,  qne  nn  modo 
lie  ha  prevenido  el  dlscni^o , 
r.on  que  osado  y  animoso 
r.imipla  los  dos  desafios. 
Mucho  es  lo  qne  propongo ; 
Pefo  vo  lo  cumpliré. 

I  Olí  i  [juiera  el  cielo  piadoso 
Que  acabe  Iiot.  porque  lioj  ncalien 
Iras,  v<>ngan7.as,  enojos, 
Agraiios,  injurias,  duelos, 
Qnejas,  ofensas,  oprobios, 
ConrutionM,  penas,  rahias, 
Rngaflos ,  sombras ,  antojos , 
Ilasioiiei,  desvarios, 

V  celos,  que  lo  son  lodo!         (Vwe.) 

Enindi  i  un  bosque. 

ESCENA  XT. 

FA6I0,  V  ie^uei  ENRIOUR- 

Esta  selva  oportuua 
El  teatro  lia  de  ser  de  mi  tartuna. 
Sepa  el  Duque  que  Pablo 
.  Sabe  saiisTacerse  de  su  afo^fio 
Sinél.  AquienrfeciclEnnqueespero, 
Armado  de  ra/on .  j'no  de  acero. 
Ruido  liáña  allí  he  semblo. 
Sl.dos  mujeres  son',  que  hahrin  venido 
A  espaciaiiftá  esra  qiimta. 
Que  pnle  ja  el  abril,  t  el  mayo  pinta. 
{Sale  Eariqne.) 
EliniUDe. 
Perdonad,  sí  be  tardado. 

"  Nunca  (arda 

La  muerte,  aun  parael  mínimo  que  la 

.  [afiuarda ; 

Si  bienba  ralo.  Ciiiiipie,  que  osespero. 

Para  mostraros  ..  '  ' 

EMtlQDEl 

1'eiiga  vuestro  acero ; 
Qne  eimav  pídilico  sitio  en  el  que  esia- 
A  lo  espeso  dil  basque  tanios.    [mos. 

Vamos.  [YaHM.) 
Claro  en  in  inierinrdcl  boH[ii<. 
CSCEHA  XVI. 
OCTAVIO;  devc'.EKRIQUE  i  PABtO. 

OCTAVIO. 

Nodigaii  que  ha;  <ralúr,quehaj  TalenKa 
Mayor  que  el  eajierar  con  bizarría 

<  Si»p«hiiiai,pnretueipTeiÍ«D,4ieM 
ka  «aprimláa  Kjal  sni  Hceu  it  Usíit  j 


U  BANDA  V  LA  FLOR. 
Ed  el  campo  al  contrario. 
Y  no  dije  reñir,  que  es  lance  Tarlo.   [ra. 
Sino  esperar,  por  ver  que  liaee  coalquie- 
Aunmasque  cuando  riñe,  cuando  espe- 

Genie  viene.  Enrique  es,;  trae  i  Pablo 
Consigo. 

(Sale*  Enrique  y  FaHe.) 

r«sto.  (Ap.) 


Ke  de  Enrique  ei 
embosraua  I  ¡  i 


OCTAVIO. 

(Ap.  fih  enemigo!) 
Yo  solo  05  esperaba , 
Enrique... 

Yjro  también  solo  aguardaba... 

y  no  con  Fabio  al  lado. 

V  no  de  Octavio  ahora  acoinpafiado. 

Pera  reñid  los  dos  de  caalquiermodo. 


Aníino  tengo. 

Escuchad  y  veréis  cuin  nolo  vengo. 

Vo  os  pscnbl  que  en  este  sitio,  Ociai  .. 

Nosviésenios;a  un  mismo  tiempo  t'abio 

He  escribió  i  mi  lu  mismo  : 

Vo  en  lanía  confusión ,  en  tanto  abismo, 

Triste,  ciego  y  turbado. 

Viendo  que  al  uno  llamo,  j  que  llamado 

Del  otro  soy,  no  quiero 

Arbitro  ser  de  adunde  iré  primera ; 

V  asi,  aquí  os  he  juutado. 
Ahora  ved  si  vengo  acompañado, 

V  ved  también  cual  reñirá  primero. 
Dos  sois,  honor  tenéis,  solo  os  espero. 


xvn. 

EL  DUQUE.  —  Dichos. 

DDOUB. 

jEstí  aquí  Enrique? 

e:ihiodi. 

Aqnl  MIOj. 

DüQUE. 

A  grande  dicha  he  tenido 
Haberle  hasta  aquí  seguida^' 
¿^o  os  mandé  no  salir  Eo; 
lie  palacio! 

Solo  doy 
Por  disculpa... 

.  Blen.eiii 

iTodo  esta  eulendido  ya ; 
V  yo  ofendido  de  lodo , 
Casügaré  de  Otro  modo 
A  quien  pesares  me  da, 

SeRor... 


Vente  Id  s^o  conmigo.  (V«te.) 

ENRione. 
Sombra  de  lu  loa  te  íigo.  (Vwe.) 

i  Que  esto  pueda  la  prifanis ! 

¡Qne  esto  uii poderoso  alcanuT 

OOTAVIO. 

¡Qué  ileadicha ! 

;Qné  desvelo*! 

Ya  no  hay  iiengania  1  mis  celos. 

Ya  no  hay  1  mi  honor  Teoganu.(Vdiue.) 

Caartn  a  li  qninla  del  Daqne. 

ESCENA  XVUL 

LISIDA,  CELIA. 

Hasta  el  Ñllimo  aposento 


IS  SPCUl 


isbien 


De  mi  padre.  Kl  jardinero 
Que  aquí  no»  dejó,  y  se  lUé 
A  saber  lo  que  pasaba 
(Porque  con  una  mujer 

Es  un  villano  piadoso. 
Es  mi  rústico  cortés), 
jNo  larda  mucho? 

Nottnlo, 
Que  ja  nu  sienta  torcer 
La  llave  1  la  galería , 
Y  aun  entrar  por  ella... 


¡  A  Enrique  y  al  Duque ! 

¡Ay  blsle ! 

Ílfae  he  de  decir,  si  me  ve 
¡errada  en  su  mismo  coarto 
En  este  traje?  No  sé 
Cúmo  el  cielo  careé 
Contra  mi  suerte  cruel 
Tanto*  instrumentos  ionios. 

¡Qué  barémos! 

Ove  :  este  es 
Uii  camarín ,  y  está  abierto 
Rnlrémonos,  Celia,  en  él ; 
Quiri  pasaría  sñt  vernos. 
A  «aliar,  y  no  i  perder 
Voy,  pues  ta  duda  de  ahora 
Remito  para  después. 
(Entrame  per  una  purria  qne  aterran 
per  detilro.) 

ESCENA   XtX. 

ELDUQUl'I.l'I.MUQUE. 

enniOUE. 
¿Qué  es  lo  que  tienes,  señor. 


'•*^í!5lc 


170 


COHEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DB  LA  BARCA. 


Yt  es  (lempo,  7a  ocasión  ei 
De  que  me  reveles  cuanto 
Has  alcanzado  i  sabrT 
De  los  imares  de  Clori. 
iQuiíuet  pues  su  amanlc ,  quién  1 

nniQUE, 
Aunque  i  NIse  he  rpile;«1n, 
Solo  por  obedecer 
Tu  precepto,  no  sé  nada. 

Pues  yo  si ,  lodo  lo  sé. 

ERHIOOl. 

«Y  llene  CloH  galán  1 
SI,  Rnrbrne. 


Un  traidor,  un  alevoso. 

¡Vive  el  délo,  qae  i  saber 
Quién  era ,  le  diera  muerte  I 

No,  que  jo  se  la  daré. 
Porque  i  dolencias  de  bonor, 
No  es  buen  médico  el  poder ; 
Y  porque  el  valor  lo  sea , 
Desta  manera  ha  de  ser. 
Saca ,  tillano,  la  espada. 
Procúrate  defender. 
Un  hombre  Igual  soj  contigo, 
Soto  estoj,  «ola  le  ves. 

(Saca  lae^uuta.) 
itniíouE. 
SeÜnr,  señor,  tente ,  espera , 
Mientras  que  puesto  i  tus  pié!. 
Te  ruego  que  110  me  mates , 
Sin  qne  me  digas  por  qué. 

Porque  riendo  tú  el  amante 
I>e  l.lori  aun  Antes  de  hacer 
La  jomada  i  Espai^a ,  cuando 
Hís  amores  le  conté 
He  lo  negaste,  encubriendo 
Los  tuyos  con  Talsa  fe. 

R?(RH)DK. 

Deten  la  espada ,  señnr  ¡ 
Delen  el  hrazn,  deten 
La  von ,  que  me  aflige  mas. 
IHré  la  verdad. 

EHHIODe. 

Yo  amé  á  I.isid:i ,  «eñor. 
Desde  la  primera  tpx 
Que  la  vi.  Clori ,  qnni 
BuHindo  de  mi ,  al  desden 
Suyo  recogiá  el  r^tnr. 
I    Correspondila  corté* 
■Solamente ,  porque  vo 
ntmca  i  Clori  quise  bien. 

Duom. 
^ancí  la  quisiste? 

KtaiQUC. 

No. 

Luego  po^ble  no  es 
Que  ni  dama  6  jo  no  esterna* 
Ofco(UdosdeU,pnes 
a  li  analta,  me  ofeodlsie ; 
,81  no  li  ■malte ,  tambieo. 


INHIQUE. 

Testigos  hago  i  los  cielos, 
Que  no  te  puedo  volver 
La  espalda. 

Va  bier*  en  vano. 

BNRIQIIR. 

H3{^  i  mi  lealtad  juei, 
Qar  a  srr  baleos  esta  reja 
Hnj  me  despenara  dét. 

Arrojirsmc  Iras  ti. 

E>mooE.  {Detenvaiaando  j 
Yo  hice  cuanto  pnde  hacer, 
(Retírate  hállala  puerta  áeleemarin.) 
Pues  de  li  me  he  retirado, 
Hasta  encontrar  la  pjred  ; 
Qne  Juro  á  Dios  y  á  esta  eras , 

?ue  para  esto  la  saqué, 
no  mas ;  que  mas  no  pueda 
Retirarme. 

Eso  esperé : 
Ver  en  tu  mano  la  espada , 
Para  tirarte  mas  bieo. 

EiiRioDE.  (Entrániíne.) 
Los  cielos  guardan  mi  rida , 
Ellos  se  saben  por  qué. 
{Riñea,  álireie  la  puerta  del  eamur'tn, 
éntrale  Enrique,  t  vuelven  á  cerrar.) 

iViven  ellos,  que  babia  geate 

Aquí  dentro!  Romperé 

Li  puerta ,  haréla  pedatot 

Con  las  maoos  j  los  pies. 

{Da  golpeí  en  la  puerta  con  la  daga.) 

ESCEHAXX. 

LISIDA,  v  luee»  FABIO.-BL  DUQUE. 

LlstDi.  [Dentro.) 
JardlD«ros  dcsta  quinta , 
Acudid  presto,  romped 
Estas  puertas,  porque  el  Duque 
Hata  i  Enrique. 

;  Aquella  es 
Voi  de  Llsida  I  Los  cielos 
Vidaj  Teoinra  te  den. 

MMO.  (Dentro.) 
Romped  lu  puertas,  entremos 
Todos. 

Pues  no  puede  ser 

?ne  ja  me  rengue  el  valor, 
éngueme  el  ingenio.  Bien 
Lo  he  peosado.  (AIir«  ¡a  puerta.) 

EBCESA  XXI. 


¿Qué  ei 


Ya  esiii  abierto. 
squeiiLo! 

Doora. 

iQué  ha  de  ser? 
Sallslbeer  Tuesuo  mmío, 
V  TOeslroi  celos  también.— 
Huélaome,  divina  Clori, 
Que  a  aquesta  ocasión  lleguéis. 


AquIlLisiila  dejé. 
Porque  en  esta  quiulaqulM 
Hoy  la  tarde  enireteser, 

V  vuelvo  por  ella. 

Es  justo, 

V  qne  i  darla  el  parabién 
Vengáis,  que  ya  estl  casada. 

¡Casada,  sehorl  {Con  quién* 

Con  Enrique ;  que  engallado 
Pensasteis,  Fablo,  que  i  qnlen 
Amaba  Enriqui; ,  era  i  Clori ; 
Pero  en  fin.  Llsida  fué. 
Yo  supe  hoy  el  dfs:iria 
Desie  criado. 

PtinLEvI. 

Parlier 
Puedo  ser  de  vui'sira  casa. 

V  previniendo  el  fín  del. 
Dispuse  que  se  quedase 
En  este  jardín  ,  porqué 
Vuestro  enojo  i>o  estorbara 
Cosa  que  os  tsd  tan  bien. 

CLOSt.  (Ap.) 

Yo  perdí  I  Enrique.  ¡Ay  de  mt! 

Nada  no*  sucede  liieu. 

{Uegándeu  á  la  puerta  del  eamorla.) 
Salid,  Enrique,  salid, 
Litída  hermosa ,  porqué 
Ueseis  i  FaMo  la  mano. 

ESCENA  XXn. 

USIDA.  KNHIQDE,  CELlA.-mcnoi. 

V  primero  i  ti  los  pies., 

límua. 
I^fla ,  principe  supremo , 


(Áp.  Aunaoe  nada  desto  creo , 
Estime  bien  el  creer, 
[>nes  desmiento  las  sospechas 
Del  nlgo,  qne  ja  le  ve 
Casado  con  bija  rola.) 
Tuya  ha  sido  esta  merced.. 

OotaTio  firme  esta  pat . 
Y  i  NIse  la  mano  <fá  : 
Pan  la  bennoss  Clori  bella 
Tanto  lo  es ,  que  no  bay  quien 
Laniereica.  (Ap.  Bien,  Uraua, 
De  tu  rigor  me  vengué.) 


Pároli     .    .       -    -. 
Porque,  como  dios,  en  lio, 
Triunfa  de  todo  después. 


dbyGOOglC 


EL  MÁGICO  PRODIGIOSO. 


CIPRUNO. 

KL  DEHOHIO. 

FLUBO. 

LEUO. 

Hoscon. 


JUSTINA,  ilaaM. 

LIVIA,  ¿riada. 

I-L GOBERNADOR  DEANTIÚQUU. 

USANüHO,  »ít¡«. 

FaBIO,  erUd«. 


clarín. 

Un  CRIADO. 
Un  SOLDADO. 

SOLSAMM. 

GBim.     , 


La  MMM  a  en  Aníiaqula  g  exhrmnirot. 


JORNADA  PRIMEJU. 


Botqia  cemno  i  Aotloqnli. 

ESCENA   POIRIEBA. 

CIPRIANO  ,  tetlU«  de  egmíiaitie  ; 
CLAHin  1  MOSCÓN,  á«  B»nue*. 
MU  UM»  Utret. 

cipauHO. 
Ea  la  ametii  Mledid 
De  ■quMU  apacible  estandt, 
Belitoimo  laberbiU) 
De  irboIfS,  flom  j  plantM, 
Podeii  dejirine,  deiiudo 
CoDinigo  (qne  allot  rae  baiun 
Por  coapaDlit  Um  Ubroa 
wkLím -' 


Que  03  maiKlé  tacar  de  can; 
Que  T«,  en  lanío  qoe  AntioqnU 
Celebra  con  lettai  unua 
La  flbrica  dew  wAplo 
Qh  boj  i  Júpiter  ctwum. 

V  li  translacloD,  lleíaooo 
PúMicameule  su  eBUtaa 
Adonde  coa  mis  decoro 

V  booor  esté  colocad* ; 
Hojendo  del  gran  bu  I  Helo 
Qae  ba;  en  ua  callea  }  plazaa, 
Paiar  efladlaodo  quiero 

La  edad  trae  al  dia  le  bita. 
Idos  los  A»  li  Anlioqqla , 
Gozad  de  aut  fleaias  varias , 

V  KÁvtá  por  tnl  i  eup  «¡lio 
Cuando  el  aol  cayínd»  n¡t 
A  ■epallane  en  la*  ondas. 

Qae  entre  osearas  nubes  par.las 
Al  gran  cadifer  de  oro 
Son  nMMumeniog  de  plata. 
Aqnl  me  haliaiéii. 


No  puedo, 
AnnqiK  leuipi  muclia  ^»n» 
De  TPr  laa  pesias,  dej^r 
De  decir,  tules  que  vaia 
A  ferias,  «e&or,  siquiera 
Cnatro  ó  cinco  mil  palabsas, 
lEa posiltle  que  eo  un  dia 
De  tanto  snsu),  de  tanta 
pMtiildad  y  contento , 
Con  cnatro  librea  te  salgas 
Al  campo  solo,  loliiendo 
A  ia  aplano  las  espaldas  T 

Race  mi  sc6orinDj  bien; 
Que  (M>  ha)  cosa  ñas  «ansada 


En  Un,  Clarín,  ;  en  priaclpra. 
Viviendo  con  arte  jr  m^íia, 
Eres  un  témpora  lato 
Lisonjero,  pues  alabas 
Lo  que  hace,  j  nunca  dices 
Lo  que  Sien  Les. 

Tú  te  engaBas 
(Que  es  el  meutls  mas  cortés 

?ae se  dice  cara  i  cara), 
jro  digo  lo  que  tiento. 

CIPRIANO. 

Va  baaia,  Moscou,  ja  basta. 
Clarín.  ;Que  siempre  los  dos 
Habéis  con  vuestra  Ignorancia 
De  estar  porfiando,  y  lomaodo 
Uno  de  otro  la  contraria  ! 
Idos  de  aqnl,  y  (como  digo) 
Me  buscaréis  cuando  caiga 
La  noche,  envolviendo  eu  sombras 
Esta  llbrlca  gallarda 
Del  nolvetso. 


Que  aunque  oeTendido  bayas 
Que  es  bueno  no  ver  las  Qestas, 
Uue  vaa  á  retías! 

Es  clara 
CooBrcnencla  :  nadie  hace 
¡ji  que  aconseja  qoe  bagan 

■oacoH.  (Ap.) 

Por  rer  i  Liria, 

VcMlraw  qulaiera  de  atas.        (Voftf.) 

CLAanr.  (Ap.) 
Aunque,  si  digo  verdad, 
Llvia  es  ja  que  me  arrebaia 
Los  sentidos.  Pues  ya  tienes 


j^ds 

Uega,  LUia, 


"sé.'UrS',' 


ESCENA  U. 

C1P81AH0. 
Ya  FSloj  solo,  ys  podré , 
SI  tanto  mi  ingenio  alcanta , 
Estudiar  esta  cuestión 
Que  me  trae  suspensa  el  almi 
Desde  qne  eu  Minio  leí 
CoD  misteriosas  palabras 
La  dIBnIcioa  de  Dios  ¡ 


Porque  mi  iniíeolo  no  halla 

Ese  Uios  en  qnien  convengan 

Misterios  ni  señas  tantas. 

Esta  verdad  escondida 

Be  de  apurar.  [Pónete  é  leer.) 

ni. 


.  _    __    _  llegar  a  alcMiarla , 
Que  yo  te  la  esconderé. 

ciraiAHo. 
Ruido  sieoto  en  estas  ramas. 
iQoiéo  vat  quién  esT 

oamonia. 

Caballero, 
Un  loraalero  es,  que  anda 
En  este  moote  perdido 
Desde  toda  esta  ma&ana. 
Tanto  que  rendido  ja 
El  caballo,  eo  la  esmeralda 
Que  es  tapete  des  Los  montes, 
A  un  tiempo  pace  j  descansa. 
A  Antloqvia  es  el  camino 
A  negocios  de  Importancia; 

V  apartlndoroe  de  toda 

La  gente  qne  me  acompaBa, 
Direrlido  en  mis  cuidados 
(Caudal  iine  i  oiognno  falla). 
Perdí  el  camloo  y  perdi 
Criados  y  camarüdas. 

Mocbo  me  espanto  áe  que 

Tan  1  vista  de  las  altas 

ToTT«s  de  AnUoqnla,  asi 

Perdido  andéis.  No  bsy  de  caanias 

Veredas  i  aqueste  moitte 

O  le  linean  6  le  paulan , 

Una  que  i  dar  en  sus  muros. 

Como  en  su  centro,  no  vaya  ; 

Por  cualquiera  qoe  toméis. 

Vais  bien. 

anomoL 
Esa  ea  la  Ignoranda. 
A  la  vista  de  las  clenciss. 
No  saber  aproveeharias. 

Y  supuesto  qne  no  es  bien 

Que  entre  yo  eo  ciudad  eitraHa, 
^oade  no  soy  conocido. 


venia  al  dii 
Aquí  eataré  lo  que  bha 
Qne  en  el  Iraie  ]  cb  h» 


r'Te'ft^lc 


m  COÜEDIAS  DB  DON  PEDRO  C&LDERON  DE 

Qae  os  divierten  j  icompaBaD, 
Jui^o  que  dt^beis  de  ser 
Grandr  esludiante,  y  el  alma 
EsU  Jiictiiiücion  me  Meva 

De  tus  que  en  esludios  iraian._  cimiAifo. 

(Stónfflw.)    Esa  respoesii  DO  bastí", 
[  Pava  eJ  decoro  de  Dios 


I  Eu  que  tas  letras  nroriD» 
Cou  ios  nonibres  de  los  dioses 
I  Eiileudieron  disrratada 
I  La  moral  lilosofla. 


Aun  estad  lindóse  una 
Uucbo  lieiqpo.  no  se  alcanu , 
lY  tos  ( ¡srande  vanidS'l ! ) 
Sin  estudiar  sabéis  unías  T 

Si,  que  de  una  patria  so; 
Donde  las  ciencias  mas  atlas 
Sin  estudiarse  se  saben. 

I  Oh  quién  fnera-ilo  r^a  |iatria! 
Que  acl  mientras  mas  se  rsiuilia, 
Has  se  ignora. 

Ventad  tanta 
Ks  esta,  que  siji  estudios 
Tuve  tau  grande  arroganrli 
One  i  la  cítedra  de  prima 
He  opuse,  ;  pensé  Itrvaria, 
Pori|ue  tuie  nucbos  voios ; 

Y  aunnue  ia  perdí,  me  basta 
Haberlo  intentado;  que  hay 
Périlidas  con  alabaiixa. 

Kl  lio  lo  ituereis  creer. 
Decid  qué  estudiáis,  y  vaj^ 
De  argumento;  que  aunque  no 
Sé  la  opinión  que  os  agrada, 

Y  etta  sea  ta  segura. 
Yo  turnaré  la  contraria. 

CIPRIANO. 

Hucho  me  liuelgo  de  que 

A  eso  Tuestro  ingenio  saiga. 

Vn  lugar  de  Pliiiio  eo 

Kl  que  me  trae  con  mil  .ansias 

De  entenderle,  por  saber 

Quién  es  el  Dios  de  quien  habla. 

Ese  es  un  lugar  que  dice 
'<  Ken  me  scoprilo)  estas  paiabras  ; 
'  iDios  es  una  txindad  suma 
Una  esencia,  una  sustancia. 
Todo  Tista,  todo  manos.  ■ 

cieaiino. 
Es  verdad 


JIallaiaene«toT 

No  hallar 
El  Dios  de  quien  Pllnio  trata; 
Qne  si  ha  de  ser  bondad  suma, 
Aon  i  Jbplter  te  falta 
Suma  bondad,  pues  le  vemos 

8ue  es  iiecaminoso  en  tantas 
casione<<  :  Uinae  babl« 
Rendida.  Europa  robada. 
Pui's  ;,c6mo  en  suma  bondad, 
Tuyas  acciones  sagrad  ai 
Habian  de  ser  divinas, 
Caben  pagues  homanasT 


¡  Debiera  ser  lat,  que  osadas 

No  llf  g'jran  i  su  nomlire 
'  Las  culpas,  aun  siendo  falsas. 
;  Y  apurando  mas  el  caso, 
'  Si  suma  bondad  se  llaman 
]  Los  dioses,  siempre  es  lorídso 

Due  i  querer  lo  mejnr  vayan; 

Pues  i  cómo  unos  quieren  uno, 

Y  otros  olroT  Esto  se  halla 
En  tas  dudosas  respuestas 
Que  suelen  dar  sus  estatuas. 
Porque  no  digáis  después 
Que  alegu^letras  profanas.  . 
A  dos  ejércitos,  dos 

■dolos  una  batalla 
:  Aseguraron,  y  el  uno 
I  La  perdió :  ¿no  es  cosa  din 
!  La  consecneucia  de  que 
¡  Dos  volnntades  contrarias 
,  No  pueden  i  un  mismo  Go 
I  ir?  Luego  yendo  eoconiradas, 
:  Es  fuerza,  si  la  una  es  buena, 
;  Que  la  Otra  bade  mi  mata. 
;  lílala  voluntad  en  Dios, 
I  Implica  el  imaginaria : 

Luego  no  hay  suma  tKMidad 
;  Bn  ellos,  ti  unión  tes  fatta. 

í  ItEaOKtO. 

I  Niego  ti  mayor,  porqué 

!  Aquesas  respuestas  dadas 

'  Asi,  convienen  i  Dnes 

I  Que  nuestro  ingeoto  no  itcania,  - 

I  Que  es  la  provídeocii ; ;  mu 

j  Debió  Importir  it  batalla 

;  Al  qne  la  perdió  el  perderla, 

{  Qile  al  que  b  ganó  el  ganarla. 

I  ciPRUno. 

Concedo:  pero  debiera 

Aquel  Dios,  pues  que  no  entiaüan 

Los  dioses,  o  o  asegurar 

La  victoria;  que  basura 

La  pérdida  permitir 

Allí,  sin  asegurarla. 

Luego  si  Dios  todo  es  vista. 

Coa  ¡quiera  Dios  viera  clara 

Y  distintamente  el  Un ; 

Y  al  verle,  no  asegurara 

El  que  no  habla  de  ser :  luego 
Aunque  sea  deidad  lauta. 
Disliiila  en  personas,  debe 
En  la  menor  circunstaacía 


,  Importó  para  esa  causa 
Uover  asi  tos  afectos 
Con  tu  voz. 

i  ClmiANO. 

Guando  imporiark 
I  El  movettos,  genios  hay 
(Que  buenos  y  majos  Itaman 
\  Todos  tos  doctos) .  que  son 
.  Unos  espíritus  que  andan 
Entre  nosotros,  dictando 
Las  obras  bneius  y  matas, 
j  ArgnmHnlo  que  asegura 
I  La  inmortalidad  del  atma  : 
<  Y  bien  pudiera  ese  Dios , 
:  Con  eliós ,  sin  que  liegara 
I  A  mostrar  que  meolir  sabe, 
I  Mover  afectos. 


I  Nít  implicaa  ai  ser  1»  ucni 
I  Deidades  una,  supuesto 
Que  en  lis  cosas  de  importineía 

I  Nunca 'disoaaroQ.  Bien 
I  En  la  fibríca  gallarda 


Luego  si  ese  fué  uno  toto. 
Ese  tiene  mas  ten  tala 
A  tos  otros;  y  si  «OH 
IguileB,  puesto  que  bailas 
QtiB  se  pueden  oiMner 
(Esia  no  puedes  iKsaría) 
En  algo;  al  hacer  el  hombre. 
Cuando  et  mío  lo  inlenlan , 
Pudiera  decir  et  otío  : 
•  No  quiero  yo  qucsebaga.  > 
Luego  si  Dios  todo  es  mioot, 
Cuaudo  el  uno  le  crían , 

Pues  eran  mauos  enlramba* 
Iguales  en  el  poder. 
Desiguales  en  la  insuncii, 
iQuiea  venciera  deatot  dosT 

Sobre  imposibles  ]  falsas 
Proposiciones,  no  hay 
Argumento.  Di, iqué sacas 
D«oí 

Pensar  que  hay  uo  Dios, 
Sama  bondad,  sama  gracia. 
Todo  viiti,  todo  manos, 
Inhlibte,  qoe  do  ea^s. 
Superior,  que  ím  compite. 
Dios  i  quien  ninguno  ignata, 
Un  principio  sin  principio. 
Una  esencia,  una  snstaDcía, 
Uo  poder  y  un  querer  soto ; 
Y  cuando  como  este  bayí 
Una,  dos  6  nus  personal. 
Una  dtídad  soberana 
Ha  de  ser  sola  ea  esencia. 
Causa  de  todas  las  cansas. 


{Tinto  lo  semisT 

DENonio. 
1  Quién  deja 
De  sentir  que  otro  le  haga 
Competencia  en  el  ingenio? 
y  aanque  responder  no  falta , 
Dejo  de  hacerlo,  porqué 
Gente  en  este  monte  anda. 


Qnedad  en  pai:. 
iAp.  Pues  lamo  lu  estudio  alcaiiaa, 
Vo  haré  que  et  estudio  olvides , 
spendído  en  una  rara 
toad.  Pnes  tengo  Ucencia 
De  perseguir  con  mi  rabia 
A  Justina,  saCaré 

efecto  dos  venganzas,)'  {Vate.j 

No  ti  hombre  tan  notable. 
Has  pues  mis  criados  tardan. 
Volver  k  repasar  quiero 
[>e  tanta  duda  la  causa. 
(Vuelve  é  leer,  dm  reparar  Ot  lot  que 
Hemtñ.) 


b,.Googlc 


EBCBHA  IT. 

LELIO,  PLORO.— CtPRUNO. 


No  pasemos  adelante ; 

?ue  esui  p«fias,  estas  ramas 
an  IntTJncadaí,  que  al  mismo 
Sol  le  derieodeii  la  entrada, 
Solo  pueden  ser  testigos 
De  nuestro  duelo. 

Sacad;  que  aquí  son  las  obras, 
Si  allá  Tuéroa  las  palabras. 

*  Va  sé  que  en  el  campo,  muda 
La  lengua ,  el  acero  tiahla 
Desta  suerte.  (Alá 

cirBiAiio., 
iQuéea  aquesto? 
Lelio,  lente;  Floro,  aparta, 
Que  baata  que  esté  vo  en  medio , 
Aunque  esté  ea  medio  si  a  armas. 

¿De  dónde,  di,  Cipriano, 
A  embaraiar  mi  veogaaia 
Has  salidor 


HOSCO»,  CUniN.  — DiCH 


Para  acercarme  i  esas  cotas 
No  lUrlo  JO  correr  nada; 
H»  para  apartarme ,  si. 

■osGOH  1  CLJtniíi. 
SeBor... 

ciraiANo. 
Ho  Labieis  mas  palabra.  ■ 
Pues  ¿qué  es  estot  Dos  amigos, 

8ue  por  su  sangre  y  su  fama 
ojsoo  (le  toda  Autioquia 
Los  ojos  V  la  esperania , 
Uno  del  Gobernador 
Hlio,;r  otro  de  laclara 
Familia  de  los  Cola! toe, 
¡Asi  aveutnran  y  arrastran 
Dos  vidas  que  pueden  ser 
De  tanto  lionor  i  sn  patrlaí 

Cipriano ,  aunque  el  respeto 
Que  debo  por  mucbas  causas 
A  tn  persona ,  este  instante 
Tiene  suspeusa  mi  espada , 
Vo  la  tienes  reducida 
A  la  quietud  de  la  vaina. 
Tti  sabes  de  ciencias  mas 
Que  de  duelos ,  ;  no  alcaniai 
Que  i  dos  nobles  en  el  campo 
Ito  hay  respeto  que  les  bagjia 


Lo  mismo  te  digo,  y  raego 
Qoe  ctm  tu  gente  le  irayai , 
I*nM  que  riBendo  nos  délas 
Sto  traidOQ  j  sla  veolaja. 


EL  MÁGICO  PRODIGIOSO. 

cirnuiro. 
Aunque  os  parece  que  ianoro 
Por  mi  prolesioa  las  vanas 
Leyes  del  duelo  que  estudia 
El  nalor  y  la  arrogancia, 
Oi  engañáis;  que  uaci 
Con  obligaciones  tantas 
Como  los  doE ,  i  saber 

$ué  es  honor  y  qué  es  infamia. 
no  el  darme  á  los  estudios 
Mis  alieiitdS  acobarda; 
Que  muchas  veces  se  dieron 
Las  manos  letras  y  armas. 
Si  el  baber  salido  al  campo 
Es  del  refiir  circanstancia. 
Con  haber  reiUdo  ya 
lí^  calumnia  se  salva. 

V  asi ,  bien  pedéis  decir 
Desia  pendencia  la  causa ; 
Que  yo,  si  baliiéndola  oído, 
Reconociere  al  contarla 
Qoe  alftuuo  de  los  do^  tiene 
Algo  que  se  satisfaga. 

De  dejaros  i  los  dos 
Solos,  os  doy  la  palabra. 

Pues  con  esa  condición 
De  que  en  sabiendo  la  causa , 
Nos  has  de  dejar  reñir, 
Yo  me  prellero  i  contarla. 
Vo  quiero  i  una  dama  bien , 

V  Floro  quiere  i  esu  dama  : 
Mira  tú  ¡  cómo  podrís 
Convenirnos !  pues  no  hay  traía 
Con  qne  dos  Dobles  celosos 
Déu  i  partido  sus  ansias. 

Vo  quiero  i  esta  dama,  t  quiero 

Sí  aun  el  sol ;  y  pues  no  bay 
Hedió  aqui ,  y  que  la  palabra 
Nos  has  dado  de  dejarnos 
ReQir,  á  un  lado  te  aparta. 

Esperad ,  que  hay  que  saber 
Mus.  Decidme,  ¿es  esta  dama 
A  la  esperanza  posible, 
O  imposible  ti  la  esperanisT 

Tan  principal  es ,  tan  noble , 
Que  si  el  sol  celos  causara 
A  Floro,  aun  del  no  podría 
Tenerlos  con  justa  causa. 
Porque  presumo  que  el  sol 
Aun  no  se  atreve  a  mirarla. 


AbJ  estl  mi  con Q anta. 
íY  tüT 

LELIO. 

i  Pluguiera  i  los  cielos 
Que  i  tanta  dicha  llegara '. 
Que  «unqne  es  en  extremo  pobre , 
La  Yirluü  por  dote  basta. 

Pues  si  i  casaros  coo  ella 
Aspiráis  los  dos,  ino  es  vana 
Acción,  culpable  é  indigna. 
Querer  intes  disfamarla  ? 
i  Qué  dirji  el  mundo .  si  algnoo 
Oe  los  dos  con  ella  casa. 
Después  de  haber  mneno  al  otro 


y  festejarla 
A  un  tiempo,  pontue  no  quiera 
Que  de  mi.  partido  salga 
Tan  cobarde;  qne  el  galán 

8 ue  (le  BUS  celos  pasara 
rimero  la  contingencia , 
Pasari  después  la  infamia ; 
Pero  digo  que  sepáis 
De  onkl  de  los  dos  se  agrada. 


A  quién  escoge  la  dama , 
Pues  ba  de  escogerme  k  mi 
O  i  Floro.  Si  i  mi,  me  agrava 
Has  el  empeño  en  que  estoy, 
l>nes  es  otro  empeSo  que  bajía 
Quien  quiera  i  la  que  me  quiere- 
Si  í  Floro  escoge,  la  asHa 
De  qne  i  otro  quiera  quien  quiero. 
Es  mayor  :  luego  eicusada 
Acción  es  que  ella  lo  diga. 
Pues  con  cualquier  clrcucstaucla 
Bemos  en  apelación 
Ue  volver  i  las  espadas  : 
El  querido  por  su  honor , 
V  el  otro  por  su  v< 


Confieso  que  esa  opinión 
Recibida  es  y  asentada. 
Mas  con  las  damas  que  amores 
Elegir  T  dejar  tratan; 
Y  asi,  noy  pedírsela  intento 
A  su  padre.  V  pues  me  basta 
Habiendo  al  campo  salido. 
Haber  sacada  la  espada 
(Nayormenle  cuando  hay 
'  reñir  embaraza) , 


En  parte  me  ba  convencido 
Tu  raion;  j  aunque  apurarla 
Pudiera ,  mas  quiero  hacerme 
De  su  parle ,  ó  cierta  ú  falsa. 
Hoy  la  pediré  á  su  padre. 


En  que  Ins  dos  la  sirváis 
Ella  no  avenlora  nada. 
Pues  que  confesáis  los  dos 
Su  virtud  y  su  cunsuncla , 
Decidme  quién  es;  que  yo. 
Pues  que  tengo  mano  tanta 
En  la  ciudad ,  por  los  dos 
Quiero  preferirme  A  bablarla. 
Para  que  esté  prevenida 
Cuando  i  eso  su  padre  vaya. 

LlUO. 

Dices  bien. 


iQuién  esT 


De  Liíandro  hija. 

Al  nombrarla 
He  ronocido  coAd  pocas 
Fueron  vuestras  alábanlas, 
Qne  es  virtuosa  y  es  niMe. 
Luego  TOj  i  tUurla. 

sto.0.  iAp.) 
El  délo  en  mi  hvor  mam 
So  condición  liempre  ii    ' 


ij^f^.) 


COHBDIAS  DE  DON  PBDBO  C&LDESOH  DK  LA  BUCJL 


Corone  tmor  al  aombranne , 
Da  laurel  mta  eiperauui. 
ciPitino. 


ESCENA  VL 

MOSCÓN,  CLABIM. 


iQaé  baj,  qae  njt  b  qne  no  tijaT 


¿Por  qQéctuuT 


Porque  jo  por  Livia  noen 
QUK  es  ue  Jusiina  criada, 
¥00 


Baila ,  que  no  he  de  reíilr 
En  iiiogun  tiempo  por  dama 
Que  ba  (le  t6r  etposa  mía. 

■oacoR. 
AqneM  o|ihiioii  me  agrada , 
Y  ati  es  bien  que  d<ga  eBa 
Quién  la  obliga ,  i  quite  la  caau. 
Violónos  alli  los  doi , 
y  ella  elija. 


¿Ya  lienei  deso  cotiflaniaT 


ESCEIU  VU. 

JUSTINA,  LISANDRO. 

No  me  puedo  consolar 
pe  haber  hoír  líalo,  señor. 

Coo  que  todo  ese  tugar 
Temiilo  consagra  jr  aliar 
A  ona  imlRen  que  ua  pudo 
Ser  deidad,  nur»  qne  no  dudo 
Qae  al  Dn,  ti  slgon  lettimoofo 
Da  de  serlo,  es  el  demonio, 
Qne  da  alíenlo  t  ua  bronce  mudo. 

UIAHIMIO. 

Kofuerai,  bella  jDsb'aa, 
Ótit«n  eres,  il  no  llorarM, 
SloUerw  j  lanenuras 
Eu  tragedia ,  esa  mina 


e  Críalo  p 


«boj. 


Es  deno ,  pae*  al  Qn  loj 
Hqa  luja ,  ^  M  lo  teen , 


,Ay  jDslioa!  no  ba  Dadd 
De  ser  tá  mi  bija,  DO, 
)ne  no  so;  Un  felis  jo. 
I  aj  Dios !  ¿oómo  be 


Machsa  reces  le  be  cMochado 
Lo  qne  abora  te  escocbé, 
V  nunca  quite,  seior , 
A  cotia  de  un  sufrimiento 
Apnrar  lo  tcaiimieuto, 
Ki  eiaminar  mi  Oolw ; 
Pero  viendo  qae  et  error 
Qne  de  eoieoderte  do  acabe. 
Aunque  sea  culpa  grave ; 

?ne  parlas,  ti'nor.  te  pido, 
n  secreto  con  mi  oído , 
Va  que  en  ta  pedio  no  cabe. 


Jnttina ,  de  un  oraa  aecreio 
U  efecto  te  callé, 
La  edad  nue  tienes,  porque 
Siempre  be  temido  el  érelo  ¡ 
Has  viéndole  ja  sugrlo 
Capai  de  ver  j  advertir, 

Y  viéndome  i  mi  que  el  ir 
Con  este  b^iculo  dando 

En  la  tierra ,  es  Ir  llamando 
A  lat  puertas  del  morir. 
Ño  te  t^nso  de  dejar 
Con  esta  ignorai:cia,  do. 
Porque  no  cumpliera  jo 
MI  obligación  con  eallar  : 

V  asi ,  atiende  t  mi  petar 
Ta  placer. 


SeHor,  desia  oonÜuioD 
He  rescata. 

utAxeao. 
Puetescndia. 
Yo  BOJ,  bermoM  Jiutina, 
Litaadro...  No  de  que  empiece 
Desde  mi  ntonbre  le  admires; 
Que  aunque  ja  sabes  qne  es  este. 
Por  lo  que  se  sigue  al  nombre 
El  justo  que  le  le  acuerde. 
Pues  de  mi  no  sabes  mas 
Que  mi  nombre  solamente.  * 

Litandro  soj ,  natural 
De  aquella  ciudad  qne  en  tleta 
Honles  et  bidra  de  piedra. 
Pues  siete  cabezas  tieae  : 
De  aquella  que  es  ilHa  hoj    . 
Del  ronuno  imperto,  albergue 
Del  cristiano  digoo,  poea 
Solo  Roma  lo  merece. 
En  ella  nact  de  faotildet 
Padrea ,  ti  c*  que  Mmbre  adquieran 
De  humildes  los  que  dejaron 
Tantas  irirtodes  por  bteñea. 
Criilianot  MCleron  ambo». 


Lai  fatigas  de  la  vida 
Con  los  trluafos  de  la  muerte. 
En  la  religión  crisUaua 
Creci  instruido,  de  tuerto 
Que  en  tn  defenta  daré 
La  vida  nna  j  ronchas  reces. 
Joven  era,  enando  1  Roma 
Llegó  encabJerlo  el  prudente 
Alejandro ,  papt  nuestro , 
Que  la  apostólica  sede 
Liobc  ruaba .  sin  tener 
Donde  tenerla  pudiese; 
Qoe  como  la  lirauia 
De  los  gentiles  crueles 
So  sed  apaga  .con  sangre 
De  la  qoe  i  mirtiret  vierte , 
Hoj  la  pr¡mitit~  ■-■--'- 
Oeultoa  sus  hlji 

No  porqne  el  ni  .   

No  porqne  el  martirio  lemei 
Sbio  porqne  de  uua  ves 
No  acabe  el  rigor  rebelde 
Coo  lodot,  j  déiiruida 


Lal{ 


Lle^ ;  j  jeudo  01 
Recibí  su  bendición, 

Y  de  SD  mano  clcmesle 
Todos  loe  órdenes  sacros, 
A  cuja  dignidad  tiene 
Envidia  ef  iogel ,  pues  solo 
El  hambre  serio  merece. 
Handéme- Alejandro  pnet 
Que  É  Antioqnla  me  partieta 
A  predicar  de  secreto 
La  lej  de  Crisln.  Obediente, 
Peregrinando  i  merced 
De  taaias  ditetwt  gentes , 
k  Anlioqola  vine;  j  enando 
Desde  aquestos  eminente! 
■ontes  llegué  t  descubrir 
Sos  dorados  cbapiteles , 
El  sol  me  faltó ,  >  llenado 
Tras  si  el  día,  por  bacenne 
Compafila  me  oejú 
A  que  le  sos  i¡  luje  ten 
Lat  estrrllas,  como  en  prendaí 
De  quf  presto  vendría  i  venne. 
Con  el  Mi  perdí  el  camino , 

Y  vagueando  Irislemenle 
En  lo  Intrincado  del  monia. 
He  hallé  en  m  oculto  albelde. 
Donde  loa  trémulos  rajos 
De  tanta  antorcha  viviente, 
Ann  DO  se  dejaban  ja 
Ver,  porque  confusamente 
Serviaii  de  oubet  pardas 
Lat  que  fueron  bajas  rerde*. 
Aquí ,  dispuesto  É  esperar 
Que  otra  vei  el  sol  saliese. 
Dando  i  la  imaginación 
La  juris-lkclon  qoe  tiene. 
Con  las  soledades  bice 
Htl  discursos  dírereniea. 
Detla  suerte  pues  estaba. 
Cuando,  de  un  suspiro  leve 
El  eco  mal  Infonnwlo, 
La  mitad  al  dueiüo>nclr«. 
Hetraje  al  oido  lodos 
Mis  sentidos  juntamente, 

Y  volví  i  oír  mas  dlsUnlo 
Aquel  alien  lovmas  débil. 
Mudo  idioma  de  loa  tristes, 
Pues  con  él  solo  se  eniieai' 
De  mnjer  era  el  gemido , 
A  cnjo  aliento  sucede 
La  vDi  de  nn  faombre ,  que  i  media 
Vos  decia  detla  tuerte  : 


dbvGooglc 


I  Primer  mwebt  d«  U  sucre 
■u  noble,  ÉmlsmaDoaniaere, 
AnliM  que  i  norir  li  manos 
De  iabracs  verdugos  tlcgnes.  ■ 
La  iiifi-IU  mujt^r  decía 
En  medias  razones  hreves : 
■  DoéleW  tíí  de  ui  sangre, 
Yaqnedemino  te  dueles.! 
Llegar  pretendí  yo  eniónce* 
A  eilorbar  rigor  Un  Tuerte ; 
Vas  Dopude,  porque  al  punto 
Las  voces  se  desvaoeceu , 

Y  vi  al  bombre  en  un  caballo. 
Que  entre  los  troneos  se  pierde, 
finan  fué  de  mi  piedad 

La  voz ,  qoe  ya  balbuciente 

Y  defimajada  decia , 
Gimiendo  j  llorando  i  veces  ; 

'  Hártir  maero ,  pues  que  muero 
Por  cristiaDS  j  inocente ;  > 

Y  siguiendo  de  la  ?oi 

El  Dorte,  en  espacio  breve 
Llegué  doode  una  m^jer. 
Que  apenas  dejaba  verse, 
Esuba  1  brazo  partido 
Lachando  ya  con  la  muprte. 
'  Apenas  me  sinti6,  cuando 
Dijo,  esforzándose:  tVuelve, 
Sangriento  homicida  mió , 
Ni  aun  este  Instante  me  dejes 
De  trida.  — Mo  soy  { le  dije ) 
Sino  quleu  acaso  viene , 

Íuizl  del  délo  guiado, 
taleros  en  tan  fuerte 
Ocasión.  —Va  que  imposible 
Es  (dijo)  el  Ü10T  que  ofrece  ' 

-  Taesira  piedad  i  m<  vida 
Pu^  que  por  puntos  fallece. 
Lógrese  en  esa  Infeliz, 
En  quien  boy  el  cielo  quiere , 
^ac(endo  de  mi  sepulcro , 
Que  mis  desdicbas  herede.  > 
I  espirando,  vi... 

ESCENA  Vni. 
UVIA,-JIISJ1NA ,  LISASDRO. 


Se flor. 
El  mercader  i  quien  debes 
Aquel  dinero,  i  buscarte 
Hoj  con  la  justicia  viene. 
Que  no  esias  en  casa,  dije: 
Por  esotra  puerta  vete. 

tCninto siento  oue  1  estorbarte 
En  aquesta  ocadan  Hegueo, 
One  estaba  ji  tu  relación 
Vida ,  alma  j  razón  pendiente ! 
Mss  vete  ahora,  seBor: 
La  Justicia  mxe  eaeoealre. 


Ifo  son  eHos ,  Oprlano 


EL  MAGICO  prodigioso. 
B8CEICA   IX. 


cirnuKO. 

Servirof 

Mi  deseo  es  solamente. 

Viendo  Mlir  la  justide 

A  entrar  aqui  m!  amistad, 
Por  lo  que  i  Ltsandro  debe, 
A  solo  saber  (Ap.  Turbado 


Si  eu  algo  serviros  puede 
Hi  desee.  íAp.  ¡Qué  mal  dije! 
Que  DO  es  hielo ,  fuego  es  este.) 


Guárdeos  el  cielo  mil  a5os ; 
Que  en  mavores  intereses 
Habéis  de  ounrar  i  mi  padre 
Con  Tuestros  bvores. 


El  ahora  no  está  en  cau. 
ciraum. 
Luego  bien ,  seliora ,  puede 
Mi  voz  decir  la  ocasión 
Que  aqui  me  trae,  clarameote; 
Que  no  es  la  que  habéis  oído, 
La  qa.%  sol*  k  entrar  me  mneve 

I  Pues  ;  qué  mandáis  ^ 

j  CIPSIAHO. 

i  Que  me  oigáis.  Yo  «eré  breve. 

Hermoaiaima  Justina , 
;  En  quien  hoy  ubsieott  nbna 
'  La  naturaleza  humana 
í  Tantas  seBas  de  divina  : 
i  Vuestra  quieliid  detemdna 
i  Hallar  mi  deseo  este  dia; 
I  Pero  ved  que  es  liranis , 
I  Como  el  efecto  lo  muestra , 
'  Que  os  dé  yo  la  quietud  vuestra , 
:  V  vos  me  quitéis  la  mia. 
:  Lelio ,  de  su  amor  movido 

(i  No  vi  amor  mas  disculpado '. ) 

Floro,  de  su  amor  llevado, 

f  :Nq  vi  error  mas  permitido!) 

Kl  uno  y  otro  han  querido 

Por  TOS  maiarae  los  dos  : 

Por  TOS  lo  he  estorbado  ( ¡  aj  Dios !) 

Pero  TCd  qne  es  error  fuerte 

Que  yo  quite  i  otros  la  muerte , 

Para  ijue  me  la  dt^is  vos. 

Por  excusar  el  qne  hubiera 

Escándalo  eo  ellugsr, 

De  «u  pane  os  vengo  á  hablar 

ti  Oh  nunca  á  hablaros  viniera '.) 
ort|ne  vuestra  elección  fuera 
Arbitro  de  sos  recelos, 
Como  Juei  de  sus  de|velos; 
Pero  ved  que  es  grsn  rigor 


Y  vos  dispongáis  mis  celos. 
Hablaros  pues  ofrecí, 
SeBora ,  para  qne  tos 


De  tal  manera  he  extrañado 
Vuestra  vil  proposición. 
Que  el  discurso  y  la  razón 
En  un  punto  me  han  faltada. 
Ni  á  Floro  ocasión  be  dado 
Ni  i  l.ello ,  para  que  ast 
Vos  os  atreváis  aquí : 
V  bien  pudiera  dea  tos 
Escarmentar  en  ks  dos 
Del  rigor  que  vive  en  mi. 

SI  yo,  por  baber  querido 
Vos  á  alguno,  pretendiera 
Vuestro  favor,  mi  amor  fuera 
Necio,  Infame  y  mal  nacido. 
Antes  por  baber  vos  sido 
Firme  roca  á  tantos  mares. 
Os  quiero ,  y  en  tos  pesares 
No  escarmiento  de  los  dos; 
Qoe  JO  no  quiera  que  vos 
He  querais  por  ejemplares. 
1  Qué  diré  áLeUoT 


Caálquereti(¡ÍnCeliilbl!), 
Qneá  viuitropadre(¡a}de  mJ! 
US  pida.  Aquesto  pretendo ; 
Pera  ved  (esto;  muriendo ) 
Que  es  Injusto  (estoy  temblando) 


iSerámasdkn  para  TOS, 
Que  para  los  dos  lo  ba  sldoT 

CIMIAKO. 

81. 

JOSTINA. 

Pues  ya  yo  he  respondido 
ALello,irioroyá  vos. 

(V4fe,  jr  (oisífM  Cartea».) 

ESCEHAX. 

CLAJUN,  HOSCOM ,  LIVU. 


Pwaiqné  queréis  vosT  T  vos 
iQuéquereuT 

CLASirt. 

Que  usted  ahora, 
Por  si  por  dicha  lo  ignora , 
Sepa  que  Meo  la  queremos. 
Para  matarnos  nos  vemoe; 
Pero  atentos  á  no  dar 
Escándalo  eu  el  lugar. 
Que  uno  escoja  preieodentot. 

UVIA. 

Es  tan  pwide  el  seoliagiento         , 
De  que  asi  me  hayáis  balrtsdo.^  1 ,-, 


m 


Que  mi  dolor  me  ha  dejado 
Slii  ruó»  ni  eniendimiealo. 
¡Qoe  uno  excoja !  tita;  sufrimiento 
En  lance  lan  iMporluiiO  ? 
lUnoju!  iPD«>*oporlur)o 
Ko  es  para  teiier  ( i  ay  Dios !) 
Este  ingenio  t  un  liemiio  iIm 
Qoe  queréis  que  escoja  uno! 


COHEDIAS  DB  DON  PEDRO  CALUEHOH  DB 
uuo.  {Áp.) 
Ruido  en  aquella  teauna 


He  leoiido. 

PLO»0.(Ap.) 

Ruido  han  becbo 
En  aquel  balcón. 

ESCENA  Xn. 


balcón  sa  lleuda . 
I  Lo  que  }o  (lierdo  llorando 
I  A  ellas  rejas ! 

{                      ¡  Bueno  «■  eto, 
\  Querer  deslumhrar  ahora 
La  luí  de  mis  seuiimieniot, 
I  Atríbujéiidome  i  mi 
'  Deiiio  que  solo  es  TUMlro! 
'    ■'  -"■■  —' ó  de  saber. 


Áe«oT 


iCómOT 

AlUmalivf. 

Purs 
iQué  es  aUenative? 

'es 
Querer  i  cada  uno  un  dia. 

MOSCÓN 

Pues  yo  escojo  esle  primero. 

cuHi:'. 
Hajor  será  el  d«  matiana : 


Yo  le  doy  de  bi 


LWia.en  lln,  por  qoiwi  jo  muero , 
Hoy  me  quiere  ,  t  hoj  la  quiero. 
Bien  es  que  lal  diclia  goce. 

0;e  usted ,  ya  me  conoce. 

■oscon. 
iPor  qué  lo  dice  T  CÓuclojia. 

CLAIin. 

Porque  sei)a  que  no  es  su  ja , 

Atl  como  diu  .1»  doce.  (Va» 


UU. 

LILIO.  (A^.) 

Un  bullo 
Sale  del ,  i  lo  que  puedo 
:  DisüuKuir. 
;  FLOBO.  {Áp.) 

'  Gente  se  asoma 

!  A  íl,  que  entre  sombras  veo. 
Di«owo.(Par«tí.) 
\  Para  las  peraecusiones 
I  Que  liacer  en  Justina  Intento. 
\  A  disfamar  tu  rirtud 
¡  Uesta  uiauera  me  aireTo. 

{BajQ  p«T  tata  eteaUt.) 
i*uo.  (Ap.) 
[Ilas;aytnrelix!  ¡Qué miro! 

nono.  (Ap.) 
Pero  \  a  y  lufelii  •  i  Qué  veo  I 
(Va««.)  I  LEuo.  (Ap.) 

I  El  negra  bulto  se  arroja 
'  Ya  desd«  el  balcoo  al  suelo. 
;  Fi*iio.  (Ap.) 

Un  hombre  «s,  que  de  an  caaa 
Sale.  No  me  matéis,  celos. 
Hasta  que  sepa  quién  es. 
LEUO.  (Ap.) 
Reconocerle  pretendo, 
V  STeríguar  de  una  vez    ' 
Quién  logra  ct  bien  que  jo  pierdo. 
{Llegan  lo»  dot  cq^  Im  etpadiu  ieinm- 
dai  á  rteenoter  quién  baji.) 
DEHOTiio.  (Parati.) 
No  sola  he  de  conseguir 
Hoy  de  Justina  el  desprecio. 
Sino  rencores  y  muertes. 
Va  llegan:  ábrase  el  centro. 
Dejando  esta  conhislon 


y  dar  ni 


ESGEHA  XI. 

FLORO  T  LELIO ,  de  nocbe ,  tada  w 
por  Ju  parU. 

1.ILC0.  (Para  tí.) 
Apenas  la  oscura  noche 
Extendió  su  manió  negro , 
Caaudo  jo  k  adorar  la  esfera 
De  aquestos  umbrales  vengo 
0/M  aunque  boj  por  Cipriano 
Tengo  suspenso  el  acero, 
Ho  el  aféelo ;  que  no  pueden 
Sospeoderse  los  arectos. 

FLOKO.  (Para*/.) 
Aqni  me  ha  de  hallar  el  alba ; 
Que  eo  otra  parte  viólenlo 
Estoy,  porque  en  Bn ,  en  otra 
Esioj  toen  de  mi  centró. 
I  Üdera  auMr  qna  llegue  el  día 
T  la  respuesta  que  eiHiero 
Coo  CIprIatfo ,  ucando . 
Olt*entvra6elriet|o! 


FLORO,  LELIO. 

Caballero, 
Quien  uuiera  que  seáis ,  i  mi 
*He  ba  Importado  conocehts  \ 
Y  á  lodo  trance  restado 
Con  esta  demínda  vengo. 
Decid  quién  sois. 

rLaao. 
SI  os  oIiGrb 
A  lao  valiente  deq)ecbo 
Saber  en  quién  ha  caido 
Vuestro  amoroso  secreto, 
Has  que  i  vos  el  conocerme. 
He  Importa  t  mi  el  conoceros ; 

?n6  en  vos  es  curiosidad , 
.«)  mi  mu ,  porque  sou  celoi. 
¡TiTe  Dios,  qoe  be  de  saber 
Quién  et  de  la  casa  dueBo, 


j  Qué  necio 
Recato,  «icubnrae,  cuando 
Esli  el  amor  descubriendo ! 


Soleo  ba  sido,  saber  tengo, 
oj  el  admllido  amante 
De  Jostina. 

PLoao. 
Ese  es  mi  in léalo, 
re,  ósabré  quién  aoii. 

ESCENA  XIV. 


cipaiitNo- 
Cabaileros,  deteneos, 
SI  i  aquesto  puede  obligaros 
Haber  llegado  á  este  tiempo. 


¡¿Floro! 

Si,  que  con  la  espada 
P.n  la  mano ,  nunca  niego 
Hi  lumbre. 


HéDot 

le  temer  me  daréis  todos, 
le  él  me  daba  solo. 


Ya  no  mloy  i  tn  lado,  (k  Floro.) 
Porque  es  fnerea  estar  en  medio. 
iQué  esesioT;&i  dd  dia  dos  veces 
Rede  hallarme  á  componeros! 

IKilO. 

Esta  la  niUnia  sert , 
Porque  ya  estamos  compuestos ; 
Que  coo  haber  conocido 
Quién  es  de  Justina  dueño, 
o  le  queda  1  mi  esperanu , 


Ntai 


w  ta  iiat)Ws.M  mego 
,t,zodb,GoOglC 


De  parte  de  ml$  laniios 

V  miadcsi1)rhas,1ialilendo 
Viuii  que  Moro  ineKce 

Sus  favores  en  si'Crelo. 
I>ese  tialcoD  lia  tiajado 
Oegoiarel'bien  quepierdn; 

V  no  es  mí  afnor  lan  iiirame , 
Que  haya  de  querer ,  iteoio 
A  celos  aTerigaados , 

'Coa  deseugteioa  Un  detios.      {Vate.) 


No  has  de M 


Ciraiuio. 


(íp.  De  liaberleoido  esloy  nioerlo); 
Que  si  es  él  el  que  ha  perdido 
Lo  que  bas  (taoado,  j  dispuesio 
A  olvidar  esú,  no  es  biea 
Aparar  lu  suTrlmienlo. 

TA  T  él  apuráis  el  mió 

Con  estas  cosas  i  od  tiempo; 

V  asi ,  i  Juslina  do  bables 

Por  mi ;  que  aaaque  yo  pretendo 

A  cosía  de  mis  agravios 

Venga  míe  de  mis  desprecios, 

Va  la  esperanza  de  ser 

Sujro  cesó ,  porque  creo 

Qae  DO  e»  noble  el  que  porfía 

Sobre  averiguados  celos.  (Vate.) 

ESCEHA   Xn. 

CIPRIANO,  HOSCON,  CURin. 
cirauno. 
( Jo.iQué  es  esie,  clelosT  iquéeuncbo  T 
;  h\  uno  del  otro  i  un  liempo 
Unos  mismos  celos  lieneuf 
i  Vo  de  uno  y  olro  los  tengo! 
Loi  dos  sin  duda  padecen 
Algún  engiño , ;  jo  tengo 
Uue  agradecerles,  pues  ya 
Los  dos  desisten  en  esto 
De  su  pretensión.  Desdichas, 
Aunque  baja  sido  consuelo 
Este  diEcorso,  bascado 
De  mis  ansias,  le  agradezco.} 
MoscoD  ,  prerennie  m  a  nana 
Gab«;  Clarín,  Iráeme  luego 
Espadar  plumas;  que  amor 
Se  regala  en  el  objeto 
Airosoy  lucido;  v  ya. 
Ni  libros  ni  estudios  quiero. 
Porque  digan  qae  es  amor 
Homicida  del  ingenio. 


JORNADA  SEGUNDA. 


Ap.  Altos  MDsami 
Dónde,  dónde  mi 


SI  ja  por  cierto  teiteis 
Que  son  locos  desvarios 
Lm  qae  osado*  inteatais,     ' 
Pues  atreviéndóa  ál  cielo . 
Precipitadas  de  nn  vnelo 


EL  MÁGICO  PRODIGIOSO. 
Hasta  el  abíNno  bajai^T 
Vi  1  Justina...  ¡A  Dios  pluguiera 
Que  nunca  viera  i  Justina 


■a  divii 


La  luí  de  la  cuarta  csfrra '. 
Dos  amantes  la  prf  tepdeii , 
Uno  del  Olro  orendidn ; 

Y  JO  á  dos  cdos  rendido. 
Aun  no  sé  los  que  me  ofeudru 
Solo  sé  que  mis  rúcelos 

He  despeñan  con  sus  furias 
De  un  dtsden  í  las  injurias, 
l>e  un  agravio  i  los  desvelos. 
Tudo  to  di'inas  ignoro, 

V  en  tan  abrasado  empeüo, 
Cíelos,  Justina  i^i  mi  uueBo, 
Cielos,  a  Justina  adoro.) 
Moscón. 


No  ei ;  70  iré ,  porque  Moscón 
Hoy  no  puede  entrar  allí. 

cirKUüo. 
¡  Ob  qué  cansadk  porfía 
Siempre  la  de  los  dosTué! 
^Porqué  do  puede?¿por  qué7 

CUB1.'<. 

Porque  hoy ,  seKor,  no  es  so  día : 
Hio si,j  de  buena  gana 
A  dar  ef  recado  voy; 

?ue  yo  alli  puedo  entrar  hoy. 
Moscón  no,  hasta  mafiaoa. 
ciniuno. 
j  Qué  nuera  locura  ei  esta , 
Añadida  al  porliar? 
»l  tíi  ii{  él  liabeis  de  entrar 
Ya ,  pues  su  luz  maninesla 
Justina. 


De  faera  viene 


ebceha  il 


lablaré  en  mi  amor, 
^  lo  permiten  mis  celos.) 
Na  en  vaiM ,  s^ora ,  ba  sido 
Haber  el  traje  mudado , 
Para  qae ,  como  criado , 
Pueda  i  vuMiroi  pies  rendido 


Mereceros  no  olvido. 
1  De  qué  manera  queréis 
Que  os  diga  cuanto  es  en  vuo 
La  asisieocla ,  Cipriano , 
Que  i  mis  umbtalct  teneisT 
SI  días,  sf  meses,  si  ^m. 
Si  siglos  1  ellos  eetiis. 
No  esperéis  que  i  ellos  olgaii 
Sino  solos  desengaños  ; 
Porque  es  mi  rigor  de  suerte , 
De  suerte  mts  males  Qeros, 


Esto  lleguen  mis  suspiros  : 
Did  tíceucia  de  serviros , 
Pues  00  la  dais  de  quereros. 

Poco,  Beiior,  han  podido 
Hit  desengafios  con  vos. 
Pues  que  no  han  podido... 


(Vm 

ciPBiAM).  IStguÜHieta.) 
La  esperania  que  me  dais. 
Ya  dicboio  puedo  hacerme. 
SI  en  muerte  haheis  de  quererme . 
Muy  corto  plazo  tomáis. 
Yo  le  iceplo,  y  si  á  advertir 
Lleg^  cuín  presto  ba  de  ser. 
Empelad  vos  i  querer. 
Que  ya  unpieiD  yo  d  morir. 
(Vate  JtutiBa.) 


CIPHUNO,  HOSCON ,  clarín,  LIVU. 


En  tanto  que  mi  sebor, 
Uvia,  triste  y  discursivo, 
Esli  de  esqueleto  vivo 
DesengaSando  su  amor , 
Dámelos  brazos. 

Paciencia     . 
Ten,  mientras  que  considero 
Si  es  tu  día;  que  no  quiero 
Encargar  yo  mi  conciencia.— 
Mirles  si,  miércoles  uo. 


iQué  cneotas,  pues  ha  caHado 


Puede  haberse  errado, 
V  no  quiero  errarme  yo ; 
Porque  no  quiero,  si  aivuyo 
Que  lostida  he  de  guart^r, 
Cooaenarme  por  Do  dar 
A  cada  DÚO  lo  qu«  es  suyo.— 
Pero  bien  dices,  tu  día 
Es  boy. 

CLlRffl. 

Pues  danft  los  braios. 


bien  ve  nsarced  con  la  gana 

Sue  boy  aquesos  tauw  baco  * 
igoto  porque  me  abrace 
Con  la  misma  i  mi  mañana. , 

Excusada  es  la  sospecha , 

De  que  1  usted  no  satisfaga , 

Ni  quiera  Júpiter  que  baga 

Ve  ana  cosa  tan  mal  hecha 

Come  Dstr  de  demasía 

CoD  nadie.  Yo  abrazaré 

Con  nracha  equidad  i  uité  ■ 

Cuando  le  toque  sn  dii.  {^*-} 


aByCíbOglC 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  DAHCA. 


CIPRIANO,  UUSCON,  CLARl». 

Por  lo  menos,  no  he  de  vello 
Yo.  .     ■ 

Para  eso  iqaé  hi  imporudo? 

Í Puede  i  Dil  nabemie  agraviado 
amas,  si 'reparo  en  ello. 


Que  no  na  sido  en  daño  mío 
Le  qQe  no  ha  sido  en  mi  día. 
Mal ;  qaé  hace  noestro  amo  allí 
Tan  suspenso  T 

Por  sJ  I  hablar 
Llega  algo,  quiero'  escuchar. 

,      HOSCOK. 

Y  yo  Umliien. 

ciraune. 
i  Ar  de  mi  I 
lAI  irte  acercando  cada  mu  por  tu  la- 
da  ,  Cipriano  eoñ  la  acción  let  da  á 
tatramboi.y 
\  Que  lunio,  amor,  desconfíes! 

;Aj.l 


mf ! 


CIPRIANO. 
Conrusa  memoria  mía. 
No  tan  poderosa  mis, 

8ue  me  persuadas  que  es 
tra  alma  la  que  me  gui*. 
Idúl^iira  me  cegué. 
Ambicioso  me  perdí, 
Jiorquc  uua  hermosura  tí, 
Porquu  una  deidad  miré; 

V  eulrc  cotirusoR  desvelos 
De  un  equivoco  rigor , 
Conozco  A  «tuifo  tengo  amor , 

V  DO  de  quien  Wngo  celos.' 
T  tanto  aquesta  |>asion 
Arrastra  mi  pensaniienlo , 
Tanto  ( i  ijr  ae  mi ! )  este  tormento 
Lleta  mi  imaginación. 

Que  dieM  (despecho  ea  loco , 

Indigno  ele  nn  noble  ingenio} 

Al  mus  dialiéliro  gepio 
I  (Harto  al  liiüemo  provoco), 
j  Va  rendidu,  j  ya  sujeto 

A  penar  y.padecer, 
:  Por  gozar  esia  m<Oer, 
;  Diera  el  alma, 

I  ESCENA  Vn. 

I         EL  DEMONIO.  — CIPRIANO. 

DEHoTiio.  (Dentro.) 
I  Vu  la  aceto. 

{Suena  ruido  ie  trueno»,  mn  lempet- 


l'orque  su  horror  se  asombre, 
Barlaudo  in  poder,esca|iaun  hombre, 

Y  el  bajel,  que  en  Usondias  ya  se  oltasUi 

El  camarín  de  los  I  rilonei  liusc»  , 

V  en  crespo  jemoliiio. 
Escadáverael  mar,  cascado  el  pino. 

{Sale  el  Demonio,  migado ,  como  que 
tale  del  mar.) 


.    ¿  Ay  demil  también. 


j.AquieslAhailcs)o3dos? 
Vo  bien  juraré  que  esiaba. 
Yo  y  todo. 

ClFHIA^tO. 

Desdicha,  acaba 
De  mía  tn  conmigo.  ;  Ay  D' 
iVtóse  en  tan  ni 


tadg  raga».] 


I  bando  al  dia  desmayM 
refái 


CIPRIANO,  CURIN,  MOSCÓN. 
ikáéñit  tamos.  Moscón  t 

MOSCÓN. 

En  llegando  lo  fiabrémos.  ' 
Pero  mera  del  lugar 
Camina. 

Excusado  es 
Salimos  al  campo,  pues 
No  tenemos  que  estudiar, 

cimü.fo. 
Clarín ,  vele  p  casa. 

i  Y  yo? 

{Tú  te  hablas  de  quedar? 

LosUos  me,  habéis  dü  dejar. 

A  entrambos  nos  lo  mandó. 

{Vaaie  Clarh  w  Hoteoñ.) 


.  Los  truenos ,  los  relámpagos  y  rayos 

¡  Abortan  de  su  centre 
Los  asombros  que  ya  no  caben  dentro. 
Ot  nubes  todo  el  cielo  se  corona, 
Y  preñado  de  horrores ,  no  perdona 

'  El  riudii  co|>e[e  desLe  monte. 
Todo  nuestro  horizonte 
Es  ardiente  pinc«l  del  Moogibelo, 
Niebla  el  .sol,  humo  el  aire,  fuego  el  cie- 


llasta  el  mar  sobre  nubes  se  imagina 

Desesperada  ruina , 

PueBcres]K)  sobre  el  viento  en  leves  plu- 

Lepasa  por  pavesas  las  esDuinas.' [mas. 

Naufragando  una  naref 

En  todo  el  mar  parece  que  no  cabe ; 

Pues  elamnaro  mas  seguro  t  cierto 

Es  cuando  uuye  la  piedad  del  puTlo. 

El  clamor ,  el  asonfbro  y  el  gemido 

Fatal  presagio  bau  sido 

De  la  muerte  que  espera;  y  lo  que  tarda 

Es  pofqueeslé  muriendo  lo 


lo  que  aguar- 
[da. 


Y  aunen  ella  también  vienen  porienioa; 
No  son  lodos  de  cielos  y  elementos. 
Sin  duda  se  vistió  de  la  tormenta  ■. 
A  chocar  con  la  tierra 
Viene.  Ya  do  es  del  mar  solo  la  goerra, 
Pues  la  que  se  le  ofrece ,  . 
Un  peñasco  le  arrima  en  que  tropiece. 
Porque  la  e^umaen  sangre  se  salpique. 
(Suexa  la  lempeilad,  f  dan  vocet 
dealro.) 
Voeet  dentro. 
Que  nos  Tsmos  i  pique. 

DEUOKIO. 

En  una  tabla  quiero  .  {Dentro.) 

Salir  i  tierra ,  para  el  Cu  que  espero. 


{Para  ti.  Para  el  prodigio  que  inte 
Hoy  me  lia  importado  iTiigir 
Sobre  campos  de  T.aÜr , 
Esle  espantoso  porienlo; 
Y  en  fui-ma  desconocida 
De  la  que  otra  vez  me  vio , 
Cuando  en  este,  monte  yo 
Miré  mi  ciencia  excedida , 
Vengo  i  hacerle  nue«a  guerra, 
Valieodome  así  mrjor 

I  De  su  ingenio  y  de  su  amor.¡ 
Dulce  madre,  amada  tierra, 

I  Dame  amparo  contra  aquel 

I  Monstruo  que  de  ^  me  arroja. 

i  crea  uno. 

j  Pierde ,  amigo,  la  congoja 

I  Y  la  memMia  cruel 
De  tii,reeit>nlc  fortuna, 

I  Vieudo  en  tu  mavor  trabajo 

8ue  DO  hay  firmé  bien  debajo 
e  los  cercos  de  la  lana. 

DEMOHia. 

t  Quién  eres  lü ,  I  cuyas  plantas 
HI  fortuna  me  h*  iraido? 

CIPRIA  :io. 
Quien,  de  b  piedad  movido 
l)e  penas  y  ruinas  tantas , 
Serte  de  alivio  quisiera. 


Todo  mi  liien  he  perdido... 
Pero  sin  raxoo  me  quejo,    . 
Pues  ya  con  la  lida  dejo 
Mis  memorias  al  olvido. 

Ya  que  de  aquel  torbellino 
El  lerremoLii  cesA, 
V  el  cielo  i  su  p»  volvió. 
Manso ,  quieto  y  cristalino , 
Coi)  lal  priesa ,  que  su  gravé 
Enojo  nos  da  i  entender 
Que  solo  debió  de  ser 
Hasta  sumergir  tu  nave, 
Dime  quién  eres,  siquiera 
Por  la  piedad  que  me  daf. 

onomo.. 
Mas  de  lo  que  baa  visto  y  mu 
De  lo  que  aeMr  pudiera  ^ 
He  cuesta  el  llegar  aqnl; 
Que  en  mi  fortuna  cfuel  ■ 
La  menor  es  del  bajel. 
;Quleres  ver  al  es  derio  !    . 


SL 

Yo  soy,  pues  sabcrio  quieres, 
I  t)n  epilogo,  un  asombro 
'  De  ventoras  y  itesdíchasi 
I  Que  unas  pierdo  y  otras  lloro. 
'  Tan  galán  tul  por  misuartef 


!  Por  mi  hutre. 


I  hutre  lan  bernco. 

iz.dlyGOO^k 


Tan  Doble  por  mi  lioitir  ' 

Y  por  nii  iiigi^nio  l»n  docto , 
üde  aliciouuüa  i  mis  preuilai 
Va  r(.7 ,  el  ma^or  de  todos 
(l'ueslo  que  luüos  le  temen , 
M  le  ven  airado  el  rostro), 
Eu  lu  palacio  culiieriu 

De  diaiiiaiites  y  piropos 
(Y  auu  si  los  llaiiiue  estrella 
Paera  el  lilpértiulu  corlo  J,  . 
Me  Itaitió  talide  saro. 
Cavo  aplauMi  generoso 
He  di6  tan  gra>iile  soberl)!!,  . 
(Jiie  ciimppll  al  regio  solio , 
QueHemlo  iioiif  r  lasptantas 

Fué  bárharo  vtniriiitieiilo-. 
Castigado  lo  conozco. 
Loco  auduve ;  pero  fui'ra, 
ArrepeiitidOi'nias  loco; 
Has  (¡ulero  ei>  mi  ohstinacioa 
,   Coii.  mis  alientos  liriosi^a 
DeaiM'ñanne  de  liixurro , 
Que  retid  irme  di;  medroso» 
a  ruaron  lemt'rídades , 
Nu  me  vi  en  ella»  lan  solo , 
Que  de  sus  misinos  vasa'los 
^o  tuviese  mnchosvulQS. 
De  su  corte, en  lin,  vencido-, 
Aniiqne  en  parle  victoriulo, 
SM  arrojando  venenos 
Por  la  bucu  y  por  los  ojos , 

V  iiregonaiido  veiigaiiziis , 

l^graiiiiu  eij  las  gentes  suyas 
liiKullus',  muertes  j  rulioa. 
l.os  auclios  cam|H«  del  mar , 
Sangriento  pirata  corro, 
Ai'BOS  ya  dosus  bajíos, ' 

Y  liiMe  de  sus  escollas. 

Kn  a<|nel  hajel  que  el  viivito  . 
Disvaiiecíú  eu  leves  snplu-; 
Eu  aquel  bajel  que  el  mar 
Coavirti6  en  mlua  sin  |iolvo, 
Fsas  campañas  de  vidrio 
•tiu)'  corría  codiaiuso. 
Hasta  examinar  un  monte 
Piedra  i  piedra  y  ti-ouco  i  tronco; 
Porque  eu  él  uu  Immhrv  vive , 

V  i  buscarle  me  djs|iongo, 
A  que  cumiila  una  palabra , 

Une  t\  me  lia  dado  j  yo  le  otorgo. 
EaibiEtiúme  esla  lui''n>enui¡ 

V  auoque  pudo  prodigioso 

lli  higeuio  eufreiiar  i  un  tiempo 
Al  euro ,  al  cieno  ]  ti  noto , 
,\  Ko  qntM  desesperada , 
Por  otras  cansas,  por  oltos 
Fines,  convenirlos  boj 
'  En  rejal-jdoS  Tavonlos. 
{Ap.  Que  pode,  dije,  y  no  quise  : 
Aquí  de  su  ingenio  noto 
Los  riesgos,  pues  deata  suerte 
A  mlgicas  le  aHdono.) 
No  le  espantes  del  despecho , 
Ki  d«l  prodigio  tampoco  : 
De  aquel,  porque  yo  con  ira 
He  diera  muerte  i  mi  propio;  . 
Ni  deste ,  porque  eou  ciencia* 
Daré  al  sol  pilido  asombro. . 
Soy  en  la  magia  que  alcairio, 
El  registro  poderoso 
Desos  orbes  :  llnet  i  Unea 
Los  be  dlicarrido  lodos. 

Y  porque  no  te  júreica  ■ 

Sue  sin  ocasión  blasono, 
ira  si «  esU  mlsoto  lostaMe 
Quieres  que  lo  inculto  y  tosco 
Desie  Nembrot  de  pefiüqos. 


EL  HAGICD  PRODIGIOSO. 

Este  soy ,  huérfano  buésped 
Oestos  fresaos,  desms  cliopos; 
V  auui|ue  este  soy ,  1  tus  plantas 


.  . .11  estudio, 

Qoe  en  eiperlencias  abono ,' 
Trayén'düte  á  tu  albedrio 
(Ap.  Aquí  en  el  amor  le  toco) 
Cnanto  le  pida  el  deseo 
Has  avaro  y  codicioso. 
Y  en  tanto  que  no  le  aceptes. 
Va  de  cortés ,  ¡a  de  corlo , 
Págate  de  los  deseos. 
Si  es  que  en  ll  no  los  malogro ; 
UuK  por  la  piedad  qoe  muestras 
[Que  agradctco  y  que  coDOico), 
Seré  lu  amigo  tan  llrme , 
Que  ul  el  repetido  nwnstruo. 
De  sucesos,  la  Torlmia , 
Que  entre  baldones  y  elogios, ' 
Próspera  y  adversa  niuesloi 
Lo  avaro  y  lo  generoso; 
Ni  en  su  continua  tarea 
Corriendo  y  volando  á  ternas 
El  tiempo ,  «man  de  los  siglos ; 
Ni  el  cielo,  ni  e ! cielo  proprio. 


unao 


o  aqol  me  des  amparo ; 

Y  aun  lodo  aquesto  i'S  muy  |ioro 
¡  Para  lo  que  yo  Intereso , 

Si  mis  pensamientos  logi'U. 

Puedo  decir  que  al  mar  albricias  pida 
De  que  te  Itayas  ¡lerdido', 

Y  1  este  moiile  llegaras, 

.Ooode  veris  bien  claras  [ro. 

Muestras  de  la  amistad  que  ya  te  orrez- 
Si  feliz  por  mi  huésped  te  merezco  : 

Y  así-,  vente  conmigo ; 

Íue  bedeeslImarteporsegurosmlRO. 
i  huésped  hasde  ser,  mientras  quisic- 
Sertine  de  mi  casa.  [res 


Por  lojoT 


^Ya  me  quier 


Coif  los  brazos 
Firme  nuestra  ainísiad  eternos  lazi^s,  ' 
(Ap.  i  Ohsi  i  alcanzar  llegase     Ifi^ise! 
Que  aqueste  hombr^la  magia  me  ense- 
'  l'ues  con  éltaffaizl  mi  amor  podría 
En  parte  divertir  lu  penantia ; 
O  pudría  mi  amor  (luixá  con  «Ha 
En  todo  conseguir  la  causa  bella 
De  nit  rabia ,  mi  fnila  y  mi  tórnenlo ) 

DEHOKie.  (Ap.i 
Va  al  líbenlo  y  amor  le  miro  atento. 


Í:URIN  T  MOSCÓN ,  Mds  MO  par  tu 
parle,  eorritni:  —CiVVAKHO,  EL 
UEHONH). 

¡Ellla  vivo,  señor? 

■oscoN.  (AC/arin.)' 

¡  CiiHidades 
Gastas  por  novedades! 
Claro  está,  pues  le  miras,  que  esU  vivo. 


Pues  el  mirarle  ¿no  te  desen)Turi:i  T 

Estos  son  mis  criados,  — 
ík  qué  volvéis? 

A  darte  mas  cnfjdót 

DEMOtltO. 

Tienen  alegre  bumbr.         * 


Cansado,  porque  siempre  ikcíus  vie- 

íQuiéu  es  aqueste  liomhre, 
Se5ur! 

cieauBO. 
Un  huésped  mió,  i 


iPara  qué  quieres  huéspetfes  ahora! 

crpwisn.  (AIOcDiníifn.t 
Lo  que  merece  la.yalor  iftnora. 

Hl  señor  hace  bien.  /Has  de  heredsUe? 

No ;  pero  tiene  talle 

f.\  tal  huésped, si  aca.'M  no  me  enttatte. 

De  estarse  en  c^m  un  año  y  oiro  año. 

«De  qué  lo  iqrieres't 

(^nmido  aprisa  pasa 
lln  hiiéspeil.  decir  suelen  :•  No  hará  en 
Mucho  liuinu':a  y  de  atiuesle...     [casH 


Para  que  te  refiawt- 

De  tas  iru  del  mar  y  lus  pesares, 

Venté'  coomlBo. 


Voy* 
cirat*<(rt. 
Tu  deseauto  procuro. 

HH<WID.  (Ap.) 

Yo  tu  moerte. 
Y  pues  ya  he  eonseguiíto 
El  mirarme  contigo  intitiducido. 
Ir  i  alterar  mi  safia  determina 
De  Otra  suerte  también  la  de  Justina. 
(ron»  ViprbuM  f  el  Demeuio.) 


i  No  sabes  qué  be  pensado? 
1  ■    .  xoscon. 

¿Qué? 

cutint. 

Que  del  terremoto  Ija  reveiilado 

Algm  volcan  ¡que  aiadio  azufre  be  olí- 

■oscoH.  [do. 

Que  es  cllraéspeilliiiitinebapanciito. 

u,nt,zottb/C-.OOglC 


COHEDUS  DE  DON  PEDRO  CALDBBON  DE  L 

jgtnn*. 
llalli  putnM  gisu.  Hai  ji  (aflero 


iQué«T 

El  pobre  caballero 
Debe  de  teaer  sarna ,  ;  hase  unUdo 
COD  Dngñenlo  de  Mafíe. 

Ed  ello  bu  dado.  (Yante.) 

CiUa. 

ESCEIf  A  IX. 

LELIO.PABIO.    ' 


En  lo ,  1  fnelTM  i  esta  calle  ! 

La  vida  íD  ella  perdí, 
Y  vuelvo  i  bnicarla  aqnl : 
Qnien  amor  qoe  jo  li  halle. 
líj  de  mi! 


I  MI  i  ver  be  llefado 
otro  de  nocbe  ae  fla , 
Re  es  mucho  qoe  vo  de  dia 
Deiabogue  mi  cuidado. 
Retírate  Ifi,  porqué 
El  entrar  «oto  ei  mejor. 
Hi  padre  es  gobernador 
De  Antioquia :  bien  podré 
Con  este  aliento  j  la  ftirla 
Ooe  Ir  despeCapns  camina, 
Ed  caía  entrar  de  Justina , 

le  de  lu  Injuria.        (Van. 


EHZEIA  X. 

JUSTINAivJMffO.LELlO. 


Sefior,  qné  temeridad 
.  ObllgaT.. 

Cuando  me  abraao 
Tanto,  t  mis  celos  sujeto. 
No  lo  he  de  pstar  i  tu  honor. 
Perdona ,  que  con  mt  amof 
Ha  eaplrado  tu  reipeto. 

iPuei  cómo  tan  atrerldo    . 
Como  esto;  rurloso. 


Como  esto;  perdido. 

SJD  advenir  ;  sin  ver 
KE  escíndalo  que  da 
QueT... 


Mira,  Lelio,  mi  opinión. 

Justina,  eso  mejor/aera 
Que  tu  VI»  16  h)  dii«ra 
A  quien  por  ese  balcim 
Sale  de  noche.  No  quero 
Has  de  que  sepas  qae  s4 
Tus  liviandades,  porqué 
Henos  ingrato  j  severo 


Tub< 


tu  desden  mas  injusio 
Porque  tienes  oiro  gusto , 
Que  porque  tienes  bonoit 

Calla ,  calía ,  no  hables  ma^. 

Ni  quién  en  mí  orensa  mueve 
Paso  }  voz?  jTan  ciego  estki. 
Tan  atrevido,  tan  loco,- 

8ae  con  ungidas  quimeras , 
clipsar  las  iuc(-s  quieras 
Ooe  aun  al  sol  Uencn  en  pocol 
iUambre  de  mi  casa... 


Por  rol  balcón  T... 

HI 
Lo  diga ,  ingrata. 


Da  hombre  deMe  apoaealo 
Iba  i  salir  :  como  i^ 
Gente ,  embozado  volvió 
A  retirarse. 

En  el  viento 
Te  Unge  tu  (anlasfa 
Dusiooes. 

¡  Peua  brava ! 
lurrinik. 

tPues  de  noche  no  baalsha , 
elio ,  mas  también  de  dia 
Li  luí  quieres  engaüart 

añoÓM 


No  te  lo  quiero  excusar, 
Porque  la  hiocencla  mia , 
A  costa  desta  licencia . 
Desvanezca  la  apariencia    , 
De  la  noche  con  el  dia. 

BSGEIIA  Xn. 

USANDRO.— JOSTINA;  LEDO,  dfU- 


ivnmí.  {Ap.) 
Esto  me  faltaba. 
:  Aj  de  mi',  si  Lelio  sale , 
Estando  Lisaadro  aquí '. 


iQuétii 


ELf)EliOtil0.p«rlapiieTtsqiie  etldá 
eipaUa»  de  Juttma.  —  Dwbds. 
viuomo.  (A/i.) 
Acudiendo  mi  hiror 
A  los  doi  cargos  que  lei^, 
A  esta  casa  1  entablar  vengo 
El  escándalo  major 
Del  mundo;  j  pues  ya  este  amaue 
Tan  despechado  v  tan  ciego 
Está ,  avívese  su  mrgo. 
Ponerme  quiero  delante , 
V  como  bujeado ,  düSptiel 
De  ser  visto ,  retirarme. 
[Hace  cerno  que  va  i  laBr ,  y  eit  viin- 
dole  l-e¡U>,  »e  rebna  g  vuelte  ó  e»- 

jrsTuu. 
Hombre ,  i  vieues  i  matarme  T 

No,  lino  á morir. 


Los.engañoa  injoa  veo. 
Di  ahora  qiM  mi  deseo 
HiiobHttsbahí 


Pasar  no  puedo  adelante. 

(Aparece  Lelio  á  U¡  puerta  del  atarte.) 

LELIO.  (Ap,) 

Abara  acabo  de  creer 
Que  sombras  los  celos  hacen , 
Pues  no  esU  en  este  aposento, 
NI  Invo  por  donde  ecfaane 
El  hombre  que  vi. 

nsTiKa.  (Áp.  d  Uliú.) 

Hostigas, 

Lelio ,  que  esti  aquí  mi  padre. 


usikxiiao. 
Tenso  el  dolor  mas  sensible. 
Traigo  la  pena  mas  grave, 
"ne  vio  la  dema  piedad , 

ra  ejemptoi  misArableí, 
Con  que  la  cnieldid  se  bali 
De  tanta  lanceóle  sangre. 
Al  Oobemador  envía 
B1  César  Vedo  inviolable 
CndecKfo...  H>^ 


,.,L,oog 


sT 


mniu.  (dp,) 
iQoIén  rió  peo*  semeJioieT 
Liundro,  compadecido 
l>e  los  crtetianos  nlirajes, 
Coamigo  bKbU ,  tío  saber 

Soe  Lelio  puede  eicaclMrle , 
i)o  del  Gobernador. 

LBANttkO, 

En  fln ,  Instlni... 

jutniu. 
No  pues. 
Señor,  ñ  asi  bas  de  sentirlo, 
Coa  el  dUcnrao  adelanle. 
.  Lisommo. 
Déjame  ifue  le  repli* ; 
Que  Gontrgo,  es  ativiarle. 
h»  i\  manda... 

No  prosigas, 
Cjiando,  es  tin  justo  que  eiigaBes 
To  vejez  cou  ma$  sosiego. 

LisANna, 
Cuando,  porque  me  acom|iaBct 
En  los  sentimientos  tí  tos 
Que  basta»  para  matarme. 
Te  doy  cuenta  del  decrelo 
Has  cruel  que  vio  la  mtrgeu 
Di'l  Tiber.  con  sangre  escrito 
Para  manchar  sus  cristales , 
i  He  diviertes '.  De  otra  suerte 
Solías ,  Justina ,  escucbarthe 
KÍH3»  lástimas.' 


LEUQ.  {Ap.  a¡paño.) 
Kooisolodoloqueliablan, 

Sino  desiroucado  i  parles. 


rLORo.  (Ap.) 
Ucencia  b'ene  un  celoso 
Que  llega  i  de^iigañarse 
De  unaliipócrita  virtud , 
Kn  qne  mas  resuetos  guarde. ' 
Con  esLe  intento  basta  aqui... 
Has  con  ella  está  su  padre  ; 
Esperaré,  otra  ocasión. 

íQuién  pisa  aquestos  umbralesT 

(Ap.  Va  no  es  posible  ¡  ay  de  mí'. 
Que  me  vuelva  sin  hablarle. 
Darílaalgniu  disculpa.) 
Yo  soj... 

jTúeD  mi  casa? 

Atablarte 
Vengo ,  tí  me  das  licencia , 
Sobre  un  negocio  importante. 

JtaTUIA.  (.4;.) 

Duélete,  de  mi ,  fortuna ; 
Que  son  estos  muchos  lancea. 

LiSAnnao. 
Pues  i qné  mandas? 

noKo.  (4p.) 

1  Qué  diré 
Que  ilesie  empello  me  saque? 


EL  HAGICO  PRODIGIOSO- 
IXL».  (-4I/W*..)    ■ 
¡Floro  en  casa  de  Justina 
Coa  libertad  entra  j  sale  I 
SI  SOD  fingidos  aquellos 
CebM,  ja  estos  sod  lerdades. 

USUDIO. 

Hadado  traes  et  color. 

No  te  admires,  no  le  espantes, 

8ue  vengo  1  darte  un  aviso, 
ue  es  1  la  vida  Importante, 
De  un  enemigo  qae  tienei. 
Que  de  tu  moerte  en  alcackce 
Anda.  Esto  basta  que  diga. 

<Ap.  Slirduda  qo»  Plortí  sabe 
Que  ;o  soy  cristiano,  y -viene 
Con  esta  causa  á  avisarme 
De  mi  peligro.)  Pros^oe , 
Y  nada,  Horo ,  me  calle*. 


Sefior,  el  Gobenador 

He  ha  mandado  que  te  tlsme , 

Y  i  la  puerta  esta  esperando. 

FLoao. 
Mejor  teri  que  yo  aguarde  : 
(Ap.  Pensaré  eo  unto  el  mgabo) 

Y  a»l  es  bieu  que  le  despaches. 

USÁNDRO. 

Estimo  Ui  corléela. 
Aqui  Tolveré  al  tosíanle. 

(PoBM  Uimdr»  v./Mi.) 

ESCENA  ZV. 

JUSTINA ;  FLORO;  LELIO,-  al  paña. 

lEres  tula  virtuosa, 
Que  i  las  lisonjas  suaves 
Del  templado  viento  llamas 
Descomedidosul  trajes  ? 
Pues  ¿cúmo  de  tu  recato. 

Y  de  tu  casa  las  Uavea 
Rendiste? 

Floro, delente  : 
No  tan  descortés  agravies 
Opinión  de  quien  etsiA 
Hiio  .el  mas  costoso  examen 
De  pura  y  limpia. 

Ya  llega 
Aquesa  vanidad  larde , 
Ehies  ya  yo  sé  t  oniéa  hasilido 
Libre  ea  irada... 

iQné  asi  bables? 

Por  na  balcón. 


iQue  asi  me  trates? 


LHJO.  (Ap.) 
Floro,  no  fué  el  del  balcoo. 
Sin  duda  que  hay  otro  amanta, 
Puesto  que  ni  él  ni  yo  fuimoi. 


tQÚe  noble  mtijer  le  llanei, 
uando  i  tus  tn-aios  le  admite*, 

Y  por  tus  balconea  sale  I 
Rindióte  el  poder)  qne  cono 
Es  goberuador  su  padre. 

Te  IteTó  la  vanidad 

De  ver  que  k  AaiJoquia  mande.. . 

uuo.  <.1f .) 
De  mi  habla. 

rLOio. 

Otrot  derectos  mM  grandes , 

Sue  la  autoridad  etkñibre 
u  sos  costuntbrea  y  sai4[r«.  - 

(Solí  Ulie.) 

Floro,  detente, 

Y  no  en  mi  anar-ncia  me  agravie* ; 

Sue  habbrdel  competidor 
al ,  es  de  pecBos  cobardes. 

Y  salgo  I  que  no  prosigas. 
Corrido  de  Untos  lances 
Como  contigo  be  taiido. 
Sin  que  eu  ninguno  te  mate. 

ICBTINk 

iQuIén ,  sin  culpa,  se  vlú  annea 
En  tao  peligroMs  lancea? 

Cnanto  yo  de  ti  dijera 
Detras,  le  diré  delante , 

Y  et  verdad  no  sospechosa. 

{Empuña»  lat  apaiat.) 

Tente,  Lello;  Floro,  ;qné  haces? 

Tomar  la  saiisraccion 
Adonde  escucho  el  desaire. 


Soslenlaré  lo  que  dije 
Donde  lo  dije. 

IIMTIItJl. 

I  Libradme , 
Cteloa ,  de  laaus  fónunaa ! 

V  yo  sabré  castigarte. 

E8CEIU.  XVL 


TODOS  LOS  oca  SALUI. 

Teoéot. 

¡AybireUce! 
coaniiitsoa. 

Jai  es  esto?  Has  ¿no  es  bastante 
icio  eapadat  desnudas. 
Para  que  pueda  luTormarme  T 

Qué  desdicha  I 


„JÍÍt?S^le 


cmiEmiDOn. 
Basle ,  l.elio,  baste. 
Til  inquino .  sieudo  lai  bijo 
i  ü  lie  mi  favor  le  vales 
•ar;i  allenir  i  Aiitioqiiia? 


Strior,  adviene... 

fiOBEHMDOR. 

Llevn  liles ; 
Que  no  lia  de  balwr  Mcepcioo , 
M  tiriiilenlM  de  sangre, 
r»ni  nD  ÍRiialar  caBl^gos, 
Pues  sosias  colpas  iguales. 

LEiio.  lAp.) 
Celos  irsje ,  y  HfO  üRravios, 

FLoao.  {Ap.) 
Venas  i  penas  se  añaden. 

En  difüff mes  prisiones , 
'  \  cníi  ueute  que  los  guarde, 
A  los  dos  fiieil.— V  vos , 
l.isniíilni ,  i,ian  nobles  parles 
I-:»  ¡•nuM'-  que  manchéis, 
Sqriiendot.  . 

usAiiono. 
No.Douseiigariei 
npslambradas  apariencias, 
l'orque  Jiisliiia  nó  sahe 


:OME0IAS  DIv  DON  P£DRO  CALDEiKW  DK 

,      IVSTIM. 

Para  acrisolar  verdades. 

MSUtDRO. 

Por  lo  que  vi  te  condeno.   ■ 

jusrixA. 
Yo  k  ti  por  lo  que  ignoraste. 

USANDKO. 

que  vo;  marieodo, 


Donde  mi  dolor  me  acabe.  . 


^Dentroeiisticasa 
Queréis  que  viva  ignorante, 
Hoxos  ell(» ,  y  ella  hermosaT 
En  peligro  tan  culpable 
He  lemplo ,  porque  no  digan 
Que  sentencio  como  parle. 
Siendo  apasionado  juex ;    . 
Mas  vos  que  esto  ocasionasteis . 
Va  perdida  la  veigüenza. 
Sé  que  volveréis  i  darme 
DiMsinn  (que  la  ih-soo^ 
Para  ijne  nns  di'Sciigaüeii 
De  vnesira  virtud  mentida 
Verdatlera»  Üviamlartes. 
{Vantf  el  Gobrraadnr g  la  gente,! 
Lrliii  ¡/ Fhro.) 

ESCENA  XVII. 
JliSTINA.USANORd. 

HU  lágrímas  os  rr^iniiduii. 

■.isANnnii. 
Ta  lloras  sin  Mil*  j  tarde. 
¡Uh  qué  nial ,  Jusilna,  hice 
ICIdlaqueailuriarailH 
Uegoi  qnien  rrasl  lOh  nuitC!) 
Te  cunura  que  en  la  mirgen 

De  on  arrojo ,  eñ '" 

Fntsle  parlo  de  a 


Yo... 


Los  cielos  han  ik  abonarme. 


Vara  castigar  dcDuii 


Desde  que  en  tu  casa  eiuré , 

Te  he  visio  sin  aleafla  : 

Profunda  melancolía 

Kn  in  semlilanlc  se  ve. 

Tu  alivii)  lio  es  bien  que  estorbes, 

Queiiéiidomelo  ocultar, 

Pues  sabr¿  destacbon^c 

La  clavaiou  de  los  orbes. 

Por  solo  el  menor  deseo 

Que  te  ofenda  y  te  tatlgiic. 

cnviMO. 
No  babri  niSglca  que  olilitíno 
Al  impotílilu  ipie  M<) : 
Son  mis  ansias  inMices. 

Tu  amistad  me  las  roiitlese. 

ciriuATHi. 
Quiero  i  una  mujer. 


El  imposible  que  dices  T 

SI  l6  supieras  quién  es... 
CEMOÜID. 

Curiosa  atención  te  doy, 
HiéiUras  que  hurlando  esioj 
De  que  tan  cobarde  estés. 

La  hermosa  cuna  teropraiid 
I  Del  infanti'  sul  que  enjuga 
'  Lagrimas  cuaudomadru^'u, 
Vestida.de  nieve  y  grana ; 
La  verde  pri»on  ufana    ' 
De  la  rosa  cuando  avisa 
Que  ya  sus  jardint's  pisa ' 
Abril,  y  entre  mansos  hielos 
Al  allú  es  llanto  en  los  cielos , 
1 1,0  que  rs  en  los  campos  risa; 
I  El  detenido  arroyuelo, 
i  Que  el  murmurar  mas  suave 
I  Aun  entre  dientes  no  sabe,  . 


k:s  estrella  de  coral; 

Elavp,'quellberal 
{  Vestir  ifiaUces  presuma , 
I  Veloz  citara  de  pluní* 
I  Al  órgano  de  cristal ;    - 
:  ti  risco  que  al  «ol  engaib , 
■  Si  á  dei'retirle  se  atreve, 
'  l>ni<s{{:isIíindok-la  nii've, 

.Niili-gltsialamonialia: 

t-:l  luitrel  (|ue  el  |iié  se  Im&s 


iBige 


LA  BARCA, 

>  'Ron  la  nieve  qve-atn^idhi, 
■  :  Y  verde  Narciso  della, 

Duria  sin  temer  desmajos, 

Eo  esta  parte  los-i-ayos , 

Y  los  hielas  en  aquella ; 

Al  Un, cuna, giaiia, nieve. 
Campo,  sol,  arroyo,  rosa. 
Ave  que  canta  amorosa. 
Risa  que  alióTares  llueve. 
Clavel qUe  tristalts  helie ,. 
Pe  Basco  sin  deshacer, 

Y  laurel  que  sale  fl  tir 

Si  hay  rayos  que  le  coronen , 
Sqn  las  partes  que  comiioneu 
A  esta  divina  iñnjer. 
Estoy  tan  ciego  ;  perdido . 
Porque  mi  pena  te  asombre. 
Que  [lOT  parecer  i  otro  hombre , 
Me  engailé  con  1 1  vestido. 
Jlis  estudios  di  al  olvido 
Como  al  vulgo  mj  opinión  , 
t '  Kl  discurso  i  mi  pasión . 
I  A  mi  llanto  el  sentimienlo , 
I  Uis  esperantas  al  vienlo, 
I  Y  al  desprecio  uii  rawMi. 
I  Dije  (y  haré  lo  que  dije) 
I  Que  ofreciera  liberal 
i  El  alma  i  un  genio  itifi-rnat 
I  ( De  aquí  mi  pasión  colige ) ,  _ 

Porque  esieuom- ■■  "■"■ 

IPremiasecon  mc-iri..ii.i, 
I  pero  es  vana  mi  quiiela, 
I  T;inlo  (|ue  pvcsuino  que  e« 
i  Kl  alma  corto  ínteres, 
]  Pues  no  me  ta  dun  por  ella. 
I  »Eao.'<io. 

jTu  valor  ha  de  seguir 
Los  pasos  desesperados 
!  De  amantes  que  s<-  acob^irdau 
'  Vm  los  primeros  asaltos? 
'  ¡Tan  lejos  ejempl-*  viven 
<  Ue  belleías  que  postraron 
I  Su  vanidad  i  los  ruegos. 
I  Su  altivez  A  los  iialagos? 
'  ¡OufiTes  lograr  tus  iteieos. 
Siendo  su  prisión  tus  hraxusT 

ijEsoduilas? 


■  [dos  allá  fuera  i-nlranihos. 

I  Yo  obedewo. 

'  Y  yo  lamlilen. 

f  ^.  El  tal  huésped  es  el  diablo.) 
¡  (t»c6a4eif  f 

le  fueron. 

cKUonio.  (jip.) 
Poco  importa 
Que  Clarin  se  haya  quedado. 

ESCENA  XIX. 


Va  sohis  estamos. 
nt.zodb/GoOglC 


Por  gbzir  i  esu  mujer, 
AcieU  dijeron  tus  labios , 
Uue  durit  el  alma. 


{^eijo  leacepioelcoiiirato.   . 

Cl  MIAÑO. 

iQoédicei? 


r.omu  |iu<'üu  tiiiilo , 
Oue  te  eiisefiarc  una  ciiriicia 
tion  qoe  podrís  t  Lu  niaudo 
TrKr  )•  miger  que  adoras; 
(jae  JO,  aaiique  laii  docto  y  sabio . 
Traerli  para  otro  oo  iiaedo. 
Las  etcnturas  hagamos 
Auie  DDSüires  dos  mismos. 

j,Oaiores  i!on  nneros  agravios 

¡tibiarlas  pifias diIjíT 

Lo  (lue  ottecl  está  en  mi  maito , 

IVrii  lo  nuir  Ib  me  ofreces 

Ni)  <-sli  eu  la  lava ,  fines  liallo 

Que  s()l.re  el  libre  altieilrio 

Ni  liiy  conjuros,  ni  liay  enraolo]*.' 

DEIINIU. 

UaMne  la  c¿dul:i  tú    ' 
Cou  lal  coodicioii. 

cuRia.  (Ap.  al  paño.) 
¡Mal  año!     ' 
SegDU  k>  ()uc  sliora  tie  lísto , 
.  >a  es  uay  holio.aqueste  diablo. 
iVo  darle  cédula :  Aunque 
Se  me  estuvieaiii  mía  cuartos 
Sin  alquilar  veiiiie  siglos , 
No  la  Hiciera. 

Los  engafios 
Soo  para  atrgn-E  amigos , 
No  para  des  euii  Dados. 

Quiero  darte  en  testimonio 
De  lo  qui-  JO  ])ut(lo  y  valgo , 
k\gan  lint  i  cío,  aun(|ue  sea 
De  mi  podi-r  breve  rasgo. 
¿Qué  Tes  d«SLa  galeriar 


jQoé  ea  lo  que  mas  te  ba  agradado  t 


Soberbio  conipeifdor 
D«  la  MtaUon  de  -los  aSot, 
Qoe  te  coronas  de  nuhes. 
Por  bmto  rey  de  los  campot  i 
Deja  el  «leio,  mide  rl  viento  ; 
Mira  qne  soj  qtilen  te  llamo. 
V  mira  t&sl  *  una  dama 
Traerla',  ai  jo  1  nn  monte  traigo. 
(Máidtt  V»  monte  it  m»b  partt  á  el 


ro.) 


aútitt 

:  No  tI  mas  cooroso  asombro ! 
No  TÍ  pTOdigto  mas  raro  \ 


EL  HAGICO  prodigioso. 

I  auau.  {Ap.)    . 

'  Cor  el  espanto  j  el  miedo 

I  l£Uoj  dos  veces  temblando. 

ciraiuio. 
P|^aro  qoe  at  viento  vuelas , 
Sifndu  los  pimnas  (us  ramos ;  . 

I  Bajel  que  en  el  viento  suicas, 

i  Siendo  jarcias  tus  peuachos. 
Vuélvele  1  Ui  centro ,  j  deja 

'  La  admiración  ;  él  espaato. 

I  (VuiJvue eimttUe i  tulugar primer: 

:  SI  esta  ao  es  prueba  bastaote , 
I  Pronuncien  otra  mis  labios. 
¿Quieres  ver  esa  mujer 
I  Que  adírtasí 


'  Pues  rasgando 

Las  duras  entrañas,  tü, 
-  Hoiislruo  de  elemeutos  cuatro, 
\  Haniüesta  la  hermosura 
,  Que  en,  tu  oscuro  ceotro  guardo. 
i  [,^)Tue  ua  peñatee ,  n  aparece  hulina 
I  áurmienio.) 

'  ¿Es  aquella  la  que  jidorast 

.  Aquella  es  la  qne  idolatro. 


Divino  Imposible  mió. 
Hay  serln  centro  lus  lirazos 
De  mi  amor,  bebiendo  el  sol 
Lúa  1  luí  y  rayo  1  rayo. 

DEMOMO.. 

Detente,  que  hasBi  qne  Drmes 
La  palabra  que' me  has  dado. 
No  puedes  locarla. 

{Quiere  llegar,  g  eiirrase  elpeñateii.) 
cipaum. 

Parda  nube  del  mas  claro 

Sol  que  amaneció  a  mis  dichas.— 

Nai  con  el  viento  me  abraio. — 

Va  creo  tus  ciénidas,  ya 

ConUeso  que  soy  lu  esclavo. 

¿Qué  quieres  que  haga  por  ti! 

ííuémepldesV 

aaaoxiq. 

Por  resguardo 
(Toa  cédula  Armada 
Coa  tu  sangre  y  de  la  maoo. 

CLAin.  (Ap.) 
Eí  alma  le  diera  yo, 
Por  DO  baberme  aqal  <ptedailo. 

cirauNo. 
PIhiu  aerl  esie  puBal, 
Papel  esLe  Uenao  bhmoo, 

Y  unta  para  escríUrh)   . 

La  sangr»  e«  ya  de  mit  braioa. 
(Eteribi  M«  Ja  d«f «  ei  p(  lietuo,  Ao- 
biéndate  ttcaáe  »a»gre  i«  mn  brota.) 
tAp.  ¡Quéhielo!quéhorror!qaéaiom- 
Oigo  to  el  oran  Cipríauo,   .    -  [bro'> 
Que  daré  el  alma  lumonal 
(Qoérrenesi:  ¡quéleUi^!) 
A  qalea  me  eti«eíiare  ciencias 
í  i  Qué  confusiones !  qué  espacios '. ) ' 
Con  que  pueda  atraer  1  mi 
A  Jusihiá.  dueño  ingrato: 

Y  lo  flrmii  de  mi  nombre. 


I  (Ap.  Y  a  se  rindió,  i  mis  engaSes 
El  homenaje  valieule, 
Donde  estaban  tremolando 


!l  homenaje  valieule, 
hmde  estaban  tremola 
SI  «físcurso  y  la  raiou.j 


Pues  tuyo  es  el  sol  qoe  adoras. 

cmuHO. 
Tuya  por  elernos  a&oi 
Es  el  alma  que  te  ofreico. 

Alma  con  alma  te  pago , 
Pues  por  la  luya  le  ooy 
La  de  Justina. 

cirauxo. 
¿Qué  Unto 
Témino  para  eosellarme 
La  maiija  lonasf  - 

PIUOHID, 

Un  alio. 


Qoe  en  una  cueva  encerrados,- 

Sin  estudiar  otra  cosa , 

Hemos  de  vivir  eiitranfbos  ' 

Sirviéndonos  solamente 

A  los  dos'  este  críado ,  (Saca  é  Ciaría.) 

Qoe  curioso  se  qaedbV 

Pues  con  nosotros  llevando 

Su  persona ,  este  secreto 

Des  la  suene  aseguramos. 

CLAIIH.  {Ap.) 
jOh  nunca  yo  me  quedara! 
¿Que  habiendo  veduoe  tantos 

Se  acechen,  dq  baya  demotirn 
B  venga  al  punto¿  ilevarlos? 

CIPRIANO. 

Estl  bien.  Dos  dichas  junlas 
Ingenio  y  amor  lograron. 
Pues  Justina  serA-mia  ,     . 
V  yo  vendré  ü  ser  espanto 
Del  mundo  con  nueras  ciencias. 

DlNONIO.    '  . 

No  salló  mi  intento  vano. 

El  mío  si. 

Ven  con' nosotros. 
(Áf.  Ta  vencí  eL  mayor  cootrarfo.) 

ciPBiana. 

Dlebotos  aeréis ,  deseos , 

SI  lal  posesión  alcanzo. 

DiHomo. 

ÍAp.  No  ha  de  sosegar  mi  envidia 
lasta  qn^  los  gaue  1  eolnmbaa.) 
Vamos,  y  de  aqueste  monte 
En  lo  oculto  y  lo  Intrincado 
Oirls  la  primer  Ilcioo 
Hoy  de  la  giagica. 

DrNiaNO, 

Que  coa  tal  maestro  mi  Ingenio, 
Hi  amor  con  dueflo  un  alto, 
Elerao  serl  en  el  mundo 
El  mlgico  Cipriano. 


b/Googlc 


CüHBtMAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA 
JORNADA  TERCERA.         u  «)»d  del  wi  qbe  i 

Puea  corriendo  leloi  i  tu  discurso , 
.Con  el  rápido  curso, 
B.  En  tí  fomlo  na»  initi.  i^^  j¡e]oa  cad»  día , 

Retrocediendo  st^mpre^  la  porfifl 
bel  natural,  eii  qae  m  juxe'  '^^^ 
El  término  tául  cumple  bo;  del  año ; 
Lograr  mil  aosiai  quiero  ,- 
AtrMendoimlvoielbieLiqaeí  . 
Hojr  la  rara,  hoy  ln  hella,  boj  U  ditlna , 
Hoy  I*  beróiou  JubI'~' 
En  repelido*  labios 


aPRlANO. 
Inórala  beldad  aila, 
Llegó  el  felii .  llegó. el  dichoso  día. 
Linea  de  mi  esperanza , 
Término  de  mi  amor  j  lu  mudania , 
Pnes  boj  >eri  el  poUrero 
Eüi  que  trionbr  de  tu  deideo  cflpao. 
Este  monte  «leTado 
Bn  «I  mismo  al  alcázar  estrellado, 
Y  amiesU  cuen  oscura , 
De  dos  vItos  funesta  sepultara. 
Escuela  ruda  bao  sido 
Dond*  la  docta  tai^ict  he  aprendido , 
Bn  qne  tanto  me  muestro , 

?ne  puedo  dar  Icccioit  i  mi  maestro, 
triando  ja  quu  lioj  una  «uelu  entera 
Cumple  elsol  de  una  esfera  en  otra  es- 
A  eiaoiioar  de  mispr  islonessalgo  [fera. 


BARCA. 

Haber  IM  cienelas  bijM  aprendido. 
Porque,  en  Jin,  no  le  be  hecho 
Cédula  con  la  sanfire  lie  mi  pecho. 
En  este  lienzo  uliora 

(Saca  un  lienia  lucio )    \\U>t») 
(^un(^a  le  trae  mas  limpio  quiea  bieu 
La  haré,  para  qup  mas  te  escandalices. 
Dándome  un  inojicoo  en  las  uriceti 
Oue  no  será  emliarazo 
&tlír  de  tas  narices  ú  del  brazo. 
[Eicr^  en  el  He%ioe»»et  4<d»,  ka- 
biénéóu  heelta  un/re.). 


Conla  loi  lo  que  puedo  j  loquen 
Hennosos  cielos  puros. 
Atended  t  mis  mágicos  conjuros; 


Blandos  aires  veloces, 
Parad  al  sabioesirueudodemlSTOces; 
Gran  pe&asco  violento , 
Estremécete  al  ruido  de  mi  acento; 
Duros  troncos  vestidos, 
Asombrios  al  horror  de  mis  gemidos ; 
Floridas  plaoias  bellas, 
Al  04»  os  asustad  de  mti  querellas ; 
DulCM  huioras  aves. 
La  acción  temed  de  mis  prodigios  era- 
Bárbaras,  crueles  fieras,  ^<^S! 
mirad  las  señas  de  mi  tba  primeras, 
Porque  ci^os,  turbados. 


El  estudio  inrernal  de  Cipriano, 

ESCENA  U. 

BL  DEMONIO.  —  CIPRIASO. 


«L  qiu; , uauíiuu U11  a  *i-a< 
as  que  de  mi  preci'lo, 
On<tné  fio,  iiorqnc  causa,}  i  qnéefelo 

Osado  ú  Ignorante, 

Sales  S  ver  del  sol  la  tai  brlllantet 

Viendo  qne  j»  yo  puedo 

Al  infleroo  poner  asombro  ;  miedo, 

l'nes  con  tanto  e  ni  ¡Indo 

La  mágica  he  estudiado, 

Qne  aun  tú  mtsmo  no  puedes 

Decir,  si  «sque  metguiílas.quemeev 

Viendo  qne  ya  no  haj  parle      [cedí  s ; 

Della,  que  con  fatiga,  estudio  j  arte 

Yo  no  la  baja  aioanzadn. 

Pues  fa  nigromancia  lie  [leneirailo, 

Cuifas  lloe-is  oscuras 

He  abríriu  tas  Tuiíesias  si'patinras. 

Haciendo  que  su  centro 

Aborte  los  cadáveres ,  que  dentro 

Viniwnente  encierra 

1^  avarienta,  codicia  de  la  tierra , 

itespoodlendii  por  pontos 

A  Mi*  Tooet  los  pálidüs  difuntos; 


Llamada  de  mi  amor,  vendrá á  mis  bra- 

8ue  permitir  no  creo  [«» ; 

edilacioo  un  punto  á  vA  deseo. 

CEUONIO. 

NI  TO  que  te  permliaa 

Quiero,  si  es  este  el  fin  que  solicitas. 

Con  caracteres  mudos 

La  tierra  linea  pues,  T  con   gados 

Conjuros  hiere  el  viento, 

A  lu  esperanza  j  á  lu  amor  atento. 

Pnes  allfnw  retiro. 
Donde  verás  que  cielo  j  Üerra  admiro. 
(V«í.) 

DEHOniO. 

;  V  JO  te  doj  licencia. 
Porque  sé  de  tu  ciencia  j  de  mi  ciencia 
Que  el  intlernolnclj-menle,    . 

I A  tus  invocaciones  obediente , 
Podra  por  mi  entregarte 

,  A  la  hermosa  Justina  en  esta  parte ; 

8ue  aunque  el  gran  poder  mió 
o  puede  hacer  vasallo  un  albedrlo. 
Puede  representa  i  le 
Tan  eiirai^oa  deleites .  que  se  halle 
Empeñado  á  buscarlos, 
y  inclinarlos  podré,  si  no  fnnatlot. 

""feSCENA  m. 
CURIN.  —  EL  DEMONIO. 


lógrala  deidad  mia, 
No  Libia  ardiente,  sino  Liiia  ftia, 
LlegA  el  plaio  en  que  us|ii-ro 
Alcanzar  si  tu  amor  es  verdadero; 

Pues  ja  sé  lo  que  hasta 
I  Para  ver  si  eres  casta,  ó  haces  casta ; 
I  Que  con  tanio  cuidado 
I  Aqui  la  ciencia  mágica  lie  estudiado. 
I  Que  porellá  he  de  Terdaj  ilc  mi  IMstc!) 
I  Si  con  Moscón  acaso  me  ofendisli'. 
;  Aguados  cielos  (ta  otro  dijo  puros), 
I  Atended  á  mis  lóbregos  conjuros : 
I  Montes... 

{  DUOltlO. 

i  Clarín,  iqué  es  eso  T 

'  cuni:<. 

I  i  Oh  sabio  maestro! 

I  f^)r  la  concomitancia  estoy  tan  diestro 

I  En  la  magia,  que  quiera  ver  por  ella 
Si  Livia.lan  ingrata  como  bella. 
Comete  alguna  vez  snpereberia 

'  En  la  fatal  estancia  de  mi  día. 


Asiste  álu  señor,  para  que  veas 
'  (Si  tanta  admiración  lograr  deseas] 
r.l  Qnile  Ku  cuidado; 
Que  sulo  quiero  estar. 


Yo  to  haré  :  no  te  Hieres. 

Pues  que  tomar  mi  cédula  no  quieres 

Cuando  darla  procuro, 

Shi  duda  que  me  tieoea  por  seguro. 

iVaie.) 


EL  DEMONIO. 
Ea ,  Infernal  abismo ,        • 
Desesperado  imperio  de  ti  missao. 
De  lu  prisioo  lofirala 
Tus  lascivos  espíritus  desata. 
Amenazando  ruina 
Al  virgen  edillcio  de  Justina. 
De  miltorpes  Aniasmas  que  en  el  viento 
Su  casto  pensamiento 
Hoj  se  Ibrme,  su  honesta  f. ¡nlasia 
Se  llene;  j  con  dulcisima  armonía 
Todo  provoque  amores. 
Los  pájaros,  las  plantas  j  las  Dores. 
Nada  miren  sus  ojos. 
Que  no  sean  de  amordulcesdespojos; 
Nada  oigan  sns  oídos,   • 
Que  no  sean  de  amor  liemos  gemidos ; 
Piirque  sin  que  defensa  en  sn  fe.leaga , 
Hoj  á  buscar  á  Cipilüiin  venga, 
1  De  sn  ciencia  invocada , 
V  de  mi  cíe  [{O  espíritu  guiada. 


é.  porque  empiece  vt 


\vst,.] 


JUSTINA ;  udsicA ,  denír*. 
(Cantan  deiOra.) 


Amfr,  OMOT. 

Na  hay  tugelo  n  qne  no  impt 
El  fuego  de  qmer  tu  llama , 
Puet  vite  mat  dondr  ama 
El  hombre,  que  tiende  anima. 
Amor  solammle  ftlima 
Cuanto  ¡ejier  riúa  *abe. 
El  tronco,  la  Por  y  el  ave : 


Dee 


Araor,  amor. 
jesrm,  (ktambradtt  t.ia^nitla.) 
Pesada  imaftinacion . 
Al  parecer  lisonjera , 
I  j,  Cuándo  le  be  «Mo  octsiod 

,nt,z9db,G00glc      . 


Pin  que  desU  roueni 
Aní}Mni<  coraMwr 

tCuil  es  la  causa ,  en  rigor, 
esie  fuego,  desie  ardor. 
.Qae  en  mí  por  iasiaatea  creceT 
¡Qué  dolor  el  qoe  padece 
Mi  jeuüdoT 

coto.  (Dewlra.) 


(SttetináMe.) 
Aquel  ruiseñor  imaaU 
Es  quien  respuesta  me  da. 
Enamorando  consiaule 
A  su  consorte,  que  esti 
Un  raroo  mas  adeiante. 
Caila ,  ruiteAor;  no  aquí 
Imaeiiiar  me  hagas  ja. 
Por  las  quejas  i|ue  le  ol, 
C6mn  un  hombre  sentirá. 
Si  siente  un  píijaro  agí. 
Has  no  :  una  vid  fué  lasciva. 
Que  buscando  ruffitiri 
Va  er  [ronco  douae  se  enlace. 
Siendo  el  verdor  ouu  que  abrace, 
El  peso  con  que  derriba. 
No  asi  con  lentes  abrazos 
Me  hagas  pensar  en  quien  amas, ' 
Vid;  qui-  dudaré  en  tus  lazos, 
Ki  asi  abrazan  ^iias  ramas, 
romo  línramai)  unos  braios. 

Aquel  girasol ,  que  está' 
Vii'iidii  cara  1  cara  al  sol , 
Tras  cuyo  lif  rmoso  arrebol 
Siempre  moviéndose  va. 


i.iuseí 


EL  MÁGICO  PHODIGIOSO. 
,  Pero  si  fiíera  piedad , 
'  La  misml  piedad  tuviera 
;  De  Lello  <f  Floro,  en  verdad; 
I  Pues  en  una  prisión  (iera 
I  Por  mi  están  sin  libertad,   (SotUgate) 

Has,  ¡3}  discursos!  parad  : 

Sí  basta  stf  filedad  «ola , 

h'o  acompañeii  la  piedad ; 

Que  os  alargáis  de  manera 

Que  nosema)  de  mi'.),  no  sí 

SI  ahora  A  buscarle  íbera, 

SI  adonde  ¿I  esU  coplera. 


Flor,  con  marchitos  despojos 
Que  (lensarin  mis  congojas, 
$1  nsi  lloran  unas  hojas. 
Cómo  lloran  unos  oíos. 

Desúnete ,  vid  Trondosa, 
Párale, Inconstante  flor, 
t]d.-cld,j,  qué  venenosa 
Fuerza  usals! 

qoHo,  {Denlrt.) 


Pues  siempre  despojo  han  sido 

De  mi  desden  y  mi  olvido 

Leijo,  Floro  t  Cipiiano. 

lA  Lelio  no  desprecié? 

lA  Floro  no  aborrecí* 

T  i  Cipriano  i  no  traté 

(Pirata  al  ntabror  i  Cipriano,  gietie 

allí  MüMa  inquifta  otra  vti.) 
Con  tal  rigor,  que  de  mi 
.  Aborrecido,  se  hié 
Donde  del  no  se  ba  sabldoT 
Has  <  i  a;  de  mi ! }  ya  yo  creo 
Que  esta  debe  de  haber  sido 
La  ocasión  con  que  ha  [lodido 
Atreverse  mí  <lcseo ; 
Pues  desde  que  proniHicié 
Que  vive  ausente  por  mt , 
Nosé(¡ayínrelir,1),  nnsé 
Qué  pena  ea  la  que  senil. 

{Sotiigate  otra  mí.) 
Has  piedad  sin  duda  fué 
De  ver  que  por  mi  olvidado 
Viva  un  nombre,  que  se  vi6 
De  lodos  tan  celebrada  i 
y  que  i  aus  olvidos  yo 
Tama  ocailDO  haya  dado'. 

iVueiM  á  itifHitlarte.) 


EL  DEMONIO.  —  JUSTINA. 


Kslando  lodo  cerrado  í 
i, Eres  monstruo,'! 
Ul  confuso  desvar 

ntaoBKi. 
No  soy .  sino  quien  movido 
l>ese  afecto  .que  tirano 
Te  ha  posirwlo  y  te  ba  vencido, 
Hoy  llevarte  lia  prometido 
Adonde  esli  Cipiíano. 

Pues  no  lograris  in  inlenlo; 
Que  esta  pena ,  e^^la  pasión 
Que  afligió  mi  pi'nsaniiento, 
Lletó  la  im^inaf' 
Pero  no  el  cr- 


En  haberlo  in   „ 
Hecho  tienes  la  milad  : 
Pues  ya  el  pecado  es  pecada , 
No  pares  la  voluntad  , 
El  medio  camino  aodadó. 

DesconHarme  ea  en  vano , 

Aunque  pensé ;  que  aunque  ea  llano 

Sue  el  pi'nsar  es  empeiar. 
o  esta  en  mi  mano  el  pensar, 

V  eslá  el  obrar  en.ml  mano. 
Para  iiiilieric  de  seguir, 

El  pié  tengo  de  mover, 

V  esto  puedo  resistir. 
Porque  una  cosa  es  hacer 

V  otra  cosa  es  discurrir. 

Si  una  ciencia  peregrina 
Fu  ti  su  iioder  esfuerza , 
;i:ónio  bas  de  vencer,  Justina, 
Si  inclina  con  tanta  fuerza , 
Que  hierxa  al  puso  que  inclina  T 

JusTiriji. 
Sabiéndome  yo  ayudar 
Del  libre  albedrio  mto. 

DEMONW. 

Fonarile  mi  pesar. 


Es  mu;  costoso  ese  gusto. 


Es  un  cautiverio  lojuilo. 

DEMOIIIO. 

Es  dicha. 


¿Cómo  te  lias  de  defender, 

(Tira  eim  mas  tuerta^ 
S  le  arrastra  mi  |H>deTÍ 

Mi  defensa  en  Dios  consiste. 

Vencíale,  mujcc,  tencisle  (Suéllal'i-Í 

Has  ya  que  disia  manera 
DeUioseslisdrlendlda, 
Mi  pena,  mi  rabia  llera 
Sabi-á  llevarle  lingkU, 
Pues  no  imede  ri-rdadera.' 
Unes¡i|rtlU  vitús. 
Para  este  efecto  no  mas . 

?ue  de  tu  forma  se  informa , 
en  ]a  faiiiáslira  forma 
Disfamada  viviiis,    ' 
Lograr  dos  triunftis  espero. 
De  In  virtud  otoiulídn  : 
Deshonrarte  es  el  primero , 
V  liacer  de  un  t;nslo  flngido 
Un  dcllln  verdiicU-ro.  ( Yau  ) 

ESCENA  Vli. 

JUSTI.NA. 
Desa  ofens}  al  cielo  apein , 
Porque  desvanezca  rl  cíelo 
1.a  apariencia  de  nil  fama . 
Bien  como  al  aire  la  llama , 
Bien  como  la  flor  al  hielo. 
No  podrás...  Mas  ¡ay  de  mi! 
¿A  quién  estas  voces  doy? 
1  No  estaba  aliora  un  hombre  aquí? 
^1.  Mas  no  :  }0  sola  estoy  ; 


iSí  le  engendró  mi  temor? 

MI  peligro  es  maníHesio. — 

¡  Lisandro,  padre,  señor!    {A  vteei.) 

I  Livia ! 


iQuAesesto? 

íQaíesealoT 

i  Visteis  im  bomb^  ( i  ay  de  mi !) 
Que  ahora  salió  de  aquí  ? 
Mal  mis  desdichas  resiato. 

¡  HcHnlire  aquí! 

iNolehabebflslof 


Puesjost. 

LISUNMO. 

;Gomo  puede  ser,  al  ba  estado 
Todo  este  coarto  Mnmlo  f  ■ 
,    :,      mT_iOOglC 


(AHKblAS  DE  UON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCi^  ^ 


UTU,  (ilp.) 

Sin  du3a  qoe  á  Hosco»  vio. 
Que  lengo  eucemdo  jo 
En  mi  apoaeoto. 

LÚA  nono. 
Fonnado 
Cnerv"  de  lo  fínLasla 
El  bomhre  dehió  di:  ser ; 
Ooe  tu  grau  niHancolia 
U  lupu  TorDiar  y  bac«r 
De4oíáioinoadeld¡a. 

MI  sciat  tiene  ratoii. 

Ko  lia  sido  (laj  de  mi!)  iiluion, 

V  mayor  daflo  Eospecbo, 
Por[|ue  i  pedazos  del  p«cbo  ' 
He  arrancan  el  eorazoo. 
AlKun  beclitio  mortal    . 

Se  estl  badeudo  contra  mi , 

V  filtra  el  conjaro  tal. 

Que  a  no  liaber  Dios ,  desde  aquí 
He  dejan  ir  Ir»  mi  mal. 
Has  él  me  ha  de  defeuder, 

V  no  solo  del  poder 
UesU  tiraiD  víolvidi; 
Pero  mt  iiunilide  innceiicia 
Pío  ha  de  dejar  padecer,— 
Lilia,  el  Diaiito,  poritiA  en  tanto 

(VateUeía.) 

Sne  padezco  estos  extremo», 
eogo  de  Ir  al  templo  santo. 
Que  tau  secreto  leiieuos 
Los  Heles. 

(SaU  Unía  eeu  el  wanta,  g  p6ue*tU  á 
Jtatma.) 


i  Vive  Dios ,  qae  do  he  salida 
lio  instante ,  Livii  mia , 
De  donde  estuve  escondido  I 

Pues  ;quiéD  el  hoiabr«  «erliT 

■o^;v. 

mismo  dialilo  babri  sido. 

)ná  sá  joT  No  maeslreí  ya 

ir  eso,  mi  l>ien,  euFado. 


iQuéseríT 

iQné  pregunta,  si  hi  que  esl* 

Un  dia  entero  encerrado 

Conmigo!  ;Noecba  de  ver      (U«r8.} 

Que  habrt  t*m1)ien  menester 

El  otro,  su  confidente. 

Que  üore  boj  tenerle  aúnente . 

Pues  DO  lloré  en  todo  ayer! 

t  HtM  de  peoMr  de  mi 

t>ae  mujer  tau  Qcil  tui , 

■Qae  en  itaedio  aho  de'  ausencia 

Falté  k  la  correspondencia 

Que  al  ser  quien  sojr  otreci ! 


Las  tropas  de  las  esirvitaa, 
Poes  me  niegan  sus  iiiDnjos. 
Comunidades  ha  liecho 
Todo  et  abismo  prorundo, 
Pues  la  obedieucia  no  rinde 

8ae  me  debe  por  tribnU). 
oa  }  mil  Teces  et  viento 
Esiremeico  k  mis  cofriaraa, 

V  una  T  mil  veces  la  tierra 
Con  mís  caracteres  saleo. 
Sin  que  me  obvzca  k  mis  ojos 
Vi  humano  sol  que  busco , 

El  cielo  humano  que  etpeco 
En  mis  brazos. 

Guam. 

Eso  ¿es  mocho! 
Pues  una  y  mil  veces  10 
Hago  en  la  tierra  dibnjoa , 
Una  j  mil  veces  el  vienio 
A  puras  voces  aturdo,  - 

V  lanipoca  viene  Livia. 

cinuNO,  • 
Esta  vei  sola  presnmo 
Volver  á  invocarla.— Escucha, 
Bella  Juiiina... 

EBCERAXI 


'o  acompafiaT. 


Pu^s  vo;  á  ampararme  asi, 
('lelos,  ¡le  vuestro  fa,cor. 


Vaeilra  es  b  causa ,  Seitor. 
Volved  pur  vos,  y  por  mi. 

( VtMe  Jnitiita  g  Utaitdra.) 


HOSCON.— L1V1A. 


El  posible  que  talleras 


boude  IOS  ojos  le  vieron! 


Ba  engaho,  pues  inliero 
Que  vo  no  debo  contar 
Lm  oias  que  no  le  quiero. 
Vsldeuuaao(¡ay  de  mi!) 
Te  di  la  mitad  k  tí  , 
Fuera  iniuria  muy  cruel 
Coiiltnelo  lodo  i  él, 

■oacu:<. 
Cuando  yo,  lógrala,  creí 
Que  fuera  tu  voluntad 
loda  mia,  ¡con  piedaJ 
Haciis  cuentas!.,. 


Coiiservaa  loda  amistad. 

■utco.v. 
Pue«  que  tu  constancia  es  tal. 
Adiós,  Livia,  baaia  maBaiia. 
Solo,  te  ruega  mi  mal 
(fue  pues  eres  su  tercíaoa  i 


QueToruda  de  tus  vocea. 
Aquestos  monles  discurro. 
¿Qué  me  quieres!  Qmí  me  quieres , 
-  Cipifaoo! 


;u  slncopal. 


En  lodo  hoy  no  me  has 
Has  no  sea  menester 
Enviar  maiUna  por  ti. 


En  lo*  imperios  cerúleos 


Y  asi  con  la  toen»  cumplo 
Del  encanto,  i  lo  iirlrinrado 
Del  monte  tu  vista  huyo. 

Espere  .  aguarda .  lu'stini.  . 
Has  iqué  me  asombro  y  dlívurro! 
.   Seguiréis ,  y  cale  monte. 
Donde  mi  ciencia  la  tritio , 
Teatro  serlí  frondoso 

ne  no  ijilajno  rudo, 
uei  mas  prodigioso  amf>r 
'  Qwe  ha  vislo  efckio.  (Vas«.) 

.,  u.nt.zodb/GoOglc 


AbemniicM 
De  mujer  ifae  viene  t  srr 
NoTia.jTteue  oliendo  i  liumo. 
Pero  debió  Je  cogrrl» 
Del  encanto  lo  absoluia 
Soplando  alguna  culada, 
O  cocinado  algún  menudo. 
Uas  no  :  ',eu  cocñía  j  con  manto  ! 
Ucoira  suerte  la  disculiH». 
Sin  dada  del>e  de  s*t 
(Ahora  be  dado  ei)  vi  puntn ; 
Que  una  honrilla  nunca  huele 
HiOor);  cogida  dKsustu.  .  , 

Va  la  ha  alcan/.ado ,  y  con  Pila , 
De  aqueste  valle  en  lo  liicullo 
Lucbaiido  I  braios  eiileros 
<()ue  i  braios  |>arliUD3 ,  juiga 
jjue  luciera  mal  en  luchar 
Ll  amante  mas  furrudo), 
A  este  mismo  sltioiuelven. 
Desde  aqui  acechar  procuro: 
Qlie  deseo  saber  cómo 
Se  hace  du4  fueria  en  el  mundo. 


Ya ,  bclUsima  Justina, 

Kn  t'slc  sitio ,  que  oculto, 

Ki  el  sol  M  pendra  i  rajM, 

h'i  ji  snjiUis  el  aire  pu^o. 

Va  es  Inifro  tu  Ixtlle» 

De  uiis  niáKicus  estuilioi ; 

Que  por  t.-<His«;utrte ,  nada 

Temo ,  iiaita  ihttculto. 

El  atma,  Justina  bella, 

Ue  cui'Stas ;  pero  va  jn/jcn , 

Siendo  lau  gramle  el  empleo , 

<^e  no  liu  Mdo  el  pivcin  mucho. 

Corre  i  la  deidad  el  velo  : 
'  Ka  entre  (larilui ,  ni  entre  oscuros 
■   (olajes  sv  escomía  el  Sol', ,   ■  ■     • 

Sn»  nsoa  oueiUe  iíiNor. 
-    (It/'tcábrfla,  p  (•*  un  eiqueMo.) 

Has  ¡a)  iiifelIit!i<l<i<^veoT 

:tjii  jerld eailiver mudo 

kiiin-  MIS  lira/os  íne espera! 

¿Quién  en  uii  instante  PU<lo 

En  ricoi'iDes  desmayadas 

De  lu  pulido  ;  caduco , 

DesvaiiHCer  lo^  primnre» 

De  lurojoj  to  purpureo? 
IL  EsgutLETO. 

Asi ,  Cipriano ,  son 

Todas  bs  glorias  del  mundo. 

abreui  can  él  Cipñauo.) 

ESCENA  XIV. 

CLARIM.-CIPRÍANO. 


EL  MAniCO  PROniGIOSO. 


;VÍsteenloraroiiel  \ieiito, 
ü  del  centro  en  lo  profundo , 
Yerto  un  cadivcr,  dejando 
En  sefias  de  polvo  y  humo 
Desvanecida  la  pompa 
Que  llena  de  adornos  trujo? 

¿  Ahora  sabes  que  estoj 
Sujeto  i  los  Iniortuuios 
De  acechador? 

«raiAKO. 

I  Qué  sd  blto? 

Detliliose  luego  al  punto. 

Busqnémosle. 

Tiu  biisi|aemas. 
ciraiAMu. 
Sijis  desengaños  procuro. 


ESCENA  XV. 
EL  DEU0N10.'-CtPI4UN0,  CUniN. 

GCMOSlO.  (itp.) 
¡J':«tM  cielos! 
Si  Juntas  nii  tiempo  tovo 
Hi  ser  la  ciencia  y  la  gracia 
CuandO'ful  cspirjlu  puro ,  , 

' '  La  gracia  sola  perd!  ,' 
La  ciencia  no.  ^COmo  injusto*, 
Si  esto  es  asi ,  de  mis  cieudas 
Auu  Qo  roe  dejais  el  usa? 

CIFiltHO. 

¡Lucero,  sabio  maestro!  (Sin  verle.) 

No  le  llamra;  que  presumo 
Que  venga  en  otro  cadáier. 

DFJIOIIIO. 

4  Qué  me  quieres? 

cirniAno. 

Que  del  mucho  ■ 
Horror  que  padezco  absorto. 
Hescaies  boj'  mi  iliscursa. 


ESCENA  XVI. 

aPRIANO,  EL  DEMONIO. 

Apenas  solire  la  tierra 
Herida,  acentos  pronuncio. 
Cuando  en  la  acción  que  allá  esta  lia 
Justina,  iliviito  asDti[o 
Demiamory  mi  deseo... 
Pero  i  para  qué  procuro 
Contarte  lo  i¡ae  ya  sabes? 
Vbio,  aliracela,  y  a\  punto 
üuo  la  descubvo  (jay  di;  mlM, 
En  su  belleüa  di'Seulirn 
ITn  esi|uetelo,  un»  e^iuriia , 
I7na  Imagen,  uu  trasunto 


De  1*  muerte ,  que  en  disUnut 
Voces  me  dijo  (;oli  quésusiol) : 
f  Asi ,  Cipriano ,  son 
Todas  las  glorias  drl  mundo.* 
Decir  que  en  la  magia  taja , 
Por  mt  eJeculaJa ,  estuvo 
El  engallo,  no  es  posible; 
Poroue  yo ,  punió  [mr  ¡Hinlo 
La  obrí^,  sin  qni'  errar  pudiese 
De  sus  caracteres  mudos 
Una  linea,  nt  una  vox 
Ue  sos  mortales  conjuros. 
Luego  tú  me  has  engañado 
Cuando  yo  los  ejecuto. 
Pues  solo  Taiitasmas  hallo 
Adonde  bermosuras  busco. 

'  uCMOtiio. 
Cipriano,  nibnhnenU 
Defecto ,  ni  en  mi  le  bobo  : 
En  U,  supuesto  que  obraste 
El  encanto  cuu  agudo 
Ingenio;  eo  mi,  pues  et  mió 
Te  enseñó  en  él  cuanto  supo. 
El  asombro  que  has  locado , 
Has  superior  causa  Luvo. 
Has  M  importarl ;  que  yo  ' 
(jue  (u descauso  procuro. 


No  es  ese  mi  intento  ya; 

Que  de  tal  suerte  confuso 
Este  es[)anto  me  lia  dejado , 

?ue  00  q  ni  pro  medios  tuyos. 
asi,  pui's  que  no  has  cumplido 
Las  condiciones  que  puso 
Hi  amor,  solo  de  ti  quiera. 
Ya  qiip  de  lu  vista  huyo, 
Qne  mi  cédula  me  vuelvas, 


Vo  le  db'e  que  te  había 
De  ensenar  en  este  estudio 
Ciencias  que  atraer  pnilieseu. 
De  tus  voces  al  im|iulso', 
A  Justina ;  f  pues  el  viento 
Aqui  i  Juslma  te  trujo , 
Vilido  lia  sido  el  contrato, 
V  yo  mi  palabra  cumplo. 

Tú  me  ofreciste  que  liaTfia. 
De  coger  mi  amor  el  fiutn 
Que  senibrab:!  mi  et|ieranita 
Por  estos  moutes  incultos. 


Va  la  ti  eo  los  bri»is  tuyos. 

CIPHUXO. 

Fué  nua  jwmbra. 

I''ué  un  prodigio. 
cnuuNo- 
4  De  quién  T 


i\  cuyo  fué? 
iiMumia.  (TemNitiP.) 

°'"'r^,ís(??&teoglc 


COHEDtAS  DE  DON  PSDRO  CALDERÓN  DE  U  BARCA. 


Va  Ka»,  <[De  i  su  cargo  tnvo 
A  iniiina. 

CIPIUNO, 


Tiene  este  el  poder  de  lodos. 

LoeRO  MlaineDte  m  nno 
Pues  coa  una  volunlid 
Obra  mas  que  lodos  junios. 

tto  lé  natía,  no  té  nada. 


Ya  loilo  d  pacto  rt _._ . 

Que  bice  coniigo;  j  t-n  nnmhre 
De  aqnese  Dios  te  prpgniiio : 
;()iié  te  ha.obUgado  >  uuiiNirarla  T 


Guardar  bu  honor  limpio  ;  puro. 

Luego  ese  es  sam»  lion^.id, 
Pues  i[ue  no  permite  insulto 
Mas  j qué  perdiera  Justina, 
Si  aquí  se  quedaba  oculto? 


Luego  ese  Dios  todo  es  vIíU  , 
Pues  viú  los  dafios  Tatutos. 
Peroino  pudiera  ser 
Ser  efencBnio  tan  sumo, 
Que  no  pudiera  tencerle! 

No,  que  SD  poder  es  mucbo. 

Luego  ese  DioS  todo  es  manos , 
Pues  que  cuanto  quiso  pudo. 
Dime  ^qulén  es  ese  Dios , 
Ea  quien  boj  he  bailado  JuDto 
Ser  una  suma  bondad. 
Ser  UD  poder  absoluto , 
Todo  vista  j  lodo  mano* , 
Que  bi  laoUn  áitos  que  buscoT 

Ko  lo  sé. 


cmiiNO. 
ipaé  et  lo  (¡ue  molerle  pudo 
Coaira  miT 


Pk»  tMMo  unpara  t  los  mjoSt 

ísauMn.  {RaMew.) 
Si ,  mas  va  es  larde ,  ya  es  tarde 
Para  halfarle  tú ,  si  Jui^fto 
Que  lieodo  tíi  eubvo  ntio , 
No  bu  de  «er  vauUo  ujo. 


Eu  ni  poder 
Tu  Dnna  esli.  - 

GiniUKo. 

Ya  presumo 
Cobrarla  ite  ti ,  pues  lué 
Coiutlcional,  j  no  üudu 
QuiUrtela. 

4  De  qué  suerte  T 

Üesia  suerte. 

{Saca  la  espada,  tiraU  al  DemaaU.s 

<u  le  eneutitíra.)  .  ' 


F.\  que  ps  podi'r  absoluto, 
V  nn  depende  de  otro , 
Veiiceri  mil  iiirorlunios. 


Desesperen  tus  discursos, 
Quiero  que  sepas  que  ba  sido 
E¡  Demonio  el  dueño  lujo. 

cirHuno. 
¡Quédieesl 

DEMOKIO. 

Oue  yo  lo  soy. 
CiraiAno.  # 
tCoD  cninlo  asombro  te  escucbo  í 


1 LueRO  ™ 
Pavor,  aa 


I»  tengo  esperanis , 
.  amparo  6  recurso. 
Que  tanto  delito  pueda 
liorrarT 


Eslé  aqueste  acero  agudo; 
Pasándome  el  pecho,  sea 
Mi  voluntario  verdugo. 
Has  ;qué  digo!  (jniítu  de  U 
Librar  i  Justina  pudo , 
¿A  mi  DO  podrji  librarmeT 

No,  que  es  contra  ti  in  ioinllo. 
El  no  ampata  los  delitos. 
Las  Tirludes  Si. 


Y  el  premiar  se 

DEkOHlO. 

También  lo  será  el  premiar 
y  el'castigar,  pues  es  justo.. 


.  Vo  la  tengo. 

Todo  es  minos ; 
!]  labrl  romper  tos  nudos. 

DEMOIUO. 

nejnréte  yo  primero 
^utre  mis  brazos  dirunlo. 
{Uiehaa  ioi  dát.) 


DBHo:(ia.  {Arribando  de  tnlre  iw  tri- 

M(  á  Ctprü»».) 
Ek  te  ba  dado  la  vida. 


Sili  (a  el  pilidn  del  Gobenidor. 

EBCEHA  XTIL- 

EL  GOBERNADOR,  PABIO,  soíumi 

GOBEBKiItlOR. 

iCÓDM  ba  «ido  la  prisioul 

Todos  en  sd  tulesia  estaban 
Escondidos,  donde  daban 
A  sd  Dios  adoración. 
Llegué  con  armadas  gentes, 
Toda  la  casa  cerqué , 
Preadllos,;losHevé 
A  cárceles  diferentes; 

V  el  suceso,  en  fin,  coocluyo 
(k>n  decir  que  en  esta  ruina 
Prendi  i  la  bermost  Justina 

V  i  Lisandro ,  padre  sujo. 

coansuDoa. 
Pues  Si  riquezas  codicias. 
Puestos ,  honores  y  mas, 
jpómo  esas  nuevas  me  das, 
Pabio ,  stn  pedirme  albricia*  ? 


bo,  4M  vat»  pntot. 

,nt,zodb/L-.OOglC 


Aunque  fO  con  m  casUgo 
Parece  que  escanneiilar 
Quise  UkIo  eale  lugar, 
üi  la  verdad ,  Fabio ,  digo , 
Otra  es  la  causa  tior  qué 
presos  han  vivido  ua  aíio: 

Y  es  qae  asi  de  Lelio  el  Jui^o 
Como  padre  tBeguré. 
Floro,  su  competidor. 
Tiene  deudos  poderosos; 

Y  esUDdo  lo*  do*  cetosos 
y  empeñidt»  e"  BU  ^<of>f  • 
Temt  que  habían  Ue  volver 
Oír»  Vei*  I»  cuestión; 

Y  basta  quitar  la  ocasioo , 
No  me  quise  resolTer. 
Goo  este  inieoto  buscaba 
Algún  color  con  que  echar 
A  Justina  del  Ingu; 
Pero  nunca  le  encontraba. 

Y  pues  su  virtud  Ungida , 
No  solo  ocaston  me  da 
Hoj  de  desterrarli  va , 
Hm  de  quiUrla  la  vida, 
Mo  estén  mas  presos;  j  ul. 


EflCEHA  ZVm. 

EL  GOBüRNADOR,  soloÚos. 

Gi'BClKAOOll. 

Ya  esU  en  mi  poder  Justina , 
Pres^  7  convencida  :  pues 
¿Qué  espera  mi  rabia  flera. 
Que  ;a  en  fila  no  ha  vengado 
Los  enojos  que  me  ha  dadot 
A.sangnenlas  manos  muera 
De-un  verdugo.  —  Vos,  mirad... 

•       {Aun  toldado.) 
Que  aquí  la  traigáis  os  mando 
Hoj  i  u  vergüenza,  dando 
Escindalo  en  la  ciudad; 
Porque  si  en  palacio  estdi , 
Nada  i  darla  vida  baste. 

( Vate  tí  wldai»  etm  »trei.) 


PABH) .  LELIO ,  FLORO.  —  Diuoa. 

FABIO. 

Los  dos  por  quien  enviaste , 
EUin  i  tus  píunias  y». 

Yo  que  al  Qn  solo  deieo 
Parecrr  tu  büo  esia  vei , 
No  te  miro  como  iuei , 
I  Con  los  temores  de  reo ; 
Sioo  como  padre  airado. 
Con  los  temores  de  hijo 
Obediente. 

Y  JO  colijo, 
^ntodanie  de  li  llamado , 
.Que  es  part  darme ,  seitor , 
Castigos  que  no  mereico. 
Pero  A  tos  plantas  me  obeico. 

COHHIUMMl. 

LeHo,Floru,  mi  rigor 
Joalo  con  tos  dos  ba  «ido, 
Porqne  si  no  os  castigara , 


EL  MÁGICO  PRODIGIOSO. 
Padre ,  no  juex  me  mostrara. 
Pero  teniendo  entendido 
^  los  nobles  no  duró 

Nunca  el  enojo,  j  que  ja 
Quitada  la  causa  esll, 
intento  lúadoso  jo 
Haceros  amigos  luego. 


Deso,  fi  libraros  me  obligo , 
Que  si  et  deseo  gaBo  loco 
""e  de  vuestro  amor  tenéis, 
dudo  que  lo  seréis. 


EL  DEUONIO,  ciKTi.  —  Dicaos. 
.    Kuonio.  (Dentrt.) 
¡Guardáellocoiguarda  elloco! 

eoiBuuBoa. 
íQuéesestoT 

Yo  lo  iré  i  ver.' 
[Uega  ú  ta puerta,  n  vuelve  luege.) 

COaERIUDOR. 

En  palacio  lanío  ruido, 

,l>e  qué  puede  haber  nacido? 

Gran  caufa  debe  de  ser. 

Aqueste  ruido,  señor 
(líscacha  un  raro  suceso) , 
Es  Cipriano,  que  al  cabo 
De  tantos  días  ha  roetio 
Loco  j  shi  juicio  i  Antioquia. 


Eu  aqueste  estada  puesto, 
eunx.  (Dentro.) 
¡  Gurda  el  loco,  guarda  el  loco ! 


■     cmiAim. 
Nunca  JO  be  estado  mas  cuerdo; 
Que  vosotroi  sola  los  locos. 


Ciprliuo,  tpuesquéesesioT 

CI  PRUNO, 

Cobenador  de  Anüoqula, 
Vlrej  de!  sran  cesar  Decío, 
Flora  j  Lelio,  de  quien  lU 
Amigo  tan  verdadero, 
Nobleu  ilostre ,  gran  ptebt , 
Bsudroe  todos  ateolos ; 
Qne  por  hablaros  ü  lodos 
Juntos ,  i  palacio  vengo. 
Yo  soj  Cipriano,  jo 
Por  mi  estudio  j  por  mi  iogenlo 
Ful  asombro  de  las  escuelas. 
Fui  de  lu  ciencias  portento. 
Lo  que  de  todas  saqué , 


Fué  una  dada ,  no  saliendo 
Jamas  de  una  duda  sola 
Confuso  en  mi  eoleudinieDlo. 
VI  i  Justiua .  j  en  Justina 
Ocupados  mis  afectos , 
I>ejé  i  la  docta  Hinerra 
Por  lafnamorada  Véous. 
De  su  virtud  despedido, 
Mantnve  mis  seniimienlos. 
Hasta  que  mi  amor,  pasandn 
De  DU  extremo  en  otro  eiiremo, 
A  UQ  huésped  mió,  que  el  mar 
Le  diú  mis  plantas  por  puerto, 
Por  Justina  ofrecí  e1  alma , 
Porque  me  cautivó  á  un  tiempo 
El  amor  can  esperanzas 
y  coo  ciencias  el  iogeoio. 
Peste ,  discípulo  he  sido , 
Esas  montanas  vitienüo, 
A  cuja  docta  fatiga 
Tanta  admiraciou  le  debo. 
Que  puedo  mudar  los  montes 
Desde  uu  asiento  a  otro  asiento ; 

Y  aunque  puedo  estos  prodigios 
Hoj  ejecutar,  no  puedo 
Ainer  una  hermosura 

A  la  voi  de  mi  deseo. 

La  causa  de  no  poder 

Keodir  eate  monstruo  bello, 

Ks  que  ha;  un  Dios  que  la  guarda , 

Kn  cu  JO  conocimiento 

He  venido  1  confesarle 

Por  el  mas  sumo  j  inmenso. 

El  gran  Dios  de  los  cristianos 

Es  el  que  i  voces  conüeso ; 

Que  aunque  es  verdad  que  jo  ahora 

Esclavo  SOJ  del  infieroo, 

V  que  con  mi  sangre  misma 
Heclia  una  cédula  tenso. 
Con  nd  sangre  lie  de  borraría 
En  el  marlirio  que  espero. 

SI  eres  juei ,  si  á  los  crisüanos 
Persignes  duro  j  sangriento, 
Vo  lo  SOJ ;  que  un  veneraUe 
Anciano,  en  el  monte  mesmo 
El  caiicter  me  imprimió 
Que  es  su  primer  sacramenlo. 
£■  pues,  ¿qué  aguardasT  Venga 
El  verdugo,  j  de  mi  cuello 
La  cabes*  me  divida, 
e  coo  eiirafios  tormentos 
Acrisola  mi  eoosiancia ; 
Que  JO  rendido  j  resuello 
A  padecer  dos  mil  muertes 
Estuj,  porque  i  saber  llego 
Que  sin  el  gran  Dios  que  hosco. 
Que  adora  j  que  reverencio, 
Las  humanas  glorias  son 
Polvo,  humo,  ceniza  j  viento. 
(Cae  ^ea  abajo  en  el  tuelo,  eom»  dri- 
napiidí.} 

COBSBMÁDOR. 

Tan  absorto,  Cipriano , 

Me  dejala  atrevimiento,' 

Que  ima^nando  castigas, 

A  ninguno  me  resuelvo.    (PitiniíiU.) 

LevtnUte. 


'.tSS'gle 


COUEDIAS  DE  DON  PEDHO  CALDERÜH  DE  LA  BARCA. 


Coo  eso  títo  cadAvi-r 
Todos  iota  la  dejemos ; 

(Áp.  á  Jm  pretenlti.) 
Porque  cerradot  loa  do«, 

«nizjk  mudarln  de  Intento , 
téndose  morir  el  uno 
Al  otro ;  ó  sanado  ;  liero, 
Si  DO  idorareo  mis  dioses, 
Horiráa  con  mil  tonneuiot. 

lEUO.  (Ap.) 
Eptre  el  imor  ;  el  espanto 
ConfitM  voj  jr  sii3|ien»o. 

FLOHO.  (Ap.) 

Tanio  tenso  que  seniir. 
Que  CIO  sé  qué  es  lo  que  siento. 
(Yante  lo4i¡t,  miuot  intliaa.) 

ESCENA  XXllL 


jTodos  os  Tais  sin  halilarme? 
Cuando  jo  coiileola  vengo 

■Inerte ,  puRjue  la  dirseo  \ 

{Repara  eñ  Cipriana.) 
Has  sin  duda  es  nil  castigo. 
Cerrada  en'e'sie  aposi-nio , 
Jiarme  moerie  dilatada, 
'Acoaipariüda  de  un  muerto, 
Pues  solo  un  caüAver  me  bace  - 
t'^mpaüla.  ¡Olí  tú,  que  al  ceulro 
De  donde  sallsle,  vuelves!         -    - 
¡Diclioso  ti),  si  In  lia  puesto 
Eu  este  estado  la  fe 
Que  adoro! 

cihiiA^o.  Ifittt^indtte.) 
Hoinlnio  soberbio, 
íQiié  ignardat,  qu«  do  desatas 
Hivldaeu!...  .  . 

[Ve  d  Jtnttna,  y  ¡eeántate.) 
¡Vtlsarae  el  cielo ! 
{Ap.  ;No  es  Jostinala  que  miroT) 

íosTiM.  {Ap.) 
¿So  es  CiprlaiM  el  que  veo  f 

CIFRIAXO.  {Ap.) 

Has  DO  es  ella  ,  qur  en  et  aire 
La  Qnge  mi  peosamiento. 

JDSTIIU.  {Ap.) 

Has  Qo  es  él :  por  diiertirme 
Fanlismai  me  flnge  el  Tiento. ' 

Sombra  de  mi  liuttatla,.. 

nnakm'de  mi  deseo..; 

Asombro  de  mis  sentidos..., 

Hwrar  de  mis  pensanlentM... 

ciFnu:(o. 
lOaé  nw  qiflerest 

lQuéme<iidereB! 

CIFUUKt. 

Ya  DO  te  Hamo.  {A  qné  efecto 


NI  JO  i  ta  JlamtKia  Tengo 

CIPKIAJO. 

Pues  ¿cómo  esli.s  aquí  ? 


También  eBlo<r  preso. 
Pero  tn  jirloil ,  Justnia , 
I  Itlnie  ¿qué  delito  lia  hecbot 

\  No  es  delito,  piíes  bu  sido 

'  l>ur  el  aborrecimii'iiU) 
De  la  fe  de  Cristo,  a  (juien 
Como  a  mi  Dios  reverencio. 

Bien  se  lo  debes,  Justina ; 
Uue  tienes  nn  Dios  lan  Iraeno, 
Uue  vela  en  defensa  tuja. 
llu  tú  que  escucbe  mis  ruegos. 


Con  ella  le  llamo ;  pero 
Anoque  del  no  desconDo, 
Nia  extraBas  culpas  temo. 


JDSTISá. 

íA  (tnéelbctotft 
cuTYientiDopMOSo. 


ia  de^il 


i^Aj,  qné  inmentoE  toa 


Son  f  ns  CiTores. 

ciPBUHa 

{Habrt 
Para  mi  perdón  T 

iDsniu. 
Es  derio. 

CIFBIjIKO. 

iCAiao,  si  d  alma  be  entregado 
Al  demonio  misojo,  en  precio 
De  tu  liennosura? 

jusntiA, 
Na  ijene 
Tantas  estrellas  el  cielo , 
Tantas  arenas  el  mar. 
Tantas  CHitellas  el  Aiego, 
Tantos  Itomoa  el  día , 
Ni  ^ntas-pinmas  el  viento, 
Cono  él  perdona  pecados. 

cirniANO. 


PABIO,  trauendo  pTt$M  á  UOSCON, 
clarín  t  LIVIA.— CIPRIANO,  JUS- 
TINA. 


Si  ellos  quieren  ser  crlslíinos, 
^ck  qné  cdlpa  tenemos? 


Un  caiAtH).  —  Dicnos. 

A  Justina  y  i  Cipriano 
El  gobema''or  Aurelio 

¡FelicTomit  veces. 
Si  el  pnra  el  Iiii  qoe  deseo!  ~ 
Note  acobardes ,'Cipriaua. 

ctpiuno. 
Fe,  Tgior  y  inimo  tengo ; 
Que  si  de  mi  esclatitnd 
La  vida  ba  de  ser  el  precio , 
Quieo  \\  alma  dló  por  ti , 
¿Qué  hará  en  dar  pir  Dios  él  CUerpoT' 

Que  en  la.  muerte  te  qiierria 

Oíje ;  ;  pues  i  morir  llego 

CoQtlso,  Cipriano,  ya 

Cumplí  mis  ofrecimientos. 

{Va*te  Jiutiua,  Ciprinno  t  et  ertaé».) 


HOSCOS,  LIVIA,  CLAR1M. 


Van! 


Lo*  tres  t  xítIt  quedanios. 

CUBpl. 

No  muebo ;  que  falja  on  pleito 

8 no  averiguar :  y  aunque  aquesia 
o  es  oeasiun ,  por  si  luego 
No  ba;  tugar,  no  seri  justo 
Que  ec&emos  i  mal  ef  tiempo. 

¿Qné  pleito  es  ese! 


Un  aBo entero, 

V  un  aBo  Hoscon  ha  sido 
Sin  mi  intermisión  lo  dneBo ; 

V  k  tata  por  cantidad. 
Para' que  iguales  estemos. 
Otro  ano  has  de  s»  mía. 

uvj*. 

E'^-es  de  mi  presumes  eso , 
habla  de  hacerte  ofensa  T 
dias  lloraba  enteros 
Qtte  me  tocaba  llorar. 


No  era  bo;  dia  de  plegaria. 

81  m ,  que  si  bien  me  acuerdo, 
El  día  queme  amemé. 


'X^->gk 


V  fiííroD  pares'los  dia: 

Vo  me  doj  por  ssiisfeudo , 
Porque  iiD  lo  ha  (Je  apurar 
Todo  el  bouibiv.  —  Mu  ¿qné  e»  «lo? 
{Sueua  gran  ruido  ie  Umpetta4.) 

Es<znA  xxvn. 

ELR0UeilNAD0K,R4nTB;ÍH('aa.FA- 
BiÜ,  LICLIÜT  f  Limn,  Me*  alliaTe- 
laéM;  éttput*.  KL  DtSXOmo. 


¡(hi^ conhúiou !  ¡qué  [lorteulu  ! 


Sin  dada  m  ba  desplomado 

La  m^uiíia  d«  los  cielos. 

{Siuna  la  temeitint,  g  lalen  Fabio, 


I  temoeiítad,  y  sal 

Ulh  y  Fturo.) 


EL  MÁGICO  PRODIGIOSO. 
De  cajo  abrasado  uno 
Abortos  horribles  son 

Los  relina  pagos  y  inieuos 
Sobre  nosoiros  cae. 


Della 

Ud  disforme  monslnio  horrenda, 

En  las  escamadas  coiicbas 

Da  nna  sierpe  sale,  jr  puesto 

Sobre  el  cadalso,  parece 

Que  nos  Huma  i  su  slleaelo. 

{Dttcübrett  ei  eaiaUo  c«n  lat  eabeuu 

ueuerpoiáe  Jaitíaat  apriano,  g  el 

Demonio,  tn  I»  alto,  KbretmaHerpe.) 

DiaoMio. 

Oíd,  mortales,  oid 

Lo  que  me  mandan,  tos  délos  - 

Que  en  defensa  de  Justina 

Haga  i  todos  maniflasto. 

Vo  ful  quien  por  disfamar 

Su  virLiid,  formas  nngiendo, 

Su  casa  escalé,-;  entré 

Hasta  su  mismo  aposenlo; 

V  porque  nunca  padezca 

Su  honesta  bms  desprecios, 

A  restituir  su  honor 

De  aquesta  manera  rengo. 

Cipriano,  que  con  ella 

Va'ce  ev  feliz  monumento. 

Fué  mi  esclavo ;  mas  borrando 

Cnn  la  sangre  de  su  cuello 

La  cédala  que""  ■""■" 


Ha  dejado  en  blanco  ellieDE 
Y  los  dos,  I  mi  pesar, 
A  las  esferas  tobleodo 


Del  sacro  solio  de  Dios, 
Viveo  en  míjor  imperio. 
Esta  es  la  verdad ,  ;  yo 
La  digo,  porque  Dios  mesnM 
Me  tuerza  i  que  ;o  la  diga , 
Tan  poco  enseñado  i  hacerio. 
{Cae  veloanenU ',  g  JUadese., 

¡Qué  asombro! 


Todos  estos  s< 

gue  aqueste  mígico  ba  hecbo 
Q  su  muerte.    .' 


Si  los  dudo  ó  si  los  creo. 

LELIO. 

A  mi  me  admira  el  pensarlos. 

Yo  solamente  resueko 
Qu»  si  ét-es  migico.  ha  ddo 
El  mlgico  de  los  cielos. 

.Pues  dejando  en  pié  la  duda 
Del  bien  partido  amor  nuestro. 


Pedid  perdo 


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tyGoogle 


LOS  EMPEÑOS  DE  UN  ACASO. 


DOM  FELTl. 
DON  IVKH. 
OOM  DIEGO. 


I,  criado. 
LISARDO ,  criada. 
ÜOH  ALONSO,  Hdo. 
LEONOR ,  hij*  de  Don  Atonta. 


ELVIRA ,  litrtun*  de  D»n  Díeg». 

INES,eríarf«. 

JUANA,  cria^. 


JORNADA  PRIHBRA. 


DDK  FÉLIX  T  DOn  DIEGO,  aeueht- 
üiadou;  detpuet,  DONALOíiítO  1 
LEONOR. 

na?!  FÉiii. 

O  be  de  malar  ó  morir, 

O  «luiéQ  tois  he  de  saber. 

Paea  mirad  cómo  ha  de  ki  : 
Qoe  yo  DO  k)  be  de  decir. 
con  ?t\.n. 
Coa  loesira  laaerie  6 


{iopermiieo. 

DeiU  suene 
He  de  fiiiealar  derewlello. 

wjx  tClk.  {Ap.) 
No  be  tbto  lator  igual. 

DOfl  MISO.  (Af.) 

\  Qoé  grao  brío ! 

MU  u«nso.  {Dentre.) 

\  En  mi  porial 

Cndiitadátl  (Qué  es  KiuelloT 

Dadme  una  espada  y  broquel, 

y  ncid  Ince». 

LBoRoH.  [Defitrc.) 
Setior, 
AdTlerU... 

Don  4Lomo.  Ifientro.) 
Snelia,' Leonor. 
uonoR-  {Dentro.) 
Ho  hu  d«  Mlir. 

NH  MICO.  (Ap.) 
Vas  cruel 
El  ya  el  lance;  que  al  ruido 
Lux  bajan,  y  eii  esie  esiado. 
Es  fuer»  ler  vo  el  culpado. 
Siendo  yo  el  aborrecido. 

A  euatqDier  lance  dispueiio. 


DON  ALUBISO ;  LEONOR .  deteniin- 
dale;  INÉS,  cur  íus.— DON  FEUX, 
DON  UIEGO. 

iQuéesesioT 
BOn  DiCGO.  (Enftosado.) 

ÍAp.  Bten  ocnllarme  ser! , 
luoqiie  i  mi  valor  1«  pese.) 

;  Pues  cómo  ea  ni  casa!... 


CabaUeroosloúirt. 


Ete 


t>o:i  rtLii. 
Si  haré,  en  hahiendús  seguido. 

ora  ALONSO. 
¡5e¡turDoDFí1ii! 

DonrÉin. 

(QuébasUoesiD? 

LEOROI.  (^p.) 

Huerta  estoy. 
¡  Cielo*!  iqué  babri  sucedido? 

DON  FÉLlX. 

Yooskiiltré.drafttiesque 
Siga  i  aquel  hombre. 

Eso  no; 
Que  baliiendo  salido  yo 
A  poner  paz,  pues  se  fué 
El  bombre  con  quien  reflli. 
No  e^»on  que  le  sisáis, 
Si  yaMlgado  no  estiís 
A  uacHlo;  que  si  decía 
Que  os  Importa  darie  muerte, 
El  primpro  aeré  yo 
Que  le  siga. 

DON  FtLIl 

Porque  no 
Diacurrais  de  a qiiesa  suerte 
Contra  mi  reputación. 
De  aeguirie  dejaré 
V  la  ocasión  os  diré.  (£nvatN 

I  Culi  pndo  ser  la  ocasión  ? 

Estando  ahora  Jugando  < 


Una  duda  so  ofreció 
Sobre  uua  suerte ,  que  yo 
Ganaba  :  solicltiindo 
Defenderla  como  mía , 
Se  atraiesó  un  caballero 
Que,  apasionado ,  el  primero 
Juigd  que  JO  la  [lenlia. 
Yo  que  declarada  vi 
La  suene  con  tal  rigor 
Contra  mi  y  de  otro  en  favor. 
No  sé  qué  le  reapoitdl. 
Que. le  obliga  i  que  sacara 
La  esparta.  Como  uos  vieron 
Empeíiadoi ,  acudieron 
Todos  1  que  oo  pasara 
A  mayor  extremo  el  lauce. 
Colérico  me  salí 
De  la  casa  :  é\  hasta  nqul 
Vino  siguiendo  mi  alcance. 
De  otros  dos  acompaftado . 
Que  te  sei;n¡an.  Yn  putv. 
Viéndome  embestir  de  tres, 
De  aqueste  umbral  amparado 
Me  Intentaba  defender, 
At  ruido  salisteiR  vos , 
Rellriodose  los  dos 
Antes  de  dejarse  ver, 

Y  él  Umbien  se  reUr¿ 

Eu  vléndós.  Aquesta  ba  sfdo 

La  causa  :  perdón  os  pido 

Del  alboroto ;  que  yo 

Siento  mas  el  ver  que  vos 

Os  hayáis  sobresaltado. 

Que  lio  el  dlKansto  pasado. 

Con  esto  quedad  con  Dio». 

[Quiere  Ine.ydeüáiule  Den  Aloner.) 

r.E'i^ina.  f  Ap.) 
Albricias,  ¡  délos  1 
tina  y  mil  veces  os  pido 
De  que  por  juego  baya  sido 
La  otaron ,  y  ao  por  celoa. 

Pues  iqué  es  lo  que  me  mandsitT 

Lo  qne  yo- os  lopllca  ea 

Que ,  puesto  que  os  buscan  trH, 

Solo  de  aquí  no  salgáis ; 

Íue  habiendo  mi  casa  sido 
e  vuesiro  riesgo  sagrado, 

V  habiendo  al  lance  llegado. 
Muy  necio  y  inadvertido 
Fuera ,  si  solo  os  dejara 

Ir.  Yo  tengo  de  ir  coo  voa. 
DonrtLix. 

81  eso  i  permitir» 


,.,G?)oglc 


COHEDUS  DE  DON  PEDBO  CALDERÓN  DE  U  BARCA. 


LEOnoii. 

Tendré ,  serft  de  que  ao' 
llaga  mi  pudra... 

DiisríLix.  [Ap.) 

i  Ah  traidora ! 

Rjprapra  lo  mejor ;  j  asi , 
Que  01  acoDipaüe  le  mego , 
Hasta  vaeelra  casa. 

í^ué  se  dijera  de  mi 

Sido  que  jo,  lie  temor, 

Dp  aquí  i  salir  no  liahia  osado , 

Sino  lau  acompañado? 

Y  asi  os  suplico ,  s^^Sor, 

He  hagáis  merceil  üeqiip<laros; 

8ue  conmigo  un  liabeís  de  ir, 
i  yo  lo  l)e  de  permitir. 

R;^  pd  rano  el  excnsiTOi ; 

Íoe  ha  de  ser.  V'asl,  aunque  estoy, 
or  estar  ya  recogido , 
Como  veis ,  medio  vestido , 
Os  ruego  que  miéDiras  voj 
A  lomar  dd  Terrernelo , 
De  aquí  no  salgáis.—  Leonor, 
Tinle  Li^. 


ESCENA   IV. 

DON  FÉLIX,  LEONOR,  INÉS. 
POS  FÉLIX. 
Soelta  ;si  no,  vite  el  cielo. 
Si  me  detienes  asi, 
Uoe  diga  la  causa... 

iKix  r¿Lii. 
Del  disgusto;  pues  me  fuera, 
Por  Ir  hujeudo  de  ti , 
Cuandfi  no  porque  imagÍDe 


■s  la  suerte,  y  no  mia. 

I  Saqué  la  espada  ( ¡  ay  de  mi ! ), 
I  Llegó  tu  padre   y  así , 
■  Con  equivoco  conceto 
I  Hahló  a  los  dos  mi  dolor, 
1  Torpe  conrúndiendo  3  ciego 
:  EmpeGos  de  amor  y  juego; 
'  Que  también  es  Juego  amor. 
Pues  siempre  anda  con  recelos 
El  lahur  de  sus  rigores , 
Dexanaiicia  en  los  favores. 
V  de  pérdida  en  los  celos. 

D011  Félix .  sefior,  mi  liien , 
:  Fálteme  cíclelo,  si  di 

Ocasión  para  que  i  ti 

l'esar  ninguno  te  den 
I  Sombras  iiue  en  el  aire  haría 
I  Tu  misma  Imaginación. 

No  son  sombras  las  que  son 

Tuina  ínKi  V  i...n«  Tw.i'i 


ic  i.ai 


imigo 


Tu  del  juego  ocasionado, 

Y  querer  que  yo  el  curado 
Te  pague! 

MN  Tíia. 
Por  no  decir 
La  ocasión  que  me  obligó 
A  sacar  la  espada  aquí, 
Aiupadraesolin^; 

?ue  DO,  ingrata  ,  porr|ue  no 
enga  ra;iDn  de  quejaime. 

Y  bien  de  m¡  voí  puilii-ras 
Tu  culpa  ¡«rtTir,  si  vieras   - 
Que  con  tos  dos  declararme 
{folie  1  un  tiempo ;  pues  la  suer 
0«  yo  llngl  que  ganaba, 

Pra  la  que  aoMr  me  dalia 
'  De  liahlarte  eu  tu  casa  v  verle. 
El  caltallero  emtxniado',- 
(Jue  esperando  en  tu  portal 
Estaba  veolura  igual , 
Es  aquel  que  inieres-ido 
Inxgo  qae  yo  la  perdía: 


Culpa  tuya  y  pena  w 

LEONOR. 

\ plegué  al  cielo,  que  sí  sé 
Uuien  pudo  ser,  quien  asi!... 

ESCENA  V. 
DON  ALONSO.  -  Dicnos. 

Vamos,  DoD  Félix,  de  aipii. 

Bien  i  mi  pesar  iré 
Acompasado  de  \os 


Noesié. 

Perdonad,  por  Dios,     ' 
Señora,  el  justo  cuidado 
Con  que  es  ftieru  que  quedéis  ¡ 
Que  vos  la  culpa  tenéis. 
Pues  Ir  no  me  habéis  dejado. 

SI  asi  obedecer  prevenga 
A  mi  padre,  vos  veréis. 
Aunque  la  culpa  me  deis , 
Que  es  culpa  que  yo  no  tengo. 

Venid,  que  dejacos  nuiero 
En  vuestra  casa ;  y  despued^. 
Sabiendo  el  hombre  quien  e; ,' 
Hacer  las  paces  espero. 

LEOItOM. 

Fáciles  de  bacer  se rin, 

Puesto  que  agravio  no  ha  habido. 

ton  ttux. 
tio  mucho ,  pues  orendido 
Estoy  yo ,  viendo  que  eslin  A 
Tres  enemigos  ( ¡  ay  cielos !) 
Declarados. 

LcoNun.  (Ap.  á  Don  Félix ) 

iCuiles  son< 
noN  rÍLix.  iAp.A  Leonor.) 
i  Eso  dudas!  Tu  traición 
V  su  ventura  y  mis  celos. 

(Vjmí  Don  AlúniB  y  Don  Félír  ) 

ESCENA  VI. 

LEONOR, INÉS 


El  que  en  mi  cwa  embotado , 


No  sé ;  mas  aquel  Don  Diego 
Que  tu  belleza  enamora , 
Solo  pudo  ser,  señora . 
Quien  tan  atrevido  j  ciego 
I  be  atreviese  i  estar  aquí. 

.  Dices  bien ;  pues  no  estuviera 
,  Quien  mi  desden  no  sintiera, 
'  1  an  desvelado  por  mi. 

Pues  si  él  tu  desden  adora. 
No  i  ti  la  pen»  te  des. 
teoNoR. 

Ueste  pesar.  Cierra  ahora 
.  Esj  puerta ,  y  i  peníar 
■  Ven  conmigo  en  mis  desveto*. 

Cómo  (lodré  de  sus  celot 

A  Félix  desenojar. 

iiws. 

Eso  vo  le  lo  diré. 

No  oindole  i  su  nasion 

Ninguna  satisbction. 


Porque  en  la  varia  fortuna 
De  los-celns  y  el  amor. 
La  salisraccion  mejor 
Suele  ser  no  dar  nmguna. 

Es  engaño ;  que  también 
F^s  cierta  especie  de  culpa 
No  acertar  con  la  disculpa.        (Vai 

Si  supiera  que  ful  quien 

A  Don  Diego  le  avisó 

Que  i  aquestas  horas  i hilera 

A  darme  un  papel,  ¡qué  hiciera? 

Has  buena  díi>culpa  yo 

Me  tengo ,  para  quedar 

Del  lance  desempeñada. 


V  sirvo  para  a\ 


ESCENA    VII. 

1  V  JUA^A ,  lapadaá 
JUAN,  HtKNASuO. 

Va  sabéis  que  h  licencia 
De  seguirme,  caballero. 
No  dura  mas  que  hasta  aqui , 

V  asi  que  os  volváis  os  ruego. 

Va  sé  que  lodos  los  dias 
Que  cnese  Parque  os  encuentro, 
Dando  en  su  florida  esianda 
Al  mayo  Hores,  al  cielo- 
Rayos,  cristales  al  rio, 
Lux  al  sol ,  envidia  at  viento , 
Me  dais  licencia  ds  hablaros 

V  de  veniros  (iguicndo 
Hasta  aquesta  calle,  donde 
He  despedís  con  precepto 
De  que  no  os  siga  ni  sepa 
Quién  sois,  cu»|ey  aieulu 


byGooglc 


TmIo  me  loTO,  que  bice 
I)«llaflnpxa,crt'jenda 
Que.  algún;)  vei  at\  descuido 
Naciera  el  merecimieiilo. 
Vos,  por  ra(s  nue  yo  procnre 
ServiriM  j  obedeceros. 
Nunca  os  áan  por  enienJida 
I   Ue  mi  corlas  reiiüimientu; 
Aiile»  ofeiidiila  jingo 
,(jiie  me  casLi|;jis ,  supupslo 
()ue  aun  uo  me  tial)ei»  permitido 
Lli-gar  cBesculiteria  »  veros , 
Como  en  veitgaiiz»  lie  laiiia 
Obediencia ;  poniue  es  ci 


n  pülilic. 


Suele»  tViter  uuos  Tuerus 
Las  damas,  que  oliliga  mas 
Uue  el  guardarlos,  el  rnpiperlos, 

V  asi ,  viendo  (|ue  ya  el  majo , 
Tiranantenle  depuesto 

IK'1  imperio  de  Ui  llores. 
Le  drja  á  junio  el  imperio , 
TemeroüO  de  ter  que  entre 
Abrasando  i  sangre  y  fuego 
En  las  fírliles  caiiipaüas 
Los  Ti-rdes  uinnfos  del  tiempo ; 
Ko  quiero  esperar  i  que 
Desle  hermoso  sillo  (meno 
La  esiscion  cese,  y  pasando 
El  MU  siglo  de  acera 
(Mejor  que  el  de  oro),  me  quede 
Llorando  yo  en  el  de  iiierro 
Kl  no  Jiaherus  ronocMo. 
Uíscíilpemc  un  argumento, 
Por  ver  si  con  la  raioii 
Vuestro  recalo  convenzo. 
Vqs  me  maii'lais  ipie  no  os  siga ; 

V  yii,  que  seré ,  os  conQeso , 
O  descorlés  en  seguiros, 

O  necio  en  obedeceros. 
De  necio  á  de  descortés 
Estoy  peligrando  al  riesgo : 
¡Ved  vos  la  distancia- que  haj 
l>e  un  defecto  á  otro  defecto ! 
Pues  de  descortés -podré 
líiimeiiilarme  con  no  serio, 

V  de  necio  no,  pues  nunca 
Puede  el  necio  no  ser  necio  : 
Con  lo  cual  veréis,  seitora. 
Que  en  dos  daños,  escoRÍendo 
bl  que  to  puedo  enmeodir, 
Klijo  dA  mal  el  menos. 

U  US  babréúi  de  descubrir 
Ó  derir  quién  sois ,  A  tengo 
De  seguiros  donde  pueda 
Mí  curiosidad  saherlo; 
Porque  haberos -dado  el  alma 
Por  fe  del  eniendimienio, 
E  ignorar  i  quien  la  he  d.tdo , 
O  es  pereda  del  deseo , 
O  es  desaliño  del  gusto, 
O  et  tibieu  del  afecto, 

V  nada  os  esil  mejor 

Que  en  mi  no  baja  cosa  desio. 

Señor  Don  Juan ,  quien  btiscú 
Esta  ocasión  parí  veros 

V  para  hablaros,  dijera 
Quién  es,  f  poder  hacerlo. 
Ni  vos  li)  podéis  saber, 

m  yo  decíroslo  puedo ; 

?ue  hav  nmcbos  inconvenientes.-. 
de  uiu  solo  os  advierto. 
Con  que ,  si  queréis  que  os  diga 
Quien  toj,  decíroslo  ofrezco. 


Pues  éu  el  loMante  que 


LOS  EMPEGOS  DE  V»  ACASO. 
i  Sepáis  quién  soj,  estad  cierto 

«ue  otra  ven  en  t  uestra  lida 
,    olveí  1  hablaros  uo  ten^iu- 

:  ;Terrible  es  la  condición ! 
I  V  sin  pensarla  iiríinero, 
':  No  me  atrevo  a  resolverla. 


iQué? 

Pnisadlj,  y  sea  presto. 
{Hábtanu  le*  4ot  baja.) 
nen^CAMKi.  (A  tnei.) 
Hiél  .iras  que  piensa  mi  amo, 
V  mi''ntras  yo  tainbipn  pienso 
Este  liayo  que  no  ensillo , 
Tripada  menor,  le  ruego 
Hagas  |iur  iiil  una  lineía. 


Hernando,  yo  se  to  ofreico. 
Porque  le  quiero  asi  asi. 


Por  lo  propio 
Pensaba  yo  que  el  saberlo 
Kuera  mas  licU. 

Aporqué» 

HF.MXANPO-  ' 

Porque  oo  hay  gusio  en  el  suelo 
Como  quebrantar  Ir^  cosas. 

1  Calles  son  T 

nea:<Atipo. 

Un  juramento. 
Un  destierro  y  un  ayuno. 
Mas  no  presumas  qiie  es  esto 
Lo  que  te  quiero  pedir ; 
Pues  antes  es  mi  deseo 
El  que  tanta  merced  me  hagas, 

Sue  me  lo  tengas  secreto : 
ne  estoy,  si  verdad  te  digo. 
Temblando  iine  he  de  saberlo. 

Que  lauto  le 


Oeslo.  , 
Desde  et  dia  que  empecé 
A  navegar  e)  estrecho 
Golfo  de  amdr.  sin  saJir 
De  Abido  para  ir  k  Seslo, 
Supe  quién  era  rol  dama , 
Su  cara,  su  entendimiento , 
Su  calidad  y  su  estado , 
Y  todas  cuantas  encuentro 
Son  Franciscas,  Juanas,  Luisas; 
Con  que  (poco  maí  ú  menos) 
Todas  ai  Úalcuchiado 
Tienen  sus  alojamientos. 
Quisiera  una  dama  yo 
Exlravaganle,  y  sngelo 
Capai de  novela ,  poniue 
Es  mi  amor  tan  novelero , 

?ue  tne  le  escribió  Cerrtnies ; 
asi  le  pido  y  te  ruego 
Que  sin  saber  iq  qi^én  eres , 


He  sdales  mis  pensamieotoi. 
Dame  i  entender  que  le  llamas 
Paniasilea:  y  creyendo 
Ser  infanra  distraída, 
Viviré  ufano  y  contenió 
De  pensar  que  andas  tra*  mi 
Puesta  en  trabajo ;  y  con  esto. 
Por  no  olvidar  el  beber. 
Beberé  i>or  ti  los  vientos. 

Pues  por  mnclio  que  imagine , 


8ue  si  tcn)io  de  perderos , 
o  slguiéiidfis  de  cobarde , 

V  de  atrevido  siguléndGs, 
Mejor  es  que  de  atrevido 

Oí  píenla  \  que  en  igual  riesgo , 
Es  civil  Ma  cobardía, 

V  noble  el  alrevinilenlo. 

HIrad  que  aVenturais  mucho. 


Ks  verdad: 
Pero  no  por  mi  defecto , 
Pues  hago  yo  de  mi  partti 
Las  diligencias  que  puedo. 

Pues  yo  también  de  la  miai 
He  de  hacer  otro  ai^menin. 
O  es  verdad  nne  para  hablaros 
Busqué  estpdisft'ai:  que  tengo, 
O  DO.  ül  es  verdad ,  segura 
Podéis  estar  de  mi  afecto. 
Si  no  es,  i  qué  ox  importari 
El  saber  quién  soy ,  supuesto 
Que  el  Kalier  quién  soy  no  es 
Circunsuincia  de  quereros? 
y  asi ,  señor ,  fiad  de  mi 

?ue  os  buscaré  en  otro  pueilo , 
uo  me  sigáis. 

Aunque 
Adoro  el  Ingenio  vuestro^ 
Aun  no  me  doy  por  vencido 
De  la  réplica. 


ESCENA  TtlL 


Ya  es  mi  desdicba  ir 


jlizodCyGOOglC 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALOEHON  DE  LA  BABCA. 


BascÍDdSs  retí)»!, 
Sabiendo  que  al  Pirque  fuiíleít , 
Y  i  (iognUir  dicha  tengo 
Bl  btberoi  encotí irado. 

lfujiiialo.M(tora,es«u>.  íAp.deUa.) 

uniu. 
¿Si  mi  hermano  not  babri 
Conocido  T 

Rtrlo  lo  temo. 
i>o:i  itun.  (Á  Den  Diego.) 
iPtttt  qu¿  miudilat 

DON  DIEGO. 

Un  coidado 
Que  eo  toda  el  alma  padetco , 
He  imporu  comoDícar 
Con  TOS. 


Vo^rurfo 
Que  en  dejando  aquesa  dama 
kn  su  usa... 

RI.T1BA.  (Ají.) 
¡ExlraBo  aprieto! 

Conmigo  vengáis;  que  yo 
A  lo  largo  os  voy  alguiendo. 

jUAn*.  {Ap.  á  tu  affls.) 
iNo  es  nada!  ¡seguirnos  quiere 
Nueilro  hermano  por  lo  menos'. 
KLT[RÁ.  (Ap.  á  Den  Juan.) 
No  permitaía  que  nos  siga , 
Por  Dios,  ese  cahallero. 
Señor  Owi  Juan ;  que  quien  ta*u 
De  vos  solo  igual  recelo . 
iQué  hará  de  otrof  Y  presumid, 
Aunqui;  os  diga  mas  i|ue  puedo. 
Que  importa  mas  que  peiisr^' 


«.ME 


■o.) 


Por  quitaros  ese  miedo. 

Auiiuue  sabéis  llegado  á  tiempo, 

[A  Den  Meto.) 
Que  iba  tan  bien  diveftido, 
Ui-sa  manera  vlnieiidoi 
I  Cómo  puedo  dilatar 
tr  con  1^1 


Ya  yo  la  tengo 
Desia  dama ;  que  iniea  ella 
Agndeceri  el  encoeniro. 
Porque  no  la  siga  yo. 

Es  verdad ;  mas  no  por  eso 
De  mi  estéis  desconilado. 
Piles  ya  nueva  causa  lengo 
De  buscaros,  por  sulwr 
Que  os  quiere  ese  cal)ailero. 

tPun  qn¿  os  importa  i  tosT 


Et  cuidado  con  que  quedo, 
l>e  prcNunii  que  es  augusto. 


(Jneni 


lasjga. 


CLVIIA. 

Si  lo  eslimo : 
Has  también,  Don  Juan,  lostmio.— 
Ven,  luana. 

(Eeltaii  d  andar.) 

No  hay  que  temer 

8ae  nos  conoció,  supuesto 
ue  nos  deja  ir  tan  seguras. 

iQnIén  creyera  qoeí  un  empeíio 
kual  mi  hermano  me  bJciera 
^paldasTpnes  por  él  quedo 
Libi«  ya  de  que  Don  Juan 
No  me  siga.  Vamos  presto. 


A  sacanne  del  peligro 


Vuestra  Alteza,  oculto  docBo 
De  mit  sentidos ,  en  mi 
Tiene  un  esclavo. 

(Yante  Elvira  fJuMaa.) 

ESCElfAlX. 

DON  JUAN,  DON  DIEGO,  HERNANDO. 

Ya  quedo, 
Don  Diego,  desocupado. 
i  Qué  mandáis  T 

dI>:<  DI  reo. 
Estadme  atento. 
Ta  sabéis  (como  quien  es 
Ni  amigo  tan  verdadero, 

V  i  quien  he  franrjueado  lodos 
Los  archivos  de  nii  pecho) 
Qae  adoro  i  Doña  Leonor 

be  Mendoia ,  padpciemto 
Las  iras  ile  sus  desuenes , 
Las  safias  df  sas  desprecios. 
Consolado  en  sus  rigores 
(Porque  no  es  amor  perfecto 
El  que  no  se  juxga  bien 
Hallado  en  sus  seoijmienlos) , 
La  idoUtralia ,  pensando 
One  en  lan  soberano  empleo, 
Nadie  hahia  que  ganase 
Las  venturas  quf  yo  pierdo. 
Mas  ¡  ay  de  mi !  ¡  cuín  burlado 
Vi«!a  mi  pensamiento, 
De  si  mesmo  persuadido, 

V  engañado  de  si  mesmo  ( 
Que  01  ro  es  mas  feliz  que  yo. 
i  Cómo  mis  celos  reliero , 

I  Ay  de  mi  I  ün  que  me  mate 
La  ponxofla  de  mis  celos? 
Cómo  lo  supe ,  escuchad : 
Veréis  1»  raxon  que  lengo 
De  srnlirlos,  ruando  no 
lt:<sl:irii  la  de  salierlos. 
Una  criaila  cpu.-  sirve 
A  aqiiese  liíanu  dueüo 
De  mi  vida ,  soboniaila 
Ue  y.i  d.idiva  y  p|  ruego. 
Me  ofreció  darla  un  pa|)e1. 
Diciendo  que  su  apoeento 
Tiene  una  reja  que  cae 
Al  porUl; )  eo  el  lütatío 


D«  la  noche,  le  llenae; 

ten  ella,  una  seria  hádenlo,* 

iria  i  tomarle.  Vo  ful 

A  llevarle  el  papel;  pero 
Aunque  bice  la  seña,  ella 
No  me  respondió  lan  preito. 
Presumiendo  que  eaiaria 
Con  sus  amos,  hice  tii'mpo 
Dentro  del  mismo  portal , 
De  su  oscuridad  ciil)íerto ; 
Coando  con  la  escasa  luz 
De  la  calle ,  un  hombre  veo  ' 
Entrar.  Vo,  mas  recalado. 
De  la  puerta  me  deHendo ; 
Pero  no  lamo  que  ei 
No  me  sintiese,  y  diciendo  : 
I  No  puede  estar  aquí  nadie , 
}ue  matarlo  ó  conocerlo 
ía  no  me  importei,  ta  espada 
Sacó  :  yn  eulünces,  reauello 
A  que  habia  de  encuiñirme , 
La  mía  saqué.  Al  eslruendo 
De  los  dos ,  se  all>oroló 
Toda  la  casa  allá  dentro; 
Salió  su  padre,  y  Leonor, 
A  sn  padre  deteniendo. 
Salió  con  luí  y  criados. 
Vo  entonces,  reconociendo 
Que  era  dar  noei*  materia 
A  BUS  ahorre  ciailentos 
Et  ser  cúDOcido,  lomo 
La  puerta  y  la  espalda  vuelvo. 
Rien  claro  está  que  seria 
De  atención ,  y  ito  de  miedo. 
Pues  me  obligó  i  retirarme. 
Mas  que  el  temor,  et  respeto. 
Lo  que  sucedió  no  sé 
Coo  el  otro  caballero,   . 
Que  detenido  de  todos, 
Se  quedó  ¡  ay  de  mi !  con  dio*. 
Desle  suceso  pendiente, 
Hasta  saber  el  suceso 
Ksluy  i  y  i  buscaros  í\a 
Para  que  me  deis  cousejo, 
O  me  digáis  qué  os  parece 
Uno  que  pensado  lengo. 
Porque  de  cuantos  caminos 
Previene  mi  entendimiento , 
He  elegido  el  escribir 
A  la  criada,  diciendo 
He  avise  de  cnanto  ba  habido 
Desde  anoche  en  casa ;  pero 
Hallo  mil  diQcultades 
En  el  llevarle  yo  mesmo 
Ei  papel,  ni  criado  mió; 

V  asi  se  me  olreció  un  medio , 

V  es  que  deis  licencia  á  Remando 
De  llevarle ;  pues  es  cierto 

Que  no  siendo  conocido. 
Podra  dársele  sin  riesgo , 

V  traerme  la  respuesta. 
Veré  si  con  ella  venzo 
Este  tropel  de  desdichas, 
ICste  raudal  de  recelos , 
Este  piélago  de  penas,     '- 
Abismo  de  sentimientos, 
Y.  para  decirlo  lodo. 
Esta  borrasca  de  celos; 

?ue  donde  ellos  son  los  mas, 
odo  lo  demás  es  menos. 


El  lance  ha  sido  ootjdile, 
r  jnigo  por  buen  acuerdo 
El  que  lialieis  tos  elegido; 

V  asi .  aunque  el  disgusto  sii 
He  huelgo  que  nos  h;dleis 
En  ocasión  que  podemos 
Serviros.en  algo  yo 

V  Hernando. 


Ye  no  me  bl 


dbvGoogíc 


One  no  (lUtotera  kervlr 
AuD  lo  qae  sirro. 


Toral,  HernaiKlo,  por  lii  vida; 
Que  ;o  uu  vesiido  te  orreico , 
Si  mes  respuesia.  - 


Pues  lomo,  voy  j  rengo. 
iCiaao  ba  nombre  la  criaüai 

Inei. 

^Deqoéf 

Nosé.derlo. 

4  Pne*  cómo  fae  de  pregnatiT  T 

^Abora  reparas  ea  eso? 

Si,Mn)Dea1que 
Le  dan  ilempre. 


Corre  preaio , 
T  batea  alguna  invención , 
Con  que  pueüai  eoirar  deairo. 

■EMAniK). 

Aborabien,  (ello  iia  de  BerT 
A  los  do(  cíu  mi  ingenio 
Que  teais  en  la  res|)uesU 
Hi  iiidnstna  j  mi  airevirnteoio. 
^Dóude  me. esperáis  los  dosT 


Pnei  1  cHa  al  iastanie  melro^  {Va*e.) 

Venid ,  Don  Joan ;  qne  también 
Que  TOi  me  eonielí  deseo 
Qoé  dama  era  esta  tapada. 


Calle  en  fu  Mtt  li  asi  de  Don  Alonso. 


HERNANDO, 

t  A j,  Tntido , 
Ba  qné  eonfotlon  me  has  puesto  1 
IfasídeqoéestaconfaslonT 
iSeri  «le  el  papel  primero 


LOS  EHPElNOS  DE  UN  ACASO. 
E80EKA  XL 


i  Dúnde  last 

No  sí.  Usardoi 
loe  aunque  voiiia  diciiii'lo 
Joe  no  be  de  ver  en  mi  viila 
A  Leonor,  al  punto  mesmo 
Que  lo  proiiuuuian  lus  labios, 
Lo  desmiemeD  tos  aféelos. 
mUíSi-SDo.' (Ap.) 

t Válgame  Dio^ !  {Si  «I  vestido 
erí  de  color,  ó  negnrí 

tQDí  es  esto ,  cielos  í  ;  hajr  dos 
oraioqea  en  mi  pechot 
Hay  en  mi  dos  albedrtos , 
Uos  almas?  No.  Pues  ¿qué  es  esta 
De  proponer  yo  ana  cosa , 
V  contra  mi  mismo  acuerdo 
Hacer  otra  cosa  jo  T 
Mis  ¡ay!  ¡que  loco,  qtie  necio 
Ignoro  que  soy  quien  puede 
Menos  yo  conmigo  mesmo ! 
BiaRjtnoo.  {Ap.) 
Esta  es  (le  Leonor  la  casa. 
Aqui  me  santiguo,  v  entro 
Con  pié  dereclio:  Dios  quiera 
^'o  salga  con  el  Izquierdo. 
Ahora  bien ,  esta  es  la  puerta. 
Llego  ;  llamo. 

¡Qué  es  aquello] 
I  No  llama  mi  hombre  en  la  caM 
DeLeoDorT 


Que  mis  celos  no  presuman 

Sue  es  la  sombra  de  mis  celos. 
e  aqueste  umbral  amparados. 
Por  qnlén  pregunta  escúchenlo*. 


xa. 

fNES.  —  Dichos. 
nei. 
i  Quién  llama  t 

■nuunito, 
¡Eincé,  mi  reina, 
Una  Incf  i  qolen  yo  Tengo 
Buscando T 


baya  dado  io  delante 

ua  suegra  de  otro  üempoT 

stiegras  deste ,  ellas  mfainu 


&•;;    
llevaran ;  porque  es  cierto 
tne  en  la  provlDcla  de  amoTt 
I  alguacil  de  ra  celo 
Toro  Tara  crinlna) , 
Pera  T*  ea  dTÜ  h  ba  f«e)io. 


Yo  si.  Para  que  ma  tenga 
Tal  Ine»  por  su  cordero. 
En  Btu  brazos  me  reclino. 

;  Qné  ancianísimo  concepto ! 
Vamos  al  caso,  i  Qué  manda 
Vueaa  merced  después  de  aso  T 


To  no  mando ,  riño  lirrs. 
Aqueste  papel... 

MK  rtux.  (Ap.) 


iCnyues! 
{Llega  Don  FÜU;,  y  tama  apapiL\ 
non  rdui. 
Yo  lo  veré  presto. 

IMS.(^.) 

lAy  deml! 

ueaicjtNDo. 
i  Por  qué  me  toma 
(Jcé  el  papel  * 

Dox  rttiz. 

Porque  quiero. 


Es  ccncluyenie  razón  : 
Yo  me  doy  por  saiisfecho. 
Ucé  le  lea,  y  responda 
Lo  que  le  estuviere  i  cuento. 

Esperad ;  no  os  vais ,  —  ni  tA 
Te  entres ,  Inés ,  alli  dentro. 
Hasta  que  yo  baja  leido. 

(.Ubre  el  papel.) 

IMS.  (Ap.) 
Como  una  azogada  tiemblo. 
.    BiatuNDO.  (Ap.) 
¡Oh  quién  fliera  ahora  valiente  > 
Mas  quiKÍ  Importa  no  serio. 
DON  rtiu.  (Letatde.) 
ToM  pude  exeuíar  el  ¡anee  de  ano- 
che, porgue  ettanáa  etperanáo  pera 
hablarte,   cttne  toe  kablai  oft-eeide, 
entró  aquel  eabalterú;  y  taeeude  U  e*- 
pada,  M  fúrtoto  que  yo  me  iefeet- 
diera.  Avílame  enqui  lú  parado; mé 
halla  aieguranue  de  tu  peligre ,  *» 
quiera  hablar  en  mié  lentímienloe.  Dtet 
te  guarde. 

A  Leonor  viene  el  papel. 
No  fué  en  lauo  mi  recelo. 

IXES.  (Ap.) 
i  Cíelos  I  lamaBiu  eatoj. 


Cierto,  que  yo  pensé,  viéndOi 
Abrirle  asi,  que  venia 

i™.  (Ap.) 
iQuéseriestoT 

(Ap.  Apuremos  d«  una  ves 
Al  vaso  todo  el  veneiio.) 
Inés,  ;qa¡én  es  el  que  escriba 
Tan  cuidadoso  y  atento 
A  tu  ama? 

ms. 
iQuéaéyo? 

Oid  TOi  :  decidme  presto. 
íA  quién,  hidalgo,  sarrlsT 

A  Don  Juan  de  Silva.  Pero , 
Si  aqui  be  venido... 

MHltUI. 

No  mis. 


Ra  tldo... 

KMntuz, 
Oiroi  00  qidero. 

miumo. 
De  pane... 


>.  EatadoM  «tmo.  ■ 

.     llyLlOOglC 


JmMIv  1  Don  Juan  de  Silva , 

Que  Dan  Félix  <lc  Toledo 

t.e  dice  que  si  iira\it-sa 

Ella  calle  en  iiintcon  llempo , 

Le  milart  a  cacbilladas. 

V  eu  Te  de  que  eabri  hacerlo , 

Tomad ,  llevadle  ep  señal 

Aqaesiaí  dos.         [ÍMle  con  la  daga.) 


¡Vosoj  nuerlo 
¡  Confesiou ! 

IXEÜ.  (Ap.) 
¡Has  que  me  da 
A  mi  tambieu? 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE 
Cuto  S''a ,  ni  A  qué  pfeclo , 
Ni  conozco  í  quien  le  trajo. 

Aun  bien  que  lo  dice  él  mes 
Eí  «alan  que  para  hablarte 
Bslaba  anoche  encubierto. 
De  ti  llamado,  te  escribe 
Muy  cuidadoso,  diciendo 
Lf  avises  eu  gué  par6 
L-i  I — ..    y  aoade  luego 


ÜUP 

Hablara  ei 


Don  Félii. 


Vo  lo  sé  bieo. 
Ue  ha  dado  de  corle  y  recio. 
i  No  babri  |)ur  aquí  una  silla 
Del  Refugio,  que  i  un  barbero 
Mu  lleve ,  ;  le  daré  dada 
Toda  la  sangre  que  fierlo , 
Solo  porque  me  la  lome?         (t 


Ten ,  seBor ;  que  vo  no  sé 

Nadi. 

non  FÍLIX. 


.  ESCENA  XllL 

I.E'jMlIt.  — DON  FEUX,  )NKS. 


íl,  pues  de  día  ;  de  noche 
Diis  ocasiou  para  habertus. 

teu^oH. 
íQuéocajiloiiT 

Este  papH, 
Qne  ahora  nara  U  iTajenm 
A  Inca,  looiri. 


I  viéndote  asegurada , 


Aquí  no  \Vij 


Plegué  i  los  cielos... 

Nada  creo  que  me  digas^ 
Solo  lo  que  miro.  creo. 
1'aina  el  papel  j  resiwnde ; 
Que  es  bien  que  ese  caballi'ro 
Salga  del  susto  eu  que  está. 

LEOHOH. 

¡Hi  bien .  roí  señor,  mi  dueño!.. 
¡Mi  mal,  mi  muerte,  míraliia!.. 

LEONOn, 

Nada  que  dices  entiendo. 

Pues  bien  claro  te  lo  digo , 
V  a  refi-rl  rielo  vuelvo. 
Don  Juan  de  Silva ,  tu  amante , 
Está  del  nasado  encuentro 
Cuu  mucuisimo  cuidado. 


Ahora  le  entiendo  menos. 
':  Don  Juan  de  Silva  i 
10  le  conozco? 

IKIII  FÉLIX. 

¡  Es  bueno 
Quien  lodo  lo  nipga ,  todo 
1,0  coullpsa.  ¡Que  aun    '  - 
De  enga&ar.  con  ser  l.iii  incii 
Le  h:i)'a  fallado  i  lu  ingenio 
No  fuera  mejor,  decirme  : 
«F^lix,  esecahaHero 
He  sirve ;  jo  no  le  admito. 
Si  anoche  estuvo 'encubierto 
V  ahora  escribe ,  diligencias 


Uévems  al  diablo  si 


eue 


l)iscu!|>ánsie  i 

De  la  lerdad,  fuera  menos 
Hi  dolor,  imaginando 
Que  en  (larte  podrá  ser  cierto; 
Pero  negar  el  principio , 
Es  huir  el  ai^umenio. 

Pufs  si  es  el  principio  falso. 
I  No  he  de  negarle  t  Los  cielos 
He  fallen,  ti  tal  Dnn  Juan 
Conozco  :  á  decir  Don  Diego 
De  Lara,  que  es  el  berniuno 
De  una  amtga  <ine  yo  lengo , 
Vo  confesara,  Don  t'élix. 
Que  es  verdad  que  mira  atento 
Uia  balcoiiea. 

BOB  OU.1X. 

I  Ef  buen  modo 
De  discul|i  >r  unos  celos. 
Con  dañaros! 


LA  BARCA. 

Que  la  «erdad  es  el  medio 
Mejor  de  satisfacer? 

SI ,  mas  lo  contrarío  siento ; 
Porque  en  efeclo ,  no  hay  col 
Qne  esté  bien  i  un  sentlm' 
Si  lo  sabe ,  por  dudarlo , 
Si  lo  duda  \H)t  saberlo. 
Y  asi  dudar  ni  saber 
Quiero  ja;  que  solo  quiero 
Uuir  de  U. 

Detente. 
Dotí  rtm. 
SuclUi 
Que  si  le  disculpas,  temo 


Mira... 

BON  rtLlI. 

HaKo  miro,  pues  miro, 

IngraU,  tus  Gngimii-nlos, 
Tus  mentira!^ .  tus  eng:iños , 
Tus  falsedades,  tus  jeiTot. 

Pues  til  veris  mis  linezas. 

Ya  vendrán  tarde  ;  sio  Uempo. 

LBONoa. 
¡  Oh  mal  baja  mi  fortuna , 
Qne  en  tal  opinlou  me  lii  puesto! 

¡Ob  mal  haja  mi  desdiclia, 
PuesporellaaLeonor pierdo!  {Yatue) 

Sala  en  casa  üe  Don  Dicto. 

E8GEHA  XIT. 

ELVIRA,  am  ttrt  eeitiis;  JUANA. 


NoU-ible  VI 


ra,  Jua 


. habernos  couofido 

MI  hermano ;  j  pues  ha  saUdo 
De  casa  tan  demañana 
Que  en  mi  aposento  no  ha  entraüu. 
Pensando  que  yo  durmiera; 
Nadie  le  di  fia  que  fuera 
Aquesta  mañana  he  estado; 
Que  aunque  aquesio  importarla 
Poco ,  pues  salle  que  voj 
A  andar;  negái'selo  hoy 


Este 


'Odia 


Solas  esiamós  ahora  : 
Ha?  me  gnslo  du  derir 
Desle  embozo  el  priisamiento. 

Yo,  Jii.ina,  le  lo  dir^: 
Que  habi'rlu  callado  fué 
Pensar  que  lu  en  tiin  ti  miento 
Lo  hubiera  ja  conocido. 

No  he  sido  laii  necia  yo 
Que  d  lin  no  alcance ,  mat  no 
Los  medios  por  que  ha  venido; 
Pues  el  buscarle  iai>!ida 
Y  eneul>rine  denle  mmlo. 
Aunque  me  lo  dice  Indo, 
Ne  diJB  sin  sab^f^nada. 

D,nt,z9dhyCOOgle 


■LtlM. 

Ya  i»bet  que  es  et  amigo 
Mayor  que  nii  hermuno  lienn 
1)011  Juun.  Como  á  verte  vieite 
Liis  ta»i  ilias ,  y  lesli^o 
De  su  gala  ;  discreción 
Es  siempre  mi  soledad. 
Lo  que  iiiles  ociosidad , 
Fué  ilespui-s  inclinación, 
A  uuieii  luego  pasar  veo. 
Habiéndose  declarado. 
De  iaclinavinn  i  cuidado, 

V  de  cuidado  á  deseo. 
Por  una  pane  me  via 

A  ser  quimil  soy  oliligada ; 
Por  otra ,  i  un  dolor  posteada 
Que  en  la  privación  crt'Cla; 

Y  enire  mío  y  olrn  lirino 
Iti>!or,  niii|!UiiOi  Irmer 
l.le);ué  taiilo ,  como  el  ser 
'l'uii  ami)(0  <le  mi  liermann, 

Y  asi ,  |>or  cumplir  conmigo , 
Con  mi  propia  estimación , 
Con  mi  ciega  inclinación, 

V  con  las  leyes  de  amigo , 
Uusiiué... 

ESCENA  XV. 


Bien  podéis  entrar, 
Don  Juan,  parque  para  vos. 
Siendo  quien  somos  los  dos. 
No  hay  en  mi  casa  tugar 
It  «servado. 

KHC  lUlH. 

Ya  yo  sé 
La  connania  (|ue  os  debe 
Mi  aniisiail :  mas  no  se  airove 
A  iisai*  delta  mal  nii  le. 
Y  asi  *  enlniT  no  me  airevla , 
Viendo  que  aiiai  estaba  abura 
DoBa  Elvira,  mi  s<-ñoTa. 

Ella  es  lan  hi'rin:ina  mia , 
Que  es  i  a  licencia  oa  dura 
Porque  gnslo  della  yo. 


Porque  esii 
Quejosa  hoy  la  Toluntad 
De  ti  mucho. 

jpor  qué, hermana* 

Porqoe  en  toda  esta  ma&aDa 
No  me  has  vislo. 

DuH  DIEGO. 

Es  la  verdad. 
Has  la  en  usa  de  salir 
Bio  entrar  en  tu  aposento. 
Fué  HUÍ-  cierto  seiilimieiito 
No  me  dejú  discurrir ; 
V  porque  lamhieo  pensé . 
Como  andas  aquestos  dtas. 
Que  ya  tú  fuera  estarlas. 
(Vaif  Jaatia.) 

Hoy  DO  be  ulido,  porqué 


LOS  EHPEROS  De  UH  ACA^O. 
N'o  me  he  sentido  muy  buena. 
Pero  dime  tú  el  cuidado, 
Qiw  i  mailrutptr  le  ha  obligado. 

No  quiero  hablarte  en  mi  pena. 
Cosas  de  tu  amiga  son. 

'j,Que  castigar  no  has  sabido 
Un  desdeu  con  un  olvido  t 

Harto  e>dpo  su  pasión 
Vo;  pues  de  un  ri{;or  tirano 
üi|{ue  el  baldio  interés 
Tal)  sin  cs|>eraDza. 


Uuy  Giiisimo  nt I  hermano. 

Cúlpame  tü,  Elvira;  pero 
Vos,  Don  Juan,  no  me  culpéis; 

Sue  por  qué  callar  tenéis, 
i  el  suceso  considero 
Que  me  teníais  contando ; 
Pues  mas  que  amar  no  desden. 
Es  amar  sin  ver  í  quién. 


Dudando 
Fsigy,  cómo  puede  ser. 
(Ap.  Lo  que  h.i  contado,  qitfsiem 
íiaber  de  aquesta  manria  ) 

Pues  si  lo  queréis  saber, 
Estadme  aleólos  los  dus; 
Que  es  suceso  para  oirse, 

V  tal  que  puede  decirse. 
Aunque  estéis  delante  vos. 
La  ocÍosi<lad  cortesana , 
Estas  mañanas  de  mayo 
He  sacé  i  ese  verde  sitio. 
He  llevó  i  ese  verde  espacio 
Que ,  rep&blica  de  llores 

V  laberhitii  de  ramos. 
De  dosel  sirviendo  al  rio. 
Sirven  de  alfo(nhra  i  Palacio. 
Entre  las  confusas  tropas 
Que  erraaiemente  biyaudo, 
Coros  de  ninfas  tejiau 
Mejor  que  en  elisios  campos , 
Van  lapada  beldad 

Al  Parque  bajó,  ostentando 
Eiieldescnido  lo  airoso 
Aun  inics  de  lo  bizarro. 
A  pesar  de  la  herm9sura 
De  las  que  ver  se  dejaren, 
Ventaja  i  todas  hacia  , 
Venciendo^  desempeñando 
Aquella  opinión  de  que 
I^  hermosura  uo  es  el  dardo 
Ha«or  de  amor ,  pues  sin  ella 
El  brío  llene  sus  lazos, 
Sus  viras  el  desatino, 

V  sus  heridas  el  garito. 
Aunque  yo  quiera  pintarla. 
Será  imposible  ,  no  tanto 
Porque  el  aire  no  se  pinta 
Con  matices  ni  con  rasgos. 
Cuanto  porque  eu  toda  ella 
No  vi  mas  se&as  que  daroa , 

?ne  un  descuido  en  el  vestido , 
una  atención  en  el  manto; 
Si  bien  no  dejó  tal  vez  . 
l)e  romper  el  negro  claustro 
Del  mal  transparente  velo 


Una  hemiou  blanca  maiiOi 
Que  de  azucenas  y  rosas 
Heina  fué,  y  i  quien  esclavo 
Se  confesó  de  la  nieve 
Bozal  etiope  et  ampo. 
I  Bien  hubiese  un  arrovnelo 
Que  is\M  de  cristal  pisado. 
Entre  unas  humildes  yerbas 
Del  rúsLicn  pié  de  un  irbol. 
Quiso  inunler  el  ribete 
l>e  sus  iidonios.  manchando 
No  sé  qué  ceiicPa  lie  oro 
('«n  saliva  de  alabastro ! 
Pues  la  oblij;ó.  |ior  huir 
La  ponzoña  de  sus  laliios, 
A  la  brújula  de  un  pié 
Tan  breve  y  lan  bien  calzado , 

8ue  deeia  :  ijazminsoy 
el  bolón  desie  zapato.  ■ 
Aunque  la  perdí  ile  vista 
Una  vez,  el  mismo  prado 
He  la  enseñó  solo  i  mi ; 
Pues  cuantos  la  iban  buscando 
Por  lo  ajado  de  la  yerba 
Que  pisaba ,  no  la  hallaron ; 
Pero  yo  mas  advertido 
Del  breve  hermoso  con  lar  lo , 
La  hallé ;  pues  la  iba  siguiendo 
Por  lo  florido  del  campo, 
Porque  era  senda  mas  suva 
Lo  Oorido  que  lo  ajado. 
No  sé  al  pasar  qué  la  dije ; 
V  ella  con  corles  agrado 
Respondiéndome,  me  dio 
Licencia  para  itla  hablando. 
I  En  mi  vida  vi  mujer  •« 

De  Igual  ingenio,  mezclando 
Lasliceocias  del  buen  gusto 
Con  las  leyes  del  recato  1 
Hasta  Madrid  la  seguí ; 
Pero  >l  puolo  que  llegamos 
A  tocar  de  Leninitos 
La  calle  (que  antes  fué  campo) 
He  dijo  :  iSeiior  Don  Juan , 
Merced  me  haced  de  (¡uedaros; 
Que  como  no  me  sig;iis 
Ni  vos ,  ni  vueslro  críadu , 
Ni  queráis  saber  quién  soy. 
Cada  dia  vendré  á  hablaros.  • 
Yo,  cogido  de  improviso 
Con  un  favor  Un  extraño , 
La  coodlciou  otorgué , 
Desvanecido  y  uf^no. 
Algunos  di  as  volvió ; 
Mas  con  el  mismo  cuidado . 
One  el  primero,  tuvo  siempre 
Cubierto  el  rostro  del  maulo. 
Vo  pueí^,  ^iendu^ne  duraba 
Va  mucho  tiempo  el  engaho, 
Hoy  me  resolví  i  seguirla 
A  |)esar  de  sus  enfados ; 
Has  ella... 


Saldré  i  baUarle.— Vos,  Don  inao 
No  prosigáis ,  basta  tanto 
Que  vuelta;  que  esto;  pendiente 
r«-  -iceso  tau  eitraüo. 

[Vantt  Das  Dítgo  y  Juna.) 


b/Googlc 


COIIBDIAS  DE  IK)N  PEDBO  CALÜEROH  DE  LA  BARCA. 


eSOBHAXTIL 

ELVIKA,  DON  JUAN. 

ELVIM. 

M;i.  A  mi  atajarlo  me  imporia ; 
Que  las  Küas  que  va  dan  Jo, 
Podrá  aer  que  algo  desculiran.) 
Dou  Juan ,  auuque  me  ba  aümirado 

El  tactao ,  mas  me  admira 
Otra  cosa  que  en  él  hallo. 

BOX  iU*H. 

iQDé  e* ,  aeBoraT 

Un  caballero 
Tan  noUe,  Un  corletano, 
Tan  Halan,  Ud  entendido. 
Tan  alentó  y  tan  bizarro , 
i  Tan  públicamente  cuenta 
Loa  favores  (tve  ba  alcanzado 
De  una  dama ,  sea  quien  Tuere ! 


No  lo  aabeia , 
Segan  inflcro  del  caso ; 
Por  eso  no  lo  decía ; 
Qae  el  que  el  favor  lia  conlido , 
Coalara ,  i  saberlo ,  el  nombre. 

Y  asi  quiero  aconsejaros 
Calléis,  ií  quereia  wterle; 
Porque  <|aien  os  ba  butcado 
Ho  sepa  que  oa  alabais, 

Y  Tiendo  que  (oís  tan  lano 

gue  blasocMis  de  que  os  buscan , 
eje,  DoD  Jnan,  de  buscaros; 
Que  aaiea  no  calla  lo  minos, 
Dirl  lo  demás;  y  es  claro 
Que  los  favores  de  «luicn 
Os  busca  con  tul  recato , 
Herece  no  merectrlos 
El  que  no  sabe  callarlos.  {Vate.) 


DON  DIEGO.-DOM  JUAIf. 

IHHIDIE60. 

Volved  al  eaw. 
Don  Joan;  oue  ja  despedí 

A  quien  me  onscó. 

Acabatbi 
Kvi  ja,  pnes  que  no  tengo 
Otra  cosa  que  contaros 
Has ,  de  que  do  té  qoléo  es. 

MKDiaeo.  ' 
¿Y  Elvira? 


Sa  SDccgtmleQtQ. 

Urna  Ms  éenlro. 
K  este  enano 
Entrad. 


Va  soy  ¡  a;  de  mt!  que  ler 
Eniillailo  y  enrrenado , 
A  |>edíros  que  el  vestido 
Sea  mortaja. 


íQué  baj, 
HEBnumo. 
i  Qoí  ba  de  haber?  Gran  mal. 

No  bagaii 
De  aquestas  locuras  caso ; 
Que  él  babri  buscado  esta 
Industria  para  haber  dado 
El  papel. 

BEMIAmiO. 

i  SI,  industria  fué 
Qoe  se  me  pegó  á  los  cascas! 

Ea,  di  presta,  iqoé  ba  babido? 

Hernando,  uo  estás  burlando. 


Es  verdad,  burlando  estoy; 
Pero  sod  buríis  de  manos 
Huj  pesadas. 

DON  niRCO. 

jTaoto  esperas 
Pira  contar  qué  ba  pasado  ? 


No  IMM  rompas  las  cabe/as. 


A  eso  dijo  an  cl _  . 

■Coo  ese  recado ,  al  toro.  > 

DOR  DIEGO. 

;Qné  recado  traes? 


Huj  malo; 
Has  no  diréis  por  to  méuos 
Que  vengo  sin  mt  recado. 

roH  lOAK. 
Di,  i  qué  traes? 


,  El  papel  le  daba,  enando 
Uo  caballero  llegó. 
He  le  quitó  de  las  manos, 
LcTÓleíodoi  la  leira. 

Y  Jijóme  luego  :  iHidalgo, 
>iA  quién  serrlsTi  Vo  ín  dije  : 

•  Uon  Juan  de  Silva  es  mi  amo;a 

Pero ,  queKeu<lo  decirle 

De  quién  era  alli  enviado , 

No  quiso  cirio ;  y  tiacieiKlo 

Un  solo  compuesto  de  amboc , 

El  fué  el  colérico ,  y  yo 

El  sanguino,  pronuuciando 

Muy  hosco,  muy  Uero,  ma; 

Iracundo  v  temerario  : 

I  DeCHTá  Don  Joan  de  Suva , 

[)e  quien  decís  sois  criado, 

Que  Don  Félix  de  loledo 

Le  dice  que  si  da  un  paso 

Por  esia  calle  en  sa  vida , 

Ni  aun  por  todo  aqneste  barrio. 

Le  matarí  i  cuchilladas , 

Sustentándolo  en  el  campo 

Cuerpo  A  cnerpn ,  cuaiulo  importe 

V  en  te  de  que  pjecularío 
Sabri  ,  llevadle  por  muestra 
Aquesta;!  y  asi  os  la  traigo 
l'ara  ver  cuil  de  los  dos 

Se  quiere  vestir  d<^l  puSo. 

Calla,  HeruandD ,  no  prosiga*. 
Calla  :  no  bables  mas ,  Hernando, 


:  Habiendo  dicho  mi  nombre , 
Y  que  eres  lü  mi  criado. 
Te  ha  tratado  desa  suerta 
Don  Félix  I 


Si  aniicslo  es  mi 
Por  lo  menos  no  (liras 
Qu^  vengo  sin  mi  recado. 

Habiendo  ido  de  mi  parte, 
¡  Desta  suerte  te  ba  tratado 
DonFéllil 


DON  DIEM). 

^Quién? 

El  cirajano. 

A  mi  el  vengarlo  me  toca. 

A  mi  me  toca  el  vengarlo. 

Eso  no  :  mi  nombre  oyá 
Don  Pélii,;r  el  desacata 
Se  hizo  iml  nombre ,  j  I  mi 
Es  É  quien  envía  A  recado  : 
¥  asi ,  JO  he  de  responder. 


Creerlo ,  aquí  eitio  los  cascos. 

aon  JBUi. 
iPnea  quién  te  ha  herido? 


Escuchadme 
I  Los  doa,  <[iie  DO  seré  largo, 
i  Llegué,  llamé,  sali6  loei : 


V  a^inp  toca  el  l>¿icsil«. 

u,nt,zodb/L-.OOglc 


No  Laríis  bit,  porque  jo  eitoj, 
Pues  conmigo  nablú,  empeñado, 
Y  me  he  de  uiisracer. 


La  Intención  tace  el  agratto; 

V  asi ,  annqne  con  vq^  habló , 
Hablú  del  nombre  engaitado; 

V  la  intención  es  conmigo. 
Pac*  soj  quien  a  Leonor  anw 

XEinuiDO. 

Amqne  jo  no  oi  puedo  dar 
Por  ahora  consejo  sano , 
Os  d;ir¿  un  consejo  herido. 
iB»j  mas  de  buscarle  eniramboa , 

V  darle  eulrambei  i  uoaf 

Eso  no;  guceslilo  b^o, 
Que  i  quien  cnnmi{(o  hatilá  Hilo, 
Le  liasi|ne  ¡o  acampanado, 
Fuera ;  j  mas  liabiendo  dicho 
Que  lo  harí  bueno  en  el  campo. 
iSabes  dóiiile  vivef 

No; 
Doode  mata ,  al. 

Buscando 
&■  casa  ¡té. 

DOM  DIEGO. 

No  me  hagili 
El  desaire  de  empefiaros 
Voa  por  mi. 


Por  00  acaso  eso  luá. 

E(  Tcrdad  ;  pero  es  bien  claro... 


Pwt,  volando,  dame  el  manto. 
iPnraqné  iuteotasT 


LOS  EMPEifOS  DE  UN  ACASO. 
JORNADA  SEGUNDA. 

Cilla. 


ELVIRA  T  JUANA ,  ean  manloi. 


La  pena 
Pocasteees  deja,  Juana , 
Discurrir  con  mas  prudeocla. 


Una  desdieba  1  mi  hermano, 
0 1  DoD  Juan ;  pues  de  cualquiera 
De  ios  dos  me  toca  tanta    ■ 
Parle  en  su  riesgo  ú  su  ausencia. 


Que  bal  de  remediarlo! 

■LTIRA. 

Lien, 
Llama  i  esa  puerta ,  j  sabraslo. 

;Puei  qnUn  vire  eo  esa  poerta  T 


;De  qué  la  sabes* 

e  que  un  día  Leonor  bella 
V  yo  en  un  coche  pasamos 
Por  aquí ,  j  de  sus  trisiexas 
Dándome  parte,  me  d^jo 
Que  parásemos  en  ella. 
De  adonde  salió  Don  Félix, 
A  hablarla  al  estribo. 


Yo  le  bascaré  primero, 
Si  tanta  Tentara  alcnnza 
Que  sepa  su  casa  Inte*. 

^icahuetes  desdichados , 
Escamienlad,  pues  me  veis 
Demodo  ;  descsialrudo. 

[Vaiue  ¡M  Ira.) 

ESCENA  XXI. 

ELVIRA,  JUANA. 


El  icdondiKiía  de  ti. 
Venirte  desla  manera 
Eu  casa  de  un  hombre  m 


La  de  escoriar 
|nie  uta  desdicha  (aceda;  . 
jae  habiendo  escuchado  jo 
De  mi  berma  no  la  contienda 
Y  de  Don  Juan ,  sobre  cuil 
Le  ha  de  dar  muerte,  ¿do  ec  Iberxa 
Que  por  Don  Juan  ó  mi  faermaoo 
EiiiMraurlo  pretenda , 
Ya  que  el  no  aabersu  casa 
E)k>s,  da  Ingar  que  pueda 
Haber  lo.  Intes  que  ellos  Uegnen 
PrcTeiudo  la  Tioiencia  T 


iLTita. 
Af  islndole  de  qse 
Se  guarde. 

Esa  dilieeneia 
Has  es  en  tavor,  señora , 
De  Don  Félix,  si  le  llegas 
A  avlsur,  que  de  tu  iiermano. 
Ni  Don  Juan. 

No  es  como  pienuí  ¡ 
Oae  pendencia  prevenida 
Nunca  llega  i  ser  pendencia 
Tan  eiecuilva,'como 
La  no  prevenida  :  Tuera 
De  que  el  modo  iM  aviso 
Sanear!  esa  contingencia. 

{De  qoé  suerte  T 


Excusad n  ha  sido, 
Porqne  la  puerta  esti  abierta. 

{Éatrm 

Sala  es  casa  da  Doi  Félii. 


DON  FÉLIX,  USARDO. 

No  bajr  consuelo  pan  mi. 

jTanto  te  aflige  una  penaT 

iCnindo  la  pena  de.  celos 
ADigecon  menos  fuerza! 
Kn  IlD ,  yo  perdí  i  Leonor, 
Pues  después  de  haber... 


nonrtux. 
¡Aj  Dios ,  si  ella  fuera  alguna  I 

No  dudes,  seDor,  que  es  allí. 

iCimo  no  es  fiíeriLa  dudarlo? 
tiue  no  es  posible  que  sea 
Leonor  esa  dama,  pues 
No  la  hace  el  alma  mil  Deatas. 


í'ELIX.LISARDÚ. 

¿Sott  TOS  el  seBor  Don  Péliit 

Kin  rlui. 
Perdonadme ,  que  aanqne  qnlert 
Decir  que  para  lerTiros , 
No  teogo  tanta  licencia. 

A  solas  qulsien  babiareí, 

BOU  Flux. 
Salte,  Lisardo,  ali*  Ibera.  — 

(VcM  UMnt*.) 
Ya  Mltii  (Ota.  jQaéJii 


Qoéjnaadatat    , 


raHEDIAS  DE  DON  PBDRO  CALDBRON  DE  LA  BARCA. 


A  pedir,  seBor  Don  Félix, 

fue  hicierais  una  UnM.a 
ürella,  ¿Mciéruislu? 


Y  si  rsla  liiieu  Tuera 
Fnililada  cu  uueslru  |irnvcrlio, 

tPudiúraos  p*J¡r  |JOt  i'Ha 
loa  palabra? 

DON  fi;lix. 

ConFurnie 

Lo  que  la  palabra  furra; 

$ae  para  lialwr  áe  ciiin|)lirla, 
uerea  es  balier  de  salarla. 


Poes  JO  Bé  que  doi  quejotns 
Tenéis,  que  rengarse  iiiieniao 
Ue  soi ,  porqué  en  una  acción 
Habría  beeho  dos  ofensas. 
Que  os  guardéis ,  vengo  i  pedkus 
Esta  ba  de  ser  la  Uiieza. 

iCuilT 

Mirar  por  niestra  vid». 
La  palabra  que  por  ella 
He  liabeis  de  dar,  rs  que  habeU 
De  iiacer  de  Mailríd  ausencia 
Unos  dias,  miéniras  paaa 
Esta  cólera  primera : 

Pues  de  cualqui-^r  — 

Es  medicina  la  ausencia. 
-  pon  r¿t,is. 
A  rneslra  propaúci.Da 
No  sé  qué  dar  por  respuesia. 
Porque  IJO  sé  si  tS  que  dehn 
Seiiiirla  ú  agradecerla. 
Agradecerla,  porqué 
Viene  de  pli'dades  llena ; 
O  senlirla,  porque  viene 
En  vanos  miedos  eiiturlla. 
Y  asi  enirenna  j  otra  duda 
Partida  U  direrencra. 
Digo  que  cnanto  al  aviso. 
Aunque  nu  sé  lo  que  os  mueva , 
Lo  agradeico;  pero  en  cuanto 
A  que  me  ausente,  lici'ncla 
Me  daréis  p:>rrnti  li acería ; 
Porque  hombres  de  mis  preudas 


iiiguna. 


Yo  pensé  que  en  una  mesma , 
l'ucs  LIO  se  da  estimaciiy) . 
Üonde  nq  se  da  obediencia. 

No  tienen  obligación 
l.as  damas,  por  mas  que  sepan , 
A  saber  en  qué  consisleu 
Xvi¡  ciertas  [ejes  nuestras. 
\iis  lial)eis  err^ido  el  modo 
tíc  muhdar. 

tlnu  mujer  euuudo  quiere 
lliblar  en  eslas  materias. 
^  pues  errado  el  principio. 
Tarde  los  mt-dios  se  aciertan, 
No  ha;  (|ue  esperar  i  los  Unes. 


.  V  asi ,  adiós. 


N  FÉLIX 


Antes  que  ausencia 
tlacais,  tengo  de  salKr 
,  Quiéa  sois. 

ignorancia  fuera 
I  Darine  i  conocer,  despui's 
I  Ue  molejida  de  oeci). 
liasla  saber  que  soy  una 
Mujer,  i  quien  hojie  cuesta 
Esta  atención  rueslra  vida... 
Y  no  quif  i  por  ser  vuestra ; 

Íue  no  quiero  que  qncdrii 
ampoco  con  tal  soberbia. 

Enlgmas'sou,  que  es  ronoio-  - 
Que  poitle,  hasta  que... 


pocas 

Porque  los  buscaí 

Y  ja  que  os  be  respondido. 
Permitidme  ijue  moreica 
Saber  mi  aitradecimienlo 
A  quién  una  atención  deba 
Tau  piadosa,  v  i  <|n1én  ho; 
Hl  Tida  el  cuidado  cuesta 
D<  Yeuirfon  el  aviso. 

Alisos  que  le  desprecian, 
Ko  deben  de  ser  pl:idosos ; 

V  pues  a  merecer  llexan 

Tan  poco  con  vos,  que  vuelven 
Burladas  sus  diligencias , 

8ui-dad  con  Dios:  que  no  importa 
ue  sepáis  el  dueño  deltas. 
Niquela  obliga. 

DONrtux. 

ESOIK 


Y  otra  cota  n  no  etUmarlu. 


LEONOR  « INÉS ;  LISARDO,  d  Ja  Biier- 
ta,  deteniindolat.  —  DON  FÉLIX, 
ELVIRA,  JUANA. 

LiSAHDo.  (ALeoaor.) 
Dirélo  que  esLíLs  aqui. 


Pues  JO  i  he  menester  licencia* 
iQvé  et  eso,  Lísardo? 

Yo 

rtencia 

,-  , — ,  — „  que  esi. 

Tan  bien  divertido,  lulenla 
Kiiirar  hasta  aquí ;  mas  va 
Uue  i  lan  mala  ocasión  llega , 
Se  vuelve  por  no  estorbaros. 

tHIN  FÉI.II 

Esperad. .. 

Ei.via*.  (Ap.) 

aqui  conocida 
Ueimiiorta, 

tM)M  FÉUX. 

Porque  aunque  piieJa 
Aprovechar  la*oc>siun , 
Vcn);ade  de  mis  ofensas, 
Mis  <|uejas  me  han  de  deber 
No  echar  i  perder  mis  quejas. 
Aquesta  dama... 

ELtlR4. 

DoD  Félix .  tened  la  leuitna 
Que  vals,  según  imagino 
!  A  desairar  las  finezas 


8ue  me  debds.  (Ap.  Asi  intento 
acer  de  los  dos  ausencia.) 

Y  íiites  que  vuestros  desaires 
Mi  rendimiento  naiiezca. 

He  de  ganaros  de  mano  . 

V  hacérmelos  jo.  —  Mi  reina, 
A  mi  me  importa  tan  poco 
Don  Félix,  que  pt>rque  vejiu 
Vuestros  celos  qOe  uo  es 
Sugeto  de  quieii  los  tenga. 
Me  vov,  dejaiid6s  con  él. — 

Ahora  satísraceilla ;        ÍA  Don  FiOx.) 
I  Une  una  vei  aus<'nle  ro, 
■  Para  todo  os  doy  licencia. 
I  (VanMe  Eluh-a  t  JfO'ia.) 


I  No  la  sigáis. 

[  MtM  rÍLix. 

'  Importa  que... 

i  Aqueso  mera 

Hacerme,  señor  Don  Félix , 
£1  desaire  i  nil ,  no  i  ella. 

S<  lu  intento,  no  es  porqué 
Verla  ir  enojada  sienta, 
Slao  porque,  como  he  diclio. 
No  he  de  barajar  las  quejas 
Que  de  \os  tengo ;  y  asi 
Quiero  que  diga  ella  mesma 
Como  ;o  no  la  conozco. 

itao  lindo  sois,  que  se  entran 
Tapadas  en  rueStro  cuarto 
Las  damas,  sin  conocirlasf 

Sin  ser  condanxa  en  mi , 
Puede  ser  piedad  en  ellas. 
Cuando  vienen  i  decirme 
Que  son  dos  ios  que  hov  iiiteiilai 
Celosos  de  vos,  m;lt;l^m<^  : 
Que  haga  de  Madrid  ausencia. 

¡Lindos  frailes  capuchhins 


Señor  Don  Pélix.  cuando 
Una  mujer  de  mis  prendas 
Tanto  decoro  aventura , 
Tanto  respeto  airopella , 
Como  salir  de  su  casa 
Disfrazada  ;  encubierta, 
"  '  '    )s  saüsfacciones , 

.     e  i  entrar  en  la  vuestra  , 
Bastaiitemenieacredita, 
Sobradamente  sanea, 
Kn  examen  de  su  fe, 

n  experiencia , 


Que  un  embozo  y  uti  papel 
Engailosameote  engendran. 
A  desenojaros  vine ; 
No  será  la  vex  primera 
Que  Impiece  en  uu  agravio 

?Dicu  va  i  harer  una  fineza, 
o  vuelro  muj  consolad* , 
Hn;  nEma  y  imiy.contMU  , 


y  nHiy.contMU  , 
byCiOOglC 


De  hibcr  vlsia  culnto  estiis 
Divertido  :  de  miiH>ra , 
Due  si  me  daba  cuidado 
Vuestro  dÍsi¡asio,  ai|iit  cesa ; 
Pues  si  vos  no  lé  tenéis, 
No  es  justo  que  yo  lo  sienu. 

I  l>n:(  FÉLIX. 

'nclenéns :  que  no  en  bien 
Que  volváis  lait  sniÍF.r<>c1ia 
be  que  rolveis  disculpada. 

Ya,  cuando  vo  do  lo  vnehí , 
Importa  poco. 

No-  importa 
Sino  mucho. 

jDe  manera 
One  ha  de  ser  deltlo  en  mi 
lina  Talsa  ilusión  ciega , 

V  en  vos  no  ha  de  (er  delito 
Una  lan  clara  evideociai'' 

filujinn  Ule  en  vuestra  casa, 
lili  1:>  oseiira  noche  negra 
llaüjr  un  hombre  embozado? 

V  ha'Tar  vo  en  la  casa  tuetlra 
Kn  el  elaní  hermoso  día 

l'pia  mujer  encubierta,  ■ 
,Ser.i  ilusión? 

DfiS  FÉUI. 

Yo  im  té 
Aiuella  mujer  quién  sea. 

Ni  JO  quién  Tuese  aquel  hombre. 

Allí  U11  palie!  lo  conrieía , 

V  un  criado  lo  publica. 

Aquí  también  ella  mesma , 
Pues  ilice  qite  la  pa|;ais 
Haisus  reiidiilas  lioeíaí. 
M!»  rti-u- 
Yo  DO  sé  quién  es. 


oiiigeni 


in  los  iT 


De  salisfacerT  ¿  ^o  Fuera 
Hejur  decirme  :  •  Leonor, 
Esta  bermosa  dama  bella',  . 
Aborrecida  <le  mi. 
Después  que  vi  tu  belleía , 
Me  persigue  y  jo  U  olviilo?» 
I>uiliera  ser  qu"  crevera 
A  la  luí  de  h  leiiinii 
La  <liRcnim  ;  m;is  i|tilen  iiiena 
Los  [iriiicipios,  lanleñ  nunca 
Con  el  argumento  acierta. 

Eso  sf  :  vniéos  ahora 
Vos  de  mis  rainnes  mesmas. 
Pues  con  eso  qiteilaréis 
Mas  slriisanii'nie  cx^jiia 
De  alRunai  ohlijtnciones , 
Y  podréis  am:ir  sin  ella» 
A  üquesie  Don  Juatide  Siba. 
Que  os  sirve  j  os  galaniea. 


El  esa  dama  encobierta. 


LOS  EMPEGOS  DE  ÜH  ACASO. 
LEO^ion. 
Eso  es  herir  por  los  lilos, 
Y  si  con  eso  se  vengan 
Vuestros  celos , )  o  me  doy 


t^nsidera , 
Leonor,  que  soy  yo  el  <|uejoso , 
V  Dial  los  quejosos  rue^tan. 


i  Digo  JO  que  me  rogueis? 
Nolo  llagáis.  —  Vamos  anrles» , 
lúes.  ÍAp,  i  ella.  No  me  dejes  ii.) 


iOné» 

Que  no  se| 
Quiéu  es  aquesta  mujer. 

«Tú  también  conlr.i  mi  alegas  ? 

Yo  digo  lo  que  ser  puede. 


Como  pudo  ser  que  Tuera 
Verdad  no  conocer  vos 
Aquel  hombre. 

Hite  manera. 
Que  ya  i  confesar  tenis 
Que  puede  ser  qjie  no  sena 
^  o  <|Uién  sea  aquel  caballero 
Del  papel  y  U  pendencia? 

B0^  FÉLIX. 

No  confieso  tai ;  que  hay 
Ed  los  dos  gran  direrencia. 

Es  venlad ,  ser  vos  mas  dama , . 
V  no  halier  quien  se  os  atreva 
A  decir  su  pensamiento 
i^ara  á  cara ;  y  ast  es  fuenta 
Que  de  emlrázo  y  disfraiadas 
A  veros  y  li.iblaros  vengan. 
¿No  es  esto?— Vamos,  lúes, 

DOH  FÉLIX. 

Idos :  que  es  mucha  solierhia 
(Querer  que  niegue  uu  quejoso. 

lEOflOR. 
Vamos ,  Incs. 

Considera... 

N'i  lienep  que  detenerme; 
Que  ahora  lo  digo  de  veras. 

Yo  también ;  no  hay  que  mirarme.— 
Inés,  que  se  vaya,  deja. 


vm  ftu\.    . 
Pnes ,  para  estar  discul|tado... 

Pues  para  que  rauín  tenga... 

Yo  vi  un  lionilire  en  vuestra  casa. 

LEONOR. 

Vo  una  mujer  en  la  vuestra. 
{Ap.  d  Inés,  i  Viene  tras  nosotras?) 
i.vcs. 
■     Ko; 
Firme  que  firme  se  queda. 


Eso  quiero  yo. 


E!  demonio  que  os  entienda. 


No  es  posible  que  los  venia. 
Saldré  tras  ella  i  la  calle... 
—  Pero  dos  hombres  se  entrai 
Dentro  de  mi  mismo  cuarltt. 
Perder  la  ocaaon  es  faena , 
Hasta  saber  lo  que  quieren. 

ESCENA.  VI. 


i Por  qué? 


Porque  no  «[ui^era 
Halil.ir  ron  él :  qm-  este  es  un 
Quebradero  de  cabeza. 

DON  KM. 

1  Sois  TOS  el  señor  Don  Félix 
De  Toledo? 

Nunca  niegan 
Sus  nombres ,  i  quien  los  buscan , 
Caballeros  de  mis  prendas. 
Yo  soy .  i  Qué  maudais  f 

Todo  boj 
Os  buscó  mi  diligencia! . 
Y  liasta  ahora  ignoré  la  casa. 
Con  Bi'rla  mía  lan  cerca. 

.-.FÉLIX. 

Esa  es  culpa  de  la  corle. 
Has  si  yo,  sehor,  supiera 
Que  me  buscabais .  prespmo 
Que  hubiera  hallado  la  vuestra. 

HERNANDO.  [Ap.) 

Visita  de  cortesía 


is  que  pendeocla.       ■ 


COMBDIAS  DS  DON  PEDRO  CALDERÓN  DK  LA  BARCA. 


(CoBocelintectia'luT 

Bien  le  codozco;  piir  señas. 
Que  boy  le  descalabré. 

8EB.1t:<U0.  (Ap} 

Ualu  soii ,  iwro  non  ciiTtas, 


Sea  ma;  eDhorabDt'ua. 

Y  para  ver  si  cum[>lis 
Aquella  gran  Je  iiiomesa 

l>e  susldrLarlo  en  d  üimpo , 
Vengo  i  ptxlirus  <|ae  sea 
Detrás  de  los  Reculelos; 
(jneiuiiqDenn  reñir  jiuilje». 
Sino ,  sin  reBIr,  tomar 
SaUsraccion  d«sla  ofensa. 
Siempre  yo  bago  lo  mejor. 

Faes  guiad ;  que  yo  en  cualquiera 
Pártelo  que  dije  entdnces 
Cumpliré;  porque  se  crea 
Ue  mi  que  quien  se  atreviera 
A  mirar  i  Leonor  bella  • 
Se  atreve  Idarme  pesar. 

DON  taiv. 
Aqueso  es  de  otra  maierti. 
Yo  veii^o  i  reñir,  y  no 
A  averiguar  comtwiencias ; 

Y  asi  basta  que  bable  el  acero. 
Vaya  cailando  la  lengua. 

noy  FtLlI. 

l)ecit  hicii.  Estos  criadoi 
iHandelralIJi! 

Cto  quisiera , 
Pues  solo  es  llevar  testigos. 

■KUI  lÉUI. 

Y  es  la  DTQveiicioa  muy  cnerda. 
Despedid  al  vuestro  vos; 

Que  yo  haré  que  nada  entiendan 
Acá  en  mi  casa  los  míos. 

(Va  <t  hitlari  LUarde.) 

Hernando. 


uuuo. 
Habiendo  otdo  que  te  lien 
A  rebir,  y  adonde  vas, 
Kuera  d  dejarle  bajeza. 

Aquesto  importa  i  mi  bonor. 

F.\  solo  hacerme  pudiera 
(Cobarde  a  mi. 


>É  lAp.á  lUOMÚ.) 

;  Muy  linda  lleroi 
Gasus!  Cuando  fmagiué 
Que  llegaras  y  le  dieras, 
■  1'e  andas  en  cortesanías . 
Haciendo  mil  reverencias! 


Vuélreie  desde  aqnl  i  casa . 
Ven  lodo  hoy  DO  salgas  della, 
Porque  nadie  l^  pregunte 
Adonde  6  cómo  rae  dpjaa. 
Y  mira  lo  que  te  mando : 
Que  de  ninguna  manera 
He  sigas;  que,  vive  Díos, 
Que  te  cortaré  las  piernas. 


Fuere  hacer  nn  disparate , 

V  aun  do»  disparates  fueran ; 
Pues  al  inslanle  quedara 
Sin  tener  pií^s  ni  cabeza. 

V  asi  palabra  le  doy 

De  que  el  precepto  obedezca.  (Vim.) 

LISAHDO. 

i  Eso  balde  mandanneT 

DOH  I^LtX. 


MMDIE<;0.-DO>FEUX,DOMJÜAr(, 

OUN  DIEGO.  (Ap.) 

Tarde  hallé  la  casa ,  pues 
Estí  ya  Don  Juan  en  ella. 

DOK  JDA».  (íp.) 

¡  Cnlnto  siento  que  Don  Diego 
A  tan  mala  ocasión  venga! 

DON  MRCO. 

Señor  Don  Félix,  con  voi 
Necesito  hablar;  y  aunuuá 
Tarde  pienso  que  llegué 
Pues  juntos  hallo  i  los  dos , 
He  haced  merced  de  escucharme. 

Don  Diego ,  i  mal  tiempo,  inflero. 
Que  venlsieis. 

DOX  FÍLII. 

Caballero, 
Vos  habréis  de  perdonarme; 

Íue  aunque  el  negocio  he  ignorado 
ara  que  me  buscáis  hoy, 
rio  puedo  oiros;  que  voy 
En  un  negocio  empeñado 
Co»  el  señor  Don  Juan. 


non»! 


Vo, 


Para  el  que  os  busco ;  y  pues  no 
Ha  de  tener  un  eiígaño 
Mas  fuerxa  que  una  venlad , 
El  desengaño  escuchad. 

Tarde  ilega  el  desengaño, 
Don  Diego ;  que  ya  conmico 
El  señor  Dou  Félix  va. 


, je  vaya 

Hadeoirfot „.. 

Señor  Don  Pellx ,  yo  soy 
Con  quien  anoche  reillsteia. 
De  aquel  papel  que  leísteis 
iCn  casa  de  Leonor  boy. 
Dueño  fui  también;  porqué 
Comí  lili  elido  vuestro  amor. 
Soy  jo  quien  sirve  i  Leonor. 
Aquel  criado  que  fué 
Con  el  papel  este  día, 

V  i  quien  habéis  maltratado. 
Aunque  es  de  Don  Juan  criado, 
Iba  alli  de  parte  mia. 

V  asi ,  pues  soy  el  galán 
Oue  los  celos  da ,  advertir 
Debela,  si  os  toca  refilr, 
Oconmigo,  ó  C4U  Don  Juan. 

DO^vreui. 
¡A>-  Bien  me  dyo  la  mujer 
Tapada ,  que  de  una  acción 
Dos  lotoTendldos  son. 
Vilpmie  Dios!  ;Qué  ho  de  hacer!) 


I  A  la  verdad  el  engaCo 
Ko  he  (Je  prererirle  vo, 

Y  asi ,  puesto  que  llégá 

Tan  1  tiempo  ei  deseiigaiSo ,   - 
y  que  sois  quien  sois  los  dos , 

Y  uno  solo  ha  de  reüir ; 
Habiendo  yo  de  elegir, 

Eljjo  el  reñir  con  vos.    (4  Dan  Diego.) 

I    Habiendo  (tic  h  o  el  criado 
Hi  nombre  ,  i  mi  me  ofendistejí; 
Pues  cuando  mi  nombre  oísteis 
No  está  hades  informado 
Si  iba  de  mi  parle  ó  no : 
Luego,  si  conmií'o  hablasteis , 
El  Itombre  i  qnien  agreviasteii 
Fué  *  mi ,  y  á  mi  se  me  di6. 
Conmigo  del>ela  reñir; 
Pues  aunque  otro  os  dé  d  pesar. 
Debéis  siempre  sasteotar 
Lo  que  enviasteis  á  decir. 

Es  terdad  :  con  vos  hablé : 

Y  annque  aUl  el  dolor  me  aflige. 
Cumpliré  aqui  )a  que  dije. 

Guiad ;  que  con  vos  Iré.  (A  Dos  Jium.) 

Dejar  uno  de  n-ñir 
Por  dejar  de  rrfiir,  fuera 
Cobardía ;  mas  si  espera 
Sanear  j  desmentir, 
Riñendo  después,  aquella 
Opinión ,  yerra  la  acción , 
Pues  riñe  sin  ociision . 
Pudíendo  reñir  con  ella. 
Yo  os  la  doy,  que  Don  Juan  no : 
.  Ved  cuín  mus  preciso  sea. 
Pues  Don  Juan  no  galantea 
Vuestra  dama ,  sino  ¡o. 

DO:i  TÍLIX. 

Oecis  bien,  v  eso  lude  ser; 
Que  vos  me  nacéis  el  pesar, 

Y  yo  Bo  roe  he  de  qniíar 
'La  razón  para  vencer. 

Y  asi  con  vos  he  de  Ir. 


£1  duelo  primero  et'miu, 
>ueB  primero  os  desafio. 

Y  tí  acabáis  de  decir 
~      con  quien  da  la  ocasión. 
Se  ha  de  reñir:  siendo  asi. 
Vos  me  la  bflteis  dado  1  qtil , 

Y  es  mía  la  obligación. 
Pues  en  duelo  tan  cruel, 

'  '  mismo  amptñto  en  los  do* 
Bay  de  reñir  yo  con  vos, 
"""  YOS  de  reBir  con  él. 

De  aqnesa  razón  se  arguvi 
Qae  en  mi  liivor  viene  llena ; 
Pues  no  tía  de  reñir  la  ajena 
Causa ,  podiendo  la  suya. 

D0.-<  )U«If. 

Snya  es,  pues  quien  le  llama. 
Pone  su  honor  en  recelos; 
iba  de  reñir  por  celos, 
Primerv  que  por  su  rima. 

)  le  desaliáis, 

mhÍHn  :  con  que  el  honor 
Queda  igual,  y  es  el  amor 
La  ventiija  que  me  dais. 

Pues  confórmeos  los  dos 
En  duelo  lan  importuna; 

e  Siendo  yo  solo  uoo , 

puedo  reKlr^ 


lyCTOOglC 


Eso  «M  lo  babeíi  de  hacer : 


t!  oTüriiliilo. 
Teniendo  mi  duelo  accplado; 
Y  habiendo  uii  ilurlo  aplüxado , 
Aceptar  no  ha  liéis  podido 
Utro.  Vo  liiBuii pviinero ; 
y  para  ohlij^arus  mas, 
Vuelvo  ií  dt'cir  (|ue  üeirai 
De  San  Agustín  espero. 

Satiifecho  igueJjré 

(kin  decir  que  os  esperé , 

y  uo  ulisieis.  AdÍos_  ( 

DONFíX. 


No  le  sigáis,  sin  que 
Primero  me  oigáis  i  mi. 
Qolen  rihú  anoclie ,  yo  Ail , 
Con  vos ;  jo  i|olen  adoró 
A  Leonor  nermosa ;  mío 
Era  el  papel  que  vos  visteis ; 
Para  rengar  lo  que  bicisteis, 
Vo  umbien  os  desiflo. 
Vos  sois  discreto  >  gallartlo  : 
ÜetraS'.de  San  Bemardiiio, 
Apartado  del  camino 
de  las  cruces ,  os  aguardo. 
Consultad  ahora  vos 

Sien  es  primero  enemigo : 
tercero,  fi  yo  que  os  digo 
Uaeamolvoestradama.Adios.  (Vate. 

(Qué  he  de  hacer  (¡valedmecleInsiK 
Caafido  mis  conirarios  son, 
(le  niia  parte  la  raion , 
V  de  otra  parle  mis  eelos? 

ESGEHA  Vlll. 
DON  ALONSO.-DON  KEI.tX. 
Do:<  ALonso. 
Don  Félii ,  bascándüs  vengo ; 
Porque  h:>l)iendo anoche  dicho, 
t'.uando  aquí  en  casa  os  dejé. 
Que  volreriu  advertido. 
Por  si  queréis  que  ^o  trate 
De  amistades ,  solicito 
Saber  en  qué  estado  esi&u. 

D01  FÉLIX. 

A  buen  tiempo  habéis  venido : 
Que  mas  que  para  las  paces  , 
De  vos,  seíior,  necesilo 
Para  tomar  nu  consejo. 

Tos  veréis  quR  en  todo  os  sirvo , 
Puesto  que  no  Igiiorais  cuanto 
Ful  de  vuesiro  |)3dre  auiigo. 

DOS  FÉLIX. 

(Ap.  Pondré  el  caso  en  otro  caso. 
Pero  en  un  propio  sentido,) 
Va  os  dije  anorhe  que  iiabia 
Aquella  ocasión  tenido 
Sobre  el  juego ,  de  que  vos 
Salisteis  i  aer  testigo. 
Ya  os  dije  que  acompañado 
De  un  criado  5  de  un  amigo , 
He  siguió  el  hombre. 

IIO:<  ALOMO. 


O  «Ugo  6  faadvertido. 


LOS  bhpeRos  db  un  acaso. 


¡  Üye... 

Que  i  cuchilladas      * 
I  A  él  T  i  quien  hubiese  sido 

Sulei)  le  iiuliiese  acompañado , 
liarla.  Tomar  auiso 
t  Un  criado,  que  alli  estaba, 
I  La  causa;  ]o  mas  mobino, 
!  Creyendo  que  era  un  criado 
i  De  mi  conipeliilor  mismo, 
.  Le  di  una  herida ,  diciendo  : 
'  •  Con  vuestro  amo  haré  lo  mismo.  • 
le.)    Es  su  amo  un  caballero 
;  De  mucho  lalor  y  brio. 

Con  quií'ii  no  tengo  disgusto, 

Ñi  teiiiTle  solicito. 

El  cual,  viniwiido  i  buscarme, 
.  Uesia  manera  me  ilijo  ; 
:  •  Para  sabersi  cumplís 
I  Lo  que  á  un  criado babeit  dicho, 
I  V  vengar  lo  que  habéis  hecho, 
'  Venid,  Uou  Fi^llx,  conmigo.! 
'  El  desatiu  acepté  ; 

Pero  cuando  Iba  á  cumplirlo, 
!  El  dut'bu  de  la  pendencia 

Llegó  a  los  dos  de  improviso. 

Tuvieron  entre  los  dos, 
<  No  queriendo' amlms  conmigo 
!  Reñir  boy  aventajados, 

Mil  argumentos  prulljos,   . 

Y  resolviéronse  en  lin 
A  esperarme  divididos. 
Alegando  cada  uno 
De  su  causa  los  motivos. 
El  uoo  dice  que  él  es 
El  principal  enemigo  : 

Y  el  otro,  oue  con  él  tengo 
Aceptado  el  desalío. 
Quien  es  primero  en  la  cansa , 
Segundó  en  la  instancia  ha  sido  : 

Y  quien  ea  segando  en  ella. 
Primero  á  buscarme  vino. 

cuil  de  aquestos  dos  debo 
' cuando  á  un  mismo 


1,",; 


No  es  Riflil  de  responder  : 
y  asi  Intes  de  hacerio  ,os  pido 
Me  salisragais  á  ana 
Duda,  y  luego  el  voto  mío 
Os  diré;  que  sohre  ella 
Caeri  mejor  el  juicio. 
Hablemos,  Don  Félix,  claro. 
En  el  primer  lance  iba  babldo 
Algo,  que  toque  al  nonori 

non  rtLli. 
No,  que  ;■  os  lo  hubiera  dicho. 

Pues  no  alendo  aquel  primero 
Emneíio ,  empeño  preciso 
De  honor,  y  el  segundo  si 
(Puesto  que  el  seanniJo  vino 
De  intento  i  desalbros, 

Y  el  habérseos  atrevido 

A  esio ,  ya  es  caso  de  honor  ; 

Y  aunque  es  verdad  que  i  lo  mismo 
Vino  el  otro ,  fué  después). 

Asi,  Don  liélix,osdigo 
Une .  pues  el  caso  no  rae 
De  lion^r  desde  su  principio, 
Kl  que  se  atre^lú  i  llamaros. 
Ya  caso  de  honor  le  biso ; 

Y  asi  debéis  ír  primero 
Al  primero  desaflo. 


i  Vo  MÜmo  el  consejo.  Adloa. 

I  BOX  ALONSO. 

:  Esperad.  ^Qaién  os  ba  dicho 
'■  De  mi  que  solo  sov  bueno 
;  Para  aco»sejar  peligros, 
¡  V  no  para  hallarme  en  ellnlt 
.  Pues  no  es  de  quien  soy  estilo 
'  Aconsejar  que  otro  riña , 
Para  no  reñir. 

'  Los  briol 

De  vuesiro  lalor  os  lleraq 
Tras  sus  impulsos  aiiivot; 
Pero  ved  que  espera  solo* 

ÍNo  son  dos  los  enemlgolt 
untémoslos,  y  riñamos 
Dos  i  dos. 

No  ser!  digno. 
O  decidme  : ;,  fuerais  vos 
Acom  [lañado  coomigo, 
A  ser  yo  vosT 

No  por  cierto. 

Pues  respóndaos  eso  mismo.    ( 

ESCENA  IX. 

DON  ALONSO. 

El  bice  bien ,  j  vo  mal 
SI  i  k>  largo  no  le  sigo, 
Pero  esto  es  llevar  las  cosas 
Hay  ha'sta  el  lin ,  y  es  indigno 


Como  virjo  delermiiio 
Enmendarlo ;  que  ja  es  (lempo 
De  que  haga  la  edad  su  oDclo.— 
LUardo. 


USARDO.— DON  ALONSO. 
Señor. 

CON  ALONSO, 

TQ  y  yo. 
Por  criado  y  por  amigo , 
Uoy  habernos  de  sacar 
A  tu  amo  de  un  peligren 
Lisnaio. 
]  Adonde  va  Y  que  quimera 
Seguirle. 

DOH  ALONSO. 

Eso  es  desluciric. 
Dame  de  escribir  recado ; 
(Pme  LUardo  en  un  bufete  retado 
de  eaeritir.) 
Qae  has  de  llevar  un  aviso 
A  quien  el  daño  remedie ; 
Que  no  es  de  quií'n  soy  indigno ; 
Supuesto  que  aqueste  empefio 
No  es  lance  de  honor  preciso. 
Ponte  la  capa  y  espada , 
Hléotras  uu  renglón  escribo. 
{Yau  LUardQ,  v  eterice  Dem  Almm.) 


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SM  CUHKDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA 

XSCEtA  3CI.  I  '    LiSARDO.  (Ap,)  .       , 

LEOmR  t  INÉS.  -  DON  ALONSO.    |  l,"«lS'so^V?,rt  l'-lf.^'*"  I 


(Habtande  em  t»  anta  á  la  entrada.) 

Ed  fin ,  1  vuelves  !  ■  _A 

'  *  TJl  valor  ei 


i  Que  haya  Iiabido  ¡ 


i  Oué  he  de  bicer,  - 
Sr  lin  dísconés  le  miro. 
{iae  íalieiido  jo  quejosa 
Ue  su  casa ,  no  Jia  seguido 
Mis  iiasos?  A  veríe  rueiro 
Para  no  llevar ennmigo, 
í^in  aiTa>iCBTli>  cli^t  alma , 
Esie  niorlul  basiliscMi. 

{Áp.d  llenar,  reparando  en  Dan  AleTtto 

que  e*tá  de  espalda*  d  ella».) 
Etciibienda  «stá. 


I  Quién  duda 
Qae  esuii  escribiendo  lino 
Satisracciones  que  da 
A  la  qae  hoy  1  verle  vino?    • 
¡Ciega  esloy !  Lér  leugo—bigrato 

iUega  á  lomar  el  papel.) 
Don  Pílit...  Pero  ¡  qué  miro ! 

{Qaién  asi?... ;  Pero  qué  veo) ' 

LEor<oii.  ÍAp.) 
¡Valedme,  cielos  divinos!. 


ESCENA  Xn. 

LISARDO.  —  DiCBOi 


Cobarde  aaintio 
Las  plantas;  que  ea  cada  paso 
Sombras  de  mi  muerte  piso.     (' 

'DON  «LO^ItO. 

Suelta,  villano. 


;Nd  bay  criados  bien  iiacídosT 

Pues  yo  be  de  salir. 

No  liarás. 

{Cómo  podrás  impedirlo, 
Üin  tu  muerte? 

iismDO. 

Desta  suerte. 
(Rellrate  día  puerta, piiate,  eerrán- 

dala.) 

ESCENA  XnL 
DON  ALONSO. 
Fnése ,  llevando  consiga 
La  puerta ,  que  con  el  golpe 
Dejó  cerrailu  el  pestillo; 

Sue  comu  ladrón  de  casa , 
aberle  en  ella  previno.     . 
Mas  yo  la  gcharé  en  el  nielo. 
ICn  vano  lo  solicito, 
SI  ya  no  la  abre  primero 
El  fuego  de  mis  suspiros, 
Qne  la  rucrta  de  mis  manos. 

tHabrAse  algtm  hombre  vislo, 
e  cuantos Tiasla  hoy  tiacierou. 
En  mas  ciego  laberinto? 
Las  cuchilladas  Ue  anoche 
En  mi  casa,  el  desano 
De  hoj,  1  el  ver  aqui  íi  Leonor,  - 
Eii<lencias  son  ,  no  indicios 
Ue  que  ella  es  causa  de  todo  : 
V  por  ultimo  delirio 
De  mi  fortuna ,  me  veo. 
Habiendo  liasla  aqui  venido 
Por  un  amigo,  encerrado 
En  casa  de  un  enemíao. 
Pero  pues  es  imposible 
La  puerta  abrir,  y  sqni  miro* 


BARCA. 

Como  es  el  pensamiento  del  que  9gna^ 

UmcIio  Don  Félix'tarda.  [da 

Sin  duda  que  lia  escogido. 

De  Don  Dii'gO  celoso  yurendfdo, 

Verse  con  él  |irlniero. 

Slas  yo  no  cumpliré ,  si  no  le  espero. 

^Ifuién  en  el  mundo  ;  cielos! 

Se  Viú  sin  dan» ,  sin  amor,  sin  celos. 

En  tal  laiKÍe  i'mprñido? 

•  üun  el  prestar  a  un  amigo  mí  criado 

De  suerte  lo  dispui^ga , 

(Jue  mi  opinión  en  tal  empeBo  ponga! 

Di^io  <|ue  aquestos  días 

Toda  mi  vida  es  caballerías; 

Pues  no  lialto  en  i-llu  cosa , 

Que  parecer  no  pueda  l'abniosa. 

Mna  dama  lapad«i  me  ha  dejado. 


(Porque  asi  su  ignorancia  lobadisfiuet- 
Eii  trance  de  perderme ;  y  un  amigo. 
Sin  quererio,  me  ha  dado  un  enemigo. 
Has  jqué  me  admiro,  si  liallo  t  cada  pa- 

One  estos  Son  losempeüos  de  un  acaso! 


'  Una  VI 


nreja. 


Arrojarme  determino 

Por  ella ,  y  en  seguimlrato 
i  Ue  mi  siempre  bonor  Invlcio, 

Hacer  estragos,  portentos, 

Escíndalos  y  prodigios. 

Ea,  corazón,  no  lemas 
I  Este  breve  precipicio ; 
'  Que  mayor  calda  has  dado ; 

Pues  la  mayor  siempre  ha  sido      * 

Verse  caer  un  hombre  noble 

Del  estado  de  al  mismo. 
',  {Vate  par  la  ventana. 


10  de  Recoicloi. 


ESCENA    XIV. 


Aunque  fueran  de  diamante 

Tus  brazas,  el  valor  mió  DONJUÁN. 

Se  desenlaiara  dellos.  ^       -      ,  .  j   ,.    . 

Cuestión  fue  no  apurada  basta  este  día 

""'""'■  iCoil  hace  mas?  ¿Aquel  que  desafia 

jQoé  importa  eso,  si  atrevido,  a  otro  í  un  sitio  aplaiaüo, 

Al  que  embaracé  abracado,  O  el  que  al  sitio  sali6  desatiado? 

Con  la  espada  le  resisto  {fííñen.)  y  bien  iliora  pudiera 

El  paso  ?  La  cueslioi)  resolver  el  que  me  viera 

poiv  ikuiHSO.  Batallando  coniDÍgo; 

Vo  sabré  hacerle.  Porque  no  hay  tancruel  Dero  enemigo. 


I         DON  FÉLIX.  —  DON  J  UAN. 

Perdonad ,  si  he  tardado , 
!  DonJu3n;que  por  haberme  aconsejado 
I  De  un  amigo  que  tengo 
i  Eu  lo  que  debo  hacer,  tan  larde  rengo. 

:  De  haber,  Don  Félix,  sido 

I  Yo  el  que  elijáis ,  estoy  agradecido. 

Siempre  en  mi  era  Tor/oso 
-!  Proceder  mas  honrado  que  celoso; 
I  Y  por  mostrarlo,  quiero 
I  Que  callando  la.voi ,  haiile  el  acero. 

I  Esperad. 


^  Uahomlire,quéilosdossign¡eiidavíe- 

:  Bien  créreia  de  mi  brío 

'  Que  nüle  traigo,  aunque  es  criado  mío. 

i  Su  lealtad  le  na  obligado; 

'  Pero  no  os  dé  caidado, 

,  V  hasta  que  yo  le  mande  que  se  india, 

I  A  nada  vuestro  acero  se  resuelva. 

:  En  todo  sois  gallardo. 

ESCENA  XVI. 

LISARDO.-DON  FÉLIX,  DON  JUAN. 

USÁHIlO. 

Hücia  esta  parte  le  he  Ue  hallar. 

Lisardo, 
Otro  paso  no  des  mas  adelante. 


Escücliame  primero; 
Luego,  si  le  orpndi,'mancha  Ui  acero 
En  mi  sangre,  sefior.  tiabiendo  oídp 
La  causa  que  á  seguirle  me  ha  movido. 
Pensando  que  mi  celo  le  alcaoiara 
Antes  que  i  verte  con  Dou  JJUD  Degwa. 
u,nt,zodb/L-.OOQlC 


Porqnecoñstei  Don  Juan,  en  e«U  parte 
VeiiirtÍD'órJeii  m'a,  be  de  estucharle. ' 

Ta  M  acuprdao  cómo  deatro 


Uec; 


01-,  ilHas 


t^uamlo  de  cí 
A  IKiH  AriMKo,  su  padre 
Iti-  Leonur;  y'yii  fe  acuerda* 
Que  l.poiior,  liifii  (inco  ánm, 
Ue  alli  st  iiartiú  quejus«. 

Si. 

Tues  lotTlfiiilo  i  buscarte 
Leotiur.  vino  i  hallarse  denlro 
Ue  tu  cuadra  can  su  padre. 
Sacó  pan  ella  la  daga, 
A  lieni|iu  que  ye  abra7,arme 
Pude  cou  4\ ,  cuya  acción 
Dio  lugar  i  qup  escapase 
■.eonor  trayendo,  bl  entonces 
Ue  rpjs  brazos  se  desase  ¡ 

V  sacando  las  espadas, 

Le  erabariTO  que  arrogante 
La  siga ,  basla  que  previne 
Oue  al  empeSo  de  lal  lance 
Le  diese  lugar  el  liempo 
Con  la  industria  j  sin  la  taogre ; 

Y  asi  adiertrdo  cerré 
Tras  mi  la  paeria  :  ¡ra  sabes 
Cómo  aqui'Slo  podría  ser. 
Por  ser  de  golpe  la  llave. 
De  suerte  que  bou  Alonso 
Cerrado  queda ;  v  si  sale 

De  altl,  rompiendo  lapneria, 
O  previnien<to  oli-a  parte, 

Y  va  siguiendo  i  Leonor, 
No  dudes  de  (]ue  la  male. 

Don  Joan ,  el  ser  dpsdicliado 
Un  hombre  iio  es  ser  colranle , 
Pu^  liarlo  tallen IH  es  quien 
A  reñir  cou  oiro  sale. 
A  reñir  rengo  con  tos  ; 
Esto  en  desengaño  basie 
l>e  qne  no  puede  ser  miedo 
Pediros  que  se  dilate 
Noesiro  duelo.  Yo  no  lengo' 
En  ocasión  setnejinle    ■ 
Acción  mia  :  todo  soj 
De  mi  honor,  y  en  esta  parte 
Vos  sois  el  Irbjlro  suyo. 

V  pues  estar  escuchasteis 
En  peligro  de  la  rida 

Leonor,  j  sois  quien  sois ,  dadme 
Licencia  para  que  acuda 
Donde  su  riesgo  restaure ; 
Que  TO  mi  palabra  os  doy 
De  buscaros ,  al  tnilante 

?iie  ponga  en  salvo  á  Leonor, 
cuando  aqoeslo  no  lias  le 
A  obligaros,  lomaré 
Resolución  de  arrojarme 
A  inestros  pies  j  rendiros 
La  espida ;  porque  se  acabe 


Traed  :  no  rindáis  la  espada ; 
(Jne  i  mí  no  me  es  impórtame, 
Félii ,  qae  nú  bizarría 
C«aste  de  vuestro  desaire. 
Ño  soto  que  vais  permito. 
Has  de  Leonor  en  alcance 
lr¿  cou  (OS,  i  ajudaroc 
A  que  su  vida  se  sllie, 
Und6l  palaAra  de  que 
De  vüHiro  lado  no  talle 


LOS  EUPEflOS  DE  UN  ACASO. 
Rasia  que  ella  est¿  segura;  — 

Qoe  leDgopor  hombre  inraine 
tjuien  ve  ¡¡  su  enemigo  eu  riesgo, 
"  i  su  enemigo  no  vale. 

Feliz  mil  veces  aquel 
A  quien ,  ya  que  hubo  de  darle 
Enemigo  su  desdicha. 
Se  le  oió  de  bnen»  sangre ! 

Vuestro  enemigo  \  amigo 
Soy,  dividido  en  dos  {lartes. 

uti:t  íÉul. 
Si;  mas  con  lai  ilferencia, 
Qne  diré,  coando  os  lo  llame, 
lli  enemigo  por  acaso; 
Pero  mi  amigo  por  arte. 

Con  vos  voy. 


Haj  amigos  I 

Tarde,  Kélir, 
Eso  seri;  porque  |o 
Ea  el  instante  que  os  deja 
Del  lance  desempeBado 
En  que  os  halláis,  que  me  vengue 
Sera  preciso  de  esotro 
Que  heñios  dejado  pendiente. 

I  CuanOo  en  él  llegue  i  mirarme, . 
]  Modos  habrá  con  que  os  deje 
i  Sattsfccho  y  obligado. 

I  Ahort  bien ,  tratemos  deste. 
I  Mirad  qut  queréis  hacer. 
Don  rtus. 

fio  sé,  Leonor  no  parece; 

Ni  yo  sé  dónde  buscarla.  . 

I  Si  acaso  m<  lealtad  tiene 
I  Licencia  de  hablar,  diré 
'  Lo  que  he  pensado. 

DO:i  FÉLIX. 


I        JORNADA  TERCERA. 

I  c*u«. 

'  ESCEKA   PRIMERA. 

I  DOS  iUAH,  DO»  FÉLIX,  LISARDO. 

*  VON  FÍLIX. 

!  No  hay  bomltre  mas  Inrelii. 

1  Un  Snimo  tan  valiente, 

■■  Un  coraron  tan  constante, 

;,¡Se  ha  de  rendir  desta  suerte, 

.  Del  amor  ni  la  Torluna, 

!  A  niiignu  grave  accidente! 
No  desconfiéis  de  bailarla 
Tan  presto,  donde  quisiereis, 
Vamos  los  dos. 

Si  habéis  visto 

Íue  de  amigos  y  parienlea 
nautas  casas  supe  be  andado ; 

No  ha  vuelto ,  ni  está  en  la  saya ; 
Que  su  padre  ( ;  dolor  roerle !) 
Después  qne  por  el  halcón 
Se  arrojó,  según  relleren 
Los  criados,  lambíen  anda 
Buscándola,  «cómo  pueden 
Consolarse  mis  desdichas? 

No  digo  que  se  consuelen, 
Has  que  no  se  rindan,  digo. 

ooK  riiix. 
áPuesqnéhiré? 

Lo^ue  quisiereis. 
Obrad  vos;  que^o  me  loca 
Aconsejaros  pradeate , 
Sino  ayudaros  restado. 

Solo  ese  TaVor  le  debe 
A  mi  desdicha  mi  estrella. 
\  Oh  quiera  el  cielo  qne  llegue 


Vete 
A  casa ;  pues  ella  es  Tuerza , 
Donde  quiera  que  estuviere. 
Valerse  deti.^ues  tú 
Cansa  de  sus  riesgos  erps  : 

,  V  (M  podrán  por  acá 
Hallarle  lau  fácilmente 

I  Sus  avisos. 

I  Dice  bien. 

I  Don  fílix. 

SI ,  mas  hay  incoDrenienie 
I  Para  estarme  yo  en  mi  casa. 

itCnálesT 

I  Si  su  padre  viene 

'  A  ella,  el  encontrar  conmigo. 


[»  que  mejor  os  parece. 
Yo  me  volveré  á  in¡  casa. 
Quedad  con  Dios. 

I  Sin  qne  os  i]eje 

,  fCnella,  no  he  de  apartarme; 
Y  á  la  hora  que  dijereis 

?ue  habéis  de  salir,  vendré  ; 
en  cnanto  se  OS  Ofreciere , 
I  Palübra  me  habéis  de  dar 
I  De  avisarme.  No  se  cuente 
De  ni,  que  haciendo  lo  mas. 


DON  tiut. 


8ae  yo  esa  palabra  os  doy, 
s  pido  la  de  valerme 
1  Eu  cualquier  caso ,  basla  que 
i  Leonor  en  mi  poder  quede. 

I  DOX  MAN. 

I  Yo  la  ofrer.co .  y  dn  ayudaros 
;  La  doy  una  y  innchasVeces 
Con  la  manñ, 

nnn  ríLiT, 
Yo  la  aceiito. 


ioiaace[HO.     ■ 

jiizoaeyCiOOglC- 


COMGUIXS  DE  DON  PCOBO  CALDERÓN  DE  I 

.     Sacábamos,  diligenle 
.     tt  criado  le  slgulú 
DOK  DIEGO.  —  DON  FEUX ,  DOit  >  Hasia  ei  Minpi>,  tiara  hacerle 

JÜAM  ,  USARDO.  '  >i.ki.l™  .1.  n..P  iíonnr 


DON  DIE«0-  '~r 

iPhm,  «eitor  Don  Juan  !  ¡Don  FéltKl 
¿Ya  tan  amig'  s  los  ilos 
EíIííbT  Cuando  jo  impaciente     *  ■ 
Esperando  hasii  ahora  eslure,  •-■ 

Y  por  pensar  que  no  fuese 

¿I  preferido  de  \05 ,  r  ■' 

Determiné  de  volverme  ?.  - 

A  ver  en  qué  lialiia  parado       ..',t    i 
Voestro  duelo,  por  si  Üene 
Acaso  el  mió  lugar  .^ 

i)e»pngarae,  ¡aMia suerte     '  ■ 
Os  hallo,  dadas  las  manos! 
Aunqne  na  es  bifji  que  ue  pese 
De  que  vufstrii  (tesarlo 
Acabe,  porque  el  mío  empiece, 

Y  pues  ¡quien  esperé 
Eaeloaui|)i.,seJrliene. 
Ken  |iuedt>  la  muerte  darle 
DÓtide  quiera  que  le  encuentre. 

(V'fldMM-'--- 

DON  FÉLIX. 

SeBor  Don  Diego,  tened 
La  espada:  que  aunque  os  parece 
Que  estas  son  paces,  no  sou 
Soo  tregnas  enlámente. 
El  señor  Don  Juan  ba  sido 
Primero  acrédor  en  este 
Pleito  de  los  dos;  y  puesto 
Une  él  las  treguas  me  coucede , 
Vos  no  podtis  impedirlas. 


,  Sahidor  de  que  i^nor 

I  t'Utaba  en  un  trjnce  fuerte 
üe  perder  honor  y  vida. 
( La  causa,  m  eslilen  la  cuente , 
[■(vqoe  iw  loca  et  hacerlo.) 
Pidióme  en  Hn  que  le  diese 
Licencia  para  ampararla. 
í  Qué  noble ,  honrado  y  valleole , 
Viendo  humilde  á  su  enemigo , 
>o  le  ampara  y  fovOrece? 
No  solo  pues  la  licencia 
Que  me  pide,  le  concede 
Mi  valor;  mas  la  palabra 
De  ayudarle  y  de  valerie, 

.  Hiisia  que  i  su  dama  libre. 

I  Kl  caso ,  Don  Diego ,  es  este. 

I  Uirad,  ¿cómo  raftar  puedo 
A  su  amparo,  cuando  liene 
Privilegios  de  enemigo 
V  de  amigo  cr  ~'  "-'  "' 


n  mi  Dou  FéliiT 


'j\  empeño  eu  que  os  halláis. 


Voy  á  usar  de'  ellas^.  —V  hacedme 

Merced ,  Don  Jnan ,  de  decirle 

Con  el  modo  mas  decente 

Al  respeto  de  Leonor, 

De  mi  amor  los  accidente*. 

Para  que  yo  no  padezca 

El  escribo  lo  mas  leve 

De  que  en  ei  campo  le  Mte, 

Y  que  en  la  calle  le  deje. 

{Vante  Do»  FéÜJ;  v  LbwA.) 


I„  mnada  1    ti'  empCDO  eu  q 

lo  BifiiKíu.i    nggougjgo;  y  poT  no  hacerle 
.Mayor,  no  le  sigo:  pero 
No  ba  de  ser  Un  ficilmenle, 
Que  no  os  ha  de  cosur  algo 
Mi  reputación.  Hacedme 
Merced  de  decirme ,  cuil 
De  Leonor  el  riesgo  fuese ; 
Porque  al  que  sienta,  dudando 
PA  mismo  daño  que  siente. 
Lo  que  sabe  y  lo  que  ignora 
Le  está  afligiendo  dos  reces, 

DON  JUAN. 

De  los  celos  fué ,  Dou  Diego , 
Errado  motivo  siempre 
Querer  uno  saber  áuies 
La  que  es  füerxa  que  le  pese 
Después  de  balarlo  saliiuo ; 
Pero  porque  no  se  queje 
Vuestra  toiisud  de  que  yo 
CiUDio  me  pida  le  niegue , 
Y  por  Ter  si  de  camino 
Cun  deiengaitos  pudiese 
Curaros  una  pasión 


ESCENA  m. 

.  DON  JÜAM,  DON  DIEGO. 


*^derié. 


Porque  yo  he  de  dennderie. 

DON  DIUO. 

ÍTan  modado  eslitis ,  que  ya , 
:n  ves  de  darle  la  muerte. 
Le  defendéis? 

DOM  IDAII. 

Si ,  Don  Diego ; 
'  Que  tales  acciones  debe 
Al  ser  quien  soy,  mi  valor. 

DON  DIEGO. 

I  De  qué  suerteT  ^ 

DON  miK. 
DesU  suerte. 
A  reüir  salió  conmigo, 

Y  al  tiempo  que  ya  valientes 

Y  reitadofl  las  espadas 


Jabed  que  informado  y. 
Don  Alonso  de  que  fuese 
Leonor  desios  desaHos 
Cansa ,  y  su  amante  Don  Félii , 
Matarla  quiso  eaia  tarde. 
Lleg6  i  ocasión  tan  urgente 
Un  criado ,  que  á  él  le  tuvo , 

Y  á  ella  dio  lugar  que  huyese 
Dúnde  se  fué ,  na  se  sabe  : 

y  en  Bn ,  como  oo  parece , 
Su  padre  y  FéUx  la  buscan , 
Uno  para  darla  muerte, 

Y  otro  para  defenderla. 


Cutnto  K 

8ue  amparan  1  quien  me  ofen 
eblérameesu  Uñeta 
MI  dolor;  y  pues  me  ofrece 
Lo  Imposible  de  mis  dichas 
Por  remedio  sqjp  este , 

Y  gs nadas  las  criadas 
Tengo,  iré  i  ler  si  pudiese 
Averiguar  dónde  esia , 

V  librarla ;  pues  no  liene 
Otra  vénganla  mas  noble 
Un  celoso ,  que  el  ponerse ' 
En  ocasión  que  su  dama 
Coooica  qué  amante  pierde. 


le  aquel  acaso  primero! 


HERNANDO.  -  DON  JUAN. 


SeBar,  dame  una  y  mil  veces 
Los  juanetes  i  besar. 
Si  se  besan  los  juanetes. 

,Qué  ha  habido?  ¿Qué  ha  sucediüoT 

■ ipueslo  ijue  -■ 


:  Lilire . 

Bien  i  la  el: 

Que  el  rompe- cal  I  e/as  no 
I  Las  rompe  lan  fjcil  mente 
'  En  el  campo  como  en  casa. 

Cuéntame  el  suceso  en  brere , 
[  Y  en  Isi^o  te  contaré 

Otro  que  i  nil  me  sucede. 

Fio  de  menor  imporiaucla... 
'  Porque  has  de  salier  que  llenes 

Una  huéspeda  en  tu  cuarto^ 

Son  lautos  los  accidentes 

De  mis  sucesos,  que  no 

Sé .  Hernando,  por  dónde  emplea 

Y  contigo,  es  excusado 

Que  la  memoria  renueve 

Mis  pesA'es.  Dime  tü 

¿Que  mujer  es  la  que  viene 

A  buscarme?  que  seria 

Grande  ventura  «ne  fuese 

Aquella  enigma  del  Parque , 

8ne  en  su  fresca  estancia  verde 
aliamos;  pues  ella  sola 
Es  la  que  mi  vida  liene, 
SI  la  verdad  te  confieso, 
De  su  esperanza  pendiente. 


qne  ahora  está  ei 
SI,  Hernando. 


Wt%  I  VAN. 
Dilo  presto. 

HB«NilNDO. 

No  es  ella. 
^  Quién  es  T 


Oye . 

Hand&sleme,  seoOT,  que  le  dejara 
t^on  Don  Félis;yya (¡obediencia rara!) 
Lo  hice  asi,  cou  no  estar  nunca  enseñado 
Ahacercasadecoantomehas  man  dado. 
Fulme  hiela  casa ,  donde 
MI  valor,  que  t  mi  miedo  corres^de. 
Tan  triste,  lan  suspenso  me  l«iia. 
Que  DO  dijera  :fA9uesta  espada  es  mias 
Aunque  reillr  te  viera 
Con  treinta  mil  Don  Félix  que  tuviera. 
Entré  en  casa,  pensando 
Cómo  la  ropa  en  salvo  pondría,  caando 
La  nueva  me  lle^sra  [clara 

De  haber  muerlo  i  Don  Félix;  porque  e« 
:Cosa,sq[nncollJo,  Do. 

lí.)  ^Qaeaonqn«elreírtnpor«Bidarie«- 

u.nt.zodb/GoOglc 


Mm  e«  qn»  del  uilu  en  toda  Earop» 
La  gala  di>1  reüir,  ga.irdar  b  ropa. 
Ea  esto  pensativo  estuw  an  ralo 
(Si  es  que  sabe  pens»r  nn  nen(ecalo), 

Y  al  Ter  i|ue  nada  el  illsctirrír  remedia. 
Como  amante  celoso  de  uomedia, 
Que  cuando  varios  soliloquios  pan, 
Ñod^pesa  en  la  calle  uieu  so  casa, 
Qtiise  sal  irme  luera. 

'  Apenas  puei  bajaba  la  escalera. 
Cuando  al  ponal  una  mujer  Upada' 
Entró,  de  una  sJrvlenie  acompahada, 
Sin  mas  acción  (ñ  intento 
Que  haber  allí  n.ltiilole  el  aliento. 
DJen  de  las  <los  ta  turiíacion  decía 

?ne  a%un  fracaso  sucedido  había , 
que  el  dicho  fracaso 
Les  hacia  venir  ñus  que  de  paso. 
Senllndose  en  et  poyo,  deimairada 
Se  queda  la  señora;  j  la  criada. 
Con  un  turbado  espanto , 
Cerró  la  puerta,  y  la  compuso  el  manto. 
Yo,  Sos  acciones  viendo. 
Llegué  i  las  dos,  diciendo  : 
■  Ette  cuarto ,  señora , 
Podrí  mejor  aersiros  por  ahora 
Se'alherKne  :  en  él,  os  rne);u 
Orne  os  enlreisi.  La  criailaaceplólueito, 

Y  entre  ella  v  ¡o  car|{andu  &>■•  el  ama. 
Fuera  de  pulla,  la  llevé  i,  la  cama. 
Donde  de  aquel  mortal ,  triste  retiro. 
De  Allí  i  an  rato  volvió  con  un  su^lro, 
Oúiide  eitialia  dudando. 

Saiislice  an  duda,  aseiinrando 

Que  e«ialia  en  parte  do  serla  servida. 

Mpstróseme  en  eilremo  agradecida, 

Y  aceptando  el  cortés  ofrecimiento,  - 
Dijo  con  blanda  voi  y  bajo  acento : 
4l-'uerza  será  que  la  desdicha  mia 
Use,  hidaiRo,  de  vuestra  cortesía,. 
En  lamo  solo  que  esta 

Criada  larde  en  lolver  con  la  reipnesta 
Ue  un  recado  i  que  es  Tuerza  que  la  en- 
Ypufseajuaioquedevosmene,  [vie: 
También  vos  habéis  de  ir  i  asegurarme 
SI  un  cabalteto  viejoanda  S  buscarme, 
Sabiendo  dónde  be  entrado  : 

Y  en  tanto  el  cuarto  me  dejad  cerrado.! 
Servirla  la  prometa ; 

Y  después  que  las  dos  alU  eo  secreto 
Hablaron,  la  criada  y  jo  salimos. 

Y  los  doi  por  dislimas  sendas  lUimoa  : 
Yo ,  i  rer  ^  acaso  via 

El  viejo  caballero  que  decía ; 

Y  tili^  según  Inñero, 

A  ver  si  vu  ai  mozo  caballero. 
Uaai^inil  vnelCas  i  la  calle  be  dado, 

Y  con  nadie  he  topado, 
EÍdosoIo  eoiitjso, 

A  quien ,  si  tooás  mts  sospechas  digo , 
Sabrás  que  la  criada. 
Algosa  vet  del  manto  descu id ada^ 
Hepareciá la  loes  de  aquel  recado 
De  doode  ;o  lolv i  descalabrado. 


BERIMKDO. 

Pnes  lay,  M6or!  si  pido. 

Pero  i  U,  iqué  te  va  eo  lojoccdtdot 

teflero  por  tu  (eBas  que  eslAsdmdo 
Que  esa  es  Leoctor,  en  cnva  huica  ando; 
Qae  el  ser  i  las  espaldas  de  mi  casa 
U de  Don  Félix,  loqueen  ella  pasa. 
Haber  venido  huyendo, 
A  nn  caballero  viejo  esiar  teniendo , 
Babene  parecido  so  criada 
TMer  iienpre  tapiada 


LOS  EHPBROS  de  tftl  ACASO. 


iCoil? 


Uuevieneroaltocada... 
VimoDOS  pnes  i  casa ,  y  siendo  ella . 
Rajia  pastel;  pellai 
Que  es  cena  de  repente ,  ' 

Y  véngale  de  FélU. 

Calla,  lente. 
Villano :  nopronauCies  disparate 
Igual;  quevive  el  cielo,  que  témale. 
iSoy  borobrejro  de  lan  cobarde  Urna. 
Uue  del  me  babis  ¡in  vengar  sn  dama! 
Antes  parte  i  su  casa... 
iiemn*?iuo. 

iVof 

MU  JUAn. 

Volando , 

V  dile  qne  le  quedo  ^o  esperando 
En  la  mía. 


Que  >  ella  venga 
Luego,  sin  qoe  un  instante  se  detenga. 
V  si  te  le  negaren  ique  seria 
Posible),  di  que  yas  de  parte  mia. 

SI  otra  vei,  aun  no  ifendo  de  tu  parte. 
He  rompió  la  cabe^^a  por  nomlirarle, 
iQné  me'roroperl  ahora  si  te  nombro 
y  de  tu  parte  voy? 

Como  In  asombro 
Duda  lo  que  1  lo»  dos  nos  ha  pa.sado, 
Temes. 

BE«7Un>0. 

Para  temer  un  hombre  bonrado, 
Ha  qieneiier  adjaqnesT 


«OHMáS. 

Dame  primero 
La  llave  de  rol  coarto :  eú  él  te  espero, 
y  veu  presto. 


No  eslji  en  mi  mano  esto, 
%M  es  en  que  £1  me  descalabre  presto. 

DONICAH. 

Segundo  acato  ¡cielos!  ha  venido 
A  buscarme.  Favor  eo  él  os  pido, 
Pues,  que  me  traiga,  espero. 
Hayoret  confusiones  que  el  primero. 

(Vos*.) 


Si  fué  á  reñir  con  él,  jcómo  de  ainlgo 
Hace  ahora  llnerjis? 
¿Hofueraelmonstruoyodedoscaheiait 
[üh ,  ouinlo  lo  estimara  m<  fortuna, 
Pues  para  discurrir  tuviera  una , 
y  ntra  para  aparar!  Si  coa  bien  salgo 
Uesta .  no  mas  papeles. 

ESCENA  VL 

ELVIRA,  JUANA.  -  HERNANDO. 

Oid,fiidalg«. 
HEiiuno. 
Ni  seBora  lapada , 
Si  Tenis  de  otra  parte  desmayad* 
A  que  os  socorra  yo,  larde  sospeoho 
Que  venís ;  que  ese  paso  esU  ya  becbo. 


HERNANDO. 
Rota  cabeía  mia , 
PasémoMM  por  ana  barbería 
A  decir  al  quirurgo  se  prevenga ,' 
Y  que  estopas  ;  baevo4  punto  teuga 
Para  li  raelu.  ¡Cfelos!  ^qné  es  aquesto 
^ne  hoy  1  lal  amo  en  ocasión  ha  puesiD 


De  vos  salver  quisiera 

iQoé  pesadumbre  ha  sido 

L'na  qne  vuestro  amo  hov  ba  tenido, 

Y  ea  qué,  hidalgo,  ba  páradot 


F^lor.yqneilr  meal.^w 
Donde  m<>  descalabren  bien  de  ooevo; 
No  en  qué  paró  el  disgusto. 
Pero  si  de  salierlo  tenéis  gusto , 
Mi  amo  va  i  casa  ahora  : 
Dél  mejor  lo  podréis  oír,  señora; 
"      yo  voy  i  un  recado  mny  aprisa, 
grande ,  que  no  es  cosa  de  risa , 
Sino  cosa  de  llanto  : 

V  isi  .quedad  con  Dios.  ( Yate.) 

ESCENA  TU. 

ELVIRA,  JUANA. 

.  ELTiajk. 

¡Ay,  Juanalicuinio! 
imagiooé  Intento, 
Para  qoleiar  mi  loco  pensamlénln , 
En  raion  de  saber  en  qué  ha  parado 
Este  pesar  qne  unto  me  ha  collado  1 
Nada  dél  saber  puedo. 

Y  oon  la  duda  tan  cabal  me  qneds. 
Como  lotea  U  lenl).— 

Pero  h>  he  de  saber  con  mi  porfía. 
Veo  ea  cas  de  Don  Jnrn. 


Sf ,  pnes  si  me  acordara 

De  mis  obligarlones ,  no  Intentara 

AcdoiKS  semejanti  s. 

Veo.y  donada,  Juana  mía,  te  esptoies: 

Potito  oue  el  cieluquiso 

One  sirviese  de  nada  aquel  aviso 

Qaé  le  llevé  i  Ikm  Félix ;  v  eo  efeio, 

Sio  atención,  sin  juicio,  siaresiieto, 

P(ieiJ[iinanMr,paesina  temor  rendida 

Perdí  la  Uberiad,  pierda  la  vida. 

(''-«'■) 
U,anzodb/Ut)OglC    ' 


COMEDIAS  DS  DON  PSDftO  CALDEAOM  DE  Li  BARCA. 


Cíala  Bi  ca«i  Úe  üuD  iuin. 

ESCENA  VUI. 

1JlOmVí,lapaia:aetpue$,  DONJUÁN. 

Abrtr  TI  la  pnerU  veo 
DesU  leDoraiIa  prisíou , 
Adonde  mi  coJirusiojí 
Tiene  aUtJa  mi  ileseo. 
¡  Coa  cuantas  dudas  peleo ! 

tSi  será  loes,  que  i  avisar 
uéá  Don  Félix  mi  pesar? 
^SiserJié!  Óelcnado, 
Uue  de  mi  iianlo  obligado, 
Me  dejó  aqui  j  Tué  i  mirar 
Si  mi  padre  me  seguia! 
{Ap.  Mas  ¡  ay  de  mi !  que  no  rs 

{Sale  Don  Juan.) 
Ntogimo  (le  lodos  [rea 
El  que  abre.  Dtsdíclia  mis , 
iHasu  cu  indo  lu  porfía 
He  ba  de  perseguir*  Va  entró 
Un  caballi-ro,  i  «uien  no 
Coaoico.  Encubrirme  quiero. 
i  A; !  ¡de  cuántas  veces  muero 


No ,  leBora ,  ponjue  jo 
EDlre ,  o*  recatéis  asi , 
NI  os  di  el  mirarme  cuidada; 
Que  del  suceso  informado 
Oue  os  lieue  encerrada  aquí. 
Vengo  a  que  os  sirváis  de  mi. 
Dueño  Uesla  casa  soy, 
V  espero  ser\iros  boy 
Auo  mas  de  lo  que  pensáis; 
l>ucs  (kl  riesgo  enqoe  os  halláis 
Libraros,  palabra  os  doy. 
SI  bien  no  tenéis,  seílora , 
Une  agradecerme,  por  Dios; 
Que  i  otro,  primero  que  i  vos, 
be  la  be  dudu  Antes  de  abora. 


o  valor  mi  vida  . 
Esté;  que  n  olilEeacinn 
Valer  los  que  nobles  son 
A  una  mujer  afligida. 
Yo  lo  estoy  tanto,  que  espero 
El  amparo  vuestro,  no 
Porque  lo  merezca  yo, . 
Cuanto  por  ser  caballero 
Vos.  V  pnes  rendida  mnero, 
Perilon  del  recato  os  pido ; 
Que  el  encubrirme  no  ha  sido 
Duda  de  vuestro  valor, 
Sino  mujeril  temor. 
Que  de  veros  be  tenido. 
Y  para  mas  obiigaroii 
A  Favorecerme  eu  este 
Trance ,  aunoue  el  vivir  me  caesic 
La  veraüenu  de  informaros,- 
Sabed... 

•oajDAK. 
Nada  )ic  de  escucharos ; 

?ne  I  precio  no  he  de  comprar 
o  aqui  de  vuestro  pesar 
Saber  quién  sois;  f  porqué 
■   Lo  eicusiHs,  sahieis  quesé 
Cotnlo  me  podráis  contar.     • 

Si  Tueitro  criado  ha  sido 

El  que  de  mi  os  ba  infonnado  > 

;Qné  sabe  Tuctiro  criado! 

Bonnun. 
H  KtMda  be  merecido 


De  darme  por  entendido, 
Con  ella  me  atreveré 
A  decir  de  quién  lo  sé. 

1.B0II0*. 

Aborraréisme  un  gran  temor. 

Pues  ya  sé ,  bella  Leonor... 

Ya  que  mi  nombre  escuché 
En  vuestros  labios,  bien  puedo 
Oecirconmasconliania  (Deieúirete.] 
>e  dueño  de  mí  esperanza 


Retirios,  basta  ver 
Quiénes. 

utoNoa. 
¡Cíelosi^québadeser 
De  mi  fortuna  y  de  uiif       {lUUrue.) 

DON  J04II. 

i  Quién  es? 


LEOKOi. 

La  fortuna ,  siempre  avar 
Del  bien ,  quiso  que  adorara 


Era  Don  Diego  de  Lara. 

LEOKOR. 

Esie  pues  ( ¡  lance  cruel ! ) 
De  noche  cu  mi  casa  enUú, 
'■     1e... 

DOn  tOATI. 

Dni  Félix  le  halló, 
Y  riñó  eoléiices  coa  él. 

Envió  otro  día  un  papel... 


'Mi  ciüdado 
A  satisfacerle  fué 
A  su  casa ,  donde  bailé... 

A  vuestro  padre,  que  airado 
Os  viera  i  sus  manos  muerta , 
Si  un  criado  no  llegara , 
(lúe  i  vos  salir  os  dejara , 
V  á  él  le  cerrara  la  puerta 


Porque  por  acasos  raro» 
Tuve ,  intes  de  conoceros , 
El  riesgo  de  defenderos 
Sin  el  mérito  de  amaros. 


Qnirn  h*de  daros 
Vida ,  bonor  j  esposo  aqui. 

LEonoM. 
íPne^cómoT 

'LUman.) 


Es,  señor  Don  Juan, 

iba  mujer  emlxiuda , 

Que  ha  remrtídü  ü  las  tardes 

La  estación  de  las  maüanas. 

La  última  que  os  hablé, 

A  vuestro  estilo  obligada, 
'  Porque  no  fuerais  tras  mt 
]K  supiérades  mi  casa. 

Palabra  os  di  de  buscaros, 

Y  vengo  i  cumplirla  para 

Desengaftaros  de  que 

Sov  mujer  de  mi  palabra. 

Si  bien  aquesto  oo  es  solo 

Lo  que  me  obliga  á  qoe  haga 

Esta  flneu;  que  hay  otras 

Razones  que  aqui  me  traigan. 

Yo  he  saludo  que  hoy  babelí 

Tenido  por  una  dama 

Un  desalío;  y  aunque 

Para  la  descoofiauM 
,  De  mis  celos  es  temprano,  ' 

No  lo  es  para  <[ue  salga 

Del  cuidada  en  que  me  ha  pneuo 

\'uestra  vida.  Aquesto  aguarda 

Saber  mi  curiosidad. 

Decidme  en  qué  estado  se  baila 

El  disgusto,  porgue  tengo 

Pendieute  dé)  vida  y  alma. 
Lío:iüH.  (Al  paño.) 

Mujer  es  la  que  entró ,  t  como 

Suedo  y  apartados  hablan , 
o  oigo  lo  qOe  dicen;  pero 
Bien  se  deja  ver  que  es  dama 
Desle  caballero ,  pues 
Asi  se  ba  eolrado  eu  su  cata . 

Annque  jamas  deseé  , 

Cosa  con  mayor  instancia 
Que  volver,  señara,  á  veros, 
En  esta  ocasión  tomara. 
Que  DO  hnbiérades  venido; 
Porque  es  fueru  que  no  os  baga 
Agasajos  que  merece 
Una  Ifner.a  tan  rara. 
Del  disgusto  de  que  ya 
Mostráis  venir  inrormada , 
Aanque  no  bien ,  cierto  lance 
Hls  discursos  embaraza 
Tanto,  que  he  de  suplicaros 
(Bien  á  costa  de  mis  ansias) 
Me  hagáis  merced  de  volveros. 
Sin  que  por  aquesta  causa 
He  atreva  i  saber  de  vos 
Quién  sois ,  ni  i  veros  la  cara ; 
Que  tio  ha  de  pedir  quien  niega , 
Ni  ha  de  Togtr  quien  agraria. 

ÍLÍtlIA. 

.   aginara  que  eu  fos 
Tan  grande  deapego  bailara , 
Antes  que...  Pero  ¡qué  miro! 
Uo  hombre  entra  en  esta  sala , 
Que  importa  que  no  me  vea. 

{Yuehácia  tiende  etlá  LeiHur.) 
Ltonom.  (AJpaflo.) 
Aunque  no  eoiendi  palabra , 
,i,z.,deyG00glc 


Oíd.  • 

( Tapada  aitreabrie»da  la  puerta.) 
Aqni 
No  habéis  de  eotrar ;  que  tomada 
Esta  posada  eBÜ.j  00 
Se  puede  verileo  guarda.  (CJcrra-) 

i  No  eo  Tino  me  reclbisi? U , 
íhM  Juan ,  coD  esquife!  lanu ! 
Peio  oo  «•  Üenipo  de  quejas. 

A  serlo,  bleo  disculparlas 
Podie». 

Hiced  que  no  entro 
Em  hombre  en  esu  cuadra ; 
Qae  Imporiaroaa... 


DON  DIEGO.- DOM  JUAN:  ELVIBA  ^ 

JUANA,  fapodat. 

KLTiB*.  {Ap.  á  Juana.) 


Cbbreie  Ueo,  Jnain. 

IDANA. 

I  Irme,  no  aeríi  mejor, 

Pu^  me  dan  la  puerta  ñtnca  T  ( Va$e.] 

DOn  DIHO. 

Don  Juan,  si  vuestra  amistad 
Ha  sido  eu  et  mondo  Unía, 

Ee  i  ser  eo  tiempo  de  César 
hubieran  labrailo  esiatnas, 
Boeua  ocwiOD  se  o*  ofrece 
Aben  para  mostrarla, 
Pues  en  Toettra  isauo  esti 
Ni  honor,  mi  vida  ji  mi  fama. 
Uoa  hermosura,  eti  qniea  lodo  '. 
Esto  consiste ,  se  halla 
En  vuestro  poder. 

¡Aj  triste  1 

MR  DltCO. 

ReoJido  Tengo  k  buscarla, 
Infonnado  de  que  aqol  • 

Eolró. 

ELvia*.  {Ap.) 
tQuéetpcrumbaotlaBf 


LOS  empeKob  de  un  acaso. 


Den 

ELVUk.  (Ap.) 

yante  bacoMicidD. 
DonioAR. 
iAp.  Pues  qae  á1  ee  et  que  se  eag»b» 
V  que  no  te  eogaílo  jo , 
Su  mismo  enaaüo  me  valga , 
Pues  asi  con  Félix  j  él 
Cumplir  mi  valor  aguarda.) 
Teneos. 

OOK  HIGO. 


No,  señora,  buyaii  asi 
Ue  quien  tan  rendido  os  ama. 
Que  os  busca  para  serviros 
Coa  la  vida  ;  con  el  alma. 
«LViw.  lAp.) 
¡Qoi  es  eílo,  cielos'.  No  tiem 
Por  mi ,  pues  asi  me  trata. 

No  i  hablaros  vengo  en  mf  amor: 
Que  no  aspira  mi  esperanza 
A  mas  mérito,  i  mas  dicha 
Que  i  serviros ;  pues  me  basta  f 
á  otro  tiene  ios  favores, 
Que  tenga  jo  I  ai  desgracias. 

ELVim*.  (Ap.) 
Qae  me  enamore  mi  hermano , 
Es  solo  lo  que  me  falla. 

Don  Diego,  esperad ;  qne  ioles 
Que  os  respouda  aquesa  dama. 
He  loca  i  mi  responderos. 
Las  espías  (uéroo  Msas, 
Si  os  Ajeron  que  era  quien 
Doscals,  qoien  conmigo  estaba: 
PuM  e*  aquesta  seAora 
Aquella  dama  tapada, 
Cnva  novela  os  conté 
Delante -de  voeura  benoana. 
A  verme  ba  venido,  haciendo 
HoT  por  mi  finesa  lanu ; 
Y  así,  pues  dichas  de  amor 
Loe  discretos  no  emharaian  , 
Idos  coo  Dios ;  y  advertid 
Qae  cubierta  j  coDgpjada 
Tenéis  i  aquesta  s^ora. 

DON  MIOO. 

Don  loan,  si  no  imaginars- 
Que  esa  ei  deshedia  que  hacéis 
Pormie  yo  os  deje  y  me  vaya . 
Dando  luftar  í  cumplir 
A  Don  Félix  ti  palabra, 
Vo  lo  hiciera,  claro  esti; 
Has  si  es  tan  cruel ,  tan  rara 
Hi  desdicha ,  que  nii  anügo 
Por  mi  enemigo  me  falla , 
Faena  seri  que  el  dolor 
De  las  ruooea  se  valga. 
Vuestro  enemigo  es  Doo  Félix ; 
No  diga  de  vosli 


En  ocasión  un  biaalga 
O  mi  aroioo  ó  mi  enemigí 
No  siéndolo,  es  ezcusioa 


noN  Diiso. 
I  Cámo  ser  pveda 
No  ser  ella !  La  criada 
Misma  que  aqui  U  dejó 
He  lo  dQo- 

BOHJIUH. 

KUaosengaBa, 
Por<iue  no  es  ella. 

non  DIEGO. ' 
Haced  algo 
Por  ni ,  para  qne  to  vaya 
Consolado,  sin  la  duda 
De  haberla  hallado  y  dejarla. 
Si  BD  quiere  descnlinrse , 
Hable  solo  una  pala})ra  ; 
Üespidáme  ella. 

DOM  IBM.  {Ap.  4  SMra.) 
Seüora, 
Bien  tenéis  ooiicias  hanu 
De  cnanto  mi  cortesía. 
La  ley  qiie  le  ponen ,  guarda. 
De  un  empeüo  me  sacab , 
V  bien  grande,  con qoe  salga 
De  aqoesia  duda  Don  Diego, 
Porque  me  importa  se  vaya 
Antes  que  venga  aquí  nn  hombre, 
One  ya  por  iostanies  tarda. 


ELViu  (Ap.  i  Dm  Jna».) 


Quei 


Dadme  lugar  de  qae  haga 
Yo  por  Leonor  la  Anexa 
De  servirla  j  ampararla. 

Cuando  ella  taera  Leonor, 


iPorqoíT 

unai. 
Por  eala.  (OneittrcM  i  Dm  /mmm.) 


Be#Klado! 

Ei.VtnA. 

Yo.Don  Jnaa, 
Soy  la  que  eocabierla  os  ama. 
Veo  ahora  si  os  está  bien 

8ne  Don  Diego  en  vueatra  cata 
i  me  oiga  ni  me  vea. 
ooH  muí. 
Cubrios ,  no  babMs  palabra ; 
Piérdase  lodo,  y  no  on  solo 
Alomo  de  vuestra  fama.— 
Don  Diego,  esta  dama  au  no 
Qnlere  hablar ;  j  si  arriesgar* 
Hii  lidas,  nn  la  han  ije  hacer 
Fuerza  alguna ;  y  asi  hasta 
Que  yo  os  diga  que  no  es  ella. 


ESCENA  ZL 


_  .    _     -éisoue ._ 

Don  Jaau,  fué  por  prevenir 
C*M  adonde  Leonor  vaya, 
V  ana  lUU  qae  la  lletr 


qae  la  llm.  ■ 

jnzdlyClOOglC 


»I 


M>s  i  qué  t«o  1    , 
I  t>0D  Diego  aqnl !  —  no  pensan 

(ASok/mh.) 
De  Tot  JaniM  que  teniendo 
A  Leopor  en  vuestra  caía, 
Habiéadome  dada  i  mi 
(Como  tan  noble)  palabra 
De  ajudarme  hasta  tenerla 
Ea  mi  poder,  Taera  tanta 
De  Uon  Diego  U  amistad , 
Que  diera  lugar  de  bablarla. 

ESCENA  XIL  . 

LEONOR,  enlreaSriende  la  puerta  del 

cuarto  en  que  tttá.  —  DOK  F£LIX, 

ELVIAX,  DON  JUAN,  bON  DIEGO. 

LEOnon.  (Ap.) 

La  Toide  Félinfaeoido, 

Y  Ul  no  impotla  que  abra. 

ÍAp,  Decir  ahora  que  es  Leohor, 
'orque  deste  rietgo  salga 
Elrira,  ee  bien;  que  ao  reo 
La  bora  que  de  aquí  se  vaja, 

Y  deanes  habri  ocasión 

De  que  el  traeque  se  desbaga.) 
V*  B¿,  Don  PéiÍK,  mu}  bieo 

Sh  debo  hacer.  Si  se  halla 
nf  Don  Diego ,  no.  ha  sido 
Uamado; ;  áotes  eataba 
N^íikIoIÍb  qae  es  Leonor 
Etu  ieiort. 

BLTiii.  <Ap.  é  Om  /no.) 

íQoé  traiatt 

non  iDitN. 

(^.  rf  EMiv.Bebarle  de  aqni :  lb,1t)^^ 

Quellacr" "   -'  -- 


LleTidli  donde  quisiereis, 
i  Cómo  se  entiende,  i  tetarla  T 

LUNOR.  (4p.) 

jClelos!  iqué  traición  eseslat 
al  ■gMmienlo  ik  qné  agnardaf 

non  rtux. 
Veiüd,  BeÍMra,  conrolgo, 
Qqa  i  rielgo  de  Tida  j  alma 
Pondré  en  salvo  vuestra  vida. 

.LVI1I*.  {Al,.) 

iQaiM  ?IA  coohisloDes  tanlts : 

iwn«iECo. 
Don  Félls,  que  baya  renido 
Yo  aquí  llamado ,  o  que  haya 
Teaioo  shi  que  me  llamen , 
Ya  esloT  aquí ,  y  i  esa^ama, 
Asnque  me  abcrreica,  no 
Be  de  consentir  llrvarla 
Hléntrai  ella  uo  me  diga 
Qae  la  dejet  pues  efi  clara 
Cosa  que  me  esU  mejor 
Que  eDa  el  desaire  me  baga , 
Que  Toa  ui  Don  Jnan  :  ó  tengo 
Pe  morir  en  la  demanda. 

IK)1<  FÍLnt. 

1  Qué  di  Acuitad  habri 
Qm  ella  [    ■    ■■    - 
Leouort! 


COMEDIAS  OB  DON  PEDRO  CALDBB(»I  DB  U 


lespondé,  Leonor. 

ELviu.  {Ap.  á  Dm  FilU.) 
Wrad 
Que  soy  de  Don  Diego  hermana , 
I  soj  la  que  os  aviso 
De  que  los  dos  os  buscaban. 
Supuesto  que  me  debéis 
Finesas  anticliiadas , 
Sacadme  de  aquí ;  que  luego 
Volveréis  per  vuesiía  dama. 

(4ri.d£fti.Nobleso;;siharé.)Donl}l(ge, 

Ni  hablaros  una  piláhra 
Quiere  Leonor;  y  asi,  aquesta 
" —  desengaño  Diisia. 


No  basta.  Leooor  ei 
Lo  ba  de  decir. 

(Sa¡e  teowr.) 


Leonor  lo  dirl ,  sacando 
Tres  efectos  de  una  cansa. 
TJno,  enmendar  la  traidon 
De  quien  con  otra  te  engifia; 
Otro,  dar  satisfacciones 
De  que  Don  Diego  me  cansa , 
Y  nunca  tuvo  licencia 


Aquí  hay  mas  que  30  pensaba. 

po:i  JUiS. 
Félfí ,  en  vuestro  poder 
Esii  Leonor:  estu  basli 
Para  que  contento  vais 
y  gustoso  de  mi  casa. 

Y  pues  es  Hiena  volver 
A  cumplirme  la  palabra 

De  que  en  librando  i  Leonor 
Hedlrémos  las  espadas , 
De  mi  i  vos  fo  03  diré  eniAuces 
De  aqueste  engallo  la  causa. 

tWMFÍUI. 

To  vov  i  que  tome  solo 
La  rila ,  porque  se  vaya ; 
One  no  haré  amencia  de  aquí ' 
Hasta  que  mi  valor  haga 
Cnanto  sabe  que  le  toca. 

(Ywí  eenUonoT.) 
DOHjntn. 
Yo  os  guardaré 'las  espaldai. 

ESCENA  Xm. 

DONIUAN-,  DON  DIEGO,  ELVIRA. 

DOH  JUEGO. 

1  De  quién,  si  yo  no  la  siso', 
Viendo  qne  me  desengaña 
Lpooor,  y  que  uo  le  queda 
A  mi  amor  Otra  ésperanuT 

Ese  es  el  mejor  consejo. 

Y  pu>^  vuestro  amor  acaba ,  - 
Permitid  que  empiece  el  mlu. 
Dejadme  con  esu  dama. 

Hay  mocho  qne  ver  fa  eso. 

'  con  nía. 
¿Qué  hay  que  ver? 

.  Sospechas  birlas. 
Negumt  i  solu  quita  en 


BiBCA. 
Primero ;  Inego  Irecada 
Verla  que  se  entrega  I  om» , 
Y  de  mi  tolo  se  guarda 
Tanto,  que  ann  no  ba  pensitiilo 

Siie  la  oiga  una  palabra, 
e  (*ltga... 
{Deittro  ruUo  ie  euch^aéai.} 

EBGEHAXIV. 

DOH  ALONSO,  v  Uugo,  RERNAHDO.- 

DON  JUAN,  ELVIRA,  DON  DIEGO. 

m  kUKKO.  {OenlTO.) 

¡Huere,  traidor  1 

LOSÓOS. 

tQt>é  es  aquello  t 

Htaiuimo.  (SaHenit.) 
Cuchilladas 
A  la  puerta  de  la  calle. 

Fueria  es  que  i  ver  lo  que  essalga. 
Vamos  i  esle  empello,  que  es 

que  cdn  prisa  me  llama ;  • 

Que  yo  os  saiisfaté  luego. 

baré ,  por  no  dejar  nada  - 
Que  hacer  nunca  mi  valor. 
'  '-1.  Vive  Dios,  que  tntes  que  salga 

aquí,  he  de  saber  quién  es  ) 

Elvira,  dentro  te  aguarda;  lÁp.della,)  ' 
"-I  vo  guardaré  tu  vida. 

(Varue  Dtn  Juan  y  tíon  Diego.) 


¡«ufet 


■ate  Elefra  aionie  rítala  LetttoT. ) 

i  Buena  va  la  dansa ! 
Puesto  que  mi  amo  qoedanne , 
Cuando  va  i  reBlr,  me  raaoda  , 
Qnieni  obedecer.  —  SeBores, 
iQaé  efettoT 


¡El  cielo  me  valga  ! 
lei  son  mis  desdichas  lates , 
íes  son  tantas  mis  desgracias 
le  «rsallr  Félis  conmigo .'.   . 

padre  (¡  ay  d&  mi !)  pasaba 

Porlaealte,y  paraél 
Sacó,  en  viéndole,  !a  espuda , 

Y  Impidiéndome  á  nú  el  |iaso,  ■ 
Ritiendo  allí  lodos  andan. 

Y  aun  sel;  qne  toilos  se  entran.  * 


(Ti^odo,  entreabrieni»  Itfuerla.) 

Tarde  venia ; 
)ne  esta  posada  tontada 
Uti  ya.  (Ocm.) 


iMtAMSiSMUS 


EaCEIlAXVI. 

WW  ALONSO,  DON  FBLIX,  DUN  JUAN 
I  ¡ton  DIEGO ,  Tiñendo.  —  HEA- 
NANUO ;  LEONOR  t  ELVIRA,  oeut- 


i^TC  Dios,  qne  alrop«l)>o<}o 
Por  todas  Toestrtí  espadas, 
De  nira  ingrata  5  de  mi  iraidor 
Tengo  de  tomar  Tengaaza  !  ' 

DOS  ftllX. 

Sefior  Don  Alonso,  (|a¡ea 
OiteDla  cordura  tanta , 
Hejor  con  la  ccMiTenieoda 
Remedia  qoe  con  la  espada , 
Loa  lances  de  hooor.-  Leonor 
Et  mi  enlosa. 

DON  Ai^no. 
Si  se  caga 
Coa  TOS,  dlré.qne  me  obltoa 
Bl  que  dije  qoe  me  at^rav^. 

Poes  ew  ha  de  ler  el  ntedio , 
Be^UaiiM  las  espadas 

BON  ALORSO.  (il  HenuMdt.) 
iDÓMleesti 


HernaiMlo, ;  por  qni  no  baUasf 

BK*IIAIIIK>. 

iQuébedebablarT 

OON  JDAK. 

{Notequedasl* 


LeonorT 

lERNtmiO. 

No  sé  si  preguntas 
Pm  la  boéna  ó  por  la  mala , 
Por  la  derU  ó  ia  Snsida , 
Por  la  Boa  6  por  la  nlsa ; 
r  «il,  por  no  errar,  respondo 
Qm  aquí ,  j  aqui  esiAu  entramlia*. 


LOS  EHPEflOS  DB  UN  ACiSO. 

Sin 'dada  aqui  está  Leonor, 
Qne  es  la  parle  donde  estaba 
Primero,  j  aquí  babri  luelto.— 
{Uii/ate  a¡  cuarlo  donde  Má  Elvira , 

t  habla  recio.) 
SeDora,  ja  es  bien  qne  salgas 
Sintemor-deque  le  vean 
Los  mismos  de  quien  te  guardas; 
Pues  f  a  eres  Teliz  esposa 
Del  que  tú  quieres  ;  amas. 

(SaU  lOvtra.) 

Contenta,  ahna  j  alegre. 
Salgo  en  esa  conflanu ; 
Que  claio  esU  que  sois  tos. 

■WD  Dueo. 
Bien  so^ecbd.—  jVU  berminar... 

netiuMH). 
1  Aon  DO  babemos  acabado  t 

UOB  BIXSD. 

Asi  mi  amistad  se  agraiia  t 

BOH  JUAl. ' 

¿En  gnésgrafio  la  amlsiadT 

mmbuco. 
8d  el  honor  y  en  la  fama. 

SI  de  mi  ofenu,  Uon  Diego , 
'  ~  ~isma  parle  m  alcanta , 

lama  satísfícciqíi 
Es  la  mas  cuerda  Tengania. 


Con  la  mano  j  con  el  alma. 

muí  diego. 
V  yo  quedaré  cooleoio. 

ttOB  rtux. 
Que  pamc*  Leonor,  Gilta. 

HBHHAIRK). 

me  das  hallaigo ,  jo 
Les  diré  que  aqni  se  guarda, 
'(Sale  Imanar.) 


Dale  la  mano  i  Don  Félix. 


Pensaiin  que  esU  acabada 
La  comedia  con  casarse 
Los  galanes  j  las  damas; 
Pues  escucben  *ucsarced« , 
Qse  otro  pedacilo  falta. 
Mit  rÉui. 
Don  Juan ,  jo  os  tengo  ofendido , 
y  TOS  en  la  misma  instancia 
He  tenéis  ^  mi  obligado. 
Yo  be  de  cumplir  mi  palabra 
De  que  en  cobrando  i  Leooor, 
VolTer  tengo  k  la  campafia ; 
Has  st  el  ir  JO  alU  bade  ser 
Pan  rendiros  la  espada 
^nes  DO  he  de  refiír  con  qnieo 
Debo  honor,  ser.  nda  j  alma) , 
H^w  es  que  aqni  os  la  rinda. 
Los  dos  qoedandu  en  tal  csnst 
Bien  pnesios.  tos  amparando , 
T  J9  rindléiMte  las  amua. 


No  todo ;  que  ahora  bita, 
SI  con  Don  Juao  hi  cumplido 
Que  i  reñir  conmigo  salga. 

Ese  duelo,  jo,  Don  Diego, 
Seré  quien  le  satisfaga. 
Eso  fué  una  competencia 
'Do  amor,  i  que  nunca  causa 
DI  JO,  permitida  entonces 
'\M  era  de  Don  Félii  dama, 
'ero  ahora  que  soj  so  esposa, 
lo  seri  bien  qoe  la  baja ; 

V  asi  cesari  el  efecto. 
Pues  ha  cesado  la  causa. 

BERIUNSO. 

A  pagar  de  mi  dinero. 

La  suerte  esii  bien  juigada, 

V  uadle  queda  mil  puesto 
Sino  JO  en  estas  demandas , 
Poes  quedo  descalabrado  r 
Con  cayos  duelos  acaban 
Lm  empeño»  de  un  acato. 
Perdonad  gas  mochas  Etius. 


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LA  CISMA  DE  INGALATERRA. 


EL  REY  ENRIQUE  Vm. 

EL  CARDENAL  VOLSIÍO  {Wtlug). 

CARLOS,  embajador áeFraneU. 

TONAS  BOLENO  Ifiole^),  viej: 

DIOMS.erúrfd. 

PAÍiljUJN.^acfiifa. 


UNC*PITA»._ 

LA  REINA  DOSa  CATALINA. 

LA  INFANTA  HARÍA. 

A»A  BDI.ICnA  {Bottrtl. 

MAIIGARI I A  POLO  {Ptle),  de» 


JORNADA  PRIMERA. 


ESCEHA   PRIMERA. 

EL  REY  ENRIQUE  WU,  durmiendo; 
delante  una  meta  con  recadt  de  et- 
eribir,  táun  lado  LA  FIGURA  UE 
ANA  OOLBNA;  despua,  EL  CAR- 
DENAL VOLSEO. 


»a.  {SeSanáa.) 


Mira  Que  al  sol  oreiidís.  [dL_. 

CaaDUoborrartanio esplendor  pretea- 
¿Por  qué  conlra  mi  pecho  airada  vive» ! 

Yo  tengo  de  borrar  enasto  (ú  Mcribes. 
(Vmí.) 
reí.  {Soñando.) 
Agnirdi ,  eicucha ,  Apera. 
^o  destaaeieas  en  veloi  esfera 
Es>  deidad  Un  presto. 
Oje... 
{Detfierta.  Sate  el  cardenal  VoUeo.) 


te  este  retrete?  Di. 

Del  suelto  ha  sido 
liuilon,  porque  nadie  aquí  ba  llegado. 
Cuénlame  pues,  señor,  lo  que  tías  so- 
Bíi.  [nado. 

¡  Aj  Cardenal !  escucba , 
Conoceris  si  fué  mi  pena  mucba. 
Ya  sabes  ( pero  es  forioso 
Repetirlo,  aunque  lo  sepas) 
Como  yo  soj  el  Ortavo 
Enrique  de  Ingabiem , 
Hijo  del  áéptimo  Gnriiiiie, 
QuB  por  la  muerte  violeiiu 
De  Arturo ,  de^  en  mig  sienes 


La  soberana  diadema 
Sleodo  heredero,  no  t... 
De  dos  imperios  por  ella 


SIDO  de  la  mu  bennou 
YmaicatUlcaReitia, 
Q«M  tovieroa  loe  Inslúes 
Desde  que  en  m  edad  primera 
Fueron  mi  hombros  columna 
De  la  militante  Iglesia ; 
Porque  Doña  Catalina, 
HtJalamassaoUjrbelta- 
De  los  CaióKeos  Reyes, 
Nuevos  soles  de  la  tierra , 
Casa  cou  mi  hermano  Arturo. 
El  cual  por  su  edad  tan  lierua , 
O  por  SD  poca  salud , 
O  por  <»usaB  mas  secretas , 
No  consumó  el  matrimonio, 

SnedandC  entonces  la  Reina , 
ueri'i  el  principe  de  Walla* 
A  un  tiempo  viada  y  doncella. 
Los  ingleses  3  españoles , 
Viendo  las  paces  deshechas. 
Los  deseos  malogrados 

V  las  esperaoias  muerlai , 
Para  conservar  la  )>ai 

De  los  dos  reinos,  conciertan 
Con  parecer  de  hombres  doctos 

?ue  JO  me  case  con  ella ; 
atento  á  la  utilidad, 
Julio  Segundo  dispensa : 
Que  lodo  es  posible  a  quien 
Es  vice-Uios  en  su  Iglesia. 
De  cuja  felice  unión 
Salió  para  dicha  nuestra 
Un  rayo  de  aquella  luí 

V  de  aquel  cielo  una  estrella , 
La  infania  Doña  Haría , 

Que  habéis  de  jurar  princesa 
De  Walia,  con  que  la  immbre 
Mi  legitima  heredera. 
Esto  De  diclio  por  mostrar 
Cou  el  giislo  y  obediencia 
Que  se  reciben  las  cosas 
6e  la  re  en  Ingalaterra 
( Pues  dicen  asi  que  Tué 
Legitima,  santa  t  cuerda 
La  dispensación  del  Papa, 
Pues  todos  vienen  en  ella ), 

V  para  decir  también. 
Cardenal ,  de  la  manera 
Que  la  dellendo.  asistiendo 
CoD  el  ingenio  ;  las  Fuen^as  '. 
Pues  ahora  que  Uarte  duerme 
Sobre  las  armas  sangríeoias, 
Velo  yo  sobre  los  libros  , 
?:scríbiendo  en  la  defeosa 

De  los  siete  sacramentos   * 
Aqueste,  con  que  hoj  Intenta 
Ui  deseo  confundir 

>  Aban  decimos  Glla. 


Los  errorea  y  las  sectas 
Que  Lulero  ha  derramado ; 
Pues  en  él ,  para  so  ofeosa , 
Todo  es  refular  ernire*    ' 
De  nn  libro  que  se  interpreta 


es  peste  fiera 

De  los  bombrcs.  Escribiendo 
Estaba...  <He,  que  aqol  empteía 
Ei  horror  de  mas  espaulo. 
El  prodigio  de  mas  fuerza , 
Que  entre  las  sombras  del  ane&o 
Imlgeoes  dio  i  la  idei. 
Escribieodo  estaba  puea , 
(En  ei  sacramento  era 
Del  matrimonio  :  |  aj  de  0)1 !) 
y  cargada  la  cabexa , 
Entorpecido  el  Insenio 
De  no  pesado  sueno,  apéoas 
A  su  mena  me  rendi , 
Cuando  vi  entrar  por  la  puerta 
Una  mujer...  Aquí  el  alma- 
Dentro  de  mi  mismo  tiembla. 
Barba  ;  cabello  se  eriía. 
Toda  la  sangre  se  hii^ta , 
Late  el  corazón,  la  voi 
Paila,  «imudece  lalengna. 
Esta  lle^ó  A  mi ;  y  turbada 
De  considerarla  v  verla. 
Va  no  acertaba  i  escribir; 
Pues  cuanto  con  la  derecha 
Hano  escribía  ;  notaba , 
Iba  borrando  la  IzqnieMÚ. 
Con  esta  imaginación 
Que  hizo  caso  y.tu>o  tuerta 
De  Terdad,  estoy  displerto 
Considerando  las  señas . 
Tanto  que  atiera  la  miro 
Con  aquella  forma,  aquella 
Imlgen  qne  Inles  la  vi , 
V  ano  pienso  que  el  alma  sueña : 
Pues  en  tantas  confusiones , 


No  haga  la  imaginación 
Desos  discnrsiis  empeSo ; 
Due  las  quimeras  del  sueúo 
Sombras  j  Gauras  son. 
Estas  cartas  han  renido , 
Con  cuya  ocasíoD  en  iré 
Hasta  el  retrete ,  porqué 
La  brevedad ,  he  entendido 
Qne  Importa. 


n.zodl^yGoOglC 


Ds  Lmd  Oédiuo  et 


COHEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDEKOH  UT  LA  BABU. 

Qoe  buscan  en  eaia  acción 
Sn  mismo  centro ,  pues  son  No  m  ir 

{Dáulat.)    ""«  p;*^"  -7  °y'  '"""°- 
No  enire  ntdle  i  terme  boj. 
Sino  lú ;  que  escribir  quiera ' 
A  Leou  Décimo  ;  Lulero. 


[  Tiu  fAéa  bcM. 


,  Si  Ibera  lidio  dar 
Al  neSo  inlerpreUclon , 
Viens  qae  esus  cartas  son 
Lo  que  acabo  ile  soflar. 
La  ñauo  con  que  escribii 
En  li  derecha, vera 
La  doctrina  verdadera, 
Qoe  celosa  defendía  : 
Aqaetto  ta  cana  ;nDestra 
De1  PonUBce.  Y  querer 
Deslucir  j  deshacer 
Vo  con  la  mane  siniestra   ■ 
Snluz,  bien  dice  que  Ileso    - 
De  coufb^ones  verla. 

.  Juntos  la  Docbe  j  el  dia , 
La  triaca  f  el  TeueiKi.  . 

.  Has  por  decif  lui  graodeta 
Can  la  Titoria  e(. 


Triste  eitoj.     (Vom.) 


Baje  Lotero  í  mis  pies , 
Y  Leoo  soba  i  ni  cabeza. 

(rw  arrajar  la  caria  de  Ltaert  á  tu  """  «"^%o 
vSi*  V  poner  la  del  PoiiUpte  tobre    §"«  »l  Rej  - 


VOLSEO. 

Aunque  f  o  desde  la  cnna 
I lonilire  humilde  j  bajo  Mt, 
Subiendo  i  ta  cumbre  voy ' 
Del  monte  de  mi  Tortiina. 
A  Eu  «xiremo  soberano 
Solo  Talla  un  escalón  : 
Dame  la  mana,  ambición , 
Lisonja,  dame  la  mano; 
Que  si  por  vosotras  medro 
A  tan  excelso  lugar, 
He  flienu  altivo  sentar 
En  la  dtla  de  San  Pedro. 
Un  pobre  estudiante  fui. 
De  padres  bumildes  faijo. 


laeabeía,  tattrueea.) 
Ahora  veré  lo  que  dice 
Su  Santidad.  HaSiiqaé  esesIpT 
En  nueías  dudas  me  ha  puesto 
Otro  suceso  initelice. 
¡La  caria  fué  de  Lulero 
La  que  sobre  mi  cabeza 
Puse !  ¡  Qué  error !  qué  trlsieía ! 

ÍOtrif  prodigio ,  otro  agüero  ' 
le  nmenaiia!  Muerto  soy. 
I  Santos  cielos!  ,-Qné  ha  de  ser 
Lo  que  boy  me  ha  de  sucederl 

Oue  tendris  mil  gas  los  hoy. 
;Qué  cometa  has  vislodat 
'  Con  macilentc^  desmavos 
Al  alba  trémulos  rayos'! 
Qaé  ntonte  has  visto  temblarf 

tEn  qné  ei'li|>sail'i  arrt^l , 
reviniendo  óira  fortuna , 
Lloró  á  los  pies  de.la  tuna 
Diluii<is  desaiiRre  el  sulT 
Pues  si  no,  iqnC  agüero  es  ' 
•'■'--■' si'ilor, 


Bien  me  consuelas ,  Volseo  ; 
Fuera  ite  qne  aqnPSIé  error 
Ya  le  juzítri  n\  mi  favor, 

Y  por  mi  dicha  le  oran. 
Pues  ni  el  I'onilllce  es 
Rasa  llrme  V  fundamento 
De  ta  fe ,  cómo  cimienln 
Oniso  ponerse  i  los  pies. 
Üue  él  es  la'piedr»  rnniieso, 
Vo  la  columna;  ;  asi,  ' 

Es  bien  que  él  me  tenga  i  mi , 
Para  que  yo  sufra  el  peso 

Se  pone  sobre  mis  hombros 
la  bestia  ,  est»  pórtenlo , 
Que  ho.v  en  las  alas  del  viento 
Carga  ñontaüaii  de  asombros. 
Bsje  U  piedra  oprimida , 
Soba  la  llama  abrasada, 
Kua  en  rayo*  dilatada , 

V  aquella  del  peso  herida ;  ■ 
Que  |0  de  Lis  dos  presnmo 


viese:  que  ai 


tau  alto  lugar  tendrii , 

8ue  excediese  á  mi  deseo, 
asta  aquí,  Toioas  Volteo, 
No  cumplió  la  asirologla 
!Sa  prometido  Ingar ; 
Pues  aunque  tan  alio  eslcij. 
Mientras  que  papa  no  soy,      * 
Me  queda  que  desear. 
Dijome  que  uní  mujer 
Serla  mi  destruifion. 
Si  ahora  los  reyes  son' 
Los  queme  dan  su  poder, 
¡Qué  funesto,  lin  ofrece    ■ 
Una  mujer  i  nil  e^ladoT 
r.ardeíial  soy  y  l<^3do , 
Enrique  me  favorece, 
Francisco,  que  es  rey  de  Francia , 
Y  Cirios,  emperador 
De  Alemania,  mi  fator 
Pretenden ;  que  con  InM.inuia 
Cada  uno  it  hnriqne  quiíTf 
Contra  el  •>lro-,  y  en  u<i  eslü 
Sn  (¡usto  :  duel^  s>'rj 
Quien  ponlllíce  me  luciere-  -' 

ESCENA  IIL 


i  El  embajador  francés , 
;  Oue  hi  días  nue  se  detiene 
,  En  la  corte,  i  pedir  viene 
I  Audiencia. 

Tni.seo. 
'  Venga  después , 

Sue  ahora  É  su  Jlajeslad 
o  se  puede  hablar.  (V< 

!  i  Quién  fui 

Quien  08  respondió  T 

Nosé 
Si  ps  la  misma  vanidad , 
¡^  soberbia ,  ó  la  arrogancia ; ' 
Qne  todo  eslo .  según  creo , 
fci  el  cardenal  VsIho.  ' 


A  no  hombre  tan  celebrado , 
Tau  prudente  v  advertido , 
Tan  docto  j  santo ,  que  bien 
Lér  eo.escuelas  {«día 
Cluones,  Olosuíla, 

Y  leologla  también. 

Y  pues  nahiar  es  fono«o 
De  otra  casa ,  suplicarol 
Quiero,  monsinr,  y  rogarot. 
Como  i  francés  {(eneroso. 

Me  lioiireis  con  vuestra  persona 

Esta  tarde.  Ya  supisteis 

( Puesto  que  en  Francia  la  vlsteh) 

Que  tengo  una  hija ,  corona 

De  cuantas  bellexas  dio 

Al  mundo  natural eia , 

Pneit  suraral>elle» 

Otra  ninguna  igoaló. 

Esta  poea  por  dama  viene  ' 

Hoy  i  palacín ;  que  asi 

Honrarme  pretende  i  mi 

La  qne  menos  causa  tiene; 

Pues  la  Reina  (que  Dios  guarde) 

Honrar  ni  saonre  ha  querida , 

Y  i  palacio  la  ba  traido. 
Donde  ha  de  entrar  esta  tarde. 
En  el  acompañamiento 

Os  suplico  que  os  baJeis , 
Para  honramos. 

Yasabeb, 
Boleno,  qne  solo  inlenlD 
Serviros.  .  v  yo  seré  ' 

K1  que  asi  de  vos  reciba 
Honra ,  y  merced  excesiva. 
Por  criado  vuestro  iré. 


Felice  os  deje  vivir. 


ESCENA  IV. 

CARLOS,  DIONIS. 

(A;l  ¡Qué  triste  mi  amo  Hii!) 
Señor,  i  no  me  dices  nada  T 
iOyóte  el  Rey  la  embajada? 
;Esits  despachado  yi* 
:  Daremos  presto,  señor. 
La  vuelta  &  Francia? 

¡Ajdenill 
No  lo  quiera  Dios. 

DlOilIt. 


I.n  liiio  la  suene  conn.igo. 
Ni  el  Rey  mi  embajada  oyó , 
Ni  estoy  despachado  yo. 
Ni  i  FraiiGia  me  vuelvo. 

MOR». 

Qd«  no  ta  «uMenJo .  bI  lé 

D,B,l,z9dbyGOOglC 


Ba  iiué  eu  nun  caultte. 
L*  embajidi  preiendisie. 
'    V  noDCa  supe  por  qué 
r.ou  Unio  guKlo  veuias 
A  iDgilaierra,  jMlis 
-En  díli  con  mucho  mas' 
Al  rabo  (le  laníos  üias ; 
V  cuando  <le  Francia  tratas , 
Te  eolHslrces  en  itcnsar 
Que  <lu  ai|ul  te  has  ile  ausvniar. 
iQaé  es  «xa?  «Por  t\úé  dilaias 
Uecirme  h  cauta  i  mt, 
Si  al  cabo  ta  be  JesalicrY 


[pone, 

., , »lToim- 

le  bonor  y  <le  |iruJeiicía  lleiw, 
Be  Ingalaierra  i  la  rnnicirsa  corle 
Fué  iMc  embajador  'I'oiims  Bulcno. 
^o  sé  de  los  cartmlKitKis  úri  norie , 
Cómo  en  ruego  tlevó  lanío  veneno; 
Pera  ese  mdvit  de  crisial  j  plata 
En  su  curso  los  cielüs  arreliaia. 
ivsie  lleTÚ  iras  si,  pur  ini  ventura, 
(Siempre  la  lave  to  para  mas  jiéna) 
Usurpada  de  Landres  la  liennosura 
En  su  fcallanla  lijja  Aiia  Boleiia  : 
En  aijuella  deidad  hermosa  y  pura , 
De  los  hombres  bellJSJnia  sirena , 
Pues  :iduernie  i  su  eiK-'anin  los  seniiiloa, 
Uiega  los  ojos  j  abre  l"s  oídos. 
Vila  en  Paris  un  día.  i  A  Dios  plu;;niera 
^a  (|ue  (como  se  dice)  áiiies  cenara, 
Sinoqaeitantasplumasrayosdiera, 
.  Que  al  ave  mas'hermosa  asf  imitara ! 
Faeraelpa  vun  de  Juno  en  tunees,  Itiera 
El  aura  cetestial  en  nnclie  clara : 
Queparaverdeunsollaslucesliellas, 
líieii  fueran  menesier  lautas  estrellas. 
En  un  feslln  acompnñaila  eiiLralia 
De  la  mayor  Iwtleta  que  vio  el  suelo. 
De  piala  y  scüa  azul  vestida  estaba : 
iCuándo  no  se  vistió  de  azul  el  cielo? 
'!  libre  blasonaba, 
nvuelio  en  Tuejío  y 
ibielo; 

Qne  como  amor  es  rajo  sin  vioreticia , 
(>ece  y  crece  en  su  misma  resiitencia. 
Facilhaceuiidiamanteáolrodiamante, 
V  posible  ui)  acero  hace  i  otro  acero 


U  CISMA  DE  INCALATERRA. 

La  noelie  apenas  trémula  bajaba, 
A  solos  mis  deseos  lisonjera. 
Cuando  un  jardiii ,  rt^lilica  de  flores. 
Era  tercero  lie)  de  mis  nniores. 
Allí  el  sjieuciu  de  la  «oche  Tria, 
El  jaamin  nue  eiklas  redes  se  eidaiaba , 
El  crisial  ue  la  Tuenle  que  corria. 
El  arroyo  que  i  .solas  murmuralia, 
El  Tiento  que  en  las  hojas  se  movía, 

VI ,j„g  ^„  jj^  (1^,^  rcítiiralia 

aanior:¿qu¿  rauclio,sie«i 

(calma 
Aves,  fuentes  y  Doresiienen  alirta!* 


lé  galán 


Etin 


"!i*"' 


Felice  es^empre  el  que  \hgi>  primero : 
Pues  ¿qué  mucho  que  amor  en  un  ins- 
[nnie 
Postrase  bamilde  coraron  tan  fiero, 
SI  en  tanta  conAislon  dispuso  el  ciego 
■man  I  rayo,  diamante,  acero  y  Fkiego? 
4)anzo,  dancé  con  ella.  Na  quisiera 
Decirte  cómo  allí  mis  conlian/as 
Resucitaron,  conociendo  que  era  fías. 
Mujer  quien  supo  hacer  lamas  mudan- 
Prenda  con  iiueaniínómls  esperanzas, 
Y  astrólogo  ravor  cuyos  despojos 
Anunciaron  r1  llanto  de  mis  ojos. 
Amé ,  quise ,  estimé  mansos  rigores; 
Serrusuh-i,  esperé  locos  desvelos; 
Mostré,  dije,  escribí  hit'os  amores; 
Sentí,  lloré,  teini  Ünmii  cel<is; 
Gocé,  tuve ,  alcancé  dulces  Rivores, 
Dejé,  perdí, olvidé  vanos  recelos  : 
Testigos  fueron  de  la  glr' — '- 


Muda  la  n< 


íl  día. 


¡a  la  estación  piiuiera, 
Cuando  yo  en  sns  umbrales  adoraba 
Segundo  sol  en  abrevia>1a  esfera. 


No  has  vislo  providente  v  «licioía 
Jo\er  el  aire  iluminada  aliej'a , 
Vue  hasta  briHT  la  pünnira  t  la  rosa , 
)a  se  acerca  co!)arde,T  ya  se  aleja? 
i  Pío  has  visto  enamorada'marí|insa 
i  la  luí ,  basta  que  deja 
en  lo  fácil  abrasadas 
Las  alas  de  color,  tornasoladas? 
Asi  mí  amor  cobarde,  muchos  días 
Tnruos  hizo  i  la  rosa  y  a  la  Dama . 
Temor  (\it«  ha  sido  entre  cenizas  nías. 
Tantas  veces  llorado  de  quien  ama ; 
Pito  el  amor  (¡ue  vence  con  porfias , 

V  la  ncasion,  que  con  disculpas  llama, 
Heanimaron;.;,  abeja  y  mariposa, 
(jui'nié  las  alas,  v  llegué  i  la  rosa. 
:0b mil  veces  felUaquel que  alcanza 
lhiim|iosíli1e,t  tanto  amnr  rendido! 

Suieu  dice  que  muriendo  la  esperanza, 
ate  de  sus  cenizas  el  olvido; 
Quien  dice  que  !e  igualan  la  mudanza 

V  posesión,  ni  quiere,  ni  baqueriilo; 
Porijue  ;cómo  nnerria  enamorado.  Ido' 
Quien  lo  niega  después  queesii  obliga- 
Bn  este  tiempo  acaba  la  embajada 

Su  padre,  y  ella  vuelve  ji  Ingalalerra, 
Quedando yocomo  en  la  nocfie helada, 
Ausente  el  sol,  suele  quedar  la  tierra. 
Cnnsidi-ra  de  un  alma  enamorada 
Cuantos  discursos  imagina  j  verra  ; 
Que  tantos  hice,  |>orque  no  la  via. 
lifjnéniucho,  sieselnonequemeguia? 
I'edi  al  Rey  laemhajadaque  he  traído : 
Diúniela ,  tíne  i  Londres  ,t  gozoio 
Kstoif  de  ver  que  el  Rey  me  ha  detenido. 
I  Ojalá  fuera  un  siglo  tierezoso  > 
\unque  parte  del  liienmeha  suspendido 
Verijuehoy  viene  i  palacio  mi  amoroso 
Dueño.  H¡  pena  es  esta ,  v  mi  cuidado  - 
Mira  si  estoy  con  causa  enamorado. 

pid:iis. 
Si  al  lin  has  de  ser  su  esposo, 
i  Por  qué  vives  con  temor? 

Tiene  mi  padre  mi  amor 
"   esa  parte  dudoso, 
s  Ana  mujer  altiva. 
So  vanidad,  su  ambición. 
Su  arrogancia  v  presunción 
La  hacen  á  veces  esquiva , 
Arrogante,  loca  j  vana;    . 
Y  aunque  en  público  la  ves 
Católica,  |Menso  que  es 
En  secreto  luterana. 
Yo  enamorado,  y  dudoso 
De  condcion  semejanie. 
Quisiera  gozarla  amante, 
Anies  que  llorarla  esposor 

{Dentro  ruido.) 


,v"=n-—iVoy,  imi  ver! 

Has  i,  que  es  esto?  ¡  Lindo  cnanlo  I 

í<'.úina  el  acompañamiento 
^  Sin  mi  se  ha  poilído  hacer? 
talf'^"*^^  ■''"^■•Justicia  y  ley, 

VAyanse  mas  iwco  i  poco , 

Que  falto  vo... 


Este  es  un  loco. 
De  quien  gusta  mucho  el  Hey. 

-  MSQUIS. 

Que  soy  galán  de  galanes. 

¡  Qué  un  rey,  que  es  tan  singular. 

Se  deje  lisonjear 

De  h)COS  y  de  truhanes!  , 

Viéndole  en  el  correilor 
De  palacio,  pregunté 
Quién  era  :  desto  lo  sá. 
^  es  hombre  de  tal  liumor. 
Que  siempre  anda  adivinando  : 
Decir  las  cosas  futuras 
Son  sas  temas  y  locuras. 

Mira  que  vienen  entrando. 

rasoDii. 
Higaome  luego  lugar 
En  esta  pane  los  hueoos ; 
Que  aquí  un  loco  mas  ó  menos 
Poco  les  puede  esiortiar. 

A  recibirla  ha  salido 
La  Reina.  Hujpr  divina 
Es  la  reina  Catalina. 
i  Notable  Rivor  ha  sido! 


Que  llega 


£1  sol  que  me  abrasa  i  mi , 
Et  res|ilandur  que  me  ciega. 


•   íflJaiíMro/ro.LA  reina".' LA  IN- 

"■  — 'kARI-  

■ÑÍS. 

-.  fnoT  tan  soberano 
Hoy  merece  mi  bumíhJad, 
Déme  vuestra  Majestad 
A  besar  su  blanca  mano : 
Llegar!  mi  aliento  ufaoo 
A  la  esfera  de  la  luna, 

V  no  babri  pena  ninguna 

Íue  lema  mi  suerte ,  pues 
endré  la  envidia  á  mis  pies, 
la  fortuna. 

—  majaslad 

La  que  asi  honrarme  procura,  . 
Cuanto  el  sol  eir  siglos  dura 
De  una  edad  en  otra  edad  : 
Cuente  su  posteridad 
El  Uempo,  y  en  él  prefiera 
Al  ave  qne  en  blanda  hoguera 
La  sucesion'etemiza , 
Porque  en  caliente  ceniza 
Siempre  viva  y  nunca  muera. 

Los  brazos ,  Ana ,  tomad , 

Y  el  alma  misma  en  los  brazoi, 
Porque  confirme  eo  sus  lant 
So  imperio ,  sino  ai  '  '  ' 


•■t?6oglc 


De  la  Uerra  M  IcvoHlad ; 
One  esas  Mremouiaa  son 
De  quien  coa  vana  ambición 
A  ío  iliviunse  alreve. 
Porque  Mío  i  Dios  se  delw 
Tan  debida  adoración. 
En  vano  el  hombre  procora 
Esin  para  si  nsurpar. 
Porque  no  debe  adorar 
La  criatura  i  U  crialora  : 

Y  mas  quien  en  su  hermosura 
Trae  favur  lao  soberano, 

'  Uue  muestra  en  sugeio  huniano, 
Loa  belUad  y  resplandor, 
Amados  de  su  Criador 
En  los  rayos  de  su  mauo. 
Besad  h  suya  i  Haria, 

Y  i  las  d;imas,  que  esperando 
Esün ,  dad  los  brazos. 

iCnindo , 
Princesa  trseBora  nía. 
Merecí  ver  en  un  día 
Dos  sutes?  Pdés  de  bonor  llena , 
Apenas  uno  enajena 
Su  luz ,  cuando  i  oiro  me  airero 
Dadme  ta  mano. 

ncr*sTA. 
Yo  o»  debo 
Loa  bnios,  Ana  Bolena. 


La  que  ahora  os  Ilesa  hablar, 
Ana ,  es  Uargariía  Polo. 

iMí. 
Décima  musa  de  Apolo 
La  Tama  bacerla  procura. 

■  MGAHITjk. 

Svrt  mi  opinión  segura 
Va ,  iiues  que  Tríbtr  inienlo 
Lnt  i  vuestro  enleudiml^'nio , 
Rayos  i  vuesira  hermosura. 

PASDDIN.    (Ala  Reina) 
Aunque  le  suele  cansar 
Verme  1  mi  en  conversación. 
Solo  en  aquesia  ocasión 
He  da  licencia  de  hablar. 
Keina  niia  singular. 
Permíteme  que  hnMe  un  poco; 
Pues  con  causa  me  provoco , 
Porque  en  prece[ito  tan  fiero. 
Si  tw  diao  lo  que  [|uiera, 
i  De  qu£  me  airve  ser  locot 

Vonomecaoso  de  ti. 
Pasquín;  mas  me  pone  triste 
Pensar  que  hombre  docto  fuiste . 

Y  nue  culi  juicio  te  vi , 

Y  áe  verte  ahora  asi 

Me  pi'sa,  y  que  estés  contento. 
1^10  es ,  Pasquín ,  lo  que  siento. 

Por  eso  nos  biio  Dios, 
A  mi  loco,  y  cuerda  á  vos, 

Y  para  esto  tieni>  uij  curnto. 
IIii  ciego  en  Lúndrrs  lialiia 
Tal  ,'que  do  delermioaba 
I.OS  bultos  con  quien  hablaba 
En  el  resplandor  ilel  dia  : 

y  una  nocbe  que  liovia 
(Como  una  de  las  pasadas  ) 
Acinlarosyá  lanzadas. 
Por  las  calles  caminando. 
Se  iba  mi  ciego  alumbrando 
Con  unas  pj^as  quemadas. 


IKDIAS  »E  OOn  PEDRO  CALDERÓN  D 
Uno  que  le  conoció. 
Dijo  :  (  Si  no  os  alumbráis , 
iPara  qué  esa  luz  ItevalsTi 

Y  el  ciego  le  respondió  ; 
■  Si  no  veo  la  luz  yo. 
La  ve  el  que  viene;  y  asi 
No  encuentra  conmigo  >qui : 
Con  que  aquesta  luz  que  ves , 
Si  no  es  para  ver  yo,  es 
fura  que  me  vean  i  mi.  > 
,¥o  soy  ciego  (aplico  el  cneoto), 
Vsimellegohíciavos, 
Para  eso  os  dejó  Uios 
La  luz  del  eutendimiento. 
Apartad,  si  estoy  contento. 

Y  estáis  triste ;  y  cuando  estéis 
Alegre,  no  os  apartéis;  - 
Porque  yo  con  mis  locuras 
Soy  ciego ,  y  alumbro  a  oscuras  . 
Huid  de  mi.  pues  qne  veis. 

Y  ahora  dadme  licencia. 
Pues  que  la  ocasión  me  obliga 
Para  que  i  Boleoa  diga 
En  vaesira  misma  presenda , 
Senw  mi  astróloga  ciencia , 
El  nado  que  la  previene 
El  cielo ,  j  el  Qu  que  tiene 
Reservado  i  su  bermosq,ra. 


Aquesta  fué  sn  locura. 

jQue  aquesto  DO  te  en^tre tiene? 

Lo  primero  qne  saca 
La  profecía  que  veis. 
Es,  que  vos,  Ana,  tenéis 
Cara  de  muy  gran  bellaca. 

V  aunque  vuestro  amor  aplaca 
Con  rigor  y  con  desden 

La  hermosura  que  en  vos  ven  ; 
Mity  hermosa  y  muy  ufana 
Venis  i  palacio,  Ana  : 
¡  Plegué  i  Dios  qne  sea  por  bien ! 

V  El  seri,  pues  espero 

Que  en  é)  seréis  muy  amada 
Muy  querida  y  respetada , 
Tanto ,  qne  ya  os  considero 
Con  aplauso  lisonjero 
Subir,  merecer,  privar. 
Hasta  poderos  alzar 
Con  todo  el  im|>er1o  inglés , 
Viniendo  i  morir  después 
En  el  mas  alto  lugar. 

Vo  tomo  por  buen  agüero 

Aquesu  vez  su  locura ; 

Pues  siendo  yo  viiestra  hechura ,      " 

Tanto  levantarme  espero , 

Que  en  el  sol  me  considero. 

Vos  merectís  mas  honor— 
Nunca  esti  ocioso  el  amor, 

V  mas  el  que  desconíla. 
Dlgolo,  porque  este  dia 

No  he  visto  al  Rey  mi  seiior. 
Entrar  en  su  cuarto  intento 

V  saber  de  su  salud.      (Va  d  A'r.ar.) 

Qué  belleza !' 

TOM*S. 

¡  Qué  virtud ; 
pasquín. 
Ob  qué  raro  entendimiento . 
{Yante  Timau  Balen»,  Cárlot,  Dion!». 
el  Capitán  ff  el  ecúmpañamientu.) 


iTSey! 


VOLSEO,  9N«  te  qneia  á  la  puerta  4a 
ío  cámara  det  R^g.  _  LA  REINA, 
LA  INFANTA.  ANA,  «ARGAHETA 

PASQÜIN,   BABAS. 

i(}ué  hace  Enrique? 

TOUCO. 

_  ,,        .,.,     .         Ensuiposenlo 
EsU  escribiendo,  seBora  : 
Tu  Majestad  no  entre  ahora , 
Porque  mandó  que  no  entrase 
Persona  qne  le  estorbase. 

¿Conoceisme? 

i  Quién  ignora 
Qne  vos  mi  Reina  habéis  sido? 
Que  el  respeto  y  majestad 
Nunca  encubren  so  deidad. 

t  Pues  cflmo  tan  airevMo , 

Volsco,  habéis  detenido 
Uii  pasos  T 

Guardo  el  preceio 
I  A  (|ue  me  tiene  sujeto 


¡  Loco ,  necio ,  vano ' 
Por  principe  soberano 
De  la  Inlesia,  hoy  os  respeto  ■ 
Aquesta  púrpura  sanu. 
Que  iwrfalsoylisimjero. 
De  hijo  de  un  carnicero 
A  los.cielos  os  levanta. 
Me  turba,  admira  y  espanta . 
Para  que  deje  de  hacer... 
Pero  bastara  saber, 
Ya  que  Aman  os  considero , 
""» tos  preceptos  de  Asuero 

>  entienden  con  Ester.       (V«í.i 

SeBora  .. 

Basta ,  Votseo. 

Tu  Alteza  advierta  que  ya 
*  sus  plantas... 

Bien  está. 

Solo  «errirla  deseo.         (De  rotliUas  ) 

i:<FAtn'A. 
Levantad,  que  yo  lo  creo. 

{VoHíe  todat  la»  damtu.) 

TÁSQVIX 

Y  cnando  hablar  al  Rey  quiera. 

Nadie  estorbe  mi  carrera  ■ 

Que  si  Aman  os  considero , 

Los  preceptos  de  Dou  Suero 

No  se  entienden  con  Estera      (l'ffif  , 


ESCENA    Vm. 

VOLSEO. 
i  Qué  escuché*  Quí  \i<Qnéo 
iQue  la  reina  Catalina 
Piadosa  i  todos  se  inclina 
Solo  airada  para  mi!     . 
■  'lúe  su  corazón  fiel 
fenojadn,  terrible) 
ra  lodos  apucilile 
Para  mi  solo 


b^íoog  le 


El  ITO  que  me  crió 

He  dijo  que  uua  oiujer 

Mi  dettraicloii  iia  <le  ser ; 

Si  eo  lo  demás  acertó , 

Tenterlo  en  etlo  también 

Es  preveo  don  acertada ; 

I'ues  atan  es  tü.  Reina  airada,  ' 

titulen  puede  airevefset  Qoieii* 
a  Reina  tio  duda  es 
l.a  qae  oitosicion  me  liene , 
|j  c)ae  ruinas  me  ))reiieue  : 
Padezca  la  Reina  paes. 
Ganarla  de  mano  eipero, 

Y  svri  con  ci>i1  sut'rra 
Aftombro  de  InKalaterra 

£l  bijo  del  carnicero.  fVa 

ESCEHA  nc. 

TOHASBDLENO.ANA. 

Ana ,  j^a  esUs  en  palacio  ; 
Abora  en  ta  mano  tiepes 
El  loconstanie  albedrío 
De  la  rortuua  ;  la  luerle. 
El  Itejr  me  boiira  i  mi .  la  Belua 
Te  eslima  j  te  Tavorece : 
Vo  be  hccbo  la  que  he  podido  : 
Hai  Ib  aliora  lo  que  debes. 

No  por([ue  de  padre  sean . 
No  serin  impertinentes 
Tus  consejos,  cuando  sor 
Tan  sin  propMilo  »empre. 
i  A  qué  im|)erio  me  has  traído , 
Donde  ce&idas  las  sienes 
De  rajos  del  sol,  me  vea 
Adorada  de  las  sanies. 
Para  decir  qne  procaras 
Mi  aumento*  Llegar  i  verme 
A  los  i'iés  de  una  iniiji-r, 
i  Qué  gloría ,  qué  triutiru  es  este  ? 
¡Tola  rodilla  en  blierral 
Yo  l)e£ar  con  rostro  sli'iire 
La  mano  i  la  Ki'in»  aiin<|iie 
De  cuatro  imperios  lo  fuese ! 
Llevárasiiie  i  un  monte  ánies; 
Que  mas  estimara  verme 
Reina  de  lleras  j  bcnlos . 
A  mis  plantas  obedientes , 
(Jiie  adorando  majes radea 
KiUre  sagrados  laurrlvs , 
Nunca  envidiada  de  alauíia , 
De  alguna  envidiosa  siempre. 
Mas  5a  que  de  mi  fortuna 
El  mayor  aplauso  es  i>s(e , 
Yo  serviré ;qUM  mi  imiiorln, 
Supuesto  que  tú  lo  qniercs 

Siempre  de  tu  condicioo. 
Por  los  discursos  crueles. 
Temí  lastimosos  Unes. 
Has  puesto  que  cuerda  eres. 
Sabe  venceile  ;  j  pues  hoj 
Te  poiuso  un  trlinsua rente 
Crisul  en  la  Reina  santa, 
Uiraie  ea  él ;  que  bien  puedes 
Componer  rus  (lensam rentos. 
De  sus  virtudes  aprende ; 

?ue  vo  hice  lo  qne  pude  : 
á  verás  lo  que  conviene. 
Dios  hajF,  j  -jiiiiqui'  Mtj  tu  padre , 
1  al  tet  podrá  si-r  que  nlrg 

Y  n    ""''  """^  ^ 


LA  tJSHA  DE  INGAUTEBÜA. 
BSGEHA  X. 

CARLOS, DIONIS.-A^A■ 

Sola  ha  quedado. 

Pues  llega. 

.iPodré  en  palacio  atreverrqe. 
Podrí  el  alma  qne  le  adora, 
Con  el  respeto  que  del» 
A  estas  paredes  (que  en  Itn 
Sou  sagrado  estas  paredes). 
Decirte,  perdido  dueño. 
Los  suspiros  que  me  debes. 
Las  lágrimas  que  me  cuestas. 
De  tus  dos  soles  auaeoteT 
Sin  ellos,  Doli'mt,  vivo 
A  oscuras.  No  de  otra  suerte. 

Rae  p1  girasol  amarillo, 
ñau  que  abrasado  mueve 

Las  hojas,' siguiendo  el  norte 

Del  sol ,  j  cuando  le  pierde 

De  vista .  marchiía  y  seca 

Granos  de  oro  v  hojas  verdes; 

Asi  JO,  atento  í  tus  layos. 

Vivo  aquel  instante  brete 
I  Que  tu  vista  me  (lermlte. 

Siendo  girasol  que  muere 
I  CMf  la  luz,  para  vivir 

Otra  tez  que  lli-guc  a  verte. 

;  jY  JO  podré ,  noble  Carlos , 
¡  Decirle ,  cuando  se  ofrecen 
I  Del  honor  j  liel  ri'spelo 
I  Tan  grandes  inconvenientes , 
;  Due  sm  una  llama  fAcil 
I  Entre  dos  suspiro*  leves , 
'  One  con  el  un*<e  apaga, 
I  Y  con  el  otro  se  i'iicieade? 

Pues  esiando  en  tu  presencia , 

Vivo;  V  &  tu  vista  ausente, 
'  F.\  fuego  es  pavesa ,  es  humo , 
'_  Hasta  que  tu  aliento  vuelve 

A  darme  Ur,,  alma  j  vida, 
I  Siendo  la  llama  qne  rooere 
\  Ausente,  paia  vitir 
I  Otra  vez  que  llegue  i  verle. 

I  j^ué  consuelo  tendri  guleo 


Pues  ama ,  espera  j  confia , 
Que  en  ella  vives. 

No  puede 
Dejar  de  temer  quien  ama , 
De  dudar  quien  vive  ausente , 
Ni  puede  estar  couUado 
Quien  sabe  que  no  merece. 

Ame  Grme  et  que  es  querido, 
'Quien  vive  admitido  espere. 
V  confie  el  que  constante 
Mira  el  cielo  que  pretende. 

Pues  j.quiéu  es  querido^ 


Tantos  Imposibles. 

CitHLOS. 

i  Cómo? 


1 A  quién? 

Ea  fiíerza  perderte 
El  reqteio  :  tü  lo  sabes. 

iHndaristeT 


ilendris  otro  dueño?' 

Pues  iqué  seris? 

Tujo  siempn 

ABi. 

¡Quién  lo  asegura? 

EsU  mano 


Que  si ,  aunque  mi  pudre  ingrato 
En  Francia  casarme  quiere. 
Has  abora  esloj  en  Landres.  . 

La  Reina  con  et  Rej  vuelve. 

Pues  hasta  qne  me  dé  andleocla , 

Que  no  me  vea  conviene. 

Adiós,  señora.  .  (Vate.) 

El  te  guarde. 
Ya  seri  fuerza  que  llegue 
A  pedir  la  mano  al  Kej. 
i  Otra  vez  tengo  de  verme 
Con  la  rodilla  en  la  tierra '. 
iEsta  es  gloria  ?  Agravio  es  este. 

ESCENA  n. 


ASA.  (Di  rodilla*.) 
Vuesira  Majestad ,  señor. 
He  dé  la  mano. 

{Turbado  al  ver  i  Ana.y 
;  Qué  miro, 


i 


Si  puede.. 


AU. 


I  Hi  voluntad  en  ii 


jt.zdiXiOOglC 


COMEniAS  DE  DON  PEDRO  (lALDERQN  DE  U  BARCl. 


Merecer  Unía  rii<or.^ 

BST.  (Ap.) 

Aipd  el  uombro  mayur. 

Una  esclava...' 

IEI>A.  (4p.) 

¡Qué  elevado 
El  Bej  de  verla  ha  quedado! 


La  dichosa  Ana  Bolena  ^ 
Pnes  i  esos  pié»  lie  llegado. 
Dadme  i  besar  vuesira  maDO. 

(Ap.  i  Oin  vez ,  alma ,  ot  iurbaisí 
()ju8,  aOira  vez  miráis 
.Soniliras  en  el  aire  vaiioT 
iOlra  tex,  prodigio  humano, 
Reii>rido  i  tu  visia  eMO][  T } 
{A  Volite.  Esta  es  la  misma  qnehoj 
Alma  de  mi  sueño  ha  sido. 
Pws  ahora  no  f sloj  dormido ; 
Despierto  esloy,,vivo  esloy. 

t Quién  eres?  iCümo  le  numbras 
lujer  que  deidad  pareces, 

Y  con  beldail  me  enterneces  , 
Si  con  agüeros  me  asomliías? 
Entre  laces,  eaire  soDibras 
Cautas  gusto  j  das  liorror; 
Entre  piedad  j  rigor 

He  enamoras  j  me  espantas ; 

Y  al  Un  CDtre  dichas  tatiias 
Te  tengo  miedo  ;  amur.) 

voueo.  [Ap.  al  Re¡/.) 
Disimula. 

Íitp.  d  Valtea.  A  tanta  nena,  . 

lisímuiar  uo  es  consuelo.) 
Alzad ,  no  esiéia  ea  el  suelo , 
Bellísima  Aoa  Boiena. 

Y  si  el  cielo  me  coudi-na 
A  ha1>er  sus  luces  lenido 

A  mis  pies ,  disculpa  ha  sido 
V.\  balier,  Ana,  quedado 
Entre  tanto  fuego  helado, 

Y  en  tanta  nieve  encendido. 
Pero  esta  disculpa  en  mi , 

Mas  que  me  absuelve,  condepa. 
Pues  no  es  esta ,  Ana  Bolena . 
1.a  primera  vez  que  os  vi. 
Levantad,  no  esKís  asi. 

SI  en  ins  brazos  me  levanlas. 
Tocaré  las  luces  santas 
Del  sol  \  mas  no  serl  bien 
'  Oue  vuele  mas  alto  quien 
Esii,  sefloT,  i¡  tus  plantas. 
En  ellas  vivo  dichosa ,  . 

Y  en  ellas  {Ap.  \  Rabiando  muero ! ) 
Hajor  esfera  no  quiero. 


Envidiosa 
De  sus  brazos  estuviera , 
Si  en  la  majestad  cupiera 
Envidia. 

Y  en  mis  desvelos 
Pienso  que  tuviera  celos , 
SI  «mr  hMa  «qol  sapiera. 


Mirad,  seAora,  por  Dios, 

Uue  agravio  1  mi  amor  hacéis.      ^ 

Al  mió  no,  {Ap.  ¡  Qué  bien  tebeft 

l>1os y  envidia  las  dos!) 

Vmassiosiniraiiivot, 

Ana,  tandikinay  bella.  (Vate.) 


Con  muf  favorable  estrella , 
(lolena ,  en  palacio  entráis. 
Ruego  al  cielo  que  salttais 
( (}ue  es  lo  que  miporla )  con  ella. 

JORNADA  SEGUNDA. 


EL  REY,  VOLSEO. 


Sosiégale. 

MT. 

Mal  podré, 
Que  quien  sin  disenrsv  ama , 
Solo  en  tus  penas  sosiega. 
Solo  en  su  llanlo  descansa. 
Kn  las  muertes  de  los  reyes 
Se  ven  sombras  y  fantasmas , 
Ave*  de  hieao  que  vuelan , 
Cometas  de  luz  que  pasan. 
Vo  vi  el  cometa  j  las  lumbres 
De  mis  desdichas  presagas , 
Cnando  aquel  sueño  Introdujo 
Miedo  al  cuerpo,  horror  al  alma. 
Déjame  pues  que  yo  muera 
A  manos  de  quien  me  mata ; 
Que  srri  lisonja,  siend» 
Ana  Uülena  la  causa. 


ESCERA   n. 

pasquín.  —  EL  REV ,  VOLSEO. 

{Ap.  Triste  esü  el  Rey.  ¿De  qué  sin 
Cuanto  puede,  cuanto  manda. 
Si  no  puede  estar  alegre 
Cnando  quiere?)  Pues  ¿hay  causa 
Que  os  tenga  i  vos  triste ! 

Si, 
Que  las  pasiones  del  alma. 
Ni  las  gobierna  el  poder. 
Ni  la  majestad  las  manda. 
Triste  etloy. 

PUOCIN. 

Paes  ahora  digo 
Que  i  mi  no  se  me  da  nada 
De  DO  ser  rey,  cnando  estoy 
Alegre  :  y  un  cuento  vaya  , 
Que  me  ocurrió  en  este  punto. 
Un  niüsofo  qne  estaba 
En  un  ptonte ,  ú  en  un  valle 
(Que  no  importa  i  la  marsi^a 
'  Que  esté  en  bajo  ó  esté  en  alto), 
¡  VIó  nn  soldado  que  pasaba, 
I  Se  puso  i  parlar  con  él , 
i  Val  Ande  platicas  largas, 
I  Le  dijo  :  ««Posible  ha  sido, 

Sue  nunqfi  has  visio  la  cara 
e  Alejandro,  nuestro  cesar, 
I  De  aquel  cuyas  alabanzas 
'  Le  coronan  de  laureles , 
,  V  rey  del  orbe  le  aduDM?' 
I  El  filósofo  le  dijo  : 
¡  ■i,Na'esnnbombre!iQué  Imporianci 
I  Teadri  al  *«rlc ,  iaas  qna  átlT 


O  ti  tío  ( par*  que  salgas 
Desa  adulación  común). 
Del  suelo  una  Sor  levanta. 
Llévala  v  dile  k  Alejandro  - 

haga 


Sola  I 


o  ella  ; 


Veris  luego  que  no  pasai 

Trofeos,  aplausos,  ¿lorias. 

Lauros,  triuiiCos  y  aTal>anzas, 

De  lo  humano ;  pues  no  puede , 

Después  de  victorias  tantas. 

Hacer  una  llor  tan  ftcil , 

Que  en  cualquier  campo  H  halla.* 

Asi  vos ,  después  de  ser 

Uo  soberano  monarca , 

Rey  temido  y  eslimado 

Por  el  ingenio;  las  armas, 

Ko  podéis  estar  alegre , 

Cosa  tan  vil  j  tan  baja , 

Oue  en  on  picara ,  desando 

Y  muerto  de  hambre,  se  halla. 

Gusto  me  bas  dado,  Dasquio. 

Ytboo  me  hastiado  nada. 
Por  JM  darme  gusto  1  ni. 

DI  qné  qoierel. 

rASOUlH. 

Que  me  bagas 
De  tu  corte  Ogurin , 
Te  soplico ,  y  de  tu  casa ; 
Que  esto  es  ser  denunciador 
be  Qguras ;  qne  es  bien  que  baja 
Juez  de  Bgoras ,  que  tenga 
Del  qne  ñiere  declarada 
Ftgun,  solo  un  dinero. 


Pues  pagadme.  Cardenal. 


jPor  qué?  ■ 


pManra. 


Porque  traéis  la  bariía, 
Na  mas  de  porque  se  usa , 
Como  chivo,  eslreeha  y  larga. 
Has  si  es  uso,  no  me  e^anto. 
Vo  vi  muy  triste  i  una  dama 
(Y  esto  es  verdad ,  vive  Dios ) , 


La  enfermedad  que  se  usaba... 
Pero  vo  me  voy;  que  viene 
Con  docientas  y  tres  damas 
La  Reina ,  por  divertirte 
De  aquesta  grave,  pesada 
HelancQlla  que  tienes : 
Y  ^empre  i  la  Reina  cansa 
El  verme  aqol. 

Esosert 
Por  no.darme  gusto  en  nada. 
No  te  vayas ,  Cardenal. 
Dime  (  porque  yo  no  baga 
Algún  extremo,  volrienoo 
A  verla),  jqui¿i  acompab 
A  la  Reina? 

TOLSSO. 

La  primea 
Es  mi  seliora  la  Infanta, 
Laego  HargarJla  Polo. 


¡Cntato  eu  beldad  m 


„,„«e,oog 


sT^ 


El  filida  de  la  Reina. 


^Qdííd  f«  sigue  laego! 


Aunque  no  ea  bermoi 
Tiene  algnu  donaire  j  gracia. 

Luego  viene  Ana  Boiena, 


Por  asomarse  ik.  _.... 
rJ  corazón  detampara. 
Por  «sie  gasto  ¡,qué  quieres 
UuetedáT 


De  una  m  aquesta  hechnra , 
Que  etniíeíasie  i  hacer  de  lints 
por  la  muerte  de  León 
Décimo,  ahora  esii  vaca 
La  ni  La  pon  tinca  I , 

V  si  til ,  íeiüor,  me  amparas 
Coino  Iq  baceii  Carlos  Quinto 

Y  Francisco,  re;  de  Francia , 
Ño  babríi  dada  de  que  ciña 
La«  tres  difioas  tiaras. 

Eso  es  lo  que  mas  deseo. 
Mi  bvor  tendri».  * 


Leíanlas 
Al  lugar  mat  soberano 
Un  lasallo-qne  te  ama. 


U  REINA.U  INFANTA,  ANA,  JUA- 
NA SENEVRA ,  MARGARITA ,  ba- 
■i>.-EL  REír,  VOLSGO,  pasquín. 


\  ¡Qué  cansada... 

mta  de  gusto  j  salud 
B»  aqiiesia ! 

ntnu. 
;  Qalén  llegara 
A  poder  partir  con  vOs!.. 
No  el  gusto;  que  si  élosb^la, 
Ual  podré  tenerle  yo. 
Coumigo  Tíeoen  las  damas 
A  divertiros  cao  juegos. 
Versos ,  léttjnes  j  daous. 
La  bella  Semejra  es 
Dulce  sim»  que  eocanU 
Cdb  sus  voces  los  oídos. 
Hai^ariu  e«  celebrada 
Por  sus  versos,  pues  con  ellos 
ñoj  i  todos  avant^a. 
Au  Boiena... 

MT.  (Ap.) 


LA  CISHA  DE  INÜAUTERRA. 

Extremadamente  danza. 
Y  si  festines  j  versos 
No  te  divierten ,  tii  agradan , 
De  moral  fliosof  ia 
Tiene  principios  la  Infanta , 
Yo  sé  lenguas  diferentes  : 
Escoge  enlre  cosas  varias 
Qué  pneda  alegrarte. 

■ET.  {Ap.  á  VaUet.) 
Ya 
No  puede  aleorarme  nada... 
Si  DO  es  que  d^oce  Boiena. 

voLSEO.  (Ap,  al  Reg.) 
Paes  para  que  no  se  haga 
Novedad  de  tu  elección , 
Dilest  las  otras  damas 
Que  canten  primeru,  y-digao 
Los  versos. 

uiiu. 
i  Qué  es  lo  que  babta 
Tu  H^estad  coa  Volseof 

Negocios  son  de  importancia. 

Ciirdenat,  salios  afuera. 
Los  negocios  no  se. tratan   . 
T»n  acaso;  j  donde  esto;. 
No  ha  de  tener  mas  privanza 
Vuestra  H^estad.—  ;  No  os  vais ! 

',  VULSCO.  {Ap.) 

Yo  me  irá  donde  dé  traza 
UpI  modo  que  ba  de  tener 
Tu  castigo  J  mi  venganza.         {¥<Uf.) 


IV. 

LOS  REYES,  LA  INFANTA,  ANA, 
JUANA.MARUARITA,  mías, PAS- 
QUÍN. 


Justas  causas 
He  mueven  :  tengo  k  Volteo 
Por  lisonjero ,  ;  que  entabla 
Hat  in  aumento  que  el  provecho 
Uet  reino  :  que  soto  trata 
Dé  subir  al  sol,  midiendo 
La  soberbia  y  la  arrogancia. 
Esto  es  daros  mas  pisar, 
Que  gusto.  Empiecen  las  damas 
A  diveniros.—  Semeyra , 
Toma  un  instrumento,  y. canta. 

Cantaré  un  tono,  aunque  antiguo, 
Por  ur  la  letra  extremada. 
(Canto.}  En  un  fnjl«r)ia  ¡tu  Um, 
G'oria  Mbeme*  de  tener ; 
Vdj  tf  «trme  padecer, 
Yt§taver  que  ¡o  veis  i>M. 

I  Exlreiuado'tono  y  ietrat 

acnu. 
Y  no  )o  es  menos  la  gracia 
DeSemeyra. 

PASODIH. 

Si  por  cierto. 
Como  un  gilgueriUo  canta. 


A  tu  H^estad ,  diro 
Una  glosa  suja. 

rAsooir. 

Vaya. 

En  un  iñflern»  le*  dos , 
Gloría  habemtt  de  lener; 
Vat  en  verme  padecer,   . 

Y  g»en  ver  ^ae  lo  vei»  w*. 
A  dos*  imposj lillas  lieros 

?uiere  mi  amor  atn-verme, 
son ,  cuando  lIcüo  1  veros , 
Que  dejéis  de  aborr.T erme , 
O  que  deje  de  quereros. 
Sin  esperanza  yo 'y  vos, 
Aboifecemos  y  amamos ; 
V'pues  uos  eoiideua  un  dios 
A  tanta  pena ,  ya  estamos 
£n  un  infierno  Icidei.- 
De  un  lisoivlero  clavel 

8ue  hermoso  i- la  vista  engaBa , 
na  dulce ,  oira  cruel , 
Saca  ponzoña  la  araña , 
La  ab^a  destita  miel. 
Asi)  de  veros  querer 
Tener  pena,  cuando  no 
Yo  de  verme  aborrecer, 
Uis  pensamientos  j  50 
Gleria  babemtt  de  lener. 
SI  vos, por  solo  vengaros. 
No  dejáis  de  despreciarme) 
Ftcilesel  castigal-os; 
Pues  yo,  ñor  solo  vengarme. 
Nunca  dt'jaré  de  amaros. 
SI  e1  olvidar  y  querer 
Castigo  entre  das  alcanza,    ■ 
Yo  en  veros  aborrecer  , 

He  veiigo,  y  tomáis  venganza 
Vm  en  verme  padecer. 
Aunque  yo  contento  espera 
l>e  que  mudaros  |>odeií ; 
Pues  en  tormento  tan  flero. 
Si  sé  que  me  aborreced. 
Vos  también  subeis  quf  os  quiero 
El  Amur  vite,  que  es  dios. 
Has  no  el  aborrecimiento  ; 

V  asi,  esperemos  los  dos , 
Vos  en  verlo  que  yo  siento, 
Fya  en  ver  que  lo  ttU  rM. 


PueiiqnéiienenT 

rASQDW. 
Soy  poeta , 
V  asi,  ningunos  me  agradan. 
Si  no  son  mis  propios  versos : 
Los  demás  no.  valen  nada. 

Dance  Ana  Boiena  aboro. 

Danaaré ,  pues  tú  lo  mandas. 

nav.  (Ap.) 
Disimulemos ,  amor. 

FASODin. 

¿Qué  tocarán! 

UM. 

La  Gallarda. 

(OmM  Am  Belena  ,ye4tátPt  p'u» 

del  R«F-) 

Kir. 

A  mis  plantu  haieaKta.         1 


Hrjor  diré  qne  i  tuo  pianlas  • 

2 'lies  son  esfera  diiina) 
e  he  leraniado...  (jtp.  Tan  alta, 
Qoe  entre  los  rajos  ilei  sol 
His  pensamienlos  «c  abrasan. 
Mas  remontados,) 

No  lemas. 
Si  mis  brazos  te  Itivantan. 
(Ap.  Quiera  amor  uuf  sra,  Doluua, 
Al  pecho  isa  qni!  iuolatrada 
Vivet.) 

Va  sé  loq'it'os  debo. 
SeSor,  por  ahora  liasia. 

jBi  daniado  bien  Botena? 
Que  JO  no  eiititiido  de  danzas. 
'Itxlasine  parecen  unas. 
Pues  todas  veo  que  pJraii 
En  ir  saltando  hacia  aquí 
O  Uda  alli.  Una  tgz  se  alargan 
Con  carreras,  j  oirás  veces , 
fiando  sálticos ,  sv  pnrao, 
'   Siendo  pelota  de  viento 
Al  compás  de  uua  guitarra. 

ESCENA  V. 

TOHAS  UOLENO.  —  Dichos. 


Dias  n&  que  le  detiene 
Yolseo,  j  no  sé  ta  causa. 

MSQUIH. 

Entrando  cosas  de  veras, 
Sobro  yo.  Quiero  ir  i  cau 
De  Qguras  :  ojo  alerta, 
SeBures,  que  soj  la  parca. 

RET. 


ESCENA  VL 

TOilAS  BOLERO,  con  CARLOS. 

UicHOs,  mino*  PASQUÍN. 
cíhlos. 

A  lus  invictos  piét , 
Crisiianisimo  man  arca , 
Beso  ta  mano  que  ha  sido 
Con  la  pluma  ;  con  la  rspada 
Admiración  de  dus  mnndosi 


Ui  deseo  esta  ocasión. 

Hi  poca  salud  T  largas 
OcupaciODes,  trances. 
Vuestro  despichu  dilatan. 

C:IRL0$. 

Pues  ya,  se&or,  que  he  llegado 
<  A  .verte,  en  pouas  palabras 
Diré  lAüni  que  be  venido... 
(Ap.  Si  puedi!  decirlo  el  alma.) 
Francisco,  de  Francia  rey. 
Para  lograr  la  esperanza 

$ue  onecen  rosas  j  Dores , 
■  coa  las  lise«  de  Francia , 
Ya  con  los  ingleses  lirios , 
En  las  vencedoraa  trinas 
Quiere  unir  dos  prlnuTerss 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 
,  De  juventudes  lozanas, 
1  A  quien  ni  el  Üempo  se  oponga. 
I  Ni  se  atreva  la  mudania. 

V  asi,  para  conservar 

La  paz,  excusando  lanías 


ANA.— VOLSEO. 


I  Disensiones  como  tiene 

I  Iloj  la  religioD  crisUana; 

]  Para  el  principe  de  OrMens 

¡  (Siil  á  quien  los  rayos  (altan) 

¡  Kn  casamienio  te  pide 

:  A  mi  señora  la  Infanta. 

'  Vuestra  Hajesiad  abora 
Con  su  parlamento  haga 
La  unión  deslos  dos  imperios; 

'  Que  esia  es,  señor,  mi  embajada. 

Vo  lo  veré  mas  de  espacio. 

El  cielo  le  dé  tan  larga 
Vida,  que  inmorlal  eicedas 
A  aquel  pijaro  de  Arabia , 
Que  el  fuego  en  que  nace  y  muere 
¡  Sopla  ét  mismo  con  sus  alas. 

KEi:4A.  (AI  Rey,  que  te  retira.') 
Triste  vais  ;  Iré  con  vw , 
Que  .el  alma  nunca  se  aparta 
De  donde  vive.  ' 

■«T.  {Ap.) 
SI  hace: 
Que  ti  lü  ta  ti^es,  Ana , 
Cjerlo  es  qne  con  alma  muero , 
Cierto  es  que  vivo  sto  alma.  {Yante.) 

ESCENA  Vn. 

VOLSEO.  ; 

No  bay  cosa  que  me  suceda 
-Bien  :'ya  es  mi  suerte  Importuna. 
No  des  la  vuelu,  fortuna , 
Deten  nn  poco  la  rueda. 
CoDlra  las  humanas  lejes 
Al  embajador  tenia 
Suspenso  :  asi  prelendia 
Tmer  amigos  dos  rejes , 
Porque  no  determinando 
A  quién  la  Intinia  le  daba, 
A  Cirios  lisonjeaba 

V  i  Francisco,  procurando 
Que  tos  dos  bvoredesen 

Hi  prelension;  que  después. 

El  eapaüol  ¿  eJ  trances 

No  importa  oue  se  ofendieseD. 

Y  DO  solo  el  Rey  ha  oido  - 
Al  embajador  de  Franda , 
Estorbándome  esta  instancia , 
Pero  Cirios  ha  querido 
Hacer  1  su  maestro  Adriano 
(QuilAndome  a  mi  este  houor) 

Del  ponllQce  romano. 
YpueslaHeinaesledia 
Venganza  i  todo  me  ofrece , 
Huera,  pues  que  me  aborrece, 
"      lera,  porque  es  su  lia. 

in  contra  el  Papa  me  airev<^ 

lermi  competidor, 
A  introducir  un  error 
El  mas  prodigioso  j  nnew.  — 

t'  Bolena  1  A  buen  tiempo  viene ; 
arece  qne  la  llamé. 
En  una  industria  veri 
SI  valor  J  inimo  tiene 
Para -ajud arme;  que  en  ella 
Pando  toda  mi  esperanza. 
Hoy  veré  si  mi  venganza 
Tiene  hnena  ó  mala  estrella. 


Vnestra  Hajeslsd,  seHora... 
—I  Qué  es  esto  ?  Como  dejé 
Aquí  á  la  Reina ,  llegué 
Tan  inadvertido  ahora , 

?ue  bable  ciego.  Perdonad, 
mi  iDrbacion  abone 
El  descuido. 

i  Que  perdone 

gnereis,  una  •  majestad  >, 
uando  en  discursos  tací  claros 
Los  oídos  lisonjeros 
Tienen  mas  que  agradeceros. 
Cardenal,  que  perdonaros! 
etíué  ofensas  al?  ¡Pluguiera 
A  los  cielos,  que  llorante 
Os  turbarais  cada  instante, 

Y  cada  instante  os  oyera  ! 

Y  al  Un,  mas  desvanecida. 
Por  ley,  por  descuido  no, 

1  Oyera  ese  nombre  vo... 

Y  cosiárame  b  vidal 

¿  A  quién  le  pesa  de  oír 
Nombre  tan  dulce  y  suave?  ■ 
{Ap.  ¡  A j  dolor  \  Áj  peni  grara  ¡ ) 

No  dices  mal.  {Ap.  Proseguir 
Puedo.)  De  lo  que  quisiera 
Pedir  perdón,  jo  lo  sé ; 

Y  de  que  por  yerro  fué 
O  por  acierto ,  pudiera 
Decirlo  en  otra  ocasión ; 
Pero  el  peligro  me  obliga 
A  callar.  Basta  que  diga 
Que  aquestas  cosas  no  son 
Para  tratadas  asi. 

El  cielo  te  guarde.  Adins. 

{flaoe  que  te  t 

Solos  estamos  los  dos , 

Y  no  has  de  salir  de  aquí 
Sin  declararme  el  secreto. 


l\  lendrls. 
Ya  que  secreto  me  ofreces , 
ValorT 

Digote  rail  veces 
Que  en  mi  lodo  lo  hallarás. 
Secreto  tendré  j  valor, 
Porque  no  me  puede  dar 
ai  lodo  el  ciclo  pesar. 
Ni  lodo  el  inGemo  horror. 

Pues  i6  mi  reina  seris  : 

n  Ingalaterra  espero 

n  ron  arte,  si  primero 
._anoy  palabra  me  das 
De  que  no  hasde  seriogrlU; 
"  le  temo  que  una  mujer 
destruí  Clon  ha  de  ser  : 
_  jr  eso  mi  ingenio  Irau 
De  asegurar  ese  agravio 
Con  amallas  y  querellas ; 
Porque  sobre  las  estreUss 
"    lu  domioio  jl  sabin. 

Tt,zo<!b,  Google 


Palaltra  [e  daré  aquí, 
Con  solüdine  jurami^nln ,  * 
De  ajudar  lu  penninieiilo. 
VOLSEO. 

j  De  qué  sume  T 

Escucha.     . 


?ae  leiiga  ei  ceiro  i  mis  plés 
la  corona  en  mi  li'cnle], 
líue  el  aplauso  y  el  honor 
(joe  tama  diclia  concierta, 
Tiisienieuie  se  conviena ' 
En  pena,  llaoio  ;  dolor; 
y  por  lln  ma;  lasliniosn 
De  lo  que  al  cielo  le  plugo. 
Huera  i  manos  de  un  verdugo 
En  desgracia  de  mi  esposo ! 
Esto  juro,  esto  prometo. 

V  JO  saiisÍBcho  esWj. 

V  para  que  empieces  boj 
A  tener  dichoso  eFeto , 
Oye  la  major  maldad 

Que  hombre  mariil  inlontó. 
Ni  que  el  sol  veri  ni  vio 
Ue  una  edad  en  oira  edad. 
Solo  obedecer  procura. 
Va  sabes  que  el  Rej  te  quiere 

V  que  enamorado  niutre 
Por  lu  divina  hermosura. 
Va  salles  ifue  Enrique  es 
Hombre  fjcil,  i  se  ciega 
Tamo,  que  sí  a  querer  llega , 
No  haj  respeto  ni  iu  teres 

A  que  se  rinda  su  amor. 
Pues  como  tá  Oniasbien 
Que  le  quieres ,  j  también 
Que  por  tu  sangre  y  tu  honor 
No  puedes  Tavorocerle ; 

V  que  si  su  esposa  fueras , 
Le  amaras  Jr  le  quisieras ; 
Vo  sabré  después  ponerle 
A  los  ojos  tal  eogafio , 

Que  brote  el  alma  del  pecbo , 
Para  que  nuestro  provecho 
Resulte  en  ajeno  daño. 

iHA. 

¡Yo  pensé  que  babia  de  hacer 
Prodigios !  porque  pedir 
Que  solo  sepa  Bngir, 
Sabiendo  que  soj  mqJBr 
.  Y  que  SOJ  Bolena  jo , 
Bleu  excusarse  pudiera ; 


I  "ANA. 

Carlos,  perdima 
Si  tu  Arme  amor  ofendo. 
Cuando  hoy  aspirar  pretendo 
Al  lustre  de  una  corona. 
Mujer  he  sido  en  dejar 

Quem- ' " 

"'alo. 

9éaU  ___. 

le  cuando  lleguen  i  n. 
Que  el  interés  me  ha  vencido, 

?ae  he  olvidado  y'be  Ungido, 
odo  cabe  eo  ser  mujer. 


LA  CISMA  DE  INGALATERHA. 

ESCENA  X. 

EL  REY.  -  AMA. 


ando  m 


iaha 


Doodf  lu  Inr.'ardia ; 

Que  en  laii  feliz  encuentro. 

Llama  ha  sido  mi  amor,  suIhó  isn  cen- 

íAj.  Ana  liprmofia  y  Itella!  (irc. 

Nuevo  prodigio  ba  sido 

De  amor  el  que  ha  rundido 

Mi  pedio  :  lio  una  estrella 

Favorable  me  inclina, 

Sino  toda  la  esfera  crisUllua. 

Puesto  que  mi  albedriu 

A  quererte  me  fuerza 


Deten,  sefior,  la  luya,  porque  en  va 

Kl  labio  helado  mueves 

Con  amorosas  quejas. 

Cuando  de  U  le  alejas 

V  á  lanto  honor  te  atreves ; 

Que  si  amor  te  provoca, 

ts  rayo  amor,  y  abrasa  cuanio  tuca 

No  porque  jo  no  estimo 

Tu  amoroso  desvelo; 

Que  también  sabe  el  cielo 

"me  venio  j  reprimo 
que  quiero  y  que  quieres; 

Pero  soy  lu  vasalla ,  y  mí  rey  eres. 

Ojali  no  lo  fueras! 

'ñeras  (¡ay  Dios!)  un  hombre 

De  bajo  estado  y  nombre  : 
I  Pobre  (¡ay  de  mi!)  nacieras; 
I  Que  qtileii  tus  parles  tiene. 

Poca  deidad  el  cetro  le  previene. 

Vo  entonces  te  estimara,. 

Vo  entúnces  le  quisiera, 

Ksiiosa  tuja  fuera .  , 

V  como  tal  te  amara. 

¡Mira  i  lo  que  bis  llegado, 

S  Depara  U  es  desmérito  el  estado! 
as  i  para  qué  es  ponerte 
En  desdichas  terribles 
Discursos  imposibles? 
Pues  aunque  merecerte 
Como  reina  pudiera. 
Mas  vale  que  l6  reines ,  y  yo  muera. 
{Hace  gue  le  na 


Ana,  detente,  aguarda. 
Aquí  esilquieit  le  estima. 
Tu  heriposura  me  anima... 
Tu  deidad  me  acobard:t.., 

Ay  Bolena!  á  adorarte. 

Ay  Enrique '.  tt  perderte  y  á  olviitarie. 


í  *'''*■ 

I  Hi  respeto  humillara , 

I  V  lu  humildad  subiera , 
Porque  en  eitrcmot  lales 
El  amor  i  los  dos  hiciera  iguales. 

Pues  menos 


SI  faiorea  previenes 
Sio  humillarle,  j  vienes 
A  mas  boniMT. 

Procaras 
Tú  mi  deshonra  clara; 

gue  el  ser  tu  esposa,  ya  me  disculpara : 
ero  no  el  ser  lu  dama. 
¥  asi ,  piedad  no  esperes. 
Si  me  eslimas  j  quieres 
Nu  borres  hoy  la  fuma 
Que  limpia  j  clara  vive. 

líY. 

No  es  descortés  mi  amor;  (amblen  es- 

Fineus  amorosas.  [cribe 

i^i  fUera  único  dueAo 

Del  mundo  ( honor  peqneDo 

A  tus  plantas  hermosas}. 

Como  libre  me  hallara. 

Pe  los  rayos  del  sol  te  coronara. 

No  puedo :  tengo  esposa; 

Soy  casado  :  no  ¡luedo. 

Pues  disculpada  quedo. 


ti  casado,  esposa  tíenct. 


No  puedo : 

NI  lu  puedes  CL , 

Ni  yo  puedo  quererte ; 

V  en  lan  dudosa  suerte 

Es  roñoso  dejarle : 

No  digan  losenojos, 

QuecalloGon  la  lengua  y  con  tasajos. 

Adiós,  adiós,  rev  mió, 
i  Hi  señor  y  mi  <lue&o. 
I  gu/i3ga  en  il  nuevo  empuño 


V  d  cielo  sabe  si  rabiando  muero. 
ESCENA    XI. 
VOLSEO.  —  EL  KEV 

(Áp.  ¡  Con  qué  prave  Irisieía 
Diverllilo  ha  quedado! 
Lh-üaré  descuidado; 
Que  aqui  mi  engaño  empieza. 
Si  ha  obrado  como  creo.) 
íQuéhace  tu  Majestad* 


Todo  el  inliemo  junio 
No  padece  en  su  llamo 

Comojoenesle  pimío, 

Purqne  eu  muerte  desliedlo. 

Si  es  Etna  el  coraíon.  volcan  el  pecho 

:  Av  (Jt*nií.  JII1M  im.  'ii.*..«:n  t 


Al^iiui  ileinonio  lia 
E.«|<lriluqueeniii¡ 

Sosiégale. 


Sosieca 
Pides  t  la  forluiia, 
Consiancias  U  la  lima , 
üliediencfas  al  rueuo. 
Leyes  al  marsalai^; 
Que  estoy  de  Ana  Bolena  enamorado. 
«Quieres  raber  i¡  oginto.  , 

u.nt.zodb/GoOglC 


ZM 


•  CUHBDUS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  DARCA. 


Eitk  desdiclik  «xcede? 
DnJem  ler  lo  que  paede 
Pena  t  lorinento  tiDlo? 

Si  lilire  en  eile  punto  me  mlnra : 

V  aun  no  lé  lo  que  biden. 
Con  no  esUrlo.  Oonneio 
Que  etto;  loco,  tía  seso. 

S«nor,  pena  un  Aera 

ÍAp.  Valor,  mi  lengua  mueve: 

Aquesta  es  la  oeasloa  ;  al  Sul  le  •IrftTe.) 

Fiero  remedio  ]>iiJe. 

Uis  importa  la  vifla 

De  un  rey,  que  vit  perdida 

1^  majestad  i(uu  os  mide 

Cetro  y  laureles  de  oró. 

iQué  me  quieres  decir T 

Señor,  OQ  iüoom 
Que  sabe  Tuesira  Alteza 
Has  que  vo  i  saber  llego. 
Vero  escnchame ,  j  luego 
Cúrtame  1*  cabeza; 
Que pOr  darle  la- vida, 
EsUrl  nal  guardada  y  bien  perdida. 
II  i1  feces  ba  querido 
Mi  lealtad,  que  te  adora. 
Decirte  lo  que  abort; 
Pero  DO  me  be  atrevido; 
Que,  por  Injustas  leyes, 
Ho  se  dicen  verdades  i,  los  rejes. 
Has  hov  que  en  tu  proTecho 
Puedo  Enfilar  li)>remenie , 
Salga  aqueste  vémeuie 
Escrúpulo  del  pecbo. 
Tü  esUs ,  sei^or,  soltero  : 
Vo  taé  tu  matrimonio  verdadem. 
Hi  bumana  ni  divina 
Le;  faabri  que  conceda 
Que  ser  tu  esposa  pueda 
LareioaCatalitia, 
Siendo  caso  tan  llano 
Que  fbé  primero  esposa  (le  la  berroano. 

■11.     . 
Al  alma  me  bas  llegado 
Coa  aqoesa  ran».  Si  ba  dispensado 
El  Papa... 

4  Qué  recelas  1 
Esa  opiaioQ  se  trate  en  las  escuelas  , 
Noaqul,porqueenandandoconraxones 
Equivocas  la  causa  en  opinioue*. 
Todos,  cuando  se  arguya. 
Por  nejf.por  docto,  han  de  tener  la  luya. 
Ciuodo  verdad  no  fuera , 

Y  degamenle  tu  aOclon  quisiera 
Deshacer  la  ntoit  y  la  juaiicia , 
íQuién  peusari  de  ti  que  fué' malicia  T 


_    la  conciénclsí 

SaL del. yugo,  sacude  la  obediettcía, 

Hepudia  i  Catalina  : 

Kn  un  convento  esté,  pues  es  divina; 
.    Que  cuandoesie  partido  se  la  ofrer.ca, 

No  dudo  yo,  seBor,  que  le  agradezca. 

Sin  gusto,  sin  amor  eslis  casado  ; 
.  Repudíala,  señor,  pues  has  It^^do 

A  Un  ootablu  eitremo. 

lÜvé  tienes  que  lemerT 

UT. 

Yo  nada  temo 
Eainteatarloiodo; 
Solo  lemo ,  VoUeo,  hallar  eT  modo. 


Uaná  tu  parlwieoto , 


Y  Junto,  bai  un  retórico  argumento 
Diciendo  que  le  aOige  la  conciencia 
A  tomar  contra  el  Pana  esta  licencia  ; 

Y  mostrando  i|ue  es  celoaqueste  Intenlo, 
Hax  extremos ,  sefinr,  de  sentimiento. 
Apirtala  de  U:  quedarisluego 
Libre  para  apagur  el  vivo  fuego 

(^ue  te  abrasa;  y  después  se  teod  tk  modo 
Para  que  el  Papa  lo  componga  todo  ; 
(}ue  yo.solo  deseo 
Tu  gusto  ]'  tu  salud. 

Parle ,  Volseo , 
Pues  tü  solo  procuras  dar  la  vida 
A  tu  Key,  que  la  tiene  ya  perdida 
A  manos  de  un  amor  desatinado. 
Junta  los  consejeros  de  mi  Estado, 
Porque  las  confusiones  con  que  lucho, 
Nunca  permiten  que  se  piense  mucho; 
(i4]t.Que  en  cosas  graves  siempre  lasdis- 
La  prisa  con  que  se  hacen.)       [colpa 
TOLSío,  lAp.) 

Va  me  culpa 
A  mi  la  dilación  j  la  lardanu. 
Mi  vida  ae  asegura  y  mi  privauía. 
Aunque  se  pierda  todo; 
Pues  pienso  hacer  de  modo,  [da. 

Que  el  que  engañado  ahora  y  ciego  que- 
Cuaudosií  quiera  arrepeiitir,  no  pueda. 
(V«r) 

-    ESCENA  Xn. 

EL  REV. 
Coofleso'que  estoy  loco  y  esto;  dego, 
Pues  la  verdad  que  adoro,  es  la  que  nie- 
[go. 
Pero  si  un  hombre  el  daño  no  alcanzara. 
Aunque  errara,  parece  que  oo  errara  ¡ 
Que  en  tan  confusa  guerra. 
Solo  errara  el  que  sabe  cuíndo  yerra. 
Bien  sé  que  me  ha  engañado 
Volseo ;  y  he  quedado 
De  so  falso  argumento  satisfecho; 
yesqueelfuegoiarernalque  estl  en  el 

Hace  que  cfeea  mi  luriíada  Idea , 
Kiegue  verdades  y  mentiras  crea. 
Ríen  sé  i^ue  no  repugna  (caso  es  llano) 
Elcasamicuto  une  haceel  un  hermana 
Con  laujerdelnermauo,  porque  Jadas 

Í liara  satisfacción  de  aquestas  dudas), 
irán  patriarca,  dijo 
Que  coa  Tamar,  \iud>  d;  Rer.subijo 
Clasase.  Era  también  hijo  segundo. 
Todo  en  ley  natural  también  lo  finido 
T  en' Escritura ,  pues  iiue  fué  forzoso 
Qne<amujer.d>'SpD<'S,<)el  muerto 
(Ymascuandosinbljossequedasi 
Con  el  hermano  suyo  se  casase. ' 
Luego  si  esto  no  fué  cqntra  el  derecho 
Escrito  y  natural ,  por  el  provecho 
Común  el  Papa  puao 
'Coiillesoqueesverdad,ynolo  dudo) 
tn  la  ley  eclesiástica  v  humana 
Dispensar  :  es  verdad,  es  cosa  llana, 

Y  cuando  en  mi  argumeiitn  no  se  quede* 
El  Papa  es  vicC'Ui<is,  lodo  lo  puede; 
Pero  aunqne  lo  confieso. 

Faiteen  mi  la  raion.  pUesfaltAcl  seso. 

Padezca  Catalina 

Por  cristiana,  por  santa,  por  divina. 

SI,  pues  quieren  los, cielos 

Hoy  acabarme ;  si ,  pues  mis  desvelos 

He  ponen  desla  suerte  ' 

En  Us  últimas  lineas  de  la  muerte. 

Catalina ,  perdona 

Si  quito  de  tus  sienes  la  corona. 

Para  ponerla  ea  otras,  pues  el  délo 

Qm  mira  IOS  det^cbM  j  ts  eolOi 


^, 


Hedari  i  mi  castigo,  1  ti  venganti; 
P  ues  si  la  pierdes  tú  por  virtñwa , 
Otra  podra  perdella 
Por  vana,  por  lasciva  y  ambiciosa. 
Esta  fufe  mi  desdicha,  esta  ni  estrella. 


PASQUIN.-ELREV, 
Msgni:!. 
Con  una  ddda  vengo 
[tel  cargo  IÍgurir.-io  que  tengo  : 
El  que  es  llRUra  doble. 
Figura  de  dos  hierros ,  de  dos  filos , 
De  dos  fasces,  cansados  los  esiilos, 

{Debe  pagar  dos  veces?  Porque  he  ha- 
lo Ggura  de  i  dos.  [liado 
ait.  (Ap-) 

jTerril>te  estado  ! 
Si  no  alcanzo  el  efecto  que  hoy  espero. 
Huero  de  amor;  yxl  lo  alcanzo,  muero 
De  dolor.  Pues  ya  estoy  desla  minera. 
Huera  de  gusto .  y  no  de  pena  muera  ¡ 
Pues  de  cualquiera  suerte 
Voy  pisando  lassombraade  la  muerte. 
IVttu.) 

No  quito  responderme.  ¡Peligroso  [sai 

Alcance  sigue  el  hombre  quersgracio- 
Pues  llega  en  ocasión  donde  seéufrla. 
Cuando  dice  una  gracia,  yuo  liay  quien 
Pero  i  palacio  virne  (ría. 

Uucbageote.Aesiapuertamecontiene 
Esiar,  y  como  vayan  hoy  entrando. 
Del  que  tUere  Ggnra  Iré  cobraudo. 

ESCENA  XIT. 

Per  UN*  parte ,  TOMAS  BOLENO  v  fl 
rAPITAn,v;>i>r0fra,CARLOSTDIO- 
KIS.— pasquín. 


Cosa,  grave  serl. 

Voló  la  fama. 
Que  dice  que  te  mueve  su  candencia 
Una  gran  uovedad. 

rASgnn. 

Tened  ptcienda , 
SeQor  Tonias  Boteno , 
Que  estas soDcosu  que  haceDios;  con- 


ll  cabello. 


;PorqnéT    , 


[  No  ha  reparado 
(Juefué  alazán,  y  es  hoy  racio  rodado? 
Pero  no  me  responda  ,.poKque  vienen 
Las  damas  :  todas  sus  pericos  Iteoeo. 
Llegaré  *  cobrar  d ellas. 
Pero  jcutndo  no  bay  soplo  porierlw- 
{Vmut.i  [llaiT 


ibyCoOglc 


ESCENA  XV. 

ELREYrLAREIKA,  ms  Mronw» 
eeiret;  I.A  LSFANTA ,  tentada  jun- 
io á  la  Reina;  Vflr.SEO,  irfrat  dtl 
Reg.en  pié;  ANA.  MaBGAUIIA, 
CARLOS .  TOMAS ,  DIONIS ,  damas, 

CABUiXUM. 


V*  la  corle,  seüor,  esi¿  iktute. 

■  ET. 

VimUm,  deades  ;  (itiigM, 
Cuyos  valerosos  hombros 
Son  las  basas  de  un  imperio, 
I^*  columnas  de  dos  polos  : 
Ya  Mbeis  (jiie  jo  en  el  mundo 
Calólico  T  religioso. 
Por  ser  obediente  al  Papa, 
Oistiaiitsimo  me  nombro  ; 
Vi  sabéis  que  vigilan  le 
A  los  errores  me  opongo 
Con  que  nuestra  Te  perturba 
Ese  prodigio j  ese  monsinio 
De  Lulero  :  v  ya  sabéis 
Que  advertido  y  cuidadoso 
(Bien  lu  dicen  los  escritos). 
He  llaman  Enrique  el  Docto. 
Pues  JO ,  [{ne  en  lanías  accionei 
D«  las  muestras  quuosproponf;o , 
He  sido  quien  ha  evitado 
Tantos  errores  j  asombros , 
Bien  cierto  es  que  no  pteleodo 

Causar  nuevos  alborotos 
En  la  cristiandad ;  pues  iiile* 

Pira  «icusar  los  estorbos 

A  tantos  beresiarcas 

A  quien  la  fe  causa  enojos, 

^  aqueste  parlamento, 

A  que  os  be  Mamado,  Alo 

Asegurar  mi  conciencia 

Pretenda  :  escuchadme  lodos. 

Catalina,  luestra  Reina... 

Aquí  tuiíiado  y  dudoso,. 

HaMen  Inies  que  tas  roces, 

Lu  ligrimas  ea  los  ojos. 

Catalina,  naeio  ejemplo 

De  virtud  (que  mas  mchoso 

3ae  |)0r  Rej  de  dos  Imperios  , 
e  tengo  por  ser  su  esiwso). 
Fué  de  mi  hermano  mujer : 
Esloi  todos  es  notorio; 

Y  asi  conmigo  no  pudo 
Ser  Tilido  el  matrimonio. 

Y  Tiendo  que  jo  no  esioj 
Casado  cún  ella ,  ponso 
En  liberlail  mi  coocieTicia 
( Sabe  el  cielo  si  lo  lloro) 
Con  apartarla  de  mi: 

Y  asi  abora  la  despojo 

Del  Imperio ,  ;  i  sus  manos 
Quito  el  cetro  y  laurel  de  oft , 
Porque  no  siendo  mf  esposa , 
Esti  en  BU  poder  impropio. 
Esto  es  ser  cesar  crlstiauo. 
Pues  1  ima  mujer  <|ue  adoro 
Has  que  1  mi ,  pues  i  una  santa , 
De  mis  Estados  depongo. 
i  Sabe  el  cielo  si  slnflera 
Apartarme  de  mi  propio 
Tiate !  pero  donde  es  le}, 


LA  CISHA  DB  INGAUTERRA. 

Es  obedecer  fortoso. 
La  infanta  Doña  Haria, 
Verde  rama  desie  troDCO , 
Hi  sucesiou  asegura; 

V  asi,  aunque  es  de  matrím    ' 
Disiielio  ,  priiicusa  queda  ; 
Tal  la  juro  t  reconozco. 

V  tú,  Catalina,  vele, 
Eu  hado  tan  riguroso, 
Uoiide  lloras  tu  fortuna 

V  des  i  la  envidia  asombro». 
Cirios  Quiolo  es  lu  sobrino  : 
Vele  á  líspaña,  ó  con  piadoso 
Olo,  vive  en  un  convento , 

Que  es  á  tus  costumbres  pto[rio ; 
Oue  ;o  triste  y  condolido 
De  un  acto  lan  laslimosn. 
No  puedo  verle,  porqué 
Tus  furtuuas  siento  v  lloro. 

V  el  vasallo  que  sintiere 
Ual.advi. 


Escucha ,  señor,  si  puedo 
Hablar;  que  el  aire,  medroso 
I)e  tus  preceptos  .jiarece 

?ue  se  niega  A  mis  soltólos  ¡ 
]'o,  por  obedecerte. 
Leyese  mi  lengua  pongo , 
l^ignmasmcanego, 
suspiros  me  aho^o. 
Hi  (Enrique ,  mi  rey,  mi  dueño , 
,  mi  dulce  esposo 
,e  nombre  entre  los  dos 
Como  1  sacramento  adoro), 
is  plantas 


na  y  c. 


tro  de  01 
is  Estados, 


ueirt 


Trofeos  d< 
He  apañen ,  pues  de  1*  mnerte 
Serlo  caducos  despojos^ 
Siento  verme  sin  tu  gracia. 
Siento  verte  con  eoojM, 

V  haberte  dado  ocasión 
irnos  tan  rigurosos. 
,  para  saber 

Culi  destas  desdichas  lloro, 
Ponme  «i  oscura  privón, 
-Donde  los  rayos  hermosos 
Del  sol  me  nlegnea  sos  luces  : 
Llévame  i  lo  mas  remolo 
Del  mundo,  donde  entre  Beris, 

Y  en  un  monte ,  duros  troncas 
Me  escuchen ;  ú  ya  en  el  mar, 
Entre  nevados  escollos , 
Desnudas  peñas  habite; 

Pues  va  en  uiMw  á  ya  en  otros , 
Viviré  pobre  y  cántenla. 
Como  sepa  que  mis  ojos 
Están ,  señor,  en  lo  grada, 

$ue  pueda  llamarte  esposo. 
cuando  quiera  mi  amor 
Que  por  darte  gusto  eu  lodo , 
Ko  sienta  el  estar  sia  U 
( :Qué  de  Imposibles  proponoon, 
it&oo  deJirSTseñor,     ^^ 
De  sentir  el  peligroso 
Eitremo  en^ne  vires ,  dendo 
Causa  i  Dueíos  alborotosT 
Tú,  cristianismo  rey, 

Ke  prudente  y  religioso , 
s  columnas  de  la  iglesia 
Traite  sobre  tus  hombros ; 
Tú ,  qoe  sabio  connwdiste 
Con  estudios  cuidadosos 
A  Lulero ,  ¡  pones  duda 
Solm  los  rayos  de  Apolo ! 
Héno*s«(|aeiú,sdIor; 


Has  cuando  las  cosu  toco 
De  la  fe  y  su  religión. 
Creo,  cerrados  los  ojos. 
Que  el  peregrino  en  el  mar 
Fin  tuviera  [asUmoso, 
SI  el  gobierno  de  la  nave 
Tlraniiara  al  Hilólo.      - 
Las  cismas  y  los  errores 
Cou  miseá  ras  de  piadosos 
Se  introducen;  pero  luego 
Se  van  quitando  el  emb4»o. 

DestiEando  poco  i  poco; 
Porque  el  volver  sobre  U 
Seri  mas  díGcultoso. 
El  ponliSce  Dios  es  : 
Pues  si  Dios  lo  puede  todo. 
No  hay  duda,  todo  lo  pudo : 
Esto  sé  y  esto  conosco. 
Para  él  apelo,  y  i  Koma, 
Arrastrando  con  los  ojos , 
Partiré  peregrinando 
A  pedir  justicia  solo. 

V  ati,  aunque*  España  pudiera 
Irme,  adonde  el  viioríuso 
Cirios  me  diera  su  amparo , 

M  le  pido  ni  le  in\oco. 
Por  no  pedirle  vengante 
Conira  U ;  pues  si  animoso 
Solicitara  veogamie, 
Hi  pecho ,  mi  pecho  propio 
Fuera  tu  escudo ,  y  en  él  * 
Deshicieran  tos  eonjos 
Golpes  de  templado  acero , 
Iras  det  ardiente  plomo. 
Irme  i  un  convenio,  seBor, 
Por  religiosa...  tampoco. 
Porque  Si  ya  estoy  casada. 
En  >auo  oiro  estado  tomo; 

V  asi  en  palacio  lie  de  estar 
A  vuestros  umbrales  propios, 

V  sabrin,  muriendo  en  ellos. 


fó 


dueño,  por  mi  bien. 
Por  mi  rey  y  por  mi  esposo. 
[Vutlve  el  Rey  la  eipalda,  gutaent 

Veliegpoeo  ápeet.) 
iLas  espaldas  me  volvéis! 

ÍNo  merexco  vuestro  rostro! 
unque-,  si  he  de  verle  airado. 
Por  mejor  partido  escojo 


.:  [m 


ayo. 


Y  vos -DO  tengáis  enojos! 
Púsose  el  sol  ;  i  ay  dentl ! 
Tinieblas  y  sombras  toco. 

CÁtUIS.  {Af.) 

No  he  visto  en  toda  óü  Tida 
Teatro  mas  lastimoso. 

CAMTAl..  iAp.) 

i  Qué  Urania! 

TOHU.  (^.) 

i  Qué  agrario: 
nioMS.  (Aj).) 
Qué  maravilla  ! 

CillLOS.  (Ap.) 

¡Qué  asombro! 
Volveré  1  Fraada  con  esto; 
Que  DO  siendo  el  matrimonio 
Cegllimo.uoquerrJi 
Hi  principe  ser  esposo 
De  Haría  :  i  Francia  voy, 
y  acabados  los  enojos 
Del  Rey,  vendré  loeso  adonde 
Celebre  mi  desposorio. 

{Vatm  Cártoi  t  DtamU.) 


jt.zodb/QíDOglc 


LA  RKINA. LA  INFAMA, AN, 
GARITA.  TOMAS,  <:.K< 
Ku;  detpaet,  VOLSLU. 


roMi; uiAs  UB  uün  Pedro  calderón  de  la  darca. 

Quotl'i  á  Horarias  contigo. 
Mi  lilla ,  Kfitora ,  \tonga 
A  tus|ités:  eslaieofrer.cD; 
Que  espero  un  nombre  l^moi 
Cuando  por  Dios  t  por  ti 
Muera  Hargiriía  t>0lo. 
¿Uótide  iremos! 


Kl  postrer  abraxo. 

Podri  halilaros  ijuieii  os  pierde  t 
Sirvan  de  leiiRua  ios  ojos. 

[Ettanúo  abraiaáa»,  tale  Vvtito 
y  apatía  d  la  Infanta.) 

El  Rej,  sefiora ,  os  <.-s)>tTu. 

I1£JXA. 

jAamMaeu'rdxi^-ü'iuikpoco! 
¡Asi,  liruMO  ci'uel , 
La  ifal  desxsis  tlcl  olmo ! 
Asi  del  inir  de  mi  llaiiio 
Sacáis  ese  breve  arroyo  I— 
Hija,  aükis. 

.  Seíiora,  adiós. 

Higa  te  el  cielo  piadoso 
Has  diciiosa  qui;  a  lu  madre.  — 
Cardenal,  por  Dios,  iiuc  es  solo 
Juex  supremo,  os  tu^o  jr  pido 

ess"' 

Bien  ai  [|K.v. 

El  lti'.v  i'S  docto 
f.\  se  acoiiüeja  cousí^'o, 

V  con  él  vo  [lueilü  poco. 
Perdonadme,  que  fsle  gnsto 
Os  quito.  ( Va»e  cait  la  ¡iifanla.) 

Vo  os  lo  perdono, 
Aonqoe  veo  t^te  el  cordero 
Va  entre  las  manos  del  lolio.— 
Boleiio,  pues  que  las  canas 
Son  el  Ireno  de  los  motos,  * 
Decir  al  Kejr  cuánto  yerra. 

El  Re)'  es  sabio,  ;  conozco 
'    La  rawo;  mas  no  me  atrevo 
Asu cspirílu  Turioso. 
Diosos  consuele;  que  asi 
A  riesgo  mi  vida  pongo.  (Vate.) 

Aoa,  pues  que  la  hermosura 
En  los  oídos  mas  sordos 
Halló  piedad,  id  al  Rey, 

Y  en  discursos  amorosos 
Habladle  to  mi, 5  de  mi  parte 
Kilos  suspiros  <|Ue  arrojo. 

Le  Iteíad.  Decid  <|ue  en  llanto 
Un  mur  de  ligrima*  formo. 
{Xante  Ana  Balena.ht  ceballemí 

¡I  lat  úamat.) 
En  fin,  ¡que  todos  me  dejan! 

Eme  desamparan  todos! 
majestad  vive  ya 
Tsn  sin  aplausos  jr  adornos? 
lAno  no  tengo  á  quií^i  quejarme. 
Que  es  «1  consuelo ,  que  soto 
A  un  deidicbado  le  quedal 


Vo ,  qoe  tus  ilndiclias  oiuo , 


Al 
¡  Ay,  palacio jirocelf 

mar  de  engaños  y  d 


I  castillo, 
imciojiroceíoso , 
.- —  —engaños  y  desdichas, 
Aiaud  con  paüos  de  oro, 
Bóveda  dmide  se  guarda 
La  majestad  vuelta  en  polvo! 
Ay,  entierro  para  vr-"= ' 


le,  ay,  I 


;  Dios  mire  por  ti  i  i  Ay,  Enrique : 
;tt  ciclo  le  abra  los  ojos! 


JORNADA  TERCERA. 
EflceifA    PRIMERA. 

CABLOS,  DIOKIS. 


Lo  que  |)asa. 

\  Boten!  en  tan  breve  tiempo 
^^  ™ndó !  Has  i  qué  me  espanta 

1  de  mitjer  erectos! 

Kui  i  Kranria ,  y  á  mí  rey  dije 

nudanzas ,  los  extremos , 
:>rcin:iones  y  alborotos 
De  Enrique,  y  luandú  al  momento 
(jue  uo  se  traíase  mas 
{>■;  la  lidanta.  £11  este  iiem|io 
.Murió  mi  padre  :  jo  triste 
Y  alegre  en  un  |iuoto,  viendo 
Vamtarolliliertad, 
El  tratado  casamiento 
Iiije  al  Dey.  Dióme  Ucencia  : 
De.snedime  de  mis  deudos, 
Toifos  contentos  de  verme 

it^s  venturas  duViiu. 
<<--ii.i  por  los  caminos 
F.n  alas  de  mis  deseas... 
;  Gil  cuántas  veces,  Dionii, 
Me  pareció  torpe  el  viento ! 
i  Uuó  alegre  rae  imaginaba 
l^t  sns.lirazbs!  Qu'!  coutinito 
Peiisí,  qne  me  rec¡l>iera 
Ana ,  agradecida ,  en  ellos ! 
•Y.  esta  casada! 

BJOMS. 

Después 

>ue  ló  dejaste  reiuflto. 

jon  et  repudio  infelix. 
Todo  este  cristiano  imperio. 
Con  Ana  Bolena  el  Rey 
Se  desposó  de  secreto ; 
dicen-que  eiramorado 
'  atiuel  notable  extremo , ' 
Que  de  Catalina  santa 
Vimos  en  el  parlamento. 
A  todo  esto,  el  reino  estaba 
En  liandos,  y  á  iodo  esto. 
El  Rey  vive  con  Bolena. 
La  Reina .  firme  en  su  intento , 
Esti  en  un  pohre  casiijla 
Junto  á  Londres,  padeciendo 
H11  desdichas.  Esto  pasa , 
Señor,  en  tan  breve  tiempo. 
No  hay  sino  tener  paciencia , 
Y  volverle  k  Francia  luego , 


Fuena  seri  que  me  vuelva , 
Uionls,  si  ya  no  es  que  quedo 
Huerto  en  Londres  a  las  mano* 
De  mí  amnr  ó  de  r^s  celos. 
Mas  antes  que  á  Francia  vaya. 
Veri  á  la  Heinn  Resuelto 
Estoy  :  con  ella  he  de  hablar... 
y  denme  mil  muertes  luego. 
Nag¿qnién  i  palacio  viene 
Coo  tauto  acompañamiento  T 


Déjale ,  Tente  conmigo , 
Con  tárete  cómo  picoso 
Hablar  A  Bolena. 


Tu  peligro.         • 

Va  le  veo; 
Has  Dionis,  no  me  aconsejes ; 
"■■"  ni  loco  pensamiento 

..lia  ocssliio  noesU 
Para  admitir  tus  consejos.      (V«im«. 


Sufriros  ;  nadie  me  siga, 
Qué  tiranía! 


)  I." 


(Vm*.-! 


¡  Qué  cruel ! 

SOUIAOO  S.* 

lY  qué  soberbio!  (Vose.)" 
pjtsouiK. 
A  mi, señor  Cardenal. 

Pasqui»,  ¡qué  hay  de  nuevo* 

Vengn. 
Tan  elevado  y  absorto 
Como  admirado  y  suspenso , 
De  una  cosa  que  hoy  he  visto. 

Pues  1  qué  has  visto! 

FjkSOUI^. 

Vuestro  eutierro, 

¡Oh  qué  gran  capilla  liaceis ! 
Para  un  pájaro  pequíño 
Huy  grande  jaula  es  aquella. 
Has  j,  lio  sabéis  lo  que  pienso  T 

?ue  no  os  ffbbeis  de  enterrar 
os  eu  ella. 


Sal  de  palacio,  Pasquiu  : 
«- "tres  eo  él. 

rAssDiN. '    ' 
,  £sto  «s  hccLo.  (Vm 
,t,zodb,GOOgIC. 


EKENAm. 

ANA.  —  VOLSEO. 


6e  ios  rajM  M  sol  dora 
La  Trenle,  pediría  quiero 
üui  merceil. 

Pues  {qué  bibrl 
Que  pueda  nruros!  Va 
Silier  mesiTU  suMo  espero. 
Cardenal.  , 

TiiLseo. 
1a  presidencia 
Del  reino,  en  aqnesie  dia 
Al  Rey  pedirle  quería; 
V  tiendo  en  nuetira  presencia , 
Si  ajndais  mi  pretetüioa'; 
Tendri  efecto. 

No  teodrl, 
Que  la  tengo  darla  ya. 
Siu  Mlier  vuestra  iulancion, 
A  mi  padre  se  la  di. 

Yo ,  leBora ,  no  ere  jera 
Que  tn  HiijÑtid  la  diera 
Sin  sal>er  IntCíi  de  mi 
Si  la  quería. 

íPorqoéf 

Porque  mi  pecho  entendió 

Que  estalla  mas  cerca  yo 

Que  tu  padre ;  pues  si  él  fué 

{juien  de  mujer  Le  dio  el  ser, 

\nelde  reina ;  j  así  estis 

Obligada,  lo  que  tas 

De  ser  reina  S  ser  muleí. 

Pero  vuestra  Majestad 

Con  mayor  cuidado  advierta 

Que  lio  se  cerró  la  puerta 

Por  donde  entró  esa  deidad , 

Y  que  el  mismo  que  la  abrió 

Para  una  reina  liraoi. 

Abrirla  podrí  mañana 

A  quien  por  elia  salló; 

Pues  quien  i  la  tiranía 

Halló  paso ,  claro  esti 

Que  mas  franco  le  bati*ri 

A  )a  jusücia  otro  dia.  (Vate.) 

ESCEHA  tV. 


£ 


ANA. 

|0b  qué  cosa  tan  pesada 

£n  la  gloria  conseguida, 

((■  quedar  agradecida 

Una  mujer  y  obligada ! 

Porqu?  j,  a  quiín  no  causa  enbdo 

Cada  punto,  cada  Instante, 

Ver  uu  acrédor  delante 

De  las  sloiras  de  so  esiadoT 

Muera  Volseo.  ¡Tirana 

Mellamauf  ilngralftsoyT 

t Quien  la  puerta  me  ahiló  boy, 
odri  cerrarla  maüana! 
^es  no  pueda.  Esto  ha  de  ser  : 
Firme  en  mi  venganw  estoy. 
Derriben  mis  marus  lioy 
1  qnien  me  lef  aoió  a)«r. 


LA  CISMA  DE  INGALATERRA. 
ESCENA  V. 
FX  HBY.  —  ANA. 

lET. 

Esta  carta  recibí 
UeCaialIna.y  sin  veili. 
Quise ,  Ana  hermosa ,  traelia 
l>ara  rnlregánela  i  ü. 
Ábrela  tü ,  que  es  razón 
Que  nd  amor  y  mi  obediencia 
'le  pidan  esta  licencia. 
Quejas  ¡[lütiles  son 
De  una  mujer  despreciada- 

jPara  qué  quieres  que  vea 
Cosa  que  íistima  seaT 
No  solo  (|ue  esié  cerrada 
Deseo,  sino  también 
Que  la  leas  y  respondas 
A  ella ,  y  que  correspondas 
A  la  piedad ;  porqne  rs  liien 
Qué  le  atienda  i  lo'  que  ha  sido , 
Pues  un  perdió  con  el  ser 
Baber  sido  lu  mujer 
V  mi  reina. 

Agradecido 
A  esa  piedad  sol>enina  , 
Te  rindo  un  peclio  Tiel. 
:  Que  digan  nue  eres  cruel , 
.Siendo  tan  aralile,  Ana  ? 
Tanto  estimo  lo  que  has  becUo, 
Que  por  lURUsti — '"  ■"■ 


Tü  la  respuesta  veris 
Que  la  entio ,  pues  me  das 
Licencia  de  que  la  escriba. 

Si ,  yo  la  doy,  como  tea 
La  carta  para  saber 
Qué  la  escribes. 

i  Qué  ha  de  ser 
Sino  nn  engaBo,  quesea 
Alitlo  a  nii  pecbo  lau  lleno 
Üe  deadiclias! 

Yo  rere 
La  carta,  {Ap.  V  seri  porqué 
En  ella  ponoa  veneno.) 
Y  agradecida ,  stíior, 
A  la  merced  de  eavisr 
A  la  Jn^nta ,  os  quiero  dar 
Los  brar.oe.  Pero  mayor 
Mi  gusto  }  el  vuestro  fuera. 
Si  en  aqueste  mismo  dia 
Otro  iiites  que  Haria 
De  vuestro  pecbo  saliera. 

KET. 

ÍA  qaién  podré  reservar, 
1  i,  mi  hija  desterré 
Üemil  Prosigoe :  i  quién  fué 
Quien  i  ti  le  pudo  dar 


El  que  llegó 
A  babianne  un  libremenie 
Y  sh)  respeto... 

Detente. 
;  Hombre  humano  se  atrevió 
Al  sol  miamoT  i  Desleal 
Hnbo,  que  con  vil  etelo 
A  ti  te  perdió  el  respeto ! 
íTbI  escucho !  ¡  Que  oigo  tal  '■ 


Temo  decirle  que  es... 

MT. 

i  Quién  T 

El  cardenal  Volseo. 
ni. 

1  Que  Volseo  se  atrevid 
A  ti,  y  quejosa  le  ofreces? 
Pues  sf  ya  tú  le  aborreces  t 
Ko  podre  quererte  yo. 
Vete ,  no  te  vean  conmigo , 
I  que  boy  seri  Volseo 
ii  vanidad  trofeo. 

Beso  tus  pies.  lAp.  Si  consigo 
Las  tres  cosas  que  Intenté , 
Las  tres  muertes  que  emprendí , 
Dichosa  diré  que  ful , 

V  mas  dichosa  seré 

Si  cual  roi  pecho  Imagina , 
En  el  imperio  ma  veo 
Sin  el  cardenal  Volseo 

V  la  reina  Catalina.)  {Vlw.j 

ESCENA  Tt 


EL  REY. 

¡Podré  lieear  hasta  aqnl , 
Sin  lener  liceDcia,  yoT 

¿Quién  tutela  negó? 

PASODIN. 

Suieu  te  la  negara  á  li , 
orno  i  él  se  le  aiiiojara  : 
Pues  si  el  Cardenal  quisiera , 
De  aquella  misma  manera 
Que  a  mi ,  i  ti  te  desterrara. 
{Selea  lo*  do*  uldaévi.) 

SOLDADO  1.* 

Tú,  seBor,  eres  mi  rey  : 
SiiU.seBor,  teservi, 
Poniendo  i  riesgo  por  ti 
La  misma  vida,  ¡qué  le; 


Siendo  Tu  soldado ,  mal  t 


ESCEHA  TIL 


tQué  es  eslo*¡No  he  dicho  ya 
ue  ninguno  entre  basta  aqnl  T 
tGnirdiuse  y  ctunplense  asi 
lis  órdenes  r 

KEf.  [Muy  itver».) 
-Bien  está , 
Cardenal :  basta ,  Volseo. 

Como  solo  be  procurado 
Excusarle  del  eofado  , 
Que  mendigos. .. 

■EV. 

Yo  lo  creo, 
Y  mejor  lo  excosari , 
ReroediaDdo  su  pwfia. 
La  hatíeodi  que  leMlínila^^  I  ,^ 


'  COMEDIAS  DB  EHM  PEDRO  CALENERON  DB  LA  BARCA. 


Ho  Mb  cmcelarlo  ;a. 
VneítrM bienes,  orenjeadot 

CoD  codicia  j  amtilcitH] , 

Ho  los  goiarÉis .  que  son 

De  aquestos  pobre*  soldados-— 

A  saquear  podréis  ir 

Sus  casas.  (A  loi  iMadot-i 

Pues  jqué  me  dejas 
Entre  ligrimas  ;  quejas,  ' 

Para  qne  pueda  tíiít? 

KEf. 

Annqne  os  pudiera  quitar 
Vida  que  es  tan  atrevida , 
Quiero  dejaros  la  vida , 
Por  dejaros  mas  pesar. 
Vivid ,  morid ;  que  es  penoso 
Esudo  llegarse  á  ver 


Un  ai 


d  poder 


Y  sin  manilo  im  ambicioso.       (1 

SOLDADO  1." 

'  Llegó  el  deseado  efeio . 
Qne  mi  suerte  pretendió. 

(Voie,  lUKitaáo  burla.) 

Apiñas  esie  me  rió, 

IV  sin  leuior ,  ni  respeto 
■itsa  delante  de  mi! 


Cutigo  del  cielo  fué.    .  (l'He.) 

iQue  estos  me  traten  asf '. 
Llegue  de  mi  vida  el  lin, 
Poniue  sirva  de  escarmiento 
Al  ambiciosa. 

pasquín. 
Al  momento 
Sal  de  palacio.  Pasquín  : 
No  entres  en  él  mas.  —  A  fe 
Que  todo  mando  se  acaba.        ( Vu#.) 


Hal  dijiste;    - 
Margarita ,  el  e: 


Esta  cadena  le  enTia 
Mí  lio  Reinaldo  Polo 
Con  grande  secreto. 

A  él  se 
Debe  la  tristeza  mía 
.S5  alegría. 


Euo  tolo  me  altaba  : 
Un  soplo  mi  vida  fué. 
i  Aj,  dudosa  astratogia , 

Y  qué  bien  me  prevenlste! 
¡Que  coa  tiempo  me  dijiste 
El  que  ima  mujer  sería 

HI  dettndciou  <  ¡Aj  Bolem!  • 

Por  engrandecerte  1  ti 

Sobre  las  uulieK,  cal 

Al  abismo  de  mi  pena. 

¡Plegué  i  Dios .  que  pues  Ingrata 

MI  infame  muerte  deseas, 

Sue  como  me  veo  le  teas: 
ñera  asi ,  qirien  asi  mala. 

Y  pues  al  cielo  le  plugo 
Darme  Qn  tan  lastimoso, 
A  ti  le  mate  tu  esposo 

A  las  mauos  de  un  verdugo.      ( Vate.) 

Cinpo  I  ntu  de  ana  iorr«. 

ESCENA  IX. 

LA  REINA  CATALINA',  UAItGARITA. 


Divierte  ai 


■thcuMrr*. 
.  lesa  pa^oD 
M campos,  seBora, 
ir  tablaijca  aurora: 
torre  no  es  prisión , 
mea  delta  saliste. 


Dios 
Os  pague  tanta  [dedad ; 
Y  en  tanto  que  estos  claveles 
Ñalixo  enlre  aquestas  rosas 
Apacibles  y  amorosas, 
Dimc  aquel  tono  que  sueles. 

:Que  consueles 

Tu  llanto  T  tus  |>enas  hoy 

Coa  aquella  letra! 

Si, 
Porque  se  escribió  por  mi ; 
Pues  en  tal  estado  estuy, 

$ae  ayer  maravilla  ftii, 
boy  sombra  mia  aun  no  soy. 
■A«c*f..TA.  (.Cauta.) 
Aprended ,  ficrm ,  de  mi 
La  g«e  va  de  afer  á  hoy, 
Üue  ayer  aiaravUla  fai , 
t  hoy  lombra  mia  aun  no  lag. 

ESCENA  X 


(E$euchanÍo  de  lijot  la  caneioa.) 
•¡Que  ayer  maravilla  fui, 
V  iiof  sombra  mia  aun  no  soy !  • 
Siguiendo  el  acento  voy 
Desta  dulce  vot  que  oi ; 
Pues  que  asi 
De  los  ecos  el  rumor 
Arrebató  mi  sentido. 
Que  eo  mi  ba  sido 
fin  reloj  despertador 
De  mi  sueüo  y  de  mi  olvido. 
Vuelve  con  vos  homicida. 
Serrana  hermosa,  a  cantar; 
"uelve ,  y  vuelve  1  se5i1ar 

os  instantes  de  mi  vida , 

lie  perdida 

luye  de  mi. 

HARGáHITÁ. 

Gente  viene. 
HEmA. 
Cubre  el  rostro. 

{fi^trente  ambu.) 

■UUDTA. 

A  lo  qne  creo , 
EsteesVobeo. 

HBMik. 

Novedad  el  verle  tiene  : 
Ijaber  la  causa  deseo. 

Bellas  lerranas ,  si  baa  sido 


Vuestros  dlviDoi  detft^ct 


i  un  peregrino  amparéis , 

Cobre  y  tau  ■     " 
a  llegado 


¡hado, 


A  pediros  que  le  deis 
Henos  de  lo  aue  ba  dejado. 
Hoy  limosna  a  pedir  llega 
Quien  ayer  la  pudo  dar, 
Quiea  escapado  del  mar, 
£ii  vuestro  arroyo  se  anega  : 
Una  luz  ciega 
A  quien  el  sol  le  vio  asi. 
Enigmas  confusas  soy : 
Tal  estoy. 

j}ue  podéis  cantar  de  mi 
■  Que  ayer  maravilla  ful , 
Vnoy  Mmbra  mía  aun  uo  soj.» 


{Ap.  delta.) 
lAél.) 


SI  tu  muerte  solicita , 

Si  te  quila 

Tu  hacienda,  causa  la  ohltga 

A  tal  furia ,  i  tal  desden. 

Antes  bien 

Pienso  que  Oíos  me  castiga 

Solo  porque  la  liice  bien. 


Sospecho. 
Que  rI  bien  hubiera  hecho 
A  otra  persona,  tuviera 

En  pena  llers 
E<  si;nlimieuto  doblado ; 
Pues  en  la  sutrte  que  Sigo , 
Advierto  y  digo 

n__  1  . ,-u  QlillpaJd^ 

enemigo. 


íQne  i  tal  extreDW  has  HegadoT 

iQué  mu  te  puede  decir 
Quien  ha  menester  pedir, 
Que  es  el  mas  humilde  esiadof 


Tú  has  hallado 

En  mi  remedio  felice. 

V  yo  hallé  consuelo  e 

Pues  que  vi 

Un  hombre  tan  infellce , 

Que  me  ha  menester  i  mi. 

¿Consuelo  le  da  mi  pena! 


li. 


SI ,  pues  aunque  pobre  quedo , 
A  ti  rcnwdiarle  puedo. 
Toma,  toma  esa  cadena. 

9,  cual  liberal,  el  cielo 
Te  hlxo  piadosa ,  que  es  mas. 
Va  que  el  remedio  me  das. 
No  me  niegues  el  consuelo , 
V  en  el  suelo 

Teadrts  dos  pUdoio*  noBbm. 
ü„„z.aBye,OOglC 


LA  CISMA  DE  INCALATERRA. 


Pues  el  mió  uber  qoiereí , 

Si  U  eres 

El  iofellk  de  IM  hombrea , 

Vo  k)  Ko;  de  I»  maier«. 

La  vida  }  alm*  te  dler* 

Por  eooMlarte,  Volseo. 

iCooócesmeT  {Deieibrete.) 

Ya  eo  (I  tea 

La  piedad  mas  wrítAera 

Íaemnen 
odo  el  orbe.  tOh  cointo  jem 
Kl  qM  Uen  bace!  Repara 
Si  e»  cosa  dará , 
Poes  Boleu  ue  destierra , 

V  Caialiua  me  ampara. 

MARCAHrrÁ. 

Sefiora,  gente  de  guarda 
Se  vt  llegando  basta  aqui. 

Sin  dada  vienen  Iru  mi : 
Va  aqai  el  temor  me  acohirdi. 
Por  ral  vIeneiJ  :  si  me  alcunia 
So  Taror.  me  darl  mnerie. 
Pues  acabe  desta  suene , 

V  DO  logren  su  esperanza. 
NI  reiigaoia 

Vo  mismo  la  be  de  tomar ; 
Qne  no  han  de  Irionru'  de  nú. 
-Drsde  allí 
Deapeitado  be  de  acabar, 

V  ¡moencomoTftl!  (Vw«.) 

ESCENA  XL 


El  Rey  mi  seüor  te  enría , 
.  De  ID  corte  desterrada , 
Del  cetro  deaberedaJa , 
A  la  princesa  Haría. 

mrAHtA. 
íQné  alegría 

Hajor  pudo  en  tales  platos 
Darme  mi  padre  ernel  f 
Pues  riel , 

Como  ;d  Tlva  en  tos  brazos , 
jQné  importan  cetro  j  laurel? 

Pierda  jo  cetra  j  caroca , 
Pierda  el  mundo,  7  viva  aquí, 
■Donde  no  te  pierda  É  ti. 
4C6mo  estl  el  Rejr? 

Bien  te  alxnia 
Tu  «irtod.  Esta  te  envía 
En  respuesta. 

Huerta  estoy, 
Pnea  ea  albricias  no  do; 
La  (Ida  a  tanta  alegría. 
•Jtae  el  rer  merecí  eo  mi  mano 
Carta  del  Rer  mi  sefior! 

tHa;  dlcba ,  taj  gloría  mayorT 
lay  hivor  tan*  soberano  í 
Decidle  i¡  Enrique ,  i  mi  bien , 
A  mi  señor,  i  mi  esposo. 
Cntnto  mi  peche  aoioroto 
Eitbna  tan  alto  bien ; 

?He  ettoj  tan  agradecida , 
tan  contenía  en  eiiremo, 
Dna  boj  aqueste  gusio  temo 
Om  Be  ba  de  cocUr  la  tfda.  (Fatti«.] 


EBCERA  Xn. 


El  pecbo  de  un  aleroso 
¡Qué  inquieto  y  confuso  lite: 
¡(}aé  de  «osfieclias  le  cercan ! 
Mué  de  temores  le  rinden  ] 
Ueseoso  de  saber 
Cámo  en  mi  corle  se  admiten 
Las  novedades,  pretendo, 
Hecbo  Arsos,  bectio  lince, 
Escuchar  lo  que  de  mi 
En  el  palacio  se  dice. 
Desde  aquí  suelo  escachar : 
l)e  COJOS  efecloa  víd4) 
A  conocer  quá  vasallos , 
O  me  niegan ,  6  me  siguen. 

[Retírate  ielru  de  la$  uUtiUt.) 

ESCENA  ZIIL 


Ko  taa;r  muralla  que  no  bomUle 
La  Hajesiad. 

CllLOS. 

Es  verdad. 
I ,  todo  lo  rthdei). 
uu. 
¿Era  vuestra  ? 

<UUOS. 

La  tenia 

Vo  por  posesión  felice, 
dueito  pensaba 
n  mi  poaer  humilde. 

Pero  al  Do  todo  se  muda. 

Por  mi  os  juro  j  por  Enrique 

De  saijsfaceraa  boy , 

Si  es  qne  Toestro  agravio  |dde 

Satiilacclon. 

Mo  la  tiene. 

ilU. 

^Porqué,  Curios  I 

No  es  potible. 


De  todo  oa  doy  parabienes. 

-V  todo  es  de  quien  os  sirve 
Como  amigo. 

De  mi  rey 
lirendido,  vengo  í  Enríqoe 
A  que  en  so  corte  me  ampare. 

BIOKIS.  (itp.) 

¡Oh  qaé  bien  la  exssi  Gi^ 
Ue  haber  vuelto: 


AHA.SBHEYRA.— Dichos. 

fOHjkS. 

Esta  es  U  Reina. 

Deja  qne  A  tas  pfés  se  bumille 

Un  nuevo  vasallo  tuyo. 

Que  ahora  ha  llegado  á  servirte. 

Dame  tu  mano,  j  diré 

(Juc  por  ella  solo  vine. 

A.  lus  pies  llego  i  ampai 

Donde  iasiicia  le  pide 

Mi  valor  de  cierto  agravio 

Que  me  bizo  el  Rey. 

'  DIOSIS.  {Ap.) 

íQuébieo  Unge! 
¡.Agravio  el  Rey! 


¿Y  qué  fué? 

En  mi  anaenciatrisie 
He  quitó  lo  que  era  mío. 


Una  foruleía , 
Al  parecer  Invencible. 
Paro  al  So  quedú  por  1  tija. 


Vjo 

En  aqnesta  cuadra  quise 

Quedar  sola ,  para  hablarte. 

Cirios ,  y  para  decirte 

"  le  no  es  la  satisfacción 

_  j  aquel  agravio  imposible. 
,  Si  UD  rey  me  quiere ,  si  nn  rej 

He  adora,  si  un  rey  me  sirve, 

iQué  resistencia  tuviera 

Una  mujer? 

cisuis. 
íQué  toe  dices? 

Si  me  Qljeras... 

EET.  (Ap.) 
¡Qué  oigo ! 
cAnLoi. 

ttk  te  ausentaite  j  te  fuist«, 

Cúlpate  á  l< ,  pues  uo  ba; 

Mujer  en  ausencia  firme, > 

Dijeras  bien ;  pera  el  Rej 

No  es  disculpa ,  que  no  rinde 

El  poder  la  voluntad, 
.  Porque  esta  siempre  foó  Ubre- 
Toma  esos  falsos  papeles. 

Toma  aquesas  prendu  vfleí. 

Que  en  mi  poder  estbi  mal. 

Cuando  bgjendo  como  UUseí, 

pienso  cerrar  los  oídos 

A  los  encantos  de  Circe. 

Hainomeqiieio(¡ay  triste!) 

&et  mojer,  7  como  tal  blclsta. 

(D«ftffW9ff|Mte,|rMM0M  UmI^ 


,t,zodb,GoOglc 


f» 


COHEOrAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


Eq»en,  Cirkw,  dpteote. 

[Aj  de  mi !  oprimida  y  libre , 

EDlre  el  amor  y  el  respeto 

a  a1m>  dudo»  vive.  {Vate.) 

{SaUetñfsitdimieeaabaeMamdiio.) 

-ESCENA  XVI.       . 

ELHEY. 


IB  desdicbaiT  i  Terrmle 


'iVo  enesBadoír  Ajeno  dueño 
Lo  i^  de  aquella  que  hoy  mide 
Loi  ravos  d«l  sol.  iQné  moclio! 
Era  sol ,  llegó  «a  eclipse. 
Este  papel  m  c*;6  (Alióle. ) 

Entre  aquellos...  íQuléa  resisto 
Tanto  dolor 'T  Letra  es  saya. 
iUe.)  Vot  lúii ,  Cárloi,  y  prosigue , 
Jfj  úueñf...  ¡Tat  pcoDunclé! 
¡Ticruos  amores  le  escribe ! 
Has  íqné  mucho  que  le  escriba 
Hujei  qu<-  3  mis  ujos  dice  : 
•  tiiiire  el  amor  y  el  respeto 
K1  alma  dudosa  <iveí  > 
"lies  lio  haya  duda  en  mi  (ama : 
Ella  dude ,  y  yo  conQrme. 
¡Ab  de  mi  guarda ! 


EL  CAPITÁN.  —  El  RET. 


Sin  r\  respeta  qiie  pide 
La  Hainud.á  laHeina  .. 
_4A  la  Reina!  i  Qué  mal  dyc!— 
A  esa  mujer,  á  >^i  Aera , 
Ciego  encanto,  r.<lsa  esUiiee , 
A  ese  haailis«-o.  i  ese 
Áspid ,  t  ese  airado  tigre, 
A  esa  Bolena  preuded , 

Y  en  el  castillo  invencible 
Ue  Lúiidres ,  que  del  palacio 
KstA  eiifi'eule,  en  noche  triste 
Viva  presa ,  y  al  Trances 
Oue  fué  embajada  r,  y  Kbre 
Kstien  palacio,  taniWn. 

{Vate  el  CapUait,\ 
•  ¡El  alma  dudosa  vive 
Eulre  el  temor  y  el  rcípelü!» 
La  que  dada  ,  va  concibe 
La  orensa,  y  en  esta  parle       * 
IMslari  que  se  imagine. 

Y  mujer  qiis  á  duilar  llega, 
iCoindo,  cuindo  se  resiste  t 
¡Aj  Bolena !  desde  el  centra 
Te  letaniasie  y  subiste 

A  coronarle  d«  nulies; 
Ñasiqué  violento  ealá  lirme? 


TOMAS.  -  EL  REV. 


|Tú,aeüor,  vocea  al  vient»; 
Crartde  mal  ei  el  que  riiidi; 
1.3  Hnjestad. 

¡  Ay  Bdeno ' 
'    Til  eren  prndeiil»,  lú  rlgcü 
HJiínperi»,  Ul  le  g(M«mas. 


Hi  presidente  le  hice  : 
Guardarme  debes  justicia. 
Hoy  he  de  ver  cómo  mides 
La  piedad  con  e!  rigor. 

Ocioso  es  el  prevenirme 

Tou  tanlos  pairemos.  Juro 
A  io«  cielos  que  administre 
Justicia  eo  mi  propia  sangre , 
Tan  limpia  desde  su  origen... ' 

Pues  esa  palalira  acppto. 
Toma,  loma,  y  no  eiamines 

Has  testigo.  (Dal«  el  papel ) 

Aunque  pudiera . 
Como  padre,  en  Hn  ,  reodinne 
A  la  pasión,  no  pretendo 
Sino  que  el  mundo  publique 
üueheEldojuez.yiiopadre. 
Libre  estoy,  quedaré  libre. 
Lavaré  en  mi  misma  sangre 
Las  manos. 

ESCENA  XUL 


ESCENA  XX. 

EL  REY. 
¡Ay  discurso ! 
¡Qné  me  alonneoiss  y  aOfge<i  * 
liusioQ,  i  qué  me  ameiiaiis! 
Temor,  i  [lor  qué  me  persigue*  í 
¡Taolos  enemigos  juutos 
A  solo  un  pecho  le  embisten! 
Socorred ,  Sefior  piadoso , 
Al  hombre  mas  Mellce 
Que  veri  el  mundo  eu  sni  tono*, 
Aonque  eternamente  giren. 

[Quidaiena  p«eo  uupenu.) 
Ya  nue  me  inspiras,  presumo , 
Mucho  aliento  con  que  alivie 
Mis  ansias,  si  yo  lo  admito  : 
Pues  comen/ait ,  concluidle. 
Que  vuelva  con  Calalina , 
He  decís.  Bien  se  permite. 
¡EMien  consejo!  Has  el  cielo 
iCutodo  le  dio  mato.  EuriqneT 
Ea ,  Iríigaome  i  nú  espi^sa 
Verdadera,  i  quien  humilde 
Pediré  que  pida  i  Dios 
Oue  con  so  pifdad  me  mire.  — 
¡Hola,  guarda ! 

ESCENA   XXI. 


I 


¡Villanos,  viles: 
Vive  Dios,  que  en  vueHiro  pecho 
Hoy  nii  furor  i'xamine. 
¡Vo  presa!  ¿Quién  en  el  mundo 
Pudo  atrevido  medirse 
CoD  mi  poder  y  mí  ntano? 


Si  él  me  escncba , 
El  lo  diri.  —  Tú ,  invencible 
César,  ime  maudas  prender? 


i  Quién  resiste 
K  las  preceptos  !  Yo  esioy 
Siempre  i  tus  plantas  bumitde. 
Eii  ellas  pondré  la  boca. 
Kas  íqué  causas  hay  que  obliguen 
Aeue  extremo? 

Til  las  sabes, 

V  mi  voz  no  las  repite , 
Hasta  que  ofenda  ¡  cu^tigo 

Con  tu  muerte  se  publiquen.     (Va. 

Aquí  dio  lin  mi  fortuna,    . 
Aqid  los  triunfos  sublimi's , 
Ai|ui  las  doradas  glorías , 
Aquí  las  honras  insignes. 
¡Ay  fortuna,  loco  almendro! 

^Qué  sin  tiempo  y  mtoa  diste 
losadas  hojas !  ¿  Qué  importa 
üue  t  sus  giros  ilumine 
Elsnl  tusBnrrs,silni'go 
Airados  vientos  emliisli-n. 

Y  lo'Chos  cadáver  del  campo     * 
Tus  desiTÓocados  malices  , 
Aves  sin  alma  en  el  viento 
Fueron  despojos  sutiles! 

Id  con  ella ,  y  ese  érden 
Se  ejecute: 

Coihn  dices 
Se  cumpllri. 


Aunque  mi  lida 
Ponga  á  riesgo,  he  oe  pedirle 
JuMicia  i  mi  padre  el  Rey.  — 

I  A  tus  pies,  invicto  Enrique, 

;  Va  no  comu  hija  luya. 
Sino  como  la  mas  triste 
Hiijer,  le  pidojusiicja. 


Venganra   De  aquesos  pies 
1^0  he  de  levantarme  humilde, 
Hasla  que  me  la  concedas, 
O  que  la  mia  me  quites; 
Justicia,  señor,  justicia. 


In  mejor  imperio.  ¡Ah  cíetns! 
¡Qué  mal  hice !  que  mal  hice ! 
Has  si  no  tengo  remedio. 


Yo  negar  al  Papa  quise 

^ testad,  yo  usurpé 
Iglesia  un  increíble 
Tesoro ,  lanío  que  es  ya 
Restitución  imposible. 
Si  i  las  grandfs  boy  les  quito 
Las  reñías,  y  i  los  que  lioy  viten- 
Libres  les  vuelvo  i  puner 
Leyes,  haré  qoe  apelliden 
Lillerlail.  ¡  Ángel  hermoso, 
'  Que  en  trono  de  lux  asistes. 


byGOOglC 


I  Qa4  nul  hice !  qué  mil  biee  !— 

(Hablanih  con  la  ¡nfanta.) 
Tú  uria  de  fngalalurra 
Reina ,  *  porq^ue  ae  confirme , 
Hoi  le  ha  üe  jurar  et  reino. 
Para  que  ea  ti  resuciieu 
De  tu  siempre  santa  madre 
H«DorÍJS  que  In  acredllen. 

Y  cauréte  en  Espafi* 
Can  el  Secundo  Kelipe , 
Huo  de  cirios,  honor 
De  los  flamencos  paiset , 

V  d  arele  ta  vengaiiu 
De  la  Jeiabel  que  pides. 
Porque  tu  coronación 
Tenga  princi;>ios  fcltces. 
Llamen  i  la  jura  al  reino. 


En  el  dia  qua  tan  inste 
Eslis.  srfior,  j  lo  eslo). 
No  seri  Bien  qne  me  obligues 
A  Un  fes  ti  tas  acciones 
Como  los  aplausos  piden. 
Otro  día  podrí  ser. 

Ko;  ha  de  ser ,  no  repliques; 
Que  ja  qne  á  lu  midre  no 
Pude,  aunque  lanío  la  quise. 


Cuando  del  cielit  To  mire , 
y  para  Bolena  horror, 
SI  ya  en  el  mayor  no  asiste. 
Vete ,  <¡  vblete  de  gala. 


ESCENA  XXU. 

TOMAS.-EL  REY. 


Ya  hice  lo  que  mandaste. 

Callad,  mirsü..! 

{Hd>¡m  bt¡o.) 
Prevenidme, 
Ya  me  emendéis ,  i  la  jura 


SI  hice 
Lomas,  en  lo  que  es  lo  menos, 
iCúmo  podré  no  servirte!        (Vmí.) 


EL  REY. 

i  Cómo  tenso  de  mirar. 
Pues  no  Terlo  es  imposible    • 
Kl  mas  funesto  teatro, 
Y  espectlcub  mas  Irisle, 
Que  del  exordio  del  mundo 
A  su  periodo  mire 
V.n  indo  el  globo  Inferinr 
El  sol ,  de  sus  orlies  lince  T 
{Tocan  dtitlro.) 


Yala^ 


lajur 


rucan  Mrinlat  y  elartne* ,  y  talen  EL 
REY  T  LA  INFANTA,  que  sufren  á 
■a  iTúna ,  á  eugvt  piit ,  en  lugar  de 
almohada.  Hade  eitar ei cuerpo  de 
AMA  BOLENA,  cubierto  con  unta- 
fetan;  y  en  rilando  tentado»,  la 
deicubrtn ;  TOHAS,  MARGARITA, 
EL  CAPITÁN,  CABALLUos. 


Qoá  bien  vuesira  Majesiad 
ialisOio  mis  ofinsas , 
Pues  que  me  ba  puesto  i  bs  piís 
"  len  peiisó  ser  mi  calKU  I    . 
__ji  tan  alegres  principias  .' 
Nis  dichas  seríiii  eternas  : 
Gloriosos  triunfos  me  apardan, 
Trlunfaulus  glorias  me'  esperau. 


Con  SI 


*  consolado  Sngirme. 


LA  CISMA  DE  INGALATERRA. 
Aquí ,  valor,  ayudadme ; 
Aquí ,  valor .  permitidme 
U<ie  muestre  aq^ui  del  que  tuve 
Alguna  seña  tisible. 
i  Ayuda  aquí ,  poderoso 
Sefior,  que  el  bajel  va  1  pique ! 
:  En  que  piélagos  navega 
be  coDfusianes  Enrique !  •       ( Vau.) 


I  crisUsnlsimo  Enrique, 


1  Inglesi 
le. Te  vi 


Para  dar  s; 

Al  vulgo ,  monstruo  que  piensa 

Uue  la  reina  Catalina 

No  fué  legitima  rema, 

Hoy  i,  HanasuhUa. 

Iiifanta  y  señora  nuestra  , 

tlaica  heredera  suya , 

Quiere  jurarla  princesa. 

Para  cuya  acción  heroica , 

Los  grandes  ite  Ingalaierra 

V  titulados,  í  Londres 

onvoca  á  su  obediencia, 
ida  como  rey  suyo, , 
universal  cabeza 

En  entrambos  fueros,  que 

Al  jorameato  procedan. 

Asi  ¿la  obedecen  lodosT 

SI  obedecemos. 

Su  Alteza 

de  cumplir 

Su  obligación ,  que  es  aquesta  : 
Que  ba  de  conservar  en  pai 
Sus  vasallos,  aunque' «ea 
A  costa  de  su  descanso , 
Obligación  de  quien  reina. 
Que  i  nadie  ba  de  compeler, 
Con  alteracioRes  nuevas  . 
En  mataría  de  costumbres, 
A  la  extirpación  de  stclas. 
Con  Roma  y  con  su  Prelado, 
Para  excusar  direrencias , 
Si  quiere  proceder  bien , 
Como  su  padre  proceda. 
Mo  ha  de  quitar  á  los  legos 
Xas  eclesiásticas  rcn'as. 
Ni  ha  de  presumir  que  es  robo 
Quitárselas  i  la  Iglesia. 
Si  esto  vuestra  Alieía  jora 
Cumplir,  loda  la  Dobleta 
Princesa  la  Jnrarl. 


Poes  no  quiero  ser  princesa. 
1  Vuestra  Najesiad ,  sefior. 
Este  juramento  onieus 

Que  naga  Y 


Y  no  pide- cosa  noeta. 

?i  el  reino  lüensa  de  ul 
Que  be  de  Jurarlo ,  mal  piensa , 
Cuando  de  mil  reinos  junios 
Imperios  me  prometiera. 

Y  pues  vuesira  Majestad 
Sabe  la  verdad,  no  ouiera 
Que  por  ra7.ones  de  Estado, 
La  ley  de  Dios  se  pervierta. 
Quien  Iti  líete  éocramenlo* 
Escribió  con  excelencia 

Tan  grande ,  que  los  mas  doctos 
Como  milagro  reoeran ; 
Quien  la  inobediencia  al  Papa 
Condenó  de  tal  manera,  . 
Que  al  hereje  mas  sofista 
Concluven  sus  consecuencias; 
Quien  aella  escribió  tan  alto. 
Que  confundió  la  protervia 
Del  sacrilego  Lulero, 
Aquella  alemana  bestia , 
¡-Hoy  ha  de  contradecirla  '■ 

\Ap.  Dices  verdad ;  mas  va  es  (llena , 
Por  mi  opinión.  ¡Pobre  Enrique'. 
iQué  de  daños  que  te  enteran '.) 
Marta,  moza  y  mujer 
Sois,  y  la  poca  experiencia 
Qi  hace  hablar  dfse  modo. 
Tocaréis  las  conveniencias, 
y  veréis  lo  que  os  importa. 

Lo  que  Importa  es  qne  ii  la  Iglesia 
H  um  lides  obedes  camos ; 

Y  yo  postrarla  por  tierra. 
La  obedezco ,  renunciando 
Cuanias  humanas  grandesas 
He  ofrezcan  .  si  ha  de  co! ' 
Negar  la  ley  verdadera. ' 


Vuestra  Majestad  modere 
El  pensamiento  á  tu  Alteza , 
Porque  no  la  jura  el  reino. 

Hart  muy  hien ,  porque  crea 
Qne  al  qne  me  jure,  y  fallare 
A  lo  que  mi  ley  profesa , 
í^  no  le  quemare  vivo, 
Seri  porque  se  arrepienta. 

«ET. 

Efímeras  de  la  edad 
De  Haría  son  aquestas. 
Ella  es  cnerda ,  y  sabrl  bien 
Moderarse,  como  cuerda. 
El  reino  puede  jurarla, 
V  si ,  cuando  llegue  i  Heb», 
No  fuere  del  reino  igostOi 


COHBDUS  DE  DON  PEDUO  CALDERÓN  DE  U  BARCA. 


Üep6ng»li„.^ 

Callaa  7  disimulad ,      (A  ta  hfmita.) 
One  Üeinpo  *eitdri,eD  que  pneda 
EMCdoeiecatane, 
Ser  ioceiidio  eu  cenleHa. 

CAnTAN. 

*  iOniere  el  reino  hacer  la  JaraT 

TODM. 

SI ,  pues  nuestro  re;  lo  ordena. 


Vo  la  recibo.  {Ap.  Sin  ellas.) 
[Teeatt  ehii1mia$ , s béianla  ¡amano 
een  lu  ceremonial  «rdinariai,) 

Ya  »Í8  princesa  de  Walia 
Jurada ,  ja  landres  muestra 
Ed  SOI  aplanaos  su  gusto. 


Dios  os  gaarde. 

Y  aqui  acaba  la  comedia 
Del  docto  iRnorante  Enrique, 
y  muerle  de  Ana  Bolena. 


byGoogle 


Cm  QUIEN  VENGO,  VENGO. 


OCTAVIO.  roÍM. 
DONJtlAN.vaJu. 
DON  SANCHO ,  talen. 
URSINO,  vJ</<>. 


LÍSABOA.diinia. 
LEONOR .  dama. 
MSH: .  eñada. 
CELIO,  crídit*. 


EL  GOBERNADOR  DBVERONA. 
Criados. 


JORNADA  PRIMERA. 

Stiii  *B  t*M  tt  Don  Stmcho. 
ESCENA  PUHEBA. 


Y>  e>  pape)  esiá  (>n  mi  mano  : 

tCtoio  bu  lie  excusarle  abura 
e  que  If  vea? 


Henuaaa,  Liíanla,  advitiru.., 

USAHbil. 

Esto  ba  de  ser  üesu  suerte. 

LEOSO».  (Ap.)        . 

i  Qvíéii  wb  deidicbas  E)^or»  ? 

USARB*.  (Lie.) 

Amor,  ifñor  Don  Juan,  que  de  amor 
ne  pata  4  alremmienie,  iadignametiie 
túquiere  ti  ttúmbre  :  úlgala  el  mío, 
piei  me  atreve  dlanto.  que'nía  mlrarel 
rletgo  de  mt  vida,  el  temur  de  iiii  her- 
nana,  ni  el  recelo  df.  LUarda,  ot  lu- 
plieo  veagait  ettanochc porel joriin, 
donde  entrarii»  á  hablarme;  y  venga 
eon  toe  el  criado,  porque  cttaiido  gv 
mentara  mi  vida ,  tratu  ¡le  asegurar  la 


i  Notable  resolucton ! 
(Ap.  Has  mal  haj  del  (|U£  peiisé , 
Pues  donde  solo  bu-squé' 
tina  sombra,  una  ilusión. 


Ljonsejo  toma  el  prudente.) 

itisjt  contenta,  di, 
:  haberlo  sabido  T 


El  papel ,  que  b.ibia  de  ser 
üe  disfpisto  ;  de  pesar? 
Pues  quien  no  lo  ha  de  estorbar, 
¿Porque  lo  quiere  saber* 
¡Hira  lo  que  faas  conseguido, 
Uue  andando  yo  Cuo  secreto, 
(ion  recalu  t  ton  respeto. 
Hujeudo  de  ti ,  bas  querido 
[>erder  el  ano  te  be  tenido  1 
Pues  cuando  til  un  entendiste 
Hi  amor,  resprlada  fuiste; 
Vya  que  lo  sabes,  no; 
Porque  no  lie  de  oltidar yo. 
Porque  tú  mi  amor  tupiste. 


¥  cuando  &  mi  discurso  voj, 
Uus  del  discur«o  me  alejo. 
l)os  veces  de  II  me  quejo  : 
Uc  pane  de  tiaesiro  bonor 
Una .  jr  otra  de  mi  amor. 
Que  i  amar  j  callar  te  oneces , 
Para  ofenderme  dos  íeces 
Con  una  culpa ,  Leonor. 
Cuando  tú  te  aconsejaras 
Conmino  para  quffrer, 
La  primera  babla  de  ser 
líue  dijera  i^ue  do  amaras ; 
Mas  si  i  decirme  llegaras 
yue  amaste  una  »ei,  jo  íbera 
La  primera  y  la  tercera 
Que  echara  el  manto  al  amor; 
(Jue  si  aquello  liiera  honor, 
lieiotro  cordura  fuera. 

LEOnOR. 

Hu  nacido  sla  empefio 
EiJ  palabras  y  en  acciones , 
Tan  dueño  df  tus  pasiones , 
De  tus  discorsos  tao  diÜBo, 
Que  no  y¡  en  U  el  mas  pequefio 
Afecto  a  mi  pena  igual. 
Para  que  eu  desdicha  tal 
Te  descubriese  lamia, 
V  hace  mal  (|nien  w  mal  fia 


A  quien  no  sabe  del  mal. 
i  Quién  ei<  libertad  se  vU , 
Que  s«  duela  del  cautito? 
Quién,  estatHlo  sano  y  vivo, 
!$e  acuerda  di-l  que  muriúT 
Quién  en  la  nrllla  rogó 
Por  el  que  eu  el  mar  fallece  í 
Quién  del  dolor  se  eniiiciece,' 

Sue  a  otro  aOige  y  desalienta? 
adié,  que  nadie  hay  iiiti-  sienl 


u  te  hablé. 


Pon|ue  en  lilierli 
Huerta,  no  me  llegué  i  ti, 
Porque  con  vida  te  hallé; 
Desue  el  mar  nu  te  llamé , 
Porque  en  la  orilla  vívia^; 
Doliente,  en  las  ansias  mias. 
Note  pedi  que  ¡¡atieras, 
Porqne  sé  que  no  supieras 
Senlir  lo  que  no  sentías. 
Pero  ya  que  yo  no  he  sido 

?ulen  te  ha  dicho  mi  cnidadn, 
que  la  ocasión  me  ha  dado 
El  lance  que  se  ba  ofrecido, 
Sabe  que  amor  be  tenido , 
V  sabe  que  fué  llon  Juan 
Colona,  i  quien  lugar  dan 
Uís  favores  en  secreto , 
Por  ilustre  y  por  discreto. 
Por  valiente  y  por  galán. 
Üi)s  ai^os  bi  que  festeja 


A  los  hierros  de  mi  reja. 

Al  ruego,  al  llanto,  1  la  queja. 

Roca,  monte  y  fiera  fui ; 

Pero  íquién  pudo  { ¡  ay  de  mi  • ) 

Resistirse  tiempo  tan  I  o 

A  ta  queja,  al  ruego,  al  llaulo 

De  00  hombre  que  Murar  vi? 

Vida,  hacienda  y  honra  gano 

Con  tal  duefio  :  esto  prefino 

Hiesperania,  cuando  vino 

De  la  guerra  nuestro  hermano. 

V  viendo  que  ya  es  en  vano 
Hablar  por  la  reja,  quiero 

Que  entre  al  Jardin  ( no  el  primero. 

heti  mi  amoroso  error. 

Que  le  enmiende  otro  mayor): 

Kn  él  esta  noche  espero. 

Has  pues  te  h*  dicbo  el  papel 

A  lo  que  mi  amor  llegó. 

No  es  bien  que  te  diga  yo 

Lo  que  ya  le  ba  dicho  él. 

Esia  es  la  causa  cruel 

De  mi  sraii  melaocolla , 

Este  ellin  de  mi  alegría; 

V  pues  que  tu  hermana  soy 

V  humilde  i  tus  pies  estoy, 

No  estorbes  la  saeru  mía,  i 


tu 


CWBUAS  DE  DON  PEDRO  ULOBRON  DE  LA  BARCA. 


Aunque  et  verdad  qae  pudiera 
or«iHlem)e  de  lu  amor, 
EaUi  resuella,  y  error 
NoUMe  el  reñirte  fuera , 
Poet  sé  que  coii  eso  hiciera 
■ajoruiMnor^rtare 
De  h)  que  al  nrmcipio  Tué ; 

8ae  aunque  de  amor  iio'lie  sabido. 
Be  crece  mas  resislido 


Cu;os  templados  cristales , 
Naciendo  juulos  é  luaates , 
Son  varios  y  difereules ; 
Pvetcoairarias  las  corrientes, 
liU  de  ore,  nieve  ;  plata 
Qoe  una  montaña  desata , 


Qae  te  UM  mata  <lc  ardor, 
^  la  otra  de  Ueh»  mata. 
Yo  que  aburreico  el  amor. 
Yo  qae  ni  eslimo  ni  quif  ru , 
Soy  la  del  bielo,  fmea  muero 
A  manos  de  mi  rigor ; 
l'É  cfue  adoras  su  sabor 

Y  lu  mismo  daíiii  adquieres, 
Eres  la  opuesta,  puea  mueres 
Llena  de  ardor  )  de  [uego  : 
JuuléouMios,  (lurque  luego  , 
Si  soy  bielo  y  fue^o  eres, 
i;einplat¿mos  de  manera 
Nuestra  condición  nociva , 
(Joe  el  cargo  del  amor  viva  , 

Y  el  de  la  opinión  no  muera. 
Olme,  pues,  -;  quién  es  tercera 
De  tu  amor  i 


lOb  qué  Infelii  i  ser  vienes, 
LeoiMr,  supuesto  que  tienes 

Sue  le  calle  uuacriadj! 
as  oye  lo  que  be  pensado 
Para  asegurarme  i  mi , 

V  no  embaraiarte  i  ti 

La  esperan;ía  de  lu  estado. 
Eu  traje  disimulado 
Ye  ta  criada  he  de  ser 
l)e  nocb«,  ponjue  lie  de  ver 
Sj  es  (an  honesto  el  empleo 
De  lu  amor  y  tu  deseo 
Como  me  das  á  euleiidei'. 
Seis  cosas  asi  íuusígo  : 
Ser  con  nuestro  Uonor  leal , 
Ser  contigo  liberal, 
y  ser  honruda  ctHimigo , 
Dar  i¡  tu  amor  un  testigo 
Que  temas  enamorada , 
Snspender  df^puesla  espada 
De  Don  Saiicbo  cuando  venga , 

V  eicusir  al  Un  que  teuga 
Que  callar  nifa  criada. 
Envía  pnes  el  papel , 

V  empiece  el  engaño  lioy. 

Ksperando  un  criado  estoy, 
Que  aquí  ha  de  venir  por 'él 
Ahora...  Y  aun  es  aquil. 

Atnitae  de  Don  Juan  ol 
La  fama,  nunca  le  vi, 
NI  i  «I  conoicD  ni  al  criado. 
Dale  el  papel ,  con  cuidada 
De  que  te  guanlaa  de  ml^ 


E8CEKA  U. 

MSE,  CELIO.—  LISARDA,  LEONOR. 
[  cCLio.  (Ap.  á  NUt.) 

No  fullarji  una  cautela; 
One  i  los  audaces ,  sin  duda , 
Dicen  que  Toriana  ayuda, 
Y  1  tos  llmidiis  repela. 

Va  te  >i6. 


Ese,  wBora,  es  mi  numbre. 


No  sé 
Oué  respuesta  daros  pueda  : 
Ténnrmí  se  me  conceda... 
El  de  la  ley...  Para  que 
En  tan  estupendo  exceso 
Halle  tie  disculpa  indicio. 


No  de  hurlas  respondáis, 
Cuando  de  veras  os  hablo. 
ctno.(Ap.) 
Esta  mnjer  es  el  diablo. 

Decid  presto á  quién  buscáis, 
O  haré  que  por  atrevido, 
jlil  palos,  villano ,  os  den 
Dos  esclavos- 
No  harán  bien 
En  darme  lo  que  no  pido. 
Hi  conciencia  acomoaada 
Corre,  porque  desto  gusta. 
Siempre  abierta  j  nunca  justa , 
Por  no  verse  empalitada  ; 
Y  tanto  se  sulilka 
ül  temor,  que  de  mi  casa 
No  salgo  el  dia  que  pasa 
Por  ella  Uons  de  Paliía. 


Sentencia ,  ved  que  ninguna 
Causa  contra  mi  tenéis. 
Buscando  vengo  al  cajero 
De  Don  Nicolás' Ursino , 
Ksie  geiioves  veciito , 
Para  que  me  dé  el  dinero 
Que  de  una  llbranta  resta. . 
Üijérnnme  que  >i»ia 
P»rcd  en  medio,  y  creía 

?ue  fUese  la  casa  esta. 
asi ,  por  ella  me  he  entrado , 
Como  quien  vieiiR  i  pedir; 
Has  con  volverme  i  salir 
Se  enmienda  lodo  lo  errado. 

(Qaiere  Irte.) 

Llímale  y  dale  el  papel , 

Leonor,  sioque  yo  lo  vea.  (Ap.della.) 


Cid,  toldado.  Quien  desea 


Castigar  boy  un  erad 
Vuestra  osadif ,  ha  mandkdo 

Sue  os  diga  que  aqui  (advertid) 
o  volváis  mas.  (Oaf«  t¡  papel.) 

Pues  decid 

?ae  yo  lo  pondré  en  cuidado, 
cumplida  mi  rsperaou 
No  vendré  m:is  donde  estoy. 
Pues,  Dios  bendilo.  me  voy 
Sin  palos,..  [Ap.  Y  con  librania.) 
{tí  irte  Celit.U  deliege  Do*  Sancho.) 

esceha  m. 

DON  SANCHO.— DiUM. 
•OH  aiHcio. 
iQué  libran»! 

«LIO.  íAp.) 
Este  es  peor 
Lance:  no  me  voy  sin  palos. 

íi}iié  buscaisT 


i  De  quién  sois  criado  vos! 

De  liíos. 

¡Lindo  desonrado! 

Si  Dins  lodo  lu  ha  criado, 
i  Ouí^n  no  es  criadq  de  DiosI 

V  si  arsumentos  tan  buenos 
No  os  dejan  aUgurido, 
Pruebo  que  sov  >a  criado 

En  que  es  i  ip'iien  sirvo  menos. 

V  al  cabo,  por  verro  entré 
Aquí,  y  ya  me  be  disculpado 
Del  ¡erro  y  de  babe r  entrado. 
No  le  lo  di^n,  porqué 


Eso 

Algnn    

Has  si  A  saberlo  te  orrecea. 

Mejor  lo  podris  oír 

Desas  da:uas,  i  quien  yo 

Lo  he  dicho  ja,  j  mi  capricho 

Se  atiene  i  lo  dicho  dicho.        (' 


Déjale ,  que  aqni  se  entró 
Pregaotando  si  sabia 
De  un  vecino,  i  quien  él  viene 
Buscando;  y  Ul  humor  tiene, 

8UC  estuviera  todo  el  dia 
yéudole,  según  ei 
De  entendido  y  sazonado. 

.     bon  SAKCHO. 

Con  lodo  eso.  no  rae  agrado 
Yo  de  estas  cosas.  Despnea, 
O  Lisarda ,  que  deje 
La  guerra  y  vine  i  vivir 
l'.n  b  paz,  para  asistir 
Masa  vaesiro  lado,  hallé 
En  la  calle  alguna  vei 
A  este  hombre ;  y  no  quisiera 
Que  ocasión  mi  honor  me  diera 
Para  que  haciendo  júei 
Al  mmido  de  mi  valor, 
Algnn  loco  pensamiento 
Fuera  trágico  eacarmienlo 
De  las  Corlunas  (lQ.anor. 
u,nt,z9dfiyC00g|c 


El  que  te  ojen  dei-ir 

BaT.ones Itn  ponderadas, 

Tan  graves  5  lan  cansadas , 

Huj  bien  podri  presumir 

Qae  ana  de  las  dos  previene 

Asunios  de  lu  temor  ; 

Cuando  en  baeha  lej  de  bonor, 

lio  solo  quien  no  le  tiene 

Lo  bi  de  pensar  *,  p*'ro  quien 
¡  Ve  tiene ,  det>e  pensar 
'  Qae  ei  tal  le  pudo  engañar, 

Qiie  es  lo  que  le  esiá  mas  bien. 

Y  Mi,  del  aire  no  argu)as, 
DonSanclio,  ilusiones  Vanas, 

?ue  al  fin  somos  lus  iiermanas; 
aunque  no  por  serlo  tujas 
Debiéramos  proceder 
Ken,  por  ser  iiosolras  si) 
Pues  no  aprendimos  de  ll 
Ni  de  tus  celoE  el  ser 
M  el  lustre  con  oue  nacimos, 
NI  nosvstuviera  liien 
El  aprenderle,  de  quien 
Viles  hazañas  oímos. 

Y  BSt  et  valor  y  la  fama 
De  que  al  cielo  haces  leslígo , 
Cnirdale  para  el  amigo 
A  quien  quitaste  la  dama.  {Vatf.) 

IKW'SjINCHO. 

Escucha ,  LUarda ,  espera. 

i  Para  qué  te  ba  de  escuchar  1 

Para  qne  ja  qne  i  culpar 
Llegó  tan  alüva  j  fiera 
Uoy  mis  acciones,  también 
Sepa,  Leonor,  que  ba  mentido 
Kl  coronisla  fingido 
De  mis  celos. 

LEnio*. 
Está  bieu ; 
Pero  allt  podiíl  mejor 
Que  no  aqni  tu  pensamiento 
Ver  el  Irlgico  escaí  miento 
'  be  las  fortunas  de  amor.  (Vom.; 


BabiUdondeDoaJnan  ei 


DON  lUAH,  OCTAVIO. 

nnve  melancolía 

Es, Octavio, la  vuestra:  lodoeldií 

Nu hacéis,  aquí  encerrado. 

Sino  dejar  las  riendas  al  cuidado , 

Dando  coo  mil  enojos 

Vm  j  llanto  á  Ins  lühios  jr  i  los  ojos. 

Corrido  del  tiunjilda  alojamienlo 
Que  en  mi  c^sa  se  os  hace. 
Poco  tamo  di>lnr  se  satisface 
Con  tan  pequeña  queja. 
Pues  agraviad»  el  senIJmleulO  deja. 
Haccdine  >  mi  lesiiso 
De  (\iesuos  leniimieuios. 
ocrATio. 

lAjaiiiigo! 
Hd  hagáis  (au  grande  agravio 

<  Ka  solo  igBleii  no  le  tiene  (lemo^  w  lo  ba 
U  pMMr,  ilBD  ni  »n  <|iilrn  Le  Ucit ,  ele. 


CON  QUIEN  VENGO,  VENGO. 
A  la  amistad  de  Octavio ,  • 

Pensando  que  podía 
Vuestra  casa  aumeniar  la  pena  mia ; 
Pues  como  veis  que  es  fuer» 
No  verme  el  sal,mi  sentimieutofuena 
El  esiar  solo  j  triste  :  [sislc. 

Has  qne  en  la  causa,  en  la  pasión  con-^ 

Aunque  yo  de  un  amigo 

^Ullca  i  saburní  i  preguntar  me  obligo 

Has  de  lo  que  él  quisiere 

Decirme,  aquí  la  ley  asi  predere 

La  voluntad,  que  quiero 

Qne  me  acuse  la  parle  de  grosero , 

SnnliciiHlds  merezca  mi  cuidado 

Saber  la  cansa  con  que  habéis  llegado 

Encubierto  i  Verona , 

Recalada  drl'sat.vuestra  persona. 

Haciendo  mi  aiiosenio 

Voluntaria  prisión. 

Esiadme  átenlo. 

Bien  os  acordáis,  Doh  Juan,  . 
I)e  aquel  venturoso  tirnjpo, 
Qne  ['Mías  escuetas  fianiosas 
De  Bolonia ,  patria  j  centro 
De  las  arles  j  las  ciencias . 
Euimos  ios  dos  compañeros , 
Viviendo  un  Cuerpo  dos  almas 

V  dando  un  alma  i  do$  cuerpos. 
Bieu  os  acordáis  laminen 

De  que  en  tm  mismo  correo , 
De  vuestro  padre  y  el  mió 
Tuvimos  mulos  dos  pliegos, 
Kn  que  el  señor  Don  Ursino 
Os  mandaba  que  al  montento 
Viniésedes  i  Veruua 
A  descansarle  del  peso 
l)e  vuestro  estado,  porqué 
Os  leuian  sus  deseos. 
De  una  principal  señora 
Tratado  ya  el  easamieiilo. 
En  et  mió  me  mandaba 
A  mi  mi  padre  que  luego 
Trocase  plumas  v  libros 
Por  las  galas  y  el  acero. 
Vos  i  casaros  ;  yo 
A  la  guerra,  en  un  dis  mesmo 
Palmos  llamados;  ñ  bien 
No  de  contrarios  efectos , 
Porque  la  guerra  y  casarse 
Tuda  es  uno  en  este  tienipo. 
Al  despedimos  los  dos , 
En  el  abraio  postrero 
Palabra  los  dos  nos  di,mos 
Que  bablamos  de  valemos 
ülunoalotrn,  y  llamarnos 
Para  cualquiera  suceso  : 
Sobre  coya  contlanza, 
A  buscaros,  Don  Juan,  vengo, 

Sira  probar  que  soy  yo 
as  vuestro  amigo,  supuesto 
gue  yo  d<-  vuestra  amistad 
oy  quien  se  vale  primero. 
Doblemos  aqui  la  hoja 

V  i  los  discursos  pasemos 
De  mi  vld:i .  qne  son  tales 
Üui!  imagino ,  dirdo  y  temo 
O"''  yo  los  pueda  decir. 

Si  no  los  dice  el  si  leudo. 
Sali  de  Oolonii  )iues 
Para  Miiail ,  donde  luego 

Íuo  llegué ,  senté  la  pTaia 
«enlajas  en  el  tercio 
Del  señor  duque  de  Lenna , 
Aquel  Escipiun  manceba 
En  quien  Adénis,  Mercurio 

V  Harte  tienen  imperio. 
A  mi  discurso  voltamos. 
Que  huele  i  lisonja  esto; 
Has  satptoezas  son  (ales,  . 


Que  aunque  callarlas  deseo , 
fcs  fuerza  volver  i  ellas 
Antes  que  acabe  el  suceso. 
Asenté  en  su  compañía 
1^  piara ,  v  mientras  el  tercio 
EsluiornMítan,enéi 
Divertí  los  pensamientos 
De  la  patria  y  los  amigos 
Entre  mujeres  y  juego. 

Algún  amoroso  extremo 
Turda  ja,  porque  sin  él 
Esiá  fno  cual<[uier  cuento ! 
Amor,  al  lin .  que  no  teme 
Los  escándalos  y  esiruendoi 
De  Marte  (que  ilesde  niño 
Le  tiene  perdido  el  miedo , 
Como  se  crió  en  sus  brazos). 
Depuesto  el  arco  y  depuesto 
El  arpón,  quiso  tal  vei 
Matar  con  armas  de  hego, 
V  en  nnos  divinos  ojos 
hiiroiliijo  taiilo  incendio. 
Que  hicieron  TroyaHas  albas. 
Aun  untes  de  verse  denlro. 
Vi  y  amé  tan  Igualmente , 

8ue  vienclo  y  amando  a  un  tiempo , 
ubo  des[iues  competencia 
Sobre  cuál  serla  iirlmero. 
Por  no  cansaros ,  aunque 
Con  gnslo  me  estéis  oyendo, 


Lo  que  es  losares  continuos  *, 
Ventanas,  calles,  terrero. 
Señas,  p;ipeles,  criados. 
Noches,  embozos,  paseos... 


Va  es  hibito  del  amor 
Gozar  mts,  quien  vale  menos. 
También  sabréis  cómo  ijallaron 
Buen  sagrado  niis  deseos. 
Creció  amor  comunicado, 
Y  de  un  lance  t  otro,  ^guiendo 
Al  incendio  de  la  visla. 
Por  vecindad,  el  incendio 
Del  alma ,  pasó  el  que  era 
" entre  hielo. 


liaba 


Tornasoles  y  reOrjos, 
A  ser  Etna ,  i  ser  volcan , 
Abismo  de  lu£  inmenso; 
El  qne  era  volcan  y  Etna ,    - 
A  ser  esfera ,  i  ser  centro. 
Oficina  y  obrador 
De  los  rayos  y  los  truenos ; 
Tanto,  que  aunque  desigual. 
Si  bien  no  en  el  nacimiento, 
Sino  en  la  hacienda,  la  di  * 
Palabra  de  casamiento  : 
Cuya  llave,  que  es  maestra 
Para  entrar  i  cualquier  pecbo 
De  mqjer,  me  ofieciú  hacerme 
De  tantas  venturas  dueño. 
Di  parte  deslo  i  un  amigo... 

tA  un  amigo  díjef  Mieiilo, 
orque  un  amigo  traidor 
Con  capa  de  verdadero , 
Es  el  mayor  enemigo : 
Qae  al  Un,  no  fuera  ei  veneno 
Del  áspid  lan  |>onzoñi^o  , 


t  Na.hatlimassrniltloraionibleealMKls 
verusqneilEien.  El  verso  stplimo.  que  prio- 
elpli  con  1)1  |>)1ibni  ram^fn  utriU ,  nos 


M 

lei.  Palla  «ia  dada  ilinn 

líoio 

jqul. 

Ti 

El 

t  reBere  t 

ndui 

i  1* 

.S*.1íilV 

K^blidod 

^"tt. 

t 

nd. 

la  einreiioa  miicutiDi. 

dlrine 

ola 

>  sésil  de  eae  ía 

es  se  hiD 

omitido  al 

funoi 

enot. 

,^l. 

COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA 


Si  no  malar*  encabíerto. 
:Üh  ftrmenllilo!  Oh  i\ev-'. 
bb  falso- ¡Ob  mal  olullero!... 
Pero  quédi-se  eslo  a<|ul, 
Vtiuo,  alegre  ;  couienio 
Esperé  que  el  dios  de  \}.itne 
Rnire  aombras  ;  bosquejos 
D«  una  Doebe  eetHillase 
Sa  luz,  siendo  monumento 
Todo  el  mar  t  lodo  el  siil , 
Cuando  llegase  á  sii  ci:niro. 
Quiso  el  ciclo  el  misnio  «lia 
(i  Oué  usado  que  anda  et  ücm|>o 
Einasi>eiias!)  qnc  manilo. 
De  honor  j  prudencia  lleno , 
m  marques  de  lus  lialbajes 
Que  Tuese  marclianüo  el  lerdo 
At  Casal  de  Honferraio, 
Abrasandu  y  destruyendo 
Cuantos  Inga  re»  liubtcse 
Confinantes;  que  aunque  abierto), 
No  tes  rallaban  defensas. 
lAh  le;  dura !  Ah  duro  fuero 
be  honor!  {Qué  no  pararis. 
Si  sabes  parar  deseoiT 
Yo,  atento  i  la  discipliiia, 
Yo ,  i  laailicfa  sigeto , 


Que  es  al  noble  cah^líero 
Lt  religión  mas  estrecha 
De  coantas  admira  el  tiempo , 
La  milicia.  A  l>oniosiura 
Listamos ,  donde  el  ÑTueno 
De  nuestro  maestre  de  camiio 
Hlio  alarde  de  su  aliento ; 
Puei  porque  lardó  un  criado 
Con  BU  arnés ,  desnuda  el  pecho 
Se  entró  por  la  batería  : 
Debió  de  tener  por  cierto 
Que  la  obediencia  del  plomo 
Habla  de  guardar  respeto 
A  un  Sandoval  v  i  un  Padilla ; 
Y  bien  lo  iliio  el  efecto. 
Pues  ballindole  una  bala 
Desarmado  ¡r  desculiiiTio, 
Cajó ,  sin  hacerle  mal , 
Hecha  ona  plancha  en  el  suelu, 
Dejando  (como  por  Urma 
Que  dijese  <no  me  atrevo 
Apasar  masadelaniei) 
Un  cardi-nal  en  «I  pecho. 
Ganó  í  Pontostura  pues , 
A  RoOnar  puso  cerco 
talego,  j  ríndlú  i  RoGoar, 
A  San  Jorge  j  otros  pueblos 
Del  Honfemio.  dejando 
Para  mayóles  empleos 
Descubierta  la  campaña. 
Has  ;qué  va  que  esUis  diciendo 
Abura  entre  vos  :  (Esie  hombre 
iDúiide  ra  con  eíte  cuento, 
l}ue  ha  dejado  tantos  cabos 
Para  su  novela  sueltos? 
Porque  él  tiene  inlroducidos 
Una  dama ,  por  quien  muerto 
Pe  amoreí  esti  :  un  ami(|o. 
De  qnien  se  queja  ci 


Pues  de  la  farsa  que  emprendo 
Todos  somos  personales , 
Todos  nuestra  parte  bacemos ; 
Y  para  que  lo  veajs, 
A  mi  discurso  me  vuelvo.  ' 
Cuando  A  Sao  Jorge  llegó 
Del  duque  de  Lerma  el  tercio, 
Udus  de  Toral  le  esperaba 
Coa  loe  caballos  lijeros 
Del  tufo,  de  no  moniedllo 
Anparado  j  encubierto. 
PescabrUI*  noesua  gente , 


V  en  arma  los  campos  puestos. 
Empezó  i  escaramuzar 

La  caballería,  y  el  tercio 

De  españoles  ;  fraiiues<>s. 

Tan  valientes  como  diestros. 

No  me  quiero  detener 

A  repeUr  por  extenso 

La  guerra,  que  vov  muy  largo; 

Solo  detenerme  qidero 

A  contar  en  esta  parte 

Lo  que  Importa  ü  nuestro  intento. 

Kl  fin  de  la  escaramuza 

Fué  que  vencido  ¡  deshecho 

Kl  Toral ,  se  retiró 

Al  Casal,  j  hasta  que  dentro 

l)él  estuvo  pertrechado, 

1^  dieron  caza  los  nuestros. 

V  cuando  ya  nuestra  gi^ite 
Volvía  i  ocupar  los  pufsius, 

,  Escuchamos  una  voz. 

Que  entre  losfrancesi'S  muertos 
'  Salía,  y  vimos  también 
I  Que  se  levanta  entre  ellos 
I  Ci)  hombre,  herido  y  desnudo, 

l>e  polvo  y  sangre  cubierto. 

Este ,  en  mal  rorroadas  voces  ■ 
I  Que  apenas  condbió  el  eco , 
I  Dijo  en  idioma  bruces  : 
I  •  Españoles  caballeros, 
;  r.oalquíera  que  baya  ganado 
'  Por  despojo ,  triunfo  y  premio 

De  su  valor,  nn  joyel 

Que  traje  pendiente  al  pedio , 

Véngale  í  dar  por  rescate , 

Si  quiere  joyas  de  precio 

Has  subido;  y  si  no  quiere. 

Déme  la  muerte,  primero 

§ue  yo  vita  imaginando 
ue  aun  pintada ,  es  de  otro  dueño 
La  bellísima  madama 
Que  lleva  por  huésped  dentro. ■ 
Dijo  el  francés,  y  aunque  allí, 
PuT  las  señas,  crei  cierto 
No  poder  determinar 
Ser  noble ,  |>or  lus  afecins 
SI ;  que  quien  noble  no  fuera , 
No  tuviera  sentimiento 
Tan  hidalgo.  Llegó  á  d 
El  Duque,  y  con  muclios  ruegas 
Corteses  le  persuadió 
Que  fuese  sn  prisioopro. 
Híndíóse  rl  frunces  ul  Vuquc, 

V  njandú  curarli>  luego, 

V  ordenó  que  á  Milán  fuese. 
Porque  desmintiese  el  riesgo 
De  su  vida  con  mayor 

Cora ,  regalo  y  aseo. 
(Va  tépemos  en  la  farsa 
Otro  penon^e  nuero. 
Pues  ninguno  esU  de  mas.) 
Echóse  un  bando ,  diciendo 


Un  joyel  co , 

Le  diese  i  reselle  luego. 
Prometióse  cien  escudos 
Por  él  :  pareció  al  ummenlo 
En  el  [>oder  de  un  soldado 
Hanchego...  V  por  mucho  méuos 
Le  diera.  Diósele  al  Unque, 
¥  4  mi  (qne  siempre  en  so  pedio 
1'uve  n¡  adoso  luijar) 
Me  dio  el  retrato,  diciendo  : 

Partid,  OcUvío,  i  Hilan 
_^n  alas  de  mis  deseos, 
V  decidle  de  mi  parle 
A  aquel  francés  caballero , 
Que  en  generoso  rescate 
l>e  su  dama,  solo  quiero 
"■le  lome  su  libertad ; 

asi ,  que  se  vaya  luego.  > 
Ya  veréis  si  volvería 


BARCA. 
Alegre  i  Hilan  coa  mío. 
Pues  obedecí  codo  yo    . 
A  mi  superior  y  dueño , 
Iba  donde  me  llevaban 
A  voces  mis  pensamientos. 
Con  lo  cual  veréis  la m bien 
Que  no  es  lisonja  ni  afecto 
El  haber  introducido 
Dama,  amigo,  guerra,  encuentros, 
Ouqne  y  francés,  porque  lodo 
Cuanta  referí  primero. 
Para  volver  i  Hilan 
Fué  necesario  en  el  cuento. 
Volví  pues  i  Hilan...  , Nunca 
Volvieran  Hilan!  ¡Primero, 
Pluguiera  el  cielo,  una  bala,   , 
Remora  de  mis  deseos 
Fuera ,  parándome  el  curso 
En  el  mar  de  mis  tormentos! 
Pues  embajador  apenas 
lie  amor,  runipli  con  el  Feudo, 
Cuando  partiendo  i  la  rasa 
De  mi  damn ,  hallé...  El  aliento 
Aqnl  me  falta ,  y  aquí 
La  toz  desde  el  labín  al  pecho 
Es  nu  tósigo ,  un  puñal , 
Es uo  cordel,  un  veneno. 
Que  me  aOíge ,  que  me  hiere , 
Que  me  abrasa  j  deja  ninerto, 
Porqilc  bailé... 

ESCENA  TL 

URSINO.  —  OCTAVIO,  DON  JUAN. 


Interrumpióme  i  buen  tiempo. 
Para  que  vuelva  i  lomar 
En  mis  desdichas  aliento. 


jTú  de  mi  quejoso? 


^En  qué  disgustarle  puedo , 
Sí  como  i  señor  le  adamu. 
Como  á  padre  le  otiedezcoT 

En  haberme  dilatado 
Una  dicha  tanto  liein|)0 
Como  hi  que  el  señor  Octavio 
Esli  en  casa.  ;No  merezco 
Tener  parte  yo  de'nn  liut'sped 
Que  i  honrarnos  viene?  ¿Mu  debo 
Dar  gracias  i  la  fortuna 
Deste  gusto,  destc  anmentoT 

Con  causa  Ir  quejas.  Di^ 
Que  le  ofendió  ini  silendo 
Neciamente;  pero  fué 
Gusto  de  Octavio. 

Vobeso 
Tus  plantas  por  la  merced 
Que  me  haces ;  que  como  vengo 
A  sola  una  diligencia 
A  Veroua  de  secreto. 
No  quiso  darle  cuidado 


dbyGoOglC 


Hablar  tibremeate,  quiero 
Que  iin  cuarto  be  le  aderece, 
Qae  por  Mr  al  Pirqne ,  creo 
Que  le  divierU;  que  son 
Sus  tisias  por  todo  extremo. 

Can  lu  licencia,  seSnr, 
No  Mldri  de  mi  aposento, 
Porque  lo*  dos  lo  pasamos 
Bien  aqoi ;  y  alli ,  recelo 
One  al  *enir  tarde  ó  tcou^aoo , 
Te  dé  ruido. 


CELIO.  —  Dicaos. 
OLM.  lAp.) 
Ikqa 
1  De  cuindo  >ct  do 
Escoodo  el  papal. 


Embaraiar  TneUros  gustos , 
Pues  solameote  pretendo 
Que  lepáis ,  8e5or  Oclavio , 
Qae  lé  que  ea  oü  casa  os  lei^. 

OCTATtO. 
Los  aSi»  tivals  del  sol. 

{VsieüniM,} 

Octavio,  10  te  asradezco 
Qae  no  aliñes  £¡1  fénix. 
Arrendador  de  lo  eterao. 

V  si  quien  trae  buenas  nuefas 

Y  quien  las  dice  de  presto , 
Albricias  nneras  merece, 
PapeJ  ba;,  venga  dinero; 
YsiiKi,aohabrt  papel. 


iífai  es  ddM f  Priowro 
He  de  bsM-Mr. 

DON  JDtH.  (Tona  e¡  papel.) 
¡  Qné  loco 
Esiis !  —  Proseguid  t  qae  tengo , 
Huta  saber  en  qué  para , 
Pendiente  el  alma  del  citento. 

L«ed  primero  el  papel ; 
Que  boenas  ouevas.  no  creo 
Oue«t  bien,  OoD  luán,  dilaiarlaa. 

MHf  lOUi. 

Coa  foesira  licencia  teo. 

OCTÍTIO. 

Contento  leéis.  ^  Podré 
Daros  parabienes? 

Creo 
Qiip  seri  sgrtiiar,  Oclatio, 
Tama  leniura  con  elJos. 
Ya  os  be  contado  otra  feí 


■  CON  QUIEN  VENGO,  VENGO. 
Que  el  tratado  casamiento , 
Para  que  eniúnces  mi  Mdre 
Me  iiamó,  no  luvo  efecto. 
Ya  os  dije  como  pensaba 
Casarme  i  mi  gusto,  haciendo 
A  una  dama,  i  qaien  adoro. 
Del  almaylatidaduen<i. 
Ya  os  coLilé  c6mo  la  hablaba 
U>>  nocbe ,  j  que  por  respeto 
De  nii  hermano  que  ha  venido 
(Coi!  quien  amistad  proteso 
Con  exte  inleuto  no  mas, 
Pues  le  iisit(i  j  le  íeo, 
y  apenas  sabe  mi  casa , 
NI  conoce,  se^un  creo, 
A  mi  padre),  por  ahora 
Se  puso  a  mi  amor  sllendo. 
Pues  leed ,  veré's  que  escribe 
Que  balilaria  esta  nocbe  puedo 
O«iiro  de  su  misma  casa. 
(Qué  os  parece T 
\Toma  Oelavio  el  papet ,  v  Ue  para  ti.) 

i  Grande  estremo 
De  amor  1 

t>ON/DU. 

Hora  es  ya  de  ir. 
Perdonadme,  que  si  {ñerdo 
La  orasjon,  pierdo  la  vida. — 
Tú,  dame  la  capa  presto 
V  nu  broquel.  Adiós,  Octavio. 

{YeMeCelie.) 


OCTAVIO,  DON  JUAN. 


Aguardios,  Don  Juan,  teneos. 
Porque  habéis  de  hacer  por  mi 
Una  Gneu ,  qne  quiero 
Suplicaros. 


Notable,  j  os  da  licencia 
Que  para  el  seguro  vneslro, 
UeTeis  un  criado. 


De  satisfacción  y  esliii 

Yo ,  como  vnestro  cnado. 

He  de  ir  con  vos;  pues  es  cieno 

8ne  yo  para  lodo  trance 
s  seré  de  mas  provecho. 

Claro  esii  que  lo  seréis, 

V  aunque  os  eslimo  el  consejo, 

Haj  nna  diflcutud  : 

Que  le  nombran  i  él,  y  teme 

Que  se  dlsgiislen. 

OCTSVIO. 

j  Hay  roas 
Ole  decir  qae  soy  el  mesmoT 
Une  yo  sabré  recalarme. 


¿Qué  habéis  de  bacerT 


Licencia  i  mis  salimientos , 


ESCENA  EL 

CKLIO.-OCTAVIO,  DÍW  Jl'AN. 


Sin  mas  notlQcacion. 
Vamos,  Octavio. 

OCTAVIO. 

Aunque  llevo 
Tantos  pesares  conmigo , 
Como  sabéis,  algún  tiempo 
He  de  gastar  buen  humor , 
Hlénirai  soy  criado  vuestro.     (Yatf.) 

Jirdhi  de  casi  de  Don  Sancho. 
ESCENA  X. 


Hnélgome  de  q>ie  seas 

Testigo  de  mi  am<ir,  para  que  veas 

Desde  cerca  el  intcnin 

Con  que  seatreieatsolmipensamieo- 

Qne  SI  me  recalaba  [to; 

De  ti ,  Lisarda,  fué  porque  pensaba 

Que  cuerda  roe  qu liases 

La  ocasión ;  pero  no  porque  llegases 

A  examinarla  y  verla , 

Como  tú  no  me  quites  el  tenerla. 

Yo  PSlino  el  haber  dado 

Tan  haeti  corte  i  tn  gasto  *  roí  cuidado, 

¥ue  conformando  extremos 
an  contraríos,  Leonor,  las  dos  esle< 
Gustosas  de  una  suerte ;  [mos 

Has  solo  un  punlnque  me  ^ta,  advler- 
El  día  que  llegare  [te. 


A  pensar  (jquo  espensarT),  quelmagl. 
Que  yo  soy  la  que  ha  hecho  [nar« 
Espaldas  a  tu  amor,  y  de  lu  pecho 


[nar« 


lejosea  mujer,  y  él  sea  secreto. 

'S  que  ya  recogida 


Jne  informar  a  Don  Juan  de  qmén  soy  t. 
ete  i  hacer  la  desbeclia ,       [pueda, 
Para  qoe  se  desmlenia  la  sospecha, 
Con  aquella  criada. 
Qne  para  abrirla  puerta eaii avisada. 

Ya  dije  qoe  has  sabido 

Tú  laocation,  Lisarda ;  que  osla  hasldo 

La  causa  de  dejalla, 

£on  qoe  ofi  es  meneaier  **egdrill&^ 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALOEROH  DE  LA  BARCA. 


No  vino ;  pero  aquesp  es  lemor  toiio 

Porque  di-l  nuesiro  tiene 

Sil  cuarto  muT  (lisiante,;  cuando  vic' 


Vé  i  abrir  !■  pupria.  pues. 

Con  no  pe(| 
TnrbacioD. 

i  Puf  S  di'  <\ué,  di,  vas  turbada? 

^OTMqne  hago  el  papi?!  de  la  criada? 
—¿Don  Joant  [Llega  d  abrir.) 

ESCENA  XL 


non  JOAN.  {D«nr."f> ) 
St.Nise  bella. 
{Salen  Dan  Juan  y  Oetaeio.)  [lia. 
YoMt; quien  buiíca  alaulconanaestre- 


Eo  p^'lenci^  de  Leonor, 
Ser!  luz  T  resplandor 
La  ilnlebla  oscura  y  fría. 


¡Don  Juan,  tenor' 

Leonor ,  seBora ,  mi  bien , 
Deja  due  en  honestos  lazos 
Sopla  la  re  de  los  biazus 
Lo  que  los  ojos  iid  ven. 
LioHon. 
iComo  sf  atreviera  quien 
No  te  esilroara,  1  una  accioo 
^emejaoie! 

Dudas  son 
Odc  i  la  recalo  prevengo , 
,  Y  solo  I  pagarlas  veogo. 


Atención 
Has  de  tener  con  el  cuarto 
De  Lisarda  ;  no  dlspierie, 
Y  i  cchamo*  rnéoo*  acierte. 


Yo  tendré  cuidado  birlo 
Ue  Lisarda 

Yo  me  aparto 
HAcla  la  puerta  a  mirar 
Que  nidle  salir  ni  entrar 

¿Es  Celio? 

Leniior.si. 
(Ap.  Hl  crianza  empieza  aquí.) 

iPiícs  cómo?  ¿no  hay  mas  hablar? 

Nn  haj  mas  hablar ,  porque  mas 
Callar  vtene  mas  a  cuento ; 
Que  el  primero  man  da  míenlo 
De  amor  es,  no  eitorbardi. 
h'o  Tui  tan  iircin  jamas 

Sue  jugu^  con  (|uien  supiese 
as  que  yo,  ni  qne  esgrimiese 
Con  amigo  que  estimase , 
Que  con  mi  amo  me  burlase , 
Que  con  mi  moza  riñese. 
Kí  con  neciiHi  porlié , 
Ni  con  sabios  argM, 
M  con  señor  compelí , 
Ni  de  dama  coiiKé, 
M  con  celos  me  ausenté, 
Ni  tuve,  al  lin,  por  favores 
Cintas,  cabetloE  ni  Dores; 
NI  en  sucesos  semejantes 
He  puse  enlre  dos  amantes 
Que  se  están  dícíeudo  amores. 

PON  lakji.  (Ap.  ó  OelaviB.) 
Bien  el  modo  has  imitado 
De  Cello;  mas  oye.' 

OCTATIO. 

Di. 

Puesto  que  has  de  eslar  aquí , 
Divierte  un  poco  el  enfado 
Con  el  humor  de  criado  : 
istn  consegoiris 
_   losas,  y  es  que  estaros 
Con  Mse  bien  divenido, 
V  siendo  Cello  GiiKido, 
El  mismo  pareceres. 


(Ap.  No  sé 
Cómo  hablar  con  él,  ponjné 
El  callar  mas  yerro  liiera. 
Has  sea  desta  maDera.) 
Ab  Celio! 

Nise. 


(Ap.  ¡Ay  de  mi!) 

§ue  me  entretengas  aquí 
ulero. 

i  Entretenerte  «juleres  ? 
>orTeiiiura,  Nise,  ereJ 
I  mujer  de  Houtenl? 


OCTiTtO. 

Poes  miente  mi  buen  huinar 
Como  un  mal  convidador 
One  cnno7co  en  esia  vida , 
El  cual  para  una  comida 
Tres  amigos  cumiilA 
De  falso,  y  cuando  llegü 
Del  comité  el  aplazado 
Día,  él  muy  descuidado. 
Sin  espera  rins,  comió. 
HliiiraroQ  cuando  ya  estaba 
Al  He ,  comida  est; 
Y  colórico  después, 
A  su  despensera  echaba 
La  culpa ,  con  que  no  hallaba 


Al  bl  ci 

Antes  muerto  ijue  nacido. 

Hizo  este  breve  epigrama  : 

t  Tiene  Paltlo  al  parecer 

Despensero  k  su  medida , 

Que  al  que  convida ,  se  oliída 

De  traerle  aue  comer. 

SI  en  convidar,  Kalilo  anilg», 

Gastas  tan  poco  dinero , 

Préstame  tu  despensero, 

¥  veste  i  comer  conmigo.  ■ 


Consiento  el  llamarle  bueno , 
Porque  be  dicho  que  es  ajen 

LISitHDA.  (Ap.) 

Bieo  va  sucediendo,  pues 


i  Oh  ai 


OCTAVIO.  (Ap.) 

iOue  des, 
ivu  aiiiuri  (la  deidad  le  abona) 
Nombre  y  voz  de  otra  persona? 

LlSAdB*.  (Ap.i 

En  verdad  que  es  extremado 
El  picaro  del  criado. 

OCTATIO.  (Ap.)    . 

No  huele  mal  la  fregona. 

Ü~anto  estimas  el  tener 
la  ocasión! 

Don  JOAN. 
Si ,  y  ahora 
Que  duerme  la  blanca  aurora 
En  lecho  de  rosicler, 
¡  Oh  Leonor !  quisiera  ser 
De  toda  esa  estera  dueño, 
O  con  el  opio  y  lieleño 
Que  da  el  nionie  de  la  luna. 
Infundir  en  la  fortuna 
Del  orbe  slleocia  y  sueño. 

Aonque  en  mi  nrnno  tuviera 
f.\  orden  del  Cielo  yo , 
Hoy  et  carso  del  soi  uo 
Parara  ni  detuviera; 
Antes  mas  prisa  le  diera 
Por  sentir  el  verle  auseule ; 
Que  quien  ama  llrmefflente, 
ñon  Juan,  que  trocara  sé 
Las  glorias  de  lo  que  ve' 
A  penas  de  lo  que  siente. 

LISARDA. 

iAp.  Va  que  mas  sepura  esioy , 
En  lo  que  sé  le  he  de  hablar> 
Pues  asi  no  podr^  errar.) 


,,.!«rq§lc 


Por  maynr  responda.)  iHahta, 
Hermosa  K'ac,  de  hacer 
Cara  ¡o  desa  mujer? 
Toda,  al  liu,  ruéfliflerla. 

No  rodcho ,  porque  jo  sé 
Qae  es  muj<T  que  cumplirá 
Lo  que  dijere. 


Cnmo  ounca  enamorad* 
Se  vio,  y  nunca  quiso  bieo, 
No  (uv(7  duelo  de  quien 

3CTAVI0. 

Ella  es  naa  meiígiiidi. 
í Menguad a T 


Que  quien  no  tiení  amor... 


No  llene  eotendlmleDlo. 

LlSAHDA. 

Ese  es  Talso  fundamento. 


Puesoje,  jsabrt» 
Qae  00  se  apartan  jamas 
Enlendinienlo  y  amor. 
Es  amor  una  pasión 
Del  alma,  ua  Brme  en  ella. 
Que  i  duración  df  una  estrella 
Se  mide  su  duración  : 
Un  cü riele r  ó  impresión 
Fija ,  que  Ileya  la  piílma 
Al  liempo ;  una  dulce  calma, 
Que  al  alma  suspensa  tiene. 
Tan  alma  suja.  que  viene 
A  ser  el  alma  del  alma. 
Que  como  si  uno  se  atreve 
ruego  j  nieve  a  mezclar,  luego 
Vendrá  la  nieve  i  ser  ruego, 
O  el  ruego  vendrá  á  se^nieve , 
Porque  »  la  unión  se  le  debe 
Tomar  el  hielo  6  ardor; 
Asi  amor  y  alma  cu  rigor, 
Juiíliuduse  en  una  calma, 
U  el  amor  ha  de  ser  alma, 

la  ba  de  s-t  amor. 


CON  QniEN  VEKGO,  VEKGO. 
Potencia  el  enleodimlento ; 
También  del  amor,  atento 
A  (lue  ya  es  alma  el  amor, 
V  él,  como  parle  inferior 
Üel  «Ima ,  le  ba  de  asistir; 
Que  el  criado  ba  de  servir 
Al  liuésped  de  su  señor. 
El  amor  lleva  iras  si 
Al  alma,Jleva  después 
Al  entendimiento,  que  es 
Parte  del  alma  :  y  asi 
Queda  bien  pivliailo  aquí 
Que  pucbo  en  quien  nn  ballA  asiento 
Amor,  ó  qui-dii  tiolento. 
No  fué  porque  fué  cruel , 
Sino  porque  no  halla  eo  él 
M  alma  ui  enteudimleoto. 


ÍAp.  Bachilleres  el  criado.) 
liga  contra  esa  opinión 
La  experiencia  unn  razón. 
Yo  vi  nn  necio  enamorado : 
Luego  es  error  haber  dado 
Al entei^dimiento  fama. 
Que  dueño  de  amor  se  llama ; 
Pues  amar  un  pensamiento , 
No  está  en  el  entendimiento. 
Supuesto  que  un  necio  ama. 

;Cuáiiins,  por  baber  querido. 
Su  entendimienlo  han  perdldoT 
Pues  estos  efectos  son 
De  uua  amorosa  pasión, 
;Cómo,  dime,  puede  ser 
^entendimiento  el  querer! 
Que  amor  de  su  mismo  asiento    ' 
Ño  echara  el  entendimiento, 
Si  le  hubiera  meoesier, 

OCTAVIO. 

(Ap.  Bachillera  es  la  se5ora.) 
Cualquiera  que  un  arpa  mida. 
Hace  que  responda  herida. 
No  que  responda  sonora  : 
Con  esto  te  li,e  dicho  ahora 
Que  un  necio  amará  también , 
Mas  no  sabrá  amar ;  que  quien 
Ama  sin  entendimiento . 
Sonar  hace  el  instrumento , 
Pero  uo  que  suene  bien. 
{Dentro  ruido.) 

Escncba.  ¡Ajdemll 

OCTAVIO. 

;  Qué  es  esto? 
La  pnerta  abren  del  jardín. 

OCTAVIO. 

La  cneation  luvo  mal  fin. 


Nise. 

Hove  presto. 
Que  la  saerte  nod  ba  puesto 
En  grao  mil.  Tn  hermano  >ie»e 
Por  el  jartiin ,  como  tieue 
Llave  del. 

LEOXOR. 

¡Triste  de  mi! 

(.isahda. 

Huyamos  presto  de  aqol. 

A  los  dos  ulir  contieue 

Por  las  tapias. 

Salud  roa. 


Tente ,  señor,  que  no  es  bieo 
Que  basta  oue  libres  estén , 
Ño  hemos  de  salir  los  dos 
De  aquí. 


Adioi.       (Vow.) 

Pae»  no  vnelven  á  bacer  ruido. 
Ahora  me  Iré,  advertido     ' 
De  que  quedas  slo  cuidado. 
LisAan».  (Ap.) 
i  Válgate  Oiix  por  criado 
Tan  valieaie  y  enteudidol 

JORNADA~SEGtmDA. 

Sala  en  ciu  ie  Don  Sudu). 
ESCEHA    PBIMEHA. 

LEONOR ,  LISAROA. 


iNoiable  ir 

Es  la  tuja !  ¡No  pudiera. 

Para  ayudarte  h  sentirlas. 

Tener  parte  en  tus  iristezasT 
Descansa  conmigo  á  solas, 
i  Qué  siente»? 

lisahda. 
Si  vo  supiera 
Decir,  Leonor,  lo  que  siento,. 
No  fuera  mi  mal,  no  fuera 
Grave  mi  dolor .  purqué 
No  es  posible  que  se  sienta 
Has  que  se  dice ;  j  aquello 
Que  se  llora  y  que  se  cuenta. 
No  es  mucho ;  que  antes'  el  mal 
Con  eso  se  lisonjea  : 
V  yo  esCoj)  tan  bien  hallada 
Con  el  mío.  que  quisiera 
One  durara  sin  matarme , 
Porque  lus  desdichas  nuevas 
De  morir,  aquel  instante 
No  me  tuviesen  contenta. 

LEONOR. 

Esa  no  es  melancolía , 
Es  frenesí .  es  rabia,  es  fuerza 
De  maycr  causa ;  y  snpttesto 
Que  decírmela  no  quieras, 
tio  me  la  niegues ,  si  yo 
La  supiere. 

(Ap.  Vo  estoy  muerta. 

tSl  mis  extremos  la  ban  dicbo 
8  ocasión!)  Como  la  sepas 
Tú,  yo  ñola  negaré. 

Líoiton. 
i  Es  por  ventura  tu  pena , 
Corrida  de  lo  ^ue  has  hecho 
Conmigo,  siendo  tercera 
Estas  noches  de  mi  amor?  . 


Persuádete  que  no 


tTfioglc 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


Y  mpneslo  qne  mi  mal 
Comunicarse  no  deja, 
Ko  apures  mi  sarrimieoio. 


Dime  en  qué  alegrarle  pueda. 

En  dpjanne;  porque  un  trisie 
Coiuigo  Mío  fie  alegra. 

Ohedecerte  dpseo : 
Contigo,  bermaua,  te  queda. 
(Áp.  ¡(irali  )iasii-ii  es  esta,  cielos' 
Quiera  Dios  que  por  bien 


Mar  de  desdlcliM  mi  pecbo. 

Adonde  corra  lormenta. 

ik  un  homlire...  [aquí  me  Buspcnde 

Segunda  let,  la  vergüenza) 

Ue  humilde  eslado,  de  poca 

Estimación,  )  deprendas 

Tan  bajas,  pudo  el  oido 

Tanto ,  que  la  voi;  sujeta 

V  el  pecbo,  que  ha  sido  el  qeniro 

De  altíveí ;  de  sohortiia! 

iVo  ¡cielos!  JO  k  una  pasión 


ESCENA  n. 


'  Dejaraldolor  M  rienda, 
Dar  al  aliento  la  voi, 
SolUr  al  ñanto  la  presa, 

Y  en  mal  pronunciadas  voces 
T  en  ligrimas  mal  deshechas , 
Dar  corrientes  ;  suspiros 
A  los  ojos  T  i  la  lengua. 
Salgan  pues ,  salgan  d^  pecho 
Tautas  desdiclias  y  penas... 
Has  no  salgan ;  que  aunque  esloj 
Sela,  es  tan  grande  la  aírenla 
Quefiade/co,  que  al  decirla*. 
Aun  de  mi  lenKO  vergüenza. 

Y  inles  que  mi  agracio  diga. 
El  primer  aceiilo  lea 

La  disculpa,  cnnio  aquel 

Sue  en  una  prisión  espera 
orir  de  veneno ,  y  toma 
Primero  la  coiitrayerba. 


Otr.o  el  aue  la  tísIh  admite , 

Y  otro  el  que  el  oído  engendra.   - 
Conociendo  el  de  los  ojos. 

Les  dio  ia  nainraleía 
Pirpados ,  porque  no  fuese 
Disculpa  el  ver  i  una  ofensa. 
En  la  lengua  puso  luego , 
Como  i  monstruo,  como  i  llera 
Terrible ,  mayores  guardas 
Ue  candados  j  de  puertas , 
Tras  canceles  de  coral , 
Otras  murallas  de  perlas- 
Pues  siendo  asi  que  previno 
Para  los  oía*  delepsa. 
Defensa  para  la  >oz, 
iCúmo  olvidó  que  tuviera 
Defensa  el  üldo,  siendo 
El  que  apreude  mas  apriesaT 
Pues  de  lo  que  liace  j  ve 
Un  hombre ,  menos  se  acuerda 
Que  de  lo  que  oye ;  y  no  solo 
No  hay  guardas  que  le  deOendan, 
Pito  tiene,  porque  vaya 
La  vox  mas  sonora  y  cierta, 
tjuiea  la  recoja ,  pnes  loo 
Arcaduces  las  orejas. 

V  (apurando  esteaiscano, 
Llevada  de  mis  Iristeías) 
De  lo  <ine  miran  mis  «jos, 
Y*  coniiarla  recompensa 

'    Lo  que  lloran  ellos  mismos 
De  sus  agravios  tes  venga  : 
Délo  que  la  lengua  dice. 
Con  suspiros  la  consuela ; 
Has  el  oido  no  tiene 
Hi  consuelo  ni  defeosa. 
Dtealo  yo ,  que  engaüada 
01  la  bisa  rireni 

De  un  hombre...  Pero  aqol  el  llanlo 
AneBue  la  voi ,  y  tea 


Que  tne  desvele  un  criado. 
Un  picaro  T  La  paciencia 
)  íVatf.)    Me  talla.  |Obqué  bien,  amor, 
De- mis  drádeues  le  vengas  1 
Un  solo  camino  bailo 
De  vencer  esta  inclcm enera 
Del  cléla ,  que  es  verle  presto ; 
Que  el  verle  de  dia  refrena 
La  pasión ,  que  de  escucharle 
De  noche,  nace.  Con  esta 
intención  le  dije  anoche 
Que  1  verme  i  estas  horas  f  eop , 
Pensando  que  Ñise  soy, 
Y  estoy  esperando  atenta  ¡ 
Oue  si  viéndole  de  dia 
Con  tal  traje  y  lates  seüas 
De  hombre  bajo ,  mi  furor 
Tras  si  me  arrastra  y  despeña, 
Tengü  de  darle  la  muerte. 


D  vida  m 

os  de  mi 

_„o»  de  afi , 

Tantos  Emas  de  desdichas. 
Tantos  volcanes  de  afreutaa , 
Tanto*  montes  de  peligros, 
Tantos  mares  de  sospechas , 
Tantos  linajes  de  agravios , 
Tantos  géneros  de  penas. 

ESCENA  m 

CELIO.— LISA  RDA. 
csLio.  [Áp.  ña  ver  úJJtaria.) 
Octavio  y  Don  iuaa  me  dicen 
Que  t  buscar  á  Nise  venga;   ' 

?ue  ella  dirá  qué  ma  quiere , 
qne  ta  otorgue  y  conceda 
Cnanto  me  dijere  :  yo 
No  sé  qué  enigmas  son  estas. 
Ellos  stt  vienen  de  noche 
Con  disfraces  j  cautelas 
Sin  mi ,  que  ya  uo  parezco 
Escudero  de  comedia . 
Segim  que  no  me  hallo  en  todo ; 
V  sieodo  asi  que  recelan 
De  mi  no  sé  qué  secretos 


i  Me  aiceu  uue  uaiDie  cud  i 

Pero  Usarda  ea  aquesta. 


Ap.  ¡Qué presto vinoIiQoe  un faomore 
_'al,  con  cuidado  me  tengan) 
iK  qué  efecto  roe  iiombrasteT 

Por  mi  devocioo.  que  es  buena 
La  que  coa  Santa  Lisarda 
Tengo ;  que  yo  no  pudiera 
"   ~  otro  afecto  nombraros ; 
.  _.  es  que  os  nombrara ,  foera 
Por  diosa  de  la  hermosura. 
Por  ninfk  de  la  belleza , 
Emperatrli  de  la  gala 
Y  de  la  discreción  reina , 
Arcbidoquesa  del  garbo. 
De  lo  prendido  duquesa , 
Nartniesa  de  lo  parlado, 
y  del  aseo  condesa. 


Y  vizcondesa...  de  nada; 
Qiie  no  ha  de  ser  viicoudeta 
Lisarda ,  si  en  la  demanda 
Perder  un  ojo  me  cuesta ; 
Que  menos  imporiari , 
Para  lo  de  Dios,  que  sea 
Yo,  hermosa  señora  mia. 
Bizco, que  vos  vizcondesa. 

L1S.SUA.  {Ap.) 

iQue  tau  frias necedades, 
—  frialdades  tan  necias 
.  .  .0  estas,  a  una  mujer 
Como  yo,  cuidado  ouesianT 
¡  CasUgo  del  cielo  ha  sido  1 

CELIO.  {Ap.) 

Mucho  la  vista  pasea 
Por  mi  estatura;  sin  dada 
Que  loa  palos  me  tantea , 
pulii  porque  los  esclavos 
I  den  por  razón  y  coeola. 

(Ap.  En  esto  el  remedio  hallo; 
no  hay  cosa  que  aborrezca 
lue  á  este  hombre,  si  le  miro. 

Has  disimular  es  hiena , 


SI,  señora: 
De  lo  dicho  se  me  acuerda  ; 
Pero  como  son  esclavos 
Los  que  han  de  hacer  la  faena. 
Trayendo  al  cuerpo  de  guardia 
'i  costillas  su  h^ña, 
áüt  mucho  cuidado; 
Que  no  bay  ninguno  que  sea   . 
Has  vuestro  esclavo  que  vo; 
V  siendo  yo  esclavo ,  es  luena 
"      como  i  pi'ójlmo  suyo , 
le  toquen  ni  me  ofendan. 
usARDt.  [Ap.) 
Donaire  de  la  amenaza 
Hice  :  claramente  muestra 
El  valor  con  qne  te  he  tislo 
Alguna  noche  i  mi  pnerta 
Aliado  de  su  sefior, 

[ladas  V  rodelas 
razar  la  calle. 
Para  quedar  solo  en  ella. 
Es  valiente;  mas  jqoé  importa. 
Si  es  quien  es? 

CELIO.  (Ap.) 

Dióme  otra  nelta. 
Yo  pienso  que  me  retrata , 
" 5  mira  de  atenta. 

■JSA>]>*.  {Ap.) 

¡Qué  mal  talle!  Pues  tía  canf 
j  Qué  fealdad ! 

Ciuo.  (Ap.) 
Haré  una  Bpoetla, 
Que  ettl  diciendo  entre  il : 
jQué  generosa  presencial 


DON  SANCBO.— LISARDA,  CELIO. 

m  SAitCuo.  {Dentrt.) 
Ten ,  Fabricio,  ese  caballo. 

LisAan*. 
Don  Sancho  es  el  que  se  apea. 

Siempre  con  Don  Sahcho  tnve 
Alar,  y  aqui  no  quisiera 
Qne  me  hallara,  tga  Bieodo  u 


niara,  vem Biendo  aa  G 
dbyCiOOglC 


Mp.  Que  un*  devOdia  niMd>    - 
Teño,  j  mu  riendo  la  cmim 
Yo  de  que  ibon  i  Teme  Taug*  : 
ExcourU  nte  coavlMe.) 
Su  este  apoMoto  entri. 


(Sale  D*n  Saneko.} 

•OHMRCaO. 

lEXAiialit 

Sino  asa 
CompaQf  a  la  bUleíaa , 
(Tb  Dan  Sane/u  i  cerrar  U  puerta.) 
Sola  ettoj  iQué  et  lo  que  haces  T 

MN  itncBo. 


(Awxa  Celi»  af  pail*.) 
cauo.  yp.) 
Halo  ei  esto. 
Todos  ustedes  ine  sean 
Testigo!,  por  si  me  matan, 
De  que  pTotMto  la  faena, 
'  Pan  que  pueda  pedir 
Despoes  contra  la  senl«ncla 
La  nulidad  de  mi  muerte. 

USjtUA.  {Ap} 

Ta  cerró.  Vo  qaedo  maerta. 

aoN  SA.'icno. 
MnchK  Teces  deseé 
One  ocasión  se  me  ofreders 
De  hablar  contigo ,  Lisarda , 
y  ninsuna  es  como  aquesta ; 

Íne  si  algún  criado  mío 
e  infonna  de  li  manera 
Qoe  suelen ,  lo  que  me  trajo  i 

De  Hilan  quiero  que  sepas. 
Vo  Ti  eii  Hilan  nos  mujer  lan  bella... 
>o  difobienmajer;  vo  tI  una  diosa, 
Eo  los  cielos  de  ahril  tragraiile  estrella, 
Rn  los  campos  del  sol  luciente  rosa , 
Taaeoie'ndida  jtaii  sisar.,  queen  ella. 
Como  de  mas  estaba  eTser  ncnnosa; 
One  parece  ronnó  naluralesa 
Contra  la  discreción  tanta  belleza.  Mo 
Tal-rué,quebahiendol  misileiTeloila- 
Haa  de  alguna  ocasión,  T  habiendo  sido 
Af^ecido  imán  de  mi  cnlilado. 

V  DO  luerata  prisión  de  mi  sentido ; 
Habi«ido  pues  i  m<  temor  lllirado 
Nedos  ftiTores  que  borró  el  olTido, 
Ceaaaenvoluniad.connueToempello, 
Mudable  ue  dejó  por  otro  dueSo. 
Stipelo  yo  después,  de  una  criada 
Qoe  me  dijo  que  ciega  pretendía 
Aqnetla  misma  nocbe  dar  entrada 

En  so  caaa  al  galán  que  la  serrla; 
Pero  que  ella ,  1  mts  ansias  obligada , 
Ko  i  mis  dldlTas,  dijo,  me  ofrecía 
VeoderuelaocMloo.  ¡Oh  coiDias  rimas 
Las  criadas  TeMÜeron  de  bus  amas  t 
Agradecí  el  arlsa  (que  no  celoso 
Le  debe  agradecer,  aimqne  le  pese); 

Y  esperaba  la  nodw  cauteloao , 
Paraoua  paso  1  mis  traldooes  diese ; 
Caaudo  Tuiifado  i  Knñe  aa  benoso 
Ámame,  sin  saber  que  <r«  lo  nitaei 
CootiiMleBe  ana  diefaaaT  detraía*. 
Creció  mas  la  congoja  de  mis  oehis. 


COK  QCIBN  TEHGO,  VENGO. 
ConlJem  i]ae  si  eoitecea  me  dijera  ■ 
Lo  que  yo  eo  sus  amores  igooraba , 
Secreto  dar  a  su  amistad  debiera, 
Morir  primero  i  mi  lealtad  tocaba ;    ' 
Has  El  yo  de  so  amor  tan  capaz  tr» , 
Uue  lo  supe  ín  tes  que  él  me  lo  contara , 
Ya  niego  la  Hneía  del  efeto; 
Que  lo  que  dos  me  dicen  no  es  secreto. 
Abrióme  pues  la  puerta  la  criada , 
Oulíiidome  á  su  cuarto,  donde  aquella 
Deidad  de  la  inconstancia  profanada, 
Esiaba  md  mudable  como  bella. 
La  criada,  i  la  luí,  fingió  turbada 
Desconocerme;  Tinas  turbada  ella, 
Sin  fingirlo  quedo,  sin  que  supiese 
CuJil  la  lerdad,  cuál  lo  ungido  fuese. 
Ké  voces,  bajó  Rente,  y  mis  Tengious 
Probaron  en  alguno  los  rigores. 
SI  estorbé  de  su  amor  las  esperanias, 
Si  olvidé  de  ni4  olvidólos  favores, 
SI  burlé  lie  una  Qera  las  mudanzas. 
Si  castigué  de  UDíspid  los  errores, 
Dilo  t(i,  aunque  ignorante  mecastigas; 
Pero  00  es  de  tu  estado,  no  lo  digas. 
Esto  te  he  dicho ,  porque  do  imagines 
De  mi  que  hacer,  sin  gran  disculpa, fiue- 
(k»a  indigna  deml ,  ni  determines    [do 
Si  yobieu  poesio  ó  si  mal  puesto  quedo  i 
Que  no  ea  bien  que  me  arguyas  nt  euunl- 
Para  poner  i  mia  acciones  miedo,  [oes, 
V  disculpar  lo  qne  en  mi  c*ss  pasa; 
Qm  Algos  de  honof,  he  de  Telar  mi  casa. 
(V«í.) 


LiSARDA. 

tHay  cosa  como  pensar 
II  hermano ,  como  me  tIó 
Tan  de  su  parte,  ^at  yo 
Fuese  la  qne  dio  lugar 
k  aquel  criado ,  y  be  sido 
La  que  admitiendo  al  criado , 
La  petideocla  ha  ocastonado? 
Aaa  d  le  hallara  escondido , 
Con  mas  razón  lo  dijera ; 
Pues,  es  Tcrdad  que  yo  soy 
DuleD  le  dio  la  ocasión  boy 
De  qne  i  buscarme  viniera. 
Hss  ya  que  el  temor  resisto 
Y  él  se  fué ,  bien  empleado 
Ha  sido  el  susto  pasado , 
A  trueco  de  haberle  visto; 
Pues  verle  soloaieri 
Remedlo.-¡Ab  Cclkit      (ÍJaaM«4«.) 


CELIO.-USARDA. 


Íue  DO  atríbuTais  la  ai.    . 
ue  habéis  tIsIo,  i  otra  ocasión 
estorbar  Tuestro  castigo 


Qnoe 
Amis 


ojos. 

No  se  crea 
Tal  de  mf,  ni  tal  se  espere; 

Y  si ul  atribuyere, 
Qae  atribaido  me  Tea 
A  los  ojos  del  SeBor. 

Y  coo  esto ,  T  con  besar 
Aqntse  pié  singular 
(Cifra  qar '- 


Ño  se  sabe  si  es  verdad; 
Y  pié  tan  meoor  de  edad , 

Sae  le  pnedea  dar  tutor), 
e  iré,  con  combas  de  plés. 
Alegre  y  agradecido , 
Avisada  T  advertido 
De  tn  piedad. 

usAiaa. 
Oye ,  paca. 

{OtrosIT  ¿Qoé  mandasT 


Íne  no  me  TneWaa  aqui 
traret. 

CKUO. 


Pues  ya  te  mando  que  vengaa. 
Licencia,  Celio,  te  doy  : 
Ven  I  TCrme ,  porque  el  rerte 
Sok)  ha  de  eicusar  mi  muerte. 
Has  ¿qué  digo  I  ¡  loca  estoyl    (Vatt.) 

ESCEHA  TIL 

CELIO, 
i  Cielos!  1  quién  ha  de  enieildei 
La  cifra  de  aqueste  enfado  T 
Ha*  pues  solo  me  han  dejado. 
Ud  soliloquio  he  de  bacer. 
Roeibirme  melindrosa 
Usarda,  hablarme  turbada. 
Advertirme  recatada , 
V  guardarme  generosa , 
EnhdarM     ------ 

Querenm 

DespedlriL- , _. 

Haodar  que  renga  j  partirse. 
iNo  SDO  esta  diciendo  aqni 
(Que  no  es  otra  cosa ,  no ) 
■  Necio,  entiéndeme,  quejo 
Me  estoy  muriendo  por  tüi 
Paes  alio ,  esperanxa  vana , 
No  hay  en  esto  duda  alguna ; 
Qne  ¿i  que  es  de  buena  fortuna , 


Lo  qoe  no  enrlda ,  ni 
Desde  hov  tengo  de  aiisu 
Noche  y  dia ;  desde  boy 


Su  eterna  figura  soy, 


De  las  ñas  lindas  qoe  vi. 


byOíOOglc 


COHF.DIAS  D?.  DON  PBDRO  CALDERÓN  DE  LA' BARCA. 


inparrdfi.rrJHTpncrUdtnBJirdiB.   j 

esceha  vm. 


Y*,  Octavio,  os  digo 
Que  es  coiimigo  eiciisailo 
ArecUr  es«  honor,  ese  caídsdo. 

i,  Has  de  ir  solo  &  esla  hora? 

iPues  quién  me  ba  de  (ireader? 

MngoDO  Ignora 
Que  t^  raro  la  cuchilla, 
Que  iM  retieldf  ha  sJdo  maravilla ; 
Has  no  porque  lu  fiípses, 
Nos  encalla  i  loü  dos  dp  descnrieses, 
Si  habléniJntPüliUl  hallado, 
Te  dejamos  ir  solo. 

Va  habéis  dado 

D<*  vos ,  Ociavio  ,  porque  Juan,  ateolo 

A  la  olirdíenci»  mja. 

No  os  deje  solo;  porque  niai  querría 

Ser  hoj  con  vos  ¿ro»eTO 

Yo ,  que  no  que  el  lo  sea. 

Solo  quiero 
Responder  A  ese  agravio. 
Muda  ta  toi  y  suspt'ii  diüo  el  1al>Jo. 

lD6nde  vas? 

iissíxo. 
Aqi)l  t  casa 
Di>  César,  donde  »e  divierte  j  plM 
Lo  noche  en  tener  Jóego. 
Coiiversacloo  f  rifas ,  v  irme  IneRO. 
EsU  es  la  casa:  di>5|iediros  puedo. 
Idos  coo  blos ,  que  vo  seguro  quedo. 


rea? 


BOI)  )l 


i  Entraremos  ci 


Para  alentar  tus  inquiciudos  Iui-ro. 

ESCENA  IX. 

DONJUaK,  OCTAVIO. 

¡Bien  ntcstro  padre  ha  andado : 
Propio  despejo  de  tan  gran  soldado. 
Reñir  con  biurrla. 


En  haber  lanldo. 
Ya  que  le  acampanamos, 
Al  harrio  ile  Leonor.paes  nos  lardamos, 
por  haberla  asistido. 


Aunque  es  verdad  que  el  alma  nopadece 

El  ansia  ni  el  afeio 

Digno  de  un  alio  y  singular  súgeto; 

Por  Dios,  que  no  ha  <lu.ai|o 

De  traerme  mi  poco  üc  cuidado. 

Salifd  que  la  criada 

Tari  a  eicelen  temen  te. 

Es  extremada. 

No  vi  en  toda  mí  vida 

Plcarü  tan  gustosa  j  entendida. 

Pues  áqué  diré  del  modo 

Con  que  se  hace  estimar  T...  Calle  aaul 

Decidme  si  es  hermosa.  [loJo. 


.1  Pudiera  liaber  pregunta  mas  ocii 

Si  vos  decis-que  tan  discreta  sea , 

;fio  estüsdiciendo  á  lOC 

Pero  pues  ya  tiegamos , 

La  seía,  Octavio,  eu  esta  reja  tiagamol. 

íQai  T3  qui'  no  responden? 
Pui'S  poco  ha  que  se  esconden 
Del  sol  las  luces  bellas. 
Dejando  por  vi  reinas  las  estrellas. 

Fuerza  es  pues  queiesperemoa  : 
Aqui  este  ralo  divertir  puuenios. 
Ved ,  ¿i[ué  queréis  que  hagamos? 
Mas,  pues  s^Hus  estamos 
ííin  el  ímpedimeulo  [tu. 

Cucos  e$iorb6otras reces, vade cufn- 

0CTA1IO, 

Con  el  retrato  de  aquella 
Madama...  Aquí  oie  parece 
Que  quedamos.  . 

Es  verdad. 

OCTAVIO. 

Caja  hermosura  eicelSnie 
Con  vida  y  con  almii  estaba 
En  el  joyel ,  de  tal  suerte ,     , 

«ue  mirándola  y  hablando 
Ira  dama  direrente, 
Ouise  responder  ¡¡  ella,' 
Presumiendo  ([ue  ella  fuese ; 
Llegué  i  Nilan,  y  a  la  casa 
De  monsiur  de  Orliens,  pariente 
Muy  dercano  de  Ibs  du<|ucs 
l)e  Orliens,  cuj'os  intereses 
Quila  le  enipenarffli  tanto. 
Que  pasando  de  valiente 
A  temerario,  le  liícieroi) 
Deudor  de  tantas  meicAei. 
Dlle  el  recado  del  Duque, 

V  en  el  trasunto  viviente 
Absorto ,  en  muy  grande  rato 
No  habló ;  pero  en  solo  verle. 
Dijo  mas  que  si  dijera ; 

Que  es  el  silencio  elocuente. 
Luego  con  mil  ceremonias 
De  rendimieiilos  corteses, 
He  dijo  :  'Honñur,  al  Duque 
Mi  sefioir  te  decid  que  este 
Esclavo  rendido  suvo, 
Le  beta  los  pies  mil  veces, 

V  asi,  que  por  no  tomar 


Contra  mi  doeEo  eioHenta 

Las  armas ,  me  volveré 

A  Francia,  pues  me  concede 

La  vlday  lalilKTtad, 

Sn  que  a  ello  el  Itey  me  AierM.  i 

He  querido  di-cir  esto , 

Por  uo  dejaros  pcndii-ute 

MngiiLi  calió ,  riurque  lodos 

Los  de  la  novela  queden 

Porque  advertida  y  prudente 
Holleos  liusca  la  lengna 
Pura  que  al  dolor  no  llegue. 
Pero  en  lin  ,  por  no  huir 
El  semi)laDie  i  los  desdenes 
l)e  la  Torluna ,  supuesto 

gue  la  congoja  mas  fuerte , 
nanlo  mas  se  recatea. 
Tanto  mas  se  aviva  v  crece 
(Que  es  oira  desdicha  aparte 
La  desdicha  que  se  teme ), 
Llegué  i  la  cusa  i  ay  de  mi ! 
De  Plérid:!  hermosa  (que  esle 
Es  el  nombre);  y  cuando  en  ella 
Pensé  lograr  loa  placeres 
Perdidos  fique  necedail, 
ijue  tal  mi  pecho  ere  tese ! 
Pues  es  ciei'lo  que  nfnguno 
Después  de  perdido  vuelve), 
Halle  la  casa  (que  abierta 
Estaba,  siu  que  me  diesen 
Los  adornos  seña  alguna 
De  que  la  habitase  gente) 
Toda  desierta,  ven  toda 
Una  suspensión  1...  que  á  veces 
Aun  las  desdichas  se  baceii 
De  rog»r,  si  les  parece 
Due  son  ile  provecho.  E\  lioerlo , 
Cuyas  florfs  fueron  jueces 


Pero  Si 


.  sni  que  iiacieseo 

s,  lo  parecían, 

iniíríentos  claveles. 
Vi  que  tiácia  una  parle  estaba. 
La  turca  alfombra  excelente 
Trocada  en  funesto  lecho. 
Que  hacia  sombra  i  niius  cipreses  *. 
^i>do  me  puso  pavor, 
^odo  tristeza;  y  de  suerte 
Vi  tras  ta  imaginación 
Arreliatarsc  y  perderse 
El  discurso,  que  temí 
Del  uro  en  mi  mismo  perderme. 

¡Viste  i  cóleras  del  noto 
tesliojarsc  j  deshacerse  . 

Los  nevados  lomasoles 
De  aquel  irlml  que  amanece 
A  ser  alba  deUerano 
Por  su  ri/ado  copete , 
YaiiénasalmunJo  vire, 
Cnando  maravilla  nuiereT 

t Viste,  i  violencia  de  ua  rayo, 
la  la  campaBa  celeste 
Del  eslió,  que  son  ruina 
Los  pámpanos  y  las  miesesT 
iViste  océano  terrible. 
Que  montes  de  espuma  mueve 
A  los  embates  de  uo  rio, 
Soberbio  con  su  corriente? 
Tal  la  casa  parecia , 
Arbnl ,  mies ,  rio ,  que  pierde 
Al  viento,  al  rayo,  i  las  ondas. 


,._„ loars  if  ul  génem, 

qut  Indudable  [nenie  pracbín  hallarse  el  leito 
"Tceaaün  ;  viciado. 

■  Otro  versu  n»r  parece  vlclsito  6  mera  d« 

lugar.  No  ei  ereible  míe  i 


ñcleran  sonbra  al  ¡eriü),  ( 


1  rtvaelti  i.tlada  iH>r  el 

,t,zodb/L-.oo:" 


4eclr.  1  la  al- 


;glc 


Caindo  mM  se  dpSTan«ce. 
Pompa,  hermosura  y  caailil, 
Hamilde,  postrado  ;  débil. 
Ño  previiilrailo  la  cansa 
Drl  DO  p<^ns3<lo  3cci líeme. 
Pensé  morir ;  pr ro  aii  hombre 
Que  acaso  allí  eslaba,  en  breve 
liirormado  de  mis  dndas. 
He  res|ioniliú  Uesli  suerle  : 
•  AqaHivia  una  dama  ^ 
Ricj  solo  de  los  bienes 
Ue  naiuraleía .  í  quien 
Amó  u>i  caballera  :  este, 
La  nocüe  que' salid  rl  lerdo 
De  Hilan,  habrí  dos  meses. 
Por  la  puerta  del  jardm 
Entró :  no  sé  quién  l»abrie«^ ; 
Solo  sé  que  la  mujer 
Di6  toces,  j  que  la  gente 
De  su  casa  acudió  ,yé\. 
Como  atrevido  j  valiente , 
En  so  defensa  mató 
Un  hombre ;  j  según  pwece , 
lieMó  de  quedar  aquí ; 
Has  las  sefias  to  desmienteo, 
Salió,  en  llii ;  v  ella  turbada , 
Viendo  que  i  lodos  los  prenden , 
Se  ñié  i  un  monasterio ,  donde 
Librarse,  seBor,  preiertde.  • 
Nombróme  el  nom"hre,  al  Qn  :  era 
Aquel  liero,  aquel  aleve 
Amigo,  ■■n  qttieii.  por  mis  males , 
■deposité  lantosfiienes. 
Veil  ¡qué  penoso  dolor! 
Ved  ¡quéconfiíslon  tan  Alerte! 

V  mas  cuaitilo  de  la  dama 
Tuve  un  p3|iel  que  me  advierte 
Oue  por  mi  su  Baclenda,  vtda 

Y  repuiacion  padecen: 
Que  volviese  por  su  honor. 
Pues  es  lan  cierto,  que  llene 
Obligación  de  pagar 
La  ikuda  el  que  no  la  debe , 
Como  en  su  nombre  se  pida , 

Y  a  lodo  el  nombre  se  presta. 
Con  esto  pues,  empeBado 
En  matarle  ó  en  prenderle. 
Le  busqué ,  j  supe  que  estaba 
Rn  Varona... 

oonnun. 
Oj*,  detente , 
No  prosigas,  hasta  lanío 
Qne  baja  pasado  esla  gente. 

ESCErtA  3L 

DON  SANCHO,  cuinos.— OON  JUAN, 

OCTAVIO;  éetpuet,  CELIO. 

■K>n  SA.^CHo.  ÍÁp.) 

Ellos  son :  ja  no  baj  que  hacer. 

Sino  esperar  á  que  entren. 

iVatite  D»n  Sanchas  «w  eriados.) 

Amas  llera  j  prevenciones. 

La  evqolna  i  la  calle  vnelm, 

V  otro  hombre  por  esU  parle 
Mlrudo  las  rejas  lieDe. 

{Sale  Ctlio  con  capa  rica.) 
cmo.  (Ap.) 
iQué  mal  on  enamorado 
Deacansa,  come  ni  duerme, 
SI  i  los  umbrales  no  esU 


CON  QUIEN  VENGO,  VENGO. 
i         OCTAVIO.  {Ap.  t  Dan  Jttau.) 
'  uSi  son  estos  los  valientes 


1 1  De  qué  si^rte  lo  sabrémoaT 

I  Yo  os  lo  diré.  Uesla  suerte.— 

I  {Utgaté  á  Crli»:. 

I  Caballero,  i  mi  me  importa 

I  Sola  que  esta  calle  deje; 

.  V  asi  le  ruego  se  vaja , 

O  harime  que  se  lo  rnegue 

A  culminadas. 

No  bari ; 
Porqne  el  pedir  des*  suerte , 
Es  lo  mismo  que  pedir 
Umoina  con  pistolete. 

Patij^jue  de  aqnl  al  punto. 

Dónde  es  el  punto  conviene 

A  saber,  si  he  de  ir  allí; 

Sino  es  que  decirme  quiere 

Que  Irme  at  pnnlo,  es  inne  al  pnnio. 

ocTavio. 
No  del  vocablo  ne  juegue , 
Sno  vljaae. 

No  quiero 

Yo  le  haré  que  quiera.  , 

Tente, 
Seüor. 

OCTAVIO. 

i  Es  Cello  t 

Yosoj. 

Milagro  toé  el  conocerte. 
Porque  sino,  esta  es  la  hora 
Que  eres  nu  atún  de  requitm. 

OCTjtVIO. 

íQué  capa  eaesia! 

CEUO. 

Una  tuja. 

Pues  iqné  dlsrrai  es  aqueste? 

DisTrai  de-hombre  enamorado ; 
Que  no  baj  co«a  en  que  se  eche 
De  ver  mas,  cuando  lo  estin. 
Que  en  andar  limpias  las  gentes. 

OCTAVIO. 

Nlsf  lo.  babrl  »l  trazado. 

Nise  IM  mi  remoquete 

Un  tiempo;  mas  ;a  uo  es  Nise, 

Ni-se  dice,  nl-ie  puedo 


Decir,  porque  al  Ai, 
De  medio  mogate 


■  Coerdo  estoy, 
Porqne  quien  el  juicio  pierde 
Por  tal  causa ,  cuerdo  esti. 


fuéaj 


Ow  de  sospln 
nqolaTODKi 


Ea,  vele  de  aquí,  vete. 

i  No  puedo,  porque  be  de  eslai 
:  Hasla  que  el  alba  despierte. 
I  Clavado  en  estos  umbrales, 
I  Dosel  poco ,  esfera  breve 
I  De  m^or  sol ,  pues  el  sol 
'  La  lux  de  Lisarda  aprende. 


LISARDA. 

SI,  entra.  Has  Celio  ^uo  viene 
CootigoT 

Celio. 

CtUO  T  0CTA1I0. 

SeBor. 
OCTAVIO.  {A  Cttio.) 
No  respondas  Ifi.  detente. 

Mil  iDAK,  {A  Oelanio.) 
Eaira  ;  i  qué  esperasT 


Que  he  de  pasar  Tíicilmenie 
Del  monte  de  mis  pesares 
Al  jardín  de  tus  placeres. 

LiBAivA.  {AOelavie.) 
iOh  Celio !  seas  bien  venido. 


Entra  presto,  porque  cierre. 

OCTAVIO. 

Entro,  porque  cierres,  presto. 

LISASOA.  {Ap.) 

mucho  me  debes. 


Pues      „ ^_. 

Quiere  amor  que  i  perder  echo 
De  noche  coa  escacharle. 
Lo  que  mejoré  coa  verle. 
(Yante  at  JarH»  Dan  Juaa,  Utaria  r 
Oclairio.) 


;  iQaé  me  toca  hacer  i  mi , 
!  Viendo  eu  la  ocasión  presente 
Que  i  Lisarda  {i  quien  conoico 
Por  la  vos  dhUntsmenle, 
Como  aquel  que  de  la  suya  • 
V  de  la  de  Nise  tieoe 
Has  noticia)  me  ha  llamado 
Por  mi  Dombre,  viendo  que  entre 
OcUtío  i  gour  IM  dichas. 


jlizodCyCiOOglC 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  U  BARCA. 


PoM  cuolo  de  día  granjeo , 
Porque  el  Teme  la  divierte « 
TIeoe  ¿I  i  gour  de  noche  T 


I  Fiero  amigo,  lagrató  hoéiped, 
Vlie  Dios,  qoe  *a  de  vérai 
El  seaür  celoa  lan  Ibertesl... 


PeroiqaAinucbo,sl 

De  <m»s  Umbleo  que  llegue 

A  rendirse  una  mujer 

De  sa  cilidad ,  de  suerle 

Que  me  yiese  j  que  me  Ulme! 

Mm  ¡fb,  ¿qué  remedio  llene , 

Si  al  que  na  de  ser  desdichado, 

Aun  la  vida  te  da  mueneT        (Fm«.) 

Jirdln  con  paerli  da  caminlcielon  1 1> 


ESCENA  Xni. 


En  la  aifumbra  lisonjera 
l>rste  cuadro  (que  ea  doMl 
De  la  hermosa  primaiera , 
Pues  las  rosáis  que  bay  en  él , 
EslreDas  son  ile  otra  esfera, 
Cujos  mué  nos  resplandores 
A  las  esiatn|)3s  y  bóellas 
DeUol,  dicen  entre  olorea  : 
■  Si  es)  I  Docfae  sois  estrellas, 
Hahaaa  réremos  Doresa) 
Puedes  sentarle. 

Vaquí 
Puedes  t&  darme  del  dia 
Coalla,  i  Eo  qué  has  penudo?  di. 

En  que  la  memoria  mia 
Siempre  estl  peniaodo  ea  II. 
A  la  aurora  desperté. 
La  maBana  le  escribí , 
A  la  larde  le  esperé, 
De  uoche,  Doo  Juan,  te  il, 

Y  á  todas  horas  te  amé. 

Y  tú,  Kise,  ira  qué  has  pasado 
EIdiaí 


OCTiVIO. 

TA  has  hecho  mny  bien ; 

Ke  por  Dios ,  que  yo  también 
ve  ese  ml^no  cuidado , 
Y  desde  hoy  te  he  de  querer 
Por  finesas  tan  eitrahas. 

iQflé  Qoetut 

{Pueden  ser 
Hayores,  pues  desengañas 
A  ua  hombre,  sleudo  mnjer  f 
En  ninguna  mi  cuidado 
Deaengaiki  hubiera  hallado. 


Kin 


jPorquéT 

Porque  en  lod 
Lalragnay  elcorazon 
Un  reloj  desconcertido. 

.  (Rmdo  denlro.) 

iCtawT...  Has  ¿qué  mido  es 


¡Vllgame  el  cielo  !* 


*  Aqui  me  pierdo 
Si  en  esle  traje  me  ven, 
Y  si  couocida, quedo 
De  Don  Juan  y  su  criado. 


iQuébedehacerT 


fii  intea  qoe  lleguen 
Sallar  las  tapias  podemos , 
Sert  mejor. 

Dices  bien. 

OCTATIO. 

Ba,  pues,  salta  primero. 

(Vowe  Don  Joan  y  Octano.) 

ESCEIIAXIV. 


»0N  SMCBo.  (DeiOro.) 
Guardad  las  puertas  Yosoiros , 
Pues  ya  limos  que  eiUu  deoiro. 

lAjInrelIce  de  oil! 

Lxonoiu  [EteoniíUa.) 
t  Muerta  eitoyi 

BO!cs*iio«o.  (ft-B/r*.) 
Acudid  presto. 
(Sal»  Den  Smchs  g  criaOot.) 

iQué  ruido  es  este?  ¿qué  buscas 
Coa  Untas  armas  y  esirueodo? 

LMnoa.  (Ap.) 
A  mi  DO  me  ve  Don  üaocho. . 
Segura  escaparme  puedo       , 
y  irme  A  mi  cuarto.  (Vu«.) 


Aquí  1  estas  horas' 


i  Qué  haces 


{Ap.  j  Hoy  mi 
Bajé  al  Jardio  desla  forma 
A  solo  tomar  el  fresco. 


Que  ha  tallado  un  hombre,  *  otro 
Va  i  salir. 

ocTÁTio.  {penlrt.) 
¡Vilgameelcietol 
Cay  6  la  tapia,  y  yo  estoy 
Eaierrado  inles  que  muerto. 

DOB  SAHCHO. 

Presto  lo  estarla. 
I  {StUe  Oelatit.) 

OCTAVIO. 

Koharé, 
Porque  es  on  rayo  este  acero 
Desalado.  — Hasiquéoirol      (Ap  \ 
iNnes  esle  Don  Sancho,  délos*        ' 

DON  sAHcno.  (Ap.) 
i  Cielos  I  i  este  iib  es  Octavio  f 

usaana.  {Ap.) 
Don  Juan  es  esle  qne  veo. 
El  que  saltó  fué  el  criado  : 
Pues  00  le  conozco,  ea  dolo. 

Taidor,  ahora  veris 

Que  desla  suerte  me  vengo 

De  los  pasados  agravios. 

DON  SUICBO. 

flllano  j  mal  caballero , 

S  es  que  i  buscarme  has  venido , 

1  No  era  mas  hidalgo  becbo 

Venaarie  de  mi  eo  mi  vida. 

Si  ella  te  ofendiú,  primero 

Que  en  mi  honor?  íNo  era  mejor 

Darme  muerte  cuerpo  i  cuerpo 

En  el  campo ,  que  mataniN 

DisTraiado  y  encubierto  T 

Has  lotes  que  del  Jardiu 

Hagas  teatro  funesto, 

l'omaré  de  dos  agravios 

Dos  veiittaDMS  :  pui?s  primero 

lie  mi  lionnry  desta  beiniana 

He  de  remediar  el  riesao. 

Haciendo  que  de  m árido 

La  mano  la  áéí ;  ;  luego 

Te  he  de  dar  muerte,  porque 

A  dos  agravios  aten^ , 

Ya  que  en  mi  booor  y  en  mi  vida 

Quisiste  venoarle  fiero. 

Tomen  mi  vida  j  mf  honor  * 

Satisbcciooes  á  un  tiempo. 

Date  la  mano. 

{Demtra  da»  golpet.) 

Las  (tuertas 


(Ap.  Esta  es  Leonor ;  b  criada 
JEra  la  qoe  se  fuá  huyendo. 
j  Babrfee  vistn  Jamas 
(Uro  hombre  en  mayor  empeño  í 
En  casa  de  mi  enemiga  , 
Sin  S8l)er  cómo,  nic  veo. 
Cercado  de  armas  j  eenie 
Estoy,  con  mdic^s  ciertos 
De  amante  de  la  que  es  dama 
Del  amigo  con  quien  vengo  : 
iCóoDo  be  de  salir  de  aqui  T 
Pues  si  callo,  lo  couBeso; 
V  si  digo  la  verdad, 
La  le;  de  araisud  ofendo. 
Has  remiiolo  al  valor  ■ 
Hejor  es  matar  muriendo.) 
Iraldor  Don  Sancho ,  aunque  aqai 
Me  vei  ahora  encubierto. 
No  vengo  i  ofender  tu  honor; 
A  darte  la  muerte  vengo. 
Esas  paredes  salté 


dbvGooglc 


Solo  coa  aquHte  talento.    ^ 
Hi  JO  coDOico  1  eu  dama , 
iñ  sé  li  es ,  viven  los  cielos , 
^u  hemuQ*!  j  «sU  respuesta 
He  debes  t>or  su  respeto. 

tAp.  Don  JniD  j  Do»  Sancho  deb«U 
De  haber  reiüdo  InLes  desto  : 
Eslbrcemos  so  disculpa.) 


iBaenoi 
HagasH 


_    „as  por  alti  locnrls 
Que  totlgueii  i  tanto  eitremo 
Como  btucHTte  en  In  osa, 
.V  quieras,  TÍnieado  i  eso, 
Ecbanne  li  culpa  ■  nil, 
CtuDdo  te  busca  resuelto  1 

DOÜ  Sakho. 
iQné  nal ,  Ingrata ,  pretendes 
D&cnlparte,  cuando  tengo 
Deseiigaltos yo  de  todo! 
Que  ba  días  (|ae  lo  pretendo. 
El  ha  de  darte  la  mano,'. 
\  morir  después. 

Primero 
QtK  se  la  dé,  be  de  morir. 


j  A;  cíelos! 
Caballero,  por  mujer. 
He  amparad,  si  es  (jne  oi  mereico 
Esu  flueía. 

'  OCTAVIO. 

Bojr  seri 
■iiralla  vuesua  mi  pecho. 

BMI  SAHCBO. 

Si,  pero  poca  muralla. 
{AÜeldtlanu  D*ñ  Smeko  y  Oetari»,p 

reUrmue  hacia  ma  pnirU  Oelnb 

$Utaritt.) 

ÜDCbo  nu  desdicha  temo. 

Don  Sjincho. 
Ed  taño  el  vakir  te  aSenta. 

L*  ventaja  te  confieso ; 
Pero  he  de  morir  matando. 

•Poei  JO  be  de  matar  mnrieodo 

El  umbral  de  aquesta  puerta 
Sea  el  sagrado  postrero 
Uemlvtdn. 

non  SANCHO.  , 

Tq  sepulcro 
Ba  de  ser  ese  aposento. 
Porque  oo  Uene  salida. 

LUAIDA. 

De  BU  rida  es  el  remedio, 
non  sANcio. 
(De  qué  loeneT 

Desta  suene. 
{ÉMtraie  Octuñ»  reüranio ,  i  eitrrs 
imjMitrtt  Utardm.) 

CN  CIIAM). 

Cerró  la  puerta. 


CON  QUIEN  VENCO,  TENGO, 
^e  son  dos  personas  dentro , 
Que  la  guardan  j  defienden. 
OCTAVIO.  [Detitrt.) 
Yo  asi  mi  vida  deflpndo. 
Por  vivir  para  matarte. 

DON  sueno.  . 
Cobarde  soj,  pnes  no  Inlenlo 
Derribar  aquestas  puertas. 
No  eo  vano  ( ¡  til  pensamieoio! ) 
Supo  Lisarda  que  vo 
Dejaba  en  Hilan  (¡ah  délos!) 
Qu^ioso  de  mi  un  amigo, 
a  él  lo  dijo...  Has  ^qué  es  eatot  ' 

Que  han  trepado  por  las  rejas. 

ESCElfA  XVL 

DON  JUAN.— DON  SANCHO.— VatiDdi. 


Viene  at 
De  no  amigo. 

DON  SANCBO. 

Vo  agradeaco, 
Ob  Don  Juan,  como  es  raioa , 
La  Qneía  j  el  deseo, 
Pues  no  dudo,  que  el  oir 
Kn  mi  casa  aqueste  estruendo 
Os  babrt  obligado  i  hacer 
Por  mi  amistad  tal  extremo. 

Don  Sancho,  aquí  soy  leaigo 
De  la  obligación  que  teugo , 
T  be  de  acudir  i  la  parte 
Que  es  aua  Tonota,  piimern 
Perdoi — ' — 


iQneos  perdone, 
Decil ,  cuando  os  agradezco 
Venir  aslT  Y  pues  se  llega 
Siempre  en  deiMlicbas  i  liempo , 
Las  mías  sabed ,  que  pongo 
En  vuestras  manos.  Vo  tengo 
Dentro  de  mi  casa  un  hombre , 

?ne  i  matarme  eairó  resuello... 
aun  con  dos  muertes ;  que  si  es 
En  los  generosos  pedios 
Vida  del  alma  el  honor, 
El  alma  también  me  ha  muerto. 
Con  una  de  mis  hermanas 
Ra  hn:bo  Tuerte  ese  aposento. 
Si  le  doj  muerte  atrevido , 
De  mi  hermana  el  honor  lüerdo ; 
Y  si  le  dejo  con  vida , 
Viro  un  enoio  me  dejo. 
,Qué  he  de  hacer  en  tales  dudasT 

DON  JOAN.  (Ap.) 

iBabrise  visto  suceso 
Semejante  f  Cou  Don  Sancho 
Era  de  Octavio  el  empello. 
Vo  le  be  traído  i  esia  casa 
Hal  haré ,  ti  upii  le  dejo. 
SI  un  amigo  hace  de  mi 


En  el  suelo 


¿CAbo  et  posUMeT 


!M  un  amigo  osee  at  mt 
Cunflania ,  j  al  le  ofendo, 
Las  esperiDiai  de  ser 
De  Leonor  esposo  piñdo. 
AilbrattOcUvIotloe, 
Y  cuando  librarle  iateoio, 
\  He  dicen  que  esil  encerrsdo 
Cou  Leonor,  psra  ser  doeBo 
■^  ■"  amor ! 


Has  11 


ESCENA  XVn. 


OCTAVIO.  {Oenín.) 
Aquella  Toi 
Conoico,  salir  pretendo. 

usAMA.  (Dentn.) 
No  hagas  tal. 

octATto.  [DetUn.y 

tJSAiDA.  (Daifra.) 
•  Yo 

De  aqnl  I  salir  oo  me  atrevo. 
{Abrae  Ja  pwrfat,  tate  OeUuU,  f 
vuelve  i  cerrar  IMarila.) 

OCTAVIO. 

.    iHedodesNiierl  Cerró. 
las  ¿cónu)  conTormes  veo 
Tanto  t  Don  Juan  ;  i  Don  SaQchoT- 
i  Cosa  que  fbese  concierto 
Haberme  traldoT...  Has  jcómo 
Tal  de  un  amigo  sospecho  1 ) 
Don  Juan... 

DON  SANCBO. 

Pues ,  1  de  qué  01  conoce 
Mp.  Peor  esto  se  va  poniendo.) 
A  vos,  Don  JuaOlmienemígoT 

Ya  de  mw  acodáis  es  tiempo 
A  la  ohligadoa  que  os  puse. 
Cuando  o&cooté  mi  suceso. 
Don  Sancho  es  el  enemigo. 

DON  SANCBO. 

Don  Juan,  que  acudáis  espero 
A  mi ,  pues  Douor  }  vida     .    • 
Eo  vuestras  manos  be  puesto. 
El  raemigo  es  Octavio. 

DON  JUAN. 

t Quién  se  tió  eo  Igual  aprieto! 
ero,  ¿qué  temo,  qué  dudo, 
SI  dice  la  ley  del  duelo. 
Para  caso*  semejantes  T... 


Que  CM  quUn  venge,  vm^o. 
Don  Sancho,  dadnos  lugar. 
Porque  por  montes  de  acero 
Hemos  ae  aalir  los  dos. 


Ba  cumplir  mi  obligación. 

¿í  en  la  que  jo  te  babia  pueatoT 

DON  JUAN. 

U^  mu;  larde. 

D«HI  SANCBO. 
OONmAH. 

Porque  em  f*fM  tengo,  vetigt, 

DON  SANCBO. 

(¿Con  qiden  vengo,  vei^oTí  Acpii 
Sswcidia  mafor  misterio. 
Has  no  importa,  pnea  qne  jo, 

?ne  hooor  de  mi  parte  tengo 
veiuoi  ctd»arle  aqnl, 
Diod&  la  muerte  primero, 
Dii4  al  lado  de  ni  konor  , 

Dpt,z<ídfiyL-.OOglC 


COHEDUS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA   BARCA. 


También  :  Cn  (uien  vengo ,  tengo. 
MueriD  loi  dos. 

CRUW».    ■ 

Loa  doi  mnerau. 


¡  Huerto  saj !  ¡Váleme  el  cielo : 
{Cae  Dan  Sanche,  buj/en  te»  eriadti.) 

0CTAT10. 

Don  Sancbo  cay6  en  lai  Qoreii        , 

V  los  criadas  bujeron. 

Y  como  sin  luí:. dos  dejan. 
Por  donde  salir  no  acierto. 
Pero  ^dóade  esli  Leonor? 

Cerrada  en  ese  aposeiiio. 

Abre  aquí,  "jo  soj,  bien  puedes. 

usiaoit.  {Dentro.) 
Por  conocerte ,  dm  Ktrevo. 

{ibregtale.) 


Mira  que  uo  soj... 

Va  sé  * 
Quien  ere»,  pnes  que  le  llevo. 
ÍM-gnra  coDLnino  vas. 

US.*nD*.  (4p.) 
Ya  lodo  está  descubierlo, 
Pues  me  conoce  >  me  ampara 
Vot  cómplice  desle  jerro.       {\ante.) 

Ciiié. 
ESCENA  XVIU. 


Ficil  t-stí  üe  terse  que  he  perdido. 
Paes  del  jueüo  no  «alfto  acomps6a<lo , 
Ni  t  un  mirón  reverencias  be  debido , 
NI  Im  al  puríLero  le  \uf  costado. 

Y  auu  mejor  itespac  beque  be  merecido, 
Pues  que  las  escaleras  no  lie  rodado. 
Bien  del  ({arito  alliemjionohu}  dlstaii- 

[cla. 

Pues  solo  medra  elqueandadegaitan- 

¡ViveOios!...  fcia, 

{Dentro  ruido  ie  eipada».) 

tim  SAnuHo.  {Dentro.) 

Aun  se  anima  en  psia  mano 
KoUe  acero  en  dileiisa  de  mi  vida 

Y  mi  bouor. 

Esto  (qué  es? 
twn  SAücao.  {Den[re.) 

Vupire,  tirano, 

Y  no  seas  dos  veces  mi  boiiiicida. 


DONJUÁN,  OCTAVIO,  LISABDA.- 
URSINO;  ieipHei.üOít  SANCHO  t 
LP.ONOR. 

Ved  dúode  iremos. 


En  esta  casa  filé  la  cuestión  t  cielos! 

Y  después  de  la  voi  y  det  ruido . 
Dosliombresentreasombrosy  desvelos 

V  una  mujer  COI)  ellos,  hau  salido, 
Desnudas  las  espadas.  Mil  recelos 
Al  alma  y  la  razón  ban  ocurrido- 
non  SAscao.  {Deniro.) 

¡Triste  de  mi  >  Sin  confesión  me  muero. 

Ni  hombre  iiuinaao  seré  ni  calullero,  | 
Si  dejo  i  aquesta  101  d«  dar  «vuda,  | 
Cuando  pronuncia  en  lamentable  acen-  : 
Afectos  religiosos :  lengua  muda,    [to  ' 

tlnU'ur  adentro  á  socorrerle  iuLenlo.     ¡ 
{Saie  DonSanelia.)  ' 

Hal  el  valor  se  alienta,  mal  se  avuda ,  I 
Cuando  desangre  (iropría  eUÁ  sediento 
El  corazón ,  y  tii  bárbaros  enojos 
Le  lloran  las  heridas  y  (os  ojos. 
Vuelve,  vuelve,  enemigo,  y  esa  espada 
Uuerte  me  d^  para  mayor  exceso, 

Quien  asi  os  busca.noosorendeeunadi, 
Uas  08  viene  i  ayudar  en  Ul  sucesoT 
(Sale   Leonor. ) 
LIONOH.  {Ap.) 
Vo  bajo  en  llanta  y  en  dolor  bañada  : 
Que  estoy  mortal  á  mi  dolor  conlieso. 
¿i)óndevoy(¡ayde  mi!],  queenesia  cál- 
mente li  vida,  y  se  desdice  el  alma  ■  T 

DOn  SANCHO. 

Decid,  jquiéu  toist 


Inrelit  caballero.  >a  que  el  cielo 
A  esta  ocasión  mis  pasos  lia  [raido, 
jQuién  duda  que  haya  sido  por  consuelo 
De  vuestra  pecho  bonrado  y  afligidoT 
En  mis  brazos  venid,  ahao  del  suelo. 
Llamar^quieaoscure,  y  advertido 
Vivid  deque  lendri  esta  hermosa  dama 
Segura  su  opinioit,  cieña  su  fama. 
Ursino  soy...  y  basta;  y  i  Dios  ¡uro 
DeiM  fallar  jamas  de  vuestro  lado. 
Hasta  (|ue  de  la  vida  esieis  seguro 
V  del  honor  estéis  desagraviado,  [curo 
Con  vos mehabels de ballar.porqae pro- 
Va  como  profíio  el  bien  de  un  dasdicha- 
Venid  los  dos.  [do. 


Esa  palabra  acefo. 
Otra  vez  con  el  alma  os  to  prometo. 

JORNADA  TERCERA. 

Curto  de  Don  Jnin.—  Eill  oseare. 


Bien  la  piedad  lo  di 


Que  aunque  ei 


baberos  conocido ; 

)alria  estoy,  soy  ei- 
[Iruijcro 

En  ella,  y  asi  igitoro  vuestro  estado; 
Que  extranjero  en  su  patria  es  el  solda- 
En  el  último  aliento  de  mi  vida,   [do. 
Lucho  i  brazo  partido  con  la  muerte, 
V  por  la  inlaasta  boca  de  una  herida 
El  alma  los  espíritus  divierte. 
No  quiero,  no,  que  sea  socorrida 
!Hi  vida  dcsas  canas  ea  tan  fuerte 
Desdicha ;  el  honor  si :  dejadme  os  me- 
Vesa  dama  poned  en  salvo  luego,  [go, 
Koesmidama,senor;  hermana  es  niia. 
¡Asi  lo  Fuera  la  que  abrió  primero 
Puerta  para  tan  grande  alevosía , 
Di-siiojo  infame  del  rigor  severa ! 
Soto  en  vuestro  valor  mi  honor  su  fia, 
Porijue  os  jui,go  señor  y  caballero. 


DON  JUAN,  LISARDA,  OCTAVIO. 

Este  es  mi  cuartii,  señora, 

Y  aunque  en  él  quedáis  a  oscuras. 
Importa ,  mientras  ([ue  voy 

A  preveniros  alguna 
Parte,  donde  retirada 
Estéis  con  los  das ,  segura 
Ue  la  justicia,  que  hoy  tiene 
La  vara  de  la  fortuna. 

En  vuestras  manos.  Don  Juan*, 
Estoy.  Vos  tenéis  la  culpa 
UentiiS  sucesos,  supuesto 
Que  vuestro  amor  j  jinerle  injusta ! } 
He  puso  en  cata  ocasión; 

V  asi  os  toca  ( \  olí  nena  dura ! ) 
Sacarme  delta, y  mirar 

Que  mi  riesgo  no  se  excasa. 

Octavia,  vente  conmigo. 

¡Dónde  vas? 

i\íaa  preguntas T 
A  prevenir  donde  estemos 
Lie  suerte ,  ijue  sí  nos  Imscan 
No  nos  hallen ,  y  de  suerte 
Qae  si  falta  quien  presuma 
Contra  nosotras,  no  pueda 
Hacernos  daHo  la  fuga ; 
Pues  cun  estos  dos  intentos , 
Octavio,  tengo  euire  muchas 
Partes  que  se  me  ofrecieron , 
Hecba  elección  de  U  uiia . 
Que  es  uii  cuarto  desta  casa, 

?ue  ni  se  vive  ni  ocupa.  . 

con  estarnos  allí  * 

l^s  dos ,  y  Leonor  oculta  , 
No  nos  snliiiii«  de  casa , 
Ni  la  ven;  y  si  procuran 
Buscarnos ,  él  tiene  puerta 
Al  mar  (que  bate  su  espuma 
Unos  jardiiii^ ,  adonde 
Corresponde  su  hermosura ) ; 

9  I.isinl)  isa  do  ha  conoct'lo  1  ban  Ja». 
Como  fstanl  osear»,  cree  qae  eiDriivio  t. 

Sn  hibrí,  iit\  retiioiiile,  imlíiilole vh 
«»J«a. 

u,nt,z9dfiyLiOOglC 


Y  con  Dicerque  esté  siempre 
Poesía  ü  liemiio  una  f^lucj, 
Podtmos  lltires  las  \idat 
Ecb»  al  m*i. 

Puesiqué  dudaí, 
Si  deniro  de  rasa  ik'iics 
Comodidad  Un  scgnra  I 


L[5ARDA. 

Fortuna , 
I  Qnién  en  una  noclie  sota 
Vio  lanías  desdiclus  juiíiast 
iQwé  es  lo  que  pus»  por  miT 
¡Yo  qne  fulla  que  d«  induslri» 
Negué  la  deidad  i  amor, 
Si.i  darle  obediencial  nuiíca. 
Ful  la  oue  mas  e\umiiio 
Sos  violencias,  siis  iiijumll 
i  Kuera  de  mi  casa  )'o? 
i  Vo  en  casa  de  un  boinhre  ( ¡  injusl: 
Suerte! ),  galán  de  mi  Itennaua , 

Vue  coma  lal  me  aseitura 
me  libra ,  por  baber 
Conocido  (iquién  lo  duda!) 
Oue  ful  de  su  amor  tercera 
Y  primera  de  mí  culpa! 
Parecerá  impropriedad 
(fue  cuando  en  lanías  angnsLias, 
Tantas  penas,  laníos  llntilus, 
Quinre  el  cielo  qne  discurra. 
He  acuerde  de  otra  pasión ; 
Sin  mirar  el  <|ue  esto  culpa , 
One  las  desdiclias  y  penas 
í>e  eslabonan  y  se  juiíiaii 
l)e  suerte,  que  saien  todas 
En  tirándose  de  una, 
íQué  es  esto,  cielos,  qué  es  esto 
Que  el  alma  j  sentidos  burla , 
Bes[iup's  que  vi  esie  Don  Juan, 
Galán  de  mi  liermaiia,  en  cu*a 
Casa  esto\?  ¡  Pluguiera  al  cielu,  ' 
|}ue  JO  no  le  viera  nunca! 
i'l'an  bien  me  pareció,  cuando 
Volvió,  volcan  de  sns  furias, 
Desde  la  tapia!  ¿Tan  bien. 
Cuando  dijo,  por  disculpa 
De  su  amor,  que  te  traia 
ahí  otra  venuanza  jusiat 

tOué  es  estoT  Kl  amo  y  criado 
oj  contra  mi  ee  coujuraa. 
El  uno  cuantío  se  ve , 
Y  el  oiro  cuando  se  escucha  : 
Tanto,  que  igual  el  afecto. 
Uno  en  veras ,  otro  en  burlas , 
(V>n  ser  dos  prrsonas ,  pienso 
Que  son  en  el  alma  una. 


CELIO,  eoij  luí.  —  LI5ARDA. 
CELIO.  {Sin  ver  á  Luarda.) 
¡Habri  lacayo  de  bien, 

«ue  no  se  aflija  jr  se  pudra, 
ieiido  que  su  amo  anda 
Con  miquinas,  con  industriase 
¡Irse  sii|  mi  á  sus  amores, 
llondeconmi  itonilire  hurla 
,  Otro  la  ocasión .  que  jo 
Merecí  por  mi  ventura! 
"" la  despui'S 


CON  QUIEN  VENGO,  VBHGO. 
No  quedaré ,  por  ninguna 
Cosa  del  mundo,  con  él ; 
Porque  ¡aquí  de  Dios!  i  quién  gusta, 
Aunque  se  muera  de  liamhre , 


Mas  no  moriré ;  que  al  lin 
Tengo  quien  me  conlribuja. 
I'orque  4  para  qué  enamma 
Uu  [lobre  honilirc  i  una 
Tan  rica  como  Üsarda, 
Sino  para  que  {no  bay  duda) 
Le  traiga  cumo  un  Narciso  t 

MMHl.*.  (,4p.) 

Va  no  es  posible  me  encubra. 
íQuiéneiti  aqui! 

Vo  so;.  Celta. 


Pues  «de  qué  le  turliasT 


Se  lia  de  turbar  de  sucesos, 
t,>ue  jior  si  no  diliculla 
Kl  entendimiento.  V  puesto 
Oue  no  es  la  ¡irinier  fortuna 
Esta  del  amor,  no  es  bien 
Te  turbes ;  y  mas  si  ajmras 
(jue  como  es  rayo,  se  lleva 
'Iras  Si  mas  de  lo  que  busca. 

Pues  ;cúma  bas  venido  aquit 


Se  bizo  majur  lugar  una 
En  el  alma.  iCómo,  lengua. 
Traidora  mente  pronuncias 
Razones  tan  mal  formadas , 
Que  el  mismo  alienta  las  duda* 
il'or  qué  se  atrevió  i  decirlas , 
Sin  tener  licencia  suja 
El  alma,  siendo  mi  pecbo 
Del  silencio sepullui^t ) 

¡SeOor!  ;que  aqui  estás* 
Lis»aM.  {Ap.) 
Este  es  Don  luab.  ¡  Qué  desdlcba ! 

Salle...  ( Ap.  Que  importa  i  mi  dicba.) 

CELIO.  [Ap.  d  Oelauío.) 
No  quiero,  ni  es  justo ,  pues 
Ksia  dama  que  aqui  ves , 
Huyendo  viene  de  ti , 
aeiior,  i  buscarme  i  mi , 
Supuesto  que  no  te  quiere, 
Y  que  JO  soy  por  quien  muera. 


Eleí 


iAp.  Ella  conoció  la  Industria 
Con  q^ue.  trocftndose  el  nombre 
Octavio ,  su  amor  procura ; 
V  viendo  [|ue  ntr  era  yo , 
A  tales  boras  me  tiusca. 
Siempre  mi  abuela  me  dijo 
"  -  -ra  de  buena  ventura.) 
ra ,  aunque  es  bien  que  dé 

dicha,  mejor  fuera 
Dar  las  quejas,  pues  son  justas. 
De  <pie  no  me  baya  heobo  uu  bombre 

l'oderoso ;  pero  suplan 
Afectos  de  voluntad 
De  mi  bajeza  las  culpas 
Una  ración  mal  pagada. 
Una  cama  go  muy  dura, 
So  puede  fallar ;  y  en  Un , 
Logranito  dicba  tan  suma, 
íieré  alfombra  de  lus  plantas. 


ESCENA    IV. 
OCTAVIO.  —  LISARDA,  CELIO. 

(Ap.  Quiere  Don  Juan  que  i  Leonor 
Lleie  yu  al  cuarto  en  uue  oculta  ' 
Ha  de  esiar,  mientras  el  queda 
Haciendo  espaldas  se(;uras 
A  su  padre;  y  temeroso 
Llego  i  mirar  su  bermoaura. 
Porque  entre  lanías  desdichas 


tlSARDA,  OCTAVIO. 

OCTAVIO.  (.4p.) 

¿Cómo  ( ¡  ay  de  mi ! )  llegaré 
A  bablarla  ,  sin  que  los  ojos 
Déii  paso  i  tantos  enojos 
Como  padezco! 

LtSARDA.   {Ap.) 

i  Qué  haré 
I  Para  que  el  alma  no  dé 
Lugar  en  tanto  rigor 
A  otra  desdlcba  mayor! 

OCTAMO.  {Ap.) 

Diré  al  amor... 

LISABBA.   {Ap.) 

Yo  i  mi  fama... 

ÜCTAriO.   {Ap.) 

Que  es  Leonor  de  Don  Juan  dama. 

US.  ROA.  (Ap.) 

Que  es  amante  de  Leonor. 

SeBora,  ya  prevenido 
Sobre  el  mar  un  cuarto  queda , 
Que  ser  el  ocaso  pueda 
Dése  sol  recien  nacido. 
Fortuna  v  amor  b>n  sido 
Los  que  nospedaje  os  han  <lado , 
Porque  ya  que  habéis  lleRadu 
A  esta  breve  esfera  ,  es  bifii 
Que  en  el  mar  se  hospede  qnieu 
Sacó  del  mar  su  traslado. 
Ocasión  s(^  se  espera 
Para  que  podáis  pasar 
Sin  que  os  vua.) ,  i  lograr 
Las  perlas  de  su  riliera  : 
Pues  no  liabri  ruda  venera 
En  las  miricenes  de  Flora , 
Si  sobre  sus  coiicbas  llora 
Las  nitrur^is  que  en  vos  nacen. 
Porque*  las  perlas  si'  bacen 
Ue  lagrimas  de  la  aiiroru. 
No  os  aQijais ,  no  llortHs ; 
Que  en  casa,  seAora,  esliis 
Donde  servida  seáis , 


K  p«™o 
dbyGOOglC 


GOHEDUS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  U  BARCA. 


UMM*.  (Ap.) 
iSaUMUmlriibíTO 
Vi  IM  amaate  cnsulo ! 
Hu  del  UleiMio  lenckio, 
Mnen  «d  ai  pedio  mi  agravio. 

OCTAVIO.  (Ap.) 

Antes  que  ulgí  del  labio , 

■    Hoera  mi  amor  a  mt  olvido. 

LIUUbA.  lAf.) 

Un  njo  la  m  ba  lido. 

oc««o.  (Ap.) 
SiU  (4os  ion  mi  volcan. 

UUIBA.  (Ap.) 

A  mai  mH  desdicha*  van. 

OCTAVIO.  (Ap.) 

lOh  qué  hirii ! 

NSAflBA,  {Ap.) 
I  Ob  qné  rigor ! 
Has  es  galán  de  Leonor. 

OCTAVIO.  {Ap.) 

Has  es  dama  de  Don  Joan. 

ESCEIU  VI. 

DON  lUAN.  -  LISARDA,  OCTAVIO. 

Segnra  la  casa  esli. 
BitHi  podáis  pasar  ahora 
A  esotro  cuarto,  seBora , 
(jue  03  esii  esperando  atli. 
—Has  i  qué  ei  esto  ! 

OGTlllO. 

lPu«t  qué  os  da , 
Que  asi  01  turbáis  T 

LttARDA.  (^0 

Este  balido 
El  amigo  que  ba  venido 
t:oo  Do»  Juan. 

BON  JDAIt. 

I  válgame  el  cielo ! 

OCTAVIO. 

IQai  tenéis  T 

DOK  ICAH. 

todo  loj  hielo. 
Pues  ¿de  qué  T 

¡un»  JOAM. 

Pierdo  e)  sentido. 
iCórooTM.aefiora'!...  Vo 
Aqoi..  Eslaj  jetio  ;  turbado. 

Poes^qoá  ten«ia,  qué  osliadadoT 

LHARDt.  (^p.) 

De  mírame  k  turbó 
El  amigo  qne  llegú. 

Decidme  ja ,  í  qué  tenéis  t 
Has  luego  me  lo  diréis. 
Abora  i  esotro  cuarto  vamost 
Y  la  ocaaion  no  perdamos 
De  pasar. 

DWVJtlAm.   {Ap^ 

Oios.iqné  veisT 
{Yanu  kdeia  la  puerta.) 


Y  asi,  sin  que  vista  quede, 
Ir  eoire  nosotros  puede. 
{Mala  la  lia  Don  Juan ,  y  llevan  d  U- 
tarda  entre  lo»  do».) 

i  No  es  la  iramoja  ma;  mala! 

USARDA.  {Ap.)       • 

tQuépenai  mi  pena  iguala  T 

Bo:i  idab.  (Ap.) 
jQué  mal  i  mi  mal  excede  T    ( Vante.) 

PorUU««aui*tInlBO. 


Sin  luí  el  porlalabora  : 
Has  segura  asi .  seilora , 
Aquí  entrar  podrís,  porqué 
Nadie  le  ha  de  ver. 


Por  dúntft  voy. 

(Salen  Dan  Juan  Utarda  y  Velmie. 
Bneuinlrame  urtim  g  Dan  Juan ,  y 
cada  una  ttaee  como  que  no  quiere 
que  el  airo  encuentre  con  ¡a  dama 

Eie  lleva ,  y  apártame  hasta  Iffua- 
rte  lai  daaiút ;  p  ellai,  volviendo 
á  suiarlat ,  par  tomar  cada  une  la 
Mira,  cose  la  del  otro,  de  manera 
fueae  trvecan.) 

;QaiénvaalliT 

nm  iDAR. 
Yo  so; ,  seilor. 

Duin'o. 

Como  esli 
La  casa  sin  luz ,  no  veo. 
{Ap.  Y  esia  como  vo  draeo.) 

LEow,a.í.4p.) 
Nueva  maravilla  va 
Admiro  :  de  DoiiJuan  fué 
Aquella  voa. 

DRSIMO.  (Ap.) 

Yo  sintiera 
Hacho  que  Don  Juan  me  viera 
Con  esta  mujer.  ;Qué  haré! 
Pero  JO  la  ocultare..,' 

{Ap,  creyendo  hablar  á  Leonor.) 
No  sois  vos,  seüoraT 
USAHOA.  IQue  $e  halla  ya  colocada  al 
lado  de  üriina ) 


I  Octavio  solo  esti  aqui. 

Pnes  ¿como  sin  Ini  estiis 
Eaefteporuir 

MNJOAR. 

Abora 
Entramos  los  dos. 
OCTAVIÓ.  [Bajo,  ereaenéaluNaream 

Uaarda.) 
„    ,^  Seüora, 

Venid,  que  segura  vals. 

LEONOR. 

SI  haré,  poes  voi  me  goials. 
rastNo,  (Ap.) 

ÍLIndamenie  ha  sucedido! 
nevengo'solo  ha  creído. 

Celio.  {Ap.  i  íl.) 

SeBor. 

OCTAVIO, 

Pnes  aquí 
TnseBorno  teojóaif, 
Ni.le  ha  visto  ni  sentido, ' 
Al  cuarto  que  sabes  lleva 
Esa  dama ;  qne  jo  quiero 
Quedarme... 

CELIO.  (Ap.) 

I  Qué  dicha  espero ! 

Porladeriwcha.,. 

{Yate  Cea»  can  Utnar.) 
BOU  mn. 
„    .  I  Oh  qvé  iraeva 

Cooftasion  mi  vida  lleva? 

casino,  (^p.) 
[Lindamente  la  he  escapado, 
V  hasta  mt  coarto  gtilado ! 

{Yate  con  Uterda.) 


I  Yo  soj. 


Si, 


DON  JUAN,  OCTAVIO. 

OCTAVIO.  (Ap.) 

tLIndamenie  se  libró, 
uesnila  vio  ni  sintió! 
Logróse  nuestro  cuidado. 


Ya  vuestro  padre  se  ha  Ido. 

Dicha  fué  no  haber  pedido 
Loi ;  que  viera  con  los  dos 
A  Leonor. 

i  Pluguiera  i  Dios, 

?ue  tus.  Octavio,  pidiera! 
o  me  holgara,  como  viera 
A  Leonor. 


Turbada,  seoor,  os  sigo. 


dbvGooglc 


No,  OcUvio,  «ioa  Liiarila , 
H»  «oberMí ,  ;  méooi  firme. 

iQné  decís? 

Km  JUAK. 

Que  lie  de  morinne 
Bo  pena  tan  lobamaDi. 

flQoléoeaLiiardat 


No  puede  ser. 

Si  JO  lo  acabo  de  ver, 
iPufde  mi  esperaría  Tin» 
BngahirmeT  ¡ViTepios, 
Qañ  i  Lisarda  hemos  sacado 
Del  rieago ,  j  qne  bemoi  d^ado 


iQoé  lengo  ja  que  esperar 
STea  las  orillas  del  mar 
Najotes  peligros  utcoT 

;No  eirtia  on  iuUDle  T 
ton  tus. 

No. 
OCTAVIO. 
Decid ,  la  qtte  estaba  alli 
Con  To* ,  jera  LeonorT 


OCTITIO. 

PoM  LeoDur  tai  1  la  que  jo 
Ubre  IQ  tida .  7  ano  ti6 

£ae  JO  la  TÍ ;  y  ti  ella  fué 
a  que  estaba  coa  «os,  sé 
Qne  e*  la  qpe  abora  esii  con  ti 
(■orqne  nuDca  hubo  alli  dos. 
O  decidme... 

BOH  n\tt, 
Ko  labré. 


Como  ftaé  desdicha  mia , 
Fidl,  Octavio,  serla. 
De  tnceiler  uo  pesar. 

No  hallo  raion  de  dadar 
De  que  es  la  misoia. 

Vost, 
Qm  dtstlDtamente  vi 
AUsarda. 

OCfATiO. 

¡Vire  Dios, 


COK  QUIKN  VENGO,  VENGO. 


Confieso 
Que  queréis  que  pierda  el  seso. 

iNo  es  mas  GicU  ir  allá 
A  veril  T 

•on  MUH. 

Cosaseri 


Pues  en  «ella 
iQuéperddsT 

DONlDUt. 

Ver  qne  do  es  ella. 

¡Taoto  bien  me  blclera  amor, 

Que  ella  no  íbera  Leoiior, 

1  fuera  mi  prenda  bella  I        (  fanae.) 

*  Cuarto ,  «n  mm  de  ursina ,  lUíUnto 


ESCEIfAX 

URSINO,  CM ;»;  LISARDA,  («riada. 


Esteci 


I,  qne  apartado 


Seri  el  sagrado  mejor 

Dae  puedan  hatlar  los  ansias  ¡ 

Pues  aqui,  iSr¡  qne  lo  sepa 

Pertooa  aienua  de  casa , 

.^no  aquellos  de  qnioD  ;o 

Hldere  tal  conflaBaa  , 

Esiaris  seirida ,  en  tanto 

Que  el  cielo  canitoo  abra 

A  tus  desdichas.  Y  aqol 

Otra  vez  te  dov  palabra 

De  qoe  no  saldrís ,  sefiora ,         * 

SI  no  es  contenta  y  booraJa , 

Si  en  defensa  de  lu  sangre,.    . 

Sé  morir  en  la  demanda. 

V  con  aquesta  advertencia, 

guédate  adiós ;  que  me'ltama 
1  deseo  de  saber 
En  qué  los  sucesos  paran 
De  tu  hermano. 

[Vate ,  cerrando  la  puerta.) 


LISAROA. 
¡  Sancos  cielos  f 
;.Qué  ee  esto  qne  por  mi  pasat 
Une  la  atención  mas  pmdeaie 
Y  la  acción  mas  acertada. 
El  discurso  roas  aunto. 
La  ImaHinacIon  mas  alta 
Se  bobiera  perdido ,  siempre 
Corriendo  fortunas  tantas. 
Va,  de  Don  Juan  conocida , 

tNo  me  di  ja  por  liennana 
le  Leonorf  ¡no me  sac4 
Del  peligro  de  mi  casa  T 
íA  la  suya  no  me  tr^o. 
Cuando  Celio  me  guiaba. 
Para  lICTanne  i  otra  parte! 
O  et  sentido  ja  rae  faua, 
O  sigo  i  otro  hombre.  Pues  iconio 
Este  one  sigo,  no  halla 
NoTedad  en  mi  inquietud , 
Mil  pena»j  mis  d^raciasT 
Donjuán,  si  baslaaquf  me  trajo, 

Ciosefaé!C¡eiaa,basU  : 
confieso  qtte  ja  eatoj 


Rendida,  tened  las  armas. 
iQué  cuarto  seri  este  solol 
Estas  seBas  no  señalan 
De  que  babiie  gente  en  él. 
iré  por  lodas  lus  salas 
A  Ter  »  sé  dónde  rstoj. 
Absorta  ,  ciega  j  turluda; 

Soe  apenas  taiiias  desdichas 
ueden  sustentar  las  plantas.  {Vate.) 


LEONOR  T  CELIO,  por  otra 

Este  es  el  cuarto,  señora, 
Qoe  para  esfera  os  aguarda. 
Aquí  Don  Juan,  mi  si^" 


Luz ,  y  podré  ( 

Verersolden   

Que  i  rSTog  de  celos  matan ! 
—Has  ;  qué  es  esto,  santo  cielo! 

LtoiToa. 
^EresCelIoT 

iCosaeitraEa! 

Bien  en  la  rea  que  escucbé, 
Convienen  seBas  tan  claras. 
Dime,  Celio,  (qué  es  aquesto? 
Qoe  esioj  de  verte  admirada. 

DIme  tft  primero  li  mi 
DuléateblEotU  Lkarda, 

Y  responderé  te  jo 

Al  tenor  de  ta  demanda. 

LEORoa. 
iQaé  Llurdaf 

{Tantas  bajT 

Pnei'i dónde  Lisarda  estaba? 

En  ti ,  pues  tú  te  has  vestido 
De  su  talle  j  de  sn  cara. 

No  te  entiendo.  • 

Yo  tampoco. 
Uno  por  olrose  vaja. 

Lionoa. 
Uo  indano  caballero 
Hoj  me  s^  de  mi  casa 

Y  me  tilJD  hasta  la  soja , 
Debato  de  ia  oaiabra 

Sue  dio  i  mi  hermano,  j  en  ella 
ntré  tras  él ;  j  guiada 
-De  sus  pasos  me  ba  traído 
Kasta  aqui.  I  Qué  es  loque  pasa 
Por  mi?  ¿C&no  ettoj  couKgot 

CKUO, 

La  preponía  es  ex  tremada. 
Pues  sieso  supiera  vo. 
No  estuviera  en  dudas  laotaj 
Para  dar  m  estallido. 


I  iPlesne  i  Dios  que  sea  LiaardaT 

uigmzíídbvGoOgle 


CUHIÍIDIAS  DE  noy  PEDRU  CÁLDÍROM  UE  LA  UAEtCA. 


TA  también  burla  de  mi '. 
L»  baria  es  oo  darme  nada 


{Ap.  A<|ul  dio  Bn  mi  esperíM», 

Pues  desengañado  ja 

1'ta  üernainenle  la  ubraM. 


;  Si  VOS  mismo.  Oclavío  i 

:  Viiltlendo  desde  las  Upias, 

i  La  socorristeis ;  si  ros 

I  La  lucisteis  eiiceirada, 
S¡  vos  mismo  I*  sacaste  is 
li<-  sD  casa,  j  i  mi  casa 
•    l.a  irajisieis,  y  esii  aqui  : 
iii.'ii  claro  nos  desengaña 
t,ue  rué  una  siempre ,  pues  noncj 
Hubo  otra  con  quien  trocarla. 
Si  fe  mi  meló  pareció, 
Como  esas  veces  se  engañan 

I  Loi  ojos  :  JO  estuve  ciego.       (I 

I  Aquí  Itoilamenie  encaja 
Lo  de  tnoeois  vos,  Leonor  i , 
1  V  aquello  de  mal  tocada. 


Bien !  que  no  es  rsia 

Une  JO  vi.  Has  úaúns  faltan 

Üe  averiguar.)  Celio,  Celio. 

Seaor. 

OCTAVIO. 

1  Dónde  esti  la  dama 
One  te  dije  qne  trajeses, 
Cuando  Ursino  vino  i  casa, 
A  este  cuarto  I 

Vesla  alU. 

OCTAVIO. 

No  es  aquella. 

Yo  jurara 
Lo  mismo;  mas  yo  no  tengo 
Ulra  a<[ui,  ni  en  Alemania. 
Al |u ella  me  diste  tCi 
Debajo  de  coniiania : 
Aquella  misma  te  vuelvo . 
Libre,  segura  jr  siu  lacba. 

¡Vive  el  cielo,  que  le  mate, 


i  De  qué  trueco  T 
Pos  mil  dAnoniíis  la  valgan  , 
Si  con  premio  ni  sin  prf-mio 
La  troqué.  Has  j.  qué  te  espantas 
De  balirr  visto  en  i'&te  tiemiKi 
Una  mujer  con  dos  caras  t 

Kci  estamos  bien  aqui  cerca  . 
Déla  puirta.  Entra  í  oiracaaOn, 
Leonor,  duude  mas  segura 
Estés. 


ESCENA    XIT. 

ON  JUAN ,  OCTAVIO,  CELIO. 


Octavio,  ]0  estaba 
Lnco  por  Üios;  perú  intei : 
Va  conlífso  mi  ignorancia. 
Leoitor  era ,  la  verdad 


Cuando  acaba 
Vuestra  duda,  la  mía  empicha. 
Uue  era  Leonor  porfiaba , 
y  ja  qae  no  era  Leonor 


.Klc< 
Que  me  c 
Mas  no  es  mucbo  en  este  caso 
Ver  que  las  de  otro  no  alcanza         • 
El  quu  no  alcanza  las  suvas. 
i.Qméa  v¡6  cosa  mas  extraña  f 
Rendido  k  mi  pena  estnv 
Ya  basta,  cielos,  ;a  basut. 

ESCEHA  XV. 

LISARDA.  —  OCTAVIO,  CELIO. 

LISAM».  (Ap.) 

La  casa  anduve,  y  en  ella 
Ko  he  visto  i  nadie ;  j  guiada  - 
De  la  luz,  me  vuelvoi  ver 
Eh  esia  primera  sala. 
r-Has  ¿quién  esU  aquIT 

CELIO. 


La  que  en 'es  le  mismo  insiantu 
Era  Lsonor,  p  es  Lls.ir(la. 
Huiré  della  cielo  j  tierra. 

^Eres  sombra ,  eres  fantasma , 
Hnjer,  que  asi  los  sentidos 
Turbas! 

Pues  ¿de  qué  le  espantas , 
Ri  lú  mismo  me  irajisli; 
Oi^sde  mi  casa  i  tu  casa, 
Oe  que  esté  en  ella  * 

Cada  vei  en  formas  varias. 
iQuiéii  te  trajo  aquí! 


¡Ui  padre  1  Otra  vez  me  malas 
El  roe  guia  aquí ,  Don  Juan. 


LISARDA. 

SI.  pues  que  Leonor  me  llama*. 
jNo  me  conoces'  ¿fio  sabes , 
Uon  Juan,  que  yo  soy  Lisarda* 
Como  tal ,  ¿no  me  Ir.ijisie  , 

Desde  mi  casa  á  tu  caíaT 

i  Cielos!  íQué  i-scuctio*  Tn  misma 

I'  No  eres  aquella  que  eStabus 
;n  el  jardinr 

; Quién  lo  duda! 

Pui's^eúmo,  si  i  Don  Juan  bablas 

En  él.  ignoras  que  es 

El  mismo  que  qniírres  j  amas? 

Porque  yo  nunca  le  quise ; 
Que  allí  esluve  disfrazada 
t:omo  criada,  Has  tú. 
Si  la  quieres,  ;cómo  agravias 


Suai 


nlací 


Siendo  ef  que  con  ella  balilabas!. 


I  Luego  m 
De  LeoLio 


Pui  Mse,  siendo  Lisarda. 
Y  ]'0  Celio,  siendo Oclavio. 
i  Eso  es  verdad! 

OCTAVIO. 

Cosa  es  cl^ 

i  Gracias  al  cielo  que  ya 
'  Llegurous  A  la  posada  í 


Up.  Con  Don  Juan  piensa  que  Labia.  ;  iU"»'^"  "■"i^  *  l-e(«iof ! 
i  Si  me  purelco  i  Don^Juau  t  j  uctavio. 

Que  según  hs  cosas  aiídan ,  ^' 

no  si'ra  mucha.)  Leonor.  lisarha. 

¿COmo  viéndome  te  engañas  ?  I  Prosigue ,  l'ues. 

Tú  solo  le  engañas.  Temo... 


dbyGOOglC 


CON  QUIGH  VE^GO, VEHGO. 
I  Vengo ,  para  serviroí  j  ayutlinn ,     " 
Hasta  que  libre  estáis  de  ruestro  aira- 
J  DispcaedlavenganzacSitiosablo.  [iio*    URSINO,  DON  SANGRO.— LISAHDA. 


En  el  canloo  espe 


Celio. 

íPorquéasImellamatT 
Porque  ul... 

Dito. 

)Cs  uiuj  presto. 

Vamos  i  ver  i  nii  lii  riuaiia, 
{Ap.  ¡Válgate  el  ciflu  |Hjr  Celio!) 

(.lp.¡VilgateDliMpar  Liiarda!)  ( VoMt 

Sili  en  MU  dF  Don  Sancho. 

ESCENA  XVL 

URSINO,  üiicniAuíi. 

4Uué  «tices? 

Lo  i|Ue  es  cierlo 


URSINO,  DON  SANCHO.    , 
tún  i;\iicHo. 
Ui  enemigo  es  Toraslera, 

lOSédúnde  |)ai>(la 
Hallarle;  y  asi  el  alma  en  ilurla  queda. 
Hablará  Leonor  quiero, qut-'esmihfT- 

QiweD  vuestra  cua  está,  deidaabuma- 
De  virtud  j  lielleía.  [na 

Ella  quilas  podrá  co — — 

De  Lisarda  inrormar 


Pensar  que  ella  salila  sus  amores. 

Si  dice  ilóode  puedo  - 

Hallarle  *o.  desenuañado  quedo  : 


^li* 


Taiil 


u  cuidado. 


Kiiera  de  que  la  lieili 

Nin-alepusoáriesge , 

(}uv  Talla  fuédesiii)íi'e,áloqueei 

V  atiora.di,  ¿qué  bacet 


ESCENA  XVU. 

DON  SANCHO.  —  U11SIN0. 


Porque  sus  latos 
A  quien  valor,  nobleía  ]  saiiKre  vsutalla. 
Suplan  en  uii  la  (uerui  que  les  falla. 

;CónMosseiiiis? 


.Sin  tida.siitiUMlego, 

isla  alira>ar,  si'fior,  ú  saii^fre  y  tui-üii 

te  liero  Iioiiiicida 

r  mi  honor,  de  mi  fama  ;  de  mi  vida. 

I,  Don  Saucbo,  á  Imscaru» 


'   Iré  de  alil  *  maialle 
Sí  no  me  diceilél,  irél  liuscalle, 
Sahiendo  de  nn  su  amigo 
Que  por  lilvárle,  se  cin|ieQó  conmigo, 
lie  suene,  ijue  jirimero 
Buscar,  señor,  al  agi'mwr  espero ; 
Vdenohatl3r1e,atcoínpliee;  que  llanos 
Uiscnrs'is  dicen.qne  st  yo  i  las  manos 
El  priucipal  no  leii){o,  . 

Me  veneo  si  en  el  cómplice  me-vengo ; 

Y  han  de  diferenciarse, 
Oneimacosai-sreri)r,yoiraesreni;pirse. 

Y  asi,  si  no  me  veimode  uno  alilio. 
Este  papel  p»r»  el  sejtuniln  esnrilio. 
Donde  en  el  pjrque  di^o  que  le  espero. 

.    .111  nadu  quiero. 

Y  pues  hemos  IWado 

A  mi  cas» .  entrad  dentro  recalado , 
l'orque  ninguna  os  vea , 
VlaoGasiouqueoslraesoipeclieicrea. 

DON  SA7ICU0. 

Va  vuestros  pasos  «igo. 


ESCENA  XnC. 

LEONOR .  LLsARDA. 

Va  que  loé  piedn^r  del  elelb 
(¡Aj  Leonnr!)  iMliermc  djdo 
(;ompañiu  en  tal  cuidado. 
Y  eiilahli'SilldiacoiLSiielú, 
Kslaiiilo  jumas  las  dos: ' 
En  laiilo  qui-  Tui'ra  están 
UrI  cuano  Octavio  y  Don  Juan , 
Tu  be  de  decir...  Has  ¡ajOios: 
La  pncTla  du  Ursino  e« 
La  qucalircn. 


Espera  aquí,  (AD«nSanelit.) 
es  justo  que  le  des 
Tan  buena  Du»va  con  suato ; 
Que  I  amblen  sahe  matar 
Un  gustu  como  un  pesar. 
Cuando  no  se  espera  el  gusto.  — 
Señora,  ya  que  no  tengo 
liigno  albergui'  eu  que  bospedaros. 
Serviros;  regalaros. 
Una  buena  nueva  Tengo 
A  daros,  para  que  asi 
Sil  Illa  el  error  de  oferidems. 
Vuestro  hermano  viene  i'i  veros. 

Lililí  no*.  [Áp.) 
¡Válgame  el  cielo! 

noíi&ksaíú.  (Ap.) 
jA*demi! 
;No  esLisardu  esta! 

Ved,  Uon  Sancho,  vuestra  bermana. 
Pues  ¿cómo  Infame,  villana.  . 
S.'ñcr,  mi  vida  ampand. 
itAqui  entr^üs  con  ese  íiiteiitoT 

•OR  SAXCBO. 

Helante  de  mt  le  atreves 


Estando  lo  aqnl...^  Qué  es  esto  ! 

Es,  Ursino,  Gasti)tar, 
V  la  vil  mitncba  s;iear 
Que  en  esta  ocasión  me  lia  puesto. 

Uir.Kt ,  Don  Sandio ,  que  aquí 
Vneslra  hermana  a  enema  tivo 
li  espjida;  y  si  ncille 

Ha  de  girr  vengada. 

MI  £\\cao. 
Pui't 
i  Palabra  no  me  halléis  dado 
Ür  ajoilar  siempre  á  mi  lado 

Ui  pri'leiisiu:ir  Tienipii  .-S 
U<-  uKKti'ar  tan  nuble  i-rop,'ñj 
Dejad  lograr... 

LisinnA. 

¡Aydenii! 


Ui  vénganla. 


ESCENA  XXI. 

URSINO,  DON SASCUO. 

También  me  bice  euiúnces  dueño 

.  )    lli'l  licuor  de  vneslra  hermana , 

''i  Oclibralla  jdetindella. 

,  t  asi  he  de  uorir  ñor  ella. 


irnorella.      i 

>vGoogle 


.  COMEDIAS  DE  DON  PEDSO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


Ko  fué  por  e»  inhamant , 
Shioporli  qae,  selSor, 
Yo  mumo  os  di  j  os  Dé. 


TanDouMe! 

Eljerroea  vuestra, 
One  esia  fbé  la  que  jo  vi 
En  el  jardÍD ,  j  basu  aqui 
L>  be  gairdado ;  j  esu  os  lunesin 
Pira  que  os  Informéis  della. 
No  para  que  Ii  ofenduls ; 
Y  al  coa  inldoo  pensáis 
Que  babeis  reñido  i  oreodella , 
'■-'le  JO  de  w 


Qi>«jari 
Pueiqi 
Acasúi 
Eami< 


ir  vuestra  enfado 


Qve  t  verla  Tiae  j  saber 
Lo  que  della  pretendí ! 
Mas  no  es  es  u  la  que  aquí 


le  que  pierda  eJ  seao. 
Huc  lAiuao. 
Vos,  que  JO  pierda  el  seutido; 

Y  el  Da  dñta  eoofosion 
Ea  striameiue  pensar 
Que  dos  te  pueden  errar . 
Anuque  dos  teogao  lazon. 

Y  pues  que  no  be  conseguido 
El  nabeniK  aquí  Informado , 

Y  es  niesira  casa  sagrado    • 
De  qnten  tanto  me  ba  ofendido. 
Solo  un  remedio  me  queda. 
Aqueste  papel  lomad , 

Y  A  quien  él  dice  buscad ; 
Quejo  espero  i  la  alameda 
i>el  Parque.  51  ese  saliere 
Solo,  solo  espera  allí; 
Mas  al  por  dhiha,  que  iri 
El  oiro  uniffo  dllerá , 

Id  TOS  tamMen*  qoe  etto  os  pido 
Por  DO  ofenderos;  que  fiíera 
Mal  hecbo  qoe  á  otro  eligiera , 
Habiendo  con  ios  venido 

Y  lievando  d  papel  tos. 
Dad  luego  al  punto  el  papel , 

Y  en  el  Parque  espero  del 
M  reapnesia.  Adiós. 

Adiós. 
(Pote  Don  Saaclu.) 


iOué  conftision  es  aquesta 
Tan  eiIraSa  j  tart  crqelT 
Pera  quiíis  del  papel 
Sabrá  mejor  ta  respuesta. 
i  QoiéD  sAt  aqnesta  persona , 
A  onien  tengo  de  buscar  T 
;CkId!  aOaae  otro  pesar. 


Porque  i  Don  Juan  de  Colona 

Dice,  j  Vire  Dios,  que  es 

Mi  hijo  agresor  Ae  su  agraTio, 

Y  que  el  amigo  es  Octavio ! 
Ponderar  convieae  pues, 
Qué  he  de  bacer  en  este  caso ; 
Que  perder  el  inicio  iem<r, 

SI  de  un  extremol  otro  extremo, 

Y  de  una  duda  i  otra  paso. 
Si  do;  á  mi  hyo  el  papel. 
Cierto  su  riesgo  sera  : 

Si  no ,  Don  Sancho  diri 
Que  es  cobarde.  ¡  Qué  cniel 
Dada  padezco!  Mas  ¿quién 
Abre  a  este  cuarto  la  puerta 

8ue  corresponde  &  la  iiuerta 
elParaae?  El  es.  Ya  se  ven 
Mas  dudas.  Pues  ;qué  qo^rríi 
En  este  cuarto!  iTqaébagldo 
El  haber  desconocido 
Don  Sancho  i  su  hermana?  Va 
One  no  sé  de  mi,  conGeso, 
Hl  pensar,  ni  discurrir; 

Y  asi ,  mejor  sera  ir 
Al  atajo  del  suceso. 


non  lUAH. 
I  Hl  padre  esU  aqm ! 

CELIO.  (Ap.) 

Por  Dios 
Qne  él  ba  cogido  la  trampa. 

OCMTIO.  (Ap.) 

Hucha  lo  airato. 

CCLtO.  (Ap.) 


Yae> 


La  fortnnilla. 


Don  lOÁN. 
Venia 
A  enaeBar  el  coarto  i  Oetavle. 

'Áp.  No  hace  poco  el  que  un  asrai 

t>tolmula.)  No  querría 

LiC  viese  ahora ,  que  está 
{Como  no  ae  habita  an  él) 
Descompuesto  :  ;  asi  del     . 
Os  salid ;  que  tiempo  babri 
De  verle  otro  día. 


DON  IDXH.  {Áp.) 
ti  aqui 
Por  Uurda  defendió 
La  entrada. 

ocTivm.  (Ap.  á  Don  Juan.] 
¿K  i  Leonor  vié? 

Nosé:'estobadBSer  asi. 

{Baee  que  u  va.) 

Ten  aci ,  que  me  olvidaba 

De  OD  recado  que  me  han  dado 

Para  U ;  que  aquí  un  criado 

De  un  amigo  te  buscaba 

Para  darte  este  papel  (Dátele.) 

Sobre  no  sé  qué  dinera 

Del  juego ;  j  dártele  quiero 

Sia  mirar  lo  que  haj  en  él , 

Por  no  obligarme  i  pagar 

Porte ;  que  dicen  es  bien 

Que  pague  los  portei  qnlea 


Abre  la  caria.  Tomar 
Puedes  el  papel ;  ;  advierte 
Que  si  rs  algo  que  has  perdido 
Lo  que  en  él  se  te  ha  pedida. 
Lo  cumplas ,  aunnue  la  muerte 
Tedénporcui»filir,Doa  Juan, 
Lo  que  prometido  hubieres; 

gue  los  nobles  como  eres, 
uando  empeñados  esiAo 
Han  de  sallt  del  empello. 
Aunque  les  cueste  la  vida. 
Ninguna  cosa  le  impida. 
Pues  de  mi  hacienda  eres  due&o. 
No  quede  jo  con  sospeíbá ; 


eüijer 


I  de  VI 


DON lUAN,  OCTAVIO,  CELIO: 

Con  tan  preBadas  raionea 
A  discurrir  uos  provoca. 
GUIO.  {Ap.) 
Con  la  barriga  i  la  boca 
EstAn  lodos. 

non  jvan. 


Pueaaqni  jaique  haj  que  hacer. 
Den  Juan ,  ano  abrir  v  lér 
Et  papeír  Del  lo  sabremos. 
KM  mut.  (Ue.) 
Por  n»  haber  tábido  dénie  hallar  d 
Oetaeie,oihiaeB  á  sai,  eononiuM- 
weUe  r  *'  «lénoi  culpado :  decidle  de 
mi  parte  que  venga  al  Parqu^,  dcndt 
leetpero,  litóla,  lolv;  yii  con  wf, 
con  un  amigo.  Dioi  oi  guarde. 
Pésame  de  haber  leido 
Recio  el  papel. 

C(LIO.  (Ap.) 
A  mino. 
Que  i  trueco  de  saber  yo 
Lo  que  en  él  se  ha  contenida ,         • 
Lo  aoj  por  bien  empleado ; 
Oue  no  me  habla  de  andar     . 

odoel  aBol  adivinar, 
Sieodo  asutiogo  criado. 


Aquesto  dice. 


OCTAVIO. 

Pues  guiad  por  ahí 
Al  Parque,  porque  sí  ahora 
Ed  las  razones  advierto 
De  vuestro  padre ,  es  mnj  cierto 
Que  nada  del  caso  ignora  : 
Porque  estar  deniro  del  coarto, 
Echamos  ji  loa  dos  del , 
Darle  él.mismo  ese  papel, 
¿Qué  mas  deseoga&ol 


dbyGOOglC 


A  buer  lo  qae  él  me  nam 
Pue*  dice  que  pagae  jo, 
Voj  á  pagar  lo  que  debo. 

ÍAp.  iDeMflados  tos  dos! 
iupaesui  quejo  lo  sope  i 
La  Virgen  de  Gnadalape 
Uari  Ua  pacea.)  Adloi. 


URSINO,  DON  SANCHO. 
om  lARcao. 
Presto  t  bMcarme  Tenis. 
iQnéhají 

Fui  de  laestra  parle 
Al  caballero,}  lejú 
Vneslro  papei  tía  inrbarse , 
Hl  dar  muestras  de  disgusto 
Eq  la  TOi  ni  eu  el  semblante. 
Dice  qne  bati  lo  qne  en  él 
Le  decii  :  si  solo  sale , 
Reñiréis  solo  coa  él; 
SI  con  otro,  faabeitjle  hallarme 
K  raestro  lado. 

non  luuBa. 

Cumplb , 

SeBor,  en  empresas  tales 

Coa  U  sangre  que  tenéis. 

iSabeii  *oa  culi  as  mi  MDgre  ! 

•M  sAncao: 
8d  que  ufa  Urtlno, ;  basta. 

Pnes  no  lo  sqj,  do  os  enaatte 
Sí  nombre;  qne  mi  apelCdo 
Esotro. 

Ken  enniunne 
Puedo.  ^ 

BienteecbadeTer, 
SnpMsto  que  ana  igoorasieis 

?ae  soj  UrsJDo  Colona, 
que  BOJ  de  Dcm  Juan  padre. 
Pero  ja  estamos  ad. 
Bien  seri  qoe  solo  os  halle , 
Por  si  acaso  viene  solo. 
(Ap.  iVlve  Dios ,  que  ai  no  aate . 
Qne  jro  le  be  de  dar  la  muerte !  ] 


En  buena  ocasión  estáis , 
Pnea  no  lo  estorbará  oadie; 
Qm  el  amigo  con  qolen  jo 


CON  QUIEK  VEKGO,  VEHCO. 
Vengo,  es  k  qnien  enviasteis 
El  papel;  y  por  saber 
Uue  haj  otro  que  dos  aguarde , 
Venimos  lo»  dos. 


Pues  siria  dos  los  que  llegaslelí , 
Dos  somos ;  que  i  Teñir  solo, 
Solo  estuvleTa. 

DonSAHcno. 
i^eata  parte 
Conmigo  oa  poned. 

DON  jojIN.  (A  ürtint.) 
SeBor , 
Pésame  de  que  asi  agravies 
La  sangre  que  tengo  luja  : 
Tú  roela  dCsIe,  j  lü  sabes 
Qne  supiera  jo  pagar ,  . 
IfOmo  tu  me  aconsejaste, 
Uii  deudas;  j  ya  me  oféudea, 
Si  a  darme  tu  ajuda  sales.' 


Debo  de  que  me  tratéis 
Con  respeto  semejante. 
Yo  SOJ  un  hombre  que  *«ogo 
Al  lado  de  quien  ipe  trae  : 
No  cooosco  otro  en  el  mundo 
De  quien  JO  deba  acordarme, 

Sne  estando  en  eaia  ocasioa , 
a  nunca  conozco  i  nadie. 
Baced  vos  lo  que  debéis , 
Siu  que  oa  turbe  ni  embarace 
Nada ;  que  jo  me  holgaré 

Cumplir  las  obligaciones 
Que  dects ;  que  en  semejaole 
Caso  un  noble  caballero 
Debe  reñir  con  su  padre. 


Qne  1  eso  pueda  obligarle. 
i  (toé  escucho  T  ¡  perdido  eaioj  1 


De  mirarla , 
Sintiendo  dentro  de  ti , 
Que  ja  es  foraoso  dejarme. 

¡Vive  Dios ,  que  si  no  Ibera 
Por  no  dar  Tuena  al  infame 
Escrúpulo  vuestro  aquí. 
En  ese  pedio  Ignorante 
Manchara  este  Dlaaco  acero ! 
Con  TOS  vengo,  uoosespanie 
Nada. 

MHi  nui. 
Perderé  mil  vidas 
Primero ,  Octavio ,  qne  os  Mte. 
Sefior,  pnes  vienes  al  lado 
De  Don  Sancho ,  v  me  llevaste 
El  papel-támiamS,  j  js 
Llamado  vengo  a  la  parte 
También  al  lado  de  Octavio, 
V  es  niena  en  empeños  tales 
Sacar  los  dos  las  espadas. 
Si  ellos  la  sacan ;  pensarse 
Debe  algún  medio  que  eicnse 
Entre  los  dos  este  Janee 


No  ha  de  dar  medto  nlagnno. 
Porque  él  para  nada  es  parle. 
Con  Don  Sancho  vengo  aquí 
Yo  no  soy  mío  esie  instante'. 
Bien  hecho  esbri  j  bien  dicho 
Cuanto  hiciere  j  cuanto  hablare. 
Si  él  riBere,  he  de  reülr;^ 
Haré  paces,  si  hace  paces*; 
Quejo  con  quien  vengo,  v^igo, 
Y  aqui  00  conojcco  i  oadle. 

De  suerte  vuestro  valor 
Pudo,  seBor,  admirarme, 

SiK  por  no  empeSaros  tanto , 
I  booor  quisiera  que  ballaae 
tln  modo  dne  el  duelo  excuse 
Has  eitraiio  j  roas  notable 
Que  ba  visto  el  sol  huía  luj. 

Eso  TOS  habéis  de  darle. 
Yo  no ;  j  si  aquí  permitiere 
Que  algún  partido  se  iraie. 
Sera  porque  esioj  bien  pnesto. 
Vos ,  que  sois  el  que  Uamastels, 


Cuando .     _ 

Llamado  por  nn  papel. 

noa  iDAK.  {Attipttii9.) 
Cuerdamenteme  avisaste 
De  la  obtlgadoo  qne  tehgo. 


Pues  soy  quien  tuvo  esta  urde 
Elpapel;  jasime  toca 
A  mi  el  reñir ,  por  bailarme 


EmpeBado  en  ser  llamado.  - 

Saca  la  espada,  j  acabe  (j(  Dm  5muk«.) 

La  dnda :  que  como  jo 

Contra  el  pecho  no  la  saque 

De  mi  padre ,  no  rehuso 


(  Vm  d  r«iUr  Dm /no»  M«  i>»N  Swiele, 
y  Oetni*  e«a  Vrti»a;  ptn  Oclwí» 
u  trnthe  entra  Dn  SMdke.) 

Eso  00  me  esli  á  mi  bien ; 


{Bmeñ  Am  SoaeAo  y  Octutio.) 

Entraroboi  fi&en.  iQ(i¿  haceat 

Pues  l«  llamaron ,  conmigo 

RiBelá.  M  Día  Atan.) 

DON  JOAN.  ' 

Fnena  es  que  brite 
Disculpa  ,  pues  he  de  hacer 

{Riin  padre  ¿hij».) 
Lo  que  con  quien  vengo  hace. 

ESCENA  XXVII. 

LEONOR  T  USARDA,ji*rBarad«,  cm 
auatM,- 1  por  el  tire,  CELIO,  El 
GOBERHAUOR  i  enne. 


Llegad  presto,  que  loa  cnatro 
Dieron  las  hojas  at  aire. 

ooaaauDOh. 
Pnea  iqné  es  esto ,  caballero*  ■ 
Mirad  que  estoj  jo  delante. 


VneseBoria  pudiera 


byGOOglC 


r-DUCDiis  DE  DON  peona  calderón  de 

En  tanto  que  se  aierigu 


Admirarme 
DelK)  ae  ver  en  dos  handos 
Goiilraríos  i  liijo  j  pudre. 


Cuiiol 


be  lu  lev  del  duetu. 


's  pri'Crpio 


Basle 
Para  ejemplo  del  valor 
De  vnesira  invencible  sangre; 
Pero  á  los  cuatro,  es  furioso 
'  Dar  una  uye  por  cárcel, 


Todo  «i  muy  ftcU , 
Ton  saher  que  do  Dnn  inan 
Eí  Leonor,  que  eili  delante , 
tÍs|>osa,y  deüciaviofo; 
Pues  las  dos  por  esta  parle 
Desde  la  casa  de  Ursino 
Llegamos  en  eaie  insiante. 

V  que  bagan  los  casamientos 
Hoy ,  señor .  las  ami^des 
Entre  Don  Sancbo,  mi  hermano 

Y  Octavio,  pide  mas  grave 
Lugar ,  porque  son  sucesos 
Dignos  de  espacio  mas  grande. 


L\  BARCA. 

De  mi  vida,  qae  ef  lo  ménof 
De  mi  ofensa  ;  como  case 
Con  Lisarda ,  soj  su  amigo , 
Y  bermauo. 

iM>ii  joa:!.  ' 
Pues, señor, labe 
Que  el  principio  de  su  antor 
Kii¿  por  solo  aconipañinne. 


Si  lan  conforme  amistad  ■ 
Hiui  entre  los  cuatro  paces , 
Vo  soy  padrino  de  todos. 

Para  que  con  es  lo  acabe 
La  comedia,  perdonando 
Sus  defectos , ■aunque  griades, 
Siquiera  porque  el  autor 
Humilde  t  esas  plantu  jtM. 


IbyCoOglc 


EL  CASTILLO  DE  LINDABRIDIS. 


LIM)AltniOIS. 

SIRKNE. 

AHHINOA. 

IXARIDIANA. 

HALANOniN. 


El,  FAimo. 

MERIDIANO. 
HOSICLER. 
PLORISEO. 
FEBO. 


EL  REV  LICANOR. 

ACOaPÁ^AHIEIiTO. 

Coios  DE  insico-. 


¡a  uta  y  en  Iom  cereaniat  úe  Babilwia. 


JORNADA  PRIMERA. 

tihdelPiua---lloDUconDni|niU. 

ESCENA   PBIHEBA. 

ROSICLER ,  FLOHISEO ,  EL  FAUNO , 

RosicLiK.  (fienfrii.) 
Talad  deste  boríxonte 
La  rúsiica  cerviz. 

rLoniaEo.  (Denír».) 
Al  valle. 
omri;.  (Díbítí.) 

ruwUEO.  {Deittrf.) 
A  la  cambre. 

«SUTE,  {OentTO.) 
A  lo  itana, 
11.  wusüo.  {Dealro.) 
Muchos,  cohardes,  lois ;  peroeira  vano 
Temer  jro  lanío  riámero  de  genie 
(Queini>col)ardesnabacenu]t.valjeiile) 
(■ara  lidiar  couinigo. 
(Sale  el  Fauno,  «eitido  de  pieleí  n  con 
un  baUon  grande  y  nádelo,  p  tra»  il 
RoMcler  en  espada  denuda.) 

KOStCLEK. 

Vo  Mlamenic,  bírbaro,  te  síl'O, 

Porque  lenRo  lu  vida 

A  mi  Tama  ofrecida , 

V  be  de  iiullar  desii;  gitano  im|ierio 

U  eeclavitud  que  lodo  su  liemis'   ' 

Padece,  i  lus  rigores  enseüaiJb. 


itiemUrerio 


De  un  espirilu  j  di  .     

Compuesto  de  liombre.dedenionlojae- 
P-sclndalo  del  mar  j  de  la  esfera ,    [ra. 
Vivo  borrar  desia  lóbrpoa  monlalla, 
y  escollo  viso  desa  azarcampa&a ? 

Sé  (¡ne  BOD  los  prodigioi  atngnlir^ 
Peligro  desioi  nMmtes  y  esiM  mafei. 

FACHO. 

Si  tamo  iliento  tienes 

Qae  ya  lo  sabes  j  k  maUrme  Tienes, 

Atrévete,  iorelioe  caballero , 

A  bicer  campo  conmigo.  Yo  te  espere 

En  esta  cueva  oscura. 

Donde  partida,  no  la  lumbre  pura 

Del  sol  que  bermoso  alumbra. 

Sino  la  otcgrldad,  siuo  la  sombra 


De  la  noche  imporlnna, 
Gerogtinco  ;i  de  la  rorluna, 
Maris  campo  conmigo. 
nosicutK. 
i  Qué  esperas  T  Va  le  gigo. 

Pues  ya  la  Infausta  boca. 

De  <iuien  mordaza  íué  una  dura  roca. 

Está  abierta,  entra  pues  {Ap.  Asi  pre- 

Oue  entren  lodos  tras  él,poTque  saliendo 
Vo  por  la  gruta,  que  de  esotra  parte 
Obrft  naturaleza  sla  el  arte  ,^ 
Se  pierdan  iodos  dentro , 
Y  sea  su  sepulcro  el  triste  centro 
Üesia  hóvp<la  oscura  :  t^*.) 

Tendrán  Aun  tiempo mneneysepnllu- 
{Entra  en  la  gruía.) 

NOSICLtR. 

Hoy  sabris  que  no  puedo 

Ver  yo  el  semblante  pálido  del  miedo. 


A  dar  al  Fauno  en  esa  coeva  m 


Va  solo  le  haré  guerra. 

íün  Olí  tü  DO  has  de  entrar. 
{Luthan  loi  dot  tabre  cuál  ha  de  en- 
'  trar;  tuenan  dentro  e^a»,  clariaet  y 
toeei,  y  lot  dai  al  oírlo  u  tutpen- 
den.) 

Vocee  dentro. 

A  tierra ,  t  tierra. 
nosicLER. 
i, Qué  repelidas  voces 
Desacordadas  suenan  y  relocesT 

noBisN. 
«Tierral dicen; roas  esenla  moriiaña; 
Que  i  ser  la  parte  que  Nepluno  baña  , 


Sin  mi  Jamas  lo  espere 

( Vuelven  á  luchar.) 
Osada  in  valor.  Y  mas  si  rreo 
El  gran  prodigio  que  cu  el  aire  teo. 
(Aparece  en  el  aire  un  eailUlo.) 

;Gran  maravilla  encierra! 
Santos  cielos,  ;qué  es  esto? 
Voeet  dentro  del  caititto. 

A  tierra ,  1  tierra. 


Con  mas  causa  me  admiro. 
Cuando  el  horror  que  no  encareces,  mi* 
Pues  la  esiacioD  tacla,  [ro- 

dara boya  dUfana  del  dia. 
Es  mar  que  con  asombros 
Sufreunbajeldpptpdra.queensushom- 
A  errar  Un  veloz  IIpoh  ,  [iros 

Que  sobre  goiros  de  átomos  navega. 

FLOKISEO. 

¡Cn  castillo  eminente 

tils!  La  proa  es  el  cubo  de  la  frente. 

Que  ondas  de  vidrio  corre; 

Árbol  mayor  es  una  eicelsa  torre ; 

Jarcias  son  las  almenas, 

De  banderolas  y  estandartes  llenas: 

Popa  una  cristalina  galería  , 

Hermoso  e.^pejo  en  que  se  toca  el  día. 

El  farol  es  un  sol  que  en  arrelioles 

Duplica  rayos,  muliiplica  soles: 

Ven  Qn,  todopi.rleoto. 

Es  pijaro  del  mar  y  pez  del  viento; 

Has  por  dejar  la  admiración  pasmailft. 

Sin  plomas  vuela ,  sin  escamas  nada. 

Con  presoDclon  tan  grave, 

Qoeatendidomejor,nies  pez  ni  es  ate. 

aosjciM. 
¡Oh  lü,  ciudad  movible. 
Si  eres  ludueho  tü,  ¿  inaccesible. 
El  limoa  te  gobierna  del  pUolo 
Que  ball6  camino  en  rumbo  tan  remolo '. 
Ahaie ,  abate  el  vuelo , 
V  déle  abrigo  esle  gitano  suelo, 
Si  ya  el  mar  oo  te  espera ; 
Que  lú  tendris  el  mar  por  lu  ribera; 
Pnesqoien  sulca  en  el  vi""'"     '.¡•^•-' 
;Quién  duda  que  enel  n 


A  los  voces  parece 

(BaJaeteaMUo.) 
Que  el  castillo  se  bamiltaóse  agradece; 
Pues  posado  en  la  roca 
Que  i  la  cuera  del  Fauno  abri6  la  boe«, 


dbvGooglc 


LedeJtMpntUdu, 
Seguro  el  moate  ^ ,  7 1  U  Téngsdo. 
(AriMwe  m  Ünra  el  caitiUc,  V  a^en 
la  puerta.) 

ROSICLER. 

Dd  pumo  á  otro  «icede,  pnes  tbiertu 
Dd  dstHlo  veloi  las  alUB  puertas, 
Ub  escuadrón  de  ninfas  t^ie  ofrece. 

FLOaiSEO. 

La  bla  del  Fauno  isla  del  lol  parece. 


COMEDIAS  UE  DOK  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 

Iba  coTtaado  en  nn  ctene. 
En  otra  pane  mi  bermaoo 


LtHDABRIDIS ;  ARHINDA,  ecn  ma  r»- 
á«¡at  entila  un  earlet;  SIREMB, 
MMw.— ROSICLER,  FLORISEO. 
uxeiaainH. 
SI  nna  mnjer  peregrina 
Bailar  piedad  es  posible. 
Por  ileregrlDa  ;  mujer. 
En  ineslros  pechos,  decidme , 
jQiié  Uetra  es  esU  que  locoT 


Porque  me  importa  saber, 
Anies  que  su  arena  plie, 
Úaé  clima  es  <r  qnlén  le  babiía, 
Qué  tierra  es  j  quiín  la  rige, 

aOSICLKR. 

Huéspeda  hermou  del  aire, 
Porque  mis  voces  te  obliguen 
A  pagar  también  en  toces 
EÚ  deuda  que  me  pides, 
EtcAchame.  Ese  caduco 
Homeuije,  que  resiste 
Embates  de  mar  7  viento. 
Con  dos  enemigos  Brme, 
Es  d  Cincaso  eminente  <. 
Esta  Isla,  donde  asisi« 
El  eodemomado  Fauno , 
Sn  albergue  Itaí  oscuro  j  triste, 
A  qiüen  ese  muro  ja 
De  monamente  le  line. 
la  deste  imperio 


Ee  HénOs ,  ;  quien  la  rige 
EselmagnoTolr--- 
Dneño  del  alma  i 


Tolo  meo. 


Vo  soj  Rosicler  de  Tracia, 
Berma  no  soy  invencible 
Del  caballero  del  Febo. 
Ei  que  i  lu  deidad  se  rinde, 
Don  Floriseo  es  de  Persia  : 
A  tan  remotos  países 
Nos  trajo  ambición  de  boflor, 
Que  este  en  nuestros  pedios  vlfc. 
A  vencer  vine  un  prodi^, 
A  eina  empresa  me  signe 
Floriseo  (que  lo»  dos 
Pndtosamos  las  insignes 
Lejes  de  cabsHem) ; 
V  n  ni  intento  coastgne 
Vencer  la  duda  que  ya 
Dentro  det  tima  reside. 
Con  mayor  causa  diré. 
Agradecido  j  bumUde , 
Veaciendo  mis  confusiimea, 
flne  t  vencer  prodigios  vine. 

uKDjtsiiinis. 
Tartaria,  aquella  provincia 

Ke  sobrá  las  dos  cervices 
Aíríca  j  Asia  se  a  ienu , 

*  Li  gTOgnniqai  EíBHenHtieoiBeilli, 
«stiB  de  InvtoeloiuoBio  lo>  penDnijo  }  ti 
sraanenlo.  eii«cl«rliibM  ñilsM  qne  lo 
■IsMi  sácele  eiMfMobnt  de  CiKlercni  :ea 
Ctnffiéií  ttmfñ ,  tm§t  biso  t  Tsi  oii  clidtd 


Rica,  hermosa  y  apacfbte : 
Aquella  que  dos  mhades 
Del  orbe  abraza  y  divide, 
Linea  de  plata  el  Srúntes, 
Panla  de  crisui  el  Tigris, 
Es  mi  patria.  Hija  so;  noole 
De  Brutamonte ,  felice 
Rey  de  Tartaria  :  mi  nombre. 
En  ofensa  de  Floripes, 
De  Angélica  y  Bradamante, 
Es  la  sin-par  Lindabrldis , 
Heredera  de  sa  imperio . 
SI  ei  hado  do  me  lo  impide , 
Pues  É  esta  instancia  discurro 
El  orbe,  y  porque  os  admire 

Coa  mas  atención  oidme- 
Es  de  mi  patria  heredada 
Costumbre,  que  no  apellide 
El  pueblo  principe  au^nsto, 
M  le  adore,  ni  se  burailie 
Al  hijo  mayor  del  Rey ; 
Que  solo  hereda  y  preside 
El  qae  él  en  su  test*mMto 
A  la  hora  del  nx^rse 
Deja  ea  sos  hijos  nombrado ; 
Qne  asi  el  imperio  consigne 
Altos  reyes,  porque  todos. 
Por  llegar  i  preterirse 
A  sus  hermanos,  se  crian 
HagoÉoimos  y  sntiies , 
Doctos  en  ciencias  j  en  armas  : 
Sin  qne  ley  tan  sola  olvide  . 
Las  hembras,  pues  no  lo  ea 
Que  el  ser  moeres  nos  <nUlA 
La  acción  de  reinar.  ElnSui, 
Atentos  1  la  sahiime 
Dignidad,  yo  y  Heridian 
Uiliermano,  senuulo  Uliset, 
Nos  criamos  en  Tartaria. 
Bien  os  acordáis  que  d|je 
Que  la  eleectoo  heredaba , 
Porque  el  nacer  era  libre; 
Paes  rettdido  Rrutamooie , 
Humano  sol,  i  su  eclipse 


Ll^  el  caso  de  nombrar 
Sucesor  ( |  lance  terrible  I ) 
Entre  mi  y  Heridian; 
y  al  tiempo  iqneherede,i  dtce, 
cEste  imperio...!  perdiá'el  babb, 
D^an do  confuso  j  triste 
El  reino.  Y  pasando  entonces 
A  m^or  vida  (puea  vive 
Al  lado  del  sol ,  adonde 
Lucero  añadido  asiste). 
Dejó  en  duda  la  elección , 
V  en  bandos  parcial  y  libre 
La  plebe,  que  ailioTotada 
Por  las  calles  se  divide,    1 
Diciendo  unos  :  (Heridian 
■Viva ;  >  y  otros  :  •  Lindabridls.a 
Llegó  la  pasión  i  eitremos 
Tales,  que  en  guerras  civiles 
La  Tartaria  ardió.  Va  eran 
Las  campaBas  apacibles 
De  Flora ,  selvas  de  Marte; 
Pnes  variados  los  matices. 
Tal  ves  murieron  claveles 
Los  que  nacieron  jazmines.    - 
tln  día  que  frente  i  trente 
Los  dos  campos  se  compilen, 
Haciendo  aceros  y  plomas 
De  im  abril  muchos  abriles  ¡ 
Delante  yo  de  mi  gente 
Ocupaba  la  inveHclble    . 
Espalds  i  nnfc turca  alfana. 
Que  entre  el  copete  y  laa  crioes 
Se  ocultaba  de  tal  fbima , 
Qne  coa  las  oudaa  qne  Bage 
Di6  i  entender  que  aos  «puus 


Us  persa  bipágrifo oprime. 
Tan  fiero,  que  despreciando 
Sn  especie,  osado  y  terrible 
Se  manchó  de  espuma  y  sangre. 
Gustando  él  que  le  salpiquen , 
Por  desmentirse  caballo. 
Con  los  remiendos  de  tigre. 
Va  con  el  marcial  estraendo 
Aun  no  dejaban  oirse 
Lo  robusto  de  las  cajas , 
Le  dulce  de  los  clarines : 
Cuando  mi  hermano ,  arnolando 
Un  blanco  estandarte,  pide 
Licencia  de  bablar,  y  asi 
A  los  ejércitos  dice  : 
'Tiruros  fuertes,  si  acaso 
La  cólera  se  permite 
A  la  rasan .  y  el  orgulla 
9s  d^a  el  dlsciirso  libre , 
Paréntesis  de  la  muerte 
Stan  nls  vocee,  i^dme  : 
Lidie  la  raiou  primero 
Que  la  shirason  boy  lidie. 
Las  heredadas  costumbres 
Deste  Imperio  se  dirigea 
A  que  su  principe  sea 
En  lelrls  7  armas  insigne. 
Pnes  d  en  mi  los  dos  extremos 
De  ingenio  j  valor  se  miden , 
Por  qué  m»  deabeiedaii, 


le  insufriblesT 


_i(M  se  examinen , 

Rindimaoós  i  nn  partido. 
Para  lodos  apacible. 
Halle  mi  hermana  un  esposo ; 
Que  si  me  excede  á  compite 
En  valor.  Ingenio  y  gala , 
Desde  aquí  qniero  rendirme 
A  sus  piantasi  y  que  él  ciba 


En  d  tiempo  que  i 
El  S(d  un  drcuo  entero , 
puteando  de  perfllea 
Los  velloaes  de)  Ariete 

Y  las  escamas  del  Piscis, 
No  le  faalllre,  quede  yo 
Quieto,  padaco  y  lil>re 
En  la  p4¿edon.  Con  esto 
Vuestras  deseos  consignen 
A  ménos.riesgo  mas  rey ; 

Y  yo  cuantos  ella  envié 
Esperaré  en  Rabilonis, 
Pan  que  en  entrambas  lides 
Viva,  tártaros,  quien  venta, 
Pms  Otwgrt  quien  vence  vive.  - 
Dijo  Heridian ,  y  yo, 

Aunque  responderle  quise. 
No  pude,  porque  las  voces 
Entre  los  aplausos  v9es 
Se  perdieron.  En  efecto , 
Las  condiciones  le  admiten, 
Volviendo  yo  A  mi  pilado 
Confusa,  aOIglda  y  triste. 
Aquí  pues .  cooundo  d  caso 
Al  docto,  al  mlgico  AnUstea, 
Ayo  mió,  y  de  los  délo* 
El  Pfodigto  mas  sobüme : 
Aquel  cuya  vos  el  so) 
Respeta,  y  en  los  viriles 
De  once  cuadernos  árales 
Leyó  letras  de  rubíes , 
He  dijo '.  ( Si  bu  de  buscar 
tin  pHndpe  que  te  libre 
Dése  empeBo,  qne  diseoms 
El  orbe  es  fiíersa ,  y  que  ttíat» 
Con  tn  hermosura  el  valor; 
'^-  00  hay  cosa  que  le  iodto 


Oñe  00  hay  cosa  que  le 
Tanto.  Y  porqne  mas  « 


IbyGOOglC 


Todo  el  mundo  peTCeiinei, 
Hoy  quiero  lofcrar  en  ti 

Los  mas  admirables  unes 
De  mis  oiAgicos  eBludios- 
Eue  castillo  eo  que  asistes , 
Alcizar  portátil  sea , 
Sea  p!>'3cio  movible , 
Que  á  obedieocia  de  los  Toces, 
Va  se  eleve ,  6  ya  se  incline. 
Parte  eu  ét,  porque  en  él  lleves 
Las  grandezas  con  que  vives , 
Las  galas  que  le  hermosean, 

Y  las  damas  que  te  sirven.  ■ 
Pronunció  el  acento  apenas 
Ultimo,  cuando  ya  gime 
La  torre,  ya  tiemli^,  y  ya 
De  la  tierra  »e  divide; 

Y  elevados  en  el  Wento 
Muros,  cauípos  y  jardiues. 
De  tan  nueva  Babilonia 
Todos  éramos  pensiles. 
Ese  p&jaro  que  cuando 
Vuela,  los  aires  aOíge; 
Ese  pez  que  cuando  nada , 
Los  crespos  mares  oprime', 
Kse  monstruo  oue  los  montes. 
Cuando  los  habiu ,  rinde ; 
Ese  escolto  que  naveva , 

Ese  mgote  que  describe, 
Esa  fóhrica  que  nada. 
Ese ,  en  lin  ,  portento  horrible 
Que  miráis,  es  el  Tamoso 
Caitaia  áe  UndabrídU. 
Si  sois  (como  lo  mostráis 

Y  tueslras  personas  dicen) 
Principes,  que  de  trofeos 
Habéis  de  orlar  vuestros  timtH*es; 
SI  en  defensa  de  tas  damas 
Vuestros  aceros  se  visten. 

Va  con  la  espada  en  la  mano, 
Va  con  ta  Innia  en  el  ristre ; 
Buena  ocasión  fe  os  ofrece. 
A  vui>slras  plantas  se  rinde 
UuB  hermosura  que  os  ame, 
Un  reino  que  os  apellide , 
Una  empresa  que  os  ilustre, 
Una  lili  que  os  acredite, 
IJua  mujer  que  os  adore, 

Y  un  honor  que  os  eternice.      [Vate.) 

ROSICLER. 

Espera ,  mi^er. 

SÍFIEIIE. 

Detsnie. 
Estos  umbrales  no  pises , 
Aunque  la  ocasión  to  llame , 
Aunque  tu  vahr  te  anime. 
Si  ta  acción  perder  no  quieres 
De  las  empresas  que  signes. 
(VoM,  gttgiunla  lat  úamm.) 

Escucha... 

Si  estos  aplausos 
Deseas,  firma  inte nci ble 
Ese  cartel,  y  no  intentas 
Violar  su  muro,  aunque  mires 
Arderse  el  caüiillo  en  fuego. 
Esto  importa. 

[Vate ,  dejanio  fij*  el  cartel.) 
rtoMffio. 
Que  le  firme 
No  dudes.  Este  pnital 
Mi  uombre  en  bronce  describe. 

BOUCUB. 

No  b  vis ,  porqtie  eiiw  empreu* 
Sonmiis. 


EL  CASTILLO  DE  LiNDABItlDIS. 


Pnes  ¿  tú  conmigo  compites? 

Desistir  un  bomhre  noble 
A  tal  causa,  es  imposible. 
No  compilo  i  quien  eicedu. 

Como  la  lengua  lo  dice , 
¿No  lo  dijera  el  aceroT 

PLORiseo. 
^~i  Iticicn. 

koticLEt. 


{Dentro.) 
Ten  el  caballo,  que  al  pié 
De  aquel  castillo  arroRanie 
Que  en  competencia  de  Atlante, 
Coluna  del  cielo  fué , 
Los  repetidos  aceros 
l>e  dos  jóvenes  valientes 
Me  llaman. 

HALAnuiin.  {Dentro.) 
Señor,  no  ioieotcs 
Meter  paces. 
[Sale  Clariáiana  en  traje  de  hcmbre.) 

Caballeros, 
Si  d<!l  duelo  comenzado 
Tiene  acaso  en  mi  valor 
Apelación  el  favor. 
Lógrese  el  haber  llenado 
En  una  ocasión  tan  vierte 
Quien  vuestros  riesgos  Impida. 


Viviendo  yo,  no  pudiera 
Vivirqnien  me  compitió; 

V  para  que  viva  yo. 

Es  forzoso  que  otro  muera  : 

Y  asi,  joven,  cuyo  brío 
Mostráis  bien ,  pues  no  podéis 
Ser  nuestro  adalid .  seréis 
Juez  de  nuesiro  desaDo. 
Vednds  pues,  y  ya  ijue  advierto 


Esto  tos  dos  os  pedimos , 

Y  sin  esperar  respuesta ; 

Que  no  admite  mas  ley  que  esta 

'  a  causa  por  qtft  reñimos,      {Riñen.) 


Cnanto  me  pedia,  fatré. 

ESCENA  V. 

SfRENE,LiNDABRIDISv  ARMINDA, 
ó  la  ventana  úel  eattilh.  — CLAKl- 
DIANA ,  ROSICLER  ,  FL0BI5EU. 


Grande  estruendo  de  armas  mena. 

LinbAURlms. 
besde  esta  dorada  almena 
Del  casilllo  los  veré. 


V  asi  os  presido,  porque  él 
No  admite  medio  mejor 
Que  morir  matando,  ¿a  pues, 
Beñid  los  dos  igualmente , 
Que  habiendo  de  estar  presente 


le  no  liabri  eugaBo  ú  traición, 
ntaja  ó  alevosía. 
)  os  hago  seguro  el  día , 
campo  y  &  ejecuoíon. 
{RitlM.) 


ijan  presto  pasar  pudieroo 
Desde  amigos  i  enemigos  f 

FLOaiSBO. 

No  has  de  ser  conquistador  . 
Desta  aventura ,  viviendo 
Este  brazo. 


Vo  defiendo 
Que  la  merezco  mejor. 

FLOBISEO. 

Que  la  mereicat  6  oo, 
' "  ■■«  de  firmar  el  cartel. 

SIRBKB. 

Por  ¡I  es  el  campo  crael. 
LiiinABHims. 
Pues  remediarélo  yo. 
'Ab del  monte!  . 

{Dejan  de  reñir.) 


Se  ba  helado  la  ejecución. 

CLARIPIAIU. 

Bella  mujer '. 

um*BBlnis. 
SI  el  trofeo 

De  la  encantada  aventura 
Hoy  vuestro  esfuerzo  procura 


(Que 


si  del  ai 


elocí 


o). 


¥  sobre  firmar  aquí 
El  cartel  habéis  reñido, 
Seña  es  de  no  baber  leído 
Su  condición. 

Es  asi. 

Lnn)ABRÍDIS. 

Pues  iquién  por  Srmar  se  mala 
Sin  ver  lo  que  ba  de  Srmar* 

FLOat^EO. 

>n  de  solo  conquistar 
nuevos  aplausos  trata  ¡ 
Que  el  que  lé  la  condición 
De  la  dicha  que  pretende. 
Su  mismo  valor  ofende 
Y  agravia  su  estimaciOQ; 
Pues  da  i  entender  que  no  siendo 
La  condición  i  su  gusto. 
No  admite  la  dicha.  ]  injusto 
Temor!  Y  como  pretendo 
Vo  esta  dicha  conquisur. 
Con  cualquiera  desta  suerte. 
Por  firmar  me  doy  la  muerte , 
Kn  ver  lo  que  he  de  ^mar. 

UigHiz^dby  Google 


COMEDIAS  DE  DON  VEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


Yo  ileu  voi  advenido . 
CoDlieM  que  puile  rrrar 
En  (Ireverme  1  Urinir 
CondidoD  iiue  no  be  li'ido ; 
V  »ii  he  de  lér  el  cartel , 
Para  lumenUir  mis  blasones 
Sabiendo  las  condícioaei 
Coa  que  cae  mi  Brma  on  él : 
Puea  mal  ti  I  or,  muestra  quUn 
A  reWr  Ma  lalir 
Sabiendo  que  va  1  reCír,. 
Qne  no,  aunque  riBa  Umliíen , 
El  qne  en  la  ocasión  se-liallá; 
Pnes,  tuto  y  otro  valiente. 
Aquel  ve  el  inconveniente 
Oue  atrepella ,  y  este  no. 
Veamos  en  duda  tan  grave 


Nf  aé  JO  qne  lioaor  y  Tañía 
Pjiadan  acabar  conmigo 
Qne  leikga  yo  por  ami^o 
A  quien  pretende  i  mi  dama. 
Y  asi,  liemos  de  ser  los  dos 
CoQlrarloB  desde  este  día ; 
Qne  en  amor  do  bay  corléala. 


Dices  bien.  Adiós. 

MÍICLEK. 

Adiós. 
(VBmí  /m  iet.) 

Biiarroi  bao  procedido. 


Valiente  e«  el  Rosicler 
De  Tracia. 

tunniA. 
Podirra  ser 


Culi  mas  valor  muesfra  ahora , 

Quien  dnna  riesgos  qtie  ignpra. 

O  qalen  Arma  los  qne  sabe.  ruu,,™  m 

{U«.)  Etctí^llerodieMlr»  u  anim^«, !  B,b*nB<lo  parador 

Qw» eUtrtámeA  muttírt  la etaáía,   g,  el  comperidor  no  biera 

f  d  Mirria»  pre/Ura  genérele  g,  ^^^^  Floriseo. 

Será  res  de  Tartaria,  terá  ttpetii  '  uhoabiIms. 

De  UttdabríiBty  ewga  monarquía  •  Niognoo  á  mis  ojos  creo 
Le  aclama  en  pe$eiien  guíela  g  legara  I  Que  ese  afecto  les  debiera 
Reg  tu  VH  imperte,  ií«i  de  una  herMO-  ¡  Mientras  tuviesen  delanis 
[tura, ;  Al  gallardo  caballero, 
•endide,      "    -    ■    ■  -     - 


iüuel  emer 
Al  eatíül»  lo 


íue  al  ai 

..    loi  Urminei  profane ,  \  ían  cortés  como  arrogante, 

£n  esBnto  de  loi  ei/lroi  rnevido,  |  Fué  primero  en  el  valor, 

Uentet  pite,  onda*  ñique,  aire$  allane,  ;  El  briojel  deseuEido. 
Quedará  de  ¡a  ácciea  áeipateido  :        \  siacKt 

Ñ¡  tontiga  laurel ,  ni  prfeia  gane ;  „   i         „  i.        .j  j 

Que  ha  Se  vagar,  dale  peligro  exento,    i  Q"*  ««Pe»»  »«  ha  onedado, 
"■  -  '■'-.      V.."..    .    .   '  I  Ijlstatna  rlvadeamor! 


Da  á  los  campos  alegría, 

Sin  que  le  baga  Taita  al  dia 

Irse  va  poniendo  el  sol. 

[Que  hermosa  es  1  ( ¡  vaiedntcdelM!) 

Pero  miróla  celosa , 

Qne  quiti  no  es  tan  hermosa , 

A  quien  la  mira  sin  celoa. 

■AUHDBUI. 

¡Vilgatne  el  cielo !  ;  Esta  et 

Aquella  lijera  torre, 
I  Que  ea  el  mundo  vnela  j  corre, 
¡Sin  tener  alas  ni  piésT 
!  í\  esta  la  que  dia  t  nocba 
'  ?  De  verla  me  maravillo) 
I  Dice  :  •  Pónganme  el  castillo.  * 
!  Como  si  dijera ,  el  coche , 
I  Cuya  caja  es  cal  y  caii(o, 
i  Que  por  un  encanto  rueda 
I  (Aunque  en  esto  i  oíros  uo  eicfda , 
I  Pues  DO  liay  coche  sin  encanto), 
j  Diciendo  mny  sin  cuidado  : 

•  Anda  al  reino  del  Uogor,  > 

Como  i  la  calle  Havor, 

Alas  VLililIasú  af  Prado  : 

y  caiTiinando  lljero. 

Que  el  sul  no  puede  iguatallo. 

Ni  ae  le  manca  un  caballo, 

NI  se  emborracha  un  cochero  T 

Este... 


Culta  ja. 


:  No  hablaré  ir 


Páramo*  de  eriital,  golfo*  de  riente. 

Aquel  también  otado  caballero. 

Que  per  celot,  por  ira  y  per  vénganla. 

En  lot  término*  del  taque  elaeero,\ia. , 

rfírAleílnHn/'o.íJJaiire/viaenwrm-.  malandrín.  -CLASIDIANA.  Kn  lar 

T no  porque  á  firmar  Itegne  primero,         tieaianat  átl   aatüla.   I.IMIARRU 

Impida  que  oiro  firme ,  pve*  aleama 

Mai  apliato,  mat  fiíma,  ma*  victoria, 

Qiúf  corona  de  miritai  la  gloria. 

No  leo  mas ,  y  poes  no  inpla« 

Mi  fe  otro  eompetidor, 

Porque  veáis  qne  mi  amor 

Con  mi  obediencia  le  mide , 

Vuelvo  i  la  vaina  el  acero ; 

Que  no  tengo  jo  de  hacer 

Haianaa  para  perder 

Dichas ,  que  ganar  espero. 


Cese  entre  los  doi  aquí 
La  lid,  pues  asi  tendrá* 
T&  en  nd  una  ficiorla  mái, 

Y  yo  im  triunfo  mas  en  li. 

Y  en  tan  Brme  competencia , 
Siendo  la  pluma  un  puEd , 
Qae  en  el  papel  de  mpial 
EscrilM  tin  reiiiiencla , 
Firma  tn  nombre. 


Porque  ea  pleitos  de  aftcIoD 
E*  vil  b  conformidad, 
Y  eetof  sobre  amistad 
Nnj  iDhmei  cedw  i«a. 


ESCENA  TI. 


■ALADMUH, 

Ta ,  señor,  qne  ae  ausentaron 
Loa  dos  que  i  reñir  vinieron , 
V  que  si  no  lo  riñeron , 
Por  lo  meaos  lo  parlaron , 
Me  airero  á  llegar  aquí ; 
" '  la  cneatíon  dr— 


o  mi  vid;^  no  llegara 


Porque  yo  en  mi  vida  Tul 
AmlBOfte  meter  pait. 
Desde  un  dia  que  llegué , 
RlBendo  dos ,  j  el  que  tai 
El  riñon  <  mas  pertfoai. 
He  abrlé  no  Jeme  de  cabeía 
Por  abrirla  i  sn  enemigo ; 
V  luego  cortés  conmigo. 
He  dijo  con  gran  triste» i 
Cuando  va  estaba  eo  poder 
De  la  (Talmrga  Impiedad  : 
i  Caballero,  perdonad, 
Qne  JO  no  lo  quisa  bacer.' 


idarmelamneruT 


Piua  4  qué  tenemos  T 


Advierte 
Que  boy  ei  de  mi  vida  el  fln. 
Aqueta  flbrlca  bella 
tne  escalar  al  délo  v«. 
>*  de  Llodabddis  es, 
Y  Liodabrídií  aquella 


i  Aj  de  mi !  . 
las  que  nn  jomento. 
ciAainuiu. 
!  (.tp.  Dame ,  amor,  atrevimiento, 
'  y  empiece  tu  engaño  aquí.) 
,  Si  el  respeto  6  eftemor 
Con  que  a  lus  umbrales  llego 
Ueste  encantado  prodigio, 
'  Fábula  henuusa  del  tiempo. 
Puede  merecer,  señor* , 
I  Cortés  aplauso  en  un  pÑho 

8ue  labñ)  amor  de  diamante, 
ad  Ucencia  i  uo  caballera. 
Que  cortesano  del  mar, 

§ue  ciudadano  del  \ieulo, 
alió  basta  llegar  i  verle 
Las  alas  de  sus  deseos. 
Sagrado  voto  de  amor 

i^P■  Mejor  dijera  de  celos.) 
.  su  templo  me  trae,  donda 
Rendido,  humilde  j  ii^jeto. 
Os  sacrilico  en  sus  aras- 
Un  alma  j  mil  pensamientoa ; 
y  aun  son  poco*  cuando  t  toa 
Os  adoro  j  os  respeto 
Por  Ídolo  de  su  altar. 
Por  Imigen  de  sn  templo. 
N«aési  el  voto  cumplí. 
Hermoso  etKanlo,  con  esto, 
Pnes  quleo  va  I  cumplir  un  tolo. 
Se  aode  l«ner  por  cierto 
Qne  va  i  dejarlas  prisiones, 

V  JO  por  prAionea  vengo. 
Bi  principe  Glaridiauo 

Soy,  de  triuaaia  heredero  : 
Mis  vasallos  son  el  Etna, 
El  volcan  y  el  Hongibelo. 
iVeit  cuiuto  fuego  os  he  dicho  T 
Pues  muy  poco  os  Iq  encareico. 
Que  et  bien  qne  un  principe  amanta 
VataUos  tenga  de  lliego. 
Para  creencM  lonnralgo 
Conmigo,  al  Etna  en  el  peebo. 
El  Hongibelo  en  el  alma, 

Y  el  vobiao  en  el  atteMo. 
Oad  pues  KceiMte  qne  eaerAa 
Con  el  barH  deite  acera 


dbvGooglc 


Hl  nombre ,  no  porque  enüendk 
Que  oilaní  valiente  y  cuerdo 
Ihieífa  merecer,  tí  ñora, 
Desa  hermosura pJ  imperio. 
Sino  por(|ue  eniienda  soto 
One  morir  amando  puedo ; 

r.umi'liré  coo  mi<i  aféelos. 

Iliru<l  ¡i  ruin  |)oco  aspiro! 

Mirad  ¡  cuín  poco  me  alreio , 

Pues  licencia  de  morir 

Os  pido  de  cumplimiento  1 

V  esta ,  solo  porque  diga 

Bo  mi  sepulcro  un  letrero  : 

■  Aquí  yace  aquel  «enante, 

Que  quiso  morir  primero. 

Que  ver  al  dueüo  que  amó 

bu  los  brazos  de  otro  dueño:  • 

(Ap.  Y  es  verdad,  pues  i  estorbarlo 

Desde  la  Tríuacrii  vengo); 

Que  si  tengo  de  morir 

De  estorbarlo  ú  de  saberlo, 

Mejor  «eri  de  estorbarlo: 

Que  es  mur  cobarde  6  mu;  necio 

El  qne  se  deja  morir 

Del  mal ,  y  no  del  remedio. 

Fio  me  entenderéis ;  iiu  importa , 

?ue  soj  un  enigma  ciego, 
al  qne  a  posta  u  do  conmigo. 
Aun  yo  mismo  no  me  entiendo. 
Has  porque  nunca  oá  quejéis 
Do  que  os  eugaüé ,  os  advierto 
Qne  en  todo  cnanto  os  he  diebo , 
Ot  digo  verdad ,  y  os  mienlo. 

LINDA  IR  lo  I S. 

Principe  Irinacrio  ilustre , 
Cuyo  valor,  cuyo  ingenio 
Dirin  bien  capada  y  pluma 
Competidas  i  so  tiempo. 
Licencia  para  Armar 
Las  condiciones  del  duelo 
Tenéis;  que  en  publica  lid 
A  ningún  aventurero 
Se  ha  negado  :  i  lo  demás, 
Ni  respondo,  ni  me  atrevo; 
Qne  ai  vos  no  os  entendéis, 
fc,D  mi  no  aeri  defecto 
El  no  entenderos  i  tos. 
Has  por  hablar  en  el  mesmo 
Estilo  ruesiro,  os  respondo 
Que  el  venir  os  agradezco ; 
Poro  no  el  haber  venido. 
Pues  lo  estimo  y  lo  aborreico; 
Porque  también  soy  enigma 
Vo ,  que  i  dos  seiiildos  tengo 
Dm  Inces.  Si  no  entendéis , 
No  Importa;  que  vo  me  entiendo. 
iAp.  ¡VUgate  el  cielo  por  júTen, 
Eoqñé  confusión  me  has  puesto!) 
(Satraiue  las  doauf . ) 


CLABIDUNA,  HALANDaiN. 

i  Cielo* !  ¡  qué  de  dlspaniea 
Atinados  f  conpaesioÉ 
Os  babel! diebo!  V  babri 
Qnien  diga  que  son  conceptos , 
Sin  haberlos  entendido. 

GUIIDUIU. 

lOb  qué  cansado  j  qaé  ocelo 
Buás ,  riyendo  j  boriaudo , 
Curado  yo  amsjidff  y  muriendo  I 


EL  CASTILLO  DE  LINDABAIDtS. 

I  &  vienes  eon  este  hítenlo 
I  Determinada  t  estorbar 

lel  descor 
ballero  det  Pebo 

V  hallaste  para  este  efecto 
Ese  arrogante  caballo 
Tan  desliocado  y  soberbio , 
Que  cuanto  mas  le  corrige 
La  disciplina  de!  freno. 
Tanto  mas  corre ,  y  se  pira 
Coando  siente  sobre  el  cuello 
Suelta  la  rienda ;  s)  en  On , 
Votando  en  él  unto  viento, 
Taoia  tierra  y  tanto  mar. 
Has  dado  en  este  desierto 
Con  el  castillo ;  si  en  ét 


lo&tlgo,  ¡ 


Ha  empelado  tu  desee 
Taofelizmeute,'  i  qué 


Que  soy  desdichada  temo. 
A  competir  he  venido 
(Ea  verdad  ,  yo  lo  coofleso) 
,A  Feboeoesta  aventura. 
Porque  en  cieocias  y  armas  tengo 
Giperienclis  y  noticias 
Con  que  aven  tu  rano  e  puedo 
A  salir  con  la  victoria; 

V  siendo  vo  sola  dueño 
De  Lindabridls,  dejar 
Burlados  sus  nensamieotos, 
Pero  cuanto  (iayde  mi  triste!) 
Atrevida  vine,  luego 

Que  la  vi,  quede  cobarde; 
Que  este  es  natural  secreto 
Que  trae  consigo  el  temor. 
Bien  en  los  campos  del  viento 
Lo  dice  la  gana,  aquella 
Nave  de  pluma,  que  haciendo 
Proa  el  pico ,  vela  el  ala , 
Timón  la  cola,  el  pié  remo, 
Sulca  grave ,  vuela  altiva , 
Hasta  que  se  pasa  al  fuego, 
A  ser  mariposa  en  él. 
Por  vivir  otro  elemento ; 
Pues  aunque  al  naso  le  salgan 
Mil  pájaros  banuoleros, 

8 De  son  ladrones  del  aire , 
e  iiinguuo  tiene  miedo. 
Sino  de  aquel  solamente 
De  quien  ha  de  ser  trofeo ; 

V  as] ,  erizada  la  plunia 

V  el  copete  descompuesto, 
Hembla  y  huye ,  basta  que  deja 
La  vida  á  sus  manos ,  siendo 
Flor  después  de  haber  caldo , 
La  que  nié  estrella  cayendo. 


Sobre  los  afectot  k 


Bien  dices.  Quiero 
Firmar  el  cartel  y  dar 
Priudpio  al  fln...  Has  ^qné  es  esloT 
La  primera  firma  dice 
<  El  caballero  del  Pebo.  > 
¡Dadme paciencia,  cielos. 
Si  puede  haber  pamela  donde  hiT  ce 
i  Ay  ingrato !  Para  mi  [los 

¡Firmas en  arena  fueron 
Tus  palabras,  qoe  duraron 
A  la  dlscrecioi)  del  rientol 
Para  Lhidabrldls  bella 
i  Rnnas  en  bronce  y  acero. 
Que  vMrin  Innortales 
A  la  duración  del  tiempo! 
Para  mi  escrlbisie  en  ania 
Tantos  perdidos  requiebros ; 
Y  pan  ella  ;en  bnwce  escribes 


La  cottstancia  de  tu  pet-tio  I 
'  ¡A  ella  Hnexa ,  i  mi  olvido ! 

A  ella  agrado ,  k  mi  desprecio ! 

A  ella  llrme .  i  mi  mudable ! . 

A  ella  apacible ,  a  mi  fiero ! 
'  Dadme  paciencia,  cielos. 

Si  puede  haber  paciencia... 


FEBO.— CLA1UDIANA,  HAUMDRIN. 
Fito.  {Dentro.) 

Fuego,  Tu^go. 

CLAN  MANA. 

iQaí  voi  es  un  temerosa 
La  que  en  repetidos  ecos 
Quit6  el  impulso  1  mi  acción, 
HnTlÍ!i  el  número  i  mi  acento T 

Sobre  el  campo  de  Neptnno , 
Un  Etna,  sehora,  veo, 
Que  brotando  lladus,  hace 
Goem  de  dos  elementos. 


iQnIén  vio  jamas  ( ;  oh  qné  horror !) 
En  campos  de  nieve .  ardiendo 
HoDtañas  de  humo!  Quién  vi6 
Abortar  el  agua  liiego? 

-    MALAHOHin. 

Bijele*. 

CLAHIMAIU. 

No  dices  bien , 
Porque  alumbrando  su  incendio , 
Todo  el  bajel  esfarol, 
Aolorcha  ya  de  si  mramo. 
CINeptunn,  si  eres  dios, 
iC6mo  sufres  qne  en  «i  reino 
Jurisdicción  de  otra  e.'fi-ra 
Esté  abrasando,  po  drsprecio 
De  tus  ondas?  ^  No  te  corres, 
Que  tu  contrario  sobeibio 
Entre  en  los  términos  tuyos. 
Tiranizando  tu  imperio? 

Norte  vocal  sean  mis  voces. 
A  tierra. 

(Sale  Feb9,  eagendo.) 


i  Valedme,  cíelos! 
-  cutiMuna. 
Misero  abono  qne  el  mar. 
Por  despojo  desa  guerra , 
Di6  de  barato  i  la  lierra. 
Ya  bien  puedes  rei^pirar. 
Vuelve  en  ti ,  vueiic  íi  alentar. 
Has  i  ay!  que  sangrienta  y  dura 
£1  agua ,  su  fin  procura , 
V  aal,  A  la  tierra  la  advierte  :  - 


Daletf 


'  Y  JO  de  asombros  tkno , 
Tropiezo  en  el  mal  ajeno, 

Y  voy  cayendo  en  el  mió. 
De  mi  muerte  desconfío, 
Porque  mi  vida  me  asombre , 

Y  porque  infelli  me  nombre. 
Pétenle .  no  espires ,  sol , 
Deja ,  deja  un  arrebol 
Compadecido  i  tu  Duinbre.^-^  [ ,-, 


One  Febo  (:  miieri  sattU  1 ) 
ES  ( i  trageálk  lasiimou  < ) 
El  qiie  (¡  peoa  rígorou  1) 
'    AiroJadD  {¡  trance  fuerte  I) 
Del  mar  (¡miserible  muerte  1) 
Llegó  (¡  tirano  rigor !) 
A  mis  piÉR  (¡U«ro  dolor!). 
Porqoe  asi  (¡  valeJtne ,  cielos '.) 
Cnando  él  me  nata  de  celos , 


COMEDIAS  DE  DON  PEDIIO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 

Del  dueto  li  eJecDClOD ; 
Que  cuando  ha;  tiempo  aplHaJo, 
Ko  es  meagua  de  un  caballero 
Tener  cortés  el  acero. 


Le»! 


lyom 


Como  cuando  mueKo  eslahai , 
Tu  muerte,  Febo ,  senlia; 
Cuando  estís  vivo  la  mia ; 
Que  lú  la  muerte  me  dabas. 
Muerto,  lisiima  causabas; 
Vivo,  causas  pena  :  asi 
Puedes  argüir  aqut 
Mis  desdiclías,  pues  ei 


Bien  digo ,  pues  sus  rigerea 
l^s  raion  que  }o  presuma 
Que  loB  casligú  la  espuma. 
Que  es  madre  de  los  amores, 
í  a  son  mis  penas  majores. 
Llorad ,  ojos ;  senUd,  labios  ; 
No  os  acordéis  poco  sabios 
De  ofensas  bfclias  ;  dicbas; 
Que  es  vil  quien  en  las  desdiclni 
Se  acuerda  de  los  agravios. 
Cpseii  pues  venganzas  Geras, 

Y  haga  finezas  mi  fe. 
¡Vivieras,  ob  Febo,  aunqná 
En  otros  bT»;os  vivieras  i 
Esius  son  las  verdaderas  - 
Mupsiras  de  quien  quiere  j  ama. 
:  Oh  mar,  ob  b^el ,  ob  llama  ,- 
S'a  es  occidente  cruel 

Tu  teatro ,  pues  en  él 
Uurí6Febo! 

FEBO.  (VmIm  en  ti.) 
1  Quién  me  .llama  T 
;Dónd$  estof,  piadosos  cielos! 

CLAWDUM.  (Ap.) 

Albricias,  alma.  Has  no, 

{Pineteuna  banda  alrotírú.) 
Que  si  él  vuelve  i  vivir,  ;o 
Volveré  é  morir  de  celos. 
Mas  viva  él,  y  mis  desvelos 
Vi>an.  Si  en  lan  breves  plazos, 
O  amor,  ataste  sus  lazos, 

V  mi  fe  milagros  labra. 
No  nie  lomes  la  palabra 
De  que  viva  en  otros  brazos. 


Noei 


wjjanlo 


Quien  sintió  t|i  muerte  cuanto 

Siente  ja  tu  vida  :  tanto 

Es  mi  asombro  duro  y  (iierte. 

Que  en  tu  vida  ;  muerl*  advierte 

Una  pena  dividid» ; 

Pues  muerto  te  diera  vida 

Íuien  tivo  te  darS  muerte, 
asi ,  pues  pasa  el  severo 
Rigor,  y  pues  vivo  estás. 
No  tengo  que  esperar  mas. 
Cobra  ese  perdido  acero; 
Que  cuerpo  i  cuerpo  te  espero 
Donde  i  mi  bonor  dé  esta  paln>» 


Hombre ,  qae  en  tan  triste  ca1ni:> 
Parf  mi  desdicha  has  sidn 
Un  enigma  con  seiiiido, 
Uu  laberíiito  con  alma, 
i  Cómo  ini  muPi  te  sentiste, 
Si  de  danne  muerte' tratas? 
Cómo  viviendo  me  matas , 
Si  muriendo  ho  lo  hicLiief 
Si  piadoso  enlónoes  tuiíte . 

V'  Cómo  ahora  eres  tirano . 
tienes,  cruel  *  inhumano. 
Siendo  amigo  jr  enemigo. 
En  una  mano  el  castiga, 
Y  el  bvor  en  otra  manoT 


etü.ni 


i  bueno  para  m 


Di  muerto , 


;er  naor  tan  esyuívo; 
_ .  . .'  he  de  enojar  si  vivo , 
SI  le  he  de  ofender  si  muero. 
Defender  mi  vida  quiero. 
Siente  el  verme  vivo^pues 
Hedió  para  los  dos  es 
Hacer  que  el  rigor  dilates, 
y  que  ahora  no  me  mates , 
Si  me  has  de  llorar  después. 
Una  herida  que  he  sacado 
<H  mar,  no  importa. 


Lo  que  es  piedad ,  m 


no, no  balde  Iridia. 
;  Por  qué  T 

CLARIDIANA. 

Porque  el  sitio  es 
De  Liodabrldis. 

Tos  pies 
Hit  veces  me  da  i  besar. 
i  Piadosos  son  iuego  ;  mar ! 


'  Que  te  vajeas  É  curar. 

Pues  ya  no  quiero  rebir 
Vo;  que  i  su  vitla ,  es  perder 
Las  esperanzas  de  ser 
Su  dueño.  Y  pues  argíir 
Puedo,  i  medio  discurrir. 
Que  celos  la  cansa  son 


enlaoctsioohasdsda 
li  pena  ;  mi  cuidado. 
Porque  celos  me  han  traído 

* — «te  j  favorecido 


(Ap.  Tenga  celos  quien  da  ce 
A  estorbar  que  lü  atrevido 
Intentes  esta  aventun. 


(Ap.  jAjdemi!) 
fHeiidoestia.Febot 

SI. 
Has  i  qué  cuidado  te  ha  dado  ? 


So;  tan  atrevido, 
Que  con  ventaja  no  quiero. 
Cúrate ,  j  cobra  primero 
Sangre';  fuerza  que  bas  perdido! 
Que  JO  te  buscare. 


Pues  tu  temor  i  qué  asegura? 


rteo. 
¡  Oh  qué  pesar ! 


rEBO. 
Pues  el  acero 
Sacaré ;  que  ;a  no  quiere 
Yo  tampoco  irme  á  curar. 


.  tiempo  babri  i  tu  tengai 
cumMAn*. 
. ..  Htit  aqni  y  herido , 
Ho;  la  dilato,;  te  pido 
Tomes  ese  bruto  en  quien 
Irte  i  curar,  porque  es  bien 
Cuidar,  Febo ,  desa  herida. ' 

¿Qué  te  bnportt  1  U  mf  vida? 

eLAUMilU. 

Mucho. 

nso 
íY  mi  muerte? 


Vo  me  entiendo. 
Toma  el  caba1h>. 

¡  rcKi. 

i  SI  haré 

CLsniMitnA.  {Ap.) 

Mis  celos  estorbaré 
Pues  en  el  bruto  corriendo , 
De  aquí  ausenurle  preteodo. 
Deje  el  campo  tBit-^'~ 


.^OO' 


iglc 


niD.  {ip.) 
;  Ob  tpii  rabia  1 

cuBiMini.  lAp.] 
,  Oh  qaé  ri^r ! 
FEBO.  (4p.) 
¡  Qué  deidlCba  > 

CLAHIDIAH*. 

[Ap.  ¡Qué  desvelos!) 

A  morir  de  celos. 

Quídale.  (Ciue.) 

CLAaiPIAlU. 

A  morir  d«  amor.       <Vm«0 
(¿'u«na  ii«atr»  Mii«tM  ■.) 

JORNADA  SEGUNDA. 

ESCENA  PHIHEKA. 

HALANDRIK. 
DMinies  de  la  salpkada. 


BL  CASTILLO  DE  LINDABRIDIS. 
Y  esus  licencias  admite  i 
Mientras  yo  digo  llorando 
Hi  mal,  puesfo  lo  sentí, 
Quien  no  lo  siente,  por  nii 
Le  podrá  decir  cantando. 

BelUiima  Uniabridit, 

^■  Para  qué  tul  ajei  batean 
MMot  encantoi,  Uailado 
Ei  aayvT  en  la  hertaaiaraf 

¿Para  qui  buteat  mu  rasoí, 
Si  tale  la  aurora  luga 
CompiUtndo  con  Uu  teína*, 
CuaHio  lat  floret  msdnsanf 


Wlln -. 

hi  roerá  coioedia,  aquí 
Acabara  mi  joruaiia ; 
Has  pui'Sto  que  ni>  lo  es, 

Y  ijne  prosijcuieiidu  tu , 
La  música  saplirá 
Ausencias  de  no  i'ntremcs. 
l'oi'  lo  menos  exiraitcra 
Será  de  Ingenio  salicr 

(jue  hoy  lodo  cuanto  b:iy  que  ler 
bs  corlado  de  una  ple;ta, 

V  esto  aparte,  ¡  «ive  Dios 

Que  él  se  ha  puesliren  el  caballo! 
Va  nunca  podra  p.i rallo. 

Y  i  on  mismo  tiempo  los  dos 

V  el  sol  me  dejan  a  oscuras 

tCii  un  monte.  Ya  ¿qné  espero? 
Ño  fuera  andante  escodero , 


Pues  que  yl  la  noche  Tría 
IVnierosamenle  asombra, 
Y  baja  la  negra  aambra 
Pisando  la  falda  al  dia. 
Cantad;  tenga  una  vea  salva 
La  negra  noche  al  bajar, 
Que  no  siempre  ha  da  envidiar 
A  los  músicos  del  alba. 
Decid  al  segundo  sol , 
Que  da  al  primero  deamajoa. 
Que  en  ausencia  de  ros  laTOS, 
Soy  humano  girasol. 


ROSICLER,  1  m  cnao  DB  hiIskob.  — 

PLORISEO.OIWJCOKO   DI   MÚSICOS, 

.    HALANDItlN. 

Pues  Llnjjabrldls  permite 
Hasta  el  6n  de  tanto  empleo 
Lo  que  ea  corlís  galanteo, 

t  Btla  toxdií  te  KprestDlii  [ad>  d«  it' 

(aidn ,  iin  enlremescs  al  Un  de  loi  leuis ; 
etlo  atode  lo  qae  dice  Malsadrln  aa  al  no- 
aMviesifaiwla. 


Vísperas  son  i  dos  coros : 
No  seri  muy  mala  industria, 
En  tanto  que  cantan  ellos  ■ 

La  copla,  hacer  yo  la  fuga. 

{Vate  húeit  Aetie/er.) 

DetB»}<i»  ton  de  tu  planta 
Bellai  fhres ,  fuente»  pura* , 
Porque  ambiciólo  el  abril 
Para  la  adorno  la*  junta. 

Yporque'el  aire  no  etli 
Celoio  de  lu  ventura , 
Lo*  pájaro*  en  el  viento 
Forman  abrileí  de  pluma. 

Bajeia  es  que  nn  hombre  nobte 
Declarados  celos  aoTra. 
Mas  es  nueva  ley  de  amor  : 
La  obedteDcia  oae  discnipa. 


,__, sta  parte  se  acerca 

A  mi  un  bullo ,  ó  ana  bolta , 
Que  no  aj  Eí  es  hembra  b  macho, 

V  solo  sé  que  se  Junta 
Has  de  lo  que  yo  quíGiera. 
Animo  :  todo  es  fortuna. 
Qulzt  aerl  otro  gallina 
Como  yo ,  v  en  esta  duda,  . 
Seamos  valientes  de  miedo.) 
Caballero ,  i  mi  me  injurian 
Ews  voces  que  al  aurora 
Destas  montañas  saludan : 

V  asi ,  mandadles  que  callea. 
■oticLia.  (Ap.) 

Este  hombre  viene  shi  duda 
A  reconocerme  j  darme      ^ 
Ocasión  con  que  mi  ftiria     ^ 
Pierda  el  derecho  de  ser 
.  Acrédor  desta  aventara. 
Venceréle  con  callar, 
V»igando  mi  pena  jnsla 
En  que  canten ,  pues  te  ofenden. 
De  cuantos  una  liermoanra 
Hiso  valientes ,  i  mi 
He  hizo. cobarde ,  no  ha;  duda  ; 
Pues  por  no  perderla  siempre , 
Hago  lo  que  no  bice  nunca. 

¡Af  Umlabrídit  bella,  hermota  y  pun 
Milagro  del  amor  i  la  htrmo*ara  I 


¡Ay  Undabfidit  pura,  hermaia  g  bella. 
Que  ereí  del  cteh  flor,  del  campo  etlre- 
(Rellra*e  RoHeler.)        [lia! 
aiUKDBia. 
(Ap.  i  Vive  Apolo ,  que  se  vudve! 
:  tlslo  es  ser  valiente  i,  oscurail 
No  hay  cosa  mas  ficil.  Otro 
Desla  ]iarle  esta  PofS  dura 
E\  suslo ,  dure  el  reniHtio.l 
Esas  voces  que  ae  escucban, 

{AFhTi*eo) 
A  no  celoso  amante  ofenden. 
Caballero ,  y  le  disgustan  ; 
Callen,  si  acaso  hay  remedio 
Para  que  callen  en  bulla 
Músicos  qne  cantan  mal. 

TLoBUEo.  {Ap.) 
Esta  es  cautela  ó  Induslria 
De  Rosicler ,  que  ocasiona 
Mi  valor ,  porque  desnuda 
La  espada ,  las  esperanzas 
Pierda  de  dicha  tan  sama. 
Pues  no  ha  de  lograr  su  intento  . 
Hoy  amor  al  valor  supla : 
Que  huir  de  aoianteen  la  ocasión, 
Masqueliajeia,e5cordura.  (Retlra*e} 

¡Viveg  los  cielos,  qae  son 
Gallinas,  sin  duda  algtma! 
Que  si  esperaran  un  poco 
Sin  huir  ( ;  hay  tal  locura '. ) , 
Huyera  ;o. 

Cantad  siempre,      (V'aie.j 
HoaicLEn. 
No  dejéis  de  cantar  nunca.       (Votej 


Sii*plr»t  ton  de  un  amante 
Qtantat  el  eco  pronuncia; 
Lágrima*  toa  de  u»  celoio , 
CMoalat  lat  flore*  inundan. 


De  *M  telleta  engañado*. 
Por  avara  la  *alu^. 

¡Ay  lÁndabrldií ,  ele. 

MUaNDRIM. 

Veneno  yo  de  la  campaSa 
músicos?  ¡hay  tai  hurla! 
O  esii  lodo  el  mnodo  loco, 
O  borracha  la  fortona. 
Si  me  valiera  la  baiaüa 
En  esta  ocasión  alguna 
Alhaja  manducativa. 
Fuera  notable  venlura. 
lAh  del  castillo!  Si  non 
Yace  la  infanta  desnuda. 
Catadlo,  y  qae  i  uu  agt^ero 
Asome  su  fermosora. 
Malandrín  de  allende  Trapo- 
Baña  soy ,  que  viene  en  fncia , 
Si  ella  es  la  vana  é  yo  el  trapo , 
De  facer  dos  almas  una. 
Si  non  cuida  de  salir, 
Sal^a  cualque  dama  suya, 
E  Si  non  dama  plnguiei 


ObyGOOglC 


sos 


COMEDIAS  DS  D0:4  PBORO  CALUERftN  DB  LA  BAOCA. 


Hwina  in.inienela  loplí,    *  I 

Y>  du  la  ctmara  sea, 

Maguer  que  Don  de  la  ayuda.  I 

«,Noa  la  hay?  Pues  sea  mandonea ; 

Óue  ¡,i  quiéD  mondongas  noescuchuiT 

II  si  nou .  salga  una  üueBa ; 

Que  dueñas  naii  fallan  nunca. 

¡Non  hay  dneña?  ]  VodfchoM! 
rime  \ior  U  espesura , 
A  buscar  quien  rae  socorra , 
Fiíblaiido  vedadas  muchas.: 
(Caula.)  Quien  no  liene  ventura . 
Aun  iueüaine  hallar  t,  ti  dueñasbuKa. 
(Yau.) 


LlKDABRIDlft,  SIRENE;,  ARHINDA, 
Dtak«.— Cono  I.*  ta,"  PK  ausjcos, 

AmorMO*  Mcrítegio» 
Ktta  novedad  <li*cu¡¡ian , 
Parque  en  m  mitma  belleza 
Bitáa  la  culpa  a  áUculpa. 

CORO  i." 

P«rt  cuando  deidad  la  adarau, 
Ycua«di>  beldad  la  juma, 
Miranda  iiu  ejot  bellot. 
Quedan  vauBt  de  tu  culpa. 

AMBOS  COROI. 

jXfl  Undabridít,  «(0. 

Ken  loB  dos  competidores 

CoTiesanamenie  usan 
De  ta  Ucencia  dp  amantel. 
Celebrando  tu  liermosur* 
En  dulcec  versos. 

Rien  dices. 
Pero  TO  no  supe  nunca 

Uuc  gallardos  caballeros, 

Que  andan  buscando  aventuras, 

Coibmiulcos  camlaasen, 

tjHien  de  Iracer  ohaeqnliM  gusU.., 
Jamas  le  Talla  ocaSion  : 
En  cualquier  parle  la  busca. 
Cerca  isií  llunstaiiUnopla.,. 
Y  cutMu  las  leyes  biyan 


u  licencia  dajiiKirle 


k"^ 


Uue  donde  »o  entran  sus  oJM , 
Eolren  sus  |>enaE  ocultas 
V  disfraudai. 

LITDikKilnis. 

i  Qué  bieu 
Al  compás  suyo  murmuran 
Las  mentes  deslos  jardines , 
Que  el  canto  á  las  aguas  hurlan!; 

Ella  alfombra  [|ne  le]i& 
De  o)aslraii/j>s  y  de  juncia 
El  abril,  lbnn;iodo  en  ell* 
Va  florido  catre,  i  ci^a 
Belleza  corona  es 
El  pabellón  de  una  murta. 
Trono  será  <le  la  aurora , 
üi  lú  su  dosel  ocupas. 

LIMDASRÍaiS. 

Desde  aquí  se  ojeo  mejor 
Dulces  canciones,  que  anunci» 
Aiilicipaija  la  aurui». 


Y  ella  por  verle  madruga. 
{SUnlate  Undabrldií,  y  quédate  dur- 
mida.) 

Pnes  la  Princesa  se  queda 


Vamos ,  si  Ib  gustas.     [Yante.] 
A«Bot  cotos.  {Deitfro.) 
■At  Lindabrliit,  ele. 


Cuando  de  Is  opuesta  boca 
Por  quien  bosteza  esta  gruía, 
Aborto  ful,  con  intento 
Ue  que  la  cobarde  turba 
Siguiéndome  se  quedara 
Sepultada  mías  oscuras 
EnlMRas  de  aqueste  monte 

Íue'les  sirviese  de  luniba, 
vueko  á  escuchar  gemidos. 
Penas,  lástimas  y  angustias; 
He  Informan  voces  sonoras. 
Que  i  la  oscuridad  nocinrna , 
Como  si  ella  fuera  el  alba , 
Alegremente  saludan. 

V  aun  uo  paran  mis  sentidos. 
Contentos  con  ana  duda , 
PueseilraBan  lo  que  ren       • 
Hucbo  mas  que  lo  que  escuchan, 
¡A  la  boca  de  mi  albergue 
Fabricas  de  arquitectura 

Tan  hermosa,  que  las  piedras 
Aun  mas  que  la  luí  alumbran '. 
jAqul  fueaies  y  jardines, 
Espejos,  cuadros,  pinturas! 

I  Duermo  ó  velot  ¿sneílo  ó  vivo? 
las  ¿qué  dudo  que  en  confusus 
Imágenes  haga  el  suefio 
Estas  sombras  y  O  guias? 

(V«  <t  Undabridít, 
\  Bárbaros  dioses  de  nn  fauno , 
Que  i  las  sangrieniaB  y  duras 
Aras  vuestras  consagró 
Cuanios  mortales  la  inculu 
Plava  desia  isla  tocaron ! 
Dadnw  bvor ,  dadme  ayuda ; 
Oue  una  admiración  me  cirg4 , 

8ue  una  deidad  me  deslumhra , 
na  beldad  me  suspende, 

V  todo  uncielo  me  turba. 

¿Si  es  la  diosa  que  este  templo 
Habita?  SI.  ¿quién  lo  duda? 
Ko  en  vano  pues  la  adurmieron 
Voces  que  los  Tientos  sulcan , 
Puente^He  las  Sores  mojan, 
Arroyos^e  el  prado  cruzan, 
Copas  que  el  aire  detienen , 
Auras  que  mansas  murmuran , 
Hojas  que  apacibles  suenan^ 
flores  que  sus  plantas  buscan; 
Puesíoces,  ftienies,  arroyos. 
Copas,  vientos  j  hojas  mudas, 
Todos  dicen  que  esia  es 
La  diosa  de  la  hermosura. 
Jlas  otra  duda  me  queda  : 
ai  es  viva ,  ó  si  es  etealtura , 
Adorno  deitoB  Jardines ; 
Que  para  todo  tiay  disculpa  : 
P:>ra  estar  viva ,  en  dar  muerte 
A  quleu  i  su  iñz  le  junta ; 


Estará  viva  y  difunta. 

1  Atreveréme  i  tocar 

La  blanca  mano,  que  injuria 

La  nieve !  Si.  Has  i  ay,  cielos ,  (fAMte .) 

Que  me  abrasa  su  blancura ! 

Hujer,  deidad,  6  quien  eres, 

iQué  veneno  es  elc|ue  oculta 

Ksle  tspid  de  jaumu ! 

UHSAinlDiS.  {DetjHerla.) 
iQuIéa 
KelliiiuTiAydemil 


Coa  prisión  de  hielo  anuda 
Mis  pasos,  fiera  ü  hombre 
Silvestre,  deidad  inculta, 
¿Cómo  te  atreviste,  cómo, 
A  profanar  la  clausura 
bt  no  castillo,  donde  el  sol. 
Si  entra ,  entra  con  la  disculpa 
De  que  viene  á  traer  el'dia, 

Y  entra  en  él ,  porque  le  alumbra  T 

Como  ya  soy  mas  que  el  sol 

Atrevido;  j  si  él  se  excusa 

Ue  tu  enojo  por  traer 

La  Ini,  yo  con  menos  culpa. 

Porque  vengo  á  traer  la  sombra; 

Que  esa  bdveda  profunda 

Es  el  seno  da  la  noche , 

V  yo  quien  su  seno  ocupa. 

MlfVjtnifDIS. 

¡Arminda!  ¡Síreue!  ¡floral 
ESCENA  VU. 


¿Quedas  voces!  —  ¡ Suerle  Injusta! 

AaiinsA. 
iQaé  mandas?  —¡Horror  eiiraíioí 

¡  Grave  mal ! 

¡Desdicha  suma! 


De  morir  á  tales  minoa , 
Aunque  ya  lo  esté  t  las  tuyas. 

Íodas  son  bellas ;  mas  til 
e  avienes  con  su  hermosura 
Como  el  clavel  con  las  flores , 
Como  las  estrellas  puras 
Con  los  claveli'S,  los  signos 


;  coLi 


estrelbs 


I  Con  los  siguas ,  y  con  ella 
El  sol ,  que  á  todos  sepulta. 
Deja,  deja  que  i  beber 

¡  Vuelva  la  sed  que  me  aingoslia 

.  Este  tósigo  de  nieve. 

unutsHlMs. 
Ahtes  seré  de  tu  Inris 

,  Breve  despojo.  —  Dad  tocea. 

u.nt.zodb/GoOglc 


EL  CASTILLO  DB  LINDiBRlDIS, 


Yo  flttof  turbada. 

Yo  mu  da. 

LIHDAIlllDlS. 

I  Caballero» ,  al  caslillo; 
Que  1  maDos  de  la  saSuda 
Fiera  desLos  monies,  muero; 
¡Dadme  favor,  dadme  ajuda! 

¡Al  castillo,  caballeros;  - 
Qoe  ntesira  gloria,  difuDia 
A  maDoi  de  un  moasiruo  jacol 


aoncLU.  (Dentro.) 
Slreoa,  las  voces  tayas 
Ño  me  cosaGarin ;  i]ue  alado 
Al  krbol  de  la  foituaa 
Eaioj. 

FLORFSKo.  {Deatra.) 
Cocodrilo  siete 
Que  voi  btiinana  prononciss, 
Ño  me  Tenceri  tu  encanto. 

U3DABRÍ0IS. 

i  Ar,  leyes  de  honor  injustas ! 
4  CuU  es  la  dama  que  ver 
Cobarde  á  su  amanle  gusta! 

rcoiiseo.  [Dentro.) 
Responded  caalaudo  siempre. 

KOSiCLU.  {Dentro.)    , 
N«  dejeit  de  cantar  nnaca. 

I  A)  eMtUlo ,  caballeros ! 

Escaparte  so  presumas. 

LINDIBRibIS. 

iCdmo  estiD  sordo*  los  ciek« 
A  mí  ToiT 

Como  en  mi  Injuria 
Los  cielos  so  ojeo. 

luí  DA  entina. 

Los  montes 
jCómano  se  deicoynntaaT 

&oa  los  montes  mis  Tssallps. 


No  M  me  atreteo. 

U.IMSalMK 

Los  rajos... 

10  tos  los  turba , 
Que  so<r  rayo ,  muerte  j  llera. 

UNDABSlorS. 

Yo  abla,  Teneuo  j  furia. 
¡Caballeros,  al  castillo' 
Romped  las  lejes  injustas. 
¡Alesslillo,  caballeros! 

(flHH»»,  g  $ffji*tatrt  F§mo.¡ 


Mi  valor^qué  diQculta, 

8ue  uo  entra  i  ver  qué  ocasión 
I  moDie  de  horror  ocupa! 
1  Qué  aieoiuro  eo  esto  joT 
Lss  esperadlas  tbturas 
De  Liudabridl^iqué  ImDortao, 
Si  JO  oo  las  tuve  nunca  i 
iVue¡»enáiaHrUniabrimttalFauno.) 


No  «si  al  amor  ofendas , 

NI  deslucir  su  tanldad  pretendas; 

Que  JO  por  íl  sailafacerie  eapero. 

TMSp.  {Ap.) 
¡Qué  bello  Jóvenl 

,.  (Ap.) 
¡QaígatantauOerol 
[Ap) 

¡Qué  desdichada  suerte. 
Si  mi  tida  redimo  con  so  muerte ! 

FÁtlM)-  (Áp.) 

No  sé  qué  nuevas  suatas  he  aentido 
De  que  este  en  su  favor  haya  venido. 
Que  de  un  veneno  tengo  el  pecho  lleno , 
V  se  baca  mas  lugar  otro  veneuo. 

CUSIDMI». 

Seml'dios  destos  montes, 

?ue  llenando  de  horror  sus  horítoates, 
or  no  ser  Sera  jhomlire  en  una  esfera, 
Dejaste  de  ser  hombre,  j  oo  eres  Aera, 
Esa  betleía  vive 

A  cueols  deste  acero ;  asi,  apercibe 
El  nudoso  bastón ,  que  partir  quiero 
Contigo  el  sol. 

Puesjollevsrle  entero ; 
Que  si  es  sol  la  liellesa 
Dests  excelsa  deidad ,  fuera  bajeu 
Partirle,  ni  aun  un  rayo ;  j  mas  contigo. 
Que  eres ,  puesto  conmigo. 
Alomo  Gompirado 
Al  sol ,  drdeno  lirio  cotejado 
Al  ciprés  eminente, 


Li:iDAselois. 
¡  Aj  de  mi  1 

iOe  qué  la  espsDiait 

, I  i  tus  plantas 

Flor,  arroyo,  cristal ,  jardín  j  hente, 
Salpicados  de  púrpura  caliente. 
V  SI  Hero  j  sangriento  uo  te  obligo , 
Cortés  amante  quiero  ser  contigo. 
Cuanto  metal  te  encierra 

1as  pardas  entraSsa  de  la  tierra , 
.  .jantas  piedras  cria 
Ese  Indente  sparador  del  día, 
Pondré  i  tu  pié  de  nieve ; 


•»  desif  peBa. 


One  bid repica  es»  cueva  se  las  bebe, 
Poraue  registro  fué  del  peregrino , 

guehallando  puerto  aquí,  perdió  cami- 
0  breve  instante  espera,  [no. 

Y  en  tanto,  ese  cadtver  contera , 
Porque  admires,  leDléndole  delante, 
Valiente  j  rico  i  este  tu  nuevo  amanta. 
(VoMf.) 

ESCENA  X. 


UNDlBRtNS. 

Hada,  cobarde,  helada , 
Confusa  j  admirada , 
No  sé  lo  que  hacer  puedo  ,  , 
Que  no  rae  deja  qué  elegir  el  miedo. 
Aquí  (¡ob  qué  Dorrorljunlriste  m»sns- 
[pende, 
All!(;ohqnépena!]unliirbarome  ofen- 


AlalD 


Ko,  bárbaro,  blasones. 

Ni  de  ajenos  aplausos  te  corones; 

Que  si  eres  sol,  soj  lona, 

A  cujo  eclipse  mengua  tu  fortuna ; 

Si  ciprés ,  soy  la  mueVie , 

Queenf&nebresrrebol  boj  te  convierte; 

Si  Hilo,  mar  sediento  que  le  bebe. 

Si  montaOa ,  homenaje  soj  de  nieve. 

Que  su  eminencia  inclina, 

Gnando  i  rajos  de  hielo  le  fulmina. 

MUSO. 

Acis,  mancebo  deau  Calatea, 

Si  soj  el  Polifemo  vuestro,  sea 

Bsie  bastón ,  ja  que  no  aquella  roca, 

Urna  mucha ,  pirimide  no  poca  <. 

( Binen :  da  ti  Ftmno  eon  el  iattva  é 


>  Terts  i*  Gdafora. 


Aqui(¡quépasmo!}un  joven  3g'iiiiiLs,[de, 
Alli{iqaél!anlo!)u    " 

3ué  descoi  ,     . 

,    o  un  clavel,  salpica  el  suelo. 
Allí  (¡qué  desventura  !-)  [cura, 

Amanie  unbruio(  ¡  ay  Dios : )  mi  Sn  pro- 
Yjo,  sinqulen  me  val(¡a  ene»  te  abismo, 
A  manos  muero  de  mi  encanto  mismo. 

(Qué  haré,  piadosos  cielos! 
'ero  apelen  li  mi  mis  desoonsnelos. 
Fuera  estt  del  castillo,  j  eo  su  cueva 
La  [Irra  horrible.  Pues  eleva  ,  eleva, 
jOh  espíritu  oprimido 
bel  migico  conjuro!  el  atrevido 
Vuelo.  Hi  amparo  <j  mi  sagrado  sea 
El  viento,  que  esta  fibrica  posea  : 
Llevemos  deste  blrbaro  desierto 
Vn  alma  viva  en  un  cadáver  muerto. 
(Entro,. V  eierra  e¡ eaiHllo,  quedti- 

apveee,i  queda  el  teatro  etmo  dn* 

Uiettatn.) 


Koaie. 


HAUNDRIN  ¡«eqnMt,  EL  FAJIKO 

■  «LANDRm. 

¡Ah,  volador  castillo!  espera,  espera. 
¿NoHajmashablarTiSevadesamaneral 
¡Que  se  lleva  i  mi  uno  t 
Sea  cortés  y  responda,  pues  te  tlaipo. 
(Sale  el  Fauna  emi  algunas  taja$  d* 
iovat.) 

Ya,  Lindabridls  bella. 
Qoe  eres  del  cielo  flor,  del  campo  ettra-' 
Podrás  llenar  las  manos  v  los  ojos  ña, 
En  estos...  ¡Aj  de  mi!  Ricos  despojo*, 
IIm  1  decir;  T  modo, 
CoD  Mr  dcsdlebu,  1^  dcidlchM  dado 
u,nt,zodb/L-.00,qlc 


.lOOglt 


I.  (Ap.) 
¡Qué  ulvaje  tan  ñero  es  el  que  vt 
Coa  s«r  desdichas ,  las  desdichas 


¿Adunde ,  adonde  Unto  alcáur  sube! 
¡Ob  flbrlca  emiaCDtu !  si  eres  nube 
(}ue  bajaste  del  Irono  de  Faetoiile 
Por  gnaiiDs  de  piedras  i  esle  moa 
Hira  que  son  prodigios  que  me  elevan, 
Ser  lü  la  nnbe .  y  que  mis  ojos  Iluev! 
Aguarda ,  agoañla. 

MAuíuaiir.  (i4^} 

Si  de  noche  fuera, 
Fuera  valiente  yo. 

Detente ,  est>era.— 
Hujqulén  esiitesUgo  i  mis  ujirajesl 


Un  aerridor  de  lodos  los  aalvajes. 
Que  por  su  devoción  los  ha  buíeado 
Para  servir... 


iLa  cueva?  Si ,  j  eslgve  eu  ella. 


Pues  di,  ¿quién era! 


Undabrldla  se  llama. 
Que  anda  buscandoal  hombre  de  mas  ra- 
il nMSvalieiileydi' mejor  |iersona;{mu. 
Que  aunque  es  luíanla,  ba  dado  en  ser 
Pero  esto  a  nadie  espanta,  [buscqua: 
Porque  ja;qué  liusconano  ea  inicial 

Pues  ü  al  de  mas  valor  viene  buscando, 
pile  que  JO  lo  soj. 

■ALáNDni:t. 


re  haré  volar  del  aire  tanto  plazo. 
Que  cayendo  del  mar  ^  esotro  cabo , 
Llegues  primero  que  ella. 

Ll  saque  alabo; 

Pero-^ quién  barí  luego 

Conougo  deslíe  atli  oiro  pasa-juego, 

Que  me  vuelva  i  la  losa 

(jud  la  resLiUfSlaT  jNo  es  UKia  Hcilcosa 

Que  paso  a  paso  á  Babilonia  vamos , 

Donde  eo  la  lid  i  lados  los  remamos? 

Que  TO  con  este  escudu  y  esta  espada 

Alu  ladomeorrezco...  ano  hacer  uada. 


BÍhii  dices.  Una  balsa,  b^el  lirere, 
A  los  dos  i  ese  pi^laifo  nos  lleve 
lUm  violencia  t:in  suiiía. 
Que  auD  no  aje  los  rixos  de  la  esnama. 
Desde  hOTSerfts  mi  gil  i».  Ven  conmigo  — 
Uiidiibrfdis ,  esjiera ,  ya  le  sigo.  ( Voft.) 


CUMEUIAS  DE  DOK  PEDRO  CALDERÓN  Di  LA  BMCA. 

iiaLiroiiN.  (Ap.)  ESCfMA  XUt 

Véme  aqol  en  un  imtanie 
Hecho  escudero  de  un  salvaje  andante ; 
y,  aun  con  él,  mu;  contentóla  siguiera. 
Si  Lindabrldis  liudo-brlodis  Tnera. 


CinpoiátBabllaala. 
ESCENA  Xn. 

PERO,  Btraveiande  el  lealro  de  %n  lede 

ú  «tro  en  tm  eabaUo. 
Hipogrifo  desbocado , 
Parto  disrorme  del  Tiento, 
iDónde  te  copo  el  aliento 
Para  haber  atravesado , 
Va  en  la  carrera,  ya  i  iiado. 
Tanta  tierra  y  tanto  mar! 
Hijo,  é  monstno  aingular 
Del  Uempu ,  debes  de  ser, 
Pnea  que  te  enseñó  i  correr, 
Y  no  le  enseñú  i  parar. 
Has  no,  que  ai  tu  ambicioo 
(Cuando  las  riendas  te  di. 
Haciéndole  dueño  i  li 
De  mi  desesperación ) 
Se  paró,  uo  nié  esta  acción 
Del  tiempo  :  ya  In  violencia 
De  la  fortuna  fué  herencia; 
Pues  pudo  en  tanto  fracaso 
Contigo  mas  el  acaso 
Qnb  pudo  la  diligencia. 
i(}uéescueta,di,lehaiuslniído! 
Qué  lección,  di,  le  ha  enseñado. 
Que  te  desboques  llamado, 
¥  t«  detengas  herido ! 
Has  si  en  un  ctini^epio  has  sido 
Tiempo ,  y  en  oiro  después 
Fortuna ,  ya  mejor  es 
Hacer  dos  sentencias  una , 
Pues  eres  tiempo  y  fortuna 
Ca  andar  siempre  al  reve^. 
j,Cnil  fué  tu  dueño,  me  di . 
"ne  con  mi  vida  fie] 
.  con  mis  desdichas  cruel 
He  quiso  ausentar  asi  T 
Has  jqné discurro  (¡ay  de  mi!) 
Cuando  me  lleao  á  mirar 
En  tan  remotolugar, 
Ueoo  de  penas  y  enojos , 
Con  los  miseros  despojos 
"—  escapé  de  fuego  y  mar  í 

{Suena»  ientra  cajai.'i 
iDónde  IréíPerojqné  veo- 
Al  caer  desta  noniaña. 
Que  el  mar  proceloso  batía 
l'iia  veMlerill  veo. 
Que  adorna  el  marcial  trufen ; 
Pues  en  varios  resplandores , 
Al  monte  hacen  sus  colorea 
Una  hermosa  emulación  :  ' 

Las  lleudas  las  peñas  son , 
Y  las  plumas  son  las  flotes 
De  la  mayor  (que  es  esfera 
Un  los  rasgos  y  hosqurjos , 
Knla  Iní  j  los  reflejos, 
DHsol  y  la  primavera) 
"-'-  -m  ¡oven  que  pudiera 

ninado  i  Venus,  pues 

lo  un  sugcio  es 
Bello  Adonis ,  Harte  fiero. 
Aquí  retirado  espero 
Sab^iiu  lodo  después. 

{Escóndele  txn  el 


Oeieúbre$e  una  tienda  de  campaña, g 
tale  de  ella  UEItlDIAN,  armado,  u 
parolrv  lado  EL  REY  LICANOII ,  ei>ii 
nooarÁ^mtñTit  y  aíTTn.  Haeea  al  II , 
ÍIT  uao*  p  olrM  lalna  de  caja  g  eíarU. 


Invicto  Licanor,  á  quien  aclama 
Gran  rey  de  Babilonia  sa  foriuna , 
Ven  cnanto  el  sol  midió  con  veloz  llama 
Siendo  una  vei  sepuluo  y  olrt  ctua , 
No  compitió  oingona  con  tu  fama , 
Con  tu  deidad  no  compitió  ningiuia : 
Atiende,  atiende,  y  en  tu  real  presencia 
Roy  para  protestar  me  da  licencia. 

Prosigue,  Heridlan. 

■HIBIAR. 

AeuI  esfera, 
Ripido  Eofrates,  ispera  moiitaSi: 
Sagrado  muro,  bárbara  ribera. 
Gente,  y»  propiia  sea.  ja  sea  eitrafia,    . 
Tesligos  sed  que  Ueríüiau  espera 
De  sol  á  sol  armado  en  la  cainpaúa. 
Tomando  leiiinionio  cada  dia 
De  que  i  sus  enemigos  desafia. 
Sed  tesii|!os  de  cómo  no  lia  fallado. 
Desde  que  se  lijó  el  carlel  del  dui-lo. 
De  la  lela  y  el  sitio  señalado. 
Constante  al  so), al  agua,nieveyhlelo; 
Que  i  caballo,  ó  i  pié, oesnudo, armado. 
Con  armas  ó  sin  ellasy  hoy  al  cielo. 
Puesta  la  mano  sobre  el  pomo,  jura 
Que  Licanor  las  armas  le  «segura. 
Testigos  sed  también  que  tieneamiada 
Tienda  y  familia  É  todo  aventurero; 
Y  que  desde  que  entrare  en  1*  estacada, 
Le  provfirá  de  armas  y  dinero  : 
¥  que-en  defensa  de  la  celebrada 
Lindjhridisnoba  entrado  un  caballero 
A  presentarse,  y  que  pur  lautos  días 
Tartaria  y  la  campana  esiin  por  mías. 
,  (Tacan  en/e*.)  • 

ESCENA   XIT. 

FE60.  —  IhcBOS. 


Incl  lo  rey  del  babilonio  muro 
Que  fué  de  tanto  idioma  primer  ñienle. 
Cuando  aijui'l  ediflcin  mal  seguro 
Empinó  al  urbe  de  laSr  la  frente  : 
Hoy  que  la  novedad  ilesle  seguro 
A  lu  patria  cunduce  l^nla  genle , 
Que  parece,  según  la  que  a  ella  cnrre. 
Que  aun  la  fábrica  dura  de  la  torre, 
Üa  licencia  que  un  pobre  aventurero 
A  Ueridian  en  tu  presencia  diga 
Que  tieue  Lindabrldis  caballera 
Uue  su  justicia  i  defender  se  obliga 
V  oue  si  no  se  presentó  primero. 
Fué  porque  el  precio  del  honor  consift* 
El  tiempo  que  ha  lardado,  pues  entiendo 
Que  el  que  es  César  de  amor  liega  veii- 
RE1.  [cieuda. 

Si  dése  aventurero  generoso 
Sois  escudero,  y  por  seouro  envía 
Para  entrar  en  la  lela,  licencioso 
Uabels  andado  en  la  presencia  mía. 

No  te  enojes,  señor,  porque  animoso 
I  Vuelva  á  su  dueño,  y  tenga  yo  este  dii 

A  quien  vencer. 

FE  so.  (^;i ) 
'  ^Qilién  í  ió  fvftuuM  tantas  T 


dbyGoOglC 


Bniílque  llegue,  pues. 


nao. 


Mida  fli  (aron  magaiiiiuMle  ■somhre ; 
Que  de  Im  acddeuleí  de  la  luna 
Ueaigualdadtt  parUdpa  el  homlMc. 
Al  boaot  acrisola  la  íoriUDa , 
Nolecousume:  aal  osdirévoelDomliro 
{}aeeltrai«<>stiacalUdo.  VosojFclin, 
QuealsolelaombrecDmoellustreileliii. 
l>eHo3iclerlH.'rinaiM...HasLoeí  jusio 
(Jue  [líense  ¡o  queme  ignoraU,pues  creu 
Üue  ya  de  iDl-valur  jr  esfuerzuaugusLu 
Lenguas  j  plumas  san  tulgar  iruFea. 
Su|>e  ifl  caiupo  que  haces,  j  »  disgusio 
l>i!  una  üauía  que  adoro,  mi  deseo 
(Kirlipse  desde  eotúnces  de  lu  gloria ) 
Aiilielo  fué  eu  la  sed  desla  vicloria. 
tu  África  alcancé  aquel  prodigioso 
CasUllo,  que  i  su  arbílno  se  pasm , 
l'ur  que  los  elementos  liiigioso 
llrilu  tuvieron  sobre  cuja  sea. 
El  fue^o  le  examina  Iuldhiobo  , 
La  Lierra  sus  campañas  bermosea , 
Eli  su  estancia  le  ven  maresy  vientos, 
Y  asi  le  iraeii  por  lid  cuatro  elentealos. 
I'.u  suaplaiichasde  bronce  l'uiet  primero 
Uueiuuonibre imprimió:  ¡asi  le  impí 

Enuí 


[m 


mpeclio  decera  dulce;  fiero!    [la 
is,.quÍéiidudaraauDcaúquiéucreyc- 
Que  i  los  arpones  dos  de  oro  y  acero 
Se  euiernecieseelbrouee,  ynolaceru? 
Yo  lo  dudnra.pDeatñii  despecho  [cIki.* 
Vami  nombre  eoelbronce.jnoeu  el  pi-- 
Se^uifl*  quise,;  sobre  riza  espuma, 
Huésped  ja  del  cerúleo  pavínKulo, 
Viil  un  bajel,  que  sin  escama  y  pluma, 
Agufla  üiádel  mar,  delOn  del  tiento. 
Mas  porque  Amor  de  Cie¡;o  no  presuni;i, 
A  la  lengania. Júpiter  ateulo, 
Fuego  iiilrodujo  ardiente  en  nie«e  Fría 

V  elbiíjel  volcan  de  agua  parecía. 
Los  mariueroa ,  viendo  que  Nepluno 
No  tomaba  el  despreciu  con  enojos , 
A  llorar  empezaron ,  cnda  uno 

Por  valerse  del  agua  (Te  sus  ojos. 
l'ero  lo  queapazúel  Manto  im[forlnno, 
lia  la  tox  encendieron  lns  despojos. 
iOh  cuinto elríesgoen su  fhvor Ignora! 
Fero  ¿quién  no  suspira  cuando  llor^'' 
<:oii  tanto  enojosus  veiigauías  ft-agua 
PA  flamígero  dks,  que  osada  jr  ciego, 
M  al  fuego  pudo  iuití};ar  el  agu:i , 
M  el  agua  pudo  consumir  el  rtii^go,    - 
Klqne.elbajelirarMo.almardesagua, 
Vuelve  i  la  Dama  i  socorrerse ;  j  lue|;o 
(jaeTelallaina,vuetvealmar:deBuerii' 
^ue  dióetla  teaen  <fai  escoger  la  muer- 
Tan  uno  el  humo  con  el  mar  se  via,   [le. 
Tan  uno  el  viento  con  el  mar  eilaliü , 
Oues¡elinceddíouliO|;aba.elmarar<li>: 

V  si  elagnaeticeudla,el  viento  aliüg:ili;i. 
Uigalo  aquel  que  el  fuego  se  bebiu , 
D^lo  aquel  que  llamas  respiralia , 

O  vola  diga,  puesí  lodo  atento, 
A  la  sala  apelé  de  otro  elemeiuo. 
Rompí,  pasé  y  vencí  la  ardiente  Ibma ; 
Vencí ,  pasé  y  rompí  la  espuma  lueijo, 

V  logrando  opinión,  venlnra  y  fuma, 
la  amada  lietr.i  ml'lo.  toco  ¡  ílcgn. 


EL  CASTILLO  DE  LINDABBIDIS. 

Tomé ,  tuve  ,  logré  sepulcro  y  cama, 
Uoadeconruso.absono.lieUdo  y  ciego, 
Ira  y  amor,  piedad  j  rigor  hallo 
En  el  dueño  feliz  desecabalki. 
En  él  vinehasta  aquí;  y  si  baber  perdido 
Por  fortuna  en  el  mar  armas  y  hacienda, 
Causa  bastante^  mi  desprecio  bu  sido, 
Yobaréqueel  munduel desengaño en- 
[  tienda. 


Haz» 


isel  c 


Porque  no  me  batían  falla,  yyodetlenda 
Uue  ser  merece  Llndabridis  bella 
Keiua  en  el  mundo  .y  en  el  cielo  estrella. 

Febo,  de  vuestro  valor 
No  dudo,  y  es  bien  se  crean 
De  un  osado  caballero 

Suertes  prúsperas  ú"adversas. 
Ni  deslucen  ,  ni  dan  fama  ; 
Que  el  sol,  no  de  serlo  deja 
Por  nieblas  que  se  te  opongan , 
Por  nubes  que  se  le  atrevan, 
Pero  esto  aparte,  os  respondo 
Que  )'0  so;  quien  liace  buena 
Küía  campaña,  y  no  puedo 
Alierir  las  leyes  dclla. 
Caballero  que  perdió 
En  buena  ó  en  mala  guerra , 
En  buena  ó  mala  fnriuiia , 
El  escudo  que  es  su  empresa , 
Hasta  que  par  sn  pi-rsona 
Otro  gane,  el  duelo  excepta. 

Y  asi ,  aunque  yo,  sea  el  jiriiuero 
Que  vuestras  desilichas  crea , 
Seré  el  pi  imero  también 

Uue  guarde  i  la  ley  la  tUeria. 
Fuera  deslo,  no  se  admite 
Caballero  que  no  entrega 
Testimonio  de  que  es  el 
El  mismo  que  se  presenta. 
Este  es  pleito,  yo  soy  juez , 

Y  no  hasta  que  lo  sepa 
Vo,  si  vos  no  lo  probáis : 

Y  asi ,  Febo  iuf  icto,  es  fuena 
Que  yo  conforme  i  lo  visto 
Haya  de  dar  la  senteuda. 
Cañad  anuas,  y  volved 

Con  testimonio  y  certeza 
tíe  que  sois  el  que  decís ; 
Que  Heridiau  os  espera , 

Y  yo  os  haré  bneoo  el  di* , 
Partiendo  con  vos  la  tierra , 
El  aire,  el  polvo  y  el  sol. 

Si-haré, 7  porque  nopadeica 
Ese  escrúpulo  mi  bma, 
Ni  opinión  esa  sospecha 
Un  breve  Instante,  un  minuto, 

Y  sola  con  una  empresa 
[)é  el  testimonio  de  mi 

Y  gane  las  armas ,  sean 
Estas  las  de  Heridian , 
Poripie  digan  él  j  ellas 

Que  soy  yo  y  q" ' 

Salga  donde... 


SI  saliera , 
Si  me  locara  ct  salir: 
Has  quien  liene  i  su  defensa 
Un  duelo  ó  está  llamado. 
No  hay  nueva  cau&a  que  piieila 
Hacerle  acudir  á  otra  ; 
Y  asi,  no  respondo.  Intenta 

Que  aitul  mu  hallarás.  No  lemas 
ijiie  falte  de  aquí ,  porqué 
Auniiuelodo  el  mundo  venga, 
No  me  liara  dpjar  el  puesl» ; 


V  Mi  ea  él,  ó  Febo,  m  ftieru , 
Pues  quedo  cuando  te  va* , 
Que  me  halles  cuando  vuelvas. 
{Vantt  te<iei ,  ménin  Febii,  y  otútlaée 
la  tienda  de  eampaka.) 

ESCENA   XV. 


FEBO. 


ic  también 


;  Ha;  hombre  mj 
i  Aun  no  bastó  la 
I)el  mar,  sino  t\« 
La  he  de  correr  en  h  tierra  T 
¡Yo  eicepioado  del  honor 
Que  ilustró  taiit»s  enipresaa ! 
¡Yo  eicluido  de  la  fama 
Que  dio  mas  plumas  ;  tenituaS 
A  Iks  tiemjHis,  que  quedaron 
Deslas  fábricas !  ;  Yo  fuera 
Del  número  de  los  nobles 
Poruue  en  batalla  sangrienta 

6i>rtli  de  dos  elementos 
i  escudo!  Mas,  justa  esesia 
Infamia,  este  deshonor; 
Pues  que  no  cuidé  que  fui'ra 
Henor  defecto  morir 
Con  las  armas,  que  perderéis. 
Bien  nos  lo  ensena  el  decii-ln 
Del  boiiiir,  liii'n  nos  lo  enseña 
La  le;  de  caballería. 
Pues  en  sus  fueros  onlena 

gue  para  morir  se  arme 
I  caballero ,  y  <|ue  muera 
l)e  todas  armas  ;iiianiído , 

Y  el  manto  mortaja  sea  : 
Dando  á  entender  que  primero 
Pierda  la  vida,  que  pierda 
Las  armas .  que  del  cadáver 
Aun  son  adorno  en  la  huesa. 
Pues  ¡vive  Dios,  qile  esta  injuria. 
Eto  enojo,  esta  violencia 

Uel  mar,  del  viento  ;  del  fuego 
Hoy  me  ba  de  pagar  la  tierra ; 
Pues  hoy  de  sangre  manchada 

Que  este  monte  y  aquel  muro 

Ciudad  fundada  parezca 

Sobre  el  rubio  mar  1  El  soL 

Ha  de  mirar  su  belleza 

En  espeja  de  escarlata 

Que  el  sangriento  humor  le  ofrezca 

Tal  que  dejando  al  morir 

Llena  de  flores  la  selva , 

Y  hallindola  de  corales 

Al  nacer,  piense  que  yerra 
El  dia,  y  le  yerre  entonces. 
Dando  a  otra  parte  la  vuelta. 
Dos  montaEias ,  que  columnas 
Son  de  1^  nubes,  estrechan 
Este  paso,  que  es  por  donde 
Se  ha  de  pasar  i  las  telas. 
No  ba  de  enirar  aventurero 
Alguno  desde  boy  en  ellas 
Sin  hacer  campo  conmigo 

Y  dejar  su  escudo  :  sea 
Esta  linea  pues  la  valla 

?ue  el  paso  i  todos  dellenda. 
eri  Llcauor,  verá 
Merldian,  i/erá  la  esfera 


Agua,  liento,  fuego  y  tierra. 
Que  el  caballero  del  Febo 
Asi  sus  desprecios  vei^a. 

{Aparece  g  baja  el  catiUh.) 
Uas  iqué  es  esiot  ¡Vive  el  cielo , 

gue  entre  los  dos  montes  cierra 
I  paso  otro  monte  hermoso 
Que  hace  ü  los  dos  competencia ! 
Siu  duda  el  orbe  de  Harte 


dbvGooglc 


COMEDIAS  DE  DOR  PEDRO  CALDERÓN  DE'I.A  BARCA. 


De  lui  polos  >«  deipeba. 
Ue  Biu  i|uidos  sñ  trastorna 
Hundo  cid  o  de  almenas , 
Porque  DO  gane  otras  aniins 
Que  las  sny»  :  bieti  lo  mufíira 
u  mji  Quina  JvRasiila 
Y  desplomada  la  esl'era , 
Que  aun  no  pronunciú  c'  gemido  * 
I)e  los  ejes  y  Iss  i'OEilas. 
Pero  ¡  tj  de  mi !  ciego  esto; , 
Pnes  no  percibo  la;  señas 
Deste  encantado  casllllo , 
A  cuja  rrenie  soberbia 
Se  abolla  el  \lril  del  cielo. 
Por  no  decir  que  se  quiebra. 
Como  dpi  año  Fatal 
íítti  el  numero  tan  cerca , 
Los  cam|ios  de  Babitonia 
Serin  su  esta  acia  primera. 
Solo  este  testigo  ( ¡  ay  Irísie ! } 
Les  fallaba  i  mis  ob^nsas  . 
Les  sobraba  á  mis  desdichas, 

{Abrea  lat  puertit  del  eúMtiUa.) 
Para  que...  Pero  las  pnerias 
Se  abren.  ¿Qué  hede  bacert  Dejar 
Estepoesio  ja.esbaleta, 
HablrndoiuTadoeuél 
Uf  vengauu.  Que  roe  (ea 
Líndabrldis,  es  desaire. 
Pues  de  irme  y  quedarme  sea 
Medio  el  esconderme  :  as\ 
Ni  ella  me  ve ,  ni  bago  ausencia. 
Relindo  esperaré 
Hasta  que  el  primero  venga. 
Hai  breve  sepulcro  i  un  iíto 
i  Ofa  monle !  de  hojas  y  pebas. 

{Eieíiide$e.) 

xn. 


M  eaiiUh,  aeeehanáo 
likdabhIois. 
Pues  sin  estruendo  ni  ruido 
El  caiüllo  lomó  liem 
En  Babilonia ,  Sirene , 
Con  jDtenliMle  que  pueda, 
Aoies  que  la  novedad 
Despierte  las  gentes  della. 
Salir  ese  hei  moso  já* en 
Que  la  piedad  ;  clemencia 
Del  cielo  resUtayú 
A  la  lÜ»  \  considera 
Si  biT  en  esie  iiKulio  monte 
Geat<  alguna  que  le  vea. 

■  IIIENE. 

Solo  100  mudos  testigos 
Batos  troncos  j  estas  seln* 
De  Duestra  venida. 

utiMaafDia. 
Pues 
Sal,  ClaridliiM.  íQué  esperas? 


I  A  morirse  de  una  dicha 

'  Slu  el  lémur  de  perderla. 

I  La  auscJtcia  es  muerte  dd  alma , 

I  Muerte  del  cuerpo  es  la  pena : 

'  Pues  si  allí  el  cuerpo  moría, 

I  V  aquí  el  alma ,  considera 

;  Que  lo  qtie  hay  del  cuerpo  al  alma 

,  Hay  de  la  muerte  i  la  ausencia. 


La  sentencia  de  mi  muerte ; 

8ue  es  de  rol  muerte  senlend* 
Olificarme.  seBora, 
Tu  *oi,  tu  llanto  ú  tu  lengua 
Qae  me  ausente  de  ¡^  ojos. 
¡Ob  nunca,  oh  nunca  volviera 
Yol  vivir,  pues  allí,  viva 
E)  ahna  j  la  vida  muerta. 
No  daba  tiempo  de  estar 
Ul  Ut  T  «  hUi  «tüeo  llega 


Si  para  morir  de  ausente 
Viviste  de  amante,  deja 
El  necio  argumento,  pues 
También  quien  muere  se  antenta. 

V  ya  que  por  no  dejarte 
(Despuea  queamor,  i  mis  queja» 
Movido,  tediülavida) 

En  tina  playa  de^icria 
Solo,  trisle  y  mal  cucado, 
Te  traje  basta  aqnl ,  no  quieras , 
Rebelde  i  leyes  de  honor. 
Usar  mal  de  mis  Donas. 
Va  estamos  en  Baliiloal*  : 
Valor  tienes,  armas  llevas : 

V  si  dan  dicha  (ávoret 

(Ap.  Turbada  estoy  y  suspensa). 
Favores  llevas  tamuen. 
Las  campañas  soo  aquellas 
Tribunal  de  Amor  y  Mane : 
Armadas  estin  las  tiendas. 
Precio  sOT  de  la  victoria. 
Hazte  tu  fortuna  mesma , 
Líbrate  tu  misma  dicba... 

V  adiós,  que  con  bien  le  vuelva  : 
El  te  libre  v  él  le  guarde , 
Claridiano,  en  la  violencia 

Dd  duelo.  Adiós.  Vele  pues. 


No  ( I  ay  cielos !)  con  tanta  priesa 
He  despidas.  iNodarit 
^quiera  al  dolor  licencia 
Para  saber  que  se  pariel 

1.1110.»  bnIdib. 

Temo...' 

CUUDUH*. 

Aqoi  ya  ^qné  hay  que  temasf 
LnnAiHfBis. 
Que  t«  vean. 


Pues  temo,  si  eso  te  agrada, 
Que  las  esperanias  pierdaí 
De  ser  mi  dueño,  por  verte 
En  el  castillo. 

CLARIMA». 

Has  afecto  de  mi  re  , 
Sino  que  otra  vei  lo  oyera. 


Las  ratone* ,  ¿qnltn  tuviera 
Que  hablar  al  secundo  dia 
Con  su  daoM  T  Hu  mué  ciparuf 
Vele,  vele. 

CURIMAIU. 

1  Acordárosle 
De  ral,  sefiora,  en  mi  anteociaT 

LHIDABSÍDU. 

No,  que  no  me  olvidaré. 


Porque  veas  de  mi  te 
Las  mas  declaradas  muestras , 
Solo  con  que  no  seas  de  otro 
He  contento. 

liubabríws. 

Esa  promesa 
CumplM  con  dame  muerto 
El  dia  que  tb  me  pierdas. 

CLAMO  ¡ABA. 

iQuiéu  lo  asegura  T 


Di. 


UnDABHiDtS. 

Esto  basta. 

CLAMDIAHA. 

No,  no  quieras 
Dejar  pendiente  la  voi. 

LtUDAailfMl. 

No  dudo  yo  que  me  entiendas. 


Ki  yo  dudo  que  te  entiendo. 

undabrídu. 
Pues  si  me  eotlendes,  ;qné  esperas  t 

CLAIIDIARA. 

Que  me  lo  digas. 

uimABBfDis. 
jPorqnél 

CLAHIDIARA. 

Porque  fafy  una  diferencia 
MMn  el  saner  y  el  oir 
lino  lu  4icbu  (|ae  espera ; 


i  Qué  ardienieei  rayo  es  de  amor  1 
'  l&ttraiue  Lütiabríilt  y  Sirene,  y  eU 
ron  et  coMlilla.) 


ESCENA.  XVUI. 

FSeO.  -  CURIDIANA. 
raso.  (4p.) 
¡Qué  rigurosa  es  la  fueras 
De  los  celos ,  pues  se  hace 
Lugar  entre  tantas  penas! 
Este  es  el  dueño  (si,  lH  es) 
De  la  desbocada  bestia 

Su«  aqni  me  trajo.  No  en  vano 
e  dijo  entonces  que  él  era 
El  dueSo  de  Liudabrldis: 
Bleu  el  electo  le  ronetlra. 


dbvGooglc 


Paet,  ofendido  j  celoso, 
Hojr  leogaré  át»  ofenus. 
HÚ  celos  mu  d¿[i  valor 
V  mb  deMlkhas  pacii^ncia. 


Ca  fortuna  re|ireseiiu 


{Pónete  ta  banda.) 

Csbalkro , 
El  de  la  blanca  cimera 
Qae  Diariposii  de  plumal 
En  el  «ollas  alas  quema , 
No  d^i  otro  ti9»o  mas , 
No  le  arrojes,  no  te  atreíaa 
A  pisar  aquesa  ra;a, 
Porque  lu  liiiea  -postrera 
El  linea  que  hixo  la  muerte , 
Costo  qaieu  dice  :  t  Aqui  tengan 
Térmlao  y  coló  los  vidas 
Üue  osaren  pasar  por  ella.* 

CLABIDIANA. 

(Áp.  ¡VitftaiTie  ei  cielo !  Este  es  Febó. 

¡Qué  nueva  fortuna  es  eslaTJ 

DisrraMdo  avi'iiliirero, 

Ailiríci as  darte  pudiera 

De  los  ríe  saos  [¡ue  me  avisas 

Pues  me  alegraré  que  styi 

Ley  de  la  raarrte  esta  linea , 

V  que  rompida  su  fuerza 
Por  mi.  cuunios  amenaia , 
Vivan  despnei  i  mi  cuenta. 

Pues  con  de]ar  ese  escudo 
Vivirán,  porque  asi  celb 
Ni  rigior,  j  tu  piedad 
Uoas<ei>e  lo  que  desea. 
I)e  aaoar  escudo ,  tengo 
A  mi  honor  faecha  pnnneta , 
Al  primer  ateo  torero. 

Macbo  ofrece* ,  mucho  intentas , 
Porque  la  tengo  hecha  ;o 
Üt  defeaderle. 

EKia  ni)a  lid  i  dos  tuces; 
ÜDC  si  no  mienten  las  sebu , 
Eres  el  que  ja  otra  vez 
Solicitaste  esta  empresa. 

CLABIDIARjt. 

Bien  dices,  ingrato  Wio ; 

Pero  ^Cómo  se  te  acuerda 

Esa  ofensa  v  se  te  olTida 

El  iM-iieltcio  y  h  deuda 

De  halierte  ifado  un  cahallo 

Kn  que  i  estas  ompahas  veugas! 

Pero  diris  que  es  defecto 

De  nuestra  n  atura  Ie7ji 

Uar  el  liencHciu  al  agua 

V  dar  al  bronce  la  queja. 

Nn  presumo  jn  nj  crt'» 

Sue  liay  piedad  que  te  ■■rradezcct 
n  darme  Pl  caballo  i  uii, 
Pups  no  liubiste  (es  cosa  CÍerU> 
Henesler  parn  i  olar 
Enlúnces  su  liji-re/a. 
Luego  sin  que  va  de  ingrato 
Paens  trguinñu,  es  fiíona 
Guir  tu  escudo.  * 

CLAtlOIANA. 

También 
t«  es  en  mi  que  hi  defienda; 


BL  CA&TtLLO  DE  UnOABItlDlS. 
Pero  DO  ha  de  ser  i  vfsta 
Del  castillo,  si  le  acuerdas 
Qub  es  le;  que  pierda  la  acción 

ICl  que  i  desuuilar  se  atrera 
Üii  aceío  aquí. 


Y  lü ,  sin  temerla ,  entras  : 
Luego  tú  solo  eres  quien 
Rompes  la  ley  j  la  quie tiras. 
Rómpela  en  tu  daño ,  j  no 
Jurista  del  amor  seas , 
Que  en  su  daño  y  su  provecLo 
tJoa  ley  misma  interpreta. 

Pues  si  eslls  desengañado 
'Af.  ¡Qué  buena  ocasión  es  esU!) 
Je  que  faiores  que  entAoees 
TedUe,  son  ciertos,  deja 
La  pretensión  desu  dama ; 
Pues  es  ruindad  y  baleía 
Reíkir  por  dama  que  a  otro 
Quiere ,  estima ,  adora  y  precia. 

Hoy  na  riñe  aquí  et  amor; 
R  lie  el  honor,  porque  entiendas 
Qne  el  que  en  la  ocasión  se  ti  alia , 
Aunque  i  la  daroa  no  quiera , 
Debe  por  ella  reñir. 
Si  le  da  la  ocasión  ella. 


1  En  tan  grandes  conftuiodei 
Su  honor  viva,  y  mi  amor  muera.) 
KétM),  si  la  oblieacion 
De  lu  honor  es  la  primera , ' 
La  mia  también ,  ;  asi , 
Ganarme  el  esctiJü  intenta; 
Que  yo  le  arrojo  en  el  suelo , 
Porque  le  lleve  el  que  venza. 
lBe¿ae¡euuáoeneltiíel»,t/taemthi 
ttpaiat.) 


De  un  caballero)  respondo. 


Ooé  gran  ventaja  me  lletas , 


Esta  no  es  saUsfaccion , 
H\  JO  á  ninguno  la  diera , 
Sino  decir  golameole 
Que  es  obligación  primera 
La  obligación  del  honor. 
Va  estoy  restado  1  esta  empresa 
Por  empeños  de  mi  honra, 
Ganando  armas  coo  que  vuelva 
A  vista  de  Licanor  : 
Htra,  advierte  y  considera 
Si  ya  una  tei  declarado 
Que  estoy  sin  honor... 


<  La  lengua       [chot) 

Suspende.  [Ap.  [A;  de  tnlr)  ;Ond  escu- 
;  :Tu  honor,  Febo,  en  contingencia? 

Tu  opinión  en  opio  ion  est 

Calla ,  calla  :  no  te  atrevas 

K  pronunciarlo ;  que  el  alma 
'  Con  cada  acción  me  peneiras, 
,  Con  cada  acento  me  hieres , 
,  Con  cada  voz  me  atraviesas. 

Suspenso  otra  vez  me  tiene, 
Absorto  otra  vez  me  deja 
Ver  que  aumentes  mis  desdichas, 
Y  que  mis  desdichas  lentas. 

CLAKIDIAKA. 

íAp.  Va,  cielo, 'este  es  oiro caso; 
Ya  es ,  cielo ,  otra  duda  esta. 
A  Keho  le  va  el  honor 
Ed  que  yo  ahora  le  pierda  : 
En  que  jo  no  lenga  vida , 
He  va  el  que  Pebo  la  tenga. 
Si  le  doy  las  armas ,  doy 
Armas  contra  mi ,  pues  ellai 
Le  darán  i  Lindabrldís. 
Si  las  defiendo ,  me  dejan 
La  pena  de  su  opinión. 
Denme  los  cielos  paciencia. 
Has  si  al  fln  he  de  quererle  • 
Que  le  gane  ó  que  te  pierda , 


En  que  si  tú 
Aqui  icttanne  deseas , 
Yo  deseo  que  me  mates; 
Y  es  It  primera  pendencia 
Eo  que  se  ba  visto  reñir 
Dos  sobre  noa  cosa  mesma.  {Riñen.) 

FEBO.  {Ap.) 

No  vi  mas  templado  pulso. 

CLASmiANA.  {Ap.) 

No  vi  mas  notable  fuerr.a. 

{Ca¿$elt  ¡t  htnda.) 
¡La  banda  se  me  ha  c&ido 
Del  rostro  1 


Vim 


Las  alas  del  ci 

Y  en  su  ejecución  suspensa 

El  alms,  DO  determini^ 

SI  está  viva ,  b  si  esti  muerU. 

CLABIOIAHA. 

Pues  en  tanto  que  lo  dudas , 
Que  lo  imaginas  y  piensas , 
Vive  honrado ,  y  muera  yo. 
Abl  el  escudo  te  queda ; 


lúe  i  ci 


a  del  li( 


Quiero,  Febo,  que  le  teugsi.  (Vwe.) 

Espera,  espera. 

CLAaiHANA.  {Dentro.) 
Soy  rayo. 


GLAaiDlAHA.  {DeulTO.) 

Soj  cometa. 
Semitréle ,  aunque  i  lu  onbrt 


■Et.  {Deiilra.) 

¿Qué 'toces  son  estasT 

tSianUeañor.lleridien,  KMkUr, 

Fttrite»  v  gnu. ) 

(Ap.  Guardar  mis  penas  importa. 
Si  hay  lugar  adonde  ouepan.) 
Son  llamar  i  un  caballero , 
Que  en  buena  guerra  ha  dejado 
Este  escudo;  y  pues  gaoado 
Hoy  ]iot  ná  npada  l«  adqotero. 

u,nt,z9dfiyG00glc 


De  vuMtro  ralor  auRnslo 
Yo  ounca,  Fi'lio,  du'lé. 
Üaclnte  los  bracos ,  y  lii*>go 
Ved  qae  lleaan  Rosiclrr 
Y  Floñseo,  i  vencí' 
(Cada  cual  de  amores  cl^go) 
EsU  empresa. 

FEBO.  (A  RBiider.) 

Lidiar,  bennano,  los  dos. 


COHEU[,\S  DE  DOn  PEDRO  CALDERÓN  DG  LA  BARCA. 

Tocad.  (Ap.  i  Ob  li  ter  lograda 
Llego  la  accioD  qae  empreodl!...) 

SUENE. 

Atención ,  qne  desde  aqui 
Empieía  <a  oLra  jomada. 
NOTA. 
Puu  el  tutor  aqui  eile  tartt ,  porv 
quedilaldadoieenlatmudanuu  U>  qué 
pareciere,  tina  út  tainele ,  en  hiff«r 
del  que  te  eiiUa  hacer  entre  ¡at  tai 
¡ornadai. 


A  dar  mueric  j  á  dar  tida 
A  qnien  os  iiicrdn,  ú  osgaoa. 

V  pues  el  gusto  de  veros 
Todos  t'.iperaiido  eslín , 

V  a  m(  licencia  me  dan 

De  hablar  eslos  caballeros , 
Tudes  (>or  vos  ban  venido 
Rii  alas  de  sus  cuidados  : 
Mucbus  rularan  los  llamados, 
i  Dichoso  del  escogido ! 
u:iMniiiois. 


Yo  callo,  por  no  ofenderle. 

Ya  que  tanta  4)iiarríi 
Disfrata  eo  la  cortesía 
Lossemblaotes  de  la  muerte; 
Y  tin  courormes  exiremoi 
Hoy  en  lodos  maravillo. 
Vamos  lodos  al  castillo , 
Porqae  ituiios  lisitemos 
A  Lindabridis.  Veamos 
EMO  encanlo,  que  ha  tenido 
Todo  el  mundo  suspendido 
Coo  admiracloDes. 

Cfante;  nena  mútica,  y  ábrete  etei 
lillo.) 


LINDABRIDIS  ,  SIRENE,  ARMINDA, 

lwmbrId». 
Pues  mi  bcrmano  j  Ucaoor 
Aquí  i  visitarme  vienen , 
Hoj'  manirestar  se  llenen 
Las  pomins  de  mi  valor. 
Vean  todas  lai  riuueías 
Con  que  el  orlw  niscurrl : 
No  diga  el  tiempo  de  mi 
Kunca  menores  grandezas. 
Haced  pues  que  se  prevengan 
Músicas,  saraos,  festines. 
Para  que  aqnl  con  dos  lines 
Dos  admiraciones  lengan. 

ESCENA  XXL 

EL  REY  LICANOR,  MERIUUN.  ROSI- 
CLER, CLORISEO,  FEBO,  cextg.- 

C6mo  saludarte  dudo, 

prodigio  hermoso ,  y  no  sii 

61  (con  un  labio)  diré 

Uoe  la  copia  me  hace  mudo. 

Ven  en  felice  ocasión 

A  bonrar  el  suflo  en  que  cslis..; 

Ya  enmudecí;  lo  dcm^s  ' 

Te  diga  la  admiracien. 

LTlDIkBHlDII. 

Bi  una  suspensión  forzosa 
Es  en  U  aue  te  lurbú , 
Dos  habré  de  lenir  yo , 
pe  turbada  ;  de  dichosa. 


A  lodos  responderé 

Con  el  alma ,  que  quisiera 

(jue  capaz  de  un  cielo  fuera 

,  Pura  agradecer  su  fe, 

'  Sentaos,  se&or,  j  Lomad 

;  Todos  lugares,         (Vonií 

.  FLoniBEO.  (SenlándMe  junto  áSiretu. 


'  Pidlúlo  mi  Tolunlad. 

I  BosicLEH.  {A  Arminia.) 

!  Yo  junto  i  vos ,  dama  l)ella . 
He  abrasaré  i  su  arrebol. 


menos» 

uno.  (A  utuí  dama.) 
Como  a  luí  de  aanetla  esfera , 
liozaré  este  resplandor. 

OTao.  (A  otra.) 
Vo  os  adoro  como  á  flor 
Que  sois,  de  otra  primavera. 

nao.  (A  Lmila^lilit.) 
Vo  el  mas  dichoso  en  efeto , 
Por  mi  aqueste  lugar  gauo. 

undamIdis. 
4 No  veis  que  es  favor  en  vano? 

Sí  queréis  que  del  concelo 
Me  aproveche,  bien  sé  yo 
Quién  es  la  que  en  vano  quiere , 
Pues  por  una  sombra  muere. 

unoAnlDis. 
Yo  no  os  be  entendido. 
FKMI. 

iNo! 


CURIDUNA.-DiCBOt. 

CLlRIIlfAKA.  (Ap.) 

Aquí  me  iraen  mis  desvelos 

ÜIra  vez  i  morir.  Si , 
I  Pues  mis  celos  miro  allí , 
I  y  auR  no  conozco  mis  celos. 

t.lM>lBHÍDIS. 

{Ap.  Ya  Claridiauo  se  ofrece. 
;  Ob  quién  excusar  pudiera 
Sus  ci-los  ■  Oh  si  entendiera  !...) 
Hola ,  la  música  emolece. 
Porque  ;ro  logre  el  deseo 
De  festejar  en  mis  reales 
Palacios  huéspedes  tales. 

Maravillas  dudo  y  creo. 

CLAKIDIkN'- 

{Ap.  Esto  ya  es  morir.)  Si  alcanza 
Tal  licencia  un  caballero , 
Empegar  el  fesiin  fluiero , 
Por  hacer  una  muoania.— 


JORNADA  TERCERA. 


ESGCItA   PBIHEIU. 

EL  REY  LICANOR.  MERIDIAN .  ROSI- 
CLER .  FLORTSEO.  PERO,  LINDA- 
RRIDIS,  SmE.NE,  ARKIMIa,  CLA- 
RIDIANA.  DjtMjis,  «ran;  »os  cono* 

DE  atiSICA. 

{DUIdUa  ¡a  Mütiea  en  eerot ,  canta , 
laliendi)  á  danzar  cabalterot  y  da- 
nút ,  como  lo  4ieen  leí  veriot^ 

Dama  dñbta. 
Danta  conmigo ; 
Que  «o  vivo,  no. 
Si  ajena  te  mire. 

Mirad  á  airo  parle , 

Galán  caballero; 

Que  lodoi  eerdn 

Lo  inHcho  que  ot  quiere, 
CI.AIIDÚÜ*.  (A  Lindabrldit.) 
Si  en  esta  amorosa  calma 
Se  deja  iratarfl  cielo, 
Nereitca  tan  alia  palma. 
Pues ,  la  rodilla  en  el  suelo , 
Renereacia  o*  liace  el  alnu . 

USDABnfDIS. 

Logre  vuestro  atrevlmlenio 

Su  ileseo  en  la  fe  niia. 

(A  Febo.)  Dadme  vos  licencia,  ateoio 

A  que  en  mi  es  la  cortesía 

Rema  de  mi  pentamienlo. 

Salid  ,  señora,  1  danzar  : 
Muy  poco  envidio  el  favor. 
Porque  sé  qué  es  adorar 
Una  soDilira  del  amor  ' 
P*r  ídolo  de  lu  aliar. 

{Undabrídi*  tale  d  <¡aiitar.) 

HERIDIUI. 

Mientras  en  pié  la  contemplo , 
Respetaré  su  luz  pura. 

(Pinente  todotenpié.) 


Cuando  enlrdredet,  caballero. 
En  mi  cailillo  inmortal. 
Vellido  de  blanco  acero. 
Bien  dirán  que  ftidcA»  o>  quiero 
Cuasloi  conoican  mi  mal. 
(Dattsan  Liudabridit  y  Clariiiana) 


Cuando  ealreredci.  damakermota. 
En  el  tétiplo  del  amor,      . 

!  DeidaU  dr  jasmin  g  rota , 
Bien  dirán  qi:f  mit  mi  diota, 

I  Cuantot  vea»  mi  doler. 

Digilizedbi'GOOglC 


EL  CASTILLO  DE  UNDABKIDIS. 


(Ap.  i  Qué  mn  ucauun  sRuartla 
Hi  pena?  ¿iíué  me  acobuiila?) 
(A Lindabridii.j  Dudmeoifolagtráinf, 
Pui-s  ]u  tuuiliieii  liiie  aquí 
i'vr  wt ,  prtacet*  gallarda. 

{Átela  áe  ht  mano.] 


Como  corlé»  y  galanie 

Me  tnotireU  $iriupre  camUatte 

huUe  amor  y  firme  fe. 

ÍAp.  Ya  la  VFitgairu  |>reienfto 
leí  que  necio  nie  dejó : 
Asi  mis  dcMires  vengo.) 
{Céflf  de  la  mano  &  Ftorüeo,  y  vuel- 
-  —  á  datnar  Claridiaaay  Undobri' 


U.) 


-.JO 


Si  ot  qufjáredet,  dama  Mía, 
Que  «o  tupe  agradecer. 
Culpad  á  tota  mi  cttreUa, 
l'tttt  que  tolametiie  et  ell» 
La  que  me  eateñt  á  querer. 

(.1/).  Ko  introducirme,  eserroi 
pjra  (lar  de  mi  ardimieulo 
Mui-siras.)  Perdonad,  señor, 


Cuando  eairáredet,  eaballera ,  etc. 

.Si  amor  da  licencia ,  quiero 
Toiniría  jo  en  lu  presencia , 
Qac  eslo  podrá  [bien  lo  inlieroj 
Lna  duma ,  si  hay  licencia 
.  lie  que  pueda  an  caballero. 

(TimaU  la  mano  Arminía  á  él.) 
coso  2.* 
■Cuando  eiitrdredei,dama,  etc. 

Pues  sí  en  la  opinión  i¡  fama 
De  quien  mas  estima  y  ama 
EsU  ocasión  loe* ,  ;a 
Hablar  cualquiera  podrí 
£»  el  tarao  á  tu  dama. 

{Pónete  á  una  punta  del  labiado.) 
rcM. 
Yo  desde  etta  parte  Intento, 
Adorando  lu  bermosara , 
Siempre  i  la  ocasión  aieuto, 
Pues  que  cada  cual  procara 
Decirla  tu  peniamienlo. 

(Pineu  d  la  otra  punta.) 

St  quUiireéet  ter  mi  amante ,  etc. 

Si  ot  quejáredet,  dama  bella ,  etc. 

{Ettarán ,  trabadot  toi  íaxot ,  dantandg 
variat  damai  y  galamt  en  medio,  y 
en  iat  cuatro  etquinat  Roticler,  Fe- 
be  y  keridian  y  el  Rey  a»  pii;  v 
eM0ctaM  lodoi  otra  diferencia  de 
ta*ido.) 

coao  l.° 
A  la  towibra  de  un  monte  eminente , 

Que  et  pira  Inmorlal , 


Sierpecilla  eteamada  de  florea , 
Intenta  correr. 

Cuando  luego  detienen  na  pato* 
Pritionet  lüavet  de  rota  y  Clavel. 

Detenido  en  lot  tronco» ,  tutpende 
El  curto  vetot , 

Y  adquiriendo  caudaleí  de  «ieM , 
Malogra  la  rota  y  tronca  la  flor. 

COBO  i." 

A  Iat  andat  del  Sito  fkriMB 
Se  arroja  d  acrir, 

Y  parece  tu  etpuaa  una  linea 

Que  labra  dibujat  de  piala  y  mwlH. 


¡iy  de  Iat  lágrimat  miat. 
Que  tiendo  té  arroyo  y  fuonU, 
Lat  entregué  d  iat  crittalet, 
Y  en  el  mar  de  amor  te  pierdan ! 


LindabrídU,  Undabridü, 
Que  deidad  kumana  ereí. 
Allende  d  mit  vocet,  ya 
Que  á  mit  lágrimat  no  aHendet. 

Por  il,  dama  Itermota, 
Por  ti,  bella  fénix. 
Por  II,  dulce  encanta, 
,\mor  vÍM  y  muere. 


Sutpiret  ten  de  un  amante 
Cuantot  lot  airet  lutpendtn. 
Lágrimat  ton  de  un  eeloto 
Cuaraat  lot  crltialet  beben. 
cono  2.' 

Qufjat  ton  de  un  ofendido 
Cuanto*  lat  flojel  divierlen, 
Voert  ton  de  un  detdtehado 
Cuanlat  al  eco  enmudecen. 


uim*m(DiR.  (Canto.) 
¿Como,  ti  de  amor  lenlit, 
Siempre  muriendo  vieit .' 
{Llega  hdeta  otro  de  lot  que  daiam.) 

Quiere  amor  qne  me  perdone 
La  muerte ,  basta  que  os  coron 
BnlaploiadePari*. 
Kdsrcos. 
iCimo  ti  de  amor  lentli,  ele, 

LiNPiBnfMÍ.  (Cania.) 
Precio,  laurel  y  trofeo 
De  vuetira  victoria  toy. 
{Utga  hacia  donde  etti  aaridiaua.) 

CUaiDik». 
Para  lograr  mi  deseo , 
;  PluRuiese  «I  amor,  que  boy 
Se  celébrate  el  lomeo  ! 
■dsicOB. 
Precio,  laurel  y  trofeo ,  cU. 
(fuña*  dentro  golpee  y  ruido.) 

BSCERA  U. 

EL  FAUNO,  HALANDRlN.-DiCBOS. 

r*Dno.  {Dentro.) 
Rompe  con  un  pié  el  castillo. 
■ALtiDHiH.  {Dentro.) 
No  soy  nada  rompedor, 
Que  solo  rompen  mis  pléa 
Zapatos,  casiillos  DO. 

■niiMitii. 
iQoé  alboroto  es  este ,  cielos! 

linmhIhs. 
i  Qué  asombro '. 


iQuéalreTÍmicnio! 


Por  11,  nuevo  encame. 
Por»,  bella  fénix,  etc. 

UMiABaiois.  {Canta.) 
Muera  de  amor  el  que  adora , 
Muera  el  que  lutpira  y  llora. 

{Llega  Meta  donde  ettd  Febo. 

¿Queréis  qne  jomneraT 
lindabiiídis. 

No. 
reto. 
¡  Qué  dichoso  fuera  yo . 
Sí  quitiétedet ,  teñera ! 

{Repítelo  lado  la  mútka.) 

Muera  de  amor,  etc. 

UNDUBBlots.  (Canta.) 
Amor,  el  mejor  maeitro,' 
Muriendo  enieña  d  tertir. 

(liega  hacia  dande  ettd  Ruieler. 

ai  obediencia  en  eso  muestro, 
i  Pues  qué  mas  dulce  morir. 
Que  por  el  tervíciv  vuetlrol 


;  Quién  da  aquellas  TocesT 
{Salan  el  Fauno ,  y  Malanirtn :  eilr 
MtUdo  de  pleleí ,  ridicula. ) 


y  me  espanto  que  no  baya. 

Generoso  Llcanor, 

Dicho  en  el  eco  mi  aceuio. 

Dicho  en  el  aire  mi  voi 

Que  es  truenOt  hijo  desle  rajo, 

Sue  es  rajo ,  nüo  desle  sol, 
ues  coo  mi  voz  y  mi  tista 
Trueno ,  llama  y  rayo  soy. 
Esta  diviua  bermoiura, 
Norte  felice  de  amor, 
Buscando  veogo,  porqué 
Es  mía,  y  su  duefio  soy. 
Desde  que  ful  de  su  amante , 
A  leyes deste  bastan. 
Homicida  y  heredero, 
Jóien  i  quien  trasladó, 
Huero  Adóoia  en  estrella , 
La  majestad  de  algún  dios. 


'°t;oogic 


COUEÜIAS  DtC  OON  PEDHO  CALDEBON  OB  LK  URCA. 


DetigiUDarihera, 
A  cuta  iatn«ns3  am 

Sepulcro  I 

Oue  el  cielo  te  lirstiiiá. 
Todo  este  castillo,  cuaudo 
■luyendo  de  mi  valor, 
Urna  funesia  Fué  el  ceolro 
Que  engendra  miedo  j  paioí : 

tOuá  fiera  segunda  reí 
esuiMiujs  le  aborta. 
Si  ja  DO  de  Iub  cenius 
Heuaciste ,  ai  ya  uo 
Horisie ,  y  i  «ivir  vuelveí 
A  ruegos  de  mi  talar. 
Para  que  vuelva  t  malartel 


..  _   Morillasde]  Kilo, 
De  cajo  engaño  apreadj6 
Kl  cocodrilu  iraicloiies, 
Remedo  de  humaua  voz  ! 
Si  tanto  Kutisle ,  lanío, 
Que  no  te  malatie  yo , 
Uue  me  vienes  i  liuscar, 
for  lograír  e«le  blasón, 
Bazte  al  cain|« ,  eu  él  te  eapera 

Hombre ,  ó  lie ra ,  ó  lo  que  aoli , 
Si  morir  i  nobles  manos 
Faé  yt  vuestra  pretensión, 
Vo  so;  quien  os  ha  de  hacer 
lisa  lisonja,  pues  sov 
Febo,  y  podra  la  soberbia 
(Si  de  gigante  iuleiitá 
Ulasonarf  decir  después 
Que  fui  vencida  del  s>l. 


H^lar  sino  i  mí ,  pues  to  . 
Mantengo  este  paso,  ¡r  debo 
Como  a1  fin  roantenedor. 


Responder  i  todo  trance. 
y  asi  earespaesia  te  doy 
La  lida ,  basta  que  te  mate. 
Vive ,  siquiera  por  hoy. 

K  tanta  ilustre  soberbia , 
Tanta  noble  presunción 
Sucede  si  acero,  como 
A  la  lengua  sucedl6, 
No  dudaré  que  en  venceros 
Adquiera  yo  algún  blasón; 
Pero  tampoco  créré 

E  darme  pueda  temor 
»  coo  instrumecitoa  dulces 
lya  guerras  de  amor. 
Cuando  de  c^as  y  trompas 
Le*  etb  llamando  el  sao. 
SI  sois  eaemtgos  todos, 
SI  competidores  sois 
De  una  dama,  ¿cómo  estila 
ConfbrmesT  neo  oue  desde  hoy 
A  cnalqalera  qme  lateolare 
Mirar  tolo  un  arrebcd 
Desa  las,  le  daré  mneite; 
gi^  mal  tntriri  el  valer 
■lo  que  otro  esté  kwnado 
Lo  qne  esté  adorando  vo. 
Porque  aunque  partir  l)s  dlcbas 
E(  It  mas  flnstre  iccitm. 
Las  fficbaí  dd  amor  Itenen 
Prlille^  de  qoo  00 
Se  partan  ¡  y  esto  se  pruriía 
por  uaa  razón,  de  doi : 


La  esiimscion  cou  que  debe 
Tratarse  al  competidor. 
tQué  mas  nobleza,  oué  mas 
Grandeía,  qué  mas  blasón 
Que  darse  muerte  miBana 
Los  que  se  fetlejan  boy? 
A  tu  política  ruda 
Ksta  respuesta  le  doy; 
V  en  cuanto  i  la  lid  que  aplazas. 
No  ha  lugar  tu  pretensión; 

8ue  este  no  ea  circo  de  Qeris , 
i  aquesas  campañas  son 
AuOtealros  que  muestran 
Espectáculos  de  horror. 
Haciendo  duelo  los  brutos 
y  los  bombres. 

FAinio. 

Vive  Undabrldis,  viven 
Sus  ojos,  que  el  tornasol 
Del  mayor  planeta  agraiian, 

8ue  be  de  ser  conquistador 
e  su  hermosura.  SI  noble 
Debo  ser,  tan  noble  soy, 
Que  en  la  maga  fltonlú 
Saplrilu  me  engendró 
Angelical.  A  ese  monte 
A  esperar  á  lodos  voy ; 
Aunque  al  ver  que  no  osario 
A  salir,  es  mi  dolor. 
Como  ya  oin  vn  no  osaron 
A  entrar.  |  Ay  de  uno  qne  entró '. 
Pues  que  rendido  i  mis  manos, 
La  saña  y  Turla  probó 
De  otra  Bera .  aunque  haya  sido 
aril  casügo  de  uo  dios.  (Vi 


Espérame ,  ya  te  sigo. 


De  loda  eeta  confusión 

La  cansa  loé  tu  bermosnra  : 

No  le  to  perdone  amor.        -   (Yete.) 

CUIIOUM.  (Ap.) 

A  toda  esta  novedad 
Nu  me  be  declarado  yo , 
Porqoe  no  dtíese  el  rauoo 
Que  i  quien  dio  la  muerte  sov. 


«, 


be  de  hacer,  ya  eocKteida 


A  las  Ugriints,  que  stm 
Las  armas  de  las  mujeres. 
Pues  que  ya  no  puedo ,  no , 


Conseguir  el  Itn  que  traje , 
Vamos  i  otro  caso,  amor. 
(VsMe  lar  domu,  p  quedan  CMri- 
4Uma,  Uadatridit  y  Sirtiu.) 

ESCENA  m. 

CLARIDUNA,  LINDA6R1D1S,  SIRBHB. 

LlnnkRRlDis. 
(Ap.  Aquí  se  quedó.)  Uirtd 
Eus  puertas.  Gracias  doy 
A  mi  dicba,  ó  Ctaridiano, 
(>e  haberme  dado  ocarioo 
Para  hablarte. 

ci.Aaioiutii. 
jAy  enemlgal 
La  primera  qne  oreudió 
Amando,  eres  tú. 

uimABsiiiis. 

iQuéesesio, 
■I  bien,  mi  dueño  y  seOort 

iQnéha  deserTHorir  de  celos. 
jQné  ha  de  ser?  Morir  de  amor. 

umiHÜBis. 
;Qiió  üenesT 

CLMIBIAIU. 

iQnihede  tener? 
j  No  ea  bastante  ver  ( ¡  ay  Dio*  I ) 
AFebo  coniigoT 

LniDAnlDis. 
DIme, 
¿Pudiera  pensarlo  yo? 

CLáHIDUKA. 

Si  pudieru. 

UNDitBVfniS. 

iCómoI 

CLASinlAHA. 

¿Cómo! 
No  haciendo  i  Febo  favor. 


Vo,  Claridiano.  por  vida... 
(Tuya  ilw  É  decir,  mas  no 
He  atrevo)  que  nn  hice  tal. 
Porque  él  fué  el  que  pretendió 
Aquel  lugar  junto  i  mi. 


(j4p.  I Y  baUéndome  conocido ! ) 

LntpAialpis. 
El  ftié  el  qne  solicitó 


¿Hoessaiitfaeertef 

CU.U0U1I 

No  es  sino  darme  la  m 
umABKli 
¿QuédicesT 


/.-   Wj»    I 

,t,zodb,Googlc 


Deloüdos, 
PorquF  aunque  an  biirhiro  dijo 
Qne  él  tuviera  por  error 
Safíir  que  olro  «sl¿  mirando 
Lo  qae  esté  queriendo  jo; 
No  átoüt  lanío  el  qae  tti  ame, 
4>)ino  el  perderte  mí  aoior. 

UIIDAialDIS.      f 

SI ,  pero  sientes  que  tí  líi 


Oye  la  nion. 
Si  tt  me  dieras  la  causa 
Dejara  de  amarle  yo , 
Porque  amar  sobre. un  agratlo 


Haj  DO  un  agravio;  que  ajiraTioa 
Tocan  i  la  estimadon. 

Y  asi,  ai  ¿I  le  basca  i  U, 
No  ea  causa  bastante,  DO, 
Para  olvidarte ;  5  lo  es 
Para  sentir  mi  pasión. 
Luego  si  amlDOote  él, 
TeogodesenlíTlo  JO 

Y  no  lenftn  de  dejarte , 
Es  la  desdicha  major 

Oue  tú  no  rae  des  loa  eelot, 

Y  él  si ;  pues  entre  ios  dos , 
Nunca  quitada  la  cansa , 
Siempre  durará  el  dolor. 

Y  asi,  quédate... 

LlNDlBldlIlt. 

Detente. 
Donde  él  te  sirva. 


De  hablarte  j  verte  ocasioo. 

LtUDABIÜDIS. 

lios,  si  no  aborL. 
I ,  porque  es  feroi 
A  mis  qjús  su  presencia !... 

ci.*niDiAnA. 
Tampoco...  Naquiero,  no. 
Que  digas  del  Bal. 

LINDA9aÍDIS. 

i  Por  qué? 

GUlUPUNA. 

Porque  es  ni  competidor. 


(Am1<  ét  té  banda  UadaMdú.) 
unaatlDii. 


EL  CASTILLO  DE  LINDABMDB. 

LIHOimlDIt. 

Al  Od  ,  me  dejas 
Prenda. 

cuaiMutA. 
Es  violenta.  (Ap.  jAj  rigor  t 
Vamos  1  probar  foriana 
En  otra  traasformacioo.) 
tQué  ha  desertUorlrde  celos. 
;QaéhadesertBIorirdeainor.  {Vate. 

ESCENA  nr. . 
LtNDABRIDlS ,  SIRENE. 
uHoaBNlsis.  , 

El  primer  amante  ha  tido 
Que  hujre  la  satisfacciou , 
Pues  muchos  agradecieran. 
Aunque  supieran  que  son 
Mentirosas,  escucharlas  : 
Corrida  y  conrosa  estoj. 
No  en  vano  pues ,  me  oijisie 
La  primera  vea  que  30 
Te  vi,  que  eras  un  eoifma; 
Puea  mu  sentidos  te  doj, 
Y  no  paedcn  descirrarte 
Oido,  vista,  ni  vos. 
Mas  no  ba  de  quedarse  asi : 
Despéñeme  mi  pasión. 
Porque  amor  sin  desatinos 
Es  mu;  descortés  amor. 
Iréme  tras  ét. 

Sefiora, 
Advierte... 

LniDABMiDIl. 

Es,  Sirene,  error 
Aconsejar  i  quien  corre 
Tras  la  desesperación. 
siRiin, 
j,V  es  rsiont... 

UltSAtRllnÜ. 

No;  peroicniudo 
Ha;  pena  pnesu  en  razón  I 
Yo  le  tengo  de  seguir. 

Pieuaa  otro  medio  mejor. 

LIXDABlfDIS. 

;QuémedloT 

Paes  que  teuemoi 
Para  lodo  preveocíon , 
Con  algún  diafrsi ,  señora , 
Encubriendo  rostro  j  tos. 
Para  salir  del  castillo 
El  medio  busca  mejor; 
Pues  estando  la  campafia 
De  diversas  gentes  boy 
Cubierta,  no  hajr  que  temer. 
I  LuiDAsaloia. 

Dices  bien ,  j  en  mf  hvor 
Llevare  esu  banda ,  siendo 
Metamorfúsia  de  amor. 
Ven  i  vestirme,  Sirene 

SIRUIC. 

i  Qué  es  esio  en  ta  pretandont 
uniuialBis. 


La  cadena. 
(&  tueUa  CUritían*.  y  oíadau  Lín- 
ÉMMmtM»ütm»da.) 


Las  políticas  del  ducío ; 

Solo  sé  niaocbar  el  suelo 

De  humana  5;ingre,  porqué 

Sedieiiu  no  haja  una  llor. 

Sígame  el  que  verlo  quiere.      {Vai*.) 

MALanonM. 
Y  en  todo  cuanto  dijere 
El  salvaje  mi  sefior... 
m. 


).  Í.A  Malandríit.) 
r.  (.1  Malaaitria.) 


Haga  tregua 

Tu  enojo ,  j  muda  consejo ; 

Que  soj  un  TaurM  tte  viejo , 

Un  seml-dios  de  la  legua , 

Una  Aera  del  castillo, 

Uu  sitiro  remendón , 

Cn  bruto  del  bodegón , 

V  un  monstruo  del  baratillo; 

Que  viendo ,  sefior,  un  dia 

La  madre  qne  me  parió 

"  "  ira  tan  salvaje  jo, 
lun  el  serlo  no  sabia ; 
)  ei  que  aprende  i  Tullero, 
lice  :  ■  bueno  es  saber,  > 
buena  mujer  ' 

He  dijo  :  •  Ponerle  quiero 

n.  "■)  lalvaje  al  pupilaje ; 
.  .jeEiendedrjhacer 

Al  On  salvaje  has  de  ser , 

Aprendas  a  aer  salvaje.  > 
raso.  {Ap.) 

i  No  es  Malandrín  esteT  Si. 

iQai  discurro  ni  imaginoT 

El  con  Clarídiana  vino. 


Llevadle  luego  de  aquí, 
Y  abórquenle  i  un  iibol,  porqué 
A.ese  bruto  horrilile  j  Tuerte 
Le  dé  escíndalo  su  muerte. 


No,  señor*,  no  ha;  para  qué  : 
Vivóse  le  darévo, 
Y  ahorraré  de  ahorcarme  aquí 
La  costa. 

Señor,  i  mi 
De  escudero  me  sirvió 
Este  hombre ,;  es  un  loco ! 
Suplicóte  le  perdones. 


Buu,  Vebo ,  qae 


RBT, 


>,Xj00gIe 


Li  tierra  que  pisas :  ja 
Siempre  he  'le  aniiar  i  lu  lado , 
De  salvaje  iiturmado. 

Paes  cuhierlo  el  campo  esli 
Hoj  de  lanío  aventurero, 

?ue  i  Mía  pmprpsa  concurrió. 
a  no  hay  mas  qun  esperar.  \o 
Kásíir  al  duelo  quiero 
Luego  :  no  la  bizarría 
De  unto  JDTen  valinnle 
Con  nuevos  riesgos  anmeote 
Ocasiones  ca<tn  Jia. 
Moa  i  prevenir  pues. 
Porque  luego  «I  campo  sea. 

■AUKDam. 
Yo  haré  alli  que  el  mundo  vea 
Quién  mayor  salvaje  es.. 
{Vaie  el  Bey  Ma  el  oempañaialeitu.i 

FEBO,  MERIDIAN,  ROSICLKR ,  FLO- 

BiSBO ,  malandrín. 

■taiDun. 
Ya,  principes, la  ocasión 
Que  pide  nuestra  etperanu 
Se  cumple  hoy ,  pues  boy  alcanTJ 
El  premio  lanía  opinión. 
Vállenle,  bizarro  y  sabio 
El  lencedor  ha  de  ser  ;  * 

De  tres  triunfos  ha  de  hacer 
Huesira,  sin  pa^ou  ni  agravio  : 
S^bio  eo  la  empresa  que  escriba ; 
Galán  en  la  luí  que  aumente 
Bayos  al  sol;  y  valiente. 
Cuando  i  laníos  riesgo»  -riva. 
Hoy  en  elecio  es  el  día 
De  mostrar  vueslro  valor  : 
La  roriuDa  y  el  amor 
A  campaBa  os  desafía. 
Generosa  es  la  «venuira , 
Sus  esperanias  pregona 
El  precio  de  una  corona 

Y  el  laurel  de  una  hermosura. 
Con  esto  asi  animar  quiero 
El  valor  que  he  de  veocer; 
Que  tóenlo  habréis  menester. 
Pues  JO  soy  el  que  os  esperft.   {va$e. 

nMisn. 
Hay  poco  podrí  vivir 
Con  adauso  ni  opinión 
Esa  alUva  presunción , 
Si  soy  yo  el  que  ha  de  salir.      {Vate, 

■OSICLEk. 

Va  que  i  este  trance  la  suerte, 
OPebo.nosha  traido, 
Sola  una  cosa  le  pido, 
Antes  qae  me  des  la  maerte. 

iVes! 

MsiCLn. 
Que  enemigos  seamos 

Y  hermanos. 

mo. 
jCómoT 
■oticixa. 

Los  do* 
Al  nnndo ,  il  délo  y  i  Dios 
Jura  y  homenaje  bagamos. 
Que  el  que  perdiere  la  empresa. 


COMEDIAS  BE  DOW  PEDBO  CALDERÓN  DB  I 

Desistido  delta  ya , 
Luego  al  uiro  ayudari 
Con  sus  armas. 

Siendo  esa 
Tan  justa  acción ,  este  dia 
Asi  lo  pronielo  y  juro. 

aosicLCH. 
Pues  si  de  II  esioY  seguro , 
Liudabridis  scri  mía.  (Va».. 

ESCENA  TIL 

FEBO,  HALAHDRin. 

FEBO. 

Malandrín,  ya  que  he  quedado 
Contigo  en  esu  ocasión. 
Rescata  mi  cwirusioa 
De  las  manos  de  un  cuidado. 
iOué  fortuna  os  ha  traido 
Aqui .  Malandriní  Qué  es  esloT 
¿Quién  en  tal  lance  os  ha  puesto? 

■aLARDain. 
De  tu  ratón  be  inferido 
Que  sabes  ya  que  esiá  aquí 


Claridíana. 


FEao. 
Si  lo  8é , 

in  (que  fué 


V  en  una  ocasión  (que 
bien  apretada)  la  vi; 
I  pero  quedé  tan  turbado 
!  De  verla ,  que  no  llegó 
'  El  desengaño.  Allí  yo. 
Ciego,  confuso,  admirado. 
La  siguiera  despechado , 
Si  al  paso  no  me  saliera 
Gente  ;  en  efVcto ,  no  fué 
Posible,  y  disimulé. 
Porque^  eha  enióncee  no  fuera 
Conocida.  En  el  tesUn 
Otra  vez  me  ocasionó 
A  descubrirla,  si  yo 
No  me  reportara  allí. 
Desde  entonces  iio  he  podido 
pablarla,  aunaue  lo  deseo ; 
Tiévame  4  vería;  que  creo 
He  de  perder  el  sentido , 
Hasta  saber  qné  es  su  hítenlo. 


Eso  yo  te  lo  diré  : 
Competirle  aqui.  porqué 
Dinoola  su  alrevimienlo 
A  Liudabridis,  DO  sea 
Tuja.  V  en  cuanto  i  que  jo 
Te  lleve  á  verla,  eso  no 
Podré,  aunoue  amor  lo  desea. 
Parque  no  se  dónde  esté ; 
Que  yo  no  vine  con  ella 
Aqui,  ni  aquí  pude  vella. 
Porque  Un  tirana  fué 
Conmigo,  que  me  deja 
Aprendiz  de  monstruo  Aero, 
V  en  et  castillo  lijero- 
De  Liudabridis  voH. 


Ir  el  campo  discurriendo 


LINDABRIDIS,  en  traje  ie  hombre, 
can  lii  banáti  de  ClandiBoa  rodrada 
al  retiro.  —  FEBO ,  MALANDRÍN. 
LiiiiMBniDis.  (Para  li.) 

Desia  suerte  me  he  atrevido 

De  mi  castilla  i  salir 

Disfrazada,  para  ir. 

Sin  ley,  razón,  ni  sentído, 

A  buscar  i  Claridiano 

Y  a  darte  saüsf^ccion 
De  que  vanos  celos  son 
Los  que  le  afligen  en  vano. 
Gente  hay  aquí.  Ko  parece 

"e  mira  nadie  boy, 
,__,a  no  sepa  quién  BOJ. 
Sombras  que  el  temor  ofrece. 

Malandrín ,  di ,  ¿seri  aquella 
Claridiaoa ,  ¿  son  mis  qjo* 
Cómplices  deslos  antojos  T 

.  .  .  ior,  sino  que  es  ella; 
Porque  la  bordada  banda 
Yo  la  conozco  muy  bien  : 

Y  fuera  deso,  también 
El  cuidado  con  que  anda 

Lo  dice ;  que  aunque  haya  edlado 
Tan  disimulada,  ha  sido 
Porque  {i  buena  fe)  no  ha  hablito 
Quien  la  mire  con  cuidado 
Las  páticas.  ¿  ^o  la  vesT 
Llega  1  hablarla,  mis  no  esperes; 
Que  demonios  y  mujeres 
Se  conocen  por  los  pies. 

Caballero  rdrazado. 

Quitar  la  handa  podéis 

Al  rostro,  porque  si  es  ciego 

Amor,  no  i>  ha  menester. 

Ya  estáis  conocido ,  ya  « 

Por  demás  el  disfraz  es ; 

Que  emliozado  el  sol,  descubre 

Los  rayos  de  rosicler. 

LimiAnjois.  (Ap.) 
I  lu  estoy  muerta!  Conocióme 
Febo;  pero  callaré 
A  todo,  porque  la  voz 
No  lo  confirme. 

KBa. 
No  estéis 
falso  conmigo  ya , 
Caballero,  pues  sabéis 

Sue  os  conozco ;  y  si  gustáis 
e  que  mas  señas  os  dé , 
Sois  una  enigm»  de  amtf , 
Que  una  cosa  nnreceis 
Y  sois  otra  :  dos  sentidos 
Enlre  el  favor  j  el  desden. 
Disfraz  de  celos  (si  celos 
Pueden  disfrazarse)  es 
El  traje  :  i  un  dueíio  biuotil. 
Que  porque  amado  se  ve, 
Trata  tan  mal  el  favor: 
Mas  ¿quién  en  el  mundo,  quién 
No  traía  sus  dichas  mal , 
SI  las  ve  lograd»  bleuT 

I  LINIMBalMS.  (Ap.) 


Suieu  soy;  mas  con  todo,  inCCntO 
ingir  callando,  porqué 
I  Lo  qun  hay  de  callar  i  bablar, 
I  Hay  de  dudar  i  creer. 

No  os  raii ,  porque  si  no  bátUB 


eyCOOglC 


Tmu*  lefiu  cono  nb , 
Para  mifor  deséngaflo 
Las  del  amaute  oi  diré. 

tniDÁMlDU.  (Ap.) 

ClaridiuM  ra  síd  dada 
Se  ha  declarada  con  él. 
SI,  pues  dice  inís  amoKS. 

De  m  niisina  boca  ¡é 
Qae  el  amar  i  Lindttltrtdia 
Biuniaj  (alores... 

li»da>iiIdi«.  (.1^.) 
iQai  ttcatho* 

nao. 

Pera  no  amor, 
Porijue  farra  injusta  lej 
üe  so  ardinienlo  Taltar 
Su  lirnia  dM(«  cartel, 
y  que  otro  eu  el  mundo  fuera 
Duefio  de  lauto  ínteres, 

V  le  ganase  por  armas , 
Viviendo  en  el  muodo  ét. 
Esto  me  ha  dicbo  (lue  ha  sitio 
Causa  de  lenlr  i  ver 

Y  semr  i  Undabrldli ; 
tVro  iw  el  quererla  bien. 

U-fÜMBiMa.  {Ap.} 

íDctpreciiis  de  mi  le  1»  didN ! 
¡  Ah  Uarídiaiio  croel ! 
iBiiarrla  fué  la  amor, 
lUttrriaio/et 


Mí  cielo ,  mi  gloria  j  bien. 
Dealas  finezas  deudor. 
HanUde  esloj  i  lus  pies. 
Sal»  et  cielo  qne  te  adoro. 
C«so  ja ,  cese  el  desden. 

UHDABaiflt.  {Ap.} 

El  M  dodara  coomiga 
Va,  porque  aula  me  ve, 
DeClaridlaioatodida. 
iVÍtg*B>eamor.'¿Quéhede  hacer? 

cuandRA.  {Ap.) 
Va  i  qnt  esperai)  nis  desdichas  * 
i  Vite  el  cieh).,  que  es  nojer  > 
V  *i  en  la  banda  rrfaro. 


ESCENA  IX. 

CLARINaNA,  *»  Iraje  de  itoM.— Di- 
chos. 

GLAiiBiAiu.  {Para  tf.) 
Con  noeTo  disfrai  de  unori 
ra  ijae  posible  do  rué 
Llevar  el  Intento  mió 
Tan  al  fla  como  pensé, 
A  Pebo  venso  bascando ; 
Ouc  coiKMiJa  una  vea , 
fio  es  |nsio ,  DO ,  iine  ya  vea 
Un  traje  indeceoie  á  quien 
Clomo  i  SQ  dueílo  le  mira , 
Como  i  so  esposo  le  ve. 
No  me  ha  de  quedar  fineza 
Atguna...  Mas  ¿DO  es  aqueIT 
Sí :  Italilando  esii  con  un  hombre. 
Que  etié  solo  esperaré. 

1  Para  qué ,  seEora ,  andamos 
Por  rodeo*!  iparafloé? 
Hablemos  claro,  oil  doeBo , 


RL  CASTILLO  D&  LINDAMtOfS. 

En  esie  traje  háata  aqvl , 
¿Por  qué  me  traías,  por  qué , 

I  Desta  suerte  T 

!  LUCMaaliMt.  {Ap.) 

'  I  Peore««sto. 

I  Juzga  q^ae  vine  por  él. 

CLAKDUiU.  (Ap.) 

I  i  Dueñas  andamos  las  do»¡ 
!  C'iia  se  empieza  i  poaer 
I  ¥.\  tr^e  que  la  otra  deja. 
I  Saldré  (ariosa ,  saldré 

Y  entre  mis  brazos...  Mas  no, 
Uue  no  bace  una  mujer  bien, 
Oue  se  pone  i  pedir  celo* 
Helante  de  otra  mujer- 

Su  coovel%acion  (¡aj  Iriate!) 
Con  industria  estorbaré , 

V  é  cada  U1I0  ile  por  il 

Sabré  matarle  denines.  (Vm( 

WBO.  _ 

Si  no  es  posible  negar 
Ya  quién  eres ,  sí  te  vct 
Declarada  ,  ;  por  qaé  don 
Tu  rigor  í  Cese  el  desden , 
Quítate  la  banda,  ;  deba 
Uua  palabra  I  la  fe. 

CLARtaUM.  (DMfrí.) 

i  Febo !  Pebo ! 

i  QnléD  tne  llama  t 
ctAaiDiAu.  (Ora/rú.) 
Qae  me  dan  la  muerte,  cea 
A  socorrerme. 


■alaubnin. 
Pues  jouétéroT 
iBao. 
¡Vive  Kos,  que  juraré 

Que  es  la  misma  que  esiü  aquí.' 


Pnes  si  1  eso  va ,  JO  tainlHeD. 
cuBiMAR*.  {Denir».) 
¡Mira  que  me  dan  la  muerte , 
Febo,  por  quererle  biea! 

iQuéesesto.clelost  jAqol 
El  cuerpo  hermoso  se  ve. 
T  allí  la  lengua  nrouuoda! 
jAqul  la  forma hel 
Calla,  j  allí  babla  la  voz T 
:  Que  la  vida  aquí  se  esté , 
V  qne  allí  et  alma  se  escache ! 
íQoé  es  esto? 

■ALAnDRia. 

Pues  jo; qaé  sé T 
CLaaiMAHA.  {Dnin.) 
Acode  i  darnw  la  vida. 


srs 

Hnjendo  de  aquí,  porqué 

Alguuo  destos  eacaoto* 

A  mi  por  mi  po  me  dé.  (fas*-) 

UMbABalDis.  {QMÍUut  la  bauHa.) 
•  Qué  contusiones  son  estas  1 
iPero  iqué  preguiiio ,  qué , 
SI  estamos  en  BaMImiia 
Qae  patria  de  todas  fué! 

ESCENA  Z. 

CLAR[DIANA.-L1  NDARH  [  II1S. 


Mejor  dijeras,  sí  estamos 
Donde  una  Bcil  nujer. 
Aunque  DO  está  en  Bübiloeia , 
Tiene  en  el  alma  an  Babel. 

uhoabrIph. 
Claridlaito '. 

cuuwAni. 

¡Lindlbridh! 

LiiivAmiBia. 
jQné  (raje,  qué  dlsfrat  e« 

CUatMAJIA. 


Ya  lo  sé. 
ciAnnuANA. 
Como  UDO  que  dicta  1  dos. 
Coa  sola  una  fot  qae  dé 
Kscribeo  dos  no  eooceplo. 
Así  hbo  el  amor  también; 


A  mi  para  eoirarie  a  «er, 
Viií(¡aTDíos*}paras3lli 
A  ver  i  Pebo. 


n,  jéqaiénT 


A  Febo.  Yo  ¿no  lo  he  visto. 
Que  eres  falsa,  eres  ernel. 
Eres  mudable,  efes  Hera, 
Eres(d¡rélo)maJerT 
Pues  con  tener  boy  prestado 
El  traje,  yoestov  en  él 
Tau  mudada  en  un  instante, 
Qne  no  has  de  volverme  i  ver. 


To  to  adoro,  tberes  sola,' 
n_.. — . 'fgmn  fiel 


I  Acudir  I  qaien  me  llama; 
Y  esto  no  et  ser  descortés, 
pBCS  te  dejo  1 II  por  II. 

'  Pues  también  jo  acuifiré 
¡  A  mi  por  mi  eo  cate  caso. 


I  i  mea  te  curas  en  salud 
I  De  traiciones  lujas!  ¡Bien 

Ganas  de  mano  i  la  qntja , 
I  Pues  II  ero  j  mudal>le,  pues 

ingrato  j  desconocldn , 
,  Traía*  mi  amor !  Va  lo  sé , 

Que  es  vanidad  solamente 

Dése  fijado  cartel , 
;  Lo  que  te  oblisa  i  engañarme , 
>  Y  que  eres  traidor  sin  fe , 
:  Sin  respeto ,  sin  decoro . 


:  y  me  enseBa  t  ser  traidor  . 
.  Tinto,  que  estoj  por  creer 
i  Qne  es  verdad  que  soj  mads' 
,  pespoes  que  me  adorna  él. 

Pero  basta  que  le  diga 

Que  no  faat  de  volverme  i  ver. 


dbyGtStOglC 


vino  i  hoseír  í  Otro  asi , 
iP«T«ini*,<li,paMqué 
Quiero  jit  verla,  ni  oírla, 
Si  b a  de  engañarme  cruel  T 

(¡BoeM  dicculpa  bas  hallado 
'Auniérniiiiodeseoníí! 

CURIDIAiCA. 

Ha  et  disculpa,  sino  queja. 

llisamíms. 
A  U  le  tenb  jo  i  ver. 
Aunque  ettaba  con  él. 

CUBIHAM*. 

Hira, 
LindabrldU :  oin  ver. , 
Si  i  uno  buicaB ,  j  i  oiro  hablas, 
TnM«a  i  lo»  dos  el  panel. 
Estáte  bablaodo  conmigo, 

Y  veole  i  buscar  i  él. 

uMAsnlsis. 

Y  lú  otra  Tes  que^  ana  danu 
Havasdesersir,  yhacer 
Ala'rde  de  lu  valor. 

Acude  solo  al  cartel , 

Y  DO  al  engaíio. 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 
ESGEHAZn. 

■       FE80. 


Yo  vi 
Esto. 

bUIBABnlNS. 

Yo  estotro  escudié, 
¡Ay  traidor! 

CLAHinAS*. 

|A;eneinÍ|ia! 
Eres  biso. 


EresiaQel. 

LKIDABSlSIS. 

Eres  Ingrato. 

CI.AKII>IArU. 

EresOera. 

LINDABlfoiS. 

Eres  hombre. 

CLASIblAIU. 

Eres  mujer. 

UKI)*BI(1BU. 


No  te  digo  RBSR. 

CLAalDIAHA. 

NI  JO ,  porque  no  podré. 

ESCENA  XL 

FEBO.-UNDABDIDIS,  CLABIDIANA. 

No  bailé  en  el  monte  del  eco 
El  dnefio.  Psro  i  qué  tea 
Hli  (^OB !  ¡  Tft  en  esie  traje  1 
¡  Tú  eu  esotro  ["Decid , ;  qué  es  T 

umAialsis.  • 

Dése  calan  dbTrauda, 
febo,  lo  podrás  saber.  (Vase.) 

CtJUUDIAMA. 

Esa  dama  distraisda , 

Febo,  os  lo  dlrt  mas  blM.       (V«#«.] 


tten,  Ciarkllaua,  et  paso, 
le  ja  Tov  Iras  11.  Deten 
_.  curso  til,  Linilabridis  : 
Ya  te  sigo.  4Qaé  he  de  hacerT 
Que  por  alcanzar  li  do^. 
No  sigo  i  ninguna  :  tilín 
Como  el  acere  entre  imanes , 
Que  si  llamado  se  tc 
De  dos  ímpalsos ,  se  queda 
En  solo  el  aire  después. 
Y  asi  JO ,  que  eatre  dos  so|es 
He  siento  alirafiar  y  arder, 
Ki  sé  á  quién  le  dé  la  «ida, 
NI  i  quién  el  alma  le  dé. 
Ojeiu,  |>rodisio  hermoso, 
C^e  til ,  asombro  cruel. 


ELFAUNC-TEBÚ. 


iAsombro  j  prodigio  dijo  t 
Vo  soy.  í(¡\Mn  me  llama? 

Mllgenciara  su  mnerte 
En  tu  braios ,  1  tener 
Licencia  para  morir; 
"  ~  10  lo  quiere  el  desden 

i  foriuna:  j  asi, 
A  mi  posar  liviK, 
flujeiido  de  U.  ¡Ualhaja 
Tan  nvcla  é  inlnsta  lejl 
:  Guindo  fué  el  amor  cobarde , 
NI  temió  el  que  quiso  bieu  ?     (VsM.) 

ESCENA   XIV. 


FAOSO. 

¡Buena  disculpa  es  esa. 

Cuando  el  temor  1  roces  se  contlesa ! 

Ño  os  habeá  atrevido 


guetantotemaquienseairevei  tai 
naiido  i  mi  brazo  fuerte 
Licencia  de  matar  pidió  lu  muerte. 
ISaie  CtorUlsM.) 

Ct-AaWlAltA. 

Apenas  me  resuelvo  [i_ 

A  ausentarme  deaqul,cuandoaqiiivnel- 
{Sate  IMtiUdrídh.) 
lihdabkíhs. 
¡Cuinto,  oh  cielo  divino. 
Arrastra  i  un  desdichado  tu  destino ! 

a^lUUÁDA. 

Aqui  quedó. 

ukhautiídis. 
Que  aquí  be  de  bailarle  creo. 


que  niela  mi  los  pasos 
Nnertodeamordeunabeldadmeveo, 
V  be  de  curar  con  otra  mi  deseo ; 
Aunque  aplicarle  una  ai  que  otra  am 
Stri  matarle  el  bumo,  ifo  l>  llama.) 
Mujer... 


Coasiste 
Mi  vida. 

LINDABniD». 

(Áp.  Va  jqué  esperoT 
esta  obligación  ce&i  el  acero.) 
Fiera... 

íQnéesloqueveol 
Verdades  dudo,  si  ilusiones  creo.     , 
Tú,  hermosa  sombra  ftaerte, 
iNo  eresaqueilalqulenledilamoertct 
V  tú,  deidad  fingida, 
1  No  eres  aquella  i  quien  le  di  mi  vida? 
Pues  ;córoo  lA  mudanzas  del  ser  bscest 


(Nudos  de  Venus  y  de  Marte  lazos) 
Gnlóoces  no  te  visuT 
Til  en  tu  defensa  entonces  ¿no  moriste  T 
rnesjcómo  aquí,  con  una  acción  troca- 
[da, 
I  tá  la  hermosura  y  lú  la  espada, 
conbiso  ijfnoro 
_.  ,  iénlamuenedoyviquién  adoro? 
Ño  sé  lo  que  hacer  deM, 
Ni  encantos  tales  i  apurar  me  Mrevo. 
Si  trocando  la  suene, 
A  ti  te  adoro,  1  ti  te  doj  U  muerte, 
Adoraré  una  sombra  [bra; 

Ed  ti,  que  viva  admira  j  muerta  asom- 
V  daré  rn  ti  la  muerte  i  una  luí  pura, 
lúe  maBana  seri  nueva  hemosora  : 
asi ,  sombras  BnKidas, 

Se  4  trueco  os  dais  las  mnertesj  las 
atusas  ilusiones  [vidas, 

Jue  os  prestáis  las  bellezas  jblasooes, 
Huyendo  os  venceré ,  porque  pretendo 
Elprimer  monstruo  ser  que  venza  bu- 

Vi\-(d ,  vivid ,  y  milsme  i  desmayos 
El  Dios  de  loa  relámpagos  j  rayos, 
i  Qué  vena!  qué  doler!  qué  horror  lau 
[tuerte! 
¡  Qué  vida  tan  cruel !  qué  hemos»  muer- 


LINDABRIDIS,  CLARIOIANA. 


Aunque  et  caso  pudiera 
Darme  ocasión  i  que  el  ingenio  hicien 
Varios  discursos ,  cuantos  solicila 
Esta  ocasión,  la  brevedad  me  quita 
Del  tiempo,  que  me  llama 
Cou  voces  de  metal  i  ganar  fama. 
Quédale  adiós,  que  aunque  lu  amor  la 
[impida. 
Voy  i  ganarte  i  precio  de  mi  vida. 

(V««.) 

UNDABftiMB, 

Y  yo  i  ID  lado  quiero 
Acreditar  este  vállenle  ac«ro , 
Que  no  te  cettt  «a  vaoo ; 

Y  gantodMiK  i  mi  mi  propiia  auno , 
Darme  yo  i  mt  atl>edrio. 

¡Vive  amor^que  ha  de  ser  mi  Imperio 

(Yau.  TewB  eq/es  y  ma^m*,) 


dbyGOOglC 


Pues  lio  vuelve  Undabrldis 
Al  cantillo,  y  exciisiiila 

tsii  <le  acudir  al  iludo. 
Por  decir  que  en  esu  caiisa 
Lidia  su  UDgre  ;  su  amor , 
Y  qne  fuera  aocion  higraia 
Mirar  ella  1  quleii  [lor  eib 
Hov  coD  au  lierniaDo  se  mala ; 
Safgann»  Indas  i  ver 
j-ns  lelas  j  \a  caiupuBa : 

Üua  miijcr  lo  gu^'  pusa. 

(Sale  Malanária.) 

lOh  quién  tuviera  Iinlela  . 

Toda  la  flesia  1  Aarx^ue  i  mi 
Huj  poco  de  ver  me  fatla. 

Saldado. 

jQué  me  mandáis, 
Las  belllsimu  madamas! 


Oulfn  Sun  las  aveiilureros 

Une  han  de  entrar  eu  la  estKada. 

HáLlIWMTn. 

Habéis  liallado  con  nuien , 
Sin  que  falte  una  pal^ihra , 
Oi  lo  diga ,  poniue  hu  andado. 
Va  une  no  de  rama  en  rama , 
be  tímida  en'tiuoda,  mlrainio 


Wén  UM ,  y  nué  empresas  sacan ; 
p.>iv...e  soy  relacioncro, 

lie  di'  imprimir  reailaDa, 


I  nu  ue  ui'  imprimir  m 
Ki  la  lióla  no  me  ndeiile , 
O  si  el  papel  no  me  falla. 
Y  para  que  me  creáis 
Cuaolo  os  diga,  brevi'S  aracias. 
Va  de  relación ;  que  es  lui'rxa , 
'  Entre  Ijiilo  ime  te  arman. 
Dar  ijempo  al  tiempo.  —  En  efecto 


Era  un  mooie  levadixo, 
Vue  para  engasar  al  allia , 
Niete  y  flores  le  veslinii 
Lai  jriainas  sobre  las  armaf. 
Listadas  de  azul  y  ora 
Se  vieron  todas  las  vallas , 
Oue  presumió  el  sol  ijue  era 
La  eciiplica  qae  él  abrasa. 
No  la  bicieroii  salva ,  no. 
Los  miisicDs  que  U  aguardan ; 
Vue  otros  pijaros  canoras 
ne  metal  la  bicberon  salva. 
VA  manti-nedoT  valiente, 
Al  son  de  trompas  y  eaiai 
Dio  nn  pasco ,  y  por  empresa 
Pintó  ana  horrible  borrasca. 

Y  asi ,  en  medio  de  las  olas , 

Y  combatido  de  cuasias 
Iban  y  venían ,  i  todas 
Resistía  en  lasesi>aldas 

D«  on  delBn ,  qne  basta  la  orilla 
Le  aporló,  bajel  de  escama. 
La  letn  en  sn  nomhfe  dice, 
«^oiOOqilealdeiniikbBbla  : 
ttmtnf  i«y,  iel-fin , 


EL  CASTÍLLD  DE  UNDABKIUIS. 
One  brevemente  declara 
Que  en  tempestades  de  bonor, 
ñondc  le  combaten  lautas , 
R^sislieiido  i  todas  él , 
>o  sabe  e¡  ¡Ih  que  le  aguarda. 
KI  segundo  <|ue  vo  ti , 
Kra  Rosicler  de  Trtcia , 
Júven  valieuti>  :  en  sa  fscudo 
Sacó  una  tinc<ira  pintada, 
ignia 


l'ui-B  dice  en  brotes  pabibras  : 
¡■levo  ei¡itraj>iB ,  porqué 
El  fiuna  gug  eu  mal  loa  trate , 
O  meaeabe  á  mi,  ó  $e  teeoe. 
KIoriseo,  arpón  de  Amor, 
Uuo  dispara  de  su  3ljal)a , 
Persa  ilustre ,  joven  fuem , 
Acrédordesu  alalmn/a, 
Sacó  por  divisa  un  muerta  : 
Empresa  desi'sperada 
Pareció ;  pero  fué  cut^a , 
Pues  escnbiú  eu  la  mortaja  : 
Par  no  temer. 

Voy  cual  ti  q*t  he  de  volver. 
El  cabal lem  del  Febo, 
Aquel  féiiii  qne  la  Ciaia 
Renace  i  Instantes  la  vida  , 
Emulación  del  de  Arjliia : 
Dando  i  entender  que  eidre  ilos 
Prclensioaes  tiene  uti  alna, 
V  que  no  sabe  de  cnil 
Ha  de  decir  M  espennia. 


Que  sobre  la  terdo  grama 
Era  verde ,  y  sdtre  el  mar 
Ainl ,  colores  contrarias. 


Hej'ir,  breve ,  aguda  v  clara : 
No  té  cuál  color  tt  mto : 
Qae  no  la  tiene 
(Juieudel  aire  te  mtrnlleae. 
Sigúele  un  gran  personaje, 
Que  quiere  entrar  rn  la  dauía , 
A  fuer  de  calialleria. 
Viendo  que  ba  de  dar  tas  armas 
A  Lindalirldií  :  este  es 
El  Fauno.  Has ,  lengua  ,  calla , 
Que  es  el  Fauno  tu  señor  : 
Su  yerba  bas  comido ,  y  liasla. 
Ks  la  empresa  como  suya  : 
F.a  una  grosera  tabla 
Pintado  trae  ni)  demonio , 
Qne  en  el  iiia<-rnose  uhrasa, 

Y  dice  la  letra  luego , 

Que  está  escrita  entre  las  llamas : 
matpeneio,  mat  perdiio , 

Y  miitot  arrepenado. 
El  principe  Claridlauo 
De  Sicilia  { en  su  atábanla 
Quisiera  gastar  dos  coplas , 

Si  es  que  las  coplas  se  gastan  ; 
Pero  eá  larde  :  voy  al  caso) 
Sacó  un  barco  sobre  el  aoua , 
Qne  siempre  se  eslá  moviendo 
iUm  tormenta  y  con  bonanza ; 

Y  slgnlBcando  que  él 
Ni  sosiega  ni  descansa , 
Dice  la  letra ,  mostrando 

Qne  aun  no  biy  quietud  en  la  calma  : 

Etle  ni  so  »o  podemo» 

Deieantar, 

Por  placer,  hI  por  petar. 

Otro  aventurero  hay 

k  quien  nadie  vio  la  cara , 

Ki  sabe  quién  es ;  yo  solo 

Se  <|M  ea  so  talle  y  «ni  galas 


I  Excede  1  lodos ,  Mpnes'to 
Que  en  competencia  ó  vmganza, 
Adonis  te  dio  el  ilespeln , 

I  V  Harte  le  dio  la«  arnias. 

I  Este  una  víbora  llera 

'  Pintó.  i|Ue  cuando  le  cansa 
Su  veiieiM),  1  si  se  muerde, 

V  esto  diciendo,  se  mata  : 
ipil  qné  veaem»  tan  fatrle! 
Por  tieirme  don  I"  Patrie. 
Hucbos  Iludiera  Contaros; 

IJocüa.) 
Has  los  clarines  y  caj-is 
Dicen  que  ya  llega  al  ¡lueMo 
KI  mantenedor,  y  armadas 
Estin  las  damas,  por  quien 
tlice  relación  (a n  larga. 
Todo  valiente  esté  alerta ; 
Que  si  ellas  na»  vei:  bajan 
Armadas,  seri  peor 
Que  [ngataierra  y  Holanda. 

{Tocan.) 
Ya  vuelve  Otra  tck  el  son , 

V  si  la  visia  no  engafia, 
KI  lie),  en  BU  sitio  ya, 
Preside  al  duelo  y  las  armas. 
Ksto  es  hecho  :  jo  no  nnedo 
Esperar  mas ;  que  si  falla    - 
De  allí  mi  persona,  entiendo 
Que  ser!  la  Qesta  aguada , 
Porque  vo  las  hago  puras. 
Adiós ,  bellísimas  damas; 
AaiH)iK  Ri  ijuereis  venir. 

No  nos  fallará  en  la  plsM 
(!a  sillo  eu  qne  nos  dé  el  sol , 

V  en  que  nos  vacien  el  agua 
De  cinllmtdoras  de  olor , 

O  una  tudesca  alábanla 

Que  lai  costillas  nos  muela. 

Que  en  ninguna  fiesta  faltan.  (Vante.) 

Campa  del  turara. 


FEBU.  FL0K1SF.0.  EL  FAUNO .  HO- 
SICLEU,  CLAHIDIANA  t  LINDA- 
BRIUIS,íMb«c0HanMM,ii  dtltmt* 
cniAtMC  con  tot  etendet,  conio  han 
dicko  let  feriot ,  y  en  llegando  at- 
lante del  Reí,  hacen  reverencia  f 
oeapan  nupnettot.  AcoNrailAaiunv, 

PIMAB,  GEKTE. 

■KT. 

Tantos  i  tantos  el  duelo 

Se  ha  de  bacer,  y  ai  qne-sn  bma 

Dejare  solo  en  el  puesto 

Por  señor  de  la  campaña 

A  nn  golpe  de  pica  solo 

V  luego  a  mncJioj  de  espada. 

Hoy  serl  de  Lindabridia 

Esposo,  y  rey  de  Tartaria. 


¡  La  victoria  esla  por  mlb  \ 
{Uegaaariáitna ,  y  derriba  ti  FiMf 
no  d  tat  Sift.) 

u.nt.zodb/GoOglc 


CüMEWAS  DE  DON  PEDRO  CALMRON  DE  LA  DARCA. 


Ifo  Mii,  pues  que  ja  i  mis  plañías 
Ciliie. 


Tnji  ha  de  Mr  Undabridit. 
Ceie  el  dnelo,  que  wlo  buu. 

{BiffadelIreiM.) 


No  bace,  ponioe  Clarliliano 
B»  la  bermosa  Claridiaua, 
Rgposa  mía ,  ;  lehora 
De  los  esuidos  de  Franda. 

LiüuiaiMs.  (^O 
i  Burlúme  el  ubot. 


Supuesto 
Qae  eres  mia  ,  ta  eeperaua 
tograr^  con  Huaicler 
Mi  hermano,;  FéniKleTntía; 
Porque  siendo  jo  k&<h4 
De  Francia,  i  Febo  le ba>U, 
V  qaédeie  Herid  ian 
Por  re;  inviclo  en  Taruria. 

HIUKDMN. 

Porque  asi ,  umIos  cooieaUM , 
Digamos  que  aquí  «e  acaba 
El  encanudo  CMUIo 
De  UndabrídU  :  sus  falUl 
Perdonad ,  porque  tí  Ingenie 
Lo  ruega  bumilde  i  esas  plauías. ' 


byGooglc 


MAÑANAS  DE  ABRIL  Y  MAYO. 


l'ON  JUAK. 
I)(flj  PEDRO. 
DOW  HIPÓLITO. 
UU>  LUIS. 


ARCEO.fracfcM. 

oohk  clara. 


DOriA  ANA. 
UONa  LUCU,  i 
1N£$.  criada. 


U  ttccitn  fom  m  MairU. 


JORHADA  PIUMEHA. 

Sal»  CB  ctu  de  Don  Pedro. 
ESCENA   PBIHEitA. 


Ya  he  dicbo  que  lio  eslí  es  ni 
UiseSor.yes.calwllero 
Ulaniasnia.óluqiu-sois, 
hn  <anues|H>riiHp,  piietiin 
liue  lio  eé  a  guii  bora  veuJri 
A  aeosune. 


Uue  eauréis  macho  mejor. 
Mejor  esiar¿  iqui  deniro. 

Miirrto  de  cana  y  espada , 
Que  tan  peudo  y  lan  necio 
lias  dado  en  andar  iras  mi 
Reboiado  y  encuNerla', 
Agradécele  al  Señor 
Que  te  tengo  mocho  miedo; 
Que  si  no,  yo  te  pusiera 
A  cuchilladas  muy  presto 
tu  la  calle- 
No  lo  dado  i 
Mal  no  os  turbéis :  de  pa»  veogo, 
De  Don  Pedro  soy  amiso , 
Soaegtos... 

«ucea 
¡Lindo  sosiego' 

Mn  JCAK. 

V  sentios  aquí. 


He  sentaré. 

Pues  estad 
Cono  qnUifredes. 


Cierto 

Nbrantauna  spocible 

Y  qne  leñéis  mlJ  respetos 

M  Comdido  <te  piedra. 


ft 


Decidme,  jqoé  hace  Don  Pedro 
Fuera  de  casa  1  estas  horasT 
^Diviértele  amorúJoegoT 

meco. 
Juego  6  amor  le  diíjerl». 
aon  jout. 


Son  de  la  TortUDa  inMrlc 
I  Anda  de  gaaaucia  ahora 
«tCBO. 

Vo  de  pérdida  me  veo. 

UON  lOAH. 

;  Está  deshTOfeddo  T 
AHcao. 
No  lo  sé. 

DOK  JUAN. 


No  fia, 
Sino  presta  algunos  dellot. 
[Ap.  ¿Ho  bastaba  eotremeiido 
Sino  pregan  tou  ?) 


DON  PEDRO.-DüN  JOAM .  AHCEO. 
■Km  nnaa. 
iQuéeseatoT 
uuio.  (A  Dm  Juan.) 
Esperad  en  bora  mala 
En  la  calle  6  el  inQcmo , 
SI  DO  queréis... 


bONM 


iQoébaddoT 


«,loeo. 


Wene*  i  U«mpo : 
iw  SI  an  poco  ñus  Urdaras, 
ese  embozado ,  sospecho 
¡ne  le  eclw  por  la  renuna 
an  alto,  que  deste  Tuelo, 
Va  que  nosiete-dorroiente, 
Uiio-Tolanle,  primero 
Que  Tolviera,  se  mudaran 
Los  trajea  y  los  dineros, 
y  se  hablaran  otras  lenguas. 

DON  PBnao. 
1  Quién  es  T 

UCEO. 

No  lo  sé ;  mas  nicniui 
flae  es  algga  hombre  casado 


?ue  neoe  1  Ten*  céenl 
nef  DO  se  ha  dejado  *( 


Dedd.lqoéqaereist 

MHlOáll. 

Dfré 
En  quedando  lolaa. 

ARGIO. 

iVet. 


, ,     „  Eo  buen  bora. 

Mí.  Porque  anoque  ir  É  parlar  tenga 

CoD  DoOa  Lucia ,  la  dueSa 

De  mi  tecina ,  mis  quiero 

Ser  hoy  criado  que  amaiHe, 

V  he  de  esunne  aqui ,  por  serlo , 

EKUChaooo  cnanto  digan.)       (Vote.) 

ESCaENA  UL 
DONJUÁN,  DON  PEDRO. 

MnpUBo. 
Va  eiloy  solo ,  y  solo  «spero 
Que  nw  digáis ,  i  qué  queréis  T 

MHIJIIM. 

Cerrad  la  paerta. 


Buapens 
He  tenéis.  Ya  esti  cerrada. 


Ppa  afaon ,  i  etos  plés  puesto , 
Me  dad ,  Uon  Pedro ,  los  brasoi. 

¡Don  Juan ,  amigo!  iQué  ts  eiloT 
lC6mo  os  atreteis  i  entrar 
*='  ""  Madrid ,  sin  que  el  rieuo 
Ntra  vida  mire isT 
üonjuak. 
Como  la  muerte  no  temo  ; 
Asi  no  guardo  la  vida; 
'(ueja,  de  trata rias,  tengo 
^oo  la  compañía  perdido 
A  mis  desdichas  el  miedo. 
Ya  sabéis  (como  qubin'fÜ  I 


ra 


Por  la  vectiiilid,  tercero 
Ue  mí  Urgdichado  amor] 
Aqnrl  venturoso  tiempo 
Que  amé  i  Doita  Aiia  de  Lara, 
Cayo  divino  sogrio 
Se  coronó  de  hermosura , 
Se  laureó  de  eotendimieulo. 
rrano  coD  mi  esperanza , 

Y  coii  Ri  rjTor  soherliio. 
Viví.  Eii  esto  no  me  alubo , 
Anlpt  me  deslnrcí)  ''ii  esto ; 
une  en  uiaterias  de  íarores 
U  tan  (]rsdic1)aiio  rl  premio, 
Ifue  es  el  que  los  goza  mas, 
Kl  qne  los  mcrrce  menos. 
Va  Mheis  <|ue  viftito  en  jiopa 
Este  amor,  este  deseo , 

Kn  el  mar  de  la  fürluna 
Tuvo  de  «1  liarte  al  cielo , 
llusu  qne ,  alterado  el  ant, 
'  VA  Injet  del  penutnienUí 
Un  piélagos  de  desdicbas 
ijnM  torn»et>ta  de  celo», 
):iia  Docbe...  Ciegamente 
Lo  qne  tosaabeis  o*  cnenio;   • 
Peni  dejad  qne  lo  diga , 
Yaque  etel  pesar  tan  necio, 
Üue  repetirle  el  dolor 
Ks  repetirle  el  consuelo. 
Una  nocbe  pues  salí 
■' ia  jo.crejrendo 

be  nn  jardín  ."cuando,  llrgamlo 

A  ahrírii!  {;iy  Dios!)  por  de  di-ntrii, 

Hicia  la  |>arte  de  afuera 

Torcer  otra  llave  siento. 

?ius]>eniki  la  acdon, ;  ii  un  lado 

Ne  nrtlro,  por  si  ptiedo 

His  celos  averi|{uar, 

Sj  es  qiM  lian  menester  los  celos. 

Para  oMar  averí){uados. 

Has  diliiicucia  ifnewrlo. 

Kntrealirieroa  el  iKistip{o, 

Y  i  la  poca  luz  noe  dieron  - 
Las  estrella*  eu  la  c:iile, 
Knmrsolo  un  limubre  \eo 
tjue  sin  luí  j  tía  ranoii, 
Andaha  dos  veces  ciego, 
tlien  le  pudiera  matar 

A  mi  salvo  entonces ;  pero 
Qube  apurar  ta  malicia 
A  mis  desdichas,  j  qniilo 
He  estuve  un  rato.  ¡  Hal  hava 
Tan  curíosfl  sufrimiento '. 
ti,  leniando  las  paredes 
(Qae  no  estaba,  no.  tan  diestro 
i'-mnoja  enfilas,  que  babia 
Estndiidoliis  mas  tiempo] , 
Ui'itú  ¡I  trope'.ar  en  mi ; 

Y  desalumbrado ,  riendo 
Qne  bahía  senté  en  el  |>orlal , 
lirio  atrevido  j  resnello  : 
•Ko  pnede  haber  aqui  nadie, 
Qne  matarlo  6  conocí' rtn 

Ño  u>e  importe  !  otro  im  lei^a 
t^a  dichas  que  yo  no  tengo,  > 
No  sé  qué  le  respondí, 

Y  los  dos  coii  un  PiíuvTío 
Hasta  la  calle  aalimo'i. 
Donde  los  'los  cuer|io  i  ener|>(i 
Reñimos,  basta  que  igual 
Partió  la  fortuna  el  duelo 
Entre  \os  dos  ( ¡av  de  mi ! ) : 
Pnes  i  quien  me  din  primero 
Ci'lus,  k  di  JO  IJ  muerte, 
Como  quieii  dice  .  ■  Hoy  tnleitlu 
Que  sea  pat  de  nuestra  lid , 

O  morir,  ú  tener  celos ;  • 

Y  [lándiime  lo  |ieor, 
Qnnlú  celou.  J  él  muerto, 
Al  ruido  de  las  espadan 


COMEDIAS  DE  D()N  PEbRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 

be  Dona  Ana  lo  qve  pnedo 
Deciros  es  que  iil  el  nistro 
La  be  vtMo  desde  el  soceio 
Defa  noche,  ni  en  ventana. 
Ni  en  iglesia ,  iii  en  pseo 
De  Prado  j  calle  tlujor; 
' mucho  para  mi,  sieml 


Llegó  la  josUcia  In^o, 
y  yo,  apelando  i  los  pi^ 
Üe  la  ejecución  que  hicieron 
Las  manos,  me  pose  en  salvo; 

" que  co|{i''iHlo 


No  djjese  á  h  justicia 

Quién  era.  Solo  por  esto 

Son  sebores  tos  seBores, 

Qne  al  fin  se  sirven  de  buenos. 

<^on  esta  declaración 

Me  ausenté ;  mas  uo  pudieodo 

Vivir  ausente  y  celoso, 

Desta  manera  me  be  vuelto 

A  Madrid,]'  coufiado 

En  vuestra  amistad,  me  atrevo 

A  venirme  i  vaesira  casa ; 

V  escarineniada  en  efecto 
De  la  lengua  de  un  criado. 
Me  lie  recatado  del  vuestro. 
Aifiii  estaré  algunos  dias , 
Sillo  hasta  saber  si  pnedo 
Ver  i  Doña  Ana,  pur  quien 
Tau  i  as  desdichas  padezco: 

Que  aunque  es  verdad  gue  ofendido 
Eslov,  la  esliiño  y  la  quiero 
Tanto,  que  tolo  a  quejarme 
Hoy  i  la  córteme  vuelvo. 
Por  ver  al  acaso  ( ;ay  de  rol !  ] 
Se  disculpa ;  nu:e  si  llego 
( IfabliDdnta  alguna  noche , 
Siendo  vos  solo  el  tercero] 
A  oír  salisfaccim)  (que  intes  ' 

Sneella  la  diga,  lacreo], 
e  iré  i  Flándes.  consolado 
De  que  sus  disculpas  llevo. 
Que  haciendo  amistades,  aeaii 
Camaradas  de  mis  celos. 
Por  que  asi  estaré  segura , 

Sue  Di  el  pesar  lü  el  contento 
e  maten  :  bien  como  aquel 
Vue  esli  herido  de  un  veneno  ^ 
otro  veneno  le  cara ; 
Que  este  e*  el  ultimo  extremo 
De  un  hombre  celoso,  puea 
No  puede ,  ui  yo  lo  creo. 
Hacer  de  sa  parte  mas 
Que  decir  :  •  Quejoso  vengo 
A'  creer  cuanto  digáis ; 

V  pues  que  vivir  no  puedo, 
llaeer  que  muera  del  gn/.o, 

a\  ho  úe  morir  del  tormento.  ■ 

En  líos  empeitos  me  pone 

La  merced  que  me  habéis  hecho 

lie  luleros  desta  casa 

V  de  mi,  y  es  el  primero 
El  ampararos  en  ella ; 

V  asi  coiliimente  ofre/co 
r.as»,  hacienda,  honor  y  vida, 
Dim  Juan,  al  servicio  vuestro 
El  segundo  es  ayudaros 

Eii  1  uestro  amor.  Para  esto 

V  p:ira  todo,  es  forzoso 
{Supuesio  que  él  ba  de  veros]  . 
Fiariisdese  criado  i 

?ne  aunque  hapoco  que  le  tengo, 
engo  deJ  satlsnccion, 
Ko  liablo  ohorj  en  vuestro  pleito ; 
Qne  >'a  sabéis  que  on  Don  Luis 
De  Hedrano,  que  era  deudo 
Del  muerto,  es  quien  se  ha  mostrada 
Parle. 

no:<  inA.1. 
Va  nos  conocemos 
Los  dos. 


I  tiomo  soy,  v 

I  DO:i  JUIH. 

[  Fineza  es,  Don  Pedro.  Pero 
I  (Quién  puede  i  mi  aaegurarow  • 
I  Que  es  por  mi,  y  no  por  el  mnert< 

F.Be  lulo  qne  ha  vestido 
i  Su  hermosura? 

<  Has  ¡qué  presto 

A  lo  que  le  esli  peor 
Discurre  el  entendimiento ! 


No  lo  entiendo. 

«ON  JOAII. 

Yo  si ,  pues  duda  del  bien 
Cuanto  dice,  y  del  mal  creo 
Cuanto  Imagina;  y  nirad 
Coll  es  mas  honrado ,  puesto 

«ue  imo  siempre  esii  tratando 
erdad,  y  otro  estt  nñnliendo. 
Pero  lo  que  de  la  noche 
Restaba  al  noclunio  velo 
Se  ha  desvanecido  ya , 
De  la  hermosa  luz  nuyeodo 
Del  sol.  Recogeos,  y  haced 
Del  dia  noche. 

non  mao. 
No  puedo. 
Porque  tengo  k  aquestas  horas 
Que  nacer,  f  Inles  agradezco 
Haberme  hallada  vestMo. 

Desvelado  galanteo 
Tenéis,  pues  os  recogéis 
Tan  tañle  y  volvéis  tan  presto. 

fion  reono. 
Ando  por  averiguar, 
Don  Juan  aniig»,  unos  celos. 
Por  dejar  desengañada 
Una  pretensión  cpie  teiiito; 
V  he  de  ir  al  i>ari|ue,  potqu¿ 
Su  apacible  sitio  ameno 
lie  las  flores  y  \¡ii  damas 
Es  el  corlesano  ÍDi|icrii) 
Kstas  maHana*  de  atitil 
y  mayo ,  y  he  de  ir  sif^iriido 


EsU< 
l>escansar  ci 


I,  y  he  de  ir  simiirr 
ima.  Vos  podei« 


o.— Arceo. 


ARCEO.— DON  JUAN,  DON  PEORt 
SeBor. 

Raí  que  luego  al  pnnto 
Se  haga  eo  aqueste  aposento 
Una  cama ,  y  esto  sea 
Con  recato  y  con  silencio ; 
Que  inqiorla  ipie  nadie  sepa 
gue  al  señor  Don  Juaii  tem-mot 
En  casa  :  y  de  tt  lo  fio 
Solamente.-Adios.  (F«í.) 


cGooglc 


n&ada  b»;  seguro 

Sioó  lo  qDO  te  a»  (letlos. 

BONJOAIt. 

YomeraotédflTOT, 

Xrceo,  buu  conocen».         (fatur.) 

ClIlB. 


iEn  Sn,  bu  dido  «o  que  ha»  de  ir 
Al  Piitqae! 

DOIUCUM. 

iQuIereí  saber 
Si  puede  dcjir  de  ler, 
lneil  Pac*  has  de  advertir 
Qae  me  ba  dicho  que  uo  taja 
AélDonHipótiLo:  veteo 
Une  fué  aleutir  mi  OKseo 
Para  qne  mas  preslo  le  haja ; 
Pues  si  ayer,  cuaitdo  me  h«litú, 
Üúe  vioiera  me  dijera. 
Presumo  que  do  vinieru ; 
V  solo  porque  llegó 
A  persnadlrse  que  bahta 
De  ol>edecerle,  me  ha  dado 
Tal  gana,  que  be  madrugado 
Dos  lloras  intes  del  dia 


Que  pecar  en  lo  vedado 
feíMpalrimoaio  de  Eva. 
Pero  00  sé  lo  ([oe  diga 
Deste  amor,  des  le  deseo 
De  lo$  dos,  porque  uo  creo 
Lo  que  A  lo*  dos  os  obliga. 
Don  Hipólito  es  oD  hombre , 
Por  loco  j  por  maldlcleola 
Conocido  de  la  gaole 
Hat  que  por  aa  precio  nombre; 
Tú  (tardona  que  lo  diga), 
Mujer,  e»  Juito  6  lujaato 
Uu;  amiga  de  tu  guato. 
De  ta  liberlid  aro^a. 
El  i  lodos  quiso  bl«o. 
Tú  i  UMloa  quisiste  mal : 
Dime,  ;amor  lao  deaiROat, 
Cono  ha  de  parar  eii  BieaT 

noilAOLAi*. 
Pemaris  que  DW  be  enojado . 
loes,  por  habeme  diebo 
Sa capricho  j  ni  capricho, 

V  áotet  gran  gosio  me  haa  dado ; 
Ponina  no  hay  para  mi  cusa 
Conw  hombre*  de  extra&o*  modos; 

V  qae  al  fln  nte  tengan  todos 
Por  Taoa  y  Mr  caprichosa. 

i  Qoé !  {quisieras  qne  eatuilera 
ilujr  firme  ja  j  mu;  constiute , 
Svíeía  solo  1  nu  amante. 
Que  mil  desairea  me  hiciera 
Porque  se  riert  qnerldo  t 
Eao  no  -:  el  que  he  de  qoerer, 
Con  sobresalió  ba  de  ser. 
Mientras  que  iw  es  mi  marido. 

V  asi  poFÜrsele  boj 
A  Don  HipóUlo,  qaiero 

Ir  al  Pirana,  doüle  espero, 
Porque  intimada  to;. 
Pasear,  hablar,  reír,  . 
Pregonlar  j  responder, 
fier  vista  ea  erecto  j  ver; 
Porque  ao  w  ha  de  admitir 
Al  awMte  maa  ÍM 
Por  el  |Mi«  qw  ha  de  dar. .. 


HARAItAS  D£  ABRIL  V  HAYO- 
aa. 
Poe*;por  qo¿T 

meU  clau. 
Por  el  pesar 
Qaa  JO  le  b«  de  dar  t  él. 

V  tienes  mucha  rasan ; 
Con  to  cnal  benios  llegado 
A  la  calle ,  que  fué  prado , 
En  virtud  del  azadou. 

doSk  cua*. 
Pues  bajeuo*  por  aquí 
A  ia  da  Alamos,  oM  ei 
Arrendajo  del  Pajes. 


SI. 
CuHmi  4mtn. 
MañanioM  fltriOM 
De  atrii  f  Maga, 
Detpertai  á  mñ  nMa , 
H»  ánerMé  tanto, 

ParfB*  tü  palíelo  de  Itidrlil. 


DON  LUIS,  DON  HIPÓLITO. 


Por  divertiros  jo  i  vos 
De  vuestro  primo  en  la  muerte, 
0>  traigo  de  aquella  auerto 
Al  Parque,  donde  los  do& 
Divirtamos  la  matiana. 

Has  hermoso  el  sol  parece , 
Porque  embolado  amanece 
Entre  onbet  de  oro  ;  grana. 

DOR  urduTO. 
Desde  aqnl  podemos  ver    - 
La  gente  que  va  bajando. 
¡Úaé  tierno  la  enamorando 
Don  Sancho  allí  i  la  mujer 
De  aquel  letrado,  su  amigo ! 

Que  es  amíitad,  d 
Porque  otro  uo  la 

■iPÓLrro. 
A  un  pleito  estl  aqai,  j  yo  difco 
"~e  parecer  tomar! 

los  dos,  pues  le  contiene 
Verla  á  ella  por  el  que  tiene , 
Como  i  él  por  el  que  da. 

Hakiidente  estiis.  ;  Que  no 
Os  rednaca  jo  f 

MXi  iiriuTo. 
Advertid 


Que  no  hav  hombre  boj  eo  Madrid 
Ue  mi-ior  lengua  qne  *o. 
Aquella  t  no  es  flora  f 


voa  mróuro. 
Porque  en  mi  vida  la  vi 
Sino  en  cocbe.  Por  aquesta 
Fué  ñor  onieu  le  ha  preauíuido 
Que  le  dijo  i  sn  marido  : 
■  Con  16  que  la  casa  cuesta 
De  alquiler,  edtemos  cocbe.  •' 

,  Y  Tolviéndola  i  decir  : 

I  ■  {Pues  dónde  hemos  de  vivir  . 

V  Miar  el  dia  y  la  nocbeTi 
Uyo :  «Si  el  eciche  tuviera  , 

¡  Siu  casa  vivir  podía , 
Eo  el  cocbe  todo  el  dia , 

I  Y  de  uócbe  eu  la  cocliera.i 

Don  LUIS. 
Eso  es  como  lo  que  pasa 
ADoBaQaradeOvalItíi 
Pnes  viviendo  biela  la  calle , 
La  sobra  toda  la  casa. 

non  airdiiTO. 
Es  verdad ;  j  cieno  dia , 
Cvmplieodo  et  plazo,  el  casero 
Vhio  i  pedirle  el  dinero 
De  la  casa  en  que  virla. 

Y  ella  dijo:  <{^HajUllraIcionT 
1  Esta  dysverKuensa  pasa  1 
Aunque  yo  aliiuilo  b  casa , 

No  viro  sino  el  balcón.  > 
muí  LUIS. 
¡  Qué  diera  porqne  o«  oyen ! 
Bon  uróuTo. 
tr  esow  looiri,  no; 
■e  anoche  la  dije  yo 
le  de  casa  no  saliera. 


Haa  aseada  j  bien  prendida. 

•on  uiia. 
Pnes  la  donada,  por  Dio*, 
QueiioesDinymala. 

DonBiráuTO. 

Emldstam^ 
Esis  en^resa,  poei  estauM* 
"n  el  campo  dos  i  dos. 

i»Es>  (Ay.  4  f«  ama.) 
Don  Hipólito  y  Don  Lula 
Llegau  i  hablarnos. 

!n  que  de  nbifcnna  suelta 

Respondas  una  palabra ; 

"-'-  ito  quiero  que  los  dos 


Estamos,  y  M  este  tñiCt        ■ 

U,:5mz<ídfiyL-.OOglC 


COMEDIAS  DE  l>OH  PSDRO  CALDEHOH  DE  LA  BARCA. 


Qoe  ei  ea  el  qw  tod»  udan , 
iCúmo  te  bao  Je  conocef  ? 

Si  le  respondo,  ea  el  babla  ¡ 
Que  persuadirse  (pie  puede 
Ei'iar  se«ara  una  dama 
Snlamenle  con  Uparse , 
Eí  haeno  para  la  hn» , 
Mas  no  para  lacedldo. 

MM  ntPÚUTO.   (i  0«lM  CltTM.) 

Señora  Doba  Tapada, 

gue  i  honrar  el  fesitn  alegre 
ue  boT  la  primavera  trau 
En  este  verde  talou 
(Doade.vtna  Dores  danzan 
Al  800  del  agaa  .en  las  piedras 

Y  al  MU  del  viento  en  tas  ramas] 
De  reboao  habéis  venido. 

Dad  liceticfa  corienana 
A  uu  hombre  para  que  os  diga 
Que  da  sido  «cewu  rae  asad  a 
Hadruiiar  tanto,  sufueáto 

gue  írMro  del  sol  J  el  alba 
sa  negra  sutil  nubr 
Trae  cwal(;o  la  mañana ; 

Y  i  cualquier  hora  que  vos 
Descubriera  des  le  llama , 
Amaneciera,  y  tuviera 
Luí  el  dia,  alicato  el  aura. 
:Ho  me  respondeh?  ¡ Por  seBas 
He  haUais !  Ko  me  desagrada. 
jNi  aun  para  iKdit  no  habíais? 
i  Nof  Pues  SOIS  la  mejor  diaa 
(jue  he  visto  en  toda  mi  vida. 

'  Albricias  me  pide  el  alma 
De  que  me  ha  deparado  una 
llnjer  que  BO  pide,  j  catta. 
•on  LUIS.  (A  luet.) 

Cvos  lamUeo  profesáis 
religloD 'cartujana  t 
.¡Lindacosa!  jVIveDlos, 
Que  ha  dos  mil  aiios  que  andaba 
BusctodOs  1  Has  oue  seáis 
Tuerta,  tarda,  roja  6  manca. 
Pedigüeña ,  itieüiidrosa , 
Conlraiiectaa,  rojiia  ó  calva. 
Desde  aquí  por  tos  me  muero. 

MrfBiPÓuTO.  [.4  Doña  aara.\ 
Ya  qoe  me  negáis  el  habla. 
Como  si  hubiera  reñido 
Coa  vos,  mostra<t<ne  la  cara. 
jNI  eso  tanpocol  Hiíad 
Q»  dais  t  enieader  que  es  mab. 
ÍES  verdadT  Yo  no  lo  dudo : 
Has  mujer  tan  eilrernada 
No  ha  menesier  peneccion  - 
Hajof,  que  no  hahlar  palabra. 
Has  si  JO  lio  entiendo  mat, 
Kso  es  decir  nue  me  vaya. 
Pero  veis  aquí  que  ¡ro 
No  quiero  enlenderoa  nada : 
One  en  mi  ilda  be  sido  mudo, 

Y  mujr  MKO  se  me  alcauía 
Desio  éf  hal<l«r  por  la  maoo. 
:Qué  bacetoT  ¡Volivnne  ta  espalda! 
Ane  de  enseñar  i  hablar 

A  los  oiudMtSje,  igwrda. 
(Vowe  lai  Étt.) 
non  LDia. 
No  vi  mojer  en  mi  vida 
De  mejor  gute. 

poi  BU>áLtro. 

Sepamos;  que  vite  ei  dele. 

8ae  he  de  verla  ;  he  de  hablarla 
or  en  ella,  haaU  snhiT 
Un  qiti  esie  caabelo»  para. 


BOM  nlPÓLItO. 

Sigamos ! 
p  veia  cuánto  me  arrasti 
mitjer  tramojera , 
Pues  el  serio  soto  es  causa 
De  que  i  Doña  Clara  ame; 
y  aquesta,  si  no  me  engaña. 
La  |Mata,  lo  es  mucho  mus 
Que  la  misma  Doña  Clara.       I 


Salan 


■a  de  Dofia  Ani. 


ESCB(A  Via 

.ARCEO,  DOfÍA  LUCIA. 
DoAa  iMtU. 
Ko  ma  lieoes  que  decir ; 
Que  no  te  has  de  disculpar 
Qe  hacerme  anoche  esperar. 


DU^A  LDCfA. 

Pues  i  quí  tnviste  que  hacer  f 

SI  eso  pudieras  satier,  ' 
Supieras  que  la  le  mta 
Te  trata  verdad. 

DO^ALDCU. 

4  Pues  qué  es. 
Que  }o  saberio  oo  puedo  ' 

Ko  es  nada. 


anoche  a 
Hoj  teñir  j  no  Oarme 
[lo  secreto,  es  agrarf arme , 


tí'""  ,    ■-,  ■ 

Anoche  entré  rennuilo 
En  mi  casa'UD  calnnero. 
Por  mi  señor  pregniiiaiido 
(Has  qoe  has  de  caRar  adrierte). 
Esie  paes,  por  ma  muerte 
Ausente  esia;  j  aguardando 
A  mi  señor-  me  detoro 
(Nadie  en  Oo  lo  ha  de  saber) , 
Pues  basta  ei  amaneciT 
Hablando  con'éi  estuvo. 
Lucho  en  casase  quedó. 
Donde  dice  qne  ha  de  r«lai 
(Mira  iiiie  lo  has  de  tsflar] 
Escondido,;  solo  yo 
Lo  sé;  que  en  lin  fioy  aecTeto. 
■Ion  Juan  de  Gaiman  se  llama. 
Ue  la  easa  de -una  «Lama 
(Qoe  esto  no  oi  hieii  en  ereln). 
Saliendo  una  noche  ^  diú 
A  un  caballero  la  muerte. 

Y  en  lin  eslí  dpsta  suerte 
Retirado,  donde  no 

Lo  saben  mns  qne  los  dos. 

Y  pues  me  fio  de  li , 
Esto  no  salga  de  aqni. 
¡Bendito  sea  mi  Díiis, 
Que  sali  desle  cuidado! 

•OÍA  ijv<:í*. 

Y  JO  por  «,  darle  <i»iero 

Los  brazos.  (,«wdj*/«.| 

Mas  bien  eapeí  o. 


EaCÍENAIX. 

PERNIA.  -  DOÑA  LUCIA,  &R 

PBBNb.  (if.) 

A  muj  mal  tiempo  he  llegad«. 
iHaj  tan  gran  betlaqveriaT 

AHCeo. 
Pemla  i  los  dos  nos  v¡6. 
mSa  lucU. 
Poco  importa,  porque  no 


SI  haré, 
Y  corriendo  codio  un  potro.     {Vgi*.} 

Doña  Lucia  ,  ei  oiro 
Enlrara ,  como  jo  entré , 
;  Estaba  bueno  el  honor 
Desta  casa !  A  mi  señora 
He  de  contar  cuanto  ahora 
Pasa .  pues  de  In  rigor 
Vencarme,  ingrila,  hoj  espero. 
Bechn  esioj  un  ftiego ,  un  rayo. 
{  De  cuándo  acá  ail  un  ]ac»o 
Se  prefiere  4  un  escudero* 
DO.Í*  lucIa. 


Que  ei  abrazo  el  porte  ha  sido, 
Pues  solo  le  quiero  1  ti. 

Pues  trueca  el  modo,  croel , 

Y  desde  hoT  quiérele  id, 

Y  dame  A  alirato  i  mi.    ' 

i>oiiA  Lud*.  {Abrazániole.) 
SI  abraxaré  (Ap.  Procurando 
Hacer  ane  calles.)  supuesto... 
Has  ¡mi  señora! 

WMOaUk  X 
DONA  ANA ,  MU  «mto.  — DOSA  LU- 
DA. PER  NU 

MÍA  AIU. 

¡QuéesesloT 
rF.arfA. 
Es  que  andan  aquí  abraundo. 

MlflA   LDdA> 

Mame  iraldo  Pecnla 
Nuevas  de  un  hermam  naéo, 

Y  nor,oso  mi  albedrio 
Tales  eitreniM  hacia. 

KnaiA. 
Es,  señora,  caso  llano. 


DoüA  a:<a.  (A  Perotó.) 
Salga,  j  mire  al  está  pacato 
El  coche ;  que  es  hora  ya 

íVau  A  etpaeio  Pfmla.) 
De  ir  4  misa.  iPues  oo  v:i 

Aquesto  «uo  es  ir  prestoT  (Vaae.) 


D<I.Sa  ana,  OOHa  LUC4A. 
aoSa  lucía. 

;Tíi,  si-ñora,  tan  dejada 
Del  aliño  j  La  belteaa, 

DigmzíídbvGOOglC 


?«,  fbera  de  la  iHileía , 
[«es  de  li  díMuidatla  ■ 

Na  haj  consni'lo  para  mi , 

Ni  Ole  has  tic  ler  en  lu  vidj 

Siao  IrisLe  j  (Bigiiia. 

noSi  LCdA. 

Pues  ;  qué  remedlu  ui  ? 
,  doDa  lia. 

'  iOaién  le  ha  dicho  <|ae  yo  quiero 

Remediar,  aiiio  MiitirT 

Aoaque  si  U^go  i  ailvertir 

Qoe  es  el  remeilio  primero 

Del  mal  p1  sentir  el  nial ; 

Por  sentirle  mas,  no  sé 

Si  eiieDIirle  dejaré ; 

Pues  es  mi  detiíiclia  tal , 

Que  apeteciendo  el  morir 

Sin  pretender  resislirle. 

Por  00  dejar  (te  se'niirle 

Le  dejara  ite  sentir. 

Desde  el  dia  que  &  Don  Juan 

En  ni  casa  sucedió 

Aquella  desdicha  (j  jo 

Veo  que  lodos  me  Jan 

La  culpa  sin  niereceila), 

Tan  muerta  j  tan  otra  cstoj. 

Que  aun  lombra  mia  do  soj. 
imfli  u)dA. 

Si  itn  noble  como  bella  , 

Tn  perfección  me  asegura 

De  callario,  ;o  dirA 

Que  adonde  está  Don  Juan,  lé. 

ÍQué  neciaroenie procuras 
Tu  lisonja  divertir 
Ni  mal! 

SO^A   LOCU. 

Yo  se  dónde  Mi  Ji ; 
V  aunque  tCi  no  lo  oigaj ,  ja 
Lo  tengo  yo  de  decir. 
bao  Juan!)  Madrid  llegó 

SHas  que  Jo  calles  te  pido), 
'  e«li  en  la  casa  escondido 
De  nuestro  vecino.  Yo 
Lo  aé,  porque  una  criada 
He  lo  lia  dicho  ahora  i  mi. 
Pero  no  salga  de  aquí ; 
Ya  vea  que  es  co«a  ]>esada. 

I  Qué  dices ! 

.  doSa  lucía. 
Loque  es  verdad. 

Sieodo  dkka  mía , 
Si  algún  cré<Ht«  la 


Si  algún  I 
SiMHloes 


haRanas  de  avril  y  hayo. 

¿Filtarl  í  una  mujer  una  mentira 
Queia  saqnede  otra  f— Dama  hermosa, 
(A  Doña  Ana.) 
SI  quien  dice  mnjer,  dice  niadosa , 
Un  rato  (mal  mi  pena  slgniUco) 

Sue  me  dejéis  entrar  aqui,  os  suplico, 
téntras  un  bomhre  pasa 
Esa  calle:  sagrado  voestra-casa 
Sea  de  mi  cuidado. 
Pues  casadedeidadalempreessagrado. 

Hotgaréme  por  cierto 

Se  sea ,  no  sagrado,  sino  pneno. 
e»  la  congoja  vuestra  [ira. 

Bien  que  os  importa  elocutiaros  muea- 

potljt  ldcIa. 
Uu  hombre  aqui  se  ha  entrado. 

iA<r  Dios,  que  es  mi  marido !  V  pues  me 
Vuestra  piedad  licencia ,  [ha  da<to 

Aquí  be  de  reliranne.  Con  prudencia 
Haced  que  tma  criada  h¡  despida , 
Parque  me  va  la  hma,  honor  jr  lida; 

Pues  decid... 

POÜA  CLARA. 

Nada  espero. 

,  {En/mte  Doia  Clara  i  Ine*.  dejandv 

apiélla  M  témbrtT¥  i  DoAa  Ana.) 

DOtA  AtU. 

Turbada  me  dejó  con  su  sombrero. 

»o^A  likIa. 
Yo  TDj  tras  ella,  porque  ao  sea  ganga. 


Nooiace^ueisl  él,  trolveos  luego;  ' 
Que  no  vire  ensi-fiíno  a  acciones  lab^  ' 
£l  autiguo  blasón  di'sloa  umbrales. 

DON  BirÓLlTOj 


Vos,  ni  VI 


>s  ul  o¡ 


En  el  Parque  dejasteis, ;  el  seguiros 
A  riesgo  de  olenderoa,  , 

l'ambien  lué  por  oiros  y  por  veros.  \^» 
Vaboraadtierlo  qne  fuera  acción  piad !>• 
Oirosdiscreta, citándoos  miroherroosa:    . 
l'or(|iie  si  allí,  sin  teros  os  oyera , 
A  la  dulce  armonía  susiieiidiera 
El  alma  y  el  sentido 
Deau  VOE ,  que  es  veneno  del  oído ', 

V  si  hermosa  os  mirara 

Sin  oíros  discreta,  aiful  postrara 

Alma  y  vida  eti  despojos 

Ih'sa  lux,  que  es  veneuo  de  los  ojos. 

V  asi, porque nomuera  ai  advertiros 
Tan  iiermosa,  me  da  la  vida  oiros; 

V  asi,  porque  no  muera  al  conoceros 
Tan  discreta,  me  da  la  vida  el  veros : 


De  su 


vida 


EalldeunilaÑOfu  otro  defendida,  [ro, 

Íuedad  con  i)¡os,en  Un:  porque  no  quie- 
aquehesi(toiitre>ido,  ser  grosero; 
Puea  ser  grosero  culpa  mía  habri  sidu, 

Y  vuestra  lo  ba  deser  ser  atrevido. 

(Vbm.) 

i  Hay  coM  sem^anteT  [amante, 

;  Que  entre  un  hombre  marido,  y  salga 

Y  de  sus  mismas  penas  descuidad». 
Llegue  celoso,  y  vuelva  enamorado ! 

xnr. 


Yseei 


DOflA  CLARA  £  1NP<l,i;dn  mamoi  v 
ttabrert*.  —  DOfi.V  ANA,  DOSA 
LDCU. 

INÉS.  (Hablando  aparte  con  tu  tima,  á  Ut 

¿Qué  es  lo  que  tu  pasión  hacer  procuraT 

W>3k  CLIBA. 

iQué  r  Llevar  adelante  una  locura ; 

Que  aunque  nada  importara 

El  verme  Don  Hipólito  de  Lara , 

Por  lo  que  se  ha  picado. 

No  ba  de  saHrhoy,  no,  deste  cuidado. 

Qm  hay  iqui  gente,  mira. 


(Vaae.) 

ESCEKA  Xm.  I 

I       DUNHiPOLlTO.  — DOSA  AMA  \ 

I  DO.V  «róUTO.  i 
Perdonad  que  laesfera, 

'  Dosel  Corido  de  ta  primavera,  ¡ 
'  Donde  son  vuestros  helios  resplandores 

'  La  primera  oúcina  de  las  ñores,  ¡ 

I  Pisar  mi  pié  presuma ,  | 
:  Callado  mas  de  plomo  que  de  pluma. 

i  DO^A  ANA. 

'  (Ap.  Disimular,  Ungiendo  enojo, intento.) 
iljoién  of  di6  para  tanto  atrevimltmlo. 
Caballero,  osadía? 

j  IM)N  NIPÓLITO. 

,  Vo  la  tomé  de  ta  veatura  nia ; 

Que  basta  veros,  divina 

Deidad,  vencer  la  nube  que,  cortina 

tie  humo,  ocultaba  el  fueso, 
;  Descanso  no  tuviera;  y  así  ciego 

Con  el  bumo  pasado , 

V  ahora  desos  rayos  abrasado. 
Llorar  y  arder  presouM  : 
Arder  del  fu^o.pues  lloré  del  humo. 

odS».  ara. 
Ko  entlmdo,  caballero, 
Estilo  tao  cortés  y  lisonjero, 
Ñi  sé  qué  causa  he  dado 
Para  que  dcsta  siiertu  bayais  entrado 
Kn  mi  casa.  Si  esAtra 
La  llamáis  áv  la  bemiosa  primavera , 
No  Introdaicajs  ei)  ella  tal  desmayo , 
Qne  espire  su  esplendor  jlnlea  del  rayo. 
Si  humo  segiiis.  que  ensombrasse  re- 
No  lo  esperéis;  (ine  el  hninomiucaoiel- 

Y  si  buacaiad  fuego,  [ve. 


tmSa  CURA. 

;i. 

.    Ooik  CLABA. 

Tus  |)iéE  pido. 


Creyó  en  fin  que  rrayo(¡rarosuceso!) 
La  dama  qne  siguió;  que  aun  para  eso 
Sirvió  el  sombrero  y  e'  estar  con  man  lo, 
V  el  ser  los  trajes  parecidos  unto ; 
Que ,  como  en  Ioe  conceiilos  repelidoB, 
Seencucniran  también  dosen  los  vesií- 
[Jos. 

XV. 


PEKNIA.  -  Dichas. 
li  el  cocbe  rtperMdote ,  señora. 


Ya 

Lucia ,  miva  ahora 

ooSalocía. 
Bien  podris  segunineute 


Salir. 


b/Googlc 


COMEDIAS  OK  DON  PEDRO  CALDERO)*  DE  LA  bARCA. 


Yo  obligada  iiocdo... 
(J|).  á  ¡tu*,  y  no  Eé  si  ofeiididií, 
Purs  lo  qae  no  p(.>ii5¿  en  Iwta  mi  tiJi 
Que  «ucrder  pnüíera , 
Qaeesienercelosyo  (iijuiéii Ul crne- 
Acaso  ba  sucedido.)  [ra?). 

rund'une,  j,  qué  bu  sentido? 

■MÍA  cun*.       [inorado. 
Que  luya  esie  hombre  i  oira  parle  ena- 
)  en  mi  misoia  preseucia  requebrado, 
( Vauíe  Doña  Clara  i  Ihm.) 
mSji  «NA. 
Nada  oigo.Tiadi  miro,  nada  siento 
Uue  pan  mi  no  sea  otro  lormento. 

SOñlk   LÚÜIk. 

.  iiPues  qué  llenes  ahora? 

DOÍA  A!U. 

Ver  que  eo  iodos  la  soerie  se  mqjar*. 
En  lodos  coovalece, 
Y  solo  en  mi  de  cualquier  mal  fallece. 
"— "*-  !s  culpada, hvllaestalaullda 


BMENAXn. 

DOM  PEDRO,  liar  la  puerta  derteka , 
T  DON  ¡VKfiptr  la  Uguieré».  que 
etíaietuapaienU. 

DON  rEMO. 

Seáis,  Don  Juan,  héen  hallado. 


(.orno  uo  he  hallado 
\a  dama  que  iba  i  buscar; 
V  creo  que  son  desvelos 
De  litro  amante,  cujof  celos 
Ando  por  nerlgDar, 
Para  que  desengañado 
Cure  con  dolor  al  pecho; 

?ue  es  mi  amigo  el  que  sospecho 
esiA  }■  desconQado. 

DON  JUAN. 

iEsDoGaCltrahdaout 


BONJOAn 
íY  el  galu? 

MM  riDto. 

Bi  un  hombre 
De  buena  opinión  j  nombre  : 
1)00  Ulp^lio  se  llama. 
V,  esto  para  otro  logar, 
Vos,  maé  habéis  hecho? 


MJNIC 


Desesperarme ,  morir, 


ScDlir. 


Declil ,  iqué  irtu  daréiKM 
Paraqgelt^re'roire  ' 

Ver  i  l>oña  Ana  ? 

No  sé; 
Que  no  hay  verla.  Has  pensemos 
Si  habrí  porddude. 


k  XVIL 

ARCEO.  -  DON  JUAN ,  DON  PEDRO. 

ARCtO.    . 

SeSor, 
Don  Hipólito,  un  tu  amigo. 
Te  busca  abi  Tuera.  Tetugo 
No  puede  venir  peor. 
Que  él  diii  cuanto  supiere. 
BonJUAn. 


No  es  Justo 
Qoe  M  vea  :  i  vuestro  aposento 
Ot  reUrad. 


DON  HIPÓLITO.— DON  PEDRO:  Af«- 

puei ,  DON  JUAN  t  ARCEO. 

wiB  uirói-rTO. 

¿Qué  hajr,  Dou  Pedro?  ¡Cómo  esiiisf 

SOR  PLDao. 
A  vuestro  serttcto.  ¿{  vos? 

non  KiróLiTo. 
Al  vuestro. 

BOU  rEBHO. 

Puef^ qué  miráis? 

MU  UtPOLITO. 

Si  baj  aquí  mas  que  los  dos. 

Bon  PBMu. 
No.  ^Qué  queréis? 

BON  IirdUTO. 

Qup  me  oigáis. 
Esta  mallana  satf 
A  ese  verde  bennoso  sitio, 

I  divina  maleza , 

:  ameno  paraíso,  . 

:  Parque ,  rica  alfombra 

tas  supremo  ediQcio , 
Dosel  del  cuarto  pía aeta , 
Con  privilegios  de  quinto, 
EsTera  en  fio  de  los  rayos 
De  laabel  j  de  Filipo ; 
Desde  cuvD  heroico  asiento, 
Siempre  bella,  siempre  invicto    - 
Estin,  católicas  luces. 
Dando  resplandor  al  hídio. 
Siendo  en  el  jsrdia  del  atre 
RamlUeies  fugitivos. 

non  FRDIO.  {Ap.) 

¿En  qué  parart  el  venir 
contar  lo  que  jo  he  visto? 
{Saíen  Don  Jaan  g  Árceo  al  paño.) 

BOU  JCAB.  {Áp.) 

Sia  duda  sabe  que  allí 
Hoj  i  su  dama  ka  seguido , 


Y  viene  quejoso  del. 

De  todo  eslaré  adverüdo. 
son  HiPÓLrro. 
De  cuntas  al  allia  dieron 
Envidia ,  en  varios  corrillos 
Tf^iendo  corros  ^  orden , 
Dando  vueltas  sin  aviso, 
(loa  embinada  hermosura 
Tal  venUjal  todas  biso. 
Que  oscureció  con  au  sombra 
Las  demás  luces.  Vo  be  tisto 
Salir  al  campo  i  traer  rosas      \ 
Desús  jardiues  Ooridos, 
Pero  i  dejar  rosas ,  no ,  ' 

Sil»  bo;,  une  al  desperdicio 
De  un  pié  debió  el  campo  cuantas 
fueron  al  cooiacto  altivo,  • 

Quedando  Mancos  jaiminet,       < 
yaedando  marchitos  lirios. 
Bajaba  por  una  cuesta  ' 

Una  mu^r  (¡oué  mal  diKo!), 
Un  encanto,  si,  embolado, 
DisFra/.ado ,  li,  un  hecbiio. 
El  sutil  manto  ea  celajes. 
Va  oscuros  y  ya  distintos, 

0  negaba  ó  concedía 

El  rostro.  í  Cnlndo  ba  salido 
Mas  hermosa  el  alba,  cuándo 
S«  mostró  el  sol  mas  íucido , 

8ue  cuando  el  alba  entre  sombras , 
oe  cuando  el  sol  entre  visos 
Da  recateada  la  Int. 

Y  anda  dudoso  ei  semillo. 
Haciendo  apuesta  entre  si , 

Si  lo  ha  visto  ó  no  lo  ha  tislo? 

(Ap.) 

Todo  esto  vendrá  á  parar 
En  qne  Dolb  Clara  íia  sido, 
Por  veulr  1  hablar  en  ella. 
oos  MAS.  lAp.) 
¡Oh  qué  cansados  esiilosl 
non  RiPóuTO, 
Coronaba  sobre  el  manto 
Los  bien  descuidados  ib.M 
Airoso  un  bbuco  soail)rero , 
Por  una  parle  prendido 
Ue  un  corchete  de  diamantes 
Sobre  ui]  penacho,  que  liizo 
Lisonja  al  aire,  diciendo 
A  sus  bálagos  rcndidu  : 

1  Pncs  inclinada  la  frente , 
dicen  digo, 

lueno ,  YC 
e  de  suspire 
allbera  Uen  sacado, 
e  buen  gusto  el  vestido 

Hns  que  rico;  pero  si  era 

De  buen  gusto,  iqné  mas  rico? 
,  Dejo  a([ui ,  por  no  cansaros , 
I  1.0  que  eo  i'l  Parque  lovimos, 
p  Y  voy  i  qne  la  seguí 
I  A  su  casa,  que  atrevido 
,  ECntré  en  ella,  que  vi  al  sol 
I  Cara  á  can.  uue  reiididoi 

Lo  que  Intes  olera  por  verla, 

Diera  |ior  no  haberla  visto 

Después;  porque  de  sus  rayos 

Harinosa  mi  albedrio, 

Rntro  enamorando  el  rie^o , 

Salió  halagando  el  peügr" 

Esta  pues  mal  lisonjéala 

"-■-*-"     "    "iiloíod 


Beldad...  Turbailc 


digo. 

(Ap-) 


i  Aquí  e«  ello! 

MB  kax.  íAp.  á  Arcea.) 
Escucha. 
i>o:i  rcDao.(.4p.) 

Ahora 
a  A  declarar  conmigo. 

DigilizsdbyGOOglC 


KMBirÓLtTO. 

Ki  BM  *edn*  Timtn. 
Eu  pared  tola  ba  sido 
La  qae  w  eshn  divide  ¡ 

Y  pues  qne,comó  teciiMi, 
Et  hieru... 

MIH  Aun.  (ilp.) 
iATdeiiilI¿il[i¿esciicbo? 
MN  vuio.  (ApO 
jQné  barí,  ai  Uoo  Juan  loba  oidoT 

Don  uiróLira, 
Que  aepali  quién  ei ,  decidme 
Su  nombre;  porque  alretido 
IMcnao  wlorar  su  belkia, 

V  para  Iodo  ea  arbitrio 
Katrar,  Don  Pedro,  lurormadot 
T  mas  de  Un  boeo  amigo. 

•OH  ivA^t.  {Ap.  á  Arett.) 
Estaba  por  re«|KMderle 


Delente. 


f,Ap.  iQuirnseha  visto 
£n  Igoal  duda?  ¿  Oaé  haré? 
SI  uaiéB  ps,  aqulle  (li)[o. 
Sen  alentar  lu  esperanza  ¡ 
Si  lo  ntCRO,  es  desvario. 
Pues  podrá  Mhcrlo  de  olro : 
Si  el  amor  leRigiiílico 
l>e  Uoii  Jmi ,  ■  J  honor  ofendo. 
Has  quede»  con  bwn  estilo 
l'u  amor  desengañailo, 
Un  hDuor  scKitro  y  limpio , 
V  atajados  unos  celos 
Coa  la  tentad ,  sin  priigro 
Di;  no  decir  la  venlad. 
Uuclio  liaré  si  jo  consigo.) 
Ituii  HípúiíLUt  pues  j) 
Vuptira  rt'lacioa  be  nido. 


Us  baile  esle  deseiigaDo. 
1^  dama  que  li>b«is  seguidn, 
lloHa  Alia  ilü  Larai-s, 
V  mas  que  |iur  su  ani-Uido, 
llnsireporsu  virtuili 

r>  na  casa  une  babels  dicho , 
1*1  templo  (fe  la  Runa. 
Paréeehto  desvario 
Seguir  este  galanteo ; 
Due  os  aseiniro,  os  aürmo 
Que  inleniais  un  Imposible. 


Muriere  L.., 

Osado  j  desvancciiiu 

Ue  atrevimiento  tan  nolile , 

^Ql^é  mas  premio  que  el  custigoT 

(tVMÍ.) 

EflCEHA  XIX. 

DON  JUAN.  ~  U0.\  PEDliU. 

Dtddnie  ahora ,  Don  Pmira, 
Que  el  aol  agiénM  ha  vbiiu 
En  esta  attseiieía  i  UoOj  Ana. 
Hm  diríb  hien .  ti  ha  salido 
De  m  casa  Auies  que  efso), 
A  ser  del  l>an)ue' prodigio. 


iuKanas  de  abril  t  hayo. 

ifluét  "'"'  ""■"■ 

DON  lUltn. 

Que  huyamos  el  peligro. 
Va  la  he  perdido  dos  reces. 
Ya  verla  ni  haMarla  estimo. 
Haced  que  me  butouen  p<H(H ; 
Que  esta  noche  (¡ab  cielo  Ími>Ío!) 
He  de  volver  d^  mi*  vez 
La  espalda. 


Hirad... 
non  lUAfl. 

gneen  mi  presencia  Mío  áoiro 
u  su  casa  ( ¡  estoy  sin  juicio '. }', 
V  que  eu  mi  snseucia  destiues 
Sale  [con  raion  me  aflijo) 
Aservisu  (¡qué  rigor!). 
De  donde  trae  (¡que  martirio!) 
Nuevo  amor.  ¡  Oh  quién  quitara 
Del  afio  este  mes  riorido! 
Slas  no  ll^ne  la  culj>a  él ; 
Yo  si ,  que  una  Bon>bra  sigo. 
Yo  si,  que  mi  tspid  adoro, 
Vo  si,  que  amu  un  ItusilteCO. 
Haítanai  de  abril  y  mayo, 
Noche*  para  m<  habéis  sido. 


JORNADA  SEGUNDA. 

Salí  en  cau  de  DoBa  Clin, 

ESCENA    PRIMERA. 

DOÍIa  clara  ,  alUgiia:  INÉS. 

•/Ti  triste,  IQ  ppiiKitiva, 
■elancálira  j  iinK[>ensa, 
Tan  l^n  ptritida,  y  liu  mal 
Hallada  contigo  mcsma '. 
it>6ndi>,setHira,  esti  elbrio, 
Kl  hoi'ii  gi»to ,  la  belk-U 
V  el  di'siiejo! 

>o  lo  sé , 
y  no  es  mucho  (;ay  Dios!)  queneci 
Pues  que  lio  sé  de  mi  vida , 
De  mis  accioiicK  no  sepa. 
-Quién  crérl  d<>  mi  (¡avdeml!) 


Oue  laii  altiva  j  soberbia 
Me  ilamí  la  vengadora 
De  his  mujeres,  ¡sujeta 
lanío  i  un  desaire  me  veo ! 

I!(ES. 

Vo  no  sé  qué  thod  tengas 


■a  lantc 


Ro  sé  qut  OC  diga. 


i'iirs  si  bien  se  considera, 

Kl  te  siguió  i  ti,  ;  tú  liiisie 

La  causa  de  la  liuezs. 

Lnego  si  esttt  ofendida 

V  oUiggdu  lambien,  sea 

Tu  mal  consuelo  dn  otro, 

Sopui'SIo  flue  rrpresi'ntas, 

l)i'S[in-ciaila  r  tin-lendida , 

La  ci'hisii  di-  liin^sma.  • 

Ya  fué  rl  cuidado  por  ti, 

l'ues  por  ti  en  la  casa  entra 

De  la  otra;  y  si  se  baila 

Tan  empeBadu  con  ella, 

j,4:6mo  se  puede  eicusaf 

Ue  aiidjr  galán  I  Considera 

Que  si  has  de  oitldir  i  un  hundiré 

Porque  i  una  hable  v  i  otra  vea , 

Ko  liJf  que  querer  í  uinggno¡ 


Une  maldito  d«  Dios  lea , 
Sefiora ,  el  que  bay  que  no  diga 
Lo  mismo  i  cuantas  encuentra. 

Con  lodo  eso,  ya  llegué 
( C.onhi'so  que  anduve  necia) 
A  darme  por  entendida 
Dcsie  agravio  con  mis  penas, 
y  me  tengo  de  vengar. 

I  De  qué  saeric  * 

muSa  cuu.' 

Escuelia  atenta.' 
Un  papel  le  be  de  escribir 
( Disfrazindole  mi  letra , 
y  escribiéndomete  w) 
Kn  iMjmbre  de  la  encubierta 
Ibnia,  diciéndote  en  él 
Cuáii  obüsada  me  deja 
Su  concsfa ,  j  que  quiero 
Hablarle  i  solas ;  que  tenga 
Una  sJlla  prevenida , 

Y  una  casa  donde  pueda 
Verle  esta  tarde.  El.  muj  vano , 
Creído  de  sn  S4^rÜa , 
Pensar!  i|ne  tiene  lance; 

Y  para  que  un  le  tenga , 
Iré  yo,  y  sert  buen  paso 

Lo  que  nari  cuando  me  vea. 

í\  qué  consignes  con  esoT 

doSa  cl*«a. 
Dos  cosas  :  es  la  primera 
Burlarme  del ;  la  segunda 
Desengaibrie ,  y  que  sepa 
Que  ful  la  tapada  yo. 
Porque  no  se  desvanezca 
Presumiendo  que  la  otra 
Le  dio  ocasión  de  que  fuera 
Tris  Pita ,  y  su  galanteo 
Prosiga. 

Eala  diligencia 
;No  pudiera  hacerse  en  casa  T 

00.^ A  CIJlUl. 

Coa  vengaoia  no  pudiera. 
No  sé  si  acierta*  en  eso. 

PO^A  CLABA. 

jCóiuoT 

Yo  te  h>  dijera , 
Si  él  y  aquel  Don  Luis  no  entraran. 

Pues  disimula  :  uo  eutieudan , 
Hasta  este  lance,  que  fuimos 
Laa  lapadas. 

ESCENA  n. 


•OH  SIPÓUTO. 

Considera, 
Don  Luis ,  que  Importa  sacarme 
Presto  de  aquí. 

M.1  LUIS.  (Ap.  d  él.) 
S  haré. 

■KlSAGI.AaA. 

iEra, 

Srfior  Omt  Hipól>u> ,  bora 

De  vi'rost  ¡Tan  larga  ausencia! 

Desde  aver  no  me  bat 


.lOoqrc 


rgfc 


jl  MlraLajema 


■  peiia 


fineei 

Deam_..  , ,^... 

Raceise  IímhiJ*  «(>>■ 
Has  no  tiue  «ala  miñaiiu , 
PresumíeDilo  que  «kIihÍi'ihs 
Eii  el  ParijiM,  como  aiiuviiu 
Dijtete. 

Deiea  la  lengua ; 
Pues  ü  auoctie  me  iiijiste 
Que  de  casa  no  talJrra , 
i  Habla  de  salir  de  casa  ! 
iJ.'sus!deDil<iofiecrci< 
Tal  desenTDJIura ,  tal 
Li*iutiJad  de  mi  dbedteiicia. 

Hino  Je  encarezco  vo 
A  Üoo  Mípúlilo  esa 
Verdal] ,  i  cuiíi  obligado 
Debe  eslar  di'sj  llneía ; 
V  (UD  é\  li  conoce  1)ipn , 
l'nes  la  [laca  cu.i  la  mesma. 

¿Luego  él  al  Parque  «o  (bét 

DON  airó  UTO. 
jJesu3!;Pues(aldemlpienias, 
Sabiendo  que  para  nil 
No  hay,  Clura ,  liolgara  ni  fiesta 
l)oDde  tú  uo  euásT 

Vjo 
Lo  creo  como  si  lo  liera ; 
Pues  sí  III  hubieras  estado 
lio;  rn  el  Pan|ue,  lioj  bubiera 
Ksrado  en  el  Parque  jo , 
Cluro  esii,  y  escoba  cierta; 
l'nes  si  JO  eu  tu  pecho  vivo, 
1  tú  en  el  ni'cbo  tne  lievas,     • 
Conuco  taubii^ra  ¡a  estado 
Ifisfrauda  y  encubierta. 

oon  HiPÓUTO.  (Áp.) 
;  Qué  HcÜ  r«  engañar 
Al»  mttier  mas  discreta ! 

UOS*  CUB*.  {Ap.i 
jQue  seK  IwIm)  el  roas beillco 
Ue  lus  büoiliresT 

Hombres  ¡r  hembras 
Asi  unos  i  oíros  se  engañan , 
Cuando  que  se  qnlpren  pleosin. 
{Hace  umu  D»»U,UúDm  Hipólile. 

Aunque  pb  el  primer  precepto 

He  daréis  para  qut  os  diija 
Uue  unos  amitios  ine  es[ienn , 
Donde  es  predso  Ilutar 
A  Don  Hipólilo.  Estt 
Ausfiicia  05  drlia  el  ser  73 

*OIa  CLitK*. 
Cesa, 
Ron  Luis;'r|iii'  no  es  esta  sala 
llOJide  lialiL>r  la  (larli'  es  TuiTía 
Por  procurador  Si  él  qalere 
Hablar,  bahl<>,  y  no  por  ie5at. — 
Id,  Don  Hipólilo,  adiós; 
(jue  t-sla  casa  <-s  siempre  tuesira 
Para  Iru*  )f  pora  eslaros, 
Pu<4  siempre  de  la  nunera 
Que  abierU  para  que  entréis. 
Para  que  os  vais  esl*  abierta.  — 
l'uu  esos  hombres,  Inés, 


».\S,  HE  DU,-4  PEDRO  CALDERÓN  DE 
En  la  calle,  j  luego  cierra 
La*  puertas. 

.  Bo:(  uipÓLrro. 

Escucha. 

IIO.ÍA  CUR*. 

jYo 
Escucliartet 

Considera.     . 
Quf  si  TD  tuve  la  culjia, 
No  ha  de  lener  éi  hqiena. 

BO.ÍA  CL*IIA. 

Vo  no  me  enojo  con  él 
^i  coij  voE  :do;ia  licencia 
IJue  me  pedís.  (Jo.  Mucho  bago 
En  no  Declarar  mis  quejas. 
Porque  esioj  muy  enlodada 
Kn  veril»  hablar  por  sefias.) 

iVante  Doña  Clara  i  ttiet.) 


DÜN  HIPÓLITO,  DON  LUIS. 

HM  lUÍÓUTO. 

;Qné  OS  parece,  DooLals, 
bi'Sle  autor,  desla  fineza? 

(.lúe  viig  habéis  reducido 
A  precepto  j  oliedieoria 
La  coodicion  mas  reliclde 
He  una  mujer.  ; Quién  c'retera 
•.lúe  Oofia  Clara  llegara 
.Nunca  a  verse  tan  sujela , 


Uue  ii< 


a  de  ci 


decir  que  no  saliera! 
ICii  Uu ,  vos  lo  readis  lodo. 

l>0;i  HIPÓLITO , 

Vo  leilgo  natakle  esl  relia 
Con  mujeres. 

Dieo  se  ve. 
Pues  habéis  triunfado  desia. 
Pero  decidme,  ¿i  qué  «recto 
lia  sido  loda  la  priesa 

Ue  que  salgamos  de  aquí? 

POK  BIPÓUTO. 

íTan  nal  mi  dolor  lo  muestra  ^ 
Que  ha  menester  explicarlo 
Uas  que  el  erecto  la  lengujt 
íNu  os  düe  que  la  tapada 
VI  en  su  casa  descubierta. 
Donde,  porque  entrara  yo. 
Os  quedasteis  i  la  puerta? 
;,  ^o  os  dije  como  la  hablé, 

Y  que  es  eoiendida  y  bella , 
Sin  que  subsidios  de  hermosa 
Den  excasadosde  ueciaT 
iNo  os  dije  como  informado 
I)e  Don  Pedro,  dijo  que  era 
nica  y  noble? 

Don  LUIS. 
II. 

Dudáis  <lúnde  voy?  iNo  es  fuerza 
Uii<:  vaya  i  rslarmo  en  su  c»ll<i  . 
(,No  dit;o  bicu)  en  la  esléra 
Luciente  del  mejor  sol, 
A  cuya  dulce  viideacia 
Arde  abmsuda  la  pluma 

V  derretida  la  cera? 


1  No  creéis  al  desengaQo 
De  decir  Don  Pedro  que  era 
La  pretensión  impof^ible 
Por  su  Tirtad  y  sus  preudas? 


I 


LA  fiARCA. 

DOX  HIPÓLfrO. 

Si  es  esa  otra  parle  mas 
Para  ser  amada ,  esa 
Es  hoy  la  que  mas  me  anima , 
Es  hoy  la  que  m-jsipe'alieDia. 

pa;i  LUIS. 
Puesiy  U  coModidad? 

Mtn  HIPÓLITO. 

Pues  ;ua  es  comodidad  esta , 

Si  ex  rica  ,  noble  y  herniosa. 

De  buena  opinión  j  honesta, 

Y  puedo  dentro  de  an  mes 

Esiar  casado  con  ella  T  (ran» 

Cilie  en  qic  (sUn  Ih  uui  da  DsAi  A 


Apriesa  escribió  mi  ama 
{  El  papel,  V  mas  apriesa 
.  Vo  Iras  elhis  me  lie  tenido, 
I  V  cogiéndoles  las  fuellas, 

Hasta  lii  calle  he  llegado 

Re  la  madama...  y  aun  e<U 

Es  su  casa :  allí  se  paran. 

t  o  no  Quiero  que  me  vean 

Tras  ellos ,  iMrqtie  no  echen 

De  ver  iiue  los  segui :  sea 

Otra  vez,  de  mi  delito. 

Sagrado  su  casa  mesma. 

(Entra  en  el  portal  de  Doiia  Ana.  Apa- 
recen en  Imetlle  Dea  HipMtim  Utm 
Luit.) 

»01  HIPÓLITO. 

Esu  es  )a  calle  felíK... 
¿Pero  quién  dudar  imdiera 
uue  habia  de  titir  Plora 
Eii  la  calle  de  las  Duerlas? 
Kste  es  el  tialcon  por  donde. 
En  tonteóles  envui'lla , 
Sale  el  alba  i  todas  horas. 
De  jazmiues  y  aioceiias 
Coronada ,  pues  el  día 
Ea  sus  umbrales  despierta. 

Hci  {Ap.  Saliení4  del  púi-téí.) 
Ya  de  que  los  he  seguido,    . 
Desmentida  la  EOS|>ec)ia 
Esii:  darélcel  pajicl 
Como  mi  ama  lo  ordena. 
Vuelvo  i  penar  en  lo  mudo. 


V  hiela  uosuirus  se  acerca. 

DO^  LULS.- 

Helas  dos  i1el)e  de  ser, 

"  -  s  que  vuelve  S  hablar  por  señas. 

DOM  niPáLITO. 

P.sla«  mujeres  sin  duda 

l'ji  casa  el  baldar  se  dejan 

Cuando  salen  de  I  la ,  pues 

Solo  liabiau  dentro  della.  — 

i  Ks  í  mi  ?  jSií  Pues  ya  estoy  (A  luei.) 

Aqui  ;  ¿que  qtiieres?  Espera, 

Hojer. 
;  {{ialne»uapapelit)aaBipÍlile,u 
I  vate.) 


dbyGOOglC 


ESCENA  T. 

DONHIPOUTO.DONLHIS. 

Aquello  P9  decir 
Que  no  1i  sigáis. 

M>N  BIPÚLITO. 

Volviá  lii  espalrl),  avisando 
(íuecalle.yeliiapeMea. 

(Lee.)  El  masar  argument»  de  la  uo- 
bleta  fui  liempre  la  eorUtía.  ¿a  tiiti- 
Ira  me  ategura  la  verdad  de  lodo :  g  atl 
et  he  mentiler  para  fiar  de  voi  un  it- 
érelo. Tened  ana  tilla  para  lurfcen  Sm 
SebatUm ,  g  mta  ea*a  donde  ¡mean  fto- 
blaroe.  Dial et  guarde. ~Iai  dama  muda. 
jOaé  decís  desie  papel í 
Decid  ahort  que  crea 
A  Doo  Pedro ,  y  qae  tlesteu 
Déla  pretensioii. 


MA&ANAS  DE  ABR[L  V  HAVO. 
ESCENA  VI. 

PKIIMA,  DOfiA  ANA,  DOÑA  LUCIA. 

jQué  <-s,  scj^ora,  lo  que  iniealasl 
íEii  este  iraje ,  de  casa 
Sales  » 

OO^k  ADA. 

A  eslo  amor  me  faerza. 
Kn  la  casa  de  Don  Pedro 

entrar ,  ra  estoy  resuelta , 


Puesyoosd¡ré,7aque8sleglti3,elnin- 
Uue  me  parece  que  baj  de  preveollla. 
Vos  bahets  de  escribilla 
Un  papel ,  i|i]e  ha  de  darle  ene  criado... 
— Has  luego  lo  diré,  porqugbaullama- 


ARCEO.  —  DON  JUAN ,  DOS  PEDBO. 
'  Hasta  aquí  Don  Hipólito  se  entra. 

I  Va  veislo  gue  perdeÍBsj  aquí  os  suenen - 

t  Vo  saldré  i  retíbille.  [ira. 


¡No  eres  roas  necia? 


Notable  seguís. 


Empresa 


>^  nPÚLITO. 

í  No  os  digo 
Qut  JO  tengo  liúda  estrella 
Goomqjerea* 

DON  t-DIS. 

¿Y  qué  habéis 
De  hacer T 

Todo  cnaoio  ordena. 
V  asi  entre  k»  dos  partamos 
Ahora  las  diltRenci»: 
(Jue  este  es  oficio  de  amigo, 
lil,  Don  Luis,  por  vida  vuestra, 
Pues  Teñimos  sin  cuidado, 
Por  la  silla ,  1  e.st6  pui^sla 
Al  punto  eu  San  Seliaslian . 
(lomo  dice,  V  cuando  venga, 
¡.it  diréis  que  por  no  dar 
De  aquesto  t  un  criado  cuenta , 
Os  la  di  1  vo< ,  porque  hagamos 
La  Decesídad  líneía ; 
Que  }o  os  e^cro  eu-mi  casa 


Pasa  de  largo,  pongín 
'  Oeslumbreroos  las  sospechas , 

Si  acaso  me  ba  fisto  alguno 

Salir  de  casa  :  no  entieoda 
;  Que  i  esotra  voy,  —  j  Ay  Don  Juan ! 

¡Ay,  amor,  lo  que  me  cuestas!  (Comí.) 


'  Esa  uo,  porque  yo  teugo  de  oUte. 
¡Puesjnoot  Gaisdeoii? 


f 


sa  d«  Don  Pe4ra 


DONJUAH.DONPEDKO. 


iKo  lo  he  de  ser,  Don  Pedro,  si  esiny 
I  pe  celos  y  de  agravios ,  [muertí 


j  Yo  estoy  tan  saiisfecbo 
Dei  itonor  de  Doña  Ana.qne  sospecho 
Que  viene  i  retractarse; 
y  asi  muy  poco  llega  i  aventuraise. 
neiiraos. 

'  Piedadicielos! 

Escuclie  diciías  quien  escuciía  eeios. 
(Hellrase) 


Y  si  Dnña  Clara  acierta 
.ir  allí? 

Dnn  BirÓLiToI 


Habéis  reparado 
Bien ;  que  gran  disgusto  liiera 
Que  ella  lleHara  i  sal>erlo. 
íQué  haremos? 


La  casa  deste  Don  Pfíiio 
Mejor  es  llevarla  i  ella. 

BOX  iirÓLlTA. 

Es  verdad;  preTeniü  vd« 
La  silla,  por  vida  vuestra, 
Hiéiitras  prevengo  la  rasa 


WHI  mrÓLiio. 
■irad 
Rí  lo  ban  lomado  de  veras. 
No  malogremos  la  dicha. 
Vamonos  sin  que  nos  vean; 
Que  estando  3r|ui ,  jiudri  ser 
Uue  ir  i  otra  |>arte  no  quieran. 

Voy  í  preieiiir  la  SiHa.  (Vi 


s lan  cerca  | 


I  Ri  yo  de  Tueslroi  celos 


.  Pira  mi  no  ba  j  (lesengaüo, 

Puet  yo  puedo  deciroa 

Que  solo  por  serviros , 

Abnra  cauteloso 

V  con  vuesiropoii'er,  Don  Joan,  celoso. 

De  DÚO  y  otro  erra  Oo 

En  casa  de  Dofla  Ani  me  tie  inrorroado 

Sí  salió  esta  mañana 

Al  Parque,  y  dicen  todos  qne  Doña  Ana 

Solo  a  misa  ba  salido 

En  sn  coche  i  lasonce,  y  nadie  ba  babido 

Que  lo  contrario  diga. 


I,  i  haber  mentido? 


:  Puesto  que  mienta  el  c 


.  por  i| 


DON  HIPÓLITO.  -  DON  PEDBO,  AH- 

CEO;  imnWAS,  en  $u  cuarto. 

I)0>  HJPÚLITO. 

Don  Podro,  siempre  vengo 
A  vos,  ócotielmalóelbieoqtielrnso. 
Va  que  de  vos  me  no, 
Amj>ai-adme ,  pues  sois  imíao  mío. 
DoSa  Ana... 

I  (4p.;.Hay'seaiejanie 

ConFusíonr}  No  paséis  mas  adelante. 
No  tenéis  que  decirme 
Qneí  vuestra  pretensión constantej  fir- 
Esiá,queyolocreo,comúes]usio.  [uie 

¡MKt  BlPÓLIrO. 

Lejos  dílsde  mi  dicha  ydemigusin; 
Queeslo  contrariólo  que bablarosqnie- 
¡  Donmmo.fJp.)  [i-u. 

¡  Cielos  1 4  qué  es  eslo  ? 
• .  DON  JUAN.  (4p.  al  paño.) 

:  Hasta  escucharlo  espero. 

■M»  retRO.  {ip.) 
iQué  he  de  lincer?  Porque  temo 
j    Que  pase  este  negocio  1  mas  extremo. 


:  ¡Queréis  ver  aun  Uwxo 
I  Kstny  i  mi  dolar  y  mi  tormento? 
I  Pues  con  creer  el  daiio  como  daño , 
'  ít%  ba  sosegado  en  parle  el  deaeogaño. 
I  Y  asi,  aunque  no  quería 
I  Verá  Doña  Ana,  al  espirar  del  día 
I  Verla  y  hablarla  quiero 
i  Y  decir.ya  que  muero,  por  qué  muero, 
< :  Quejándome  ile  todo. 


om  tünn.  (Ap.) 
¿Quién  mi  desdicha  Ignora? 

Mn  PEDBO. 

Esperad  nn  Instante. 
(Cierra  la  puerta  delopaieutt  douds 
etlá  Don  Juan.) 


C?fcVW<^- 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


'      DOK  BI»4LltO. 

iPorquécemisT 

l>0:l  PEDRO. 


i  Vos  So  habéis  de  salir  de  aqui. 


No  qiiiertí  que  psa  pneH>,  I  „„,  ^    ^       „  .  ' 

Cusodo  fuera  me 'oj.sr\uede»biwra-.  ¡**"*  "*  "*  ""J^^  ^^^^^ 

Vuestro  peligro  e«  llano. 


(Ap.  Con  e^  he  asegundo 
Aqut.  Uedus  cuidados,  an  cuidaita. 
í>los y rlPSfio le  lian  Ijuscadu:  ¡cielos! 
Esiorbe  el  riesgo,  ya  qne  no  loi  celos.) 

DON  HIPÓLITO. 

Don*  Ani  pups,  es[e  papel  tne  escribe. 
Que  basque  donde  hablarla  me  aperci- 

Y  pues  mi  dicha  |>3sa  [be  i 
Tan  adelante ,  ilaüme  Toeslra  casa , 
Adonde  pueda  vella  : 

Tapada  veodri  i  ella. 

Yo  he  menester  i  Arceo 
I  Oae  se  venga  conmigo ;  que  deseo 
'  Mlénirai  llega,  advertido. 

Tener  algnn  regalo  prevenido. 

Y  pnos  que  la  respiipsia 

Ha  de  ser  ayudar  dicha  como  esU, 
Quedad  con  Dios:qiiecDnethÍpn que  to- 
Locodebodeesiar.sinavoyloco.  [co, 


(Hd,mlnd. 


nofl  aiPóuTo. 

«deja mi  deseo. 


;;0u£  Lar^.  de  dos  amigos  empeñado, 
Si  uno  mf  busca,  y  otro  esUi  encerrado, 
V  ambos  de  mi  se  fían  ?  Trisle  lle^jo 
A  abrir  lüspuertas.ycii  las  dudas  cii>go. 
(Abre.) 

ESCENA  X. 


MNM 


tbrj 


DonJuMi,  tiendo  que  aqBÍ(¡cniirusioa 
Una  desdicha  V  otra  acá  os  buscaba 
En  deshecha  fortuna, 

?Dise  de  dos  embarazar  la  ana , 
porque  un  saliérades  restado , 
Ya  que  celoso... 

•OR  jda:(. 
Todo  fué  excusado ; 
Que  oyéndolo  qne  ol ,  aunque  estuviera 
Abierto,  no  saliera; 
Pues  á  tal  desengaño ,  cosa  es  ciara 
Que  esperara  husta  verle  cara  i  cara  : 
Necedad  en  el  mundo  introducida , 
Solicitar  lo  que  quilo  la  vida. 

Esa  ahora  es  mi  duda  : 
Vo  no  sé  cúmo  i  lamo  empefie  acnda. 
IWo  Hipólito  ( i ay  cielos!)  este  dta 
De  mi  su  gusto  y  vuestra  pena  fla. 
Hi  obligación  en  vuestras  nanos  dejo, 
íQué  hiciíradear  i  Ay  bioi :  Dadme  coa- 
Mn  Ju*:t.  fs^o. 

Yo  DO  sí  lo  (HK  hiciera, 
51  vos,  Dou  Pedro,  fuera, 
Ed  no  caso  Un  nuevo; 
lla((i<riHloyo,bieniélo  qw  hacer  debo; 
Que  ri,  aunque  el  alma  en  celos  se  me 
[abran, 
Kt  reapeto  guardar  i  vnettra  casa. 
Has  hiera  delta  le  áari  la  mnerte. 
Ya  que  el  duelo  de  amor  es  ley  lao  fuer- 
Qiw  dlspooe  severa  (le, 

Q«  ofenda  la  niiier,y  el  hombre  mnen . 


tro  ;,no  lo  es?  iQuereis  qne  vea 
Hoy  mis  dfsilichas  yol  Pues  asj  sea. 
Oue  aquí  nii'  eMaré,  digo , 
V  que  de  mi  dolm'  seré  testigo. 
V i  liona  Ana,  de  olro  enamorada, 

lucho  iba  i  decir;  uo  digo  uada. 
DOS  KDno. 
Eso  l^iropoco  es  justo. 

KHIJtlWI. 


NI  yo  tampoco. 

HKl  MMO. 

Sohi  deciros  quiero 
Que,  aunqne  como  desdichas  las  espera, 
Estoy  tan  cooSado 

Del  honor  deDoüaAna,  que  be  pensado 
"ue  este  se  desvanece , 
que  sD  amor  algún  error  padece. 

DONJDAlt. 

Couflanu  tan  vana 
'^De  qué  os  ñaue! 


Necio  anduvisteis, 
Sf  inies  que  prlneOMl,  MM/er  dijisteis. 

V  ved  si  ei^Bo  babrii  que  ya  bao  en- 
Do«  mujeres.  [trada 

MHI  PSDRO. 

Yo  estoy  desesperado, 
Pues  contnltando  extremos. 
Tratando  mucho,  nada  resolvemos , 

V  ya  el  lance  llegó.  Noséquéhacerme. 


Escondeos, 

Yo  no  tengo  de  esconderme. 
,  Pnes  queréis  que  aquí  os  vean  T 

Don  JtUN. 

,llabri  desdichas  que  mayores  seao! 

Haced  esto  por  mi ,  hasta  que  sepamos 
La  verdad ,  y  después  los  dos  muramos 
En  ta  defensa  del  agravio  vuestro. 


Que  i  aquestapuerla  nede  quii; 
V  ha  de  altar  siempre  abierta.      [i 
{Vate.) 

escehaxl 

doNa  ana,  doNa  lucia  t  pernia 

—  DOMPEDRO;  DONJUÁN, Mta 

CHwto. 


á«ñor  Don  Pedro  Girón, 
Muy  admirado  eütaréis 
De  ver  hoy  en  vuestra  casa 
Entrarse  asi  una  mujer. 
Galán  j  discreto  sois, 

Y  como  todo .  sabéis 

Que  extremos  de  anwr  obligan 
A  mas  extranws ;  y  pnes 
De  alguno  se  ban  de  fiar. 

tDe  quién,  Don  Pedro,  de  quien 
ejOT  que  de  vos ,  que  sois 
Noue,  entendido  j  cortés? 

íDeteOirete.i 
Doi  perao.  (Ap.) 
>  me  queda  esperanu  : 
DoBa  Ana ,  vive  Dios,  es. 

(Ap.  enlreabriemih  la  patria  iel 
cuarta  ionde  ata.) 
i  y  qaerrin  que  calle  yo ! 
Mas  puesto  que  as)  ha  de  ser,  . 
Arded, conxon,  arded,  * 

Qne  yo  no  os  puedo  valer. 

Ya  qne  con  vos  declarada 
Estoy ,  DoD  Pedro ,  sabed 
En  lagrimas  y  suspiros 
His  desdkbaa  de  una  vez. 
y  pues  sabéis  que  be  venido 
A  vuestra  casa ,  entended 
( I  Cuanta  ver^enza  me  cnesia  \ ) 
Ya,  aeikir  Don  Pedro,  i  qué. 
lili  hombre  vengo  1  buscar. 
Porque  de  muy  derla  aé 
(^ele  puedo  hallar  eo  ella. 
(Sale  Don  Jim.) 
non  JUAN. 
A  Dios,  Don  Pedro;  porqué 
Darme  lonnento  de  celos , 

Y  querer  que  calle,  es 
Nuevo  rigor.  Yo  conlleso 
Que  es  mi  delito  querer. 
Si  eso  preieiuleis  de  mi... 

DoSi  axa. 
¡Don  luán,  mi  seQor,  mi  Ueo!... 

DOÍJtr»N. 
¡  DoBa  Ana ,  mi  mal ,  mi  mnerte ! 

Dame  h>s  braios. 

Deten, 
No  con  los  brazos  aisdas 
Al  tormento  otro  cordel , 
Pues  ya  he  dicho  la  verdad, 
non  pEt>ao.  (Ap.) 
No  sé,  vive  Dios,  qué  bacer. 
Hat  ponjue  ni  uno  entre ,  ni  nlro 
Salga ,  el  paso  cerraré. 

DOS  JOIN. 

No  cerréis,  porque  he  de  Im». 

ntAk  AN*. 
No  has  &t  irte.  —  Si  cerréis.  — 
{Pues  cómo  tan  rigoroso. 
Cómo  lan  tirano,  pues ' 
Agradeces  desa  suerte 
Haberle  venido  Ji  verf 

tAqniéa? 

A  ti ,  porque  supe 
Que  aquí  estabas. 


dbyGOOglC 


¡  Ali  fien !  ib  ingrata !  ah  cruel ! 
¡Qué  pronto  vive  á  inmlir 
El  ingeiÑo  en  la  mujer '. 

DoD  Juan ,  ti  áe  las  pasadaí 

Ori>iisas  (al  parecer 

JasiiE)  le  dura  el  enojo. 

V  buyes  de  mi  ( j  tj  Uioi ! }  porqué 

Esiis  engariado,  ja 

Te  »eng(r4  Eiiisracer. 

Afjuel  hombre,  i  quien  le  diaie  '  * 


Í*ues  quejándome  de  nno, 
A  otro  respondes!  Y  pues 
Son  lautos  que  unos  1  otros 
Se  embarazan ,  uo  mt!  des 
Satis bccion  de  ulnguno ; 
Qw  mejor  seri  leuer 
Uneja  de  lodos ;  que  al  On 
hlsU  nejor  pueslo  aqael 
Uoe,  iaies  que  mal  satisfecho , 
Se  queda  quejoso  bien. 
mA*  «na. 
>o  le  mlendo;  y  si  es  la  cansa 
Que  }0  iiusaiuo  que  es 
La  que  tú  uentes ,  señor , 
jDe  qué  le  quejas!  de  qué* 
i  Qué  nueva  causa  le  be  dado! 
Pero  li  no  puede  ser 
Darla  jo,  ;qaé  nuen  causa 
Te  ha  daido  mi  esirella?  Ten 
Elpaso,Tdime,  íquéesettoT 


Que  o  

Lo  que  en  siglos  iio  alcancé 
A  merecer  jo.  Y  en  ñn 
Me  (MMisuela  en  parle ,  que 
Kl  no  te  ba  llesado  i  anrar. 
Pues  le  llega  S  merecer. 

Si  mi  desdicba,  Don  Juao, 

Te  lia  sabido  dlspoaer 

Otra  evidencia  aparente 

Que  yo  no  alcaaio  ni  sé , 

1  Cuino  he  de  deseugaiariel 

Cémo  te  be  de  responder ! 

i  ViTe  Uios,  que  le  bao  meoiido : 

No,  que  el  rerdad  cnanto  hablé. 

doDa  ana. 
iQuién  te  kl  dijo  T 

DOK  JOAN. 

El  galán 
A  quien  tú  Tienes  i  ver. 

Yo  i  verte  i  U,  Don  luán,  kengo... 

Mm  jiiAK. 
¡  Es  Terdad ,  dices  muj  bien ! 

Porqae  tupe  que  aquf  estabas. 

jUe  quién  pndlite^deqnién? 
POftAAIU. 

Detla  criada. 

DCWfUAn. 

;  Por  cnlnlo 
Uega»  el  ((Migo  1  ser, 


MARAÑAS  DE  ABRIL  Y  HAYO. 
Qoe  no  Tuera  tu  criada! 

Rué  criadas  y  amas  leñéis 
icioei|illcilot  meniír. 

IIU.4A  AKA. 

Esta  es  verdad. 

DOR  JDA?I. 

IL Quién  tal  eré? 
eoilA  AIU. 
Quien  quiere  bien. 

HON  JUAÜ. 

Pues  JO  quiero 
Huy  mal  por  aquesU  vef. . 

Pues  muera  de  desdleba<li. 

aON  JDAH. 

Y  yo  do  Infetli  también. 


ASCEO.— Okbm. 
AKcio.  {Dmlro.) 
AUran  aqui. 

ooK  rsoao.  (Jp.) 
Esioes  peor. 
No  sé  i  vive  Dios!  ^ué  hacer. 
Que  Don  llipúlilo  iieue. 


me  bao  mentido?  Pues  este 
El  galán  que  buscas  es. 

Yo  me  huelgo  de  que  sea , 

Pueslo  que  no  pneíle  ser 

El  <ine  Iwseo ,  el  que  imaBiiiiUi.— 

Abrid,  l>ou  Pedro.  Enire  pues, 

V  sepa  Uoii  Juan  que  mieuie 

El  que  contra  mi  aitives 

Elajo  concepto  ba  rorroado. 

¡Plegué  i  Dios !  V  aquesta  \Ví, 

O  por  vivir  ó  morir. 

Escuchándole  estaré , 

S apuesto  que  es  ya  mi  vida 

El  juego  del  esconder. 

[EteÓHieu  Dan  Juan,  g  úbr»  Doa  Pt- 

in  ;  lalt  Arceo  cen  «Ha  fuenle  de 

iulcei.) 

ARCEO. 

;Tanlo  tardan  en  abrir 

A  quien  llama  con  los  pies. 

Que  es  seSal  que  trae  algo 

Eu  las  manosülVire  (lies, 

Que  queda  saqueada  loda 

La  tienda  del  Punogues!— 

Ya  Don  Hipúlllo  viene,  (A  Diña  Am.) 

Señora.— i  Pero  qué  reo 

Mis  ojos?  I  Dofla Lucia 

En  mi  casa! 

toix  lucía.  (Ap.) 

Por  el  chisme  ae  una  duehí , 
Muertes  de  hombre*  ba  de  haber. 


DON  nPOLITO.-DiCROs. 
DON  ■ipóuro. 
<Ap.  jiSf  liabrl  ya  Don  Lnfs  HegaiTo 
Con  la  siUa*  Si ,  pues  ver 
Puedo  la  dama.  ¡  Ay  amor ! 
Todo  bi  sucedido  bteo.) 
Seáis ,  seSora ,  tiirit  venida 
A  esie,  aunque  bumikle  dosel 


Del  mayo  j  el  soT,  ya  einra 
De  verdor  j  rosicler. 

DO  JA  A:<A.  (Áp.) 

¡Cielos!  iQué pasa  por  mt! 

íEsieel  marido  no  es 

Ite  la  que  boj  se  enlrú  en  mi  casa* 

(Ap.  enlreibritndv  lapuerla.) 
¡  Quido  vló  lance  mas  cruel  I 

noli  PEMO.  {Ap.) 

Ha)  se  va  poiriendo  lodo. 
Lo  que  resuelva  no  sé. 

Ma  uirAuTO. 
Don  Pedro ,  no  tan  penada 
Tengáis  i  esia  dama  :  ved 
Que  por  VQS  no  se  descubre. 

I  Yo,  por  DO  estorbar,  me  iré. 
{Ap.  Ujs  seri  i  estar  i  la  mira.) 

hoSa  ana. 
Don  Pedro .  no  os  auseoieis  > 
Porque  liabeis  de  ser  aquí, 
De  cuanto  ¡lasare,  Juei. — 
Caballero,  á  quien  apenas 
VI ,  pues  si  os  vi ,  a  penas  Ibé , 

(A  Don  Bipiltío.) 
Ya  que  por  tos  las  fiadeuo, 
iCdnoceisme! 

BON  WPÓUTD. 

Ko  y  si,  pues 
En  este  insianle  os  cnnotco, 

Y  os  desconozco  l^nnhlen. 
Cooóicús .  pues  que  quien  sois , 
Hny  bien  Infunnado,  sé; 

Y  descotió7.cfis ,  sefiora , 
Porque  di-sa  suerte  habléis. 
Si  os  vi  en  ei  P:ir(|ue  primero, 

Y  en  vuestra  casu  después ; 
Si  para  Teñir  á  hiiblaros 
Llamado  fui  de  un  papel ; 

Y  si  babels  venido  adonde 

Yo  os  traigo,  ¿cúmo  6  por  qué 
Asi  os  eilranais  de  verme , 
Donde  rae  tenis  i  ver  r 

DofliUAn.  (Ap.) 
iQuerrio  Do6a  Aua  y  Doo  Pedro 
Que  eslo  llegue  i  oír  y  ver, 
YDotatgaTiViTeDios, 
Que  iabmla  del  amor  es  I 

;  Yo  i  Teros  1  TOS 'Mirad 
Lo  que  deds  :  do  basquéis 
Desengatos ,  que  i  tos  solo 
Mal  el  saberte*  esté. 
Yo  en  mi  Tída  al  Parque  tiil ; 
NI  en  él  os  tí  ni  os  hablé. 
SI  os  entrasteis  en  mi  casa ,  ' 
Ño  me  preguntéis  i  qué ; 
Que  aunque  lo  puedo  decir. 
Vos  no  lo  podéis  saber ; 
Que  habéis  de  ser  ei  postrero 
Que  el  desengaño  loqpeis. 
Basu  decir  que  engasado 
Estlis ,  y  que  roe  dejéis ; 
Que  puede  ser  sea  causa 
De  todo  vuestra  mujer.       , 

non  niPÓUTO. 
iHl  mujer !  Abora  conotco 
be  qué  lia  podido  nscer 
Vuestro  enojo.  Yo  hice  Mal 
En  traeros  aqui :  haced 
La  deshecha  norabneBa;, 
Pero  no  me  acumuléis 


e  que  Jamas 


naisaürA.  ■ 

.z.-fllXoQglc 


MHI  KDRÍ).  lAp.) 

Y>  ni  aun  !t  mentir  aciertu 
DcAí  Ana. 

m:4íuam.  (Ap.) 

Ni ;o  i  lener 

Picienda;  pero  si  s>Iko, 

Rom|>0  de  aDiísiad  la  [ey, 

A  l>oA*  Ana  la  ilesirujo, 

V  i  mi  me  pierdo  umiiipn 
Sin  efecto,  itues  en  medio 
lian  de  estar  su  criado  j  él , 

V  es  liacer  ruido  no  iiius , 
llejaodo  la  duda  en  pié. 
Pues  sufrirlo ,  es  im  losilile : 

§ue  ;quÍéH  Iki  iiodido,  quién , 
ir  requelvar  i  su  ihmi1 
Haja  un  meJIu  euire  los  tres, 
Como  yo  solo  me  pierda, 
Doode...  Pero  esto  después 
Ha  de  decir  el  suceso. 
Vt  be  Tísio  c6mo  Ka  de  ser. 

Dejadme,  señor,  por  Dios: 

V  portpte  tneior  miréis 
QuelniTaileT09,y  lonas 
A  que  le  puede  atrerer 
Una  nmjer  como  p. 

A  Toceadigo  que  qoiep 
En  este  aposeMo  esU, 
Hi  dudto  T  mi  amante  m, 

V  es  i  quien  fine  i  buscar, 

V  es  A  quien  jo  quiera  Keo; 
Porque  i  vos  no  os  escrihl , 
NiosvienmiTlda.niliahlé, 
Desmiiilieiido  desta  suerte 
Su  |>eliero  y  mi  dcs.li-n. 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  OE  LA  DAttCA. 

Yo  lo  ettof  con  qne  hají  «lilo 
Que  lAs  celos  que  me  lia  dada , 
Han  lido'coiilnt^o  misma; 
Pues  nadie  pudiera  darlos 
A  este  talle ,  que  no  Tuera 
So  mismo  desembarazo. 
Eniaine  vuesa  merced 
Todo  ese  grande  aparato 
De  dulces  de  Portugal , 
Qne  le  hau  salido  tan  agrio* ; 
Uuftiio  es  la  boda  por  hoy. 
Pero  a^radetca  el  cuidado , 
üue  en  ella  lu  |iuesio  el  setior 


;;Cúmo  isl, 
I  Si  ahora  conmigo  llegú 
¡  En  la  silla  la  mujer' 
i  Que  boyen  el  Parque  encontram» 
I  A  qujeu  seguimos;  hablamos? 
¡  non  elPÓLTro. 

Eso  i  cuino  puede  ser. 

Si  la  misma .  destapada , 
I  Aquí  la  lie  V  islo  y  üablado , 
I  Y  en  este  aposento  ha  entradof 


'  No  quiera  deciros  nada, 
Sino  que  entra  ya. 

,  MU  HIPÚUTO. 

i  Por  Dios, 
Que  es  rigorosa  mi  estrella ! 


Ahora  decid  si  es  aqucM*' 


ó  ellat  «M  dos. 


¡OMeUa, 

'iVeto.DHyíllipálito,  vela 
<Mmo  la  dama  que  estaba 
.  Hoy  aquí ,  i  ros  do  o*  buscaba  ? 
non  itráuTo. 


CÉNlrow  dundí  eiUiba  fian  Juan ;  D*-    Quitarme  el  juicio  quereis.- 

tiaiuclaUngue.)  Suirr,do8iecest>pada,(^C,riflf:íoM.) 


BOU  nirtLijo. 
Cerró  la  puerta,  iijuién  viA 
Has  tramoyera  mujer? 
Desde  el  punto  que  Ja  tí  , 
Enredadora  la  hallé. 


. ,  porqué 
Con  esto  estorba  niie  s«lga 
Don  IiuQ ,  que  es  lo  que  i  temer 
Llegué  úempre. 

tHM  BIPÓUTO; 

Estoy  conhiu 
V  qué  be  de  decir  no  sé. 


ESCENA  XIV. 


Vo  llitEO  ii  muy  buena  hora. 
Don  lli|tóMo,ahiesti 
Aquella  señora  ya 


i^né  deeisT 

ftO.1  LUIS. 

Que  tomó  en  San  Sebastian 
La  silla ,  y  que  ahí  fuera  estte. 

vo:!  HIPÓLITO. 

Kngahado  estáis ,  Don  Luis; 
Porque  la  dama ,  i  quien  yo 


ni  desliecharoriuna, 
i'or  SI  se  me  pierde  una , 
Se  niL'  enilu  duplicada, 
¿No  me  hablaste  en  e]  Parque  boy! 

VNo  eres  lú  la  que  segui. 
la  que  eu  lu  casa  viT 
I  [Halla  aqal  i  lodat  lot  pregualet  J._ 
retpBtiaido  Doña  Clara  per  teüas,  t 
I     oAorate  detoubre.) 
I  Confuso  otra  vei  estoy. 

tOÜjt  CLAU. 

Yo  soy,  el  mi  caballero, 
!  Ya  que  descubierta  os  hablo, 
¡  Aquella  babladora  nuda , 
'  Por  las  lecciones  de  im  manto  \ 

Une  Tiendo  que  en  muy  poca 
I  Victoria ,  muy  poco  aplauso 

De  toda  aquesta  mujer 
, '  Un  hombre  no  mas ,  buwandu 
' :  Ocasión  de  que  alcanzara 

Sola  una  parte  del  lauro, 


liscreclon  t  mi  garbo. 
Bien  pensó  vuesa  merced 
Muy  necio  y  muy  conñado 
Que  tenia  maerla  al  vuelo 
La  liermosura  de  los 
Pues  no,  seSor  Para -todas 
Y  conorca  escarmentando 


Hala  cuenta  de  su  amor. 
Pues  deja  este  desengaño 
Vengada  ft  la  hermosa  Filia 
D«  los  desdenes  de  Kabto. 
Pues  cuando  fuera  verdad 
Qne  yo  le  amara ;  pues  cnasde 
Fuera  verdad  que  celosa 
Aquí  le  hubiera  buscado. 
El  verme  vengada  solo 

eTainor  quitado. 


Casamentero  del  diablo ; 

Oue  cierto  que  de  su  parte 

Nada  falló ,  ¡lorque  ha  estado 

Con  mucha  iiuiitualidad 

Con  la  ul  silla  esperando, 

V  hizo  muy  hten  el  paiiel. 

Encareciendo  el  reculo; 

Porque  es  amigo  muy  Huo 

Del  que  es  amante  muy  hlso. 

Con  esto  adiós .  y  ningnno 

He  siga ;  que  si  echo  el  manto. 

Si  vuelvo  la  calle,  si  otro 

Embeleco  desenvaino. 

Les  haré  creer  que  soy 

Otra  dama ,  aunque  al  estrado     - 

He  entre  dé  nna  mesurada , 

Como  esta  mai^oa,  cuando 

Le  hizo  creer  qne  era  otra 

Solo  un  sombrerillo  blaneo.      (Vaw.) 

Md  iieÓLiTO. 
Oye,  aguarda,  espera,  escncba. 

I>0.'<  LUIS. 

¡En  toda  mi  vida  he  hallado 
Hombre  de  tan  bueua  estrella 
Con  mujeres! 

¿Que  burlando 
Estéis,  cuando  estoy  muriendo?— 

Deleut     ■ 


(Vam. 

•ONHlFÓLtrO. 

No  sé  qué  hacer  en  tal  cato. 
Has  si  sé ,  que  es  apelar 
De  todo  al  desembarazo, 
Desenga&aodo  hoy  la  una , 

V  la  otra  después  amando. 
(Vonae  l*aa  HiptUlo  g  Úon  Luit.) 

iGraclas  i  Dhn,  que  con  esto 
Va  los  cel04  se  acabaron 
De  Uo&a  Ana  y  de  Don  Juan , 
Pues  lodolo  han  escuchado, 

V  mi  amor,  pues  Doña  Clara 
Viene  i  Hipólito  buscando! 
¡Cielosl  «u  querer,  he  visto 
Mis  celos  averiguados. 

UCIO. 

V  si  el  gahn  y  la  dama 
Están  ya  desengañados , 
Aqnl  acaba  la  comedia, 

non  pnao. 
:  Distes  ya  et  desengabo , 
1)00  Joan? 

lUetén4tte  á  la  piurta  M  emarb 
d*náe  Mfwv.) 


He-buUera  el 


hyGoogle 


DOSa  ana,  OOSa  LUC(A.-D(iN  [ 
1}R0,ARC£0. 


Vo. 


boSa  ana. 
No  dbjr  uu  dictios 


¿CUIDO  asi  T 

Coroo  cuando 
,Yo  eniré,  solo  vi  un  homhre, 
(Jue  alrevhJu  j  temerario 
Se  ecliaba  porlt  veniaoa, 
(jue  liajr,  aeHot,  »  eso»  lejaUos, 

Poes  DO  acaba  la  comedia. 

¡  Qué  rigoroso ,  qué  mraüo 

Afecto  de  amor  j  celos  1 

{Ap.  El  iba  1  «alir  al  paso  : 

Segnir  i  los  dos  importa , 

Ko  suceda  algún  fracaso.)        (Vm 

Grande  desdicha  fs  la  mia , 
Pues  caando  vengo  buscando 
Hoy,  1)01)  Juan,  linexas  luyas, 
Solas  lilis  Jt^sdichas  liaDo.  * 

Cuando  le  sigueo  sospecbas ,    . 
Tú  las  esLfts  esperando 
Firme ,  ¡ ;  vuelves  las  esi)atdas 
Si  le  siguen  descnggilos ! 
íQué  mujer  es  esta  ¡cielos! 
Que  lioy  en. mi  casa  se  ba  entrado  ? 
iQaé  hombre  es  este  que  asegura 
Que  yo  le  vengo  linscaiido  T 
lOb  nunca  en  el  tiempo  hubiera , 
Oh  Duuca  liuliiera  en  el  año. 
SI  es  que  la  culpa  han  leuldo 
De  enredos  y  enojos  tantos. 
Las  maüanas  DorMas 
Ue  abril  y  majo! 


JORNADA  TERCERA. 

Sala  ea  casa  de  Dada  Aaa. 


DON  JUAN,  rfonruru. 
Nada  me  sucede  bien. 
ífíaé  roca-habri  que  coDlrasla 
Tanta  avenida  de  penas , 
Tantos  golpes  de  pesares? 
Del  aposento  en  que  estaba 
Por  testigo  de  mis  males , 
Imposible  de  surririos, 
E  unposible  de  Tenaanne , 
Celoso  T  desesperado 
Salir  pretendo  i  la  caite 
A  esperar  aquel  gilao 
Tan  feliz ,  que  coronane 
'  Pudo  de  tantos  atores. 
De  dictas  que  mm  tan  grandei. 
Scbéoie  por  la  veauaa 
'Porque  allí  no  me  estorbasen 
La  TengauM  de  mis  celos  }, 
Presuniieada  que  era  fácil. 
Ganando  desde  ellpjado 
Be  la  puerta  los  umbrales ; 
Y  sallaudo  del  i  un  patio , 
Uoode  la  ventana  sale , 
Perdí  el  tino,  j  di  t  otra  casa. 
Pero  parece  que  abren 
Una  puerta ,  y  entra  gente... 
\  con  las  luces  que  U*ta 
T.  «. 


HAÍtANAS  DE  ADREL  V  HVYO. 
I  Percibo  mejor  las  señas. 
i  Hay  suceso  semejante  ? 
- 1  i  Vive  Dios ,  que  esta  es  la  casa 
I  De  Doña  Ana!  ¡  Si  lomase 
\  Hoy  puerto  ru  el  mismo  goifu 
:  Esta  derrotada  nave ! 
I  Ella  es.  i  Qué  lie  de  hacer,  cii-losT 
I  Que  no  es  bien  que  aquí  me  halle , 
!  V  presuma  quü  lie  venido 
:  Cobardemente  á  quejarme 
De  mis  celos ,  sin  vengarios. 
I  i  Hay  coiiTusiou  mas  uotableT 
'  i  OuÉ  liaré  ?  Que  uo  me  esU  bien 
I  \»  m  el  Irme  ni  el  quedarme. 

{Etcindeu. 

I  ESCENA  n. 

OOSa  ANAt  DOSa  lucia,  eon  Int.- 
DON  JUAN ,  etecaiUt. 
doSa  ana. 
Úuilame  este  manto.  ¡  Gracias 
A  mí  fortuna  inseoiisiante 
Que  me  bj  dado  (¡ay  infellce !) 
tm  solo  punto,  un  Instante 
De  tiempo  para  llorar, 
líe  lugar  para  quejarme! 
Y  asi,  ya  que  estoy  i -solas,  ' 
Sean  tormentas,  sean  mares  . 
Mis  ÜBrimas  y  mis  quejas 
Eutrela  tierra  y  el  aire. 

doSaj-dcía.  ■ 
Sebera ,  si  dése  modo 
Tan  justos  extremos  haces , 
Triunbri  de  amor  la  muerte. 
Consuelo  los  penas  hallen: 

§ue  para  todo  hay  consuelo, 
ue  si  Uon  Juan  ( por  guardarte 
A  Don  Pedro  aquel  decoro 
Que  debiú  i  sus  amistades ) 
Se  arriijü  por  la  ventana. 
Va  en  so  seguimiento' parlen 
Don  Pedro ,  Arceo  y  Perola , 
Porque  los  dos  no  se  maten. 

I  Y  cuando  remfdle  ( ¡  ay  triste !) 
Ui  temor,  ipara  adelante 
Puede  ya  dejar  de  ser 
Lo  que  fué?  i  Pueden  borrarse 
De  la  memoria  los  celos 
En  que  yo  ao  tuve  parle  f 

»wt  »m;i.ÍAp.  al  pañá.)- 
De  cuanto  yo  desde  aquí 
Puedo  i  las  dos  escuchartes. 
Nada  entiendo;  y  solo  euiieodo 

Sue  lemo  que  me  declaren 
is  congojas,  mis  desdichas, 
His  recelos,  mis  pesares; 
Porque  no  es  posible,  no. 
Que  uu  celoso  sufra  y  calle. 

do-Ia  locU. 
Acnésute ,  por  ti)  vida , 
Porque  en  la  cama  descanses. 

No  hay  descamo  para  mi. 
Fuera  de  que  he  de  esperarle 

I  Don  Pedro ;  que  le  dije 

jue  con  lo  que  le  pasase 

•jTi  alcance  de  Don  Juan 

Pues  lodos  van  1  buscarle), 

linicse  i  avisarme ;  y  ya 
Parece  que  Uaman.  Abre. 


SeSor  Don  Pedro,  íqué  bay  T 

Que  lodo  ha  salido  en  balde. 

¿Cómo? 

■Hm  PiDRo: 
No  habernos  hallado 
A  Don  Juan ,  y  es  bien  notable 
Suceso,  porque  de  aquella 
Ventana,  que  al  pallo  cae. 
Para  salir  al  portal 
Hay  una  puerta ,  y  la  llavK 
EsU  echada,  de  manera 
Que  ha  sido  imposible  hallarle 
Cuando  ni  en  mi  casa  está , 
Pii  salir  pudo  i  la  calle. 

{  No  le  hemos  buscado  bíM, 
I  SI  va  1  decir  las  verdades; 
I  Porque  1  un  celoso ,  señora . 
Le_ha  de  buscar  el  que  hallarle  . 
I  Quisiere,  ahogado  por  Ins  poí.os, 
,  O  abarcado  por  los  desvanes. 
¡  rEiiNfA. 

I  Va  te  be  dicho  que  se  m 


I  Quínola  pasante. 

También  yo  le  tengo  dicho 
I  Que  de  dar  lanzadas  Iraie, 
:  V  sacar,  no  para  el  toro, 
I  Para  el  lacayo  el  alfanje. 
I  V  DO  mas. 

'  Entre  dos  ruines 

Sea  mi  mano  el  montante. 

VO^  rEDHO.  ' 

'  No  es  posiUe  hallarle,  en  fln. 

iH>!)A  a:ia. 
;  Son  mis  penas,  do  os  espante. 


V  bien  dicen  que  son  mias. 
Pues  ellas  disponer  saben 
Tantas  falsas  apariencias. 
Que  me  culpen  y  le  agravien, 
i  Plegué  á  Dios,  seBor  Don  Pe< 


•e^^lm 


Pedro, 


Si  t  aqnd  hombre  víen  rol  vida. 
Sino  hoy,  que  pudo  entrarse 
Aquí  tras  ima  mujer, 
A  quien  siguió  desde  el  Parque, 
V  fióme  á  mi!  ¿Has  por  qué 
Lo  digo  i  ay  Dios !  si  escucharme 
No  imede  Don  Juan ,  y  doy 
Satisfacciones  al  aire! 

Quedad,  sebora,  con  Dios;    - 
Que  por  si  vuelve  íi  buscaroie 
A  mi  casa,  vuelvo  1  ella. 
íQué  mandáis/ 

No  es  bien  que  os  mande, 
ue  os  ruegue  si,  que  vulvals 
-  la  mabana  i  coutarme 
Lo  que  hubiere  sucedido. 

FIDRO. 

%edad  con  Dios.  (Vam.) 

do3a  aha. 

Eloa  guarde.- 


Lucia,  cierra  esas 


"s^iglc 


COMEDIAS  DB  DON  PEDRO  CALDSRON  DB  U  BfcRCA. 


Y  entra  dMpuca  t  aeoiUme; 

Que  he  de  madruüir  miñanl, 

Porqne  he  de  laiir  *1  ParqiM 

A  hacer  uoi  diligencia.  — 

¡Oh  si  I  este  vivo  cadáver 

Hoj  «M  lecho  de  pluma 

Sepulcro  fuerj  de  i»sye  1  (Vai#.) 


Mü  tma.  (Ap.) 
:  Al  Pirqae  minina? ;  Ay  cielo»! 
No  psios  desengailoi  haíten  : 
Vnelvan  airas  mi»  clesilictiM, 
Pues  pasa  el  ric^su  aiklanle. 

*iicao. 
De  todos  estos  enredos. 
De  todos  eslDS  debates. 
Vos  teneta.  Doña  tuda. 
La  culpa ,  pues  >0$  conlaili-is 
A  vuestra  ama  que  en  mi  caía 
Estaba  Don  Juan. 

DOS*  LDCl*. 

De  tales 
Sucesos,  qaien  me  lo  d^o 
A  mi ,  llene  mijior  parte : 
Que  va  sabe  quien  me  cuenta 
A  mr'el  suceso  ^ae  sabe , 
Que  es  decirme  que  lo  diga 
bl  decirme  que  lo  calle 

Eres  tan  dueBa ,  que  puedes 
Servir  desde  aqnl  adelante 
De  motile  de  «aciar  duchas. 

DOfll  LVCU. 

Tú  escudero  vergoniante. 
Eres  duetia. 


Tú  un  hofoo. 

«BCCO. 


Tü  un  brame. 

Eretdoefti. 

T«  H  hrflwii. 

Ítem  mtt ,  dueBa ;  y  no  trates 

De  desquitarte,  porqué 

No  baa  de  poder  desquitarte. 

Mita  LUrlA. 
(CAmonoTEresun... 

AKCSO. 

Di,  di. 

MlaLOCU. 

Malpocu. 

«KM. 

I  Tale,  late! 
iPoeta,  dijiste!  A'ltos,  dueBa; 
Que  ^a  qoedamns  i  Hítales. 

soAa  kudA. 

IDm*  manara  le  vitT 


Pues  1  qué  quieres? 

ddUa  lucía. 

Que  le  aguardes 
Aquí,  mientras  aae  mi  ama 
Acaba  de  desiiuaarsc, 
V  volveré  i  hablar  contigo 


DONJUÁN,  alpañi';  ARCEO. 
aacto. 

Hadreí 
Las  que  i  los  hijos  paristeis 
fara  nocturnos  amaolM 
De  viejas,  mirad  en  mi 
Las  desdichas  1  que  nacen. 
F^spirando  una  estantigua 
Estoy,  confuso  y  cohanie, 
Ajgul  donde  mis  sus|ilros 
Pueblan  estas  soledaiies. 
( Sale  Dan  Juan  del  cuarto  en  gat  i 
fabo.) 

IDAK.  (itp.) 

Ahora,  desconOjnzas , 
Ks  tiempo  de  aconsejarme. 
Si  esto  que  pasa  pnr  mi 
Son  mentirla  ó  verdades. 
El  recalarme  me  importa 
De  Doiía  Ana  :  fila  no  salw 
Que  la  escucho,  y  en  iuspiroi 

Sue  mal  pronunciado»  üalen 
esde  el  coraion  al  laliin , 
Ha  ha  dado  cieKas  seBaleí 
De  que  mi  desdicha  llura . 
De  quf-  siente  mis  pesares. 
Estos  criados  no_pueden 
Engafiarse  n)  engafiarme , 
Puesto  qne  Arceo  i  Lacla 
La  conl6  cómo  ocultarme 
Pude  en  raF¡a  de  Don  Pedro, 
V  ella  i  Uofia  Ana:  bástanla 
Oespngañn  dr  que  fué 
En  lances  ells  J  buscarme. 
Has  ¡  aj  de  mi !  si  es  aquesto 
Como  dicen  sehas  tales, 

ittonl -    ■ 

Dijoqi 

iO  que  mujer  es  aquesiit 
y  pn  fln  ípara  qná  Ir  al  Parque 
Haflana  quiere  DoBa  Ana , 
Para  que  í  mi  no  me  falte 
Cuidado?  ¡  Pues  rive  Dios, 
Que  tengo  de  averiguarle '. 
Si  aquí  estoy,  es  imposible 
Que  disimule  j  que  calle  ; 
B  Imposible ,  si  me  reí). 
De  que  la  Ida  del  Parque 
AverlKÜe  :  luego  irme 
Seri  lo  mas  importaule. 
Bste  criado  i  l^cla 
Espera  ;  mientras  no  sal«, 
l^es  no  ha  cerrado  la  puerta . 
SuKr  pMiendo  i  la  calle. 
Por  seguirla  donde  fuere.. 
"-'  -me  prendan  ó  me  maten, 

lodo  importa  menos 

Qne  no  qye  me  desengañe. 

AacEo. 
Ya  siento  pasea. — Lnda, 
Seas  Irteu  venida ,  itam« 
Los  hraxos.lAírcsadOoN  Juan.)  ¡BaT' 
;Q^nesT  [bada  vienes! 


Ctüxl,  queu 


iCémn  no  es  nadie  *  Yo  so; 
Tm  cwtés  j  tan  galante. 
Que  antes  crfiré  que  sois  mucho*. 
¡Aj.aj! 

tWN  IDAH. 


-DON 

voSa  ana.  (Deafn.) 
iQuériUdo 
aquel? 
{SaU  DoMa  Luela  d  tteuret,  y  encuentra 
tanOonJuan.) 
kiíIa  lucía.  {Bajo  á  De»  Amm.) 
¡  Er«s  notable! 
Es  posible  que  tu  miedo 
Tao  grandes  ei tremes  hace. 
Que  des  voces?  Salte  presto. 
Para  que  aquí  no  te  hallen. 
Vente  tras  mi. 

iBaJo  á  rila.  Vamos.)  ÍAp. ;  Cielos '. 
Hosta  que  me  desengañe 
He  d«  callar;  t\ae  esta  es 
Propia  condición  de  amantes.) 
(I'iinie  Dono  Luclay  Don  Juan,  que  al 
entrarte,  encuentra  can  Arcee.) 

¡Otro  diablo?  ¡Vive  Dios, 
Que  tienen  aquestos  lances 
Cosas  de  la  Dama  Duende  I 


¡Hola  I  ^N»  responde  nadie? 
Mas  I  a  j  de  mi ! 

ASCEO.  {Ap.) 

Yo  me  embaió. 
Por  ver  si  puedo  eicusaime 
De  que  me  conoicaii. 

(Sale  Deña  Luelt.) 
boSa  Lucla.  (Ap.) 
Ya 
No  hay  peligro  que  me  espaule. 
Pues  ya  en  la  calle  esti  Arceo. 
^Has  no  es  el  que  esU  delante? 


¡Aquí  muero! 

Caballero, 

£e,  recatado  el  semblante, 
noble  dauMira  rompes 
Desloa  sasrados  ambrtlet, 
SI  nece^laad  acaso 
Te  ha  obligado  I  «xtremM  tales . 
De  mis  joyas  y  vestido» 
Francas  le  daré  las  llaves  '. 
Ceba  tu  hidrópica  sed 
En  su»  telas  j  diamtfntei. 
Pero  si ,  mas  codicioso 
De  honor  que  de  hacienda,  haeci 
Estos  eitreinot,  te  mCfO 
(Estoy  moeru)  que  m  tniM 
Con  tal  desprecio  (i  aj  de  !■!  t) 
Bt  honor  (edtn  cobarde) 
Da  uminqitr  MfeUMt 

üigmzíídbvGoOglc 


SnJeU  i  detdlchu  ulei. 

Porque  ti  para  mi  ifreuia 
A  aqueste  cuarto  ll^asie. 
Vive  Dios,  que  ünies  que  inleoleí 
Hablarme  palabra ,  j  iotei 
Que  orenda  al  dneBo  que  adoro , 
Yo.con  mis  manos  te  mate  i 
Porque  si  ligrimas  «olai 
No  enternecen  un  diamante , 
Rompiéndome  el  peclio  jo. 
Le  sabré  labrar  con  sangre. 

No  labraréis,  ü  ja  puedo; 
Ooe  fuera  muchu  desaire 
Ser  pellcaua  ana  llama, 

V  ser  labradora  un  ingel. 
Tirandes  casos  de  rurtuua 
A  vuestra  casa  me  Iraen, 
No  U  hacer  mella  en  vuestra*  jojia*. 
Ni  i  vuestra  opinión  ultraje. 

V  porque  os  aseguréis 
De  mi  término  galante , 
S«sura  qaedais  de  mi. 
A  Dios,  señora,  que  os  guarde.  [Vate.) 

DoSa  Lvcin. 


¡Ouém 


ooílit  lucIa. 


Echa  1  esa  puerta  la  IMve ; 
V  pues  ja  la  blanca  aurora 
Vencieodo  las  sombrua  sale. 
No  me  quiero  desnudar. 
i  Aj,  Don  Juati,  si  esto  mirases ! . 
íQuiéu  de  que  no  es  culpa  mía 
Pudiera  desengaQarteT  (Ví 

El  Parquí. 
EBCENA   VUL 


„.   ,  Rendida, 

Sin  lej,  nton  ni  sentido, 
Doude  la  vida  he  perdido. 
Vuelvo ,  lúes ,  1  bailar  la  vida. 

Basuiiie  estí  lo  senüdo , 
Ysiyoiiomf-heennaftado, 
Toda  la  gloria  ha  parado 
En  que  has,  seikira,  advertido 
De  ajer  el  raro  auceso. 

BOÍ*  CL«A. 

i  De  qué  sirviera  uegir 

Con  la  lengua  mi  peur. 

Si  con  llanto  lo  eonann  f 

Vana  de  que  baJIane  baMi 

Do»  Bipólito  burlado, 

U  llamé  ;j  so  desenfado 

Burló  de  la  industria  mía 

Que  aunque  es  verdad  que  me  diá 

batfsraeciones  que  allí 

Por  mf  respeto  creí , 

Ima,  por  ral  gusto  no : 

Pues  BO  me  pudo  negar 

Que  Toé  donde  otra  mt^er 

Le  llamaba ,  j  mi  placer 

Se  cooTirtió  eu  mi  pesar. 

Yo  misma  (¡aj  demf!)  encendí 


HAfUNAS  DE  ABRIL  T  HAYO; 

Yo  conflcioné  el  veneuo 

Sue  JO  misma  me  bebL, 
o  misma  desperté,  70, 
La  Aera  que  me  ba  deshecho. 
Yo  crié  dentro  del  pecho 
Kl  áspid  que  me  mordió. 
Arda,  gima ,  pene  j  muera 
Quien  sopló ,  conQclonó, 
Alimentó ,  despertó. 
Veneno,  ardor,  ispid,  flera. 

Bien  en  tantos  pareceré* 
Hoj  dirin  cuantos  le  ven. 
Que  solo  queremos  bien, 
1'ratadas  mal,  las  mt^jeres. 
¿  Para  qué  habernos  venido 
Ai  Parque  con  tal  cruel 
Pena* 

nollA  cuta. 
A  ver  si  viene  i  él 
Don  Hipólito. 

El  ha  sido, 
Por  cierto,  muy  lindo  eusajo. 

hoSa  CLta*. 
a  Imj  doy  tregua  á.mis  temores , 
10  os  comnare  ile  Sores, 
Mañanas  du  aliril  j  majo.       ( Yante 

ESCENA  RE. 

Dü\  HIPÓLITO,  DOSLriS. 
»o^  HiPúuro. 
En  erecto,  Irasia  su  casa 
A  DoBa  Clara  seguí 
Como  visteis ,  j  Ta  di 
Del  engaño  que  me  pasa 
S a tisra colones,  diciendo 

tQué  ofensa  era  ir  A  ver, 
lamado  de  una  mujer, 
Ui  que  mandaba?  ¥  haciendo 
Extremos  de  enamorado, 
Que  supe  fingir  muy  bien 
(Porque  ja  no  liay,  Don  Luis,  quien 
No  ba);a  et  papel  estudiado). 
La  dejé  desenojada , 
Atenta  á  mi  desengañoj 

Y  al  ñn,  con  su  mismo  dailo 
Vino  ella  i  ser  la  engañada, 
Puea  mis  eaircnios  crejó ; 
Siendo  asi,  Don  Luí«.  verdad 
Que  alma,  \iá»  j  voluntad 
La  DoBa  Ana  me  robó; 
Porque  una  vei  persuadido 
De  que  me  llamaba  1  mi 

V  hallarla  después  allí. 

Me  empeDó  en  haber  creído 
Que  ella  fué  quien  me  llamó. 

Vos  tenéis  lindo  despejo, 
non  fliróuTo. 
iPaera  mas  cuerdo  conloo 
Darme  por  vencido  T 


Has  1  haberme  tocedldo 
A  mi  lo  que  Evos  con  ella», 
Jamas  «tuviera  jo  i  vellas 
De  turbado  j  de  corrido. 
ooNBirturo. 
Fuera  Hnda  necedad. 
Pantnalldadea  tenéis 
J"  neci" .  qrae  parecéis  ■ 
Caballero  de  ciudad.    , 
■ira,  si  aqneau  forinna 
A  corrella  te  acomodas 

Inerer  porta  gusto  átodM, 
w  tu  p«ar  I  nlngnaa. 


DOÍÍA  ANA  r  DOfiA  LtICU,  teilUat 
eama  tíoña  Clara.— mn  HIPÓLITO, 
DON  LUIS. 

noR*  LDcU. 

Ya  eatis  en  el  Parque,  ja  (Aji./wrfM.) 

Decirme,  seBora,  puedes 

Con  ané  intento  desle  modo 

A  *a  hermoso  sitio  tienes.  ■ 

Si  has  de  verlo,  jpara  qué 

Abora  que  lo  diga  quieres? 

Que  es  retórica  excusada 
1  Decir  tas  coSas  dos  veces , 
L  Y  mas  cuando  estln  tan  cérea 
{  De  suceder,  que  presente 
I  Está  el  que  vengo  buscando. 
i  BúSa  LDd*.  {Ap.  á  tila.) 

I  El  hombre,  seüora,  es  este 
;  De  los  engahos  de  ajer, 
]  Si  mis  ojos  no  me  mieoieii. 

mSa  uia. 
\  Por  él  lo  digo :  pues  solo 
;  He  salido  i  bablirle  j  veris , 
'  Doude  por  la  obligacioii 
)   Que  S  ser  caballero  tiene, 

besengafie  mi  opinión; 

Pues  los  qne  son  mas  corteses 

Caballeros,  siempre  amparan 
:  El  bonor  de  las  mujeres, 

I  DoSA  LDCLl. 

'  jPara  aquesto  de  tu  casa 
,  Al  Parque,  señora,  tienes. 

Donde  es  una  culpa  mas 

Si  aquí  acertaran  i  verte? 

'  D03*  Il^A. 

;  Don  Juan  esti  remido 

,  Donde  quiera  que  estuviere ,' 

'  YaolD,  icslesliio,  donde 

Hai  tal  concurso  de  gente. 

No  se  atreverá  i  ■■="■- 


\  ¡  Plegué  i  Dios  que  no  lo  jenes  \ 

Tipate,  y  llega  i  llamarle. 
Di  que  una  mqjer  pretende 
Hablarle  :  que  «e  retire 
Del  amigo  con  quien  viene. 

doHji  lucí*.  (4  Den  HipHiU.} 
Caballero,  ua»  tapada 
A  solas  haUaros  quiere , 
Que  es  la  que  miráis.  Seguidnos. 

DON  HIPÓLITO. 

(Ap.  Doña  Clara  es,  claramente 
Lo  dice  el  traje.  Otra  vex 


Al  e 


Has  boj  no  lo  b'a  de  lograr.) 

(Uigate ,  n  habla  d  DfMg  Xn:) 
Roiable,  vive  Dios,  eres. 
Pues  que  lan  mal  te  asomas 
De  quien  te  estima  j  no  ofende. 
SI  buscas  satislaecíones 
Hajores  de  las  que  tienes. 
No  es  menester  que  me  sigas. 
Pues  en  el  alma  esils  siempre. 

OOfiAitlU. 

Por  otra  me  babeis  tenido  : 


„,z«i,GBc5te' 


MI 


Otra  T«ine  pr^uDUiteit 
Kii  oiri  oeulon  nía»  fuerla 
Eso  ntlama ,  y  respondí 

Sue  si  j  que  oo ;  j  me  |iar(-re  , 
aes  «iempre  es  una  la  duda , 
Dar  una  Trs|iuesU  aieoipre. 
Si  M  conoico,  pues  que  os  miro ; 
No  os  conozco,  pQraue  su<:l<'ii 
Los  hjeiiea  pasarse  i  males, 
\  iñj  al  retes  me  sucede. 

SegDfdme  lilcia  la  Florida, 
Pornoe  lialilaros  mp  coinií'ne    . 
Douúe  estéis  soto;  y  decidle 
K  ese  amigo  qup  se  quede. 
{Vanie  la>  Oei.) 

DOS  BirÓLITO. 

Don  Luía,  de  Duera  avenliiTa 
Podéis  darme  paral  ll(^^es, 
DoAi  Ana  esesia  tapada; 
Ahora  do  puedo  tiaccrnie 
En{¡*no,  qu<*  y<r  la  lie  visto 

tVeia  cómo  fué  la  de  R;er 
;sta  mtsiqaf  Veis  si  vuelve 
A  bolearme'!  Aqnl  os  quedad, 
Y  mormurad,  si  os  parece. 
El  Jiaber  dicho  qw.  lenRO 
Buéut  eurella  cun  mujeres. 

ESCENA  n. 

D0(iACLARAT1^ES,  topudat.— UUN 
HIPÓLITO,  DON  LUIS. 
itES.  (Ap.  á  Deña  Clara.) 

Don  llipAlitu  esli  aquí. 

Pnrt  no  andemos  mas,  dciunle. 
{QuédBnfe  paraiat  Ütña  Clara  i  Inei; 


C0NRD1AS  DB  DON  PEDRO  CAMIBRO:*  DB  L 
I  ESCENA  Xn. 

DON  JUAN.  -  DON  LUIS. 


Hída  esta  pane  Itajú 
ÜoBa  Ana ;  que  entre  la  gente 
Que  venia,  la  perdí 
De  lisia.  Pero  no  puede 
Esconderse,  Yes  verdad; 
Pues  cuando  á  m' 


Taiil 


tiga,  y  te  acerca 


-..-    ■  do» 

ir  lat  habta^ 

non  mpbiaa. 
y*  M  lago.  GuiMl,  señora 
DoSi  Ana ,  donde  quislereit ; 
Qtw  jRDdo  con  TOi,  hermosa 
beldad  de  estos  campos  *erdiw. 
Cuajqoten  sriio  seri 
La  Florida  ¡  que  le  debeo 
A  niestroi  ojM  de  Tae^O 
Y  i  toestra  planta  de  nieTB 
PArpora  ;  renlelas  flores, 
Criitat  j  atiiírar  las  fueines. 

MSI  CUkM.  lÁp.) 

Do6a  Ana  dijo:  ia;deml! 
Mu  i^aé  nuevo  e^ahoei  eaie 
Uas  no  tarde  en  discufrílln 
Quien  ateriguarlo  puede, 
l.a  P'orlda  es  el  logar 
litado,  j  i  él  me  condene 
Uenrle.)  Veuid. 

do:*  aiPÓLiTo.  (Áp.) 
Fuñona, 
¡  Ob  enluto  mi  amor  le  debe, 
Puei  teituro  de  los  celos 
De  Uofia  Clara ,  me  nhvcM 
A  Doib  Ana  1  Trionro  hermoso 
De  tu  gran  deidad  es  este. 
{Vaiuettdn,  f  jueéa itl»  Dta  Luü.) 


Verdad  m 

Cotí  Uon  tliiióMio  va 

Hablando.  Va  no  lia;  que  <spere. 

Nuera  de  calera  y  rabia 

Quien  de  aiuor  y  celos  muere. 


Donde  quiera  <pie  ^a  viere 
A  quien  agravia  mi  sanen- 

Y  t  quien  mi  oplninn  oictule. 
Primero  i[ue  con  la  lengua  , 
Sin  ceremonias  coriesi's 

Le  saludo  con  la  espada , 
Voi  de  lionor  mas  eloc nenie. 
Sacad  la  vuestra ;  porque* 

" opinión  me  venijue. 

DO.x  ni-v. 
Yo  DO  be  Ti-husado  en  mj  vida 

touderld 
lacoulasujs. 

V  si  matarme  os  contiene, 
.[)aos  priesa ;  que  si  os  lardáis , 
Os  pouri  quitar  la  suerte 
(>m  herida ,  y  no  es  capaz 

vida  de  dos  omertes. 

iS  respondo ,  porque  ya 
Hablar  el  acero  debe.  (Riiie 

(4p., 

Con  DoDa  Ana  entró  en  la  buena 
Doo  Hipólito.  ;0b  aleve 
Peni !  ¿Quién  crér&  qoe  alli 
Me  agravien,  y  agot  se  veniiuen* 

Desguarnecióse  la  espada. 

Daros  pudiera  la  muerte ; 
Pero  porque  echéis  de  ver 
Cómo  mi  valor  procede , 

V  como  debí  de  darla 
primo  iguabnenie 
ue  fuera  una  vea 

_..    ...  o  fuera  dos  vece 
Porque  ser  uño  cobarde 
^o  es  defecto  que  se  pierde) , 
Id  por  espada ,  que  aqui 
Oi  espero. 

(Ap.  i  Trance  fuerto, 
Pues  quien  me  a^travia  me  oblisa. 
PuKS  me  balana  quien  me  oteodél 
Has  yi  i¿  que  del»  hacer.) 
Esperad ,  que  l)reveineiile 
Volveré. 

DOM  )Uk^. 

Va  veis  el  riesgo 
A  que  eslot ,  si  atfni  me  viesen. 

Y  por  quitarme  del  paso. 


ESCENA  Xin. 

DON  JUAN. 

1  Qué  haré  en  penas  tan. crueles. 

Que  un  Incouveníenie  es 

Sombra  de  otro  loeon  veniente  T 

(Cuando  sigo  un  daño ,  otro 

En  mi  seguimiento  viene; 

lino  buscp.  y  otro  liallo, 
n  lodos  no  sé  qué  haeerme ; 

Que  soy  en  un  caso  mismo 

Persona  oue  liace  y  padece. 

Si  i  Don  flipólilo  sigo , 

Kalloi  lluii  Luis  neciamente; 
¡  Y  si  espero  á  Don  Luis,  fallo 

A  mis  celos  iHaa  qué  teme 
I  Ni  valor*  i  No  es  morir  tndoT 
i  M&teme  el  que  lotes  pudiere, 
,  Don  lll[>ólUo  6  Don  Luis; 
I  t'ues  cosa  Jüsia  parece , 

Si  mi*  busca  al  que  yo  ofendo, 
'  Que  busque  )'o  el  que  me  ofende,. 

I  ÍVflíf ) 

i  ,        Li  Roriil». 

\  ESCENA    XIT. 

I      DO.Sa  CLARA,  DON  HIPÓLITO. 

.1  DO:i  HtPÓUTO. 

En  aqueste  hermoso  mirgM), 
En  este  florido  allierRoe , 
Que  la  hermosa  primavera 
A  tanto  osluilio  guarnece , 
Podéis  decirme ,  seilora 
Doña  Ana ,  lo  que  i  esto  os  mueva 
( Pues  ya  sabéis  que  he  de  estar 
A  vuestro  servicio  siempre), 

V  no  esa  grosera  nnbe 
Tan  bellos  rayos  afrente. 

I    Amaneica  vuestro  sol, 
Pues  y*  el  del  cielo  amanece. 

Yo  haré  lo  que  me  man<lals ; 
Que  1  conceptos  tan  corteses. 
Que  i  discursos  laA  salantes , 
Hace  mal  quien  no  obedece. 

{Deteibretc.) 
Donxiróurn.  (Ap.) 
¡Doba.Clara  es,  vive  Dios! 

jQué  ns  admira T  ¿Qué  m  suspende! 
Yo  soy ;  proscguítf .  que  va 
El  discureltlo  excclcalt:. 

DOn  HIFÓUTO. 

NI  me  suspendo  ni  admiro. 
Sino  solo  de  que  pienses 
Que  no  te  habla  conocido , 

Y  sabido  que  lü  eres. 
Pero  quiseme  vengar 

De  (|ue  saldas  desta  snerie 
De  casa ,  irocaudo  el  nombre. 

■OÍJl  CLARA. 

¡  Oh  qué  inciaDo  chiste  es  ese! 
noTí  mréiJTa. 


Tras  mi,  le  dije  quhneras  ! 

Vengaél.ysi-oodijirre 

Q«M  es  feroad ,  cjitiga  eatóoce* 

UglizodCyCiOOglC 


Hl*  cnliMi  tan  tni  detdenei. 
Yo  vo;porél,ydlrí... 

DOSA  CUKi. 

Todo  cuanto  tú  quisieres. 
No  le  llainei. 

DON  aiPÓUTO. 

Puei;  porqué! 

MRjI  clura. 
Porqaeeiel  lUnüoi,  qaemlenia 
Hai  que  nis*  del  refh^aclllo. 

BOU  BIFÚLLIO. 

No,  no  :  mejor  es  que  entre 

A  desengaAarte.  (Ap.  No  « 

Sino  qae  jo  busco  este 

Desahogo ,  con  que  pueda 

Admirarme  ;  suspende rmo 

l>e  que  de  una  mano  á  uira 

Asi  una  mujer  te  trueque.)       (Vo»«.) 

ESCENA  XV. 


(Ap.  De  toda  la  Florida 

La  esren ,  de  matices  guarnecida , 

Celoso  be  discurrido, 

Y  bailaren  ella  ¡  ai  cielos '.  no  he  podido 
Hitcelos.  ¿CuWoicieliMl 

Se  hicieron  Je  rouar  taijio  los  celos, 

Qute  se  esconden  fiuscadosT 

Uiabuyen,  |)Orque  eslín  j-j  declarados. 

iNo  es  squellj  Doña  An-i? 

Vano  es  mi  enojo,  j  mi  venfjania  vana, 

Pues  sola  la  he  enconiradn. 

•Quién  créri  que  es  tan  necio  mi  cuida- 

Uue  me  pesa  de  vetla ,  [do, 

No  esUndo  Don  Hipúlilo  con  ellaY 

Volverme  quiero.  Pero  icómo  ;cielDsI 

Podré?  que  son  mis  remoras  los  celos.) 

Fiera, enemiga  mia,  (A  *««.) 

Falsa  sirena  j  engabosa  arpia , 

Esünee  mentirosa , 

Aspiflde  nieve  y  rosa , 

i  Dónde  esta  aquel  amaine 

Que  lan  llrmc  le  ador^t,  tan  constaale. 

Porque  me  ven^'ue  en  él  ile  ti  mi  acero, 

V  no  en  U  del  mi  leugua? 

DO.tt  CI.AII|t. 

Caballero, 
Vos  tenis  engaBado 
Con  tanta  pena  j  tanto  desenrada; 
Pues  ocasión  no  ba  habido , 


(Deicúbreu.) 
Para  que  1  mi ,  tan  necio  y  atrevido 
He  habléis,  sin  eoDocerme,  con  despre- 


HARANAS  DK  abril  T  HAYO. 

ESCBf  A  xvn. 


Mucho  me  alegro ,  Don  Juan, 
líe  que  hayaisllegado  i  tiempo 
Que  os  desengañen  ;  engañen 
A  vos  vuestros  ojos  mesmos ; 
Porque  si  vos  padi-ceij! 
A  un  mismo  instante  ésos  jerroa  - 
Va  es  fuerza  que  lo  creáis. 
Como  quien  pasa  por  ellos; 
Pues  pensar  que  lo  que  vos 
Créis,  no  puede  otro  creerlo, 
lüs  hacer  mas  advertido 
Al  otro,  y  i  vos  mas  necio ; 


[Oh  qué  necio  desengaño. 
Doña  Ana ,  pues  cuando  veo 
Ooe  es  verdad  cgue  me  engaSaron 
Üii  ojos,  también  advierto 
Que  el  desengaño  me  ofende , 
lú  le  traes  é  este  puesto  I 
„o  eniiano  y  desengaño 
Toda  ba  sido  engaño  ;  luego 
No  le  puedes  excusar  ■ 
Di^l  agravio  de  mis  c^os; 
Pues  hoy ,  como  del  enea  So , 
Ufl  desengaño  me  ofendo , 
Pues  el  engallo  era  agravio; 
V  el  desengaño  ra  desprecio, 

Rn  baher  venido  aqni. 
Ni  te  engaño  ni  le  ofendo; 
Pues  por  II  solo  be  venido. 

;  Paes  pudiste  lA  salierloT 

ooSa  kia. 
No;  mas  pude  adivinarlo , 
Desta  manera  viniendo 
Para  hacer  que  le  buscara 
Don  Hlptiiio. 

lA  qué  efecto  T 

DO^A  ARA. 

A  efecto  do  que  te  diese 
La  satisfacción  él  mesmo. 

BON  JIUH. 

¡Oh  qué  necia  preteocioa  I 
Porque  cuando  da  mny  necio 
El  que  fué  segunda  amante 
Al  que  fué  amante  primero, 
De  celos  satisfacciones . 
Es  cuando  le  da  mas  celos. 


Quew 
Cooei 


te  comoiluoaysol  guarda  una  nube, 
.  w  emboto  de  sol  hallé  una  luna. 
Perdonad, mi  seíiora, 
Que  DO  haUsba  con  vos. 

CSCEItA  XVI. 

'  OOSa  ANA,  DONa  lucia.  -  DONA 
CURA,  DO.N  JUAN. 

Mlf)A  A1U. 

Yo  puedo  ahora 


Pues  si  con  ros  hablaba , 

Hable  coo  vos;  que  aqi^  ul  enojo  acaba. 


No  hagas  graduación  de  amores ; 
Due  lio  soy  nmjer  que  puedo 
Tener  primero  j  segundo. 

Calla,  calla,  que  me  acuerdo 
Deooanoche.r.  Pero  aquí. 
Has  que  yo,  dice  el  silencio. 

poRa  ana. 
i  Pluguiera  1  Dios,  las  digcttipu 
Que  yo  de»  noche  leogo, 
Pudiera  sJgniBoarle! 
Pero  puedo ,  si  no  puedo. 
Con  decir  que  soy  quien  soy. 

M>nniAH. 
¡Qjait  bastara  eso! 

DOffA  AIU. 

bulara,  ti  ma  amirai. 


Porque  t«  amo,  00  U  creo. 


DI. 


ooíUai 


De  la  Justicia  huyendo. 
Ten  efecto,  enternecido 
A  mi  llanto  ó  i  so  esftaerio. 
Se  filé.  V  si  le  vieras  lA 
Salir  de  mi  cas*,  es  cierto 
Que  pagara  yo  la  pona       > 
De  la  culpa  que  no  tebgo. 

No  hiciera ,  cuando  aquel  bombr* 
Fuera  un  Itorobrc  como  Arceo , 
Que  es  el  que  anoche  eo  tu  casa 
Escandido  y  encuUerto 
Le  tuvo  Dona  Lucia. 

doíIa  Ltrcb.  (Ap.) 
;  Por  Dios ,  que  roe  ven  el  juego ! 

i  Qué  dices  T 

Lo  qnt  es  verdad. 

i  Bay  tan  grande  atreviiniento  ! 

Pero  siendo  un  hombre  noble 
El  que  enlóDces  quedó  muerlo. 
Y  abriendo  con  llave,  ino 
Entraba?..  Pero  no  quiero 
Pronunciarlo ,  por  no  ser 
Vfbora  yo  de  mi  aliento. 
Quédate  i  Dios ,  que  te  guarde , 
Doba  Ana,  para  otro  dueño; 

Sue  son  muchos  desengaños 
ira  un  hombre  aue  va  liuveodo. 
[Ap.  Por  esperar  i  Don  Luis 
iolo  me  voy  y  me  quedo,)        {Yútf.) 


DON  HIPÓLITO ,  t  trat  ¿t  DOflA  CLA- 
RA, ilguUndeU.—DOftJi  ANA .  D0> 
5a  LUCIA. 

DON  HIPÓLITO.  {A  Doña  Aaa,) 
No  pude  hallar  i  Don  Luis 
En  todo  el  Parque... 

ooíIa  cuna.  (Ap.) 
_^  Vo  vuelva 

TnsDon  Hipólito,  i  ver 
Eo  qué  paran  sus  enredos. 

doAa  lucIa.  (Ap.) 
4 Que  hubiese  tan  mala  lengua T 

BOU  B1PÚUT0.  (A  Doña  Ana.) 
Pero,  tlve  Ulos ,  que  es  cierto, 
Clara,  que  le  conocí 
Desde  el  instante  primero, 

DOSA  ANA. 

No  hicisteis,  porque  si  hubierais 
Conocldome.  sospecho 
Que  no  os  debiera  mi  honor , 
Don  Hipólito ,  estos  riesgos. 
Advenid  que  bablals  conmigo. 

U,B,l,z9dbyL-.OOgTC 


COMEDIAS  DE  DON  PLDHO  CALDERÓN  DE  U  BARCA. 


No  btMibi  tlao  oooBiigo , 
Como  «M  diJiíieLs ,  puedo 
Decir  JO ;  que  jo  tamUeD 
Quien  bable  uonmlgo  lengo. 

{Detoúbreu.) 

tKKI  DIPÚLITO.  (4ji.) 

jVWe  Dios,  que  me  haa  cogido 

Por  tiimbre  las  dos  eomedlo !  * 

Pum  luogne  tos  ne  imltaii 
A  mi ,  imitaros  do  puedo 
Vo  4  Toa;  que  iio.he  de  dejaros 
Sin  averiguar  primera 
IJd  engaño  oídlos  dos. 

Mjf  A  ukU.  (Ap.) 
i  Que  hija  en  el  araudo  parleros  f 

iKín  HiréuTo. 
Pues  ¿qu«  esperáis! 

mU  *iu. 

?Un  lestieo 
ue  ha  de  ofrlo  j  ha  de  verlo 
él  viene  ja;  que  esia  sola 
Piedad  al  cielo  le  debo. 

BSCBIA  XIX. 


No  habéis  de  h-  deía  suerW, 
Ya  que  en  el  Parque  os  encuentro. 
Después  míe  toda  la  noche 
Os  busque. 

M^  KKH. 
Mirad  que  tengo 
Que  hacer,  y  ut"  —  -'  *■ 


le  va  el  hi 


MU  renao. 
Oíd  t  Dofia  Ana  primero. 

i  Qné  haj,  Luda  ?       '      (Ap.  á  ella.) 

BOÜA  LCcU. 

farlfriss. 
Va  todo  se  sabe ,  Arceo. 


Que  ajer  fuisteis  i  mi  casa. 
De  Don  Hipólito  hnjendo, 

V  que  él  crej6  que  jo  flil 
1^  upada! 

DOÜA  CLAajt. 

SI,  j  queriendo 
Corlesanameoie  hacerle 
Una  burla ,  esorihl  luego 
Un  papel  en  vuestro  nombre , 

V  en  la  casa  de  Don  Pedro 
Le  fui  á  ver,  donde  pasa 

Lo  qoe  proaegnlri  él  mesmo. 

Con  esto,  Don  Juan,  he  dado 
Los  desengaños  que  dumIo. 
El  cieio  en  los  oirM  nahle , 
Poca  solo  los  sabe  ei  cielo. 


DON  LUIS. -Dichos. 

¡SeSor  Don  Junde  Guiman! 

noN  PEDHO.  (Ap.) 

Peor  se  va  poniendo  esto. 

A«ceo.  {Ap.) 


DON  niPÓLiTo.  {A  Don  Lait.) 
iEsIe  es  Don  Juan  de  GUEmaof 
El  DO  conocerie  tiento. 
Para  haber  eti  vuestra  ausencia 

Esperad ,  deteneos ; 
Que  este  duelo  ha  de  vencer 
Lahldalgnia,  j  noel  acero. 

Pudiérades  esperar 

A  verme  soto  ei  el  puesto. 

DOÜ  tois. 
Importa  que  baja  lesilgn-i 
Para  lo  que  hacer  intento. 
A  qne  fuese  por  espa<la . 
Que  se  me  quebró  rifieiido 
Con  VOS ,  me  disteis  lugur  : 
Si  tardo,  dlsciüiia  tengo. 


Puet  por  haberos  escrito 
Este  papel,  me  detengo. 
De  la  causa  en  que  soj  parte, 
Este  es  el  apartamienio; 

gue  si  deudor  de  una  vida 
rals  miu ,  j  noble  j  cuerdo 
Me  la  disteis,  eaulra  vos 
Derecho  ninguno  tengo. 
V  si  entonces  no  lo  bice , 
Fué  porque  allí,  no  teniendo 
Espada,  no  presumierais 

?ae  os  daba  el  perdón  de  miedo; 
asi  os  le  entrego,  Don  Joan, 
Cuando  en  ia  cinta  la  t«igo. 

No  solo  me  dais  la  vida  <, 
Sino  et  honor;  j  pues  viendo 
EsUis  la  dama  que  fué 
La  ocasión  desia  suceso*. 
Ella  os  pague  con  los  brazos 
Lo  que  con  almas  uo  puedo. 

Pues  con  vuestras  amísiadea 
Todas  las  nuestras  hacemos. 

.    OORa  C LÍBA- 
NO hacemos;  porque  si  ja 
No  tengo  quien  me  üé  celos. 
No  tengo  i  quien  quiera  bien. 

DOH  HiPÓi-rro. 
Pues  íhaj  mas  de  uo  quereros! 

noa*  AMA. 

Arceo  j  Doña  Lucia 
Se  casen  hi^o  al  m 


IUDí  sobre  la  cualrccaiíae 
iai>  que  le  le  ha  dado  d  dívnrlto  el  hanor ;  r 
¡lo  enbarfo.  m  maiflesti  eomplrlimnile  i>- 
isfetho  d<j  Ddfia  Ala.  Es  pleide  cr«er.aue 
MI  el  discurso  de  Don  Luis  u  baniuprio.Hn 


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EL  jardín  de  FALERINA, 

REPRESENTACIÓN  DE  DOS  JORNADAS. 


USIDANTÜ. 
ROCERO. 

CARLOHAGRO. 
RULUAK. 
OLIVEHOS. 
RKi»ALDOS. 
'   DUH ANDARTE. 
PALKRINA. 


ARGALU. 

HARFISA. 

FLOR  DE  LIS. 

BRADAHANTB. 

EL  delfín  CARLOTO. 

JAQUES  .ftaiutt. 

HARSILIO. 

ZULEHlLLA.itm. 


U  tiCKM  M  n  TriMocrU  (i  SkiUa). 


UN  SALVAJE 

DlMÁS. 

Ndwii. 
HduOM. 

CtMLLHO*. 
SOLMKM  FUKim. 

SoLDiiKW  aoBM. 
Gurí. 


JOHNADA  PRIMERA. 

Xoitet  j  trtoled». 

EMCETIA  PaiHERA. 

Salrpor  km  lado  MARFISA,  vellida  de 
mora,  t  par  otro  í.mUktiíE,  am- 
tvi  ton  piumas  s  bensata*,  hablan- 
lis  eaia  uro  aparte,  fin  vtr  al  otro. 

i  Ob  lú ,  de  aquFsios  monret 

Que  el  mar  en  UesÍKU*!^  horiioatcs 

iJue}  deuue,  ortculo  divino... 

:0b  tú,  deltas  monUñas  peregrino 
Ídolo  iñlmano,  A  cuyo  docto  aiibelo 
El  el  abtuno  >al¿T|irete  del  cielo... 

USIPA^E. 

Tá,  qne  ubb  la  ^m  piromancía 
t^rikei  en  pirámides  de  Tuefo... 

Tú,  nae  en  el  *tre ,  1  tus  cniíjuroi  ciego, 
lias  k  las  ares  la  eteromancia... 

Tú  ■  que  en  sepulcros  la  nigromancia 
Éjeeuias... 

Y  en  agua 
LahÍdroniancia,eDquit!D«utllseirigQa 
Sb  asombro... 

UaiDAKTE. 

EnquieD  esmera  su  portento... 


Et  tiento  1 

:Tfi,  que  lUocas  divides 
Lgi  linbitos  del  fol.qne  A  dedos  mide*. . . 
uarisA,  [bacilas 

i  T6,  que  tnmbos  las  sombras  de  ios 
Le  piut  i  la  luna,  ;  las  estrellu 
CmUM  om  por  nni... 


Anticipada  nn  de  la  fortuna.. 
Futuro  vatidnio  de-la  ftmi... 


FALERINA ,  vfiMa  <te  pielet.—UKR- 

FISA ,  lísidamií:. 

r*i.EiiiMi. 

;  Quién  me  llama  T 

Quien,  bien  que  en  íe  de  ud  conson 
■AUiu.  [amante... 

Qoteu,  bien  qne  en  rede  un  inimo  cous- 
LiUDA^TE.  [taate... 

De  tiAntene,ob  sabio  asombro,  vieue. 


Para  nadie  piadosos  mis  oidoa. 
Galán iÓTen.bermosa  dama,  ruaron 
Oe  cointoi  oeste  escollo  trascendieron 
PÚlagoa  j  moDiaSas 
Al  duro  corazón  de  sos  entraSas , 
Donde  de  amor  la  amenazada  ira , 
Quiíl  mas  que  roí  estudio,  me  retira.. 
— Pero  estúuoea  de  aquí;  }asi,prosi- 
[go.- 
Para  nadie  (otra  reí  f  otras  mil  (ligo) 
His  oidoi  piadosos  sk  mosiraron  , 
De  cuantos  eo  mi  busca  penetraron 
F.gos  peñascos,  mas  que  para  aquellos 
(O  remcdialios  sea ,  o  no  lemellos) 
Cajos  estragos  han  de  amor  nacido : 
Y  pues  mis  tañas  solo  í  este  partido 
Se  dan,  sepaquién  sois-.que  daros  qule- 
Hl  favor.  iQn¿  esperalsT  [re 


Que  bable  primero 
era  luUel  locura 
Negar  lo  prémineacli  i  la  bermoaara, 

Esa  cortés  licencia  que  os  permito , 
No  por  bcrmoSB,  por  mitier  la  admito. 

(Va  <t  retifwU  Utülmle.) 
^AdAndeosretlraisT 


Oid,e^)erad,DO  o*  lais;  quemhpisiooeí 
Son  tan  mías ,  tan  mías  m  s  acciouet, 
Qat  podréis  ves  oirías , 
Supuesto.. 

USIDiBtl. 

iQu¿T 

Que  puedo  jo  deslrlas. 
Tan  bija  de  la  fortuna 
VI  la  luí  deada  el  primero 
Horóscopo  de  al  alempre 
Triste ,  infanito  naciiMeiito , 

no  conocí  mil  padres , 

un  otros  los  cooocieroi). 
Según  ( después  que  ilustrado 
Eu  las  escuelas  del  tiempo, 
Empez6  A  dar  el  discurso 
Lección  al  entendí m i enio) 
He  Informaron  las  noticias 
De  loa  que  solo  aapieron 
De  mi ,  ser  un  inconiiaaie 
Aborto  del  mar  j  el  viento. 
Un  barco,  pues ,  derrotado , 
Sin  tela ,  Jarcia  ai  remo , 
Supe  qne  fué  mi  primera 
Cuna ,  entregada  al  ioquieto 
Arbitrio  de  ondas  j  embales : 
Tan  infelii  desde  loego. 
Que  rtfagas  j  bramidos 
Del  mar  ¡r  del  aire  fueron 
Idioma  de  mis  arrullos 

Y  fraae  de  idIs  goriees. 
Combatida  de  las  ondas 
Fluctuaba... — lOhno  peqaefio 
Rien  del  mar,  nacer  un  triste 
Tan  en  las  manos  del  riesgo, 
One  sepa  del  el  sentido, 

Y  DO  sepa  el  sentí mieoto ! 
—Combatida  de  las  ondas 
FlucUiaba ,  i  decir  vuelro , 
Cuando,  de  uooa  pescadores 
Socorrida,  me  Iralerod 

A  la  orilla  en  tan  felice 
Ocasión,  que  en  su  desiertos 
Agíante ,  rej  africano , 
Andaba  A  caxa ;  j  oyendo 
El  no  pieTenido  acaso 
De  tomar  i  sus  pies  puerto 
Tan  contrastada  iuocencla. 
Que  se  h^aba  en  un  momenie 
8iñsabeito,desdttii«la, 

Y  dicbosa  sin  saberlo ; 

Me  lletA  i  n  corte ,  adonde 
Ih  aü.  QuMeH  cuo 

DigmzíídbvGOOglC 


«w 


COUCblAS  DE  DOH  PKUltU  CALDERO»  DG  LA  BABCA- 


Aqui  por  ahora .  j  vamos 

A  ulrd  coia,  mientras  craico. 

Ksie  (lia  (ó  ;a  que  no 

Este ,  pocos  mas  ó  mánoa ) ' 

Trajerou  al  Re;,  por  rara 

HanvUta ,  sus  Dioiiteros 

Uiii  parida  leona , 

Que  eiicoDiraron  en  lo  «speso 

Del  boagae ,  alirígaiulo  entre  otros 

Cachorros  suyos  un  bclto 

litbnte,  i  quién  como  i  biia 

Alimeuuba  á  sus  pecbos. 

Temieudo  Que  peligrase 

Humana  viua  entre  ellos 

El  (lia  quu  mvs  crecidos 

Quisiesen  colirar  soliei  bios 

£n  ia  alimento  lo  que  rl 

Les  quit6  de  su  alimeuto , 

Le  pusieron  tales  la/.os , 

—  .r_  -|gj¡gf^  pedieron 
t ;  mas  fué  Ul 
'a  el  seutúnlento, 

Oue  rolas  redes  y  laios , 

tos  siguió  á  la  coTiu ,  haciendo 

Con  doiiiestkHdo  iostialo 

la»  cariñosos  eilremof, 

Uue  fl  Ri^y,  conmovido  aun  mas 

Que  i  iú  p<<>dad  al  portento  , 

.A....: j,||,(,_  „r  .: 


I.  ji  un  pequeQo 
AtlKrsne  los  retirasen 
Con  eliiifanle,  poniendo 
A  mh  por  el  otar,  MarfUa 
Ku  nombre ,  y  t  él ,  por  los  Jleroi 
R unidos  Je  la  leona 
VA  día  que  le  ecbá  menos . 
Rufer;áe  suerte,  que  Iguilei 
En  hados  y  en  nacimientos. 
En  Influios ,  en  destinos , 
En  fortunas  j  sucesos , 
Ambot  DM  eriamoiimtlu; 

Y  como  dice  el  proverbio , 
Amtr  en  nuetírat  ntíl»te* 
(Para  si'guir  el  couceplo) 

MiriéHvettratcoratoiut: 
Pi'ro  no  prosigo  el  verso  . 
(.'un  ariHHuí  di f árenle*. 
Cues  rué  el  arpón  uno  mesmo ; 
Uicn  cjue  templado  en  lao  dutce 
Yerlia,  en  Uiu  lilando  veneno, 
ifue  conresAudole  amor. 
Ño  fé  qué  linaje  nuevo 
De  amor  le  conUi?se ,  pues 
Kntre  carifio  y  respeto, 
Kra  amor  siu  esperaaia, 
Ks|ieraiii'.'i  sin  deseo, 
bt-snisln  (iresmicion , 

Y  presunción  sin  afecto 

De  mas  que  mnur  por  aniar  : 
1'anln  <|ue  asegurar  puedo 
(Piiniue  no  se  alabe  el  giisin, 
Une  IiuIm  iuteri-s  de  por  medio) 
ijue  amándole  ¡lara  toilo . 
Para  es|K>80  le  alwrrezoo. 
Kn  esta  conrronlacloii 
lie  estrellas  crecimos,  siendo 
Hí  n«;iipaGion  la  asistencia 
De  Argalia  (asombro  bello. 


.Sobre  uu  rspirítu  altivo, 
l)e  la  beldad  j  el  iaaealo), 
llíja  de  Aglaiite;]r  la  tuja. 


Ln  del  mimar  uauejo 

De  las  armas,  en  qoe  Iguale*  . 

iHiiihieti  corrimos  uo  mesmu 

Hunibo ,  pues  50  mereci 

lie  Araalia  el  vaiimienio, 

y  él  eVde  Agíante  en  las  lides 

(Jue  poco  ánies  u 


Hereclú  regir  sus  tropas 
Con  el  claro  nombre  excelso 
De  Paladín  Africano, 
En  oposición  de  aquellos 

8ue  con  Gíirlos  en  la  mesa 
edonda  tienen  asienloT 
Pero  como  en  la  fonuna 
Mo  hay  punto  lijo ,  pues  remos 
De  uu  iosiaate  a  otro  mudar 
La  serenidad  en  ceBos ; 
Olitso,  cansada  de  baiicr 
Contra  sos  estilos  becho 
De  on  desdichado  un  diclioso 
Sin  hacer  al  mismo  tiempo 
De  im  dichoso  on  desdichado, 

8ue  en  un  aucado  encuentro , 
uetto  el  caballo ,  quedase 
De  las  amias  pri^iero 
De  Praucia  :  t  cuya  ocasión , 
Uno  j  otro  rey:  átenlos 
A  sus  razones  de  Estado , 
Trataron  treguas,  viniendo 
A  una  suspensión  de  armas  : 
En  cuyo  espacio,  no  lialiii'iido 
Plática  de  uu  campo  i  orní ,' 
No  se  han  tratado  los  medios 
De  su  rescate  ó  su  canje  : 
Su  rescate,  porque  precio 
h'o  hay  i  Kugero  en  el  mnndb: 

Y  so  cai^e ,  porque  preso 
Tampoco  hay  en  él  ile  i};ual 
Suposición  :  con  que  lialiienito 
La  tregua  cumplido  el  plaxo , 

V  en  élfaliado  <  el  rey  nuestro , 
Vuelve  t^Vincia  i  la  campaüa, 
Ko  sin  vanidad ,  creyendo 

Uue  por  quedar  Argalia 
Hereilera  de  su  reino, 
Seri  ti¡d\  la  victoria , 
Sin  atender  que  no  menos 
Belicosa  ell&  que  Agíante , 
Silirt  salirle  al  encuentro. 
Dígalo  el  que,  persuadida 
De  su  generoso  aliento. 
Pasar  áTrlnacria  quiso. 
Donde  en  los  ocultos  senos 


...ebansfdoelal  . 
Y  cuartel  de  sus  armadas 
Huestes)  vean  que  no  ba  hecho 
<  Palta  Harte  dmide  queda 
'  Pát»s  para  su  goUerno. 
Euil)arc6se  pues ,  y  ajiénas. 
Sacra  emulación  de  I  énus . 
'  La  vi6  el  mar  en  sus  espumas , 
I  (Cuando  dudando  ó  creyendo 
Que  era  que  iba  i  liiígar 
De  la  hermosura  el  íniperío. 
En  faior  de  su  deidad 
Amotinó  su  elemento, 
I  Tan  sa&udamente  airado, 
.  Tan  airadamente  Gero, 
!  Que  en  los  campos  de  <-^i^lal , 
Gii^nles  Flegrasdo  bielo, 
Se  vieron  en  un  instante 
Montes  sobre  maníes  imestos. 
Tal  vex  vimos  su  fanal 
Esirella  del  lirmamenlu , 
Tul,  pavesa  del  abismo  : 
Haslu  que  piadoso  el  rielo 
Quiso  que  el  (lardo  cIvjk 
Desie  obelisco  soberbio. 
Que  entre  Caribdls  v  Sella 
Se  deja  descollar,  siendo 
Nuestro  norte  y  nuestra  afinja , 
Nos. diese  prestado  puerto, 

'  Las  arrups  de  su  ceño 
i  Kl  enojado  Neptuno. 
\  sieudo  asi ,  (|ue  sabiendo 


Antes  de  ahora  de  la  fjnia, 

Y  ahora  de  los  groseros 

'  Moradores  desie  escolio. 
Ser  lu  aliiergue ,  á  verle  vengo 

'  Desin:Judada  de  las  IropaS) 

I  Por  si  pudiese  mi  ruego 

I  Obligarte  i  que  me  digas, 

I  Hermoso ,  sabio  portento , 
Sí  Rugero  muere  ó  vive, 

\  Qué  modo  de  tratamiento 

.  fia. tenido  en  U  prisión. 
Si  esil  afliuldoó  contento, 

V  en  lln ,  si  de  mi  se  acuerda , 

Y  qué  caminos ,  qué  medios 
Pondré  i  su  lil>ertad ;  pues 
No  dudo ,  con  lu  consejo 

V  mi  fineía,  quesean 
En  los  anales  del  (lempo 
Prodigiosas  las  fortunas 
De  Ñarusa  y  de  Rugero. 

rALGRlNA.  (A  Ifor/tM.) 

Antes  que  i  U  te  responda ,  — 
Prosigue tii,poT^puedo,{^t.it'daii(i; ) 
Habii'iido  escuchado  i  eninimlios, 
A  entramlMS  satisfaceros. 

t4SiD4:ne. 
Llsidaote  de  Asia,  hijo 
Üe  Uenodante  ,  supremo 
Soldán,  soy  :  mi  heroico  padre, 
Ue  Cirios  pardal,  sabiendo 
Que  con  AgUnte  rompía 
La  guerra,  entre  olios opueilM 
Que  auxiliares  le  dispuso , 
Quiso  uue  luese  el  no  menos 
Estimanle  mi  persona, 
nevalldando  los  fueros 
A  la  jurada  allania 
Coimilgo  de  aqiigoy  deudo. 
Honróme  Cirios,  sentóme 


Par  lie  Krai 


celso 


I  US 


n-ndidos 


SI  le  pagué  ó  no  Iguut  pi 
La  fama  lo  diga ,  en  cuai 
Ocasiones  se  orreciernii 
Hasta  la  Ormada  lrei;ua. 
En  CUTO  ocioso  intermedio 
No  fuéjwra  nii  la  corle 
Camiiauj  de  roanos  riesfio 
Que  la  de  Agramante,  pues 
pasó  tan  de  extremo  á  exiiviiru 
La  distancia  de  una  a  olra, 
Cuanlo  va  de  vivo  i  inueiio , 
De  vencedor  i  vencido, 

V  de  libre  i  prisionero. 
Bradamanie  de  Arles .  tiija 
De  sus  duques,  fué  el  otéelo' 
En  quien  lidiaron  mis  ansias 
Aquel  repetido  duelr 
A  que  siempre  esiAu 
Amor  y  aborrecimíenin , 
Pero  como  la  hermosur^i , 
Potentada  de  so  imperio , 
Labra  contra  si  las  arm.is 

De  su  desden  (pues  es  cierto 

Que  da  armas  contra  si 

La  que  desdeñosa  al  mesmo 

8 ue  escasea  los  favores, 
rece  tos  merecimientos); 
No  escasi-an<lo  la  costa 
lie  ansias ,  penas  y  desvelos. 
Siendo  gala  en  ella  usarlos , 

V  gala  en  mi  padecerlos; 
Duraba ,  no  en  mi  esperanta , 
Sino  en  mi  dolor,  i  llempo 
(jue  despi-didas  las  tropas 

A  causa  de  los  pretextos 
De  la  treyna,  me  Uíé  fueraa 
Volver  i  mi  patrio  centro. 
¿Quién  erérá  que  hubo  quien  vuelit 


ivireí 
Si  el  <iiir  m 


IbyGpOglC 


EL  JAHDIN  DE  FALEAINA. 


Se  aasenii ,  peligra ,  panto 
itiw  aosencia  es  muerte  <le  amor, 
,  lé  peligraríi  et  que,  ajeuo 
e  Tuvor,  se  ausi'nU  ?  Bien 


iQuépi 
Ue  Tuvo 


tíue  iKi  luva  :  con  que  creo 
Üae  auseniH  j  aborrecido. 
Llegué  i  vivir  mas  coiiiciito, 
tfue  favori-ciilo,  auienlu 
Viviera;  pues  por  lo  menos 
;  Ks  sin  aqníl  sobrvsatio, 
'  Aquel  recato ,  aquel  miedo 
De  i|ue  tPLigo  lie  (lerder 
l.n  esperauxs  que  no  letiK"- 
lt.isla,aqnl  fué  ruemí  ilarte 
r.ueni'a  de  mis  seiuimienlos ; 
Has  va  desde  squl'seri 
Prolija  relación ,  |>uesta 
Que  desde  aqnl  sen  lau  unos 
De  Marasa  los  sucesos 

Y  los  Olios,  que  el  coniarios 
No  imiiorla  ¡lara  saberlos. 
La  niisnia  cumiilidu  ireRua 

8  lie  i  ella  trae  en  seguimienlo 
L'  Arcilla ,  es  la  qu^^  mi 
Me  trae  al  pasado  «mneflo ; 
Bien  que  aliora  foreailo  mns 
Uel  auior,  que  del  ríTwnn, 
El  temporal  mistno  que  á  ella 
Trajo  á  abrigar  i  esle  puerto. 
He  (r^ijo  i  mi.  El  mismo  inronnc 
De  habitar  ib  estos  desiertos , 
Oue  i  ella  la  oUlga ,  me  oldiga 
También  i  buscarle:  j  siendo 
Asi  que  lo  que  ella  drjo 

Y  JO  dijera,  es  lo  mesmo. 
Sea  lo  también  s;tber 

SI  en  esU  ansoncRi  otro  nfeclo 

Supo  servirla  mejor; 

y  ya  que  >  sus  ojos  tiu-ho, 

Qué  (tunero  de  agasujos. 

Qué  especie  de  rendiinieaios , 

Qué  linaje  de  fliiems 

Kn  su  servicio  liacw  pneilo , 

gue  mas  la  obligiwii ;  j  oii  lln , 
.  i  por  acaso  6  por  TPrrrt, 
Alhajas  de  desdichados  •   ■ 

A  Rrailamaiiie  la  dcho. 
Va  ipie  no  (lara  f^ivnres. 
Memorias  para  despircios. 

Va  os  dije  que  de  aniiiros,'<s 
Fortuna^  me  compade/cu, 
y  ano  di  i  enientcr  que  lenia 
Altas  cautas  para  hacerlo. 

Y  no^abiendodeiialir 
Aquestas  jamas  del  pecho. 
Porque,  gusanos  di'l  alma. 
Se  lian  de  morir  acji  dentro; 
Sus  afectos  salgan ;  n» 
Disa  amor  que  le  reservo , 
Avarienta  de  sus  triunfos , 
Las  causas  y  los  erecms. 

Y  asi,  obediente  i  los  dos, 

Y  i  mi  obedientes  aquellm; 
Espíritus,  que  lie  heredmlo 
De  Ucriin,  padro  y  maestro. 
Cuyo  cadlver,  aunque 
Yace  en  loa  campos  amenos 
De  ARTamanle ,  desile  aqni 
He  escucha ;  rasgue  sus  sfiios 
Fsle  risco ,  y  en  <ns  duras 
Kiiir.iñaa,  descubra  dentro 
De  s  II  paiDToso  espacio , 

De  Unida  maote  y  Hugetn 

La  acción  en  qus  abara  se  hallan 

Entrambos. 

[btniro  nlda  de  terremoto.) 
Lí  voi  nr.  HY.ntn,  (Drnirt.'' 
Va  le  oltcde¿vu. 


ESCENA    tu. 

Aparrce  r'l^alou  de  unptlaeio ,  tn-el 
cualte  ven  uitU^iaeu  iWat  CAR  l.lí- 
MAGNO.  CAiaOTOrFLOIIUK LIS; 
Ittrgit ,  por  una  btuda  g  otra ,  KUI.- 
UAN.  BElNALpOS.  DURArCDARTK, 
OLIVEKOS,  mmM  t  cnatu-BRcis: 
íllai  teatadq*  en  aimthadút,  y  elloi 
hincada  la  rodilla;  la  priintra,  ai 
lado  áertdta.et  BHAOaHANTI!:  can 
R  UU  ERO ,  V  iat  utisicós  etíún  detrat 
deíodai.  en  a/o.— FALERINA,  UaR- 
[''1SA,L1S1DANTB. 


i  Qué  veis? 


El  salón  excelso 
Del  gran  palacio  de  Cirios , 
Que  de  gala  j  de  tesiejo, 
t.omo  suele  en  reales  bodas 
Esil ,  lugares  teniendo 
Los  galanes  con  las  damas, 
be  cuyos  allos  sugetos , 
Después  de  Cirios ,  Cariólo 
Y  iHor  de  Lis ,  al  derecho 
Lado  sigue  Bradamante , 
Con  i[ui«u  estft  un  caballero , 
A  quien  solamente  no 
ConoKCO  de  todos  ellos; 
Bieo  que  de  verie  lal  vez. 
Como  entre  sombras,  me  tcoerüo. 


V.-ilrr  suele  el  argumento. 
El  qne  desconoces  tH, 
M  c|ue  coiioíco  es ,  supuesto 
QuH  el  que  con  la  primer  dama 
Kslí  en  log-jr,  es  Rogero; 
Bien  qne  yo  también  debiera 
Desconocerle ,  si  atiendo 
Que,  del  arricano  tr^e 


jNo  nos  diris  i  qué  efecto 
Es  el  festín  T 

luansA. 
íYiquécausa 
Cuando  le  juagaba  preso , 
Triste  y  afligido,  eslá 
Tan  ah>gre,  tan  contento 
V  tan  Hallado  en  ParIsT 

¿No  nos  respondes? 


Ko  puedo ¡ 
Que  sí  babetsTisto  vosotros 
Vuestras  desdiclias,  no  menos 
He  visto  yo  mis  desdichas; 

{  V  pues  que  suspensa  quedo 

1  Mus  que  vosotros,  de  mi 

I  So  bay  oti "  " "  '     ' 

I  Puesmejc 

I  ^u  goiio  que  r 

'  Cuando  pasando  al  oído 

I  De  los  OJO»  el.poTii*nto , 

I  :\  las  nibsícas  de  alli 
Repitan  aquí  los  eco;... 

aiisicos.  (Cantan.) 
fíeinandeenrranciaCdrloirtpi-imfro. 
f entrando  á  etpoio  itn  taíirde  ¡i'manie , 
M  al  lado  ftíi»  de  Bradamante , 
Vencida  de  m  amar ,  dije  Ragere. 


Heroico  Dellin 
Soberana  Flor  de  Lis , 
Bt'llas  damas,  rabulleros 
Ilustres ,  que  mi  fortuna , 
Hejorando  á  un  mismo  tiempo 
De  retigioi)  y  de  estado-. 
Mereció ,  sin  merecerlo , 
l>c  prisionero  de  Marte , 
Pasarme  íi  ser  prisión iro 
l>u  Amor,  en  la  esclavitud 
Ui'l  mas  sobemno  due&O , 
Que  sin  hierros  que  dorar. 
Doró  á  mi  prisión  los  hierros  ; 
Dadme  licencia  i  que  emplees 
y  o  el  festio. 

Si  consiguiendo 
De  paladín  ifricauo 
Antes  el  renombre  eterno. 
El  de  francés  paladín 
Hoy  conseguís ,  y  el  empleo        * 
De  mi  sobrina,  ; quién  jiued* 
Comtietiros  ese  puesto! 

BDCERO. 

Clin  esa  licencia ,  bien 
Hnniililemente  soberldo 
V  sobeHtiamente  bumilde, 
Decir  podré ,  i  sus  |Hés  puesto... 

(Saca  ádantará  Bradamante.) 

tL  T  HÜSIIMt. 

Revereneia  ot  hace  el  alwu, 
Gloria  de  ai  pemamiente... 


Si  ditpetMn  el  decoro 

Osadías  al  re»ieto, 

V  hultiera  de  tablar  la  toi 

Donde  ha  de  hablar  el  sileodo. 

También  os  dijera  yo 

Que  os  veneraba  mi  afecto...      ' 

Par  ídolo  de  la  aliar , 
Par  imagen  de  (u  templo. 
[Deiitaa  toda*.) 

No  eicediérades ,  seAora , 
Los  limites  1  que  atento 
Ha  de  (i(ir  el  recato, 
Quandn  lo  dijerais,  )>uesto 
Que  pagarais  una  fo 
\erdadera;  pues  yo,  es  cierto... 

ÉL  T  MÚSICOS. 

Por  M( ,  fta»eeta  gallarda , 
La  fe  terdadera  lengo. 

(CuUbrUlo.) 

No  deslucir  la  floeía , 
Coa  no  conocerla,  quiero; 
Sino  antes  agradecida 
Estimaros  que  de  extreato 
A  extremo  paséis,  el  día 
Que  a  esposo  pasáis,  de  preso... 


Vos,  faermosa  Flor  de  Lis, 
No  tengáis  i  a  I  re  vi  ni  lento 
El  suplicaros,  lionrels 
De  mis  bodas  el  festejo; 
Pues  para  (]ue  i  daniar  saque 
Al  mas  divino  sngeto... 

ÍL  T  MDSICOS. 

Ucencia  ha  dado  tt  Amar . 
Qm  ptuda  un  iiiv«li 


"?"Woglc 


CONEniAS  DG  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  hk  BARCA. 


t.  {A  Cartcto.) 
Vot,  principe  Kctieroso, 
No  ñor  mi ,  mii  por  vol  menno 
Bl  Kiün  boiirid ,  y  sea 
Vnetiro  el  agraclecimienio ; 
Que  darle  i  uii  gallarda  jóren 
Ocitlon  de  parecerío , 
Ya  e*  lisonja ,  porque  es  darle 
CauM  t  que  pui^da  discreto.,. 


Cuando  por  mi  prima  no 
Tuviera  raioo  de  hacerlo. 
Per  TOS,  Rogero,  saliera. 
Pues  deade  boj  el  honor  vuestro 
A  cuenta  corre  de  todos. 


Y  i  la  mía  obedeceros. 
No  por  mí  interés,  Sin6 

Por  vbesiro  gusto,  creveodo 
Oue  marores  obediencias 
Intentaran  mis  deseos... 

ÉL  X  kiíbicos. 
m  guüiiradet,  teñora. 
Que  por  el  tfriido  vatttro. 
{batue  lai  aaiut.) 

Ya ,  los  principe»  en  pié. 
Todos  estarlo  debemos. 

aoi.a«!i    (Per  de  itnirt.) 
Mas  quisiera  mi  valor 
(Para  llegar  i  delwros 
Algún  agraiio,  señora,  (A  kim  da 
Uerecido  del  eslljerzo 

V  no  tie  la  gala )  que  boj 

Al  HMi  de  otroB  iusirumeatoi... 

íl  t  músicos. 
En  la  plata  de  Farit 
Se  celébrate  Un  ttrneo. 


No  lo  pesara  i  mt  Tama , 
Pues  cuando  suceda  el  verlo... 

ti,  T  adstcos. 
Yo  tert  el  rnaaleneSer, 
Y  ttutentari  qae  puede , 
Átenlo  ú  vaetlrot  detdenee, 
Merecer  no  mereoerlat. 

La  deicoaflanxa  estimo. 

Hajor  hiciera  el  empeBo 


Tner  el  deh  m  ai>(  braxat, 
De^uet  gw  fm»leU  mi  cielo. 
•imjuiPAan. 


{Tret  enaadei.) 
tj.  T  >()sicoa. 
Daim»  (w  Muettret  colore* , 
Tteréis  fué  galán  entre. 

{Baetn  eerrot.) 

Lm  qnft  bo;  al  roairo  me  salcí 
Olía  «HMlldoQ. 

DAUl.* 


OLirtaos. 

Sue  me  déla  cuautoa  ditertM 
atices  sígniflcaron 
Ausias,  peii"    ""  "" 


Como  no  »e  deie  a*ui. 
Porque  Hgniflea  cele». 

{Cara  d  cora.) 

K  esa  condición  i  todas 
Nos  tocarl  responderos. 

Lot  c*t*u.F.nos.  {Per  dtfuera.) 
V  t  todos  el  preifuntarot 
,C6mo! 

LAS  tÁMU. 

Comoeliattetecbo... 

Gala*  gue  lin  cele*  ama, 
O  ne  quiere  bien,  ó  ei  necio. 

■    LOS  CABALLliOS. 

4 Por  qué  se  debe  culpar 
lesear  vivir  ti II  ellos? 

(Paradeta*.) 

%\AJA  T  MlisiCOt. 

Porque  la  detconflanta 
E*  madre  de  le*  diteretoi. 
[Suenan  dentre  caja*  t  Irempeíat.) 

EKEHA   IT. 

Gbittb,  denb'o.  —  Dicios. 
«ncR.  (Denlro.) 
lArma,>roal  ¡guerra,  guerra t 


iQuéh 


irt 


EaeatoT 

■OUIR. 

Hicia  el  campo  et 
De  Agramante. 

Acndid  presto 
Todo*,  j  queden  por  boy 
Pesiiu  j  boda  sospeosos. 

TOMt. 

Vamos  todos. 

«itn.  (Dentro.) 
¡Anna.armal    (Tocan.) 
■  ausgu). 
Aunque  la  dltadon  siento 
De  mi  dicha ,  mi  valor 
Quiíl  agradece  el  empello. 
Por  darme  nn  mérito  mas. 

BIADAHAHTl. 

*  ventura  menos. 

(Yante  ledei.  Tocan  dentro  la*  ctgat 

y  la*  trompeta*.) 

«Eim.  (Dentro.) 

Arma ,  arma  t  ¡  guerra ,  guerra 

(Detapareee  eliaJon.) 


FALBRINA,  HARPISA,  LISIOANTE, 

LUtBAlTTt. 

Bello  prodigio ,  1  qué  e«  etlo  T 

■Aanu. 
jQiiA  «t  e*lo,  iltrtno  Mombro* 


Esto  ea  vconrTnestros  cdot 
(Ap.  Mejor  dijera  los  añaa) , 
Espiritas  in  Aludiendo 
En  Harsilio .  que  es  qoíeo  boj 
Desde  que  tué  Agíante  muerto. 
Hasta  que  llegue  Argalla 
Tiene  el  militar  poliiertko 
De  las  (ropas  arricaaas; 
Solicitando  con  eso 
Oue  se  suspendau  las  bodas. 
Para  que  ambos  tengáis  tiempo 
De  llegar  qnixl  i  impedirías. 


;  Cninlo  ti  Tavor  te  agradeieo  I 

¡Guiólo  el  amparo  te  estimo' 

FALEsinA.  (Ají.) 
¡Ají  que  no  sabéis  qoe  tengo 
Mas  causas  para  esiotbarlai 
Yo  qne  vosotros ,  paes  flero* 
Mis  tiadoa  dieron  conmigo. 
Cuando  iba  i  buscar  los  mestroa. 

es<!teiiA  n. 

ARGALIA,  sou)ADOs.  —  Dicaos. 
amcalIa.  (Dentro.) 

¡Marnsal 

Esta  es  Argatla , 
Que  viene  en  mi  seguimieato. 

SOLDADOS.  (Deitlro.) 
lUaldantc! 


Pues  qoe  ja ,  sereno  el  mar , 
Podéis  surcarle,  al  encuentro 
Cada  ano  i  su  gente  salga  : 
No  i  mi  me  vean. 

LIIIDAIIIS. 

¡Voy  muerto.. 


Dehab«r 
Viito  el  rostro  i  aeoiimlenlo*, 
Que  no  pensé  tener  nunca  I        (Ya»».) 


FALERINA. 
Tampoco  pensé  tenerlo* 
Yo  jamas ,  j  me  han  venido 
A  buscar  donde  mas  lejos 
D«llos  pensaba  ocaltarnw. 
Quién  créri  qne  mia  agüeroi , 
Hn  hallarlos  eomo  proprlof, 
Los  buscase  como  ^jenosT 
Has  ¡  aj !  qne  coaniot  camlwM 
Intenta  el  arbitrio  onestn) 
Para  apartar  el  Influjo, 
Tantos  son  precito*  medica 
De  adelantarle  loa  pasos. 
Dígalo  el  lobos to  GoeSo 
En  que  vi  un  gallardo  júven 
'^ae  ensangrentaba  en  mi  pcdw 
,1  dorado  arpón  de  agnda 


eyCOOglC 


EL  jardín  de  FALERINA. 


Trj«  quieo  yo  dcspaYorld* 
Inlnilé  correr,  i  l<ein|ia 
Que  i  las  lemeroMS  locei 
De  lui  mal  cobrado  aliento, 
Ed  los  brMM  de  mi  padre 
DespierU  me  hallé,  que  oiendo 
La  aprensión  del  sueño ,  dijo  : 
(¡Haitca  Me  galán  maiicelio 
Llegues  i  ler ,  p1«gue  al  lado ! 
Pues  ese  día  los  ceños 
Conjaraiis  conira  U 
liel  imor  v  de  los  celos , 
K(i  que  solo  j  desdichada! 
Te  amenaiaii  los  solierblus 
Hados  en  la  esclavitnd 

De  su  mas  Ijrauo  imperio. 

Si  quieres  asegurarlos 

(Piii's  dicen  que  lieiK  el  cuerdo 

En  las  estrellas  doiiiinii^), 

Huye  i  los  iiiDntrs  Mltcrlilos ; 

Que  en  ellos  no  le  hallari, 

8i  lio  le  buscas  tü  en  ello*  ; 

V  laas  iniéntnia  dure  el  pació 

Oue  comprumelido  tengo 

Vm  UaiKesi,  y  no  dcículira 

lUirla  lamina  un  secreto. • 

1'aii  tija  con  i-l  asuRibro, 

Coii  el  tiuri'or ,  con  el  miedo, 

Si-  ^rabó  en  iiii  Taiitasla 

Su  ima)(iyi,  que  al  r«r(¡aj cielos!) 

Hoy  á  Itugfro,  jurara 


'X  Jurmienda. 
niel)üstó(¡a¡í  Irisie!) 
vmir  a  esie  risco  bujendo, 
Para  que ,  si[i  que  él  me  busqna  • 
l.e  busqu»  yo,  liallandoel  riesgo 
Tan  no  imaginadas  sendas 
De  ejecutar  sus  decreto!' ; 
Suelte  la  rienda  al  destino, 

V  corra  tras  él,  haciendo 
(Ya  que  el  verle  tan  gallardo 

V  de  dos  damas  i  un  tienipo 
Tan  querido ,  e<  torcedor 
De  un  coiiii'ario  veneno. 

Que  entrando  i  matar  en  pasmo , 
Viene  i  acabar  en  Incendio) 
Que  pues  los  mios  perdi. 
Ño  consiKan  sus  deseos. 


jDóode  esconderme  podré... 
Mientras  la  batalla  pu«... 


Mientras  durar  el  batalla... 
Que  las  iras  aa  mn  itcanceD... 


Qae  no  me  slcanzar  el  runas... 
Deatot  morillos  infames... 


Muí 

íil  otra  e[i  amantes  a  te  dos. 

V  asi,  valida  de  mi. 

Pues  yo  b  Olí  me  basto ,  lengo 

De  ver  ^...  Pero  mejor 

Scri  que  lo  díija  el  liempn, 

ilaanifoGol,  luna  y  esirellus, 

Aire,  agna,  tierra,  fuego, 

Homlires,  aves,  peces,  lleras, 

Montes,  valles,  cumbres,  pnrrtí 

Hados,  intliijos.  dt^stinos. 

Vean  que  a  i<idus  opuesto 

El  valor  de  Falerina , 

En  Seros  airados  oeños 

EaTue1lo,ea  rígida  saña. 

Sabe  Ini'har  i  |ior teñios 

El  amor  de  Brádamauíu , 

De  llirflsa  y  de  Hugero.  {Vate.) 


CiKpo  de  Agnminle ,  j  er 


Desto*  fames  cresiianiUo*. . . 
Que  embisten  como  unos  canes T 


Que  terar  como  unos  barrost 

jiQUCS. 

Pero  alli  taboca  abre... 

ttlLEIILU. 

Pero  bicia  slli  abrir  el  boca... 

liQUU. 

Una  gruía,  i  qDien  mi  bambre 
Esta  diciendo :  icomedmei. 


En  ella 
He  esconda. 

>  tuLeniLiA. 

En  ella  me  ampare. 

[Jü  entrar  In  do*,  te  ven ,  s  tieaea 

jKieda  uno  de  «Ir o.) 

iAqdes.  {Ap.) 

Has  ;ay  I  que  riene  Iras  mi... 

IDLEUIIJ.*.  {Ap.) 

Mas  i  ay  i  que  venir  mi  alcance... 

jigsES.  (itp.) 
Un  morillo  como  un  mooie. 

MU-ILU.  íAp.) 

Un  francés  cono  na  gegaaie. 

ikQota. 
Señor  moro,  buen  cuartel. 


Montiur  bugre ,  bou  pas^e, 

tiones.  (Ap.) 
¡Vite  el  délo,  que  me  teme! 

XOLiaiLLA.  (Ap.) 

i  Por  Uaboma ,  qae  temblarme ! 

jiOVES. 

lUblame  claro,  morillo. 
CresüaDllio,  daro  hablalde. 
¿Eres  por  dicha  gallina... 


Ttean  at  arma,  y  talen  por  una  parle  i  Estar  ■( 
ZULEMILLA.ir  poroira  JAQUES, 

riáUaUmeíae  armadot.  Sui-nADos,  n„.  ._ ,1 

dtairo.  w"*  "t"' 


»  cobarde... 

enes  t  esconderte? 


SDUUUM».  (Denlrt.) 
iAnna.unuí!  ¡guerra, gnerra! 

lionBs. 
íAddnde  podrí  oculttrme... 


Qne  tqoi  venir  i  ocalurteT 

tkant. 
;  Si  lame  dices  que  s(, 
;  Vo  diré  qae  si  al  iusiaiite. 


Pues  callemus  tú,  y  callalde. 

jíques. 
V  i  escoiKlemos... 


V  i  ocultarnos... 
jíqvu. 
Donde  el  furor  un  nos  lialle. 


Donde  Harte  no  poder 

Nos  pegar  con  la  del  mictes. 

jIOOES 

Pase  usted,  seüor  morillo:.. 

tULIHILLA. 

Seor  crestianilio,  osted  pase... 

?De  sin  capitulaciones 
irmau  dos  gallinas  paces.      IVaiue  | 
soLD.tD09.  {Dentro.) 
¡Arma,  arma!  ¡guerra,  guerra : 

ESCENA  IX. 

ROLnAN,OLlVEKOS,DTJHASIIARTE, 
REI»aLuuS.  HUGtCRO  Y  iriiLBAuos; 
CARLOHAtiNO ,  delenUndolot. 

No  les  sigáis  el  alcance. 
Supuesto  t|ue  se  fe  tiran , 

V  que  ya  la  noclie  esparce 
Sus  sombras;  que  pneüe  sci 

?ue  con  la  fuga  nos  llamen , 
que  siendo  aquestos  moiik-s, 
Ctraiosoii,  lan  formidables. 
Sea  ardid ,  y  que  en  alttaua 
Emboscada  um aguarden; 
Que  el  recato  en  la  milicia 
Siempre  fué  acción  íuiporiante, 

V  es  pensar  io  qne  yo  hiciera , 
Prevenir  lo  que  i-llos  haceu. 
Yasi,  i  retirar, amigos; 
Que  maüana  en  lus  cr  lujes 
frimeros  del  alba ,  espero 

En  sus  cuarteles  pagarles 
La  visiia :  110  se  diga 
Qae  vinieron  i  buscarme, 

V  no  ful  i  buscarlos  yo. 


ESCENA  X. 

LINDANTE.  —  Dichos. 


Tus  píes ,  pues  soy  tan  <licbo90 
Que  ai  primer  paso  te  halle 
En  estos  montes,  que  el  mar 
Repetidamente  baie. 
Donde  pudo  nri  forluua 
Tomar  tierra. 


'.  üabidu  quB  va  te  acabe  ■ 


300 

La  tregui,  inclvo  al  honor 
De  ser  lu  soldudo,  y  Jane 
Noticias  de  oue  ArgalJa 
Casi  en-el  mismo  paraje, 
Demle  Sella ,  en  que  corrimai 
Unos  miamos  teuporain , 
Viene  t  Kclutar  sus  iro[ias . 
Taa  alti»  j  ari-ojpiiite , 
Qmk  es  en  vulnry  hvriiiosura 
Hija  (le  Véuui ;  Uirlc. 

E»>  hahri  mas  que  vencer. 
Llegad  i  lodos,  ;  dadle» 
Los  hraMW ,  pues  todos  toa 
En  iliieiia  semejante 
liileresados ,  teniendo 
VueilTü  eaTueno  de  su  parte. 


COMEDIAS  DR  Ü07(  PEDftO  CALDERÓN  DE  LA   UARCA: 

I  ESCENA  XI.  De  ni  antiguo  hamcn;ije  le  vi ,  corre 

CARLÜT»    FLOR  OE  LIS.  BRADA- '  K^eYulllM ^'i%mM  ó  míJimS^*" 


Roldan  iavicto,  ramoso 
Oliveros,  Dora nd arle, 
Heinaldos, 'dadme  \oi  braioi. 


Loa  aieloi 
Cim  bien  os  traiga». 

■EinUMM. 

KDCEao. 
AuiKtue  i  mi,  al  lado  del  Césari 
Vuealrai  noücias  me  eilrañeu, 
l'or  las  que  jo  de  vos  tengo , 
No  daré  venuya  1  nadie 
Un  ser  vaeatro  servidor. 

Rugero  ;a  de  tos  pares 
Kla  uno  mas  :  geni-ral 
IK-t  pjército  de  Aalaiite 
li^é,  1  (juleu  Drisionero  vo« 
Eu  esa  tone  dejasteis... 
usiuA-NTa. 
Abora  reparo  en  él. 

Que  da  los  dainles  de  Aries, 
Aiiiíkuus  alcaides  sujos, 
l£s  heredado  liiHnenije ; 
y  i  quien  kan  lacado  della 
Doa  venturas ,  j  Un  graudel , 
CoDBO  ser  palaain  mío 
Y  esposo  de  Uradamante. 


:  i-crniiieme  lun  pié*... 

I  Dame  tu  mauo. 

I  cíhlos. 

¡iDelIlu!  i  Flor  de  Lia  bella ! 

'  l'ues  i  i|ué  vejrida  es  cata? 

De  mi  estrella 

RI  influjo, seguir,  cou  la  iJiscuIpii 

l>e  que  nunca  el  valor  pudo  ser  culpa. 

Corriendo  ja  la  voa  de  que  t'eola 

A  gobernar  su  ejército  Argalla, 

No  es  justo  qne  blasone 

Una  mujer  que  á  tu  poder  se  opone , 

Sin  que  otra  mujer  sea 

La  que  t  tos  pies  sus  altiveces  Tea , 

No  niénos  queellaberóicamente ufana. 

Vapor  loa  dos  te  respondió  mi  hermana, 
Porque  tampoco  Tuera 
Justo  quedarme  vo .  sin  que  viniera , 
Sefior,  1  acompañarla. 


Entre  mis  brazos  le  niaicT) 

Glem|tre  me  tendréis  por  vuestro. 

Loa  acentos  niiliiarns 
A  retirar  loquen.  Pi-rn 

{Suenan  eajai  b  Irumpeíai.) 
lA  quien  nuova  salta  hacen 
Los  militares  ralruendos , 
Di'  clausulas  licuando  i-l  aire  vaoof 


Con  que  DO  menos  disculpado  se  halla 
E]  generoso  espíritu  de  cuantas 
A  su  ejemplo,  llegamos  Alus  plantas. 
Trocando  el  Usoojpro 
Espejo  de  cristal  al  átA  acero. 

Bt  amor  la  Daeza  os  agradece. 
Has  no  el  temor,  que  por  Insianlcscre- 
Al  veros  en  canipaíia<  {ce 

Pero  al  fln.aoiamis  hijos,  juoextraua 
Vuestro  heroico  valor  mi  hm»  altiva. 
Venid. 

¡VivacIDelRnr 

¡Fior  de  Lis  viva! 

{VMtuealimieeajai  y  IrampetatCar- 

¡omagno  muhljoi,  latpataiintt,  wl- 


FAunixa.  {Denin.) 
Eso  seri  roas  cierlo. 
Si  I  ese  Do  tomo  en  vuestros 
Sobre  aau^sta  oscura  cueva,  [ 
Que  oculta  eljerto  cadáver 
Herlin,  lleáue  esta  noche 


ZULBHtLLA.,  JAQUES. 

Camarada , :  qué  de  lauco 
lie  d¡6  el  miedo ! 

Cumorada . 
i  Que  darme  el  lamor  de  balde ! 

;  Dónde  esiAsf 


Aunque  me  halles. 
No  DM  hallans;  que  uo  esloj 
En  mt ,  pues  desde  el  instante 
Que  eulramos  en  esta  euevg , 
V  Timo*  que  soto  guarde 
Uu  sepulcro ,  nienso  que 
He  tiil  i  huir  i  otra  parle. 


,  El  meimo  i  mi  soceder, 
E  mas,  si  afiadir  el  grande 

.  Komor  con  que  el  nnche  i'l  ]> 

:  Cerrar  con  oscorid^idi-s. 

I  {'Droptítante  lat  das. 

Uaijaj  triste  Zulcmilla! 

Has  i  aj  desdichado  JAqucs ! 


:.  {*P-) 
¡Ah  tirana!  Los  cielos 
TiempotoedéoeD  que  vengar  mis  celos. 

(Vwe.) 

ESCENA  XIL 


;  Aj  bella  Bradamanie  !  [tante 

iOnién  crérá  queel  amor,  que  fué  lias- 
Talveíalgun  cobarde  i  hacer  valiente, 
Al  contrario  hoj  en  mi  trocar  intente 
Eatremos? 


Como  mt  despecho 
Tiembla  al  sal>er  que  tü  vas  eu  mi  pecho, 
V  por  guardarle,  temo... 


No  tienes  qué,  pues  iconirarioei  tremo, 
8ieniibirece,enrolseaumeutaelbrlo, 
Al  conocer  qne  til  vas  en  el  niiu. 
Ydeapoi'Sdesqueldia,  qneenla  lorre 


;Quéesiareso? 

6  Qué  sé  JO  T 
Pero  algún  dragón  me  ase, 
Seguu  que  las  garras  tiene. 
zOLEaiix*. 


Señor  dragón ,  no  me  trague , 
Porque  aunque  gallina  soj, 
Ko  soj  buen  gigote  de  ave. 


Ni  mé  estar  bou  alcuaeui. 
Aunque  tener  calbezate. 

Has  i  qué  miro  I 

ZULKHIIL*. 

,      .,  jQoeelprinitra 

Lni  del  sol  nos  deseogafte  I 


¡Jauuecilioal 
dbyCoOglC* 


iSerlAI 

Que  te  abnce, 
Del>  eo  *lbii<;Uis. 

lOLtUHUk.  ' 

Mé  j  toda. 
(Al  új^ratarte,  tale  m  Saltmje,  que  *» 
p»ite  en  meiiio,  y  abratá  i  lot  do*.) 


Un  ULWC— JAQUES,  ZULEMILLA. 
Em  ha  de  ser  i  mi  &Dtei. 
gSíoltcoI 

IDUNILU. 

iSan  Zaiicarroa! 
;QuMii  ser  vos ,  que  dos  despartes  T 


Hiterables  hombreiiillos... 
Coamkgo  no  habla ,  que  intet 


jCómo  i  entrar  os  atrevisteis, 
Cóaw  penetrar  otasteis 
Désie  encaiiisdo  palacio 
Lm  reservados  umbrales! 

iQoé  palacio  es  una  cueva?     [gante.) 
(.«}>.  íZmitsAUa.  Borracho esUesieKl - 


El  que  veréis,  en  abriendo 
fcicas  puertas  de  diamante. 
Que  esU  dentro  ile  la  cueva. 
(Ap.  Esto  esllevar  í  eucerrarles; 
Porque  estando  los  jai'dioes 
Sobre  elta ,  uo  es  bl^'ii  que  liasen 
Por  elios,  ;  lo  i|ue  vieren. 
Lo  puedan  decir  1  nadie.) 
líuirad  pues,  porque  lleguéis 
A  besar  US  nlanljs  reales 
DesureinaValerina, 
Y  ver  qué  castigóos  mande 
bar,  por  estar  aquí  deulro. 


illtlo^erite. 


Agnjw, 


Entrad  presto, 
10  queráis  que  os  arrastre. 

LOS  nos.  (Ap.) 
rién  viá  mas  p«i 
i  obediencia*  de  u 


EL  lAEDIN  DE  FALBRINA. 
JORNADA~ÍÉGUNDA. 

ESCENA   PUHEBA. 

Salen  por  una  parle,  mirando  d  h  U- 
jot,  algtmot  soldados  aoaos,  y  delrai 
HAHSlüO,  MAHFISA  v  ARGALI A ;  f 
por  í<i.<ilra,CARLÜHACNO,  CARLO- 
TO,  FLOR  DE  LIS.DRADAttANTE, 
LiSlUANTb:,  RUGERO,  le*  aiairo 

PlUHHEIl,  T  SOLDADOS  FRANCWKS. 

Ya  que  la  primera  Iue 
Del  tdl  «US  rayos  esparce... 

ciatos. 
Va  que  el  alba  rompe  el  veto 
De  sus  primeros  celajes... 

«IIGAI.U. 

Y  en  buena  ordeuaiixa.  Cirios 
Manda  que  su  camiio  marche 
Al  nuestro ,  ¡wrque  siu  duda 
Oue  le  gobierno  no  sajw. 

Pues  no  le  be  puerto  en  temor... 

CARLOS. 

y  el  africano  arrogante , 
Quizi  en  li  Fe  de  Argalla , 
Al  opósito  nos  sale... 

No  ha;  que  esperar  :  lus  primeras 
Tropas  de  vanguardia  avancen. 

ciauís. 
No  hay  que  perder  la  ocasión. 

OHOS. 

Brame  el  bronce. 

«vaos. 
Gima  el  parciie. 

¡Arma,  arma!  ¡Guerra,  guerra  I 
(Úate  la  batalla,  g  inlrtuue  peleaMú.) 
■AansA. 

tOh  quiera  ei  cíelo  que  baile 
,n  la  batalla  i  Rugeroi 

V  para  que  no  recate 
Entrar  en  duelo  conmigo , 
Ueslos  tupidos  cendales 
T j i.Y„  j|  fogir- 

uitela  eli 

LISIDANTC. 

¡Oh  si  la  ocasión  bailase 

üe  dar  i  Rugero  muertel        {Vate.) 

Ue  tu  vida,  Sradamante, 

Mi  pccbo  será  el  escuuo.  iV4tt.) 

■RtDAHAHT*. 

Del  tu}o ,  pavés  mi  imigen.      ÍVatt.) 

■OLDADOS.  {Dentro.) 
|Anna,anaal  j Guerra,  guerra! 


'    Porqué 
Solo  con  la  «oí  le  espante, 
Y  tinles  que  coa  el  acero 
Gou  el  sooldo  le  mate , 
Flor  de  Lis  soy  ;o. 

i  Ay  de  Ü  . 
Infelice!  qne  no  saltes 
(Jue  la  espada  de  Argalla 
Templada  esli  en  verbas  ule* , 
Que  i  sus  golpes  derribó 
Cuanto  se  iiuso  delante.     - 
Hnere  í  mis  manos. 

{RiiUu,  y  cae  Flor  de  LU.) 

i  Aj  triste! 


iQué  baj  que  uos  mande«T 

?De  i  Flor  de  Lis  retiréis . 
bo;  para  triunfo  nos  baste. 
Pues  con  ella  la  victoria 
■Segura  esii  de  mi  parte. 
V  asi ,  á  retirar. 

',  Piadosos 
dielos,  vaiedtne,  amparadme! 

(UéPaitla.) 

ESCENA  nr. 

CARLOHAGNO,  BRADAHANTR,  aoL- 
nA>os  SRAHCUEt ;  ietpaei,  RUGERO 
T  UARFISA. 

.   cÜRLDS.  (Dmtra.) 
A  la  voi de  Flor  de  Lis, 
Allí  todo  el  grueso  cargue. 

■udahauti.  (Denirff.) 
Sígneme,  Rugero. 

SOLDADOS  raANces».  (Denlro.) 
'l'odos 
HoriréDMsen  su  alcance. 
¡Arma,  arma!  ¡Guerra,  guerra! 
[Tocan  eniat,  y  «J«n  riitcnde  ñugtra, 
y  Marflta,  rebotada.) 

Ya  que  de  uno  en  otro  trance 
Bar;fiada  la  batalla , 
A  la  vos  de  Bradamanle 
Te  reooood,  v  llamado 
D«  mi  i  shigalsr  combate 
Has  venido  i  esia ,  del  monia 
La  mai  reürada  parte, 
VnelK  i  la  Ud. 


Ya  que  en  lid  los  campos  arden , 
:  Ah  si  fuese  tan  dlchnaa 
Ni  suerte,  que  me  enconlrase 
Cotrella !  —  i  Argalla !  —  i  Argília ! 

(VoeeoMio,) 
Ates  lía. 
El  nombre  aeadlr  me  (lace 
Uonde  me  llaman.  iQu'lén  ere*. 


No  excusarla  da  cebara. 
Sino  de  atento,  al  mirar 
En  mujer  valor  tan  grande. 

iPorqvéT 

Kunao. 
Porque  si  le  .veniD, 
Dirin  que  M  victwta  ftdl^     - 


COHEMAS  DE  DOit  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  DAIICA. 


Ni  leocedor  ni  Tencído, 
l'e  9li|itico  qne  dilate* 
CoiimlKo  el  duelo,  t  ■""  difiu 
iQué  le  ha  obligido  A  fauonne 
A  mi  mas  que  i  oiro  T 

Serlft 
El  mM  til .  pl  mas  Infínie 
He.  los  liomhres,  vn»^  iraidor 

AÜ.iHipalria  j  tu  Daiígrc. 


NAHnSA. 

No  basi« 
Aqueta  taUsfiíccioii ; 

?ue  celoa  son  unos  males 
an  »cil«  de  aieer, 
Que  de  cualquier  amor  nacen. 
Cuando ^o  me  ofenda  elguslo, 
;, Puede  el  olvido  di^jarme 
De  ofender,  con  <¡ne  abandonas 
I  Tu  fama ,  pues  que  la  abates 
\  A!  ciego  amor  de?... 


V  lienno  que  eu  «empjante    . 
Empeño  hila  nngero,       <Sm  verte.) 
Coa  temor  tdcIvo  1  buscarie; 
Pues  no  es  posible  «no  vivo , 
A  al  T  t  ta  opinión  alie. 
Hida  esta  parle  taé  adonde 
De  lisia  le  nerdi :  dadme , 
Hootes ,  di  I  DOtieia.— Pero 
Con  una  africana  aparte 
Retirado  esU. 


Porque  solo  bas  de  obligarme 


Porqu 

Aiab< 


Desia  suene.  [BetcübrtUí.) 

Mkansu. 

¿Que  dudkseí 
I  Ah  crnel  '■  que  era  ;o  i  auien 
Le  tocaban  mas  que  i  oadie 
Tostinratones! 

HarfiM , 
m  Meo,  ni  cielo... 

■Ains*. 

Nolnleí 
ttfteiKijac  con  Tisonjas 


¡Qudescncliol 

iTú  crea  aquel 
Paladín  abencerraje . 

8ne  en  real  paviniMilo  luvo 
na  leona  por  madreT 
Pues  jc6mo  desde  prodlipo 
Tan  presto  ba*  llegado  i  ultraje , 

?ue  de  tu  patria  j  lu  ley 
mi  amor  olvido  baces. 
Tan  del  todo,  qaeT... 

Harlisa, 
Hd  me  eolpeí  de  inconstante ; 
"  te  aunqae  modé  rdifíioa 


ssí 


De  amor  no  mudé ;  qn*  el  lujo 
El  en  el  ahn»  carácter. 
Cono  le  quise .  u  «loleTo , 
,  T  ipie  no  te  quise .  sabe* 
Para  espoN. 


Detente, 
No  i  decir  su  nombre  pases. 
Africana ;  que  no  es 
Sugeto  tan  relé  van  te 
Para  loslaliioi  de  quien 
Se  da  1  partido  tau  Qcil, 
Que  en  que  la  amen  se  «MHiiel 
Sin  que  para  etposa  la  amen. 

Ouiíi  es  mas  decoro  que 
Ni  aun  para  eso  me  mirase 
Su  esperanza,  por  no  haber 
Tenido  primero  amante 
Kn  quien  el  miedo  perdiese , 
Como  alguna  en  Llsidaote. 
BDGEao.  <Ap.) 
{Qué  escucho,  cielos t 


El  ser 
Servida  una  dama ,  ne  hace 
Consecuencia  á  los  favores , 
Cnando  constan  las  crueldades. 
Y  asi ,  aunque  no  me  desluzca 
Tu  vOit,  que  mp  «inje  liaatf , 
l>ara  que,  ya  que  no  vnigm-. 
Castigue...  {Vaiembeilirla 

Ten,  Bradamanie, 


iTütadcliendesT 
Quita,  I  deja  qaa  la  mate 
Ten  el  acero ,  HarOsa. 


tTAlaamparu? 

iHabrl  llgnico 
Tenido  entre  dos  afectos 
Poderosamente  isualet. 
El  corazón  dividiüo 
En  tan  enteras  mitades. 
Que  aniiooe  Harflsa  me  injuria 
Con  sus  oeipechoi .  la  ampare , 
V  aunque  me  dé  cm  sus  celos 
Pena  ,  valga  t  Bradsmanlc. 
Siendo  ni  vida  un  acero 
Tirado  de  dos  ¡manes , 
Tan  i  un  üempo  T 

TI. 


FALERlNA.tfrBtro;  áetpMtt,  lAOtlES, 
ZULEMILLA  t  GEitra.— Dichos. 
'HLERin*.  (Dentre.) 
Ya  lo  es 
De  que  él  no  se  desengalie, 
NI  te  njugnna  aspipire. 


Qulu. 

■uansA. 

¡  Bradamante , 
HarUsa!...  iVaiedme,  cielos! 
{Stttmáo  HUtndQ  lat  áot,y  i\  en  me- 
dia ,  talen  Jdquet  g  Zulemllla  en 
fiípira  de  Uonet .  y  cargan  con  lílt- 
gera,  tunando  ruido  áe  lerremole, 
trueno*  y  relimpagot ;  s  erutan  al- 
guno» el  tablado ,  atomltraiiM.) 

Ya  obedecer  tus  mándales. 

Va  toa  preceptos  cumplimos. 
(Uéoante  á  Rugere  «n  b^wáret.) 

HBADtaiklTTE. 

I  Qué  desdichas ! 

i  Qué  pesares! 
¡Qué  asom broa t 

¡Qoéeoafusiones! 

BMUBlNTt. 

«  leones  de  delante 
Le  han  robado  de  nosotras. 

Porque  muera  como  nace 

I  cuyo  pasmo  en  mortales 
?arasÍEmos  moerto  el  sol , 
Tullece  i  la  media  tarde. 

!  Anticipada  la  nocbe. 
I    No  hay  nube  que  no  se  rasgue 
i  A  relámpagos  y  trueno!, 
i  Has  nada ,  mas  uada  l>asie 
:  A  que  i  mis  manos  no  mueras. 

i  M  ti  á  las  mias  no  acabes. 
D>us.  {Dentre.) 
i  Qué  prodii^io! 


ESCENA  VIL 

ROLDAN,  OLIVEROS.  LlSIDA?nE, 
CARUITO,  DCRAfiDARTE,  REÍ. 
NALDOS  T  CAKLUMAGNO,  uve  van 
ia¡iend«  iMcetivameate.  —  BRADA- 
MANTE, MARFISA. 


De  Flor  de  Us  el  alcance 
No  es  posible  qHB  proiifp  i 

te  en  negras  oscuridaoet 
j  tropcMudo  en  mis  sonibraa. 
(Safe  OHveroi.) 

OUVMO*. 

Envidioso  de  ver  tale* 
tras ,  aun  el  viento  qniere 
Entrar  en  duro  coouale 
Con  los  moutei. 

{Sdé  LüUáaU.) 


catrneBoo*^**  vh*. 

jlizodCyCiOOglC 


Pero  de  Ir  aniUeiii 
De  los  rayos. 

[Sale  CarMa.) 

SI,  |iuesi>M 
ne  glnliof  áñ  rupgo  pueblin 
Üe  crinado  vulgo  el  aire. 

{Snle  Durandarle.) 


Rn  embriones  de  lux 
Eiu  aeDM  los  riscos  abreo. 
[Sale  Reinaliht.) 


Y  aniiliirrs  de  los  riscos , 
CoQlra  ellos  bi'aman  los  mares. 
{Sigue  tí Urrenule.  Sale  CarhuiagHO  ) 

üin  duda,  contra  nototroa 
Hoj  Algalia  se  vale 
t)e  Heriíii ,  á  quien  leoer 
Torpe  espirlUí  por  padre 
DÍA  lan  diabólicas  ciencias , 
Siendo  sieinnre  favorables 
Al  África  sus  eaeaiilos ; 
y  asi ,  porque  no  emlüarace 
El  qae  cobre  i  Flor  de  Lli 

Y  con  toda  África  acabe 

De  ana  vei ,  naeslra  conquista 
Seri  la  cueva  en  one  yace , 
Hasta  que  abrasado  vuele 
En  cenizas  su  cadáver. 

Todos  en  tan  alLa  en)pTesa 
Te  ayudaremos  consianies, 
Lae;^  que  cobrado  el  sol , 
Diga,  publicando  paces ; 
•  Cesen,  cesen  rigores, 


EL  JARDÍN  DE  PALERINA. 
I  tDLtKiUA.  (Por*  i'.) 

I  ¡Oh  quMii  bablalde  pudiera  1 
'  Va  que  vi  amo  moro  ser... 
I  tiVJf*.  (Pata  ti.) 

¡  Va  qne ,  crUtiaoo ,  placer 
j  Tuvo  eu  que  yo  le  slrriera... 

I  Le  hablará  deata  manera. 

\  (Hácenli  varia»  teña*  loi  iot,  y  «mm 

A  mis  plés  con  ceüos  gravea , 
Halagüeños  j  suaves 
MeenseSan.  yindose,  aquella 
Estatua  divina  y  bella, 
A  quien  dló  el  abril  las  llaves... 


Uue  no  pudiera  el  deseo 
Imagiuarte  mejor... 
Mil  aromas  cada  flor, 
Vadi  fuente  mil  raudales, 
Cada  ave  mil  celestiales 
Tonos...  y  en  prodigio  tanto, 
'lodo  Junto  es  un  encamo , 
Pnes  que  sospeodeo  iguales... 


Cesen  crueldades.  • 


TUI. 

UN  cono  M  HOjEBts.  {Duntro.i 
Ceien.  ctien  rigortt, 
Ceten  eruetdaitt ,  ' 

Y  cobrando  lai  fueoltt . 
1^1  por  «I  ti  Bveí 
Siu  matieet,  tui  veeet 
¥mt  erUlalet, 
Firmen  blandaí  tregua», 
ya  que  no  pace» , 
Luna ,  »o¡ ,  agua ,  flugo, 
Iferra  y  aire. 

El  Jardín  it«  Fülerlni. 

E8CEIIA  IX. 

ConUuuando  la  música ,  te  áeieabren 
«MM  mapniflCM  ¡arünt» ,  adoraadei 
de  MTiat  fuentes  con  tsUluai  de  nm- 
rií,iiMadela»eiialeteiFÁLERlS\. 
Sacan  á  RUGÜKU  lo*  do»  ¡eenet .  que 
«MZULEUlLUTJAtídES,  Aaci«a- 
de  le  que  dUen  los  verso». 

Pnes  qne  desde  las  primerai 
Luces  que  gocé  ,  eu  mi  Áu 
Verdad  V  contradicion 
Veros  piadosas  vflerai, 
Coo  crueldades  lisonjeras 
(O  por  decir  mas  verdades, 
Cnelet  lisonjas),  piedades 
O  Iras  de  una  vez  usad. 
O  TÍda¿  muerte  me  dad  : 
Ko  para  contrariedades... 

^TCOtO. 

Cesen,  cesen  rifere», 
Ceien  crueldadei. 


I  ¡  Oh  tú ,  oue  en  confusa  calma 

'  'llenes,  de  ja^miIl  veaUda, 
Para  estatua  muclia  vida. 
Para  deidad  poca  alma! 

'  Si  ileste  jardín  la  palma 
t^res ,  pues  de  cnanto  aplaces  i 

'  Victoriosa  mente  haces 

.  1'riuofos  á  tu  pié  rendidos, 

:  Haz  que  tambíKu  mis  sentidos 
Entre  asombros  y  aobces... 
tL  T  coso. 

'  Firmen  blondas  treguas, 

I  Ka  fue  tto  paces, 

i  nuceao. 

'  Lana  es,  pues  siente  deamaTOa; 

'■  .Sol,  pues  brilla  luces  tales; 
Agua ,  pues  toda  es  cristales ; 

;  Fuego,  pues  que  toda  es  rayos; 

'  Tirrra ,  pues  llorece  mayos; 

;  V  aire,  pues  i,  su  donaire. 
Noltay  lustre  que  no  desaire  : 
Con  que  tiene  eu  mi  consuelo 
A  ser  de  todo  esto  et  cielo , 
Pups  padecen  au  desaire... 


.iLuyaeres,  oh  peregrina, 
!  bella  Imagen  soberana? 
i  ;0c  VíuuE,  á  de  DíanaT 
¡  uue  uno  j  otro  te  imagina 
,  Kl  que,  doa  veces  divüía, 
Eo  ti  adofa  dos  deidades. 
Si  k  mi  llanto  te  pertaadet , 
Sepa;  pnes  tí  Molo  eres, 
SI  responderis,  si  qideres. 
i  Qué  me  dken  ins  [rfedadesT 

iLTGOBO. 

Cesen,  eesen  rigfrss, 

Ceten  erueldaús, 

Y  eti^unio  las  fkmta , 


La*  flort*  y  ave» 
Sus  matices .  mi  t«cc« 
Y  sus  crislaleí. 
Firmen  blanda*  treguas 
Ya  que  no  pace» , 
Luna,  sol,  agua,  fuego 

( B^ja  Faltrina  de  donde  está. ) 

TALE  ai  NA. 

Júven,  cuyo  valor 

Nació  i  mas  alto  Gn 

(Jue  i  caudiltu  africano, 

M  i  frauces  paladín  : 

Mu  solo  mi  voz  creas , 

Viendo  restituir 

A  vida  V  alma  un  mirmol, 

Pnes  hablarán  por  mi, 

Para  mayor  abono... 

(Las  i^fas  que  en  estatua  adaman  la» 

fuente»,  abandonan  sus  puestos  t 

forman  un  coro.) 

hmí  t  ninfas.  (Cantan.} 
Delta  lurmoio  jardín 
Em  fuente»  el  eri*ia¡, 
Sn/hresetmaüt... 

El  grande  origen  tuyo, 

£e  te  trajo  hasta  aquí 
la  otomana  luua 
A  la  francesa  Its, 
Presagio  fué  que  dilo 
Cuín  vago  hss  de  vivir 
De  una  en  otra  ley,  hasta 
Dar  en  la  del  gentil. 
De  cuyos  diose«  vienes. 

ELLA  T  nnra*. 
Dígale  el  Mr  visir 
Fatigas  de  un  citteet. 
Afane*  de  vn  buriL 


Estatua  viva  te  habla 
La  diosa,  que  feliz 
■dolo  es  deste  templo. 
Deidad  deste  pensil. 
No  es  Venus,  ni  Diana, 
Ninfa  celeste  si. 
En  curas  sacras  bodas 
Estrella  has  de  lucir. 
Cuando  goces  por  «Ha... 

ELLA  T  NlNTAl. 

En  ese  axul  viril. 
Dosel  de  roeieler, 
Tdlauta  de  ufir. 

PALiaiHa. 
No  pues,  cousorle  humana 
Llegues  i  permitir. 
Que  las  distancias  mida 
Que  hay  del  alta  cervi^ 
Del  monte  al  valle;  poea 
Aunuue  es  noble,  es  asi 
Que  lo  htmiano  mas  noble. 


Hasta  entáoces  conmigo 
Goza  deslepals. 
Donde  dldioso  vivas. 
Sin  llegarte  t  afligir 
De  Bradamanle  ansenelas, 
Qne  ella  no  ha  de  sentir, 

^^•"""""'-■Cooglc 


COUEDIAS  DB  OU:S  PKUnO  CALDEROS  DE  U  BARCA, 


El  qite  en  mejor  eeit/ln 
llene  gue  aitreeer, 
iQué  tiene  que  lenlirf 

ÍALEBIRA. 

TnelTe  1  ver  ete  alciui 
Que  libró  para  U 
ATqalteclo  el  Amor, 
En  enjo  eamirlii 
Son  el  brouce  y  el  jaspe 
Uateria  maschil; 
Vaei  óe  ponido  j  oro 
UaDiieueii  eulre  ti 
Colomuas  j  linteles .. 

Ouüia»  iebre  argüir 
Cuál  ietangró  muí  tenat, 
ti  Catay,  Stl  Ofir. 

Vuelve  á  »er  el  verjel. 


Cuja 


)r  ralt 


Da  eii  boju  de  ctmeratda 
Claveles  tle  rubí. 
Aroma  es  de  coral 
Cada  flor  tannesj, 
Zaflrocada  lirio. 
También  cada  alelí 
Topacio,  en  cuja  autora... 

ELLA  T  KKtU. 

Perla  et  eadajatmin , 


fine  ti 


ñgendró  al  llorar. 


Yteeu^óalreir. 

tierna  primavera 
El  añoseriaqni. 
Sin  que  de  doce  meiM 
Sepas  mas  que  el  abrlU 
Tu  mesa  seri  el  ampo, 
Sin  que,  por  acudir 
Su  blaacura  al  maaiel , 
Su  Trio  deje  ir 
Al  uéclar 7  ambrosia... 

Enetpae,  que  lutU 
Fitigra»*  Je  ara 
Guárnete»  tu  perfil. 

Ta  lecbo  aeri  el  mayo, 
Pnea  le  verla  mullir 
Ruoa  de  primavera 
Kb  catres  de  murOI ; 
Siendo  regazo  de  uno 

Y  de  otro  transporttn , 
Las  plumas  de  aquel  ave, 
Oue  al  nacer  del  omrir 
Keaeriarl  la  hoguera... 

BL(^  T  mnru. 
Cute  "htrmtu  teriix , 
Del  evUhado  algeíom 
Reeplrará  émiar  gris. 

Tendrás  i  todas  horas 
Bn  continuo  reslio 
Hü  damas ,  eo  qoían  bay 
Auit  mas  que  ver,  que  oir; 

Y  cuando  echare  minos  ' 
Tu  esplritti  la  lid , 
También  sabré  batallas 
En  el  aire  finolr, 

Que  U  valor  diviertan... 

BLU  T  NUiris. 
Fmi*^  em  el 


'  F.n  lin ,  tendrás,  Hulero, 
Uien  que  no  lenilri  Un ; 
!  Pues  scmi-dios  conmigo 
I  Elemii  lias  de  vivir, 
Míriitras  de  colocarle 
I  fia  llegue  el  lirmpo  en  si 
\  lin  alma  quü  te  adore, 
^  r.on  quien  sieni|>re  felii 
[  Vivirás,  cuando  el  Iris... 

I  tlLUl  T  Kxjin.». 

'.  Detplegará  par  ti 
t^i  hi^út  de  etmeraUa, 
¡  De  gaaida  g  de  eormm. 

I  Hermoso  enigma ,  en  quien, 
I  No  sin  asombra .  vi 

gue  pudo  alcanur  mas 
I  verigue  el  discurrir  : 

'  Si  deidad  eres,  ;cAroo 

[  Puedes  dudar  de  mi 

i  (Jne  al  decirme  que  loj 

:  M»a  noble  que  creí, 

'  bln  mai  obligación 
He  pones  de  acudir 
A  esa  misma  nobleza? 
y  siendo  aquesto  asi , 
¿Contra dicción  no  implica 
Que  intentes  conseguir 
El  hacerme  mas  noble 
Para  verme  mas  ruin? 

iCómoT 


;QnéT 

Que  mentir? 
T  mas  k  ana  mujer, 
ObligtndonM  aquí 
A  qne  te  orrezca  on  alma , 
Que  ja  i  otro  dueño  di. 
Venlad  es  que  i  HarOaa 
La  quiero  como  i  mi ; 
Has  no  como  i  mi  eai>ota  : 

V  si  grosero  fui. 
Dígalo  la  contienda 
Kn  que  t  las  doa4)enll 
Con  querer  atll  1  dos  : 
iQuéserii  tlreaaqui? 

V  pues  desengaíiar 
Has  noble  es  que  Bngir, 


Permíteme  que  vuelva 
Donde  estaba ,  al  o)r 
One  etuij  en  mi  rortoni 
n>esde  que  merecí. 
Para  admitirme  esposo. 
De  Bradamanie  el  si) 
Tan  relia,  que  no  pnedea 
Hacerme  mas  felis. 
Por  ser  estrella  JO, 
iCómo  be  de  permitir 
Que  ella  mi  sol  no  aea , 
Llegando  i  preEerír 
A  todo  un  sol  un  astroT 
Y  asi,  humilde... 

rutiiKA. 
¡Ajdellt' 

SUR  no  sabes  que  solo 
n  es  el  engaño  vil 
Sue  s«  hace  i  declarada 
ujer.  pues  siempre  vi 
Sentir  mas  el  desprecio, 
Oue  e|  engallo;  qne  en  Bn, 
Uno  da  que  t^mer, 
Pero  otro  que  sentir. 


Eso  es  juagaría  1  ella , 
Has  no  Jijarme  a  mi. 
Que  aoj  el  que  no  quiero 
Pineías  deslucir 
Con  engañarle  :  Tuera  ' 
De  uue  ¿eres,  como  ol. 
Deidad,  6  nu?  Si  lo  i-rca, 
¿Cómo  lie  de  presumir 
bngañarieT  Y  si  no, 
^Qué  aventuro  en  huir 
lie  quien  me  engaña? 


tQuét 
I  rauímk. 

Ílue  aun  sin  prevenir 
elicidades 
I  (k>moÍe  prometí, 
!  Por  mi  sola  el  desaire 
Tomar  debo,  j  que... 

■UGEU. 

Di. 

I  E(  poca  la  distancia 

Sue  se  da  entre  rendir 
o  afecto,  ó  vengar 


i  Serl  dos  reces  ruin. 


FALEaiNA. 

jY  quieres  irte? 


íGn  eso  te  resaelrest 

No  etti  mi  arbitrio  en  mi. 

Pnea  pasen  i  otro  eitremo 
MI*  iras. 

iCómoT 


Aal.-(4JMaÍsfu.) 
gne  adormece    ' 
ídoa,  decid. 


¡Af  mUeroie  11, 
Que  la  ftiis  deedeña* 
YtliteetoiMfeluI 
¡A-¡  putera  de  ai 


iviem:  ique  coijiusion 

bs  la  que  ba  eninda  en  mi , 
Que  DO  me  deja  (¡av  trWel) 
Kiiiablarnldlscarrjrl 

u,nt,zodb/L-.OOglC 


¡  Ag  mttero  de  tí  t 

■OCHO.   ' 
(M  kUrfo,  UD  delirio. 
Un  pasMD,  un  frenesi 
Lm  senitdos  embari^, 
«ID  ler,  Di  habbr,  iii  oír. 


1*91 


'0  de  US 


Tnrtixloelcoruoa, 
Lite ,  uu  tía  laiir, 

?Qe  i  M>  anim»,  anima , 
Tire  i  no  tivir. 

¡A]i  nuera  de  Ui 

Tan  trabado  el  aliento 
El  pecboecha  de  El, 

?ae  empieta  eo  pToauuciar, 
rema  la  en  gemir. 

Í^MÍ$eraiea! 


One  vieue  i  ler  mi  pt 
SeaUr  de  no  seniir. 

¡Af  míura  de  tí! 


Etlo 
Ú 

le  estatua  ávJTa, 

Pases  lii  ahor*  por  rol 
De  TlTo  i  eiUbu,  lietKlo 
Mirmol  desle  jardín , 
Para  qne  en  nri  rengion 
M^or  pneda  dedr... 


¡Aj  mlaero  de  mi... 
\Áfi  mUero  de  tt... 


EL  JARDÍN  DE  FALERINA. 
'Me  gnardeis  esa  estatua, 
V  i  coalquiera  qae  aqnl 
En  busca  Eoja  entre. 
Le  bagáis  |>ed3ios  mil. 


usiPAtmf. 


tY  si  él  se  comentiT 
Con  ooiedn! 

Ysi 
Annqne  ;o  león  pireiu , 
So^  poerco,  ;  ana  espln, 
;  Cómo  he  de  defenderle? 

riOMiu. 
No  temilt,  ponine  aqid 
Lo  formidable  basta; 
V  para  resistir, 
SI  iignieo  se  atreve  4  entrar, 
Et  que  pueda  salir. 
Continuamente  el  eco 

Sue  aduerme,  repeiid 
osalras,  mientras  ju 
Siembro  aqneete  con  11  a 
De  venenosas  jerbss, 
Qne  al  pisarlas,  herir 
Puüdan  la  planta  i  cuanUn 
A  entrar  osen  a<[ui. 
Fuera  de  qne.  iquá  temo, 
SI  mientras  de  Herlia 
Dore  el  sepulcro,  j  nadie 
Se  atreva  i  descnhrir 
Lo  qne  en  si  encierra  el  pació 
De  Bui  tíeoclas ,  el  fin 
Nadie  ha  de  vert  En  cnjo 


T  mil  Teces  decid... 

ELLi  T  nnrAs. 
;A||  mltere  de  lí. 


Rnlrada  k  la  (rala. 

EscenA  XL 

Vr  «na  HTW ,  ROLDAN  T  DURAN- 
DAKTE,  deteniendo  ú  MARFISA :  « 
Bor  otra,  USIDANTE . OLIVEROS  t 
REINALDOS ,  deUnieni»  á  DRA- 
DAUAME. 

"O   Tente,  Bndamanie. 


;0a¿  qnenr, 
Pnetio  que  p«ra  U 
Soraos  MI  qne  inte»  TnimosT 

niKRDU. 

Qw  ja  qM  me  terrif , 

T.  11. 


Qne  JO  be  de  ser  la  primera 
Que  eiamine  ese  nrodlgio. 
De  coja  boca  1»  oeraa 
Salieron,  que  el  dueño  mío 
Me  robaron  de  los  oíos; 

Í|ne  como  t  esposo  le  estimo... 
Ap.  Annqne  me  ofendan  sos  celos.) 


Jl  qne  examine  el  portento 
I  De  tqoeM  Incalto  retiro , 

De  coto  botteio  fliéron 
I  Parlólos  monstruos  esquivos 

Qne  t  Rugero  arrebataron... 

( Ap.  Aonqne  roe  ofenda  tn  oKIdo : 
I  Qne  como  amante  le  adoro.) 


I  Aunane  pudiera ,  ofendido 
De  Ú,  darme  por  Teogado, 

I  Fuera  t  mi  valor  ind^o ; 

¡  Porgue  la  majror  vensaoM 

I  Que  para  una  dama  na  habido. 
Es,  cuando  ella  hace  un  despredo. 


Venga  rl< 


[BueTM  fuera  que  Roldas 
Estnvien  por  testigo 
De  un  peligro,  ;  viera  Ir 
A  una  mujer  al  peligro, 
V  él  se  quedara !  V  asi , 
Por  ti  T  por  mi  solicito 
Ser  el  primero  que  entre 
En  el  paToroso  sitio 
De  nqnesia  gruta: 


El  primero  determino 
Ser,  que  los  senos  penetra 
Dése  «sombro. 


xn. 

CARLOHAGNO.  —  Dicwn. 
ciniM. 

íQnéeseiteT 

LIStUNTI. 

Qne  habiendo  \i  anoche  diclio 

Que  para  cobrar  i  I^'lor 

V  acabar  la  lid ,  camino 

Mo  hat  miéniras  que  miniaren 

Lo*  di  ateneos  hecbbos 

Del  cadáver  de  Heríln 

Por  África,  coiirerimos 

§ne  era  bim  reconocer 
né  contiene  el  laberinto 
De  sus  intrincadas  ooiebru , 
Para  aplicar  los  designios 
Has  i  su  wina  cooformeS  : 
A  qne  Brallamaoie  dijo... 

BBlDAMiinC. 

Rtgero,  de  dos  leones, 

8ne  no  sé  si  GMn pasivos 
crueles  le  ausentaron , 
Vivo  ó  mnerlD  en  su  distrito 
Yace :  T  asi  á  nadie  toca 
Mu  que  t  mi,  entrar  en  su  ablsMO 
Si  es  mnerto ,  t  ntorlr  con  él ; 
O  i  vivir  con  Él ,  si  e*  vivo. 


PrasigBló  t  eso  esta  africana... 


Con  la  oscura  ci 

De  aquel  terremoto,  el  lino, 

?ae  Impidió  mi  retirada ; 
habiendo  entre  otros  captivo* 
Quedado  i  ser  prisionera 
TÁp.  Lo  que  me  movió  no  digo  : 
Quien  lo  ha  de  saber,  lo  labe). 
Proseguí ;  Siempre  fué  estilo 
Para  inqolrlr  de  las  simas 
Los  secretos  eseoMlMot , 


dbyÓtlOglC 


Y  pnn  JO  lo  Kj,  me  obligo 
A  la  ley  de  serlo,  entniído 
Li  primera. 


nouuN. 
Yo  el  desia  flinjpr,  moTído 
A  que  basta  ser  mujer; 
Pues  00  bay  tan  opuesto  riio 
Qne  sus  pnvilegios  rompa. 

LISIIMHTE. 

Cuando  iiitenundo  lo  mismo 
Todos... 


En  cnaalo  i  que  es  liiimi  acuerd 

Saber  qué  b«ja  conleii'ido 

Aquesa  gruta,  convengo; 

Pero  no  me  determino 

A  cuál  baya  de  vosuiros 

De  ser  el  que  ba  de  Inquirirlo. 

EfcúchauM  i  mi :  qnixi 
A  niH  ruoa  couTeocido 
Qm  miliía  eo  mi  T  DO  en  otro. 
Podré  1  lodos  reducirlos. 
Va  sabéis  que  por  !•  belli 


¡aqiMsi 

a  mlgico  H^gesi 
He  dio.  Pues  si  jq  conmigo 
Llevo  tal  couiraveiieno 
Que  Tné  bástanle  aroriimo 
Contra  el  becbiio  de  celos, 
iQné  barí  contra  otros  becbbosT 
Seguro  pues  con  él  voy 
De  qne  no  baya  Un  nocivo 
Espirtiu ,  que  me  ofenda ; 
1  asi  i  lus  plaaias  te  pi<lo 
He  Dombres,  pues  no  es  desden 
I^ra  los  que  uo  bao  tenido     * 
Igual  antidoto. 

Bien.  Vé  (lues,  y  trae  aviM> 
De  lo  que  vieres,  porqué 
Sepa,  una  vea  advertido, 
S  nan  de  ser  acero  ú  fuegí^ 
1^  que  arruinen  su  obelisco. 


Fia  da  mi,  ^ne  te  traiga 


De  Roldan,  ^ile  quién  podréT 

(Vait  ñolilm.  Suena  un  ciaría.) 
Pero  ;quá  clarín  ba  berido 
E]aíre> 


CAntOTO;  deipuet,  ARGALIA.— CAR- 
LOHAGNp,BRADAHANTE,HARFI- 
SA,  LlSlDANTE.  DtJHANDAKTE, 
OUVEROS,  HEINALDOS. 

Llamada  es 
De  pai  que  bace  el  enemiga. 
Para  que  i  un  embajador 
Oigas. 


DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 
¡¿Porqué? 


Llegue,  (fue  yo  le  permito 
De  embajador  el  «eguro. 

{Sale  Argalla,  g  Uarflta  te  relb 

Con  ese  salvo  te  pido 
Mano  y  audiencia. 

CARLOS. 

'     i  Quién  eres  T 

Argalla,  que  na  be  querido 
Fiar  de  otro  qae  de  mi 
Plitica  en  que  solicito , 
Emb^atriz  de  mi  misma , 

Participarte  motivos 
Que  i  esto  me  obligan. 

Di,  pues. 

Auncbe  mi  valor  hizo 
A  Flor  de  Lis  prisionera ; 

V  aunque  irinnra  tao  aliiio 
Medios  pudo  anticiparme 
De  adelantar  inia  partidos 
Con  tantas  ventajas  cuantas 
He  propusiera  el  arbitrio , 
Pues  no  hay  canje  que  ser  pueda 
De  tanto  mérito  di^no : 

Cou  todo,  en  su  estimación 
(No  locando  mi  delirio 
En  la  locura  de  bacer 
L»  dieba  desprecio  indigno) 
Vengo  i  liacer  liberal  trueco  - 
Della  i  dos  vidas,  que  ban  sido. 
Si  no  precio  suyo,  (irecio 
De  mi  odio  y  de  mi  cariño. 
Marlisa,  una  daoia  mía  , 
Que  crilndose  conmigo 
Ha  merecido  lener 
Las  llaves  de  mi  albedrio , 
Estrella  predomiuanle 
Kn  gii  gozando  el  dominio ; 
Si  es  qne  escapó  viva  anocbe 
De  tanto  mortal  confliclo. 
Es  la  una  :  la  otra  es 
Rugero,  un  advencdixo, 
Ilijo  esnurio  de  los  hados. 
Que  infiel,  desagradecido 
K  Ingrato  i  lautos  honores 
Como  mi  padre  te  biüo, 
Contra. mi,  contra  su  ley 

V  conira  su  patria  ha  sido 
Tan  vil  traiilor,  que  lia  tomado 
Las  armas  en  tu  si>rtieio. 

V  asi,  volviendo  i  la  salva 
De  que  no  cuerda  remito 
■■orlos  dosi  Flor  de  Lis, 
Disculpen  el  desvario 

Lo  que  i  Rugero  aborreica,    - 

V  lo  que  i  Harñaa  estimo. 

Sepa  yo,  inles  que  responda. 
Quién  esta  esclava  baya  sido . 
y  si  vive. 

«Anris*.  [Acereándeie.) 
Si,  señor. 

V  i  tus  plantas  Le  suplico 
Ue  des  licencia  de  que 

La  mano  i  mi  dueño  invicto 
Be»e  por  tanta  ftneía. 

CAtLOS. 

No  siilo  eso  te  permito , 
Mas  que  con  ella  te  vayas , 
Sin  pasar  i  mas  partióos 
En  cuanto  i  la  libertad 
De  Flor  de  Lis ;  que  indecisa 
No  me  atreteré  a  tratarlos. 
Por  no  aírete  rme  i  cumplirlos. 


Porque  auo  no  tocaí 
En  horoanos  ni  en  divinos 
Fueros  de  ser  ya  trisUano 
( Que  importa  mas  que  mié  bijo 
)  estar  en  mi  protección , 
Aun  buy  otro  requisito. 

iQuées*         *'"'■*■ 

Que  no  se  sabe  del, 

De  que  Harlisa  ea  testigo; 

Pues  sabe  que  en  esa  cueva 

Ue  HHrIin,  despojo  ba  sido 

De  dos  leones  :  i  cnva 

Causa  abrasar  solicllo 

Su  cadáver, y  acabar 

De  una  vea  con  sus  prodigio*. 

ESCEKA  XlV. 

ROLDAN.  -  DiCKW. 


Aun  en  sabiendo,  seiíor. 
Cuin  raros,  cuín  exquisito* 
Son,  mejor  lo  diris. 

Como  dentro  dése  risco 
Entraudo,  ^n  qne  llegase 


V  tan  hermosos ,  que  son 
Retratos  de  un  paraíso  : 
De  suene  que  siu  horror 
Alguno ,  yendo  coinnigo 
(  Pues  conmigo  vais  según» 
be  que  sus  encantos  rindo), 
Podréii  lodos  entrar  deolro. 

fíuia  pues,  que  ja  te  siga ; 
Que  no  es  tan  uo  risio  afOBbro 
Para  dejar  de  ser  visto. 

SI  tú  Tas,  i  quién  dejara 
De  seguirle  T 

{Éalrante  toiot  por  ¡m  «««m.} 


FALERINA  i  iimru,  RUGERO,  ccn- 

terUie  en  Mfolso;  JAQUES  t  ZU- 

LEHILU,  ie¡eoñtt.átim^U. 

Ki-eaiM. 

Ea,  ministros. 

Va  dentro  de  mis  jardines 

Todos  nuestros  epemigos 

Están,  pues  con  Brad  amante 

Y  Harlisa,  que  han  tenido 

La  culpa  de  uiis  desprecios, 

Vienen  cuantos  destniirao* 

Tratan.  V  pues  Ü  Roldan , 

En  virtud  de  aquel  auillo 

Que  entre  Mali^i  y  Merlio 

Pació  contra  pacto  bino. 

No  le  aicanaan  mis  rencores; 

Los  demás,  i  ellos  rendido*,. 

Sientan  las  dos  veoaiosaa 

Fuerzas  de  los  dos  hcchiaoa 

Ue  la  yerba  y  de  la  voi, 
u,nt,zodb/L-.OOglC 


UéDirt)  qne  JO  m«  retíro 

Al  sepalcro  de  Huriin ; 

Poraac  no  daodo  coamigo 

Roldia,  contra  qnien  no  lengo 

Poder,  no  lema  el  castigo 

De  \»  Tenganza  de  ^dos.  [^'M.) 

ESCENA  xn. 


LeenpactflcD.,. 

Pnei  boy  podemos  hablamos 
Como  en  anuet  tiempeciUo 
Kn  que  balilahan  Jos  leones , 
Kn  liempo  del  rejí  Perico , 
Uime  iior  senas  st  anda 
En  el  Jardio  alguD  ruido. 

¡Y  cómo  que  andar!  Has  no 
AireTerme  ni  san  í  oírlo; 
Que  la  reina  bailarina 
Por  qoi  traveiar  be  tlsio , 
Haceódo  no  bon  mu  dama 
V  3^,  callar  el  hocico. 
Por  no  poderse  decir 
Por  los  dos  calitf^  el  pico. 

ESCENA  XVn. 

CARLOMAGKO,  RRADAHAirrR.  AR- 

r.ALIA.HARFISA.CARLOTO.nOL- 

DAN.  REINALDOS,  DURANDARTE, 

OÜVEnOS.LISIDANTK.-JADUES, 

ZULEHILLA;  RUGERO,  iammi. 

dkBios. 

;Onlén  tío  jamas  tan  hennoM , 

Bello,  deleitable  sitio? 

Ni  anii  la  imaginación  podo 
AtreTene  i  describirlo. 


¡Debajo  de  .tierra,  ¡cielos ! 
Capo  tan  grande  eollicioT 


Lo  SDDtUMO  j  lo  lindo, 
Sino  lo  que  a  mirar  liego, 
Pdm  esiatu  de  aquel  nicho 
Rugero  Htl. 


Pero  i  mirarlo  me  atre*o. 


I*  le  rcdMTOD,  le  gaardan, 
jiQVU.  {Ap.  i  ZultmüU.) 
Por  Dios  <tne  dos  lian  temido, 
Cm  ser  teooes  de  ^ai. 


EL  JARUIX  DE  FALGRINA. 


No  los  temáis... 

■    jiooEs  (Ap.) 
Harán  bien 

Pues  fo  i  mis  golpee  los  rindo. 

IDLEHIUA.  (j4;p.) 
V  aan  mocho  menos  bastar. 
(Denfre  inttruKenlei.) 

iQai  es  esto,  cielos  divinos  T 


NinFu.  (Canto»  áentn.) 
En  ella  galería 

?ue  Aner  para  tí  kixa , 
gue  tirano  dueio 
Se  ia  erUregó  W  óítiido ,  • 
Ted0$  ¡un  de  lentír  tan  tin  teaM 
Qaedier  venga»  eitéiitMtíe  tí  mii 

iQuédoice  TOi!  A  IOS  ecos 
Quedé  absono  y  suspendido. 

MAintA. 
Turbtdaja. 


usiDAinc. ' 
i  Qné  detirio... 
kvaANOABn. 
tt... 

ouvnos. 
iQuéleltrgo... 

■BUULDOt. 


Es  el  qne  ne  biela  el  pecbo  T 
íQdí  es  esto,  cielos,  qoe  miro! 

TODOS  T  IDNFM. 

Ka  eita  galería 

Oms  Amor  para  tí  Mu, 

r  4b#  Hraiu  dueño 

Se  la  entrefi  al  olvido, 

Tódaí  kan  de  '*etair  la»  sm  tenUéo , 

Qae  á  ler  vengan  etíaluai  de  tí  miwot. 

(QiUiaMt  bimiMUt  lodoi,  m¿M(  Bfl- 

Ajenos  de  si ,  elevados , 
Atóniloa  y  rendidos 
A  nrofaudo  embargo ,  yacen 
Cdaniosla  voihanoido. 
Sino  yo  solo  ( i  ay  de  mi !) 
A  cuya  coeuta  ha  corrido  - 
So  riesgo.  T  pnes  i  mi  catata 
Habri  de  correr  ra  alivio, 
Sea  desta  raerte.  Fieras ,     t 
Va  que  i  Towiraa  me  libro. 
No  é  mi  os  libraréis  vosotras. 
De  Dnrlndana  i  loa  B loa 
Moriréis  boy,  ja  que  sois 


SI  no  decis  qnién  es  dueHo 
Deste  encanto. 

IDLEBILLA.  [Ap.  Í  JéqUtt.) 

¡Quién  decirlo 
Poder,  si  no  tener  voz  , 
Que  no  sonar  á  rogido! 

jAQims.  (Ap-  i  Zulemüla  ) 
Sea  galán  de  mondonga 
Usted  iln  rslo ,  por  Cristo, 
V  sabrli  hablar  por  la  mauo. 

(Haeen  teilat  d  Roldan.) 

A  aquella  parte  me  faan  djcl» 

Sus  señas ,  donde  lo  inculto 

Del  jardín  abre  un  resquicio. 

Veré  (jné  liay  en  él ,  en  tanto 

Que  dicen  voi  y  gemido...     (GnlTMtf.) 


Se  la  entregó  al  oM4  • , 

Tedoi  ha»  de  «Mlir  tan  *i«  tentído , 

Que  áter  vengan  eilalaa*ée  tí  mitmei. 

ESCENA  XEL 

PALERINA,  lH^remU4e  ROU>AN.— 


¡Quién  eres,  ¡olí  prodiglou 
llitler!  ipw  en  este  re^ 
Te  oenltái,  acMDpaüuido 
Un  yerto  cadáver  IMo , 
De  curas  manos  quité, 
Eu  fe  de  no  balier  temido 
Su  iHHTor,  esta  de  metal 


QnleD  de  baber  rlslo 


Quitarla  nadie,  ni  aL._ , . , 
Con  haberlo  pretendido 
■acbas  veces;  i  tos  pies 
Postrada,  de  sus  prodigios 
Rendiri  la  Tueria ,  i  precio 
De  la  vida. 


.  KIRTAS.  (Omfrw.) 
De  a^Ketía  galería , 

ÍM  Amor  para  tí  Úie, 
M^ne  Urano  dueño 
Se  la  etálrrgi  al  olvide , 
Ceu,  eeto  ti  encanto, 
Tenm  lenlide 
Vnetvt»  eaantoM  etíatnat 
Son  de  tí  mitmot. 

{KetÓ^anie  Udet  tetjne  te  kabia» 
quedado  inmibUei.  Zulentilla  «  Jé» 
quei  pierden  la  figura  de  leoni.) 
ciauw; 
¡Qué  et  lo  que  pasa  por  mi! 

Con  nuevo  aliento  respiro 


Como  de  na  suc&o  deaplerio. 
¡Q«iéB  muart  mi  senüdot 

uigmzíídbvGoOglc 


COHEDIAS  DE  DON  PEDRO  C&LDUtON  DE  LA  BARCA. 

ClKtM. 

Sin  diidt,e(cribietido  eito. 


¿Me  retUtnje  en  mi  JoicioT 


iQoléa  nw  moa  en  m<  arbiiiiitoT 

CAMLOTO. 

4Y 1  mi  en  mi  roe  resülujeT 


iQniia,  1: 
Viendo  li 


Bui*  en  nil  t»\i»r  hecbiio. 

Huta  en  mi  Talu  el  encinto. 

B,  délos,  dadume  hiio. 
Viendo  iqul  i  todos,  que  ahora 
El  CDiiKlo  eitoy  mas  rendido 
A  aquella  divina  fleral 

La  tm  qne  I  lodos  U  djjo... 
itr  nmru.  (Denlro.) 
Cae,  eeie  el  enemtí», 
rentrntentUa 
TtubMñ  enanict  ttíMttmi 
5»n  ie  il  MlnuM. 

•rOMM. 
jQoÉ  M  esto ,  Roldan  t 

Haber 
Aqueste  asombro  vencido , 
Coa  solo  haber  arrancado 
De  an  cadtver  que  alli  be  litlo, 
Ests  ilmina. 


Pnet,  qne  jo  podré  decirlo. 
\U«.)  (¡Aj,  FalerfM,deU, 
>  El  dU  que  los  dos  liilM 


iPor  herederos  de  Egipto! 
>One  es  el  lérmhia  en  qne  e 
El  pacto  comprometido 


>A  cuja  causa,  teoiendo 

•  En  ras  fortuna!  domialo, 
iV  nú  en  SDS  vidas,  [lorqué 
>Nnnca  llegase ,  atrevido 
■Hurtí  i  lus  do*  de  SUS  cnoai, 
>A  los  Ásperos  retiro* 

■De  Agíante  hnjendo  con  elton; 
>Y  para  mas  dividirlos. 
I  Al  uno  en  un  barco  al  mar 
•Entregué.  }  entre  unos  riscos 

■  El  otro  i  la*  Oeras.  Esto 

■  En  et  último  suspiro' 

■  De  mi  vida  le  declaro: 

•  Porque  vivas  sobre  aviso , 
•Que  en  tn  sueüo  v  en  la  mira 
•Con  <pK  aienpre  los  asisto*, 

•  HarBsa  7  Rasero  sod 
•En  quien  estílu  peligro.^ 

rii-EainA. 
No  mas,  no  mas ;  qne  al  oir 
Qne  el  fatal  plaao  cnmplldo 
Eitl  i  mis  hsdos ,  al  mlr 
He  echaré  desde  este  risco , 
Donde  de«peBada  muera 
En  irigico  precipicio. 
(r«sc.  Sh«m  t^wtát  ntU«  4e  terre- 
mttt,  t  ies^tarteen  Im  jariinei.) 


Con  qne  babri*  Titlo, 
Siendo  Rngero  mi  hermano, 
Sifnéjastoelamormio, 
Brtdamanle. 


Y  tú ,  Harfisa  , 
ii  en  mis  celos  causa  ha  balñdo 
lasta  aanl  para  teoerlos , 
ine  no  la  hay  para  «entirloi. 
asi  la  mano  le  do;. 


Con  que  jo,  destituido 
De  su  amor,  pneasé,  Harflsa, 
Cuanto  tu  amor  era  digno , 
La  mano  te  ofreico. 


Li^dwite,  la  recibo. 
Para  ^e  cobren  el  reino , 


Waai 


isjo. 


Cw  qne  tona  acción  reducido* 
Ambos  ejércitos,  paces 
Flrmaiin. 

Y  bablendo  sido 
PtordeLiselirisdelia, 
Verás  que  al  punto  la  envió, 
9  00  fe*tel»a*>  al  mino* 
Servida  de  mis  caiIKos. 
Coo  tpe  podremos  dar  flii 
Todos,  iloa  pies  rendido* 
De  dos  vidas,  de  qne  el  délo 
No*  deje  goxar  mil  siglos. 


byGoogle 


NO  HAY  BURLAS  CON  EL  AMOR. 


DON  ALONSO  DE  LUNA. 
DON  JUAN  DE  MENDOZA. 
DON  LUIS  OSOMO. 


DON  DIBGO. 

MOSCATEL,  «raobm. 

DON  PEDRO  ^RIQUEZ,  riejo. 


DORa  BEATRIZ,  A 
DONA  LEONOR,  da 
INEÜ,  triada. 


La  aeeún  pata  en  Madrid. 


JORNADA  PRIMERA. 

Sita  n  au  át  Don  Alma. 
ESGBRÁ  priheba. 


'  DOK  JtUlIUO. 

;  Vtlfiui  el  diablo '.  iqaé  tienes, 
Que  andas  todos  estos  días 
Con  mil  necl»  fanUslasT 
Ni  i  liempo  i  servirme  Tienes, 
Ni  i  propósito  respondes ; 
Vj)or  errarlo  dos  Teces , 
Si  no  le  llimo,  parecei.    . 
Y  *<  le  Huno,  le  escondes. 
iQoé  es  ealoT  Dilo. 


Arden 
debe. 


SufpiKM  qoe  el  ■Ima 

»0N  ALOMO. 

iPoesuopletroBeairero 
A  suspirar  faojr  asi? 

KOSCATEL. 

Lo*  pictro*  i  no  leoeaio* 
Akinal 

MN  «LOMO. 

Sliparaventlr, 
V  con  mdeKa  deeir 
De  su  peni  his  extremos  ¡ 
Mas  no  para  suspirar ; 
Due  suspirar  es  accioa 
Digna  (le  noUe  pasioo. 


IHILOUO. 


¡Qnék 

iHa;,seS0T, 
Haa  DoUe  pistón  que  amorf 


Que  no,  digo. 

w«c*nL. 

iQoenoíUego 
Bi  TO  I  tener  amor  llego 
Noble  terl  bI  puion. 

BOH.  ALONSO. 

«TúimorT 


Como  1^  nunca  has  sabido 
Qué  es  estar  enamora ilo^ 
Como  siempre  has  estimado 
La  liberud  que  bas  tenido 
Tanto ,  nuf  i  los  dalces  nombí 
De  amor,  fnéroD  ins  placeres 
Burlarte  <le  las  miijeres 
Y  reine  de  los  hombre*, 
De  mi  le  riea,  i[ue  estoj 
De  réra*  enamorMlo. 


Pnea  vo  no  quiero  criado 
Tan  afectuoso,  flor 
De  casa  le  has  de  ir.' 


Advierte... 
MU  ALomo. 
No  haj  abara  qae  advertir. 


iQué  qnerris  dedrT 

4MUTU.. 

Que  se  ba  Iroaado  la  suerte 
Al  paso ,  pues  «lenipfe  di<^ 
El  teatro,  enamorado 
Al  amo,  i  libre  al  criado. 
No  Lengo  la  culpa  50 
Uesta  mndansa ;  y  asi , 
Deja  que  ho;  el  mando  rea 
Esta  novedad ,  7  sea 
Yo  el  golau ,  tb  el  libra. 


De  Irte  al  matante. 


Es  un  i^caro.  que  ha  becbo 
La  major  btflaqueria, 
B^eía  j  alevosía 
Que  copo  en  bamaoo  pecbo. 


i  Qué  ba  sidoT 

Hase  enamorado. 
Mirad  si  teoito  raion 
De  darle  tan  bajo  nombre ; 
Pues  00  hace  afe>o«ta , 
Tralciou  oi  bellaquerta 
Como  eiuimorarM,  ud  bomlm. 

Amor  es  cniten  da  valor 
Y  bace  al  hombre  liberal , 
Cnerdo  j  galán. 

I  Pese  á  tal ! 
De  Lot  NUofTM  ie  tmar 
La  comedia  m«  babris  becbo. 
Que  fM  lia  eogalio  culpable ;      • 
Pae«  nadie  hiio  miserable. 
De  avaro  j  col>«n)e  peebo 
Al  hombre ,  sino  el  «ñor. 


Oid, 

V  eite  dlseoru  advertid  : 
Veréis  culi  prueba  mejor. 
El  hombre  que  enamorado 
Esti,  todo  cjianto  adquiere. 
Para  su  dama  lo  quiere . 
Sin  que  i  amiga  A  criado 
Acuda ,  por  acudir 

A  su  gusto  :  lueoo  es 
Miserable  amando ,  pues 
Ko  es  ni  se  puede  decir 
Virtud ,  la  que  no  es  ifiual : 

V  miserable  no  ha  baUdo 
Hajor,  que  el  que  solo  ba  sido 
Con  su  gusto  liberal. 


Nada  quiero  responder, 
DoQ  Alonso ,  por  no  hacer 
Agravio  1  la  ppn a  mía, 

8oe  ea  de  amor ;  f  si  en  su  blsloria 
Iscarro,  temo  quedar 
Vencido,  j  no  quiero  d'ar 
Yo  contra  ni  la  rictorla. 
A  buscaros  be  venido 
Para  consultar  con  vos 
Un  petar;  mtt  viendo  <¡sj  Dios!) 
Que  de  mi  amor  ha  nacido. 
Le  «aliará,  porque  quien 
Da  1  un  criado  lal  eutlgo , 


No  escucbari  lino  Uta ; 

ü,B,l,z9dbyGOOglC 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BAflCA. 


Qm  no  es  lodo  nno,  Don  Inao, 
Ser  vos  et  enamoraoo, 
O  el  bergaole  lie  ati  criado ; 
Oue  vos  sois  noble ,  galán , 
Rico ,  (Itecrelo ,  y  en  Un , 
VueslTO  es  amar  t  querer ; 
Has  i\iOT  qué  bi  de  encarecer 
El  amor  la  ge:ile  rain? 
V  pon|ue  aepais  ile  mi 
Que  trato  de  uo  raístno  modo 
Burlas  y  veras,  i  lodo 
Heieueis.Doniuan,  aquí.— 
Salle  aHi  Ibera. 

Dejad 

8ue  me  oiga  Moscatel ; 
ae  i  vos  os  busco-;  i  él. 

Poei  proiegultl. 

non  jDAif . 
Escuchad. 
Ya,  Don  Alonso,  sabéis 
Cuan  rendido  prisionero 
De  la  coyunda  de  lOMr , 
El  carro  tiré  de  Véaos  : 
Tan  Ocll  victoria  suya . 
Que  no  sé  cuil  fué  primero , 
Querer  vencer  ó  vencerme; 
Que  no  tiempo  sobró  1  otro  tiempo. 
Ya  sabéis  nue  ta.disculpa 
Ue  tan  noble  rendimiento 
Fué  la  beldad  soberana , 
Fué  el  soberano  suge  lo 


Gnrítiuei,  de  quien  mi  padre 
Amigo  fue  nioy  estrecho. 
Eile^iues,  miboro  hermoso. 
Este  pups ,  prodígk)  bello , 
Es  la  dicha  que  conquisto , 
Es  la  gloria  qoe  desea. 
No  os  disD  qne  venturoso 
Amante  ( ¡  ay  dt  mi !)  merezco 
Pavores  suyos;  i|ue  mera 
Descortés  atrevímienLo , 
Qne  los  merezco  decir; 

Íue  aunque  es  verdad  qne  1(«  tengo, 
enerlos  es  una  cosa, 

Y  otra  cosa  mi'recerloii : 

Y  asi,  que  kis  ien);o,  ilgo.t 
Que  losmereico,  no  puedo-, 
Que  es  conseguir  lo  iaiposibl». 
Dicha ,  j  no  nierecimiíato. 
Con  este  easaño,  llevado 

En  las  alas  del  deM-o , 
Lisonleado  ile  la  noche , 
Aplaudido  del  itjlencio, 
Feste^dn  de  las  somliras, 
A  qilien  mas  favores  debo 

?W  alsul.queAluluz.Jluealdia, 
Ito  de  saber  que  Aiuero, 
Hada  que  mas  declarado 
Pueila  i  rostro  descubierto  . 
Pedirla  i  su  noble  padrp. 
De  qnieii  no  dudo,  ni  temo 
Qne  me  la  dé,  por(|ue  iguales 
Haciendas  y  aaclniienlos, 
Ko  hav  quf  esperar ,  donde  amor 
Tfeaeiieclios  los  conciertos. 
La  cansa  de  no  pedirla 

Y  casarme  desde  luego 

Con  día ,  es  (aqui  entra  ahora 
I.ii  pensión  desie  contento. 
El  suluidio  desta  dicha 

Y  el  azar  ele  aqueste  encueatro) 
Tfner  Leonor  una  hermana 
Míiyor;  y  como  no  es  cuerdo 


él, 


Porque  st.li  pedirle  llego 
Alguna  de  sus  dos  hijas 
(Que  claro  esti  que  no  tengo 
De  decir  i  la  que  adoro) , 
Por  ser  la  mayor,  es  cierto 

?ae  me  ha  de  dar  i  Beatriz; 
si  digo  que  no  qOiero 
Siuo  i  Leonor ,  es  hacer 
Sospechoso  mi  deseo , 
Despertando  la  malicia 

?ue  hoy  yac  '     ' 

quiza  per( 
tue  ahora  en  su  casa  tengo... 
I  no  es  ya  que  est¿  perdida 
Con  el  mas  triste  suceso 
De  amor,  que  me  pato  anoctio; 

Puf"  ■ 

BU] 

Os  he  menester  atenioi 
Beatriz,  de  Leonor  hermana, 
Es  el  mas  raro  suge  I  o 
Que  viú  Madrid,  porque  ei 
Siendo  bellísima  j  siendo 
EiiLeodida,  esiíin  echados 
A  perder ,  por  los  extremas 
De  iioa  extraía  condiciou , 
Belleía  y  entendioüi-nto.  ■ 
Es  DoBa  Beatriz  tan  vana 

la  cara ,  teniendo 
Por  cierto  que  allí  no  hay  maa   . 
De  verle  ella  y  caerse  muerto. 
De  su  ingenio  es  lan  amante. 
Que  pnr  ealantear  lu  Ingenio, 
EMudió  latinidad 

Y  hito  castellanos  versos. 
Tan  afectada  en  vestirse. 
Que  en  todos  los  usos  nnevot 
Entra,  y  de  ninguno  «ale. 
Cada  día  por  lo  menos 

Se  rita  dos  b  tres  veces, 

Y  ningnna  á  su  contento. 
Los  meliiidres  de  Belisa , 
Que  Qngiú  con  tanto  acierto 
Lope  (le  Vega,  con  ella 

Son  melindies  muy  pequeBos; 

Y  con  ser  tan  enfadosa 

Lo  peor,  sino  el  hablar 
Con  lan  estudiado  afecto , 
Que,  critica  Impertinente, 
Varios  Tuetas  leyendo . 
üo  habla  p^üabra  jamas 
Sin  frases  y  sin  rodeos. 
Tanto,  que  ninguno  puede 
Euienderla  sin  comento. 
La  lisonja  y  el  aplauso 
Que  la  dan  algunos  necios. 
Tan  soberbia,  lan  ufana 
La  tienen ,  que  con  despn-cio 
De  la  deidad  di-l  Anior, 
Comunera  ea  de  su  Imperiu. 


Aborrecible  la  hacen 
Tanlo,  qne  no  hay  dos  opuestos 
Tan  contrarios ,  como  son 
Las  dos  hermanas ,  haciendo 
Por  instantes  el  estrado 
La  campaña  de  su  duelo. 
Ha  dado  pues  (yo  oo  sé 
Si  es  necia  envidia  ó  si  celo) 
En  asistir  i  Leonor 
De  suerte,  qoe  n«  hay  momento 
Que  no  ande  en  alcance  snyO 
Sus  acciones  inquiriendo. 
Tanto  que  al  sol  de  sus  ojQS 
Es  la  sombra  de  su  cuerpo. 
Anoche  pues,  en  su  calle 
Einré  emhorado  y  snrreto: 
V  hacieudo  al  balcón  la  ncBa , 


:  Donde  hablar  coa  Leonor  tóelo 
'  La  ventana  abrió  Leonor, 

V  yo  i  la  ocasión  atento, 

'  Llegué  i  hablarla ;  pero  apteu 
-,  La  voz  explicó  el  concepto 

8ue  estudiado  y  no  sabido 
o  me  cabía  en  el  pecho, 
^  Cuando  trat  ella  Beatriz 
'  Sallú , ![  con  notable  esirnéodo 
,  I,  La  quitó  de  la  venUna , 
¡  Dos  mit  locuras  diciendo, 
-Que  si  yo  entendí  {I  estilo 
Con  que  las  dijo,  sospecho 
Que  fueron  que  ella  i  tu  padra 
Diria  el  atrevimiento. 
No  sé  si  me  conoció; 

V  asi,  cuidadoso,  teow 
El  sabi-r  ó  no  saber 

En  qné  ba  parado  el  suceso, 

Por  cuya  causa  no  voy 
'  A  visitarla,  temiendo 
;  Su  enojo  i  pero  tampoco 
I  A  dej.ir  de  ¡r  me  resuelvo. 

Porque  si  acaso  ha  llegado 
.  A  su  noticia  mi  intento, 
I  La  vida  del  dueño  mío. 
<  No  dudo  que  corra  riesgo. 

V  asi ,  porque  en  ir  ^  estarme. 
I  Hay  peligro,  elijo  un  mi-diof 

.  Que  es  enviar  esie  papel 
I  uitimulado  y  secreto. 

Que  aun  no  va  de  tetra  mía  : 
]  Para  cuyo  efecto  quiero 

A  Moscatel ,  que  le  lleve , 
'  Valiéndose  de  su  ingenio , 

V  se  le  dé  i  Inet,  criada 

De  Leonar;  porque  no  siendo 

Conocido  p«r  criado 

Mto,  no  hay  que  tener  mkdo. 

V  asi ,  qoe  le  deis  Ucencia, 
Don  Alonso,  es  lo  que  os  ruego , 
y  qoe  conmigo  en  la  calle 

Os  halléis ;  porque  si  llego 
A  taber  que  esta  Leonor 
En  peligro ,  estoy  resuello 
A  sacaría  de  tu  casa, 
Aunque  lodo  el  mnndo  entero 


I  Mi  amigo  sois .  Don  Alonso , 
¡  V  bien  conocido  ti-ngo 
;  Que  las  burlat  del  buen  gotto , 
I  Son  las  veras  del  acero. 

«ON  ALONSO. 

I  Moscatel  ,'ese  papel 
'  Toma ,  en  casa  de  Don  Pedro 
i  Enrique! ,  con  I»  invención ' 
'.  Que  te  ofreciere  tu  inpenio , 
:  boira ,  y  dale  i  esa  criqda 
i  Que  dice  Don  Juan. 


Lo  disponéis? 

Si  ha  de  ser, 
iCointo  es  mejor  que  sea  luego!— 
Toma  et  papel,  coa  nosotros 
Ven. 

■OSCATCL.  (ilp.) 

Aunque  lemer  no  paedo 
El  peligro,  pue^lnéq, 
Que  es  de  mis  sentidos  duefio, 

i  lit  la  que  voy  á  lir"-- 

[  Amor  me  dé  atreí 


"L'íS'Sglc 


NO  HAY  BURLAS  CON  EL  AMOR. 


MM  AUIIMO. 

i  Qué  imorc*  Un  eubdcwos ! 
81  oie  ojeron,  do  me  ojeroo... 
:  Bien  b»jt  jo ,  que  en  mi  vida 
Ue  enamorado  cou  riesgo 
Sino  dama  I  todo  trance. 
Sino  moza  i  todu  ruedo , 

Ble  t  la  primera  vielta 
amo  recio  jr  hablo  recio! 
Y  el  haber  en  mi  ú  do  tiaber, 
O  lemor  <>  alreiímieiilo , 

Que  haber  6  no  baber  diaero.  (Van 


DON  ALONSO,  DON  JUAN,  MOSCA- 
TEL; y  lUtpueM,  DUN  LUIS  t  DON 
Dl£GO.  ' 

non  iniM. 

Eau  e*  la  calle.  Porque 

No  nos  vean,  estaremos 

Eo  algún  porui  metidos. 

.      DOn  jtLONSO. 

Decia  bien. 

(Salea  Do»  LiáU  t  Den  Diego ,  g  eriamt 
la  talle ,  jitiiáHdate  lot  Miiiiibrero$.) 
Ha^iuuién  son  Mtos 

Soe  parece  ((ue  á  la  casa 
e  Leonor  Duran  atenlosT 


Poei ih»j m 
De  qae  Umbien  le  caueo 


QneDOM 
Patemoid 
Denuw  que  decir, 

noNMomo. 
Patiemot, 
Aiunne  con  tantas  Hgnra* , 
Pneda  ser  hombre. 

Don  JUAN.  (j4  Motealel.) 
Tá  luego 
Darla  la  Tnelia,  j  darla 
El  papel  t  lúes. 


I :  éoirate  preito.       (Vaiue.) 


DQHLGIS,  DON  DIEGO. 

BOU  LOa: 

Eita  e*  la  capaz  esfera , 

Este  d  abreviado  cielo 

De  la  mas  bella  deidad 

Y  del  plaiteU  mas  bello 

Dü  rió  el  sol  deade  i;ue  nace 
En  Jófea  golfo  dn  fnego. 
Halla  qne  sbrando  muere 
Bn  canas  ondas  de  hklo; 

Y  con  ser  tal  su  bermoaort 
Eu  ella  ha  aido  lo  mjuoa, 
Fnrque  pudiera  aer  fea, 
Ea  H  de  H  eatendimienio. 


Por  conteoiencia  y  amor 
La  sirvo  y  la  galanteo. 
Para  cuyo  efecto,  ;a 
Han  de  tratarlo  mU  deudos. 

Pues  no  5¿  si  lo  acerUfi'. 

Dua  LQIS. 

iPorqué  lio,  si  en  ella  reo 
Virtud,  nobleza  y  hacienda , 
Gran  beldad  y  grande  ingenioT 

Porque  el  ingenio  la  sobra ; 
One  yo  no  quisiera ,  es  cierto , 
Que  supiera  mi  mujer 
Has  que  yo ,  sino  íites  menos. 

Pnes^coindo  el  saber  et  maloT 

Cnaodo  fué  el  saber  sin  tiempo. 
Sepa  ana  mujei'  biiar, 
Coser  j  echar  un  remiendo; 

§ne  no  ba  menester,  saber, 
ramitica  ni  bacer  versos. 
nonUis. 
No  es  «jerdcio  culpable , 
Donde  es  tan  noble  el  exceso. 
Que  nck  tiene  ioconveniente. 

DON  tllEeo. 

Ni  yo  que  le  tenga  creo ; 
Pues  Intes  sé  lo  contrario 
Del  rigor  y  del  desprecio 
Con  que  os  Irata. 

DON  LWi. 

Ese  d«Bdtii 
Adoro.  La  vuelta  demos 
A  la  calle :  no  otra  tei 
Pasen  estos  caballeras, 
Que  ya  miro  con  cuidado 

BON  DKCO. 

VtniíM,  puea. 

_    ,   ,  i  Hermoso  cflDlro 

De  la  iDgrablud  que  adoro, 

Presto  A  tus  ambr^ea  vuelva!  (Vmw.) 


DONA  LEONOR,  INÉS. 

BOÑA  LBONOI. 

i  Está  ni  hermana  vfsiJda  T 

Tocindoee  ahora  qtied6¡ 
V  ,.—  -^  — drinne  jo 
desvanecida 


•oAa  Lconoa. 
Tan  necio  «t  comcMlla  tai 
k  todas  horas,  so  espejo: 

mis. 
iCómonedoT 

•0.1*  LHHIOa. 

íNoloes 
Qnieo  i  gnsio,  en  un  pesar. 
Na  salM  ua  consejo  dar 
A  quien  sa  le  pide ,  loe«  ? 
Pues  si  i  Beatria  ta  be  pedido 
HU  coa*^  cada  di* 


V  1  tan  coaduna  porfla 
Nunca  1  gusto  ha  respondido, 
Huy  oeda  es. 


Que  i>o  05  delwis  de  entender ; 

?ue  ella  bubla  callo ,  Ih  claro, 
aslosestiisiodoeidla 
Porliaiido  las  dos. 

^     .,.  ¡  (Juién  Diera 

Tan  feliz  que  no  (uiiera 
Has  cuidado!  ¡Ay,  laesmia! 
¡Con  cujuto  temor  estoy 
Ue  quH  aquesta  melindrosa, 
Esta  critica  enfadosa, 
A  mi  padre  cuente  hoy 
Lo  que  anoche  me  escucha 
Al  balcón  hablar ! 

Supuesto  - 

Sne  haber  salido  tan  presto 
i  señor  de  casa ,  diú 
Lugar  para  prevenir 
El  Fance ,  y  <|ue  no  ba  tenido 
Tiempo  de  haberlo  sabido. 
Procuremos  desmentir 
Su  malicia  con  algtma 
I  mención. 

naÍA  LcoicoK, 
Ya  be  imaginado, 
Y  digo  que  no  he  hallado 


?  propósito  ninguna; 
orque  ¿cómo  la  be  de , 

81  ella  misma  quleu  vio ,  fué 


.cómoiabedeballar, 
A  Don  Juan! 


Procniiuido  deabacella; 
Lo  que  DO  llegan  i  vello, 
Seüora ,  se  «siá  negado. 

doNa  ixoNoa. 
El  medio  ( i  ay  de  mi  I )  mejor 
Que  me  ofrece  el  pensamieuto. 
Es ,  loes ,  con  rendimieoio 
Dae3o  hacerla  de  mi  «mor. 
De  mi  empleo  y  mi  esperanza : 
Pne*  es  bacer  en  efeto 
Puerta  de  hierro  li  un  secreto 
El  hacer  del  conOaDia. 
iQu¿  puedo  hacer  (:  ay  da  ul  t ) , 
Inés ,  si  esta  iod usina  sola 
Es  la  que  me  queda  T 


DOSA  BEATRIZ.  —  DOÍÍA  LEONOR 
INÉS. 
do3a  KA-raii.  (Dentn.) 
¡Hola! 
;No  hay  una  ftmula  aqnif 

mél) 

iQuiealoqaemandw? 
DofU  Buniz. 

Este  bechlio  de  cristal, 
T  las  quirotecas  traigas. 

INU. 


COHEUIAS  DE  DON  PEDRO  CALDEROM  DE  LA  BARCA. 


Por  fuena  eo  frise  vulgiir ! 

Para  otra  vez  lo  sabré. 
Ya  eaUo  aqui. 

;  ¡CuinioliJio 

Con  la  igDoraacU  que  liaj ! 
Hria,  luei, 

IRU. 

Tray 
De  nii  biblioteca  i  Otídio  : 
No  el  Meiam«rfo4U,  ac , 
m  et  Arto  AnoRtfi  pedi ; 
El  Remedio  Amúrit ,  si , 
Qae  es  el  qoe  iutesúgo  ><i. 

P^ei^cúmo  Le  deci: 


DoHá  LEOooa. 
(Af.  Abora  mi  papel  llega.) 
Hennaoa... 

¡QdiétimebabtaailT 

?ulen  á  Lu)  pies  ohetlleuke 
lene  i  arroja  rae. 

MS*  tElTRlI. 

Dátente: 


No  (e  tproploeveí  á  mi; 
Da«  empaiíarta  el  eandoi 
De  mi  caiUsIma  bvHo , 

Y  proranarls  el  eolio 
De  las  aras  de  ni  houor. 
Porque  mujer  ^ae  lú 
Del  caos  (le  la  sombra  tria, 

V  en  ilcsffféiUto  ihl  día 
fociurno  amor  aceplft, 
Nii  mirar  consiga  alentó 
Ni  semhiauu  a  «oi  ptof^na. 
Pu>>s  vibora  seri  bumana , 
Ijue  cou  su .  infioloae,  dieaio). 

OÚ%í  LtOHOa.. 

Itratm  Jtai'reíaj  hermosa, 
Ui  lienoaiia  eres. 

doDa  aecniu, 

ido  j< 
Kernuai  llb)<ÍMoaa. 

EO^A  LSOROR. 

iQiié  es  HbUÍMta,  bermanaf 

Viia  iiermana ,  que  al  larol 

<  En  l3>  cAakaei  om  hntai  tanliia 
Tliu ,  le  halla  etU  rcifoaiHlli  isl : 

No  mirar  eoniiio  nínu 

HOenbliaMt  10 

Puei  Tibor»  wrt  t 

Qu  coa  IV  luid 00  ic  illeaU. 
Nos  firte»  aeSoT  tonu  lo  knio9  iHreía 
arcibl,  dejindo  i  propísllo  la  iniiiwticion 
riillciili  <M  átUmo  reno,  tu  iDfiir  ae  totte- 
t'it,  tomo  hnblen  lUo  prrciio .  i  irr  airo  rl 
^iif  htbllH. 


Trémulo ,  vire;  del  sol , 
Osa  abrir  oaa  ventana ; 

Y  susurrando  por  ella 

A  vúi  medía  j  labio  entera. 
Da  que  decir  i  nii  locero, 
Da  que  callar  i  una  estrella. 
Pero  JO  minoraré 
El  escándalo  que  bas  faecbo , 
Diciendo  al  natcrno  pecbo 
Sacrilegios  de  tu  fe. 
Un  devoto  anoche  vi... 

mÜk  UOHOH.    . 

4Y  conocistele  ? 

Md*  KATRn. 

No, 
Ni  pudo  ser,  porque  <ro 
íQué  misculo  conod? 

mSk  LEoiKin. 
Pnes  JO  (e  quiero  decir 
Onién  era ,  ;  con  el  hiiento 
(jue  me  bamú. 

BOSk  BEATRIZ. 

¡  Qué  atrevimiento  < 
jTalInsnlla  faabia  de  oir? 
nofA  LEO.foa. 
Poes  aunque  oírlo  no  quieras. 
Lo  bas  de  oír;  porque  lambieu 
No  eslA  a  mi  decoro  bien   - 
Oue  tú  con  locas  quimeras 
Te  persuadas  i  que  lia  üido 
Liviandad  lo  que  bonor  fué. 

^  Honor  T 

voSk  LEo-toa. 
•  Oje. 

ItOfi,  BEATaiI. 

IVodaré 
Directo  i  lu  foi  mi  oído. 
doSa  uoNoa. 
Pues  ilirecio  ó  no  dirélo , 
Todo  bas  de  escucliarlo  ja. 

BOiU  BEiinit 

Oído  iHir  rnena,  será 
ClanaesiiiM  tu  secreto , 

Y  no  puedo  error  tan  mucho 
Cometer. 

Si  hablando  eatoj.. . 
mAa  aEATaia. 
.     al  coiíjnn)  ata  : 
No  lo«scucbo,  no  fo  escucho.  (Vau. 

OOÍA  bEft.lOR. 

Oye.  Has  ^quiéu  ald  ba  cnliadoT 

seíior  bnscari. 
Mira  quién  es,  rnié^ra 


ESCENA  VU. 

HOSCATEI.  —  INÉS. 
■O&CATEI,.  {Ap.} 

iOué  cobarde  eres  I 

Pues  aou  no  val»)  coniixo 
Las  lejes  de  embajador ' 


MMCAm. 
Sin  saber  qué  ne  ba  movido 
A  balMr  entrado  basta  aqiil 
Rigor  es  auüdpado... 

Pues  i  no  basta  haber  entradu . 

Si  J  DO. 

Pues  jcómo  no  j  sIT 

No,  pueR  no  sabes  i  qué; 

Si ,  pues  enojada  estás ; 
üo.  pues  pre«io  lo  sabris; 
SI,  pues  lárdelo  diré. 

Y  aunque  pude  haber  venido 
Ue  tu  hermosura  llamado, 
Traído  de  mi  cuidada 

Y  del  lujo  dislraido ; 
A  darte  aqnesLe  papel 
Vengo,  que  Don  Juan  envía. 
Que  de  mi  cuidado  na 

Lo  que  i  Leonor  dice  eu  él. 
Que  por  no  ser  conocido 
Por  criado  SUJO  jo, 
t^on  el  papel  me  envió; 
Si  ja  la  causa  no  ba  sido 
llonotíer  de  nil  dolor. 
Saber  de  mi  mal  severo. 
Que  de  amor  no  es  buen  tercera 
El  que  1)0  sabe  de  amor. 

UlEt. 

Wu»  di  que  el  paprl  me  dble, 

Y  que  a  Leonor  le  daré : 

Y  vele  presto,  porqué 
Temerosa  (iajdemi  Inste!) 
De  que  Beatriz... 

■DSCjkTEL. 

Que  aunque  adora  la  presencia, 
Las  lejes  de  lu  obediencia 
Tan  constante  observaré, 
Ooe  ii  precio  de  lu  rigor 
Compraré  el  desprecio  mio, 

Y  i  costa  de  lu  Jesvlu 
Hereccré  tu  favor. 

Bien  pudiera  responderle 

Que  un  ingrata  no  he  lido 

Como  te  habré  parecida; 

Pero  lléneme  de  soerie 

El  temor  de  verte  aquí , 

Que  dejo  para  después 

La  respuesta.  Vele  pues; 

Que  tiempo...  Mas  ¡aj  de  mi! 

Hi  señor  por  la  escalera 

Sube.  Aqut  no  me  ha  de  hallar, 

Viéndote  conmigo  haUar.         (V«e.} 

MBCATEL. 

Oje,  aguarda,  escucha,  espera.' 


DON  PEDRO.-  MOSCATEL. 

Quién  ba  de  esperar  j  oir? 
tuién  aguardar  j  escuchar? 


i$o. 


F.s  posible  que  has  tenido, 
Hoscaiel.atrcvi  miento 
He  cuirar  basta  este  apoteutoT 


DigilizedbyGOOgic 


n.  íQae  anuesto 
mi  homicida. 


Ponriie  yo  ea  mi  vida 
Hallé  cosa  qae  buscase. 

PON  KDKO. 

iQaMa  soi*T 

Habéis  prrguniado 
En  propios  términos.  Soj 
Un  criado  boiirado,  si  luijr 
HíT  uu  hoDrado  criado. 

DON  PEDRO. 

i  A  quién  servís! 

MOSCATEL. 

No  serví , 
Aunque  criado  me  llamo. 

4  Cómo  no  f 

aOSCtTCL. 

Es  el  que  me  sirve  i  mi. 

box  peono. 

f  a  es  mucha  hclla quería 

Ilal>1arnie  desa  manera, 

,  V  y»  mas  plai. , 

Lajusia  colera  mía. 

MOSCATEL.  {Ap.) 

i  Malo  raeato,  vive  Dios) 
Si  me  da  con  algo  aquí, 
i  H ¡reo  qué  se  me  da  t  mi 
Que  en  la  calle  eelén  los  dga ! 

Qoiéu  sois  me  habéis  de  decir. 
Qué  queréis  j  qué  buscáis, 
V  i  qué  en  esta  cata  enirais , 
O  eu  ella  habéis  de  morir 
A  mis  manos. 

Si  QrniaUo 
Habéis  la  sentencia  ciego 
Coa  lejecbtese  luego  ■ 
Vo  MT  Hoicatel ,  criado 
De  un  Don  Alonso  de  Luna... 


o  esp«ra 


NO  HAY  BiritLAS  CO»  EL  AMOR. 


iNoTPueséInoslodiri, 

O  i  aqueste  acero  rendido 

Morirá. (A;i,dJfEi(Mfe/.Hieotea<goaqDÍ, 

Moscatel,  que  importa  asi.) 


{Ap.  i  Buen  socorro  me  lia  venido '.) 

Va  hombre  busco;  j  no  bailando 

Nadie  que  me  respondiera , 

De  escalera  en  escalera 

He  ful  poco  ü  poco  entrando. 

Sin  ver  i,  quién  preguntar. 

Hasta  esia  parte  tteuué , 

Donde  una  doncella  hallé, 

(La  verdad  en  su  lugar). 

Pensando  que  era  bdrou , 

Huj6  deml;;  á  ella  era 

"'.  «escucha,  aguarda, espera.* 

Bieo  puede  tener  raion. 
MN  pimo. 

ÍAp.  Aunque  no  estoy  satisfecho 
le  que  me  diga  verdad , 
Fuera  necia  liviandad 
De  mi  espada  jr  de  mi  pecho 
SalMT  Don  Juau  que  he  tenido 
Otra  sospecha ;  y  asi 
Fingir  me  conviene  aquí 
Que  su  disculpa  be  creída, 
l'orqoe  menos  recatado 
Le  pueda  después  seguir. 
Saber  quién  es,  y  sahr 
be  una  vei  deste  cuidado.) 
Pues  si  venís  i  buscar 
Un  hombre.  ;  por  qué  os  lartnto 
De  verme  i  mlT 

Porque  dais, 
V  so;  Hcil  de  turbar. 


(de. 


I  Dios. 


Que  i  los  dos  guarde. 

-'DAH.  lAp.  a  UoteateLi 
K  Don  Alonso  le  di 
Se  quite  luego  de  ahi. 

{Vate  UatcaUi.) 

Luego  voelTo.  Adiós,  que  es  tarde. 

MI  JDAR. 

¿Dónde  tais? 


lAp.  áDon  Momo,  á  tapuert».) 
Pues  esti  ai|ui  Hoacaiel, 
V  vimos  entrar  iras  de  él 
A  Dou  Pedro ,  mi  fortuna 
No  espera  roas. 

BON  AI.O;<SO.  I 

Yo  dlspuesío  '  I 

A  cuanto  suceda  eslny.  I 

A  tomar  la  puerta  voy.  (Khk:)  ' 

BOH  FEDBo.  (A  HaieaULj  . 

Proseguid. 

[Uega  Dan  Juan.) 

•OSWAB.     , 

Sefiori  iqnéct  esto? 


DOH  PIDNO. 

Vuelvo  t  bascar 
Unas  cartas  que  perdí. 

babeis  de  salir  de  aquj , 
« tengo  de  acompaitar. 
nos  pemo. 
fAp.  Algo  sin  duda  ha  entendido 
Üe  mi  enojo :  fuerza  es 
Deslumhrarle.)  Venid,  pnes. 

BOI.«*N.(Jp.) 

Bien  hasta  aquí  ha  sucedido, 
Pnes  sin  sospechar  en  mi 
Asistirle  i  lodo  puedo.  (raí 


ESCERA   X. 

INÉS,  V  laefo,  DORA LEONOR.  , 

Contusa  de  mirar  quedo 
Lo  que  ha  sucedido  aquí. 
Informarse  tan  severo. 
Cobrarse  tan  recatado. 
Hablar  con  él  lait  pesado, 
Y  seguirle  tan  Kiero, 
Muchos  efectos  ban  sido. 
No  sé  qué  ba  üe  suceder. 

{5a/«  De6a  Uemr.). 

aOSk  LEOHOR. 

¡Vilgate  Dios  por  mujer, 
QuéU  ■'  ■ 


SeBora,  ^qué  te  ba  pasado. 
Que  tan  colérica  vienes  T 
ooñk  LBOKoa. 

8ne  no  me  escuchó  Beairíi, 
arque  ba  estado  impertinente. 
Con  mas  soberbia  que  nunca. 
Tan  cansada  como  siempre. 
Dice  que  diri  é  nii  padre 
l£l  suceso. 

I  Cuando  vieueii 

I  Los  pesares,  nunca  (¡ay  triste!) 

I  Vienen  solos  ;  pues  de  suerte 


Se  edaboii;<D  ui 


sdco 


:»  víspera  del  segundo 

El  primero  que  sucede. 

Aquel  hombre  que  dejaste 
I  Aquí,  para  que  supiese 
!  Yo  quién  era,  te  buscaba 
1  A  U,  señora, con  esle 
I  Papel ;  oue  Don  Juan  no  quiso, 
j  Por  fl  rie^o,  que  viniese 

Criado  suyo.  El  papel 

He  diü  apenas,  cuando  quiere 

El  cielo  qua  entre  lu  padre, 

V  que  con  el  hombre  encuentre. 
Lle^ó  ai  empeño  Don  Juan , 

V  hixo  que  el  liombre  le  diese 
No  sé  qné  ui^cias  inculpas. 
Pero  aunque  quiso  prudente 
Disimular  mi  señor. 

No  pudo ,  y  tras  él  se  melva. 

mS*  LionoR. 
I  Qué  bien  dicen  que  los  males 
Son,  si  hay  nao.  como  el  léaii , 
Pues  cuna  es  en  qne  uno  oaoe , 
La  tumba  donde  otro  muere ! 
Dame  el  papel,  porque  qoicro 
Al  instante  responderle 
A  Don  Juan,  en  e)  peligro 
Qoe  estoy. 

No  le  guardes,  lele ; 
Que  qoiii  advertTrl  algo 
Que  cu  tu  cuidado  aproveche. 

DoKa  LEONOn. 

Dices  bien,  abrirle  quiero; 

Que  nada  en  ello  se  |iierde. 

(Lee.)  ¡Qnimalpodri,  hemotodut^ 

Dedru  m  encarecerle... 


Tub. 


MÍA  LBOM». 

¡Ay  demlt 


b/Googlc 


ESCENA  XI. 

BEATRIZ.— LEONOfl,  INÉS. 

Qaé  mlslvo  Idioma  es  ese 


CüNEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDFRON  DE  U  BARCA. 

débil , 


Qüe.ij 


Si. 

IHIÍ*  LEO.'IOI. 

No  miiendo  lo  que  me  quieres 
Decir. 

DOA*  BBATRIX. 

Con  vulBar  disculpa 
He  has  obaliuado  dos  rvcei. 
Ete  mancliado  papel 
Ea  quleii  cifra  Utieas  brevet 
Cálamo  ansariDu,  dando 
Corneriiio  «mm  débil 
£1  etiope  licor, 
Ver  tengo. 

En  vaao  preiemJei 
Ver  rl  papel ,  porque  fuera 
También  ser  oecia  dos  veces 
No  querer  wber  de  mi , 
Cuando  de  oírme  te  oreudea , 
lo  qne  yo  quiero  decir, 

Y  querer  salier  aleve 

Lo  que  iireieodo  callarte. 

DOIIa  lEATSU. 

MI  flratemkUd  uo  atieode 
A  la  leogaa ,  si  t  Ui  accfOD , 
Porque  aquella  meatir  paede, 

Y  esi3  lia  de  dedr  verdad: 

Y  atl,  en  la  ocasión  orgeute , 
'■■    Ir  lo  que  quieres  oo  quiero, 


Saber  si 


10  quieres. 


iDe  qué  suerte,  si  oa  quiero. 
Lo  has  de  saber  T 

DOJll  BKAf  RB. 

Desta  suerte. 
(Am  itl  papel,  g  porfían  lat  4m.) 
84Mlta  la  epístola. 

No  es 
Sino  evangelio. 

•oiik  lEOROn. 
Aunque  luieniei 
Por  faena  verle,  Üraoa, 
Poco  podré,  ú  DO  bas  de  verie. 

Mil*  B  unto. 
Deia  el  papel. 

{SaU  Da»  Peirt  it  tiempaqua  rtwtpe» 
al  papel,  qaeádnJeee  ean  la  »Uaá 

ESCENA  Xn. 


iOué  papel 

E*  I  1  Por  qué  reñis ,  aleveüT 
IFIU.  {Ap.) 

Ci96se  la  casa,  como 
Dkc  el  fullero  que  pierde. 

Suelta  ese  pedazo  tú, 
V  tú  fuclu  esotro. 

DoSi  LEoma.  (Ap.) 
Déme 
Ingenio  amor. 

DOlU  lEATaiZ. 

nqiMibiinef 


Fromento  ; 

Te  referirá  baldone* 

Que  tu  pujidonor  padece. 

El  papel,  seSor,  que  miras, 
Vo  no  sé  lu  qoe  conlieiie ; 
Y  pues  que  Beatriz  lo  sabe, 
iQniéii  duda  que  sujo  faeK? 
Leyéndole  estaba,  cuando 

DOÍA  BUTRIt. 

iVoí 
DON  ttata.  (A  Doña  Bealr'a.) 
Calla. 
P0Ü4  uotoa. 

Y  al  verme. 
Le  ocultó  con  tal  cuidado , 

8ue  Ble  le  puso  de  verle. 
.uisequiUrsrie.yella 
Me  le  defendió.  No  pienses 
Que  fué  atrevimiento  eu  mi. 


Li  liaUe  de  oocbe  por  e:.- 
Balcoo,  mi  virtud  ifie  lia  dado 
Uisculpí  para  atreveime , 
Aunque  soT  menor  bermoua , 
A  traurla'desta  tuerte. 

mi.  (Aj).> 
De  mano  gana  Leoogr, 
Cuando  un  mismo  puuto  tienen. 

•OH  rEoao. 
¡Por  cierto,  Beatrn!.. 

BOffA  BMTIIIZ. 

Ignoro, 
Atónita,  responderle ; 
Que  me  conttmyó  su  acento 
Eaiaiua  de  luego  y  nieve ; 
Porque  cnanto  me  vnimuta 
Delito  es  tuyo  m  tpeeie. 

í  Pues  aqui  uo  estaba  lúes , 
Que  decir  la  verdad  puede  T 

ooí«  ísiTau. 
iPnes  Inet  do  estaba  aquí. 
Que  diri  lo  que  sucedei 
.ws.  {Ap.) 
Yo  soy,  en  &n,  la  presencia 
De  todo  el  becbo  presente. 

{Ap.  ¡Ay  de  mi !  iiue  combatido 

De  uno  y  otro  mal  tan  fuerte , 

Ambos  me  estie  mal ,  pues  ambos 

Armados  contra  mi  vieiieo! 

Que  al  averiguar  (¡ny  triste !) 

Cuya  es  la  caliia  evidente , 

No  et  eicusarbie  la  pena ; 

Puet  cuando  i  saberla  llegue , 

Tan  tillado  mi  dolor. 

Tan  acosado  mi  suerte , 

Tan  cercado  mi  desdicha 

En  este  lance  me  tienen , 

Qoehabiendo(¡aydemí!),quelial)ieiulo 

De  morir  precisamente , 

Quien  me  dé  muerte  sabré , 

Has  no  excusaré  la  muerte.)  • 

Vele  tú,  Beatriz,  de  aquí; 

Y  \ii,  Leonor,  de  squi  vele. 

SeBor,  yo... 

BOit  ruso. 

Nada  digafs. 

DoRi  LKinou.  {Ap.) 
Quiera  traac  que  no  confiese 
El  papel  io  que  yo  oiego.  {Vate.) 

doDa  beatiii. 
Tñ,  mentll  hermana,  tienes 
La  colpa  de  todo.  (yate.) 


DON  PEDRO,  INÉS. 
D0.1  nono. 

.!ies.(A¿.) 
Aquí  efitro  abora. 

SON  ÍEDSO. 

Detente. 
INES.  (Ap.) 
Honor,  con  quien  veugo,  vengo- 

Pues  sola  el  testigo  eres, 
¿Quién  lela  el  papel? 

INÉS.  (Ap.) 


I  Qué  es  lo  que  dudas,  qué  temes? 


Señor,  poco  íoies  que  lú     . 
Llegué  yo,  sio  que  pudiese 
DeTa  acción  ni  de  las  voces 
Saber  cuyo  el  ppel  fuese. 
Esta  es  la  verdau,  so  cargo 
Del  Juran] énto  que  iJene 
Fecho  coalquiera  críitda 
En  el  pleito  que  reüere. 

jAuD  este  pequeBo  alivio 
Del  desensaño,  no  quiere 
Darme  el  dolor! — Vete,  Inés... 

INIS.  (Ap.) 
Viva  1  toda  ley  quien  vence,      i 

ESCEIIA   XIV. 

DON  PE^RU. 
Que  el  pajiel  co<iIé)ari 
Cuanto  lu  y  ellas  me  nieguen. 
Juntar  quiero  los  pedazos 
De  esta  víbora ,  esta  sierjie , 

Sue  dividido  el  veoeno 
n  dos  mitades  contiene. 
(Aee.)  ¡Qui  mal  podrí,  hermou 
DeeirU  ni  encarecerla 
Et  euUaio  coa  f ■«  ettof 
De  ana  anoche  no»  oyete 
Tañerme--' ' 


i  dos  conviene     - 
El  papel,  para  que  sea 
Hoy  mi  dMdicba  mas  fuerte, 
Puet  ti  supiera  de  una 
Que  con  liviandad  procede , 
8n[dera  también  de  otra 
La  viriod ;  y  desia  tuerte , 
Tem[dado  estuviera  el  dailo. 
Uas  para  que  no  se  temple , 

Suiere  el  cielo  que  A  ninguna 
rea,  y  que  en  las  doi  sospeche. 
Hallar  un  criado  aquí , 
Turbarse  (j  ay  de  mi !)  de  verme 
Llegar  Don  Joan  y  dejarle , 
Salir  tras  él  y  perderle, 
Volver  i  casa  y  bailar 
La  conlbslou  que  me  vence, 
Cosas  son  que  han  menester 
Atendones  mas  prudentes. 
Y  asi ,  pues  sé  que  el  criado 
Es,  si  su  temor  no  miente , 
De  Doa  Alonso  de  Luna, 


b/Googlc 


Siber  aaién  m  me  eooTiene , 

V  tteoder  I  tus  accioDcs ; 

Y  itat»  que  i  mil  minos  llegue , 
O  deKDguto  ú  venganza-, 
¡Valedme,  cielos,  viledme! 


JORNADA  SEGUNDA. 

Galle. 


De  baeoa  uifinos.  ' 

■OSCATEU 

Vo 
Ka  j  el  que  sill  de  bbena 
y  entré  en  mata,  pues  me  tí 
Ya  il«  li  ninerte  un  cerca. 

Deiemiotraie  jo  1  entrar 
i  Víeuüo  la  oession  tan  cerca ) 
Tnu  Oou  Pedro,  rué  tu  dicba. 

■OaCATEL. 

V  aun  la  Inja,  pues  si  dejas 
De  eotnr,  couUeso  de  plaua. 


■  OSCATU. 

Y  ann  lo  bldera 
Heior  qoe  lo  digo. 


DoD  Juan,  i¡  amando ,  baj  quien  leí 

PvM  inn  amante  es  cob^deT 

Hoebo  mas,  por  ver  qne  arriesga 
Uoa  Tlda  que  ua  es  sujra , 
Viao  de  su  bermosa  prvnda . 
Y  si  es  deuda  de  un  amante 
En  sn  servicio  perderla. 
Ya  ea  de  amor  esuliotiato 
Hipotecarla  i  otra  deuda. 

EBGEKA    n. 

WESi  lapada,  — Dichos. 
Se&or  DoQ  ]naa. 

iQuléumellanuT 


Veopí  nofilioeiia. 


1  Qué  ba  snteiIMo ,  que  asi 
VleMsT 

i.  {Ap.) 


iQnlera  el  cielo  que  mi  ai 
Ni  b  atisbe  ul  U  vua! 

A  darte  aquecte  pape) 


HO  HAY  BURLAS- CON  EL  AHOR. 
DonntAN. 
Espere, 
Leléré. 

[Lee  Dm  Juan,  g  entre  íaiUe  le  f6n» 
Moteatel  ea  medie  de  Do*  Alenté  g 
de  tne».) 

NoUene.ife, 
Hata  cara  la  moiuela. 

■OSCtTBU  {Ap.) 
Viola :  no  daré  un  ochavo 
Por  mi  boora  toda  entera. 

Oje,  HoscateL  '     {Ap.dil.) 

■OICATKL. 

Sefior. 

DON  ALOMO. 

La  taya,  le  disctUpara , 

Si  baj  disculpa  que  amor  tenga. 


{Ap.  CHos,  vamos  poco  i  poco. 
No  ntalels  con  tal  violencia.) 
;Esia  te  parece  bien? 

Don  ALOKMI. 

PuEt  j  DO  es  liien  bermou  esia 
Para  fregona  ! 


Miea 
Sioo  muy  mala  ;  muy  Tía. 
SI  TieraB ,  señor,  la  mia , 
Pondré  un  brazo  que  dUeras 
Que  era  pecado  nefando 
Si  entraba  en  su  competencia. 

Viven  h»  cielos,  que  mieote*. 

non  JOAN. 

Ya  be  leído. 


De  Leonor;  jen  Da,  me  avba 
Une  bien  puedo  Ir  i  verla, 
Que  DO  hay  soepeidia  de  ■>( , 
Por  ana  industria  :  coil  lea 
No  dice.  Después ,  de  todo 
yo  volveré  á  daros  cuenta. — 
Vamos,  loes.  IVat 

Don  ALOMO, 

No  la  dejes  Ir,  detenía.' 

MOSCATEL.  (Ap.) 

¡Estomas,  celos! 

MN  ALono. 

1  Ab ,  bemwu ! 


iQué  qnerelat 


Esa  bnens  cara. 


(A^l 


a  sabré  ver  apriesa. 

■os«TEt.  {Ap.) 
m  dejar  de  *erla  y  lodo. 


ncEifAm. 

DON  LUIS,  DON  DIEGO.  —  DON 
ALONSO,  INBS,  MOSCATEL. 
•OH  MBGO.  {Ap.  i  Dn  ImU.) 
La  criada  soya  es  esu. 

MW  LDis.  {Ap.  d  Don  Diese.) 
Desde  su  casa  la  be  visto 
Salir,  j  vengo  traadla. 
Por  rer  ti  para  Beatriz 
Darla  un  recado  pudiera. 
ISES.  (Ap.) 
No  sé  lo  que  Moscatel 
Me  qiüere  decir  por  seSas. 


Cierta  es  uif  sospecha  ; 
Que  venir  una  criada 
De  Beatriz  desla  maoera 
A  buscarle ,  eiiar  él  siempre 
En  «1  calle  y  *  su  reja 
Con  el  otro  a  miso  sujo , 
Mirar  que  cuando  se  aleja 
Se  queoao  los  dos  bablando. 
No  es  posible  que  no  aeao 
Lances  de  amor. 

>0M  DIEGO. 

•    ;Qué  qnerela 
HacerT 

DOR  LUIS. 

Que  aqui  no  me  *ea ; 
One  no  tengo  yo  f^vorea 
Para  que  empe&anM  pueda  : 
y  re&ir  un  desvalido 
Es  valentía  muy  necia. 

Decfs  bien...  y  quiít  mienten 
Los  viles  celM  que  os  cercan. 


Opinioa  es  nveía. 

iHay  mu  nobleza  que  hablar 
Verdad  I  Pues  esu  nobleza 
Solos  los  celos  la  tieuen , 
Porque  no  hay  cekw  que  mleniM. 
( r*M0  D0S  LtU*  t  De»  Dief».} 


DON  ALONSO,  MOSCATEL,   INÉS. 

mea  eslA.  Adloi,  que  et  nny  urde. 

Dejft 
Con 
Non 

Norabuena, 
Venga  el  criado  coom^o. 
aoacATSL.  (Api 
í  Que  esto  cscncfeeT  Qm  cala  vcat 

aosALomo. 
HoseaiH. 

.  aoKATU. 


dbvGoogle 


sw 


P«rt  (]De  ea  ni  nombre  vajrai 
Huta  BQ  casa  con  ella  : 
Ve ,  j  dliist*  en  el  camino 
Que  cono  Ul  tcz-k  veaga 
A  casa,  00  Taitui 
Algún  regalo  que  hacerla. 

■oactTEL. 

íEs  potfble  que  tal  dicesT 

Si .  qne  ai  en  lu  amor  ya  es  Tuena 
Acomiiañar  i  Moa  Juan, 
Mo  et  muj  mala  cuaveiiieiicia 
Tener  quiPD  aqael  lustinie 
rambieu  i  mi  mtt  eDlrelenifa. 


COMEDIAS  DE  DON  PENIO  CALDgHON  DE  U.  BABCA. 

Diteá  tu  amo,  tíIIuo, 
Que  soy  quien  »y ,  j 


Vo  *e  lo  iliré. 

MN  tionao. 

En  los  trucos 
Te  aguardo  coq  la  respuesta. 

NOKATEL.  (Ap.) 

^Quedamos  bnenoi,  honor! 
Moscatel,  vimos.  ^Qué  esperas 


MOSCATEL,  IMES. 

Pues  jlan  triste 
Conmigo  TI* ,  qne  auu  apenas 
Alus  i  verme  la  cara  ! 
iQná  u  aquesto  ? 

MOaCATIL. 


\tiá'd< 


jlQoé  tienes! 

■MCATEL, 

Amor  ;  honor. 
Quiero  T  sirvo,  j boj  e«  fuerza 
Knire  mi  dama  j  mi  amo. 
Que  no  sína  6  que  do  quiera. 

No  eQileBdo  tua  disparates. 

MOSCATEL. 

Pues  ;n  haré  que  los  entiendas. 
Don  Alwiso  mi  señor 
Te  vio ,  Inés...  y  ¡  i  Dios  pluguiera 
;^  iule*  cegase ,  aunque  jo 
El  moxc  del  ciego  fuera '. 
Vlúte,  tues  ¡ay  ulosl   y  al  verte, 
Fué  precita  ctrasecaenda 
Quererte;  no  tanto,  loes. 
Por  tuinünitabelleu, 
Como  por  su  amor  Úniío , 
Que  eres  en  Ha  cara  nueva. 
>   Coumlgoá  decir  le  envia... 
— Aqui  se  turba  mi  lengua.— 


Liceq 


tslvu 


A  verle,  tendrás  (¡qué  pena! ) 
SI  es  por  la  maíiaoi ,  almueno ; 
Si  es  por  la  tarde,  merienda. 

Grosero,  descortés,  loco, 
Puspenüe  la  aleve  li-niiuaf 
One  no  *é ,  uo  sé  qué  has  fisto 
En  mi  para  que  te  atrevaí 
A  biblar  con  tal  liberud 
A  un>  mujer  de  mU  prendas. 


Prevenciones  para  rol  ¡ ' 
Que  de  cualquiera  manera 
Iré  i  servirie  i  su  casa . 
Porque  yo  no  soy  de  aquellas 
Mujercillas  que  se  pagan 
De  almuerzos  y  meriendas ; 
Qne  soy  moza  de  capricho , 

Y  esto  le  doy  por  respuesta. 

■osCátel. 
¿Eso  dices  t 

Eslo  digo, 

V  presto  de  aqui  te  ausenta , 
No  te  vean  eo  mi  casa : 
Mira  que  ya  estamos  cerca. 

MOSCATEL. 

EnGn,  ¿te  vasenoladiT 
No  me  sigas ,  do  me  veas. 


Obedecerte  es  Tonoso. 

Pues  tan  triste  Inés  me  deja , 

Bien  podéis ,  ojos ,  llorar. 

No  to  dejéis  de  vergüenza.        [Valí 

Aquesta  e*  mi  «asa.  El  manto 
Me  be  de  quitar  ji  la  puerta ; 
Qne  para  esto  solamente 
Creo  que  en  las  faldas  nuestras 
Usamos  los  guarda  infantes. 
Ahora,  aunque  mi  ama  la  uecia 
Me  haya  echado  un  rato  menos. 
No  sabri  que  be  estado  fuera- 
Nadie  de  ustedes  lo  diga , 
Que  les  cargo  la  conciencia.      (Va* 


DON  JUAN,  DOflA  LEONOR. 

IWltA  LtOMOR. 

Esta  menün  ba  sido 

La  que  nuestro  cuidado  ba  divertido. 

non  nun. 
Pué  del  ingenio  layo. 
Que  con  eso  qne  fué  sutil  arguyo. 

MK»  LEOFtOK. 

Va  del  todo  perdida 

Li  vida,  restauré  en  parte  la  vida ; 

Que  lo  que  era  evidencia , 

Puse  con  el  engaño  en  contiugeoeia ; 

gne  no  es  pequeño  aviso 
aber  hacer  dudoso  lo  preciso. 


Tanto,  que  anda  cuidadoso, 


Que  basta  aqui  no  lia  sabido 

Luyo  el  iiapel  ni  para  quién  ha  sido ; 

Porque  liles ,  que  tenia 

Sola  noticia  de  la  culpa  rola. 

Sin  que  á  decirlo  acuda ,    ' 

Dejó  en  suTueru  la  primera  duda. 


El  papel  de  Beatrii,  porque  pudiera 

El  papel  desmentirme ; 

V  asi  en  lo  que  d^isie  estuve  Urnie. 


Dfcbi  ftié  que  viniera 

El  papel  de  manera 

Qne  í  entrambas  convenía; 

Que  bien  se  acuerda  la  memoria  mia 

De  que  do  te  nombraba 

V  de  que  escrito  de  otra  letra  estaba. 
Poro  dime ,  iqué  ha  hedu 

Beatríi  al  lesiimoDío? 

Dofli  LEONOn. 

Yo  sospecha 
Qne,  s^jeii  al  indicio. 
Si  juicio  Üeoe ,  ha  de  perder  el  juicio. 
PueStSObre  so  melindre  y  su  locura,  1 
Tan  vana  de  su  Ingenio  y  herroosnn, 
Verse  indiciada  tanto 
De  una  sospecha ,  ta  con  vierte  en  llioto. 

V  estoy,  Don  Juan ,  gustosa  de  manera 
De  veril  asi,  que  diera 

Porque  fuera  venlad  y  no  fingido 
El  amor  que  en  su  culpa  be  inirodacido, 

Piensa  tú,  sehor,  qué  haremos. 
Por  llevar  adelante  sus  extremos. 

POHA  LEONOR. 

De  nuestro  amor  industria  lisonjera 
El  diverlirla  y  el  culparla  fuera. 
Pues  con  eso  dejura 
Ue  perseguirme  i  mi .  y  ella  callara.     . 

•ON  iUÁH. 

Aban  bieo ,  pues  yo  quiero 
Desta  vénganla  tnyi  ser  tercero , 

V  trayendo  conmigo 

Para  que  la  eiiUeienga,mi  cierto  amigo, 
Haré...  Pero  ella  viene.  [ue. 

Después  lo  oirás,  queaqulcallarconvie- 

00.1a  lio:)oi. 
hieíTeie,no  te  vea; 
Qne  aunque  aquesta  sospecha  en  II  no 
A  toda  lej^,  bien  creo                    [se 
Que  es  mejor  desvelar  nr"'--'' 


Pues  adiós,  Leonor  bella. 


tlago, cierra  España!,  Aella.ielU! 
(Vohm  Dott  Juan  t  /nn.)  . 


DOflABEATRtZ.-DORA  LEONOR . 
•O.SA  lEATHit.  {Paraii.) 
Aqui ,  que  fénii  ■  estoy 
( Porque  al  Gn  la  faiitasfi 
Hace  y  no  hace  compaBia), 
Soliloquiar  quiero  boy 
Por  qué  tan  infelli  soy, 
¥  en  <{aé  horóscopo  nací ; 
Pues  siendo  mi  bonor  en  mi 
Sol  que  el  dia  ilumina. 
El  eclipse  padeció, 
Y  yo  el  efecto  se«i. 
Entre  mi  luz  y  m¡  ardor, 
Con  epiciclo  confuso 
El  cuerpo  opaco  me  puso 
La  mentira  de  Leonor. 

íQué  me  quieres? 

MÍA  BÍATKEI 

Aunque  \  solas  te  he  nombrado, 
Kaniasiar  que  te  he  llamado ; , 
Que  si  el  nombrar  es  llamar. 
Hoy  desvia  con  llamar, 
Al  contrario,  mi  cuidado. 


dbyGOOglC 


Tarraist 

PuM  que  me  iuierr«|{as,  km 
Tu  memlicio  tn  casiigo. 

Eú  no  faisie ,  amof  testigo , 
escrita  I 

•ofl*  LEOROn. 

SI. 

DOÜA  KIATRn. 

íTü  DO  foisto 
Li  que ,  al  paterDo,  dijiste . 


MÜA  UAniI. 

¿n  no  Msie  quien  bictiia 
Tan  TiUda  la  mentira. 
Que  embeleca  la  verdatl , 
Acoada  su  paridad? 

-  Si ,  Beatriz. 

DO^A  «EATIIIt. 


Lo  que  m  enbüo  caiuó ; 


Has  ya  SDcedido  el  daño, 
Beairiz,  primero    -*  -- 
Negarte  a  solas  ni 


Beairiz,  primero  eft  ¡o. 
ia  b  cDipa  üie ; 


Pero  tampiico  querré 

Confesiraela  i  un  tercero.— 

Yo  amo ,  30  adoro ,  jo  muero 

De  amor... 

(Sale  Den  Pedro  «I  paño  á  etpalda* 
de  Oeifa  Btatñs ,  y  de  cara  ú  DaAa 
Lfpnor:eilaleve,y  Uierecota.) 

CBCmiA  vm. 

DON  PÉDBO.— Dichas. 

DOl**  LEOHOR.  [Ap.) 


•Tom 


■odeai 


>ol 


DoAa  LEONOR. 

iAp.  Cnre  mi  error 
Hl  Toa.)  iVo  maero  de  amor, 
'  Dice*  delante  de  mi ! 
i  Yo  quiero! 

DOHF>*RO.  (Ap.) 

íEstollegoiverT 
DoflA  LEonoa. 
¡Yoanm! 

DON  PERRO.  (Ap  y 

¿Aquesto  llego  i  oirT 

aOff*  LEOMR. 

i  Oí  amer  wmert,  ha  de  decir 
boa  principal  mojer .' 
4li  padre  lo  U  de  laber ; 
Que  aunque  tü  ne  bas  dicbo  aqni 
Qoe  t  él  DD ,  pero  i  mi  si 
Lo  conBeías,  brevemente 
Lo  tabrl. 

DODA    REATRn. 

i  Qué  dices? 
DofULCWToa. 
Tente, 
Ito  t«  apropiMUes  i  mi. 


NO  HAY  BURLAS  CON  EL  AHOR. 

DOÜA    lEATRII. 

El  concepto  di  Oculto 


doAa  REAnn. 
íQné  mudaniaT... 

DOlU  LEONOR. 

iTal  insulto 
ProDuodar  Va  lengua  M*t 
no»  PEDRO.  {Ap.) 
Leonor  ei  la  rirtuOM. 

DOA*   RlATRIt 

Oje,  hennana. 

MflA  iEonoR. 
Aqueao  no , 


DON  PEDRO,  DORA  BEATRIZ. 

DOflAREAtlD. 

iQnién  tales  estrenos  rióT 
Qñién  tía  tales  sentimiento*  T 
Oaiéo  dú  tales  flngimleutos 
Se  no  Inslaiite  I  olroT 

bONKBRO. 

.    «atril,  T 

....  el  cuidado li: 

Que  c{m  las  dos  be  leuido*. 

DOAAHEAnK. 

SeBor,  (14  «subas  aquif 

DON  PEDRO. 

SI,  si,  BeatrlE,  aqni  estaba 
büistie  i  Leonor  lo  que  hablaba  t 
Lo  que  habló  Leonor  oi. 

DOÜA  SEAT  R II. 


Si  esto;, 
Pdes  be  llegado  i,  ver  boy 
Que  una  berroana  menor  pueda 
ReBirte. 

míIa  reatru. 
iQuétaliucedtl 
Inhusia  j  crioita  so;. 

RON  KDRO. 

iQué  crhdta,  ui  qnélobifib*? 

1M>.<Á  BEATR». 

SeBor... 

MN  PERRO. 

Beatria,  bueno  estl: 
BastaloaTecudoya. 
Lo  enfadoso  basta,  basta; 
Que  es  lo  que  mas  te  cootrasla 
Para  que  vencida  quede 
Tu  opinioo  ;  bien  lerae  puede , 
Si  k  tablar  asi  te  acomodas, 

•  Bate  verso  t  lo*  seii  anterloris  ■irocí 
fae  son  4e  sm  díclna  laeaiiRlfti,  coiouidi 
eiitr*  dos  tibalei. 

t  WotMDoeiiOBaaiuaiedBhuto.iS»- 
ris  e*u  aia  Itccatía  tt  Cildcnm ,  &  rterl- ' 
birla  Mtf—ta,  voi  tnrropli,  pera  Hiiden 
eaboea  de  la  eiusTicaala  Batrlitt»  >1ie- . 
raeloRu-qne  ha  padecido  I*  conedla ,  auM- 


8ae  quien  no  habla  como  lodM, 
o  como  todas  procede. 
Yo  sé  que  el  cuidado  ha  aido 

Y  e|  papel  de  un  caballero. 
Bachiller}  chocarrero. 
Libre  j  mal  entretenido ; 

Y  que  le  quieres  be  oido. 
Cuando  Leonor  te  reSia. 
Colpa  ha  sido  tuya  y  mis ; 
Mas  remedí  arelo  yo. 
Aqni  el  estudio  acabó. 
Aquí  dio  Un  la  poesía. 
Libro  en  casa  no  ha  de  halier 
De  latin ,  que  yo  le  alcauce. 
Unas  Boro*  en  romance 

Le  bastan  i  una  mqjer. 
Bardar,  labrar  j  coser 
Sepa  solo  :  deie  al  hombre 
El  estudio...  Y  DO  te  asombrtt 
Esto ;  que  te  lie  de  matar. 
Si  algo  i?. escucho  nombtar. 
Que  DO  sea  por  bd  nombre. 

PORA  BEATRn. 


nhíaole 

te 

No  It^Btilcar  prometo. 
Deja  empero  i  tu  conceto 
Desvanecer  la  apariencia , 

Sue  el  engafio  hizo  evideneil , 
ue  hizo  caso  la  malicia, 
Qoeriendo  con  su  injusUeia 
Captar  tn  benevolencia. 

DON  PEDRO. 

I  Beatriz ! 


iEUen  enmendada  le  veo! 

RO-Ia  «EATRII. . 

Por  tu  aotlcipata  *... 

•on  PKDao. 
Creo 
Que  boj  me  has  de  quitar  el  jaldo. 
{Vante:, 

Sala  en  cau  de  Dan  JUraio. 


DON  ALONSO,  MOSCATEL 


lEso  la  picara  dijoT 


Del  Preste  Juan  de  las  Indias  : 
(  Decid ,  dijo,  i  vuestro  duefio 
Que  mi  valor  no  conquista, 

?ne  soy  grande  para  dama , 
para  esposa  soy  chica.) 
RON  ALomo. 
Eso  i  reyes  de  comedia , 
No  hay  condesa  que  no  diga 
De  Amalfl ,  Haotua  ú  Hilan , 
Has  DO  las  de  Picardía. 
¡válgate  el  diablo .  picana  1 
[Cámo  no  llenes  i  mcha 
Que  le  hable  un  bombre  que  al  On 
I  Una  camisa  trae  limpia  t 

En  iBfir  de  cate  veno  liiy  eilaiedlela- 
iBUn»  el  sliuleate ,  qae  ao  rima  eoa 
nía :  PtreaOt  íl¡v£cle,  Btttrü. 
*  Tal  vei  qieni  dedr,  for  M  atcndwtp 
jtwrBiH,  fm  tu  Diilre. 

Los  dlUnoi  lenai  deetta  escena  Fonaan 
uní  redondilla  ,  pnssta  é  raadaBacloa  te 
Tirias  «éelna*.  .  ~        .        , 

u.nt.zodb/GOOglC 


SM 

SeBor,  eaila  ropa  bbncí 
Su  leroejanle  codicia. 

iV  qné  te  pasa  con  C«1Í>T 


Eiiibi  i  lu  celotii 
Asomada ,  ;  ann  borracha , 
PuMdíio,  iporqué  no  ibas 
A  verían  Vello,  teítor, 
Enjuicio  no  lo  oiria. 
Porgue  i  cómo  Lm  de  Ir  t  \a]í 
Si  ja  la  Tiste  ha  tres  diat! 
son'ALwmi. 
Mi  Bnneta  me  destruje  ; 
Vorque  todas  Imaginan, 
Siendo  gajau  al  quitar, 
Que  lo  lie  de^r  de  por  vida. 
Pues  ¡  mejor  es  lo  que  t  mi. 
He  ba  paudo!  Como  iba 
Bn  OD  coclie  Doña  Clara, 


COMEDIAS  DI  DOn  PEUtO  CALDERÓN  1W  U  BARCA. 

NleeiD  donde  le  banihao.) 

]  Yo  eicril)tr  paticl  lan  cuerdo 

Oae  mil  locurjs  no  diga. 

Donde  ande  el  razonamienta 

Entre  (^1  areclo  j  la  dicliat 

¡Yo  parlar  i  uua  veutana. 

Dos  ñoras  de  nocbe  fría , 

Para  pedir  una  mano 

A  quien  siempre  que  la  pida 

He  responda,  iesUemles(<oso,> 

V  eou  aquesta  porlU 

He  ande  con  sn  doocellei 

Dando  en  rostro  cada  dlaf 

VWe  Km,  qu«  iotei  rae  dejn 

Morir  me  í  una  mujer  siga, 

NI  solicite  qI  roude, 

Ni  mire  ni  bable  ni  escriba. 

Porqmen  no  teniendo  jo 

Ubre  entrada  i  mis  visnas. 


aoautu..  (Af.)  . 
o  adioi  Uiu  aprisa. 

DOntLMM. 


Y  dfjoniequeB  la  tartke 
fAhlesananÜwria) 

La  enriase  veinte  van» 
l>«  lama,  porque  qncria 
Hacer  en  mi  nombre  una 
Pollera.  Vt  media  risa 
PregnnttS  de  qné  color : 
Respondía  que  de  la  nía . 

Y  asi  al  propósito  bke 
De  h-pmie  esta  quintilla  : 

■  De  mi  color,  bien  ni  amoi 
Dar  la  pollera  quisipra ; 
Mas  es  lanío  mi  temor, 
Oae  no  ne  dtjas  colnr 
le  que  hacerle  la  pollera,! 


me  mata,  mas  rae  admlraT 
uslindose  bombre«  que  nlegnCQ, 
Kn  mifjeres  que  pidan. 


§r. 


Piden  por  sn  defocionii 
.    {Ap.  i  Qué  presto  de  lúes  se  olvida ! 
Celos,  adiós.) 


'  La  InesUla  me  ba  picado, 
■otcmi- 
jTan  agada  es  la  Inetilltf 

V  por  hacer  barU  dHIa 
Solamente,  be  de  rendllla. 
Allá  bat  <■•  Tolier, 


ine  aTsr  taé  Hanto,  hojr  ea  risa. 
Ayer  de  Tuestro  valor 
Me  valí,  cuando  lenta 
Kmpefios  de  honor ;  j  »\\on 

aan  han  mejorado  de  dieba, 
e  be  de  valer.  DonAlooto, 
De  vaeítn  cortesanía. 


Poet  blen,iqaé  os  ba  sucedido! 

De  cuanta  cul|)a  tenia 
Leonor,  hiio  a  Beairii  dneUo, 
Cautelosa  j  prevenida. 
Dudó  el  padre  entre  lu  doi 
Cuja  fuese  la  malicia, 

Y  quedó  por  le  dudosa 
La  que  era  culpa  precisa. 
Para  ayudar  este  engaBú 
Con  Beolrlx  j  dirertlHa 

( Que  3i  hay  envidia  eiiire  bermanos 
Es  la  mas  cruel  eovldla), 
Me  bi  pedido  que  con  ella 
Algún  nuevo  amante  Unja , 
i>orqiic  la  bnpurta  en  extremo , 

0  culparla  ó  divertirla, 

Y  aqueite  habéis  de  ser  vos^ 
Ajúdindfis  ella  misma 

A  I  a  entrada  de  su  cau ; 

Y  asi,  desde  aq  oeste  di  a 

La  hab^  de  asistir,  pasrar. 
Adorar  sn  celoela , 
Sotioitar  sus  citadas, 
Doode  saliere  seguirla, 
EseriUrte... 

Deteneos ; 
Que  ni  hablarla  ni  servirla, 
N  pasearla  ni  mirarla 
Sabré  yo  hacer  en  m<  vida. 

1  Vo  mirar  i  una  venuna 
Embobado  lodo  el  d<a ,   - 

'  !odo  el  amor  ardiente 
clntaro  de  agua  (ríaf 

^IuMlbo^lar  i  una  m«ia, 
orqne  mis  penas  la'dlgaT 
1  Yo  abrasar  m  escudero 
Con  la  liarba  basta  la  dniaT 
1  Yo  seguir  i  una  mujer. 
Ni  saber  ilonde  va  A  mlu 
NI  lila  oye?  {Que  al  fin  JO, 
Don  Juan ,  en  toda  mi  vida 
He  averinado  i  mi  dama 
Si  tiene  6  no  tiene  crluna  : 
T  dlai  le  «legraa,  pnei  todas 


A  la  prlmt._  .. 

La  «egunda  taburete , 

Y  la  tercera  tarima  i 
Siendo  ni  lecbo  el'ettrado , 

Y  mi  almohada  una  rodlOa, 

Y  haciendo  asi  que  me  rasqnea 
La  eabeía ,  si  me  pica ; 

No  diré  por  cuanto  amm 
Hay  en  el  mando,  dos  higas. 
T  i  mirad ,  pues ,  qué  mqjer 
Taa  efaistou  y  entendida 
Traeial  sino  una  mider 
Que  baMa  ^mpre  a^raUa , 

Y  ria  calepino  no 

Puede  UD  hombre  entrar  i  oiría. 

T  asi,  mirad  sí  leoeis 

Algún  disgusto  en  que  os  sirva ; 

"^ue,  vive  Dios,  qne  primero 
oa  diei  hombres  legos  riba , 
lue  con  una  mujer  culta ; 
iue  ba  de  ser  la  dama  mía, 

liomo  Bania ,  alionada , 

Sobre  lega,  llana  y  lisa. 

En  la  corte,  Don  Alonso, 
I  Cada  dia  no  se  mira. 
Por  hacer  tercio  i  un  amigo. 
Enamorar  i  una  amigaT 

TamUen  se  mira,  Don  Juan, 
En  la  corle  cada  día 
Perder  uno  su  dinero 
Por  bacer  tercio  i  wa  rtfa. 

•ORJVU. 


hurta. 
DON  ALono. 
Mucho  lo  flugldo  obliga , 
Y  ihacer  burla  de  wn  loca 
Tan  vana  y  tan  presnnddal... 

■oscitni..  (jtp.) 
lOné  pretio  hito  la  ratón 


Ni  nadie  i  aqaeso  os  obliga. 


L'SIDUIU  m  UUB 

dbyGOOglC 


DttitM  coaai  comeidH 

Que  imporian ,  y  baré  qae  enUelí 

A  hiblaria. 


Que  ja  de  pensar,  Don  Juan , 
Co  que  boj  í  las  barias  mlu 
Han  de  responder  sus  veras , 
He  estoj  muriendo  de  risa. 

■OKkTRI.. 

Quiera  amor  no  pare  en  ItuiU). 

IKIM  ALOWO. 

1  Qué  llanlo ,  aecio ,  Si  rairai 
Que  lodo  es  baria  T  pues  solo 
MLliberlad  solidta 
Hacer  buen  tercio  1  Doo  J.uao, 
Veanr  i  Leonor  divioa , 
BorUr i  Beatriz  hermosa, 
V  relour  i  luesllla. 

■OSClTf  L.  (Ap.) 
Noa«ri,iM,  tino  echarse 
Cofl  la  cars>  ^e  °<>*  dtubas. 

Cairu  Ae  BeaMi  con  uu  altean. 
ESGEHA  XU. 
BEATRIZ,  INÉS. 

Gnode,  se&ora,  es  tu  mriaiKolla. 
doDa  lunn. 

Í Gamona  ha deser grande,  siendo m)a! 
'  i  harta  razón  no  tengo  T  [lengo  < 

Pues  por  Leonor,  con  mi  ascendente 
A  padecer  calumnias  de  qne  amo. 
Cuando  la  misma  iagnülnd  roe  llamo. 
¡Yo,  peasar  quehe  escuchado  i  un  bom- 


NO  HAY  BURLAS  CON  EL  AHOII. 
FatettfQ»,  paratttKO»  ,j  otras  tales 
De  que  ;o  no  me  acnerdo. 

SO.Í*  SUTHII. 

Cou  laesialtidaqaehay.elinkiopierdo. 

Pues  esas  jdo  sou  loces  de  carülla , 

One  un  poriero  las  sabe  de  la  VüLaT 

Has  desde  aqoi  prometo 

Que  calce  mi  couceto , 

Apesar  de  Saturno, 

Vil  lueco ,  en  lei  de  tr&gíco  coturno. 

wss.  [Ap.] 
Enmendándose  va. 

¡M^A  BUTSn. 

V  si  tá  me  oyeres 
Frase  nesada  li  birbsrat  mujeres , 
Por  ver  si  en  esto  topa , 
{  Tírame  de  la  manga  de  la  ropa. 

Su 


ir  flscaU  de  tu  tos  prometo. 
B8CBIA  XDL 


>oIIa  uoma.  (Ap.  á  D«n  Álinuo.) 
Esta  eiBealríi,;  puesto  qui- has  Tenido 
A  dWertirla^  su  ¿alan  flugida. 
Hablarla  aqni  poorts  se^uramenie  : 
Yo  sienta  i  que  do  baya  mcouTenienle, 
Con  Don  Juan  allí  baUando , 
HoT  las  espaldas  te  estaré  guardando. 

MK  ALOMO.  (;(p.)      .' 


[breai 

Qne  un  papel  admití,  qne  di  ravores, 
QueentróenmlcuartOiabríendoauafe- 

Qve  taé  el  tacto  la  nube  de  mi  dtesira  < 
Coña  son ,  que  el  escrúpoto  mas  leTe, 
Dentro  de  mi  uiaunápeotarseaireTC. 
Y  asi,  aqueste  retiro 
.Donde  la  luz  del  ^1  apenas  miro, 
Lúgubre  seri  esfera , 
Donde  equivoca  jo  que  títo,  muera  : 
Estancia  seri  esauiva , 
En  que  burlando  lo  que  m«eio,  TiTS.* 
El  S(ri ,  Narciso  de  iaunia  j  grana , 
Deide  el  prioter  talgor  de  la  maliau 
Al  parasismo  de  la  nocbe  tria 
Adonde  cfpera  el  parangón  del  dia , 
No  ms  ba  na  Ter  la  cara; 
SI  ;a  con  luí  no  penetrase  avara 
A  etia  mansión,  en  doode 
Hl  prolanado  pundonor  se  eacoade. 
Lloren  aqni  mis  t¡^ 
SlDóoemos  neutrales...  digOieoajos 
l)e  torpes  desvarios, 
Qus  son  ajenos,  V  parecen  miot. 
— Ines.ino  menequejado  [doT 

EnMenbumilde  estilo,  ea  Mentrnipla- 
SI  mi  padre  me  ojera ,  [«lera! 

¡Olí  cutnta  enmienda  en  mis  discursos 

Hncba ,  bien  qne  del  lenu  rerormado 
Alguuas  palabrHlas  te  bao  sobrado. 

noit*  BEjtnit. 
Dlme ,  icolles  baa  sldoT 


Moscatel ,  iqué  es  aquesioT  (Ap.  i  él.) 

I  BOaCATEL. 

La  droga  tn  Iroduclr,  qnesehadispueslo. 
¡Por  qué  entras  ad  tú  t 

■OSUTEL. 

Porque  te  amo, 
V  uo  bas  de  estar  i  liro  de  mi  aso 
Sin-eicuctia. 

noSA  Bunii.  (Viendo  á  Dm  Alonto.) 
íQuéeseatof 


Ud  hombre  osado, 
Que  baua.aqul  se  ba  entrado. 

POif  A  HATIH. 

i-tln  hombre  en  nd  cubículo  I    .    .    . . 


*    .    .    .    Mp.  d/wi-iQuí  bacesf) 

Tirarte  de  la  manga. 

¡Necio  intento! 
Deten,  que  solo  digo  en  mi  aposento. 

Hermosa  Beairii,  la  voi 
Nod«sa1alre,nodés 
Al  cielo  quejas,  huidas 
'De  la  prislaa  de  clavel. 
Oje  [Mdota  mi  pena 
Sin  enojarte,  porqné  • 


*  El  («nudo  r  'I  Vfrui  esUa  Mbal» 
-'-•is  palabrts  ¿Qt¿  luital  Mn  I»  nU- 
1«  hlti ,  (lili  por 


M)IU  MATan. 
¡  Andas  por  antonomasia ! 

mti.(Ap.iiuamt.) 
Dos  Teces  tiro. 

BOill  tEATBII. 

Esiá  bien.— 
Atrevido  caballero 
(Qne  has  sido  osado  i  romper 
La  clausura ,  donde  el  sol, 
Knii  j  fiognera  es, 
.  .jl  ves  entra  atrevido. 
Sale  cobarde  ulveí; 

Y  i  no  traer  por  discnlpa 

me  viene  el  día  i  iraer, 

«ara  donde  jo  estoj 

A  entrar  en  ilomos  él), 

iQué  airevlmieolo,  quí  aodKia 

^¡e  tu  alevoso  pié? 

INIS.  (Ap.) 
Aqni  empieían  sos  engaBoa. 

NOSCATEI..  (Ap.) 

El  mismo  Taja  con  él. 

MuiALono. 
Peritísima  Beatriz , 
Bealrli ,  dulce  eniñna ,  en  quien 
Vive  de  mas  d  hablar, 
O  de  mas  el  parecer : 
Vo  aoj  aqnelqne  dos  ttos 
Viviente  girasol  toé 
D«  la  Ini  de  tu  beldad ,    - 
Fragranté  al  llegarte  i  tct. 
Cnanto  mustio  al  ausentarle . 
Que  entre  el  tnorlr  j  el  nacer. 
No  hubo  mas  disUDCi*,  qne  entre 
Sise  ve,  6  ti  DO  se  *e. 

rnn.  (Ap.) 
Alcocion,  seBorasmlas: 
Entre  meatir  ó  querer, 
i  Cuil  srrl  lo  -verdadero , 
SI  esto  lo  Ungido  es 'T 

La  canta  boj  de  Unto  absuKto 
Es  haber  bañado  ajer 
Tu  padre  el  criado  mió, 
Que  te  Iraia  on  papel; 

Y  viendo  la  obligación 

Íne  tengo  i  quien  BOJ,  osé, 
emeroMdetnrietgo,  \ 

Ahora  oue  oeation  hallé ,  ^ 

Entrar  nitta  aqni. 

doRa  iut*». 
Detente, 
Que  ja  me  Incumbe  saber. 
Aunque  mi  riesgo  derogue 
La  mas  inTiotable  lev, 


:i  criado ,  este  criado ; 

1  papel,  aquel  papel 

¡ve  abrió  Leonor,  alendo  tujo, 

orqoe  1  día  se  le  dio  Inet. 

Yo  no  se  le  di,  que  ella 
lie  le  quitó  sin  querer. 

nene  raían:  reíaiebro*  lnil<>* 
.._j  i:iWer(ni  M  *o«i  d«  oini»  pluei 

Era  eipreurmnTilc  vini  os  caiUo  raln- 
bls.  fntía  contív^eaU  do  qis  t\  iwt*»- 
le  anil  tt  a^la  ifof*  ara  «oanriaose  J 
■liaUesdo  :l«  sstaret  iravltieai  *»  m- 
Uaeci  BMTiUtron  mbo  ■•  biblabt,  jft 
'  I  npTMtrsa  loiilcdos  «oa  der- 
ititiva,  iDDqae  1  aotolns  aos 


«0tlM4««l0Btllai 

IfiyGoOgk 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


(Tajeen  el  criadoT 


i,  y  pan  tail 

Poesiqní  dutlxi? 

nO^A   ■EATIIl. 

Antes  no  dgdo,  poesté 
Que  mi  moerie,  ybomicida 
Púlate  de  mi  pal ,  cruel , 

,  Tirano,  que  iuirodujiste 

'   Escrútalos  en  mi  fe. 
Vuelve,  vuelve  las  Mpaldaa 
tíe  piailoso  j  de  corles;. 
Que  soüciías  mi  muerle 
^  aquí  mi  iiermana  le  ye. 
Porque  liuri  \erd3des  ho; 
Los  GuKÚnieolos  de  aifer.' 
nua.<^.) 
¡Qué  ricilmenie  crejó 
Lo  que  él  contó  j  jo.aBnoél 

UOICATEL.  (Ap.) 

En  íId,  ni>  ha;  cosa  mas  Acil 
IJue  engañar  una  mi^er. 

V  nO  quien*  mas  Tictoría 
De  mi  vaniílad,  que  ver 
Que  ;>Dr  11  Moran  mis  ojos; 
Que  puede  en  efecto  hacer 
Costar  lágrimas  un  hombre , 
Si  ti  ((uererle  una  mujer.; 


um  >Loino.  (Ap.) 
kslo  deseo  ye; 


No  di 


Has  escíndalo  en  mt  eaut  ¡ 
Que  basta  elprineroser. 
Que  coDcupiícfbla  el.— 

(TfrdJ*  Inti  de  ¡a  maan.) 
No  tireí  mal,  d^amí; 
Que  tienes  tnia ,  por  Dioi , 
De  dejarme  manca. 

•ONALOMM. 

En  fe 
De  amante  humilde,  aeri 
Opuesto  planeta  quiea 
Ausenildoose ,  sabrá 
Obedeceros  cori^ ; 
Pero  en  sabiendo  nil  amor. 

OOHk  BBATRU. 

Pues  adiós ,  que  ;■  lo  té. 

bou  ALONO.  (Ap.  á  Maiealti ) 
No  le  ha  empesado  maj  mal. 


IICAA  nATHlt. 

iPorquíl 


Porque  al  paso  eslán  hablando 
Lemior,  Don  Juan,  ;  también 
Tti  padre. 

HOtCATEL. 

El  padre  es  el  diablo 
Desios  euemlgo*  tres. 

no^A  beatuii. 
lU  climatérico  dia 
Es  boj  (¡aj  de  mil)  si  os  «n. 
Porque  contri  mi  los  cielos 
Han  sabido  disponer 
Evidencias  que  acrediten 
Culpas,  que  no  imaginé. 
Para  el  cuarto  ilc  mi  padre 
El  paso  esta  cuadra  es  : 


Fuena  el  esconderos  es. 

¿Es  comedia  de  Don  Pedro 
Calderón ,  donde  ha  de  haber 
Por  faena  amante  escondido, 
O  rebozada  nnjerT 

miSa  aurnt. 
Esto  coQTiene  i  mí  honor. 

¿Yojne  tengo  de  eaeonder  T 


iDes ,  mala  burla  es  esta.  '{Ap.  il  ella 

V  muj.mala ,  üotcaiei. 

doRa  BEAnnu 
Esto  be  de  deberos. 

non  ALONSO.  {Ap.) 
\  Cielot ! 
Considerad  qoe  no  es  bien 
Darme  lao  Ouo  el  pesar, 
^Ddo  tan  falso  el  placer. 

•oHa  Buntn. 
¿Qué  eqwralsT 

DOn  ALONSO. 

iQuéhede  esperar  T 
Saber  adonde  ba  de  ser 
Drade  tengo  de  esconderme. 

Donde  estar  mejor  podéis , 
Es  en  aquella  alacena 
De  vidrios. 

doSa  aunii. 
Has  dicbo  bien. 

i  Lindo  búcaro  del  Üuqae, 
O  de  la  Maja  serA! 
iVo  en  alacena  de  vfdriosT 
rVlveDios!... 


Noe 


Sin  uD  caliador, 
posible. 


Entra  tamblea. 

1|pSCATEL. 

:Ea  alacena  de  dos, 
Como  muía  de  algaUerT 
(Ai  eniTor  en  ¡a  alacena,.  guUbran 
vidrio*.) 

Mirad  que  qnebrala  (o(  ñdrlos. 


DON  PEDRO.   nOlÍA  LEONOR ,  nm 
JUAN.— DORA  BEATRIZ,  INÉS. 


BOI.   JOAI..(Ap.) 

i  Viie  Dios, 
Que  no  sé  lo  que  he  de  hacer, 
SI  baila  i  Don  Alonso  aquí 
Don  Pedro !  que  jo  bien  sé 
Que  00  lieoe  el  cuarto  puerta 
Por  donde  salir ;  j  en  fe 
De  haberle  empeñado  jo, 
Y  ser  mi  amigo  también , 
No  sé ,  como  llegne  i  verle , 
Qué  remedio  puede  haber. 

boSa  LBONOa.  (Ap.) 
¡Ota  nunca  hubiera  Inventado 
La  tengaoza  que  bosque. 
Pues  empeuDdo  de  burlas , 
Tan  de  viras  viene  i  ser! 


I A  qué  hora  os  recogéis  T 

Temprano.  {Ap.  Aquesto  es  decirme 

gue  me  vaja ,  j  fbena  es. 
n  grande  peligro  dejo 
A  íion  Alonso ,  por  ser' 
Ni  amigo.  El  estarme  aqnl 
No  ea  posible.  Lo  que  haré , 
Serl  Btur  siempre  a  la  mira 
De  lo  que  ba  de  suceder.) 
QuedA  adiós. 

POS  rEBM>. 

Adioa.— Alumbra 
Al  sefior  Don  Juan ,  Inés. 


Vo  sé  bien  lo  que  ba  de  hacer. 
(Valuet  aUmbrande,  y  Dan  Piin 
aceavitende  á  Don  Juan.) 
DOS  A  LRinam.  {Ap.) 

^ Adonde  Beatrii  habrá,  * 

ues  JO  no  lo  puedo  ver, 
A  Don  Alonso  escondido? 

ooSa  aEAnti.  (Ají.) 
[Que  unios  sustos  me  dé 
Uo  hombre  que  no  conoioo ! 
( Vnelve  DonPedre,  y  fnet  m» le  tut.) 

Entra  aquesa  lut ,  luei , 
En  mi  cuarto. 

MIÑA  uonoK.  {Ap.) 
Ahora  sin  duda 
Da  en  su  aposento  con  éL 

Entrad  conmigo  las  dos, 
Que  oa  tengo  que  hablar. 
{Snenan  en  la  alacena  Hirw*  relti ; 
InM,  al  oírlo ,  dei9  caer  U  bu.) 
Hasiqué 
Es  aquello  t 

mes. 
Bi  candekTo 
Se  me  cajú. 

¡Que  DO  estés 
Nunca,  laei,  en  lo  que  hacMJ 

Si  estoj,  seBor. 
(Vanee  Don  Pedro  y  Doña  Umm^ 

üigmzíídbv-GoOglc 


MO  HAV  BURLAS  CON  RL  AHOU. 


Van  mi  padre  k  nifiga 
Tan  iireslo ,  hit  al  punió  qoe 
Salea"  üe  ahí  j(|iiesA  bombre 
Sin  que  lo  llegue  á  entender 


bajó 


'    l^on  Don  Juan  por  ter  cortte , 
Tanio  como  por  cerrar 
Lai  pnrrtai. 

OOií  lUTHlI. 

Procura  hacer 
Qiui  Nigu  cono  padiereo. 

Ta  por  donde  latgan  lé. 

{Abrt  la  al 
Nii  aprensados  seBores , 
Bien  dextoblaros  podéis. 

ESCEHA  Xn. 

DON  ALONSO ,  MOSCATEL.  - 

Mn  ALOHO. 
iV'nt  Dio* ,  que  si  nn  roerá , 
Picaro,  portioié  qné, 
Que  le  nuiara ! 

■OKATEL. 

No  pude 


Venid  cotunigo. 

MR  ILWIO. 

., ,  lAj,  Inei ! 

8ifbera«1(cutopoTU, 
>    Fnera  empleado  mu  Úeo. 

■OHUTKL. 

No  ftiera  ^do  mtij  mal. 
iQne  abora  de  humor  eslía  T  - 

No  pnedo  GODinigo  mas. 
Vamos...  Has  por  nn  perder 
Ocaaloo ,  toma  ua  abraio. 

■OSCMEL.  [Ap.) 

Cordero  eo  braios  de  Inés, 
Bl  bombre  le  vi6  mil  veces  i 
Pero  lola  aquesla  vez 
Ea  el  abrazado  el  hombre , 
V  «I  cordero  el  que  lo  ie. 

SalgHBos-pT«Bio  de  aquj. 

iQUén  dice  que  noT 
l:tn. 

Que  aunque 
H  S^or  cerró  bs  puerUs , 
Bien  salir  los  dos  podéis. 
Arroitos,  sia  qoe  os  aieniao.  ■ 
Por  este  balcón.  Ea ,  pues. 


Si  estos  lances  en  quien 
Se  dejan  aborrecer. 
En  ouien  no  ama,  iqné  serlT 
¡  Hal  Laya  qolea  quiere  bleu  1 


JORNADA  TERCERA. 


DOflA  BEATRIZ.  -  INFS. 
DoRi  MatMi.' 
lé  dices? 

ms. 
Digo  que  habiendo.. , 

.DOÍU  BKITCII. 

¡Aj  Dioil  iCámo,  lúes,  ha  lidoT 

mu. 
Los  dos  Luzbeles  caldo. 
Llegaron  coa  mucho  estruendo 
Unos  hombrea ,  pretendiendo 
Conocerlos;  y  drapuet 
Repararon  (tanta  es 
.  Üe  amo  j  mozo  la  destreza) 
El  uno  con  la  cabeza 
Lo  qoe  el  otro  con  los  plés. 

BOflt  BUTMt. 

iQuléD,  Inea,  telocoulAT 

I  MES. 

Relación  es  de  un  criada 
Del  galán  de  pié  quebrado 
Cnanio  be  referido  jo  i 

8ue  como  coló  partió 
el  salto  del  bafcoo.ruJ 
A  verle  i  so  casa. 

nob  RATRIE. 

Vdi, 
ignlép  le  TuloerA ,  A  le  ha  herido? 

ins. 
Aqoeso  no  B«  ha  sabido. 

Dofta  BEATRIZ. 

«Doliente,  en  Do,  jace? 

SI. 
nema  j  cabeza  Hétó 
Quebradas;  aunque  ja  esU 
Mucbo  mejor. 

I>DAA  aZATBII. 


Claudicante? 


1  Quedara 


.  i  Quí  sé  vo 
Oue  es  claudicante?  ¡  Qae  no 
Has  de  perder  vicio  tal! 

DOftl    BEATRIZ. 

T  demencia  T  Hay  tosca  ign 
•-.  Jandicanie  no  es 
I  Hombre  de  alternados  p\é* , 
I  SI  el  que  ambula  desigual. - 


So  peua*, 
¡  Ay  de  mi !  padeico  yo  *. 
Un  bombre  ea  mi  cuarto  eotró , 
De  mis  ansias  Informado, 
Resuelto  y  delermioado : 
Acdon  fue  que  me  obligó 
Al  compás  que  me  ofendió; 
Pues  si  ofensa  el  amor  piüúa 
Ser,  la  acción  en  mi  defensa 
La  coDsiruye  obligación : 
Luego  conipatiblM  son 
La  obligación  y  la  ofensa. 
Vioo  mi  padre;  y  aguí 
Triglca  mi  historia  fuera , 
Si  oorlÍB  lio  obedeciera 
Lus  preceptos  que  le  di. 
Por  mi  escondido ,  por  mi 
Prednftadoycaido, 
De  otra  mano  quedó  herido  - 
Pues  si  iguales  llego  t  ver 
Qoé  sentir  y  agradecer, 
;Coilseri  lo  preferido? 


i  Qué  quieres  que  litnga  mas? 

No  le  gastes  i  la  aurora 
Las  blancas  perlas  abora 
Qoe  ha  de  echar  menos  después. 
mhIa  lunus. 

Ay,  inet  mía !  Ay,  loes '. 

"  lA  guardarme  quisieras 


Dile  pues, 
Que  aonqne  siempre  eo  mi  lugu 
San  Secreto  esclarecido 
Dia  de  trabajo  ha  sido , 
Le  quiero  canonizar 
y  hacer  Qesia  de  guardar, 

BOSA  ■EATOIt. 

Poes  si  eso  ha  de  ner  asi) 
VohedeGanoií  de  ti. 
A  esle  galán  caballero 
Agradecer,  Inés,  quiero 
Lo  que  ba  pasado  por  mt ; 
Pero  DO  quisiera  qoe  él 
Sepa  que  lo  siento  yo, 
Porque  ser  rñadosa  hoy,  nq 
Ek  dejar  de  ser  cruel. 
A  mi  oblipdoo  fiel 
V  Sel  i  mi  honor,  que  Intente 
Saber  del  mi  fe  consiente, 
No  por  él ,  «no  por  mi. 

IKES. 

Claro  esiÉ  que  «eri  asi. 

(Ap.  i  Ay,  seitores  I  que  ya  siente.) 

Quisiera  que  le  lleBaras, 
Como  que  de  ti  salla, 

.*,*,>  Gaa  qniaUIla  Mbl  iéelmu. 

I  ImnlarMsd  j  wu  que  m  adUtitaa 
■a  Mtt  cscnu  ea  lis  edldnaes  anUnas. 
Im  caales  currlglú  ftan  VicAie  Gírela  Hoa^ 
la  >  CBaado  laiptlBld  la  coneíti  grutiiu  « 
■«  Tf*ln  müal,  araaban  qae  ti  Icilo  art> 
Unal  ■«  bilft  iklado  aqal. 
Tsabicp  lo      - 


dbyCnoglc 


Que  le  Ih 
r,le  dyera 


la,  5, le  d 


EaU  muj  hlen, 
Y  baré  tute  ptptí  tan  bim, 
Coaio  lú  míMna  le  hiciera*. 
Dame  )■  banda',  ;  veri* 
Culi  mi  cbiueliu  anda. 

Yo  vof,  Inés,  |ior  la  banda, 
Pero  mira  que  jamas 

Nada  I  Leonúr  <e  diris. 


ESCENA  IL 

DOSA  LEONOH.  —  INÉS. 

¡Vicloria  por  et  amor! 

tOS»  LUNO*. 

iDequecielcoDieDto.lnetT 

Yo  te  lo  diré  después... 
Pero  primero  es  mejor. 
Que  revieiiio  {le  prometo). 
Porque  en  Dios  j  mi  conciencia, 
Que  biio  nuL'slra  diligencia 
Én  Beairíi  m  grande  efeío. 

OoSlí  I.C0Í10H. 

íQuéniéT 

Encargóme  un  «ecrelo, 

Y  fué  haberme  encomendado 

Sie  le  cnenle  de  contado : 
aro  es ,  pues  cnainlo  no  fuera 
Por  decirlo,  lo  dijera 
Por  b  abarme  lo  encargado. 
De  Beatriz  la  fantasía 
Ya  Don  Alonso  rindiú  : 
Kn  tal  lenguaje  la  habló . 
Uue  i  pesar  Je  su  porlia , 
Conmigo  una  banda  envía. 
En  fln,  en  Un  ba  de  ler 
Mujer  cualquiera  mujer. 
Por  la  banda  quiero  ir...— 

Y  aunque  te  lo  he  de  decir 
Yo,  tü  no  lo  bas  de  ««ber. 

DON*  lEOiTOa. 
Digo  que  no  lo  sat)ré.       {Yate  Inet.) 


COMEDIAS  DE  PÜN  PBORO  CALDERÓN  DB  LA  BARCA. 


Ea  U,  Leonor,  ba  faltado; 

Sue  aunque  be  sufrido  ir  callado 
is  desdichas  basta  aqui , 
Fué  porijue  pensé  bovde  ti 
Une  averiguarlas  puJiera, 
Sin  que  a  ti  le  lo  dijera ; 
Has  siendo  Tuena  sentirlas. 
No  muera  jo  sin  decirlas , 
Va  que  sin  vengarlas  muera. 
Don  Alonso,  por  tu  gusto, 
A  faablar  i  Beatriz  entró. 
Ni  arguyo  ni  pruebo  ¡ro 
Si  fué  justo  ü  no  fué  justo. 
" disgusto  , 


DON  JUAN.  —  DOSA  LEONOR. 

DON  lUA». 

Pues  ;a  JO  lo  tengo  oído  t 
Con  esto  quedo  adverlido 
Ue  cuín  en  vano  esperé 
La  Qrmeía  de  tu  fe. 
Abora  veo  que  en  amor 
Número  haj;  pues  en  rínir, 
Por  no  dejarle  IsíellK, 
Crece  na  afreto  en  Eleatrii , 
Cuando  ha  Tallado  en  Leonor. 

Pues  ¿en  mi  ba  hliadoT  di.' 


Ladesi 


Se  arrojó  por  un  balcón , 
l^uaudo  >o  en  la  calle  estaba 
A  esiierar  en  qué  paraba 
Su  en>peÜD.  Fué  en  ocasión 
Kl  bajar,  que  hablan  entrado 
Dos  hombres  en  ella ;  j  jo 
Me  desvié ,  porque  no 
Les  diese  el  verme  cuidado. 
Estando  pue^  apartado , 
Las  cuchilla  I  las  oi , 

V  i  ellas.al  punto  acudí; 

V  por  presto  que  llegué. 

Va  los  dos  hombres  no  bailé, 

V  herido  i  mi  amigo  ^i.    , 
Mira  si  de  mis  recelos 
Puede  baber  cause  mavor. 
Pues  en  su  Ungido  amor 
Vi  mis  verdaderos  celos. 
Testigos  bago  i  los  cielos 
Del  dolor  que  senil  allí. 
Quien  acocliilln  ( i  ay  de  mi  I ) 
A  quien  sale  de  tu  casa , 
Bien  dice  que  en  ella  pasa 
Mi  agravio.  Por  ti  j  por  mí 
Disimular  he  querido. 
Como  he  diclio,  basta  llegar 
( :  Ay  Leonor ! )  i  averiguar 
Quien  ese  galán  ba  sido  : 

V  viendo  que  no  he  podido 

V  que  son  iulenlus  vanos, 
Porque  mis  celos  villanos 

No  murmuren  en  mi  mengua. 
Quiero  que  diga  la  lengua 
Lo  que  no  han  hecbo  tas  roaoos. 
Quédale .  ingrata ,  que  no , 
Pues  que  ya  me  he  declarado , 
He  has  de  ver  desengañado. 
aoSi,  LEOitoa. 

ÍNo  tenao  mía  hermana  yo 
iue  pueda  ser  causad. 

No. 
Qne  si  tú  bennaua  tuvieras 
De  quien  amores  supieras. 
No  culparla  procuraras. 
Pues  no  era^ien  la  acusaras 
Ni  de  burlas  ni  de  veras. 

V  «ipueMo  que  bas  querido 
Fingirla  un  salan ,  Inbero 

Sue  i  tenerle  verdadero, 
o  se  le  dieras  ñngido. 

POÍA  LKONOH. 

Plegué  al  cíelo... 


Satisracciones ,  Leonor. 


DON  ALO.NSO,  MOSCATEL. 


¡En  qué  pieosast  En  qué  tra 
En  qué  discurres  ■  Ün  qué 


Imaginas?  Ui, 


uiié  andaiT 


iTú melancólico!  Tíi 
Divertido!  iQaé  roudania 
Es  aquesta?  ;Taft  valida 
Ha  sido  una  cuchillada 
Contigo,  tanto  consigue 
Una  t^da,  tanto  alcanza 
Un  balcou ,  que  hau  acabado 
Contigo  no  hablar  de  chama! 

non  iLonio. 
jAyde  mf!  que  do  sé,  no. 
Qué  es  lo  que  sieuto  en  el  alma. 
Que  ea  bien  j  parece  mal. 
Que  es  gusto  y  parece  ansia. 

aOBCATIl. 

¿Tu,  señor,  no  me  dijiste 
Que  no  era  tan  afectada, 
tuno  Don  loan  le  había  dJchoT 


HOKATIL. 

jTAnosieutei 
)ue  hombrea  en  lu  calle  baya 
jue  acuchillen^ 


Que  no  se  me  diera  nada 
Que  hubiera  hombrea,  com 
Celos ,  V  no  cuchilladas. 
Fuera  ue  que  m  yo  ful 
A  verla,  fué  por  burlarla, 
De  Don  Juan  apadrinado ; 
V  fuera  historia  muy  mala  - 
Haberme  llendo  i  ser 
El  burlado  yo. 


£n  la  plaia 
Un  toric antaño  <  un  día 
Eutró  1  dar  una  lanzada. 
De  un  su  amiso  apadrinado. 
Airoso  terció  la  capa , 
Galán  requirió  el  sombrero, 
Y  osado  turnó  la  lanza 
Veinte  pasos  del  loril. 
Salió  un  loro,  y  cara  i  cara 
Hacia  el  caballo  se  vino , 
Aunque  pareció  anca  i  anca , 
Porque  el  cabalki  j  el  loro. 
Murmurando  á  las  espaldas 
Se  echaron  dos  meleciuas 
Con  el  cuerpo  y  con  el  asta. 


dbyGOOglC 


C«t4  el  cabitler»  eadoia 
Del  [oro,  lacA  ht  espada 
El  tul  pailriao,  V  pordar  ■ 
Al  loro  nna  CDcbillada, 
A  «a  ahijado  k  la  di6  \ 
Y  «icodo  de  baena  marca, 
Levaulóse  el  caballero , 
Pr«Kuntanáo  eu  voces  alias 
(;&ibeii  ustedes  1  quién 


Bsie  hidalso  apadrinubat 

1\mt,óalton>T>.Viiin 
e  supo  decir  palabra. 


Aplica  ahora  :  apadrioado 
m  Doii  Juan,  fuiste  &  la  casa 
De  Beairii ,  la  suene  erraste ,  ■ 
Y  nadie  t  saber  alcanza 
K  era  Don  Joan  ta  padriao, 
U  de  Deairii. 

DONALOnO. 

Calla,  calla. 
jQué  mal  aplicado  cuento!; 

HOSCjtTEl.. 

Bien  6  mal,  i  Dio*  doy  gracias 
De  qne  ya  oa  reBlria 
Mi  amor,  pues  que  ya  en  la  daou 
Entras  también. 


Si  es  asi , 
Dime .  ya  qoe  desta  dama 
£slé  na  liombre  enamorado , 
;  Ue  qué  servicio  es  guardarla  <  T 


(Uama»  dentro.) 
Htn  goiéa  llama  á  esa  pueru. 

■OSCATEL. 

iQuiéoeal! 


INÉS.  —  DON  ALONSO,  MOSCATEL 

^Esil  la  amo  en  casa , 
Hoscutel ! 

MOSCATU.., 

{Áp.  ¡Cíelos!  ¿qué  miro? 
litesesestB.)iAytiiBrMal 

{Babia*  lat  ittjmue  í  la  patria.) 
¡Viven  los  ciele« ,  oae  vienea 
Averie! 


Pueiiqué  pensabas  t 
lÁp.  Quiero  decir  que  es  verdad, 
Porqae  Jo  que  mas  me  agrada 
Es  itar  celos  de  poquito.  1 
Si,  que  le  importa  1  mi  hta» 
Que  i>an  Alouso  conozca 
Que  sé  cumplir  mi  palabra. 

¡  Bien  honrado  pundonor! 

■  Psule  osciro,  ailii  »rqne  «suri  na- 
ÜUda.  a  éHt»  ima  M  iUloio  utnco 
dclMrii  ser  este :  JbtMM.  ¡  Graciiii  DJoi, 
,  yiaoBierMMstarmlafliar!— J>(>ii.lli»w. 
i  V  qalM  BS  la  qoa  U  ■■iem  t  Na  me  lo  hsa 
iitktt.  ITmmW.  m  U  lo  ttit.—  Om  Alaue. 
iPor  qnet  Si  irtcs  qng  estar  euMandD  ág 
l«*trii,  jl  taé  m«  ocnlUs^sléa  n  u  ao- 
vfs!—  mtictUL  No  s«  ikrdei  las  sroalo 
las  Batti  Biau. 


MO  BAY  BUaua  CON  KL  ABMMt. 

Quila. 


I  Hlentes,  que  ilgaien  es  quien  habla. 

\  IK)N  ALONSO. 

¡V  mny  tlouien.  i  Enes  mia ! 

leabraia. 

\ta. 

Hil  veces  le  abnio  y  nna. 
Per  pagarte  en  otras  lautas. 
(FellUeala  MneaUl.) 


mny  tlauJei 
^jmil  vec 


MR  «Lonto.' 
No  diiSo  que  (u  venida 
Sea  i  darme  t'ida  y  alma ; 
üae  aunque  tú  con  Hoscald 
Me  respondiste  enojada , 
Ed  fin ,  sabes  que  te  quiero ,' 
V  no  has  de  ser  siempre  hiera t 


Nunca  lo  ful  yo  contigo; 

8ne  i  la  primera  palabra 
¡je  que  a  verte  vendría. 
no»*ALomo. 
j  Picaro !;  Pues  tn  me  engallas ! 

■OSGATU. 

iYo.*e&or! 

MMAUHISO. 

•     ¡VlíM  los  «lelo». 
Que  he  de  maurte  i  patadas  > 

MOSCATEL.  {Ap.) 

Compilóse  el  refrsn ;  mu  no. 
Que  mandarme  bailar  hila. 

IIIE«.  lAp.) 

En  sabiendo  I  k»  qne  vengo,    - 
Hoacatel  se  desengaña. 
Daren  tos  oelos  nn  poco. 

HOSCATXl..- 

Vive  Dios!  ¿De  nna  picaba*... 

iiits. 
Picaro,  haUad  con  respeto  ; 
Mirad  que  soy  vuestra  ama.— 
A  sola*  quisiera  hablarte. 

(A  Con  Áloiiio.) 
XOtClTBL.  (Ap.) 


iVIvenhMdeJoi! 


loe  pornna  picarona 
íioesooinguno  bagas. 


kDo  cnindo  aci  tanto  guardas 
li  salud?  Salte  aiji  fuera. 

«OSCATEL. 

No  me  Nddré,  si  me  matas; 
Que  esto  Conviene  i  tu  vida. 


Bon  jtLoflso. 
\\  basta. 
(£cAaJe  á  em/ieUtuat.) 


DON  ALONSO^— INI^. 


Aunque  culpada 
Me  has  heclio  en  venir  1  verte. 
Por  la  opiuion  de  mi  ama 
Ha  sido ,  no  porque  vengo , 
Como  dije,  por  tH  causa. 

HR  ALORsn. 

No  sé  qué  quieras  decirme 

Dlrélo  en  breves  palabras. 
Beatriz,  habiendo  sabido 
Como  hubo  unas  t»chilladas. 
De  donüe  herido  saliste , 
A  Is  paena  de  sn  casa ; 
De  tu  herida  condolida , 
Ue  tu  término  obü^da, 
V  de  la  salud  dudosa , 
Te  envia  toda  e«a  banda. 
Favor  es  «lyo ,  aunqne  ella 
He  mandú  que  no  Hegaras 
A  Mber  que  le  la  euvU. 
Con  esto,  adiós. 

non  AtoTtso. 

Oye ,  sgaarda.  - 
j  Beatriz  se  acuerda  de  mlT 
í atril  siente  mis  desgracia*  r 


nrs. 

A  mi  DO ,  porqae  en  sabiendo 
Que  era  to  TOfuntad  ftha ,' 
Supe  qne  seria  dichosa ; 
''pe  por  no  acertar  en  nada, 
las  con  nosotras  merece 
Quien  finge,  qne  no  quien  ant 

'  EacEif  A  m. 

MOSCATEL.  —  DiCKM 
HOSCATíL.  (Ap.  atpaia.) 

;Qué  mal  descansa  uu  celoso! 

"-'  mal  nn  triste  descansa ! 


dbvGooglc 


COMEDÍAS  DB  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


Que  anniiM  Saeía  no  baga 
Ue  ena mondo,  de  noble 
La  h«  de  liic«r.  Aqui  te  aguarda 
A  que  la  escriba  un  papel.        (Va 


jtendrl  mi  lenana  raiones, 
Tentlria  mis  labioí  palabras 
Para  quejarse  de  til 


De  darte  de  boreladga 


iQuébadeKr' 
Irse  quiere  de  mi  casa. 
tPor  qué ,  Uosc.atel  T 

i  Ha  hecho  la  mijor  inramia , 
La  roajoT  nilndul ,  majar 
Bajeia,  majOT... 


y„.    I  Rn  Dn.Oon  AlonM.iea 
■  ■  ■**''  ■  Coo  poca  é  con  mucha  c»H , ' 
'  '  ^o  be  de  volver  i  poneras 
Eo  la  conrusion  pasada. 


No  quiera  liacer 
Ta  mano  tal ;  que  ^a  bastan 
Las  burlan,  que  lodo  lia  sido 
Por  solo  tiiniar  renganta. 
Picón  Tué. 

MOSCATEL. 

Pues  los  picones 
Si  Juegan ,  mude*  baraja 
O  Iruíquen  la  luerle.  Dame 
Los  braios. 

De  buena  gana. 
[Sale  Don  AleiiM.) 

;  Qué  es  esto  T 

Eslo  es  abrazar 
En  mi  lierra. 

Ha  sido  (auta 
La  alegría  de  haber  i  iuo 
Que  ;a  esa  Hera  se  ablanda 
( La  coriosidad  perdona . 
'    Si  he  escuchado  coanio  bablaij. 


Toma,  loes,  este  papel 

?ue  le  has  de  dar  i  lu  ama , 
para  U  este  diaaaní*. 

Vivüs  edades  mas  largas 
(Ju*-  claro  esli  aue  es  el  Knii 
Suegra  mentira  *  de  Arabia,       {Vau.) 


Rase  enmiOTado. 
,  Mira  si  leneo  harta  cansa.-  • 

;  En  esta  locura  ha  dado, 
I  Por  haber  visto  cotí  cuanta 
I  Pineía  tírvo  i  Bealrix 


jPor  qné.HoicatelT 


Amo  no  qniero  que  ama. 
V  que  no  me  acude  i  mi. 

Por  acudir  i  su  dama. 


Al  amor  doy  Ri 

?ue  eae  cnidada  dio  di 
han  ci«ada  ja  mis  an: 


Leonor  de  mi  pecho  falta; 

Ene  como  amor  es  Torluna ,' 
ajelo  vite  i  mudanzas. 


Habéis  de  ir  aili  conmigo. 


Por  Bealrii 
He  de  volvere  sn  casa, 

V  i  su  calle  a  hablarla  y  verla 
Por  la  Jartle  y  la  mañana , 
Siendo  jro  el  descalabrado, 

V  vos  la  calle»  sana ; 
iV  no  Iréis? 

No,  porque  herida 
Mas  peoeirante  y  tirana 
Son  mis  celas ,  porque  son 

Mortal  herida  del  aima. 

Pues  troquemos  las  heridas; 
.Qoe  ya  primero  lonura 
Sea  mortal  ó  venial, 
'J'euer  hoy  descalabrada 
El  alma ,  que  la  cabeu. 

V  esto  bien  claro  se  saca 
üel  efecto ,  pues  si  curau 
Ka  falto  una  herida ,  mata : 

V  i  los  celosos  da  vida 
Cualquier  cura ,  aunque  sea  faha. 


I  Pues  cuando  por  vos  no  sea , 
;  Por  ver  si  i  súber  se  alean» 
'  Quiéjt  me  ha  lierido,  be  de  volTcr. 

I  Cuando  importa  i  vuestra  fama, 
I  Desde  acá  fuera  podremos 
Hacer  diligencias  varías. 


Vo  mas  preieiKlo,  Don  Joan 
I  Buena  o  pió  ion  con  las  dama* 
'  " ni  ifis  hombrea;  y  iio 


Yo  sabT¿  desengañarla 
De  todo. 

Don  iLOMSo. 
Don  Joan,  Don  Juan, 
Hablemos  verdades  claras. 
Vo  be  de  ir  i  ver  A  Beatris. 


guardéis  vos  j  Leona  rT 
Yo  no  be  de  Tolver  i  hablarla. 


Estobabeisde  hacer  por  mi: 
Que  no  es  cosa  tan  eilraBa , 
Por  bacer  tercio  á  un  amigo. 
Volver  i  hablar  una  dama" 


Por  vos,  Don  Alonso,  haré 
L.0  que  en  mi  vida  pensaba. 
•Ahora  bien,  por  tos  iré. 
Mas  mirad  iiiles  que  vaja. 
Que  hay  alaceua. 


i  Qué  importa 
■oscAtei. 
Que  hay  balcnnaio.  • 

Que  baja. 

D,B,l,z9dbyGOOglC' 


KO  HAY  BURLAS  COH  EL  AMOR. 


'  MKkTKL. 

Que  b;if  cacbJllada. 

•Eso  DO 
Fuera  de  qae  si  aoior  iraia 

Sne  por  sola  una  meiiiira 
e  lucedau  cosas  tainas . 
Vengan  ya ,  por  str  verJn Ji'S 
Alacena  y  cuchllla<las. 


ESCENA  IX: 

DON  DIEGO,  DON  LUIS. 


Conozco  lueslra  amisiad 

V  sé,  Don  Diego,  que  ha  slilo 

CoD  Oneía  y  con  verdad. 


Aqnel  pasado  suceso... 

iQurreisme  decir  nue  fué 
LocuraV  Yo  lo  confieso: 
Porque  haber  i  un  bomlire  beriüo  *, 
Que  conmigo  no  lia  leiiido 
Cunees  de-compelidor, 
ñu  irae  disculpa  mejor. 
Fuerza  es  remediaHp,  pues 
Quien  lleva  ya  eiL  sul  recelos 
Perdido  el  miedo  á  los  celos , 
No  se  le  leiidri  después. 

Y  ahora  iiié  habéis  de  hacer 
De  lo  que  ya  se  trató? 
Pues  es  cierto  que  i  saber 
VueiLros  intentos  llegó 
Don  Pedro, 


Siendo  santo  sacramento , 
Después  qne  se  efeelud , 
lY  noledesbaréyo, 

S¡a  efecLuarloT 


Don  FEMÓ.  (Áp.; 

A  esle  hielo  que  me  abrasa , 
A  este ,  que  me  hiela ,  ardor, 
A  lo  que  en  mi  agravio  pasa 
V  al  respeto  de  mi  bouor, 
Tan  larde  salgo  de  casa. 
A  Don  Luis  pretendo  hablar; 
Que  mejor 


De  ni 


;  Si  en  M)uercaso  consiue 

I  Su  booor,  miente  mi  temor. 

1  iQue  en  Un,  cuanto  pieuse  m  IrMe, 

i  Si«Dipre  ha  de  ler  lo  peor!       [Vau.) 


Pues  huyan 


S>la«i 


le  Dan  Pedro. 


I   Sefior  Üon  Luís,  inronnado 
De  vuestros  deudos  be  estado 
De  que  honrar  habéis  quAido 
Mi  casa ;  y  agradecido. 
Como  esjuslo,  os  he  buscado 
Para  mosirar  cumulo  estoy 
Ulaao  do  merecer... 


ir  Don  Pedro,  JO  soj 

b;t  que  las  dichas  de  ayer 
Tieiie  por  disculpas  boy. 
Coiilieso  que  me  atreví 
A  unto  empeño,  y  que  ful 
VeiituToso  en  tanto  empe&o , 
Pues  ser  tiestas  bonras  duefto 
Por  lo  menos  merecí. 
Pero  tul  tan  desdichado 
ün  estas  dídias ,  seüor, 
para  tomar  esiado, 

uevo  empeBo  de  honor 

Lo  ha  deshecho  y  lo  ba  estorbado. 


M 


bue  nonor  empeí 
is  retira  desloT 


empeño  (.tp.¡Ay  de  mil) 


.«  esperar  auc  un  mozuelo. 
Que  e»  ñbula  del  Ingar, 
Se  me  atreva.  El  tiene  aqiii. 

•  Desde  iqal  lifnen  ocbovttsos.delas 
rnilfi  los  cnairo  primeros  rormín  dos  pi- 
reídsi.  }  lo)  otros  cu iro  aaaredondllli. 


Qne  uo  lo  entendéis  asi ; 
Que  de  vuestro  enojo,  no 
De  mis  disculpas  ha  sido 
El  hooor  bieu  eciteiidido. 

;De  qué  suerte? 

Porque  yo, 
Sefior,  habiendo  sabido 
Que  su  Majestad  (que  el  cielo 
Guarde  por  sol  desLa  esfera. 
Por  planeta  deste  suelo) 
Con  su  católico  celo 
Sale  aquesta  primavera ;  ' 
*  V  sabiendo  como  hacia 
Gente  un  señor,  de  quieo  fui 
Deudo  por  ternura  mía ; 
Oue  me  honrase  le  pedí 
Con  alguna  conipaiila. 
Himela  dado :  este  ba  ^do 
El  empeño *que  he  (enido 
Para  no  lomar  estado ; 
Que  el  que  es  marido  y  soldado, 
No  es  soldado  6  no  es  marido. 

Eniónces  con  mas  valor 
He  podéis  hacer  feliz; 
Porque  hoy  casar  con  Deatríz 
Pto  le  eslá  bien  i  mi  honor. 

(VsMí  Don  Luii  n  Dua  Diega.) 

ESCENA  XI. 

DON  PEDRO. 
•  i  Porque  hoy  casar  con  Beatrtz 
No  le  está  bien  h  mi  honor !  > 
[Válgame  el  cicla!  ¿Qué  ha  ^do 
Lo  que  he  visto  y  lo  que  he  oído  T 
Poco  siento  (jay  infeliz  I)...- 


ESCENA  xn. 

DEATRiZ,  INÉS. 

lúes ,  iGÓmo  el  papel  tomadle? 
'  Todo  cuanto  me  dan ,  se&ori ,  tomo. 

,  OaJlA  BEitTMt. 

[¡Slndudaledirias 
Que  de  mi  parte  ibas! 

Desconfias 
De  mi  sin  causa ,  porque  yo  be  callado 
Que  era  luya  la  banda ,  y  el  recado 
Callé  por  tu  respeto, 
Como  suelo  callur  cualquier  secreta 

voSí  auTaii. 
PuelIoes,itquéeretu, 
SI  es  asi ,  me  bas  traído 
Papel? 

lAp.  ¡Vive  el  Señor,  que  rae  ha  cogido' 
Has  jo  roe  soluré.)  Que  te  trajera , 
He  (liJD ,  y  que  si  acaso  ball#r  pudiert 
Ocasión,  le  le  diese, 
Vo  le  tomé ,  porque  líe  mi  creyesa 
Cuan  de  su  pane  estaba ; 

8ue  puesto  que  una  banda  le  llevaba 
uiiada,  que  era  luya,  bien  créria 
Queunpapel.queesmasfácil.letnerii- 

Esa  satisfacción  algo  m;  agrada. 
mi.  ' 

Aquesto  es  dar  satistaccion  faonrada; 

Leonor,  señora,  viene. 
I  po^jt  aítmi. 

I  Pnet  que  el  papel  me  vea,  no  contiene. 

!  ESCENA  XUL 

DONA  LEONOR.  —  OOSk  BEATRIZ. 
I  INÉS. 

I  M^*  LEOsoa.' 

I  Bien  pudiera  ;u  ahora 
;  Decircnnma'yorcausa^^quién  lo  ignora?! 
'  'íQué  idioma  fué  misivo  el  queeu  linea- 
,  Papel  ocultas  en  tn  manga  ajadoli  [do 

I  V  yo  también  pudiera 

I  Dfcir  qne  en  vano  preguntarlo  ftiera ; 

i  Pues  quien  saber  no  quiere 

!  Lo  que  quiero  decir,  saber  no  espere 

i  Lo  que  callarle  quiero: 

^{Rellratr,  quedándote  oculta  áeírlu 

'  de  una  puerta.) 

UODa  I.EONUR. 

.Ines,  ;quéese*io( 

HES. 

Por  habbrte  muero. 
'  do!)a  (.eoiwb. 

:  nime  presto ,  i  qué  ha  sido 
,  Este  papil! 

¡Qní  poco  te  he  déttfdol 
i  No  aguardaras  siquiera 


SM  COMEDIAS  DE  DON  PEDHO  CALDERÓN  DE  I 

A  qK  *iD  prcgnour  le  lo  ili)ertf 

Sveteme  hace  conclertclQ,  le  (Hvmeto, 
a  pregunta  lle<rar  por  uq  KcreUi. 
(Entreoír»  la  puerla  Drüa  Btalrii.) 


Ful  *  verle.y  lo  primero 
Le  d(je  qne  Beairii  me  lo  naadaba. 

»0AA  LIOHDIl. 

Bien  bictate. 

hOSA  BEITIIZ.   {Ap.) 

V  To  mal,  pites  me  Tiabí 
n  LeoBoT  lmi  chismes  amia. 


De  quien  con 


mu. 


LoMguDdo.e 


fl  sa  nombre  ili  la  baií3a. 

DOi*  BEITRIZ.  (Ap.) 

i  A)-  iofeüi !  ¡  Qné  he  oído '. 

Eli  «H  cuadra  har  ruido. 

'DiMí  ]uan  es  el  que  ha  enlrailo. 

ooHí  LEonoi. 
Pnci  j,c¿me ,  si  de  aquí  se  fué  enojado, 
DicJMiilo ,  que  en  tu  vida  no  me  habla 

¿Que  eaét  tan  nueva  [odavia. 
Que  no  se  [lasque  cuando  eslü  un  ainaii' 
Dicieudu. nasfufiosoT arr0|{anle :  [te 
•No  he  (le  volver  i  verte.  Ingrata  bella.i 
Es  cuando  muere  por  volver  i  vella? 

»0^A  eCATHlI.  (jtp.)  [do, 

Yaqtieftescuehnrmispenasheempexa- 
Acatie  de  escucharlas  mi  cuidado. 


IKWIDAH. 

El  tiene,  Leonor,  k  esi 
V  porque  en  aquesta  parte 
Nunca  piensen  — -  ■■ — "-' 


DONJUÁN.  nON  ALONSO,  MOSCA- 
TEL—DONA LEONOR ,  INllS :  DÜ- 
^XfíKATwn,  acullá. 


Pensarás  qne  me  ban  traído 
A  vene ,  Loonur,  v  hablarle      • 
Mis  celos,  norque  los  celos 
(l'erdona  el  civil  lenipiaje) 
Son  onlinarips  de  amor, 

l'nos  no,  Li'oiior,  no  he  venido 
Para  qne  me  desengafles ; 
Porque  et  de;tjlre  de  amor 
l',%  hablar  en  el  desaire, 
IkHJ  oira  ocasioa  ha  vuelto 
A  pis.ir  estus  umbrales. 
Porque  nuncvles  falló 
Ocasión  i  loa  pesares. 
Doii  Alouso,  1  quien  tb  hiciste 
lif  Rpatrlx  Ungido  amante, 
Sucediéndote  en  tu  casa 
Con  desairo  el  primer  lanoe ; 
Pero  atento  t  que  no  pleiisi^o 
De  Beatriz  loa  vanidades 
Que  el  no  lolter  aquí  es 
De  escirmentado  y  cobarde. 
Me  ha  pedido  que  le  iraí^ia 
A  verla.  ¡Cómo  t>egarlp 
Puedo  JO  lo  mismo  i  él , 
Que  él  no  me  ih-kó  a  mi  ánl«tT 

DOSl  LKIiMO». 


Nunca  piensen  mis  desdicbu 
Nunca  sospechen  mis  males, ' 
Nunca  i  m  aginen  mis  penas 
yue  fué  «na  de  buscaite, 
En  la  calle  me  estaré 
Ed  tamo  que  i  Beairii  baUe , 
I  desie  escrúpulo  lere , 
V  desta  materia  Acil 
DesempeBe  su  opinión. 
Su  crédito  desengaBe.  ~ 
Don  Alonso,  entrad;  vpues 
Va  el  sol,  helado  cadáver, 
Agooiíando  entre  sombras , 
De  la  noche  en  brazos  vace. 
Hablad  áBeatrii,  j  ved 
Uue  aquí  Don  Pedro  no  os  hallo. 

[IO.ÍA  LtONOH. 

Aguarda ,  Don  Juao ,  espera. 

«Qué  quieres,  Leonor,  que  aguarde 

DpÍA  LKOKOK. 

Disculpas. 


UesengaDoá. 

.  non  JUAN. 

Son  en  balde. 

Tras  ¿I  iré.  —  Don  Alonso, 
Luego  vuelvo.  Perdonadme, 
Que  Don  Jnan  está  celoso , 
V  es  fuerza  desenga izarle. 


.No  dirás  ínleS: 
illas  qne  entramos  eh  aprieto 
Al  pasado  semejante? 

Ines.dirae.jdóndeesli. 
Para  900  en  lauto  la  halile 

ESCENA  XV. 


[  Aquí  tstA  Beatriz , 

I  Escucliandu  los  ultrajes 
I  De  nna  vil  hermana,  de  un 
I  Falso  amigo,  de  no  inramr' 
,  Criado,  una  criiida  alevo , 
,  V  de  un  cauleloso  amante, 
'  ¡Qne  entre  Lednor  v  Don  Juan, 
¡  Inés  jr  Moscatel,  no'halle. 

Si  00  consuelo  i  mis  penas. 

Disculpa  ji  mis  disparates '. 
:  .Sol"  en  esia  parte  hítenlo, 

Solo  quiero  en  esta  parle  , 
I  Comoqupjnsa  ofenderme, 
I  Comii  ofendida  quejarme 
I  Del  m;i}or  de  mis  agravias, 
;  V  no  et  menor  de  ro¿  males, 

j,TaD  pocas  las  partes  son 

De  mi  hacienda  y  de  mi  sangre. 

1'¡in  pocas  de  mi  persona 

(Decirlo  ici^o)  las  parles 

Qne  haj.  que  si  un  hombre  hubiera 

Ijue  atrevida  me  mirase , 

t'uei'e,  con  Ungido  ainor,  . 


I  Tan  airosa  como  ahora, 
{  Con  pagar  Goeus  tales, 
I  Fácil  es  el  <lesengiño. 

MÍÍA  tEATHII. 

I  Cómo  el  desengafio  es  licil , 
I  liando  d  qoererme  es  por  burlaT 

Si  atiendes,  con  escucharme. 
I  Tal  vei  por  burla  si 


Vque  presuma 
t  ii^iiuuic  jjfuiii  de  espuma, 
léndole  selva  de  nieve) 
Que  bar  peligro  en  él ;  j  eb  bre«0 
Selva  jr  jardhi  con  horror 
Le  anegan ;  ;  asi  es  amor  '■ 
Luego  en  placer  j  petar , 
Si  no  ha<r  burlas  con  el  mar. 
So  hay  ourlai  tan  el  amar. 
Tal  vei  por  burla  b  ensajo 
Polvorista  artificial 
Hace  un  rajo  material, 

V  forja  contra  si  el  rayo , 
Cuando  con  mortal  desmayo 
Muere  i  su  violento  ardor. 
Hayo  es  amnr  en  rigor 
Contra  su  aniricc:  luego, 

Si  no  hay  hurlas  con  el  fuego. 
No  hay  burlai  can  el  amar. 
Tal  vez  desnuda  un  amigo 
La  espada  para  esgrimir 
Con  otro .  j  le  viene  á  herir 
Como  si  fuera  enemigo. 
Su  dcslrcTa  es  su  castigo : 
4  asi,  usar  della  es  error. 
Espada  amor  en  rigor 
Es :  luego  desenvainada , 
Si  nohav  burlas  con  la  espada. 
Na  hay  iurlai  ci-ii  el  amor. 
Tal  vex  por  hurla ,  mirando 

Una  ñera,  un  hombre  esii 
Con  ella ,  Bealrli: ,  jugando. 
Cuando  mas  la  halaga  hlaado. 
Volver  suele  i  su  furor. 
Fiera  es  amor  en  rigor  : 
Luego  si ,  ya  lisonjer». 
No  hay  burlas  con  una  Aera, 
No  hay  barias  cau  el  amor. 
Por  burla  al  mar  me  entregué , 
.Por  burla  el  rayo  encendí. 
Con  blanca  espada  esoriml. 
Con  brava  Uera  jugué;  ' , 

V  asi,  eo  el  mar  me  anegué . 
Del  rayo  senil  el  ardor. 

De  acero  y  Uera  el  furor  : 
Luego  si  saben  malar 
Fiera,  acero,  rayo  v  mar, 
Sa  hay  tarta$  con  él  aoMr. 

A  ese  argiunento,.. 

ESCENA  XTL 

DOSa  LEONOR ,  albarataia.  —  DOSA 

BEATRIZ,  INÉS,  MOSCATEL. 

doSa  LEOnoR. 

I  fluyendo  salió  i  la  cale 
!  Don  Juan  :  v  miéolras  le  daba 
¡  Voces,  vi  entrar  i  mi  padre. 
I  Esconder  impona  ahora... 

.  No,  Leonor,  pun|usya  es 


.,L,oog 


qT- 


Quehoj 
Ha  de  saber  cuiDla  pase, 
Hi  padre,  iqpi,  y  Uu  eogaBos 
S«  bau  de  gaber. 

Cuaoilo  trates 
Til  decirla ,  |0  ultré 
Culparle  i  ti  y  discalparme. 

Y  asi,  puesto  que  las  dos 

Corremos  el  riesgo  Iguales, 
iKoales,  Bealrii.  buaqucmiM 
bl  remedía. 

bOSíA  BCATKIt. 

Por  mostrar b) 
A  proceder lueu ,  lo  faarA ; 
Que  es  fuerza  eslar  üe  tu  parla. 

Alacena  como  Iglesia 
Pido. 

•ON  «LOMSO. 

Eso  DO  baré  yo,  que  inics  .. 

Él  eutra  ja. 

Este  aposento 
Hoj  de  so  vista  le  guarde. 

>OSC*TEL.    , 

Y  i  mí  me  guarde  lambieo. 

DOH  ALomo.  (Ap.) 
iQué  pesados  son  los  laaces 
De  amor  bijo  de  bmllias! 


■IVa 


NU  HAV  BURLAS  CON  EL  AMOR. 
ocm  nnío. 
De  tus  locuras ,  BeatrU ; 
Que  yt  es  fuerza  declararme , 
Vieodo  que  por  ti  se  atreie 
Hoy  un  mozuelo'  arrogante 
Al  honor  de  aquesta  casa. 
iwSi  LEOSoa.  (Ap.) 
haj  cosa  que  no  alcance. 

¿Yo,  señor? 

■oscATKL.  (Ap.  alpaño.) 
Maleta  esto. 

SI ,  pues  por  ti  Don  Lula  haca 
Desprecios  della  j  de  mi. 

BOÜA  BUTBIS.  (Ap.) 

Convalecieado  ta  el  laoce. 

bo-^Ia  lkonor.  {Ap.) 
Eso  sl ,  cobre  mi  BÍleuto. 


Un  broquel,  prenda  trif  Idada 
;  De  mi  mocedad.  ' 


Presto. 

'  (Don  Pedr»  entra  en  et  euart»  dani* 
I  ettá  Doa  Mtnto.) 

'  et  se  ha  empellado  mas , 

'  Por  donde  pensá  librarse. 
¡  Don  PEDRO.  {Dentro.) 

iQuMn  esíi  aqui  dentro! 
I '  non  iiLoiisD.  {Denlf» ) 

\  '  Ud  hi)mhre 

-     (Salen  iel  eaartt  Den  Pe4n, 
!  Odii  Álamo  j/  MeteaUt ) 


I 


Inés,  avisa  en  la  calle 

Sne  ya  estamos  escondidos  : 
ne  bajía  quien  nos  descalabre. 
(Btcóndeme  ¡ot  do*.) 

ESCENA  XVII. 

DONPBDRO.  —  DOSA  BEATRIZ,  1)0- 
flA  LEONOR,  IMiSi  DOK  ALONSO 
.1  MOSCATEL,  dCNflM. 


Va  las  tenga  prevenidas. 

DOH  noño.  {Ap.) 
¡En  mi  cara  tal  desaire! 
¡Abiís  ojos  tal  arreiilal 
Cielos  pjadosos,  ú  dadme 
Paciencia ,  6  dadme  la  muerte. 


Señor,  ¡qué  tienes! 


Ellos  vienen  ■  buscarme 
Dentro  de  mi  casa  misma. 

DoS*  LEa:i0H.  (Ap.) 
¡  A;  de  rol !  lodo  se  sal}e. 

DOÜA  aiATSlX. 

'  Pues  1  na  me  dirls ,  sefior , 
Üv  qué  esos  eLtremos  nacen  r 


.  ESCEicA  xnn. 

DON  JUAN. —  DON  PEDRO,  DOSA 
BKATRIZ,D0NA  LEO>OR,INESi 
DON  ALO^SO  T  MOSCATEL,  ocuUoi. 

DOn  JDAK. 

ÍAp.  Un  caso  Irien  puede  errarse 
le  una  Tez ;  pero  de  dos 
La  una ,  no  le  yerra  nadie. 
No  he  de  esperar  i  que  cierren 
Las  puertas ,  y  después  baje 
Par  el  balcón  Don  Alonso  : 
Remediarlo  pienso  áiiles.) 
Señor  Don  Pfdro,  «i  en  vos 
Hoy  la  amistad  de  mis  padres 
Hereda  la  obligación 
De  mí  casa  y  de  mi  sangre... 

DO^A  UtO^IOH.  (Ap.) 

iQoé  es  lo  que  intenta  Don  Juan! 

tOSk  BEATnn.  (Ap.) 
Huerta  estoy  basta  escucharle. 

DonjoAH.  ' 
Os  obliga  en  nn  aprieto 
A  valerme  y  amparairme. 
De  vuestra  casa  i  las  puertas 
iáe  ba  sucedida  un  desaire 
Cou  Irrs  hombres ,  y  me  impoila 
No  volver  solo  a  buscarles. 
Muy  hien  sé  qiie  pueilo  t  vos 
Atreverme  y  declararnte. 
Porque  sé  que  es  vuestro  pecho 
El  Etna ,  que  dentro  urde , 
Aunque  cubierto  de  nleie. 

MN  rSPRO. 

Ha  paséis  mas  adelante ; 
Que  ya  sé  qne  es  ley  precisa  . 
De  mi  honnr  y  de  m¡  sangre 
En  esta  edad ,  no  dejar 
A  hombre  que  de  mi  se  vale. 
Vamos. 

non  jiiau. 
En  ltn,BüU  quien  soii:— 
Ed  llevando  ya  i  la  padre , 
Leonor, ecba  t  Don  Alonso.(Ap.  i  ella.) 
non  ALOMO.  (Ap.  atománioie  i  Ul 
puerta  del  euúrto  donde  entró.) 
Estos  son  los  que  matarme 
Quisieron.  No  me  esti  bien 
Ir  con  ellos  ni  quedarme. 
ton  PEMO. 
Esperad ,  pues  ya  ei  de  noche , 
Que  de  aquesta  sala  siqtie 


1  Dice  bien,  porque  no  es  nadie 
I  El  Otro  que  esta  con  él. 

I  Don  Juin ,  pues  que  yo  á  ayudarle 
'  Iba  contra  tu  enemigo. 

Obligación  es  mas  grande 

El  ayudarme  lúa  mi, 

Cnandn  I)  cansa  es  mas  grave. 

Este  hombre  ofende  mi  honor, 

Y  a  mi  me  importa  matarle. 

Don  Juan ,  en  tan  grande  empeño 
La  obligación  tnya  sabes. 
Mí  vida  j  la  destas  damas 
Es  preciso  que  yo  ampare. 


1  A;  de  mi  I 

DOSA  ilATRIl. 

¡Infelice  aoy! 

DON  JOAN.  (Ap.) 

¿Quién  lió  empeíio  semejante! 

DOK  PEBRo.  (A  Don  Jaan.) 
¿Te  suspendes!' 

non  ALONSO.  (A  Don  Jnm.) 
¿Ahora  dadas! 

Mas  soy  bastante  i  vengarme 
Sin  U. 
¡  (Biken ,  1/  Do»  Juan  te  pone  en  meUt.) 


DON  LUIS,  DON  DIEGO.  —  DtcBoi. 
'  DON  LCis.  (D«Blre,) 

Cuchilladas  hay  en  casa 
'  Be  Don  Pedro. 

DON  DISCO.  (Dentro.) 
Mis  no  aguardes. 
Entremos,  Don  Luis. 

DOK  LUIS.  (Dentro.) 
Teoéos. 

Gente  viene. 

¡Duro  Irancel 
(Salen  Don  Lhü  f  Of*  Ut/t.) 


jt.zodbiGoOglC 


Ello  ei,  Don  Luii 
8atlabc«r  el  nllraje 
Que  U  oi :  pnei  sí  do  ettl 
Kea  i  la  bonor  el  canrte 
CoD  Beatriz ,  al  mió  tati  bien 
SkUiracer  ;  teps*tnie. 

Ahi  TOTti  qae  DO  sId  causa 
Traté  JO  de  disculparme, 
Qnlii  por  haber  tenido 
AlgiiD  emi>«io  en  Ja  calle. 

>0!(  kLO^SO. 

SId  dodi ,  que  id  me  heriste. 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  fV^LDERON  DE  I 

Ho;  nis  celo*  deseogaiie , 

Viva  Leoiior  eii  mi  pecho  : 

*'-  -^  forMwo  que  la  guarde 


Don  Juan,  Doo  Juaa, 
Ed  aquesta  casa  nadie 
Ha  de  defeuder  mis  bijas, 
"  10  quien  coa  ellas  case. 


Z*  *erdari. 


MULI 


Yo  be  de  TOiiganiie. 
TsM  quiere  el  délo  que  ail 


Eu  flii ,  el  hombre  mai  Ubre, 
De  lat  burlas  de  aaiorsale 
Herido,  cejo,  y  caiadu, 
Que  él  el  oiajor  de  aui  males. 

ina. 
En  Bn ,  la  mujer  mas  bca, 
Hai  laoa  ;  mas  arrogiDle , 
De  tai  burlas  del  amor, 
Coutra  gubta  sujo  sale 
Kuamorada ,  ;  rendida, 
Que  es  lo  peor. 

■0SC*TI1. 

Inea ,  llame 
Eaamaoo;tihBdeEer, 
No  lo  pensemos, ;  acaben 
Barias  de  amor ,  que  —  ' 


No  se  borle  con  él  nadie. 
Sino  escarmentad  eo  mi. 
Todos  del  amor  se  guarden , 
V  pénloaid  al  poeta ,  ■ 
Ooe  humilde  i  esas  plauíu  race. 


byCkiOglC 


EL  GRAN  PRINCIPE  DE  FEZ, 

DOiN  BALTASAR  DE  LOYOLA. 


MVLEI ,  tu  hija ,  uiAepeíue^. 

C\fíE»\UKT.tteJii. 

ABDaLiÍ  .  rey  de  Harruicút. 

ALCUZCUZ,  wm-flw/Ifln*. 

IK)N  BALTASAII  MANDAS,  del  Mhtto 

de  San  Juan. 
TVMH,  feriado. 


EL  fJUEH  GCMO. 
I^L  MAL  GEMO. 

U  ncu»  DI  SAN  IGNACIO  DE  LO- 
YOLA. 
La  di  un  morisco. 
U  M  ABRAHAH. 
U  DB  ISAAC. 
U:i  ÁNGEL. 


U  VIRGEN. 
LA  RKLIGION. 

CttALLElOt  Dt  HjtLH. 

Soldados. 
Mdsicüs, 
kcountSumuMTo. 


i«  de  Fet,  en  Malta,  ah  B»ma  a  en  eireí  puiJot. 


JORNADA  TIlIMERA. 


ESCENA    PRIMERA. 

Tocan  eajat  g  írompelat ,  y  abrUndaie 
una  tienda  de  campaba ,  u  veri  m 
cita  al  PRINCIPE,  veHidaAM  moro, 
legeiidiiea  un  libro;  y  delante  un 
bufeU,  en  que  liabra  aderezo  de  et- 
crtblr,  luces  y  algun-t  inalrumenUt 
mmemílicaí :  á  mu  lado,  ClDt  HA- 
HCT ,  en  pié.  Soldados  ,  denfra. 
■  SOLDUDDl.  {DentTt.) 

Alio,  j  pase  li  palahra. 


Adtiene ,  Mbor... 

Ya  aJvierto. 
Hi  inMstro  eres,  j  no  sabes 
Reapoader  Ji  mi  argumeuio: 
Y  ut  be  de  ver  si  yo  i  mi 
Ale  reipoudo. 

Hiiclio  temo 
One  cate  enteodimiénlo  luyo 
Ti  quite  el  eoteodiniienlo.         (Viim.) 


EL  PRINCIPE. 
Rn  tanto  que  el  nnmeroao 
Ejército  en  el  Büencio 
lié  la  nocW.  de  I»  marcbaa 
Cnbra  el  bligado  aliento 
Para  saludar  maflina 
Los  altos  monlts  soberbios, 
Uoe  verdes  valias  i\t:  riMií 


e  t'tt  y  Man 


En  ven^iiaa  (ó  en  castigo. 

DM  mejor)  del  pretexto 

Ce»  qnt  HamiécM  i  Fet 


iDtenti  nepr  el  Teudo 
Que  lieredilarlo  han  Boudo 

ÜMJ  iDniemorlales  iiem|ioa, 

Por  timbre  de  sa  corona , 

Los  hlasonea  de  su  reino ; 

Kn  lanto  (digo  otra  vet) 

Que  gutrdiniiules  el  su<^fio 

Avanzadas  centinelas, 

En  zozobrado  aosieco 

Descansan  machos  aonnldo* 

En  Te  de  pocos  dcspierlos; 

Vo  pues,  general  del  rey 

Mi  padre,  1  quien  obedezco 

Mlien  que  contra  mi  dlctiineu. 

Por  inclinarme  inj  (-pnio 

Has  Íl  la  iiax  drl  estudio , 

(jue  <lc  la  guerra  al  estruendo) : 

Acndiendo  en  una  |>ar(e 

A  la  iej  de  au  prerepio. 

Cnanto  A  las  armadas  baesti-s 

Que  en  nombre  suyo  gobierno, 

Y  en  otra  á  ta  inclinación 

A  que  me  llama  rol  afecto , 

Cuanto  A  mostrar  que  no  embotan 

A  las  plomas  los  aceros; 

Hurtándole  i  mi  descanso 

Horas  en  tanto  destelo. 

He  de  ter  si  sin  faltar  - 

Al  encargado  manejo 

Délas  armas,  acudir 

También  a  las  letras  pnedo, 

Ün  prueba  de  que  no  impllcao 

Amigos  valor  ¿  ingenio, 

Pero  iqué  mucho  que  liva 

A  estas  vIgiliaE 


Ni  sosiego ,  ni  descauso 
TTfato  <i^e  no  le  eotieiidot 
V  asi,  dejando  otras  arles, 
De  qoiei)  contra  el  ocio  suelo 
Usar  ( por  ser  el  de  inútil , 
Vicio  que  mas  aborrezco). 
Como  son  las  siempre  doctas 
Halemlticas ,  siguiendo 
A  ellas  la  corlosulad 


He  VI 

Ha;  en  mas  uta  lección 
Ocupar  el  pensamiento. 
Corrido  de  que  no  halle 
En  el  arlfalüD  texw 


Del  gran  profeta  de  Alá 

Un  raro  senlido,  siendo 

A^  que  hasU  hoy  no  se  bi  hallado 

Morabito  tan  experto 

He  d¿  «I  lauro ,  conociendo 
Que  en  la  ley  fuera ,  A  no  ser 
Vo  su  principe ,  el  maestro. 
Cide  Hamet  lo  diga ,  pues 
Lo  es ,  v  cada  dia  le  venís. 
(Ut.)  Bel  imperio  de  Sata» 
(Dice)  Klamenle  fueren 
Haría  y  el  Hijo  tuyo 
Tan  divinamente  exemplot , 
Üae  na  payaron  ti  grande 
Tributo  del  uniíerio. 
Dos  raiones  de  dudar 
Ofuscan  mi  entAdimiento , 
Siempre  (ya  lo  dije  Antes) 
Que  i  esta  proposición  l>ego. 
Corrido  (también  lo  dije ) 
De  que  do  la  compreheiido. 
La  primera  es  no  saber 
Que  tributo  le  debemos 
Al  imperio  de  Sitan 
Todos,  pues  debiera  cuerdo 
El  profeta,  para  dar 
A  la  raiOD  fundamento. 


Quí  Imperio  es,  inué  prueba  que  haia 
,  Quien  se  libre  del  imperio  í 

^  cuando  por  Mentado 

Principio  omitiese  rl  le:ito 
'  Que  A  S»tan  delwmos  lodoi 

Pagar  tributo  (ahora  entro 

;  En  la  segundar 

I  W  dudar),  ¡a 
iLibráÍPi>taH....  .  .. 

Y  qaé  Hijn  y  Haria  ion 

Que  aunque  es  terdad  que  no  ignor* 

Que  los  cristianos  tuvieron 

A  Cristo ,  hijo  de  Haría, 

Por  su  profeta  ;  no  creo 

Ni  créré ,  miániras  que  no 

Me  lo  diga  algún  portento, 

Sae  son  dina  de  quien  habla 
uesira  Escritura, supuesto 
"   !  no  babja  de  dar  mas  luslre» 

u  profeta  que  al  nuestra. 
Yasl,dpjoen  u"     — " 


dbvGooglc 


COMEDIAS  de;  don  PEDhO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


El  DO  prnur  qoe  Kan  ello*  f 

V  (m  oira  poT  uenudo 
Principio  el  tríbulo  dejo , 

V  i  la  ncepcioD  vot,  en  <\ae 
DmU  manera  argumento. 
Si  te  pudieron  librar 
Hijo  1  María ,  leria  Cierto 
Ser  eo  ririud  de  poder 
O  en  virtud  de  privilegio. 
Si  de  poder,  ¿quién  liodia 
Tenerle  contra  el  infierno. 
Que  uu  fuese  Alí?  Y  t\  fué 
De  pritllegio.es  lo  mesmo; 
Paei  solo  pudiera  darle 
Quien  pudo  tenerte.  Lae^o 
Solo  Ali  j  quien  All  quuo, 
Tenüri  igual  predicamento. 
Ser  Ali,  no  puede  ier 
Sin  gran  repugriaocia ,  puesto 

8ae  Ali  M  diog ,  j  Dios  es  ente 
n  si  j  por  st  de  si  mesmo ; 

V  quieu  dijo  'lladre  é  Híjoi, 
Dijo  humano  oaclmienio  : 
Con  que  en  la  porción  de  humauo 
Solo  cabe  ser  exento, 
Puesto  que  en  la  de  divino 
Bien  claro  se  estaba  el  sertcT. 
Kn  llegando  i  esta  razón 
De  que  baja  de  dar  supuesto 

Sue  como  diiino  pueda 
omper  de  Salan. los  Tueros, 

V  como  humano  goxar 
El  triunfo  del  rompimiento 
Uliino  á  un  tiempo  y  bomaao ; 
Tan  rendido  me  can fi eso 
A  la  dada,  que  por  no 
baria  de  mi  el  Tcucimiento, 
Que  el  lu^o  sea ,  j  no  elU , 
Quien  me  fenu,  le  agradt'tco. 
A  ti  ¡oh  imagen  de  U  muerte! 
Como  sol"  en  quien  espero 
La  solución  de  niis  dudas, 
Mis  sentidos  encomiendo. 

(QHiaatt  dormido.) 

ESCESA  tu. 

EL  BUEN  GENIO,  «n  figura  de  ángel; 
EL  MALGENIO,  ea  figuro  de  de- 
mMfo.  — EL  PRINCIPE,  defmiio, 
deipuet,  SOI.DXDOS,  dtniro. 


jDónde  t3sT 

iDónde  he  de  Ir, 
SI  soj  el  reprobo  Genio 
Que,  con  permisión  de  Dios, 
Kl  albedrlo  per>ierto 
Dele  principe  africano , 
Cuando  rendido  le  leo 
Mas  al  sueno  que  i  la  duda , 
luvestigaiido  misterios 
En  que  va  tanto  i  mis  iras 
No  entre  su  conocimientn, 
Siuo  i  Infundirte  ilusiones , 
pue  entre  la  duda  y  et  sueño. 
Le  impidan  et  discurrirlos. 
Cuanto  mas  el  comprcuderiost 

rain  «RIO. 
Con  tu  misma  razón,  contra 
Tu  misma  raion,  intento 
Detenerte  el  paso;  pues 
El  Genio  elegido  siendo 
Vo  de  Dios,  que  eo  su  albedrio 
Tvmliien  tu  Inspiración  tengo 
((jnn  Ilios  aun  á  los  inOeles 
Ñu  li-s  nlet(a  angeles  buenos ) , 
Me  Inca  que  110  eonfunda* 
Con  fanl  Jstlcoi  objetos 


Va  sé  que  igualmente  asiste 
Dios  al  fiel  j  al  infiel ;  pero 
Aunque  lu  sé,  y  sé  tamWn 
IJue  al  mas  bárbaro,  al  mas  ciego, 
A  quien  no  llegó  la  clara 
Luí  de  su  conocimiento, 
No  le  queda  i  del>er  nada ; 
Pues  como  se  adorne  cnerdo 
De  las  virtudes  morales , 
A  le;  natural  atento. 
Aun  de  morales  vlrludps 
Le  da  temporales  premios. 
Va  en  victorias,  yaen  rlqueus, 
Va  en  dignidades,  ja  en  puestos. 
Va  en  salud ,  js  en  larga  vida , 
Va  en  fin  en  otros  aumentes  ¡ 
Con  todo,  no  bas  de  negarme 
Hoj  la  acción  que  citntra  él  tengu, 
Pui'S  reproba  secta  sigue , 
y  está  en  su  aborrecimiento, 
Segno  presente  justicia. 

BDUt  GEHIO. 

Es  verdad,  mas  no  por  eso 
He  de  perder  la  esperanza 
Que  de  sus  mejoras  teogo ; 
Porque  siendo,  como  es, 
Aquese  heroico  mancebo 
Tan  nada  entregado  :il  ocio, 
1'an  Ludo  dado  al  desvelo , 
Tan  afecto  ala  justicia, 
A  la  piedad  tan  afecto, 
Taa  templado  en  los  enojos , 
Tan  humilde  en  los  obsequios  , 
Tau  de  la  verdad  amigo , 
Tan  i  la  mentira  opuesto, 
Tau  prudente,  tan  afable. 
Tan  liberal,  tan  modeslo, 

Y  en  fin,  tan  contrarío  i  cuanto 
Turba  el  natural  derecho , 
Bien  rio  que  ha  de  ilustrarle 
Dios,  por  especial  decreto. 
Tanto  en  bienes  temporales. 
Que  pasen  i  ser  eternos. 

MAL  GENIO. 

Antes  que  de  tanta  causa 
Llegues  á  ver  el  efecto, 
Vo  le  sabré  pervertir 
Con  tal  desvanecimiento. 
Que  olvidado  del  estudio , 
No  ande  acaudalando  medios 
Para  otrás  felicidades : 
A  cujo  fin ,  pues  aue  tengo 
Ya  inspirado  ai  valeroso 
Abclala  ,  rej  de  Marruecos , 
Que  al  op6sito  le  salga , 
Lograré  qne  de  su  encuentro 
El  triunfo  le  desvanezca , 
Para  que  en  su  vencimiento  .    • 
Tenga  premio  esa  virtud 
Temporal,  sin  que  su  celo 
A  que  sea  eterno  aspire 

Ven ,  que  yo  i  ese  mismo  tiempo 

Slepresentandii  los  dos        . 
esu  Buen  Genios  Nal  Genio 
Exieríormeiite  la  lid. 
Que  arde  interior  en  su  pecho) 
Zozobraré  tus  aplausos 

V  turbaré  tus  trofeos, 
Sacando  de  sus  azares 
Sobrenatural  acuerdo , 

Qae  i  la  primer  causa  acuda. 

Pues  tocí  al  arma ,  qne  presto 
Verás  de  la  competencia 
Nuestra  el  lin,  i  Ahdalí  oyen<1o 


V  i  sus  gentes,  bien  que  ahora 
Solo  eo  lejanos  acenlos... 

(.4  una  parle,  dentro,  cajaif  meet  muf 
baja*,  eeme  que  ie  ogea  ú  la  tijín.) 

soLDkpos.  (Uenlro.) 
¡Muera  el  principe  de  ¥et 

V  viva  el  re;  de  Marruecos  [ 

wn  «EHio. 
También  oiris  tú  de  estotra 
Parte,ifln  de  mis  intentos... 
(A  otra  parte  alabaíUUt  y  ckirémiat 
¡  s  voces  alta*.) 

■  OTBOS  SOLDADOS.  {BotlT».) 

I  ¡Viva  nuestra  invicta  Reina 
'  V  viva  el  Principe  nuestro  I 


,  Su  interior;  exterior  lid, 
,  Unos  j  otros  repitiendo,.. 
1  UKoa,  {Dentro.) 

:Muera  el  principe  de  Pez 
.  V  viva  el  rey  de  Haf'ruécos! 
i  OTSos.  (Dentro.) 

¡Viva  nuestra  invicta  Reina 
!  V  viva  el  Principe  ougsiro! 
'  {Vaiue  iM 4oi  GeBiai ,  y  detpierlatt' 
i        Ptintípe  como  deipawriio.) 

I  ESCENA  IV. 

'  EL  príncipe. 

I  ¡Cuin  brevft  instante  el'descanso 
'  &eroe  permitió!  ¿Qué  es  esto? 

iQué  nuevo  rumor  de  armas, 

l)e  salvas  qué  rumor  nuevo 
\  Al  primer  albor  del  día , 
'  Nubes  j  sombras  rompiendo , 
¡  Sobre  que  dormido  vea , 

Quieren  que  sueñe  drspierLo? 

Si  era  arma,  ¿cómo  no  hace  , 

Mi  genle  mas  movtiniemo. 

Dando  i  entender  que  yo  solo 

Delio  de  escucbarla  al  vientof 

V  si  alegre  salva ,  icámo 

Nii  hay  quien  me  diga  i  qué  efecto? 

¡Hola !  «N'adle  me  responde? 
{Tccan  lat  ehirinUat  y  al^alOlii$.) 

ebceha  t. 

ZARA ,  EL  NlSO  HULEY,  xcoufAüi.- 
.aiEiiro;dc(pitet,souADOs,  dentro.— 
EL  PRINCIPE. 

lARA.  (Dentro.) 

Ninguno  llegue  primero- 

Que  yo  i  ganar  las  albricias. 
.(Sale  el  aeompaúiimientii ,   y  di'lrat 
I      Zara   coa  espada ,  plumat  y  ben- 
1     gala ,  y  el  niño  Nuley  con  téngala  y 
I     eipada.) 

Hermosa  Zara ,  i  qué  esesto^ 

I  No  desdeñes  con  la  duda. 

Dulce  esposo,  amado  dueho. 

La  llneía ,  pues  no  puede 
,  Ser  sino  el  rendido  afecte 


dbyCOOglC 


De  biber  per*  tinta  auaencit 
ValUtlo  ya  el  sulrimieiilo. 

Y  lieuüo  asi  (lü  lo  ubes) 

(toe  en  lis  (parras  que  Uivieroa 
De  Túnel  1^  rehelA<laa 
Islas  con  ml'paJre,  fueron, 
Ea  los  iirimeros  allMres 
De  mU  aouncius  primeros , 
Las  tramillas  inis  arrullos , 

Y  las  cajas  mis  gorjeos , 
Tanto  que  muerlo  mí  padre 

■  iBi  hermano ,  Infante,  tierno , 
Hubo  d«  estribar  en  mi 
Üe  (anta  escinijalo  el  peso , 
Sin  que  agoviase  mi  espalda , 
Sin  que  doblase  mi  cugIId 
Ni  el  lesondeins  tiolencias, 
tfl  de  sus  sañas  el  <riesgo. 
Hasta  poner  i  mi  hermano  - 
En  posesión  de  su  reino ; 
lUómo  puedes  ignorar 
Que  aquel  heredado  alíenlo 
ha  que  nact  j  me  erré , 
AlimenEíiidome  al  fae^o 
Ue  los  cañoiips  i  rayos, 

Y  de  U  pólvorj  i  truenos, 
Sea  qnien  me  facilite 
Venir  en  tu  segó  i  miento  t 

Y  as),  viendo  que  lu  padre , 
Las  levas  que  quedó  haciendo 
Para  recluiar  lus  tropas 

T  para  doblar  lus  tercios, 
Babia  de  encomeudarlaa 
k  cabo  cnjo  denuedo 
Te  acompaTiase  en  la  lid , 
Te  asistiese  en  el  conseio, 
iQuién  como  yot  h:  propuse ; 

Y  aBadleodo  el  llanto  al  megn, 
í  repetid  us  instancias 

Oe  roi  amor  lo  otorgó ;  pero 
jQué  mojer  eniró  lluraado 
Que  nri  saliese  veocieuiloT 
Con  que  i  reliaccr  las  escuadrus, 
A  guarnecer  lus  pertrechos, 
Yeu  fin, 'i  morir  couiíí;», 
Soy  yo,  Maliumel,  la  que  vengo, 
Trajóndoie,  porque  veas 
Cuanto  lus  huestes  aliento, 
A  Holey  Hahomet ,  que  bija  - 
Tuyo  1  mío,  sea  espero , 
Niievo^scandrJjttc  de  Europa, 
DeTsia  -Saladillo  nuevo , 
Coyas  iremobifas  plumas 
(Imitándole  en  los  heclios. 
Como  en  el  nombre  te  imita ) 
Remooteo  su  altivo  meló 
Hasta  desplumar  las  alas 
Del  Iguila  dcHmperío. 

Cuanto  mi  madre  de  mi 
Se  promete,  te  prometo 
Cumplirlo  va,  y  mas  «hora 

Íne  humlloe  la  mano  beso, 
orque  el  aliento  del  labio 
Ué  al  corazón  mas  ilientn.     .      . 


Y  r»oble  agradechníenio 

Deba  responder.  Pues  no. 

Que  aunque  es  verdail  que  agradeico 

La  fiíiexa,  en  ellAnailA 

Es ,  Zara ,  lo  que  te  debo. 


EL  GRAN  PRINCIPE  DE  FEZ. 
PBlMirt. 
Oye.  si  quieres  saberlo. 
Tap  como  esposo  te  estimo. 
Tan  como  amante  te  quiero, 

Y  lau  como  amante  esposo 
Te  idolatro ,  que  sospecho 
Que  desde  moro  i  genlJI, 
Apóstata  mi  deseo 

Hoy  pasa,  adorando  t  Pilas 
Kii  la  hermosura  tle  Vi  ñus. 
Testigo  desla  verdad 
La  ley  sea ,  pues  teniendo 
"  "  .  permisión  (tquiín  dada 
^ub  seria  al  justo  efecio 
tle  que  miestra  religión 
Siempre  fuese  en  mas  annieiitof ) 
Para  admitir  mas  es|>osu 
Uue'una ,  ni  aun  el  peitsamíenlo 
Se  atrevió  i  hacerte  ese  agravio , 
Disonlndome  el  que  riendo 
Ub  contrato  natural 
m  del  pñmer  casamiento , 
Se  ofenda  con  el  segoudo ; 
Porque  icómo  esperar  puedo 
Honesta  fe  de  uua  esposa 
Oue  ve,  al  entregarme  ealero 
Todo  un  corazón,  que  yo 
Se  le  pago  con  el  medlol 
M  ¿como  puedo  tampoco, 
Traidorameote  grosero. 
Sin  que  sea  estelionato 
De  amor,  i  segundo  tlueñn 
Dar  lo  que  al  primero  diT 

Y  mas  cuando  en  el  primero 
Tan  híeu  hallado  esta  amor, 
Tan  ufano  y  tan  contento 
Utnio  el  niin ,  <|ue  i  otro  bien , 
A  otro  cariño ,  á  otro  empleo 
Noaspiraí  Miíasi  dije 

Ulen  eu  que  nada  le  debo , 
Pues  quien  lo  que  deM  paga , 
Queda  de  la  deuda  absuello.  , 

Con  dos  razones  la  Oua 
Cortesanía  agradezco  : 
Una ,  el  desengaño ;  y  otra , 
Oue  siéndolo ,  llegue  presto ; 
Porque  ya  descouHada 
Del  no  merecido  cefio 
Ka  que  nada  me  debias. 
Estaña  entre  mi  diciendo... 

solpjuws.  (DíJtfrí.) 
¡Viva  Abdali ,  j  Mahomei  maera ! 

Kiente  el  aleroso  acento 
Que  creyó  que  tal  decía, 

raiscípc. 
No  hagas  del  Masó  agüero. 

(Cómo  no,  si  al  escucharle. 
Absorta  y  confusa  tiemblo  T 

IDeiUrt  ceje*  y  elaraet.) 
aoLBSDos.  [Denlre.) 
\  Arma ,  arma '.  i  Guerra ,  guerra ! 

(.Ip.  Ahora  no  es  devaneo. 
Supuesto  igue  lo  oyen  todos.) 
íAIi  de  la  guardia!  ¿Qué  es  esuT 

ESCERA  VI. 


Las  centinelas,  seBor, 

Que  avanzadas  en  los  puestos 

Esiin  de  las  atenidas. 


A  lo  largo  bao  feícnblOTto 
Armadas  tropas  de  iiifaiites 

Y  caballos.  Solo  aquesto 
Supe  hasu  aqui ;  pero  en  tanto 
Que  batidores ,  que  fueron 

A  tomar  loz,  informüdos 
Vuelven ;  por  no  perder  tiempo , 
1'e  traigo  aqueste  villano 
Que  viene  del  monte  huyendo. 
De  quien  podrís  informarle ; 
Que  aunque  rustico  y  grosero 
(Morillo  al  Dn.baharleu  traje 

V  lengua)  con  lodo  eso. 
Te  diri  lo  que  en  él  vio. 


iQué  querer  decir  aquello 
De  baril  morllio!  Halitadle 
Hra ;  que  mal  por  mal ,  ser  menos 
Ké  estar  morílio, baril , 


Hirad  cómo  habláis,  que  cstfús 
En  presencia  del  supremo 
Principe  de  Fes.Mulej 
Hahomet. 


Adedr  voKedlo, 
Qae  ser  mocha  algorobia 
Para  aprendida  tan  presto. 
;QuiéQ  decir  1 

CIDS. 

Huleyjlahomct, 
Principe  de  Fel. 

ALCniCDI. 

Si  un  miedo 
Traer  b)iu  aqui,  ya  son  dos. 

PBllICirB. 

Llegad  y  no  temáis. 


Conmego  cabado  estar, 
Ua  DO  cabado  coomego. 

jCómo  T 

ALCOICIl. 

Como  mi  querer 
Llegar,  é  no  llegar,  viendo 
Que  no  saber  cómo  liabladle 
Con  debido  catamiento 
A  »nior  Mulo  Hahoma  , 
Prencipiode  Pez.      IHaee  que  k  M.) 

TtigClfE. 

Teneos     , 
Y  cobrtos. 

sLCincui. 
Mal  poder 


*       niliwipc. 
;Cómo«s  llamáis? 


Dése  poritro 
Que  entre  Berruecos  y  Peí, 
lío  ser  Pez  ni  ser  Berrueco*. 

pafsciFE. 
iAddnde  Ibais  T 


A  por  lenla. 

rRiKCIPE. 

¡De  quién  huís  t 

ALcnzcn. 
Oír  atento. 
Ue  jontento  é  me  atitt 


lio  é  me  nt^H  , 

,t,zodb,GoOglC 


333 


COHCnUS  DE   DUN  PEDaü  CVLbKRON  ÜE  LA  BARCA- 


DeMiDiDa  (jauberlo. 
Que  mojeres  por  semibas 
Servir  i  marido),  baciendo 
Ud  hai  de  Jenia  estar,  ci^piido 
Oír  ea  repeniidoi  ecos 

fl  tan  ton  de  tos  labaios 
el  loa  (Hit  lie  los  (rómpelos. 
Volier  los  ojus,  é  «er 
Por  lodos  los  vcricuctus 
Desoirá  parlo  Jt'l  maule, 
.  Tantos  lie  tos  Cdhalíeruí 
E  lai>(o9  de  los  inranlos ; 

V  delanliodose  delius 
Udos  trompas,  ter  tamliien 

8ue  ir  ú  matando  ú  iiveiiilendo 
tros  li'iiiudorps.  Ué, 
Üue  mirar  ¡jeligro  c-tco. 
Jómenlo  é  mojer  «Icjar 

Y  escorrir.  V  pus(|uc  liego 
A  pea.de  siniarPriticiiiio 
De  Pez ,  que  mamiar  le  mego 
Volver  jómenlo  ¿  mojer; 

ü  si  es  mucho  pedirle  eslo, 
Li  mojcr  les  perdonar. 
Como  volver  el  jómenlo ; 
Queílsersolov  eliano, 
Uue  out»  tres  ¿cuatro  lengo,- 

soLDADos.  (Dentro.) 
iArma,(rma!  ¡Giurra,  guerraf 

Yt  loshaiidores  nuestros. 
Trabada  la  escaramuza, 
Ohligados  del  exceso , 
VucIVeii  tomando  la  cai^. 

Pues  salgan  i  socorrerlos      .     ■ 
I.as  compañías  de  guardia , 
Siiéiitras  quK  con  lodo  el  graeso 
Vo  al  opósito  les  salgo. 

(ViiM  CideHaaiet) 
Tu ,  Zara ,  en  lanío  que  vuelvo 
A  lus  ojos  vitoríoso , 
Con  Hule;  espera ,  haciendo 
Heien  la  gente  aue  traes. 
Para  que  en  cuali|uier  sueeso 
La  retirada  asegure  — 
Teca  al  arma.  ( Vair.) 

i  Cómo  es  eso 
De  que  jo  me  quede,  cuando 
Tlileempeñasf  ;A  qué  vengo 
Sino  i  vencer  ó  morir 
Contigo!  Eu  mi  seguimienlo 
Veiigau  mis  tropas,  quedando 
Dos  compañías ,  á  efecto  ' 

De  hacer  escolta  ü  Huley ,  r 

A  quten  eo  la  tienda  dvjo 
Con  órdeu  de  que  no  salga  ! 

Ue  ella.  —  Toca  al  arma.  (Vate.) 

Que  Id  no  guardas  el  orden  [ 

Ue  mi  padre,  ;a  no  debo  I 

Guardar  el  lujo.  Un  caballo 
He  dad ;  que  disculpa  tengo , 
No  oheUedendo  i  mi  padre. 
Ni  i  mi  madre  obedeciendo;    ' 

?ue  de  mi  padre  seguí 
áe  mi  madre  el  ejemplo. 
(Vaw  cen  el  acompañamlenta.) 

ESCENA  Vil. 

ALCUZCUZ;  solpams,  dentro, 
mos.  (D«nfr0.) 

OTjiuS.  (Denlre.) 

¡Guerra,  guerra! 
{t'lngete  dentro  la  batalla,  y  locan  ea 


¡Bono  andar  el  caramu/.a! 

i  l)Lié  locarle  i  Alcorcuí.T  Pero 

A  Alcorcus.  que  i  degrrídus 
.  Oler  i  estas  horas  pensó, 

í  (Jué  locar,  sino  escondido 

¿sur,  husla  ver  socesot 

Oue  Alt  mejorar  el  horas; 
,  Benque  en  sus  mejoras  lema 

8ue  el  mojer  parecerá , 
no  parezca  el  jómenlo.         {Vate 
I  SOLDADOS.  {Deniro.)       , 

I  i  Arma,  arma!  ¡Guerra,  guerra  ! 
[Tocan  la*  cajai  s  irompeUu.) 


ESCENA  .VIII. 


^  (Ib  qué  contento  estarlas 
Al  ver  coinlo  en  ese  eneneutru 
Se  declara  la  Tortuna 
Por  Huley  Habomel! 


ÜALCl 


Escí 


Pues  con  aquesto  le  pago , 

Como  dijimos  prímern . 

De  sus  morales  lirlniles 

Kl  merecido  Laltnio, 

Sin  que  á  mejor  premio  aspire. 


{DUparaa  denlre.) 

I  i  TatXN/L  IX 

!  '         F.L  PRINCIPE.— Dichos. 
¡  ratnctpe.  (Dentro.) 

;  Valedme,  cirios ' 

I  Gu  la  colina .  de  donde 

Estaba  ilislribuyendo 
I  Las  6rdenes,  desmandada 

Bjla  el  caliullo  le  lia  muerto. 


^  V  despeñado  de  esolra 
I  Parle  del  monte ,  cayendo 
I  Viene. 


I  i  Adonde  vas  I 

I  BUEK  OMIO. 

A  ampararle, 
.  Pues  á  nii  cargo  le  leugo.. 

:  Porque  no  te  deha  i  ii 
I  I^  vida ,  á  mi  pe.tar  lli-go 
I  También  yo. 

;  {Detde  lo  alta  cae  deipenada  el  frin' 
\     cipe ,  y  viene  á  dar  en  lut  bratot  de 
lo*  det,  s  "habla  cima  qnt  no  lo$  m.) 
1  i>Ri:icirf.. 

t^ruelTorluna, 


Ansias  jr  dichas  T  ¿Quí  es  esto? 
MAL  GKiiio.  {Invititle para  el  Principa.) 
Dar  tu  Ual  Genio  las  dichas 
BUEKGENKi.  {IwiiibUpara  el  Principe.) 
V  las  auirias  tu  Buen  Geolu. 


ESCENA  X. 

ABDALA.ZARA.CIDE  BAHET,  EL 
MfíO  MIJl.I'n  TILDADOS,  rf<nlra.— 
Dicu«s. 

ABn*LÁ{D«lW.> 

Pues  su  caudillo  les  Talla, 
Aellos,  soldados. 

SOLDADOS.  {Dentro.) 
A  ellos. 

Esto  es  peor,  que  AbdalA , 
Alentado  cu  mi  despeño, 
revendo  que  muerto  caiRO  , . 
aelve  i  embestir  mas  soberbio ; 
mi  gente  desmayadj 
e  ponu  eo  Tuga ,  dicii.-ndo,  . 
.     CHií.  (Deaíra.) 
Soldados ,  a  retirar. 
Pues  Taita  el  PdiKipc  nuestro. 

ZARA.  (Deulro.) 
i(]aé  es  retirar!  Por  su  filia 
DeliKis  seguirme  ,  pues  quedo 
En  venganza  de  su  vida 
Vo  heredera  de  su  esfuerzo. 

rBlMiPí." 
¡  La  voz  de  Zara  es  aquella ! 
iVcómo  (¡  ay  Infelii!)  puedo 
Dejar  en  defensa  suya 
De  dar  la  vida* 

ALío:  {Dentro.', 

Soldados?  ;Asf  dejais 

A  vuestro  Principe  en  niedio 

Ue  lanía  euemtga  hueste? 

Has  ¡av  ile  mi!  iQue  es  aquelloT 
"■      s'la  vo/.  deMuleyTSl, 
el  que  osado  y  resuello 
Se  atreve  i  moHr  matanilo. 
^Cónin  i  ampararle  no  llego. 
Matando  y  muriendo  yo! 

lAlA.  {Deairc.) 
¡Aqui,  soldados! 

FRlnCIFE. 


dbyGOOglC 


A  fII*  iCDdirí  nrfmern , 
Uue  es  la  mlua  <le  ni  vida. 
NIÑO.  {Dentro. ) 
¡Soldados,  aquí! 

pbIscipe. 

•    ¡Qué  inientoT 
Que  él  H  la  mitad  del  alroi. 

UR<t.  (Dentro.) 
i  A  j  i}<  mi  f 

Ya,*Zara,ivelio 
A-U. 

Rijlo ,  (Dentra.) 
¡A;  de  mi! 

pilhcipt. 

Y  Aliviado... 
Pero  en  vano  lo  priendo; 
Oue  i  ano  ni  i  olro  permite 
Que  pueda  acudir  lo  Rspeso 
De  tanta  Intrincada  br^Aa. 

S*  liéD  se  vi6  lirado  acero 
dos  tan  fuerles  imanes, 
Que  por  ir  i¡  amlios,  suspenso 
Se  eUíi  íin  ir  í  ninguno? 

Y  pues  del  imán  me  acuerdo, 
Trajréndome  i  la  memoria 

La  ambigüedad  desle  empeSo, 
El  sepulcro  de  mi  grande 
Profeta ,  que  eslíi  en  el  viento ' 
Fijo,  enfede  su  atractiva 
Violencia,  para  él  apelo. 
{Áligraie  el  Mat  Genio ,  y  el  Buen 
entriileee.) 
'    ¡Grande  profeta  de  All .' 
Solemnemente  le  ofrezco, 

Y  con  voto  revalido, 

A  Heca ,  tu  antiguo  templo , 
It  en  peregrinación , 
Si  la  maraña  rompiendo 
Destns  montes ,  los  socorro. 
{faie.  Suena  deufre  la  eaja  s  t 
de  arma».) 


soLDAims.  (Dentra.) 
;  Arma ,  arma !  j  Guerra ,  guerra ! 

.      ABDkii.  (Dentra.) 
A  ellos ,  soldados. 

SOI.DADOS,  (Dentro.) 

i  Mira  i  qué  buena  primera 
Cauía  le  lleva  el  empipo 
De  BUS  ansias ,  pues  el  vnto 
A  SU  mal  prufeta  ba  hecho! 

Aunque  es  religión  errada , 

Ya  es  religión  por  lo  menos , 
Que  do  su  Buen  Genio  da 
Indicios ,  mostrando  en  eso 
La  piedad  de  su  engañado 
Coraioii ,  pero  dispuesto 
Para  mas  perfectos  votos. 

^CbIimJo  serin  mas  perfectos? 


&o  tolo  Dios  lo  sabe. 


EL  GRAN  PRIKC1PE  DE  VKl. 
I  A  McJ 

I  Norabuena,  j  sea  diciendo 

¡linos  y  oíros,  hasta  que 

I  Mas  claro  lo  diga  el  tiempo... 

I  DBos.  (Dentro.) 

0T8ÓS.  (Dentro.) 
-  ¡Guerra,  guerra. 


iViía  Uarmécosl    (Vante.) 

Vllta.  —  Mncllc  di  an  pnerlo. 

ESCENA  Xn.' 

DON  BALTASAR  MANDAS ,  con  Mh- 
to  de  San  Juan ,  batían  y  banda; 
■xmW.  lie  toldado. 

nOH  DALTASAM. 

No  te  canses,  que  no  bu  de  Ir. 

Eso  es,  juro  á  Dios,  querer 

Deslucir  y  ilesbacer 

Mi  opinión,  i  \)ai  ha  de  decir 

Malla  de  mi,  si  me  ve 

( ;  Pesar  de  quien  me  engendró !  ) 

Ir  contigo ,  cuando  en  te 
De  tu  sangre  y  tu  opinión 
ño;  el  gran  tlaesiru  fia 
Las  eos  las  de  Rerlierta 

V  liaiior  de  lareligio». 
Sino  que  debo  de  ser 

AI|{mi  mandria ,  y  que  temblando 
He  quedo  de  mÍL'ilu  1  cuando 
Sabt'S  lü ,  ó  debes  saber 
Que  eu'todas  las  ocasiones 
Que  le  bas ,  voto  A  Dios,  hallado, 
Siempre  me  has  visto  i  tu  lado 
Cumplir  mis  obligaciones 

.      DOK  BlLTAStn. 

Que  siempre  osado  anduviste 

V  valiente.  Tnrin,  yo 
ÍM  confesaré ;  mas  no 
Confesaré  que  cumpliste 
Tus  obligaciones. 

iEa  qué  falta  me  bas  bailado? 

DON  BALrASAB. 

En  qne  nunca  ea  buen  soldado. 
Quien  buen  ciistinno  no  ea. 
Si  cuando  en  tns  labios  noto, 
Els maldición  cada  aliento. 
Cada  voz  un  juramenlo, 

V  cada  palalira  un  loto ; 
Si  cuando  te  be  menester, 

V  no  es  cárcel  donde  llego 

A  bailarle,  rs  casa  de  juego, 
U  de  perdida  mujer; 
Si  en  mi  vida  no  te  vi 
Rosarlo hi  devocioD, 


Se  por  haberte  traído 
la  patria,  he  tof erado. 
Con  vene  mal  inclinado. 
El  no  haberte  deq>ed ido. 
Por  el  prudente  temor 
Que  amenau  tu  despeüo , 
Pues  quien  es  malo  con  dueüo , 

<  rtpitii. 


!^  duei^o  seri  peor; 

Ser.l  bien ,  pues  que  cotunigo 

No  has  de  ir,  que  le  retueWai 

V  que  i  Saboya  te  vuelvas; 
Porque  en  la  empresa  que  sigo 
(Que  es  dar  vista  i,  las  riberas, 
En  corso,  de  Berbería, 
Donde  el  Gran  Maestre  me  envía 
General  de  seis  galeras, 

Y  donde ,  annane  es  justo  el  celo. 
No  hay  seguridad  alguna. 
Porque  trances  de  fortuna 
Corren  1  cuenta  del  cielo]. 

De  li  no  son  miedos  taños     . 
Pensar  contra  sus  decoros, 
^ué  iiari  un  cristiano  entre  moros 
Que  aun  es  moro  entre  cristiauos? 

tOBIS. 

Cuando  de  tos  dos ,  seBor, 
Se  haga  comedia,  sera 
El  titulo  que  leiidri. 
El  Amo  Pri'dicador. 
iCuerpo  de  (Xisto I  ¡Por  quA 
Eso  bas  de  temer  de  mi. 


...     .    _  lemas,  di, 
:Qué  buena  piedad  serji, 
Porque  no  reniegue  alié , 
Querer  que  -  --- 


igucaquIT 
perdíaos  jupucí , 
verdad ;  mas  ¿te  ha  faltado 
e  haya  yo  jugado  ? 


Algo  I 

Y  si  i  csuirus  taiKus  iiiK"i 

De  haber  sacado  la  espada 

Y  estado  preso,  í  has  oido 
Pendencia  que  no  haya  sido 
illen  reñida?  Si  me  agrada 
Esta  ó  aquella  mujer, 

lEs  mas  vlsiiar  i  alguna 
(De  lejas  abajo)  nue  una 
Pesadumbre  de  placer? 

Y  en  Bn,  propuesta  la  enmienda. 
De  que  desde  boy  seré 

Henos  malo ,  >  que  ponilré 
A  todos  mis  vicios  rienda. 
Llévame,  pnr  Dios,  contigo, 

Y  si  mejoras  no  vea. 
Podras  enriarme  después. 

0  advierte,  si  no  consiga 
F.l  ir  como  tu  criado. 
Que  soldado  sentaré 
Plaza,  ó  algún  lance  haré 
Conque  vaya  por  forzado; 
Porque  apartarnos  los  dos. 
Ala  tieriayo.y  tu  al  mar. 
No  ha  de  ser;  y  (sin  jurar)' 

No  has  de  ir  siu  mi,  i  voto  i  Díd\: 

POK  ■U.TUAR. 

1  Buen  modo  de  enmienda  rs  ese ! 
La  lengua  se  fué  no  mas. 


SI  la  palabra  me  das... 
— Pero  la  nlAtlca  ee^ie. 
Que  (ale  el  Gran  Maestre. 


?ae  I*  escuadra  prevenida , 
ripnlada  y  eaarnecida 
De  gente  y  de  chusma  estl. 
No  Mj  que  esperar,  Baltasar ; 

Uglizod'eyGOOgle 


y  mas  cuaiiilo  Jeia  slprm 
Encrespiii  vlentns  du  Uerra 
Klanrfas  rspuinis  al  mar. 
Los  avisos  que  lie  teiiíJo , 
Son  ((ue  Túhm  armar  traU 
A  Alaml,  el  mayor  piraia 
Uue  esloi  marrs  han  lenido. 
io  su  bDKH  vais ,  j  Psp«ro 
Que  poagi  i  su  orgullo  esp*Dta 
Vui'SIra  lalor,  v  el  de  taulo 
Religioso  caballero 
Cnnio  os  acompaha.  Huesire 
Vaesiio  esplTíLu  gallardo  . 
!;>ue  sois ,  llandas ,  sabojardo , 
V  rs  sitboyardo  el  Maestre 
ijiie  rsia  caravana  os  fia. 
Volvpit  iiues  por  lu  ouinioii  • 
lie  lo<la  la  Religión , 
De  vuestra  patria  y  \t  mis. 


COMEDIAS  ue  DON  PEORO  CALDERÓN  DK  LA  BARCA. 


Si  en  favor  tan  singular. 
Señor,  mis  dtcliss  nitablo, 
Coniü  el  de  Don  Frey  Juan  Pablo 
Lazarís  y  Cisiellsr, 
Maestre,  cuando  á  dar  vaya 
Huchas  vidas  que  tuviera. 
Aun  fueran  pocas.  Terrera 
Vei  es  esls,  que  esa  playa 
General  suyo  ifle  ve ; 
Y  anooue  en  las  dos  he  tenido 
La  dlcba  de  haber  venido 
Coa  reputación .  no  sé 
Quémediceelcoraion, 
Que  astrólogo  suele  ser. 
De  que  en  esta  be  de  volver 
Aun  coa  mas  reputacioa. 

Sola  una  cosa  podrji 


¡ObTnrtnlíQuéesT 

Que  i  mi 
No  qoiere  llevarme  atti. 

Pues  ¡en  qué  le  bas  enojadoT 

Sirio  en  reñir,  en  jugar. 

Enamorar  j  jurar ; 

Que  otra  falta  no  me  ba  bailado. 

¡Qué  virtud :  Pues  lisonjero 
ETmar,  do  hay  ola  que  mueva, 
A  urpar.  PieM  de  leva 
Uspare  ,  y  venid ,  i|ne  quiero 
Veros  embarcar. 

l>os  cielos 
Vida ,  gran  señor,  os  den, 

Y  á  vos  os  tralgao  con  bien. 

lY  en  qa£  paran  mis  recclosT 
^Hay  indulto,  ó  hay  ulirajeT 


En  que  i  ler  la  enmieada  pruebe. 

He  al^ro;  ¡el  diablo  me  lleve!  (Vaiue.) 

mw.  (¡¡entro.) 
¡Baen  viaje! 

oraos.  (Oenfra.) 
¡Buen  viaje! 


Campo  1  lis»  de  uní  qHiai)  prdilmi  i  Feí.    Vina  el  hermato  infante,,, 

ESCENA    XIV. 
£n  luilaifs,  dealra ,  cania  la  «vsict,  y 

en  otra  tuenanloM  eaiaip  trompeta*, 

y  lalen  luego  EL  RtlV,  g 


\  por  sabio  y  vállenle , 

■üsic*.  {Deitlre. ) 
y  por  toMo  s  velienie... 

Ciñan  su  augusta  ft^nte... 

■iJsiM.  (Bentri).) 
Cuan  su  aufutla  frente... 

Sacro  el  laurel,  padSca  la  oRva. 

Httsicik.  (Dentrt.) 
Sacro  el  laurel ,  pae{flea  la  olha. 

¡Viva  el  grao  Hahomet,  viva! 

Va  que  en  aquesta  quinta 

Qm  bosqueja  el  abril  y  el  mayo  pinu, 

Adelantando  gozcs,'3l  camino 

Salirle  ú  recibir  mi  amor  previno , 
Mientras  Vei  en  triunfal  curro  le  vea 
Digno  *  sus  hechos ,  vuestra  salva  sea, 


Quien  diga  i  vi 


ido  y  b  fes 
¡:  Viva  Mal 


{Laatia ,  clarín  g  Múñea ) 

rSlNCIFi. 

Va  qoe  según  su  aviso , 
De  la  quinta  diviso 
La  siempre  verde  esfera. 
Donde  mi  padre  recibirme  espera. 


Zara  viva. 
[Caja  t  clarín.) 

¡Vira  la  bella  esposa... 

>tt*ic«.  IBaOn.) 
Viva  la  bella  npoia... 

Que  valiente  y  hermosa... 

aiüicá.  {Dentro,) 
Que  paUettlt  y  htrmota... 

Oe  ambos  extremos  se  corona  altiva  > 

FItiJICIPI. 

Uieoaet  ¡viva  Zara! 


Que  no  meaos  triunfante... 

utJsu:*. 
Que  no  méaae  trimfaiS. 

Es  bien  qne  nuestras  ansias  le  reciban. 

¡  Viva  Hulej, 7  Zara  y*Hahoaiel  vivan! 

Dame,  Mahomel,  los  liraios. 
Tu,  bellísima  Kara, 

(AbrátalM  como  lot  nombra.) 
Llega  también,  y  vos,  oh  prenda  cara, 
Paes  sola  el  nudo  que  coa  dulces  lnos 
Une  un  amor,  que  estrit»  en  doa  peda- 
Llegad,  llegad  al  pecho ;  [lOt, 

Que  aunque  pareicaquees  paladoes- 
Para  tres  voluntades,  [trecho 

Llenan,  pero  no  ocupan  las  veñlades; 
V  lo  son  las  de  amor  tan  verdadero, 
Que  dividido  en  tres,  se  queda  entero. 

Hasta  besar,  señor,  tu  invicta  planta... 

Hasta  voher  Uíoabnle  yo  t  tus  ojos... 

También  yo,  hasta  ofrecerte  mis  despo- 


De  victoria  tanta... 
KiSo. 
De  tan  alto  trofeo... 

L(^  la  illcba.,  pero  no  el  deseo. 

(Ap,)  fgoio, 

crtri  que  al  ver  tan  común 


Mul'ef 


desiliciía  se  aumente  i  so  alboroio ! 
fnes  no.  que  mí  desdicha 
Aun  es  para  callada  mas  que  dicha. 


Abdalá  es  el  que  m 


is  prisionero , 


Viva  el  hermoso  lofaute !. 


Ll^a  i  DB  plés. 

Donde,  si  tuve  alguna 
Queja  del  hado,  yab  be  remitido; 
"^ue  de  tal  veucedor.ser  el  vencido 
'rae  el  dolor  en  traje  de  consuelo. 

{ÁrrodUlate,) 

iQuées  loque haceisTAlzad, altad  del 

Y  ocupad  de  mi  lado  [suelo , 
ti  superior  lugar;  que  nunca  á  hado 
Pasar  debe  el  desden  de  la  persona 

Al  sagrado  esplen<lnr  de  la  corona. 

V  ya  que  tanto  huésped  generoso 
El  efecto  me  dice  venturoso 

Del  trance  de  la  lid,  saber  quisiera 
De  qué  manera  fué. 

riifilcu>E. 

Desta  manera ; 
Que  aunque  ya  mucbo  deUo  habris  oído 
Ue  populares  voces 

Que  el  vulgo  suele  adelantar  veloces . 
Henos  defecto  ha  sido 
Que  noticias  que  tiiiednn  emuezadas 
Pnislgan  nqwüdas,  qiir  ignoradas 
f^x  ese  monte,  que  er 


■dbyCOOgk 


I):  t'n  j  HaiTuéoos  nrt, 
Iiesiaiirabao  ms  soldaüc» 
l.as  rdii);3s  de  la  marcha ,  . 
Cuaiiilo  Zara  du  recluta 
l.li'BÓ. —  Bjsle  ckcir  Zara, 
Pura  (]ue  i  decir  no  >ut1v3 
Que  vi  3  Venus ,  vieiiilo  i  Palas. - 
Apéuas  pues  noH  d4á  tisia , 
Cuaiiilo  i  su  festiva  salva 
Kuceilirron  los  estriiendos 
De  tas  Irompi^tBs  y  cajas 
De  AlHlala,  que  valerosa, 
l-:n  mi  opósiio ,  coa  cans 
1><!  reducir  nuestro  duelo 
Al  trance  de  uua batalla. 
Valiente  se  opu».  Dejo 
Que  de  la  guerra  galana  ~ 
TrBl)ada  la  escaramuza. 
Bien  como  cuando  levanta 
Poca  chispa  mucho  inceudlo, 
Poco  suplo  gran  tiorrasca  , 
Kulmos  Kmp.eando  tropas. 
Fuimos  empeDaodo  escuadru. 
Hasta  venir  ü  eniaMar  - 
Todo  el  resro  de  las  armas. 
A  los  principios  rompida 
La  fiante  de  su  vanguarJU , 
Iba  á  caniar  la  Tlctoria; 
Cuaudo  (le  la  ardiente  aljalia 
bel  arco  de  h  furluiia 
Vilirada  Hedía  una  baU, 
D^  mi  caballo  muerta. 
De  suerte ,  qat  d«  la  alia' 
l^ulina  delliionte  al  ctiilro 
Jle  arrojó ,  no  sé  en  qué  alus  ,* 
Pues  cuando  ilel  pri'Cípirio 
ti  golpe  leml .  juiaia 
Que  me  recibió  la  liiTra 
Teuierosamcnte  blanda. 
Kl  pavor  de  mi  calda 
Tauto  á  mi  gente  desm.-ija 

V  tanto  lia  saya  alieolu, 

8ue  trocadas  las  lulaiiias, 
I  l]el,deinnel  peso,  hizo 
Que  una  suba  y  que  oira  caigi. 
nal  reparado  del  susto. 
Mi  fleute  ?¡  deMiiandida 

V  |)uesta  en  Tuga ,  sin  que 
tanto  horror,  conrusioo  lauta 
Perturbase  (nis  oídos. 

Para  gue  É  ellos  no  llegara 
U  voi  de  Zara ,  diciendo... 

¡Traidora ,  intime  canalla ! 
íOoé  es  retirar,  ni  qué  es 
Haber  pasado  palabra 
De  que  tu  principe  es  inaerto, 
SI  iiiies  ahora  coa  mas  causa 
Debes  lidiar,  pues  es  m*« 
Lustre ,  mas  bonor,  mas  Tama 
Que  hasu  aqui  por  el  blasón , 
Desde  aquí  por  la  veoganzaf 

FRbcirE. 
Dijo ,  y  de  pocos  leguida, 
Cnandn  de'  muchos  sitiada , 
Se  empeñó  en  los  eneinígos. 
Snbff  intenté  1  ampararla, 
A  pesar  de  lo  Intrincado 
De  breña),  Ironcoi  y  zarzas 
Que  el  paso  me  impedían,  cuaafti 
Lon  igual  brio,  igual  saña, 
Hule;  «D  igual  peligro , 
De  la  otra  pnrte  enla  Mda 
Del  moate  repelía... 


¿Asi, 
Vasallos,  se  desampara 
A  Toeitro  principe,  en  medio   ■ 
De  lanía  hueste  eolitraria ! 


EL  GRAK  PRINCIPE  DE  FEZ. 

Yo  eo  dos  partes  dividido , 
Queríen<lo  acudir  i  entrambas 
Solo  con  que  entrambas  viesen 
Que  moria  «n  su  demanda , 
for  en  medio  de  tas  dos , 
Venciendo  de  la  monta  fia 
Kl  ceño,  intenté  subir; 
Has«u  aspereza  era  tanta. 
Que  i  no  profeer  el  cielo* 
Uese  villano,  que  estaba. 
De  miedo  de  tanto  asombro , 
Escondido  entre  unas  lamas , 
Que  me  dijese... 


I  Sonior, 

Si  querer  sobir,  mis  pranlas 
Seguir;  que  lué  saber  senda 
Por  donde  i  la  cumt>re  salgas. 

'  PRinupE. 

Rin  él  delante  de  mi. 
Fuera  imposible  llegara 


Que  para  baber  de  pagarla, 

""'" conmigo. 


Apena 


B,  de  la  al 


Cumbre  mi  gente  me  fió 
Blandir  de  la  cimitarra 
La  cachi Ua ,  persuadiendo 
Has  la  acción  que  las  palabras, 
Cuando  el  coman  alboroib 
De  verme  vivo ,  leTanta 
Tal  alarido  en  mi  gente , 
Que  vDlvi¿  desesperada 
A  cobrarse ,  i  tiempo  que 
I  La  de  Abdalá ,  conliada 
I  En  ser  suya  la  victoria, 
I  Al  pillaje  sé  desmanda. 
'  Desordenado  él ,  y  yo 
Recobrado  (¡ola  qué  bien  llama 
El  gentil  i  la  fortuna 
Deidad  de  los  hombres  varia '.), 
Pude,  partiendo  los  dos 
Extremos  que  me  arrastraban 
Iguales,  hacer  en  medio 
Dellos  tan  grande  matan». 
Que  acadisudo  i  id  socorro , 
Vejaron  desmanteladas 
De  ambo*  costados  las  fnerui ; 
Con  que  pudo ,  de  uuo  Zara, 
Y  de  otro  Muley,  poner 
En  (al  estrecho  tai  guardias 
De  Abdali,  que  prisionero. 
Como  ves,  llega  i  tus  plantas. 
Pero  aunque  ruinas  y  triunfas 
Tan  de  extremo  i  extremo  pasan , 
Que  desde  un  tnsunie  i  otro. 
Llora  imo  lo  que  otro  cauta ; 
No  en  sus  términos  dejemos 
El  trance;  que  no  hay  humana 
Acción  en  que  la  divina 
Mas  absoluta  no  manda. 
Digalo  el  que  en  el  oonOicto 
De  estar  t«u  aventuradas 
Las  dos  vidas  (¿  quién  \iA  nunca 
Hecba  miudes  un  alma?), 
A  nuestro  grande  profeta 
Ofrecí,  si  me  ayudaba 
En  defCJisa  de  una  y  otra , 
l)e  su  sepulcro  i  la  casa  . 
Ir  en  peregrinación , 
Donde  en  sus  piadosas  aras 
Sea  ana  lampara  de  oro 
Ardiente  mudo  epigrama. 
Que  gerogliSeo  oiga, 
Cnando  i  sns  cenhss  arda  : 
•  Hahomet,  priBcipe  de  Fez, 
Esta  memoria  «oatagra  . 


Por  sa  liijo  en  el  metal , 
V  por  su  esposa  en  la  llama.  • 
¡  Y  asi,  pues  qui'da  Abdalt    . 
Donde  te  suplico  bagas 
Con  él  capitutarjones 
Tan  benignamente  gratas, 

guepareicamasqueeat* 
D  su  patria  que  en  tu  patria 
( Porque  esto  de  usar,  señor. 
De  superiores  ventajas. 
Si  en  el  opuesto  es  blasón , 
En  el  rendido  es  infamíal; 
Dame  licencia  de  que 
(Sin  (lue  en  mi  obligación  lia  jra 
Hora  ó  pereza)  1  cumplir 
El  voto  al  punto  me  parta , 
Tomando  uesde'aqui  i  Túnex 

tPues  en  otros  puertos  fallan 
or  abara  embarcaciones). 
Por  tierra,  de  mis  jomadas 
El  itinerario,  donde 
Jacimé ,  hermano  de  Zara , 
Desde  allí  la  embarcación 
He  asegure,  en  conUanza 
De  que  Alaml  me  convoye , 
Bien  como  mavor  pirata 

8ne  de  Grecia»  Berbería 
a  estremecido  la.s  playas 
Del  Adriiiico.  i  p^ar 
DeíodoelfwderdeHalu. 

Hahumet,  cumplir  la  promesa 
Justo  es ;  pero  no  con  tanta 
Prisa,  que  ánles  no  repares 
Fatigas,  que  en  la  campaña 
Has  tolerado,  ya  al  sol 
Del  agosto,  ya  ft  la  Cfcatcba 
Del  diciembre. 


Fuera  error; 
Que  fatigas  continuadas 
\o  hacen  novedad ;  y  si  bo} 
El  ocio  las  pone  en  pausa , 
ül  descanso  de  hojr  qulzí 
Serl  pe  reta  matiana. 
V  uara  queuolosea...— 
CíüeHamet. 

CIDC 


Qné  es  lo  qi 


ESCENA  XV. 

Dtraoi,  MéMt  Ciie  Bamel. 


SI  ser  paga 
De  me  servido  el  me  hacer 
Tu  creado,  que  alia  vaja 
He  lias  de  oennetir,  porqué 
Tener  mocfíisima  gana 
De  ver  ji  sonior  Nahoma-, 
Por  sí  oiorgar  nn  demanda- 
Qae  mé  tener  que  pedirle. 

¿Qoé  ea! 

ILCDlCUa.  * 

He  mojer  tener  habla ' 
He  fomento  ser  nn  bestia 
No  saber  hablar  palabra; 
E  pos  ella  pregontando, 
Vil  no,  volver  podri  i  casa. 
Dejar  que  mojer  se  venga , 
T  que  júnenlo  me  Irtó. 

U,B,l,z9dbyC-.OOgle 


COMEDIAS  ÜK  DON  PEDRO  CALDEB0I4  DF.  Ll  BARCA. 


¡COMNOU! 

Mojer,  roe  Ir  a  Meca ,  iDÍiiirai 
TA  lie  ceci  «d  iiieea<t'aiidu.     ( 

ESCENA  KVI. 


I  lija. 


Ya  ifae  de  la  padre  el  rurgo 
No  le  mueve ,  el  miu  nr-  ■    ' 
HorabUos  (lodos  liene 
La  tey  :  pretextos  bo  Tallaa 
Cou  que  i,  major  recom|ji'ii 


itíiKlfr.. 
i  Ay,  Zara  ■ 

?ae  DO  baj  morabito  ilucio, 
nei  iiioguDo  me  declara 
De  iiueslro  Alcorán  uii  dogma  , 
Tras  cuyo  lentido  vaga 
La  Imaginaciou.  Ua«  esto 
No  es  de  aguí. 


haga 


üira  cosa 
Por  rol  tu  amor,  que  ni  e_  __ 
NI  quedar.  Espera  hasta 
Solamente  ver  el  triunfo 
Con  que  ta  corle  le  aguarda, 
Porque  dicen  que  csia  llena 
Ue  arcos ,  música*  y  daiibis. 

i1}ué  como  Difio,  la  simple 
Seocíilei  de  lu  Ignoranda 
Quiere  [[uc  una  vanidad, 
las  que  una  deíocion  lalga! 


ESCENA  XVU. 

CIDEJIAHET.  —  EL  REV.  EL  P 


Pues  fa  le  aguarda 
La  gante  que  la  cooUgo, 
PoHia  1  caballo. 

iCon  lanu 
PrUa  ha  de  ser  la  partida. 
Que  aun  una  hora  do  deicansaiT 


Fué  pronta  mi  vlf^ncla , 

i  Por  qué  en  la  del  gran  pr«rela 

Has  de  querer  que  sea  larda  t 

Dametumauo.yAIt 

Te  guarde. 

RIT. 

Soca  esperanza 
DesoleqvedaiuMivlda, 
Breve  >l  gotlo,  i  la  edad  larga. 
Y  poroue  el  verle  partir, 
Dolor  a  dolor  no  abada , 
Vente  tú,  Malej,  coom^o, 
Pala  qne  sufdaí  la  falta 
Ih!  verte  coa  verle.  Ven 
TÚ ,  Abdali ,  donde  mí  alciiar, 
Has  albergue  que  prisión , 


Bien  podré  decir  que  bo; 


Por  el  trato  ;  por  las  armas 
He  bas  cautivado  dos  veces. 
(.4p.  V  aun  tres,  dijera,  si  osara 
(i  Ay  l>ella  Zara  ! )  decirle 
Que  si  otros  la  vida ,  el  alma 
Tu  bas  ira  id  o  prisionera.) 
(CdRfe  ti  Rey,  Abdald.  et  niñ»  Mmiey 
g  /na  mcrui.) 

EflCEHA  XTOL 


ün  Bu,  Hahoinet,  ¡nilascaoas 
De  no  padre,  el  amor  de  un  hijo. 
Ni  de  uua  esposa  la 


Siquiera  unoadias,  no  bastan! 

nbic»t. 
Ha*  q^ae  eslimo  el  verle  Gdi 
i.unmigo,  siento  que  ingrata 
l>)n  el  cielo  esté*. 

lAU. 

i  Eti  qué  T 

Ed  cjue  li^do  tú  quien  catisa 
La  deitda,  seas  ahora 
Qiiien  embarace  el  pagarla. 

tTiin  poco  don  ,  Zara  hermosa , 
ulce  dueño ,  esposa  amada , 
Tan  poco  don  es  lu  vida, 

V  mas  i  quien  la  idolatra. 
Que  no  agradecido  quiera* 
0ue  esté  a  quien  le  lareatauraT 
Por  ll  me  aparto  de  II. 

Si  por  mi  de  mi  le  apartar. 
Cumple  coa  mi  amor,  j  cumple 
Con  lu  hacimienio  de  gradaa. 

;C6moI 

URA. 

Llévame  con  ligo. 
pbIkcipk. 
Para  Ir  tú  i  tierras  eitraBa* 
Tanto  como  hasu  Hedtna , 

gne  es  I*  corte,  en  coja  eaiancla 
1  sepulcro  del  profeta 
Yace  en  la  feliz  Arabia, 
Son  menester  preveiicione* 
Ricas,  costosas  j  farlas. 
Peregriuar  tú ,  no  es 
Siu  Eran  luslfe ,  sin  oran  cua , 
Familia  j  séquito,  digna 
Acdon  de  sangre  tan  alia. 
UMA.  (¿lora.) 
1  Para  todo  bas  de  tener  ' 
Razones,  todas  contrarias, 

Y  favorable  ninguna? 

No  llores:  mira  que  agrarias 
Al  alba  y  al  cielo  :  al  cíelo, 
Porque  su  eolio  embaraias , 
T  porque  la  desperdicias 
Sus  dulces  perlas ,  al  alba. 

No  te  espantes  de  que  sienU 
Has  que  otras  ecta  mudania 

pMxcipb. 
INme,  [por  quít 


ir  t  la  aana 


Natural  asindogla 

Que  sin  estudios  se  alcania , 

Noiá  (¡ayinfeliaü,  noté 

Qué  es  lo  que  me  dice  el  alma.  (Vaw.) 

piLiciPc. 
Yo  ti ,  pup*  sé  que  me  dlc« 
Que  i  pesar  de  padre  y  patria , 
Ue  hijo  y  de  esposa ,  1  eumpUr 
El  voto  que  ja  tiice  »jja; 
No  Unto  porque  le  hice. 
Cnanto  por  la  conllania 
De  que  obligando  al  profeta, 
Saque  de  aquesta  jomada 
Saber  qué  feudo  i-s  aquel 

?ue  i  SataQ  todos  le  pagaa , 
qué  Hadra-y  Hijo  son 
Ixis  que  solo  del  se  salvan, 
O  ja  eu  virtud  del  poder, 
O  ya  en  virtud  de  la  gracia. 


JORNADA  SEGUNDA. 

Malla.—  Hnelle  de  na  pHita. 
ESCERA   PSIUEBA. 

Dentro  taha  de  pietot  g  tlHnm4at,  f 
en  HabUndete  dicha  ¡m  primeret 
verte»,  talen  por  una  parte  EL 
UAESTRE  DE  SANIUAN  t  bu  ACr^- 
PAÜAuíEirrii ;  g  per  otra ,  DON  BAL- 
TASAR, TURIN  T  SOLDADO»;  V  ean 
elletEL  PRINCIPE.  CIUE  IIAMET, 
ALCUZCUZ,  p  eiTBi  Konos cnuTivos. 
SOLDADOS.  {DeniT».) 

AUerra.i  üerra. 

DOK  BILTASAD.  (DíRIrO-) 

El  esquife 
A  escala  de  popa  llega , 
Y  en  Arden  la  genle,  vaya 
Desembarcándose. 

■ticBos.  [Denif».) 
A  tierra. 
DBO.  (Dentro.) 
Va  las  galeras  eotrando 
VierteD  al  puerto,  y  con  ellas 
Un  uavio  de  remolque. 

■AEST».  (Dfiilr«.> 
Siga  1  tu  salva  la  nuesira , 
Y 1  recibirlos  al  muelle 
Salgamos. 

unos.  (Dn(r«.} 
.  Al  muelle, 
oraot.  {Denlrt.\ 

A  (ierra. 
lEtoi.  {Dnin.) 
Doo  Baltasar  Mandas  vira, 
oraos.  (Dentre.) 
Viva. 

imot.  (Oenlro.y 
Al  amelle. 

onoi.  (Demiro.) 

A  tierra ,  t  tien> 
0Mtm  la  tvtim ,  y  eaUn  tedti.) 

Dame,  grao  tefior,  la  mano. 

Con  Uen ,  Don  Baltasar,  renga». 


Qaien  viene  de  obedecer 
OrdeiMt  toyaa ,  es  fueras ; 
Que  eDodnilento,  teilor. 


eyCOOglC 


En  Inreriores  ealrellu , 

Nn  01  mas  que  meniligo  rasgo, 

(tue  le  debe  fi  la  influencia 

bel  mI  qne  \aí  ¡lamina. , 

(0*Mm  Don  BaltoMar  y  ti  üaeMrt 

aparte.) 

MlilICIK. 

¿Quién  cr¿rl  con  cuiaU  priesa 

La  rvrsa  de  mi  forlODa 

Va  tte  próspera  en  adversa? 

De  vencedor  et  papel 

Ayer  en  mi  par  na  era 

£1  oue  me  incalía ,  y  ho; 

Kl  de  vencida  en  ia  ajena. 

Pero  si  no  haj  mas  fortutia 

Que  Alt,  que  es  quien  lo  gobierna 

Como  primer  causa ,  j  él 

Asi  lo  quiere , ;  picieueia ! 

ALC18CDI. 

i  DDién  crerme  >;er  con  mojer 
Vjoroeoio,  vboj'siaelia  ■ 
I  dn  él ,  j  sin  las  otras 
Tres  ó  cuaireT 


Taliar  Hahoma ,  que  tener 
l'orqoe  callar,  pus  su  Heaa 
Nos  trocar  en  Halto. 


BOX  BU-TU^a. 
Desta  manera. 

pbIncípi.  {Áp.) 
I  la  Va  m  esto  parecida 
Ks  i  mi  ilicha  mi  pena , 
l'ues  como  jo  el  «encimieul» 
De  Ahdali  conlé  allí,  cuenta 
Aquí  el  mío  él.  ¡Uh,  Ali, 
l>ué  hirn  corres  ponüe  esta 
Moi'liflcacion  en  digno 
BalUoD  lia  aquella  soberbia  \ 

Tercera  vez,  seAor,  de  las  saleras 
De  Malta  general,  en  feliz  día 
.    Detla  asU,  cnsteanda  las  riberas 
Al  africaoo  mar  de  Berlieria.  [ras 

De  agua  j  viriiin  la  paz  de  ambas  esFe- 
Tan  tranqniloel pasaje meofrecía,  [me 
Que  leñárteles  bogando  iba,  eni^xlre- 
La  velahlnch3da,viluseansa(loeli«nio. 
Has  «orno  no  hay  s^ura  conllaii/a 
En  tleiiioy  agua ,  oue  de  la  rurluna 
Son  uirasüles,  y  ella  en  sn  mudanza 
<:unilic¡oi>al  imígeA  ile  la  luna ; 
Vm  InrnieutaVucada  la  bonanza, 
Puéruerza.deuntravwenotro.üenna 
Pmiu  en  otra,  con  «évUca  cautela 
Proejar  el  remo  jr  amainar  la  vela. 
Guiñando  pues  i  cosUi  del  cu  I  ib  do , 
V  del  sudor  deicaulillando  1  cosía 
Kt  rumbo ,  con  la  proa  i  otro  costado, 
Para  no  dar  en  la  africana  coala. 
Hubimos  de  arribar,  golfo  lañzaijo. 
Del  ancho  tum-  í  la  garganta  angosta, 
Donde  coa  el  Adri Ético  lermina 
Medllerrin.-o  el  Faro  de  Hesina. 
Aquí  del  miin»»  temporal  traida 
A  nuestras  maoos  irabe  fraiiata , 
tiiú  a  voluntaria  esclavitud  la  vida. 
Viendo  que  con  rendirla  la  rescala. 
DeHa  núes  la  notida  repelida, 
Qne  Alaml  de  saUr  t  otra  dia  trata , 
AuDMenqaieiDdls  atboroiada  espuma , 
Vulvl  t  romp«r  sa  verdinegra  brama, 
A^Hu  los  c«laj«s  de  n  jMetlo 


EL  GRAN  PB1:jC!PG  DE  FEZ. 
Desde  el  tope  el  grumete  dlslIngHia , 
Cuando,  para  no  ser  del iJes cubierto, 
UesarlioUr  maudé  la  eacuidra  mia  ; 
Que  al  lin,  en  emboscadas  del  desierto 
(Uinipo  del  mu.  lio  tiene  la  osadía 
Uas  arboles,  mas  nicoi  ui  mas  brefias, 
One  eo  lasdiAUnciai  desmeuUr  las  se- 
>o  mal  me  sucedía,  puessin  recelo  [ñas. 
A  media  larde  i1  que  el  amelle  daba 
Alio  b:ijel  al  mar,  ;  bollando  el  hielo, 
A  levante  la  proa  eudiTeza]>a  : 
Yo  basta  espprar  que  ti  aegrooicuro  relo 
Mas  me  qcnitase,  el  rumbo  que  llevaba 
Segnl,  desarbolado  todavía; 
Que  la  boga  el  telimen  me  suplía. 
<¿ettt>  la  uocbe,  y  desplegando  el  Tiento 
Sus  abalidu  alas,  i  la  breve 
Escala  luz  de  su  laual  aleólo, 
Norie  la  hice,  que  tras  si  me  lleve  : 
Con  que  al  primer  albor  vlAen  segul- 

Su JO cuinto  combate  contra  él  mueie 
puieneiisuca;.g,t  no  distancia  larga, 
lie  ambos  andenes  recibió  la  carga. 
Eiien  presumió  que  el  viento  que  corría 
Sobre  el  destrozo  que  dejaba  hecho ,'  I 
Le  zarase  el  eafion  do  mi  crujía ;  •  ' 
Mas  quiso  Dios  calmarse  i  poco  trecho: 
Coa  que  debajo  de  su  artillería  ,  í 

Ko  velejando  ta,  vía  á  su  de^cho 
Troncar  el  irhol ,  rebujar  el  lino , 
Crujir  la  brea  v  rechinar  el  pino. 
Huerto  Alaml  de  un  astillazo,  ese 

{SeUiüMio  á  Cide  Hantft )  ' 
Anciano  dijo,  sobre  el  borde  puesto, 
Comoenvoade motín:  lETurorcese; 
Qaeá  rendirse  el  baj<?l  está  dispuesto.! 
CoQquesubiendot  él,supe  queriiese  I 
Sin  su  orden ,  esta  vida  su  pretexto ,  ¡ 
PorserdeFes,qoien)>aes  tu  prisionero; 
HulejHahomet,  au  pf indpe  lieTedefO-  ' 

Otra  V  mil  veces  tas  brazos  i 

En  albricias  de  lal  nueva  ' 

Me  da.  Y  pues  tambli^u  es  )uslo 
Que  al  l'rlncipe  Inso^ezca, 
llime  qué  maro  de  aquestos 
Seri ,  para  que  me  eulieoda  , 
Intérprete  enli-e  los  dos.  | 


No  solo  porque  fld  kj 
Le  estima  como  i  profeta 

De  Alá,  sino  por  ser  tales 
De  sus.arinas  las  empresas , 
Que  dan  honor  al  vencido , 
V  para  i^orlosa  pruelia 
De  mi  valor,  basta  haber 
Lidiado  eu  SU  colppelenda. 

La  pesadumbre  j  el  mar 
Fatigado  o«  traertn, ;  esta 
No  es  estancia  para  ^ue 
^n  descansar  os  detenga. 
Venid  i  palacio,  doade 
Albergue ,;  DO  prisión,  sea 
Vuestro  Hospedaje. 


Entre  otras  mu;  bueñas  prendas 

" —  en  él  be  reconocido, 

_    _  es  saber  varias  lenguas , 

Fuera  de  que  (a  lotcana , 

Por  lo  muclio  que  comeréian 

Con  judíos  de  Liorna , 

Hay  pocos  que  no  la  entiendan. 

No  me  atrevo,  gran  Hahomel , 
Adecir  que  coo  biea  vengas. 
Por  no  bae^  ese  desaire 
At  dolor,  que  traer  e«  ibena ; 
Pero  atrévome  i  decir 
Qne  las  fortunas  adversas 
Son  crisoles  del  valor. 
Argüid  1  compeleiicia  : 
^Qné  animo  nías  generoso 
' ,  eiiire  la  paz  j  la  guerra, 
ue  alcanzo  i^an  victoria 
que  toleró  grao  pena  ! 
Y  pues  de  eairambas  foriunas 
Os  tocan  las  eiperieucias. 
Poned  de  aquella  el  favor 
A  cargo  del  desden  de  esta. 

Cuando  esa  razón,  seBor, 
No  fuera  consuela,  fuera 
Consuelo  ser  del  Bautista 
La  religión  qne  ne  teitra ; 


I  Ya  que  bailo 

I  Tan  cortesana  clemencia 

I  En  vos ,  como  en  Un  gran  maestre 

¡  De  religión  l¡in  excelsa 
E  ilustre,  en  inl  el  recibirla 
Os  logre  et  blasón  de  hacerla. 

Y  asi,  pues  vuestros  fivores 
!  UI  corto  niérilo  alientan. 

Para  pedir  dos  mercedes 
.  Os  suplico  nua  licencia. 

lUISTBR. 

I  Antes  de  saber  qué  son , 
Ambas  os  tas  concediera 
Ui  voluntad ;  mus  quien  sabe 

'  l)e  si  que  es  et  ofrecerlas 

Y  cumplirlas  todo  uno , 
No  os  dtsonai'il  que  quiera 
Saber  qné  sun. 

Que  i  un  criado 
Le  permitáis ,  la  pi'lmcrM 
Es ,  dándole  cmbarcüciuii , 
Señor,  ipie  A  lajiatrla  vuelva 
A  decir  en  el  estado 
Que  quedo,  para  que  vengan 
A  tratar  de  mi  rescate. 
l.n  segunda  es  quo  pues  llega 
Ui  forluna  <eu  bato  solo 
Feliz)  a  que  esclavo  sea 
Di't  seBor  Dod  Baltasar, 
He  dejéis  i  su  obediencia. 
Vo  iiü  be  de  ser  mas  aquí 
Oue  Olio  caulivo  cnalquiera , 
Porque  i  ejemplar  de  mis  ansia.* , 
Alivio  iti  suyas  tsngau. 

Y  pues  ijue  nunca  el  cautivo 
Esta  mejor  quo  en  presencia 
De  su  dueflo,  permitid 
Que  en  su  familia  lo  sea. 
Donde  como  tal  me  mande, 

Y  como  i  lal  le  obedezca. 


í  Qué  criado  es  el  que  lia  de  Ir  T 

Este  abclano- 

{Señalaudo  i  Cide  fíanrrL) 
MACtnie.  (A  im  leUaiu  ¡ 


Que  al  punto,  bien  gnamecido 
Un  lierganlin  se  prevenga, 

? DO  con  mi  salto-conducto 
con  su  l)laiica  bandera, 
U  Heve. 

soLPAim  (j(  Ciie  Bamet.) 
VeuM 


.dbyC?5pglc 


tte  COMEDIAS 

ddfl  Hnnei,  i  Zara  bella, 
A  mí  padre  j  1  mi  hijo 
Consuéleles  lu  iirudeacia. 

Dlles  como  ijuedo  jo 
*  r.aullvo,  jr  que...  Mp.  La  tenieía 
Con  Ua  memorias  de  Zara 
lln  nudo  bi  puesto  eo  la  lengua.) 
Tú  se  lo  dirás  mejor. 
Parle  puei. 

Si  baré,  auiiiiue  sienta 
El  haber  de  aer.setMr, 
PorUdor  de  malu  nuevas. 

I     (Vow  coa  el  toldada.) 


HAESTDK. 

Va  el  on  ru^o  de  los  dos 
Htbeii  visio ;  j  aunque  fuera  ■ 
Daudo  000  j  ueBando  olro , 
Bten  parüda  dilíreocia, 
Ko  lo  be  de  hacer;  j  oo  tanto 
Por  las  raumes  propuestas 
(Pues  Don  Baltasar  sabri 
Acudir  t  la  decencia 
Cou  que  os  debe  tratar),  cuanto 
Por  A  bonor  que  Interesa 
Ed  la  propiedad  de.lal 
prisionero.  V  pues  que  no  qoeda 
^ada  á  mi  atención  que  hacer 
Pur  ahora .  dadme  licencia 
Vos  !i  mi  de  que  i  su  casa 
Os  acompañe. 

ftíncm. 

No  hiciera 
Biei]  tarflpoCo  yo  en  coatUr 
LilieraliuaiJes  vuestras. 
Vos  por  vos  me  honráis. 

Vi  mi 
Ambos  con  una  acción  mesma , 
Tanto  mío  en  pedir  mto  dichas, 
Cuanto  otro  en  concederlas. 

[  Cuerpo  de  Cristo,  con  unta 

Cortesana  Impertinencia? 
V  (lues  no  |>uedo  tener 
Otra  ocasión  como  esta 
Para  hablar,  aprovechando 
El  camino,  mientras  llegas 
A  casa,  sepa,  seilor, 
;Cuándo  serí  el  día  que  tengan 
Algún  premio  mis  servicios! 

Turia ,  bien  venido  seas. 


1  Cómo  ha  de  ser  bien  venido    - 
(Aunque  da  baber  sido  venga 
De  los  primeros  que  entraron    - 
El  bajel ,  7  eo  la  contienda 
De  rendirse  6  oo  rendirse , . 
También  lo  fué  en  las  defensaa 
De  la  ctmira  de  popa  ) ,' 
Si  Duuca  par»  sua  medras 
Llega  ocawont  . 

non  ajiLTUA*. 
Quila  t  loco. 


DB  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 

■AUne. 
Ambos  cabemos ,  venid. 


Se  dé  la  que  pertenezca) 

Se  han  de  partir  entre  todos 

Los  que  se  hati  bailado  en  ella , 

Un  esclavo,  Baltasar, 

Da  í  Turln ;  que  cuando  venga 

El  rescate,  y  comprendido 

Sea  en  éi,  poco  liaM  qne  pierda 

En  su  precio,  como  inles 

"'  "1  le  juegue  ó  le  venda. 

^Qnéei  jugar  ó  vender  moro. 

Dadiva  tuyaT  Con  ella 

Me  han  de  ei)ti-rnir... Bien  que  entonces 

Habremos  de  aparur  seudas. 

El  ki&cia  el  iutlemo .  y  yo 

(Quiera  el  demonio  b  no  quiera) 

Hacia  el  cielo,  ívoto  i  Dios! 

non  BALTASAK. 

íQué  Dir  estas  tocuru  quieras? 

En  algo  le  he  de  pagar 
Bueo  gusto  y  valor. 

,  Si  intentas 

Que  llegue  i  logro  la  paga , 
fie  contado  el  moro  venga ; 
Que  librármele  en  mi  ano 
Es  k>  mismo  que  eu  Ginebra , 
Porque  es  el  cuento  de  cuentos 
La  cuenta  de  nuestras  cuentas. 


Goces  la  supervivencia 
Oe  un  lanxDií  en  el  lagmn 
De  una  casa -solariega. 
Moro  niior(no  es  i^equiebro , 
Sino  dominio ) ,  paciencia , 
V  servirme  como.im  more 
Desde  aqui. 


Solo  este  honor  recompensa 
Pudo  ser  de  mis  desdichas. 
{Ap.  i  Qué  venerable  presencia  t) 

K»STRE.  {Ap.) 

¡Qué  tistima  es  que  sea  moro 

Principe  de  tales  prendas '. 

CVanM  Udot,  mine*  Tarin  s  Alcuscut.) 


TURIN,  ALCUZCUZ'. 


¡ras  mi  la  ciudad  eaiera 
as  de  pasear  ¡  vive  DigsT 
Para  ver  cómo  me  asienta 
El  verme  servir  ón  día 
De  cuantos,  servi. 

{Fáltate  muiiiiratc,y  el  moro  trat  él) 
ALctitcm.  {Áp.) 
Ser  fuena 
lasDS,  y  al  volver, 


Con  I 


&lia( 


El.  MAESTRE,  EL  T-RINCIPE.  DON 
BALTASAR,  TÜWN,  ALCUZCUZ, 

BOLDIPOS,  ACOaPA^AHlSITO. 


Ya,  seiSnr, 
Que  la  corta,  humilde  esfera 
Ue  mi  casa,  por  el  buésped , 
^o  por  mi ,  este  honor  mereica , 
Kotrad  ,  pues  a  vos  os  toca 
Darle,  como  dueite  della  , 
La  pMesion  della. 

VaisT 

nlncí».. 
.A  dejaros  la  punta 
Por  que  entréis  primero  vos. 


Eso  no,  que  esta  adverteacia 
En  cualquier  esudo,  es  bien 

?ne  i  la  real  sangre  se  lei>ga. 
uestraAlteu  ha  de  pasar. 


iCómo  eselnombreT 


He  ai^ro,  por  si  me  aprieta 
Tal  vex  el  hambre,  comerme 
De  mi  cautivo  una  pierna. 
Alcuicui. 


De  un  homllde  aldea , 
Que  estar  en  Peí  y  Bemiácos. 

;Y  qoé  es'lo  que  hacias  en  ella  ? 

ALCUZCDZ. 

Perder  jomento  é  mojer 
Fué  mi  último  diligencia. 
De  que  el  perder  las  denus 
Se  seguir. 

Puesiculntaseran! 
ALcinco. 
TresócnaiTO. 

{Ap.  Lo  mejor 
Es  no  haber  hecho  la  cneuli. 
,0b  u  no  fuera  pecado 
El  usarse  en  esta  tierra;      .   . 
AdbñUe  ni  aun  una  sola 
Se  permite  i  su  nobleza  \)    ' 
Alcuxcui. 

AlCDICDt. 

Sonior. 


cnt.zodb/CiOOglc 


I  Ob  qué  buena  diligeiiciu  1 

itLCDUDI. 

Por  on  boie  que  le  bacrr 
De  le  haber  cu  ui)  refriega 
En  c|iie  se  empeñú ,  gaaraado 
Su  rsposa. 

Va  no  es  lan  buena ; 

8UC  |)Drqae  no  la  guáranse, 
iibicra  »ti  quien  bicii'ra 
Voló  aua  al  mismo  Uahonia. 
Alcuzcni. 

Soiiior. 


Sabandija  palaciega, 
;QuéDlleÍoesT 

Comer  jr  liolgar 
',  Linda  ocapacloa  es  esa !    , 


Dimela  tú  &  mi,  y  troquemoi. 
Alciucui. 

ALCUECCZ. 

Sonior. 

Por  esta 
Caite  \pn,  qiie  es  por  donde 
Toma  el  Uran  Uacslre  la  tuelta 
Para  ir  i  palacio,  j  quiero 
One  vleulo  en  popa  me  vea 
Coa  esiilavo  tie  remolqué. 


I'an  airas,  que  po<Iri  snt 

8 He  se  traslrueguBii  las  señas 
e  Ir  conmigo.  Juiuo  i  mi . 
Alcuzcuz. 

ItLCUZClIZ, 

No  estar  decencia 
Cabo  U,  sonior. 

Vo  quiero 
Honrarte,  llega  mai  cerca. 

ALCDZCDt. 

Ben  estar  aqol. 

.     ¡Quá  humilde! 
Listiina  es  que  no  le  muela 
A  palos,  porque  i  un  bergante 
CoDM  JO,  no  haga  zalemas. 

ALcracuz.  (Ap.)  ^ 
i  Qué  llstima  no  ser  moro 
Poltrón  de  taota  llaneza !         {Vattif.) 

lardln  del  real  pálido  da  Fn. 

ESCENA  T.    ' 

EL  REY,  ABOALA. 


EL  GRAN  PRINCIPE  DE  FEZ. 
No  solo  el  agasajo  de  tu  vida  , 
Mas  el  de  tu  rescate  encomendado , 
Justo  es  que  mi  cuidado 
Al  uno'jr  otro  acuda;    . 

Y  asi ,  supuesta  entre  los  dos  la  duda 
De  si  debe  pagar  ó  no  el  tributo 
Quecomoá  remo  que  esmasabsolalo, 
A  Kez  Marruecos  debe , 

Es  bien,  y»  que  esta  plática  se  muete 
Enlretosdos,  que  enlrelosdüS  veamos 
Cómo  ba  de  ser,j'  que  lo  resolvamos. 

Antiguo  abuelo  mió,  que  reinaba 
CuaiHlo  Marruecos  solevado  eslal>a, 
Pidlft  socorro  i  Peí :  jo  lo  concedo , 

Y  concedolambien  que  el  gran  denuedo 
■Del  rey  que  entonces  era , 

Le  dlú  auzítiares  armas,  de  manera 

Que  al  bvor  del  socorro  agradecido , 

b:l  Teudo^e  Juró ;  y  babt^odo  sido 

De  terceros  el  d;iño,  aunque  ba  pasado 

be  un  eslaiio  i  otro  estado 

La  ie.j  inmemorial,  ano  la  lej  vive 

De  que  el  mal  poséiior  nunca  prescribe. 

Y  puesesle  prel.exto  [to, 
Esel  que  en  esta  esclavitud  mehapuet- 
Kn  ella  hede  morir  antes  que  vFiit!^ 
En  que  mi  patria  ese  bonieiiaje  tenga; 

Y  asi,  en  rescate  puedes  resolverle 
A  darme  libertad,  ó  á  darme  mnerte. 

Kit.  [ría, 

Uuerle, muy  torpeé  indigna  acción  se- 
OiK  el  valor  nunca  mala*  sangre  Tria , 
M  libertad,  en  tanto 
Que  no  vuelva  HaliomeL 

ESCENA  VI. 

ZAHA.  —  LLItl^V,  AUÜALA 

Mucho  me  rspnto  [va, 
Que  lo  que  es  bien  que  tu  poder  lesuei  - 
Lo  guardes  para  cuando  Haliomelvuel- 
Porcomplacer  con  mi  melancolía,  [va. 
Este  jardín  íi  solas  discurría; 

Y  viendo  cuan  privadamente  bablando 
Aquí  estibáis  los  dos,  adiiinando, 
>o  en  vano ,  cnU  la  pialica  seria , 
Haciendo  de  esas  murtas  celosía  ,' 

He  recaté ;  y  habiendo  oculta  oido 
A  la  altiva  jactancia  de  un  reudkio 
Que  auuque  cautivo  muera,  ' 
Nunca  seciribuiario  luto  quiera; 
Me  oreado  que  des  pAÜca  al  rescate, 

Y  que  entender  nú  trate  [vo, 
Que  nuacaespere  verse, ómuerioóvi- 
Hénos  que  tributario  ó  que  cautivo. 


330 
A  las  penalidades  de  cantirn? 
Y  pues  hablar  tan  vaaamciite  altivo 
Nace  de  tratamiento 

Tal ,  que  no  sabe  del  ct  siTiitimienio , 
Para  que  el  vasallajeenque estás  ti^as, 
Di-sde  hoy  barí  que  tan  esclavo  seas 
(El  decoro  perdone), 

8ue  oblen  tu  aufriiniento  le  corone, 
hii'ii  el  rencor  mío 
La  alliveí  mortilique  de  tu  lirio. 
Hasta  ver  si  di-Mleñas  ó  codicias 
La  libertad. 

EScfaSA  VU. 

EL  NiNO  HüLGY,  cnunos.  —  ZARA , 
EL  REY,  AUDALA;  (íripun,  CIÜE 
HAMET. 


Dame,  seíiora ,  albricias. 


vienes» 


I 


íDe  qDé,Uulcy,que  lan  i 

«LÍO. 

De  que  noticias  de  mi  padre  tienes, 
A  ese  balcón  que  cae  al  mar  estaba , 
Cuando  vi  que  tomaba 
Tierra  I1ainet;y  es  sin  dada  que  de  pane 
üuya  vendrá, 

4  Qué  albricias  puedo  darte, 
SI  de  tales  noticias 

Aun  vida  y  alma  son  cortas  albriciase 
iCómo  pues',  no  entra  luego! 

(Sale  Cláe  Uatntl.) 


Cuánto  corre  vetoitia  mata  ni 
Uame,SFfior,Uimann,ydiílus  planta 
Señora ,  si  merezco  dichas  tantas , 
Permite  que  rendida 

La  tierra  bese. 

Seas  bien  venido, 

¡Ob!  ¡á  los  cielos  pluguiera, 
fuera  posible  bien  veoido  Tuera'.' 

i,Qué'venlda  es  aquPStaT 
Los  ojos  sin  la  voz  dan  la  resjiui'sta, 
.SiD  duda  á  grande  daüo  me  ap^rcilu 
¿Vive  mi  psposoí 


Que  esclavitud  ó  vida  ó  muerte,  nada 
Importamas  que  verle  á  ti  enojada. 
{Ap.  Y  es  verdad, porquetlmidoenex- 

Su  enojo  mas  que  mi  desdicha  temo.) 
Y  asi,  pues  todo  esto 
Para  en  estar  dispuesto 
A  morir  prisionero 
(Y  mas  tuyo),  primero 
Que  vivir  tributario, no  le  ofenda  [tienda 
Querrrmas  padecer.queelqueseen- 
Que  concedí,  por  vermeeniierraL'Xti-a- 
tfia, 
Loqueuoconcedieraen  ia campana. 

ipué  extratla  tierra  es  donde  asistido. 
Festejado;  servido' 
Te  ves?  ¡Qué  mas  dijeras,  , 

Si  sujeto  te  vieras  | 


Pues  bien ,  iqué  ba  sucedido! 

f  KiSO, 

¿Qué  ha  pasado! 

;,Quc  ba  habido? 
Habla,  proüigui>:  mira  que  un  cuidada 
Henos  mata  s  .bído  que  dudado , . 
Y  á  cuantoél  noeslaliar.uiesulirael 

.  Tu  esposo,.. 

'  DI. 


Tt.zodb/Googlc 


il  ilieolo  que  DM  filU. 


COMEDIAS  t>E  DON  PEDRO  CALDERÓN  Oü  LA  B 
Y  da  caanlo  por  él  sf  te  seSile ;      [le  i 


Cautivo  en  HalU. 
Apresado  el  bajej  idoade  Iba , 
l>e  aquesa  religión,  que  siempre  altiva, 
lofesta  DiHsiK»  mares, 


¡Ajinfeliideml!     {Cae 

jQuéaDsia!  {Llora.) 

,  ¡Qu«  ira  >  {E-Jiuréctu.) 

Rotando  esto;  atento 

A  qué  puede  liegar  nu  »eoUmÍento , 

Viendo  con  nuevas  tales 

Tres  arecios  conirariamente  ignaies. 

Su  padre  de  dolar  perdió  el  tentido, 

&a  Lijo  se  ba  ei>temecido , 

Y  su  esposa  irritado:  [do! 
(Quién  jugara  iquienmaslebaja  pesa  - 

UHA. 

iQujén  no  lojuzgarl,  siesevidente 
Que  el  desmajo  uo  sieaie, 

Y  el  llanto  desabogat 

Luegoá  quien  mas  aflige,  mas  ahoga 
De  aquesa  ven  el  protimiciadu  rayo, 
9oj  yo,  pues  que  ni  lloro  ni  desioajo. 
Reiiradmede  aquí  (j dolor  esquivo!] 
Ese  trlsl?,  inl^lii,  cadiver  viva. 
Ve  tü,  Hulnr,  i  que  se  le  prevenga 
LacQTaciontiueasuaOiccioucoaveiiga, 
Mientras  quedo^pesanlelsurrimienio. 
Yotaaciendorostroü  todoel 


Quepormacho  quedes,  mucho  mas  VS' 
Quien  i  mi  me  venció.  Vea  el  mundo  y 
Zara,9in  que  esto  suamenazasea,  [vea 
GoEír  Mahometdemi  victoria  el  miLo 
Como  dldlva,  y  no  como  tributo. 
{A^.  {Quién  en  el  mundo,  i  cielos ! 
Calló  su  amor  j  sobornó  sos  celosT) 
(VaNM  Abdalá  y  CUe  H*met.) 

ESCENA  IZ. 

ZARA. 

Í Aguarda  .escucha,  espera. 
7uiéii  aceptar,  lio  aceptar,  pudiera 
an  heroica  hidalguía?— 
¡Cíelos!  íquédebebacarlaalUveEmial 
Pero  si  nacer  no  puede 
Lo  aue  debe,  que  es  que  Malta  quede 
A  mi  borror,  i  mi  saña,  á  mi  despecho, 
CetiiM  del  incendio  de  mi  peebo. 
Pareas  del  volcan  de  mí  quebranto, 
V  ruina  del  Vesubio  de  mi  llamo; 
Puerta  es  (¡ne  i  otros  partidos 
Mis  sentimientos  rindan  mis  senlltlos; 
^ien  que  es  recio  dalor,que  e»  rigor  re- 
I*  [cío 

Poner  la  vidade  mi  esposo  en  precio. 
(Vatf.) 

Stla  en  usa  de  Dan  Bilusar,  ta  Nalt).  — 


[to. 


ZARA,  CIDE  HANET,  ABDAU. 


^HabrJi  algún  medio  t 

CIPE. 

A  eso  es  mi  venida : 
Puei  es  i  que  te  (rale 
El  precio  disponer  de  su  rescate. 

¡Ob  qué  medio  tan  necio! 
Qoe  es  mi  esposo, ;  tener  no  puede  pre- 
Qalenesesposo  ralo.  [do 

HM  jra  que  hemos  de  esur  aldesvario 
Deque Mjadecanjearseel  prisionero; 
VuMvei  00  regatear  cuanto  es  dinero, 
"   '     )s  que  Feí  vale  te  pidieren 


Mi  eselavilnd  i  su  ci 

Ojéate  i  mi  primero  que  lo  diga. 
Todo  cnanto  DO  di  ni  dar  espero 
Nunca  en  miiibertad.efnplearbofquie- 
Eo  la  suya ;  que  una  [rt 

Con  es  que  no  me  rinda  la  fortuna , 
Y  otra  agraviarse  mi  valor  altivo 
De  ser  cautivo  n  de  otro  cautivo,  [go 
Vente  conniigo.llamet,  don  de  con  pfle- 
Oe  crédito  en  Liorna ,  partas  lue^u. 


Deber  la  TatLa  del  duefio 
El  bon  cativo  sopUrla. 
iUué  querer? 

>Oir  BILHSAH. 

Jldónde  esti 
TuriuT 

tLCUZCDZ. 

No  mandar  que  diga 
Dónde  estar ;  que  me  encargar 
No  decir  que  en  el  vecina 
Casa  con  otros  soldados 
Estar  veudo  unas  cartillas 
Piaudas,  donde  tener 
No  sé  cuantas  regorilias 

ÍOros  para  sos  regalos, 
:spadas  para  sus  ri6ai, 
Palos  con  que  se  sacuden, 

Y  copas  con  que  se  brindau) ; 
Porque  ai  mé  lo'  decir. 

Dar  palos  en  el  barrigas; 

Y  asi  me  importar  caliarlo. 

DON  aiLTUAI. 

ÍAp.  En  Ün,  es  cosa  perdida 
:sperar  enmienda  del ; 
Has  sufra  abora  la  mohína. 
Porque  este  moro  no  pague 
Su  culpa.)  Lo  que  quena 
A  Turin  es  no  dejara 
Solo  al  Principe;  y  pues  mira 
Mi  atención  mas  bien  bailada 


EL  PRINCIPE,  DON  BALTASAR. 

D0:<  BILTASAI. 

Perdonad  que  i  todas  horas 
No  esté  badéndós  compaRia, 
l'orque  es  en  mi  obJiKacíon 
Koizosa ,  que  al  Maestre  asíala. 

*  FRfucm. 
Va  sé  ( aunque  contra  mi  sea 
Kl  carecer  desa  dicha ) 
Que  la  voluntaria  acción 
Ceder  debe  á  la  precisa. 
Id  en  bueti  hora,  que  ;o 
Aci  con  las  penas  mias. 
Si  no  bien  acompasado, 
Hal  solo,  pondré  este  día 
A  cuenta  (le  otros. 

.  iQué  es  solo? 
Pues  l  no  ha;  en  casa  ramilla , 
A  quien  he  mandado  >o 
Que  á  todas  horas  os  sirvaní 

pabictci- 
■ucha merced  me  hacen;  pero 
Criados...  ya  ei  cosa  sabida 

?ue  estorban  la  auledad, 
no  hacen  compafila. 
Con  ninguno,  si  no  es 
Con  vos,  pueden  mis  desdichas 
Estar  bien  bailadas. 

pon  BALTASAR. 


IQuec 


nÉI,< 


n  tu  VI 


Ku  soledad,  queda  tú 

Donde  i  su  servicio  asistas. 

Perdonadme ,  i  decir  vuelco ; 

Que  yo  procuraré  aprisa 

Venir  i  rsianne  con  vos ; 

Que  como  verdad  os  diga  , 

No  tengo  rato  mejor 

Que  el  que  de  vuestras  noticias 

V  ciencias  goto.  ;  Oh  si  el  cielo  !... 

FRlncirR. 
Solo  en  eso  no  prosiga , 
Os  suplico,  vuestra  vot; 
Pues  cuantas  galanterías 
Conmigo  usáis,  desvanece 
La  persuasión  tan  continua 
Desto  de  la  lej. 

Coa  Dios 
Quedad. 

pafücipE. 
Guarde  él  vuestra  vida. 
(Vate  Den  Ballaiar.) 

ESCENA  XIL 
EL  PRINCIPE ,  ALCUZCUZ. 

PRfNCirE. 

iQaé  baj,  Alcuicui? 

ALXOICIIS 

Mucbos  penes , 
.   Benqueuxlaslasbiigas 
I    Consolar  naber  caido 

[  áEstin  mnj  desconsoladaa 
Mis  gentes  cou  quien  se  apllcaa 
Por  esclavos? 

AicnicDi. 

Uocblsiino. 

prIncim. 

,  Pues  dilet  de  parte  nia 


dbvGooglc 


Ooe  M  Toiriendo  Cide  Hamet 
(Ijue  jui^  que  ieti  aprisa ) , 
Hu  (le  iraiar  lu  rMCale 
Antea  qae  el  Diio.  IJiviuts 
lisreras,  ¡qu¿  bien  aqael 
Uraii  cortesaDO  deciii. 
Contra  el  sentir  de  quien  dijo 
Ser  lalteDtes  tas  desdicbas, 
Ko  Te  de  alreíerse  i  lodos ! 
l'ues  al  ver  cuín  üe  cuadrilla 
Lidian  tan  acompaRadaa , 
l}ue  nunca  una  sola  Iklia, 
l.as  molejó  de  cobardes. 
Vo  en  nila  fortunas  lo  diga , 
Pues  contra  una  tida  sola 
No  haj  mnltilud  (¡De  no  embista. 
Si  de  luis  triunfos  me  K'uerdOi 
Hallo  acciones  l¡ui  diatinUs , 
Como  que  *m  aliiio  cante , 

Y  que  aiuil  cautivo  tiima. 
SI  voj  i  a  religión  , 
Hallo  que  piedad  tan  digna 
Coma  ver  a  mi  profeta , 

Se  ba  con  Tenido  en  mi  riuna. 
Si  me  acuerda  de  mi  patrl;i, 
Me  afligen  sus  a(;oiilat ; 
Si  de  mi  padre ,  sus  canas , 
SI  de  mi  hijo,  sus  caricias 
Í>o1o  de  quien  no  rae  acuerdo 
•i  Aj  berraosa  Zara,  mia  I 
Ks  de  ti ;  que  el  que  se  acuerda. 
Va  sujione  ffue  se  olvida ; 

Y  en  nü  es  impasible ;  que  e^ús 
Ue  mis  iinsias  un  cnlRma, 

Une  sincopindolas  todas. 
Tan  loilas  juntas  lis  cirras. 
Que  daudu  cuerpo  i  la  idea 

Y  sombra  a  la  faoLasia , 

Ño  ha;r  parle  en  (¡iie  no  te  encuentre 
Cuerpo  jr  sombra  de  ti  misma, 
■.Oh  qué  bien  ¡  ajr  dulce  esposa ! 
Ue  liffisle  i  la  pjrtida 

Sue  del  coraKOD  aquella 
atnral  aslrolosia 
Que  no  se  esiuaia ,  te  daba 
l)e  mi  tragedia  premisas! 
«Quién ,  viendo  que  no  baj  pequeBa 
Circunstancia  que  no  aflija. 
Arrancara  la  memoria 
Del  lugar  adonde  habita, 

Y  de  nada  se  acordara? 

Ha«  :a_v '.  ^qué  poder  tea^riaD     . 
Lai  degilichas,  si  fallase 
La  memoria  de  las  dichas! 
jfiué  biciera  jo  para  que 
Tan  rebelde ,  tan  prolija 
Esia  villana  poiencia 
No  i  todas  horas  me  sua  ? 
Nasí<iué puedo  hacerfSi  aqui 
Tonara  mi  librería , 
Solo  el  estudio  pndien 
O  apartarla  6  divertirla. 
Mas  ;>  que  el  lér  me  parece 
Que  solamente  podría 
Acompañarme ,  he  de  ver 
(Aunque  materias  disUatas 
Oe  aqnellas  que  Untas  veces 
Desvelaron  mis  vigilias) 
Si  otra  eiuiqulera  materia, 
Y.1  que  na  remedia,  alivia.— 
Alcuicui ,  en  esa  cuadra 
Donde  tal  vet  se  relira 
l'lste  llosire  caballera. 
Según  su  virtud  Indica , 
A  hablar  con  Ali,  uuos  liliros 
lie  lisio;  V  pues  no  me  priva 
MnEun  idioma  que  entienda 
Su  frase .  ve  ñor  tu  vida, 
Traeme  uno  aellos. 


EL  GRAN  PRINCIPA  DE  PEZ. 
ralNctFS. 
Si  aqui  im  bar  elección  mia , 


ii  aqui  im  bal 
Cud  be  de  d< 


Pues  me  dejar  qne  le  elija. 

esceha  xm. 

EL  BUEN  GENIO,  tatiendo  ptr  áelrat 
det  bufete  do»ie  e*lún  toi  Ubre*. — 
Dichos. 

Atxracci.  (Pura  ti.) 
¿Cuál  de  estos  le  lievarT 

aueii  GCNio.  (Seiala  uno.) 
Este. 

ALcmciR. 
No  saber  qué  causa  inclina 
Has  i  este  que  i  estolro*. 
iCoge  uu  lilirii,  y  ¡Uvaielt  al  Principe.) 
Toma. 
PRlnctK. 
Llega  aquí  bufele  y  silla , 
Que  esiá  mejor  luí.  • 

(Uegii  AleuuMt  á  ¡apunta  del  labia- 
do bufele  y  *üIa;  jr  el  Piineipt  te 
nenia  á  leer.) 

BDEK  GSNIO.* 

Si  ettl , 

Y  mas  st  su  llama  activa, 
Alumbrindnte  en  tus  dudas , 
Es  la  que  te  solicita 
Tu  Buen  Genio ;  que  no  en  vanu 
1'e  ha  reducido  i  que  vivas 
Entre  crísiiaoos,  adonde 
Tengas  de  su  fe  noticias. 

AicDicez.  {Ap.) 
Mientras  él  lé ,  pus  no  falta 
I*  hacer,  ir  i  vej  querría 
Si  ganar  mi  amo  ú  perder, 
Por  le  espei'ar  al  venida , 
Si  perder  con  gran  tresteía , 
Si  ganar,  con  alogrta.  (Vate.) 

ESCENA    XIV. 

EL  PRINCIPE,  EL  BUEN  GENIO. 

iDe  qaé  este  libro serlt 
Lér  quiero  sn  inscripdoo.  YUa 
De  San  Ignatio  Layóla , 
Dice,  de  ¡a  Compartía 
IH  Jetut,  fundador :  luego , 
Por  el  padre ,  dice ,  eterila 
Pedro  de  Ribaaeneyra , 
De  ¡agrada  teología 
lector.  Gran  varón  debió 
l)e  »er  4  quien  se  dedica 
Todo  este  volumen.  Pero 
Supuesto  que  esto  no  mira 
Has  (lue  i  divertirme ,  i  quién 
A  lérle  todo  me  obliga  f 
Por  coalqniera  parle  te  abro. 
{Uega  el  Buen  Genio  por  4elrat  de  la 
tilla,  y  abre  el  libro.\ 


Sea  por  esta ,  y  va  que  en  gnia 

De  la  verdad  tu  Buen  Genio 

Te  ba  puesto,  procura  oírla; 

Que  él  pnx^urará  que  sea , 

Si  tus  virtudes  aplica , 

Con  tal  aprensión ,  que  puedas 

Persuadirle  ü  que  esas  Aneu 

Llegan  i  tu  oído  mas  - 

Pronuneiadas ,  que  leidas.        (Yate.) 


EL  PRINCIPE. 
La  parte  por  donde  al 


Dice  ei 


englon  de  arriba  : 


Supirri 

Be  Manreta  d  Monterraie , 
Deipuet  que  lat  gaiat  rieat 
Be  caballeTO  y  toldado 
•Trocó  á  una  pabrt  tteloMina, 
Coa  un  moro  te  enconíri , 
De  loi  que  enláneet  AoMa 
7«Jer(rilai  en  Eipaña ; 
Yeamo  m  camino  üaB, 
Trabaron  amtertacien. 
Mas  que  acaso ,  maravilla 
Parece  i|oe  en  lo  primero 
Que  esta  leyenda  me  dicta 
De  moro  y  cristiano  sea 
La  plüiica.  Lo  que  Indican 
O  maravilla  ú  acaso. 
Veré.  Y  hablando  en  ditlíniat 
Coiat,  vinieron  loidot 
A  Iralñr  una  porfía. 
En  que  á  dettr  ein»  el  moro... 

ESCENA  XVt. 
Aparece  una  figura  de  SAN  IGNACIO, 
en  ¡raje  de  peregrino ,  y  otra  de  UN 
MORISCO,  como  andaban  en  Eipaña; 
y  pateáudote  lot  dot,  como  gue  van 
j.  — ._.   ~fpretetttan  a 


Sdj  mitmo  tiempo  lot  lee  EL  PRIÑ' 
IPB :  eon  etta  diferencia,  qi  -  "- 
lot  dicen  en  wa  aUa ,  y  íl 


eUot 


(Por  mas  que  lu  vot  me  diga 
Qne  pudo  virgen  doncella , 
Sin  (felrimento  v  mancilla 


Permaneció  virgen,  jo 

No  he  de  crérlo,  pues  Impticao 

Virgen;  madre,  t 

ntnart.  (Sola,  leyendo.) 
A  que  Ignacio 
Brtpendii... 

•  No  hace,  si  miras 
Qne  el  rajo  del  sol  penetra 
La  vidriera  cristalina,  • 
y  que  pasando  sus  rajos, 
Luce,  resplandece  j  brilla, 
Qnedindosc  la  vidriera 
Clara ,  pura ,  inlacla  ;  limpia.  • 

eiiIncieE. 
Con  Unta  vehemencia  esta 
Rara,  nueva,  pere^na 
Cuestión  mi  apreneíoo  tras  si 
Se  lleva,  que  jurarla 
Que  articuladas  rasones    ' 
Has  que  razones  escrílai 
Son  las  suyas.  Veamos  cómo 
El  crIsUano  sollciui 
Ajnsiar  la  paridad 
De  vidrio  j  sol. 

íl  t  el  morisco. 
•  No  prosigas...! 
mlNcm.  {Solo ,  leyenda.) 
Dilo  el  moro... 

ÍL  T  IL  lOBMCO. 

cQoecMcgenplo 
Nada  «plica.* 

ÍL  T  («n  ICRACIO. 

•Hiubp  «plica...! 

u.nt.zodb/GoOglc 


341  COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDEROX  DI 

PDbciPE.  [Seh,  Ufieailt.) 
Ignacio  le  reipeniii ... 


l'ur  uti  vidrio,  si»  que  el  vidrio 
Se  ompaBe ,  turbe  o  resista , 
i.  Por  qué  00  lluminiri 
Úrislo,  que  es  sol  de  Justicia, 
Las  entrañas  de  aua  madre, 
,  Sin  daho  ó  leiiou ,  el  día 
Qne  Hijo  lie  Dios,  de  su  seno 
Uescieode  a  que  i  la  diviua 
NAiuraleu  la  humana 
Eu  si  la  aliracc  y  la  adinita?i 

riil:)CieE. 
iDiviua  naturaleta 
Y  humana  propone  unidas 
En  un  supuesto!  ¡Oh  si  el  moro 
Dijera  lo  que  diria 

Ve) ,  si  le  ojera '.  (Lee.)  A  qae  el  nutro 
Heplieó... 

■  Pues  i  qué  precisa 
l'.ausa  i  Dios  pudo  mover 
Piíra  que  se  abrefie  y  ciña 
Su  noble  tiaiuraleía 
l.ii  la  tosca  villanía 
De  la  liumauaü* 


«tQué  mas  causa  solicitas 
Qne  estar  ei  género  bumaiw 
SiOeio  i  la  Urania 
De  Salan,  i  quien  no  ha; 
Criatura  que  nu  le  rinda 
Tributo ,  y  ser  el  librarle 
La  causa  Je  ku  venida  t  > 


«Cómo  es  esto  de  (ribulo 

A  SaiaoT  Va  aquesto  mira 

A  aquella  duda  primera, 

En  el  Alcorin  pri'Visia, 

Por  si  i  la  segunda  nasa , 

Leo.  [Let.)  A  qud  e¡m>To  replica... 

th  T  EL  ■onisco. 
>  Pnes  Satán  , cuándo  entabló 
Su  tirana  monarquía 
ÍMjlire  el  hombre?  • 

p«l\ciM.  {Solo,  le^enée.) 

y  ti  le  me... 

£l  r  sa:(  leNÁCio. 
'Cuando,  criándole  en  Justicia 
Orifiinal  Dios,  perdM, 
l'nr  las  traidoras  insidias 
De  un  íispld ,  la  gracia  ;  j  como 
Estaba  comprometida 
bu  él  la  naturaleza, 
1Jued6  toda  su  ramilla 
Irihuiaria  i  su  tir;irio 
Imperio  :  bien  nos  lo  explican 
Las  humanas  propensiones 
Oue  |iadece ,  pues  no  babia , 
biendo  obia  de  su  mano, 
Lalirada  i  su  imtgen  misma  , 
Dios  de  crijrle  inperreclo , 


Viciado  su  ser ,  de  qae 

Resultó  aue  basta  ho;  le  opriman , 

Sobre  el  Dorror  de  la  muerte , 

Sed ,  cansancio .  hambre  y  fatiga , 
ti  liumo  de  la  soberbia , 
Kt  fuego  de  la  avaricia , 
El  rebelión  de  la  carní- , 


La  carcoma  de  la  envidia 

Y  el  plomo  de  U  pereza. 

Y  siendo  (como  homicida 
De  todo  el  xénero  humano ) 
Eo  cierto  modo  inilnila    . 
Su  culpa,  fué  necesario 
El  que  para  redimirla , 
HérilO  infinito  hubiese  ; 

"I  Y  asi ,  la  sabiduría 
De  Dios  dispuso  que  el  Hijo , 
Hecho  bomnre,  al  hombre  redima , 
Svtisraciendo  |ior  lodo 
Eí  rigor  de  la  Justicia, 
(kin  que  habiendo  de  venir. 
El  Padre  elie>ó  una  Hija , 

?uc  para  Madre  del  Hijo 
para  Esposa  divina 
Del  Espíritu,  en  primero 
tiisiaiile ,  en  |>rimera  línea 
lie  su  animación  primera , 
fuese  en  gracia  concebida 

Y  á  los  conlJClos  de  Madre 
Preservada  j  preferida ; 

Rendo  Uarin  v  su  Hijo 
>s  que  del  feudo  se.  libran , 
Su  Hijo  en  virtud  del  poder, 

Y  de  la  gracia  Uaria.a 

,   PüilIClPE. 

iSu  Bijo  en  virtnd  del  ¡lodcr, 
Vd«  la  gracia  Harlaí 
¡Cielos!  ni  duda  ¿noesestat 
Slfaaiús  mas  ILee.)  A  eae  cea  rita   . 
Dijoel  moro... 

ÉL  T  et  aoBisco. 

Pues  ni  me  mueve  ni  anima 
A  creer  que  virgen  madre 
Antes  del  parlo  conciba 
Virgen,  virgen  en  el  parlo 
Permanezca ,  y  virgen  viva 
Después  del  parlo;  j  pues  tanto, 
Imiaclo ,  tu  compañía , 
Ejerciiindose  maestra 
ve  la  crisllina  doctrina  , 
Eu  no  sé  qué  ocultos  lejos 
He  asombra  j  mealemoriza, 
H4irédel<.> 
{Detaparece  la  flgara  del  Noriteo.) 
nlHCtK.  (Sote,  lei/endo) 
Con  que  echaade 
Ei  moro  por  otra  via , 
Quedó  H  diciendo... 

íl  t  san  icüacio. 

■Ove,  aguarda, 
Que  no  es  bien  de  mi  se  diga 
Uue  oi  de  Maria  baldones, 

Y  no  los  vengué.  Que  siga 
,Sus  pasos ,  y  i  puñaladas 
Le  mate,  seri  acción  digna. 
Pero  ¿dónde  voy?  que  ya 
Ño  es  liempo  de  bizarrías, 

Y  la  milicia  de  Oíos 
No  es  la  pasada  milicia. 
El  volverá  por  su  causa . 
Sin  que  sea  yo  homicida , 
Haciendo  que  de  su  secia 
Reyes  crean  algún  día 
Que  de  aquel  común  tributa 
María  y  su  Hija  ge  libran : 
Su  Hijo  por  naturaleza , 

Y  por  la  gracia  María. > 
(Detaparece  la  flgura  de  San  Ignacio.^ 


E  LA  BARCA. 

EflCQf  A  XVIL 

.EL  PRINCIPE. 

Den  alma  los  libros. 


i«uei 


iznn  sus  tetras, 
(>a[>el,  se  imprim 


,  Has  que  en 

'  tronándome 

'  Calladas  i  un  tiempo  }  < 

i  I  Cielos!  si  del  Akortii 

I  Vuelvo  al  no  euleudidu ' 

I  i  Aquella  proposición , 


Nó  harás  ,  sin  que  yo  le  borre 
'  Las  hojas  en  que  está  escrita. 
I  [Le  muda  Im  liejai  del  libre ,  tiempre 
\     al  contrario  de  lo  que  íl  lat  abre.) 

I  t>RÍKCIPB. 

'  Pero  el  aire  me  ha  trocado  " 

,  ICl  capitulo  eu  qur  iba 
i  Leyendo,  'j  Hiela  aquí  no  esiabaí 
au.  CEMO. 

Anles  que  le  halle  y  prosiga 

En  ajtiBiar  ambos  textos , 

Ven,  Cide  Hamél,  tan  aprisa,  - 

Que  con  mis  alas  parezca 

Que  vuelas,  mas  que  caminas. 

veamos  si  con  el  rescate 

Que  le  traes,  le  prevaricas 

ti  discul-so,  y  no  viviendo 

Entre  cristianos,  le  privas 

De  que  vaya  de  su  ley 

Tomando  nuevas  noliciai. 

I  Por  mas  que  le  busco  donde 
I  Le  dejé,  no  le  hallo. 

ESCENA  XIX 


Albricias, 
Hahomel,  á  pedirle  vuelva, 
Dicn  que  muy  i  costa  mía. 

rsixiPE. 
i  De  qué  puede  albricias  daf 
(in  cautivo  tan  sin  dicha, 
Que  no  la  espera  t 

Deque 
Va  desa  playa  á  la  orilla, 
Tii'rra  loma  el  Ix'rganiiu 
I  Que  fuéá  tu  patria. 

!  Si  inspira 

I  El  anuítoD  de  mi  alieiilo 
I  En  el  buque  de  su  quilla , 
j  «Qué  mucho  que  veloz  vuettaf 
'  ¡Oh  sea  para  qiié  impidan 
Las  humanas  conveniencias 
Discurrir  en  las  divinas  T  [Ve 


dbyGOOglC 


EL  UKAN  Pltl.NClPU  ÜK  PKZ- 


XX. 

EL  PRINCIPE,  DON  BALTASAR. 

Ptrdonidnie,  s\  grosera 
lilciilTÍere  mi  alegría 
Acaso  eu  el  alboroto 
Üe  pensar  que  su  venida 
Sea  i  sacarme  de  ruesli'o 
Uomiiiio;  que  donde  instan 
Uai  esposa  ,  un  padr«,  im  hijo 
Y  Ludo  un  reino .  no  es  tibia 
La  disculpa  :  majomii-iite 
Uiando  en  la  esclavitud  mía , 
Aunque  el  cuerpo  libre,  el  alma 
Siempre  ba  de  fjuedar  cautiva. 
Otn  esta  salva  ,  Ucencia 
Uedadtequeilaraarma 
Llegar  pueda. 


Llegasen  i  vos  Us  nuevas, 
Y  supiesen  donde  hablan  * 
[>e  hallaros,  entié  un  soldado 
Que  le  sirviese  de  guia 
Al  portador ,  5  con  él 
Llega  ja, 

XXI. 


;Qué  e«* 

Que  si  el  precio , 
Va  en  crédiios  á  ja  ea  ricas 
Jojasj  dineros,  no 
Basta  para  que  consí^sn 
'  Libertad  cuantos  sin  fila 
Eslín ,  desde  mi  familia 
'   Al  mas  misero  grumete. 
Y  por  dirlia ,  ú  por  desdicba , 
Fallan;  para  uno  solo, 
.  Sea  i  mi  ;  que  me  bstiman 
Las  peualidades  suja* 
'  Aun  mucbo  mas  qne  las  mias. 


jFeHce  el  dia 
salad  vuelvo  i  ve 
pnlnciK. 
Ob  HameiíjQuébajT 


Ponqué  prolija 
No  sea  mi  relación. 
Procuraré  reducirla. 
Zara  j  Mulej  qofdan  baenos ; 
Solamente  ea  quien  peligra 
La  salud ,  es  en  tu  padre  : 
Años  son,  no  hay  que  le  allija  ■ 
Que  el  achaque  de  jos  años      ' 
Se  sabe  sin  <iue  se  diga. 
IAb.  Callacéle  que  la  nueva 
Due  llevé,  rué  su  homicida. 
Porque  el  saber  que  ya  es  rey 
No  creica  al  precio  la  estima.) 
unos  j  olpoa ,  do  hay  Hqneu 
En  Feí  aue  por  ti  no  riudaii : 
loyas  j  dineros  traigo , 
Pii  que  lambieu  participa 
Tu  cuhado,  el  rey  de  Túnez; 
Mas  quien  con  mas  bizarría 
Se  lia  mostrado ,  es  Abdala. 
Crédito  abierto  te  envia 
En  Liorna ,  como  estas 
Cartas  dirin... 

Sin  abrirlas 
(QueatcauUvonoleeidado 
(jue  I.1S  lea  ú  las  reciba) , 
Mi  rendimiento,  señor 
rk)D  Baltasar,  os  suplica 
( Hasta  ntemen  te  honestada 
Teiiicn  inles  desto  la  prisa ), 
Que  al  Maestre  j  su  conspjn 
Las  presentéis;  ji  nue  admilan 
l.apíitica  disponeif , 
Sin  que  un  punto contradi(t.i 
A  lo  que  vos  dispusiereis ; 
Pues  solo  en  una  os  avisa 
m  atención. 


De  lodo  advertido  toy  ; 

Íuedadlo  ros,  que  adquirida* 
resas  de  la  retwlon 

Son,  y  que  disminuirla^ 
'  No  podré  lo  que  quisiera.— 

Venid  vos  conmigo, 
¡{Vatue  Don  Balíatar  y  CUé  Hamtt.) 
I  FHI.1CIPE. 

Impia 
i  Imaginación ,  pues  es. 
:  Va  otro  lo  que  discurrías, 
■  néjame  pensar  un  rato 
'  En  las  amantes  delicias 

De  volver  i  ver  á  Zara : 

Bien  que  no,  como  qnenia . 
'  Serl  presto .  porque  es.raerza 

Que  et  cumplimlMto  prosiga 
,  llel  voto  que  hice  ai  pn)reli. 


XXII. 

I  SoLi»*iios.-EL  PRINCIPE. . 

m  soLüADn.  (Denlm,) 
{  Antes  perderis  la  Tida. 

!  i  Qué  oigo  t 

I  Tkiios  solojIms,  (Oenir».) 

!  Ténganse. 

I  sOLDAoo,  (Denlra.) 

j  Qne  sufra 
I  btcer  tal  sapercherla! 
¡         {Sueñan  dentro  cuehillada*.) 

'.  A  la  puerta  cuchilladas 
I  Hay  :  iré  i  ver  si  la  riña 
;  En  voz  de  oriculo  babla 
I  Conmigo. 


Portal  de  la 


le  DcD  BalUur. 


I  ESCENA  x:un. 

[Salen por  un  lado  riñenáo  algaaoi 
soluaoos  MH  TURIM,  quetaU  tín 
tombrere ;  y  uniu  y  etrat  tiraitiú  de 
ALCUZCUZ. —  Por oí»  lado.  EL 
PRINCIPE. 


ror<|ue  esta  casa  la  viva'     • 
Vuestio  general,  pnrqué 
Hi  persona  en  ella  habita, 
1  No  baata  para  tenerla 
Has  reS|ieto? 

VTt  BOLOAIKI. 

Aunque  te  ludignai 
Con  raion,  la  que  yo  tengo 
Podrí,  si  llegas  ttiria, 
Disculparme. 

TUIIH. 

Es  solo  la  que... 

raincirt. 


Que  estoy  yo  aqnl. 


«vta. 


Poique  JO... 

PRfnCIPE. 

Nadie  la  diga , 

?ae  cualquiera  es  sospecboio ; 
si  alguno  ha  -le  decirla. 


Halmaginai, 

tue  parte  1  aun  partes  ser, 
ues  temer  que  mg  divídao. 
Jugando  estar  mi  polirou ; 
Hé  querer  ver  si  perdía 
O  ganatia ;  él  asi  como 
Hé  entrar,  poner  en  mi  oí  vista 
Y  decir  :  •  Sobre  ese  moro 
Cien  escudos,  que  es  su  eslima, 
Mé  correr..  Decir  aqueste  : 
Topo  ;  ■  cop  que  parecía 


Clnconla  escudos  ganar. 
Cuando  ofrecerse  un  reucilla 
Sobre  ganarle  la  mano ; 

Y  un  mirón  de  los  de  eneinia 
Decir  que  mi  amo  perderla  : 
Responderte  él  que  mentia ; 
Sacar  et  espada  todos; 

y  mientras  los  apaciguwi. 
El  que  ganar  mi  metad , 
Decir:  «Cabo  mé  camina, • 
E  lerar  de  mé.  Hl  medio 
AiDO ,  ya  con  gran  mohína 
Decir  :  <  No  le  lias  de  llevar ; 
Antes  perderás  el  vida.  >• 
Decir  el  otro  ;  «¡.Qne  mé 
Soh'lr  tal  Bospercherta?» 
Coa  que  de  parte  unos  de  uno , 

Y  otros  de  otro ,  repetida  . 
La  pendencia ,  unos  y  otros 
De  su  medio  moro  tiran  : 
Peligro  eu  que  pira  quien 
Para  sobre  prenda  vita. 

Porqee  de  Don  Baltasar 
Esto  DO  llegue  i  Doticia, 

Í  ulero  compoDerlo  yo. — 
omad  aquesta  sortija ,    (Al  nidada.) 
Has  qne  et  medio  moro  vale, 

Y  idos  de  aqnl. 

Que  te  sirva 

a  eoo  y  m  todo,  es  fuerza. 

{Vanu  toi  uldadot.) 


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COMEDIAS  DK  DON  PEDRO  CALDERÓN  DB  LA  BARCA. 


ELPaiNClPS,  TURIN,  ALCUZCUZ. 
pRiirciri. 

ÍPotíUe  ei ,  Tnrin ,  (jae  tItm 
•n  lia  riendi ,  Un  síd  freno , 
Qne  DO  advieri«8,  qne  do  miras 
Tan  baeo  dneSo  como  tienoS'! 

HasU  abora  no  Mbfa 

El  qK  Umblen  loa  ceiores 

PrlDcipeí  de  Pet,  predicu. 

nlnoM. 
tfo  le  qnlero  nopender 
A  Ud  Ubre  y  atrevida 


Coa 

COM. 


d^arlepi 


por  perdida 


TURffl,  ALCUZCUZ. 


Como  decirte  Mita, 
Cuando  mi  amo  eatero  « 
Bolero  mior,  partida 
La  mitad ,  A  niedla  amo 
Basta  medio,  lo. 


EalartBa 
Perdí  el  aorntirero , ;  la  upada 
Se  me  bi  torcido  :  alti  arriba 
Sabe^  olra  espada  ]  soinbrero 
Heme. 

Esa  es  Bollería, 
Querer  que  t  medio  poltrón 

Solero  cautivo  sirva. 
Somlirera  escoger  ó  espada; 
Y  pensar  desde  esto  dia , 


iVIsen  bM  ciehM,  iofama, 

VU  canalla  barracbtea  i 

Qne  te  mate  t  ¡.EmtíiU  em  tt.\ 

Tnmeud 
Matar;  mas  dejanne  viva 
La  otra  meud. 

ESCENA  XZVL, 


MU  tuT^sUl. 

iQnéét  aquei 
I  JoMicIa ,  aeSor,  Jostlda ! 

MNaALTUU. 

iDeqníT 

lacmcDi. 
I>eqHme)agar 
80)0  loedio.  j  ana  portla 
Que  ser  para  él  estafermo , 
Sleado  para  otro  sbrti|a. 


DOH  ULT4S4*.  * 

i  Qué  sortija? 

ALCDIEDS. 

La  qae  dar 
Habomet,  al  menr  que  labia 
Por  mé  cochinadas,  como 
Si  fiíera  yo  dama  boda. 


Esto  DO  tiene  remedio. 
TurÍQ,  boj  parle  1  Sicilia 
Un  bergantín  :  abl  teodris 
Todo  cuanto  necesitaa 
Para  el  camino  :  el  rescato 
Queda  en  la  contadnria 
Va  becbo  bnenOt  de  ese  moro. 
Ve  por  ¿I. 

Advierte ,  mira., 

PM  BALTUta.    ' 

No  bajr  qne  baolar. 


raiNCirE. 
S^or,¿quéei 

•OR  tlLTikSjlK. 

Volver  con  ana  alegría 
V  encontrar  con  un  enfodo. 

prIncips. 
iQoé  enfado? 


Dése  picaro. 


SeQor ,  le  ri 


Por  mi. 


t>SlHCI?E. 

i  Yo  babla 
De  interceder  por  un  hombre 
Sioiey  jdemalaTfda? 
Antes  le  daré  las  gracias 
Porque  os  arroje  j  despida 
De  Bti  casa. 

mam. 
I  Voto  í  Dios , 

8ne  á  no  mirar !...  Pero  dia 
idtá  habri. 

rafiicira. 
iYqnéhaj? 

aOH  BALTUitS, 

Que  el  bajel 
V  la  gente  qne  venía 
En  éí,  se  apresta ;  j  el  canj« 
De  toda  vuestra  familia 
Ajustado  queda  en... 

Vuestra  vos  no  me  lo  diga , 
Porqde  no  quiero  saber 
(^  tanto  vale  una  dicba. 


Pues  becbo  el  canje,  el  Maestre, 
Por  trataros  con  la  ráilma 
De  principe  Ubre  ya , 


iNn  serla 
Mejor  qoe  jo  anticipase 
Bibooordesa  visita, 
Y  que  le  viese  primero? 


Todo  )o  que  tt  oortesla 


Venid. 

PSblCTFS.  {Ap^ 

CoDÍnia  imaginativa, 
Déiame  que  por  ahora    - 
Solo  piense  en  mi  panída ; 
Qne  oespues  bahrí  logar 
De  volver  i  tus  enigmas. 
{fante  el  Principe  g  Don  Ballaiar.) 


ALcracn. 
Bien  ver  vos,  picaBo, 

Se,  libertad  construida, 
ser  mi  amo.  Horro  1  Hafaoma ! 
He  llamar.  *  (Vm  AM^nd*.) 

nmn. 
Poco  la  buida 
Servlri  para  que  i  azotea 
Yo  00  te  mate.  (Vote  ¡nu  il.) 


ESCENA  XXVUL 

LOS  DOS  GENIOS. 
■AL  OBino. 
Bien  miras 
Lo  poco  de  qae  han  senido 
Tus  ejecutadas  minas. 
Hasta  reducirle  esclavo 
A  que  entre  cristianos  viva , 
Pues  ya  bnmanas  conveniencias 
Le  alejan  de  las  divinas. 
Digalo  el  que  yendo  i  ver 
Al  Haesire ,  cuando  él  venia 
A  visitarle,  se  encuentran ; 
¥  uno  y  otro  en  corteítas 
Emharaiados,  no  ven 
La  hora  de  que  sdrspida  : 
Con  que  para  qne  se  vaya 
Es  tan  de  entrambos  ta  prisa ,        , 
Que  aprestado  el  bajel ,  Hegín 
Juntos  basta  la  marina , 
Donde  i  despedirse  vuelven , 
Don  Baltasar  con  caricias, 
E>  Maestre  con  agasajos, 
V  Mabomet  con  «legHas; 
Diciendo  de  mar  j  tierra 
A  un  tiempo  salvas  j  grita... 
'{Dtntrt  cAMiKfw  |r  *a/*a  de  Urei.) 


eaiTTE ,  dtnifo  <. — LOS  DOS  GENIOS. 
DMoa.  [Dentro*.) 
viaje. 

oraos.  (Dentre  *.) 

Buen  pasaje. 
anm».  J^Dttíre  *.} 
DesTerra  la  amarra,  y  riía 


¡1  dedr,  ]t)M,  iatie  a«  sa 
dbyGOOglC 


Hia  en  levante  la  proa , 
Al  rumbo  de  Saltnedina , 
Vuelve  en  demanila  ád  voto , 
Con  qae  (aaiiqne  oln  tei  lo  digs) 
Se  ie  [|ne  en  sus  conienlenclaa 
Ha  ohndado  las  noiiciaa. 

No  mucho,  N  en  fe  de  cunto 
La  vetkemenie  aprensiva 
De  aquella  lección  le  He», 
(Apellas  pierde  de  lista 
Laiierra.^enaUa  mar, 
Oue  le  recibía  tranciuila. 
Se  ve,  cuando  alborulada. 
Sus  crespas  Ondas  eriz» , 
Combatida  di>  contraiios 
Vientos,  i  cuy*  improvisa 
Baüa.riraijasj  golfos. 


Nota 


Pero  el  sol ,  por<|Ue  H  viaje 
l>e  su  vola  i>o  prusijja , 
Al  horror  del  lerr-ninto  « 

Tamblín  aus  rayns  vclijiu. 
[Ruida  ienlra  de  Itrremal*  t  ¡"tp*'- 
tad.) 

Si  por  los  iiifteles  malos 
,  Tiil  vet  Dios  al  mundo  eovla 
Las  ii'mppsiiides,  1  mi 


SI  Dios ,  por  Angeles  buenos , 
Tal  vez  también  se  apacigua , 
Vo  pediré  á  sus  piedades 

8 De  les  ampare  •)  aaiiLa , 
aando  dices... 

E8CDIAXXX. 

St  deieubrt  el  btítl,  en  que  teñeran 
EL  PRINCIPE.  CiOE  HAMET,  AL- 
CUZCUZ T  niiMiieHQo.  —  LOS  DOS 
GENIOS. 


Vot  ti  el  puerto  nos  abriga. 

Tres  veces  el  RobemaMí' 
Del  timón  puse  en  su  mira, 
Y  tres  el  viento  por  proa 
Nos  volvió  al  mar. 
(Eiuiindeee  el  mar,  echando  fliegt 
enlrtlaMnuíiu.) 

Suerte  impla, 
iNo  basta  ver  contra  mi 
Qoe  airadw  lo*  vientos  giman , 
Que  inquietos  bramen  los  mares , 
Que  Deros  aun  no  me  admitan 
Lo»  montes,  sino  que  el  fuego 


EL  GRAN  PR1NCIP&  DE  FEZ. 

TamUen  ssBudo  me  embuta! 
;  Oh  culntos  flechados  rayos 
Contra  mi  las  nubes  vibran ! 
De  cujo  incendio,  al  caer 
Ed  agua  stis  culebrinas. 
En  vez  de  apagarse,  abrasan ; 
Pues  las  Olidas  enccndidiis 
Volcanes  de  fuego  arrojan , 
Einas  de  llamas  espiran. 


íMov. 


.pira 


>sdeii 


iar  Por  espumas  cenizas! 


Tan  sobrenatural  pasmo 
Sin  duda  Quiere  que  diga 
Que  no  es  bastante  H  profeta, 
A  quien  mi  fe  prn-grina . 
Para  ampararme ;  y  pu<!S  éi 
He  desampara  y  oliiJa, 
Ue  su  iugraliluil  apele 
Al  favor  de  la  divina 
Deidad,  que  del  feudo  exi'uia 
Su  ml'nio  Alcorán  publica, 
¡Haría!  mi  vida  ampara. 

aucH  GEMIU. 

SI  hart ,  que  nadie  apellida 
Su  piedad ,  que  no  la  baile 
Piadosamente  beoigaa. 

ESCEHA  XXJCI. 

Ábrete  una  nmbe  vbre  el  bajel ,  y  vete 
deairt  de  ella  á  LA  VIHGEN  M»y 
un  dragón ;  wtsicK  eeuUa.—  Dkhos. 

Niisrc*,  que  canta  dentro  da  la  nube. 

Templen  vienta»  y  marea. 

Templen  *u*  ira», 

Puei  de  pat  el  itit 

Sale  en  Uiria. 

rtixciK. 

Si  el  fiíego  no  veis,  4I10  oís 

Üolclsimas  armonías 

En  los  vientos? 

Nada  olmos. 
paL-ttjiPB. 

Luego  DO  veréa  que  brflta 

'Obre  las  nubes  el  iría 

De  la  pas ,  de  quien  la  niofa 

Verdadera  y  pura  es 

Una  bellísima  niña. 

Que  coronada  de  estrellas, 

V  rayos  del  sol  vestida. 

Con  la  luna  por  coturno , 

La  ircnte  de  un  dragón  pisa , 

Diciendo  su  salva ,  eo  fe 

De  que  sobre  ellos  dominal... 

ÉL  T  MllSICA. 

Tamben  tUnlat  y  maraa. 
Templen  ana  ira* , 
Puf»  de  pat  el  tria 
Sale  en  María. 

Nada  olmos. 

aoi. 
Nada  vemos , 
Sino  solo  que  retira 
Sus  sa&as  el  mir. 


Li  vlacRN. 
Vuelve,  Maboniet,  vuelve  1  N 
Donde  te  espera  la  dicha 
De  que  salgas  de  una  vez 
De  aquellas  dudas  anligiuii ; 
Pues  el  haberme  invocado 
Rasla  para  que  (^insigas 
Librarte  de  esa  tormenta , 

V  saber  con  fe  mas  viva... 

ELl.A  V  Kdsic*. 
Que  Crtila  y  Marta  ton 
Ltt  que  del  feudo  te  libran. 
Orillo  flor  naluraleio , 

Y  por  la  gracia  María. 

pRfxcíPe. 
\K  Malta.  íHalu otra  vez. 


Pues^qoé  te  obliga? 
rafKCiPE. 
No  sé ,  ni  nunca  sabré 
Si  tan  grande  maravilla 
Es  revelación  ó  sueño; 
Pero  sé  que  siempre  diga... 

<L  T  miaici. 
Que  CrUlo  y  Murta  »úB 
Lo»  que  del  feudo  te  libran , 
Crliio  par  naüiraleta . 
Y  par  la  gracia  Haría. 


JORNADA  TERCERA. 

Calle  cernía  i  sat  l(les(i  en  «alta. 
ESCteA   PKIHERA. 


Abrid  la»  puerta»,  abrid, 
Entrará  por  ellat  quien 
Bey  en  el  de  BaUatar 
Trueca  el  nombre  de  Muley, 
Metlrando  que  nu»  etíima  tener. 
Que  allá  todo  un'reína,  aqui  el  nombre 
■  eme.         Ide  m  ref. 
Ven  conmigo,  Alcmctu. 
ALcoacDz. 

;fMflde 
C<m  tanto  prísoT 

Ano  ver, 
Anooir,noimagiiiJr     ' 
tina  pena  tan  cruel , 
Como  que  i  las  poertaa  llanen 
De  la  iglesia,  i  que  entre... 
«L  V  kOiic*. 

Quien 
Hoy  inelde  Baltaiar 
Trutea  el  nomttre  de  Muley. 

PueSíqoé  Importarte? 

¿Eso  dudas. 
Infame,  cuando  le  ves?... 

ti.  T  HÚNCA. 


MotlTMdo  ^tta  matelHma  tener, 

[de  un  reg. 


ÜlOMHft 


reine,  aquí  el  nombra 


Si  tabes  qoe  dése  golfo 
Corrimos  tormenta ,  en  que , 
Privado  el  juicio,  orejó  1 

XiOOglC 


Haboniet  que  i  su  pirrcer 
Naieffaba  ouJas  úi  fuego ; 
Sí  irreliiUcli)  ilospues 
'  Siliei  que  (lijo  que  vía 
Bi'tlo  arco  ite  rosicler, 

Y  qne  ta  paz  publicaba 
Purísima  niara  en  él; 

SI  ubet  que  este,  ó  hien  sucíio. 
O  bien  aprensión,  ú  bien 
Delirio ,  su  corazón 
Poseyú  COQ  tal  poiler. 
Que  no  solo  i  Malta  hii.o 
One  likse  vuelu  el  biji:! . 
Sino  que  i  voces  en  ella 
Publícdiiiio  entrase  (fue 
De  su  error  deseuganado. 
Venía  i  pedir  su  Icj ; 

Y  en  ün ,  si  sabes  qne  1  pocM 
Días  que  hubo  menester 

£d  ingenio  para  instmirse 
Catequizado  en  su  fe, 
Hof  se  bautiza ,  j  boj , 
Porque  le  venciú,  ó  porqué 
Le  agasajó ,  6  porque  uso 
Entre  los  crúLianos  es 
Poner  al  esclavo  el  nombre 
Del  dueílo,  el  del  gran  Halej 
Trueca  en  el  de  Balusar, 

Y  el  a  Deludo  tambieo 

De  Kahooiel,  su  real  estirpe. 
En  el  de  Loyola ,  i  quien , 
Por'un  gran  varan ,  cobró 
AiDOr(Jacausanosí]; 
¿Cúmo  dudas  que  yo  sienta. 
Sobra  ser  su  maestro  y  ser 

?uien  lan  mal  le  doctrinó , 
an  grande  improperio  ver 
De  nneslro  prol^ia ,  y  raas 
Habiendo  dado  á  entender, 
Que  el  que  quisiere  seguiíie 
Con  íl  se  quede ,  y  que  el  que 

gulera  volverse,  tbi  tiene 
a  libertad  j  el  bajelT 

Y  siendo  asi  que  de  cuantos 
loriados  salimos  de  Feí 
Ninguno  quiere  seguirle, 
Copmigo  i-con  todos  vea 

A  embarcarte. 

ALcncci. 

Nobicer  tal. 
Que  mé  criado  suyo  srr 
A  quien  sacar  de  viliano 
(l^mo  tú,  Ronior,  saber) 
Antes ,  j  baber  rescatado 
De  ito  Ir  con  Torin  después. 
Dictlmeo  suTO  seguir , 
O  mil  baga  i  baga  bien. 
Que  esto  es  estar  palaciego  : 
Üaliar,  ó  decir  ameo. 

iQai  importar!  que  no  vengas 

TuTQuédale.queyoiré 
Con  los  demás  a  llevar 
Otra  mala  nuíiva.  aunque 
Slendiiesla  lanío  peor. 


K«  qui-  sí  lialier  pareriiln 
Sil-  jomeiito  ^  me  mnjcr . 
A  ambos  decir  que  las  man 
Besar,  j  quedar  i  ser, 


KDIAS  DE  ÜU.N  ^EDItU  CALIIEHON  DE  LA 
'  Ni  cresliano  pnr  el  bai , 
Ni  mero  por  el  revés; 

■si  asi,  entre  desluces,' 
Cresti-moro. 

¡Oh  vil,soes, 

Ínfame  casta  babari ! 
'ues  quieres  quedarle  1  ver. 
Cuando  i  la  Iglesia  le  llevan. 
Ya  en  cristiano  traje ,  á  ser 
Oveja  de  su  rebáúo  : 
Que  digan  can  lo  y  tropel... 


Sale  LÁ  HitsicA  delante,  iutQO  casalli- 
Ros  ton  la  gran  erui  de  San  Jaan; 
osocoauaa  fuente,  y  en  ellaunia- 
Utt ;  ono  ima  veta ,  otro  un  veliilo 
de  piala,  orno  un  matapan;  g  delrat 
EL  PRINCIPE ,  vestida  á  la  española. 
en  medio  de  RL  MAt:ST1tG  t  ÜOS 
BALTASAR:  EL  BUEN  G)-;M0  de- 
lanle  de  it,  con  una  hac/ia  encen- 
dida; 1/  EL  MAL  (ibINIO  áelroá  de 
lodot,  como  mirando  d  lo  leroú.  ~ 
ALCUZCUZ. 


Pues  intes  que  en  su  sagrado 
Me  atreva  i  poner  el  pié. 
Pública  satisfacción 
Al  mundo  be  de  dar  de  que. 
Detestando  los  errores 
En  que  iiaci  y  me  crié, 
'  A  Cristo,  hijo  de  Haría, 
Que  boy  confieso ,  y  cuva  ley 
,  Ho;  recibo,  perdón  pMo 
lie  lo  mu,;ho  que  Lirdé  * 

En  responder  linteriures 
!  Auxilios  :  y  para  que 
I  Conste  mi  dolor  y  conste 
'  Mi  confi'iioii ,  atended , 
Atended  todos  á  esta 
Protestación  de  la  fe. 


!  c.nn  que  el  mal  genio  arredrado,    * 
Aun  no  se  atreve  i  ir  tras  él. 

La  católica  fe  solo  llamamos 
Aquella  con  que  solo  un  Dios  tenemos. 
Unidad  en  quien  tre Siempre  adoramos, 
Trinidad  en  quien  siempre  uno  creemos. 
Sin  que  desta  unidad  que  veneramos, 
iSi  desta  trinidad  que  defendemos, 

'  Las  personas  confunda  la  ignorancia , 

I  Ni  el  ciego  error  se[ftre  la  sustancia. 
Que  una  esdelPiidre  la  persona.es  claro: 
Que  uniesdelDijolapersona,  es  cierto; 
Que  una  es  del  Spnto  Espíritu  preclaro 

,  La  persona ,  la  fe  lo  ha  descubierto ; 

I  Mas  aunque  en  h»  personas  tres  reparo, 


BAltCA. 

En  la  divinidad  solo  uno  advierta: 

goecoetemaeolosires,  sin  duda  alguna 
na  es  la  majesLad ,  la  gloria  es  una. 
De  nadie  el  Padre  allí  en  supremo  grado 
Fué  hecho,  engendrado,  criado  ni  naci- 
Denadleelllijooihecboui criado;  [do; 
DueengendradonomasdeiPadrebast- 
ElEspiritunihecho  ni  engendrado,  [do; 
Sino  de  Padre  é  Hijo  procedido  : 
Ts  a  coiguales  lostres.queeaiíadieiane- 
Mayor,  menor,  primero  nlpoctrero.  [tú 
Asi,  Señor,  conQeso,  adoro  J  cr«o 
Vuestra  diviuidad ,  y  en  este  *f cano 
Misterio ,  de  la  fe  primer  empleo , 
Divino  os  reconozco  y  soberano  : 

V  trascendiendo  al  singular  trofeo 
De  unir  al  ser  divino  eísár  humano, 
(^Qeso  eu  vuestro  Hijo  el  ser  y  el  nom- 

rbre 
De  verdadero  Dios,  verdadero  hombre. 
Para  que  en  dos  naturalnas  cuadre  (do; 
Ser  hombre  y  Dios  al  qne  le  erébumaiia- 
Puesljios  por  la  sustancia  fuédel  Padre 
Ante  siglos  de  siglos  engendrado, 

V  hombre  por  la  sustancia  de  la  Madre, 
Nacido  en  siglo ,  habiéndose  encarnado 
En  preservada,  intacta,  virgen  bella. 
Antes,  entonces  y  después  doncella. 
Con  esta  protesta  j  este 

Honor  que  los  dos  me  iiatteis ,  ■ 

En  ser  mi  padrino  vo< ,    {Al  Maeilre.i 

Vos  en  darme  el  nombre ,  pues 

Lo  Baltasar  y  Loyoia  (Á  Don  BaJfMOr.'] 

En  vuestra  casa  lo  bailé, 

Bien  como  eji  la  religión 

De  Juan  el  bautismo ,  cu  fe 

Que  el  suyo  de  agua ,  ya  de  agtta 

De  Espíritu  Santo  es; 

Alentad  mi  conñanza 

Para  poilerme  atrever 

A  pisar  e$os  umbrales 

Cuanto  intes  pueda,  porqué 

Apenas  habré  dejado , 

Como  serpifiiie,  la  piel 

De  antiguo  hombre.yde hombre uae*u 

Vestido  la  canilide/. 

Lavándome  en  el  cristal 

Que  no  haciéndome  volver 

Se  nazca  scgiioda  vez,- 
ando  para  Roma  parta 
Con  las  cartas  que  me  habéis 
Elunoyoirooírecido, 
A  besar  al  Papa  el  pié; 

V  dándole  la  obediencia, 
Suplicarle  que  me  dé 
Licencias  y  pasaportes 
Para  que  pueda  volver 

Ea  términos  procurando 
deuda  satisfacer 
A  Dios  del  perdida  tiempo) 
A  predicar  de  su  ley 
La  verdad,  no  solamente. 
Al  moro,  pero  al  inliol 
Has  remoto,  <lesde  aqui 
Sacriflcando  mi  ser, 
Mi  vida  y  alma,  á  la  llama, 
Al  cucbillo  ó  al  cordel. 


Pues  supuesto  que  a  los  dos 
Nos  oldiga  i  enmudecer. 
No  enmudezca  el  alboro/o 
De  lodo  el  pueblo  :  volvrd 

Diciendo  um  y  otra  vez.., 
\l>rid  latpttertat^  abrid , 


eyCOOglC 


Eniraró  por  ella*  quien 
Hay  ea  ti  de  Ballater 
Trueca  el  nombre  deilalegl 


Dan  Ballasar  de  Leyóla 
Ugran  principe  de  Fez. 


Uoitrando  tue  mat  atíma  tener, 
Queallitodo  km  reino, aguí  etnttn^e 
[de  m  rey. 
[Tocan  eftirfmfBf,  g  ean  eUa  repeti- 
ción te  entran  lodot.) 

ESCENA  IIL 

£L  UAL  GEMO  \  bosica  ,'  dentro. 

■jtL  GENIO. 

¡Oh ,  cajreca  sobre  mi 

Al  abrasado  desüeii 
Del  úllimo  parasismo, 
I. a  enmara  bada  alUvez 
l)v  esos  moiiiesl  ¡(Mi  cajera. 
Hoto  de  BU  |iolo  el  ej , 
Sobre  mi  la  inmenu  cumbre 
He, todo  ese  azul  dosel, 
Para  que  abriendo  loa  mares 
Al  <leS[ieitado  vaivén 
De  tanlo  embale,  los  senos 
l>e  su  pavorosa  tez. 
He  sepultara  en  su  abismo. 
Antes  quf  llegara  á  ter 
Al  Buen  Genio  caulra  diI 
Coroiiaüo  lie  lalirdl. 
Pero  tqu<i  me  desconfía! 
Qae  tarde  se  pudo  hacer 
De  buen  moro  hueu  cristiano^ 

K'Mnun  proverbio  no  fué? 
es  en  su  persecueioii , 
Anüíaila  sicinnre  iras  él , 
Prosras  mi  sana.  Pero 
jAj  inrelix !  mal  podré 
Segairie  ja  ¡  que  lanzado 
Déla  «ran  virtud  «fe  aquel 


EL  CnAN  PRINCIPE  DK  PEZ. 

JirdiD  del  real  pittda  lie  Peí. 
ESCENA  IV. 

Por  unlttdolKRK.g  por  otra  KMÍiKlA 
tin  verte  katla  detpuei. 

¡Oh  loca  esperanza  vana, 
•Qué  de  siglos  hí  que  estoj      • 
>  Engai^snoo  el  dia  de  hoj 
■  V  esperando  eldemariana!i 

Por  mi  este  antiguo  conceto 
Sin  duda  que  se  escribió... 

A«.Atk. 

Sin  duda  alaana  fui  yo 
Deste  sentido  el  objeto... 

Paes  siguiendo  una  esperanza , 
No  sé  símuero  6  si  liio 

Pues  ni  libre  ni  cautiio , 

Sigo  uu  bien  que  no.  se  alcanta. 


V  asi  con  recelo  voy... 


Del  me  ahujeoia :  con  que  e*  fuerta 

Que  me  baja  de  valer 

U«  otros  medios.  ¡Oh  si  Dios, 

Ya  que  de  infiel  le  hace  Bel, 

Para  acrisolarle  mas. 

De  la  cadena  cruel,  < 

Sue  Como  a  perro  rabioso 
e  tiene  atraillado  el  pié. 
He  alargara  un  eslaboo  ! 
Verétnns,  como  me  dé- 
El  inmenso  poder  su  vo 
Para  usar  de  mi  poder 
Licencia ,  si  persevera 
O  no ,  por  mas  que  por  él 
Esos  júbilos  uta  ora 
Se  glorieu  que  ja  es... 

ÍL  T  aiisicA. 

Don  Ballaiar  de  Lególa 
El  gran  principe  üe  Fet, 
Mottrankrque  mas  eilima  tener. 
Que  allá  iodo  un  reina,  tgul  etnombre 
[Vate.]  [de  unrey. 


resumir  qui 
tintrar  en  todo  el  jardio. 

Aunque  ofenderme  pudiera 

Ue  encontraros  en  su  esfera , 
Lo  he  de  iierdonar,  i  lia 
lie  salier  (pues  ja  tenéis 
La  licencia  coiisegolda, 
Suijuesio  qni;  agradecida 
A  la  lliiexa  que  habéis 
Eu  la  libertad  mostrado 
De  Uabomet ,  la  be  concedido  , 
Sin  tratar  <le  mas  partido 
tíue  iros ,  por  babenoe  dado 
Kl  Hüy  mi  lijio  poder 
Para  que  en  su  ausencia  pueda 


Ser  JO  la  que  os  la  conceda ) 
Ouéos  obliga  i  sus|ieijder 
Tanto  licin]iu  la  pailida. 

SI  jodecir(¡uen8  llera!) 
Lo  que  me  obliga  pudiera , 
Dichosa  fuera  mi  vida; 
V  sapursto  que  no  puedo  , 
Solo,seíior;i,  diré 

8ue  quien  uie  cautivo  fué 
ahorne!,  que  eo  su  ausencia  quedo 
Esclavo  vuestro ,  es  verdad ; 
Has  tanto  en  serlo  me  alabo. 
Que  miéutras  sov  vuestro  esclaio 
No  quiero  mas  libertad, 
ifjue  se  dijera  de  mi, 
,Si  usando  vuestra  licencia 
Ausencia  hiciera  en  su  ausencia , 
SiiKi  que  si  le  servi 
En  alúo,  cautivo  IJel , 
No  lalealtad  me  obligó. 
Sino  el  interés ,  pues  jo 
He  libi-rtaba  iintes  que  él  f 
Venga  Habomet  tau  dichosot 
Como  quien  i  veros  viene. 
Que  del  solo  me  conviene      * 
Admitir  en  mi  penoso 
Estada  aqursa  piedad ; 
Pues  si  él  en  mi  usdiilrel  imperio, 
Fué  para  mi  cautiverio, 
Ño  para  mi  libertad ; 
y  aun  esla  uo  agradecer. 
Cuando  él  me  la  dé,  pretendo. 


Eso  e>  lo  que  jo  no  entiendo, 
(Ap.  O  no  lo  quiero  entender). 

V  porque  oirus  y  teros 
Nu  me  dé  qué  disi:urrir, 
O  mañana  os  habéis  de  ir, 
O  mañana  be  de  poneros 
En  una  torre  íi  esperalle; 

Sue  si  atento  i  esos  reparos , 
I  libertad  ha  de  daros. 
No  es  bien  que  tan  libre  os  baile , 
Que  su  liberalidad 
Ño  tenga  uué  hacer  después. 

V  pues  la  lilHTtad  es 
No  querer  la  líln'rtad , 
Escoged  dcsto  el  partido 
Que  menos  p^igro  os  cueste, 
iüeadentro  eelian  uiipefel d tiu piíi. 
V...  Has  iqué  papel  es  este , 

Que  i  mis  plañías  ba  caidoT 


Bella  Zara ,  I 
Mostrad , 


r,j¡ajde' 


[  Ay  de  mi  r 

Vuestra  loca  faotasia!.. 

No  creáis  que  mi  osadia... 

Baste,  baste.  Dice  asi : 

(Le')  *l  ^V<  ">'  leñor,  en  mano 

De  la  Reina,  mi  leñara. 

¡Al  Hej,  j  en  mi  mano,  abora 

Uue  ti  aun  no  ha  venido!  Vauo 

Pensamiento,  no  me  .des 

Qué  temer  j  sospechar 

Sue  pudo  Hahomet  faltar, 

S  que  TU  su  hijo  lo  es. 


COHEDIAS  ÜE  DO»  PEDRO  CALDERO»  DE  LA  RAUCA. 


Vuttir»  paire  (¡gai  peigr!) 

Ya  por  et  de  Batatar 

Tracé  el  nombre  de  Muleff ; 

y  abaadortanáo  tirano 

Cm  aeeion  lan  afi-enMa , 

Patria,  reina,  hijo  y  etpota, 

Sn  Valla  queda  criiliauo. 

¡Cielos!  anDque  de  su  vida 

lie  *i  al  riesgo  amenaiada , 

AuD  major  que  imagíaaila , 

El  mi  pena  locedlda. 

Pero  mal  bago  ea  creer 

Qoe  esio  pneda  ser  verdad.  — 

Todas  lai  pnertas  tomad      (A  poeet.) 

Del  iiTdia,  basla  ial>er 

Qoiéo  eoirú  en  él ,  quién  ectaú 

Aqnl  €Sle  papel. 

ABDllU. 

.  Allí 
Dd  bulto  esti. 

LOIDOt. 

iQuiéo  aguí 
Ocultarte  interna  ? 


ClOE  BAHBT.  —  ZARA .  ABDALA. 


Yo ,  aeñora  ,  que  dudando 
Kl^ne  pudiese  Olí  alieDio 
Cara  i  cara  pronunciar 
"'iii deidicbada  suceso, 
^jiseqnefa 
Unien  tb  itie 

l>orqnedel|  .  

Kn  él  quebrases  el  ceño , 
Kxcusandome  el  decirlo 
La  prevenciou  del  saberlo. 

tÁUk. 

{Luego  es  cierto  lo  que  aqui 

¡Pli^oiera  al  cielo 
Tao  cierto  (iiera  mi  üa , 
Como  mi  dolor  es  cierto ! 
Aqiiella  melancolii , 
Que  le  tr^o  tanio  tiempo 
Desvelado  en  entender 
Ue  nuestro  Alcorán  uu  texto. 
Creció  i  mania  tao  grande , 
Oue  coa  el  susto  ó  el  riesgo 
De  nna  tormenta,  lleg6 
(Después  que  del  cautiverio 
Dejó  pagado  el  rescate) 
A  taa  declarado  extremo 
De  locura ,  que  crejó 
Navegar  ondas  de  fñego , 
Y  que  llnnlnadss  nubes 


ttnise  que  fuese  an  papel 
"  '  in  (o  dUete  primero , 
le  del  primer  dolor 


DÑplegaba 
Arcoldep 


Arcol  de  pac ,  cuja  niur* 
Tenia  A  sos  plantas  puesto 
Feroi  dragón :  con  que  i  Halu 
Volvió,  donde  eniró  pidiendo 


El 

Calla .  calb , 
No  lo  digas;  que  tos  ecos 
De  tu  voz,  avenenados 
Del  tósigo  de  su  eslruendu , 
Son  i  Dil  vlsu  j  oído 
El  rellmpago  jel  trueno 
De  un  rayo,  que  el  corazón 
He  penetra  tan  violento, 
Üae  sin  ver  Tuera  la  llama. 
Arde  becbo  ceniía  dentro, 
ni  su  lev  aleve  1 
■     loisu  reino! 


Habomet  infiel  i  sa  patala ! 
Habomel  i  su  hijo  liero, 
Vflero,  Urano,  infiel 
Y  aleve  á  mi  amorl  ¿Qué  espero. 
Que  como  pisado  ispid , 
La  ponxofla  no  reviento 
De  la  ira  cu  qnfl  me  abraso , 
Del  Turor  en  que  me  quemo  , 
Talando  montFS][  mares 
Las  cóleras  de  mi  inceodio? 
Til,  infame,  tú,  treidor,  tú, 
Tá,  ateve,  caduco  viejo, 
Tienes  la  culpf . 

iYo? 

UKA. 

-       Si, 
Que  habiendo  tíal>  maestro 


V  atónito  tantos  días. 
Hasta  dar  en  el  despeBo 
De  tan  ciego  precipicis. 
De  tan  loco  devaneo. 
Bien  d^o  que  en  il  resulta 
La  causa  de  t;il  electo. 

V  pues  creciendo  rencores 

Üe  ua  momento  i  otro  momento , 

V  de  un  iiislanie  t  otro  instante , 
Pasan  tan  de  extremo  i  extremo  i 
Que  lo  que  basta  aquí  fué  amor. 
Desde  aquí  aborrecimiento 

Es;  DO pudiendo  vengar 

La  ira  en  él  j  el  despecho 

06  nn  nuevo  espíritu,  qne 

Se  ba  revestido  eo  mi  pecbo. 

He  vengaré  en  iJ. 

ISdcaíe  la  etpada ;  Abdald  u  pone  i 


EL  NiNO  MULEY,  ciutDos.  —  Dicmo! 

Detente, 
cm. 
¡A;  inrelii! 

cuAi«e.  {Dentra.) 

'Corred  presto 
Todos  t  su  voz. 

{Salen  el  niño  ltn¡e¡/  g  eriadot. ) 

;  Hamet 
Aqni,  y  lü  airada  i  ¡üaé  es  esto  ? 

;Qiié  ha  de  ser?  Que  no  lan  soto 
^  el  Re;  tu  padre  ba  vuelto ; 
Pero  perturbada  el  juicio, 
Blasfemando  contra  el  cielo. 
Contra  la  ley,  contra  ti. 
Contra  mi  y  contra  si  inesmo , 
Cristiano  le  deja  en  Halla. 

RlfiO. 

PueSilcómoday  demi!)no  vengo 
Tan  gran  desdoro  eu  su  vida? 


Huye,  Hamel. 


1  Valedme,  cielos!  IVaet.) 


Seguidle  todos,  seguidle. 


Huera  el  traidor. 
{Vmuelodot  íraiél.) 

Tan  acosado  del  pueblo 
Corre  al  mar,  que  despeBado 
A  él  se  arroja. 


S(  quiero , 
Has  no  qtw  tí¡  me  la  digas.       [Vaif.] 

Habomet  ya  para  ti  ijiuerto. 
Tú  ofendida  v  yo  cooslanie, 
Sin  mi  le  lacflrá  el  tiempo.        (Vate.) 


TURIN,  ridleulomeale  petlido  d 
dado  pebre .  coa  uu  braio  n 
horquilla  t  uua  muleta  ea  la 


Fortuna,  sin  circunloquios 
Desatemos  la  nialdilii , 

e  nadie  i  un  tilciiro  iiuita 
El  don  de  los  solivoquios. 
l)e  Halla,  bien  oeNrecliado 
De  dinerillo  y  ajaar. 
Me  envía  Don  Raitosav ; 
V  apenas  desembarcado 
En  Hesina  puse  el  pié. 
Cuando  esui-rando  que  huliiera 
Viaje  qne  i  S  aboya  mera  , 
En  una  bosteda  alojé. 
Hei:>bl  en  ella  un  criado. 
Porque  al  iin  ,  como  venia 
A  lo  bien  qooni -- 


Quien  de  mi  Alcuscux  supliera 
jtusenctas  j  enfermedades. 
Cornil  conmigo  i  pasto , 
Vyo.por  versipodií 
De  la  malicia  del  dia 
Sanear  la  costa  del  gasto , 
Tal  vei  i  un  garito  fui. 
Cuya  estación  continué, 
■si  gané  i>orque  gané. 
Si  perdí  porque  perdí ; 
Hasta  qne  un  dia  picado. 
Tan  largo  llegué  i  jn^ar, 
;  Que  estuve  un  tris  de  parar 
'  l^omo  al  cautivo,  al  cnsdo. 
Gl ,  como  nie  vio  perder 
I  Guarno  dinero  tenia. 
Fué  volando  á  la  hoelerla, 

Y  dio  al  patrón  i  eotroder 
Que  por  estar  mal  servido, 
A  otra  mandaba  mudar 

La  ropa,  cuyo  pesar 
Le  dejó  tan  otendido . 
Que  cuando  á  C3s.-i  liegoé. 
Sobre  si  es  bien  becbo  ó  no; 
He  haliló  muv  mal ;  pero  yo 
Huy  bien  le  aescalabré. 
Llegó  justicia  al  sucpso, 

Y  de  esbirriis  rodeado, 

He  vi  i  un  jiuniosln  criado, 
I    Sin  topa ,  sni  lilauca  y  preso, 

DigilizsdbyGOOgiC 


En  este  e«p>da  el  plcafin 
Tufa  lagar  d«  escapar: 
Con  que  jo;  para  pagar 
Al  d«scalabraiia  el  daüo 
YcosLasilajusiici*. 
Hasta  el  vestido  «eadí , 

V  i  tt-ja  vanaiall, 
l^omo  casa  i  la  malicia. 
Viendo  pues  que  no  tenia 
Vm  á  mano  oíro  ejercicio , 
De  meil  i  bribón ,  oScio 
(Jue  se  aprende  al  primer  di 
" 1  aliar  el  el 

paso  j  ron . 

el  bombre  becbo  j  dcrecbo 
iai(tiiuundo  del  Seftor. 
Tunaudopues  destemodo,     . 
Por  no  Toirer  deslucido 
A  la  patria,  me  he  venido 
A  dar  en  Roma  por  todo.      • 
Aguí  es  de  la  CompaBla 
Elcolegio .  en  que  frecoenle 
Acude  toda  la  génie 
Hai  deiDlt  cada  dia... 

V  bíla  que  viene.  Cuidado 
Con  Dril  ecos'  tasiinieros. 

ESCENA  TUI. 


Dicha  lia  sido  liaber  tenido. 
Después  aue  hechos  i  la  vela, 
be  Halla  i  Italia  pasamos , 
F.ii  Augusta  tan  apriesa 
Para  Itohn  embarcadou. 


Como  ser  hesloria  nueslr: 
Tan  rara,  que  parecer 
Tener  cosas  de  comedia , 


Esla ,  Jtian  (¡dicboso  tú. 
Cuja  buena  ler  le  alten|:i , 
No  solo  i  quedar  conmigo 


Mas  i  pasarla  de  biii>iia 
A  mejor,  pDei<  de  su  gracia 

guiso  que  aun  el  nomlire  tengas!), 
sta  (digo  otra  vez)  noble 
Antigua  ciudad  etcelsa , 
QiK  como  Jerusaten , 
Tambieo  eo  montes  se  atienta , 
Es  centro ,  dmel  y  silla 
l)e  li  corte  de  la  Iglesia. 


A  qui  habar  leatdo  i  Hla^ 

FRh*cirt. 
A  besar  el  pié  al  vicario 
fíf.  Cristo,  aue  bov  la  gobierna, 
Qne  es  el  Décimo  Inocencio , 
Y  diudole  la  obediencia , 
Suplicarle  que  me  dé 
Pasaportes  y  llcenctas 
Para  que  sacrificando 
Ni  vida  al  martirio ,  pueda 
Llevar  su  fe,  donde  mas 
A  so  honra  j  gloria  convenga. 


EL  GRAN  PRINCIPE  DE  FEZ. 
DaleatB.inteaqueno 
Por  su  palacio* 

rahctei. 

Quisiera  '• 

Que  supiese  íuies  de  otro 
Quién  soj  :  con  que  para  esta 
Prevención,  es  bien  valerme 
De  anteriores  diligencias. 
Del  Maestre  j  Don  Baltasar 
.Cartas  traigo  de  creencia 
Para  diversas  personas; 

V  asi,  valiéndome  dellas. 
La  del  padre  general 
1'engo  de  darla  primera. 

V  porque  mas  advertido 
En  lo  que  él  escribe ,  pueda 
Hablar  JO,  la  léré  totea. 
Pues  trae  eo  falso  la  nema. 


(Legenáe U  tttrU,\iti* mirará  Turin.) 
Da  limosna  1  ese  soldado , 
Y  en  esla  parle  me  espera , 
Hiéotras  salgo.       (¿itf-ue  Ugenit.) 

ESCEHA  a. 

ALCUZCUZ,  TURIN. 
«LCncDi.  (4p.) 


Hidalgo... 
{Ap.) 

íQuiéi)  saber  fingir  el  lengna . 
Hasta  ver  si  él  ser,  guardando 
El  rostro  al  tomar  el  vuelta  I 

ÍQué  digoT  Pupfi  el  seüor 
landú  que  limosna  diera , 
;0<>é  aguardad 

'..  (PateáudMe.) 
Saber  A  quién , 
Qne  tener  orden  expresa 
De  dar  menos  ii  dar  raas, 
SegDD  el  persona  sea. 

Poe*  alargue  lodo  el  orden ; 
Que  el  qne  fao;  i  pedirla  llega , 
Pobre  ea  de  primera  clase. 

ILCDKDl. 

SeguD  el  aliforme  tenga. 

naiii. 
Pues  si  le  ba  de  oír,  escuche , 
y  m  la  espalda  me  vuelva. 

axoictn. 
Me  agno  en  estando  parado. 
Cabo  mi,  soldado,  venga. 

IPatiau,  y  Turin  te  tígue.] 
¿Cémo  es  el  nombre  t 
mm. 

TuñD. 
kuXKm. 
He  huelgo. 

Toint. 
I  De  <pié  M  buelgaT 
Aictncn. 
S¿  tn  muy  gran  servidor 
De  los  Torlnos  de  Peni*. 
í  Es  de  allí  el  buen  Torin 


De  Saboja. 
Ha  melitado  T 


después. 

¿Galeote, 


Que  antes  fue  él  me  dé  lin 
Ce  rompa  jo  la  cabeía.) 
Honrado  soldado  be  sido 


i  por  qué  se  queda, 
loT  Due  el  honrado 


Si  es  honrad  o  T  Que  el  honrado 
Soldado  tigae  la  hilera. 
TuaiK. 
He  canso. 

tLCDKm. 
Pues  no  se  canse. 
Que  gusto  de  que  rae  vean 
Con  soldado  de  remolque. 
Cabo  mi.  Torio  :  no  lema, 
Que  pues  jo  te  quiero  honrar, 
Bien  puede  reñir  mas  cerca. 

No  puedo,  porque  eiiropeado 
De  un  brato  esioj,  j  una  pierna 
Tengo  baldada. 

ALCDECUZ. 

Sería 
De  algún  ira  tillo  de  cnerda. 

No,  sino  mucho*  balaiw 
Que  he  recibido. 

ALCIRCDZ. 

iGu  qué  empresas? 

Pregnntador  Umoanero, 

Bii  muchas,  j  en  la  postrera 

Has  qne  eu  otras.  ^ 


Guindo  Alé  T 

Cuando  se  biio  prisionera 
La  persona  de  Hahomet, 
Principe  en  Fea. 

*i.ctaciii> 
^QnénMcaenU 


iBloi 


TuaiN. 


PrtDCipe,  j  i  Dloi  plogoiera 
Se  le  nutrieran  mil  demonios 
Llevado  iates.' 


ucmcoi. 
j,Por  quéT 
Tvun. 

Porque 
He  locA  i  mi  de  la  presa 
El  mas  Inbme  narlllo 

endla, 


,t,zodb,GoOglc 


CUUEDIAS  l)G  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


Por  qalén  uH  desterrado 
De  la  isla,  i  Ob  quién  los  TJen 
Por  «ci,  para  matarlos 
A  pilos! 


Pues  aborremos 
De  denandu  y  respuestas , 
Y  vamos  i  la  limosna. 


\»t  y  |ior  lierra, 


iDrl  Principe  en  la  refriega 
No  se  hallú  ,*  j  eslá  esiro|teadi 


Pues  Dios  le  provea; 
Qiti*  no  li:iv  limiisua  i|uc  'lar 
A  pubn-  il>-  lanías  prendas, 

8iie|H)r  muchas  uoi'  le  tajan, 
alira  [lucas  que  revengan. 


;  Milagro,  qne  le  be  si 
íQiÉlp  ■'"  uusdiJS  rr 
(juc~o  era  sanio?  i  Mi 

i  Alcuicui! 


íQoé  atcuzcuceasT 

tijanosojr  Alcuzcuz, 
o  cristiana,  m 


Eso  es  largo  de  i^nUt, 
.  Y  mas  al  fer  queja  lltrga 
Acompañado  mi  amo 
De  honrada  gente,  pof  seña 
Dantto  de  serlo,  que  toda 
Es  gente  de  capa  nsgra. 
Con  el  mas  anciano  dellos 
En  tina  carroza  entra, 
V  biela  oira  parte  camina. 
Ven ,  rerás  lo  que  se  huelga 
De  lerte. 


TURIN. 
;Qné  impor'lari 
Que  él  se  huelgue ,  si  me  peta 


A  mi  de  verle  i  étf  que  ano  no 
Tengo  olvidada  la  ofensa 
De  su  mal  tercio,  |ior  mas 
Que  cristiano  en  Itonia  vea 
A  Ifuién  dejé  moro  en  llalla. 
V  asi ,  solo  entre  diversas 
Gentes,  que  corriendo  voz 
De  quien  es,  por  verle  cercan 
La  carroza,  introducido. 
Iré  i  ver  si  hay  quien  me  sepa 
Decir  por  qué  exlraBos  modos 


EL  UAL  GENIO. 
Nadie  pudiera 
Mejor  que  yo,  que  lo  miro 
De  m;i$  léjosT  mas  cerca. 
Apenas  Juan  Pablo  OÜTa, 
General  desta  suprema 
Religión  (que  siendo  sola 
Una  compañía ,  mas  guerra 
Hace  al  inOerno  que  murta  os 
Ejércitos),  i  lér  llega 
La  carta  del  Maestre,  coando 
;  Con  dulces  ligrimas  lieraas 

<  Le  recibe  i  le  agasi^ja ; 

I  V  porque  tieniEio  no  pierda , 

<  Eli  la  carroza  que  acaso 

'  Tvníi  uo  seúor  i  sos  puertas, 
'  Al  sacro  palacio  guia  , 
!  Donde  pedida  la  audiencia , 
Humildemente  postrado. 
El  pié  de  iDocencio  besa, 
i  Con  qué  paternal  cariño, 
t^n  qué  amor,  con  qué  terneza 
.  Para  ilevarie  i  sus  brazos 
;  Le  levanta  de  la  tierraí 
i  ;V  conque  afable  consuelo, 
¡  Oyendo  el  Dd  que  desea , 
t^ue  es  dar  la  vida  por  Dios 
i  para  conferir  materias 
¡  Tan  flagradas,  mas  despacio 
I  Le  dice  que  i  verle  vuelva ! 
Despedido,  el  general 
I  En  su  colegio  I^  hospede , 
I  hin  que  en  religioso  albergue 
Traiamienlos  de  rey  quiera. 
Mas  ¡ay!  ¡cuín  de  paso  admite 
La  cortesana  clemencia! 
Pues  i  oposición  del  voto 
Que  liizo  en  otro  tiempo  I  Meca , 
Peregrinar  á  Lorelo 
Dis|>oiie,  y  con  tanta  prie^aw 
Uue  sin  dar  tiempo  (mas^cuiíido 
El  del  dolor  no  se  abrevia  ?) 
Por  complacer  de  Lotola 
Al  oomhre  con  mas  Cneía, 
El  traje  de  caballero 
Al  de  |>eregrino  trueca. 
Pero  aum|ue  tantos  extremos 
De  fe  y  religión  debieran 
Desconfiar  mis  rencores , 
Ueses-perar  mis  violencias, 
No  me  he  de  dar.  por  vencido. 
Cide  Ham^l,  al  dar  las  nuevas 
De  su  conversión^  i  no  hizo 
Qiie  lodos  contra  él  se  vuelvan! 
4  No  se  echó  desesperado 
Al  mar?  De  sus  sanas  Acras 
¿No  le  socorriú  la  gente 
De  una  fragata  qiie  en  ella 
De  Liorna  estaba  '^j.No  vino 
A  Italia,  j  por  varias  sendas 
A  Roma,  donde  hoy  se  halla  , 
A  riesgo  de  que  le  prendan 
Como  i  esclavo  fugilivo? 

V  on  Qp,  ¡con  Turin  no  encuentra 

Y  de  sos  dos  derrotadas 
Fortunat  no  se  dan  cuenta , 


En  érden  ambos  de  que 
Uno  y  otro  le  aborrezcao! 
Pues  ^  qué  instrumentos  mejoref 
Puede  elegir  nii  soberbia 
;  Para  quitarle  ia  vida 
I  Como  yo  su  saña  encienda? 
I  Mayormente ,  cuando  eslí 
,  Tan  dispuesta  la  materia , 
Que  lo  que  se  dicen,  es... 


Yo  no  nuise  que  me  tiera 
Tan  poore,  por  no  obligarie 
A  que  de  mi  piedad  tenga; 
Que  no  Uf  de  adniiiir  |iiedades 
lie  quien  no  he  de  olvidar  qa^ja•. 
Aun  una  Intercesión  no  ' 

Le  deU. 


Ture 


iryn: 


Pisan  una  linea  mesma; 
y  si  quieres  ayudarme , 
Veris  que  no  solo  vengas 
Tu  enojo,  pero  mejoras 
Td  fortuna. 

Pues  ¿qué  inteutasT 

Yo  he  de  dar  satisfacción 
Al  mundo  de  q\íe  mis  ciencias 
No  le  volvieron  cristiano  ; 

Y  pues  como  i  maestro  llegan 

Me  toca  su  inobediencia 
Castigar ;  v  cuando  esto 
No  baste,  baste  el  que  sea 
Horabilo  parí¡  que. 
Desagravie  i  mi  profeta. 

Y  asi.  si  me  ayudas  tü. 
Desmintiendo  las  sospechas 
(ton  decir  que  soy  lu  esclavo) 
De  mi  traje  j  de  mi  lengua 
(Pues  alhajindote  yo , 

Podré  hacer  oue  lo  '  parezcas) 
Seguros' tras  él  podrémoe 
(Naciendo  de  la  cautela 
Lealtad,  con  darle  i  entender 
Oue  es  amor  el  que  i  él  nos  lleta) 
Darle  muerte  i  nuestro  salw; 
Que  para  que  no  se  entienda 
El  achaque  de  que  muere. 
Sé  yo  de  naturaleza 
Mil  venenosos  secretos , 

Y  alguno  de  tanta  fuerza, 

?ue  sin  que  llegue  i  gustarle, 
an  solo  ron  que  te  huela'. 
Le  privar*  de  sentidos 
Hasta  que  la  vida  pierda. 

Y  en  cuanto  I  que  su  homiddio 
Resulte  en  tu  conveniencia. 

De  lo  que  sobré  al  rescate 
Aun  tengo  joyas  y  letras 
(Porque  la  prisa  de  echarme' 
Al  mar  no  dió  tiempo  i  cuentas) 
Bastantes  para  que  rico 

Y  honrado  i  tu  patria  vuelvas. 
Donde  haciendo  un  instrumeato 
De  que  libertad  me  entregas, 
Volveré  libre  y  ufano. 

Solo  con  que  en  Kez  se  sepa 
Que  ful  el  que  desagravió 
Cpy  y  patria,  reino  y  reina. 
;Que  me  respondes! 


aieaáei ;  pm  ao  uU  biei  ci 

,i,z.,aeyCiOOQÍC 


Si  ves 
De  uia  parte  mi  miseria 
Y  <le  otra  mi  seiitimieiiio , 
íCtmiQ  dudas  qae  cometa 
Esa  especie  de  asesino  ', 
Pues  no  bay  peligríi  que  tema 
El  que  ya  fíegó  i  pertier 
El  temor  de  su  coacienciaT 
SigiDiosle  pues,  por  doude 
Va  :  veris  sf  bago  cauleta 
De  la  iraidon. 

También  lú 
Veris  el  don  que  te  espera 
líe  mi  roano. 

{VmiteUidM.) 

Ya  que  Dios  me  da  liceacía 

De  aquilatar  este  oro, 

SI  miintras  ios  dos  conciertan 

Sallarle  la  vida,  puedo 
acerque  también  padeica 
Tales  achaques  el  alma , 

Roe  ;a  que  ba  de  nwrir,  mnera 
esesperado,  mirando 
Lo  que  en  Fet  posa  en  bu  aoseiicia , 
Que  podrá  lingirnii  magia. 
Vean  el  cielo  y  las  eslrellas. 
Hombres,  Seras,  peces  j  aves. 
Agua,  aire,  fuego  ;  tierra 

8ue  ya  que  me  ven»  un  bombre. 
o  i  poca  co9ta  ene  TCnzi.       (Vaj«.) 

Bosqoe  inmedialol  Loreto. 

ESCENA  xin: 

EL  PRINCIPE  r  ALCUZCUZ,  en  Ireje 
ite  peregriaoi, 
paiitcivE. 
Causado  vengo. 

ÁÍcmaii. 

VA  borai  que  mas  el  sol 
Fatigar  con  su  rebol, 
i  Qué  mucbot 

PlinCIPI. 

Pues  el  placer 
De  aquesta  seUa  florida 
En  su  hermosa  verde  estancia 
Nos  llama  con  su  fragancia 
V  con  su  Mmbra  convida  , 
Aquí  descansar  podremos 
Un  rato. 
(Siinlaate,arrimáiideteiiinp*ñatcú.) 

ALCDICDI. 

4  Quién  le  diría  i 
Cuando  general  le  via 
De  riércius  tan  supremos, 
y  principe  soberano 
De  Peí,  que  bo;  en  un  camino , 
A  pté,  tolo  j  peregrino 
Te  habías  de  ver' 

PHfneirE. - 
■  ■    ■         Uis  gano 
Ku  este  qne  en  aquel  pierdo; 
y  pues  le  be  dicho  que  do 
Te  acuerdes  Ib,  ya  que  yo 
De  nada  que  tiii  me  acuerdo, 
Veáouracosa.^TuHnera 
El  soldado  que  pidió 
Limosna! 


EL  UKAN  PHinCIHE  DE  FEZ. 

;  Le  dijiste  queme  viera* 
Que  aunque  por  su  m;il  obrar 
Poco  afecto  me  ha  debido, 
'  Bastaba  que  huliiese  sido 
Criado  de  Don  Baltasar, 
Para  que  en  cualquier  estado, 
Por  mas  pobre  que  me  vea ,' 

I  De  mi  en  cuanto  pueda  sea 

'  Socorrido  y  amparado.. 

I     '  ALciacot. 

Ya  se  b  decir;  más  no 
bebi6  de  te  querer  ver, 

j  Porque  no  dejar  que  hacer 

.  Nada  i  tus  piedades  yo. 

Pues  ¿qué  hiciste  con  él  t 

AbCUKUl. 

Pude  hacer  mas  que  míraTle 
Manco  T  tollido,  y  ilejalle 


sai 

iVitaHiilej! 
I  nonos.  (Dentro.) 

iMuW  viva! 
( Aparece  m  trom  con  griidat  y  dotel. 


Has  de  saber  que  era  santo , 
Y  no  babU  dado  en  ello 
Hasia  que  para  su  cura 
La  virtud  se  declarú. 

Ya  me  espantaba  que  no 
Parase  en  una  locura. 
Deja  necios  disparales. 
Por  st  un  espacio  pequeño 
Treguas  me  permite  el  sueño. 

ALCDZCVI. 

Como  tú  de  dormir  traies , 
Trataré  jro  de  velar; 

Suo  en  tierra  en  oue  haber  bandidos, 
o  es  bien  qne  i  tos  dos  dormidos 
Mos  coger  :  y  asi,  por  dar 
Cordelejo  ai  sueño,  haré 
De  las  flores  qne  promete 
Este  selvo  un  romllieie.  <Vat«.) 


rRlltCIFI. 

Necia  memoria ,  ya  sé 

Que  reino,  hijo  y  esposa 

Dejé ;  y  pues  lo  mismo  hiciera 

Si  de  lodo  el  mondo  fíiera 

La  majestad ,  no  penosa 

Me  allljas.  Has  j  ai !  ;  qné  en  vano 

Procuro  echarle  de  mil 

(,QuÍ4a$e  lUrmid».) 
■AL  «Mío.  [Demlro,) 
Va  que  rendido  le  vi 


A  prtHientloMS  de  bumano , 
Asombro  t  horror  reciba 
Sueite  quien  es  ;  quién  ei 


(Suenan  íeairo  eajat  y  trompetat.) 


URA.  (Dentro.) 
¡Huera  Hahometl 

■010*.  (Úenlrg.) 

iHabomet  muera' 


1/  celro;yBljñ¿lti _ 

Zara.et  niñ»  Uuley,Mdali, acota' 
pañaoúenlo  y  olrot  moTOi.¡ 
mbciPE.  (Entre  tiuhot.) 
i  Qué  pesiVez !  ;  aj  de  mi ! 
i  Qué  aiiguBiia !  Qué  sobresalto ! 

Nobleza  y  plebe  de  Feí ,     - 

Ya  US  constú  cuSiito,  tirano 

CoD  su  patria,  cuánto,  fiero 

Consulej,  y  cuiíito,  ingrato         '   * 

Habomel  con  su  hijo  y  conmigo, 

A  la  obligación  Tiillaiido 

De  sangre,.  Iionor,  lustre  y  Tama ,  ' 

Después  de  haber  rescatado 

Su  persona  mi  tinéza , 

En  Halla  queda ,  Irocando 

La  real  majestad  de  moro  - 

Al  vil  nombre  de  cristiano. 

¥  Siendo  asi  que  en  sus  tanta 

Nuestra  gran  lej  al  que  vario 

La  prevarica  teniendo 

Honores  de  soberano. 

Degradarle  manda  dellos , 

Yo  la  ceremonia  usando , 

Como  i  delincueilie  j  reo , 

Haciendo  el  trono  cadalso , 

Os  te  représenlo  vivo 

En  ese  muerto  retrato. 

Corrida  de  que  no  tenga. 

Vida  que  le  quite,  el  niirmol. 

Cnmprid  pues  de  vuestros  rílos 

La  usania. 

Yo,  pues  me  hallo 
Présenle,  comb'minislro 
Hililar,  pues  ser  esclavo 
Hoy  no  quita  que  ajer  fuese    . 
General  maestre  de  campo 
De  mis  ejércitos,  sea 

Sien  el  puesto  eJerciUudo, 
degrade  del  bastón, 
Que  fué  mi  ruina  y  su  lauro. 

iQuIltle  el  bailón.) 

Yo,  pues  comelióel  delito 
Después  de  haberme  engendrado 
(CoB  que  ser  no  debe  en  mi 

1  hereditario 

>si),  del  laurel. 
Como  mió ,  fe  degrado, 
Quillndole  de  sus  sienes 
Con  la  corona  el  aplauso. 

(QitílaU  la  eoro»a.\ 

Yo,  que  en  su  mano  te  puse 
Del  mas  ilustre  y  mas  alio 
Reiuo  el  cetro,  pues  le  di 
De  mi  alma  y  vida  el  mando , . 
Porque  el  mundo  vea  que  del 
En  venganza  de  mi  agravio. 
No  solo  le  privo,  pero 
Aun  del  coraion  fe  arranco. 
De  sn  mano  el  cetro  quito. 

(Quilate  el  eein.) 
Y  mostrando  la  mia  cuánto 
Es  imposible  que  i  él  vuelva. 
Mano  y  cetro  (de  un  presagio 
Cumpliendo  la  vot.  que  d|Jo, 


Cumpliendo  la  vot.  t 
Hal  hartada  de  mis 


bv  Google 


«¡VI»  Abdab  y  Habomet  iBu«r*t>) 
Lm  ta*¡eao  j  reparto, 
Dindole  el  cetro  i  Huler, 
Modtít  *  Abdali  b  m*ao.  (DáteU 
Todot  TosotToi  ahora , 
Ya  que  do  sois  sus  vasallos 
Y  que  s ID  reales  iusignias 
No  es  Lraidor  el  desacato. 
Calles  j  plazas  la  estatua 
ArrasiraiJ  hecba  pedatos. 


ESCENA  XVI. 

%LfK¡yciPB;ittpiie»,v6íltk,áiinlro. 


iTraidores!  ipnes?...  Has  ¿qué  di( 
Ni  qoé  me  admiro  ni  espanto 
De  que  basa  su  olicJo  el  sueño, 
Representindome  vago 
Ed  las  ultimas  especies 
Con  que  dormí,  W  eogaHos 
Que  tal  Tex  saben  taacer 
Se  la  imaginación  caso  T 
Y  cuando  fuesen  verdad 

ÍQue  ni  lo  dudo  n<  extrafio) 
In  PeiL  mis  agravios,  j  qué 
Importan  ja  mis  agravios? 
i  Pfugulera  1  vuestra  piedad , 
Señor,  se  acercara  el  plaxo 
Ed  que  por  vos  padeciera 


COMEDUS  DE  DON  PEDItO  CALDERÓN  DE 

mcEN  A  xvn. 


.oein 
tr  propio 


Os  ofendió  involuntario. 
De  no  tener  sentimiento 
Dése  seniiniieDto  os  hago 
Sacriflcio.  Perdonad 
K  me  atrevo  i  decir  ;  Cargo , 
Reino  j  compaBli  en  na  iHa 
Dejé;  sin  elloe.SeBoT, 
I  Qué  haré  I 

MÚSICA.  [Detilrt.) 
Btuear  en  ft  pia, 
PVB  oír»  niño  aíejor. 
Otra  tMjtT  compañía. 
TuinciPi. 
Si  ;o  jalara  de  mi 
HéritoB  pan  tener 
Inipfraclon ,  bien  iqnl 
Pudiera  dame  á  eiHMider 

Sae  interiormente  la  ol ; 
nes  en  callada  armonía , 
Oigo  ser  i  mi  dolor 
Hedió... 

ÍL  TBilMCA. 


Otro  mejor  reino,  ja 

Sé  que  es  el  reino  4tí  citk> ; 

Mu  ;  quién  declraie  «bri 

l^ñ^Iorimiliejedo, 

QaéMwptiliMrlT 


iLCDicox.  (Dmtrt.) 
\  De  iesnS  la  vlrud  pía 
Me  valga  1 

Dudar  ya ,  error 
Cuil  es ,  con  (al  vox  serla... 
ÉL  V  niifflct.    • 
Para  oiro  reine  mejor. 
Otra  mejor  compefUa. 
{Quidate  el  Principe  nupemo ,  »  m- 
lea  Cide  Bamet,  j/  TsrfK  dtlentettdo 
á  Aleuzcus,  que  traerá  en  la  ma- 
no Maat  (lora.) 


De  Jesús  (digo  otra  vex) 
La  virtad  me  valga. 

Necio, 
¿De  qoé  te  admiras! 

«LCUICDK. 


Detente. 

ALCUZCUZ. 

En  vano  ser,  que  dar  quiero 


No  has  de  llegar  til  primero 
Que  nosotros. 

kLcncin. 


AI  ir  de  loa  dos  huyendo , 
Por  asirle  de  la  mano , 
El  ramillete  que  haciendo 
Estaba,  Oxfi  en  1»  mia. 

ALCUZCDI. 

{ÁlPrineipe  que  mpemo  no  le  ofie.) 
Sonior,  sabe... —  Tan  soq>enso 
Estar,  qne  ni  ver  ni  oír. 

ciDE.  (ip.  d  Tiári».) 
Hneeira.  qne  no  acato  erm 
Que  la  ocasión  a- "-  - 
Nos  ba  salido  al 


¿CómoT 

CIDE. 

Comoen«tMBofe«(rdM«{u.) 
Empezar  i  sembrar  paedo 
Los  conreccionados  polvo* 
De  aanel  lúsigo  violeata , 
Por  SI  acaso  Bay  oeatloa 
De  onecerlas  en  sa  obsequio. 
(D«rnma  en  lat  fíoreí  ine$po¡wtA 


ALGOIOR. 

iNobtyoir? 


Losnot.  lAI  Príncipe.) 
Danos  tus  |riés. 

¡  Boeno  es  eso ! 
Ann  no  me  responde  i  mi , 
Con  hablarle  atao  mas  recio 
1 V  responderi  i  tos  dos  ? 

{Vuelue  en  ti  el  Principe.) 
.  r^lKCiPE.  Up) 
¡Oh ,  Seiíor,  j  cuánto  os  debo, 
Pues  i  un  hamilde  gusano 
Reveíais  vuestros  srcrelotí. 
No  solo  insptraiHlo  auxilios, 
Pero  recelando  rie^oc  1 

Danos ,  gran  sefior,  tus  plantas. 

lIUmei,Turin<  puesiqué  es  esto? 

Haber  dejado  por  ti 
Patria,  esposa,  hijos  y  deudos, 
Y  i  ser  discípulo  tayo. 
Corrido  en  ser  lu  niaesiro. 
Venir  siguiesdo  los  pasos. 


Como  era  ui 


Viene  Torta. 

TOim.  (Ap.  i  Ode  Etmel.) 


!ue  también  yo  en  segulmienio 
ayo,  con  los  desengaños 
lie  mi  mala  vida ,  vengo 
Ansioso  de  mejorar 
Mis  costnmbrcs  con  tu  templo. 

rainciPE. 
No  sabré  encarecer  cuinto 
De  ver  i  los  dos  me  bnel^; 
Pites  ya  sé  que  tá  i  ser  vienes 
Cristiano,  Hamei,  j  tá  luego, 
Turin ,  de  no  bueii  cnttisno , 
A  ser  méooB  malo,  siendo 
En  las  piedatlet  de  Dios 
Cas)  nn  beneBcio  meamo 
Pasar  de  moro  á  crlsiiais, 
Qne  de  nal  cristiano  i  bneno. 
tos  nos.  (Ap,) 


D  lo  suples 


nifncí». 
¡  Qsé  bellas  üoret  I 
At.CDicat. 
Yo  para  ti  esUr  hacienda 
Ese  romlUele ,  y  tí 
Qnitlmiele. 


One  fué  dt^le  n  mi  ñauo ; 
Mas  tí  en  para  U,  quiero 
RestUnirio  A  la  toya. 
Gou  pnes  el  fatando  aliento 


ibyGooglc 


RoMi  j  iuinion ,  ptrnuí 

{Da  Tkñn  et  ramiiUle  ai  PriMtipe.) 
cuc.  {Ap.) 

Bien 
Sucede. 


Este  cirdeuo  Ifrfo  enamorado 
Tillan  del  bUoco  albor  desia  azucena; 
EUa  purpúrea  rosa ,  que  de  ajena 
Sangre  dió  in  roalii  al  enoaruado ; 

Este  tierno  jazmin,  quenomaocbído, 
Nielibrvgoniel  cierzo  te  dlú  pena, 
Simliolo  Mn  de  quien,  de  uracla  llena, 
M  aun  en  primer  Instan  te  yÍó  el  pecado. 

Pue«  si  nunca  ahf  igaron  en  su  seno 
&uas  Dore*  al  Áspid , ;  ijuii  osadUi . 
Pudojuigarqueaonde,  ile  liorror  lleno, 

No  introdujo  Satán  su  tiranta. 
Pudiese  iiiirodaclr  otro  veneno 
La  su;a  eo  stribatos  dé  Haría? 
y  porque  mejor  vea'is 
Que  Bi  lo  dndo  ni  temo , 
no  solameniH  al  oirato 
Las  flores  aplico,  pero 
Aun  t  los  demaa  sentidos. 
Ojos ,  labios  j  oídos  teugo 
De  cebar  en  ellas.  Ved 
I  Qué  poco  daño  me  ban  hecbo ! 
Mas  i  cómo  me  ba  de  bacer  daSo , 
Quieu  es  de  lodos  remedio  t 


iQa«ai 


ntui. 

¡  Qui  borrort 
r>hcin. . 


A  la  liilt  de  M  templo, 
Qoe  eitrafto  bajel  del  aire , 
Saleó  luí  esferal ,  siendo 


a  <iel  tribalo 
tal  probable  argonieuto ; 
Pues  qiden  Meó  de  cauUia 


Lt  casa ,  serla  bien  cierto 

8ae  no  babii  de  dejar 
UDca  cautfto  a  su  dueSo.— 
i  Gran  Jerusaten  de  Europa , 
Salve]  i  Salfe ,  alcáur  bello 
De  la  crisUana  Slon! 
¡Salte ,  misterioso  centro , 
Qne  solar  de  Joaquin  j  Ana, 
En  el  instiBle  primero 
Víate  al  alba  üu  mancilla , 

Y  en  el  MwuKto  al  hI  BeMno 
AmaMillado !  poes  *iMe 

En  ti  cetido  lo  iunseaMi , 
Medido  eu  U  lo  ioflailo> 
Eq  li  abreviado  ki  eleno, 

le  lo  hi 

enUh 
iaai*eotn*eiTOtr 

Y  ja  qw  I  Mhidar  Ib 
Tu  torres,  lea  peasMOO 
n^  dllera  cr^tndo ) 
Qiw  )■  una  Inemnbaaable 
Fuiste,  que  exempta  del  ftaego , 
ArdU  tía  oaenarse.  Y  p«e* 
Cono  É  uf  te  roTerendo , 
hra  pisar  los  ombraleí 

He  detealiaré ,  poniendo 
Mas  los  ojoi  que  lu  ptxoiM  ■ 


EL  GRAIt  PRINCIPE  DE  FEZ 
En  tos  arenaa;  j  puesto. 
Que  i  vlslB  toja ,  favores 

Ke  DO  merezco,  mereico , 
la  Inspiración  mando 
Que  me  ilnslraba  primera, 

Y  de  la  oae  rescató 

Mi  Tiüa  después,  prometo 
En  la  mejor  compaQla 
Alislsmie;  pues  habiendo 
Sido  Iguacio  a  quien  dcbl 
El  primer  conocimiento 
De  mil  confasos  errorek , 

V  1  quien  por  lo  caballero , 
Por  lo  solilailo  y  lo  santo 


Cobré  tan  diipio  respeto 

Que  con  su  iruslre  apellido 

Hl  real  sangre  honré,  bien  creo 


NojaMsl 
SoUdtari  traidor... 


To  lej  otTeico  legnir. 
Mi  vida  ewMndar  ofreieo. 


(Jue  por  adoptado  faijo 
De  su  religioso  gremio 
Me  reconozca  y  me  admita  : 
En  cuja  müicia ,  siendo 
Su  cuarto  voto  misiones 
Oue  lleven  el  Evangelio 
A  inlleles  gentes ,  no  dudo 
Que  ella  logre  mis  Inteotos , 
rae  Mi  lindóme  ella 
Las  licencias  de  Inocendo. 
y  mas,  ai  del  sacerdocio 

ÍPues  y»  de  mi  casimiealo 
quel  natural  eonlrato, 
El  dia  que  corra  riesgo 
La  pureza  defaCt;/     * 
Le  da  por  nulo  j  dlsuelto 
La  disparidad  del  culto ) 
A  la  deidad  me  atrevo; 
Que  si  DO  dignos  fon  lodos 
Cuautdt  te  gozan ,  bien  puedo 
Entre  los  no  dianos .  jo 
Osar  i  ser  ano  de  ellos. 
y  en  fln ,  Selior,  protestando 
Que  desde  aqueste  momeólo 
No  daré  paso  que  no 
Sea  en  orden  ai  deseo 
De  dar  la  vida  por  vos, 
A  las  puertas  de  Loreto , 
Patrimonio  de  HARÍA, 
Cavo  no  pagado  feudo 
Fué  mi  primer  vocadon. 
Humilde  v  postrado  os  nKfiO 
He  concedáis  este  dou ; 
Y  si  fuere  gusto  vuestro 
Que  en  el  camino  la  vida 
Pierda ,  admitid  el  afo^ , 
Pues  i  mi  me  basta 
Buscar  los  medios , 
Que  en  mejor  ConipaiHa 
Dan  mejor  rebjo.  [Yate.) 


iQnléo  le  decir  i  mi  amo 
Que  veolr,  inlea  de  verlo, 
A  ser  DiéoM  nahí  e)  uno. 
Cuando  el  otro  i  ser  na*  bveiio  I 
PeroiqniéD  t  él  lo  decir, 
81  aun  a  mi  dedrme  el  viento?.. 


I  LOS  003  GENIOS. 

■u,  anuo. ' 
¡  i  De  qué  cautas  la  victorii , 
;  &  aunaue  mas  aaxilios  veo, 
:  Ed  ib  alabkoia  bisplradas 
;  V  en  mi  desdoro  dtspuesios. 
Si  creo  i  las  coniouirat 
De  mis  ciencias  (pues  es  cierto 
Que  aaoqae  gracu  ;  bermosara 
Perdi ,  no  penU  el  Ingenia ) , 
Bailo  en  ellas  qoe  la  muerta 
Le  esti  amenazando  presto. 
Con  que  nunca  gozara. 
Por  mas  que  insten  sus  anbelos , 
El  renombre  dfl  martirio 
Que  es  su  mas  deseado  premio? 


Al  prodigio  de  U  aoillio... 
De  ta  farror  al  porleato.. 
No  solo  ta  muerte  ;s... 


j  Cómo  puede  no  gozarle , 
Si  ys  le  goza ,  supuesto 
Que  si  no  es  mirtir  por  ssogre. 
Es  mártir  por  el  afecto? 

¡Mirtir  por  afecto,  ;  no 
Por  sañgfel 

.  BDCn  ORHO. 


Hucbos  pudiera  ;  mu  uno 
Por  todo* ,  del  aacro  texto. 
Sube  ooumigo ,  pnes  do 
Be  da  m  liuar  ni  tiempo 
Entre  los  dos. 

KAL  G«no. 

Ya  contigo 
Rosnpo  la  eafet*  del  viento 


ftt«,M4 


i,f«w 


(CooMM  Mpuse  Boate? 
HaLuno. 
81  cómico:  bien  me  aeaerdo 
De  Ms  sellas.  Este  os 
Noria ,  I  qnien  el  nombre  dieroa 
Del  mooic  de  U  visión. 

BDtHGIíaO. 

T  ¿  qoí  es  lo  qM  miras  dealro.l, 


COUEMAS  DE  DON- PEDRO  r.Al.DERON  DE  LA  DARCA. 


Utreie  el  m»ale,  y  tete  á  ABRAHAN 
en  el  acto  ie  laerifiear  d  ISaaü  — 
LOS  ÜOSGENtOS. 
MAL  attuo. 

Loque  Ti  en  él,  repelido 

Mp  {larece  qae  i  ver  vaelvo, 

Piif  s  en  Ir  Pievada  cima 

A  tiraban)  esti  diciendo... 


iPodrteme  negar,  al  Ter 
Alio  el  hraro,  bnmlldeel  mello. 
El  ur  ja  lacrlDcada 
Vida  aquella! 

;Cómo  puedo  f 

Pues  mira  eánio  intorpüne 
DIM  entre  cerilx  j  aceto , 


ESCENA  XXI. 

UN  ANCEt.— Dicho*. 
Ángel.  (DeUitienda  á  Ábraham.) 
Suspende 
El  fiO\pe ,  Aliraliam ;  que  el  cielo, 
Ace piando  de  lu  Te 
El  Bacrtüdo,  bi  dispuesto 
One  la  vida  de  Iiac  sunla 
La  victima  'le  uji  coní.'ru. 

Yo,  Seüor,  j«  o»  di  mi  vida... 

Señor,  j»  vliieis  mi  celo... 


Si, 
V  aanqoe  i  mi  pesar,  condeio 
Que  mlrlirsin  MDftre,  pnede 
Ser  mirtir  por  el  areclo. 

■CEM  CENIO. 

Puei  no  lian  de  parar  tqul 
Sus  apiantos  j  jrofeos. 


{Detapareee  et  Mtriitci» ,  1/ vete  ti 
lugar  la  Religión ,  Mn  ctlrt  y  ei 
no  iuiperial.) 


Eso 
He  locari  i  mi  el  dccirio. 

^Qiilén  eres,  prodigio  belloT 

K£  ligio:*. 
Si  no  lo  han  difho  las  spñas 
De  imperial  corona  y  ctirn , 

Y  el  nomhre  de  JESUS ,  que 
Por  liiiilire  en  mi  escudo  tengo. 
De  los  ejércilos  grandes 

Que  en  el  mililanle  gremio 
Delalg1e5iaKÍrTen,so]i 
La  Componía  (|ue  dieron, 
pnr  premio  de  sus  servicios, 
A  Iniíacio  Kus  altos  hechos. 

V  iT  dia  que  en  mi  se  alista 
Esp  Principe  eiiranjero. 

El  fueraa  <|ue  &  m<  me  loque 
Publicar  de  sus  portemos 
La  segunda  parte. 

1  Guindo T 


Cuando  superior  decreto 
Dé  licencia  qoe  i  luí  salgan 
Los  misteriosos  ejemplos 
De  las  mnclias  emivers iones. 
De  su  humildad ,  de  su  celo, 
sa  obedieucia  j  su  te, 
COJO  dichoso  tiempo 
Hablarin  en  su  alabinu... 

ESCENA  XXHL 


Feí ,  que  le  dio  el  nacimiento. 
llalla ,  que  te  dio  el  luutlimo. 


Sicilia,  que  le  dio  el  puerto. 


Loreio, 
Que  le  di6  ta  inspiración. 

RIUCIOM. 

Yo,  que  le  di  en  mi  colegio 
La  ropa ,  esludios  y  ciencias. 

OTRO. 


Yto 

I,  i  mi  despecho.  . 

TOPOS  T  HliSICX. 


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LA  EXALTACIÓN  DE  LA  CRUZ. 


PERSONAS. 

&K0E9i ,  ttrfneipe  iePrrtia.  \  HERACLIO,  ínpn-odsr. 

MENARDefi.iHAíTiBana.  ARNESTO,  vUjb. 

COSDHOAS,  r«v  ie  Perita,  tu  padre.    LIBIO .  toldado. 
ANASTASIO,  másieo.  \HE{i&,dama. 

HOHLACO,  E></íiinii.  FLORA,  ilania. 

ZACAinAS ,  patriarca  de  JeruiaUñ.    |  CLOÜOHIRA ,  reina  de  Cna. 


Ütsicw. 

C*DDILLM. 
SOLDADOt. 

GtirrB,«ic. 


Im  eteena  eren  Dabilonía  ,  en  Jerutalen  ,  ContUnHnopla  y  eirot  punto*. 


JORNADA  PRIMERA. 

tosía  ureano  1  Babllonli.—  Uu  fruta, 

ESCENA  PmiMEBA. 


¡Ah  del  soberbio  tnoiue 

<^ae,  linea  desigual  deslnboHionte, 


¡na  ue  lus  anas  pena^ 

Que  cnnrundlendo  equIvoCas  las  senas 

tit  luCi's  j  verdores, 

Uaa  vez  sois  estrellas  j  otra  Daresl 

j  Ah  del  Tüsllco  seno 
Üoe  ya  de  horror,  vade  hermosura  lle- 
Enire  breñas  iacullas  [no, 

El  proilieia  del  Asia  nos  ociiUas  < 

■eii:lnDEs. 
i  Ah  del  alber(nie  esquivo 
Qne  verde  luoiiía  de  cadiser  vivo. 
Cuando  en  ecos  respondes , 
El  asombro  de  Persia  nos  escondes ! 

j  Pumo  del  tiempo !  * 

uniaoes. 

t  Asunto  de  la  fanta  \ 


\  Anastasio ! 

{SaltdtlagrulaAimUtuüjVeHidtiie 

pUlet) 

ESCENA  n. 

ANASTAS10.-S1R0£S,MENARDES. 


Yo  Vi],  que  hablarle  quiero, 
Slroe* ,  de  Persia  principe  heredero. 

■etiAiwEs. 
Y  ;o.  que  verte  pretendí,  no  en  trano 
Heñid»*  nv],jta  neaot  hermano. 


HIIASTMIO. 

A  vuestros  pies  rendido . 

Me  perdonad  no  haberos  conocido 

Que  como  inraiiles  os  dclé .  lerS  aítos 

Que  lii  que  squlme  trajeron  desenga- 

Del  palacio,  hoy  al  veros  [Aos 

Jóvenes  ji,  mal  pude  conoceros. 

¥  sepa  JO  ¡  oh  ramosos 

Principes  bellos,  héroes  geoerotoi I  . 

Oué  causa  os  ha  traido 

A  penetrar  lo  incullo  j  escondido 

Oeste  moiiLe.  Decidme  vuestro  intento. 

Yo  babisrt.  """■ 

■enilHeES. 
Yo  tanibieD. 

Bscncba  atento. 

■EFIÍNDES. 

Cósdroas ,  rey  de  Persia  ÍutIcIO, 
Padre  de  ios  dos ,  queriendo 
Por  lodo  el  orbe  eiisaocliar 
Los  llmiles  de  8u  imperioi 
Rjércilos  numerosos 
Puso  en  aiiiia,  cuvo  estruendo , 
Asia  escuchándole  en  voces, 
África  oyéndoli-  en  ecos 
y  Europa  en  noticias,  tuio 
Tao  pasmado,  tan  suspenso 
K1  mundo,  que  sus  tres  partes 
Estremecidas,  temieron 


Si  bien ,  porque  tanto  isonibro 
De  armas,  estragos  é  incendios 
No  atribuyese  una  j  otnt 
Nación  á  solo  soberbio 
Arecto  de  ambidon ,  quiso 
Tatito  honestar  el  arecto, 
üue  haciéndole  religiosa. 
Dio  á  entender  que  sus  pretextos 
Solo  miraban  al  samo 
Honor  de  los  dioses  nuestros. 
Contra  el  Dios  de  lo»  crisllanos 
l>u])licaiido  i  sanare  j  fuego 
De  su  jornada  el  dictamen , 
Asolaiiilo  y  destruyendo 
(luai)tas  fértiles  provincias 
D<-taiite  se  le  pusieron , 
Hasta  llegar  ü  la  grande 
ierusalcQ ,  corle  j  centro 
Re  SD  fe,  I  mayor  teatro 
Dft  su*  errado»  niueriot. 


A  quien  por  fuena  de  armas. 
Sin  esperar  el  asedia , 
Intenta  ganar,  dejando 
Sus  alcázares  deshechos. 
Sus  aliares  destruidos 
Y  derribados  sus  (emptos 

sIboes. 
Los  dos  pues ,  aunque  Intentamos 
Dispensar  con  los  alíenlos 
Del  ánimo  la  cobarde 
Edad  de  los  aSos  tiernos , 
Sirviendo  al  Rej  de  Soldados 
En  esta  empresa ,  £1  atento 
A  nuestra  seguridad 
Aun  mas  que  al  aplauso  nuestro, 
No  lo  permitió;  y  asi. 
Obedientes  al  precepto. 
En  Babilonia  quedamos. 
Bien  que  i  pesar  del  esfueno. 

henUrpcs. 
En  ella  estamos  los  das 
Tan  pendientes  del  suceso. 
Que  nos  tardan  los  alisos. 
Aunque  lleguen  por  momentos. 
Vasi,  para  anticipar 
Las  noticias  at  deseo. 
Que  colérico  no  deja 
Que  se  le  dé  tiempo  al  tiempo... 

slaou. 
Hoy  que  por  aqueste  moDl« 
Salimos  1  ca7.a .  haciendo 
Que  se  retiren  las  tropa* 
De  criados  y  monteros, 
Ea  busca  tuva  venimos, 
Penetrando  lo  secreto 
Desia  estancia ,  a  quien  H  sol 
Rv^tra  apenas,  temiendo 
Salir  de  sus  laberintos. 
Si  una  ves  le  cogeu  dentro. 

«Hilaixs. 
La  causa  con  que  los  dos 
Te  bascamos,  ya  tu  ingenio 
La  habri  prevenido;  pues 
Se  deja  ver,  al  reflejo 
De  poca  luí ,  <|ue  í  tu  albergue 
Nos  trae  curioso  el  intento 
De  saber  en  quí  ha  parado 
be  Jerusalen  cl  cerco. 

¥  pues  eres .  Anaiiasio . 
Hijo  de  aquel  gran  maestro , 
Que  tuvo  en  mágicas  cieodas 
Escuela  pública ,  siendo 
A  un  tiempo  de  sus  lecdonet 
Discípulo  j  heredero... 


Pues  el  orictilo  ere*.  -  , 

u,nt,zodb/L-.OOglC 


COMEDIAS  DE  DON  PEDBO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


D«  MM  blriitrot  4e«)eitiM , 
'  Donde  khi  para  tu  Htodki 
¥erde$  j  «lales  cuidemos 
Lm  UnüDU  dn  las  Boreí, 
Las  cirrai  de,  Iw  laceroa , 
De  qnien  es  iibñro  el  sol , 
Cnjo*  doi  rumbos  opaeslos 
SignM  ea  sn  aitural 
V,  ripido  moiimlealo... 

Pues  eres  {úejaudo  aparte 
La  adtroloet»  3_  Aleado 
A  maror  cieiicU)  el  asombro 
De  la  migica ,  en  qae  has  benho 
Taotos  prodigios,  uiiando 
l)e  lodos  cuatro  elelneiiios. 
La  geomaucia  en  la  tierra, 
I4  eteromancla  en  el  Tiento, 
X.a  hídromaocli  en  el  agua. 
La  piromancia  en  el  fuego  1 

V  pues  eres  fioalinente 

El  (]ue  i  pesar  de  los  tte[n[>os , 
Présenle  haces  lo  Tuluro, 
Siendo  para  ti  en  el  viento 
Los  arrullos  f  alicinioa, 

V  los  graznidos  agüeras.. 

Uinos  en  qué  (rauce  se  halía 
El  liey  nuestro  padre  puesto... 

Si  son  de  Jerasalen 
Los  muros  ru loa  ó  trofeo 
De  sus  armps ,  porque  asi 
Descanse  nuestro  recelo. . 

■knIrdeb. 
Sosiegue  uuestTocuidado... 

V  descuide  nuestro  afecto. 


Aunque  pudiera,  ¡ohhmosoí 
l'riticipes !  no  obedeceros , 
Por  la  conliagancla  que  ha; 
Siempre  en  las  lides,  } puedo, 
Vendo  i  liuscaros  ui)  gusto , 
Daros  con  un  sentimiejilo: 
Con  todp  eso,  como  en  mi 
Es  tan  sagrado  el  precepto 
De  L  obeüiencia ,  es  Toraoso 
No  eicusarme;  j  asi  quiero,    . 
InFormado  de  la  causa, 
Responder  cou  el  erecto. 
iTeiidreis  inlmo  los  dos 
Para,  sobre  aquesof  meemos 
Pebascoa  que  ahora  os  bailáis , 
Ir  penetrando  los  vientos 
HÁta  que  desde  la  media 
Be^oa  dd  aire  estáis  viendo 
La  ucdoa  en  que  se  ballu 
Vuestro  padre  ? 

un  sos. 

SI  tendremos. 

I ,  esplrttni 
Que  sote  W  dallados  genio* 
Que  1  mis  voce*  obedleotet 
Y  i  mil  conjuros  atentos 
Aaistis  ;  en  tlrtud  nia 
Gsosdosjóveiiet  helios, 
Bevado*  sobre  el  aire, 
Teui  ea  m  tigo  uienio, 
A  pesu  de  lu  diitaociis 
Que  H  leí  poaea  en  medio. 


¡  Guerra ,  guerra  I 
{Ábrete  el  monte ,  y  aparecen  tet  Micrw 
de  Jenaalen.) 
cá»iiou.  (D«fttro.) 
Vlví  de  Persia  el  imperio. 

Ya  al  son  de  trompas  j  c^as , 
Naeta  Babilonia  feo, 

Sue  loteóla  escalar  el  sol. 
onie*  sobre  montes  puestos. 


Ya  esa  nueva  Babilonia 

En  mas  confusión  advierto 

Que  la  primera,  asaltada 

De  los  escuadrones  uaesiros. 

[Sale  Cóitrtat  vetiida  á  lo  pértiant, 
'con  la  Mpada  deinitda,  y  eeldadet. 
Date  batalla  ealre  lot  teliadet  ée 
Cóidreat  y  le*  de  Jerutalen.) 

;  Anua ,  anna ! 

i  Guerra ,  guerra ! 
(RetlroBte  lot  ioldadot  eAtilaaet ,  te- 
SHÍ4o*  de  Cótdrtat  y  lot  tayot.) 

CÓSDBOAI. 

Viva  de  Periia  el  imperio. 

TODOS  LOS  PERSAS. 

i  Persta  viva ,  Persia  vWa ! 
¡Qué  prodigio! 


¡  Qué  portento ! 
{Aparece  la  entrada  de  una  igUtia  de 
Jerutalen.) 


ron  la  espada.eu  la  mano, 
i  sos  soldados  diciendo... 
( Vuelve  d  talir  Citdreae  eeu  ttu 
tfldadot.) 

CÓSDIOM. 

Ea,  valientea soldados,         • 

Hdt  el  dia  fai  de  ser  nuestro, 

V  ea  fe  de  vuestrn  valor 

Mi  nombro  vfviri  elemo. 

Va  lagranJerusalen, 

Que  pudo  .llamarse  un  tiempo 

Emperatriz  de  las  gentes, 

Eaclava  esli  en  cautiverio. 

Ya  postrada,  ja  rendida, 

A  voces  dama,  pidiendo 

llisericordia.  Ninguno 

Se  euterneica  i  sus  lamentos; 

Que  JO  el  primero  de  todos. 

Por  dar  i  lodos  ejemplo. 

Para  mi  despojo  e<Íjo 

Bale  edificio  opulento , 

De  qnlcn  piedra  sobre  piedra 

No  me  ha  de  quedar. 

(AJ  mirar  per  la  paerta  del  templo., 
tele  Zaeariat,  »i^  teñe  rablí ,  vetUde 
de  taeerdM  á  le  aalifa ,  ff  piaete 
de  rtdUlat :  Céedrett  te  tHtpenúe ) 


Soberbio' 
Idólatra ,  do  proboes 
Los  umbrales  desie  templo. 

CASDIOAS. 

i  Quién  eres ,  ¡  oh  Tenerable 
Anciano  I  qne  al  verte ,  has  becho 
Que  se  suspendan  mis  IrasT 

lActaUs. 
Soj,  si  de  quien -so;  meaeneiflo, 
El  Infelii  patriarca 
De  Jernsalen. 

.  cAsDaO:iB. 

t  Qué  afecto 
Te  trae  bmcaodo la  muerte. 
De  que  andan  todos  hujeiidu! 

EldemoriritusmaDOS, 
Antes  de  ver  el  desprecio 
Del  temido  i  qu'ien  ameoaiM. 

cáSDioiS. 
Pues  ¿qué  templo,  di,  qué  templo 
V.Í  esieT 

iacahIu. 
El  que  Ñbricaron 
La  fe ,  religión  T  celo 
De  Elena  ;  de  (loasiantíno 
Al  soberano  madero 
Ka  que  fué  crucificado 
Nuestro  Dioa. 

cósoaou. 
Al  olrio,  tiemblo  (Afroji^Hafr.) 
De  ira.  Esa  cruz ,  oue  es  su  imagen , 
Seri  mi  major  trofeo : 
A  Babilonia  cautiva 
La  he  de  llevar,  doade  tengo 
De  oftecénela  i  mis  dioses... 

mcarIas. 
¡Piadosos  cielos  1 

{Entra  Zaearíat  en  el  templo  cem»  para 
defender  la  erut ,  y  deteibreta  dht- 
tre  un  altar,  y  lacniten  il,gd  tut 
laiotlat  ettaüíat  de  Elena  y  Cent 
tenlino,) 

tm  SOt.IIAD0  KUA. 

jQuéteo! 
iLicni  de  Crisio.ea  aquella! 

tOIAAOOS  FESSAI. 

Vamos  de  su  visu  bujakdo. 

CáSDHOAS. 

Subiré  i  pisar  las  aras, 

Y  de  ellas... 

(Anida  de  letnpettad.  Entra  dtdreuttn 
la  iatetia,  y  Zaearia»  hace  per  dete- 
nerle. A  ette  /ieaipe  detaparece  tede, 
ylatdot  peiatcet  vienen  al  tueh, 
qaeianda  AnatlaHe  atomirada.) 
afaoES  T  meiUrdu. 

¡Valedme,  cielos!  (Caen.) 

ARASTAatO. 

i  Supremo*  dioses !  ^qné  ulro? 
Sin  vida  esto j. 


íQué  es  esto,  thwio  AnaaiMteT 

uigmzíídbvGoOgrC 


LA  EXALTACIÓN  DE  LA  CRUZ. 


IVtldor  mlgiea ,  iqué  es  Mtof 
iPoT  qaé  bu  cotudo  el  discnrsoT 


No  sé,  no  sé  can  qué  cansí 
Los  eipIHlus  que  apremio  , 


y  den 


» íiujerou. 

En  parle  he  de  tgrade^ne 
Ver  ct  estrago  snsperiso 
De  Jerusalen,  porqué 
A  mis  piadoso»  afectos 
Va  moiia  1  compasión 
Lt  Uutjnia  de  estar  vienitu 
Tan  gnu)  tragedla. 

■KüilKlES, 

A  mi  Mo : 
NI  lo  estimo,  ni  lo  precio , 
Porque  tan  gustoso  eilaba 
De  estar  sua  desdichas  viendo , 
Oue  por  haberme  buiíado 
Tan  triste  misero  objeto. 
Le  tengo  de  dar  la  muerte. 
{Saca  ¡a  daga  llenárdet;  Sirae$  U  út- 
.   tiene.) 

Vo  culpa  ninguna  tengo. 

No  le  ofendas ,  pues  que  ja 
Hemos  rislo,  por  lo  menos, 
Rendida  i  Jemulen. 

■  EFIilllDaS. 

iQué  Importa,  si  el  Da 
ni  el  ultraje  de  la  crax1 

Estimar  debieras  esto. 

Til  siempre  has  de  ser  piadoso, 

slnoES. 
Tn  siempre  has  de  ser  sangriento. 

■ENilnnes. 
Es  verdad,  j  ahora  agradezca 
Ese  miélico  no  serlo 
Con  él ,  quitándome  el  rer 
Huerles .  desdichas  é  incendios . 
Que  son  mis  mayore»  gastos.    (Voie.) 

Yo  no  mIo-do  me  qiKJo, 
Pero  habérmelos  quitado 
De  delante,  le  agradezco.         (Vom.) 


lO  femos. 


i  V. 


íQaé  es  lo  que  pasa  por  miT 
jUAmo  (ni  ahora  i  halilar  acierto) 
Podo  (el  pecho  se  estremece) 
FalUr  (ahópme  el  alíenlo) 
La  faena  <le  mis  eacantosT 

tOué  es  esto,  dioses,  qué  es  estoT 
¡uando  Cósiiroas,  rey  de  Persia, 
Iba  1  uHr^ar  el  maduro 
Que  di'l  Dios  de  los  cristianos 
Fué  patíbulo  sangríenlo , 
I  El  pacto  negáis ,  á  vista 
Snjra!  Aquí  hajmaifor  misterio, 
Que  JO  en  mis  ciencias  no  alcanzo, 
Que  JO  ea  mis  artes  no  entiendo. 

{Quédate  tmptnt 


MORLACO,  vetlUo  4e  píelet  HUenbi- 
mente ,  con  na  eeeta  e*  el  brtM.  — 
ANASTASIO. 

CAp.  lOigan,  qué  elevado  esti. 
Rendo  visees  j  gestos , 
El  amo  que  Dios  me  ha  dado , 
O  el  dlahlo,  que  es  Ío  mas  cierto ! 
Desde  mi  aldea  me  trajo 
Por  aquesos  vericuetos 
A  ser  salvaje  de  pas, 
Donde  ando  cada  momento 
Dado  al  diablo,  sin  bal «r 
Perdido,  ni  lennr  celos. 
Pero  llego  i  hablarle,  pues 
Es¡o  no  tiene  remienda.) 

ANASTASIO. 

¿Que  DO  pueda  JO... 
apnuco. 


ANASTASIO. 

iDe  qué .  délos ,  me  ha  servido 
Desde  mía  años  nrimeros 
Haberme  dado  al  estudio  T... 

.  ■OkLACO. 

De  baber  perdido  ese  tiempo. 

ANASTASIO. 

tDe  qné  el  haber  observado 
os  mas  ocultos  secretos 
De  la  gran  natoraleu?... 

■OHLACO. 

De  ser  en  este  desierto 
EraiitaBo  del  demonio. 

ANASTASIO. 

tDe  qné  la  migica,  haciendo 
loverse  a  mi  voz  los  montes. 
Pararse  i  tai  voz  los  vientos... 


(Al  llegar  Morlaca,  hace  Aiiatlatia  áit 
traUa  una  aeeioa ,  dándole  un  gol»e, 
t  eae  Morlaco.) 


Saber  qué  es 

«OILACO. 

Vosl,  jmnjr  bien. 


Pues  iqué  ha  sido! 

■ORLACO 


ANASTASIO. 


Híberme  de  un  golpe  mnecto. 
uTAeres 

■OHLACO. 

i  Quién,  sino  jo,  pudo 

Ser  tan  grande  majadero 
Qne  aquí  llegase,  sin  ser 
Cerolcalo  ?  Hese  puebro 
Vecino,  como  otros  días, 
Moj  con  la  comida  vengo; 
V  viéndote  embelesado. 
Llegué  i  hablarte  en  tan  mal  Üetn 
Que  me  has  hecbo  las  narices, 
Con  habénnelas  deshecho. 

ínastakio. 
Admiración  fué,  que  hice 
Divertido. 

MORLACO. 

Pues  por  cierto, 
Qae  de  propMto,  no 
Pudieras  darme  mas  recio. 
Pero  iqvé  te  ha  sucedido? 


ANAITASIO. 

SI  todo  mi  estudio  jr  todas 
Mis  obras  j  mis  desvelos. 
Invocaciones  y  libros, 
Lineas,  pactos,  ai^me,n[os, 
Caracteres  y  conjuros , ' 
He  faltan  al  mejor  tiempo?    ' 
Hés  hay  que  saber,  pues  hav 
Ciencia  que  vence  todo  esto'; 
Y  asi,  pues  es  mi  ambición 
Saber  mas ,  buscar  pretendo 

Suien  desta  ciencia  que  ignoro, 
e  dé  luz.  Salgamos  presto 
Destas  montanas. 

mOMLico. 

Salgamos. 


Busquemos  los  dos... 

Busquemos 


_ta  ciencia  de  l>s  ciencias. 
Que  tengo  de  bailar ,  si  puedo , 
Quién  es  causa  de  las  causas. 
Que  hasta  boy  ni  alcanzo  ni  entiendo. 
(Yaate.) 

Salón  ití  palada  iniiertal  en  Coastintlnoíla. 


¡Ay,  Horiaco ,  que  estoy  muerto ! 

¡Ay,  que  no  estis  sino  viro. 
Has  que  uo  capitán  con  sueldo ! 

ANASTASIO. 

Todas  mis  denotas  soo  vanas. 

Pues  no  las  vendas  i  poso. 

«...  hajsnperior,  pues  día 

(A  cada  nceíÉti  hace  temblar-ilitrtuca ) 

De  mi  mayor  lucimienio. 

Quedé  con  mayor  desaire 

Vencido  <.i de  pena  muero!] 

l>eiuayor<¡rabiodeira!] 

Poder.  De  cólera  tiémiilo. 

MORLACO. 

Pues  tiembla ,  muérete  y  rabia 
Un  poqnUito  isvA  lejos. 


NúSKos,  coa  itutrumentat ;  IRENE, 
PLORA ;  V  detrat,  eí  emperadorüV.- 
RACUO,  Btirande  un  retrate. 
■ésicos. 

iQui  dolor,  qué'pena  i  ur 

ve  mai  tenlinieñte  tiene  T 

¿Ferder  m  H«n  gire  u  tiene. 

O  dejarle  dt  tener  r 

BSHACLIO. 

No  ciDtels  mas ,  que  aunque  bien 
Concuerda  Tueatra  armonía 
Con  el  gusto  V  la  alegría 
Ea  que  rois  dichas  se  len , 
Esperando  cada  Instante 
Ser  dueBo  de  la  divina 
BeHezR  de  mi  sobrina 
Eudocia;  nada  i  un  anuuite 
Divierte  como  él  bablar 
ED  sus  afectos ;  y  asi , ' 
La  müsica  para  mi 
Tiene  parte  de  pesai'. 
En  la  de  que  no  querría 
■lúe  el  gnsto  se  me  atribuya 
gloria  que  ne  sea  tuya ,  , 

ü,nt,Z..MLyGOOglC 


COHEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  OH  LA  BARCA. 


iCólcost 

üo'ié 
Has  de  que  le  b»  «teieiiido 
ti  iiíin[H);  j  si  esto  no  es  mas. 
Ya  uur  esos  golfo*  vieoe. 

Tuina  eíie  iliamanie,  Irene, 
l'ur  la  nueva  que  me  das. — 
11') ,  pues  lie  mi  madre  (í  quien 


Por  no  bacep  mayor  lu  pena , 
Callé ;  Que  i  lo  que  lio  uiüo  yo , 
Nu  veudri  lau  presto. 

HEBACUO. 

i  No? 

ú  esta  cadena 
Fur  esa  nueva  lambieu ; 
Une  es  lau  lino  mi  tormento , 
Uu<-  aun  nuev.is  de  seulimieiito , 
A^radrcert^is  ps  bien. 
I'ürque  uouio  en  nil  no  veo 
Puvtes  para  merecer 
lüiiIoliieii.iUaeo  tener 
1^  pena  dcsle  tlesi^o 
Para  hacer  inéi  lio  üe  ellj ; 

V  asi ,  agracleciT  es  justo 
A  Del  (lesar,  i  UelKustOí 
fnriiue  Si  tá ,  li'ene  Bella , 
Lisonjeas  mi  amor;  mas 
Tu,  Plora,  le  facilitas: 

Pu''s  tú  an cuidado  me  quitas, 

V  111  un  mérllo  me  das. 

V  |>arn  que  mi  locura 
bi»culnets  las  dos,  llegad, 
Lkiiaii  las  dos,  v  mirad 
Esta  ditioa  heruiuiura. 
(Uegúa  tai  dai ,  hacitaio  rever 


Albricias,  señor,  te  pido. 
BtaU(.io. 
jSon  nueras  del  bien  qae  adoro  T 

I  menos  de  que  llegó 
Al  pueno  ja ;  que  aunque  no 

■  -  ■  i .  sa  ella  no  ignoro. 


De  ilúiide  i 
Viui 


Pues  toma  ti 


V  muj  Meo. 

Piii'ü  pscucbad  ,  que  también 
i.u  rtUra  aqneslu  cunceto. 

{Mirando  el  retrato.) 

Iiellislma  deidad,  que  repetid^ 
t'H-  uno  y  otro  malli  vives  pintada  ; 
Itvliisima  deidad,  quH  llauíiaada 
l>i'  un  rasgo  y  otro,  animas  coloriil.i  : 

iCúiiiu  r&taiidi)  en  la  lámina  sin  vida, 
iJi'Jus  la  vida  í  tu  beldad  postrada? 
i.úmo  estando  en  el  btonce  inaiiiinada, 
Di'jas  el  alma  i  lu  beldad  reiididat 

SI  nació  con  estrella  tan  segura 
1  n  diicí^o,  y  ¿I  no  mas  e*  señi>r  della, 
bl  iiilluio  que  iieb>-  i  luz  tan  pura. 

Vuelve li  su origiiiiil,  ¡oh  cB;iia  bella! 
Oue  es  mucba  vanidad  ilu  una  liermosu 
Uuerer  Miar  piulada  coa  lu  esir«l|j.[ra 

ESCENA  VIH.    ■ 


AanesTt^  {líf.) 
j  Ah  délos,  que  divertido 
lii  racMó  de  un  rlean  amor 
be  tilvida  de  sn  \n\m\ 


(Que  i 

Qui'  era  la  nema  ,  señor. 

"tra  razón  no  esperé 
II  oyendo  esta ,  porqué 
o  me  permitió  el  amor 

e  ser  el  primero  que 
3U  buena  nueva  le  dé. 
aEH*ct.io. 
Sin  duda  ba  querido  entrar 
Sin  bacer  salva .  etcusando 
Póblleos  recibioiieiilos , 
Atenta  i  tos  sentimientos 
Que  está  la  auerra  caí 
ha  mis  estados;  y  asi 
Salir  i  esperarla  es  bii 


Eicusado  es ,  pues  ya  ven 
Huestres  ojos  desde  aquí 
Su  gente. 

{Ruido  dentro.) 

ESCENA    IX. 

CLODOMIRA,  vestidade  luto;  jtcni- 
faSaiie:tto.  — HKRACtlO.  ARNÉS- 
10,  LIBIO,  tRG^E,  FLORA,  músi- 
cos ,  deipuei ,  uBSTE ,  dentro. 


indo 


Permítele  i  una  InTelíce 
Besar,  gran  César,  tus  plantas. 

aiajiCLiu.  {Ap.) 
;Qué  es  Id  que  miro?  ¡  Ay  de  mí ' 
iUué  ajeno,  qué  Infiel ,  qué  ingrato 
Es  &  su  vista  el  retrato ! 


Venir  huyendo  st 

HERACUO. 

Hal  pudo  la  vista  mía 
No  temer,  no  dudar,  pues 
Tengo  la  noche  i  mis  pié*. 
Teniendo  en  mi  mano  el  dia 
íTú,  tAeres  Eudocia? 


No. 
N*k*cuo. 
Puesdjmc,  mujer,  j,qu¡én  erfs? 
iQué  me  buscas,  qué  me  quieres, 
V  qué  causa  te  obligó 
A  este  engȟo,  por  quien  tengo 
Kl  alma  en  cnnlusa  lucha 
Pendii'iile  de  un  hiki? 


Vo,  cuya  voz  en  lagrimáis  se  balSa, 
Vo,  cuvo  llanto  en  voci^se  retira,     . 
De  los  dados  burlándome  i  la  su&a, 
De  los  astros  huyéndome  i  la  Ira, 
Soy...  Mas  no  digo  bien,mie^^opleeo- 
Kul|mejordiJeaho^a)Clodomlra.[gaGa. 
Reinaife  Gaia  mi  tiempo^  ya  importuna 
Fábula,  gran  señor,  deTa  fortun;, 
MI  patria,  entóneos  reino,  abora  ruin». 
Es  del  Asia  menor  mayor  eolnnla. 
Neutral  coaUn  de  Persia  y  Palestina, 
Tributaria  ;il  soldán  de  Babilonia : 
Cósdroas,  que  ambo»  Imperios  predo- 
Imina. 
Llegó  i  ella,  y  «ou  la  antigua  ceremo- 
[iiia 
De  que  usan  los  reyes  con  los  reyes. 
Me  propuso  susdiiiscs  ysusli'jes. 
Yo,  que  heredera  fui  de  la  cristiana 
Heligion ,  desde  aquel  In-niendu  dii 
Que  estremecida  vió  toda  la  bumaua 
Naturaleza  su  alta  monarquía , 
Reconociendo  i-n  Kd  lan  solieran  a 
IJue  ellu  espiraba  i>  su  Hacedor  moría, 
Al  ver  endesignalt'shoriinntes. 
Chocar  las  piedras  y  temlilarlos  mon- 
Üe  crueles  decretos  ultimada,      lies; 
De  ciegas  amenazas  persuadida , 
Le  respondí  que  solo  de  Te  armada, 
En  su  defensa  ¡lerderia  la  vida. 
Kl,  sangrÍMilos  loslilos  de  su  espada, 
'tirano  rey  y  bárbaro  bomiciüa , 
i:on  furia  horrible.con  crueldad  eitraBa 
Asoló  la  ciudad  ;  la  camiiaña' 
Ituscando  puestos  mí  temor  seguros , 
Para  la  vida  que  me  había  quedado, 
Vi  de  Jerusaleii  los  altos  muros , 
Buscando  en  su  sagrado  mi  sagrada  : 
Apenas  pues  de  idolatras  perjuros 
Me  hubo  el  dolor  t  penas  retirado , 
Cuando  me  hubo  retirado  apenas , 
A  Cósdroas  tiendo  desde  sus  almcnu. 
Tan  numeroso  ejército  traía,  * 

S^gun  la  multitud  que  le  acampana, 
(jue  dalia  que  duilar  i  uuien  le  vía 
Cuál  era  la  ciudad ,  cuál  la  campana  ; 
Cim  tan  loca  ,  tan  liávbara  osadía 
Su  soberbia,  su  caiera,  su  saña 
A  los  muros  llegó ,  que  desde  luego 
Les  publicó  la  guerra  á  sangreyfuego. 
Ji  rusalen  de  Idolatras  sitiad;i , 
Jerusalen  de  Qeles  nu  asistida , 
De  los  unos  ii'e*  veces  asaltada. 
De  los  oLi'OS  ninguna  socorrida. 
La  Trente  de  ceniza  coronada 

V  l>  certíz  de  púrpura  teñida. 

Toda  borrur,  toda  asombro.ioda  espan- 
Apeló  soto  al  tribunal  del  llanto,     [to, 
Ko  bastó,  no  bastó  a  la  rigurosa 
Furia  la  retirada  de  la  queja  .- 
CnAl  allí  por  su  padre  morir  os* , 
CujI  por  i'l  hijo  allí  de  U  se  aleja, 
Cuáíaípiiniuereen  liraicos  de  su  esposa 

Y  en  pndei'  de  los  bárbaros  la  dpja , 
Sintiendo  mas,  celosamente  sabio, [vio. 
Qiie  su  honor  muerto,  postumo  su  sgra- 
]0b,nuiic3  hubiera  en  conrusioutaofuer- 


in  crecida 


Oh,  nunca  hubiera  en  pena  la 
Sin  vida  yo  escapado  de  la  m 
Sin  muerte  yo  escapado  d>^  la  vida  ] 
Nunca  me  hubiera  mi  hifelice  suerte 
Re  un  portillo  enseñado  la  salida. 
Por  donde  pode,  sin  que  estorbos  tope, 
l-l-'B^r  i  Jafa  y  embarcarme  en  Jope. 
De  su  nuprto,  ti-aid^i  de  los  liados. 
Vengo,  donde  le  cuenten  mis  oemido» 

?üe  dejo  sus  alcázares  postrados 
sus  antiguos  muros  demoliilos  , 
Sus  sagr.idos  tusares  proraniidna. 
Sus  aliaresy  templos desiiuidot; 
Y  que  por  fln  de         "    ' 


-.sofríe  tan  esquiva. 
byLiOOglC 


Ni  JO  DDedo , 
Cátodo  SOI  toces  escucbo 
Dejar  que  prosigas.  Cesa , 
Que  Uelado,  ahsorlo  ;  contuso. 
No  té ,  ¡a;  infellx !  no  sé 
Sí  vivo  esLo]'  ó  dtriniU.    . 
Kl  ntadfru  lolNiraiio, 
tri.i  lie  i>ai  que  se  puso 
Kiiire  las  iras  del  cielo 
V  los  dfliloS  del  muiida  ; 
El  sagrado  leíio ,  que 
SíciiJo  arca  desie  diluvio, 
Fui  después ,  de  Dios  liumaiio 
El  carro ,  el  |)laustro  y  el  Lriuafo , 
iHllrajado  ( rtal  repito!) 
be  bárbaros,  (;  tal  proauíicio!) 
Kn  fenia  cautivo  jace , 
Sin  eslimacion  ;  culto! 
¡01)  mal  halan,  ob  mal  hayin!... 
Pero  i  i  quién  culpo ,  í  quiéa  culp< 
Si  mía  omisiones  sotas 
Üieron  materia  i  esie  losulloT 
Perú  aunque  conozco  ta 


LA  EXALTACIÓN  DE  LA  CfttIZ. 
.  La  crai  de  Cristo  al  loBar 
Adonde  Elena  la  poso. 
(TtfMM  deiUn  ci^at  ittttmptaiat  y 

MfAllM.) 

«iNTC.  (Dattro.) 
¡VíTa  Hendió,  viva  HeracUo! 

URIO 
.  Nobleta .  leHor,  ;  vulgo 
.  .'J'u  nombre  aclaman ,  ojetido 

Tu  resoluciou. 

rtoM. 
iQué  mucho 
;  Que  los  hombres  se  conmuevan 

lioo  tan  religioso  asunto. 

Si  hasta  las  mojeres  buj 

Hacen  la  milicia  esiudioT 
'  V  ;o  en  el  nombre  de  todas , 

A  quien  de  mi  parte  Jungo, 

Seguirle  orrezco ;  j  mas  viendo 
:  Que  para  caudillo  sujo 

tJodomIra  las  alienta. 


El  ven 


le  puso 


Presto  he  de  eumeodarle  Saina 
Del  lugar  domle  le  tuvo 
Mal  eulre tenido  el  ocio , 
Mal  aconsejado  el  gusto, 
Salga  Eudocia  de  nil  pecbo , 

V  este  hermoso  objeto  sujo.  \ 

{Reatpt  el  retraU.) 
Desperdiciado  del  aire , 
Vuele  en  átomos  menudos. 
Lo»  aplausos  de  mis  bodas 

?De  el  alboroto  disiiuso, 
meque  el  dolor  eu  exequias 
Sea  el  tilamo  sepulcro. 
Ño  ha_ya  en  mi  valor,  no  haja 
En  mi  amor  afecto  alguno 
Desde  boj  que  en  urden  oo  sea 

Tesoro  :  sepa  cobrarte 
Quien  solo  perderle  supo.  — 
{Áiimiue  á  una  goUria ,  y  le  itirige  á 
lat  perionai  que  te  tapone  le  kailatt 

Deudos-,  vasallos  y  amigus , 
HeracUo ,  cés^ir  Augusto 
De  CnosianlinopU,  os  pide 
Perdón  del  ocio  en  que  os  tuvo. 
En  lodo  mi  imperio  ii  un  tiempo 
Se  escuchen  ecos  conrusos 
De  trompas  y  ca|as ;  pera 
Bien  pronunciado  ninguno. 
Destemplado  el  parche  gima, 
Bástanlo  el  metal  robusto, 
y  en  vez  de  los  estandartes 

Sne  fueron  eu  sus  dibujos 
rimavera  de  los  vientos. 
El  aire  tremole  oscuros 
Taletanes :  negns  sean 
En  sentimiento  tan  justo , 
Bandidas ,  plumas  s  bandas ; 
Une  fi  tan  sacrilego  burlo. 
,Es  bien  qne  la  cristiandad 
Se  vista  de  negros  lutos. 

V  yo  be  de  ser  el  primero 

8ne  embragado  el  fuerte  escudo, 
ue  el  templado  arnés  tremado 
y  el  litnpto  acero  desnudo , 
Eo  la  campaBa  reaisia        ■ 
Loa  destemplados  iuBqios 
De  las  escarcbaa  de  enero 

V  de  loa  soles  de  ¡alio. 
Hasta  que  á  piínla  la  vida , 
O  vea  H  rettilujo 


Cristiano  César  Augusto.. 
Cat6licamei)te  airado... 
PiadoMDiente  sañudo... 


;£"■ 


SalÉci 


V  no  dudo 
I  Que  ver  en  campaBa  al  Rsj 
:  Lleva  asegurado  el  triunfo. 
[C^*t  f  loribtat.) 


Sagrado  Ie__, ,. 

De  no  volverme  sin  v( 
Si  mil  veces  avenioro 
El  mundo  en  rescate  voetlro, 
Pero  iqoé  mucbo,  quA  macho. 
Que  el  mundo  aventare  toda. 
Por  quien  laltó  á  todo  el  mundo  f 
(vanee,  toamio  etme  primero.) 


EiIraniirM  de  Babiloaia. 


Si  bien ,  por  c< 
Nanea  puedo  perfonar 
Lo  que  i  aquesto  te  obl^6. 
;  La  culpa  es  una ,  pues  na 
He  enseñaste  i  adivinar. 

¡  *N*ITASiO. 

I  Bt«i  fácil  está  de  ver. 
¡  Buscando  una  ciencia  voj 
Ue  quien  ignorante  estoy. 


dime ,  para  s«b«r 

lio  de  deodaa  qne  ignora , 

!s  la  guerra  buena  tierra! 


¿Ahora 
Sabes  que  en  ella  concnrren 
Varías  gentes  y  lúcionat. 
Ritos,  leyes  y  opiniones, 

V  uno»  con  otros  discurren  T 

De  suene,  que  entre  ellos  paado 
Tomar  noueias  mejor 
Que  en  la  escueta  superior 
0e  Grecia ,  puesto  que  eicedo 
Sus  maestros.  V  siendo  asi 

8ue  esta  ciencia  que  ignoré , 
ieucia  reservada  ñié 
Tanto  É  ellos  coma  i  mi ; 
Habiéndola  de  buscar, 
Por  verme  de  ella  burlado , 
No  la  ba  de  hallar  el  cuidado; 
El  acaso  la  ha  de  hallar  : 

V  esto  ha  de  ser  conversando 
Rellgioaes  diferentes, 

V  coilombre*  de  otras  gente*. 

(Suena  ientro  la  cafa.) 
Mas  ya  viene  el  Rey  marchando 
La  vuelta  de  Persia ,  en  quien. 
Conseguidos  sus  deseos , 
Quiere  ostentar  loa  trofeos 
Qne  trae  de  ieruaalen. 

(T»cm  iM(nfn«NfM.) 


A  recibirle  salieron. 


;Noea 
Nejor  llegar  ahora?  pues 
Entre  tanta  conftuion. 
Podremos  dar  1  entender 
Qne  en  la  guerra  hemos  estado 

V  fuertemente  peleado , 
Como  lo  sueleu  hacer 
Otros,  que  en  la  corte  están 
Vestidítos  de  color  ; 

Y  00  se  sabe,  selior. 

Ni -cuan  do  vienen  n<  van. 


Suenan  eaíal  i  intlritmeñlet,   u  tnlfn 
par  unaparU  SIHOBS,  HENAR  nbS, 
Miisicos  1  GRiriB;  1/  por  otra  C.OS- 
OROAS ,  S0LI.AM1S ,  T  ZACARÍAS  . 
teiMo  de  cautíea. 
■líttCDa. 
E*  llora  iUhott  ten^a 
Coronaúa  de  eietoriai 
Bl  eran  Teg  de  Penia  iutkle  , 
El  Midan  de  Babilonia; 
Y  repila»  loe  cajae  y  lat  ¡rompa» 
M  ton  de  Máee  eoM... 

GEim  T  Hítateos. 

¡rita  Ciedroatf 

En  hora  dichosa  venga 
De  laureles  coronada. 
El  que  siendo  eo  Perala  sol , 
Es  en  Palestina  rajo. 

-      uigmzíídbvGoOglc 


MB  COI 

MKiltM.  . 

Bo  bort  dlchoM  TtD(it 
LtMto  de  ttoDOTH  ;  ■dUbim, 
El  qne  Uto  de  tu  Tabr 

cteHOU. 
Huu  Me  ponto  do  supe 


Douipe 
>o  j  trioob 


i  Cóuo  etUs,  Slroet  f 

IJMMI. 

SeDw, 
Desvanecido  j  nbno 
Coa  tus  tIcIoihs. 

CÓMIUMS. 

íYtfi, 

MeuirdetT 

■BNÁIIDU. 

No  lo  esiof  tinU), 
Porque  me  puece  lo  Jo 
Poco  pan  11. 

CASDIIQU.  ' 

Oiro  abraio 
Me  vaelve  1  dar  i  qae  aonqiie  lol* 
Heiriios  míos  entrambitf , 
Til  de  mis  aiieoios  eres 
Has  parecido  raUato. 

IÍR4WS.. 

Solo  aqni  e*  vlrtod  ia  enfidia. 
lUggan  AnailiuUi  y  Merlae».) 
*:iASTmo. 
Si  dia  de  irituifM  Canto* , 
Uepr  merece  i  lus  planiaa , 
S«Aor,  ua  naevo  toldado , 
Permítele  que  i  e|la«  puesto, 
Tuñuño  bese. 

cAnuoAS. 
jAnaaiaaio! 
íQné  ec eitóT ¡Pues  lú,  qoe  al  mouii 
Te  luitte  de  mi  palacio, 
Ahora  vuelves,  j  en  \nje 
Tan  ajeno  t  laii.cóulriHo 
A  tuseslnaiot* 

ANASTASIO. 

Señor, 
De  parecer  moda  el  sabio. 
Aunque  To  uo  lo  soj,  té 
Que  el  dfa  que  de  toldado 
S«  TUte«l  rey,  do  eaün-liiea 
OetAn  suene  tw  vasallos. 
No  ms  tu  surrido  el  alecto 
Dejar  de  venir  biucáudo 
Tus  banderas. 


Qm  annqoe  es  tarde,  por  no  tu 
hii  tan  gran  Ciecioó  hallado , 
Otrls  habri  en  que.  te  alrva. 

Denias  qae  dice  un  adagio  : 
■  Mas  qne  tarde  rale  nuoca.  i 

Levanta  ;  llega  I  mis  braiot. 

lllOM. 

(Caiotode  verle  rae  alegro! 


Qne  ai 
Ctutii 


1>E  DON  PEDRO  CALUCKQM  Uü  1 

BaUmo  q)u  tu  venida 

Que  la  empresa,  de  quien  traigo , 

Dejaiklo  k  leTUiiten 

Asolada ,  esos  esclavos 

Qae  reservé  para  bananas 

Fleru  de  mi  triunfal  carro. 

Su  gran  patriarca  era 


Que  en  n .^ ^_ 

A  Babilonta,  llorando 
Viene  su  cautividad. 
T  cate  aun  n>  <s  ni  major  lauro  : 
La  epu,  en  que  dicen  ellas 
Que  murió  cmcíBcido 
&  Dios  para  redimirlas. 
También  prisieuera  traigo; 
V  sopnesto  aoe  t  tan  buena 


cristiano  le  do; 
Por  cautivo. 

Seftor,  si  para  su  entierro 

Dotado  DO  viene  de  algo ! 

uculu.  {Ap.) 

Ab.  (^losl  ipan  ver  tantas 


lAb,  wioi!  i  pan  ver  unías 
Desdichas  balieis  guardado 
HlvidaT 

cósoROÁS.  (Á  Aluutatié.) 
Y  escuchi  aparte. 
La  cansa  que  me  ha  obligado 
A  darte  ese  esclavo ,  es 
Ser  entre  el  loa  el  mal  sabio, 
A  su  ejemplo  no  habri  alguno 
Oue  i  su  Oiot  DO  deje  biso. 
Cuma  ¿lie  deje;  V  sai 
Te  le  doj  á  ti ,  Anastasio , 
Porque  tú,  como  tan  docto 
Le  arguyan  en  sos  engaños, 
y  convencido,  le  obiignee 
Á  adorar  los  aloses  saotcs. 

JlUSTtSIO. 

Palabra  tedoj  de  que 
Con  un  snlilfti,  tan  claros 
Silogismos  le  coiicluja , 
Qus  se  rednzga. 

CÚSDIOU. 

Eso  agusrdo; 
V  i>orque  ni  un  solo  instante 
Pierdií  (le  tii-mpo  el  cQidado    - 
Que  ieiigo,  baila  qne  le  oTreica 
A  Júpiter  soberano 
La  crui  de  Cristo,  i  marchar 
Toca,  j  á  BU  templo  vimgs  ; 
Que  tengo  de  entrar  eu  él 
Primero  que  eu  mi  palacio. 
Donde  do  tengo  de  dar 
Una  hora  sola  at  descanso ; 
Pues  he  de  marchar  t  Egipto, 
Ca;o  gran  reino  teatro 
Será  como  Palestina, 


Toca  t  marebar,  j  vosotros 

Veuid  la&endo  j  cantando. 

(Vaaté  Citir'oM.tiu  UjM,  iMttUaia 
t  la  ¡nte ,  r«^ieni»  la  «djfea , 
(oMwtf  odfu  t  trómpela*.) 

■llllCl. 

En  JtoM  rficJMt*  Mnf .  etc. 


ANASTASIO .  ZACARÍAS,  HOltLACO. 
Crtsliano. 


Humilde  i  toa  piel, 
Va  con»  dueño  te  trato. 
I  Qué  me  mandas  T 

ANÁlVUlO. 

LoprlmoQ 
Que  de  ti  saber  aguaroo, 
Es  tu  nombre. 

Zaeurtas. 

HOBUCO. 

Yo  pensé  que  ungOento  Utiico. 
1  Eras  eñ  Jernsalen 
Patriarca  i  boücarioT 


El  llanto 
Suspende,'!  pues  te  dsi)  tantas 
Lecciones  Tos  detengaBoa 
De  Is  edad,  no  al  seiillroiento 
Te  rindas;  que  los  trabajo* 
Se  blcieroo  para  los  hombre*. 
Suceso*  buenos  ;  malos 
Han  de  ver;  pnes  para  eso 

La  diosa  de  la  Fortuna , 
Que  ios  reparte. 

Es  engsBo : 
Ho  bij  mu  Ibrtnnt  que  Dios.  - 

*IUST*SI0. 

t Luego  elegat  de  los  bsdo* 
:i  poder  T 

SI ,  qne  Dios  solo 
InBnitameote  sáUo, 
Reparte  males  j  bienes , 
Sin  que  uosoiro*  sepamos 
Apravechamot  del  bien 
Ni  del  mal  aprovecbarnot ; 
Siendo  asi  que  bieq  j  mal 
Todo  viene  de  su  mano 
Para  nuestro  bien,  supuesto 

Sue  luuque  no  lo  coooiesmo* , 
lene  el  mal  como  castigo. 
Viene  el  bien  como  regalo.  - 

Según  eso, ;  también  vlawt 

iti  1  ser  coa  tu  Dio*  ingrato. 

Pues  la  Infelicidad  lloras 

'lue  te  envia,  confesando 

viene  para  tuirieuT 


Qm^ 


Mo  lloro  JO  ea  este  estado 
La  inrelicldad  que  leogo. 
Sino  la  cauM  que  he  oado 
Para  teueita.  pues  es 
Castigo  de  mis  pecados; 
One  si  00  fuer*  por  ellos. 
Ni  mi  Dios  en  ese  sacro 
LeBo  muriera,  niel 
k  Persis  viniera  esclavo. 


Ven  ad.  M  ¡no  coaBesti 
Que  murió? 

sacaiIm. 


dbvGooglc 


Ko  es,  porque  es  lUoo 
'  Qne  no  murió  ea  cuiaio  Dios. 

«ÜASTASIO. 

Poes  itn  gdIdIo  iiigrl6 ! 


Bombre  Dg  oi 


Ena 


iNoImplictT 

Ni-,  , 

NiKtln  earae,  fué  hombre  j  Uoi. 


No,  que  tomendo 


m  lo  eoltendo  ni  lo  ilcanio. 

lEsio  Doalciaiai  ni  entiendes^ 
Pues  JO  COI)  ser  un  Morlaco... 
No  lo  be  eateadMo  lampoco. 


Viríu  clenciu  be  esluditdo. 
Varios  lUiroa  be  leído, 
y  n>  en  ellas  nr  ellos  hallo 

Sne  pueda  un  didí  ser  pasible , 
11  la  muliilud  de  uiitus 
Como  liis  BOiilefc  adoran , 
Ite  quien  el  nombre  ba  lomado 
La  ({«niilidad. 

i«citmlAS. 
Estudia 
En  ellihro  soberano 
De  I*  ciencia  de  las  ciencias. 
Veras  misie nos  mas  altos. 


Agoarda.  jUbro  baj  alguno 
Eii  él  mando  inliiulado 
Citiuia  di  eienciatT 

No  es  llbrit, 
HaterfalmeniB  lomando 
El  iiombhe,  sino  nn  snpueslo 
Tan  grande,  lan  üociti  y  sabio 
l)ue  es  cspai  de  Ibdas  ciencias.  . 

*IUSTjULU. 


ilfo  ntrai'qne  el  Ke;  narcbando 
ntñejaT 

Vente  coiiuiign  ; 

Ke  en  ojeudo  tas  enuahot 
ellos  u  be  de  srgur. 
PruMiidote  que  los  alLo^ 
Uloses  *oa  luí  verdad irus 

Yo  pndMTÍ  qae  son  falsos. 

n  IDO  «res  docto  } 

ijictiiUs. 

íNoUenes 
Tñ  tatjl  ingeido  cbraT 


LA  EXALTACIÓN  DE  LA  CBVZ. 

jtHAETiUIO. 

Pues  Ib  dejaras  tu  Dios. 
Pues  tú  segulita  su  bando. 

tMUJIMO. 

Poea  quédese  por  abora 
El  desaHo  aplaudo 
Para  después. 

uCjtaiAS. 
>     Norabneoa. 

XIUSTUIO. 


Veré,  AbuUsio... 

UUSTtMO. 

Que  JO  le  be  de  hacer  geoUl. 

UCA«1*S. 

Qne  JO  be  de  hacerte  cristiano. 

JORNADA  SEGUNDA. 

MMtOle. 


ZACARÍAS,  huyendo,  j  UORLACO, 
Mnáole  emptUimet. 

No  me  maltrates,  amigo, 
Teulistima,  ten  clemencta, 
Si  no  por  mi  dignidad, 
Por  mis  canas. 

;Pues  qué  hubiera 

Hedió,  leHor  Zacarías, 

Con  íl  la  fortuna  adversa 

En  traerle  i  cautiverio 

A  Babilonia,  ti  en  ella 
I  Has  que  si  estuviera  libre , 
'  Como  un  patriarca  buelgal 
I  Trabaje,  cuerpo  de  Apolo , 
'  Como  esotros ;  y  no  quiera, 

En  fe  de  que  con  mi  amo 

Tiene  plitlcas  diversas 
I  Allá  de  unas  teologías 


¡  S^abe  el  cielo  que  quisiera 
I  No  eicnsar  ningún  trabajo; 
'  Mas  no  me  alunian  las  faenas, 

{  aORlACO. 

Tirelas  j  alcamaríntte , 
Uue  asi  hice  jo  coa  aquestas 
Dragas  j  coleto ,  el  día 
Que  por  venir  t  la  gnerta,  . 

<  Dejé  el  pellejo. 

I  uculu. 

I  Hat  puedo 

Acudir  JO  1  la  t*rea 
En  qne  CAsdroas  los  eautitoi 

'  Ucona,  haciendo  detensaa    . 
Al  ejército  de  lleraclio, 
Qae  dicen  que  ja  se  acerca. 

■oaLÁGO. 
No  digo  JO  qne  trab^ 
En  govTuecer  la  ribera 
Del  Tillo ,  donde  boj  esuno* 
Eiperlndole  que  renga ; 
Pero  que  irabaje  eo  casa 
Eu  ai^ ;  que  no  ha  j  paciencia 
Para  que  aleudo  usté  esclavo 


En  traer  desa  cisterna 

Si  haré,  aunque  en  mis  ojos 
Pudiera  hallaría  mas  cerca. 
{Dale  MorlMCt  u»eub9dáUMr  tgnf.i 


Zacarías,  i  dónde  «as, 

Y  qué  tágrunasaon  esast 
ucaaUs. 

Voj  por  agua  j  llevo  agoa , 
Tributo  de  mi  miseria ; 
Porque  el  trabajo  del  cuerpo 

Y  el  del  etplrilu  tengan 
En  h>s  ojos  T  en  las  manos 
Igual  la  correspondencia. 


De  la  fortiuia  la  rueda , 
Hasta  que  llegue  el  felice 
Dia  qne  se  la  detengas. 
Haciendo  que  pare  Ticil , 
Por  mas  que  corra  violentaT 

Lo  mismo  le  decía  yo. 
No  permitiendo  que  fuera 
Por  el  agua ;  pero  tanto 
"—  tu  esclavo  se  precia. 


Que  tío  quie 
Si^élBl» 


Contíaiate  con  qne  caite . 
P^ue  aunqae  jo  en  mi  ley  pueda 
Omitir  nna  verdad. 
No  puedo  oponerme  a  ella. 

¡Qué  lindo  escripulolPÚPS 
jQué  cristiano  hay  que  no  mienta  T 

I  AHUTJLSIO. 

Según  eso,  leaie  villano 
i  Te  iraU  maf  en  mi  ausenciat 

'  .  .      UCJtKiU.    . 

;  No,  aeSor  :  muy  bien  me  iraia . 
Pnea  qne  me  da  en  qne  merexna. 

«MSTASIO.- 

¡Viva  el  délo,  si  con  él 
Klties  j  no  le  respeUa 
Como  a  mi  misma  persona , 
Que  témate! 


Digo,  (elWtr,  qne  Ü  en  esto 

Coii>:|ste  que  gnaio  tengas , 

Ix  trataré  desde  aqui 
I  Como  á  lu  persooa  mesma. 
I  Verbi  gracia  :  poes,  seQor, 

Tú  miuno  asimismo  intentas 
'  Lo  mismo  hacer  qne  yo ,  esiando 
i  Vo  mismo  .nnul  mismo ,  suelta    . 
I  bl  mismo  ctiboi  j  jo  ■■ 


Tt.zodb/LiOOglC 


«ti  COUEbUS  m  DON  PBDKO  CALDERÓN  DE 

.  Iré  t  la  misni*  dttent 
Pur  la  nilsm*  tgat,  j  uo  vaja 
1'u  mi$ua  persona  metina. 
{HiíctU  retereneia ,  galláis  eUuto.p' 
pata  par  ietanlt  de  Anatíetio  it» 


hacer  cato,  y  m 

VSCESK  III. 

ZACARÍAS,  AXASIASIU. 


No  bagas  chm  deaie  Joc" ; 

Íoe  yo  baré  que  le  obede/cau 
o<Ios  ea  casa. 


He  hace  va  piedad.  1 6))  quiera 
El  cielo  que  yo  Jus  pague , 

Kuizi  en  la  misma  moneda 
a  [raerle  agua  oiro  día  I 


Nada,  amigo,  me  Jgradeicas, 
Pues  III)  |)uedo  liauer  contigo 
Todo  lo  que  JO  quisiera; 

V  el  iralarle  como  esclavo , 
Cré  que  «5  desmeniíT  sospechas 
Ü»  alijunos,  que  mal  aféelos 
Hurmuraii  la  amiaiad  nuesira. 

V  si  Ya  i  decir  verdad, 
Tieiieo  razón  en  tenerlas ; 
l'ues  desde  el  primero  lusUnle 
Une  me  dijisie  que  era 

&se  Cristo,  U ios  que  adora 
'i'u  fe,  ciencia  de  las  ciencias , 
Le  debo  i  la  estimación 
El  deseo  de  saberlas. — 
íHajeníl  lilosafla! 

KACARliS. 

Quien  es  SU  criador  ;ii( 
Saber  lodos  los  jiriiici|i 
De  la  grau  naturaleza  r 
Luego  la  Ulosofla 
Has  oculta  7  mas  secreta 
Ka  t\,  como  en  centro  suyo, 
Patente  estd  y  descubierta. 

iHay  jurisprudencia  en  élT 

UCABlU. 

Siendo  la  ley  verdadera, 

Í Quién  puede  dudar  que  es  Dios 
)iviua  Jurisprudencia! 


¿Hay  medicina? 

UGarÍU. 

No  solo 

Como  autor  de  ella  la  engendra , 

Pero  aplica  his  remedios 

Ue  vida  y  salud  eierua. 

AKUSTASIO. 

4 Hay  teología! 

iacarUs. 
Ks  la  misma 
Teología,  puesto  que  etlj 
Tiene  por  olijeio  i  Dios , 
Y  esquíen  mas  nos  le  penetra. 

¿  lliy  mitemliicas'! 

UCAHiUS. 

Todas 


Oye  [tor  curiosidad , 

Cu  ando  no  por  advertencia. 

Kn  él  hay  asirologla. 
Porque  es  suma  inleligencta , 
A  cuyo  arbitrio  se  mueven 
i;íi'1os,  sol,  luna  y  i-strellas. 
Uialéclica,  porque  es 
Kii  sn  divina  presencia 
Su  mismo  ser  de  si  mismo 
Siliigismo  y  consecuencia, 
tlústcn,  porque  compone* 
La  duictt  armonía  pericia 


i.v se  destemplan. 
.-.  porque  es 

El  origim  de  la*  letras; 
V  asi  que  es  principio  y  Qn 
Dicen  dos,  Alpha  y  Omega. 
Retórica,  porque  solo 
E^ii  una  palabra  encierra 
Altos  misterios,  y  es  cieno 
Que  él  es  su  palabra  mesma, 
Popsla.  porque  no 
Hay  obra  en  sus  obras  bellas, 

Sue  en  números  y  compases 
eróico  metro  no  tenga. 
Geometría ,  porque  mide 
Disiancias  de  cielo  y  tierra, 
Sin  que  baya  tan  remata 
Estancia  que  uo  transcienda. 
ArquitPClura ,  liabte  i  voces 
>i:sta  rubrica  opulenta 
I  Del  universo,  i  aaiea  hizo 
.'  Soto  coa  querer  nacerla. 
I  Pintura,  dígalo  el  hombre. 
Pues  su  ser  lo  maniñesta, 
'  Dando  i  su  imagen  en  cuerpo 
I  Y  en  alma  forma  y  materia. 
I  iMpgo  si  filoso  na 
'.  Están  y  jurisprudencia , 
I  Medicina  y  teología, 
I  Jdatemllicas,  y  en  ella; 
I  Las  arles,  como  en  so  centro , 
I  Kn  Üios.  y  Dios  las  ensi-fia , 
'  iLSte  Dios,  en  quien  están. 
Ciencia  seri  de  las  ciencias. 

iNlSTÁSIO. 

Antes  que  te  arguya  coolra 
Esa  mixima,  quisiera 
Saber  cómo  baces  resumen 
De  tantas  distintas  ciencia* , 

V  de  las  mas  principalps, 
Za cariáis,  no  te  acuerdas. 
ÁDóudetamigica  esií, 

V  tas  (jue  producen  de  ella 
Hasta  la  nigromancia , 

Que  oi  las  nombras  ni  mientas , 
Ni  dices  que  esiin  en  Dios! 

ztctelAS. 
Como  no  están  en  Dios  esas. 
Mi  esas  son  ciencias. 

ANASTASIO. 

¿Pues  qué 
Serln,  tí  el  serlo  me  uiegasT 

lACARlAS. 

Unos  diabólicos  artes. 
Dignos  que  éi  los  aborrezca. 

AKASTASIO. 

iCómo  diabólicos?  Pues 
Los  espíritus  ( i  qué  pena  ! ) 
Que  los  obran,  ¡uo  son  genios 
De  los  dioses  i  quien  fuerean 
Caracteres  y  conjuros , 
Para  hacer,  purau  obediencia. 
Cosas  sobreoalurale»? 
xaoabías. 
Genios  son;  mas  considera 
Que  son  los  dajtados  genios , 


LA  BARCA. 

Que  opuestos  é  Dios,  hitenlM 

Competir  coD  sus  milagrot , 

Valiéndose  de  aparíenciu 

fantásticas, 'que  lo  ausente 

O  futuro  representan 

Por  conjeturas,  formando 

P.n  agua,  fuego,  aire  y  tierra 
I  Vagos  fantasmas  ;y  en  esto 
;  Hable  mejor  la  eiperiencia. 

ÍCuintat  voces  solo  al  nombre 
.    e  Dios,  falta  fa  asistencia 
'  l)e  esos  espfritusT  iCuSnlas 
,  Solo  i  la  divina  srfia 
l)B  la  crní  de  Cristo,  huyen 
Dií  sn  vista,  y!... 

Oye,  espera, 

Que  aunque  piensas  lo  que  dices. 

Dices  mas  de  lo  que  piensas. 

¿La  señal  (;  quées  loque  escucho!  ', 

(Eñtoeet  alias. í 
De  la  erní  (el  alma  tiembla) 
Por  si  (el  pecho  se  estremece) 
,  Los  espiritus  ahuyenta, 

$ue  form:in  esas  fantasmas, 
(la  voz  faila  a  mi  lengua) 
;  Pierden  i  la  vista  suya 
Estudio,  poder  y  fuerias? 


Pues  si  lá  lo  probaras , 
Con  saber  yo  que  no  fuera 
De  probar  diOculioso , 
Yo. . 

ESCENA   IV. 

■  COSDROAS.  —  ZACARÍAS ,  ANAS- 
TAiSlO. 

COSDROAS. 

Pues  iqué  voces  son  estas, 
Aoaitasio  T 


Una  cuestión 
Ife  arrebató  <Ie  manera 
Que  me  obligó  i  destemplarme. 

cósdkoaS. 
tV  qué  era  la  cuestión? 

ANASTASm. 

_      Era 
Del  cullo  de  nuesins  dioses. 

CÓSDnOAS. 

jY  qué  habéis  sacado  de  eliat 


Con  no  ser  nada  hasla  ahora , 
Es  de  lo  que  tü  me  ordenas. 
cósogoAS. 


Andamos,  senor,  muy  ci 


l)ec( 


CÚSDHOAS. 

Qué  dices  tü  i  estot 
iacarías. 

Que  si; 
Porque  es  tan  grande  la  ftierea 
Oe  la  verdad,  que  no  dudo 
Que  el  errado  se  convenía. 

CÓSDROAS. 

Mucho  me  huelgo  de  oirlo, 
(Ap,  á  Anatiatio.y  es  verdad,  porqui 
Ese  esclavo  miserable  (tk 

A  dejar  su  ley,  H^rta         ■ 

ü,nt,Z..MLyL--OOglC 


Cou  (rae  tmiiMr  po<1ré 

Las  raices  de  I*  Iglesia , 

De  quiea  y»  he  iroiicndo  el  árbol.) 

(ToBaucaJatdetiemptadatgtordbiiU. 

Pero  ¿qní  cajú  ioq  esU»? 

ESCENA  T. 

MORLACO,  lutgenda.  —  Dichos. 

:  Ah  MÍtor  roUma  personal 
Rlii-e  usied  qué  Jicen  psas 

Cajas,  que  como  hsUha  gordo 
Nu  me  atrevo  i  responderlu. 

zikCAnfAS. 
¿Dónde  vas! 

MORLjICO. 

iQvé  me  Fatuta,' 

Si  JO  dónde  10;  tupií^ra? 

[Ttean  otra  tn  ettíat.) 

tMASTASIO. 

Seftanda  iti  el  clamor 
Se  oye. 

CÓSDHflAS. 

i  No  ha;r  qui¿a  decir  upa 
Qui  e«  aquello  ? 

■nnuco. 
SI,  x^eor. 


HRNARDES. —  Dicaoa. 
■eNiafiea. 
No  Tijaa , 

One  la  nocedad  r%  eata, 
h1  rjérciln  dn  Heraclio, 
Ya,  gran  señor,  drsde  iqoelias 
Altas  pumas  se  descubre , 
Anticipando  las  nuevas 
El  ronco  has  lardo  son 
De  catad  ;  de  [rontpetas ; 
Que  como  pisando  viene 
1.BS  i>M;nTai  üombris  negras 
De  lu  muerie ,  marclia  dan  ' 
Ya  de  jer  Tencidu  muealrai 
A  coyo  efecto  do  ni>gnis 
.  Pendones  el  alm  coelg» , 
Como  anticipado  tuto 
De  Siu  tempranas  exequias. 


ESCENA  VIL 

BIROER.  -  DtcHdt. 

Aunque  le  habri  dicho  el  vicnii 
Eu  trisles  voces  fonesiu 
La  marcha  de  Kertclio ,  yn , 

Que  veopo,  señor,  da  reVla. 
"■-é  mejor  cuiniu  es  grande 


!!  pavor 


Pues  en  fe  de  que  í  uinguiio 
Librar  déla  muerte  piensa. 
Viene  de  tfidoi  nosotros 
Celebrando  tas  noftirerax 
Ceremonias  de  latida, 
IV>nsiruve»do  en  las  riheras 
Del  Nilo,  que  jia  es  Leteo, 


LA  EXALTAOOIf  DB  LA  CRUZ, 
De  pilldas  sombras  feas 
Un  sepulcro  eo  cada  planta. 
Un  [ümulo  en  cada  piedra , 
De  que  «i  iianteon  el  monte , 
De  que  es  bóveda  la  selva, 
MORtACO.  [Ap.) 
Aqueste  jr  70  noi  calxamos 
Miedos  en  una  liorma  mesma, 

cósoaoAS. 
Mejor  Interpretación 
Que  lü ,  á  esas  fúnebres  selta» 
Uió  Meiiáriles,  pues  por  si 
£1  lulo  serl  que  osteniau, 

hfikíbdes. 
Sal ,  leiíor ,  i  recibirle  : 
Nü  aguardes  que  forniar  puedi 
Sus  escuadrones. 

No  salgas 
Sin  que  conozcas  j  veas 
Número  j  disposición. 


I  Que  ahom  moatrar  qnisleT* 
El  bermoao  maridaje 
De  las  armas  j  las  letras. 

lAOntAS. 

<  ;0h,  llegue  el  felice  día, 
I  Uue  Dios  por  su  causa  vuelva! 


Tu  voz  y  dísc 

t^ttáuto  temes  ia  balalla. 


■enÍHiiEg, 
No  es,  pues  en  lio  es  temerla. 

aJROES. 
Quien  piense...     {Empuña  la  espada. 

GÓSOHOU. 

Calla,  cobarde,  ■ 

Sue  me  corro  de  que  sea 
ijO  mió  quien  no  tiene 
Ya  la  victoria  por  derla. 
I  Puede  fl  Douer  del  dt'sUno, 
Puede  del  hado  la  fuerza, 
Ni  contrastar  mi  valor. 
Ni  amedrentar  mi  soberbiaT 
Para  temer,  me  pediste     ■ 


Quediraaie  ai 


A  formarse  las  liileras. 
Para  que  k  campaha  salgan 
En  buena  ordeuanta  puestas. 


Túvt 


migo. 


Como  i  tu  persona  mesma. 
{Vanu.  Tocan  eajat  y  trompeta*  de§- 
Itmploiat.) 

ESCENA    VIII. 

PomnaparlíLIBH),  ARNE5T0,  F.l. 
EHPERADOIt  HERACUU  t  solla- 
dos; v  por /a  otra,  IR  UNE,  FLORA, 
CLODOMIRA  T  >DJEBKs,  toda»  cou 
bandat  y  plumai  negral.  Arnriiu 
trae  na  eiianáarir  negra,  g  Fiara 
otro ,  pintada  en  ello»  la  erut. 


En  eita  parte  donde 
Despavorido  el  eco  nos  responde 
A  media  Tox,  del  suslo  que  le  bandado. 
Ronco  el  metal ,  el  parche  destemplado, 
Hagau  ^10  la.'i  tropas  de  mi  geote. 


La  voi  de  ta..._ _. 

Que  i  gemidos  el  airi^  di-sufia. 
Alto  hagan  las  escuadras  de.  la  mb. 


¡  No  hay  si 


ce  laniUeo : 
lenei'  paciencia! 
j  sIhois.  [Ap.) 

I  Pues  yo  haré  de  snerte  que 
I  El  Rev  y  Nenitrdes  v<-an 
I  Si  es  la  atención  «alentfn, 
j  V  si  es  el  \alor  prudencia, 

!  CÓSDHOIS. 

Tü,  Mpnirdes,  ven  conmigo: 
'Tú,  Siróes,  airaste  queda; 
Que  no  he  menester  yo  que    . 
Cobardes  conmigo  vengan. 

{Vanu  Cótdroat  g  nu  k^.) 


I  /Cómo  lieues? 

¡  (¡uien  viene 

i  A  esta  empresa  y  conilgo ,  dicho  tiene 
Que  ufana,  alegre,  osada  y  atrevida 
1  Vieue  i  ofrecer  la  vida  por  la  vida. 
I  Tú,  señor,  mn;  cansado 
:  De  ia  marctia  tendría. 


1  qué  quedamos? 

AXA^aaio, 
I  En  grandes  dndas  me  dejas. 
I  Después  hablaré  contigo; 


I  Solo  el  cnidad* 

'  A  que  el  celo  me  obliga , 

;  De  mi  (aliga  es  mi  mayor  fatiga ; 

Si  bien  te  puedo  asegurar  <iue  apénaa 

Pisé  aquestas  areti.is, 

"' m  traidor  psiilo 


_ Jn  valor  niL,.., 

A  apeliidjrme  vencedor  me  atrevo, 
Sahieiidn  que  me  espera 
ladreas  feriillcado  en  sn  ribera. 

Si  i  lan  remota  parle. 

Católico  cau|«uu  hCrliliano  ílaiM, 

u,nt,zodb/L-.OOglC 


CUKEDIAS  DE  IKm  PEDRO  CALDKRON  DE  LA  BARCA. 


Qne  Un  lo  Iriai 
raes  jo  qau  k 

(Tocan  úenlro  al  arma.) 


ESCBflAIX. 


■OLDáDDs.  {Dentro.) 
¡Arma,  arma!  ¡  Guerra,  gneni! 


Y  UPto  el  número  ha'eiteodldo 
De  tos  geatití ,  qae  todo  este  desierto 
Se  mira  7a  de  Urbwos  cutilerto. 

Tañías  las  flechas  son  de  la  primera 
Salva ,  qae  el  sol  en  su  dorada  esfera 
Se  oscurece  j  asombra. 


Y  si  contra  Hajencio  i  Constantino... 

CUIDOalFU. 

Y  si  i  Elena ,  en  favor  de  lu  desvelo. . . 

HEIUCLIO. 

Un  ingel  djjo... 

CLOBOBIH*. 

.    La  previno  el  cielo... 
Qae  con  vuestra  seBal  le  veneeria... 
Qae  con  luz  vuestra,  ocolio  os  hallarla... 

Yo  con  vos  y  por  vos  vengo  i  Ubraros. 

CLOPoaiiti. 
Yo  por  TOS  y  con  vos  vengo  i  buscaros. 

heraclió.         [imperio. 
No  es  menor  iriuaro  el  vaestro  que  nn 

CLODOKItA. 

No  taé  una  pena  mis  que  un  cauUTerio. 

Acierte  U  Intención,  si  la  voi  jerra. 
t.  {Dentro.) 


Persla  vira. 

i  Arma ,  arma  t  ¡Guerra ,  gnerra ! 
{Satén  Citinat,  Ana»tatio,  Henif- 

átt,Síroet  s  Mláaáni penal ;  retí- 
■  ranee  fíeratíio  k  ¡a*  tugee  á  ana 

parte;  trábate  la  batalla,/ éntran- 

upeleaaOo.) 


i  Ah  delosl  ¡cointo  míenle,  cuintoenga- 
>Bla  desde  la  corte  la  campaña,    [6a, 


Al  que  nunca  ha  sabido 
Cuin  pavoroso  ha  sido, 
Coin  terrible,  cniu  fuerte 
Este  cruel  teatro  de  la  muerte!  -  . 
AuimoBO  venia. 
Juzgando  qne  podía. 
Desvanecida  en  triunfos  la  memoria. 
Dar  JO  solo  i  mi  patria  una  victoria ; 
V  apenas  de  ta  aaerra  el  campo  veo 
A  discreción  del  hado 
De  sangrientos  eadlvetes  poblado,- 
Cnaudo  escapar  deseo 
Ha  mas  qae  cou  la  vida.  [vida. 

Honor.  DO  acuerdes  lo  que  el  pasmo  ol- 
Entre  las  quiebras  qne  hacün  estas  pe- 
[flas, 
Donde  no  alcanzan  de  la  lid  las  sefiai. 
Esperaré  escondido 
Duéu  es  el  vencedor,  quién  el  vencido. 
Perogente<¡aj  de  mil)  hasta  aqnlhalle- 
{Btcináete.)  [gado. 


Vuelve  á  cobrarla ,  pues. 


SIHDES,  anmo  di  la*  ettandartei 
eritüanae;  CLODUHIRA,  trae  él.— 
WLÍÍk.&b\L&,oaau¡. 


Ese  real  estandarte, 

A  esta  escondida  purte 

A  singular  batalla  te  be  llamado , 

Donde  cobra  riecuerpo  acuerpo  espero 

.   harás ,  bello  prodigio,  si  el  acero 
No  esgrimes;  pues  victoria  mas  segura 
Que  lu  valor,  ofrece  Inliermosura. 


DetioblVada 
Al  tiempo  qne  ofendida,  mis  deaveloi 
Han  de  p«isar  si  es  bieJi... 


Pues  veloz  su  cabaiio  se  desboca 

Piensa  lo  que  basdehacer.beliabomi- 
„     ,  tcidi, 

Quelupgo  vuelvo  en  dlndole  la  vida. 

(V«í.) 


No  pienses  de»  suene 
Con  lisonjas  librarte  de  la  muerte  : 
Demás,  qne  pslln  en  trances  y  rigores 
De  las  armas  violentos  los  amores . 

Y  JO  valor,  j  no  hermosura  lengo. 
'^la ,  pues  solo  i  restaurarle  vengo. 

SI  baré ,  qne  no  m»  dan  tantos  enojos, 

Recelos .  ni  desmayos 

De  tu  espada  Ins  rayos. 

Corno  me  dan  los  rayos  de  tus  ojos. 

Y  si  aquestos  despojos 
Te  obligan  i  a|>artarme 

Déla  lid,  como  dices,  y  á  matarme, 

Y  aqueste  es  aplazado  desafio , 
Lidien  iguales  tu  valor  y  el  mió. 

{Arriba  etftianiarie  en  el  meló.) 
Ya  entre  los  dos  arrojo  en  ese  suelo 
La  asu  que  ha  sido  (odo  tu  desvelo  : 
Arroja  tü ,  pnes  i  cobrarla  vienes, 
La  ventaja  lam  bien  que  1  mi  me  tienes. 

CLODOHIRjk. 


I     CLODOMIRA;  IMENARDES,  oculto.     ' 

'  CLODOMIRA. 

Del  afecto  de  hijo  arrebaiado, 
estandarte  y  espada  me  ha  dejado; 

V  euvano,  pues  lia  sido 

(Uirando  atleiHra.) 
Fm  vano  su  socorro ,  detenido 
Ya  de  otros  el  caballo, 

Y  pues  libre  me  bailo. 
Veré  si  basta  mi  gente 
Pnedo  llegar. 

{Tama  el  eetatulerte ,  y  al  ir  i  tomar  la 
eipaáa ,  tale  Menáritet  áe  ionde  ee- 
tOM ,  s  témala  primero.) 

.  .       Aqueso  no  ;  detente, 
Qae  prisKmera  mía 
Has  de  ser. 


¡  Genérela  bi'.arria 
Seri,  de  otro  dejada. 
Triunfar  de  una  mujer,  y  sin  espada! 

Yo  de.  Uno  deseo 

Hacer  aquí  victoria  del  troteo , 

Sluo  por  ínteres. 

CLODOElSA. 

¿Quién  le  fseguraT 


i  Qué  ventaja  t  Ona  espada 
Uis  armas  son. 


ñasie.  que  annada ; 


Tener  por  prisionera  tu  bermosura. 

CLODOaiHA. 

'  j  Primero  me  daris  la  muerte  esquita. 
I  ¿Cónio  has  de  defenderte... 


Engiaasie,  ( 
De  soles ,  me  desjumbra  la 
De  iQ  belter.a.' 

CLODOMIU. 

¡Ohpeset  mi  belleza! 
O  deDendelé  6  muere. 
siaoES. 

¿Quién.hasld» 
Vencedor  coa  deseos  de  vencido 
Sino  yoT 

[Riñen ,  t  cáetele  la  etpada  i  Clodo- 
mira cérea  de  donde  ettá  ilenárdet.) 

CLODOmiA. 

i  Aj  infelií !  perdí  la  espada. 


dbyGoOgTC 


Ceda  f1  valor  i  1^  iri  de  lo*  bidos. 
Tu  «(Clava  wj.  (Vonw.) 

HiaACLio.  (Betttro.) 

k  relinr,  soldados. 
Pues  )>«rdlda  leiKmo*  la  ? iclorla. 

ESCENA  XV. 

COSDROAS,  ANaSTA^O,  MORLACO 
T  ioLi.*Das;  de^a,  HKNARD8S  t 
CLODOUIRA. 

Dame  en  albricias  de  Ud  (¡rande  gloria 
La  ñauo. 

cósnnots. 
Rorto  premio  son  mis  hraiot 
Caá  1 1  do  te  ciflan  en  eternos  laioi ; 
Óue  tái'-Aiiaslasio,  has  sido 
Por  qoieo  no  solo  digo  que  be  tencido, 
Sino  que  «Ito  esto;,  pues  en  U  hallo 
Socorros  al  desmán  de  mi  caliallo. 

De 'aquella  Hecha  herido. 
Se  desbocó ;  nia«  luego  reducido 
De.lu  valor,  templó  la  Turla  airada: 
Que  t  mi.ieñor.nomedehlste  nada. 


ES^NAXTL 


KIKÁRDES. 

Recibe,  iniiclo  leAor , 
De  aquesle  nuevo  soldado 
Los  iroFeos  que  ba  ganado. 
Primicias  de  su  valor.  — 
Llega  i  sus  pies  j  asegura 
La  dicba ,  esclava ,  en  que  estls. 

CÓSBRDÜ. 

No  1^  qué  agradezca  mas, 
Tv  valor  ó  su  bermosura. 

CLODOMia*. 

Dame,  gran  üósüroas,  Imples, 

(Arro4¡iHate.) 
V*  nue  sin  piedad  alguna 
A  ellos  me  trae  mi  roriuni. 

COSDROAS. 

Levanta  del  suelo,  que  es 
ludigaidad,  que  en  vt  suelo 
Estén  lan  sin  arrebol, 
Eo  el  oriente  del  lol 
Muertas  las  kces  del  cieki. 
{QniéaeresT 

CLoaomaa. 
Pues  de  tü  ira 
La  muerte  deseando  estoj , 
No  be  de  n^rlo.  Yo  toj 
La  fofetice  Clodomira. 

cósaaoás. 
jLareinadeGaiaT 


CÓSDIOII. 

Cuando  en  tu  reino  me  Tiste , 
A  Jervsaleo  tetiiisle, 
Haje*do  entonces  de  mi. 
Cniíido  tai  i  Jemialea, 
La  clndad  desamparaaie 
V  en  Jope  te  erobaicasi«, 
Huyendo  de  ani  también. 
iQóé  te  han  contado  de  mi. 


iQoétt 
Qoelai 


Pero  puesto  que,  á  ser  vienes 
Hoj  mi  prfsiooera  aquí , 
Vo  venceré  10  temor 


LA  EXALTAaON  DE  LA  CRUZ. 
Dindote  i  entender  qoe  he  sido 
Has  de  mujeres  vencido, 
Oiie  de  hombres  vencedor. 
iV  Siróes! 

■ENiania. 
,    No  le  Ti  mas  ' 
Oue  al  principio...  Y  que  le  esconde. 
Pienso,  esa  montaba. 


slHOES.  (tíúblaiide  detde  4entro.) 
íDdnde, 
Hermoso  prodigio,  estas T 
Nira...  [SaU.)  Has  ¿quién  esü  aqull 

CÓSOROIS. 

:De  qué  vienes  tío  turliadoT 

I  a ,  ja  la  lid  se  ba  acabado , 

Bien  puedes  volver  en  Li ; 

Que  uo  quiero  otro  castigo 

Dar  i  lu  temor,  villano , 

Que  el  iroreo  que  tu  hermano 

Ha  ganado  al  enemigo. 

Ksle  esLaodarte  quitó , 

V  hizo  en  lid  saugrieuLa  ;  dura , 

Prisioupra  esa  hermosurü. 

iHaUaidii  Ctodomira  la  mano  ielanU 
del  rotiTO,  ¡lorando ;  ahora  Ib  qiñta, 
S  Slroa  M  adntra  al  vería.) 

íQuéescuclwI 

CLOHMinil. 

¡Qué  miro .' 

.  Yo„. 

COiOKOAS. 

Calla ,  cobarde. 

Fui  quien.. 

CÓSDKOAI. 


cóSDaoas. 
«stiUea. 
slaoes. 
V  esa  hermosa  deidad  beHa 
Ralabataiirgané, 
O  dígalo  ella  quién  fué. 

■ORLaco.  (Hji.)    ' 
jDeloade  (dígalo  ella> 
He  esT  Poca  sia  mu  ver  ni  oír. 
Apastaré  la  cabria 
A  que  es  gallina  u  Alieía. 


iCómo  ella  lo  ba  de  decir, 
81  por  haberla  vencido. 
Se  queni  vengar  de  mi  T 


Claro  está;  j  pues  ;o  te  vi 
Salir  da  donde  escondido 
Estuflate ,  es  asentada 
CoM  que  allí  tn  temor 


ci.0Kmiia, 

Yo,  seQor... 

cómtoa. 


oMqueai 
e  retiró. 


Va  es  para  el  eogaSo  larde.— 
Veo ,  Clodomira.  —  Cobarde, 
Vo  me  vengaré  de  ti. 
sin  oes. 


Fuena  rs  callar,  iiue  me  obligan 
Huchas  cosas  i  callar. 
(Vante  Citdroat,  Chihmira  y  Im 
lúUadet.) 

¡Suerte  injusta !  ¡  Hado  enemigo ! 
Oye,  Henardes,  veris.,. 
uminDES. 
No  me  Mtaba  ahora  mas' 
Que  ponerme  i  hablar  contigo.  (Vom.) 

iHay  mas  Infelice  estado , 
Que  ver  con  aplauso  honroso. 

En  lu  manos  del  dichosa 

Héritos  del  deidlehadoT  (Vom.) 

■ORLtCO. 

Con  esas  voces  pregona 
Culo  pora  justicia  tiene. 
Pero  allí  viene... 


AlUt 

La  misma  giersona , 
Que  en  oyendo  que  veucia 
CósdroUt  tan  marchito  estaba , 

Sue  i  mi ,  auoque  él  i  Dios  se  daba , 
I  diablo  me  parecía. 

«MSTASIO. 

iQoé  mannnrasT  Como  á  mi 
Tratarle,  ¿00  te  manUéT 


Mu  porque  no  me  den  pena 
Las  disputas  de  los  dos, 
(Póntteenmedloielot  dot,  t  , 

Tetereatia  d  rntranAai.) 
Seor  misma  persona,  adiós,    . 


ZACARIJIS.  —  ANASTASIO. 

HasUllemr*  luspiéi, 
No  be  salido  del  cuidado 
Que  tu  pdigro  me  ba  dado. 

IHAtrASIO. 

Guárdete  el  cielo,  qoe  aooque  e* 
Coa  pérdida  la  victoria 
De  lo  re  j,  ds  tn  nadon , 
Tu  Dios  jsnreligkM, 
Quiero  creer  qoe  la  gloria 
'-  '■'' por  mi. 


DeUa  te  al 


Verdad  es  qoe  yo  me  bolgart, 
Seftw,  qoe  nd  rey  tHonbñ 
De  lodos ;  mu  no  de  U. 


"'Í!k-)Oglc 


COHEDMS  DB  DON  PBDItO  CALDERÓN  DE  LA  BAHCA. 


De  donde  do  pleiio  yo 
Qoe  Mldrt,  porqne  sitiado 
En  él ,  ibnKO  uo  llene , 
Ni  butimeiito. 

¡Aj  de  mi! 
Has  ti  Dios  io  quiere  asi, 
Em  es  lo  que  nos  comieae 

ánuTtsio. 
Su  muerle  el  Rejf  no  lia  inieniido . 
Por  reducirle  primero 
Y  hacerle  «i  prííiooero. 

Sea  Dios  siempre  alabado. 

AMUSTIIEIO. 

En  esie  mismo  conOiio , 
liauliva  de  nuestra  ira 
Fué  la  reina  Uodomira. 

lACilllUt. 

Sea  Diot  siempre  bendilo. 

I  C6mo  coD  tanta  padeocla 
Lletas  los  trabajos! 

Como 


De  ni  deuda 
Cap  ai  me  em  penaba  i  bacer: 

V  aunque  pendiente  quedó 
Aqueiio  de  la  crui,  no 
Quiero  ahora  siao  salwr, 

Si  es  lu  Dios  tan  poderoso , 
¿Cómo  no  puede  ayudar 
A  lod  SUJOS,  1  pasar 
Los  venias  por  el  penoso 
Golfo  de  caUmidudes , 
Uue  en  uní  j  otra  avenida 
Son  escollos  de  la  vida? 
O  puede  usar  sus  piedades , 
O  no.  Si  puede,  jpor  qué 
A  ellos  Ho-se  las  concede! 
{¥  cómo .  si  es  que  no  puede , 
Todo  poderoso  fué? 

rACAnl*s.  9 

No  es  dejar  uno  de  usar 
Tal  vet  de  todo  el  podei 
ArfiumentO'de  no  ser 
l>oderoso  ¡  pues  gotar 
Puedo  yo  un  tesoro,  y  no  , 
Por  no  auerer  despenderlo, 
Dejaré  de  poseerlo. 
NI  de  ser  su  dueño  yo. 
Luego  de  mi  Dios,  no  dudo 
Que  i  nuestro  entender  remiso, 
Pudo  usar  deslo  que  quiso. 
Sin  usar  de  lo  que  podo. 

Al  Padre  j  Hijo  ba  aplicado 
Saber  y  poder  tu  error, 
Al  Esplnluel  imor; 

V  babiendo  en  los  tres  junliido 
Poder,  amor  y  saber, 

SI  esto  no  es  contra  Ib  cíenda 
NI  contra  la  omuipoiencia , 
Contra  el  amor  Tendrá  i  ser; 
Pues  dejar  tu  Djos  de  dar 
Favor  i  los  suyos,  ya  ei 
Falumnodelos  tres. 

«itCARtAI. 

Un  padre  que  i  cas  ligar 
Llega  i  un  hijo .  no  por  eso 
Deja  de  tenerle  amor ; 
Antes  le  muestra  mayor, 
Cnanto  con  mayor  eiceso 
Le  lüere  de  euojo  lleno , 

V  bMe  del  dolor  regalo 


.  Porque  SD  hijo  ba  sido  mato , 
'  Has  ¡10  porque  él  no  sea  bueno. 
'  V  ast,  el  dia  que  castiga 
'  Dios  su  pueblo ,  bace  mayor 
■  Argumento  de  su  amor, 

Sin  que  por  eso  se  diea 

One  quiere  mas  al  infiel ; 
I  Porque  allí  e>  bien  que  se  note 

Que  le  toma  como  azote, 
^  Con  que  le  corrige  i  él. 

¡  IHUSTXSIO. 

I  SI  aqu^?  fuera  verdad , 
Le  casUgara  y  le  hiriera  \ 

\  Pero  no  le  destruyera 
Tan  del  lodo  su  crueldad 
Que  la  vida  le  quitara. 
O  vuelve  i  ver  de  qué  suerte 
A  prenderle  íi  darle  muerte 
Va  Cósdroas  donde  él  se  ampara. 
eacarIas. 

«niii  del  compadecido, 
iéndole  ya  castigado, 
Le  pondrá  en  mejor  estado. 

jtNASTASIO. 

Mal  podrí,  si  reducido 
A  d<n  peitascoa  se  ve, 
Y  casi  i  ninguna  gente. 
eacahIas. 
Bien  podrí,  si  con  fe... 


Tente, 
V  deja  eso  de  la  fe 
Para  después;  que  abora  es 
FueriB  que  al  Rey  asistamos 
{Suenaa  c^at.) 

SI  haré;  pero  mncho  Tamos 
Dejando  para  después.  (Va: 


ESCENA  XX. 

COSDROASTSOLDAOOSdJpMite/nion- 
te:enlaeitmbTe<¡ei¡,Rfl'&KCUiiy 
(M  soldados;  ittpae»,  ANASTASIO. 

No  paséis  de  aqnt ,  que  quiero , 
Despoes  de  haber  advertido 
Seña  de  par,  llegar  solo 
A  ese  trigico  retiro 
De  cristianos,  para  ver  * 
Si  ya  que  están  reducidos 
O  al  trance  de  una  batalla 
O  i  la  pesadei  de  un  sitio , 
Antes  qne  con  el  acero, 
Lon  sola  uoa  voi  los  riodo- 

(Haee  ttiia  eut  ttn  Utiiu  ) 
SOLDADOS  DC  ütHACLio.  {Cantan.) 
iPUiad ,  Señor  dMnot 
Ño  entret  c«n  lut  eKloVM  en  jtUtít.  • 

cósoaoAs. 
Cuando  esperé  solo  oir 
Llantos,  quejas  yiuspiros, 
¿La  respuesta  que  me  han  dado 


Tratar  «k  los  vencidos. 

(Sale  ÁnaUatia.) 
Al  vencedorT  '~  AnastMio... 


En  qué,  gran  sefioT,  te  ^rto? 

.  Sueteo ,  dime ,  los  criitianoi , 
Cuando  se  mirao  rendidos , 
Pedir  cantando  piedades! 


Uo  sé  que  basta  hoy  haya  sido 
Tal  ceremonia  en  su  ley. 

CÓaDBOAS. 

Pues  llega,  acércate  i  oirlo. 
SOLDADOS.  {Cantan.) 
¡Piedad,  Señor  diiñne! 
No  entre»  con  tu*  etelami*  enjSuh. 

Rsln ,  selkir,  es  habl.ir 

Con  su  Dios,  que  no  contigo. 

Pues  i  qué  dicen  i  su  dios  ! 

ANASTASIO. 

Cántanle  en  salmos  y  en  himnos 
Alabaoias. 

CÓiDROA?, 

4  Alábanlas , 
Cuando  se  ven  aDigidos! 

ANASTASIO. 

SI ,  qne  quien  por  él  padece , 

Hnei "' ■■■ 

Que. 

Pnes  porqne  a  no  los  escuche. 
Mi  vos  ha  de  tnterrumpirli».  — 
¡  Ah  de  ese  soberbio  monte '. 
Ah  de  ese  encumbrada  risco , 
Que  rustica  pira  boy 
Es  de  cadivereg  tivos ! 

BERACLio.  (£d  ¡o  alie.) 
¡Ah  de  ese  profundo  valle! 
Ah  de  ese  desierto  abismo , 

Sue  de  muertos  aaimadns 
oy  es  bírbaro  obelisco '. 

CÓíPHOAS. 

Decid  i  Herlclio  i|Ue  ya , 
Cósdroas  (rey  de  Persia  iniictn, 
Gran  soldán  de  llnliilnnla 

V  gran  sil  rapa  de  ülgipio, 
Dueño  de  Gaxn ,  y  aun  dnrña 
Del  hermoso  sul  divino 

De  Clodomira ,  i¡ue  es 
El  triunfo  que  mas  estimo. 
Señor  de  Jerusaleo 
V.,.  Mas  ipara  qué  repito, 
Habiendo  uiclio  que  yo. 
Has  señas ,  si  en  eso  Iré  díclm 
Cuanta  puedo ,  pues  yo  sny 
Rev  y  reino  de  mi  misiMo!) 
Hablarle  pretendo. 

HerMlIn 
(Cristiano  César  feullgno 
De  Constanlinopl),  rey 
De  Jerusalen  y  Cipro, 
Proteclorde  Egipto  y  cuanto 
Ese  niOQsirun  cristalino 
Del  Archipiélago  moja , 
Conduciilur  y  candillo 

V  general  Uestas  armas  ; 
Que  todas  mis  senas  di^o 
Yo,  porque  yo  soy  por  ellas 
Mucho,  y  uada  por  mi  mismo) 

Te  escucha  :  ¿qué  es  lo  que  quieres  T 

CÓSDROAS. 

Que  ya .  el  humanojiruUigio 
De  los  bumhret  y  las  linas: 
Aunque  en  mi  «ida  b«  tenido 
Compasión ,  y  mas  de  aquellos 
Qne  sin  ley,  raion  ni  juicio, 
Signen  el  errailn  hundo 
Del  crucificado  Cristo : 
De  tus  miseras  fortunas, 
O  vano  ó  eompadevido. 
Que  allí  en  la  parte  de  rey 
SimboliMrou  COTimtgo, 

u.nt.zodb/GoOglc 


A  rogarte  con  la  pai 

Vengo ;  j  para  esio  es  predio 

8ae  te  proponga  primero 
ue  esUs  sujelo  al  arbitrio 
De  mis  armas,  tienda  aa  monke 
Mal  defensable  retiro 
De  las  armas ;  pnf  s  en  él , 
Cuando  00  le  estreche  el  Irlo 
I)e  mis  soldados,  podrín 
Los  embolados  cuchillos 
lie  la  hambre  y  de  la  sed 
Herir  con  mecior  peliuro 
gue  el  acero;  y  cuando  no 
Fuera  uno  j  olru  coiiHícLo 
Bastante,  puedo  poner 
Faeso  i  toda  este  di&lrito^ 
Haciendo  qne  arda  en  pavesas 
Aun  intes  que  alumbre  en  visos 
Siendo  pues  asi ,  y  que  no 
Tienes  mas  seguro  alivio 
Que  apelar  i  la  piedad 
De  que  quiero  usjir  contigo  • 
Mira  si  le  estará  bien 
Disponerte  i  los  partidos 
De  buena  guerra ,  j  si  qaierea 
Capitularlos  conmigo. 

SOLMDOS  DI  BIBAOJO. 

Acepta,  seior,  las  vidas. 
Pues  que  nos  miras  rendidos. 

HIIUCLtO. 

Antes  que  yo  le  responda , 
MI  geole  te  ha  respondido ; 
Porque  es  mi  gente  lan  mis , 
Que  viendo  que  nunca  ha  sido 
Para  uno  solo  desaire 
Desaire  de-  muchos,  quiso 
Decirio  eita,  porque  yu 
No  lutlese  que  decirlo. 
y  puesto  que  la  rorluna 

Y  el  valor  son  euemlgos , 

V  siempre  deshizo  iiqui-llu 
La^hectiurss  que  este  Uím), 
A  tus  cap!  tul  :i  Clones 
Quiero  dublar  los  oidos. 

No  por  mi ,  sino  |ior  tanloi 
Hijos  y  rasatlos  míos ; 
One  de  calúlicos  reyes 
Aun  los  laíallus  son  hijos. 

CÓSDROjtS. 

La  primera  condición 
Es  que  sin  armas,  rendidns 
lian  de  salir  lus  soldados 
De  Iodos  estos  distritos. 

jSIn  armas  T 


Puesto 

•Que  las  honras  del  vencido 
Son  iriuiiroB  del  vencedor, 
V  eso  no  fuera  honor  mió , 
Sino  luyo. dt  adelante. 
Que  esa  coudiciou  coulJrmo, 

CÓUIOAS. 

La  s^;nnda,  que  el  imperio 
De  Conslaniinopla  altivo 
Ha  de  ser  mi  tnbularlo. 

Hr.XÁCLlO. 

Tampoco  i  esU  replico; 
Que  el  in tetes  no  ha  de  hacer 
Lo  que  la  opinión  no  hito. 


Eslaliccira,  t|uc(ñ 
No  has  de  ir  con  ellos ; 
Hal  de  qui'ibr. 


U  EXALTACIÓN  DE  LA  CHUZ. 
Que  ya  que  llevar  no  puedo 
La  cruz  de  Cristo  conmigo , 
Es  bien  quedarme  con  eOa, 
Para  que  digan  los  siglos 
Que  ella  me  cautiva  i  mi. 
Ya  que  yo  i  ella  no  la  libro. 

CáSDROU. 

La  cuarta  y  última  es 

Que  Intes  de  salir  rendidos. 

Habéis  de  Jurar  mis  (tieroi. 

Mis  ceremonias  y  ritos , 

Y  eo  el  templa  en  que  esa  crui 

A  Júpiter  le  dedico , 

Ante  ella  habéis  de  hacer  lodos 

A  mis  dioses  sacrificios. 

SOtJlADOS. 

No  lo  aceptes,  no  lo  aceptes : 
Muramos  antes  que  oírlo. 


867 
oraos.  (Cantando.) 
Hedai,  Señor  iioiao,  ele. 
[SobrevleKe  una  lempetlad  ms  tn*' 
aót ,  raio$  g  piedras,  cubritaác  ww 
naife  la  tíma  del  Monle.  Vuelve  CÓe- 
irea*  mu  «m  taídadet.) 


I  i  Dh  ingrata  gente !  ¡  Qué  presto 
Os  vengáis  de  un  beneUdo '. 
Pues  apenas  rae  quitasteis 
Aquella  Infamia  ai  principio. 
Cuando  me  quitáis  la  gloria 
De  decir  lo  que  babeis  dicho. — 
Blasfemo,  bárbaro  Hey, 
Soberbio  y  desvanecido , 
¡  No  prosigas,  no  prosigas; 
Que  si  yo  puedo  conmigo 
Dispensar  en  los  honores 
De  mis  vasallos  y  mios. 
En  los  de  mi  Dios  no  pnedo. 
Colérico,  vengativo. 
Sañudo ,  fiero ,  obstinado , 
i  Desarma  el  acero  limpio , 
I  Asedia  el  hambre  penosa , 
I  O  apresura  el  fuego  activo; 
Que  k  morir  determinados 
bsiamos,  y  no  i  reudiroas. 

C69DK0AS. 

Eso  lo  dices  lú  solo. 


Ea,  amigos, 
Loi  que  ettiis  para  el  mauejo 
Ue  las  armas  impedidos. 
Cantad  i  Dios  alabanzas 
MIéntm  nosotros  morimos; 
Porque  1  las  roces  de  nnos, 

{i^artccn  en  lo  alio  ángeiee  ten  ei 
da*  de  fuefo.i 
SOLDADOS.  iCantm.) 
¡Piedad,  Señor  iicint!  etc. 

unos  SOLDADOS.  (Dentro.) 
i  Viva  Cósdroas  1 

¡Vira  lleraelio! 

;Viia  lagran.cnude  Cristo.! 


¡Santos  dioses !  | Quó  espantoso 
Terremoto  de  improviso 
La  luz  del  sol  ha  apagado? 

I  ESCENA  TOa. 

NENAHUKS.  y  lu£go  SIHORS,  MOR- 
LACQ  V  ANASTASIO.— COSDROAS, 
í  nri  SOLDADOS,  UGRACUO  y  lo* 

UEnilDES. 

1  Dónde  han  desaparecido 
Las  luminares  antorchas 
De  planetas  y  de  signost 
iSale  Sfrcei.} 
sinou. 
Contra  nosotros  pelean 
Los  montes  eatremecidtS, 
Arrancando  los  peñascos, 
Solo  para  destruimos. 
Las  rifagas  de  los  vientos. 
{Sale  Morlaco.} 

Ve  amil ,  por  lo  que  se  d)jo 
Aquello  de  esUr  el  mundo 
Para  dar  un  estallido. 

{Sale  ATiattaito.) 


Todos,  todos  lo  decimos. 

ME.IilllDEa. 

Pues  iqué  aguardas  ?  Todos  mneran. 
Pues  todos  lo  ban  elegido.         (KoM.) 

Ten  piedad ,  qidii  otra  vei 
Responderá  mas  sumiso. 

I  COSDROAS. 

ÍQue  aun  de  los  rendidos  tienes 
emor? 
I  siaoES. 

I  Hoy  seria  testigo 

De  úá  valor  y  tu  engaño.  {Vate.) 

c6SfiR0A«. 

Al  arma,  al  arma. 


Eo  iguaifltfusion ,  ;cu&ndo 
El  orbe  J^^  se  ha  vistot 
Igual  eolipse  no  cabe 
En  el  humano  jñido. 


jQaé  m«  querelsl 


Pues  contra  mi  se  han  valido 
Los  cristianos  de  sos  artes. 
Pelemos  becfaiio  i  hechixo. 
Pues  ves  que  ya  contra  ellos' 
Nueslras  tuerzas  no  han  podido, 
MI  ofenderles  la  tormenta. 
Porque  valientes  y  activos. 
Coa  sus  hecbluM  nos  vencen. 

Serena,  pues  ves  en  giros 
Caer  del  délo  tantos  rayos , 
Ese  celeste  prodigio. 


Ko  puedo,  que 
Prisioneros  del  abismo. 
No  me  obedecen ,  al  ver 
Mas  soberanos  ministros 
i'eleando  contra  ellos. 

Cw  de  qué  nos  han  servido 
cfeoclas! 

C6SD«0AS. 

Soldados.  '  (Vaic.) 

HERACLio.  (De  entre  la  itvbc.) 


iQuehuyen! 


ífS'Si^li 


IJ...1 


■  COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


De  nindio ,  de  mucho,  pue« 
En  solo  an  Instaaie  be  visto 
Del  Padre  la  omnipotencia , 
La  sabiduría  áel  Hijo, 
Del  Espíritu  el  amor; 
Y  asi,  coiineso  y  publico 
Con  b  TOi  de  kM  crisiiaads... 


¡Vh*  la  gran  cruz  de  Cristo! 
(AeomeUn  ¡o*  »úldadot  de  Hcraclio  á 
¡M  deCÓtáraai,]iénlraitielede»pe- 


JORNADA  TERCEKA. 

CaBpolonUoriDdeCAidrou.  Ubi  üendi 


Sigut  la  temptttai  con  gut  qe/M  la 
ugumdalernada.iiiaUa,  e»m»  atom  - 
tradoi.  CWIIOHIRA  iZACAniAS, 


íOué  desgracíi... 
Es  la  que  boy  tíos  espera !_ 


Es  la  que  hoy  dos  aguardar 

iacabIas. 
CoD  loa  djNnas  prisioueros , 
Cósdroas,  esa  ñera  hninana... 


Estibamos,  cuando  el  délo 
Se  encubrió  de  oilbes  pardas. 

CoBlni  DMotms  sin  duda 
Sol  asolea  telot  rasga, 
Yenojadocr- - 


No  lo  creas , 
Que  (lohi  fd  soberana 
l'ledad,  bcqr.de  *n  poder 
Uta  en  £ivor  de  su  cansa. 

1  A,  «oe  son  nuestros  ¿ecado. 


ií;ffi" 


¡  Ay  que  naestras  ansias 
Son  mnefaas,  t  Uo*  es  Dina 
De|dedad< 

V  de  rengania. 


Vo  por  lo  menos  ylvlr 
Teneo  en  esta  connania. 
En  l«  de  la  cnal  parece 
Que  ya  su  cólera  aplaca 
Kl  cielri,  j  seaunda  vei 
Permite  que  el  sol  nos  nazca, 
A  cuya  lux  veo  que  rota» 
V.  deshechas  las  escuailras 
De  Cósdroas,  i  laa  deft>nsa& 
Se  retiran  destas  altas 
Fortificaciones. 

iQuiéa 
Nos  diri  qué  ba  oabldoT 

ESCEIfA   IL 
MORLACO.  AkvmA).— ZACARUS, 


0,b*uenao.—Zki 
CLODOHlItA. 


¡Gracias 
A  Baco,  opíparo  dios 
De  las  cepas  y  las  parras 
{Que  es  el  que  yo  Invoco  en  todas 
Buenas  y  malas  andanzas), 
Que  lleúué  vivo  i  ponerme 
Ed  s  Jvo  ! 

ZAcaalAS. 
Delente. 

CtODMIU. 

Aguarda. 
Dinos,  ;qaé  esestoT 


Que  una  bella  ritirata 
A  lulUí  la  vila  «Hora. 

eacakIas. 
Pnes  i  qoA  suceded 


i  Qué  mas  quisieran  ustedes 
De  que  yo  se  lo  contara, 
y  tener  dos  boeuos  ralo* 
En  mi  prosa  j  mi  desgradat 
Pues  mal  haya  mi  alnia  (si  es 
One  Morlacos  tiene  alma) 
»i  yo  dijere  que  Heracllo, 
Vnestro  cristiano  monarca , 
Amparado  de  los  cielos 


Picando  la  reiwtardia ; 
Fuera  de  que  aViaue  qnlslera 
Decirlo,  do  me  dejara 
CAadroas  que  con  los  demás 
Que  le  siguen  y  acompailan. 


COSDROAS,  fliHct»,  Imende  de  ét 
álfumes  ioldams;  HENaRDES, 
sntOES  T  ANASTASIO.  —  Dacnna. 


Hoiddeml 
tinotS. 

■CnJlRDES. 


ANAtTAlU. 

Mira... 
cosan OAü. 
Naille 
Me  bable ,  pues  que  nadie  basta 
A  re|iarar  los  extremos 
De  mi  cólera  ;  mi  rabia, 
¡  Vo  sin  laurel,  yo  sin  Iriunro , 
Yo  sin  hooor.  yo  sin  (ama ! 
:  De  cuatro  humildes  rendidos 
Unjendo  TuelvoT  ¡Qué  ansia ! 

No  hay  cosa.  seBor,  que  mas 
Siijeta  esté  í  la  mudaiiia 
Queta  guerra,  de  un  instante 
Aolro. 

CÓSHOAS. 

No  prosigas ,  olla , 
Calla,  blrbaro;  que  desos 
Prodigios  que  me  acohardaa 
Tú  Heiies  la  colpa ;  pues 
Con  tuAtHe*,  <on  vanas 
Ciencias  engaúido  tienes    ' 
El  mundo,  y  i  hacer  no  bastas. 
Contra  crístiauos  hecliízos, 
Bu  cielo  y  tierra  mudanzas. 
V  asi,  puesto  que  te  precias 
De  enseñar  lo  qui*  no  alcanzas , 
Desterrado  psra  siempre 
De  mi  imperio  j  de  mi  gracia. 
Sal  at  insiaate. 

Seftor... 
■nlLACO.  {Ap) 
Hoy  cobra  mi  amo  gran  fama. 
Que  hechiceToü  y  bechiceras 
Nunca  son  famosos .  basta 
Qne  por  ser  tan  poderosos 
Les  murmuran  las  espaldas 

No,  seDor.  por  un  acaso. 
Triste  y  desterrado  salga 
Quten  eH  honor  de  tn  reino. 

cósraots. 
i  Pue*  tú ,  cobarde ,  me  hablaa  T 

Salga,  seíior,  desterrado 
QnieD  con  sus  ciencias  engaBa 


Siempre  tfi  de  mi  opinión 
Eres ;  tá  de  la  contraría  : 
V  asi,  por  darte  á  Ü  gusto 
y  i  U  pesar,  le  arrojara. 
Cuando  no  por  no  veucer 
De  los  Cristianos  la  magia. 

ANASTASIO. 

Noesmagla  delosoristlanoa, 


Poet  iqnéeit 

AVAltAMO. 

Ciencia  mas  dliioa  J  alu  * 
De  so  Dio*. 

GÓSMOAS. 

DI ,  1  quién  te  eniefia 
Esa  TU  doctrina  Iklsa* 
iQniéa  le  engalla  T 


M*l,qWl<!.e>W«fc 


lU  EULTACION  DE  LA  CRUZ. 


ttveroid. 


0;e,  kgturdi, 
Qae  >bor>  conozco,  ahon  veo 
Cutn  opueilo  eíeclo  saca 
lU  dilii^cii  en  tos  dos ; 
Pues  cuando  dego  peusaba 

Saeét  teredaierai  ti, 
alta  la  iccion  tío  coiiinrii , 
Que  til  reduces  líl. 

ÍAhonubei  que  si  andan 
míos  no  sabio  j  on  toDlo , 
Al  cabo  de  la  teman  a 
Ubo  no  enselva  su  efepcia , 
Y  olro  pega  su  ignoranciaT 
nÓBOioAS. 

Vea  ad.  ¿TÚ  dices  que  eae 
Accidente  de  la  varia 
Naturaleu,  eoo  que 
La  IpE  se  eclipsa,  el  sol  falla. 
Erecto  es  de  u  Dios  T 


CASDtO**. 

lY  tú  cris  qne  por  sd  cansa 
tales  prodigios  TueWeT 


C 


Y  con  la  vida  j  el  alma 

Moriré  poi  su  verdad. 

CÚSDROM.         ' 

Pues  mi  cólera  ¿qué  «gurda, 
InHimcst  Mas  do,  de  otra 
.Suerte  lia  de  ser  mi  leugaoza.— 
Hola. 

m  SOLDkM. 

Seüor. 

CdSDBOAS. 

A  ese  and  ano 
Caduco,  jl  esa  tirana 
Fiera,  qie  apóstata  ja 
Ue  los  dioses  se  dectara , 
Coo  pri^oaes  reducid 
A  la  mas  lólH^ga  estancia. 
Veamos,  reamos  si  ese  Dios 
Que  uno  eoseDa  ;  otro  edsalia. 
Los  libra  de  mi.  Ea,  llevadlos. 


Yo  el  primero  cuanto  mandas 

Por  ejecución  pondré. 

{Uegaa  d  agarrar¡ei  Morlaco  f  n 


i?;." 


I.  Veré  ti  puedo  dar  traía 
—  DO  ser  por  in  criado 
CoDoddo.) 

UIAITASKI. 

¿Ttmeatuf 

HOaLlCO. 

¿Pues  Dol  Lindamente;  7  por 
SerTlrte  en  cuanto  me  encargas 
Como  á  tu  misma  persona, 
Alaré  abora  al  Patriarca. 

¡Anaitaaio! 

uumsio. 
iZaearías! 
ucmUi. 
Ten  en  mi  Dios  couBama. 

MASTjUIO. 

Rd  fe  toja  mi  deseo 
Vhir  j  morir  aguarda. 
cúsmoÁS. 
linadloa  preato. 


Gran  Dios,  pues  mis  ignoranclüS 

Venciste,  dame  lugar 

De  aprender  tus  alaba  nzaí- 

Heme  aqui  hecbo  en  uu  Instan  le 
Sajw)  de  capa  y  espada, 
(LUranlo*  alaíat :  Morlaca  te  va  eot 
h$  taldaiot  que  lo»  IJeHD.l 
MmlRas*. 
Yo  por  ser  tu  gusto  j  ser 
Acciou  justa,  heroica  y  sania. 
Seré,  hssia  dejarlos  presos , 
El  ministre  desla  causa. 
cósnaoM. 
Tú  solo  agradarme  sabes. 

[Vau  llcnária. 


COSDROAS,  SIRÓES,  CLODOIURA. 


¿De  dónde  es? 

De  Babitasia. 

'  CÓSDROiS. 

Temor  me  ba  dada  al  lomarla; 
Que  adlfino  el  corüion, 
I   No  sé  qué  le  dice  el  alma. 
.  {Ue,  hacienda  extrema.) 

Como  va  lejendo,  va 
'  Los  semblantes  de  la  cara 
Hudandu. 


Qué  desdicha ! 


iQnédeagradal 
cAsoaou. 
j  De  qué,  Clodomira ,  lloras T 
1  De  qué  tA ,  Siróes,  te  espwniM , 
V  los  dos,  mirando  al  délo, 
S  aspira  íiT 

cumoifnu. 
Yo  de  ver  cuAnta 
Ks  lu  crueldad ,  pues  no  pueden 
Eiiteruecerte  las  canas 
Dése  miserable  anciano. 

Yo  de  ver  cnáola  es  tu  saBa , 
Pues  por  an  ^ci]  error    * 
Asi  a  Anastasio  maltraía*. 

cósaaois. 
I  padl  error  te  pareíe 
Oponerse  i  las  sagradas 
Deidades  de  nuestros  di<Mes  T 

Sola  esa  culpa  le  falta. 
El  no  dice... 

cóeDHOia. 
No  disculpes 
Va  el  error.  ¿  Ser  no  le  baila 
Cobarde,  sino  también 
SacrlIegoT 
(Va  4  flafU,  t  pórtele  Cloiamra  1 

CLoaoaiu. 
Interesada 
En  lo  uno,  quiero  en  lo  otro 
Volver,  seüor,  por  su  lama. 
Ni  es  sacrilego,  ni  ea 
Cobarde,  que  en  la  campalia 
El  Toé... 


Otra  vei  me  lo  bas  dicbo  , 
V  ja  té  que  esta  es  venganza 
De  Hcnérdes  :  no  proaigag. 

ESCENA  T. 

HENABDBS,  em  ma  carta.  —  Cüí 
DROAS,  CLODOMIRA,  SIRÓES. 

.Ta  eo  la  mas  lóbrega  estancia 
De  una  cueva  oscnra  j  triste 
Quedan  los  dos,  j  esta  carta 
Trae  á  toda  diligencia 
CJn  hombre,  jr  reqHieata  «(tnarda. 


¿Qué  nwsdad 
Tau  nuevo*  exiremoa  causa  T 

cósmoAB. 
Yo  os  lo  diré,  pues  es  Aieru 
Hacer  notoria  esta  caria  , 
A  cuyo  efecto  es  preciso 
Que  mi  cetro  y  laurel  traigas. 
( Dirígete  i  ¡a  Unida  da  campaña  v 
I     eMtrae»eUa,tiipiUttd«léUtdema»^ 

ESCEHA  VL 

Tocan  cai<u  f  trómpela* ,  Mreie  la 
líenda.B  itentro  de  tila  apareee  COS- 
DROAS  («atad»  M  m  frimo,  con  Joií- 
relubatUmm»,tdtia¡a4otSlROBÍ 
vUENARDEStfitaifatilM  mat  taie*- . 
CLODOMIRA,  cíODiu 

COSDROAS. 

Vasallo!,  deudos  j  amigos. 
En  cnjos  bombros  descansa 
El  peso  de  mi  corona  ; 
Aquel  prodigio ,  que  en  tanta 
Confusión  nos  puso,  el  dia 

Sne  perdimos  la  batalla, 
asta  la  gran  Babilonia 
Llegó,  j  reilere  esta  carta , 
Que  de  Júpiter  el  teni|>lo , 
Donde  se  conserva  esclava 
La  cruz  de  Crista,  ba  temblado. 
Cayendo  en  tierra  su  estatua. 
Los  cristianos  que  cautivos 
En  Babilonia  ae  bailan. 
Validol  de  la  ocasioo 
Han  puesto  la  plebe  en  anna , 
De  suerte  que  me  es  forzoso 

Sue  JO  i  redndrla  parla, 
abiendo  pnes  de  nltar 
De  aqui,  será  bien  que  baja 
Qnlen  en  mi  «usencia  gobierne 
Las  tropas  3  las  escuadras ; 
Une  al  opósito  de  Heraclio , 
El  preciso  conservarlas. 
Aquesto  asentado,  ja 
Saocis  que  es  costumbre  osada 
De  Persla,  que  entre  sus  hijos 
^n  que  major  edad  valga) 
Puedan  elegir  los  rejea 
Sucesor :  lej  loberana 
One  mira  i  qne  ao  por  4|ué 
Primero  uno  que  otro  ñatea , 
Ci&a  la  sacra  diadema, 
Sino  porque  tea  lu  bma 
Hat  digna  della;v  asi.       ; 
Pues  constan  en  lides  tanta*, 
De  Heiiórdes  j  de  Slroe* 
Los  triunfos  j  las  Inraaiias; 


Y  general  de  mi*  arma* 

Quede. 

ÍLetáñtate,  piaelé  M  eeniia  a  t^ata 

iel  ttVM,  ^Mntrtee  te  nemta  en 

él.) 


...vCí^oglc 


5;ii 

l':n  te  (le  lo  cual  )0 
Pongo  en  «u  frenie  la  sacra 
CoroDi,  )  iJe  aquesie  ceiru 
Su  mano  adorno,  y  en  alias 
'  Voci;s  publico  al  coni|i3s 
De  irompelaí  y  de  cajuí  : 
iVivaHenárJi's! 

jHeuánles 


;Qué  eslieras?  qué  aguardas, 
Riroi^s,  i)uc  él  primero  lu 
Nu  le  puiitrs  á  sos  |ilanias? 

Padre,  rej  3  señor  Ibio, 
¿  Por  qué  di'sla  suprle  tnfuma.s 
Tfl  sangre  en  un ,  y  ni  mi  u  toda 
La  iiaturaleM  íulus! 
Uira,  seüiir,  que  nu  engaño 
Y  una  pasinn  avisaUali 
las  accione*  ile  inauem , 
Uue  i  íer  re*  >  luiiire  fallas. 
Si  rs  lejr  de  Persia  que  liered« 
La  utJJi'Slail  lulH^runa 
VA  nierilo  j  ñola  edad, 
TuiiiMdi  lu  e»  que  no  Si-  liagan 
Violencias  en  la  eti'cclon 
A  ijuleu  110  haya  dado  causa. 
Señor,  T17  jr  pidre  mió , 
{De  raéillait  p  tí  v<liiirndo  el  rtttrt. 
(Segunda  vex  le  lo  llama 
La  vox),  duAleteiIe  mi, 
Ko  en  la  parle  de  que  bagas 


COMEUI.VS  DE  DON  PEDItO  CALDERÓN  DE  LA  II.XRCA 


.  De  ili'jar  quien  os  gobierne. 
'  V  ahora  deciil  eii  alias 
I  Voces,  que  el  vienio  contuitdan 
'  AI  ton  de  mCisicas  varias : 
'  ;Viva  el  gran  HcDiirdes  1 

'    ¡Viva; 


ESCENA  VIL 

SI IlUeS,  CLODOMIRA. 

'  sfsocs. 

]ue  pnr  mi  pasa? 
«cobarde, 


i...  Perogi-nte  pasa. 
'U  donde  no  haya  (esiiatHi 
-.  yrrnas  babliir. 


li  hi'nnano  si 
.,  .joc 


10  habla 


Uel  ri      . 

Ni  valor,  siiiD  en  la  purte 

i'UU  que  mi  opinión  disramu, 

No  sillo  eii  i'l  honor,  pi'to 

Kn  la  rcli||ian  sagrada 

Ue  nuestros  dioses,  ¡t  quií.'n 

Doy  por  lesligo... 

cósMots.  (Arr(>jdiidc-/e,} 
Va  liasla ; 

Y  pnes  ha  de  ser,  ;  qué  esperas  T 
Lli-|;u,  y  échale  í  sus  pliuilas. 

Si  haré,  pa<>s  que  la  Tnrluna , 
l>eiilad  de  los  humbrüS  varía , 
Lo  quHTe  asi;  proleslando 
A  li .  w'ñor,  que  lo  mandas, 
A  los  cielos  que  lo  rnlran , 
A  los  diuses  que  lo  Imian 

Y  i  Vas  gentee  que  lo  escuchan,     . 
Que  nunca  le  he  dailocddsa 
Para  esle  oprobio,  y  c|Ue  lenRO 
De  morir  ai  la  di-manda 

De  mi  honor,  iiasla  lomar 
Salisfaccion  y  veniianM. 

{Beia  ¡a  nan«  d  Menárie*. 


Soberbio,  birbaro,  loco, 
i  Qué  salisfaccion  aguardas! 

'  {Lenánlate  Meaáráet. 

Tú  la  lerU  algún  dia. 

No  le  escuches. 


iOué  ei 
iVo  coj 

Desheredado  (¡qué  rabia!) 
Del  laurel!  ¿Yo  í¡i|ué  veiirnu!) 
Desposeído  de  tanta 
Mujesiad  T  ¡  Oh  I  ^  |i:ira  cniiid>i 
Júpiter  sus  rayos  guarda  ? 
M;is  ¿quién  atiui  por  leslitio 
Ha  quedado  de  mis  ansias! 

CLOW)BIBA. 

Quien  no  qabo  interrumpirlas , 
Imaginando  aliviarlas 
Con  oirías,  porque  dellas 
No  la  menor  parle  aicauM. 

¡Ay,  Clodomira!  lú  sola 
Pudieras  hoy  consola  Hat; 
Pues  sola  lú  eres  capaz 
De  la  iiasion  que  l«  eugaAa 
A  mi  padi-e;  y  es  consuelo 
Kl  mayor  de  las  di-sgrjcias , 
Va  que  es  Tuerza  el  padecerlas, 
EL  padecerlüS  sin  eausa, 

CLODOHia*. 

Olro  consuelo-hay  mayor. 
iCuilesT 


¡Tener  valor  T 
I  siRoes. 

!  Cosí  es  clara. 

'  iV  guardar  secrelo  ? 

i  Va  cieri' 


Tlfnili  dt  Hendió. 


Tratar  Ue  vengarlas. 
¡Cómo  puedo? 


¿Tomarás 
(Hablan  con  recalo. 

¿En  qiié  reparas, 
aborrecido  ! 


isejot 


i  Qué  lo  eiirañas , 
Si  me  Tes  deses|)erada  t 

CLOPUHIKA. 

¿Guardarla  secreto ! 


Es  tu  padro  el  que  16  causa. 
No  es  padre  el  que  me  ahorrecc. 


Apenas  mañana  al  dia 
llabri  disfiertado  el  atlu , 
Cuando  en  la  primera  salva 
l)e  inliiiár  armonía , 
Auxiiiidos  mis  hlasones 
Del  cirio,  en  su  albor  primero , 
A  C6s<lroa$  embíslan  fiero 
Kn  sus  foriidcacioiies.- 

V  asi ,  prevenida  eslé 

V  en  buena  oi'donaiiia  puesta 
La  genlc,  arntada  y  dispuesta 
Para  el  asalto,  porqué 

(íii  esta  facción  nue  viva 
KsU  el  honor  del  Imperio, 
y  el  sacar  de  cautiverio 
Aquel  leño  en  quien  estrilu 
Nuestro  aplauso, 

I  Con  extraña 

:  Fe  toda  la  gente  espera 
¡  La  ocasión. 


I  Lo  que  verle  en  la  campaña 
I  l.fs  anima  y  les  alienta . 

Que  el  mas  humilde  soldado, 
.  De  tu  valor  inspirado, 

Ser  rayo  de  Persia  intenta. 


Extiende  sus  negras  alas. 
Cubriendo  el  mundo  de  borrores, 
A  Babilonia  mañana 


'  Ks  lu  hermano  quien  le  agravia, 
i  No  es  mi  hermano  mi  enemigo. 
Pues  yo... 


Por  justa  y  natural  ley 
Es  preciso,  es  evidente 
Que  sea  el  soldado  valiente 
A  la  vista  de  su  rev. 
Por  dos  ratones  ;  la  una 
Por  parte  del  rey,  porqué 
Como  el  mismo  tafnr  y  ve 
Los  Iraiiccs  de  la  foriiiua ,     . 
Los  estima  y  agradece : 
La  oira,  del  soldado,  puca 
Al  mirar  que  su  rey  es 
El  primero  que  padece 
Hii'Sgoy  incMnodidad , 
Hielo,  sol,  hambre  y  Fatiga  t 


dbvGooglc 


-  De  ver  Ignales  ««  obllsa 
La  pena  y  la  maJMtaü. 
Con  i'sio  oüiiiTO  iriuiifur 
De  iilúlulraí  enemigos; 
V  püTi  baciTos  i<'$(ii{OS 
De  que  no  he  tie  descansar 
Ni  aun  etie  espacio  pequeño 
Que  la  iiocbe  o»cu7>  j  Tría 
Kurta  lie  su  imperio  al  üia 
l>ara -enl  reírse  le  al  sneño. 
Quiltro  a  Cosilroas  i'scriliir 
Si  i  rescate  (ie  diiietos 
O  i  cauj«  (le  prisioaeroa 
Quiere  acaso  i'emiLir 
A  Clodomira ;  y  de  oii 
Críd  guc  dé  |>or  su  persona 
La  milad  de  iqÍ  curan  a. 
¿llúnde  estará  ahüra? 

ESCENA  VL 


rica».  {Dentn.) 
Aqni 


LA  EXALTACIÓN  DE  LA  Cni  7. 
I  ESCENA  X. 

\   HP.n'ACLIO.  CLOtinillItA,  SIUUES. 


Que  )'0  me  descubra,  iiuiero. 
Porque  crédiio  me  des, 

ijiia  caria  de  creencia . 
Uuu  iraigu  a  i'Sia  diligencia. 

jQué  caria  es? 


{Detciibre  á  Cloáomira.'^ 


Pura  no  dud 

1 1  suy- 


c|ue  e'  alma  mira. 

CLODuaiaA. 

s,  Clodomira 


iQaéeieso,  Flora  T 

FLOIA. 

Dos  Tillanns,  sin  mostrar. 
ScBor,  los  rostros,  ni  dar 


Que  lleaurn,  que  nunca  eiijni 

Rnlrúelreielu. 

[Fiara  hace  ealrar  á  Slroet  y  Claio 
míTM ,  gue  tUatn  teitidot  de  silla 
m» ,  con  bandas  en  la  reitro». ) 


Lerantad  los  dos  del  suelo 
Y  de  los  rostros  el  velo 
Podfig  quitaros ,  y  dar 
Noticias  de  qué  queréis 
y  quiéu  sois. 


Presto  ui 


i\  solo  e^lás. 


Adviene  que  puede  ser  - 


Nada  baj  que  temer: 
Conmigo  estii  mi  valor. 
Helirios,  digo. 


Qm  conmigo  uuedo  ui. 
Aon  la  Üeoda  nu  ile  cerrar. 

{Qutíaa  Im  ireí  mIm.) 


"HGRACLIO. 

!  Si  estas  las  cartas  son 
,  Que  lie  cri-i'iicia  lias  traido, 

Si'ijuro  puedes  liaMar ; 

l'iirs  no  [luedes  tú  contar 
,  l'auío  coiDo  yo  he  creido, 

¡  Cristiano  César  invicto, 

:  Cnjo  valor  fuera  lacil , 

!  A  no  serlo,  que  parliera 

¡  Adoraciones  con  Alarte  : 

¡  Hijo  de  Cósilruas  nad 

I  Bn  laii  etirniigo  iiuitatite. 

'  IJiie  Ku  odio  }'  mi  desilicha 

!  Nacieron  de  un  parlo  i({ualrs. 

'  Desde  mi  priiaer  orh*iit>- 
Aborrecido  tai,  aunantes 
Que  su  inclinaciiin  pinlirra 
Partirse  entre  mí  v  Uníanles  : 

^Henirdes.nieniirlii'rmaiio, 

¡  Si  es  que ,  A  pesar  úü  la  saiif^e , 

,  Kice  1  ser  beiniano  el  r|uc 

'  A  ser  enemigo  nace: 
Tanopausta  mi  fortuna, 

¡  y  siempre  lau  Civorable 

I  La  soya,  que  sienito  yo 

I  ( i  Oh  (luieii  pudiera  en  tal  trance , 

,  Calllinflolo  con  ta  voü, 

,  Decirlo  con  el  semblante!), 

Siie  siendo  yo  (como  be  dicho) 
ajroT  hermano,  en  ultraje 
¡  Ue  mi  fama  ■)  de  mi  honor 
\  Cósdroas  esta  misma  iar<le , 
I  Estando  eu  su  tienda ,  lodo 
I  El  ejército  delante, 
I  Ue  jesheredú,  alegando 
I  Una  ley  de  que  el  inhábil 

Ha  reine,  con  nota  Indigna 

De  incapai  y  ríe  colnlnle. 

Bien  veo  que  conira  mi 

Vojgansmlo  tu  dlclinien, 

Pues  al  oirme  es  forioso 

gu&rehuses  ó  que  exirañes 
I  dar  tu  favor  ^  un  hombre 

Tan  cniel,  tan  ignorante. 

Que  desesperado  viene 

A  pedir  contra  su  sangre 

Aniilios;  pues  para  que 
I  Ni  te  ailmires  ni  le  espantes 
I  De  lo  que  quiero  decirte, 
¡  Hi  diclia  fs  la  que  me  vale,   . 
;  ¡^i  á  ftguoila  Iu7  la  miras, 
i  Pues  no  es  muclio  que  amor  falle 


Para  un  padre  á  nn  hijo ,  cuando 
Falla  para  nn  hijii  á  un  |>adre. 

V  a.sl,  iinshi  CMdian/a, 
Aconsejado  del  (iraiiilc 
BsfuerU)  de  ( Joduntira , 
Vengo,  caióUeo  atlante, 

A  ponerme  hoj'  en  tus  manos 
Para  que  mi  vida  aiii|>ares 
y  que  aii  honor  restituyas , 
A  vista  deste  desaire. 

V  JO  me  ofrezco ,  «i  tomas 
La  voi  de  mi  agravio,  á  darle 


iDtroducieodo  tus- nenies 
Ksia  noche  en  sus  reales. 
A  cuyo  efeclo  salí 

V.a  este  villano  traje. 
Trayendo  conmigo  el  nombre 

-^.Jlb<<- 


Después  dcsio,  y  que  auxiliado 
De  Ú,  Asia  mi  nombre  aclame , 
Te  ofrezco  la  libertad 
De  cuantos  crisiianos  halles 
Cautivos  en  OabHonia, 

V  enire  ellos,  el  venerable 
Zacarl;<s,  patriarca 

De  Jerusali'o  triunfante. 
Luego  restituir  o(ri  xeo 
Al  imperio  las  ciudades. 
Que  tiraniíadas,  boy 
I  iciieii  en  sus  homenajes 
(iuamicioiies  que  tremolan 
De  Persia  los  estandartes. 
El  reino  restituiré 
De  Gasa,  que  conlliianle 
De  Persia  y  de  Pali'slina, 
Entrambas  [ffovincias  |>arie, 
A  Clodomira,  á  quien  icomo 
La  religión  no  lo  extrañe) 
Coronaré  en  Rabilo i<ia 
Por  deidad  de  sus  deidades. 
Cuantos  vasos  de  nm ,  cuantos 
Ornamentos  y  metales 
A  tus  altares  MbA 
C6sdroas,  dará  i  tus  altares. 

Y  Gnahnenté.daré 

Por  triunfo  ;  hbson  mas  granile , 
La  cautiva  crui  de  Cristo , 
Para  que  vuelvas  triunfaute 
Con  ella  i  Jerusalen , 


No  pases  adelante. 
Que  cuanto  me  das  me  sobra , 
SI  la  cru»  llegas  i  darme. 

V  della  inspirado,  (|nÍero 
Darme  á  presnmir,  no  en  balde. 
Que  uo  son  pictexlns  tuyos 

Los  que  estos  preiextos  hacen , 
Sino  del  cielo,  i|iie  siempre 
De  humanos  medios  s«  vale , 
Porque  nosotros  ¡lodamos 
Comprenderte  y  |ienelrarte. 

V  asi ,  porque  uo  se  pierda 
Tiemito .  uí  un  punto ,  mi  Instante 
Hi  omisión  la  lilteriad 

Del  sacro  lel^odihne, 
iCémolo  dispones) 


Kso 
Lo  diré  >o,  pues  son  tales 
His dichas,  qne  liaumenciilo 
En  esta  iiili'ivresa  parte. 
Tú  has  de  eutri^mos  á  mi 
V.á  Siróes  los  caftanes 
De  mas  satisfacción  tuya , 
t:nn  la  gi-nle  que  bastante 
Punciere.qaepodfé 


.qaepodfé-  I  ' 

,t,zodVyC_iOOglC 


37i 


A  la  deshilada  ralrane 
Coa  DOsolros;  pue*  llevando 
Nombre  j  mBi  ,  serl  Kcil 
Llegar  i  su  tienda ,  doiide 
O  los  prendan  6  los  maten. 
Tú  i  esie  llampo .  coa  el  resto 
De  liM  bien  compuesus  baces , 
De  todas  sos  aveiMis 
Ras  de  ocupar  los  lugares  : 
De  suef  te ,  gae  cuando  sientas 
Oue  va  su  ejército  arde 
En  el  arma  que  oosoiros 
Toiiuemoa,  por  todas  partes 
Lus  embistas,  pobljcande 
La  victoria  i  fuego  j  saugre. 


i  Pues  qué  7 


Celo  j  religión; 
V  iiorqoe  mió  j  otro  ensalce, 
Mira  que  mañana  Cósdroas 
A  los  nrímeros  celajes 
Del  alba  se  lia  de  ausentar. 

BIUCLJO. 

Pues  no  la  ocasión  nos  falte. 
Venid  conmigo  los  dos , 
Para  que  al  punto  despache 
La  gente  (|ue  ha  de  seguiros. 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 

coto.  {CanlM.) 
Oeut  i»  a^trbim  auam  énUnáe. 
Damlae  M  a<¡juva»d*M  me  fetüna. 

■OKUCo. 
1  Quién  les  ajuda  i  su  canto 
V  les  da  tan  dulce  amiUoT 

COKO. 

Gloria  Pütfi,  oleHa  Filio, 
Et  gloria  SpirtM  Smcfo. 

MORLACO. 


Ho;  verá  el  mundo  si  saben 


sJroo. 
Ho)'  leri  el  cielo,  supuMto 
Que  el  Re;  Incapai  me  hace , 
La  licencli  con  que  pueden 
Obrar  mal  toe  incapaces. 
■etAcuo. 
Ho;  pues ,  el  cielo  y  el  mundo 
También  veri  en  esté  trance 
La  ExaUaeiOn  de  la  Orut 
Eu  Jemsaiea  Irlnobote.  (Vmw.) 

Campo  ForUluda  de  COHlroas. 
ESCENA  XL 

MORLACO ,  armaio  ridiculamenU  ei 

H*  lantM,  jmteánAtu. 
Kl  diablo  engañé  ral  humor. 
Va  que  salí  de  criado. 
En  meterme  1  ser  soldado ; 
Pues  DO  sé  cuAl  es  peor , 
Servir  t  un  amo  6  á  mil, 
Nu  ponjoe  uo  me  prendieran 
Con  Anastasio,  j  me  hicieran 
Causa  de  misico  vil. 
Tuve  por  mejor  sentar 
La  plaza :  con  ((ue  k  despecbn 
De  mi  pereza ,  me  han  hecho 
Su  posta  <,  y  en  perjebar, 

<  Sb  teDllDfla.  — Lo  nac  situé  nn  ic  e 
Utnde. 

DíMKfieilcdeqiinii 


Si  aqnel  oso  estoy  dudando 
Quién  el  primero  bade  ser 
Qne  ha  de  venirme  i  comer. 
Fuera  desto ,  imaginando 
Estoy  tambieu  dónde  ¡rí 
A  parar  quien  me  comiere  \ 
Pero  vaya  donde  (itere. 
Determinado  estoy  ya 
A  serlo  de  buena  gana : 
Que  el  que  fué  tan  á  su  costa 
Ayer  ¡uraento  5  hoy  posta , 
Caballo  seri  mañana. 
Fuera  de  que  ^para  que 
Me  tengo  yo  de  podrir , 
Si  loa  presos  de  reir 
Tratan  1  pues  cuando  yo  entré 
La  comida,  Zacarías 
De  tan  buen  humor  estaba, 

8ue  el  agua  que  le  llevaba, 
aclenilo  mil  alegrías. 
Sobre  la  cabeza  echo 
De  Anastasio';  y  él  después , 
Arrojándose  i  sus  plés , 
La  burla  le  agradeció. 
Y  aun  ahora,  que  dormir 
Pueden,  puesio  qne  no  son 

Se  están ,  que  se  puede  oír 
Aqui.  Mas  que  su  pesar  ' 
(Suena  múñea  de  itíngo  de  tterta.) 
Es  su  placer.  ¡  Vive  Dios , 
Qne  i  media  noche  los  dos 
Se  ponen  ahora  á  cantar 
Al  son  de  un  nuevo  instrnmeuto 

Soe  quién  se  le  dio  no  sé, 
1  qniéii  le  toca !  porqué 
Solos  están.  Oigo  atento. 

ESCENA  Xn. 

ZACARÍAS,  ANASTASIO  t  tu  coao  db 
VOCES  en  «n  tttblerráneo;  deamei, 
soLPAOos.— MORLACO. 
mcakías. 
Eo  tu  alabanza  divina... 
A^A^TAs■l>. 
Señor ,  niis  labios  enciende. 

■e  cama  il  propio  NoiIko?  Eb  la  vida  de    ¡ 
Sia  Ad9>U>Io  mtnir,  proiagoiü)ii  tasi  de  la 
ton  edil,  htm  Oí  teldo  qae  uní  vi^i  1«  lovIeroD 

nabii  iqol  líganos  tcrsoí  rulallios  i  ciio , 
en  loi  cnl»  le  pondínríi  el  hmibre  que 
debiai  tener  Zitarias  j  AiitUilo ,  i  dlrli  el 
tncioso  qoe  temía  le  comiesen  1  él ,  no  si- 
Uifechoi  con  la  comida  qne  dlllmimente  los 
hiliii  Iteíado :  bajo  aíe  snpDeslo .  tas  piti- 
brai  «jneloiB,  serian  errores  de  mannscrila 
d  de  Imprenli,  ooiionidos  por  orna  pala- 
bras ligo  parecidas.  Sea  lo  qne  fnere.  l>  falu 
de  tcnll<lo  tí  eiidenle.  Eilnf  áiiiaitia  tn 
jierjtttttr  il  <iq*el  oto  quien  et  priauro  kA  de 
itt.  til,.,  etuí  ei  una  dílla  de  barbirlsmot 
puede  sDponer  bajan  salido  de  la 


1  Por  qué  es  Dios  de  diosesf  Yerra 
La  v<n,ó  sepamos  pues, 
¿Cómo  diré  que  lo  es  ? 
($ir«iMn  deuíro  ci^ai  f  Irvmpelai.) 
SOLDADOS.  (Dentro.) 
i  Arma,  arma!  iCDeTra,gaeTral 

HoaLAco. 
Aqneste  es  otro  eantar. 
¿Quién  vió  suerte  mas  esquiva! 

SOLDADOS.  (Deuiro.) 
,  Viva  Heraclio! 

UNOS,  (ttentro.) 

I  Siróes  viva ! 
oraos.  (Dentro.) 
i  Traición ,  traición !     - 

Escapar 
He  Importa  de  aquí.  ¿No  es  bnenu 
Que  en  cantando  en  esta  tierra 
Los  cristianos,  lueso  ha^  ijuerraT 


i  despecho 


La  ptaia  :  coif  qi 
De  mi  pereía  me 

Aqnl  oplnimos  qne  se  hiio  una  sópresto 
En  lo  ■upriioido,  quita  bablirlade  oíaaHc 
laco ,  d  dirii  lo  de  hibcr  lenido  ires  dliJ  ! 

Aqiclloi,  eslo)  dndindo, 

81  iquel  i  eie  estov  dndanito 
Qnlín  el  primero  ha  de  ser 
Qne  ba  de  vtaimc  1  «mer. 
M  niaiestandaí  lop  estas  ronjelariLpero 


Iniaiestandaisapc 
cabe  dndi  en  qae  el 


ESCENA  Xin. 

CdSOROAS ,  Heriflo,  cayendo  y  levan- 
tando; CLOUOHIR  A  T  SOLDADOS,  aea 
eAJ»J<t(fe;e— MORLACO. 

Cósdroas  y  Henjirdes  muei-an. 

cósnaois. 
¡Traición!  ¡Vasallos,  amíDOd! 
Que  eu  su  tienda  (¡pena  merte!) 
Dan  i  vuestro  rey  la  muerte. 

■oaiAco. 
No  tuviera  él  enemigos. 

Aunque  los  llames ,  no  habrá 
Quien  te  favorezca,  pues 
En  el  trance  que  te  ves. 
Todo  el  ejércilo  está. 
Ño  hay  breve  espacio  de  tierra 
Que  con  sangre  00  se  escribo. 

i  Viva  Heraclio ! 


dbyCoOglC 


TOpM. 
¡Anni,  armí!  ¡Guerra,  guerra  I 

No  sienlo  ( i  Oero  pesar ! ) 
Tamo  mi  tragedia  esquiva  , 
Como  oír  qne  Siroea  viva. 

{Riñe  con  tet 

ESCENA  XIV. 


Muere,  cobarde. 

HE^ Ardes 
¡Ay  lie  ral! 
Pero  mi  padre  esij  aquí : 
De  tu  favor  i  ampararse 
Llega  mi  temor. 
[Pónete  detra»  de  Citiroat ,  i¡ue  tigue 
tefiniUénioie.) 

•  (Huyendo, 

Del  asi  i  «alerte  vienes? 
;  Uómie  está  el  valor  que  tienes  ! 
I,iiie  i  lu  rey  j  padreí  viendo 
UuHr,  con  saAa  (irevida 
No  antepones  tu  persona , 
4  á  quien  le  dio  una  corona , 
Ño  Silbes  darle  una  vida?  — 
Miri,  mira  ü  quien  aigul  (4  Cótdrúu.) 
Premias  |  ofendes  cruel. 

CÓSDROAS. 

¿Pues  á  quién  premio  yoT 

'  *°^'     A  él. 

CÓSDHOAS. 

;V  i  quiéo  ofendo-ioT 
sinois. 

A  mi. 
(Deicúbrae  Slrort;  Cótdraai  quiere 
embeilirle,  gcat.) 

cus  BROAS. 

^Títeres,  traidor t 

No  es  traidor 
Quien ,  viéndose  baldonado 
De  que  valor  le  ha  fallado. 
Muestra  que  tiene  valor. 
Aquesto  es  cumplir  couligo. 

Mueran  pues.  * 


Que  son  los  que  buscata  digo. 

Primero  mi  brazo  fuerte 
Hostrari  i  quien  ofendéis. 

{Biüe  cea  U 

ETCEIIA  3:T. 

HERACLIO.  —  Dichos. 
■laAcuo. 
Eiperad,  no  le  matéis. 

CASOROAB. 

1  Qniín  eres  tú,  que  mi  muerte 
SiMpendes  con  acción  que  hoy. 


LA  EXALTACIÓN  UB  U  CRUZ. 


aiRACUo. 
Heraclio,  blrbaro,spy. 
Dale  i  prisión. 

C6SDB0AS. 

Fnerues 
Que  obedezca  á  la  fortuna , 
Deidad  sia  constancia  alguna. 


;YMeuíirilesT 


Va  eslli  también. 


A  mi  tleudí , 
Dellisima  Clodomira-, 
[Ve»os  1  los  dos  retira. 
Porque  nadie  los  ofenda. 


MENÍKDES. 

¡Suerte  esquiva! 


ESCENA  XVI. 

HERACLIO,  SIRO£S,  MORLACO, 


Ya,  Siróes,  que  prisioneros 
Tu  padre  ;  lu  hermano  están, 
Y  que  tus  gente 


siempre  Arme  amistad 
He  de  coiiservarte  yo ; 
Miéiilraa  A  disponer  voy 
Que  esas  fortincacíones 
Guarnezcan  mis  esruadrones 
Doude  te  corones  hoy; 
Seri  bien,  pues  que  ra  Tiste 
Que  bice  lo  que  te  ofrecí , 
Que  empieces  lu  i  hacer  por  mi 
También  lo  que  me  olt^cttte. 
{Vate  reUraaúo ,  g  Slroet  oeempaAán- 
iaie  y  hatlándole.) 

si  ROES. 

Honor  T  reino  me  das; 

V  asi,  i  tus  plantas,  señor 
Invicto,  reino  y  lionor 
Poogo,  T  la  vida,  por  mas 
Fiama  de  que  siempre  eu  mi 
Se  ba  de  confesar  deudora  : 

Y  en  cuanto  i  cumplir  abora 
La  palabra  que  le  di. 
Mientras  por  lacrui  envío 
Para  entregirtela ,  quiero 
Que  no  quede  prisionero 
Cristiano,  que  i,  su  albedrio 
Libre  no  vaya.;  y  asi 

Goce  las  piedades  mías 
El  primero  Zacarías. 

iV<ue  Reraclio ) 


SIRÓES,  MOnUCO.soLDAMS. 


I  Este  tlllano  que  aquí 
Esli,  era  su  guarda. 


*  Escocba,  espera. 

Arlacu. 
Espero  y  escucho. 


Pues  si  aqueso  es  ser  traidor , 
i  Qué  criado  íes  tratar 
De  cosa  que  no  sea  mar- 
tirizar i  «1  teüorT 


Coeva  ha  sido  su  prisioo. 

Rompedla,  que  no  es  ranw 
Oue  de  vivos  sepultura 
Sea  un  espacio  que  asombra 
Con  tales  melancolías.  — 

{Abren  leí  itliaiai  ¡a  enera.) 
¡Anastasio!  r Zacarías! 

ESCENA  XVIU. 


I  Quién  me  llama  7... 

ZACARÍAS. 

(Quién  me  nombra?, 

ANASTASIO. 

Que  si  es  para  darme  muerte. 
Albricias  es  bien  qtie  pida. 

ZACARÍAS. 

Que  si  es  quitarme  la  vida, 

Uicbosa  sert  mi  suerte. 
slRoes. 

No  solo  el  que  os  la  llamado 

Quiere  •  que  uno  y  otro  muera , 
I  Mas  daros  la  vida  espera  : 
'  1'anlo  un  solo  día  ba  mudado 
'  Lo  cruel  y  lo  piadoso, 

Que  libres  os  veis  aqui, 

Al  Rey  prisionero,  Iroi 

Rey  Y  á  Heraclio  victorioso; 

V  asi  puedes,  Zacarías. 

Buscarle  y  decirte  que 

Vo  te  entlo  libre  en  fb 

De  las  obediencias  miat, 

En  lamo  que  el  leBo  en  qoleu 

Hori6  su  Dios  reo  llegar. 


dbvGooglc 


S7J 


COUEDIAS  Dt:  DON  P£ÜHU  CALDEKOM  DE  LA  BARCA. 


Vendo  con  él  tinta  entrar 
Trinnraudo  en  JiTUsaleu, 

Viva  de  nuo  en  otro  polo 
Tu  fama.  —  Vente  couiiiigo. 

(A  Anattatio.) 

Que  i»jis  solo  le  digo . 

8ue  yo  á  li  le  ofrecí  solo.— 
uéJale,  Anastasio. 

UCkbUs. 

Adiós.  {Uortf 

ANASTASIp. 

i  Ajr ,  padre ! 

mcarIas. 


i  Qué  bacL's  titremos? 

AKÁSTASIO. 

Mucho  temo  qae  ao  lia  be  mas 
Ue  lemoi  ya  mu  ios  dus. 

(Vttiue  Zacarla*  g  liwlato.) 

EBGERA  XIX. 
8IR0^,  ANASTASIO,  soldados. 

AnasiasiOi  jo  he  enmeDÜado 

(Con Ileso  qun  con  algana 
liidignacioa)  mi  rurluiia ; 
Y  lu  mas  que  en  eslc  estado 
Agradexco  i  mi  rifior. 
£s  poder  darle  la  vida 
Que  ja  juiíjabas  perdida. 


Por  la  merced ;  qu<^  ja  sé 
Las  Caeus  que  te  debo, 
sinoes. 
Aunque  es  üsi,  no  me  alrero 
Hoy  í  librarte ,  porqué 
Uabieudu  la  \ot  currido 
Que  te  liacc  en  el  culto  lioiiroao 
Ue  los  diuses  sospcclioso. 
No  es  bien  quo  yo  iuadierildo 
Entre  i  reinar,  iropeíando 
En  escrúpulos  de  que 
Cuando  i  mi  padru  falté, 
Falté  á  mis  diusi'S,  toni;iiido 
Ue  llfracliu  en  esta  ocasioii 
No  solo  lo  militar, 
SiiiO  la  fe;);  asi,  dar 
Importa  salisfacciotí 
Di:  (¡ue  dijisti;  engallado 
Ijue  la  dehiad  verdadfva 
La  de  los  criáliauos  era; 
l'orque  si  ven  <|ue  yu  lie  dudo 
Ilujt  á  sus  eriuiis  látor, 
(jue  sns  ciudades  eiitri'^u, 
>u  crux  y  esclavos',  y  luf^u 
Ven  i)iie'á  ti  te  doy  lionor, 
l'iidran ,  y  no  i  i|j  usía  mente, 
l'resumir  de  nil  lamliii^ii- 
IJiie  yo  lo  soy ;  y  asii  es  bien  . 
Quitar  este  incon veniente , 
Coa  qne  hoy  otro  ]io  serás. 

Tarde  las  bo'nores  gaiio. 

i  Por  qué? 

ANASTASIO. 

Porque  va  cristiana 
Suy,  señor,  y  no  [loJris 
Uu  u<iaeste  iiiteulo  mudarme. 


Hil  muertes,  ú  si  tuvieses 
Mil  imperios  que  entreganne, 
A  Críslu  ha  de  confesar 
La  ciega  ignorancia  mia 
Por  suuia  sabiduría. 
Esta  lie  tenido  a  buscar 
Desde  el  dia  (gue  fallú 
SI  i  encanto  por  la  asistencia 
l>e  la  cru/,,  cuya  presencia 
Como  tú  viste ,  ahuyentó 
Los  espíritus  impuros: 

Y  puesto  que  ya  la  bailé , 
y  en  mejor  gloria  troqué 
Caracteres  y  conjuros, 
Ho  bay  que  esperar  mas  de  mi. 

Aunque  orenderoie  debiera, 

Y  con  lu  inuert«  pudiera 
Asegurar  boy  aquí 
La  corona,  pues  con  eso 
l)al»  de  mi  religión 
Al  muiidiisaiisriiGcioo; 
Si  la  verdad  le  cinlieso , 
Te  estimo  y  quiero  de  suene , 
Que ,  la  pena  suspendida , 
NI  puedo  darte  la  vida, 
M  intento  darte  la  muerte : 

Y  ast,  en  aquesa  prisión 
Es  bien  que  otra  vcí  le  quedes ,  _ 
Adonde  consultar  puedes 
Tu  raioo  y  oü  raion. 
Dell*  ¡Hies  no  has  de  salir , 
Aunque  sea  1  mi  pesar. 
Sino  es  ü  sacrilicar 
A  los  dioses,  ú  i  morir.  (Viiw.) 

EgCENAXX. 

ANASTASIO ,  souAMS. 


•.  Dicboso  mil  veces  ;ro 
Este  día !  pues  es  oerlo 
Que  siendo  i  morir,  será 
A  lener  mi  fe  su  premio. 

Pi'ision  llenas  y  tormentos    , 
Que  constante  aguardo ,  pues 
-'-'mente  en  ella  sitinKl 
_     I.  haber  de  ver  eu  ella 
Aquel  grande  triunfo,  inmenso. 
Con  i|ue  ha  de  volver  Heraclio 
Triunfando  (¡aj  de  mi!}  y  veuciin 
A  la  gran  lerusalen, 
i:ou  el  sagrado  niadiTO 
Uue  cautivo  en  Persia  ha<>stadu 
¡Ah  Señor!  ^üoiéu  meivc.-ros 
Pudiera  ver  esle  di» 
!  Tan  venturoso  á  los  vut'siroíí 
;  ¿Quién  viera  en  la  gr:mSion 
:  Kilire  aplausos  y  Irufi-os 
La  ExaUacUa  de  la  CVut.' 
pero  un  quiero,  no  quiero 

Si  aliüi  a  ( j  ay  de  mi !)  me  acuerde 

Que  fué  nn  mayor  error 

Penetrar  lo  ausente  :  <¡  puisto 
ue  ya  diabólicas  ciencias 
o  lie  de  usar,  y  que  eonlleso 
.as  vuestras  por  las  mejores , 

A  ell.is  me  acoja  ,  sabiendo 

Que  no  sé  nada ,  que  vos 

Lo  sabéis  todo.  Deseos, 

Dejadme,  que  si  conviene 

Que  \o  vea,  l)h)S  eterno. 

Que  es  sabiduría,  sabrá 

Con  ciencia  mejor  hacerlo. 


j  Qué  di 


ESCENA  XXL 


ínrel  i.» 
Anastasio,  lialiiendo  oído 
Dios  la  humildad  de  tu  afecto , 
Nn  (|uiere  b  ciencia  suya 
Que  ecbes  otra  ciencia  menos. 

ANCEL  S.' 
V  asi,  para  que  conozcas 
Que  él  con  su  saber  Inmenso 
Sabe  vencer  h»  es|>acios 
Dss  milagrosos  medios .. 


ilNGEL  3.° 

Has  de  ver  desie  gran  día 
El  triunfo  y  el  Tencimiento. 
(Taman  la»  di»  knaetei  á  Anatlath 
de  lat  mdRiM,  y  etiiiaaU  en  el  aire.) 

AHASTISIO. 

;Con  cuánto  logro .  SeñiT, 

Daré  mis  ciencias  á  trueco 

De  las  vuestras,  pues  ya  miro  ^' 

Ser  milagros  los  que  fueron 

(Aparecen  lo*  campe»  y  mtirM  de  Je- 

rmalen.  Ün  mente  ea  el  fonio.) 
Racanins!  pues  la  ciudad 
Segunda  vei  a  ver  vuelvo 
A  esta-parte ,  y  en  sus  campos 
Kl  grande  acompañamiento 
Cou  que  i»  Heraclio  á  sus  puertas 
Llega  con  el  sacro  leño , 
Cantando  en  sus  alábanlas 
Himnos ,  cauciones  y  versos. 

ESCENA  xicu. 

SMenan  e¡úrimla$.  y  talen  COSUROAS 
1  MENARDES,  vetHdM  de eemlivo*, 
CLODOMIRA  T  SIRÓES  de  ealB; 
ARNESTO,  LIBIO,  ELOKA.  IRENE 
T  MORLACO,  Irautndo  rn  la*  mano* 
alguno*  rato»  de  oro:  drtpues,  ZA- 
CARIAS,  vettido  de  pontifical,  y  de- 
trat  de  él  ■Ú4IC0S  y  lodo  el  \cc»n- 
Aamii^tito.  ilERACLIO,  con  manto 
imperial  y  corona  áe  emperador, 
trayendo  la  crat. 

UÜBICOS. 

En  hora  dUltota  tneloa 
El  toberano  madero 
Ue  le  redempcion  del  mund», 
Retliluida  á  tu  Umplo. 

Salte,  divina  Sion. 

Salve,  teatro  del  cielo. 

AINESTO. 

Salve,  sagrada  Salen. 

lasse. 
Salvo ,  soberano  centro. 

utio. 
Salve ,  nuevo  paraUo. 

Salve,  Oorldo  Carmelo. 

Salve ,  gran  ciudad  de  Dios. 

Salve ,  honor  de  sus  misterios. 

DolizedbyGOOglC 


LA  EXALTACIÓN  BE  LA  CnttZ. 


Sulvp ,  j  aun  salve  Rpbíiü 
De  ciuuxiea  y  de  t>u«>lilus 


¿Que  esLo  escuchen  mU  desdichas* 
iQue  esto  vean 


:  Felice  yo ,  <jne  i  eiias  puertis 
Llenar  Iriunfando  inerexc»! 
Has  -,ay  dn  nii!íi)ué  temhlor 

Se  ha  uado^Áljué  bornir,  qué  líjelo 
a  eulumecklú  mis  plauías! 

ZApAHlU. 

Entra ,  gran  César,  al  tem|)lo. 

RetuCLio. 
No  «  posible ,  no  es  Dosihic , 
Uae  uu  grave,  un  proliju  fsso 

(Arreíillate  en  la  enu 
MebacearTodilbren  lierra, 
V  siAre  niis  homliros  tengo 
La  miquina  de  esos  monies. 
La  libnca  de  esos  cielos. 

No  le  allijas,  queja  sí 

La  causa  <lesle  parle  iilo. 

Kii  su  primer  nindacini 

tsia ,  que  iliora  es  puerta ,  eren 

Oue  era  el  paso  del  Calvuriu.     . 


íues  liien  ¿fiuélia  imponado  el  serlo 

iaCarIu. 
Muclin .  pues  euando  por  él 
llia  Cristo  señor  nuestro 
Ue  va  ni  lo  sobre  sus  hombros 
Estedishiu  maduro. 


Hoc< 


HM-rial  c. 


es  cierto 
Que  iba  ,  siiiii  ciirniiuiln 
Üe  losco  ramhniii  íant:i'ienlo , 

V  vestido  de  una  knmlliln 
Tíitiica ;  y  nn  es  justo .  puesto 
l)u>'  mejor  Rey  siu  adorno 
Anduvo  estoj  pasos  mesmos , 
One  tú  con  ellos  le  llenes 
Desvanecido  y  sobertiio. 
Quítate  puesta  corona, 
Drsnódate  los  arreos 

De  la  vanidad  humana  , 

Y  en  humilde  traje  puesto, 
Podrís  en  Jerusaleii 

Entrar  triuotando  yvencieiido. 

BCHACLIO. 

Dices  bien. 

(QuftanU  la  corona  g  el  maitlú  impe- 
rial ,  y  péaenle  una  corona  de  etpi- 
uat ,  túnica  monida  y  una  loga  al 
cuello.  Vuelee  A  turnar  la  cmt,  y  en  - 
Ira  coa  ella,  liguUndoU  lodo».  Ábre- 
te  ettiincttfl  uiBitie  ,y  »e  ve  li>  inte- 
rior áe  una  iglesiaie }eni*alen,ton 
un  altar  adornado  de  lucet,  y  la*  íl- 
tatuat  de  Elena  y  Coiutantino.) 


Ili'pi'iilieiisiun,  k  qni¡  olietlexco , 

Paeiln  llegar  al  altar, 

lloiide  la  sacra  Cruz  vuelto 

Kestiiiiiila  a  sus  aras 

Y  COI  isa  i;  rada  á  sn  templo. 

En  cu,va  exaitaciou,  iodos 

Decid ,  cantando  ;  tañendo. 

(Ftae  la  erut  «n  el  aliar  con  la  tnitmn 
.  múnica  y  repreteniaeion  de  todoi : 
vuelven  lal  cMriattei,  y  te  cierra  ¡a 
montaña,  y  vuelvan  Jos  Angeit*  >i 
dejar  en  lirrra  6  Anatliifie,  f  ella, 
cuelaen  á  lubir  en  la  nube.) 
Mlsict.s. 

En  hora  dichota  vuelva 

Elteberano  madero , 

Croe  fui  redempcion  del  mundo, 

Heililuiie  átu  templo. 

Va  que  el  triunfo  ilesle  día 
Viste,  queda  donde  el  oielo  .. 
ÁNGEL  3.' 

I.a  eorona  del  niarlirio 
Para  tu  frente  ha  dLsiiueslo. 


i  Dichoso  mil  veces  \n 
Que  un  graiidc  dicha 
Y  en  tanto  que  esta  si 
Acabe  al  lora  con  esto 
La  Exaltación  de  la  Crui. 
Perdonad  sus  mnclios  ycrr 


;H>ero! 
liega, 


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GUÁRDATE  DEL  AGUA  MANSA. 


CLARA,  Amm. 
KUGENk ,  itma. 
BRÍGIDA,  erteifl. 
MAHl-NUfSO,  anilla 


DON  JUAN  ÜE  HKNDOZA ,  ffolm. 


mHPEDRO,gilm. 

DON  TORIUIO  CUADRADILLOS. 

DON  ALONSO,  R<fP. 


La  aecbm  pata  ea  Madrid. 


JORNADJ^  PRIMERA. 


DON  ALONSO,  OTaREZ. 


y  JO  ODi ;  mil  veces  vuelvo 
A  pagarle  con  los  brazos. 

tpocible  es  que  I1eg6  et  día 
ara  mi  Un  deseado , 
Como  vene  en  esta  corief 

No  lo  deseabas  tü  laato 
Como  vo ;  pero  i  qué  mucho , 
Si  en  Jos  b^jas  aos  pedazos 
Del  alma  me  eslabao  siempre 
Cou  mmlas  voces  llamando! 

AoD  en  néodoias,  señor, 
■■  iorlodi  '    ■     '  ■■ 


f  éngaia  Dioi  ea  el  cielo  ¡ 
Que  1  Fe  que  be  seaildo  baño 
So  muerte ;  que  desde  el  dU 
Que  n  HqjesUd,  premiando 
Sis  servicios ,  en  el  reino 
De  Héjico  me  dio  el  cargo 
De  q<K  vengo,  t  no  mas  ver 
■e  de^iedt  de  so*  bnios. 
No  quiso  pasar  wnmigo 
A  Nueva-EspaBa ,  im  tanto 
Por  los  temores  del  mar. 
Como  Dorqoe  en  tiernos  aBos 
Do*  hlju  eran  estorbo     . 
para  camino  tan  largo. 
CrUodolaa  qnedú  ea  casa  : 
pñé  Dios  senido  que  al  cabo 
•  De  tantos  abos  Talto. 
A  cu;a  cansa,  abreviando 
Yo  coa  mi  oBcío,  dispase 
Volver  pan  ser  reparo 
De  M  perdida ;  que  no 


Estaban  bleu  sin  amparo 
De  padre  ;  madre. 

Esmii;juslo, 
Seb>r,  en  U  ese  cuidado; 
Pero  si  alguno  pudiera 
No  tenerle,  eras  tú.  Es  llano , 
Porque  el  dia  que  faliú 
Hi  señora ,  ambas  s«  enirarou 
Seglares  en  un  cocivento , 
Siu  mas  familia  ni  gasto 
OueíHatJ-Naaojiml, 
Donde  en  Alcalíi  bao  estado 

1.  .    _.  tías  basta  boj, 
Que  obedientes  ai  mandato 
Tuvo ,  vuelven  i  la  corte. 
bibiéndolas  ;o  dejado 

.  1  eu  eJ  camino ,  no  pode 
Suhir  del  cocbe  el  espacio ; 
V  asi,  Dor  verte,  sei^r, 
He  aüHanté. 

pon  ALONSO. 

Unos  despachos 
Qae  para  su  Majestad 
Traje,  demás  del  cuidado 
De  tener  puesta  la  casa , 
Tiempo  ni  lug^r  me  han  dado 
De  ir  vo  por  ellas ;  demás 
Que  el  camino  es  tan  cosario , 
Uue  fierdona  la  flneza , 
Pues  es  venir  de  «tro  barrio. 
«Cómo  vienen! 

Voee$  denttB. 
Para ,  para. 

haa  11^ 
mejor. 

DONllXHISO 

A  recibirlas  salgamos. 

DTiftEt. 

Excusado  seri,  pues 
Euán  ja  dentro  del  enalto. 

ESCENA  n. 


Padre  y  s^or,  jra  que  el  délo, 
Enternecido  i  mi  llanto. 
He  ha  concedido  piadoso 
La  dicha  de  haber  llegado 
Adonde,  peita  ü  tus  pies, 
Uereica  besar  tu  mano , 
Cnanto  desde  boj  viva ,  vivo 
Ue  mas ;  pnes  no  me  ha  dejado 


Va  que  pedirle ,  si  no  es 
Solo  el  eterno  descanso. 


Vo ,  padre  ;  Keñor,  aunque 
Logre  eo  estas  plantas  cuanto 
He  prometlA  mi  deseo,.. 
Has  que  pedir  me  ha  quedado 
Al  cielo,  j  es  que  tal  dicha 
Dure  ea  tu  edad  siglos  largos ; 
Porque  e«o  del  morir,  no 
Lo  teii£0  por  agasujo. 

.  .     i  vano ,  mitades  t»eilas 
Uel  alma  ¡i  vida,  no  en  vano 
Al  corazón  puso  eu  medio 
Del  pevho  el  cielo,  mostraodo 
Que  con  dos  afectos  puede 
Comunicarse  en  dos  braios. 
AUad  del  suelo:  llegad 
Al  pecbo,  que  enamorada 
Vuelva  i  engendraros  de  otievo. 

ClAK*. 

Ho;  puedo  decir  que  nazco. 
Pues  boj  numo  ser  recibo. 


Entrad ,  DO  quedéis  al  paso  : 

Tomaréis  la  posesión 

Desta  casa  en  que  os  aguardo. 

Para  que  seáis  duelios  della. 

Hasta  que  piadoso  el  hado 

Traiga  i  quien  merexca  ^lo 

De  dos  tan  bellos  milagros ; 

Si  bien  en  mi ,  esposo ,  padre 

y  galán  tendréis,  en  tanto 

Que  os  vea  como  deseo.  — 

¡Brígida'  {Umani»-) 


ni. 

BRÍGIDA.— Dichos. 
Se&or. 

Su  cuarto 
Enseba  k  tus  amas. 

Todo 
Limpio  estt ;  adereudo ; 
Pero  ¿qué  mucho  es,  si  tales 
Dueflos  espera,  el  estarlo 
{.'jamo  un  cielo,  con  dce  soles? 


cGooglc 


i  Félix  y»  que  i  ver  slcanio 
Eílf  (lia,  aunque  i  pensión 
De  haber,  Eugenia ,  dejado 
Las  iiaredet  del  cooreiiio ! 

i  Félix  JO ,  pues  be  llf  gadu 

A  ver  ualles  Je  Madrid, 

Slu  rejas,  redes,  ni  clauslrosl 


ESCENA   IV. 

DOX  ALONSO.  —  MARl-MlSO. 

Ya,  sefjor,  que  el  alboroto 
|>e  dos  liijaa  lia  dejado 
Algún  lugar  para  mi, 
Herc/va  lanliien  tu  mauo. 


Ifuc.  cilaa,  ef  alma  j  los  brazoa, 
I'ues  por  tuesira  liuena  ley, 
Kii  lugar  de  madre  oa  hallo. 
Y  va  que  ausenles  laa  doa , 
Solos,  Mari^Kuño,  estamos, 
lieeidne  sus  coDdicioiiea; 
Que  como  las  dos  quedaron 
Niñas,  mal  pnedo  l<:ici'r  juicio  ' 

l'ara  que  prudente  ¡  cuerdo 
l'ueda,  como  maesL'o  subió, 
(iobeniar  inclinaciones 
UUL'  pone  e(  oielo  tt  mi  cargo. 

MARI-flUífO. 

Con  decir,  señor,  que  soa 

Hijas  luyas,  digo  cuaalo 

Puedo  üeclr;  mas  por  qué 

No  pn's'umas  <[ne  le  hablo 

Solo  al  gusto ,  aunque  de  enlrambas 

La  virtud  jr  ejemplo  es  raro, 

De  lo  oeaeral  veris 

(jue  ílo  p»rU  calar  paso. 

Doña  Clara ,  mi  seíiora , 

Mavor  en  cordura  y  aOoa , 

Esla  misma  par.  del  mando  : 

No  se  ha  visto  igual  agrado 

Hasta  liuj  en  mqjer.  Puesiqué 

Su  modestia  y  su  recalo T 

A  llenas  cuatro  palabras 

Habla  al  dia  ;  no  se  ba  bailado 

Uue  haya  dicho  con  enojo 

A  criada  ni  i  criado 

Ha  BU  vida  una  razón  : 

Es,  en  Un,  íngel  humaao. 


COHKülAS  DE  DOS  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 

A  solamente  ponellas 


ir  solo  ci 


I  ella, 


Oue 

l'udiera  uno  ser  esclavo. 
Doña  Eagenia ,  mi  Señora , 
Aunaue  en  virtud  ha  igualado 
Sus  buenas  paitL-s,  en  todo 
Lu  demás  es  al  cootrario.- 
íiu  condición  es  terrible ; 
Nu  se  TÍO  igual  desaforado 


Tiene  á  los  libros  bunianus 
Inclinaci'in,  hace  versos;   . 

V  ai  la  verdad  le  hablo, 
De  recibir  un  soneto 

Y  dai'  otro ,  no  hace  caso. 


Que,  prevenido  del  dailo. 
Sepa  adunde  he  de  poner- 
i)i'Srie  iioj  desvelo  j  cuidado. 

V  asi .  aunque  en  edad  meoor, 
Sea  primera  en  estado; 

Que  el  marido  ;  la  familia 

Son  los  médicos  mas  sabios 

Para  curar  lozanías, 
I  Flores  de  los  rerdes  afios. 
!  t)es<le  el  dia  que  llegué , 
1 1  A  la  moiiLiña  ne  enviado 
I  l'or  un  sobrino,  que  b|jo 

Es  de  mi  mayor  hermano ; 

V  en  Él  quiero  de  mis  padres 

V  abuelos  el  mayorazgo 
Aumentar  ;  pobre  es,  yo  rico, 

V  es  bien  qne  el  caudal  Tundamos 
De  la  sangre  y  de  la  hacienda. 
Porque  conservemos  ambos 

El  solar  de  Cuadrad  i  lloa 

Con  mas  lustre.  Asi,  en  llegando, 

Será  Eugenia  esposa  snja  : 

Veamos  si  el  oaero  cuidado 

ICnmienda  las  bizarrías 

De  los  verdores  lozanos. 


OTaSeZ.  —  I 

Uii  hom'bre  espera  allÉ  luera. 

ALOKEO. 

íQuién  es*  —  Que  ese  breve  espado 
lüntaré ,  i  laa  dos  decid.  — 

.VersosT  ¡Gentil  caüamazo! 
¡No  fuera  mncliú  mejor 
Cu  remiendo  y  un  liilaito' 

;Qué  le  has  dueñado  i  senot, 
lúe  ea  lo  mismo  que  chismeado 
íueyava  lan  desabrido  ? 

HUI-.tUÜO. 

Ahora  sabes, 


la  lie  üou  Fílix, 


,Soo  hennosasT 


Cone; 

Que  esioy  cansado  de  andar 

Lo  que  hay  desde  aqui  ai  lugar. 

HERNANIKI. 

[Til  vejete  cuanto  jÍ:isá 
Me  dt|o  r  y  »l  padre  ia 
Al  hombre  d 


{Vate.) 


agasajo,  eu  verdad, 
rdooara  por  el  ruido , 
es  doraur  no  me  han  iterado. 
HeHKAriPu, 

una  es  dada. 

áljuéimporió, 
i  la  una  duentio  yo, 
e  haya  dado  ó  noliaya  dado? 
s  iqaé  género  de  gente 


£so  es  malo ; 
10  soy  Sofí, 


Y  de  las  hijas  ¿qué  dijo? 
Oue  escudero  que  empezó 


Diversas  cosas  colijo 

De  ambas  que  apruelto  y  londeiio . 

Porque  hav  del  pan  y  del  palu. 


De  lo  muy  soberano  : 
Las  tujas  de  aqueste  indiano. 
Que  compró  el  jardín  de  eiifi-ei 
Que  dicen ,  señor,  que  lleno 
De  riquezas  para  ellas. 


Alegre  ó  triste ,  me  holgara 
De  terie,si-fior,  un  dia, 

ina  galantería. 
Que  decirla  te  cosura 
ÜesTelo, 

DON  (tui. 
jA  mi*  Harto  fuera 
Que  alabarse,  vive  el  cíelo. 
De  que  me  costó  un  desvelo 
Mhiguna  mujer  pudiera. 
Esa  no ,  pues  sabe  Dios 
Que  si  las  hiciere  ya 

Por  estar  cerca  y  ^er  dos. 
I  Aumpie i  cualquiíra  me  inclina 
Va  Tuerza  mas  podeíosa. 

i  BEMIIHIHI. 

,  Seri  ser  rica  y  hermosa. 


Miar  (gema, 
b/LiOOgle 


8ae  es  mayor  perfecrioa,  pnea 
adi  Ea  iguala. 

(UOIUM.) 

Mas  di, 
iLiaoian  i  la  puerial 


Si. 
Ve  ;  mira,  Hernaudo ,  quién  i 
ESCENA  VU. 


'  Yo  soy,  Don  Félix ;  que  estando 
La  (iDerta  abierta,  no  fat>r;i 
Uien,  que  mas  me  detatiera. 

Ual  llamar  ha  sido,  cuando 
Halléis  que  [luerius  ji  braxos 
KslSa  siemiire  para  vos 
IM  UIJ3  suerte. 

Guárdeos  Dios , 
Que  ja  sé  que  destos  lazos 
í.\  estrecho  nu<lo  tuerte 
(fue  en  nuestras  almas  esli , 
Sin  romiierle,  uo  puüri 
Ui'saiáruosle  la  muerte. 

bo»  ríui. 
Seáis  bien  reñido;  que  aunque 
lili  la  jornada  de  Huogria, 
Uue  veiiladi'S  saltia, 
^e  tan  presto  os  esperé. 

nos  wi>n. 
Fueria  adelantarme  ha  sida 
Para  an  negocio,  én  razón, 
Uon  Félix,  de  mi  perdón. 

jHabeisle  ja  conseguídoí 

'Si,  j  habiendo  perdonada 
La  pane,  goiar  qnisíe» 
~'  Del  indulto  que  se  esliera 
Por  bs  bodas;  jasl,  hu  dado 
Priesa  i  reñir,  liara  uiif>, 
Kii  vuestra  casa  escondido , 
Ue  halle  i  ludo  prevenido. 

DON  r£ui. 
Dicha  ea  mía.  V  icómo  Iué.1 


Félii ,  de  aquel  caballero. 
Fui  i  Italia.  Pues,  lo  primero, 
Uispuao  mi  buena  suerte 
Ser  ocasión  que  el  señor 
Puque  excelso  y  generoso 
l>e  l'erranova  ramoso. 


Con  él  á  Alem 
Y  bailándose  allá  de' mi 
Bren  servido  j  oliligado, 
A  EspaAa  escribió,  poriiuú 
Conocimiento  lenla      >     - 
Con  la  parle  :  j  asi  un  día, 
Sia  saberlo  yo,  me  hallé 
Con  el  perdoa ,  en  un  pliego 
Que  üe  su  mano  me  dio. 

El  lance  lUé  tal ,  que  err6 
La  parle  en  no  darle  luegc 


GUÁRDATE  0\LL  AGUA  MANSA. 


Esa  es,  Félix,  la  0|iiniun 
Comuu ;  pero  mi  impaciencia 
Ue  mayor  causa  nacía , 
Que  la  que  ocasiona  el  juego. 


Pues  yo  servia 
(Ya  que  decirlo  no  importa) 
A  una  dama  rica  j  Iftila 
Para  casarme  con  ella; 

Que  esperauzas  no  tuviese ; 
Auuque  me  las  dilataba 
Qiie  ausente  tu  padre  estaba, 
T  la  madre  no  quisiese 
Tralar  su  estado  siu  él. 
¡¿i\  este  tiempo  entendí 
Servirla  el  muerto;  y  asi, 
Ocasionado  de  aquel 
Lance  que  el  juego  nos  dio , 
Culi  capa  de  oíros  destelas 
Venganza  lomé  i  mis  celos. 
Con  i|ue  lodo  se  iwr'dió ; 
Pues  fueran  necios  engaños, 
Conllado  de  mi  estrella , 
Pensar  hoy  <|Ue  aun  vira  eu  ella 
Üemoria  du  tantos  aftos. 
uoK  r¿ux. 
Vos  esüis  bien  persuadido ; 
Que  en  Madrid .  cosa  es  iioLaria 

«ue  en  las  darnos ,  la  memoria 
Ive  k  espaldas  del  olvido. 
Su  favor  y  su  desden 
Va  en  uingun  estado  no 
Hiiofe:  ¡bien  haya  yo, 
Que  en  mi  vida  quise  bien ! 

;Todatla  ilese  humor  f 

SI,  pues  aunque  ellas  son  bellas, 

Ue  üaiero  i  mi  mas  que  á  ellas  í 

Y  asi  tengo  por  niujor, 

A  la  qUe  me  ha  de  engañar, 
I  engañarla  yo  primero ; 

Que  yo  por  amigo  (lulero 
I  Al  gusto  mas  que  al  pesar. 
I  Y  para  (|ue  no  se  crea 
;  Que  lo  es  para  vos  mi  humor, 

M  para  mi  vuestro  amor, 
!  ütra  la  pUiica  sea. 

jCómo  ^n  la  jornada  os  ba  ¡doT 

;  Como  i  quien  time  de  Ter 

;  Darse  poder  i  poder 

'  Dfsempehos  i  partido; 

I  Porque  tal  autoridad , 

I  Pumpa ,  aparato  y  riqueta 

,  Como  ostentó  la  grándeta 
Ue  una  y  olra  majestad, 
Kl  dia  que  la  hija  bella 
tli'l  ágmla  soberana. 
Cení- rusa  mente  ufana 
Triicó  el  Norie  por  la  estrella 
l>el  bispatio  (en  cuya  acción, 
Llanto  ¡t  Hono  com|«tldo , 
Dejó  del  águila  el -nido 
Por  el  lecho  del  Icón], 

I  No  la  rió  otra  vez  el  dia. 


I  De  paso  no  esioy  c< 

'  fWt  oiría. 


Porque  i  la  relaclou  raía 

Yo  os  la  orretco  brava. 
Deudora  Alemania  estaba... 


Don  Félix ,  bésós  las  manos. 

Seáis,  Do»  Pedro,  bien  venido. 

isla  puerta  en  un  punto 
Hoy  se  entra  el  bien  todo  jiniin. 
pues  ¿qué  venida  estaba  sido? 
j  Acabóse  «I  curso! 

No. 


SI  yo  embarazo ,  me  iré. 

No,  caballero;  que  yo, 
Hlllándús  con  Félix.  íia 
Uuclio  de  vos ,  porque  arguyo 
Que  baste  que  amigo  suy» 
Seáis ,  liara  ser  dueño  niiu. 
Deaias,  qite  aquí  es  mi  viiilda 
(Que  en  decirlo  no  bago  nada) 
Una  dama  celebrada , 

goe  i  mi  amor  agradecida 
udeen  Álcali  servir : 
Vino  boy  i  Hadrid ,  y  i  vella 
Vengo,  Don  Félix,  Irjs  Hlu 

iV  qué  mas* 


Dos  días  habré  de  i 

uoN  rti.ix, 
Albricias  me  podéis  dar 
De  haber  i  tiempo  vcniílu , 
Que  en  ella  Don  iusn  también 
Puede  haceros  CDm|iaüia. 


Los  cielos 
Os  guarden. 

Pues  vive  Dios 
Que  no  halléis  de  hablar  los  dos 
'l'ucadoi  de  amor  v  ci'los.  — 
Haz  ([ue  nos  den  (fe  comer,— 

(A  Hérnand»,  que  te 
Y  pues  uo  licuios  de  salir 
:  De  casa,  por  divertir' 
1  V.\  tiem|io  que  puede  baber, 
I  La  relación  me  decid , 
I  Don  iuaa ,  de  la  real  jornada. 


Pues  esiadmc  aieulo. 


dbyGOOglC 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALÜEHÜH  m  LA  BARCA. 


DON  FÉLIX, DONJUAN.DON  PEDRO. 


L>pre 
DiréUi 


Cmi  candad,  que  acabaüa, 
'  I  nreneiicioii  de  Hadrld 
reii  después. 

Soj  coDieato. 
non  PEDRO. 
Vo* vengo  i  bnena  ocasión, 
One  oua  j  otra  relauíoii 
Nueva  es  (lara  mi. 

<Nd  atento. 
Deudora  Alemaoia  estaba 
A  España  de  la  maa  rica , 
Ue  la  mas  hermosa  prenda, 
Desde  el  venturoso  día 

§ae  Haría  nuestra  inrauta, 
eiie rosamente  alüva. 
Trocó  la  española  a  lleta 
Por  la  majestad  de  Hungría  V 
Deudora  Alemania  estaba 
(Olra  vea  mi  voi  repita) 
De  taulo  logro  al  empeño , 
De  tanto  enipeíio  á  la  dicha , 
Sin  eaperanias  de  itue 
Pudiese  su  corte  Invicta 
Deaempeüarse  con  otra 
De  iguales  inérílos  digna , 
Hasta  que  piadoso  e)  cielo 
Ilustra  sn  monarquía 
De  quien ,  si  no  la  excedió , 
Pudo  al  menos  competirla , 
Para  que  iiy  resütuya 
Kn  Haiiaaa  su  bija 
Tan  una  misma  beldad , 
Que  parece  que  es  la  misma. 
Puej  si  de  las  dus  esfuras 
Vamos  corrieudo  las  lüieas, 
Y  en  florida  primavera 
Le  dimos  la  maravilla. 
La  maravilla  nos  vuelve 
En  primavera  Dorida, 
Qoe  apenas  catorce  abriles 
Sebi6  del  alba  la  risa. 
Si  la  real  sangre  de  Austria 
Sus  hojas  Uñó  en  la  liria 
Púrpura ,  en  ella  también 
Quiso  que  esotras  se  Uñan. 
Si  prudencia ,  si  virtud, 
SI  ingenio  y  partes  divinas 
La  dimos,  esas  nos  vuelve , 
Porque  de  todas  es  cifra. 
Después  de  capitulado 
Et  Rey,  que  mil  siglos  viva , 
Se  dilataron  las  bodas 
Has  tiempo  del  que  quería 
La  anaia  de  los  espsjloles ; 
Ñas  no  fueran  conocidas 
Las  dichas ,  si  no  vinieran 
Con  su  pereza  las  dichas. 
Fué  causa  i  la  dilación 
Esperar  que  la  festiva 
Tierna  edad  de  la  niñea 
Creciese,  hasta  ver  que  boj  pisa 
Dn  b  juventud  la  márgeu  : 
i  Buen  detecto  es  et  de  niña , 
Pues  se  va,  aunque  ella  no  quiera. 
Enmendando  caos  día! 


•  Li  InriBla  DoDi  Haría,  hemas  dePe- 
Upe  IV,  hibta  attia  coa  Feraaado,  r«T  de 
Haaaili ,  m  el  n«  de  1631.  Friine  IT  tnó 
eaa  Dala  Mirlaaa,  bija  de  reragado  rlltrla, 


Del  real  nido  que  la  abriga , 
Porque  saliendo  t  volar, 
El  cuarto  platipta  diga 
Que  imperial  águila  es,  puesto 
Qne.de  hito  en  hito  le  mira. 

Y  porque  no  sin  decoro 
Deje  la  corte  que  habita. 
Llególannevai  Madrid, 

De  que  allí  el  Hev  se  despida 
De  su  hermana ,  nasta  la  entrega , 
Hexclando  el  Maulo  j  la  risa ; 
Que  siempre  en  bodas  de  infanta 
El  pesar  j  el  alegría 
Se  e<|nivocan ,  hasta  qne 
Ue  gula  el  dolor  se  lista , 
Saliendo  de  ellas  casada. 
Ferdinando ,  rev  de  Hungría 

Y  Bohemia,  ínclito  joven , 
Que  no  vanamente  ísplra 
Que  heredada  la  elección, 
Koma  su  laurel  le  ciña , 

En  j)oml>re  del  Rej  con  ella 
Se  desposa, ;  ejercita 
Toa  amante  sus  poderes, 
Que  sin  perderla  de  vista , 
Hasta  Trento  la  acompaña 
Con  la  pompa  mas  lucida , 
Con  el  lausto  mas  real 
Que  vio  el  sol :  pues  i  porfía 
Espafiúles,  alemanes 

Y  italianos,  con  su  vista 
Se  compitieron  de  suerte , 
Que  era  gloriosa  la  envidia. 
Porque  unos  y  olrus  hicieron 
F.n  costosas  libreas  ricas, 
Trauble^l  oro  eo  sus  venas , 
Ftdl  la  mata  «t  sos  minas. 
Agolando  de  una  vea 

Todo  el  caudal  í  las  ludias. 

Y  porque  por  mar  y  tierra 
Halle  siempre  prevenida 
Quien  por  la  tierra  y  el  mar 
De  parte  del  Rey  la  sirva. 
El  cargo  del  mar  al  duque 
De  Túrsls(de  esclarecida 
Generosa  casa  de  Oria , 
Siempre  afecta  y  siempre  Sna 
A  esta  corona)  le  dÜ, 
Porque  de  nUevo  repita 

En  servicios  y  finezas 

Obligacioaes  antiguas. 

La  Helaa  estuvo  en  Milán 

Detenida  algunas  dias . 

Por  ocasión  de  que  el  mar 

Embarazó  con  sus  iras 

Ue  EspaEa  el  pasaje;  pero 

iQulén  de  so  incoiislaocia  fia , 

Que  no  moüve  de  culpa 

Lo  que  no  en  mas  que  desdicha? 


Del  ir 


nfin, 


Las  condlcioues  esquivas 
O  vencidas  ó  templadas 
(Alángonie  i  'jue  vencidas) , 
Lleg6  el  dia  de  embarcarse ; 
y  apenas  la  vio  en  su  orilla 
El  mar,  cuando  convocó 
Todo  el  coro  de  sus  ninfas 
Para  qne  corrieodo  i  tropas 
La  campaña  crista  liua, 
Tan  solo  en  ella  dejaran 
Aquella  ioquieuid  tranquila, 
""  -  tá  bastando  i  temerla , 

a  hermosearla  v  lucirla. 

Entróla  Reina  en  la  Real, 
Cuya  papa  era  enoeudida 
Brasa  de  oro,  que  á  despecho 
De  lanía  agua,  estaba  viva. 
La  chusma,  toda  de  tela 
Nácar  y  plata  vestida, 
CoD  camisolas  de  holanila , 

Íoe  su  gala  es  estar  limpias , 
eláoMD,  jardas  y  velas 


De  florea  ios  gallardetes 
'  Y  las  Oimulas,  qne  heridas 
Del  aire  que  las  tremola 

Y  el  agua  que  las  salpica , 
Veugausa  dalmi  al  aire   . 

V  éi  agua  de  la  ojeriza 
Que  leolau  con  las  salvas. 
Por  ver  qne  de  ver  les  quilan 
Las  negras  oulies  de  humo 
Que  dqó  la  artillería , 

La  mas  pura,  lamas  bella, 
La  mas  noble  y  mas  divina 
Venus  que  sobre  la  es|iuma 
Flechas  de  constancia  vibra. 
Aquí  al  compás  de  las  pitjZM , 
Clarines  y  cbirimias , 
A  leva  tocó  la  Real , 
Cuya  seña ,  obedecida , 
Aun  primero  que  escuchada 
Fué  de  todos,  con  tal  prisa , 
Que  i  un  mismo  tiempo  la  Iwga 
Arrancó ;  j  ^endo  la  grita 
Segnnda  salva  vocal , 
Nos  pareció ,  cuando  se  Iba 
De  la  tierra ,  nna  vistosa 
Primavera  fuglUva; 
Cuarenta  galeras  fueron 
Las  que  siguieron  su  quilla, 

Íuemas  que  rompen  las  olas, 
as  encrespan  y  las  rizan. 
El  golfo  tomó  la  nao, 
Aun  sin  tocar  en  las  islas 
Hallorca,  [biza  y  CerdeSa; 
No  a  causa  de  la  enemiga 
Oposición  de  los  puertos 
l>e  Francia ;  qne  Wn  podia , 
Viniéndose  tierra  fi  Uem, 
Tomar  puerto  en  sos  marinas , 
Porque  eo  las  eiwmistades 
De  las  coronas ,  militan 
En  la  campaña  tas  armas, 

V  en  1;  pax  la  cortesía  : 

Y  asi,  con  salvoconducto 
General  en  sus  okilicias . 
Fraotía  esperé  i  nuestra  reina. 
[Qué  bien  lidian  los  que  lidian 
Para  vencer,  coando  vencen. 
Aun  menos  que  cuando  obligan! 
—  Ñas  00  puedo  deteaeroie 

En  referirlas  festivas 
Demostraciones  que  Francia 
La  leoia  prevenidas.  — 
El  golfo  lomó  la  nao, 
Traveodo  siempre  benigna 
En  ios  vientos  y  loa  mares 
La  fortuna ;  porque  mira 
Que  con  solo  este  festejo. 
Que  hace  á  España,  se  desquita 
De  otras  peoas  que  la  debe 
La  vanidad  de  bi-  — '"' 


EdÜ: 


lapaz 


K)  que  la  impele , 
Ya  del  viento  que  la  inspira, 
ires  sulca  de  España, 
is  campos  divisa 
Los  celajes,  que  quisieran 

Sne  el  mar  en  sus  ondas  frías 
uéspedes  los  admitiese. 


I  iluéspedei 

Porafie  ut 
I  Golfos  de 


verde  esmerald: 

I  Ya  el  mar  saluda  i  la  lien 
I  Va  la  tierra  al  mar  se  huo 

Sifodo  la  primera  que 
I  Sus  reales  plaiitas  pisan, 
I  Denla.  jOb  tñ,  mil  veces 

Felice,  pues  en  tu  orilla 
j  Hoy  de  la  concha  de 


byGooglc 


Saos  la  perla  mas  rica ! 
Querer  que  ;o  (ligí  abora 
La  inaji^&Ui(l  <le  las  vitlas. 
El  séquito  de  su  corle. 
Las  galas  ,  las  bizarrías , 
f.{  amor  de  sus  vasallos, 
ne  sus  reinos  la  alegría. 
No  es  posible,  si  no  es  que 
Con  la  voi  de  todos  diga 
Que  esie  repetido  laxo , 
Ku  quien  de  esposa  ;  sobrina 
El  uudo  apretó  ilus  veces , 
,  Con  propagada  faiuilia. 
Para  bleu  cotnun  de  üspailia 
VenluTOSOS  siglos  «iva. 

No  luve  gusto  ma>'or. 
Estad  atura  tos  atento. 
— (^n  el  general  coaiento 
Digno  í  su  lealtad... 

ESfXHA  X 

HERNANDO.  —  Dlcbos. 


GUÁRDATE  DEL  AGUA  MANSA. 

I  SiD  alabamie  nbwuiio 
!  Belleías  ni  blzarrias ; 

8ue  aquestas  damas ,  les  digo 
ue  son  cosas  de  un  amigo. 

i  (Ap.  ¡Qué  poco  mis  alegrías 
Duraron!)  ta  sequilaron 
D<!  la  ventana .  (Ap.  Porqué 
Yo  llore  su  ausencia  fué. 
La  primer  cosa  que  bailaron, 
¡Cielos  1  mis  penas ,  ba  sido 
bellas  la  causa.  ¡Ajdeml!) 

non  fchko.  (Ap.) 
La  primer  cosa  que  vi, 
Ks  por  la  que  aqui  be  venido. 

(Sale  Hernmio.) 


\  la  ventana  han  salido, 

V  desde  esta  puedes  ve  I  las. 

Perdone  la  relación. 
Pues  dice  i  voces  la  bma  : 
*  Antes  qne  todo  es  mi  dama  >, 

V  después  habri  ocasión 
Para  ella;  que  ver  deseo 
Qué  cosa  son  mis  vecinas. 

(A$imate  d  la  veatana.\ 
¡Vive  Dios,  qne  son  divinas ! 

Veimoslas  lodos, 

(Liega  Don  Juan  á  mirar. 

(Ap.  ¡  Qué  veo '. 
Ella  es.) 

Pues  las  visteis  vos , 
A  mi  me  dejad  llegar. 

(Uega  Do»  Pe4r«. 

A  fe  que  ha;  bien  que  admirar 
En  cualquiera  de  las  dos. 

(Ap.  ¿Qué  es  lo  que  veo?  EKa  es ;  Ciekx! 
Cran  dicha  lia  Eido  venir  {A  Don  FélU. 
A  Tiiestro  barrio  i,  TÍvIr. 


{Ap.  Finja  mi  pena  amorosa.) 

Cualquiera  es  dt^llas  bermusa, 

iVaie  Hemanio.) 

lOjen  TuesarcedesT Pues 
Bizarras  j  hermosas  son , 
Quítense  de  aquí,  porquá 
6on  muv  tiernos  pare  que 
Les  dé  mi  jurisdicción. 
A  SU  dama  cada  uno, 
Pues  esün  enamorados ; 
Déjenme  con  mlii  cuidados. 


La  mesa  espera,  señor.  (Vote.) 

Vamos  t  comer,  que  aunque 
Tan  enamorado  esté. 
Tengo  mas  bambre  que  amor. 

Don  iDAN.  (Ap.  i  Doa  Füix.) 
Aunque  de  burlas  habíais, 
Sabi^d  que  de  mi  fortuna 


UnaeE 


.  (Vase.) 


Aunque  tan  de  humor  esliis. 
Por  ai  ó  por  do  .  sabed  que 
Una  de  las  dos ,  por  Dios , 
Es  ia  que  tigo.  {Vete.) 

ixm  Huí. 
Adiós,  dos. 
¡Qué  corta  mi  dicha  fué! 
SI  DO  es  que  nos  misma  sea 
IQue  aun  peor  que  esto  sería) 
La  que  uno  y  oiro  quería. 

k'  Plegué  i  Dios  que  no  se  vea 
mpeüado  en  los  desvelos 
De  dos  amigos  mi  booor, 
Y  pague  celos  y  amor 
Quien  no  tiene  amor  ni  celos.    {Vate.) 


Salí  ís  caía  da  Dan  Alimsa. 

ESCENA  XL 

CLARA  T  EUGENU. 


¿Por  qaét 

■DGENIA. 

Cnanto  t  lo  primero, 
Porqpe'este ,  Clara,  es  el  barrio 
Donde  de  la  corte  habitan 
Los  pijaros  solitarios. 
A  los  potos  de  la  nieve 
Caía  mi  padre  ba  tomado  : 
Fresca  vecindad!  Agosto 


Tosté  esii  JubUco  i  Cuco*. 
Pero  en  Hadríd ,  iqné  qoieiad 
Ha;  como  el  ruidof ;  i<iaé  cnadro, 

Aunque  con  mas  tulipanes 
Que  trajo  eitranjero  majo. 
Como  una  calle  que  tenga 
Gente ,  coches  y  caballos, 
Llena  de  lodo  el  invierno. 
Llena  de  polvo  el  verano, 
Doade  una  mujer  se  esté 
De  la  celosía  en  los  laxos, 
Al  estribo  de  un  balcón , 
A  todas  horas  paseando  f— 
Gnes  iqué  los  adornos? 

De  terciopelo  eate  estrado 

V  sillas  j  con  su  alfombra , 
De  granadino  y  damasco 
Estas  camas,  los  lapices 

De  hueoa  estofa ,  j  los  cuadros 
De  buen  gusto ,  y  el  demás 
Henaje ,  Eugenia ,  ordinario , 
Limpio  y  nuevot  Pues  ¡,  qué  quieres? 

Buenos  son ;  pero  diei  aflos 
De  indias  son  mucho  mejores. 
Yo  pensaba  que  el  adagio 
[)e  tener  el  padre  alcalde, 
Era  niño  comparado 
Con  la  suma  dignidad 
De  tener  el  padre  indiano. 
Fuera  de  que  eiUre  estas  cosas 
Que  tü  me  encareces  tanto, 
La  mejor  cuadra  y  mejor 
Alhaja  es  la  que  uo  bailo. 

i  Cuáles  aon  ? 

Coche  j  cochera, 

gue  ella  en  Invierno  y  verano 
s  la  mejor  galería, 

V  el  mas  hermnso  Irasto. 

iQué  Indias  hay  donde  no  hay  coche? 

;  Aquí  de  Dios  y  sus  santos  I 

I  Que  ensayados  (rae,  no  ha  escrito. 

Muchos  pesos?  Pues  veamos, 

SI  00  ban  de  hacer  su  panel , 

{Para  qué  se  ban  ensarado? 

C"l  aon  i  tn  padre  reserva 
titira  de  tus  labios? 
¡Jetos  mil  teces ! 


Le  agradezca  el  agasajo. 


Advierte ,  Eugenia ,  que  esiamox 
Va  en  la  corle ,  y  que  el  desp«ju. 
El  brío  y  el  desculado 
Del  buen  susto,  aqaiea  delito; 
Que  aquí  din  los  cortesanas 
Estatua  al  honor,  de-  cera, 
Y  i  la  malicia,  de  mármol. 


No  diso  que  no  sea  bueno 
Lo  galante  v  lo  bizarra ; 
Pero  iqué  importa  si  oo 
Lo  parece  T  Y  no  es  tan  malo 
No  ser  bueno  y  parecerlo, 
r«mo  Sirio  j  no  mostrarlo. 
El  honor  de  una  mujer,  , 

Y  mis  mujer  sin  estado , 
Al  mas  Qcd  accidente 
Suele  enfermar,  y  no  baj  anpo 
De  nieve  que  mas  aprisa 
Aje  su  tez  al  cootaclQ 
De  cualquiera  ;  planta  no  hij, 
tjue  padezca  los  dc|miTOi 
u,nt,z9dfiyG00glc 


HupTe*lo:qae  sin  i-I  cieno, 
Basia  i  marclitiarla  el  austro. 
Cuantos  liis  versos  cekbraii , 
Cuantos  tus  donaires ,  cuuiitos 
'l'u  iogenio,  soij  los  ¡irimiTOB, 
Engeuia ,  que  al  niismu  puso 
Oue  le  íisoiijean  i:i  gusto. 
Te  murmuran  el  recato, 
Hemataiulo  en  nieiinsjjii'cín 
Lo  mismo  que  om|)ieitu  aiilauso. 

V  ana  mujer  como  tú 

No  ha  <lc  ex|ioiierse  i  los  dan  a 
De  tfae  parczea  ilelito 
Nada  ,  irf  le  sea  notado 
Hacer  [iroresion  de  risa , 
Que  tan  presto  ha  de  ser  llanto. 
;. Hasta  lioy  en  carta  de  dote, 
ICugeiiia ,  ha  capitulado 
La  gracia? 

lUOlKU. 

Qaam  mihi  el  vebit 
Praslare  se  ti;  Ita  olvidado. 
Para  acahir  el  seruioa 
Con  lodos  sus  a|iaralos. 

V  para  que  de  una  (m 
1>i-niiis  al,  tema  de  roano , 
ll»s  de  saher ,  ('Jara ,  que 
l^s  non  fageáet  de  anuBo 
Que  liabiaroo  con  las  doncellas 

V  lus  deutas  deste  caso, 
(Uin  las  calzas  atacadas 

V  lu<  cuellos  se  lle>aron 
A  Simancas ,  donde  ¡racen 
l'^iiire  mniirifiilos  legajos. 
tlDH  tCscrupuio  de  honor 
l-'ué  un  iiesadisiino  hidalgo, 
t'.ujos  privilegios  ya 

Na  se  léii  de  puro  rancios. 
Yo  he  de  vivir  en  la  curte 
Sin  melindres  y  sin  ascos 
I>eí  qué  dirán ,  porque  sé 
Que  no  dirAo  que  bice  agravio 
A  mi  pundonor;  ¡r  asi, 
Uerriuado  al  hombro  el  maitU), 
Descollada  la  aliiveí. 
Atento  el  desembarazo. 
Libre  la  cortesanía , 
He  de  correr  1  mi  saUo     ' 
Los  siempre  trtuquilos  goiTos 
l)e  calle  Mayor  y  Prado , 
Cnsaria  de  cuantos  puertos 
Ilaj  desde  Atocha  á  Palacio, 
liso  nuevo  no  ha  de  haber 
Que  iKi  le  estrene  mi  garbo  : 
i  Amiga  sin  coche!  Tale; 

V  ¿sin  chocolate  estrado! 
No  en  inis  días ;  porque  sé 

8ue  es  el  consejo  mas  sano 
I  mejor  amigo  el  coche , 

V  él  el  mejor  agasajo. 

Las  fiesta*  do  ha  de  saberlas 
Mejor  qae  yo  el  calendario  : 
Brsde  el  Ángel  Ji  San  Blas , 
Desde  el  Trapillo  i  Santiago. 
Si  picaren  en  el  dote 
.  Los  amantes  cortesanos. 
Que  enamorados  de  si 
Hat  que  de  mt  enamorados , 
He  festejen ,  has  de  ver 

Sue  al  retortero  tos  traigo, 
acieodo  gala  el. rendirlos, 
i  V  vanidad  el  dejarlos. 
Todo  esto  qniero  que  tengas , 
Clira,«nleDdldo;  ■j  si  acaso 
Vitres  en  mi... 


KDIAS  DK  büN  PEDRO  CALDEItlW  DE  LA  llAUCA. 
I  ESCENA  XIL 


Pediros  albricias  puedo. 

US  DOS. 

¿Deqné! 

De  la  mejor  dicha, 
Mayor  bien ,  mayor  conten'to 
Que  sucederme  pudiera , 
Después  de  llegar  i,  veros, 
üou  Toribio  Cuadradillos, 
Hijo  mayor  y  heredero 
l)e  mi  lieFinano,  mayoratgo 
Del  solar  de  mis  abuelos, 
Llegar!  al  punto  :  aua  posta 
Que  se  adelantó ,  me  ha  hecho 
H elación  de  que  ahora  queda 
Huj  cerca  de  aquí. 

Por  cierto 
Que  pensé  «fue  habia  venido , 
Según  tu  encarecí  mi  eúlo , 
Algún  plenipotenciario 
Con  la  paz  del  universo. 


Hari-Nuao. 


ESCENA  XIU. 


iQuÉ  me  mandas? 

Aderécese  al  momento 
Aquese  cuarto  de  ahajo, 

V  esté  aliñado  y  compuesto. — 

Tú  i  Brígida!...  {Uamanito.) 

(Sale  Brígida.) 
Saca  ropa 
De  la  excusada. 

akiciDit. 
Va  tengo 
Un  azafate,  que  pueden 
Beber  su  holanda  los  vientos. 

{Vente  Mari-Ñuño  y  Brígida  ¡ 
nnN  AiAiKsa.  {Uamando.) 
iOtihez! 

(Sale  Otáñet.) 

Señor... 

Buscad 
Algo  de  reg.ilo  presto. 
Para  que  coma  en  llegando. 
(Vate  Oiáñti.) 

V  1  las  dos,  hijas,  os  mego 
Le  agasajéis  mucbo.  Ved 
Que  es  vuestra  cabeza ;  y  creo 
Que  seri  la  mas  dichosa 

Li  que  le  tenga  por  dueño , 
Pues  serl  escudera  suya 
La  otra.  (^p.  Asi  inclinar  pretendo 
A  Eugenia.) 

Vo  desa  diclia 


iPalscdad  conmigo,  Clara? 
I  Va  en  el  portal  hay  estrnenilo. 


ESCENA  xnr. 

DON  TftIlIBIO,  OTASEZ  —  DON 
ALONSO  T  SUS  HUAS. 
SON  TORIBIO.  (Denira.i 
í  Vive  aqui  un  señor  lio 
Qoc  yo  en  esta  corte  tengo , 
Con  dos  hijas,  por  mas  señas 
Con  quien  i  casarme  vengo. 
De  dos  launa,  como  apuesta! 

OTiÍEz.  {Dentro.) 
Esta  es  la  casa. 


Que  es  él  sin  duda.  Llegad 
Conmigo  al  recibimii^nto. 
{Potan  lot  iret  detie  la  tala  al  reríbi- 
Inienlo,  que  ettá  enel  fondo  del  teatro.) 

bon  TOiiBio.  {Deutre.i 
;YesiiacJi? 

orí^Et.  (Dentro.) 

En  casa  esti. 

Do:c  TOHiBio.  (Dentro.) 

Ten  ese  estribo ,  Lorenzo. 
1  {fíoa  Atonto  va  á  eneaatrarte  con  Don 

I      Taribie;  Eugeniau  Clara  aiiranpor 
i     la  puerta  hdcia  afuera.) 

I  EUGINIA. 

■■  jiesus!  ¡qué  rara  Ggura! 
Tú  tienes  razón  por  cierto. 


i  Ay ,  que  ci 
En  munnuracion ! 

( Vaetve  Don  Monto  con  Bau  Toribio , 
vetUda  de  camino  ridieulamenU.) 

nos  ALONSO. 

Conlento, 
Sobrino  y  señor,  de  ver 
Que  haya  concedido  el  cielo 
Esta  veniara  A  mi  casa. 

Salgo  alegre  i  conoceros 
:  Por  mayor  pariente  della. 

DON  TORIBm. 

'  Pues  bien  poco  hacéis  en  eso; 

Que  en  el  valle  de  Toi-anzos, 
,  Desde  tamaBito,  tengo 

El  ser  cabeza  mayor 
:  Adonde  quiera  que  llef-o. 

¡  Llegad  ;  ved  que  vuestras  primas 
Desean  mucbo  conoceros, 
I  Y  han  salido  i  recibiros. 


i  Vos  seáis  muy  bien  venido. 


"■eix-igic 


lOóino  venís* 

Muy  cansado ; 
(Jue  Iralgo  uti  macho,  oa  prometo, 
De  t»n  mal  asiento,  que 
We  lia  Iwclio  á  mi  de  mal  asiento. 
( Paian  drí  recibimUitio  i  la  tala. ) 


inoserímas  tiueno 
,  P,\  trocarlo ,  v  que  me  den  « 

:  De  comer  mientras  me  sienta? 

Pero  por  no  Mr  porliado,    {Slfntate. 

Que  os  sentéis  los  tres  oirnego; 

Uue  yo  (le  cualquier  manera 

Estgj  bien. 

¡LluJodespejol 
UiGEÚA.Í4p.  á  Clara.) 
iEiUesmicabeía?   ' 


BOGEKU. 

En  aqoeste  instante  creo. 
Cierto ,  que  soj  loca ,  pues 
Tan  mala  cabeza  tengo. 

Finilnente ,  primas  mías , 
Como  digo  de  mi  caento , 
Parece  que  sois  hermosas, 
Ahora  que  caigo  en  ello ; 
V  tanto ,  que  ja  me  pesa 
Que  seáis  á  la  par  tan  bellos 

i  Por  qué? 

non  TOMBIO. 

Porqué.. 

Uas  eiplíqaeme  dq  ejemplo. 
Escriben  los  naturales 
Que'paesto  uu  liorrico  en  medio 
Ge  dos  [tiensos  de  cebada , 
Se  deja  morir  primero 
(Jue  baga  del  uno  elección. 
Por  ma»que  los  mire  hambriento  !  ■ 
Vo  asi  en  medio  de  las  dos , 
Que  sois  mil  mejores  4iieiisos , 
No  sabiendo  i  culi  llegue  iates. 
He  quedaré  de  hau.bre  muerto. 


1  Buen  concepto  j  coriesan^ ! 

,         «OCHI*.  ÜP.) 

De  borrico  es ,  por  lo  menos. 

DOn  TORIBIO. 

Has  remedio  ha;  para  todo. 

iNo  ha  de  traerse,  i  lo  que  entiendo , 

lio ,  una  dispensación . 

Por  raiton  del  parentesco , 

Para  la  una? 

.     Claro  esu. 

■M.^TORISIO. 

Pues  traigan  dos,  qbe  jo  quiero 
Dar  el  dinero  doblado ; 
Y  desa  suerte ,  en  teniendo 
Para  cada  una  la  suya. 
Casaré  con  ambas.  Pero 


GUÁRDATE  DEL  AGUA  MANSA. 
I  ¡Ah  sil  que  se  me  olvidaba. 
U<iómo  esilis,  saber  deseo, 
Vos  y  mis  señores  primasT< 

Muy  alegre  y  mu»  contento 
De  vrT  mi  casa  y  mis  hijas, 
V  á  vos,  liara  que  seáis  dueBo 
[)el  Truto  de  mis  trabajos^ 

Wi  TORISIO. 

Eso  y  mucho  mas  mereico. 
Si  vierais  mi  ejecutoria , 
Primas  míat ,  os  prometo 
Que  se  os  quiuraii  mil  canait. 
¡Vestida  do  terciopelo 
(.armesl.y  alli  piulados 
His  padres  y  mis  abuelos. 
Como  unos  sanlicos  de  Horas !... 
Eq  las  alforjas  It  tengo. 
Esperad,  iré  por  ella. 
Para  que  veáis  que  no  os  miento. 

ESCEHA  XT. 

HARI-NUÑO.  — UiCHos. 

■ARI-R('!t0. 

La  coniida  esli  en  la  mesa. 
(E^dnlate  Dan  Toribh  denerú  Kari- 

Suño.) 

DOUTOIlilIO. 

¡¡A_y,  señor  tioliquíes  estn? 
I  i  Trajisteis  este  animal 
be  las  Indias  t  que  no  creo 
:  Que  es  hombre  ni  mdjer,  y  hahla. 


■Aai-nuflo.  (Ap.  dEnfenia.) 
Ingenio 
Cerril  tiene  el  primo. 

Ño  es, 
Sino  tonto  por  extremo. 


No  me  baga  mal  hijodalgo 
De  comedís,  si  me  acuerdo. 

HticnuSo. 
La  mesa  está  puesta. 


ilY  dónde 
Tenéis  la  mesa  1 

aiai-HD^o. 

Allá  dentro. 
DON  roaiuo.     . 
No  sé  si  lo  crea. 

i  Por  qué* 
Don  rouBio. 
Porque  la  instrucctou  que  tengo 
Es,  que  no  me  crea  de  dueñas. 
Pero  yo  lo  veré  presf 
Perdonadme ,  que  no  so* 
Amigo  de  cumplimienicñ.  '      (Vate.) 


■AKI-TItlÜO.  íAp.) 

El  no  es  galán ;  pero  es  puercn. 

■DQENl*.  (Ap.) 

Las  guardas  de  p«sie  i  cünio 
Entrar  le  d^aroo  dentro  1 

i  De  qué  estáis  tristes  las  dos  T 

Yo  de  nada. 

Va  iis  entiendo. 
:0s  habrá  «!  estilo  y  traje 
Desagradado  !  l'ues  esto 
Es  lo  mas  y  lo  mejor 
(¡ae  tiene  :  vei'éis  cuan  presto 
Le  mejoran  corte  y  trato. 
Los  mas  tienen  asi,  y  luego 
Son  los  mas  agudos.  Has 
Explicaros  cuan  contento 

Y  alegre  estoy,  uo  es  posiWe , 
De  ver  que  vuelta  i  mis  nietos 
La  casa  de  mis  mayores. 

Don  Toribio  ;  vive  el  cielo ! 
S«  ha  de  casar  cni  la  una. 
Sin  pensar  la  otra  [lor  eso 
Que  no  ha  de  casar  con  otro 
Como  él ;  porque  no  quiero 
Que  lo  que  ¡i  uil  me  ha  costad  ■ 
Tanta  fatiga  y  anhelos. 
Me  malbarate  un  mocito 

Sue  gaste  en  medias  de  pelo 
as  que  vale  uu  mayorazgo. 
Si  viera  por  uu  sombrero 
De  castor  dar  veinte  ó  irciiila 
Reales  de  i  oclio  yo  a  mi  yerno 
Sacados  de  mi  sudor, 
Perdiera  mi  entendimiento; 

V  asi  no  hay  que  hablar,  sino 
Persuadiros  desde  luego 

de  a«r  esposos  vui-stros.    {Voi 

Primero  pierda  la  vida. 
edcehu. 
La  vida  no ;  mas  primero 


JORNADA  SEGUNDA. 

SslKnusidcDoDFtlli. 

ESCENA   PHIIHCSA. 

DON  FÉLIX.  OO.V  JUAN.  HERNANDO. 

DOS  FÍLIX. 

jCómo  habéis,  Don  Juan,  pasado 
La  noche T 


Que 
Han 


Don  Péli] 


i  Cómo  pudiera. 


.Siuo  mu)*  bien,  puesto  que  ella 
De  mi  tiisieza  no  tiene 
La  culpa  1   - 

Don  Hux. 


No  sé  cómo  os  la  encarezca. 
Desde  el  insuntc  que  vi 
DON  ALONSO,  CURA,  EUGBNIA,   I  l-^sa  diiina  belleta 

HARI-NUftO.  !  Qoe  ano  en  mi  memoria  vive 

[  A  pesar  de  tanta  ausencia, 
I  Todas  aquellas  cenizas. 
Que  entre  olvidadas/ 


'ttíRsglc 


CUHEDUS  DE  DON  PEIHIO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


Aaa  iH>  imgné  qoe  eran  bnmo , 

Uinu  han  tíúo  :  de  manera 

(fue  coDod  que  ban  esudo 

£ii  ocioso  fuego  euvDellaii 

Tibias ,  pero  bo  apagadas  ; 

Calladas,  pero  no  muerUa. 

No  Tolvl  a  verla  ajer  larde. 

Porque  uo  votvi6  i  la  reja; 

V  »ii,  boT  coD  la  esperaoia 

Ue  aoe  siendo  (lia  de  Uesta 

No  dejará  de  lalir. 

He  madruKado  por  rería. 

A  la  pueria  de  la  calle 

Vo;  ■  esperar  que  amaaeica 

Üeifuadu  tol  para  rol. 

Vos  baced,  pur  vida  vuestra. 

Puesto  que  no  iniporla  el  caio, 

ItaeuadaDouPedroeiitieuda.   {Va*e.) 

jflabrl  bombre  lan  necio  como 
Kl  que  bailar  memorias  pieusa 
'    Eu  uua  mojer,  al  cabo 
De  lautos  aüoa  de  ausencia  T 


DéltleqQe  coü  so  engaso 
Vh». 

Un  cortesano,  qae  era. 
Decía,  el  engaüo  la  cusa 

Sue  mas  ;  que  menos  cuesla. 
I-amos  eslulro  doliente 
En  qué  estado  esta,  jra  que  esU 
Casa,  de  locoi  de  amor 
S«  lia  vuelto  convalecencia. 

ESCENA  IL 

DUN  pEUltU.  —  ÜÜ>  KELIX, 
UlíltNAHDU. 

iQttibay,  Doo  Pedro!  Baeooadiai. 

Faena  serí  que  lo  sean, 
Hecitiiéndolus  de  vos 

V  en  vuestra  casa,  por  vuestra  , 

V  por  la  diclia  de  e«tar 
Uis  «Sperauícas  tan  cerca. 
Ko  créréis  cuánto  ¿oioaú 

V  araño  estoy  de  que  sea 
Vuestra  vecina  esta  duina; 
Pues  cou  eso,  cosa  es  cierta 
(fue  pira  verla,  Uun  h'élix, 
l)0(  mil  ocasjoues  tenga ; 

V  por  lio  perder  uiiiguna 
Voy  i  esperarla  i  la  puerta, 
faes  aia  duda  que  lioy  i  misa 
Habrá  de  talir  por  Tueru. 

En  ella  Don  Juan  aguarda. 

DON  PE  URO. 

Asi  se  barü  la  deshecha 

Mejor,  paseándonos  todos. 

Vos,  auniiue  llevaros  quiera  ^ 

tí  otra  parte,  uo  vais  i  pero 

l>e  suerte  que  nada  entienda.  (Yaaie. 


Cille. 
ESCENA  UL 
DON  FÉLIX  T  DOX  PEDRO,  eu 
trándatí  etn  DON  JUAN. 

íQué  baceta,  Don  Juan ! 


Pan  saber  á  qué  Iglesia 

Queréis  que  vamos  á  misa. 

(Ap.áil.  üaaqutnohagamosauseiKía.) 

Lo  mismo  le  decía  jo. 

Vamos  adonde  os  parezca. — 

NoM  vais.  Don  Ftíix,  de  aquí.  ( Ap.  i  M.) 

{Ap-  Desta  suerte  fácil  fuera 
Servir  un  bombre  i  dos  irnos , 
Mandando  una  cosa  mcsma..) 
Vuesarcedes,  caballeros 
Hdj  enamorados,  ipieosau 

Se  DO  ha;  mas  que  irse  j  llevarme 
da  cual  i  su  querencia  T 
Pues  no  i  vise  Dios !  que  boj 
Se  han  de  estar  doude  yo  quieta; 

Íue  quiero  yo  enamo«r' 
amblen  un  dia  en  conversa. 
y  asi,  hasta  que  mia  vedaas 
Salgan  y  vamos  tras  ellas , 
Para  ver  la  que  me  toca 
Festejar  (poes  cosa  es  cierta 
Que  yo  la  que  quiero  mas , 
Es  la  une  tengo  mas  cerca). 
No  se  Da  de  Ir  de  aqol  oinguoo. 


MR  puwo.  (Ap.  i  0»n  Filie.) 
:  Lindamente 
Habéis  hecho  la  oesbecba 
Con  Don  Juan ! 

bou  nui.  {Ap.  á  Don  Félix.) 

]  Bieo  con  Don  Pedro 
Desmentido  babels  mis  penas ! 

non  ríui.  {Ap.) 
Has  lo  bago  por  saber 

V  si  ce  la  que  de  las  dos... 
Has  no  prosiga  mi  lengua ; 
Qoe  es  tarde  para  que  á  ul 
Deidad  algooa  me  venza. 

Pues  ya  que  queréis,  Don  Félix , 


le  balde,  que  no  os  cueste 
El  pagamos  una  deuda 
Que  nos  debéis. 

Es  verdad, 
famosa  ocasión  esta , 

Pues  solo  para  b  a  ce  r  bora 

Son  las  relaciones  buenas. 
iKiii  ríLii. 
e  hnetgo ,  pues  asi 

Hablaré  un  rato  siquiera . 

Sin  que  á  la  mano  nie  vayan 

Con  amor,  celos  y  ausencia. 

— Otn  el  general  contento, 

Madrid ,  oigno  á  bu  llneu , 

A  SU  lealtad  y  su  amor. 

Oyó  las  relices  nuevas 

De  las  bodas  de  su  rey; 

Y  mas  cuando  supo  que  era 

La  divina  Mariana... 

Don  jv*a. 

Tened ,  que  dejar  es  faena 

Otra  vez  la  relación 

Para  otra  ocasión  suspensa. 

Por  qgél 

Porque  sale  gente. 


iColnlo  TI  que  se  me  qoedi 
La  relación  eo  el  cuerpo , 
y  rieoeo  otros  á  hacerla  T 

aON  PEDIO. 

Un  criado  es  e)  qae  sale , 
Qoe  i  an  amo  sin  dada  upe 


Y  aoaqoe,  couto  vos  aijlsteii, 
Caminao  cM  su  pereu 
Las  dichas ,  y  00  es  el  gusto 
Carreo  k  toda  diligeocU ; 


Ferdínauda,  Ínclito  Jáven, 
El)  qoien  la  sacra  diadema 
De  rev  de  romiinos,  presto 
Hará  la  elección  herencia. 
El  pues,  uo  del  poder  solo 
Uso,  mas  de  la  tWu  : 
Con  que  sirviendo  á  su  hennina, 
Hizo  de  la  corte  ausencia. 
Dejemos  eu  el  camino 
Las  dos  majestades  fque  esta 
No  es  la  acdon  qoe  i  yni  me  loca 
Va  qoe  vos  con  la  agudeta 
De  vuestro  ingenio  dijisteis 
El  aparato  y  grandeza!, 

Y  vamos  á  que  Madrid, 
Desvelada ,  Sel  y  atenta 
AI  servicio  de  sus  reyes. 

Que  es  de  lo  que  mas  se  precia. 
En  unto  que  prevenía 
La  osada  lid  ae  sos  Oestai , 
Convida  lo  mas  ilustre 
De  la  espaBola  oobteía. 
Para  una  máscara;  haciendo 
(Fuese  acaso  ó  dlligeneia) 
A  prop6«to  de  bodas 
Ceremoniosa  la  llesta : 
Porque  si  á  la  antigüedad 
Revolvéis  humanas  letras. 
Hallaréis  c6fflO  en  las  nupcias 
Aim  niénos  ilustres  que  estas , 
Coft  antorchas  en  las  mama 
Corrían  tropas  diversas 
A  quien  llamaban  preludioa. 
Invocando  la  suprema 
Deidad  del  sacro  Himeneo, 
A  cuvas  aras  las  teas 
SacriOcabaa,  cantando 
Epitalamios,  en  prendas 
De  que  á  aquellos  casamientos' 
Favorable  á  asistir  venga. 

V  asi  de  la  auUgñedad 
Tomando  Madrid  aquella 
Parte  festiva ,  y  dejando 
La  gentílica  depuesta. 
Usó  el  regocija  solo , 
"ajorando  Ilustre  v  cuerda 
-  rito,  puei  que  faé  daoda 
Al  cielo  gracias  inmensas 
[te  sus  dichas,  cuyas  vocea 
Variamente  llsonjeraa, 
Fueron  el  epitalamio 

Oue  España  cantó  contenta. 
En  múüca ,  que  es  confusa , 
Has  dulce,  si  no  nías  diestra. 
En  toda  mi  vida  vi 


cGooglc 


Tan  bennou  (ropa  bella. 
Como  la  miscara  Junta , 
Cuando  al  compás  dé  Iroropetas , 
Clarines  jr  chirimías 
Empezaron  i  moTerla 
Los  dos  [k4o9  que  de  Egpafia 

V  de  Aleinaala  susunlan 
La  poli  tica,  bieo  uomo 
Dando  uenerosas  muestras 
De  que  Alemauia  y  Espaúa 
Por  lodo  el  tiempo  interesan  , 
Una  en  que  tal  prenda  da, 

y  otra  en  que  admite  tal  prenda. 
Bien  qifisiera  ;o  piutarlai; 
Pero  auuque  m^  lo  pretenda , 
Ko  es  postile,  si  uo  es 
Que  la  retórica  qflicra 
En  sus  Ogonia  prestarme 
El  uso  de  sus  licencias , 
Comelieodo  una  que  llamaii 
Tropo  de  prosopopeya ,         ' 
Que  ea  cuaudo  la  uo  posible 
Bajo  ohjeto  de  la  idea , 
O  callando  se  imagina, 
O  hablando  se  reprt;senla- 
Porqne  sí  no  es  que  linjaia 
Allá  eo  la  raulasia  vuestra 
Bajar  de  púrpura  un  luoiilo, 
Arder  de  plata  ana  scWa , 

V  de  sella  ;  monte  luego 
Formáis  un  monstruo,  que  i  tuerza 
De  nuevo  metamorfosis 

Todo  en  foego  se  cootteria , 
Ño  podréis  iniauiíiar 
Cámo  aquel  peñasco  era 
De  luí  y  uácar  y  ¡iL-iia , 
En  cuya  abrasada  selva 
Fueron  las  plumas  las  flores, 
y  las  hacbas  las  estrellas. 
Tan  iguales  lodos  juntos 

V  cada  uno,  que  nu  hubiera 
Pareja  que  puder  darles. 

Sí  ellos  mismos  uo  se  liubierau 

Ellos  mismos  sus  parejas. 
Cuando  del  uu  puesto  al  otro 
Corrían  las  tropas,  eran 
DisuellA  eibalacioiies 

V  dilatados  cometas. 

Tan  hermosa  fuá  la  noche, 
Que  el  dia  entre  iiardas  nieblas 
Sucediú  por  machos  dias 
La  faz  de  nubes  culiierta  , 
Llorando  lo  que  lluvia, 
O  de  envidia  ó  de  vergüenza. 
Hasta  que  desemiieriada 
VMsuiuzconlahellexa 
Del  dia,  que  tía  la  plaza 
Para  los  loros  dispuesta. 
Porque  aunque  su  hermoso  circo 
Siempre  ba  sido  heroica  atrenla 
De  cuantos  anSteatros 
Roma  en  ruina  noa  acuerda. 
Nunca  con  mas  causa,  pues 
Nunca  se  vio  su  grandeza, 
A  fuer  de  dama,  ni  mas 
Despejada  ni  mas  bella 
Ser,  que  cuando  viú  que  1  tropas 
Ocupaban  la  palestra 
De  los  lucidos  criados 
Las  adornadas  catervas , 
Que  como  i  triunfo  trajeron 
Lm  grandes  héroes,  que  eu  ella 
La  suerte  han  hecho  precisa  ;* 
Porque  ya  el  acaso  deja 
De  ler  acaso,  puet  ya 
Ka  Ti«ie  i  ser  shio  fuerza 
Ei  qae  ba  ucado  al  acierto 
Del  nombre  de  conüMenda. 
lO  he  de  nombra^ , 


Que 


GUÁRDATE  DEL  AGUA  HaNSA.^ 
I  Pintado  i  sus  excelencias. 

Los  desluciesen  aliora 

Cortedades  de  mi  lengua.  > 

Solo  os  diré  que  no  buho 

Bruto  que  armada  la  testa . 

La  piel  manchada,  arrugado 

El  ceño,  lienJida  la  huella. 

Dilatado  el  cuello,  el  pecho 

Corlo,  la  cerviz  inliiesta, 

üe  una  vez  escriba  osados 

Caracteres  en  la  arena. 

Como  quien  dice  :  «Esta  es 

O  vuestra  huesa  ó  mi  huesa  ,• 

Que  no  fuese  triunfo  Fácil 

Ui'l  primor  y  la  destreza , 

Del  que  mas  hidalgo  bruto 
,  Soberbio  con  la  obediencia, 
!  Dócil  con  la  lozanía , 
;  Sus  amenazas  desprecia 

Al  laclo  del  a(' 


(I  al  a 


>  de  la  ri 


adal 


Iluta;  que ( 
habiendo  ya 


00  qi 


Pues  ya  el  asía  y  ya  la  espada 
En  ambas  acciones  diestra , 
Airosamente  mezclaban 
La  hermosura  y  la  Üereía. 
feliz  acabó  la  larde, 
Quedando  Madrid  contenta 
Con  ella  y.con  la  esperanza 
De  que  su  deidad  se  acerca : 

V  asi,  solo  en  preTenciones 
Desde  entonces  se  desvela , 
Porque sirndo,  cqmo  es. 

La  corte  el  oeniro  y  la  esfera 

Suc  ba  de  merecer  lograrla 
as  suya,  desaire  fuera , 
Habiendo  de  naso  tantas 
Ciudades  hécliula  liesias. 
Exceder  ella  en  las  dichas , 

Y  las  otras  en  linezas  : 

Y  mas  estando  i  su  aplauso 
Las  naciones  exli-aiijeras, 
Odeeniidioaaspeudiiuiev, 
O  de  curiosas  atentas. 

V  asi,  la  prolijidad 

De  las  horas  oe  la  anuncia 

Gastó  solo  en  disponer 

Aparatos,  que  ahora  es  fuerza 

Que  yo  remita  i  mejor 

Pluma  que  oos  los  reliera . 

Diciendo  ahora  solamenta 

Que  la  señora  condesa 

De  Medellin,  de  Cardona 

[lustre  familia  ezeetu, 

A  Denla  fué  t  recibirla 

Como  mayor  camarera. 

Adonde  esperó  hasta  el  día 

De  la  deseada  nueva 

De  que  ya  su  Majestad 

(Que  Dios  guarde)  estaba  en  Denla. 

Aqni  el  señor  Almirante 

A  liarla  la  enhorabuena 

De  pane  del  Rev  salió; 

V  aunque  salió  a  la  líjera, 
Pué  con  aquel  lucimiento 
Digno  i  ser  quien  es ;  que  fuera 
En  su  eicelencia  muy  libia 

La  disculpa  de  la  priesa. 
De  deudos,  criados  y  amigos 
Fué  el  séouiío  de  manera, 

8ne  á  no  hacer  paKicolar 
lección,  pienso  que  fuera 
Dejar  sin  gente  i,  Castilla; 
Que  de  un  almiranle  della, 
:  Quién  de  ser  deudo,  ó  amigo, 
O  criado  se  reserva? 
¡Oh  felice  casa,  adonde 
kiitre  todas  tos  grandezas , 
El  afecto  es  ptlnmooío, 

Y  lo  bien  visto  es  herencia! 
En  este  iniermedio  poes 
Hizo  Madrid  diligencias 
Nw  aCecUias  en  árdeu 


A  que  lodo  se  preteoga 
Con  majestad  y  aparato, 
ParalaeiilrjdailaHehia, 
Asistida  dlgnameiile 
Di-lque  lio  la  festeja. 
Del  que  esposo  la  merece,         * 
Del  que  amante  la  celebra , 
Poniendo  a  sus  pies  dos  mundos; 
Pues  como  cuarto  planeta. 
Cuanto  ilumina ,  la  postra , 
Cuanto  dora,  la  sujeta, 
Corouindola  ires  vece», 
Esposa ,  sobrina  y  reina. 
Con  qne  hasta  el  felice  día 
Que  nuestros  ojos  la  vean 
Entrar  Iriunfanie  en  su  corte , 
Hi  relación  se  suspenda. 
Divertida  en  la  esperanza 
De  que  generosa  venga 
A  ser  Un  <lc  nueslr;is  ansias , 
Término  de  nuestras  penas. 
Logro  de  nuestros  deseos, 
ya  par  de  bs  dichas  nuestru. 
Con  felice  sucesión 
Ños  viva  edades  eternas. 
Do;i  iOAii. 
La  relación  con  el  tiempo 
"-!  ha  medido  de  manera, 
le  acabarla  y  salir  gente, ^ 


Si,  mas  no  la  que  esperamos. 

DOK  rtux. 
No,  porque  es  el  padre  dellas. 


iio:t  PEiiao. 
Nunca  hasta  ahora  le  vi,  [tía.) 

(Áp.  Que  yo  siempre  amé  ea  ni  anteu- 

;Qulíu  es  el  que  con  él  TÍeneT 


Con  quien  el  padre  desea 
Casar  una  de  las  dos. 

non  IDAS,  (Ap.) 


DOn  PCDHO.    (Ap.) 

Plegué  i  Dios  qne  no  sea  Eogcnfa. 
ESCENA  nr. 

DON  ALONSO;  DON  TORIBIO,  Mul- 
lía de  negro.  rWCKÍa.— DON  FÉLIX 
DON  JUAN,  DON  PEDRO,  HER 
MANDO. 

DON  riu\. 

Pasémonos. 


|Eo  la  calle  de  mis  primas. 
Sin  mas  ni  mas ,  se  paa«aa 

Digmz^dby  elogie 


OOUBDUS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  U  BARCA. 


Porque  ix 
He  b*  de  btbcT  pateante  en  c 
HipUDl«,DÍiniminl«; 

Y  mu  eiioa  ile  melena , 
Que  Filenoa  de  golilla, 
Uectarül   jbigotera. 
Andan  cerridM  de  lienM 

Y  trasparente»  de  piernas 


iC«Rio,i)üeDeoaqni 
SiHcasatT 

DOR  TMlBtO. 

Que  no  lai  tengan. 
oon  fílh. 
Faena  es  hablarle.  To  ll>>f;o , 
Pan  huena  ocasión  es  e*ia. 


Y  daros  la  eaborabaena 
De  baber  tí  barrio  Tenido ; 
Que  anoqne  exeoRirlo  debiera 
Huta  estar  en  nestra  casa 

Y  vlriUros  en  ella , 
El  alborozo  de  ter 

Qoe  tan  buen  vecino  tenga , 

Dllmr  M>  me  permite 

Que  k  in  serfido  roe  oítetet. 

KS  PEDRO. 


Goirdeos  Moa  por  la  merced 

£ue  me  hacoit ;  que  si  snptera 
a  dicha  de  merecerá* 
Tantos  fnvores,  h)il>ien 
Cumplido  mi  obligación, 
Vlaitlodte  en  la  vuestra. 
Conoced*  ni  sobrtaM, 
Que  qidera  qoe  desde  boj  mi 
VMMro  aermor. 

■OR  TOMUO.  (Áp.  á  Om  A¡«mo.) 
i  Yo  había 
De  ser  alh>|a  tan  pnereaT 
M»  ALAina. 
Eiu  es  aecdou  cortosasa. 

MH  toanio. 
Has  roe  bnele  i  corie-enlemu. 

'  BoniLomo. 
Llegad ,  Don  ToriUo :  ved 
Que  estos  seüoref  esperan 
Conoceros. 

{Utffa  th*  TtriUe.] 
H>n  ntM. 
En  noaolro* 
Tendréis  *to( 
Ito;  amigos  ;t.ri3iloa. 


Culrdeot  Koi  por  U  fimu. 


Al  cielo 
Graci»,  Di  mala  ni  bneni. 
Sino  asi  asi ,  entreverada , 
Coroo  lonja  de  la  pierna. 


üonToribto, 
Venid. 

I      iHiN  TORiaio.  ( Ap.  i  Dm  Al$nn.) 
jAqut  le  los  deJasT 

MIN  ALOFNO, 

¿Qué  he  de  hacerl 

Yo  lo  aé. 
umiumo. 

1  Adiindf 
Vas! 

A  dar  k  casa  vuelta. 

tAqoáT 


¿Han  de  quedarse  sin  misa? 


I  i  Jesús ,  j  oué  disparate '. 

'  Veiikl,  ventd:  no  lo  eoliendan 

¡  Esos  hidalgos. 

Par  Dios, 

Sae  si  por  mi  TOto  fuera , 
o  habían  de  salir  de  casa , 
Quisieran  6  no  quisieran. 
(foiiM  Dfñ  AUnte  y  Dm  Teribiú.) 

No  lé  cómo  fué  posible... 

Qne  la  risa  detenga. 
Viendo  al  primo. 

SON  rEVRD. 
¡  Qué  Bgnra 


Taari 


BON  JDAM. 

EitnBa  presencia 


De  novio. 

CLARA,_T_  BÜGKNU, 
I     ÑAÑDOr 


Mnrfui. 
Desde  aquí  podremos  verlu, 
(^mo  acaso. 


iQué  he  hecho  jro  para  no  andar 
(Jon  la  cara  descubierta! 
otXRu 


NI  i  vos  en  estas  ni  esoirut 
Vhablais  en  esotras  ;  estu. 

Pasemoi  ahora  al  descuido. 

DOn  JDtR.  (Ap.) 
¡  Oh  permita  amor  que  en  ella 
Al  terme,  estén  sus  memorias, 
Ya  que  00  vivas,  no  muertas! 

POH  PEDBO.  {Ap.) 

tOh  plegae  á  Dios   qne  se  obligiH! 
e  ver  que  be  venido  á  verial 

Adviene  que  llega  gente. 

V  bien,  la  gente  (roe  Hegí, 

jOué  se  lleva  por  llevarse 

Hacia  alti  esta  revereadaT 

(Soiuda  Eünenia.  Trae  tm  Hérno  f¡ 

la  mtne). 
M?.  Mas  ¡cíelas  I  ¿Qué  es  lo  que  nini< 


inJua 


I.  Yad 


Debió  de  ci_. 

V  nn  en  mi  duda  sola  esta. 
Sino  esiar  con  él  Don  Pedro. 
Aquesta  es  la  vez  primera       . 
Que  ha  sido  por  Ignorancia 
Amiga  la  competencia. ) 

DON  Tixa..  \Ap.  i  ¿I.) 
i  Cnil  es  de  las  do* ,  Don  luán , 
La  que  laolo  amor  os  ruesia  ! 

(Ap.  i  Dtn  Féüx.  La  del  pañuelo  en  la 
No  Tolvals  tan  presto  i  lerla  :  [mano. 
No  advierta  que  de  ella  hablamos. 

Y  porque  tampoco  advierta 
Dm  Pedro  mi  turbación...) — 

Vov  á  esperar  t  la  Iglesia.  {AUi.) 

{Ap.  á  Dim  Ftlix.  Qoedlos  ros  cou  él.) 

DOR  ftllí. 

Si  haré.— 
{Vate  DtñJuan ) 
DoD  Pedro ,  { cail  es  de  aquellasT 


La  qne,  eo  la  n 


IB  paÜDCh), 


Id  qi">i  ci 

DetcnMen. 

No  vdvalt  tan  presto:  no 

Conozca  que  hablamoa  della. 

Saediot ,  que  porque  Do  dé 
I  amor  i  Don  Juan  sospecha , 
Trasélvoj.  (Fow.) 

MN  riui.  {\p.) 
Ya  sé,  1  lo  iDénot , 
Que  la  dan»  es  una  metma. 


Shi  pañuelo  me  he  ««nido,  ' 

^,i,z9db- Google 


A  mi  e<  venir  ilescubiertí , 
PoM  por  li  fué  «Dcaetilro  acaso. 
Que  roe  btjaa  visto  me  (ma. 
{T^tít,  y  da  el  pañuelo  d  Clara.) 
uon  riLii.  (Ap!) 
Yi  po«do  ver,  pues  que  UDgo 
Nombre ,  seBa  j  contraseña, 
CnJil  ei  la  dama  que  adoran. 


ffitn^l]'qDé  condición! 
I'—    -- 


aa  es  que  no  se: 
I  le  pudres  de  te 


DON  FÉLIX,  HERNANUU. 

DO»  riLEE. 

¡Oh  cninlo  he  seolldo  verla ! 
Que  aunque  estoj  con  el  cuidado 
De  que  aqueaia  competencia , 
Etdja  qneee  declare, 
Na  de  parar  én  pendencia  ; 
Siendo  la  dama  una  misma , 

Ver  que  du  las  dos  ha  sido , 

Aonque  entrambas  son  tau  beliat. 

La  que  me  lo  pareciú 

Uas,  cuando  la  vet  primera 

Vi  i  las  dos  en  la  vmiana. 

Pero  eiio  ahora  no  es  de  esencia , 

Qoe  yo  acabaré  conmigo 

Qae  mi  honor  i  mi  amor  venza, 

üino  acudir  ti  estorbar 

Que  í  desengañarse  vengan. 

En  tanlo  uue  yo  i  ta  mira 

Discurro  de  ijué  manera 

Entre  dos  amigos  que  hacen 

DemicoDaao£a,deba 

Prevenir  el  lance,  haciendo 

A  su  eslorbo  diligencia.  (.Vaie  ) 

EBCBHA    Vn. 

DON  TORIBIO  t  DON  ALONSO. 

non  ALONSO. 
íA  qué  volvéis  aquí  ? 

DON  toiíaio. 
-    .       ,  iAqu* 

BewTolveripeseiml! 
Sino  i  escombra  rloa,  si  aquí 
BaiiD  hw  que  aqui  dejéf 


¡Qué  mi 
Qnereis  qne  i  un  hidalgo  vaya , 
QM  ver  que  liolgaianes  lia  va 
AdoDúe  ha j  primas?  " 


Tan  necia  locura  tI. 

En  UadHd  ¿quién  r^parA 

Si  ha.v  gente  en  la  calle  ? 


GUÁRDATE  DEL  AGUA  MANSA. 

DON  ALOMO. 

i  por  qué? 


Venia  determinado. 

Pues  ( qué  era  vuestra  iMeodon  ? 

DON  TOtlRIO. 

Solo  ver  si  la  ancblcorla, 
Como  en  capeniias,  cor.ia 
l£n  somijreros  de  castrón. 

BO.I  ALONSO. 

Vos  iqaé  tenéis  que  lemer, 
Pura  llegar  k  ese  exiremot 

PON  TOIIBIO. 

Uucho  tengo  jr  na<la  temo ; 
Que  desde  que  ll<-gué  i  ver 
De  mia  primas  los  ilus  ciclos. 
Si  verdad  digo ,  señor, 
Tengo  k  Eugenia  lamo  amor, 
Que  auD  ios  hombres  me  dan  «los 

Aunque  eeas  cosas  me  dait 
Bnthdos,  he  agradecido 

8ue  oa  enlreb  i  ser  mariüu 
or  las  puertas  do  galán. 
Pero  ha  do  ser  con  cordnrs ', 
Que  celos  no  ha  de  tener 
Cu  bombre.de  su  mujer. 
DOif  TOHiaio. 
Pues;de  cuil!,de  la  del  cura? 

Dejad  delirios,  por  Dios, 
V  baste  saber  di- mi, 
Si  es  Enseiiia  la  que  aqui 
Os  agrada  de  las  dos. 
Que  Eugenia  vuestra  seri... 
(Ap.  Que  es  lo  que  )o  deseaba.) 


Con  esc  el  r 

Que  el  verlos  aquí  me  da 
A  nuestra  calle  volver 
En  tanta  conversación. 

Pues  JO  la  dispensación 
Haré  al  iustanie  traer. 
Venid  ahora ,  que  qidero 
Ganar  las  albricias  vo 
De  ser  la  que  prelirl6 
Vue^slro  amor. 

DON  TOHIBIO. 


i Qué  es? 

DCNTOHIIIO. 

Desposamos ,  j  qne 
Vamos  ii  Roma  por  todo.        (Voi 


EWZNA  vm. 

DON  FÉLIX,  DON  JUAN. 
DON  rtLix. 
Yo  eslimo  la  cooHania. 

Pues  habiendo  reparada 

8ue  al  verme  el  color  mudado, 
iio  su  rostro  mudanza , 
Qne  no  la  hizo,  sospecho. 
Su  amor, ;  que  esla  conslaule , 
Porque  es  el  rostro  votante 
Del  reloj  que  aiula  en  el  pedio. 
V  asi ,  pues  que  solo  ha  sido 
Hi  dicha  el  haber  llegado 
Donde  de  vos  amparado 
Sea  amor  lan  bien  nacido  ; 
Lo  que  habéis  de  hacer  pul'  mi 
( Puesto  que  entah'ada  vu 
La  amii-tjil  del  pudre  csiá !, 
Es  proseguir  desde  aquí 


De  SI 


Vos  en  su  casa ,  me  dé 
OcbsÍmi  amor  eo  que 
Pueda  escribir,  ver  y  hablav. 

DON  FÉLIX.  (Jfl.t 

lEn  buen  empeSo  di'  amor 
Esioj  !  pues  en  lance  igual , 
Si  i  un  amigo  sojr  leal. 
Soy  i  otro  amigo  iraidor. 


Qué  os  diga ,  Don  Juan .  pui-s  no 
Soy  hombre  tan  bajo  in, 
Qne  ocasión  procurara 
Uon  nadie  para  engañarle. 

PO:i  luin. 
¿Coi!  e;  amigo  mayor t 

ESCENA  IX 


Uon  Félix ,  si  de  mi  amor... 

IKIIt  FÉLIX. 

[Ap.  Que  prosiga  he  de  cslorharle. } 
A  buen  tiempo  nabeis  venido , 
V  luego  proseguiréis 
Lo  que  dficirme  queréis ; 
Que  quiero  (]Ue  prevenido 
De  una  porfía  en  qne  estamos , 
Seáis  juez.  {Ap.  Asi,  vive  Dios, 
Tengo  de  babl.ir  con  los  dos.) 


Si  un  grande  amigo  os  pldler: 
Qne  trabaseis  amistad 
Con  hombre  de  calidad. 
Para  que  fuese  tercera 
En  su  casa  de  su  amor, 
íHiciéraialo  vos? 


Don  rEDBO. 

i  Por  qué' 

Ponrae  en  mi 
Fuera  cKrápnlo  iriliSor; 

u.nt.zodb/GoOglc 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDKHOH  DE  LA  BARCA. 


Pucí  el  uta  qne  tiogara 
De  traicMD  A  olro  i[ue  fuera 
Ui  RUiieOí  preciso  i;ra 
tu  UigTiit»  ó  lio  lotírara. 
Si  noTu  lograra,  ¿cu  qué 
Ami  amigo It  sertiai 

V  si  lo  lograra,  hacia 

lina  gran  miiiiJad,  porqué 
El  que  engañado  <le  mi, 
fie  dalM  y»  |ior  Di  amigo , 
\a  lo  era,  y  jo  so  eiienilso  : 
Es  cíerU) ;  |>u<'s  siendo  asi, 
(Cómo  es  posible  qae  yo 
Sea  enemigo  del  qae  ;a 
l'or  mi  amigo  se  me  daT 
Luego  si  en  no  serlo  no 
Es  nada  to  que  consigo , 

Y  en  serlo  consigo  ser 

Su  atnlgo ,  ( cuino  lie  de  hacer 
Vo  traición  al  que  es  mi  aniiRo! 


CVflíe.) 

(Voie.) 


^ndo  esa  raes» 

Ya  no  teugo  que  os  decir. 

Yo  tampoco,  i  habré  de  tr 
A  buscar  otra  ocasiou. 

ESCENA  X 


DON  FÉLIX. 
iHtbrtí  desdicha  majorT 

tQue  DO  me  liaste  el  uo  amar, 
'ara  saberme  librar 
De  imperünencias  de  amorT 
í  Qué  liaré  entre  uno  j  otro  amigo , 
Que  cada  uno  en  su  esperania 
Hace  de  mi  conOanza? 
PuM  nada  enmendar  consigo, 
Vieudo  Uu  cerca  i  los  dox 


Que  baja  medio,  vive  Dios, 
ai  ya  no  es  que  i  ver  alcance 
Que  las  damas  solas  son 
Las  que  en  cualquiera  ocasión 
Haceu  bueno  ó  malo  el  laniu;. 
Has  ¿cómo  podré  atrevido' 
HaliIaT  en  matcHa  tal 
A  una  mujer  priiicilial , 
Ki  liarme  |>or  entendido? 
Cara  á  cara  be  de  saber 
Si  i  los  dos  quiso  ó  no  quiso ; 
Vero  hasla  dar  el  atlto. 
Un  papel  lo  podri  üacer ; . 
Que  á  suopmion  no  se  ^rere 
Quien  por  salvar  üuopiíiiou. 

Ahora  Talla  quien  li'  lleve... 
Pero  iba  de  Tallarme  modo, 
Sia  que  lo  llegue  i  Qar 
De  otro,  de  poderle  dar? 
Ahora  bien,  salir  i  todo 
Me  toca,  baciendo  testigos 


Los  cielos ,  que  avcuiurar 

Yo  un  empeño ,  a  por  sacar 

De  otro  empeño  á  tíos  amigos.  {Yai 


ESCENA  XL 

EUGENIA,  CLARA.  lIRtGIDA,  UARI- 


Ten,  Hari-Nuno,  este  manto. 
jOh  iinién  en  casa  tuviera 
Capellán,  para  no  ir  fuertt 
Y  mas  i  concurso  lauto ! 


Hucbo  me  holgara  venir 
Ahora  de  buen  bnmor. 
Para  poder  con  mejor 
Título  Due  til,  decir  : 
¡Quién  la  parroquia  luvier* 
uTei  leguas,  para  Icucr 
Mas  que  andar  y  mas  que  ver! 

Aléngome  á  la  primera. 

Vo  i  la  segunda. 

MARI-MIÍO. 

¿Por  qué? 

BRÍGIDA. 

Porque  no  be  visto  en  mí  vida 
Escrupulosa  aturdida , 
Que  al  primer  lance  no  dé 
üe  ojos. 

( Ymie  Mari-Nttíío  t  Brígida.) 

■  ESCENA  Xn. 

DON  ALONSO;  DONTORIBIO,  giw«< 

Suedadla  puerUi.—CLXKA.  EU- 


Sí  liaré. (jlp.  Desde  aquí  escuchar 
Lo  que  responde  quisiera.) 

{QuiioMe  el  paño.) 

[Áp.  Saber  que  i  Eu;{Cii¡a  eligU 
Ha  sido  ventura  exir.iña  : 
Llévesela  á  la  moifiaña. 
Porque  lo  mellos  que  yo 
En  la  corte  be  menester, 
Es  una  bija  discreta, 
ttetórica  ni  poeta , 
Y  no  de  mal  parecer.) 
Kugt'iiia ,  yo  vengo  i  balilarte ; 
No  tienes,  Clarj,  que  irte; 
Que  albricias  he  de  pedirte 

(A  EvgfHia.) 
Delpésamequehededarte.  (A  Clara.) 

EUGENIA. 

4 Albricias  á  mi,  señor? 
íPés3me,seGor,  a  miT 

DOHALOKO. 

Pésame  y  albricias,  si. 

I.A5D0I. 
DO.')  ALOHSO. 

ETecios  son  de  amor. 
Don  Toribio,  enamorado  , 
Ule  ha  dicho  cnanto  desea 
tjiie  Eugenia  su  mujer  sea  ;— 
^  aunque  ponerte  en  estado 
A  ll.i>orser  la  mayor,        {Á  Clara.) 
Prinu'ra  obligación  era, 

Une  del  goio  y  del  dolor. 
Pésame  tuyo  a  ser  pasa.— 
Hoy  tu  paraUeo,  por  ver  (4  Kageaia) 
Que  pierdes,  y  ganas ,  ser  {A  tat  do*.) 
1.a  cabeza  de  tu  can. 


luueiiia.p 
I  i  bermau: 


Hiuermaua  la  tcnturosa. 


Feriando  el  pesar  t  precio 

Del  parabién  que  la  doy. 

Gácesle  mil  ahi».  (Ap.  Hoj 

Solo  biu)  gusto  el  desprecio.)  (F«M.) 


IMIN  Toaieío.  (Ap.  al  paña.) 
:  Qué  Irlste  va  de  perdenne 
La  eseudi'ra  de  su  hermana! 
Veamos  ella  qué  ufana 
Hesponde  de  merecerme. 

MOMIA.  (Ap.) 

F.sto  solo  me  feUaba 

Q»r>  aitadir  (confusa  estoy) 

A  las  novedades  de  boy. 


e  dudar 

Que  agradecida 
[Tna  y  mil  veci-s,  scbor, 
Rindo  |ior  tanto  favor 
A  tu  obediencia  mi  vida. 
Que  aunque  no  me  toca  í  mi 
Elegir,  pues  no  he  de  hacer 
Nunca  mas  que  obedecer, 
liaré  mal .  si  viendo  en  ti 
Gusto,  en  mi  jirinio  amor  Del, 
Nu  res]iondo  agradecida... 
(Ap.  Mal  baya  mi  alma  j  ni 
Si  me  casare  con  éll) 


vidí. 


No  en  vano  esperaba  yo 
l>p  tu  mucbo  entendimiento, 
Eugenia,  ese  rendimieuto. 
DON  TOMNO.  (Ap.) 

Yo  lamliien. 


Con  él  bis  gracias  también.       (Vate.) 

DON  TOWBIO.  (Ap.) 

Qoc  i  mi  las  gracias  me  den , 
Seti  mas  raiou. 

Hoy  muero, 
Pues  tras  mis  penas ,  be  sido 
Objeto  de  un  Ignoraute. 

ESCENA  xnr. 


[Ap.  ]  Qué  airoso  sale  un  amante, 
Cuando  csti  l^vorecido : ) 
Sea  muy  cuborabuena 
El  ser,  prima,  tan  dicliosa, 
Que  merezcáis  ser  mi  csiwsa. 

EDGEKIA.  (Ap.) 

¡Esto  faltaba  A  mi  pena! 

(Vuelve  la  apilda.} 


,ro)'qué  adorándome... 

EUSBNU.  (Ap.) 


He  desadoráis  ? 


■l^olTgtt 


vos. 


vos. 


Ahora  he  de  hibtar  con 
Sefior  Don  Toribio.  jo 
Por  uo  responder  aquí 
Resuelta  á  mi  padre,  di 
■loa  palabra,  que  do 
He  de  cumplir,  si  supiera 
Perder  mil  veces ,  rendida 
A  sos  eoojos,  la  vida. 
Y  siendu  dusia  manera 
Que  no  be  de  casar  con 
De  la  elección  desistid 
(Jue  habris  hecbo ,  j  advertid 

Sue  estamos  solos  los  dos  : 
si  de  lo  que  aquí  os  digo , 
Algo  á  mi  padre  decís. 
He  de  decir  que  mentís. 


No  deis  voces  ¡  que  esto  t 
Entre  loa  dos ,  j  no  es ,  n 
Para  que  salga  de  aquí. 


GUÁRDATE  DEL  AGUA  MANSA. 
I  De  taoilsimos  de  nils , 
I  Que  no  ha;  otra  cosa  en  él , 
Por  do  quiera  que  se  mire , 

Sino  niis  como  borra? 

B  aunque  jo  qué  es  no  adivine , 
n  lo  puedo  asegurar;    - 
Pues  siendo  algo  que  sea  insigne , 
"■  -reciso  que  no  deje 

star  alia  entre  mis  timbres, 
li,  que  filis  DO  tengol 

tEsto  los  cielos  permiten* 
sto  consienten  los  badosT 
Prima .  ved  lo  que  düisteis  : 
Has  niis  tengo  que  vos. 

DON  ALONSO.  ~  DON  TORIBIO. 

¿Adonde,  sobrino,  os  fuisteis. 
Cuando  os  busco  para  daros 
Mil  norabuenas  Felices 
De  qite  vuestra  prima  ja 
Agradecida  y  liumilde. 
Sabiendo  vuestra  elección , 
No  ba;  cosa  qae  mas  estlmel 

MR  TOIIBIO. 

MI  prima  ( si  es  que  es  mi  prima ) 
Es  una  mujer  terrible,    • 
Con  lodos  sus  aderezos 


Deddme ,  i  no  so  j  galso  T 

No  lo  dudo. 

DonToninio. 
^Y  entendido? 

EUGKmA. 

¿  Pues  noT 

SON  Toanio. 
{  Hidalgo  T 

RDGEHU. 

Cierto  ha  Hdo. 

MLlTontBIO. 

1  Ai  roso T 

Mocho. 

1KU<  TOBIBIO. 

j,y  amante  1 

EDGIMIA. 


lO  pudiera  decirse 

n  barquillero  asturiano 

De  los  de  quite  y  desquite. 


PregnnUdaelo  I  los  cielos , 
A  los  astroÉ  y  i  los  hados , 
Qa«  no  tnclinan  mi  albedrlo. 

DOlTTOaiBlO. 

Pues  ea  algo  esii  el  busilis. 

EDCUttA. 

En  qm  vos  no  tenéis  mis 

Para  ser  esposo  mío.  (V««,) 

ESCENA  XV. 


Que  tiene  uo  sotar  con  mas 


Que  fliis  no  tengo. - 
ira  que  se  averigüe 
is  hombres  cr~ 


i  Conmigo, 
El  día  (|ue  mas  humilde 
.._._  ■— 'j)  (jbedecerteí 

DON  J|L«NS0. 

Ven  ac&  :  ¿qué  le  dijiste 

A  lu  primo,  que  enojado, 

No  liaj  quleu  can  ¿I  se  averigite? 

Yo  i  mi  primo!  En  lodo  boj 


lYoi  mi  primo! 
Ni  le  bable  ni  ti. 


i  Qué  dices? 
Lo  que  es  cieno. 

I»™  ALONSO. 

¡Vive  Dios, 
Si  disimulada  unges, 
V  es  verdad  que  le  has  hablado 
Bachillerameute  libre. 
Que  le  he  de  bacer!...  —  Tras  £1  voj. 
Por  si  puedo  reducirle 


Adonde  se  vende 


tienen  ú  no  tienen  lilis. 
Por  no  obligarme  k  retarla 
En  extranjeros  países. 
Haced  que  me  compren  luego 
Cnaoios  filia  sean  vendibles , 
y  cnesten  lo  que  costaren. 

DOX  ikLDRSO. 

Eu  es  iocon  terrible. 

lian  caros  son!  Pues  no  importa. 
Ilómle  se  venden,  decidme, 
O  JO  lo  preguntaré; 
"--    olver  no  se  permite 
vísia,  hasta  volver 
Todo  cargado  de  filis.  (Vate.) 

I  ALONSO. 


ESCENA  XVIL 

CLARA ,  EUGENIA.  —  DON  ALONSO, 
cua*. 

ItQué  es  esioT¿Con  qaién  itas  Toces? 
iCoo  quién  le  enojas  j  riñes? 


(Vau. 


ESCENA  XTIU. 

CLABA,  EUGENIA. 


No  te  disculpes  conmigo. 
Pues  sé ,  aunque  no  llegué  i  oírte , 
Que  perderís  tu  remedio , 
Solo  por  decir  un  chiste. 

EllGEHU. 

3S0  de  mi  remedio 
Con  talsedad  me  lo  dices , 
Lo  oigo  JO  como  lisonja , 
Viendo  uue  basta  un  tomo,  un  simjile. 
Aun  el  alma  que  no  tiene, 
'    li  vanidad  la  rinde. 

i  Qué  quieres  decirme  en  eso? 
iQue  nadie  baj  qne  á  mi  se  Incline, 
Neciamente  i  maznan  do 
Que  i  méritos  me  compiles? 
Pues  no  es  sino  que  no  baj  nadie 
Que  sin  respeto  me  mire. 
Porque  sé  jo  hacer  que  todos 
De  otra  manera  me  estiuieii 
Que  i  ti,  siendo  solamente 
Lo  que  i  las  dos  nos  distingue , 
El  verle  i  U  no  sé  cúmo, 
Pero  i  mi  como  i  imposible. 

EÍGERIA. 

[A;!  que  DO  es  eso. 


iQuées? 
titGEmi. 

Que 
Tampoco  lú  tienes  fUis.  (Voh.) 


"fbglc 


ggo  (XIHCDIAS 

QnecDUiilo...  Pero  ¡qa6miro: 
iQÜIéa  hM  que  etu  cuidn  pUe, 
Para  «ium>ar  el  que  llegaeo 
Hit  eoojos  1  ns  uneí? 


ESCENA  nx. 

DON  FÉLIX.  —  CURA, 
cu**. 
i  A  quUn  buKito ,  caballero^ 

(^n.  ¡  Kj  iroisUd !  puel  que  vine 


A  liac 


,.  „.ia  laramia  do  me  jDcliaei ; 
HUH  «i  hermosura,  i  quien  mal 
Mi  li))erU(]  se  retiste.) 
\'k'nclo  i  vncslro  primo  ir  Tuera  , 
A  quien  vuestro  padre  (igue , 
He  atreví  1  llegar  i  bablaro&. 

lADiiT 


A  vol. 


ix  ríi-ix. 


Hombre,  ¡qué dices! 
(A  mi  hablarme? 

Si,  sei^ora. 
Porque  sé  que  «n  esto  oi  sirve 
Mi  deseo ,  j  no  os  ofeode. 

CLARA.  (Ap.) 

¡Plegué  i  Dios,  que  no  me  ohliguft 
tina  necia  i  que  me  tiuelKue 
Üe  que!...  Pero  no  e*  pi^lile. 

ESCENA  XX. 


;.V  mt  {ili-jadme  <tuilar1o 

Uil  reces),  lAp.  Mal  reprimirme 

hifdo.)  me  buscüis? 


I'iii's  Aillos  que  osuis  decirinp.,. 

EUCRMA.  {Ap.) 

;ith  si  fuera  algo  de  aqu'-lla 
De  pusible  :r  de  lui|>osibl«! 

Quién  sois  y  <|Ué  Din  iiuereis , 
(,iiie  os  Tais  es  Uen  que  i>s  supliqi 
Siii  decirlo ;  que  i  mi  nada 
Hay  que  i  buscarme  «s  oiiliguc. 

ísiit  decíroslo,  me  iié. 
Si  i'ii  eso  mi  pecho  os  sirve  ¡ 
Hns  no  sin  que  lo  sppars: 
Que  en  este  papel  se  escribe , 
Para  que  con  eslo  IN-gue 
A  saberse,  sin  decirse, 

Boenu,  {Áp,) 
:Oli  sí  lomara  el  papel, 
Porque  hubiera  qué  decirle! 

Tomad,  y  «dios. 


DE  ÜUS  PEDIIO  CALDEHO.^J  DE  LA 

DOS  rf-ux. 
y  porque  i  verte  os  anime, 
Solo  US  diré  que  et  bonor 

Vuestro  en  leerle  consiste , 
r  que  Don  Pedro  j  Don  Juan 
^o  arriesguen  y  precipiten  , 
No  digo  su  vida,  que  ese 
Es  peligro  muy  humilde. 
Sino  vuestro  Jionur,  que  fuera 
Pérdida  mas  infdice. 

EDSEHIA.  (Ap.) 

81  loma  el  papel,  soy  muerta. 

I  Hombre,  mira  lo  que  dices. 
Ni  i  It,  a  Donjuán,  ni  IDoa  Pedro 
Cotioxco  yo. 

{  BCGENIA.  {Ap.) 

I  ¡  Ay  de  mi  triste ! 

Que  lodo  eslu  sulirü  mi  - 
I  Viene,  si  el  pnppl  reciliií. 
I  Mus  ¡101'  cnj^aüo  la  habla. 

I  (-íp.  iQue  sola  una  vei  que  quise 
I  Vo  no  ser  yo ,  no  hv  podido  ?  ( 
'  ¿Qué  aguardas  pues  para  Irft? 


;  V  agradecer  no  pretenda 
¡  La  liiiPM  de  que  os  ilíji^ 
I  Mí  empeño  y  el  de  los  ilos ; 
j  Va  que  lo  que  debo  iiicu 
I  A  amigo  y  a  caballero . 
!  Me  íK'.  Adiós. 

¡  {Ap.  Bill  duda  que  aqui  liay  enga&o , 
!  V  asi,  es  bien  que  le  averigüe.) 
I  ¿Con  quién  presumís  que  bal)Iais, 
I  l>orque  la  liiieía  eslime? 
oo:i  Féui. 
^Nd  sois  DoBa  Eugenia  T 


BADCA. 

ESCENA  XXL 

DON  ALONSO ,  *  ÍM«  DOS  TORIWO, 
i     BRÍGIDA.  HÁRl-NUflO  t  OTADBZ. 

—  DicRoa. 

DON  ALomo.  (DflAv.) 
Voces  da  Cbra. 

<ih:»u.  lAp.) 
¡Aydeml! 
Due  ya  es  verdad  lo  que  dije 
Por  áogimienio. 

CUM. 

Llegad 
Todoc. 


ooN  rtux. 
Aquí  es  bien  quemen 


¡Vo  papel ' 


Si. 

EOGIHU.    {Ap.) 

i  Hay  mujer  mas  iufeiice  ? 
Dad  ahora  el  papel ,  y  adiós. 


iQnétienesTlDe  qué  te  afliges? 

Hl  padre  y  mi  primo  víeucn , 
V  porque  Id  no  peligres . 
Vengo  i  avisarte;  que  yo 
Va  tu  ves  cuinto  estoy  libre. 
Ñ ira  lo  que  hemos  de  hacer. 
I  iio:i  rtux,  {Ap.i 

¿Ouiénviéeinpeño  tan  tfrrililcl 

¡  í  Qué  se  ba  de  hacer,  sino  que  enirt 

I  V  que  todo  se  averigüe , 

■  Par»  que  no  quedes  vana 

,  Til  de  que  por  mi  lo  hidsle? 

i  ¡Padre!  ¡Seüor!  ¡Primo!  ¡Oláriei! 

1  EUGEKU.  {Ap.) 

Si  fuera  cierto  el  renite. 
i  May  buen  lance  hubiera  echado. 

I  ;No  hay  nadie  que  pueda  oírme? 


Que  DO  liombre... 

eUGENU.  {Ap.) 


Dentro  est*  de  nuestra  casa  : 
Yo  desde  aqnesos  jardbies 
Le  be  visto  en  el  corredor 
Del  desván  :  por  un  tabique 
Saltó.  Subid  alli  todos  : 
Quedarse  do  solicite 
A  robarnos  esta  noche. 

PON  Al 


Aqnesos  serüa  si 


Sne*. 

Miio. 

En  casa  de  indiano,  i  quién 
Dada  que  eso  solicite? 

Do:iTunlBio 
Nadie  primero  quo  yo 
El  primer  escalón  pise: 
Que  i  mi  me  loca  el  asalto . 
Si  ruesu  el  desván  Uastvique. 


SoUdm, 
Otiücx. 

Va  i  los  dos  siguen 
Los  flios  de  la  tliooa.  „     - 

Conmigo  van  dos  mil  Cides.      (vn<.) 

Vosotras ,  desde  a11&  dentro, 
Ved  que  entrar  no  solicite 
Por  otra  parte  i  esconderse. 

Uq  irgos  seré.  (f»*.) 

Yo  un  Unce.      {Yaie.) 


hyCoogle 


Todaí  tw  iMcblllerlw 

Mira  de  lo  que  le  tineu , 

Qoe  al  primer  lince  le  pasmaü , 

T  al  primer  subio  le  ñiidei. 

(Llega  adonde  te  etvmiló  Don  Pilix.) 

Va  üenei  Trancí  la  puerta , 

Hombre  :  ya  bien  puedes  irle. 

(Sale  Don  FiUs.) 
Déjam*  el  papel,  ;  adioi. 

El  (w  guarde  :  y  pues  difícil 
No nlo  que  os  aJirierto,  ved 
Loque  importa.  {DaU  et papel ) 

EDGEmk.  (Ap.) 

¡AfdemilriBle! 
^Qoe  DO  pudiese  estorbarlo? 

AON  riui.  {Áp.  féndote.) 
Amor,  no  me  preclpiíei, 
O  DO  uunque  ingenio  j  hennosura 
Todo  en  ella  se  compile , 
tls  dama  de  mis  amigos, 
V  adorarla  es  Imposible. 


,.  (á 


'!■) 


■  Se&orl  ;■  el  hombre  i  otra  casa 


ESCENA  XXUI. 


PON  ALOMO. 

Puei  DO  toé  baUarle  posible. 


Coa  lodo  eso ,  k  Tcria  toda 

Vamos.  (Vaie.) 

BOM  TOHIBIO. 


Hosé, 
(¡US  abwa  DO  euoj  para  niii. 
(r«s«  Dom  rprlHo.) 


Y  vete  de  aqol ,  que  quiero 
Ver  lo  que  el  papel  me  dice. 

«i«KU.  (.4p.) 
No  Kneeni  ( ¡  a;  de  mi ! ) 
Huta  ver  lo  que  la  escribe.      (Yate.) 


CURA. 
De  aqnl  la  emié ,  porqué 
SI  esie  hombre  eice  engaSo  fií 
Para  eseribinne  i  mi ,  rila 
no  lo  codeada,  al  imagioe. 


Queat 
Por  la 


Yaloii. 


Pue»  si  lo  Hbei,  j  üeaes 
Tan  i  riesgo  tu'Opiaioo , 
Que  eaiciba  lolo  eo  que  llegue 
A  declararse  do*  hombres  ¡ 
Hlra  ai  es  insto  qoe  pieute 
Cómo  be  de  vengar,  logniU, 
Falsa ,  aireada  7  alera . 
La  ocisioD  en  que... 


GUÁRDATE  DEL  AGUA  MANSA. 

ÍLe*.)  Se  M  aírete  d  vuéttro  honor, 
iuUa  por  vMiíra  honor  te  atreve 
A  pretumir  que  ot  obliga 
Con  le  mltme  qae  ot  ofeade. 
y  aií ,  en  etta  eonltaata 
De  peatar  que  errando  acierta, 
Lo  que  hay  que  eulpame  vaya 
Por  lo  que  tiay  qtte  agradeeerae. 
Dan  Juan ,  mat  enaaorado 
Que  fui  devot,de  wt  vuelve , 
¥  Dan  Pedro  os  tigue,  «u 
Fino  cuanto  atat  auieñte. 
Üae  dejea  de  declararte , 
Ña  et  pettble,  ni  que  dejen 
De  remitir  al  acero 
La  compeleneia,  de  tuerte 
Que  d  dar  eteánialo  pate ; 

V  putt  podeit  fácilmente 
Remediarlo  con  mandar 
A  Don  Pedro  que  te  autenu , 
O  i  Donjuán  que  te  retire. 
Quedando  toe  due^  tieatprt 
Del  desden  y  del  favor. 
Quitad  el  inconveniente ; 
Que  i  mi  el  aviio  me  toca , 
Procediendo  detla  tuerte 
Con  vai,  eenmige  y  con  elloi. 
Caballero,  amigoy  h*iiped. 
¡Válgame  Dios  1 1  Qué  de  cosai 
Tan  varias,  taadifereotes, 
V.n  un  punto  me  coiobateD, 

V  en  uu  iustanie  me  veucea ! 
Kn  lo  que  dice  ;  ■»  dice, 
Bs  mu;  cierto  que  me  ofende 
Este  papel :  n  verdad, 
(}ue  si  aqueste  papel  tiene 
A  Eugenia,  qae  cuando  pensaba, 
Que  papel  para  mi  fuese, 
SoÍLCilando  aquel  medio 
Que  me  ba  obligado  á  leerle , 
He  sentido  qoe  no  sea 
Su  intento  ai|uel,  sino  este. 
;  <:dmo  puedo  yo  decirlo , 
Si  no  es  ya  qoe  en  mi  renenie 
No  sé  qué  callada  mina , 
Que  amor  en  et  ahna  enciendef 
i  Amor  dijeT  Pues  no  siento. 
Sino  haber  tan  neciameale 
Persoadldome  que  i  mi 
Me  bascase ;  y  es  de  suerte 
La  vanidad  de  una  dama. 
Persuadida  ü  que  la  quieren , 
Que  aunque  la  ofenda  el  amor. 
Has  el  engaito  la  ofende : 

V  mas  cuando  estt*í  la  mira 
Una  neúa ,  nua  Imprudente , 
Una  loca... 

E8CBIIA  XKT- 

BUGEHU.  —  CURA. 

Eoonu.  (Aa.,  fiudándue  al  palio.) 

Esta  soy  ye. 

De  tan  vari**  altiveces , 
(He  prasnme  qoe  ella  sola 
Todo  cauto  tura  nence. 

¡Ob  envidia ,  ob  envidia  1  j  CdíoIo 
laKo  bas  becho  i  \u  mujeres  I 
Pues  por  veagarma  de  Eogenia , 
Diera... 

{Sal4  Eugenia.) 

i  Eb  qné  Eogeola  la  ofende,   I  Qne  m  bay  sobre  qaé  se  asíeole. 
I  Para  pausar  i  uu  lolai  „_  ,,_- 

I  El  cono  della  te  vengues  t  I  nw 


remedio  Ueue, 

Me  huelgo  de  haber  venido 
A  esta  ocadoa.  (Uega  d  mm  i 


¿Puc*  qué  ei 
RDcraiá.  (Llamando.) 
iSefior  Don  Pedro! 

1  Qné  hace*  T 

Hablar  un  instante  breve 
A  un  caballero ,  qoe  etU 
Eo  la  calle. 

CUB>. 

i  A  eso  te  BlrevesT 
luum». 
SI,  que  en  su  cuarto  mi  padre 
Esta  ya  con  BU  acídenle 
De  la  gota,  oue  boy  le  ba  dado, 
V  Don  Toribto  no  puede 
Ver  desde  el  suyo  esta  rejs; 
"  --'  ■"  ie  saüabcerte.— 
ou  Pedro! 

EBCERAXXVL      • 

DON  PEDRO ,  d  la  reía.  —  Oicnu. 


Heueater  oír  do*  veces 
MI  nombre,  para  que  alguna 
Creyera  que  del  se  acuerde 
Yuestri  memoria ;  que  nn  trlst* 
No  eré  su  bien  ücllnieuia. 


tan  diferente. 

Cnanto  hat  de  no  serlo  k  ser 

Abora  de  lai  paredes 

De  mi  padre ;  v  *t  allí  pudo 

La  seguridad  nacerme 

Usar  a»  alionas  licencias; 

Hi  honor  prblonera  llene 

Su  libertad  ya,  y  tan  otra 

Habéis  de  ver  qqe  procede. 

Cuanto  bay  de  que  otro*  roe  guarden 

A  guárdame  yo.  Asi ,  bacedme 

Merced  de  volveros  hiego 

Donde  otra  vei  no  o*  encueutre 

NI  en  mi  calle  ni  en  nd  r«ta, 

SuirileindA*  que  pradenle 

Den  de  mano  i  una  eiper» 


»*d,  qoe  n?  puedo. 
,t,zodb,GoOglc 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDEBOM  DE  Lh  BARCA, 

I  De  qué  ete  ceBo  procede . 

JORNADA  TEItCERA.  '  """ " 


Haréisme 
Ser,  Mbre  iograta ,  grosura 

DOH  PEDRO. 

iVoiI 


T  al  otro  4 qué  lias  de  decirle? 

nai  cnenu  qne  si  le  viere, 
Le  diré  to  mismo  al  otro , 
C[an;  porque  las  mujeres 
Comojo,  {lueslas  en  salvo. 
Si  se'esparceii  y  divierten , 
Es  [laru  aquesia  no  mas ; 

Sae  amor  liachilier  no  tiene 
as  rondo  <iue  solo  el  ruido. 
Aquel  emblema  lo  acuerde 
Del  perdido  caminante, 
A  <|u>en  de  nocbe  acoolece 

8ue  avisado  del  eslrueodo 
on  que  del  monte  desciende 
PequeBo  arroyo ,  le  asusta , 
Le  perturba  y  estremece; 

Y  huyendo  dét ,  da  en  el  rio ; 
Porque  i  lodos  les  ['3 rece 
Que  es  manso  cristal  aquL-l 
Oue  aun  las  jjuijas  do  le  íienlca 

Y  cu  sil  agua  prrecen.  Pui's 
Oue  no  lieiic  riesjio  adviene 

,a  ruidosa,  pori)ue  el  ricsgu 


El  agua 

y  asi  filé  del  at;u;i  mansa 

e  siempre. 


:l  acu;)  mai 

ua ruarse  si 


.  ESCENA  XXVIL 

CLAHA. 
j  Qué  escucho,  cielos!  ¡qué  escucho! 
tQue  no  liene  riesgo,  adviene 
La  ruidosa ,  |>or<|ue  el  riesgo 
Et  iffii  mansa  le  llene  : 

Y  asi ,  filé  del  agua  mansa 

Lo  mejor  guardarse  siempre.  > 
Sin  duda  ( i  a<r  de  mi ! )  ijue  iiyt> 
Cuanto  dije ,  6  lo  parece , 
Seguu  el  concetilo  haliU 
De  lo  que  mí  neciio  siente. 
Pues  s»  que  el  acaso  lilzo 
En  las  respuestas  que  ofrece. 
Lo  qne  el  cuidado  debiera; 
Va  que  ñor  ella  me  tiene 
El  caballero  que  trajo 
El  papel ,  lograr  intente 
La  ocasión ,  que  con  su  nonihre 
Amor  i  mi  amor  oA-ece; 
Porque  con  mas  verdad  pueda 
Decir  qne  riesgo  no,  tiene 
La  raiaosa ,  porque  el  riesgo 
El  agua  mansa  le  tiene: 

Y  tü,  tué  del  agua  mansa 
Lo  mejor  guaruarse  siempre. 


ESCENA     PRIMERA. 

CLARA,  HAR1-NU50. 


Ya  lA  tienes 
EiperieDcia  de  to  mncbo 
Que  llar  de  mi  amor  puedes. 
Pero  deja  qne  me  admire 
De  oír  que  i  tal  extremo  llepen 
tos  despejos  de  tu  hermana. 

Dos  caballeros  pretenden 
Su  Tavor,  ;  á  mi  me  toca 
(fue  el  escinda  lo  remedie , 
Ya  que  llegó  i  mi  noticia; 
Y  asi  es  fuena  hablar  i  eale 
lúe  me  dio  el  aviso.  V  para 
[acer  que  el  daño  se  enmiende, 
ú  lias  de  darle  un  (lapel  mió 
;a  su  nombre ,  porque  llegue , 
Ignorando  que  «oy  jo, 
A  hablarme  mas  claramente 
Esta  noche ,  y...  Pero  luego 
Proseguiré ;  que  parece 
Qne  anda  gente  ahí  fuera  :  mira 
Quién  es. 

(Vare  Mari-Nuño.) 
Bien  de  aquesta  suerte 
Con  la  terdad  se  ha  engaitado 
Mari-Nuño,  que  ha  de  hacerme 
Lugar  para  conseguir 
Halílarle  de  ooche  j  verle, 
Ya  qne  mi  peqa,.. 

ESCEHAn. 


-  CLARA. 

■ÁRI>NDÍO. 

Esperad , 
o  es  bien  que  nadie  cutre 
lisar,  t  este  cuarto. 


i  Yo  condeso  que  Jo  esioj ; 

i  Y  pues  la  dichosa  en  eate 
Cuarto  DO  estl ,  no  leneto 
Qué  hacer  en  él:  brevemente 


:  Délo! 


Dos  reces  para  mi  eres 
Due9a  boy. 

mi¡»i-KoSo. 


Se  entiende 


veces» 


Una  en  la  que  estorbas,  y  ntra 
En  lo  que  un  cuarto  deliendes. 

■jtBi-nuüO. 
iSerijusto.sinoesiiin 
becenies.que  i  verlas  lleguen? 

non  TowBio. 
jPoef  cómo  pueden  no  estar 
^jiempre  mis  primas  deccutes! 

;Qné  es  eso? 

MH  TOBtBIO. 


Hace  muv  bien,  ponqué  aquí. 
Sin  mi  padre,  nadie  puede 
Entrar. 


eiré. 


Porque  de  mi  no  se  pieose 
Oue  me  vengo  en  estorbaros, 
luando  hay  mas  en  que  me  veogne. 

VOltropiaio. 
Eso  es  poco  j  mal  hablado. 

Ven,  Hari-Nufio.  {Ap.  Que  tienei 
Que  hacer  por  mi  esta  Uneía.) 

■ARI-KD^O. 

Tuya  soy  y  seré  siempre. 

Pero  agalrdaie,  veré 
¡éoflaroa. 
{Vaiue  Ciara  g  Mari-Nuñ» ) 

EStENAin. 

DONTORIBIO. 
¡Cielos, valedme! 
Qne  este  remoquete,  sobre 
Aquella  sospecha  fuerte, 
Qup  á5|iid  del  pecho ,  á  bocados 
Tudo  el  coraiuQ  me  muerde, 
Ks ,  ahora  que  caigo  en  ello. 
Un  bellaco  remoquete. 
Cuaudo  buscamos  la  casa, 
VI...  Lengua  mía ,  detente  : 
No  lo  digas,  sin  que  tales 
Te  haya  dicho  10  que  mientes. 
Vi  que  detrás  de  la  cama 
De  kugeoii  ¡oh  malicia  aleve  !... 
Esijba  deUjs... 

ESCENA  IV. 


KAai-NuAo. 

Albricia:^,  que  este  billete 
Con  coche  j  balcón... 

En  lo  que  dice*  advierte; 
Que  lialcoo,  billete  y  coclie. 
Sobre  dueña ,  me  parece 
Es  traer  Iodo  el  yerro  armado. 

■AU-nu.íu. 
{Ap.  Mal  encuentro  fuera  este , 
Sí  importara.)  Mi  seitora... 

DOü  TOBIBIO.  (4p.) 

Memoria ,  no  me  atormentes. 

■  HBl-itUÜO. 

i  Aquí  no  estiba  ? 

bON  TORItlO. 

Aqui  estaba 
Un  poco  intes  que  se  fuese. 


dbyGOOglC 


Que  tinte»  be  de  Terle  jo 
Qae  eitai. 

axai-NoSa. 
iQQé  llama  verle? 

Sae  anoque  no  importara  nada, 
o  le  be  ae  dar,  por  no  hacerle 
Tan  dueño  de  casa  ja. 

iQuéta... 

DO:i  T0K1BI0. 

Que  de  un  pañete 
Te  abollo  (eaos  y  toca? 

iQoé  va  qae  no  es  mayor  que  este? 
{Dale  uaa  puñada.) 

DON  TORIBIO. 

Lo»  dteotea  debieron  de  Irse, 
Poea  be  perdido  los  dienies. 

■ÁHi-ND^o.  {A  mee*.) 
iAj,  que  me  malaD!  ¡SeDores, 
Acudan  i  socorrerme! 

BON  TOHIBIO. 

Solo  me  hitaba  ahora 
Ser  ella  la  que  se  queje. 

¡QoememalanT 

ESCENA  T. 


íQoébaaacedid^iQué  llenes? 

■jihi-nu>o. 
Don  Torlblo ,  mi  señor , 
Colérico d  impaciente, 
Porque  no  le  quise  dar 
Aqueste  papel,  que  viene 
Para  las  doa,  puso  en  mi 
Las  mauoB. 

liesusroü  veces! 

Por  cieno ,  señor  sobrino , 
Vuestro  eiioio.  sea  el  que  Fuere, 
Es  muy  sobrado.  ¡\  criada 
De  mis  bijas  itesia  suerlo 
Se  l>a  de  tratar  f 

MU*  ToniBin. 
Vive  Dios , 


De  qsé  qu^trse... 

Ya  basta. 
Dadme  vos,  dadme  el  billete ; 

8ue  quiero  ver  la  ocasión 
ue  tuio  para  ofenderse. 

ED6M».  [Ap.) 


cLtu.  (it^.  á£ugenia.) 

Solera  el  cielo  que  no  sea 
ue  algo  de  tus  cosas  cuente. 


GUARDAT8  DEL  AGUA  HANSA. 

(Lee.]^brÍ!iaiinlaM,yo  Iíujo batcon 
en  gae  e*ta  tarde  veait  la  enirada  de 
la  Heína  nuestra  uáora  :  el  coche 
par  voiiilrat;  que  no  dudD  que  mipH- 

Abora  de  nuevo  vnelto 
A  enojarme  v  oFenderme 
De  i^ue  escrúpulo  baja  bahido 
En  vuestro  juicio.  En  aqueste, 
Doña  Violante ,  mi  prima , 
Hijas ,  os  dice  que  auiere 
Que  con  ella  taU  auoiide 
Veáis  la  entrada  excelente 


Tomad ,  lédie  vos;  veréis 
Cuíin  iieclo^  culo  i  m  prudente 
Habeb  pensado  otra  cosa ; 


Hasta  que  vi 

Hosind. 

{Tama  el  papel.) 
Dice  desta  suerte  : 
(l^e.)  Sobrinai  miai,  yo  tengo 
fiaJcan... Tío,  Qoalmenie, 
i  Hasta  que  jo  lea ,  ho  hau  de  ir? 

No 

Pues  muy  bien  me  parece; 
Que  no  iria  de  aqnl  i  dos  altos. 

I>0N  ILONSO. 

i  Por  qué! 

Porque  DO  sé  térle. 
Vetos  habré  mene-'~- 
Para  aprenderlo. 

DOÍt  jtLOKSO. 

¿Que  llegue 
A  Unto  vuestra  ignorancia? 


lesos  lér  no  sabea , 

V  lo  saben  todo,  esténse , 
Hasta  qae  1<^ aprenda,  eu  c 

V  entonces  iriu. 


i  Hab^  mis 

Husta  que  jo  sepa  lér? 

DOn  «romo. 
Hij:is,  aquesto  sucede 


A  DonToriblo;  que  yo, 
A  causa  de  mi  accidente. 
No  saldré  de  casa,  y  basta 

Luando  volváis. 

A  tu  Busto 
Humilde  estoy  y  obediente. 

Si  me  das  licencia  &  mi , 
Cont^o  es  bien  que  me  quedo, 

605  ALONSO. 

No,  bija,  ambos  hal>eís  de  ir. 
{Vuelve  Brígida.) 


Aquí  ja  los  mantos  Üencn. 

Púnme,  Harí-Nuño ,  el  mío.  [le.) 
lAp.  i  eííj.  Toma, ylo  que  digo  advW' 
{Dala  un  pof  el,  y  había  bajo-coneUa.) 

SDGEnu.  {Ap.) 
Sola  esta  vez  salgo  triste ,  >. 
Pon|ue  a'guno  no  me  eiicuentre 
Desloa  dos  necios  amantes. 


CLAK;t.  {Ap:¡ 

■sia  voz  salgo  alegre, 
en  las  Qesias ,  por  dicba , 
I  caballero  ilese. 


Njtai-KDío.  {Ap.  á  Clara.) 
Ve  segura,  j  ña  de  mi. 

BONTORIVIO.  {Ap.) 

Aunque  desairado  qoede. 

He  buelgo ,  que  quedo  en  casa. 

Entre  la  Heina  ó  no  entre. 

Por  si  puedo  averiguar 

A  mis  solas  esta  fuerle 

Sospecha ,  que  en  vivos  celos 

Amor  en  el  alnxa  enciende.     (Vente.) 

Sal3  CD  uu  da  Dan  FtlLi. 

ESCERA  TI. 

DON  FÉLIX ,  HERNANDO. 

HeMIARBO. 

¿Sin  ver  la  fiesta  te  vienei , 
Señor,  hasta  casa? 

DOit  ríux. 
SI, 
,  P»ra 

Donde  DO  baj  gusto. 

uawHDo. 

¿Qué  liei 
Que  estás  Un  triste ,  señor  ? 

K~aé  mas  tu  lengua  quisiera 
que  yo  te  lo  dijera? 

Va  me  bas  diebo  que  es  amoi 
Con  solo  eso. 

DOn  ttux. 


Porque  obligarte  A  «aliar. 
Solo  puede  ser  estar 
Enamorado. 

MN  rdLii. 
No  sé 
Cúmo  tedigaquesl, 
V  que  noa  rara  belleía 
Els  causa  de  mi  tristeza: 
Tan  imposible,  que  vi 
En  el  primero  deseo 
El  primero  biconventente. 

■BIlNltXDO. 

¿Cómo! 

A  quien  Do3  Juan  ausente 
Ama,  jü  Don  Pedro  veo 
Venir  siguiendo,  es  la  dama 

?ue  mi  Tiberud  robó ; 
aunque  siempre  he  de  estar  yo 
De  la  parte  de  mi  fama , 
Aun  no  estriba  mi  cuidado 
de  celos. 


OO' 


iglc 


¿0UEU1AS  DE  MU  PEDRO  CALDEROS  DK  U  BARCA. 


ESCENA  VU. 


SeAor  Don  Félli. 

i  A  quién  han  Hámulo  T 


DON  FÍUI.    ' 

tPuei  qvé  es  lo  i]iie  me  manilai^Y 

UAU-naSo. 
DoSk  Eugenia ,  qne  leiii 
Ai|ui'ste  pa|>«l,  j  adiós. 

(Árrijale  *a  papel,  p  ente.] 
boxrtux. 
(!^e.)  Agradecida  et  mita  que  nc 
dittei*,  he  empelado  pad  obedeeeroií 
y  para  efecularte  mejor,  me  importa  lut- 
blarn.  Venid  etta  nocke,  que  go  di 
eiíari  agaaráuido.  El  cieU  oi  guoTáe. 
i  Quién  vía  conrusioD  mal  Uett, 
PUMto  que  ni  ir  ui  <lejar 
be  ir  puedo  7a  excustr! 

ESCCHATin. 


wn  JDAN.  (Ap.  al  latir.) 
¡Cteiosf;  qué  haré* 

UER:(Ani>o.  (^ji  d  tu  amo.) 
Coasiilcra 
Que  vtene  Don  Juan  arjui. 

;Si  vía  arrojar  el  papel! 
■eknaHdo. 

Nu. 

Dilü  toi.x  (Ap.) 

i  Qué  soipeclta  laii  crud  1 
dos  Fiu\. 
Don  Juan.piieaíquéliaceis  tqutT 
^..NosoIadeUetUsT 

Noté 
Lo  que  (M  diga... 

DON  rtui.  {Ap.) 

i  Huerto  quedo ! 
Don  KAH. 
Que  Bi  bablar  nf  callar  puedo. 

;CaUari>lhal>brT 


;  Por  qué  T 

do;*  IDiN. 

Porqaa  ovofeodo  en  hablar, 
V  eo  callar  me  oreado  i  mi : 
Con  qne  es  preciso  que  sqni 
No  p«iedt  hablar  ai  callar. 


Nos 

Yo  lampoco; 
Has  si  entenderme  iiuereia. 
Como  licencia  me  deis 
(Propia  diiliva  de  un  loco). 
Diré  el  dolor  que  me  ítqneja 

Sldo]r.(^.  ¡EmpcBo cruel!) 

pnea  eosefiadme  un  papel 
Que  Ofl  dieron  por  esLa  reja. 

Solo  eso  en  el  mondo  hubiera , 
SieiHlu  quien  somos  los  doSi, 
Que  JO  no  hiciera  por  ros; 

Y  DO  liacléndok),  qniaien 
Que  el  crédjio  de  mi  fé 
Os  debiese  crór  de  mi 
Quesoj  inestro  amigo. 

Asi 
Lo  creo ;  in«  ¿  do  podré 
(VieLHlo  que  babeis  excusado, 
Cdu  pretexto  de  otro  hooor . 
Ser  tercero  da  mi  amor , 

Y  que  babiéndonie  Ibmado 
Eugenia  en  el  coche  abora. 


Ñutí 


le  Qi  la  VI 


ni  siga 


podré  (íquién  lo  ignoraT) 
Kntrar  en  temor  de  que 
Vuesiru  excusa  y  su  crueldad 
^uc>^lI  de  otra  novedad  ? 
V  mas  viendo  que  llegué 
A  liempo  que  oíros  v 


papel , 
V  que  tos  secretos  del 
Taiilo  recatáis  de  mi. 
Que  inriiado  le  escondáis. 
Habiendo  yo  el  nombre  oído 
De  tCugenia,  j  que  ella  ha  sido 
La  que  os  dice  que  leáis. 

DOÜ  F^LII.  [Ap.) 

[Vilgameel  cíelo!  iQué  haré! 
Oue  el  papel  me  llama  i  a&, 
f  ai  me  dtscnlpo  aquí, 
A  Don  Pedro  culparé. 


I  Qué  ir 


respondéis! 

Vaos  tengo 
Respondido  coa  saber 
Que  soT ,  DoD  Juan ,;  be  de  ser 
Amigo,  jr  callar  prevengo. 

CooBeso  que  lois  mi  amigo,   . 
T  que  voeitro  huésped  toj; 
P»o  el  empefio  en  <[ne  ealo;. 
Vos  le  tabeii ;  j  asi ,  o*  difto 
80(0  que  me  acanaléis 
Bu  eaie  lance,  por  Dios. 
iQué  hjcleraia  conmigo  vos! 

'9  riux. 
Aunque  contra  mi  tenela 
Algaua  raxnn ,  si  jo 
"    A  empeñn  me  viera, 
erais  mi  amigo  erejera, 

DON  iitui. 
No 

aoQcilde  lomar 

Cumo  de  dar  un  consejo, 
Y  asídeadmtlliledejo. 


él 


Si  otra  causa  no  tuviera 
Que  la  vuestra ,  jo  lo  bldera. 

Pues  i  ha;  otr 

Mas  que  «er  sajo  j  venir 

A  vuestra  mano* 

Si  bar. 
Pues  la  cansa  que  le  iraj 
Es  la  que  no  he  da  decir. 

Don  MÁH. 
;No  Qala  de  mi  un  secreto  T 

Donrtui. 
Si,  mas  no  aqueste. 

DON  ICAR. 

Mirad 
Que  pnede  nnesira  amistad 
Dilatar  ea  ni  el  efeio 
De  verle,  na>  uo  excnsalle. 

Donriui. 
Pues  mlr«]  ctaw  ha  de  ser , 
Porque  no  le  habéis  de  Kt. 

D«Xt  JDAH. 

Salléodonos  i  la  calle. 

MR  Ttui. 

Guiad  donde  quisiereis  vos. 
Que  1  guardarle  estoy  dispuesto. 


DON  PEDRO,  que  te  eneuealra  een 
DON  FÉLIX,  DON  JUAN  t  ))Elt- 
nmoo.altaHraHaeata. 


;  Dcu  Juan ,  Doo  Félix ! :  qué  C: 
i  Dónde  vais  asi  tos  dosl 


No 
E«  la  desfaecba  bastante 
A  desmentir  el  semblante; 
Y  bablendo  llegado  ;o 
A  tiempo  que  ja  empuñadas 
De  ambos  las  eapadas  vi, 
Ho  habéis  de  pasar  de  iqni. 


Pedro,  va<i. 

Calla ,  picaro. 

(roMSerHw 


DON  KDRO. 

i  Qué  duelo 
qne  entre  anrigoa  lo  sea 
10  se  pueda  ajnstar , 

Félix ,  Antes  de  llegar 

Al  nllimo  trance!  Vea 

Yo  que  hacéis  esto  por  nf, 

V  lepa  la  cansa. 

Yo 


dbvGoOgl.C 


Sae  no  quiero  qae  se  diga 
ue  sobre  It  t^isackm 
De  hu£ip«d.  es  Unraion 
La  que  «  este  iTiDce  me  obliga. 

Y  pues  que  »is  caballero. 
Que  DOS  dejaréis  reDir., 
La  ocasión  he  de  declb.. 

\o  diréis  i  porque  primero 
Vo... 

Tened. 

pon  rtux.  {Áp.) 
i  db  qolén  ptidlen 
Sa  discurso  saqieiMler  I 

Que  quiero  con  ios  hacer 

Lo  que  con  olro  uo  hiciera. 

Yo,  DOD  Pt'dra,  be  llaüo 

De  Don  Félix  que  eslof  enamondo 

U<;  una  dama ;  y  habiéndome  titldo 

llél.nosolo'  ayuílacmebapreleodido, 

l>ero  contra  su  honor,  contra  su  fama ,' 

Sé  ijne  Tesleja  aquesta  misma  dama. 

Ved  si  es  justa  mi  queja , 

Pues  dándole  no  papel  por  esta  reja... 

miN  PEDao.  (Ap.) 
¡Qué  es  lo  que  escucho,  cielos! 

fli  (que  oven  maclio  contra  ti  lot  celos) 

Que  dijo  h  tercera 

Que  el  dueño  sujo  UoQa  Ennaia  era. 

Su  nombre  dije,  poco  habri  Importado 

El  haberla  nomtirado. 

Siendo  quien  sois. 

non  rtui.  {Ap.) 

Con  une  ras  pena*  lacbo. 

Esperad,  que  no  importa,  sino  mucho, 
Porque  a<|uese  desvelo 
He  toca  i  mi  con  ambos,  ¡lire  el  cielo! 
Con  vos,  i>ues  habéis  sido  [euido ; 
De  Eugenia  amante,  que  es  la  nnelie  se- 
Vconél,  pues  de  TOS  A  oír  he  llegado 
Queesii  Uoii Félix deellaenanwrado: 
Ue  suerte  que  t-n  los  dos  vengar  presen- 
La  raion  que  tenéis  j  la  que  teogo.  [go 

Si  vos  os  declaráis  de  Eugenia  tietia 
Amante,  coando  yo  muero  por  ella , 
Ya  con  IOS  es  mayor  empeño  el  oiio , 
Poes  ya  son  dos  de  quien  mis  penas  Ho, 

Y  dos  los  que  me  otendcn. 


Dos  son  también  los  que  agraviar  prc- 
Hi  amistad,  presamiendo  [tendcn 
Que, siendo  joqnien50T,iambosoren- 
Cuaodo  en  mi  talor  bailo  [do, 

?ue  al  uno  por  el  oLro  su  amor  callo, 
eiCQsarel  empefio solicito. 
Pasando  la  Dneu  i  ser  deliiu, 

^FiuMa  es,  cuando  imi>lo.  . 
po:t  reniio. 

Cuando  ingrato... 


<  Ka  Mloag  li)  jirtlendldairnilirme. 


CtiAROATÜ  DKL  AGUA  HAN8A. 

IMMM. 

Of^dds  mi  amistad? 

Oídme  primero. 
Pues  i  k»  do*  satisfacer  espero. 

Plitlcas  acollemos, 
V  puesto  que  tenemos 
Nuestro  duelo  empezado , 
Venid  conmigo. 


Habiendo  )o  llegado 
A  tiempo  que  lie  sabido 
Que  los  dos  me  ofendéis,  ¡fióata  be  pn- 
Dejar  de  Ir  con  íus  dns?  [uldn 

Don  fCui. 

Y  ¿cómo  puedo 
Yo  dejar  que  los  dos  con  tal  denucilo 
PrcMunais  que  traidor  puedo  haber  ti- 

Los  IBES.  [doT 

Ue  ambos  esii  ofendido 
Ui  ralor. 

Por  mi  bonor  volver  espero. 

Calle  ia  lengua  pues, ;  hable  el  acero. 
lumen  lot  tres.) 


BONToniBio.  {Dentro.) 

i  Pendencia  baj  i  la  puerta  de  mi  casa ! 

[SaUtt  Do»  Alomo  y  Do»  Toribio  con 

etpaúa*  ietnuáiu.) 

¿Cómo  entre  tres  amigos  eso  pasa ! 


IKIit  TOMSIO. 


Lguardar ;  que  jra  veugq , 
Mientras  va^  i  sacarla;  que  la  tengo 
Helida  en  las  alforjas,  como  vino. 
Porque  no  se  me  ^ ase  en  el  camino. 

Herezci  <ro  saber  qué  furia  airada 
Os  ha  obligado  aquí  i  sacar  la  espada. 

DO^C  rÍLIX. 

Nueiú  esta  competencia 
Sobre  una  diferencia 
tjue  en  el  juego  los  tres  liemos  tenido; 
;  ¥  habiendo  ios  venido 
iV  tan  burila  ocasión,  no  TOera  Instn 
:  Que  enire  amigos  durara  este  dlsmislo. 
,    Perdonadme,  señor,  )i  dad  permiso 
Que  los  siga. 

I  Seri  mnj  cqerdo  aviso. 

\  Id.  Don Félii, con Oins.que sabeHclelo 
Uue  siento  no  cumplir  boj craiel  duelo, 
I  Habiéndome  aquí  bailado,  I 


(FcM  Dwi  mtx.) 

ÍKp.  Pero  es  tal  mi  cuidado,  [cha, 
|de  no  entre  Doo  ToribloeomisosM- 
Quemasronélmeimponala  desbedia. 


Catrtota  BMealisacissdaDoaAltBio. 
KaCEKAXl. 

DON  TORIBIO,  miíiipTtoewaiOytra- 
ttnit  i  DON  ALONSO  dt  t€  m*ao. 


IsquedMhi? 

Imaghiando  tito. 
Si  nuestra  solariega  sangre  aderta 
En  que  ribeodo,  Uo,  i  questra  puerta. 
Se  vayan  atol^doi, 
5b)  ir  los  dM  mu;  bien  descalabrados, 
V  aun  loa  tre*. 


I  Ai,  «oí 
¡SibaUírajo!.. 

HOHILOHSO. 

1  D«  qué  es  el  leaümieaio  T 
BoiTouaio.     . 
Demacbo. 


Estadme  atento. 
Coando  yo  Iba  i  buscar  lili; 

Y  fuisteis  TOS  1  iraerme. 
Desengañado  de  que 
Burla  de  mi  prima  fuese. 
Siendo  hablilla  que  las  damas 
Decir  por  donaire  soeleci ; 

Al  volver  i  casa,  olmos 

Voces,  diciendo  hnpaciento 

Clara  qae  on  hombre  habia  en  ella. 

Es  verdad,  y  yendo  i  verle. 
No  le  hallamos,  anni|Ue  toda 
La  anduvimos. 

Pues  de  aqnese 
Eximen  oue  en  ella  hicimos. 
Todo  mi  aolor  procede. 
Todas  mis  penas  se  causan, 

V  todos  mis  celos  penden. 


¿Porqué! 

Fáltame  el  alíenla. 
La  voz  duda,  el  labio  teme,.. 
Porque  como  no  dejamos 
Nada  ¡vor  ver  diligentes, 
Delris  lie  U  cama  ( ¡  ay  triste  I ) 
De  Eugenia... 

i>o:t  ALOnso.  (Ap.), 
j  Cielos,  valedne! 


iQaér  lAI  hi 

•onniamo 

.  j,„„«Go3grr 


Va»  clara  sda,  ud  Tuorie 
indicio  de  que  i  üeshora 
Bo  el  CiuilO  salga  j  enlret 

Ved,  sobrino,  gué  decis : 
No  a^ua  eogauo  es  emimúa 
A  decir... 


V  diez  j  diet  serán  viMiiiut 
Poeiiqué  visteis? 

DOn  TOHIBIO. 

Una  escala 
Que  Engeoia  escondida  lleoe. 

¿Escala  escondida? 


a  Cómo  verdad , 
Si  solo  porque  la  vieseis, 
Os  Iraígo  aquí,  cuando  solo 
Ksli  el  cuarto?  Un  punto  breve 
Kspcraos  :  ter¿ii<  cuin  presto 
Aqui  la  DI jral& patente.  IVate,) 

¡A;  de  mi!  No  en  vano,  cielos, 
Previne  ausentar  prudente 
De  la  corte  ji  l£ugenia.  Pero 
Si  ya  Don  Toribio  tiene  ' 
Tan  vivas  sospeclias,  í  cúqio 
Es  posible  que  la  lleve! 
Pues  ja... 

{VueÁe  Den  TeriHú  eeit  im  auarta- 

ir.fanu.) 

wa  TOKiuio. 

Hiradsi  es  verdad... 

Coa  mis  de  dos  mil  pendieules 

De  gradas,  aros  ;  cuerdas. 


Y  escala 
Que  si  se  desdobla ,  debe 
Prfderse  escalar  con  ella. 
Según  las  revueltas  llene, 
La  lorre  de  Babilonia. 
Esto  es  para  quien  lo  entiende. 
Ho  la  sé  armar. 

¡Vive  Üios, 
Que  DO  té  cómo  consiente 
MI  cólera  no  deciros 
Uil  pesares!  porque  ese 
El  gnardaturaote,  uo  escala. 

¡MU  ToniBio. 
1  Guarda...  qué  ? 

¡Qué  imperlioeate ! 
GnardalDfante. 

MR  TOMBIO. 

Peor  es  eso 


DE  DO»  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA 
Que  esotro.  íQué  lubute  llene 
Ui  prima,  que  este  le  guarde? 

DOK  AtAKSO. 

Hablar  coo  vos  es  bacemne 
Perder  el  juicio.  No  euiienda 
Aquesto  nadie  :  volved  le 
Donde  estaba ,  -j  eí'timadme. 
Bárbaro,  y  agradecedme 
Uue  uo  os  digo  mil  locuras.       (Va< 

DON  Toniuio. 
Kscalado  seas  mil  veces, 
liuardainraiile  de  nil  prima , 
Quien  quiera  que  fuiste  y  fueses ; 
¡Bueno  me  han  puesto  por  (i 
be  bárbaro  imperilneiiie '....    . 
V  basta  saber  el  olido 

8ue  en  cas  de  mis  [>rimas  tienes , 
o  be  de  parar. 

Voeet  dentro. 
Para,  para. 
non  ALONSO.  (Dentro.) 


ESCENA  Xtl. 

MARl-NüílO.-  DON  TORIBIO. 


Yo  soy,  que  no  es  nadie. 

i  Qué  haces  aqui  desia  suerte , 
Con  aquese  guarda  infante? 
ItOK  TOBinio. 

Aqui,  El  saberlo  quieres. 
Me  estalla  pensando  cosas.. . 

Hani-xoSo. 
Sitio  habrá  donde  las  pienses. 
Suelta,  y  mira  do  te  lialleu 
Aqui  dentro  cuando  lli'gueii. 
Que  j»  vienen. 

DOMTOBIUIO. 


Hejor  será,  si  lo  adviertes. 
No  qideras  que  le  dé  otro. 

iN>?i  Tomuio. 
¿Qué  va  que  uo  es  mayor  que  este? 

{Dala  una  puñada.) 
¡Ají,  queme  lian  muerto!  ¡Sefiores, 
Acudid  á  socorrerme! 
i Ay,  que  me  matan! 

ESCENA  XIII. 

EtXENlA;  CLAltA .  DON  ALONSO , 
BHlr.lDA.  — DüNTOniBIO.UAltl- 
NURO. 


¡Qué  voces! 

EUCKMA. 

¿Qué  ruido  es  e: 

DOMTOHIOIO. 

Hari-Nuito,  mi  señora, 
Estando  en  este  retrete. 
Porque  la  dije  no  mas 
Oueiiuenas  noches  tuviese , 
Puso  las  Díanos  en  mi. 


BARCA. 

NAii-inlo. 
Has  me  dijo. . 

(jtp.  d  Don  Alonso .  o uéiidelo  Don  Ta- 

Pues  preteude 
Que  le  favorezca  jo. 
Porque  dice  que  no  qalerc 
Seüora  de  guarilaínfanle , 
y  trae  per  testigo  este. 
De  quien  está  haciendo  burla. 

»?"•'■'«• 

¡Qué  testimonio  tan  fuerte! 
MAIll-Stl.íO.  (Ap.) 

A-un  traidor  dos  alevosos. 

MU  ALONSO.  (.4p.  d  tlari-Nuño.) 
Advertid  vos  que  no  llegneu  ' 
A  entender  nada  las  dos, 

(Ap.d  DanToñbte.) 
Que  de  vuestras  sencilleces , 
O  ignorancias  ó  locuras , 
Estoy  cansado  de  suerte... 
Pero  hablemos  de  otra  cosa. 
No  sean  delirios  siempre. 
(A  tat  daiuM.) 
¿Cómo  eo  la  Gesta  os  ha  ido? 

EUGCHiit. 
Como  á  quien  viene,  seilor. 
De  ver  el  triunfo  mayor 
Que  nuestra  Espailt  na  tenido 
Desde  que  su  monarquía 
A  ser  la  mayor  llegó. 

DON  ALOMO. 

Va  que  no  lo  lie  visto  yo , 
De  algún  consuelo  serla 
Oirlo  de  bis  dos  aqui. 

EUCKNIA. 

Vo,  señor,  te  contaré 

l.o  que  me  acui'nto.  (Ap.  Veré 

Si  ilrsvp1;ir  puedo  asi 

La  |>eii3  en  <|ue  tile  lia  tenido 

La  com|ieiencia  cruel 

Que  vio  CIjra  eu  su  papel.) 

CLARA.  {Ap.ú  Uarl-Nuio.) 
¿Vistea  Félix? 

HABI'KuSo. 

Y  advertido, 
No  dado  que  venga. 

Pues 
Vele  á  abrir. 

maiii-niitIo. 

¿Cónio,  si  aqui 
Todos  están? 

(A  la  podre.Como  atento  nos  estés. 
La  que  ella  olvide,  señor, 
Yn  acordárselo  pretendo.) 

lAp.  d  Kari-Kuño.) 
¿BiuiéiMlesme? 

■ahi-NoSo. 
Va  te  entiendo. 


¿  Poes  110 ! 
CLARA.  {Ap.  d  Mari'ltuño.) 
Ve  |>or  él ,  mientras  que  yo 
Les  doy  con  la  extretenida. 

{VaMí  ifatí-Nuño.l . 
ü,nt,zodb/C-.OOglC 


LIpeA  el  día  qae  trncaodo 
La  divina  U ariana 
Bu  felices  |>osesiDiies 
Perezosas  esiieranzas , 
De  Madrid  autaiiecleran , 
Pira  su  dichosa  eolndií , 
Eii  relices  apáralos 
Cubiertas  calles  j  plazas. 
Taitas  las  vimos,  porqué 
Transceodieodo  pur  las  vallas 
Fingidas  de  Í3S)te  ;  bronce. 
Llegamos  adonde  estaba 
Eo  el  Prado  un  arco  «icetso 
Que  i  laa  nubes  se  levanta. 


Aquí  en  el  nacioual  traje 
Madrid  de  su  antigua  usanza, 
Esperó  i  su  nuera  Keiua, 
Vestida  de  hlaiico  j  nicar; 

V  para  signiGcar 

De  sus  afectos  las  ansias 
Con  que  liberal  ijuisiera 
Poner  el  mundo  a  sus  plantas, 
Ya  que  Du  la  puso  el  mundo , 
Puso,  par  lo  métios,  tantas 
SI|{mGcaciones  del, 
(¡u<!  en  este  arco  y  los  qne  rahan 
Hepresentó  de  sus  cuatro 
Partes  las  coronas  varias 
tí<ie*en  él  amante  la  ofrece 
Uuicn  la  mereció  monarca ; 

V  asi  esta  parte  fué  Europa, 
l^omo  jiriiicipal  «¡stancia , 
Donde  sus  imperios  tienen 
Las  demás  por  tribaiariss. 


A  Castilla  j  i  León, 


Por  lo 


. :  Al.-n 


Por  la  ci , 

J)ela  religión  i  Italia, 
Sin  otras  muclras  señales. 
Imposible  es  ya,  pueí  liasla 
Qne  en  este  arco  j  los  demás 
Apelemos  i  la  estampa , 
Cuando  lo  expliquen  sus  letras 
Latinas  ;  castellanas. 

Solo  por  mayor  diremos 
Qne  i  las  cuatro  dilatadas 
Parles  del  mundo,  en  quien  tuvo 
D<iminio  el  planeta  de  Austria , 
«'.orrespandieron  los  cuatro 
Klementos,  sieiido  en  claras 
SigniflcacioDes,  doctos 
Reversos  de  sus  fachadas  : 

V  asi  i  Europa  se  dio  el  aire. 
Por  ser  en  quien  mas  templadas  . 
Sns  liiQuenclas  se  gozaii 
Dulces ,  sdaTes  y  blandas. 

Y  como  del  airees 
El  iguila  remontada 
Emperalrii,  cuyo  nido 
Favorable  aspira  el  aura , 
El  águila  coronó 

Este  elemento,  adornada 
De  neroglincos  que 
Toüos  del  aire  se  sacan. 


GUÁRDATE  DEL  AGUA  HANSA. 

Del  besamano),  empeíA 
(Haciendo al  compis  la  salva. 

No  solo  de  loa  clarines, 
La¿  trómpelas  y  las  cajas. 
Sino  de  la  voi  del  pueblo . 
"■■°--' llora  salva)      " 


Que  es  la  m 


■  aplau 


Majestad,  que  no  se  vio 
En  términos  de  vasalla , 
^adie  con  mas  causa  buroilde , 
Ni  soberbia  con  mas  cansa. 

EDCEMIS. 

De  aquí  pues  i  la  carrera 
De  Sau  Jerónimo  pasa, 
ÜQBiie  no  menos  vistoso 
La  recibió  el  Irlunfo  de  Aosiria. 

De  seseuta  y  dos  coronas 
Oue  en  la  ludia  rinden  i  Espalia 
teudo,  los  bultos  de  algunas 
Significaron  las  ansias 
De  servir  su  buena  reina 
Con  dones  y  empresas  cuantas 
Mide  este  imperio  al  Oríen^, 
1)0  ndu  su  potter  al  cania. 

Y  como  Asia  es  la  mayor 
Parte  del  mundo,  que  abraza 
Ganges,  Nilo,  Eufrates,  Tigris, 
St'Bura  de  tierras  tantas. 

Fué  su  elemento  la  tierra , 
En  quien  se  tlA  coronada 
La  melena  del  león , 
Como  su  mayor  monarca. 

Llegó  pues  el  Sol ,  del  Sol 
A  la  Puerta ,  en  cuya  esuocla 
Alríca  en  el  triunfal  arco, 
A  vista  suya  se  planta. 

Y  asi,  todas  sus  pisturas 
Fueron  las  fUerzas  y  plazas 
Que  Esiiaha  en  Afí'ica  goza , 
Desde  que  dos  reinas  santas. 
Política  una  en  Madrid, 
Victoriosa  otra  eo  Granadi , 
Arrancaron  las  raices 
Ücsta  venenosa  planta. 

A  África  correspondiendo 
El  fuego ,  ó  por  su  abrasada 
Libia,  ó  porque  ha  de  ser  boy 
La 'Puerta  del  Sol  su  estancia, 
ül  sol,  planeta  de  fuego. 
Entre  pirámides  alias 
Se  lió  colocado,  bien 

exaltado  on  su  casa. 
EuceniA. 
Siguióse  la  Platería, 
[>e  tal  manera  adornada. 
Que  solo  un  arle  tan  noble 
Asi  pudiera  ilustrarla; 
Pues  casi  desde  este  arco 
Se  corrieron  dos  barandas 
De  bícbas  y  de  columnas. 
Que  empezándose  desde  altas 
Pirámides,  prosiguieron. 
Hasta  que  en  otras  rematan. 
Poblando  sus  corredores , 
Por  una  y  por  otra  banda , 
Aparadores  cubiertos 
De  diamantes,  oro  y  plata. 

La  América  en  otro  arco 
A  Santa  Haria  estaba. 
En  cuyo  templo  el  licl  culto 
El  Te  Deunt  ¡audamu*  cauta . 
Fueron  divinas  empresas 
Cuantas  dio  el  agua  ú  sus  aras, 


En  la  plaza  de  Palacio 

Animados  en  dos  basas , 

üue  de  Hipieneo  y  Mercurio 

Sostenian  las  estatuas,  .. 

Dos  triunfales  carros  vi, 

De  cuya  filirica  rara 

Cuela  slgnilicjcion , 

Si  es  que  me  atrevo  i  esplicarla, 

Que  Mercurio,  de  los  dioses 

Embajador,  su  Jornada 

A  la  tísia  de  Palacio 

Feneció;  y  asi,  acabada 

La  fatiga  del  camino, 

A  Himeneo  se  la  encarga, 

Pormie  uno  su  culto  empiece , 

Donde  otro  su  culto  acaba, 

CtJilll. 

Con  este  acompañamiento, 
Al  compás  de  voces  varias , 
Que  del  esposo  y  la  esposa 
Uecian  las  alabanzas... 

En  un  bruto  qne  parece 
Que  sabia  que  llevaba 
Todo  un  cielo  sobre  Si,  ' 
Según  la  noble  arrogancia 
Con  que  obedecía  soberbio 
Al  impulso  que  le  manda. 
Llegó  nuestra  invicta  Reina 
A  las  puertas  de  su  alcázar. 

Tal  la  relación  ha  sido. 

Que  aunque  el  no  verlo  da  enojos. 

El  deseo  de  los  ojos 

Se  anille  cou  el  oído. 

No  á  mi ,  que  aquese  deseo 
Nunca  tuve. 

DON  ALOKSO. 

1  Por  qué  no? 

MN  TORIUO. 

Como  esas  bodas  vi  yo. 

DOS  ALomo. 
i  Dónde? 

BOU  Toaitio. 
En  Cangas  de  Tineo, 
Cuaudo  los  concejos  todos 
Se  juntan  para  lleiar 
Las  novias  á  otro  lugar, 
Entonanito  varios  modos 
De  bailes  y  de  cantare;. 
Que  es  una  Nesta  bien  rara. 
Si  de  alguno  me  acordara , 
Se  os  quitaran  uiis  pesares. 


I)rigidi,áalumbr 

Que  ya  recogerme  es  bien, 

(Vanie  Do»  Alonso  y  BrigÜa.) 

ESCENA  XV. 

CURA,  EUGENIA,  DON  TORIBIO. 


COHKUIAS  DE  DW  PEDRO  CáLDBRON  DG  U  BARCA. 


DOR  TMIBIO. 

Tm  d^l«n  qee  btbUi  en  mi 
Mh  en  que  leugwM. 


Decidme  la  caoBi  pues. 

CLAIU.  {Ap.  i  ¿I.) 

La  eaBH  ea   que  üugpnla,  i  quien 

Ídf .  Del  asegurarme  quiero 
■ara  la  ocasión  que  espero.) 
Vos  decís  qne  auereis  bien, 
A  otro  fiToreció. 


Mi  aua  el  ruido  da  la  queja, 
iQné  mas  de  mi  parle  paedo 
Habei'  heciio,  iti  wi^er 
Puedo  aliora  qyé  be  de  hacer ! 


\\j  cielus! 


Pues  estando 
Un  rato  en  ese  balcón , 
Oiréis  la  coniemeion 
Que  Üen«ea  la  calle,  hablando 
Con  un  hombre  por  la  reja 
De  su  cnaiio. 

DOHTOHiaM. 

¡Cbtao  qué  I 
Kn  el  balcón  me  estaré , 
Si  acaso  el  dolor  me  deja. 
Sin  chisiar,  de  penas  lleno. 
{rHtintuladamenle  abre  un  balcón, 
miUte  en  íl  y  curra.) 

lAp.  Ya  eaie  no  me  eslorbaii, 
Pites  cerrado  se  esiarl 
Toda  la  noche  al  sereno.) 
Eogenia.  {Ap.  Bueno  sen 
Enga&arla.) 

ESflEHA  XTL 

CLARA,  EUGENIA. 


Hi  padre  tu  (otpecbóso 
(Pues  no  sé  qué,  qnc  ht  puado. 
Hari-NoSo  le  ha  costado 
Acerca  ile  que  celoso 
Uno  ;  otro  amaole  tu^o 
Hoj  a  cata  puerta  niieron ), 
Qm  n»  sospechas  )e  lilcieron 
Dcnelar,  segiiD  argnvo, 
Qne  no  se  acuesta.  Por  Wos, 
Qne  si  llenes  qae  temer, 
■e  lo  digas,  para  hacer 
Como  hermana. 

Si  i  loa  don 
En  el  coche  j  en  la  re]a 
Viiie  que  los  desnedi. 
Y  que  no  bs  quedado  en  rai 


i  iQtté  esT 

Perder  el  otedo, 
,  Pnesio  que  inoceute  esüs, 

Y  ceiraúa  en  mi  aposento, 
'  Desvelar  lu  pensamiento; 
,  Ijue  JO ,  desvelando  mas 
1 1u  inocencia ,  allá  entraré. 

Diciendo  que  estls  dormida . 
!  V  moslrinoome  ofendida 
I  A  w  enojo,  le  diré 

Hay  bien  dicho  que  no  tiene 

Haioo,  si  en  sospechar  da 

De  qalcD  lan  segura  esti. 

Hl  «Ida ,  hermana ,  previene 

Tu  amisiad ;  y  porque  mas 

De  mi  asegurarse  quiera, 

Ciérrame  tú  por  defuera.    (Enírai*.) 

lEsohal^de  hacer?  (Cierra,)  Va  estl* 
(Ujnmigoen  canipaSa,  Amor. 
Aquesta  es  la  \e>.  primera 
Qne  te  t1  el  rostro  :  no  quieras 
Vencer  tau  prcsio  el  rigor 
Detnsiras.— ¡Hari-Hnfio' 


Pode ;  j  estoy  con  recelo 
'  De  que  se  hayan  encontrado. 
Puesto  que  ninguno  hi  vuelto, 

.  Siendo  ambos  liuéspedrs  mioi. ' 
V  aunque  por  ellos  lo  sieoio , 

'  Lo  aiento  por  vos  con  mas 
Ventaja'!,  pues  si  os  condesa 

I,  Una  verdad ,  me  dcbeU 

I  Vos  mayor  Oliera  que  ellos. 

I  iVo  mayor  fineu? 


CURA;  DON  fORIBIO.encerraiío 
en  nn  bottvn. 

cuia*. 
i  Dónde  estl  aqutl  caballero? 

En  mi  aposento ,  setíora , 
H;iio  lia  qop  oculto  le  tengo, 
ittléiitras  que  la  relación 
A  todos  tenia  suspensos. 

Esto  por  Eugeuia  bago. 

Por  eso  yo  te  obedeico. 

UHe,  qne  salga  i  esta  cuadra. 

URl'RllSo. 

Vot. 

(yate,9fleDMPitix.) 
non  rÍLit. 
Aunque  rendido  vengo 
A  serviros,  es  mayor 
Hl  pena  que  el  rendimiento 


Ni  Tnccira  cordura  han  hecbo 
El  efecto  que  esperamos, 
Kno  lan  contrario  efecto , 


A  vuestra  pnena  rt 

V  saliendo  vuestro  panre 

V  roestro  primo  t  esie  tiempo. 
Queriendo  acudir  A  lodo , 

A  nada  icudf ,  mpucsto 
Que  ni  i  uno  ni  otro  alcaniar 


¿Cómo? 

Perdonad ,  os  mego , 
Porque  no  puedo  decido, 
Aiuque  ya  dicho  lo  tengo.     . 

¡Dicholo  leñéis,  y  00 
Podéis  decirlo !  ^o  entiendo 
Tan  nnevo  enigma. 

non  rttn. 
Yo  si. 

Declaraos  mas. 

vmttux. 
No  puedo, 
One  si  el  sentimiento  es 
ser  mis  aniipos ,  cierto 


(RaUo  dentro.) 
ESCENA  XVUL 


WS  ítlAI. 

¿Qué  voces 
Son  las  que  estamos  oyendo  T 

En  el  jardín  fai, 

{Sale  Mari-Nmio.) 

HABI-NOSO. 

I SeÜora ! 

jQué  hay  Hari-Nuño?  Qué  es  eso? 

mjLSi-imflo. 
Por  las  tapílB  del  jardin 
Se  ha  arrojado  un  hombre  dentro, 
A  cnyii  mido ,  tu  padre 
Baja  ya  de  su  aposento. 

[Trille  de  mi !  i  Qué  be  de  hacer, 
S  os  ven  aquí  T 

DON  rÍLlI. 

Buen  remedio : 
Yo  por  aqueste  balcón 
Saldré  i  la  calle  primero 

CI.*R*. 

No  le  abráis. 

I  No  es  mejor? 

{Abre  m  balcm,^  katttt  d  Da»  TertU*.} 


dbvGooglc 


Hombre,  ;qQién< 

iQaiéii  os  mete  I  tos  «o  esoT 
i  Hétome  YO  en  quüa  sois  voi  T 
Aüradec«diM  qae  leoao 
Que  liicer  a(^a] ,  que  ii  do, 
A  fe  que  bahii  de  Biberlo. 

IBncUrrate  en  el  baleaa.) 

tQiüéti  «16  Un  extra&o  luiceT 

■Mi-mniú.  ' 

¥■  en  el  jirdin  »e  oye  estruenilo. 

^uiémoooi  de  aquí. 

(lUrai  la  patria  per  donde  te  retirí 

,    B^eida,  1/  vantepor  illa  Clara  y 

Mari-NM»»:  Don  Félix  tteteúnde, 

COMO  Don  ToriUo,  en  otro  taleoa.) 


SId  poderio  JO  eslorttir, 
Qds  Legar  no  pade  á  tiempo. 
Por  tas  tapias  del  Jardin 
A  entrar  me  atreví  resuelto 
A  KDgar...  Pero  ¡  qaé  miro! 

?ue  es  BU  padre,  vive  el  cielo, 
brioM),  con  otro  bombre 
Hlftendo  ule  i  este  paesto. 


Sale  Mm  AL0N50,  rifando  con  DON 
JUAN.— DON  PEDRO :  DON  FÍLDC, 
mmJM.-DON   TORIBIO,  'aelbat- 


Al  eirnereo  de  mi  brazo. 
De  mis  iras  al  aliento , 
Fue*  me  lian  hecbo  dos  agravios 
Tn  Toi  j  tu  atrevlmleuto , 
LMdosTetiearé...iAy  deml! 
Que  van  mis  penas  creciendo, 
Pues  cuando  pens4  de  nno. 
Dos  de  qnieo  vengarme  tengo. 
DON  rtia.  ( Saliendo  del  bateen 
donde  eitaba  eteemlUo.j 
Tened  ta  espada ,  Don  Juan. 


Mira  si  Iraidor  amigo 
Brct»  ptws  aqnl  te  eneoentro. 
DoMriui. 


:  Dentro  de  mi  um  dos 
Boemlgo*! 


CDARDATE  DEL  AGUA  NANSA. 

Lo  rabioso  de  mía  celos.) 

SI  por  aqnese  balean 

(A  Don  FilUe ,  fiM  te  hn  jnedado  de- 
lante d«J  Moon  donde  atd  Don  To- 
runo.) 

Te  pa«ó  el  atrevimiento 

De  aquesa  ingrata  t  mis  ojos , 

En  ti  he  de  vengar  primero 

Los  celos  coft  que  le  bosco. 

Baja  «bajo,  6  vive  el  délo 

Que  esta  pistola... 
oon  Toaiaio.  {Saliendo  del  balcón.) 
i  Pistola? 

Bombre  del  diablo,  esLl  quedo. 

Que  no  es  fto  lo  que  ]ro 

Ted(je.  Pero  ¡qué  leo! 

;Qaéesesto,tioT 

A  mi  lado 

Os  poned. 

■KM  ncMO.  (Ap.) 
Pues  qne  le  abrieron 

La  ventana,  llegaré 

Amatarle;  que  do  temo. 

Va  qpe  estoy  muerto  i  su  dicha, 

Quedar  i  sos  manos  muerto. 

Traidor,  tras  ti...  Has  i  qué  mirol 
¿Por  la  ventanal  resnello 
Atl  os  entráis  T 

DOH  »DBO. 

1  Qué  oa  admira  1 
tanto  ruido  me  ha  puesto 
En  obUgacioD  de  entrar 
A  saber  lo  que  es. 


En  repetidos  agravios. 

No  sé  i  cuil  be  de  Ir  primero. 

Teneos,  seilar,  Don  Alonso, 
Que  trances  de  honor,  el  cuerdo 
Los  venga  con  su  prudencia , 
Antes  qae  con  el  acero  : 
y  si  me  escncbala ,  do  dudo 
Quedéis  honrado  j  contento. 

bon  Autnso. 
Uno  entrú  por  mi  Jardiu, 
Otro  por  mi  reja ;  pero 
Vos  que  aqui  dentro  os  halláis, 
i  Por  dúnde  entrasteis  primero  T 
Que  haciéndome  el  mismo  agravio , 
He  venia  á  dar  consejo. 

son  tosí  a  I  o. 
Entrarla  por  la  escala, 
Que  escala  habia  para  ello. 

DOK  ráLii. 
Vo  soj  Un  interesado 
Ed  esle  lance ,  qoe^tienM 
Qne  vtae  t  serviros  mas 
A  lodos,  qne  no  1  ofeuderas, 
~  let  filé  i  exentarle;  maa  ja 
le  cons^piirio  no  puedo 

Lo  inteataré  :  esladme  atentos. 
Dotia  Engenta  me  bi  tenido 
En  aqueste  cuarto ,  á  electo 
De  estorbar  entre  lo*  do*... 

ESCENA  XXL 

EUGENIA,  CLARA.— Dichos 

■DUHU.  (Dentro.) 
escucho  t  D«jar  no  puedo 


& 


stUr,  al  oír  mi  nombró. 


cuna.  (OmAv.) 
Teme,  no  salgu. 

(Soten  Clara  f  Bntenia.) 


iqneste  fingimiento.  — 
i  Yo  te  he  tenido  (¿qué  dices. 
Hombre  T)  en  mi  cuirlol  (A  ¡ton  FiHx.) 
son  rtus. 

Teneos, 
Que  yo  Doha  Eugenia  be  dicho, 
¡io\os.  {Señala  á  aan.) 

•OH  ALONSO. 

iCómo.cómoeseso* 
j,  Luego  tú  eras  la  que  na  h  ombre 
Escondido  tenias  den  tro  T 


la  traición  has  becbof 

DOHTOUaiO. 


flecho  avestrui  dd  amorf 

¿Qué  es  esto,  lograuT  Qué  es  esto* 

Esto  es  qn«  por  estorbar 

De  Eugenia  yo  los  empdbM, 

No  pude  estorbar  d  ti2o;  — 

V  pues  que  sois  caballero,(iD«aF<'lte.) 

no  en  el  riesgo  me  dfllefa, 

Cuando  i  otra  sácala  del  fÍe*go. 
oOKriui. 
Qué  es  dejaros  T  Con  mtl  vidas 
labels  de  ver  que  os  defiendo ; 

Pues  no  amando  la  que  es  dama 

De  mis  amigos ,  bien  puedo, 
non  JOAN. 


Yo  os  ayudaré. 

D0:1  KMO. 

Vo  y  todo. 
BOH  uosso. 
,llaj  tan  grande  atievbnlentoT 

Quién  tuviera  aqui  un  Isnion 
ie  tres  que  en  mi  casa  tmgof 

DonALomo. 
A  mis  ojos  j  en  mi  casa, 
NadietroUhgas  (¡aycMoSl) 
Defender*  que  no  sea 
Su  esposo. 

BONrAui 
-i  basta  eso, 
Vo  k)  soy  suyo. 

Y  yo  aoja. 

iQulén  creyera  que  en  el  yerro 
Hajor,  taera  quien  cajera 
La  mesurada  mas  presto  T 

MTOMBIO. 

iOnUa  no  lo  creyeraT  pnea 
Siempre  eo  el  mando  lo  lenMM, 
Que  las  aguas  maaaas  son 
De  tas  que  baj  que  Bar  aieooa , 
V  tienni  mayor  peligro 

byCoOglc 


Porque  itn  duda  por  eso, 
fimáriaU  itl  agua  matuo 
DyonuBDÜguo  proverbio  - 


COMEDUS  DE  DOM  PEDRO  CALOEUOH  DE  LA  DARCl. 

N<  Filis ,  ni  got'rdi  iabnies  : 
V  asi ,  con  mi  airorja  il  cuello, 
Doude  eKll  mi  ^jecaloria, 
¡libéis  de  «er  que  me  vnélfo 


e  d¿«  estado  i  tu  guslo; 
Que  JO  con  mi  primo  quiero 
Irme  i  la  montaña  ,  donde 
Te  asegure,  por  lo  menos", 
fíe  que  nunca  JHíncui'nles 
Fuérao  mis  esiiureítnienlas. 


Porque  allí  llevar  no  quiero , 


(íue  ni 
Tan  bruto  i 

as  atención  debo, 
.    .     .       i  quien  su  madre 
La  babia  dado  en  casamieato , 
Y  esperando  mi  licencia. 
Se  quedó  basta  ahora  suipeoso. 

is  plantas  humilde 


Con  esto  es  del  mal  el  n 


Pues  quedo  sin  esperanza 
"e  mi  amor,  lograrla  InieaU 
n  pedir  que  perdMieis 
e  nuestras  fallas  los  jerroi. 


Porque  con  la  moraleja 
Del  Agua  aatita  v  so  eiemplo, 
Uando  principio  i  servlroa, 
Fia  í  la  comedia  demos. 


NOTA. 

A  esta  comedia  había  de  seguir  la  de  Los  eabelloí  deAbsalon,  cuya  segunda  jornada  es  casi 
Igual  á  la  tercera  del  drama  trágico  de  llrso  de  Molina ,  titulado  La  eenganza  de  Tamar.  No 
habiéndose  inchiido  esta  obra  en  el  tomo  v  de  nuestra  Biblioteca  ,  que  comprende  las 
principales  de  Tirso ,  parece  oportuno  colocarla  aquí ,  para  que  se  compare  el  original  de  aquel 
poeta  con  la  refundición  hecha  por  Gaudkbos> 


ibyGoogle 


LA  VENGANZA  DE  TAMAR,  ttúgedia 

DEL  MAESTRO  TIRSO  DE  MOUNA. 


AMON. 

TAHAR. 

DAVID. 

ABSALON. 

ABIGAIL, reina   . 

BERSABÉ. 

HICOL. 

AD0N1AS. 

SALOMÓN. 


PERSONAS. 

ELIACER. 
JONADAB. 
UIMA. 
JOAB. 

jo»e:fo. 

ELtüA. 

TIHSO.  1 

BRAULIO.  )  Gaaadrrot. 

AUSO.  I 


ARDELIO.     !  Gartaátret 

LAURETA.     ) 

Un  (»UM>. 

Un  maestko  ve  tx*kt. 

U.ÚSKM. 

SOLBADOS. 

AC0»PA5f»IIKSTil. 


t4  ticena  e*  en  Jentelen  g  en  Bealhaier. 


iORNADA  PRIMERA. 


ESCENA  PUMEBA. 


Ya  de  ver  murallas  rolas. 
Por  cnjas  escalas  vnt-las , 
Debes  de  veúir  causado. 


E*  mi  padre  partinsx ; 
Mi  viejo  admite  la  paz, 
M  iDaio  quita  del  lado 
El  acero  qae  desculo. 

Ue  eso,  seilor,  no  le  espante!  : 

«uien  descalieió  Kigantes 
comenzó  i  vencer  uüto, 
SI  es  otra  naturaleza 
La  poderos*  costumbre , 
Vtejo  teodrl  pesadumbre 
Con  la  pai. 

A  la  grandeza 
Del  reíDO  que  le  cotona , 
Por  sus  baiañas  subió. 


De  los  amoaltas  cerque 
David  la  idólatra  corte  í 
Hiquloas  la  Indimirla  corle 
Coa  que  t  SQS  maros  si*  acerque , 
Que  si  en  eso  se  hatli  biea 
Porque  sus  reinos  mejora , 
Mas  quipro,  Eliacer,  un  boni 
De  nuestra  Jerusalen , 
Qae  cuantas  Vitorias  dan 
A  ni  Doinbre  eterna  fama. 

-  «UAcn. 
Si  Aleras  de  alguna  dama 


Alambicado  galán , 
Ho  me  rspaniara  que  ausencia 
Te  biciera  la  guerra  odiosa ; 
Que  amor  que  en  la  pal  reposa, 
Pierde  armado  la  paciencia. 
Mas  no  amando,  a^rreoir. 
Las  armas,  que  de  pesadas 
Sueleo  ser  desamoradas , 
Cosa  es  nueva. 

Si,  Eliacer: 
Nueva  es,  por  eso  la  apruebo. 
En  lodo  sov  singular; 
Oue  no  es  digno  de  estimar 
El  que  no  inventa  algo  nuevo. 


ADSALON,  AOONIAS  v  icohmSakiex- 
TO ,  áe  eanfn». — AHON ,  ELIACER, 
JONADAB.  - 

No  gozaremos;  Tas  treguas 

Sue  el  Rer  da  al  contrario,  biea, 
O  estando  en  Jerusalen. 
adonIae. 
Corrido  ba1>emos  las  legoas 
Que  ba;  de  Hibaia  baila  aquí. 
Votando. 


Doilas  I  la  m 
Oae  batanando  jomadas. 
He  han  puesto  las  dos  lunadas 
Como  ruedas  de  salmón. 

1  Oh  Eliacer '.  i  también  tú  gozas 
Treguas  aclT 

eUACiB. 
iQné  querrías? 


Los  salones  de  pafaci 
Diez  di  as  que  ban  de  durar 
Las  tresnas  que  al  amonita 
David  da,  el  amor  permita 
Sus  murallas  escular. 

lUurallasde  amort 

«n. 

Uleo  puedes 
Permitirles  este  nombre. 
Amando  de  Docbe  un  hombre, 
isalta  también  paredes? 
i  Ventanas  altas  no  escala! 
iSo  TondaT  jEl  nombro  no  da? 
¡Trazando  ardides  no  esíil 
Luego  Amor  i  Harte  Iguula. 

No  te  quiero  re|<licar. 
Va  sé  que  tiene  i^ran  parle 
Amor,  que  es  hijo  de  liarte, 
\  io  que  baj  de  Uarie  i  amar. 

En  tÍ,VHueipe,  inHnllo; 
Pues  con  ser  tan  gran  soldado , 
Nunca  tiiiite  eoamorado. 

Poco  BUS  llamas  permito : 
No  sí  ser  tan  conversable 
Como  mi  hermano  Absalon. 

La  bermosura  es  V^recctoo , 

Y  k)  perfecto  es  amable. 
Hitóme  hiermoso  mi  suerte, 

Y  á  todas  me  comunico. 

Estts  de  cabellos  rico , 

Y  ansi  puedes  atreverte : 
Que  ^guedeja  que  les  des, 
ÍM  que  muertas  por  las  tienda* 
Te  porfían  que  tos  vendas, 
TendriD  en  ti  su  interés ; 
Pues  si  no  miente  la  bmi. 
Tanto  tu  cabeza  vale , 

2ae  me  aflrman  que  te  sale 
cabello  cada  dama. 

ELIACn. 

Si  tnti  sus  dehtos  lalvaa , 


dbyGooglc 


LA  VENGANZA  DEJI  TAKAR, 


jQn4  mndio  te  qgienn  bien, 
Pita  UmIi  Jeranl«n 
Te  tl*iM  Sootrrt-Caivatf 
V  Us  mnchai  que  componec. 
Debiéndote  sus  belleías. 


Shwespor  ti.lamiubi 

En  Bn,  ¿el  Prloelpe  d* 
Ed  lio  querer  Ji  magUQi? 


D«  e«rca  no,  qae  ei  c^Of*. 
jVEuerT 


NotfeuefalUllarla. 


EtMgra. 

Raqnel... 


Tiene  imiclio  paño, 
Y  bnele  siempre  &  bel  un. 

HtfU... 

Encobre  inuclios  griDos. 


AtSlLDlt. 

¡  Vllnte  Dios  por  Amon ! 
¡  Qué  satírico  que  esiAs '. 


ED  la  aocbe  ir  i  la.flesia 
y  boda  que  i  Elisa  apresta 
La  mocedad  cortesana  T 


i  Eso  ignoras? 


Cm  Jütefo  de  Isacar. 
3elia  mujer  ie  hací  de  dar. 


Nosd. 

Ha;  braro  sarao. 

iré 
A  danur,  mas  aoe  do  i  Telia, 
(■ero  ba  de  ser  aisfrazado , 
SI «  que  (nlscaras  se  admiten. 

anoEiiAs. 
En  loa  saraM  se  pennitea. 


Dése  modo  me  molestas. 
Ya  sé  que  i  David  mi  padre     ' 
No  ie  ban  parecido  mal  -. 
Testigo  ia  de  Nabal , 

V  Beraabé,  hermosa  madre 
Del  risueño  Saloman. 

ABoniu. 

Y  las  machas  concubinas 
Cuyas  belleías  divinas 
Milagro  del  mnndo  son. 

Gana  be  tenido  da  vellas. 


H^a 


por  donde  veacellas. 


El  recato  de  palacio 
Y  poca  segundad 
De  la  femenil  beldad 
No  las  deja  ver  despacio; 
Has  por  tUos  que  ba  poco*  días 
Que  á  una  mncbacba  que  ri 
Enlre  ellas,  Amon,  le  di 
Toda  el  alma. 

Oje,  Adonlas, 
De)  modo  que  esti  Abealon. — 
i  A  la  mu>er  de  tu  padre  I 

.  ÁBSAUIK. 

Solo  perdono  k  mi  madre. 
Tengo  tal  inclipacioD , 

gue  tíoa  quien  celebra  bodas, 
ovidiandoEU  vejez. 
He  enamoro;  ;  ya  habrá  vea 
Ea  que  he  de  goiallas  todas. 

AMIt. 

La  Iwlleaa  j  la  locura 
Son  hermanas  :  eres  bdld, 
Us  loco. 

A  tu  cabello 
Atríbu^  tu  ventura , 


Cierta  dama  fae  de  Ir  1  ver , 
En  durmiendo  sus  vecinos. 

ADWdlS. 

Yo  me  pierdo  por  Jugar 

Yo  que  ni  adoro  ni  jiwgo, 
'  '-\  Tersos. 

ASULon. 
'i  Buen  sosiego ! 

En  esto  quiero  imitar 
A  David ,  pues  no  le  imito 
"-  -mar,  ni  quiero,  tanto. 


Los  salmos  en  verso  ha  escrito ; 
Que  e*  Dioi  la  musa  perléta 
Que  en  ¿1  hiBuyendo  e«ti. 

Misterios  eserlblrl ; 
Que  H  guerrero  ;  es  proCsta. 
( FaiM«  Abialm ,  Adania*  y  el  ae» 
ñanienUi.) 


AMON,  EL1ACER,  JONADAB. 
¿Qnébabemos  de  hacer  agora? 
No  sé  qné  se  me  ha  antojado. 

i  Has  si  esLuTleses  prefiadof 

Tanta  mujer  que  enamon 
A  mi  padre  ausente  j  viejo , 
jQué  puede  hacer  eoeerradiT 
"s  es  cosa  averiguada 
la  qoe  es  de  bnnor  eapq* 
a  lealtad  j  «piaiooi 
En  Un  es  frleíl  sugelo 
V  un  animal  haperfelo. 

UigilizsdbyGOOglC 


TRAGEDIA  UEL  MAESTRO  TIRSO  DE  HOLIRA. 


JONAIUB, 

Si  Ida  la  (iricacioii 

Eadelapetitonudre, 

DPBeari  su  liiiandail 

Al  hombre,  qae  m  su  mitad; 

y  DO  estando  ;a  tu  padre 

Para  Be«UU ,  ja  lo  Tes... 


Iríseles  en  deieos  € 

Todo  el  tietniKi,  sin  empleos 
De  sa  gusto. 

lOnADU 


Ken  UlosobU  los  dos. 


Lástima  leogo ,  por  Uioi , 
A  las  damas  de  ¡iaUclo 
Eneemidas  como  eo  hucha. 


El  tiempo  esti  algo  pesado , 
T  coD  la  no«be  j  nuNado , 
La  Dscnridad  que  hace,  es  mucha. 
iQnIén  duda  que  en  el  jlnUu 
Peüirin  limosa*  al  fresca 
Las  damasT  Lo  que  apetezco 
He  de  ejecutar  en  Oii, 
CnrÍDSo  teogo  bo;  de  ser. 

PnesiquéíDieutai?     . 

i  QuéT  Saltar 
Atiueste  maro  j  entrar 
Dentro  del  parque,  Eliscer, 
p    V  Ter  qué  couTersacioa 
A  las  damas  eolretleue 
De  palacio. 

Si  el  Rej  viene 
A  saberlo,  no  es  razón 
Que  le  enojes;  pues  no  Ignoras 
Que  al  que  aquí  dentro  cogiese. 
Por  mas  principal  que  fuese , 
'   VWiria  pocas  horas; 
Que  tas  casas  de  los  rejes 


Es  verdad ; 
Haa  DO  M  euiienden  Us  lejes 
Coa  tí  principe  heredero. 
Prindpe  soj  de  Israel, 
El  calor  que  hace  es  crflel , 

Y  ansi  divertirle  quiero. 
En  dando  yo  en  una  cosa. 
Ya  sabes  que  he  de  salir 
Cm  ella. 

Empiera  i  subir; 
Has  siendo  Un  peligrosa, 

Y  de  tan  poco  provecho , 
No  me  parece  que  es  justo. 

Pro>ecbo  es  hacer  mi  gusto. 


;Y  después  que  le  hayas  hecho  T 

UtOM. 

Esto  ha  de  ser ,  lire  Dio*. 
Vamos  los  tres  i  buscar 
Por  dónde  poder  entrar. 


H&cia  alli  he  tísIo  unas  jedras, 


Vamos,  j  k  subir  empina. 

(foM  Al 
En  dindole  ea  la  cabeza 
Una  cosa ,  no  podrtn 
Persuadille  t  lo  eootrario 
Catorce  ¡iredicadores. 

lOnADAB. 

;  Qué  extraBos  son  los  seRores  t 

ELI  ACER . 

V  el  nuestro  i  qué  temerario!  (Vafue.) 


Yo  no  tengo  que  espantar ; 
Qae  no  estoy  enamorada ; 
T(i  al  tiento  puedes  llamar, 
Pues  siendo  tan  celebrada 
En  la  müsici  Tamar 
Como  en  la  belleza ,  "i  oírle 
Correrá  el  céBro  maiisa 
Alegre  por  diTertirle. 


INA,  CM  ffuilarra.  —  TAHAR. 
Tia«n. 
iVisie  jamas  tal  calorl 
Auuqae  tú  mejor  lo  pasas 

««JO- 

Pues  ipor  qué  mejor  t 

Porque  no  juntas  las  brasas 
Del  tiempo ,  al  fuex»  de  amor ;  ' 
Has  yo  que  uo  puedo  mas , 
V  i  mí  amor  Junto  el  bochorno^ 
Que  hace... 


íQué  seréT 

Serta  on  bono 
Eu  que  i  Joab  cocerás 
Pan  de  tieroos  pensamientos, 
A  sostenurle  basuntes 
CiHilra  recelo*  vloleMDS. 


Si  aquesta  fUenle  se  alreie 
A  aplacar  so  Airtt  flera, 
Que  en  la  tara  de  oro  bebe 
De  su  arena  aqueste  prado , 
Dénos  su  margen  asiento. 

En  cojines  de  brocado 

Sus  flores  de  ciento  en  ciento 

Te  ofrecen  sn  real  estrado ; 

,  en  fio, como  eres  infanta, 
Ño  le  contentas  con  menos. 

Pues  traes  instrumento ,  canta ; 
Que  en  los  jardines  ameno» 
"'  amor  su  mal  espanta. 


AHON.  -  TAHAR ,  DINA. 
AMO^i.  (Pera  ti,  a¡  lallr.) 
La  mocedad  no  repara 
En  cuanto  Intenta  y  procura. 
La  noche  mi  gusto  ampara  : 
Cuanto  me  entristece  oscura , 
He  alegra  esta  mente  clara. 
Como  00  sé  dónde  toj. 
En  cuanto  toco  tropiezo. 


ravAB. 
Dame  pues  ese  iustmmeaio. 

«■o*.  {Ap.) 
MI  deseo  se  cranp)i6. 
Aquí  hablar  mujerea  tiento. 

La  mú^ca  se  inventó 
Eu  alivio  del  tomento. 

Axon.  {Ap.) 
Caotar  quieren  :  no  pudiera 
Venir  á  tiempo  mejor. 

TABAR. 

¡Aj  il  mi  amante  me  oyera  1 

A*».  (Ap.) 
No  hay  parte  en  que  no  entre  ai 
.Hasta  aquí  llega  «u  esfera. 
TAHAR.  ICnU.) 
Ujert  píMoaitonfe , 
De  am»r  pi^n  altgr» , 
Orne  vttU  la  twfMim 
De  plmmn  y  atat  veriei. 
Si  fkenle  4e  bu  gutlot 
B>  mi  queride  »iite»le , 
Donde  ataaroto  eiitlet. 
Donde  teditnlo  bebet , 
Tu  melta  no  dilate* 
Cuando  d  ni  viita  Uegeet; 
Queme  dardn  tu»  diehai 
Envidia  li  no  vuelve*. 
Pajarito,  que  vas  i  la  fuente, 
Rel)e  y  tente. 
Correa  de  mi  quejai 
Será*  cuando  le  llene» 
En  pliego*  de  »utpira» 
So»peeha»  impactenlet. 
Con  (H  amérese  pico. 
Si  en  mi  memoria  duerme. 
Del  eueiío  de  *u  elvíde 
Bt  bien  au*  le  deipitrle». 
Ca*ttgaU  de*euido» , 
Amere»  le  agradece , 
Preeiníaíe  ¡írmeía» , 
Fatoret  le  promete. 
Paiaríto,que  vasáta  beme. 
Bebe  j  Tente, 


dbvGooglc 


40i 

¡  Qu4  fot  un  apacible ! 

8aé  quejas  Un  ardientes  > 
aé  acentos  Un  suaves! 
i  Ay  Dios !  iQué  hecblio  et  es 
A  SU  nieJIUno  cinlo 
Corrido  el  viento  vuelve; 

Sae  en  Te  qoese  detuvo, 
uy  bien  pudo  correrse; 

Y  por  acompasarla , 

Su  voz  bace  que  templen 
Los  tiples  de  esus  bojas. 
Los  btios  de  estas  fae[4es. 
Amor,  no  sé  qué  os  diga 
Si  vuestro  rigor  viene 
A  escuras  y  de  noche 
Porque  los  ojos  cierre.    ' 
Como  i  la  voz  iguale 
La  belleía ,  qtie  suele 
Ser  Ingel  en  acentoc 

Y  eu  roatro  ser  serpiente, 
Tiiunbd ,  uióo  absoluto, 
De  un  corazoa  rebelde. 
Si  ráslico,  ja  noUe, 

Si  libr« ,  ja  obediente. 


El  sol,  müslco  ilustre. 
Anticiparse  quiere. 

AHoa.  (^.> 
Si  por  verla  y  oiría 
Sus  rayos  amanecen, 
¿Quién  duda  que  ea  bermOHÍ 
Quién  duda  que  condene 
Su  cara  con  su  canto? 
íAj  Diosl  ¡Quién  mereciese 
Atestignar  de  visU 
Lo  que  de  oidos  siente! 

iQué  he  de  cantar,  si  lloro  ? 
A>ON,  (Ap.) 

Entnd ,  celos  crueles , 
Serrid  de  ludimenlos 
Con  que  mi  amor  comience 
i  Hujer  ausente  j  flnne! 
]  Celoao  JO  j  presente  1 


¡  Hoj  libre  j  boj  con  lejes  *. 
i  Ob  milagrosa  niena 
De  00  ci^pi  dios  que  vence 
Sin  ojos  j  con  aba , 
Coanlo  aesnado,  fuerte! 


Ansí  tu  amante  goces. 
Y  de  tus  afios  cuentes 
Los  lustros  i  millares 
tía  primavera  siempre. 
Que  prosiguiendo,  alivies 
El  calor  que  suspendes 
T  olvidas  convirte.  . 


(C«(a.)  ¡Ág  peniam 
¡Cuánto  aitá  U  ietienet! 
¡Qué  lew  que  U  parte*! 
¡Ce»  quiperexa  tmeleei! 
Celatf  eites  que  ¡ocet 
De  ni  adorado  anéente 
La  villa  coa  que  oplecaí 
La  ardUntf  ud  de  verle. 
Si  aoaeo  de  ana  labiai 
Et  dulce  nielar  beba 
Oue  labran  na  palabra» , 
F  hartalle  algunat  puedei. 

Pajarito,  que  tt"  '  '"  ' 

Bebe  j  vente. 


U  VENGANZA  DE  TAHAR . 
utos.  {Áp.] 
I  Haj  mas  apadble  raloT 
Espíritus  celestiales. 
Si  entre  músicas  morUles 

Venid  conmigo.  Acercarme 
(Adeliialaee  hácta  donde  eiti  Tamarg 

Dina,  íropiexa  g  cae.) 
Quiero  un  poco. —  Mas  cal. 

[Ay  ciekts!  iQuién  estlaqul! 

anón.  (Ap.) 
Ya  es  Imposible  ocnlurme. 
Aunque  fa  nocbe  es  de  aoerle, 
One  mentir  mí  nombre  puedo, 
Pues  con  su  oscuridad  quedo 
Seguro  que  nadie  acierte 
NI  vea  et  traje  en  que  «stoj. 

iQoé  ea  eatoT 

Dame  la  mano. 
Bíjo  soj  del  hortelano. 
Que  be  caldo.  At  diablo  doy 
La  mostea ,  que  ella  fué 
OcasioD  que  tropezase 
En  un  tronco,  ¡r  me  quebrase 
La  espinilla.  jNo  me  ve? 


iHaoscoQlenudoT 

ParDIot,  que  lo  habéis  canudo 
Como  un  gigante  Collas. 
Dadme  la  mano ;  qne  ppso 
(Tapnor  da  la  mano  á  Amon ,  que  i 

beta  p  *e  queda  con  el  guante  que 

Tomar  tenia  en  ella  ) 
Un  monte.  {Ap.  Tómesela , 
Bésela,  y  juro  en  verdi 
Que  i  la  ñutí  me  supo  el  beso.) 

Atrevido  sois,  villano. 


TABA*. 

Cumpllrioe  ese  deseo 

La  oscuridad  qna  baCe  agón. 

Antea  me  aburro,  seBora, 
Puea  ya  que  os  o^o,  do  os  veo'. 

Pues  ;  ^  me  habéis  conocido  T 

Sois  tamas  las  qne  aqui  estiis , 

V  de  dii  j  noche  ándala 
Paseando  el  jardín  Qorido. 
Que  como  no  me  expliquéis 
Vueso  nombre ,  no  me  espanto 
Que  no  01  conozca  en  el  canto; 
Porque  aunque  Ul  vez  lleguéis 
A  relazarme ,  y  me  quejo 

De  mas  de  un  pellizco  y  dos 
Que  me  dais  (quizi ,'  par  Dios , 
Porque  el  Rey,  que  ya  esti  viejo, 

jm|ile  mal  oe  lostlda, 

Tiniendo  unía  mujer). 
Soy  rudo  en  el  conocer. 

TAiÁK.  (Balando  aparU  eon  Diam.} 

Qué  villano  1 

¡Y  qué  mallda  1 
Fiad  burlas  desia  gente. 

¿Qniéreme  decir  quién  es, 

Y  lie  várela  después 

De  flor  j  frnu  un  presenteT 

Sois  muy  hablador. 

«ION.  (A/i.) 

El  guante 
De  la  mano  le  quité 
Cuando  k  besarla  llegué. 

Vamos. 

No  se  vaya ,  cante 
Anal  la  remoce  el  cielo 
A  David,  si  es  su  marido. 

Un  guante  se  me  ha  caldo. 


.Qué  quiere T  Siempre  se  vldo 

En  hallazgos  mucho  ja. 

iQuéetdélT     ^*"*'' 
Tome. 

aaon. 

TAnaa. 

Slpardi<>z,;inflcionado 

Daldeaca 

A  moslcas. 

AMON.  IBéiala  U  mana.) 

¡  Buen  modorro ! 

(Ap.  Bésela  otra  ves  la  mano.) 

Par  nir>s,  tos  tenéis  buen  cborru. 
SI  eti  la  cara  os  ha  ayudada 
Como  eu  la  voz ,  la  ventura , 
Con  todo  os  podéis  alzar. 
Aunque  no  se  suele  Latlar 
Con  Ducua  voi  la  hermosura. 

Tof<co  peusamiento  ea  ese. 

;No  suele,  aunque  esio  os  espanta 
Deeirse  i  la  que  bien  i^anuí  : 
«  Quién  te  oyeae  y  no  te  viese!  • 


Dadme  acá  el  guante. 

AHOii.  (Válele  diary  búrlala.) 
Mamola. 


eyCOOglC 


TRAGEDIA  DEL  HAESTRO  TIRSO  DE  MOLINA. 


o  gnilu  de  lo  qa«  pasa? 
loen  Jardinero ! 


Vo  bard  que  o*  ecbea  ile  casa. 


S«réli  an  clavel  de  grana. 
{Ap.  De  aqui  mis  veataras  uro.) 
i^iie  sia  caular  mai  ae  vanf 


NI  eo  Kuem  mai  llrme  anaaie, 
M  en  p»  mas  dieslro  toldado. 
Ed  la  mas  irdua  viioria 
Es  Tuestro  amor  buen  tesüso, 
Qae  Üene,  en  Te  de  su  ¿Ioiía  , 
La  espiada  eu  «1  eoemigo, 
"  ~ti  «osolru  la  roemoría. 

ADOtdlS. 

EHeo  sabe  eso  Bersabé ,. 

Y  Abigalt  ao  lo  ignora. 

Qoe  esto;  triste  sia  él ,  sé. 

V  yo  qoe  co  ID  anMoeia  llora 
Qulea  the  coando  le  «é. 

Pensáis  volveros  (an  presto 


AHON. 

Agora,  noche,  ti  qoe  i  escuras  qnedo, 
Pues  un  sol  basia  aqat  late  delante. 
Libre  de  amor  entré,  ja  salgo  amante: 
nelame  Intes  de  él ,  ya  llorar  piíedo. 

lAy  amorosa  voi,  oscuro  enredo!  [te; 
OfradTueMra  ventura  en  soloun  suan- 
Qoesiigtiaialsumüsicaciüembliinte, 
Victorioso  quedáis,  jo  os  lo  concedo. 

¡Cuando  mas  descuidado,  mas  roidl- 
[do! 
¡  Sin  saber  i  quien  qairro,  eoamorado, 
Aullando  murallas,  y  vencido ! 

tUa  i  dicboso  rapsK,  vuestro  cuidado, 
SI  Meando  qoiín  ea  por  el  veMidOi 
LaicierteecnaÍB,noenl)lanco,enencar- 
(Vaw.)  [nado! 

^1»  dtl'palaeio. 


ADSALON,  ADÜNIAS,  ABIGAIL. 


Y  le  da  ungre  el  valor.  . 

Qultarile  la  memoria 

De  líosulraa  i;l  deseo 
Del  triuuro  de  esa  Vitoria. 

Ai>o:ilis 
Amaros  es  su  trofeo, 
CoQversaroi  es  su  gloria. 

Poca  ocasión  iiabrji  dado 
A  que  su  olvido  os  espaiiie, 
PoM  DO  b4  que  se  hijra  balWi 


Al  cerco? 


Vom 

A  partirme. 


la  estoy  dispuesto 

adorIab. 
Y  yo  también. 

ABKML. 

Escribiré  con  los  dos 
Al  Rey  que  si  quiere  bien , 
Dedique  salmos  i  Dios 
Seguro  en  Jerusilen , 

V  en  la  guerra  do.  consuma 
La  plata  que  peine  belada ; 

Oue  aunque  en  su  esfueno  presuma  i 
i\  viejo  cuelga  la  espada, 

Y  el  sabio  juega  la  pluma. 

ABStUM. 

A  ambas  cosas  Se  acomoda 
H)  paitre. 

BIUAli. 

Calan  venis,  . 


Para  que  la  corte  toda 
Se  vayí  tras  vos  perdida. 

Aulorliamos  la  fiesta ; 
Que  es  la  novia  coDocidi. 

EBCEHA  VUI. 


EU*csa.  {Habtando  i  la  entrada  de  la 

tata  cea  ÁmonT) 
Qué  novedad  seri  esta , 

Es  mudar  de  vida. 

JOiUPAB.        . 

__  le  socedla,  que  anal. 
Desde  que  al  janlin  entraste. 
Ni  doenne*,  ni  estis  enü* 

iQoé  tiste  cuando  llegaste? 


Desde  [ 


_   ..amadarpreteido. 

No  qntera  conversación. 

Porque  ya  coa  cmlen  me  eatieodo , 

Sola  es  mi  imaginación. 

'Hf-  I  Ay,  encarnado  vestido , 


iiávi 


isya!) 


ADOnlAS. 

Y  agora  el  cuarse  Elisa 
Nuevas  Gestas  ocasiona, 
Qne  dan  i  las  galas  prisa. 

Merécelo  sn  penoua. 


No  sé  lo  que  en  ei 


«d^i. 


BSCE9A   IX. 
V»  Hiuo.  —  Dicaot. 
entubo. 
Josefa  espera ,  sebores , 
Que  le  honréis. 

.    Ver  nos  obliga 
A  que  le  hagamos  btores. 

ABSALOH. 

iVeois,  PrincIpeT 


Adonlts,  vamos,  pues. 

{Vanuudot,  «¿no*  Aman.) 


Salid,  cdeste  armonía ,  ' 

«^fl  eo  la  voz  enamoráis  i 
ea  vuestro  sol  mi  día, 
Y  sepa  yo  si  igualáis 
La  cara  i  la  melodía. 
jSi  modMi  parecer! 
^i  trocóla  color 
Que  mi  remedio  ba  de  ser  I 
i  SI  querrá  vengarse  Amor 
De  mí  libre  proceder  f 
No  lo  permitáis,  dios  ciego. 
Sepa  yo,  pues  que  me  abraso , 

el  ruego  : 


Pues  las  armas  os  entrego. 

Ya  uleii  acompañando 

A  los  desposados  lodos. 

(CrasaR  el  Ualroiotefo  y  Etita,  de 
nwiet,  con  grande  aeampañamenla, 
del  auú  forma  parle  Tonar,  vettUa 
de  m  riM  traje  cameH.) 

Dudo  alegre ,  temo  amando. 

\  Ay,  amur '.  ¡  por  qu6  de  modos 

Almas  estiis  abraundo ! 

Quiero  escondido  de  aqui 

Ver  (iu  ser  visto  si  pasa 


cGooglc 


QdIw  tne  ttraoiu  aml. 

¡Ay  UídbI  j»  el  tiiego  roe  abrasa 

l)e  Du  Tetuda  carmeaL 

¿Ño  ts  esta  de  lo  eocaraado 

Ni  hennanalíNoesesU,  cielos, 

TamarT  j  Bueua  lueric  he  echado ! 

j  Al,  imposiblH  desvelos ! 

jDe  mi  hermana  enamorado! 

:Hal  haya  el  jardín,  amea , 

La  Doche  triste  y  oscura , 

MI  vaelU  i  Jenuaten, 

Mal  haya,  amea,  nii  locura, 

Que  para  mal  de  mi  bien , 

Libre  me  obligó  i  aballar 

Alma,  morir  y  callar; 

Que  siendo  amanle  j  hermano 

I/)  mrjor  es  oNIdar, 

Uas  vale,  cielos,  quR  muera 

Deniro  mi  pedio  e»u  llama 

^a  que  sa%a  el  ftiego  fuera  ¡ 

Ausente  olvida  auten  ama , 

Amor  es  pasión  lijera. 

Al  cerco  quiera  |Mriirrae ; 

(}ue  i  los  princl|ÜM  se  aplaca 

La  pasión,  que  no  es  lan  Drme.  — 

Eliaccr. 

ESCEMA  XI. 

ELIACea,  iONADAB.-AHON. 


Quiero  vestirme 
De  camloo,  j  al  campo  ir  *. 
Preven  liu  bous  y  e^toelai. 


Poalaa  voy  i  prevenir. 


Icúmo  podrí  el  si .       _..  . , 
Deja  eso,  dame  un  laqnero 
De  tela,  sácame  un  rostro ; 
Que  liallarmn  en  kI  sarao  quiero. 

{VaTue  Eliactr  f  Jaüéab.) 
De  imposibles  so>  uit  tnoiiro ; 
Esperando  desesiicro. 
Ame  el  delfla  al  cantor, 
Alpl&tano  el  persa  adore, 
A  la  estatua  tenga  amor 
El  otro,  el  brtito  enamore    ' 
La  islria  de  mas  valnr; 
Qae  de  mi  locura  lana 
Ei  tormento  es  mas  airoK,^ 
Pues  me  enamoró  una  voz?* 
Y  adoro  á  mi  misma  hermana. 

{Salen  EUacer  y  Jonaiab.) 

Aqui  estin  rostro  y  disfraa. 


VistMne,  pues.  Pero  quita; 
Que  este  rigor  pertinaz 
Con  la  raio]  I  precipita 
De  mi  sosiego  la  paz. 
Dejadme  solo.  ;Nd  os  Tais* 

ILIÁCU.  (Ap.) 
itjai  le  habrá  dado  i  este  loen! 
(Vaiue  Eliaeery  Jenaiab.) 


LA  VENGANZA  DB  TAHAR, 

Su  Infierna  eipertanentals. 
No  quiera  Dios  gtie  on  deseo 
Desatinado  y  crael 
Venu  con  amor  un  feo 

principe  de  Israel : 

es  noble  trofeo. 
Incurable  es  mi  dolor. 
Pues  ya  soy  vuestro  vasalla. 
Ciego  dios,  dadme  fafor. 


SilscBciSide  Joiefo. 
ESfXHAXIl. 

JOSEFO,  ELISA ,  TAUAR ,  COHVDijtDOS 
á  IJk  BODA  T  HíaUM. 

ISÜHlmue.) 

Gocéis,  losefo,  el  esudo 
Con  Elisa  afios  prolijos , 
Con  la  vejes  coronado 
üe  nobles  y  hermosos  bijos, 
Fruto  de  amor  saaooado. 

Si  vuestra  Alteza  nos  da 
Tan  felices  parabienes,    , 
1  Quién  duda  que  goiarft 
Nuestra  vealura  los  Iñnies 
Qne  DOS  prometemos  yat 

A  lo  menos  desearemos 
Toda  esa  dicha,  seBora, 
Porque  con  ella  paguemos 
Lo  mocho  que  desde  agora 
A  vuestra  Alteu  debemos. 


Yo  sé  quléu  iatés  de  veros , 
-  Enamorado  de  oíros , 
!  Los  libóles  lisonjeros 

llovió  auoche  con  suspiros, 
i  Y  i  vos  DO  pudo  moteros. 
'  Vo  sé  quién  besé  una  mano 

Dos  veces  (¡fueran  dos  mili], 
I  Yo  sé... 

.  Fiordo  horteJaiM), 

I  I  Para  vuestro  mal  sutil, 
I  V  para  mi  honor  villano , 
Ya  rl  engaito  he  cdlegido 
Que  oa  fe  de  la  oBscnridad 
i  Os  biio  anoche  atrevido. 
La  sagrada  inmunidad 
IJel  palacio  babeis  rompido; 
IVro  agradeced  que  intento 
No  dar  i  esta  tiesta  Bn 
Que  lastime  su  contento; 
Que  boy  os  sirviera  el  jardín 
De  castigo  y  escarmiento. 

Ue  castigo,  eoM  es  clara , 
L>ue  vueetro  gusto  cumplid 
Hl  fortuna  siempre  avara  ; 


Un  CBiADO,  V  luego  AVON.  —  DiCBe6. 


Dése  prtndpio  k  la  fiesta. 

[SaU  Amon,  ie  miteara.) 
josaro. 
El  cielo  juntó  en  Tamar 
Con  una  hermosura  honesta 
Ün  donaire  síngniar. 

i  De  qué  sirve  entre  los  dos 

Hi  rdwide  resistencia, 

Amor,  at  en  fuerea  sois  dios, 

Y  tinfs  con  tal  violencia , 

Que  al  fiu  me  lleváis  Iras  vos? 

Desocupado  esti  el  puesto 

Ue  mi  imposible  tirana; 

Deudor  os  soy  solo  en  esto  : 

i  Qué  de  estorbas,  cruel  hermana. 

En  mi  amor  el  cielo  ha  puesto '. 

{Hinca  la  r»iüla  al  laio  de  Tamar,  y 

hablan  le*  doi.) 
Por  gozar  tal  coyuntura, 
Bieu  me  holgara  yo,  sefiorn , 

8ue  casara  mi  veotnri 
na  dama  cadabora. 
Puesto  qne  la  noche  obscura 
También  voluntades  casa. 
Hecho  tllamo  un  jardín , 
Donde  cuando  el  tiempo  abrasa , 
Con  voces  de  un  seraOn 
Hizo  cielo  vuesir*  Osa. 


,  Ojala  qne  escaraaentara 
>  o  en  mi  mismo !  Has  no  temo 
i:astigosi  que  el  cielo  me  lilio 
Sin  temor  con  tanto  extremo, 

?ne  yo  mismo  el  fuego  atizo 
brasas  en  que  rae  qnerou. 

TUUl. 

¿Quién  Mis  vo*  que  habláis  ansiT 


Un  compfteslo  ( 

Siie  dL'sde  el  ponto  que  os  vr, 
e  atormentan  temerarios, 
Y  todos  son  contra  mi  : 
Una  quimera  encantada. 
Una  esfinge  con  quieu  lucho , 
Un  volcan  en  nieve  helada, 
Y,  en  liu,  por  ser  con  vos  muclio, 
no  vengo,  lubiila,  í  ser  uada. 

iViése  loco  semrjante! 

Yo  sé  que  anoche  perdíales. 
Porque  yo  ganase ,  un  guante :. 
La  mano  que'i  un  pastor  distes. 
Dadla  agora  1  un  firme  amante. 

Niscan  desconocida, 
Levantios  iui-go  de  aquí; 
Que  haré  quitaros  la  vida. 


nocbe  hagáis 
Que  i  nn  itostre  cortesano. 
Que  querais  *  no  queráis , 
Os  he  de  besar  la  mano. 

{Biíatela  t  me.) 

i  Bota :  Natadme  ese  hombre. 
{ietdntatite  leitt.) 
Dejad  la  Üesta ,  seguiide. 

¿Qné  ttenetí!  i  Qué  hay  qne  te  asombreT 

No  me  repiquéis  i  berllde, 

üigmzíídbvGoOglc 


TRAGEDU  DEL  MAESTRO  TIRSO  DE  HOLINA. 


Dejemos 
El  uno ;  qne  hacer  es  jnslo 
Lo  que  mauda. 


JORNADA  SEGUNDA. 

.  Curto  ds  AmoD ,  en  el  piiiiüD. 

esceha  pbimera. 

AMON, 
NAüXi 


Un  discreto  la  compara 


De  l>  tuerte  qoe  regalan 
Guando  pocos ;  si  son  macboa 
O  caiuao  flaqueza  6  malaD. 

Bien  has  dicho.  —  Hola. 


Como  príncipe,  do  solo 
Las  obrad ,  mas  las  palabras. 


Darle  aguamanos. 

Bi  coa  (bego  me  larara , 
falliera  ser  que  estuviera 
Mejor,  pues  me  abrasa  el  agua. 
Dime  sigo  que  roe  entrelenRa. 
¿0"^  ^  '*  cansa  de  que  callas 
TiDto,  Klacer? 

No  sé  cómo 
Darle  gusto  :  ya  le  curadas 
i'.ou  que  halilaiido  te  diviertan, 
Ya  darle  miiiica  mandas. 
Va  i  los  que  te  hablan  despides , 
V  riJSes  i  quien  le  canta. 

JOn«DkR. 

Esta  tu  melancolía 
Tiene,  seBor,  lastimada 
A  toda  lerosalen. 


iQaiérenmeintichot 

ConM  i  su  principe. 

Basta. 
No  me  tiableia  mas  en  mujeres ; 
¡Pluguiera  t  Dios  que  senullara 
Hedió  con  que  conservar 
La  Datwaieza  humana  , 
Sni  ha  herías  menester  T 
¿Viuo  el  médico? 


No  tsudlan,  aeSor,  pa  latea  : 
Sangrar  j  purgar  son  poloa 
De  BU  tíencia. 

V  su  gtnancla. 

Todo  es  seda,  ámbar  j  mnlai : 
SI  dos  de  ellos  enviara 
AE^ptoóSlria  Uavid, 
Coo  solas  plumas  mataran 
Has  que  ao  ejército  todo. 

JuDtlronse  ayer  en  casa 

De  Délbora  seis  dolores 

IQue  ha  días  que  esti  tauj  mala) 
■ara  cónsul  tai' entre  ellos 
La  enrernedad  y  aplicarla 
AIgmi  remedio  elicaz. 
ApartlTonse  k  una  sala , 
licbaiido  la  geuie  de  ella. 
Di6le  gana  a  una  cria}] a 
(Que  bastaba  ser  mujer) 
De  escuchar  lo  qne  trataban; 
Y  cuando  tuvo  por  cierto 
Que  del  mal  filosofaran 
lie  la  enferma ,  y  experiencias 
Acerca  de  él  relaiaraii , 


Oj6prei 

I SeAov 


_ _  .  .iqué  eananda 

Sacari  vuesa  merced 
Una  con  otra  semana f> 
RespoodiA :  iCincuenta  escudos, 
l^n  qne  lie  comprailo  ana  pai^a» 
Veinte  aranxadas  de  vibas , 
V  nn  solo  eo  que  tengo  vacas. 
Pero  no  me  descorítenla 
F.l  buen  gusto  de  las  casas 
Que  tuvo  vuesa  merced.  ■ 
Dijo  otro  ;  <  Son  celel>railas  : 
yo  sé  qué  hacer  del  dinero  ' 
Que  gano.  jCosa  extri^nada 
b^s  «er  que  sin  ser  lerdugos. 
Porque  matamos,  nos  pagan  1> 
•  Dejad  eso,>  replicó 
<Mn> ,  «  j  decid  de  qué  traía 
Os  fué  en  el  juego  de  anoche. 
—Perdí ;  son  suertes  voltarias. 
—Pero  ;teneis  muchos  libros! 
i  Doscleulos  cuerpos  no  bastau 
Con  cuatro  dedos  de  polvo. 
Que  ni  ellos  hablan  palabra. 
Ni  yo  las  que  encierrau  miroT 
Ostentación  j  1  ni  o  rancia 
Nos  han  dado  de  comer. 
Has  faa  de  castro  semanas 
Que  DO  bojeo  si  no  aon 


Pechugas  de  pavo»blanCM, 
Lomes  de  gaiapos  tieroos, 

Y  con  pimienta  y  narai^ 
Perdiz ,  pichón  y  vaquita.i 

Los  hipócritas  ai  uso. 

Peroio  parlada  basta; 
iVamos  i  ver  nuestra  enferma , 
)ue  estari  muy  confiada 
in  uueslra  consulta.  >  Fueron , 

y  d^o  el  de  uiayor  barba  : 
Lo  que  se  saca  de  aquí 

Js  que  ai  momento  se  baga 

Una  fricación  de  piernas, 

Y  pOT  todas  las  espaldas 
Le  ecben  catorce  rentoSM, 
Las  tres  6  cnairo  sajadas. 
Póuganla  «i  el  cocaMo 

Ufl  aocracio,  y  Ii>meatada 
Con  manteca  de  aubar, 
Tenn  en  el  cielo  esperania , 
Quela  cobtulta  de  boy 
La  h»  de  dar  may  presto  uha.  * 
Diéronles  docleutoa  reales, 

Y  volviéronse  k  su  ctsa 


Caite, 
Relator  impertinente, 
Que  me  atormentas  y  cansas. 
ÍES  posible  que  hables  tantoT 

Tú,  seSor,  ¿no  me  In  maodasT 


Sici 


,e  doy  p 


^Qué  es  aqaelloT  i  Hoial  iQuiéo  cinUT 

Müsicos  que  redbistes 
Para  que  sus  consonancias 
Td  melancólico  humor 
Alivieu. 

ilodnstrtevana! 
GARTAK.  iDentre.) 
P^arieoí ,  qut  hacei*  al  alba 
Cm  lUanJ**  alegre  taina , 
Cantalee  d  Amoa; 

?ue  Iriiletat  le  auUan  la  iiida^ 
ña  labe  ei  un  Í4  mmt, 
¥  na  tabe  ti  ie  amar  sm. 

Hola,  Eliacer.  Jonadab , 
Echaldos  por  las  ventanas , 
Daldos  muerte ,  sepult^ldos 
Haciendo  aiaud  las  tablas 
De  sus  necios  Itistrumentos  : 
Tendrln  sepultura  bourada, 
Como  gusanos  de  seda  . 
En  sus  capullos. 

JOnjtDlB. 

¡  Qué  eitraba 
Pasión  de  melancolía ! 

i  No  imitan  en  una  cas* 
A  su  seBor  los  criados T 
¡  Yo  llorando ,  y  ellos  cantan ! 
Mi  enfermedad  los  alegra. 

ESCENA  II. 

Un  MAimia  ni  mus.-AHON,  JONA- 
DAB, ELIACER. 

Aquí  esiMI  maestro  de  armas. 
Que  viene  i  darto  lición. 


dbyGOOglC 


Dadme  paet  iMiegra  espada , 
Aunque ,  pues  ae  queda  en  blanco 
Mi  oaaca  itrde  eiiperaoia , 

Hejor  que  la  espada  negra. 
Pudiera  Jugar  It  blanca. 

Vuelva  el  cieio ,  p»n  seBor, 
Lm  colores  i  tu  cara 
Que  la  tristeza  marchita, 
Cou  la  Mlud  que  te  falta. 

Retórico  fanperiíDente, 
El  que  es  diestro ,  jamas  habla : 
Jugad  las  armas  callaado, 
O  no  os  preciéis  de  las  armas. 

Perd  úneme  vuestra  Al  Leía.— 
Dije  en  la  lición  pasada 
Que  coD  ellas  dos  posturas 
Al  enemiso  se  sana 
Nedio  pie  de  tlena. 

«■ON, 

Siete  ,  . 
Que  SM1  los  que  á  un  cuerpo  bastan , 


jQuíealoqite  hacainestra  AlteuT 

Caulgar  vuestra  arrof^ncia. 
Necios ,  el  mal  qoe  me  aaigu , 
Siendo  de  «ñor,  uo  se  saca 
CoD  bélicos  iuslramentos. 
Idorid  lodos ,  pues  me  mataj) 
Invisibles  eiieiuigos.    {Da  Irai  ItéM  ) 

Hnjraroos,  mientras  se  amansa 
El  freuesi  de  su  furia, 

<Hn^n>  Ivdot.) 

Si  buliicra  arnías  que  mataran 
La  memoria  que  me  aflige, 
;  Qué  liueiias  luéraii  las  armas! 
iHola!  Eliacer,  Jonadab, 
losefu  ,  Abialar ,  Sisara , 
i  No  liay  quien  venga  !i  dar  alivio 
Al  tormento  que  me  ahrasa! 

ESCEnA  in. 

EÜaCKH  ,  JONADAB.-AMPN 


brau  seQor,  sosiégate. 


De  imposibles  sustentada  ? 
{No  estaba  en  la  cama  ju? 
iQuién  me  ha  cubierto  de  galas? 
Uesnudadnie  presto ,  presto. 

Tb  te  Tistes  ;  levantas 
Cootn  la  opiuion  de  lodos. 

uon. 
Mentís. 

jOMMi.  (Ap.  dEUacér.) 
Desnüdale  j  calla. 


LA  VENGANZA  DE  TAÑAR, 
I  Haerta  vos ,  ;  ;o  de  üestas  [ 
Sajral  negro,  Jei^a  basta 
Os  tienen  de  hacer  desde  boj 
Las  ehseqnias  I  b$  Limad  as. 

ISuenan  eojat  dentro.) 
iQuéesesioT 

jouadab. 

Gran  senor,  viene 
Tu  padre ,  rej  j  monarca 
fie  los  doce  ilustres  tribus. 
Entre  clarines  j  cajas 
Triunfaudo  á  Jerusalen, 
Después  que  por  tierra  iguala 
Del  idólatra  amonita 
Las  ciudades  rebeladas. 
Sálenle  con  bendiciones, 
Músicas ,  himnos  y  damas 
A  recebir  i  sus  puertas , 
Cubiertas  de  cedro  ;  palma, 
Los  cortesanos  alegres; 

Y  la  Vitoria  le  cantan 
Con  que  triunfó  de  Gollas, 
Sus  agradecidas  damas. 
Sal  á  darle  el  parabién , 

V  con  sn  célebre  entrada 
Suspenderis  tu  tristeza. 

Al  melancólico  agravan- 

El  roa) ,  coniciiLoB  ajenos. 

Idos  lodos  de  mi  casa ; 

Dejadme  i  solas  en  ella 

Mientras  veis  que  me  acompañan 

Desesperación ,  Lríste;ta . 

Locura,  imposibles,  rabia,. 

Pues  cuando  mi  padre  triunfe. 

Muerte  me  darán  mis  ansias.    (V«e.) 

escena  iv. 

eliacer,jonAdab 


Lastimoso  freaesl! 


Elogios qnetl  laurel  conviene  eo  arrií; 
y  enjuvead, edad  miembros  desnudo* 
Galas  haciendo  las  rohnsias  garras. 

ninfonseenireelcrespadu  vello, 
ComojoTissus  brazos  me  eché  alcue- 
En  Un,  SI  tras  batanas  adquiridas  [lio ; 
En  la  robusta  edad  que  amor  dilata. 
Grabada  su  memoria  en  las  heridas. 
Ejecutoria  de  quien  honras  trola, 
Agora  i  esta  peaueña  reducidas, 
Cusndotmiedaael  tiempo  paga  en  pta- 
ELoro  que  le  dio  juvenlud  leda  [ta 
(Que  pues  se  trueca  y  pas^a  es  moue- 

Porsollur ^-  - ' 


No  sé,  por  Dios;  mas  pues  calla 

La  ocasión  de-su  trl.ileía, 

O  Amon  esit  loco,  ú  ama.      (Vamx.] 


ESCENA  T. ' 

Salía  marchanda  cún  macha  hüsica  , 
par  una  vuerta  JOAB,  ABSALON, 
ADONIAS.í  íTMíHüí,  DAVID,  co- 
roaado;  por  otra,  TAHAR,  BGRSA- 
,  BE,  MICOL  T  SALOMÓN :  lían  va*t- 

Si  para  el  triunfo  es  lícito,  adquirido. 
Después  de  guerras,  levantar  trofeos. 
Premio ,  si  muchas  veces  repetido. 
Alíenlo  de  mis  bélicos  deseos ; 
Rl  tras  desenterrar  del  viejo  olvido 
De  asirios ,  madianitas,  li lísteos, 
l>e  Get  y  de  Canln  Vitorias  tantas, 
inexhausta  maleria  i  olumas  santas ; 
Si  después  que  en  loa  bra/os  guedfiu- 
l>el  Ubico  león,  fuerzas  bizarras     [dos 
Hipérboles  tradendo ,  hicieron  mudos 


/,  de  los  cabellos, 
roñas  mi  valor  premiada 
)s  ocbo  braios  gana  bellos, 
con  sus  clrcnlos  honrado , 

?ue  brotaran  de  aquesleotros  tres  cue- 
hecha  lerusalende  amor  teatro,  [líos. 
Viera  uii  amante  con  coronas  cuatro. 
Va  Raba  la ,  que  c«rte  incircuncisa 
Del  amonita  nié ,  ruinas  solas 
Ofrece  al  tiempo,  que  caduco  pisa 
Montes  altivas  de  cerúleas  olas ; 
Ya  la  tristeza  transformada  en  risa, 
Huerta  BelcÑía,  cuatro- lan reolas 
Lisonjean  mi  ^ov>  ci 


Dadien        .     .       , 
Al  tiempo  que  coutar,  j  i  mi  desi-o.  . 
Dadme  entre  esos  abrazos  desengaños 
Como  yo  i  vuestras  aras  Hlisteos, 
Sus  prepucios  al  Rev  incircuncisos. 
Plumas  ai  sabio,  j  a  la  fama  avisos. 
Discreta  Abigaíl ,  i  quien  el  cielo 
Gracias  de  aplacar  cóleras  lia  dado , 
Deli)irbaro  pastor  ea  el  Carmelo 
Premio  no  merecido  ni  es  limado  : 
En  esos  brazos,  polos  del  consuela. 
En  qnien  vive  mi  amor  depositado. 
Descanse  mi  vejez;  qne  pues  los  gozn. 
Si  laicos  alios  cuenta  ya,  está  moza. 
Hermosa  Bersabó,oinradel  bario,  [rila.*. 
Que  sirviéndds  de  espej'ieii  fuentes 
Brillando  el  sol  en  ellas  de  un  engaño, 
INeroBcausaiunpequé  ligrimas mias: 
Va  se  restaura  en  vos  el  mortal  daño 
Del  malogrado  por  leal  tinas, 
Pnesdais quien  edifique  [emploalarca, 
Paz  ilus  liemnosy  1  Israel  monarca. 
Y  vos,  mi  Salomón,  noble sugetn 
En  quien  Dios  ciencia  infusa  deposite. 
De  la  fihrica' célebre  arquiíélo 
Que  la  gloria  (fe  Dios  en  nieliía  imite: 
El  LJhano  de  HIran  gralo  y.  discreto 
Cedros  os  corle  donde  eterna  habite 
La  incorru|)cͫ<i  que  el  Ltempo  nn  mal- 
[trita. 
ConoroossirvaOñr,  Tirsis  oou  piala. 
Bellísima  Tailiar.  hü»  querida , 
Gircet  del  sol  eiMUesIras  hebras  preso, 
]  Dichosa  mi  Vitoria,  reducida , 
Al  triunfo  que  con  veroi  intereso  1 
j  Cómo  estila ! 

Dando  alhríciajl  la  vida, 
Qne,vosaasenIe.encoDLingeacia,slEe- 
Gran.señur,  puso.  [so. 

Y  yo  de  mi  deseo 
Pagando  cosijs,  pues  que  sano  os  veo. 

i  Estila,  mi  Abígail,  buena  F 


cGooglc 


I-  SAVIO. 

{  Vos ,  bermou  tUcol ! 


1 Y  TM ,  mi  Bereibé  ? 


De  ver  leniros 
Tierno  en  amorra,  lien  valor itllenie, 
Hiodiéadós  loda  el  alma  por  despojos, 
Qoe  á  gouros  se  asoma  por  loa  ojos. 

batí». 
Esta  corona,  pe&o  de  an  taieuio, 
O  «eliile  mil  aneados ,  rica  ;  bella, 
Lo  taé  del  smonilH ,  que  ns  presento 
AÍegreeoTerquesoisiaspiedrasdeella. 
Hi  Keneral  Joab,  merecimieuto 
De  Ih  fama  que  envidias  alropella , 
De  mi  Tilorla  la  ocasión  ba  sido. 
Valiente  capitán,  si  comedido. 
A  Htbata  rrdujo  a  tanto  aprieto, 
tiof.  cirtaiido  sa  sed,  asoló  au  poto  : 
Ut'jA  su  «saito  de  llegar  ii  eíeio 
Y  ser  ejecución  de  su  destrozo, 
Pur  avisarme ,  i  la  lealtad  sujeto  , 
',s  Vitorias  api» 


En  esas  plantas 
Puesta  la  boca,  quedaré  premiado. 
Pues  i  mayores  glorias  me  lerantas 
Con  totoelnombre,óRe7,deiu  soldado'. 
Cuelga  inteel  arca  con  lus  armas  santas 
Trofeos  que  i  ia  euvjdía  den  cuidado, 
y  al  arpa  dnlce,  de  tu  gusto  abismo, 
Uotate  las  Tltorias  i  ti  mismo. 


TRAGEDIA  DEL  MAESTRO  TIRSO  DB  HOUNA 

ABicsiL.  Pero  iqiié  contento  igoali 

Hlblale,  j  el  dolor  que  ie  molesia 
Allvlaris  :  su  caadra  es ,  setior.,esU. 
{Cerren  una  etríiiia',  y  ieicubmá 
Amm  tentad»  «n  una  tilla ,  p  ««« 


ESCENA   TI. 

AHON.— Dichos. 

DI  VID. 

jQué  es  esio,  amado  heredero  T 
Cuaudo  tu  padre  dilata 
Reinos  que  ganarte  trata 
Por  ser  tú  el  hijo  primera, 
¡Dejándole  consumir 
be  tus  imaglnacioaes. 
Lulo  al  triunfo  alegre  pones. 
Que  me  sale  1  receñir  t 
Diviértanle  los  despojos 
Que  toda  lu  corte  na  tísIo  : 
Todo  un  reino  le  conquislo : 
Aluki  mirarme  los  ojos. 
Llega  i  eniaiar  t  mi  cuello 
Los  brazos:  tu  guste  admita 
Esta  corona  que  imiu 
El  oro  de  tu  cabello. 
Hijo,  i  no  quieres  babUrroRf 
Alza  ia  triste  cabéis, 
,Si  ;a  con  esa  trísteía 
No  pretendes  acabarme. 

ABSALOK. 

Hermano,  la  cortesía 
Cnindo  1)0  tuvo  lugar 
i;n  vuesiro  pecho ,  a  pesar 
De  cualquier  metancolia  T 
Mirad  que  el  Re;,  mi  seBor 
V  padre ,  hablando  os  esU. 

Adonlas  cansa  da 
A  conservar  el  amor 

en  vos  mostró  ia  eipertencia , 
éi  os  ruego  que  habléis 


Llorando  ei 


a  presencia. 


Dadoos  los  brazos. 

Vieron  nuestros  días, 
Al  tremolar  hebreos  tarelanes. 
Juntar  en  dos  sujetos  la  «entura , 
El  esfnerto  abrazado  i  la  hermosura. 


Dando  i  tu  cor 
Tristeza  en  verle,  i  su  pesar  tributo 
Prisa  i  la  muerie  i|ue  sus  anos  cort 
Llanto  á  sus  ojos  jr  h  nosotras  hito ; 
Pues  callando  su  mal,  no  tiay  quien  n 
Laplliilalristeza,queenftdo4a  [porte 
Gualdas  siembra  ensucara,¡ihurtJ  rosa. 

SALORON. 

No  ha;  médico  lancélebrequescierle 
La  causa  de  lan  gran  melancolía. 
Ni  con  música  ó  juegos  se  divierte 
NI  va  i  caiar,  ni  admite  compaBia. 


o  agüéis  tan  alegre  día. 
¡Ah  Principe!  volvé  en  vos. 

«aon.  (itfM  la  cubeta  muy  tritlf.) 
¡Oh!  ¡VilgameDios! 
¡QuéJm^riiueoLe  porflai 

DJIIIU.  * 

íQué  tienes,  caro  traslado 
~    estelrísleorieínslf 
en  alivio  de  tu  mal 
Üe  todo  el  hebreo  estado 
La  mitad  darte  prometo. 
Gózale  1  no  está  ansí: 
Pon  esos  ojos  en  mi. 
De  lodo  mi  gusto  objeto. 
No  se  oscurezca  el  Apolo 
De  tu  cara :  el  mal  despide. 
¿Qué quieres!  Hlblame,  pide. 

Que  os  vais  j  me  d^eis  solo. 

Si  en  eso  tu  gusta  estriba. 
No  te  quiero  dar  pesar; 
Tn  tristeza  ha  de  causar 
Que  yo  sin  consuelo  viva. 
J^ado  bas  el  regociio 
Coa  qae  Israel  se  sédala ; 


bljof 
1  l)ué !  ¿nJ  mereciera  yo , 
Aunque  Ungiéndolo  Tuera, 
Una  palabra  siquiera 
Ue  amor?  Dirásme  qne  no. 
Principe,  ¡un  mirarme  solo! 
Cruel  con  mis  eaniS  eres. 
;Quéhas?  Quésientest  Qué  quieresT 

Que  os  Tais  y  me  dejéis  solo. 


(ran««,  gal  errarte  famar,  llámala 
Amtn ,  y  Uvánuut  dt  la  tfUa  ;  Ta- 


Oje  de  mi  desvario 

La  causa  qne  el  Rey  igoora. 

^Quieres  tú  darme  salud'! 

TUIAB. 

A  estar  su  aumento  en  mi  mano , 
Sabe  Dios,  gallardo  tiermauo,- 
Con  cuánta  soljcilud 
Verbas  ;  piedras  buscara , 
Experiencias  aprendiera, 
Montes  ásperos  subiera , 
Fiiósofos  coDsultars, 
Para  volver  t  Israel 
Un  principe  que  la  muerte 
Qui talle  pretende. 

aNoH. 
Adviene 
Que  no  ^udo  lú  cruel , . 
Sin  piedras ,  drogas  ni  yerbas , 
Metales ,  montes  ó  llanos  , 
Eiti  mi  vida  en  tus  manos , 
Y  que  en  ellas  la  conservas. 
Toma  este  pulso ,  en  él  pon  (TómaU.) 
Los^ledoe  como  Instrumeola, 
A  cuyo  encendido  acrato 
Conceptos  del  coraum 
Emiendas. 

Desasosi^o 
Hnesln. 

Cinsanle  mis  penas : 
Sangre  encierran  otras  venas  , 
En  las  mias  todo  es  fuego. 
¡Ay,  manos,  que  el  alma  toco  , 

(Timalat  y  bétalat.) 
Pagando  eo  Iksos  asravios  '. 
¡Quién  se  hiciera  lodo  labios 
Para  gloria  de  esu  boca '. 


b/Googlc 


Darte  parle  de  él  pensaba  ; 
Veto  vele  ,  qoe  es  mejor 
Morir  iDudo.  ^No  le  vas? 

Si  delenniuadi)  estis 
Ed  eso,  «Jgo  lu  bumor. 
Vojme.  Adiós. 

¡Crueldad  eiinña; 


ÍAp.  De  ler  ni  berm*!)*  }  mujer 
lacen  mis  melancolías.) 
iPosible  es  qae  no  bas  tacado 
l'or  el  pulso  mi  dolor! 

No  sé  TO  qiiii  hij»  dolor 
(jup  lal  gracia  baja  ale  anudo. 
Si  liablando  no  me  la  enseías, 
Ual  lu  enfenneilad  sabré. 


o  desvario , 
ICn  lu  nombre  jr  en  el  oiio . 
Hprmaua,  m<  mal  consiste. 
¿No  telUmas  túTamar? 

Ese  apellido  heredé. 


Será*  amo. 

Porque  pene , 
Mi  mal  es  amar  :  fo  amo. 
Si  esto  adTieTtM,iqu¿  preguntas* 
|Ay,  beilidma  Tamar! 
Amo ,  T  es  mi  mal  amar . 
Si  i  mi  nombre  el  luyo  Juntas. 

Si  como  baj  similiiud 
Entre  lo*  nombres ,  le  hubiera 
En  las  personas ,  jro  bidera 
■ilagros  en  lu  salud. 

Amor  i  no  es  corre^ndenclaf 


LA  VENGANZA  DE  TAHAR, 

'  Aiisi  le  suelen  llamar. 

'  Pues  si  entre  Anum  j  Tamar 
I  Hav  tan  poca  dilereucia, 

Oue  dos  letras  solamente 

Ñus  distingoen,  ¿por  qué  callo 
I  Ui  mal ,  cuando  medios  bailo 
'  Une  a|ilKi|ueu  mi  fUeoo  ardiente? 

\o,  mi  Tamal,  cnaiido  ful 

Contra  el  amonita  liero, 

V  en  el  combate  primera 
Del  Rej  mí  padre  seguí 
Las  baudtrjs  y  el  falor, 

VI  sobre  el  muro  una  tarde 
Ln  sol  bello ,  baciendo  alarde 
De  sus  hazañas  Amor. 
(juedé  ciego  en  la  conquista 
ue  sus  ojos  soberanos , 

V  sJD  llegar  i  las  manos. 
He  Teocló  sola  su  tí«u. 
Desde  entAncet  me  alisul 
Amor  entre  sos  soldados: 
Supe  lo  que  eran  cuidados, 
Oue  basta  aquel  instante  no. 
1  iré  sueldo  de  detfelos , 


Imposibles  me  aciímirc- . 
Quilataroa  mt  amor  celoa. 

Y  pTocurando  saber 
Ouién  era  la  cauta  hermosa 
be  la  pasión  amorosa 

En  que  me  siento  encender. 
Sope  que  era  la  princesa 
Hija  del  birbaro  re|. 
Contraria  en  sangre  j  en  ley. 
Si  una  sola  amor  profesa. 

Y  cono  Imposibilita 

j  La  nuestra  el  mezclarse,  hermana, 
I  Sangre  Idólatra  j  pagana 

Conla  nuestra  isra<-lita, 

Viendo  mi  amor  imposible , 

A  la  ausencia  remiti 

Hisalud,  porque  creí 

Que  de  su  rostro  apacible 

Uuieiida,  el  seso  perdido , 

A  p'sar  de  lal  violencia , 

Eji'coiara  la  ausencia 

Los  milaoros  del  olddo. 

Volilme  a  Jerasaleo, 

Dejé  bélicos  despojos , 
;  Quise  divri'Ur  los  ojos, 
'  (jue  siempre  eii  su  daiio  veo ; 
;  Pero  ni  conversaciones, 
'  Juegos,  caías  ó  ejercicios 

Fueron  remedios  ni  indicios 

De  aplacarse  mis  pasiunes. 

Creció  mi  mal  de  dia  en  dia 

Con  la  aosencia ;  que  quien  ama , 

Kspoela  de  aiAr  la  llama, 

Y  en  Du  mi  melattcolia 
Ha  llegado  i  lal  eitremo. 
Que  aüormco  lu  que  nido. 
Lo  que  me  da  gusto  olvido , 

Y  me  anima  lo  que  temo. 
Aguardé  i  mi  padre  el  Rej 
Para  que  cuando  volviese , 
Por  esposa  roe  la  diese: 
Que  aunque  de  «miraria  lef. 
La  nuestra ,  bermana ,  dispensa 
Del  Deuteronomlo  santo. 

Con  que  quien  amare  tanto 
Como  yo,  y  casarse  piensa 
Con  mujer  Incircuncisa 
Ganada  en  licita  guerra , 
La  traiga  i  su  casa  j  tierra , 
Donde  en  pai  sus  campos  pisa , 
Le  quite  el  gentil  vesudo 

Y  la  adorne  de  otros  bellos. 
Le  corte  oBas  y  cabellos, 

Y  pueda  ser  su  marido. 


Hasta  agora  conservé; 
Pero  ya ,  Inranta ,  que  té 
Que  mi  padre  I  sangre  y  fuego 


.   upúsiMe 
De  sanar,  esta  mi  historia : 
Consérvala  mi  memoria 
Pan  hacerla  roas  terrible. 
Ten  piedad,  bermana  bella. 
De  mi. 

Dios ,  bermana,  sabe 
Si  cuanto  es  tu  mal  mas  grate, 
He  aflige  mas  tu  querella. 
Uat  JO  ^cúmo  puedo,  AmoQ, 


Va  espero  la  ronclusioo. 

Mira ,  hermana  de  mi  vida , 
Aunque  es  mí  puion  eitraáa , 
üonio  es  nifto  Amor,  se  engifia 
Con  cualquier  cota  fingida. 
Llora  un  nifto  y  1  su  ama 
Pide  leche ,  j  dale  el  pecho 
Tal  vei  otra  sin  provecho, 
Donde  creyendo  que  mama , 
Solamente  te  entretiene. 
íNo  bai  visto  agidas  Ooret 
^ue  eo  apariencia  y  colores 
La  vista  a  engañarte  vienet 
Juega  con  la  pspada  negra 
En  paz  quien  la  guerra  etiima. 
Enguíiando  cou  la  esgrima 
Las  amias  con  que  se  alegra. 
Hamliríeitta  he  yo  conocido. 
Que  de  partir  y  irinebtr , 
Suele  mas  harto  Quedar 
Que  los  otros  qoe  han  comido. 
Pues  mi  amor,  en  Üa  rapas. 
Si  i  engañarle,  bermtna,  llegas. 
Si  amorosas  tretas  juegas , 
SI  locas  cajas  eu  paz, 
Si  le  das  ungidas  Sores, 
Si  el  pecho  loma  i  nn  engafio, 
íi  esgrime,  seguro  el  daDo, 
Si  de  apareute*  favores 
Trincha  el  gusto  due  interesa , 
Podra  ser,  bella  lámar. 
Que  sin  que  llegue  al  manjar. 
Le  satisfaga  la  mesa. 
Hi  princesa  malograda 
FuéimíBen  de  tu  hermosura: 
Suspeiider  roí  mal  procura , 
En  su  nombre  Iransfontiads. 
Sé  Ib  mi  dama  fingida  ; 
CouMenie  que  te  enamore , 

gue  te  ronde ,  escriba  y  llore, 
ele ,  obligue ,  alabe ,  pida ; 
Que  el  ser  mi  heimana  asegura 
A  la  malicia  aospecbas, 
V,  mis  llamas  satisfechas 
Al  plato  de  la  hermosura , 
Mientras  el  tiempo  las  borre , 
Seris  fuente  artlflcíal , 
Que  alivia  al  enfermo  el  mal, 
Sio  beber  mientras  que  et^re. 

Si  en  eso  estriba  no  mas , 
Caro  hermano,  tu  sosiego, 
Tngutt    ejecuta  luego  ; 
Que  en  mi  lu  dama  bailará*, 

üigmzíídbvGoOglc 


Qolii  m*i  eorreipoiidiedte 

?iie  la  qae  aosl  te  ibraió. 
a  DO  so;  Ib  hermana  ;d  : 
Preténdeme  d  Díñenle  ; 
Que  con  indusirioEo  engtño 
Hiéalras  tu  bermina  do  íoj, 


TRAGEDIA  DEL  MAESTRO  TIRSO  DE  MOLINA. 
Pe  esns  hermosos  cabellos ;  | 


Estrellas  S( 

Esos  ojos;  esas  mano», 

Que  al  cristal  envidia  dan. 

La  ría  liclea  serio 

lie  mis  gustos  soberanos. 

■,ky,  mis  manos,  que  me  abraso, 

{Biíalat.) 
SI  i  los  labios  no  os  arrimo. 
Con  que  sus  llamas  reprimo ! 
ventura!    {flí,oí«.)  !  "e"""»'""*- 


1  qoe  sanes  tt 
De  término  tollo 

SOb  lengua  medicinal ! 
h  manos  da  mi  venli 
Ob  cielo  lie  la  herinosu. 
Oh  remedio  de  mi  mal ! 
Ya  vivo,  >a  putdo  dar 
Salud  i  m<  mortal  llama. 


»«0«.  * 
COHM  i  Tamar  hasta  agora ; 
Ma»  desde  aquí  como  í  espejo 
De  mi  amor. 

i,  Luego  ja  dejo 
De  ser  Tamar  T 

SI ,  seítora. 
¿PrtDCCst  soj  amooiíaT 

ru^e  que  en  tu  (i^iria  ettoj, 

Y  que  a  hablar  contigo  voy 
Al  aldxar  dwide  habita 

Tu  padre  «I  re  j,  q«e  cercado 
Por  el  mío,  euA  afligido ; 

Y  JO  en  tu  amor  eoceadido. 
Después  de  haberte  avisado 
üue  esta  Dócbe  le  he  de  ver. 
Entro  atrevido  ;  seguro 
Por  un  portillo  del  moro ; 

Y  til  por  corresponder 
Cou  mi  amor,  i  recibirme 
Sales. 

¡Donosa  aventura!' 
Comienzo  i  hacer  mi  figura. 
(Ap.  No  haré  poco  en  no  reírme.) 

Entro  pues.  —  Arboles  helios 
De  esta  jardín ,  cujas  hojas 
Son  ojos,  (¡ue  mis  congojas 
Llora  amor  por  todos  ellos, 

K-"  abéis  visto  i  quien  adoro  T 
ros),  visto  laliabeis. 
Pues  el  imbar  que  vertéis 
Coadensido  en  ^oUi  de  oro, 
l>e  su  vista  le  heredáis. 


:  Uicestne  eso  como  i  hermano , 
O  como  i  amante  que  ul^no, 
Esto;  loco  cu  tu  presencia! 

Como  i  hermano  f  i  galán  ¡ 
Que  si  de  veras  le  abrasas, 
tjs  lejes  de  hermano  pasas ; 
V  si  ^vores  te  dau 
Ocasión  de  que  así  estés , 
La  primera  vei  que  vienes 
A  ver  tn  dama ,  no  ileoes 
De  medrar  por  descort&i. 
Basla  por  agora  esto. 
jC6ino  le  sientes  T 

Meior. 

Donosas  barias ! 


i  No  eres  lú  mi  berroantT 


Como  i  galán  me  despide. 


ii  blenT 

»M0H. 

i  Que  he  adquirido 
n  que  me  bonraisT 


Pues  que  con  los  tnios  os  cercí 
Cielos  de  amor  lumiuosos. 
Zona  soj  que  se  corona 
Coa  los  signos  dejiro  bellos 


Vaja ,  pues  esto  le  si 
Adiós,  dulce  preikds. 


íQnereismemiicbof 


iQaién  es  vnestro  esposo! 


Soñando  en  vos. 


lOAB.-  TAMAR. 

Escuchando  de  aquí  be  esudo, 

Aunque  t  mi  pesar,  fl netas. 

Requiebros ,  gustos ,  lemeíai 

De  un  amor  desatinado. 

íllsase  entre  los  liermanos , 

Aun  de  la  gente  perdida. 

Esto  de  imi  bien,  mi  vida!» 

iCeiUr  cuellos,  besar  manos? 

t  Aj,  mi  esposa!— jAy,  caro  dueüo!— 

(HudarásteT— Seré  bronce. 

—  ¿Vendré  esta  noche?  —  A  las  oac& 

St^aré  en  U  :  i  dulce  suefio!  • 

No  sé  JO  que  baya  señales 

De  una  hermanada  atlcion 

Como  estas,  si  ja  do  son, 

Tamar,  de  hermanos  camales. 

En  pago  de  mi*  haiaBu 

Pedirte  al  Rej  pretendí : 

por  ctla  causa  eimirendi 

DIBculudet  extraltas. 


lUu  del  Ci 


eliebuseo 


MI  pecho  noo1<  , 

En  muestra  de  este  deseo  < 

Siempre  qoe  I  la  goem  M , 

PtrU,Ileñié,vij<reiicl; 

V  agora  Oego ,  entro  j  tco 
AnMres  abominables, 
OTeosaa  de  Dio*,  del  Rej, 
De  tu  sangre,  de  in  lej, 

Y  coo  efetos  madables 
Olvidados  mis  serrlcíoi , 
Menoipreeiado  ral  muw. 
Mal  pagado  mi  valor, 

y  de  la  deshonra  indicios. 
Has ,  gracias  i  Dios,  que  ba  sido 
En  tiempo  qne  queda  en  pié 
Hi  honra  :  desde  hoj  haré 
Altares  al  cuerdo  olvido. 
Al  Rey  diré  lo  que  pasa 


loexlrttkoscooquisla, 

dbvGooglc 


413  ■     -        - 

iiAtAtaa  propios  m  casa ; 
y  miéuirat  hace  el  oliiüo 
Ea  mi  pecbo  balñUcioii , 
Ed  el  iDCesiDnso  Amon 

10  j  marido. 


Oye,  espera ,  Joal>  valiente. 
Ad8í  alargue  Din*  los  aBos, 
Que  eacucbes  Ifis  deténganos 
Se  un  amor,  solo  aiiareale. 
Si  i  an  loco  qoe  cuii  Turar 
Rejrse  lirfgcelqoüesiiiscrelo. 
Por  librarse  de  an  aprieto 
Le  va  siguiendo  el  liumor, 
Le  iotitula  majestad  , 
Le  halda  hincada  ta  rodilla, 
Coal  vasallo  se  le  bamilla , 

Y  teme  su  autoridad , 
Coa  qae  sa  furia  sosiega ; 
A  que  adviertas  te  provoco 

?ue  está  Amon  de  amores  loco , 
que  de  esla  pasión  cifga 
Ha  de  morir  hrevemenle. 
Con  que  i  mi  |jadre  ba  de  dar, 
Si  no  le  mata  vi  pesar, 
Vejex  triste  y  iiicVineoLf. 
Quiso  i  una  damaamonita. 
Que  con  los  demás  murió 
Cnamlo  i  Hali^iia  asalta 
La  venganza  israeltfa.         ^ 
Tl¿n«la  en  el  alma  Impresa 

Y  la  ama  si[i  esperaiiv.a , 
Dice  SOJ  su  Si'nirjaiiza , 

Y  qui;  si  del  mal  mv  pesa 
Que  le  abrasa ,  llnj»  ser 

La  que  adora .  j  cuaiiilo  venga, 
Cou  amores ,  le  cntreletiea  : 
Es  mi  tiermaiM,  sé  el  iiodcr 
Del  ciego  amor  que  le  quema , 

Y  para  que  poco  i  poco 
Aplaque  el  (lempo  este  loco  , 
Seguí,  como  ves,  su  Ifma. 
Ñas  pues  resulta  en  lu  daño 

Y  en  riesgo  de  mi  opiniou , 
Nuérase  mi  hermano  Amon , 

Y  cese  desile  hoj  tu  eiigaíio. 
Si  él  ama ,  jo  amo  también 
Las  partes  de  un  canitau 

El  mas  talienle  j  galán 

Que  ha  visto  Jemsalen. 

Pideme  i  mi  pidre  Inqto ; 

Que  otras  hijas  lia  casado 

Con  vasallos  que  no  han  dado 

Las  muestras  que  en  ll  i  ver  ll'-go, 

Y  no  ofenda  esta  maraña 
El  valor  de  mi  llrmer.a , 
Ni  un  amor  en  la  cortera 

Que  i  uD  enfermo  amante  engalla. 

Conoico  tu  discreción 

Y  tus  virtudes  no  ignoro, 

Tn  bnnesta  hermosura  adoro, 

Y  celebro  tu  opinión.  ■• 
Ka  liajra  mas  celos  ni  »>ajüs. 
Perdone  t  Joab  Tamar, 

Que  desde  hov  jura  noilar 
Crédito  ni  le  »  sus  ojos. 
Si  ser  lu  esposo  Intereso, 
Será  [trenlo  de  mi  amor; 
En  fe  de  aqueste  favor , 
La  mano  hermosa  te  heso. 
(BétaU  ¡a  maao  al  tiemp"  f «  vuehíe 
Amúa.  VoÉt  Joab.) 

EflCEIf  A  DL 

AMON.—  TAMAR. 


LA  VENGANZA  DE  TAHAR, 

Que  el  vaso  te  reserva  donde  bebe , 

El  caballo,  el  vestido  j  el  real  pnesto. 

Coma  hermano,  es  mi  agravio  manl- 

[neslo; 

Conv  amante,!  fnrormi  pecbo  mueve. 

[dolo  de  mi  amor,  hermana ieve ,  [to! 

iTanpresioatormeour!  ¡celos  tan  pres- 

Como  amante  ofendido  j  como  her- 

A  locura  y  venganza  me  provocas. 
Daré  la  muerte  i  tu  Joab  villano, 

Ycuandoai^uesiusmudantaslocas, 
Oescneolirite  tu  besada  mano , 
Pues  por  tener  c«n  qué,buscú  dos  bocas. 

Ya  sea,  Amon,  tubermaoa,  va  tuda- 
Aquella  verdadera,  esta  Gnglaa,  [ma, 
Quimeras  deja ,  tu  pasión  orvida ; 
Que  enferma, porque  tú  sanes,  mi  tina. 

Si  una  dlfunia  en  mi  busca  tu  llama, 
Diré  que  estoy  para  tu  amor  sin  vidí) 
Si  siendo  liennaiia ,  so;  <te  ti  oprimida, 
Razón  esqueaborreicaiq  uieameiofa- 

Nomebahlesmas  palabras  disfraza- 
M  con  engaños  tn  allcion  reboces,  [das, 
Cuando  Joab  honesto  amor  pretenda; 

QueandamoEjoyiudamamuy  pega- 
-Ynosé  vo  cómo  tu  intentogoces.  J^das 
Sin  quela  ana  de  las  dos  se  ofenda 

(Vate.) 

ESCENA    X. 

AHON. 
iAnsf  te  vas,  homicida? 
iCoD  palabras  tan  resueltas 
La  Teikda  i  la  herida  sueltas 
Para  qae  pierda  la  v¡da7 
Pues  yo  te  daré  venganza 
Cruel,  mudable  Tamar, 
Que  en  An  acabas  en  bmt 
Por  ser  mar  ea  la  madama. 
i  Que  me  abraso ,  ingratos  cielus  * 
¡  Que  me  da  muerte  un  rigor! 

ESCENA  XI. 

JONADAB.  —  AHON. 

tOlUbkB. 

I  Qué  es  aquesto ,  gran  señor  I 

Mal  de  corazón ,  de  celos. 

i  Celos  ?  4N0  sabré  jo  acaso 
De  quIénT 

i  SI,  que  pues  jne  muero, 

M  pueín  callar,  Qí  quiero. 
Por  lámar  de  amor  me  aliraso. 


■  MiiaMB. 
Disimula  laiOdon, 

Y  al  Kej  que  le  adora ,  Dana. 
Pidele  que  venga  i  darle 
Tamar  tu  bermana  1  comer ; 

Y  cuando  esté  en  la  poder... 
No  tengo  que  aconsejarte. 
Discreto  eres :  la  ocasión 
Lo  que  baa  de  bacer  le  dM. 

En  ese  remedio  esti 

Mi  vida  ó  mi  perdición. 

Ve  por  mi  padre . ;  Qié  aguardas  ? 

MniD*B.  {Ap.) 

Como  andas  i  tiento.  Amor, 

No  distiogoes  de  color , 

NI  i  hermanos  respetos  gurdas. 

iVeu.) 

ESCEHA  XD. 


SI  amor  consiste  solo  eo  semejaoia, 
Y  tanto  los  hermanos  se  parecen , 
Que  en  sangre,  ea  miembros  j  en  valor 
[merecen 
Igual  correspiHideacla  j  alabanza , 

{Oné  leviuipide  loqne  amor  alcanuT 
De  Alian  loa  majoraigos  nos  ofrecen , 
Siendo  bermaoos,  ejemplos  que  spele- 


Vedando  queentrebermanosse  eooser- 
QuelaleynaiDralencontraalego.  [ve; 
Amor,  que  es  semejanza,  venza  y  vira; 
Que  si  la  sangre,  en  Sn,  sinfu^o  hierve, 
iQué  hari  sature  que  tiene  tanto  fuego! 


Desatinado  es  lu  amor; 
Mas  para  que  no  te  quejes  . 
De  mi  lealtad  conocida. 
Tu  pasión  quiero  aliviar  :  - 
Pierda  su  honra  Tamar, 
V  DO  pierdas  lú  la  vida^ 
Flngete  malo  en  la  cama. 

:    No  es  mi  tormento  Occioo. 


!  De  que  envies  i  llamarme, ' 
Hija ,  arrimo  de  mi  vida , 
Vamilrislezaseolvida, 
Va  vuelves  i  consolarme. 
Habla ,  no  repares ,  pide. 

Padre,  mi  flaqueza  es  tanta , . 
\}\ie  la  muerte  se  adelanta. 
Si  lu  bvor  no  lo  impide.  ' 
No-puedo  comer  bocado, 
Ni  hay  manjar  lan  eiquisrio, 
Qne  alentando  el  apetito , 
Ul  salud  vuelva  isa  esiailo. 
Como  el  mat  todo  es  antojos , 
Paréceme ,  padre ,  í  mi 
Que  á  venir  Tamar-aqui, 
Con  solo  poner  los  ojos 
Y  tas  manos  en  no  pisto. 
Una  sustancia  ó  bebida, 
!  Términos  diera  i  la  vida, 
,  Que  ja  de  camino  has  visto, 
'  íQurere,  seño^,  vuestra  Alleta 
'  Conc^erme  este  favor? 


Poco  pides  i  mi  amor. 
I  Si  ansí  alivias  tu  Iristeía, 
'  Tamar  veodrA  dillgntte. 


dbyGOOglC 


TRAGEUA  DEL  MAESTRO  TIRSO  DE  MOLINA. 


•       ESCENA    XIT. 

AHON.JONADAB.ELUCER. 


I  ELiAcn.  (Cania.) 

Cumit»  el  tien  nie  adoro 
Lo»  eampet  pita , 
Hadragando  el  alba , 


TABAN.  {RetirándoM.) 


Tamar,  aintr. 


Dea 


o  lotpiit  billoi 


(MttriílúidefíL..., 
YomerUt  dt  dmoret, 
St  elMilaatUat 
Madrugaado  et  attd) 


TAHAR ,  con  tina  tohalla  al  Aon^e,  y 
trai/enie  una  eteuaiüa  dt  piala  en- 
tre dot  platel  de  ¡a  «fisiir.—  AllDN, 
J0NAUA8,  ELIACER. 

Handúme  el  Rey  mi  seBor 
tjue  'á  vuestra  Alteza  trújese 
lie  mi  maDo  qae  comiese. 
Porque  conoico  su  humor  ¡ 
Ya  no  tendrá  boen  sabor 
Si  de  gtuto  DO  lia  mudado , 
Porque  aunque  jo  lo  be  guisado , 
Si  llaman  gracia  i  la  sal . 


Jonadab,  salte  allá  Topra, 

Clerrx  la  puerta,  lillacer; 

(Vonw  ¡at  iiu.) 


Lo  que  bacet  considera. 

No  bkf  ia  qué  cooaidenr  : 
Tú  aou  ñas  de  Mr  manjar 
Del  alma,  I  qnten  aiarfenu 
Taot«  bí  qne  Uenea  bunbrienU , 
Podléadola  snatMlar. 

TAMH. 

Caro  bennano  (qne  harto  caro 
Heíaldris  si  eres  cruel). 
Principe  eres  de  Israel, 
Todos  Mlin  en  tu  amparo. 
W  honra  es  espejo  claro, 
'  Doode  me  remiro  j  precio  :  - 
No  snfrirt  sa  desprecio , 
Si  le  procuras  quebrar , 
Ni  tú  otro  nombre  ganar 
One  de  amante  lorpe  j  necio. 
Tn  Mngr;  soj. 

AntiteaBM. 


JORNADA  TERCERA. 


AHON.  tehando  á  cmpelltmet  á  XA- 
HAK;  deipaei.ELlkCEñ  i  JOÑA- 
DAB. 

ANon. 

Vete  de  aqni,  salle  athera. 

Veneno  en  laza  dorada , 

Sepulcro  bennoso  de  fuera , 

Arpia  que  en  rostro  agrada, 

Siendo  una  asquerosa  Uera. 

Al  basilisco  retratas, 

PonzoQa  ralraoüo  arrojas :  . 

No  me  mires,  que  me  mata*. 

Vele,  monstruo,  uub  me  aojas, 

Y  mi  jnreniud  roaliralu. 

iQoe  yo  le  quise  es  pofiibleT 

lUae  yo  te  tUTe  aOclou , 

FmU  de  Sodoma  borrittle , 

En  la  médula  carbón. 

Si  en  la  corteu  apacible? 

Sal  fuera,  que  eres  horror 

De  mi  vida ,  y  su  escannieota . 

Vele ,  qne  me  'das  temor  : 

Nis  es  mi  aborrecimieDlo , 

Qne  Alé  mi  primero  amor.  — 

¡  Hola !  echádmela  de  aqui. , 

Mayor  ofensa  j  injuria 
Es  la  que  haces  contra  mi , 
Que  fué  la  amorosa  furia 
De  tu  lorpe  iVenesl. 
Tirano ,  de  aquese  talle 
,  Doblar  ni  agrario  procon 


■  HasU  qne  pueda  vengall».' 
Hnjer  gozada  es  basura : 
Haz  que  me  ecben  en  la  calle. 
Ya  que  anal  me  has  deshonrado. 
Lama  el  plato  en  que  has  comido 
Un  perro ,  al  suelo  acrojado: 

'  Di  que  se  ponga  el  Testioo 
"—  has  roto  ja ,  algún  criado. 

t,  con  lales  despojos 
A  qoleo  se  empleó  en  senine , 
V  a  mi  dame  mas  enojos. 

¡Quién,  pornOTertenfoine,   . 
Sordo  naciera  y  sin  ojos! 
1  No  te  quieres  ir ,  mujerT 

Dónde  iré  ain  honra ,  ingrato, 
ni  quién  me  querrl  acoger. 
Siendo  mercader  sin  trato 
Deshonrada  una  mujer? 
Ubi  de  tu  hermana  mas  cuenla, 
Ya  que  de  II  no  la  lias  dado : 
No  asadas  ahenta  A  afrenta ; 
One  en  caitenas  del  pecado 
Perece  qnien  las  atiroenta. 
Tahúr  de  mi  honor  has  sido. 
Ganado  bat  por  Aliso  modo 
Joyas  que  en  rano  le  pido; 
Quítame  la  Tida  j  lodo , 
Pues  ya  lo  mas  be  perdido. 
No  le  levantes  tan  presto, 
Poes  es  mi  pérdida  tanta ; 
Qne  aunque  el  qne  pierde  es  moles 
El  noble  no  se  levanta 
Híéntras  en  la  mesa  baj  resio. 
Resto  hay  de  la  vida ,  ingrato ; 
Pero  es  vida  sin  honor, 
V  ansí  de  perderla  trato: 
Acaba  el  Jnego,  traidor. 
Dame  la  muerte  en  barato. 

luflemo,  ja  no  de  fiíego. 
Pues  helando  me  atormentas. 
Sierpe,  moostmo,  vete  luego, 

El  que  pierde  sufre  afrentas 

Porque  le  mantengan  jnego : 

Hantenme  juego , .tirano , 

Basta  acanar  de  perder 

Lo  que  (|ueda.        "      '"     " 


I  ei  ser, 
V  ganarás  por  la  mano. 

jVl6se  tormento  como  este?  — 
¡Holal  ;iio  hav  ningnno  abi? 
¡Que  esto  nn  desaliño  cnesie! 
(SdbR  Eliaeer  y  Jttiadab.) 

i  Llamas! 


I  LleTadme  aquesta  mujer , 

'  Cerrad  la  puerta  tras  ella. 

iOMAi>Aa.  [Ap.) 

Carta  Tamar  fiene  i  ser :    , 

Leyóla ,  j  quiere 


Estaré  Uen;  qoe  es  raiMi , 

u.nt.zodb/GoOglc 


Va  qoe  el  deUlo  hié  aguí. 
Que  por  ellaa  áé  un  pregón 
Ñí  deshonra  contra  U. 

Vojme  pw  00  te  escachar. 


SaloE  ití  piIaelD. 

ESCXHA  n. 

áBSALON,  ADONIAS. 

SlnoftierasiiiilK'rmaua,ónoe5lDvteru 
En  palacio,  ambicinso,  brevemente 
Hojrcon  la  vida  birbara  (lerdieraa 
El  deieo  aireviOo  j  imprudeote. 

SI  en  Itis  lenas  la  ungre  no  tnrieras 
Cononetehoaróini  naüre  indlgnamea- 
Yo  bidera  qoe  queiilnJose  vacias,  [te, 
De  púrpura  callaran  li  Adonlas. 

*BSALON. 

iTü  pretendes  reinar,  loro  villanoT 
iT&,  muerto  Aroontlel  malqiielecon- 
Subir  al  trono  aspirassoberano  [lome, 
Que  en  doce  tribus  so  valor  resumet 
{Que  Mj  no  tabes  tu  mayor  be nnano? 
¿Quién  competir  con  Abtalon  presume, 
A  cuf  os  pies  ha  puesto  la  ventura 
El  valor,  la  riqueza  j  la  henuosuraT 

SI  el  reino  israelita  se  heredara 
Por  el  mas  delicado,  tieroo  j  bello. 
Aunque  DO  so<r  JO  moaatraoeucnerpoT 

A  lo  TOBO  hamillara  el  reino  el  cuello : 
tiada  tribu  bechiíado  le  enhilara 
En  el  oro  de  0(lr  de  tu  cabello, 

V  coavirtieodo  hazañas  en  deleites. 
Te  pecharan  en  ciiilss  j  en  afeites. 
Heaiíjeras  i  damas  lo  consejo , 

A  tremas  tu  corona ,  j  i  un  estrado 
Bt  solio  de  (D  ilustre  padre  viejo , 
Las  arma*  t  la  holand»  y  al  brocado : 
Por  escudo  tomaras  un  espejo, 

Y  de  tu  misma  vista  enanondo , 

En  lugar  de  la  espada  t  que  me  aplico, 
B^ríiDÍ«Tas  tal  vei  el  abanico. 
Majoraigo  te  di6  naturaleza 
Con  que  los  ojos  de  l»3el  suspeodes  ; 
El  cielo  ha  punto  renta  eo  tu  cibesa , 
Pues  sus  madejas  i  las  damas  vendes : 
Cadasnohaciendoesqullmostubellesa 
Cuando  aliviarla  de  go  peso  eotlendes. 
Repartiendo  por  tiendas  tu  tesoro 
Se  compran  en  doscientos  siclosdeoro. 
De  tu  hellesa  ser  el  rey  procura : 
Uéjameiml  i  Israel  ¡que  haces  agr»1o 
A  tu  delibadeía,  i  tuDlandora. 

Cierra,  villano,  el  atrevido  labio  : 
Que  el  reino  se  dehia  i  la  hermosura, 
A  pesar  Se  lu  env¡di:i ,  dijo  un  sabio :    . 
Sedal  que  es  noble  el  alma  qoe  está  en 
[ella:, 


LA  VENGANZA  DE  TAHAR, 
Que  con  mis  hechos  qnilitar  negocio  '■  '  Solo  deja  eo  galsrdoo 
Ui  acero  Incircuncisa  sangre  esmalta:    Genius  que  lleva  el  aire; 
La  guerra  que  jubila  al  sacerdocio.         Has  aunque  ceniíaR  ion , 
En  mis  baiañai  ensenar  procura     [ra.  |  No  qoitarin  mancha  de  honra ; 
Cuiabiendiceelvaiorcoolabennosu'  '■  Sangres!,  qoe  es bneo  jaboo. 
Mas  ¿para  qué  lo  que  es  tan  cierto  be    La  mortal  enfermedad 

[puesto    Del  torpe  príncipe  Amon 
En  dada  coa  raionesT  Haas  alarde        j  Peste  de  la  honra  fué , 
La  espada  contra  quien  telias  descom-  |  Pegóme  in  contagiou. 

[puesto.    Que  le  guisase  mandaste 
Si  porque  soj  hermoso,  lo;  cobarde.  !  Alguna  cosa  i  sabor 

^„_1j.  ,  De  SD  postrado  apetito  : 

„       ,  ....  I  PootoiSa  fuera  mejor. 

Por  adorno  no  mas  te  la  babiit  puesto:  '  gaionéle  una  sustancia  ■ 
No  la  sa^ques,  anii  elAuwr  W  g^»""» ;!  Has  las  snsunelas.ao  son 
^  L. .  1.  .  ^  provecho,  si  se  oponen 

Acodeote*  de  aBcJon. 


8neelhuéspedbellohabliic„„.„ 
uandomi  padre  al  soemígo  asal  ta. 
No  me  quedo  en  la  corte  dando  bi', 
Uicivos  aOos,  ni  el  valor  les  falta 


[lia. 


Que  te  desmajaris  ti  la  ves  fuera. 

ASSÁLON. 

SI  no  sallen  el  Rej... 

ANONlAa, 

Si  DO  SI 


[bro; 
Qoe  si  amado  de  Dios  sois  j  qaendo, 
UonforDe  slgniflca  vuestro  nombre, 
Vo  espero  en  él  qne  al  truno  real  subido. 
Futuros  siglos  vnestra  tama  asombre. 


Gran  seüpr... 

;Ea  qué  se  eDÜende! 

AOOldu. 

La  pai  o«vpa  el  tiempo  en  noredades: 
Galu  la  okocedad  al  gusto  vende , 
Si  el  deteogafto  i  la  vejes  verdades. 

LacaM.que  del  ocio  nos  deHende, 
Nos  convida  á  correr  sos  soledades: 
Esta  traíamos , ;  tras  ella  Setiaa.  — 
¡válgame  OiosliQDé  voces  serán  estasT- 


,  TAHAR ,  dneabtUadM  f  éé  ¡kI*.  - 


Gran  monarca  de  Israel, 
Desceodlente  del  león. 
Que  para  vengar  injurias 
Dio  á  Judí  el  vipjo  Jacob  : 
Si  ligrimas,  si  suspiros. 

Si  lutos,  SI  menosprecios 
Te  mueven  i  compasión, 
V  cuando  aqoesto  no  baste. 
Si  el  ser  hija  tuya  jo 
A  i|ue  castrgues  te  incita 
Al  que  tu  sangre  afrenta. 
Por  los  ojos  tl<.Tlo  el  alma, 
I.uto  traigo  por  mi  honor, 
.Suspiros  al  cielo  eiiiio 
De  inocencias  vengador. 
Cubierta  esti  mi  cabeía 
De  ccniía;  que  im  amor 
Desatinado,  St  es  foego. 


Estaba  el  hambre  cl  _. . 

Y  en  mi  desdicha  guisó 

Sd  desvefKñenza  mi  agravio  : 
Sazooólo  U  ocasión  ; 

Y  sin  advertir  mis  quejas, 
V\  el  propouelle  que  soy 

Tu  hija.  Rey,  j  su  hermana. 
Su  estado,  bu  lej,  sa  Dios, 
Echando  la  gente  fuera , 
A  puerta  cerrada  entró 
En  el  templo  de  la  fama, 

Y  sagrado  del  honor. 
Aborrecióme  ofendida  : 

No  me  espanto ;  que  al  flu  soo 

Enemigas  declaradas 

La  esperaur.a  j  posesión. 

Echóme  injurfosamento 

De  su  casa  el  violador, 

pnrobios  por  gastos  dando  : 

:  P|8a  en  Hd  de  tal  seftor ! 

besGoonda ,  por  sus  cales 

Ta  corle  mi  llanto  oyó  : 

Sos  iñedras  se  compadecen, 

Cubre  sus  rayos  el  sol 

Entre  nubes,  por  no  ver 

Caso  tan  dero  j  atroz ; 

Todos  te  piden  jnsiicia , 

Justicia ,  lUficio  seAor. 

Dirlsquees  Amon  tu  sangre; 

El  vicio  la  corrompió  : 

StogratE  de  ella ,  si  quieres 

Dqar  vivo  lu  valor. 

Hijos  tienes  herederos; 

Semejanza  tuya  son 

En  el  esfuerzo  j  ilriode*: 

No  dejes  por  sucesor 

Quien  deshonrando  i  su  hermana. 

Menoscabe  lu  oploion ; 

Pues  mejor  alKnUrl 

Los  qoe  sus  vasallos  sou^ 

Ea,  sangre  generosa 

De  Abnham ,  si  n  valor 

Contra  el  luocente  hijo 

Klcacblllo  levantó, 

Udo  lavo,  nmcbos  tienes; 

Inoceote  fué ,  Amon  «o  : 

A  Dios  sirvió  aasl  Abrahm ; 

Ausl  servirás  i  Dios. 

Véncete,  Re;,  i  ti  mismo; 

La  justicia  i  ia  pasión 

Se  anteponga,  qne  es  mu  gloria 

Que  bacer  piezas  al  leoo. 

normanos .  pedid  conmigo 

Justicia.  Bello  Absalon, 

Un  padre  nos  ha  engendrado, 

Una  madre  nos  parió : 

A  los  demás  no  fes  cabe 

De  mt  desboara  y  baldón 

SlDO  sola  la  mitad: 

Hís  medios  hermanos  soo. 

Vos  lo  sois  de  padre  y  madre : 

E  o  lera  saüsf  acción 

Tomad .  ó  en  etema  aftvnia  • 

Vivid  sin  fama  desde  hov. 

Padre ,  hermanos ,  ftraelli» , 


dbvGoogle 


TRAGEUIA  DEL  MAESTRO  TIRSO  OB  MOLINA. 


r.illec,  paerlas,  cielos  ^j^, 
Brulos,  peces,  »ei,  iil^Ka, 
elementos ,  campos ,  Uioa 


Aliad ,  Infanta ,  del  suelo. 
Llamadme  al  príncipe  Amon. 
jEslo  es  ;cielos  !  lener  liijoi? 
Hado  me  deja  el  dolor. 
Hablad ,  ojos ,  si  (lodeis : 
Senliil  mi  mal,  lenauas  soU: 
Ligrimas  serjin  njrahras 
Que  eipltquen  ai  coraxoa. 
Rey  roe  llama  la  justicia , 
Padre  me  Uaoia  el  amor , 
Uno  obliga ,  j  otro  impele  : 


Hermana  ( ;  nunca  lo  fueras ! ) , 
Da  lu^ar  Ji  la  raion  : 
Pues  no  le  halla  la  lengania , 
Freno  i  tus  ligrimas  pon. 
Anón  es  lu  hemiatio  y  saogre ; 
A  ai  mismo  ^e  ajenió; 
Paertag  adentro  se  quede 
Hi  agravio  j  tn  detbonor. 
Hl  bacleoda  está  en  KCraio , 
Granjas  tengo  en  Btihaaor, 
Casas  fueran  de  placer. 
Va  son  casM  de  dolor. 
Viiiris  conmigo  en  ellas; 

8ue  mujer  sin  opinión 
o  es  bten  que  cortea  habite. 
Huerta  su  reputación. 
Vamos  i  ver  si  loa  tiempos 
Tan  sabios  médicos  son , 
Que  con  remedios  de  olndo 
Den  alivio  i  tu  dolor. 

Meo  dices:  viva  entre  Seras 
Quien  entre  hombrea  te  perdía; 
.   Que  i  estar  con  ellas ,  ;o  sé 
Que  no  muriera  mi  honor.        {Vate.} 

4B<AL0n.  (Ap.) 

Incestaoso  tirano, 
Presto  cobrar!  Absalon , 

Kltlndote  vida  j  reina , 
blda  gatisfaccioa.  (^'>se.) 

A  tan  portentoso  oso 

No  baj  palabras ,  no  bay  raion 

Íjne  aconsejen  j  consuelen. 
Ap.  Tris»  j  contuo  me  *oj.)  {Yate.) 

SAIOIOM.  (Jp.) 

La  Infanla  es  bennana  mia. 

Del  Príncipe  kenaaano  soy, 

La  afrenta  d«  Tañar  siento. 

Temo  el  peligro  de  Amon, 

El  Rej  es  santo  t  prodeMe , 

El  suceso  cansa  norror : 

Mas  vale  dar  con  el  tiempo 

Logar  i  la  admlracieo.  (Vaw.) 


■  sooN.  (Poro  sf.) 
El  Re<r  mi  señor  me  Uama  : 
¡lr¿  ante  el  Rey  mi  seüorT 
iSu  cara  osaré  mirar 
Sin  tergúenza  oi  temor! 
Temblando  estoy  i  la  nieve 
De  aquellas  canas;  que  soo 
Los  pecado*  bita  cenÍMS 


tM.¡ii.  [De  rodinat.  Nía*.) 
A  tos  pies  estoy. 

{Ap.  i  No  ha  de  poder  la  justicia 
Aqui  mas  que  la  aOcioiif 
Soy  padre...  también  wj  rey. 
Es  mi  hijo...  fué  ^resor : 
Piedad  su*  ojos  me  pides. 
La  lobnta  satisbcdon. 
Prenderéte  en  escarmiento 
De  este  iusullo.  Pero  uo. 
Levinlase  do  Is  oama: 
De  su  pálido  color 
Sus  temores  coojeturo. 
Pero  i  qaé  es  de  mi  valor? 

Sa<^  dirt  de  mi  Israel 
on  tan  necia  reminonT 
Viva  la  justicia ,  y  muera 
El  Príncipe  vktlador.) 

Amoroso  padre... 


.'adre 

Socorro  pide  1  mi  amor. 

Pero  mnera.) 

[FmJm  á  il  ftaieto,  y  en  vUnfyle,  u 


iCüma  estás! 

Piadoso  padre,  mejor. 

(Ap.  En  miriodole,  es  de  cera 

III  enojo ,  y  su  cara  el  sol. 

El  adolterío  homicida. 

Con  ser  rey,  nte  perdooA 

El  jDsio  iaea ,  porqw  dtje 

Un  pequé  de  corasen. 

Vead6  en  41  i  la  iostids 

La  piedad ,  so  imagen  soy : 

El  castigo  es  mano  izquierda , 

Ha  DO  es  derecl^^  el  perdón , 

Pues  ser  lufoierdo  es  deleto.) 

Mirad ,  Principe ,  por  vos. 

Cuidad  de  vuestro  regalo- 

{Ap.  ¡  Aj  preuda  del  conaoo ! )( fmt.) 

AHOA,  ieroñtindote. 
¡Ob  poderosas  hazañas 
m\  Amor;  único  dios, 
pne  hoy  i  David  ha  vencido, 
Sendo  rej  j  veoeedor! 
Que  mirase  por  mi  dijo ; 
Blandamente  me  avisó. 
El  castigo  del  prudente 
Es  Is  ticüa  objeción. 
Temió  darme  pesadumbre: 
Pur  entendido  me  doy. 
"      "garé  amor  tai    "" 
o  ofendelle  d 


Hija  es  Tamar,  al  él  es  hijo. 

Mas  no  importa ;  que  ya  elijo 

La  justa  saiisraccioo; 

Que  i  mi  padre  la  pasión 

De  amor  ciega :  pues  no  ve , 

Con  su  moerte  cumpliré 

La  justicia  y  rol  ami>ÍcÍon. 

No  es  bien  que  reine  ea  el  mundo 

Quien  no  rema  en  so  apetito  : 

En  mi  dicba  j  su  delito 

Todo  mi  derecho  funíjo. 

Hijo  soy  del  Rey,  segundo. 

Ya  por  sus  culpas  primero : 

HaoUr  S  mi  padre  quiero , 

V  del  sueño  despeitalle 
Con  que  ha  podido  bechíialle 
Amor,  siempre  lisonjero. 

(Tira  Mna  carlina,  y  áete»bre  un  bufe- 
Uytobre  éi  usa  fiíenU,  y  entila  ana 
eeromaút  oro  ie  rey.) 

Aquí  esU.  Pero  iqné  es  estoT 

La  corona  en  noa  niente 

Con  qne  cIBe  la  real  frente 

Mi  padre  grave  y  compuesto. 

La  mesa  el  plato  me  ha  puesto 

Que  bl  tauto  que  he  deseado : 

Debo  de  ser  convidado. 

Si  el  reinar  es  tan  sabroso 

Como  aBrma  el  ambicioso . 

No  es  de  perder  tal  bocado. 

Amon  no  os  ha  de  goiar. 

Cerco  en  quien  mi  dicha  encierro; 

Que  sois  vos  de  oro .  y  fué  yerro 

El  que  deshonró  i  Tamar. 

MI  eabeía  quiero  honrar 

Coa  vuestro  circulo  bello; 

Has  rehusaréis  el  hacello , 

Pues  aunque  en  ella  os  encumbre , 

Temblaréis  de  que  os  deslumbre 

Bl  OTO  de  mi  caballo.         iCerónate.) 

Bien  mo  esliis :  vendréisme  «isi 

Nacida ,  v  no  digo  mal , 

Pues  ns«  de  sangre  real, 

V  TOS  nacéis  para  mi. 
jSahréos  yo  merecer?  Si. 
¿t  coDserrarosT  También. 
íQuiéD  hay  en  Jeruaalen 

Que  lo  estorbe?—  Amon.— Ha  talle.— 
Mi  padre  que  ha  de  vengalle.  — 
HaUrimipadre... 

{Sma  la  etpada,  tale  al  eneuenln  ' 
OnM.  r  MüaU  etrtnadf.) 


ABSALOM. 
iuue  mía  razón  oo  te  dijo 
GD  señal  de  sus  enojos? 
Ni  oQ  severo  mirar  de  ojos !., 


DAVID.  —  ABSALOPT. 

MVl». 

jA  quién  T 

ABSAU». 

(Ap.  ;Ajcielos!)i<piieniioes 

{De  rodiltat.) 
Vasallo  de  vuestra  Alteza. 


Pienso  heredarte  después  ; 
Que  anda  el  Principe  indispuesto. 

DSVID. 

lUstela  pueeió  moy  presto ; 

{Quítatela.) 

No  seris  sucesor  sayo ; 

Qne  de  esa  corona  arguyo 

Que  como  llega  i  valer 

Un  talento,  ha  meoesler 

Mayor  talento  que  el  tuyo. 

En  fln.  ;me  quieres  inaur?      , 

UglizodCyCiOOgle 


¿No  acahas  de  dedllot 


SülwamljleDáoillo, 
Mffe^iabias  de  premiar. 
tSr Vengo,  dije,  i  reinar. 
Vivo  til ,  en  Jertisalen , 
MI  enojo  probara  quien 
Pima  por  traidor  adquiere, 
Y  por  Wi  tirano  quiere 
'  Halar  í  mi  padre.  ■ 

Itien. 
iPues  auiéu  hay  i  quien  te  cuadre 


iPues  quie 

Tal  tllülo? 


No  sí  JO.,, 

?DÍen  i  su  hermana  forzó , 
amhieti  nuuri  á  su  padre. 

Por  ser  los  dos  de  mta  madre , 
Contra  Amon  te  has  indignado; 
Pues  ten  por  aierígaado 
(fue  quien  fuere  su  enemigo. 
No  ha  de  tener  pai  cuumigo. 

Sin  raxoo  te  has  enojado. 
Sulu  }'0  le  bailo  cruel. 

«Qué  macho,  si  lü  lo  etl&s 

AiUUKt. 

No  le  ama  roas 
Qnr  yo  nadie  en  Israel; 
Arite«,  aran  seAnr.  con  él 

Y  los  principe*  qnisiera 
Uue  vuestra  Al  leía  TÍnien 

Al  esquilmo  que  ba  empezado 
Gu  Bilbasor  mi  ganado, 

Y  que  esia  merced  me  hiciert. 
Tan  lijos  de  desalbus 

Y  venga&iaa  neda*  veogo , 
Qne  allí  banquetes  prereogo 
De  tales  person»  dtw». 
Honre  nuestros  tellocinos 
Vuestr*  pretenda ,  selor, 

Y  divierta  alli  el  dolor 
Que  le  causa  este  suceso: 
i:onocerl  que  intereso 
Granjear  solo  su  amor 


Tú  fueras  el  fénii  del. 
Si  estas  cosas  olvidaras 

Y  al  Principe  perdonar», 
NovilCaia.síaoAbei. 

Si  hiciere  tengania  en  él. 
Plegué  1  Dio*  que  me  haga  guerra 
Cnanto  el  sol  dora  j  enderra, 

Y  contra  ti  rebelado. 
De  mis  cabellos  colgado, 
Mnera  entre  el  cielo  j  la  tierra. 

SI  eso  cumples ,  mi  Absaloo , 
Mocedades  le  perdono: 
Cou  los  braiós  te  corono. 
Si  mejor  corona  son. 

«MAtOH. 

Fm  mis  labios  los  pi^  pon , 


U  VEHGjaiZA  DE  TAHAR, 


Harénioste  mucho  gasto ; 
No ,  hijo ,  ssia  tu  hacienda. 
Al  reino  piüe  que  atienda 
La  v(jei  que  en  canas  gasto. 

iBSALOn. 

Pues  á  obligarte  oo  basto 
A  esiB  merced,  da  licencia 
Que  supliendo  tu  presenda 
Adonias,  Salomón , 
Hagan ,  reailo  con  Amoc , 
De  mi  amor  noble  experiencia. 

¿Aroonf  Esono,  hija  mío. 

Si  melancólico  tai , 
Sus  penas  divertirá 
El  ganado ,  el  campo ,  el  rio. 


La  experiencia  en  esto  sigo ; 
Que  cuando  coa  el  disfraz 
Viene  el  agravio  de  pai. 
Es  el  mayor  enenügo. 


Nunca  el  recelar  fué  malo. 

¡  Plegué  al  cielo  que  lea  iiu  palo 
Alguadl  que  me  suspenda 
Cuando  vo  ai-  PriDdpe  ofenda  1 
No  me  aliaré  de  tus  pies. 
Padre,  hasta  que  i  Amon  me  dét 

Del  alma  es  la  mejor  prenda ; 
Pero  en  fe  de  que  me^o 
De  Ü ,  JO  te  lo  concedo. 

Cierto  ya  de  tu  amor  quedo. 

DATIP,  (Ap.) 

¿Deqoé  dudáis,  temor  frioT 


CaMpod*Mni(»rde1iBtedel>4aiaM  á< 


ESCEIIADC. 

TIRSO ,  BRAULIO .  ALISO ,  RISBLO , 
AÜUblLIO :  TaMAR,  de  patím-a,  re- 
boMda  la  cara  con  ía  tota. 


Que  balan  lat  avijai  y  lot  tanterot. 

Ganadero»,  á  ftquUmar, 

Que  lUma  lot  pattoret  el  magaral. 


La  lana  que  don 
Loi  amantei  maiuet. 
Que  á  tu  aprUco  va». 
TraiquUa  la  dona 
Ai  pebre  galán. 
Aunque  no  ei  tu  efiei» 
Sino  reptlar. 
Tratquila  el  aleuUe 
Alguepreta  etU, 
Y  tí  entró  eanlma. 
En  puribns  m. 
Pela  el  eterihin , 
Porque  eieribanar 
Con  pluma  eon  peía 
De  comer  le  da. 
Pela  el  alauaetl 
Hatla  na  i^ar 
Vellón  en  ¡a  bolla, 
Piala  otro  que  tal. 
El  leirado  pela , 
Pelaelofleial, 
Que  hay  mil  piiaAoret, 
Sipelonethay. 


evejat  y  1m  eamérot : 
Ganadero»,  d  etquiúnar; 
Que  llama  á  lot  ütaiM  el  mayeral 

Dldtosas  seria  ilesde  hoy 
Las  reses  que  en  el  Jcwdao 
Cristales  líquidos  beben, 
V-en  tomillos  pacen  sal. 
Ya  coú  Tuef  a  hermosa  Tisia 
Yerba  el  pñdo  brotarí , 
Por  mas  que  la  seque  el  td , 
Pue*  vos  sus  campos  pisáis. 
iDe  qné  eslJiis  meianconio*! , 
Hermosísima  Tamar, 
Pues  cou  vneao*  ojo*  bellos 
Estos  momea  alemlsT 
SI  dicen  qoe  estiba  corle 
Do  quiera  que  el  rey  etti, 
Y  vos  sois  reina  enbetteM, 
La  corte  es  esta ,  no  hay  iDM. 
La  tnhntica,  eatreteuM* : 
Voeea  hermosura  mirad 
En  la*  aguas  que  os  ofreces 
Por  espejo  sa  cristal. 

Temo  de  mirarme  k  ella*. 

SUOLIO. 

Sf  es  por  no  os  enamorar 
De  TOS  mkma,  bien  haceh; 
"""  i  la  hé  que  qulilotraia 
'-  -■■  -'--  "  h»-' — 


esde  ell  al 


» <rténd6s  estln. 


muMi  OB  inqo  acá. 
■omio*  Mtuodo  «Mi 

,t,zodb,LiOOglc 


THAGEDU  DEL  HXBSTRO  TIRSO  DE  MOLINA. 


VfTíiK  cómo  M  reiraUi* 

En  la  uhb  de  este  lio, 
Si  en  ella  i  vos  oi  mirait. 
Y  hacÉli  un  cuadro  «aliente, 
Que  porque  le  guaroeicais, 


Aunque  hermosa  me  llamáis , 
Tengo  una  mancba...  (Ap.  Afrentosa.) 

SI  la  veo ,  he  de  llonr. 

^.Hancliu  leñéis!  Y  aun  por  eso i 

Que  aqui  los  espejos  que  báj, 

SI  mancbas  muestran ,  las  quitan , 

Enaei^aiido  al  amistad. 

Allí  los  espejos  son 

Solo  para  señalar 

Faltas,  que  viéndose  en  vidrio. 

Con  ellas  en  rostro  dan  ; 

Aci  son  espejos  ór  agua 

8ue  i  los  que  i  mirarse  van , 
ueslran -manchal  j  las  qoitan , 
Kn  llegándose  i  lavar. 

SI  agua  esia  tnancba  quitara. 
Harta  agua  mis  ci¡os  dan  : 
Solo  i  Dorralla  es  hastíate 
La  sangre  de  un  desleal. 

■ÍEEt«. 

NA  vi  en  mi  vida  tal  moda. 
*  Hlel  vlnien  afrita  acl ; 


Cubrillw  con  solimán. 

.  Na  queda ,  putor,  por  ^io ; 
Toda  JO  soj  rejaigar. 


ESCENA  Xn. 


ir.) 


Pnet  sea  lo  qde  se  buere , 
Par  dlu  qae  hemos  de  cantar 
Y  aliviar  la  pesadumbre ; 
Que  es  locura  lo  demás. 

Í>ue  H  eOáU  trúte ,  la  Infamia , 
eio  el  llempo  lo  ae*ta. 
DeiáeneM  de  amor,  . 
La  Okstueia  lat  tana. 
Para  dtMengañM, 
Buena  et  la  mií4mia. 
^  ttarnenta»  eelttt , 
DarlM  á  quien  ama. 
Para  la  vejet , 
Arrimar  lat  arma*. 
Para  m^er  pobre. 
Gastar  lo  que  batió. 
Para  nal  de  antentía, 
JiUfOt  hag  t  cata*. 
Para  exentar  pensí , 
Mituiíar  en  eaia.     ■ 
Para  agrmiet  de  konra, 
Perdan  ó  venganta ; 
Qut  ti  tritle  eiláii,  la  Infanla, 
Ma  el  Uemp»  U  ae^a.       ^ 


Tndas  estas  fiotn  bdlas 
A  la  primavera  be  hurtado  ¡ 
Que  pues  de  amor  sois  el  prado, 
Competir  podéis  con  ellas. 
Lleno  viAie  éste  cesiillo 
De  las  mas  frescas  ;  bermosu 
Yerbas ,  jatmines  ;  rosas. 
Desde  el  clavel  al  tomillo. 
Aqnt  está  la  manutlsa. 
La  es  irella-mar  turquesada 
CoD  la  violeta  morada, 

Sue  amor  porque  huela,  piu, 
i  sÍndalo,el  pajarlilo. 
Alelíes,  siete-ramas, 
Azucenas ;  retamas, 
Madreselva  y  bisopillo. 
Tomaldos ;  que  son  despojos 
Del  campo ,  j  juntad  con  ellos 
Labio*,  aliento  ;  cabellos. 
Pechos,  frenie,  cejas  j  ojot. 

Todas  las  que  abril  esmalta , 
Pierden  en  mi  su  valor, 
Laureta...  {Ap.  Porque  la  flor 
Quenas  me  importa,  me  ralla.) 
(Ltfwela  ¡e  do  wmi  vleltUu ,  g  pínrte- 
■    ht  Tomar  en  el  peeiie.) 


Va  vendréis  1  adivinar 
SneSos  6  cosas  de  risa ; 

Se  como  sois  litonlsa, 
nsol  aréis  i  Tamar. 
Laoreta .  dii  qne  traíais 
Con  el  diablo. 

Va  han  venid a 
Los  principes ,  que  han  querido 
Bonraraos  hoj. 

tQnd  apiardilaT 

ÁIBILIO. 

Miéotrai  el  convite  pasa, 
AI  soto  apadble  vamoa, 
Y  de  flores ,  veitia  ;  ramea 
Enltpicemoala  cAa. 

TIMO. 

Arddia ,  lenela  ratón : 
DémoBOt  prisa ,  pastores ; 
Pero  :qne  ramos  ni  dores 
Ha;  como  ver  i  Absalon? 

[Yauíe  Im pa$l«ret.\ 

EBCEHAXL 

TAHAR ,  LAURETA. 


VAmooos  de  aqpi,  Laareía. 

tPara  qnéT  Bleo  dlfCrazada 
sUs. 

Di  mal  li^ori^. 

unan*. 

Olvida ,  al  eres  discreta. 

Bleo  dijo .  aoDqtie  ese  es  buen  medio, 
Un  togénio  slnpiiar : 
•  El  remedio  era  olridar, 
Y  olTldáseme  el-remedlo.  ■ 


Bello  está  el  campo. 

Es  el  mavo 
Et  mes  galán,  todo  Qor. 

A  lo  menos ,  hbrador, 
Seguuaglrona  d  aajo. 
Aaoii. 
Oíd,  one  haj  iqnl  serrana*, 

V  no  et  marairvj  brio. 

ABSALOH. 

De  mi  bsdenda  son.  y  os  fio 
Que  envidien  las  cortesanss 
Su  00  ayudada  hermosura, 

¡Bien  haya  quien  la  belleza 
bebe  i  la  naturaleza. 
No  al  afeite  j  compostura  1 

issALon. 
Esta  es  mujer  laa  curiosa , 
Que  de  lo  nitnro  avisa; 
Tiéneala  por  fltoulsa 
Estos  rústicos. 

SALOMÓN. 

jY  es  cosa 

De  Importancia? 

De  esta  peiiie 
Hacer  caso  es  vanidad : 
Tal  vei  dirá  una  verdad , 

Y  después  mentirt  veiule. 
Has  1  quién  es  la  rebo/.ada ! 


Ss  nna  hermosa  pastora, 

Íue  injurias  de  su  bonra  llora , 
espera  verse  vengada. 


No  quiere, 
Hléotras  sin  honra  eslovUrs, 
Descubrirse. 

I  Linda  teína  \ 
Abora  bien ,  con  vos  me  entiendo  — 
Llegaos,  mi  serrana, aci.  (A  Límrala.i 


Wen  parecéis  adivina. 
Ueoí  de  florea  venis :  * 
i  C6mo  DO  las  repartís , 
Si  el  ser  cortés  os  iaclloa? 

Estos  prados  son  teatro 
Dovepresenta  Amaltea ; 
Mas  porque  DO  oiquejds,  ea, 
A  cada  cual  de  ios  cuatro 
Tengo  de  dar  ima  flor. 

JtNOH. 

Y  Motnrterraoa  ¿etrnuda! 
Qolli  el  reboso. 

urasn. 


büMmoda. 


Debonor. 
l1  b*j  honor  entra  tíIIhuI     J 

Y  con  mu  Hnneía  estl ; 
Que  DO  bij  principes  aci , 
Ñi  rácilei  coriesanai. 
Pero  deiémoaos  de  eno, 

Y  n  de  flor. 

iCalImgcabeT 
UDRFTÁ.  (Húbla  aparte  Scaáa  %no.) 
EiU  aiuceni  íAf^e. 
{Dale  ma  atueene,  y  Oetptiet  nm  «J' 
paiaña.) 

Eto  es  picanne  de  lioaeito. 

Yo  sé  qoe  oteilt  os  agndi.i 
•  Pero  no  la  deshojéis ; 
Que  ia  espadaña  que  veis. 
Tiene  la  lorma  de  espada: 

Y  aquesos  granillos  de  oro , 
AuLiüue  i  la  viíUi  recrean , 
Hancnan  si  los  manosean , 

■  Porque  eslriba  su  lesoro 
Enser  loueíos.  Dejios, 
Amon,  de  deshojar  flor 
Con  espadañas  de  lionor; 

Y  li  la  orendels,  guardios. 


iQuánsba  dicho? 

No  ba;  que  bacer 
Cuo :  por  loca  ta  dejo. 
«DoniAS. 
'  íQuí  flor  mé  cabe  i  mi  I 

ExIraSa  : 
Espuela  de  cabatlero. 

ADoni*s, 
Bien  por  el  nombre  la  quiera. 

A  Teces  U  «spnela  daBa. 

«DOHlU. 

DietiroBOT. 

Si  lo  sois,  alto; 
Pero  gnardtos ,  si  os  agrada , 
De  una  doncelú  casada: 
No  os  perdáis  por  picar  alto. 

.ADonlu, 
No  os  caliendo . 

Yo  me  quedo       * 
PoMraro :  id ,  bermun,  vos. 

tALoaan. 
CooAhos  vienen  loa  dos : 
8i  MUO  obligaros  puedo, 
Has  conmigo  ot  declarad. 

LAuaita. 


LA  VEHCANZA  DE  TAHAR, 
Sos  propiedades  gosid ; 
Que  aunque  ret  seréis  espejo , 
^  el  major  de  los  mejores , 
Temo  que  os  perdáis  por  flores 
De  amor,  si  sois  moxo  viejo. 

^Bnena  flor? 

SALOBOH. 

Con  so  pimtCDia^ 

ABSALON. 

iClbeme  i  mi?... 

UDRETA. 

Este  Narciso. 

ABSALOH. 

Ese  i  si  mismo  se  quiso. 

Pues  lened,  Absalon ,  cuenta 
Can  él ,;  no  os  queráis  unto , 
Que  de  puro  engrandeceros, ' 
Estiitiaros  y  quereros , 
De  Israel  seáis  espanto. 
Vuestra  hermosura  eutoqoece 
A  toda  vuestra  nación  : 
Narciso,  sois,  Absalon , 
Que  también  os  desvanece. 
Corlaos  esos  hilos  helios ; 
Oue  si  los  dejais  crecer, 

babeis  presto  de  ver 

En  alto  por  los  cabellos.  (V< 

ESCENA  Xm. 


Espera.— Fuese.  <^p.  Si  en  alto 
Por  los  ca  bellos  me  veo , 
;anipiiráse  nri  deseo : 
,1  reino  he  de  dar  asalto. 
,  En  alto  por  loa  cabellos! 
Hi  hermosura  ha  de  obligar 
A  Israel  que  a  coronar 
"     euga,  loco  por  ellos.) 

Conruso  os  habéis  quedado. 

Principes,  alio,  Ji  comer. 

{Ap.  Sobre  el  trono  me  han  de  ti 

De  mi  padre,  coronado. 

Huera  en  el  convite  Amon , 

Quede  vengada  Tamar, 

Dé  U  corona  lugar 

A  que  la  berede  Absalon.) 

ESCENA  XIT. 


De  aquesta  serrana  dama 
Ver  Id  cara  gustaría  : 
Idos,  berauDD,  wa  ellos. 

ASSALOM. 

No  DOS  bagáis  esperar. 
ÍAp,  Reinando ,  vengo  1  quedar 
BD  alto  por  loe  cabellas.) 
'  {Vnt»  /Jutle»,  Aitniat,  Sa¡«maa  j/ 
tleriado.) 


.  AUO»,  TAHAR. 

Yo.  serrana,  estor  picado 
De  esos  ojos  lisonjeros , 
Que  delien  de  ser  fulleros , 
Pues  el  alma  me  han  ganado. 
jQuereisme  vos  despicar? 

Cansaráos  el  joego  presto, 
V  en  ganando  el  primer  resto , 
Luego  os  querréis  levantar. 


Seri  en  vaso 
Dar  mano  6  quien  da  de  mano, 
Y  í»  aborrece ,  ya  adora. 


¿A  tomar?  jCómo! 


Qué  amigo  sois  de  fonarl 


Queremos 
Estudiar  cómo  sabremos 
Rorlaros,  pues aosburlals. 

A108. 

I  Flores  Iraeb  vos  también  T 


Serrana ,  vo  os  quiero  bien  : 
Dadme  una  flor. 

¡Buen  floreo 
Os  traéis !  Creed ,  seRor, 

Snei  no  perder  ja  una  flor, 
o  sintiera  el  mal  que  veo. 

Una  Bor  be  de  lomar. 

TAMAa. 

Flor  de  Tamar,  diréis  Meo.. 
Fonaréos,  dalda  por  hieo. 


P^ra  alegraros , 
PorquMp  no  puedo  daroa, 
Amon  ,^na  flor  violada. 


)F  violada,      r 

LiOO^  le 


TRAGEDIA  DEL  MAESTRO  TIRSO  DE  MOLINA. ' 


Por  Tuer^.a  os  üesculirin^. 


;  Qué  amigo  sois  de  forzar ! 

¡  A^cieloi  Moa~lrua,  jlú  eres 
•Quién  lus  ojos  sr  sacara 

Aü'eiiüi  (le  las  niajpres? 
Vojnie .  í  pienso  <|ue  eíh  vitla 
Qne  tu  mta  me  mató. 
¡  ^o  esp«ralia ,  ciüios ,  yo 
Tal  |)rin;Ípio  de  cumiiJa ! 

Peor  postre  le  hao  de  dar, 
Birbaro .  crael ,  iograto , 
Pues  seri  el  úUimo  pialo 
La  pengania  de  Tamar. 

ESCENA  XVL 


A  Abiaton  el  Mía 
Alamica  negro , 
Cinamoino  y  cedro 
Ypaima  ofrettamoi. 


At  principe  aueto , 
De  tipret  (imeite 
V  taray  eipen 
Coreniu  UjamM. 


Saloman  prudente 
Ceñirá  tu  frente 
Dei  laurel  valiente 
Que  alegret  eertamút. 

VamvtttU!. 

(Suena  grüa  dentro ,  ruido  de  golpeí 
y  de  caerte  metat  y  vajiüat.) 

ESCENA  XVn. 


«USALOH.  [Dentro.) 
Por  dar  venganza  1  Tatuar. 
AMOK.  {Dentro.) 
¡Cielos,  piedad!  Mucrio  soj. 
(^a/en  huyendo  Salomón  y  Adunia*..) 

Huje. 

jOli  bárbara  sin  lej! 
Todos  los  hijos  dul  Rey 
Por  reinar  pcj-ccen  boy.         (Yante.) 

■     ESCENA  XVin. 
LOS  PASTORES. 


¡  Mirad  qué  negro  regalo 
De  conviiel 

■     -naso, 
¡Oh  mi  cebolla : 
Mas  os  quiero  que  Absaioii 
Sus  pavos. 


ESCENA  XEX- 

Detcúbrete  lo  interior  de  la  quinta,  f 
vente  unos  aparadoret  de  piala,  eat- 
dat  lai  vajillai ,  9  una  meiallenade 
manjare*  y  deieompuetla ,  con  toi 
mantétet  entangrenladot ,  1  AtjOfi 
tebre  la  meta,  atentado  y  caido  de 
eipaliát  en  ella,  ton  una  laza  en  la 
una  mano ,  y  un  euchillo  en  la  oira, 
alraveíada  por  la  garganta  vtia  da- 
ga. Delante  ADSALON  i  TAMAR. 

Para  11 ,  bermana ,  se  ba  hecbo 

El  convite;  aqueste  plato, 

Aunque  de  manjar  ingrato. 

Nuestro  agravio  ba  satisfecho: 

Dígate  muy  buen  provecho. 

BelK  su  sangre,  Tamar, 

Procura  en  ella  lavar 

Tu  fjtaa  ,  basta  aquí  maocbída. 

Callante  está  la  colada, 

Ficil  la  puedes  sacar. 

A  liesur  huyenWo  voy, 

Que  es  su  rey  ijii  abuelo ,  y  padre 

De  nuestra  injuriada  madre. 

Gracias  i  los  cielos  doy, 

Que  00  lloraré  desde  ho» 

Mi  agracio ,  bermano  Tállenle . 

Va  podré  mirar  la  gente , 

Resucitando  mi  honor : 

Que  la  sanare  del  traidor 

Es  blasón  del  inocente. 

Quédale,  liirbaro,  iograto. 

Que  en  buen  tuntúlo  le  han  pneilo  ; 

Sepulcro  del  deshoiiestu 

Es  la  mesa,  tara  y  pialo. 


Heredar  tí  n 


o  Iralo. 


I  Déntele  los  cielos  brilos. 


Aiuigos  tengo ,  y  por  ellos , 
Como  dijo  la  mujer. 
Todo  Israel  me  ba  de  ver 
Bn  alto  por  los  cabellos. 
{Vame,  y  encúbrete  la  apariencia.) 

Sillín  del  pa lirio  de  Diiid. 
ESCENA  XX. 

DAVID,  taliendo  como  quien  íerpifrla 
de  un  tueño  ugilado. 

Amon,  PrliK-ipe,  hijo  niio! 

ji  eres  tú ,  pide  al  deceo 

Albiicias ,  q^ue  los  iostaniei 

juzga  por  srglos  eternos. 

jliracias  i  Dios,  que  á  pesar     . 

De  sos[ieülias  y  recelos. 

Con  lu  vista  restituyo 

La  vida  que  sin  II  pierdo! 

¿Cómo  tíi-nes?  iCúmo  estásT 

¿Podré,  enlazando  tu  cuello. 

Imprimir  lirios  en  ro^ss , 

Guarnecer  oro  en  adtro? 

[Tiende  lot  braiot  pira  abrazarU,, 

como  ti  le  tmñete  preienle.) 
Dame  los  amados  brazos,  — ^ 
¡  Ay,  engaño  lisonjero ! 
¿Por  qué  con  burlas  pesadas 
Me  haces  abrazar  tos  viertosT 
Como  la  madre  acallando 
Al  hijo  que  tiene  :>l  pecho , 
He  enseñas  la  jO)a  de  oro 
Para  escondérmela'luego. 
Como  en  la  navegación 
Pcolija ,  en  celajes  negros 
Kingídos  niootes  me  pintas , 
Siendo  mentiras  de  lejos. 
Como  fruta  de  pincel. 
Como  lierniosura  en  espejo, 
l^mü  tesoro  soiíado. 
Como  la  fuente  al  enfermo,- 
Burladoras  esperanzas, 
í^ngañais  mis  pensamientos 
Para. acrecentar  pesares, 
Para  atormenlar  desvelos. 
Amon  mió ,  ¿  dónde  estásT 
Deshaga  al  temor  los  cebos 
El  sol  de  tu  cara  hermoso; 
Hemoce  tu  vista  un  viejo. 
iSi  sé  habrii  Absalon  VL-ngado? 
I  Si  habréis  sido ,  como  teiiio , 
Hijo  caro  de  mis  ujos, 

Ue  EHs.esqu¡lmos  corderoT 

No,  que  es  vuestro  hermano  :  en  Un, 

La  sangre  hierve  sin  fuego. 

Has  ¡ay!  que  es  sangre  heredada 

Dt  quien  i  su  bermano  mesmo. 

Vendió ,  y  llorari  David 

Como  Jacob  ,-en  sabiendo. 

Si  i  Josef  malo  la  envidia , 

Que  i  AmoD  la  venganza  ha  ninerio. 

Absalon  ;uo  mejoró 

No  agraviarle*  ¿Ite  qué  tiemblo? 

Pero  el  amor  y  el  agravio 

Nunca  guardan  juramentos. 

La  esi>eranza  y  ei  temor 

En  este  confuso  pleito 

Alegan  en  pro  y  efl  contra ; 

Sentenciad  eo  KiTor,  cielos. 

Caballos  suenan.  4  SI  son 

Mis  amados  hijos  esiosT 

Alma ,  Bsomios  á  los  ojos  : 

Ojos,  abrios  para  verlos. 

Grillos  echa  el  temor  frió 

A  los  pies,  cuando  el  deseo 

Se  arroja  por  lai  venUnai. 


cGooglc 


LÁ  VENGANZA  DK  TAMAR,  TRAGBDU  DEL  MAESTRO  TERSO  DE  MOLINA. 
XXI.  i 


k  Calláis '.  Siempre  tai  el  laeodo 
Embajador  de  aeigrad». 

tLlorais!  Hartos  menuierM 
lis  Eospei^ai  certiOcaD. 
;Ay  adidnos  recelos ! 
ÍKató  Absalon  i  su  hermanoT 

SI ,  teHor. ' 

Pierda  el  consnelo 
Li  esperanza  de  volvar 
Al  alma,  pues  i  Amon  pierdo. 
Tome  euros  posesioD 


infelices  ojos. 

Hasta  que  los  dije  ciegos. 

Listimas  hable  mi  lengua , 

No  escochen  sino  Itoieuloi 

His  oídos  lastimosos. 

\  Ay  mi  Amon !  kj  mi  heredera ! 

Llore  tu  padre  cor  lacob  diciendo  ; 

•Hijo,  unaflerapíííniaie  hamuerto.* 

ADÚlriÁS. 

V  de  Timar  1s  biitoria  rirodfgloia 
Acaba  aquí  en  tragedla  lastimosa. 


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LOS  CABELLOS  DE  ABSALON. 


EL  ney  o&viu. 
joab. 

ABSALON.       ^ 
SALOMÓN.      • 
AtlONlAS. 
AtlON. 
JO.\ADAB. 


TAMAR. 

TEUCA.cffopí 

AQtilTOFeL. 

ELUZAR. 

SEHEi. 

CÜSaV. 


AcoarAÜMiiienv. 
SoL>uiw. 

Paitoik*. 

HÚUCM. 


m  JenuaUK ,  «n  DmIAmw  p  m  Im  «mpai  d«  0<ír*. 


JOfiHADA  PKIMERA. 

Alrfa  del  ptltdo  á«  Dirid  «  ianiiilaB. 
ESCENA   PBIHEKA. 

Tocan  eajat :  UU  DA  VI D  por  m  Iñdú , 

V  lOLDAODS  con  él;  s  por  el  otro,  AB- 

SALON ,  SALOMÓN,  ADOMIAS.TA- 

UAH,AIÍUITÜFEI.iACoaMÍUiiiiTTO. 

sju.oaoN. 

Vuelva  f«liceiDCDte, 

Uel  laurel  coronada  la  tlii  frenie. 

Klcamoeon  ísraelila, 

Aiole  dri  gaenl«go  oioablu. 
AboiiUs. 

Cilla  «I  blfuica  nieve 

De  U  rama  lomortal  Gírenlo  bren , 

Al  defeosor  de  Dios  j  lu  lej  pía, 

Horror  de  la  geatil  idotatria. 

Himnos  la  hnia  caale    - 

Con  labio  de  metal,  toí  de  diunaate. 

De  Jehoii  ¡il  real  caudillo, 

l)e  FUisÜD  al  Irigico  cucbitlo. 


Querid ai  prendas  mias. 
Ráculos  VIVOS  de  mis  luengos  dias , 
Dadme  lodos  ku  bruoa. 
Ilenuéíese  mi  edad  enire  los  laxos 
^I>e  dichas  tan  amadas. 
i  A]  dulces  nrendas,por  mi  bien  balla- 
Adoiilas  valiente,  [das  < 

Llega,  llega  otn  Tex.  V  lü,  prudente' 
Salonton ,  otra  vei  loca  mi  pecbo , 
En  amonisas  ligrimas  desbecbo. 
Bellisiino  Absalon,  vuelve  pil  veces 
A  repeiirme  el  &Hsto  que  me  oFreces 
En  un  alegre  día. 
Y  tú  no  le  relires ,  Tamar  mia ; 
ÍJue  be  dejado  el  posirero         [quiero 
luabraie  ¡ai  mi  Tamar!  porque  no 
Qne  el  coraron  en  gloria  Un  precisa , 
\iendo  que  otro  lu  espera,  me  dé  prisa. 
A  Rtbau ,  murada  y  guarnecida 
Ciudad  del  fiero  Amon,  dejo  venddt 
Sus  maros  excelrnles  ' 

Demolidos,  sus  torres  eminentes 
Desbecbas  y  postradas. 


T  (US  calles  en  púrpura  bañadas 

Gracias  nrime'ra menta 

Al  gran  l>ias  de  Israel,  luego  al  vaHente 

Joab,  general  mió. 

De  cuyu  esruena  mis  aplausos  [io. 

Honras,  señor,  tu  Ijechura. 

«OlilTUFEL.  {4p.} 

:  iQielice  el  que  sirVe  sin  ventun, 
Pues  babiendo  yo  sido  leal  soldado, 
No  ful  de  una  raioD  gdwdoaado  1 

Has  con  baber  tenido 

Tan  siugular  victoria, no  loba  sido. 

Sino  el  volver  á  veros; 

Si  bien  tantos  contentos  lisonjeros 

Conrunden  su  alegría , 

Considerando  qne  el  felice  día 

Uue  vengo  viclorioio , 

Une  entro  por  el  alciiar  snnl&oso 

tfc  SIoii ,  qne  salís  cún  ansias  tales 

Todos  1  recibirme  t  sos  ambrides , 

En  ocasión  tan  alta 

Aman  no  mas  de  entre  vosotros  falla  : 

Amon ,  mi  bijo  mayor  y  mi  heredero , 

AquiencomoimayoresUmoy  qniero. 

iQaé  es  la  cama ,  Adooias , 

üeqne  íl no  auméntelas  vemuruailaiT 

áoonUs. 
Yo,  señor,  no  sí  nada. 

SalomOD ,  una  pena  imaginada 

Es  mas  qne  acontecida.  [da 

íQuí  ba  sucedido  i  AmonT  Di,  por  lu  vi- 

SAi^aon. 
Absalon  lo  dlri  :  yo  no  be  sabido 
Que  pueda  baberle  nada  sucedido. 


A  mi,  señor,  pMgúutasmelo  en  Taño; 
Oue  en  mi  cuarto  encerrada , 
Vivo  ano  de  lot  acasBs  igoorada. 

iNo  hay  quien  de  Amon  me  diga  * 

AQniTonL. 
Si ,  señor.  Criado  soy,  amor  me  obliga 


iuchasiiyiec.<. 

ecibe  ,  Üí»j 


Para  no  dar  avisos  de  una  p«u , 
A  cuyo  tln  se  eicusaa  todos ;  llena 
De  otra  raron  el  alma. 
No  quiero  recalarte  aquesta  calma , 
Porñne  Pignorado  mal  no  se  da  medio, 

Y  sabidí).  He  trata  del  remedio. 
Amon  la  hijo ,  señor,  ba  muchos  dbi 
Qne  ha  dado  en  padecer  meluncoJlas 

y  tristeías  tan  fnertes , 

Que  nurtioser  capaz di'nuchasiB 

Eurado  d«la  luí  del  sol  r 

Con  que  entre  sombras  vi 

Y  aun  estl  sin  abrir  una  ventana , 
Ni  ver  la  luí  hermosa  y  soberana. 
Tanto  Aman  se  abortece , 

Uue  e1  natural  sustento  no  apetec«  : 
Ñlngon  médico  quiere 

8ueleentreiTer,yenDu,AmonKiBiw- 
e  una  grave  iristeía,  [rt 

Pensión  que  trae  la  natura  leu. 

Aunque  nazca  la  ntíeva  que  me  has  dado 
De  lealtad,  te  la  hubiera  perdonado, 
Aquitofel,  porque  es  tan  malcontento 
El  disgusto,  ei  pesar  y  el  sentimiento. 
Que  lo  mismo  que  quiso 
Saber,  oyendo  tan  pesada  aviso 
Saberlo  no  quisiera. 
Porque  lo  supo  ya ;  que  es  de  manera 
Desconversable  el  mal  de  un  aOigido, 
Que  Igikorado  y  sabido , 
Da  siempre  igual  cuidado ; 
Pues  siempre  es  mal,  sabida  ú  Ignorado. 
Entrar  ¡ayiKoi!  i  descansar  no  quiero 
En  mi  cuarto  primero  [go. 

Qneenel  de  Amon:  venid  todos  conmi- 
Ingraloaoy,  Señor,  ingrato  (digo) 
Al  grande  favor  vuestro  : 
Bien  en  mi(  sentimientos  boy  lo  mués- 
Pues  cuatro  bjjos  ane  veo  [tro, 

Con  salnd ,  no  divierten  mi  deseo 
Tanto,  como  le  aflige  y. atormenta 
Uno  sin  ella.  ¡Oh  ingrata  y  descontenta 
Condición  qoe  tenemos  [mos'. 

Los  humanos,  haciendo  siempre  esire- 
(VoitM.) 

el  palíelo  del  Re} 


DAVID,  ADONIAS,  ABSAIX)N  ,  SA- 
LOMÓN ,  TAMAR,  JOAB  v  AQUITO- 
FEL ;  dttputi,  AMON  1  ¡mttpM. 
«BULon. 

Este  esde  Antoo  el  cuarto :  ja  baallesa 


Ksie  esae  Antoo  el  cuarto :  ja  baaileg»- 
<  'MaidelallKto<|(t»del|M  miedo,  [da 


COMEDIAS  DE  BDN  PEDRO  CALDEnO:)  DE  LA  BARCA. 


Abrid  aquesta  i)Ui;r(a. 

{Abrenla,  g'tt  ve  i  Amon  tentado  en  < 

una  lula ,  aTriminla  d  un  bufete,  g 

de  la  eira  parte  Jmiadab.) 

Vu ,  tenor,  FEll  abJérLa  , 

Y  al  resplaiiUar  escaso  que  por  ella 

Niis  commiica  la  major  esirella, 

Al  Prliici|>e  se  mira 

Stulado  en  una  sitia. 

^A  ijiiHin  lio  admira 
Verle  lin  diverlido 
Eu  tu  penas.qDe^uu  DO  uosba  sentido? 


¡Señor  !  pni's  ¡lú  aquí? 


Gusto  le  di-lien  mis  dioliaíT 
Mi  amur  afvcio  tan  curio , 
(fue  aun  do  llegas  a  iijisbruosT 
Pues  >o,  aun(|iie  lú  riguroso 
Me  recibas,  llegaré, 
UÜo ,  i  los  tuyos.  Purs ledpio , 
Empezando  en  mi  el  earifio ,    - 
Aun  no  übra  en  II  el  alboroto! 
;  Qué  tienes,  Aman?  Qué  es  rmoí 
Que  aiini)ue  tus  tristezas  oigo ,  __ 
Pensé  q^ue  al  terme  templaras 
De  su  viulpiicti  el  enojo. 
¿Aun  uarabieii  na  mo  das, 
Ctianclo  vuelvo  viiorioso 
A  Jerosalcii?  Ñ¡g  IriunfM 
i;ini)  lio  vencen  tus  etitúbsT 
L"n  príncipe  iiu:'  licretlero 
Ks  de  Isi-ui'l ,  cuyo  herúico 
Valor  resistir  debiera 
r.onstante ,  os:ida  j  brioso, 
l.üs  ceños  de  la  Tortuca 

Y  (leí  lij^o  los  úiiroiiiofti, 
jTaiilO  i  una  pasjoii  su  rijidc, 
Taiito  á  una  pena ,  (jue  absorta , 
Toiifuso ,  triste ,  adigido , 

No  les  .permite  i  sus  ojos 
La  lux  del  día,  negando 
La  mirada  á  sus  rayos  dcoroT 
iQui:  es  esto ,  Amoo  ü  Si  ile  causa 
Nüce  tniiena.upipioro 
Que  podré  vencería  ¡o  : 
Tujo  es  mi  imperio  lodo. 
Dispon  del  á  tu  sibedrioi 
Desde  un  polo  al  otro  polo. 

Y  si  no  nace  du  causa 
Conocida ,  sino  sol 9 
De  la  natural  pensión. 
Ueste  nuestro  liumano  polvo. 
Aliéntate  :  imperio  tietiiv 

1^1  honil>re  sobre  si  propio, 

Y  los  esfuerzos  humauos, 
Llamado  uno,  vienen  todos. 
No  te  rindas  i  tí  mismo , 
Ko  te  avasalles  medroso 

A  lu  misma  condición : 

Mira  que  el  pesar  esmonstrao, 

Que  come  vidas  linmaiias 

Alimentadas  del  ocio. 

Sal  deste  cuarto,  y  pues  vienen 

A  ól  ^Qs  bermaucit  todos 

Ho;  conmigo,  liahla  con  ellos. 

Llegad  pues,  llegad  vosoiroi. 

Pueden  can  Amon  tun  poco. 


¿Quí 
Te  adiíjeT 

ItOOHlAS. 

iQoé  te  da  asombro? 

iQué  apeteces? 

iQaé  deseas! 

Solo  que  me  dejéis  solo. 

Si  en  eso  no  mas  fstrlbati 

Tus  deseos  rigurosos, 

Vannn  de  aquí.  {A¡i.  Por  volver 

A  hablarle  i  solas ,  lo  otoi^o ; 

Que  qui'/í  no  se  declara, 

Por  estar  delante  todos.) 

Venid.  Ya  solo  te  quedus. 

¡Ay  iiirelií,  qué  de  goios ,         .     . 

Qilé  de  gustos,  qué  de  dicbas 

Desazona  UJi  pesar  solo  '. 

{Ynie  retirando  Daiiid,  y  aeompañdií- 

áole  lodot,  mema  Adeolai,  M*aion 

■B  Tamar-i 

iQoé  eitraíia  melancolía ! 


AHO.N,]0.\ADAB. 


lonadab,  iTuéroasc  ya? 


SI,! 


is  otros 


Como  suelen  lo 
De  quien  gasta  poco  á  poco . 
Q»e  piensa  que  no  hace  mella 
Ahora  uu  real  y  luego  otro; 
V  cuando  menos  si^ata , 
Halla  el  laltso  margordo 
Hecbo  esqueleto  de  a^jeo. 


Ho  lo  ignoro, 
Que  eres  tu  solo  quien  tieoe 
Licencia  eutre  mis  dudosos 
Discursos  para  asisHinne ; 
Pero  quiero  quedar  solo. 

Yo  lo  baré  tie  buena  gana  ¡ 
Que  00  es  rato  muy  gustoso 
bl  de  uu  ajno,  uiuiidu  está 
Saturnino  y  hipocondrio ; 
Pero  ántés  que  me  vaya , 
Me  de  preguntarte ,  i  cómo 
A  lu  padie  y  tus  hermanos 
Respondiste  de  aijuel  modo!   .' 
¡.Es  posible  <|ue  uiuguuo     .   , 
Herezca  de  tusjieuusos 
Males  salid'  la  ocasión? 


¡Qlté  silencio  tan  improjito ! 

adonUb. 
;Quú  violeucia  tan  cruel ! 

GALonon. 
¡Qué  afecto  tan  poderoso ! 

Saben  los  cielos.  Anión , 

AUSALo:*.  {Ap.  d  Tamar.) 


La  neg 


Que  yo  mismo  de  mi  mismo  ' 
íle  avergüeiiio  si  la  nombro. 
Es  tal ,  que  am  de  mi  silencio 
Vivoial  veí  temeroso. 

Porque  010  lian  cllrlio  qoe  saben 
(Uta  silencio  haldi^r  lo^  ojus.  .> 


I  Tjii  et 

I  Del  pe. 
l)e  mi  pena 

Ale-  --■ 


i  Vo 


Absaloo,  ¿eso  dices? 


SI ,  (|ue  es  heredero  herMco 
DI  David  -.y  Si  él  se  muere, 
Quedo  yo  ipas  cerca  a|  solio ;    . 
(fue  A  qui«)  aspira  á  reinar, 
Cuda  hermano  es  un  estorbo. 

¡  Aunijiie  su  muerte  siHlftra , 
j  Me  holgara  verileo  su  trono;     ■ 
[  Que  en  efecto  tu  j  yo  hermanos 
'  tie  padre  y  de  madre  somos 
^  {Vaaie  lee  que  vinierea.) 


'cho  la.causa'noiígii    , 
- "  t  que  tai  vjíj;  ■ 
ii>  13  escondo  , 
el  coiaion  no  pueila , 
I  Soliñ'saliado  al  asombro 
¡  De  reconocería ,  dar 
Itn  golpe  mas  recio  que  otro. 
Tan  en  I»  mas  escoudúlo 
.  tíií  la  vida  le  aprisiono  , 
!  Que  aun  este  suplo  que  entra 
'    A  dar  vilali'S  despojos , 
No  sabe  della,  p^rqoé 
I  No  pueda  el  aire  curioso 
i  Decir,  por  k)  destemplado 
j  De  nigun  suspiro  que  arrojo  : 
1  iKstesabede  lacausa, 
Put'.í  ^4 le  ardiendo  éste  soplo.* 
En  fin ,  estí  mi  doloc 
'i'an  atado  en  lo  mas  hondo 
Uel  alma,  que  el  alma  mismt , 
Alcaide  del  calabozo. 
Ño  sabe  el  preso  que  guarda. 
Con  ser  su  consejo  propio. 

MntDAB. 
Sin  duda  eresaodomiu, 
Poes  oU»  causa  no  loco. 
Que  i  lauto  ^leocio  obligne. 


iQue  siempre  hajai  de  ser  loco? 

UglizodeyGOOglC 


IMUM*. 

No  eiii  en  mi  mano  ser  cuento, 
(/teniro  mido.) 

..3ué  pasM  son  los  que  oigo* 

JOnADAB. 

"amsr  ta  hermana ,  qoe  babieodu 
'>eJado  en  si  smlltto«o. 
CuiriD  i  David ,  vuelve  al  suyo 
Var  ese  corredor. 

AHo:<.  (Áp.) 

Cailiüas  pasioaes  mías, 
A  es  la  ocasioJí  me  reporto? 
Vero  lia  de  ser  ¡ab  deseol 
Que  aun  á  solo  \tt  su  rostro 
Ño  lie  de  salir  i  Ij  puerta. 

(Vate  náíM  ella.) 
Has  j  .1} !  qoe  eo  vano  me  opODRo 
De  mi  estrella  i  los  InQiijw ; 
Pues  cuando  digo  animoso 
Uuc  DO  he^e  salir  á  terla. 
Es  cuandol  rerla  me  pongo! 
¿Qué  es  esto,  cielost  Yo  misino 
¿bl  daño  no  recoaoicuf 
Pues  jcómo  al  daüo  me  enlregoT 
iVive  en  mi  mas  que  vo  propioT 
No.' Pues  icámo  manda  en  mi 
Con  tin  grande  imperio  otro, 
Que  me  He  va  donde  ;o 
Ir  DO  quiero  1 

JONADAB.  (Ap.) 

O  soj  Qu  tonto, 
O  anda  por  aqui... 

1  Qué  miras? 

Tengo  aqui  qde  bacer  an  poco.     - 

^0  te  he  dicbo  que  te  vajasT 

IWIADtS. 

St,  seDnr;  mas  por  lo  propio. 
No  lo  he  hecbo  jo. 

Éntrate  allí 
JoiiAMB.  {Ap.  retirándole.) 
En  esta  puerta  me  pongo. 
Por  eHb  dijo  uno  que 
(•alanés  los  criados  somos , 
Pues  el  mas  sucio  criado 
No  deja  de  ser  carioso.    (Bteiaiiie.) 


Desde  aquí  veré  4  Tamar, 
Que  no  he  de  ser  tan  medroso, 
.  {Detile  la  puerta  principal  del  cuarto, 
rntrahíeiadentra.) 
Que  be  de  pensar  que  en  erecto 
Se  haya  de  salir  con  todo. 


LOS  CABELLOS  DK  ABSALON. 
CoD  mi  padre  el  reino  lodo, 
Que  menayas,  Amon,  llamailol 
Que  yo,  aunque  con  amoroso 
Pecho  siento  tus  tristezas. 
No  entrara ,  porque  conozco 
Que  cualqoiera  compa&ia 
Le  sirve  a  nii  triste  de  estorbo. 
Has  ya  que  aquesta  ocasión 
Te  he  debido,  cuando  oigo 

lombre,  Aamn.eo  (us labios, 
haré,  sluo  la  logro. 
Suplicándote  mereica 
Ser  yo  quien  del  rigaroso 
Dolor  que  le  aUige,  llegue 
»  ni"  la  causa  ;  iiue  no  poco 
I  el  mal  quien  te  cuenU 
Con  satisfacción  i  otm 
Deque  ha  de  sentirle;  ;  puesto 
Que  fO  i  Teriar  me  dispongo 
A  mis  lágrimas  tus  voces , 
Mi  Te  es  Dadora  de  abono. 
Hagan  su  olido  tus  labios , 
Hariu  el  suyo  mis  ojos  : 
Vea  JO  cómo  Iñ  sientes. 
Veras  lú  cómo  yo  lloro. 

Si  yo ,  ditina  Tamar, 
Hl  pena  decir  pudiera ; 
Si  capas  de  mi  voz  fuera 
El  pesar  de  mi  pesar; 
SPme  pudiera  explicar. 
Solamente  A  ti  ( ;  ay  de  mil ) 
Lo  düera;  y  siendo  asi 
Que  a  ti  te  lo  callo,  eré 
Qne  t  nadteselodiré,' 
Pues  no  te  lo  digo  A  il. 
Aunque  es  tan  gi'aiide  y  tan  rara 
Pena,  y  tanto  se  acrisola , 
"uelii  la  dijera  sola, 
i  Ü  sota  la  callara  : 
La  contrariedad  repara 
De  mis  ansias  r pues  aqui. 
Siendo  lú  sola  ( i  ay  de  mi ! ) 
Quien  no  sabe  esta  quimera, 
A  cualquiera  lo  dijera , 
Por  no  decírtela  i  II. 


Como  la  lid  les  propongo , 
La  he  de  ver  y  la  he  de  hablar ; 
Qoe  no  es  valieni^  ni  heroico 
CoraEon ,  quien  sin  el  ríe^gOi 
Se  apetlidú  victorioso. 
¡Uh  bellísima  Tamar! 

lÁfM.lDejUre.) 
Nú  entréis  conmigo  vosotros , 
Esperad  en  esta  pueru.  (Sale.) 


Si  una  misma  raion  se  halla 
En  tu  pena  si  padecella , 
Por  quieo  yo  uebu  sabeíla ,  - 
Va  me  ofende  quien  la  calla. 
La  curiosidad  batalla 
En  la  parte  de  poder 
:_L_.la  i  y  que  soy  mujer 
Advierte,  y  he  de  msislir 
Por  saberla,  y  la  he  de  oir. 
Pues  uo  la  puedo  saber. 

Va  que  ese  empeño  me  obliga, 
Sin  que  salida  le  halle. 
Por  mi  parle  i  que  lo  calle. 
Por  la  tuya  í  que  lo  diga ; 
Sin  que  en  mi  se  conlradiga 
F.l  hablar  V  enmudecer. 
Te  tengo  de  obedecer. 
Oye...  Ka&bas  de  advertir, 
Queyo  te  la  he  decir, 
^  lú  no  la  has  de  súber. 
Vo  amo,  Tamar.  Mi  dolor 
AmQLJnipoEi))le  es : 
¡Mira  si  es  búu grande,  pues  '. 
Es  imposible  ^  amp^ ! 

.Va  es  mi  confusión  mayor. 
Oi,4dequlíD?qúe  aunque  me  den 
Cuenta  tos  voces ,  no  bien 
Se  explican. 


Yo  lo  pregunto,  admira'ia 
De  que  haya  ouien  quenoa 
De  ti,  no est« agradecida. 
Cuando  no  eslé  enamorada. 

No  es  ella,  no',  la  culpada;    , 
Que  aunque  yo  por  eth  muero , 
No  sabe  ella  que  la  quiero , 
Ni  lo  ha  de  salber  jamas. 

iPoT  qué? 

Porque  eslimamas" 
Lo  que  amo  que  la  qoe  esfiero. 
Fuera  de  que  tanto  ha  sido 
El  lemor  que. la  he  cobrado. 

Sue  aventuro  el  verme  amado, 
nr  ;io  verme  aborrecido  : 

V  asi,  callar  be  querido. 
Porque  sé  que  be  de  ofendella. 
Máteme,  Tamar,  mi  estrella , 

V  mj  sufrimiento  no; 


TAVSI. 

Pues  i  por  qué  se  ha  de  ofender 
De  terse  de  II  querida , 
Si  la  mas  desvanecida 
Mujer,  en  lln  es  mujer T. 
Bien  podrá  no  agradecer, 
D^^  honor  baciendo  alarde; 
$^p  no.  Fio  le  acobarde 
N9HI,  que  .del  mas  Urano 
Desden  se  queja  temprano' 
El  que  se  declara  tarde. 
Deciirile,  pues. 

jtHon. 
•  '  Mo  puedo. 
Tka». 
jPorquíT     . 

Porque  temo  y  dado. 

TAUil. 

Di  tu  dolor. 


Estoy  mudo. 


Absorto  at  hablar  quedo. 


íEsmSs 


que  una  miger? 


Pues  quéjate ,  Amon ,  de  li. 


I  tan  severo .     i 

lyLlOOglC 


COMEDIAS  BE  DOH  PEDHO  CALDBftON  DE  LA  BARCA. 


Qh  1  morir ,  Ttoiir ,  ne  oUlga 
AntM  «loe  I  mi  dama  á\f»  • 
Tb  ereí  el  daeito  que  <iDlero , 
Tt  la  gloria  por  quien  muero , 
Tb  U  caoaa  por  quien  lloro , 
TA  I  quien  explicarme  igooro. 
Tú  la  deiüad  a  qne  aspiro , 
TA  la  betleta  que  admiro , 
Tú  la  hermosura  que  adoro. 
Compadécete  de  mi,    ' 
Hermoao  impoilble,  pues 
T»D  rendido  á  ti  me  Tea, 
Qae  me  vea  morir  por  il. 

Btita ,  no  maa;  que  s)  aqnl 
Te  di  ese  consejo,  fué  - 
Solo  animindote  i,  que 
Ia)  digas  i  ella,  i  mi  no. 

¿Pues  acato  be  iHcho  jo 
Mas  de  que  noto  diré! 
Si  bien  la  conaejo,  puedo 
Decirle  que  me  ba  alentado 
Tanto .  que  jra  me  faa  qniudo 
La  primer  parte  del  miedo  : 
V  pue«  alidado  quedo 
Con  d  ei&men  que  toco. 
Porque  Taja  poco  1  poco 
Perdiendo  el  miedo  al  baUar 

ÍQue  eonCos  bao  de  curar 
>a  imasinaclon  de  mi  loco) , 
Deja,  Timar,  que  prosiga 
Este  ensajo  i  mi  dolor , 
Porque  lo  aepa  n)eJors 
Cuando  t  mi  bien  se  Id  diga.       M 


si  aliviarla  espero. 
Seguirte  la  t^ma  quiero. 
Por  ai  atguo  descanso  adquieres. 


La  hem)(>i.i  por  qnien  roe  m 
Para  ver  si  i  su  desdea 
Sabré  deoJararma  jo. 


Hermoso  Imposible ,  i  qoles , 
Desde  que  en  un  jardio  il , 
La  vida  I  almt  rótdl 
Que  abora  de  nuevo  le  ohexeo 
(Si  bien  lo  quejo  aborreico, 
Moesdtdfvapara  ti), 
Ueste  atreví  míenlo  mió 
No  tengo  la  culpa  jo. 
Porque  en  mi  solo  nació 
Esclavo  ellibre  albedrio. 
No  sé  qué  planeta  implo 
Pudo  reinar  aquel  día. 
Que  annqne  otru  Teces  babia 
Tu  beldad  visto,  aquel  fné 
Et  primero  que  le  amé, 
Bellisima  Tamar  mía.  _ 
MasiquébediclioT 


Lamo*  T  ojos  en  la  i 
Apremion  de  mit  01  _, . . 
ConAindleron  kM despojos, 
Uue.equlTOcnneutcaaUos, 


Pues  liendo  asi ,  dése  error 
Ojos  7  labios  absuelvo, 
V  al  pasado  engaño  vuelTO.- 
Amoii ,  principe,  sefior. 
Aunque  jo  de  vuestro  uuv 
Vivo  muj  desvanecida. 
El  ser  quien  sojr  ot  impida 
Tau  alto  empeño,  porqué 
Si  asi  habláis,  no  volieré 
A  escucbaroa  eu  mi  v[3a. 


Hasídeiiué  teiBiges, 
Eslo  Qngimlento  eiT 


Pues  si  ts  llogimieoto ,  di , 
i  Para  qué  me  bablaste  ult 
iQué  le  importaba,  Tamar, 


No,  pero  de  la  manera 

Se  tus  labios  ;  tus  ojos 
ntuadieron  tus  enojos. 
Persuadiéndole  i  que  era 
Yo  tu  dama,  considera 
Que  en  mi  también  conftmdidoa 
Al  oírle  mis  sentidos , 
Se  equivocaron  mas  sabios , 
Bespondiéndote  mis  labios 
A  lo  que  ojeo  mis  oídos. 
V  asi ,  pues  que  ser  no^raede 
De  efecto  alguno  este  engaQo , 
PncH  vemos  que  en  él  el  daño 
Por  limitarse  se  excede , 
En  este  estado  se  qnedi 
Qne  no  es  [icil  de  enga 
Afion ,  placer  ni  pesar. 
Ame  tu  pecbo  i  quien  ama, 
Que  Tamar  na  ha  de  hacer  dama 
Une  no  babte  como  Tamar.       (Vitw) 


AMON.yJMfoJONADAB. 


„  Oue  aun  la  piedad  de  un  engaño 
Se  contierta  en  ma;or  datio , 
Que  el  que  la  Terdad  me  dio! 
i  Quién  me  acons^arlT 

{Sale  Jenaiab.) 

Vo, 
Coja  curiosidad. ciega , 
Hoy  i  haber  sabida  liega 
Cual  es  lu  mal ,  j  por  quién ; 
Que  al  Bn  ve  lo  mismo  quien 
■ira  jugar,  que  el  que  juega. 

iLnego  ti>  ja  bas  enienflda 
La  causa  de  mi  pasionf 

SI,  seBor;  que  no  haj  mirón 
Que  antes  tabor  no  hají  sldo- 


Aunnoe  es  opinión  eitraBa, 
Que  na  menester  el  que  CJigaÜa 
""  que  fuerza .  error 


J  media  hermana  es  TAnar. 


lC6mo  la  he  de  asegurar? 
Que  ja  Tamar,  cosa  es  cbra 
Que  no  Tuelva  aquí. 

Una  rara 

Industria  tu  jigcir  prevenga , 
Para  tonaría  é  que  Tenga , 
V  viéndola  aquí...  • 


Repara 
e  se  na  ei 


No  haj  para  qué. 
Pues  ja  i  lodo  esto;  resuelto , 
Porque  piden  mis  desdichas, 
A  gran  daBo ,  gran  remedio. 


ESCENA  Tt 

.DAVID.  —  AHON,  JONADAB. 

Por  haber  estado,  AmoB, 
Embarazado  del  pueblo , 
Que  con  prolijas  lealtades 
Vino  al  parabién,  do  be  Tuello 


Pues  págamela  con  otra. 

Que  es  no  negarme  mi  consuelo 

Que  Tengo  I  pedirte. 


Pnes  sepa 
De  qué  nacen  lo»  exiremos 
Que  le  afligen. 


En  que  la  Irisleil'  es 
Causada  de  un  mal  M 
Pero  la  melancolía 
De  natural  senlimleaUi ! 
y  asi  00  podrá  decirlo. 


dbyGoO^IC 


Ta  me  «pilco  jo  el  mejor. 

íCbU  es* 

Sentir  como  «íenio, 

Em  DO  es  remedio,  tn tes 
Ea  dir  al  mal  mas  esruenon. 

Pnei  i  qué  puedo  bacer! 
AlegMS  dinerlimieuios. 


Va  esti  Ixieno : 
Todoi  caosan  mas  qu«  ativian. 
Porque  como  yo .110  teiigu 
Ciisto,  se  me  luelveo  todos 
K<i  mas  pena ,  porque  es  cierto 
Que  en' el  liumor  (|iie  domina, 
^  convierte  el  alimento. 


Aunque  en  meiirora  sea 
ICso  que  has  dicbo,  to  quiero, 
Va  que  de  alimento  oablas, 
Malerialmeoie  entenderlo. 
jNo  rs  dtf  desesperación 
Especie ,  quí^  un  liomlire  coerdo 
Auu  este  humano  tributo 
Se  niegue  i  si  T 

SI  por  cierto. 
Vo  que  coma ,  ;  aun  de  lodo , 
Le  estaba  abora  diciendo. 
Pero  lio  me  entiende. 

UlON. 

En  nada 
Hallo  saion,  j  por  eta, 
O  porque  es  conservación 
De  la  vida,  loaborretcu. 

Pues  aoa  cota  por  mi 
Has  de  hacer. 


ÍQné  regalo  seri,  Amon , 
las  de  tu  ausloT  qne  quiero 
Yocuidardíl.j  deberte 
El  que  le  admjlas. 

Nn  pienso 
Que  lendrí  en  eso  ek'Ccion , 
Porque  niiiguiio  apetezco ; 
Mas  li  huí  ñera  de  romer 
Algo,  el  aliño,  el  aseo 
Con  que  sirven  i  Tamar 
Sus  criadas ,  señor ,  creo 
Que  lisonjeara  mi  hastio. 
Aquellas  viandas  comiendo ; 
V  mas  si  ella  rae  trajera 
La  comida ;  que  on  enfermo 
Has  se  agrada  del  cariño, 
Se5or,  que  del  alinenio. 

T  e*  verdad,  porqne  ana  dama, 
Con  las  pintas  de  lot  dedos . 
Tronchando  los  bocaditos. 
Hará  que  los  matqaa  no  m«erio. 


LOS  CABUJAS  DE  ABSALON. 


Y  mandaré  al  mismo  tiempo 
One  los  mltslcos  te  canten , 
Por  ver  si  asi  te  divierto. 

^Hon. 
El  cielo  agmeaie  tu  vida; 
Que  JO  en  aqueste  aposento 
Esperaré  ese  ñvor.—     (Vase  David.) 


Bleo  se  bt  becbo 


No ,  sino  mal , 
Pues  traidora  mea  te  Intento 
Añadir  desesperado 
Ciilp:i  i  culpa ,  Incendio  A  incendia , 


Esiaiicli  del  Re;,  ' 
'     ESCENA  Vn. 

DAVID,  y   ietpvet   ABSALON.  S. 
LOMON,  JOAB  T  AQUITOI'liL. 

;0>ié  nueva  salva  es  aquesta* 
Que  con  marciales  acentos 
Vuelve  i  dar  voces  al  aire, 
Hal  respondidas  del  eco* 

{Salen  Miaíon  g  Satomen.í 

Danos  albricias ,  señor. 

¿De  qué ,  si  gusto  00  esperoT 

De  que  las  naves  de  Ofir 
Han  llegado  i  salvamento. 

(Salen  Jtab  t  Aqatíofel.) 

JOAB, 

Va  baliras  sabido  la  causa 
i>este  militar  estruendo. 

Si.Joab. 

íqditofeL  • 

SeRunda  vez 
Vuelve  i  repetir  el  viento... 
(Toma  »lra  vtt.) 


Dadme ,  seltor,  t  besar 
Tu  real  mano. 

Alia  del  soeln 
5  niiij  bien  venido , 
Semei. 

SeheI. 
Pory.osoes  serlo. 
Viniendo  á  verme  i  Ins  plastas. 
De  Hiram  despachado  vengo 
Con  tu  armada  j  tus  bajeles, 
Monstruos  de  dos  elementos  ; 
V  entre  las  varias  riquezas 
j  De  plaUj  oro,  j  de  cedros, 


Material  iacormptiUe, 
Para  ia  obra  del  templo 
Que  Lú  hacer  has  prevenido 
Ai  arca  del  Testamento ; 
Has  de  todos  los  dripojns 
Que  le  traigo,  le  eocareico 
Esta  divina  eliopisa, 
Eu  cuyo  bárharo  aceulo 
Uu  espíritu  anticipa 
Sucesos  malos  6  buenos. 

tln  gusto;  un  pesar  juntos, 

Semel ,  me  traes  A  un  tiempo  ; 

Etguslo,  de  tu  venida, 

Cuyo  cuidado  agradeico ; 

El  pesar,  de  tu  ignorancia, 

Pues  bu  penado  que  puedo 

Tener  por  grandeza  yo 

En  mi  palacio  aRoreros^ 

Dios  habla  por  sus  proretas; 

El  demonio,  como  0|>uestu 

A  las  verdades  de  DIm, 

Habla  apoderado  eu  pechos 

Tiranamenle  oprimidos  : 

y  asi,  (lestierra  al  momento 

Esta  torpe  tiioinsa 

Oe  mi  corte ;  y  después  desto , 

Los  materiales  que  traes 

Se  guarden ,  porque  no  es  ti«ti|io 

Que  la  fihi-ica  se  empiece; 

Que  JO  laltrar  uo  mereico 

Casa  i  Dios  :  quien  me  suceda 

La  fabrícarl.Con  esto, 

Que  aprendáis  &  ser  piadosos , 

Hijos  míos,  os  advierto; 

Pues  el  gran  Dios  no  permite 

Que  yo  fabrique  su  templo,. 

Porque  manchadas  las  manos 

"-  sangre  idólatra  tengo.  (fose.) 

escehaix. 

Dicnos ,  n^iioi  DatU. 

TKVCA.  iAp  ) 

Aunque  responder  nuisiera 
' '  ".ey,  no  he  podido ,  ¡  cielos ! 

esta  espíritu  mas  noble 

sentado  en  so  pecho 
«uc  en  el  mió;  y  como  al  verle , 
Kudo  quedó  el  que  yo  tengo. 
En  mi  se  veoga,  i  ped.izos 
^1  corazón  deshaciendo. 
.  Ay  de  mi  <  rabiando  viio. 
I  Ay  de  mi !  rabiando  raucru. 


aODITOFKL. 

Sus  cabellos  y  sus  ropas 
Esta  arrancando  j  rompiendo. 


Advierte... 

Injnsin  homicida. 
Aparta  tdr  ti  iré  huyendo,  . 
Que  tú  lanzas  anujando, 
(íue  tú  piedras  recogiendo. 
Me  dais  horror,  basta  que 
De  vuestra  muerte  lierederos 
Seáis,  siendo  vuestra  mueru 
Clíntnla  de  un  testamento. 


,glc 


COMEDIAS  t>e  DON  PEDRO  CU.DKRON  DE  LA  BARCA. 

ESCENA  XIL 
ABSAL0t4,  AQUtTOFSL. 


Olrn 


qnií'rn 


Td  consejo  •  Aguilotiil : 
Basta  qne  por  lu  cuiisejo, 
TiTiie  dpsespürncioii 
Aun  te  niegue  el  moiiumeiito. 

'MUJioa. 
Repórtate. 

■     A  ti  »l  haré, 
Salomón;  que  halilar  no  puedo; 
Oue  no  ha  ile  saber  el  mnudo 
Si  lu  l)n  es  malo  ú  bueno. 

I  Qné  sin  pro|iósito  habla ! 
Hin,  elleiMH... 

Ya  veo 
Que  te  \\t  de  ver  tu  ambición 
Ka  alto  por  los  cabellos, 
¡  AV  <1c  lui !  rabiando  vivo , 
¡  Aj  de  mi!  rabiando  muero.    [Vate.) 

SkLOKOH. .      > 

Ve  tras  ella ,  do  el  [Uror 
La  desespere. 

SIBEt. 

Stfnilenito 
Iré  tas  pnsos,  dudando 
Valiclnios  que  no  entiendo. 
(VsM  Semeí,  y  con  il  lu  tttdaiút  y 

ellopei.) 


I  En  los  tiijos  de  David. 
Laego  justameDle  inflen». 
Pues  que  mis  cibellot  soo    , 
I  Oc  mi  hermosura  primeros 
!  Aeradores ,  que  t  ellos  deba 
I  ti  verme  en  tan  alto  puesto; 
Y  asi ,  vendré  ú  estar  eiitáncea 
¡  En  alto  por  los  cabellas.  - 

■}  SALOUOÜ. 

I  Qué  por  ellos  has  traído 

La  aplicacJoa  al  concepto '. 

Pues  ¿quieres  que  una  hennosara 

Afemiuada ,  en  los  pechos 

De  iodos  engendre  mas 

Amorque  aborrecimiento  T 

«BSALO:«.' 

Cuando  l>  hermosura  ese 
Sobre  el  valor  que  jo  tengo, 
4  Por  qué  noT 

Porque  haj  en  bijo* 
De  David  merecimientos 
Que  le  preSeren  en  todo. 

No  serii  BÜ,  por  lomeóos, 
Heliquia  de  dos  delitos , 
Homicidio  y  adulterio  :  • 

Hablen  Bersabé  j  Urias , 
[lu>  incasta  j  otro  muerto. 

De  lu  padre  has  murmurado, 
Ahsaloii ;  T  aunque  yo  puedo 
Por  mis  manos  castigar 

Tan  osado  at— '— ' 


¡  Raros  delirios  ha  dicho ! 

AI!S«LOM. 

Aunque  por  tales  los  tepgo, 

Ho  me  ha  dejado  de  dar. 

Lo  que  me  ba  dicho ,  cuniento. 

íQuf  le  ha  dicho! 

Que  be  de  verme,. 
Si  biea ,  SalomoD ,  me  acuerdo 
Por  ios  cabellos  en  alto. 

Pues  (Cómo  InterpreUs  esoT 

Hermosura  es.  un  a  caria 
De  favor  qbe  d^n  los  cielos; 

Y  su  sobrescrito  al  hombre 

Y  i  todo  el  común  afec.o. 
Ella  en  mi  (lodos  lo  dicen ; 
Que  no  crejera  i  mi  espejo) 
Esiaa  mnde,  que  «sie  solo ' 
Desperdicio  de  su  imperio 

Ed  cada  un  año  me  vale 

De  esquilmos  muchos  talentos. 

De  Jemsalen  las  damas 

He  le  comjtran ;  que  i  su  aseo 

Yo  so;  qnien  les  deja  alguna 

Atloracton  de  alimenios. 

Pues  siendo -asi,  qne  va  anudo 

Soy  de  lodos,  bien  inflero 

Que  esta  adora  don  común 

Resulte  en  que  lodo  el  pueblo 


Qultinorque  él  quiere  hacerlo; 
Que  ofensas  de  un  padre  siempre 
Las  loma  í  su  cargo  el  cielo.     (Vos 


ABSALON,  iOAt),  AQUITOFEI.. 
Cuerdamente  lia  respondido. 

ItODITOFlL. 

Siempre  el  temor  es  muy  cnerdo. 


A  mi  os  andáis  oponiendo 


Selior;  mira  que  aun'no  es  tiempo 
De  empelar  i  declarar 
Lb  que  tratado  leñemos 
Entre  los  dos ,  porque  importa 
Ganar  algunos  primero. 

En  lodo  quiero  seguir, 
AquiLorei,  tus  consejos. 

ADDITOrEL. 

Sios  te  pondrln  adoode 
piran  tus  pensamleotot. 

Dellos  y  de  ti  lo  Qo, 

(Ueniro  tocan  insfnmnlM.) 
Pues  los  dos...  Pero  ¡qué  es  estot 

AODITOni. 

Tamar  de  su  cuarto  sale 
Cou  mucho  a comp atamiento , 
"   a  hicia  el  cuarto  de  Amon. 

ASULOR. 

Divertir  sus  senlimientos 
Qoiere  con  inúsic:is.  Vamos, 
Aquilorel ;  qne  no  quiero 


ESCENA  XUL 

I  Hüstcos  ,  Djkass  ( 
TA 

I  ■rsicos. 

^\Dela*lrítU'itt»ileÁiKon, 
Que  et  amor  la  cauta ,  et  cierto ; 
Que  tiiS»  amor  te  atreviera 
A  herir  Itñ'itiuire  pecho. 
Has  ¡  aii !  gui  et  engm^o 
Peiuar  ^ae  él  le  ha  «merlo ; 


Apoienio  de  AmoB. 
ESCiaiA  XMV. 


o  Tamar. 


La  raion,  seAor,  d^flendo. 

Laprlvania  de  mi  padre , 
Joab .  os  tiene  muv  soberbio. 
Vos  de  mi  os  acord^iréis. 
Cuando  ente  en  el  alto  puesto 
Que  mi  valor  me  previene. 

Entonces  haré  lo  mesmo , 

Íaun  quItA  entonces  tendrti 
as  ocasión  para  hacrrla. 

¡Amimeamenaias!        {VateJeab.) 


Yiei 


{Qué  osado  mi  pensamiento. 

Sin  verlaesttiy  ¡qué  cobarde, 

Al  verla !  Todo  jo  tiemblo. 

{SaU  Tamar  con  tut  danos  g  tet  mu 

No  me  agradezcas,  Amon, 
Esla  visita ;  qUe  hoy  verioo. 
Porque  mi  padre  lo  manda. 


Si  agradetco. 
Pues  tu  obediencia  resulta 
E^mi  dicha.  (Áp.  Yo  esioy  muerto-) 

Música  y  maniares  traigo 
Para  lisonjear  i  ao  tiempo 
Los  sentidos. 


jIizodCyGÓOglC 


Te  bal  oÍTÍilado  (:íp.  ¡Vninucro!) 
De  que  traes  para  los  ojos 
Hermosura;  si  oo  iiiüero 
Que  piensas  qne  do  la  traes. 
Porque  me  imaglnaí  ciego. 

fti  de  aquel  [nasudo  encaño 
'  'l'e  ban  solirado  esos  requiebros, 
Mira  ([ue  los  desperdicias 
En  vano ,  porque  lio;  iiilenlo 
^)He  alivien  tus  ttenas.  mas 
Verdades  que  OiigiinieDlOS. 

.  Ka  poM,  cantad  vosotros; 
V  pornue  vnestros  acentos 
Suenelí  de  l^josmas  dulces, 
Caiibd  desde  otro  aposealo. 


Abl  hiera  podéis  cantar. 

{Vate  ¡amúiiea.) 

AIM.  (Ap-  á  él') 

Ce ,  Jonadab. 

JOKADAO. 

Va  le  eniiendo. 
Cerrar  la  puerta ,  y  que  canteo 
Todof :  ¿no  me  dices  eso?  . 

SI. 
{VoM  Jonadab,  y  áenlra  cantan.) 

ESCENA  XV. 


Come  tú,  mientras  cantan. 
V.a  escuchar  me  ditierto. 

íl,  T  HÚSICOS. 

alie  no  tiene útnor , 
KJM  tiene  tiUneio. 

A»OM.* 

Y  asi ,  dirina'Tamar.        ^ 
Ko  admires  mi  airevimienio , 
SI  boT  *es  que  las  le^e;  Tom[>o 
Del  decoro  y  del  respeto. 
Kcta  bermosa  mino  lilanca. 
Pernilteme ,  aae  fío  haciendo 
De  lirios  ispioes ,  siria 
De  triaca  á  mi  veneno. 

Suéltame  la  mano,  Amon, 
Que  ya  quejarte  es  extremo 
De  un  engaño. 

Si  lo  ftiera , 

Dices  bien ;  pero  va  es  tiempo 

De  que  la  pasión  le  rompa 

El  laio  i  mi  sealimienlo... 

ÍL  T  «lisíeos. 


.  Yo  muero  por  (I,  Tamar. 


LOS  CABELLOS  DK  A65AL0N. 
No  puedo  i  maifor  extremo 
Llegar,  que  i  morir  por  ti : 
Hi  conOati»  me*  ha  muerto. 


Ya  nada  veo. 

Que  so;  tu  bermana. 

Es  verdad ; 
Pero  si  dice  un  proTerbio 
I  La  sangre  Sin  niego  bierve,»     - 
iQué  baré  la  sangre  coa  fuego t 

"""■  .iFl 

£a  nuestra  le;  se  permite  ] 
Casarse  deudos  con  deudos  .  I  I 
Pídeme  i  mi  padre.  j 

IMON. 

Es  larde 
Jara  vilenne  del  ruego. 

TARAR.  {UaiBondu.) 
lüola! 

(Sale  un  Mútíeo.) 


El.  miflico. 

Ya  obedecemos.  {Vaie.) 
{Canlan  deaire,  tía  eeiar,  miiiilrat 
¡oi  Bot  hablan.) 

No  be  de  dejar  de  gozarle  : 
Jonadab,  cierra  al  momento. 
MNADAB.  [¡¡entre.) 
Va  está  la  puerta  cerrada. 


¡Padre!  ¡Señor!  ¡Absalop! 

■AWW.' 
Tu  voz  ja  no  fs  de  provecho , 
Con  esa  dulce  armonía. 

Pues  daré  voces  al  cielo. 

El  délo  responde  tarde. 

Pues  matarite  esté  acero , 

{Sácete  ¡a  ecpeúa  g  hune.) 
Si  me  sigues ,  porque  yo 
l''uci'ia  uiucba  y  valor  tengo. 

Al  sacarla  me  lias  herid»'; 
V.  aunque  puede  ser  agüero , 
Va  no  temo  cosa  alguna 
Cuando  esta  violencia  intento. 
La  be  de  seguir,  ya  una  vez 
Declarado ,  pues  es  ciei  to.  . 
ÍL  T  Ktisico*. 

a  ue  no  tiene  aaer, 
uieu  tiene  illeneto. 


JORNADA  SEGUNDA. 

ESCENA   PRIHfEBA. 
AMO» , TAHAR. 

Vele  de  aquí ,  salle  arnera, 
Veneno  en  lita  dorada, 
Sepulcro  hermoso  de  fuera. 
Arpia  que  en  rostro  agrada , 
Siendo  una  asquerosa  fiera. 
Al  basilisco  retratas , 
Ponioba  mirando  arrojas 

V  mijuieaiud  maltratas. 
Pues  cruelmente  me  matas 
Con  tan  mortales  congojas. 
iQiie  JO  te  quise,  es  posible? 
¿Que  yo  te  tuve  aOciou , 
Fruta  deSodoma  borrible. 
En  la  médula  carbón. 

Si  en  la  corteza  apacible? 
Sal  fuera ,  que  eres  horror 
Ue  mi  vida,  j  su  escarmiento. 
Vete,  que  me  das  temor, 

V  es  m:is  mi  aborrecimiento. 
Que  fué  primero  mi  amor.— 

i  tlolu !  echádmela  de  aqoi. 

Mayor  ofensa  é  Injuria 
Eslá  que  haces  contra  mi , 

8ue  fué  la  amorosa  furia 
e  tu  torpe  frenesí. 
¿Cómo  burlan  tus  a.aiOÍOI 
A  qulfn  se  emple6  en  servirle , 

V  me  das  tales  enojos! 

¿Quien,  por  no  verte  ni  oirte, 
Sóido  ([uedara  y  sin  ojos? 
¿No  te  quieres  ir,  mujer! 

i  Dónde  iré  snibnnn,  ingrato? 
¿Ni  quien  me  iiuerrA  acoger. 

Deshonrada  una  mujer? 
Hat  de  tu  hermana  mas  cuenta  , 
Va  que  de. ti  no  l.-|  lias  dado; 
Que  en  cadenas  del  pecado 
l'arece  quien  las  aumenta , 
Eli  su  hierro  aprisionado. 
Taliur  tte  mi  honor  lias  sido  ; 
Cunado  has  por  filso  mudo 
Joya,  que  en  vano  te  pido  : 
Quítamela  vida  j  todo. 
Pues  ya  lo  mas  lie  perdido. 
No  te  leíanles  tan  ¡iresio. 
Pues  es  mi  pérdida  lanía ; 

Sae  aunque  el  qne  pieñle  es  molesto, 
I  noble  no  le  levanta 
Mientras  en  la  mesa  hay  resto. 
Resto  hay  de  la  vida,  ingralo; 
Pero  es  vida  sin  tionor,. 

V  asi  de  perderla  trato ; 
Acal>a  el  juego,  traidor. 
Dame  la  muerte  pit  barato.      . 

Inflerncyanodefuego, 
Pues  helado  me  atormentas. 
Sierpe,  monstruo,  tele  luego. 

El  que  pierde ,  sufre  afrentas , 
Porque  le  maiiieogan  juego  : 
Haniénme  juego,  tirano, 
Hasia  acabar  ue  perder 
Lo  que  queda  :  aha ,  vllLano, 
La  mano  :  quítame  el  tiw. 


•r  la  nuno.       .    ■ 
íídfiyGOOglC 


jVUm  totmeoio  como  eMe' 
jHola!  jNu  tujidugnno  alil' 
iQaé  desaliDa  w  iqume! 


COMEDIAS  DB  DON  KOBO  CALDUON  DE  LA  BARCA. 

E9eeiTA  w. 

TAHAR ,  UoTOJulo.—Dictu», 


i  Vibora  ;  pMie !  ;  Qué  et  della  T 


tOMDjIB.  (Ap.) 

Caria  Tamar  Tino  1  aer. 
Leyóla , ;  quiere  rompelU. 


Balaré  bien ;  que  es  raion , 
Ya  que' el  detlio  ftaé  aqui , 

Sie  por  ellas  dé  dq  pregón 
\  deshonra  contra  tí. 

Toyme,  por  no  le  atender.       (Vam.) 

lOlUDAR. 

¡ExlraBocaso,  E\i»i»t  I  IJüi.  d  é¡  ) 
ilal  odio,  tras  Uulo  amarT 

Prrslo,  TtUano,  has  de  Ter 

Las  vi-Dginug  de  Tamar.       (foni*  j 


I  Esgrimieras  ta)  Tez  el  i^ni< 
:  HajoraiBO  te  dio  naturaleza 
¡  C<Hi  que  los  ojos  de  Israel  suspendes: 
.  El  cielo  lia  puesto  renta  en  tu  cabeía, 
'  I^lt■s  tus  madejas  i  las  damas  rendes : 
Cada  año,  baciendo  esquilmo  ta  belleía 
CuaiiiJo  aliviarla  de  tu  pelo  entiendes, 
Hepartieado  por  tiendas  su  tesoro , 
Le  compran  en doscieuiossiclos  de  oro. 
De  lu  belleza  ser  el  rej  procura  -. 
Déjame  A  mii  Israel,  que  bacesagrano 
A  tu  delicadeu,  i  tu  blandura... 

Cierra, allano,  el  atretido  laluo  : 
Que  el  reino  se  debía  i  la  bennosura, 
A  pesar  de  tu  envidia,  dgo  un  sabia  : 
SeBal  que  es  noble  el  alma  que  esiji  en 
[ella: 
Queelhuéspedbellobabltaen  casa  li- 
cuando mi  padre  al  enemigo  asalu, [lia. 
No  me  quedo  en  la  corte,  dando  al  ocio 
Lascivos  dabos,  ni  el  valor  me  Taita ; 
Que  con  mis  hecbos  quilatar  negocio. 
Hi  acero  luclrcuncisa  sangre  esmalta : 
La  guerra ,  que  Jubila  al  sacerdocio. 
En  mis  haiaüaa  enseñar  procum 
Oué  bieodire  el  valor  con  la  hermosura. 
Has  ;paraqaéloque  que  es  tan  cierto 
„    ,   ,  [he puesto 

En  duda  can  ratones  I  Haga  alarde 
La  espada  contra  quien  tebasdescom- 

[puesEo 
Veras  si  por  bennoso  so;  cobarde. 

iDoniís. 
Por  adorno  nomas  tela  habrls  puesto 
No  la  saques ,  asi  el  Amor  te  guanfe; 
(Jue  te  desmayaras,  si  ta  ves  raerá. 


Gran  monarca  de  Israel, 
Descendiente  del  leoo , 
Qne  para  vengar  Iqjuri as 
Dfó  i  Judi  el  viejo  Jactfl» : 
Si  ligrimas ,  si  suspiros , 
Si  mi  compasiva  voi. 
Si  delito  j  menosprecio 
Te  mueven  i  compasión , 
Y  cuando  aquesto  no  basid 
Ni  el  ser  hija  tujra  jo, 
A  que  caiugues  tetúdla 
Al  que  tu  sangre  afrentó  : 
Por  los  ojos  vierto  el  alma , 
Lulo  traigo  por  mi  bónor, 
Suspiros  al  cielo  arrojo. 
De  lunci'nclas  vengador. 
Cubierta  está  mi  cabeta 


De  o 


ABSALON,  ADONIAS. 

Sino  fueras  mi  liermano,óno  estuvieras 
Eo  palacio,  amliicioso,  brevemente 
Hoj  con  la  vida,  b^baro,  perdieras 
El  deseo  atreiido  é  Imprudenie. 

Si  en  tus  venas  la  sangruno  tuvieras 
Conque  le  lionrúmi  pa  il  re  Indigna  men- 
Vobicieraquequedaiidtise  vacias,  [te 
De  purpura  caUaran  i  Adonias. 

ÁSSAION. 

jTA  pretendes  reinar,  loco  vnianoT 
íTú.  muerto  Anión  del  inalquele  con- 
Subirahraiioasplrassuberano,  [sume, 
(Jue  en  doce  tribus  su  valor  resume? 
iQuc  soy,  no  salles,  lu  major  hermano! 
ilínlen  compeür  con  Absalon  presume, 
A  cuyos  niés  ha  puesto  la  veirlnra 
Kl  valor,lariijue>ay  la  hermosuraf 

AnonUs. 
Si  el  reino  israelita  se  heredara 
Por  et  mas  delicado,  llcruo  y  bello , 
Aunque yono  soy  mooslruo  en  cuerpo 

A  Inyugo  humillara  el  reino  el  cuello  ' 
C:ida  Iríbu  bechlzadn  se  eiiUilara 
En  el  oro  de  Ollr  de  tu  caticllo , 
V  coDvirÜendo  hazaBas  fii  deleites. 
Te  pecharan  en  cintas  v  en  afeites. 
Hedtijen*  1  damas  m  consfjo, 
A  tieniM  tn  corona,  y  i  un  estrado 


,  Ilersabé ,  vupsira  madre,  me  ha  pedido 
;  l'urtos,niiSiiluiiion:creceiI,sedliam' 

:  Quesiamadode  Dios.soisel  '{ueridu!' 
I  Confornie  signiSca  vuestro  iiomhrev 
I  Voesperoenélquealiroooreaisubido, 
I  Futuros  siglos  vuestra  fama  asombre. 

SAI.0H0Í1. 

Vendríme,  gran  señor,  esa  alabaiiia 
Por  ser  de  vos  retrato  j  semejanza. 


lEuquéseentiende? 
adokías. 
La  paí  ocupa  el  tiempo  en  novedades. 
Galas  la  mocedad  ii  gusto  vende. 
Si  el  desengaño  i  la  vejeí  verdades. 

La  caía,  nne  del  ocio  nos  dellende , 
Nos  convida  i  buscar  las  soledades  : 
Esta  iraiamM.  y  tras  ella  ncsias.— 
i  VAIgame  DioS !  iQué  voces  son  anues- 


Desatinado ,  si  es  lu^o. 
Solo  deja  en  galardón 
Cenizas  que  lleva  el  aire; 
Mas  aunque  cenizas  son , 
No  quitan  la  manclia  de  hoora; 
Sangre  st,  que  es  buen  jaban. 
La  mortal  eufennedad 
Del  torpe  principe  Aman 
Pesie  de  mi  honra  ha  sido. 
Su  coDia^  me  pegó. 
0«e  le  guisase  niandaste 
Alguna  cosa  A  sabor 
De  so  villano  apetito  : 
PODioBa  fuera  mejor. 
Sauméle  una  sustancia; 
Has  las  sustancias  no  son 
De  provecho,  si' se  oponen 
AcclHeutes  de  pasión. 
Estaba  el  hambre  en  el  alma,  - 

Y  en  mi  desdiciía  guM 
Su  desvergüenza  mi  agravio ; 
Sazonóle  la  ocasión ; 

Y  sinadierlir  mis  quejas. 
Ni  el  proiHiiicrle  que  soy 
Tubí]a,Rey,vsulivrm>na, 
Snesiado,suley,suUins,    . 
Ecliundo  la  gente  fucn, 

A  puerta  cerrada  entra 
En  fl  tonillo  de  mi  fama  „ 

Y  sagrado  de  mí  Lojior. 
Ahorreciúine  ofendida  : 

No  me  espaoio ;  que  al  fin  son  ' 
Enemigas  declaradas 
La  esperaiiTa  j  posesión. 
Echóme  injuriosamente 
De  su  casa  el  violador,  '  • 

Oprobios  por  gustos  dando : 
¡Paga ,  al  fln ,  de  ul  seBori 
Deshonrada ,  por  sus  calles       . 
Tu  corte  mi  llama  vio  : 
Sus  piedras  se  compadecen , 
Cubre  sus  rayos  el  sol 
Entre  nubes,  por  no  ver 
Caso  tan  Dero  y  atroz  : 
Todos  te  piden  justicia, 

t-  Justicia ,  invicto  señor  ! 
lirls  que  es  Amon  tu  sangre , 
El  vicio  la  corrompia  : 
Sángrate  detla,  ai  quk-res  . 
Dejar  vivo  tu  valor. 
Hijos  lienes  herederos; 
Semejanza  tuya  son 
Kn  el  esfuerzo  y  virtudes ; 

No  di  jes  por  sucesor 

Quien  desbonrando  i  su  hermana 

Menosprecia  tu  opinión; 

Pues  mejor  afrentarji 

Los  que  sus  vasallos  son. 

Ea,s: 


De  Abranam ,  que  (b  vahw 

,z,.dt,tliOO' 


iglc 


LOS  CABELLOS  DE  ABSALON. 


CoDlrt  el  loocenip  hijo 

81  cuchillo  levaiitú  : 

Uno  lu>D ,  muchos  tienes ; 

inoc«Dle  mé,  Amon  np. 

A  Dios  sirviA  asi  Abrahun  ; 

Att  serilrls  i  Dios. 

Vtoceie,  Rev,  i  U  mismo  : 

La  Justicia  i  ta  pa^ioD 

Se  intf  pooga ,  que  es  mas  gloria 

8ue  hacer pieías  nnijeon. 
erminos,  pedid  conmigo 
Jnsiicia.  Bello  Abatioo, 
lio  padre  nos  baenj^ejidrailo. 
Una  madre  dos  parió. 
A  los  demás  no  les  cabe 
De  mi  deshonra  jr  baldón. 
Sino  sola  la  mitad  : 
Mis  medios  liermanos  snA. 
Vos  lo  sois  de  padre  y  mailre  : 
Ratera  satis Facjon 
Tomad ,  6  en  eiema  afrenta 
Vil  id  sin  fama  desde  hoj. 
Padre,  bermsaos,  Isr'acdilis, 
Cielos .  asiros ,  luna ,  soi , 
Brutos,  |ieces,avesf  Beras, 
Elemmlos  cuantos  sois. 
Justicia  os  pido  i  todus'de  nn  iKddor, 
De  su  le;  j  su  hermana  violador. 


Co  es  ¡cielos!  tener  bi)otf  V 
o  me  dejí  el  dolor  ; 
Ligrimas  serin  palabras , 
Que  explii]uen  alcorai^on. 
tttj  me  llama  la  Justicia, 
hdre  me  llama  el  amor, 
Uno  obliga  y  otro  impele : 
iCuil  veDcerl  de  los  dosf- 

ABSALON. 

Hermana...  (jDnaca  lo  fueras!) 
Da  lugar  i  la  razón  ; 
l'nes  no  s«  baila  en  la  vénganla 
Medio  qne  enmiende  el  error. 
Amon  es  tu  hermano  j  sangre ; 
A  si  mismo  se  afrentó: 
Puertas  adeoiro  se  quede 
Mi  agrario  y  tu  deshonor. 
Hi  hacienda  esli  en  Efíaio , 
Granjas  tengo  en  Bilhasor, 
Gasas  fueron  de  placer. 
Ya  son  casas  de  dolor. 
Vivirás  conmigo  en  ellas ; 

Sue  mujer  sin  opinión . 
o  es  bien  que  en  la  < 
Muerta  su  reputación 
Vaibos-t  ver  si  los  tiempos 
Tao  Abíos  médicos  son , 
Que  COL!  rembdío  de  olvidos 
Den  alivio  i  Ui  dolor. 


habite. 


Bien  dices  :  viva  entre  Aeras 

§uien  entre  bombres  se  perdió; 
ue  1  etur  con  ellas ,  es  cierto 
(jue  no  muriera  mi  honor.        (Vm«.) 

ASSALOB.    (Ap.) 

Incestuoso,  itrano, 
Presto  cobrará  Absalon. 
OaiUadote  el  reino  y  rida , 
Debida  saUsfacioD.  (Vue ) 

A  tao  portentoso  caío , 

No  hay  palabras,  no  bar  raion 

Íoe  aconsejen  y  consneleo. 
rfste  j  conruEo  me  voy.  <  (VMe.) 
SAiJiaoN.  (Ap.) 
La  tobnia  es  hermana  mia, 
D«)  Principa  hermia»  soy. 
La  afrenta  de  Tamar  siento , 


VL 

AMON.  -  DAVID. 
UON.  iAp.) 
El  Bey  m<  sellor  me  llama : 
¿Iré  ante  el  Hey  mi  seKorT 
iSn  cara  osaré  mirar 
Sin  vergienia  ni  temor? 
Temblando  estoy  á  La  nieve 
Ue  aquellas  canal ;  qne  son 
Los  úecados  frías  cenlus 
Dpi  fuego  qne  encendiú  smqr. 
¡Qu^  brioso  intes  del  vicio. 
Anda  siempre  el  pecador ! 
V  en  pecando  ¡qué  cobarde! 


Aqui  mas  oue  la  afición. 

—  SovDaore.  —  También  soy  rey,  - 

g"mTwo.~—  füé't^Étot.~ 

JSSiitii  8>a  ojoc me  piden. 

La  Infanta  utis^ion. 

PrenderÉle 

Deste  insulto.  Pero  no. 

Levántase  de  la  cama : 

De  BU  pálido  color 

Sus  tei|iDres  conjeturo. 

Pero  i  qué  es  dejniíil 

ig?(itií"ffém"nH^ei 


Viva  la  juslicia,  y  muera  I 
El  principe  vlolaaor.)       { 


(Ap.  El  almn  me  traspasA.i      \ 
i  Padre  amoroso  me  llama ! 
Socorro  pide  i  mi  amor. 
Pero  muera, )  iCómo  esttitt  I 

Piadosa  padre,  m^or. 


lAp.  En  mirándole ,  es  de  cera 

Mi  enojo .  deshecho  al  sol. 

Adulterio  y  homicidio , 

Siendo  bil,  me  perdonó 

El  Justo  Juei,  porque  dije 

Un  pequé  de  corazón. 

Vencióenélálaiaslicia 

La  piedad;  su  imagen  soy  ; 

El  castigo  es  mano  izquierda , 

Mano  derecha  el  perdón  , 

Pues  ser  Izquierdo  es  delecto.) 

Mirad,  Principe,  por  vos. 

Cuidad  de  luesiro  regalo. 

(Ap.  i  Ay  preuda  del  corason!)  (Va».) 


AMON;  ABSALON,  ejcpRiíi». 


I  Oh  poderoMi  baiaüas 
Del  Amor,  toico  ttlo* 


Que  hoy  á  David  ha  vencido, 

Siendo  rey  y  verKedOrl 

Que  mírase  por  mi ,  dijo : 

Tiernamente  me  avisó; 

Que  el  castigo  del  prudente 

El  la  tácita  objeción. 

Temió  darme  pesadumbre  : 

Por  entendido  me  doy. 

Yo  pagaré  gana  tan  gnndo 

Coa  no  ofenderle  desde  boy.    (Va*f.) 


&Lt. 


ESCENA   IX. 

ABSALON. 


sebai  de  sus  i-iiojos ! 
I  ni  un  severo  mirar  de  ojos '. 
Hija  es  Tamar,  si  él  es  liijo. 
Has  oo  importa :  que  )o  elijo 
La  justa  aatisfacion ; 
Que  á  mi  padre  la  pasión 
Ue  amor  ciega  :  pues  no  ve. 
Con  su  muerte  cumpliré 
So  justicia  y  mi  ambición. 
No  es  liico  uue  reiiie  en  el  mundo , 

guien  no  reina  en  su  apetito; 
n  mi  dicha  y  sn  delito 
Todo  mi  derecho  fVindo. 
Rfjo  soy  del  Bey,  segunda , 
Va  por  sus  culpas  primero  : 
Hablar  á  mi  padre  quiero , 
V  del  sueüo  despertarte 
Con  que  ha  podido  bechitarte 
Amor,  siempre  lisonjero. 
{Ttra  una  Berlina ,  n  díien^re  .un  bu- 

feu,  t  ubre  il  una  tare»».) 
AUiestá.  Pero  iqné  es  esto? 
La  corona  en  una  fuente, 
Con  que  ciñe  la  real  frente 
Mi  padre  grave  y  compuesto. 
La  mesa  el  plato  me  ha  puf'sio , 
Que  bá  lanío  que  be  deseado  : 
Sebo  dt  ser  convidado. 
Sí  es  el  reinar  tan  sabroso 
Como  aGrm»  el  ambicioso. 
No  es  de  perder  fat  bocado. 
Amon  uo  os  ha  de  goiar. 
Cerco  en  que  mi  gusto  encierra ; 
Que  sois  de  oro ,  y  fiíé  de  hierro 
El  que  deshpnrú  á  Tamar. 

(roma  ¡a  corona.) 
Hl  cábela  quiero  honrar 
Con  vuestro  circulo  brllo,; 
Has  rebosaréis  el  bacello. 
Pues  annqne  en  ella  os  eocumb  re , 
Temblaréis  de  que  os  deslumbre 
El  oro  da  mi  cabello.  {Píneteh  ) 

Bien  está  :  veudréisme  asi 


Y  vos  nacéis  {lara  mi. 
¿Sabréos  yo  merecorí  Sf. 
jV  conservaros*  También. 

¡Quién  bay  en  Jerusalen 
|ue  lo  estorbe?—  Amon.—  Haialli'. 
—Mi  padre  querrá  sengjlle. 
—Matar  á  mi  padre... 

ebceuax. 

david. —  absalon. 


Coo  corona  eo  la  caben  ,* 
No  dice*  bien  á  mis  pifs. 

DigilizsdbyCOOglC 


COUKÜIAS  DE  IlON  PEDRO  CALDERO»  DE  lA  BARCA. 


HlBteU  paeito  mu;  presto : 

No  Beris  sucesor  sujo;  .  [Qulliiula) 

Que  desa  corona  arguyo 

8ue  como  llega  i  valrr 
nulenlo,ham«nes(er 
Hajor  tálenlo  que  el  tuyo. 
Ea  Dn ,  j  me  quieres  roaur  t 

iVoT 


Na  acab»  de  decllloT 


.A 


f,\H%enns  bleu  6  oilli 
ÜMmoc^babías  de  ni 
iSi"»-(ide  llegara  á  i 


( Dije)  boj  en  jerusaleii , 
Mi  enojo  probara  quien    - 
Paral  por  traidor  adi|uiere, 
Y  por  ser  tirano  quiere 
Matar  i  mi  padre.» 


Piemojo 

?ne  el  que  i  *u  hermana  (brsó, 
ambien  oatari  i  su  padre. 

Por  ser  los  dos  de  una  madre. 
Contra  Amon  te  has  Intliifiiado ; 
Pues  ten  por  averiguado 
Oue  quien  fuere  su  enemigo,' 
No  ba  de  tener  pai  uonmigo. 


jQné  macbo,  si  tü  b)  eitii 
Con  AmouT 

.     iUAUiV. 

Que  JO  nadie  en  Israel ; 
Antes .  gran  «eOor,  con  M 

Y  los  principes,  quisiera 
(Jae  vuestra  AUe^a  ilniera 

Al  esquilmo 'que  ba  empaiado 
En  Bllhasor  mi  ganado ; 

Y  que  esta  merced  me  hlcSera. 
Tao  lijo*  de  desatino 
Y'venganzas  necias  vengo. 
Que  aUj  banquete  prevengo 

.  De  tales  personas  diño. 
'    Honre  nOestro  vellocino  - 
Vuestra  presencia ,  sellor> 

Y  Jtivieru  allí  el  dolor 
(fue  le  cansa  este  suceso  : 
CoooCe'ri  que  Intereso 
En  granjear  solo  su  amor. 

TA  fueras  el  Knii  dé\ , 
.ti  estas  cosas  olvidaras, 

Y  al  Principe  perdonani , 
^ovil  Caiu,  sMO  Abel. 

ABSALOn. 

Sitilclere  memoria  díl, 

PIcRue  i  Dios,  que  me  baga  guerra 

Cnanto  el  sol  dorado  encierra , 

Y  contra  ti  rebelado, 
l)e  mis  cabellos  colgado, 
■ñera  entre  el  cielo  j  la  tierra. 


Eu  mis  labios  Iub  pies  pon , 
V  añade  á  untas  nierceües , 
Porque  satisfecbo  quedes , 


Harémosle  mucbo  gasto  : 
No,'bijo',  ^uanla  tu  bacienda. 
El  reino  pide  que  atienda 
La  trejei  que  en  canas  gasto. 

Pues  1  obligarte  no  basto 
A  esta  merced ,  da  licencia 
Que  supliendo  tu  presencia 
Adonlas,  Salomón, 
Hagan,  yeodp  con  Amon, 
De  mi  tata  aobie  e^perienda. 

iAmou?Esono,  bíjo  rolo. 

Si  meljncMIco  esii , 
Sus  penas  divertir! 
Etganado,elcampo,elrlo. 

Temo  que  algún  desvario 
Dé  nueva  causa  i  mi  llauto. 


La  eiperjencia  en  esto  sigo; 
Que  cuando  con  el  disfrax 
Viene  el  agravio  de  pai , 
Es  el  mayor  enemigo. 

Antes  el  «uslo  y  regalo   • 

Due  he  de  baeerle ,  ha  de  alMoanue  : 

En  esto  pienso  e^^rarmef 

Nunca  recelar  fué  malo. 


Padre,  basta  que  á  Amon  rae  di 

Del  alma  ra  la  mejor  prenda; 
Pero  en  fi)  de  que  me  lio 

De  tl,  yo  te  le  concedo.- 

Cierta  ya  de  tu  amor  quedo. 

■   D*yii..Mp.) 
¿De  qué  dudáis,  temor  friof 


ESCENA  U. 

TAMARtTEUCA,  CBfciíflM  let  rot- 
tro*,  y  alguaú*  ptstoaas  eantanau. 
PASTbRES,  (Cantan.) 
Al  «i^iufjnfl ,  ganaácroi; 
Que  talan  la*  ovejas  y  loi  egrderti. 
Gaaaderot,  á  riquUar : 
Que  Uamo  d  Ini  patioret  el  moforel. 

Dichosas  serin  desde  bov 
Las  rrsi'E  que  en  el  Juroau 
Cristales  liquido^  beben , 

V  en  tomillos  pacen  s»l. 

Verba  el  prado  broUra , 
Por  pías  ([W.  la  seque  el  sol , 
Pues  vos  sus  canipos  pisáis.    _. 
iDe  qué  esliis  tan  dolorosa. 
Hermosísima  l'aniar. 
Pues  con  vuestros  ojos  bello* 
Estos  montea  alegráis? 
Si  dicen  que  está  la  corte 
Do  quiera  que  el  rey  esta , 

V  IOS  sois  reina  en  belleza. 

La  corte  es  e«ia ,  no  bay  mas.     ,  - 
Ea ,  infanta ,  entreteneos , 

V  esa  hermosura  mirad 

En  las  aguas ,  que  os  ofrecen 
Por  espejo  su  cristal. 

Temo  de  mirarme  en  ellas.  , 

Si  es  por  DO  os  enamorar 
De  vos  misma ,  bien  baceii : 
Un  tngel  os  uajo  aei. 
Pero  asomaos  con  todo  eso  : 
Veréis  como  os  retratáis  . 
En  la  tabla  desle  río, 
Si  en  ella  vos  os  miráis , 

V  haréis  un  cuadro  valiente , 
Que  porque  le  guarnczcab. 


Las  liare 


I  de  01 


La  miud  dd  comoo. 


Aunque  hermosa  me  llamáis , 
Tengo  una  mancha  afrentosa  ; 
Si  la  veo,  he  de  llorar. 


Enseñando  i  la  aniisiad! 

A II i  los  espejos  son 

Solo  para  señalar 

Faltas,  que  viéndose  en  vidrio, 

Con  ellas  en  rostro  dan. 

Acá  son  espejos  de  agua, 

8ne  á  los  que  i  mirarse  van , 
uesiran  la  mancha ,  y  la  quitan 
En  llegindose  i  lavar. 

Si  agua  esta  mancha  quitara , 
Haru  agua  mis  ojos  din  : 
Solo  i  borrarla  es  bastante 
La  sangre  de  un  desleal. 


Hi^  Virgen  areila  acá ; 
Que  ya  basta  las  caras  leudea 
PosUia  virginidad. 
¿Son  pecas T 

TAKM.  (Ap.) 

Pecado*  toa. 

ü.nt.zodb/ Google 


LOS  CABELLOS  DB  ABSALO!<. 


CnbrirtM  con  mUimd. 


FJlSTOII  1.' 

I  El  algDQ  lanar  acaso , 
¡ue  cou  lü  toca  lapaisT 

No  M  moda  cual  la  Iqm. 
(Áp.  No  es  !■  desboura  luDir.) 

Pues  aea  lo  que  se  fuere , 
Par  diei  hemos  de  canur 

Y  aHtJar  la  pesadumbre ; 
Qne  es  locura  lo  demás. 
Pero  Teaea  viene  allí , 

Y  pienso  que  de  corlar 
Unas  Dores  del  jardúi. 

Todo  es  tristeza  j  pesar. 


Tenca,  auDoue  tú  te  descubras, 
Segura  puedes  estar 
De  que  el  sol  uo  ba  de  abrasarte  : 
Blea  le  conoce  de  allí. 

Todas  estas  flores  bellas 
A  la  primavera  be  Hurtado; 
Que  pues  de  amor  soo  traslado,  ■ 
Competir  potleis  con  ellas. 
Lleno  vieue  este  cesiillo 
De  las  mas  frescas  ;  tiermosat 
Yerbas ,  jaimjnei ;  rosal , 
Desde  el  claiel  al  tomillo. 
Aquí  esti  li  manutísa , 
La  estrella-mar  turouesadl 
Con  la  violeta  morada,  w 
Qtie  amor,  porque  íaé ,  la  pisa. 
Tomad  los  que  son  despojos 
De]  campo ,  y  juntad  con  ellos 
Labios ,  alieulo  y  cabellos , 
Pecbo,  frente,  cejas  j- ojos. 

.    ( Dale  «n  rtntitUU.) 

Todas  las  que  abril  esmalta. 
Pierden  eu  mi  su  color, 
Amiga,  porque  la  flor 
Que  mas  me  importa ,  mu  falta. 

TEOC».    .  . 

i  Qui  presto  te  bal  tle  vengar !    ||  [  |t 
"""■         *W^  V- 
Ese  es  todo  mi  consuelo ,       TJv^u 
V  si  DO,  tugúeme  el  suelo. 

Bien  te  puedes  coosolar, 

Alegrioa.  iEd  qué  pensáis  T 

He  parece  que  han  Tenido 
Los  principe»,  qoe  bin  querido 
Honrarnos  boj. 

¿Qná  ignardaliT 
Mientras  el  convite  paia , 
AIM 


■Rene  Cardenio  rjion  :  ■ 
Démonos  priesa,  pastores; 
Pero  iqué  ramos  y  flores 
Da;  como  ver  A  AbsalonT  . 
{Yante  hi  patUret ) 

Tenca,  vtmonoa  de  aqni. 

Para  qué?  Bieo  disft^uüa 


ABSALOM.    AD0NIA8.    SALOMÓN, 
■  'UITOFEL  T  JON/  ""*     ■'•  '-*" 
rAMARj  T£UCA. 


Oje,  que  hay  aqut  serranas. 
V  00  de  mal  talle  ;  br¡o._ 

De  ibl  bacienda  son ,  j  os  fío 

Que  e^ien  las  corte&auU 
Ela« 


Bien  hará  quien  la  belleza 
Delw  i  1a  naturdlfeu. 
No  al  afeite  y  compostura. 

JkBSALON. 

Esta  es  mujer  tan  curloM , 
Que  lie  lo  futuro  avisa  ; 
Tiéneula  por  llioaisa 

Estoe  rüaiicos. 

lUOMOIC.         ^ 

;V  es  cosa 
Deimport^ncii?    . 

Uesta  gente 
Hacer  casa  es  vanidad  : 
Tal  vei  dirá  una  Verdad , 

Y  despueuiil  veces  miente. 
Has  ipor  qué  estin  embotadas! 

Sana  hermosa  pastora 
uaa, 'que  injurias  Hora,  v' 

Y  la  imitan  la*  criadas. 

S)la  üene  bneua  flema. 

jNo  la  veremos? 

No  quiere, 
Hiéntrw  tin  honra  estuviere , 
Descubrirse. 

lOIUbAI. 
¡Linda  tema! 


Su  Alteza  urelenderl, 
V  después  irise  huyendo. 
«aOH. 
parecéis  adivina.' 
Llena  de  flores  vetiiB : 
¿Por  qué  no  las  repartís,  . 
Si  el  ser  cortés  os  inclinad 


1  Mudas  hay  adit  - 

De  honor.' 

;Hay  honor  entre  villanaaT 

;Y  cómo  1  Has  Arme  eslt ; 
Une  DO  hay  principes  aci. 
Ni  fáciles  cortesanas. . 
Pero  dejémonos  desto, 
y  va  de  flor. 


Esta  azucena  suave. 

(Dale  una  OMUieaa  |f  una  etpaiaU»-) 

Eso  es  tratarme  de  boneato. 

Yoaé  que  olería  os  agrádif 
Pero  DO  la  deshojéis ; 

Sue  la  espadafla  que  vcin, 
lene  la  forma  de  espada : 

Y  aquesos  granillos  de  oro, 
Aunque  á  la  vista  recrean , 
Manchan  si  los  manosean , 
Porque  estriba  su  tesoro 
En  ser  intacto*  :  dejios,  - 
Amon ,  de  deshojar  flor  • 
Con  espadahas  de  honor; 

Y  si  la  ofeudeis ,  guardio»,   , 

-ÁlON. 

Yo  esUmo  vuestro  cornejo. 
{Ap.  Demonio  el  eata  mu^.) 
SU.(MOII- 

jQné  te  ha  dicho! 

No  ha;  qae  hacer 
Caso  :  por  loca  la  dejo. 

;Qn¿  flor  me  cabe  i  mi! 

ncncA. 

Eitrafia  : 
Espuela  es  de  cabailero. 

jtponlu- 
Uen  por  el  nombre  la  quien. 

A  vece*  la  e«pnela  data : 
teonUi. , 
Diealro  loy. 


CUUEDIAS  DE  UOH  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


De  UBI  doncelU  casada  : 
No  os  perdáis  por  picar^ilio. 

No  os  eoüeDdo. 

Vo  me  qopdc 
Potlrero  :  id,  hermaoo,  to*. 

{Ap.  Confusos  [|Qedan  loi  dos,) 
Si  acaso  obligaros  puedo , 
Haa  CMiiiiit;o  os  declarad. 

Rata  es  corona  de  rej, 
Flor  de  visia,  olor  y  ley  : 
Sos  propriedades  gouJ¡ 
(loe  aunque  rey,  ser^b  espejo 
Y  el  mejor  de  h»  m^orea. 
Temo  que  os  perdáis  t>or  flores 
De  amor,  ai  sois  mow  tiejo. 

jtaoN. 
(Bnenaaor! 

SALOHOn. 

COD  su  pimienta. 

ABSALDH. 

tCnil'mecabei  mi? 

'  El  NarcUo.  f 

Ese  Tal  mismo  ae  qoiao.-- 

Puea  tened,  Alualoa,  cuenta 
Con  él,  y  no  oa  queráis  linio. 
Que  de  paro  engrandeceroa , 
ICstlmaroa  j  quereros , 
De  Israel  seáis  espwito. 
Vuestra  hennasara  enloquece 
A  toda  Tnestra  nación  : 
Narciso  soii,  Absalon, 
Que  también  os  desvanece. 
Coriios  esos  hilos  bellos  : 

Sie  si  tos  drjaia  crecer,   \ 
babeis  presto  de  ver     \ 
En  alto  por  los  cabellos.  -' 


Por  los  cabellos  me  veo , 
Yo  premiara  tD  deseo , 
Y  i  hntí  daré  un  asalto. 

Cootiiso*  hemos  quedado. 

JORAbJLI. 

Principes, alto,  i  comer. 

«aSALOM.  (Ap.) 

Sobre  el  trono  me  he  de  ver 
De  mi  padre,  coronado. 
Uñera  en  el  coniite  Amoo , 
Quede  vengada  Tamsr, 
Dé  la  corooa  logar 
.  A  que  la  herede  AbuloD. 


xnr. 

DN  PASTOR.  —  DiGUot. 


De  aquesta  serrana  dama. 
Ver  la  cara  gustaría ; 
Que  me  tfeoe  en  cóoraslon. 

ADOKfU. 

No  no>  hagas  esperar. 

Yo  no  m«  qniero  quedar. 

Que  como  con  Absah». 

{Vaw  itéM.méttM  AmtmyTamar.) 


esceha  XV. 

AHON,  TAHAR. 

Yo,  serrana ,  estoy  picado 
Desos  cijos  lisonjeros , 

8ue  deben  de  ser  falleros , 
ues  el  alma  me  lian  ganado. 
;Quereisme  vosdespicarl 

Os  cansará  el  Juego  prestOt 
Y  en  ganando  et  primer  resto. 
Luego  os  querréis  letantar. 


Seri  en  rana 
Dar  mano  i  quien  da  de  mauo , 
Y  ya  aborrece,  j  ya  adora.   . 


¿A  tomar!  icómo! 

Por  raena. 
íQué  amigo  sois  de  forzar : 


Queremos 
Estudiar  cómo  su  bremos 
Burluros ,  puts  que  burUils. 

¿Flores  traéis  vos  tAibieii  ? 


i  Buen  floreo 
Os  traéis!  Creed,  sefior, 

8ue  basta  perder  yo  ana  flor, 
o  aiotiera  el  mal  que  veo. 

Una  flor  be  de  tomar. 

Flor  de  Tamar,  d iré ii  bien. 

'«■OH. 
Foruríos,  dadla  por  bien. 

iQoé  amigo  sola  de  fonar .' 

DesUptos. 

No  poede  ser. 

Ya  le  digo  que  be  de  verte. 

Apartt. 

Anos. 
Pnea  desta  suene 
U  das  de  hacer.             {OuMtreU 
Tete   


¡  Ay  délos  I  ¡  Hoaatmo  I  j  tb  cfOi 
iQuIán  los  ojos  ae  sacan. 
Primero  que  te  mirara , 
Afrenta  de  las  mujereiT 
" •  J  pienso  quesiDTtdi; 


pueui 


Pues  sera  el  último  ptato 
La  vénganla  de  'lanar. 
Amon ,  ya  ha  llegado  el  día 
En  que  lu  mueite  has  de  Ter¡ 
Qoe  agraviada  una  mujer... 

SALOMÓN,  ABSALON.AHON. 
-TAMAR. 

SALdkoH.  (DcntTtf.) 
iHay  tan  grande  alevoaliT 

AiSikLOH.  {DetUrt.) 
\a  comida  haa  de  pagar, 
Dlndoto  muerte,  villano. 

AaoH.  (fitUlTO.) 

¿Por  qué  me  matas,  hermano! 

AHiLON.  {Dentro.) 
Por  dar  veiigaDzi  1  Tanur. 


ESCBIAXTU. 

üeuibreie  «m  mua  coa  m  aparm- 
ior  dt  piaU ,  y  lo»  manieUi  retm*i- 
Ui;  AMOÜeeliade  lobre  «¡la  MmmM 
teriiilleta,  tntanarentai».  —  ABSA- 
LUN.iÜUR. 

Para  ti,  hermana,  ae  habecho 
l£l  convite  :  aqueste  pinto, 
Aunque  de  manjar  iograjo. 
Nuestro  agravio  ha  saUsfecbo : 
Higa  te  muy  buen  provecho. 
Bebe  so  sangre ,  Tamar, 
Procura  en  ella  lavar 
Tu  fama,  hasta  aquí  manchada. 
Cállenle  estl ,  tú  vengada ,         * 
FteÜ  la  puedes  sacar. 
A  Gesur  huyendo  voy. 
Que  ea  su  rey  mi  abollo,  y  padre 
De  Buetlia  injuriada  madre. 

Gradas  á  los  délos  doy. 

Que  no  lloraré  desde  hoy 

Hi  agravio ,  Absaloo  valiente. 

Ya  podré  mirar  la  gente, 

Reaudtaodo  mi  honor: 

Que  la  sangre  del  traloor 

Es  ItlasoD  del  iuocente. 

Quédate ,  birbaro .  íugraio,' 

Que  en  boeo  túmolo  te  ban  puesto  : 

Sepulcro  del  deahoneslo 

"-■-I  roesa,U£ajpblfr 


Amigos  levo,  y  por  ellos. 
Como  dtjo  Tenca  ayer. 
Todo  Israel  me  ha  de  ve 
.)   En  alio  por  los  eabelh>s. 


1*1-  ^    «'«•'.riUfwliaaMida.) 

DigilizedbyCiOOglC 


Gitaucii  dcL  RcT  cu  sa  palacio, 

EscDVA  xvm. 

DAVID. 
¡Amon,  prlDcipr,  hjjo  mío! 
j  Kri's  lú?  Pille  al  (leseo 
Albrh^af ,  que  los  Inslantes 
Juzgo  por  sigJos  elernos, 
Amon  mió ,  ¿dónde  es  [As  > 
Desbaga  al  lemor  los  hielos 
El  sol  de  La  cara  liermosa  , 
Recolire  su  vigía  un  ciegu. 
jSi  se  hübi'í  Absnioii  vengado? 
iSi  Labii  si<Io ,  como  temo, 
Ingralo  Absaloii  coiimIgaT 
Pero  no ,  qne  el  juraoieulo 
Ha  de  cumplir,  yu  lo  fio, 

Y  es  su  hermano  pqr  lo  menos. 
lüh!  i  qué  hago  de  discurrir? 
La  sangre  hierve  slii  fueKO. 

Mas  ;  aj ',  que  es  sangre  heredada , 

V  AmoD  culpado  en  efecto. 
Absalon  ^  no  me  juró 

Ko  agi-aviarlef  iBe  qué  lemo? 
Pero  el  amor  j  el  agravio 
Nnuca  guardan  juramento. 
La  esperania  j  el  lentor 
Kn  estecooruso  pleito 
Alegan  en  pro  j  eu  contra ; 
Sentenciad  m  hiior,  ciebs.    . 
Caballos  se  oyen,  ¿Sisón 
His  amado.i  liijos  estos  ? 
Alma,  asomaos  á  los  ojos : 
Ojos ,  abrios  para  verlos : 
Grillos,  echad  el  temor 
A  loa  pies ,  cuando  el  deteo 
Se  arrvjB  por  las  veotanu. 
iHiJMi:.. 

ESGEtlA  XCK. 

ADONIAS,  SALOMÓN.  -  DAVID. 

¡Seüor! . 

iVenls  buenos? 
iOne  es  de  vuestro»  dos  bennanos 
Ainou  y  Absrion ! ; Qné  es  e.sio ? 
¿Como  no  me  respondéis? 
;  Calláis!  Siempre  fué  H  silencio 
hmhaj.idor  de  ile.uí-nei:i5. 
¡Lloráis!  Hartos  mensajeros 
Mis  sospechas  certilicaii : . 
No  eran  vano;  inls>ec<-los, 
¿HtlA  ANalon  i  su  liermaiif? 

Si ,  seiSor. 

i  Pierda  el  consuelo 
La  eqteraiiza  de  rolier 
Al  alma ,  pues  i  Amon  pierdo! 
Tome  eterna  posesión 
Et  llanto,  porque  sea  eierou. 
De  mis  inleDces  ojos , 
Hasta  que  los  deje  ciegos. 
Lisiimis  bable  mi  lengua : 
No  escnchen  sino  lamentos 
Hb  oídos  lasliinosoi. 
i  At,  mi  Am'  n !  Ay,  mi  liereilero ! 
IlQíipii'Ke  Inegn  a  Alnalon, 
Harclieii  ejércitos  luego 
A  buscarle. 


Ni)  hay  que  aconsejarme  cu  eslo. 

¡Ay,  Amon  del  alma  mía ! 

Ta  j  Alualon  mn  habéis  muerto. 


LOS  cauií:lu)s  de  ABSALO». 

JORNADA  TERCERA. 

ESCENA   PRIMERA. 
JOAB,SEHEI,JO.\ADAB, 

i¥  dónde  esUi  est  mujer ! 


Imperando  n\A  aquí  fuera , 
Va  en  el  traje  israelita 
Üisfraiada  j  encubierta; 
Si  bien  pudiera  excusarlo, 
Porque  ia  naturaleza 
Por  lo  muerto  de  lo  rubio , 
La  d¡6  nn  luto  de  baveía. 

Ven  Un, ¿tenéis, Semeí, 
Satisfacción  de  que  sepa 
Hablar  con  el  Iteyl 

,  No  hay 

Mujer  de  mas  alta  ciencia 
Ni  de  mas  sutil  tllgeilio 

Ku  el  orbe. 

i  De  qué  tierra 
Es ,  j  qué  nombre  es  el  suyo? 

Por  patria  j  por  nombre  es  Tcu( 


8ue  la  he  tenido  ettcubiena , 
asta  ver  el  vaticinio 
De  los  dus  qué  efecto  tenj^. 

Que  ha  de.ser  de  no  testamento 
Clíusnla  la  muerte  niicstri. 
Dijo  i  los  dos ,  yo  airujaiido 
Lamas,  los  tirando  piedras. 
Pero  eslo  abora  no  es  del  caso. 
Ni  yo  lemo  que  suceda. 
Decidme  ,  ¿esli  ya  advertida 
De  lo  que  boy  hacer  desea 
MI  lealtad  por  Abstloa  ? 

.huí. 
Si,  y  Antes  que  entre  i  U  audiencia, 
Os  suplico  Tue  digtis 
Qué  preieuaioii  es  la  vaestra.'  '  ' 

Desde  aquel  ínfelk  dia 
Qne,  convenido  en  tragedia, 
La  real  púrpura  de  Amon 
Maocbó  de  Absalon  la  mesa  , 
Absalon  se  rué  i  Gesur, 
Haciendo  del  reino  ausencia. 
Por  ser  I)  proiinda  donde 
Tolomey,  su  abuelo,  reina. 
Si  se  fui  Tamar  can  él , 
No  sé :  que  nadie  babla  della 
Eu  Israel  desde  el  día 
Que  se  quejó  de  la  fuena 
A  David,  yA6Jilb:<Bor 
La  envió  Absalon  :  de  manera, 
Qae  ella  en  poder  de  su  benuano 
fsiart ;  y  cuanto  yo  quiera 
Decir  deide  aqui ,  ha  de  ser 
Coajeiara  y  no  certeza. 
Yo  viendo  pues  sospechosa 
Con  Absalon  mi  obediencia , 


Por  sinrar  ta  malicia 

V  d:<svi1ar  la  sospecha , 

.  Su  venida  he  pretMidiilo ; 
Sin  qne  mi  pnvanu  pueda 
Éa  la  clemencia  del  Rey, 
Con  ser  lanta  su  clemencia. 
Hallar  entrada  al  (lerdon ; 
Que  le  han  cerrado  las  puertas,  - 
£11  IMiid  los  senUoiientoí , 

Y  en  todo  el  reino  las  quejas. 

V  ei(  Hii ,  viendo  que  no  es  medio 
Una  pena  de  otra  pena  , 

'.  Va  del  ruego  despedido , 
He  valgo  de  la  cautela , 

I  Buscando  una  mujer  sabia. 

'  Pues  vos  me  dijisteis  della , 

1  V  ella  esiá  informada  la 
De  lo  que  mi  pedio  inlenla . 
Haced  que  entre  I  hablar  al  Rey, 
Pues  00  lendri  rie^o  el  verla ; 
Que  en  las  audiencias  las  vmdaí ' 
Sirmpre  hablan  ai  Rey  cobiertas; 

Sueyo  la  quiero  asistir, 
ablando  en  la  causa  mesma    ' 
De  Absalon  al  propio  inslaniu. 
Haciendo  asi  la  di'shecha , 
Por  divertir  sus  discursos. 

El  sale  ya.   - 

J0*>. 
NoDOSiea 

Hablando. 

En  Io<kiol>edeac«. 
Tú,  Jonadab,  considera 
Que  en  hahieiido  hablado  a)  Rey 
Aqnesia  mujer,  con  eHa 
lias  de  volverte  É  Efraln : 

Y  <|ue  tiene,,  es  bien  que  sepas 
Un  csplrilu  en  el  pedio. 

Si  acaso  llegas  i  verla 
Kuriosa ,  no  hay  que  temer ; 
Que  un  demonio  la  a  tormenta. 

¡  Si ,  hay  que  lenwr,  y  muy  mucho 
Aun  por  esa  ra;Eau  mesma. 

Calla,  mira  que  el  Rey  sale. 


Va  la  merced  de  la  plaza 
De  ini  uüiiseja  de  guerra 
Os  he  hecho. 

iQDiToraL. 

No  e*,  tefitH', 
Lo  que  mi  pecho  ilesea. 

Por  eso  mliiDO  os  la  he  dado , 
Y  porque  desta  manera 

Adtiriais  la  obligación 

Que  tienen  los  que  aconsejan. 

i  Joab  de  audiencia  en  la  sala  ? 

nuB. 
Si ,  seBor,  que  soy  en  rila 
El  primero  prclriidienle. 


¿Tút¿Quí  preiendesT 


■  Qne tenga 
dbyOí)OglC 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


No  me  hables  de  Alisalon. 

Advierte... 

ffaila  me  tdvierias. 
Mirad  li  ha;  quien  quiera  hablarme. 

De  negro  laU  cubierta , 
Un.i  mujer  solicita, 
Scíior,  que  la  des  lodieneía. 

Entre  poes. 

JMB.  [ip.) 

;  Qaieran  los  cieloi 
Bien  Mta  industria  suceda  ! 
MUIDAS.  (Ap.j 
A  esta  negra  endemoniada, 
iNo  le  bastaba  ser  negra? 

ESCENA  IIL 


Seitor,  TO  so*  una  pobre 
Viuda ,  oue  S  i»  plantas  f nestris 
Solicito  Dallar  amparo 
Konira  una  grande  ilolencia 
Que  me  faaero  iiiestroB  jueces ; 
Porque  aunque  raunes  tengan 
En  la  justicia  Rindadas , 
Tal  vei  ilc'be  la  prudencia 
Moderar  i  la  justicJa ; 
Pues  no  es  dndaUe  quesea 
Tiranía  que  la  te; 
A  lo  que  puede  se  extienda. 
job*d*b".  (Jp.) 
Qná  fuera  de  ver  que  aliara 
Li diera  la  pataleta! 

Levantad ,  decid. 

Do*  hijos ,  señor,  que  eran , 
DIAinto  ya  mi  mando , 
El  consuelo  de  mis  penas. 
Estos  en  el  campo  un  día 
Tmieroii  una  pendencia 
Entre  si...  ¡De  los  primeros 
Hermanos  amarga  tiereiida! 
No  bubo  ([uien  los  esparciese  : 
De  inerte ,  que  con  la  ñera 
Culera,  mató  uno  al  otro. 
íAh,  bárbara  pasión  ciega 
De  la  i»,  <|Ue  ii rilada, 
Ni  ati .  de  su  sangre  ee  acuerda! 
Vino  i  casa  el  fratricida , 
ndléudome  que  le  diera 
Con  qpe  ausentarse,  porqué 
La  justicia  no  le  prenda. 
Yo  viendo  ;a  un  liljo  muerto . 
Siendo  i  un  Liem|)o  ea  mis  trisieui 
La  parte  para  llorarlas 
Y  la  parte  contra  ellas , 
Traté  de  ocultar  al  vivo, 
Porque  entrambos  no  pereicaii. 
Los  Jueces  pue^  de  Israel , 
Haciendo  qúI  diligeiiciaa 
Boleándole ,  bin  prniiinciado 
Contra  mi  aquesta  ¡leiilencia  ; 
Que  entregue  i  mi  Itijn ,  ó  que  jo 
Porque  le  he  ocultado .  muera. 
¡  Mirad,  señor,  si  es  joslida 
Que  llegue  i  entregar  yo  meuna 


Un  faijo  solo ,  en  quien  boy 
Las  oeniías  sa  conservan 
De  su  padre !  que  aunque  he  sido 
La  interesada  en  la  orensa , 
Has  lo  soy  en  el  reparo 
t)e  su  vida,  porque  tuera. 
Perdido  uno ,  entregar  otro , 
Doblar  al  dolor  las  Tuerzas. 
Piedad,  gran  seBor,  os  pido. 

No  llores  ,  mujer,  no  temas ; 
Que  no  mereces  morir, 
Porque  á  tu  hijo  dellendas ; 
Autes  es  justa  piedad 
La  tuya ;  y  mas  yerro  hicieras , 


Al  oiro;  piiea 

Que  hace  mas  el  que  perdona 
Su  dolor,  que  el  que  se  venga. 


Esto  digo, 
nil  veces,  mi  tengna 
que  es  piedad 


iDe  qué? 

Tsuca. 
Deia  ira  que  muestras 

itra  Absalon,  la  hijo; 


Hoj    . ._  .  „_ 

Pues  opuesto  i,  tu  seiiieticii 
Muerto  uno  y  ansenie  oiro  , 
Ooieres  que  entrambos  se  pienlan 
Vuelva  Absalon  i  lu  gracia 
O  veri  Israel  que  yerras 
" —  liacer4o,  pues  no  obras 
'mo  que  tu  sentencias. 

Espera,  mujer,  aguarda  , 
No  porque  castigar  quiera 

"■ TOÜo ,  mas  por  saber 

loab  quien  le  aconseja 
One  intentes  aqueste  juicio. 
Dilo ,  y  mira  no  me  mientas. 

Si,  señor. 

D4TID. 

Que  yo  haré  lo  que  convenga. 
suiEl.  {Ap.  á  Aguilefel.) 
ex  de  su  privanza 


"■y 


No  os  turbéis,  Haced 

8ne  AbsaloD  t  verme  vuelva : 
ue  no  es  justo  pronunciar 
Vo  una  cosa  por  liien  bocha, 


Y  hacer  otra.  Ya  )o  dije, 

Y  ya  conofco  que  es  IneRi 
Que,  un  hijo  muerto,  otro  vivo, 
Llore  uno  y  otro  defienda  ¡ 

Qne  sí  el  uno  se  perdiú. 
Nada  el  enojo  remedia , 

Y  es  justo  amparar  al  otro. 
Porque  entrambos  no  se  ^erdan. 

Dame  giil  veces  tus  plantas. 

AQCITDFBL. 

Pues  ya,  con  esta  lii:encfa. 
Presto  Absalon  vendri  A  verle. 

¡Dónde  e(UT 

AQiirrorEL. 

En  lu  gran  clemencia 
Fiado,  pienso  que  en  Hebron 
Su  persona  esta  muy  buena. 

(Ap.  No  es  un  malo  que  lo  esté. 
Como  lo  es  qne  tú  lo  sepas. } 
Ve  por  él ,  venga  al  instante. 
(Vau  Aquitafel.) 
GiKTE.  (Dentro.) 
jVIva  e)  gran  rey  de  Judea '. 

íQué  ruido  es  este,  j  qué  voces* 

Toda  la  ciuda'd,  que  llena 
Ije  regocijos  esii , 
Como  lia  corrido  la  nueva 
Va  del  perdón  de  Absalon. 

UVID. 

i  Como  se  ve  en  tus  diversas 
Opiniones,  vulgo,  que  eres 
MoNSLruo  de  muchas  cabezas , 
Pues  lo  que  ayer  acusabas 
Contra  Absalon,  hoy  ;ipraeb*s>  - 

ESCENA  T. 
CUSAY.- DAVID,  JOAB. 

Señor,  un  pobre  soldado 
Soy,  tan  hijo  de  la  guerra. 
Que  en  ella  nací ,  y  espero 
Morir  sirviéndós  en  ella. 
Be  vuestro  consejo  aspiro 
A  ser  :  la  larga  eiperiencla 
De  las  lides  y  los  años 
A  eslB  pretensión  t(ie  alienta. 
Una  pbza  hay  vaca,.. 

y» 


ir  que  en  mi  eogendni. ) 
Premiaré  las  canas  vuestra*. 

¡A  Aquitofel  la  habéis  dadoT 
Lplegue  Ji  Dios  que  no  suceda 
Que  él  premiada,  y  yo  quejoso , 
Vo  01  sirva,  ;  él  os  ofenda '. 


ADONIAS,  SALOMÓN.  — Dici 
abohIm. 
La  merced  que  boy  á  Absalon 
Has  hecho,  ps  liien  que  agraden 


10  mi  amor  le  besa.     , 
,t,zodb,LiOOglC 


El  lieni|Ki  que  con  Ja  sorda 
Lima  de  las  boras  Heg-I 
A  glsiar  norsuos  «recios. 
Sin  que  sa  raido  se  sirnla , 
Ni  íeiitimieiilo  lia  gastado; 
V  si  una  verdad  conflvsa 
ti  alma ,  ja  AUaloo  Urda 
Üe  llegar  i  wl  presencia. 

Ho  mucbo,  parque  parece 
Que  esperando  h  respUL-sla 
Ettaha. 

{Tocan  chirímiat  dentro.) 


¡Felii  mil  Teces  el  dia 
Que  Iras  de  lanías  loniienlas 
tti  derrotada  loruiiia 
Al  sagrado  puerto  llega, 
Se&or,  de  [us  reales  plañías ! 

K\ia,  Alisaion,  de  la  lierra: 
Llega,  Atisaloii,  i  mis  braios, 
Cajo  cariño  sucedan 

Hoy  Salomou  j  Adoulas. 

Con  Ueu ,  bello  Abialon ,  venga*. 

IDOldAS. 

El  cielo  aumeule  tu  liila 

El  guarde,  hermanos,  la  voetira. 

DITIO. 

Por  Taoiar  no  te  pregunuí. 


HaDeis  visto  qae  le  adniilo. 

Salios  lodos  allí  fnera ; 

Que  entre  liijo  j  padre  el  perdón 

Público  es  juslo  que  sea  ; 

Pero  Jjo  ctiire  padre  y  biju 

Del  ¡lerdoa  las  adverleiici;<s. 

Dejadnos  solos. 

( t'«He  Itdot,  minei  el  Reg  g  Akmltit.) 

ESCENA  vm. 

nAVm.  ABSALON. 

•  No  dudo . 
Abuloa ,  que  ahora  piensas  y 
Enlre  U  que  espero  darte      , 
Oválasele  tu  Inobediencia,  V, 
Pttt  quedar  aqni  cooiigo 
A  solas;  pues  no  lo  entiendas, 
Porque  lio  perdona  bien 
Kl  qne.  perdonando,  deja 
Nada  al  temor  que  decir, 
Ni  que  hacer  i  la  Tergüenia. 
Y  para  qoe  mires  cuánto 
Al  centrarlo  es  lo  que  iuienta 
Mi  «mor.M  darte,  Absaloo, 
Satisracciones ,  do  quejas , 
Del  tiempo  que  en  perdoaane 
Tardé,  Absaloii.  La  primera, 
Ri  cine  es  mu;  cierto  que  jo 
Lo  desé  rou  todas  veras 

I  Ob  cuiutaa  veces 


LOS  CABIÍLLOS  DC  ABSALU:4. 
Forzosa  t\xi,  Absaloo  mió, 
No  porque  en  mi  no  cupiera 

"-|or  parr  ■  -    " ■" 

jorea  i 

u  condición  m 

■  h'o  Le  quk-ro  rercrir 
Las  malii'ia^.  Ikm  sospedui. 
Los  oscrüpuius,  l^is  dudas 
Qlue  bao  llegado  i  mis  orejas, 

I  Por  lio  obligarme  á^declrlasi 
"  'ii  le  adNiert-i  que  sepas 
,..c  *o  viio,  que  JO  remo, 
Une  la  saitrada  diadema 
h^iá  en  mis  Hienea  muy  Orme, 
Aunque  oprime  mas  que  pesa , 

V  que  sabré...  Has  no  es  dia 
Hoy  de  liablar  dcsta  manera.. 
Nada  temo ,  nada  dudo  "^ 
De  tu  amor  j  tu  obediencia.  | 
Sfanius,  Abialon,  anÚBoa' :  ^ 
Coa  amorosua  contiendas, 
C(»  ligrimas  te  lu  pido) ¡   ^ 

V  si  no  Tuera  iude cencía 
Desta  púrpura,  eslas  canas , 
Hoy  i  tus  plantas  me  vieras 
Humildemente  postrado. 
Pidiéndole .  pDcslo  i  ellas. 
Pues  le  quiero  couio  padre, 

Sue  como  bijo  me  obedezcas; 
porque  veas  cuín  poco 
Dudando  voy  tus  llnezas. 
No  quiero  qne  me  respondas. 
Porque  no  pienses  ni  creas 

Íue  JO  be  podido  dudar 
uti  ha  de  ser  tu  respuesta.    {Vate 

.  :Qné  caduco  esli  mi  padre, 
Pues  cuando  sé  yo  que  íiiteota 
Dar  el  reino  &  Salomón , 
Quiere  que  yo  me  eQiernezca 
De  sus  lágrimas!  Pero  tntes... 

EdCENA  IX. 
AQÜiTOFEL.  —  ABSALON. 
AQUirorcL.  ' 

Esperando  á  que  se  Toer* 
El  Hoy  estuve.  jUné  ha  habido 
LOll  élf 

Mil  im|ieriineociat. 
i  Hay  cosa  como  decirme 
Que  el  perdonarme  agradeio? 
iKo  perdoiiúá  Amon!¿Noes  mas 
Delito  bater  uoa  alreiita 
Que  vengarla? 

AQDITOFil, 

Si  por  cierto. 

V  tú,  si  lo  consideras. 
Henea  la  culpj. 


¿Da  qué? 


De  (u  ejército  en  Uebron! 
i  Pues  pata  qué  ba  sido  esia 
Ceremonia TtNo  seria 
Acción  mas  prudente  y  cuerda , 
Primero  que  te  perdone , 
Obligarle  t  que  t«  lema? 

Verdad  es  que  yo  carleado 
Estoy  con  gentes  diversas, 

?ue  en  diciendo  que  ine  sigao, 
eré  en  la  rampana  puestas; 
Pero  con  lodu,  he  querido 
Reconciliarme  con  esta 
Fingida  amistad,  porqué 
Hace  mas  segura  guerra 
Un  enemigo  d^  casa 
Solo,  que  muchos  de  fuera. 
Uemas  de  que  yo  aun  no  tengo 
Daslaole  gente  que  pueda 
Seguirle ,  y  aquí  pretendo 
Granjearla  con  nii  asistencia. 

AOUITOFSL. 

i  De  qué  suerte? 

aaíALON. 
Desta  suertp. 
Va  sabes  que  Iss  audiencias 
De 'Israel ,  siempre  se  hiclerou 
De  la  ciudad  1  tas  puertas. 
Saldréme  ai  campo,  y  en  viendo 

?ne  im  prelendientie  se  queja , 
a  de  malaprovlaioD, 
Ya  de  contraria  sentencia , 
U  llacMré  y  le  diré 
Que  como  t  mi  me  obedeica. 
Le  haré  Justicia.  CoA  esto . 


De  que  él  piense  que  te  deja 
Con  esa  acdoo  obligado, 
itlucbo  mejor  no  te  fuera 
Haber  entrada  por  armas. 
Haciendo  del  ru^o  lliena? 

VNo  están  diversas  provincias 
a  convocadas?  jKoesperao 
Para  declararse,  solo 
Que  se  toque  la  trómpela 

■  Aqal  lonMimcale  bay  qge  recordar 


ild^c  roi  Til 


S*|Mw  MiJi,  CMm;  eVilHd  fil  rn  n»fl«. 


e  aclamen. 


Dices  Uen ,  si  consideras 
A  la  justicia  una  y  sola  ; 
Dos  no  se  ve  que  la  tengan; 

V  asi ,  de  caaiquiera  causa 
Haber  no  quejoso  es  l\ierz> 
Por  lo  meaos. 

Pues  en  tinto 
Que  yo  baga  estns  dlligenelas 
parte  tú,  y  avisa  •  loiius 
Que  i  la  deshilada  vengan 
Para  juntarse  en  Hebron. 
Tamar  esti  allí  encubierta 
Con  la  gente  de  Gesur  : 
Yo  la  escrlUré  que  venga 
Acerctodoae ,  y  veris 
Enarbolar  mis  banderas 
En  Jerusaleu ,  y  ane 
A  sangre  y  fuego  nagO  guerra 
A  m<  pSJre  y  mis  hermanos. 
Coronando  mi  cabeía 
De  sus  laureles. 

AOOITOrEL. 

Si  barús, 
Si  li  los  malcoDtenios  llevas 
Tras  ti,  porque  como  lodM 
De  si  quo  merecen  ptenaan , 
Sao  poco*  los  qne  agradecen , 

Y  muchoftiot  que  se  quejan.  (Vm«.) 

Csap«  i»  Bsbroo. 


JOKADAB,  TEUOA. 

JOKUAI.  {Ap.) 

Bien  alabarme  puedo 

De  haber  tenido  á  ratos  Kndomiedof 

Pero  como  el  de  ahora 

Yendo  con  esta  antípoda  de  aurora. 

Jamas  le  he  de  teoer  ni  le  be  (cnMo. 


dbyGOOglC 


430 


COHEUIAS  DE  Wti  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


TCDCA. 

!,  loaadab,  tan  itjverildo? 

JOÑA  DA  B. 

iYo  dívprIidoT  Gn  nada... 

I^.Pues es ¡rcoQ el  diablo  icaoiarada.) 

¡Mu  causa  niij  lariera 

Yo  para  caminar  con  saQa  flera , 

Triste,  conínsa  y  loca , 

Por  nna  duda  que  en  el  alma  loca ! 

JOWDA..  (Ap.) 

Consigo  vjene  haliJando.  [dot 

¿Masque  se  va  el  demonio  endemonian' 

S)  el  espíritu  grande  que  ha  cabido 
En  a3i,espiriiudeodio  j  de  ira  ha  sido, 
De  rencor  ;  discordia , 
jC6mo  ttene  de  hacer  esta  concordia 
De  AbsalonjDaiid? 

.  JONADAB.  (.4p.) 

Enire  si  habla. 
El  üiabk)  me  parece  qae  se  endiabla. 

lEDCA. 

lYoinstmmentodehacerdos  amistades? 
10  unir  dos  tan  discordes  voluntades? 
Has  si ,  que  ja  vendrün  i  iras  atroces. 

ESCEIf  A  XI. 


Mas  jiio  eres  Jonadab* 

Pullo  algDD  día ; 
Has  ja  DO  soy,  señora,  quien  solia. 

iT6  no  fuiste  el  tercero 

De  aquella  afrenta  i[ue  vei^r  espero, 

Como  ja  en  mi  enemigo , 

Hoy  en  toda  Israel ,  siendo  testigo 

La  gran  Jenisaleu  de  mis  baialias  T 


Yo  aqueste  nesro  día . 
Con  esta  negra  compañera  mia , 
Aqueste  negro  moute  atravesaba... 
Culi  toé  el  negro  camino  que  llevaba, 
Elh  le  lo  dirá. 

TAKAR.fí/.) 

Este  criado, 
Pnet  vino  i  mi  poder... 

■     J0K4DAB.  (-ip.) 

I  Aj  desdichado! 

(ip.  Prenderé.)  Tenca. 

¡Olí  Timar  diviaa! 

¡De  dúnde  por  aqnl  lu  pié  camina  ? 

nncA. 
Dehabtar  Tengoi  David  en  in Consejo. 
Hechas  las  paces  del  ;  Absaton  dejo. 

TAMAB.   {Ap.  á  TeiKB.) 

Mucho  gasto  me  has  dado 


En  decir  que  quedó  reconciliado        ' 

Ui  bermanocoiicl  Hej.  porque  no  ()ud( 

Oue  esta  Ungida  paz,  oisitonir  pudo 

8us  intentos  mejor  j  mis  intentos. 

Que  han  Üe  ser  escarmientos. 

Según  nuestra  esperanza , 

De  su  hermosa  amliiciou  j  mi  venganza 

Sus  órdenes  espero 

"-■  ''  "-'■—n, ceñido  el  1)1;---  ----- 

Gi 


fíente  iníMIa  que  me  va  tíguienú» : 

Ij¡  que  ai  Hfbron  llegare 

Hay  con  Aquilofrlj  ni  un  punto  pare , 


Sin»  eoH  toda  ella 
A  la  ciudad  le  acerca .  Tamar  bella, 
m  trempeta  te  legue , 
Ni  )>erche  te  oiga  que  á  la  lid  provoque. 
Sino  venga  tan  qmeúo , 
Que  pienten  que  et  m  general  el  miei*. 
La  Hente  de  ííesur  canllaiipandn  )  f«  'o  '*l«ri  eiperanáe 

ts,íSilS's?:-;sí^M  i  £  ss-;;' s^K-;:  v!,r"*' 


Aunque  la  fama  diga 
Qae  mi  pasada  ofensa  i  esto  me  obliga. 
—y  pues  ja  ese  criado    {A  loi  tugút.} 
A  saber  mis  designios  ha  llegado. 
Porque  no  pueda  diir  ningunas  señas, 
De  loalto  le  arrojad  de  aquellas  peiüas 
Atadle  airas  las  roanos. 

lUKADAB. 

i  Suerte  dura! 

EseENA  xn. 

GEnie  T  SOLDADOS,  4e*lro.  —  Digr 

GiirrE.  [Dentro.) 
Al  valle. 

CKtTE.  (Dentro.) 
Al  monte. 
SOLDADOS.  {Dentro.) 

A  la  espesara. 

Teneos,  esperad.  iQué crudo  aeenti 
En  cuatro  partes  despedaza  el  viento t 


Yo  ir«  a  saber  l< 


Aquella  cumbre 
Corona  una  confusa  rouclicdumlire, 
V  aquel  bosque  guarnece 
Otro  escuadrón,  j  por  mIII  parece 

?ue  el  monte  gente  abona , 
otra  tropa  el  camino  después  corta. 

SI  gente  aquesta  fuera 
De  guerra,  sordamente  no  dolerá 
Harehando.  Pues  asi  llegar  previene 
Donde  esto*,  1  prenderme  ( i  aj  de  mi  I); 
Pero  mi  vida  venderé  primero,  [viene. 
Bien  recateada  i  golpes  del  acero ; 
Que  [10  me  dan  temores  gentes  tañías. 

ESCENA  Xm. 

AQUITOpeL,C0nima  carta;  csmr, 
BOLDADOS.  —TAMAR,  TEUCA,  JO- 
NADAB, cttubos. 


AgniTOFEL.  [las. 

Todos  alloaqui  haced.  Dame  tus  plan- 

¡Aquilofelamigtf! 

AQtitroPeL. 
Humano  girasol,  los  rajos  sigo 
Del  sol  de  tu  hermosura. 
Aquesta  es  de  Absalon. 

TjtU*. 

Lo  que  procura 
Veré. 

AlíUlTOFEt.  (4p,  ) 

La  lilonisi  ¡,  no  es  aquelLi  ? 
I  me  huelgo  de  vella , 
ir  saber  lo  que  et  hado  me  aperi.-il)e. 


La  deieubra  g  crní  lalva  la  reciba , 
Enttiiilan,  repiíirndo  ¡Abtalon  viva! 
Porque  ail  con  el  tübtte  detmayo , 
Sin  avilar  el  trueno ,  venga  el  raga. 
Kslo  escrihe  mi  beimano. 
Por  quien  honores  tan  crecidos  ganp  : 
Y  porque  vea  cuanto  reverencio 
Sus  órdenes ,  la  mia  sea  el  silencio. 

Yo  te  quiero  seguir. 

Ese  criado... 

JOMADAB.  (Ap.) 

Ya  pensé  que  deinl  se  habia  olvidado. 
Sel  el  primero  que  muera. 


Siempre  fué  este  color  agradecido. 

No  mu.-r;i. 

Norabuena  :  quede  preso, 
-Porque  alisar  no  pueda  del  suceso , 

{Alan  lot  toldaioi  ó  Junada.) 
Y  la  aenie  esparcida 
HnrcTicen  pequeíiaa  tropas  ditldida ; 
Que  si  cun  ella  a  las  mural) as  llego , 
Jcrusalen  verá  que  á  sangre  j  fuego 
Sus  "almenas  derrilw , 
Sus  torres  postro,  su  palacio  altíTO 
Ruina  sin  polvo  jace.. 
Póngase  eísol  caduco,  pues  que  nace    . 
Joven  otro  qne  da  rajos  mas  IHIoi 
Conel  crespo  esplendor  desús  cabellos. 

IO:iADAD. 

Pues  ¡  qué !  ipreso  he  de  estar! 

Soltad ,  que  quiero 


Oje  lo  qi 
{Cee.)  i, 


Sea  mi  prisionero. 


El  diablo  que  esperara  y  no  se  fiíera. 
Va  qne  el  cordel  me  quita 
Tn  piedad. 

«OOiTorcL.  (A  Teuea.) 
Oje. 

TCDCA. 

Dt,  iqué  «BlielU   . 
Tu  vo/.? 

AOUTOCEL. 

Salier  (|uisiera 

quiso  decir  (¡oh  pena  fterl') 

ue  horrible  pronunció  lu  aeen- 

[10, 

habiadesermimonomeato. 


Quán; 


Que  el 


dbvGooglc 


No  )o  s^ .  porqoe  abora 
No  roe  dicu  el  espirita  uue  uiuri 
Eti  mi  pecbo ;  idís  víkuüd 
Em  UÚi  en  lus  manos  Isoy,  eniipiiUo , 
Coino  eolK  pardas  sombras  ár,  algún 
[saeño, 
Qne  ese  cordel  anda  i  bascaría  doeiSo. 

AQUITOFEI.. 

Pues  si  su  ducBo  hma , 
Va  le  halló :  ni  roe  adro¡it,ni  meofíisca, 
Porque  asi  ser  espero, 
CoTOoado  Ahsalon ,  el  juez  primero 
Que  contra  la  malicia 
Eu  mi  su  dueño  leiiga  :  pues  juslicla 
He  de  hacer,  leman  Imloii  su  casligo, 
IJue  va  el  mUiisiro  di;t  riíjor  conmigo. 
(Vanu.) 

Apoienla  de  Abiitua  «n  el  pilaeio  áe  s» 


ESCENA  XIT. 

ABSALON,  CUSAV. 


A  esta  sala  os  he  traído, 
for  estar  mas  sola,  adonde 
Mi  amistad  i|uc  «orresftonde 
A  lo  bien  qne  habéis  servido, 
Pi'i'miaros  nuií'rt'.  Y'ii  sé 
Uuu  de  mi  padre  quejoso 
Eslais ,  y  yo  cuidadoso , 
Por  teros  vípjo ,  de  que 
Ningún  vasallo  se  iiucje 
Pretendo  salisracer 
A  ludos ;  y  asi ,  be  de  hacer 
Une  <a  ranon  vuestra  deje 
bM  mis  manos  el  reparo 
De  lan  justo  senlimienlo  : 
Asi  premiaron  intuito. 

COSjIT. 

Eres  principe  y  amparo 
Desle  pobre  tauniilde  virju. 

Si  ¿I,  cuando  noos^atislizo, 
De  su  Consejo  n^  os  hizo, 
^  u  US  llago  <Jc  mi  Consejo. 


^be  qaé  mhiislro  nie  haceU* 

Solos  estamos  los  dos ; 
Y  asi  mas  claro  hablar  quiero. 
Todo  el  tiempo  lo  mejora  : 
Aaaque  no  los  tengo  ahora, 
Prcaio  tenerlos  espero. 


Que  i  Tos  umbrales  esti 
Ue  la  muerle ;  pero  ya 
¿Sabéis  que  os  nombre? 


He  quiero  nombrar  yo  i  mi , 
Que  nieto  de  revés  soy; 
Y  pues  declarado  estoy 
Coa  TOS,  adrerlid  que  aqai 


Í.OSrCABKLUIS  DE  ABSAI.OX 
Ya  tengo  echada  la  suerte. 
Palabra  me  habéis  de  dar 
De  mi  [laisona  ayudar, 
U  yo  os  tie  de  dar  la  muerte. 

CCSAY.Mp.) 

I  Quién  eo  roas  dudas  se  vio* 


i  Qué  b; 
Traidor 


'raidor  soy,  si  aigo  si , 
Huerto  boj,  si  digo  n<i. 
HaSíqaédudoTiCuiutoes 
Has  ^rave  dolor,  mas  Tueni', 
Una  tnramia  que  una  aiaertel! 
Has  iay  triste!  que  después 
De  muerto  yo ,  no  podra 
David  saber  lo  (¡ue  ignorí ; 
V  asi,  conceder  ahora 
Conviene  con  él. 


Tu  imaginación  dadandD? 

Cosas  que  tan  graodss  son , 
Siempre  la  Im  a  ilinación 
Las  escucha  vacilando  : 
No  porque  dude ,  señor, 
Culi  ha  de  ser  mi  respuesta. 

ABS.ILOM. 

Puei  di,  ;call  ha  üe  »er? 

Esta 

Siempre  i  tus  plantas  pouclié, 
y  ote  huelgo  de  qac  baya 
Ocasión  eit  que  yu  vaya 
Vengado  del  Itey,  porqué 
Tan  mal  premió  mis  servicios. 
Tuyo  he  sido,  y  luyo  soy. 
Porii  vivo  desde  hoy. 

De  tu  valor  son  indicios 
Todos  aquesos  ;  y  ast , 
Vete  i  casa ,  y  ten  armados 

Tu  persona  y  tos  criados, 
¥  en  el  instante  que  aquí 
Se  diga ,  •  ¡viva  Absalon  I  > 
Que  esta  es  la  señal ,  saldris , 
Y  la  parte  seguiris 
Que  me  aclame. 

Salomón 


Vete  i  tu  pdsada  ; 
Qne  yo  salgo  a  prevenir 
La  gente  que  presto  espera 
De  Hebron ,  y  regirla  nuiero. 
Valor,  reinar  ó  morir.  (VoiMe  loi  dat.) 

Cámin  de  David. 


^LOMOM ;  DAVID ,  dumíenio. 

Las  amistades  tine  ha'hecho 
Mi  fiaiire  con  Alisalon, 
Aonque  para  nil  no  son 
De  enojo,  tarbau  mi  pecho, 
Temiendo  que  estorbar  tnte 


La  Celli  deccioD  mta , 

V  ya  que  no  en  este  dia 
La  deshaga ,  la  dilate : 

V  asi,  í  mi  padre  bablar  quiero 
De  parle  de  Bersabé 

Eu  mi  pretensión,  porquí 
De  la  (lllaciou  Infiero 
Peligro,  Durmiendo  estji. 
No  es  justo  que  le  despierte. 

DAVID.  (En  $iteñot.) 
Hijo,  no  me  des  la  muerte. 

SALcmon. 
Su  notable  inquietud  da 
Indicio  de  algún  cansado 
Sueño  :  despertarle  es  bien, 
No  sus  sentidos  estén 
Ea  letai'go  tan  pesado.— 
iSeBor! 

DAVID.  (En  tueilat.) 
¡Qué  extraño  rigor '. 
Hijo,  itíl  mi  mina  traías? 
Tameoll>udes?Tú  me  matas? 

{Dttpirrta.) 

SAM)>0H. 

Yo  te  despierto.  seBor, 
Porque  lu  quietud  pretenda , 
Al  verte  inquieto ;  mas  no 
Porque  imagines  que  yo 
NI  te  mato,  ni  te  otendo. 

l.\y,  hijo  di-l  alma  mia! 
'Qué  triste  y  Taucslo  suelio 
He  puso  en  mortal  enqieño. 
Este  Instante  que  dormía ! 
Pero  ya  con  estos  laios , 
Todo  el  sobresalto  acalia  : 
Dormido,  uno  me  mataba  . 
Despierto,  otro  me  da  abrazos. 

V  asi ,  Ji  Dios  dar  gracias  quiero, 
Pues  piadoso  ha  permilldo 

Que  el  pesar  sea  el  Ungido, 

V  el  contento  el  verdadero. 

Pues  ¿qué  soñabas? 


Si  haré: 
Casto  en  contarlo  recll>a. 
Pues  solo  es  que  «ente  entraba 

Por  Jerusaleii,  sonaba. 
Repitiendo... 

(Deiiiro  enjat.) 

ESCENA  XVI. 


¡Ay  de  rol!  iQué  es  lo  que  he  oído? 

SALoaon. 
Esciadalo  es  de  horror  liero. 

Va  el  pesar  es  verdadero , 
Y  el  coDlenlo  es  el  flngido. 
{Sale  Catay  evn  la  eipada  detnuda.) 

David ,  iurelice  rey 

De  Israel ,  aunque  ahou  llegue  , 

u.nt.zodb/GoOglC 


(COMEDIAS  DE  DOK  PEDRO  CALDEBON  DE*LA  BABCA. 


l)i-  los  pfligros  (|ue  lieni^, 

.    S»lirÍ8  ([oe  Alisalon ,  iiinlioda 

tirunde  DÜmrro  <lc  geuU^, 

Ha  «II Irado  por  Ij  riuilad , 

Publiondo  i  tOCM  IpVrl. 
TiMlos,  que... 

«Blttí,  {Oeaira.) 
¡Viva  Alrsnloii; 


Clin  í1  A'iultorel  \1eii«  : 

Mira  3  quien  premíM  »\\\ ,         ^ 

Y  mira  aquí  i  quien  oreiidoi , 
Pues  él  tu  maei'le  apresura , 

V  JO  di-Geodo  lu  muerte. 
Ño  pude  avisarle  Inles; 
Has  para  que  t«i)f^  siempre 
Avisas  (le 'sus  designios 

Kq  cuanlo  le  Micedtere , 

ytfj  t  ser  traidor  leal. 

Los  que  ei)  *u  ItauíJo  me  vieren, 

Sepan  que  aunque  esié  coii  ¿I, 

Tú  de  tu  parle  me  tienes.         (Voíi 


I,  Cusay, aguarda. 
ESCmiAXVU. 


Seiior.  un  punto  no  enperrs. 
Que  es  un  volcan  la  ciudad , 
ijue  humo  eihala  y  llamas  vierte. 

Escollo  es  del  mar  Bermejo 
Ya  lodo  el  muro  eminente. 
Pues  sobre  sangre  rundido. 
Golfo  de  carmín  parece. 

Pues  imé  espero!  Yo  el  primero 
Saldré  donde... 

(SaJeJoai.) 


.  (.lelie 


Houslruo  es  deshocadu  :  no  ba] 
Prevenciones  que  la  enrrenen, 
V.iiaiulo  su  mismo  rui:itr 
La  obliga  i  que  se  despeñe. 
La  nukedad  al  principio 
La  alimenta,  y  rácilmente. 
Dejándose  llevar  della. 
De  liiatanles  i  instantes  crece. 
Mjala  pui'S 
Este  primer  _ 
Hasta  que,  reot       ,   . 
raiga  en  los  Inconvenienlrs. 
Huye  t  la  primera  iustancla 
V,\  rostro, (eñor  :  advierte 
gne  coido  desprevefiida 
lie  tan  súbito  accidente 
La  ciudad  estaba ,  toda 
A  uu  cmildo  se  estremece. 
I^oji  inidoreí  T  leale« , 
Ijcy.clados  contnsameiUP , 
Ho  ae  distiliftuen ,  porqué 
Neutrales  é  iiidirerenles. 
Los  mas  esttn  i  la  mira  i 

Soe  eu  comunidades ,  siempr« 
1  traidor  es  el  veotído, 
T  el  leal  es  el  que  vence. 


Nosotros  defenderá  os 
Todas  estas  puertas  :  vele 
Por  esa ,  que  sale  al  monte. 


escape,  y  a  todos  deje ! 
O  huyamos  lodos ,  6  todos 
Muramos . 

Si  eso  resuelves, 
Nénos  importa  el  huir, 
Que  aventurar  solamenle 
Tu  vida.  Eatonoeblemor; 
Que  como  tu  vivo  quedes , 


Pues  venid  conmigo  todos. 
;Qui¿n  créri  que  desta  suerte 
Huyeudo  sale  bavíd 
"-  "1  alcizar  emiaenle? 

Í-  Ki,  mi  Absalon ,  y  qué  mal 
le  pagas  lo  qne  me  debes  [    (Van 
(Tacan  al  arma.) 

ESCEHA  XVm. 

JONADAB;  «kkte,  denbr». 
unos,  iüentro.) 
Viva  David, 

David  viva 
«nios.  {Dentro.) 
Vita  Absalon. 

JOIU»AB. 

Viva  y  reine. 
Que  yo  no  pieuo  matarme 
Porque  viva  aquel  ni  este. 
Soldado  sin  ejercicio 
He  de  ser,  como  otras  vece» ; 
Que  esla  es  espada  capona , 
Qne  solo  el  Ululo  tiene 
Y  no  la  entrada  en  las  Hdes , 
Que  no  hay  puerta  que  abra  ó  cié 

BSCEHA  XIX.. 


'I  AUalon ! 

¡  AI>salon 
I '.  que  por  mt  no  quede. 


cDsir. 
Tarde  ese  triuoto  previenes. 
Que  id  moDle  huycmlo  ba  salMii. 

Descuido  fué.  ¡  Que  no  bnbiese 
:  Las  puertas  lomado ! 
!  cEtrrr.  [DeMre.) 

\  ¡Viva 

David  I 

AQUirOTEL. 

La  gente , 
Que  en  seguimiento  del  Rey, 
'  'Irsl  monte  pretende. 

Sola  dejan  la  cindad  : 


Niños 


ialietido  á  tos  montea. 


(Cómo  haremos  que  esto  cese? 
Que  los  reyes  sin  vasallos , 
No  pueden  llamarse  reyes. 

[  AQDrrorEL. 

j  romo  entre  hijos  y  padres , 
EsLos  escíndalos  sleinjire 
Paran  ejupaces,  y  al  Un 
Kl  odio  en  amaice  vtelve , 
Muchos  hoy  no  se  declaran 
De  lu  parte,  porque  temen 
Que  tú  quedes  urrdooado, 

V  ellos  por  traidores  queden; 

Y  asi ,  para  asegurarlos 

Mas,  fuera  acierto  que  hicieses 
Una  dKmosIrjcton  tai, 
Qup  no  fui- I-a  eternamente 
Posible  volver  á  ser 
Amigos  :  vieras  que  en  brete 
Todos  tu  nombre  aclamaban. 

¿Qué  acdoo  esa  fueraf 

GDUT.  [Ap.  á  Ábtalún.) 

Advierte 
ue  deAqmtofel  consejo 
o  admitas  que  le  despefle. 

AÜClTorú.. 

Sobre  injnrías ,  sobre  agravios . 
Sobre  alíenlas,  sobre  muertes. 
Sobre  engaños  y  traiciones. 
Caer  las  aoiaiades  suelen. 
Una  cosa  sola  hay 
Sobre  que  caer  no  pneden ; 
Pues  nunca  caen  amistades 
Sobre  celos  solamente , 
Porque  no  es  nolile  ni  honrado , 


»ie> 


Ya  rendida  la  ciudad. 
Señor,  i  tu  nombre  tienes, 
Y  aun  la  campaüa ,  pues  queda 
Tamar  allá  con  las  huestes. 

Guaniéteanse  las  murallas 
Todas  luego  de  mis  gentes, 
HiéDtras  el  palacio  allano. 

El  cuarto  del  Rey  es  este. 

AMAIJIN. 

No  escape  de  mwefto  ó  preso. 


El  hombre  que  i  la  amistad 
De  qaien  le  dio  eelos  tuelic , 
V  mas  celos  drl  honor, 
Que  es  duelo  que  al  alma  orende. 
Pues  siendo  asi ,  en  ese  cuarto 
Estin  todas  las  mujeres , 
Concubinas  de  tu  padre... 


hnv  cosas  que  no  parecen 
. .  mal  hechas ,  como  dichas. 
En  él  mis  soldados  eiilreu, 

..  .-  gran  pta/.a  las  lleven ; 
Qne  noy  he  de  asombrar  al.mnndo. 
íVanse  laiuldadei  y  Abialan.) 

lOMDta. 

Ea ,  mondongo  m»  fieit,  {Tase.) 

UigilizedbyGOOglC 


kXX. 

AQUITOFEL.CUSAV. 

CDMT. 
|ué  moListr 
rradonaluí 
Tan  lorpe  conseio  dierx! 

AQQlTOrKt. 

1  No  sabes  cuín  pucas  vecvs 
U  dura  raiOD  Je  estado 
Con  la  religioD  coniimie! 
Aqaeato  i  Ta  daracioii 
Desta  eaenilsud  cumpele. 

aaxí. 
Has  compete  i  la  malicia 
l>e  lai  iuientos  aleves. 

AQClIOrEL, 

Mis  JDlentos  loa  leales , 
Paes  asegurar  preleixli-n 
La  corona  en  rey,  que  sea 
Jusl ¡clero  eternamente. 

aii  mas  con  (ales  iiisnltos  . 

jtuDiroreL. 
Sojpechas,  Cusa;r,  ofreces 
l)e  que  esUs  cou  Absal«n 
Neutral. 

CDSAT. 

Desto,  Antes  te  infle r» 
Qiit)  le  quiere  para  re^ 
Kl  qiw  perfecto  le  quiere. 

«OUtTOFBL. 

¿Puede  no  ser  tiranta 
ToUoetlo! 

No,  pero  puede. 
Siendo  tirano  v  pladpM, 
No  ser  tirano  dos  veces. 

{Suena  nido  ientro.) 

ESCENA  XXI. 

ABSALON.-AQLITOPKL,  CU8AY. 

aasALon.  (Centro.) 
Ya  las  puertas  di^rribadas 
Kstiii :  los  soldadi>a  eulreo , 
Y  por  la  calles  <¡  plaias 
A  la  tergüeuna  las  Ileveo. 

;0h  mal  bajan  las  coosejof! 

jtaoiTonL. 
Agradece  i  Dios  que  vuelve  i 
tíue  yo  te  diera  1  entender 
Lon  culnto  riesgo  me  ofendes. 
{Sale  Abtaloit.) 

jQad  es  aquesto!  Qué  dais  voces? 

«ODITOFEI.. 

Es  Cusa;,  señor,  que  quiere 
Enmendar  acciones  tajas. 

Asi  es,  que  como  me  tienes 
Hecbo  consejero  luío , 
A  mi  solo  jiertenece. 


I'iies  entras  i  reinar ,  que  ei 
(lañando  primero  afectos 
De  irtadoao  j  iie  íl 


LOS  (UBELLOS  DE  ABSALON. 
Que  una  monarquía  faudada    . 
Kn  rigor,  uo  permanece , 
Pues  el  mismo  la  deshace , 
Que  Torta lecerlj  qftiere. 

Dices  l>iea ,  pero  ya  es  tarde, 
ñtas  porque  el  tiempo  se  pierde , 
Decidme  los  dos ,  dejando 
Competencias,  «iiué  os  |>arece 
Que  debo  bacer  aliora  jo? 
Jeras  aleo  obediente 
Lstá  i  mis  armas,  mi  padre 
Huido  penetra  } -trasciende 
Las  entrañas  de  los  montes  ; 
;Serl  bien  que  boy  aquí  qneda 
La  ciudad  asegurando, 

0  serl  mejor  (|ue  intente 
Irle  siguiendo  el  alcance? 

kOniTOFEL. 

Lo  que  aconsejarle  debe 
Ul  lealtad ,  es  que  le  sigas , . 
Le  prendas  y  te  des  muirle; 
Y  porque  i  lodo  se  acuda 
A  un  mismo  tiempo  igualmeole , 
Quédate  líi  en  la  dudad ; 
Que  yo  con  alguna  geate 
Le  segair^. 

{Ap.  \  Ob  si  pudiera 
Dar  yo  lugar  i  que  buyese!) 
Séiior,  las  buenas  fortunas 

y  conservar  lo  ganado 

É:s  la  baiallamas  Tuerte. 

Va  á  la  gran  Jcrusalen 

Hoy  supeditada  tienes : 

Si  sacas  la  gente  della, 

11  abrí  dos  inconvenientes  : 

tino ,  que  al  mirar  que  hay  oiéuos 

Que  la  guarden  y  la  cerquen, 

Los  neutrales  podrí  ser 

8ue  i  alguna  facción  se  alienten  : 
tro,  que  si  por  ventura 
El  que  boy  i  David  siguiere. 
En  lo  encambrado  dei  monte 
Un  soto  soldada  pierde , 
Desmajarin  losoemas. 
Si  <ren  qae  al  principio  vuelve 
Con  la  pérdida  menor 
Solo  UD  paso  atrás ;  y  ^vierte 

gue  todo  en  nn  dia  no  cabe  : 
astj  una  lítorla  en  este  :. 
Mañana  podris  seguirle. 

TA  aconsejas  cuerdanKOte. 
No  solo  mi  consejero 
Eres ,  Cusay,  mas  ya  eres 
Juez  de  Israel. 

AQDtTOraL. 

¿  Ese  cargo 
Ofrecido  no  me  tienes? 

lOh  qué  presto,  Aqoitofel  > 
Ejecutarme  pretenues , 
Por  lo  que  bas  hecho  por  mi  i 
Pantuat  acreedor  eres. 

«ODITOrKL. 

Acrédores  reconozco 

Que  al  quitar  y  poner  reyes, 

Podrin... 

1  ABMtOK. 

I              Mañana  hacer  otro  : 
'  \  Esto  ps  lo  que  decir  quieres '. 
Vente  conmigii,  Citsay: 
,  Y  ta,  Aquilofel ,  adviprie 
I  Que  valerse  de  ui 


IÑo« 


(Vonie  .\biat»H  y  Ctuat/.) 


AQUITOFEL. 

É'  Que  esto  escuche  yo  de  qmen 
.sper¿  lanías  mercedes? 
¿Baldones  son  recompensas? 
iQüé  ritturosa,  qué  fuerie 
La  vibora  de  la  envidia 
En  el  coratoii  me  muerde : 
Sin  vida  estot,  sin  aliento  : 
Que  se  me  eclipsa  parece 
El  sol ,  la  tierra  me  huye , 

Y  el  mismo  viento  me  ofende. 
E)  corazón  t  pedazos 
Salirse  det  pecbo  (]uiere , 
Aborreciendo  el  \ivir 
Amando  la  acerba  muerte. 

(Saca  il  etrdel  que  quitó  é  Janattb 

at  deiatarle.) 
Este  iwid  qae  en  el  seno 
Abrigué  (¡ay  de  mi')  me  muerde; 
Que  DO  en  rano  dijo  Teuca 
Que  andaban  estos  cordelt-s 
Buscando  su  dueño  en  mi. 
Ministro  soy  de  mí  muerte; 
Que  pues  ya  no  hay  que  esperar 
De  Absaloii  que  me  aborrece , 
Mi  de  David  que  aborrexco, 
Mejor  es  que  desespere. 
Déme  monumento  el  aire , 

V  la  tierra  me  le  niegue ; 

Que  quien  pendiente  de  un  liondire 
E|i  vida  estar  quiso ,  en  muerta 
Seri  justo  que  uu  cordel 
Le  deje  al  aire  pendiente.  {V<ue.) 

Monle- 
ESCENA  XXIU. 

DAVID,  ADONIAS,  SALOMÓN,  JOAB. 

Esto  es,  seilor,  del  monie  lo  mas  fuerte. 

adonías. 
Kslo  es  lo  mas  secreto  y  escondido. 

Aqui  de  los  amagos  de  la  muerte , 

Si  00  seguro,  espera  defendido.         , 

iQuiéncrérljayinreliiIquedestasnerta 
A  pié ,  cansado ,  solo  y  perseguid» 
David  camina,  de  Absalon  huyendo? 
Salid  sin  duelo ,  lágrimas ,  corriendo. 

ADOBAS. 

Déla  cmdad  miljfentes  han  salido 
Siguiéndute  ,  señor. 

Portodoeliooole  . 
El  número  ei\A  en  tropas  dividido. 

Aquí  i  esperar  y  í  descansar  disponte. 
En  tanto ^ue  nosotros,  díscarridn 
Con  nuestra  diligencia  el  borir.onte. 
Los  vamos  en  escuadras  recogiendo. 

Salid  sin  dnelo,  ligrimas. corriendo. 
Id  pues  i  redueiltos  y  á  traetlos , 
No  |M>rqne  a.iegurarme  yo  pretenda , 
Has  porque  se  aseguren  mejor  ellos 
I  Unidos,  y  el  rigor  no  los  ofenda. 

j  Yo  i  reducilios  voy  y  reconello*. 

,  ADOnf  AS . 

í  Todos  iremos. 

Cada  cii;i1  su  senda 
Elija,  y  vaya  el  monte  discurriendo. 
,    (Vantí  Adtnlt* ,  Stltmen  y  Joab.) 

üigmzíídbvGoOglc 


nA\\D ,  V  deipuet  SBUEI. 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 
I  cCBíi.  Guárdame 

hirbaro  enemigo.  ¡"^  '*  K"^"" 


Se  inaió  i  s 
I  Atisaliiii  la  batalla  lioj  le  preví 

Uue  |>or  nil  di^ile  ajer  Tiié  dllatiila  : 
'  (filtra  li,  uraii  srñiir.  almniii'^  viene 
!  Li  hucsiK  su^a  <le  furor  i 


SaUd  alo  duelo,  TáKrimas,  eorrieui 

¡A)',  Absalon,  hijo  querklu  niio, 

Cmuo  procedes  mal  acDUSejailo '. 

Ho  ItoTO  padecer  tu  error  iui|>ia, 

Hiis  lloro  qoe  iiu  seas  casllgailo  {Tocan  tíeniro.) 

U«  Díu^:  i  él  estas  lagrimas  eniio 

V.n  iiomlirt:  lojo,  iiorque  perüunado  cuf-riHa  vwm 

IJuedes üela ambición, que ieslo  le iu-  .  »»gb«a  xxn. 

(Sííe  Semel.)  ■        [dujo.    JOAB ,  ADONIAS .  SAIX>MON.  -  DA- 
SGMEf.  !  VID.SEMBI. 

¡Mal  baya  quleu  i  padecer  nos  trujo 


Mas  ¡  aj  ile'ml ,  quü  él  solo  retirado 
Ksli  1  ¿Si  bjbrá  uii  voi  acaso  oidot 


La  gente  esií  dispuesta  ya  cu  tres  baces. 


Si,  ñero  no  le  dé .  Seniel ,  cuidado  : 
Kl  dolor  te  disculpa ,  i|ue  baa  tenido,    i         .  ., .  . 
Tienes  raioii;  pern  maldice  al  lia'du,    ¡ 
Kulml.puesquciuculpajonolicsidu,   No, señor : 
Siuo  el  lijdu._  j  xqui ,  lodo 


Huy  bien,  Joali,  endisponrrtas  haces; 
Pues  que  Aiisalon  i  darnos  la  bgtalla 
Viene ,  yo  muriré  d  primero  en  ella. 


¡ConmtBO jconélmedras!    j. 


Tira,  p>Rue  la  pena  merecida. 
Pues  tpedreanne  es  justo  mi  vasallo. 

Contento  no  estaré  ai  oon  tu  vida 
Vengado  de  mis  manos  uo  me  hallu. 


J1»TS0jia,$Í$e  baila 
:  pierde  <^n  petdella. 

SALOaOX 


'  bastimos  para  derendeíla. 

Si  os  veo  peligrar,  liijiis  queridos , 
Nueva  guerra  daréis  á  oiis  sentidos ; 
Pues  si  de  todas  parlrs  considero 
H'S  liijos  en  I.1  lid,  es  ctisa  clara 
,  Que  buen  suceso  para  inl  no  espero, 
{Va».}    Pues  el  braio  que  tira,  el  que  repara, 


ESCENA  XXV. 

CÜSAV.-OAVID. 

COSJtT, 

jQué  haces.inliel.saerll^o  liomicidaf 


¡Ciio 


10;  y  a: 


Wndréíi     .      ..  _ 

Si  cualquier  golpeenntra  mi  se  ofrece. 

Siendo  persona  que  bacc  y  que  padece. 


No hi  pretendas,  .  lujuria  tal. 


...    _  _ii  vista  buyas, 
^  l^ue  palabra  te  doy  de  no  vengarme 
ín  mi  vida  de  ll  v  las  iras  tuyas.  1  «„„,„,„„„,„:„ 

UÍDisiro  eres  de  Dios,  que  a  coligarme  ,  "'"^»"  "'puUc.oi 


Haced  loque  yo  es  diga. 
abokIas, 

esio  afrentas. 


tnvta ,  y  pues  que  son  iuslicio  suyas ,    |  ..  ,  ,    .,  I     WW.'"' 

Ed  mi  vida  de  li  no  be  de  quejarme.     I  <>  qo^  ^1  campo  divides,  Joab  amigo.  I     peleanio. 


persona ;  no  et  despecbo 

lie  la  K<^iiic;  inalirmele  pretenda, 
Qucestoiloalciirazondeaquesteiieiibo, 
OesLos  ojos  la  mas  amada  prenda. 
Mírame  tú  por  él ,  purque  suspeclio 
t}ue  moriré  si  bay  ilguii-u  <|ue  le  ofenda 

Uira  que  de  la  lid  empieía  el  brío. 

Mira  tú  que  Absaloii  es  hijo  mÍo. 

{fmue  Davtd,  Salaaioa  g  Adoniat  por 
un  lado ;  Jeab  u  Cutan  '■"'  *'r0 .  y 
díniro  toeait  cojat :  áate  la  batalla, 

■ ,  y  baten  loi  loldadot  de  David.) 

ESCENA  XXVIL 

ABSALON,  d  eaballa;  soldados  sutos. 

ABSAI^H. 

Fugitivos  israalilas , 

Que  en  los  lilrbarM  desiertos 

De  los  montes,  amparáis 

Uiia  vida  que  aliorreico , 

Salid,  salid  A  lo  llano. 

Que  la  batalla  os  presunto, 

Porque  vasallos  dos  veces 

Seáis  de  mi  sanipre  y  mi  esfuerzo. 

Decid  i  David  mí  padre 

Que  no  ba  de  dejar  de  serlo, 

Siguiéodole,  por  hacer 

Mas  grande  mi  atrevimiento ; 

Qua  si  se  acuerda  de  cuando 

Era  joven, y  en  su  pecbo 

lluran  algnnas  reliquias 

De  aquef  pasado  ardimiento , 

Que  no  se  esconda  de  mi, 

gue  en  la  caropaüa  le  espera 
ira  afrentar  con  su  uiueru 
La  corona  y  el  im|ierio 
Decid  que  traiga  sus  hijos 
Consijfu,  pon|UC  en  muriendo 
El  i  roisniaiius,  acabe 
De  una  vex  cou  lodos  ellos, 
i  A I  arma ,  soldados  mios ! 
V  i  lus  trali;idos  encuentros. 
Gima  la  ¡ierra  oprimida, 
brame  fatigado  el  viento. 
{Túcan  clarineiji  taja»,  y  te  da  íapa- 


ülme  túabora,amígp,  iquéliapasadu?    ''-"  tres  trozos,  j  asi  esperar  intentas,  | 

rualT  ^^  '^'  """•  *l''say  y  Cusaj  los  01" 

'^"^"-  Uegid. 

I  (Toeanián  clarín  dentro.) 


Que  ya  en  Jenisaleu  s( 


TODOS  LOS  SOLDADOS. 

Guerra,  guerra! 

DNOS. 


¡Ojati  del  mundo  fuera 
JeriAalen  metrópoli  eminente, 
porque  de  todo  el  mundo  si'ñor  fuera 
Hi  Absalon,  coronando  la  alta  frente  1 

Tan  larde  ser  amigo  tuyo  espera ,  | 
Que  al  culto  de  tu^oiior  roasrevereate 
Se  atrevió,  pues  violando... 


Va  el  clarín  suena. 


¡Viva  David  I  que  es  rey  ni 
;  Qué  miro  1  allí  un  esctradron 


le  el  monte  tenia  ei 


is  nuestros : 


No  prosiga! 
Y  si  es  lo  que  imagino ,  nu  lo  dinas  : 
No  lo  quiero  saber,  porqiienoquiero 
Qnee<doloridectr(¡aybios!)nteobl 
Alguna  maldición;  puesaanespero[guc  ^ 
Que  el  cielo  le  perdoiie.y  no  castigue. ' 


Nos  retiremos. 
Hijos ,  venid. 

i  Qué  asi  eíicerramos  quieras!  |a'iójle  través,  j  bace 

^  '  "'"■  notable  daño  en  los  iiu< 

-  DAVID.  Acudiré  á  socorrerte. 

La  iMtalla  darin  nuestros  caudilLjs..  O  tú ,  d«  (Ierra  y  de  vient», 

ADO.ttAS.  Urulo  velón,  iiue  bas  nacido 

¡Qué  injusta  pretensiiin,  Joab,  esperas !  finsiruo  de  los  elcinentos , 

{Dentro  clarín  y  eaiat.)  U°"^l  '."„  i.?!"'..'^  '"1*" 

Ya  bélicos  acenlosi  para  oillos 


Joab! 


ya  se  mirju  las  banderas.    (Oenlro.)Mii  ¡avde  mi !  desboca.lo . 
DAVID.  Sin  obedecer  al  Irene, 


Por  Iu  espesura  se  entra 
.   De  las  encinas,  que  en  medio 
Se  me  punen.  |Ay  deml! 
'  ¿Qué  es  esto,  cielos,  qué  es  eslof 
;  Ay  Dios!  mitigue,  Pnes  que  mi  honor  le  lio,    Que  en  las  copadas  encinas 

S«Bor,  Toesira  justicia  «u  castigo.  Advierte  que  Abstüon  es  bijo  mío ;       :  Se  me  enredan  los  cabellos. 


Señor... 


dbvGooglc 


SOLDADOS.  [Dentro v  fuera) 
;  Guerra,  Eoem! 

CAOS.  (Denfro.) 

¡Absalon  viTtl 

¡Viví  Datid!  que  es  rej  nue»lro. 

No  sigas,  Joíb,  el  alcance, 
Sin  que  le  pare  el  porleiilu 
(fuelle  visLu  eo  aqueste  monte. 

i  Qué  bas  visto? 

A  Absalon  pendiendo 
De  sns  calx'llos  asido , 
Teniendo  por  iiülrijef  viento. 

Puessi  le  viste,  iporqné 
No  le  airaicsasle  el  pacho 
Con  una  lanza?  Tuvieras 
De  mi  inumerables  premios. 

Por  lodo  el  oro  del  mundo 

No  le  locara  en  un  pelo; 

Que  es  hijo  de  mí  re^,  j  él 


LOS  CABELLOS  DE  ABSALO». 


ntnpiite  del  monte. 


Nosm 


iú  é  ludo,'  lo  uiesmo. 


n  Inuaielud 
De  k)  restante  del  reino. 
La  justa  ratón  de  eslaclo 
No  se  reduce  *  preceptos 
De  amor  :  yo  le  lie  de  malar.— 
Desvanecido  mancebo , 
Muere,  «noque  el  Rl'í  me  mandó 
Que  no  te  locase. 

[Éntrate  por  el  manir  en  aelllud  de  i, 
rar  una  lapta  :  liguen  fe  todet.) 

AIlSALON..(üeNlro.) 

■¡ky  cielo! 
JOAü.  (Dentro.) 
Aun  está  vito  :  dadme  olra. 
lie  Israel  Kareiso  helio , 
Uuere  en  el  a^re. 

ABStLo:i.  {Dentro.) 
I  Ky  de  mi '. 
lOAB.  (Dentro.) 
Aun  con  dos  no  esioj  contento; 
Tres  son  las  qne  contra  ti 
He  manda  Uaudjr  el  cielo ; 


Iré  i  sepnlunne  viva 

En  el  nias^scuro  centro. 

Donde  se  ignore  si  vivo , 

Pues  que  se  Ignora  si  muero.    (Vom.) 

Y  yo  también  di'sde  lioj 


ABSALON,  pendiente  de  tin  drbol  por 
lo*  cabelloi .  coa  tret  lanxai  atrate- 
tadaí;  JUAU,  CUSAV,  «oldiduü. 

ADSALon. 

Yo  muero 
Puesto ,  como  el  cielo  quiso, 
Kii  alio  por  los  cabellos. 
Sil)  el  cielo  y  sin  la  lierra , 
Entre  li  üerra  j  el  cielo.       (Muere.) 

Israelitas,  suspended 
Los  repetidos  acentos, 
V  venid  todos,  venid 
A  ver  un  raro  portento. 

ESCENA  XXX 

TEUCA,  SEMEI,  JONADAB.  —  DiCHOt^ 

¡  Que  especUcolo  lau  triste ! 


Bellotas  de  aquesta  encina 

No  comeré,  aunque  soy  paerco  : 

Diré  le  el  suceso  al  Be;. 

Como  sí  fuera  muy  bueno. 

¿Qué  va,  que  aunque  vo;  despacio, 

i;ou  esta  nueva  voy  prestoT      (Vo« 

ESCENA  XXXI. 


Crueles  hijos  de  Israel , 
j,Üué  esltts  niiraudo  suspensos^ 
Aunque  merecido  tengan 
ts«  castigo  los  hechos 
De  Absalon,  ¿i  qnjéu,  i  quMo  , 
Va  no  le  enieruece  el  verlo? 
Culiridle  de  hojas  y  ramos. 
No  os  deleitéis  «i  suceso 
De  una  tragedia  tan  triste, 
Ue  un  casillo  tan  tunetloj 
Que  yo,  por  n-i  ver  jamas, 
NI  aun  lus  iionios  del  viento , 


DAVID.  (Dentro.) 
I  Ay  hijo  mió,  Absalon ,     . 
No  lucra  yo  iotes  el  muerto 
Que  tú! 

Llorando  DatSd 
Viene:  de  mirarle  tiemblo. 

Yo  también ,  qne  cometi 
Contra  él  tan  gran  sacrilegio. 
jsalen  David,  Adoníat  g  Salomo».) 

Señor... 

Joab,  Dada  me  digas , 
Va  sé  que  vencedor  quedo... 
Tuda  la  victoria  diera 
De  una  vida  sola  en  precio... 
—Semel,  i  til  estabas  aqnlT 

SEMEl.  (De  rodUlát) 
Yo,  señor... 

Alza  del  suelo, 
No  temas.  Terrible  Joab, 
Huchas  victorias  te  debo  : 
No  le  puedo  ser  ingrato, 
Hiéoiras  viva  te  lo  ofrezco.— 
Tú  maldiciones  y  piedras     (A  Semel.) 
Contra  mi  animaste  liero  ; 
Palabra  de  no  vengarme 
En  mi  vida,  te  di,  es  cieno, 

Y  aunque  til  arrojando  lanzas , 

Y  lú  piedras  esparciendo , 
Los  oos  me  habéis  ofendido , 
Vo  os  perdono...  no  me  vengn. 
Salomón,  lo  qne  hait  de  hacer 
Te  diri  mi  testamento... 

Y  ahora,  no  alegres  salvas , 
Roncos,  si,  tristes  acentos 
Esta  victoria  publiquen , 

A  Jernsalen  volviendo , 
Has  qne  vebcedor,  vencido ; 
Teniendo  aqni  Bn  con  esto 
Lo»  oabeUot  de  Abiaion. 
Perdonad  sus  muchos  yerros. 


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LUIS  PÉREZ  EL  GALLEGO. 


LUIS  PÉREZ. 
MANUEL  MÉNDEZ. 

DON  ALONSO  DE  TORDOYA. 
JUAN  BAUTISTA. 
EL  ALMIRANTE  OG  PORTUGAL. 
PEDRO,  fi^uiUu. 


PERSONAS. 

LEONARDO. 

ISABEL.  A^rtMiM  d«  lult  Pern. 

DOOa  juana,  dama. 

DOSA  Lt£ONüR,  dawM. 

CASILDA,  criada. 

Un  CORREGIDOR. 


Un  JUEZ  PESQUISIDOB. 
Algdacilei. 

SOLDAMM. 

Gwnt. ' 


La  wew»  JMM  e»  Salvatierra ,  e»  m  iimediadoiut  y  «n  la*  áe  Sanlúear. 


JORNADA  PRIMERA. 

Sili  M  li  ^IiU  te  Liii  Pa«t,  jMto 


LtilS  PÉREZ,  con  ¡a  daga  detaudo. 
detra*  de  PEDRO :  ISA8EL  r  CA- 
SILDA, éettMiéitd^U. 


Por  fWgar,  ingrau,  en  ¿1 
Lh  o^iaa  qae  baj  eo  U. 

No  te  entiendo. 

Deja ,  pnes , 
Qae  rotte  i  qnien  me  orendió , 
Alere    bermana ;  que  jo 
Me  declararé  después 


Cuando  formas  ra  mi  dafio 
Hiqufnat  y  prenumpcionea , 
Anuque  eilraHo  tus  accíouei, 
Haa  loa  raxonps  extrafio. 


Y  dlcet  bien,  la  enem^, 
Pae«  el  acero  que  tea, 
BaKado  qulit  algm  <fla 
En  la  •aiq;r«  Ufa  j  mía, 
Pondrl  00  agriTle  fc  uto  pM 


tana,  {Áp.) 
I  En  tanto  qne  quien  meM 

Pti  eo  la  ajena  pendencia 
I  Lleta  lo  peor,  ta  ausencia 
I  Me  taiga ;  nne  tosente  jo 

Deste  soberbio  tirano , 

Seguro  resistirí 

Con  fuga  de  guardapli 

La  daga  de  guardamano. 

Adiós,  patria,  qne  es  fonoM 

No  voUer  i  verte  mu.' 

LV». 

Pedro,  oje  :  puea  que  te  vis 
Mas  libre  j  mas  lenturoio 
Que  10  traicioD  mereciú , 
Advierte  que  desde  aquí 
Te  guardes  siempre  de  ni ; 
Porque  si  por  dicba  jo 
De  aaui  I  mil  afioa  te  veo 
AI  cabo  del  mondo ,  tlU 
No  esUs  seguro  de  nd. 

Yo  [q  oigo  t  To  lo  creo , 

Y  de  la  deflDltiva 

No  apelo,  qoe  la  coosieolo. 

Y  en  cnanto  A  m  cumplimlealo , 
Pnei  me  permite*  qoe  viva 
Anseote,  digo  qae  iré. 

Por  complacer  tus  deseo* , 
A  vivir  entre  pigmeos. 
Hajor  vengtnu  no  ti 
Qoe  i  los  agratioi  ae  deba, 
Qoe  es,  tinjendo  de  tos  maaoi , 
ir  i  vivir  entre  eoanoa 
Un  desterrado  hijo  de  Eva. 

{Yete,  teo*  a  Catada.) 


LUIS,  ISABEL. 

Ya  se  tti¿  :  Rolo  bas  qoedado 
f^oDmigo ,  V  be  de  saber 
Oné  causa  lleicó  i  tener 
To  deseo  6  to  cuidado. 
LUIS. 

Hermana...  ¡Pliqniera  i  DIot 
Qne  uDDCa  mt  beniiana  fueras, 
Poroue  al  Moer  no  pusiera* 
nudo  eolre  los  dos  I  — 

trú  pienssi  que  de  iRsorule 
eVitioT  disimilado. 
He  conoado,  be  callado 

ILos  exlrenoa  de  nu  uñante 
Qoe  le  sirre,  t  qw  pretende, 


No  solo  mancbar  la  hoaor. 
Sino  la  aaogre  y  nior 
Qne  de  ios  padre*  tkaciendeT 
Pues  DO,  IsalKi.  do  be  sufrido 
Esu  ofeosa,  este  desprecio 
De  inadverlido  j  de  Dedo, 
fAoo  de  cuerdo,  advertido 

Y  pradeole,  por  medir 
Mi  aenijmieqio  mejor; 

8ue  tos  celos  del  booor 
oa  vei  ae  bao  de  pedir. 

Y  sopoesto  qoe  ba  de  ser 
Uua  ves  solo,  j  qoe  est^ 
En  la  ocasioD,  solo  bor 

Mi  sentimiento  be  de  bacer 
Público :  poretlo,  bermana. 
Sabe  boj  de  mi  que  lo  a« ; 

Y  si  00,  JO  lo  ÜTé 

De  otra  manera  mariani. 
Juan  Bantisla  ea  qpiea  desea 
Pavores  tnjos.— Sospecho 
Que  no  baj  valor  en  su  pecbo 
Para  qne  tu  esposo  sea. 
Esto  basta  qae  le  diga 
Por  abon  eT labio  mío. 
Por  no  decir  que  es  jadío. 
Este  cuidado  me  obliga 
A  salir  de  Salvatierra ; 
Qoe  DO  fué  en  vano  el  ven^ 
A  nuestra  quinta  I  vivir 
La*  ealraHas  de  uoa  tierra ; 

Y  aoD  aquí  do  etloj  s^oro. 
Pues  con  aquese  criado 
Etle  papel  te  ba  enviado. 
Por  cuja  ocasión  procuro 
Darle  muerte.  Tfi  Ilegasle ; 
Cidérlco  declaré 

Lo  que  bi  tanto  que  callé  : 

Hsbéricl»drclM)baEle 

Para  que  luja  alguna  enmienda 

Deste  amor  entre  los  dos ; 

Porqnp  si  no,  ¡  vive  Dios, 

Qoe  si  llego  é  que  él  entienda 

Que  es  le  recelo  be  tenido 

Y  qne  no  lo  be  remediado, 
Que  loco  j  desesperado , 
Colérico  j  atrevido , 

Le  ponga  ji  su  casa  fa^o , 
Quitanita  i  la  luqulsiclon 
Ese  trabajo  I 


De  bombre  colérico  t  ciego 
Tn*  raiooes,  poei  1  mi 
(Sin  prevenir  su  djscalpt) 
■o  baces  dueBo  de  la  culpa 
Qm  no  tengo. 


,t,Z..MLyGOOglC 


Como  caalqulen  mujer 
Hace  ulelí  i  los  daíi«s . 

ge  ea  lisonjeros  enunñus 
uia  DDesiru  parecer. 

Dijeras. henn»na,  bien, 
Y  esa  disculpa  lo  Tnera , 
Cuando  e)  pap«l  on  me  diera 
Color,  é  Indicio  también, 
Deqaeiü... 


COMICVIAS  DEDOn  PEDROCALDERON  D 
¡  V  (¡aé  causa  os  ba  Iraldo 
Aquí,  j  qué  os  ba  sucedMo 
Kn  PorIDgal ,  me  tendréis 
Cuiíl adoso;  j  aunqoe  sea 
!  Dem;isiada  ejecución 
i  lili  la  nrimera  ocasión 
i  Salierlo,  lanío  desea 
I  l'a'llr  vuesiro  Hiilimienlo 
I  Mi  jiecho,  qiK  me  ha  obligado 
'  A  salir  desle  cuidado. 
(Qué  leñéis? 


Calla,  que  ba  sl<In 
Hacho  apurar.  iQné  me  quieres , 
Luis?  Considera  que  eres 
Mi  hermano ,  no  mi  marido; 
Y  uo  siéndolo,  si  Tueraa 
Cuerdo,  en  aqnesia  ocasión 
Cualq alera  satisfacción 
Estimaras  j  admitieras ; 
Porqoe  es  melur  eDgañlIM 
"■■' 1  puede  remediar 


[il  dafio,  que  no  espera 
I  que  llegue  i  declararse 
Del  Indo.  To  so;  to  benpana, 


Hls  obligaciones  sé  : 
Hoj  digo  esto,  <r  lo  diré 
De  otra  manera  maltana. 

Dices  bien,  paes  mejor  fUpr*. 
Con  cautela  ó  coo  engaho ,' 
Que  disimulara  el  daBo 
La  satisfacción  primera. 
Voló  erré:  ya  de  or 


Un  gallarda  portagues 

Que  i  nuestra  quintaba  llegado, 

Pregunta  por  tí. 

LUIS. 

(Ap-  Cuidado. 
Disimulemos.)  Dt,  pues, 
Que  entre. 
(VoM  Cata<h,  y  tale  Mantiel  Mettdtt.) 

Si  mas  lardara , 
Lub  Pérez,  esta  licencia , 
Mi  deseo  ó  mi  impaciencia 
üiro  Instante  no  esperara. 

Mil  leces,  Manuel ,  me  da 

Los  bracos  ¡  que  el  nudo  fuerte, 

Aunque  le  rompa  la  muerte. 

Desatarle  no  podrí. 

¿(}ué  buena  veulda  es  esta? 

i  Vos  en  Salvatierra  ! 


Y  el  haber  llegado  aquí 
Machos  cuidados  me  cucf 

Y  peligros  de  la  vida^ 


Hasta  saber  qué  tenéis. 


Va  os  acordaréis ,  Luis  Pérez , 
(Si  no  es  que  la  ausencia  ha  bech" 
Su  oBcio  en  vuestra  amistad) 
De  aquel  Tenluroso  tiempo 

«ne  mi  huésped  en  Lisboa 
ivtBteis,  por  los  sucesos 
Qne  de  Casulla  os  llevaron 
A  honrar  mi  casa...  Mas  esto 
Ko  es  del  caso  :  ahora  en  el  mió , 
A  lo  que  importa  lleguemos. 
Va  os  acordaréis  tamliieo 
De  aquel  venturoso  empleo 
Que  tUTO  dénito  de  ni 
Cautivo  rof  eoieiidimieiito. 
No  tengo  que  encarecer 
De  mi  pasión  los  extremoc  : 
So;  portugués ,  esto  l>asie , 
Pues  todo  lo  digo  en  esto. 
Doña  Juana  de  Henéses 
Es  el  adorado  dueño 
Do  mi  vida ,  imagen  bella , 
r.n  cnyo  encarecimiento, 
Torp    ■  - 
Uuiii 

Por!..     ,, 

SacriHcio  el  Amor  n 
Por  Ídolo  de  su  altar. 
Por  Imigen  de  su  templo. 
Amantes  tiiimos,  nnes , 
Dos  años  en  el  sosiego 

?ae  una  voluntad  premiada 
ive,  sin  tener  mas  celos 
De  su  divina  hermosura 
Qne  aquellos  no  mas ,  aquellos 

8ue  bastan  i  disperlar 
on  un  temor ,  con  un  miedo 
La  voluntad,  pero  no 
A  matarla  con  desprecios.' 
Con  estos  celos  vivia 
Has  amante  j  mas  contento , 
Porque  sin  celos  amor. 
Es  estar  sin  alma  un  cuer|<o. 
¡Mal  haya  quien  luio  nunca 
Por  medicina  el  veneno , 
Quien  entre  blandas  cenizas 
Despierta  el  oculto  fuego. 
Quien  ponxoiloso  animal 
Domestica,  quien  soberbio 
Se  engolfa  i  sulcar  el  mar 
PotsoIo  entretenimiento, 
y  mal  haya,  en  Un ,  quien  hace 
Burla  de  sus  mismos  celos! 
Pues  ese  el  veneno  prueba 
Qne  despncs  le  deja  muerto. 
Pues  ese  el  ispid  regala 
Que  después  rompe  su  pecho. 
Pues  ese  el  cristal  adula 
Que  es  después  su  monumento, 
Porime  al  Da,  los  celos  son. 
Ya  declarados  los  celos. 
Mar  soberbio ,  fuego  airada , 
Áspid  vil,  dulce  veneno. 
Fué  la  ocasión  de  los  raios 
Un  bizarro  caballero . 
Galao,  valiente,  entendido. 
Liberal ,  prudente  j  coerdn; 
Que  JO  no  vengo  en  su  honor 
Mis  penas ,  aunque  las  vengo 


E*  matar  con  el  acero , 

V  otra  oleoder  con  la  lengua  : 

Y  asi ,  de  mi  Minea  creo 
Que  le  tengo  mas  seguro , 

I  Que  cuando  auséntele  teugo. 
'  Esie  caballero,  en  ña 
I  (Dejando  locos  rodeos 
'  De  imposibles  pretensiones 
'  Conm  BU  honor  j  re«peto). 
La  pidifi  ai  padre.  No  or  -"— 
I  ,p —  j..i 


lichoen  soki  es 


En  SI 


'  Hechos  iban  ios  conderios. 

Llegó  de  la  boda  el  dia... 

Dijera  mejor  (¡ay  cielos!) 

De  su  muerte ,  porque  junlii 

Bodas  j  exequias  hlcierou , 

Mezclando  lutos  v  galas 

Su  tiUmo  T  monumento  : 

Porque  apenas  prevenidas 

Los  amigos  j  los  deudos 

Estaban,  y  ;a  la  noche. 
L  Tendiendo  so  manto  negro, 
I  B.ijó  mas  llena  de  horror , 
:  Cuando  temerario  entro 
.  Fm  su  casa  .  j  entre  lodos, 
I  Desesperado  ;  resuelto. 

Busqué  al  novio,  i  quifu  hablaron 

La  mano  ;r  la  lengua  i  un  tiempo. 

Aquella  dijo  :  'Yo  soy 

De  aquesta  hermosura  dueño;» 

Y  esta  de  dos  pnSaladas 

Le  dejó  en  la  tierra  muerto. 
Imitando  trueno  ;  rayo 
El  puilal  con  el  acento. 
Dando  mi  acero  la  lumbre, 

Y  dando  su  voi  el  trueno. 
Allmrolironse  todos, 

Y  yo  entre  todos  dispuesto 
A  reüir.  no  por  vivir. 
Sino  por  matar  muriendo. 
Cogí,  sallen  dome  altivo 

( Que  entre  el  mido  j  él  estruendo 

Ño  fué  muy  dilicntloso), 

A  Doña  Juana ,  i  quien  luego 

Puse  en  un  caballo...  Mal 

Digo,  en  on  alado  viento. 

Tan  veloi.,.  Mas  ¿para  qué 

Su  líjereza  encareico. 

Pues  basta  decir  que  fue 

Tan  obediente  y  lijero. 

Que  me  parecía  velnx 

A  mi,  con  venir  huvendo?      . 

La  raya  de  Portugal 

Pasamos ,  y  ya  en  el  suelo 

Castellana,  saludamos 

So  liírra.  que  es  nuestro  puerto. 

A  Salvatierra  venimos. 

Seguros  de  que  hallaremos 

En  vos  amparo.  Luis  Perex. 

A  vuestros  píes  estov  puesto: 

Amigos  somos  los  dos,  {DeradilUn 

y  amigos  tan  verdaderos. 

Que  1  nuestra  amistad  le  debe 

Liminas  de  bronce  el  tiempo. 

Hospedad  i  un  Infelii, 

Ño  tanto ,  amigo,  por  serlo. 

Como  porque  a  vuestras  pbntas 

De  TOS  se  vale  (qne  es  cierto 

Sue  es  obligación  que  debe 
n  noble!,  y  si  no  por  esto. 
Por  uua  oama ,  á  quien  yo 
En  esa  alameda  dejo, 
A  la  orilla  de  ese  no; 
Porque  hasta  hablaros  y  verot, 
No  quise  qne  ella  viniese 
Conmigo;  y  ahora  viniendo 
A  buscaros ,  de  on  criado 
Supe  que  en  es  le  desierta 
En  esta  quinta  vivii, 


dbvGooglc 


D«n4e  i  >ncs(rm  brazos  llígo 
Agriileciilo,  obligado, 
confiado,  satisfecha . 
TeniPTOSo,  penegaido 

Y  enamorado.  No  (laeclo 
Pasar  de  aqui :  que  pues  dije 
hnatoonido ,  vocreo 

Qtie  s«  me  <teW  el  h\OT 
Uk  justicia  j  de  derecho. 

Tan  ofendido  he  quedado 

De  escuchar  los  cumplimieiilos 

Con  que  me  habláis ,  Manuel  Méndez, 

goe  estoy  por  no  responderos.  ■ 
ara  decirme  :  «Luis  Pereí, 
Vn  hidalgo  dejo  mneno , 
Conmigo  traigo  una  dama 

Y  á  vuestra  casa  me  teagoi, 
iV.r»  meoesler andar 

Por  frases  j  por  rodeosl 
Uan  i|Uiero  enseñaros  ;o, 
Dejando  encarecimientos. 
Del  modo  que  habéis  de  ^ibtar  : 
Escuchad,  Manuel,  átenlo. 
Vengáis  á  esta  vuesira  Cksi 
por  muchos  años  y  buenos , 
Adonde  seréis  servido ; 

Y  asi,  volved  al  momento 
Donde  esa  dama  dejáis, 

Y  traed  I  a  donde  creo 

Que  esté  segura  y  líuatosa ; 
Que  yo  en  la  quima  me  quedo, 
.  Y  no  s.ilgo  i  recibirla, 
Porque  1.0  sá  cumplimieolos , 
y  quiero  quedarme  aquí 
A  prevenir  lodo  aqnello 
Que  i  su  ser» icio  contenga. 

Dejad  que  otra  vez  el  pecbo 
Agradecido  os  conozca 
Por  ainigo  verdadero. 

Aud3d,seBor,  queestlri. 
Viéndose  en  extraño  suelo. 
Con  cuidado  esa  señora , 

Y  no  es  justo  deteneros, 

(Vate  Slarmel.)  . 
Isabel. 

ESCENA  tr. 

ISABEL.  -  LUIS. 


íQn^  es  lo  qne  qnieresT 

Decirte  que  si  algún  liempo 
Te  ba  merecido  ral  amor 
■  Alguoagradecimlenlu, 
El]  esta  ocasión  lo  muestres. 
Deja  el  enojo ,  y  no  demos 

8ue  decir  i  los  eiirafios; 
ne  para  todo  hibri  tiempo. 
Porque  has  de  saber  que  eu  casa 
Unos  huéspedes  tenemot, 
A  quien  debo  obHgMloDes, 
Y  pagirselai  pretendo. 
I  Hinnel  Headei  vleoe  aquí 
'  Consumnjer. 

En  aquesto 
T  en  todo  le  serviré. 

{Dentro  ruido  de  etpadai.) 
Has,  ¡vilgame  Dios!  ¿Qué  es  eslof 

I  NoUble  raido  de  innas 


Ltns  pere;  el  gallego. 

ESCENA  V. 

ALGUAcri.ES.  —  Dicnos. 
«LGitAClL  1,°  {Dealr».) 

0  preso  6  mnerlo 
Le  hemos  de  llevar. 

ALODAaLa.MO"'»-) 
BnTWio 
Le  seguimos. 

ISJkItL. 

lili  veo 
Vn  hombre,  que  eo  dd  caballo 
e  de  muchos  huyendo. 
ALGDACiL  I.*  IDealro.) 
Tiradle. 

{Diiparan  dentro.) 

1  Vllgaie  Dios  1 

¿Qué  mér 


Antes 

Fué  mas  téllce  el  suceso , 
Porque  las  ardientes  balas 
A  sola  el  caballo  hirieron. 
Sangriento  queda  eo  la  arena , 
V  en  pié  el  caballero  puesto . 
Defendiéndose  la  vida , 
Hayos  esgrime  de  acero. 


DON  ALONSO. 

¡Cielos! 
Amparad  i  un  desdichado, 

Sue  ya ,  rendido  el  ulieiiio , 
esfallece. 


No  me  puedo  detener 
A  contarlo ;  solo  os  ruego , 
Luis  Pérez ,  que  me  amparéis ; 
"ne  por  lo  que  dejo  hecho. 

Je  imporli  en* " ■'' 

\¡a  Portugal. 


ir  esta  tarde 


Puesboen  pedio, 

:s  el  generoso  esñierio.         (Yante.) 

Paso  estiecbü  eatn  dos  eninencias. 

ESCENA  TIL 

.LUIS,  DOK  ALONSO. 

'  Cerca  esti  la  puente  ya 

Drse  rio ,  üouoe  vemos 

IJue  se  dividen  Castilla 
I  V  Portugal  :  si  entráis  dentro , 

Segoro  estaréis  de  cuantos 

Osslguf ^- 

Eo  lo  ei 


En  el  valor  de  esos  brazos 

Bastante  muralla  dejo, 

Qne  me  deOeuda  la  vida  : 

La  vuestra  guarden  los  cielos.  (Vate.) 


Por  aquesta  parte  fué. 

LOIS. 

pues ,  señores ,  ¿qué  e>  aquestoT 
íA  quién  buscáis  f 

coaUítGiiioa. 
Don  Alonso 


Va  estar!  cerca 
De  la  pDHite,  porque  el  viento 
Pienso  que  le  dio  sus  alu. 


Deteneos. 
CORRCGlIiOli. 

¿QoéesdetNiermeT 


CorreRldor,  ya  habéis  hecho 
La  diligencia  que  os  loca  : 
No  sigáis  a  un  cabaüero 
Tan  lo ,  porqne  la  justicia 
Ño  ha  de  eiteiidpr  el  derecho 
Qoe  tiene,  todas  las  veces. 

cONneciDOR. 
Qnedlrame  I  resfionderos. 
Si  no  pensara  alcanzarle. 

LUIS. 
Escuchad ,  señor. 


LUIS. 

SI  conveniencias  t  ruegos- 
Ño  bastan  i  hac^r  con  vos 
Sue  no'  sigáis  ese  iiiienio , 
uando  por  fuerza  lo  hijiais 
No  leodré  qué  agradeceros. 

COHIIEGIDOR. 

¿De  quésaerieT 


Porque  ya  i 
A  defeuder 


A  cuchilladas, 

.—    -  una  vez  dispuesto 

A  defeuder  esle  paso.  , 

He  de  cumplirlo  resuelto. 

I  Vive  Dios ,  que  ningún  hombre , 

be  cuantos  presentes  ven , 

Ha  de  pasar  desia  raya  '. 

(Hace  una  raya.] 

CORHEGIOOR. 

Haladle. 


Huera  Lula.PeTet. 


,zodb,LoOgle 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CáLDERON  DE  LA  BARCA. 


Gilliau,  vill: 
Ctoalla ,  asi  i 

(ReUraloi  á  cucMUailat.) 

*L«ii*aL  1.°  {Dentn.) 
Herido  estoy. 

ALGUACIL  9.*  (Dentro.) 

Du  altmtAi  i  la  orilla  de  oí  iíb. 


DOSA  juana  t  MANUEL. 

Nnnca  me  ha  parecida , 

Manuel,  que  a  lus  UneMS  be  debido 

Oua  major  que  aliura 

En  Teñir  Ua  apriesa. 

Hl señora , 
Amor  que  solicita 
Mis  doriH,  imposibles  &dUu. 
No  iXegai  i  Salvatierra ; 

Soe  en  las  entrañas  desta  ocalta  sierra 
alié  lo  que  bascaba. 
Ka  una  cau  de  placer  estaba 
U^Pereí,  un  amigo 
Cujo  valor  ofendo  si  le  digo. 
Aqal  rife  cODteolo, 
V  parMe  que  i  nuestro  peosaroieaio 
El  cuoseio  ba  pedido, 
Poe*  aqnl  Duesiro  a  mor  mas  escondido. 
No  enlrundo  en  Salvatierra. 
\MTk  mas  seguro  eo  esta  lierra. 

Hanael,  qnien  tía  dejado 

Patria,  padre  ;  honor,  jen  este  estado 

A«D  vive  agradecida 

De  que  le  queda  que  perder  la  vida 

Por  U,  oada  desea,. 

SÜM  qne  sola  esta  mootaBa  sea 

Templo  de  ta  flaeza , 

VencieBdo  i  sn  Brineza  mi  flnnesa. 


DON  ALONSO;  d«un>M ,  alcdacti 
-  DORA  JUANA,  HANUBL. 


lAdtede  mi  destino 

■e  lleva,  sin  coosejo  j  dn  camino. 

Por  aquesta  alameda , 

Kn  que  el  cielo  un  a1ivi< 

Ano  el  alii'iilD  mío 

Ta  bita, ;  ;a  rendido  desconno 

De  qne  pueda  liltrarmc. 

Cansado, en  este  suelo  hede  arrojarme. 

iHnenosojliAjrdemüiVilgameelcíelo! 


Es  verdad,  adleoelsnelo 
Rendido  nn  caballero 
Bati,  en  la  mano  el  desmayado  acero. 
Lo  que  es  sabrí.  Señor  ;estiis  berido? 
lUegáHdcM  á  Don  Átomo.) 

Galrdeoa  el  cieto,  hidalgo,  qne  no  ha  si- 
Sioo  cansancio  solo ;  ya  me  aliento. 
Oiden  presumió  parejas  con  el  viento, 
Bny  desmayado  vate , 
T  ti  ea  en  «1  qttftn  tal  estreno  bace. 


El  tnimo  es  valiente, 
No  desmaye. 

AtcDiciLa.  (Detitro.) 

Tomad,  tomadla  paenie,' 
Porqae  escapar  no  pueda. 

Mayor  desdicha  es  la  que  me  queda. 
j,Oa¿  be  de  hacer!  que  esta  gente 
Esla  que  mesiguió, que  aunque  valiente 
Un  amigo  me  guarda 
Lasespaldas,ya  el  verlos  me  acobarda. 
Porque  tenso  por  cierto,       [muerto. 
Pues  siguiéndome  vienen ,  que  le  bau 

ESCENA  XL 


ba  cerrado  i 
Par»  mi.  Esta  espesura 
Seía  de  mi  cadáver  sepultara. 

¡  Litii  Pereí!  pues  iquí  es  eatoT 

Cnadesdicbaenqueelvalormebapaes- 
Por  librar  1  un  amigo  [ta, 

De  la  muerte. 

Conmigo 
Y»,  Luis  Perei,esiai9;  muramos  Jautos, 
Pues  de  amistad  y  amor  somos  Irason- 

DO;!  ALONSO.  [tOS. 

Quien  cnlpa  tiene  y  de  U  cansa  es  daeBo, 
También  sabri  morir. 

LDII. 

En  grande  empeño 
Estoy ;  mas  esto  es  siempre  lo  primero. 
Manuel ,  oíd.  Li)  qne  rogaros  quiero , 
Es,  que  en  defensa  mia 
La  es|)ada  no  saquéis  aqueste  dia ; 

En  verla  uese  brasa  defendida. 
Me  va  el  honor  en  veros  en  mi  ausencia 
En  mi  casa  :  mirad  la  diferencia 
De  la  vida  al  honor. 

Yo  nS  os  entiendo. 
^  oa  vienen  1  buscar,morÍr pretendo, 
j  Bueno  Riera  que  os  viera 
lleñír,  y  que  la  espada  me  tuviera 
En  la  cmta  envainada! 

doSa  joaiia.  {Ap.) 
(Adunde  habrl  mujer  masdesdichadaT 

ALCUACIL  ^.'^^Dt^l^.) 

Por  aqoi  van. 

.  nuiDiL, 

Ya  llegan  donde  eatamot. 

Aquí  los  tres  en  vano  procuramos 

De  tantos  defendemos,  [oos. 

Porque  bsbrin  de  mstamoaó  prender- 
non  ALONSO. 

¿Quí  haremos! 

1  Tendréis  brío 
Para  arrojaroi ,  y  pasar  el  río 
A  nadot 


Eneslo,honor  y  vida  habré  guihlado. 

La  vida ,  con  ponerme 

En  Portugal,  puesno  podrán  prendiT- 

Y  el  honor,  coa  dejaros  [me; 

En  mi  casa.  No  tengo  que  eiplicatoa 

Mas  de  qne  dejo  en  ella 

Todo  mi  honor  en  una  hermana  Itella. 

Harto  os  be  dicho  :  adiós. 

Yo  también  •i'if.i. 
Rano  en  decir  que  soy  un  Del  aiuií^u 
En  vuestra  casa  quedo. 

Decid. 

y  bien  aseguraros  puedo 

Que  no  haréis  falu  vos. 

{Coge  Luí»  Peret  i  Dan  Altito,  f  ¿m- 

Iraie  mh  ¿I,  amjéitéMe  oí  ri».) 

LDis.  [Dentro.) 

iVálgama  el  cielo! 

nORA  JOARA. 

DelGn  bumano  es  ya  del  ancho  hielo. 

Lns.  (Dtniro.) 
Manuel ,  mi  booor  oa  (lo. 

Ya  lucha  á  braio  con  el  centro  frío, 

Loi*.  {Dentro.) 
Mirad  pur  él. 


!s  al  viento  repetidas  quejas. 
Uiis.  (Dentro.) 


, Quién  hay  que  mi  desdicha  creat 

;D6ndBiréyD,  que  lástimas  no  tea* 
{VanMt) 


ALUdANTE. 

Puesto  que  el  can  del  ettfo 
Ni  fallece  ni  declina  , 
Puedes,  hermosa  sobrina, 
A  la  orilla  dente  rio 
Descansar  de  la  latiga 
Que  te  eaqia  j  amesau, 

NcAle  ejercicio  es  la  caía  : 
i  A  quién  no  mueve  y  obliga 
Su  milicia  generosa  I 

ALaiaAina. 
Henea,  lobriua ,  ran» , 

Se  es  gallarda  hnltacioo 
la  guerra  beltensa. 
;Qaé  es  mirar  de  canea  mil 
l^ereado  un  espln  valiente « 
Defenderse  diesinmente 
tkm  navajas  de  narfllt 
A  este  hiere ,  á  aquel  derriba , 
Y  sacudiendo  derechas 
Sus  puntas,  de  humanas  Declias 
Parece  una  aljaba  viva, 
^tié  e*  mirar  luego  un  lebrel. 
Que  cuando  ta  presa  pierde , 
De  raMa  stH  msoos  nuerda, 

DigmzíídbvGOOglC 


Y  TuelTB  á  tetrar  con  S, 

V  los  dos  con  mu  Bereza 
llcrir  toa  bizarros  cue[lo«, 

Lcf  dül  duelo ,  que  basta  en  ellol 


íK  quién  no  caasa  alegría 
Ksia  lucha  imagiuaüai 


_  «  pluiiiail liento, 
Al  fuego  t^a  de  |iluma  rajo, 

V  de  UDa  y  otra  suprema 
Región  el  lérmioo  erraole 
Ksusla ,  que  ei)  ua  insianle 
Ya  se  hiela ,  ú  ya  se  quema  ? 
Porque  cou  medida  [aula 
Bale  las  alas,  si  vuela. 
Que  si  las  baja ,  las  hiela , 
Las  quema ,  *i  las  leiauta. 

tQué  es  ter  (tos  halcoues  laego 
lacer  pumas  ( que  esto  és 
Batir  alas ),  ;  ileajiues, 
Cometas  siu  luK  ni  fuego, 
Betar  la  gana .  que  diestra 
Curre,  sieiitla  i  tauto  «lento 
Poca  TallH  uu  elemento. 
Un  cielo  poca  palestmT 

V  acudiendo  aoul ;  alli, 
De  doa  contrarios  vencida, 
B^ar  eu  sangre  te  Sida 
Hecha  estrella  cannesi : 
Cuja  Vitoria  y  destreza 

No  adquieren  triunfos  mas  graiei ; 
Que  es  duelo  que  hasta  en  las  aveí 
Poso  la  naturaleía. 


jQné  tierra  es  esta  !  No  id 
Por  dónde  camino ,  lleno 
Üe  mil  temores.  ¿No  es  bueno. 
Que  sansa  el  andar  i  pié  Y 
A  Portugal  he  pasado. 
Por  fer  si  hallo  en  Portugal 
(Consuelo  algalio  en  mi  mal. 
Va  que  ful  tan  desdícliado 
AlcaDuele  ;  ¡  ved  qué  espanloil 
Que  aun  en  el  primer  indicio 
Vine  i  perderme  en  oficio , 
Ka  que  te  han  ganado  Unios. 
iQoé  ha  de  hacer !  Gente  ha;  aqnl 
y  i  lo  que  el  semblante  ollreca. 
Gente  principal  parece. 
;S  te  doliese  ite  mi. 
Que  to*  oliko  3  solo, 
Y  nunca  en- la]  me  vi  T 

aUIURR. 

Si  te  quieres  retirar 
A  la  quinta ,  porque  el  ití , 
Kénii  del  cielo  y  farol 
De  belleu  «ugular , 
Va  te  ausenta ,  llamaré 

8uien  traiga  es  lanío  rtaor 
n  caballo.  —  ¡  Hola'! 

SeAor. 

ItLIlKUCn, 

tQaiétiflois  tosT 

Pues  JO  i  qué  sé  T 
iSenlmeT  porque  no  os  tf 


LUIS  PEBEZ  EL  GALLEGO. 
Otra  Tei  ea  eale  ando. 
iSoit  mi  criado? 

Seré  lo, 
.     _<  ki  laj.  Hele  aguí 
Uu  caentecito.  Entro  tm  día 
En  el  palacio  real 
VnDon  Fulano  ile  Tal, 
Que  al  rev  ni  al  mundo  servia. 
ViA  que  í  la  hora  de  comer, 
Los  oe  la  clmara  lodos, 
Con  mil  políticos  modoa. 
Porque  hablan  de  tr^er 
Las  «¡andas ,  se  quiíaban 
Las  capas,  él  se  quitó 
La  suya,  j  en  cuerpo  entró 
Donde  los  demaa  entraban. 
Un  mayordomo  llegó, 
Advirliendo  en  lo  que  hacia , 
Preganiándole  si  bahía 
Jurado,  y  él  respondió  ; 
'KoseQor;  mas  juraré. 
Si  eso  importa.!  Lo  que  quiero 
Es  teñiros ;  que  primero 
Voi aré  y  renegaré. 
Cnanto  mas  3unr. 


No  tengo  otra  ccm 
Qnegasur:esgenero*t 
Hi  mano ;  y  asf,  aetior, 
Gasto  lo  que  tenigo. 


¿Qué  voz  es  aquellaT  i  Cielos ! 

ALIIHAim. 

Sobre  ese  campo  de  hielos , 
Un  hombre  i  hratot  resiste 
De  las  onin  el  furor. 

DOAit  LEOSO*. 

Y  ya  aitre  abismos  y  asombros 


Ll^ad  y  aocotierétt 

Ese  hombre ,  j  aal  tendréis 

Hi  gracia. 

Si  desde  aqal 
Basto,  yo  socorreré 
Sus  deadichasi  maa,  selRtr, 
Soy  pesado  nadador. 

DOS*  LBONOa. 

Ya  la  arena  puerto  toé 
De  u  tormenta. 

íSaUn  M^AfM  Luii  t  0m  Ahnte.) 
non  nurnto. 

iBivioos 
Cielo*!  mn  gracias  os  doy 

LUIS. 
[Vite  Crisio^  qne  ya  esloj 
Ubre  de  esos  cristalinos 
ímpetus! 


Uesad, 
des  niTor 


Que  dartei  Iítot  deaéo. 


Yo^cl 
Piadoso,  y  vieodo  i  ios  Jos, 
He  desmayo.  {Ap.  Vive  Dios, 
Que  se  ha  veirido  tras  mi    . 
Luis  Pérez ,  por  castigar 
Aquella  alcahuetería 


De  aquí  me  importa  i  la  guerra 


Bame  dado 
De  re|«nle  nn  tccidente , 

V  asi,  me  Toy  de  repente, 

Y  lo  jurado  jurado.  { Vate. ) 


UMIKUm. 

El  esloco.'iAh!  caballero, 
Dad  al  aliento  valor 
En  mis  brazos. 

uanujonio. 
Hoy,  lebor. 
La  vida  de  res  espero. 

AL'kiBanTB. 
iQuién  Boisi  porque  ne  han  mo 
vuestras  desdichas  aquí. 
Bien  podéis  liaros  de  mi. 

Por  no  baUar  inadvertido , 
Sepa  quién  sois ,  j  sabréis 
Por  qué  en  este  estado  eatoy. 

51  haré.  El  Almirante  aoj 
De  Portugal :  bieo  podelí 
Detilararos  ya  ¡  qne  labra 
Tanto  la  piedad  en  mi , 
Que  de  ampararos  aquí 
Os  doy  la  mano  y  palabra. 
DON  «Lono. 
Yo  la  aceplo ;  *  ahora  digo 

Sue  aoy  de  la  ilnstre  casa 
alosTordojas,  linaje 
Eo  toda  aquesta  comarca 
Estimado :  Uoo  Alonso 
Es  mi  nombre.  Este  maiiM , 
Celoso  de  mi  caballero, 
Entré  en  caaa  de  nns  dama , 
Hálele  en  ella ,  y  le  dije 
Qoe  eo  el  campo  le  esperaba. 
&dló,  en  Un,  como  quleu  era, 
Cmi  tu  capa  y  con  ao  espada. 
Reñlmoa...  cayó  en  la  tierra 
Huerto  de  dos  estocadas. 
Desdicha  tité.  En  este  pmito 
Va  lodo  el  lugar  estaba 


Alborotado,  v  talló 
La  iiHlicia  i  la  campa 
golso  preoderme,  escapé 


uomi  pvnmwDW, 

,nt,zodb,LiOOglC 


COMI^DIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  U  BARCA. 

JORNADA  SECUNDA. 


Loit  Pere£... 

Y  asi,  diré  lo  que  Talla.  ' 
Mirando  laii  pemeguidn 
A  Doa  Atanso.  y  ile  lama 
Genle,  le  orrecl  |>uar<lar 
Uon  mi  pi-clio  sus  esijuliljg. 
Esli  ¡t  l3  falda  ilrl  mnule 

'   Estacas!,  que  la  llaniin 
Üe  placer,  ;  dv  in-sar 
Ha  sido  por  mi  dmi^acla  : 
De  suerte,  que  allí  se  estrvuba 
El  paso  i  la  luisma  tilda ; 

V  asi,  era  [üena  que  lodos 
Delante  de  mí  pasaran, 
Aqu)  preienili  primero. 

Va  cun  cenesus  palabras. 
Ya  CMi  ráceos,  pL-rsuadir 
AlCorregiJordejara 
Ue  seguir  i  Don  Alonso. 
Ka  quiso,  jr  con  arcoganria 
'Quiso  alcanzarle ,  j  lo  hiciera , . 
Si  yo  co'n  sola  esia  espada 
No  lo  defendiera  al  punto , 
Voto  i  Dios,  i  cuchilladas , 
Eli  cuya  refriecia ,  pienso     ' 
Que  me  di  tan  buena  maña, 
Que  lieri  algunos  cuatro  ó  cinco  ; 
Uuerrá  Dios  que  no  sea  nada. 
Viéndome  pues  roas  culpado 
Va  que  Don  Alonso  estaba , 
Preleudi  que  me  valiese 
Aiiles  el  salto  de  mala , 
Que  mego  de  baenos.  Vieodo 
t'.errado  el  paso ,  y  tomada 
La  puenlc ,  con  Don  Alonso 
Eu  los  hraüos  y  la  rsfiada 
En  la  bnca ,  arrojé  entonces , 
tkinin  dicen ,  pecbo  al  agua. 
Llegamos  aquí...  ¡  Dichosos 
Mil  veces,  pues  nos  ampara 
El  valor  de  Vgexcelencia, 
Donde  no  baj  aue  temer  nada. 
Supuesto  que  de  amparamos 
Da  dado  aquí  la  palabra! 


Kfiíor,  y  mire  que  agravia 
En  ui)  rendido  su  acero, 
Si  con  mi  sangre  le  mancha. 
Vo  di  cueriH)  a  cuit|io  muerte 
A  Don  Diego  en  la  campaña , 
Sin  traición  ni  alevosía , 
Sin  engaito  j  sin  ventaja. 
Pues  jde  qué  quiere  vengarse? 
Fuera  desto,  la  palabra 
De  Vuexceleneia ,  señor , 
¿Cuándo  en  ningún  tiempo  Talla*! 

I  V  si  no,  viven  loa  cielos , 
I  Oue  si  esgrimo  la  hojarasca , 

V  viene  Portugal  junto, 
i  De  oponerme  a  la  d 


Yo  Ja  di  j  la  cumpliré. 

Y  seri  ttieru  acetarla , 

Que  es  grande  el  competidor. 

.  almiraute. 
Pues  ;  cúmo  el  muerto  se  Han»  T 

Supuesto  que  es  caballero 

«Í!;iio  de  toda  alabanza, 
lies  siempre  Ke  vieron  juntos 
El  ralor  j  la  desgracia, 

V  que  00  pierde  en  nombrarle 
Su  nombre,  honor,  lustre  y  fama. 
Es  Don  Diego  de  Al  tarado. 

DoDa  LEonoa. 
¡ATdeml!  ¡El  cielo  me  valga! 
¡Aleve!  ii  mi  hermano  )ias  mueriol' 

¡Traidor!  ¡mi  sobrino  matas! 

LUIS. 
¡Cuerpo  de  Cristo  conmigo ! 
¿Pues  esto  ahora  nos  faliaT 
Akonbien.porsióporno, 
Volveré  t  lomar  la  espada. 

■Km  jll^MO. 

Vueireleneia  se  detenga, 


(Áp. ;  Vilgame  Dios!  ^gué  he  de  hacer 
En  confusión  tan  «itraoa  ! 
Aqnl  me  llama  mi  bonor, 

V  ulli  mi  sangre  me  llama.- 
Pito  panamos  la  duda.) 
Ilnii  Alonso,  mi  palabra 
Es  ley  que  se  escribe  en  bronce  : 
Diia ,  y  no  puedo  negarla  i 
Mas  mi  vénganla  también 
Es  ley  que  en  mírmol  se  graba. 

V  pur  cumplir  de  una  vea 
Mi  palabra  y  mi  vénganla , 
Todo  el  tiempo  que  estuvieres  ' 
fvn  mi  tierra,  esiü  guardada 
Tu  persona  ;  pero  advierte 

[  Que  al  salir  della ,  te  aguarda 
La  muerte :  que  si  ofrecí 
Defenderte  boy  en  mi  casa , 
En  mi  casa  te  dedendo ; 
Pero  no  te  di  palalira 
De  guardarte  en  el  ajena. 
¥  asi ,  poniendo  la  planta 
En  tíerradej  Rey,  veris 
Que  quien  te  libra  le  aRravin , 
Ijuieu  te  asegura  ,  te  ofende , 

V  quien  te  vale,  te  mala. 
Vete  ahora  libre. 


Que  yo  no  he  dado  palabra. 
Ue  no  ofenderle ;  y  asi. 
Puedo  tomar  la  venganxa. 


Tente,  sobrina ,  y  advierte 

Qae  te  deBcndo.  —  ¿Qué  agnarduT 

Vete  Ubre.  Di,  ¿qué  esperas? 

DOl  iLLOnSO. 

Besar  tos  invictas  plantas 
Por  acción  tan  generosa. 


Voy  sin  alma. 

DOHALOKO. 

Qué  dices,  Luis  Peret ,  desto  ? 

LIIS. 

|De  aun  mejor  está  que  estaba, 
téjenos  salir  de  aquí      • 
Hoy,  que  en  su  poder  nos  halla; 
Que  una  vei  allí ,  veremos 
I  Quién  se  lleva  el  gato  al  agua. 


Campo  en  I»  InmedlacioaM  de  Sanldiar. 

ESCENA   PBIMEBA. 
HANUE  L  1  DOf!A  J  UAHA ,  de  camine. 

Nunca  yiene  solo  el  mal. 

Es  que  desdiébS  y  penas 
Se  llaman  unas  á  otras. 


Peregrinando  por  tierras 
Extrañas '.  Cuando  pensé 
Que  Galicia  puerto  fuera 
De  nuestra  tormenta ,  ha  Sido 
Golfo  de  mityor  tormenta ; 
Ihies  otro  nuevo  accidente 
Nos  saca  de  Salvatierra 
y  trae  a  la  Andalucía  , 
Corriendo  desta  manera 
Ajenas  patrias. 

Manuel , 
Cuando  yo  dejé  mi  tierra 
Y  padres  ¡*rU.  salí 
A  mas  desdichas  dispuesta. 
No  salí  yo  por  vivir, 
Eligieailo  esta  ni  aquella 
Provincia,  sino  por  solo 
Vivir  contigo;  asi,  sea 
Donde  quiera  mi  desdicha , 
O  donde  mi  dícba  quiera. 

■«NOEL. 
iCon  qué  acciones,  qué  palal>ras 
Podrí  declarar  la  li-ngua 
Un  justo  afiraüecimiento  T 
Pero  dejando  Gnrzas 
Amorosas  A  una  parte, 
jDúiiüc  aquel  criado  queda. 
Que  recibí  en  el  camino! 
Para  que  conmigo  venga     - 
A  buscarte  algún  regalo. 
En  tanto  que  piíiei,  treguas 
Con  blando  sueño  al  cansancio. 

DoAa  KkJH. 

Va  ét  ¡I  nuestra  vista  liega. 
mCENA  IL 
PEDRO.  —  DOSA  Jl'ANA,  MANUEL. 


r,  lo  que  me  mandas? 


Que  lú  conmign  ie  vengas 
Por  Sanlúcar.  Tú ,  mi  bieu , 
Retírale  donde  puedas 
Descansar.       , 


escehaiil 

manuel, pbdro. 

. «  que  esa  tristeza , 

¡  AdlTliu  del  pMtc  , 

UiBHiz^dbyGOOglC 


;Cúmo  bacer  peaar  ioienuí 
A  una  mujer,  i  quien  liebes 
T>i>  peregríDos  liuezas? 
Que  aunque  es  verdad  qae  yo  Mjr 
i:riado  tan  luwvo ,  que  apenas 
Conoces  por  lal ,  pues  solo 
Hi  dos  djas  que  me  entregas 
Secreíos  lujos,  be  tisio 
En  mil  amorosas  muestras 
OMiga  clones  muj  {¡nades. 

No  puedo  negar  la  deuda  ; 
UaSi.l'edrQ,  i  Tuerza  del  bado 
No  liay  humana  resistencia. 
Huyeudo  de  Portugal , 
Pasé  »  Galicia,  y  voy  della 
Itujeiido  i  la  Andalucía, 
Cosas  son  que  el  cielo  ordena. 
Ño  vengo  &  quedarme  a<[ul ; 
(¡ae  tampoco  en  esla  tierra 
Mi  pei'sona  esti  segura, 
Sino,  sirviendo  ta  la  guerra. 
Pasar  en  esta  ocasión 
Por  esa  inconstante  sel  vi 
Üe  espuma  y  sal,  i  las  islas 
Del  norte...  Los  ciclos  quicrio. 
Besen  sas  doradas  torres 
Las  católicas  banderas. 
Lisiarme  quiero,  y  soldado. 
Guardar  ta  vida  i  quien  cercan 
Tantas  desdicbas.  Vu  apuesto 
Que  lü  ahora  entre  ti  piensas 
Que  el  dejar  aquesta  dama 
Serl  con  infame  arrenia 
De  su  bonor,  poniendo  A  rie.sgo 
Su  bennosura  eou  mi  austucia; 
pues  lio  lia  de  ser  dcsa  suerte , 
Sino  dejándola  quieta 

V  legura  en  un  convenio 
De  ^nlücar,  donde  tpnga , 
En  tanto  que  vuelvo  yo. 

Aunque  es  muy  poca ,  nii  hacienda  ; 
Que  a  mi  la  espalda  me  basta. 
(ro«0n  deaíro  taja.) 

Acción  generosa  es  esa , 
Digna  de  tu  gran  valor. 
Pero  iqué  cajas  son  estas? 

Habri  algún  cuerpo  de  guardia 
Sin  dnda ,  por  aquí  cerca , 

V  gildriu  déL 


Que  allt  se  ve  la  baudera. 

Vil  monos  llegando  allíi ; 

Que  pues  el  primero  encuentra  - 

Esteral  suerte,  en  él  quiero 

Sentar  la  plaza.  TiiUega, 

Pregunta  por  el  alfóret. 

Di  que  dos  bombres  inlentaa 

Sentarse  en  su  compañía.         {Yate. 

ESCENA  IT. 

LUIS  PERBZ ,  SOLDADOS.— PEDRO. 


Dirá  dét.)  Señor  soldado , 
Por  cortesía  le  ni^a 
IJn  Toraslero  te  diga 
jQnién  es  de  aquesta  bandera 
ti  alférez* 


LUIS  PÉREZ  EL  GALLEGO. 


i  Aquel 
Que  tiene  buena  presenei» 
y  esti  de  espaldas  aboraT 

SUIJUDOl." 


Todos  serviros  desean, 

{Vanie  los  laidadoi.) 

PEDSO.  [Ap.) 

Solo  ha  quedado  el  alTérei. 
Famosa  ocasión  es  esta. 

LDis.  (Para  «f.) 
¡Vílgame  Dios!  ¡Qué  dicboso 
En  ese  estado  me  viera , 
Sino  tuviera  un  cuidado 
Que  me  aflige  y  n 


Señor  Alférez. 

uiig.  (Sin  ver  ni  oír  á  Pedro.) 
Que  deje 


SeAor 
Alférez... 

H.1IS.  (Paraií.) 
¿Qué  me  ajirovcclia 
Adquirir  aquí  el  valor, . 
Si  por  mas  que  jo  le  adquiera 
Por  una  parle ,  por  otra 
Quiere  el  cielo  que  se  pierda  T 
Pero  en  tanta  confusión, 
Una  cosa  me  consuela, 
V  es,  que  <an  amigo... 

SeSor 

Alférez.— A  esotra  puerta. 
Luw.  (Para  ti.) 
Vite  en  mi  casa ,  >  me  guarda 
Lai  espaldas. 


Aquel  ei 


¿Quién  IlaiaiT 

Un  soldado  que  desea... 

[ConíeeU  g  lúrbaie.) 
Mas  no  desea  el  soldado, 
y  si  de  alguna  manera 
Alguna  vez  deieú, 
Hintió ;  que  atrevida  lengua , 
Deseó  por  boca  de  ganso. 


iNo  te  acuerdas  que  te  dije 
Que  en  ningún  tiempo  me  vieras 
Porque  babia  de  malarie 
En  cualquier  estado  ;  tierra 
Que  te  bailase ! 

Asi  es  verdad ; 
Has  ¿quién  hallarte  creyera 
Hoy  ajféreí  en  Sanlücarí 

i  VIv<  el  cielo ,  que  mi  afrenta 


MANUEL.— LUIS,  PEDRO. 

maudii,. 

¡Qué  veo! 


i  Vilgame  el  cielo  I ',  Qué  miro ! 
Con  justa  razón  me  admiro. 


i  Luis!  Pues  ¿qué  es  aqnettoT 
iNo  fuisteis  4  Portifgalí 
:Qué  ocasión  en  lance  tal 
Hoy  nuestra  amistad  ba  puesto! 

V  vos,  Manuel,  ^no  os  quedasteis 
En  mi  casa  en  Salvatierra  í 
;.  Con  qné  ocasión  i  esia  tierra 
A  darme  muerte  liegastcis? 
¿Cúmo  cumple  desta  suerte 
Un  amigo  noble  y  Gel 
Obligaciones  de  aquel 
Que  en  una  deuda  tan  fuerte 
Le  pone ,  cuando  le  fia 
Su  honor? Testigo  ese!  cielo. 
Que  otro  bien,  otro  consuelo 
•  En  mi  ausencia  no  tenia. 

i  Los  dos  en  esta  ocasión , 
,  iRualmeote  padecemos 


Fuerza  que  estemos  los  dos 
Solos,  cuando  baya  de  hablar. 
Porque  os  Importa  el  secreto . 

tnia. 
Que  estoy  rendido  os  prometo , 
A  un  pesar  v  otro  pesar. 
¥  par  salir  del  cuidado , 
Que  vuestro  recato  advierte. 
Abreviemos  desla  suerte. 
i  Es  vnesiro  aquese  criado? 

Hasta  Sinlúcar  venia  : 

En  el  camino  te  >1 ,  • 

Y  acaso  le  recibí. 

UIIS. 

Pues  vilgale  aqueste  día 
Esesagrado.  Ahora  adTÍerie,(A  Peúre.) 
Villano ,  lo  que  i<  digo, 
One  db  bay  cada  dlt  un  amigo 
Que  te  libre  de  li  muerte. 


Has  quiero  saber  de  it 
Adonde  has  de  ir  desde  aqni , 
Porque  yo  no  vaya  allí. 


dbyGoOglC 


COMEDUS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  pARCA. 


Para  escaparme  ile  U ; 

Y  aqaesle  remedio  MI,  - 

One  alSn,  porDabiblarle,  y  veru, 

l'uea  lu  eoojo  me  deatiem , 

Tengo  de  eGUnne  en  mi  tierra 

Poei  me  lihro  úe»u  anerie.      (Vue.) 

ESCENA  VL 

LUIS.HANOEL. 


Yao 


«JO  I  w 


Y  pues  primero  de  mi 
Qnereis  uber  quién  aquí 
Hoi  lia  jnniado  ■  kn  dos , 
Sabeil  qae  lUé  cn  PorUiKal , 
Después  que  salí  del  rio. 


La  Uerri  que  alli  se  v,. 
Es  liRrra  del  Almirante 
De  Portugal; )'  at  insiantf 
Que'tioi  viú,  &a  amparo  fué 
Kupstro  sagrado ;  mas  luego 
"lesupo  i^uien^i trance  fuertel) 


Q  AlOlISt 


lió  la  m 


UoDiertiilo  en  rabia  y  luego, 
-,  ne  su  Uerra  nos  ecliO  ; 

Une  era  el  mnerlo  su  sobrino. 
(tillaros  por  el  caoiiuo 
Lo  que  i  los  dos  ñus  pasó , 
Será  imposible,  Kn  efelo, 
Hiíaia  Sanlúcar  llegumos, 

Y  eí  Duque,  al  punió  qan  entrañáis. 
Nos  honró  niuclio,  os  (irometo, 
Porque  como  es  geiieol 

Suehaceel  »>']- á  Ingalaierra, 
eneroso  y  liberal 
A  Don'Aloosole  Jió 
Una  jineta ,  él  i  mi 
La  bandera ,  y  so;  aquí 
Airérez,  que  es  coanio  to 
De  mi  be  nodiilo  coiiüiros. 
Lo  que  sabeh  ahora  vos , 
Decid,  Manuel ;  que  p>iT  Dios, 
Amigo,  que  liasla  escucliarus, 
A  vuestro  acento  y  estilo 
l'aii  grande  atención  daré , 

»ue  mientras  Itablals ,  tendré 
endiente  «I  alma  dx  un  lilla, 

lis  arrojasteis  al  rio, 

Y  en  este  instante  ñegú 

Líi  Jnsiicla:  v  como  os  vid  * 
Luchar  en  cí centro  frío, 
Df  R<>speró  de  turnar 
Por  ent6nces  la  vengan», 

Y  perdida  la  esperiii4!a. 
Volvió  corrida  al  lug.ir. 
Fdme  yo  1  la  casa  vuestra. 
Adonde  huésped  me  vi, 

Y  la  merced  recibí 

Qu^t  obligación  os  muestra  i 
Has  el  corazón  recela 
De  contaros  boy  akana 
En  que  duerme  la  tortuna , 
'  Aunáne  es  un  Argos  qne  vela. 
No  >e  cómo  aquí  proMga 
Ni  qué  humano  estilo  halle 
Para  que  diga  j  qne  calle 
Lo  <|ae  es  bien  que  calle  j  diga. 
Has  si  os  acordáis.  Lula, 
One  al  despediros  diilsies 
Con  coces  al  cielo  tristes : 
•  Piips  en  mi  casa  vivís . 
Mirad  por  mi  honor,  Manuel,! 
(Ion  esto  explicarme  entiendo. 


Porque  he  Durado  por  él 

Hannel ,  el  corso  velos 
Tened,  que  ati  muerte  labra ; 
Que  es  ispíd  cada  palabra , 
Basilisco  cada  voit , 
Con  qae  me  matáis  aqnl, 
De  toda  piedad  ajeno. 
ik  quién  se  ha  dado  veneno 
¡  En  palabras,  sinoli  mif 


Si'rve  con  público  amor. 
Llegó  a  tanto  atreTimiento, 

Sae  alguna  oocbe  escalú 
uesira  casa. 


Yo, 
Que  siempre  velaba  atento , 
De  mi  aposento  salí. 
Hasta  una  cuadra  llegué 
Donde. embotado  le  nallé, 

V  dije  resuelto  asi : 

■  Esta  casa,  caballero. 

Es  de  lui  hombre  de  valor : 

Alcaide  soy  de  su  honor, 

V  asi ,  castigar  espero 
Osadía  tan  villaoa.  > 
Embisto  osado  y  cruel 
Cooél,  jiero  luego  él 

Se  arrojó  por  la  ventana. 
Tras  tí  me  arrojé ;  en  la  calle 
0\Toi  dos  hombres  estaban , 
Qae  la  espalda  le  guardaban  ; 
Mas  yo  dispuesto  i  matalle , 
A  los  tres  acometí. 
Al  uno  herí ,  otro  cayó 
Huerto ,  y  Joan  Baaiista  huyó. 
Consideradme  ahora  i  mi 
Forastero,  en  tierra  sjena. 
Cargado  de  una  mujer  : 
Mirad  lo  qae  puedo  hacer. 
Sino  volver  i  la  pena 
La  espalda.  Si  en  esto  be  errado , 
Solo  habré  errado  la  acción , 
No  Ji  lo  menos  la  Intención ; 
(fue  habiendo  considerado 

gne  hiciérades  vos,  por  Dios, 
n  lance  tan  infelice 
Lo  mismo  allí ,  »ii  bice 
Yo  lo  que  hiciérades  vos. 

Es  verdad,  pnes  si  yo  hallara 
tío  hombre  desa  manera. 
Darle  muerte  pretendiera, 

V  i  quien  pudiera  matara. 

V  asi,  digo  que  habéis  hecho 
Lo  mismo  qne  hiciera  yo. 
Quien  del  amigo  pensó 

Une  era  un  espejo  su  pecho , 
Pensó  bien  ;  pues  vos  decis 
Defectos  tan  claramente. 
Que  nunca  el  tiempo  desmiente  i 

V  si  mejor  lo  sdiertis, 
Cuando  en  un  espejo  creo 

La  virtud  que  me  aprovecha. 
Lo  que  en  mi  maoo  es  derecha , 
IzqniíTda  en  la  suya  veo  : 

V  asi,  veo  el  cruel  liro 
Ejecutado  en  los  dos , 
Pues  voy  i  ver ,  vive  Dios , 


YhouorTistodelrevN. 
Por  rueria  ha  de  ser  agravio. 
Ahora  bien ,  cese  el  furor 
Que.  me  previno  la  guerra  : 
Volvamos  t  Salvatierra , 
Porque  es  ¡lerder  el  honor 
I  Dejarle  en  peligro  tal. 

ESCENA  VIL 

DON  ALONSO.— LUIS',  MANUEL. 


Luis  Peres ,  i  qué  baoels  aqulf 

Snpllcooa  qne  si  en  mi 
HtUH)  alguna  acción  leal 
Que  mereció  vuestra  gracia. 
En  mi  ausencia  lo  mostréis 
Con  Manuel,  y  i  él  le  dartís 
NI  puesto ;  que  una  desgracia , 


I  Con  ratones  intentó 

I  Hoy  mi  amistad  disuadiros  ¡ 
Pero  cuando  llego  *  oiros 

I  Que  eatlis  ofundido,  do. 

I  Antes  quiero  suplicaros 
De  mi  parle .  si  lo  estila. 
Que  i  Salvatierra  volváis, 
Luis  Peres ,  para  veogarot.  j 

I  Pero  advírtíeodo  primero 

I  Una  cosa. 


iQuéesT 

DOHALOtllO. 

Daaqtd 
No  habéis  de  volver  sin  m , 
Porque  i  vuestro  lado  espero 
Volver,  como  amigo  fiel; 
Porque  no  es  razón  que  asi 
He  saquéis  del  riesgo  i  mi, 

V  vos  os  quedéis  en  él. 

Cuando  i  volver  se  resoelva 
LulsPerex,nofa<tari 
Quien  vuelva  con  él ,  pues  ya 
Es  fonoso  que  yo  vuelva. 
Sn  amigo  sov,  y  no  Tuera 
(Pnes  traje  la  nneva)justo 
Meterle  jo  en  el  disgusto. 
Para  quedarme  yo  títers. 

Quien  i  Luis  Peres  metió  . 
Bnet  disgusto,  yo  be  sido. 
Pues  cuando  llegué  rendido 
A  pedir  sn  amparo  yo , 
El  se  estaba  descuidado 
En  su  quinta  :  luego  Tul 
Causa  primera ,  y  asi , 
Volver  con  él  roe  ha  tocado ; 
Porque,  en  lln,  de  polo  i  polo 
Por  grosero  estilo  pasa , 
Sacar  i  uno  de  su  casa, 

Y  dejarle  volver  solo. 

Yo  be  de  Ir,  qne  os  quedéis  ó  no. 
Porque  disculpa  no  es 
El  qne  vos  seáis  cortés 
Para  ser  cobarde  yo. 


cGooglc 


Noblemente  os  cnnippiis ; 
Km  Dinguiio  de  los  dos, 
Hi  Ue  ir  conmigo,  por  Dios. 
Biilrambos  ii  ilus  veiiU 
De  Tuesira  suerte  bu\ 
Huyeuilo,  eoirambos  leoeis 
ünusa  [>ara  ()ue  us  guarJeis. 

4 Fuera  yo  aiuigo  leal, 
i  coa  lan  poco  interés, 
Ho;  iloi  amigoi  pusiera 
A  nes^o,  j  qoe  no  luviera  . 
A  quien  apelar  iletpuest 

SOIt  ILOHSO. 

Decia  bjen ;  mal  jendo  uno 
Kulo ,  poco  aveninrais 
A  perder,  paesqoe  gnardiia 
El  otro. 


Vo  soj  conieoio  :  preBere, 
Como  amigo  caerdo  j  fiel , 
Et  que  tit  faerea  serndo. 

iva. 
Deierminarme  i  orender 
Al  DDO ,  csu  habri  de  ter. 
Va  que  yo  esloj  coineiicido... 
■Ion  Alonso  Üeae  niuclio 
iloj  que  perder,  y  atí ,  digo 
Que  daotii;!  vaya  conmiga. 

¡  De  ios  tal  palalira  escucho ! 
jA  U  «ida  anteponéis 
niiiKua  íDirres  humano  T 
i  Discurso  incoDStanle  j  vano  1 
Has  ya  que  ail  me  orendeit , 
Yo  me  lie  de  vengar  asi. 
Para  el  camino  llevad 
Kslas  joyas ,  y  («road 
ICsta  fioquedad  de  mi ; 
Que  he  huscar  i  los  dos, 
Quítí  en  ocasión  lan  fuerte, 
Üue  libre  á  alguno  de  muerte. 


Del  pecho  de  mi  euemigo. 
Lu  joyas  tomo,  por  ser 
De  uo  amigo  Terdadero , 
V  devolvenas  preBero. 


Esiohe  de  hacer.  IVame.) 
Sala  CD  la  qalnta  de  Lnli  Peni. 
ESCENA  Vin. 
ISABEL,  CASILDA. 


jCoaquéinlento? 

Yo  imagino 
Qm U Mngre  deu bennAiK» 


LUIS  PüREZ  EL  GALLEGO. 
Liquido  Tman,  la  ha  traído 
'  En  venganza  de  su  muerle.— 
I  Y  hoy  con  ella  hablar  he  visto 
I  A  Juan  Bautista. 


Oye  adelante  :  conrusa    ' 
De  verle  asi,  a  un  conocido 
Que  es  criado  de  Leonor, 
Le  pregunté  qué  había  sido 
La  causa  porque  Leonor 
Leadmiiib.  Veste  me  dijo 
Que  en  la  Inrormaclon  que  hacia 
K1  Pesquisidor  que  vino 
De  la  corle  i  averígnar 
Las  muertes  ;  los  delitos 
De  Don  Alonso  y  tu  hermano, 
No  ha1)ia  mas  <le  ai|ael  dicho 
condenase  A  los  dos  : 
¡radecida,  le  biio 
loura;  que  solo  medran 
Ya  en  el  mondo  los  lestiaos 
Que  dicen -lo  que  pretenden 
Las  panes. 

Hí  muerte  ha  sido, 
Casilda,  (uTOz.  No  digas 
Dichos  y  hechos  tan  indignos 
De  que  los  admitan  j  cíeros  1 
Las  voces  j  los  oídos. 
:  Juan  Bautista  con  ta  lengua 
Se  venga  del  orendido 
Coq  los  otrosT  j  De  uo  agravio 
Toma  ta  venganza  el  mismo 
Que  le  comete!  «Ouées  estot 
1  Quién  alguna  tet  ha  visto 
Que  se  vengue  el  ofensor, 
Y  se  ausente  el  ofendido! 


Pues  sqpe  mas. 

ISABEL. 

iQuéT 

Que  ha  dado 
Querella  de  aquel  amigo 
De  mi  señor  que  mat& 
So  criado,  y  ha  querido 
Que  el  Juez  conozca  de  lodo. 


ESCENA  IX. 

PEDRO.-ISABEL,  CASILDA. 

SAp.  ¡Qué  largo  ba  sido  el  camino! 
'  es  porqne  al  que  huye,  parece 
Que  el  miedo  le  pone  grillos. 
¿Quién  vio  totnar  por  sagrado , 
Por  «mparo  y  por  asilo 
Del  delmcuente,  la  casa 
Doede  comeiJ6  el  delItoT 
Esta  es  mi  señora.)  Dame , 
Pues  que  tan  dichosa  he  sido. 
El  enano  de  los  pies, 
Ese  de  los  puntos  niilo, 
Bonami  <  de  los  zapatos, 

Y  de  las  hormas  resquieio ; 

V  dime,  por  vida  mía. 
Si  mi  se&or  ba  venido 
Poraci. 


•  NoBbra  de  u  eaaaa. 


Eslls  iqnl  del ,  porque  él . 
Por  cosas  que  han  sucedido 
En  tu  ausencia,  tive  ausente. 

Ya  Id  sé ;  mas  uo  me  fio 
Deso  yo,  porque  si  agora 
^o  está  por  ací ,  yo  afirmo 
Que  esté  presto. 

i  De  qué  suerteT 

Porque  habiendo  jo  vetrido 
No  tardar!  mucho  él ; 
Que  ha  tomado  por  ollcio 
Kl  andarse  iras  mi,  hecho 
Fanlasmiía  de  poquito , 
Vision  de  capa  y  espada , 
y  de  mi  temor  vestiglo. 

ESCENA  X. 


ICAII. 

<Ap.  SI  le  condenan  1  mnerte,* 
CoiDo  merece  el  delito,  . 
Seguro  estoy  que  no  vuelva 
A  Saivaiiferra ;  que  el  dicho 
Basta  para  destruirle , 

Y  este  es  el  Intento  mió. 
Pero  aquella  e«  Isabel.) 
Dichoso  el  (|ue  ha  merecido 
Llegar  i  tocar  la  esfera 
Por  dondeáxayos  y  visos 
Alambra  con  hices  de  oro 
Eslos  orbes  cristalinos, 
Ksfl  sol,  planeta  humano , 
Nol>le  envidia  del  ditina. 

ISASEI.. 

Basta.  luán  Bautista,  basta; 
y  si  hasta  aqui  !e  lius  tenido 
Por  tal,  ya  no  es  sol,  planeta 
De  resplandores  vestido; 
De  rayos  si ,  fulminados 
Antro  de  mi  pecho  miamo^ 
Doude  aon  iras  las  luces. 
Que  el  viento  ilumina  en  giros. 
En  vano  es,  necio,  grosero. 
Que  loco  y  desvanecido , 
Al  sol  que  dices  lleBasie , 
Tan  engaitado,  el  altiva 
Vuelo ;  que  hoy  te  da  sepulcro. 
Sin  ser  Ulamo  de  vidrio , 
En  Us  cenizas  de  uo  pecho. 
Que  ya  es  circel  del  olvido. 

Í Quién  de  los  agravios  hechos 
le  vosamente  hno 
Lisonja?  Torpes  venganzas 
i  Son  méritos  y  servicios 
Para  conqniaiar  mi  amorT 
Si  te  hallabas  ofendido 
De  mh  hermano,  con  la  espada  , 
Cuerpo  i  cuerpo,  en  desafio. 
Fuera  digno  desagravio , 

Y  de  mi»  favores  digno; 
Pero  con  la  lengua  no. 

Has  no  me  espanto  ni  admiro 
Que  i  las  espaldas  se  venguen 
Cobardes  que  no  han  podido 
Cara  1  cara.  Esta  mudanza 
Ha  ocasionado  aquel  dicho. 


Escucha,  Isabel. 

Con  eauM 
S«  queja.  (V«M.) 

uigmzíídbvGoOgtc 


JUANBADTISTA,  PBDRO. 

Jofellz  tie  sillo. 
Por  doode  pensé  ganar 
HU  i  iMbcl,  ll  he  perdido, 
lA  cuiotúí,  cleioi,  »  cointot 
Hm  muerto  ios  aniUcios ', 

SI  el  que  le  deja  el  peor 
Libre  T  en  ta  entero  jaiclo. 
Da  loa  brazos  al  qoe  ansente 
Por  ta  cansa ,  ba  padecido 
Vu  destierro  j  macbos  suatos. 

muí. 
i  Pedro !  seas  bien  TCnido, 


Vinieses  i  mi  servicio , 
jQué  dichoso  fuera  jo! 

Hablar^  «r*«  *> "  •'"o- 


Hoj  he  Tuelio.  j  Inutgino 

Que  habré  de  estarme  en  an  casa , 

Que  en  fln  es  mi  centro  antiguo. 

Si  lú  eiia  oncbe  me  abrieses 
La  puerta,  porque  atrevido 
Llegase  i  satisracerU 
Deslas  cosas  (|ue  la  han  dicho 
De  mi,  que<laré  obligado 
A  darle  un  rico  vestido, 

¿Qué  puedo  perder  30  en  eso  1 
A  abrir  la  purrta  me  obilgo : 
Mas  tía  de  ser  desla  snertv  : 
Llamando  ib ,  yo  advenido 
La  abriré;  sin  pregunlar 

ÍulíQ  es,  pues  con  arllScio 
beotraris,  sin  parecer 
fiue  leogo  jn  culpa. 

Has  dlcbo 


EsU,  que  JO  vuelvo  luego.       (V«*.) 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 
Que  pierde  j  dice  :  cesto  es  becboi 


le  pierde  ci 


1 


el  oue  piert 
Sobre  palabra ,  ei 
Que  promete,  j  q 

El  plazo,  paga,  a  gaian 

Qoe  sirve  por  lo  entendido , 
Con  pañetes  estudiado* , 
Ií:s  el  fuJIero  del  vicio , 
Pues  juega  con  cartas  hechas. 
Los  mirones  que  han  venido 
A  enfadar  sin  dar  provecho , 
Son  lo«  vecinos  prolijos; 

»ue  del  oariio  de  amor 

Las  barajas  desie  juego 

Son  las  damas  :— bien  se  b>  vis 

Ser  todas  ellas  barajas,— 

V  para  el  barato,  di^, 

Que  cuando  hav  baraja  nueva. 
Tiene  seguro  el  partido. 

Y  al  Do,  de  cualquiera  suerte , 
Dindole  al  discurso  mío 
Cabo,  el  garito,  jamas 
EscannienU,  aunque  le  hito 
Denunciación  la  justicia , 
Pues  le  ha  de  costar  lo  mismo 
La  causa ;  ;  asi ,  jo  aliora , 
Sin  temer  otro  peligro. 
Conmigo  be  de  desquitarme 
De  lo  que  perdí  conmigo.  ■ 
Pero  Isabel  es  aquesta. 

esceha  xiD. 

ISABEL,  CASILDA,  INÉS.  —  Pl 


Casilda ,  pues  que  ya  apresta 
Lecho  de  cristal  el  sol, 
En  el  piélago  español , 
Donde  abrasado  se  acuesta. 
Cierra  esa  puerta,  j  aqui 
Tú  y  Inés  cantad ;  que  asi 
En  parte  podré  aliviar 
Hi  tristeza  y  mi  pesar. 
Cantad  tono  triste.  Di ' . 
Inés,  ^oiste  que  i  la  puerta 
Llamaron!  Quién  es,  no  sé. 


(Lian 


(Ap.  Vo  pondré 


PEDRO. 
A  los  alcahuetes,  digo 

Sue  son  de  amor  gariteros  : 
aja  un  discurso  al  garilo. 
Pone  un  garitero  casa  : 
El  alcahuete  es  lo  mismo  : 
Los  galanes  son  laliures, 
Y  entran  en  ella  julio iioa. 
De  aqueste  juego,  el  tahúr 
Que  aa  nalmadas  j  gríios ,    . 
Ea  el  celoso;  que  siempre 
Celos  son  voces  y  ruido. 
El  qoe  pierde  y  el  que  calla , 
Es  uhur  i  lo  ministro. 
Que  entra  y  paga  su  dinero , 
Sin  sentirlo,  con  senth-lo. 
El  que  Juega  sobre  prenda , 
Es  el  amante  novicio 
Que  saca  úei  mercader, 
Valajova,  ya  el  vestido. 
El  que  htoe  alicanUna , 
Et  el  únanle  entendido , 


Vfc  pues, 
Pero  sin  saber  quién  es 
No  abras. 

riDRO. 
No  baré,  claro  estb. 
(Ap.  V  es  verdad,  pues  losé  ja.)  ( Vnti 


V  qué  ilusión  me  fomenta  , 
Convertida  en  aleve  y  hielo, 
lina  desdicha  en  recelo? 


I  SeBora !... 

;Qné  sucedió? 

Abrí  li  puerta  y  se  entr6 
Un  bomlire  en  casa  embozado. 
(Ají.  Bien  asi  me  he  disculpado.) 
(Lat  eriaáat  levan.) 


EBCEHA  ZZV. 

LUIS  PÉREZ.— ISABEL,  PEDRO. 

;  Qnléo  aquí  se  ha  entrado? 


Pues  ¿de  qué  os  inrttaia  h«  dos* 

PIDBO.  (Ap.) 

¡Ob  qué  lindo  miedo  tengo! 

Aquí  escoadA^ne  prevengo.  (A«(/raK.) 

Pues  ^cómo  le  has  atrevido 
A  venir  lan  presumido 
Aquí,  sin  ver  el  rigor 
be  un  Juez  pesquisidor, 
Quede  la  corle  han  traido 
Contra  ti,  y  en  rebeldía 
Te  tiene...  i  Desdichas  Aeras ! 

DI. 


\o  es  la  ma;ror  pena  mía 
Eii ;  pues  que  ya  venia 
Dispuesto  siempre  á  morir. 
Hombre  que  viene  á  sentir 
Tus  agrtvlos. 

No  le  entiendo, 
leía. 
Vo  remediarlo  pretendo , 

No  lo  pretendo  decir. 

Y  put^s  á  aquesto  he  venido, 
Fia  de  mi  que  lo  baré; 

Y  mientras  que  yo  no  sé 
Ksle  Juez  i  qué  ha  venido , 
No  tendré  entero  sentido. 
I)¡  lodo  li'  que  ha  pasado , 
Di  lo  que  baj  averiguado 
Contra  mi. 

Vo  no  sé  mas 

De  que  i  pregones  estás 
Púbiicameme  llamado ; 
Tu  hacienda  toda  embargada, 

Y  i  mi  para  mi  susteuio 
Me  dan  uo  pobre  alimento ; 
Has  del  pleito  no  M  nada. 


Essolaii     .      ...... 

I  Porque  pretendo  llevarte 
^  I  Conmigo _;  que  en  esia  parte 


I  Y  dices  bien;  que  no  quiero  * 
I  Dar  i  algún  Icaro  alas ; 

?ue  hay  para  un  traidor  escalas , 
vuela  mucho  el  dinero. 


dbyGOOglC 


El  no  uber  qué  üeni 
Bscrilo  «I  Jnei  conira  mi, 

Y  DO  he  de  «useolirane  tsl ; 
Que  el  uberk)  me  couviene. 

íDeqniénIosabriat 

LDH. 

Pretleoe 
Averi^rto  el  lalor 
Del  original  mejor ; 

V  paes  aaseoeía  be  de  hacer, 
iVive  Gcislo ,  que  h»  de  ser 
Por  algo  I  }  asi,  traidor,       [Á  Pedro.) 
Empiece  en  U  mí  croelüad. 

Mejor  es  que  acabe  en  mi. 
Empieía  eo  oiro. 


Pau  adelaoie. 

Tú  de  veoir,  al  inslaate 
Vine,  porqne  me  debiesea 
Qoe  la  cara  oo  me  tieses. 


Vliiieudo  delante. 


{C<i«i 


K>  qiu  ettá  muerto.) 


LUIS  PBRBZ  KL  GALLEGO. 

V  lodos  esos  papeles; 
Que  quiero  mirar  aliora 
Por  ellos  to  mieconr" 
Hacer,  j  de  los  teslij 
Lo  que  dicen  cerca  úcbh: 
Caso,  que  be  de  averiguar. 
(Pone  el  eriaio  el  bafele  cm  lueei  y 
ptptlei.) 

Ya  aqui  preTenitto  tienes 
Caadlo  mandaste,  seíior. 

[Sale  otro  crlaifg.) 

IL  CaUDD  3." 

Un  Toraslero  preteade 
Hablarte,  j  dice  que  al  caso 
Que  has  venido  es  couTeaionte 

Uue  le  escucbea. 

Seri  aviso 
Slu  duda :  decidle  que  «iire. 

ESCENA  XTL 


u)is.  ( Hablando  aparte  con  Manuel 

d  la  puerta.) 
Ouédale  tú  en  esta  puerta , 
Hauuel,  ;  i  ninguno  dejes , 
Hiénlras  qoe  yo  estoj  hablando , 
Que  1  ver  ni  eicucbar  se  llegue. 

■AMOXL, 

lé  es  entrar?  Llega  sepiro, 
lO  bayas  miedo  que  deje 
Entrar  a  persuiia  alguna , 

o  fuere  yo  :  eíia  adviene.   (Fom.) 

Beso  al  seBor  luex  las  manos, 
A  quien  suplico  se  siente 
V  quede  solo ;  qne  laogo 
Que  bablir  cosas  que  cihi  vienen 
ft  la  comisión  qne  trae. 


Veo  conmigo , 
Qae.  yo  i  librarte  me  obligo 
De  tantts  desdichas  boy  : 

V  pues  i  su  lado  estoy. 
De  la  Troya  deste  fuego 

La  he  de  librar,  pues  qoe  llego 

t'  Cielus  I  i  verLi  a  brasar. 
ama  al  mundo  ha  de  quedar 
De  Luis  Pereí  el  Gallego. 
{Vanie,  g  letánlate  Pedro,  miraitdi 
par  donde  tan.) 

tOh  liendila  mortecina ! 
ues  agora  me  valiste , 
Sin  duda  para  mi  fuiste 
Intención  tanta  y  divina. 

k'  Qné  bien  so  dicba  imagina 
I  que  se  encomienda  i  vos! 

V  pues  te  fueron  los  dos , 
Yo  escaparé  como  oo  rayo 
De  un  mitaETo  del  soslayo , 

y  aqnello  de  «quiso  Dios.*      (V«e.] 

Sala  «o  <aaa  d<  IB  iaei.  ea  SiliaUwra. 
ESCENA  XV. 

BLIU1J2  PESQUISIDOR  i  im  cauoo; 


.Poned  en  aquesta  sala , 
'One  corre  fresco,  na  bufele 
Con  recado  de  escribir 


ESCENA  XVn. 


Por  il  fuere 
I  Largo,  me  diríit  licencia 
I  De  lomar  uo  taburete. 
mn. 
Siéolese  viiesa  merced. 
íAp.  Sin  dodi  algnn  caso  ei  este 
De  importancia. } 

I  Voesarced 

iCAmo  en  Galicia  se  siente 
Desatad? 

JDU. 

Con  ella  estoy 
Pan  serviros,  si  fuese 
~B  Imporiancia. 

Pues  al  Bo , 
Voesa  merced  me  parece, 
SefioT  Juei,  que  aq ni  ha  venido 
Cootra  ciertos  delincnenies. 

Si  seBor,  un  Don  Alonso 
De  Tordoya  y  un  Luis  Perei. 
Contra  el  Don  AkiMo  es 


Sobre  haber  dado  la  roaert« 
A  un  Dim  Di^o  de  Airando, 
Noble  y  valerosamente 
En  el  campo,  cuerpo  icoerpo. 


Y  sacarle  del  regalo 
Que  i  su  cómodo  conviene, 
A  averiguar  una  cosa 

Qne  i  cada  paso  sucede  ! 

No  es  el  «Ima  del  negocio 
Esta;  qne  la  mas  urgente 
Del  casi)  es  la  resistencia 
De  la  juslicla  ,  y  |ionerse 
A  henr  un  Corregidor, 
Un  bellaco,  un  insolen  le 
Oe  un  Luis  Pereí,  hombre  vil , 
Que  aquí  vive  de  hacer  muertes 

V  delitos.  Pero  yo 

tCómo  faablo  de  aquesta  suerte, 
ando  pane  de  (ni  intento , 
Sin  saber  qnlén  sois?  Conviene 
Que  me  digáis  qué  queréis ; 
Porque  no  es  cosa  decente 
Hablar  sin  saber  coa  quién. 


MANUEL. 


3IA  XVIU. 

-  EL  JUEZ,  LUIS. 


SeBor, 
iQiié  es  lo  qne  mandas?  ¿qué  qulere.-i! 

¿Qniéu  soisios? 


Mío. 


Un  eamarada 


■«upel. 
V  soy  tan  obediente 
Criado  vuestro,  qne  estoy, 
Porque  otro  oiognao  eotre 
A  serviros,  sino  yo, 
El  tiempo  que  tqol  eMuviere. 

LUIS. 

Vaesa  merced ,  seBor  Juez , 
No  se  alborote...  y  se  siente 
Otra  vei,  que  falta  mucho 
Qne  hablar. 

f,Vau  Haautl.) 

(Ap.  Cornejo  es  pmdun 
Ko  aventurar  hoy  mi  vida 
Con  Doos  hombrea,  qM  vienen 
Tan  reatados;  qne  tin  dada 
Veodrl  coo  ellos  mas  gente.) 
Pnes  ¿  qné  qtterela  eo  efedo  ? 

I  Yo  hi 


i  Personas,  todas  me  han  dicho 
■  Como  Tueaa  merced  tiene 

Ud  proceso  contra  mi. 

Preguntando  qué  contiene, 

Unos  dicen  una  cota, 

uigmzíídbvCoOglc 


tu 


COilEDIAS  DE    DON  PEDRO  CALDEROK  DE  LA  BARCA- 


Y  oirM  otra  :  jo  Impacieale, 
Por  DO  Mber  la  veraad , 
Tnve  por  mas  conteoieuie 
Kl  ve>i<r  i  prei;UDtaria 

A  quien  mpjor  la  supiese. 

V  «si,  señor,  os  SDplico, 
ii  ruegos  obligar  liuedeo, 
Hx  iligais  qué  lia;  contra  mi. 
Porque  yo  no  aiiile  imprudente 
Vacilando  en  qné  seri 

Lo  que  me  acusa  6  me  absuelve. 

i  No  es  mala  curioaidadl 

Soy  curioso  impertineuie. 
Has  si  DO  quiere  drcirio  .. 
Esie  el  proceso  pirece: 
El  lo  dirá ,  j  no  tendrá , 
Señor  Juei,  que  agradecerle. 

fToina  el  procao.) 

JVEl. 

i  Qué  tacéis  T 


Mirad... 

Vuesarced  te  siente 
Otra  vei  %  qne  no  quisiera 
Decirselo  lanía*  veces. 
La  cabeta  del  ¡iroceso 
Es  esta...  no  pertenece 
A  m  Un  tención,  pues  ya  sé. 
Has  ó  ménus,  qué  coiitieue. 
Vamos  i¡  la  iiironnacioii. 
El  primer  testigo  es  este. 

SLee.)  y  habUiído  toauiá«  en  firma 
urainealo  á  Asdre*  Jimenet , 
Declaró  que  al  Uempo  g  euaiiie 
VMermt  loi  tto*  valienleí 
Caballera,  ¿I  corlaba 
Leña,  y  qw  secretamente 
Hiñeran  mlot  la)  doi , 
¥  que  al  lia  di  un  ralo  brete, 
Cayó  en  el  tuelo  ¡Ion  Dieye. 

Y  que  miranao  que  vteitf 
A  MU  ¡lempo  la  juiticia , . 
El  Don  Álonto  pretende 
üteaparte  en  un  caballa, 
A  quien  en  el  taela  tienden 
De  un  arcabiaato ;  y  luego , 
Procaroado  velairaente     ' 
Eteaptrie,  ¡legó  á  pii 

A  la  quinta  de  Lait  Peres , 

(Aquí  entro  yo)  et  cual  le  íije 

Con  palabra*  Btuy  córtete» 

Al  Corregidor,  déjate 

Úe  legaír  Un  cruelmenle 

A  un  cab<iIlero;t  na  quito. 

f  it,  pueilo  en  medio,  ieftendt 

Et  pato ,  y  reeitte  otado 

Al  Corregidor.  No  puede 

Decir,  parque  il  na  lo  taba. 

Dónde  ni  citando  le  hiriet». 

Ello  declara ,  la  carpa ' 

Üiel  juramento  qne  ttene 

Becbo.  Y  dice  la  terdail ; 

Que  es  un  hombre  Andrés  Jiménez 

Buy  de  liieo  y  ronj  honrado. 

Segundo  testigo  es  este. 

\Lee.)  Gil  Parrado :  que  al  rudo 

De  la  eoafulion  y  gente 

Se  talló  de  Sateatterra, 

Yilrgó  eutndo  padieie 

Ver  á  L«li  Peret  rlñende 

Con  loda* ,  y  pudo  verle 

Detpac'  arrujar  al  rio , 

Yho  labe  mal.  ;  Qué  breve 

Y  c<imt»'ndio8o !  Tercero,  . 
Jitan  tsaMitía.  Veamos  eiie 


Cristiano  viejo  qué  dice. 

(lee.]  Que  ¿letiaba  entre  uncí  terdei 

Arbole»,  cuando  salieron 

A  reñir,  y  que  igualmente 

Rcñian  cuanda  salió 

De  una  emboscada  l,uitPeret, 

Y  al  lado  de  Dan  Alaniú 

Se  puio,  y  lot  doi  aleveí 

Dieron  la  muerte  á  Don  Diego 

Cobarde  y  traidoramcnti. 

1  ({uiere  luled ,  señor  Jüei , 

Saber  mejor  quién  es  este 

Hombre!  Pow  es  tan  inrame, 

"—  confiesa  claramente 

una  traición  vio,  y  se  estuvo 

Quieto.  ¡Vive  Dios,  que  mleaie! 


ÍUe.)  Qae  le  puto  Don  Atonía 
',n  el  caballo ;  y  por  verte 
¡Mil  Peret  i  pie,  te  oputo 
A  la  juiticia,  á  quien  hiere 
¥  mata.  Este  es  un  Judio, 
Dad  licencia  que  me  lleve 
Esta  hoja;  qae  yo mlsmo[¿Aarfenea.) 
La  volveré  cuandp  fuere 
MíDPSter.  porque  he  de  hacer 
A  este  perro-que  confiese 
La  veraad :  aunque  no  es  muclio 
En  verdad  que  no  supiese 
Conresar  este  judio. 
Porque  hk  poco  que  lo  aprende. 
V  sí  es  que  atento  i  lo  escrito 
Deben  senlenciat  los  jueces. 
No  han  de  ser  falsos  testigos ; 
Qae  tamliii'u  los  jueces  debeu 
Escuchar  en  el  descargo. 
Vuesa  merced  considere 
Qué  delito  cometí 


SI  allí  la  desdicha  vi 

A  buscarme, ;  cámo  puedo 

Bnirme  della?  V  st  lo  advierte, 

Desdicha  que  no  se  busca. 
La  di$cul|)a  el  que  ei 


ESCENA  XIX. 


Porque  en  mis  brazot  valieoie* 
Estoy  seguro. 

jDti.  (A  lot  imyot.) 
Llegad , 


A  ellos. 
Valeroso  Manuel  Hendet. 
Las  luces  be  de  malar.  {La  hace  ai 

'  si  i  oscuras  se  atreven. 


¡Qué  conrusionl 

Canalla,  viles,  aleves, 
Nombre  ha  de  qu<-dar  Tamoso 
Roy  del  gallego  Luis  Perei. 
(P^neue  loi  del  d  un  la-to .  ¡a  Juiticia, 

■alguacilet  ii  gente  d  airo,  y  wiile*- 

lot  i  cuchiUadai.) 


JORNADA  TERCERA. 


ESCENA  PRIMERA. 

LUIS  PÉREZ .  ISAREL,  DO!íA  JUANA 
T  UANUEL. 


Este  monte  emioei 
Cuyo  arrugado  cei 
Ks  dórica  coluna 


,  cuya  fíeDte 


GBsn,y  /Mff9.MANUEL.-EI,  JI:EZ.  i  ¡"Í"  luiec  üescai^a  el  orbe  de  la  luna 

"        '   '■■.IL-  r.nn  mmi'tliil  iiiini>ns3 . 


LUIS. 

ONO.  (Dentro ) 
Toda  la  (terte  estijniila. 
Rl  qoe  (Mi  dentro  es  Luís  Pereí: , 
Entrad ,  prendedle. 

■AHDEL.  (Dentro.) 

Esta  aqut 

Un  monte,  que  le  deGende. 


MAniiH,  dejadles  la  puerta,  (La  abre.)    D„ndei 


a  defen- 


Oiie  ya  no  Importa  que  entren , 
Pues  sé  lo  que  he  pretendido, 
V  veréis  qne  los  que  quieren 
Entrar  por  la  puerta ,  saleo 
Por  las  ranianas. 

SERTE.  (Dentro.) 
Prendedle. 
(Salea  alguaeileí  y  genU  armada.) 

Deteneos  :  yo  os  promeln , 
Como  hombre  de  hieii ,  Luts  Pereí , 
Si  os  dais  i  prisión ,  de  ser 
Vuestro  amigo  eteraamenie. 

No  quiero  amigos  letrados; 


A  propMto  las  leyes. 

JUEZ. 

Ved ,  iiuc  si  DO  os  dais,  que  puedo      i 


Con  majestad  Jii 

Nuestro  muro  ha  de  ser,  n 

V  puesque  no  pudieron  tu 

Prendernos  los  Gol)ardcs  que  viniero» 

De  la  ocasión  llamados. 

(Liiiitra  solos  dos  hombres  tan  hoorados- 

Plenian  ya  la  esperania 

De  lograr  con  mi  muerte  la  vengauta; 

Pues  ps  tuérr.a  que  agora 

Quieu  el  camino  que  he  elegido  ignora, 

~  busque  iQuicn  habrá  quecrea 


aseguro  ni 
En  un  monte  cerrado  y  sin  salida! 
Pues  por  aquella  p^irte 
Es  nuestra  tierra,  y  por  esotra  el  arte 
De  la  naturaleza. 

Con  tas  ondas  del  rio  v  la  aspereía      • 
Que  sos  muros  deDende, 
Foso  es  de  plata ,  qu!  abraiar  pretende 
Este  verde  Narciso. 
Que  i  su  cristal  desvanecerse  quiso. 
En  cuyo  centro  fiíerte 
Habemos  de  vivir  de  aquesta  merte. 
La  Intrincada  maleta 
Depósito  ha  de  ser  de  la  belleu 
De  (u  esposa  y  mi  hermana. 
Aqui  estarán  en  esta  sel»  u^na . 
liando  al  tiempo  colores , 
Nieve  al  enero .  como  al  mayo  floret. 
De  noche  á  esa  pequefn 
Aldea ,  qne  es  lunar  de  aquella  pefií. 
Podemos  retirarnos, 

,t,zodb,GoOglC 


SeguTM  qti«  DO  TCBgu  i  buicartHM. 

Los  dos  DOS  biiaTémos 

A  los  caminos,  doade  pedlréDws 

Sustento  i  los  villanos 

Uestas  sUleas;  p«ro  iio  Ursuos 

Hemos  de  ser  cod  ellos; 

aDC  Botsmeote  lo  que  dlereu  ellos, 
abemot  de  lomsr.  Desla  mauera 
Hemos  de  esu  rbasUquíelcieloquiera 

aue  hnbiéudonos  liuscüdo, 
»j»a  perdido  el  tieupo  y  el  cuidado, 

Y  SFguroá  púdamtM 

Salir  de  aquí, )  i  otra  provincia  ramos. 

Donde  desconocidos. 

De  la  Tortuiia  estemos  dereodldos, 

Slseri  parte  alguna 

Reservada  al  poder  de  la  Tortana. 

No  es  Dovedád ,  Luis  P.cres  generoso , 
Hallar  un  homicida  valeroso 
Ku  la  casa  del  muerto. 
Sagrado,  amparo  j  puerto; 
Que  como  uo  présame  ni  malicia 
Í^ueesléalli,laJ|isUcia 
^o  le  l>Dsc*  :  de  tuerte , 
Que  la  ilda  le  da  iqulen  éldiómiierte. 
Asi  iHtsotros  boy ,  parando  en  esta 
Hontabí,  i  los  contrarios  luanlliesta , 
No  baDdeve)dr,aunqueDOiic¡ateiigao, 
A  buscamos  i  ella ;  y  cuaudo  vengan. 
Solos  los  dos  podremos 
Hacentoa-foertes,' pues  aqni  tenemos 
Las  espaldas  seguras,  [ras 

Guardadas  bien  dei'questaspeBasdu- 

Y  destas  ondas  suaves, 

ae  secompiteuen  enojos  graves, 
ando  con  (gual  brio 
Rio  se  Dnge  él  monte ,  mont«  el  rio , 
Siendo  ea  varias  espumas  y  colorea. 
Peñasco  de  cristal  j  mar  de  flores. 

ISklSL. 

A  los  dos  be  escncbado 

Corrida ,  vive  Dios ,  de  baber  mirado 

BIdesprecto  villano, 

Con  que  los  dos  habéis  dado  por  llano 

Que  estáis  solos  los  dos  en  la  campaAa. 

Vo,  hermano,  estoy  cooiigo. 

y  i  imliane  me  obligo, 

Síetido  mi  brazo  Tuerte 

Escíndalo  del  tiempo  y  de  U  muerte. 

DOXA  JtlItU. 

Yo  vai};o  i  ser  aqnl  la  mas  cobarde ; 
Llegiiemiquejapues.aunquesealarde; 
tjue  To  también  me  otreico 
A  matar  I  i  morkr- 

Yo  os  agradeico 
El  aliento  atrevido. 
Aunque  en  las  dos  liaQ  sido 
Errados  pareceres; 

8ue  las  mujeres  faau  de  ser  mujeres, 
osotroa  dos  bastamos 
A  derendetos.  Con  aquieto  vamos , 
Manuel ,  hasta  eliíamiuo , 
boude  bailar  el  sustento  determino. 

Y  las  do«  esperad  i-n  este  puesto. 

Rogando  al  cíelo  que  volváis  tan  presto, 

One  ignore  el  peósamienio 

Si  eatuvIsietB  aosentis  un  momento. 

(Vansí.) 


ESCKVAU. 

LUIS,  MANUEL. 


LUIS  PEBEZ  EL  GALLEGO. 
Hoy  mi  hermana  y  vuestra  esposa , 
No  sin  causa  os  apartí, 
Porque  ya  que  liemos  quedado 
Los  dos  solos,  yo  Manuel, 
Uuicro  en  un  negocio  grave 
Tomar  vuestro  parecer. 
Anoche ,  cuando  let 
En  la  casa  de  aquel  Jaei 
Mi  proceso,  bailé  mi  testigo 
Tan  InAmte  y  falso  en  él , 
Que  decia  que. habla  visto 
Como  Don  Alonso  Tué 
Acompasado  conmigo 
A  la  campaña;  y  también,  ' 

Siie  traidora  me  1 1  te  dimos 
ucrte  alevosa  y  crui-l 

A  Don  Diego  de  Alvaraao 

Loa  dos.  Ved  ahora ,  ved 

¡Cómo  se  pueden  sufrir 

Atrevimientos  de  quien 

Con  la  lengua  faa  pretendido 
,  Deslucir  j  deshacer 

Acciones  de  un  desdichado 
[  Que  en  este  estado  se  ve , 

Sin  tener  culpa  mayor 
I  Quewr  tan  hombre  de  Meo  I 

i  «AJIDEL. 

iV  quién  es  ese  testigo? 

,  Cnando  lo  sepáis ,  veréis    ' 
Que  es  mayor  mi  seutiníienta,  . 
Porque  Juau  Bautista  e^. 

El  un  cobarde,  y  asi, 
Luis  Pereí ,  no  oí  admiréis ; 
Que  el  cobarde  siempre  apela , 
Comosiu  valor  se  ve. 
Bel  tribunal  de  las  manos, 
A  la  lengua  y  i  los  pies. 
Tamoa,  v  eu  medio  del  día, 

La  mnerie.  públicamente, 
Delante  del  mismo  Juea, 
Saouémosle  de  bu  casa 
O  donde  quiera  que  esté, 
Y  llevémosle  á  la  plata. 
Donde  di^a  como  es 
Testigo  falso;  que  to. 
De  mirar  que  le  dejé 
Vivo  la  noche  de  marras , 
Estoy  picado  también. 

Esto  ba  dé  ser,  en  efecto. 

Amigo ;  pero  ha  de  ser 

Disnooiéndolo  mejor..'. 

V ,  las  pmdeocias ,  sabed 

Que  bao  de  ser  de  dos  maneras  : 

Este  discurso  atended. 

Pendencia  que  k  mi  me  llame. 

Como  Quiera  que  yo  esti 

He  ha  de  hallar  dispuesto  siempre. 

Salga  mal.ó  salga  bien. 

Mas  la  que  yo  be  de  buscar , 

Con  mi  seguro  ha  de  ser; 

Que  del  Dad ar  y  el  reBIr 

El  guardar  la  ropa  fué 

La  gala.  —  Gente-  he  sentido.     ' 

Llegad  conmigo  :  veréis 

Del  modo  que  he  de  viiir , 

Tomando  lo  que  me  den , 

Sin  hacer  agravio  a  nadie , 

Que  soj  ladrón  muy  de  bien. 

ESCENA  m. 

LEONARDO.  -  LUIS,  MANUEL. 
i.caHAKD0.  (DñA-a.) 
Saca ,  Mendo ,  eios  caballos 


Uo  rato  quiero  Ir  I  pié. 
RésAs  las  manos ,  se&or. 


LOU. 

-  Dichoso 
Soy ;  que  deseo  saber 
Qoe  hay  de  nuevo  eo  Salvatierra, 

Y  baréisme  mocha  merced 
En  decirmelo. 

LCOtUBIKI. 

No  hay 
Cosa  digna  de  saber, 
Sino  aolo  travesura* 
De  iM  hombre ,  qne  dicen  qoe  et 
Esctndalo  dests  Uem 
CA  so  vida ,  el  cual ,  después 
De  herir  un  Conegidor 
Un  dia  por  no  sequé, 

Y  milsr  no  criado  suyo, 
ADOche  en  casa  del  jot-a 
Pesquisidor,  dii  que  entró 
Por  corlosIdM)  i  lér 

Sa  proceso... 

Es  muy  curiosa. 

LEOItÁaDO. 

Y  queriéndole  prender. 
De  entre  lodos  se  escapó 
Con  00  hombre,  que  también 
Dicen  que  e«  facineroso 

Y  homicida  como  él. 
Anda  toda  la  justicia 
BuDctndolos  r  pienso  qne. 
Según  tienen  los  deseos. 
No  se  escaparlo  por  pies. 
Esto  hay  de  nuevo. 

Yo  ahora 
Qoisieri  de  vos  saber , 
SeUor  (que  en  lo  qne  habéis  dicho 
Hombre  cuerdo  parecéis) , 
iQué  es  lo  que  bicUrades  vos, 
Sniegirades  i  ver 
Un  amlgo.en  nn  aprieto, 

Y  qoe  echado  fi  vuestros  pies 
Os  pidiera  qne  amparaseis 
Su  vida? 

i.EOiuatio. 

Puesto  eon  é\ 

A  su  lado ,  me  restara 

Hasta  morir  ó  vencer. 

Loia. 

i  Fnérades  facineroso 


No. 

LUIS. 

Y  si  después 
Os  dijeran  que  tenia 
Hecha  Informaeton  el  juex . 
En  que  le  probaban  muertes 
V  delitos  por  hacer , 
1  Procurirades  mirar 
La  OMU,  j  delU  saber  i 

ü.nt.zodb/ Google 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDEAÚN  DE  LA  BARCA. 


Sf. 

Decidme,  paes, 
OIra  cosa.  Si  Hte  bómbre 
Lli-t(a»;  por  eMo  i  ver 
Su  persooa  persf  guilla , 
Siii  liacleuda  y  sin  lener 
Con  qne  suslenlar  su  vIJa , 
iNo  tiictera ,  seGor ,  mu;  bien 


ino  [iiGteni,  t 
EnpetUrlot 


{Quién  lo  utega? 

Y  s]  aquetie  tal ,  i  qoíeu 
Lo  pidiese,  se  lo  «Itese, 

4Ñ0  bjclen  tamhiea  muy  bieu 
lío  lomarlo? 

LEONARDO. 

Claro  está. 

Pues  si  esii  claro,  sabed 
Que  soj  Luis  Pérez ,  (pie  rivo 
De  la  manera  que  leis, 

Y  que  os  uido  socorráis 
MI  desdicha.  ¡Ahora  led 
En  qoé  oMíRacion  estoy , 

Y  «as,  señor,  loque  Mceis! 


Para  que  os  socorra  yo , 
Luis  Pérez,  no  es  menester 
Conieucenne  con  ratones. 
Porque  soj  hombre  que  sé 
Lo  que  son  necesidades. 
Si  esta  cadena  no  es 
Bastante  para  las  vuestras. 
Palabra  os  doy  de  volver 
Cou  mi  bacieiKla  i  socorreros. 

Noble  en  todo  píreeeis. 

La  c;idi-iin ,  be  de  saber 
Si  me  la  dais  por  temor , 
Ahora  i|ue  solo  os  veig 
Eu  el  campo. 


No  os  la  do;, 
Luis  Pérez,  sino  por  ver 
Vuesira  desdicha;  y  lo  mismo 
Hiciera  ahora  ,  i  tener 
Un  escuadro»'  de  mi  parte. 

Con  eso  la  tomaré ; 

Üue  de  mi  no  lia  de  decirse 

(Jue  cosa  ruin  intenlé; 

Pups  cuando  llegue  ü  costa rmi- 

La  vida  el  rieor  cruel 

Ue  mi  cMrelia  y  mi  destino, 

Consolado  moriré 

Con  que  la  Tama  diri  : 

■  E'ta  la  Justicia  es 

•,'iie  manda  hacer  h  rorltina 

A  L'sle,  por  hombre  de  bieu>. 

ICONAHOO. 

¿Uandaia  otra  cosa  7 

-Ño. 


¡  Bueuo  es  querer  reducir 
A  estilo  noble  ;  cortés 

El  harUr  1 


Estoe! 
No  es  hurtar. 

■ARCEL. 

Quien  llega  á  ver 
Dos  hombres  desta  1  numera 
Pidiendo  limosna ,  ¿es  bien 
Se  la  niegue  T 

EWXNA  IV. 

Dos  VILLANOS.  —  LUIS,  MANUEL. 


He  comprailo. 
Como  os  digo ,  todo  aquel 
tlajuelo  de  somo  el  valh;. 

i  El  que  de  Luis  Pérez  fué  T 

VILLANO  1." 

El  mismo;  qoe  la  justicia 

Lo  vende  todo,  porqué 

De  aqui  ha  de  pagar  las  costas 

Al  escribano  y  al  juez ; 

y  asi,  le  llevo  el  dinero. 

LUIS.  (A  Manuel,  que  u  aptrla  luego.. 

Este  conocido  es  : 

Seguro  puedo  lle|;ar, 

Porque  sus  entrañas  sé. 

AutOQ,  i  qué  hay  de  nuevo  t 

iLuisl 


Con  mi  riesgo  ^uo  podríf 
En  Un,  esto  no  es  del  caso  : 
Pues  sois  mí  amigo ,  atended. 
Vo  tengo  necesidad ; 
Cosa  iiüame  110  be  de  hacer ; 
Vos  lleváis  ahí  dineros 
Con  que  ayudarme  podéis. 
Ni  me  he  oe  dejar  morir, 
M  yo  os  tengo  de  ofender; 

Y  asi ,  os  pQueis  ir  seguro. 
Vos  mirad  cúmo  ba  de  ser, 

V  dése  eu  esto  algún  corle , 
Uuu  a  todos  uos  esté  bieu. 


TILLAHO  1.* 

iQué  medio  se  puede  dar , 

(bale  tft'ii' 
Sioo  que  vos  le  toméis? 

{Áp.  Con  esto  guardo  mi  lida  ; 
Que!  ne|{arlo,  cierto  es 
Que  aqueste  me  la  quiUra.) 

Yo  el  dinero  lomaré ; 
Pero  advirlieodo  primero 
Ijue  es  porque  vos  le  ofrecéis 
Ue  muy  buena  voluntad. 

VILLATIO  1," 
,_    la  tengo,  bien  se  ve 
De  serviros ;  pero  i  mJ 
"- '-)  debacer  bita  también. 

10  entiendo.  De  suerte. 
Que  vos,  sí  pudiera  ser 
Defenderlo',  ;  no  lo  dierais? 


y  Id  con  Dios ,  porque  no  es  biea 

Que  se  diga  de  Luis  Pereí 

Que  robó  i  ilguuo  ;  porqué 

Decirse  de  mlque  yo 

Necesitado  lomé 

De  quieb  me  dio,  poeo  Importa  ; 

Pero  decirse  que  fué 

Con  violencia  ,  importa  mucho. 

Tomad  el  dinero  pues, 

Y  idos  con  Dios. 

VILLANO  1.' 

i  Qué  dedit 

Digo ,  amigo ,  lo  que  veí*. 
Id  con  Dios. 

VILLANO  1,' 

De  tus  contrario* 
Elcieloto  libre,  amen.  ■ 
Vo  llevo  aquí  seis  itoblones , 
No  lo  sabe  mi  mujer, 
Oelles  te  puedes  servir. 

I  M  una  blanca  tomaré. 
Idos  con  Dios,  que  ya  es  larde, 

V  ya  el  sol  se  va  t  poner. 

( Vante  la$  riíJjiiM.) 

EflCEHA  T. 

DON  ALONSO.  —  LUIS;  MANUEL, 
retirai». 
KRi  ALOMO.  {Sbt  wer  i  Lait.) 
No  en  vano,  amíslid ,  mandó 
La  gentilidad  bacer 
Altares  i  la  deidad. 
Pues  eres  la  diosa  i  qolea 
El  bu  mano  pensamiento 
Da  sa  adoración  con  fe. 
Pues  llego  buscando  así, 
Por  ser  amigo  I*íe1, 
Uno  i  quien  debo  la  vida; 
QuB  nofi  de  la  amistad  ley 
Qup  porque  él  me  deie  solo, 
Haya  de  dejarle  i  él. 
(Ap.  Gente  hay  aqui :  cubrir  quií-ra 


u-í 


Caballero,  la  fortuna 
Puerta  i  ilus  liombres  de  bien 

Que  algún  sucoiro  les  dé, 
Por  no  lomarlo  de  otra. 
SI  es  que  aiudamos  podéis 
Con  algo  qiV  no  haga  falta , 
Nos  haréis  mucha  merced; 

Y  si  no,  ahí  i'Stíi  el  camino, 

Y  i  Dios ,  que  os  lleve  oon  bien. 

¡  Luis  Pérez !  De  mi  dolor 
Hi  llanto  recuesta  os  dé , 

Y  mis  brazos.  ;  Qué  es  aipiesloT 


Dadme  mil  veces  los  brazos. 


is  juzgué. 


Amigo,  no  hay  para  que. 


Cuando  ei    .    ^..^ 

Cortesano  de  las  ondas 
V  vecino  de  un  bajel , 
¡A  Salvatierra  veoís! 
Decidme,  señor,  ^í  qué? 

I  Buscindüs,  porque  yo  apenas 

!  Desde  la  playa  miré 
La  armada ,  y  para  embarcarme 
Lola  lancha  puse  el  pié, 

¡  Cuando  me  acordé  de  to° 

,  Y  tan  corrido  me  bailé 


dbvGooglc 


LUIS  PERES  EL  GALLEGO. 


De  biberos  düjado ,  Luis , 
Venir,  qae  determiaé 
Seguiros ,  por  no  pasar 
CoD  tal  cuidado,  listo  es 
Ser  amigo ;  que  au  amigo 
No  se  ba  de  dejar  perder 
Por  un  a|¡ravio  que  haea; 
Pues  dit  1.1  suerle  oue  veis , 
El  agravio  (jae  meliicisteís 
Tengo  de  Mtisfacer. 
A  niurir  llego  con  tos. 


Dadme  mil  veces  los  pWs. 
Dadme  vos  cuenta  de  vos. 

En  eate  monte  Manuel 

V  yo  vivimos,  vendiendo 
Las  vidas  al  Ínteres 

De  mu  vidaE. 

Ya  he  venido 
Yo,;  esto,  Luis,  hade  ser 
De  olra  auerlc,  Aquesa  aldeii 
Que  ealá  dése  moiue  al  pié , 
Es  mia  :  si  ¡o  entro  en  ella , 
En  el  traje  que  me  veis, 
Knlacasa  de  un  vasallo, 
De  quien  üarme  podré. 
Viviremos  mas  sep uros , 
Hasta  que  delennineis 
El  negocio  i  que  venís, 

V  qué  es  lo  que  babeisde  hacer. 
Esperadme  en  estepoeslo  : 
Üispoudréloj  volveré 

A  avisaros:  y  enefeto. 

Para  el  mal  j  para  el  («en 

Hemos  de  correr  desde  hoy 

Cu»  fortuna  los  tres.  {Vate.) 

ESOENA  VI. 

LUIS,  MANUEL. 

LDIS. 

¡Qué  amigo !  ^ 

Por  esta  parte 
Viene  un  confuso  tropel 
De  gente. 

(Ruido  dentro.) 

LCI«. 

E4(os  muchos  son  : 
Apelemos  i  los  pies 

V  t  la  aspereza  del  monte. 

SI  pretendemos  correr , 
Las  ramas ,  lenguas  del  bosque , 
Dir&n  que  anda  geute  en  él. 
jQué  haremos! 

Aquestas  pcfias 
Sean  riifllco  cancel 
Que  nuestras  penooa*  gnarden ; 
Pues  aqui  estaremos  bien , 
Entre  estas  peñas  echados. 

Ya  será  fuena  tener 
Ese  por  mejor  remedio, 
Pues  no  ha;  otro  que  eKoger  , 
Que  llegan  cerca. 

Monlafiai , 
Sepulcro  de  un  vivo  sed. 
Uirise  de  mi  que  vo]| 
Al  sepulcro  por  mi  pié. 
{Éeluinie  en  e¡  meló ,  quedando 
tiertot  ceH  algaua$  ranat. 


JOIH. 

Aqui,  seSora,  entre  )as  varias  Dores, 
Derendida  de  p&lidos  doseles , 
Que  deOenden  al  sol  Ins  resplandores. 
Coronada  de  mirtos  j  lámeles  > 
Puedes,  haciendo  allonibras  sus  colo- 
l)tí  los  rajos  huir  iras  crueles,     [res, 
Pues  la  saña  del  soleo  i'sle  monte 
Precipicios  avila  de  Faeloiile. 

BOft II  LEONOR. 

Nopnedo,aun<iuede  esferas  dediaman- 
Llueva  rayos  el  sol,  volver  un  paso    [le 
Kwis,  pues  la  salud  del  Almirante 
He  llama  á  ser  aurora  de  su  ocaso. 
"  ni  lodo,  esperaré 


Por  Vi 


(Pue 


leTsi 


esceha  viil 

EL  lUBZ.  — Dichos. 


.  solo  deseo  corresponde) . 
Sope  la  nueva  iri* te  que  airopelJa 
Vuestra  inquietud,  yttne  luego  donde 
Ninguna  ocupaciou ,  señora  .impida 
Rendir  i  vuestras  plantas  cata  vida. 

Ltts.  {Ap.  á  il.) 

Manuel,  oIsT 

Uat  quedo  hablad. 


Con  püiilica  venganza  estoy  dispuesto, 
:Qué  ocasión  nourá  hallar  jamas  mi  ma- 
Uejorquevcrleabora^nesie  puesto,  [no 
Donde  alabanza,  honor  j  gloria  gano, 
Volviei.dopor  mi  honor  yelde  un  ami- 

Juntando  el  Juez,  la  parte  y  el  testigo? 
Yo  saiKO. 

■AKtlEL. 

HIrad  bien... 


Llegad,  pues  que  ya  estáis  determinado: 
Queyonoesbienque  vuestra  honor  iui- 
[pida. 
Has  esperad  un  poco,  que  ba  llegadt 
Hucha  gente. 


¡Ay  de  mi!  ya  veo  perdida 


¡Hola!  ¿qué  es  eso? 


Unbombre  qnedel  m 


;  Este  villaoo ,  señor, 


Fué  de  Luis  Pereí  cmdo  : 
Camino  le  liemos  bailado 
De  Portugal; y  en  rigor 
Sabe  del,  porque  aquel  dia 
Que  Luis  Pérez  se  ausentó. 
De  SalvaUerra  falló , 
Volvió  ayer,  y  ahora  buia. 

JOtl. 
Uuy  grandes  Indicios  son. 


Que  yo  esté ,  oslara  i 

Pues  di ,  ahora  ,  ¿  d6nde  eslíT 


Presto  k  buscarme  vendrá; 

Que  es  un  amo  tan  fiel , 

Que  boy  (mirad  esto  quo  os  digoi, 

Si  preso  me  llega  á  ver, 

El  se  dejará  prender. 

Por  solo  enconirar  conmigo. 

¿Dónde  está,  en  fin? 

No  tu  sé ; 
Has  me  atreveré  á  jurar 
Que  cerca  debe  de  estar. 


Si  sabe  que  estoy  yo  aquí. 
Es  fuena  que  eslé  también , 
Pori|ue  me  qniere  muy  bien, 

Y  no  se  aparta  de  mi. 

y  hablando  de  veras  digo 
Que  si  donde  está  supiera, 
Lueco  al  punto  lo  dijera. 
Por  nuir  de  su  castigo  i 
Pues  el  mayor  que  yo  esporo. 
Es  Luis  Pérez.  Si  fallí: 
Desta  lierra,  señor,  fué 
Huyendo  rigor  tan  tiero. 
Ful  á  Portugal ,  y  en  él  vi 
A  Luis  aquel  mismo  dia. 
Páseme  al  Andalucía , 

Y  también  vi  á  Luis  allí. 
Volvlme  á  esta  tierra ;  y  luego 
Luis  á  esia  tierra  volvió. 
Donde  anoche  me  df  jó 

Por  muerto.  Libre  del  fuego 
He  vi ,  y  qulseme  escapar, 
Ausentándome  otra  vez; 

Y  esta  gente,  señor  Juez , 
Me  alcanzó  al  primer  lut;ar. 
Prendiéronme  por  criado 
Suyo ;  pero.no  lo  soy. 

A  vuestras  plantas  estoy, 
De  niiiguo  modo  culpado; 
Has  digo  que  si  á  mi  amo 
Queréis  cazar,  me  pongáis 
En  el  campo  donde  cilSis, 
Por  señuelo  y  por  reclamo : 
Que  yo  pondré  la  cabria , 
Si  él  á  picar  no  viniere, 

Y  en  vuestra  red  no  cayere. 

Tu  locura  ó^u  simpleza 
No  le  han  de  librar  de  mi. 
Dime  presto  dónde  esté , 
O  un  potro  decirlo  bará. 

Nunca  buen  jinete  ful, 

Y  á  saberlo,  cosa  es  clara 
Que  huyendo  doloriu  fiero. 


uuD  uoior^ao  ñero,    ■ 

,i,z,.dt,Googlc 


He  deibocATi  primera 
Que  el  pouo  se  desbocara. 
Pero  DO  Id  a¿. 

Aborá  bien , 
A  e^a  t\áe»  le  llevad 
Preso ,  T  all)  le  encerrad , 
Aaisr leudóle  mu;  bien , 
HaslB  que  xrnu  séd¿ 
Da  que  i  Saltaiierra  taja  : 
y  mucho  cuidada  haja 
En  guardarlo,  pges  ae  ve 
Ed  mi  brío  ;  lu  desgarro 


jTaa  bizarro 
Le  be  parecido  T  Por  Dioi . ' 
De  coairo  boinbres  qae  baj  aqui , 

Sttbnu  ireSfdetreslosdM, 
De  dos  uuo ,  T  auD  de  uiro 
La  niiiad  ,  de  la  mlud 
El  ninguno ;  j  en  verdad , 
Oue  de  nioguno  el  ninguno. 
(Vaute  ioi  alguacllei  y  criaúM,  Hitán- 
dote ú  Peárú.) 


COMEDIAS  DB  J>0¡l  PEDRO  CALUEROM  DE  LA  BARCA. 


LtJifi.  [Áp.  i  Manuel.) 

Pues  que  ;i  se  fbéroo 

Los  que  las  armas  lenian ,    . 

Y  <|iie  loi  eléloi  me  eoilan 
L»  ocasioo  que  preteodieroo 
Mis  deseos  (pues  mejor 
Nunca  la  pudiera  lisiar. 
Que  ver  eu  este  lugar 
Junios  al  Juez, i  Leonor 

Y  á  Bautislu,  sin  mas  guarda 
Que  sos  persouas),  no  espero 
Mejor  ocasión,  j  quiero 

íQué  te  acobarda  I 


JU*N    (Af.) 

j  qu¿  es  esto  que  miroT 
mAa  Lionoa.  {Ap.) 


Hin^no  dtye  su  poesto  : 
Eslense  como  se  eslabao. 
Hiéiuras  qne  al  seflor  Bautista 
Le  digo  cuatro  palabras.  • 


ei  Ittuiar  DO  es  de  imporUocla', 
Si  00  queréis  que  os  respoedao 
Criados ,  que  en  vneslre  casa 
üsslrvierou  otra  vez. 

¿Asi  mi  poder  se  irsu? 
Asi  el  respe  lo  ae  pierde 
:  A  la  jusliciaT 

LUIS. 

¿Quién  guarda 
H»s  su  respeto  que  yo , 
Supuesto ,  seCior,  que  en  nada 
Os  ortodo,  iiues  os  sirvo 
Coa  puntualidades  tantas , 
Que  porque  vos  Jio  os  caoseii 
Bosctadame  en  partes  larías , 
Vengo  á  buscaros? 

«Asi 
Os  pone  «nesira  arrogaucia     - 
Delante  de  la  señora, 
Que  es  la  parle  i  quieo  agravia 
La  iraiclon ,  que  ha  derramado 
La  sangre,  que  la  vengapza 
I  LsU  pidiendo  k  les  cielos , 
Con  leagua  que  Bnae  el  nácar 
Oeslas  íores  ,  tiue  lian  vivido ' 
Desde  entánces  uados  almasT 

Antes  con  esio  la  obligo. 
Pues  qne  la  quilo  la  Raust 
De  un  rencor  tan  indignado 
A  su  sangre  ilustre  j  clara , 
Por  haber  crédito  dado 
A  un  tfsligo  (lueU  engaüa. 
O  si  no,  decid ,  seGóra : 
SI  cuerpo  i  cuerpo  matara 
Doo  Alonso  i  vuestro  bermaoo , 
Sin  traición  j  siu  veutsiia , 

E"  igu  iá  rades  rfgoros  a 
castigo  j  la  vénganla  T 

DoSi  LEONOR. 

No ,  porque  aunque  á  las  mujeres 
Las  lejres  tes  son  negadas 
De  los  duelos  de  los  hombres. 
Lasque  mi  valor  alcaniao,  . 
Saben  las  obligaciones 
Que  deben  1  una  desgracia. 
Si  eo  igual  campo  i  &¡a  Diego 
Hubiera  muerto ,  en  mi  casa 
Estuviera  Don  Alonso 
Seguro  de  mi  vensania. 
Yo  misma ,  viven  los  cielo-i, 
La  amparara  i  perdonara  ^ 
A  ser  noble  su  desdicha. 


Pues  JO  tomo  esa  palabra. 
Y  pues  la  ley  del  derecho 
Hadie  la  ignora,  asentada 
Le;  es  que  se  raiiüquc 
El  testigo,  ;  que  no  valga. 
Este ,  Bauüsta,  es  tu  dicho, 

(Prtíéniate  ¡ahaja  del  prteeto.) 
Vo;  i  leerle ,  ;  declara 
Lo  que  es  reroad  ;  mentira. 
00^4  LCOROB,  (Ap. 

¡Deteminaeion  biíaira! 


Dices  que  de  entre  unas  ramas 

HrTiste  salir  1  mi, 

Y  ponerme  coa  mi  espada 

Al  lado  de  Don  Alonso  ; 

Pues  sabes  que  aquí  te  eugaBas, 

Di  la  verdad. 


LUIS, 

Hienie  tu  lengua  tirana. 
{JHvpara  m  püleltiaza  d  Jua»  BuitU- 
ta;  que  cae  en  el  $uelo.) 

jVUganwelcfelp!' 

ID». 

Sefior 

Jnes  ,  vuesa  merced  abada 
Aquesta  muerte  al  proceso , 
y  adiós.  Tú,  Manuel,  desata 
Los  catiallos  que  han  traído 
Üilos  señores,  y  marcha  i 
Que  pues  aquí  han  de  quedarse, 
No  les  harán  mucha  &lta. 

(Fanse  le»  det.) 
ESCENA  Xt 


Par  vida  del  Re;, 
Que  tan  soberlria  arrogaiicit , 
O  me  ha  de  costar  la  vida , 
O  ba  de  quedar  castigada. 

JtlAN. 

Escucha,  señora,  jsabe 
"-'  muefo  con  luata  causa, 
._.    cuanto  be  dicho  dngl. 
Por  couseguir  i  su  bennaua. 
Don' Alonso  diú  la  muerte 
Cuerpo  á  cuerpo  ;  cara 
A  lu  faemianD  :  esto  es  verdad. 
Que  i  voces  lo  diga  basia , 
Para  que  en  ni  triste  muerte 
Esta  deuda  saliste ga. 


_       ._ _.túaqni 

Dices  que  escondido  estabas. 
Cuando  miraste  reSir 
A  hM  dos  eo  la  campaña. 
jEsti  es  verdad! 

Si  loes. 


A  la  voz  de  la  escopeta  , 
Lengua  de  íbego  que  baUa 
A  los  vientos ,  hemos  vuelta 
iber  si  algo  nos  mandas. 


PEtlBO. 

iNo  lo  dije  yo  que  habla 
De  venir  tras  mi  siu  hltaT 


Ho;  bao  de  morir,  ;  aquf , 
I  Porque  aqueste  no  se  vaja 

S\iae  bien  se  ve  estai* culpado) , 
lueden  dos  hombres  de  guarda 
I  Con  él. 

i  Si  era  mi  deKio 

Callar  doodc  Luis  esiatta , 
¿Yo  no  diie  que  npdiii , 

u.nt.zodb/GoOglc 


Y  ^noT  iQné  culpa  ballin 
SamlT 

DK  ALGUACIL  {A  Otro.) 
Los  dos  líos  quedemos 
Con  él.  Veu ,  traidor,  ;  calla. 
'{Vate  tí  Juet  CON  algua^ei.) 
doDa  leomoi.  (Ap.) 
Hacho  sentiré  que  afcaDcen 
Este  hombre ;  (]ue  aunque  airada 
.  Estuve  coQ  él ,  sabiendo 
La  Terdad ,  con  jusla  cansa 
Podrí  trocar  el  lalor 
En  agravio  la  venzaaza. 
La  tul'  teiigo  de  daric , 
Si  puedo,  eu  desdlcliii  lanía. 
¡Que  i  unto  el  laior  ulitjguü , 
OuB  temple  al  m'umo  que  agravia' 

(Vanie.) 

Monta. 

ESCENA  XIII. 

LUISt  HANUELi  dttpue*  EL  JUEZ. 

Pues  rendidos  á  su  alíenlo 
Los  caballos  se  dfgraajan. 
En  la  espesura  del  monte 
Esperemos  cara  i  cara. 

JO  El.  (Üeatra.) 
En  esta  pane  se  esconden 
Entre  las  entesas  ramas  : 
Cercadlos  por  lodas  partes. 


Perdidos  se 


i.  Con  1 9 


Si  e^tá  :  escucbad  una  traza. 
Si  con  loda  aquesta  gente 
Hlfiésemos  cara  i  cara , 

No  {«drill  jamas  cercarnos 
Si  estamos  espalda  A  espalda. 
Pues  bailarín  siempre  asi 
El  rostro,  el  pecho  y  la  espada, 
neüid  vos  con  quien  cajero 

^1  vi 

Yo. 

Pues  si  tú  me  la  guardas. 
Seguro  eslo;  :  venga  el  mundo. 
JOKZ.  (Uentrt.) 

A  ellos. 

ESCEIfAXlV. 

EL  JUEZ  con  alcdacu-is  i  aiiWE.- 
LUIS,  MANUEL. 

Ll^ad,  canalla. 

( finen*»  Uat  ¡I  Manuet  áí  etp^dú* . 
t  andan  al  reiteder  riñeado,  y  luí 
alguacUes  prwuTait  aparUrlot-i 

Hanuel , ¿cómo  va* 

■AKDEt. 

Hujblen. 


*  Parecí  cTldtnte  uat  hlu  alio. 


LUIS  PÉREZ  EL  GALLEGO. 


Al  monte;  (Fon.) 
ivtt. 
Seguidlos ,  T  no  se  vayan.       ( VanM ) 


Q<iiiea 


Otro  piDio  del  monte. 
ESCEHA  XT. 


Aquel  arcabuz  que  oi , 
De  horror  y  Iristeía  lleno. 
Siendo  para  todos  trueno. 
Rayo  ba  sido  para  mi. 
¡Vilgame  Dios !  ¿Qué  ser* 
El  tardar  Luis  y  HanueIT 
Que  un  pensamiento  cruel 
Asombro  j  temor  me  da. 
Amiga,  ¿qué  le  parecet 
mAa  jdaha. 

ÍCÓmo  quieres  que  te  den 
lespufsU  voces  de  quieo 
La  misma  duda  padece! 

Bajemos  desu  monlaBa , 
Que  menos  mal  es' morir 
De  una  vea ,  que  no  sentir 
Muerte  prolija  ;  eiinfia. 

ESCEHA  ZVL 


Procond ,  Uanael ,  lobir, 
Que  una  «ei  allí  los  dos, 
A  una  escuadra ,  voto  i  Dios. 
No  DOS  hemos  de  reodir. 


Que  el  mnodo  tieae 


El  bado  defensa  bumaaa. 


(Cage  una  piedra. 
Este  pe&asco  en  mí  mano  ■ 
Y  eu  las  vuestras  eseacero- 

[Súbeiue  eíu  d  uiapeñaaltM.) 

ESCETfA  XVII. 

EL  JUEZ,   ALCOACILIS,  —  DlCBOS. 

Trepad  la  montafia  arriba; 
tíue  i  pesar  de  ofeiisus  tantas , 
Tengo  de  poner  las  plaulax 
Sobre  sn  cerTlt  altiva. 


Vive  el  cielo,  que  ha  de  ser 
Plata  lodo  este  boriionie , 
V  cadalso  aqueste  monte, 
mí  justicia  ba  de  ver. 

iu  nie  diere  vivo  ó  muerto 

Luis  Peret,  le  daré 
mil  escudos. 

Lins. 
A  fe 
es  muy  barato  el  concierto. 
aisme  en  precio  mu;  vil  : 
Ds  taso  en  mas.  Quien  me  diere 
vivo  ó  muerto  al  Juec,  espere 
De  Dii  mano  cuatro  mil. 

Tirad,  maiadle,  del  cielo 
Castigue  un  rayo  i  los  dos. 
{üitparan  na  crcabut,  j/  coi  Luíi  n 
dando  de  ¡a  pe^.) 

¡Huerto  soy!  ¡Vilgame  Dios! 

jon. 
Date  i  prisión. 

iCómoT  Apelo 
A  la  espada...  Has  i ay  triste! 
En  pié  no  puedo  tenerme. 
Llegad ,  llegad  i  prenderme. 


rad ,  no  le  matels, 

:sa  saña  alrexlda 
..  .  le  quitó  la  vida , 
CoQ  ella  uo  me  dejéis. 

Caminad  i  Satvaüerra. 
Con  Ul  presa  voy  contento. 
"    leelJuet  y  lo*  úiguaeile*,  ne- 
vándote d  ImU.) 


Intento 
Despeftanne  desla  sleirti. 

Detente. 

■Ainiiu 
SnelU.óporDios, 
QoB  te  arroje  de  mis  braios 
A  ese  valle ,  hecba  pedaios. 
Donde  muramos  los  dos.  (Beja-i 

ESCENA  XVm. 

DON  ALONSO,  nttv  aOoroíado-  — 
HANUEL, DONA  JUANA. 

iQaé  es  estol 

Que  Ilevao  preso 
A  Luis  Peres.  Este  día 
A  riesgo  de  la  honra  mia. 
De  mi  amistad  el  eiceso 
Se  ha  de  ver. 

Vamos  tras  él : 

?ae  auDqne  encubierto  he  venido, 
estarlo  iqut  he  pretendido, 
Hí  lian  llpRadi>í  tan  cruel 
astado  y  i  tales  puntos 
De  un  amigo  los  eitremos , 
Las  máscaras  nos  quitemos  < 
I  ¥  muramos  lodos  jantes. 


liantes.       ÁVm 

¿,oogk- 


COMEÜDIAS  DE  DW  PEDRO. CALDBROH  DE  Lk  BAHCA. 


ESCENA   XIX. 
Dos  ALCUÁC1L1S,  can  PEDRO. 


Espérenme  aquí  au  poquilo ; 
Que  JO  iré,  j  eu  an  luslaiiie, 
Bieii  iiirurmaJo  iIr  lodo, 
Velox  volveré  i  contarles 
Lo  que  pusa. 

Estése  quedo 
V  un  itomo  no  se  aparte, 
O  deteodriule  dos  balas. 


Seria  remoras  notables, 
^faora  bien,  pues  ijue  no  quieren 
Que  vaja  y  vuelva  a  iuroniiarleí , 
Va^'an  jr  luelvan  los  dos 
A  lurormarme  i  mi ,  que  es  Ucil. 
AUDAGIL  1.* 

^o  te  bahúnos  de  dejar 
Ij'ji  minuta. 

iHaTmaseoiiaiantes 
CuardasT  ^  Soj  ilia  de  fiesta , 
l'ara  que  todos  me  guarden? 
ai  bien  tengo  aquí  un  coiisuein; 
V  es,  que  no  vendrá  i  buscainie, 
llíénti'as  preso  esto;,  Luis  Pereí, 
Si  este  sagrado  uie  vale. 


Grao  gente  vi 


Vienen  do»  ai 

Y  detras  oíros  que  (ales  : 
Ko  medio  de  todos  oíatco 

Un  liomhre  oniboiado  traen, 

Y  luego  inlioita  gente. 

ESCEHA  XX. 


iOáiHle  aquel  preso  dejasteis? 

ALCDACIL  1." 

Aqui,  sebor. 

Los  dos  juntos 
De  aquesta  manera  niarclien. 

«I.CDACIL  3.* 

Ko  potfri  Luís,  porque  tiene 
Hecho  un  brazo  dos  mil  partes, 
V  ja  Tallece ,  señor, 
Con  la  Taita  de  la  sangre. 


Solo  aquí  podo  la  suerte 
Perspguirine,  y  apurarme 

La  pacieocia.  ^Cuinlo  va 
tjuí-  para  esto  en  qne  se  bacc 
lln  crpo  para  los  aos, 
Para  los  dos  una  cárcel. 
Para  los  dos  una  horca , 
Un  cordel.Y  un  enterrarme 
Coo  él  eu  un  mismo  bo|o? 

LUIS. 

;Quién  aqui  le  queja? 

"   Nadie. 

No  temas,  Pedro,  que  ya 

tio  tienes  que  recelarte; 

Que  ayer  de  matar  fué  día , 

V  boy  de  morir,  j  Ah  inconalantes 

Presunciones  de  ios  liombres. 

Qué  desvanecidaí  yacen ! 


Yo  soy,  con  estas  señoras , 
Üue  corrida  de  mirarme 
Vengativa  por  engaños 
De  un  traidor,  quiero  mostrarme 
Piadosa  y  agradecida 
A  desengaño  tan  grande. 
Dadme  ese  preso ,  que  yo 
Le  perdouo  como  parte. 

no ,  le  quitaremos. 
Dadnos  el  preso  al  iuBtaate. 

I-EDBO.  (Ap.) 
¿En  qué  ha  de  parar  aquesto? 


ESCENA  XXIL 


Otro  DOevo  lance 
Es  aqueste. 


Don  Alonso 
ue  Tordnya  soy ;  que  sabe 
Agradecer  de  esta  suerte 
Hi  amistad  acciones  tales. 
Aquesto  es  venir  restados 
Por  eso  no  hay  que  eicu 
En  eutregaraos  el  preso 

Ouaotos  miras  sqak,  iates 


Venga  el  preso. 

El  preso  venga. 

Probad ,  si  queréis  llevarle. 

A  etiot,  j  raaenn  lodos. 
DoD*  LEonóa. 
Aquí  estoy  de  vuestra  parte, 
Don  Alonso;  pero  luego 
Advierte  que  lias  de  pagar 
El  baber  muerto  i  mi  bennauo. 


Y  parará  en  que  se  cásea. 

i  Nobay  remedio,  señor  Joei? 

No  habri  remedio  que  baste. 

Puesinimo,  y  pelead. 
|£a,  amigos!  Dadles,  dadles. 
{hiñen  ,y  rettronie  h*  tlgtaelUí ;  ta- 
le por  Bhv  laáo  libre  LuU  Peret.) 

Ya,  Luis  Pereí,  esUis  libre. 

DoD  AloDso  amigo ,  antes 
Estoy  preso  ¡  que  quisiera 
Pagar  acción  semejaule , 

Y  ñáiéiitras  me  deseiupeño, 
"'  vida  i  esas  plantas  yace. 

Deja  ahora  cumplimientos. 

iQuébarémos! 

Meterle  fraile. 
Que  es  el  camino  mejor 
Para  vivir  y  librarle. 
Pero  díme ,  i  serft  bora 
En  que  puedas  perdunarmet 
Hario  be  pasado  por  ti, 
Por  caminos  y  con  bambres. 
Señor  Don  Alonso ,  á  Vos 
Os  suplico  de  mi  parle. 
Que  me  alcancéis  el  perdoo. 

Luis  Pérez... 

Amigo,  baste: 
Yo  le  perdono  por  vos. 
Vamos  desde  aquí  al  instante 
Por  mi  bermana  y  Ooñt  inaua, 
paes  quediroD  1  esperarme. 
Dando  con  aquesto  lln 
A  las  baaafias  notables 
pe  Luis  Perea :  j  sa  tidí 


Dirá  la  segunda  parte 


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NO  SIEMPRE  LO  PEOR  ES  CIERTO. 


DON  CARLOS,  galm. 
DON  JUAN  HOCA,  galán. 
DON  DtlíGO  CENTELLAS ,  ¡alan. 
DON  PEDRO  DE  LARA.rf^/O. 


KABIO,  criado. 
r.INKS.íriodo. 
LKONOR ,  íawta. 


DONA  BEATRIZ,  dono. 
INÉS,  criada. 


JORNADA  PRIMERA. 

Sala  4t  mt  posada, 
ESCENA    PRIMERA. 


{Diste  el  pip«IT 

Si,  seBor, 
Y  con  notable  alegría 
Dijo  que  al  pinito  veudria 
A  esla  posaai. 


Aun  no  tu  abierto  su  tpoKulo. 

Pues  llama  i  él ,  porqae  tuleulo 
Darla  parte  del  cuidado 
Con  que  i  asegurar  me  atrevo 
Su  vida  j  sa  boiior  aquí 
Por  io  eme  me  debo  i  mi , 
No  por  lo  que  ¡i  eila  la  dcho. 
Lljmala  pues,  que  ja  es  bora 
De  que  despierte. 

(Sale  Leonor.) 

Eso  roerá 
SI  JO ,  Don  CArios,  durmiera ; 
Peto  quien  padi-ce  j  llora       , 
Dctdenps  da  una  forlnn* 
Tan  cruel,  tan  incietaente, 
Tan  i  todas  horas  siente. 
Que  no  descansa  en  nlagnna. 
iQué  me  quieres  t 

lurormarte 
De  cúmo  en  tan  triste  suerte 
Trata  mi  amor  defenderte , 
Ya  que  no  es  posible  amane. 
Sabria... 

No  prosigas,  no, 
Pues  sea  >nsto  6  do  sea  justo , 
Basta  saber  que  es  ta  gnsio, 
Para  obedecerle  yo. 
Que  aunque  en  pena  SMaeJante 
Atento  te  considero 
A  la  lej  de  caballero 
Primero  que  i  la  de  amante  g 
Ea  mi  no  otj  mu  elección. 


Mas  gusto ,  mas  albedrio , 

Que  el  tujo  :  siendo  este  el  mió, 

¿Para  qué  es  la  relación  T 

¡Oh  qué  bien  esa  bomildad , 
Herniosa  Leonor,  viniera , 
Si  de  voluntad  naciera, 
Y  no  de  necesidad  1 


A  quien  1*  le  ha  persuadido 

La  apariencia  de  un  engaño, 
Taroe  6  nunca  el  desengaño  - 
Pondri  su  qnejs  eii  olvido : 
Y  mas  mando  él  de  sa  parte 
Tan  poco  hace  por  creer 
Qué  pado  ó  00  pudo  aer. 
Diiii  cintos. 
No  trates  [1<<  dijculparie; 
IJue  no  has  di'  poder,  Leonor. 

Por  ser  la  última  que  aquí 
Ha  de  dvberte  mi  amor. 

Sí  haré :  sal  dése  cuidado. 
Uime,  pues,  lo  que  deseas. 

Escúcbame,  y  no  me  creas 
Después  de  haberme  escuchado. 

IHMIL'iU.0*. 


Solamente  ta  ateuclon. 
Aguarda.  —  Pabio. 

SeAor. 

bOn  CÁBLOS. 

lieré  et  caballero 

Que  llamaste,  entra  primero. 

Porque  se  esconda  Leonor.— 

{Vate  Fabia.) 
Prosigue  aboni. 

ESCENA    n. 

LEONOR,  DON  CARLOS. 

Lsoma. 

Ya  sabes, 

Cirios  mío...  Hal  emplexo. 

Pues  yendo  i  decir  verdam, 


Hube  de  ei 

Descuido  I    .      , ..,  . 
De  andar  mi  amor  ad  dentro , 
Pues  de  cuanto  arroja  Cnera, 
Ha.sia  el  descuido  es  requiebro! 
Va  sabes,  digo  otra  vei. 
La  ilustre  sangre  que  tengo , 
Por  la  estimación  que  has  visto 
En  mis  padres  y  én  nls  deudos. 
También  saliec  que  por  mi , 
Cirios ,  no  la  desmerezco , 
Aunque  quieran  mis  desdichas 
lirslucir  mis  peiisamieutoa. 
iOhcuinto  en  esta  materia 
Coliarde  estoy,  conociendo 

Sue  contra  mi  hasta  la  míMia 
erdad  sospechosa  tengo  1  i 
Pues  quien  me  viere  venir 
Peregrinando  i  otro  reino 
Kn  |ioder  de  un  hombre  moio, 
Y  deste  con  tal  ilespego 
Tratada ,  que  tas  linezas 
Que  i  su  ilustre  sangre  debo 
Aun  tío  las  debo  yo,  pues 
Elselasdebeáslme«mD, 

ÍCómo  créri  qoe  sin  culpa 
'antas  desdichas  padezco , 
Cuando  ai  primero  que  obligo , 
Es  el  primero  que  ofendo* 
Pero  íqné  importa  ,  qué  I m paita 
Que  en  lo  aparente  y  supuesto 
Se  conjuren  contra  mi 
l^streHa,  fortuna  y  tiempo. 
Si  en  la  verdad  han  de  hatlane 
Todos  de  mi  parte,  haciendo 
La  que  el  sol  con  el  eclipse. 
Que  aunque  borre  sus  reOeios, 
Aunque  perturbe  sus  rayoi. 
No  por  eso ,  no  por  eso 
Deja ,  i  petar  de  las  sooibrai , 
De  salir  despue*,  vendendo 
La  vaga  interposición , 
Queta  le  juzgaba  mnertoT 
'■'  af'lln ,  contra  cuantas  nieblas 

.  esplendor  deslucen ,  pienso 
(tronarme  victoriosa  : 
V  biista  ll^ar  este  efecto. 
Hoy,  i  prsnr  de  sus  ¡ras , 
A  alar  el  discurso  vuelvo. 
En  la  corte,  patria  mi» 
(¡Oh  pluguiera  al  mismo  cielo 
Hubiera  sido  al  nacer 
Mi  cuna  y  mi  raoiiumeuto ! ), 
Cirios,  me  viste  una  tarde, 
lúe  i  Sao  Isidro  saliendo 
migas  n:' 
16  por 

Llegaste  á  bablarlai ;  y  dando 
Licencias  el  campo,  atento... 
—  A  mi  bermosun  dijera, 
SI  pensara  qiM  la  tengo...  -~ 


rglc 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


De  gabn  t  de  entenillcfo 
iuolasU  los  do»  nlcemoi , 
Haciendo  li  corleila 
U*p>  del  aireviíAíeuio. 
Codiiauaítii  deide  entonces 
&a  mi  calle  Im  pueoit 
En  mi  rpja  lo(  aiupiros. 
De  (Ua  ;  de  nocbe  siendo 
La  esiaiua  de  mis  ambraleí , 

Y  la  sombra  de  mi  cuerpo. 
Soliciíasie  e natías 

Y  amigas ,  que  son  los  medio» 
Coraniies  de  amor,  i  quien 
Debiste  que  tus  alectos 
Üjese  para  (scncliarlos , 

Si  im  para  agradecerlos. 
CuídIos  días  le  cosl¿ 
De  fineus  ;  desvelos 

'  One  lejese  an  |»apel  tuyo , 
Tú  lo  sabes  i  ]>  asi ,  quiero  ■ 
DeJundo  empeQos  meuores. 
Ir  a  mavOTes  empeños. 
Enterada  yo  de  que 
Fueseu,  üárlosi  tus  intentos 
Tan  ilcitos ,  que  aspiraban 
Solo  al  fin  de  casamiento. 
Admití ,  menos  cruel 

•  Uue  debiera ,  tus  deseos ;    ■ 
Pero  con  aquel  seguro, 
Bastante  disculpa  tengo 
En  lo  Ilustre  de  tu  sangre , 
Lo  honrado  de  tus  respetos. 
Lo* galán  de  tu  persona ,  ' 

Y  lo  sutil  de  tu  ingenio. 


Entablada ,  en  el  silencio 
De  la  Docbe,  |«rque  i  é\  solo 
Se  Qaba  el  amor  nuestro, 
Mos  bablibamos  por  una 
Reja  de  mi  cuarto ;  j,  riendo, 
Qgé  DO  dejaba  de  ser  - 
t^sdñdalo  i  los  que  necias 
De  sus  cuidados  se  olvidan 
Vor  cuidar  de  los  ajenos. 
Tratamos  que  desde  enióuces 
Entrases  al  aposento 
De  na  (»Íado ,-  donde  jo 
UiUarte  podia ,  tín  miedo 
Desta  tH  curiosidad 
Que  tantos  dahos  ha  beebo. 
Pues  hM  peligros  de  aAwra 
Enmienda  con  los  de  kdeMro. 
Dna  nocbe  que  viniste 
Mu  larde  que  otras  (no  qnlero 
Hablar,  que  no  es  ocasión , 
En  ti  otro  dlTertimieoto 
Has  gustMo  te  detuvo , 
Pve*  al  Bn  jo  ie  agradezco 
La  novedad  de  venir 
Al  dabo  j  no  venir  presto) , 
Entraste  en  mi  casa-,  y  cuando 


Qoejosi 
Descon 


..sconllada  mi  íe. 
Te  esperaba  con  aquellos 
Dolces  desaires  de  amor, 
Que  entre  conflanu  j  miedo 
Hacen  ei  cariBo  mas 
Porqne  le  descubren  ménoi; 
Apenas  una  palabra 
Pude  hablarle,  cuando  siento 
Dentro  de  mi  coarto  mido , 
V  i  saber  quién  era  vuelvo. 
T6,  pensando  qpe  seria 
DesdtB  wtudbdo  A  efecio 
De  casUñur  la  lardania. 
He  señóte,  coando  ( i  a;  cielos ! ) 
Vt  (máteme  mi  memoria) 
(hie<icoo  qué  dolor  rae  scoerdo!) 
Sa  ( ¡  con  qoí  pena  lo  digo ! ) 
'  Hoatee  (aWpme  mi  aliento) 
Embotado  ( i  <ivé  desdicha  1 ) 


FADIO.  — LEONOR,  DON  CARLOS. 

Aquel  caballero 

Íue  enviaste  i  li«mar,  aguarda 
lil  Tuera. 

Bo^  CARLOS.  (A  Leanor.) 
Éntrate  alli  dentro,* 
Que  no  quiero  que  te  vea 
Hasta  deanes. 

LBonoa. 

¡Que  basta  te  eiti 
Hube  de  ser  drsdicbada. 
Pues  aun  para  este  peqne&O 
Alivio  de  bablar  siquiera  , 
Hulw  de  bllarme  tiempo ! 

Ho;  «erús  euinto  es  en  vano 
Querer  disculparte. 

Presto, 
Si  bas  de  esconderte,  que  entra. 

lion  CJÍBI.OS. 
Td  salu  allí  fbera  luego,    (A  FaNa.) 
V  tú  escucha  lo  qne  liabiamos. 

(A  Leñera) 

¡QoépocoiraJeilrelladehot 

Henos  debo  jo  ji  la  mía  , 
Paes  lo  que  me  di6  la  he  vuelto. 
{Vante  LeMor  yFabie.) 


DON  JUAN.— DON  CARLOS. 


jDon  Cirlosl  ¡primo! 


He  dad,  Don  ]uan. 

Aunque  tengo 
Para  negarlos  raion , 
Conmiso  acabar  no  puedo 
Que  valga  la  queja  mas 
Qne  vale  el  gusto  de  veros. 
I  Vos  en  Valencia',  Don  Cirios , 
V  no  en  mi  casa!  iLQu¿  es  esto^ 
Pues  í  cómo  se  hace  este  agravlA 
A  atñteiad  ]>  paren tescoT 

L*  queja,  Don  Juan,  estimo 
Como  es  justo ;  pero  tengo 
La  disculpa  tan  a  msuo. 
Que  habréis  de  olvidarla  presto 
iCómoesUisr 

nos  jtJiK. 
Para  serviros 
Siempre,  i  todo  trance  eipuesto '. 

Vuestra  hermana  ;  prima  miá.. . 

Salud  foiS  ;  mas  dejemos 
El  cumplimiento ,  por  Dios , 
Qne  es  no  hidalgo  mnv  necio. 
iQué  ceñida  es  esta.  Cirios! 
^Qué  haj  en  la  corte  de  ouefbT 

i  Qué  ha  de  haber  T  Dichas  mías , 
De  que  en  vano  voj  bujendo , 

•  DlSf  IMlV. 


Con  eso  que  me  habéis  dicho , 
Me  babeis  crecido  ei  deseo 
De  saber  qué  causa  os  trae 
Tan  depulsado  el  aliento. 

Yo  vi  una  hermosura,  jr  yo 
La  amé,  l>on  Juan,  tau  á  un  tiempo 
Todo,  que  entre  ver  y  amar, 
Aon  no  sé  Cual  fué  primero. 
.    Hendido  ustcmé  lioeías. 
Constante  sufrí  desprecios , 
Pino  merecí  favores. 
Celosa  llore  tormentos; 
Que  estas  son  las  cnairo  edades 
De  cualquier  amor,  pues  vemos 

" 1  bratos  del  desden  nac«, 

en  poder  del  deseo, 

a  casa  del  favor 

re  en  la  de  los  celos. 

líuiraba  una  nocbe  í  haüarla. 

De  un  criado  al  aposento 

"  ^  corresponde  i  su  cuarto... 

uchamos  pasos  dentro : 
Volviú  ella;  )  yo  tras  ella, 
O  recelando  ó  temiendo 
Que  fuese  su  padre,  cuando    - 
Vimos  un  hombre  encubierto. 
Que  de  su  cuarto  tenia 
A  hurto  sus  pasos  signiendo. 
i; Quién  es!.  d^joV  El  resp<NldÍ6  : 
•  Quien  solo  quiso  ver  esto.  ■ 
Vo  nada  hablé,  porqne  i  vista 
De  mi  dama  v  de  mis  celos , 

toda  la  voi 
A  ia  lengua  del  acero. 
Saqué  la  espada,  y  cerrando 
Los  dos,  I  moqf  resueltos. 
Quiso  (no  sé  bien  si  diga 
Piadoso  ó  crueij  el  cielo 
I  herida  cayese 
I,  pan  hacernos 
Iguales  la  suerte;  jiues 
Nos  vimos  á  un  ponto  mesmo. 
Huerto  de  la  herida  él, 

V  yo  del  agravio  mnerta 

Dleo  pensaréis  que  esta  es  sola 

Hi  desdiclia,  y  que  el  suceso 

Pira  en  que  jo  delincuente 

He  vengo  1  Valencia  huyendo 

Del  rigor  de  la  justicia  : 

Pues  no,  l)oR  Juan,  pues  no  es  eso; 

Que  ahora  empieza  el  mas  eitraüo. 

El  mas  notable,  ef  mas  nuevo 

Lance  dé  amor  que  jffmts 

Dio  la  cadena  i  su  templo. 

■' "  ""  '-  las  espadas, 

_. . é  loa  extremos. 

Dieron  las  criadas  Rríioi : 
Despertó  su  padre  a  ellos. 
Consideradme  1  mi  alwra, 
Sobre  declarados  celos , 
Conjurando  contra  mi 
Su  bmllia  S  un  nob>e  viejo. 
Desmayada  aqui  mí  dama, 

Y  allí  mí  eneinigo  muerto.  - 
En  este  trance  me  batial», 
Cuairdo  ella  (¡  ay  de  mi  !)'voiviewlo 
Del  desmayo,  me  pidió 

Su  vida  amparase.  ¡  Ah  cielos ! 
¡Qué  bien  nace  la  mnjer 
Que  baliiendo  de  hacer  na  yerro, 
Lo  fia  de  buena  sangre '. 
Dígalo  yo,  pues  en  meiMo 
"-   .u  traiciOQ  y  mi  agravio, 
_._,.use  acudir  primero 
Al  reparo  desn  vida, 

UolizodCyGOOglC 


Qna  áa  *l  de  mt  «eatímittilo. 
(Bigtwme  pNsio,>l>(liie.    ' 

Y  badeiido  muro  mi  |>rcho, 
Sali  coDclla  á  la  calle, 
Donde  las  «las  áe[  miedo 
Nos  ampararon  de  suene 
Veloces,  que  en  un  momento , 
Ed  cas  de  un  embajador 
Tomamos  aeguro  puerto. 
Envié  í  llamar  un  criado , 
Qae  Informado  de  secreta 

-De  lodo,  toIyíú  i  declrmit 
Que  et  hombre  «ra  un  caballero 

Estaba  á.se^uir  uu  pleila>. 
Cayo  nomjjre,  auuqae  le  oí, 
Vaf  ahora  no  me  acuerdo. 
Qne  la  berida  en  la  cabeu 
Le  privó  el  senüdo ;  pero 
Aauqae  con  poca  esperan» 
De  >ida,  noealaba  muerto  , 
Sino  eu  otra  casa,  adonde 
Le  tleió  un  alcaldu  preso , 
Que  habiendo  sabido  que  era 
Yo  el  agresor  del  suceso, 
Hi  hacienda  estaba  embargando  : 

Y  líiadió  después  i  esto 

Sne  el  padre,  como  hombre-  al  ñu 
nidente,  advenido  y  cuerdo, 
Kl  (guerelía,  ni  otra  alguna 
Diligencia  había  hecho. 
Porque  so  Tciiganu  solo 
Librada  leoía  eu  su  esfueno. 
Yo,  «iéndooic  pues  cercado 
Ue  penas,  j  en  un  empeüo 
Tan  graode  como  amparar 
La  cauta  del  las,  resuelvo 
SaQr  de  Madrid,  adonde 
Pueda  vivir  por  lo  ménoa 
Shi  temor  de  la  jusücia 
Ni  de  su  padre  ;  sos  ileudos, 

Y  asi,  lleno  de  pesares 

Y  de  oliiiEauIoiies  lleno , 
Acerdindome  de  vos , 
De  TOS  i  v|lerme  vengo. 

Yo,  Don  Juan,  traigo  conmigo 
Aquesta  dama,  i  quientengo 
De  saWar  la  vida  t  costa 
De  todos  mis  lenlimtEatos, 
£d  dejándola  segara 

IPues  esta  e*  eu  todo  rieago 
I  i  primera  obligacien) , 
Podrin  mía  desdichas  luego 
Acudir  i  .la  segunda  ¡ 
Pues  b  teguiida  que  teugo 
Ea  huir  desta  enemiga , 
Que  como  noble  defieudo , 
Gue  como  quejoso  obligo , 
CcmiD  enamorado  quiero, 

Y  como  ofendido  bnjo , 

Y  en  dos  contrarios  extremos, 
Acndifeudo  i  las  dos  oanei , 
De  anantí  jr  de  calKillero , 
EnauKirado  la  adoro , 

Y  celoso  la  aborrezco  : 
Cuyas  dos  obligaciones 

Tan  caballa  acción  han  hecho. 
Que  desde  Madrid  aquí, 
■   !ti  DO  es  boj.  juraros  puedo 
Que  DO  la  hablé  dos  palabras. 
Porque  no  quise  que  en  tiempo 
Alguno  de  mi  dijese    . 
La  bma,  qne  pudo  menos 
Ht  valor  que  mi  apetito ; 

Se  H  hombre  bajo,  que  eanedo, 
vil,  ei  rain,  es  binme 
El  que  loUiMDie  atento 
A  la  irradoiial  de)  gosto 

Y  a  lo  bruto  del  deseo , 
Viendo  perdido  lo  ma* , 
Se  eontcBla  con  lo  minos. 
Mirad  TM  cómo  en  Valencia , 


NO  SIEMPRE  LO  PEOR  ES  CIERTO. 

CoD  otro  nombre  raptieaio, 

Podril  vivir  esta  dama. 

En  qué  caía,  en  qué  coavento, 

En  qué  retiro,  eu  qué  aldea , 

Donde  veréis  que  la  dejo 

Lo  poco  que  traer  conmigo 

Pude,  para  su  sustento ; 

Que  i  mi  me  basta  esta  espada 

Pues  j1  instante ,  al  roomeaio 

Que  ella  asegurada  iiuede, 

Vo  tengo  de  ir  dells  huyendo. 

A  [talla,  i  servir  al  Rev 

He  pasaré,  donde  al'cíelo 

Le  pido  que  la  primera 

Bala  acierte  coa  mi  pecho; 

Porque  con  mi  vida  acaben 

De  una  vei  tantos  recelos. 

Tantas  penas,  tantas  ansias, 

Agravios  y  sentimientos. 

Que  como  noble  las  bnyo, 

I  como  amante  las  siento. 

DOn  IDAN, 

Es  tau  noeva  vuestra  histwla, 
Tan  raro  vuestro  suceso , 
Que  solo  puede  admirarse , 
Uejindoselo  al  sileucio. 

Y  hablando,  no  en  lo  pasado 
(Pues  ya  no  tiene  remedio). 
Sino  en  lo  presente,  vamos    - 
Lo  que  ha  de  ser  previniendo. 
Donde  mejor  esta  dama 
Estari,  es  en  un  convento; 
Has  tiene  el  Inconveniente 
De  haber  de  estarla  aslsiiendo, 
Cuando  tan  pobre  os  halláis 
Sin  renta,  con  alimentos. 

Y  aunque  mi  alma,  mi  vida , 
Hi  ser  y  bonOr,  todo  es  vuestro  , 
HI  hacienda  estí  de  manera , 
Don  Carlos,  que  no  me  atrevo 
Porqué  no  sé  si  después 
Podré  cumplirlo,  i  ofrecerlo. 

Y  as),  en  mi  casa  presumo 
Que  habrá  de  estar,  donde  creo 
Oue... 

nal*  ciiLot. 
Nadaseis  adelante; 
aunque  la  oferta  agradeieo. 


.w  ,....  es  posible  aceptarla. 
M  que,  estas  cosas  sabiendo , 
Dé  ese  cuidado  t  ini  prima. 
Fuera  de  que  no  es  respeto 
Llevar  mi  dama  i  so  casa ; 
Que  anuque  por  su  nacimiento 
Heredera  bien  an  lado , 
Estos  eiiratlos  sucesos 
Ajan  mucho  las  noblezas. 

Oíd,  que  para  todo  bay  medio. 
A  una  doncella  de  casa , 
Hi  hermana  habri  poco  tiempo 
Que  puso  en  estado ,  y  boy 
Etíi  ^n  ella.  Yo  teogo 
Una  dama,  «miga  suya, 
A  quien  sirvo  y  galanteo 
Para  casarme,  y  i  quien 
Podré  tlar  el  secreto. 
Pidiéndole  yo  i  esu  dama 
Que  la  euvle  i  casa,  dejo 
Asegurada  la  parte 
De  que  mi  hermana ,  sabiendo 


_  ¡  que  entre  con  este  nombre , 
Puede  tolerarse,  siendo 
En  lo  público  criada 
Y  se&ora  en  lo  secreto ; 
Pues  yo  be  de  estar  i  la  nira 
Siempre  i  lu  servltiio  atento. 

MU  cAaLoe. 
El  medio  no  era  muy  malo 


No  me  atreveré 
Yo  i  decirlo  y  pi  , 
A  Leonor,  porque. 


Detente, 
Que  yo  responderé  i  eso. 
Seüor  Don  Juan ,  no  Un  tolo. 
Como  criada  sirviendo , 
En  vnestra  casa  estaré 
Honrada  y  gustosa ,  pero 
Como  esclava  que  compráis 
De  aquesta  ñaéiM  i  precio;  ' 

Porque  no  habri  para  mi, 
Si  es  que  pan  mi  hay  coosnelo , 
Utro  alguno,  uno  solo 
Saber  qoe  ha  de  ser  mi  daefio 
Cosa  tan  propia  de  lirios. 

Y  asi,  humilde  i  esos  pies,  ruego 
Facilitéis  esta  dicba ; 

Y  pues  os  he  estado  ovendo, 

Y  en  la  relación  que  él 
Ue  mis  fortunas  ba  be^o , 
Parece  que  estoy  culpada 

Y  que  apelación  no  tengo. 
Porque  i  vuestra  casa  no 
Llereis  ni  aun  el  mas  peqneAo 
Escrúpulo  de  que  soy 
Taii  fácil  como  parezco, 
i  Plegué  ii  Dios  que  él  me  deiiruya 
Con  su  poder,  y  los  cielos 
He  ^Iten ,  si  yo  i  aquul  hombre 
Embozado  y  encubierto 
Ocasioil  le  di  jamas 
Para  tanto  atrevimiento! 
Sí  ya  DO  es  darle  ocasión 
A  mi  hombre,  darle  desprecios. 

Vuestra  hermosura,  seftora, 
Al  paso  qoe  vuestro  ingenio, 
Us  acredita  conmigo ; 

Y  no  ya  por  Cirios  quiero 
Hacer  la  Gneza  (si  es 
" la  que  os  ofrezco). 


Hi  dadla  i 

Un  papel  que  vos  tk 

Esperad,  que  al  ponto  vuelvo.  (Vau.) 

ESCENA  VL 

LEONOR,  DON  CARLOS. 

Ya ,  Don  Cirios ,  que  ht  llegado 
El  plazo  de  tus  deseos , 
Pues  ya  te  veris  sin  mi, 
UuB  cosa  sola  espera 
Que  añadas  t las  Ouezas 
Que  basta  este  instante  te  deba. 

Déjame,  Leonor.por  Ulos  : 
No  apures  mi  sufrimiento. 
Porque  no  sé  que  te  adoro 
Hasta  que  sé  que  te  pierdo. 
Pero  dime ,  ;qaé  me  quieres 
Pedir» 

Que  si  en  algún  tiempo 
Te  llegare  el  desenga9o 
De  la  culpa  que  no  tengo, 
Me  has  de  enmpUr  li  palabra 
Qoe  me  iSste. 


otolo^se         [ 
iVCiOOglC 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERO»  DE  LA  BARCA. 


OlnteÓ  i  ese  dMcngilio, 

Leonor,  {>eTO  hacerte  oTmco 

Vicilua  el  abn*  j  la  vida... 

Pero  leéiDO  me  enternetco 

Dnta  inerLeT  Tü  ion  eres 

La  que  aquel  hombre  eocubierlo 

Ed  to  apwento  tenias? 

Poei  dI  auD  deieagafiot  qaiero 

Tajoi,  sino  liDÍT  de  li, 

Ya  que  segura  te  (lejo. 


Sí  e«a  esperanza  no  huUera , 
He  hubiera  yo,  Leonor,  muerto 
i  manos  de  mi  dolor. 

Si  airado  ana  wt ,  si  tienw 
Otra  vex,  me  liablas,  ¿por  qué 
Has  al  mal  que  al  bien  alenlot 
Ko  le  poop*  de  mi  parte , 
Y  crees ,  Cirios ,  que  pueda 
Estar  nu  culpa? 

.Porqué 
Temo  que  en^ualouier  suceso 
Siempre  es  cierto  lo  peor. 

Pues  JO  en  mi  inocencia  espero 
Que  ha  du  baber  suceso  en  que 
So  liempre  ¡o  peor  ei  eitrto.  {Van, 


ESCENA  VIL 

DOÍÍA  BEATRIZ .  leyendo  un  t 
Wat  cUo,  INtS. 
ISES.  {Ap.) 
Lejendo  mi  ama  un  papel. 
Tan  triste  ;  confusa  esií , 
Que  mil  deBeo^)  rae  da 
Ue  saber  lo  que  baj  eo  él. 
Una  vez  le  aja  furiosa , 
V  al  cielo  elevada  mira , 
Otra  llora,  olra  suspira. 

poh  Burn».        * 
¿Ha;  suerte  mas  rigurosa? 

i™,  {Ap.) 
Alír  fuetve.  jDe  qué  nace 
Va  el  agrado  y  ja  el  lUror? 
Sin  duua  que  es  borrador 
De  alguna  comedia  que  hace.    . 

PDÜIk  BEITIIII. 

BleD  dicen  que  una  cruel 
Pluma  íspio  es  de  ira  lleno. 

De  quien  ta  tima  es  veneno 
Kn  las  hojas  del  papel. 
Dígalo  yo,  pues  i  mi 
Muerte  su  traición  me  d¡6. 
jQaién  crír*  mis  penas? 

Vo. 

ItOflA  BUTHIZ. 

Ines,  i  tú  estabas  aqnlT 


Te  lie  de  suplicar,  señora, 
Digas  qué  causa  te  obliga 
A  lan  gratule  extremo. 


I  Que  por  aliviar  ti  oía), 
I  Es  Tuerza  que  te  la  diga. 
Bien  te  acuerdas  que  Don  D 
'  Centellas  me  galanteó 
I  Hucbo  tiempo. 


mSa  aemiz. 
I  Y  que  JO , 

Agradecida  i  su  ruego, 
i  A  su  amor  j  i  su  Bnesa , 
¡  Le  correspondí. 

mis. 
Hoy  Uen. 

Bien  te  acordarás  también 

Sue  auoqne  es  Unu  su  nobleu , 
o  se  declaró  jamas 
Coo  mí  hermano,  hasta  salir 
Con  ua  pleito  que  A  seguir 
Fué  i  la  corte. 

mi*. 
Lodemw. 

Pues  Cines,  ua  criado  sqjo 
Que  de  mi  obligado  vive , 
Aquesta  caria  me  escribe , 
De  que  claramente  arguyo 
Que,  en  Madrid  enamorado, 
£l  pleito  i  que  fué  es  de  amor. 
La  carta  dirá  mejor 
Su  traición  j  mí  cuidado. 

{Lee.)  Cumplieado,  trñora,  con  la 
obligación  de  lo  que  ofrecí,  que  fui 
avilar  de  toda,  hago  taber  á  vuettra 
merced  que  en  casa  de  una  dama  detta 
corte  deja  por  muerto  ú  mi  tenor  un 
caballero,  de  una  herida,  de  que  eiluto 
iiat  lia  tenlido  g  preto  :  fia  gra- 
á  Dioi  etld  mejor  y  libre,  y  de 
partida  para  eia  ciudad,  adonde... 
No  leo  mas,  porque  conlieso 
Que  me  abogan  fas  ansias  mias. 


i  uíiK  ea  ei  |i 

boa  Diego ! 


Era  necesario ; 
ae  siempre  es  pleito  ordioirio 

e  Madrid  amor. 

No  sé 
Con  qué  estilos,  co)i  uñé  modos 
Pueda  eiplicar  mi  dolor. 

¡  Quién  TÍO  partir  al  sei)or 


19  alfareros 
,10  solo  pucheros 
Hacen,  sino  cantarillas.— 

Y  al  lin  duran  sus  extremos, 
Hasta  qoe  otra  cara  ven. 
Pero ,  picaros ,  también 
Nosotras  lo  mismo  hacemos ; 

V  al  cabo  de  la  jomada. 
Bien  sabe  mi  santo  Dios 
Que  estamos  en  pai ,  y  no  os 
Quedamos  ü  deber  nada. 

DO^A  BEATRIZ. 

De  rabiosos  celos  muerta 
Esloj. 

Tienes  mil  raioua. 


Y  durarla  mis  pasiones 

Ralla  que...  Páo  ii  esa  pnerUi , 

loes,  ¿DO  lian  llamidoT 


Paes  llega ,  nira  qnléo  es. 

«ES.  {Para  ti,  yindate.) 
;Ay  deU,  pobre  Cines, 
Si  otro  escribiera  de  ti 
Que  en  Madrid  descalabrado. 
Mi  casto  honor  ofendías!  (VoM.) 

Locas  coofuslDaes  mias. 
Va  que  i  ver  habéis  llegado 
Efectos  de  una  madinia , 
Hac«d ,  pnes  todo  es  del  vtMto , 
Que  me  lleve  el  pensamiento 
Quieo  me  llevó  la  esperanza. 
Diera  por  ver  i  la  dama 
Que  pndo  empeñarle  asi , 
U  alma,  y  la  vida. 

ESCENA  TUL 

INÉS  MH  LEONOR,  vertida  ptbre- 
tnenU,  con  manto.  —  OOftk  BEA- 
TRIZ. 


Inés,  iqaléo  llama? 

LEOIIOR. 

Quien,  tí  merece,  seBora, 
Di'sar  vuesira  blanca  mauo. 
Pudrí  •Jesmenilr,  no  en  vano. 
Sus  fortunas  desde  ahora, 
Puesjte  su  golfo  cruel. 
Puerto  loma  ni  vuestro  cielo. 

Álcese ,  amiga ,  del  suelo. 
iFOMoa.íAp.) 
i  Qué  mal  me  ba  sonado  el  él! 

DOAA  iCATKIS. 

¿Qué  es  lo  qneqnierel 


Carta  de  creencia  es. 

¿  Cu  JO  es  ? 

De  Violante. 
soSa  BEATtii,  {Ap.  á  ella.) 


Lsowoa,  {Ap.) 
Forloiia ,  ¡,i  qué  mas  extremo 
Puedes  haberme  traído? 
Y  aun  lo  que  lloro  no  ha  sido 
Tanto  como  lo  que  temo. 

m)Sa  beaibu. 
Violante  me  escribe  aqol. 
Sabiendo  que  tma  criada 
Que  ha  lenido ,  está  casada , 
Que  en  su  lugar... 


dbyGOOglC 


He  da  oira  vet. 

iDedónileesT 

LKONOR. 

Soj  de  tierra  de  Toledo. 

DOÜA  UATIIIt. 

Puesta  qu¿l  Valencia  viiioT 

LEONOR. 

(;oii  una  dama ,  señora . 
I)e  la  «ireina,  i|ue  abora 
Ha  muerto;  y  asi,  previno 
Ui  suene  liosear  i  quien 
Servir  pueda  et)  la  ciudad. 

>OAa  MATMIl. 

Su  buena  gncd ,  cq  * erdtd , 

V  En  persona  lauíblea 

He  agradan.  ;De  qué  senla? 

De  doncella  de  lahor. 

mgs.  {Ap.) 
Eso  si,  que  fuera  error 
Esotra  doñee  Hería. 

Vo  la  locaba .  y  no  dudo 
Que  daros  ^uslo  sabrii 
En  GKla  parle,  pon|ué 
Abril  inventar  no  pudo 
blor  que  ]ro  de  lal  manera 
Nu  imite,  que  ese  cabello 
CompeLir  bermoso  j  Iwllo     ■ 
Le  liaré  con  la  primaiera. 
Kn^i^uas,  valonas,  tocas. 
No  li^ibriii  menester  aalir 
Ué  casa  para  lucir; 
Pues,  comn  }0,  sabr&n  poca* 
Aderen  alias  ni  ba  celias 
Del  uso  que  mas  se  Ira;. 
No  baj  labor  blanca ,  no  hay 
Puntas  sutiles  yjtellas, 

?ue  no  baga  oon  perreccion 
anta ,  que  diris,  no  en  vano , 
Que  alli  uo  anduvo  la  mano. 
Sino  la  imaginacioit. 
Bordo  razonablemente 
Broca,  cañamaio  y  gasa. 

Lo  que  ba  menester  mi  casa 
He  ba  venido  cabalmente ; 

Y  asi ,  puede  desde  luego 
Quedarse  eu  casa ,  «fue  aunque 
Dueño  mió  y  della  Tué 

Hi  hermano ,  1  dudar  no  llego 

gue  siendo  esto  gusto  mki , 
I  noloemharazarl. ' 

Que  no  se  dtsgoslarl , 
Señora,  en  quien  cscnnllo; 
Que  hacer  i  un  triste  tellr, 
Es  de  uobles  como  él. 

DOfl*  •EATaiI. 

ir.ómosetlainaf 


NO  SIEMPRE  LO  PEOR  ES  CIERTO. 
ESCEIf  A  IX. 


DON  JOAN. 
nO^A  ■EATDII. 

Hermano  Don  Jaau... 

;X}a£  badas  t 
oo5Ia  katrik. 
Una  lineía  por  il 
Hacleudo  estoy. 

DON  JDaII. 

; Cómo  asi? 
ao^A  BEAtaii. 
Porque  Mbieudo  que  hablas 
De  aigradecer ,  como  amante , 
Dar  Rusio  á  tn  dama  l>ella , 
Redhf  aquesa  doncella , 
Por  ser  cosa  de  Violóle. 

La  buena  cortesanía 

Y  la  malicia  agradezco.— 

V  asi,  esta  casa  os  otrezen,  (A  Levuor.) 
Por  vos  j  quien  os  enría ; 
Porque  si  |>ara  los  dos 


'  Tal  encomienda  iraeiSv 
'  Vos  1  Beatriz  serviréis , 
'  Pero  yo  os  serviré  i  vos. 

[  Gnirdeos  el  cielo ,  señor , 

Por  la  merced  que  me  baceis  : 
I  En  mi  una  esclava  tendréis. 
I  DON  lUAN.  [ip.  d  ella.) 

I  ¡Qué  te  parece,  Leonor. 
!  De  la  casa  y  li<-.itriz  tiella?  ■ 

I  Que  solamente  con  esto 

8ue  boy  la  he  dibido,  se  ba  puesto 
n  paz  conmigo  mí  estrella. 

.  Deatriz,  hablarte  quisiera 
'  En  una  cosa  (|ue  liuy 
,  Pur  mi  bas  de  hacer.  ' 

doAa  beatir. 
,  Tuya  soy. 

Idos  las  dos  alU  (iiera. 

{BaKan  en  uereUt  ¡ot  tUi  hermenot.) 
I       mes.  ÍRetirdndaie  con  Leotier.) 

Usted,  señora  Isabel, 


i  Me  «I 


'  Por  amiga  ;  camarad.i; 


LIOrCOB. 

Bia  caduca  costumbre 
espiró  ;  ;  si  verdad  digo. 


Como  eso  la  roí  ne  diga , 
Desde  aquí  de  mejor  gana 
Seré  amiga  mas  que  hennaoa. 


y  yo  hermana  mas  que  amiga. 

{Ap.  ¡Que  bable  yo  asi!  ¡Cielos!  ;quieD 

Aquesto  créri  de  rol?)   (Vaate  lat  dv.) 

ESCENA  X. 

DON  JUAN.'dOSa  BEATRIZ. 


Has  publicarlo  no  es  bieu. 
Porque  de  secreto  pasa 
A  Ñapóles,  y  esto  ha  sido 
Causa  de  que  do  ha  venido 

lias  vendrá  al  anoclipoer 
A  verte;  y  lo  que  quisiera 
Que  por  mi  tn  amor  hiciera  r 
Es  prevenir  y  tener    * 
Algún  regalo  que  bacelle. 

Digo  que  yo  trastearé 
His  escritorios :  veré 
Qué  hay  en  ellos  que  oh-ecelle ; 
Que  aunque  estoy  desalhajada 
Paracasossemejantes,  ■ 
HaUi-i  bolsas,  lienzos,  guaníes, 
'  V  de  la  ropa  excusada 
Que  hay  por  estrenar,  Mris 
Un  azafate,  que  creo 
Que  le  acredite  el  deseo. 

Nouble  gusto  me  das. 

tHKlik  ■■ATtlI. 

Esto  y  liTceoB,  de  mt 
Fia. 

DOR  JDAK. 

Pues  yo  vuelvo  luego. 
Adiós. 

DORA  iCATRIZ.  iAp.) 

¡Ob,  Ifaidor  Don  Diego, 
Quién  se  vengara  de  tt !  ( Ya, 


'■) 


,A  Carlos  quiero  avisar 

El  efecto  que  ba  tenido 

El  papel;  y  aunaue  baya  sido 

Su  mayor  cuidado  estar. 

Lo  que  hí  que  esii,  tan  secreta 

Que  ninguno  pudo  velte. 

Esta  noche  h^  de  traelle 

Conmigo  i  casa,  en  efeío.        (Vaia.) 

Calle. 
ESCENA   XI. 

DON  DIEGO  V  CINES,  <ltfMniÍfl0. 


Convaleciente  me  vt 
Y  libre  apenas  (porqué 
Contra  mi  no  hubo  querella). 
Cuando  al  instante  traté 
De  ausenlaru>e  de  Madrid , 
Por  el  recelo  de  une 
Los  parientes  de  Leonor 
Muerte  t  su  salvo  me  den. 


,t,zodb,CT^OglC 


COMEDIAS  DE  DON  PEDBO  CALDERÓN  DE  I 
CnrUo  anuntc  f^Mo 

(Salen  fnei  y  Ginti.) 


iNo  es  Don  Jain  aqtiel  que  mI« 

Todo  parece  flue  hoy' 
He  va  lucedieodo  bien. 

PnM  iqué  mault  te  has  bailado? 

1  Gi  poca  dicfaa  saber 
Qoe  eaundo  ahora  Don  Juan 
vaeT%  de  casa  ,íkodré 
Ver  i  BealTiiT 

¿De  Beatriz 
Te  acnerdasT 

i  Cuiodo  ohrldé 
Yo  sn  grao  belieu  T 

Coaado 
Por  oira  (pifto  me  sé. 
Te  dieron  en  la  .cabeza, 

O  de  Ujo  6  de  revés, 

lln  lanío  cod  que  por  cuinlo 

Ko  íuelyes  aci  otra  vw. 

D0HIHCC9. 

Eso  da  servir  na  twmbna 
En  aoBeaci*  otra  mujer , 
El  Ucencia  concedida 
AI  amiau  mu  llel. 

Lo  mismo  bacen  eHas. 

IWII  DUGO. 

Uega, 


A  nadie  noticia  dé*, 
Y  mu  en  cu  de  Butrlx. 


Has  de  lo  qoe  su^to  ■■ 
Que  DO  la  *l  de  mis  ( 

Ll«ga  pnei,  llama. 


{V« 


Lxn. 

4NES,  V  jMfO  CINES  t  DON  DIECO. 

(Uaaa'n  deitlre.) 
una.  (DéBtrii.) 

iQuiénuT 
«nm.  (Díffirw.) 
SeAoralnet,  no  criado 
De  toda  raeía  merced , 


mío!  400  me  ilu 


Un  a  brazo  T 


Drapoes 
Lo  Babris  mn j  por  extenso ; 
Qoe  no  ba;  tiem)io  abora,  porqué 
Hi  sefior  te  quiere  hablar. 


Cúmo  esli  Beatrii. 


lA  ballarit ,  utiieodo... 

EBGEHA  Xtn. 
DOftA  BEATBI&  —  Dicios. 

DOH*  BE*mi. 

jQnién  llamaba,  que  con  tanu 
CouversacioD  estist 

non  Dieao. 
Oufen 
Peregrino  y  derroladb 
be  la  tonnenta  cropl 
De  noa  ausencia,  quien,  rendido 
Rl  zoiobrado  bajel 
De  amor  i  uno  y  otro  embate. 
Sufrió  uno  j  otro  raiven, 
H^ata  qoe  tranquilo  el  mar 
Coa  el  bello  rosicler 
De  los  amigos  celajes , 
Toma  puerto  i  vuestros  pies , 
Adonde  consagra  humilde 
La  tabla  que,  tumba  fné 
En  el  templo  de  va  amor, 
Al  Molo  de  safe. 

(Ap.  [Qué  mientan  asi  los  hombres*. 
Has  d^molar  es  bien.) 
Aunqoe  mas ,  sehor  Don  Diego... 
Pero  luego  o»  'o  diré.—  _ 

Inei ,  mira  que  no  salga 
A  aquesta  caadra  Isabel ; 

Siie  lio  es  bien  que  el  primer  día 
i«  penu  sepa.     • 


Como  uos  reamoc  después, 

Yo  haré  verdad  el  retían 

De  <  Un  poco  tequien),  loesi. 


ESCEKA  XtT. 

DOftA  BEATBIZ,  BÚN  DIEGO, Gi 

•Off*  »*TBII, 

Aooque  mu ,  seDor  Don  Diego , 


Vuelto  á  decir  otra  vet, 
(Ap.  ¡Qué  mal  se  encubre  el  dolorl) 
Eucarticaia  ni  pimei» 
Ob  la  anseocia  las  lormenlu. 
Sigo  i  Sea  r  no  podréis 
Las  qañ  be  padecido  yo 
Siempre  amante  ;  siempre  fiel. 
noj  DUGO.  (4.  i  GiBe$.) 
Albricias ,  que  nada  satw. 

^Cémo  lo  había  de  uberT 

Dai*  lEATRIl. 

;Cómo  eo  la  corte  os  ha  ido? 

Como  ausente  de  voa,  pjies 

tio  hay  gusto  en  ausencia  i  maiido, 

SJtKi  es  uno. 

DOilA  BRATaiI. 

i  Cuál  7 


DOK  O 


Volver 


Up.  (Que fallo  conmigo  eslét 
tln  Hoíd  tengo  en  el  pecho. 
Y  en  la  garganta  nn  cordel.) 
I  En  qué  catado  ei  pleito  queda  T 


OoSk  ÜATRIt. 

{Deque  acbaqoe? 


Como  i  ninguna  miré. 
No  puedo  dar  Toto  en  dlai. 

D0Í)A  SEATIIE. 

iNinpnaT 

Ditü.CJnc!, 
La  Bneza  que  en  mi  viste. 


;Qnién  ruera  que  tú  no  raerás? 

aoHk  BEATME. 

iliUego  To«  no  sota  aquel , 
Qqe  trocando  ei 


n  criminal 


competencia 

Le  Uevasteb ,  doode  al  ver 
En  estrado ,  no  en  estrados , 
Vuestra  causa  ana  mojer. 
Bu  lista  os  condenó  i  muerte , 
De  que  ministro  cruel 
Pné  cierto  competidor? 
onrEs.  (Af.) 
tCómo  lo  bahía  de  labert 
^Bémosla  hecbobneua! 

DoaMMo.(ip.) 

Huerto 
Estoj. 


dbyGoOglC 


no 


LO  PEOR  ES  CltCRT». 


jQiií  miras?  Aun  lileii 
Que  yo  [io  he  hablado  palabra. 

oon  DIEGO.  {Ap:  i  Gintt.) 
iQué  et  esto  qae  escuchot 

Es  . 
Tu  snceso  de  pe  i  pa , 
Slo  qoilarf  sm  poner, 

IK>ÍA  BEATUII. 

Todo  se  sabe,  üoii  Diego, 
Y  popE  las  razones  *elR 
Qae  tengo  para  ofenderme 
De  un  traidor,  aleve,  laflel. 
Falso,  engaftoM),  inconstauíe, 
Atretido  i  descortés,' 
Que  me  pasuKir  flneías 
Los  agrafioff  00  me  hable» 
Olri  vex  en  vuestra  vida , 
Si  no  Inlénlais  qae  otra  vei 
(^  dé  1  entender  mi  valor 

gue  bay  en  Valencia  lamblen 
ama  por  qnien  pueda  darse 
La  moerle  a  un  hombre  sin  te. 

DOS  (icco. 
Mirad... 

mSa  ■E;iTatz. 
Mirad  TOS,  Dod  Diego, 
Que  ea  tarde ;  j  no  seti  bien 

Sne  me  cueste  boj  el  pesar 
as  que  me  C05i6  el  placer. 
Idos,  pues. 

DOV  DI  ECO. 


ESCENA  XT. 

DOS  JUAN ;  íuep*  INÉS.—  Dicbos. 
Dcn  idJin.  (DíBfro.) 
¿Cúmo  no  ^f  aqiü  una  luí 

DOflA  aBATIII. 


Pues  el  bennano 
;  Cúmo  lo  babia  de  saber  í 
{Stít  ínet.j 

SeBora,  ni  teüor  Abe. 

íQué  quieres  que  hagat 

MÜkMATOI. 

No  sé. 

Vo  si  :  entrad  en  esta  cuadra  i 
Donde  escondidos  esleís , 
Hista  que  podáis  salir. 

ItOií  HE*TR1t.     - 

;  Qoé  infelii  soy '. 

Entrad,  pues. 

Vo  tomo  de  buen  partido 
Que  dos  mil  palos  me  den. 

{Eteindmte  U>*ú«».) 


Va  esti  la  puerta  cerrada. 

DON  jdjUI.  (OetUrp.) 
Siendo  ya  al  anochecer, 
iKo  hay  luces  en  casa! 

5CVI. 


vna  ptKnm,  v  i.E.uiiLrn,  son  ntmm, 

por  Otra.  -  DOÑA  BEATRIZ,  INÉS. 
Ltonon. 

Aquí 
Lu  luces  estiu. 

{Ap.  Al  rer 
Que  es  quien  trae  la  luz  Leonor, 
Ciego  cou  la  luz  nuedé.) 
Dadme ,  señora ,  a  besar 
La  mano ,  si  merecer 
(Ap-  i  Ay,  Leonor!  ¿tü  en  este  estado?) 
Pue<k)  laota  dicha. 

DWll  HK*T*n. 

Aupqné 
Con  rendimientos ,  Don  Cirios , 
Dcsenojarmo'intentels 
Del  agravio  que  t  esta  cata 
Habéis  hecho,  no  podréis. 


El  me  disculpe  coa  tos. 
Pues  ja  lo  estoy  yo  con  él. 
V  aunque  i  vuestra  casa  boy 
No  vengo  é  honrarme ,  crpeil 
Que  en  ella ,  para  serriros , 
MI  alma  y  Tida  tendréis. 
DON  JDAII. 

Ya  tengo  dicho  i  mi  hermana 
Las  roEones  que  leoeis 
Pwa  Qú  bonrunos  despacio. 

Pues  ya  que  de  paso  es 

La  dicha,  dsdmc  licencia 

A  que  de  paso  también 

Os  sirva  como  pudiere, 

Hal  prevenida  mi  fe. 

Aquí  no  esiiis  bien :  entrad 

Ka  mi  cuarto.  —  ¡  Hola ,  Isabel ! 

Alumbra  i  mi  primo.  (4p.  ¡Cielos'! 

Ustima  de  mi  tened.)  {Vati 

ESCENA  XTO.  * 


(HaUañ  iM  tfei  reeatákdou  ie  la 
.  erUuUi.) 

LIOHM. 

Supuesto,  seilor  Don  Cirios, 
Que  he  llegado  i  merecer 
Serviros  boy ,  i  qué  mayor 
Dicha ,  qué  mayor  placer? 

•OHCiaUM. 

Av,  Leonor!  si  yo  pudiera 


Wi 


[arle  servida ,  ci^ 


Yo  quedo ,  Cirios ,  ñas  biea 
Que  merezca,  pues  que  soy 
Tan  desdichada  mujer. 
Que  no  meretca  de  U 
Que  algún  crédito  me  des. 


;tremos  viendo  i  Leonor 

Eo  el  traje  de  Isabel? 

{Vante  lot  tru.) 

ESCENA  XVIII. 
CINES  T  DON  DIEGO,  al  paüe. 


No,  que  estto  al  paso. 


iQué  hemos  de  hacer? 


Que  el  huésped  le  vaya. 


Es  este  huésped? 

Din. 

Ud  primo 
De  cass.  Vo  Tolveré 
A  sacaros ;  y  si  c^rra 
Kl  amo  la  puerta ,  saldréis 
Cuando  ja  esté  recogido , 
Por  ese  DalcoD. 


iBal...  qué? 


Por  no  sallar  yo, 
Ann  no  danxo  al  saltaren. 
Inés ,  disponlo  de  suerte , 
Que  yo  salga  por  mi  pié , 
S  es  posible- 


Como  th  ya  estte ,  seKor, 
Ensenado  á  qne  te  den , 
Piensas  que  d  salir  no  ea  oada. 

Cerrad  la  puerta ,  y  no  habléis. 

¿Quién  se  vio  eu  igdU  aprieto? 

Yo,  sin  qué,  ni  para  qué. 


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COUEUIAS  DE  UON  PEDRO  CALOCHON  DE  LA  BARCA. 


Sil)  de  l3  posada.' 
ESCENA   PRIMERA. 

DON  CARLOS,  FABK). 

D0.1  ctlILOS. 

«EsUi  todo  prevenido? 

Ya  la  ropa  3  las  maletas 
l'eiieo  apar<^a<l3s;  solo 
Falta  que  las  posias  teagati. 


Qi>e  Don  Juaa , 
pue  ho;  be  de  partirme  sepa , 
Para  qae  del  me  despida.  * 

Paes  ;iio  sabe  que  bo;  te  ansentasT 

No  :  ni  íl  ni  Leonor  lo  saben  ;- 

8ue  anoche  aun  no  tenia  esta 
esolucion. 

Pues  JO  iré 
A  aligarle. 

IH>F(  CÁkLOS.  ' 

Aguarda, -espera; 
Que  él  parece  que  ba  tenido 
líe  mi  pensamienlo  nueva, 
Puesi  la  posada  viene 
Antea  casi  que  amaneica. 

ESCENA  U.      ■ 

DON  JÜAM.  -  OOH  CARLOS,  FADIO 
m ciaLos 


Lo  mismo  puedo  deciros. 
¿Dónde  vais  con  lanía  priesaT 

non  úÁRLua. 
Anoche  cuando  volví 
üe  vuestra  casa ,  en  aquesta     • 
Posada  sope  que  haj 
Eu  Vinaroi  dos  oaleras 
De  Italia ,  j  perder  no  quiero 
La  ocasión  de  irme  con  ellas. 
Porque  no  veo  la  hora 
De  hacer  de  l-eonor 'ausencia ; 

aie  aunque  yo  por  verla  muero, 
aero  también  por  no  verla. 

Y  jaquequedi  segura, 
Teugu  por  la  acción  mas  cuerda 

^  Volver  i  lodo  la  espalda ; 

Y  asi ,  con  vueslra^Iceuda , 
|Doa  hiati,  pienso  partir  boj. 

Don  juá:). 
Si  jío,  Don  Carlos,  pudiera, 
U  concederla  ó  negarla , 
Fuera  muy  gran  conveniencia 
De  nil  dolor,  iioder  tales 
Negarla  que  concederla. 

DOn  CiÍRLO!. 

iCómoT 

non  JiiAR. 
C«no  me  Importara 


Kabio...- 

FAaio. 
Señor. 

IKIN  cIblos. 
Cuando  vengan 
Las  postas ,  despediríslas.  — 
Ved ,  Don  Juan ,  con  cuinta  priesa 
Son  vuestros  preceptos,  inies 
Que  preceptos ,  obediencias. 
{Vate  Fabia.) 

ESCENA    UI. 

DON  CARLOS,  DON  JUAN- 
OOH  cíblos. 
íODébajdennevo! 


Pues  cerrad  esa  puerta. 
{Cierra  Vo  puerta  Don  Carla»  } 

IHKt  CiaLOS. 

Va  lo  eati.  —  ¿(Jué  es  csioT 

Es 
Una  desdicha ,  una  pena 
TaD  grande.  Cirios ,  que  s(do 
Vos  podéis  de  mi  saberla , 

Como  mi  amigo ,  porqué 
Soj  mitad  del  alma  vutsira, 

V  como  mi  sangre ,  Cárlus , 
por  ser  en  los  dos  la  mesnia. 
Mirad  cuinlo  de  un  dia  i  olro 
Muda  la  inconstante  rueda 

De  la  fóriuoa  las  cosas. 
Ayer  en  vuestras  tragedias 
Venisleis  de  mi  i  vafero»; 

V  boj  en  las  mías  es  fuena 
Que  30  me  valga  de  vos. 
'"'-  cuín  villana  ,  cuin  necia 

a\  desdicha,  pues  cobra 
Con  tanta  prisa  la  deuda  '. 

í  Desde  anoche  aci  faubo  cansa 

Uiie  i  laii  grande  extremo  os  mueva 7 

BOK  jcah. 
Delpaes  que  anoche  aalIMeis 
De  mi  casa ,  porque  en  ella , 
*"  —s  quisisteis  quedaros, 
-        quise  haceros  fnena ; 

Y  despuea  que  con  instandaí 
No  dejasteis  que  viulera. 
Con  vos ,  trate  recogerme  ; 

Y  recorriendo  las  puertas 
De  mi  casa  (que  ea  en  mí 
Costumbre ,  y  no  ditígeucta ) 
En  lui  cuarto  me  enlré ,  donde 
Mil  ilusiones  diversas 

Me  desvelaron  de  suerte , 
IJue  eiure  confusas  ideas , 
Apiñas  dormir  queria, 
"lando dispértala  i  penas ; 

lando  oigo  ( i  tiemlilo  al  decirlo :) 
ífue  en  una  cuadra  de  afuera 

miendo  que  por  ella 
Alt{una  criada  liablaba , 
tjuise  averiguar  quién  era , 
Abriendo  siu  hacer  ruido 
De  mi  veatau  la  media ; 


Pues  oyendo  ana  razón 

O  u>maudo  algalia  seña , 

Sin  escíndalo  podía 

Poner  en  el  daño  enmienda. 

A  nadie  eu  la  calle  vi  : 

Coa  que  casi  satisrecbas 

Mis  dudas ,  se  persuadieron 

A  qae  el  vieuLo  hacer  ]iudiera 

El  ruido  :  pero  ;  qué  poco 

Dura  el  bien  que  un  triste  piensa! 

Pues  por  el  balcón  t  eiie 

Tiempo  vi  que  se  descuelga 

Vn  hombre.  Acudi  volaiulu 

A  turnar  una  escopeta, 

Y  por  prisa  que  me  di , 

Ya  otro  y  él  daban  la  vuelta 
A  la  calie  ;  i  cuyo  tiempo 
Cerraron ,  porque  aun  aquella , 
O  tibia  ó  íicil  ó  vaua      ^ 
lmaí(inacion  slauiera 
De  que  eran  ladrones ,  no 
He  quedase,  viendo  que  Gran 
Cómplices  del  bnrto  iguales 
Los  que  huyen  y  el  que  cierra. 
Quise  arrojarme  tras  ellos ; 
Haa  viendo  con  cuín  la  priesa 

Y  ventaja  iliaii,  hallé 
Que  era  iuüul  diligftida. 
Conocer  quién  era  quise 
La  que  vestida  y  despieria 
A  aquellas  boras  estaba ; 

y  abriendo  ( ;  ay  de  mi !)  la  pneria 
De  mi  cuarin,  el  de  mi  bennana 
Cerrado  liallc  :  demanera 
Que  llamará  él  no  era  mas 
(Pues  todas  en  mi  presencia 
Hablan  de  alborotarse) 
Que  equKocaudo  las  si^Bas, 
kl  sembianle  de  la  culpa 
Ponérsele  á  la  inocencia, 
¥  advertir  para  adelante. 
Siendo  la  acción  menos  cuerda 

Sue  hace  un  ofendido,  cuando 
a  está  en  términos  la  ofensa , 
Darla  á  entender  cun  decirla. 
Para  no  satisfacerla,         , 
Yo  no  be  de  hacer  eu  mi  casa 
Novedad  :  He  la  manera 
Que  hasta  aquí  me  tieron  todos. 
He  han  de  ver,  tan  sin  sospecha. 
Que  hasta  mi  mismo  semblante 
Sabré  liacer  que  el  color  mienta ; 
Pero  para  este  recato 
Tener  un  amigo  es  fuena 
Afuera ,  si  estoy  en  casa , 
O  en  casa ,  si  estoy  afuera. 
Pues  si  be  de  liarme  de  olro, 
quiéu  con  mayor  certeza 
de  vos,  qne  como  dije,     ■ 
Sois  mitad  del  alma  mesma , 

Y  como  deudo  y  amigo 
Os  toca  tanto  mi  afrenta? 

Y  asi ,  para  averiguarlo  , 
üid  lo  que  mi  [leclia  intenta. 
Dentro  de  mi  cuarto  yo 
Tengo  una  cuadrl  |wciueña 
Con  libros  j  con  papeles. 
Donde  jamas  saje  ó  entra 
Criado  alguno.  Aquí  escohdido, 

(Uanan  ieairo.) 
DonXirlos...  Pero  i  la  puerta 
Llaman, 


ESCENA  nr. 

KABIO.  — ÜOJÍ  CARLOS ,  DON  JUAN. 

Esperad.  ¿Quién  esT 
rABio.  [DíHlroA 
Yo  aoji  wBor  :  al>re  apriesa. 

DiBHiz^dbvGOOglC 


Si  i«s  que  tengo  cerrado, 
iPot  qué  llamas* 

(Abre,  g  taU  Fabio.) 

Porque  st'pas 
Uaa  grande  ooiedad , 
be^e  iaipona  darte  cuenta. 

DON  CiULOS. 

;ttuéesT 

Estando  desta  cau 
Esperándole  i  la  pueila , 
Lleuó  de  camino  el  padre 
lieLeonor,  á  versi  en  ella 
Posada  había. 

ítiué  dices? 

Lo  que  he  «Uto.  Coosidera 
^i  efi  cosa  para  que  oculta 
tln  ¡asíante  te  la  lenaa ; 

Y  mas  habléndole-diclio 

Üue  si,  j  apeádose  ahí  Cuera, 
Uonde  te  ba  de  ver,  si  sales. 

iHaj  desdicha  coido  esta  ? 
nin  duda  eo  mi  sepinieulo 

Y  de  LeoDor,  i  Valencia 
Viene. 

pon  «ou. 
íCoaóceosélT 

MHI  CXBL»S. 


Pue«  mira  t£i  cuando  pueda 
Salir  de  aijuesie  aposeniu 
Don  Carlos ,  sin  que  le  vea , 
y  atisa. 

Aliora  podri , 
Üue  él  en  el  cuarto  se  entra 
Que  le  han  dado. 


NO  SIEMPRE  LO  PEOR  ES  CIELITO. 
]  Que  sin  que  en  casa  nadie  lo  sinllera, 
.  A  Don  Diego  fGinesechamofruera, 

¿Quí  es  lo  que  ahora  te  aflige  f 

i  DOÍA  RUTIU. 

I  Tú  de  mi  llanto  nii  pasioa  colige. 

:  ],()ué  importa  que  saliesen , 

I  Sin  que  mi  hermano  ni  Isabel  los  TÍeson, 

Si  después  mis  desteles 

Quedarou  sin  temor,  mas  no  tín  celosT 

iyisie,  Inés ,  en  ki  vida 

Descergüenia  major  que  la  Oogida 

Connaiiza  ;  tris  leía , 

Con  que  i  siguíGcarme  )a  lineM 

Que  ausente  liabia  tenido 

Llegó  Don  üieeo,  babieado  )'o  sabido 

Cuanto  le  babia  pasado 

En  Madrid,  de  otra  dama  enamoradot 

Kl  nonos  ove  ahora. 

Y  asi  por  él  liedetolwr,  tdiora 
iQo^  querías  que  hiciera 
En  Madrid  (que  és  el  centro  j  es  la  esfe- 
Ue  toda  la  lindura,  [ra 
El  aseo .  Vi  gala  ;  la  bemosura) 
Un  cabaUero  moto, 
Que  le  ^Dota  el  dinero  con  el  Boto, 

Y  esta,  cuando  masama. 
Cincuenta  y  lanías  leguas  de  su  dama? 
Ya  pagó  su  pecado 

Bastan  te  mente  en  cas  deaqnelta  moia. 
Puesto  que  sin  venir  de  Zaragoza  . 
Vino  descalabrado;  [pa, 

Yasí,aunqueanioren  mopinionlecul- 
Eu  la  mía  ta  ausencia  le  discalpi. 

No  son  mis  celos,  no,  tan  poco  sabios, 
Que  nosejian,  Inés,  que  los  agravios 
Que  locan  en  el  gusto  ynoenla  Taroa, 
Menen  perdón  en  quien  de  viras  ama. 
:  Y  si  verdad  te  digo , 
Diera  por  verle  mscDlpar  conmigo... 
No  sé  lo  que  me  diera. 
Loca  esioji'mnerta  esto;. 


Aguarda,  espera ; 


De  iqul  una  vei ;  que  alláTuera 
Veremos  qué  hemos  de  hacer. 

■ton  CjIrlos. 
Salgamos ,  Don  luau ,  apriesa. 

Vamos  I  mi  casa ,  adonde 
Ya  es  de  loa  doa  conveniencia 
Estar  en  ella  escoudido. 

M>II.CÍHLOS. 

íQné  de  temores  me  cercan '. 

¡Quede  cuidados  me  afligen  ! 

iM)N  Cjíatns. 
¡A},  Leonor,  loque  me  cueBlaG!(VaHi;.) 

Sala  ea  usa  de  Don  Juu. 

ESCENA  V. 

DOKa  BEATRIZ,  INÉS. 
i>o^*  BiJ^raiz.. 
Inés,  nada  roe  digas; 
Que  i  masdolor  mi  sentimiento  obliga: 

IKIS. 


i,  pero  no  quisiera 
Que  mi  amor  tan  rendido  conociera, 
Inés,  que  imaginase 
"  .e  JO,  sobre  mis  qnc^as,  proenrase 
lus  disculpas  la  ocasión. 


I 


Iv. 


Oeste  modo: 

le  estis  taq  enojada, 
i  Tan  ofendida  y  tan  desesperada , 
I  QueunaydoscleniasvecesmehasnuD- 
!  No  admitir  papel  sujo  ni  recado;[dado 
j  Has  que  iw  obstante ,  solo  por  haoelte 
Gusto,  me  be  de  atrever... 
I  Doüi  bcatuix. 


4fl9 

La  otra,  que  tú  rogarle  i>o  jiarer.ca, 
Via  otra,  que  él  i  mí  me  lo  agradezca. 

Inés,  vo  esto;  celosa,  cuerda  eres  : 
Harto  nedicbo.haz  tú  allá  loque  quisle- 
YeoestaparremastM  discurramos,  [res. 
Porque  Isabel  noenlieuda  loque  hanta- 


ESCENA   VL 


Abora 
Gusta,  Isabel,  DO  tenga  para  uda. 
Yo  Im  rere  después. 
LionoR. 

¡Qué  poco  agrada 
Quien  sirve  sia  estrella  1 

OOÜÁ  BKATilU.  {Ap.) 

Henos  agrada  quien  amó  si 


j,Qoée! 


),  Inés  1  i  Qué  tiene  unesira 


Esto  es,  amiga,  reventar  de  dama. 
Tiene  una  hipocondría , 
Con  que,  de  iina  hora  i  otra,  cada  dia 
Muda  mil  pareceres. 
0;e,  ve  ;  calla,  si  agradarla  quieres. 
(Cok.) 


Harlo  oigo  ;  bario  veo, 

Y  harto  callo  también.  Loco  deseo, 
iPara  qué  neciamente 
Persuadirme  procuraaqne  aquí  ausente 
De  mi  casa,  mi  patria  j  padre,  puedo 
Penler  ;a  roas  é  mi  desdicha  el  miedo, 
Si  esli  Un  cerca  el  dafio , 

Que  es  locura  aguardar  el  desengaño, 

Y  me  pone  tan  lejos  la  esperanza. 
Que  es  locura  tener  la  conSania 

En  lo  Instable  del  tíempoT  Pues  decia 
Uno  que  enfermo  de  rol  mal  estaba  : 
•  ¡Aj  triste  del  que  Da 
So  cura  al  tiempo!  >  Porque  examinaba 
Ove  es  remedio,  aonquesabio,  lauln- 
Que  ;a  el  malla  babria  maerl«,[cierto. 
Citando  i  curarte  el  médico  U^ra, 
Halando  mitpara  uno  qae  lauara. 

Í Quién  jaroas.se  babri  visto 
I  Mal  el  dolor,  mal  b  pasión  resisto ! ) 
lo  ^n  misero  estado. 
Como  jo.Ma  haber  (¡ay  de  mi!)  dudo 
Ocasión  i  fortuna  tan  tiranaT 
Pues  nunca  fué... 


DON  JUAN.  —  LEONOR. 
Isabel,  ¿qué  hace  mi  hermana? 

En  SD  coarto,  señor  (;  oh  pena  tuerté '.), 

Esli. 

Pues  bablarétede  otra  suerte, 
a  estás.  iQué  hadas,  Lmow  belIaT 

U,B,l,z9dbyGOOglC 


COUEDUS  DE.  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 

Lance  Ud  poco  crue) , 
Que  permiía  piÍ  valor 
Dejaros. 


SI,  porque  i)o  fuera 


Qae  sin  verle  se  parliers. 
{Lnego  jaseba  parlidoT 
SI,  Leooot. 

LEONOH. 

¡  Sin  haberse  despedido 
De  mil  '.Qué  poco  i  sus  flnezas  debo! 

noH  juak. 
Ho,  LeoDOt,  coo  afecto  abora  nuevo 
Dejes  tu  eoiendimleiiio 
Fácilmente  llevar  del  s'iiiimieiito. 
Vo  eslo;  eo  guarda  to^a , 
>  no  im  causa  lu  discurso  arguja 
t,)uc  de  mi  defendida. 
Por  il  be  de  aventurar  honor  j  vida. 


No  dudo  esa  nnei;a 

De  tu  valor,  tu  sangre  y  tu  nobleza ; 

Y  porque  sepas  cuanio ,  Don  Juan ,  fio 

De  lan  hidalgo  j  noble  ofrecimleitio. 

Puesto  que  el  pecho  mió 

No  es  posible  negarse  al  KOÜniíenio, 

Dame ,  señor,  licencia 

Para  queenuqta  pena, endolor  tanto 

Ife  retire  i  llorar  de  tu  presencia ; 

Que  no  es  razón  aue  descortés  mlllaulo 

Pierda  I  lus  coniíanias  el  decoro. 

No  Ikñe  yo,  sabienilo  tú  que  lloro. 

escehaix. 

DÜN  JUAN, 
i  Qué  coerdameDie  deda 
A<|uel  sabio,  que  entre  el  Ter 
PadewT  ;  el  pailfcer, 
Miieuna  distancia  babia ! 
Uiji-la  que  se  lialria  ido 
Callos,  quQ  encerrado  ya 
Ueiilro  de  mi  cuan  o  es  ti , 
Porque  éi  y  vo  bemos  querido 

Sue  nadie  sepa  eeie  grave 
nilieño,  poruue  en  efelo. 
Ninguno  guarda  un  secreto 
Mejor  que  el  que  no  le  sabe; 
Puera  de  que  estando  aqui 
Iloj  el  padre  de  Leonor, 
Para  loóos  es  mejor. 
íUigateáunapaerUi,  laabre,i)cM 

ti  umbral  í  dlee:)- 
Cirios. 

ESCENA  X 

DON  CARLOS.  —  DON  JUAN. 
DON  ciaus.  (DetUre.) 


i  Habéis  b«blado  i  Leonor  T 


SI,  Cirios,;  de  su  imor 
Y  de  su  virtud  me  han  dado 
Baslaiiie  satisfacción 
Sus  ligrimas.  Ha  senúdo 
Pensar  que  os  habfis  partido 
Con  un  discreta  pasión , 
Que  he  llegado  i  persuadirme. 
Aunque  el  indicio  la  cul]>a , 
Que  ella  está,  CártoSi,  sin  culpa. 

Poco  tenéis  que  decirme 
Kn  eso;  pero  aunque  jo 
El  desenga&o  deseo , 
Mientras  no  le  toco  y  veo , 
iTengo  de  creerla! 

No. 
t>OM  cJiaLOs. 
Luego  hablar  d^l  es  error. 
Supuesto  que  en  mis  receins 
Han  <le  ir  borrando  los  celos 
Cuanto  pintare  el  amnr. 
I  Dijiste  que  bahía  venido        ^ 
Su  padreí 

No,  qun  no  fuera 
Jnsto  que  mas  la  aüigíera 
De  lo  (¡uc  csti. 

Bien  ha  sido, 
|V  qué  mandaste^  i  Fablot 

Que  eu  la  posada  esté,  puea 
bl  conocido  no  es. 
Par*  que  leal  v  sabio 
Siempre  i  la  tñira  estuviese 
t)el  padre ,  y  que  procurase 
Penetrar  cuanto  iñieotase. 

Medio  muy  Mvolq  es  ese ; 
Que  claro  es  que*  él  no  diri 
A  nadie  1  lo  que  ba  venido. 

Con  todo  eso...  HasiquéraMo 
Es  este? 

(Ruido  dentro.) 

[Don  Cirkt  mira  por  la  cerrailura  t 

«na  puerta.) 

Ser  cierto  ya, 
Don  Juan,  el  lance  mayor 
Que  sucedemos  pudiera. 
Qnien  sube  por  la  escalera 
Es  el  padre  de  Leonor. 

¿Qué  decís T 


non  JOAN. 
{El  padre  de  Leonor! 

SI. 

DON  iOAlI. 

Pues  retirlos  «priesa 
Vos  i  esa  cuadra ;  que  yo 
A  recibirle  saldrí, 
Y  lo  que  intenta  sabré. 

Deteneos:  eso  no; 

es .  adonde  Leoitor 


Vjoe. 


ir  él. 


pue«  siempre  os  queda 
Libr^  el  paso  i  acción  igual, 
No  aniicl|>emas  el  mal : 
Dejémosle  que  suceda. 
Escuchémosle  primero. 
Retirlos  (le  aquí. 

Sibaré; 
pero  á  la  mira  estaré. 
{Etciadem   Den  Cárht,   g  abre  la 
puerta  Don  Jnan.) 


¿A  quiéu  buscáis  ,  caballero? 

Suplir  As  que  me  digáis , 
Pues  por  caballero  os  loca 
Honrarme,  si  Don  Juan  Hoca 
£u  C4sa  esU. 


Que  TI 


DON  r 
Kbra 


Pues  que  viis  solo  podeli 
Ser  de  mis  fortunas  boy 
Puerto ,  i  cuya  confianza 
Todas  mis  penas  eolrego , 
Cuando  á  vuestra  casariego 
A  lograr  niia  esperanza , 
S'guro  deique  lia  de  hallar 
Hi  infeliz  tirana  estrella 
Todo  cuanto  busco  en  ella. 

iKiii  CARLOS.  [Aipaü».) 
)¡itié  mas  se  ba  de  declarar? 

Í/ip.  Sin  duda  que  ya  ba  sabida 
|ue  Don  Cirios  y  Leonor 
Kstiii  aquí.)  Vo,  señor, 
A  mi  suerte  agradecidii 
Estoy,  cuando  asi  me  honráis;. 
Pero  es  fuer/.a  padecer 
Uil  dudas,  hasla  saber 
Quiéu  sois ,  y  qué  me  mandáis. 

Sentios,  y  quién  soy,  seflor. 
De  aquesta  sal>réis  primero. 

.  iOalt  una  carta.) 
Luego  sabréis  lo  qpe  espera 
Fiar  de  vuestro  valor.       [Siintante^í 

DON  IDAN. 
Del  Marques  mi  señor  es 
La  carta.  (Ap.  Dud;indo  estoy.) 

Létl :  sabréis  della  quién  soy, 
y  mi  preteosioii  después. 

[Abre  Den  Juan  la  carta,  y  lee.) 
El  íeñiir  Don  Pedro  de  Lara ,  mi  pa- 
riente y  amigo,  vaú  eta  ciudad  en  te- 
guimiento  de  un  hombre ,  de  qutea  im- 
porta á  m  bunoT  latUfkcerte :  mí  potm 
talud  no  me  da  tugar  i  acompañarle; 
pero  fio  que  donde  vot  ettáis,  no  Ü 
hará  falta  mi  persona;  y  a$í  m  ttiga 
que  fH  ofenia  ei  mia,  y  i*  talitfaecion 
corre  por  mi  tueiOu.  —  Otea  m  pamr 
de.  —  El  marfuet  ie  Oem*. 

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Lo  que  >o  retjtonJo  i  esio 
l-:a,  t|ue  aciul  pan  serdrM 
Ue  Icuf  is  i  lodo  U»ace. 

GniTileos  Dios;  que  ast  lo  fío 
De  lis  noticias  que  iraígo, 
V  de  las  parles  que  mlru 
En  vos :  coa  cujo  resguardo , 
Solo  j  secreio  be  veniilo , 
En  cuiiUania  no  mas 
Desa  caria ,  ponioe  dijo 
El  Marques,  que  en  vos  tendría 
Hi  hoiior  laiedor  |  amigo , 
Vm  roucbas  obligaciones 
Que  i  su  casa  hiDels  leuido- 

DOH  JDAK. 

Todas  las  CMÜeso,  j  todas 
Vtréis  en  vuesiro  servicio 
Kmpleadas  igualmente; 
Pero  para  estoes  preciso 
Saber,  señor,  la  ncasion. 
Que  i  Valencia  os  ha  iraido. 
(Ap.  Apuremos  de  noa  vei 
Todo  el  teiieno  al  peligro.) 

V«  lo  diré ,  si  es  que  jo 
Puedo  acabarlo  uonmigo. 
Nuble  so;,  Don  Juan ,  j  sobro 
Ser  noble,  esioj  orenoido  : 
Hi  enemigo  esta  en  Vvlencia . 
Tras  él  Teitgo  ;  bario  os  he  dichcK 


Diicreto  sois ;  j  isl ,  solo 
Quiero  que  estéis  prevenido 
Para  cuando  jo  os  avise 
De  que  de  vos  nece^iu.     (_tei>áitl«ti 

Esperad,  que  ültí  mas. 

Decid, jqnéfaluT 

Adveniros 
De.qne  jo  lengo  en  Valcuci» 
Deudas,  parientes  j  amigos; 

Y  asi ,  sin  saber  quién  es , 
Don  Pedro,  vuestro  enemigo, 
Ni  el  Uarques  puede  maudaciiu^ 
Cosa  contra  el  valor  mió. 

Ni  JO  orrecer  favor  que 
Resulte  coaura  mi  mismo. 

De  vuestra  sangre  j  cordura 
Ha  sido  reparo  digóo ; 

Y  annqn«  sea  eoiiira  mi , 
Us  lo  agradetco  j  estimo. 

Y  para  que  no  dejemos 
El  escrúpulo  indeciso, 
jQué  tenéis  con  un  Don  Diego 
CentellasT 

Ser  conocido 
Ilio  no  IDM. 

M>N  cíalos.  (Al  paito.) 


Aquel  CMnpeiidor  mió. 


NO  SIEMPRE  LO  PEOR  ES  CIERTO. 

IKIB  FIDU. 

Pues  este  una  noche  (:  aj  (rtsie  I 

Ír.on  qué  dolor  la  repítol) 
|uedá  por  muerlD  en  mi  casa  : 
Con  que  no  pudo  mi  brio 
Satisfacerse ;  que  fuera 
Villano  rencor,  indigno 
De  mi  valor,'  emplear 
En  un  cadávFr  los  Dios 
De  mi  vengativo  acero, 
Pero  110  tan  vengativa. 
Que  vida  no  diera  muerto , 
A  quien  diera  muerte  vivo. 
Llegó  jusllcia ,  j  yo  aké 
La  mano  al  insianlb  mismo 
A  vénganlas  ;  quereltüs ; 
Porque  no  Diera  bien  visto 
Qne  hombre  como  jo  tratara 
De  vengarse  por  escrito. 
Entre  el  alboroto  bu  jó 
Una  hija  mía...  Al  ¿ecirlo 
He  embaraza  la  vergüenta. 
j  Mal  haya  el  primero  que  bUo 
Lej  tan  riguro&a ,  pacto 
Tan  TÜ,  duelo  tan  impio, 

Y  entre  el  hombre  j  la  m^jer 
Un  tan  desigual  partido. 
Como  que  esi¿  el  propio  honor 
Sujeto  al  ajeno  arbitrio  t 
Hnjó,  digo,  de  mi  casa; 

V  aunque  de  aqueste  delito 
Puéron  dos  los  agresores, 
A  eaie  cou  dos  causas  sigo. 
La  primera,  que  no  sé 
Del  otro;  jr  así,  es  preciso 
Que  aquel  de  quien  sé  primero , 
Pruebe  primera  el  castigo. 
La  segunda,  que  viniendo 
Abora  por  el  camina. 

un  caballero  venia 


jado  J  una  dama. 

En  mn  posadas  me  ban  diclio; 
Y  por  las  señas  es  elh ; 

?ue  babiendo  él  convalecido 
ella  faltado ,  es  muj  ^cil     . 
Presumir  qne  se  ha  valido 
Uéleí  "     - 


Y  mas  osado  le  sigo  ^ 
O  para  que  se  reparen 
Las  ruinas  del  edíDcio 

Üe  mi  honor,  que  esU  por  tierra , 
O  para  que  vengativo 
Haga  que  aun  estas  no  queden , 
Sin  que  los  incendios  vivos 
De  mi  pecbo  les  abrasen. 

V  pues  mi  agravio  os  he  dicho, 

Y  ja  no  hay  Inconveniente 
En  ayudar  mis  designios. 
Después  volveré  1  buacaros; 
Que  ahora  de  vos  me  retiro 
A  bacer  otra  diligeLtcia, 

De  qne  oh  vendré  i  dar  aviso. 
Como  i  quien  va  desde  aqui 
Mi  amparo  ha  de  ser  j  asilo, 
Jiú  tanto  porque  Ji  ello  os  mueva 
La  cana  que  os  he  iraido , 
Cuanto  por  la  obligación 
En  que  os  pone  haberme  visto 
Dar  lágrimas  i  la  tierra, 

V  dar  al  cielo  suspiros. 

{Yate  Daa  Peira,  g  tale  Don  Caries.) 


DON  CARLOS.  —  DON  JUAN^ 
pon  fírlob. 
¿Quién  en  el  mundo  se  vló 
Eu  las  dudas  que  me  mico! 


vonjou. 
Vamos  recorriendo,  Cirkis, 
Lo  que  nos  ba  sucedido. 

Vos  tenéis  en  vuMra  casa 
A  la  dama  de  un  amigo... 


A  vengar  agravios  míos. 


Y  ¡ro  de  lodos  prendado , 
No  b4  i  qué  me  deternüno  : 
De  Leonor,  porque  es  mujer ; 
De  voo .  pwqoe  sois  mi  prime; 
Por  el  «arques ,  de  Doo-Pedro  ¡ 

Y  de  dH  honor,  por  mi  mismo. 
iQué  puedo  hacer  f 

BOU  CÜBLOS. 

Resolveros 
A  que  el  tiempo  ba  de  decirlo , 
Obrando  en  los  lances ,  como 
Se  vinieren  sucedidos. 

DOn  JUH. 
Pues  si  hahemos  de  esperarlos . 
Cirios,  no  hav  qne  prevenirlo*; 
Qne  ellos  vendrán :  y  hasu  eniooces. 
Vos  en  mi  enano  escondido , 
Sed  de  mi  honor  cenÜDeb , 
En  tanto  qne  jo  advertido 
Hago  la  desbeeha  fuera 
De  que  ^  cuidado  vivo. 
Bon  cilios. 
Pues  adiós.  iPladosos  cielos... 

Adiós  pues. -|  Cielos  divinos...  . 

non  dkiLos, 
Sacadme  de  lautas  penas ! 

•OR  JUAÜ. 

Negadme  i  tantos  peligras ! 
{Vate  imda  utu  por  tu  puerta,  g  Don 
Cárlot  u  cierra  por  dentro.) 

ClIlB. 


DON  DIEGO ;  G\tHf& ,  Ctítmio. 
BOR  Dnco. 
Tft  has  de  ir. 

Yo  no  he  de  ir. 


Porque  la  mas  singular 
Razón  qne  hay  para  no  andar , 
Es  tener  quebrado  un  pié. 

Válgtíe  Dios !  I  qné  notable 


\S 


dbyGOOglC 


COUEDIAS  DE  DO»  PEDItO  CALDEnON  DE  U  BARCA. 


<¡  Vilgaie  Diüs!i  y  el  de  abajo 
Le  rcsnoiidíó  :  ijl  naooi  pode). 
Ficil  es  h  aplicación ; 
Y  i  propúsilo  ba  leiiido, 
K  es  lo  miimó  h#ber  caldo 
A  un  poio  que  de  un  balcoa. 


Pues  ¿qué  quieres , 
Si  tú  quebradizo  no  eres, 

Y  so;  quebradizo  jo ! 

DON  DIEGO. 

Tu  poca  inaBa  condeoo. 

Estreno ,  seBor,  de  pi¿s  : 
Halo  para  oiio  es 
Lo  que  para  oiro  ea  bueno. 
Con  hambre  y  cansancio  uu  dia 
A  una  posada  llegú  * 

Cieno  fraile,. y  preguntó 
A  la  huéspeda  ^qué  bübla 
(¡ue  comer?  <Si  una  gallina 
Ño  malo  (le  dijo  ella), 
Nada  ha;.  —  ¿Quién  podrá  comella 
(nespoDdi6  cun  gran  mobiiia). 
Acabada  de  matar?' 
-  —  Tierna  pstari  (replicó 
La  buéspeda),  porque  ;o 
Sé  un  sccrelo  sin  aula  r 
Con  que  se  ablande,  i  V  cogiendo 
La  polla,  qtip  viva  estaba, 
Vié  que  luí  pií's  la  quenntba  : 
Con  que  a  imeslro  reverendo 
Huj  blanda  le  pareció ; 

Y  aunque  el  liainbre  pudo  bacello, 
Atribujéncluld  &  aquello, 

Gsiaba  la  cama  dura , 
Tanto  que  le  tenia  inquieto ; 

Y  él,  catendo  en  el  secreto , 
Pesarla  i  los  pies  procon 
La  luz.  üljo ,  al  ver  la  llama 

La  liuéspñla  ;  •  Padre  ,;qué  es 
Eso?i  ^  él  dijo:  iNuesira  ama. 
Porque  ue  ablande  la  cama, 
Quemo  á  la  cama  los  plés.  •  — 
Asi,  no  le-dé  inoliioa, 
Uue  en  los  dos  no  liaga  el  secreto 
Su  erecto,  pongue  en  ereto 
Tú  eres  cama ,  j  jo  gillioa. 

Por  mas  que  lu  vo7.  me  d^ , 
No  has  lie  escaparle,  Cines, 
Ue  ir  i  ver  i  Inés. 

«INÉS. 

¿fio  es  una  Sera  enemiga. 
Que  anoche  con  mil  rigores. 
Tras  tenemos  i  un  rjncoo, 
Nos  t^ció  por  uu  balcón, 
Al  lin,  como  senldore«. 


Antes  por  ella 
Se  aseguró  vida  y  fama 
lie  Beairli,  j  agradecido 
Debo  i  la  Gncia  ser. 


Pur  mi  baa  de  ir  allí. 

-  Voiré; 
Pero  por  partido  tomo 
Traerle  mal  despacho. 

Como  *o;  cou  muy  nial  pié. 

En  esta  esquina  te^spcro. 

Poco  tendrás  que  esperar. 
Si  solo  i  Inés  bas  de  hablar. 

jPorqoé! 

CUES. 

Porque,  á-lo  que  inGero 

Del  traje ,  el  briu  y  el  talle. 
Es  ella  la  que  salió 


Quisiera  hablarla  en  fa  calle. 
Olla  que  en  este  portal 
Estoy ,  que  se  llegue  aquí. 

{Retírale  é  un  portal.) 

ESCEHA   XIV. 


MES.  (Para  tí.) 
Desde  la  veotana  vi 
A  Don  Diego;  ;  aunque  es'tal 
Mi  temor .  le  hablaré ,  pues 


Al  tnslante 
Que  te  bable  mi  señor 
lia  esta  parte  no  mis     ■ 
Que  una  palabra ,  te  Iras. 

iMrs. 
Aquesto  Tuera  peor; 
Que  si  mi  ama  supiera 
Que  )e  biblaba,  me  matara. 
[Uega  Dan  Diege.) 


Porque  es  tjn  ri 
Su  cólera ,  t  ps  tan  liera 
La  ira  que  tiene  contigo , 
Que  no  lomar  me  ha  mandado 
:t  luyo.  Di  recado. 

Pues,  loes,  ¡  lamo  east<t[o 
Para  quien  la  adora ! 

Darte 


^cesa  la  Indignación 
Con  decir  los  eftojados  : 
I  Mandaré  á  cuatro  criados 
Que  os  echen  por  un  balcón  ■ ; 
V  ella,  con  mandarlo  á  una 
Sola  criada,  nos  echó 
Tan  á  la  letra ,  sue  jo 
Voy  cojeando  mi  rorluna; 
¿Qué  mas  quiere? 


_.  tapadillo,  si  el  hi.. 

Va  diciendo  i  voces  que  eres 

Colipor  de  las  mujeres? 

¿Qué  es  aqueso,  Giocs  mió? 

Esto  el  cojear. 


De  un  achaque  luyo,  ines. 

Hientes  como  on  cojifeo. 

eincs. 
Ni  achaque  foé  tu  halcón , 
Luego  claramente  ar^iuyo 
Que  ft  mi  achaque  acha'que  tuvo. 

Ncpara  la  conrlnsíntt, 
A  no  ir  en  cas  do  Viólame 
A  un  recRdo ;  y  no  quisiera 


¿Tú  lambii-n 


Eres,  Inés,  contra  m 


Que  sabe  I>loa  si  me  cuesl 
Has  de  dos  pesares  ja 
Disculpan^. 


Tanto  en  nti  favor  dispucsb 
Tu  voluntad,  haz,  lúes. 

Íue  solo  un  instante  vella 
aeda  ;o. 

i  En  eso  es  lá  illa! 
DOH  Diecu. 
Y  fia  de  mi ,  después 
Desio  que  ahora  le  da 
Vi  amor,  la  saiisTuccion, 
{Dala  un  hohilh.) 

tlliS. 


Para  mi  excusadas  ti 


i  Y  porque  veas  que  tengo 

fianadesenirlv,  haré 
i  Una  cosa.  Yo  diré 

DiBuJdbyCoOglC 


Oue  ya  ilel  wcado  tengo; 
Y  iniPS  ya  empieía  i  cerrar 
La  iiocbei  ;  nii  amo  esii  fuera; 
l'ii  ¡t  aolo  que  jo  euire  espera; 
Que  üejanJome  al  eiUrar 
Lj  puerta  abierU... 


Entrarle  iras  mi  podrís... 
V  obre  ronniia  después. 

Dices  bien,  j  jo  le  sigo. 
GIHU. 

¡  Aj,  Inés,  loque  te  quiero! 


ESCENA  XV.    ' 

DON  DIEGO,  CINES. 


)  SlEHPnE  LÚ  PEOR  %S  CIERTO. 
Serrlr  con  detconflaou. 
necaj&iidose  de  mt 
Siempre  Bealrit  j  Inés  andan. 
Una  sali6  fuera ,  y  oira 
Ajinl  debe  de  esperarla. 
Quiero  dar  lugar,  paes  sé 
En  qué  estos  secretos  paran , 
A  que  hablen.  Vo  me  acuerdo 
Cuando  solía  en  mi  casa 
Tener  el  "mismo  recalo, 
VlamisnuconQaDza, 
De  unas  y  de  otras ,  que  entúnces 
Me  servían.  Hasta ,  basta , 
Hemoria;  y  pues  abora  sirves , 
Leonor, oye,  miraycalla.)      {Vate.) 


El  diablo  me  Heve,  amen, 
SI  yo  pasare  de  aquí.' 
iQué  me  quieres  eoceiradoT 
SI  es  por  saltar  ano  mas. 
En  la  calle  me  hallaras , 
V  haz  cuenta  que  ya  he  saltado. 

Do:t  DI  eco. 
Ese  temor  me  ha  advertido 


Ka  muy  cuerdo  ese  temor, 

V  bwcueuia-tiue  ja  he  pailidu. 

iVanu.) 


ESCEIf  A  XVL 

DOÑA  BBATRIZ ,  LEONOR. 

VtíU  BEATRII. 

Ha/,  aue-pongan  unas  luces, 
Uabel,  en  esa  cuadra, 
Y  espera .  en  lanío  que  yo , 
De  la  labor  enfadada , 
He  divierto  en  esta  reja 
Un  ralo. 

Haré  lo  que  me  mandas. 
(Áp.  Halo  es  aervir,  y  peor 


k  xvn. 

INES.  —  DOfÍA  BEATRIZ. 

No  dirj^'que  me  he  tardado.' 

Por  saber  lo  que  le  pasa  • 

Con  Don  Diego,  estoy,  Inés,   ' . 
Esperando  en  esta  sala. 
,Qué  ha  bahidot 

Que  mi  papel 
No  ha  echado  á  perder  la  traía. 
Tras  mi  tiene,  sm  que  entienda 
Que  tú,  señora,  te  Damas. 
Ño  hay  sino  hacer  ahora  el  luyo, 
Hoslrandiile  mu^  airada, 
Y  conmigo  la  primera. 

uoí*  BEtTRiz.  {Atimuta  ¡a  tot.) 
Inés,  mira  qniéu  andaba 
Abl  fuera. 

¡  A  j ,  señora .'  Un  bombre. 


ESCENA  XVIIL 

DON  DIEGO.  —  D05a  BEATRIZ. 

JKKf  DIEGO. 

Quien  i  Los  plantas. 
Hermosa  Beatrii:,  ofrece 
■"    y  mil  veces  el  alma. 

.  DoAa  auTaii.' 
jQué  es  esto ,  IneaT 
mis. 

Yo,  señora , 
La  puerta  dejó  cerrada. 

po5a  beatrk. 
Mientes,  qne  esta  es  traición  tuya. 
No  bas  de  estar  una  bora  en  casa. 


iPara  qué  riBes  i  Inés, 
Beatriz,  si  yo  soy  la  cansa 
De  tu  enojo  T  En  mi  tus  Iras 
Se  rompan  y  se  di-sliagaii ; 
Qne  yo  no  quiero  mas  preniio. 
Que  solo  dañe  venganzas. 

¡  Señor  Don  Diego,  bien  estas 

I  Demasías  excusadas 

I  Pudieran  estar.  Habiendo 

I  Cuánto  es  hoy  vuestra  esperania 

I  Para  conmigo  imposible. 

■\  Siempre  lo  fué ;  que  mis  ansias 


Nunca,  Beatm,  presumieron 

Que  mereciesen  lograrla. 

DONA  BIATRIS. 

51,  mas  nunca  menos  que  hoy. 
¿Por  quét 

DOSA  BEATBIZ. 

Porque  es  muy 
Poli  tic*  del  amor , 
Que  merezca  quien  agratla. 

Disculpar  esa  sospecha 
Preteudo. 

doSa  biatbiz. 
Mal  disculparla 
Podréis. 

DOn  DIEGO. 

Qotei  bien. 

I>03a  DEATtIK. 

Don  Diego, 
La  bon  es  muy  aventurada. 
Aquesa  puerta  está  abierta , 
Huj  di^oesta  ral  desgrada  : 
Idos,  no  queráis  perderme 
De  dos  suertes. 


Va  que  alcanza 

Nu  tengo  de  despreciarla. 
En  oyádome,  me  iré. 

boí)a  beathi/. 
Inés,  esa  puerta  guarda , 
Ya  que  es  fuena  que  le  oiga , 
A  precio  de  que  se  «aya. 

(Va  Inei  ftdwa  la  puerta.) 

»0n  DIF.GO. 

Yo  sal! ,  BeatriE  hermosa , 
"ta  Valencia... 

{Vuelee  ¡net,  muy  anutaáa.) 

¡Ay  desdicbada! 

DOSa  BEATRIt. 

Qué  e>  eso  T 

una. 
Mi  seBor  vtene. 

DO^A  BtATUI. 

¡Triste  de  mi! 

Ea,íqué  aguardas! 
Del  aposento  de  anoche 
Hoy  el  sagrado  nos  valga. 


\  Qué  tirana 
Ha  sido  siempre  mi  estrella ! 


lo  de  n^ 


Nu  tr , 

Pues  entra  en  su  cuarto  inies 
Que  cu  el  tuyo. 

i  Ay ,  Inés ,  cuinta 
Es  mi  pena ! 


jlizodCy  Google' 


aiueaiAs  dk  doti  pedro  calderón  de  la  barca. 


DON  JUAM,  DON  CARLOS.  -  DOfÍA 
BEATRIZ,  KES;  DON  UlEGO,  al 

DON  ioxH.  (Áp  á  Cárlot.) 
Yo  venií , 
Carlos,  como  A\%o,  á  casa, 
Coaudu  \i  gue  un  liombrí:  en  ella 
Entró  :  en  la  catie  me  aguarda, 
V  por  \entana  ni  pueria 
H^eA  que  ninguno  salga. 

Entra  j  fia ,  que  seguras 

Tienes ,  Don  Juan ,  Tas  eG|>alüas.  ( Va$e.) 

DON  MAM. 

Ueairli... 

DOHá  BEilTRII. 

Hermano. 


jQuí  bactas! 

D0S«  BEATMI. 

Aqnl  con  Inet  ealaba. 

EstiUeD.        """"*"■ 

MltA  M*Tlin. 

jAdúnde  vas? 

íEs  DOTedad  que  en  mi  casa 
Bnire  JO  dúode  quisiere  T 

DOÍi*  SEAT  MIZ. 

No  lo  es;  pero  eilraño... 

'"*"■  Apari* 

MSa  BBATMIl. 

ElmododebaMarme. 

o.«,„¿    """""■ 

boRa  auTBii.  (^0 
¡  Pena  eiiraBa ! 

MI.WKCO.(itlp(rtí.) 

Hiela  este  aposento  viene; 
Salida  tiene  i  otra  cuadra : 
Quiero  ver  si  mas  si-guro 
Lagar  mis  recelos  hallan. 

ÍVwe.) 

Desia  suerte  he  de  salir 
De  una  ves  de  dodas  lautas 

(S«ej  la  etpada.) 
mAa  ■eathie.  (ip.) 
Para  entrar  al  a]Hisento 
( ¡  A]>  de  mi ! )  la  espada  saca. 
{Eníra  ¡ton  Juan  en  el  euarlo  donitt 
tttaba  Don  Uiegé.) 

Uucries  de  hombres  lia  de  haber. 

doSa  butvis. 
Inés,  la  saerle  esil  echada. 

V  ecbada  i  perder,  señora. 

Sin  vida  esto;  ;  sin  alma. 


Ilon  Diego  del  aposento 
Salió ,  iiuei  uue  no  le  halla* 
E»  él. '      • 

ESCENA  XX. 


LEONOR.  {Dentro.) 
iAjdenilinrelice! 

DOSA  BEATaiI. 

Pasando  de  cuadra  en  cuadra, 
Diú  adonde  estaba  Isabel, 
mila  de  verle  se  espanta, 
V  bujendo  del,  hasta  squi 
Viene...  A  este  lado  te  aparta. 
{ReHroBu  leí  doi,  g  tale  Leonor  et 
lut;  f  Ira*  ella  Dan  Diego.) 

Homhra ,  que  mas  me  pareces 
Sombra,  ilusión  ó  Tantasnia, 
iOué  me  quieres!  ¿No  bastó 
El  echarme  de  mi  casa , 
Sino  también  de  la  ajena  T 

Uujer,  que  mas  me  retratas 
Kantásma ,  ilusión  ú  sombra , 
i  Mis  desdichas  nn  me  basuii , 
Sin  las  que  lú  ahora  me  añades , 
Pues  segunda  vei  me  matas? 
Pero  DO ,  pues  boj... 

EBCEHA  XXL 


Detened ,  Don  Juan ,  la  espida ; 
Que  aunque  vuestra  casa  estl 
En  esta  parte  agraviada. 
No  vuestro  honor;  v  si  puedo 
Satisfacer  con  palabras 
Al  empeBo ,  mejor  es  ¡ 
Pues  es  cosa  averiguada 
Que  es  la  venganza  mejnr 
No  haber  menester  veitgaiiTa. 

D01««A.^.(Jp.) 

Don  Diego  CenlelUs  es. 
r.an  Leonor  esti :  aqnl  halla» 
Mis  sospechas  el  mejor 
Di-sengaño.  Albricias,  alma; 
Que  aunque  esta  es  dcsitracia ,  es 
Has  tolerable  desgracia. 

noS»  BEATBH.  {Ap.  á  loa.) 
.Suspenso  el  acero ,  at  verle , 
Se  quedó.  (Ije  lo  que  hablan. 

PON  BISCO. 

Yo,  Don  Juan ,  ama  en  la  corte 
A  Leonor,  qne  es  esta  dama, 
En  cuja  casa  nna  noche 
Me  sucedió  una  desgracia. 
Vine  i  Valencia ,  j  teniendo 
Noticia  que  en  vuestra  casa 
Estaba... 

LEONoa.  lAp.) 
¡  Ay  de  mi ! 

DON  MEGO. 

Esta  noche 
Me  atreví  i  entrar  aquí  á  hablarla. 


na^s  BKAvni'.  [Ap.  á  ¡net.) 
¡Qué  boena  discultia,  bies. 
Si  ahora  Isabel  conformara 
(^n  ella !  Has  señas  que  diga 
(jue  si,  que  es  ella  la  dama. 

{kaee  ¡mi  leiai  i  Uoner.) 


Ueslei'rada  de  mi  patrii . 
Oe  mi  pjdre  aborrecida, 
lie  mi  esiKiso  despreciada , 
En  este  estado ,  este  Irije 
Vivo,  sirviendo  i  tu  hermana. 
iKES.  (Ap.itu  ama.) 
La  sefia  entendió. 

V  la  Dnge 
Tan  bien,  que  ann  i  mi  uie  eugaTia 


Ocasión... 

No  le  disculpes. 
(Ap.  ¿Haj  mujer  ma^  desgraciada!) 

MES.  (Ap.  á  Btairti.) 
Hncho  la  debes ,  señora. 
Pues  s«  culpa  por  tu  causa. 

Sok)  que  lo  baja  creído 

m  hermano,  es  lo  qw  nos  Talla. 

DONJUÁN.  (Ap.) 

iQoé  haré!  que  aunque  eslé  seguro 
Yo ,  que  lo  esté  Cirios  falu. 


DON  CARLOS.  —  Dicnos. 
DON  ciBun.  (4p.  ietde  It  puerta.) 
Habiendo  en  la  calle  oído 
Raido  acá  dentro  de  espadas. 
Dejo  la  puerta,  j  h  lidiar 
Vengo  i  Don  Juaii...  Has  las  armas 
Tienen  sns|iensas  los  di 


Doo  Uego,  vuestras  disculpas 
Convienen  con  señas  varias 
Qhc  jo  tengo  de  Leonor. 

Don  CiRUlS. 

iQué  escucho!  ;  Pena  tirana ! 
A  Leonor  nombró,  j  Don  Diego... 

DON  JUAN. 

Pero  una  presta  Talla. 
i  Ks  esta  la  primer  noche 
Que  aqui  habéis  eiiiradu  a  bablaria' 

(Ap.  Hallda  trae  la  preganla. 

'  Por  si  ó  por  no  he  de  salvarla.) 

;  No ,  que  aflocbe  entré  por  esa 


dbyGOOglC 


Puerta,  j  por  mi  venltni 

Salí :  sibioa  la  colpa, 

i  Qné  imporU  la  circunstancia  f 

Importa  mas  que  peasais. 

PON  cIhum.  ^Ap.) 
Contra  mi  ea  contra  quien  paran 
Los  celos  de  Don  Juan,  icielos! 

lAp.  Ya  que  In  ha  creído,  salga 
Vo  ihora.)  Pues,  len  de  mi,     (Safe.) 
Don  Juan,  la  desconfiania , 
\  mira  lo  que  me  envía. 
Para  servirme,  lu  riama,  — 
[Ap.  á  Leoairr,) 
Perdona,  amiga,  j  prosigue. 

LEOMOH.  <^.  A  Daña  Beútrit.) 
No  eniieuilo  lo  que  me  mandase 

No  es  tiempo  deso,  Beairiz , 
Pues  aunque  con  seüas  taoias 
He  satisfaga  Don  Diego, 
•Estar  Leonor  en  mi  casa 
Por  orden  de  quien  í  ella 
La  enviú,  i  mi  no  me  saca 
De  la  obligación  en  que 
He  pone  mi  sangre  hidalga; 

Y  asi,  aunque  por  ella  venga , 

Y  no  por  II .  eso  me  basia 
Para  qne  el  alrerimienlo 
Castigue  ;o.     . 

(Sale  Don  Cirht.) 

tK  cÁhLOS. 


NO  SIEMPRE  LO  PEOR  ES  CIERTO. 

Doil»  BíAtniE.  (*p.  ú  Inet.) 
Inés,  esas  luces  mata. 
Por  si  podemos  asi 
Bicnsar  desdlcbas  tantas. 

(Apaga  ta  luí,  y  rtíien.)  ' 

Nadie  tire,  estaSdo  1  oscuras. 


Aquesa  iusí 
)ca  á  mi  el  se 


Pues  me  loca  i  mi  el  sentirla , 
1'ambien  me  loca  el.vengarla. 

LEOxoa.  (Ap.) 
¡Qné  miroI^CirlosaquIT 
Esto  solo  me  bliaba. 

Pnes  ;qnlén  sois  vos,  qu&quereis 
Tomar  abora  la  demaoda  ? 

Bien  padierais  conocerme; 

?ue  razones  tenéis  liarlas, 
o  soir  aquel  que  por  muerto 
Os  dejó ;  ;  ahnta  traía 
Acabar  lo  qoe  empezado 
De)A  entonces. 

LKonoH. 
¡PenaeitraBa! 


Antes  pienso  que  venís 
A  que  yo  lome  venganza 
Hoj  de  todo. 


No  me  espanta 
La  ventaja  de  los  dos. 
(Rüen.) 


CINES,  eeRTC—  Dknoc. 
«im».  (DniTO.) 
Aquí  son  las  enchinadas, 
üiilrad  lodas. 

(Salen  Gtnet  p  genU.) 
Ginrs  T  CEyrs. 
^Quéct  aquesto? 


Pi-ra  enemigo  de  qutcn 
'.a  victoria  es  buir. 
(QiUere  irte,  y  delUnete  Don  Juan.) 


Ved  Iodos  que  esta  es  mi  casa. 

Endenda  usted  ana  lux , 
Y  lo  verin. 

¡  Qué  desgracia ! 
non  DIEGO.  (Ap.) 
La  puerla  hallé  :  esto  no  es  . 
Volver  ai  riesgo  la  cara , 
Si  no  llar  i  mejor 
Ocasión  mis  esperanzas.  (luií.) 

DOÍ*  BEATBII.  (ilp.) 

A  mi  cuarto  me  retiro 

Llena  de  confusas  ansias.         ^  [V«m.) 

II.M.  (Ap.) 
Tan  buena  Bacienila  liemos  hecho, 
Que  de  puro  buena,  es  mala.    (Vate.) 

Señor,  id6nde  esiAs,  que  ja 
El  cirojano  te  aguarda* 
D0:<  cÁnios. 
t  Muere,  traidor! 

cines. 

Muerto  soy. 
Que  mandarla  vusted  basta. 
[Ap.  El  diablo  que  mas  es[)ere, 
A  que  de  téras  lo  hagan.)         (Vate.) 

Huerto  esil  uno  :  por  si  viene 
lusiicia ,  de  aquesta  casa 
Salgamos.  Huyamos  todos, 
(Vate  la  gente.) 

la!  A<|ui  unas  luces  ,saca.... 

JO  por  ellas  iré,  (Vate.) 

LEO:iDn.  (Ap.) 
Üe  confusa  y  de  turbada, 
Tropei:ando  en  mis  desdichas 
De  ai|ui  no  muevo  las  plantas. 

El  pueslo  be  de  sustentar; 
Oae  aunque  siento  que  se  vayan 
ToiloK,  no  be  de  tallar  yo 
Üe  donde  saqué  la  espada. 


;Qné  te  espantase 
Porque  si  JO  i  mi  enemigo 
No  puedo  volver  la  espalda , 
Halándome  con  Leonor, 
Con  mi  enemigo  me  bailas; 


Oev. 

Ya  nó  haj  tras  quien. 

LEOHOn. 

¡  Quién  nudicra 
Rasgarse  el  pecho,  y  que  hablara 
Kl  corazón  con  acciones, 

Y  DO  la  voz  coD  palalirasl 

Kuera  el  córajion  también 
Traidor;  que  ser  tuyo  basta. 

LEOitoa. 
Fuera  leal,  por  ser  mío. 
PON  ciiLos. 
¡Bien  el  lance  lo  declara. 
Que  acabo  de  ver !  i  Kj,  fiera ! 
Cuando  no  consideraras 
Las  finezas  qoe  me  debes , 
Consideraras  que  estabas 
En  casa  de  Don  Jnan. 

Pues 
iQué  culpa  contra  mi  b.ill^s 
ta  las  locuras  de  un  tiombre? 

DOn  CJlRLOS. 

Ninguna.  Ahorremos  demandas 

Y  respuestas.  —  Primo,  amigo. 
Pues  lau  reliimenie  acaba 
Para  li  aquella  ocasión.- 

Que  deluvo  mi  Jornada , 
i:uantoinrelir.  parami. 
Adiós ;  que  aniiqne  con  infamia 
Salga  de  Valencia,  es  fuerza 
Que  della  esia  noche  saiga- 
Diga  mi  enemigo  que  huyo ; 
Que  no  quiero  honor  ni  fuma. 
A  esa  moler,  porque  en  liii 
La  quise  bien,  te  la  enrarga 
Mi  amistad,  no  para  que 
La  tengas  mas  en  lu  rosa , 
Sino  para  que  la  doj'  s 
"        1  cas  de  Don  Diego  vaya. 
„^.>  él  felice  su  amor, 

Y  ella  gustosa...  Mas  nada 
Digo.  Adiós,  Donjuán. 

1  Aj,  ciclos '. 
Espera,  Cirios. 

■o;i  ciatos. 
¿Qoe  aun  hablas? 
LSoxoa. 


Que  aqui... 

MM  CARLOS. 

No  me  digas  nada. 

LCOXOIl. 

¡No? Pues  yo...  si...  Hablar  no  pnedo. 

Visla  y  aliento  me  faltan. 

¡Jesnsmil  veces!  (Detmisate.) 


isdesnavada. '  ■ 
lyCiOOglC 


*n  COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE 

IMUI  GARLOS. 

T«ula,  Don  Juan.  ¡Ay,  Leonor! 

?ue  le  ailora,  auniiiü'  me  luulus, 
tí  niu;  ilisliiiiu 


Tu  ti 


En  lierimas  v  gemidos 

Se  lelian  vuelto  las  |)iilal)r»s, 

Expersil,  Carlos,  i  <|iir 


Pui-s 


'u  amor  su  guarda. 


Ilrsiiiiíü  verímos  los  dos  • 
Lo  (|ue  litamos  ite  liacer. 

(Éafrala  Dan  Juan.) 
DON  cinuts. 

;  Mal  haya 
Riwiliniii'nio  la»  iHiNtradu. 
Pasloii  Un  avasa<laüa, 
Arcílolaii  abatido, 
Y  voliiniid  tan  posirada, 
A  mas  i|npjus,  iua«  amor, 
A  mal  Bfcravioí,  roas  ansias , 
A  mas  iraldoii,  mal  Urnicxu  1 
Has;(qnéme  admira  y  rapaiiiaT 
Que  qaleo  nu  ama  los  tlrfeclos , 
No  puede  decir  que  ama. 


JORNADA  TERCEKA. 

ESCENA   PBIHERA. 

DON  CARLOS.  ItON  JCAN. 


Pero  toItIó  de  manera , 

Sue  pienso  i[ue  mejor  luera 
o  baber  vuelto. 

iCótnoasi? 

DO.f  JUAN. 

Como  il  instante  iiue  ailt 
Itestauró  el  perdido  aliento. 
Fué  tan  grande  el  sentimiento 
Que  de  tenerle  lia  tenido. 
Ijue  íi  un  tiempo  cobró  el  sentido 
^  perdió  el  eiitrud ¡miento. 
Según  tos  exirecnos  son 
(jue  bace  confusa  y  turbada. 


Vos  i  qué  habéis  determinado? 

DON  CARLOS. 

Dos  cosas  be  imaginado, 
V  solo.  Do»  Joan,  quisiera 
(Jiie  nadie  mi>  la»  o*iTa 


Sobre  tantas  confusiones, 
Paiitaslas  é  ilusiones 
Como  i  mi  llenen  y  van , 
Cutíes  sini  las  que  mu  dan 
Has  0Uslo  cuando  las  loco, 
(nuiles  l:is  que  me  provoco 
UasÜ  rjecularlas* 


DO:l  CÁHLOS. 

Iii  os  halléis  de  reir  de  mi , 
i'ucs  coiilieso  que  estoy  ioco. 
Si  en  este  estado  pudiera 
Vo  conseguir  que  a  Leonor 
Todo  su  jierdiJo  honor 
Doa  Diego  satisTacicra, 
líue  honrada  y  en  pti  volviera 
t^on  su  padre  i  su  lu^ar, 
fuera  la  mas  singular 
Vénganla  :  jr  á  esu  mujer 
La  sabré  liacer  un  placer 
Cuando  ella  espera  un  pesar. 
Leonor  eslá  enamorada, 
Don  Diego  lo  esti  laniliien 
( Digalo  el  lancet ;  pues  bien , 
¿Qué  (rterdoyoí  Todo  y  nada. 

Y  asi,  en  pena  tao  airada 
Como  tengo  y  be  tenido,  ' 
Solo  este  me  ha  parecido 
Que  despicarme  sabrá : 
CanemuE  i  Leonor,  ya 

Uue  á  Leonor  hemos  perdido. 

Es  tuestra  resolución 

Tan  honrada  como  vuestra ; 

V  bien  en  su  erecto  muestra 
Ser  hija  de  una  pasiou 
Tan  noble. 

DON  CjIRLOS. 

Pues  Isn  acción 
i  Qué  medio,  Don  Juau,  pondremos? 

No  sé,  porque  si  queremos 
A  Don  Diego  hablar  yo  y  vos. 
Por  lo  mismo  que  los  dos 
£1  casamíeiiio  tratemos, 
El  DO  lo  barí;  que  no  luera 
Justo  que  un  hombre  oíorgara , 
Por  nías  que  él  lo  deseara. 
Lo  que  el  galán  le  pidiera 
De  su  dama.  De  manvra 

Ura  persona  ha  de  haber. 

DOX  CÍRLOS. 

Pues  lo  que  se  puede  hacer 

Es  que  i  su  padre  digáis 

(Áimo  á  Leonor  ocultáis, 

"  io  podra  disponer. 


El  empeño  de  los  dus : 
Fuera  de  aue  entonces  \os 
No  hacéis  la  acción. 

DO.f  CARLOS. 

Cuerda  mei  lie 
Oecis.  j,  Quién  babri  que  luteuie 
Esta  platica  mover? 


I  XA  BARCA. 

Que  es  en  efecto  mujer. 

Con  quien,  lo  uuo,  no  habrá 
Duelo  en  I;  proposición: 
Y  lo  Otro,  es  debida  accii.n 
Suya  el  honrar  á  qui<!ii  ¡a 
Dentro  de  su  C3«a  está 
Declarada  por  quieti  es. 

DOX  CARLOS. 

Bien  pensáis. 


iUue 


Is  que  os  diga,  Don  Juau, 


Porque  Doq  Diego 
Kl  «I  padre  os  vealiasu  después. 


íVo  esconderme? 

DO»  lOAH. 

O  deshacer 
Todatiuestra  pretensión. 

Vo  lo  baré,  con  condición 
One  nadie  lo  ha  de  saber 
iiino  vos. 

Asi  ba  de  ser. 

Pues  Id  coii  Dios.  (Ap.  ¡  Ay,  Leonor, 
Cninlo  debes  t  mi  amor. 
Pues  le  da,  Uera  homicida , 
Sobre  un  agravio  la  vida , 
Sobre  otro  agravio  el  honor!) 
(Eteáadeie,  y  cierra  por  deatre.) 

ESCENA.    II. 

DON  JUAN. 
Si  i  conseguir  esto  llego,' 
A  nadie  le  Mti  mejor. 
Pues  quedo  bieu  con  l.eonor, 
Con  su  padre  y  con  Don  Diego, 

V  vengO'í  mirarme  .luego 

Sia  el  empeño  i  que  be  estado 
Por  Don  Carlos  obligado  ; 

V  asi  tengo  de  esTor/.ar 
Esta  acción,  basta  quídar 
Gustoso  y  deseugañado. 

ESCENA  tu. 

00ft\  BEATRIZ.  —  DOH  JUAN. 

DOif*  REjITUIZ. 

¿Está  Don  Carlos  aquí! 

DOR  JDMI. 

No,  Beatrii. 

boih  eEATBII. 

_      _         Pues  yo  á  tu  enarco' 
Solo  á  buscarle  veiüa. 

Cuando  le  diú  aquél  desmayo 
A  Leonor,  le  dejé  aqui, 

V  aqui  al  volver  no  le  halb. 

Í^.  M  ano  mi  hermana  ha  de  pensar 
|ne  se  Jia  escondido  Don  Cirios.) 

DOÑjt  «EATMI. 

Sin  duda  que  su  valor    * 
Tna  Don  Di^o  le  ha  llevado. 

non  lOAH. 
Vo,  por  no  iiaher  adonde 
Hallarle  podré,  no  salce 


aiigtt" 


NO  siempre:  lo  peor  es  aEIlTO. 


DOSA  DEATTIII. 

Decirle,  Don  Juan,  que  cuando 
Por  amante  y  |>or  rentIUlo 
No  ruese,'por  cortesano 
Y  cahalliTO  tuviese 
Oe  su  ilaiDa.  qiio  llaraii'lo 
EsU,  iisUiDa. 

DON  juah. 

«Qué  dice! 

DOÜt  BEATRIX. 

Que  con  solo  hatilar  i  Carlos 
Consuelo  tendrá. 

DOM  JII»¡«. 

Pues  si  él 
Ka  esti  aquí  j  sidos  estamos , 
Una  cosa  a  tu  cordura 
He  de  liar,  Bealrií. 

COAA  UATHlt. 

Harto 
Serl  que  Res  de  mi 
^lada.  |iori|ue  quien  le  ha  dailc 
Ocasión  para  que  della 
OesconlleB.  Don  Jiia»,  tanto 
(fue  presumas  que  lia  |iodiüo 
Ocasionar  el  cuidado 
Con  (¡ue  anocüe  euiraste  en  casa , 
Parece  que  es  muí  contrario 
Une  Hes  y  ilescounes 
A  uu  mi8me  tiempo. 

Excusado 
Seri,  Beatrii,,que  y«  haga 
Dése  seiitimienLo^so, 
Sabiendo  tú  cuánto  estimo 
Tu  virtud  i  tu  recato. 
Ven  liD,  tusóla,  Beatriz, 
Podrás  I107  de  riesgos  tantos 
Como  amenaian  las  vidas 
IK  Uon  Diego  i  de  Don  Cirios , 
H  aun  la  mia  (jiues  es  Tuerxa 
Hallirnie  en  el  duelo  de  ambos) , 
LHiranioa. 

DoKa  iCATun. 
lYoTide  qué  suerte? 


Votn 


:  oje  ;  lahrislo. 


Leonor,  cuidar  del  amparo 
De  BU  IfOHor  y  su  opiniou ; 
Pero  si  llego  i  iralarlo 
Yo  con  Don  Dtego,  uo  sé 
Lo  que  bará,  j  es  eoipeñamos 
Para  haber  <le  conseguirlo, 
Halier  de  llegar  i  hablarlo  : 
y  así  i  ti,  Beatrii,  te  toca; 
Que  á  las  mujeres  es  dado 
Tratarlo  con  suates  medios; 
No  t  nosotros,  y  mas  cuando 
La  mi^jer  esiá  en  tu  casa, 

Y  son  tu  primo  y  lu  liermano 
Comprendidos  en  el  riesgo  : 
Ratones  que  me  la  han  dado , 
I' ara  que  llames  .. 

doHa  bmtb». 
í  A  qnién  ? 

A  Don  Diego;  v  procurando 
Uarle  i  entender  cuinto  esU 
Ofendido  lu  recato 
De  que  i  tu  casa  se  atreva , 
Proponerle  que,  pues  tantos 
Peluiros  debe  á  esla  dama , 
Se  OMponga  A  remi-dlarlos ; 
Que  como  con  ella  case , 
A  lodo§  deja  oMIgtdos. 

Y  CMo  ha  de  ser  tía  que  entienda 


Pne»  yo  voy  i  ver  si  i  Cirios 
Hallo  ;  til,  si  al  luyo  vuelves. 
Haz  que  cierren  ese  cuarto. 

(Vate  Don  Ju 

E8CEIIA  at. 

uüNa  beatkiz. 

I  Yo  le  cerraré.  ;A  qué  mas 

I  ruedo  llegar,  pues  me  liallo 

í  Obligada  á  ser  yo  misma 

{  Tercera  de  mis  agravios 

,  Y  cómpirce  de  mis  celos? 

'  i  Qué  (luedo  hacer  í  Pero  vamos 

I  Al  eiimen,  celos  mios ; 

I  V  pues  le  da  libre  el  paso 

I  llojr  en  su  casa  i  Don  Diego 

I  limen  ajer  lo  esiorbi  tanto. 
Sepamos  del  qué  respoode. 
Salgamos  O  no  salgamos 
Ue  naa  vez  dt-sle  delirio , 
Desta  pena,  deste  encanto.  — 


LÉOHOR ;  deipaet,  DON  CARLOS,  si 
paft«.-UONA  BEATRIZ. 

LEONOR. 

Señora. 

DOJ)A.^i:ATRn, 

Leonor, 

íTú  respoiides!  .       ' 

Si  has  llamado 
A  una  criada ,  i  qué  mucho 
Que  responda  quien  lo  es  taotot 
[SaU  D01  Cárlot  ai  pane.) 

La  voi  de  Leonor  oi ; 
Y  asi ,  la  puerta  entreabro, 
l*or  verla  convalecida 
De  aquel  penoso  letaif  O. 

DOÜA  BEATRII. 

Si  ayer,  Leonor,  mi  ignoraucia 
Te  lUTD  en  aquese  estado , 
Hoj  mi  advertencia,  Leonor, 
Te  pone  en  lugar  mas  alto. 


Si  he  llegado 
A  perder,  señora,  el  nombre 
De  criada  luja,  00  en  lano 
De  la  ventora  que  pierdo, 
Ke  libra  el  honor  <|ue  gano. 
Tu  esclava  soj,  j  te  pido , 
Si  puede  merecer  algo 
Quien  vino  i  tu  casa  solo 
A  causar  asombros  tantos,' 
He  trates  como  hasta  aquí. 

doSa  bbatbis. 
¡Cómo  puedo,  Leonor,  cuando 
Por  ser  quien  eres  y  estar 
Ed  mi  casa,  darte  trato 
Esposo! 

ooKa  lechiqi. 
En  eternidades 
Prospere  el  cielo  tiis  años. 


Pero  Cirios  no  qnerri. 
Que  esti  celoso. 

doAa  beatmu. 
.  He  es  Cirios. 
teoüOR. 
Pue»  ¿quiénT 

•oiU  BEATaiZ. 

Don  Diego  Ceulellas. 

LEONOR. 

No  te  empeñes  en  tratarlo; 
Quetnlesme  daré  la  muerte, 
Qae  dé  i  Don  Diego  \i  maoo. 

1  Luego  tú  uunc^bas  querido 
'  Doo  Diego  T 

LEO^IOR. 

Aspkl  pisado 
Rnlre  las  flores  de  abril , 
Víbora  herida  eu  los  campos , 
Rabiosa  tigre  en  las  si'lvus. 
Cruel  sierpe  en  los  peñascos. 
No  es  tan  Aera  para  mi. 
Como  él  lo  es. 

PoAa  BEATRn. 

Awtiicio,  kesMcio; 

Sne  aunque  le  desprecies  quiero, 
a  que  le  desprecies  tanto. 
DON  CjIblos.  {Alpaio.) 
¡Ah,  traidora !  Elli  me  v¡6 
Esculider,  pues  asi  ha  hablado. 

DO^A  BEATRIZ. 

Yo  pensaba  que  te  liacla 
Lisonja ;  que  quien  lia  estado 
Por  U  i  la  muerte  en  UadrkI , 
Y  que  te  viene  liuscaiido , 
No  eiilendi  que  le  oreudia. 

Pues  i  si  tupieras  bien  cuánto 
He  ofende !.. 

Yo  lo  veré 
Presto,  para  que  salgamos 
De  este  oscuro  hlierínto 
El,  tú,  yo,  Don  Juao  y  Cirios.  iVau.) 

ESCENA  VI. 


DO!T  CAbLOS.  (Ap.) 

Fuese  Beatriz,  y  Leonor 

BAy  cielos '. )  sola  ha  quedado. 
orando  esta.  Has  inué  importa 
Si  es  tan  equivoca  el  llanto , 
Que  aunque  esii  llorando.veo , 
Ño  por  quiéo  esii  llorando? 

Ahora  si,  piadosos  cielos... 

BOU  CÍRLOS,  ,(íp.) 

\  Oh  celos ! 

Que  solos  podrán  mis  labios... 

DOS  Oírlos.  [Ap.) 
i  Oh  agravios  I 

QaejBTS«  al  viento  mejor. 

pON  CÍBtOS.  {Ap.) 

¡  Ob  amor ! 

LEOHOn. 

le  dirá  i  mi  dolor 


bidej 


oog  le 


478 

»os  ciiLO».  ÍAp.) 
Yo  lo  iliiera ,  i  üejarme 
Celos,  agraiiw  ;  amor. 

j  Guindo  JO  oca^oa  be  átáa».. 

Mm  cjIrlos.  {Ap.) 
¡  Fiero  bado ! 

LEONOR. 

A  mi  desdichi  ImpOTinoa ... 
DON  cLrlos.  (Ap.) 
j  ¡  Cf oel  fortuu» '. 

Que  aii  el  booor  aLrypellaT 
noR  círlo».  [Ap.) 
¡Dora  estrella! 

íPnw  cómo,  sS  nunu  detla 
Di  ocasión,  me  da  casiigoi? 
bonciütLos.  (^p.) 
No  sin  can»  bay  enemigos 
Hado,  foriuna  j  estrella. 

Quien  inocenie  se  mira... 

ooM  (lIrum.  ( Jp.) 
Es  meoüra. 

LEONOR. 

Rn  la  ciega  confalón... 

BON  oírlos.  {Ap.) 
lis  inidoD. 

Ue  tan  conocido  daAo... 

PON  CiRLOi.  {Ap.) 

Es  engaita. 

iCoindo ,  Amor,  el  desengaBo 
Vertn  otros,  qoe  ib  ves? 

nON  CARLOS.  (Ap.) 
Nanea,  que  lodo  eso  es 
Hentira,  traición  y  engario.— 
Sin  dada  esiiii  contra  mi 
Boj  tos  cielos  conjurados,         , 
Pups  me  tienen  persuadido 
A  que  sabe  que  oigo  cuanta 
Diciendo  está.  Mas  i(|ué  tmportaT 
Qne  aqaeste  meíal  humano 
^1  mismo  sonido  tiene 
Cuando  es  Uno  j  cuando  es  falso ; 
V  asi,  poes  basta  el  oírlo, 
jPara  qné  es  examinarlo? 


COHEDUS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


¡  A j.  Cirios,  I 


e  oTerai! 


Dox  ciatos.  {Ap.) 
■¡\1,  Leonor!  d...  kas  llamaron 
A  la  puerta-,  i  cerrar  vuelto 
Yo  Ib  mia. 

íQoe  aun  bablando 
Sin  erecto,  no  faltó 
Qmeii  viniese  i  embaratarloT 
veré  quMn  ei ,  por  si  puedo 
Quedarme  sola  oiro  rato. 
ifíaiéa  es! 


El  señor  Don  Juan 
¿Eslieo  casaT  (Ap.  i  Cielo  santo! 
iQaémlro!) 

.LBO!M«. 

Abora  salió... 
¡qué  veo!  {Bttge.) 

.  Eslaj  turbado. 
{Vate  Leoner  hdeia  donde  eild  Don 

Cárloi,  que^tm  iejane  ver  it  Dan 

Pedro,  abre  lapaerta.) 

DON  cAhlks.  {Ap.  d  elUí  al  airtf.) 
No  lemas ,  Leonor,  que  yo 
Te  recibiré  eo  mis  brazos. 

Cerró  la  puerta  Iras  si. 
'lasiaué  importa,  si  >'0  basto, 
lO  defensa  de  mi  honor, 
A  dar  asombros  y  espantos 
Al  mundo?  Caiga  en  el  suelo ; 
(jue  después  de  hecba  pedazos, 
Haré  lo  mismo  de  aquella 
Tirana,  que.... 

esceha  tul 

DOKA  BEATRIZ.— don  PEDRO;  DON 
CARLOS ,  oculte. 

I  En  este  cuarto 
Golpes  j  voces!  ^Qué  es  esto! 


^  un  Ibror,  es  un  pasmo , 
Un^  desesperación , 
tía  borror,  una  ira,  un  ra] 
le  ha  de  abrasar  cuanto 
le  intente  ponerse  al  paso. 

es  icómo  este  atretimienio 
I  mi  casa!  ¡Quién  b>  dado 
Ocasión ,  para  que  asi 
Haya  podido  empeñaros 
Una  colera! 


Una  Gera, 
«qol  se  ocolu. 

DOÜA  íejltrii.  • 

Esperiios. 
¿Es  Leooor! 

Pues  i  quién  pudiera, 
Sino  ella,  obligarme  i  tanto? 

00S\  lEATRII. 

ÍAp.  [Esto  nos  faltaba  solo ! 
Uro  amante,  jdesios  años, 
Tras  Don  Cirios  j  Don  Diego, 
Que  pusiese  en  paí  i  entrambos.) 
Pues  bien,  aunque  vos  tuvieseis 
Ramones ,  qoe  jo  no  alcanio. 
Para  buscarla  ofendiJo, 
¿Os  atrevéis  temerario 

BOX  PEBRO. 

Si,  que  yo 
En  mi  la  disculpa  traigo 
Para  minores  extremos  ¡ 
V  asi,  perdonad ,  si  os  trato 
Sin  ñas  atencioa,  s^ora. 
ylA  BUIRn. 
Rn  esta  casa,  es  engaño 
PenuT  que  no  habri... 


¿Qué  es  eslot 

ipné  ha  de  ser?  Aqueste  anciano 
Caballero  en  busca  viene 
También  de  Leouor,  j  ba  dado 
En  que  ha  de  romper  las  puertas 


__,  ^ f  Don  Pedro, 

lllebaoreodldo.nihaerrado, 
'orqne,  como  dueBo  della, 
i  lodos  puede  masdamoi. 


Setlor  Don  Juan,  no  gastemos 
Cumpllmleotos  excnsados. 
Ni  loy  due&o ,  ol  ser  (iniero 
Has  qoe  nn  forastero ,  qne  hallo 
(Cuando  Hado  de  vos.,    . 
A  veros  vengo  y  hablaros) 
En  Toestra  casa  i  mi  bija. 
Cerrada  eati  en  ese  cuarto. 
Abrid  TOS,  ó  abriré  yo. 
Echando  la  puerta  abajo. 

DOXA  BEATB».  [Ap.) 

Su  padre  es. 

DoniDAit.  (Ap.) 
¿Cúiuo  saldré 
De  lance  tan  apretado? 
Ya  él  la  vió :  ¿qué  he  de  deolrle? 

¿Qué  peosais?  DetenninlfS. 


Por  cierto,  seiior  Don  Pedro... 
(Ap.  Hncho  haré ,  si  deata  salgo.) 
[Hay  bueo  agradecimiento 
Es  ese  de  mi  cuidado  1 
Pues  desde  ayer  que  me  hice 
De  vuestras  ^rlunas  cai^o, 
rRusqué  i  Leonor,  y  la  traje 
A  mi  casa ,  donde  al  lado 
La  bailáis  de  mi  liermana,  adonde 
Satisbceros  aguardo 
De  auerte.  que  k  vu^tra  casa 
Volváis  contento  <  lloarado. 
Has  si  desie  ot  disgustáis. 
De  lodo  alzaré  la  mano. 


Dadme,  Don  Juan,  vuestros  pies , 
I  Y  perdonadme;  que  airado 
.  Al  verla,  razoD  no  tuve 
I  Para  discurrir  i  tanio; 

gue  no  sabe  discurrir 
n  sa  dicha  un  desdichado. 
Arrastróme  la  pasión : 
I  Has  ya ,  i  vuestros  píes  postrado 
I  Os  bago  dueCo  de  todo 

¿Qué  hacéis,  seifor!  Levaniios. 

I  Y  TOS  perdonad ,  señora , 
El  disgusto  que  os  be  dado. 
Soy  noble.,  estoy  ofendido. 

BOÍtí  BSITB». 

A  baber,  señw,  alcaniado 

¡niois,  de  oirasoede  hubiera 


cGooglc 


NO  SIEUPRE  LO  PEOn  ES  CIEATO. 


iLlaniasie  i  Don  Diego? 

Si, 
^nes  fué  ahora  i  llamarlo. 

Venid  conmigo,  señor 
>oii  Pedro ,  pan  ijuu  vamos 
A  hacer  una  ililiRi'iicia 
Imporianie  en  esie  etso. 
(.eonoi'con  Bcalriz  según 
Queda. 

bOÜA  BBATmi. 

V  yo ,  seíior,  me  encar[[0 
De  (lar  cuenta  della. 

DOn  PtDtO. 

BasU 
Quedar  con  vot.  {Ap.  ¡Cielo  santol 
Venga  la  muerte,  «i  llego 
A  ver  mi  honor  redtaurido.) 

(Ap.  Yo  no  sé  dónde  le  lleve.)      * 
Habla  t&  i  Don  Uiego  en  lanío , 
Porque  eo  esa  diligeociii 
Emí  mi  dicha.* 

(Yante  Don  Juan  y  Dm  P«dr«.) 

Leonor,  abre  :  )o  esiaj  sola, 


LIÓNOS.  (Deníro.) 
Con  ese  i^uro  talgo. 
ixm  cí*u>».iAp.  é  Leonor,  al  taHr  ella. 
N)  i  Beairiz,  I^eonor,  la  digas 
(^«  aquí  estoy. 

uoHoH.  (<lfi.  á  Den  CdrÍM.) 

No  haré. 

{AíeUnlate.) 


Lance  tu  rida  escs|)A. 


a  cnadrt  sagrado 


DOÜA  BEJlTHlt. 

No  filé  poca  dicha 
Dejarla  abierta  mi  hermano. 
Que  nunca  suele  dejar 
Della  U  Uate. 

.  Dir¿  mil  veces  que  en  ella 
Ni  vida  esli...  (Ap.  Que  estl  Cirtot.) 

BOA4  BBATMC. 

Leonor,  puesto  que  lu  padre 
Nuestros  suslos  na  llegado 
A  aumentar,  como  si  aci 
No  nos  tuviésemos  barios. 
Lo  que  Juites  de  atiora  te  dije, 
Trabré  cou  mas  cuidado. 

TaDibíeo  lo  que  te  dijeron 
Antes  de  abora  mis  labios , 
Dirá»  coD  mas  cansa  ahora. 

Eso  es  tema. 

Esotro  agravio. 


Va  yo  te  sigo. 

OOll*  IIATRII.  {Ap.) 

¡Ay,  Don  Diego, 
Con  cuinlo  temor  te  aguardo! 

[Yate,  s  tale  Don  Cárht.) 


ESCENA  XL 


Cirios ,  pues  me  da  ocasión 
De  tiablarte  este  breve  rato , 

DOR  CiHU». 

Leonor,  si  en  mi 
Aon  es  flneu  el  acaso, 
Pn^to  que  si4>mpre  nos  vemos. 
Tú  ofendiendo  y  jo  amparandOi 
:Qué  me  quiarésT  Déjame, 
Hasta  que  lleaue  otro  acaso 
De  darte  la  vida  yo. 


¿CómoT 

Sabe  que  Beatrin 
He  da  la  muerte,  tnientando 
Que  me  case  con  Dun  Diego. 
Si  generoso  y  liiurro 
A  cada  riesgo  una  vida 
Mp  has  <le  (Tar.  aquesta  aguardo. 
lliUala  tú.      . 

Don  cÁiLot. 
{Bueno  es  eso. 
Siendo  JO  mismo  el  que  trato 
El  casamiento,  pedirme   . 
Cootn  mi  herida  el  reparo ! 


íTú  lo  quier 


Yo  lo  quiero. 

LEOnOB, 


¿Tú  lo  trausT 

Yo  lo  traio, 
A  cuyo  electo  escondido 
K.sioy,  por  no  eraluraiarlo 

^\  0ru.nr»Jrni-nip  i*nn>nnn  lli 


O  coii  tu  padre. 


fOon  Diego, 


No  alca  DIO 

M  CilLOS. 


Ser 

Mis  respetos  tan  liouradoe,       ■ 
Tan  nobles  mis  sentimJeutoB, 
Y  mis  celos  tao  hidalgos , 

Sue  ya,  Leonor,  que  te  pierdo. 
Hiero  ver  si  tu  tioiHtr  gano... 


Vo  le  tengo. 

DOM  ClBI-OS. 

PreiendiMi'io , 
Que  el  esc&ndalo  que  \u  dado 
'  Dejo  aparte  los  suersos 
>e  Madrid  ,  en  que  no  hablo), 
l\  entrar  Don  Diego  í  verte 
A  casa  que  yo  te  traigo, 
Ei  salir  por  un  balcoD 

elle ,  oira  encerrado 
Hallarle,  Leonor,  coutigo. 
Cesen  con  darli;  la  mano  : 
Fineta  última  que  puede 

Por  ver  con  honor  su  dama. 
Ver  su  daña  en  otroa  hrauw... 

11  bien ,  mi  seEor,  mi  dneBo... 

DON  cAblos. 
Ui  mal ,  mi  muerte ,  mi  agnvb... 

uono*. 
SA  la  noche  del  bakoa 
Le  vi,  me  confunda  un  rtyo; 
Y  si  la  que  hablú  conmigo 
Lo  supe... 

bON  CÁ>I«S. 

Todo  eso  es  biso. 
LumoR. 
Si  lo  fuera ,  no  dijera 
Lo  que  con  Beatriz  he  hablado. 


Yo,  ¿da  quéT 

D«  haberme  «itto 
Esconder :  bien  lo  ba  mostrad 
Venir,  cuando  entró  lu  padre , 
De  mi  t  «alerte. 


._)*  quiero  que  no  lo  sea. 
Cuando  tu  me  estás  rogando 

?ue  con  él  cvse,  ^k  qué  efecto 
e  habla  de  estar  engaitando  T 


Todas  sois... 
iwR*  BEATBu.  (DeWr«.) 


Si  es  que  por  mi  has  de  nacer  algo. 

No  haré,  ikl  Sn  iM'me  crérist 

No,  porque  dke  mi  adagio, 
t  Siemi^e  es  cierto  lo  peor.i 

Vo  le  enmendaré,  mudawlo, 
•  No  siempre  lopeor  ea^rto.» 
¡Oh  lo  que  Bie  cueaui,  Clrioti(  VawK,) 
-  -  j|C 


,t,zodb,LiOOg|( 


i   DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


DOSA  BEATRIZ,  DON  DIEGO. 

Beatrli.envUnne  i  llamar, 
Y  íresus  boras  no  temer 
Qoe  enlre  Id  cata,  j  poner 
Gaarda  A  tu  cuano,  y  pasar 
En  el  de  lu  hermano  &  liablarme, 
Hochai  prevenciones  son. 
^Ea  aueía,  ó  es  iiaicionl 
lEs  darme  tlda,  6  maiarmeí 

DO^A  BUIBIZ. 

No  eiiTaBels,  señor  Don  Diego, 

Ver  aquesta  novcnlail. 
Ni  gue  con  tal  brevedad 
A  vei'os  y  hablaros  llego 
A  estas  horas  y  en  mi  casa . 
Ni  (|ue  este  cuarto  baya  sido 
El  que  para  eslo  he  elegidu; 
Uue  a  visando  me  que  pasa 
Violante  esta  tlrue  á  verme, 
Ko  es  bien  que  os  vea;  y  asi , 
Intento  hablaros  aquí. 
No,  uo  tenéis  que  temerme, 
Porqae  j*  sois  tan  seguro 
Para  coiimigo,  que  i>ueUo 
Perder  i  mi  amor  el  Diiedo 
Tauío,  que  solo  procuro 
Ser  hoy  del  vuesiro  tercera. 
Va  que  no  es  posible  ser 
Has ,  tiabiendo  otra  Lnu]er, 
A|e  para  marido  os  quiera. 

Coando  llamado  de  tos. 
Aquel  papel  recibí, 

Una  duda  concelil: 
Entrando  aqui,  fueron  dos; 
Tres  al  escucharos  son  : 
Dejad  que  al  remedio  acuda. 
Si  lie  de  añadir  una  duda , 
Bealrii ,  i  cada  renglón. 

ESCENA  xhl 


DOK  CiRLOS.  (4p.) 

Temor,  do  sé  lo  que  arguya 
Deso ,  y  es  Taerza  escuchar 
Si  Tienen  estos  í  hablar 
En  mi  pena  é  en  la  suya. 

DO^Jt  BEATKII. 

Hucha  gana  de  dudar. 
Señor  Don  Diego,  tenéis, 
Supuesto  que  no  entendéis 
Tan  lüicil  modo  de  hablar. 
V  para  i|ue  i  vuestro  amor 
Ningún  escrúpulo  quede 
De  que  entenderme  no  puede, 
Declaróme  mas.  Leonor 
Por  vos  su  casa  ha  dejado ,  . 
Padre,  honor,  vida  y  ri'poso  : 
A  Don  Joan  tenéis  qnejoso, 
*  Uon  Cirios  esti  agraviado. 
Yo  estoy  de  ros  ofendida , 


l£stk  también,  i 


vida 


,0  espero 

Soe  dar  veoganxa  i  su  acero, 
dar  i  Leonor  la  mano. 
Vos  la  amáis,  ella  os  adora  : 
Todos  andan  por  mataros, 
V  es  el  remedio  casaros. 
tHabeislo  eoleudídD  abonT 


Necio  fuera  en  no  entenderos. 
Cuando  tan  claro  me  habláis ; 

Y  si  liceiicia  me  dais, 
l>alaré  de  respoiidcros. 

noSx  BEATaii. 
Decid,  pues. 

M>:<  ciHLOS.  [Ap.) 

iQaé  es  esto?  ¡Cielos  < 
;Don  Diego  y  Beatriz  se  amaban! 
Unos  celus  ;iki  bastabanT 
jparaqné  son  otros  celos?  , 
Mas  quiero  oír;  que  flngido 
Esto  lio  serli ,  supuesto 
Uue  Beatriz  no  liablara  deslo 
Donde  yo  estaba  escoudido- 

DOn  DIEGO. 

Hacho  quisiera,  Beatric, 
Poder  en  ai) ueste  inslanie 
De  amante  y  de  caballero 
Dividirme  en  dos  mitades; 
Poruue  lio  sé  í  cual  acuda 
De  dos  árcelos,  que  iguales , 
Al  intentar  responderos. 
He  sitian  y  me  combaten. 
Si  como  amante  preiendp 
Daros  la  respuesta ,  es  tácil 
Prüsumir  que  hace  mi  amor 
De  las  mentiras  verdades. 

V  asi,  como  .quien  soy  solo, 
SoUciio  hablaros  intes , 
Pues  antes ,  Beatriz  hermosa , 
Ful  cuba  Mero  que  amante. 
Pensad  que  no  hablo  con  vos ; 
Que  uo  quiero  en  esta  parte , 
De  vuestros  celos,  Ueatriz, 
Ni  de  mi  amor  acordarme. 


Deu 


I,  deoi 


Üe  ini  obligacioa ,  mi  sangre 
He  acuerdo  solo ;  y  asi 
Presumid  que  otro  me  trae 
Ese  recada ,  y  que  i  oiro 
Re^KHido. 

DOR  ciNLOS.  SAp,) 

i  Empello  notable ! 

DON  DIEGO. 

Vo  t1  eo  Madrid  i  Leonor  ; 
Su  hermosura  pudo  darme 
Ocasión  de  que  asistiese 
De  día  y  de  noche  en  su  calfe. 
Vi,  miré,  pasé,  escribí; 
Pero  con  desdenes  tales 
Me  trató,  que  ya  no  erau 
Uesdeiies,  sioo  desaires. 
Hice  tema  del  amor, 
Sintiendo  que  me  trulase 
Sin  aquella  estimación 
Con  que  las  mujeres  saben 
Despedir  lo  qne  no  quieren ; 

§ue  hay  atguuas  de  tal  arte, 
ue  aun  de  los  mismos  desprecios 
Agradecimientos  hacea. 
Este  le  falló  &  Leonor : 


. las  criadas.  Uua, 

Poniéndose  de  mi  parte 
( Gracias  i  no  sé  que  alhaja), 
He  dijo  :  I  De  lo  que  nucen 
Loa  desprecios  de  Leonor, 
Es  de  que  llene  otro  amante.  • 
Celos  luve....  y  aquí  vuelvo. 
Contra  lo  propuesto ,  i  darte 
UceAeia  de  que  seas  lú    - 
La  qne  me  oye ,  por.mostrarme 


Otro .  lo  'que  él  pierde ,  alcance. 

Añadió  que  de  secreto 

Con  él  lratal>a  casarse. 

Cuyo  seguro  les  daba 

Logar  para  i^ue  se  hablasen 

De  noche  en  su  casa.  Yo , 

Por  poder,  Beatriz,  veoganne. 

Quise  verlo ;  siendo  solo 

Hi  ánimo  qne  ella  llegase 

A  saber  que  yo  sabia  -  . 

Kn  amor,  porque  no  ostentiM 

(Conmigo  la  vanidad 

De  no  merecerla  nadie. 

Escondióme  la  criada 

De  su  cuarto  en  una  parte 

Oculta ,  donde  ver  pude 

8ne  ella  de  allí  i  poco  sale  ' 
acia  otro  aiKHenio.  Qaise 
Seguirla ,  por  si  alcanzase 
A  oir  algtiua  razón , 
Que  repetirla  adelante.  — 
No  seas  tú  aquí ;  que  no  quiero 
Que  Tenganza  tan  ccdiarde 
Sepas  de  mi,  como  hacer 
De  las  mnieres  ultraje.  — 
Sintióme  ella ,  volvió  á  ver 
Qoléii  era  i  y  al  mismo  instante 
SniTÓ  Doo  Cirios ,  de  Cuyo 
Encaentro  el  suceso  sabes, 
y  asi  no  quiero  decirle. 
Al  fln  pues  de  muchos  lances. 
Vine  i  Valencia,  y  por  Dios 
(Sieoestomieiiio,  élmefiílte), 
Que  no  supe  que  en  Valencia 
Leonor  estaba :  bastante 
SalisfacioB  es,  Beatriz, 
Saber  lú  qtie  vine  1  hal>larle 
La  noche  que  fué  forzoso 
Por  i'se  balcón  echarme. 
Capaz  de  lodo  el  suceso. 
Idiosa,  Beatriz,  me  babÚMe; 
Yyo,porMtiB(ticerle, 
A  verte  volví  ayer  tarde. 
Entró  Don  Juan  i  este  tiempo; 
Que  parecen  que  le  traen 
Siem|)re  é  ocasión  mis  desdichas. 
Intentando  retirarme . 
Di  con  Leonor^  y  aunque  pudo 
El  verla ,  y  verla  en  tal  ti^je. 
Suspenderme,  me  cobré 
Tanto ,  que  por  disculpai-me , 
Culpé  i  Leonor.  Sobrevino 
A  tan  no  pensado  laoce 
D<Hi  Carlos.  Pues  si  tú  misma , 
Beatriz,  que  es  eslo  asi  sabes, 
¿Cómo  me  pides,  Beatriz, 

Sie  yo  con  Leonor  me  caw! 
ujer  que  me  aborreció, 
Hujer  que  dio  l'mts  pesares 
Ocasión  con  sus  rigores, 
Mujer  que  con  otro  amante 
Vino  i  Valencia ,  j  mujer 
Que,  aunque  eirin  casa  la  hallase. 
Fué  buscíadole  i  ti ,  i  es  justo 
Qoe  me  la  proponga  nadie? 
Si  tü  en  esia  ausencia  mii 
A  mejor  emtdeo  aspiraste, 
V  los  celos  de  Uaürid 
Tomas  ahora  por  achaque. 
Múdate  muy  en  buen  hora . 
Beatriz;  pero  no  me  cases: 
Que  no  es  mujer  para  mi , 
Mujer  que  lú  me  la  traes. 

003  cÁsuos.  [AlpaAo.) 
jCielos!  ¿qué  escucho* ¡QuiéA  víó 
Tan  evidente,  tan  grande 
DesensanoT  ¡Ay,  Leonor  mía! 
Verdades  son  tus  verdades. 

lY  qué  es  lo  que  hacer  intentas 
Coa  enemigos  Uo  grandes  [ 

UiBUizí^byGOOglC 


lQu£  enemigos? 

DOÜ*  DEATV- 

Yo,  Leonor, 
CirlM,  Dotí  Joan  y  «a  padre. 


doKa  BEkTnií. 
iPorqnéimiT 

DON  DIEGO. 

Porque  me  advierte 
Muchis  cosa»  Ter  que  bables 


FIP  SEEHPnB  LO  PEOR  ES  CIERTO. 
Saiiítfacdon  i  qi 

[>e  que  lii  mis  Ei 
V  Ti  ve  el  cielo  .. 

po^jk  BE  Aran. 
Don  Diego... 


Tüe: 


'  ESCEIf  A   XIV. 


Seüora... 

DOÜA  HATnil. 

iQué  es  lo  que  lieoes? 


'iQné  desUiiado  naci 
A  desdicbaa  semejantes! 
m>Ra  beatkjz. 
Por  mi  hermano  no  Importara 
Que  aquí  le  viese  y  le  hablase ; 
Por  DoD  Pedro  el. 

EUo's  son 
Be  los  dos  mas  pualüales 
Padre.f  hermauo  que  be  visio  : 
Ho  ha j  cosa  en  que  no  se  bailen. 

A  esia-  cuadra  me  reüra , 
HiéiJlras  i  sa  enarto  pase. 
(Va  háeia  donie  etti  Don  Cárlot.) 

¿Esto  hi  de  ser  cada  dial 

{Ealreabrienái  la  puerta  del  atarlo.) 
Aqui  lio  puede  entrar  nadie. 

Un  hombre  esti  deniro.  ¡Cielos! 

DOÍIa  RCATBtZ. 

i  Hombre  I  ^  Quién? 

CtMGS. 

Abindarri^t , 
Que  por  no<juedarse  lior 
Sin  posada,  llega  iales. 

No  te  hagas  abora  de  nuevas; 
Qne  el  Iraerine  aquí  i  rogarme' 
Que  me  case  coii  i^onor , 
Bien  muestra  que  quieres  darle 


LEONOR.  —  DicBos. 

LEONOR . 

SeBora,  ¿quién  hay  que  cause 
Estas  toces?  Has  ¡qué  miro ! 

DOÜA  ■EATOII.    . 

No  s£  quién  es. 

DOM  DIEGO. 

Pues  yo  darte 
El  gusto  de  que  lo  sepas 
Ouiero ;  porque  aunque  me  maif 
Todos  cuantas  contra  mi 
Hoysoliqilao  vengarse, 
He  de  ver  quién  es  un  hombre 


DOM  CARLOS.  —  DiCRus. 

Eso  no,  que  yo  de  atento 
Puedo  desviar  un  lance, 
De  cobarde  no. 

Desdichas , 
¿  nasla  cuándo  liaheis  de  darme 
Siempre  que  seuUr? 

ESCENA  XVIL 

DON  PEDRO,  DON  Jl'AN.  —  Dicbos. 


Traidor  Cir.__.    .„_ 

Ri  no  puedo  en  dos  mitades 
Dividirme,  para  daros 
Dos  muertes  i  un  lienipo  igua'es, 
Poneos  de  un  bando  lus  dos , 
Para  q<|e  de  un  golpe  os  maie. 


Mediarlo  sin  el  acero. 
Componerlo  sin  la  sangra, 
iHaos  dicbo  Beatriz,  Don  Diego, 
El  mas  conveniente  y  f&cil 
Medio  ?- 

El  mas  díHculloso 

He  lia  dicho ,  que  es  oue  me  case 
Con  Leonor,  y  no  he  ae  hacerlo. 

Ya,Don  Juan,  nobay  mas  que  aguarde: 
Pues  no  basta  la  raitu , 
Baste  el  acero. 

DOH  CilHU», 

Dejadle. 

{PintM  Do»  Cárlot  a(  lado  ie  Don 

Ditgo.) 


P01  Ka. 
i  Tú  le  deHendes',  diciendo 
une  no?  Siendo  asi,  ¿c¿mo  bacei 
fuUUneía? 

Don  Joan , 
Si  dijera  que  si,  darle 
Yo  muerte  Tíeras. 

¿Porqué? 

Porque  de  uno  en  otro  insianie* 
Mejora  lauto  mi  amor, 

Oue  es  rúenla 

!on  LeoiKir, 


Yo  nii  satisfago  i  nailje  : 
Blsiame  i  iiif  estarlo  yo.  — 
Llega ,  Leonor ,  i  tu  padre. 


Pues  ¿  no  me  diréis ,  Don  Cirios , 
Qué  novedad  visteis? 

DOn  cJIblos. 

¿Daisme 
Ucencia  de  que  lo  diga? 

DON  JUAN. 

SI. 


DOÜA  BiAnuz.  {Ap.) 
El  dice  lo  que  oy6. 

OOHCiBLOS. 

Dadle 
La  mano  i  Deairii. 


¿Puesc^mo? 

Esto  es  importante , 
Don  Juan  :  con  qne  ya  sabréis 
De  qué  mi  mudanza  nace; 
'Pues  si  adonde  esti  Leonor 
J¡  Beatriz  él  entra  y  sale , 
V  yo  caso  coo  Leonor, 
Fueru  es  que  él  con  Beatrii  cue. 

DOH  JOAN. 

h'  Dichoso  yo,  que  aunque  lave 
ecelos,  no  supe  intes 
El  agravio  que  el  remediol 

íEsián  hechas  ya  estas  paces? 
Pues,  lúes,  boda  me  fecit. 
Para  (|ne  con  esto  nao  le 
Uesconlle  de  su  dama; 
Que  aunque  la  apariencia  engañe , 
tto  iiempre  lo  peor  e*  citrio. 
Perdouaá  sus  yerros  graudes. 


dbyCitóOglC 


byGoogle 


LA  FIERA,  EL  RAYO  Y  LA  PIEDRA'. 


I>IGHALE0>. 

CÉFIRO. 
ANTEO. 

ms. 

BBUNEL. 
PáSQUUf. 
LESKOH. 


LAQUEStS. 

IRIFILE. 

ÁTROPOS. 

VE^us. 

ANAJARTE. 

dh*  Estatua.- 

_ 

La  eieena  tt  en  Triaaerit  í  SíciU*. 

CMO  n<  TIlLAMOf . 
CORO  DE  dCLO'ES. 

Cono  »  Cdpwo. 
Coao  K  Antíio*. 
Cobo  di  siDUjit. 
Un  jardinero. 
Gcim. 


JORNADA  PRIMERA. 

lOtenrieeie  el  teatro ,  qv*  terd  depe- 
éotCM,  e»m  etfoTo  i*  nartita;  y  mién- 
trat  itdieen  lot  primeTO* veriot .  *' 
deicubrt  ta  pinpedtva  del  mar,  t  ha- 
brá  trueno*  t  rtUmpagei ) 
puoóiN-  {Dentro-i 
;Qii¿aePOsblioelilia! 

cirmo.  {Dentro.) 
LacnmarañaiJa.oscun   siimbrafrii, 
Cot)  pilidDs  enojos. 
No*  le  barlú  du  (lelsalu  de  los  ojot- 
en tlrM  pmle  libios,  ^nfr». 
Í-Qoé  K  DM  hlio  el  dliT 

riGMAi-toK.  [Detilro.) 

En  UD  luKUinle , 
No  solo  nw  le  ouilan  de  dictante 
Eompecidasirielilaii, 
Pero  el  confuso  horror  de  Im  tinieblas 
Nos  le  bace  i  cada  paso 
Sincopa  del  órlenle  y  del  ocaio. 

£■  eira  parte  aaniiEL ,  denlre. 
:  Qué  se  no«  hlio  déla  bennoaa  lumbre 
kTe^DdorT 

iFiM  {Dentro.) 
Aqaella  excelsa  cumbre 
U  (raoHintó,  porqné  íntea  que  HaRara 
Hoj  al  mar ,  ea  la  tierra  se  apagara. 

LOS  aos  tuiaEioa. 
A)  nwDie. 

LOS  SaCDKIKM. 


Trca  asombros  en  un  asombro  advierto. 
D«ío  aparie  el  borror  del  lerremoio, 
E»  coya  lid  la  cólera  del  Noio,  [mas. 
De  tierra  y  mar ,  con  dos  tialeadas  sn- 
Loa  riscos  posm,  eleva  Ibcspumas; 
Y  tojilas  tresíoces, 
t}nfl  tres  vece*  disiautes,trpa  veloces, 
Llegaron  i  mi  oído.  [do 

¿De  ¡cutndoaci,  ni  aqueste  escollo  ha  si- 


De  b  amano  pié  pisado  > 

Ni  de  quilla  aquel  piélago  suleadot 

Si  ja  00  es  que  por  mai;  tierra  qaieri 

Sitiarme  quien  pensando  que  sojlAera 

OLra  vei  me  ha  seguido. 

i  Ob !  ¡no  habíf ra  salido 

A  buscar,  dia  de  tan  gmt  portéalo. 

Anciano  padre  mío,  tu  sustento! 

ctFiaa.  {DeHtro.) 
De  aquel  peflasco  loa  incultos  majos 
Ue  la  safia  uot  libren  de  loa  rajM. 

pioiLEoN.  {Detitro.) 

De  aqaella  gruta  lóbregos  lot  seaoa 

Lia  aaienaia  repareu  de  kti  trneoos. 

Ins.  (Dentro.) 


Piedad,  oscnioa  *elosl 


i  Piedad ,  dioses  divinos  1 


[Piedad,  cMosI 

En  lan  confusa  (fuerra,  - 

Arbitro  JO  del  nijr  y  ae  la  tierra , 

Tierra  j  mar  seBoreu; 

V  bien  que  i  poca  luí,  desde  aqui 

Alli  correr  tormenta 

Derrotado  bajel ,  allí  violenta 

Tropa  abrigarse  al  monte , ;  allí  al  llano 

Número  do  menor.  En  vano ,  en  vano , 

Si  1  mi  no  me  bascáis  ¡  oh  peregrinos, 

Que  las  hueilas  tegnía  de  ires  destinos! 

Soliciíais  A  tanto  horror  deltota. 

Si  eawa  este  deaúrdeo  lo  que  piensa 

Bl  docto  estadio  de  mi  padre  j  mío. 

¡Obi  ¡hese  totes  aue  estudio,  desva- 

llaa  la;  de  mi  iorellce,  [río! 

Dae  Olea  moebo  este  temblor !  pues  dice 

Qae^  nace  la  ojeríM  üe  lo*  hados, 

A  que  no  solo  tliéron  destinados 

Lo*  banano*  sentido*. 

Na*  laraUea  comprendidos 

En  estrago  de  eadmdah»  tan  grave* 

Las  Beras  «on  los  peces  j  las  arot. 

Lachando  alli  ki  diga» 

Laiuu,  I  prosigan . 

Trinando,  eo  voi  de  clAusulas  agSeros, 

Allí  las  otras;  j  esos  brutos  nerot , 

Qae  del  mar  no  sufridos , 


Hadamenle  se  qn^an  1  gemidos; 
(Atraríetanvarieepeeei por  ¡amarina.) 
Pues  al  Tomoer  la  verdinegra  linuna , 
Sobre  la  teAdiando  de  la  espuma , 
Del  mtrgeQ  aolicitaa  las  arenas, 
Monstruos  del  mar,  tritones  y  sirenai 
¡  Ab!  lí  de  alguna  el  canto 
La  CBoaa  me  dijera  de  horror  tanto.. 

Poian  alguna»  sianus,  canlaaio. 


MadftttdetfMQo: 

Brame  ei  mar ,  gima  el  aira 

De  entídia  y  teht.  ^H 

No  hay  bajel ,  qae  i  lo  lijos 
(Atravietan  alguno»  bi^etiltot  par  la 


Suerte .  ni  arbitrios  dejan  ni  contejo*. 
Vela,  timón,  btiicora,  ni  a^nja. 
Por  mas  que  ya  cascada  el  pino  CToJa, 
Dando  en  aquella  roca , 
Donde, cahai)oi]etbocado,Gboca.  • 

LOS  nacEBos.  {Dentro.) 
¡  Piedad ,  délos  divinos  I 

■aDREi..  {Dniro.) 
Va  que  en  piramos  vemos  cristalino* 


ta. 


De*eare*é  el  etquifr,  g  m  patona» 


icUreM  et  eiquifr,  g 
NslFlS.BflUNELt 


i  Oh!  ¡hese  lamba  el  derrotado  lefio, 
kn  qae  i  deapeetie  mió , 
De  aqnetle  aeno  frió 
Queréis  vencer  la  guerra ! 

Va  que  el  mar  ae  aeiena,  i  tierra. 

A  tierra. 
cCnao.  (OMAr».)        [bre, 


■aiaáwaM. 


a  divIiloD  üe  ttceaaSi  porqac  ac 


la  oins,  ea  sltntloa  i  tac  a  de  «tpKllnlo  y 

UglizadCyCOOglC 


Va  (|ue  oLra  >gz  se  resvilnsre  el  dia, 
l'*rean»  pobliclon  I»  sucrta  mia 
SolicitH ,  vagaudo  este  desierto. 


COHEDIAS  DE  DOM  PEDRÜ  CALDERÓN  DE  U 
{Dentro.) 


■i  haeUa, 


A  lierra,  t  tierra. 

LUB  tcGomos. 
Al  valle. 

LOS  PHUIEBOS. 

Al  llauo. 
LM  TeacERoa. 

Al  puerto. 

¡A;  Infeliz  de  mi!  que  ya  la  orilla 
CoDleando  sulca  mtsera  barquilla , 
frfKi  poca  geiiie  en  ella, 
A  tiempo  que  sin  nortií  de  ol 
Oda  tropa  se  inclina 
A  la  tranquilidad  de  la  mann 
Donde  estoy.  íQuién,  siu  ser 
De  «lul escapar? 

CííTíW  eJ  í-Mlw  "«"  eijalieüa  ;y  al 
irte  á entrar, taUa  CfiFIRO  T  PAS- 
QUÍN. • 

Humano  monsimtit  espera; 
Que  aunque  tu  aspecto  pudo 
ponerme  borror ,  ny  dudo 
Que  tus  teSas  desmientan  tu  semblante. 

iRlriLC. 
Tente,  Joven  :  no  pases  adebnie, 
NI  qnierts  detenerme  i  [veraie 

Íue  «1  escncbarme ,  mas  liorror  que  el 
ehadedar,pnesslelwrmeteacobar- 
ibsIohaTioInM.  [•'* 


Sue  pues  de  humano  mostró 
oücias  da  el  cabello  sobre  el  rostro 
Cou  la  dada  del  una  vencer  quiero 
De  otro  el  terror. 

irímlb. 
Primero 
jt  aquese  mar  me  nrroiaré ,  que  intente 
Oír  i  li«  dos. 


[gura 

No  sé  qué  Inz  entre  tu  tr«je  oscura 
Que  rae  escuches  pretendo. 


Cerrún 

eelpaso.ypuesaunirb 

Nnpermiie  mi  suerte, 

iOuéf 

ne  queréis  ? 

ctnRO. 

Atiende. 

PKntLtON. 

Bscueha 

'"*              A, 

cCriRO. 

En  la 

aia  perdrdo... 

Hel  camino  apartado... 

ira. 

En  el 

mar  derroudo... 

ctnHO. 

Del  temblor  al»n«Ka... 
Del  eclipse  al  estrago.^.. 
Triste  JO...' 

PieMALEON. 

Yo  confuso... 
.     ins. 


e  monte  he  venido... 
bsiide  escuchar  deseo... 


Donde  oír  Suticilo... 


¡Quién  er 
iQuién  ei 


elqncbabi- 
I  la  que  veo! 


yVtier 
ibIfili. 
De  suerte  que  ¿un  desCo 
A  un  Iniesto  reduce  tres  iatcntosT 

I.OSTRES. 

SI. 

Pues  iantios  los  tres,y  estadme  al 
Derrotados  per^rinos,  [i 

Que  del  mar  y  de  la  Uerra, 
A  merced  de  lafoTluna 
Venís  c(»Tiendo  tormenia , 
Es  le  prodigioso  monte 
QiM  el  mar  de  una  parte  cerca, 
V  de  olra  al  Etna  contiguo 
Es  bastardo  bijo  del  Gljia, 
Üe  la  fértil  hermosnra 
De  Trinacría ,  patria  bella 
De  los  dioses,  es  lunar. 
Ño  tanto  porque  ia  afea 
Lo  rústico  de  sus  riscos , 
Lo  intutable  de  bus  breBas 
(Pues  la  oposición  pedia 
Ser  ^cdou  de  su  belleza ) , 
Ctianio  por  lo  que  la  infama 
Su  población  ,'áeni|)  re  expuesta 
A  los  duros  ejercicios 
De  desdicbas  y  miserias. 
Dígalo  alli  de  An  ajarte 
1^1  alcázar,  donde  presa 
La  üene  Argante  so  tio, 


Lo  di(,'a ,  en  cuya  liolenla 

Porja,  de  Eslérope  y  Bronle 

Ks  mariillada  tarea 

La  fiíndicion  de  los  rajos. 

¥  alli ,  entre  las  duras  quiebras 

De  pardo  escolio ,  lu  diga 

Lóbrega  gruta  funesta. 

Rudo  templo  consagrado  . 

En  mal  fiíbncada  cuera 

A  la  deidad  de  las  Parcas , 

Cuya  Teciodad  sujeta 

Sii-mpre  á  estragos,  siempre  1  minas, 

Siciii|ire  A  llantos,  siempre  á  penas, 

La  hace  cpie  continuamente 

Talt^  eclipses  padezca ; 

Si  bien  el  de  boy  dice  mas. 

Pues  dice  (si  de  mi  ciencia 

>'o  miente  la  observación , 

(Iradüada  en  las  estrellas) 

Que  este  en 


BARCA. 

De  homljres,  peces,: 

"      implirunaamen 


,  Deras, 


___  hecha, 

.--que  ha  de  nacer  al  mundo 
Una  deidad  tan  opuesta 
A  lodos,  tan  desigual, 
Tansahuda,  lan  violenta. 
Que  ha  de  ser  común  discordia 
De  cuanto...  (''<" 

MGUAl.KOn. 

Oye. 


,   Aguarda. ' 


Ins. 

CÍFIIÍD. 

Espera. 


Con  la  palabra  en  ia  boca 
Ño  se  diríi  que  nos  deja; 
Que  antes  cou  ella*  se  va. 

Fuocin. 
Burlónos  sojijereza. 

No  Uio,  que  yo  be  de  seguiría. 

neMALBon. 
No  lüzo ,  que  yo  be  de  tenerla. 

ífm.     . 
No  biio,  que  10  be  de  aleaocarla. 

{Vaiue  íoi  tret,) 

LEBSOK. 


¡Porqué? 

Porque  muy  compuesta 
V  adoi'nada  uua  mujer, 
Aun  no  es  bueno  andar  tras  ella  : 
¡liireu  qué  seri  tras  una 
Tan  salvaja,  que  se  deja 
Decir  que  ha;  Yulcano  y  Parcas 
Por  aquí! 

PASonN. 

Peor,  si  te  queda» 
Solo,  seri. 

Dices  bien. 

Pues  corramos. 

LEBRÓN. 

Norabuena; 
Pero  corramos  sentados,. 
Si  os  parece.  (Va»». 


Múiote  el  teatro  en  el  de  batt/ue,  s  en 
el  feto  la  gruta  de  Ice  Pareas ;  f 
vuelven  á  lalir  por  dUtinla*  partet 
PIGMALEON,  IFiS  t  CÉFIRO. 

HoDSiruo,  espera. 
irIfilp-  [Dentra.) 
Es  en  vano ,  pues  ya  pude 
Bacer  la  fuga  defensa. 
círiRO. 
Lo  intrincado  de  las  ramas , 
Por  ilonde  wn  veloi  entra. 
He  la  han  perdido  de  vista. 

PICVIlLEOn. 


Pues  ya  i  Uu  (yos  no  dejoB      * 

UglizodCyGOO'glC 


Termlnir  lu  lombra  Unios 
Troncos  como  seaLraviesan, 
'  Sea  la  vok  la  que  la  siga. 

Vntflve,  prodigio. 

Safen  LEBRÓN,  pasquín  t  BRUNEL. 


No  vuelvas, 
;Qué  M  va  eo  jpso  i  Ijfs  Ires ,  para 
i>eiI¡iío  COD  UDla  fuerzat 


iTrbie  de  mi  ¡ 


Y  el  vi 


Derrotados  lo  aseguran ), 
Yo,  aunque  tle  ver  me  esireme 
Esto»  montes  (qoe  uní  cosa 
Es  Doiici^  Olla  eiperieucia), 
CéBro  soj,  iJe  Trinacria 
Principe ;  y  ja  nue  la  fuerza 
Del  desuno  me  ba empeñado. 
Siguiendo  otra  Inculta  Üera , 


LA  FIBRA,  EL  RAYO  Y  LA  PIEDRA. 

.  traDJcender  hoy  la  linea 
Que  tiene  el  asombro  puesta 
A  esta  inhabitable  estancia, 
Hallindome  dentro  de  ella 
No  be  de  volverme ,  sin  qao , 
Va  que  mi  valor  me  alienta, 
El  oráculo  me  (liga 
De  las  P>ircas  ¡qué  secreta 
Amenaza  ile  los  bados, 
Eaen  mis  imperios  es  la  Y 
V  asi .  bien  podéis  volveros. 
Pues  los  dos ,  i  quien  no  fueru 
Iríieres  alguno,  no 
Es  bien  que  lleguéis  i  verlas. 


tOh  lü,  Cloto,  quesevi-ra, 
'c  laya  pasada  edad 
Uesliaces  el  copo  i  vueltas!.. 


Espera 
lalriLE.  {Denín.)  _ 
No  me  sigáis:  que  nn  es 
Posible  que  oedr  pueda 

Uuiéii  JO  soy,  porque  tos  hailos 

Pvro  si  queréis  saber 
Col)  la  causa  de  mis  penas 
De  aquel  eclipse  la  cansa ; 
Pues  US  halláis  i  sus  puerlas, 
A  las  Parcas  consultad ; 

8ae  mejor  lo  dirin  ellas, 
ootoljuieii  sabe  mejor 
Qniép  pace  i  ser  ruiua  vuestra. 

^  ¡Coafuüon  «traiU ! 

PUMUION. 

¡Eiitaño. 


1  Adonde,  que  dos  hallami 
)qo  esa  lebord  bestia  T 


Unas  beatas,  quq,  hilando 
^empre ,  nunca  echaron  tela , 
V  COD  ser  tan  hacendosas, 
'  lunas  hacen  buenthacleoda? 


De  las  Jos  uoclies  de  un  día , 
Entre  la  inculta  maleza 
Desos  peSascoa  :  la  causa 
tíue  k  peregrinar  me  fuena, 

¡  (^tlro ,  para  qae  quiera 
I  También  yo  saber  el  fin 

l>este  asombro  :  y  asi,  llega; 

Que  yo  te  be  de  acompaftar. 

Cuando  ocasión  no  tuviera 
I  Vo,  que  del  mar  derrotado, 
:  Pisé  también  estas  selvas. 
Para  inquirir  los  prodigios 
Que  su  uscuro  centro  engcudra , 
Por  no  lolter  i  terror 
Alguno  la  i'spaldi,  fuera 
El  primero  que  llegara. 


Is  de  su  boca  Tanesta. 
iris. 
Helaneólico  bostno 
Ya  del  centro  de  la  tierra 
Es  la  pavorosa  gruta. 


I  Oh  lii.  Átropos,  que  levrible, 
I  La  iiieiorable  tijera, 
¡  (JiA  es  el  rinde  los  alíenlos, 
I  A  arbitrio  luyo  gobii/riias!.. 

'  De  negro  ébano  i  tus  aras 

I  AUar  oFrexco,  que  sea 

I  Aleíado  culto  SUJO... 
•  Iris. 

Vo  de  ciprés  una  hoguera. 
Cuyo  humo  desde  ese  aliar 
Hasta  empañar  al  sol,  creiica... 


'  V  ya  en  «u  tejos  *e  dejan 
Terminar  i  poca  In 
'  "  ires  deidades  severas. 


lie  ella  i  LAS  TR^  PARCAS :  lapt 
mera  eoit  una  rueca,  cuga  Atie  ira  li 
liar  d  la  tercera,  que  te  devana,  de- 
jando en  meiíJ0d  /ai«íiiiuta,can  unat 
tijera*  en  la  mam. 


¡Y  qué  temor  causa  el  *erlas! 

LEiROn.  . 

A  culi  lemor  y  i  cuil  miedo 
Es  mayor,  hago  i|na  apuesta. 
Mont  T  íAsgutN. 
;Tanto  te  parece  el  tuyoT 

Tanto ,  que  con  ler  tan  puerca 
De  las  Uileraa  la  calle , 
Tomara  estar  ahora  eu  ella 
A  trueca  de  do  estar  en 
La  grola  de  las  hileras. 

etb  lú ,  Láqoefis,  que  Impi* 
e  la  futura  edad  nuestra  ' 
Dasvaneces  el  ettambre!...    • 


Yo  en  la  hoguera  y  en  el  «ra , 
Porque  haya  victima  en  ellas. 
Nocturno'  bobo  te  ofrezco 
Sacrificar  por  orreiida...  . 

Si  me  dices  qué  prodigio... 


!s  qué  violencia... 


Sim 


Si  me  dices  qué  presagio... 

El  pasado  eclipse  encierra. 
t.itSTREa.(Cwif4a(t0,ni(aiMniivtrM(0.) 
Dolon*  de  parte  han  ttdo , 
Con  que  ha  nacido  á  la  tierra 
Su  mai/tr  ruina. 

i  Pues  quién 
la  ha  nacido? 

LÜODESIS. 

.  Vna  fiera. 


íY  quién 

dices  tul 

Vna  pitara 

cinao. 

t  Fiera! 

■    Ins. 

4 Rayo T 

¿Piedra? 

LASTMS. 

a. 

{Ciérrate  la  ¡ruta.) 

Cerr&se  otra  vez  la  puerta 
Del  oscuro  seno. 


Que  uuDca  estuviera  ablerti. 

cfrino. 
Una  llera  á  mi  rae  dijo , 


jlizodCyGOOglC 


4M 


V  á  mi  aoi  piedn 
Átropos.* 

otriM. 
¿Paes  qoi  dhlariDB 
Hoiwlnio ,  de  Uei  ud  diienu 
Cwu,  pudiera  Ibriiianel 


•comedias  de  oók  pedbo  calberoh  db  l*  barca. 

I  El  en  vano  qm  preieixfai , 
I  Anidros.que  tengajo 
I  Piedad ,  pues  desde  bo;  ei  fuena 
!  Que  i  las  miDús  de  Capiíto , 
:  Amor  absoluto,  tnnera 
E)  coireapondioo  amor. 

I  tea  clemencia. 


jlQoí  pumo  de  tres  materias 
TiD  contrarias! 

LE  Mili'.  • 

Como  bilaban, 
IHciendo  eaurlan  conseja».  . 

No  hagáis  cajo  desias  locas. 

Y  baléis  bien ;  que  la  mai  cuerd» 
Niuer,  dei  huno  ea  que  lilla , 

Es  su  cabeía  la  rueca. 

Vlaro  eiii .  que  no  bacer  cato 
De  lo  Imposible  es  prudeucia. 

Iris. 
Como  i  tal  mi  horror  le  Irai^. 
riBHALEon. 

Y  ni  valor  le  despica. 

UMT^ES. 

Porque  ;quién  í  un  tiempo  mismo 
pudiera ,  siendo  uua  Qen , 
Ser  rayo  j  piedra  t 

A-'(rt*<ú.  {Dentro.) 
Cupido,.. 


No  bajr  demettcta. 

Si  baj.  Yo  ie.  amparo,  porqué 
A  tus  inanoa  do  pereica. 

A  ios  tres  debo  la  vida; 
Uas  jii  os  pagaré  la  deaila. 
Va  que  al  temor  de  cae  monstruo 
Huir  padres  ;  patria  es  Mena. 

¿Dóude  liasdebnirdemisaftaT 

Adtínos. 
En  la  superior  esTera 
De  Diana.  Pues  que  ya 
Ko  puede  sufrir  la  tierra       ■ 
El  correspondido  amor. 
Ai  cielo  es  bleu  que  transcienda 
lie  la  luna,  desde  donde 
Desfaaua  tus  innueiiclas. 

{Vuela  ráptdamenie.) 

Seguiré  le  allá. 


Ya  e>  mu;  Qira  esi«  respuesta. 

Ins. 
Oigamos  por  si  prosigue. 

AKT^Bos.  (Dentro.) 
No  recien  nacido  (juleras 
Ediarme  ya  del  n.-|;3zo 
De  Venus ,  ipi  madre  bella. 
CVPiiM,  (nenlroj 
Si  quiero;  que  nunca  jo 
Tuve,  ni  tendré  roas  fuerza. 
Que  ei  primer  día  que  nazco  : 
Dirinlo  cuantos  me  sienua , 
Pues  desde  el  primero  di« 


Que  solo  es  ac«so  muesiril. 
jCómoT 

fKlULEOK. 

Cuna  de  la  humilde, 
Pobre  ftbrifa  pequuna 
De  una  fragua ,  que  i  la  grut« 
Yace  de  las  Palcas  cerca. 
Dos' Mteues  biu  salido 
LncoaiMto ,  j  de  su  pendencia 
Ho  es  vaticinio  e|  enojo, 

Salen  ¡udtmdo  ANTEBOS  j  COPiOO. 

«MJaoa. 
Ko  me  des  la  muerte ,  suelta , 
SuelU  mis  limos.  Cupido  \ 
Que  ya  rendido  confiesa 
Ñi  valor,  que  es  mas  el  luyo. 


Como  soy  rayo. 
riW4uon, 
iTai  crueldad  ! 


i  Rayo! 

ctnao, 

copipo.      ^^ 

Que  aunque  me  veis  en  (an  tierna 
Edad ,  Bera ,  piedra  y  rayo 
Soy  táD*des(le  mi  pnmera 
Cuna,  que  mmca  mayor 
Hp  de  ser,  por  mas  que  creipa. 

c#nao. 
qidérameadmiradon. 
Si  doualre  no  me  hiciera 
Tu  arrogancia. 

Ins. 

Este  npai 
Sin  dnda  oyft  de  l>«  cie^ 
Parcas  la  voz,  y  preieñle 
Valerse  de  sn  rMpoeita. 


;De  ni oa  trariaisT 

ctnao. 

Pues  i  qn¿  qulerea 
Que  bagamos  de  una  soberbia 
Tan  donairosa!—  Conmigo 
Por  eala  intrincada  selva 
Hasta  que  mi  gente  cobr« , 

V  vuelva  i  buscar  con  ella 
Aquel  prodiaio  que  Timos, 
Dad.eilraiileros.laTuelu; 
Qne  quiero  que  me-inrorBei* 
Hoy  de  las  fortunas  vuestras , 
Para  daros  mi  favor 

En  cuanto  aqnl  se  oí  olisca , 
Va  que  ei  hado  nos  ha  hecho 
Cómplices  de  una  tragedia. 

LOS  KM. 

Guárdete  et  cielo. 

íDemi, 
^  baeer  caso ,  M  ausentan! 
Iris. 

Y  agradecido  i  ese  agrado. 
Te  doy,  primero  que  sepas 
luién  soy,  palabra  de  qne 
Jo  haga  de  tu  lado  auseucia , 
Hasta  que  del  monte  salgas. 

FIGHALEOH. 

Yo  ei  bien  que  lo  mismo  ofrezca. 

Pues  homenaje  los  tres 
Hagamos,  que  en  esta  empresa 
Deralcauce  deste  monstruo,      • 
En  cuanto  nos  aconieica,   - 
Hemot  de  favorecemos. 


Coerer  el  moute,  mejor 
Es  dividimos ,  y  sea 
Bl  rumbo  de  cada  niio, 
El  qne  le  diere  su  esireila. 

Dice  bleu  :  mejor  es  fr 
Los  ires  por  partes  diversas; 
Y  para  Juntarnos  luego; 
Tonteiqos  los  tres  por  seDa 
El  bumo  de  *qne1la  fragua. 
Cuya  oscura  nalie  negra 
Siempre  estt  atezando  al  sol. 

FIGIALEOH. 

Norabtteoa. 

círiKo. 
NoralMiena. 

ounM, 
Pues  tc6nio,  habiendo  estjucbadu 
Quién  soy,  de  aquesa  manera- 
Os  vais,  sin  darme  mas  culto. 
Ni  hacerme  mas  reiereacia! 

cjriao. 
Como,  aunque  eres  fiew,  eres 
Muy  bello  p^ra  ser  llera.  (V««.)' 

fna. 
Muy  libio  ])ar«  ser  rayo.  (>''*«.) 

riaiALBoi. 
Kuy  üeroQ  para  ser  ptedr*.  '    (Fcw.) 

Hirad ,  puei ,  y  quién  quería 


Tanbirá 


b/Googlc 


Ruin  M  qnl«a  por  rain  M  Umm.  (VcM.) 

I V  «ii  el  que  M  despredi.         (Fma.) 

OalUd  de  «hl ,  qae  n  no  ripu 

Üue  ipénu  s*be  1  la  eicaela, 

■  el,  oliendo  i  la»muilillas, 

Koj  bello  para  wr  iiera , 

Huj  libio  parí  «ff  rajo, 

Hoj  blando  para  ler  piedra.     (Vsw.) 

Borla  hiD  beclio  de  mi  enoja 

Los  tret ;  puei  jo  hará  qae  aea 

Llanto  de  km  tit»  U  riu 

Tan  prealo,  qae  no  anocbcKca 

Sin  que  empiece  mi  Tongauía 

A  dar  iQ  primera  mueitra , 

HaaU  ea  el  criado  :  i  cujo 

Pin ,  desla  rama  primera 

Harí  flechas  j«reo.  Y  no 

Acaso  be  elegido  esu , 

Aunque  la  he  elegido  aeaao ; 

Porqae  arrancada  i  laa  pnertas 

De  iaa  Parcas ,  upa  el  Diuudo 

Que  oacen  de  una  rala  roemu 

Ijs  armas  su  jas  j  mlM  : 

Par  esOf'bamanoi,  alerta; 

Uue  Eomoa  ellas  j  jo 

Las  qae  i  ningano  reserran. 

Has  laj!  que  auuqae  tengo  el  trouco 

De  que  labrar  las  laelas , 

No  tengo  el  meial  de  que      « 

He  de  Gemrlai.  Has  ¡  qaé  necia 

ColMrdia,  siendo  hijo 

De  gnleii  firagua ,  funde  j  templa 

De  Jitpil«r  j  de  Harta 

Armas  que  eulrambo*  ejenae , 

Aquel  en  rajos  qae  vibra , 

Y  este  en  puntas  qoe  eOMiigrJeoU ! 

V  pues  de  su  casa  ja 
Arrojé  á  Antéroa,  qae  era 
El  anior  corresponaldo, 

.   Que  Insta  boj  iM6 ,  desde  boj  sea 
Calado,  el  ingrato  anor. 
El  que  solo  iriniife  j  Tema. 
Para  que  sepaa,  no  solo 
Esto*  irea  que  tpe  desprecian. 
Pera  cuantos  no  me  adnitau 
Por  la  deidad  mas  suprema, 

Snesoj  Aera,  piedra  Tnno. 
lendo  primera  eiperieuciR 
De  Dd  poder... 

LAS  DABAS.  (Bmitrt.)^ 
;Aaaiarte! 

Anajarte  han  dlebo.  Sea 
Proverbio  ^  na ,  escachar  quiero. 

iNUAiTi.  iOemrt.) 
Usi,aorÍ,Uura,lahella, 
Venid  t  estas  selvas  todas,  ' 
Donde  os  aguardo. 

LAS  DAUt.  (DCNifW.) 


I^scuadron  de  damas  es 

El  que  ese  monte  airavlest ,    ,. 

(kiii  laii  desiguales  armas 

Como  instminentoi  j  Dechas; 

Pues  todas  el  arco  a1  hombro. 

Dan  i  la  mano  Otras  coerdas. 

Hue*o  género  de  casa 

Sett  sla  duda  él  que  inventan. 

Pero  f  mi  rencor,  iqnéfmBMtaT 

Si  VI  no  es  qae  saque  detla 

K^ri  encías ,  psn  ser 

U  lUra,  it  rtfo  i  It^iért. 


U  FIERA,  EL  ItAYO  Y  U  MEDHA. 

Vuela  CapUc,  mú4a*t  el  Ualr»  «n  el 
ée  maule,  y  en  el  foro  lafrajaa  4e 
Viálcam;ii*aletiper  KMa_par/«  LIS], 
CLOHI,  LAUltA  1  ISBELLA,  ptfn 
BTMty  llmhBi,  y  tarUi  intlmmen- 
tot  en  la*  wioiiai;  b  par  otra  ANA- 
J/^RTE,  ea  Iraie  de  catmitiTa,  em 
venablo,  y  oT»*. 


Seáis  todaablen  venidas, 
Donde  mi  amor  os  espera 
Coa  los  braiot,  en  el  centro 
De  la  coartada  liceacla 
De  mi  prisión. 

¿A  qué  fln. 

Se  a  él  te  sigamos  ordenas , 
n  insLnunentus  j  armas? 


A  Sn  dfl  que  i  una  empresa' 
Os  he  menester  a  un  tiempo 
ViHsntes  j  lisonjerai , 


Delta  suerte. 
Prosfgoe'pnes.   - 

AHUIITI. 

'    Oid  atentu. 
Va  de  Trlnacria  sabéis 
Que  babia  nacido  heieiera, 
SI  mi  estrella  no  estorbara 
Lo  que  disponía  mi  estrella  : 
Pues^n  contraria  al  primero 
Natal  se  moatrú  j  violenta , 
Qae  postuma  de  mi  padre , 
í(a<4de  mi  madfe  muerta. 
Oe  suerte  que  racional 
Víbora  humana  podlerao 
Recir  qae  Tul,  oues  dos  vidas,' 
Nadendo,  mi  vida  cuesta. 
En  poder  de  Argaoie,  hermane 
De  mi  padre,  qnedé  en  tierna 
Edad ,  de  su  conflanaa 
Entregada  á  la  tutela^ 
El,  con  no  sé  qué  preleito 
De  que  teulendo  fique  pena!) 
En  CéflrDblJo  varón. 
Yo  perdía ,  por  ser  bembra , 
La  accioa  del  retoo,  lomó 
Posesión  del :  indefensa 
Yo,  j  ¿I  poderoso,  i  quién 
Le  habla  de  hscar  realstencIaT 
Desta  tiranía  injusta 
Resultó  (i aj  de  uiil)  que  tenga 
(En  eTecio  no  haj  flaca! 
Como  la  propia  coocienda) 
EicrApolosrque  en  el  alma 
Roan  siempre,  j  nanea  muerden. 
A  caja  causa ,  no  dudo 
Que  matarme  no  resuelva , 
Por  no  dejar  contra  si 
Siempre  viva  la  sospeoha 
De  qoe  me  habla  dado  muerte, 
Quedando  al  mundo  con  ella 
Declarada  la  injusticia , 
Cujo  eacándalo  le  bieiera 
Siempre  estar  sobresaltado. 
Y  asi,  porqoe  no  pareiea 


Ouemele 
Haipocqi 


Son  prisión  j  sepultura. 
Donde,  teniéndome  presa, 
Satisrago  como  vira, 

Y  aseguro  coom  muerta. 
Diréis  iquá  tiene  que  ver 
De  mis  pasadas  traigedias 
El  origen,  con  haceros 
Venir  ahora  i  estas  seivss 
Cou  imtramenios  y  armas? 
Diréis  bien;  pero^qué  pena. 
Con  baesa  é  mala  ocadon. 
No  se  alivia'Sise  cuenta? 

Y  asi,  aprovechando  JO 

La  que  ute  dio  mi  triateía. 
Para  mostrar  que  liié  algona. 
Daré  al  discurso  la  vuelta. 
La  criailu  en  estos  montes. 
La  vecindad  deaospefias. 
Lo  bmiliar  de  sus  risco*. 
Lo  intraiaMe  da  sus  qulebraa. 
Sobre  la  imaginadou. 
Que  ec  causa  de  mis  iritleus, 
HelaucóUco  v  adusto 
Bumw  eo  mi  pecho  emendrao ; 
De  Merlo  que  no  bav  luitaole 
Que  un  dewio  no  padeiea , 
Qtie  un  letargo  so  me  aflija , 

Y  que  no  frenesí  no  sienta.- 
A  pijas  dos  cansas,  dos 
Etbcios  hacer  es  fliena 
Tsn  poderosos,  qne  no 

Le*  puedo  faaeer  reslateneia , 
Por  mas  que  lo  solicite. 
Es  el  ano,  que  aborrezca 

Í lecha  ja  desde  mi  lio 
todos  la  contecueocia) 
De  saerte  i  los  hombrea,  que 
De  humana  sangre  sedienta. 
Vivo  hidrópica ;  j  el  otro , 

Sue  va  que  vengar  no  jmeds 
i  eolera  en  sangre  bamana , 
L%  vengue  en  brutos  j  flerss, 
Bñdolera  de  sos  grutas. 
Pirata  de  sus  eavemas. 
Poce  siendo  asi,  que  no  baj  cosa 
Que  nte  alivie  j  me  divierta 
^'imo  lacazajlaai  — 


La  que  mi  venablo  vierta? 
Los  rtaücoa  moradores 
Deati*  miseras  aldeas 
Dicen,  00  sin  grande  asombro , 
Que  andan  dos  bananas  Seras 
En  estos  montes ;  j  aSiden 
(Porque  js  slgoDa  eiberiencia 
Lo  na  enselhido  repetida ) 

Sne  en  ojeado  la  ana  dellas 
úsica,  el  encanto  sujo 
La  atrae  con  tan  grande  bieru. 
Duela  bao  risio  sTguna  vei 
Llegar  del  pablado  cerca. 
De  suerte  que,  ima^nando 
Cea  ti  música  atraerla, 

Y  coa  las  flechas  herirla  > 
Ne  Tienen  á  estar  opuestas 
Hoy  doa  tsn  opuestai  eeeu 
Como  instmmentoa  j  flechas. 

Y  asi  de  uno  j  otro  armadss 
Lis  cuatro,  en  cuatro  diversas 
Avenida*  deste  bosque 

Os  repartid;  que  jo  á  espera 

Deiras  de  iqoel  verde  urouco 

Estaré,  para  que  vea 

El  Mi  nua  montarla 

Hoj  tan  eitrsBa  j  tan  nueva , 

Como  caur  coa  redamo 

Este  moMtrno,  de  quien  liemUiA 

ü,B,l,z9dbyGOOglC 


COHEDUS  DE  D(H(  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


Has  que  de  li  veci 
Del  HODgilKlo  J  é 

A  obedecerle  venimos; 
V  asi,  «dio  la  respoesu 
Ser*  el  elegir  los  puesu», 

No  seti,  con  tu  licencia ; 
Que  en  pensar  qoe  vendrá  j» 
El  fflDtistruo  que  buscas,  ouierta 
Estoy  de  temor. 


Pues  ioo 
Tendris  tú  tiIot,  Isbella, 
Para,  en  vléndoJe,  trocar 
""  ',0  i  la  Oeclia? 


No, señora,  porque  in 


;Ta1  dicei! 


¡Cuidado  con  las  valientas! 
Id  pues,  lomando  lugares. 


Yo,  en  consecaencia 
Toja ,  i  esta  [larie  me  ponga. 

LAPRA.  ^ 

Vo  oculta  en  esta  maleza 
También  («taré. 

ISBtLLA. 

Yo  iqui. 
Que  esta  del  tugar  mas  cerca. 

a:<ajartc 
Pues  JO  detrás  de  a<tuel  tronco 
Estaré  i  las  cuatro  aifuiit, 
Btaodiendo  dpsie  vcn.-iblo 
La  CDchjlla .  de  manera 
Que  Tensa  i  ser  iríuiiro  mía 
Por  cualquier  parle  que  veiiga. 

Pittente  lat  cuatro  á  tai  cuatro  pautas 
ae¡  tabladt ,  rellranie  Aaajarle  y 
lat  oirot  damat,  y  miéatratcaBtan, 
laU  IRiKILE,  aetehando. 
CLOit.  (Canfu,) 


Lisi.  (Canta.) 
n,  CloH.wloiirá; 
Que  poce  de  dicAai  té : 
Laura  h  dirá  mejor. 

LkB»k.  (Canto.) 
Es  error; 
Que  en  amor  «o  hay  dkha  Mtgttra. 

istELU.  (Canta.) 
Es  locura; 
Qut  na  hay  éleha  $¡n  amor. 


¿Cuil  e*  la  dielta  taayor,  etc. 

iQné  dulces  vocps  han  sido 
Las  que  con  lal  suspensión 
He  llevan  el  corazón 
Adonde  quiere  mi  oidoT 
Escondida  cu  el  Irjiílo 
Seno  desia  selva  umlirii, 
t)el  Furor  que  me  seguía,- 
Me  aseguro  iiñ  lemnr; 
V  pudieiido  del  furor, 
No  puede  de  la  armonía. 
íQoíén  créra  que  es  para  mi 
Tan  iioderoso  veneno 
[  Esie  canto,  de  que  lleno 
Ho;  está  el  aire,  que  asi 

I  He  vine  acercando  á  ver 
Quiéu  le  causa,  por  saber... 

i  CMWi.  (Canta.) 

¿Cutí  ei  ¡a  dicha  mayor 

I  Oe  larfortunas  de^aiaort 

\  IRIFU.K. 

;  F(j  fué  eso.  ni  pudo  ser ; 
I  (}ue  no  es  saber  mi  Iroreo , 
{  M  bacer  experiencia  alauua 

De  dicha,  amor  ni  fortulia; 

Porí[ue  solo  es  mi  deseo , 

Ueste  armonioso  em[)1eo , 

A  pesar  de  mí  temor, 

Saber  quién  es  el  autor. 

I.1SI.  {Canta.)      • 

Yo,  Clori,aolodiri; 

Qae  pono  de  dichas  tí :  • 

Laura  lo  dirá  mejor 

'Laura,  esta  voz  rae  asegura 
Que  me  lo  díri  mejor. 
¿Quién  será  Laura!  • 

LAORA.  (Cania.) 

Que  en  auto*  no  hay  dicha  segura. 

iCon  qué  apacible  dulzura 
Cada  voj;  hace  mayor 
Laduda!  Creicaelfóvor,  * 
Porque  crezca  la  ventura 
De  escucharlas, 

issEiju.  (Canta.) 
Es  locura 
Buscar  dicha  sin  amor. 
ratrtLE. 
¿Ciimo?  si  de  cada  acento 
Tras  si  arrastrada  me  lletan 


Cuando  i  decir  vuelve  el  viento,, . 
LAS  CUATRO.  (Cantan.)    . 
¿Cttdl  es  la  dicha  mayor,  etc. 

Si  cada  una  de  por  si 
UisarecioE  arrebata. 
Siendo  al  norte  de  una  tida 
(man  cualquiera  del  alma , 

t'  Qué  harin  todas  juntas?  Pero 
n  Id  espeso  destas  jaras 
Oculta ,  será  meiw 
Que  las  oiga, 

[Vase  á  entrar,  y  tale  Andarle.) 

*l«JA«tB.  (Ap.) 

Entre  las  ramas 
Sieuio  hacia  eta  paite  mido. 


:  tRfriLt.  (Ap.) 

I  ¡  Qué  miro ! 

I  ANAJAiT..  (Ap) 

¡  El  cielo  me  valga ! 
I  lainií.tAp) 

Gente  bt}  aqui. 

AHAJARTE.  (Ap.) 

El  monstruo  Teo. 
nlriie.  (Ap.)' 
i  Huerta  estoy! 

AHAJARTE.  (Ap.) 

i  Esto;  turbada ! 
Que  aunque  mi  valor  me  anima ,   - 
Su  semblan  le  me  acobarda. 

inlflLE.  (Ap.) 
Con  dulce- Iraic ion  me  han  mnerto. 
A  todas  p;irtes  sitiada , 
No  me  ha  de  valer  la  fuga. 

AHAJARTE, 

(Ap.  Pues  el  ánimo  me  falla  ..) 
¡Laura,  Uorí,  Isbella,  Lisi!  (Umané* 


Llegad,  y  los  instrumenlos 
Trocad  Indas  alas  armas; 
Llegad,  que  aquí  está  la  llera. 

^  .         ,  CU»RI. 

i  Qué  pena  > 


i  (Jué  asombro.' 


(Adonde  están,  reinas  mias, 
rodas  aquellas  bravatas* 
lairiLE,  (Ap.) 
Aydenii!  ¡Uúnde  podré 
vsegurar  yo  la  espalda? 


Asegurar  yo  la  espald, 

Boje,  Isbell].  '.  (Vate.) 

CLORI. 

Lisi,  buje.  IVase.) 

UURA. 

Corte,  Clori.  (Vase) 

ISBEU.A. 

Corre,  Laura. 

uiInLE.  (Ap.) 
Crezca  mi  valor  su  miedo. 

a:<ajarte.  * 

,Asl  os  vaisT 

IS  BELLA. 

Í,  .    ■     i,Dequé  te  espantas} 
ne  á  los  rausi^cos  no  toca 
eBir,  pues  es  cosa  clara 
>ue  su  oficio  es  hacer  Higas, 
/  el  valerse  de  las  pbiilas 
Cumplir  con  su  obtigiciun ; 
Pues  son,  usando  su  gracia , 
Las  Raíganlas  de  tos  píes 
Tambieii  pasos  de  garganta.     (Yasg.) 

ANUAITE. 

No  importa,  qne  yo  conmigo 
ííuedo.  y  una  vez  cobrada 
Del  primer  susto  de  vidria, 
Soto  mi  valor  me'basia. 

t-™  ,■  ^ae  contigo  sola 
El  recalo  fuera  inrimia, 
Oe  la  acerada  cucbilla  , 

,zodb,X_iOOglC 


U  FIERA ,  EL  RAYO  T  LA  PIEDRA. 


Kmplea  Uiodlda  el  asta. 
De  suerte  qae  no  me  «erras ; 
Porque  sí  el  golpe  le  latta , 
De  mi  nudoso  basiou 
Habris  de  probar  \»  saEia  - 
De  soerie ,  que  al  primer  golpe , 
No  solo  rencRda  caigas , 
Pero  de  la  tierra  el  ceniro 
Tan  grao  s<<pu1(;ro  te  abra-, 
Que  muerta  ai|ui,  las  exequias 
Lq|  anlipoclas  le  hagan 
I  De  esotra  parte  di^l  mundo. 


No  ne  admira  tu  arrogancia; 
Que  cuando  el  arpoa  le  jerre, 
A  mi  que  me  quede  l)usi;i 
l!:i  brazo  que  le  desiitda  , 
Para  que  eii  wguiida  instancia 
En  tan  menudos  peda/os 
MI  culera  le  desbaga. 
Que  esparcidos  por  el  viento , 
Suban  a  esfera  laii  alia, 

Sneen.pavesas  encendidas, 
caigan  larde  ó  no  caigan. 

Tira  pues,  3  no  me  yerres. 


Monstruo,  aguarda. 

tFJS. 

Porque  en  lid  tan  desigual... 

Porque  eu  tan  nuera  batalla... 

No  es  Ueo  sea  una  mujer 
Rival  de  empresa  tan  alta. 

No  es  liiai  que  mates  ni  mueras. 
Sin  que,  si  mueres  ó  malas , 
Sepamos  quién  fué  el  prodt^ 
Deslos  montes. 

Saelta... 
uuaxMK. 

Aparta... 
ninLC. 
Que  ja  terciado  el  bastón. .. 


Si  áoles  embaraMba 
Por  una  causa  tu  riesgo. 
Dos  son  ya. 


'  Tu  bermosura  y  tu  peligro. 

CÍFIKO.  a 

I  Til  riesgo... 

¿y  qué  masT 

'Tugl 

«NUARTF. 

;AboralisotiiasT 

iRlnLE. 

RendimieolosT 


Porque  ya  blandida  el  asía. .. 

Esa  hermosura... 

Ese'asombro... 

Trinnro  ba  de  ser  de  mi  planta. 

(ns. 
iQué  soberana  Iietleza... 

{Qué  bermosura  soberana. .. 

iris. 
Es  la  i)ue  este  monte  pisa  1 

Es  la  que  este  iraje  guarda  T 


Que  ha  de  ver  aqucse  asombro 
Que  soy  rayo  que  desala 
Júpiíer  contra  su  |iecho 
Dtsde  la  esfera  mas  alta. 

Que  ha  de  ver  isa  altivez, 
A  (ípsar  de  su  arrogancia , 
Que  desia  monlaña  nhortit. 
Soy  Hura  dcsta  montaña, 
fra.  .- 
Que  eres  rayo,  yn  lo  siento, 
Pues  tan  poderosa  abrasas. 
Que  sin  ofender  el  cuerpo , 
lias  liecho  ceniza  el  alma, 

Qne  erra  Dera ,  ya  la  lloro , 
Pero  de  tan  duhie  saila 

gne  i  quien  matas,  le  agradece 
I  Eivor  con  que  le  malas. 


Masque  con  tu  acción  me  obligas, 
Ue  ori;ndes  con  tus  palabras. 

Ann  mas  que  me  lisonjeas , 
Culi  deteuerme  mo  agravias. 

Ins. 
Pues  para  qne  teas  mejor 
Cuan  de  tu  parte  me  bailas.,. 

Pues  para  qne  mejor  veas 

Cuáo  de  extremo  i  extremo  pasas... 

DesempeBaré  tu  riesgo 
Tomando  yo  tu  venganza,' 

Has  de  ver  que  lu  pel^o 
Soy  yo  quien  le  le  resiaun. 


1  Tal,  que  esa  llera  avasallas 
(Porque  estoy  eti  el  empeña 
De  rendirla  y  de  postrarla ) , 
I  Aunque  np  he  de  agradecer 
I  Yo  jamas  amantes  ausias , 
I  Te  agradeceré  el  valor. 

i  Pues  si  haces  que  yo  me  vaja 
I  Sin  qne  me  siga  ninguno , 
Agradeceré  i  tu  fama 
I  La  Uneza  del  socorro. 

;  De  eso  yo  le  doy  palabra. 


Noel  venablo... 


Pues  si  liaces  por  mi  fineza 


¡  Qué  miro ! 
Ins. 

[Ohculnto 
Estimo  que  ocasión  haya 

Kn  que  ya  nneslro  homenaje 
De  algo  1  mi  Torluna  valga  1 


SI  haré:  íqué  quieres? 
cínao. 

Qne  aquesto 
Asombro,  que  ya  me  causa 
Has  admiración  que  espanlo, 
He  ayudes,  que  libre  salga 
De  sus  riesgos,  porque  estoy 
En  eutpe&o  de  librarla. 

V  dime  tu  lo  que  yo 
Por  ti  puedo  hacer. 

Ins. 

Ya  nada. 
Porque  en  ese  Alsmo  cmi>eñu 
A  mt  me  ha  puesto  esta  ilamu, 

V  he  de  aynüar  i  rendirla. 

Yo  he  de  acudir  i  ampararla!  ■ 

V  asi,  mira  en  que  te  eniiH'ñas. 

Ins. 
Mucho  me  admira  que  hava 
Quien... 

círiao. 
Di. 

iris. 
Se  ponga  de  parte 
De  la  DOche  coDira  el  alba. 

{Quién  lo  es  mas  qne  quien  hermosa 
Se  embota  eotre  nobes  pr-'~' 


frjsglc 


Yo  mi  )iabbra  «mtieAé. 
Vo  Umbieu  di  mi  palabra. 


frw. 
Vo  «1  dii. 

címo. 
Vo  i  la  maúaea  ; 
y  mlr*,  eilraajero ,  CUIDO 
Ha  d«  aer;  que  lie  Je  librarla. 
iíj». 


¡Tú  ere*  CéHroT 

Vom;. 


Y*  00  me  admira  ni  npanta 
Que  de  pane  de  una  Uera 
Contra  mi  eaté  ta  arrogancia, 
-  I>ue*  uu  e»  la  primera  tei 
Uue  liera»  coolra  mi  ampara* 

i  Cómo.  (1  lio  te  coiioico. 
De  mi  proceder  le  agraviasT 

Como  H  el  nn  coDOcerme 
Oiru  abuuo  de  lu  iuramla. 


Pnetiqué  Sera  conira  U 
y»  amparé  t 

ANÁMIrS. 

Una  un  lógrala 
Como  lo  e»  la  Untda 
Coa  que  lu  (ladre  me  traía. 

Pnea  iqniéa  eres  T 

AN  AJARTE. 

Soy ;  y  pnei  ya  te  declaran 
lia  senümientos,  uu  quiera 
iíue  otro  lome  mi  veugaiwa , 
Siuo]'o,  y  asi... 

[klenle , 
Porque  «i  lengartu  traías, 
Ya  lo  estáa  de  uuieii  rendido 
Sabrt  iKHierse  a  lus  [ilaiilas. 


Eio  es  inierer  que  t\  sagrado 
De  nii  bidalgnia  te  valgj, 
Pnea  do  ba  ue  ler,  que... 
lalriLE. 

Tambleu 
E«o  et  querer  que  jo  aalga 
Al  reparo  de  au  vida. 

Miqi  preaio  el  favor  me  pagai. 

ini. 
También  taUré  yq  en  deren» 
De  qaien  tú  ufeodei. 
ctnao. 


i  OE  DOH  PEDBO  CALDERÓN  DE  U  I 

Aitreo.  (iteflflv.) 
i  Dónde,  Iriaie ,  te  gaardaí  T 

Aunque  al  favor  que  .le  debo 
Siempre  he  de  rendir  lai  graclM , 
Va  me  sobra  tu  faior 
Con  eiu  voi  qne  me  llama. 
Vea,  Anteo,  i  «ocorrerme. 


ANTtO. 

Pues  jnuién  tti  hermosura  agratia, 
Vivieiiüu  JO,  qae  no  sea 
Vil  trofeo  de  tus  plantas  T 

Aimqoe  vo  le  defendía. 
Deidad,  Alando  sola  estabas. 
Va  esfuerza  ser  coaira  ti. 
Cuando  otro  monstruo  te  gnarda, 
Y  monslruo  tal ,  que  i  pesar 
l>e  traje ,  cabello  y  barlia. 


ANTEO.  {Ap.) 

Céfiro  es  este.  ¡  A;  de  mi , 
Si  i  disfraunne  no  bastan 
La  edad  j  el  traje ! 

Traidor, 
t  Aon.  vives  T 

ANT80, 

No  me  acobarda 
Ta  lot  j  tn  acción,  aunque 
No  alcance  por  qné  me  llamas 
Traidor,  ni  mi  muerte  intenles. 

Baste  que  mi  hraor  lo  alcanza, 
fris. 

Y  yo,  CéOro,  1  la  lado 
EUoy,  ya  ijae  el  duelo  pasa 

A  oiro  moostrao;  que  una  cosa 
FitA  el  empe5o  jle  una  dama , 

Y  otra  el  riesgo  de  tu  vida. 

Yo  es  bien  paréntesis  haga 
A  mis  rencores  también , 

Y  cootra  tos  dos  le  valga. 

Pues  ja  que  la  novedad 
De  aventara  tao  eitraBa 
Os  pone  anulado,  sea 
Advirüendo,  que  de  eulrambas 
Vidaa  me  guardéis  la  ana. 

Ponte,  Irifile,  i  mi  espalda. 

lainic. 
A  tu  lado  esloj  mejor. 

Paet  contra  los  dos  ;quién  baila? 

DiMAS.  IDenlra.) 
Acudid,  acudid  todos 
A  la  d^igual  baialla 
De  bombres,  deidades  y  monstruos. 


¡Qué  proprio  es  de  los  ifallioai 
Animarlos  la  ventaja ! 

Mnerau  estos  oKHisiruos. 


AMTIO. 

Gran  gente ,  Iritlle ,  carga 

Sobre  loados.  {Vme.) 

Paea  el  monla 
En  su  aapereía  no*  valga.        <  VaM.) 


Iris  T  cíFiso. 
y  yo  &  U. 
{Vaiut  Andarte,  tu»  imut  g  genle ) 

Sale*  PIGMALEOK  v  LEBRÓN. 
ncaALEON. 
íQué  ba  sido  esto  * 
Que  del  sitio  en  que  aguardaba, 
A  ia  voces  be  venido. 


Sbio  qoe  tamo...  ¡Qaé  ansia! 

Sino  qoe  dudo...  ;Qaé  pena ! 

fns. 
One  ha  sido  verdad...  ¡Qué  rabia '. 

Qae  ba  Ñdo  derto...  ¡Qué  asombro ! 


(Vmu.) 


El  anuncio  de  las  Parcas. 
jCómoT 


rayo  dettas  esferas. 

La  üera  deatas  montabas.         (Vate.] 

GEim.  (Oenfra.) 
Al  monte  i  i  la  selva ,  al  llano. 
Ataja  por  aqni,  ataja. 

riGMAlXON. 

jQué  seri  lo  que  ^  'os  dos 
Sucedió  T 

Pues  «yo  sé  nada  T 

PIGKALEON. 


Hueran,  que  eti  bulla  no  espauUn. 


¿Qné  Qera,  ni  rayo,  ptieato 

Uue  si  verdad  pronunciaran, 

lambien  viera ^o  la  piedra? 

V  es  el  temerlo  ignorancia. 
LRiiRon. 

Ko  es  tarde ;  qne  si  ellas  son 

Señoras  de  su  palabra, 
i  Ella  vendrl. 

riGH:iLeo.'(. 
j  Calta,  necio, 

{Suenan  áfníro  lot  mariUlM  de  ta  />-* 


,,(gttoglc 


U  FIERA,  EL  BATO  Y  U  PIEDRA. 


Poique  icAmoT..'  Pero  agvinl*. 


Poique  i  cd 


Pqmto 
jQné  líT  SI  ;•  DO  le  caos* 
une  pidí  algo  algua  pobre 


De  que  este  ruido  et,  si  el 
Soaedllo  ^o  me  eogaüa , 
HMhicar  en  blerro  frió. 

MOSAUO». 

L>  TCctndtd  de  la  (ragua 
De  Valcano  harl  eau»  eco* , 
A  COJO  compás  descansau 
Sos  deltas ,  pae«  al  son 
Del  duro  ejercicio  canun  : 

dcuopu.  {Cantan  ientro.) 
Tema»,  tevuat  Ui  mertalf; 
Qiwwlabrm 
E*ell4tUriel»*rat«* 


.  D*k 


De  Amor  las  annu  allí. 
Dice  eaU  toi,  que  le  labr». 

ucawHi. 
Dhn,  f  tos  dclopeí  t«oo 
.  llSricost 

nwMMM. 
Que  ToeWeD:  calla. 
dcLoru.  {Cantan  ienlro.) 
Qtetelabrm 
£• «;  taüer  4t  lat  fUra* 
De  Akor  la*  antu. 

un«N. 
Bajo*  I  Qerts  hao  dlefao. 

FieKALCON. 

Lo  que  prOBigaeo,  repara. 

clcLoria.  (Camn  i*w^».) 
Qt»  le  labran 
en  et  mittr  de  lat  pUirai 
Da  Amw  lai  armat. 

keíaoü 
jOjeeT  También  ple4rai  dicen. 

PoeooiKMl  otro  me  espanta, 
Por  mas  que  digan. 

«■HTE.  {DeiUrt.) 

Al  moate. 
Auj*  por  aqnl ,  ataja. 

dci.orts.  [Cantan  dentra.¡ 
^MU  labran,  tic. 

Aqaóie  es  otro  cantar, 
Qñe  ant  dos  flens  se  alargas. 

.  FIMAUOK. 

Algo  tnédesto,  alo  duda, 
'  U>  que  dijeron  laa  tr~'~~ 


Me  pesa,  por  no  aenüilos; 
Has  JO  salrarú  mi  (bu, 
Saliáidola  al  paso  ahora 


Que  hajs 
Asdanleí  que  anden  por  selvas 
BKaoladat ,  malo  es ,  Tsja ; 
Pera  peOr  por  selvas  es 


intadas  7  eanladaS. 
Oigolo,  porqne  t  do*  coroi. 
Allí  dice  el  nno... 


V  el  otro  al 

dCLOW.  (Candi»  dentro.) 
Qmm  te  labran,  etc. 


SobsVEKtlST  CUPIDO. 

tlMOS. 


.  qoe  Jantes 
Lat  dos  pasiones  contrarias 
Del  oMdo  T  M  amor, 
En  lu  poniM  entUcidat 
Do  oro  j  pkMHi 

como. 
A  fin  de  qne 
Usando ,  madre ,  de  ambas , 
Teman  los  mortales  tanto 
MI  hior  como  mi  salla , 
Hi  lorado  como  mi  ira , 
V  mipat  como  mi  rabia. 
Desprecio  baa4iecliO  de  mi 
Tres  sfectoa ,  j  asi  encarda 
Mi  TOE  i  Estérope  y  Broote 
La  Aliga  con  que  labran 
Esta  flechas ,  qae  no  soto     - 
En  los  dos  meúles  hagan 
Baos  dos  arectot ,  pero 
En  las  iKtteaosae  pUnUt 
Úae  en  el  monte  de  la  luna 
Son  ojeriía  del  alba , 
Las  he  cte  templar,  porqué , 
En  mortal  jerba  tocadas. 


Pues  'j*  que  usar  de  armas  quieras, 
¿Por  qní  de  traidoras  armas, 
«in  ter  cuinto  deja  airas 
El  tritmfo  quien  ie  arentaja 
Con  desiguales  partMoaT 

tQue  uses.  Cupido  >  no  basta 
as  nobles  iras  de  todost 
Y  JO ,  para  ver  A  ateanza 
Algo  eouligo  mi  ruego, 
Ks  bien  que  el  taller  te  abra ,    ' 
Oilcina  de  Vulcano. 


Arcos ,  saetas  j  aljabas  : 
No  paes  singular  pretenda 
Usar  tu  scdierbia  Inbnda 


mis  aras. 
clOOTts.  (Cm(m.) 
Temtm ,  Uwtm  In  mtrlalet ,  etc. 


Enftecdre  v. 

Quien  i  Antéros  de  mis  braios 
Hoj  desterró  }... 

Calla,  calla: 
Qne  al  llorss  por  su  ansencla, 
Al  rer  qae  dri  mniido  bita 
El  correspondido  amor. 
Tomaré  de  ti  veugaiiu 
También;  y  qniíi  algún  día- 
Ataja  la  TOI. 

entre .  (Denfro.) 

Ataja. 
DHOS.  {Dentro.) 


iOotén  este  alboroto  cansa  T 

Mu  jquiéo  le  ba  de  cansar,  puesto 

K  ja  es  sin  doda  que  anda 
ti  en  coutiisiou  el  mnndoT 

Pues  1  qaé  Ttctoria  mas  aiu  T 
clCLoru.  (Cantan.) 
Qae  te  labran 
ka  el  taUer  ie  Ut  rafti 
De  Aaur  lat  armai. 

Sale  ARTEO  eam  tRIFlLE  en  let  braiet. 

jurreo. 
Va  que  el  bntr  no  es  posible , 
Este  sagrado  me  valga. 

¡.Qué  et  fttoT 

ARTtO. 

Ea  una  desdicha , 
Uua  pent,  nna  desgracia , 
Que  me  obliga  a  que  de  U 
fíoj  me  bvoreica.  Caauta 
Gente  aqnese  monte  alberga , 
Toda  en  mis  alcances  anda. 
Esta  beldad  Inrelice 
Pongo,  jóveo,  S  tus  plantas; 
Su  vida  libra;  lamia 
Importa  poce. 

Levanta, 

?ne  i  no  mal  puerto  bas  llegado  : 
pues  qae  de  mi  te  amparas, 
Nq  temas. 

Selm  TODot. 


Todos  entrad, 
y  muera  donde  se  guarda. 

dcLons.  {Cantan.) 
Que  te  labran 
Bn  el  taller  de  let  rafot 
Di  Amar  lat  ermat. 

iQoé  es  estoT  Pues  une  llégate 
A  mis  umbrales  ¿no  basta? 

No,  qoe  vo  esa  fai|Ban%  lera 
A  mis  pi&  be  de  potinirla. 


No ,  porque  M  de  (u  en( 
Tenggdeviileilaiamt.^ 


^^ogk 


No ,  que  tniHme  la  guarde  yo. 
Halar  ttiígo  a  quieL  la  guarda. 

PtcaALCo:). 
No ,  que  el  duelo  de  los  dos , 
A  mi  por  los  dos  me  afcaaxo. 

LEBÜOK. 

No ,  qoe  para  defenderlo ,    ■ 
Tiene  UEled  muy  (loeas  liafhas. 

CUPIDO. 

lEato  saíto''. 

cíclofE  1.° 
íQuiéa  le  cnojaT 

■  CICLOPE  i.»       . 

iQui«o  le  ofende  f 

CiCLOFE  3." 

«Quién  le  agraria  T 

CUPIDO. 

Nadie,  para  míe  uineuno 
lome  por  mi  la  veuganza  : 

V  pues  que  segunda  vei 
Perdéis  mi  decoro,  esparia 
Fleohas  al  riento  de  amor 

Y  odio ,  caigao  donde  caigan , 
Que  lodo  es  veoeoo. 
(Danle  flecha»  ht  aekpeí,  yélvadit- 

parando  al  airt.) 
lalriLE.  {Ap.) 

itíoé  niego  ireTO  eu  el  'alma ,  ' 
Uue  me  obliga  í  que  agradezca 
A  Ledro  aquella  liidalga 
Acciou  de  guardar  jni  vida? 

Espera,  IflQle,  aguarda, 
cínao.  {Ap.) 
¡Cielos !  j  Qué  viólenlo  impoi») 
Trae  una  llera  me  arrastra, 
«ue  asi  me  obliga*  seguirla  f  {Vate.) 

*B«AaTi;.  {Ap.) 
¡Cielos!  iOné  pasión  ingrata 
Ha  Introducido  en  mi  pecho 
Deste  ÍÓven  la  bizarra 
Acción,  que  aunque. quiera ,  .,„ 
Seri  posiTile  esiiraarlaT  (Vaw.) 

cíclopes.  {Cantan.) 

el  lalter  úe  lo»  rai/et  ■ 


COMEnrAS  DB  DON  PEDRO  CALDEHOW-  DE  U  BARCA. 
dcLOPta.  (CanUm.) 
Que  te  ¡abran 


{Vate., 

{\ate.) 


De 

Ins.  {Ap.) 
iCielosl  iQu¿  rajo  es  aqueste, 
líue  en  una  beldad  uie  abrasa?  {Vate.) 

p|fla*LEon.  {Ap.) 
i  Qué  ignorado  Iliego  es ,  ¡  cielos ' 
t.sie  que  sieuto  eu  el  alnia, 
Que  BQiique  su  llama  no  veo 
Se  deja  seuür  la  llauíaf  iVate.) 

LEBHOH,  (Ap.) 

iCuínto  va  que  me  enamoro, 
»egun  suelto  el  Amor  anda , 
Que  es  peor  que  el  diablo  suelto  T 


ISMIiJ.^.  {Ap.) 


(Vate.) 


HasíquéTuera,  que  en  ingrata 
IHera  yo  de  poco  aci  ?  (ViHe.) 

LOS  MJIBilES. 

iQué  lentimlenio  t  {Yante.) 

-LASaOJElES, 

iQué  ansia !  {Vanie.) 


;  Veri  el  mundo  ea  tos  afectos 
I  I)e  voluntades  coalrarlat 
[  Hoy  mi  poder. 

Detapareee  la  fragua ,  »  pata  en 

nube  AMTEROS,  alnraeíoniiii  el  i 

.  Ira ,  con  m  venaUo  en  la  mana. 

Que  lodo  cuanto  la  bagas, 
Ingrato  Amor,  deshará 
Desde  este  saárado  alcáiar, 
ti  correspondido  ajuor  ■ 
A  cuyo  efecto  Diana 
Me  ha  dado  el  venablo  suyo , 
Porque  con  mejores  armas 
Quebrante  yo  tus  arpones. 
V  asi,  lodo  cuanto  traías, 
(jue  seau  rigores  yiras, 
tlaré  yo  delicias  blandas. 

jlJémo  podrás  lo  oponerle 

A  mi  deidad  soberana. 

Si  baré  30  amar  i  uoa  Qera  t 

AHTÍSOS. 

Vo  baré  aqueía  Oera  humana. 

CDpnio.  ■ 
Vo  haré  aborrecer  i  una 
Beldad ,  i  quien  mas  la  ama. 

AKTÍROS. 

Vo  haré  que  esa  beldad  qaiera. 
O  tendré  della  venganza. 

CDPIDO. 

Yo  haré  adorar  una  piedra. 

Alrr^sns, 
Yo  daré  i  las  piedras  alma. 

CUMDO. 

Fiera ,  rayo  y  piedra  soy.    , 

lirríHos. 
Yo  piedad ,  blandura  y  gracia. 

CUPIDO. 

Pdbs  al  ama ,  al  wni»,  Aoiéros. 

AnrÉios. 
Pues  Cupido,  al  arma,  ai  arma. 
(Vuelan rápídamenu  cada  uao  á  á. 
Huta  parle.) 

JORNADA  segunda! 

Teatra  de  botque ,  y  en  el  foro  ua  p 
lacia  :  talen  LEDRO»   t   PICMí 

I^BROit. 

Señor,  por  un  solo  ttaoo 

(Que  es  ei  dioscou  qm'en  yo  tengo 

Mis  trabacuentas  en  cuanias 

Ermtus  layas  encuentro ) , 

""«  me  digas  ¿qué  irísieía 

^«sta? 

nSHSLEON. 

D^aoie ,  nedo. 
Que  á  ti  dU  uadie  es  posible 
Uoe  fie  mis  seaiimteuios. 


LEBsIm. 
PueS  porque  veas  que  soy 
Has  liberal  que  tú,  quiero 
Fiarte  yo  esta  vez  í<»iiiios. 
PjicleDcis,  y  escucha  ateuio. 
De  Lidia ,  tu  patria... 

Ya 

He  querrás  bacar  recuerdo. 
Lebrón ,  de  tantas  deshechas 
Ko  nuil  as  como  padexco. 
Va  quenas  dtcirme.  como 
l.a  moerte  ( ¡  sj  de  mi ! )  de  Alfuo 
Uc  arrojó  delta ,  ó  por  ser    ' 
Del  Rey  tan  cercano  deudo, 

.  O  Mriiue  vivir  uo  quise 

I  A  la  vista  de  suceso 

¡  Tao  infelii ;  que  aun  vengado. 
En  un  generoso  peeho. 
Siempre  esta  vivo  el  dolor. 
Aunque  esté  el  agravio  muerto. 
üucrrSsme  decir  ciue  apenas, 
Üe  mis  desdichas  huyendo, 
lío  busca  de  Ifís  (i  quien 
Sin  conocerle,  le  tengo 
Por  Mecenas  en  Eiiiro), 
A  Trinacria  llegué  fl cielos, 
Nunca  á  ella  llegara  ! )  cuando 
Perdido  en  ella  al  estruendo 
Deaijud  terremoto,  vi 

Juré-una  amisud, oí 
De  las  Parcas  el  ainiero ,    ' 
VilafraguadeVuTcauü, 
Via  lid  de... 

Ove ,  le  ruego , 
Une  aunque  lodo  aqneso  es, 
No  es  nada  de  todo  aqneso: 
Porque  jqué  tiene  que  ver 
HODstruos,  parcas.lides,  duelo*, 
Con  que ,  todo  eso  acabado , 
De  aquellos  dos  caballeros 
Con  quien  alianza  hiciste, 

Y  iii  te  quedes  en  esios' 
Honies,  sin  que  uti  solo  insUtnte 
Pierdas  de  vista  ese  bello 
Palacio,  que  es  de  Anajarte 

Toda  la  noche  y  el  dia 
A  sus  umbrales  suspenso , 
El  sol  te  deja  y  te  halla , 
Solo  i  ver  si  aliren  atento     ' 
Las  puertas  de  esos  jardines,  ' 
Donde  entrando  una  vez  dentro, 
Es  menester  qne  te  echen 
A  palos  sus  jaralneros : 
íQué  es  lo  que  aquí  esperas? 

F1GHU.S0N. 

Y  .  .  Nada. 

Y  es  verdad  que  nada  espero 
Porque  no  tiene  mi  mal 

En  la  esperanza  consuelo. 


Pues  ;qné  mal  hav,  que  ci 
Señor,  no  aspire  a  ser  méi 
V  aun  I  ser  uínguiio? 


I  ella. 


El  mió. 

Si  i  tus  suspiros  atiendo, 
«Qué  va  que  es  tu  mal  amorT 

PICHA  LEOn. 

iD«  qué  lo  futieres? 


.  ~  Loialtaso 
z^dbyGOOgTC 


De  que  esa  inquietad  que  tienea, 
Es  como  oír»  míe  jo  teugo. 
Desde  aquel  iiiiausio  día 
(iQuiÍD  le  borrara  del  Lierrpo!) 
Que  eu  la  rroL-iia  de  Vulcano 
Nos  rimas  lodos  revuelLos, 
Tanibien  lengo  jo  mi  jioco 
De  lio  sé  qué,  que  le  sieiilD 
No  sé  dónde,  j  no  sé  cuiíido 
Le  be  de  aplicar  el  remedio. 

¡Plngiüera  1|  Amor,  fuera  amor 
Himalt 

LCBROX. 

Til  llenes  mal  pleito. 
Pues  le  das  á  ese  parlido. 
Hasjqaéesf 

MCBjILEON. 

UaaiTa,DnTeneDa 
Un  letargo ,  nna  locura, 
Uu  UreMSi,  un  deoneo. 
Una  ilusión,  un  delirio, 
Uu...  Pero  4  qué  disu,  cielos , 
Si  es  tal  ( ¡  a;  de  mil },  si  es  tal 
La  especie  de  mi  tormenLo , 
Que  ni  aun  por.settaj  es  bien 
Que  haga  desaire  al  siieuclo  ? 
Calla ,  y  déjame  morir 
Antes  que  diga  que  es  cierto, 
SeguD  en  mi  se  na  veugado 
£1  traidor  bijo  de  Véaus, 
Que  puede  ser  piedra  Amor. 

Si  como  morir  te  dejo. 
He  dejaras  tü  vivir, 
Estaríamos  contentos 
Lus  dos. 


En  lin,  señor,  i  vuelves 

.    ottmo. 

EiiOn,TuetTD 
Como  i  mi  eeniro .  que  ya 
Son  sus  eiilrartas  mi  centro  , 
Tanto,  Pasquín,  por  aquel 
Hermoso  prodigio  bello. 
Ruda  perla  de  sus  mares , 
Bruto  rulildrEQS  senos, 
.    Kn  quien  que  puede  ser  fiera , 
Kilo  Amor  ei  argumento , 
Cuanto  por  desengaDar 
A  mis  locos  pensamientos. 
Si  es  verdad  ú  es  ilusión       ^ 
El  que  vi  i  Nicandro  en  ello^ 
Nicaudro,  traidor  vasallo, 
Siempre  4  mis  dichas  opuesto. 

Y  para  fácil  i  lar 

be  ambas  causas  el  efecto, 

Y  poder  i  mí  rencor 

Y  amor  asistir  á  uu  liempo, 
Al  palacio  de  Anajaite 
Coniste  partido  vengo 
De... 

i>AS<toiri. 
Calla ,  que  está  aqnl  el  uao 
De  aquellos  dos  eitraojeroa. 

CéBro ,  si  no  me  ensaíjo , 
Viene  allí.  ° 

ctriRO.  (A.Piemaleotk) 
;  Cuín  lo  me  buelgo 
De  hallaros  sesunda  vex! 
Porque  como  los  sucesos 
De  aquel  dia ,  eslabonados 


U  FIERA,  BL  RATO  T  U  PIEDRA. 

Unos  de  otros .  no  me  dieron 
Lugar  á  la  obligación 
En  que  mi  honor  me  había. puesio. 
Deseaba  saber  quién  sois ; 

Y  como  ofTecl  valeres 

rlGHAUON. 

Las  plantas 
Hil  veces  bumlldc  os  beso ; 

V  ^ucs  la  misma  disculpa, 
Señor,  que  vos  tenéis  teugo, 
Tambieu-me  valga  i  mi  para 
No  bAeros  ido  ¡^ir^eodu. 

Pueslcómu  en  aqueste  motile 
Quedasteis! 

PIGUALKon. 

Eu  grande  empeiio 
He  ponéis. 

;Por  quéf 


Porqué 
La  causa,  señor,  no  puedo, 
Ni  callarla  ni  decirla: 
Callarla,  por  el  respeto 
De  iireguiitármela  vos; 
Ni  decirla,  pore^riesgo 
De  haber  de.decir  mi  nombre. 
Cuando  ínrclíce  deseo 
Solo  vivir  ignorado: 
A  cuya  causa  he  dispuesto 
No  salir  desia  mooiaña , 
Avecindado  en  el  pueblo 
Uue  mas  en  su  cora^ton , 
A  causa  de  sus  portentos , 
Teiiga  este  vivo  cidaver 
Sepultado  antes  que  muerto. 

No  Ignoraréis  cuiíito  lia  sido 
Siempre  curioso  el  deseo, 
Y  que  no  liay  para  él  razón 
Mayor,  major  argumento 
Que  pretender  recalarlo, 
l'ara  que  íiitcoie  saberlo. 
Hablad  pues  claro  conmigo; 
Uue  para  tudo  os  ofrezco 
Segunda  vex  mi  favor, 
lili  lauto  que  al  cuarto- llego 
De  Anajarie,  á  quien  yo  busco. 

pftNALEOM. 

Pues  oíd,  se&or,  atento. 
Lidia  es  iiil  patria,  mi  nombre 
E»  PígmaleeiJ.... 

Deteneos; 
One  no  quiero  ep  el  discurso 
De  ningún  acaso  vuestro 

Entrar  Ignorando  nada. 

t'  Sois  vus  aquel  i  quien  dieron 
,a  pintura  y  la  escultura 
Tanta  opíniuu,  que  es  proverbio 
Decir  (Je  vos  que  partís 
<k)n  Júpiter  ei  imperio 
De  dar  vida  j  de  dar  alma 
Asi  al  metal  como  al  lienzo? 

MGUALEOM. 

Sí,  señor,  yo  soy  de  quien 
Dijo  ese  encarecimiento 
(Uien  que  sin  jactancia  mia) 
La  fatna  :  y  conste  no  serio , 
De  que  al  confesar  quién  soy,    ' 
Con  vergüenza  lo  couHeso. 

cÉrmo. 
iPor  qué! 

FieaAuwi. 
Porque  hay  quien  presuma 


Que  es  oBcio  el  que  e*  lagenlo. 
Sin  atender  que  el  estudio 
De  un  arle  noble-es  empleo 
üue  no  desluce  la  sangre. 
Pues  siempre  deja  U  su  dueüo 
La  habilidad  voluntaría 
Como  le  baila;  y  eu  efeoo. 
Señor,  para  que  este  modo 
De  ignorar  pienses  si  es  cierto , 
V  que  bay  pocos  que  distingan 

Ke  es  gala  en  algún  sugelo, 
qut:  en  Otro  fué  tarea... 
Un  dia ,  que  divirlíendo 
Estaba  no  sé  <|Ué  |ieiia 
En  una  estatua  de  Venus, 
Aireo,  un  deudo  del  Key 
(Si  los  reyfs  tienen  deudos) , 
Entró  en  mi  obrador,  adonde 
Admirando  el  mármol  terso 
Tan  vivo,  que  sin  la  \oí 
Esfaba  haUando  el  afecto , 

guiso  feriármela.  Yo 
orles,  claro  está,  y  atento. 
Le  respondí  que  enviase 
Por  ella;  pero  advirtiendo 
Due  su  precio  había  de  ser 
El  no  ponérmela  en  precio. 
El  (qoe  hay  hombres  (lue  no  lienea 
Animo  de  deber)  viendo 
La  sobrada  estimación 
Que  yo  hacia  de  mi,  y  creyendo 
Que  era  modo  de  negar 
Ofrecer  con  sentimiento, 
üo  sé  qué  me  dijo:  baste 
Saber  que  fué  tal  desprecio. 
Que  me  obligó  A  responderle 
Con  mas  brío  que  respeto. 


Nunca  llegó  A  mejor  tiempo 


Habeisme  de  oir  primero. 
Porque  no  es  bien  que  en  la  mano, 
Qne  fué  mi  postrer  acento. 
Quede  mi  llono^  sospechoso , 
Ya  que  ha  de  quedar  suspenso. 

V  asi,  sabed  que  la  cutusa 
De  venir  del  Hey  huyendo, 

V  procurar  ignorado 
Vivir,  fué  quedar  él  muerto. 
Aliora  acutiid  i  otra  cosa, 
Llevando  sabido  eso. 

'    cÉFiao. 
Después  en  ruestras  fononas 

V  las  mías  hablaremos. 

Saleu  por  ¡a  puerta  del  palatí»  CU)RI, 

usi ,  Laura  ,  isbella  i  aha- 
jarte. 

ANAJitKTB. 

Desde  aquella  galería , 
Verde  atalaya  del  cieno, 

3ue  os  liabla  tisto,  uua  dama 
e  dijo,  y  a  saber  vengo 
íQoé  novedad  (estiniaomé 
No  decirv  qué  atrevimiento) 
Os  trae  á  aquestos  umbrales? 

Que  atenta  me  oigáis ,  os  ruego , 
Antes  que  haga  vuestro  enojo 
Agravio  el  qne  es  Kiidimieau.[  ^ 


4M 


amEOTKS  OB  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  L*  BARCA. 


Yo,  bellliinuí  Anajirw, 
01  vueskros  untimientoct 
Biua  que  ile  paso,  Uhveí 
Uue  pude  llegar  á  veros. 
U«  TUMtra  raion  (que  abon 
No  es  jiuto  hacer  «rgumento 
SI  esíusu  ó  DO  es  jusu),  yo 
Entre  coumigo  en  acuerdo  ¡ 

Y  bablendo  coiuúdendo 

8ae  mi  pailre ,  s)  algún  Üempo, 
qol  os  crU  y  ttiui  os  luvo. 
Fué  coo  algunos  preleilos 
Qae  Ja  no  ünp  orlan,  es  bien 
Üetecbarioii ;  ¡  asi  vengo 
A  deciros  que  elijiiis 
Voa  lo*  panlilos  ó  medios 
Para  vivir  en  la  corle , 
Doudo  podéis  ileule  luego 
Ir  i  ser  de  ni  pulado... 

CEini:.  iDenlrt.) 
Tened. 

He  de  entrar. 

¿Qué  es  eso! 

Sale  IFIS  con  IRIFILE  t  BRUNEL. 
iris. 
E>to  es  llegar  i  tu«  plantas 
A  oh«cerle  en  un  pequebo 
Triunfo,  divina  Aoajarte, 
Lh  primicias  de  no  irecio 
Que...  {Ap.  Mas  CéQro  esit  aqui. 
íQuIén  pudo  prevenir  jcielosl 
Lance  lijual !} 

cÉriio.  (itp.) 
*  Con  Anajarle 

OTendldo  mi  respeto, 

V  coa  li  que  irae,  mi  amor. 
No  sé  i  lo  que  me  resuelvo. 

*!.«««.  (Ap.) 
De  dos  acciones,  al  paso 

Sne  ambis  me  obligan ,  me  ofendo ; 
ues  ni.esie  favor  esilmo. 
Mi  eitt  Queía  agradeico. 
utriLB.  {Ap.) 
iQué  prorDDdo  aaebo  es 
Este  de  que  ifo  despierlo 
Al  miranne  entre  mis  ansias 
En  palacio  tan  toberbioT 

neaALton.  {Ap.  d  Lebrtit.) 


(Ap.  Ya  que  el  empeflo  se  hlio, 
Pnem  es  seguir  el  enipeüo.) 
Palabra  te  di,  señora, 
De  nr  S  los  plantas  puesto 
Bl  asombro  tiestos  mares , 
Esdadalo  de  sos  puertos. 
No  pude  campUrla  entonces, 
A  causa  de  los  sucesos 
Tan  varios  cOnto  tü  Tiste  ¡ 
Has  durando  en  mi  el  preteiU) 
De  la  gusto ,  j  mi  palabra , 
Dediaila  vIsLa  atento, 
De  nocbe  atento  al  oido. 
Topo  j  lince  1  un  mismo  liempo, 
Penetré  de  esas  montanas 
El  mas  escondido  centro. 
Hasta  que  en  la  oscura  quiebra 
De  un  ribaio,  en  que  primero 
Haiuraleía  cav6 


Rústico  albergue  pequeBo 
Qne  palió  después  el  arte, 
iUrbxrameute  arquiíectOi 
Pues  eran  tecliumlirü  y  puerta. 
Bastas  ramas ,  iroucos  seco* ; 
Sobre  pieles  de  aoiniales 
Hallé  ea  miserable  lecbo 
A  e>3  beldad,  si  es  beldad, 
.Rendida  al  pálido  sucGo, 
'Cou  quien  yo  cómplice  entonces. 
Ladrón  me  ioirodñje  nuevo , 
Pues  él  la  borlaba  el  sentido, 
A  burlarla  ;o  el  sentimiento.*    , 
CoosegullD.  pues  bifnóbil 
Esiatoa  viva  de  hielo, 
Al  detperiar  en  mis  bratos        ■ 
Sin  voz  quedó  y  sin  alíenlo , 
De  suerte  qne  sin  pod«r 
Valeria  siquiera  el  eco , 
Desde  su  albergue  i  tus  ptanias... 

Bastí,  basta;  que  no  quiero 
Ijue  aunesLe  pequefio  iuslaoLe 
Uue  te  escucha  mi  silencio. 
Puedas  presumir  que  es 
Callado  «gndecimiento. 
En  el  empeño  me  bailaste 
(Es  verdad,  yo  lo  condeso) 
ue  rendir  esa  eiirañeía , 

V  viendo  eo  su  amparo  puesto 
ACéUro,  lepedl 

Favor;  pero  uo  por  eso 
Te  dije  que  me  quitaras 
A  mi  el  desvanecimiento 
De  rendirla  yo ;  qne  uno 
üs  valerme  eu  nn  trofeo 
A  que  yo  salga  con  él , 

V  otro  hacerle  lú  lao  dueño , 
Que  tü  te  salgas  con  todo , 
bin  darme  parte  en  r I  riesgo. 
¿Qué  cosa  es  quitarme  i  mi 

La  accioo  que  de  vencer  leugo? 
Pues  ¿uo  leiigo  jo  valar 
Para  Iturar  lo  que  empremlo? 
¿No  volviera  yo  i  buscarla ' 

ÍNo  supiera  cuerpo  a  cuerpo 
lendirlayot  Pues¿por  qué. 
Loco,  osado,  altivot  necio, 
Quisiste  ajarme  la  gloria , 
Asunte  de  mi  irdimienio? 

V  par*  que  mejor  veas 

SI  le  ten^o  ó  no  lo  lengo , 

V  que  tnunfo*  de  olra nuno, 
M  los  eslimo  ni  aprecro , 

V  en  Qn  que  lu  alecto  ha  sido 
Aun  mas  desaire  que  afecto; 
Vuélvete,  fiera,  á  tus  mDiiteE,{4/n^I«.) 
Que  JO  te  buscaré  en  ellos  : 

V  a  ii,Céflro,  porqué 
Tampoco  pienses  que  puedo 
Agradecer  la  Dneu 

Del  pasado  ofrecimiento, 
Tamoien  le  digo  que  estoy. 
En  el  hado  que  padexco , 
Mas  hallada  con  mi  mal 
Que  estaré  con  tu  remedioi 
Porque  no  uuiero  de  li. 
Ni  ann  la  tíos,  cuando  ilueKo 
Fueras  de  la  vida  lú. 

V  asi  los  tres,  sin  que  i  veros 
Vuelva  olra  vez  de  mis  ojas , 
Volved,  volved  de  mi  huyendo  : 
Tú,  humana  Hera,  i  tus  montes , 
Tb  i  tu  patria,  y  tu  i  tu  reino  : 
Porque  en  mi  do  habéis  de  hallar, 
Siem(fre  1  mis  iras  atentos , 

Ni  tú  agrado,  ni  pieilüd 
Tú,  ni  t&  agradecimiento. 


Acción  i  responder  tiene. 
He  he  de  tomar  el  primero 
Lugar,  por  mujer. 

¿Qnerris 
Decirme,  según  soberbio 
Tu  esjilrilu  es,  que  tampoco 
H  is  ejemplares  siguiendo , 
La  libertad  de  mi  mano 
Quieres ! 

ISlriLK. 


Los  reales  aparatos 
Ue  sus  doseles  supremos. 
Me  parece  que  entre  [Himpai 
Reales  estoy  en  mi  ceutro  : 
y  asi.,.  (Ap.  ¡Quién  hacer  SDidera, 
,Por  causas  que  ya  no  eollendo , 
Maüoso  al  rencor ! )  postrada 
Hoy  i  tos  plantas,  le  ruego 
Que  como  t  humana  me  iralea, 
Puea  le  soy ;  que  si  el  despecho 
Soberbia  me  li  lio  en  los  montes. 
Humilde  me  Iiari  el  coioejo 
En  los  poblados. 

Levanta , 
Levanta,  asmnbro,  >lel  suelo ; 
Qne  por  servirme  de  lierii, 
Ea  mi  servido  te  acepto. 

lalFILE.  {Ap.) 
Perdóname,  padre  mío. 
Si  pudiéndome  ir,  me  quedo 
SinUi  vivir;  qne  no  sé 
Quién  me  ba  trocado  Cl  aléelo 
De  uo  hisianle  a  otro. 

V  porque 
Saber  quién  eres  deseo, 
Conmigo  le  ven...  y  tú 
No  prt;9umas,  eitranjero , 
Que  es  favor  que  usu  cooligo. 
Aceptar  tu  oñ^cim lento. 
Eslo  te  digo,  porqué 
Arguya  Céfiro  deslo 
Que  no  agradeceré  el  sayo. 
Pues  el  luyo  no  agradeico. 
(Vante  Andarle ,  Irlfile  f  lai  dam 

¿Qoiéo  vI6  Igual  dessireT  • 
Ins. 


Igual  dearaaeclmieutoT 


Tan  alegre  y  tan  contento  t 

nnnu.. 
¿Para  esto  dias  y  noches 
Corrimos  montes  y  cerrosT 
ins.  (,Ap.) 
Qué  baga  la  finesa  agravio! 

etnae.  {Ap.) 
Qué  haga  quejí  el  rendimienlo! 

unaoR.  (Af.  á  tM  amo.) 
iCntl  se  ban  qneiladu  los  dos 
Elevados  y  suspensos! 

MOHJU.IWI. 

^eslosT  pues  yo  les  trocara 
■1  toimeoto  t  sus  tomwatoc. 
,z,db,G00QTc 


LA  FIERA,  EL  RAVO  Y  LA  MRDRA. 

le  bt  dehillirme  >1  lido  puesto 


Yo  no,  porqoe  u  bao  mirado 
" -  e, 

HGNALSOit. 

Escucha  atento. 

CiFll.0.  (.*  tiU.) 


A  dos  cosas  laii  ilnlealai. 
Como  balier  los  ojos  pue«to 
(IJuitn  es  sabiendo)  y  bsc« 

Con  tan  püblicos  eslreí 

Kinezas  por  Aiii>j»Tte , 


Fundas  tui  atrevimientos* 

it». 
Puiliéraie  responder, 
r.éUro,  que  un  caballero 
Por  mas  que  viva  ignorado^ 
No  puedo  Tallar  i  serlo  : 
CoD  CUJÍ  raion,  la  libre 
GSIanteria  de  un  peclio 
Generólo,  do  es  agravio 
De  los  mas  cercanas  deados. 

Y  que  en  cnanto  iTtr  lu  ofisnu 
De  aquella  causa  ei  electo. 

No  corre  í  cuenta  de  quien 
No  ia  li*  eleKldo  p"t  serio . 
Puesto  que  el  iauce  él  se  vino 
Elegiiln.  Kas  uo  quiero 
Qae  con  dos  satisfacciones 
l>ieiises  que  resuuro  un  riesgo : 

Y  asi,  te  dirá  no  mas 

De  que  io  hecbo  estk  beolio , 

Y  que  1  precio  de  mi  vida 

Lo  habré  comprado  en  lioen  precio. 

A  eso  no  me  toca  1  mi 
Respouder,  sino  i  mi  acero > 
{Saean  Uu  ttfaiat.) 

Ulrad,  tened... 

Y  t  los  tres 


Estarooi  quedos , 


Qoebí 


círtHO. 
Pues  poure  al  lado 


(Qué  nos 

U  bacer  como  que  reBimos. 

PoM  nja  de  cumplimieuloi 
V  nadie  Üre  1  maur; 
Pues  bastara,  como  dieilTOi. 
El  sefialar  las  heridas. 
(Saeatt  U$  eriadot  lu  ett^t»*,  t 


Urvue  4fá»  U 


*.) 


4P1MI  Ib  te  ponei  en  nedioT 


Seguoeio, 
El  no  ajodar  i  ninguno 
Seri  mas  noble  preieito, 
ftne  DO  embaratar  i  eninnbw. 
pieviLtoii. 


De  Céfiro;  que  uo  puedo 
Dejar  jo  de  maniauer 
!  Lo  que  be  dlcbo  j  lo  que  be  becho. 

!  PIOMAUON. 

!  La  soberbia  de  péuur 
Que  no  importa  te  agradeico , 
'  Para  poder  con  buen  aira 
a  su  iado. 


PIGUALKUN. 

Esa  iguaidad, 

)  Iguales ,  sospecho 

Que  Cuera  afectada, 
l/is. 

Aguarda, 
Que  porque  no  desatenta 
Presumas  que  do  la  haj, 
Y  por  bacer  el  empeño 
Tan  de  uoa  vei,  que  no  pueda 
Hasta  el  Bnddar  de  serlo... 
Ibs,  principe  oe  Epiro 
Soj,  que  i  la  Arcadia  v]aiendo> 
Provincia  raia ,  corrí 
Tormttnta. 

riGULEon. 
,qué  escucboT  ¡Cielos ! 


íTQ  eres  Ifls  T 


ir». 
ISs  so;. 


Perdóuame,  que  no  puedo , 
Céfiro,  dejar  de  echarme 
A  los  plés  de  quien  le  debo 
Vida  j  honor. 


Tus  piedades. 

Yo  agradeieo 
Haberle  hallado ;  mas  no 
En  esta  ocasión ,  supuesto 
Que  aqui,  que  no  me  embaraces, 
y  no  que  rae  ajades  quiero. 


Eso  *s  uno.  V  olTo  es 
Volverme  i  dejar  eo  medio, 
Para  que  ñna  j  otra  vida 
Guardar  intente. 

Sale»  ANAIAKTE  f  tai  luaas. 


cÉnio. 
Aguarda. 

No  has  de  segniHe, 
Sin  que  me  digas  príinsro 
Qué  ei  es  10. 

CÉFIRO. 

Yo  lo  diré ; 
Pero  seri  A  mejor  tiempo.        (Vom.) 

UUlAHTa. 

Decidme  vos  lo  que  ha  sido. 

PI6NA1.EOM. 
Yo,  seilora,  lo  aé  menos , 
Pues  solo  sabré  decir 
ine  en  dos  partidos  arectos, 
leimporta  acudirá  entrambos.  (Vofe.) 

puSQum. 
Cada  cual  liga  i  su  dueilo.       {Vatt,) 

Puet  adiós,  basta  otro  dia.       {Ym.) 

i  Nsdle  me'  dice  qué  es  esto  T 

Yo,  señora,  lo  diré. 
Esto  es  une  tres  majaderos , 
S<Are  quiéu  se  ha  (le  matar, 
ge  liacen  dos  mil  cumplimientos. 
•líate  usted.—  No  sino  usted. — 
Usted  ba  de  ser  primero.— 
V  tras  esto  viven  lodos. 

QiiHa,  hmi. 


Pues  si  pretendes  saberlo , 

Yo  te  lo  diré  otro  dU , 

Q«lit  eno  mas  oobie  alecto.     (Vate.', 


:  Desta  suerte  i  mis  umbrales 
V  i  mi  se  pierde  el  rcüpelot 
Decidles  vos  qpe  si  tuelvea. 
Atrevidos  y  soberbios, 
A  aventurar  mi  decoro. 
Que  ban  de  ver... 

Sala  iSBBLU. 

I  ¡Raro  suceso! 

!  ;Qiié  ei  eso,  IsbellaT 

Es,  señora. 
Que  apenas  se  miró  dentro 
I  De  tu  cuarto  esa  lantasma , 
Que  i  ser  trasto  palaciego 
[  fe  han  enviado  los  montes, 
,  Cuando  sus  adornos  riendo, 
I  Doseles,  camas  j  estrados , 
Después  de  haberla  jo  puesto 
;  No  sé  qué  galilla  tuya , 
,  Perdió  el  poco  en leñdim lento 
[  Que  debía  de  tener; 
I  Y  pasando  eo  un  momento 
I  La  admiración  i  delirio , 
Da  en  tratarse  como  dueño 
Do  todo.- Mas  1  para  qué , 


SaU  IRIFILK. 

iHola! 
iNadie  reípoode  1  ¿Que  es  eswT 
Pues  ¿cómo  asi  me  dejáis 


Doméstico  ispld,  i  qpien 


wpiu,  a  o^Mn 
,zodb,GOOglC 


CQHKDIAS  UE  DOM  PEDHS  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


Ya  mimx  abrigué  m  mi  senoT 

Mal  spTviJa  c»laj  de  vuestra 

Deulencioii!  Peto  ¡  cielos ! 

j  Ay  (le  mi!  i<|ué  es  lo  queiiign? 

iA^ilemüiiiuérsIoqucpieiisol 


iQnéUeiiei? 

No  sé ,  señora , 
No  sé,  porque  uit  devineo 
Hasu  mirarle  se  habla 
A  pollera  Jo  en  mi  pecbo; 
Hat  lú,  ea  tiéiidoie,  me  qaiUit 
Todo  el  (lesvaueciroieoto. 


No  es  la  prinera  vez  esta 
Uu<-  [ns  lio  vistos  olijelos, 
i:a3ii(lii  í  la  capacidad 
Sobra n  del  que  llega  á  verios. 
Le  uruscan  y  le  eourundcn 
Uazoa,  discurso  ;  iugeiiio. 
Cóbrale  pues,  y  coomign 
Ve»  á  espaciarle,  que  quiero 
( Va  que  la  expenmda  tnlM 
He  ht  ba  dicfao¡  que  ru  a<|uesos 
Jardineteea  quicD  roas 
Hi'pare  ins  seiitim  lentos 
La  miuica,  para  que 
Ha«  asegurada  deilus, 
Tn  pairia  y  oorohre  roe  iligax, 
Y  por  qué  exli'aúos  sucesus 
Te  ba  Iraido  la  fbrluaa 
Asi  i  vivir. 

Poco  he  menester  colirarme. 
Pues  cuan  10  decirle  puedo 
De  mi,  es  que  mi  nombre  es 
Irililí  :  aue  el  prim<<fo 
Bayo  del  sol  vi  ea  el  rooiite , 
Adonde  uu  anciano  viejo , 
Padre  mió,  me  ba  criado    - 
Allá,  por  no  sé  qué  agüeros 
Que  tió  en  las  ocultas  ciencias 
Ite  estri:ilas  y  de  luceros : 
De  quien  yo,  para  cumplirlos , 
He  estudiado  el  entenderlos. 


txinmigo.  Vosotras  Inefio 
Se^ía  á  los  dos,  llevando 
Al  jardiu  los  Insirumeiitos. 
[Yante  iat  dot.) 

Ya  que  aquestas  novedades 
l)an,  no  sm  disculpa,  lieriipo 
Para  que  pueda  un  amaine 
Hablar  en  sus  senlimienlos, 
iSabrlnme  decir  ustedes , 
Porque  me  imporla  s.iberlo, 
Cuifde  u^des  cuatro  es 
Una  dama  a  quiea  vo  quiero, 
(^mo  cosa  de  peraer 
Por  ella  el  euiendimiento? 
Porque  yo  bieu  sé  que  es  una , 
Has  qué  una  es,  no  sé. 

¡  Bien  nuevo 
Estilo  de  declarar 
Un  gaiaii  su  sentimiento ! 

LKeaoH. 
Cada  ano  se  declara 
Como  puede. 


Pienso  que  si,  i  lo  que  pieuso. 
i  Eli  qué  lo  ve  ! 

Eoqi 


aie  sdlta,  y  en  que  traigo 
la  bipocondria  aci  df-'-- 
rajede  cosicosa. 


is  discrelo 

DKdria  aci  dentro 
e  cosicosa , 
_  Que  la  siento  j  uo  la  siento. 

Pues  declárese  ya  usted 
Di'  una  vet,  v  vuelva  laego; 
(Juc  aqui  se  le  iJará  justicia. 

Eso  dijo  un  mosquetero. 

DOS  DABAS. 

¡  Qué  discreto  mentecato !       (VMu.) 

.  i  Qué  galante  majadero !        (Voaw.) 

LBiaoN. 
'  í^on  atributos  y  achaques 

De  galantes  y  discretos.— 
.  Mas  ¡  ay  de  mi !  \  Enamorado 

Sin  saber  de  quién !  El  Ciego 
,  llapait,  de  quien  hice  liurla , 
'  Sin  duda  alguna,  autla  i  liento 

Por  mis  sentido». 

$ii(«PIGHALEOü. 


No  se  pierda  el  brere  tiempo 

De  seguir  mi  desvario.  (Tmí.-) 

Señores,  ¿qué  ba  de  ser  esto , 
Ni  quién  me  sabrá  decir 
En  qué  ha  de  parar? 

CDHBo.  Iflemtro.) 

Aotéros.... 

t  Quién  es  AnlérosTMasiquiéa 
A  mi  me  mete  en  saberla. 
Sino  cu  seguir  i  mi  aroo, 
V  procurar  enculiierto 
£al)er  quién  es  quien  le  Ueu 
En  estos  jardines  muerto, 
T  quién  podrí  remediar 
Su  amor  ó  locura  T 

CUPIDO.  [penlTO.) 

Hal  Antéros  te  dé  Dios, 

si  eres  el  que  pienso.  '  {Vm.) 


Dime,  te  meco, 
íVisteáCénroóállisT 
Qne  yo,  por  seciiir  á  uu  tiempo 

i  A  los  dos,  lio  vi  i  ninguno. 

[  A  mi  me  pasa  lo  mesmo ; 
¡  Que  por  seguir  cuatro  damas, 
:  Sin  conseguir  uua  l}nedo. 
.  Has  i  lúURtmo  vi. 


i  Ay  triste ! 
Que  en  su  competencia  temo 
Declararme  por  el  uno , 
Porque  á  eniramtios  si:  lo  debo  ; 
A  IHs,  por  su  embajador, 
Queeii  Lidia  siempre  mi  affcto 
Se  mostró,  y  en  mi  desdicha , 
El  rué,  i  su  mandato  atento, 
Qiiípn  me  uuardú  y  puso  en  salvo, 
látiro  aquí,  noble  y  cuerdo 
He  ofrece  el  Tavor  op  que 
Necesito...  Has  ¡qué  veo! 
Va  abierto  el  jardín  está. 

Pues  ;qué  importa  que  esté  abierto ! 


I 

:  ilüdatt  el  teairo  en  el  de  jardín,  fe» 
medie  kabrduaa  fuente,  s  ubre  elU 
nna  hermoia  etíaiua ;  g  sale  CVPMM 

I     caaUítdo  en  edm  reeiMito. 
conDO. 

;  Si  elortw  de  la  luna, 

'  Ksrera  soberana 

'  De  la  casta  Diana , 

,  Sagrado  puerto  Hié  de  tn  forttiiu 

1  ( Adunde  sin  ninguna 

,  Ubedieiicia  i  mis  Hechas , 

'  Hendimiento  k  mis  iras, 
IJ  de  plomo  las  miras, 

U  de  oro  las  acrcli;.s 


De  vidrio  y  nácar  clar^lMyas  bellas, 

V  Argos  du  tamos  ojos  como  estrellas , 

Liuce  de  tantas  nocbes  como  días , 

Atiende  á  ver  de  las  victorias  mias, 

Eu  lio  lejos  conQnes, 

Tres  triunfos,  df  qne  dueño 

He  hace  el  primer  diseño; 
'  Que  para  que  mejor  los  determines , 

Teatrote  quiero  hacer  deslos  jardines. 

Vuelvo  pues,  vuelve  á  vellos  ; 
.  Veris  representar  mi  triuiiro  en  ellos 

De  llera,  rayo  y  piedra  en  otra  parte 

lé  ya,  yfaiasono  en  estacsrira; 

■  Ira,  rajo  j  fler 

:  soy,  en  Anajai 

_  mármol  Trio,  á  quien  el  arle 

Hermosura  sin  alma  dar  procura; 

Porque  en  aquesta  calma 

Auu  venciese,  sin  alma, 

Hermosa  una  escultura... 

Pero  ¿cuándo  tuto  almalaberiDosura* 


jQué  importa,  dices,  villano. 
Infame,  atrevido,  necio! 
iQué  importa?  Pues  ^sabes  tú 
La  deidad  que  haMta  demroT 

Yo  solo  sé  que  estás  loco. 


'  rciuLi:iuiH]u  uifu  aiin 

!  La  mímica,  que  en  ellto^ 
Suena  en  ecos  veloces  ,^ 
His  tríuiiros  diga  á  voces,  [H^ 

:  Viendo  arrastrar  de  tres  prodíaios  be- 
La  ocasión  mi  furor  por  íus  cabellos. 
V  t>orque  suspendido 

,  'l'engas^eii  mis  despojos , 
No  solo  el  devaneo  de  los  ojos , 

I  Has  también  la  lisonja  del  nido , 
Del  aire  stieáde  al  sonoroso  ruido 

1  Que  cama  en  repelidas  armoulas 

I  Desprecios  inyos  y  victorias  mias : 

.  Pues  dice  lodo  que  al  nacer  Cupido . 

'  Hurló  Antéros,  amor  correspondido. 

I  Céfiro  ¿en  quién  dicha  esperaT 

I  aiJsicos.  [Denlre.) 

!  En  MU  fUra. 


dbyGOOglC 


^Y  quién  &  [(Is  (lu  deimajoT 
■lisíeos.  [Denirt.) 
(/»  Mía  rayo. 

iüii  ijuiéi)  PIgm«leoa  no  meilraT 
HÓsicos  (Oíntr#.) 

En  una  ¡liedra. 

carino. 

Ninguno  llegne  i  ser  yedr»   ■ 

Del  laurel  que  tma,  parque  linj 

Lroreii  lodos ,  que  vo  soy 

I..1  fiera,  el -rajo  j  la  ineilr». 
■lisíeos.  (DtBiro.) 

Kiagiino  Uegue  á  *er  yedra 

(Vuela  CupÜv.) 

,    &itenmSvNM  JARDINERO. 

iris. 
Esio  babcis  de  hacer  por  mi. 

;ardi.heiio. 
No  sd  si  mé  airevcrú. 
iris. 
'  Pues  iqné  riesgo  tiene  fl  (|ue 
Con  vos  me  leiisais  aquí , 
En  Ir^e  de  jaruinero , 
Cuatro  dlasT 


No  es  posible;  que  eitiranjero 


Mirad... 
Vo  blea  01  diera  un  ^estido, 

V  bien  eoDtnigo  os  tuviera ; 
Bien  de  sobrino  os  iratira , 

V  bieu,  en  So,  os  guardara , 
Si  mal  no  me  sucediera. 
jpNo  codocpIsA  Auajarle, 
Que  es  QQ  rajo? 


Iris. 
Va  lo  se 


i  Oh  buslarcH)  hijo  de  Marte : 
No  le  li;is  de  vengar  de  mi; 
une  lia  de  salwrml  aiwu 
Esta  tin|>osible  belleza 

JÁKMNERO. 

Gente  viene  alU. 
Reiiráos. 


Sale  PIGMALEON. 

iMode  bjMDO,  caroarada? 
ri«a*L(on.. 
Por  este  bello  jardín 
DtrerlidD  vof,  i  fln 
De  admirar  da  sa  eiiremada 
Flbrfca  j  agricultura 
El  arte  y  naturaleza , 
Ailónile'de  la  rliineza 
Oi'Sprecío  hace  la  hermosura. 


LA  FIERA ,  El.  RAYO  V  L.\  PIEDRA. 

if  os  querréis  i'Stur  3c|uj 
Kiuboliíiilo  tullo  t'l  tlia. 
Junio  a  aquella  Tufíile  Tria 
Uoude  uiras  vrces  os  viY 
Pues  no  ha  ile  ser  hoy  j  que  ci 
Que  Aiiajarle  ba  de  bajar 
A  su  esfeía. 

PlGH*l.(ON, 

Dad  lugar 
Breve  rnt»  á  mí  deseo ; 
Que  esta  sortija  podri 
liar,  si  os  Hü>-n  esta  culpa , 
Utí  mi  p»rle  la  disculpa. 


{Ap.  ;V  cámoiiueladará'} 
Mirad:  si  la  U'ls  teñir, 
Procurad  luego  eaccHideros. 
(Ap.  íQnién  sou  estos  majaderos 
Que  sallen  dar  sin  pedir? 

Y  aun  otro  mas,  ([ue  es< 
Dt-niro  del  jardín  t-sii. 
Pero  aquel  manda  y  no  da, 

V  asi  no  es  tau  bien  servido.)    ( Val 


iQaé  lias  oído? 
Huchísinias  boberias. 


iHas,  di,  llegado  á  enirndpr 
Que  esta  perfecta  escultura 
La  cansa  es  de  la  locura 
Que  me  lias  visto  padecer  T 


Ya  que  sola  á  verte  llego. 
Helada,  muda  hermosura, 
Permite  que  mi  locura 
Temple  en  tus  aguas  su  fuego. 
Ilesue  el  instante  que  ciego 
Vi  eu  tu  rara  iierfecciou 
Lograda  mi  admiración. 
Te  confieso  i|ue  al  mirarle 
Es  la  inclinación  del  arte  ,    . 
Arle  de  otra  ioclínacion. 
I  Qué  mano  ( :  a;  imtgen  liplla  ! ) 
Di'  dci'lad  te  relmló 
Tan  superior,  que  i;iipió 
Hasta  el  infliijoá  tu  eslrelIaT 

V  es  verdad,  que  i  estar' sin  ella, 
iQuiéri  inclinarme  |>odia 

A  amar?  Si  ja  na  serla 
Que  al  ver  cuan  perrecta  estls 
Que  alma  te  Alta  no  mas. 
Te  has  valido  de  la  mía. 
La  elección  estimo  :  oo 
Uurcti  tus  ansias  esquitas; 
Qué  i  precio  de  que  tú  vlvat, 
¿Qué  importa  que  muera  jat 

V  pues  mí  arecto  te  dio 

VA  ulina  joh  estatua  bella  1 
Vive,  vite  al  poseella , 
Porque  no  es  justo  (¡ay  deini!) 
Que  ella  no  te  sirva  i  li, 

V  a  mi  me  dejes  sin  ella. 
O  para  verme  y  hablarme 
El  alma  que  te  di  em|>lea  , 
(I  para  (jue  te  hable  y  ve.-i 
Vuelve,  volviendo  á  uiiim^irmE, 
El  alma  que  te  di  í  darme  : 
Mir»  qui!  fS  desden  indino. 

Si  i  Ü  fué  jr  i  mi  no  vino, 
Crér  qni>  algún  tirano  dios. 
Poniéndose  entre  los  dos , 
Nos  la  ha  burlado  en  el  uamioo. 

Sale  LEBRÓN. 


Diciendo  amores  esit 
A  una  estatua,  i  quien  ofrece 
La  alma,  j  ella,  me  parece. 
Pues  hecha  un  mirmol  estt. 
Que  no  le  responderá. 


No  querré ,  ni  «í  ocasión 

I  riCMJU.ion. 

I  ¿Por  qiiáf 


, Quién  habla  aquí? 

Bien  podías 


En  toda  mi  vida  fi 


¿Ulceslo  do  vérasT 


Porque  quien  no  sabe 
Hablar,  no  sabri  pedir. 
;  Hay  cosa  mas  descansada    . 

Cuidar  de  lo  que  su  dama 
Ha  de  comer  y  vestir? 
V  mas  en  lieuqio  que  el  traje 
EsU  tal,  que  sin  mentir. 
No  se  usa  |ior  mayo-ei 
Jubón  <|ue  se  liizo  an  abril. 
Fuera  dv  que  ¿ijué  repuso 
Puede  balicf.  como  dormir 
Seguro  de  que  sn  dama 
Kn  casa  esta,  sieiuto  asi 
Que  es  corriente  sal>er  que 
Ño  se  ha  de  mudar?  Y  en  lin. 
Solo  bay  ma)o,  1  mi  ^r... 

FICSjtLEOn. 

iQuéí 

Sue  es  materia  muy  civil 
knao\,  y  liabia  de  ser  bronce 
Para  haberle  de  suiVir, 


Riete,  que  eso  y  aun  mas ' 
Uereico.  Mas  ¡av  de  mi ! 
Que  Anajarte  al  jardin  b^a , 
Segan  to  llego  i  Inferir 
Uestos  instrumentos,  i  Qué 
He  de  hacer t 

LIBHOH. 

Echar  t  huir 
A  uno  destos  emparrados. 


db,C?f)Oglc 


TOHILSON- 

Dicea  bien.  ;Qnlte  esU  aquí ! 
{Llega  i  eteonderte,  f  halla  i  Céfiro.) 

Yo  vyj,  PiomaleoD ,  ()ue  no 
Viendo  i  loi,  iras  quien  rail, 
hiéuLras  vuelvo  i  bailarle,  ocuko 
Del  cancel  Jesie  jazmín 
Estoj,  por  ver  si  m<  dicha 
Llega  acaso  i  permliit 
(Jue  pueila  adorar  a<|uella 
Flennosa  llera,  i  quien  ül 
Toda  el  alma. 


COMSDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDEKON  DE 
IFU.  ipeutío.) 


Quien  llega  1  verla  ¡telii! 

PiGNibr.o.i.  (OcmU».) 
\  Feliz  quien  mt¡  á  esia  (ombra '. 


Pues  DO  qoiero 
Tu  amor  etlortiar;  j  asi 
He  retiraré  a  oua  parte. 

Si  aqnl  hajr  buésfwd,  fnena  es  ir 


¡ftoé  es  esto  ? 

Ins. 
Como  DO  halle 
A  Céltro,  tras  quien  fui , 
Por  lograr  alguna  dicha 
SI  acaso  haja  al  jardín 
El  bello  ra;o  que  adoro. 
Oculto  aquí  estoy ;  j  asi 
No  me  descubra  tu  ruido. 
Retírate. 

Siempre  tí 
Qoieu  llega  larde  qnedarse 

Eo  la  eafíe. 


I  A;  Infeliz! 
Que  j*  no  podré  sin  verme ; 
Pnes  veo  hiela  aqnl  venir 
Las  dos  que  los  dos  adoran. 

icaaoii. 
Y  ano  tas  tres  puedes  decir, 
Porque  también  mi  señora 
Dolía  Hirmol  se  esü  aquí. 

Foena  ha  de  ser  que  m«  f  ei , 
Si  no  me  llega  i  encubrir 
La  basa  de  aquesta  rúente. 
Tú  no  te  quite*  de  ahí, 
Por  si  oj6  mido  6  vi&  sombra, 


Como  lo  qne  quiebre  en  mi 


Vendré  en  ello  flcilmenie. 


Todaí  conmigo  venid. 

ctfMo.  (Oeitito.) 
i¡fe\ii  quien  llega  i  rairtrli! 


¡riaie.desta  esfera? 

lalriLK. 
iQué  me  preguntas  1  mi,   - 
Si  no  ba;  rasgo,  no  hay  amago , 
Si  no  bay  linea ,  no  hay  perfil , 
Señora,  que  no  me  vuelva 
Al  pasado  frenesí. 
Absorta,  admirada  y  mada* 

ANUARTl. 

e  bay  aqnl 
..  Has  4  quién 


Uii  que  has  de  quebrar  en  mi , 
tln  hipocóndrico  soy. 
Que  se  ba  entrado  í  divertir 
A  este  jardín. 


Pues  I  de  cuando 


Todas  1  ese  U>co  asid . 
y  al  estanque  de  las  fuans 
Le  echad. 


Qué  son  focas,  me  decid. 
Bestias  loarinas,  qne  comen 


delito  civil. 
De  las  cuatro  enamorado, 
A  entrar  aci  me  atreví : 
Doleos  de  mi  las  cuatro. 


¿Cómo  es  eso  que  decía! 
:Cuatroamaisf 


Üevaille  i  echar  i  las  lleras. 


Este  es  un  loco ,  señora. 


Ecbadle ,  echadle  de  aU.  ^ 

isacLLA.  lÁf.  é  uSrwi.) 
Yo  os  quiero  poner  en  salvo. 
Coiunigo  solo  venid. 


í  BARCA. 

iQué  dirlu  de  eso  las  tresT 

<M.  A  fe  que  DO  te  has  de  ir 
^o  alguQ  casiigo.)  Una 
Píneu  be  de  bicer  por  ti. 

LiraoH. 
;Qué  esT 

Parabablarie,  despnet 
Que  todas  falten  de  aquí , 
Este  cenador  te  ba 
De  ocultar. 


Que  si 
iñybJ 


Porque  ti, 
Porque  como  ét ,  no  solo 
Cenador  soy,  pero... 


__..a  qne  no  bas  de  salir 
Del ;  que  si  vuelven  i  verte. 
Serl  ruena  oue  hayas  de  ir 
Al  estanque  de  las  focas. 


Eso 

Ha*  de  hacer.  {Ap.  Abora  be  de  ir 
A  avisar  al  jardinero 
Lo  qne  ha  de  hacer. } 

( OeüMe  en  un  eenatir,  y  vffM.) 
iris.  {Oculto.) 

Conseguí 
La  dicha  de  ver  su  cielo. 

Logré  el  deseo  felii 
De  idolatrar  su  hermosura. 
nGnkLEON.  {Oeult».) 

_ Oto  conseguí 

De  dejar  fuera  i  Lebrón. 

>N.  {Ooaito ) 
Rendí  la  una :  con  que  en  ña , 
Tres  me  faltan  para  cuatro. 

UtUlkKtt. 

Va  que  el  sol  eo  el  viril 
Del  mar  baña  los  hermosos 
Peinados  ravos  de  OQr, 
V  que  la  estrella  de  Venus 
En  teatros  de  laflr, 
Esti  en  la  l^a  pidiendo 
Silencio  i  todo  el  coaUn, 
)s  retirad,  poniné 
e  mejor  desde  alH 
lúsíea  al  dulce  son 
Deste  cristal,  que  sutil 
Citara  de  vidrio,  forma 
Sobre  trastes  de  martil 
;  Fantasías  cíenlo  á  cíenlo, 
[  Y  cUnsulas  mil  á  mil. 

( Vaiue  ím  éantti  y  lot  miiieót. } 
n  paséate  conmiga 
Por  su  margen. 

lairae.  í.ip.) 
¡Ay  demi! 


dbyGOOglC 


Que  toda  ttU  mkjMtail 
Con  que  la  veo  servir, 
SienJo  poin|ia  para  ella , 
E»  euiidia  p»ra  mi. 

iFIS.  (^.) 

lOné  dulce  rajo  de  amor ! 
of  nao.  (Ap.) 
jQoéflDeía  tangenüi; 

noMÁLiov.  {Ap.) 
iQnMn  le  diera  em  sentidos 
AUpiniTer  joir! 

Lino».  (Ap.) 
La  flera ,  el  raTo  T  la  piedra 
üstoj  viendo  aetoe  aquí ;      , 
Y  cuil  de  loa  Ireapaaece 
Has,  uo  lo  sabré  decir. 


iHo  ba  de  lerlo ,  si  tu  pié 
Pisa  BU  hermoao  pais, 
A  ODI  j  otra  flor  i  un  tiempo 
Dando  ;  quitando  el  matiz! 

cípiao.  (Ap.) 

iQuién  saliera  i  bablatla ! 

fns.  [Ap.) 

¡Qu^én 
Pndlera  i  hablaría  saltrt 

PiGutLeoii.  {Ap.) 
, Quién  Tuera  Orfeo ,  y  moviera 

LEaRO».  (Ap.) 

¡Quién  viera  venir 
Ya  la  cena  al  cenador  1 

tos  nía.  (Ap.) 
Has  basia  poder  decir 
Ai  ver  lu  bennotura ,  que... 

«dMCDi.  (Otalrt.) 
El  teréai  que  ge  la  vi... 

u»na.(Ap.)     ^ 
La  música  por  mi  bablú . 
Pnea  es  vrnlad  que  la  yí... 

■ÜHCos.  {Denin.} 
En  ti  campo  entre  la*  líoret... 

LOS  Taa».  (Ap.) 
Aun  cuanto  va  A  repetir. 
Va  a  mi  intento,  pKea  redcre.. . 

■lisíeos.  (Dentro.) 
Cumé»  Ceü»  dija  al... 

Veamos  lo  qoe  dUo  Celia , 
Si  hace  también  i  mi  Bn. 

■úsieos.  (Dealre.) 
ne  muero  i 
Ttmgait  littima  de  m 

im.  lAp.) 
SI,  pue«  qae  de  amores  mnero. 

ctriBo.  {Ap.) 
fmtt  mnero  de  amores ,  ai. 
pioaaLSoii.  (itp.) 
Todo  bare  al  iniesio  de  otros. 
Solo  al  mki  ( i  aj  iolUte  n 
No  bace,  pws  onnca  podré 
La  que  JO  adoro,  decir... 

■daicos.  (DeiOr».) 
¡Af  fue  m»  Mwro  dt  amtreí! 
tengan  liOlwta  de  mí. 


LA  FIERA,  £L  BAVO  Y  LA  PII 

Bien  sonora  es ,  ai  no  fuera 
La  letra  de  amor. 

A  mi 
Cualquiera  música  pudo 
Siempre  llevanae  tras  si. 
waaoi.  {Ap.) 
„Qué  es  esto!  Viven  los  cielos. 
Que  DO  llueve  por  squt 
A  uso  de  mi  tierra,  pues 
Llueve  Mcia  arriba,  ¡  A;  de  mi , 
Que  como  si  Tuera  tronco. 
He  riegan  por  ta  rail  I 
*='  — 'go,  doy  coa  lai  (ocaa, 

saiga,  be  de  morir 
Anegado  por  el  pié. 


Vuélvele  ioiaa  que  Aiujafte 


Ki  ConÜM 

Te ;  que  quiero  mss  serilr 
Eq  palacios,  que  reinar 
En  montañas. 


Letra;  tono repelid, 

{A  leí  fue  eaníam  d 
Que  bacen  liado  maridaje 
Nocbe,  m&slca  y  jardín. 

LOS  Tais.  {Ap.) 
¡Ota,  mmca  espirara  el  sol! 

■iisi^|s.  {Denlro.)  * 
El  verdad  que  yo  ¡a  vi 
fií  et  eaauH)  entre  ¡ai  /torea. 
Cuando  Celia  dijo  atí : 
-  Ay  que  sie  mtwro  <fe  osMrM .' 
reagan  Idiüina  de  mf. 

LEBKON.  {Ap.) 

Sj  que  me  mojo ,  seiíores. 
Ha  ser  Corpus  para  mi  I 


laiEo.  (Para  il.) 
Como  no  tengo  otro  norte, 
M  otro  rumlw  que  seguir, 
Irlfiie  mía ,  en  lu  busca. 
Que  el  vago  destino  vil 
De  la  planta,  de  cualquiera 
Raion  me  valgo  ¡  j  asi , 
Sin  recelar  daño  alguno , 
Ni  algún  rie£«o  prevenir, 
He  be  entrado  sin  saber  dónde, 
Trat  la  mdsica  que  ol , 
A  estos  tardloes;  que  cono 
Era  becbize  para  U , 
He  bace  pensar  el  deseo , 
SI  aqui  le  iraerl  tra^. 

DI,  Iriaie,  que  otra  letra 
Canten:  que  me  cansa  otr 
Que  nadie  muera  ae  amor. 

«irrio.  {Ap.) 
iNo  dijo  IrlUleT 

M 

Seto  diré. 

(Ap.  Nombre  ;  voi 
Ys  DO  me  pueden  mentir... 
Ni  Um  oto*..-  que  b  nocbe 
Aun  la  deja  percibir.) 
IrlBIemia.mil  reces 
Loa  braao*  me  da.  (itf.  d  ella.) 

latruA. 

¡  Ay  de  mi  I 
1  Padre  mío !  i  cómo  t  rjosgo 
De  tu  vida  wUaa  aqolT 


(Con  quién,  di , 
IrIQle,  bahías?  Mp.  Has  ¡cielo*! 
¡Qué  miro!) 

lalnut.  (Ap.) 
Llegó  mi  ta. 
UM  na.  (Ap.) 
iQué  oigo» 

Liaaoii.(Afi.) 
Nadie  tema,  pues 
Todo  llueve  sobre  mi. 


mi  casar 

Calla. 

iNo  hajr  quien  mt  deBeada? 

SI. 
{Salen  loilrei.) 

íK  defender  j  ofender 
A  UD  mismo  tiempo  veídsT 
De  dónde  ú  cómo  en  mi  olensa , 


Después  lo  sabrjis,  que  ahora 
Dar  mnerle  i  ese  munsirao  vil 
Solo  me  toca. 

Primero 
He  darts  la  muerte  i  mi. 

In*. 
Si  baré ;  que  por  Anajarie , 
En  Dada  debo  adrerlir. 

No  harls;  que  aunque  mu  me  importa 
A  mi  su  muerte  aue  á  Li , 
IriÉleledeUende, 
Y  por  ella  ba  de  vivir. 
Ins. 
Eso  es  Toirer  nuesiro  duelo 
A  aquella  primen  lid. 

Pues  jJi  qué  ra^or  principio 
Que  al  de  matar  ó  morir! 

Eso  no;  que  esto*  jo  en  medio, 
Qiie  k  los  dos  debo  asisUr. 

aiuiane. 
Ninguno  saqae  la  espada : 

Sie  acdoQ  es  mas  varonil 
1  vea,  en  quien  re&irsalM, 
Reportarse ,  que  reBir. 

aue  ;o,  porque  no  volvaito* 
o;  en  repelida  lid 

uigmzíídbvGoOgle 


COHEDUS  De  DOK  PEDRO  CAUtERON  DE  U  BARCA. 


De  MU  quicios,  j  acMlir 
A  <er  it  JO  dijo  m—"" 
Qm  i  lodo*  comiH 


Tú ,  UGni ,  cDamor»ilo 
De  iríBle  eniraite  aquí; 
Tú  (ja  lo  i¿)  de  t^  eiUiQi , 


lA  qoien  por  taeru  tegai, 
SaiiDMio  que  no  ere*  llFrí, 
!  y  qoe  hibniMtla  de  U 
'  EUoj.  iiDir  i  rslo  obligí  im  b: 


'  forqoe  DO  Icnga  üUcolpa 
Céfiro  de  eoinr  aiiai. 
Sa  aaof  le  busqae  en  les  mooli 
V  ílrTí  ligo  'le  lenir 
Tu  auráuo  padre  i  buMirte. 


{Á  ¡•igmalean.i    Ui-m.  Ven.  Iiíjj;  qae  uo 
Pvrqiw  •!  verle  á  ella  ¡iiiMir  SalH^  cuiíilo  ere*  (eliz 

Tu  aieulo,  lo  hr  inri-riüu;  '  Kii  salir  üe*le  palacio. 

Y  tAj^esIraujeroinlpliz,  (A  ;;b.)  utriLE. 


.  wnciJIUrlt  -  ... 
EiUBorado  de  uii. 
Que  M>T  mai  eílaiua,  piiea 
bé  néooa  qae  ella ,  si'ulir. 
I*iie«  tleodo  asi ,  ciiinpoaenM 
Quiero  1  kM  Iret. 

jCAmoT 

Okl, 


SI. 


PuM  to  esqoile  esUi  ei.   _  ,._,_ 
Vuelve  t  corlar,  vaelre  á  abrir 
Lai  etpainis  de  Aaliinte, 
V  e«e  varado  üeiUa 
tíau  le  bartó  de  ia  lorneulit 
Sea  vetado  oeliü 

Vue  al  aire  le  retliluja  : 
pue*  que  lau  iurelii 
Fuiste .  que  de  aquel  edipte 
Cayu  el  rajo  labre  lí 
i  Pue*  rajo  n  sin  llama  qoien 
-  Sa1>e  abrasar  sin  bertr ) , 
Llévale  i  apagara!  mar; 
Que  ma*  imposible  unir 
Ea  de  lili  tmor  el  eiiremo , 
Que  si  isieniaras  medir 
La  ilisiaucla  de  U  al  sol. 

Iris. 
Toes  fui  Un  necio  que  Tul 
De  paro  corles  Rrouro, 
Ya  qoe  palabra  le  di 
SId  saber  de  i|ué  la  daba , 
Te  li  leneo  de  cumtilir. 
Yo  me  iré;  jiero  será 
Para  volver  i  venir 
((>niii  con  mejor  fortuna ) 

Tal  Uneía.  que  ella  imeda. 
No  Higo  JO  couseguir 
Tu  bvor,  tlun  oUiKarh^. 


Aunque  me  pese  salir 
Ue  entre  m;gesiad  ;  pompa, 
I  Kui-rta  es  que  te  be  de  seipiir, 
1  l'ues  me  destinan  los  ciric* 
I  (Volviendo  otra  veial  lil, 
:  U  birbaro  antiguo  traje) 
I  Tírananenie  á  rivir 
'  Uonde  mi  mas  alto  estrado 
El  de  un  müiile  la  ceniK. 

'  N'o  destina» ,  que  ir  melor 
'  Aldaar,  jeado  tras  U , 
'  Sabré  ;o  mudarte. 

No 
,  La  si^ ;  que  basu  aalir 
I  Ue  BIS  términos,  está 
S^iora. 

cínao. 
!  Hal  impedir 

'  Podrí*  mi  intento. 


I 


Noel 


Me  dice  mas  claramente 
Quien  eres,  puesto  qoc  asi 
A  hi  re;  te  atreves. 


■■  To  tena  ó  tn  freseri, 
Ta  detilo  6  U  locura 
'  Üe  eame*dar,  escacha. 


Por  uo  ver,  por  uo  advertir 
1  Niuguu  eilren»  de  autor 

Le  supe  a|iariar  <ie  mi , 
'  jQué  iuté  i  luia  piedra,  a  una  esiauu? 


!  i  Por  qvé  lo  vas  á  decir  t 


iNosoyiurejT  • 

No  tengo  rej,  reiua  si. 

tQuién  lo  es! 

Vo  diré  (|nién  es 
Cuando  lo  pueda  decir.  íVaii-.) 


I  Que  in,  para  a  ,     . 

.  Ea  las  líceDciai  de  loco 
I  Tengas  liccDCia ;  ;  Mi , 

Esa  que  liasta  boj  iuritna 
[  De  alpina  deidad  gentil 
I  Veneré,  j  ja  desde  boj 

Tendré  por  retrato  vil 
I  Ue  uua  Lamia ,  de  una  Fk 
H'te.)    Pues  mudamente  ciiil 
!  Se  deja  mirar  sin  ter, 
I  Se  deja  halylar  sin  oír, 
,  Ea  mi  Jardiu  oo  ba  de  esb 
I  Vn  la  echaré  di-ljaidiu. 
I  (láscala  (ú  fuera  <lél ; 
!  Que  JO  ¡lor  vene  morir 
;  A  las  manos  (le  su  bielo, 
I  Veogada  delta  ;  de  ti , 


f  Que  diga  aqueste  mafi. 
I  Qui!  cuando  él  le  pensó  ^jsr, 
I  l'Dé  cuando  le  hizo  lucir.  — 
'  Uflla  deidad ,  va  eres  mia, 
:  \ii  le  ofrezco  desde  aquí 
!  Labrarte  templo,  eu  que  emplcs 
Cuanto  sope  j  adquirí, 
I  Siendo  4*  so  arquilectnra , 
I  Ya  al  cincel  j  ja  al  buril, 

i  b:i  menor  lustre  el  marfil. 
:  Ue  oro  j  <le  brooce  mi  mano 
!  I^taluas  labrarl  mil, 
,  Que,  como  Tamilia  luja. 
Las  vean  todos  asistir 

>,eu  cujas  aras 


i  El  o 


:  Presto  su  vot  me  ha  pagado  [ 

'  La  libertad  que  lo  di.  | 

CkFlHO.  i 

iEiiqnér  \ 

Noséeoqué;  masiquién       i 
*      Duda  el  decirlo  por  mi !  ! 

cCpibo.  [Áp.) 
tQuléii  créri ,  cielos ,  que  í  un  tiempo 
[Vtue.)    He  importa  1  los  dos  seguir, 

(V«í.) 


;  ExtraHa  locura !  Pero 

Va' que  eché  1  los  tres  de  mi, 

Ecbao<lo  de  mi  las  causas 

Para  que  novniren  ;iaul, 

^  Habrá  quien  me  h:ihle  de  amor  * 

^Habrt  quien  piu'da  ilrcir 

Que  correap'iiiila  va  mas 

Yol  ningún  aleclu! 

ANTEKÜS.  {En  U»  alU.} 


Atuí 
V  al  01 


>  paran 
'-«para  morir! 


I,  horror  i)e  aquesut  mootafiM,         Ya  que  solamente  falta 


No  nié  acnilo  de  mi  acento 
Rl  que  en  los  aires  ui. 
Ilusión  seria,  porque  e«le, 
HennoaotcielM^decM, 

DiBHiz^dbyGOOgle 


LA  FIERA,  EL  HAYO  V  LA  PIEDRA. 
De  que  quien  seiilir  no  salte. 


iQuién  es  quien  ni  me  bkbla, 
Ite  unten  aolo  percibí 
ti  eco? 

t:iTÉiios.  (fi44  eaatmdii.i 
Quien  de  ti  viene 
A  talerte  canira  U. 
Ama  al  que  anta ,  Anajarle 
Hermota  y  genlil;   ■ 
Que  el  amer  m  el  defecto,  no, 

Y  ti  olvido  tí. 

;Qaléa  ere* ,  hermoso  júven , 
Qae  entre  nubes  de  rahi 
Uesplegsudo  vienes  hojas 
Üe  purpura  ;  de  carmín  Y 

El  correspondido  amor, 
Oue  rey  eo  el  orbe  hil, 
Anies  (|ue  el  inieresado 
Amur  me  obligase  i  huir. 
De  plomo  j  ora  sus  Oecbas 
ATm¿  esle  fiero  adalid. 
Mezclando  de  odio  j  Tator 
El  noliW  afecto  ;  el  vil. 
De  la  de  plomo  locado 
Ksli  lu  [H'Cho ,  en  quien  ti , 
Üuedanuo  musüo  el  clavel , 
Knsangreourse  d  Ja'iunin. 
Véngate  del ,  y  na  ingrata 
Corrrsiwidas,  sieoilo  asi 
(fue  no  es  defecto  el  amar, 

V  ea  derecto  el  uo  sentir. 
Quien  ama  á  lograr  amando 
Porque  es  interés  su  Bu , 
No  puede  decir  que  ama 

A  su  dama,  sino  asi. 

Has  quien  ama  por  amar. 

Bien  merece  conseguir 

One  el  correspondida  amor 

Haga  so  hái  lelil. 

(CmIh.j  Am»  al  que  ana,  Aitajartt 

HermMa  y  gentil; 

?ue  el  amor  no  ei  defecto ,  na , 
el  otrida  ti. 

«HUABTK. 

Aunque  en  tnje  de  deidad 
Del  Cielo  te  veo  veoir. 
Va  te  he  de  creer. 

AmtROS- 

iPOT  qué? 

Porque  uu  has  de  ^rauadlr 
Nunca  i  mi  pecho  400  deje 
Ue  aborrecer. 

«xrtaos. 

¡AjdeU! 


«ITAijtaTC, 

Pues  iqué  es  Ti  Es  lástima! 
amríKoi. 


No  sentir. 
{Canta.)  Anta  al  i/iieaBia,  AnaJarU.eie. 
No  un  tirano  dios  blasone 
De  que  se  Taliá  de  il 
Con  nombre  de  rajro ,  para 
Abrasar  >  no  lucir. 


Tu  correspondido  amor. 
Para  ser  rayo  nací.  . 

«mi  ROS. 

mira  que  el  rajo  ea  piedra , 

Después  que  llega  i  morir. 


Alciiar  donde  teiiella . 
Nunca  he  venido  »or  ella ; 
Pero  lleBadn  ja  el  día 
Eu  qne  h  Hhrica  está 
Tan  adelante,  quisiera 
Pedirla  que  me  cumpliera 
La  palabra. 

áOulén  críri 
Qne  es  tal  mi  pena  severa, 
Que  á  la  vuestra  la  trocara! 
.Pluguiera  al  Amor,  yo  amara 
Una  estatua  j  no  una  llera ! 


ÍQné  importa  ser  piedra  joT 
'  no  le "- 


elu  t  íl,  {Cantando.) 
Ama  al  que  ama.Aniiiarte 
HermoM  y  geniil;  (Sube.) 

"■«  ti  amor  ue  ti  defecto,  no , 
.  el  olvido  ti. 
( Va  AMíToiiubietido  á  lo  alia,  tnidititdo 
con  la  mátiea  la  diilaneia.) 


JORNADA  TERCERA/ 

Teatro  de  monte ,  y  en  ti  foro  la  pun- 
ta del  iardin;  y  iBlm  CÉFIRO, 
pasquín, PIOUALEON  1  LEDKON. 

Este  es  mi  intento. 

FICUALEOK. 

Este  el  mío. 

¿Quién  en  el  mundo  creyera 
Uue  una  piedra  v  u<ia  llera 
Ñ  and  aran  nuestro  albedrla 
tíe  suerte,  que  me  ohligara 
A  mi  en  un  iiuinte  i  seguirla, 

V  á  vos  que  para  admitirla. 
Vuestro  ingenia  fabricara 
Ese- alcázar- que  labráis  Y. 

i  ic>itLeo:<. 
Quien  supiera  cuanto  ha  sido 
Veueuuso  dios  Cupido. 

Y  eo  efecto,  ¿dóude  vaiaT 

MCaALEOH 

Dtlome  (cuando  os  pedi  - 
Ucencia  pan  empeur 
El  palacio  singular  ' 
En  el  sitio  que  el^i, 
NI  bieu  de  campo  ni  bien 
De  poblado,  pues  en  medio 
De  monte  ;  corte ,  en  buen  medio 
Todos  fabricar  le  ven) 
Anajarte  que  ofeudida 
Dclla  y  de  mi ,  por  do  vella 
Ni  TcniM,  me  daría  aquella 
Bella  estatua  qne  boroicida 
Fué  de  mis  ciegos  sentidos , 
Pues  con  tan  nuevos  enojos. 


iQué  decisT 

Pues  ino  prefiere 
A  vuestra  llama  mtllama , 
Si  esa,  por  no  poder,  no  ama, 

V  estotra  porque  00  quieren 
Cuanto  va  de  no  querer 

A  DO  poder,  ha  excedido 
Di  mal. 

riGati.KO^. 
Por  eso  ha  tenido 
La  ventaja  de  tener 
Espera II xa  de  inodania . 
Pues  con  el  trato  pudiera 
Domesticarse  una  llera, 

V  una  piedra  no. 

Esiierania 
Huj  vana  es ,  pues  desde  el  día 
Uue  la  vi ,  ando  eu  bustu  deila , 

V  iiuQca  lie  podido  vdla ; 
Que  la  injusta  tiraula 

Ue  aquel  monstruo  que  la  guarda 
Con  nombre  de  padre  suyo , 
Üue  la  haya  ausentada  arguyo, 
Seguu  lo  que  le  acobarda 
El  que  yo  le  bus<|ue. 

Puw 
jQuién  es  el  hombre? 

.   Un  traidor. 
Que  opiibsio  siempre  á  mi  bonor 
Ce  vi. ...Has  esto  no  es 
Ahoia  del  caso.  En  Qn, 
Hoy  vengo  al  monte  dispuesto 
A  que  no  ba  de  quedar  puesto 
Que  no  tale. 


Yo  al  jardín. 
A  ver  si  á  Anajarte  bella 
Hueve  mi  llanto  importuno. 


puoaiN. 
Ed  el  monte  está 
De  suene,  que  no  podrá 
(Si  no  es  que  se  haya  ausentado 
A  otro  clima)  escapar  boy 
Del  número  que  la  ligue, 
ctruto. 


PASQoín. 
Esa  «s  cosa  que  se  ve 
En  el  mundo  cada  dia:-  1 

Xiooglc 


tX»  COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN 

jCómo  Doa  aera  pudiera 
Haber  «Jenplar  teuido  T 

;No  babrl  quien  ba^  qnerido 
A  (uiBTOiiuTíQaé  mas  6eraT 

(Vane  Im  4tt.) 


Entra,  mientras  ja  turbado 
Siso  el  norte  que  me  guia , 
Tí  4  aaber  de  parte  mía 
Cómo  la  nocbe  ha  pasada 
Esa  bennosa  Imígen  bella , 
A  quien  el  lima  rendí. 

4 No  *ea  que  do  bace  de  mi 
Caso ,  j  aunque  baUe  con  ella 
Nunca  me  responde,  paes 
Vendo  j  riñiendo  i  la  fuente , 
Con  ser  para  otros  corriente, 
Moliente  para  mi  «* 
V  asi ,  pues  que  nunca  oyó 
li>-cadonue;oÍal1eTO, 
Vé  i  balitarla  lü. 


A  entrar  eo  el  jardín  jo; 
Que  de  Anajarte  el  ríRor 
Ka  fuma  que  tema  jlinja. 

Yd  el  de  aquella  criada  anji 
Que  me  entró  en  el  cenador. 
Donde  fuimos  desbocado 
Caballo  el  crisui  j  jo. 


Pues  1  cómo? 

Codio  él  corrió, 
Y  ful  yo  el  que  quedó  aguado. 

Deja  locuras ,  y  vé 
A  decirla,  i  cuando  el  día 
Seri  que  yo  la  vea  niiaT 
Díla  como  ja  acaldé 
Dejabraria  el  suntuoso 
Palacio  en  que  ba  de  vivir 
Cuando  me  llegue  1  cumplb"  ■ 
Anajarte  el  geiieroso 
OTrecimiento;  que  estoy 
A  eata  pufrta.y^  me  da 
Licencia  de  «iinr  allí. 
Lo  baré ,  aunque  aTenlnre  hor 
El  enojo  de  Anajarte. 

Yo,  señor,  se  to  diré... 

•(Puaoljai 
Aunque  no  baré  lal. 

piGHAUwn. 

iPorqué? 

tCBION. 

Porque  no  est*  ya  en  la  parte 
Donde  la  habernos  dejado. 
Fuente  y  ella  se  ban  buDdldo. 

NOUALEOH. 

Pnes  ¡adonde  se  babrl  Ido? 

Do(ide  la  bubieren  llevado; 
Que  yo  te  aseguro  de  ella , 
SeAor... 


McatuoN. 
¡AyinreUidemieNreHa! 
¡  Ay  de  mi  amor  y  ay  de  mi! 
Queesta  tirana  beldad 
Cel^  de  lu  deidad 
La  babri  ausentado  de  aquí , 
V  por  DO  llegar  i  verla 
Con  envidia  colocada , 
Habrl  Querida  indignada 


DE  LA  BARCA. 

Sne  no  inquiera  mi  eongoja , 
ama  i  rama  j  boía  i  boia. 
Risco  i  risco  y  peoa  i  pena. 
No  hahrl  cestro  eu  cnanto  en 
F-ste  birbaro  horiionie, 
Elesdeestealciiar... 

DROS.  {DetOro.) 


Ocnlbrla  ó  deabacerla  : 
Porqae  si  esto  hubiera  sido 
Por  la  palabra  que  diú , 
Lo  bubiera  sabido  yo. 

Hat  cuenta  que  lo  baa  sabido , 
V  deja,  señor,  loonra 
Tan  eitrafia. 

FieiULOOM. 

jlarame,  necio! 
Til  también  bsces  desprecio 
De  que  adore  una  bermosura 
La  mas  perfecta  que  vi6 
El  sol  ?  be  U  y  4e  una  Ingrata 
Me  vengaré. 

¡  Ay,  que  me  mata ! 

Sale  ANAJARTE. 


¡Qidén  aquí  da  voces? 


Onejarme,  ingrata,  de  U. 
y  aml,ingrata,deU  y  del. 


De  lo  que  te  la  be  cumplido. 
i  Dije  yo  mas  de  uue  haUa 
De  arrojar  deste  jardín 
Uoa  vi!  estatua,  a  Sn 
De  no  ver  i  quien  podía 
Ser  objeto  de  otro  amor? 
)  Puessi  asilo  Uce,<Lde  qué 
Te  quejas  ? 

piGiiiLEon. 

De  que  no  sé 

Dónde  la  ecbó  tu  rigor. 

ANtJAHTB. 

i  Bueno  fuera  que  quisiera 
TunecíaTloeapoTlIa, 
Uue  yo  de  su  fantasía 
Fuese  cómplice  v  tercera! 
Yo  me  cansalia  de  vella . 

Y  asi ,  ajer  mandé  quitarla 

V  en  ese  moute  arrojaría. 
Vé  tú  1  ese  monte  por  ella ; 
Que  basta  que  yo  la  dé 
Por  simula  uro  prolano, 
Siu  que  la  dé  de  mí  mano. 


Con  la  pila  por  su  pié. 


«fué 


Desde  aquel  piélago. 

i^Ros.  (fleirira.) 

Atierra. 

Voces  en  tierra  y  en  mar 

A  un  mismo  tlei^o  le  ojenm. 

MCaatmn. 
Es  que  mar  y  tierra  fufoou 
Testigos  de  mi  pesar, 
Al  ver  el  indigno  nltnie 
De  una  deidad  ofendida. 
Has  i,  qué  le  importa  ji  mi  Tlda 
Que  de  aquella  cumbre  baje 
bimeiiso  escuadrón,  ni  que 
De  aquel  mar  la  xna  espuma 
Ser  vaga  ciudad  presuma 
Con  la  anuida  qae  se  ve 
Que  sobre  sus  ondas  yerra , 
Si  i  mi  en  tado  este  boriionle 
Solo  nw  toca  ir... 

unos.  (Dentro,) 

Para  ver  si  encuentro... 

OTROS.  (Denire.) 

naauxon. 
La  imlgen  divina  y  belU, 
Y  si  mi  amor  ti  rcsunraf         {¥ate.) 

Sal4  LAURA. 


¡Qué  espanto ! 

ANAIIBTE. 

lQi)éjue«>,UbelU? 
uaun.  (Áp.) 
para  el  boho-qoe  saberio 
"'  ■ ''  ■"    ■  ■»  aguarde.    (V«».¡ 


De  la  una  ni 


No  sé,  señora,  qué  cansa 
Pueda  obligar  1  tao  grande 
Admiración ,  como  ver 

de  esa  montaEia  baje 
.-.,.0  número  degeule, 
Cercando  por  todas  partes 
El  monte,  que  ba  parecido. 
Según  se  cubre  su  margen , 
Que  por  poblar  tos  desiertos 
Se  despueblan  las  ciudades. 

■SIEU.*. 

.\  mi  la  gente  de  tierra 

!  No  es  bien  me  admire  ni  espinu 
I  Tanto  como  la  del  mar, 

Pues  de  esas  veloces  naves , 
I  Que  i  nuestro  puerto  han  venido, 
j  Tan  ({rande  número  sale, 
I  Que  pueden  mud.ir  los  montes 

I  llesdp  lina  .»ru-4  m...  _..u 


;r:t_ís?)grc 


ADUMtt. 

íQui  (ert  aquello! 

iFis.  íBenlro.) 

La  gente 
Baje ,  como  detembaTqae 
■  Ea  eale  plajaio,  donde 
No  seto  resista  nadie, 
DobianÜMC  en  escuadrones, 
y  ea  ellos  mi  ^en  aguarde , 


jQué  miro!  Aquesleim  es  IQs! 
sTu  duda  viene  i  leogane 
De  mi  iDgratitnd. 


Slíengo; 
Has  no  con  Teiigania  larame , 
Porqut  un  coraton  rendido, 
Olra ,  señora ,  no  sabe 
Que  vengarse  en  los  placeres 
De  quien  le  costó  pesares. 
Handisteme  que  me  Tuese : 
übedeclle  al  inslante  i 

Y  vuelvo,  porque  no  eniónces 
Que  no  vuelva ,  me  mandasie. 
A  lo  que  vuelvo  es  i  que 
Sr|us  quién  sov,  v  cu.in  grande 
Üislancia  bay  desde  mi  ji  mi , 
O  deiTolado  6  trlunranle. 

Ifis,  principe  de  Epiro 

Sov;  que  la  saQa  inconatanle 

Del  mar,  uavegaado  a  Acaja, 

Al  través  dio  con  mi  nave 

Mil  esos  liajos,  de  quien 

He  i'cbA  el  esquife  1  esia  mirgen. 

Kii  ella  Ti  tu  hermosura. 

Dejo  los  bados  i  parte 

Ue  que  un  t:)jo  liabla  de  ser 

El  deatino  que  me  mate 

(Pues  ja  sctíó  que  era  rajo 

El  que  pudo  penetrante, 

A  no  relámpago  de  luz 

De  lus  ojos  celestiales. 

Hacer,  sin  bacer  herida 

En  el  cuerpo ,  qae  se  ahr.ise 

Un  cotaiou  que  en  el  pecLo 

En  mudas  cenizas  arde), 

V  vOT  al  intento  que 

fíoj  i  lus  plantas  me  trae. 

.  Esa  armada,  que  del  mar 
Encrespando  Tos  cristales , 
Vuela  j  nada  coa  envidia 
De  los  peces  ;  las  aves 
(Pues  mmstrao*  de  dos  especies 
Sus  buques  ;  jarcias,  hacen , 
Huellas  unos  en  la  espuma, 
Sulcos  oirof)  en  el  aire ), 
Armada  es  Uja ,  que  llena 
D«  aparatos  mililares , 

.  A  la  vista  de  un  volcao 
Trae  otros  tantos  volcuies 
r'Mtmo  quillas,  que  i  su  tiempo 
Veris ,  si  sus  vienlres  abren , 
Cnánias  nubes  á  las  nubes 
De  pólvora  j  humo  esparcerr. 
Porque  ito  Ignorando  vq. 


Contigo  ( pues  pi 

Rieu  qne  entre  pompas  reales 
En  esa  cárcel  le  llenen , 
Sh)  qne  eüo  al  consoelo  baste. 
Pues  por  dorada  qoe  esté, 
Slemjire  la  cárcel  es  cárcel), 
A  ponerte  eo  libertad 


LA  FIERA,  EL  RAYO  Y  LA  PIEDRA. 

Vengo,  j  á  bacer  que  reslaares 

Tu  reino ,  restando  el  mió 

Al  condicionado  trance 

De  una  lid:  en  cuya  empresa 

He  adelanté  á  suplicarle , 

Poniendo  aqoesle  bastón 

A  tus  pies,  que  me  le  encargues 

De  tu  mano,  porque  sea 

Hajor  mi  bonor  cuando  aTable 

De  tu  general  me  des 

El  lituTo  con  qne  ensalce 

Hi  nombre  á  sombra  del  tuyo. 

V  coando  de  bonor  tan  grande 
Incapaces  ;a  mis  dichas 

No  las  hagas  tú  capaces. 
He  des  liceucia,  sejlora , 
Para  qoe  mas  arrogante 
Cuanto  mas  humilde,  sirva 
Entre'loipartioulam, 
A  ohediencias  de  quien  tú 
Quieras  que  esas  armas  mande : 
Que  i  mi  en  la  primera  hilera 
Premio  me  seri  bastante , 
Qne  alcance  qoe  en  tu  servicio 
La  primer  flecha  me  alcance. 

V  porque  desprevenidos 
Loa  trinacríos ,  llegue  inles 

§ue  el  trueno  que  los  avise , 
I  rayo  que  los  abrase , 
No  pierdas  tiempo ;  que  á  veces 
Los  DO  imaginados  Irsuces 
Vencen  con  la  conWon 
Aun  mas  que  con  el  combate. 
No  demos  lugar  á  que 
Céliro  sus  huestes  arme , 
l'ues  es  mejor  que  iodetenao 


l^oul.__., „__.  _. 

i  Para  que  el  campo  disponga, 
;  V  con  é\  en  6rden  marche, 
:  A  quien  la  das  de  que  muera, 
I  No  la  niegues  de  (jue  mate. 

Y  porque  no  temerosa 
De  mi  fineza  te  agravies. 
Presumiendo  qne  en  favores 
Quiero  que  el  sueldo  me  pagues ; 
Para  qoe  veas  que  no 
Grosera  ni  interesable 

Hi  amor,  «no  aventurero , 

birve  á  merced  de  otros  gajes , 
I  Palabra  te  dov  de  que 
!  Coanlo  la  goerra  durare , 
I  No  te  hable  en  el  amor  mió ; 

Bieo  que  aunque  en  él  no  le  hable 
I  He  perdonarás  que  sienta 
;  Todo  aqui'llo  nías  que  calle: 

Porque  retirado  el  fUego 

A  ceniro  que  no  le  exbale. 

Es  preciso  que  se  cebe 

Enla  materia  que  halle; 

Que  callado  v  oprimido 

Se  viá,  ó  mal,  ú  nunca,  ó^ardc. 

Dos  veces  agradecida 
A  dos  Boeías  tan  grandes 
Como  el  favor  y  ersilencio 
Que  me  ofreces  jr  me  traes , 
HI  discurso  me  conoce , 
La  razón  me  persuade ; 
Pero  ninguna  el  Amor, 
Que  siempre  rebehle  alcaide 
De  mi  corazón,  esU 
A  la  ley  del  homenaje 
Que  juró  d^  aborrecer, 
Sin  que ,  para  que  vo  ame , 
Ser  pueda  el  odio  ae  todos 
Privada  eicepclon  de  nadie. 

V  asi ,  porque  en  ningún  tiempo 
De  mi  ingratitud  te  agravies 
(Pues  el  no  querer  no  et  culpa. 


Y  si  lo  es,  es  mas  tratable 
Que  le  desdelte,  que  d» 

8ue  le  desd^e  y  te  engaBe), 
igo  qne  con  el  pretexto 
De  que  en  lu  amor  no  me  trates, 
Acepto  el  de  tu  valor. 
Merece  el  cosloao  examen 
De  que  tos  hechos  me  digan 
Lo  que  tus  voces  me  callen, 

Y  manda  qoe  como  vaya 

La  gente  ocupando  el  margen, 
Sitie  el  monte ;  que  hoy  en  él 
CéBro  está ,  porque  amante 
De  aquella  cruel  fiera ,  siempre 
Es  en  éstas  soledades 
Atalaya  de  sus  cumbres , 
Centinela  de  sus  valles. 
Esa  genie  que  le  ocupa. 
Gente  es  que  consigo  trae 
Al  ojeo  de  las  Oeras. 
Cuya  resistencia  es  fácil , 
Porque  desarmada  y  poca. 
No  es  á  Impedirte  bastante. 

Y  como  una  vez  le  prendas, 

Y  al  pueblo  caudillo  falte. 
Será  fueru  que  al  asombro 
De  nuestras  armas  desmaye  : 
Hayormenle,  que  no  dudo 
Que,  como  valida  me  baile 
De  quien  mi  justicia  abone, 
De  quien  mi  derecho  ampare, 
A  cuyo  lado  me  vean. 
Haciendo  al  corcel  que  tasque 
Al  compás  de  la  trompeta, 

Al  son  de  los  alacranea; 
Que  el  ruste  al  borren  ocupe. 
Que  rya  á  la  rienda  el  ante . 
Que  trence  el  bruñido  arnés , 
Que  el  grabado  escudo  embrace, 
Que  el  templado  aeero  clfla , 
Que  ta  sobrevista  cale , 

Y  oDe  de  ta  coja  al  ristre 
El  herrado  fresno  pase; 
No  dudo  (digo  otra  vez) 
Qoe  en  mi  favor  se  declaren 
Huchas  nobles  intenciones, 
Huchos  callados  leales. 
Testigo  Nicandro  sea... 

Salen  ANTEO  v  BRUNEL. 
AHrao. 
'<l  seré  ,  que  en  el  instante 
)ue  ri  esa  armada  en  et  mar, 
jju  qoe  nada  me  acobarde, 
Sali  a  ver  ciiya  era,  y  quiso 


soldado .  que 
Habiéndome  visto  antes, 
Perdido  el  miedo  que  á  otros 
Da  mi  persona  y  mi  traje , 
Cúyaes.medijo.yqnitHieres,  {i  l/ij.) 
Y  el  intento  que  te  trae  ; 
A  cuya  cansa ,  veloz 
Vengo  con  él  i  buscarte. 
Para  que  sepas  de  mi 
loe  el  vivir  como  salvaje 
Jas  cnlraüas  de  sus  eruins, 
De  quien  soy  lívo  cao á ver. 
Es,  porque  no  habiendo  yo 
Aplaudido  á  los  parciales'. 
En  demanda  de  mi  trina 
Con  la  voz  de  sus  leales , 
Huyendo  salí ;  y  pensando 
Que  en  aqueslas  soledades 
Estaba  seguro,  á  causa 
De  ser  tan  impenetrables. 
Por  sos  pareasy  sosEtnas. 
Sus  fraguas  y  sus  volcanes  , 
Ño  quise  perder  de  vista 
La  patria ,  por  si  llegase 
Ella  ocasión  que  hoy  h»  Moa  i 


aoj 


COMEDIAS  nS  DON  CEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


I'iicilílaiililicnke, 
Kti  ^11  aviso,  iiDiM  ya 
Mis  ci(-iieiai,  lúMi  que  incoas lau tes* 
l'4ilreotro»|ir<MliKios,  tieroo 
( Leyendo  á  «sos  ceirsiiales 
Urlwí  Us  oscuras  cifras 
Dti  tanto  hermoso  carácter 
Como  me  ascRura  iljo, 
t'.onio  nii;  perturba  erraote) 
Ouu  lialila  (le  iiegar  üia 
t'.u  lino  nil  reina  i-eaianro 
Sn  corona  ;'y  siciiü»  asi 
(jut!  Iioy  vi  uado  bvoralile , 
t^aawlo'no  qn»  Si' cuusi)ta  I 
Uniere  al  niérins  [|ni!  se  iratc , 
VeofiO  á  jKini'nni'  i  lux  [liés 

Y  i  los  suyos,  y  A  alislaiinu 
lii-liajo  (le  l:is  lianilerjs 

Í)e  liis  armas ,  que  auxiliares 
j.us  dioses  <'U(iatk;  gue  un 
]>ueik>n  venir  t\e  otra  |iarlif. 

Y  |>ara  que  veas  mejnr 

Si  eS  mi  ¡lersoDa  iin|>ui  unle , 
l'rimero  que  el  valor  ven/.a 
lif  (le  vencer  con  el  arte. 
r.éliro,  bien  qoe  asustado 
l)e  ver  sobre  aijuesos  mares 
],a  confusa  iiabdonía, 
l'eiisll  de  tamo  velimpii, 
Kn  mi  alcance  vengativo 
Has  qnedelrillle amante, 
Ki  niuntc  disuiirre;  j  como 
A  algunos  loldadoi  mandas 
Que  me  sigan,  nodri  ser 
Uue  yo  lal  lar.o  lo  arme , 
(jue  dé  en  él  :  con  que  no  dudo 
Que  scrl  <.■!  Iriunro  mas  l^cil. 

ins. 
Vú  sdla  vo  quien  te  tiga 
Daré,  pero  acomiiañane 
Teugo;  que  tal  iiilerpresa 
Ño  la  be  de  liar  de  nadie. 


Pura  sipeme  con  alguna 

Gente;  y  doii<le  me  escuchares 

LÍamarAlrllit.-.liiiy.allo, 

SolÍ(!ÍlaDd«  ocutiurle-    . 

En  la  cercana  as|it're/a 

Del  nías  fragoso  cclaji-.  (>'a« 

Yo  to  haré  asi  :  tú ,  Itruiii'l , 
Di  que  ali;uno:i  ine  auoiniiañi'H 
A  tu  largo. 

i  l'iefíne  al  ciclo 

8ue  él  por  su  pirda'l  me  sai[uc 
e  escudero  andante  !  (Vitfi 


lit'rmosisima  Anajarle, 
Pon  i  cuenta  de  mi  amor, 
(Jue  de  mi  atnor  no  le  liahle. 


iris. 
jQoe  caite  un  dolor  no  basta , 
Sin  que  eu  lo  qOe  i:a1la  calleT 

aRAMa». 
Ko,  que  mudez  que  se  explica, 
Ko  deja  de  ser  lenguaje. 


AMJAeTE. 
Claro  está,  que  loa  colores 
Ya  son  letóricas  frases. 

Ir». 
¿Ouiéu  le  negó  á  un  accidente 
Que  pálido  se  declare? 

aaAiiHTB. 


NI  ese  cuidado  me  eucargues; 
(Jue  ya  dice  que  le  tiein-, 
Uuien  pide  que  le  repare.-. 


in  eso  me  has  de  decir ; 
Qoe  no  deja  en  un  amante 
Ue  ser  acuerdo  el  acuerdo 
Que  del  olvido  se  vale. 
Ins. 

Pues  para  que  no  le  ofenda 
Lo  que  diga  ú  to  que  calle. 
Lo  <|ue  acuerde  6  lo  que  olvide, 
Quitándome  de  delante 
Te  serviré  de  manera , 
Que  la  noticia  le  alcance 
Sin  el  ruido  de  mi  vox 
Ni  el  color  de  mi  semblaute.      (Va«i 

Eso  es  obligarme  á  que 
Piense  que  puedo  obligarme; 
Pero  en  vano ,  pues  no  tienen 
Esos  orl)es  celeetialM 
fc'strclla  que  i  mi ,  no  digo 
Que  me  Incline  para  que  ame, 
lüas  pafa  que  no  aborreuru. 
Por  mas  que  del  ciclo  iiaje 
KI  correspondido  amor 
A  persuadirme  suave 
Sn  jU};o,  contra  quien  soln 
Mi  pi'Clio  armó  de  diamanlu 
l'-upido ,  absoluto  amor', 
liilen.'sado  y  mudalilu. 

no,  señora,  tP  fies 

Uél,  |ian|ue  es  Iruidur  (pie  salie 
■■-- -nocvlfl8ol>re  seünr»;   ■ 

no  obliuada  te  bailes, 
Pudi'á  ser... 


!,  |.Ul 


llis  mi  reino  re|tau 

V  en  su  posesión  me  p(ing;i , 
Sabré  el  auxilio  pagarle 
PcHierosa  como  reina,  ■ 

V  no  tierna  como  amanlt-, 

V  si  con  aqnese  preinio 
Su  amor  no  £e  sulisface , 

¿Qué  has  de  hacei'de  un  acrédnr 
Qne  ¡I  liHlas  horas  del.inte 
Üv  tu  poiiKa  T 

ifaüará 

rsdi'ii  eun  qui.i  le  a^tirle, 

V  cuando  aqni'slo  uo  ba^lc 


K  no  verle,  ifiltari 
Un  veneno  que  le  acal)e , 
Un*  cuerda  qno  le  ahogue. 


aHi^hos.  íDeiitrt.) 
Si  pedirá,  ponjue  siempre 
Amor  con  amor  se  pag(ie. 


Yo  lampa(»i. 


Oid,  por  ai  i  pronuneJ:irsc 
I  Vuelve  :  arpamos  quién  puede 
:  Turbar  mis  felicidúles. 

ANfto.  (Dealra.) 
í  Irlliie. 


íMoes  esla  la  to 
Pero  sea  la  que  fuiTe, 
Nada  i  mi  me  sulires^ille ; 


;  IrlOie. 

iniriLE.  {Deatro.) 
i^llóijde.  Anteo, 
Te  ocultas  í 


:  Por(|ue  ancncn  nombre 
i  El  ticmiK)  (juc  no  uie  ha 
I  Que  este  es  el  veneno  (|i 
■  He  de  si-mlirar  en  el  air 
I  Ocüllate  tú  y  tu  gente. 


;  Si  baré. 


iido 


Irillle. 

irífii.e.  (Drulra.) 
Anteo,  pailre. 


•  Annipie  esta  armada 
Que  en  la  plava  surta  lare, 
Neoh]igaa(riirit  lacórt<- 
Vuf  Ita ,  dniídi-  ¡ni-  ^'S);nurdc 

La  que  áesliK  pticrtí»  la  trae; 
Con  lodo,  es  tan  iMidi-roca 
Esla  \ót  que  ei  vl,^iiii  es[<nrcc, 
Dando  de  Irítíle  d  norohrc 
qite  he.deTcriiilea  I 


Al 


v^ 


isir^i 


e 


LA  FlEnA,  BL  BAYO  Y  LA  nEÜTlA. 


<im'mcri'ilrc,siinie''fl. 
Siic'iii'iKla  vi  iionihre  suave 
le  na  acenio,  liallirla  entre  estas 
liilrincadas  «olodad^. 
Adonde  suena  la  vo7. 

ANTEO,  {üeutro.) 
irllilc. 

SíteiniFlLE. 

AiiU'o. 

K<t  en  liatJe 
Fué  nil  diliíieiiuia ,  |>ut'S 
Alravnandii  i  esla  (■'■'■^     . 
Viene,  al  iiiuin  de  su  nomlira- 

¿Dónde,  Aiileo,  te  ocullasteT 

No  pregnnies  por  Anteo; 

Une  aunque  él  s^a  el  que  le  llame, 

Yo.lntlle.ei  que  leliuica: 

Y  lio  es  bien  respondas  inles 

A  quien  eos  tas  le  una  voz, 

Uue  íi  quien  u{^  alma  cosiuiG' 

Céfiro...  (Ap.  i  Aj  de  mi  hifeüce ! 
¡üi  aliora  viniera  mi  padre!) 
Yo  GonUeso  ( ¡  muerta  estoy ! ) 
Que  al  verte  ( i  la  roa  me  falte ! ) 
Taii  Uno  ( tdude  el  aliento!) 
Coninigo,(¡li  len^pta  calle !) 
Aifndecida  (¡que  (tiijo!) 
Qmslera... 

Salen  ANTEO ,  IFLS  t  oraos. 
Aivreo.  (A  ip,.) 
Va  iqué  bay  que  aguardes? 

Date  i  prisión. 

¡  Ali  Iraidoral 

tPara  esto  lu  voí  al  ain- 
isle ,  y  tu  nombre !  ¡  I^n  lisoiijus 
Ucullo  tenias  el  i!i|>i<lr 

¡  Ay  de  mi ,  cielos !  ipi'-  lie  sido 
Causa  de  iraiciun  tan  gi'ande. 
ASIEO. 

^o  le  resistas,  si  no 
'    Quieres  que  ,couiit[o  acabe. 

Ko siento  lamo,  iraldur. 
Que  le  teUKUi'Hy  me  males, 
i;aanlo  que  esa  Itera  sea 
Tan  Uera,  que  ella  me  engañe. 

lalRLt. 
Pues  porque  nii'jnr  lo  di^is,   . 
Dejauíue  todos,  ilijailnie 
Llegar  i  mi.  |iiii'i|ni-  cóOia 
lUtga  IrlfiU  á  Céfiro,  j  íc  9»//n  la 

Yo  ai[uestc  acero  le  sa>|.ue 
Uc  la  vaina,  liaré  cuii  él... 
(ti>«  la  tapada  de  Cé/tri  acámele 
dial  que  Uti'jem») 
Que  de  to'los  iic  di'sale , 
■•ara  que  libre  de  lodos, 
Hnyeudo ,  la  vida  escupe. 

¿Quién  me  melíó  en  ser  corcbetet 

Debadle  lodos,  dejadle. 


Delenle,  lriaie,mira 
Que  no  salws  lo  ciue  baces , 
Pnes  su  prisioo  ó  au  muerte , 
Lo  que  te  Importa,  no  sabes. 

No  pnede  imporiarine  nada 
'lauto ,  como  qne  íaconstaiitc 
Li  ninia ,  du  nil  uo  diga 
Que  fué  mi  amnr  tan  inrame , 
Que  el  que  ikt  mí  enamorado 
\  ino  i  este  munte  á  buaearme , 

Y  luvo  olroK  une  le  malen. 

Toma,  CeHro,  lo  acero,        (D(f«e/e  ) 

Y  pues  lio  bujes  de  cubardc,  - 
Huye  de  sWÓ :  qi¿''yu 

A  que  no  te  siga  nadie 
Quedo  aqui. 

Has  que  la  vida 
. ...    a  esümo  tan  grande : 
El  eielu  me  dé  ocasión, 
lilQle,  en  que  la  llague. 

ASTEO. 


Irillle,  mira.... 


Camiwilas  bly  dond<!  eseriha 
Tu  fama  el  takir  con  sangre. 
No  le  valgas  de  traiciones. 


Ya  que  este'á  mi  intento  ialt< 
Veris  que  el  valor  me  sobra 
Para  ir  siguiendo  su  alcanee.     (Vaw.) 


Si  sé ,  pnes  sé  que  he  becba  nfui . 
Acción  de  nuble  y  amante; 
Aunque  le  pese  i  Cupido 
Que  haya  mujer  i)ue  no  encane. 
Has  ¡qué  importaT  qin*  yo  quiero 
Has  e)  blasón  de  constante 
Qa?  el  de  rngfbta ,  aunque  de  mi 

■■- ' anxa  á  su  madre. 

cuíiiio.  iDeairi.) 
51  iiediri,  iiorque  nunca 
Auiur  con  amor  se  pague. 


Aunque  i  vengarse  do  Dit 
tlutiido  los  cielos  rasgue , 
Sala  baelendu  de  justicia 
fií)  los  orbes  celestiales.  (VaiiM.) 

Cirrete  la  mutación  de  tiela,  y  en  lo 
alio  eilaráa  á  un  lata  CUPIDO,  y  al 
oiro  .\N TKHO^  en  dot  Ironoi  de  nu- 
be»,val  lado  de  cada  una  »u  curo, 
gen  medio  \ENVS  ubre  mita  e*lre- 
lla ,  t  eanlun. 

VÍSDS. 

{•Kei  que  to4o  en  ¡al  elelot 
E*  armonía , 


Porque  aquí  hatta  la*  qitfjia 

Suenan  á  diehai ; 

Ya  que  hobfii  peneifado 

Lo*  dot  el  cielo , 

Patria  de  la  hermoia 

Deidad  de  Vinuí; 

Dulce  mütica  vuetlra» 

Queja*  repitan , 

parque  aquí  haila  la*  que/at 

Suenan  i  djcftot. 

AHTÍBOS. 

Ofíí  de  mi  caro 
Imi  que  yotraiqo, 
Ypor  uii  lai  pahliquen 
Fatar  g  halago. 


Puet  e*CHCha. ' 


Púe*  ve. 

Pae*  mira- 
Porqué  aquí  hatta  tat  queja* 
SuniOH  d  dichat. 

Hermosa  madre  mia, 

En  (ilumas  de  mis  alas , 

A  tus  etéreas  salas. 

Donde  es  eterno  el  dia ; 

Vengan/a  pido  de  una  liraDií, 

A  quien  com-siioml ido  amor  iioalcan/a. 

¡Vengaiiu,  Venus,  de  un  desden! 

¡Vei^ansat 

Madre,  no  digo  liermusa, 

Eu  alas  de  mi  fuego 

A  tas  umbrales  llego , 

Donde  la  tnxre|iosa, 

A  que  me  vengues  de  una  rigurosa 

Fiera,enquieiitiusetoda  miesperauía.- 

¡Ven^au,  Venus,  de  liu  favor ! 


¡Vengmtai 


Aquella  dando  vida... 

AVrínos. 


Sin  que  su  mal  mejore. 

CUPIDO, 

Sin  que  padeica  y  llore. 
Quien  vio  mi  amor!' 
Quien  viú  mi  conBanu! 


.glc 


CÜNKDIAS  l)K  DON  PKDRO  CALÜERUEt  Ü&  LA  BARCA. 


jVtHgan»* ,  VAiM ,  etc. 
«rríBO», 
Tni  eslM  dos  se  oltten 
Otro  DO  ménoa  Aero , 
Sañudo  arpan  Mtero. 


cmo  4.° 
Que  guien  e»  amar  m  «m 
Unjtr,  g  m  Múrmol  ua. 


aanoao  arpan  s«iero,  ;, ; —  r*>-~" — 

De  quien,  porque  CiipMo  le  al«rre«!,    "»<=«'■.  porque  el  mundo  tea... 
Ktecba  de  irracional  aoior  padece.  tOM». 


Una  piedra  te  aiñtta  (celada  j  ^la. 

coao  1." 
¡Pleé»í,pUáad,  hermota  lut  d*t  éíúí 


Soy,  maliraiaodo,  .  .    . 

Sdj  piedra  no  sinlieudo,  ai  oo  diera 

Esos  ejemplos  ue»  mi  moaarquIaT 

CORO  3.' 

¡Riíier ,  rifúr ,  hermota  luféel  Ha! 
Amar  quiea  K  <rs  amad  a,  es  Igual  inerte. 

(XPWO. 

Querer  escalpa,  en  quien  se  ve  querida. 

usTÍaoi.  [vida. 

Quien  da  una  muerte.  Indigna  es  de  una 

CUMBO.  [[«. 

Quien  da  una  vida,  digna  esdeona  muer* 

Sépase  que  una  [riedra  se  convierte 
Al  llanto  de  on  amor  correspondido. 


Q»e  quien  n>  .         . 

&ea  mimoí,  »a  wt^er  : 
Que  quien  en  amar  te  etftplea , 
Mt^er,  y  no  mármel  tea. 

Ál  oeuüarte  eit*  aparientia ,  m  dei- 

cubre  la  mulaeion  del  palacio,  t  ta- 

■   J<N  LEBRÓN,  PASQUÍN  tBRUNEL. 


Triunro  en  que  su  mayor  aplauso  alean- 
cono  1.*  [xa. 
¡Piedad,  pUiail 

coao  3.° 
¡Rigor,  ri/trí 


Aquí  la  habets  do  poner. 
¡Lebrón  amigo! 

LUMW. 

i  Pasquín ! 
anDNBL. 
¡  LebrOQ  hemiano  I 

utanffiv. 

Seáis  loa  dos  bien  parecidos. 

LOSBOS. 

y  bien  bailados  los  tres. 
Luaon. 
¿Dedáade  bueno,  PasquluT 


Tan  henuoso  coom  veis. 
Y  no  es  esto  lo  peor 
De  su  p«ua ,  siuo  que 
Del  campo  donde  Anejarle 
La  ecbá,Ja  muida  traer. 
Sobre  un  pedestal  di  mirmol, 
Como  trínnral  carro,  á  quien 
Los  villanos  jardineros 
Hace  que  la  canten,  j  él 
Galanteándola  al  estribo 
Viene.  Pero  «pa»  qué 
Be  canso  jo  er  reiieiir 
Lo  que  los  dos  podtis  ver! 

Salen,  veaiioi  de  vitUnat,  ■tuEnu  i 
Honseí,  eanlando  y  blanda,  cow 

'  ihttrumeKtM  diferetOtt,  yenn»  car- 
ro L*  ESTATUA gd  tu  lado  PIGHA- 
LEON. 


Ya  que  osa  y  otra  pasión 
Declaró  su  pretensión , 
Cirrad  los  dos  i  una  Idea , 
Cada  cual  lo  que  desea. 


¡Vénganla! ' 
IB 


SK  qnien 
ajer  y  ni 


No  me  atrevo  i  responder, 

Siu  hacer 

Con  sulla  deta  esperanu 

Gon  la  bermoaa  estrella  mía. 

Olrodla 

Diré  qué  poder  en  entrambos  alcanza 

Pedirme  piedad ,  rigor  ;  venganu, 

Pnes basta  eniúncet,  hniendo 
De  ese  monstruo ,  Iré  diciendo... 
(Van  níiendo.) 


Con  mi  amo  M  de  aquí, 
y  Mul  me  vuelvo  coa  él. 
De  Anajartfl  enamorado. 
Dice  que  la  vleoe  i  bacer 
Reina  de  Trfuacria. 

Y  tú, 
qué  te  haces? 
i  tatnrEi.. 

'  No  sé. 

También  con  mi  amo  i  este  moi 
i  Voj  y  TCDgD,  sin  saber 
'  A  qué  vengo  ni  i  qué  voj, 
i  Porque  una  Oera  cruel 
'  Le  trae  de  si  enamorado; 
I  V  perdiéndole  abora  en  él, 
;  Vengo  i  ver  este  edlflcio. 


Pues  bien  le  podréis  mirar; 
Que  i  Te  que^a;  harto  que  ver. 
Asi  DO  fuera  locura 
Haberle  hecbo. 

iPorqné? 

A  una  ingrata  ir  é  una  fiera 
'"■■"-' quieren:  pues 


Si,  i  una  esl 
Mi  amo  quiere,  para  quien 
Ha  labrado  este  palacio 


;  Si  ei  ¡0  hermeto  el  objeto 
Que  oblisa  d  querer, 
¡  ¿Ser  de  piedra  qué  importa 
.  La  que  hermota  etf 

PIGMALEON. 

!  Es  verdad,  que  si  lo  liermoso 
i  Objeto  del  amores.     • 
:  iQué  importa  que  sea  imposible 
Para  que  parexca  bien  T 


Son  de  piedra  i  quien  I 
iPues  cniíilo  es  mejor  amar 
El  que  no  ba  de  merecer. 
Como  JO,  un  desden  preciso 
Que  UQ  voluntario  desden  ? 
Aquí  la  poned,  que  sqni 
Ha  de  estar,  i  cuyo  pié 
Rendidos  lodoí,  cwud , 
Oictrado  nu  j  otra  vei... 

■dSICA, 

Síetlo  kemoio  el  oléelo,  etc. 


jQoién,  Lebrón,  esU  contigo* 
Pasquín,  señor,  7  Sruiiel. 

PIOAlEnN. 

;Qnlén  son  Brunel  J  Pasquín? 

Son  dos  cantaradas. 

Pues 
¿Cómo  se  atreven  li  entrar 
Al  cuarto  de  mi  mujer  T 


!  Hasta  aqui  de  medio  ojo 
I  Tu  locura  anduvo  i  fuer 
I  De  buscona;  pero  ya 
:  fte  destapó  dtt  una  ver,. 
¡  jTu  mojer? 


¡  No  la  palabra 

Me  lomes  ja ,  que  no  sé 
I  Lo  que  digo...  I'eru  mienlo, 
I  Que  nada  sope  mas  bien. 
I  Has  idos  tqdos  de  aquj; 
'  Que  un  loco  no  lia  incnesler 
i  Tesdjtos  i  su  locura. 


.  Vamonos  huyendo  del. 

I  PIGJIALEo:^. 

TÚ  no  te  vayas,  Xebron,      . 

UigilizedbyGOClglC 


áCómo  me  be  de  ir  lia  Mber 
Si  ha  Tenido  muy  canuda, 
Aanqne  no  ba  icuido  i  pié  ■ 
DoiViHirmúüHiwóora, 
Sea  birn  venida  atied 
A  esta  su  casa,  y  couoica 
Su  meoor  criado ;  bien , 
One  no  baj  oiclo  en  que  ptKdt 
Servir,  pues  no  puedo  ¡ler 
Con  quien  ni  come  ul  bebe , 
Detpeusero  6  boliUer. 

pl6MAI.£0a. 

Uuíta,  loco. 

Uega,  cnenlo. 

nCMALEON. 

Hermosa  beldad,  i  quien 
Poca  le  costó á  la  lima. 
Poco  le  debió  ni  cincel 
(Pues  no  de  buntana  labor. 


Bien  quisiera  i  lu  deidad 
Templo  consagrar,  en  que 
Diese  *  lus  aras  continuos 
SacriUciosde  mi  te; 
Pero  vaque  el  desear 
Se  deja  airas  el  poder, 
Este  corlo  ulbergue  admite , 
Para  ser  servida  en  él 
De  esas  vasallas  estatuas 
(fue  por  mi  mano  labré. 
Como  ramilla  que  siempre 
Atenía  i  luculloesié- 
ai  el  oDcio  que  tuiísle 
De  ser  fuente  en  an  verjel , 
Cojí  el  trato  del  cristal, 
Te  enamoró  acaso  del ; 
Va  que  de  su  risa  eclias 
Uínos  el  ruido,  no  estís 
Trísie  por  eso.  que  aquí- 
Cristal  no  Taltari,  pues 
Hisojosleledarin, 
('«n  que  vengamos  t  ser. 
Yo  anuesla  vei  la  corriente, 
Y  lii  la  rúenle  otra  vei. 
Recibe... 

«ERTi.  {Deulrv.) 
'  ¡Goerra!  ¡Antia,  arma! 
riMioeon. 
iOné  n  esioT 

LEaROM. 

Ltstlina  es 
Oiie  le  estorben,  porque  Iraia 
Tenias  de  enternecer 
Un  mirmol. 

GENTE.  (Bentro,) 
]  Arma ,  armat  ¡  Gum  1 

PIWULEOI. 

j  Qué  será  T 

A  loque  se  ve, 
Buyendo  viene  del  monte 
Un  derrocado  tropel 
Que  btcia  la  corle  camina. 


LA  PIEU,  EL  RATO  T  LA  nSDItJt. 

Iris.  (Denlre.) 
Hasta  la  corte  seguid 
El  ilcaace ,  para  que 
De  preso  ó  mnerio  uo  escape. 

GÍnio.  {Dealre.) 
Favor  el  cielo  me  dé. 

mlni^.  {Deñlr».) 
lado  be  de  morir. 


4  De  quién  bulrl! 

LEIROn. 

Yoiquéié* 
Pero  de  eitratqera  gente 

AMJAHTE.  (DeMn.) 
Volad  tras  íl. 


Cooftitioo  notable  es. 

*iujA*iB.  (D«am.) 
¡Ay  infellcedemlt 
¡Viledme  cielos ! 


Qne  de  un  caballo 
Despeüada  una  mujer, 
Vieue  cayendo  del  monte. 
Iré  I  socorrerla. 

Ten 
El  falo,  qne  no  es  ratón 
Que  celos  I  lego  e  A  tener 
Li  seQora  Dona  Hérmol. 

(Yate  f^aU»».) 
Perdone  vnesameiced. 
Que  es  mi  amo  ua  caballera 
Con  las  damas  muy  cortés; 
Y  asi  el  socorrer  á  otra 
Aire,  T  DO  desaire  ee. 
i  Usted  lo  siente  atiT 

UUTATVA. 


No. 

Va  va  bablanflo  un  si  es  no  es. 
HjseBoraDoGa  Hirmol, 
Yo  DO  entemetco  i  vnsled, 
Y  airi  no  gasle  coomigo 
Finedlas  de  oropel. 

SDin.  (Demtro.) 
[Arma,  arma!  ¡Guerra,  guerra! 


riCMALEON. 

LEnoN. 


Ksta  beldad  en  los  brazos, 

Mientras  míe  yo  raelio  i  ver 

Qué  novedad  ea  aqnesia.  ( Vú$e.) 

Oye,  aguarda  :  no  me  des 
Otra  estatua,  que  con  nna 
Tengo  yo  harto  en  aue  entender. 


jtiuiunx. 
Dime  si  nüste  Ot  quien 
En  sus  brazos  me  detuvo , 
Cuando,  llegando  1  caar. 
Perdí  el  sentido. 

bEMDB. 

jPaes  BOT 

AHIJARTE. 

La  vida  te  debo. 

Aun  bien 
Que  con  coalquler  joya  desM 
Esta  remos  en  pai. 

ÁIUJAHI. 

Tcffl, 
Que  ¡asi  pudiera  pagar 
A  precio  de  otro  lalereí 
Otra  ihieu!  Ahora  (bme, 
iCuyo  este  palacio  eaT 

LEBRÓN. 

Uoüa  Estaioa,  mi  seBora , 
Lo  diri,  qne  vive  cu  él. 

¡Qué  es  lo  quí  mirol  —  HenUdl 

Deidad,  que  en  solio  le  ves, 

De  un  amor  idoiatraila , 

<:olocada  de  tma  Te, 

1  Cómo,  habieudo  sido  rota , 

no  te  pegó  mi  alliveí 

La  vanidad,  para  no 

Dejarle  amar  y  querer? 

Pero  si  al  correspondido 

Amor  sigues,  yo  veré 

Si  de  un  mlrmol  lo  apacible 

Desagravia  lo  cruel 

De  otro  mirmol  :  en  tu  pecbo 

Admite  tú  un  amorllel. 

Mientras  io  otro  bel  amor 

Alüva  desprecio,  i  quien 

Después  tfe  haberme  servido 

Muerte  le  be  de  dar,  porqoé 

Acrédnr  de  mis  favores 

No  pueda  volverle  i  ver , 

Aunque  de  mi  licenciosa 

Diga  U)  fama  después... 

Miisicos.  (DenlTo.) 


tQoé  ortttiloi  ton  del  aire 
Uom  qne  siempre  escuché? 
UNOS.  ÍDtnHv.) 
¡Anajarle  viva! 

TODOS.  [Denln.) 
¡Viva 
La  que  nneaira  reiaa  es ! 


Mejor  suenan  estas  voces , 
A  pesar  de  bados,  auoqué 
Entre  cajas  y  trompeta^ 
Aquellas  digan  también.... 

Hésicos.  (Dtnln.) 
La  que  «o  tabe  quertr , 
Sta  márattl,  no  mmer. 


ífttigle 


riGHALGo:*.  í  fíe  litro.) 
Entrad  á  mi  alcizur  luiioí. 
Que  aquí  es  iluiide  la  dvjé. 

¡  Nuestra  reina  viva,  liva ! 

Müsicoa.  IDenlre.) 
Sea  mirmol.ne  majer. 

Sale  «coMPklANiCKTn ,  p  áelrat  CÉFI- 
RO. IIIIPILE,  IFIS.A.VÍ  BO,  PIUUA- 

LtíüN  V  US  DAMAS. 

En  alí>rícias  de  iii  liila 
Venga  A  poner  k  tus  pies , 
Hermosislma  Aiiajarlu, 
Tottú  este  irluafu,  de  quien 
Yo  et  |)rímer  retiJiüo  so;, 
CéQro  T  Anteo  después; 
Con  IrlGIe,  que  apiíiicis 
Qoo  mi  gente  le  alcancé 
A  la  vista  de  su  corle , 
Cuando  llegÉiidole  i  ver 
A  él  prisionero  ;  i  mi 
Victorioto,  solo  en  fe 
De  h*l>et  tomado  la  ^sn 
De  tu  nombre,  empeló  á  hacer 
Toda  su  nubleu  y  plebe 
Demostraciones  de  que 
Kstaba  sin  voluntad, 
"--'-•■     '-■  KHier. 


CüHIvDIAS  DE  DON  PEDRO  CALRERON  DE  LA  BARCA. 
Y  tratarme  de  querer, 

SI  na  i|iiiere<i  ser  muñuim 
Tudas  de  marmol. 


I  Qué  bien 
Hiciendo  el  agftero  esUi 
(íAy  de  mi  \\úr\\i'.)  deaqnel 
Oráculo  Temeniido 
j  Uue  para  mi  babia  de  ser 
\  llaju  amor,  pues  tras  el  fnego 
,  líutí  me  vio  abrasar  ■]  arder, 
'  Vm  murléiidose  la  llama , 
Quedó  la  piedra  despui-s '. 
Si  es  mirmol,  sabré  adorarla. 


Agradecida...  [Ap.  ¿Qué  importa 
Que  ofablp  esie  ralo  ealé, 
-Si  r>ur  no  verjne  obligada , 
Sainé  matarle  después, 
ü  pénele  ó  no  le  pese 
A  Anléros,  el  amor  úpM) 
A  tu  valor,(¡  v¡  de  mi ! ) 
Mis  HCtterbso  [;ifiié 
Murtal  frío  nii>  esliemece?) 
CuiiBeso  (i<pté  ansia  cruel 
Lü  voíine  lihla  en  el  labio T) 

{ Vu  EiriwlriiéHdiiie  en  ttíati 
QutMielio  (¡Iriargoiiinel 
Ks  el  ipie  siento!  j  á  tu  fama 
(¡  Qué  ira '. )  el  sagra<l<i  laurel 

V  la  vida...  I'eroiiiieiiln, 
Vero  mlL'iito ,  que  no  fué 
(L'ii  áspiíl  leiiKO  en  el  pecho 

Y  en  la  uargaiita  tiii  cordel ) 
La  vida  laque  te  debo. 
Porque  no  puedo  deber 

Lo  qaeuo  teiiKO.  ¡Ay  de  rol! 

4  Qué  es  esto? 

ANAMITI. 

No  S¿ ,  no  sé ; 
Si  }'a  na  es  que  sea  venganza 
De  \¿aus,  dando  i  entender 
Que  la  que  querer  no  sabe, 
UiUi  es  minnol  que  mujer. 


No  aeri  la  primer  vez 
Que  uu  mármol  se  vea  queriilo; 
Que  JO,  cujro  inOitjo  rué 
Que  amor,  piedra  para  mi , 
Habla  ( iij  inreliü!  1  de  ser. 
Amo  esia;  ;  de  mi  locura 
Tan  grande  el  extremo  es , 
Que  en  la  presencia  de  todos 
La  db;  la  mano  jrta  te 
Ue  ser  sujo  mientras  viva. 

Ui   ESTATUA. 

V  JO  la  acepto,  porqué 
Pasando  de  eitreaio  i  extremo 
El  (obrrano  poder 

Del  auiur  cofrespondjdo , 
Se  vea  que  en  una  fe 

Ttemo  llanto ,  afecto  liel , 
Si  uní  mnjer  ;  una  piedra 
Porfían  á  alurrecer, 
Se  deja  vencer  nríroero 
U)  piedra,  qu,e  la  mujer. 

nCBALEOH. 

Descieude,  hermoso  prodigio. 
Para  (¡ue  me  eche  á  tus  pies. 
{Bnja  la  E*laliia.) 

LA  EÍTAtUA.  . 

Para  ser  tuya  viví , 

V  ahora  conmigo  ven 

Al  templo  de  Venus,  donde 
SacríUcio  liaua  ui  fe 
Al  correspoudido  amor. 

Ins. 
Contigo  i  >u  templo  es  bien 
Ir  yo,  donde  i  su  deidad 
La  sacrílique  también 
La  venganza  que  por  mi 
i  Tomó  Aiitéros  de  nu  desden. 

LA  UTATDA. 

I  Pues  id  diciendo  los  dos, 
Si  queréis  agradecer. 
Tú  el  favor  y  tü  el  castigo , 
Lo  que  dice  el  aire. 

*  ¿Qué  es T 
a:iti!bo5.  (Dealro.) 


{Queda  como  la  e$laiua.)   fi"®  I"'""  *"  ■"'"' «  «""I'''"-' . 
I  ilujer,  j  do  miniiol,  sea.' 


No  solo  quedó  i  la  ti.sia 
lli'lada.pero^ubien 
Al  tacto,  que  no  de  bumatia 
Hatería  la  llega  i  ver. 

Tiio  mármol  e»  y  hielo 
bu  nevada  candidei. 

Oju  á  la  margen,  scúuraii. 


Aunque  Anidarte  no  es 
Capai  de  reinar,  y  queda 
A  mi  el  derecho  por  ley. 
El  mas  infeliz  amante 
Vengo  JO  i  ser  de  los  ires. 


No  eres  lioo  el  mas  felice. 
¡Cómo,  si  cuando  ambos  veu, 


Uno  vengado 
V  otro  premiada 
Vo  vengado  ni  \n 


iJiado 


<  que  uu  tengo 


Vengado,  pue.  . 

Enlriniedequé, 

Ni  premiado,  pues  no  puedo 

La  Qneza  agradecer 

De  balierme  dado  la  vida. 

Ainxu. 
«Por  qué  no  puedes? 

cÉriu. 


_  Pues  sabe  que  ell 

La  rema  heredera  fué 
De  Trinacría,  y  yo  Nicandro, 
Qn«  temiendo  la  cruel 


Donde  li  Anajarte  inirodujc; 

V  llegando  i  conocer 
Portas  estrellas,  que  bahía 
De  cobrar  su  reiuo,  del 
Nanea  la  quise  ausentar. 
Esto  lo  dirán  mas  bien 

Las  joyas  que  ecliaiun  ménus 
Cuando  yo... 

Que  1  quien  quiere  crér,  te  sobra 
Las  pruebas  para  creer.         ; 
EaU,  IríSle,  es  mi  matio. 

iRinhE. 
i  Dichosa  quien  llega  i  ver 
Logrado  reino  y  amor! 

V  aoora,  en  tanto  que  le  hacéis 
Las  exequias  i  ese  minnol , 
Conmigü.  prodigio,  ven ; 

Que  un  prodigio  1  otro  úrodfgia 
Que  le  haga  agasajo  <-s  níen. 

Do  ta  hermosura  v  del  sol 
Igualmente  el  rosicler 
Me  ha  cegado.  ( V'anw  lo$  ioi.) 

AiujA«Te.  IHabtan  ia,9uuqiie  eeaiitrliaa 
en  etíalua.) 


■  Ketirémosla  de  ai|ni. 


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LA  FIERA,  EL  BAVO  Y  LA  PIEURA. 


Aiéngome  i  mi  amo,  pues 
Ei\  que  lio  queda  cautlo 
Kt  el  iiue  {¡avún  mas  bípií. 
Pero  ;i|ué  música  es  esta? 

Escuchad,  y  lo  .abréis. 

wlsicA.  lDt»tr».) 
¡Muera,  mura  etamor  vendado  g  eiegtl 
¡ViM  el  eorretpoHdlia  autr  perflciot 

Sobre  el  eran  templo  de  Véuns, 


Veiild 
Todos  i  saber  lo  que  es- 


Deieibrete  la  Mutación  det  deh ,  g 
¿SiaH  AN'I'EKOS,  CLPIUO  t  Vt- 

ms. 

iLStínos. 
¿Cómo  que  es  puede  dudarse 
l'ríuirib  mió  ai  que  se  re 
Que  el  socorro  iiue  me  dierou 
Les  be  pagado  i  los  tres! 
A  Pigmaleon,  pues  puede 
Una  piedra  enternecer; 
ACíliro,  pues  que  una 
Fiera  le  asegura  rey; 
A  lUs,  dindole  feíúaoia 
De  un  rayo,  que  habla  de  Mr 
Muerte  su^ia  :  con  que  vieaeu 
A  conterttTse  en  placer 
Piedra,  rayo  j  Aera,  sieudo 
CMaver,  reina  y  mujer.  ^ 


CUPIDO. 

Si ;  mas  uo  uie  negarás 
k  mi  que  yo  puili:  aer 
Piedra,  rayo  y  llera,  pueblo 

?ue  eso  lian  amallo  los  tres. 
)iara  que  no  presuntas 
?ue  eiiviüia  puedo  leiter, 
e  he  de  asistir  al  feslcju. 
Repitiendo  yo  también  : 
¡Huera,  muera  el  antorvendadoycieRo! 
¡Viva  el  correspondido  amor  |>eireclii! 

Tuda  m  utlsic*. 
¡ilitera,muera  e¡  amor  reniladogelego! 

Vita,  ¡lues  que  viioríoso 
Autéros  de  tu  poder, 
Eu  la  esfera  de  Uiaiía, 
Uue  la  diosa  auiiliar  es 
Del  Ciirrrspoiidido  amor. 
Todas  las  ninrasi  quien 
Ha  premiado,  le  bucen  Desla. 
Volved  loa  ojos,  volved 
A  ver  ese  hermoso  cielo , 
De  quien  el  prólogo  es 
La  fortuna  del  amor. 
Cantando  segunda  vet... 


MASCARA. 


aquí,  habiéndose  ACABADO  LA  COMEDIA,  SK  DA  PRINCIPIO  Á  LA  UASCAKA,  DESCUBRIÉNDOSE  BEPAI 
BH  DOS  COn0S  DB  HIJSICA  DE  SUTE  VOCES,  V  EN  CADA  UNO  CUATRO  UIJJEIlBS  Y  TRES  HOMBRES, 
UNA  TROPA  DOCE  MUJERES,  QÜB  SON  LAS  QUE  HAN  1>E  DANZAR,  V  BN  LO  ALTO  LA  FOIITÜHA. 


TODOa.  (CsnütN.) 
¡Matra,mueraetameTvtnúadoyeiege! 
¡  Viva  el  corretpondiio  aiaar  ftrftcto ! 
¥  en  eoret  repelido* 
De  iiaeet  s  imlrumenU», 
Iju  Hortí  en  la  tierra. 
Las  avet  en  'el  viento ; 
r  en  forma  de  Malla 
Canten  lot  dulcet  eeoí, 
Á petar  de  Cupido, 
¡tíetoria  por  AnUroMl 
¡Muera,  muera  elamorvendaéoyeiego! 
¡  Viva  ti  eorrespondido  amoT  perfecto ! 

Yo,  que  la  Fortuna  soy , 
Que  ¡lara  aqueste  feílejo 
Kii  tres  saturados  asuntos 
Propuse  tres  argumentos, 
Depuesta  la  vela  y  rueda 
tUm  que  en  veloi  movimiento 
Campabas  de  vidrio  corro, 
Piélagos  de  luí  navego, 


Humildeiuente  rendida, 
Eu  alas  del  peosamleuio, 
Para  pediros  perdón 
,  Ue  parte  de  todos  vengo. 
Cuarto  asunto  el  triuiiio  sea, 
Con  que  de  Diana  y  Venus 
Las  nmfaa  celebren  hoy 
La  gran  victoria  de  A n teros. 
Y  tú,  grao  planeta ,  j  lú , 
Bella  Aurora ,  i  quien  siguieron 
Lai  dos  mejores  estrellas 
De  ese  huniunu  llrmanieulo , 
Felices  vivai-^.  y  sea 
Para  ver  eu  vuestros  reinos 
La  dichosa  sucesión 
Que  aguardan  nuestros  afecioi. 


V  eit  tanto,  pues  todo  es 
Amor  puro,  amor  boneslo , 
Adonde  empezó  el  fesUn, 
Acabe  el  festín,  diciendo  : 
¡Miáera,muertteíamorveniadoseiego! 
¡Vioa  el  carretpeadida  amor  perfecto! 
{Repito  la  tniuiea ,  ir  dantan  lo*  de  la 

mdteara.) 
¡  Olt  qui  airóte»  nau  dantando 


Coa 


¿I  amor  enamorando, 
Tere  ninguna  no  iguala 
A  la*  que  lo  etién  mirando. 
Porgue  aunque  del  tot  la  e*fera 
El  aelo  traslade  al  ju^ I0 , 
f/o  e*  bien  que  competir  gu'era 
Toda  la  lut  de  lu  tíelo 
La  de  nuettra  primavera. 
{Cania  la  mútica  de  la  mateara. ) 

Vuettro*  ton ,  ó  Felipe . 
Mi$  noble*  pentamieutot, 

Y  el  aln^a  g  tut  potencial 
A  mettrot  pU*  ofrezco. 
Voetira*  *on,  Ó  Mariana, 
Laianiiatgdeceo*. 

be  que  lat  etperajuat 
Uegueu  i  ter  efecto*. 
Vuettro*  ion,  Margarita, 
Lot  rendidei  detvelu 
Que  de  serñr  Uuimot, 

Y  de  acertar  lenenot. 
Loi  oño*  que  mandgiteit 
Que  aplauda  nuetiro  aféelo . 


Y  lol  euyoi  refleja* 

La.eifera  de  doi  mundo* 

Alumbra  en  dot  imperio*; 

Pue*  lodo*  tan  del  Alba , 

Yalba,  de  cuyo  bello 

Llanto,  la  Margarita 

El  perla  tin  ejemplo. 

¡Oh  qui  airota*  van  haciendo, 

Al  compal  de  la  Farluna, 

Lot  laiot  que  van  tejiendo! 

Pero  no  iguala  ninguna 

A  lat  que  lat  eitán  viendo. 

El  amor  correipondtdo 

La  fama  le*  df,g  la  gloria 

A  la  enaidie  de  Cupiaa, 

Pue»  e*  tuga  la  victoria 

Del  deoden  g  del  olvido. 

(Daman  tod»*d  comfatdelamátiea.) 

coto  L*  (Cania.} 
¡Qui  bien  mena»  lat  eidutulai  dulcet 
Que  van  á  Felipe  airoio  g  galán ! 
¡  y  aui  bien  oue  lat  oye  tu  etpona , 
Didéndolf  alegre  al  mitmo  compal . 
Que  viva  inmortal,  que  viva  inmodal! 


¡Y  qué  Ken  aur  lat  oye  tu  etpota , 
Dictindole  alegre  al  mitmo  compal , 
¡Que  viva  inmortal! 

COBO  3.°  (Canta.) 
¡Qui  íf«n  luenan  lat  tláutuloi  dulcet 
Que  aplauden  lo*  ragot  de  untol  ate- 


ímt 


Que  viva  inmortal! 


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COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  bE  LA  BARCA. 


¡QiU  birn  metMH  lai  eláutaliu  dukei 
El  áia  feli*  áe  utu  j/  eiro  natal! 
i  ¥  ¡uA  bien  fM  la*  ayen  dei  rvfmt, 
¡iieieud«  ana  g  tfnal  mitnut  etmpat... 

Que  fÍM  iitmortal! 

roiTUIrjt. 
¡QtU  M«N  M  que  iancen  ef  Alta 

fá , 

ñe^Mnáan  lo* . 


¡Viea  el  Amor,  y  tñea  el  Amor! 
Que  U  vida  y  alma ,  ele. 

AKTÍiM  T  coFíDo..  (Cmun.) 
AlAmBr,jueñntseoiulanle  [pechoi. 
Gobierna  en  tat  almai ,  y  manía  ea  lot 
Ui  gala  le  canfáalatitinfai,  y  i  ecroM 
ReipoBian  letaireí,  s  Usan  hi  ncot. . . 

¡Viea  el  Amor!  etc. 


cono  1.*  (CiiRld.) 
i  Hag  gtdeii  te  atreva  á  volar 
Con  lal  altu  de  Cupido, 
Sin  que  al  golfo  del  oltido 
Le  anejut  de  Amor  el  mar? 

Í  Quien  te  atreverá  d  loi  meha 
e  lat  alat  áe  uu  rapaz , 
Que,  envet  de  fatery  paz. 
Ha  engendrad»  envidu  g  telotT 
Todo*  lut  l^ugee  ton  hiela , 
Todo  MU  plaeef  petar. 
¿Hat  fttíei  te  atreva  4  Miar,  etc. 


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EL  ALCAIDE  DE  SI  MISMO. 


UAItfíAMTA ,  MfaHla  de  Hdpoki. 
ELENA,  tfoma. 
SERAFINA,  rrtofa. 
ANTONA,  Mima. 
BENITO,  pUtami. 


LEONELO,  criado  ie  FÁena. 
ROBERTO,  criad*  út  ^eáerlsa,. 

Labradoiu. 
Souiitiws. — ClIAMM. 


it  SápeUt  s  tu»  eéreania. 


JORNADA  PRIMERA. 


FEDBSICO,  ROBERTO. 
«OMITO,  (ilentr*.} 
PrecipliMlo  vnelo 
Ñus  detpeüi.  i  Jetos ! 

KMiico.  {Dtiart.) 

¡Vllgame  el  cirio! 
{Salen  eom»  ieaetaiot ;  t'eileríce  ar- 
made,  evm  iola$  y  etfuelu.) 
KMnro. 
,  EMii ,  Klhir,  herídoT 

Huerto  toen  mejor ;  .inai  tal  ha  «ido 

Siempre  el  rigor  del  bado , 

Que  vive  i  NI  pesar  an  desdichado. 

Guarde  ei  cielo  ta  Tida 
De  cobardes  contrarios  derendida; 
Que  al  Dn ,  Tirieodo  no  hombre , 
No  baj  borror,  oo  bay  eipanio  que  le 
riBERico.       [asombre . 
Aaiet  ea  pmas  laleí. 
El  moHr  ea  el  nlümo  en  lovnulet. 
¡Pluguiera  i  Dloa,  Roberto, 
Plogoiera  i  Dios,  que  allí  mehnbteraa 
Rotre  asombros}  eapanios,  [cnaerto, 
Las  fieras  iraiai  de  enemigos  taptos  ; 
Vnonierle  jallifo, 
4)  Teninroao  mas,  hubiera  esquío 
Dejado  t  una  laoiada 
Muerloi  Don  Pedro  BsfoTCia  eo la  esta- 
No  hubiera  JO  llegado,  (cada! 

De  duro  Mera,  de  dlamanie  armado 
(Como  Test,  t¡  ette  moale, 
Térmlao  al  parecer  detle  boriiODle ; 
O  Ta  que  iqui  llegas«, 
;  Pluguiera  t  Dins  que  pn  él  rae  despeta- 
Cuaijilo  Teloi  irnpif""  '" 

Pues  fuera         

Oiie  Temos  boj  ila  coiirusiones  Henos, 

V  de  lautos  conirario»  [«rseguidos. 

Advieruu  las  scothlos 

QiH>  iiierdo  á  Hsrgartia ,  lo  primero, 

A  Mancarita  bella, 

Utie  Jüé  del  cielo  llor.ilel  unipo  eilreBa: 

Lui^o,  que  nos  hallamM 

Kn  un  uMute ,  t  oae  en  él  los  dos  esla- 

El  caballo  peramo ,  [mot , 


V  cuando  i  alguna  aldea 
Qoeramcs  ir,  uingauo  habrl  que  tea 
A  pié  j  armado  no  bombre , 

Une  uo  se  Ha  del ,  6  no  se  asombre. 

V  siendo  conocido 

Por  las  señas  tao  frandps,mu  seguido 
De  qulM  me  busca  quedo , 
Dcinile  la  muerte  asegurarme  puedo, 
Cuando  preso  me  leoga 
EltteT.paesjontameule  en  mi  se  venga 
Ue  su  sobrino  mueriii 

V  de  la  grande  enemislad,  Roberto. 

Quecooml  padre  tiene;  que  estaba  sido 

. j jjj  dcBCOuocldo 

.    _,  lOesias, 

No  fiestas  ja.  irasedlas  si  funestas. 
Pues  con  penas  tan  graies 
Sucedió  lo  que  callo  jo  j  tii  sabes. 

aoauTO. 
Todo  lo  considero. 

y  peor  fuera  morir;  que  hallar  espero 
Remedio  i  mal  tan  fuerte. 


Desnudo  Iré  mofieado 

Acompasbm  las  pledrM,|)orq[tie«aiieii- 

Qnejanne  iristenenie  [do 

Coa  tal  disfraz,  de  loqH  e)  tluM  sieXe, 

Como  aquel  que  ba  llegado 

A  tener  nn  dolor  disimulado; 

One  cuando  no  le  deja , 

fingiendo  otro  dolor.de  aquel  se  qu4l*- 

*i 

ledes  reürarle; 


Tu,  si  ila  corte  tUeies, 

V  en  ella  acaso  I  HsrgariU  Tteres, 

Dila  que  soj  amaole 

Tan  descortés,  tan  nedo  i  inconstsMe, 

Tan  loco  j  lao  altiro , 

Que  BO  la  puedo  Ter,  j  quedo  ti*o- 

Botiadi  i  II*  slilu. 


¡  Remedio !  j  De  qué  modo  ? 

Desia  suerte. 
Tú  no  eres  conocido 
En  Ñipóles ;  que  uuoca  eo  él  ha  babido 

Suien  el  rostro  le  vea. 
oes  este  monte  muda  guarda  lea 
De  las  anuí  grabadas  : 
Gu  él  con  «erdei  ramn  se| 
Queden ;  que  jo  no  dudo 
Kl  poderle  escapar,  jeodo  desnudo 
A  la  primer  aldea 
Diciendo  que  la  gente  que  saltea 
En  «ste  monte ,  na  sido 
Quivii  te  llevA  la  bacienda  j  el  vestido. 
Asi,  al  Un,  se  consigne 
"'  no  bailarte  la  gente  que  le  sigue. 


Y  «I  bí. 

Moviendo  i  compasión  la  tierra  j  délo. 
Yo  {babléndoie  dejado 
Dónde  quieres  tú)  "  ' 
He  volveré  i  la  eorLe, 
Doodesabré  lo  que  1  lu  amor  le  Importe. 
Las  jojas  tendré  en  ella. 
Para  Irte  socorriendo. 
nEomco. 

8t  mi  estrells 


En  tanto  que  esos  caballos. 
Veloces  hyos  del  vlenlo. 
Pagan  eu  cristal  v  nieve 
Las  esmeraldas  del  suelo , 
Podrís  basta  Hirailor 
Adelantarte,  Leooelo, 

V  decir  cuín  desdichada 

Y  desesperada  vengo 
A  ser  rosilca  aldeana 

De  sus  mODtes.  Quiera  el  cielo, 
Qoe  por  ser  rbsilcos  taoto, 
Ralle  mas  piedad  eo  ellos. 

{V»u  UqiuI*.) 

ESCENA  m. 

ELENA,  ENRIQUE. 


La  soledad  desie  monte , 
La  causa  de  tus  extremas, 
V  el  oo  haber  visto  las  fiestas 
Que  Buesln  desdicha  fnéroui 
BO  la  lealtad  de  no  criado 
Dan,  tefton,  atrevlmieiito 
A  pemr  que  me  repitas   ' 
Tu  dolor  j  aeuihnleDio , 


dbvGooglc 


COUEDIAS  DE  UON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


I>ublicóse  por  lUilU. 
Cuii  «I  coniuii  ui>iinii(>Rio 
Digno  iIk  lan  lrisl«s  nueva* 
(Preuglos  inie  suci'so). 
La  miierle  infelii  üe  Enrico, 
I>e  NiimlvS  bvrt-dero . 
Por  cuya  moo  sa|iaJre, 
A  su  aiiciíaa  edad  uIimiIo, 
DiipuM  (lar  i  la  infaiila 
lla^jarUa  digno  dai'ño. 
Llamando  para  psia  ím|in'sa 
A  loi  principes  del  ivliio. 
TodtM  Tlnieron .  y  KníUn 
ítaesin  de  su  ausiu  ilirron , 
Celebraiido  su  faennosura : 
Y  ma«  que  todos ,  Don  Vedro 
EaTorcia  nü  henuano ,  iiu«« 
Como  su  amaiiie  >  su  ueudo 

¡Que  saf\e  liacrr  el  ai»»r 
lu  sesudo  pareiilecco) , 
Fijó  eii  EarofNi  carteles 
Llamando  i  púlilico  duelo 
Pan  una  ]nsta  tv al , 
Sustenlaudo  y  dereiidieiido 
Kii  ella  que  Margarila 
Er.i  el  Días  diguo  sugelo 
U«  amor,  j  la  mas  nerrectn 
Dama  eu  belleaa  é  ingenio. 
—  Perdonen  lanías  como  liay 
En  el  mundo ,  alrevlmieulos 
Ue  liombre  enamorado,  pues 
Úuieo-llega  i  estarlo,  sosiiectio 
Qae  ni  mas  i\im  aiiuello  estima. 
Ni  piensa  <iue  liaf  mas  que  ai|nf  lio. ' 
A  la  Tama  ue  tas  juslag, 
Ue  toda  Kurofia  acudieron 
Los  iirincipes  mas  gallardos, 
Has  uiiarroa  cabtliuros ; 
V  en  tauío  iiue  se  cuoipúa 
De  lus  carteles  el  tiempo. 
Todo  era  máscaras,  motea, 
Vealiiies ,  saraos  y  Juegos. 
Una  uoclie  (que  e'ra  día. 
Pues  no  se  echa  ha  el  sol  méoos) 
Dando  principio  ü  un  Icstiii 
Estaban  los  tnslrumeiilos , 
Coaoclo  |ior  la  sala  eoiró 
Un  bizarro  caballero. 
Que  arrebaió  ian  mismo  punto 
De  todos  los  niovimieoios. 
El  dio  principio  al  Teslln , 


Hluí  el  primero  paseo. 
Sacó  i  Margarita,  y  ella, 
Coii  nn  cortés  cumplimienlo 
Salló,  ni  liermano  {no  sé 
Si  yo  me  biciera  lu  nieiroo) 
Salió  euiónces,  procuraudo 

Íuedar  con  ella  en  el  puesto; 
et  caballero  embozado. 
Poniendo  cuidado  en  serio , 
Con  la  mano  en  la  cuchilla , 
Dijo  atrevido  v  resuello  : 
■  nIogDDo  mejor  que  yo , 
Ikrece  el  lugar  que  tengo.i 
Dou  Pedro  il>a  1  responder, 
Cuando  entiündose  por  medio 
El  Rey  v  grandes,  salió 
De  fa  sata  el  raballero 
Tan  en  si,  iiiiv  no  (e  vio 
Nadie  el  rosii'o ,  ni  supieron 
Hasia  boy  qniéu  era  :  tal  fué 
Su  recalo  j  an  secreto. 
Llegó  de  la  justa  el  dia , 
Y  alreutaudo.  y  desminiieodo 
Nuestra  plaia  la  memoria 
De  romanos  coliseos , 


Se  vio  cubierta  de  genies 

Tan  diversas ,  cjoi!  se  vieron 

En  ella  las  cmimsiones 

Que  tuvo  Uahel  un  tiempo. 

De  una  tieiKla  de  brocado 

Que  esiaha  al  lado  derecho 

Armada,  satió  mi  hermano'. 

Tan  airoso  y  bien  dispui-slo 

Cn  un  cabullo,  que  un  alma 

Inrormuba  i  entrambos  cuerpos. 

Con  amorosas  empresas 

Gallardos  aventureros 

Entraron ,  qui  |>or  no  ser 

Has  proiya  no  las  cuento , 

V  porque  llegando  tk  entrar 

El  caballero  eucubierio, 

S«  olvidan  y  querían  todas 

Sepultadas  en  silencio. 

Corriéronte  machas  lanías, 

Ku  cuyos  vartos  sucesos , 

Como  en  la  suerte  y  torlnna , 

Se  ganan  y  pierden  preiitios. 

Llesó  i'currer  el  i;allardo 

EmBosado  con  Don  Pedro 

Hi  hermano,  que  hasta  aquel  punto 

Le  habla  dicho  bien  el  tiempo. 

Pusiéroosc  frente  A  frente 

Los  eaballM ,  tan  atentos 

A  las  Toces  de  un  clarín , 

Que  con  estar  algo  lejos. 

Parece  que  1  cada  niio 
El  animado  Instrumento 
tlsiaba  hablando  al  oído  : 

Tal  era  et  lusiiuto  eu  ellos , 
Pues  tiarece  que  el  enojo 
ileredahan  de  sus  dueños. 
Partieron  pues  lan  veloces. 
Que  ya  trocados  los  puestos. 
Muchos  no  determinaron 
Si  pararon  i>  oariléron , 
Habiendo  cu  medio  las  lanzas. 
Hechas  ilomos,  el  viento 
Uiiidido  en  tantas  partes. 
Que  mucb;is  dellas  subleiiM 
'l'aii  altas ,  que  por  enióncea 
NhiDuna  cayó  en  el  suelo, 
Ki  oespues,  |>orque  lardaron 
En  caer  ó  no  cayeron. 
Toman  la  segunda  lanza 
Para  su  segundo  eucueniro  : 
Mocho  espacio  A  son  véeas. 
Hucha  prisa  si  son  Juegos. 
Vuelven  i  parUr,  y  aiiui 
Ud  caballo ,  desmblieiido 
La  valla ,  de  un  lado  rompe. 
í  No  has  visto  en  el  mar  soberbio  . 
Cuando  dcvad as* montañas. 
Rizando  i  su  frenle  el  ceño 
Un  navto  en  un  escollo 
Da,  y  en-|>edaxos  resuello. 
La  que  fué  campaña  untes. 
Le  sirve  de  ninnuinenlóT 
i  No  has  visto  en  un  terremoto 
Temblar  la  tierra  v  el  cielo, 
Cailncar  los  edificios ,  -      . 

V  en  tanto  liorror,  tanto  estruendo, 
Preci]iiiaTse  do*  montes, 
Desgajados  de  si  mesmoa, 

V  eucontrjmdose  al  caer, 
Darse  babilla  violentos, ' 
Hasta  rendirse  i  su  futía. 
Que  no  pudieran  á  inénost 
Pues  tale»  eran  los  dos ; 
Porque  en  la  carrera  i  un  ticinpo 
Imitando  las  acciones'  , 
De  agua ,  lierra-,  fuego  y  viento , 
Erau  dos  naves  de  bronce  t 

Grau  dos  montes  de  hierro , 
Eran  dos  rayo*  de  plata. 
Eran  dos  aves  de  acero, 
falseando  la  sobrevista 
Hirió  el  acerado  hierro 


A  mi  hermaiM  :  cayó  en  lierm,  , 

Babando  en  humor  sangriento 

La  arena ;  que  parecía 

Que  lan  infeliz  suceso 

Lloró  con  sanare  la  tierra...      . 

(■uando  dividida  veo 

sando 


y  diestro 
^allú  de  lu  plaza.  Dónde 
Se  esconde ,  ignoro ;  sospecho 
Que  Harte  le  arrebató 
A  colbcarte  en  su'asieutu, 
ü  por  guardarle  de  mi 
Abrió  sus  bocas  el  centro. 
Vo,  A  un  tiempo  pues  combatida 
De  dos  contrarios  afectos. 
Quise,  viendo  la  impiedad 
( Si  la  verdad  te  conBeso), 
Dejar  la  curtí',  y  confosa 
Vengo  i  Uelflor,  donde  Tengo 
(ÍU  hay  desdichas  que  se  huyan) 
■le  mis  destfichas  huyendo . 
Donde  mi  esperanza  murra. 
Donde  viva  mi  tormenio, 
Doflde  mi  llanto  me  ain'^ue. 
Donde  me  ahogue  nii  aliento; 
Pues  entre  amor  y  rigor. 
Entre  esperanza  y  deseo^ 
Llego,  huyo,  quiero,  olvido. 
Amo,  adoro,  vivo  y  muero. 

ESaiODE. 

Notable  suceso  ha  sido, 

V  mas  pensar  que  sh  escoiMle , 
Sin  taller  cómo ,  ni  dónde , 

V  que  no  sea  conocido. 

ESCENA  IT. 


I  Li'S  villanos  de  Belflor, 

\  Sabiendo  que  \  uesira  Alteía 

Viene  con  tangí  tristeza, 
,  Panmostrar.H  amor 

V  volunlail  que  la  tienen. 

Todos  i  darla  su  vida, 
'  El  petante  y  lüeo  venida , 
■■  y  i  besar  sus  plantas  vienen. 
I  (Settn  BeaiSo ,  Antima  f  labrmá»ret 
I  Habla» aptrU en eiftuioUlUtar».) 


Benito,  advierte  que  abara 
Til ,  por  ser  el  mas  erguida. 
Mas  calletrndo  y  sabido. 
Tienes  de  dar  á  H'ñora 
.  El  pétame. 

Vo  i  |ior  qué 
He  de  dar  ala  Condesa 
Pésame,  El  no  me  pesa? 
El  pétete  la  daré.   - 

UtMOOK  1.° 

Di  que  es  Venus  y  Diana , 
V  que  en  tu  gran  presunción 
Murió  como  otro  raeloo 
Su  hennauo. 

De- buena  gana. 


Todo  eso  1^  diré  yo. 

U,B,l,z9dbyGOOglC 


Todo  aquesto  «sUhdu;  bloo. 

Para  consoIaT  au9  daños. 

Que  el  Coucejo  no  la  emii 

Colación,  litnlu  jr  grandeva, 

Pori|ue  quien  llene  Irísieía , 

Se  caiisa  de  la  alegría.  (Melánlaase  j 

Huesa  Comía  soberana , 
Tin  erguida ,  lJuiii)iii  y  bella 
Que  sou  fregonas  con  ella 
DoAa  Venus  y  Doña  Aaa, 
Si  en  tiempo  de  liesLaa  betlu 
A  BelOor  liabeis  venido. 
Bien  hecbo  ba  aido ,  si  lia  sido 
Por  buscar  donde  uo  vellas. 
A  lodos  nos  ba  pesado, 

V  aqueslo  nos  está  bien ; 
Que  un  pésame  ó  parabién 
Sieni|ire  es  estilo  causado. 
Téngale  Dios  en  l>uen  poso, 
Uue  él  murió  eu  su  pretuncioa , 
Como  el  olru  faururroo, 

Ue  arrosanie  j  animoso. 

V  pues  i  aiiuesie  le  igoalo, 
fcfqne  le  dlú  muerte  tiera. 
Era  un  Eneron ,  jr  aun  era 
Uoa  Sardina  de  palo. 
Pero  rivais  tos,  amen. 
Para  gozar  desios  daBoa, 
Con  gusto  1  salud  mas  años 
Que  vivió  Hateo  de  Alien. 
Que  el  Concejo  no  la  envía 
í^laciOD ,  Qesla  j  grandeza. 
Porque  quien  tiene  tristeza , 
No  cfli  qoe  tiene  alegría. 

ESCENA   V. 

FEDERICO,  medio  áeinuáo  y  herido. 

—  ELENA,  ENHIQUE  ,  LBÓNBLO, 

BENITO,  ANTONA,  usKjtooau. 

riDEUco. 

Generoeos  labradores, 

V  «os.  hermosa  seítora, 
Qne  entre  btrbaro*  Mjaleí 
Sois  entre  espinas  la  rosa, 
Muévaoi  t  piedad  el  ver 
Uu  desdichado  (fue  arruja 
Envuelta  en  laogré  y  suspiros 
Pedazos  del  alma  propria. 

Un  mercader  rico  era , 


EL  alcaide:  de  sI  NISUO. 

Porque  Ji  el  pobre  se  vende, 
i^omo  ja  el  rico  se  compra ) ; 
Pero  luéroa  mis  designio* 
La  bermosura  de  la  rosa, 
Quu  el  purpúreo  rosicler 
Juzga  per|)elua  corona 
\ye\  campo,  sin  atender 
A  que  en  un  liempo  se  enojan 


lajoja 


Cifré  el  tesoro  del  munda 

Vine  á  las  Üesias  famosas 

De  Hipóles,  procurando 

En  concurso  de  personal 

Tan  lloslres  emplear 

Hi  caudal  ;  hacienda  toda. 

Hiceki  asi...  ¡A  Dios  pluguiera. 

Fuera  mi  dicba  tan  corla , 

Que  DO  bidera  empleo  Un  grande ! 

Porque  perdiéndole,  abora 

Es  mayor  el  sentimlemo 

Que  la  fortuna  envidiosa 

no  lo  fuera,  si  llevara 

Tras  las  Ulcbas  la  memoria: 
■¡  Has  es  fortuna  loca , 

Diosa  sId  fe,  j  amiga  de  lisonjas. 
,  Pensi  tolver  á  mi  patria. 

Rico  de  hacienda  j  de  honra 

(Basta  qne  dijese  rfeo. 

Porque  en  los  tiempos  de  alim 

La  riqueu  et  el  honor. 

Sin  aieodon  de  personas , 


Donde  lu  suerte  Importuna 
Puedes  felice  liurlar. 
También  al  niiinle  be  venido 
A  llorar  desdichas  yn  : 
Consueta  tu  pena  liulló. 
Pues  un  bermano  be  perdido, 
Cuva  nobleza  y  valor 
Publica  a  voces  la  Rima, 
Cuando  iufelice  le  llama. 
Huerto  i  manos  de  uo  traidor  : 
V  oor  Ko  alabarle  yo. 
Sane  que  es  quien  lloro  aquí, 
Don  Pedro  Esforcia. 

rEiteaico.  (Ap.) 

(Ay  deml! 


'  Siendo  cadáver  del  campo 

'  Entre  sus  perdidas  pompas. 

j  Tal  yo.  rico  de  esperanzas, 

{  Que  son  las  tempranas  hojas, 

.  Eii  mi  patria  me  juigoé , 

<  Sin  advenir  i  que  curta 
El  cielo  intentos  del  hombre.  ilua. 

¿Qné  imporU  (¡ay  de  müj.quéiioporta    y  ^j  traidor  oae  le  mató 
yue  el  proponga  y  detemune,  ,  ^o  se  ha  sabido  quién  en 

Si  ha,  estrellas  que  dispongan  ¡  Demonio  dH.ió  de  ser, 

V  ejecuten?  Porque  ellas ,  pyes  se  pudo  defender. 

Cuanto  el  hombre  escribe ,  borran ;      |  y  picnuijpn«  de  manen 

Sue  es  nuestra  vida  sombra 
e  aquella  luz  que  inOuye  poderosa. 
Yendo  pues  por  ese  monte, 


Salió  una  pequeña  tropa 
De  bandoleros,  que  en  él 
La  badenda  y  la  vida  roban. 
Quiae  ponenne  en  defensa; 
Pero  ¿cuál  hombre  se  arroja. 
Anteponiendo  los  bienes 
Ala  vida,  si  ella  sola 
.Merece  ser  preferida 
Sobre  las  humanas  costsT 
¡Hal  haya  quien  ambicioso 
Huerel  ;  Hal  baya  quien  compra 
La  majestad  cdu  la  vida ! 
Pusiéronme  dos  [lisiólas 
A  los  pecbos,  y  rendido 
( No  fiS  temor,  fué  piadosa 
Atención  al  ser  crisilano). 
Entregue  mi  hacienda  toda. 
y  pensando  que  guardaba 
Hi  vestido  algunas  joyas 
(Que  usar  mercaderes  suelen 
De  invenciones  cautelosas) , 
£1  vestido  me  quitaron , 
Dejlndome  como  ahora 
Estoy;  y  viéDdome  asi. 
ni  iTQi  diu  qne  esas  rocas 
Bablio,  que  me  unento 
De  yerba  rbstlca  j  toso. 
Pero  la  nece^aa 
Hace  que  rompa  j  qne  com 
Los  reíos  i  la  vei^enia ; 
Y  pues  mis  pía ntu  dichosas 
A  esta  parle  me  guiaron , 
En  mi  consuelo  conozcan 
Que  signe  el  gusto  á  la  peua, 
A  la  desdicha  la  gloria  , 
A  la  fa  liga  el  descanso , 
'  j  luz  i  las  negras  sombras , 
I  mi  llanto  [a  piedad 
le  lus  manos  generosas; 
>ue  mortales  congojas 
iven  á  la  mudania  alemas  ledas. 


cho  iiJeliz  lugar 
e  cupiese  el  pesar 
..I  desdichay  la  mía; 
Pero  aquí  me  ha  consolado 
Tu  pena  y  lu  desconsuelo; 
One  i  nn  desdichado  es  consuelo 
Bailar  otro  desdichado. 
Aliéntate .  lomabrio,  ' 

TdHoimo  j  esperanza ; 
"jue  lodo  esU  a  la  mudanza 
iujeto.  Este  Estado  es  ralo  : 
i'^o  él  te  poedes  quedar 
Reparando  tu  foriurta , 


I  Que  no  se  sabe  por  dónde 
i  Ni  de  qué  suerte  escaipó. 

riDESico.  (Ap.) 
>  ¡  A  buen  puerto  vine  yo '. 

I  Sin  dnda  el  centro  le  esconde. 

Al  revés  ha  sucedido 
'  Hoy  ese  efecto  en  los  dos. 

Pues  mirar  á  un  triste ,  i  voi 

De  consuelo  oa  ba  servido, 
,  Y  á  mi  de  nena;  que  aquí 
,  lili  dolor  al  otro  excede ; 
'  Que  pena  vuestra  no  puede 
.  Ser  ue  gusto  para  mi. 

Pues  tanto  pienso,  por  Dios, 
I  Sentir  la  que  es  vuestra  ,  lauto , 
r  Que  parezca  que  en  mi  llanto 
,  Son  una  misma  las  dos. 
;  La  merced  que  me  ofrecéis 

De  vivir  con  vos  aceto 
I  lAp.  Aquí  viviré  secreto.) 
i  Sirviénilós  ^ue  bien  sabéis 

Que  un  honKre  que  rico  ha  sido 
I  Dobla  en  su 'tierra  el  dolor, 
I  Pues  vive  pobre  mejor 

Adonde  uo  es  conocido. 


iKo  pudo  considerar 

Que  también  yo  estaba  babrando , 

Y  no  es  buena  cortesía 

Dejar,  con  cordura  poca. 

Atravesada  en  la  boca 

La  media  embajada  miaf 

(i4j).  ¡Qué  prudente  j  adieriido 

Su  sentimiento  mostró  1 

iQué  bien  que  disimuló 

allanto  mal  resistido!) 

Este  hombre  me  ha  obligado 

Con  su  estilo.  {A  Enrtfpie.) 


Guárdeos  Dios. 


:  Otm  «eces  habrá  babrado. 
¡iCAmo  os  llamáis  t 

I  FEDERICO. 

I  Espafiol. 


dbyGOOglC 


COMEDIAS  DE  IKJS  PBDRO  CALDEHOM  Di;  LA  BARCA. 


S 

Un  BirctlOD*  naci. 


A  »o  «rvlcio  - 
Esil  elMe  J  >*  persona , 
Que  u  mereé  e>  quien  le  abona. 

No  dice  4  vos.  Pierdo  el  juicio. 

Ed  60 ,  i  queréis  el  partido  T 

nniaico. 
SI ,  pnec  i  UD  puerto  be  llegada, 
Tal ,  que  fuera  desdichado, 
Cuanao  no  lo  bubiera  sido. 

ELEK*.  (A  Eariqut.) 
Su  modo  ilice  gne  «s 
Hombre  bit^ii  nacido. 


Si  Uen  me  acuerdo ,  de  plét. 

IPalibra  os  do;  qne  tí  lengo 
Ea  la  venganza  que  sigo 
Buen  fln ,  J  Ji-sle  enemigo    ■ 
No  conocioo  me  vengo 
(Porque  Gera  t  fengativa 
SieDipre  ba  sido  la  mujer). 
Que  lengo,  Espaüol,  de  bacer 
Qne  os  olTideii .  asi  viva , 
De  la  pérdida  de  boj.       • 


Tan  grave  pena ,  tao  Tuerie 
Pasión  s  mal  resislida, 
Hojr  vendri  i  dejar  vencida 
Tu  vida. 


,  Al  cielo'plugniese 
Tan  dulce  mi  pena  fuese , 
Que  acabase  con  mi  vldal 

Todos  la  muerte  lloramos  . 

De  EsTorcia,  lodos  atüitimos. 
Todos  al  ciflo  pedímos 
La  vénganla  que  espetamos; 
Pero  no  lodos  estamos 
Rendidos  á  un  setiiimlenlo , 
Uargariía,  un  viólenlo. 
Que  ciceda  al  sentir  sus  modos. 


No  pierda  to  vuestra  gracia. 
Que  de  toda  mí  desgracia, 
SpDora ,  oKidado  vaioir. 

(Vaiue  relírvUc  lodai.) 
(Ap.  i  Qoé  coofoiiones  me  orrece , 
fortuna ,  tu  mano  ingrata* 
¡  Viilj  me  da  qalea  tne  mala, 
He  acoge  quien  me  alKirrece , 
Quien  me  busca ,  me  deUende , 
Quien  me  da  favor,  me  sigue , 
Ouien  me  ampara,  me  persieue, 
V  me  guarda  quien  me  ofende '. 
Pues  quedarme  solicito 
Adonde  mi  muerte  veo; 
oue  estl  mas  ceanro  el  reo 
Donde  comete  el  delito  )         (VanM.) 

Sala  dtl  rúl  pilicio  en  Mpoiri. 

ESCCH^VI. 

EL  REY,  HARGARm.  SERAFINA. 

lAtCSSIT*. 

Mjame  morir. 


iQitt  pnedo  advertir,  señor. 
Si  es  de  cualquiera  dolor 
Ultima  Ituea  la  muerte? 


A  j  mi  bien !  i  Aj  Federico  I 
¿Qué  respondes! 

UkaUAMTl. 

KgniBeo 
CoDOiigo  asi  los  recelos 
De  tus  pecas,  tos  desvelos.       • 
Busca  al  traidor,  haris  bleu  : 
Huerle  tus  manos  le  den, 

Mlp.  No  lo  permitan  los  cielos.) 
as  quien  pretende  olvidar 
Una  pena  ó  una  gloria, 
Le  sirve  de  mas  memoria 
El  insistir  eu  pensar 
Que  olvida  :  el  que  ha  de  dejar 
De  quejarse ,  j  se  aconseja 
Con  su  raiOD ,  cuando  deja 
La  pena  j  llanto  iofelice. 
Con  las  ratones  que  dice 
Que  no  se  queja .  se  queja. 
AlU  su  consuelo  alcanza 
Pena  mas  Arme  v  notoria , 
Pues  la  queja  y  la  memoria 
Son  pensar  en^  vengaoia  : 
No  habrá  en  mis  males  mudanza, 
Pues  lo  que  remedio  ha  sido 
Trae  el  veneno  escoodido. 
Pues  con  la  venganza  intento 
No  seoiit,  j  siempre  siento, 
Olvidar,  y  11  mica  olvido. 

VU. 


t Quién  eresT 

«ontTO. 
Un  forastero 
Que  1  Ñipóles  ba  llegado. 
De  las  grandezas  llamado 


DeUespero 
Saber  ouién  es  aquel  aero 
Amor  de  mis  peius. 

■OUITO. 

Vo 
No  le  conozco. 

asT. 

iPuesno 
Eras  su  criado  i 

KOiHTO. 

SI; 
Has  no  supe  i  quien  wrvf. 

c*nTiN. 
Bien  su  turbación  mostró 

Sue  esta  es  milicia ,  señor; 
orque  en  un  pobre  criado , 
En  quien  ahora  ban  hallado 
Jojas  de  tanto  valor. 
Es  el  presumir  error 
Que  lio  hubiese,  conocido 
A  quien  hubiese  servido. 


pges  la  piedad  do  faa  podida 
Moverte ,  pueda  el  loroaoio. 
Entre  las  jofoi  esU 
Un  papel ,  3  del  quizi 
Conoceré  el  Un  que  intento. 

UklCAlUTA.  (Ap.) 

.Hay  mas  triste  penaaialentoT 
Papel  serl  suyo.  Mucho 
Ea  mi  tenor :  triste  lucho 
GoD  mi  llanto  j  mi  deseo. 


Oye,  qne... 


T*.  <Ap.) 
Hi  agravio  veo. 


(Lee.)  Porque  tuettra  Maieile4  m 
mU  cm  el  cuidado  f  kí  le  iutie  étr 
.  MÍ  aittenHa ,  eicribo  ee*  Roberto ,  «tf- 
I  taiuto  de  Rij  salad  g  la  eaiua  que  Mt 
I  Aa  traído  i  Nápolet,  queet  '     "  '" 


m  CAPITÁN  esn  ROBERTO.— Dichos. 

Señor ,  como  has  publicado 
Por  traidor  al  que  encubriere 
El  homicida,  ó  supiere 
Del,  uos  ha  manifestado 
Uu  bombre  aqueste  criado , 
Que  por  suyo  conoció. 

:  Del  sabré  mi  iotenlo  ]io.  ^ 

{  HOBSRTO. 

1  Vo  con  ni  lealtad  condujo 


i  jlMiM  que  f  Hffenla  ¿«11  Pedrc  S*f»rt 
da,  cuyo  valor  »e  As  obUfoda  é  otft- 
'  Ür  en  ellat  :  acabadai ,  vebierí  á  le* 


piii  de  vueitra  Majetíad,  cuya  vU* 

tí  cieto  aumente.  El  principe  Federiee. 

j  Es  posible  que  esto  creo , 

V  mi  pena  no  publico! 

lO  principe  Federico 

''  '  el  homicida  1  ;Qué  veol 

taba  que  fue! 

ni  enemigo, 
mas  casüso 
ii  tierras  Udese! 


ÍAp.  Coraiou .  disimulemos , 
V  estas  ligrimas  y  extremos 
Hablea  A  un  tieippo  con  éL) 

uigmzíídbvLiOOglC 


;Birbaro,  irrogaote,  nao,    ■ 
Soberbio  y  desvanecido,  • 

Altivo,  loco,  atrevido. 
Cojo  poder,  cuya  mano 
Huerte  tne  ili6:...  {Áp.  V  es  verdad, 
.   Huerte  alevosa  me  di¿, 
Puei  la  vida  me  (|uitó , 
Robándome  la  mitad 
Del  alfua.)  i  l>iegue  i  los  cielo) 
ifútí  la  Hd  saiigríenLo  sea , 
Como  mi  iMCho  desea  <. 

Toa  ligrimas  j  desvelos 
A  loilos  nos  lian  rendido. 
Caplian ,  buncadle  iuego, 
l)eslruy«iido  ú  sangre  y  Tuego 
El  luear  mas  escondido. 

{Vau ,  y  ilgude  el  Capltm.) 


EL  ALCAIDE  DE  Sl  MISMO. 

1  IrtXPlM. 

Atenta  te  escucho. 


Alii 

I  Para  tragedlas  d«  amores 

¡  Ñus  da  tugar  el  jardín , 

I  Entre  el  a/ar  j  el  Jazmín , 

[  Lntre  las  rosuy  dori-s. 

I  V  sí  contarte  pretenda 
Una  enigma  semejante , 
No  CDlenderme  no  te  espante , 

I  Qne  yo  tainiKJCo  me  entiendo.  (Vidi 


MARGARITA,  ROBERTO,  SERAFINA. 


Jaño  en  la  ciudad  1 

i  Por  qué  esLa  carta  guardaste. 
Donde  su  iiomtlre  Qnnó 
El  PrlncIpeT^Porquéno 
La  rompiste  o  la  quemaste  T 


No  pode  yo  prevenir 
Lo  uue  DOS  ha  sucedido. 
Aquí  me  quedé  escondido, 
Y  nn  baésped  podo  decir 
< ,  Hal  baya  girien  ÍDvenl6 
Los  liu^pedes  1 )  que  yo  Tui 
El  que  ai  Principe  servi. 
Porque  en  su  casa  vivi6. 
Esta  carta  le  escribía 


Y  la  que  yo  be  de  llorar. 
ESCEBAIX. 


CAFiTáR.  {A  ñaberto.) 
El  Rey  manda  que  estéis  preso , 
Porque  de  aqueste  suceso 
No  podáis  aviso  dar. 


Y  e*  bien  que  esté  preso  el  fiero 

Que  i  un  eoemiao  sirvió. 

{Ap.  i  RoberU.  Libertad  le  daré  ;o.) 

Mwcaro,  {Ap.  i  MartarUa.) 
Esa  de  tu  mano  espero. 

{Yaim  el  Capitán  g  Rebtria.) 

mCEHA  X. 
HARGARtTA.  SERAFINA. 


Y  de  DO  babene  eniendido. 
Triste  j  conRisa  be  quedado. 
Algtu  secreto  bay  aqui. 


XI. 

ANTONA,  BENITO. 
jlKton*.  (Cania.) 
Subiera  MoraUt 
En  el  tH  caballa , 
La  e$piula  áe  melcocha , 
Y  el  freno  de  eapart». 
Umeta, 

Mala  allá  ie  la  unuMla. 
BdiiTO.  (.Caiaa.) 
En  la  calle  nnciu 
EiU  enamtraio : 
Par  mirar  arriba. 
Castra  en  »n  ciiareo. 
Luneta. 

Átala  allá  de  la  tonianela. 
(CokM.) 
Sogat  n  marúmat 
Tiran  a  tacarlo  : 
Sdeanle  ana  atadara 
Que  habla  merendade. 

Átala  alid  de  la  lontanela. 


Deja  nn  poco  taa  luneta ; 
Oue  lo  bas  cantado  tau  bien , 
lúe  no  cbüla  una  sartén, 
Jn  órgano,  una  carreta , 
Con  mas  Tuerte  y  recio  cborro 
QneUt. 

Bl  alabarme  es  yerro. 
Porque  no  entonó  un  becerro , 
Un  podenco  ni  un  cachorro , 
Has  que  tü ,  uí  aun  un  marrano , 
Cuando  le  matan ,  gruQA 
Coa  mas  gracia ,  y  no  habro  yo 
En  la  carreta  y  órgano. 
Has  ya  que  eslo  es  acabado, 
y  que  es  ror<toso  el  habrar 
De  otra  cosa,  hasta  llegar 
A  la  quinta,  me  ba  pasado 
Por  t>t  ealletre  que  babrémos 
En  cuándo  seri  aquel  dia , 
Renilo  den  alma  mía, 
Qne  los  dos  matrÍinu9emos. 
En  pensado  me  hace  astillas 
El  pracer  dentro  del  pecho , 
Y  ms  viene  lan  estrecho , 
Qne  el  hato  me  bace  cosquillas. 

Para  olvidar  sus  regalos. 
Considera  que  pas6 
Ese  dia,  y  q;ne  llegó 
El  que  yo  te  mstol  palos. 
Muy  atobioo  y  enridado; 
"  "  en  Bd,  lorxoso  ha  de  ser 
me  carne  una  mitjer 

,__  ti  de  estar  siempre  i  mí  lado. 

'arque  ¡.i  culi  homiire  no  pesa 
Ver  (li  eu  su  mujer  repara) 
Séeiqwe  en  la  cama  nna  cara , 


Siempre  una  caca  en  la  meis  T 
Si  tiende  nna  mano ,  toca 
Siempre  nna  cara ;  si  huele , 
Es  tía  cara  que  suele; 
Si  ve,  es  con  ventana  poca. 
Una  cara;  y  sl  esia  j>eua 
Cualquiera  cara  nos  da, 
Diine,  Anlona  ,  ;qtíé  seri 
Si  la  tal  cara  no  es  buena  T 
Pero  casados  los  <jos , 
¿No  nos  veudri  i  ser  así? 


No  eo  mis  día*,  I  la  hé. 

Va  desenojarte  quiero. 
SIDO  es  el  día  primero. 
En  mi  vida  te  daré. 

I  Por  qué  el  primero  T 
-    eKiino. 

Aiotó 
La  Justicia  cierto  dia 
Un  bnmbre ;  y  ¿I ,  que  tenia 
La  penca ,  al  verdugo  di6 
Tal  cantidad  de  dinero. 
Porque  ablandase  la  mano 
La  solb  de  canto  llano. 


?ue  la  sangra  reventó  : 
cuando  el  otro  volvió 
La  cara  de  probar  biei. 
Le  dijo  :  'Cen  tales  modo* 
Vuestra  deuda  satisfago  : 
Ved  el  amistad  que  os  bago. 
Que  asi  babian  de  ser  todos  >. 
Ansí  til  conoceros. 
Pegándote  el  primor  día , 
La  amistad  y  cortesía 
Que  te  hago  en  tos  demás. 
Has  ;  cómo  ha  de  darte  enojoa 
Quien  tan  de  veras  te  amóí 

Ke  antes  me  quebrara  vo 
s  mochachas  de  mU  «qos  : 
Porone  ellas  pueden  quebrarse, 
V  mi  amor,  Aniooa,  no. 


¡No  podrís  mndirtef 


Llegarme  i  aborrecer  f 


lV«#.) 
,t,zodb,GoOglc 


COHEDIAS  DE  DON  PKORO  CALUERON  DE  LA  HARCA. 


SI  sahrii,  que  al 
Ijue  lirio  «<  ' 


a  vivió , 
y  se  recogió  alh«lL 
Has  í  qné  ailumhra  alit!  No  *i^. 

Llegar  m»*  ce ' 

Oro  6  prau  ei 

Noiahre  Tcntura  iiuc  — 

Haber  por  aqai  ¡leRatlo. 
Un  lesoro  he  desctmierto , 
Que  alenno  en  este  desierto 
Debió  de  dejar  cuardado 
Tirar  quiero...  Bagiqué  miro? 
Un  fesUdo  de  oro  es , 
Que  Itamaii  armas  6  ames. 

{Saca  tet  omfli  4e  Fe'Ierica.) 
Poco  de  relias  me  admii'O, 
Que  ;a  otras  veci'S  las  vi 
En  mi  aldea ;  (|iie  uo  só 
Tan  bobo ,  que  bien  sé  }'0 
Qtie  esto  na  de  ponerse  asi, 

{Pinetelt  al  me*.) 
La  prata  y  oro,  jospecho 
Qiiu  de  la  tierra  ha  naeido ; 
Pero  qae  nazca  an  vestido 
De  la  tierra  liecho  y  deraclio , 
Es  cosa  notabre  y  rara. 
Si  asi  cualquiera  naciera . 
Porque  en  el  mundo  no  hubiera 
Sastre  ninguno,  me  holgara. 
¡Quesera  verme  vesÜUo 
Cun  él ,  j  entrar  en  la  aldea  1 
Klngnnu  habrá  que  me  vea. 
Que  no  se  quede  alordldo. 
Pues  Antona  ,  i  qué  dirt  ? 
Que  só  con  llgun  extraña 
San  Jorje  Mata-la-arana. 
I  Oh  lo  que  verme  ser* 
Vestido ,  como  lo  quiero . 


Díi^n  del  dueño. 

SOLDjtOO  S.° 

Sebor, 
At  pié  deltas  alias  «ierraa 
Huerto  rsiA  un  caballo. 


El  mismo  que  eo  la  carrera 
Itayo  fué;  que  no  es  posible 
Ki I t!u fiamos  tantas  seSas. 
V  ai  r\  caballo  rendido 
Esii  i  SD  misma  violencia, 
l>oco  léjoa  esti  el  duefio. 

iV  no  puede  ser  que  sea 
llalier  mutlado  caballo* 
tÁi  L'l  monte? 

ctriTAtt. 
Mal  pudiera 
Tener  tanta  pretenclon 
Quien  dudaba  iJe  la  empresa. 
En  lhi,.él  esta  eoel  monte  : 
La  dicha  sin  duda  es  nuestra. 
Todo  se  visile,  y  todos 
Con  oído  j  vista  atenta 
Le  eíominen  rama  i  rama  ; 
No  quede  l:i  mas  secreta 
Parle  que  el  sol  lanoró, 
Guardaiia  i  su  dllt|teaeia. 
No  tiabrt  servicio  que  estimo 
Tanto  el  Hoy,  como  que  vea 

Que  tanto  dolor  le  eui'sia. 
SILBIDO  1." 


Ksie  papahígo    . 

A  las  fiolalnas  de 

No  fallará  quien  roe  ajuile 

A  ponerlo,  si  ene  vó 

Hicia  los  pastare*  jo 

<Que  en  ellos  no  liabrt  auien  dude 

El  componer  huLos  tales), 

Y  añilaré,  como  Lotigiiios, 

De  dia  por  los  caminos. 

De  noche  por  loa  jarales. 

{VaÉt,  llevándote  ¡ai  arma».) 


EL  CAPITÁN,  soutADoa. 

En  este  monte  que  ba  sido 
Con  intrincada  maleta 
Laherinlo  natural 
Que  laiius  calles  enredan , 
Es  sin  duda  donde  aquel 
Prodigio  humano  ae  encierra 
Que  por  esta  parte  vino , 
Según  nos  dicen  las  señas. 
;0h  si  ya  pluguiese  al  cieto 

Siie  a  nodOtros  nos  debiera 
I  Rey  ver  en  su  poder 
Al  que  convirtió  en  tragedia 
El  gusto,  en  lulo  las  gal.nx, 
Y  en  llanto  y  dolor  las  fiestasl 

SOLDADO   1." 

Si  por  asta  parte  entró, 
Serl  Imposible  que  pueda 
Escorkderse,  porque  el  monte 
De  todas  paHei  le  cercan 
Gante*  da  anna*. 


is  galán, 
as  inaeni 

El  principe  de  mas  preiMlas  : 
De  modu  que  hlio  común 
Elsentiniienlo:yslllega 
A  preikderle ,  se^'quien  tuere. 
Le  cortari  la  cabcta , 
Por  lo  que  la  noche  hino 
Del  sarao  en  su  preseuci* , 
Y  por  haber  dilatado 
Hasta  las  justas  aquella 
Enemistad,  donde  tiixo 
Duelo  ;  campo  la  palestra. 

xiy. 


BENITO.  (Pira  tí,) 
' ;  Qué  brava  fegúra  vengo ! 
I  i  Quién  habrá  que  ansí  me  vea 
'  Que  no  se  muera  de  risa  ? 
!  Unos  hombres  que  esta  sierra 
]  Pasaron,  por  divertirse 
'  He  han  armado,  y  de  manera 
'  Qun  no  puedo  menearme. 
iQué  sera  verme  en  la  aldea 
DfSta  .inerte?  Qué  hari  Antona 
Cuando  por  otro  me  tenga? 

soLDiDo  3.*  [Ap.  al  CapUoa.) 
Si  no  me  engasa  la  vista , 
Por  entre  esas  pardas  peiías 
Sale  nn  caballero  armado. 


I  Mal  pudiera  desmentirla 
líi  antea. 

SOLOADO  1.* 

;De  <tné  manera 

Le  pudiéramos  prender? 
Que  si  se  pone  eu  defensa , 
No  aeri  el  mundo  bastante. 

El  que  esié  rendido,  es  fucrxa, 
I  Al  peso  del  duro  apero , 
A  la  fatiga  v  violencia 
Del  cansancio  y  del  eamino, 
Puea  muerto  el  caballo  deja. 
Llegad  los  dos  por  detras ; 
Que  yo,  la  pistola  puesta 
A  los  pechos,  le  tendré. 
Para  que  no  se  delteoda. 

SOLDADO   1.' 

Llega  paso. 

SOLDtDO  3.' 

Coa  temor 
:  Voy,  porque  como  itos  sienta. 
Dos  mil  son  pocoa  :  tal  et 
{  Su  valor,  iTiimo  y  Tueriaa. 
I  SOLDADO  1.° 

Coo  silencio. 

DtNtro.  (Paraii.) 
Estaba  yo 
Haciéndome  ahora  cuenta 
De  culiito  duraró  un  sayo 
Oestes... 

(Atente  par  delrat.y 

Va  le  tengo,  llega. 

Date  á  prisión,  ó  la  vida 

En  tu  misma  sangre  envuelta , 

Saldrá  al  rajo  de  mi  mano. 


;  Ay,  seOoree,  qua  me  llevanl 
Pues  ¿qué  ctilpa  Uire  yo 
En  ponerme?... 

No  pretenda* 
Defenderte,  que  has  de  ir 
Huerto  ó  viro  ó  la  presencia 
Del  Rey. 

so^DA[lO  3.* 
Tenle. 

MOLDADO    1.* 

Un  motila  muevo. 
jAy,  señores,  que  niejlevtn  ! 

JORNADA  SEGUNDA. 

•  Jirdin. 

ESCENA   PRIMEmA. 
HARGARITA,  SERAFINA. 

Aquí,  Serafína  hermosa. 
Que  solo  escucharme  pueden 
Estas  plantas  y  estas  Dores, 
De  mi  amor  trsligos  fieles  ¡ 
Pues  otras  veces  nan  visto, 
Pues  han  oído  otras  veces 
Esias  lagrimas  heladas 
Y  estos  suspiros  ardientes. 
Cuando  i  solas  consultaba     . 
Mis  penas  ó  mis  placeres 

SQue  se  descansan  contando 
imores,  aunque  ta  coeaien 
A  plantas  <)ue  ito  reapomiCB, 


dbyGOOglC 


A  pijariM  que  DO  entieadeo, 

A  praascos  que  iio  imaii , 

A  crisUles  que  no  sienleo) ; 

Saliris  (pnea  que  }•  be  romptfk 

Un  secreto  qne  me  debe 

Taatoa  días  de  silencio , 

Poco  hallado  en  las  mujeres) 

Que  nn  áh  que  la  violt;ncta 

De  aquel  pasado  accideuLe 

Di6  Ireguas  i  mi  dolor 

(■,  Pluguiera  á  Dios  no  las  diese ! ) 

Un  niaycu'ilonio  rae  dijo  : 

>  Si  es  que  vuestra  Alteza  quiere 

DíTerlirse,  podri  ver 

Las  jojas  mas  eiceleoies 

Que  la  codicia  imagina , 

El  arte  pule,  j  guarnece 

El  d«ieo,  que  son  tales 

Que  el  arte  y  codicia  vencen. 

Aqni  Dn  platero  extranjero 

l.its  trae,  porque  asi  pretende 

Kiili'i!  pTincipi-3'lan  grandes 

)vm|>iear  tan  grandes  bienes.  • 

La  curiosidad  entonces 

Me  díú  causa  i  que  las  viese , 

V  di  licencia  al  pialen) 
I*ara  que  t  mi  vími  llegue. 
jNollpgaramasalalma, 
Pues  desde  entonces  padece 
Un  mal  que  no  se  conoce 

Y  OH  dolor  que  no  se  sieote! 
Pe  sari  te  de  pensar 

Qne  un  artífice  pudiese 
üalirarnte  el  alma ;  pues  do  , 
Serallna,  no  te  pese; 
Que  debajo  deste  nombre 
Estar  disfraisdo  puecte 
Dn  principe  Federico ; 
Qne  arte  tan  noble  comprende 
Uebajo  de  su  nobftia 
Los  principe»  y  los  rejes. 
Enteíióme  algunas  joj^as, 

V  entre  ellas  una  que  eicede 
La  imsgiDaciou,  y  en  ella 
Guardado  curiosamente 

Un  retrato.  Si  era  mío, 
Dígalo  el  ahna.  qne  al  verle, 
Uud¿  el  cuerpo  en  que  asUtia, 
Diciendo  entre  si  :  <iNo  ^esle 
Kl  original!  paes  ícómo 
Presa  en  un  carT]io  me  tienen , 
A  quien  solo  inrorma  un  alma 
lie  malics  j  pinceles?  • 

Y  quiso  pasarse  li  él. 

Ku  dudii  JO  que  lo  hiciese, 
Tui^  quedé  sin  alma  yo , 
QiM  allí  el  platero  la  tiene. 
Prr^unlÉle  que  i  qué  efecto 
En  joya  tan  excelente 
Puso  mi  retrato.  Y  él , 
Turbado  el  rostro  ;  sin  verme. 
Me  respondió :  ■  Federico 
Me  manda  que  asi  le  hiciese 
Tara  su  pe<uio,  porqué  . 
La  fama,  que  vuela  siempre. 
Le  dijo  de  tu  bennosura 
La  perreccioii ,  si  es  qne  puede 
Aplauso  tan  dilatado 
Medirse  eo  centro  lan  breve. 
HanüAme  hacer  el  retrato  ¡ 
Pero  al  llevarle  y  al  verle. 


Apartan  de  mi ,  porqué 

Airado)  los  cielos  quieren 

Que  el  enojo  de  los  padres 

ha  nosotros  dos  se  herede, 

Wo  quiero  yo  profanar 

Tu  decoro ,  ni  atreverme 

A  amar  tu  sombra ;  jr  asi , 

Ko  es  Irien  que  en  mi  pecho  quedes. 

Porque  agracia  á  todo  el  sol 


EL  ALCAIDE  DE  SI  KlWO. 
Quien  i  esos  rayos  se  atreve. 
Has  DO  será  bien  tampoco 

(i  Ay  de  mi ! )  que  llegue  i  verse 

En  otro  poder  la  imagen 

Qne  adoraré  eternamente ; 

A  sus  manos  ha  de  Ir. 

Si  i  llevársele  te  atreves. 

Porque  una  estrella,  del  .sol 

Desasida,  porque  un  breve 

Arroynelo,  hijo  dtrl  mar. 

Porque  un.i  centella  ardiente. 

De  so  rayo  despedida ,  . 

Si  alumbra ,  camina  y  hiere , 

Se  restituyen  al  sol,, 

Al  nur  j  al  rayo ;  que  vuelve 

Todo  i  su  centro.  —  Palabra 

Di ,  sefiora ,  de  alreYemte 

A  dejártele  en  tu  mano  : 

Abora  dame  la  muerte.  > 

Dijo,  y  sacando  la  joya 

Otra  *ei,  sin  que  me  espere 

Respuesta  alguna,  volvió 

La  esuilda.  No  de  oira  suerte 

Quede,  que  entre  dos  imanes 

Suspenso  el  acero  suele. 

Abrí  la  joya  otra  vez, 

Donde  (ioh,  amor, lo  que  puedes!) 

Vi  amorosas  tropelías ; 

Pues  trocadas  sutilmente. 

Otra  me  diúi,  donde  estaba 

Un  retrato,  vivo  siempre. 

Del  principe  Federico, 

Y  conocí  claramente 

Serlo  el  platero.  Quedd 

En  una  ocasión  tan  fuerte 

ün  mayores  confusiones— 

Pero  ¿para  qué  preteude 

Turbada  mi  voz  decirle 

Pensamientos  que  se  mueren 

Discursos  que  se  imaginan , 

Glorias  que  se  desvanecen? 

Vo  amé  :  díganlo  esas  flores 

Otra  ves,  pues  ellas  pueden 

Decir  las  noches  que  oyeron 

Sus  quejas  eu  estas  redes. 

Bieo  la  empresa  de  la  Justa  * 

Dio  i  entender  que  estima  y  riente 

Las  lisonjas  de  la  noche. 

Lo  qae  en  ella  le  sucede 

Ya  lo  sabes  :  menos  mal , 

SI  mi  padre  no  le  prende  ;   ^ 

Pues  aunque  le  pierda  yo. 

No  seri  dolor  lao  fuerte 

üomo'que  él  pierda  la  vida. 

Porque  es  fuerza  que  se  wngiie 

De  tas  guerras  que  ha  tenido 

Con  su  padre;  y  si  él  la  pierde. 


nor.  seSora,  de  quien 
Tanta  conGansa  tienes , 
Te  estima  favor  tan  grande. 
Mucho  ha  sido  que  pudieses 
Guardar  un  secreto  unto. 


No  hay  mqjer  qae  coando  quiere , 


El  Rey,  sefiora,  aqni  viene. 


Con  una  Indnatria  quisiera 
Que  abora  por  libre  diese 
A  Roberto,  que  esil  preso. 


1  rclieion  qae  hlio  Etna  ei 


ESCENA  n. 


Nargarita,  icómo  sientes 
Tamal?¿Nodala  triUeu 
Lugar  para  que  te  alejtes  T 


Qne  na  de  aiormeoiamie  siempre. 

Hoy  justa  elecdoo  hiciste 
En  lio  bermosa  y  prudente 
Secretarla.  • 


,'  Ella  dirl 
Si  estoy  Uiiite ! 

SERAnn». 
Y  jiutanenie. 

Pues  ;baie  dicbo  la  causaT 

No.  pero  los  accidentes 
Delli  :  y  i  mi  parecer 
Hay  ncil  remedio  llene. 


iCómoT 


UT. 


Pues  alégrate,  qne  yo 
Tengo  eaperaoM^e  ferie 
En  mi  poder. 


Una  Industria, 
Qoes  es  mny  ftcil,  se  me  ofrece. 
Manda  soltar  al  criado 

8ue  estji  preso,  pues  no  Uciie 
ulpa  en  servir  i  sa  dnetio ; 

Y  después,  seftor,  ponerle 
Espías ;  que  él  ha  de  ir 
Donde  el  Principe  estu'  ~ 

V  asi  le  descubriros. 


:  Qué  ingenio  lan  excelente!- 
Vajran  por  aquel  criado. 


Déme 
Vuestra  Majestad  los  piís. 

iQué  hsy  de  nuevo? 


leunuicíe.  I 


SIS  cune: 

Jufurmado  do  quu  liibia 
Uetptdo  ik  u»  aionte,  y  baílele 
Eli  uietlio  úil,  dMirroado , 
Parque  reiiUiílo  «te  verse 
Siii  Mballo,  qae  Ke  babla 
D<«|iebada,  triplemente 
Esubi  >l  pié  de  uua'peBa. 
SlDliúiios;  ¡r  U*  vállenle 
Yolvió  sobre  si ,  qae  fué 
Hucbo  que  do  iios  hiciese 
Pedazos  1.  lodos  junios  : 
Tao  dfesiro  es, altivo;  Tuerte. 
Pero  a  mi  valor  rendlüú , 
Ha  las  armas,  ;  no  quiere 
Decir  quién  es ;  solo  dice 
Que  un  villano...  *  aun  pretende 


4*orque 
Decir  lo 


a1i;ii[i.i£  VI 


. «  Pederlco. 
'(Habla  en  vtt  baja  con  el  Capitán ,  el 
MoJ  le  M.) 


(itp.  i  Ay  de  mt !  tetina  mi  muerte. 
JA;  oemn  acalie  mi  vida; 
Que  uo  pueden,  que  ho  pubdeo 
Disimular  tantas  ansias. 
Rompan  la  prisión,  revienten 
Por  la  boca  y  por  los  ojo^ 
De  mis  entrañas  ardientes 
Suspiros  que  el  atma  enciendan. 
Ligrimas  iiue  el  pecbo  aneguen.) 
¡Ay  de  nil,  cielos! 


Tengo  un  fuego  c 
TeiiKo  u<i  liiefe  qi 
lia  dolor  que  m 


'.  vcue¡i  mi  iQuerie..()'iur.} 

ScraBna,  pues  comiso 

Ha  desctnsailo,  i  qué  sientes 

De  una  tan  oueva  pasioiiT 

SeRlFINA. 

Aunque  quebrante  las  leyes 
be  gn  secreto,  mis  importa 


Porque  en  secreto  se  quieren. 
Esto  es  verdad  ál  temiendo. 

8ue  tu  enojo  le  dé  muerte , 
ompió  su  dolor  el  pecho. 

¿Qné  escuclioí  Va  de  otra  suerte 
Procederé,  porque  ai  un 
Consejo  muda  el  prudente. 
Hodererooe  el  rigor. 


DE  DOX  PEDRO  CALDERÓN  DE  L 
St  le  enoja  no  le  ofende. 
Dame  la  muerte. 

RET. 

Antes  quiero 
Que  libre,  Roberto,  qneJes; 
Üue  tu  Ivalud, galardón, 
V  lio  castigo ,  merece. 
Vete  libre,  que  ya  el  cielo 
Maa  piadoso  faiorece 
Ui  deseo.  Va  le  bailaron 
A  tu  sei^r,  y  ya  viene 

«0[1E*TO.  {Ap-t 
¡Qué  es  esto  que  escucho  ? 
i  Si  hubo  quien  le  couoclese 
En  la  aldea  en  que  qued¿? 


Va,  seBor,  esii  presente 
El  principe  Federico 
De  Sicilia. 

(Ap,  Eocanio  es  este.) 
i  Vo  principe!  K  s6  Enrique 
be  Cecilia,  jqué  preieudeo 
Con  este  sajo  T 

(Ap.  Undoso, 
En  un  punto  m»  acometen 
Los  deseos  de  vengarme. 

Piadoso.  iQué  puedo  hacer? 
Aquí  la  pasión  me  tuerce, 

V  alti  me  lleva  el  amor.) 
St  i  vuestra  Allexa  parece 

8ue,  liéndole  en  mi-iioder, 
e  de  vengar  imprudente 
Las  ofensas  de  su  padre 

V  suyas,  poco  le  debe 

Mi  pf cha,  pues  no  conoce 
P,\  valor  con  que  procede. 
Si  bien  queda  preso: 

•  iVoT 

Pues  i  qué  delito  ei  ponerme 
Este  vestido,  si  yo,  , 

(lomo  un  honso  ó  seta  verde. 
Allí  me  le  hadé  prantado 
Eu  aquel  campo  T 

*ET. 

No  llene 
Vuestra  Alie»  que  encubrirse 
f'.otí  los  disfraces  de  hacerse 
Villsno,  rústiuo  ó  loco; 
One  el  sol  nace  y  resplandece 
Aunque  nublados  se  opongan 
A  sus  rayos  tranepareiiles. 
No  desconfié  de  mi 
Hoy  vuestra  Alteza  !  consuele 
Estos  lances  de  fortuna . 
Mudable  j  dudosa  siempre. 

nniTO. 
jQué  modabre  6  qué  dudosa? 
Tomen  sus  armas  y  denme 

I  Mis  halos,  si  es  que  esto  buscan. 

I  i;ue  no  soy,  aunque  lo  piensen, 

J  El  principe  Fueborrico 
De  Cecilia.' 

I  (Ap  EngaBo  es  este, 

I  Que  aho^  en  mi  lengua  está 
:  Darle  crédito  y  hacerte 
.  Mayor;  i  aim  estorbo  asi 
Que  vuelvan  con  nueva  (¡ente 


URCA. 

I  A  bnscule.l  Vuestra  Alleía 
He  dé  los  pies ;  que  no  puedo 
Mi  amar,  aunque  esté  delanU: 

I  Et  RqPiurrir  que  lea  nie^e 

I  A  mis  labios  esta  dicba 

¡  De  besarlos.  (De  roí 


El  prlucipe  de  Sicilia 
jTodos? 


Pues  todos  mieuien; 

Que  00  conozco  CecUia , 

Entre  todas  las  miijeres 

Que  conozco,  sino  uui 
I  Cecilia  tan  solameOle 
I  Del  rabadán  de  mi  alUea. 

i  Que  aun  pretniíles 
Disimularte  conmigo. 
Siendo  un  criado  que  eicéile 
A  Aciies  en  la  lealtad! 

Aunque  de  Acicites  cuentes 
Cuanto  mandares ,  no  sé , 
Hombre  ó  demonio,  quién  eres. 

aoBERTo.  (4p.  al  Rry] 
SeBor,  mi  amo  Federico 
"  is  que  de  discreto,  llene 

■  valiente.  Ha  dado  en  eMo, 
Y  babri  de  estarse  en  sus  trecr. 


A  la  lo 
l.e  llev 
AElpn 
Qne  esté  ei 


«ET. 


tregne 


,  _ .      .  digno  nospedaje 
lie  un  príncipe  tan  vaHenie,  , 

(Ap.  i  Roberto.  Va  como  yerno  le  iraio 
A  mi  enemigo.) 

aoaiaTo.  (Ap.) 
Noe! 


Milagro  ni  novedad, 
Ponjue  i  ser  lo  mismo  viiiie 
Du  enemigo  que  un  yerno, 

V  con  él  Roberto  quede 

A  servirle;  que  en  efecto 

Se  liolgari  de  baldarle  T  verle, 

Utis  i  Elena  también, 

Qoe  allí  le  tenga ,  7  que  espere 

tie  mis  niaiios  generosas 

Mil  favores  y  mercedes. 

ÍAp.  Qnierocompoiier  las  partes, 
'or  Margarita.  ¡Oh  mujeres! 
¡Qué  de  intentos descompnneu 
Vuestros  necios  pareceres!) 

\  Ven,  seBor,  donde  descanses. 


'»""""""  tíffbglc 


A  Boberlo. 

;V  so*  Roberto 
Kl  diabroT  lÁp.  ¿Si  es  ineflo  eiift! 
Hai  todos  baii  ilailo  en  esto, 
V  sin  duda  alRuna ,  debe 
De  ter  «erdM  :  paes  que  todos 
Lo  dicen ,  e»  avideiile. 
O  lodos  «sUn  borrachos, 
O  JO  lolo.  Hii  iqué  puede 
alarme  mejor  á  lul , 
Que  ler  en  tiempo  un  brete 


FIOKUa  delule  de  m  eiiUUo. 
ESCEICATI. 

ANTOMA  1  la'ibáookh. 

No  baj  conwelo  para  Ini. 
Dejadme  llorar,  Belardu. 

íHohaf  coDiuelol' 

iXTOtU. 

No  le  aguardo. 


¿Puta  bu  de  morírleT 


El  me  dijo  :  <  Antona  mia , 
Ciundo  vuelvas  me  halhiraa 
Firme  t  tu  amor,  mucho  mas 
Üue  esta  eDclna.t  íQué  serla 
£1  no  catar  después  alllT 


Que  UDB  Qera  fe 

Y  debió  de  ser  ansí  : 

Aqneso  es  Tazón  que  veas. 

Pe*  le  comi6  cruel  :     - 

Es  sin  duda,  porque  él 

Hoj  amigo  era  de  feas. 

Eolas  entrafias  esti 

De  atgDDa,  sin  lesümonioi, 

Ponioe  00  bitin  mil  demonios 

Lo  qDe  ana  Tea  no  barí.  (V«fii 

^•CEIUTIL 

KLENA,  FEDERICA. 


Tntaa  bonras  ;  htioresí 
Tú  las  mereces  majores. 

FEDKTIICO. 

Auiuio  mereico  besar 
La  liem  que  pisas.  ¿Vo , 
Qniéo  soj,  señora ,  i  quién  ful , 
Pars  tal  biorl  Sí  aquí 
NI  ventura  me  guió. 
No.  ruí  mi  suerte  importuna , 
Pues  con  Días  nioo  diré 
Que.  pormas  fortuna,  fué 
Desdichada  mi  rortniía. 
i  Dichoso  JO,  que  nací 
Con  tan  venturoso  estado , 
Qne  fuera  mas  desdictiad» 
Cuando  no  lo  hubiera  sklo.l 


BL  ALCAIDE  DE  St  MISMO. 

(Ap.  Va  conoce  mis  extremos,  . 
Pues  haUa  sin  que  repare; 
Has  áat«s  que  se  declare, 
Coraion ,  disimalemos.) 

Suien  os  ojere.  Español, 
abtar  tan  agradecido, 
ppjisari  que  naheis  tenido 
A  vuestras  llantas  el  sol. 
Alcalde  os  hice ,  j  do  sou 
Favores  en  tanto  aumento, 

SiM  vuestro  agradecimiento 
erezca'^or  galardón. 


No  os  entiendo.  jDe  qo¿  suene 
He  de  proceder?  Hablando, 
Estoy  temiendo  j  dudando, 
Entre  mi  vida  j  mi  muerte: 
Huebas  veces  qde  pretendo 
Agradecer  con  recato , 
Soléis  culparme  de  ingrato... 
¡Vive  Dioa ,  que  no  oc  entiendo ! 
Hoj,  que  obligado  de  vos , 
Agraiifecido  me  veis. 
También  desto  os  ofendéis : 
]  No  os  entiendo,  vive  Dios  ! 
;0  es  qne ,  como  malos  trato* 
De  falsa  j  Ungida  fe 
Han  hecho,  eSena,  qne  esté 
Poblado  el  mundo  de  Indios, 
ÜB  canso  vo  porque  be  «do 
Agradecido?  Que  ja, 
Como  no  se  usan ,  da 
fufado  un  agradecido.  - 
Yo  DO  lo  seré  I  si  aqui 
Obligo  mas,  sin  saber 
Estimar  y  agradecer. 

Pues  tampoco  os  quiero  asi. 


iQaé  haré? 

Qne  de  aqui  adelante , 
Hit  pesares  6  mis  gustos , 
Hta  contentos  6  disgustos 
Escuchéis  con  un  semblante. 
NI  agradeeldo  os  pretendo. 
Ni  olvidado  entre  los  dos, 
riDEBECo. 
i  No  os  entiendo ,  vive  Dios  1 

■LKRS.  {Ap.) 

Ifl  JO ,  vive  Dios ,  me  eoUeudo. 


ELCAPITAN.-ELENA,  FEDERICO. 
Dame ,  seSora ,  ios  plés. 

■UKA. 

iQoé  es  aquesto ,  Capiíaa? 


Que  ji  tos  contentos  van 
Ed  los  aumeoios  que  ves. 
Ya  se  sabe  quién  ba  sido 
El  hoiDIcIda ,  que  allí 
Haló  t  Dou  Pedro. 

riNuco.  (Af.) 
i  Ay  de  n 
SI  me  hubiesen  eonociao! 


Ese- blrbaro  traidor? 


Sempre  la  verdad  ayuda. 

FKSUICO.  (Aj>.) 

I'St  me  iréiiSi  me  pondré 
:n  defensa ! 

<A  quién  nombrú 
Por  alcaide  deste  fuerte 
Tu  Alteza? 

FBDEBtCO.  (Ap.) 

Echada  es  la  suerte. 


.Conocido ,  iqué  mandáis  ? 

HaMartn  aparte  quiero. 

Desde  ibl  podéis  habiari 
Porque  tengo  de  apelar 
De  mi  valor  a  mi  acero. 

^(■ra  qiilén,6  eonira  quién? 

FEBIHICÚ. 

Vos, Capitán,  ¿no decís , 

Sne  aqDl  buscando  venis 
I  alcaide ,  y.  que  también 
Kl  principe  Federieo 
Emí  conocido  ya? 
Pues  aqnl  presente  estt 
Lo  que  Duscab. 

c*nTt:<. 
Nore[riic« 
A  eso,  porque  m  ot  entiendo. 
Bn  vano  ot  alborótala. 

nasaico.    ■ 
U  voi ,  sefioT,  me  buscáis... 

Yo  solamente  pretendo 
Entregaros  en  prisión.,. 

nBBKICO. 

Antes  perderé  la  vida. 

CjIPTTAIt. 

Ho  vt  tan  hiadverüda 


Va  no  replico. 
cwrrAN. 
El  príncipe  Federico 
Viene  presó ,  y  vos  babeis 
De  guardarle  en  este  fiíerte. 
Vo  en  el  monte  le  prendí. 


DigilizedbyGOOglC 


COMEDIAS  DE  DOH  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


■UNÍ. 

iQué  e*  lo  qoii  estof  escncbandof 
i  Federico  preiiii! 

C*PIT*K. 

SI. 
AToseIRejMleen\1'i, 
l'ara  que  desde  cíle  día 
Presóle  tetigais  aquí. 
Kii  ana  carroia  viene , 
Sinque  iJÍiiguno  le  vea 
Kl  rostrii,  iiorqiie  uo  sea 
C^usü  (tan Lo  talor  lieiie) 
De  alguu  alboroio  cieijo 
Del  (ulgo,  viéndulu  asi. 
Alttalde ,  teñios  Iras  mi , 
Donde  veréis  que  os  le  entrego, 
Y  «Junde  con  juraoienlo 
OsohlijjueisAleoelle 
Guardado. 

A<|ui  puedo  hacelle : 
l-:$cuchad  un  poco  atento. 

Yn  jurosoleír 


j  ■  guardaré  á  Federico 
riel  s  cuidadosamente  : 
Uue  tendrá  desde  este  día . 
Gn  que  iMl  cai^o  me  han  dado, 
Cou  su  persona  el  cuidado 
Ijue  tuviera  con  la  mía  : 
l'ucs  estando  por  mi  cuenta 
Federico,  claro  esU 
(Jue  á  mi  la  vida  aae  va 
'lanío,  que  decir  laieota 


V  asi  prometo,  por  Dios, 
Guardarlo  tin  olla  algaua. 

Ese  juramento  aoeto. 
Venid ,  porque  esto  lia  de  K 
Antes  que  le  pueda  ver 

Nadie;  que  tmiiorla  el  $e< 
Vos ,  seíiora ,  ai  queréis , 


Solo  que  vos  ie  miréis. 

.Sr  co*mo  el  pecho  esti  lleno 
l)u  Iras ,  rit^ores  y  encijos, 
Fueijo  arroj.-irau  luis  ojos 
V  mis  raioiits  veneno. 
Yo  le  viera ,  jo  le  tiablara , 

Muerte  mi  vista  le  diera , 

No  quiero  verle.  ¿;spañiil , 
Do  quien  juslamenlc  fio   , 


'E 


La.v 
Délos 


¡Solaiueute  le  liar». 

reos  meo. 
SI  en  mi  lealtad  se  repara , 
Le  guardaré  cMno  á  mi 

Venid.  '''"'""'■ 

meaico.  [Ap.) 
¡Doé  notable  abismo 
Da  agradar  j  de  ofender ! 
iVite  Dios ,  que  vo;  1  ser 
Elaleaide  de  nrí  mittiu! 

{Vaaie  el  CapiUm  jr  Fedetieo.) 


ESCENA  IX 

NARGARITA.SERAFINA.— ELENA.  I 


;  A;,  bennosa  M^ir^arila  \- 
Honor  j  vida  me  das. 
¿Dónde  desta  suerte  vas? 


iAeso  venlsieT 

NAHGkaiTA. 

Dicen  que  et  sitio  que  ves , 
SeltaJ»  les  tristes  es. 
V  enviaunie  sci  por  triste. 
A  divertir  lie  venido 
Una  gran  nieUnculia ,       * 


üue! 
Contara. 


i.pri 


Declárate  on  poco  mas ; 
Que  JO  también  te  diré 
tíe  un  amor  lodo  ai  reres , 
Primí ;  seíiora ,  del  tujo ; 
Porque  si  de  aquese  arguvo 
(JuG  ha  sido  y  que  ya  do  es, 
l'odré  contarle  después 
Una  iiicliuaciou ,  que  va 
A  ser  amor,  j  no  está 
Declarado  ni  advertido; 
Y  si  el  tuyo  do  es  y  ba  sido, 
Ui  amor  no  ha  sida  y  será. 
Siéntate  sobre  ésas  (lores 
Uue  i  tus  pies  tejen  alfombras. 
Donde  puedeu  verdes  sond>ras 
Templar  del  sol  los  rigores  : 
Estancia  es  propia  de  amores. 

■Alt«*UTJt. 

No  tan  despacio  be  venido. 
Uue  sentarme  baya  querido. 
\Ap.  Yo  he  lie  empegar  por  aqui.) 
Una  lineía  por  mi 
Has  de  hioer. 

■1.E1U. 

Tuya  he  nacido. 


Hau  iraido. 

ELENA. 

i  Para  eso 
Es  meoester  que  yo  sea 
TercaraT  No  habrá  quien  ci 
Que  licencia  hayas  pedido, 
Siendo  quien  eres. 


iruaeaso.qdeubria 


.'agosto,  luego  diré 
I  Que  esté  del  fuerte  la  puerta , 
.  Ño  ver  para  quién,  abierta. 


Y  yo  en  esie  nionle  haré 
:  La  deslieclia  :  eo  i\  saldré 
I  A  cata,  hasta  que  anochezca, 
'  Porque  i  todos  les  parezca 

8ue  i  esto  vine,  prima  mia. 
o  es  mucho  que  mi  alegría , 
Ser,  vida  y  alma  te  ofrezca. 
Toya  soy,  y  de  mi  llanto 
El  curso  aleaste  ya.  ( 

Dios  >  iQué  lerl 
>□  que  me  agradece  lauto t 
Has  la  causa  deste  encaflio 
Presto  he  de  saber. 


iVilgame  D 


FEDERICO.  —  ELENA. 
PEDE  meo. 


EIPi 

Ove  uo  suceso 
V  lo  que  has  de  hacer  ahora. 

FEDEIICO. 

El  alma  lo  sombra  adora, 
^  obedecer  deiemilno. 

Aquí  HargaHla  vino 
i.on  excusa  de  caiar 

En  el  monte,  por  hablar 
Con  el  Principe.  Imagino 
Que  es  amor ;  y  por  saber 
Ueste  caso  la  verdad 
( í,s  necia  curiosidad: 
Pero  BOJ  en  lin  mujer), 
Tú ,  tsiiüíioi ,  te  lias  de  poner 
Donde  losolgasí  y  advierte. 
Que  de  aquella  mi^na  suerte 
Que  hablaren,  lo  has  de  decir. 

FEDEIICO. 


Vame  la  vida  y  honor 

Kn  vtrr  si  amor  la  disculpa 

De  tau  declarada  culpa 

Como  querer  i  ua  traidor.        (Vm**.) 


t  Y 


Qué  i-ngaQos.  qué  confusioues, 
Laberhitiis  y  quimeras? 

Y  aun  esto  no  es  imposilile ; 
Pero  ¿quién  babri  que  crea 

Y  tanto,  como  l/l>eHa"     "    ' 
HargariuTNaldicienles, 
Cuyas  venenosas  lenguas 

De  inndüblcs  las  acusan , 

Venid  á  ver  la  Iirme7a 

De  un  amor.  V  [lorquc  el  mundo 

Mayor  desengaño  leijga 

De  que  hay  flrmeza  en  mujeret. 

Tengo  de  ver  dónde  llegan 

DigmzíídbvGOOglG 


De  DO  amor,  que  ei  Terdadero , 

L»  |i«Iigr<»u  finezas. 

Ella  piensa  qoe  yo  so; 

El  preso ;  ;  como  lo  piensa 

Ha  de  bailarme  en  la  prisión  : 

Asi  veré  lo  queliiieoLa. 

Ksia  experieocia  be  de  hacer, 

V  setk  ía  vez  primera 

Que  la  mujer  j  la  espada 

Califique  la  experiencia.  (Vod 

Salí  ta  li  lem  del  ntUllo. 


FEDERICO,  p  lueg»  ROBERTO, 
rtn  CHICO. 
E=ia  es  la  torre.  Rolierio. 
(Sale  Robtrlo.) 

Señor,  ¡posible  es  que  pueda 
Verte  j  hablarte? 

FE  perneo. 
Forluua 
Asi  los  estados  trueca. 
iQué  b  acias! 

aOBEBTO. 

Elniretesido 
Estaba  con  esia  bestia , 
Borrico  de  noeslra  aodania , 
Pues  ¿I  DOS  la  lleta  li  cuestas. 
Es  el  mayor  animal 


El  ALCAI(«  DE  Bt  USMO. 
naEHico. 
;C6mof 

Acostéme  jo  en  ella. 


Qnehí 


X  que  sueüa 


Paco  se  epgaQa. 

HOSCRTD. 

Ya  se  lia  creído  üe  féras 
Que  es  el  Principe. 

FKDESICO. 

¿Qué  importa  I 
Roberto,  que  no  lo  sea. 
Para  estar  soberbio  la  T 
Vi  majestad  ;  grandeza 
No  esti  eo  ser  nao  seüor. 
Sino  CD  qne  por  ul  le  leugao. 

Ha  dado  en  mandarme  roucbo. 
V  es  l>ien  que  jo  le  obedeica 
Kd  «lando  acompañado; 
Pero  si  solo  se  queda. 


Ahora  deja 
Ksas  locuras . 

■OBEHTO. 

Por  Dios , 
Que  i  solas  h>  de  haber  itesta. 

rCDERICO. 

jQuébiceaboraT 

Esii  roncaní 
Como  una  sorda.  Tú  piensa. 
Que  como  1*  cama  *io 
Tan  adornada  J  cotnpiiesla , 
La  tuio  miedo  á  respeto , 
Y  se  ecbó  i  dormir  eu  tierra. 


cha,  Roberto,  abora, 

?De  bay  mucbas  cotas  que  sepas : 
pues  durmiendo  me  da 
La  ocasión  qne  amor  desea , 
Margarita  ha  de  venir 
A  verme  i  la  fortaleza ; 
Porque  como  no  me  bf  visto, 

?ne  vo  soy  el  presa  piensa , 
nuií^roiíne  por  ahora. 
Si  lo  ¡magua,  lo  crea. 
Hasta  ver  en  lo  que  pira 
Su  error,  y  hasta  que  sea  fuerza 
Descubrirme.  ;No  llamaroaf 

KOSEKTO. 

SI.. 

■  fEOERICO. 

Pues  vé,  y  abre  la  puerta. 

[Siéntate  Feáertco  en  nao  silla,) 

ESCENA  XIIL 


ROBEKTO.  {Eittreabrie»do  va  penla- 

niUú.) 
i  A  quién ,  seRora ,  busc-ils  T 

■ABGARiTi.  (OenA**.) 
Licencia  traigo  de  Elaoa 
Para  llegar  basta  aquí. 

KOBEBTO. 

Es  veniad  ;  por  esas  señas 
He  mandó  el  Alcaide  i  mi 
Que  yo  franquease  las  puertas. 
(Atre ,  V  tale  Margarita.) 

MAHOaaiTA. 

;  Roberto ! 

BDIIERTO. 

'  iSeiioramitf! 

Pues  ¡ctoo  aquí  vuestra  Alleía 

Osó  llegar  t 

■  IBGARITA. 


Alli  csti 
Sentado,  y  de  la  manera 
Que  le  ves,  faa  estado  liempTe 
Con  la  mas  grave  tristeaa 
Que  Ti  en  m1  vida.  Yo  temo 
Que  melancólico  muera , 
Si  tan  hermosa  visita. 
Como  es  razón,  do  le  alegra. 


las  tinieblas, 
pero  sea  lo  que  fuere. 
Como  yo  esas  loce*  vea, 
Como  esos  rayos  rae  alumbren, 
V  ese  cielo  me  divierta, 
Ni  ams  vida ,  ai  mas  gloria 
La  imaginación  desea. 
Si  son  de  mi  muerte  asombros. 
Venga  pues,  porque  ellos  veniian 


i  Federico ! 

raDEBico. 
¡Quién  me  llama 
Con  tan  dulce  voz ,  que  eleva 
UissenlidosTMas  i qué  miro! 
La  imaginación  Intenta 
Lisonjear  ú  la  memoria.   ■ 
Sin  duda  que  ya  se  acerca 
MI  Un,  y  que  ya  publican 
De  mi  muerte  la  sentencia , 
Pues  en  el  viento  confusas 
Figuras  se  representan , 
Cuerpos  en  la  fentasia , 
V  fantasmas  en  la  idea; 
Que  no  puede  ser  que  aquí 
Los  rayos  del  sol  se  atrevan , 
Para. que  de  mi  prisión 


Federico,  no  es  Ungida 
Esta  forma  que  te  aliaila; 

«oe  aun  mi  sombra .  siendo  mía , 
i  engañara  ni  Ungiera. 
Margarita  soy.— Ueteuln , 
Que  no  quiero  que  a^radezciis 
Esto,  porque  las  mujeríos 
De  mi  decoro  y  mis  prendas. 
No  quieren  para  olvidar. 
Antes  de  amarle ,  pudiera 
Hlrar  lo«  tocón  venientes; 
Pero  ya  te  amé ,  y  ya  es  furru 
Que  DO  vuelva  atris  ni  olvido , 
Sioo  que  si  mueres ,  muera. 
Ya  sé  que  se  d*speñó 
Td  caballo,  y  que  te  deja 
( ¡  No  le  dló  mi  amor  las  alas ; 
Que  Él  volara  J  no  corriera ! ) 
Eo  un  monte  :  sé  que  allt 
Al  pié  de  unas  altas  peñas 
Te  hallaron ,  sé  que  estis  preso ; 
Con  esto  no  bay  mas  que  sepa , 
Si  Meo  hay  qne  sepas  tú. 
MI  padre  veogane  interna  : 
A  peligro  esli  tu  vida... 
Ual  dije,  erróse  mi  lengua ; 
La  mia  es  la  que  esti  en  peligro. 
Sabe  que  i  la  p Derla  espera 
Un  caballo ;  en  el  arzón 
1'ieue  dos  pistolas  puestas, 

V  en  una  ttolsa  nnas  joyas. 
Sal  pues  desta  foruleza ; 
Qoe  yo  me  quedo  i  sofrir 
Tantos  enojos  resuelta , 

V  sabré  guardar  tu  vida : 

y  asi,  no  bsbri  mas  que  sepas. 

fEDEMlCO. 

Hal  blclere  yo  en  negarte 
Las  verdades  oue  se  encierran 
En  mi  pecho ,  nablendo  visto 
Las  tuyas  tan  descubiertas. 
Vo  no  soy  preso ,  seiiora ; 


.    castellanas  comed ¡H 
Sutil  el  iogenlo  traía , 

Y  ROitoso  represetrta , 
Sabe  que  estis  eoeafiada. 
Verdad  es  qtte  me  despeña 
El  caballa ;  pero  dejo 

Las  annu ,  para  ane  pueda 
Librarme,  y  llegue  desnudo 
AHIraOor.esaaldea. 
Donde  Elena  dU  eaemiga 
He  libra,  guarda  y  alberga. 
Sabe  qne  uo  villano  luego 
(Que  esto,  aunque  jo  no  lo  sepa 
l>e  cierto,  pues  no  lo  vi. 
La  misma  razón  lo  ensefii) 
Se  puso  las  armas  mías; 

V  engañados  por  las  se&as , 
La  llevaron"  preso,  y  Ittego 

A  mi  mismo  me  le  entregan , 
Porque  Elena  me  hizo  alcaide 
A  mi  dpsta  fortaleza. 
Esto  es  verdad ;  v  si  estoy 
Libre  ahora  donde  pueda 
Verte  cada  día  y  hublarte , 
i  Para  qué  quieres  que  spa 
Tai>  cobarde ,  que  tm  ausente , 
Porque  otros  pelianM  tema,    i 

,       :,       ..«tLlOOglC 


CUMEDUS  RK  ÜO.N  PUDRO  CALl)EItO>  Mí  U  BARCA. 


HMOARITk. 

T«>no  ttne  no  ha  de  Jarar 
KsIceuHaitOifttrt  faena  . 
Veugarse  mi  padre  et¡  tí. 

HQBEHTU. 

Remedio  baj. 


MOaiRTO. 

Tü  has  de  declarar  la  amur 
A  una  persona  que  eiilieiida.'i 

?ui!  ba  de  decírselo  al  Rey ; 
si  él,  reportado,  templa 
El  eaojo  por  lu  causa , 
.  Y  quierij  liacér  conveniencia 
La  ebemisiad  eco  casarte 
fPaei  todo  con  eso  cesa), 
Podri  descubrirse  entonces. 

V  si  enojado  se  altera, 

V  quiere  veugarlo  lodo , 
En  un  villano  se  venga, 

Y  é\  se  qaedari  aicoblertn 
Sin  p»>1igro  :  de  manert 
Uue  desle  trato  resulla. 

Va  con  pat  ó  ya  con  guerra, 
V.n  ta  cabeza  el  provecbo , 

Y  el  peligro  en  el  ajena. 


Nen  ha*  dlcbo. 

Desta  suerte 
Concertado  en  los  dos  queda. 
Tü  bas  de  amar  &  Pederico 
Pñbticamente, ;  d^r  maestras 


Yol 
ijas  á¿ 
J>onnie  reventaba  xa , 
Sumendo  tantas  ofensas, 
'  Callando  tantos  agraiios 
V  Debitando  tantas  penas. 
Ku  público .  aeré  el  preso 
Quien  mis  favores  mereica, 
Pero  siempre  Federico; 
Que  si  olro  nombre  tuviera , 
Vo  le  amara  ó  no  acertara 
A  Ungirlo. 

repEBico. 
tV.seri  cterla 
La  TolDniadT 


A  él  fingida. 

PIDKUCO. 

^V  para  mlf 

■  iHGnari). 
Verdadera. 

rCDEMClf 

1  Qae  seris  SrmeT 


OaMk 
DeseiigaÜHM  mi  Ormexa. 

FGMRKO. 
jTendrásIat 


Los  oelos 


■  Tu  vida. 

rEDIRICO. 

Y  mi  muerte ,  si  eso  fuera 

De  vdras, 

MAJICiatTjt. 

4  Por  qué  * 


Los  cielot  lu  vtda 


Ellos  Ln  vida  defiendan. 


Nadie  como  70  te  estioM. 


Nadio  como  70  te  aprecia. 


JORNADA  TERCERA. 

Floreili  delinte  de  op  eaillUa. 

CSCEflA    PAIMERA. 

KEDEKiCO,  ELENA. 

iUuCledijoí 

FEoeaico. 
Une  ella  era 
Nargaríia,  y  que  Incliuada 
A  la  opinión  celelirada 

V  i  la  fama  lisoajera 

De  su  esfuerzo  3  valentía, 
Por  una  amorosa  le;. 
Contra  el  enoio  del  Rej 
Darle  lltierlaJ  quería  : 
Que  un  caballo  le  esperaba 
A  la  puerta  de  la  torre . 
Dooife  el  pensamiento  corre. 
Pues  mas  que  corre ,  volaba  ; 
Que  boyese  velox  en  él. 

V  rt  eotóaees  respondió : 
•  En  la  prisión  hice  yo 
pleito  homenaje,  y  liel 

Le  he  de  guardar ;  que  be  nacido 
Has  oblÍt¡»dD  i  mi  bonur. 
Correspondiendo  al  favor 
Lílwraly  agradecido.! 


¿Todo  lo  escuchaste'! 


Higo 
lue  i  lodo  presente  ful, 
'  que  tan  claro  lo  ot , 
Como  si  hablara  conmigo. 
Si  ella  otra  cosa  contare , 
Ira  Alte:E,i  no  lo  crea. 


MARGARITA,  SERAFINA.  -  ELEt4A 
■Aac(iiiT«.'(4p.  í  Seraltna.) 

El  Rey  ral  padre  ha  venido, 
iSeraÜna,  i  Hiratlor, 
I  Por  rer  si  el  fiero  rigor 
:  De  mi  pena  he  suspendido. 

Tá  has  de  liacer  con  gran  secreto 
'  Lo  uue  te  llr'üo  É  advertir  : 
I  A  mi  padre  has  de  decir 
I  Dh  mi  amor  todo  el  afelo. 
I  Esia  me  iuiporta. 

I     *  Si  i  li 

,¡  Te  importa ,  yo  lo  diré ; 
I  Pero  advierte  que  callé 

Hasta  este  punto ,  que  oi 
I  Une  le  serviré  en  ekio 
'  Eu  decírselo. 

HUOAkirjt. 
«Pues  00? 
ssajiniu. 

¡Buena,  por  cierto,  trij  70 

Para  decir  nii  secreto  I 

SI  mil  vidas  me  qnltaras. 

Lo  callara  j  encubriera, 

V  ahora  no  lo  dijera. 

Si  tú  no  me  lo  nañdarat.   ■ 

Dirélo ,  porque  me  dió  " 

Licenaía  lo  voi,  seBora. 

.... . ;  Bueno  fuera  que  hasla  ahora 

Hubiera  callado  jro!  >  l^i**4 

ESCENA  m. 

MARGARITA,  ELENA. 


¡Taosola,  prima  mía! 

«AacuRtrA. . 
¡Ob,  bellísima  Elena!       • 
Aquí  mi  aiitigna  pena 
A  «olas  divertía ; 
Que  suele  en  su  cuidado 
Ser  amor  un  filósofo  cansado , 
Qm  busca  soledades. 

Cuando  solas  nos  vimos , 
Cou tamos  prometimos 
Nuestras  dos  voluntades. 


Alenia  espero. 

MAOGjkNITA, 

Ji  verle  tan  airoso, 
De  honor  V  gloria  rico, 

~ .  raso  Federico , 
EDgendrú  un  amerólo 
Deseo  en  mi  cntdado 
De  ver  si  como  es  visto ,  era  tratado. 
Entré  i  verle ,  en  efbto , 
Dideodo  cautelosa 
Ser  del  Alcaide  esposa, 
Y  hállele  landJscrelo, 
Tan  cuerdo  j  entendido , 
Que  ya  mi  maerie  el  escucharle  baaido 


Túsala  le  has  hallado 
Tan  ctii'rdit  y  entenoido. 
Discreto  y  advertido ; 
Portpie  &  mi  me  han  coñudo 
Acciones  de  su  maiH) 
1  El  cielo  tu  Industria  ampare.     (V'Mí.)  ;  Solo  dignas  d<;  lui  lústito  villano. 


k  lui  lústito  villana 
eyCiOOglC 


Pun  K  engaAo ,  |>rínia.  . 

Federico  m  Tulleiile, 
C»l»n ,  cuerdo  y  pruJrnle  ; 
TaNaramaleeslimi, 

V  jalocAtISco, 
SiHquebablatnosdelpropHoKederico. 

AivDIne  no  quiero; 
Que  en  Toluniatl  ^rada 
Vn  tamUeH  ful  culpailt. 

Si  de  lí  cousidpro 

Uue  amas  i  un  iitaoranm, 

V  )'o  de  unhombrebumitdeso;  amante. 
Es\e  Alcaiile  que  has  lisio... 

MUlIGlkltirA.  {Ap.) 

iCidul  jquécü  lo  r|ueescucboT 
fA>a  mi  Tcrgüenu  lucho. 


Tu  desprecio. 
Ha»  nada  culpart  quien  quiere  á  un  oe- 
Rae  pUM,  que  (lestiodo .  [ció. 

HeriiloTdeidichado, 
A  mis  fié*  ba  llegado , 
Robarme  el  alma  pudo.-. 


Ot«,  queoobeienido 
Tan  ncO  pensamiento. 

Sne  1  mi  cuidado  aienlq , 
aya ,  aunque  alcaide  ba  aido. 
En  la  prisión  entrado. 
Amor  tuve;  mas  no  le  he  declarado. 
Porque  jo  Eurrn  j>  callo ; 

Y  aunque niealeura  el  verle. 
No  he  I  leas  do  i  orrecerli: 
Dineroa  piciballo; 

(jne  no  ea  Imcii  qué  vo  afMirdn 
A  que...  Pero  esto  baile.  Uios  te  guarde. 
iVau.) 
■AHuarrA. 
¡Quién  ertrít  que  ha  tenido 
Hi  cólera  pacii'ncia. 
Hi  FuHa  resistencia.. 
Prudencia  mi  sentido. 
Cuando  en  Tuego  deshecho 
Es  Elna  el  coraron .  volcan  el  peclKiT 
Celos,  si  ealo  es  temeros, 
Decid,  iqué  Tuera  hallarosT 
SI  esto  es  imaginaros, 
Dedd ,  j  qué  fuera  verosT 

Y  teDeroiiquéfiíera? 

Ira,  rigor,  desden  j  rabia  fiera. 


gie  «e  fuese  rspéraba 
ena ,  V  i  tu  luz  atento  estaba 
Para  llegar  i  darte 
Laildaqueiedeboi 
Hat  ja  i  llegar  me  atrevo. 

Y  JO  drsesndo  estaba,  faho.  hablarle. 
Pan  darte  la  ntuerlequi'  me  has  dad». 


EL  ALCAIDE  UE  Sl  HISHO. 
mnico. 
{Qué  dicesT 


Tu  rigor  v  mi  ctfdado. 
Tu  agrtTlo^  mi  dolor,iñi  mal,  mis  celos 
(Sale  Elena ,  g  te  fuei*  «enlta ,  «■(» 
eliando.)^ 

Llena  de  mil  recelos 

Vuelvo,  con  la  sospecha 

De  ver  si  no  hi  quedado  satisfecha 

De  mi  amor  Margarita, 

V  hablar  con  el  Alcaide  sotJcila. 

HiéntraB  habU  con  él ,  verdes  laureti'^ 

Sed  frondosos  cancelei. 


Slgniendoel  bado  demlinjusU  estrella, 

Verle  j  baMirie,  sin  que  tenga  miedn 

A  tu  padre  vfendldo. 

n.ENi.(itp.)' 
'iOuéescacho1¡Vo  tercera  snjahe  sido'. 
;  Pero  suframos ,  cielos , 

Sepamos  lo  demás. 


i  Qué  dices?  No  le  entiendo , 

y  en  vano  al  aliaa  disculpar  pretendo. 

¿Tú  oCeiisas  T  ijo  rigores? 

¿Til  celos,  j  JO  amores* 

¿C^o,  ofeailiUa  Ib,  el  morir  dilato? 


¡Oh  caballero  vil,  oh  amante  logratol 

I  Estas  son  tas  flrraeías 

Que  ofreciste? ¿las  au^as,  laafioeus 

De  quedar  encubierto? 

Pero  Hnezas  son^  estoes  lo  cierto, 

Que  te  ha  debhjo  Elena , 

No  Hargartia.  Acabe  ja  mi  pena , 

V  acabe  con  (u  vida; 

8ue  la  mnjer  es  víbora ,  oréñdlds , 
ajo  rigor,  de  imperfecciones  lleno, 
Eogeadrt  ta  triaca  T  ^^  veneno. 


íEn  qué  le  ba  dadoenojo  quien  (eesiina? 


Mal  el  engafio  esas  Diodeslf  as  dora , 
Si  amante  declarado  de  mi  prima , 
Por  rila  le  quedaste , 
Por  ella  me  dijiste  que  buscaste 


Pues  salga  i  mi  despecho. 

DeV  alma  el  llanto  j  el  dolor  del  pedio. 

Diga  mi  voi  en  ecos  repelida 

Tu  fiero  engaño  j  tu  traición  Ougida. 

S^ian  que  eres... 


Pnes  ¿podrás  disculparle^ 
Sl  puedo. 


i  Tuviera  celos 
El  snl  de  solo  uu  rajro , 
De  una  fior  sola  el  mavo. 
El  mar  de  uo  arroyuelo , 
De  una  luí  todo  el  cielo , 
La  luna  de  una  estadía .  y  un  diamanie 
De  una  amatlsta?No:puesno  le  espante 
Amaudo  Elena  bella, 
Que  es  el  rato,  la  Dor.  la  muda  estrella. 
La  piedra ,  el  arrojneln , 
La  breve  luz  (¡o»  se  compara  al  cielo , 
Pues  eres  til  (aunque  todo  esli  delante) 
El  sol,  la  tana,  el  mayo  y  el  dianaole. 
KLrKX.  {Ap.) 

'¡Dleti  comparada  estoy! 

FEDEKICO. 

Vuelve  i  dar  vida , 
Vuelva  tvivirnupstralnTeociOHBngida, 
V  demoH  fin  i  penas  taa  eiiraBaa. 


Con  saber  qoe  me  engañas , 
Quiero  creerte  al  fin,  porque  no  hiera 
Amante  quien  Usonjas  uo  creyera; 
Que  eu  amorosos  daños,' 
Tienen  voz  de  verdades  los  engafios. 
Vuelvo  á  sufrir  de  nuevo 
Al  preso  amor.yaqae  i  sufrir  DMatrevft 
Los  celos  de  uoa  necia... 
ei.itii*.(^.) 
¡Qué  bien  me  honran  los  dios! 


Pues  tanto  precia 
Ul  pecbo  ID  persona , 

?ue  dejara  oel  munüu  la  corona, 
contigo  viviera , 
Donde  la  sombra  de  lu^oerporilera 
Porque  no  dan  ios  cielos   ' 
Imposible  1  mi  amor  ;ybíe»  te  advierte 
Pues  en  lau  dura  suerte 
Fué  imposible  callar,  teniendo  celos- 

naiRico. 
Tuvistelos  en  «aoo. 


Basta  que  fueron  celos. 


Kiti  llaiM, 
Que  aun  nombrados  oHendeo , 
V  el  veloz  curso  del  amor  suspendeB. 


ELMA.  (Para  «í.) 

Yo  escucho  aparie.  | 
noEiiico.  i 

I  Vo  de  tu  prima  amante!  ¡ 

¡  Vo  db^iado  por  Elena '.  \  Cielos '.       i 
i  Hay  dolor  semrtante !  ! 

Injusta  causa  bailaste  i  IMitot  celos. 
Ciega  pasión  hallaste  i  lanía  pena. 
Ptrtameuorajo.sienmi  Vidal  Elena 
Una  palabra  he  lia b lado 
Qoe  loe  términos  pase  de  criado 
(^rlés  y  agradecidoj 
Porque  tercera  liberal  ha  sido 
De  mi  amor ,  pues  por  ella 
Estoy  adonde  puedo , 


,  Pues  ¿qué  bicieraa  aabldosl 


Es  fuerza ;  que  mujer  enamorada . 
En  oyendo,  perdona ;  que  es  sirena 
Cualqirier  amanle. 

,  Celos  tuda  Elena! 


Aun  nombrarla  me  mata. 
I  fVní*  retirando,  y  Feáertee  acampa  ■ 
I        ñi^  dvla  I  hahiand^if»  Vtta.) 


COKEMAS  DE  OOK  PEDRO  CALDEHO»  DE  LA  BARCA. 


Clegt  puion ,  aun  con  »adu?üoii«ratR, 
Es  amor;  j  mes  lü  raift»  ofeodiilíi , 
No  nombraré  en  mi  \ii¡a 
Ete  Dombre  que  agravios  tujoa  labra. 
{Vate  Uargarita.) 

ESCENA  V. 


Y  ei  ra/on  qiic  se  cumpla  la  palgijra , 
(jue  i  las  damas  se  ofrece. 
j.lCsiataasMiCÍas,di,  Iraidor,  merece 
Ñiawparo.mi^ledsd.miamor,  mi  Ira- 
¡Üh  c;iballero  lil  1  ¡buésped  ingrato!  [to! 

reoEKico.  (Ap.) 
i  Cielos!  iqne  es  lo  que  escucho t 
Cun  ooeía  duda  j  nueta  peca  lucho. 

Tú ,  <iae  pobre  j  herido 
A  mis  plantas  llegaste,  j  derendído 
Ue  tu  suene  importuna, 
Hflparo  hallaste  conira  la  roriuna. 


¡Tan  desagradecido  i  tan  insraio 
A  mi  amor  corresooiides  v  í  mi  ití 
Si  mercader  Uagloo  me  enligaste , 


,-. .  caligjiero,  nie  o  rendiste? 
Si  t  Hat^riía  amaste , 
jPorquédeEleaa  tsl  desprecio  bicbteí 
tfue  es,  aunque  esté  del>iit<>, 
El  sul ,  la  luna ,  el  rayo  y  el  diamante. 

I Tá  alcaide  de  ll  mismo, 
lisfraxado  en  mi  casa! 
Si-i>a  fl  Rey  lo  qne  pasa . 
Salga  ]ra  mi  furor  de  lanío  abismo. 


i  Cómo  me  nombras ,  dando  tanta  pena 
tlt  nombre  i  Hargarltaf 

FEDERICO. 

Ofeme ,  ;  luego  ser  j  bcoor  roe  quila. 
Vo  so;  UD.Aballero , 
Del  preao  Federico  compañero, 
|}ue  de  la  tnranta  enamorado  tioe; 
Has  cuando  le  prendieron ,  jo  previne 


Mira,  advierte, 
IJue  viene  el  Bey,  j  qne  eu  tu  voi  mi 
Lsti  segura.  [muerte 

Hoera  pues  ( ¡  av  cielos ! ) 
Muera  de  celos  quien  matú  dé  ci'los. 

reDCHico,. 
ii^n  Sn,  ¿resuelta  Tienes  i  matarme! 


rEDEMCO. 

Vuelva  la  espalda,  pues,  i  lautos  claAo: 
Quien  no  puede  obligarte.         {Vate. 

Aunque  la  vuelvas,  no  podrás  librarte 

Que  i  lo  iuQolta  alcañta 

De  mujer  orendlda  la  veofiania. 

EQCENATI. 
EL  REV,  SERAFINA.  —  ELENA. 

SMkFIN*. 

Remedia  su  dolor. 

HIT. 


Velai 


>r  de  la  Infanta. 


Va  ««.Elena, 
Lo  que  quieres  decirme ; 

Y  asi ,  aquí  es  eicusado  el  aOtgirme. 
Va  sé  que  Margarita 

Hi  muerte  solicita, 

V  que  determinada. 

Está  dése  traidor  enamorada. 


ti  lo  sabes  ja,  remedia  el  daño. 

Ya  qnel  tiempo  ha  venido  el  deaengafio; 

? 00  no  es  bien  que  esto  pasp , 
que  con  un  traidor  la  infanta  case, 
Qne  esti  disimulado 
Kn  tu  reino,  eu  tu  casa  disfraiado. 
Cuando  la  sangre  mi  a 
{ Mejor  diré  la  luya )  helada  j  Tria , 
Con  caduca  esperanit. 
De  todos  i  una  voz  pide  feoganza, 

•  {Vaie,  g  detpuet  Seraflaa.) 
att.  {Ap.) 
¡Cielos!  en  tanta  pena, 

ÍI^Amo  satisfaremos  de  una  suerte 
le  Margarita  amor,  quejas  de  Elena , 
ru™;«uii.,.»i«,  ,  MF.  .;..au..  ,  Si  una  pide  an  vida,  Otra  SU  muerte? 

Te  heservEdo  val  Principe  lie-gnardado,  I  ™r"*  Margania 


Mi  vestido  en  el  monte  :  ;  asi,  cuando 
l.leg¿  i  tus  pies  mi  blrbara  osadía , 
Fué  (si  le  acuerda*)  ese  mismo  dia  ; 
Después  me  le  entregaste. 
De  mi  valor  por  desengafio  baste 
F.\  haberle  guardado. 
Siendo  principe  ntio,  con  cuidado. 
Tan  grande;  pues  ^vo  noble  no  fuera, 
Kea  escapar  al  principe  pudiera ; 
Hu  átenlo  t  mi  honor,  preso  he  vivido: 
Y  esta  U  cansa  ha  sido,  [mo. 

Guardando  jo  i  mi  Principe  en  su  abis- 
D«  Uamanue  el  Alcaide  de  lí 
Pues  si  como  leal  j  fiel  criadi 
- Tld •-■--■- 

Si  como  amante  llego  i  despreciarte. 
Ya  soj  para  contigo 
Un  pobre  mercader;  j  asi  me  obligo 
A  agradecerte  el  liien ,  y  le  agradezco 
Como  lal;  pero  no  cuando  me  olíeico 
Como  duque  de  Mantua  j  como  amante 
De  Margarita  bella. 

No  es  bastante 
La  disculpa ,  si  al  Iln  conmigo  ha  sido 
Tu  trato  doble  j  tu  valor  Ungido. 


Que  la  pat  de  mi  reino  solicita ; 

Uue  Elena  fácilmente 

PodrA  curarte  det  ardor  que  siente. 


Todo  su  rehw  le  signe 
En  defensa  lau  altiva, 
CSmo  es  el  dar  i  sn  hermano' 
La  libertad  j  la  vida ; 
Que  es  su  iiríncipe  en  efecto. 

Aunque  pudiera  la  ín 

Y  el  enojo  hacer  con  él 
Que  tanto  poder  resista . 
Quiero  con  mejor  acuerdo 
Decirte  la  inieitcioa  mía. 
Margarita...  ¡Aj  cielos!  ¡cufaH» 
Esto  siento!  Margarita... 

Sé  que  i  Federico  ama. 
Tan  graves  melancolías 
Como  padece,  que  han  puesto 

"■ riesgo  au  vida, 

sen  :  asi  Elena 
Me  lo  ha  dicho,  j  SenQna , 

V  JO  sin  esto  lo  sé; 

Has  con  casarla ,  se  quitan 
Hajores  inconvenientes. 
Pero  i  esto  me  desanioia 
Sola  una  cosa. 

¿Cotl  es! 

8KT. 

Temer  que  algunos  me  digan 
Que  Federico  no  sabe 
Lo  que  importa. 

No  prosigas; 
Que  en  ese  extremo  le  han  pnesio 
Tristeía  j  melancolía , 
Viéndose  sin  libertad ; 
Pero  Si  una  vea  se  mira 
Ubre,  volveri  en  sn  acuerdo. 

kET, 

iniesque 
te  tritase,  hacer 
Una  experiencia  esquidia , 
V  la  experiencia  que  luteoio 
Et  aquesta... 
{Baila  b^o  catt  el  Capilan,  y  ei 


i  Margarita ! 


MARGARITA.  —  EL  REV. 
aiT. 
íCámo  te  va  de  IristeaaaT 

Mal ,  seUor ;  que  et  alegría 
Es  imposible  i  mi  pecho  : 
Continuo  el  llacto  lo  diga. 


EL  CAPITÁN  —EL  REY. 


Oje ,  señor,  lo  <|ne  pasa. 
Eduardo,  de  Sicilia 
Infante,  con  mucha  gente 
Hoy  i  Napuics  camina. 


Una  lisonja  has  de  hacerme. 
iQué  mandas! 

»KT. 

Huefao  peligra 
des  j  penas 
De  Federico  la  vida. 
Si  muerCí  ¿quién  pensará 
Uue  de  mi  mano  enemiga 
No  fué  el  golpe ,  v  de  alevoso 
He  argUrin  los  de  ^düa  I 

UUAltTA. 

Paesiquéme  mandas! 

Siiú 
Hoy  le  vesjlevlsiua, 
Alentará  el  desmayado 
1  Coraioa ,  j  caaxü  dicha      , 

ü.nt.zodb/GoOglC 


Dart  nnera  illeiito  «I  tima , 
Uara  a\  cuerpo  nima  Tida. 
Yu  iré  contigo  :  {«r  mi 
Hai'de  verle. 

TÚ  me  obligu 
A  obedeceru!. 

Mt.  (iíp.) 

Concedió^yelalegri»  ^ 
Bailó  modeua  i  los  ojos. 
Como  á  lo*  labio*  en  rita ! 
Hm  didmniar  imitotu. 

■  AHGAKITA.  [Áp.) 

Sf  enamoraita  me  mira 

En  «I  preseDcia  mi  padre , 

ETecio  lendrlD  mn  dlcbas,      (Vnue.} 


BOBERTO,  BENITO,  ai»i( 

HOBEMTO. 

^CAmo  ha  doraakki  lu  'Alie»  f 

Hdj  bieu.  En  loda  mi  vida 
He  lealdo  mejor  sueño , 
En  cama  lan  branda  y  rica, 
Soj  un  principe  lirón. 

noaiaio. 
Canien,  liaiia  que  ae  «isla 
Sn  Alieza. 

Vajaaqaellono, 
Cuja  tetra  eg  peregrii'ia. 

{Cantan.) 

Roberto... 


A  e«»  mbdcM  qae  gritan, 

?iie  dejen  esos  eulonos , 
canten,  por  vida  mia , 
Una  letra,  de  qoe  agora 
Ne  acuerdo,  qne  se  decA  : 
lCaiita.)Lknela, 
ÁtaÍ9  allá  áe  ¡a  tóntcnela. 

lEso  babian  de  cantar? 

Esu  es  la  mejor  letrilla 
De  todas  :  esta  cantaba 
Vo ,  cuando  t  loa  monte 
A  trabajar  con  Antona. 

iCómo  un  presto  se  olvida 
Vuestra  Alteza  de  quien  es! 
Del  Jiücto  el  dobr  le  prlra. 


iba 


Es  verdad ,  no  me  acordaba 
De  qne  lodo*  me  apellidan 
El  principe  no  sí  e6mo. 


Ruta.  (Ap.  Ello  ba  de  ser  asi 
Por  fiíeraa.  Esta  preoelpia 
He  ha  venido  no  té  cómo, 
V  DO  qnieren  que  vo  diga 
(Jiip  rsia  casa  es  de  roi  aldea. 


tL  AliCAIDE  DE  Si  NWHO. 

V  que  desde  aqni  se  mira 
Por  detras  desos  espejos, 
Vidrieras  v  celosías. 
El  aldea  A,  BelOor. 

(Jf  Jrandií  por  lua  hdMi 
íVilgame  Dios!  i  No  es  la  misma 
Casa  de  Juana  j  Antón 
Aquella ,  j  esotra  cblca 
La  de  Llórente  v  BartoIaT 
La  de  Cines  t  Harina 
iNoeaequeUafj  Aquel,  Perico, 
nae  1  la  taberna  camina , 
ío  es  el  que  dicen  qne  es  bijo 


Titlano  ;   . 
Has  i  quién  me  mete  i  mi  en  eso  í 
Vo  cómo  buenas  gallinas 
En  prata ,  jo  visto  seda , 
Y  duermo  en  ums  muiUda. 
Venga  por  donde  viniere. 
Sea  verdad  6  sea  mentira , 
No  me  Ti  muy  mal  cou  ser 
Fray  Francisco  de  Sencilla.) 


{Vimte  iMmitiecí.) 


BENITO,  ROBERTO. 
RoauTO.  (DoNrfi)  *ape\hnei  i  Benito.) 
¡Vilgale  el  dlaUoíiQaé  Ueiel 


Somlslones,  remeuendas. 
Altaras  y  lefiorias , 
La*  vengo  á  gormar  dempuet 
Asólas.  Veniacomiua. 
Cuando  alguno  esil  delante . 
Vos  me  servís  de  rodlUaa, 
V  en  quedando  ido,  andáis 
Conmigo  k  la  rebatlOa. 


Si ,  mas  Sin  darme  porraiM. 
(rip.  Has  ja  mi  Ingenio  imagina 
Cómo  be  de  vengarme  dét , 
Eii  teniendo  compaúla.) 


FEDERICO.— ROBERTO,  BENITO. 


Vuestra  Artesa  danne  albridaa. 
El  Rev  j  la  Infavta  viwen 
A  vene,  j  con  tal  viiiía, 
Seonra  tiene  desde  koj 
La  libertad  j  la  vida. 


Vo  sé  lo  que  be  de  decir  : 
Ño  ei  tanta  mi  boberia... 

ÍAp.  Y  aun  lo  que  he  de  bacer  con  n 
■agaréisme  la  malicia 
En  estando  acompaBado.) 

Ya  llegan.  (Ap.  Amor,  anima 
Este  eogaBo,  nnes  que  tú 
Los  enseBas  j  abricas. 
Crea  el  Rey  que  enamorada 


Beso  i  mi  señora  prima 
La  mano. 

■jkBGAaiT*. 
SaUendo  el  Rey 
Hi  seBor  la  gran  porfía 
De  vuestra  melancolli , 
Quiso,  por  piadosa  lej, 
Veros  :  cuya  aci:ion  olvida 
Su  enojo,  j  el  bien  declara , 
Pues  qmen  mira  al  rey  la  cara, 
Segura  tiene  la  vida. 


Tus  ojo* : 

Tu  HajesUd 
Sabe  bien  dar  honra  y  vida 
A  on  preso  qoe  esti  sujeto. 
(Áp.  El  diabro  me  hito  diacieto.) 

BOBERTO.  (Ap.) 


rmaico,  (Ap.) 
De  oírle  asi  hablar  me  espanto. 
jAh  poder  7  mando ,  cñinto 
Enmiendu  d  natural  1 

■ET.  (Ap.  ú  MarsariU.) 


«Ilat  nos  iéa. 

Aqol  las  tiene  to  Altas*. 

Munm. 
[Ap.  Pagarétsme,  butDvplnu, 
boa  porrazos.)  Vo  eitojma; 

(TffafMf  1 

Y  pueato  qne  hay  lilii  ■■■, 
VMUnH4(MMÍw*M«. 

uigmzíídbvGoOglc 


COMEDIAS  DE  DON  VEDRO  CALDERÓN  DE  U.  BARCA. 


miuce.  (.tp.)   - 
VolfU  t  tu  sír  breiemeDU. 

RET.  [Áp.  A  MarggrtU.) 
Y  ahora ,  j  qué  me  dlrii , 


Maj  digno  para  alabafle. 
¡QiK  airosantrule  lomó 
La  silla !  1  Qué  airounenie 
•  ¡Vuestra  Hajesiad  se  lienle  • 
Düo !  L*  hina  idídUó  , 
Aonqoe  Ueoe  el  mando  lleno 
De  uii  alabaiius,  puea 
No  dijo  cnáa  bneao  es. 


Nocí 


^Coindo  no  et  locura  amorT 
lSi¿»ftue.) 
UET.  (A  BeniU.) 
Lo  mas  que  abora  procura 
Hi  deseo,  es  coosuliar 
Con  to  Alteu  ' 


iUa  vistolaMajesliil 

Kl  amor  j  Toluiiiad 

í}ae  debo  i  mi  &eor»  priniaT 


Puede  culpar  el  amorT 
Ser  hombre  rústico  ;  fien. 


Si  dice  el  Infauíe  berauuio... 
No  h:  habia  conocido. 
Vot  teoei*  la  culpa  desto , 

8ae  calláis  haau  eite  día 
oe  lobnte  benuoo  tenia  ¡ 
Mal  pagaréis.      {P^oJtf  4  Baberit-) 
niwaico, 
iQoé  es  eitoT 
Ri(.  (Ap.  á  Margarita.) 
Y  ahora,  iqaé  puedes  decir? 
«Bt  galán  T  £s  ealendidot 


íQud  Iraeno  el  enofo  ha  euadot 

;  Esto  te  parece  bueoo  T 
Pnn  no  ba  de  ser  lo  marido. 


l>ile  eaie  campo  leñí^o. 

Piiet  aiuKiae  es  iDdígiw  en  ■!, 
Si  me  llego  i  declarar, 
En  na  nef  io  amor  luüMr 
A  tai  rej  T  padre  til , 
Lograr  casada  pretendo 
Aqwate  anrar  óm  publico, 
Con  el  BiuMr  Federico , 
Qne  i  Um  dos  KM  csU  ojmdo. 

FHKRICO.  (itp.) 

Meo  aa  re^sesu  me  aniMia. 


Ya  mi  contusión  es  mucha. 
jEsie  es  discreiol  ¡Qué  aUano : 
i  l^ie  et  principe  T 


ESGEHA  XnL 

ELCAPITAN.-Dkm 


Licencia  para  besar 


Aqol  se  acaban 
Loe  eugaHos. 

MRe«aiTk. 
Eite  Tiene, 
Hiriiklote  eo  dudas  lanías, 
A  decirle  la  verdad. 


Que  roe  Taja 
(que  uo  be  comUo) 

.  le  nna  empanada 

De  leroera,  doce  pollo* , 

Uei  conelos ,  seü  loriadas, 

Uiei  c^otffM ,  cuatro  quesos, 

Hil  peros ,  treinta  pataiat ; 

Que  coa  esto  Freso-rteo 

De  Cedna  bien  lo  pasa. 

Adiós,  que  me  voj  A  barur.      (Vate.) 
rsDuico.  (ip.) 

Vo  me  vo.v,  porque  uo  haga 

El  Embajador  «qul , 

Viéodome,  algoua  mudan».  {Ymte.) 


ESCENA  XIV. 


Par  dtet ,  que  babemoi  de  ver 
CAmo  1  loa  rerea  los  habrán 
Loa  bRiadorea,  poet  Temo* 
Bn  Belllor  cosas  lao  Tarlat. 

■oBuro.  lAp.  «I  Beg.) 


X8CE1IA 


EL  INFANTE  DE  SICILIA  ¡ 


iKFun. 

Emb^ador  de  m'i  mismo 
Uulse  ser;  ma«  aunque  se  halla 
Conocida  mi  persona , 
Los  privilegios  me  falgau. 

V  hablando  ya  de  otra  suerte. 
Agradeciendo  i  sus  plantas 
Los  favorps  que  recibo , 
Oiga  de  mi  mi  eml)sjada. 

El  principe  Federico 
Eutró  solo  en  la  estacada  : 
Huerte  dio  i  Don  Pedro  EsTorcia, 
Cuerpo  i  cuerpo  ;  lanxa  i  lanaa  : 
'  -leeo  DO  merece .  ó  Be  j, 
rigor  con  que  le  tratas , 
Pues  no  le  matú  i  traición 
Alevosa,  ó  coa  Tenbja. 
Aquesto  aieoiado ;  icómo 
A  Lo  bonor  altivo  laltas 

Y  á  tu  decoro  le  uiegas. 
Rompiendo  la  Te  y  palabra , 

Pues  me  dicen  que  lo  lias  muerto* 
Esias,  seBor,  ¡soa  haiaüas 
Dignas  del  valor  que  heredas , 
'"—as  del  poder  que  alcaaaaa  T 

I»  *  mi  bermauo,  ó  pw  él 
Sui^olarí  en  la  canpaia 
Que  eres  alevoso  tvj. 
Pues  t  mi  Principe  matas. 
Cuando  debieras  guardarle 
La  seguridad  jurada. 


Dar  logar  i  ofensas  umias , 
Que  empuBe  on  awaturcro 
En  su  presencia  la  espada : 
Esta  es  la  saUstacciou 
De  (a  prisión  ;  las  guardas. 

V  abora.  en  caauío  i  decir 
Que  le  he  dado  muerte,  valgs 
Por  respuesta  verle  títo, 

Uae  es  mi^jor. — ¡  Ah  de  la  purdia  ! 

(Soten  toUaiM.) 
Haced  luego  que  el  Alcaide 
A  aquellas  almena*  salga 
Cou  el  preso,  doodc  tea 
El  Principe  quién  le  engala. 

Y  mira  ;  c6uo  le  diera 
(ymueUtuUMM.) 

Hnerte  al  que  abora  traiab* 
CaearlB  con  Hargarila , 
Dakdo  In  t  ohotai  taaias  r 
VioUciera,  dn  Dios, 


dbyGoOglC 


A  no  mirar  Que  l«  l^lti 
U«  priucipe  li  pradcncli. 
Que  te  es  ile  UaU  importaDcia. 

Qnlen  engañado  procede. 


•ESCENA  XVI. 

ELENA.  —  Dichos. 


Si  ligrimas  tie  mqjer 


..js  en  loi  quo  m  failiau 
Taa  obligado* ,  por  ter 
DloMS  eii  la  titrra,  valgan 
So  pmileglo  1  mi  ílaniu , 

V  la  piedad  i  mía  ansias. 
iCómo,  DianiAnimo  Re;, 
lauto  i  luj^iida  Tallas, 
Qne  das  premio,  j  na  casligo, 
A  qnieii  tne  ofende  j  me  mala! 
iCOoio  i  Federico  pone* 

En  libertad ,  ]  le  casas 
Con  Hargaríta.  ^n  ver 
Qdc  so;  m  parte  que  agravia  1 
Hermano  perdi  j  esposo  : 
Si  el  uiisbcerme  iraiaa. 
Dame  esposo,  cn;o  amparo 
Supla  de  mi  honor  la  (áUa  ; 

V  enióoces  podrís  Ubrar 
Al  Prlocipe;  paes  es  clan 
Miiotlicia,  que  no  es  libre, 
Mténtrts  mi  perdoii  iio  alcania. 
Sola  ana  salisraccion 
Pretendo  de  ofensas  lanus, 

V  et,  seAoT,  el  que  me  cases 
Hojr  cao  el  duque  de  Hantua. 
Eo  lo  reino  esu,  yo  sé 

Ínién  es,  pnes  con  eslo  acaban 
fi  penas,  quedando;  al  Un , 
Noble,  contenía  ¡r  hoJirada. 

¡El  duque  de  Mantua  aqni!* 

Mano  te  do;  ;  palabra 

De  i|iw  boj  ha  de  ser  tu  eapoeo. 

MJaine  besar  tus  plantas. 
(M.  ¡  Lindamente  me  be  vengado 
De  la«  celos  que  me  cansa 
Margarita !  Amor,  vend , 
Bn^audo  i  qufeo  me  engaita. ) 

Ya  con  el  Atcalde  eii¿ 
Rn  etas  almenas  altas 
El  preao  :  mira  si  es  viva. 

.     ESCEHAXVIL 


EL  ALCAIDE  DR  S!  NISHO. 


AXTOM,  (Ap.  A  ¡et  ¡abradorei.) 
Oye,  Bato , 
Belardn,  ó  ;o  esto;  borracha,' 
O  el  tai  principe  es  Benito.   - 


i  Cuiniaa 
Ugrimasdebe  m  amor 
A  los  ojos  que  bo;  alcanzan 
Aquesta  diclia  de  verte! 
Has  verte  por  premio  basU. 

lEate  es  e[  hermano  loranleT 
Va  tiene  pequeBv  traza 
Para  infante  ;  para  bermano. 
Hat  Antona  esti  alh. 


Va  esll  ^tado.  i Hánle  vistcT 

Bato,  i  has  visto  loqtiepasa! 
El  mismo  inhnle  reiildo , 
Hermauo  al  Priucipe  Kama. 

ríDSHlCO. 

ÍAp.  Sin  que  el  engaño  coooican , 
Ion  equivocas  palabras 
Responderé  por  h»  dos.) 
Ko  ^uede  la  voi  turtiada 
Decir,  Infinle,  et  contento 

?ue  tu  preoenda  le  cao.>ia: 
por  no  olbnderte  hablauao , 
Federico  sieiiie  ;  calla. 
(VsH  d«  lat  *lmeuat,  Unúnicte  á 
Benito.) 

ESCENA  .XVUL 


Basu, 
Que  debe  de  haber  perdido 
Aqui  el  Juicio,  porqae  Italia 
No  vlú  tan  soüfingenlo. 

MAHCAtirA.  {Ap.") 

\  Qué  i  ciegas  los  dos  se  hablan 
be  direrenles  sugeiosl 

Pnes  porque  rn  nn  punto  salgas 

Dése  ensaiki,  Inego  al  punto 

Aquí  li  Federico  traigan,  (AJ  Casííaa.) 

Y  al  «i  hablare  en  razón. 

Vuelvo  A  empeftar  mi  palabra 

De  casarle  con  mi  bija. 

{Vate  el  CapÜm.) 

BLEM.  {Ap.) 

De  conftision  tan  eitraRa 
Saldré,  si  viéndole  aliora 
Has  cerca,  bermano  le  llama. 

ESCENA  XIX. 

EL  CAPITÁN.  CON  BENITO.— BL  REV, 
MARGARITA,  EL  IHFAKTE,  AN- 
TONA, u 


Parezco  cabalgadura 
Que  se  vende,  porque  andan 
Conmigo,  riéndome  todos. 
jQué  ps,  seüoT.  io  que  me  manda 
Tu  Halesiad  T  Diga,  i  aqueste 
Es  mi  hermano! 

Su  ignorancia 
Ha  descubierto  bien  presto. 
Hira  ai  mi  voi  le  eñgaSa. 

Pnea  im  me  ensahas ,  st  aqof , 
Cuando  al  Principe  esperaba, 
He  das  un  hombre  que  del 
No  lieoe  la  semejanuT 

Pnes  4  no  es  el  mismo  que  visia 
y  que  ahora  confesabas 
Ser  tu  hermano  T 

mtxn. 
No  era  este. 


'  PUe»;a.  seltor,  que  I^be  vni 
'  Vuélveme  i  decir  la  cansa 
.  í  Por  qné  el  casamiento  dejas 
i  DemisettonlalnraotaT 


I  Ha;  pena*  lanUt  I 

leogo  otro 

Ni  otro  en  mi  poder  h 


i  A;,  bermano  de  mi  abna  ! 

MICMITi.  [Ap.) 

Viendo  el  InfanUí  A  los  dos . 
No  advirüeudo  eo  dudas  lanías 
Cnit  ei  prcM  ea  A  el  Alcaide, 
Como  t  ta  .hermano  le  habla. 

íLen*.  (Ap.) 
iVulifame  el  cielo '.  ¡qué  miro ! 


I  ¿No  es  aquel  que  miras  ;  b: 

nnna. 
I  Si,  sehor. 

'  Pues  ese  mismn 

!  Tan  rnsticaaieiiie  habla. 


Adviene  aqni 
I  De  la  (oerle  que  le  Inlas, 
Porque  el  Alcalde,  aehor, 
I  Es  «  gran  duque  de  MaotM. 

KET. 

•»•"'"■'"'■■,, Google 


CONQ>US  DE  DON  PEDRO  CILOEIION  DE  LA  BAKÚ. 


FEDERICO.^  Dicao«. 
Va  esii  aqol. 

EUe  ei  Federico. 

rBDERica. 

kgaiT<¡t,lAllnf)niU.) 

Íue  lUM  de  darle  lus  braioi 
eogo  de  besar  lus  planus.   (Al  Ret ) 
Yo  saj  quien  enamorado, 
Sin  lemer  tDS  tmenaiSB , 
Siendo  alcaide  de  mi  mitoto. 
Vivo  en  tu  reino.  La' causa 
Ya  la  sabei :  amor  foé. 
¡  Felice  ú  tu  palabra 
Ahora  camplfi! 


I  Pnes  DO 
Ha  de  campllrla,  gi  dada 
La  llene  que  ba  de  casamie 
Hojr  con  e^  doqoe  de  HaotuaT 


Sopnesib  que  ;a  este  yerro 
Ed  lu  fíiTor  »e  declara, 
Margarila ,  da  la  mano 
A  Pecerico. 


Coa' ella. 

nDEBICO. 

i  Felii  mlt  lecei 
Quien  k^  dicha  lao  alia ! 


■uní. 
¡InfelU  JO,  que  be  perdido 
Va  loda*  mi»  esperaoiai ! 


V  t  mi,  al  Bd  de  iodo  «uo , 
¿No  Imaginan  darme  nada , 
siqniera  por  baber  $)do 
El  lannboril  desta  danta, 
A  COJO  toa  ban  bailado? 


Do*  mil  eicndoa  le  aguardan 
Ya  coa  Antona.  Y  «w  esto 
Aqol  la  comedta  acaba 
Del  AUaiáe  4e  *í  mitm». 


ibyGoogle 


LOA  PARA  LA  COMEDIA 

FIERAS  AFEMINA  AMOR*. 


Fundiu  el  pArtke  del  teatro  de  ar- 
de» eumpueila,  itbre  cuatro  t»ltim- 
tuu  de  bien  imitada  piedra  Idiuli, 
cuya*  cañatetlabaa  adornada*  á  Iré- 
ehei  de reíaitado»  bvllo*  de  er«,  i 
en  lu  eorreipondeneia  deradot  «u 
capUele*  y  mi  bata*,  ton  que  •!- 
guinde  el  órdta,  eerria  la  eomUa 
enriquecida  ápdrte*deloi  miimei 
MUt,  mateerone*  g  eomucopiat.  tn 
ella*  de*ean*abaa  miai  poluta*,  de 
guien  pendían  varia*  fettonet ,  qut 
dando  vuelta  á  ¡o*  moáitlonet.  red- 
Han  el  oerrami^la  del  fránlii,  de 
qnlen  era  clave  una  mrdaüa  de  re- 
ilete,  guarnecida  de  hoja*  de  laurel 
con  cuatro  matcaranei  getro*ador~ 
notgue  ladiiiidlan  enigaalconfar- 
timienla.  Dentro  delta  ettaba  un  ca- 
ballo caga  velocidad  enfrenaba  galón 
¡6*ea,  no  *in  alguna*  uHa*  de  Mer- 
eurie,  dio*  del  1190110,  ati  ea  el  ca- 
dueeo  como  en  la*  phimai  del  cepa- 
eeU  n  lo»  talare*  :  íeroelfftco  del 
que  otadantenle  vano  inttnia  icfre 
nar  al  vulgo.  A  lo»  lado*  del  pórtico, 
entre  caluña  ¡i  caluña ,  eiiaban  en 
*tu  nicho*  da*  e*lalnai ,  al  parecer 
de  broBce,que  haciendo  Di*o  alhirve 

déla  fdbiJa ,  hala  ¡/ando  una 

lean  y  otra  á  un  Ugre  ,  lignificatian 
elcalory  ¡a  otadla.  Tirdo  eile  fren- 
Mipiaío  cerraba  una  cortina,  en  cuyo 
primer  lírmino ,  robuilaineiite  1 
M ,  te  veia  Hireule* ,  la  clava  1 
•MM0,  la  piel  al  hombro,  y  dio*  plan- 
la*  monUruoia*  fiera*,  cerno  di 
je*  de  lut  ya  vencida*  lucha*:  pero 
na  tan  vencida*  que  no  volate'tvbre 
il  eneliesundoUrmino  Cupidn  fle- 
thande  el  dorio,  que  en  el  atunto  dé 
la  fle*l*  hd>ia  de  ler  deudora  de  tut 
triunfo*.  Bien  de*de  luego  lo  expli- 
caba ¡a  inscripción,  cuando  en  rotu- 
lado* ratgo*  que  partían  entre  lo* 
dot  el  tire,  decía  d  un  lado  el  cat- 
lellano  mote :  Fieras  aCemioi  amor, 
y  á  eíro  el  latino :  Umnia  tídcíL  amor. 
Lo demaidtt  campo  que  retíaba  día 
cortina,  oeapabtnpeüdieiaeifeeunei 
i*  trofeo*  de  guerra,  aue  enlatad 
lee  uno*  de  otro*  orlaba»  todo  el 
tiente,  lin  perdonar  pequeño  etpa- 
elo,  que  no  llenaee  de  nermoea  va- 
rieaad  lo  arquitectura  en  tu*  dite- 
*o*.  y  la  pintura  «n  *n*  dún^oi.  En 
tiabiendo  lograda  la  ritta  por  breve 
ralo  ambot  primare*,  empeti  i  lo- 
grar tut  (ii|rai  el  oído,  primero  en 
tonara*  chiriaia*,  y  deipne*  en  tem- 


detde  lo  mal  alto  del  ftinli* ,  por 
deirt*  déla  medalla,  empeíA  d  de*- 
oubrir*e,  hecha  una  aieua  de  oro, 
una  ÁGUILA  caudal .  con  Imperial 
earena,tobre  euyatbatidat  alatve- 
nia  una  ninfa,  que  rompiendo  la 
cortina  iln  romperla,  Üii  principia 
d  la  Lea,  come  ea  vot  de 
EL  iCDiLA.  [Cantando.) 

A  los  fulices  IDOS, 

Dae  para  dicha  iiaeslra 

\a  en  esiaiausde  broúce,  . 

Ya  en  lamillas  de  pií'dra. 

Con  luces  cuente  el  fuego, 

til  agua  con  arenas. 

Con  iluinos  el  aire, 

A  los  relices  años 

Utrl  Águila  suprema , 

Due  Días  que  en  nuestra)  Tidal 

hn  Buesiras  almas  reina  : 

La  reina  de  las  aveí , 

Kn  dulce  competencia 

Ue  cual  es  la  que  mira 

Al  sol  desde  mas  cerca ; 

Por  lidiar  mas  airosa 

ÍDue  eu  duelos  de  nobleía 
(o  hay  ceho  que  mi  Irte 
Doiide  ba;  raigón  que  venia]. 
Viendo  que  es  boy  el  dia 
Que  su  natal  celebran , 
Lleiar  pretende  i  lodos 
La  loa  de  la  llesia. 

ÍQdí  ate  pues  serl  aquella 
ineentaotoempeitoinainiel^Toreicaf 

EL  Hs'rx.  [Dentro,  eantaudo.) 
LQuién  pnede  serilno et  fénix, 
Qulea  i  ete  obsequio  te  atreva? 

KL  nJto:!.  {Denira,  canlanilo.) 
LQuiéo  sino  el  Paioa  ser  jiaede 
Quien  k  ete  callo  se  ofreica! 
rtNií.  [Dentro.) 

Ía«  en  Teílejo  de  aBos    ' 
adíe  ba«  que  pueda 
Asistir  como  el  ave 
Qaa  loa  renuéta. 

.MvoB.  [Dentro.) 


Con  ettat  vertet,  par  la  enlreealle 
ou*  delante  de  la  cortina  formaban 
tai  caluntnai ,  talleran  de  nmba* 
otra*  ¡10»  MNFks,  uno  en  un  KhMX 
V  otra  en  un  PAVÓN ;  y  movléniloie 
igualet ,  ene  tabre  su  nido  y  aquel 
tabre  tu  hoguera  con  loi  niaiicet  de 
lut  pluma*,  *alpi --■'--  ■"-  —-  " 
filaron  acercando 
el  Águila  en  el  a 


Simbola  del  amor  es 
El  Fénix,  (pie  eu  blanda  hogtiera 
Fuego  nace,  fuego  muere, 
y  fuego  otra  vex  se  engendra. 
Lneuo  al  afectos  de  amor 
Sonlos  que  i  todos  alientan , 

V  el  amor  llama  que  uace 
Hija  y  madre  de  si  meínia , 
En  fesii'jo  de  aQoa 

Nadie  hay  que  pueda 
Asistir  como  el  ave 
Que  loa  renueva. 

Símbolo  es  de  Tigilancia 
El  Pavón,  pues  eu  su  meda 
Tantos  ojos  comoplumaa, 
A  DQuca  dormir  despi<.'ria. 
Luego  si  los  a&Ds  soo 
l>e  la  qaei  toda  ojos,  vela, 

V  na  corto  Teiiiu  00  es  omí 
Que  venir  i  cobrar  fuenu 
Para  volvert  la  lucha  , 
¿Quién  puede  dudar  que  tea 

Interesad*  cu  que  vneWaT 
C<ui  qne  en  fiesta  de  añoa 
De  qnieu  gobierna , 
ATS  que  todj  es  ojos , 
Que  asliia  es  latmi. 

■L  píMix.  [fiepre*entenie.) 
¿  Primero  que  JO  T 

Primero. 

ÁGtlIk*. 

lai ;  qne  amantes  contienda* 
!n  de  su  guerra  el  lnuru 
il  revea  de  otras  guerras, 

;anta  por  el  rendido 

La  victoria  la  llnru  : 

V  puesto  que  i  mi  me  toca 
Alusur  laJiferencia , 
iQué  para  mi  fiesta  ofreces 


Yo  ofreico  par*  ella 


e  reiMrrlM  liierat- 


0(1  na  es  uM*«ria. 

Itizodl^yCííOOglC 


El  circulo  de  los  año* 

Que  i  siglas  el  FéiiU  cuenu. 

Ge  los  meseí  se  componen, 

V  (como  quien  los  sajela 
A  qoe  pasen  siu  su  ruina) 
Haré  que  los  doce  vengan 
En  festivo  parabién, 

En  alegre  noraliuens 

Del  cninplimiento  de  este. 

Todos  de  gala  y  de  Uesu. 

V  tü,  ¿queme  ofreces? 

Vo 

Te  ofretco  la  difereocía. 
Como  se  suete  decir. 
Que  la  del  cielo  i  la  tierra ; 
Que  pues  del  Paion  los  ojos 
Judo  colocó  en  estrellas. 
Bien  como  ramiliar  astro 
De  Im  demás  luces  bellas , 
Haré  que  los  doce  signos 

?ue  en  los  doce  meses  reinan , 
amblen  de  llesla  y  de  gala 
Para  tu  conejo  yengao. 

Luego  mirando  í  uu  Bn  mismo 
Las  sdicitudes  vuestras 
Slaque  en  los  medios  se  estorben. 
Puesto  que  de  una  es  la  tierra 
Teatro,  de  otra  teatro  el  cielo  • 
Fácilmente  estila  compuestas... 

LOS  sos. 
;Cdmot 

Aceptando  de  entrambas 
Vo  el  aféelo ;  y  asi,  en  muestra 
De  justo  agradecimiento, 
Al  mes  que  en  su  signo  tenga 
Para  el  asunto  de  buy 
Has  favorable  iiillueiicla , 
De  las  plumas  de  mis  alas. 
Que  sonde  la  Tama  lenguas, 
Le  rilaré  tal  penacho. 
Que  ceBidoá  su  cimera. 
Ka  tremolada  suírualda, 
1'ublique  la  preminencia. 
y  para  no  perder  liempti. 
Mientras  tti  con  toces  tiernis 
Los  meses  convocas,  lü 
Los  signos,  JO  de  mis  bellas 
Aves  convocaré  el  canto, 
V  rcmoniaiido  lijeras 
Las  alas,  haré  del  aire 
Retirar  las  on bes  densas , 
CoTríeudo  al  sol  la  cortina , 
Para  qne  mejor  se  vean 
A  no  Uempo  entrambos  teatros. 

Pues  iqué  aguardas! 

Puesiqué  esperas? 
iociLA.  (Cante.) 
¡Ah  de  la  vag*  región 
Del  aire ! 

coHo  1."  [Dentro.) 
{Qué  e»  lo  que  ordeaatT 
rinix.  (Cante.) 
¡Ab  de  los  siglos  I 

como  2,'  [Dentro.) 

¿QuimandatT 
PAVOS.  iCanU.) 
\  Ah  de  los  astros  1 

coaD3.''(fl«nfn>.) 

i  Qui  inItnUu  T 


DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA 
Que  corras  al  sol  la  arrugada 


Quellameslossignos.qiteea  ellos  inDu- 


Pueselia  admitió  de  sus  afloBla  (testa. 
Esta  tiesta  también  í  sus  anos , 
Que  cumplan  y  gocen  edadesetemas. 

{Dentro.) 

PutilodoiáigamoM  en  foeei ditennt, 
{ju«  CárloiSetftmio  ofrece  á$u  Uadre, 
Puei  ella  admitió  de  lut  aHaila  fieila. 
Ella  lUiítt  también  i  mt  sitoi, 
Que  ampian  y  gocen  edadet  elerwu. 

Con  ttta  repetición,  tupericr  el  Águila 
d  lat  dot,  y  elevadat  ¡at  Iret,  midie- 
ron con  la  mütiea  la  diifoncia  ifue 
habia  detde  el  tablado  á  la  cornttí, 
nevándote  Irat  tí  en  arrugado»  pa- 
bellonei  la  cortina,  que  no  tiit  cai- 
dadoiodetatiñoieeteondií  entila», 
dejando  deicubierla  la  primera  es- 
cena del  teatro.  Era  tu  pertpeeliva 
de  color  de  cielo ,  hermoieado  de 
iiubei  y  celaje» ,  u  deide  tu  primer 
batliáor  halla  ni  foro  cuajada  de  ea- 
ladaí  ettrellai,  qiu  al  movimiento  de 
artiflciaiei  lucei,  oicureciendo  unai 
y  brillando  otrat,  ea  luciente  trave- 
lura  campeaban  alternadaí ;  tobre 
cuya  viitoia  inquietud  de  tombrai  g 
reflejoi  citaban  en  el  aire  los  noct 
siGTios,  ligiiiftcadot  en  docb  her- 
mo»ai  niNFAs.  Tenia  cada  una  en  la 
una  nano,  dibajada  en  Iraaipareali 
eicudo  lu  carácter,  y  en  la  olrauati 
antorcha  ,  de  cuya  llama  deicenúia 
un  rayo  de  velillo  de  plata  que,  como 
influjo  que  impiraba  en  elloi,  le 
admilian  los  doce  keíles,  ligitilt- 
eado»  también  en  doce  airoiot  jú- 
VENES,  que  al  pií  cada  uno  de  tu 
eigno  formaban  entre  lodo»,  ea  da» 
bandoiy  cuatro  diagonaleí  linea», 
lirada»  al  centro  con  tan  regular 
medida  ea  lu  declinación  lai  cita- 
tuai,  que  Setutentidaí  una*  de  airas, 
dejaban  verte  todai.  No  fui  menor 
adamo  de  eita  viiloia  planta  ¡o  aía- 
mado  de  ella ,  puei  atí  lai  Iret  que 
corrieron  la  cortina ,  como  un  siC' 

también  acompañaban  i  lo  lija»,  ci- 
taban lodoi  uniformemente  vettidot 
de  atul  y  plata ,  can  rixadoi  pena- 
cho* de  pluma*  blanoai  y  aiuleí :  é 
cuyo  aparato,  deipuei  de  haber  re- 
petido toda  la  múiica  ¡oi  paiadot 
veriot,  empexi  la  repreientacioa  en 
eita  forma  : 

Vo,  Que  consagrado  á  Jano* 
Tome  su  nombre  en  la  lengua 
Latina,  pues  Janoarío 

A&ddjendo  al  nombre  el  cargo 
De  abrir  v  cerrar  las  puertas 
Del  templo  a  los  dos  arbitrios 
De  la  paz  y  de  la  guerra , 
Soy  quien  también  las  del  año 
Abrí  i  y  asi ,  mi  primera 
Kstaclon  ea  la  qaií  viene 
A  dar  primera  obediencia. 


Y  para  que  la  guirnalda 
El  por  mi  infiqjo  mereica , 
Soy  yo  su  signo,  de  cuya 
Urna  el  ania  se  despeúa , 
Que  inunda  tierras  y  mares; 
Porque  de  Acuario  se  entienda 
Que  la  ^erra  ó  pat  que  Jano 
Ofrece  a  la  providencia 
l'olítica  y  militar 
De  la  que  hoy  é  todo  atenta 
Acude  a  guerras  y  paces, 
Comprende  mares  v  tierras 
En  que  imperiosa  domine, 
"  —  quien  victoriosa  venia. 


La  ciega  genlilidad 
De  la  India,  en  reverencia 
De  Febrero  consagró. 
Viciada  la  frase  nuestra. 
Templo  al  Ídolo  de  Fabru, 
De  cayo  altar  le  destlerr* 
La  fe  de  España :  testigo 
En  Copacivana  sea 
Su  mayor  caito  en  Febrero;    _ 
Luego  preferirte  es  faena, 
Pues  tá  en  uit  templo  profaao 
Tu  mayor  mérito  asientas, 

Y  yo  cu  un  templo  divino. 

V  añade  que  Li  Indaeocia 
Del  Piscis,  que  te  preside 
(Sin  pasar  1  otra  materia 
Mas  de  la  qne  da  el  carácter). 
Es  preciso  que  preBera 

A  la  de  Acnario,  pues  él 
Solo  en  el  agua  presenta 
Lo  elemental ,  que  u<  anima 
Ni  vive  ;  yo  ofreaco  en  ella 
Todo  el  mudo  vasallaje 


Aunque  pudiera  ofenderme 
Que  los  dos  i  hablar  se  atreva» 
Primero  tiue  Marzo,  en  quien 
El  año  solar  empieza. 
No  lo  he  de  hacer,  que  no  ei 
Cuestión  desie  lugar  esta; 
La  de  pretender  el  premio 
Si ,  y  el  que  i  mi  se  me  deba 
Preciso  es;  pues  siendo  jo 
El  quf  en  la  veloz  carrera 
Del  sol,  las  [iocties  iguala 

V  días,  qui^  representan 
Vicios  y  virtudes ,  soy 
Tribunal  de  la  prudencia , 
De  quien  los  vicios  castiga 

V  quien  las  virtudes  premia. 

No  digas  quién  es,  que  yo 
Lo  digo  mejor  por  señas 
Qoe  lu  por  palabras  :  ved 
De  donde  un  cordera  cuelga. 
Que  en  el  toisón  del  ariete 
Dorados  vellones  nelna  : 
Veréisla  de  su  c^lar 
Siempre  ft  los  rayos  ateuta. 

Buenas  son  tus  señas ;  pero 
Abril  dari  otras  tan  buenas. 
Cuando  al  cristal  de  su  espejo 
Componga  la  primavera 
Todas  sus  fiorea,  dequteo. 
Como  la  rosa ,  es  la  reina. 

V  tan  reina. 


I ,  CODM  el  SlgW 
yGOOglC 


I)c  Europa  en  sa  loro  muestra , 
Pites  como  alguien  dlJo ,  «en  csnipns 
De  latir  pacieudoeslri'llas,! 
Desde  los  puertos  Je  Europa 
Giilfus  Ji!  pluma  nafega, 
Hasia  tJonae  no  liij  remoto 
Clima  eu  quu  Imperio  no  tenga. 

Rso  de  dores,  Abril, 

Toca  al  Hayo ;  que  si  engeDdris 

Tü  en  botan  púrpura  y  nieve 

De  claveles  y  aiuceuaa, 

Óueierogllllcosson 

De  Diajestail  y  pureza . 

Vu  saco  tu  i'mhrioii  i  luí ; 

Í  siendo  asi  que  concuerdan 
n  nn  scniUlo  lis  Oores 

Y  las  virtutli^s... 

ciaiNis. 

Que  eso  mejor  en  mi  abrazo 
Gíminii  lo  iDanlüeBU. 
Nacer  la  pai  en  el  délo 

Y  la  verdad  en  la  tierra. 
Sagrado  cántico  dice , 
Donde  •prosigue  la  letra , 
Que  la  verdad  y  la  pai 

Sr  abrauron:  luego  en  muestra 
De  ser  las  virtudes  bijas 
DeJ  cielo,  j  las  flores  bellas 
De  la  tierra,  j  abraiarse. 
Bien  el  GiíminiK  lo  prueba 
En  dos  abratados  niños. 
Símbolos  de  la  iooceucia. 


Esa  evidencia 
Diga  el  trópico  de  Cancro, 
Rti  cuya  eialtacioQ ,  llega 
A  BU  auge  el  sol. 

Pues  sieudo 
Asi,  iqniéu  babrl  que  ofreica 
Al  sol  de  Espaita  mas  sol, 
Üae  i  par  sujo  resplandezca t 

rouo. 
Hano  sol  la  ofrece  Inlto ; 
V  cuando  algo  descaezca , 
Lo  crece  en  la  esümacion , 
Por  ser,  como  es,  mes  que  impera 
k  cé&ares  consagrado. 
Después  que  por  Julio  César 
Julio  se  llamó. 

Nora 
Gran  prerogativa  esa ; 
IJue  Agosto  también  de  Angnato 
El  noubre  tomó. 

Si  esa  no  es  prerogaiiva , 
)>er  EU  signo  el  león ,  empresa 
De  los  católicos  reyes 


Tampoco  eu  esa , 
Julio,  i  Agosto  excedes ,  pues 
Es  mi  signo  pura,  boncsia 
Vh^n,  empresa  laniiiiea 
De  sus  católicas  reiuas. 

SKPTIEHBBB. 

Septiembre  nocbes  j  dias 
Vuelve  1  igualar;  y  asi ,  es  faerM 
Oue  de  ilcíosy  vinudKs 
Tamhleu  U  pUlica  vuelva. 


FIERAS  AFEMINA  AUOR. 

Mas  con  una  circunstancia: 
Que  si  en  su  equinoccio  premia 

Aries  virtudes,  y  vicios 
Castiga ,  en  el  suyo  pesa 
Libra  ai  Uel  de  sus  balaniaa 
Lo  recto  <i, 


Porque  en  el  silencio  (lo 
Yo  mi  mayor  excelencia 
Con  que  lie  de  exceder  i  lodos. 

iCómo? 

ESCORMOÜ. 

r.on  raion  bien  cuerda; 
i  Que  viendo  que  el  Escorpión 
I  Su  signo  es,  es  adverteocia , 
I  Que  la  lengua  de  escorpión 
j  En  tanto  asunto  enmudeici. 

1  Mal  hoy  su  veneno  temes; 
Pues  para  que  no  le  temas , 
Noviembre  á  su  Sagitario, 
De  Amor  le  ha  dado  las  flecbas, 
Hurtiudolas  i  su  aljaba.     . 


¡Dichoso  yo ,  pues  i  mi 
Tan  desacordada  llega 

Que  aiegáitiloia  cualquiera 
De  loa  que  la  tienen,  intes 
Que  i  mi  llegara ,  tuviera 
Merecida  la  guirnalda  I 

;Qné  razou  puede  ser  eia  t 

picieuBU. 
iVosotros  septenlrioaalea 
Signos  no  sois? 


SI. 


Pues  ;  qué  Imprudencia 
Es,  TaiiíndAs  de  otras  causis. 
Haberos  dejada  estat 
y  pues  no  acaso  la  suma 
InAuencla  de  Influencias 

Sne  sobre  los  astros  manda , 
ara  el  Caprlconiio  deja 
La  mayor  prerogatlva, 
Mas  beróica  y  mas  excelsa 
De  lodos  loa  signos ,  boy 
Permite  que  yo  los  venia. 
;  No  es  el  austro  de  quien  fino 
El  Rey  I  Las  sagradas  letras 
¿No  cantan  el  Hey  del  ausiroT 
iLNo  es  quien  de  Jano  las  puerlM 
Abre  i  la  guerra  j  ta  paz , 
ArUlro  de  paz  j  guerra. 
Como  de  tierras  *  narcsf 
iNo  M  d  qne  la  te  snstenU 
■■  remlM  cMiMfT  Noet 


El  que  del  ariete  cuelga 
El  vellón  uo  bilos  de  oro f 
No  es  el  que  en  Qores  divems, 
SignlBcando  virtudes, 

Y  vicios  que  tras  si  Uevan, 
Dial  y  noches  igual  a  í 

t'  No  goza  de  Augusto  y  César 
n  España  y  Alemania 
Blasones!¿NoeselqueIlega 
A  conseguir,  nivelando 
Juslida  i  uu  tiempo  y  clemencia , 
Qne  el  Sagitario  enamore, 

Y  el  Escorpión  enmudezca! 
Luego  al  IKciembre,  que  es 
Qulco  solo  lo  austral  alega, 
Se  le  debe  la  gnimaida ; 
Que  i  la  voz  de  ave  que  vela, 

Y  de  ave  que  es  toda  amor. 
El  ignila  real  presenta 
Huj  al  Iguila  Imperial , 
Cuando... 


Aguarda. 

Escucba. 

Esliera 

AaalL. 

¡Cómo,  siendo  tú  el  mas  pobre 
bes  de  luz-                     ■ 

En  quien  se  abrevian 

Loa  días... 

Eo  quien  se  duda 

Muchos  dias  si  amanezcan... 

Mayormente  el  veinte  y  uuo... 


Se  en  la  riigular  tarea 
I  sol,  es  de  todo  el  añ 


¿Qué  razón  ptiede  serT 


Viendo  el  sol  cuín  agraviado 
Tenia  ai  dia  en  que  su  bella 
Luí  menos  se  participa , 
Deaagraviando  la  ofensa 


uél 


Sol ,  que  mas  que  él  resplandezca; 
Y  asi .  nació  María-Ana 
A  suplir  del  sol  la  ausencia. 

lUttBO, 

Aunque  esa  razón  i  todos 
Es  Justo  qne  nos  convenza.. . 
No  podrás  negar  i  Enero 
La  parte  que  noy  tiene  en  ella , 
Pues  ya  qne  fué  tuyo  el  dia, 
Vieoe  i  ser  suya  la  Oesia. 


EngABuie .  que  no  acaso 

Fué  el  que  yo  en  ti  la  transfiera 
Con  no  menos  digna  causa. 

i  Cómo! 


De  aquesta  manera, 
locnin  cercana  esuiba 

ü,s,„z.aByCiOOglC 


S31 

I.B  Dorid»  luror*  lierní 

He  la  hermosa  Harlá  Anioiiia, 

Tan  opregrÍDa,  lan  bella. 

Que  Iiija  ae  la  Margarita , 

Se  calillca  de  perla  ; 

V  viendo,  que  era  de  Cirio* 
El  oltsequio ,  fué  adteclencia, 
Aniicipando  ea  sus  ahos 

La  ventara  que  se  espera , 
Dejar  ;o  paur  el  día , 
Puesta  <|ne  sieni|>re  se  queda 
A  ser  mío ,  porque  fLesc 
A  dos  luces  la  uner.u , 
Como  amante  de  su  madre 

Y  galán  de  su  belleía. 


¡VigatlDicUmbre! 


COMEDIAS  DE  DO.N  PEDRO  CALDERÓN  DE  LV  BARCA-' 


Pues  mejor  sol  uos  espera 
Va  en  la  lierra ,  que  iíumina 

Kueslros  iollujos,  i  ella 
Descendamos. 


Diciendo  en  voces  diversas... 

M  lisíeos. 

Puri  que  not  da  mrjor  lol 

Bieiembre  en  mejor  etfera,      [vema. 

Que  vina,  qve  reine,  que  triunfe  g  que 

(Bajaron  lot  Signos  a¡  tapiada,  y  met- 

Ciado*  con  lot   Uetet  computiemn 

una  máscara  con  varios  latos,  al 

compás  desta  letra.) 

mCsicos. 

Ka  que  la  Águila  plumas 

Oii  á  tu  guirnalda  bella , 

La  lierra  con  tut  Poret 

La  adorne  y  la  guarneiea , 

La»  fuentes  inttrumenlot 


En  tu  aplauso  preirengaii , 

Oulcet  cuerdas  de  piala 

A  ataras  de  perlas. 

En  tus  reos  los  montes 

Templadat  cajas  sean, 

Y  en  su  espacio  lo*  aires 

Clarines  y  trompetas. 

¡  Arma ,  arma  I  ¡  Gairra ,  guerra  ! 

Pero  guerra  amorosa, 

(fue  ea  paces  se  coneierla , 

i  Arma ,  arma !  ¡  Guerra ,  gaerra! 

[A  esta  tatalla  música,  respondió  la 
miniar  de  cajas  b  trompetas,  coa 
que  sonando  á  un  liempí  elarittea, 
instrumentos  y  voces ,  y  trocando  la- 
tares  Meses  y  Signes ,  desaparece' 
ron  unos  por  el  aire  y  otros  por  la 
tierra ,  ea  cuya  confuía  ditoaaiuia 
festiva  dio  finia  loa,  iransformiss- 
dose  la  escena  en  un  amena  basque, 
en  cuya  frondosa  variedad,  fa  da 
vestidos  troncos,  y  ya  de  detmudat 
peñas,  empetó  tu  primer  Jomad»  U 
comedia.) 


FIERAS  AFEMINA  AMOR. 


HERCULES. 

ANTEO. 

ARISTEO,  rey  de  Tesalia. 

EtIRISTJO,r«vrfeli«iii. 

CUPIDO. 

LICAS,  criado  de  Hirealet. 


•ÍOIE,  infama  de  UUa. 
EGLE.dund. 
VERUSA.rfflfflo. 
HESPERIA,  <íaina. 
CIGELE ,  divas  de  ¡a  tierra. 
VENUS. 


I     CALIOPE.nfn/'d. 

Cu* TRO  DAKAt. 

Soldados. 
Cautivos. 

I      Husiccis. 


JORNADA  PRIMERA. 

Dentro  tioces ,  y  talen  atravesando  el 


uno».  {Dentro.) 
Pastores,  buUI  tañera. 

oraos.  {Dentro.) 
Al  bosque,  al  llano. 

OTROS.  {Dentro.) 
Al  mouie,  ti 


¡  Aj  de  aquella  que  tímida  iropieía 
Aun  en  su  misma  sombra!        (VoM.) 

HÉRCULES.  {Dentro.) 
No  bnja'a,  que  ja  el  león  mw  Aftica 
Seguiros  podrt  eo  Taño,      [asombra, 
Uiw  ii  él  es  el  oemeo ,  ;o  el  tebaito. 


Sale  BERCÜLEStuehandoemanleon. 

BÍHCULES. 

Bruto  re}  destos  montes, 
Ed  cuyos  «riicanos  borinooies 
Terror  fuiste,  pur  mas  que  con  tiranos 
Escíndalos  úi  lentes 
Til  con  tus  dientes  demoler  mis  manos, 
y  o  con  mis  mauos  morderé  tus  dientes ; 
Que  i  no  menos  vállenles 
Hechos  mi  fama  se  empeñó  resuelta. 
Mucre  i  sus  iras ,  pues. 
(Arrííale  de  si,  y  tropezando  en  U- 
---  -  -  -  ttt  ¿atiiiíares.) 


\  Aj  que  le  suelta ! 


ureoderte  piidrl  T  pues  cuando  en  esas 
Breñas  me  embiste,  de  sos  mismas  pre  - 
Amado  contra  él ,  bacerle  pude  [tu 
(Al  tiempo  que  la  greüa  se  sacude 


Y  aBlando  las  garras ,  me  provoca 
A  lid )  tan  de  una  ves  abrir  la  boca : 
Que  la  Boa  media  testa ,  á*su  despecbo 
Le  pose  al  lomo,  y  la  otra  media  al  pedio. 

Lie  AS. 
1  Luego  desquijarado. 
Hablando  hercAlcameate,  lehasdejadoT 


Si  venci  las  serpientes  en  la  cana , 
La  Hidra  feroi  en  la  Leroea  laguna. 
S)  en  CalNJonia  al  liero 
Espin,  si  eo  éi  abismo  al  can  Cerbero, 
VallDrodeAquelúoeoTesalia.iesma' 
[cbo 
Venza  en  Libia  al  león  con  quien  bov  la- 
[choT 
Llama.puesyanohajque  temer.lsge»- 
Que  desnndarie  de  la  piel  Intente ,    [le 
Para  vestirme  della; 
Que  es  bien ,  pues  que  mi  esirelta 
Amante  me  bizo  solo  de  mi  fama. 
Galas  osar  al  gnsio  de  mi  dama. 

Andantes  escuderos. 
Todo  el  aüo  cansados,  liny  líjeros 
Volved,  j  como  si  poüUia  hiera. 
Destocad  al  león  la  cabellera      [tanto. 
De  tesia  y  piel.  Ya  allí  lo  barto,  y  ei 
Para  cooTalecn  de  aqneau  espanit 


itio  Mrl  bien,  tviot,  legal*  Kiuella 
HfnnoSB  iroiia  baila, 
A  <|ue  iins  d«  Ins  gracias  de  haber  siüa 
Los  tíos  Jos  que  lai  hemoa  defendiJof 

nÉHCDLES. 

Yo  mas  gtaclis  no  quiero 
D«l  vencer,  que  el  vencer. 

CsU  bien ;  pero 
AUeacer  por  vencer,  r(|uiÉii  le  lia  quila- 
El  comer  por  eomer?  &>  faUgaüo    [do 
A  la  raidaüe  Atlante, 
Ese  BÍganle  moiile,  j  lan  giganle 
Que  el  cielo  en  él  estriba , 
Vienes  llamaija  por  lu  tima  atÜTa 
De  Eurisiio,  rey  de  Libia  ( no  me  meio 
Ahora  eu  discurrir  para  i]ué  efeto. 
Pues  me  busia  saber  que  no  Tué  acaso 
Dejar  por  él  la  guarda  del  PaToaso); 
Si  apenas  eii  él  eiiiras , 
Caandonnasiiiarasyuuieonencueiiiras, 
y  eres  tan  majadero , 
Que  te  vas  i  abrazar  al  leoa  primero 
Uueiasniiiras;íporqué,}a  que  las  dejas 
Desabraxadaí  Ir,  ahora  le  alejas 
Del  rumbo  (^ue  siguieron'' 

BÍacuLES. 
Ya  lo  dijp  :  porque  para  mi  fuífwi 
Inüüles  las  gracias.  Yo  lie  cumplido. 
Conmigo  ya  en  haberlas. socorrido, 
Y  ni  oirías  ul  verlas  [las, 

Quiero,  por  no  obligarme  i  aborrecer' 
üomo  i  cuantas  mujeres 
Hasta  boy  llegué  i  ver. 

Va  sé  que  eres 
Galante  corlessiio,  y  que  es  muy  Justo 
Aluliarte  por  hombre  de  buen  pusio ; 
Porqueiquien,  empleado  en  aventuras. 
Por  ver  llereus,  no  dejú  beroiosurusl' 

SÍRCULM. 

No  es  para  il  esa  plática. 

Pues  sea , 
Ya  que  el  monte  permiiu  que  se  tea 
Allí  Dn  bello  palacio, 
PUÜca  para  mi... 

HÉ «COLES. 

íQuóT 

Que  eu  su  espado 
A  Eurisiio  le  esperemos 
Has  i  placer. 

UÍRCULES, 

So  dices  mal:  lleguemos; 
Que  sil]  duda ,  pues  es  donde  llamado 
Vengo  del,  será  donde  aiiosenlado 
La  cunrereijcia  nuestra  entablar  quiera. 

Ya  de  aquí  se  descubre. 

{Corrióle  el  foro  a¡  botqiie,  y  deiea- 
brliie  la  fachada  de  un  palacio  ri- 
eamenleadornaáo  dtjiuptt  y  bronces 
y,  eoma  dicen  lo»  verlos,  eoroHaáo 
de  un  peuiil  en  que.  había  nx  árliol 
eupoi  hejaii  eran  doradas  y  fus  fru- 

netcaies. 

iSacra  esfera, 
Ed  cu;a  arquiíeciura 
Se  vieron  la  rique/a  y  la  hermosura! 

iQnéttbríEa  tan  bella! 
atficiii  ES. 
JaipM  1  bronces  son  cuantos  en  ella 


ttERAS  AFEHIKA  AMOR. 
Hacen ,  doblando  al  dia  los  reHejot, 
Del  espejo  del  sol  varios  espejos. 
Tanto  su  luz  deslumhra , 
Que  me  ciega  lo  mismo  que  me  alumbra. 


til)  árbol  se  descuella  de  oro  puro. 
Cuyas  rruias  no  ignoro. 

Que  todas  bellas 


Uás  ouisleran  mis  ganas 
Oue  fueran  manducables  las 
V  el  Ul  oro  pouble. 

HÉBCULKS. 

¿Quién  vio  alcázar  jamas  lan^  admirable? 
¡Ha  duda  esie  es  el  monte  de  la  Fama . 
i  Ah  del  templo! 

voz  !-•  (BíMíro.) 
;  Quién  est 
»oi2' 
itíuiéavaT 


Asi  del  gusto  fuera, 

Y  tercer  pasmo  al  paladar  viniera , 

Y  que  vendrá  no  dudo ; 

Que  si  halagar  i  dos  sentidos  pudo , 
Halagarl  i  oíros  dos,  dando  no  en  vano. 
Nocturno  lecho  j  pasto  meridiano,  [ras 
Vuelve  á  llamar.que  entre  las  peiSasdu- 
Tal  vez  pierden  et  Ab  las  aveuturas. 

HÍnCULES. 

Slharé.queunnuevoesplritumefnQa. 

;  Ahile!  templo!   .  [ma. 

Toda  ¡a  Hiitic*  dentro  dftpa¡acio. 


Un  errado  extranjero  peregrino. 
Que  siguiendo  la  ley  de  su  destino, 
Uesta  desierta  Libia  ha  penetrado 
El  mas  inculto  seno;  y  pues  guiado 
De  esplendores  lah  reales. 
Puerto  llfga  i  tHmar  á  tus  umbrales, 
Dtáludeidad  (puesfuerzaesquelosea 

.  Qilieu  tal  esfera  habiu), 

;  Que  adorarla  en  sus  aras  me  (termita, 

i  Para  que  eu  ellas  vea , 

,  La  cerviz  ofreciéndola  del  bruto,  [buto 

¡  Queensu3monlesienci,queen  tal  Irii 

I  A  su  culto  el  obsequio  no  desdice. 

!  íGLí.  {Cania  dentro.) 

¡Áy  altero  deti!  ¡Ay  íafelice... 


eCLE.  (Candi.) 

Si  aquetta  puerta 
Mentas  ver  para  tu  ruina  abierta! 

HÉRCULES. 

^Oiste  segundas  voces! 

LÍC^S. 

Por  señas  que  veloces 

Dijeron,  si  es  que  yo  buen  juicio  blce... 


¡Ay  mUero  de  ti'.  ¡Ay  infelUe... 

HtN  COLES. 

Atiende. 

.Si  tsia  piUrta 
Intenta*  ver  para  tu  ruina  abierta! 

HíncuLES.       [asombre?  ' 
jQné  mina  puede  haber  que  á  mi  mo 
Hércules  sov,  em|iéñeme  mi  nombre 
A  no  dejar  de  \er  prodigio  tanto , 
Como  dan  i  entender  música  y  llanto, 
R i  ya  no  es  aparenta 
Vaga  ilusión.  Lle^uemosdonde  intente 
^^eslra  fuerza  romper  el  duro  esconce 
De  sus  grabadas  lámioas  de  bronce. 

Llega  sin  mi ,  pues  sabes  de  cuta  poco 
Te  suelo  yo  servir.  Has  mira... 
bIrcdles. 

Aparta ;  que  has  de  ver,  una  vez  dentro. 
Si  examino  el  asombro  de  su  centro. 
Formas  que  infausto  oráculo  me  dice.:. 

BESPESM.  (Dentro.) 
¡Aj  miserademü'jAy  infclice! 

Representando  bAbculu  á  la  parta 
del  bosque. 
Ha3,íquéesestoTEDelhueco 
Del  monte  ¿des  ta  voi  no  se  oj6  un  ecor 

ÜCAg. 

Esto  es  que  si  aquel  era 

Otro  cautar,  ser  este  considera 

Otro  llorar.  Sin  duda 

lluho  quien  antes  á  inquirir  acuda 

Este  canto ;  y  quizá  porque  oo  quiso 

Llorando  desconsuelos. 
Repite... 

BEspKHiA.  [Dentro.) 

¡ Favor, dioses !  ¡Piedad,  cifloi. 

BÍRCVLES. 

Allí  se  oyó :  seguir  su  llanto  quiero; 
Que  es  socorrer  una  aflicción  primero 
Que  averiguar  una  ilusión.        (Vase.) 

Quiebra  del  monte  su  iiifeliz  fortuna, 
Quteu  quiera  que  es ,  lamenta : 
üe  COTO  seno  Hércules  intenta 
Sacarla. 

BíicDLBS.  (Dentro.) 
Pues  no  acaso  le  redime 
Por  mi  el  cielo  la  vida.. . 

aesPEBU.  íDenlro.) 

¡Ay  de  mi! 


Quién  eres,  bella  deidad. 

Si  es  que  yo  cutiendo  de  bellas ; 

Que  para  mi  las  herniosas 

Son  sulameule  las  fieras. 

Yaces  sepuilaua  en  esa 
Lóbrega  sima,  de  quien 
Pude  sacarte! 

Si  deja 
Aliento  para  la  vos 
Elcoraiou,  que  ai^  AoalknuJp 


COHEDIAS  DE  DON  PBORO  CALDICRON  DE  LA  BARCA. 


So;  qnlGn  en  Te  de  qne  Didie 
Lli'gir  b3SU  tnal  ae  atreví , 
Con  alguna  de  las  ninfas 
Que  e»e  Heal  Retiro  alberga. 
Como  otras  veces ,  sali 
Hov  del  jardín  1  la  selva ; 

Y  ijiverllda  en  mirar 
Cntuto  la  naluraieía 

Es  bella,  por  varia,  habiendo 
Oolen ,  por  ser  varia .  rju  el  belU , 
Estibamos,  cuando,  al  Bero 
Raglenie  bramido  Jesa 
Horrible  fiera  asustadas ,    ' 
SoUdumoE  liJeTaa 
De  nuestro  seguro  albergue 
Volver  fi  cobrar  las  puertas. 
Yo ,  por  mas  tímida ,  ó  mas 
Sobresaltada ,  6  mas  ciega , 
O  mas  Infelii.quees 
1.a  deSnicion  Días  cierta. 
Volviendo  el  rostro  i  mirar 
Sf  roe  sigue  ( que  una  pena , 
Aunijue  se  escuc^ie  d<'  tt}jos , 
Siempre  se  presume  cerca  f. 
Alcancé  i  vfr  que  luchando 
Brau)  i  brazo  y  roería  i  taen» 
Contigo  estaba;  con  que 
A  tanto  pavor  suspensa , 
A  tanto  eKiñdalo  absorta , 
I^rdido  el  tino  i  la  senda. 
En  el  lazo  tropecé 
De  UDi  eamaraBadi  quiebre. 
Que  lapid  de  mi  preciiHCio, 
Se  escondía  eutre  la  lerba. 
Ba  ella  pnes,  no  pudieodo 
Esfonanne  i  salir  delta , 
Di  voces ;  v  pues  te  dibo 
Dosiecesla  vid»,  sea 
Darte  yo  una  vez  la  vida 
Satisraccion  de  ambas  deudas.  - 
Vuelve  pues,  vuelve,  extranjera, 
Al  camloo ,  v  no  [ireiendaa 
Saber  mas  oe  que  soy  noble; 

Y  paei  que  síéudolo,  es  Tuerza 
Ser  agrúiedda ,  cree 

Que  es  solfdlar  tu  ausmcia . 
Sin  que  te  allx-rxuu  ese  alcikiar , 
H»s  que  ingratilud  clemtrncin. 

Y  sea  prc'sifi,  pon[ue  (¡ay  Liste!) 
bi  conmigo  1  verle  llegan , 

Aun  i  mi  no  me  abrirán 
Las  demás,  al  ver  que  arriesgan 
Hita  vida ,  i  (|nicn  debieroo 
Tan  gi'ncrosa  defensa: 
A  cuya  causa ,  iiu  dudo, 
Que  ii  estas  horas  digan  ellas 
Lo  mismo  que  yo ,  y  que  jual.is 
Repitan  las  voces  nuesiras... 


Ove,  aguarda ;  i{ue  iiu  es  bien 
Uue  ir  le  deje  slu  que  Srpa 
i/aiiu  eres ,  cúmo  estoa  muiilM 
't  ives,  qué  Tíibrlca  es  esa, 
\  i|né  misteria  <t  qué  encanto 
Kl  que  eu  su  reclulo  encierra  ; ' 
I>on|ue  para  mi  valor 
K»  lodo  una  cosa  mesma 
El  decirme  que  le  baya, 
l)ue  el  decirme  que  le  venia. 

K»o  no  haré  yo ,  porqué 
Si  es  que  el  saberlo  te  empebu. 
El  no  saberlo  te  saca 
Del  empehu. 


Seat 


Basta  para  que  le  emprenda , 


Entonces  no 
rorreri  el  riesgo  i  mi  cuenta , 
Sino  el  dolor  de  que  tú , 
CoDiD  tos  demás,  pereicts. 
Que  lo  han  intentado. 

(Quiérete  ir,  gil  la  detiau.) 

KÍHGOLIS. 


No  lies 
Tü  que  por  mujer  le  tenga 
Respeto,  porque  no  hay 
Cosa  que  mas  aborrezca  : 

V  asi ,  persuádete  i  que , 
O  lo  he  de  saber,  &  presa 


e  lleva 


A  robrar  lu 


A  tanta  amenaza  bable , 

Sin  la  voluntad,  la  Cueru  — 

Atlante,  por  la  siiberbia 
Con  que  intentó  competir 
En  las  judíela ri as  ciencias 
Con  los  dioses;  que  le  diesen 
Por  castigo  las  esferas 
Mismas  que  quiso  entender 
(Pues  su  gran  fábrica  inmensa. 
Sin  agobiarle  ia  espalda. 
Sobre  su  cerviz  se  asienta) , 
tio  lo  ignorar&s ;  y  asi , 
Gsia  noticia  suspensa , 
Paso  i  qne  Héspero ,  su  hermano, 
Se  criú,  en  su  competencia, 
Has  inclinado  i  las  armas, 

?ue  Atlante  lo  fué  1  las  letras. 
res  li^as  Héspero  tuvo : 
Si  dotadas  Je  excelencias 
Naturales,  como  son 
Música ,  ingenio  y  belleza 
Repartidas  en  las  tres, 
Oiro  lo  diga ;  que  es  necia 
La  alabanza  eo  caus»  pro]irla : 

Y  siendo  yo  la  una  deltas , 
No  es  juslo  que  aventur.iudo 
El  que  aquí  uo  te  parezca 
Docta  ó  sabia ,  la  opluiao 

De  las  otras  dos  desmienta. 
Muerta  pues   su  bella  esposa, 

Y  (como  dije)  á  la  guerra 
Héspero  inclinado,  viendo 
Cuánto  el  ktnea  se  esfuerza 
liUi  las  conquistas  de  iíuropa , 

Y  qu>'  á  tan  herúica  empresa 
tri'S  bijas  le  emharaiabau 

A  no  liacer  su  fama  eterna , 
A  consultar  1  su  liermano, 
A  quien  seml-dios  venera 
Libia,  vino,  donde  oyó 
En  su  eslalua  esta  respuesta  : 
«Pasa ,  Héspero ,  á  Europa ,  en  fs 
Ue  que  en  Europa  Le  espera 
Tan  alia  gloriosa  I^ma , 
""'  su  provincia  mas  bella , 
abundante,  mas  rica , 
Ilustre  y  mas  suprema , 
Tomará  el  nombre  de  Ll , 
ConlVoniando  con  la  rslrelU 
Del  Vésper,  que  la  domina. 
Coa  que  concurriendo  iti  ella 
De  una  parle  tos  cououistas, 

Y  de  otra  tu*  influencias. 
Héspero  j  Vé^er  hartn 


Que  tea  sn  nombre  Hesperia , 
Une  traducirá  en  Kspaña 
La  T(ri«dad  de  las  lenguas. 
"  en  cuanto  á  que  de  tus  bijas 

:l  cariño  le  detenga , 
o  quedaré  en  gunrila  suya; 
Tráelasáir' --^— - 


e  alear 


Siempre  i  ni . 
No  halirá  festejo ,  ddicia , 
Honor,  aplauso,  grandeza. 
Pompa ,  fausto ,  joya  ó  gala , 


Uerr 


-  Dijo  : 


in  que  üéspero  á  su  obeditáicia 

L'uto.  nos  irajo  donde 
Va  el  diseño  ile  su  Idea 
I  labia  lineado  esle  lii-rmoso 
Alcázar,  en  cuya  esfera 
En  poco  distrito  somos 
"    ■utos  imperios  reinas, 
o  BUS  limites  vivimos 
A  nunca  salir  contentas ; 
Ponjue  murieiido  mi  padre 
Coronado  de  proezas 
En  la  Hesperia ,  cu;o  nombre 
También  nos  dejó  en  li  herencia 
(Pues  las  lles|>érides  somos), 

impllmosle  la  prumeía 

'  no  salir  de  aquí ,  en  tanto 
Que  él  por  nosotras  no  vuelta 
Aquí  nos  mantienen  bien, 
Como  intes  dye,  ta;i  Helia* 
De  lesorus,  que  uno  puede 

Aquella  hermosa  manzana 
De  oro,  que  fué  competencia 
De  Venus,  Palas  y  Juno, 
Adquirida  por  las  ciencias 
De  Atlante,  en  esos  jardines 
Plantó,  V  prendiendo  en  la  tierra 
Sembraao  melul .  produjo 
Un  tronco,  cuv»  corteza 


Es  I 


De  oro  «us  hojas,  y  dellas 
El  fruto  lainliien  duradas 
Pomas.  Aqni  es  donde  entra 
Lo  mas  prodiuioso.  Venus 
llfauB  con  la  sentencia 
De  Páris,  viendo  qne  un  árbol 
Inmortal  su  triunfo  acuerda ,  ■ 
Pues  don  alma  vegetable 
Ko  bay  alegre  primavera 
Que  no  reviva  en  sus  Ihilts, 
Puso  tal  virtud  en  elhis. 
Como  al  Qn  madre  ile  Amor, 
Que  el  amante  que  una  adqnier.i 
Será  en  su  amor  venturoso: 
Víeudo  Atlante  cuánto  sea 
Apetecible  un  bechiao 
De  tan  podenca  fniTXS , 
Que  atraiga  las  loluniaJes ; 
Para  que  nadie  se  atreva  , 
Por  la  codicia  de  sc-r 
Amado ,  á  romper  la  cerca , 
Y  por  robar  sus  manzanas , 
Violar  la  clausura  iinesira; 
Enroscó  un  dragón  al  tronco, 
Qne  velando  en  su  defensa , 
Siempre  los  ojos  abiertos , 
Sin  que  un  sulo  instante  duerma 
Apenas  un  ruiíio  siente 
lie  que  hombre  en  el  jardín  eotr 
( (jue  mujeres  no  te  enojan ) , 
Cuando  la  ceniz  inlni-sta  . 
La  escama  erizada ,  el  ala 

i  Batida,  a ñlando  presas 
\  narras .  ]>nr  boca  y  ojos 
Fuetio  eiliala  ;  humo  atienta . 

,  A  cuyo  borrar  ludie  hubo,  I 
ü„i,zoaeyCiOOgiC 


Que  heclio  pedMO*  no  amera , 
()i>  cuantos  Unos  BmlDlM, 
U  va  raisvando  las  puerUSí 

0  ja  asaltando  lofniuroc , 

nÍKCULES. 

Ctsa,eet», 
No  prosÍBas... 

LJCAS.  {Ap.) 

iÜrngoll  ilijoT 

iOué  va  que  leñemos  Oesta 

Uragoiitinat 

HÉRCULES , 

Qae  me  ofende 
Oir  qae  haya  homtire  que  ¡ireteuiU 

Lo  que  él  por  si  no  mereica. 
¡  Que  liajD  vs|ilriiu  dvbe 

lie-  leiiei'  quien  se  uontenia 

1  ion  que  lo  que  es  voluntad 

l.u  liaja  de  adquirir  por  fuetia '. 
l'iia  mujer  tioteulada, 
¿  Ks  mas ,  si  se  cousidera , 
Une  uua  estatna  algo  mas  vi<i, 
r.nii  atina  algn  míiiüs  inuirtaT 
V  i'Slo  i  una  parle .  no  menos 
Mi-,  ofeude  uue  baya  quien  quiera 


¿Yo  he  de  hilroduclr.en  mi 
i'iro  ^'o,que  con  lu  rnerxa 
Niiiide  en  mi  mas  que  JO  miitmo!  . 
;  Vo  ana  domésiiea  guerra , 
Uue  hasa  al  corazoQ  campaña 
De  seulidos  y  potenciase 

V  luego  ipari  qué  triunros, 
l'ara  que  «lorias,  <uié  empresas, 
(Jné  laureles,  qué  ulasoiieSi 
Ñas  que  conquistar  la  tierna , 
La  mal  defendida  pía /.a 

De  una  Saca  mujerf  Si  ellas. 
Por  nalural  vasallaje . 
Ksliii  al  hombre  sujetas , 
.  Para  qué  lie  de  dirías  ¡o 
La  (anidad  de  que  si'an , 
r.uando  no  amadas,  humildes. 

Y  cuando  amadas,  soberbias? 
Tau  equivoca  victoria 

Ei\t  suja,  que  liay  quien  mueva 
Cuestión,  ^^:\¡i^  me  quiere  mas, 
L;i  dama  que  Oie  desdeña, 
O  la  qur  me  favorece! 
Pues  confurmeinente  opuestas. 
Si  aquesta  mira  á  mi  agrado, 
Ksoira  i  mi  conveniencia. 
y  cuando  no  liutiiera  tantos 
Ejemplares,  como  cuenlaa 
Del  tiempo  el  buril  en  bronces. 
De  la  fama  el  hrouce  en  lenguas, 
De  altos  héroes  que  afearon 


Lasbi 


Opinión .  con  el  lunar 
De  qae  el  amor  los  divíeria ; 
El  de  Aqnlles  me  bastara 
Ño  mas ,  para  que  aborretca 
Amor  <r  mujer ,  cuando  oiga 
Cuín  vil ,  por  Oeidamia  bella , 
Vistió  femeniles  ropas , 
Peinando  el  cabello  i  treniías  : 
Ed  coja  oposición  ¡ro , 
En  vei  de  holandas  j  swlas , 
Desde  hoj  vestiré  la  piel 
Dése  león ,  porque  Teü 
El  mundo  que  si  hubo  béroe 
Que  en  dama  el  amor  convierta 
Hubo  héroe  que  contra  amor 
El  odio  convirtió  en  Gcra.    - 
V  asi ,  bien  puedes ,  piídosa 
He^ride,  sin  que  temas 


FIERAS  AFEMINA  AMOR. 

8at  ¡o  pise  tus  umbrales, 
acer  que  le  abran  sus  puertas ; 
Que  aunque  me  arrastra  el  ¡>\í 
Une  ha;  nuevo  monsirno  que  otirezca 
Una  hoja  mas  i  mi  sacro 
Laurel ,  no  be  de  hacerlo,  en  muestra 
De  que  no  quiero  dejar 
Sin  guarda,  tronco  que  pueda 
Ser  medio  de  amar  i  nadir. 
Despedace,  rompa  ;  hiera 
Dése  vestigla.la  saña. 
Dése  terror  la  solierbij 

;  Probar  sus  frutos  pretendan ; 

Que  un  se  lo  lie  de  inipinlir 
I  Vo.  solo  con  que  til  creas 
i  Que  hago  en  no  vencerle  mas 
:  Uue  lo  que  en  vencerle  liii'íera. 

Pues  venciera  allí  su  furia, 
I  Y  aquí  venzo  la  mia  inesma. 
I  Vele  pues,  que  ya  me  aparto, 
I  Porque  á  11  te  abra»,  i  Qai  esperas ! 
I  Veie.- 

I  HESPEHIA. 

Slbaré,lasliiiiada. 
Va  que  obligada  me  dejas. 

I  HÍHCULES. 

I  (Lastimada? 


NÍHCOLIS. 

i  Deque? 


HÍaCULES. 

Amor 
.So  es  deidad ,  sino  «uimera 
Que  luventaron  las  delicUs 
Para  booesur  las  tragedias. 

RMPItlU. 

Alma  del  alma  le  llaman. 
niacoLU. 
Til  me  dijiste  que  eras 
La  sabia  entre  tus  hermanas : 
Bien  puede  ser  que  lo  seas; 
Peco  no  me  lo  pareces. 

Claro  esU  que  es  una  ned* , 
Pues  loma  el  Léileon  cuando 
Dejas  til  la  Dragontea. 
Vete,  mujer.  Iniesq^ne 
De  no  lidiar  se  arrepienta, 
V  iniente... 


Note 


isul. 


Ed  pat  te  queda, 
V  ;plegue  i  Venus  qtie  Amor 
No  vengue  er  "' ' ' 


iCémo  ha  de  poder  vengarlas 
Si  JO  no  le  doy  licencia"  , 


Tomándosela  él. 

Supuesto 
Qae  es  esta  la  vez  primera 

?ue  te  vi  cuerdo .  por  Dios , 
a  que  ella  al  jardín  se  acerca 
Y  tú  del  jardín  te  apartas, 
Que  sea  un  poco  mas  apriesa : 


No  sea  «I  diabla  que  al  dngoa 
Se  le  antoje ,  como  i  ellas , 
Salirse  también  un  rato 
A  pasear  por  estas  selvas. 

UiaCDLES, 

¿Qué  in^ioriari  cuando  salgaT  (Fas«.) 

Uuchisimo,  si  es  que  «ncnentra 
Conmigo  antas  que  contigo.      {Vate.) 


jVerusa,  Egle !  abrid  :  no  U 
Vuestro  recalo,  que  jo 
Sola  estoj  ya. 


Con  bien  vengas. 


V  después  con  él  le  vimos , 
:  No  osamos  abrir  la  puerta, 
I  Porque  el  ¡oven  uue  nos  dio 
I  La  Vida ,  al  mirarla  abierla , 
!  No  entrase  Iras  U  á  morir. 


Pues  oiro  mayor 
Avisádsele  tambii    . 
Diciendo  en  voces  diversas. 
Porque  las  oiga  en  el  monte , 
Va  que  del  jardín  se  aleja  ; 
¡Obi  ¡quiera  Venus  que  Amor... 

uilsicA,  (Dentro.) 
i  Ohl  ¡quiera  Vinu»  qae  Amor- 
no  Teogue  en  ti  sus  ofensas! 

■lisies.  {Dentro.) 
Ko  éengue  entlnu  ofentai ! 


Pues  que,  perdido  de  Tisia 

El  palacio,  la  maleza 
Nos  le  encubre,  discorramos, 
Señor,;qué  damas  son  estas, 
Qné  Hespérides,  qué  manzanas. 
Qué  dragón  í 


Uscarsos  deja ; 
Quejo  en  solo  esperar  hallo 
Novedad  en  mi  paciencia  : 
Y  asi ,  sube  i  descubrir 
Desde  esta  elevada  peBa 
La  campaña ;  qne  quist   - 
Andarán  en  busca  nuestra, 

LfCAS. 

Vo  iré;  mas  de  aquí  no  falles.  {Vate.) 

HÍnCULIS. 

Sobre  esta  silvestre  yerba 
Recostado  me  hallar^ ; 

u,nt,zodb/L-.OOglC 


COHEDIAS  DK  WiH  PEDRO  CALDKBOH  DE  Lk  BARCA. 


{ÉchM: 


Srgun  Tendido  me  deja , 

O  la  lacha  del  león 

Ka  las  naiuraleí  taem», 

O  eii  las  w>hrena)Dr.iles 

Kl  raro  eiicaeiilro  de  agüellas , 

Que  bKlaiia  repiten 

NeciaiBenie  lisoiúeras. . 

EGLE  T  Biislc*.  {Dentro.) 
¡Oh! ¡qmUra  Vému que  Amor 
ao  vengue  en  U  íhm  ofttmat! 


if)«iMesAmor,óquléues  . 
Vteus ,  para  que  jo  lema 
Sus  deiiuidcsí  A  bnen  tiempo 
Kl  cansancio  toa  espérela. 
^Ullca  al  soeiki  agradecí 
Uue  sn  leUirifD  me  aduerma , 


s  el  taMado.)   Kaeiendo  míe  el  oro  le  obligoe  i  que  a-   En  Diiliiarea  estruendos 


Quua 


fíetrí  VEms,tieMHU«Utenlgiia¡ 
comtao»Éeiui9  ie  du  reiplanaereí 
que,  amanera  ie  pírámUe.  baja- 


VelplomoQubiiipieiqueellaaboiTet- 
I  líHDS.  [caT  I 

F.a  Tole,  fnfanta  de  Libia:  I 

;  V  porqne  lienpo  no  pierdas , 
;  Desde  laego  be  de  tiacer  que  le  admire 
j  £1  imaginarla,  aun  lotes  que  el  feria.—  ' 
'  (Vagas  boiasmai  del  suefio!  I 

(Uamandc.) ' 
co»  1.'  (Denfra.)  | 

¿Quitolieitaif 

coao  S.*  {Dentro.)  i 

iQKiUtieiOatf 

finos.  [feo,  ! 

Del  duro  peHasco  en  qde  os  tiene  Hor-  | 

Los  grillos  romped,  arrancad  las  cade-  ,' 

V  dése  monstruo  dormiilo  [iias,  > 

Representad  en  la  idea  i 

La  rara  hermosura  de  Voleique  es  bien. 

Slniegaesplendores.qQesorabrasleren-  | 

TOD*  Ls  MÓiuu.  {Oeatro.)    [laa, 

Ta  al  impertí  dt  tu  ves  \ 

Etlanut  á  tu  obedieaeia.  : 

Ve  tú  i  pretwir  las  Dechas  j  el  arco;    ^Ua  »ex  la  salra  rueha. 


Bellísima  bija  del  mar... 

Hermoso  horror  de  la  ü«ra... 

cvpino.  [i 

Escucha  mi  tos,  poespor  li  rompo  el  ¡ 

Yacorto  pOr  loro  del  fiíego  )a  esrera. 


_ _  toces  tiernas; 

Y  a>],  cuando  dicen  unas 
Eo  dulces  ecos... 

tujk  I  BÜsicik.  (Dentrt.) 
Alirndan 
kquejat  de  amveuante*  liaran  tm 
Diría  otras.  . 

EuatsTio.  {Deatrff.) 
Kagan  salTa 
Las  cajas  ;  las  trompetas 
A  la  coronada  coonbre 
Del  Atlante. 

(Cm  etíe  etíruend»  de  caja*  v  t\ 
pela»  deiapa redi  Udo,  t  úet¡ 
BireuUt  detpavOTido.) 


TOLB.  (DMire.) 
Es  en  Tino, 
Cuando  el  rumor  te  despierta 
De  las  trompetas  ;  cajas. 

toBlsTio.  (Denlre.) 


Que  ;a  i' rol  me  so)<ran  el  arco  j  lasfle-  I  (C'('«  1  trmpem.) 

CDíiDo.  [chas. '  ■iacDi.BS. 

Si  har*,  porque  todos  repitan...  iOo*  *eo,  delost  ¿Qué  no  tboÍ 

,     .  ,    „      AtieiiiaJí  Los  ecos  que  me  desvelan, 

Aqu^atieamoTtumUtnorannueue-  segon  bien  bailado  estaba 

1>(M.  En  mtsuelioT;  Qué  bailesa 

(Cm  etta  repetición  detapareciertn  Tan  rara  soñé  que  via  \ 

te»  do»,  ti  empexi  á  UvaMarte  de  la  í^ino  es  que  me  lo  parejea, 

(ierra  un  p'eqaéño  vapor ,  que ,  len-  Cuando  con  voces  de  Harte 

' ' — TeJendff',  llega  á  tren* for-  ■  Contra  Cupido  me  alienta. 


I 


uar»e  en  horrible  gruía.) 


l^DS. 

'AÜetulau... 

IOS  aos.  (¡as, 

A  qo^s  deamorcuaiitoslloraosusque- 

TODA  L*  MÚSICA.  {Deniro.) 
Aiieadan ,  atiendan  \j¡it. 

Áquejaideamorcuaittoiaoramuíque- 

cnnno. 
Fse  humano  Sero  monstruo 
W  absoluto  imperio  nletia ; 
Pues  niega  que  amor  es«l  alma  del  alma, 

V  lodu  con  él  respira  j  alienta, 

\a  sr  que  Hércules  oprobio 
Ks  di:  la  naturaleza  ¡  [re, 

Porqueesua  hombre  tan  Oera,qDequle- 
Aun  mas  que  de  hombre,  preciarse  de 

cupiBo.  [llera. 

Las  llespérldes  le  lavocín 
A  erecto  de  que  no  quieras 
Une  en  él  oiis  ofensas  se  Tcnguen,Thoj 
Te  invoco  i  teagar  en  él  mis  ofensas. 

T^mis. 
iOat  importa  que  niegue  quien 
tlceiide  con  le  que  ruega , 
Si  i'ii  tu  aplauso  haudesersn^majorea 
Con  tnrias  después  las  Hespéfidesmes- 

íBii  qué  belleza  de  cuantas 

Doló  su  rara  béllesa. 

Del  ampo  en  la  tei,  det  Otlr  en  el  riio, 

Y  <u  144*  ]r  labios  degrana; estrellas. 


iQué  es  estof  Sobre  mi  el  délo 
Parece  que  se  despeSa. 
Sin  duda  qne  quiere  Atlante , 
DesAliecidas  suj  ruereas , 
Que  i  sustentarle  le  ajnde. ' 
SI  haré.  Mas  [  aj  de  mi  1  apena* 
Lo  intento,  cuando  pequpño 
Vapor,  que  exhala  la  llen'a 
De  la  alma  que  ocultaba 
A  la  Hespénde,  me  ciega 
La  vista,  el  paso  me  Impide, 
y  1  mi,  crecleudo,  seacerc*. 


'  Y  asi,  dejando 

I  Vsga  ilusión  de  la  idea , 

¡  Que  las  especies  del  día 


Salieren  LlCAS ,  y  per  airt  parte  loi. 
DAMS ,  qne  traían  una  piel  de  tena. 

Que  Eurlsiio  llega. 
Poblando  el  monte  de  vaiíaa 
Tropas ;  pero  tan  dlrcrsas , 
Que  una^  de  armadas  escoadrM...' 
BÍnCDLEs. 


Diñdi6»e  la  gruta  en  dotmitade» ,  de- 
jando ver  {eomo.qu»  deaire  de  ti  ta    Si"  (Im*»  prenderme  Intenta 

eontenUi)d'iOLE,da»iabttarra,ele-     ""'' "  '"  '""-'~" 

.  vada  en  el  aire. 


KÍnCVMS. 

■^  enlraflas  rasga...  pero 
Mejor  dijera  la  esfera 
Delsol.— íQuIéneres,  deidad? 

?ulen  i  tus  hechos  alentn , 
iene  i  rendirte  las  gracias 
{Ap.  Esto  es  desvelar  sospechas 
A  los  ardides  de  Venus) 
De  que  el  amor  aborrezcas. 
Prosigue  en  su  odio ,  ;  no  dejes 

Sue  tu  heroica  fama  éTcelaa ,. 
i  con  delicias  le  borre  , 
Ni  se  manche  con  temesas. 
Que  podrí  ser  que  en  tu  pecho 
fuego  enciendan. 

Quien  ni 


Por  la  muerte  de  Aqueloo. 

I ;  bien  que  asiaa 


No  Tien 
"ue  hii 

«  tas  Hespérldes.  creo 
Vfue  imaginando  esperiesas 
Sus  ninsanas;  qne  las  damas 
Son  golosísimas  dellas , 
Por  u>  que  tienen  de  aeedo. 

SOLDADOS. 

La  piel  que  maudasie  es  esu. 

A  buen  tiempo  virne.  puesto 

gue  es  bien  i|ue  Eurisiío  me  vea 
n  el  traje  del  horror 
Que  le  ha  de  dar  mi  presencia. 
DesDodadme  desias  ropas , 
V  reñidme  solo  della , 
Su  mu  ritto,  one  el  mftmo 
u.nt.zodb/CoOglC 


OchIUIo  de  It  priea. 

{Qulífte la  estaca ,  y  pintu  la  pUl) 

Abora  dadme  la  ehn. 

Vmdm»  si  bajr  quien  se  me  ilrera, 

Y*  que  basia  ver  genle  armada , 

No  previoe  cuiuio  era 

Aqueló  au  amigo. 

Salen  EL  REV,  aNTEO't  mlbados. 


fuee  tuelvan 
A  bacrr  aaln,  repiliendo 
Que  lÍTa,  para  qae  leoxa. 
(C^*  g  elaiintt.i 

¡  VlM  Hércnlea  )• 

(Pora  tí.  Llegar  puedo, 
Pneslo  que  esui  «ocea  moeatraa 
Has  agas^'ot  que  enojos.) 


Heroico  terror  del  mando. 
Dame  mil  veces  los  liraios. 

BtnCDLES. 

Detde  haj  en  Uu  reales  lasos 
Uii  majorea  glorias  fundo. 

Aestemoaieiellamé, 

Y  Dorque  Iraeris  cuidado 
Del  Olí  1  que  te  lie  llamado, 
Preslo  del  le  sacaré, 

Y  en  público ;  que  es  bien  dar 
A  lodos  salislaccion 

lie  que  puede  una  eleccioii 
Hacer  plat^r  el  pesar. 
Avtsleo,  invicto  ret 
Ue  Tesalia ,  me  pklió 
Por  esposa  i  Yole  :  vo. 
Porqui^  no  era  justa 'le; 

?ue  Dií  hija  a  otro  reino  tüera  . 
que  sujeta  quedara 
Libia  i  que  la  gube ruara 
Un  rej  que  su  re;  no  fuera , 
i^rlesmetiie  agradecido 
A  la  elección ,  respoiidi 
Aaneslo  uismu;  él  de  mi 
Injuslanienle  orendido, 
Prolesiando  otros  pesares, 
-  De  Libia  i  los  horiionles 
Viene  poblaudo  los  motile*, 
Viene  Enreslando  los  mares, 

Y  siendo  fiíena  acndir 
A  sa  op6alio,  ;de  quién 
Puedo  mb  armas  mas  bien 
Fiar  (no  hahiendo  ;o  de  ir. 
Por  mis  ja  caasadoi  años) 
Que  de  un  Hércules?  Y  asi. 
Vara  tralerme  de  ti. 

Con  Sfgvros  desengaños 
De  que  en  iu  inmeii&o  lalor 
Solo  asegurar  podré 
Hi  corona,  le  llamé: 

Y  pues  mi  reino  j  ini  honnr 
Pongo  en  tus  manos,  el  diu 
One  ea  ellas  de  general 
Ponga  el  baslou ;  que  sea  igual 
Mi  agradecimiento ,  fla . 

A  bonor  j  reino ;  pues  siendo 
Jdsio  esposo  i  Yole  bella 
Dar ,  que ,  alo  qne  blte  della , 
Ed  Llbta  reine;  nrel«»do 
Que  tea  el  mundo  ne  buqné 
Púa  wpOio  T  <^T  "  hombr« 


nERAS  APEWHA  AMOR. 
DemasTaloT.nniay  nombre 
Que  en  lodo  su  imbito  hallé. 
Y  asi ,  en  noble  conBama 
De  que  vuelvas  victorioso , 
Aniel  de  ir  teri*  esposo 
De  Yole. 

áureo.  {Ap.) 
¡  Af  de  mi  esperanza ! 


eces  los  plés  me  du  ; 
Bien  que  no  se  cémo  inleiile 
Hespoiiderle,  porque  son 
Para  tres  lan  soberanas 
Didivas,  mal  cortesanas 
Uis  voces.  Reino,  baslun 

Y  esposa  talen  un  dia, 
Ea  lograr,  no  meri-cer ; 

Y  asi,  porciue  pued^i  Lacer 
Mérito  ladicbamia. 

Te  suplico  que  me  des 
Ucencia  que  admita  una 
No  mas,  oiiéoiras  mi  Tortuna 
Las  dos  me  adquiera. 

'Vicnále» 
La  que  quieres  que  te  oireicaT 

BÍRCOLn. 

El  bastón  de  general, 

»ue  es  la  que  puede  inmorlal 
acerme  sin  que  parezca 
Desaire  de  Yole  bella  ; 
Pues  en  fe  de  venerarla , 
Elijo,  iiites  de  mirarla. 
Medios  para  merecelta. 
Después  que  baya  en  lu  veogania 
La  victoria  conseguido , 
Has  airoso  i  aer  marido 
Vendré. 

imio.  lAp.) 
Viva  mi  e_^ 
Shiniera  ese  plaio. 

'Aunque 
A  los  visos  de  fineza 
Lo  dilatas,  la  eiiraDeza 
Admiro. 

Pues  no  te  dé 
La  eitrafleía  que  admirar; 
Porque  JO  tengo,  señor, 
Pocas  lecciones  de  amor. 
Sé  vencer  j  no  sé  amar; 

Y  puesto  que  me  bailo  aquí 
Empeñado  1  parecer 
Descortés  ó  bmio.  ler 
Bruto  elijo,  pues  naci 

Tan  sin  uso  de  razón  , 

_.ie  opuesto  i  quien  me  dio  el  ser, 

Tengo  i,  cualquiera  mu^ 

Na  I  oral  oposicíoo. 

Sola  una,  que  parecía 

Mujer  porque  no  lo  era , 

He  agradó  en  no  sé  qué  esfera  , 

?ue  Iroqué  la  noche  al  día; 
asi.  el  plazo  que  te  pido 
,  Es  por  ver  si  encuentro  el  arte 
I  l)e  amar,  viendo  berido  i  Harte 
Con  las  armas  de  Cupido. 

(Ap.  hitando  con  Uau 
Bien  me  disculpo,  j  no  mnl 
Sucede,  pues  no  se  dio 
En  venganza  de  Aqueló 
Por  sentido. 

SI  hizo  Ul, 


{Ap.i 
Tan  o 


Aunque  es  fuena  haber  aeniido 
_'sa  necia  res|iuest*,  ja 
Hasta  servirme  del ,  no 
He  daré  por  entendido.) 
Ea  tau  dlgoa  la  atención 
Que  se  funda  en  merecn, 
Que  la  debo  agradecer; 
1  ja  que  la  presunción 
De  ver  lograda  mi  dicha. 
Del  reiooj  de  Yole  bella, 
DUatalla  no  es  perdetla... 

WTEO.(Ap.) 

Vaeba  A  alentar  mi  desdicha. 

RET. 

Ven  doude  ja  esti  dispuesta 
Li  marcha;  pues  cuanto  mas 
Presto  vajas,  volveres 

(Cq^  V  IrampelBt.) 
Has  presto,  j. ,  ^Qu¿  salva  ea  esta? 

Es  que  como  Yole,  por 
Sus  graires  melancoIlM, 
Viendo  el  sitio  i  que  venias, 
Para  aliviar  su  dolor 
A  él  te  quiso  acompañar 

Y  tú  lo  aceptaste.  •  Un 
De  si  pudiese  el  jardb, ' 
Hoj  como  otras  veces,  dar 
Algún  alivio  t  su  pena , 
Puesto  que  cualquier  mujer 
Entra  j  sale  sin  temer 

Su  encanto;  esa  salva  suena 
Saludando  su  hermosura 

Y  ta  de  sus  damas  bellas. 
Que  como  del  sol  estrellas 
Van  siguiendo  su  dulzors. 

(Tpean  eajat.) 

RET.(^P.) 

No  me  pesa  de  que  vea 
El  bien  que  dilata,  puesto 
Óue  el  alma  de  las  victorias 
Es  la  esperanza  del  premio; 

Y  como  él  una  vez  venza 
Hia  contrarios,  como  eq«ro 
De  su  talor,  jo  sabré. 
Castigando  lo  grosero 

De  su  estilo,  hallar  lambieo 
Excusas  al  casamiento. 

Salea  VOLÉ  t  SM  aAiAS. 

VOLR. 
Perdóname  si  he  Urdado; 
Que  son  tales  los  festejos 
De  las  tres  hermanas,  ja 
De  niia  escuchando  el  acento. 
Cuja  Toz  ninguno  ojó 
Que  no  quedase  suspenso ; 
De  otra  viendo  la  bermosiira. 
De  otra  gozando  el  ingenio. 
Sobre  lo  majeHúOso 
De  sus  palacios,  lo  ameno 
De  sus  jardines,  que  hube 
De  hacer  del  divertimiento 
Pereza;  bien  qne  i  pesar 
Del  siempre  amante  deseo. 
Que  me  llamaba  i  volar 
A  tus  brazos, 


Yon 


huelgo 


De  que  te  havas  diterlidu  : 
Y  pues  qne  llegaste  t  Ii< 
Da  Iteeiida  i  Hércñln  i 


C0HEDIA5  DE  DOH  PEDRO  CALDERÓN  DE  1 
bete.iAp.d  fe/í.  Adilrtiéndo 
'  qne  te  be  hablado.) 

desprecio» 


(Ap.  Disimule 
Hasta  mejor 

TCM-i.  {Ap.  ai  Rey.) 
Paes  fo  ¡qué  voluattd  lengo  T 


'   (Jiie  quien  vltrii  dormido 
Sueñe  ilespierto. 

CUPIDO. 
Ya  ¡ro  prevengo 
Que  !a  esfera  del  aire 
Lo  sea  ilel  fuego. 
!  HíKCuun.  (itp.) 

jCónio  ea  posible,  forinna , 


Es  bacer  Bneu  el  que 
Lo  permita,  cuando  lleno 
Vorzado  jo  á  ceremonijs 
De  nirteses  cuinpliuienius , 
Une  no  han  de  lervir  de  ui¡i$ 
tjue  de  liurar  el  enigileo 
De  tener  a  quien  vencer! 

tiCAS.  {Ap.  ÚHircuUs.) 
Llega,  que  mientras  roaa  necio, 
Kíta  UI33  discreto  uu  novio. 

■ARCÓLES. 

Si  Unta  didia 
Dame,  seAora,  I 

YOLE. 

«Qué  baceiiT  Levantad  del  Boelo. 

RÍHCULIS. 

Ju«toet,cuaudo...  (.4p.  Has  ¡qué  min 

Uoenoes  bien...  (4p.  Pero  ¡qué  veo!) 

h£iicui.m.  (^;i,) 
:No  es  la  beldad  i)ue  yo  vj 
besvaaeciüa  en  el  vieuio! 

OLÍ.  (Ap.) 

>s  üero  semblante 
is  borruroso  aspecto? 
DAMA  1.'  {Ap.  é  la*  etfu.) 

ÍEíle  es  el  esposo,  Flora , 
e  nuestra  *uia7 


Como  yo  engendro 
Kslalioiit's  di;  oro 
Que  encienden  bielo. 

TOLE.  [Ap.) 

iCAmo  es  posible  que  quiera 
Mi  ijadre  euiregarme  á  dueño 
Uue  liaja  de  entrar  al  cariño 
Per  los  umbrales  del  miedo  T 

CUVIDO. 


&X 


i  Por  cierto, 
Qae  él  viene  galana  vistas! 

i-foAs.  {Ap.  á  ellai.) 
No  mormuren  los  pellejos; 
Que  Teñimos  de  Moscovia. 

BÍHi;ULES.  (Ap.) 

i  Qad  asombro  I 

TOtl  (Ap.) 
iQuéseolinliento! 
BIT.  (Ap  á  AnUe.) 
Al  mirarse  el  uno  al  otro , 
AmbM  quedaron  suspensos. 

Aimo.(Ap.) 
f  JO  sin  mi,  pues  no  sé 
De  mi  si  vivo  6  si  muero. 

Áltiemp»  qiu,  uupentM  loi  dot,  ma- 
nifeOeba  cada  uno  tu  ctalraru  a- 
feetB,  aparecieron  en  le  mai  alto  de 
la  eueno  VENUS r  CL'PIDO  velando 
tobre  dot  tiancet  eiinei,  que  me- 
tiendo lat  alai,  lutteittabaa  en  ellai 
dot  pequeñot  Ironoi ,  reueilidoi  de 
tobrepuetlat  bicha*  II  !¡oronei  de  oro, 
en  que  níR/an  *entadoi;  de  tuerte 

Sue  repreientando  itno*  en  el  tabla- 
o ,  y  cantando  otro*  en  el  aire ,  le 
correipondian  el  odio  g  elamor.qua 
Multan  aquello* ,  con  la*  jieehat  y 
dardo*  que  eitotroi  diiparaban, 
víngs. 
Amw,  j(  ei  tiempo 


¡Oh  nuní 
Que  el  SI 
V  entre  I 


HíKeui.u.  (Ap.) 
¡Oti  nunca  hubiera  mi  esquila 
Coudicion  mnstrsilo  el  ceño  I 
Has  ¡qué  digo!  iKo  sabré 
Vencerme  á  mi  si  i  oíros  veuu 

vinm. 
Corlen  su  aliento 
Con  dilnviosde  Hechas 
Nubes  de  inceodlos, 

curiDo. 
No  lernas ,  puesto 
Qne  Dinguuo  veoceno 
Pudo  i  si  mesmo. 

TOLE.  (Ap.) 

Antes 
arbitrio  el  rendimiento , 
_  entre  respeto  j  temor 
Pusiera  et  honor  en  medio '. 

Vence  ese  miedo. 

CUPtDO. 

iCuindo  no  supo  «lodio 
Vuncer  respetos? 

nÉacDLCs.  (Ap.) 
¡Ajr  de  mi!  todo  me  abraso. 

YOLS.  [Ap.) 

¡A;  de  mi  I  toda  me  hielo. 


autoridad.)  Supuesto 
Oue  al  paulo  has  de  purtir,  ven 
liji'lcto  Hércules;  que  iiulero 
Que  pases  muestra  á  la  gente 
Ijue  ya  prevenida  teogo. — 
'*'"  adelántate,  <|ue  vo  , 
"  ■"' ""  ■"  seguimiento. 


Yole,  iré  ei 


ArrTEo.(Jp.) 
I  At  perdida  Yolel  ¿quién 
Hablar  pudiera! 

TOLE.  (Ap.) 


i  Quién  F 
Dando  t 


eoleodersa  tormento  T 


BARCA. 

Trisle  T»  Volé. 


i  No  vi 


BÍBCULES.  (Ap.) 

i  Uelos ! 

t'  Cómo  es  posible  qne  venta 
:i  que  va  i  vencer  hujcudot 
Pero  el  tiempo  con  la  auseucia 
Vencerl  este  devaneo; 

Ual  podri  el  tiempo; 

Que  aun  me  queda  eo  la  aljaba 

Fice  lia  de  celos. 

■üsiCA.  (Dentro.) 

Que  aun  le  queda  e\ta  a(¿obm 

Flecha  de  celo*. 

Mal  podrá  el  tiempo ; 

Que  aun  le  queda  en  la  atíaha 
\  Flecha  de  celo*. 

[Con  ella  última  repetleíou,  <pu  «omn- 
paüó  toda  la  nútica,  ¡legara»  éfiat- 
larie  le*  dot  eiíaei ;  y  cuando  pareeii 
que  el  uno  al  ulra  imjiediriaa  el  pa- 
to, lumuron  desiaiagiaado  vaelopar 
Mra  parir,  can  que  dio  fin  la  prima- 
ra jornada.) 


JORNADA  setiUNOA. 

Biüfiendo  heeHo  blanca  ¡et  bittnmeu- 
íot,  empezó  la  trgiinda  jomada  coa 
taja*  g  trómpelo*  i  y  Iraimutindott 
laeteena  en  populóla  ciudad  aiwa- 
da,  te  viá  en  el  pequero  recinto  de 
BR  teatro  tan  gran  fortificación,  que 
i  merced  del  arla  cupo  en  ella  la 
inatenta  fábrica  de  alloi  murot,  di- 
latada* cortina*,  irregulareibaluar' 
leí,  i  quien  na  poca  lirrmaéeaban, 
atamadoi,  como  acaio.por  diferenle* 
claraboga*.  militareí  inilrumeulos 
de  picol,  alabarda!  y  bandera*.  Im 
principal  fachada  era  la  puerta 
guarnecida  de  piloiirai ,  ffitot  ¡, 
dintele*,  detde  cuya  torreón  eorrian 
comparlidaí  atmenat  que  coronaban 
lodo  el  edificio  :  con  eila  niila  y  coa 
el  loque  de  ¡a  marcha  tatieroii  al  ta- 
blada, en  forma  de  escuadrón,  algu- 
nos S01.DADI1S,  s  detra*  HEHCüLKS, ' 
T  ARíSTEO,  rey  de  Tetalia. 

HÉRCULES. 

Va  desde  aquí  se  descubre» 

Torreones  j  mora  lias 

Üc  la  gran  corle  ilu  Libia  : 

Porque  otra  vez  ;  oLras  mil , 
AUeri>ando  coiisouancías, 
l>os  estruendos  de  Bi<lona , 

Y  las  blanduras  del  aura, 
Entrambas  de  mi  Ticloría 
Avisen,  mi'zclando  entrambas 
Lo  (luiée  di-  tos  Clarines 

Y  lo  ronco  de  las  cajas. 

tó).  Hal  de  jiii  victoria  dije, 
es  ton  áas  :  noa  que  haya 
Vencido  i  Aristeo,  j  olía 
A  mi ,  pues  aunque  me  dalm 
Cuidado  aqupibi  i'    ' 


'(SlTd^T 


A  .a  luscncii  miiprle  IIndmi 
l)e  amor,  pues  falla  el  itecto 
A'<oDi<e  «I  objeto  talla ; 
TiinlD.  qu«  no  sé  qaé  diga 
A  Eoristío,  si  olra  vei  habla 

Peto  excusa  habrá  que  valga, 
VsinolahubU're,  ;,qu¿ 
Importa  que  iiu  la  liaya? 
fjuí;  una  mujer  qae  me  üiú 
Admiración  al  mirarla. 
l>ori|ue  (le  la  qoe  t^üé 

No  ha  de  alabarse  <le  qne. 

Abandonando  mi  fama , 

Ella  sola  rengó  el  odio 

Que  i  lodas  lave.)  La  salva 

Ke[ielid,  digo  otra  vuí 

V  uiras  mil ;  que  liasia  que  salgan 

A  I  i'L'ibirme,  no  quirro 

l^ijtrar  A  la  ciudad,  llaga 

Alio  el  ejercito  aquí. 

Alto,  y  pase  la  palabra. 

Alio,  y  l'üse  la  palabra. 

{Vame  í-iíoModii».) 

ASLSTÍO.  (íp.) 

Infera  fortuna  mía. 
Siempre  i  mi  estrella  contraria, 
iíio  le  basid  que  perdiesen 
Aquellas  primeras  ansias 
(jup  en  mi  iutnidujo  un  retrato 
He  Yole.iiis  esperanzas? 
lie  su  padre  despedido, 
:  No  te  bastó  en  la  campaña 
llaber  perdido,  al  sangriento 
Trance  de  dura  batalla , 
Keiuo  y  libcriad ,  sino 
Que  prisionero  me  traigas 
Por  testigo  de  que  Yole 
Ha)  a  de  ser  lauro  y  palma 
Del  que  me  vence,  logr;iiidn 
Su  teoiura  en  mi  desgraciad 

HÍKCUUS.    , 

iQui  te  parece,  ArUleo, 
l}ai>  puede  ser  la  tardaaia 
Ue  no  salir  de  los  muros 
Eurlsüo  i  darme  las  gruidas? 

APISTEO. 

Seri  que  para  tu  trinnro 
Hace  prevencfones  varias, 
Y  basta  estar  en  perfeccluii 
Arcos,  músicos  j  dantas. 
No  s>r  da  pur  eiitendidu 
De  tu  venida. 

utacuLU. 

No  vana 
Es  la  presunción,  lilt'gurmos 
Al  muro,  por  si  se  alcanza 
A  entendió c  algo. 

En  un  templo , 
Que  está  del  lienzo  i  ta  espalda , 
Parece  que  cantan, 
(Hüñca  á  la  U¡«i.  ie  vocei  bejat.  ei 
bina  que  («  caiiti  driputt.) 
nincuLES. 
.    Si; 
Has  no  se  oy*  >o  que  cantan  , 
Porque  solo  hasta  aqnl  llegan 
Las  vqces  sin  \a»  palabra».— 
Td  dices  bien,  prevenciones 


FIERAS  AFEMINA  AMOR. 
Sale  UCAS. 
úua. 
Dame,  sefior,  tus  piulas. 

BÍB  CULIS. 

Dos  dias  hi  que  no  te  veo. 
¿Adonde,  Licas,  estabas? 

licjia. 

La  gana  de  unas  albrídu 
lie  adelantó  de  la  marcha ; 
Pero  también  me  ainsó 
'  De  las  albricias  la  gana 
Eurislio,  qne  no  hizo  caso 
De  mi,  quizl  porque  le  hagas 
Til,  í  quien  traigo  mejor  nueva 
Que  i  él  llevé. 

BÍaCOLH. 

DilauquétgoardasT 

En  dándome  tas  altiricias: 
Úae  DO  quiero  arenUirarlaa 
Uirao  esotras. 


I  Yo  las  mando, 

!  Como  las  qne  juzgo  traigas. 
'■ :  Hay  muchos  carros  triunfales 
'  Dispuestos  para  mi  entrada , 
,  Y  eo  las  calles  diucIio  adorno  T 

No,  se&ur,  no  hay  deso  nada. 

Pues  I  qué  bayt 

lIgas. 

Que  DO  hay  que  pensar 
Eicnsai ,  medios  oí  iraiai 
Para  no  casarle- 


iCómoT 

Como  ja  i  Yole  casada 

Con  Anteo  ta  bailarás. 
i  Hira  si  es  no  menos  alia 
.  Victoria;  pues,  no  casado, 
I  Y  victorioso,  te  bailas 
I  De  lance  hecha  la  disculpa. 

■t«cot.ss. 
I  ¿Qué!  ¿Qué  dices! 
\  lIcas. 

Lo  que  pasa. 

Hoy  la  boda  se  celebra 
:  En  el  eran  templo  de  Palas , 
I  Adoni^de  lu  venida 

La  voz  llegó  :  esta  es  la  cansa 
'  De  qne  hasta  que  se  concluyan, 
'  Pvr  no  dejar  empezadas  • 

'  Las  nupciales  ceremonias, 
¡  A  recibirte  no  salgan. 
I  V  pues  ja  esláii  merecidas, 
¡  Vénganlas  alhrieias. 

¡  ntHCOLES. 

Calla, 
I  Calla,  villana,  si  no 
1  Quieres  que  te  arranque  el  alma. 

(Y  cómo  que  no  'o  quiero! 
!  Señores .  i  ó  quién  puAadas 
Se  han  dado  en  albricias? 

[  RÍRCDLZS. 

Pero 
I  ;Qué  digo?  i  A  mi  puede  nada 
I  perturbarme !  Ven  aci  , 
Voelve  i  decirlo,  i  Anteo  casa 
¡Hoy  con  Volé! 

I  UCAS. 

\  Ni  por  pienso. 


■ÍBCDLSS. 

[iPues  de  decirlo  do  acabu? 

I  No,  qne  lo  que  dije  fué 

gne  á  Yole  hallaras  casada 
011  Anieo,  mas  no  á  Anteo 
:  Con  Yole. 

lliaCULES. 

Pues  i«n  qué  bailas 
La  diferencia! 

En  el  solo 
Traitroeco  de  las  palabras. 

KÉSCDLES. 

¡Maldígate  el  cielo,  amen! 

Tente,  que  si  eslo  no  basla, 
1  Habré  de  d.'cir  (|ue  lia  sido 
¡  Engañarle,  por  si  dabas 
I  Algo  adelantado. 

BÍHCOLES. 

!  Mientes 

Que  abora  es  cuaiKio  me  engañas ; 

Pues  aunque  tú  le  desdigas , 
'  No  se  dcMlice  la  saña 

Sne  ba  inlroducido  en  mi  pecho 
eusar  que  Eúrístio  me  agravia 
En  la  estimación,  ya  que 
No  en  el  gusto ;  pm-s  i-s  clara 
Cosa  que  en  la  esllni^idon 
Ofende  el  que  ó  lu  fe  falta 
De  la  palabra  que  dio, 
Y  aunque  nunca  la  palabra 
Yo  le  liabia  de  pedir. 
Son  dos  cosas  niiiy  enntrarias 
Ver  él  que  yo  no  la  pida , 

0  ver  yo  que  él  la  quebranta. 
Mp.  Has  ¡ay?  que  no  es  esio  solo 
Lo  que  me  biela  ¡  nic  abrasa 
Tan  i  un  tiempo,  qne  no  sé 

?iié  fiera  en  el  pecho  inDama 
al  ira ,  que  excede  i  todas , 
Con  haber  lidiado  á  lantas. 
Beldad  que  vi  en  vagu  sombra , 
Stñibra  que  vi  en  forma  liumana , 
¡A  qué  efecto  en  brazos  de  «tro 
A  mis  ojos  te  retraías 
Nénoa  aparente  y  mas 
Viva  que  nunca?  í  Nu  estaba 
Ya  apagado  aquel  iiriinero 
Afecto  que  al  verle  cansasr 
Pues  icomo  ahora,  aun  en  menos 
Visible  forma  que  en  ambas 
(Pnesalli  toda  eras  vísia, 

Y  aqui  eres  imaginada),' 

:  Con  inayor  fuer/a  me  vences , 

1  Con  mayor  podi^r  me  arrastras? 

:  ¡Qué  fuera  ( ¡  av  de  rol ! )  que  fuera 
i  Celos,  si  hny  celos,  la  brasa 
I  Qne  envuelta  en  eeaizas,  na 
'■  Se  sabe  que  oculta  arda, 
'  Hasta  aue  desvanecidas 
¡  Del  soplo  que  las  levanta , 
I  \a)  que  era  cfuiza  es  polvo , 
'  Y  lo  que  era  polvo  es  ascua  ? 
:  Pero  ;quc  digo?  jYo  amor! 

¡¥u  celos!  No  es  auio  ntii* 

uela  desesiimscion, 
I  Y  asi,  he  de  inteutar  vengarla.) 
I  Aristeo. 

IRISTIO. 

I  ¿Qué  me  quieres? 

I  BtaceLES. 

i  A  los  dos  Enrlstlo. agravia 
I  En  el  empleo  de  Vale 
Con  Anteo:  átt  en  negarla, 

V  ó  mi  en  ofrecerla ;  y  idus 

,  Viendo  que  es  parfütiienil»,-. 


ron 


A  un  detvHiecIdo  jóren , 
D«  quien  al  padre  ni  [>airia 
Se  ube ,  pues  solo  ser 
De  la  lierra  bíjo  le  eiisalKi. 
Segnn  los  tesoros  qui<  ella, 
Rasaiiidose  tas  eitli'aíias 
Eli  oeapi^daudos  monles. 
Pan  su  Tauslo  des.mgra, 
Ya  de  (US  venas  en  oro , 
Ya  de  sus  minas  ni  piala. 
PuM  siendo  asi  ciue  en  los  dos 
.  Ofende  i  un  rej  tle  Tesalia, 
-  V  i  un  Hércules,  i  quien  iliú 
En  premio  de  sus  bauAas 
La  aicjittla  del  Parnaso 
Apolo,  de  iiuien  es  guarda. 
iCónio  los  dos  no  lauíamoi' 
be  un  agravio  dos  venganiast 

klllST£0. 

ÍQní  vénganla  un  prisionera 
Tomar  puede í 

HÍaCULEÍ. 

Temerarias 
Acciones,  el  conseguirlas 
Aun  es  menos  í\na  el  pensarlas- 
{Ajudarlime  i  ellast 


Puedo  excusarlo,  si  acabas 
De  oír  que  so*  tu  prisionero  T 

n tac OLES. 
No  eres  Ul ;  libre  te  bailas 
Coo  condición  de  que  vuelva* 
A  recoger  las  escuadras. 
Que  «I  mal  fugitivas  tropas 
pi»  los  moiiies  se  desmandan 

V  estés  i  mi  ilevocioii. 

Mano  tedoíjpalahra. 
Testigos  haciendo  i  cuanto» 
Dioses  contiene  ese  alciiar 

?ue  Diana  borra  i  sombras 
Apolo  i  luces  esmalta. 
De  ser  siempre  esclavo  tujo 

V  estar  i  lo  que  me  mandas. 

ntaCDLES. 
Pues  vele,  que  yo  entre  tanto 
Disimulando  mis  ansias , 
Veré  si  lioy  con  mi  presencia 
Consigo  que  se  desUaua 
LsU  lioda ,  iiiies  que  hegue 
Al  til^mosuesperaiiia. 
A  GU]0  efecto  es  el  orden 
Uue  llevas,  tocar  al  armj. 
Por  ver  si  necesitando 
De  mi  otra  vei,  la  dílatau; 

V  de  no  lograrlo,  puesto 
Óue  su  caudillo  me  aclama 
Ese  ejército ,  lleíando 
Tras  mi  las  naciones  varlu 
De  que  se  compone ,  baré 
Une  le  pongan  de  tu  banda  : 
Con  que  tos  dos,  contra  toda 
Libia,  barémos  que  se  arda 
En  viva  guerra. 

Si  til 
En  mi  favor  le  declaras. 
El  mundo  es  poco  trofeo. 

■ÍRCULE-S. 


COMEDIAS  DE  DON  PEVRO  CALDERÓN  DE  LA 
Que  DO  baj  pasión  prOpiA,  donde 
Ilaj  ajena  cooBauía.)  (fue.) 

HÉRCDLU. 

Vente  lü.  Ucas,  conmigo. 


BASCA. 

Que  veocer  al  contrario  cada  día 
Se  ve;  mat  do  le  ve  vencer  aqoelUí 
Oposición  de  desigual  estrella , 
Que  en  la  común  desdiclia 
Poso  el  bido  entre  «I  mérito  ;  la  dicbj . 


,_. le  disimular 

Mis  designios  en  la  falta 
De  Arisieo. 

UCJts. 
Como  sea 
Llevar  nuevas  que  na  traigan 
Albricias,  ju  lo  baré. 

UÍRCDLES. 

¡A  ral 
Euristio  promesas  falsas. 
Hasta  verse  victorioso  I 
j  A  mi  anior  celosas  ansias ! 
tiso  no,  j  han  de  ver  dioses, 
Cielos,  mares,  monles,  plantas, 
Brutos,  aves,  lleras,  peces 
(A  uo  complacer  mi  saña 
Kuristio,  Yole  ;  Anteo), 
Que  con  mas  aohle  venganza 

V  i  menos  costa  quesi;r 
Esposo  de  Yole  ingrata. 
Llego  i  coronarme  en  Libia; 

V  anu  ella  puesta  i  mis  plantas. 
Ha  de  ver,  no  solo  que  es 

ñli  esposa ,  sino  mi  esclava , 
Mostrando  aue  uo  bay  un  sol)er3n9 
Mujer,  que delhombre  i  serlo  no  uaica. 

Vrotiguitad»  con  la  múñca  que  habían 
caníaio  prímero,  te  abrieron  la* 
pueriai  it  la  muralla ;  y  vündaie  á 
l9  Üjai  mal  diniíaáai  leñai  de  po- 
btation  y  úntpie,  taliemn  al  tablado 
■tísicos  I  bkaAS ,  V  detrat  IfUnlS- 
110,  YOLE  TANTEO, 
■úsicos. 

A  la  mat  dicheta  uMvn , 

Al  iilncuto  tnai  eilreclu , 

Que  eini  em  amaate  laiú 

tíata  ¡I  hervtMura  á  un  lUmpe 

Vea,  Himenea,  ven;  ve 

EÜHiSTlO. 

Ya  qtie  con  digno  eji^mplo 

Las  ceremonias  celebré  del  templo , 

En  i'Ste  espacio,  en  quien  no  menos  puro 

Altar  de  Palas  es  lambieu  el  muro , 

l'odrá  con  mas  decoro 

Volver  di'l  dulce  epitalamio  cl  coro. 

V  puusa  unlieiniioaplaudenmialegria 
La  militar  y  métrica  aniionia, 
Esbiell((uvitodoacud;llya^l,ell■anto 
Uueloslumnosrtpite  vuestro  canto 
(yiiB  en  fude  culto,  siempre  so»  prnoe- 
Sulff  á  recibir  á  Hércules  quiero,  [ru), 

'  l'orque  de  mi  lardjiu.j  no  se  ofcnJa , 
I  Y  tainbieu  porque  entienda 
!  Ilella  la  causa,  y  sepa  iiue  la  fama, 
^  Si  alUpreroiaal  que  lidia,  aquialque 
[ama; 

V  ofreciéndole  k  Yole,  no  se  alabe 
i  Üe  que  sabe  vencer  y  amar  no  sabe. 

V  ya  f]ue  su  deseo 
-  Fué  Iriuiif^ir  poi'  triunfar,  y  en  el  trofeo 
I  Que  trae,  tiene  premiado, 
I  lodos  quedamos  bien ;  y  pues  que  veo 

Puesta  i  Voleen  estado, 

Fellí  al  vencedor,  y  alegre  i  Anleo... 


Pues  porque  no  lo  digas , 
'  Va  queáenienderlosindecirloobllgas. 

El  canto  lo  diri.  Vuelvan  velocea 
;  Vuestras  ftsütas  voces. 

Mientras  que  yo  me  ausento, 

A  llenar  con  sus  cláusulas  el  líenla. 

A  fu  miM  dictiata  míou 

De  doi  en  quirn  eetnpitieran. 

La  tierra  &  purot  teterot , 

Y  i  pura*  ¡ucet  el  dele , 

Ven ,  Himeneo ,  ven ;  tea ,  Hlmenee. 

Al  entrone  el  Rfy,  tale  HEBCULE.**. 


I ,  Himeneo. 


Ven,  Himeneo,  vi 


!,  Himeneo. 


Délas  tres  dicbas  solamente  en  i 
Puede  Ajar  su  rueda  la  fortuna: 
EMCt,  tenor,  lamia; 


¡Extraño  eocnenlto! 
¡Hércules!  4 tü  aquí T 

Cansado 
De  esperar  A  que  tú  s;ilg¡is 
A  bonrar  mí  triunfo  j  i  darme 
De  igual  victoria  las  gracias. 
Vengo  i  lomármelas  yo. 
Fuera  desio ,  uir  que  cantan 
Epitalamios ,  me  ba  becbo 
Crér  que  debo  de  bacer  falta  ; 
Pues  sin  el  novio,  nosé- 
Que  ningunas  liodas  se  bayan 
Celebrado ;  y  pues  lo  so;. 
En  fe  de  la  rt-al  palabra 
Que  me  diste  de  que  Yole 
Seria  mia ,  i,  qué  le  espantas 
De  que  i  lograr  me  anticipe 
El  goio  con  que  me  agnaidasT 

EUniSTJD. 

Hércides,yo... 

yo  prosigas. 
Que  yo  responderé ,  i  causa 
Di^  que  desengaños  suenan 
Mejor  en  labios  de  dama. 
Que  no  agravian  aunque  enojen. 
bChculcs. 

Sue  blancas  manos  no  agravian , 
I  tal  vez  :  con  que  tú  debes 
De  querer  bablar,  liada 
En  que  rejos  labios  leiigaa 
Licencia  de  manos  blancas. 
Di .  pues. 

Aiou.  (Ap.) 
En  notable  empeño, 
SI  i  reducirle  no  basta , 

TOLE. 

Hércules,  mi  padre 
'    Ofreció  i  lus  esperan/.as 
Mi  libertad,  sDjHinienilik 
Mí  gusto ;  pues  cusa  es  clara , 
Que  mi  padre  no  querría 
Que  me  casase  forzada. 
Yo,  ^iendo  con  el  despego 
Que  su  ofri'Cimienlo  tratas. 
Por  una  parte .  y  por  otra 
Ojendn  que  tus  harulias 
Son  lidiar  bidras,  dragónos 


dbyGOOglC 


y  ilern^,  coya  trrogincis 
ttesdtñd  con  asperpiüi 
De  amor  las  delicias  blamlat , 
TanlD   qae  de  aborrc^^er 
A  las  mujeres  le  abbas , 
Hurror  te  cubrí;  que  no 
8<>y  tan  neciamente  tMiia. 
Uue  fie  lii-  mi  iJermosura 
Uue  me  <léii  iiaso  i  lu  gracia 
Las  |iu(-rias  ue  aborruuiíla 
A  tas  vivieiHlas  ile  amaila. 
Y  asi,  con  esie  temor, 
Para  que  aquí  le  persuadas 
A  que  uo  Tué  de  mi  padre , 

I  Sido  mía,  la  mudanza; 
A  igue  me  diese  la  muerW 

I  Heiuelia  j  determinada , 
De  Aaieo  amada,  me  alreri 


¡  Ai  arma ,  al  armaí 
¿Qué  es  iqueíloT 

BÍKCULES. 

iQné  ha  de  ser  ? 
Proseguir  irom^s  y  e  ijas 
Lo  que  te  atrevió  i' decirle ; 
Pues  decirte  qne  dejaras 
A  Hércules  por  Anleo ,  Tai 
Decirle  que  a  rentara  raí 
A  que  por  él  respondiera 
En  generosa  demanda 
De  lu  rompida  le  toilu 
£1  orbe  diciendo.. . 

Vteei  ienín. 

Sale  DCAS. 
Acude  ,*senor. 

HÍRCULES. 

iQuéesesoT 

Nof  edades  bten  eiiraSat. 
Aristeo,  ó  sobornando 

0  amenaiarido  las  gnardas. 
Se  tía  huido  de  la  prisión , 

V  jtiniando  las  escuadras 
Que  en  alcance  de  su  re; 
Siguieron  tu  relaHuardia, 
Ko  formados  escuadrones 
Vuelve,  doblando  la  marcba. 
No  es  esto  lo  peor,  sino 

?ue  las  naciones  que  aman 
u  valor,  en  U  de  que 
El  las  Ilustra  f  ensalaa , 

V  aun  los  nalnrales  mismos , 
Perdidas  las  csperanus 

D«  que  til  su  rej  no  seas , 
A  su  ^rcito  se  pasan : 
Con  que  tu  gente  detíiecba , ' 

V  lasuTa  redutada. 
Hecha  frente  de  banderas. 
Te  presenta  la  batalla. 

Voeet  dentro. 

1  Arma ,  arma  1  j  Guerra ,  guerra ! 


Mo  quiero  ; 
Mejor  seri  que  Anteo  taja, 
Y  JO  me  quede  i  la  tioda. 
Ea,  AnU'o,  t  lacampaüa. 
Vi  la  música  VOMITO* . 


FIERAS  AFEMINA  AMOR. 


Primero 
Me  daré  desesperada 
Mil  muertes. 

Yo ,  porone  no 
Preanmas  que  me  aconardao 
Delicias  de  amor,  ¿  que 
Deje  de  acudir  mi  Tama 
A  horrores  de  Harle ,  irí 
Donde  digun  mis  l)ai;iñas 

?ue  ja  que  no  falla  el  novio , 
unpoco  el  general  f«lta. 

Pues  siendo  asi  que  ib  Iris , 
y  la  lej  del  duelo  manda 
Que  se  venguen  en  los  hombres 
Los  desatris  de  las  damas , 


De  la  parte  de  Aristeo 
Me  ballaris;  que  mi  rengaoKa 
No  solo  en  ti ,  pero  eo  toda 
Libia  ha  de  ser. 


El  TertB  i  U  en  la  camparía. 

Al  arma, ;  Enristio  viva.  (Vate. 

ai  Hi:  ULES. 
Viva  Hércules ,  j  al  arma.         {Vote. 

Oje,  Hércules  :  Anleo,  espera. 
Fuerza  es  que  tras  ellos  vaja, 
Por  ver  si  coa  mi  respeto 
Tanto  empeño  se  restaura ; 
V  si  no,  canas  de  honor 
Veriii  ser  del  Btna  canas , 

Íue  eu  la  cumbre  ostenta  nieve, 
fuego  en  el  pecho  guarda. 

Advierte... 

HIT. 

Nada  me  dtns, 
(i  Aj  belteía  desdichada !) 
Cua--"-  '  '—-' - 


Patria,  reino,  honor;  vida 
Düo;  jes  tal  mi  desgracia. 
Que  oira  pérdida  le  queda. 
Aun  con  haber  (licbo  tantas. 
Pues  entre  padre  j  esposo 
Va  en  dos  mitades  el  alma. 
Todo  va  i  perderse  :  pues 
No  quede  en  resguartío  nada.    - 
Dadme  un  caballo.  —  Fortuna, 
No  siempre  seas  contraria 
A  dichas  de  amor  -.  permite 
Que  sea  saja  la  atabauía 
Mqukra  noa  vei,  dejando 
Al  trance  de  la  batalla , 
Pues  es  de  Hércnleí  la  fra. 
Ser  de  Yole  ta  venganza , 
Por  mas  que  neutral  el  eco 
Repita  ahora  en  voces  varias... 
ELU  r  DNS.  (.Denlra.) 
iVIva  Bnrlstio !  ¡  Guerra ,  guerra ! 

(Vos*.) 


OTROS.  {Dentro.) 
¡Viva  Hércules!  i  Arma,  arma! 

TOBOS.  {Dentro.) 
iVlTaEnrlsUo! : Hércules  viva ! 
¡Guerra ,  guerra !  ¡  Al  aran ,  al  arma  1 


I  denir»  la  batalla,  g  caíríiit- 
el  muro  con  el  leam  del  pri- 
vierhotque,  talen  eome  atuttadat, 
•(rendo  i  lo  léjot  el  etlriundo  de  lai 
armat.  EfíLF.  t  VÍÍRCSA,  detenten- 

do  d  he:speria. 


fíngei 


iQué  solíalas? 

Ojendo 
tWsde  el  alcizar  al  mnnte. 
Por  lodo  aquesti-  horiToula 
Tanto  militar  estruendo. 
Sin  que  se  pueda  alcanzar 
Dónde ,  j  nos  haga  saber 
Qué  puede.  Venís»,  ser, 
iCómo  es  posible  dejar 
De  salir  i  ter  si  aljtuiio 
Pasa,  que  cuenta  noa  déT 

(Lo*  cajat  i  la  líjot.) 

Dices  bien;  pero  no  sé 
Que  aqui  se  atreva  ninguno 
A  llesar;  que  Si  llegó 
Aquel  tállente  soldado 
Del  león ,  fué  derrotado 
Siu  satier  déode ;  que  no 
Llegara  id  lo  supiera. 

No  en  vano  el  aviso  fué , 
Que  le  dimos. 

Pneslo  que  en  toda  la  estera 
DesioH  cotos  DO  paró, 

aESFíRik. 
Pues  aseguraros  puedo 
Que  no  se  ausentó  de  miedo; 
Que  segnn  lo  que  él  tautít 

Hombre  de  tanto  valor. 
Que  solo  temía  al  Amor... 
(Ap.  V  ¡ojali  no  le  temiera! 

{Ln  caja*.) 
Que  aunque  no  tengo  esperania 
De  que  M  de  volverle  i  ver. 
En  la  pane  de  mujer. 
No  poca  ( ¡  aj  de  mi ! )  me  alean» 
De  oír  tas  alvorreeia. 
Bien ,  que  i  quien  verle  no  espera , 
Qousuelo  es  que  i  otra  no  quiera.) 

A  lo  l^os  todavía 
La  arma  se  escucha. 
Huriitu. 

No  sé 
Qné  diera  porque  llegara 
Algi^en  aquí. 

SaU  UCAS. 
lIcas. 

^oe  canse  el  correr  i  pié , 
nnque  tea  huyendo. 

ECI.I. 


VI  un  Ikombre.  - 


Allí 


b,Goo¿^c 


COMEDIAS  DB  DON  PKDAÜ  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


LiCAt.  (V.) 

¡  A;  de  mi ! 

Con  lu  ás|ieras  Le  dado. 


Llegad ,  que  do  haj  qué  temer. 
Si  bay.  j  mucho. 


i  Ka  i|ué  fuiHlarlat  puedei  t 

Por  diHKle  uten  usiedes, 
tUuiéii  (|uita  Mlir  dragoiieiT 
—  Hai  ¿c|ué  me  maudils! 

Saber 
Qni  rumor  de  armas  es  ete. 

Vo  lo  diré ,  aunque  me  pese 
De  halierme  de  deleiier. 
Hércules,  el  que  hi/o  aiiul. 
Sí  os  acordáis,  i  un  león 
üe  la  buua  boquerón; 
l'urque  el  padre  dijo  si , 

V  Yole  uo,  se  indiguó  : 
Con  que  allerando  la  llerra, 

A  ál  por  lio  ¿  |)or  si  faiio  guerra, 

V  i  ¿ü»  pai,  por  al  i>  por  no. 
IIdj  la  batalla  se  ban  dado, 

V  auuque  Hércules  TiTencieadoi 
Para  que  jo  venga  buceado 

No  Impono  ser  su  criado. 
Hule  es  el  caso,;  asi. 
Adiós ;  que  el  rumor  se  acero 
Pae*  se  oye  desde  mai  cerca. 

roLE.  {Dentro.) 
¡Ajinrellcedemll 


Que  UD  caballo 
Desbocado  se  despufia 
Dvsde  la  mas  alia  peña 


¡Quién  remedidlo 


Y  man  ^endo  al  parecer 
La  que  despeíia ,  mujer. 

conao.  {Dentro.) 
Nc  temas,  Vote;  que  Amor, 
Aanque  i  otras  despeña,  t  U, 
Porque  en  su  iriunlo  te  empeñes , 
Hart  que  no  te  despefies. 

TOLC.  {DetOrt.) 
\  \j  mfellce  de  mi ! 


tablaúo  ella  y  CUPIDO ,  y  iejáadoUi 
ietmayada  entre  tat  Ireí,  volvió 
arrebaladamerUe  á  áaapareeer,  re- 
pre$eaUndo  en  el  aire  lo*  tiffuien- 

En  mis  bnxos  has  caldo , 

Segura  eatts.  iQuiéo  crejera , 

Que  para  que  aborredera , 

La  socorriera  CupidoT 

Aas;qu¡éii  no  lo  créri,  al  ver 

Que  Amor,  aleiilo  i¡  lu  queja, 

Parj  aborrecer,  la  deja 

Adonde  la  ha  meoestert    {Etciitáete.) 


.leguemos,  por  sj  por  dicha 
No  Habiendo  mocrlo ,  podemos 
Su  vida  amparar. 

LlUl. 

Yole  es. 

TBRIMA. 

¡Qué  añila ! 

¡Qué  desdicha 

BtSrBIlU. 

Yole  hermosa! 

tQaién  me  llimaT 

Salen  en  albricias  de  que 
iras,  atenta  i  la  re 
Con  que  te  i'slimj  j  te  ama. 
Mil  Tidas  diera.  ¿Uué  ha  sido 
Eslo? 

Que  viendo  (¡ay  deml!) 
Ciie  colilla  el  que  aborrecí , 
llsbian  tus  que  amé  salido, 
IJiie  fueron  padre  j  esposo; 
Llevada  de  rol  valor 
[Ap.  Hejordirédemismor). 
I>e  un  caballo  spénas  oso 
'lomar  i  la  rieinla  el  lieuio , 

V  la  noticia  al  esliibo , 

El  fuste  al  l>orrén,  ;  allivo 
Pasarle  de  bruto  a  tierno, 
Cuando  al  lado  de  los  dos 
Al  embestir  me  mostré  : 
Si  lo  sintieron  no  sé , 
Hatséqneat  cDCueniro  (ja;  l>iosO 
Primera  arbolada  Hecha 
El  rostro  i  mi  padre  hirió , 

V  del  caballo  cafó. 

Yo,  humana  víbora  beclia. 
Desesperada,  i  morir 
En  su  vensania  me  entré 
En  la  batalla;  jUI  fué 
La  vtolencla  del  batir 
El  í)ar,  que  desbocado 
El  corcef,  de  espuma  lleno, 
Rompib  al  alacrán  el  freno, 

V  la  montada  al  bocado.  ■ 
Tanto  la  cólera  mia 

Fué ,  que  a)  renne  deapeBar, 
He  holgué ,  tolo  por  qnuar 
La  sospecha  de  qiie  bula. 
Pero  como  al  desdichado 
Aun  la  muerte  se  escasea , 


En  el  aire  me  detuvo, 
Hatíendo  que  la  caída 
Henos  violenta,  mi  vida 
Guardase ;  j  aun  después  tuvo 
Tan  doblados  loa  favores, 
Que  si  con  préstela  suma 


He  áUi  slli  lecho  de  ploma. 
Aquí  me  le  da  de  Dores. 

{Cae  4einitti/a4a.) 

Entrémosla  donde  pueda 
Repararse  y  desciitis:ir, 

{Ríílranla  entre  lat  ir'et.) 

Id ,  iniéiilraa  voy  -¡o  í  avisar 
A  mi  amo  dún<le  queda , 
Va  que  el  militar  espanto 
Tregua  pone  i  la  batalla. 

VaieUeQt,vu¡e  ANTEO. 


¿Qniéo  eo  el  mundo  se  halla 
Ku  laala  sQiccioa,  en'iaoto 
Desconsuelo  como  to! 
Pues  que  de  Eurlstio  la  lida 

Y  la  batalla  perdida , 
El  ejército  aclamó 

A  Hércules  sn  rc)',  en  fe 
De  que  i  Yole  cumplirla 
1.a  palabra  que  le  había 
Dado.eneliiislanleque 
Se  sepa  dónde  puro  : 
Urbarameiile  entendiendo 
Que  i  solo  escapar  bujeiido 
De  la  batalla  salló. 
Que  es  lo  que  lanibien  de  mi 
Pensara,  en  viendo  que  no 
PareiLCo  tampoco  jo, 
bíl  retado  ;  siendo  asi, 

?ue  desbocado  el  caballo, 
ole  salió,  y  yo  Iras  ella. 
Donde  fué  raería  el  penlella 
De  vista  :  con  que  me  hallo. 
Habiéndome  desmontado. 
Por  penetrar  la  aspereza , 
En  busca  de  su  belleía. 
Sobre  rendido ,  obligado , 
O  viva  la  encuentre  ó'no, 
A  dos-coDtrarios  extremos : 
Pues  muerta,  ambos  la  perdamos, 
'  a,  la  pierdo  yo. 

aue  porque  vita  diera 
as  mi  suerte  esoaiía; 
Que  á  precio  de  que  ella  vira , 
Poco  importa  que  yo  muera 
De  tanta  celosa  pena, 
t^omo  que  en  la  edad  de  un  día 
Amanezca  para  mia 

V  anncbesca  para  ajena. 

'Vale  hermosa!  —  Ño  responde  : 

a^ells  Yole!  — No  me  escucha, 
mucha  deadicba ,  ó  mncha 
Ventura  es  la  que  la  fsconde. 
iQuién,  cieloa,  mu  diri  delUf 
Has^auíéo  dedrlo  podrí. 
Como  la  tierra ,  si  ra 
Quien  fué  rosa  no  és  estrella  ! 
fecunda  gsadre  del  hombre 
Eneomun,renslbgalar 
Hadre  de  un  hijo ,  i  qohn  dar 
Supiste  alma,  vida  i  noabre; 
Ya  que  me  dio  lu  piedad 
Los  tesoros  que  me  dlaroa 
Tanto  lustre,  aue  padlej«a 
Crecer  mi  rellcldaa 
A  esposo  de  Yole  belfa, 
DIrae  dónde  iré  t  buscarla  ; 
Hállela  yo,  aunque  el  bailarla 
Veoga  i  ser  para  perdella. 
"  ti  esta  no  mereció 
llanto ,  stqntera  di 
es  que  vite  Yole. 

■dsKA.  (Oentr*.) 


dbvGooglc 


Na. 

Piíps  y»  que ,  madre  piadosa  , 
l'e  permites  oír,  4  por  qué 
No  te  deja»  »i-r ! 

ciKt.E.  {Detiiro,  eanUmdo.) 
Si  haré. 


Forma  una  bella  gnímaldi, 
A  la  Uerrx  de  esmeralda , 

V  al  cielo  de  rosicler. 
Sat^a  deidad,  si  mi  idea 

No  miente,  entre  tus  fulgores 
Viene  derramando  Dores 
■>e  la  copia  de  Amaliea  : 

V  Iluminando  bori7.on[e>. 
Trae  tras  su  vario  celaje 
Todo  el  bruto  lasallaje 

De  los  senos  de  [tis  montes, 
Que  de  un  risco  en  otro  jerrt ; 
Como  eo  Ncriflcios  suele 
Ante  el  ara  de  Gíbele 
Que  es  la  dioH  de  la  tierra. 
A  mise  acerca  veloi, 
Comu  que  bablanne  procura. 
¡Oh!  iguálese  i  so  bermosara 
La  dulzura  de  so  voz. 

HAMgáitdo$e  íat  tmbet ,  qu»  eran  cUU 
delbMque,  apareció  en  lo  mm  tilo 
de  la  frenít  OelUatm  GÍBELE ,  dio- 
Mdela  iUrra,  en  m  tronó  de  Ha- 
ré* que.  á  manera  de  guirnalda, 
ümminaba  el  aire  eun  oetiUat  lueet. 
Traia  en  una  mane  ¡a  copia  de  Amal- 
tta  derramando  flortt ,  y  en  la  airo 
la  rienda  de  encarnaúat  eolomai, 
ten  que  al  parecer  gebemaba  tinei- 
da  la  ferocidad  dr  cuatro  leonet  que 
tiraban  detde  la  tierra  el  trono  :  á 
caga  tiempo  aparecieron  por  enire 
MM  g  olroi  battideret  dívenoi  ani- 
matei,  tomó  en  actmpañamienlo  de 
ta  diaia,  la  etiel  en  blando  tnovi- 
mienta  bajó  liatla  la  punta  del  la- 
biada ,  en  recitativo  eitUo  cantando 
ella,  g  respondiendo  el  cono. 
ciBELE.  (Cania.) 

Felii  g  iafelit  amaait, 

¡'uet  compUitudo  entra  ti. 

Te  hito  felii  el  nacer , 

y  el  amar  le  hito  infelit , 

Va  dejo  por  tí 

Ka  lecho*  de  mago  regatot  de  abril. 
mjsic*,  {Dentro.) 

V  á*u  tai  el  eco  retpondé  talil 
Que  nape  lo*  aire*,  dejando  par  tí... 

«LU  T  aiÍMC*.  {Dentro.) 
En  lecho*  de  mafo  regato*  de  abril. 

(Ubele  «oj .  ite  la  tierra 
Tan  fecunda  emperatrii. 
Que  del  confio  oriental 
Al  occidental  conBn, 
En  tMlo  so  bnlilto  bermoto 
No  ba;  raservado  país, 
Qoe  sus  montes  j  sui  mam 
No  descanse  sobro  m(. 
Fieras  j  dores  lo  digan. 
Viendo  i  mis  plantas  rendir. 
Lo  *qetable  so  leí , 
Lo  sentible  sn  cerrtx : 


FIARAS  AFEMINA  AMOR. 
Dejando  por  II , 

En  lechos  de  majo  regau»  de  abril. 
Motejada  de  que  tolo 
Para  el  aire  concebí 
Fruto  j  Bor,  j  me  quedé 
No  mas  que  con  la  raíz. 
Por  ostp litarme  deidad 
Que  pudiese  competir 
Con  cuantas  contiene  el  coro 
De  esc  celeste  ufir; 
Coma  gusano  i|ue  hila 
Sn  misma  vida  de  si, 
A  il  te  eiiBi'iidré .  sin  mas 
Padre  que  mi  mismo  ardid. 
Viendo  que  tu  nacimiento 
Creyó  no  mas  que  el  gealil , 
Porque  nadie  le  dudara. 
No  tan  solo  leorreci. 
Sin  reservarte  diamante. 
Perla,  esmeralda  órubt. 
En  plata  todo  el  Pactólo, 
Y  en  oro  todo  el  OUr, 
Has  viéndote  boy  eu  dos  rieigiM, 
De  amar  j  de  competir, 
A  can  telarte  de  entran  dm 
Quise  i  tos  voces  venir, 
Dejando  por  ti 

En  lecbos  de  mavo  regaaoi  de  abril. 
El  uno,  que  et  el  cuidado 
De  Yole.. ..no  bav  que  sentir 
Su  maerie,  que' Yole  vite; 
Has  dóuile  00  he  de  decir. 
Por  no  empegarte  en  el  riesgo 
De  que  es  preciso  morir 
SI  vas  i  btiscarla  ;  el  otro, 
Ooe  es  el  de  haber  de  reñir 
ion  Hércnleí ,  cujas  fuertas 


Te  safara  restituir 
Dobladas  fuerus,  con  que 
Puedas  volver  i  la  lid. 
V  en  cuanto  i  que  tú  no  tepas 
De  Yole,  y  Hércules  si. 
No  temas  que  i  verla  llegue  ¡ 
Pues  cuando  pretenda  ir 
A  buscarla ,  sabré  yo 
Tanto  la  senda  impedir, 
Que  uo  se  atreva  i  pisarla. 


Aire  i  repetir  sos  ecus. 
En  tanto  que  yo  al  pensil 
De  mi  relirado  albergue 
Vuelvo,  de  doode  sal(. 
Dejando  per  ti... 

MÚSICA.  {Dentro.) 
Dejando  por  U... 

'  En  lecbo«  de  mayo  regaioc  de  abril. 
I  aitsiu.  {DétOró.) 

I  En  lecho*  de  mago  regato*  de  abril. 
{ Detapareeió  Obele  taidieaSa  con  It 
mútiea  la  dítiamoia  de  lo  alio.) 


I  Oye,  escacha:  no  tan  pretto 
'  ~       "    "i,  sin  permitir 
I  yoe ,  ae  unta  sdiniTaciDn 
Cobrado,  diga... 
!  Licjts.  (Dentro.) 

i  Hicía  aquí 

<  Es  la  senda. 

RíicDLis.  {Dentro.) 
I  Pitei  po  dejes 


SB 

&i  tn  ileaDce  de  legnJr 
La  vereda. 

jtRio.  (Dentro.) 

Gente  viene : 
Ponoto  es  al  monte  bulr 

tulen  i  todo  un  tencedor 
jé  reí  10  trae  Iras  si. 
Pues  est¿  wgura  Yole, 
Duélete  ¡  oh  cielo  1  de  mi. 
Na  haya  tan  mal  ejemplar 
Como  que  pueda  decir 
Que  hallé  piedad  en  la  tierra, 
V  00  en  el  cielo.  {Vait.) 

Soles  HÍHCULES,  LtCAS  t  ARISTEO. 

Hicia  aquí, 
Vtielvo  1  decir,  uue  es  la  senda 
Dd  hespérico  país. 

i£ncoi.ES. 
Pues  guía ,  ya  que  te  aGrmat 
En  que  Yole  quedñ  allí. 

Sí  pudiera  aconsejar 
A  quien  me  toca  servir, 
Dijera,  Hércules,  que  no 
EstA  el  trioiiro  en  adquirir. 
Tanto  como  en  mantener 
Lo  adquirido :  siendo  atl 
l*aes,  que  te  hallas  aclamado 
Rey., •■ "^ 


ir  acudir 


?ue  dejarlo,  por  venir 
rat  un  afecto  que  puedes 
Lograr  después? 

■iacoLES. 

NI  el  triunfo  ni  el  reino  importan 
Tanto  eomo  destruir 
Eiicautot  de  amor,  llevando 
Esclava  t  Yole,  i  asistir 


Va  que  i  un  bijo ,  aborta  vil 
De  u  tierra,  prellríá 
A  Hércoles.  que  merecí 
Ser  su  rey  i  ménol  costa 
Que  su  esposo. 

Va  de  aquí 
Se  descahren  de  sos  torrea 
Los  bomeuajes.^ 

ailacDLBS. 
A  abrir, 
A  pesar  del  fiero  monstmo 
Que  lot  vela  sin  dormir. 
Sus  puertas  iré ,  si  fueran 
De  ajamante. 

Y  yo  trtí  ti; 

?ue  uno  es  aconsejar, 
otro  es  restado  morir. 

Yo  DO ,  qoe  ano  es  morir  loco , 
V  otro  es  tratar  de  vivir. 
híhcules. 
Ven  pues;  que  Juntos  lot  dot , 
^Quién  nos  na  de  resistirt 

gíbele.  {Dentro.} 
Quien  en  defensa  de  Yole 
Lo  Impedirl. 


{Apiña*  deide  lo  aHepronuneii  Clbele 
e*te  medio  verso,  cuando  te  oj/eron 
en  el  aire  lmeno*g  en  la  tierra  tem- 


dbyCoOgÍC 


Mtra;  u  átrlMhíe  «n  eUa  un  wol- 
eoM  que  etraveuba  tai»  el  lablaiSo , 
arr<g6  de  tí  tan  candensiidiii  humet, 
fue  eteurecieran  el  leatre,  bien  que 
tin  maltiHa  ict  audiíorio ,  porque 
filaban  coBipitetlM  de  tloroiai  go- 
ma*, de  tuerte  que  le  qae  pudiera 
'  ter  faelidi»  df  la  vúta,  te  ceavirlii 
en  lUanio  delolfalB.) 

■ÍRCULES. 

(Qué  et MÍO,  cielos? 

UoOcra 
Temblor  de  tierra ,  qne  abrir 
Sn  centro  iuteiita  en  quebraüai 
Grieut. 

{Sale  lutme.) 


COMEDIAS  DK  DON  PEDRO  CU.DEHUN  DI  I 

y  «1  ilcfiur  i  lucir. 
Y^noiMenfiílto.iin* 
Dama  viene  iior  iqul. 
iSiseri  Yole?)la!ino, 
Que  aunque  yo  nuDCii  ta  vi , 


Y  no  solo  1  (In 
De  que  sus  cataüns  «enos 

Kiieraii  el  paso  Imjicilir, 
ro  lie  que  sus  ruiieuas 
Bocu  arrojan  de  ü 

[£(  terremoto. ) 
Eatapecidoi  Taporeí . 
Que  en  pirimliles  miMt 
Se  ven  í  empaSir  Ih  leí 
De  tollo  el  aiul  viril. 


Yolovl. 
Por  lefias  que  el  terío  fué 
De  puro  ciego. 


níHCULEs, 

Aun  i  mi 

La  Titta  perluriti ,  fines 

Ki  veo  alcázar  ni  jardín. 


Cono  e«la  madre  deAoieo, 
Sin  duda  Inleota  impedir 
ÜUrajeí  de  Yole;  pero 
Mo  lo  podrí  conseguir; 

Sue  si  de  la  tierra  el  centro 
DDjura  ella  contra  mi, 
ITerremato.) 
Contra  ella  el  del  aire  jo 
lloveré.  Quédate  aqui, 
Aristeo,  por  ti  en  este 
Tiempo  Yole  intenta  ir    - 
Donde  JO  no  iet)i  delli , 
Tu  lo  sepas,  con  legKlr 
Suspasoa. 


En  ese  seguro  loj , 
Como  dije,  i  prevenir, 
Puet  no  puedo  por  la  tierra. 
Por  el  aire  entrar.  —  Tras  mt 
Ven,Ucas.  (1 

Sihará.queauaqae* 
Tan  malo  el  aodar  tras  tt , 
Peor  toen  que  aqui  quedara,    (Vese.) 


Sale  VERUSA. 
v^sasit.  {Para  ai.) 
Yole  del  drsmajD  en  si 
Volviá  apenas,  cuando  de  otro 
Dolor  te  tornú  1  afligir, 
Que  es  no  saber  de  su  padre 
Mide  la  batalla  el  Qii. 
Compadecida  i  ñu  llanto , 
Por  si  Tuera  Lan  reliz 
(}ue  con  una  baena  nueva 
Ls  pudiera  divertir, 
Al  monte  salgri.  Alli  on  hombre 
EsUi.  {SabréEsme  dedr, 
Caballero  (<|ne  en  el  tr^je 
Bien  el  serlo  deacnbris). 
En  qué  paró  la  batalla , 
De  CDjo  rumor  oÍ 
En  eatoi  montes  los  ecosT 


Oírh  „ 

La  perdida ,  caando  os  vi 
Tan  cuidadosa;  T  asi. 
Hasta  saber  qué  deseáis 
Saber ,  nada  he  de  decir , 
Por  no  aventurar  qne  paeda 
Ser  lo  que  bajáis  de  sentir. 

Aunque  siempre  de  la  patria 
"'carino  lleva,  i  mi 

_  ji  victorias  ó  kue  ruinas 
No  me  tocan. 

Quiíis  al , 
.  _  ,  (OS ,  i  persona 

De  cuva  parte  venis. 
Decidla  qne  un  forastero 
Que  bailasteis  acato  aqni. 
No  quito  deciros  nada. 

Harto  en  eso  me  decía . 

Qnedad  coa  Dios.  ("s 

El  oS  (toarde. 
En  toda  mi  vida  ti 
Igual  bermosura.  ¡Cielos! 
iQné  hi'Ta  que  on  infelii. 
Que  ni  vencido  una  vea, 
NI  otra  vencedor,  decir 
Pudo  su  pena?,.  Mas  rtto 
No  es  ahora  para  aunl: 
Baste  que  para  aquí  sea 
No  dejarla  de  seguir. 
Por  verla  «ra  tes.  (V* 

'  Solni  HERCULES  v  LICAS, 


AUKiiHi  itérenles,  la  tierra 
Sus  simas  vuelve  a  cubrir. 
El  bumo  i  dpSMoecer, 


Llcas,  basta  descubrir 
De  la  cumbre  del  Paraaso 

Em>*I. 
,  Valvlasono*  I  ser  gturdaa 


BABCA. 

Denlnrat,  genWfella 
Y  alegre ;  que  no  hsj  tal  gloria 
Como  hábil ar  en  país 
Adonde  lodo  es  cantar , 
E)tniar  y  bailar,  yenfln. 
Todo  es  pax  j  nada  ea  guerra. 

■iacDLes 
Hablaste  como  bombre  ruin. 

LiCltS. 

No  tanto  que  míenla ,  paea 
Ya  se  escuchan  desde  aqnl 
(Al  tiempo  qne  Don  Pegaso 
En  el  áltimo  perSA 
Del  mont«,  batiendo  el  lia. 
Tremola  al  aire  la  crin) 
Dulces  músicas.  ^No  nyet 
Sus  blandos  acentos? 
ntacBLEs. 


At  entrañe  Im  da$,  empett  á  deteU' 
irirte  mu  nunOe  cuya  eminencia  cari 
de  improvíto  frité  ¡at  nubes  eom  ta 
cumbre,  p  lot  batUdore*  con  la  fiUa; 
de  tuerte  que  no  de¡6  ma*  fon  el 
teatro  que  la  mitmo  foro  9  unpedate 
do  nuevo  cielo  que  d  etpaldat  tuyat 
por  entre  tremeladat  bambelinao  f 
quebradatpeñat,  pngia  lefanot  hon- 
lonlet.  Ocupaba  tu  cima  el  Pegaio, 
oxiendidat  ¡at  alat ,  como  haeiendo 
tombra  al  ritco  de  CALIOPB ,  ^rñicj- 
palmuta  de  ¡at  turne,  detde  eufott- 
perior  atiento  derioaban  lotpeÁaieot 
tut  úlUmot  perfiles.  Btlaban  lodos 
coroaodot  de  frondoto  arboleda ;  f 
entre  «no  y  otro  tronco,  una  u  otra 
ninfa  :  URANIA  1  POLIMNIA  á  U 
diestra  mane ,  y  TERSICOAE  v  CLIO 
4  la  tlniettrá.  Debajo  deimteuairo, 
en  tefundo  descanso,  qne  hada  cea 
adelantadas  profeturüs  mas  corpu- 
lento el  monte .  estaban  i  un  lado 
HELPONENE  T  ERATO,  V  d  0(r«  Eü- 
TERPB  T  TALIA.  Eran  tas  ropo¡tt 
como  lotdelot  Signet  y  los  Me***,  di- 
ferenciándote solo  en  k^er  trotado 
et  campo  aiul  al  nioar,  confrotMmi* 
matiürt ,  aqui  ton  ia*  flores,  *i  aild 
con  las  estrella*.  En  el  ooraxoK  det 
monte  eofria  Ua  arUficiota  fuente, 
que  tin  agua  ni  somdo  de  agua,  mo 
*e  eeliaba  minos  h1  el  agua  ñieloO' 
nido.  Eslobam  puei  las  nueve  tomo 
dioertidas  en  su*  titmpre  fetliooiso 
laces ,  cantando .  desasida  it  ¡afa- 
bula, esta  letra  : 

IMteior,  ana  velando  vas, 
CoMaado  fhasas,  cantando  fnoTOt, 
lOhesidntapenayonoiáiawtadas! 
Poro  uo.qaoiihow  canta*  amoras , 
TAIen*rd*BeU*ttiU»rarit. 

,  Todo  el  coro  de  las  nmf» 
,  Junto  esU.  Has  :  ay  de  mi ! 

Sue  parece  quela  letra 
onmigo  ha  Iiablado ,  at  oir, 
1  Para  que  se  irriten  mas 
Mis  vengaiivoE  rencores, 
I  Y  amornoaeaoiamas... 

;  Pero  no.quoiihoy  cantas  amorc%. 
I  ÍLvaiitiu. 

Tt  tnérd*  cotos  p  ti  ItorarU. 

ü,B,l,z9dbyGOOglC 


Sagradas  lifjas  de  Apolo , 
.  A  quieudesdeesíecenii. 
Por  cuanioi  circuios  corre 
Hatu  su  opuesto  nadir; 
Para  coroiiür  los  riioi 
De  vuestro  peinado  Olir, 
Flores  dor;  cíenlo  i  cieulo, 
Luces  brilla  mil  i  mjl : 
Vuestro  flércules  (por  quien 
En  eaUM  montes  vivis 
SegUTM  d{-  iucullas  Dcras, 
Amedrentadas  de  mt; 
Por  quieii  i  li  excelsa  cunihro 
Nadie  se  atrevió  i  snblr 
Sin  pasaporte  de  Apolo , 
QuK  yo  lie  áa  cerrar  v  alirir, 
A  beber  de  loí  cristaV's 
En  que  aquel  don  iiiíbiidis, 
Ifue  absnuuDaniIo  lo  úllt, 
Sé  pagó  de  lo  snlil) 
Hoy-conlra  una  hermosa  fit-ra 
Favor  os  vime  i  pedir, 
No  para  amarla ,  no ;  ¡feto 
Para  aborrecerl;!  si.' 

¡AgáeU!    . 

Qnt  veaeer  á  la*  Itera* 

a»  n.iieneerie  d  lí.  ' 

balIope.  (Canlanio.) 
HéraUet,  ga  tut  haxaia* 
Sabemai ,  y  que  por  ti 
Templema  tama  y  Apal» 
1^  ¡ira  con  el  clarín. 
Ya  tabeíaot  qiu  en  Tctalia 
La  Hidra  pudlile  rendir , 
En  tt  abiimt  al  Certera , 
¥  n  Calidoitta  ai  etpiH. 
Que  ai  lean  veneute  ea  Libia, 
Donde  pudiule  a4gnirir 
Le  tagrado  del  laurel. 
Lo  taajrienta  de  la  lid. 
Que  perdonaste  labemot 
De  la  Hetpiride  el  jardín ; 
Uai  no  tabernas  qae'pueúai 


lAydeU! 

Que  veneer  i  ¡ai  fierat 

Ho  es  weneerie  á  $f. 

QuejMo  de  Yole  Tteues , 
Procura  udo  desmeuiir 
4^  ra;(oues  de  vengar 
Sinraiones  de  sentir. 
Teme  tí  ardid  del  Antor, 
Qae  ti  tan  cantetost^  ardid , 

Sue  tal  v^  para  vencer 
•cu  mana  del  huir: 
Temesuditimoliiia  - 
Traición ,  nne  sibe  feíiír 
Los  desallitos  del  IspJd     -  -  ' 
'De  Iw  galas  del  juzmlti. 
So  le  t Migues,  si  le  quiere* 


Vale. 

Te  basta»  á  redueir, 

Ku  mi  vox  y  cu  la  ile  todas 

Oirisniía  veiy  mil... 

iii4Jk  y  BÜsic*. 
¡Af  de  ill 

Qat  vencer  4  la*  fierat 
«o  e*  MttCéru  á  *l. 

atactíLii. 
Bella  Caliope,  I  quien 
Siempre  tocó  el  presidir 


FIERAS  AFEHIHA  AMOR. 
Al  castalio  coro,  do 
Desconlles  M  gentil 
Espíritu  que  me  ilnsira , 
Que  deje* do  conaeguir 
De  Amor,  que  es  llera  de  Rcras , 
La  victoria,  A  cuyo  Qn 
Por  vuestro  Pegaso  vengo. 
Que  le  lleve  permitid , 
Aque  en  los  golfos  del  aire 
S^a  alado  bergantin, 
Qne  i  pesar  del  huracán 
Une  levanta  contra  ul 
La  tierra ,  madre  de  Anteo , 


e  puiT 


Ji  feRs, 


tjue  desliaga  los  prodigtos 
l)e  su  encamado  pensil. 

CALÍOFE. 

Sien  tu  peligro  aosotrar 
No  haltemoi  de  concurrir. 
Lo  que  tb  puedes  tomar, 
íPiraquétohMdepedict 

BeacuLEs.  (A  Uciu.) 
Dices  bl«a .  sube  por  él , 
Pues  Ui  también  bas  de  ir...' 

iD6adeT 


iSnsancfs 
Yo! 

BdaCHUS. 

i  Por  qní  noT 

Pofque  si 
El  es  roela  de  poetas , 
y  nunCa  piído  sufrir 
Ancas  su  puchero,  icómo 
Safriri  aucas  SU  r<>ciu?  {Vai. 

flíacuLes. 
Anda,  cobarde...  j  vosotras  , 
Quedad  en  pai  hasta  oir 
Ni  irlDiifo. 

Antes  porque  no 
Te  empeñes. en  él ,  tras  ti 
Iremos  todas  diciendo... 
ptncgLESr 
4  Qué  es  lo  que  babeis  de  decir  T 
!.  (Cflíiíoa.) 


Pues  venid  todas,  venid : 
Veréis  de  fin  poco  os  sirve 
El  escuchar  que  decía... 

ÍLV TODAS. 

Agdatí! 

S\u  veneer  á  la*  ¡lera* 
1  n  ueneeru  i  tí. 
(Cantar  la  mitUa  tile  eiiriblllt,  repe- 
tirlo el  coro,  tajar  el  Pégate  A  la* 
nube»,  Caliopeal  ceñir»,  y  la*  ocho 
A  diiiiniai  portel ,  llevándole  conii- 
g»  i  peiatat  el  monte ,  fué  tan  uno, 
que  al  verle  detheeho ,  apénat  pudo 
percibir  la  viiia  el  cómo  :  con  que 
cauíando  ma*  novedad  en  lodo*  lo 
qne  d^aron  de  ver  que  ¡o  que  me- 
ron,  acabó  la  irgitnia  joniiiia.) 


1  ORNADA  TEAGERA. 


>«rs  empezar  la  lercera  Jomada,  m 
«alo  le  emiuvo  el  cúlUee,  cama  batía 
aqni,  en  limitado*  faro*;peTo  abrifñ' 
dote  el  lene,  le  dilató  batía  dar  e»» 
el  illlae  centro  de  ih  muro;  y  eo* 
ter  tan  grande  ¡a  dittaníia ,  aua  la 
hito  mayor  la  pertpecliva.  Era  m* 
bermoio  jardín,  cufa*  callet  lenia*\ 
por  guarda  de  tu*  emparrailo*  do- 
blaiat  pilailrai  de-  mármol  blane* 
con  remaleí  de  lo  minmo.Al  ptí  de 
cada  pUattra  habla  un  üeilo  depor- 
celana con  lut  maiuiadoifrufoi.  Lt 
que  *t  deicúbria  de  ellai  eran  unta 
enrejado!  á  manera  de  glorieta*,  e»- 
bertadot  de  hoja*  y  flore*;  áe  tuerte 

que  mirniido  por  tiialijiiiera  parle,  ■ 
caalquiern  eiitrecalle  era  una  iila- 
ladagalefia.  Laiiriacipaleitaba  Ion 
tujeta  al  arle. -que  le  oiededaMeidá 
*u  primero  lórmino  al  poílrere,  dit- 
.  miaugendc  luttamaitotcoñíanaiu*- 
lada  regla,  que  huyendo  leí  uno*  d4 
lo*  otroi,  cuanto  iban  ú  méno*  en  I» 
eanlidad,  iban  i  ma*  en  la  aparien- 
cia.- Hemalaban  tut  lineal  en  un  ce- 
nador ,yenéi  una  fumle  de  variot 
jaiper,  de  eugo  furlldar  le  derra- 
maban airo*  caÁo*  :  no  digo  coa  rui- 
do y  *in  agua ,  par  ne  encarecer  *e- 
gñada  ve%  el  ariiftcie.  En  medü  it 
e*la,  al  parecer,  turna  diilanfia,  et- 
taba  un  árbol  natural ,  doradat'ñu 
hoja*,  cuajada*  de  mansanat^de  ort, 
lobrecuuacepaoparecii^&ÜVXijíS 
enunblanta  caballo  alado,  ú  imi-' 
laeion  del  qui  *e  vii  primero  tn  el 
Parnaio.  A  file  (lempo  le  leeanli 
de  la  -tierrfl,  batiendo  también  lai 
ala*  y  moviendo  la*,  garra*  y  lai  pre- 
la*,  un  eteamado  Ürag.n  ,  con  qu* 
lubiendo  el  une  y  Uetceníienio  rl 
otro,  p'arlldo  el  aire,.te  taliereu  al 
encuentro.  Trabada  la  batalla,  ga- 
taban  ambaí  de  cuatro  moviaietUoi, 


tiéndete  el  uno  cuando  el  otro  M  (la- 
vaba ,  te  tuteaban  s  te  huían,  tr»- 
cania  no  telo  la*  abara*,  tímo  tam- 
bién lo*  coitadoi ,  puet  *e  embetUa* 
ga  per  un  ladg  g  va  par  oire,  ie 
cuya  boreal  lid  duré  ia  eanlienda  lo 
que  duraron  eilet  vetic*. 

HÍICDUES. 

'Ya ,  alado  BeteroTonte , 

Sue  Bucenlom  velero, 
uveudo  escollos  de  tierra , 
Golfod  navegaste  viento. 
Va  que  la  vela  del  ala 
Desplegada,  de)  pié  al  remo 
Batido,  timón  la  cola, 
Popa  el  au(á,'auiila  el  cuello. 
Proa  la  frente,?la  crin'        fc.        ■ 
Jarcia ,  j  buque  todo  el  cuerpo, 
Kn  alto  aire,  ja  que  no 
Ed  alia  mar,  i  lo  l^jos 
Descubres  de  los  dorados 
llelajea  el  verde  [luerto, 

{Sube  el  dragón ,  y  baja  Hercúlea.) 
Amaina ,  amaina ,  y  no  temas 
El  bruto  bnracan  soberbio; 
Que  cuando  lü  el  vuelo  abates , 
Levantar  intenta  el  vuelo. 
Y  núes  al  encuentro  quiere 
Salirie,  sal  tú  al  encuemro; 
Que  si  ta  nueva  cetrería 


De  (ierp<  *■*  **<■«  m  ba  luelu  , 


Pues  cuidJo  át  le  cale  en  puuui, 
(^buscaré  en  escarceo!, 

Haciendo  oue  sea  boreal 

CampaDa  üe  aneatro  duelo 

Toda  la  vaga  rpgioii 

Del  mas  capar,  elcmealo. 

Avenenado  tiipogrifo, 

Qae  tspid  del  jardlu  mas  bello 

Ko  mId  el  lesoro  guardas 

De  aiHables  bechiiM,  pero 

De  aborrecidils  beldades . 

No  1  Tobtt  lus  pumas  vengo 

Por  Mr  dichoso  en  amores. 

Sino  en  aborrecimientos. 

Embiste  otra  vez;  que  no 

Me  hai  de  poner  en  reeelo . 

Por  mas  qoe  escamada  nube 

Traigas,  abortando  incendios, 

Bl  rellmpago  en  los  ojos  , 

Ed  los  bramidos  el  trueno , 

T  el  rajo  en  la  exhalación 

Del  tósigo  de  tu  aliento. 

La  clava  de  Hérculps  es 

La  que  le  hiere ; }  supuesto 

(Cae  el  drago»,  retirada  ta  lo*  batti- 

Que  oir  de  Hércules  et  nombre 
Has  que  la  clava  le  ha  muertn , 
A  tierra,  Pegaso,  ;  Tea 
Otw  i  pesar  de  shs  lialentos 
Vüsnbioc,  lotctoes  j  Elnas, 
Introducido  en  el  centro 

{Apime,  p  vuela  el  e^aUó.) 
0«  MIS  vedadM  jardines , 
A  Hia  T  a  sus  monsiniot  «eoio. 
T  M.  tronco  del  amor. 
De  tos  dorados  renuen)! 
Elle  me  áf  por  tesUgo- 
Del  triunfo,  no  porque  quiero 
Ni  ser  amado  ni  amar. 
Sino  (encer  mts  desprecios.— 
¡Ah  del  palacio!  |Ab  del  nionle! 
Salid  cuantos  Miáis  dentro, 
V  entrad  cuantos  en  mi  busca 
Andáis,  paet  que  ya  no  baj  riesgo 
One  temer. 


ARlsf  EO,  LIGAS  T  MOLDADOS,  g  par 
ofriinBSPEttlA.HGLE.VERÜSA  t 
YOLE,  1  ANTEO  d  le  larga. 
SHisTEo.  [Bentra.) 
Romped  las  puertas 
De  aqueías  vocee  al  eco. 

NUTF.KM.  (Dattre.) 
Acudid  al  jardiii  iod»s 
A  ter  quién  causí  este  eslruende. 

Aten  al  dragón,  que  vamoa. 

Huera  jOj  y  sepa  qué  et  mu». 


COMKWAS  DB  DON  PEDRO  CALDEHON  DE  LA  UAIICA. 


i  lOLÍ.  (Ap.) 

!  Bien  d(JeTon  nrii  temoret. 

jEste  no  e>  el  hombre,  eiekM, 
'  l>el  Icout 

¡  esLE  T  ñama. 

Y  aiu)  el  leoa. 

UAaCDLRS. 

;  Vo  íny .  iQoé  os  admira ,  viendo 
:  Huerto  este  horrible  vestiglo, 
'  Cl  ser  yo  quien  le  haya  muertol 
;  Pues  mal  pudiera  ser  otro. 

» ;  que  i  lo  mesmo 


Porque.  n< 


entré  aet  dentro , 
me  atreva  i  entrar. 

nÍHCDLU. 

En  tu  busca,  Yole,  vengo , 
Para  aue  s^:is  quién  es 
llárcules,  y  quién  Anteo. 
Hércules,  a  quieu  dejaste, 
ha  et  que  Iriuuró  veuciendo : 
Anteo,  A  quien  elegiste , 
•■•■■  -' que  se  escapS  boyendo. 


^Quiéa  daba  aqut  Toces' 
■tacntis. 


Muerto  tu  padr 

He  aclama  Libia  :  el  pi 

Es  cumplirme  la  palabí 

Ke  él  me  diú,  y  que  yo  no  apreciOi 
e  i  oulen  quedó  prisionera. 
No  he  de  tratar  como  dueño 
Bl  día  que  por  mi  mismo , 
ATasallado  su  reino , 
Capitulé  la  corona. 
Por  quien  las  armas  suspendo. 
Ven  pues ,  que  has  de  ser  testtiio 


Sleí 


I  fülU,  c 


fádleí 


No  mucho;  que  s[  Falté 

A  nuestro  aplatado  dneto 

Oe  buscarte  en  ta  batalla, 

Pué  por  no  menor  empeSo 

One  el  de  socorrer  t  Yole. 

(Ap.  Y  anu  esto  lo  e«  también,  puesto 

"ac  es  dar  lugar  i  su  fuga.) 

paes  no  bay  perdido  tiempo , 
Retírate  de  tu  geuie; 
Que  en  ese  bosque  te  ecpero. 
Donde  los  dos  nos  veamos 
firsio  í  braso  y  cuerpo  i  cuerpo. 
(Ap.  ¡  Madre  tierra !  en  conflania 
Toya  voj  :  dame  tu  esfueno.)  {Vate.) 

KCaCDLtS. 

Ya  yo  le  sigo.  Ninguno 
Me  siga  i  mi ,  ó-vive  el  cíelo , 
Que  i  quien  me  siga,  le  mate, 
"ü ,  corta  ji  esa  sierpe  el  cuello, 

lúe  has  de  llevar  su  cabeza 

loy  de  Júpiter  al  templo. 

'  haya  mi  alna 


I  Pues  que  no  debo  segujrl* 
'■  Vo,  T  obedecerle  debo, 
!  Peruonad,  que  desia  paerii 

No  me  aparte...  Deste  délo 

Dijera  mrjor,  mirando 

Tai  hermosura. 

Si  algún  tiempo  te  debi 
Algún  mal  logrado  afecto 
De  amor,  que  aparté  mi  padre 
Con  00  mal  fundados  miuJoa , 
Duélete  de  mi :  no  digan 
Que  te  vengaste,  supuesto 
Que  tomó  mejor  veiigaoia 

SDiea  no  se  vengó  pudieudo. 
adre,  esposo  y  remo,  lodo 
Perdí  en  un  dia  ;  j  pues  reino. 
Esposo  y  padre  me  dejan 
Vida,  que  quiíá  no  pierdo 
Por  aborrecida,  no 
Quites  i  mis  sentimienlot 
La  deuliclia  de  llorarlos , 
Que  es  la  dicbi  de  leiierloi. 
Dame  paso  i  aqaesos  montea, 
Ed  cuyo  áspero  desierto 
UallaK  entre  brotas  Qeru 
Qniíl  mas  acoginuento 
Que  en  sola  una  llera  huintiui. 

Ataño. 
Vote,  tus  desdichas  lieiito. 
A  Hércules  debí  la  vida 
VenciJo ;  vencedor  debo 
A  Hércules  et  bonor 
En  que  mis  armaa  ha  puesto. 
Sobre  esto,  ta  confiansa 

Sue  de  mi  amistad  ha  hecbo 
e  acobarda; y  porque  tá. 
Ni  las  que  me  esUobyenda, 
Puedan  presumir  que  yo 

Jueces  las  haré  de  que 
Haliliidome  entre  dos  rieigoa , 
De  grosero  ¿  veagaiivo. 
Elijo  del  mal  el  méoot; 
Pues  lo  vengativo  Infama, 
que  maocha  lo  grosero. 


>,  y  vi 


Si  tal 


(Vane.) 


ArÍBteo, 
unard^me  esias  puertas  tft, 
t^omo  te  dije  primero. 
Porque  Yole  no  se  huya , 
A  quien  prisonpra  dejo, 
Kiada  i  vosotras,  en  tanto 
I  Qae  t  él  mato,  y  por  elta  TDelTo.  ( rsK.) 


Otra  hermosura  :  el  ei tremo 
De  lo  vivo  i  lo  pintado 
Pudo  hacer...  Has  baste  esto 
Para  que  quien  enieiidiero 
Oue  aquí  es  cortés  el  silencio, 

.ntlenda  que  oo  es  vengaaia 

;i  no  servirte,  sabiendo, 
Si  hay  raiou  pai-a  mi  olvido, 
"laa  uo  la  bay  para  lo  otño ; 
r'ues  por  DO  vengarme  en  U , 
Quiíl  en  mi  mismo  me  vengo.  (Vms  ) 

vasoM.  (Ap.) 
Todo  es  enigmas  este  hombre 
bn  BUS  respueatas.  Has  esio 
jQué  puede  importarme  i  mi. 
Que  parece  que  lo  sien  lo? 

Hesperia.  Vcrota,  Egle , 
\  vuestra  piedad  apelo. 
Dóude  ocalurme  podré  ? 
■npEaiik. 
SI  res  que  ya  DO  tenemos 
NI  aun  gaardas  pan  uosotrai , 
Pues  Auanie  en  I^Tor  uoeitro 
da  por  olíMdldo 
r  SU  encanto  désbrebo, 
Quizi  porque  anda  man»'    ' 
Deidad  aqui,  mal  podremos 
ATenluruuoa  nosotras 
A  n  cDojo  i  j  ma*  babJeedo 

uigmzíídbvGoOglc 


NaeUn. 

Lo  qae  70  prometo 
B>  por  U  itrevernie  É  uDi 
Bxperienci* ;  bien  que  i  rie*gu 
De  que  pneda  parecer 
Loco  düvinecimieaio 
El  darme  por  eaUndida 
De  que  algo  bermoM  pireico. 
La  bermoiura  pnea ,  no  llena 
Albaja  de  mas  aprecio 

Sn«  et  espejo  :  del  se  dice 
ae  lempla  Ja  Ira,  eo  pooleodo 
Al  colérico  su  ioilgen 
Delante;  j  asi,  sanque  flero 
Voeiva,  yo  le  saldré  at  paso 
CoD  él,  ñor  ler  «i  le  templo, 
ftacienSo  que  sea  meDor 
So  enq)o,  al  verie  ep  si  memo. 

To  le  ofreico  de  mi  parle. 
Supuesto  que  I  otros  muhkIo 
Con  mi  Toi,  Ter  si  por  dicba 
1  él  le  parase  suspenso. 
Para  qne  meaos  airado 
Llegue  i  ti. 


Vo  tp  prometo 
Sallrle  al  paso  también, 
Represeatludole  ejemplos 
Ed  mis  estudios,  hallados 
De  altos  héroes,  qae  tnvteroh 
Por  najor  de  ana  victorias 
El  fcne  ai  amor  sojeto*. 


(VooM  tat  frcf-t 

¡A<r  de  upiella,  qae  t  experlendat 
Fia  10  esp«nina,  liendo 
Ad  qae  eipericDciai  se  hacen 
Solo  i  falta  de  remedios ! 
iDloaesiienqnéparari 
La  lid  deHénniles  j  Anteo, 
One  sobre  tauía*  desditbaa 
Es  la  blilma  «¡ae  temoT 


YOLK. 

iQié  haré  ai  é)  llega  i  morirT 
I Qtté  pnede  flogir  mi  estrago? 


T  jqné  seré  ese  Faror  * 


-  Siélm 

■LUt  1  Lotm 


rlEHAS  AFEMINA  AÜOIL 
Hm  tllfio  i  mi*  Kwpechas... 
Qm  ec»  ÜMltM... 

TOIB. 

Eo  Enflr  halagos  das. 
Hu... 
'  iQae  serln  no  consideras,. j 

I  Mal  con  vocea  Dsonjera* 
I  Ptnuades  É  mis  rencorea 
VcDgano  tntea  coo  favores... 

Qué  ma  ftetíta*  mM  f«Hru. 

Dime ,  aouncio  ma*  crvl.- 

tiitca. 
Que  él... 

TOLB.  • 

,Qaé  obra  halago  qoe  se  apUcaf 

auiBO. 
DameMea... 

lOlM. 

iQalén  dirl  qae  del  lo  nperas? 

VÉICM. 
TOLE. 

j  C6mo  ea  posible  que  quieras , 
Dudando  al  vence  o  no 
Uérculct,  que  escache  vo... 
u.i.a  (  i«s  Biia. 
Qut  tí  iometlica  lat  fUratt 

T  pues  aoD  vauas  quimeras,.. 


tais. 
Dime  si  lia;  medio  mejor. 


Permite  que  mi  temor 
Crédito  i  ta  voino  dé, 
Pnef  nada  conuiela  oír  qae... 


Si  7a  vli>iKto  mi  dolor 
Junto  todu,  no  le  obligas 
A  qne  de  noa  vea  me  digas 
Qué  medio  me  eaié  mejor. 

Fbigir  halaga  IrtUor; 
'.  (htt  con  lUehai  ■■«(  tetera* 
;  Qiie  él  dameUlea  Iom  ñera», 
i  ntra*  tfemiMa  Amiit. 

\  Paca  é  el  aagrado  favor 
'  Que  por  consejo  me  das 
Es  flogir,  desdo  boy  veréi , 
Viéndome  coDtra  mi  foror... 


Que  can  peehaimattetef»» 
Que  ¿I  demeitiea  lae/lerat, 
Fierm  afemina  Amar. 

(Va«  rale.) 

véMis.  (Cimfj.) 
Paee  tigue  lat  ietioniol 
Si»  apurar  aat  áella$, 
'}ue  ter  evtúra  un  tiraue 
¡He  te  ¡taje  de  tu  imperia. 
invu,  tíenda  como  ere* 
EJ  «KM  tloriota  aféele 
Dé  »eriMera  aiuor, 
íPor  ttué  tu  rettáimienta 
Fiat  ¿amor  fnffidar 

cDriDO.  {Canta.) 
Parque  amar  veriaiere, 
£n  ve*  de  ter  eatliga, 
Ss  eonvirllera  ea  premia. 
Qt(«  íi  quiera,  p  que  na  tea 
Querida,  et  te  que  quiero : 
mieee  mu  burtaio 
CttatUa  mai  latUftthe. 
D»  amarle  Yole,  na 
Pudiera  lograr  luego 
El  que  ella  enamorada 
Le  ponga  en  el  dripreci» 
Que  le  pondrd  mañana, 
(.Hondo  mi  pritionera , 
Traeanáe  la  acerada 
Qata  en  ril  intlrumenta , 
Hi  carro  arrattre ,'  y  pue*  , 
Ello  lo  dirá  el  tiempo. 
Dejemot  el  jardín , 
en  tenia  que  d  él  tolvemai 
A  eifúTíor  que  deteuíra» 
El  ignorado  ptego. 
Que  élpienu  que  et  rentor, 
Belle»a,  vat  g  tngeiHo. 


»  Tole  DO  Bnja  que  llora  ] 

Pues  llore,  annqae  Bnja. 

Pnes  llore,  lupuest* 

Que  no  ea  la  primera  que  llora  Ongieii- 

[<to. 


,  .  guiando  tengo 
Tus  paaoi,  porque  ninguno 
Kos  siga  y  le  ponga  ea  medio. 

néacinji. 
Di  que  I  Bn  de  dilatar 
Tn  muerte,  que  ea  lo  mas  cierto. 
Pues  ya  qne  solos  estamos 
Y  ocultos,  saca  el  acero. 


Son  muy  desígnales  armas 
Espada  y  clava ;  j  en  daelu 
Aplaudo  el  igualarlas 
Es  ley ;  y  asi,  pues  yo  d«}e 
La  espada,  deja  la  dava , 
Y  ¥en  1  los  brazos. 


I  Eso 

Ya  e>  lo  contrario,  pues  es 
¡  6an»de  morir  mai  pretto. 

utEo.  (Ap.) 
imovaritoi 


HMOfW> 

dbvGooglc 


^ 


I.IIII-  eahrtí,  en  dando  «n  el  suel», 
IJulilwJas  roensK. 

iOué  adii^rdasT 
Llega  pues,  y  del  primero 

(tucAon.) 
ímpetu  verás  si  doy 
Con  ligo  en  lierr». 

{Cae  Antea,  g  leviniate.) 

íQné  has  hecho 
En  eso,  si  con  msyor 
Valor  k  la  lucha  toelvo? 
(Lathaii.) 

UtaCULES. 

Has  resislencia  hallo  en  11 
[)e  la  que  tntes  halU.  Pero 
No  importa,  para  que  deje 
De  set  superior  mi  esfuerzo. 
(Cae  Anuo,  y  ¡eváaiate.) 


COHEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDEROf^  DF.  LA  BAFICA. 


Tamhjen  superior  el  mió , 
Volverá  i  emheBlirdt!  iiiivvo. 
(Luchan.) 

,  ¡cielos!  ¡mi'S cuando 


islei 


iido.  n 


Fortalecido  T 

•     ANTEO.  (,1p.) 

Pues  M 
Siempre  mi  fueraa  en  aumento, 
En  excediendo  i  1a  suya ,' 
Que  le  he  de  vencer,  es  cierto. 

■faCDLES.  (Ap.) 

Como  es  su  madre  la  tierra , 
Sin  dada  ella  le  da  aliemos 
Cuaodo  i  ella  cae;  y  asi 
Nohade.volverl  ell;i. 
(Utehau^) 
ínrío. (Ap  ) 

jaetos! 
i^omo  ahora  no  me  arroja ,  . 

Des:ilcntádo  Tallezco. 
HaK'i  maña,  lo  que  Antes 
Era  ruerna. 

{lHUtue  caer,  y  ¡evániate.) 
■ticULca. 

Pues  que  te  dejas  caer 

Tú,  cuando  JO  lio. le  dejo, 
(Juc  es  señal  de  que  la-tierra 
Tu  fortalece  en  cayendo. 


Si  liar^,  ya  vuéKo. 
(Ap.  Pero  advertido  deque,  . 
Si  atli  vcíirl'Siií  porleojos 
Porque  me  valhlel  aire. 
He  lie  bactr  aqui  lo  mesmo. 
No  ha  de  caer  en  la  tierra , 
Por  si  en  el  aire  le  vento, 

(Lenántale  en  el  aire. 
Haciéndole  qtie  en  mis- bracos 
neilcuie. 

¡Tatednw,  cielos! 
Que  oprimidot  siu  tocar 
bn  >a  tierra  desrallexco. 
iOnién  créríi,  cuando  en  los  brazos 
De  Hércaleí  espira  Anteo, 
Que  daiido  el  aliento  al  aire. 
Le  niegue  el  alte  el  aliepio! . 


BERCDLCS. 

guien  iiere  que  ya  le  arrojo 
echo  pedazos  al  viento. 
Y  tú ,  enemiga  Cibele , 
En  tu  horrible  oscuro  centro , 
A  quien  meciste  en  la  cuna, 
CoDSirají'  su  monumento. 


E»  etíaillima  lucha  levantS  déla  fier- 
ra HircuUi  á  Anteo,  g  tignifieanúo 
que  en  vet  de  arrojarle  á  ella  te  ar- 
rojaba al  aire,  le  detpidió  de  ti  con 
tan  arrebatado  iinpelH,gue  na  tedió 
lirtnin»  entre  ttiltr  de  lui  braitt  g 
verle,  $ln  terle,  de  la  otra  parle  de 
la*  nubei ;  can  que  al  entrarse  Hér- 
caleí victorioto,  sr  abrió  ta  ¡ierra,  u 
talU  de  ella  CIÜELE  en  u<ia  emi- 
nente pirámide  de  mármol,  come 
contlruida  monumetilo  al  eádaxer  de 
tu  hijo,  la  tual  metelando  ga  la  fa- 
riou  g  ya  lo  eompathiu,  detapareei- 
da  la  pirámide,  en  reeilatiiio  etíilo 
canti  llorando  lo  tiguiente. 

SI  boté,  y  en  eiperanta 

De  que  podrá  mi  ira 

En  etta  infautta  pira , 

iHtenbir  donde  alcania 

Del  dolor  de  Cibete  ta  venganza. 

En  dittintot  eeferat , 

En  varioi  Horizontei , 

Valida  de  mié  mantel , 

Coa  formadat  hilerai 

iioneocari  lae  hueilai  de  \ 

Y  ia,  verde  ffigonlt , 

En  quienelcielaeitriba, 

lie  lu  fábrica  altiva 

Venga  el  desden :  na  cante 

fíircuUi  triunfal  de  Héipera  y  Allante. 

í'uei  eitái  ofendido 

Del  vuela  del  Pegaio , 

¡Arma  eanira  el  Pamato, 

De  quien  la  guarda  ba  lido ! 

Cailigue  Apelo  el  verle  deitruid». 

Lai  niiifai  que  intpiraron, 

Siguiindole  velocei , 

Contra  ti  amar  tui  voeei , 

Bien  que  no  tai  legraron , 

AAora  lloren  lo  que  allá  cantaran. 

Del  Helicón  la  freaU, 

Del  Caiialio  la  cima , 

[Ma  agobie,  otra  gima. 

Sin  que  llore  eu  fuente , 

Auh  para  el  llanto  teca  í 

Todo  el  verdor  que  encierra 
S»  uno ,  te  deitruya  ,       .  ' 
Remite  en  culpa  tuga 
Bl  doler  de  la  tierra : 
¡  Arma  contra  el  Parnaio! ¡Guerra^rr- 
(Vate.)[ra: 
(Tocan  dentro  eajai'y  cUrinei-i 

BráCA.  [«.' 

¡ArmatontraelParttaia!¡Guerra,ga«r 

Cábreie  la  apariencia, gtale\EftVS\ 
con  nt  eiptio,  deteniéndola  ARIS- 
TEO. 


en  taño  tenerme  quieres , 
Puesto  que  tü  solo  eres 
Guarda  de  Vol«,  j  no  mia. 

Que  fuera  parar  el  día. 
Ño  lo  dudo ;  pero  advierte 
Que  el  procurar  deieneric 


■  usar  juTi^diccio^l, 
.    _  su|ierior  raiíoii 
Que  m«  obliga. 


De  tu  alrlsar  bai  salido 
Al  roouie ;  y  viendo  tan  nueras 
Accionus .  como  que  llevu 
A  él  tu  espejo ,  he  presumido 
Que  luco  y  desvaneclilo 
Nürciso,  retar  intente 
Tu  hermosura ,  y  que  valiente 
Ella ,  a  igualar  el  cotejo , 
Lleva  el  cristal  de  tuesiejo 
Contra  el  cristal  de  su  mente. 

V  auuque  tu  yalor  inliera 
Ver  cu&ii  sId  ventaja  alguna 
Se  arme  de  tolo  uoa  luna, 
Unieti  de  todo  un  sol  pudiera  : 
1*11  lodo  eso ,  vo  quisiera 
Tenerle:  no  porque  arguya 
Noser  l3  victoria  luva, 

Siuo  por  ver  si  podría 
H^icer  que  en  ta  muerte  mia 
1'e  ensayes  para  la  suya. 

Muy  al  contrarío  has  creido; 
Que  DO  es  contra  una  belleía , 

El  cristal  que -he  prevenido  : 

V  asi ,  qut!  vuelvas,  le  pido, 
A  la  puerta  .-y  este  paso 

Me  dt'jes,  donde  no  acaso   . 
Hercules  me  halle  al 
Aules  que  i  Vale. 


i  ulgun  gran  Fracaso 
uc  su  iiii  llegue  el  extremo  ; 
V  asi ,  ao  quiero  impeilir 
Medio  que  pueda  lenir 
Contra  lo  miuio  que  temo. 

Pues  ¿qué  aguardasT 

TsQ  supremo 
Poder  lu  hermosura  lieoe , 
Que  ¿I  me  apaita  j  me  detiene. 


Es  Hércules  el  que  vi 


St  ya  los  aires  venenos 

De  Anteo  rtiéron,  jdiinde  vas? 

HétCOtES. 

Con  on  ansia  á  Yole  ipüs , 

Y  i  mi  con  un  ansia  méuos^ 
iQué  serl,  de  dudas  llenus 
Mis  sentidos,  un  pesar 
Q]fe  hace  placer,  al  uiirar 
Que.  son  pesar  y  placer. 
Que  no  tenga  á  quien  qoem* 
y  que  tenga  á  ([uien  II  orar  T 

LiCAS. 

:Qne  no  tenga  á  quien  Querer 

Y  que  tenga  1  quien  llorar 
Es  placer  que  h^ice  iresar, 

Y  es  "pesar  que  hace  placer  T 
¡Plegué  tofos!.. 

IIÉBCOLES. 

iQué  hay  que  temer? 

DigmzíídbvGOOglC 


'QoéséjoT  Pero  recelos 
ifUB  iraen  dcdm  y  consuelos , 
;  Hlegne  á  Uios  qu«  sean ,  señoi 
No  haber  i  quien  qoiera  amor 
V  haber  í  quien  llore  celos '. 


FIERAS  AF^IHA  'AMOR. 

I  RÍSCVLES. 

iNo  le  bastó,  Hércales,  ver 
¡  Tu  horror?  Sino  que  después 
Suspenso  i  una  toz  estés 
Uue  trae  tras  tu  desaliño... 


l.lCAS. 

La  que  campa  Je  mas  bella 
Lntre  las  ireü. 

HÉRCULES,  {A  Verute.) 
iUóndi!,  di. 
Volé  csii»  — puts  ¡cómo  asi 
La  espalda  me  vuelves?  i Nd 
Mereico  respuesta  jo?    ' 

El  semblaule  de  lu  ira 
'lanío  de  U  me  relira , 
Qae  su  temor  me  obligó 
A  intentar  irme  sio  verte. 

RÍKCDLRS. 

jTamo  ísombro?  Tanto  espanto !- 

Fácil  fuera  decir  cuánto. 
.  híbcules. 
iD«quésuerla?  • 

«HUS*. 
Desla  suene.  (0ii;««/rtpr;a.) 
Tú  mistno  en  ti  mismo  adtíerlc 
Si  espanto  ;  asombro  dss. 

uÍRCVLES.  {tlirtue  al  etprjo.) 
\\o  soj  esie  I  Va  con  mas    - 
Causa  i  mi  descuido  riflo , 
Pues  DO  me  debió  él  aliiio 
Verme  á  mía  Tuente  jamas. 

S''>ué  varia  iialuraleía 
sen  su  desigualdad! 
;Uué  mal  dice  unaTealdad 
En  braioB  d«  una  beileza ! 
Si  es  Un  Brande  mi  Hereda , 

tQué  mucDo  que  la  luc  pura 
lujia  de  la  sombra  oscuia ,    ' 
Y  que  le  haga  nov<'Uad 
Ver  á  la  monstruosidad 
En  brazos  de  lu  hermosura? 
Disculpada  Yole  bella 
En  cierta  pártese  tía. 

Íip.  íQué  dign  1  que  el  disculpalta. 
a  camina  hacia  querella. 
Pero  jsi  por  oirn  ella 
He'dejúf  — Pero  si  yo 
Halé  á  por  quien  me  dejó. 
—¿V  si  en  su  memoria  uueda* 
— íY  si  bay  como  yo  quien  pueda 
Borlarle  della!  — jQuitiu  vio 
Tan  rara  contrariedad ''.) 
Quítame  esa  luna  imnura : 
Ño  >ei  yo  que  es  tu  hermosura 
Espejo  de  mi  realdad. 
Ya  an  verme,  i  mi  crueldad 
Vuelvo.  A  Yole  llevaré 
Donde  por  testigo  eaté 
Que  Libia  á  su  rey  me  ipala. 

Sale  Ui\.% ,  eantanio. 

Guarda eorieTM,  zagala. 
Zagala,  na  fMarile$  fe... 
HíncDLes. 
Has  ;;  quién  pudo  SDspeoder 
Uí  nnevo  furor  ahora ! 

Que  quien  te  ftjio  patUtra , 
JVu  le  libró  de  mujer. 


ni ICOLES. 
Voi,  que  en  disfraz  de  zagala, 
Persuades  á  no  s¿  qniéu : 
Qoe  deje  rndeías  y  ame , 
¿Por  quién  lo  dices' 

No  sé. 
Por  divertirme,  esta  letra 
Por  mas  sabidJ',  canté. 
No  porque  con  nadie  hablase 
Mas  que  con  el  aire. 

HÉnCDLU. 

Pues 
Ni  aun  con  el  aire  has  de  h^iblar.  - 
Oe  que  cultti  se  le  dé 

Al  Amor,  cuando  yo  vov, 
No  á  amar,  sino  á'ahorrecer. 


Pnes  i  qué  te  ofende  que  yo 
Dr);a,  siu  saber  por  qtiién 
(Cania. I  Aquella  amorota 
Que  enlatada  al  olmo  ve» 
Parte  pátnpanoi  diterela 
Con  el  vecina  laurel  ? 

HénCULES. 

iQué  hechizo  (¡ene 


(  Pero  ¡qué  dipo» 
DI  «cuiiio,  Egle,  deien; 
Que  sobre  darme  los  ojos 
Horror  al  llegarme  á  ver, 
Los  oídos  suspensión 
Al  llesarte  á  oír,  no  sé 
Onelalten  ya  coQlrajnl 
Sino  loa  labios  también 
Que  en  favor  de  Yole  quieran 


5al«.  HESPERIA. 


¿Qué  altivez  pudo 
Negariu ,  cuando  se  vé 
Júpiter  en  lluvia  dé  oro. 
Harte  en  caut-losa  red , 
Saturno  amando  a  una  estatua, 
Apolo  amando  i  un  laurel? 
V  descendiendo  á  lo  tiumano 
(Que  en  las  lahlus  que  heredé 
Un  Allante,  no  solo  vi 
Lo  pasado,  mas  tambieu 
Lo  liiiuro),  ¿  qué  talieote 
Héroe  no  será  uno  lúe 
Triunfo  de  Amor?  Hablen  cuantos 
Su  carro  arrastran,  en  que , 
O  son  fieras  de  su  yugo , 
U  son  huellas  du  su  ej, 
Julio  César  por  Oeopaira , 
Po(,Drusila  Augusto, et  rey, 
Nasinisa  por  laliella      . 
SofoQísba,  hasta  el  crae) 
Nerón  por  Popea,  Jason 


Por  la  gran  Uedea,  después 
Teseo  por  Ariadaa , 
Kiieat  por  Dido ,  y  con  él 
Páris  por  Elena,  Anioolo- 
Por  Eauslina...¿Y  para  qué, 
Procediendo  en  inlinilo , 
I  Te  repilo  mas  que  haber 
I  Visto  á  Aquíles  por  Deidamla 
I  En, hábito  de  mujer. 


,  Lo  digas ,  no ;  que  no  ha  de  ser 
Consecuencia  el  que  obren  mal. 
Para  que  yo  no  obre  bien.   - 

I  Ni  el  espejo  ni  la  voz 

¡  Ni  Pl  Ingenio  han  de  poder 

I  Templar  mi  enojo. 

SaU  YOLE. 

Pues  pueda 
El  arrojarme  i  tus  pies. 
Donde  ni  vida  ni  reino 
Te  pido  por  interés 
lie  confesarme  rendida  ■ 
aino  soto  que  me  Ués' 
Licencia  para  que  diga , 
Va  que  be  de  morir,  por  qué. 
Argante^un  vil  agorero, 
Dijo  á  mi  padre,  después 
l>e  la  palabra  que  dio', 
Uue  en  aquese  azul  dosel 
Haliia  visio  que  de  entrambos 
Hiibia  un  hijo  de  nacer, 

8ue  violeolameute  habla 
e  darle  la  muerte.  El 
Creyeodo  su  vaticinio 
(Que  es  muy  Tácll  de  creer 
Lo  peor),  porque  me  hallases 
Casada ,  me  Impuso  en  aue 
Me  echase  yo  A  ini  la  cuCpa , 
Dando,  como  hice,  i  eutender 
Que  tu  horror  me  habla  obligado , 
Siendo  asi  que  solo  fué 
Su  violencia,  porqae  yo 
Nunca  á  Anteo  quise  bien , 
*"  — '  '  ■'■  ' si  fuera 


Permitido  á  una  mmer 
Oe  mis  prendas  confesar 
Que  lu  ^ma.  tu  alilveí. 
Tu  talor...  Pero  esto  baste: 
Que  mas  dije  que  pensé , 
Cuando  dije  queoo  mal. 
Que  es  caei  di;uir  que  bien. 
Di  galo,  cuando  veloz 
El  desbocado  corcel. 
Saliendo  de  la  batalla 
He  trajo  al  monte ;  que  aunque 
Vi  que  Anteo  me  seguía, 
Deste  alcá'.sr  me  amparé , 
Por  estar  en  él  segura 
TantsdellcomoaéI. 

V  digalo  el  que  ahora,  afeudo 
Su  muerte  (lay  de  mil),  uo sé 
Si  es  que  tengo  que  sentir, 

O  tenga  que  agradecer. 

Y  ya  que  el  hado  ha  cumplido 


Muerto  mi  padre  á  las  manos 

Üe  un  hijo  luyo  ( pues  lo  es 

Tu  rencor  y  mió,  pues  yo 

Soy  la  que  en  mi  le  engendré 

Con  lo  que  nngl),  ¿qué  aguardas 

Para  darme  muerte ,  ó  que 

He  lleves  como  á  rendida 

A  coronarle  |ior  rey?        (t/wonrfa.) 

Que  i  mi  nie  basta  que  lodos 

Hayan  llegado  i  saber 


'"KíW^c 


COMEDIAS  DL  UUN  I'EOno  CALDÜRON  DE  LA  BARCA. 


Oiic  hobo  Mbrmaiunl 

IMn-i  iqui,  J... 

■  dHCULM. 

Uvoxüílpn; 

Sue  miique  ei  verdad  i|ae  pudiei 
o  lolameiite  creer 
Uu)  ciuia ,  pero  dos 
Sobrenalarales.pULt 
Afiles  de  verii",  le  li; 

Y  contiguicndo  despui-s 
L*  bermosa  mauuiia ,  tco 
Que  prodl^o^a  lamUeo 
He  bace  coa  tu  dewnga&o 
Dteboio  en  ídiot  :  oo  9« 
Úué  Miefio ,  poma ,  erisial , 
Caulos  Di  ejemplos ,  mover 
Hajan  podido  mi  afecto , 
Haiía  verte  llorar :  que  es 
SId  dada  el  Uauto  et  major 
Uecbizo  de  la  mujer. 
Levanta  del  «aelo ,  llega , 
Llega  a  mis  tiran»,  j  ven 
Donde  tu  reino  le  adníLa, 

V  la  posesión  le  di> 

Úe  tu  heredada  corona ; 
Que  el  viciorlnso  laurel 
Qup  me  da  «u  aclamación . 
fa  DO  ei  mío;  lujo  es . 
De  albricias  de  qa<  no  « ln;a 
in  an  amor  ui  mi  desden. 

jGracias  i  Dioí,  que  le  veo 

Venid  pn«ii ,  feoid  con  ella 
Todas  ^rvlíndola .  j  din 
A  toda  Liliia  nolicia 

Íesüva*  voces  de  que 
ok  es  su  reina .  ;  quien  ella 


tA  quién  pncdo  rtegir.vo,   ' 
lúe  ptieda  estarme  mai  bien 
Se  ser  hoj  reina  j  esposa 
quien  rendida  era  ajerí 
(Ap.  ¡Si  bien  lo  supieras!  Pero 
Presto  lo  sabris.)  V  pues 
Dos  veces  felice  Libia 
He  lle«s  i  reconocer. 
Ud*  vex  como  heredera, 
Y  como  exposa  oira  vei; 
Dejando  las  aspe  reías 
De  iiiiratables  montes ,  ven 
A  mis  palacios,  de  donde, 
Trocando  la  bruta  piel 
A  real  púrpura  (que  en  nn 
Lo  exterinr  del  parecer 
Gana  mas  afectos  cuando 
I)a  i|ue  amar  v  do  lemer), 
flabin  en  público  salgas: 
A  cuyo  efecto,  seré 
\o  la  primera  que  entre 
Mi}  damas  me  veas  torcer 
Kii  biMos  copo*  <3'  ^ro 
'tllaiHlas  bebras,  qtic  después 
Ellas  en  varios  dibujos 
Sobre  la  encendida  Wi 
De  la  grana ,  asentarán 
Con  unios  primores ,  que 
Dude  Tiro  si  sus  campos, 
Haliíados  i  merced 
De  la  broca  T  de  la  aguja. 
Dan  llores  de  rosicler  : 
£n  cuyo  espacio  no  babr^, 
|>orqae  mas  Kguro  eslés, 
luíante  que  no  v  lodo 
eoio.mnaica}  placer- 

Hal  podrt  no  serlo  ailt , 
f\  je  deide  aqui  lo  e«. 


Las  In-s,  pues  va  eo  esto*  mi: 
I  Siii  la  guarda  del  verji-1 
1  Ka  csis  senuro  el  alcázar. 

Contigo  iremos  i  ser, 
:  S  esta  dicha  merecemos , 

Tus  criadas,  y  i  tener 

Parte  en  los  reales  adoniot 

Ue  igual  majesia<l. 


No  Iréis 
Sino  como  amigas  mias, 
V  compañeras  las  Irvs. 

!  BÍRCVLES. 

:  Bien  dice»;  yo  las  esioj 
Agradecido  también, 
I  V  estimo  el  que  vayau. 

,  ICLC. 

Sea 
I  En  festivo  parabién. 
Todas  caiiundo  ,v  bailando. 

Eaiotra  ha  dicho  mas  liieii. 


]  Sra  pare  bUn... 

I  coto  )'.  {Dnirt ) 

■  Sea  para  He»... 


Sea  para  Mea. 

coao  i.*  {D$»tra.i 
No  tea  para  tien. 

caMofc.  (Oentrit.) 
M  iiga  et  Amor 
Que  ¡t¡¡i  por  ¿1... 

co»o i*  {Dentro.) 
No  tea  para  bien. 

CJtUuPK.  [Denlre.) 
Hircttleí  tu  fama , 
Yole  tu  aUivet. 

COBO  9.*  {Dentro,) 
So  tea  para  bien. 

etKCUUS. 


fin  aullo  d  Amor  éín. 
El  tu  ftrtaleía, 
YeUatHittiea. 

SalM  CAUOPC  flatn 

COKOS.* 

A'o  wa  pora  Mm... 

Que  diga  et  Amor 
Que  drji  por  él 
Hirealettu  fhma. 
Yole  tu  altítei : 
So  tea  para  Uen. 

coul.* 
Sea  para  bUn. 

.  coao  1,* 
Ho  tea  para  bien. 

;  Lindas  ninfas  del  PamaM, 
.  Par*  echamos  t  perder 
Nue$lro  alboroto  I 


Quii<n  fuere,  al  cauto  volved. 

cow  1.' 
Sea  para  bien  f 
Qm  Hirealet  ¡f  r«j« 


;Qu¿  es  eato , 
CaliopeT 

j.Qn4  ba  de  ser» 
iCónio  es ,  Hércules ,  posible , 
UueWn  tal  descuido  estés 
De  la  guarda  ea  que  H  Parnaso 
Puso  Apolo  en  tu  poder. 
Cuando  por  ausencia  luya , 
U  otra  causa  que  no  sé, 
Cibelc ,  no  solo  haciendo 
Sus  riscoe  estremecer, 
Pero  titubear  sus  cimis 
Al  tlero  leniblor  cruel 
Ue  un  embalo  y  otro  embale'. 
De  im  vaivén  j  oiro  Talveu , 
Su  ruina  amenaxa:  pero 
Amotinan  do  también 
I  6us  Deras.  no  hay  Qur  aue  a« 
I  Talen .  siendo  de  su  scu 
;  nañado  tósigo  hov 
I  El  que  era  antidoto- ayer! 

'.  I  Qué  escacbo '.  jCibele  toma 
I  Kii  él  vénganla,  porqué 
-  Ofendido  Apolo,  en  mi 

Castigue  la  ausencia  T  Ven, 

Callope,  y  venid  todas 

Coulpigo ;  que  liabeis  de  ver... 

¿Tta  presto  quieres  déjame? 
{Ap.  ¡Oh !  no  *e  vaya  sm  que 
Ejecute  mi  vengania.) 

ntocoLU. 
No  llores,  que  no  me  Iré , 
Si  tú  bas  de  sentirlo. 

uLlora. 
íCdno 
Airas  le  vuelves  T 

HtlCÜLtl. 

Koté. 
jQuéeada  tu  valorT 

HtllCtlt.ES. 


jQué  el  de  tu  amor? 

Dices  bleB. 
caúori. 
.  Vplveil  i  acordar  su  fama. 

DigmzíídbvGOOglC 


Mi  *aior  t  acordir  velwd. 

Qa»  Béroitet,  ele. 

co>o3.* 
lU tea ptrv  bien, 
NtUga  ti  Antr.ne. 

TOLB  T  CjOfOPB. 

En  Sn,  icn  qné  le  mnelTM  T 

¡Enqui  ne  he  derc«>lT«rT 
Piértlue  lodo,  j  no  It,         (4  Tele.} 
Que  ei  Id  m»  qne  hij  qsa  perder. 
CaUope,  díte  á  ipolo 
~  -  -'  -ie  ojró  ilgnoa  vei 


riElUft  AFEHIKA  AMOR. 


lewtodo  iMmo*  da  verlo  T 

Cuuido 
DMengaHidaí  Ilegueii 
A  Ter  que  eiiire  mis  utuciu 
Haj  fincT*  (|ueri  desden, 
Ed  cierta  crueldad  piadosa 
Que  psM  ft  piedad  cruel.' 

Sl,niat;culndo(erá? 


Ven.  Tota. 


!T  j  no  ai 


Volved  oira  tea  al  canio. 
Por  ai  obligarle  podeta. 
«HUt  t,* 

Qm  Hirculn,  ele. 

JV»  «es  pwa  M«s , 
M  dt>a  e<  Amor,  etc. 
(Vmw  Héreniei,  feU  g  wt  ilamai.) 

VIU  IfUM. 

Sin  admitir  nueiira  queja , 


Vnele  el  liempc 
Qae  «OD  roas  njeras  que  él. 
Veaid  pues,  venid  conmigo ; 
Que  DO  solo  babeis  de  ter 
Teaiigosderai  venaanM. 
Pero  mloiairos  lamuiea 
De  lu  caaiigo. 

TraiU 
Iremo*,  haau  saber... 

os.  (Cmm.) 
51  M  wrdad  aue  eanlelai  de  Amor 
Tal  vet  ion  piedad  g  caiñso  tal  tet. 


S««i 


Oue  Hírcaleí  aiMudonara 
^n  hma  por  la  amor? 

Sepa  q»e  sabe  el  Amor 
Vencer  aun  maa  lirr«s  que  i\. 

ciüon. 
Coa  lodo,  no  por  vencidas 
No*  b«liiat  de  dar;  ;  pues 
A  quien  le  iraió  Un  mal 
'Irali  de  premiar  lau  bien r 
llneJémoDot  del. 

Tosai.  (Canina.] 
QiuiíimeMt  dil. 

uUora.  (Casis.)  • 
iPtr  qué,  ei«§t¡éuttlo  Siot, 
aunque  h  diga  otra  wa  , 
Á  f  «ú*  le  traté  ta»  vuü 
Trata»  de  premiar  ten  bien  f 

carino.  {De»lra,  oantanda.) 
Atwrui,  ne  m  quejei»,  ne  «i  guejeit. 
ñaita  ter  que  eautelat  de  Amor 
T<J  MI  len  piedad,  g  eaiiige  tal  re». 

Bal»  CUPIDO. 


Al  irte  lat  ninfa*  en  ieguimieiile  de 
Cu^do,  Ireimutado  el  patada  Jar- 
din  en  real  talón ,  voli/ii  d  deiofrro- 
eMar  leda  lu  funde  el  eeliieo,  de 
tuerte  que,  repelidat  latverdaderai 
elegauciat  del  pincel  en  loi  menti- 
dot  líjot  del  noble  enaañt  de  nu 
peripectitai,  te  vio  ei  igttiilditian- 
cia  lo  deltiiable  de  un  verjel,  con- 
vertido en  lo  mejetíiato  de  un  pala- 
do.  Era  teda  tu  fábrica  de  variaiot 
jatpet  á  eeloret  cuant»  ma*  dittan- 
let  mal  unido».  Eitribeban  tut  eolu- 
nal  en  agobiaiot  leeuet  de  bronce, 
á  quien  eorreipondian ,  de  bronce 
lambieu,  Ipi  capilelei.  Sobre  lui 
eeruitai  enlataba  tu  arquitrabe  nn 
dorado  arleton,  deiel  de  todo  ta 
edificio.  Tan  bien  aneníioi  detde  tu 
batawienU  i  »  leehumbre  g  detde 
tu  perlada  i  tu  retrete  te  hallaban 
en  él  pineeleí  g  burileí,  que  te  du- 
daba li  lodo  de  «u  pieta  le  biaiete 
eltmrií pintado  i  el plnceleteulpide. 
Site  era  el  cuerpo  de  la  tala ;  pero 
el  almu  de  ella  kermoia  ¡ropa  de  bi- 
»arra»  bahas  ,  ocupada*  en  laborio- 
»oieiereieit»:una»hUabaneepotde 


Ta  «w  i  WMicra  qneja  líenlo 
Te  dejas,  tinpido,  wr, 
Dinos,  iqni  quieres  decirnos 
Kneao? 

copiae,  (Cania.) 
Que  no  o»  quefelí 


HeipMdet  t  damaiji  tabre  rita  al- 
fombra, al  lado  de  Tole,  en  una  al- 
mohada reeeilado,  ¡otaba  abiorio 
ambat  deliciat,  atl  en  lo  que  wfg 
«an«  en  lo  que  eieuekaba ,  cuando 
tu  damat ,  ai  mudo  comptu  de  tut 
¡aboreí,  cantaiun ,  m  /Wra  del  are- 
piíüo.  Clin  letra.  '^ 

initica, 

Bito  que  me  ábrate  elpeeho 

No  e»  póiiUe  que  tea  amor. 

Sino  un  rabiato  dolor 

Del  nal  que  el  Amor  me  ha  hecho. 
NÉBceua, 

;  Qné  broto  el  tiempo  vivi , 

Volé,  querivt  jruoaniAI 

Uai  digo  mal,  que  no  fué 


Vtilr,  solo  dudar  si 

Estas  delicias  en  si 

Tenia  amor.  ¡Qué  nial  be  becbo 

En  Iraurle  con  de$pecho '. 

Has  iqué  mucfaoT  Nu  sabia 

Qoe  tau  dulcemenle  ardia... 

ÉL  T  HDS>CA. 

Elío  qne  me  abrata  el  peche. 

No  minos  necia  vlvia 

8 uien,  porque  otro  lo  mandalu, 
i  atMrrecia  ni  amaba , 
Y  cautelosa  Dngia 

?iie  amalla  v  que  aborrecí*  \ 
entre  desuen  ¡f  favor. 
Ignorando  *□  mejor, 
Deeia  :  E.fie  areclo  Ungida 
Si  es  poiible  que  sea  olvido... 

tLLA  T  aVSlCA. 

No  ei  potlble  que  tea  amor. 

BdacuLia. 
Tan  anticipado  Toé 
Tu  raro  prodigio  en  mi . 

?ae  la  vi  Inles  qne  te  vi, 
amé  sin  saber  qne  amé- 
Cúmo  iué,  no  sé;  mas  sé 
Que  domeñado  el  tiiror, 
Como  dure  tu  hvor 
Siempre  en  mi  pecho  ameróse., 
Seri  on  halago  piadoso... 
ti.  T  aduca. 
Sino  un  rabióte  doler. 

HESnau.  (Ap.) 
La  primera  m  que  vi 
A  ilércules,  y  qoe  me  di6 
La  vida ,  aunque  me  obllfó, 
Como  nunca  presumí 
Volverle  i  ver,  no  sentí 
Lo  que  ahora,  puea  sonieeba 
Qne  al  terle  cnio  saUsncbo 
Ama  engafiado,  no  sd 
l^mo  erblen  le  pagaré... 
ULA  T  Milaica. 
Úel  mal  que  el  Amor  me  Jka  AMAe, 

£|J«  que  me  abrata  el  pecho... 
{Quédate  dorwUdo  Bireulee ) 

No  caiitei«;  j  pues  rendido 
Hércales  al  sueBo  qneda , 
Escucha,  Egle;  Hesperia,  agnards; 
Oje,  Yerusa. 

LAS  raía. 
;Qné  Inteniatf 


Déla 


y  de  Anteo ,  j  de  que  quiera 
Coronarse  en  Libia  rejr, 
iQué  mejor  ocasión  que  etta? 
Anudadme,  por  al  acaso 
Entre  las  ansias  despierta , 
A  que  con  aqueste  acera 
U  dé  muerle. 


Considera 
>e  no  queda  tan  vengado 
que  de  una  vei  se  venga 
Como  el  que  de  mncbaí,  ni  bif 
Dolor  para  una  soberMa 
ConM  ultrajarla,  j  dejarla 
Vida  para  que  lo  sienia.  , 

ü,nt,zodb/C-.OOglC 


COMEDIAS  DE  DUIt  PtlIttO  CALDEKON  DE  LA  UARCA. 


PoDgliDOSle  en  ta)  desulre. 
Que  Libia  corrida  vei, 
81  le  acUmá  ana  victoria , 
Que  le  degrada  una  afreata. 
{Áp.  Eno  ei  paearlu  la  tiila 
C¿a  la  vida.) 


«Cómo? 

De  aqoPsia  maoei 
pulule  esa  clava  lü, 
Hiéniras  le  ciño  esu  rueci 
Yo;  j  ahora  todas  voíoira 
La  Donca  peinada  greña 
De  ID  cabello,  ili;  cintas 
En  desalisadas  Iranias 
Prended. 


i  Qué  hcrinoso  le  vamos 


A  los  toldados  d«  guardia , 
Porque  si  airado  di^splerla 
Kos  liallemos  defi-ndidas. 
M»iida  (|ue  loquen  ironuieías 

Y  caja%  j  que  entren  todos 
Con  armas  y  que  le  preodao, 
Lleiíndole  desta  suerte 
Donde  toda  Libia  vea , 

Si  ha;  hombres  que  tas  agravian , 
Que  baj  niujercsque  fe  veoeaX' 

Yo  segunda  vei  usando 
Del  espejo,  t  otra  experiencia 
Examinaré  su  luna , 
Tan  coutraria  como  era. 
Allá  para  que  se  temple. 

Y  (qni  para  que  se  olenda. 

tCbB. 

Yo  an  Mtirícos  h.ildones 
Holejaré  su  sobt^rbia. 


Yo  en  acordadas  noticias. 
Yúcít  detUro. 
¡Aiina,.arnu!  [Guerra,  guerra! 

HtnCDLES. 

:  Qué  nuevo  rumor,  <jué  nuoví 
Estruendo  de  armas  niiiuiela 
Mi  K0I37?  ;  Dónde  la  clava 
EsTi,  para  que  con  ell» 
Casllgiit!  fi  qnienV...  lUas  j  qni'  miro ! 
j  tillé  IransToroiaciuli  es  esta! 
iüué  pudú  hacer  qne  en  tan  tor|>e 
Vil  íMlrunienla  se  vuelva , 
Al  tiempo  que  dicen  otros?... 

{Dentro  a^a*  ¡f  ¡rompe  tat.) 
Veeei  ietUro. 
¡Arma,  arma!  ¡Guerra,  guerra! 

BíacuLEs. 
Pues  ¿cómo  ti?...  Dar  no  puedo 
paso  ni  mover  la  lengua. 
íQué  delirio,  <jué  letargo 


Pues  no  lo  enliendaí : 
Vuelve  1  mirarle.    iPínel»  el  etptjú.) 

1  Ealo  masf 
4Y0  CW  noierlleí  leñaiT 


tGL£.  {Canta.i 
Por  Deiiamia  bella 
VittiÓ  majerüet  gala», 
Peiuanio  el  cabello  en  trtnjat. 

Ko  díri  sino  que  Yole , 
Vengando  en  él  sus  ofensas , 
Vengó  lamliieu  las  de  todas 
Las  mujeres. 

{Ca¡a$  denln.) 
VOCES.  [Üeatro.) 
i  Arma!  ¡  Guerra  1 

Entrad  todos. 


Y  Hércules  afeminado, 
Ñi  oje,  ni  mira,  ui  aHenla, 
tío  forcéis  su  liberUid. 

iViva  Yole! ;  Hércules  muera  ! 

AaisrEO.  íAp.) 
i  Qué  haré,  cuando  i  ral  me  locan 
Su  ofensa  aqui  j  su  defensa? 

Prendedle  pues. 

Bill  COLES. 

Hal  podréis; 
Qne  aunque  aqui  no  me  drDcuiIai 
Porque  sois  mucboj  j  esto; 
Sin  armas,  ;o  iré  por  ellas, 
Valiéndome  de  la  luga 
Ahora,  miéoiras  00  vuelva 
Sa  mi  mi  valor.  ISf-) 


No  los  llames, 

V  pues  las  tres  experiencias 
De  ingenio,  herniosura  y  voi 
No  movieron  mi  Sblierbia 
Hasta  que  lloraste  tú 

(Pues  no  hay  desdoro  que  sienta 
Como  que  lu  amor  me.engaíie|. 
El  verme  i  lus  fiiés  le  mueva... 
No  sé  !:i  diga  llorando... 

V  si  lo  sé',  eu  ciaras  muestras 
De  que  lágrimas  de  amor 
Son  el  huso  dtsla  rueca. 

>o  le  duefus  de  mi  fama ; 
Que  no  quieni  que  le  duelas. 
Sino  de  mi  amor.  Mi  dueño, 
Ui  bien,  mi  esposa,  mi  reina , 
No  cautelosa.. I 

E»  en  vano. 
Las  cajas?  trompas  vuelva», 

V  entrad  todos. 

Salieran  ARISTEO,  lICASr  soldados. 


I  Seguidle. 

:; Huera  Hércules! 

Salen  CALIOPE  T  naru, 

>  .  No  muera , 

NI  le  sigáis,  porque  estamos 
Nosotras  eu  su  defeusa. 


SI,  Yole;  mas  si  lú  vivo 
Para  que  sienta  le  dejas. 
Nosotras  también  queremos 
Que  viva  para  que  sienta. 
Date  i  prisión  al  Amor. 


íQué  es  aquesto! 

¡  Hércules  postrado  en  tierra 
Con  Tiles  armas  lloritndo  ! 

Si  hav  dias  «n  las  bellezas 
Hoy  debe  de  ser  el  sujo , 
Pues  tan  hermoso  despierta.    '    . 


toit. 
iQuéba  deaer,  sino  que  vea  , 
No  tan  solo'Ubia,  pero 
El  mundo,  cuan  vil,  cuan  ciega 


Éoruda  esposa  de  un  bruto , 
La  infame  aclamación  vuestra? 
Si  el  valor  os  movió,  viendo 
Que  él  es  el  que  vence  Qeras, 

tLuInlo  es  mas  valor  el  míe* 
ues  es  clara  consecuencia    . 
Que  tenoerá  Derts,  quien 
Al  que  lleras  vence,  venia. 


b£  ACULES. 

Mal  puedo  hacer  resisiencii ,~ 
t;uando  es  fuerxa  que  conQese . 
Que  contra  el  Amor  no  liay  ftterza 

Llevadlo  .10^ as,  en  tanto 
Que  yo  dulcemente  tierna  ■ 
Invocando  Ijs  deidades 
De  Cupido  y  Venus  bella , 
Intento  ver  .si  consto 
Que  en  fanUstica  aparieuóia 
Se  deJ9  mirar  triunfante. 
Bien  como  le  repn-ientan 
Ya  pinceles  j  ya  plumas. 

¿Cómo? 

cAnloK. 
De  aquella  manera. 
(CsnMn.) 
¡Ah  ie  lotbeltnjariinn! 
Ah  if.  lfí$herntotá**elva*, 
Oe  Clt^e,  treno  ie  Viiiut 
feuna  de  Amor! 
COFIM  1  vtm*.  (OeiKfw.  cnf««4».) 
¿Qui  bOenta»* 
OLiovE.  {Canta.) 
I  Qiu  üuaAKaná»  ío$  viento* 
■■  Y  poreetendo  la  tierra , 
!  Vea  el  teatro  del  mando 
Tu  triunfo,  para  ano  vea   ■      .     . 
I  Quien  quito  quena  mitiereL 
u,nt,zodb/L-.OOglC 


Etetanu  éel  htmbrttean, 
QiieéltHHtiela»»,pM»rt 
ticlaft  de  amiirpcr  ella». 

'    Yi  i  lu  InroctdOD  los  dM  . 
Damoa  ptidosa  reipuesia , 
Que  reprtirdn  lus  iiinfaa . 
Dicieiiuo  en  >oces  diversas  : 
{Canta.)  Para  que  ttienen  mejor 
Sitt  etáuMala*  ligonjerai. 
De  Hífeuleí  en  dei/tontr; 
Que  ti  ii  úomeitiea  pera» , 
Herai  afentaa  Amar. 

A  la  iwieatíoit  de  Calíi'pe  retpoitííU' 
ron  VENUS  y  CUPIIH),  no  tele  en 
taz,  pero  en  efeeia,  jmet  dando é 
euteader  que  en  faulótlica  aparien- 
cia $e  ffoiation  en  dejarte  per  Iriim- 
fanlet,  (on  la  repeiicloh  de  la  pa- 
sada copla  talieron  al  labiado  en 
fetlita  tropa,  primero  lIi  >usAt  df- 
Imlo  del  carro,  cantándotet  la  gala; 
y  detpnet  curanadot  de  loffel  algn- 
HN  uimvos,  en  acción  fue  forcea- 
ban al  movimimlo  de  luí  rueda». 
Era  tu  diteúo  imitación  de  ofueiloi 
que  y*  en  pialara*  ó  ga  en  kittoriat 
ifot  acuerdan  lot  romonet  trinnfot. 
$■  altura  te  medía  con  ei  tercer 
cuerpo  de  lot  primerat  coiunat ,  y 
tu  longitud  con  el  tercer  tíraino  det 
trdnt&o.  Üetie  lai  eartetat  de  proa 
hatttt  lot  cartelonet  de  popa ,  ret- 
plandeeia  recamado  de  cogollo»  y 
foUajet  de  oro ,  y  en  mt  faldonei 
Ootqa^adm  alguno»  kiroe»,  ceao 


riEIIAS  AFEÜINA  AMOR. 
atrepeüadot  de  tu  Huella.  En  tu 
emineneia  nenian  Vinni  g  Cupido, 
con  HEKCULES d  lot plantat;  g  ha- 
biendo repelido  la  iusig*  la  aela- 
naciitn,  protiguló  la  repretentaeion 


Todos  cutnlos  el  imperio 
Conocimos  de  tus  flechas, 
il  pérligo  de  Ui  carro 
mos  miivietido  las  raedu, 
Cbureurámoi  que  es 
Tu  mayor  victoria  esla. 

Y  caniiiidole  la  gala 

Las  soDoraa  roces  naesins , 
Dirtn  en  plectros  jr  plañías 
Que  son  de  la  Tama  lenguas... 

Para  que  tuenea  mejor 
Sui  clautula»  litonjerae 
De  Béreule»  en  dethonor; 
Que  ti  él  dotneiliea  flera», 
fiera*  afemina  Amor. 

■ÍRCIILES. 

Nada  podréis  decir  ya 
Qae  Diáoos  dolor  do  sea 
Que  ver  qlie  traidora  Yole , 
Sin  «mor  al  Amor  renga. 

V  asi,  seri  mi  lalor 

El  que  ea  las  voces  prinieras 
Diga  pan  naa  dolor... 

íl  t  uOsic*. 
Que  ti  él  domeeUca  Itera*, 
riere*  afemina  Amor. 


Todos  SH  trlnuro  sigamos. 

Pues  otro  mayor -le  resta. 

iQuóesT 

Qne  Tean  que  de  lodaí 
Lai  gracias  es  la  liefleía 
La  que  eu  sd  segundo  triunfo 

I  Se  corona  la  primera , 
Y  ser  de  Verusa  jo 

'  EkIito  también  merezca. 

:  iin  dlcba  e*  mli. 


Según 
Eso,  pon  Teogadaa  quedan 
Las  damas  en  una  parte, 
V  en  otra  por  mas  suprema 
Coronada  la  hermosura , 
Prometerme  puedo  deltas 
Kl  perdón,  diciendo  todos. 
Puestos  i  lai  plantas  vuestras... 


. intuía*  Htonjerai 

De  ¡ai  dama*  en  favor; 

Que  li  él  domettiea  fiera» , 

Fiera*  afemina  Amor. 

{Con  ette  aparate,  maje*lad  g  pompa, 
eaulaado  nnetgrepretentañdo  otro*, 
M  etccndti  el  carro ,  *e  deeplegi  la 
etrlina,  g  *e  dii  fln  d  Ja  comedia.) 


tyGoo'gle 


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AMIGO,  AMANTE  Y  LEAL. 


ALUANDRO,  prtnelpe  i*  Parma. 

IHINFEUX.folM. 

DON  ARIAS,  pufao.  i 


LADRA,  criado. 
JACINTA,  «rfatfa 

ClUMI. 


Lm  0tee*M  a  tm  Parma  r  mm  etrctnini. 


JORNADA  PRIMERA. 

CiUi.  —  b  da  lotte. 

ESCENA   PRIMEBA. 

DO»  FÉLIX  V  MECO,  vttMo* 

Celio  t  en  ecqidu  le  qnede 
Cm  Im  caballos,  j  vea 
1'ú  Mío  coamigo. 


iDtqoéieqa«juT 

No  sé. 
•on  ráux. 
Pues  il  00  lo  Mbei ,  no 


íQdí  diré  JO , 
SI  tú  preoiiDiH  ilt>  quí , 
Pnei  auDM  de  llegar, 
BaiDcado  en  una  pos  la 

Y  otra  poati,  tan  A  coala 
De  noealra  nanicolar. 

De  DOHdie  T  Ifotiendo  Dioi , 

A  tn  quinlaT  Y  caando  espero 

Hospeilaje  lisonjero. 

Que  nos  deacante  É  los  doi , 

1)e  cama ,  eujo  algodón 

Pasar  por  nieve  pudiera , 

y  mesa  qne  pareciera 

Aparador  de  Hgon ; 

Ei  hospedaje,  [a  mesa 

y  la  cama ,  et  el  decir  ; 

•  A  Parma  esta  noche  be  de  ir :  ■ 

Con  COJO  rigor  oo  cesa 

Hi  mal,  puea. pagando  el  parla 

A  na  Tíceposta ,  me  Ira j 

Eatas  dos  millas  qoe  baj 

Desde  tn  quinta  I  la  corle. 

Y  cnandn  ploioo  que  ba  sido 
Llegar  aqnl  por  meíor, 

Y  que  aparato  major 
Te  enterar  A  preTcnido , 
Todn  el  r^aio  es  dejar 
Lm  caballos, ;  embolado , 

A  pié,  con  hambre  j  mojado, 
DttcBnir  lodo  et  losar. 
Has  }«  que  ati  nos  hallamos , 
i  Ucencia  na  me  darts 
A  w*  pregMia  oo  mu  T 


I  Sido;. 

MICO. 

Pnet  i  adonde  vamos  t 

No  me  atrevo  t  respaaderte» 
Ñeco ;  qne  jo  miimo  esloj 
Dudoso  de  adonde  loj. 

;  Y  en  duda  ivas  deaa  suertet 

noMrtux. 
'  SI,  qoe  tres  afectos  son 
:  Los  qne  i  uti  tiempo  el  pecho  siente, 
i  Que  arreliatan  Igualmente 
I  Alma',  Tida  y  coraunn. 
I  El  coraion ,  que  es  la  parla 
i  Del  cuerpo  mas  priiidpal 
'  Y  el  amigo  mas  leal 

)iel  homBre .  de  mi  ae  parte , 

Pur  ir  i  ver  A  un  amigo. 

La  villa .  .11  dueño  nfrecida 

( Porque  es  objeto  la  Tlda 

Del  favor  j  del  casllgo), 

P  re  leude  con  mii  valor 

y  afecto  leal,  no  en  vano, 

Que  vaya  i  besar  la  mano 

Al  Principe  mi  señor. 

El  alma ,  que  es  la  que  ama 

Un  soberano  sugelo , 

Media  euire  los  itos,  i  efeio 

De  que  vaya  i  ver  mi  dama  : 

Y  asi,  IM  filé  mocho  error 
No  aceriar  É  responder, 

'■  Pues  no  aé  si  voj  k  ver 

.  Amigo ,  dama  ó  sefior. 

■acó. 

Contra  areumenttr.  iHo  fDera 
;  Uejor,  mientras  se  declara 

La  duda ,  qne  se  pasara 

La  noche  j  el  dia  violera , 

V  esa  contienda  tríbada, 
;  Esa  reñida  cuestión 

I  De  alma,  vida  jeoraton, 
I  Consnllarla  con  la  almohada. 
I  Y  despaes  de  haber  donnldo 

Ver  lo  que  te  pbií  mejor? 
!  Y  aun  ellos  miamoK,  seDnr, 
!  Lo  dartn  por  recibido; 
I  Poroue  el  Principe  estará 

A  tales  horas  ju|ñniln. 
'  El  amigo  enamuraml», 

V  la  dama  dnrmiri  : 

Y  ad ,  el  ve  rio»  será  error ; 


Finísimo  cansaría 
A  dama,  amigo  jaeAoT. 
oo,v  rtírx. 
4Y  quién  M*iera  paciencia. 


Por  dos  leguas  solas ,  di , 
'  De  no  llegar  basta  aqui , 
I  Después  de  tan  larga  aasenelaT 

Haa  porqne  veas  que  esilmo 

En  algo  tu  parecer, 

Al  ono  solo  he  de  ver  : 
;  Loa  dos  i  ofender  me  animo. 
'  iOaién  seri  T 

t  Quieres  qne  aqnf. 
Oráculo  loboniado , 
Redonda  lo  que  bat  dcacadoT 

■onntux. 
SI. 

■ICO. 

El  ver  á  Aorora. 

noNFÍUx. 
Ekari; 
,  Y  si  al  Bn  el  corasm 
Es  vasallo  de  la  vida, 
;  Y  ella  esii  al  alma  reodUa, 
:  Obedecerii  ea  raioo. 
Rinda  el  coraton  la  palma 
¡  A  la  vida,  ella  despaes 
'  Al  alma,  y  entre  loa  tres 
,  Salga  victoriosa  el  alma. 
,  Vamos  I  verla  primero. 

¡  VeocU  en  On  Anrora  bella. 

Mnrtui. 
iCréria  que  miMro  por  vella , 
y  que  por  no  varia  maeroT 

Hu  reparado  mu;  bien, 
iioitnliu. 
¡Qué  uedo  ettla '. 


EngaKo  nouMe  ha  sido ; 

Que  intes,  mléolras  mal  hermosa 

Estará  segura  mas 

Una  mujer. 

noartui. 

Loco  ealts, 

O  eo  opinión  lao  dudoaa 

Al  mal  lógica  le  Igualas. 

neo. 
Un  asíalo  mercadef 


>  mercader 
,t,zodb,CoOglc 


COUKDIAS  DV.  DON  PEDRO  bALDERO?(  DE  LA   BARCA. 


Snele  en  w  üenda  ponpr 
HH  leí»,  buenas  y  mataa. 
Lis  buenas,  il  coiiceriarlas , 
Si)  baj  en  Genova  tesoro, 
Con  ser  la  sama  del  oro 
Del  mando ,  para  pagarl;is; 
Porque  el  mercader,  al  vellaa, 
Eslo  t  lodos  respoiiilió  : 
<  Vendidas  las  li-ngo  jo  .• 

Y  siempre  se  esli  con  ella«. 
Llegan  oíros  de  mal  i;asLu, 
Unas  malas  telas  vi'n 

Qne  llaman  bromas,  ;  hien 
£et  pareceu  (jcaso  iiijusio!], 

Y  al  primer  precio  que  dan , 
Sfl  los  lletau ,  por  temer 

El  asinto  mercader 

Sue  no  vuelvan  si  se  van. 
ercader  es  la  mujer, 

Y  no  ba;  TaceJon  eu  su  tienda 
Baena  ó  mala ,  que  no  venda. 
Si  hermosa  se  llega  i  ver. 
Aunque  el  principe,  el  señor. 
El  Utulo,  el  caballero. 

El  hidalgo,  el  escudero, 
Llegneu ,  marcbanles  de  amor. 
No  lemas  que  precio  baja ; 
Que  va  diciendo  :  >  Aquí  esU  : 
Otro  marcbante  vendri  : 
No  im porta  que  este  se  vaya.* 
Aqni  la  raEon  consiste ; 
Has  de  la  fea  reniega , 
Porque  el  primero  que  llega. 
Corta  la  tela  y  la  visie. 

Y  pues  son  (si  ahora  lomas 
El  consuelo  ;  te  le  aplicas) 
Las  hermosas,  telas  ricas, 

Y  las  teas,  telas  bromas , 
Kslari  contra  tu  queja 

t^  bermosun  bieu  sesuta ; 

Siu  no  es  siempre  la  hermosura 
il  segura  lagaleja. 

DOl  FÉLIX. 

Con  la  discurso  be  lleeado 
Hasta  su  casi :  esta  es. 

tugamos  la  seüa  pues.  {Báeela) 

DON  FÍUI. 

¿SI  se  hahrin  dclla  olvidado! 
Si,  pues  no  nos  respondieron, 
¡Ay  de  mi!  "  .-.-■- 


No  muy  tumba,  que  ya  alviei 
La  puerta. 

Pues  ¡  ay  de  mi  I 

— '-  '  '- 13  «SIS 

o  esperaban 

iQué  es  lo  que  han  de  hacer  de  ti 
Estas  mujeres ,  señor, 
Qne  te  agrade  en  lance  tal  f 
Si  no  te  responden .  mal ; 
Si  te  responden ,  peor. 

II. 


^nra ,  vida  y  ser  me  has  dado. 

I  A  pedir  albricias  voy, 

'  Porriiie  aun<|ue  lu  seña  oyó 

1  MI  señora,  uo  creyó 

'Uue  fueses  lú  el  que  la  hacia  {Éntrate.) 


lEs  FélixT 
MU  Ftiix. 

Toioy; 


Hay  dos  modos  de  decir; 
Un [^,  que  es  decir  tlickiido, 
Y  ntro ,  que  es  decir  sinüeudo. 
Quien  dice  por  diveriír, 
Dice ;  mis  quien  por  sentir 
Dice,  ^ente  :  ahí  verás. 
Cuando  rscuthánÜomi-  estás. 
Que  con  la  amante  fatiga 
Hallarán  quien  mas  te  diga , 


Pues  ¿qué  temes,  si  eslo  vesT 

Don  rÍLii. 
Qne  ser  puede  este  cuidado 
Demostración  del  enfado 
No  siempre  el  cuidado  es 
Erecto  oe  la  alegría ; 
También  se  suele  cinstr 
Del  disgusto  y  del  pesar.    (E"li 


Mas  ni   , 

Dame  «sos  braxos. 


iga  m 


Sala  en 


la  de  Aurora. 


l#.) 


ESCENA  in. 


No  espere  mas  feliz  dia 
Quien  con  noble  conllaii/a 
En  sns  brazos  te  recilie. 
Porque  amor  honesto  vive 
Donde  muere  la  esperanza: 
Fénii  es  que  vida  akauía 
De  otras  cenizas.  Ui  tiien , 
Hí  señor,  vengas  con  hien; 
Que  por  la  didia  de  bov. 
El  alma  en  albricias  diiy 
A  los  ojos  que  le  ven. 
Ellos  tu  ausencia  ban  lloradu, 
Y  como  ban  sido  insiruroeniu 
Del  pesar  y  el  sentimiento , 
Lo  son  del  gusto  y  agrado. 
Hasta  ahora  babia  pensado. 
Llevada  de  mis  enojos , 
Que  eran  todos  sus  despojos 
Ligrimas ;  pero  ya  creo 
Después,  Kéiii,  que  le  veo. 
Que  hay  dichas  para  los  ojos. 
Diverlia  mis  temores 
Leyendo  que  cierta  gente 
Se  sustenta  solamente 
De  oler  las  frutas  y  Dores. 
Juzgué  To  que  eran  errores; 
Has  si  llego  1  examinar 
Que  un  sentido  sabe  dar 
Vida,  muy  bien  puede  ser' 
Que  otros  vivan  con  oler, 
Pues  vivo  yo  con  mirar, 
DOMrtux. 
Cómo  responderos  dudo. 
Sin  que  i  mi  amor  baga  agravio; 
Pero  dlrl  con  un  sabio , 
Que  ]a  copia  me  hace  mu'Jo ; 
Pues  de  lisonjas  desnudo. 
Diversos  discursos  hallo : 
Cno  elijo,  y  si  i  eiplicallo 
Voy,  el  silencio  es  testigo 

Sueaun  no  es  sombra  lo  qne  digo, 
el  cuerpo  de  lo  que  callo. 
Solamente  e)  alma  sabe 
Comprender  afecto  igual. 
Porque  et  esencia  Inmortal ; 

Sae  mi  amor  iameoso  y  grave 
n  menos  cija  no  cabe 
Oseen  lo  eterno;  y  asi.  Intento 
Biplicarte  este  contento 


.  Ve  juanetes  Bonaini  ? 

' ,  Los  brazos  le  doy. 

MECO.  {A  tu  an. 

¿Ves  tn  que  un  U'mor  ignora  , 
Lo  auc  un  miedo  desconfía? 
Ves  lo  qne  yo  le  decia 
De  la  Urmexa  de  Aurora? 
non  Fíux. 
Meco,  por  To  qut>  dijiste, 

¡  Darle  albricias  determino. 

i  El  vesUdo  de  camino. 
Que  hice  en  la  corte,  te  ihite. 

I  Hira  qne  cabos  bidsie. 

\  Los  cabos  ledéo  tanibii'n 


Tonia  el  cintillo  lamliir-n. 
{Llamen.) 
Has  ¿quó  es  esloT  ;Llumau? 


'  Pues  i  estas  boras  i  quién  suele 
Llamar,  Aurora,  i  lus  puertas, 
V  lan  recio,  que  parece 
Que  extraña  el  qne  estén  cerradas* 

No  sé ;  nías  sea  (juieii  fuere 
,  No  respondan. 
I  nos  r(Ln. 

I  SI  respondan. 

MECO.  (Ap.> 

¡  Plogae  al  cielo  que  no  llegue 

Alguno  míe  me  desnude 
.  El  vesiiiiü  sin  ponerle! 
I  .  nosrfux. 

,  Baja,  Laura,  abre  esas  puertas, 
I  V  quien  ba  llamado  cnire; 
'  Que  de  entrar  tenilri  licencia. 

El  que  de  llamar  la  tiene, 
.  Hira  que  puede  quebrailas, 


I  Tanto  en  abrirte  otras 


'oogtc 


Félix,  porqae  rio  nfesnnut 

Qne  haj  que  encubrirte,  consiente 

Hi  recaío  *n  i|ne  responda.  (A  Laura.} 

—  Daia,  pnrt  etU  iiiocentit 

Hite. 

(Vaie  Laura.) 

i  Plegué  i  Dios  I 

;Deml 

Tuii  l>a]^i!t  sns[>ec1ias  llunes? 

be  nií  Jeulicha  las  tengo. 

(Vuelve  Laura.) 
¿Quién  es,  LaaraT 


íkmi  OooárbsT 

ion  viin. 
Ko  Diijas; 
Qoe  ji  he  visto  claramente 
Por  (]u¿  slenpre  me  psiorbasle 
Qne  i  Don  Arlas  te  dijese. 
Siendo  mi  >niiBO,  mi  amor. 


Recalo  o< 


is  rué  t: 


Vo  fné  sino  prerencion 
De  que  mi  amor  do  supiese 
Quien  le  amaba. 


, j  dolot  ijue  te  Tuerce 

A  confesar;  qne  jo  he  vlsio 
Que  el  que  un  lormeiiio  padi'ce 
Conliese  delitos  su;(os; 
V  aqnl  es  muj  Contraria  saerle , 

?ne  i  nii  me  den  ellorir  "  '- 
lii  el  delito  couñeses. 


No  Importa  nna  coBhsion , 
Que  mas  que  condena.,  absuelve ; 
Pues  annque  me  ame  Don  /irlas, 
No  sé  con  qué  causa  puede 
Llamar  aquí :  ;  ba  de  entrar 
Porqae  salisIMho  quedes , 
Ojenilo  de  qné  maoM^ 
Le  han  tratado  mis  desdenes. 
Mil  rtui. 


No  tienes 
Qué  temer,  si  aquí  le  esi:<nides. 
oon  ttLix. 
.  No  MIOT  bteo  con  nscondernie; 
Mafi  Goo  nna  condición 
He  escondcTé. . 

(V  es!  ■ 

Que  sictnpre 
Has  de  estar  donde  le  fea, 


AHIGO,  UURTE  V  LEAL. 

Pornue  dé  nln^na  suerte 
Puedas  por  senas  di-cirle 
Que  liaj  quien  le  i-scnclia  ;  aiienile. 

Norabuena.— Vé  i  llamarle.— 
Nada  mi  amor  le  dellende. 
(Vtue  Laura.) 
i  Don  rti-ii.  {Ap.  á  ¿1.) 

;  ,\y.  Meen !  i  Qué  pueilo  hacer. 
Si  mi  umor  Auron  ofende 
Con  Uon.Ar¡as? 

ÍKj,  señor! 
Quitarme  el  vestido  puedas. 
{Etcáudente  lot  áot.) 

ESCENA  IT. 

DÜN  ARIAS ,  LAURA,  —  AURORA. 


Tendréis  i  gran  novedad-, 

üefiora,  que  de  esta  snene 

A  vuestra  casa  me  atreva; 

Pero  tal  Ucencia  üene 

Quien  viene  mamládo  i  veros. 

¿Quién  ci'érí  que  ba;  mal  tan  fuerte, 
:  Üue  haga  de  los  rusios  penas, 
'  V  desdicbas  de  los  bieucaT 

I  Una  novedad  no  mas 
'  Creí  que  hallarse  pudiese 

Eaestivlsiia:iTa 

Dos  i  mis  ojos  se  ofrecen. 

Es'una  vemr, ;  otra- 

Véuir  m  andado.  iQnién  puede , 

Mi  i  \o  uno  ni  i  lo.ocro, 

A  estas  horas  atreverse  T 

Aunque  son  las  dadas  dos, 
;  A  la  una  solamente 
i  Satisfaré,  pues  la  otra 
'  No  ignoráis ;  que  no  me  deben 
I  Tan  pocas  uncus  estas 

Rejas,  que  ellas  no  pudiesen 

Haberos  dlcbo  de  mi 
I  Rigores  que  el  alma  siente ; 
'Pues  por  ver  alguna  aurora 

En  celajes  de  su  oriente , 
I  Desperté  en  la  calle  mucbas 
I  Con  las  músicas  alegres 
'  De  liorimas  y  suspiros 
.  Que  dan  las  aves  j  fuentes, 
I  A.cuja  dulce  armonía, 
<  Y  eil  cuya  uadósa  conienie , 


Por  derto ,  señor  Don  Arias , , . 

Pensar!  quien  os  oyere 
.  Que  habéis  tenido  de  mi 
,  favores  con  que  se  aliente. 
I  Esa  esperanza,  que  nace 
:  V  muere  tan  fácilnieule, 
I  Que  mas  que  esperanr.a  clsue, 
'  l'arec«  esperanza  ténix. 
!  Decid  i  lo  que  veni». 
<  1*011106  no  quiero  deberme 
'  i  Tan  poco ,  que  no  presuma 

Qne  otra  cansa  e«  fa  que  os  mueve. 
BOU  irías. 

SI  mueve ,  j  porqne  teals 


Que  le  advierta  j  le  aconsefe; 
Un  sabio  i  nniiecio  ha  pedido 


Qne  le  doctrine  j  euteSe; 
Y  un  sano  pide  salud 
A  un  enfermo  que  se  muere. 
Esto  es  deciros  en  suma 

Sue  un  enamorado  quiere 
acer  tercero  i  un  celoso  : 
Ved  ;qué  error  lau  imprudente! 
El  Principe  mi  seüor 
Veros,  señara,  pretende , 
Porque  os  vio.  ¿Uuién  en  el  mundo 
Tiene  envidia  í  lo  que  tieueT 
Con  acl laque  ile  pedir 
Va  lidrio  de  agua  que  temple 
Su  sed,  fíiK  mandó  .llamar. 
¿Quién  Ikiscú  entre  fuego  nieve? 
En  la  calle  está  es|teraudO 
Licencia ,  que  no  se  puede^ 
Nfgar,  [torque  a  esta  ocasión 
N'i  hay  disculpa  conveniente. 
Va  sé  que  ha  de  ser4ior  fueru 
La  rp5|>neEla  <  decid  gue  entre  > ; 
Mas  jKirque  no  lo  digáis 
Vos ,  ni  )'o  lo  escuche ,  iráme 
A  decir  qoe  venga  i  veros- 
Que  al  lin ,  la  envidia  mas  nierte , 


DON  rtLix. 
Porque  no  sean  n 


Oéjame  s) 

Según  bs  desdicbas  ci 

Que  be  de  hallar  boj  en  la  casa 

Se5ores,  deudos ,  parientes 

Yamigos;]r;aDoestoj 

Para  visitas. 

HtFélljc, 
Hi  señor,  mi  liien ,  mi  daeño... 

i«!i  nCi.li. 
¡Ay,  Aurora,  cúmo  mientes! 

Pues  ;Ba  olris  el  deseagañor 

DOK  rÉux. 
¡Y  esT    ■ 


Que  me  olvide  j  qne  me  deje. 
Dices  mal ,  Aurora. 

MU  Fiua. 
No  es  remedio  co«q4oie       i  _, 


COHEIHAS  DB  UOM  PEDRO  CALDIRON  DE  LA  BARCA. 


9m  que  olff«le,  Irauri* 
Mal. 

Puei  iqué  be  de  bacerT 


Advierte  qae  subEH  ya. 


I 


pnei  DO  me  dée  el  vetUdo , 
SI  no  el  Grate. 

BDfl  rtLii. 
iVet  li  llene 
Hh  pellgToi  la  tiennoiaraT 

Dice*  bien :  oienü  dut  lect*. 
Tona  puei  lamhlen  los  caboa. 

1Te«  al  el  lemor  de  un  ausenta 
Ul¿T 

Cintillo  j  sombrero 
Voeiro  intactos,  fero  adrierie 
Qae  ealas  rlslus ,  seíor. 
Su  te  obligan  que  Le  ofenoeo. 
Porque  si  estabaa  dudoio 
Sobre  1  cutí  de  esiot  itei  Tleaea, 
AdlvioliHioie  el  gusto 
Aurora ,  quiso  tenerle 
A  todos  tres  en  sa  casa, 
l'orqne  su  visita  tueae 
Vislia  de  trea  en  rajai 
Ven  escóndele ,  que  vienen. 

TIL 


inoaA. 
Ha  Mo  exeeao,  seAor. 
Ijue  ni  hamlldad  no  merece, 
ronme  m»  sietido  eiia  casa 
Kaa  Bbrica  celeste. 
Kse  palaoio  de  tfdrfo 
(jne  es  del  sol  dwaili)  albeiiae , 

ÍCÓmo  puede,  señor,  serlo 
«  laa  soberano  huésped! 
raincin. 
No  afrentes ,  Aurora  bella , 
Hla  descuidos  de  eia  anerte  i 

8ie  ri  et  motelar  discreta 
pooo  booor  qite  nie  debe 
Voeatra  casa,  pues  la  sé 
Xm  tarde,  dltealpa  tiene 


<  Dada ,  espera ,  aguarda  j  teme. 
!  No  la  hagáis  hnmilde  estera; 

8ue  ai  dice  nilgannenie 
n  adagio  casiellaoo 
I  Que  hacen  palacios  los  rejes, 
'  Lai  Auroras  bariu  cielos  : 

Y  esie  humano  cielo  breve 
,Seriiacu[iadeldla, 

I  Pues  con  tu  aurora  amaoece. 

No  me  atreio  1  responder 
A  finetas  lau  corteses, 
Sin  que  os  sentéis ;  que  e«  pedir 
Tiempo ,  teSor,  de  que  piense 
La  respuesta. 

Seutioi  TOS. 

Vnettn  %oj. 

DON  ARIAS.  {Ap.  tU  Prtoeipe.) 
iftné  le  parece  • 
rifiKiK. 
La  Tama  mintiú  donaires, 

Y  mis  ojos  jnutameote , 
Cuando  Tieroo  su  berroosura. 

DOR  AalAI. 

SI,  seSor;  que  ba;  mil  iDoJere* 
Ooe  parecen  bien  ile  lijos , 
'  esu,  ^  mejor  lo  adviertes, 
[o  es  lau  bennosa. 

fríncip*. 
No  digas 
Tal ;  que  tama  ;  ojos  mieiileu 
Porque  no  representaron 
Es  la  hermosura  excelente 
Como  es ,  porque  1  si  sola 
Se  compite ,  y  no  se  excede. 

DONFtuS.  {Al  p*ié.) 
La  visita  va  despacio. 
1  Plegué  li  Dios  no  me  despctLea 
Los  celos  i  alguiif  acción 
Que  vida  y  bouor  me  cdesie '. 

Dice,  leüor,  vuestra  Alleía 
Que  el  descuido  no  moteje 
De  liaber  tan  tarde  sabido 
Hi  casa ;  y  ti  que  confiese 
Bn  esta  parle  su  eolps. 
He  alegra ,  pues  daraaaeote 
l^aQesa  lo  osado  que  es 
Para  visiiar  mujeres 
De  mis  prendas.  iQuí  diri 
Parma  maBana,  al  boj  vleaa 
A  deahoras  á  mis  puwtas 
CabaUoSt  carrosa  y  gente? 
Esto  digo,  gran  señor. 
Porque  vuestra  Alteta  piense 
Que  si  boy  ba  entrado  basta  aquí 
A  boonnne  en  mi  casa  y  verme , 
Fué,  porque  babieodo  ifegado 
A  la  puerta,  iJO  se  fuese 
Slu  que  besase  sn  mano; 

V  estaa  bonrai  y  mercedes , 
Para  uui  vei  es  honor, 

V  afrenta  para  dOS  veces. 

nincira. 


aipaUeat 
•bmarai 


Doa  Arias... 


En  casa  de  Esleís,  >ni 
He  eapera.) 

DON  asías.  (Ap.> 
Esto  solaoMote 
Debo  at  autor,  pues  me  poue 
De  mis  desdichas  ausente. 


Donríux.  (Álpat*.) 
¡Vive  lUos  que  quedan  solos! 
Haced,  cielos,  que  do  intente 
Alguna  accloa  que  me  oUlgH 

pefianne  j  perderme, 
rafncire. 
Va  despedí  los  criados , 
V  tí  be  errado ,  enmendartea 
Otra  vei.y  vendré  solo, 

este  el  incoaveuieiite. 
Aoaoa*. 
No  el  eso  solo,  scfior. 
Porque  i  mi  eso  00  me  ohnd* ; 
Pnes  cuando  no  hubiera  mas 
Testigos  que  me  aslslieseu 

Íae  estas  paredes,  aao  ddlas 
e  recatara  prudente ; 
Que  il  otras  paredes  oyen. 
Ven  j  ojen  mis  paredes. 

iPor  qué  pensaréis  que  son 
Las  benaosai  tan  cruelesT 
Porque  es  parte  de  bermosur» 
El  resistirse  y  vencerse. 
La  rosa  por  eso  es  reina 
De  las  flores ,  porque  tieoa 
Archeros  en  las  espioss. 
Que  su  hermosura  deSentleu. 
DON  tiai.  {Al  paño.) 
jHabrt  quién  tenga  paciencia 
Para  ver  que  otro  requiebra 
A  au  dama!  i  Vive  Dios, 
Que  miente  su  honor,  v  miente 


raharE. 
Por  lo  que  digo  de  rosas. 
Yo  os  vf  eo  bn  Jardín  alegre , 
Diosa  del  abril ,  hacer 
Campo  aiitl  un  délo  verde. 
Esus  manos... 

AiiaoaA. 
Vuestra  Ul«n 
AdTlerU... 

DON  Ttiit..{Alpat*.) 
Ya  no  hsvqne  espere. 
Entre  mi  dneEo  j  mi  dama ; 
Qm  es  ya  (onoso  perderme  : 
V  anuque  k  los  dos  aventare. 
Esto  ba  de  ser  <la  esta  suerte. 
(Sale  D*ñ  FéOx  tmÍMaá»,  crutm 
tote  t  *sM.} 

iQtiéesestoT 

AOIOU.  (Ap.) 

¡TUganaelcMft! 

rabicirs. 
Ronibre  embocado,  «quléacreaT 


dbyGOOglC 


MI  t; 


Síd  cuUgarle  m  quede. 

Ko  bi  de  Mlír  nieun  Aluu. 

ttiMirt. 
SI  me  e«torb*ii  deu  iDcrte 
L*  |Kieri> ,  por  la  veniaua 
Me  eebiré ;  que  oo  eoiMianu... 
Has  i  quién  Mti  aqnl! 
{At  reliraru  él  Principe,  rtparñ  t 
Mte» ,  f  M  «alia  para  tegmr  i  i 


Un  amalo ,  do  Uniente 
Va  lAbdlto ,  no  lleno  decta 

riilFlciFK, 

iQniéoerae]  «•Ueate 
RebuMloT 


Noleeoaod. 

Vottoh 
Su  criado. 

■ICO. 
Cieruaeote 
Oua  iamai  coral  la  pao. 
lAp.  y  e*  verdad ,  que  no  le  ilaiw.} 

ntncire. 
Pdea;lqiilénurTi(T 


.'.  i3eqL_ 
A  ana  duu  lerrlr  pnedeT 

■eco. 
D«  cochero;  que  do  loBoa 
MatcnrioBoa:  daraineftle 
Lo  dken  flriiro  ;  eapoelai. 
ralncin. 


He  ptaee  mil  vecea . 
rtlMin. 
Qm  DO  ca  Jnaio  qoe  ni  enojo 
Por  lo  maa  delgado  quiebre. 

QaedhM ,  Avrora ,  coa  Oioi  ¡ 
Qtie  p  be  Ttoio  ctiraiiKDte 
One  ea  verdad  qne  en  nealra  i 
Ven  j  ojat  itt  paradet. 


Pmo  mi  opinloa  te  deb¿. 


ESTSU,  donarías. 

nnu. 
le  d  Principe  queda  T 


AMCO,  AIUNTR  T  LKAL. 


Jugando  le  de)¿. 

¡  Qoé  baja  quien  pneda 
Sufrir  raa  deaengaítoi 
l>euDare,deunaiiu>rdetanto>a5oa! 
i  De  culado  ad  le  ólTida 
Alejandro  qne  ei  alma  da  mi  rlda ! 
¿  l>e  mi  amor  desa  luerie 
Toda  nni  uocbe  el  jaego  le  dlvlertr , 
Que  iId  verme  se  pasaT 
Vaea  p  el  tol  las  pirámides  abrasa 
Dése  meete  emlneoie. 
Primer  anuncio  del  pasado  oriente ; 
Va  la  nevada  aurora 
En  grano*  de  eanwraldas  perUs  Uora , 
¡  V  el  l'riDcipe  no  viene ! 

PMUHAI. 

?aiü  la  mitraa  aurora  le  detiene, 
ain  qaiii ,  pnes  ¡  il  amor  pln^iera 
No  hiera  Aurora  qnien  le  detuviera ! 


..  cielos). 
De  lus  *oc(s  ioUero 
Li  enfermedad  á  cnjat  manos  muero. 

jPorqnéT 

Poriiae  dijiste 
Que  Aurora  lejJeiiene. 
noRAtua. 

SI  ja  bo;  vMe 
El  monte  coronado 
De  luces  j  de  aljúhrea  baBado, 
Ya  d«  veidr  en  público  oo  es  bora. 

Pnea  ^por  qué  prosesniste 
HelaacAllcov  triste. 


HelaacAlico  V  triste , 
Diciendo  :  *A  amor  plunlera 
No  Ibera  Aurora  qnlen  le  deti 


de  tuviera  t  ¡ 


Porqpe  aentl  qne  se  acércale  el  dlt 


QaKliteme  el  cuidado. 

Ya  me  peía  de  babtrtde  quitado. 

ItTtIA. 

iPor  qué? 

aMHua. 
Sen  lot  rtgerea  Utoajerea, 
do  ha;  M  baHeadlebasraupak- 


Don  ArtM,  Ib  queja; 

V  p««s  la  mlsnia  preniacioo  me  deja , 

Conauélate  conmigo. 

Que  aombraa  bar —  "— ' '- 


CODÜgo  ic6mo  puedo. 

SI  en  ll  los  celiis  son  sombras  j  miedo, 

Y  en  mi  son  desengaüotT 

KSTEU. 

i  Kchoso  tú,  que  1  costa  de  los  dafios 


Doa  llorai  j  padeces. 
No  Uves  eogaBadot 

son  «ñus. 

Tú  me  ofrecei  [bn. 
Un  argamentocoQ  une  al  mniido  asoM- 
Snpongo  desdicbado  aliora  upbombñ: 
I  No  es  mejor  que  lo  Ka , 
Sin  que  sepa  su  agravia  oi  le  vea, 
pue  no  qne  cara  ideara 
Le  embista  la  desdicha?  Cosa  eadari, 
Pnes  eJ  que  esli  iooccDle 
l>e  *D  mal ,  ni  le  Uora  ni  le  siente. 

;Ssa  tu  Ingenio  dice? 

¡MU  veces  desdicbado;  ioMica 

Quien  Bando  lo  Ignora , 

Pue*  tiene  qne  tíonr,  v  no  lo  Uora! 

Hnerte  que  anda  eewnigo , 

Es  no  traidor  oca  rotacara  de  amlfo. 

lOaé  mnerte  mas  extraBa 

Oue  Irme  vendiendo  aquel  que  me  icom- 

V  de  qnira  ;o  me  HoT  [p*i*t 
Ignorar  el  veneuo  que  al  fln  ndo 

Me  lleva ,  ¡po  e*  error?  iQvi  sana  betldt 
Sobre  biso,  no  e*  mina  de  la  vida , 

Sue  poco  i  poco  roía,  cava,  inlefta 
t  coraioQ ,  si  00  te  nanifteatar 
Presida  la  experiencia  esta  contienda : 
Dame  un  boaure  no  mas,  qne  no  prelai- 
Tocar  el  deaengaío  [da 

Kn  el  primer  creptenln  del  dafeo : 
Pnes  soberbia  aeri  con  tales  nodo* 
Querer  saber  tú  *<da  mas  qne  todee. 

Argnje*  de  manera, 

Qne  si  ea  dlcba  saber  deadiebu ,  taen 

Ser  logra to  contigo, 

A  uo  bacerte  dichosa.  Harto  te  digo  : 

8 nádate  i  Dios ;  que  de  venir  no  esbort 
1  Principe,  si  ja  salló  el  aurora. 

(Yut  rtUnmdt.) 

¡Aj,  eootuio*  recelos ! 

Qertas  mis  penas  son,  clertotmii  celos. 

No  s4 ,  que  lodo  es  malo  : 

Una  desdicha  A  otra  ú     '- 

Cuando  DO  la  tabla , 

Por  saberia  noria; 

V  abon  que  la  si,  la  vida  diera 
Por  ígoorarla.  De  coalqnier  manera 
Cuidados  son  cuidados. 

Halos  sabidos,  nalos ignorados.  (Tm*.) 


y  sejnigact    ._.    _      ._ 

Bleo  té  qne  asi  de  cnerdo  el  DOBbca  pier  • 

Has  iqní  celoso  es  cucrdeT  [do; 

CoQ  u»  celos  de  Estela 

Qnlero  sacar  lot  míos  1  cautela 

Del  fm-ge  en  qne  me  qnraio. 

;  Qué  furia !  Qué  dolor  !Qq¿  amor  I^od 


Sal*  «a  *1  palitie  1*1  PrfidH. 


DONFBLtX.HBCO. 

tQoe  todoaqneio  paaAT 

■iw. 
De  la  inerte  que  to  dl(o. 
noHrtux. 
Pues  st  d  Principe  le  *i6 .  i 


iNoí 

No,  qae  en  el  punto  que  dé 
CncDU  al  PrlDcipe  ( ¡  ay  de  mi ! 
De  la  forma  que  acallé 
La  preleniJoo  a  que  fui. 
De  Panna  me  lusenlaré 
Para  no  volver  i  verla 
Jamas,  puesto  que  el  rigor 
De  sangre ,  valor  y  estrella , 
borra ,  desvanece  ;  huella 
Amistad ,  lealtad  y  amor. 
Hléotras  en  palacio  esioj. 
Busca  poalai. 

Muerto  soj' ; 

Que  poitat  do  faltarin. 

tHix  ri\,n. 

De  ciU  Nene  acabarin 

Todu  mil  desdichas  boj. 

(Vate  Mee».) 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  .CALDERÓN  DE  U  BARCA- 

Negar  uo  pne<lo 
lor  el  que  mu  lleva. 


DON  ARIAS.  —  DON  FÉLIX. 

Dadoia  el  alma  temía. 
Hasta  ver  si  érades  vos; 
One  como  era  dicha  mia 
El  bailaros,  vite  Dios, 
Pítii,  que  no  lo  creía. 
Dadme  mil  veces  los  liraios. 

Hi  fe  y  fuesira  votuniad 
Con  mil  aoMrosoí  lauta 
ConUnneo  estos  abraios, 
SImboh»  de  la  amistad. 


¿CoIndo  lleguteIsT 

Por  Dio», 
Qat  el  primer  hombre  que  be  tillo 
CD  Pama,  habría  sido  voa. 
{Ap.  ]  Qné  mal  mis  penas  resisto ! ) 

Dicha  lia  sido  de  bs  dqs. 
Baeoo  veuis. 

nos  Huí. 
.     .         Si  venia ; 
Has  deide  el  punto  que  entré 
Ea  Parnia  este  ioransto  día, 
Kn  sui  umbrales  dejé 
Todo  el  ¿oslo  que  Iraia. 

¿Tan  nal  os  reciben 


jCómo  aáf 
MMirtut. 
Importa  macho  tomar 
A  Espafta  j  salir  de  aqui. 

C»)  ne  dais  i  entender 
Qneeade  amor  ese  rigor, 
Porqus  no  pudiera  ler 
Henos  imán  que  el  amor 
El  que  ni  hldera  volver 
Tan  |>reslo. 


Quf  ei  amor  el 

tuN  mus. 
Triste  de  escucharos  qnedo. 
Porque ,  si  como  dcds , 
Es  amor  el  que  senlis. 
Hicierais  muy  neciamente 
En  deteneros  ausente; 
Pues  no  sé  cómo  livis 
Rste  insta  II  te  que  no  estila 
Viendo  la  dama  que  amáis,       , 
Porque  al  un  di  a  estuviera 
Ausente  JO ,  oo  viviera. 

¡  Oh  qné  constante  os  pioláis ! 

Tanto  lo  esioy,  que  no  lucra 
Posible  que  ausencia  i  moerie 
(Nvitlar  mi  amor  hiciera. 

MM  rtux.  (H^.) 

Si  íl  se  pinta  deata  suene, 

i  Qué  espera  mi  amor?  Qué  espera 

Mi  amistad  t  Pues  si  le  di^o 

Que  es  mi  dama  ta  que  ama , 

Ningún  efecto  consigo ; 

Y  >'a  perdida  la  dama , 

No  perdamos  el  amigo. 

jTanioamalsT 

Tanto,  (M  prometo, 
Que  aimpellando  el  respeto 
Del  Principe,  desie  mOHo 
He  de  morir;  mas  de  lodo 
Es  eapai  tanto  sujeto.    . 
Yo  sé  que  me  disculpéis 
Cuando  lo  sepáis.  (Ap.  ¡Aj^  cielos! 
iQuées  lo  quede  mi  queréis? 
\  Posible  es  que  me  maieis 
Con  lanu  ventaja ,  celos  1 ) 

Tendréis  i  facilidad , 

8ue  apenas  hayáis  llegado , 
uando  de  mi  voluntad 
Tau  larga  cuenta  os  be  dado  >. 
Mas  no  lufte  mi  amistad 
Mas  dilación.  [Bueno  fuera 
Que  en  mi  pecho  para  vos 
Algo  reservado  hubiera ! 
Ni  un  Instante ,  vive  Dios ; 

Sue  ese  instante  me  rompiera 
Ipecho.yhalilaraenéf 
Un  coran»  lan  eel. 

DON  téu-t.  lAp.) 
El  me  ense&a  i  ser  amigo , 
flaciendo  leal  coumigo 
Lo  qne  yo  no  hice  cou  él. 

MM  sai  AS. 
Pero  el  Principe  ba  salido. 
Luqto  traiatémoa  desio.  (Vatt 


Tos  plantas,  gran  s^or,  pidí 


A  coyas  esumpii  pMMO 

Soberbio  y  desvanecido , 

No  envidia  el  laurel  qne  ndérrs 

CnoT  otro  paralelo 

Por  ooude  mcoiisianlc  cierra 

Ese  coraion  del  cieh> , 

Esa  alma  de  U  tierra. 

LOb Félix  noble  y  leal! 
Veogais  mil  veces  con  Mea. 
Jamas  tuve  gusto  itiual. 

uon  rtux.  {Ap.) 
Todos  me  reciben  bien ; 
Has  todos  me  traían  mal. 

paliicirE. 
iCéaao  venii! 

•OUFlLtl. 

Con  sa'hid, 
y  mas  qne  sano  comeólo. 
Parque  vengo  de  servirte. 
Tuvo,  señor,  bnen  efecto 
Tu  preleutíon  en  España  : 
Despacio  mira  este  pliego , 
Y  eo  los  despachos  veras 
Cnanto  pretendes  en  elloi. 

Los  braiosme  vuelve  i  dar. 
Porque  descanse  en  tu  coeUo 
El  peso  de  mis  cuidadas; 
Que  Bo  puede  tanto  peso 
Piarse  i  menos  Atlanta. 
Ya  sé  que  albricias  le  debo  : 
Pídeme,  Félii.    - 

non  rtuí, 
SeEtor, 
Las  mercedes  que  pretendo 
De  tus  generosas  manos 
Son... 

.  ralHCirt. 
Pide,  no  tengas  miedo: 

Licencia  para  volverme 


fuera  pur  eso. 
No  hubiera  llr^o  aquí; 

8ue  es  Espafia  amparo  y  centro 
el  mundo,  noble  hospedaje 
De  lodos  los  forastero*, 
ra  Inope, 
y  esa  1  es  bastante  ocasioa . 
A  hacer  lan  largo  deslierro 
De  la  patria? 

Kmrit,tT, 
Yo  sé  Mea., 
Señor,  la  ocasión  que  led¿o; 
Vsí  va  tdecir  verdad, 
Dada  la  palabra  dejo  ' 
A  una  dama  y  i  un  amigo, 
De  salir  de  aquí  rauy  presto.  - 
"   sá  que  i  los  dos  inporu 


Que  iT 


ha  dlcEo  m 


Yo  me  aleara  , 
De  no  haber  aqnl  orrecioo 
Con  iKilabra  ójuramouto, 
Don  Félix,  lonue  pidieses; 
Porque  babienuo  sido  esto. 
He  hallara  moy  enpeiado 
a  decir,  it  >■  iraor,  oa  l'^n  lo  que  cumplir  no  pnedq. 
Tengo  mndio  que  Sane. 

MU  veces  tus  plantas  lieso. 
""     '  "  "^  ~  1  pnedoUep 


dii  (iluvlcn 
AsscpterD,  aoilTiera. 
iPilUTltItamasiirlba1TalcK»Ba>;ea  ;  ~"  ><=::'     ^    ■  ^    „ 

omipirieida  iieoaedia,  bii  moa  para    <'*p.  *A  aué  rasa  poedoUegar, 
toipeth»  lo  Biina.  Si  los  mates  amdeico?} 


Dejaüiios  snlos. 

Fortaiia , 
Dime  en  gaé  ha  de  parur  i'slo 


ELPawaPE.DOffFKLIX. 

Auiiqtic  Fuera,  Félix,  Jualo 

Uue  descansaras  [irimero 

Oue  flarte  mi  culilailo, 

No  lieiif  padeDeia  el  fuego. 

Asi ,  sahris  qup  ana  dama , 

('uyo  divino  sujeto 

A  al  mismo  se  compile 

(Oue  lio  Iludiera  cod  miao») , 

Vive  en  Parma,  Uq  hermoaa 

V  üiscreía,  que  suapecbo 

CJae  en  ella  lian  Iraudo  pacea 

La  berniasura  y  el  iDgeitio. 

1'«i  hermosa  í»,  que  aunque  fuera 

Necia,  supliera  el  defecto  : 

Tau  discreta,  que  i  ser  Tea, 

La  sucediera  lo  mesmo. 

fero  ¡para  qué  presumo 

bar  con  enoarecimieulos 

Términos  lio  Infinito, 

Si  con  nombrártela,  puedo 

Decir  en  sulo  su  nombre 

Has  que  en  Trasca  y  conceploi , 

lletdrlcas  y  líguras 

Ite  las  prosas  y  los  tersos? 

Ks  Aurora.  Hoy  la  vi. 

Hendido,  abrasado  y  mucrln 

Quedé...  ;,  por  llruar  al  caso 
Pues...  apenas,  Félii,  quiero 
Tocar  una  lilanca  mano , 
Monstruo  de  cristal  y  luego, 
Caaiido  un  bomliri-  rebozado 
Del  mai  oculto  a|iosenlo 
Salió.  Yo  enlúnces  corrido. 
Seguirle  y  matarle  intento. 
Cualquier  estorbo  liasiú 
A  que  él  lomase  primero 
La  puerta :  asi  cuando  salgo , 
Con  la  dilación  le  pierdo. 
Este  deíaire  enmi  cara, 
Ea  su  casa  esle  desprecio. 
Ya  por  Tuerxa  ú  ya  por  lema, 
Me  enamoraron  de  nuevo. 
Porque  yo  no  sé  quién  iJice 
Que  de  si  ignoran  los  celos... 
—  Perdido  soy,  por  saber 
Uuién  es  desia  dama  el  duefio  ; 
Vi  U,  pon  Félii,  te  fio 
La  averiguación  de  aquesto. 
Tú  de  día ,  lii  de  noche , 
Viendo,  celando,  asistiendo 
Eli  su  calle,  bas  de  saber 
Quién  es  esle  hombre  eneubierin. 
Tú  bas  de  guardarme  su  casa 
De  suerte ,  que  no  entre  deoiro 
Mi  aun  un  pensamiento  mió , 
Con  Eer  tai  un  pensamiento. 
Mira,  si  de  U  me  valgo, 

tCómo  dar  licencia  puedo 
ara  que  de  mi  te  ausentes  ? 
Esa  dama  y  caballero 

Ke  le  esperan,  te  perdonen; 
es  en  cualquiera  suceso 
Primero  soy  jo  que  nadie , 
y  has  de  acndirme  primero.      {Vate. 


AWICO,  AHAHTE  Y  LEAL 
ESCENA   XIV. 

DON  FELlk. 

i  válgame  el  cielo !  ;  Qué  haré 
Con  lan  notable  suceso , 
Combatido  de  desdiclias, 
Contrastado  de  recelos. 
Cargado  de  obligiciours , 
Cercado  de  pensuinivulos , 

V  liiialmente  vencidu 

De  honor,  de  amistad  y  celos? 
Un  amigo  y  un  seilor 

V  UD3  i^ma  i  un  mismo  liempo 
Me  obligan  y  oreodeu  ;  ¡,cüiai) 
Pueden  disponer  loa  cielos 
Favor,  castigo  y  agravio 

A  lisonja  ,  afrenU  y  premio? 
líl; se  declaró  conmigo'? 
6i,  Luego  tiene  derecho 
Contra  mi  amor ,  pues  yo  soy 
Quien  le  agravio  y  unieii  le  ofendoi 

V  él  no  el  que  me  oTi'iide  i  nú. 

?uédese  tesla  parle  esto, 
vamos  i  oiro  discurso. 
Un  señor,  i  qnleí)  le  debo 
Lealtad ,  porque  siempre  ha  Sido 
Hl  amparo,  principe  y  duefio, 
He  hace  de  sus  amores , 
Contra  mi  mismo,  tercero. 
Fuerxa  ea  aaistirle  á  él : 
Con  cuya  asistencia  dejo 
De  ser  leal  i  mi  amigo  ¡ 
Pues  cualquier  cuidado,  . 
Que  le  ofenda.  Yo  bien  sé 
Une  aquí  obligación  no  tengo 
De  revelar  ni  decir 


El  sucl'SO,  V  liuaia  tanto 
Que  dé  luz  a  mis  deseo* , 


!S  cterio 


Dem 


Parque  esla  enire  loa  iioblea 
Ks  la  ley  imurjl;  pero 
Cuando  viva  mi  cuidado 
A  dos  pasioues  alentó. 
Guardando  secreto  á  lodos, 
iCómo  puedo,  cómo  puedo 
Dejar  de  ser  dealeul 

Y  traidor  conmigo  mesmoT 
Aqui  eiilra  Aurora.  Si  ella 
Nunca  diú  causa  i  mis  celos, 

tUué  culpa  dene  i  tener 
n  que ,  arrogaiile  j  soberbio 
La  ame  el  Principe!  Ninguna, 
i  Y-  Don  Arias  ?  Menos ,  méno» , 
Pues  uno  y  oiro  se  quejan 
De  rigores  j  desprcctiis; 

Y  cuando  fué  menor  culpa , 
Hallo  fini'7.as  que  debo. 
Pues  si  ella  no  está  culpada , 
iCómo  ¡nleiilo,  cómo  intento 
Dejarla  f  í  Ks  buena  disculpa 
De  un  amante  caballero 
Iteclr  á  su  dama  :  >  Yo 

Por  un  amij^o  te  di-jo. 
O  por  un  señor  le  olvido!- 
No  por  cierto ,  no  por  cierto , 
Porque  es  inFamia  y  bajeza 
Hacer  de  damas  desprecio. 

Y  dado  caso  que  fuera 

El  decirlo  asi  bien  hecho , 
'  I^Elá  acabado  conmigo 
'a,  que  decírselo  puedo? 
No,  pues  no  puedo  dejar 
De  amarla.  Pues  ¡qué  remedio 
Habrí  para  ser  amigo 
Con  mi  amigo ,  cod  mi  dueRo 
Leal ,  con  mi  dama  amauíe? 
Dejar  en  manos  del  liempo 

■  Comj^lete  lorsos  mas  abajo  habla  ler- 
Ipiotemenle  dpl  Prlncipf ,  nirece  que  afluí 
ibti  del  imigo,  j  .¡nc  psW  ilrs  Dnji  Arias. 

coal  ao  te  ha  dHlarado  con  FtlK  en  li  ei- 
ma  II,  OUo  iDdldo  itqot  illl  fatlaa  tinm. 


JORNADA  SEGUNDA. 


Salí  en  usa  de  Eiiali, 

ESCENA   PBIHERA* 

-    ESTELA,  JACINTA. 

lactnr*. 

Hira  lo  que  bacei. 

ISTILa. 

iQaé  me  cansas  y  aconsejas? 

Sue  una  flecha  disparada, 
n  abrasado  cómela , 
Un  dellin  corlando  el  mar, 
Un  caballo  en  su  carrera. 
Un  viento ,  mar .  li.Tra  y  fuego. 
Podran  parar  su  violencia; 
Y  no  una  mujer  celosii , 
Determinada  y  resuelta. 
1  Tengo  de  sufrir  que  Anrort 
Tanto  al  Principe  divierli , 

?ne  ya  de  mi  amor  ae  olvide, 
que  ya  i  verme  ao  venga  T 

Pues  i  qué  has  de  hacer  ? 

Tengo  de  Ir 
A  an  casa,  donde  entienda 
Que  me  ofende  y  que  me  agraria; 
Que  hasta  el  pumo  que  lo  sepa. 
No  puedo  drlla  quejarme 
(Que  todas  sabemos  esla 
Ley  del  duelo) ;  mas  si  luego , 
AdverUda  de  mi  ofensa. 
Prosigue  en  matarme  i  celos. 


D  eU9 


Vite 

rengc  _  _„. 
Despídale ,  y  como  vuelva 
El  Principa  i  tisiiarme , 
Con  Juramenio  y  promesa 
Daré  palabra  d«  entóuces 


Don  Arias  vendrá  i  pagar 
Estos  rigores. 

ESTILA.  lAp.) 

á-  Qué  esencia 
me  lo  ha  dicho* 
Antes  lo  callaré,  atenta 
A  saber  mas. 

Una  dama 


A  pedirme  celos  ella , 
Por  la  mano  me  ganaba. 

lUCIHTjt.  # 

i  Qué  es,  se6ora ,  lo  que  piens;i. 
Hacer? 


dbyCfOOglC 


ESCENA  n. 


Amiga,  dame  los  brazos , 
Para  que  coa  ellos  len^a 
Italce  alivio  (¡uieii  le  busca 
Por  coDSuelo  de  sos  penas. 

¡Jenus!  Aurora  querida, 
ÍEs  posible  quemerstca 

i  Ko  hiera  justo,  no  fuera 

Ltcilo  avisar  primero , 

Porque  advenida  i^siui 

Uesu  dicha:!  ¿Tan  calianilo 

Se  euira  el  bien  por  esias  pueruit 

;Aj>  Estelal  iqué  de  burlas 
He  recibes !  ¡  qué  bien  mueE 
Oue  ni  amores  te  divieri«n , 
Ni  cuidados  le  desvelan ! 
l>ero  porque  no  blasones 
Tan  aiTogaiile  ;  soberbia, 
A  parür  veugo  couKeo 
'   Mis  desdlclias  j  mis  |ieaas  ; 
IWqne  sé  de  la  amistad 
^le  lanío  le  compadi^zcas, 
Uiic  como  ajenas  1  as  oígis 
t  como  proprías  liis  sinuias. 


Toa  máoas  saüsfaccion 
üe  mi  amistad ,  orendieras 
Ki  deS(H>  de  servirle. 
Ven  al  estrado  ;  sosiega , 
Uue  cstis  cansada. 

«tlROSA. 

Aquí  estamos 
Ken,  porque  esta  cuadra,  Estela,  - 
Que  cae  solire  estos  jardiues 
También  divierte  í  alegra. 

{SUnlamt  en  unat  liltat.y 

l.ip.  íQué  Itn  teadri  esta  nsita!J 
Itascausa  pues  tu  irisieu 
<;oiimigo ;  que  los  pi-sares , 
hi  se  Tepiteii  y  cuentan . 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  I 

Que  aunque  le  be  dicho  que  quiero 
Decirla,  uo  hajr  mas  que  sepas 
Ni  hay  mas  ya  que  yo  te  diga ; 
Que  en  ella  creo  se  encierra 
Todo;  que  pesares  mins 
Acallan  por  donde  empiesan. 
Va  no  solo  inferirás 
Desie  liisnurso  que  sea 

mi  mal.  mas  también 

s  inferido  cuerda 
Que  es  raliia,  ríqor  j  muerte ; 
Porque  tí  yo  qujcro,  es  fuerZK 
No  ser  (juerlda;  i]ue  Amcir 
Es  dios  de  furiuní,  y  niega 
Al  uno  lo  que  da  al  oiro , 
l>OT  ser  con  ambos  adversa. 
Don  Péli^t  Colona  fué... 
(Al  nombrarle,  la  vergüenza 
He  enmudeció}  dueño  ingrato 
De  sentidos  I  potencias. 
Tres  años  ha  que  merece 
Con  recalada  licencia 
De  mi  honestidad  faioret , 
De  mi  voluntad  Uñetas, 
lisio  con  tanto  secreto, 
Üue  el  sol  que  registra  j  quema 
Los  átomos,  no  podrí 
Decir  que  sabe,  en  mi  ofensa, 
ÜC  mi  amor  un  desengaño. 
Una  sombra,  una  sosiieclia, 
S)  no  es  que  se  lo  tiaya  dicho 
Viéndole  dios  de  sif  esfera. 
Por  CDiigraciarse  cijn  el , 
Maliciosa  atguna  estrella; 
Que  aun  uo  pudiera  la  luna , 
Porque  sus  rayos  anéuas 
Divisaron  eo  mí  calle 
De  su  persoua  las  seibas. 
Pensarás  que  estoy  celosa , 
Oyeudo  de  qué  manera 
Iloj  de  los  celos  me  quejo  \ 


lupla 


a  iJa  favores. 


Tsciichame  pue« atenía; 

ijue  quiero,  Estela.  Garle 

Secretos  que  aun  i,  mi  mesma 

Alguna  vei.mc  encubrí : 

Tanto  que  i  salir  no  aciertan , 

Torquc  ignoran  el  camino 

IJue  hay  desde  el  pecho  i  la  lengua. 

..   rrovuelo 

liada  i' 

. enqi 

Coba  rdenie  Ole  tropleí  . 
Suele  tal  vei ,  estorludo 
ñc  las  ñores  y  las  yerbas, 
A  Si  mismo  reducirse  , 
llebalsarse  y  hacer  presa , 
Hasta  que  bal  lindóse  ya 
' á  poder  y  mas  ineru  , 


(km  mas  poder  v  i 
HeticA  lior  lo  n; 
tiurlandii  h  resisi 


a  resisiencia 

De  las  flores,  que  dotilaroo 
t.,s  cervii  i  su  solierbia; 
Para  descansar  contigo. 
Como  mi  amiga  y  mi  deuda , 
Quiero  decirte  la  causa 
One  me  aBlge  j  me  alormema ; 
Mas  no  sé  por  donde  empiece 
Atontarte  ni  iTisleu; 


elle  celos. 


n  que  pueda 


>él. 


Sm  que  yo.    _. 

Alajundro,  nuestro  dueño , 
liios  de  las  armas  y  letras , 
Da  por  mi  mal  en  mirarme , 

V  tan  constaaie  se  muestra. 
Que  disfaioret,  desdenes, 
Itigores.  iras,  ofensas. 

Ni  aun  desengaños,  no  bastan 
A  que  me  oltide  y  me  pierda ; 
Antes  con 'uno  tan  grande 
Como  fué  que  en  su  presencia 
Salió  rehoiado  Félix 
(Solo  i  ti  le  lo  dijera) 
A  estorbar  que  me  lomase 
Una  mano,  oe  manera 
Credo  su  amor,  que  en  el  punto 
üue  el  sol  entre  sombras  negras. 
En  los  campos  de  occidente 
Baha  las  doradas  trenzas. 
Hasta  que  en  bracos  del  alba 
Hedió  aormido  despierta, 
Las  guedejas  coronadas 
De  Jaimioes  y  azucenas. 
No  se  apaña  de  mí  calle. 
Si  tal  vez  la  noche  cierra , 

Y  yo  fuera  de  mi  casa 
Estoy,  rebozado  llega 


dia  y  de  noche. 
Va  por  amor,  ya  por  lema. 
Bebiendo  rayos ,  parece 
Girasol  de  ibi  belleza. 
¡Nal  baja  amor  que  intenta, 
TirstM  en  mi  poder,  gustos  por  fuerza ! 
Kélbi  con  esto  reiidiilo 
A  tan  grande  competencia , 


SI  bien  es  que  ni 

H¡  calle;  pero  ¿quién  dudí 

gnesolo  por  saber  sea 
n  qué  estado  eslin  sos  celoat 
Que  no  hay  nadie  que  no  quiera, 
A  costa  de  un  desenguE». 
No  hacer  mas  de  una  eiperieodt. 
Pero  no  ha  sido  posible. 
Estela ,  que  escuchar  quiera 
Satisfacción ;  que  en  un  hombre 
Con  celos,  es  cosa  nueva. 
Viendo  pues,  que  él  en  mi  casa 
No  quiere  entrar,  yo  quislen 
Ir  i  la  suya,  r  ~'" 
Dela  -      •   ^ 


Ya  ni 


inln 


r>  "".«íí 


rs'duáal 


II  ella. 


Porque  ya 

Sino  la  opinión  me  fuerza  ; 
Sabré  asi  en  qué  ban  de  panr 
Estos  celos,  estas  quejas, 

Y  hasia  qué  tanto  se  eiUeoden 
De  un  criado  las  linezas. 
Tendri  tin  mi  desengaSa 

O  tendri  fin  mi  sospeclia. 

Si  es  pOHJIile  que  tengan 

Fin  las  desdichas,  término  U*  penan. 

Para  aquesto  me  he  valido 

De  ti.  Oye  de  qué  manera 

Lo  dispongo.  Vo  salí 

De  mi  casa  descubierta , 

Como  ves,  con  mis  criados, 

Y  en  mi  coche.—  No  hay  que  temu.— 
Si  aliom.  mudando  vestido. 
Disfrazada  y  encubierta 

Vuelvo  i  salir  [que  ya  tengo 
De  aqi'esta  calle  i  la  vuelta 
Prevenido  en  qué  llegar 
Hasta  su  quinta;  que  en  ella         ' 
I  Vive  Félizj,  lo  que  th 
Has  de  hacer,  es  que  se  emienda 
Que  eütoy  contigo  :  de  suerte 
Que  mis  criados  no  sepan 
Oue  fallo  de  aqui,  supuesto 
(Jue  eslando  el  coche  i  la  puerta , 
Que  estoy  contigo  en  visita 
Se  presume;  y  cuando  vuein. 
Saliendo  como  me  entré , 
Se  desmiente  la  sospecha. 
Este  es  o Q cío  de  amiga, 

Y  de  amiga  lan  discreta  : 
Esto  se  ha  de  hacer  por  nU. 
A  tus  plantas  estov  puesta... 

Y  no  te  espantes  oe  verme 
Tan  restada  y  lan  resuelu ; 
Que  quien  amando  ao  hace 
Necedades  como  «tas. 
No  ama  ;  por  cuya  ocasión 
Dijo  de  amor  un  poeta. 
Que  amor  tir'ano  en 

bjscreía  necedad,  discredon  necb. 


Con  gran  atención  he  oido 
Tus  sentimientos,  j  lanío 
He  ba  suspeodido  tu  llanto. 
Tu  queja  me  ha  enternecido. 
Que  mil  veces  he  creído 
Qdb  b  ti  te  las  cuento  yo, 
y  el  alma  se  persuadiú 
A  que  eran  tus  penas  suyas; 
Has  supuesto  que  son  luyas. 
Poco  ó  nada  se  engañó. 
V  si  he  podido  tener 
Kn  senliniituio  tan  justo, 
Aurora  mía,  algún  gusto. 
Solo  lo  ha  iludid u  ser 
El  vemrte  hoy  i  valer 
De  mi  amistad  ,  porqne  asi 
He  estimado  qoe  de  mi 
Te  impares';  que  ya  deseo 
Qu  ese  amor  j  que  e«e  empico 
Se  hwre ;  m»,áMt  aqal  , 
Upt,z.d  .y  Google 


Ha  n  mudio  en  ana  tu  ■miou, 
A  un  Qdgih  te«t^, 
Vuelra  i  proceder  coatlgo 
DMenga&ailo  y  conatanLo. 
:  Plwie  á  Dioi  que  sea  butanta 
Tu  neu  ;  10  cuidado ! 
■fiae  una  vei  atrguiado 
[)e  aae  ■j\  Principe  aborrccei , 
Vuelva  una  ;  mucliss  vece* 
Has  Unoe  y  eu  amara  do! 
¡'•rquq  como  al  Un  lus  qacjai 
Vo  las  leoRO  üe  seolir, 
No  feo  la  Gora  de  saHr 
Deí  cuidado  éu  que  me  dejaa. 
V  ti  lu  amor  «cousejai 
i^nmíeo,  ua  punto  uo  esperes. 
Entra,  pnes  mudarle  quiereí : 
*   Poadréle  lan  ditTraiaila, 
Uae  acaso  i  do  cristal  mirada. 
Ano  Ui  no  lepas  quiéo  ere*. 


^  nae  agradeces  atl 
El  ayudar  lu  cállela  T 
■■oei  digo  qoe  me  detvela 
El  deseo  de  ampararte. 


Vame  parta 

£0  MtO. 

íYaiiit  Aurara  |r  Laura.) 

ESCENA  DL 

feSTELA,  JACINTA. 

Jadnta,  espera ; 
Que  nnqoe  de  paso ,  quitiera 


Todo  lo  al ,   ■ 
Y  ii  la  ocasioo  que  lieuea 
Para  quejarte,  pue*  Tiene* 
A  desengañarte  aal. 

UTEL&. 

Tode  (ja;  cielo*  1)  lopenU, 


Va  el  rigor 
De  mis  detdlclias ,  sunpeefao 
Que  uo  cabiendo  eu  el  pedio 
fterientau  con  el  dolor. 
V  si  da&os  cnrao  dalio* , 
Lot  mkM  he  de  apurar  : 
¡Vive  Uo*,  ^e  be  de  sauar 
A  cosU  de  deMngaílas!. 
Cana  cMaGoa  i  eogaños. 
La  eiperleada  ;no  eiweM 
Que  el  qoe  ai  n^  se  qoeír* 
Coaei TMgo lana  Ineop^ 


seonhego. 


rae*  Giirviinj«B  con  niegv 

Puesto  que  me  abrasa  jo. 
Oe  sa  boca  quiero  oir 

Pne*  jqaé  has  de  It 

La*  ropas  ne  be  de  poner 
(Joe  déte  Anrora,  t  ne  de  Ir 
(iOvéblea  dJlMa  i  morir t) 


AMIGO,  AMANTE  T  LEAL. 

Encubierta  y  disfrauda, 
Deso*  criados  guardada . 
Dentro  de  (u  mismo  cocIm, 
Al  paseo  aquesta  uoche  : 
V  «iiúDcei  desengaíiadi , 
Si  el  Principe  i  hablarme  [lesa 
Por  ella  ( ¡  ob  suerte  infclicel ;, 
Veri  qué  amores  la  dice. 
Con  qué  palabras  la  ruega , 
Si  se  Lurua  ó  si  se  dega. 

Vdeto  iqoéucarUI 

i  i  Qa¿  seda,  Jacinta,  eslit ! 
;  SI  este  desengaña  toco , 
;  Desengañarme,  no  e*  poco , 
'  Tabor  de  mis  celos. 


Rasu  boy,  aeSora ,  ol 
Tal  concepto. 

Pues  advierte  : 
Cn  tahnr  ^no  da  la  suerte , 
Aunque  sea  contra  slT 
Pues  la  dama  3  el  galán 

Cou  los  amores  asi, 

Suertes  ecbiodose  esUm, 

Qoe  arerlguan  sus  recelos : 

Con  las  lurajas  de  cekis 

Andando  la  suerte  rau. 

El  deseo  [Kico  cuerdo , 

Brujuleando  el  rigor. 

Va  |)reguiLl3iida  al  temor 

Si  ia  gano  ú  si  la  pierdo  : 

Yo  sin  lut  ]  sin  acuerdo, 

La  suerte  contraria  vi : 

Barajarla  pretendí; 

No  pude,  y  en  mal  tan  fuerte , 

Ya  es  Turzoso  andar  la  suerte , 

Aunque  sea  coaira  mi.  (Van 

Sato  «a  d  patatl»  M  Prioelp*. 


EL  PRINCIPE,  DON  ARIAS. 

B*to  qoe  mMkraaa  el  pecho. 
No  e*  potüt^oe  *e*  anor. 


Haya  I 


Mbecbol 


No  me  acMis^e* , 
Que  no  es  capai  mi  pMlon 
DeditcnnonirauM. 

1  Que  tanto  lierar  te  dejes 


—  qtw  me  abrata  el  pedio, 
No  ee  poHWe  qne  lea  avar- 
AmoT  et  dnlce  btlg* ; 


tpanoL „_. 

luego  bien.  Arias,  sospecho 
Qne  este  negó  M  ei  an" 
Sino  rabioso  dolor 
Dd  nkl  que  d  amor  me 
non  Jtaiu. 
La  re lArica  elocuente 


A  la  canta  por  sn  ehlo  : 
''  -jemplo  docta  fuente 

lama,  cuyo  cristal 

Oocios  bace;  y  bien  se  to 
Qoecllaladocunotui, 
Sino  el  electa:  y  si  e*  tal 
El  efecto  que  en  U  lia  becho 
Amar,  sintiendo  el  rigor ; 
üiego  viene  i  ser  amor 
"'  ~  que  te  abrasa  el  pecho. 

Annqne  snele  con  eteio 
La  retórica  lomar 
Proprtedad  para  explicar 
Con  elegancia  un  sujeto, 
También  vemos  que,  mudada 
Una  forma,  se  trocó 
El  nombre  con  que  nació : 
Pongo  el  ejemplo  en  tu  espada. 
Tierra  en  su  principio  t\i6  : 
Mira  ahora  i  cuínlo  errara 
Quien  hoy  tierra  la  llamara ! 
Luego  en  aqoesto  «e  ve 

?ne  si  mi  amor  en  rigor 
Ihrla  trocada  esii , 
Siendo  furia  y  rabia  ya. 
No  c*  poaible  que  sea  amor. 


Bieupodrii. 
Déjanos  solos. 
{Retírate  lentemenle  Don  Af  iot,  mUih 

tret  hablan  bajo  el  Prlocipt  y  íIms  . 

niíx.) 

DOH  «KUS.  fÁp.) 

jAy  cielos  I 
Viendo  un  claros  mis  celos, 
iDoé  tengo  que  esperar  masT 
Viendo  li  Príncipe  perdido, 
;  Qué  es  lo  qne  mi  amor  pncnraT 
iNo  es  el  porOar  locura. 
Soberbio  y  desvanecido. 
Contra  un  principe  y.seBor 
A  quien  tanta  lealtad  debot 
Si,  pero  fuer*  muy  nuevo 
Guardar  respetos  anmr. 
Cnanto  mas  enamorado 
El  e«t¿,  mas  me  disculpa, 
Pne*  la  causa  de  mi  calpa 
El  mismo  ha  esperimkcotado ; 

Ene  sucede  en  el  amor 
o  que  en  00  enfermo  inele. 
Que  nloRuno  del  se  duele. 
Si  no  sabe  su  dolor. 
V  asi,  en  su  rigor,  sospecho 
Que  halle  disculpa  mi  error, 
Este  rabioso  rigor 
Del  mal  que  el  amor  me  ha  bedw. 

iVew.) 

EMKIfAVL 

EL  PRINCIPE,  DON  PELIl. 

I  En  eau  de  Estela  fbé  ! 
•onrius. 


I  Hncbo  he  senlMo 

Qne  hano  I**  do*  coacunrMo 
|EoU*Iika,porq«i 

uigmzíídbvGoOglc 


ét 


Seria  ftcil  htbbr 
Lm  dM  de  mi  amor. 

Donrtui. 


&ledÍEgiUloT 

MlilUilK. 

Coa  Besa 

?ne  i  Estría  he  querido  bien, 
que  b  quiero  Umbien  ; 
Pero  no  c  a  lanío  eiceto 
Para  eltorbar  wu  recelos. 
Pero,  apurjilo  en  rigor, 
51  i  ia  DD3  tuve  amor, 
De  la  oira  tengo  celos. 
AlOn,  ¿t  sucau  rué? 

SI,  tefior;  pero(iur6 
Poco  la  lisiia.  Vo 
Ed  la  calle  la  esperé. 
Por  ver  ai  alguien  la  seguía , 
Cumpliendu  cao  «I  secreto 
De  su  guurila  ;  ;  en  efecto, 

De  la  minrr*  qne  entró. 
Sin  mirar  ni  descubrir 
El  rostro,  volvió  i  salir. 
Hiela  d  prado  el  coclie  ecbó 
Y'M'>«lpr*(lol»slBuiera, 
Si  jeodo  i  iiií,  DO  mirara 
Cuinlo  cuiuudo  causara 
V  cuánto  escíndalo  diera. 
Ella  esit  en  el  prado  ahora: 
Ho  leogo  qae  alisar  mas. 

!V  es  posible  que  jamas 
las  visto  en  ca«a  de  Aurora 
¡Dtrar  alguo  hombre? 

BOM   rÍLlI. 

^o. 
Desde  el  día  [Ap.  ¡  Af  de  mi  triste !  "i 
Qne  esta  comisión  me  dísie. 
No  he  bliado  un  punto  yo, 

M  de  Doche  ni  de  día ,  - 

De  la  calle,  {Ap.  \  Hal  resisto 

Mi  dolor?)  j  uuQca  he  visto 


COHEDUS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE 
I  Pues  i  no  basta  dar  la  rlda  , 
Cuando  t  mi  booor  ofredda 
I  Sufro  pena  tan  cruel  T 
'  ¡  A;  de  mi! 
<  rtAjars. 

i  Has,  Félix,  bailado 
r  Alguna  iudustrli  T 


Otra 


Tanto  que  leiigo  creído. 
Viéndome  i  mi  solo  eo  ella. 
Que  en  casa  de  Aurora  bella , 
Vo  seri»  el  escondido; 
Porque,  señor,  otro  bombré 
.NI  mira  el  balcoo ,  ai  pasa 
Loa  umbrales  de  su  casa. 

Fuerui  seri  que  me  asombre 
De  ver  con  cunto  secreto 
Este  galio  se  ocultó. 

Don  Fíin. 
Eüto  tolo  he  visto  JO. 

psIhcipi. 
Don  FéH>,  \A  eres  discreto. 
No  be  meoester  liceodoso 
Encarecer  neciameate 
Lo  que  un  d'endido  aieoie, 
Lo  que  padece  un  celoso. 
Yo  esto  j  jk  desesperado : 
Dame  miouo  con  que  pueda 
Virir  ;  tu  lagenio  conceda 
Este  alivio  1  mi  ouidado. 
Don  rtui.  {Ap.) 

tK  qué  mas  puede  llegar 
sta  celosa  violencia  , 
R<  JO  he  de  dar  la  sentencia 
Dcmimuerteí  ilfohedodar 
El  cuchillo  jr  el  cordel ) 


Se  Sor, 
4A  qué  se  eiiiende  u  amor! 

A  morir  desesperado, 
A  todo  Tácll  se  exiíende. 
Coo  poder  ó  con  vloleoda 
La  he  de  gotar  :  mi  impacieucia 
Morir  matando  pretenda. 

Pues  eotremo*  en  «a  casa 
Esta  noche,  y  Tuerta  en  ella 
A  Aurora  divina  'j  bella. 
paJiCiPC 
Aunque  mí  amor,  Félix,  pasa 
lie  las  limites  corteses, 
Coo  ooa  indusiria  quisiera 

?ue  suerte  j  no  fuena  hubiera, 
iM»  pedí  que  me  dictes. 

No  la  bailo. 

Pues  JO  si. 
Etcncba  la  mas  notable 
laduslria  gae  ingenio  bumono 
Dar  pudo  s  un  celoso  amante. 
Aurora  en  el  prado  esU 
A  estas  horas,  cuando  jace 
En  moou montos  de  nievo 
£1  sol,  que  es  hermosa  padre 
Del  día,  j  la  noche  triste 
üntre  sombriis  j  celajes 
Da  licencia  i  las  estrellas 
Para  que  alumbren  cobarde*. 
Si  tu,  dbtraiado  akora 
De  galas  j  vos ,  j  en  traje     , 
Humilde  (con  que  le  mudes 
Capa  j  sombrero  es  basluite). 
Te  llegases  i  so  coche, 
Yo  haré  de  suerte  que  tlcancet 
líl  abrasado  BobleTBO, 
Que  Faetoa  lograrB  en  Mde; 
Pues  haciendo  i  dos  criadus. 
Que  sobre  que  ande  ó  no  ande, 
Den  al  cocLero  ana  herida , 
Que  habrá  merecido  intes. 
Llegarás  i,  muy  buen  tiempo, 
Pues  con  la  lengua  j  el  trsle 
Te  podrís  introducir ; 
Que  00  es  objecioo  que  bace 
Al  caso  el  riesgo  \  qne  quien 
Ttn  bien  el  manejo  sabe 
De  los  caballos,  es  fueraa 
Que  esu  habilidad  alcanoe. 
Con  aquesta  índusirit,  Félix, 
Se  excusa  el  peligro  grave 
De  testigos  y  criados 
En  so  casa  j  en  la  calle. 
Tendri  disculpa  mi  aoMr. 
Teodrén  fln  tantos  petares. 
Tendría  Tenganta  mis  celos, 
V  lendri  vida  un  amante, 
non  rtui. 
Advierte,  teAor... 

núMiN. 
Don  Félix , 
Sí  qué  toa  eehw  no  sabes, 
No  me  acootejes. 

SONrtUK. 


LA  BARCA. 

SeKor,  y  poniue  ton  tale* 
Quiero  juntos  su*  efectos 
Ponértelot  hoy  defaoie. 
Aurora  es  noüe. 

pRÍKCín,  V 

Es  verdad. 

De  lo  mejor  es  so  saogre 
De  ItaUa. 

ralnciPC. 
También  lo  té. 
BDR  wtxa. ' 
Su  booor  es  incomparable. 

No  me  apures  deta  tuerte. 
Vo  he  de  seguir  mi  dietáaaca ; 

Y  asi  te  enoonüendo,  Félii , 
Que  no  disas  esto  1  nadie. 
Vu  voy  1  llamar  i  quien 
Esla  noche  te  acompaBe; 

Y  snpueslo  que  ha  de  ser. 
Bien  puedes,  Félix,  mudarle. 

¡Pluguiera  é  Dios  quepudiera! 

í  Qué  dices  T 

Que  de  mi  parte 
Yateri  cuanto  pndiero 
Por  servirte  y  por  mudarme. 
{Vete  el  PTbtdpe.) 

EMZifA  vn. 

DON  FÉLIX. 
;  Rabrlse  alguo  hombre  lislo 
En  confusión  semejante  T 
¡Yo  mismo,  ¡cielos!  jo  mismo 
HedeserUrcero  infame 

li  agraviuT  ;Habrlse  dicho 
Jamss  de  ningún  amante 
Que  haja  entregado  su  dama? 
No  es  posible,  no,  que  hallen 
Coosecueocias  tnis  desdicbas. 
Ni  mis  peoas  ejemplares. 
Viva  Aurora  Arme  y  noble. 
Huera  yo  leal  y  amante , 
Tríuore  el  Principe  dichoso; 
Que  adonde  tiven  iguales 
Amor  y  honor  (¡sy  deml!). 
El  homir  csll  delante. 
Amante  y  leal  nn  puedo 
Ser  1  un  tiempo ;  y  pues  son  tale* 
Mis  Torlunag,  cumpla  ahora  , 
Siendo  ejemplo  de  leales , 
Con  mi  obligación ;  que  yo , 
Cnaado  ts  beldad  agravie , 
Con  darme  después  la  muerte 
Cumpliré  cao  la  de  amante. 


Dos  caiSDOS.—  DON  FÉLIX. 

El  Príncipe  nos  envía , 
Don  Félix ,  1  acompañarte. 
Informado  de  lo  que  bss 
Debacer. 

Venid...  f.4p.  Y  maiadme. 
A  obedeoerie,  Alejandro, 
Voy,  en  ofensa  de  un  Ingrl. 
Perdona,  Aurora;  que  es  fuerza 
Aquesta  vei  agraviarte]         (Vtnu 


dbvGooglc 


Sih  (B  1)  qoial]  de  Dna  Ftlii. 

ESCEHAIX. 

AURORA  T  LAURA,  tapadas';  MECO. 

I><vi  Félii,  seUon  mía , 
Aliora  en  caía  oo  esiA , 
Ni  i  recogerse  teuilrá 
llasía  qae  se  pase  rí  día. 
hi  M  que  le  babetü  de  eiperir,  , 
Kn  cate  cuarlo  podréis 
lllrerliros,  pues  leueis 
l'iiiiuras  ea  que  eípacjir 

i  Vendrá  muy  tartlnT 

MECO. 

C-omo  uiia  danta  qnisiere , 

Porquieiivi.ej  por  quien  muere. 

Por  quien  hiela  y  por  quien  arde. 

Su  lieraiosura  adora  en  vano 

Quedando  en  su  voluntad 

Aquella  cirilidad 

Uel  ¡«Tro  del  hortelano : 

PueRsin  pretender  ja  mu 

Favores  detii  m^jer, 

Se  conienia  con  s^ber 

En  lo  que  entiende,  j  no  mai. 

Pue«  dése  exiremo ;  qué  ha  tldn 
tacauul 

■Bco. 
Un  competidor. 
Que  e>  el  padre  cuperior ; 

Y  anda  el  pobre  Un  perdida 
De  celo»,  que  si  veni» 

A  hablarle  en  cosai  de  amoiei, 
Serin  mu;  necios  errores; 
Que  vive  el  triste  Amidia 
En  Níquel  di terUdo 
Tanto,  que  el  dii  de  aver. 
Acabado  d«  comer. 
Preguntó  si  babia  comido. 
Yo  *  ver  sf  era  burla  pruebo, 
Reipond leudóle  que  no ; 
y  él  la  comida  pidió, 

Y  ToMó  1  comer  de  nuevo. 

ADRO HA. 

Notable  Qoeía  tve. 

Fineus  desta  manera, 

_  Vo  t«mbien  me  las  hiciera 

Cada  día,  en  baena  fe. 

ADROkl. 

Yicúmonoestiiscooél 
En  esas  andauas  voiT 
■>co. 
DltidiótnailMdM 
derla  desdicha  cruel. 
Aqal  paso  en  escribir 


Has  no  lo  quiero  decir. 

{Y  de  qué  escribís? 

„,  .  Es  vario 

Ki  discurso  :  haciendo  voj, 
ConM  lolilario  etiqr. 


AMIGO,  AMAírTE  T  LEAL. 
Del  pljaro  solitario 
Vn  enigma  «d  dispárales, 

?ue  aun  jo  i  enieader  no  rae  obligoj 
asi,  en  el  prólogo  digo 
Desta  suerte  ;  <  No  te  nales 
Si  DO  entiendes,  lector  pió, 
Esio  que  fueres  leyendo. 
Que  yo  tampoco  lo  eniienüo , 

Y  tonos  diceu  que  es  niio'. 
Mas  ya  que  cuenta  os  he  dado 
De  mi  vida,  ino  diréis 
Quién  Bols  ;  qué  preténdela 

A  eipeosas  de  lo  lapadoT 
iComoqué  me  soisi  i  Busconas 
Que  i  hacer  eusite  vwls 
A  pocos  maravedís , 
O  cosarias  lomajonasT 
>Hay  marido  pr«so?  Hay  mailre 
En  cama?  iltorais  piedad 
P.ira  una  necesidad 
De  un  honrado  viejo.padreT 
íQué  tramoya  casa  aánlT 
Que  »1  cazáis  con  reclamo , 
^a  hav  que  esperar  i  mi  amo  : 
Hablad  conmigo ;  que  i  mi 
Podréis  convenir  mejor , 
Porque  por  poco  que  os  dé, 
A  lo  menos  os  daré 
Mucho  mas  que  mi  señor. 
;Qué  pedís  T 

Solo  que  vea 
Si  viene ,  porque  es  muy  tarde , 

Y  no  es  po&ible  que  aguarde. 


eKrilorio  á  la  muga. 
aoioK*.  (Ap.  á  ella.) 
Bien  nos  traía ,  Laura. 

UDIU. 

Vengarte  de  todo! 


SI. 
Descúbrete  pues. 

iáqnl? 

LAURA. 

Luego  ha  de  saber  quién  eres 
""1  esto  divertiros 
esperar  el  eofado. 

Pues ,  damas  de  lo  buscado , 
¡Piensan  que  no  entiendo  mas 
Por  ver  i  la  nua  doy 
Dos  reales. 

i.AiaA.  a 


Vetos  iqul,  que  por  et 
No  he  de  malparir. 


Cocbe  á  la  pueruba  parado. 


Esconderte  ;no  es  nteJorT 

aniiu. 
Dices  bien. 

Pues  aqal  puedes , 
Sefiora ,  en  aquesta  cuadra. 
Eutra  Aresto ,  que  ya  llegan , 
Y  JO  diré  que  le  aguardan. 

íEietndétue  toa  dot.) 


DON  FÉLIX,  Mitídú  de  cochera ,  gue 
trae  ietmatiaia  en  lót  bratoi  á  ES- 
TELA. -  «ECO;  AURORA  »  Uü- 
ftA ,  etuita*. 

Mtm  rtui.  (Senttitie  i  Stleh  e» 
una  tíUa.) . 
Va  podéis  resUtnlr 
Alasmejilbrlagrana, 
A  la  frente  nieve  y  rosa , 
A  loa  ialiios  sangre  y  nácar. 
Mas  DO  restituyáis,  no. 
Colores  tan  malogradas , 
Que  perdidas  se  estarla 
Para  otro  susto  que  os  lUU. 

iVftlgamsddelo! 

SeBor, 
1  Qué  traje  es  este  j  qn^  carga 

Fortunas  mías 
Son.  Salte  allí  fnera  j  guarda 
Esas  puertas. 

■itao. 
Sabeintn... 
■MN  rtui. 
No  tengo  que  saber  nada. 

MECO. 

Mira  qn4... 

No  me  r^llque*. 

■ECO. 

Estt... 

MnriLix. 
No  digas  palabra. 
Que  DO  sabes  cómo  vengo. 

Importa  decir... 

donMlh. 
¿Que  aun  haUasT 

Bas  de  oírme. 

PonrtLix. 

¡VivelHoB, 
De  darte  mil  pufialadas ! 

No  me  des  de  cumplimiento; 
Que  para  mi,  menos  bsstan. 
Ha*  sin  hablar,  va  por  seBas. 

DORntLII. 

;Ahora  es  tiempo  de  gracias? 
-  Viva  Dios,  qne  be  de  matarte ! 

U,n.,zod.yC-.OOgl" 


COMEDUS  DB  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  U  BARCA. 


Donrius. 

Talüitof, 
Que  i  nf  nlfino  me  matara. 

iVauHeet.) 


«CRoai.  (4p.it  «Jto.) 
Laura,  iqaéeietto  que  *eoT  ' 
Vélíx  con  dlsTracn  auda, 

V  trae  ana  dama  en  braxos, 
i  A  esto  be  vettjüo  i  su  casa  t 

Mit  riiu. 
Ya  bttin  podréis  descubriros, 
Uue  la  puerta  está  cerrada. 
Pero  no,  oo  os  descubráis. 
Que  para  decir  mis  ansias 

V  para  esL-ucliar  lu  vuestras , 
Mejor  euaréis  tapada ; 
Ifue  en  efeoio,  la  verguea» 
Ki  se  turba  ai  embaraza , 

V  ellas  son  muctias ,  señora , 
Para  dicbas  cara  ü  cara. 

iVROi*.  (4p.  á  ella.) 
Laura ,  i  esto  he  venido  i  vert 

fiefiora ,  Oje ,  mira  j  calla. 

DON  rtux. 
Sien  habréis  pensado ,  Ingrato 
UueSo  de  roi  lida  y  alma , 

Sne  el  baber  lirgado  aqoi . 
a  sido  solo  por  causa 
De  la  indAmUa  soberbia , 
Üe  la  Togosa  arrogancii 
De  lo*  bmtos ,  que  corriendo 
Por  las  ftniles  campañas 
Del  ettio,  presmoieroo 
fiue  en  carro  tiiuiilíil  tiraban 
A  la  diosa  de  sus  flort's , 
Pues  con  desprecios  del  alba , 
Le  deliieroD  i  sus  tiuellai 
Mas  rosas  que  en  las  monuHas, 
Para  lof;rarse  rubíes. 
Se  muñeron  estnemijas: 
Cues  LIO  ba  sido  sino  iutiuiiKa 
Celosa  j  desesperada 
Vt  un  amante,  que  fia  querido 
Lograr  hoy  con  esta  ira^a 
1'an  súbitas  posesiones , 
(jue  aun  no  fueron  espcrauxas. 
No  puedo  pasar  de  aijol , 
PoTijue  un  nudo  en  la  gantanU 
l't'iiKO,  un  puñal  en  el  pecho, 
Y  un  ispid  en  lai  entrañas. 

«DiioM.  (Ap.  d  eih.) 
¿Has  nido,  Laura,  <[U';  es 
Industria ,  cautela  j  ine» 
íl  Uiiherla  ai[ul  truido 
Don  t'éiit  para  Toi'zarla! 

Disimula. 

Mal  podré. 

ÍSKt*.  Mp.J 

Dudosa  esto)  j  turbada. 

¿Qué  liaré?  que  el  nombre  de  Aurora 

Me  ba  pegado  sus  desgracias. 


Para  reiph-ar  de  nuevo 
Coando  el  alieolo  le  Taita , 
J  Pnei  yo  asi 


0«  debo,  i  dal  haya 

Quien  m  lirme  amor  aparta! 

Laura ,  muerta  soy. 

LioftA.  (Ap.  i  Attrara.) 
Se&ora, 
i  Qué  bacesT 

1  Qué  quiere*  que  baga 
En  su  casa?  Desatinos, 
Como  él  los  hizo  en  mi  casa. 
No  tengo  de  ser  mas  cuerda. 

Espera,  i  ver  en  qut  para. 

Siempre  va  A  mas  la  desdicha. 

Y  asi  es  mejor  atajarla. 

MS  rtLII. 

No  podréis  de  mi  quejaros 
J)ue  no  miré  vuestra  fama , 
Que  no  adoré  vuestro  bi>iior , 
(Jue  no  idolatré  la  causa. 
Sabe  amor,  y  voi  sabéis, 
Que  os  amo  de  suerte  el  alma , 
Oue  olvidada  de  si  misma, 
Vivia  en  vos,  y  en  mi  animaba. 
Tesligoesel  cielo  desio; 

V  si  sus  estrellas  hablan. 

Ya  que  sou  lenguas  de  luego 
i^ou  voz,  con  aliento  y  alma, 
Digan  si  mi  Te  y  mi  amor 
(is  verdad. 

jtoKOHA.  (Dentrv.) 

Verdad  et  clara, 

CSTEU.  {Ap.) 

De  Aurora  e«  aquesta  voi. 

De  Kélix  es  esta  casa : 

Ahora  sé  dónde  estoy. 
¡  \,SaU  Aurora. ) 

j  adnoha. 

¡  ;Qaé  le  admira?  Qué  te  espanta  • 

j  Lo  que  veo  y  lo  que  escucho , 

I  Pues  en  tan  breve  distancia 

'  l^siny  hahiaudo  aqui  al  cuprno 
lie  la  voz  que  allí  me  habla. 

I  Aqui  lo  que  adoro  veo , 
Por  señas  de  talle  y  gula  : 
Desengañadme  por  Dios 
(Culi  es  Forma  ó  cuil  fautasma* 
Cuál  es  cnerpo  Ó  cual  es  sombra  T 
Cuál  es  vida  ó  culi  es  aima! 
Cuil  es  ta  copia  de  cnil  ? 

¡Masnr  '-  -■ '     - 


No 


o  1  descubrirme. 
I,  quien  se  can 


I  Pues  en  Ambas  lo  sei^is. 
Para  que  yo  os  pierda  k  entrambas; 
Pues  auuuue  me  quede  1  mi 
iriginal  que  amaba, 


Aurora ,  y  satisraciera 

A  tu  duda ,  se  qoedam 

Bu  pié  la  duda;  y  asi, 

Vo  que  puedo,  en  penas  tantas. 

Satisfacer  i  los  dos. 

Quiero  reFpondrr  i  entrambas, 

Lstela  soy :  como  amiga 


Cnaidé  1  Anron  la*  etpildM, 
Para  que  a  verte  viniese  : 
Si  aqui  la  ves,  esto  bsiU. 
C>¡B  SU  vestido ,  eo  so  eodie , 
Eiicobifria  y  diifíazaila. 
Quise  averiniar  los  celos 
Con  que  r\  Printíp*  me  agravia. 
Si  iúdi«rra7ado,Kélii, 
Has  pretendido  robarla, 
Hai  cuenta  que  la  robaste, 
Pue«  la  tienes  en  ta  casa, 
V  quedad  los  dos  con  Dios; 
Que  auol  no  hay  perdhlo  nada, 
Suo  el  susto  que  os  he  dado. 
Mas  por  el  susto  se  vaya 
El  que  me  disteis ;  que  atl 
Susto  con  susto  se  paga. 

El  mió ,  Estela ,  te  perdono 


Pues  ¿qué  me  qoieresf 

Deja,  Félix,  que  se  vaya  : 
Quedemos  solos  los  dos, 
Hue  tenemos  cueutaslaigas 
íue  averiguar. 

No  es  posible 
0«]arla  fr. 

í  De  darme  tratas 
A  entender  que  no  quisiste 
Traerme  i  mi ,  pues  te  embaran 
El  veroA '. 

Aml¿quémequiei«. 
Pues  quedas  con  lo  que  amasT 

Esperad,  que  mis  desdichas 
Víboras  m^ron  pisadas. 
(J;i.tt}uéhedehacer(¡vÍlgaDiee1(ltl<>'l 
ri'rc;ido  (le  dudas  lautas , 


':  Proposiciones 


ESCENA  Xn. 

.  DON  ARIAS.  —  ESTEU.  AUROU 
DON  FÉLIX. 
DOR  AiiAS.  {Üentrt) 
Abre,  Félix  ,  esta  puerta, 
pon  rtut. 
Esto  solo  me  Taltaba. 
,  (j4p.  Ya  hay  aqui  otra  duda  m»] 
Taploa ,  qiü  ya  es  fueru  que  abn. 
(SaU  Den  Arfat.) 

DON  ABIAS. 

.  Amigo,  si  la  amblad 
i  Es  deidad  á  cuyas  aras 
'  Altares  erige  é\  tiempo, 
:  Templos  el  mundo  consagra... 

Tiempo  el  de  atajar  discureos... 

V  pues  presante  se  halla 

Aurora ,  ja  habrás  sabido 

De  su  boca  su  desgracia 

i)  su  dicha,  pues  los  lirnlns, 

Que  tan  veloces  Krabau 

A  la  exhalación  los  rayos. 


eyCOOglC 


T I  lot  céfiroi  m  >lai , 
Haciendo  icaio  ai»  cutau , 
Salilenilo  (|u«  malogralian 
La  hermosura,  no  se  díeroa 
Al  nHinamtnto  del  at:u>. 
Si  eslo  bas  uhido,  «iliríií, 

8 lie  uarríó  la  vot  en  Purma 
i'l  lii-siterio  j  la  p)eibd, 
Y  saliieiido  que  at|ai  csluba , 
Hiio  el  Priiiciiie  lineza 
De  reñir  lioj  i  tiuscuvla. 
U'jonie  al  partir  :  •■■>!  Ü  Aurora 
Uúii  Félix  tiene  en  sa  cau, 
O  pnr  amor  ó  por  fuema 
"~  ■'- ' — ir  dioii 


He  de  lograr  diolia  la 
Yoei         - 


AWGO,  AHANTB  T  LEAL. 
FaeM  mayor  la  desgracia. 
Pero  DO  ha  sido  laii  poca 
Que  el  sasto,  señor,  no  baja 
liaba  lio  al  rostro  el  color 
Y  los  sentidos  al  alma. 

.  Aurora;  qaeju  Alte» 

liiTiicia  (|ue  i«  vavM ; 

í  en  los  priiiciiies  es  timbre 

corteses  con  bsdamA.  ^ 
ralrictPE. 


Idc< 


Ke  be  adelanljido  i  (lecirle 
Otie  i  lis  mujeres  ampara 
Su  nobleza ,  su  opiíiioo , 
So  puiMiooor  j  su  rima. 

Calla,  no  me  encalles  tanto 
Esta  detbtWB,  Don  Arias; 
Oue  mas  que  lú  la  deseo. 
Aquí  dentro  Aurora  se  brilla ; 
Uas  DO  me  mandes  que  }o 
La  ocal  le. 

Puestbireura* 
En  aadK  para  übrarmeT 

4ASI  mi  amistad  agraviase 


1  Estela !  iaqniesiabasi 
Perdona  si  rppeti 
Segunda  \t7.  tus  Desgracias. 
|Como  has  venido  basta  aqpit 

Es  cuento  largo,  Don  Arlas, 
Y  sera  dicha  de  lodos. 
Pues  JO  tengo  de  dar  traia- 
Con  que  Aurora  tenga  honor, 
Don  Félix  della  la  palma. 
Arias  consiga  su  iiilealo, 
To  esté  tamuien  disculpada. 
D«  estar  aqiti- 

DON  áBIÁB. 

Yo  me  toy.    (OttlUtt.) 
tnoai. 
Uucho  emprendes,  mucho  insai 

í  Cómo  ha  d«  »er1 


Ha;  claro  j  ttcti,  aguarda, 

KSCEXA  xm. 

EL  PRINCIPE.  -  Dichos, 

El  deseo ,  bella  Aurora , 

De  Tuestn  salud  (Ap.  Helad*  jH 

Tengo  la  roí.)  me  lia  traido     ^ 


Queso  coche  se  dispara, 
Andaba  en  el  prado  JO, 
Y  la  srguf  con  mil  ansias 
Del  svcesoi  qoe  temimos 


llaeía  obligada, 

ue  robéis  olm  vez. 

Que  70  me  vendré  de  g''*^) 

rabcin.  (i4p.  d  n.) 

Félix ,  ifaa  entendida  Estela 

" (iié  hKlastria!   . 

¿Asi  agravias 
Quien  te  siríeT  No,  señor. 
Lo  que  demiparte^laba, 
Ya  lo  cumplí. 

KbctM. 
Bienie  vA 
Tn  l< 


I  Dios. 


H»  pode  en  ella  lograr. 

Paes  ia  suerte  barijú 

fcl  Principe,  quiero  yo 

ICu  este  campo  acabar 

De  vivirá  de  morir; 

Pues  ei  consuelo  del  dailo 

He  ha  de  dar  el  desengaño. 

Don  Félix  110  quiere  ir 

A  mi  casa ;  yo  no  quiero 

Irilasuja  :  ;  asi. 

Aquel  papel  le  escriM , 

Diciendo  que  aquí  le  espero ; 

Si  bien  no  puede  satier 

Quien  le  espera  :  esto  lo  sltnna. 

Ir  de  otra  letra  y  sin  Hrma; 

Porque  tie  llegado  i  temer 

"'le  si  supiera  que  yo 
ly^uien  en  el  campo  espera, 
)rlo  mismo  no  vhiiera. 


-.  él ,  seSora,  pretendió 
Llevarle  A  su  casa,  <U, 

tumo  ferte  no  ha  querido 
ni»  tuya? 

No  be  enieadido 
Jamas  eso.  Pero  alU 
Viene ,  tipate. 


Donrtux. 
Fué  mala  traía 
Acción  tan  escandalosa 
V  pública. 

Pues  buscarla, 
Pan  otra  vei  mas  secreta. 

DOH  Hux. 
Como  1  la  esclavo  me  manda. 

rafnciFi. 
Como  1  tu  señor  me  pide ; 
Que  esta  ocasión  et  tograrla 

0  el  perderla,  110  es  Jefecta 
Tuyo ,  porque  siempre  el  alma 
Queda  obligada  i  la  deuda,       {y«*'-] 

{ SaU  Don  Aria*  ie  átmdt  u  teultó.) 

Bon  1111*1. 
Pues  ya  mi  temor  se  acaba. 
Bien  podré  del  liosiwdaje 
De  Aurora  daros  tas  gracias. 

1  Dónde  pudiera  parar, 

Félix.,  SIDO  en  vuestra  casa*      {Vué.) 

DON  ríux. 
De  buena  inda  mi  fortuna. 
Cuando  Imaginé  que  estaban 
En  ella  ocasión  perdidos 
Amigo.seBor  y  dama. 
Amigo,  dama  y  seQor 
Todos  me  dan  aNbanza 

y  leal. 

o  basta. 


JORNADA  TERCERA. 

ESCEKA    PRIHEBA. 

AURORA  T  LAURA,  »»  manlu. 


nm  rtui. 
{Ut.)  En  la  ftiita» 
De  Miraítor  di  etpero, 
üauit  lote  hablam  quttr». 
Bl  puesto  es  este :  la  geuta 
Que  le  ocupa,  no  seri 
La  qae  me  ba  llamada  asi. 
QuitLTO  ver  si  per  alU 
Alguien  retirado  esü. 

El  se  voelte. 

ADROsa. 

I  Ab  caballera  I 

DOR  tÍLlX. 

Perdonadme, .porque  voy 
Buscando.,. 

Auaoa*.  {OitaAriinittt.) 
ik  quién  T  que  yo  soy 
La  que  en  el  campo  os  espero. 

Bien  k  creeros  me  obligo; 

fuer»  (si,  por  Dios) 
Que  os  hallase,  Aarora,  i  vos. 
Cuando  busco  i  mi  enemigo. 
Has  mirad  que  no  cumplís 
Con  ta  obligación  de  noDle, 

Y  que  ha  sido  trato  doble , 
Cuando  i  campaña  salís 

A  iriuobr  de  mis  despojos. 
Salir  tau  aventajada, 

?ue  traigáis  en  — "■-' 
or  valientes  vi 
Tened  su  rigor ,  os  ruego , 

Y  no  os  valgáis  de  esos  bríos; 
Que  están  eu  los  desaliOB 
Prohibidas  armas  de  fuego. 

No  me  hagáis  tantos  favores, 
Porque  solo  es  la  Iralcion 
I  Ofender  con  la  Intención. 
Diciendo  ia  lengua  amores. 
I  Aquí  01  ti«  querido  hablar , 

'  ~ -      -  -  lo  que  nasa, 

it  «-- 


:n  eml^scada 


I  Vos  tuit 


dbvGooglc 


•m 

V  «n  U  taetira  sor  ]">  a'ar. 

V  iKirtiae  Mléii  sitisfedio 
Que  lio  bay  (tüíCíod  que  lirnier. 
Lo  primero  que  be  de  hacer, 
Gs  ducubriro*  «I  peebo. 
KKucliail.  Yo  M  lie  i|ueríüo , 
tUimo  vM  misinu  ial>fis, 
Ki  mis  llneiiis  no  halieis, 
Por  luius,  dallo  ul  oliiclu. 

Knperail  :  m  bay  para  quí 
Repeiirlus,  porque  íuer4 
Sacaros  niu]r  verdadera , 

Eicuchin(J6i  lo  qae  aé. 

V  pues  de  mi  presumía 
Óae  os  lie  oliidado,  ue  nuevo 
Vuelto  i  couresar  que  o*  debo 
Las  Uiieíai  que  decís. 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN 
•    '  A  TUestroi  pies  esto;  poesía , 

Y  asi ,  ampararme  es  lionor. 

Si  de  aFeclos  tau  deioudo 

He  dejas,  do  mas,  Aurora , 

Que  Félix  Colona  ahora 

Te  ha  de  aconsejar.  No  dudo 

Que  es  el  rediedio  mejor. 

Mientras  esta  furia  pasa , 

Ausentarle  de  tu  casa. 

La  ausencia  es  muerte  de  amor 

Lai  llamas,  cenizas  Trias, 

Coa  su  olvido  desvanece ; 

Y  asi,  Aqrora,  me  parece 
Que  te  ausentes  unos  dias. 

aqoese  amante  que  quieres 


DE  LA  BARCA. 


jEsodiceil 


Lo  qoe  VM  I 
Tener  dos  et 


No  es  disoal|>a  esa  bastante. 
No ;  que  hasta  boj  niiigDD  amante 
Dejó  «I  oampo  i  sus  lemoret. 
Bo:i  rÍLii. 


í  Cómo  asi  T 
DOM  ríLii. 
Para  criado  naci 

Y  amigo:  claro  se  Te 

Que  es  houor  el  que  me  obligi. 

Ese  es  un  segundo  error. 
Que  Laínpoco  haj  lej  de  honor 
Uue  disponga  ui  qne  diga 
Que  dehe  un  tanniWe  dejar 
Su  dama  por  otro  hombre , 
Amigo  á  señor  s<'  nombre; 
Que  aun  a1t|  el  disimular, 
jj;>Jer3  y  ruindad  se  llama: 

Y  bien  se  pOttri  rreeí 


Y  cuando  leyes  de  honor 
Ubllgaii  i  suspenderos, 

•Depongo  A  parte  mi  amor. 
i:on  lo  que  os  eslimo  j  quiero, 
^i  os  cmiven/o  id  os  oUl^n , 
j>on|ue  lioy ,  Don  Kótix ,  conmigo 
No  sois  mas  igne  un  ealúltero. 
Como  inl,  vengo  it  pouep 
Er  vuestras  manos  mi  tama 

V  boiior  :  no  so}  vuestra  dama. 
No  soy  mas  que  oDi  mnjer. 
Como  tal ,  vengo  i  pediros. 
Pues  es  fuerea  srr  cortés. 
Humillada  i  vuestros  plél. 
Con  ligrimas  y  suitoirní, 

Que  me  amjiarels  de  nn  tirano , 
De  UQ  poderoso ,  que  Intenta 
Mi  deshonor  j  mi  afrenta. 

El  ileseiigsño  del  hombi-e 
Que  quiero  saiisracer , 
1*ori|ue  de  ser  su  mujer 
Nada  08  espante  ni  asombre. 
&i  el  lionor  vence  al  amor , 
Acciuii  generosa  es  esia  : 


\  Satisfacer j  ii»  ¡k 
'.  Con  olra  fllKs  t 
'  Con  esta  A  todas  pretieres , 
Vete  i  tu  hacienda,  falil 


Asi  lo  haré;  pero  adrierle 
Que  quien  un  consejo  da, 
Tambieo  obligado  está 
A  ampararle. 

^De  qué  suerte' 

Tú  has  de  venirte  conmigo 
Hasta  dejarme  en  seguro. 

ota  rtui. 
Obedecerte  procuro  ¡ 

Sue  le  pondré  en  salvo,  digo ; 
ue  si  jo  en  desdicha  tal, 
Como  otro  te  ha  de  valer. 
Ni  amigo  dejo  de  ser , 
Ni  dejo  de  ser  leal. 

Pues  esta  troche  saldré. 
Fiada  en  su  sombra  iriste , 
Si  en  esta  ausencia  cousíste 
El  secreto. 

Yo  estaré 
Va  de  un  rocín  prevenido 
V  Meco  la  sena  bari , 
Pues  por  lo  menos  seri 
Helios  que  jo  conocido. 


1  has  reparado 


Quien  sepa  to  que  son  celos ; 
Que  si  uno  es  mal ,  otro  es  mué 

jCuinlo  mejor  es  morir 
Que  padecer  ;  seotir? 

Uno  y  oiro  es  trance  fuerte. 
Pero  mejor  seri  estar 
Un  hombre  ausente  j  querido. 
Que  presente  aborritcido. 
DonriLii. 
Hucho  me  día  que  dudar. 
Porque  como  jo  te  vea . 
Has  que  aborrecido  eaté. 


I 


DON  FtLIX. 

I  Si,  porqué 

No  baj  rigor  que  rigor  sea , 

:  Viéndose  :  el  ver  alborota; 
Que  aunque  haja  quien  se  acuerde 
Uel  que  eslá  ausente ,  en  Gn ,  pierde 

'  Lo  que  el  ofeadído  goza. 

Pues ,  Pélii ,  si  tus  desvelos 
Pruebas  ueriamen le  asi, 
Aiuénlate  Antes  de  mi 
Que  imagines  darme  celos; 
Que  aun  el  miedo  no  he  perdido 
Desde  aquella  noche  iriSte 
Que  (mores  i  otra  dijiste. 

DOH  fiux. 
A  Ü  fué,  porque  atrevido 
Ni  el  labio  los  pronuncian , 
Ni  la  lengua  los  dijera 
A  quien  lu  sombra  do  fuert. 

Nunca  de  una  duda  clara 
Sali. 

Bos  rÍLH. 
Pues  1  sabes  por  qtié 
Ei  despeüo  p  reten  di 
Del  coche!  Fué  porque  asi 
De  un  peligro  le  saqué. 
Tarde  es ,  y  pues  gue  1  los  do* 
Amenaia  mal  un  tuerte, 
Qniero  eusayanne  i  Qo  verte. 
Adiós.  Voy  perdido. 

Adiós.      {VaoM-t 

Calle.— EsdewMka. 


EL  PRINCIPE, donarías, 


'  Bnena  noche. 

i  Min  AHAS. 

EilT«mada; 
I  Qoe  del  »Qr  la  mlqalna  estrellada 
;  Aun  tiene  el  sol  penlido 
i  En  ilomos  de  luces  dividido  ¡ 
i  Pues  en  su  esfera  bella 
I  Uq  cadiTcr  del  sol  es  cada  estrella. 
i  raliKint. 

Dices  bien,  j  ha  quedado 
;  En  monumento  asot  depositado , 
.  Cuando  su  ardiente  llama 
I  En  ceiiiías  se  siembra  y  se  derrama . 
'  Convirtiéndose  en  ellas ; 
I  Que  cenlus  del  sol  son  lu  estrellas. 

i  DOH  AMUS. 

Para  que  en  lodo  set 
'  Hoy  discreta  la  nocbe,  porque  es  fea, 
'  No  ha  salido  la  luna, 
'  Trémula,  maiiciosa.j  importuna. 

Ddíihie  los  dos  solo; 

Que  si  en  ausencia  del  dorado  Apolo 

A  salir  no  se  atreve. 

Fluctuando  rajos  de  cristal  j  nieve ; 

Biea  puedo  asegurarme 

ttMne  no  mu  conoican...  Y  qnedamM 

Mb  me  importa. 

DONiaiis. 
Advierte... 


dbvGooglc 


r*l:icipi. 
Ku  tengo  qne  iitterUr. 

Obedecerte 
Es  fueRi;  pero  mira... 

pnbcirt. 
Va  lu  porfía  j  tu  razón  me  ■dnlri. 
Ño  lie  de  ir  acompañailo 
Üoude  voj.  jQuierct  mis?  1 

non  iRUs.  (Ap.  reUrindoie.)  ¡ 

i Ay desdichado!  ' 
El  Principe  tan  cerca  (¡ly  h.feliee!)     | 
De  ta  caaa  de  Aurora,  ¡solo,  dice, 
Uue  quedar  qurerel  iCielosl  ' 

Siii  duda  que  rendida  ' 

La  presuncioa,  la  vanidad  veocida,       I 
Hoy  al  Principe  eipera,  j  porqoe  vea  , 

Sue  lodo  verdad  aea ,  (iilaa !) ' 

o  hay  masqaever  (¡oh  injustas  lira- 
Que  ler  que  son  desdichas,  y  son  mías. 
(Va»e.) 

rKÍKCWt. 


AMICO,  AMANTE  Y  LEAL. 
I  Sio  que  se  pierda  i  la  leallad  el  miedo, 
'  M  i  la  amistad  profane  su  liecoro. 
{Hace  Mee»  Ja«eria.) 
Mincipi.  (Ap.) 
Va  de  mis  celos  li  octsiou  oo  ignoro : 
Ya  logré  mi  deseo , 
Puts  cu  la  reja  haciendo  sefias  veo 
'  Un  hombre,  y  lian  abierto  la  veutuna. 

\  ESCENA  V. 

!     LAUnA,  d  la  ventana.  —  Dichos. 


ne  que  la  espero ;  y  en  fe 
De  que  yo  en  la  MÍle  estoy, 
B»jari  :  «qué  puedo  hacer? 
Que  si  el  Principe  esli  en  elli , 
VA  fueraa  que  bable  con  él , 
Y  no  connugo.  Has  jo , 
Haciendo  del  ladrón  Gel , 
Le  sacara  de  la  calle. 
Amor  la  industria  me  dé.) 
Caballero  reboiado. 
El  honor  de  una  mujer 
Que  vive  en  aque&ia  calle , 
He  obliga  a  ser  descortés  : 
Qne  os  saque  drlla  es  forzoso , 
i  Porque  me  imiiorla  saber 
:Oui¿nsoI-  --  - 


^  Si ,  JO  »0j. 
(ReUrüe  ¿<iiira  áe  la  ventana.) 

Kii  ba  sidu  tí 
Mi  diligencia. 


Una  rt 


<n  espera. 


Sí 


[Qu¿iaM»  d  un  ¡aio.)    ^^^^uogo,  vive  Dioi ,  de 


conoceros. 
■ECO.  ÍBugead».) 
CoDoica  enhorabuena. 


I  mbcira. 

jjEB  Don  Félis* 
I  D01  ríLti. 

a '  SLiQuiénes! 

,  pRiücipe. 

Yo  soy. 

DO:(  TÍUI. 

I  ;SeIlor1  ^Vuestra  Alteza 

„„  .     !  Desta  suene  I  iPuw  i  qué 

??  ¿Í¿  1  '  Viene  asi ,  tenieii.lo  yo 
.'í.  *í?_  J    La  comisión  do  wher 

Ik>  que  pasa  en  esta  calle  T 
Poco  le  debe  ^  ia  fe 
De  mi  lealtad ,  pues  de  mi 
UescoQfia. 

mlitciFi. 


Hoy  será  en  vano 
Apelar  de  mi  espada  y  de  mi  mano , 
A  vuestros  pies  y  i  vuestra  lijereía. 

nos  FilLin,  <.Ap.)      LAIleza. 
¡Válgame  Diosliqué  haré?  que  este  es  su 

■■co.  (Ap.) 
Ya  yo  le  he  conocido. 
Couliero  ,  i  voces,  como  iglesia,  pido. 
ninciPK. 
saber  espero. 


DON  FEUX.  HECO.— EL  PRINCIPE. ! 

Xoo  aqueste  sereno. 

De  hilas,  tremenUua  y  trapos  lleno. 

Me  sacas  de  la  camaT 

Esta,  señor,  sajona  acción  m  llama. 

Puesteo  bastaba  herirme 

Sin  qué  iil  para  qué ,  siuo  pedirme 

Que  ahora  me  lévame? 

Heco,  iquién  1  enfrenar  seri  bastante    n,,¡A„ 
La  c6leM  furiosa                                       ^"'^ 
De  una  pasión  ceJosaT                         j                         «fco. 
Harto  me  be  disculpado                      {  Pui-s  poco  et>pcraréis.  Soy  el  cochero 
CouUgo,  y  no  es  la  berida  de  cuidado:    De  l.-i  seHora  Aorora , 
Por  eso  te  be  pedido                           1  üui"  vivo  en  esa  casa,  t  si  jo  ahora 
One  esta  noche  me  asistas,  que  he  tenido    t'.miés  no  herespondioo. 
De  il  necesidad.                                  I  Es  que  desoiabrersrme  no  be  podido, 
__.                              !  Pnrqne  tuve  una  herida,  tendréjteugn; 
'  Uu!*  i  tales  lances  por  cochero  rengo; 
Que  no  >o  es  consumado 
El  que  no  esti  muj  bien  descalabrado; 
Put-seii  las  caravanas  que  corremos, 
'.naiido  la  profesión  bacer  queremos, 
. ijju  (¡insignia  rara!}, 


I 


Desde  sqoel  punto 
One  yo  eochtro  me  Ungí,  barrunto 
Uuemeecbéeasalpyrauua  cuchillada. 
Ya  eso  uo  hnporu  nada. 
ota  rtux. 
{Hajen  la  calle  geniet 

St  fuera  ahora  vo  vulgar  sirrienle , 
Con  temores  dijera 

Sue  un  ejírcito  de  hombres  nos  e^era, 
que  venia  delante 
Un  gran  jayán,  deMomiiaal  gigante. 
La  masa  levantada. 
Pero  la  calle  está  mas  despejada 
Que  gorrón  convidado. 

Pues  mlétiiras  yo  me  nuedoea  este  ladoi 
Llega  túij  hailiseBa. 

;Yla  lealtad,  y  la  uniuadl 

BOHrtbu. 
[Ju  argumento  que  atreverme  puedo. 


e  abriera. 


Se  l)orda  en  ia  cabeza 

Vi'iigo  ahora  de  fuera , 

Y  dije  i  una  criada  que 
Esiofdecnsnioiesio; 
íii  de  mi  1  saber  mas  eslils  dispuesto, 

V  vuestra  gana  es  mucha , 
Yo  seré  de  romance,  y  diré  (escucha  ■. 

prIncipk. 
Vele  de  aqni ;  que  ya  te  he  conocido  ; 
Taletlasaeriasquemebasdidohansi'lo. 
{Vate  Meca.) 


Cómo  me  sertit,  Uoit  Félix. 

Solo  un  Instante  falté,' 
y  fui  siguiendo  i  un  criado 
Que  aalTó ,  hasia  conocer 
Quién  era. 

Ya  el  criado  lia  vuelto. 
Vo  he  hablado  aquí  con  él. 

PON  rAiM. 
Era  e)  cochero  del  prado. 

palncirt. 
Las  señas  lo  dfcen  Uen. 

Uelanle  de  mi  veuia. 

PdiNCIPE. 

Es  verdad. 

Vtyase  pues 
Vuestra  Alteza ;  qne  conmigo 
Puede  descuidarse  bien, 
Qne  soy,  rlve  Dios,  leal. 


Nunca  esa  verdad  negué. 
Quedad  con  Dios. 

son  ríLix. 

El  os  guarde. 
(4p.  Vencí,  amor.) 

painciPE. 

La  vo»  doten . 
Que  siento  que  abren  la  pueria. 

Criados  deben  ile  ser, 
ilue  bajan  t  abrir,  sciior, 
Al  cochero. 
non  FÍLH.  paÍKiPt. 

(/Ip.  Bien ,  Heco,  se  ha  escapado ,  A  lo  qne  ver 

Aunque  añade  uoeuiílidoJí otro  cuida-    Se  deja,  qne  es  solo  el  Imito  , 
Aurora  esii  ja  avisada  [do.  i  Has  pan-iu;  de  mi4v-~  i 

■      .  u,nt,zodb/C-.OOglC 


EBCEH  A   VL 

ELPnl^CIPE,  DON  FÉLIX. 


•7» 

(ip.  De  «n*  tempMiad  apéou 
AbierUi  t\  cieto  miré , 
Cdaiidode  oin  irmprsiad 
Se  ow  lu  cemdo  oin  lei.) 
¡Nujer!  Hn;  hi«n  paedM  lite. 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDSROM  DK  LA'URCA. 
Va  ttioy  patita  eo  tocsitm  mMo 
LJeMrm* ,  tdior,  piNteil 
A  librarme  Je  un  tinao. 


BUS  rtui.  ^Ap.) 
fe  que  li  IiIhw  bien. 

ESCENA  TIL  íAp,  i  Oh  cnlalú  mejor  (lijen, 

OOH  FÉLIX.  c\eg»  Unlo  i  MU  mujpr, 

" ""  "    habla  como  ti  fueral 


LiDu.  {Ap.  ¿  Aurtra.) 
'   UmU  que  i  reconocer 

Ltegoei  ii  Félix ,  «o  salgas ; 
.  Q«  ptio  maj  visto  e* 

Boiear  ooo  j  dar  con  otra. 


Primero  n 


:  inTormaré.— 


¿Soii  tosí 
ralHCin.  (Ap.  d  Dan  FétU  I 
Sf  Uderon.  Tft  i  respontler 
Utfi ;  que  i  mi  ue  coimccd. 

BOFi  rtut. 
Pac*  t  mt ,  «eQor,  también. 

No  birlo,  que  aunque  te  conoiraii , 
No  uhriu  qae  estoy  jo. 
Don  rtui. 

VU  Ul  rigor  ? )  í  Ho  es  mejor 
Que  Degnei  lúT 

rtítian. 

Espantaré 
Lieau. 

Eso  quiero  ;o. 
Llega ,  que  aquí  espi-raré. 

¿No  sois  vos? 

piiiKiPE.  (Ap.  á  Dan  Félix.) 
Oileí  que  si. 

Mp.  ¡Que  ya  por  Tueraa  lie  de  liacvr 
Lo  que  Tine  i  liacer  por  giuio ' ) 
SI,  josoj. 

jtnsua*. 
Auniiue  no  os  ven 
Los  ojos,  el  alma  si. 
Pues  os  adora  por  fo. 

uuiit.  {Ap.  á  Aunra.) 

tEsUi  mu j  blea  entenda , 
efiora ,  de  que  sea  él  t 

Eoiraie ,  y  cierra  la  puerta. 

Pues  Dios  os  lleve  cou  bien. 
wx*  yiíM.  {Ap.) 
,0h  qnivn  pudiera  por  sellas 
A  Aurora  avisar  ile  que 
Esti  aquí  el  Principe ! 

V» 
E^io}'  en  vuestro  poder, 


Elqi 
Vun 
PariL  „„_ 

Nadie  te  si 

En  tu  quinta  ile  pla'cer; 
()ue  porque  Estela  no  esl 
La  be  de  asegurar  tamlii 


()ue  abora  . 

Kl  Príncipe  j  I       _     _ 

Meco, «as nosotros  ^en,{MpTÍnctpe: 

Vteudo  si  alguAO  nos  signe. 

raiiii;ii>E.  {Ap.  i  Dtn  FiUx.) 

No  esperes  mas :  vete  pues, 

V  pues  hago  conSaoia 

ÜeiLpAgameiobien. 
¡  POM  r<ui.  {Ap.) 

i  -,  Habrise  en  el  mundo  visto 
I  Kslc  suceso  otra  Tez! 
I  ¡Que  de  la  diclia  que  es  mis 
¡  Olro  hombre  me  llegue  á  bacer 

Conliauui!  Que  otra  mano 

Ajrna,  pnr  propio  dá 

I  A  su  duefio  lo  que  es  suyo. 
Haciendo  el  hurto  merced ! 
¿Cómo  he  de  salir  de  aqulT 

Turbado  estáis.  ;Qué  lenelsT 
i  Ahora  es  tiempo  de  dudar? 
Ahora  es  lieuipo  de  temer? 


iQvéescstot 


No  bai  d«  sabir 
Por  dtedo  Ta  tu  seftora . 
CAmo ,  dAode,  Di  coa  qoléa. 
Vuélvete  i  casa. 

iAjdenlt 
Trddoa  es  e«a. 

rkbKiK. 
No  dé» 
Voces. 

utnu. 
I     Mp.  ¡QaepornasqHdQa 
!  Que  los  mirase  muy  blea, 
:  Este  paso  «te  encouirarie 
iHubirsede  suceder!] 
'iPabéa!|Heco! 
I  pKf.van. 

i  Calla. 


ESCENA  IZ. 

MECO,   cuinos.  -EL  PfilHCIPI, 


LAUIU. 
■  aquesto? 


>^  rtus.  (Ap.  ú  ella.) 


ADSOBjI. 

Si  sé  que  contigo  voT> 
SI  que  eres  lú  mismo  sé, 

V  esto  no  puede  engaíiarme, 
(Qué  mas  tengo  que  salwr! 

(Van*e  Aurora  y  Don  Fílix.) 
pRi:<ciíE. 
iQue  tenga  el  innr  tan  loct.. 

V  tan  ciega  i  una  mujer, 
Que  se  sal^  de  in  casa , 
Sin  ver  primero  con  quiéo? 

tUh  eocanio  de  los  sentidos,    • 
ifl  alma  becbizo  cruel ! 
il.uíinto  el  discurso  adormeces '. 
Cuánto  entorpeces  el  si^r! 

ESCENA  vni. 
LAURA ,  á  ¡a  puerta.~Zh  PRINCIPE. 

¡Válgame  Dios!  ¡qué descuido! 

¡Oh  quléi)  por  adunilefué 

Supiera !  Puniue  estas  joyas 

Se  la  olvidaroo.  • 

I  pitlxcir*. 

i  Deten 

I  El  paso ,  mttjer. 


¿Qué 

raJKm. 
'  iQuébadíífT? 

;  Ninguno  pase  de  aquí, 
I  M  roe  liga  mas,  porqué 
I  £1  plomo  de  ana  pislob 
'  Sera  remora  i  sos  pies. 

■ECO. 

¡  Ninguno  pase  de  aquí: 
,  Dice  este  señor  muy  bien. 
,  {Apartante  Im  eríeiei) 

Mire  si  manda  otra  cosa, 
I  Y  malos  palos  me  den 

Si  diere  otro  paso  mas. 
1     {Va$e  Meca,  y  deipue*  el  Pri^lfil 

IjAjdemi  ir¡iie!{Qaébaré? 


DON  ARIAS.  —  LAURA,  MECO,  o 
DOS,  rellradtt. 


{Para  el.  Loa  celos  que  mellenrA 
Aqnl  me  han  vuelto. a  traer, 
Porque  un  celoso  no  está 
En  ninguna  parle  bien.) 
Has  ¿qué  novedad  ha  habido 
Eq  cata  de  Aurora  ?  Pues 
Luces  y  alboroto  lo 
l-^sitn  publicando  bien. 
iQuéeseslo,  Laura? 


Pues  te  obliga  t  ser  corles 
;  La  obligación  de  ser  noble, 

i  Dale  amparo  á  uiia  mujer, 
I  Pues  por  serlo  no  mas,  basta. 
Si  no  por  quererla  bien. 
:  [tobada  llevan  á  Aurora 


lb,GOOgTC 


El  da  dad*  el  autor  m 
DeUa  vÍdI  encía  :  por  mu 
Qu«dú  lolo  ;  aquesta  Toé 
La  ocasión.  Peroro  icieloal 
No  «slOT  Toruiio  a  saber 
Lo  que  él  encubre  de  n), 


i[  laJron  diciio  ...     . 

?ue  ea  Aurora  la  robada  : 
lüíaa  la  eviileiicia,  pnex , 
A  la  duda;  auc^o  teugo 
Oliligaclon  de  entender 
Ai|Ui  mas  de  que  m)  dama 
tsia  en  ajeno  poder. 
¡yivB  Ilios,  que  lie  de  cobrarla 
O  he  de  llegar  i  saber 
Que  es  del  Príocilte  la  ofensa ; 
Que  en  declara  ndosc  £1 . 
Acudiré  lia  lealtad; 
Pero  nilíulraa  no  lo  sé, 
No  ha  lleifádo  (claro  esii) 
Tiempo  ni  oca«oa  de  ser 
Leal ,  j  ba  llegado  el  tienpo 
De  ser  amante  j  cortés. ) 
i  Por  dúode  vaol 

LADRA. 


Seguidme  todos :  seréis 
Testigos  de  mi  valor; 
Pues  el  campo  habéis  de  wtr. 
En  delensa  oe  mi  Aurora, 
Ua&ado  de  rosicler. 

iVate ,  s ¡ei eriedo*  le  lifHea.) 
ateo. 
Eli  lanío  que  ustedes  ran 
A  Terln  todo,  me  iré 
Yo  i  mi  quinta ;  que  no  entieado 
Kl  sulil  Ulioma  blat 


ESCENA  XL 


SI  catador  que  desea 

Uro  ;  qcasion  lograr, 

Pone  i  otra  parte  la  mira ; 

El  marinero  que  Ta 

A  este  puerto ,  en  otro  puso 

La  proa ,  engañando  el  mar ;  * 

El  ncbli .  ladrón  del  viento , 

Puntos  pone,  tornos  da  , 

Para  asegurar  la  garaa 

En  campafias  úa  crlslal. 

Yo  pues  gant» ,  presa  y  puerto 

Pienso  esta  noche  lograr, 

Y  tengo  i  cautela  aqnl, 

Teoiendo  el  iiidnlo alia. 

ESCENA  XU. 
ESTELA,  JACINTA.-  EL  PBINUPE 

El  Príncipe  digo  que  es. 
Que  ahora  acaba  de  entrar 
Eucasa. 

rsTiíLA.  (Ap.) 
I A  j  Dios !  ¿Quién  sapiera 


Picgir  j 


AMIGO,  uuirrE  r  leal. 

Más  Tale  quejarse  blao 
Lo  qae  ae  resiste  mal. 

Estela... 

IMTtLlL. 

principe  mto , 
¡Tnestra  Alteta  la  bumJldad. 
DfSla  casa  Taiorece , 
No  siendo  la  celestial 
Esfera ,  el  palacio  hermoso , 
Templo  altivo,  rico  altar. 
Donde  eo  mirgenes  de  Boret 
.Súbre  pira«  de  metal , 
Da  holocaustos  i  la  Aurora 
La  docta  gentilidad  1 
Pr6d¡ga  anda  la  Tortuna 
Hoy,  pues  que  sin  mas  ni  mas. 
No  saoieodo  qné  bacer  dellu. 
Echa  tas  dichas  i  mal. 

La  dicha  &  mí ,  pui's  serl 
Haber  errado  el  camino , 

V  quiéresele  ensefiar. 

iVe  vuestra  Alieía  esla  calle , 
Como  hiela  pabcio  va? 
Pues  vuelta  sobre  esla  mano, 

V  luego  enfrente  han  de  catar 
Balcones  atules  j  oro : 
Arcos  son  que  dicen  <pai>. 
Aquf  pues,  vive,  seBor, 

El  irasguitodecrisul. 
El  jni{uele  de  jazmín , 
El  rebujllo  de  aiar : 
Allí  tiene  la  hermosnra 
Puf  el  tiempo  de  su  edad 
Casa  de  aposento  :  alU 
El  ingenio  singular 
Tiene  de  accesoria  el  alna  : 
Allí  tiene  su  lugar 
Lo  prendido  j  lo  garboso, 

V  el  donaire  otro  que  tal. 
y  si  acaso  le  ha  traído 
La  costundire  por  aeí    . 
Diieriidoíporquelienipre 
Los  mas  señores  lo  están ) , 
Bien  pufde  deseqgañíirse 

Que  rsli  en  mi  casm  No  haj  mu 
Señas  que  dar  pueda  della , 
Que  es  tratarle  con  verdad ; 
Pues  aunaue  esté  vuestra  Alieu 
Aquí  un  siglo,  no  verá 

8ae  salga  a  guardar  mi  mano 
I  escondido  galán. 
RelHuados  en  mi  casa 
No  bailaréis ;  que  Amor  acá 


Di'saires  que  rendimientos , 
Agravios  que  voluntad. 

V  si  por  andar  aborj 
De  uanancía .  tino  í  dar 
Oe  baralo  este  favor, 
Voleacepio,por£erial; 
Jlas  no  lie  en  las  gaoaucias, 
l'orqne  en  estos  tiempos  haj 
Quien  se  hace  perdidoso, 

V  el  mas  |»naJo  es  quiíí-i. 
Kn  Un ,  seiior,  de  críadus 
Hay  tan  poco  que  flar. 
Que  del  regalo  qae  llevan, 
Se  quedan  con  la  milad. 
Vui'Sira  Allt.ia  mire  bien 

( Va  que  corresponde  mal ), 
No  le  dé  i  Eélix  su  dama.— 

Y  si  le  be  dado  pesar 
Coa  aqueste  deseegaíio... 
Tenga  celos  quien  los  da, 

Y  quien  con  un  pu&al  mala, 
ReciiMe  del  puñal. 


871 
Y  no  me  tea  otra  vei 
Vuestra  Alteza ;  que  es  frialdad 
Venir!  decir  amores 
Por  obligación  no  mas. 

(VoM,  V  cdn  ella  Jaeiala.t 

;Qné  es  esto,  cielos!  Qué  escucho T 
Ya  de  amor  la  enigma  esli 
Descubierta  :  yo  Ite  eoiendido 
Todas  mis  desiliclias  ya. 
Félix  es  el  que  xiie  ofende. 
¡Qué  ndl  es  de  engañar 
Un  pecbo  nol)1t>!  En  mi  vida 
Creyera  de  Félix  tal.  (Vate.) 

Bala  ei  usa  de  Dan  PlHi. 


DON  FÉLIX,  HECO 
nos  ráui. 
¡Caiga  el  cielo  sobre  mi! 

1  No  he  de  preguntar  qué  tiene*. 
Dónde  vas  ó  dónde  tienes , 
Que  no  caiga  sobre  mi 
Este  nnbladoT  V  aunque 
HoT  tengo  que  preguntarte , 
Callaré  por  no  enojarte. 

:  Vllgame  el  cielo !  ¿Qué  haré  T 
Perdí  amor,  honor  j  vida 
En  un  lance,  j.  No  ha;  iiinguDa 
Piedad  para  mi  fortuna ! 

(Ap.  Todo  es  qae  me  dé  otra  herida , 

Y  menos  la  sentiré, 

Que  esiar  perdiendo  oii  seso 

Por  saber  este  suceso.) 

Sefior. 

DON  rÍLi\. 

Meco,  déjame. 
Porque  en  la  Imagioacion 
No  cesa ,  por  mas  que  quiera. 
Novela  (an  verdadera,     . 
Que  mal  parece  inieucion. 


Sin  el  prearoliuli 

Di ,  joónde  dejas  k  Aurora? 

Yo  te  quiero  responder; 

Que  en  mis  desdichas  advierto 

Sue  sera  bien  repetirlas, 
orque  me  mate  el  decirlas. 
Va  que  el  verlas  no  me  ba  inncrl 
En  la  calle  me  dejaste 
Cuando  le  fuiste. 

D.r. 

no^  rÉLiT. 
C^n  el  Principe  qm-dé.  • 

I  Con  el  Principe  quedaste. 


I  .  »0!r  itut. 

'  Hice  el  la^lTon  Oel. 

ateo. 


,t,zodb,TrOOglc 


r-OHüOIAS  DE  DOS  PE1)«0  CALDERO»  Uli  LA  BAKCA. 


Y  «(|ul...  ¡dura  niirciia! 


DU3  flux. 

jSulieii  laesctlenT 


El  Principéis.  ¡Ay  denii 


ESCENA    Xnr. 

DON  ARIAS,  am  AURORA.- 
FEU\,  HlíCO. 


l'iies  vivo,  Félix;  le  reo, 
Mvjor  iliclia  no  deseo. 

BuN  mías. 
Utco,  salte  alldi.  iVtug  Meeo.) 

(.1  Don  Félix.)  Tü  adiierte. 
Llegué  esU  noehe  i  la  caite 
IK!  Aurora ,  cuando  en  oscuras 
Sotitliras,  auiivo  dispensaiía 
Trémulos  rajas  la  luua. 
Vi  luí  T  geiile,  í  oi 
Km  re  fas  voces  conrusas 
Ue  muchos  que  se  quejaban. 
La  de  una  ciada  suya  : 
Supe  dfeila  [¡uc  un  cosario 
Que  los  mares  de  amor  sulca , 
Piélagos  de  (tenas  corra, 
ihidas  de  celos  Ouciáa , 
Itobada  i  Parina  IJetaba 
La  Oiila  de  su  hermosura. 
Yo ,  c]ue  el  noinhre  del  ladro» 
Ko  sé,  aonque  di  presuma, 

Y  de  mi  dama  sahia 
Que  illa  corriendo  rorlnna  , 
La  segni ,  porque  era  hierza 
Que  venciese  en  mis  anifusiias 
lA  certeza  i  las  sosuectias , 

V  la  evidencia  i  la  duda. 
Siguiéronme  sus  criados, 
A  coyas  voces  se  juntan 
Mil  boQilires,  todos  amigos; 

En  tropa  todos  llegaron 
A  ese  busque,  en  quien  sejunl^i 
Ese  arroyo,  que  del  mar 
Mendiga  lo  que  trihuia. 
Aqui.pues  (dicha  fué  nuestra). 
Porque  no  se  logren  nunca 
Traiciones,  el  liomlire  i  quifii 
Se  encarga  acción  un  Injusu, 
A  pié  estalu ;  que  seguro 
Quifre  el  discurso  (¡ue  arguya  : 

Temeroso  de  la  furia 
Del  arrojo,  se  erlsabt 
Al  son  de  la  piala  pura  ■. 
Asi  pues  como  nos  viú. 
Osado  el  acero  empuSa ,  ' 

Airoso  la  capa  dobla, 
Y  bácia  nosotros  se  junta. 
(Deja  esa  dama  qae  llevas  •, 


Dijeron  voces  cooIíiubí 
:  Y  él  callando  les  responde. 
Arrojándose  con  luria 
I  Airosa  sobre  ej  rlRor 

l)e  los  (ilos  ;  las  puntas. 
,  No  vi  liombre  lan  valiente, 
j  Ni  mas  bien  restado  nunca ; 
'  IJue  juxgo  que  uo  quisieron 
.  Darle  la  muerte  de  industria. 
I  Aurora ,  viendo  el  peligro 
,  IfuB  la  drja  j  que  la  busca, 
<  Se  lió  en  la  lijereía 
"DH  rodn,  monte  deespama, 
Que  rué  cometa  siu  luí, 
Une  fué  pijaro  sin  phtnia. 
Seguila  yo,  y  alcáncela, 
Couoci6me,  y  sus  anguslJat 
He  pidió  que  aocorriese  : 
Acucas  voces.  1  cuyas 
Ligrimas  enleniecido, 
Hi  pecho  lealtades  jura; 
Porque  es  mi  amor  lau  hooislo , 
MI  fe  tan  leal ,  y  tan  pura 
Mi  inteiiciou,  que  no  desea 
MI  bonor  nu»  dicba  junta , 

«ue  haberla  cu  eso  servido. 
iendo  pues  que  si  procura 
Volver  i  Parma ,  es  volver 
A  disjiertar  la  roriuua, 
Tome  por  mejor  acoeidu 
Fuese  tu  casa  segonda 
Vez  puerto  de  mu  desdichas. 
Coa  ella  mi  amor  consulta 
Esta  delermlaactou , 

V  ella  lo  mismo  procura. 
St  puede  ocultarse  el  sol , 
Hoy  en  tu  casa  la  oculta 
Tanto,  que  no  sepa  della 
La  desdicha  6  la  Tentura , 
Que  son  las  dos  cosas  solas 
Uue  siempre  hallan  i  quien  boscau. 
Aquí,  Don  Pélii,  le  hago 
Depósito  de  hermosura , 

Y  en  conGanza  te  dejo 
La  beldad  que  me  deslambra. 
Ko  diris,  hermosa  Aurora, 
Que  es  mi  voluntad  perjura. 
Quédate  en  paz,  (pete  quedas 
Con  un  amigo  segura ; 
Porque  yo  vuelvo  1  saber 
Lo  que  en  Parma  se  ditulga. 
Dila,  Félix,  que  la  obligue. 
Si  uo  mi  amor,  mi  ventura  ¡ 
SI  no  mi  ruego,  mi  estilo ; 
"' ii  le,  mi  cordura; 

las  partes  mias. 
Las  obligaciones  suyas. 

Detente  :  no  te  has  de  ir, 

Don  Arlas,  cuaado  me  pones 

"       ~      s  obligaciones 

A  que  no  puedo  acudir. 

Sin  saber,  sin  advertir 

~  ba  de  romper  el  estrecho 
I  Nudo  que  mi  alma  ha  becho , 
'  tunando  reventando  esltn 

Un  Hoiigibelo,  uu  Tolcau 

En  el  Etna  de  mi  pwito. 

V  pues  saber  mis  enojos 
Doy  i  los  dos  juntos  toca, 
Sal|j;jn  para  lia  la  boca 
Voces  que  Tuéron  despojos 
Del  sol  i  para  il  i¡  los  ojos 
Ligrimas  que  amor  forjó; 

Y  sabed  que  i  quien  06 
El  Principe  ( ;  dura  estrella 
De  mi  suerte  1 )  1  Aurora  bella' 
Aquesta  nsche ,  tul  yo. 
Yo  ful  el  que  aqui  has  pintado 
Desesperado  y  furioso ; 
Que  cuaudo  muere  va  dicboso. 


No  hay  qoieu  m*le  i 
Mira,  pues,  ¡  cómo  uodré 
Aquí  encargarme  de  que 
A  Aurora  le  be  de  guardar. 
Si  al  Principe  la  he  de  dar, 
Uue  acrédor  primero  fué! 
V  asi,  mejor  habrl  sido 

,  Haberte  deseogaSado, 

I  (jue  no  quedar  obligado, 

;  t  ser  desagradecido ; 

:  Pues  si  te  Eubiera  ofrecido 
Guardarla,  y  después  la  diera 

'  Al  Principe,  traición  fuera; 

I  1  ahora,  uo  solo  es  traición  ', 
Sino  generosa  acción 

'  Ue  uua  amistad  verdadera. 

,  «on  laiAs. 

Félii,  aunque  tu  valor 
Cou  amistades  arguya 


'  Hoy  u< 


Acudir     _.. 

Sino  i  mi.  Arguya  mejor 
Un  ejemplo  :  ja  se  sabe 
Que  cuando  una  nave  grave 
Lleva  el  pilólo  i  su  cuenls , 
l^orre  el  riesgo  y  la  lormeula 
Por  el  duebo  de  la  nave. 
Tú  tu  obligación  cumpliste 
l^u  lealtad  y  con  valor  : 
Luego  tuá  por  el  señor 
La  tormenta  que  corriste. 
Cuando  lu  á  Aurora  perdiste , 
Perdió  él  la  acción  que  leuia  : 

8uiea  la  gana  y  le  la  Da , 
e  nuevo  obligarte  iutenla  -. 
Tenia  aqui ;  que  esta  tormeuia 
CuirerA  por  cuenta  mía. 
oonfií-a- 
De  poca  importancia  (taé 
Loque  tu  voz  probar  quiere. 
Porque  el  dominio  no  adquiere 

Suieo  poaé  cou  mala  fe. 
o  fué  esU  tormenta,  fué 
Robo  :  luego  uo  ha  perdido    . 
Su  duebo  la  acción,  ni  ha  sido 
La  tuya  obligarme  i  nada  , 
Pues  que  como  prenda  burlada 
Hoy  me  la  bas  restituido. 

DON  ARIAS. 

Eso  no  :  no  ha  de  quedar 
Contigo,  i  Muy  bueno  fuera 
Que  yo  mismo  la  trajera 
A  rendir  j  sujetar 
De  quien  la  quise  librar! 
Ven,  Aurora. 

BONFtUX. 

Aqneso  no. 
¡■ny  bueno  fuera  que  yo , 
Habíeodo  llegado  i  verla. 
He  anime  para  perderla , 
y  para  cobrarla  no ! 


non  rlux. 
Mejor  lo  podrás  tü  haeer. 
Pues  de  aquí  no  ha  de  salir. 

{Etapuñan  bu  etpaáat.) 

Tened  las  arnus,  j  1  oír 

Esperad  mi  voto  ¡  ay  Dios ! 

Porque  poesía  entre  tw  dos , 

Satisfjccros  espero, 

A  vos  como  caballero, 

Y  como  villano  i  tos.     (A  D«^  Félix.) 


dbvGooglc 


Pon  ti  qns'^i'  '^  derecho 

ü»cet  primero  acrídor 

Al  Principe  (Je  mi  amor, 

üs  eiigaíio;  puestospecbo 

Que  la  primera  i[ue  tía  becho 

¡>e  vus  coiiUaiiia ,  yo  Tul. 

Por  con  aceros,  enü 

De  m)  casü  :  luego  wy 

Vo  la  prhiiera  que  estoj 

Coa  derecho  coulra  nit. 

Si  por  haberos  Dudo 

(ifial  haya  lan  necio  error!) 

El  PrliiciJM  inlcB  la  amor, 

UOD  Arias  no  le  lia  ganado , 

El  tampoco  le  ha  llegado 

A  Rauar  en  este  día ; 

faes  la  primera  que  os  fia 

5a  honor.  Tul  :  con  qne  se  mnettra 

Que  iil  aoj  suya  oí  vuestra , 

Ni  de  Aria»,  siuo  mia.       . 

Y  pues  lo  soy,  ya  me  Irí,  V 

Mal  caballero,  fi  entregarme 

A  i)uien  mas  sepa  [¡uardarrae. 

MtN  «MIS. 

Y>  desias  razones  sé 
QniíD  aquí  la  caits»  raí 
Que  mueve  i  desdicha  i;;ual  : 
Va  be  kisto  por  el  cristal 
De  los  celos  j  el  amor, 

Sue  eres  amiuo  traidor 
oiiraiscaraae  leal. 
Va  be  Fisto,  viien  los  cielos, 

Sue  ingrato,  falso  y  Ungido , 
oj  al  Principe  has  querido 
Hacer  capa  de  tus  celos. 
Negar  ó  no  tus  desielos , 
No  roe  deacotMírte  :  asi 
Amante  de  Aurora  fui. 
Pues  ya  no  quiero  dejarla . 
Que  i  mi  me  toca  el  Uevarla. 

BOX  TtUX 

No  darla  me  loca  i  ral ; 
y  porque  DO  la  llereis... 

AURORA. 

;  Mi  bieo,  mi  esposo,  sefior !.. 


PON  rtut. 
Cerrada  esti  :  bien  podéis 
Hacer  lo  que  pretendéis. 

:  Qué  ba  de  ser,  sino  morir? 
bne  no  es  tiempo  de  argüir, 
V  donde  hay  espada  es  mengua 
Querer  vencer  con  la  lengua. 

ESCENA  XV. 

MECO.  —  Dicioa. 


AMIGO,  AMANTE  V  LEAL. 
I  EflCERA  XVI. 

I       EL  PRINCIPE.  -  DOS  KELIX. 
PHlaciíi:. 
(Ap.  Corrido  tengo 

I  De  haber  con  poca  cordura  ^ 

Klailo  i  su  mismo  amante 
Hii  celos  y  amor.  í  Quién  duda 
Que  ya  nuevo  engaito  intenta , 
Que  nuevas  roí i| ninas  busca 
Para  lilirarlaT  Ha«a  verla 
Tendré  cou  freno  mi  furia , 
Fingiendo  agracio.  ¡Qué  mal 
Los  celos  se  disimulan '.) 
Félii... 

j  Gran  seDor 

I  iV  Aurora  T 

{Ap.  ¡Ob  leyes  de^onor  injustas. 
Que  las  fuerzas  de  amor  rinden '. ) 
La  brete  esrero  la  oculta 

I  Dése  aposento  :  ■■  itave 

I  Es  esta. 

I  ealHCiPE. 

jDe  qué  le  turbas! 

Quiero  pedirle  en  albricias 
De  ler  de  taMa  ventura 
Hoy  el  dueño,  una  merced. 

Luego  lo  diris. 

vontíut. 
Escucha ; 
Que  quiíi  lio  podré  luego. 
Ya  pasada  la  »'— ' — 


Supuesto  que 
Dante  lice"  ''" 
Para  que 


3  he  servido. 


Sobre  las  Uiires  no  enjugan, 

Y  donde  enojado  siempre 
Abrasa  la  tierra  dura, 

'  Engendradora  de  sierpes. 
Cortesanas  de  sos  gruías, 
me,  sefior,  adonde 
mi  no  se  sepa  nunca , 
.  je  sepa  que  mi  muerte 
Fué  tal,  que  la  sepultura 
He  negó  la  tierra  en  (lores 

Y  el  mar  la  neg6  en  espumas. 
Desesperado  te  hablo  : 

Ei  necio  aféelo  disculpa ; 

?ue  como  lograr  le  veo 
¡émpo,  lugar  y  ventura. 
Me  despierta  la  memoria 
De  una  perdida  hermosura , 


POK  riux. 
Pues  Bngir. 

¡  Ay  de  mf  1  esconderme  tengo. 

(EKÓníeie.) 
n:i  ttLix. 
Aquesta  (ñexa  es  oscura : 
Entra,  pues. 
lEteiadeu  Aurora  en  otro  apnenle. 


De  VI 


A  mn  Dobte,  que  le  desnuda 

De  sus  afectos,  y  hace 

Vencer  las  pailones  suyas ! 

Enojado  con  él  Tine ; 

Has  la  experiencia  que  apura 

Ui  pecho,  condena  va 

Kl  pérfido  rigor.  Niiclia 

Es  mi  crueldad,  ai  enta  acción 

La  pago  con  una  lujuria. 


D¿IS. 


, pudre 


'•'?; 


Toma  pues,  scFior,  la  llave 
Del  tesoro  que  tú  buscas, 
V  no  pierdas  la  ocasión. 
Escarmienta  eii  mis  forlunasj 
Pues  yo  la  perdi,  y  iio  espero 
Volver  »  cobrarla  nmica. 

Mií:<cirE. 
(Ap.  ¡Vilgame  el  cielo!  ;qiié  es  esto 
■    oídos  escuehanl 
mis  ojos^  locan 
.'odas  mis  potencial  juntas? 
Janto  la  lealtad  obliga 


Vencerme  yo ;  y  cuando  eu  dudu 
Ponga  mi  deuda  el  amor, 
La  opinión  quede  segura. 
No  le  quiero  declarar 

«ue  sé  su  amor,  porque  nunca 
iva  mas  desvanecido 
Que  yo,]  Félix,  tus  íurlnnas 
Siento.  Si  por  mi  |ierdlste 
Esa  dama,  amor  procura 
.Satisfacerte,  tio  puedo 
'Dar  la  misma  ;  mua  si  ocupa 
Su  lugar  Aurora,  nienso 
—  --     úsente  falla  supla. 

A  que  lie  olvido  se  cnhra 
.-_.    f  Resiionde. 

51. 
Sehor, 

Pues  Aurora  es  luya. 
DON  f£lix, 
)  mas  aflús,  i[Ue  el  ave 
Heredera  de  sbs  plumas. 

[Vate  el  Príuelpe.) 
Has  supuesto  quf  ha  cumplido 
Venturosa  mi  fortuna 
La  parle  de  leal,  sbora 
La  de  amistad  y  amor  cumpla. 
Triunfe  la  amistad  ahora. 
¡  Dou  Arlas ! 

ESCENA  XVn. 

DONABIAS. -DOMPELIX, 

Puesto  i|ue  escuchas 
Con  el  Principe  mi  ruego , 
Trasládale  k  U,^  disculpa 
ül  encubrirte  mi  amor ; 
Pues  fué  prudencia  y  cordura 
No  añadir  celos  á  celos. 
Cuando  era  ajena  ventura. 
La  defendí ;  ya  que  es  mia , 
La  guardaré  para  luya ; 
Mas  con  una  difereDcia, 
Que  i  él  se  la  di  sin  alguna 
Ceremonia ;  pero  i  li 
Te  la  he  de  entregar  cou  una. 
Toma,  Arias,  aquista  espada, 
Pon  en  mi  pecho  su  imilla, 
S'  después  de  haberme  muertOf 
El  sol  encerrado  busca ; 
Que  si  al  seíior  la  entregue , 
Fué  de  amor  cuerda  locura  ; 
Y  ya  que  no  le  la  entrego. 
Basta  por  Bneía  insta 
El  que  no  te  la  deBenda. 

Has  que  meoblig.is,  me  Injurias, 
Pnei  llegando  1  rendimientos, 
Vencerme,  Félix,  procura*. 
Goxa  la  dicha  que  alcanrAi; 
Que  sl  len^o  parle  alguna 


k.ii  ella,  lela  rennnclu. 


b/Googlc 


COMEDIAS  De  OOH  KOBO  CaLDRROK  OE 

•ORrtui. 

iot  en  obcdicMÚ  jofia. 


El  Umpa  la  Doabre  efM^ 

*■  he  aillo  leal  rimigo; 

T  para  qne  li  lodo  aDi>la, 

B  ter  amaole  me  falta , 

Y  e*  rauo  qne  i  «erio  aeuda. — 

Ya,  Aurora... 


AOHORA ,  iwa  ana  emais.  ~-  DON 

FÉLIX. 

Pereiquéeietto* 
(Qué  pretendes  T  Qaé  proearaa  T 

IDtOU. 

DefeÍHler  ast  mt  honor. 
Aunque  ponga  el  valor  dada, 
One  con  eaia  espada  pnedo... 
Hai  DO  corta,  por  ser  taja. 

Eserime  conira  mi  pecho 
La  cuctiilli,  sl  procuras 
Vengarte  ;  mas  dame  solo 
Tiempo  para  ana  pref[anla, 


Le  Ti  era. 


Por  merecerse 
A  lo  casto  amor,  le  hosca. 

El  entrrganne  jera  bonor? 


Veldefenderve  JO.  iqoí  eral 

eik  oMigacioa,  In  dora 
be  qoint  le  trajo  í  mi  tata. 


Morir  en  defensa  luja, 
i  Y  murieraiT 


Fif  me  tiempre. 


Fe  lao  pora. 
iQoíéakiaSrmaT 

DOKltuX. 

Amor  notable. 

;  Qniéo  de  aa  traidor  se  ategnra 

non  rtui.  ' 
[  Quién  de  un  leal  desconfisT 

.      «DiOlU. 

.T«  lo  eres* 

Hismorlojnra. 


iQnéT 


VKo  eMnñera  mas  t^nra 
oeoDBtgoT 

Koartux. 
Pdh  «qoé  hkiMatf 

Eekarme  sobre  rstapaou 
Antes  qne  sm  de  oiro  doeflo. 

iQniéB^iSeeT 

Hifejnsu. 
amrtia- 
iQoiénki  aSnaaT 


¡Qní  dicha! 
¡Quí  gran  ptacerl 


Y  Doo  Pedro  Calderón 
A  vacsiras  mercedes  jora, 
Por  quitaros  de  opinJooFS. 
A  Dios  j  i  noa  crní,  qne  css 


byGoogle 


ECO  Y  NARCISO. 


NARCISO. 

FF.60 .  paliar  íoíon. 
SILVIO,  patlor  galán. 
ANTEO,  pailOTíalan. 
SiLElil},  paatrtdfja. 


Bk70,viUan«. 
ECO,  tagala. 
UMOPE.iagala. 
LAUKA.Mpa/a. 
ti\S&,  xagala. 


LIBIA,  Hoaía. 

SIRIiNB,rillan«. 

Acoapt^itiiiEnTo. 


JORNADA  PBIMGRA. 


AlLo  monte  d«  Arcadia ,  qu«  eminenle 
Al  cielo  empinas  la  elevada  (Vente , 
Cuja  graade  eminencia  Unto  sube, 
Qoe  empleta  moitle  j  se  remata  nabe^ 
Siendo  de  tu  copete  v  de  tus  huellas 
La  iir<»iibra  rosas  y  el  dosel  estrellas... 

Por  el  otro  laio  tale  PEBO. 


Bella  sein  de  Arcadia,  que  florida. 
Siempre  estás  de  matices  guarnecida, 
Sin  que  ijta  pompa,  i  todas  Eoras  terde. 
El  dlcienúire  ni  el  julio  se  le  acuetde , 
^eudo  el  majo  corona  de  tn  esfera, 
'  Y  ta  edad  iodo  el  aSo  prímaTera... 


Pilaros ,  qne  en  el  aire  fugiiÍToi , 
Sois  mail7.3dos  ramilletea  vivos, 

V  añadjendb  colores  i  colores, 

Eu  Ío«  Arboles  sois  parleras  florea... 

Ganados,  que  en  el  monte  divididos, 
Música  sois  de  esquitas  ;  balidos , 

Y  en  la  mlrgen  de  aqoese  arrojo  breie 
<^odidoi  IroEOS  de  cuujada  meve... 


Pues  Eco,  en  él,  tagala  la  mas  bella 
Qa«  ti6  la  Ini  de  la  mayor  estrella , 
De  bumaoa  da  floridos  desengaños, 
Dn  drcnlo  complieadQ  de  sui  afio). 

Pétamei  tiene  i  daros  roí  Uisleía 


lomorlai ,  hoy  uQ  circulo  ba  cumplido 
Uesos  ano$;que  aunque  de  dichas  llenos, 
Ctda  alio  mas  es  una  gracia  menos. 

Sal»  BATO .  por  airo  tai». 


Seltaide  Arcadia,  bello  eiceliomoute. 
Ganado*  7  aves  pÁ  deMe  boriioiite, 
A  pediroa  al»rMaslw  Teoido 
Y  I  daroi  boj  nn  pétame  cumplido  : 


Las  albricias,  porque  Eco  1  la  Oorida 
^esta  hoj  de  sus  años  nos  convida, 

V  eoii  su  vanidad  liacer  promete 
A  todos  un  opíparo  banquete : 

V  ei  pésame,  porqué  (¡dolor  eilraBo!) 
Otro  no  nos  ttari  desde  aquí  i  un  año. 

¡Oh  Silvio! 

iOb  Febo! 

¡übBsto! 

¿Til  mismo  i  ti  le  uombras, mentecato? 

Pues  st  no  hny  quien  me  nombre ,  fhre: 
íQué  liedehacerT  Velcsiiiouoosasom- 
Oiie  el  tiempo  esii  tan  necio  y  importo  - 

tjue  e*  menester  honrarse  cada  uno. 


Silvio ,  pues  ¿  dónde  bueno  ? 

De  gusto  vengo  y  de  alboroio  lleno, 

A  esta  hermosa  cabala , 

Que  dos  veces  pajiza,  el  sol  la  haSa. 

Vo  también  i  ella  vengo, 
V  de  verle  i  11  en  ella  celos  tengo  \ 
Qné  ja  mi  amor  está  desengañado 
l>e  que  vives  de  Eco  enamorado. 

¡Oh  qué  temprano,  cielos, 
Antesqne  con  mí  amor,  di  coomls  celosl 

¡Qué  falsos,  coaesfliereos  semejanlet, 
Están  unos  con  otros  los-ímantei ! 


Aunque  JO  quisiera 
,  no  pudiera , 

toda  esta  música,  eate  ruido, 
le  Eco  ba  salido 
w  los  ugales  festejada 


Sale»u>»»^K<aeanlandt»itíivitié, 
SILENO,  ANTEO,  NISE  T  SlRENEí 
»  ECO  ieirat. 


A  lo*  atlo»  felleet  de  Eco , 
¡Htint  y  hemota  deidad  4e  lattebHU, 
Frltt  le*  teHale  el  mafo  con  flarea. 
Ufano  lot  cuetoe  el  tal  con  etlreUd*. 

Eco  bennosa,  en  quieu  cifrú 
La  sabia  na  tura  leía 
La  mas  singular  belleza 
One  jamas  Ta  Arcadia  viá  : 
El  circulo  que  cudipüú 
La  aurora  en  tus  luces  bellas. 
Tanto  mejores,  que  en  ellas 
Unos  j  otros  resplandores... 

tL  1  HllSICO). 

FíUt  los  léñale ,  etc. 

Tn  florida  primavera 
El  Invierno  ignore  frío , 
Ardiente  ignore  el  estto , 
Porque  dure  iisoojera 
En  su  verdor  de  manera , 
Que  de  la  muerte  las  huellas 
Ño  truequen  sus  rosas  ttellat. 
Sino  sus  claros  albores... 
ÉL  T  Hiisicos. 
Feliz  let  leüale,  etc. 

Hi  lengua  im  te  aconseja 
Vivir  tanto;  que  es  error, 
Puei  morir  mou  es  mejor, 

?ue  no  llegar  1  ser  vieja. 
asi  las  edades  deja, 
Qlte  én  pasándosete  aquella 
l)e  la  hermosura  mas  bella , 
Los  matices  y  colorea... 

ÍL 1  üducos. 
Fetis  le$  tétale ,  etc. 


V  par.  , 

Solo  eatlmaré  esa  vida 
En  la  caocJOD  repetida; 
Pero  quejarme  también 
Debo  este  tiempo  de  quien 
Con  eitrerooi  mas  extraSot 
En  la  fleata  de  mis  afioi 
No  me  ba  dado  el  parabién. 

aniso. 
SlesqnelodiceipDriiil, 
Vo  soy  rústico  pastor : 

UiBHiz^dbyGOÓglC 


S76 

Nunca  babtar  En[ip  eii  amor; 

Luchar  coa  las  Kerat  si. 

V  j»  que  he  callado  aqui, 
Ün  lu  uomfíre  al  monte  iré, 

Y  *sl ,  coD  acción  niai  alta , 
Lo  que  ea  palatiras  me  blia, 
Eo  obns  te  lo  clii4. 


Si  por  mi  lanibien  ha  sido , 
Eco,  la  queja  que  has  dado. 
No  eitnnes  que  mi  cuidado 
He  teuga  tan  suspendido. 
AiSos  tauíliien  liau  cumplido 
Ho;  mis  majorM  eiK'joi ; 
Y  asi,  en  Tendidos  despojos. 
Ño  te  (frecen  mis  agravio» 
Las  lisonjas  de  los  labios. 
Sino  el  llanto  de  los  ojos. 
Doce  años  hi  ijue  faltó 
Liriope ,  mi  liija  bella  , 
" — 'TS  Talles,  y  que  della 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  U  BARCA. 


Noli 


ajo: 


Hoj  los  cumple,  j  asi,  no 
Admires  rer  ei>  mis  daños 
Sentimientos  Uu  eilraúoi. 
Pues  el  dia  ( ¡  suerte  dura  i ) 
Que  cumple  años  lo  bermosora , 
Uimpie  ni  desdicha  aüot. 

Hojr  no  es  de  ligrímM  dia. 

No  nos  quite  la  extráñela 
De  lu  ooiable  Iristexa 
Noestra  comuii  alegría. 

Vueira  la  dulce  annoidí 
A  poblar  los  Tientos. 

ECO. 

HoT 
Al  ti<mplo  otredda  estoy 
De  Jái>iliT,  que  en  lo  ocnllo 
Yace  deste  moole  Inculto; 
1'UFS  acompañada  voy 
De  todos,  cumplirle  quieto 
Ahora ;  que  mal  pudiera 
Snla  JO,  sin  (|ue  temiera 
El  horrible  Dionslrvio  Qero 
i¡ae  en  él  se  esconde. 


Uondi!  ese  templo  se  asieoU , 
Pues  su  Hbrica  opulenta 
Al  sol  escala  su  lumbre  , 
Vamos ;  que  jendo  contiga , 
La  díBcultad  majw 
Hará  Qdl  el  amor. 

Y  JO  lo  mismo  te  digo. 

Yo  00,  qae  i  ir  no  me  obligo 
>  Adonde  un  moustroo  encantado 
Huesas  genles  y  ganado 
mitas  veces  asombró. 

Vuelva  la  música ,  7  no 
I  Quede  pastor  en  el  prado 
Uue  no  vaya. 


Pues  prosig.*!  t\  paraluen. 


Obligara  tu  rigor! 
¡  ¡Quién  lograra  lu  Tavor '. 
;  ¡Quién  querida  no  se  viera  '. 
[  ¡Quién  su  llanto  d¡TÍrtiera ! 

¡Quién  no  tuviera  temores  I 

«llSlGDS. 

Atiti  añBi  feüeei  it  £m. 


Vante.  t  tale  NARCISO  .  tatUo  ie 
j  pUlet,  V  LIRIOPE,  ietitUinielt, 
I     vrtUda  ie  plíUi,  con  arco  g  fíetíta*. 

■  No  has  de  pasar  de  aqui. 

Quieres  tú  que  me  detenga, 

¡  S  esos  pijaros  que  escacho , 

I  Forman  tan  eitraña  y  noeva 

I  lláslca  para  mi  oído. 
Que  arreliatado  me  lletan 
Tns  sus  acentos !  Jamas 
Voces  escuché  tan  lianas. 
Aunque  escuché  tamas  veces 
Las  avrs  que  al  sol  despiertau. 

Esas  voces  qne  has  oído , 
Y  que  tú  ser  aves  piensas , 
No  lo  son. 


No  conviene  que  lo  sepas , 
Porque  Ipn  hados  han  puesto 
Tu  mayw  peligro  en  ellas. 


Serl  uo  escucharlas'? 

?Qe  las  siga :  sepa  quién 
an  siiavemenie  alienta 
Los  acentos  de  su  voi. 
Diciendo  en  cüusulas  tiernas... 
ÍL  r  Hdiicos.  [Beidro.) 
A  loi  añil  felieti  de  Eco , 
Púiaa  g  hermata  deidad  de  ¡at  teUiat.. 

LiaiopE.  {Ap.) 
Naturalmente  lleTado 
Del  afecto ,  los  remeda. 

HARCiso  T  Kdsicos,  {ttenlro.) 
Feliz  lat  úñale  el  maso  con  Iterti , 
OfoM  loi  cttatU  el  tol  enn  etlreUa*. 

Lialora.  [Ap.) 
¡Que  en  tantoa  afios  no  haya  ■ 


Qnieo  i  discurrir  si 
Esta  Intrincada  ewesnr 
Y  bof  coa  tal  mtslca  ve 


Saeicómobede  deteiwrflw,    • 
yendo  que  li  decir  vaeivao?... 

Felit  1m  teHale  el  nao»  eo»  floree. 
Ufano  tet  ettente  el  telecm  eetreltat. 

tVa  no  sabes  que  no  puedes 
.legar  mas  que  hasta  esta  peia , 
Que  es  pardo  cancel  que  encubre 
Los  nmeralea  desia  cueva 
Donde  vivimos  loa  dos? 
Pues  ;  cómo  romper  ioienias 
Los  íuerofi  de  mi  precepto. 
Las  leyes  de  mi  obediencia  T . 

Como  aquella  novedad 
He  ha  dado,  madre,  licenda. 
No  para  que  Intente  solo 
Quebrantarlas  y  romperlas. 
Has  para  que  intente  baUarie 
Has  claro :  escúchame  atenta. 
Vo ,  dpsde  aqueste  peüasco , 
Qne  es  raya  donde  me  ordenas 

8ae  pueda  llegar,  i>e  vi^io 
e  la  gran  naturaleza 
Varios  efectoi.  Un  dia 
Sobre  aquella  parda  sierra 
VI  una  ave ,  que  es  sin  duda 
De  todas  las  otras  reina. 
Según  lo  ufana  que  vive , 
Y  seguu  lo  alto  que  vuela. 
Cata .  sobre  un  verde  nido 
Hrcho  de  pajas  y  );erlus , 
tinos  polluelos  tenia , 
A  quien  con  su  boca  mesina 
Uantenia  en  cuanto  estaban 
Desnudos  de  pluma;  apenas 
Vestidos  los  vióy  con  alas. 
Cuando .  las  pteuades  vnellat 
En  rigores ,  los  echó 
Del  nido ,  para  que  fuera 
DeMíscnrso  de  su  vida 
La  necesidad  maestra. 
Entre  aqoelloi  dos  ne&ascoS 
(Aun  allí  dura  la  quiebra) 
Una  leona  criaba . 
Sobre  pieles  de  otras  fieras 
Unos  cacharros,  i  quien 
Desangrada  su  fiereza 
Por  los  pechos,  mantenía . 
Hasta  que  cobrando  fuerzas , 
Los  arroja  de  si  misma, 
Traliiidulos  con  soberbia , 
Para  que  ellos  conociesen 
Lo  que  les  daba  en  herencia. 
Pues  si  una  Dera  y  una  ave 
Del  lecho  j  el  nido  echan 
A  SUS  hijos,  para  qne  ellos 
A  vivir  sin  madre  aprendan , 
¿Por  qué  tú ,  viéndome  ya 
Con  las  alas  que  en  mi  engendra 
FA  diicurso ,  y  een  el  Itrio 

8ue  mi  juventud  oatenla , 
o  me  despides  de  ti  T 
:  No  me  has  coñudo  tú  mesma 
Qne  taay  atas  Dwtdo<qM  «Mm  owmm 
Has  eataa  qna  WHMMt  cneta , 
Has  fenle  que  aquealot  bnrtoa . 
Has  poMadoa  qM  <siis  aelvaal 
Púas  ipor  qué ,  «adre ,  OM  vHt* 
La  libertad,  y  «e  akfti 
Don  que  i  sus  hijos  conceden 
Una  ave  y  una  Qera, 
Palrimomo  que  da  el  cielo 
Al  que  ha  nacido  eo  la  lierraT 


dbyGOOglC 


Pesas  dudas  la  respaeua. 
Yo  lo  baré ,  pero  ao  abora ; 
Qoe  antes  qne  el  sol  se  oscurezca . 
A  cazar  que  comas  qoíero 
Salir :  en  dando  la  vaella , 
Los  |ieli)[ros  le  diré 

?ae  «menaian  tu  helle/a , 
las  causas  por  que  aii 
Te  he  criado;  que  piics  llegas 
A  tener  Ta  enteiidimiciiio, 
Tü  sabris  gtiardarie  dellas. 
Solo  lo  que  ahora  mi  \or. 
Coa  mis  ligrimas  te  ruega , 
Bs  que  iK)  saljias  de  a<jui 
Hasta  que  jo  i  veriu  vuelva. 

■  KAKCtSO. 

Vo  le  lo  orrezco  cou  üua 
Coudicinn ,  y  es ,  (jue  uo  venga 
Otra  tez  a  mis  nidos 
Aquella  voi  lisonjera 

Sue  escuché,  porque  st-ra 
uchp  no  irme  iras-ella; 
SI  otra  vez  i  decir  t 


ECO  Y  NARCISO. 
'  Oirone  pronuncia  tu  lengua 
I  Voz  humana ,  para  que 

j  La  aceten  al  iiraze  suspeuda. 


iVbienm 

!  El  mirarte  coo  las  señas 
De  hrmibre ,  para  que  el  impulso 
.  APoje  al  arco  la  cuerda. 

;  Humano  monatruo,  ¿quién  ereat 
Liafore, 


'  Soy  ana  ignorada  llera 
i  Destos  montes ;  j  a»! ,  int 


'■  üe 


igas 


,  vuélvete,  porqué 

.>■  dar  otro  paso  inleiilas, 
•Desde  mi  aljaba  i  tu  pecbo 
Verla  lolar  ias  saetas 
Taii  leloces ,  que  ellas  soIüi 


Cou  VI 


(6  y  lien 


ÍL  T  MÚSICOS.  (Dtnlrt.) 
A  Itt  aSoi  felicei  de  Sea  divina ,  eU. 
(Vdm  jVbrfMD 
'  uaiore.  - 
Llegú  el  dia  que  temí,       '  ■ 
Pues  ya  declarar  es  fuerza 
A  Narciso  los 


Si  las  seQas  no  me  uiienlen. 
Conocido  he  por  tus  sefias 
Que  eres  el  prodigio  a  nuien 
Toda  esta  cuniarea  tiemlila. 

I  Y  asi,  aunque  Üos  muertes  juii 

I  Aquí  mi  recelo  lema. 
' '"  de  tus  ar|iones 


Oe 


vid?  J'de  au  estrella. 
-..i.^.1,  dad  veiilura  lioi 
A 1^  puntas  de  mid  Jle'clias'; 
Qne  nunca  mas  me  i[nj)oriá 
Dar  presto  al  albergue  vuelta,  (t'i 

Sale  ANTEO,  con  vmoblo. 

Solo  un  día  que  ha  querltlo 
(~izaF  coil  mas  diligencia 
El  deseo,  no  ha  eoconlvado 
Alguna  cau.  Aunque  sea 
Penetrando  las  entrañas 
Desta  confusa  maleza , 
Que  tarde  ó  nunca  ha  sentido 
De  humanas  plantas  la  huella. 
No  be  de  Volver  al  lugar, 
Sin  llevar  alguna  presa 
Qoe  la  puedi  dar  í  Ecu , 
Mies  vine  en  su  nombre. 

Vuelvt  á  talir  LIRIOPE, 


Tímido  conejo  hoy  corre , 
Cobarde  perdiz  hoy  vuela. 
Nunca  viene  mas  despacio 
Que  cuando  se  busca  apriesa, 
La  casa. 


Hojas  rumor  he  estuchado. 

En  cualquier  cosa  que  sea , 
La  cuchilla  he  de  dejar 
Oeste  venablo  sangrienta. 
•  LiRtorE. . 
En  lo  que  fuere,  he  de  ver 
Manchado  el  hierro  i  mis  flechas... 
—Pero  un  hambre  es.  ¡Aj  de  mJ ! 
No  dispares:  tente,  espera. 

ANTEOt 

Bien  ha  sfdo  m 


1 1.^  vini  ue  [u  exiraneza, 
I  lie  de  airopcUarlas  ambas; 
I  Porque  ja ,  no  solo  intenta 
.Mi  admiración  apurar 
I  Quién-,  extraño  mousUuo,  seas, 
'  Pero  ll>-varle.eoiim¡go;.' 
.) !  Que  á  una  i^gila  hice  ofreuda 
De  lo  que  hoy  cace  eu  el  mniMe, 

V  strít  notable  empresa 

El  olrecene  h  sus  plañías , 

Y  el  asegurar  la  tierra. 

Na  desesperado  iñientes 

Tan  grande  acción ,  pues  arriesgas 

Tu  \ida 


Dejar  de  iiiieniarlu. 

LinlOPE.* 

Antes  i  lo  que  te  atreves.- 


AStlO. 

;Qué  esperas? 

SI  haré.  -Has  ¡délos ! 
Con  la  sobrada  violenola 
Que  alepUr  el  Uro  quise , 
Al  arco  rompí  la  cuerda. 

Sin  duda ,  que  yo  consiga 
Esta  victoria  d^an 
Los  dioses. 

iialopi. 
Pues  si  has  vencido 
His  desdichas ,  no  mis  fuertas. 
Mil  pedazos  le  haré  tnies , 
Que  s^nnda  vet  me  venías. ' 
I  {Luehan  lo»  da*.) 

I  Hal  sabes  quién  es  el  joven 


I  Que  te  lidia ;  que  aun>]uc  fueras 
Leona  deslas  montañas, 
Rumillara  tu  soberbia. 

liAj,  fnfeltce  de  mi! 
Vaquea  tu  valor  sujeta 
Estoy,  no  me  lleves  sola ; 

Eue  lleve  conmigo  deja 
a  otra  miltid  de  nii  vida.— 
¡  Narciso ! 

Los  laltios  cierra. 
No  llames  1  (|uien  te  amparr. 
Porque,  sin  que  te  <l>>ik'iidan. 
He  de  lograr  esta  diclía. 

¡Narciso! 


La  voz  de  mí  madre  be  oido, 
Jue  tristemente  se  queja, 
iJamindome.  SA  eHa  misma 

Íue  no  salga  de  la  cueía 
e  manda,  ;cómo  me  llama* 
ualorE.  Ifittie  Ií¡m  d  totet.) 
¡Narciso ,  adiós  I  ijue  me  auseiitan 
be  y  mis  hadtfs. 

Njtaciio. 
'¡Qué  escucho! 
iPnesc&mo,  madre,  me  dejas, 
iNCiéndome  desde  i^jos, 
Sin  qne  jodónde  eslis  sepa . 
Quelos^udos  te  han  dispuesto 
A  hacer  de  mi  amor  anseucíaÍ! 
El  dia  que  te  esperaban 
Ni  alma  j  vida  mas  contentas. 
Porque  esperaban  saber 
Quién  soy,  y  cómo  me  uiecas 
La  libertad,  ¡solamente 
Vuelven  lus  voces,  y  aun  esas 
No  cabales,  pues  ef  viento 
La  mitad  usurpa  de  ellas '. 

LiafüPE.  {Dentro  á  lo  liJoi.¡ 
¡Narciso,  adios< 

'  DARCISO. 

i  Ay  de  mi 

iQué  he  de  hacer  sin  li  en  aquestas 

UONUbas  solo,  ignorando 

Qgiéii  soy ,  y  qué  modo  tangán 

De  vivirlos  hombres,  pnes 

Nada  sino  1  hablar  mé  énseRai! 

y  aun  eso  te  perdonara 

Ahora,  porque  no  tuiieran 

En  Su  abono  las  desdichas 

El  consuelo  de  las  quejas. 

Ni  bien,  mi  inadre,  seGora. 

Vuelve,  vuelve  i  mi :  no  seas 

Tao  ingrata,  que  me  dejes 

A  vivir  enlre  estas  peñas, 

Compañero  de  sus  troncos. 

De  sus  brutos  y  sus  Qeras. 

iQuÉ  enojo  le  he  dado  yo, 

Para  que  desia  manera 

Huyas  de  mlf  ¡No  he  vivido 

Siempre  atento  i  tu  obediencia? 
Sé  JO  mas  de  lo  que  tú, 
ladre ,  has  querido  que  sefw  ? 

Pues  (para  qué  me  castigas 

Coo  lan  eUraSa  seuienciaT 
Ay  de  mi !  ;  Qné  haré  f  La  voz 


AJ  ae  mi :  ^  une  uare  t 
HÉcia  allí  se  oyó :  tras  el.. 
Iré;  que  no  dudo  qne 
'  His  ligrimas  la  detengan. 


;)glc 


Ka  .■dclintios ,  Hispiros : 


le  le  aguarde  uu  hrcve  Instante, 
vue  mIo  va  i  eótc  mecerla. 

Has  ¡a)  trísle  1  rjiie  na  sé 
Si  acierta  el  ilisciirso  ü  yerra 
Eli  la  elección  de  mis  pasos; 
Que  comn  es  la  vei  primera 

Siie  dt!  la  cueva  he  salido , 
o  sé  si  yerra  ó  si  acierta. 
Diosea,  mis  plantas  guiad ; 
Ueloa,  socorred  mis  penas; 
Sol,  alumbra  mis  senlidosi 
Inclinad  mi  arbitrio ,  estrallaa ; 
Fieras ,  doleos  de  mt ; 
Aves,  repetid  mis  quejas; 
HontaKai,  dadme  salida; 
Troncos,  decidme  la  senda; 
^est  nnlnrelia,  fi  guien 
Su  misma  madre  le  deja , 
Juslo  será  qne  le  amparen 
Dioses,  ciefos,  sol,  esirellaa, 
Fieras,  pájaros,  moatailas, 
TrcMicos,  peñascos  j  aelvai.      (Va»*.) 

Múdate  él  teatro ,  Uitienfio  en  el  f^D 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  RAUCA. 

Pues  en  ml  iuMii  estado 
Ks  lance  méoos  penoso 
dada  oichoso . 


Ta  beldad 
He  perdone ,  y  no  me  Impida 
El  quedar  con  el  listón , 
Ya  que  habiéodose  caldo 
De  tu  cabello,  jo  he  sido 


Amor  nunca  en  sas  favores 
Gradíia  los  acredorea , 
Y  aunque  llegase  postrero , 
Le  be  de  llevar. 

jNo  advertís... 

iQué? 

■ATO. 

Qne  et  muj  civil  coniienda 
Por  un  listón,  que  en  la  tienda 
A  veinte  maravedís 
Vale  la  vara,  lucharT 

aiLino. 
Si  los  dos  habéis  culpado 

8ue  mi  prolijo  cuidado 
OT  me  acnerde  mi  pesar, 
\  Dieiéndome  qoe  no  es  día 
t  De  Iterimas  el  que  veis, 
¿C¿mo  convenir  queréis 
Eo  trlsteu  la  alegría 
Con  que  del  ttniplo  volvemosT 

ni.  VIO . 
Como  en  cualquiera  ocasión 
Loa  edoE  disculpa  son 
Aun  de  inijores  pxiremoi. 

Oídme  i  mi ,  itiii  que  tenga ia 

Mas  coDÜcuda  ni  ¿urda. 

SI  el  Iklon ,  por  preada  aaia , 


Tanto  los  dos  estimáis , 
Advertid  que  no  merece 
Hasta  ahora  esa  estimación , 
Pues  no  es  favor  un  lis  ion 

Que  el  viento  acaso  os  ofrece, 

De  mi  cahello  volado  ; 

Que  aunque  yo  Do  entiendo  nada 

De  amor ,  la  ocasión  lomada 

Ha  de  ser,  y  el  favor  dado. 

V  asi,  h:isla  que  yo  le  dé, 

Ko  le  tensáis  por  tkvor  : 

Volvérmele  i  ml  es  mejor; 

Que  yo  después  le  daré 

De  mi  mano  i  quien  qnlsiere 

Qtle  con  mi  gusto  le  tenga. 

Aunque  mi  tnnor  preivoga 
Que  nanea  cata  dicha  espere , 
El  listón  te  restituyo.  (Di 

Yo  también,  aunque  im  creo 

Que  jamas  vudva  el  deseo 

A  verse  con  favor  tujo.  [Dátele. 

Si  habértele  vuelto  aqui, 
Ks  para  que  tú  le  des 
Al  mas  galán,  venga  pues, 
Qoe  claro  ea  que  es  para  ni. 

iTú  el  nat  galán  T 

4  Por  qaé  DO  T 
tQoé  me  bita  para  sello. 
Sino  que  caigan  en  ello  ' 
Boy  kw  demaa  como  yoT 


Ya  que  i  li  restituido 
Ese  iris  de  colores, 
Qne  con  tantos  resplandores 
Lisonja  del  viento  lia  sido, 
H abemos  los  dos,  te  pido 

Sue  cumpla  tu  t)eldaa  rara 
oy  su  palabra.  Declara 
Para  cuál  de  los  dos  ea , 
Como  ofreciste. 

No  des 
Igual  sentencia ,  y  repara 
Qtie  si  yo  le  le  volvi. 
Por  obedecerte  fué 
Solamente,  y  no  porqué 
Merecerle  presumí 

siendoesto  asi, 
<  des  le  prevengo ; 
r  tan  infelii  Tengo 
j  padecer , 
Que  aun  temo  que  he  de  perder 
La  esperanza  que  no  tengo. 

sikvto. 
Vo  tampoco  la  he  tenida : 
el  haber  ya  deseado 
ml  dolor  declarado , 
Has  desconfianaa  ha  sido; 
Hne  si  1  una  duda  Tendido 
'engo  de  morir ,  que  acuda 
Is  mejor  mi  fe  desanda 

dctengafio  al  daüo , 

»lr  del  deseon*' 
e  morir  de  la  01 


Duda  6  deseiigatio  inllero 
Hoy  precisM;  y  pues  no 
Es  posible  tener  yo 
La  veninra  que  qd  espero, 
Vivir  boy  dudoso  quiero , 
Antea  que  deaeogaflado, 


I  Que  de  cieno  desdichado. 

Poco  ama  aqnel  que  en  tm  engafto 
r.onsolailo,  (le  sn  dama 


La  duda  es  dolor  eitrauo. 
Ese  quiero  padecer. 


')    Querer  dudar,  d 
'  Querer  saber, n 


Pues  ja  no  quiero  saber. 

■co. 
I  Vos  que  me  declare,  j  toa 
'Que  calle  soliciuis, 

V  yo  en  la  duda  en  que  etUHa 
He  de  Igualara  losdoa. 

lAp.  Déme  pues  el  ciego  dios 
Industria  para  que  aqui 
Hable  y  c;ille.  — Solo  asi 
El  callar  y  hablar  se  iuUere.) 
'  El  lislon  daré  al  queHiiciere 
Mayor  lineu  por  mi. 

ruó. 
Vo  acfpto  la  condición , 

V  solamente  pudiera 
Ser  esa  la  que  pusiera 

?' undulo  en  esta  raion  : 
El  merecer  no  esti  en  mi , 

V  en  lili  esté  el  seo'ir ;  y  asJ 
Puedo  esperanza  le^er. 

Pues  no  esté  en  ml  el  merx^^r. 

V  el  hacer  lineus  si. 


Vo  la  condición  no  aceto , 

Porque  si  lau  feliz  fuera 

Que  liacer  fiíiexas  pudiera. 

Ño  las  ituarda»  i  e«te  efeto  : 

Nada  un  amor  que  es  ¡lerfecio 

Reservó  :  siewlo  esto  asi , 

Bien  la  condidon  temí. 

Pues  mi  coraaon  coMIanle 

No  podríi  bacer  adelante 

Mas  de  lo  que  ha  hecho  basta  »9af. 

Sote  ANTEO  oM  LlttlOPE. 


Honor  d.. 

Virld ,  vivid  sin  recelo 
De  aquel  monstruo  que  con  laoUts 
Penas  os  asombra  cuantas 
Veces  le  viatete ,  pnet  ]  a 
Humilde  y  rendido  esii 
Besando  de  Eco  las  plantas. 
En  su  nombre  al  rooute  fni, 
V  en  el  monte  le  encontré  : 
No  es  la  admiración  de  qne 
Oa  le  baya  traido  aqnf ; 


No  A  terle 


rerte  ciibJerto  tM     , 
,zodb,LiOOglC 


De  cabello ,  no  el  aiitlar 
Es  lo  qui!  os  lia  de  ailmirar , 
SÍDO  el  oírle  hablar;  (|ue  liena 
NuMIn  bamana  lox,  que  vlena 
A  hacírle  mas  sinaatar. 
Pragnuiatlle ,  bablid  con  él ; 
(toe  i  lo.do  01  respoculerá. 

ECO. 


iDe  qué  especie  (lircreiiic 
i%3ixt  dúiide  mis* 


Yo,  pastorea  de  la  Arcadia, 
No  íoj,  como  presumís, 
Honstrao  Irracional ,  que  wijr 
Una  mujer  infelii; 
Si  bien  no  ba  «ido  el  engaño 
Hu;  DolaUe ,  si  ad  ver  lia 
Que  aoto  para  ler  moosUiM 
De  la  fortuna  naci. 
Estos  valle* ,  que  esljn  aiemnre 
De  un  matiz  j  otro  malii 
Lleooa,  porque  ea  lodo  el  año 
u — 1,„  ^jj  j^yj,  gj  jt,p||_ 


Que  tumba ,  j  tM  cuna ,  hubiesen 
Sido  entonces  para  mi! 
Joven,  mi  bermosnra  apenas 
Kmi'ezaha  i  descubrir 
Kn  mis  primeras  aurorai 
Algún  agrado  gentil , 
t:u;indo  i  descubrir  lambie» 
Rmpeiú  (esto  permilli) 
Oue  diga)  que  no  \tít  el  sol 
Una  hermosura  Telix. 
CéHro ,  un  gnlan  m.-inccbo 


a 


ir  el  nombre,  que  su  padre 
Detnú  de  llamarse  asi ), 
Me  vio  en  el  prado  una  Urde , 
y  enamorado  de  mi, 
A  entetirlcT  me  dio  sa  amor 
Corlesmeutu:  i  i\iie  el  carmín 
Resnoudió  de  mis  mejillas , 
Parlero  no,  mudo  si. 
Desde  allí  roí  sombra  fué 

V  joauloi  ilrsdealli, 

Poes  no  hice  mas  <|ue  abrasar , 

Y  él  no  biio  mas  que  seguir. 

b-  Ob  cninlas  veces,  oh  eulnilas 
ar  i  los  Tientos  tf  vi 
Suspiros  de  ciento  en  ciruio , 
Ligrimas  de  núl  en  mil , 
SSa  que  ea  el  buril  ni  lima 
Del  porRar  ni  el  aslsilr 
Pudiesen  labrar  mi  pecho , 
Porque  era  diamante ,  en  Gn 
"  ■     ■'  ■       in  de  las  mi-llai 


Desesperado  la  amor 
Da  DO  poder  eooaegm'r 
NI  amor,  3  desesperado 
De  padecer  jsenur. 
Una  tarde  que  at  ejido 
ApteenUiHio  sali     ■ 
Una  manada  de  blancos 
CoTdtrinoB ,  que  enlre  H 
Relouodo  celebrabao 
U  Uberlad  del  rcdH, 


ECO  r  NARCISO- 

AmlCénrollegd, 
i  Y  ahraj.íindoie  de  mi. 
Bien  como  al  mura  la  ifedra, 
I  Bien  como  al  olmo  la  vid , 
I  Dijo  :  ■  Lo  <|ue  no  han  podido 
!  Rendimfmtus  construir, 
'  Consigaah)  las  violencias.  • 
:  V  en  este  Uisiante(;aj  de  mi!) 
El  Céfiro  arreliató 
A  los  dos  con  laii  sutil 
Movimiento,  que  i  las  nubes 
Volar  sin  alas  me  vi; 
Que  como  era  padre  mijo , 
Por  no  mirarle  morir 
üe  amor,  le  prestó  sus  alas  : 
jHIrad  qué  piedad  tan  vil! 
' ;  Quién  vio  contienda  de  amor 
Tan  nueva ,  pues  bien  asi 
Volábamos  los  dos  como 

I  En  las  garras  del  azor. 

La  gana  en  las  del  uebllT 
[  Viéndome  desvanecer 
I  Al  solicitar  medir 

La  distancia  de  la  tierra, 
:  Los  <)jos  cerré ,  j  me  asi 
.  Al  traidor  hijo  del  viento  : 
i  ¡Ali,  (|ué  abrizo  es  laii  rüiu 
!  El  que  ta  necesidad 
lllacedarjnoaenür! 
i  Desta  suerte  pues ,  conmigo 

Llega  el  velero  adalid 
I  Del  aire,  i  esa  cumbre  altiva, 
'  A  quien  todo  ese  turquí 

Globo  con  sa  peso  esU 

Agoliiando  la  cervji. 

Ilav  en  sus  duras  eotrailas 


Una  O! 


De  tos  piélacos  vacíos 
El  humano  Dergauíi- 
TomA  puerto,  1  au 
Un  anciano  i  recibí 


honestando  la  traición 

Con  la  disculpa  civil 

lie  amor,  que  aau  el  enojar 

Es  en  nosotras  si'rvir. 

Llegó...  Enlendcdlo  vosotros, 

V  i  mi  vergQenza  sujilid 

Cosas ,  que  para  saberse 

^o  se  han  menester  oír. 

i  Quién  crért  que  tan  eMri5o 

Pnncipio  de  amor  su  lin 

Tan  cerca  tuviese ,  uue 

Su  nacer  fué  so  morir? 

Todos  lo  creed ;  que  apenas 

enroñada  da  jazmín 

Salid  otra  aurora  (no  Sé 

Siillorarósit  reir). 

Cuando ,  ausente  de  mis  brazos. 

Has  i  Céliro  no  ti  . 

;Qué  hay  que  Uar  del  que  unge 

Si  el  que  ama  pnicede  asi* 
I  Kn  noder  de  aquel  anciano 
I  Caduca  quedé...  Abora  oíd 
]  Con  m:i£  atención  ,  porque 

Empieza  otro  caso  aquí. 

No  menos  evirafio.  Este 

Tlreslasera,  el  sutil 

HIkíco  que  lanus  veces 

Habréis  oldu  decir 

Que  asombraba  con  so  ciencia 

A  los  dioses ,  pues  asi 

A  ese  eiicuademado  rdtra 

De  once  hojas  de  mOt 

Le  lela  los  secretos. 

Que  muchas  veces  le  ^ 

Los  fbluroB  con  lin  gen  tes 

Anunciar  j  prevenir. 

¡CninUa  veces  eclipsó 

Al  sol  puesto  en  m  ccnll , 


V  cuántas  resplandecer 
Le  hiio  desile  su  uadir ! 

i  Culoias  i  la  blanca  lona 
La  lisiió  de  carmesí,        . 

V  cuántas  i  las  estrellas 
Las  vistió  el  oro  de  OHr ! 
Porque  se  iiiüso  igualar 
AJiítnter.élaili 
Cii'gn  V  preso  le  tenia  : 
(^onsiderailme  ahora  i  mí 
Pi¥Sa  alli  ;  ciega  tamUea , 
Altorrecieodo  el  vivir, 

V  las  Ustlmas  veréis 
Con  que  mis  nenas  sentís. 
Sola  uua  utilidad  pudo 
lli  soledad  adquirir, 

8ue  fué  saber  los  sucesos, 
ue^e  su  ciencia  aprendí. 
Principalmente  en  las  causas 
Naturales,  i  quieu  ful 
Has  iiiciinada.  No  haj  piedra . 
Flor,  jerba  ni  hoja,  que  eu  Dn 
Su  ualuraleía  niegue... 
PerQ  esto  do  es  para  aquí. 
Un  ola  pues,  aquel  caduco 
Esqueleto  me  babtá  asi  ; 
(  Vo  he  hallado  por  mis  estodloa 
Que  ;a  el  término  cumplí 
De  mis  alientos  :  ho;  es    * 
Cuando  tengo  de  morir. 
Nn  tengo  qué  le  dejar , 
;  Oh  compañera  geoiill 
De  mis  fortunas,  si  no  es 
Lo  que  te  voj  íi  decir. 
En  cinta  eslis :  un  garii» 
Eteliislmo  has  de  parir: 
Una  loz  y  una  hermosara 
Solicitaran  su  fln 
Amando  y  aborreciendo: 
Guárdale  de  ver  j  oír.  • 
Yo ,  viendo  del  Tatldnio 
Va  los  anuncios  cumplir 
En  el  iiart'i  y  la  lielíeía , 
Todu  lo  deroas  temí : 

V  asi,  sin  querer  jamas 
De  aquella  coeva saKr^' 
Asegurando  i  Narelsa 
Desús  peligros,  vlvl 
Criindule ,  sin  que  llegas* 
A  saber  ni  i  discurrir 
Has  de  lo  que  quise  yo 
Que  él  alianiase,  y  es  fln, 
Slu  que  otra  persona  viese 
■Humana .  sino  es  i  mi. 
Esta  es  la  causa  por  qué, 
Viéndome  tal  vez  huir 
Por  el  monte  li>s  pastores. 
Escíndalo  suyo  fui. 

Has  ya  que  ha  qnerido  el  cielo 
Hls  secretos  descubrir , 
Rendida  de  aqueste  joven , 
Todos  eonmlgiD  venid 
Pnr  mi  hijo ,  pues  es  Tuerza 
Ya  entre  vosotros  vivir. 
Fuera  de  que  ya  e)  discurso 
Suyo  le  empieza  t  aBlgir , 

V  no  dudo  que  su  pena 
Le  acabe  at  verse  sin  ni. 

V  para  que  me  creáis 
Todo  cuanlo  os  referí ; 

I  Pnr  si  oísteis  alguna  vez 
;  Hl  suceso  reRírir, 

V  hay  alguno  entre  voaoiroi 

I  Que  ahora  se  acuerde  de  mi ; 
t  Yo,  queeo  los  twraleLoa  mares. 
Ue  la  fortuna  coni 
I  Tan  graves  tonnenUs ;  yo , 

8ae  al  ounca  mudo  dam 
e  la  tama  voladora 
Tanios  asuntos  la  di; 
I  Vn,  que  al  teatro  delmwdo 
;  Cómica  tragedia  ful; 

u,nt,zodb/CoO: 


iglc 


Vo ,  ejemplo  del  pailpcer ; 

Yo,  epilogo  del  sentir; 
Vo,  cifra  ael  suspirar, 
Del  llorar  y  tie!  ^emir, 
LabijasayleSiltao, 
Lirlopc  la  iiirdizi 

SILENO. 

I  At  bija  del  alma  mía ! 
Deja  que  una  tei  í  mil 
Tu  cuello  enlace.  Vo  soy 
Sueno  i  j  pues  merecí 
A  la  que  muerta  lloré , 
Viva  abrazar,  ver  y  oir, 
Veoga  la  muerte,  puHS  ya 
Nu  tengo  Días  que  Yívir. 
tiaiOM.. 
Humilde  i  Um  Qiés  estoy , 
Aanqne  la  vergiieoxa  aquí 
He  embaraiá  mncba  pane 
Del  contento  que  bay  en  mí. 


■  COMKDIAS  OE  DON  PEDHO  CALüEROK-DE  LA  BARCA- 
JORNADA    SEGUNDA. 


Aun  DI 

OíehoKo  mil  veces  Tal, 
Pues  traer  lauta  alegría 
'  Pude  al  valle  conseguir, 
uilon. 
Mayor  íertí ,  cuaodo  Iodos  . 
Veáis  mí  liijo,  en  quien  sut.l 
Esmeró  naturaleza 
Sus  perfecciones.  Veiúd 
Conmigo  í  la  cueva  donde 
He  espera:  hallar 


Guia,  Liriop«mia, 
Todos  babemos  de  ir 


.  Yo ,  que  «i  no  hay  que  Dar 
De  una  mi^cr  nifinsa ,  di,     . 
i  Qué  tiahr^  que  liar  de  aquesta 
Tan  mODUraz  y  cerril  ? 


Vamos  lodos. 
unlOPi. 
Vamos,  mis  patos  seguid. 


SaUn  LIRIOPE,  SILENO.  ECO 

FKBO. 

-   AXJTJt.. 

ANTEO.  BATO.  SlRgNE .  u  le-luí  ¡ot 

Yo  con  Libia  hasta  la  eumbre 

dema»  que  acotaren  ¡a  primera  jvr- 
mda. 

Dése  mouie  he  de  subir. 

LIlrfoPG. 

Mil  veces  infelii:  M. 

Yo  con  Eco  he  de  medir 

FEBO, 

Su  mas  alta  pesadumbre. 

Oye.. 

SILe!10. 

Y  yo  oon  Nise  lambieo 

Aguarda. 

He  de  entrar  i  ese  jaral. 
Y  si  cantáremos  mal,. 

Esciieha'. 

Por  Eco  aullaremos  bien. 

UBloi-e. 

*"^'Es|i,.r:,. 

Yo  sin  ley  y  sin  aviso 

flntr 

Por  todas  parles  iré. 

Mira. 

Cada  uno  caliie  lo  qué 

a:!teo. 

Sepa.—  i  Narciso !  ¡  Kírcis« '. 

Advierte. 

LU>RA.  (Cania., 

Coi^iderü. 

■Puei  df¡  mimle  Itt  falda 
Toeó  á  mi*  voces, 
Diganiaa  de  NarcíM 

tlRlOPE. 

No  baj  consuelo  para  m!. 

Fueiuet  t  liare*. 

Habiéndome  Bucedido 

KisÉ.  (Caula.) 
Puetámidelaietva  - 

Una  desilidiatan  nueva. 
Pues  Narciso  de  la  cueva 

Falta.  Jam;iB  ha  salido 
Della.íino  solo  boy, 
V  ya  su  muerte  recelo.— 
TMarciso!  :Narciso!-AU<elo 
En  vano  estas  toces  doy. 

foti  lo  alegre , 
De  SareU»  me  digan 
Floreen  fuente»: 

siRíKi.  (Conítf.) 

fue*  le  IBeó  á  rai  acento  ' 

Sin  duda  el  haher  lardado 

Umiria  cumbre , 

Tanteen  venir  aquí  yo, 

Díganme  de  Sardio 

fie  la  cueva  le  sacó.' 

Sombra*  y  luvet. 

¡Ob.miieme  mi-cuidado! 

teo.  (Canta.) ■ 

ANTEO. 

r  puet  á  mi*  aceufoi 

Noleaniias;quepuesíl 

Lo*  riieot  locan. 

Euesle  monte  ba  de  estar. 

De  yarcUo' m*  digan 

Vo  t«  le  sabré  buscar. 

Utee*  t  *embrai. 

TOBOS. 

Todos  iremos. 

A  la  falda. 

LTklOM. 

HtSí. 

.Cruel 

.  A  laaelva. 

Kortunu  h»  sido  lamia.— 

¡Narciso !  Vo  estoy  morlal. 

A  la  cumbre. 

[Ajdioies'ieuándo  cahal-   - 
Sacederi  una  alegría! 

Alrisco'. 

LialOPR. 

Oiga  k  todos  y  todas- 

Discurriendo  el  monte  TanioS;, 

Decir... 

Llamioflole  ■  pues  será 

•    ELLjl,MltSie»ITOt..*. 

.  XMÍvrt. 

No  barí: 

iNareUo! 
Ata  falda,  á la leha, 
klaenn»bre,alritto. 

Porque  si  asi  le  buscamos. 
El ,  que  uanca  geüle  vio , 
Has  es  Tueria  quesé  esconda , 
Que  DO  i  las  foces  responda. 
Has  oid  lo  que  peasó 
Mi  Ínflenlo  :  para  que  Tenga 
Boscindonas,  ba  de-faaber 
Uua  industria.     -    - 

iQué  hade  ser! 
LinfoFE. 
No  hay  cosa  que  Con  él  tenga 
Mas  lUerza  para  atraelle. 
Que  oír  música :  y  siondo  asi , 
Divididos  desde  aquí; 
Cantando  para  uutvelle 
Todos  id. 


Vanee,  y  MÍe.NARCt.SO. 

NARCISO. 

Aunque  la  süare  voz 

De  mi  madre  me  parece 

Que -oigOi  sombra  es  i|up  me  orrer« 

Sin  cuerpo  el  siró  veloz  , 

Pues  bañarla  no  he  podido , 

Por  mas  que  al  monte  he  bajado. 

Va  el  aliento  me  l.a  Taludo.- 

AqUl  moriré  remudo 


Ale: 
El  lo  que  mas  ui 
Sino  la  sed ;  y  a; 
De  aquella  agua 
Parailarme  ali'ri 
Diciendo  corre... 


faliga. 


Igaiwte  de  Nareite 
ueale*  y  ¡Itre*. 

u,nt,z9dfiyG00glc 


Pero  ¿qué  voz  M  esu 
Que  me  suspende? 

xi&t:  {Dentro.) 
lUgan»e  ie  Narciio 
F¡»r»  g  fitíoUt. 

.      .  RARCISO. 

Como  ja  ea  dos  partes 
Quiere  que  escuche... 

siHEss.  (Dunlra^ 
Dt  Narciio  ine  digan 
Sombra*  y  ¡ucei. 

HAKCIM. 

V  aun  en  tres,  sopnesio 
Oue  dice  estoira... 

£Co.  (Denlfo.) 
Díganme  de  Karcúo 
Lmcei  g  tombrat. 

Por  seguir  i  lodas, 
Nioguiia  sigo. 

TOBA  LA  «úsicA.  {Deuiro.) 
A  la  falda ,  á  la  lelva , 
.4  la  cumbre,  al  riico, 

LiHlopE.  (Oeniro.) 
Oiga  it  Iodos  T  todas 
üecir... 

ÍI.U  T  TODA  LA  «íaic».  {Dentro. ) 
Kureiio. 

NARCISO. 

j,Cónio,  sí  i  mi  int  llamáis, 
¡íoiions  hermosas  toces. 
Volreis  hujendo  vploces,'  ■ 

Y  DO  sulo  lio  le  ilají 
Unali.ioi  mi  semillo. 
Has  trocándole  cu  agravio, 
Me  eoibaraiaia  el  del  labio' 
PoTÍrnw  Iras  del  oido! 

Y  iiues  de  vosotras  m:i) 
Puedo  percibir  las  sefias. 

El  ruido  que  entre  eslas  peflas 
So  menos  dulce,  el  cristal 
Mace,  su  aliento  me  dé, 
Siendo  la  primer  vei  esta 
Que  afancl  llegar  me  cuesta 
Al  agua;  pues  no  digé 
Nunca  la  cueía  hasta  linv. 
Uunüe  un  alcornocjue  era 
Tsí.a  menos  lisonjera. 
Que  la  i|ue  mirando  estoy, 
fíuarnfCida  de  yerbas 

Y  ramos,  donde... 

LAUKA.  (Dentro,  caafanio.) 
¡Ugaitme  de  NarcUo 
Fuentety  porei. 

KAUCISO. 

Masía  voí  i¡  pararme, 
Diciendo  vuette... 

NiSE.  {Dentro.) 
DeNarciiome  digan 
Floree  g  fkentee. 

nAKCitn. 
Si  es  (|ue  i  mi  me  buscas , 
¿Por  qué  me  huyes? 

siREME.  {Denlre.) 
Dlgamae  de  Narciso 
Sombree  g  lacee. 

Puesto <[ue  no  me  aliviiis, 

iPori|ue  me  estorbas? 

eco.  (üínfru.) 
Díganme  de  Narciit 
Lacee  g  tumbra^. 


Ef.O  Y  NARCISO. 

LuiloFí,  {Deniro,) 
Repitiendo  á  un  tiempo      . 
Tonos  distintos , 
(liga  i  todos,  y  todas 

LA,  HllSICA  T  TODOS.  {Denlfú.) 

Nareiep. 

IfAMCISO. 

Pues  a  lodos  escucho , 
Vi  nadie  veo, 
Vuelvo  al  agua.  Has  ¿cúmo 
Si  oigo  eslt  acenlo? 

LAORA.  {Dentro.) 
E»  el  engaño  traidor, 
¥  ei  detengaño  leal. 
El  uno  dolor  ein  mal, 
Y  el  otro  mat  tin  dolor. 

KARCISO. 

Solo  aquella  lot  pudiera 
$er  remora  de  un  sediento. 
Seguir  (¡niera  de  su  acento 
La  música  lisonjera. 

rnsB.  {Dintre.) 
Si  acato  mi*  denaria* 
Llegaren  á  loe  umbrale*, 
iM  ld*ii-na  de  ler  malee 
Quite  el  horror  de  ler  mió*.  ' 

NARCISO. 

Pero  mas  cerca  esia  suena. 
Aunque  una  y  utra  me  encanta. 
o,  .  ......         dulce  canta. 

De  mi  mismo,  porque  tiene 

Has  agrado  y  mas  duUura. 

Por  esta  verde  espesura 

EJ  huscarla  me  conviene. 
leicE.  {Deníro.) 
tan  e*eondida 


Ven,in 


Otra  dulce  v< 

tJu  las  pasadas  las  seoas. 

{Dentro.) 
Solo  el  tilenclo  anigo 
Ha  de  *er  de  mi  lormetío, 
y  aun  no  cabe  lo  que  tiento 
ai  lado  lo  que  no  digo. 

¡Váljfameel  cielo!  Rsia  si 
Qae  es  reint  de  todas  ellas; 
Que  aunque  por  dulces  y  bellas 
Juagué  las  que  hasta  ahora  oi. 
Con  mas  fuerea  ha  suspendido 
Esta  con  mayor  empeño. 
¡  Qué  hermoso  será  su  dueño. 
Pues  vence  por  el  oído 
Dos  afectos,  que  en  rigor 
Sun  con  Tuerza  desigual... 
LACRA.  {Dentro.) 

-   dolor  tín  mal, 

reí oiro  maí lia  dolor. 

HARriSli 

Voi.i 
""      alescrece 

(Deulro.) 
La  íóetima  de  ler  mate* 
Qniíe  el  horror  de  *er  mies. 


■ .  siHiKi.  {beutre.) 
Porque  el  placer  del  morir 
no  me  tiuelva  á  dar  la  vida. 

NARCISO. 

Lo  que  siento,  mal  me  ntiligo 
A  quejo  diga  mi  aliento... 
ECO.  {Dentro.) 
y  aun  na  eoíe  h  que  eienu 
En  lado  lo  que  no  digo. 

NARCISO. 

tn  mil  partes' dividid  os 
Mis  cuidados,  son  despojos 
Del  viento.  Vpd  algo,  ojos, 
O  no  escuchéis  tanto,  oídos. 


Hiela  aquesta  parte  yo 
He  de  penetrar  lo  ameoo 
Üestas  intrincadas  breñas. 
Una  y  oLra  vei  diciendo... 
(Califa  )  Solo  el  eiíeneio  lettíga 
Ha  de  itr  de  mi  lermeuíc,  ele. 


Dulce  conrusion  del  viento ; 
51  entre  el  oído  y  el  labio 
Dudoso,  absorto  y  suspenso 
He  vi,  síD  saber  quiín  es 
Hl  mas  poderoso  afecto. 
Pues  al  oír  el  cristal , 
Que  me  llamaba'  sediento , 
Sediento  también  me  llama 


Que  en  vez  que  labios  y  oidos 
Beban  agua  y  aire,  has  hccliu 
Que  beban  fuego  los  ojos. 


e  para  explicarle  es  fiíer» 
usar  que  eu  ta  estilo  meamo... 

th  T  ECO.  {Cantan.) 


Bruto  diamante,  que  mal 

Pulido  dése  grosero 

Tosco  traje,  brillar  dejas 

El  alma  que  ocultas  dentro . 

No  menos  suspensa  yo 

Quedé  al  mirarle,  supuesto 

Que  absorta,  helada  y  cool'usa  , 

Solo  i  responderle  acierto 

Con  lo  mismo  que  cantaba... 

(Caitfa.}-  Y  aun  na  cabe  lo  que  tiente 

En  todo  la  que  no  digo. 

KARCISO. 

Parecidas,  según  eso , 
Son  nuestras  dos  suspensiones 
Tanto,  que  los  dos  diremos, 
Tú,  por  si  i  mi  me  respondes, 
Yo,  por  si  á  ti  me  parezco... 
LOS  DOS.  {Cantan.) 
Sola  el  eilenciu  leellgo 
Ha  de  *er  de  mi  tormento. 


íil^^-^iOOglc 


La  •egODili  en»  qa«  teo, 

Y  *an  Ba  prímera  jiudípTa 
Decir,  pue»  i  lo  igue  entiendo 
No  era  mujer  pan  mi 

La  primera  que  vi,  paesto 

Sue  ea  »l  peclio  cid  eoceodlú 
anca  lan  acllvo  Tiiego 
Como  tn  »0í  j  lu  v[au 
ñan  eoceadldo  i^n  m<  pecbo. 
iAdónde  «as  por  ai|iilT 

A  (olo  balearte  vengo , 

Y  con  desear  liallarle , 
EiUman,  i  lo  qne  enUendo, 
No  haberle  hallado,  porqué 
Uo;  en  U  mas  que  bailo  pierdo, 

KAMcao, 
¿■Conodanne? 


PucSiCámo  en  ene  desierto 


Prealo 
La  causa  que  me  ba  traído 
Sabris. 

Uila,  puea. 

,  Sileno! 

iX  quién  llamas!  ¿Qué  pretendi-st 

¡Felw,  Bato,  Silvio,  Anieo! 

Tü  quieres  maitirme,  corno 
B¡  ja  uo  mo  liuiíii'rjs  mueito. 

¡Sirene,  üriopc,  Nlw! 
Venid  (odoa  í  ecte  nursio, 
Que  ja  be  llegado  i  Narciso. 

Salen  tobos. 

Llamado  de  lu  \ot  venga. 

Atrwo, 
be  tu  vot  vengo  traidii. 

Alas  me  ha  dido  lu  au«iilo, 

Aqai  Eco  hermosa  llamalia. 

pues  todoa  llegau,  lleguemos. 

NAasiso. 
iTania  geoie  haj  en  el  munduT 

¡Peticeyoqne  te  veo! 

KAKCISO. 

Pues  icómo,  madre,  á  boscarmo 
Vienes  con  todus  ai|ueítuBÍ 


DE  DON  PEDRO  CALDERO.f  DE  1 
Sea  aquella  que  esioj  viendo. 
.Quün  es,  me  di,  y  lo  que  inlentas. 
Hadre,  porque  esto;  suspenso, 
Tan  notables  direrencias 
De  rostros  j  trajes  viendo. 

Despacio  sabrás  lu  bisloria. 

Dices  bien,  que  ahora  no  es  tiempo 
De  detenernos  aquí. 
Juntos  al  valle  bajemos : 
Allfc  mudaras  de  traje 
y  ojrls  todos  ins  auceaos. 
Hermoso  Narciso  mió. 
nao. 
Perdonad  mi  airevimienlo , 
Si  leño,  j  dadme  liceocia 
Para  daral  zagalejo , 
Mientras  vos  le  baceis  vestido, 
Un  pellico,  que  por  nnevo 
irt  con  mejor  disculpa. 

La  merced  os  i^ndesco. 

riM- 
Vo  me  adelanto  1  enviarle. 
(Ap.  Y  desocupado  desto , 
Amor,  intenta  finetas , 
Que  hacer  por  lu  bermoso  dueño.) 


i  Voto  al  sol , 
Qne  ahora  be  caído  eo ello. 
Desde  que  esLú  viendo  cosas 
Que  soD  cosas  que  esto  viendo 
Sin  entenderlas ,  Bireue  ¡ 

;Qu4  cosas  T 

i  Pues  ha;  snceto 
Tan  eilraOo,  couw  baliene 
Hallado  boj  mi  amo  Sllon 
Una  hija  su  ja  salvia 
Con  un  salvajito  nteio, 
V  haberme  de  ir  jo  ahora 
A  casa  i  livir  coa  ellosT 


Pues  eso  iqni  importaT  di. 


I  StLVIO.  {.1/1.) 

I  Dadme  lecciones  de  eúino 

I  Obligue  un  desden,  díñeos. 


Dicha  he  tenido  en  ser  jo 
Deste  acaso  el  lnstrumeiito. 
LtnioFK. 


Eson,  i  lo  qnejoenlieltdo, 
'  Son  los  peores  salvajes, 
(V«M,) '  l-a  veí  que  llega»  A  serlo. 

I  Pues  ¿has  visto  tú  en  tu  vida 
Canon  mas  hermoso  J  bello 
(tne  Narciso ! 

Va  estarás 
Caprichosa ;  mas  uo  es  nuevo 
Agradarse  de  salvajes 
L:is  mujeres. 

¡Ohmairup^ro 

l'n  tn  i>-i>gn-j!  lOué  inujiT 

"  gado  á  agrailurdellüs^ 


[Mas  que  senin'  son  las  pen.-is 

Vuedentrodel  almaiiieutn, 
ienen  i  ser  nueva  historia 
'  Del  mundo  Narciso  j  Eco?       (Vase,) 

[¡AbSirenel 

I  iQvfb  me  quiercsT 

■  oato. 

Algoeslo  que  te  quiero, 
:  Para  que  sepas  en  alfio 

El  mal  gusto  que  jo  tengo. 

Peor  le  tuviera  jo. 


«  quisi 


aitl. 


Y  »1  ne  ba  de  jbrjxar  ált;ulcii. 


Niego; 
Que,  cada  cosa  ensn  tauto. 
Todo  es  malo  j  nada  es  huenn. 
Pero  esto  aparte,  entre  tantu 

«ue  i  uueslros  amos  síguieudo 
•mos,  ilánomedirts 
■■     verdad  T 

Yo  la  ofrexuo. 

UTO. 

i  cunipliris,  que  no 
a  eosefiada  i  ucerlo. 


Qué  mujer!  Todas  aquestas 
uo  iré,  Sirene,  •"■■'  ■ ''  ■ 
lujer  hav  que  s« 


S~  ae  iré,  Sirene,  diciendo, 
ojer  hay  que  se  enamora 
De  un  volatín,  atendiendo 


^ gran  salvaje ,  que 

Anda  en  aire  haUendo  suelo. 
Mujer  liay  qoe  se  enamora 
De  UD  toreador,  advirtiendn 
Uuu  es  tan  grao  salvaje,  qae  anda 
Con  el  toro  en  galanteos. 
Hiijer  haj  que  se  enamora 
lie  un  disciplinante,  vlendu 
Oue  f.i  liin  gran  salvnje.  que 
A8imi.imQ«edar.-cici. 
Uujer  hay  que  se  enamora 
Ue  un  danxante,  crntociendo 
Que  es  tan  )|rausvlv«ie,  que 
Se  muele  1  comiias  tos  huesos. 
Mujer  haj  que  se  enamora 
De  ouo  que  esgrime,  sabiendo 
üue  es  tan  gran  salvaje,  qae 
Pone  sus  ojos  i  rit-sgo. 
Mujer  baj  que  bu  enamora... 

Teiilc,  que  salier  no  quiero 


Pues  ahora  empoitiHu 
D(verlid?s,ea  efecto, 

DigmzíídbvGOOgle 


Con  ivs  locara*,  ■!  rail* 
Hemos  llcgiilo. 

MTO.  (Uirendú  aitnlro.) 
y  b  a  hienda 
I>ej»lo  ea  csm  i  los  dos, 
Sa  »  el  acompaüamiento. 


SIkm,  1  btiMarle  veogo- 
i  En  qué  puedo  jo  Mrvirte  t 

MTO. 
Yo  por  DO  esloTbar  me  auwalo , 

V  Utnbien  iior  ir  i  ver 

Qué  haceo  ios  buéípedea  nuevos. 

(Vi 

Pues  nadie,  Slrenr.  ignora 
En  el  ratle  I»  Brmeza 
CoD  que  la  rara  belleza 
De  Eco  mi  al«iicÍon  adora , 
Ko  habré  miañes Ler  ahora 
Repetii'ta ;  y  pues  aqoi 
JSaubas  cuando (:  ajr  de  mil) 
Un  favor  de[K>silo 
Para  una  flneía,  ;o 
L«  fniento  ganar  por  il. 
Strene,  supuesto  que  erel 
Hqj  lá  la  lagila  i  quien 
Eco  ba  qnendo  nu  bien , 

V  en  sn  gracia  te  pretieres ; 

6i  dar  vida  i  nii  muerio  quieres, 

Procnra  saber  «i  une 

Has  agradarla  podré; 

Qae  las  lliier.as  no  son 

Di-  onfor  esiimácion , 

Por  Brandes,  Sirene,  qae    ~ 

Por  la  ocatioQ  en  que  Uegao. 


No  llenes  qne  decir  m 
Cuanto  yo  sepa,  veril 
Qae  mía  labios  no  le  c 


Eso  mil  ansias  te  niegan. 


ÍOnIén  major  lomeólo  alcama 
loe  el  que  ama  sin  esperan» 
A  nns  hermosura  ala  fét 


Api uaa  el  iavIenM  bdado  j  oww 
li^le  monta  de  nteres  encanece. 
Cuando  la  primavera  le  Qorece, 
Y  el  qne  helado  se  t)ó,  se  mirt  «bao. 

Pasa  l«  primavera,  j  et  Terano 
Us  rigorea  del  sol  snFre  ;  padece  : 
Llega  v\  (érlil  otoHo,  y  enriquece 
El  monte  de  verdor,  de  Trula  el  llano. 

Todo  vive  sujeto  i  la  mudaua : 
Ue  UD  dia;  otro  dia  tos  engaños 
Cumplen  un  afio,  y  este  al  otro  alcanza. 

Con  etpMunza  snfre  desengaílos 
Un  maaie;qaeifaltarlela  esperanza. 
Ya  se  rindiera  si  peso  de  los  años. 


ECO  T  NARCISO. 

St¡*a  LIRIOPR  T  NARCISO. 

1  Hat  estado  atento  T 

St. 

Y  lodo  cnanto  m«  has  dlcbo, 
Kn  la  memoria  lo  tengo 

¥  en  el  corazón  escrito, 

Y  para  que  lo  conozcas, 
El  liiber,  madre,  nacido 
En  lo*  montes,  y  el  haber 
Criádonie  coa  lal  retiro , 
rodo  pira  en  que  ;o  longo 
En  las  estrellas  previsto 

Que  una  voz  }  una  beramiorgí, 
Loa  do*  efectos  distlnios , 
Amando  j  aborreciendo, 
son  mil  nairores  peligros. 

Pues  hax  por  guardarte  dellM . 
Considerando,  Narciso... 

i  Qué»  """' 


De  lodo  advenido  ja, 
Licfiicia,  madre,  te  pido 
Para  ir  fe  ver  por  el  valle 
Lo  que  otras  veces  be  visto. 
Sepi  yo  de  los  pastorea 
Loa  diiersoE  ejercicio», 
li^l  modo  de  apacentar 
Los  ganados,  el  estilo 
l>e  las  labranzas  del  campo  ; 
V  va  que  libre  me  miro. 
Débales  algo  i  los  ojos 
Uoy  mi  oaiunt  iostinlo; 
Que  nb  todas  las  nolicías 
Ueber  tengo  i  los  oídos. 


Aunqne  con  alguii  temor, 
La  licencia  le  iKTinlio ; 
Has  porque  no  vajas  solo 

8  ni  ero  oue  vaja  contigo 
n  criado  de  mi  padre, 
Que  te  informe  j  te  dé  aviso 
De  todo.—  Bato. 


Bt^  de  ta  despejo  lio 

ni  temor.  Naruiso  quiere 

Irt  ver  todo  el  ejido, 

V  coweer  loe  pastorea , 

De  aqueste  valle  vecinos. 

Llévale  por  sbl ,  y  del 

No  le  apartes.  Advertido 

EKUcba,  Balo,  lo  qne, 

A  solas,  aquí  te  digo.  (Ap.  á  it.i 

Ho  le  dejes  cou  alguna 

Zagala  hablar. 

Ko  mi?  obligo 
'  solo,  porque  es 
Hny  desapacible  oficia 
tu  de  estorbador,  y  vo 
A  lo  contrario  me  incIJDO 
Mas ;  que  eu  fia  es  hacer  gusto , 
y  muero  por  ser  bloiqnisto. 

Tú  baria  lo  que  jo  le  eucsi^o. 


Mejorad,  dio 
Del  bado  las 


dioses  dlrfaos. 


Buena  comisión  ha  sido 
La  que  tu  madre  me  bi  dado. 
1  Quién  en  el  mundo  habrá  visto 
Que  sean  ayos  los  Dalos  t 


Diacnrilenao  todo  el  valle. 


Es  aquel? 
De  Apoto,  ( 


Tengan  lugar  mas  altivo. 

Que  aun  en  lo  material  deben 

Ser  al  hombre  preferidos. 

No  te  sabré  decir  eulnlo 

El  haber  mirado  estimo 

El  edificio  dorado 

Entre  los  demás  pajitos. 

anTEO.  {DetUro.) 

Vo  os  pondré  en  paz ,  voto  al  sol , 
;  Si  la  bpnda  me  oesciño. 
luic^. 
ííQuéesaqaeDoT 

I  .  MTO. 

Eslin  lidlsüdo 
,  Allí  dos  fuertes  novillos 
De  Anteo,  j  él  los  aparta 
;  Con  U  honda  y  con  el  silbo. 

;  iQuIén  es  Anteo ! 


Un  zagal 
El  mas  vatienie  one  ha  lal 
Eo  toda  la  Arcadia. 


Haberlo  ¿I  dicho. 


i  Cliyo  ba  sido  aquel  rebafio  T 


St  has  de  matarme,  Narciso , 
A  peKudas,  ;uo  es  mijor 
Tomar  aqueste  cccbllfo. 
Y  degollarme  con  él  , 
Que  coa  el  de  palo! 

NAacno. 
Digo 
Que  no  pregunlaré  mas. 
¡Cújo  squel rebafio  ba  sido. 
Que  de  ese  monte  i  ese  valle 
Desciende  en  tan  excesivo 
Numero,  (¡ue  tras  st  trae 
Descabellados  los  riscos  í 


De  Febo,  que  et  el  pastor 
Mas  discreto  V  entendido' 
Qne  tiene  tou  la  Arcadia. 


dbvGooglc 


En  llar  oíros  en  decirio , 
l'iTiioe  ana  misma  Tai;i>ii 
Diclia  de  ilos,  ya  se  fu  «iaio 
KiT  en  el  uno  agiicli<7a 
Y  en  el  otro  desaliño 

ÍT  aijuel  gana^  qiie  llega, 
nKoaxáiidolc,  al  rio. 
Que  ba  de  agolar  su  L-orrieuieT 

íQnMn  im  ha  juiílnilo  «iiiií|;a> 
Ue  Silvio,  nuc  es  el  pasioc 
Haigalan. 

MRCISO. 

V  i  en  qué  ba  caído 
Ser  galán? 


PuMjha;  usos  en  h»  lollesí 


Daña  A  toa  toliillos: 

Y  eilo  no  es  mucho,  gae  eu  Cm 
l^oiitisitü  en  los  vesiiJos. 

Has  en  ]:is  caras  me  acuerdo 
Kl  tener  usoa  disilotoi 
L»i  maittt'i. 

NjIRCISO. 

J.K11  las  caras. 
Que  naturaleza  hiiu, 

üu  (lein[>a  que  se  dieron 
En  asar  ojos  dormidos , 
No  lalira  bennosara  desiiieria 

Y  todo  era  mirar  biico. 
Uiironse  ojoa  rasgados 
Loego,  j  dieron  ni  aliriríos 
Tanio,  'ine  de  icmiriwo.s 
Se  bicferon  es|iaiitinli/us. 
I.as  hoeai  obleas,  eniducps 
lira  de  tomas  v.iliilo, 

V  Hndahaii  por  fma  callp< 
Todas,  los  tullios  Trnocido.'!. 
Dieron  en  usarse  ^randt's , 

V  enatjaH  insi-iuii' mismo 
Se  despk'fc'ai'oiilus  bocas, 
T  dejando  lo  jarir» 

Ite  b  pequnio,  (lusien'n 
Su  perfección  en  lo  limpio 
De  lo  grande,  basla  ensi-ñut' 
irieol^  muelas  j  colmillos. 

■co.  (Cania  dentro^ 
Pue*  títolgel  aire 
-  Turban  mi  etlor, 
Biceah  ée  envidia 
El  «ira  y  et  toi. 

NA*  C  ISO- 

¿Quilín  es  esia,  que  un  rebafci 
Trae  de  blancos  corderillas, 
Dantlo  1  entender  que  se  dejan 
Apacentar  los  armiños  t 

Esla  et  Eco,  lama*  beUa 
Zagala  que  el  sol  ha  visto. 


Y  este  pesar  que  me  bacc , 
Be  le  agraile'co  v  estimo. 
Dejándome  engaftar  del , 
Crejeiido  qu«  es  n>gocljo  T 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  L 
i  A  la  hé,  que  ei 


ir  sou.  De  resistirlos 
,  Traía  al  principio,  porqué 
Solo  podrís  al  principio. 
ECO.  (Canta ) 
Pue»  el  wl  y  fl  aire 
I  Turban  mi  color, 
]  Háenilo  de  envidia 
•  El  aire  y  el  uí. 

Si  una  voí  jr  una  hermosura 
He  anienaxan  con  castigo , 

!  De  su  liermnsnra  j  su  voii 

I  Rujamos,  Balo. 

i  Salen  ECO  1  SIRGKB. 


'  Hermosa  x.igala. 


Mucfio 
te  parece  e' 


¡  ¡Cómo  Ii  , ._ 

I  i  No  es  mas  amtuo  esic  si^.u 
Que  el  monte  donde  naciste? 


'  Que  quien  ufana  ba  rendido 
La  esclava  [lasioii  de  lodos  ; 
Porque  en  efuclo  es  preciso 
!  Que  Inilo  estilo  se  eiU-afie  , 
,  Cuando  es  extraño  el  esillo. 


'  Si  supieses 

¡  Lo  que  BÍcnlc  el  pecbo  mió , 
;  [Ay,  Sirene!  no  cniciaras 
I  kslus  et  Iremos  que  o  as  visto. 
I  Desde  el  instante  que  vE 
¡La  hermosura  de  Narciso, 
I  Vivo,  jui^gando  que  muero, 
I  Uoero ,  juzgando  que  vivo, 

;  SaleHp^rlo*da*la4«$SlL\MiFEaii. 


i  Qué  escncbo,  ciehwt  jTii  ifuejas? 
.  ;Tú  extremos  !  Cielus ,  ¡  qué  n)<ro  ■ 
IjTii  llanto? 

FIB'l. 

jTú  ligrimas  ? 

«Tú  suspiros? 
Ksiosolonierallalia. 


\  Que  Ule  im|iorta  el 

I  ECO. 

I  Como  ha  hiendo  sido 

<  Una  voi  y  una  hermosura 
His  dos  maj'ores  pelinros, 
Y  concurriendo  en  ti  eiJIrjiubos 
l£1  buir  de  li  es  precisa ;  ' 

?ae  M  no  encanto  tu  vox 
tu  hermosura  un  hecliizo.     {Vaie  ) 

Criarse  «{Uiere  el  raociuclio.    ( Yam. } 

'<  Sirene,  j,qné  es  lo  <iue  miro? 

¿Zagal  hav  que  al  &m le  vo 
I  Ocasión  (tiemblo  al  decirlo) 
'■■  De  babbr  conmigo,  se  ausenta , 

Hajcndo  de  bahíui'  coiimiga? 
\  Y  aun  no  exiraíio  tanto,  no, 
I  Que  él  pueda  (pierdo  el  seiilido) 
;  Consigo  acabarlo,  comn 
¡  El  que  JO  no  liava  podido 
I  Conmigo,  al  ver  que  se  auacu(e, 
I  Acabar  de  no  sentirlo. 

Yo  que  la  mas  celebrada 

Pastora  toj,  que  ha  tenido 

La  Arcadia,  ;u,  que  de  tantos 

Idfitatrada  me  be  visto , 

íAI  desaire  de  un  npai 

Tan  grosero  como  bndo, 

TkiiUs  vanidades  postro. 

Tantas  altiveces  rindo, 

Qoe  conflese  que  lo  siento! 

Has  ¡a;  de  mi!  {queme  aflija? 

Que  ninguna  siente  mas 

Los  desaires  que  la  hi/.o 

La  libre  condldoii  du  uno. 


Mirando  que  los  dlvinun 
Ojos  mas  perlas  cuugeian 
Que  de  la  aurora  el  rodo, 
Al  cielo  pediré  albricias. 


Todo  el  campo  del  Olimpo , 
Bl  péSume  daré  al  cielo. 

SILVIO.  (Áp.) 
Alegre  i  su  voz  me  rindo, 
Poniue  este  apacible  llanto 
tUin  sus  lenieías  me  ba  diciio 
Que  sabe  sentir  su  pecbo. 

PEíO.  (.4p.) 
Triste  boj  i  sus  pies  me  humillo , 
l'urifue  me  ha  dicbo  este  llanto 
Que  bu;  algo  que  ella  ba  sentido. 


'■  [Ap.) 


I  jOb  qué  mal 


:  Si  en  el  desear  ¡oh  Kebo! 
;  Hacer  Qnexaij  coiopilo 
'  (km  lu  amor,  en  esta  acción. 
Has  Eco  i  mi  me  ba  debido. 


Oye ,  pues  ea  tuj-o  el  juicio.     (A  Em  ) 

ECO.  (»p.) 
.  Por  disimular  mis  nenas. 
Habré  por  Tuerr.a  Je  oitió 


dbyGoOglC 


ECO  Y  NARCrSO. 


Tin  nr>  es,  Ud  pcregriua 
De  Eco  la  bellna  ubiia , 
Que  no  crpjéRitola  humaiM , 
U  adoré  tomo  divina. 
Hof  puei  que  al  llaiilo  se  Inclín: 
Hajor  esperanza  alcanza 
Mi  autor :  In«go  eo  conSanza 
Tal  debe  mi  pensamienlo 
Eaiimar  sa  seulímipiilo , 
Pues  áé\  nice  mi  esperan  la. 

Vo  desrle  el  |iudIo  que  vi 
A  Eco,  siempre  la  adoré 
('■omo  divina ,  j  annquú  * 

Llorar  ahora  la  vi, 
Humana  do  la  creí : 
Con  qne  peranadimie  Inienio 
Qoe  sienie  mi  alrevimiento , 
Porque  á  ser  divina  alcanna  : 
Lurüo  det»e  mi  e!^»eraniLa 
Horir  de  lu  sentimiento. 


Suceder  en  el  amor 
Lo  que  en  un  enfermo  suele , 
Que  ninfiuoo  del  se  du4^lc. 
Si  no  saüe  Qué  es  dolor. 
Luegn  sentir  fuera  error 
El  verla  lenlir  aquí; 
Pnes  viendo  que  síeoie  asi. 
Podrá  mas  pia-Josamente 


8ue  solo  se  compadece 
I  que  padece  un  dulor, 
Coocedo ;  y  asi ,  mi  amor 
Del  SUJO  se  conipadeue. 
Si  i  U  su  dolor  tu  olh^ce 
Alivio,  por(|u<!  (le  ti 
Se  duela ,  )0  al  revés  Tul, 
Pitrs  ti  mas  justo  que  yo 
Uf  duela  della ,  que  do 
Que  ella  se  duela  de  mi. 


Si  JO  remediar  pudiera 
Ciiii  mi  dolor  su  dolor, 
tu  Lto  liacerlo  Tuera  error. 

Yode  cualquiera  manera 
Sentir  su  dolor  quisiera . 

Hacer,  bo  es  contra  decoro, 
l)él  eotiveuieuci^. 

.\ÍSQ  iismfw. 

ÍQué  mayor  inadvertencia 
loe  el  hacrr  vo  conveniencia 
Uel  dolor  de  lo  que  adoro* 

ÍCO. 

Alentameate  he  rscuchado 
De  uno  y  otro  la  importuna 
Competencia ,  y  que  ninguna 
Se  declan  en  mi  cuidado. 
'  En-U ,  tü  en  il  be  rslimado 
Coosuelo  ni  compasioa, 
Y  puesto  que  iguales  son 
Del  que  estima  y  del  que  llora 
Los  areclos,  hasta  ahora 
No  es  de  ningaiio^el  listón.         ( Va$e.) 

1  Plegué  1  amor,  jnití  orendida 
Del,  en  mF  agravio  te  empleas. 
Que  de.  ({uieu  amas  te  veas 
Quejuía  y  aborrecida  '.  (Vom.J 


Eso  i  los  cielos  do  pida 
Hi  «01  :  mejor  es  que  asi 
Aborrezcas,  puesaqui 
Quiereo  mas  mis  penas  Oeras, 
A  trueco  que  i  nadie  quieras, 
Que  me  aborrezcas  i  mi. 
¡Ay,  Sirene!  ¡qué  haré  yo. 
He  di,  si  es  que  algo  bas  saMilo , 
Que  en  el  mar  de  mis  desdichas 
Ue  pneda  servir  de  alivio! 

Sola  una  cosa. 


Sin  duda  bas  visio 
Desahuciada  mi  esperanza , 
Pues  la  recelas  olvido, 
Que  es  sepulcro  del  amor. 

Mal  haré  si'no  te  digo 
Lo  que  sé,  ya  que  has  fiado 
Tu  dolor  de)  {lecho  mío. 
Eco  DO  puede  quererte , 

Y  ho  tan  comuD  ha  sido 

¡  Su  desden,  que  no  se  baya 
I  Postrado... 

[  ¿A  i|uién! 

A  Narciso. 

!  ¡Ay,  Sirene!  Hal  bas  hecho  .. 

I  iEn  quéí 

En  habérmelo  dicbo. 

Tú,  ;iio  me  lo  has  preguntadot 

I  Si ,  mas  por  aqueso  mismo 
,  No  decírmelo  Debieras; 

Pues  cuanto  un  celoso  quis* 

Saber,  quiso  qo  saber.' 

V  pues  00  estaba  en  mi  arbitrio 
No  preguDiaria ,  estuviera 

Kn  el  lu}  o  üo  decirlo. 

Aunque  larde  esa  lección 

Me  das,  Febo,  tolicilo 

Pagártela  yo  con  otra. 

Nunca  lo  que  eslá  escondido 

Uc  mujer,  quieras  aolierto, 

SI  has  de  sentir  el  oírlo.  (Vasi 

Rores  deste  ameno  valle , 
Troncos  destos'altos  rtscot. 
Aves  desle  manso  viento, 
Kieras  drsie  monte  altivo. 
Pastores  destas  riberas , 
Ganados  Desloa  ipriares , 
Hermosuras  dcslos  campos , 
Oistales  de  aquestos  ríos, 
Pues  Lodos  [esiigos  Alistéis 
Del  veniuroao  amor  mío. 


I  ¿Dónde  vuelves* 

No  losé; 

Oue  por  mas  que  me  resisto, 
I  No  puedo  mas.  A  ver  vuelvo 
'  L,a  beldad  que  en  este  sitio 

Dejé. 

Pues  ya  no  esti  aquí. 

Digasnie,  pastor  amigo, 
Oue  sobre  é\  cayado  estribas 
I  Tan  confuso  y  suspendido, 
:  Si  a  Eco,  honor  destas   ~     "  " 
:  Por  estos  valles  bas  visí 


I  Respóndale  aqueste  ao^M 

I  {Amendtale  can  el  eayade.) 

i  En  lu  púrpura  teBido.— 

I  Pero  no ,  que  no  he  de  hacerle 

I  Vo  inreliz  ,  porque  le  liizo 

,  Keiiz  tu  amor.  Vive,  joven , 

,  Ufano  y  desvanecido; 

.  Que  yo  no  quiero  tomar 

■  Mas  venganza  que  en  mf  mismo, 

Pues  tú  no  tienes  la  culpa 

De  querer  i  quien  le  quiso, 

Y  vo  si  de  haber  amado 

A  ia  que  me  ha  aborrecido.      {Vate.) 

ROSO. 


,Quéeseaio,BatoT 


Suue  i|uicre» 
O 

Preguntas  por  Eco  i  quien 
A  Eco  adora* 

;Oué  esquivo 
-Veneno  en  esa  palabra 
Me  bas  dado  por  el  oído. 
Que  ha  corrido  al  corazón 
Tan  varío,  que  iuo  tiempo nlsibo 
He  abraso  j  tiemblo,  alleroando 
Hielo  ardiente  y  fu^o  Mol, 


La  milad  del  peto 
Has  quiíado  i  mis  seuüdos ; 

?ue  aunque  arde  el  hielo,  es  templnlo, 
aunque  hiela  el  Itoego,  es  tibio. 


(Ap.  Mejor  et  que  de  una  vex 
Se  declare  el  dolor  mió.) 
Narciso,  i  buscarte  vengo. 

»aciso. 
Va  el  vpr  que  i  buscarme  vino, 
He  quilú  la  otra  milad ; 
Pnes  si  no  hubiera  venido 
A  buscarme,  Ciiera  jo 
A  buí^carla.—  ¿Ed di«e  le ^al  ., 


CIIMKOIAS  DK  DON  PKDRO  CALOERO»  DE  LA  BARCft. 


Has  cou  Düi  voces. 

Yo  q Diera 
Dar  i  Urtope  ifUo 
De  aqoesüM  eiiNmoi ,  pnoa 
Yo  DO  b»to  1  resistiríns,  ( 

ECO.  (Cania.) 
BeUttime  NarcUo , 
Qm  i  eilat  «UJI0I  valltÉ 
Deltunte  en  que  nacitle , 
Las  atpereiiu  trae*. 
Mil  petareí  eieueha , 
Pue*  deben  vUigane , 
CÉUindo  ne  per  ter  mht, 
SoU  par  ttf  peiarti. 
Anur  tale  can  cvanfR 
Vergüenta  llego  á  hablarle, 

Y  ne  duda  nt  tema 

Que  tú  latnHen  le  nube*, 
Si  aliendei  lot  ealoreí 
Que  eu  e¡  rettre  me  tale» , 
La  púrpura  t  ¡a  niege 
Variada  per  in*l*ntei; 
Purgue  ea  cada  iwtpiro, 
QiM  en  efectv  «on  «re , 
Camalera  de  amor. 
Se  muda  nt  lemhlanie, 
Detde  el  primer»  dia 
Que  ttt  menf*  fui  d  tmtearie , 

Y  te  ialU  la  primera 
gatra  tu*  taiedadet , 
Mi  tJda  d  tu  hernoMura 
Jtiadii  tu*  mertadt* , 
Hatíená»  tu  extratteza 
De  «1  oíHiiM  donñre. 

Que  aunque  euaba  tan  brulv 
Entineet  el  diamante 
De  lu  ¡ledu ,  ya  daba 
Muettra  de  tu*  quilate*. 
Se»  *eg,  la  aai  riea 
Patlera  deile»  valleí : 
Bella  decir  puáierau 
Mit  ti^eHcidade* ; 
Que  de  amor  en  el  leiuple. 
Par  cuite  á  lu*  allareí , 
De  felice*  belletat 
Peeat  Itepom  árdea. 
Tade  aquete  aceane 
Be  telloaet,  que  hace 
Can  la*  anda*  de  laiia 
Cretíeatei  y  menguante*, 
Beide  aquella  alta  roca, 
Baala  tile  verde  múrgeH 
BtaieraUat  paciendo 
y  bebiendo  eri*talei. 
Teda  ei  mia:  «o  hag 
Pattaret  que  la  guarden , 
Que  d  mi  tuelda  m  trfMa 
Atento*  9  léale*. 
Tv40  d  tHt  pii*  I»  «firetoo; 
¥  na  porgue  á  regarte 
Ueauen  k^gmia  teraeta*, 
Imifbiat  que  ñatea 


I  Cuidado  gua  te  agrade. 
Y  (i  eitut  rendimientat 

■  Ne  pueden  ebligarie , 
Tritíe,  canflita.  Ciega, 

\  Muda,  acería,  cobarde, 
\  InfeliOf ,  a/ligtda , 

■  He  verá*  entregarme 

'  Tanle  á  mi*  tenttatientet, 
,  I  tiae  rn  veu*  lameatablet 
'■'    El  aire,  cenfimaide 
De  mis  cocf*,  te  alabe 
De  que  Eco  enamoi 
Seña  coavartidoet 


Hecho  hábil  lo  rigor 

Experiencias  eD  mi  pedio , 
,  Con  que»  Iba  mejor: 
I  Mal ,  eco  (HvJDa ,  hus  hecho 
;  Ka  declaranne  tu  amor; 

Pues  Un  clarammle  arsajo, 

Que  poairailo  mi  albedrío, 
I  Yo  ahora  i  despecho  lujo 

Te  dijera  pl  amor  mió. 
'  St  liublcrai  caliudo  el  ta>ro. 
;  Al  buscarle  a  (i  mi  airatl» , 

pna ,  la  luya  le  tra;, 

Con  (|ue  ya ,  ta  acción  iQudaita , 
'  Ve  las  Jlslancfas  qoe  hají 

De  rogar  i  ser  roñiia. 

Sin  rrparar  en  el  nado, 

Ui  amor  iba  i  U  remlido  ; 
'  Ya  en  íu  riesfA  be  reparatlo ; 
-  Que  reo  mai,  lárarecklo, 
;  Que  veis  desprei;Íado. 
I  V  asi. no  me  digat ,  na, 

Tu  amor,  ni  en  lu  vida  espere» 
!  Ver  que  ta  luí  me  abrasó, 

Pnes  con  saber  qne  rae  quieres , 
i  Viviré  contenió  jo. 

I  Ove ,  aguarda ,  espera ;  teu 


'  Suelta  la  mauo. 

Al  tenerle  asido ,  tole  SILVIO. 

'  SILVIO.  {Ap.) 

,  (Qué  es  lo  que  ntis  otos  veuT 
I  Eieácbame. 

Será  ea  vaoo. 
!  Narciso,  mi  amor,  mf  bien... 

I  «ARCIlO. 

I  Ho  he  de  oírte. 

:  SILVIO.  i,Ap.) 

iCámoui 
Sufro  mis  ufeusasjoT 

NABCISO. 

Déjame. 


Y  supuesto  que  él  squl 
A  II ,  Uera ,  te  ofeudid , 

V  lii  jétjuulosiiDl, 
Déi  me  vengaré ,  pui'S  ua 
Me  puedo  vengar  de  li. 
Advenediio  zagal , 

Que  dése  moiite  emioeme 
A  guio  aumeuur  mi  llama , 
Hijo  del  vieulo  ili-sciend<-s  : 
Aunque  no  es  luva  la  culpa 
De  que  Eco  i  amarle  llegue , 
Sluo  suya',  ;  aunque  tengo 
En  parte  que  agradecerte. 
Al  ver  eojiii  dueño  de  li 
Tanta  ventura  despredet; 
Tan  nteit  de  la  raion 
Las  lejes  loa  celoc  tleuen , 

ge  Banda»  que  muera  quien 
querido,  y  no  qaien  quiero. 
Sin  duda  que  Tiié  miüer 
Quien  introdujo  ecaa  wyM , 
:  Pues  coiideuó  al  luatmowniOt 
'  V  no  al  que  con  él  ofende. 
i  y  asi,  pues  ya  recibido 
E$iá  en  uto  que  ae  venguen 
'  Ku  los  hombres  los  agravios 


Silvio ,  mira...  {Ap.  i  Huerta  estoy '. ) 
i  Ay  de  mi  iulélice! 


Pues  no  me  deHendas  mai . 
Deja  que  1  mis  branca  llegue ; 
Que  valor  hay  eu  mis  brazos 
Que  sabrtn ,  Eco ,  vencerle. 

(Luchan  lot  dat,  g  eae  Mareito.) 

íCóma ,  si  i  mis  plañías  ya 
estás?  Por  dicboso  muere ; 
Que  es  delito  ser  dlcLosu 
En  los  amantes. 


j,Tú  lo  eitorbisT 


Que  na  puede  obligarme, 
Siao  et  de  ser  tu  espeta , 
A  que  mi  amer  declare , 
Parque  tengas  ea  al 
Siempre  finae  g  comíante 
Una  alma  que  te  adore , 
Va  pecho  que  le  ame , 
Una  fe  que  le  etiime , 
fía  nuda  qae  le  enlace, 
Alenciaa  que  te  tirva , 
Amor  que  le  regale. 
Vetee  f  tu  te  obligue , 


SILVIO.  {Ap,) 

^Qoiéu  mayor  desdicha  viúí 


Véi^eme  el  cielo  de  II. 


Ya  coit  mavor  desconsuelo 
Pedir  puede  mi  desvelo 
,  Qne  me  vengue  de  ti  >  del. 


I  Nolicia  la  del  porqué, 
'  Kel>ti;auetilalo>lesei, 
,  Me  nyuuaras  tt  malarle. 

:  Xo  hiciera,  qne  por  saberle 
Aulea  que  por  ignorarle, 
'  Li'  Kitanlo ;  que  no  merece 


'  jOli  qtié  hiÑmes  celos  tienes, 

'  l'ues  mil  muertes  no  deseas 

L  A  Iwmbre  que  1  ts  danü  qoienl 

DigilizMbyGOOglC 


Antes  uta  nils  celos  nolttet , 
CuM  desengafiar  preteiiüeii 
llov  ti  muiiQO  del  rrror 
Uuc  ea  esa  parta  padece, 
yuerer  lo  que  quiero  ;o, 
<:i«  lisonja  1  ser  rieiie , 
Pues  3|ivueli*  mi  bueii  ({Oito : 
Si^T  mits  dichoM  en  que  tl«E>>i^ 
A  ser  m>s  i|acrída,  es 
Donativo  de  la  tuerle  : 
Pues  ;  por  qué  al  i|ue  rl  cif lo  UUn 
Uu  venturoso ,  be  de  liacerle 
Yo  niM  desdichado!  Fuera 
De  que  es  un  «amdo  sieaipni 
Para  ni  (extrUlelo  el  (cnsto , 
Verre  jo  en  esl« ,  ó  acierte) 
Cuanta  es  gusto  de  mi  dama. 
Que  tengo  do  de^derie, 
Por  DO  liacerla  este  pesar 
De  ofender  lo  que  ella  quiere. 

En  amor,  F^bo,  no  haj 
í>0Uslerius.  .  j  advierlt! 
Que  en  celos  nunca  hay  aiAleía : 
Lo  que  se  sieoie  se  siente. 
V  asi,  tenRo  íík  ntalarle 
Porque  ella  le  favorece, 
Aunque  tenjia  que  estimarle 
El  rer  que  él  á  Eco  Uesprede, 

{El  despreciar  i  Kcot 


rEin. 
Ahora  le  daré  yo  miiPtle , 
Porque  i  lo  que  quiero  jo 
No  ha  de  haber  quien  lo  desprecie. 

Ahora  le  defenderé 

Vo ,  al  advierto  que  Ir  Tciie 

Esa  oblitiacion  mi  amor, 

ÍOfa  qué  THIano  amor  llenes , 
'ues  al  que  Eco  quiere  malas, 
Guardando  al  que  i  Kco  no  quiere ! 
V  aal ,  es  forxoso  que  iqol 
Dése  desaire  la  vengue. 

Vo  por  él  he  de  guardarle. 

El  que  de  los  dos  T<>nc¡erc , 
Siga  después  su  opinión. 

(Uehan  Fet»  t  Silulii.) 


Venid  1  ratorecerme , 
Eslorhaiido  una  desriicli.i 
Que  bo;  á  mis  ojos  sucede. 


ÍQué  es  aqaetio?  SIMu .  Felio, 
renéoB,  que  ettoj  prescoie. 

Nardao,  ;Un  presto  ja 
Pendeiicu  ea  el  valle  üeues  T 

Y  aun  dos ,  pues  dns  enemigos 
Aqnl  malanne  pretenden. 

iQaé  presto  empieían  los  badas 
A  declararuus  que  tiene* 
Ti  rteigo  ea  nu  bemiDura  I 


ICO  T  NARCISO. 

.  Vo ,  sin  que  astrólogo  fuese . 

'  Lo  dijera,  porque  j,qaléu 
No  tuvo  su  riesgo  siempre 
En  una  bermosnra ,  7  aun 

'  En  una  fealdad  mil  vecesT 

j  iQué  es  esto ,  Eco  bennoia  f 


I  Desdichtda  «olamenie.  *  (Voie.) 

'íQoé  es  esto,  Silvio* 


NarctM ,  iqtié  ea  esloT 
luicuo. 
Yo 

No  sé  to  que  me  sucede.  (I'a«e.) 

Bato,  pnes  Hilsie  t  Uamarcos 


SlglmoBlus ,  porque  uo 

Vuelvan  otra  <ei  i  verse. 

Ante*  que  amigos  se  bagan:      (V««.) 

'amos ,  aunque  me  parece 
Üue  el  serlo  atri  imposible 
Donde  una  dama  liiiervieue ; 
Que  auilslades  sobre  celos 
Bañe  Ytsto  pocas  veces.  (,Vate.) 

Líalo  pe. 
Cielos ,  pnes  ji  p>e  tiÍs  dando 
ladlclM  lan  evidentes 
Eu  la  hermosura  de  Eco 


I  Pnes  dices  que  m  tenemos 
'  Ocasión  para  no  ser 
[  Amigos  los  dos,  amando 
I  Los  dos  un  uilsmo  desden. 

'  iCAmo  es  posible  que  sea 
Un  liomhi'e  amigo  de  quien 

Uuit're  lo  cine  él  quiere,  siendo 

Aunque 
Entiendo  poco  del  duelo 
De  amor,  :i  ni  i  parecer. 
Cuando  iaiialiiiunle  los  dos 
Alrarreckios  os  reís, 
V  ninguno  es  i^ireferido , 
Podéis  ser  amiKot .  pues 
Lo  que  al  serilim!ei>to  obliga 
En  cuiílqoier  uníanle,  es 
Que  la  esperanzü  ó  favur 
Que  y<i  pierdo,  gane  aquel. 
8as  slD  favor  ni  esperama 
El  uno  j  otro ,  es  querer 
Estirar  el  doflo  á  mas 
De  lo  que  manda  la  lej. 

Eaa  es  basuinte  ra/ou 
l'ara  noreüir  eou  él; 
Has  uo  para  sit  su  amigo. 

Pello  ha  respondido  bien ; 
Que  una  cos:i  es  amistad 
'  Y  Qtra  es  competaocla. 

IHTBO. 

Pue» 

En  aquiysa  diferencia , 
I  Vo  ULe  contento  con  que 
I  Enemigos  no  seáis. 

Si  amigos  uo  queréis  ser. 

,  Desc  la  palabra  do; 
,  A  mi  pesar. 

Vo  también. 
Pero  advierte  que  le  queda 
El  mayor  disizusio  en  pié. 
Porque  yo  la  doy,  Anteo, 
En  cuanto  í  febo,  que  es 
igual  conmigo  en  mis  penas , 
cuanto  í  Narciso ,  pues 


Las  ejecucioae*  lleguen, 

Vilgame  lo  que  be  aprendido , 

Para  que  el  (Ia5a remedie, 

Pnes  primero  que  le  vea 

Sucedida,  be  de  ponerle 

Mil  einbaraiosalpaso. 

Si  sé  altiva ,  osada  j  fuerte 

Trastornar  todcft  los  globos 

Uesa  máquina  celeste , 

Viéndola  i  prodigios  mlo« 

Desplomada  de  sus  ejes.  (Vm«.) 


JORNADA  TERCERA. 

SaUn  FEBO ,  SILVIO  1  ANTEO. 

,  Esto  babels  de  bacer  por  ni , 
:  Poca  ocaslOD  no  teuels 
De  no  ser  amigos. 


'  Sabes  lo  qne  e*  querer  Inen , 


De  vengarme  d< 

Vo ,  uo  porque  ella  te  adore, 
Pnes  dicha  ;  no  culpa  eai 
Porque  él  la  üesde&e,  si; 


Antes  de  bablir  i  los  dos. 
Con  ese  xagal  hablé , 

V  me  ofreció  de  estorbar 
Las  ocasiones  en  que 
Disgustar  t  alguno  pueda 
En  despreciar  ni  en  querer. 

Y  pueato  que  en  esia  parte 
Esliis  compuestos  los  tres. 
Ved  que  queda  sobre  mi 
"■ — —  competencia,  y  vetT 


iQuién  llegó  i  mayor  des 
Que  el  gafín  que  llegó  li 


imaa^dkba.iptiéat 


CftMIÍlHAS  DE  IION  PEDRO  CALDBROM  DE  LA  BARCA. 
'  Salen  BATO  i  NARCISO. 


Vnes  caanlo  vi>lú  eiiF^ñaila , 
Viviúconieiito,  jiorijuú 
ln»  cosa  r»  ignorar. 
Y  otra  cosa  es  paüecerY 


¡Ob  qalén 
Holiipra  fslp  desnigahu 
Teuiílo  áiili-s... 


No  haj  cosa  como  Ignonrf 
No  h»y  cosa  como  saber ! 

Sale  ECO. 

KO.  (Ap.) 
Silirto  y  Pebo  están  aqui . 
¡Ciiinto  sienlo  que  otra  vez 
bn  cuiisada  competencia 
A  escuchar  he  de  volver! 

FíDO.  (Ap.) 

Eco  es  la  que 

SILVIO,  [Ap.) 

Eco  la  que  miro  es. 

raeo.  (Ap.) 
IMdme  valor,  senlimienlu! 
Tura  dejarla  de  ver. 

EiLVin.  ÍAp.) 
V.\n  iTO  llegar  i  hablarla , 
(,'tii'ps,  esmerzos  liaced. 


ojos. 


iy,  Rütu;  (|uc  (|uiero  ver 
con  1»  ausencia  mejiir 
^iizn  esta  pasión  cruel , 


leligudl 


He 


e  escucliar  ni  vir; 
u  elta  mi  peligro. 

ECO.  (Ap.) 

<  El  viene  aqnl,  ¿qué  be  de  liacerT 
!  NAnciso.  (Ap.) 

!  Ella  está  aquí  :  huyamos  inlet 
Que  llegue  a  liaUarme. 
!  ECO.  (Ap.) 

'  Masia^é 

Lo  que  be  de  hacer  iludo  ju! 
A<|ui  á  sentir  tío  llegué 
<¡ae  se  fuesen  sñi  hahlarme  - 
Los  dos  que  aborrecií  Pues 
Lo  que  loé  venena  en  ellos , 
Serí  niEdicjiía  eu  é!. 

<  Esfuérzale,  corazón. 

'  Vence  siquiera  una  vez.) 
'  Narciso. 


¿Qué  quieres,  Ecu! 

)ue  vida  el  cielo  te  dé. 

(Vau  hAcia  el  peiió.i 

NARCISO. 

Cómo  sin  decirme  mas 


Te  V, 


¿  Luego  ya  no  i 
Que  clesengafli 
Pues  ella  no  ni 


Dices  bien; 
-  Que  es  el  caiilar  muj  nial  hecho , 
'  |}«s|ire ciada  una  mujer. 

I  MIBCIS». 

:  (lujamos.  Balo,  de  aquí: 
<  Que  si  la  escucho  otra  vez, 
I  Tras  si  me  llevari. 

{  Liiidameate :  al  monte  ven.    - 

i(co.  (Demir*.) 
i ;  Fue  ja  de  Dic$  en  el  querer  bUn  ! 


iohAso. 
Detenie,  nae  aqnella  voz 
Un  clarín  del  amor  es, 

Sae  á  mi  oído  mis  deseos 
a  locado  á  recoger. 
Dejarme  sin  hacer  caso 
De  mi,  tau  liera  y  cruel. 
Cantar  lan  alegre  y  libre . 
Kuerzs  m  que  lo  sieuu.  Vei 
Conmigo,  que  de  mis  queja 
Testigo  te  quiero  hacer. 


Andando  en  dos  pies. 
í.  (4;?.  d  ei.) 
tnte.  Dato, 
la  dé, 


I':cii,  los  dioses  te  guarden. 

Vida  los  cielos  le  déii. 

¿CAmolos  dos,  sin  hablarme. 
Se  van  desta  suerlc  ?  «Quién 
Crérá  que  senil  el  hallarlos 
Aquí,  cuando  aqui  llegué, 
ronjue  temí  que  me  liablaran 
"    "  .y  que  después 


i  Quién 
¡  Habrá  llegado  á  sentir 
Lo  que  llegó  á  pretender? 

Quien  pretendió  lo  que  haliia 
De  sentir. 

1  ECO..MP.) 

jEito  es  querer? 
(Vate.)   Si;  mas  por  disimular, 

,  y  porque  Juzgue  también 
(Vate)    0"^  nada  siento,  cantando 
.d,  deshecha  quiero  hacer. 
S<  espanta  su  mal  quien  canta, 
¿Cómo  yo  espanto  mi  hlen!      (Va< 

Ntmciso. 
Has  ¿qué  importa  que  se  vaya? 


I.as  dos ,  sin  halilavme  en  él  ? 
)>ero  ¿qué  mucho,  qné  mucho. 
Si  en  efecto  la  mujer 

8ue  roas  ha  olvidado,  mas 
a  llegado  4  aborrecer. 
Aun  de  lo  que  quiere  mal 
l.e  suena  la  queja  bien? 
Que  es  una  ceremoniosa 
Vanidad  verse  querer, 
Que  se  deseftima  antes, 
V  se  echa  menos  después. 


Nada, 


i  Pues  m 


Importe..  —  y  la  mano  ten. 

ECO.  (Canta  denlra.) 
Si  en  lot  que  bien  qKiereii 
Toda  et  padecer , 
Yno  han  dicha  alguna 
En  el  biea  querer, 
¡  Fuego  de  hiat  en  el  querer  bien  \ 


No  sé, 
Pero  estando  triste  yo, 
Al  ver  que  ella  ílí^re  esté , 
IMrque  canta  la  siguiera. 
Cuando  no  cantara  bien. — 
Eco  hermosa,  es|i«ra,  escucha... 

Al  eulrarte,  tale  LIRIOPE 
¡/  le  detiene. 

LinlOPE. 

La  voc  y  «I  paso  deten , 
Karciso. 

HARCISO. 

¿Cómo  es  pnsible. 
Cuando  decir  escuché?.. 
(Eco  dentro  t  Karcite  fuera  repiten  ) 

,  .Si  en  lot  que  bien  quieren 

i  Todo  et  padecer, 

.  ¥  no  lia^  dicha  alguna 

Kn  el  bten  querer, 
I ;  Fuego  de  Oioi  eu  el  qnerer  biea  i 

¡Amen,  amen! 
i  '  LiniorE. 

]  ¿  l^s  iMKÍble  que ,  sabiendo 
I  Qne  está  en  ese  azul  dosel 

Escrito  con  plumas  de  oro 

Y  letras  di'  rosicler 
'  Et  indujo  de  tus  hados 
¡  Que  le  amenaza  cmel , 

Sus  linjas  quieras  abrir , 
I  V  sus  capítulos  lér? 
'  ¿No  salles  que  exajH'nnnsura 


teexa  MniHisura 
tyCkiOglC 


y  CM  Mz  alpiin  m 
A  declararse  empezaron 
Uonlra.li .  cuaiiife  i  los  piái' 
\ie  «los  cflosos  amaoteK 
'   Ti!  llegaste  6  dcrender 
Iii:l  un  neljgru  un  el  otro* 
Pues  allí  el  áiisocré, 
Agradecieudo  i  lus  cielos 
"     ■  iiideiu 


Yo  le  confieso  que  es  ju^tn 
El -recetar;  el  Lt^mer; 
Pero  Tencerse'á  si  mismo , 
Dii  ¿quiéu  ha  podido? 

UBloPE. 

Qui.ii. 
AnieiisU)  el  daBo,  haye.  . 

RARGISO. 

Pues  si  eso  bula,  yo  huiré. 


Alm 


Y  al  vatle  ao  hé  de  volver 
Hnita  que  vuelva  olvidado. 

'    De  esta  lau  dudosa  fe , 

?ae  uu  dia  todo  e»  amar, 
otro  día  aborrecer. . 

Y  asi  1  ya  eii  otro  sentido , ' 
Ultieudo  con  ella  iré... 

íl't  ico.  {Dentro.) 
5i  en  lot  que  bie»  quitrín 
taia  eM  pai^eer ,  tíK. 

(Vatt  NareiiQ.) 

esi 

Te  da  él  aviso  ni  __ 

Pues  aborrecer  y  ai 

DesitiHD  es  iu\o  iaint)íeo.  — 
Ve  cou  él ,  Balo. 

Has  mala  comiííon  es 

La  du  andurse  Iras  de  on  amo 

Que  pesar  da  i  quiere  bien. 

Cielos,  ya  eslá  declarada     ' 
La  suene,  ;.|jues  ya  Hegué 
Üel  peligro  de  Narciso 
La  causa  i  reconocer, 
i  De  qué,  Vi  00  la  reoiedio. 
Me  hatirí  servidor ,  lie  qué , 
Cnanlo  apretnll  de  Tíresiis,  . 
Cuanto  leí  jr  estudié 
En  aquella  soledadl 
AproTectiénionos  pues 
Del  saber;  que  no  a|ificido, 
De  nada  sirte  el  laW. 
De  Eco  en  la  voü  y  hermosura 
Sus  dos  peligrú  se  ven : 
Pues  destruyamos  el  ano  •    . 
Para  qae  quede  después 
'  El  otro  imperfecto.  \o 
Entre  las  cosas  quo  sé 
De  la  gran  naturaleza. 
Sé  un  veneno,  el  mas  cruel 
Qut  produjo  la  abundancia 
Ue  su  InHiiiio  po<ler. 
Ksie  entorpece  la  lengua 
De  tal  manera,  que  aquel 
A  quien  se  le  da ,  incapaz 
Queda  del  habla,  porqué 
Ue  las  razoaes  no  usa , 
Sin  prononcíar  ni  apreuder, 
Kilo  solo  In  que  oye, 

Y  aun  esb  la  iililma  vez. 
Este  pues  tan  poderoso. 
Torpe  veneno ;  este  pues , . 
Parlo  del  opio  y  tieleño , 
l.claryn  <lp  Ki-o  ha  de  ser. 


BCO  V  NARCISO. 
Tan  eOcazmente  biere. 
Que  no  serA  menester 

Sue  le  beb» ;  que  le  pise 
astará ,  para  correr 
Brevemenle  al  corazón 
Por  el  contacto  del  pié. 
ifeccionailo  le  (engo, 


Huera  de  Eco  la  voz ,  pues 
La  voz  de  Eco  es  la  que  pudo 
1'attlo  i  Narciso  mover; 
Que  pues  conseguir  no  pude 
Criarle  sin  ver  mujer, 
l)e  otra  suerte  lie  de  nuardorle. 

V  si  esto  no  l>asta  i  liacei' 
El  efecto  que  di-seo. 

De  la  tierra  dejaré 

Los  secretos  producidos, 

V  hasta  ese  claro  dtvel 

De  los  cielos  mis  portentos 
Subirán :  desclavaré 
De  su  epiciclo  los  astros , 

V  esa  gran  caterva  üel 
De  estrellas  y  de  luceros 
PerderA  su  rosicler. 

La  Taz  mancharé  i  talaua, 
Turbarélealsolla  tez, 

V  timbeando  del  cielo,     . 
Desde  on  ej  liasta  otro  ej ,    . 
La  gran  rt^pülilica  hermosa , 
nulna  amenazar  la  haré 
Sobre  el  globo  de  la  tierra : 
Tanto,  que  tendeado  esté 

Si  se  cal  á  no  se  cae 

A  nn  vaivén  y  otro  vaivén.  (I 

5ilJ«nnARCIS0TBAT0. 


Sigue  aquel  corzo  une,  herido 
De  una  flecha,  al  ttentu  iguab. 

NARCISO. 

•Cómo  en  ave  convertido , 
volar  hoy  cou  sola  una  ala 
Tan  Igualmente  lias 'podido , 
O  cono,  y  con. tan  mortal 
Heridk  vuelves  la  espajda , 
Cuando  con  préster  a  igual., 
Cuanto  pisas  esmeralda 
Lo  vas  dejaudo  coral! 

■jlTO.    ■ 

En  la  espesura  se  ha  ehlrado,  . 
Para  morir -desangrado 
En  aquel  arroyo. 

Ve 
Tú ,  remiíale ,  porqué 
Yo.  rendido  j  Religado. 
No  puedo  pasar  de  iqul. 


Que  cansa  el  correr , 
Porque  me  ba  cansado  i  mi. 
'nAag;^, 

Entre  aquellas  ramas  bellas 


Dices  muy  bien :  descansemos 
Aqui  nu  poco ,  que  el  lugar 
Convida ;  j  pues  que  nos  vemos 


Sinoi 

,neÍL__ 

„Hay  boberiam 

Que  con  este  re__ 

Seguir  un  gamo,  ¡. 

Que  i  la  sombra  un  des|ivnsero 

Le  caza  mucho  mejor, 

V  roas  descansadcf 

ÜARGISO. 

No, 
Porque  el  (insto  de  mala  lie 
Es  lo  que  aquí  se  estimó. 


Tü,  que  no  hay,  imagina , 
Selva  como  una  cocina, 
Basque  como  una  despensa. 


De  Ecojiuerria. 

Pues  también  eS  caía  esa , 
V  aun  caza  de  montería.    . 

jQue  siempre!..  Pero'^qué  ruido 


Que  el  corzo  herido. 
De  espuma  y  Sangre  bañado. 
Por  esta  parle  ha  loruaüo. 


Como  él  pag&rseme  quiera. 

Vo  í  la  margen  lisonjera 
De  esle'arroj-p  esperaré.  .     . 

{Yate  Bata ,  y  úetcúbrete  If  fiwiite.). 

LAtreveréme  i  beber 
os  cristales  <lu  su  fuente. 
Sin  recelai'ul  teme^ 

Siie  segunda 'vei  luiente 
is  sentidos  suspender  - ' 
guizi  la  ninfa  que  esti 
n  ella?  Pero  iw  barí; 

Que  ofensa  no  puede  ser 

Llegar  yo  en  ella  1  behcr, 
i  Si  ella  brlndtndomo  etU. 
I  i  01)  qué  ignorante  naol '. 
I  llh  qué  necio  me  crié, 
'  Pues  nunca  de  alguno  oi 

Si  ofensa  6  lisonja  fué 
I  De  las  ninfas  el  que  asi 
¡  Se  atrevan  1  su  cristsll 

Uas  si  e«  deidad  llsoiijera 

Para  remediar  mi  mal , 

Forzoso  es  i^-r  liberal. 

O  tú ,  que  eres  la  primera 

Ninb  del  agua ,  i¡  quien  yo 

Sediento  1  pedir  llegué 

Alivio  y  consuelo,  no 

Te  ofendas  abora  de  qu^  ' 


,t,z..db,GOOgT( 


A  li  lite  aln-M.—  ¿  Quién  \ió 
J«nu  igail  hermosura 
De  I*  qui^  aquí  i  niinr  lletin , 
Fansuiiinlá  (:<|né  venlura!] 
FlecliaiMlo  esiávivo  fupgo 
Dcnlro  de  la  iiieie  pura  T 
No  sin  eipanto  y  recelo 
A  Ter  llegaD  mis  u-more* 
Rii  eiTU  mundo  de  hirln 
Otros  irboledjfl'ires. 
Oíros  montes  y  otro  cielo. 
—Como  mis  vocei  oyó, 
A  FFsiwiiJenne  mIIú.— 
Bellísimo  asombra,  k  quien 
La  «ida  j  el  alma  es  bieu 
Ü<Kyasaer<nqiie  JO, 
l>ltne8Ípodré(Íaydcml!) 
Kn  el  crUlal  que  th  estit 
Guardando,  templar  aquí 
Mi  sed.  — Ya  dice  qne  si. 
Aunque  por  seíias  no  mas; 
Bien  que  las  entienden,  flo. 
Hí  discurso  j  mi  albcdrio  : 
Dudí  eu  ellas  di>  se  halla. 
Pues  aunque  al  hablaría  i 
"    -'e  cuando  me  rio. 


ilb 


Noi 


Tan  divina. —  Beberé , 
l'nps  tú  liceocia  me  das. 
~Cuanio  al  crIsUl  me  aeerqiiií 
Tanto  elU  se  acerca  mas. 
Vestida  ( ;  qué  admiración : ) 
Como  (O  está  au  belleu. 
Dos  irbolel ,  con  rai:on , 
Se  visten  de  una  corteza , 
Si  llenen  un  coraton. 
Beberé  pues ,  pero  enojos. 
Porque  en  sus  claros  despojos 
Hallo  coulrarios  toarlo*  : 
iCómo  lo  <|ae  ea  en  lot  laidos 
Hielo,  es  inceudio  en  lot  ojosT 
Cómo,  cuando  al  agua  Ilesa, 
Eo  mi  lal  fií^a  *e  nraguii* 
C4mo  (estoy  mudo,  eatoy  ciego), 
SI  al  tuego  le  mata  el  agua , 
Aquí  «I  agua  eodende  al  faego? 
^lesde  d  piutoque  te  vi , 
¡Oh  lieldad  1  morirme  rienla  : 
Solo  viene  hien  aquí 
Aqueste  encarecinijenlo 
l>e  •  qoiérote  como  i  mi  > 
Puesto  que  i  mí  no  me  quiero 
Has  que  i  ti,  pues  por  tí  muero. 
¡Porqué  no  hablas  ni  resuoiides! 
Pero  oe  la  troa  que  escoiíJes 
Segunda  vealura  hilero. 
Porque  si  mi  suerte  dura , 
En  voa  j  hermosura  atroi. 
Fin  i  mi  vida  procura. 
El  00  tener  tú  ana  vox, 
Es  tener  otra  hermosura. 
{Quieres  darme  aquesa  mauo! 
—  ¡Vive  amor,  que  la  acercó! 
Hoy  ¡iltoa  fívores  gano. 
Ma«  i3¡r  de  nil!  qoeeaen  rano 
Qae  tal  bien  eoosiga  jo. 
Porque  al  ir  ( i  hay  pena  Igual ! } 
A  asirla ,  ile  amores  loco , 
Su  luí  turbó  celestial ; 

Y  JO  solo  el  criUal  toco  , 

Y  no  el  alma  del  cristal. 


De  la  compafila  del  valle, 
Que  mas  qoe  divierte,  cansa, 
A  la  soledad  dd  monte 
Hujeodo  Tknen  mis  ansias. 


DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  OE  U 
A  llonr  vengo  i  esta  rueiite , 
En  cuja  apacible  nlaiicia 
Suelen  mis  melancnllaa 
Divertirse ,  [lorque  el  aguí 
InstrumeiilM  es  de  los  trilles, 

V  este  en  dulce  consonancia 
Con  cnerdas  de  vidrio  hiere 
Trastes  de  oro  v  lazos  de  imbar, 
llucfaas  veces  vine  aqui 
A  divenir  mis  desgracias : 
Pero  de  todas  ( ¡  ay  cielos  I ) 
Ningoiia  con  mayor  causa ; 
Oue  Inquietamente  coafuu , 
No  sé  qué  siento  eu  el  alma , 
"^ne  a  golpes  dentro  del  pecho 

coraion  se  me  arranca. 
Pero...  (Áp.  iQué  miro!  Narciso 
Suspenso  en  ella  con  tanta 
Alencioo  esti,  que  creo 
Que  es  ya  de  la  luenlc  estatua. 
A  que  le  lie  seguido  yo 
Fio  quiero  que  se  persuada ; 

V  asi,  me  he  de  recalar 
Entre  aquestas  verdes  ramas.) 

Como  16 ,  hermoso  prodigio , 
Solo  me  miras  y  callas, 
Vn  no  hago  mas  que  mirarle 

V  callar ;  pero  esto  hasta , 
Porque  como  vo  le  vea , 
;  Qué  mas  dicha  1 

ECO.  (.ip.) 

i  Con  quien  Ii;ihl3 
la  esli  diciendo  amorrj?' 
fLos  desprecios  no  bastaban , 
Sino  los  celos  tamhieoT 
Mas  cekw  ii  qué  amor  bltan! 
Acercarme  guiero  mas; 
Que  puesto  que  esll  de  espaldas. 
Ño  me  veri ;  que  no  duda 
Hl  necia  deacnullania 
Que  de  la  otra  parte  esié 
Alguna  hermosa  tagala. 
Con  quleu  babla. 

I  Qué  divina 
Eres,  deidad  soberana  1 
Bella  me  pareció  Eco 
Antes  que  á  li  te  mirara : 
Pero  después  qoe  t«  vi , 
Aun  no  es  tu  loonbra. 

UO.  (Ap.) 

¿Qué  aguarda 
Mi  surrímienlo.  que  i* 
A  voces  no  se  declara. 
Viendo  cuín  á  costa  mia 
Guarnece  las  alabanzas 
l)e  otnT  Pero  Anadie  veo; 

V  pues  mi  vista  no  alcanxa 
Desde  aquí,  por  detras  del 
He  de  procurar  mirarla , . 
Si  es  que  me  deja  valor 
Quien  lentamente  me  mala. 

Euperdelriu 
á  U  fuente.) 

Bella  es  Eco,  pero  16... 
i  Av  de  mi  triste!  Al  nombrarla, 
A)  lado  de  la  que  adoro 
Se  puso,  i  Dentro  del  agua 
Eco  etilf  jCómo  e*  pMibleí 
Has  ¡  aj  de  mi !  mis  desgracias 
A  BUS  palacio*  hahrtn 
Facilitado  la  entrada, 
U  Mn  celos.—  No  la  creas 
Lo  que  en  mi  oGinsa  te  habla 
Al  oído,  porque  en  todo 
Cwanto  te  dice,  te  eugaBa. 


No  engafia,  Nardto. 

¡Cielos! 
;Qniéu  se  ha  visto  eu  dudas  laniaa* 
iComo,  si  el  cuerpo  estlaüi, 
'  Aquisoeua  lavoitHara 
'  Confusión  en  este  caso 
Es  la  que  padece  el  alma. 

{Vuelve  á  mirar  é  Km,  y  i^ 
la  fiteate.) 
iCómo  eslás  aqnl .  si  eills 
En  el  cristalino  alcisar 
Desia  rbeoleT  íA  un  tiempo  nrimo 
Dos  cuerpos  tieuesT  Turbada 
Mi  vista  al  lerte  en  dos  partes. 
Con  admiración  se  espanta. 

Escucha. 

Déjame...  Pero 
IDO  mi  voi  le  agravia  : 
Eco  hermosa  de  mis  ojo* , 
Si  me  quieres,  si  me  amas. 
Si  i  buscarme  al  monte  tímc*. 
Muestra  tus  Bneías  allaa 
En  decirme  cómo  eotraale 
A  ese  palacio  de  piala, 
V  cómo  tan  presto  del 
Saliste ,  para  que  vaya 
Yo  por  donde  tú  satjsle 


RfpMH, 

Narciso,  detente ,  aguarda ; 
Que  con  ser  Unta  mí  pena , 
Aun  es  mayor  lu  ignoraocla- 
¿A  quién  ves  en  esa  rúente? 
iCon  quién  k  esa  rueuie  habla*, 
SI  cuanto  esti  dentro  delta 
Solo  es  una  aomhra  falsa. 
Que  i  nuestros  ojos  ofrece 
La  reBciioo  en  el  agua , 
Porque,  como  es  ou  cristal 
Que  nueatro*  cuerpos  retrata , 
Finge  ese  objeto  i  la  vista  T 


Porque  disuaolrme  Intenta* 
De  mi  amor  j  mi  esperanza. 
Yo  be  visto  la  ninb  nrrmoca 
Desa  fuente ,  á  coya  rara 
Perrecciou  dio  el  monte  nieve , 
ICI  clavel  púrpura,  j  nicar 
\a  rosa ,  el  jazmín  candor , 
Hermoso  arrebol  el  alba , 
El  sol  mkmo  trenzas  de  om , 
Y  el  cristal  mano*  de  plata. 
Ño  es  sombra  fingida,  no; 

8ue  ella  en  su  pioAiuda  «siancj>, 
iilre  otras  selvas  j  cielos , 
Otros  montes  j  otras  plaotaa , 
Se  ha  dejado  ver  de  mt. 
Llega  in.  Iluta  i  m' 
Que  aun  aquí  esil  t 


if  esU  todavía. 

¡  Ob  si  el  dolor  me  dejara 
Aliento  con  que  pudiera 
DesengtOar  tu  ignorancia. 
Para  tomar  de  noa  vea 
De  la  vanidad  veagania !  - 
Mas  si  deíari ;  que  jn, 
A  despecao  de  tu  aa&a. 
Sabré  vencerle.  Narciso , 
Esa  deidad  que  en  el  agoa 
Viste... ¡Qué  dndó!No*é 
Lo  qne  Iba  t  decir. ;  Btinla 


fr,Googlc 


Ea  la  deidad  des«  Tai^iiia. 

ECO. 

lAhstl  Eu  somhn,  que  tid* 
To  bntasla  presume 
Qae  es  la  niuta  que  1>  Ruard* , 
Sí...  i  Cómo  lo  diré  joT 
Una...  ExplicacloD  me  bita... 
Lo  mitina  en  qae  esto;  hablando, 
,  Dudocúu  presleiu  lanla... 
,  V  00  tan  aolo  el  concepto, 
Pero  también  las  palinras. 
(¿Qnién  eres  lú  qae  aqni  eilis? 

V^tié  pregnatas  li  me  babliil 
o  Kij  Ntrclao. 

ECO.  ÍBepUiend».) 
Narciso. 


SI,  ¡Qué  le  eapantas! 

tEipaatasT 
Hicno. 
Pues  i  no  he  de  espantarme  jo , 
Al  *er  en  ti  tal  madinzaT 
i, Qué  ibu  diciendo  1 


iDkiendoT 


Nada. 
Pero  miento ,  qae  mil  cotas 
Vojidecír,]!  turbada 
La  k'ngua  solo  ptoouncia 
Lo  que  oje. 

¡  Coahuion  rara ! 


NISCIIO. 

¿Qué  es  estoT 


(Aj>.  Sin  dada  que .  eomo  qolto 

Ofender  la  aobenoa 

Deidad  deaa  rnente,  ella 

Ha  tomado  esta  Tenganu, 

Kmbarsindola  la  vox. 

Ya  me  da  asombro  el  mirarla. 

Uella  huiré.—  Ella  me  detiene, 

Y  solo  en  selas  declara 

Sq  dolor.  El  coraiOD 

Con  M  mlNDa  miDo  arranea.) 

jtQaé  ei  to  que  quineaT 


KCO  V  NARasO. 

HMCISO. 

Saelia. 

Bula. 

Basta. 
Sale  BATO. 


No  be  podido  folier  lotea , 
Porque...  Has  no  babré  hecbo  tilla. 
Si  tan  bien  entretenido 
Esiabaa,  scítor. 

MBCiao. 

No  calaba 
Sino  mal,  porque  no  sé 

Soé  ec  lo  qiie  i  mi  vidu  paia. 
abla  G«ii  Eco :  qnizli 
Podrí  aqal  menos  turbada 
Que  conmigo,  baWar  eootigo ; 
V  est6rbata  que  no  vaya 
Tras  roi ;  que  voj  1  buscar 
Pcir  todas  esas  montañas 
Hüsicos ,  que  i  cantar  vengan 
A  la  ulula  soberana 
l>e&a  rúente,  1  quien  rendí 
Eleér.landar  etalraa.  O'" 


íYa  tenemos  otra  liistoríaT 
'Qué  ninfa  6  qué  calabaza , 
" —    —  aquesta? 


s; 


\  Uoda  fleroa  gastas ! 
[Qaiere  Ir  Eco  tru  r/arei*t ,  y  Bata  la 

útiiene.) 
Ho  le  sigas. 


I  No  lesisaa  )ü  j  tu  alma; 

S\if.  JO  uario  quedo  me  et 
n  instante  aguarda. 


iQué  es,  di,  señora? 


I  Que  si 

[  s*ro. 

I  Yo  nn  siento  nada. 


t  Que  qaie^ 


iLoqaeoTesdicesTiDeculodo 
Ad  lú  eres  papaganT 
Notables  eiirenus  hace. 
Llena  de  mortales  ansias 


'Jip.  Por  de  dentro,  Iklcia  mi  misma. 
Sin  articular  palabra 

{ablar  puedo ,  pues  conoico 
ue  pronunciar  bien  le  Talla 
Al  órgano  de  mi  roí. 
Aunque  uo  aé  por  qué  causa. 
En  mi  vida  me  verán 
Humanas  gentes  la  cara. 
Huyendo  de  los  poblados 
A  las  l^ras  moutaíias 
Iré ,  T  escondida  en  ellas , 
Las  mas  cenca  vas  estancias 
Viviré  triste  j  contusa. 
Repitiendo  1  cuantos  pasan 
Últimos  acentoe  solo. 
Ásperos  mootes  de  Arcadia , 
De  Arcadia  apacibles  selvas , 
Nobles  pailAres,  tagalas 
Hermosas,  blancos  rebaRos, 
Verdea  troncos ,  foentes  daros  : 
Eco,  vuestra  compañera , 
Va  de  entre  vosotros  falta. 
No  la  basquéis,  porque  oculta 
En  las  Ispens  entrañas 

De  tos  montri  va  1  vivir, 

De  Narciw  enamorada. 
Has  si  queréis  saber  della. 

Desde  los  valles  habladla ; 
de  res|Hinder  1  todos 
te  aquí  dov  la  p  '  '  ~ 

andocou  los  qi 

Cantando  con  los  qi 

S«TO. 

Se&ores,  ¿qué  ba  sido  esto 
Que  á  Eco  hi  dado ,  que  no  habla 
Sino  solo  lo  que  oye? 

tOh,  quién  supiera  la  cauta 
ara  venderla!  porqué 
¡Culntos  hombres  me  paRtran 
A  peso  de  oro  (si  haj  oru) 
Que  sus  mujeres  v  damüie. 
Por  mucho  qne  ellos  liablasen , 
Ni  aun  una  sola  palaiira 
Hablasen  en  lodo  el  día  \ 
Y  ¡caíalas  mujeres,  culnlaii 
También  pagañn  la  cura. 
Porque  los  borobres  un  bablaran 
Has  de  lo  que  ellas  quisieran ! 

SaU  SIRENE. 


Íilp.  ¡  Oh ,  fi  hubiera  la  desgraci 
loj  tenido  tan  boen  gusto , 
Qne  bnbien  quitado  el  liabla 
TsmUen  1  Sireae .')  ¿Qué  bajr, 

siuna.  [J^.) 
I  Ob ,  enlato  me  cansa 
Este  necio  1  Hablar  no  quiero. 
Porque  me  deje  y  se  vaja. 


iPuesni 


le  resnondea?  jNo? 


[>esde  hoy :  peste  «eaer 
Ha  venhlo  por  tos  bsbla 


Halo*  silos  para  vos ! 


itoe 


::s;.T?i5'6gic 


C0HKU1AS  DE  DON  PEDRO  CALDEBON  DE  LA  BAKCA. 


lAp.  jDánde  me  llevan  mis  an 
Tras  un  dliiiio  Imposible 
Sin  dicha  j  sin  espcrania?) 


iQuíhaj,  l'eba? 

Por  üiclia 
.Bnire*qDesla«1iiiriiicailas 
Eipeaarai  que  tejiú 
RúHkamenie  la  varia 
Raiuralna,  que  t  v»r« 
El  lili  d  arte  mas  aabía , 
iVüteiUdiviaaEco'í 

No  TÍ  iIdo  i  la  Eco  bumana , 
Porque  si  hiera  diviit» 
No  padeciera  deiigraciaí. 

FIM. 

tQoé  deigradas? 

La  mas  yfande  - 
Qoe  pu<|o,  Febo,  á  lugula 
Alguua  suceder. 

i  Fui  algnna  Bera  liraiia 
Saiigrieuto  Lorror  desu  vldal 


Mayor. 

i  Fué  moiiumenlo  de  plata 
Sujo  el  raudul  dése  no? 


jtny  de  vibras  aliara  hablabat 
Pwqne  sin  poder  Ueeii- 
His  que  solii  una  palabra , 
Aquí  la  Ti. 


.  Pero  DO  le  ádijaB  mucho: 
También  Si  rene  callaba 
Abora,  j  habió  al  ioiianle  ' 


Uai  que  cualro  mil  urracas ; 
V  le  miimo  será  de  Eco. 
Porque  si  o!  hablar  es  rilta 
En  lasbembraa,  no  se  pierde 
Tau  presto  una  mala  maña. 


NolaMe 
Ruido  de  músicas  varías 
llicia  aqol  viene. 

No  quiero 
Tenerme  i  saber  la  cansa; 
Porque  cuando  lloro  }□ , 
He  afligeu  mas  loa  que  cantan. 


Sa¡¿  NARCISO  t  los  adsicos. 

Aqni,  amigos,  ha  de.ser 
La  mCiaica;  qué  esta  ciará 
Fueiiie  es  la  esfera  de  ua  sol, 

8ue  i  su  lux  de  bielo  abrasa.     .  . 
o  lleguéis  basia  que  yo 
Llegue  a  la  fuente  i  llamadla - 
Por<|ue  basta  que  ella  eslé  aíli 
No  es  bien  que  música  baya. 

Narciso,  i  qué  es  esto  ? 
luaciso. 

Va, 
Cuando  con  Eco  quedabas. 
De  paso  i  no  le  lo  dije  T 

Pues  dlmelo  ahora' de  estanda, 

A  la  uinra  desa  fuente- 
Mi  pecbo  rendido' ama. 
Llegando!  beber  la  vi, 
Djóme  licencia  de  amaNa 
Por  s«Bas,  porque  ta  toe  . 
No  Mena  deiitro  del  aguV. 
Una  müsica  la  iraiKO, 
Balo,  para  fest^aiTa ,  . 

V  Toj  i  Ter  ai  eiii  aqui.  ^ 

¡Cninto  de  verla  me  boleara  1 
Porque  aunque  be  oido  dedr 
OÜe  alafas  j  duendes  baja , 
NI  duende  ni  niara  he  vitto. 

nanciaa. 
Tente,  que  podrt  enojarla 
El  que  tti  llegues  á  Tería , 

Y  auu  podrí  ser  que  no  salga. 
Déjame  llegar  i  mi , 

y  si  i  mi  toa  oue  la  llama 
Saliere,  llrgaris  tú 
SecKiamenie  i  miralla.— 
Deidad  cristalina,  ft. quien 
Mi  coraaoii  Idolain  , 
Sal  i  mis  voces. 

Naaciso. 
Si.  No  sabré  decir  cuinta         , 


!  Es  mi  alegría  de  m 

8ae  tan  presto  i  mi  toe  salgas, 
lia  música  le  traigo, 
I  Y  i  saber  lo  qae  le  agrada, 
:  Te  trajera  cuantos  dones 
'  Producen  eslas  campanas.     . 
UNo  agradécese!  deseo? 
[  Di  que  -' '-  ' — •' 


..  Esa  seña  basta. 


1  Podrá  llegar  ja  T 

i  KABCISO. 

I  Eulre  tant» 

'  Que  a  decir  que  canten  nj» 

A  los  músicos,  podris 
Verla,  Dato  -,  mjs  repara 

8ue  IJppues  tan  quedo,  que 
o  te  sienta. —  Soberana 
'  fielleía,  i  decir  que  iiegoea 
Las  músicos  vo}  ;  agnvda. 
—Llega,  que  ahí  queda. 

Va  ll<*> 
Con  bario  miedo  j  con  baria 
Vergoenaa;  que  es  la  primera 
Vea  qoe  i  fuente  llego  :  lauta 
Ha  aido  la  ántipatilla 

§ue  be  tenido  con  el  apua . 
fe  que  he  guardado  al  viuol 
(MIrueea  la  futale.i 

b-Qué  mal dili sima  cara 
e  ninfa  !.La  mil  no  puede  , 
Ser  oeor'ni  auu  ser  lau  mala. 


Ya  la  he  tísIo. 

NAHGISO. 

i  No  es  su  belleía  eiiremada  ? 
Hocho,  seBor,  ai  tuviera... 
[Prosigue,  ;quit 

I  Hecba  la  barba , 

I  Porque  tiene  mas  que  yo 
'  j  Debo  de-tener. 

¡Qué  extraña 
I  Es  tu  shnplAa. !  —Cantad.— 
jOye,  mi  bien,  lo  que  caolan. 
\(C<"tlaa,   g  átide  adeatro   ivtpomái 

Ew.)  .      ■ 

tai  ¡leriai  da  am«r... 

ECO.  (Dttitr».) 
Amor. 

lUaen  en  IM  cetot... 
I  ECO.  ibmr».) 

Celos. 

VDSKOS. 

¡Abraia*  la  penat... 

ECO.  {Dt»trt.) 


jlizodCyGOOglC 


•co  (D/n/r#.) 
|A}  que  oie  muero! 

NARCISO. 

Ukl :  iqué  secunda  toz. 
Repetid*  de  Tos  lienlos, 
Duplica  vuMIrus  ícenlos. 
Rompiendo  vi  aire  veioiT 


¿CÚTuo  I&  letra  decía 
Uije  toeatro  louo  caiitA? 

aúsicDS. 
t-Di  gleHat  4e  amar... 

ECO.  (Dentro.) 
^or. 

ncn^n  «n  Jsj  celet... 

eco.  IDealro.) 
Celoí. 

■lisíeos. 
Líbredat  ¡af  pettai... 

ECO.  (Dentro.) 
Penas. 

Qm  m  el  olma  ifeafa. 

ECO.  (DcRini.) 
Siento. 

Ntisicoí. 

¡Ag  qut  me  muero  6e  eeletg  amoret ! 

ECO.  (Dentro.) 
i  Aj  que  me  muero! 

De  suerte  que  repetidos 
Desos  versos  los  Ilnale« , 
Alguieu  lumenu  sus  males , 
Di^endo  en  otros  sentidos  : 
(Amor,  celos,  penas  siento. 
i  Ay  que  me  mnero !  ■ 

UTO. 

iljaiín  sertT 

símeme. 
Alguna  deidad. 
Porque  quien  deidad  no  Tuera ' 
No  hablara  sinqae  se  tien. 


Pues  segunda  vei  cantad. 


Sale  LIRIOPE. 

No  cantéis  mas. 
lA  tpüétt,  di,  Narciso,  en  esta 
Siempre  apacible  floresta 
'  Aquesta  música  das!    - 

A  la  major  bermosnra 
Que  jamas  el  cielo  viú ,. 
Ku  quien  de  los  hados  jo 
Tengo  mi  vida  segura ; 
Porque  si  ipi  fin  airot 
Ed  voi  j  bermosura  esUn , 
Aqnl  loa  cielos  me  danl^ 
La  bermosura  sin  la  W. 

LiaioFB.  (Ap.) 
Sil)  duda  que  amar  procura 
A  Eco,  que  es  Eco  infellce. 
Ya  solo  lo  que  o<re  dice , 
y  estl  sin  voz  su  herroOMira. 


ECO  Y  NARCISO. 

La  deidad  de  aquesta  fuente 
Ea,  madre,  la  que  jo  adoro '. 
Deauo  della  esti,  y  do  ignoro 

?ue  agradezcas  nol)leiuente 
aa  ulio  empleo, 

LinloFE. 

Pues  ¿cnindp 
La  deidad  «isteT 

Al  beber 
Su  cristal .  la  pude  ver 
Dentro  del  agua  abrasando , 

V  laiito  me  favorece, 
Conociendo  el  amor  mió , 

Y  si  lloro  se  entristece. 

Tu  ignorancia  te  ba  tenido. 
Por  las  señas  que  me  has  dado , 
De  ti  mismo  enamorado. 


^Cómo  eso  puede  hiber  SidoT 

Llega  al  cristal,  lo  veris*. 
Para  que  deseiigaSado 


luaciso. 
Llega  lü,  que  ella  esti  aquí. 

(Ueea  á  la  fuente  Narcüe.) 
u  atora. 


WABC'SO. 

Ko. 
(Llega  altara  Urtepe.) 

Vabora;eato.vciiella1 
luaciso.  ■ 
SI, 
Y  equivoco  mi  deseo , 
Extraños  discursos  fragua , 
Cuaudo  en  la  tierra  j  el  agua 
A  uu  mismo  tiempo  te  veo. 

LlBiOPK, 

Pues  desa  miima  manera 
Que  i  mi  me  miras,  le  ves. 
La  que  Jnigaa  deidad  ea 
Sombra  luya.  CoosMéra 
Si  ba  sido  tu  amor  locura , 
Pues  k  si  mismo  se  amó. 


iQuiéD  í  mi  voi  reipondióT. 

Bco.-t  quien  el  monte  «sc«nde, 
Que  i  cuanto  escueba  responde. 

NARCISO. 

iV  A  li  no  perdonóT       * 
ECO.  (Devlre.) 
No. 
HAaciia.    . 
Pifes,  Eco,  oye.  Aunque  tú  mueras  .. 


Cetoga,  yo  enamorado... 

eco.  (Dentro.) 
Enamorado .. 

No  me  lie  de  acordar  de  ti. 
ECO.  (Dentro.) 
De  ti. 

NARCISO. 

Has  ¡  ay  cieloE  1  que  A  aqnl 
Junto  las  voces  que  ol. 

t'  Olí  madre !  y  la^  consideras, 
;n  tres  voces  dijo  :  <  Huer»s 
Enamorado  de  il.> 

V  temg  que  la  oiga  el  cielo. 

ECO.  (Dentro.) 
El  cielo... 

Pues  es  fuerza  que  me  di... 

Ue  dé... 

HAMISO. 

De  mi  mismo  i  mi  vei^ania. 
Venganza. 

V  mas  ahora  que  alcauu 
A  ver  mi  descoo lianza. 
Que  lo  (illimo  repitiendo 

De  mi  acanto,  esU  diciendo  ; 
lEI  cielo  me  dé  venganza.-» 
—  Esta  imposible  hermosura... 

.ECO.  (Dentro.) 
Hermosura... 

y  aquella  hermosura  y  vox... 
ECO.  (Dentro.) 


A  un  mismo  tiempo  me  han  mueitu. 

zco..(Denlrg.)  '   ' 
Me  bao  muerto. 

HAECiSO. 

Pues  tan  claramente  advierto 
Que.oriculo  del  desirrio , 
Cuando  a  mis  peuás  compite ,    .. 
Eco  conmigo  repite: 
•Bermosnra  y  voi  me  han  nnieno;» 
¡Ayda  mi.iníelti,  que  muero! 

ECO.  (Dentro.) 
Huero... 

y  ni  misma  sombra  amando... 

ECO.  (Dentro.) 
Amaiido...    0 

Una  voi  aborreciendo... 

ECO.  (Dentro.) 
Aborreciendo. 

Coo  que  se  esli  averígosndo 


De  mi  mismo, -piies  ya  <  muero 
Aborreciendo  j  amaudo.i  [Vate.) 

uafora. 
Oye,  Narciso,  detenu. 


Ü  monte  se  ha  entrado  hnyoido 

.  Oh  qué  en  vano  los  mortales 
Oniereu  entender  al  cielo ! 


v.títioglc 


COHEDUS  DE  |M)N  PEDRO  CALDERO»  DE  U  BARCA. 


ToiImIoc medio*  qae  piue 
Pira  estorbar  hn  empeños 
Hojde  RH  desllno,  han aido 
FaciliUrloa  raaspresto  ; 
PoM  la  «01  (le  Eco  le  aUge , 
V  por  Teulr  della  tauíendo , 
Huerie  le  da  tu  benaonini : 
Gdd  qme  ja  cumplido  veo 
Due  heiiDOsnra  j  vot  le  matan , 
Amando  j  aborreciendo. 

Séten  FEBO  t  SILVIO. 


Aaombro  de  aqoesios  valles... 

De  tqneíloa  montes  pórtenlo,.. 
nao. 

Qne  habiendo  Oera  venido... 

A  tu  principio  le  bas  Tueito... 
i  Qué  beciino  I  Eco  la  has  dado... 
¿Qué  tó^o,  qué  Teaato... 
Que  hujendo  las  geotea,  muere ..- 


:  üiié  tósign  iii  qné  bechlio , 
Ni  ,,nf'  vei>eiio  mas  Béro 
Qne  KH  proprio  amor!  El  r?, 
'£ai¡,ah*,  el  que  U  ha  muerto. 

ruó. 
Uíeiites,  que  tus  magias  cieiieiai... 

UbvIO. 

Con  susDOdiot  ■liento^.. 

MMDM. 

Juicio  ;  vtda  la  han  quitado. 

i^  dlu  bastaran  t  eso, 
lljKtaran  i  que  t  üwtíw 
No  le  pasara  lo  mesmo  : 
>  pui4  él  mucre  á  otro  amor 
Ño  menos  exiiafio,  es  cierto 
Que  no  ha  sido  efitclo  mío. 

neo. 
Ri  ha  sido,  pues  ese  efecto 
Es  veogania  de  los  dioses, 
Ifiie  en  él  tus  atri;Tlm lentos 
Han  casUgadO. 

V  JO  eo  • 
A  ella  he  de  vengar  j  1  ellos. 

reto. 
Primero  de  mis  rigores 
Sert  despojo. 


Teoéoa, 
Que  corre  i  cuenta  esta  vida 
Del  que  aqai  la  trajo. 


V  porque  mejor  lo  diaas, 
Vuelve  i  ver  Turiosa  a  Eco, 

Cómo,  buscando  las  grutaa , 
Va  de  los  montes  huyendo. 

Vuelve  también,  para  ver 
La  poca  culpa  que  tengo. 
No  menos  loco  a  Narciso. 

Sale  ECO,  fariota. 
ECO.  {Pera  ti.) 
I  Dónde  oculiamie  pretendo , 
be  mi  misroa  aborrecida . 
Si  i  mi  conmigo  me  llevo? 

Sale  NAIiasO 


Ya  que  delteodes  su  vida , 
Veris  que  To  otra  defiendo; 
Pues  lo  noble  de  mi  amor, 
A  la  salud  acudiendo 
De  Eco,  intentaré  curarla. 


Lo  altivo,  sañudo  y  fiero  . 
Del  mió,  mas  que  i  su  cura, 
A  su  vénganla  reeuelln , 
La  muerte  d^iri  i  quien  fué 
La  causa  de  sus  despechos. 
Linio  PE.  [Ap.) 

K"  ira culnflo  son,  fortuna, 
mi  magia  4os  efectos  y 
Perturbe  ae  sus  acciones 
El  encanto  los  iutenios. 


Darte  la  vida  pretenda. 

SILVIO. 

V  darte  la  muerte  jo. 

ECO.  [Parait,íp*ruñai.) 
¡Pars  qué,  si  la  aborresco? 

Tarde  llegaa,  puesto  que 
Va  mis  desdichas  me  han  muerto, 
acó.  (Para  tí,  ó  per  »*««.) 

Y  para  que  no  lo  logre) , 
Desesperada  i  ese  centro 
Ue  be  de  arrojar. 

Y  porqué 
Nunca  sea  tu  trofeo. 
Me  despeñaré  A  esas  ondas. 

ruó. 
Ven  conmigo. 

ECO.  i^a  tí,  6  par  telta*.) 
EsTanoIulenlo... 


i  Qué  aguardan  los  elemetitosT 


Yola  muerte. 

{Temenún  Frbo  nsida  á  EM,y  SiM«á 
Nareiio .  vuela  Eco  d  lo  alto ,  f  cte 
muerio.  Narcita enel  tablado.  Suri* 
ruido  de  íerremeto ,  «tearécfte  rí 
teaira,  y  ft,  ctManie,  tale  de  la  fierra 
una  flor  que  imite  á  la  del  nareíta . 

Í'  oculte  el  cuerpa  gue  eagi  e»  el 
nUado.) 


Mas;quées  esto* 


¡Qué  mará  lilla! 


En  cujas  olisequias  hacen 
Cielo  j  tierra  sentimjento. 
{Aclárate  el  íeaire,  t  aparece  la  llar.) 

Lisio  PE. 

Cumplió  el  hado  su  snienata. 
Valiéndose  de  los  medios 
Que  para  estorbarlo  puse : 
Pues  ruina  de  entrambos  fbéron 
Una  voi  V  piia  bennosora. 
Aire  j  flor  entrambos  sieodo- 

¡Y  habrA  bobos  que  lo  crean! 
Has  s«s  cierto  ó  no  sea  cierto , 
Tal  cual  la  Etbula  es 
Esta  de  Nareiía  g  Eea,' 
Perdonad  las  muchas  ni  tas 
Del  que,  A  vuestras  plantas  puesto, 
Steufire  acuerda  la  disculpa 
De  que  jem  obedtdeado. 


ibyCoogle 


AGRADECER  Y  NO  AMAR. 


UtIRBNCIO.  galm 
EL  PRINCIPA  DE  URSINO. 
LISARnt),  galán. 
ROBERTO,  traeiou. 


PERSONAS. 

FABín,  viejo. 
FLE^RIDA,  priacaa. 
LIKIDA,  áama. 
ISUENIA,  dama. 


La  eteena  et  en  BitMatt», 


JORNADA  PRIMERA. 

Seln  j  pcBasMi. 
ESCEKA   PRIMERA. 


Corred  todas  al  castillo , 
Ames  f|ue  alcanxarnoi  pueda 
üae  lionilire  <|Ue  uus  aigue. 


Si  te  embaraza  que  llegue. 
Permite  que  la  evopeía 
Poi3ga  al  rostro ;  qne  ;o  haré 
Que  i  su  pesar  se  detenga. 

Tepte,  que  aunque  recatarme 

Íniero,  no  (|Ulerii  que  sea 
Aa  i  toda  costa;  ¡  pues 
Til.  Lisida  liermosa.  es  Tuerza 
Que,  por  mas  recién  venilla , 
Iltiios  couocida  seas, 
Quédate  en  aquese  paso 
A  decirle  que  se  vuelva  ; 
y  de  DO  hacerlo,  podrís , 
Deienniaada  y  resuella , 
Tirarle  enlAaces ;  porqué , 
Alcaniiadome,  no  sepa 

?ue  soy  JO  la  que  ver  pudo 
■D  descuidada  en  la  selva. 

Pues  retinie,  j  i  mi 
Ese  cuidado  me  deja ; 
Que  JO  barí  que  do  te  siga. 

{faiue  Ibdaí,  mAuw  UHda.) 

ESCEKA   n. 

UURENCIO.— LISIDA. 

LAURENCIO. 

Esperad,  deidades  bellas , 

Que  aunque  monstruo  de  rorUma , 


Oh  lú,  quien  quiera  que  se. 
Pues  mas  por  nombre  que 
Nuestro  temor  acrecieuias. 
V  advierte  que  i  un  paso  ni 
Que  des,  ó  ■  la  mas  iiequeíi 
Réplica  que  bagas,  uará 


Aunque  la  t¡ 
He  bal  lancen  estu  monta  Ka  , 
¡Oh  iiigraia,  oh  aleve,  oh  llera 
Enemiga  de  mi  vida! 
Darme  admiración  pudiera. 
Me  I*  ba  quitado  el  liallarte 
Tantoi  mi  muerte  dispuesta; 
Porque  al  ver  que  coiiira  mi 
Fuego  vibras,  rsyos  flechas, 
Excuso  fácil  1^  duda  , 

V  nada  al  discurso  dejas 
De  cómo  vengas  aquí. 
Puesto  que  i  matarme  vengas. 

V  asi,  sin  saber  la  causa 
De  lu  venida  i  estas  selvas , 
La  de  la  guarda  que  haces. 
Ni  la  del  rigor  que  ostentas, 
He  volveré ;  que  no  quiero 
Saber  mas  de  que  tú  seas 
La  que  deUendes  el  paso , 
Para  que  jo  airas  le  vuelva ; 
No  tanto  por  el  temor 

Del  ruego  <|ne  dentro  eacierra 
t:s?moDstruo  escandaloso   | 
De  acero,  pólvora  y  piedra. 
Cuanto  por  el  que  tu  pecho 
Mis  traidora  mente  engeudra, 
Que  de  pasadas  traicioaes 
Es  mina,  es  volcan,  es  Etna. 

i  Oh  quiéo  de  tantos  engaños 
Como  padeces,  pudiera, 
Laurencia,  desengañarle ! 

V  ¡  ob  quién  de  tantas  diversas 
-Fortunas  como  por  ti 
Quiere  el  cielo  que  padezca, 
Pudiera  lorormarte!  Pero 

Va  que  no  es  ocasión  esta. 
Fio  que  me  la  ha  de  dar  ' 

Algún  dia,  porque  veas 
Cuan  erradamente  acosas 
De  mudanza  i  la  Ürmeía,     - 
De  traición*!  la  lealtad, 

V  i  la  obligación  de  ofensa. 


Aampie  con  iiiktos  enipeitos 


Sailsfaceime  pudieras, 
Tarde  podrás. 

No  lu  dudo , 
Pues  aunque  al  instante  Tuera, 
Fuen  tarde  para  mi  ¡ 
V  mas  viendo  que  ahora  es  fiíerza 
Dejar  para  otra  ocasión 
Desmen[tdas  las  sospechas 
De  verme  hablando  contigo. 
Aqui,  Laurencio,  lequeda :        • 
No  me  sigas...  y  de  paso 
Te  pido  solo  que  adviertas. 
Viéndome  enasta  monlaBa 
A  ajeno  dueño  sujeta , 
Desterrada  de  mi  patria , 
Todo  por  tí,  cuáles  sean 
Las  ligrimas  que  me  debes. 
Los  susplios  que  me  cuestas.  (Vate.) 


■LAURENCIO. 

¡yilgame  Diosl  ¡  qué  de  cosas 
Tan  contrarias,  tan  diversas 
Hi  iAiagInacion  combaten 
V  mi  entendimiento  cercan  1 
¡  Quién  creyera  ( ;  una  j  mil  reces 
Intelice  1 1,  ¿quién  creyera , 
Que  la  causa  queme  tiene 
Entre  esas  incultas  peñas. 
Cortesano  de  sus  riscos. 
Compañero  de  sus  sierras , 
Misero ,  pobre  y  rendido , 
Viniese  i  encontrar  en  ellas T 
Das  ¿dúnde  vive  ignorado 
Un  inreliz ,  que  no  venn 
Siempre  su  pena  tras  aél , 
Clomo  arrastrada  j  por  Tuerza? 
;Quiéa  creyera?... 
• 
ESCENA  IV. 
ROBERTO.  —  LAURENCIO. 
■OiBRTO.  {Dfntrv.) 


Voz  es  esta 
De  Roberto:  ya  )e  estimo... 
■ooERTO.  {Denlre.) 
¡Hola,  ahol 

LAUHEnCIO. 

Que  i  tiempo  venga 
Que  me  hsga  (»mpañia; 
Porque  oo  baj  eoia  que  iem> 
Tanto  aquí,  como  i  mi  mtuDO. 

UigilizsdbyGOOglC 


tm  COMEDIAS  Di;  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  U  BARCA. 

MOienn.  {fíeiiíra.) 
Linmcio. 

LADKExcio.  (En  alta  Mt.) 
Robri'Ui,  llfga 


HlcU  )qDM4a  parle. 

ROieRTO.  IDenlro.) 
i Dónde 
Eb  háeia  ?  Porque  no  encueiilraii 
Hit  plantas  háeia,  seüar. 
Que  hicia  donde  caer  no  sea. 
{Apareu  Roberto  en  ¡o  alio.) 


1  Dónde  esiis? 


le  aquesi 
^nskiin 


iQulén  U 


Sobre  la  cima 
A  velada  peña, 
ecnoo,  que  noliene 
o  mecbwi  le  tenga. 

LADRtNCKI. 

le  subió  aUiT 

lOBERTO. 

El  demonio, 
Oue  ba  dado  en  eíU  Qaqueía 
De  andar  subiendo  i  menguados. 

Baja  presto.  _ 

Oue  eaa  dejarme  caer, 
La  haré  con  mas  diligencia. 


I  No  digas  mal  de  la  i^ta, 
I  Hoberio,  puesto  que  ella 
I  En  eslas  moMañas  ei 
La  que  á  loa  dos  uos  ansíenla. 

Pues  ;a  que  no  he  de  decirlo , 
Sepamos ,  seiior,  si  es  esa 
Liga  la  caza  de  hov, 
'  P(ir(jue  no  veo  qué  tengas 
O  Ira  ninguna. 

I  Esta  ba  sido, 

'  Rolierio ,  toda  la  presa 
Que  boy  be  cazado. 

Pues  Tamos 
A  hacer  un  gigote  della ; 
Oue  seri  liada  comida 
Liga  nioniés , ;  mas  esta , 
Une  aunque  esli  roueria  de  hof, 
Estará  manida  j  tierna. 
Lanaincio. 
No  hables,  Roberio,  de  burlas. 

lOué  tienes  que  en  lu  Irí siria. 
Bien  que  ceotinua,  parece 
ijae  ha;  ngvedatl! 


AU. 
LiiDiEncio. 
;AinlenlacainbreT 

HOaBRTO. 

Como  era 
Nrcedad  subir  acA, 
Presumí  que  lú  la  iiicieras ; 
y  asi ,  en  lu  busca .  señor. 
Sallando  de  peba  en  peña , 
He  be  becho  Untos  cardenales , 
Que  lodo  soj  emlueocias. 

LADRENCIO, 

Baja  pues,  que  bácia  esla  parle 
Está  del  risco  la  senda. 

.    nOSERTO. 

i  Has  que  se  muda  b&cia  esotra , 
Si  voj  i  buscarla  i  esta? 
Has  DO  podra ,  ;a  la  bailé. 
•.«uheucm. 
^V  para  bajarle  ^Dtaal 

ROBERTO. 

i  Nó  és  mejor  que  lo  mullido. 

Lo  pague,  que  pléST  piernas, 

Que  son  frigllea  canlHasT 

i  Dloa  »aja  conmigo !— ¡  Ah !  pesia , 

El  prnnero  qué  Inventó  (Rueda.) 

Andar  por  montos  j  selvas , 

Tras  un  conejo  arraurados , 

Donde  el  primero  uo  espera ; 

Y  ai  se  yerra  al  segundo, 

Al  tercero  no  te  acierta; 

Bl  cuarto  se  escatia  herido 

Por  estar  la  boca  cerca; 

El  quinto  salla  i  la  cumbre: 

Huerto  el  sello,  no  eeeocu 

Entre  las  matiis ;  y  al  lin , 

Uno  que  le  cobra ,  cnesia 

De  pólvora  y  munición. 

AlU  mat  que  si  uu  hombre  tuera 


jCómoT 

LAUREKCIO. 

iOué  dijeras 
Si  hubiera  visto,  Hoberto, 
A  Llsida  eii  eslas  Miaa? 

ROBERTO. 

Dijera  que  la  hablas  visto; 
Has  dijera  también  que  era 
Mudon  de  lu  deseo , 
y  que  él  te  la  representa. 


Pues  dijeras  mal,  porqué 
NLmi  deseóla  ennendéa. 
Ni  tuera  posilile,  cuando 
Su  traición  j  mí  tragedia 
Han  podido  hacer  que  mas 
Que  la  quise ,  la  aborreica. 
La  verdad  es  que  la  vi 
Y  la  baljié. 

Pues  ^qué  deshecha 
Fortuna  nos  Ja  ha  anvjado 
Eir  esla  incuUa  roaieai , 
Donde  ignorados  vivimos 
Al  abrigo  de  una  aldea. 
Que  fué  el  último  caudal 
De  tanta  perdida  hacienda 
Como  te  cuesta  so  aaior, 
Preiendiendo  que  no  sepan 
Tnsenem^BO*  de  II, 
Llenos  de  tanta  miseria ,  I 
Desnudci  y.KainbréT 


Hucho  barí ,  ú  es  mayor  que  esta. 

Sali,  como  ya  viste,  esta  mañana. 
Cuando  enire  nubes  de  canniaygrana. 
De  arrebolfs  el  sol  al  pndo  «iste : 
Ñl  digo  solo ,  uí  encarezco  Irtsie . 
Pues  ni  triste  ul  soto  el  monte  sigo. 
Supuesto  que  mi  pena  va  conmigo, 
y  supuesto  Umi)ien  que  mí  IriMesa 
Ya  no  es  pasión,  sino  oaluraleza. 
Sali  pues,  procurando 
De  la  tierra  cobrar,  cobrar  del  vieulo 
El  preciso  alimento 


A  coya  pro 

Ni  red .  ni  iaio ,  ni  abrasada  fuerza 

Que  liacealave  que  el  ^ro  veloi  luen^, 

Al  pijai-o  hi'.o  injuria, 

Al  misero  anima!  hiio  violencia. 

Puesto  que  i  su  obediencia 

Obligados  nacieron... 

Bienqueenniatark>snoi^adososrB¿roD 

Los  que  solo  por  gusto 

Hoban  de  sus  adomoiiierra  y  vteaio. 


Prosigue;  que  no  es  justo 
Pararte  abora  i  hacer  moralúladeii 
Pueslo  que  en  estas  verdes  soledades 
A  las  fieras  que  dices  parecemos. 
Porque,  si  uo  matamos,  iw  comemos. 

LIUNEirCIO. 

Digo  pues  (ó  crueldad  6  piedad  sea 
Lo  que  boy  á  hacer  me  obii^ 
Al  gusto  de  otros  misera  fatiga). 
Que  de  esa  pohre  aldea 
Sali ,  sin  dar  un  paso 

gne  en  cuidado  el  ¡lescuido  ó  el  acaso 
ootra  mi  no  volviese. 
Sin  que  uu  laa  solo  lance  me  saliese. 
En  que  la  suerte  mia 
Sanear  pudiese  su  malicia  al  dia; 

Y  viendo  que  ya  en  todo, 
Hiéntrai*qne  busco  el  modo. 
Ese  goiro  de  luces  igual  baña 
La  cumbre  y  la  cabana 

Pues  ¡gualnicnte  lodo  lo  dicisa , 

Coando  el  hombre  su  misma  sombra  pi 

Del  calor  faiigadn,  [sa 

Ai  cansancio  rendido, 

Oyrndo  el  blandu  ruido 

Dése  veloi  cristal  que  despeñado 

Del  monte  al  valle  <'n  él  ali>in  espera 

Buscando  alguna  sombra  en  su  ribera 

Llegué  á  uu  espacio  ameno , 

De  varias  flores  i  bordados  lleno. 

Aqut,  templando  al  sol  la  saña  ardiente, 

Al  m  j^en  me  senté  de  su  corriente  : 

Ed  ella  difertia  varios  casos 

De  mis  desdicbas  y  de  mis  fracasos , 

Cuando  en  el  agua  veo,  • 

8u'e  ladrón  de  cristal ,  para  trofeo 
el  mar,  adonde  ya  Heear  pensaba. 
Este  ceodti  robado  se  llevaba. 
A  poca  diligeucia 

Qucblce.cortandodospequeñasramas, 
A  «esta  de  pisar  ovas  y  lamas, 
Lf  presa  le  quité  sin  resistencia: 

V  haciendo  consecuencia,       [qoefio. 
Que  faasia  su- dnetko  espacio  babna  pe- 


«espacit  — 

>a  btueando  hl  au  d 
i.TjÜOgTC 


No  en  vano  penDatlitlo 

A  que  hallarle,  ó  pateoli  i^escoadúlo, 

Dicua  serta,  pues  iba 

(Jn  infelii  buscándole  agua  arriba. 

Recatado  en  érelo, 

Ladro»  ja  del  ladrón,  pade  secreto 

Llegar  donde  an  remanso 

Del  fatigado  arrojo  era  descanso , 

Como  que  en  él  sedienio 

Paraba  aolo  hasta  lomar  aliento. 

Adelante  pasara , 

Si,  remora  tocal,  no  me  parar:i 

iVquI,  Roberto,  un  mal  distinto  acento, 

IJiiesiempre  adelpiiiiidnse  eu  el  vienlo, 

l>é<^1  trajo  a  mi  oído , 

Sin  palübra  la  voz ,  sin  toi  el  ruido. 


La  fabrica  de  un  rústico  paidí 
tluja  alfombra  de  rosas  v  claveles, 
l'.ujo  dos^l  de  sauces  j  lauteies. 
Diiban  coa  el  dosel  y  con  la  álfomhra 
A  una  jrotrabeldadalfacrBuejr sombra. 
I'iirérae,  suspeudido 
Ya  de  la  vista  maa  que  del  oído ; 

V  haciendo  celqsta 

La  Intrincada  maraiía, 

Uuc  i  parles  la  campaba 

(ai  vex  negaba  >  lal  me  concedia. 

Va  ia  pudo  advertir  la  indiutria  mil. 

Con  si'fias  no  pequiTius, 

1'emplo  Je  Venus ,  (luestoque  sus  peñas 

Adornaban  por  una  j  otra  parle , 

Rnire  salas  de junor, triunfos  de  Harte : 

MiraniHi  allí  esparcidos 

Por  laa  jerbas  riquisiinos  vestidos, 

V  aquí  colgados  luego 

Por  las  ramas  tajnbien  uyosde  fuego, 
Hoatrando  asi  que  Amor  en  viendo  en 
[tima 
Las  banderas  de  par. ,  deja  la  guerra. 
Estaban  pues  deste  apacible  seno 
Eo  lo  mas  retirado  j  mas  sereno. 
Tropas  de  ninfas  bellas. 
De  cairo  tumano  cielo  eran  esinlias 
Las  mas  vistosas  llorea , 

V  en  medio  el  mismo  Amor  moérto  de 
Deidad  era,  asistida  [amores. 
De  aqnel  festivo  coro'. 

En  cotilla  j  enaguas ;  que  no  ignoro 
^llr  del  haíío,  pues  ni  bien  *esUda 
Ki  bien  de3onoa,4iiDa 
A  eateoder  que  de  noefo  se  adornaba, 
¡  Hai  baja  mi  fortuna, 

Sne  una  dicha,  que  solo  tuve,  una, 
ubo  do  ser  llesandu  tarde !  Pero 
A  buen  tiempo  tlesuí ,  si  considero 
t^alDto  el  recato  vT»e  esorupuioso  : 
No  i  lo  Usciio ,  vamos  i  Iq  hermoso. 
Suelto  tenia  el  cabello, 
Covas  ondead»  bebrat, 
GolfosflngienJo  de  erizadas  quiebras, 
inondaban  ia  nieve  de  su  cuello,      [lio 
Perdone  el  sol,  que  no  et  el  sol  mas  be- 
Cnando  los  ampos  de  ias  cumbres  dora. 
Dejando  eo  una  peña  ;r  otra  peíta 
Deamelenar  la  mal  pe  lo  a  da  Rreüa , 
Que  A  media  lusledestrenró  la  aurora; 
Bien  que  al  retes  su  efecto  se  coÜBe. 
¡Dije  al  revés  T  Pues  oye,  que  bien  dije. 
Porque  si  él  sobre  nieve 
Madejas  de  oro  i  desplegar  se  atreve, 
Blla  con  mas  decoro 
Esparce  nieve  eo  sus  madejas  de  oro, 
(^jendo  encima  i  tanto  hielo  ufano 
l'n  copo  1  otro  en  una  j  otra  mano. 
K,l,  por  no  verse  i  ievcs  reducido. 
Medio  en rF dado ,  resistid  esparcido, 
f  ^umo  iiuieii  dice  que  es  contrario  duelo, 


A6RA»ECER  V  HO  AMAR. 
Dando  los  rayos  libertad  al  cielo , 

8ne  con  nuevos  desmajos 
I  cielo  ponga  en  su  prisión  los  rayos. 
Nácar  j  plata  era 
La  hermosa  primavera 
l>euognardapié,quealiDoateconvenIa, 
Pues  un  i  tomo  apenas  descubría 
Al  prado  ni  al  deseo; 
Si  bien,  que  nada  recalaba,  creo. 
Pues  el  pié  era  de  modo. 
Que  en  el  i  lomo  solo  estaba  todo, 
AesteinslBiileceguá, parque  ieslcins- 
Una  de  aquellas  damas,  prevenida  [taute 
Aiuieiiagoa,  i  lineas  guarnecida. 
Se  me  puso  al  echaiseTa  delante.   • 
j,Cuandaalsol  eclipsó  nube  lolante? 

<  i  Hai  hubiese  el  deseo 
De  no  perder  de  vista  la  hermosura , 
I'ues  por  mudar  lugar,  mudé  ventura. 
Ramas  moviendo.;  i  cajo  ruido  veo 
Que  todas  asustadas. 
Confusas  y  turbadas. 
Como  ai  un  monstruo  vieran,  recogieron 
Armas  y  adoraos,  >'  á  mi.tísta  huyeron 
Por  una  oculta  seji'da  tan  veloces, 

.  Qucnodigomis  plantas, masmia  voces 
Alcaniarias  en  vano  pretendieron. 
t^ii  todo,  las  sigul«run 
Hasta  lo  estrecho  dése  inculto  paso. 
Donde  ahora  empieza  n)i segundo  acaso, 
Kd  éi  pues,  la  asustada 

i  líscuadra  fugitita , 

I  Contusa  ;  alterada ; 
Que  por  los  montes  deshilada  iba, 
Pura  segura  hacer  su  retirada 
Dejó  de  posta  una  beldad,  que  amad» 
Con  su  denuedo  daba  al  sol  asombro, 
1'eoiendo,  porque  el  paso  me  resista 
(Bienqueáuo ser  quien era,ftiera en  va- 

'  [avi 

La  coE  del  arcabui  pegada  al  hombro, 

'  Calado  el  can ,  los  puntos  en  ia  vista  ■ 
"  "    el  disparador  puesta  ia  mano. 


;,Va  que  si  T  Pues  ¿quién  querias 
Que  tan  aervida  estuviera 
De  las  damas  ? 


Otra  dama ; 
Que  darla  uu  vestido  oo  era 
Acción  tan  rendida ,  que 
Una  amiga  uo  pudiera 
Haberlo  hecho  :  ;  es  ^n  duda, 

8ue  i  estar  allí  la  Princesa , 
a bria  guardas  i  io  largo 
Y  guardas  al  coto  puestas. 


Vjsla  eilerior  d<l  paítela  de  FlMda. 


;  Pudiera  ser,  que  Llsida  no  fuera! 
I  Conocida,  no  tanto 
'  Enroslroy  voi  coDloen^cciooyespan• 
'  Ni  sé  lo  que  ia  dije,  [lo. 

Ni  sé  loque  me  dijo; 
'  Solo  sé  que  colijo 

De  uno  j  otro  ia  pena  que  me  aOlge, 
I  Por  saber  quién  es  esta  deidad  bella , 
¡  Sin  saber  que  esté  Usida  con  ella; 

Pues  cuanto  aquí  el  deseo 
iMeaniínaí  averigualio, 
¡  Tanio  este  susto  veo 

Que  me  acobarda  :  en  cuva  acción  me 

Utiligadoisaberio  ji  doüailo,  [hallo 
!  ^ndo  asi  que  en  andar  Llsida  en  ello, 

No  quisiera  dudarlo  ni  sabello. 


De  las  dof  dudas ,  señor. 
Que  por  eitnHas  me  cuentas , 
Para  mi  uo  io  es  mas  de  uoa. 


Pues  i  quién  es? 

HOaiRTO, 

Flérida  l>eita, 
Princesa  de  U ¡sin laño, 
Que  en  aauesta  fortaleza. 
Retirada  de  ia  corte , 
Por  gusto  ó  )ior  conveniencia 
Vive,  basta  lomar  estado. 


Roatato.  ,, 

Has  espera. 
Que  divertidos  llegamos 
De  su  palado'l  las  puertas. 
(Salen  al  balcón  Fléfldu.  Utida  t  atru 


Y  entre  ellas 
Esti  Llsida. 

MOKINCIO. 

También  ' 
Eslí  entre  todu  aquella 
Que  te  be  illcho. 


Si  diri,  mas  yo  no  lo  oigo; 

Y  es  que  á  mi,  como  sean  bembras.. 

Todas  me  parecen  unís. 

¿Quién  dices ,  Llsida .  que  erat 


Paea;iquéanno«aegaÍa1 

(Ap.  Ocultar  quién  es,  es  fuena.) 
A  lin ,  ü  lo  que  yo  innero 
De  verle  venic  con  ella,       , 
De  cobrar  algún  hallazgo 
De  aquella  perdida  prenda 
Que  al  vestirte  bailamos  menos. 

Pues  si  eu  su  ¡atento  era, 
;  Por  qué  no  la  rescataste? 

Porque  al  verme  lan  resuelta 
Decir  que  tuviese  eiffi 


í'Cftoglc 


COUEUAS  DE  DOM  PEDHO  CALDERÓN  DE  U  BARCA. 


Viié  su  ti'mor  de  manen , 
UHe  se  voltíA,  sin  pooene 
Kii  demandas  dI  Kgpaesus. 

t'resniíro  que  dices  Meo  : 

Su preleiisiou  s«rla  esa, 
l'ues  allí  con  otro  halila, 
Hiraudo  siempre  i  esias  rejas. 

UOCKtCIO. 

Pasa,  Roben»,  al  descuido. 

Par  Dios,  i  con  geiilil  librea 
Venimos  i  hacer  terrero ', 
iNo  miras,  no  consideras 
Que  es  Tuerza  <|ue  las  mondongas 
Asco  de  nosotros  tengau? 

Pues  ja  sabemos  que  es  liombí^: 
En  qitiea  no  eabeii  sospectiai. 
Llamadle,  decid  que  líeisue  : 
Hescaiímusla  slqulei*i 
Porqoe  fué  mía. 

¡Ahdelmome' 
FlCbida. 
iCaiadoi- ! 


¡Vi»e  Dios ! 

Pue«  (babri  mak. 
De  que  sean  oclio  siquieraf 

I  De  aqnl  no  bajaré  un  coarto.,. 

;  V  no  gano,  en  mi  conciencia , 

j  yue  eso  rae  tiene  de  costa; 

I  Uas  quiero  faacer  feligresas , 
Porque  «engau  1  mi  casa. 
Siempre  que  algo  se  les  pierda. 
¿Hacemos  algo  en  los  ocbo! 

Guato  rae  ha  dado  en  la  cuenta. 

£si)erad ,  que  cien  escudos 
Quiero  que  os  bajen  por  ella. 

KOHEHTO. 

Cien  aüns  estéis,  seflora. 
De  un  lado  ^n  la  vida  eterna. 
iCieu  escudos?  ¡  Santa  liga 
Hoj  para  mi ,  mas  que  aquella 
Que  bideron  contra  el  firan  Turco 
España  ,  Roma  j  Venecia  ! 
:  Liga  que  al  uaat  ligara , 
V  liga  con  quien  psdiera 
Dejarse  cazar  el  fénix 
A  la  liga  de  su  guerra , 
Como  quien  no  dice  nada ! 
Haced  que  bajen  pDr  elli ; 
Que  tema  que  mi  ronnna 
Pecadora  v  — 


Va  lan  por  ella. 


En  ti  se  qiuefire  la  ofensa. 

Como  lo  que  en  mi  se  quiebre 

Alguu  garrote  no  sea , 
Ofensas  yo  ius  perdono. 

■  {Acircatf  al  palacio,) 
¿Qué  queréis ,  deidades  bel  las  í 

¿(juereis  feriar  esa  banda! 

;,Paes  no  he  de  riuerer,  si  apenas 
'l'enemoB  hoy  qun  cumer 
Hi  camaradü  y  yo? 

UUREMCIO.   {Ap.  i  i¡.) 

Bestia , 
íQué  dicest 

¿Pues  no  es  verdad? 

FLÍStCA. 

¿Qué  es  lo  que  queréis  por  ella? 

No  nie  tengáis  por  perdido  : 
Dejadnie  aue  basa  la  cueiit:i. 
Aqni  b;<hra  de  tafetán 
(¡  V  qué  bueno  es '. )  vara  y  ntedia , 
Que  íi  siete  reales  j  medio, 
Cunio  se  compra  en  la  tienda. 
Son  once  raénos  coartillo. 
Las  puntifl ,  i  mi  ver,  pesan 
Dos  onxas  muj  bien  ppssdas  ; 
A  diez  I  ocho  reali'S  nnevas , 
Y  &  cinco  traídas  fque  es  eoino 
Caalquier  gabacho  las  merca). 
Son  diez,  j  once....  veinte  juno 
Menos  cuartillo.  Ahora  vengan 
Catorce  reules. 


Que  bay  ai 
Pues  sin  li 
Siempre  ei 


Tened , 
ten  impida  la  feria , 
eiicia  del  dueño 
ninguna  la  venta. 

ROBERTO. 

Ten.  que  vale  cien  escudos: 
Ho  tires  tan  recio  delta. 


niaiDi. 

V  vos,  ;qaé  queréis  por  ella? 

UküRtncio. 
Para  mi  no  hay  precio ,  pues 
Cuando  Dios  sacado  liul)ii'r:< . 
Ko  solo  un  mundo ,  mil  muudobi 
Del  ejemplar  de  su  idea , 

V  el  valor  de  lodos  swlo 
A  un  diamante  redujera , 

Ilc  quien  se  hiciera  una  joya, 
t,inn  guarnecida  de  estrellas. 
Tuviera  al  sol  por  engaste, 

V  3  mi  en  precio  se  ^e  diera , 
^1)  fuera  bastante  precio, 
Sino  solo  el  que  me  cuesta. 

rLÍHIM. 

Pues  i  qué  os  cuesta  T 

LAUBKnClO. 

Toda  uu  alma. 

Locos  de  encontrados  temas 

Son ,  uno  por  lo  que  eslima , 

V  otro  por  lo  que  desprecia. 

¿Toda  un  alma  os  cuesta? 
lavuehcio. 


SI, 


Unos  por  otros  se  truecan ; 

Vo  en  la  lid  de  vuestros  ojos' 

Dejé  ui)  alma  prisionera ; 

Vos  este  cendal:  y  asi. 

Va  que  el  canje  se  conclena . 

SI  no  me  voliels  el  ülma. 

No  es  bien  que  el  ceudal  oi  vuelia. 

FLtaUljt. 

Risa  me  da  de  oir  conceptos 
A  un  bonibre  de  bajas  preodjis. 


¿Has  que  uos  matan  i  palos? 
Va  los  cien  escudos  <liera 
Por  uno  en  que  recibirla. 
lÁsnk.  (Ap.) 
I  Que  esto,  fortuna ,  i  ver  venga! 

Loco  de  no  mal  capricho , 
Para  que  el  serlo  os  deOeoda,  - 
Decid  si  sabéis  quién  sof . 

LituRínao. 
(Ap.  Peligrosa  es  la  respuesta.) 
No  lo  sé...  Has...  si  lo  sé.  ' 

rLáaisi. 
Si  y  no,  ¿cómo  se  cauciertanT 

hivnr.xtt). 
Como  si  digo  qui'  1)0, 
Ser*  cul|>B  moy  grosera, 
K  ignorancia  si  lu  alinnu ; 
Pnrque  es  presniícinn  ninv  necia 
Oreiideros;  v  asi ,  c«  hiro' 
Dejar  la  dnila  sii:;ppnsn. 

Tomad  vos  loijUf  os  pareica. 

Pui'S  también  yo  equivocada 

Kstoy  en  la  duda  nH'sma, 

Porque  si  pienso  que  no, 

Haré  risa  la  th\n» ; 
I  V  si  piensa  que  si,  haré 
'  Castigar  la  dttivf  rgnenta. 
'  V  pues  entre  esLos  extremos 
;  No  hay  medio  que  serlo  pueda. 

Allá  va  risa  ó  castigo, 
1  Tomad  vo»  lo  que  os  parezca. — 

Venid ,  dejad  ese  toco. 
I     {QuUanMt  del  balean  FUrida  g  m 
I  damos) 

i  Ab  ingrato ,  qué  mal  te  vengas ! 


I  LAURENCIO ,  ROBERTO. 

'  LIDREKCIO. 

i  Quién  te  d^a  que  es  rengania? 

B0BE4T0. 

i  ;  Hemos  hecho  buena  hacienda ! 

I  Cien  escudos  me  has  quitado 

'  romo  de  la  faldriquera , 

I  V  aun  cíenlo  y  uno ,  pues  pierdo 

i  También  el  de  la  paciencia. 

í  Lirnts^Gio. 

i  ¡  Ay,  Roberto '.  vén  conmigo 

One  llevamíis  É  la  aldea 

Muchas  cosas. 

V  nioguna 


¿üvio  le  acuerdas? 
dbyGOOglC 


¿So;  jo-de  mÍTaol  actial 

LADtDICIO. 

jAh.  Inconsianie  deidad  bella! 
;,Qué  se  habrá  de  tñcer  un  trisie 
Con  lan  costosa  eiperíencia  í 
íQaé  te  va  ea  T... 

ESCERA   Vn. 

USARDO.  —  LAUKENCIO,  ROBERTO. 
LisAiDO.  [Dealfó.) 

¡  Valedme,  cieím! 

LADIEIICIO. 

i  Qué  ruido  j  qué  toi  es  etu  ?   ~ . 

Un  caballo  que,  del  monle 
Desbocado ,  se  despeüa 
Coa  un  hombre. 

LADHENCia. 

i  Qué  desdicha ! 
¡  Quién  socorrerle  pudieial 

MOBERTO. 

H Gimo  es  posiMe,  al  ya, 
tíbocando  eu  aquella  areua, 
Le  arrojó! 

(La»  al  tablado  LUoráo.) 

LIS*  R  no. 
¡  Jpsus  mil  Teces! 


Satts^cer  la  rurliina . 
Diudome  en  él  por  resiiuesia 
Que  basta  la  muerte  no  ba;  dicha 
.M  desdi  cba  que  lo  sea. 
iSi  esU  muerto? 

No,  señor, 


Inteilce  caballero,  • 

A  quien  el  dolor  reserva 
Para  coasnelo  de  un  triste... 

{Quiáiue  eUMdt.) 

^Has  que  mi  duda  es  la  mesmaT 

jNo  es  Ltunió  mi  eitemlgoT 

Si,  se&or. 


Anuí!  iQuién  duda  que  sea 
A  buscarla  ó  á  huscarmeT 
,V  de  ■ 
-¡Beci 

lalquier 

NOSESTO. 

Ann  bien  que  (sea  lo  que  fuere) 
La  fortuna  te  le  entreKi 
Tan  sin  manos,  que  podrás 
Asegurarte... 

LAURENCIO. 

La  lengua  , 
Suspende.  Calla ,  Tilianol 
No  prosigas,  cesa,  cesa; 
Porque  no  soy  hombre  jo 
Que  habla  de  intentar  bajeza 
I  aii  grande  como  matar 
Mi  eiií'inigo  sin  d«retisa. 
Mas  listJDia  que  rencor 


AGRADECER  V  NO  AHAH. 
He  ha  debido  su  tragedia ; 

Sue  mas  allí  de  la  muerte 
a  pasan  nobles  ofettsas. 
V  no  han  de  decir  de  mi 
Que  es  mi  temor  de  manera. 
Que  buhe  menester  que  muerta 
iiujlesdicba  me  le  diera. 
Para  asegurarme  del. 
Llega  conmigo. 

¿Qué  intentas? 


Iirdin  ea  el  palíela  i»  Fltrldt. 


8ue  entre  los  dos  le  llevemos 
onde  ¡íi  tos  cielos  pluguiera  . 
Pudiera  hacer  por  su  vida 
Las  mas  costosas  Itnezas! 


i  Cuerpo  de  Dios ,  lo  que  pesa ! 
Ko  le  dejes. 


ELPRÍRUPE.  —  DtcHos. 
pnlKini.  (Oefftr».) 

Penetráis... 

Tocss.  ÍDentro.) 
iQuIén  es  quien  HamaT 

ROBEKTO. 

Has^qoé  otra  aventura  es  esta? 
(Saíe  el  Principe.) 
FitIncirE. 

t Habéis  fisto  nn  caballero  ^.. 
ero  no  me  deis  respuesta. 
Pues  mas  que  vuesir»  vos  diga 
Hallo  yo  en  la  piedad  vuestra. 
¡Ay  amigo  de  mi  vida! 
¡Que  mucbo  el  serlo  te  cuesta , 
Pues  mi  amistad  te  ha  traído 
A  morir!  ^C^mo  pudieran 
SlgniUcar  mis  afectos 
Coioto  el  verte  asi  roe  pesa  ? 


.  ¥o  no  sí  qníéu  i 
frIncipe. 
Amigos,  si  la  piedad 
Os  mueve ,  lanios  aprieta    , 


Eso  estaba  ya  *  mi  cnetita. 

MlilKlPE. 

iQuiéii  crérá  que  mis  venlur 
Tan  presto  se  me  convierun 


robehto.  {Ap.) 
i  Quién  crírá 
Que  bombre  como  yo  1  ser  venga 
Hoy  en  esta  compaala 
Metemuertos  de  la  legua  ? 


I   PLERIDA,FXORA,FAB10,L1SIDA 

I  1  BABAS. 

n^RITM. 

iTraels  instrumenlos! 

FLOu! 


Esperad  con  ellos 
En  esos  jardines  bellos. 

(Yante  Flora  ylai  daauu.) 
Oye,  Usida,  que  á  ti 
No  hay  secreto  reservado' 
Eli  mis  penas  6  alegrías.^ 
Di  tú  lo  que  me  auerias        (i4  Fabit.1 

n — 1_     —1-  L-  „ngj.  j,  . 

rloi 

Beso  tu  mano  mil  veces. 
Que  asi  honras  j  biorecea 
A  quién  por  sagrado  batió 
De  su  fbrtuna  tu  casa. 

Digo ,  seüora ,  que  fuera 
Casi  traición  qm  supiera 
Una  novedad  que  pasa 
Eo  aquesta  sotedad , 
V  que  locándote  i  ti , 
No  te  la  dijera. 


Decir,  pues  sola  he  quedado'; 
(Xp-  Qu"  ya  ip<  amorío  esperó.) 


Qnien  crérl  que  1  mi  enemigo 
Dar  vida  mi  honor  ¡o  lenta 
Cuando  no  la  tiene,  para 
Hitarle  cuando  la  tenga? 

(Vanie,  Hevthttue  i  Uitria.) 


Vaquees? 

Sabrás 
One  en  estos  moRtea  teoemoi 
Coo  mil  amantes  extremos 
Un  embozado. 

i4smjt,  (Áp.) 
í  Qué  mas 
Ha  de  declararse  T  pues 
Bs  sin  duda  ( ¡ay  infelicó ! ) 
Qae  por  Laurencio  lo  dice. 

flAus*. 
iKmboiado  aquí!  ¿quién  esT 

rano. 
Cirios,  principe  de  Ursino. 

Lfstu.  (Ap.) 
De  eitraBo  susto  salí. 

íPriacipedeUnlnoT 


Pues  ¿á  qué  t  este  monte  vinoT 

O3mo  han  sus  deudos  tratado 
Tu  casamiento  coo  él , 
UdecnrioBOÚdeael, 
Ha  querido  disfraudo 
Verte  primero. 

Nalpwde 
Dejar  esa  novedwt 


dbyGooglc' 


EnUjpede 
Secreto  rsle  afiso  mió. 
Por  mi  j  por  decoro  suto  , 

Y  porque  ea  de  an  erUuo  lujo 

EHa  c*rU  que  te  fio.  [Dátela.) 

{Let^  El  Príncipe  mí  tenor,  per  no 
tohar  mat  á  tnt  olio*  que  i  tía  ejotta 
etilpa ,  y porne  llegar  á  ¡of  ftlíeida- 
det  de  etpoto  tiitp/uar  por  loimiritM 
de  am«nte ,  acompañado  telamentt  de 
tm  aalge,  va  d  ver  d  ía  Prineeia  ini 
leñera.  Hame  pareeidt  darot  eile  avi- 
to,  porque  no  padetaa  detaire  de  ig- 
norado :  et  teereta  imperta.  IHot  ot 
guarde. 

Hacho  gasto  me.  habéis  hecho 
En  haberme  dicho ,  Pabki , 
RbIo:  no  sj  si  es  agravio 
OBsooja. 

De  mf  pecho 
Pueiles ,  leBon ,  creei , 
Que  •otamente  desea 
Tu  arricio. 

Seri  hiena  quiea  i  hacer 
Llega  de  «os  conflanza 
De  hacienda ,  vida  j  esisdo. 
Id  coa  Uos; }  al  el  cuidado 
Vuestro  dencia  desio  alcBDt* 

V  otra  uoredad ,  vendréis 
A  decírmela. 

La  mano 
Nll  veces  os  bew  oboo 
Por  ta  merced  que  me  baceis.  (Vpw.) 

ESCENA  X. 

FLERIDA ,  LISIDA. 


DE  1K)X  PEDRO  CALDERÓN  DE  I 

?ne  aauel  hogilire.no  tenia 
alie  «te  que ,  ann  dlstraxado , 
Hombre  tioble  pareciera.    ■ 

No  digas  tal ,  ni  quien  lüera 
Humirde  hubiera  -alcanzado 


_prini_. 
De  hsllarme  en  el  monte  acaso, 
Sab^r  alajarme  el  paso, 
Sab<'r  hurlarme  un  faTOr; 

V  vitándole  i  It  resuella, 
Por  no  ofender  tu  respeto 
Fingirte  amor,  j  secreto 
Al  muro  lomar  la  vuelta, 
Gcbnr  deliiile  al  criado 

A  iratiar  conversación. 
Salir  á  ]>uena  ocasión , 

V  entre  alretido  y  turbado. 
Saber  afectar  Iristeías,  ■   , 
(^riesanas  las  acciones. 
Equivocas  las  razones , 

V  limadas  las  flnetas. 
Aqnel  eslilo  de  hablar,: 
Aquel  modo  de  sentir. 
No  me  tienes  que  decir , 
One  no  es  de  pecho  Tulíiar. 
El  Prloc^  era  sin  dada. 

(Áp.  Paes  le  pareció  tan  bien 
Laurencio,  i  enmemlar  es  Uieii 
Que  mi  seniimienio  Senda 
ED  SOS  principios  el  daño.) 
Dtee .  seitora .  que  no 
ira  el  Príncipe,  j  que  yo     ' 
Basto  para  el  desengaño,    . 
Porque  en  Ñapóles  le  vi. 

¿Cúmo  le  pudiste  fer? 

Póe»  que  JO ,  i  mi  parecer. 

Desde  muy  pequeño .  oi , 

Que  en  la  corle  se  crió 

Del  Emperador;  j  «s  llano 

Que  hasta  que  niuriá  su  licnnano, 

A  quien  nn  traidor  mató. 

Por  los  celos  .de  una  dama 

(V  eso  hi  miij  poco),  no  vino 

A  Ñapóles  el  de  Ursino. 

l(sii.a..'      - 


Auoqufl  esta  cbrioiüdad 
Ofende  mi  vanidad, 
Pues  que  basiab;  ser  mia 
La.TOi  que  iCArlos  llegó 
Para  que  aun  el  eco  fuera 
Bastante  i  qiie  le  rindiera ; 
Confieso  que  me  dejó 
Corrida  ;  desconfiada 
Pensar  que  hombre  bajo  hubiese 
Tan  loco,  que  se  atreviese 
A  baMarme  palabra  en  nada. 
Casi  he  agradecido... 


LlsinA. 
¿Por  qué  lo  dices  T 

Es  sin  duda  que  él  seria 
Quien  preienoló  aqnel  faior. 

Yo  presumo  qu«  ef  error ; 


Pudo  asi  la  vista  mia  - 

Verle,  se{Í0Ta,mÜ  veces. 

Uai  no  es  el  que  lia  estado  aqai. 

¡Ti  le  viste? 

lIsioa. 
Yo  le  vi. 

FUtMDA. 

Con  eso  me  desvaneces 
Un  consuelo  que  tenia. 
Tuelvan  pues  mis  pensamientos 
A  doblar  sus  sentimientos. 

lismÁ. 
;CómoT 

0;e  la  pena  mia. 
De  dos  plantad  dos  venenos 
Nacen,  cada  cual  impio  : 
Uno  ardiente  j  oiro  iHo , 
BsUuf  de  ponuAa  liemos. 
Si  estos  se  apli<»n  DMicládv, 
Nú  solo  del  coraxon 
Tósigo  ■;epmma  son,      ' 


Uno  con  otro  tenpladat. 
El  mismo  eieclu  tioleoto 
Han  hecho  e»  mi  vanidad 
De  uno  la  curiosidad, 
V  de  otro  el  airevimiento; 
Pues  cada  uno  de  por  si 
Venene  del  alma  fué  : 
Cnando  en  Uno  los  junté. 
Has  templados  los  senU.  ■ 
Pero  ja  que  divididos 
Los  atienden  mis  cuidadas. 
Vuelven  i  bacer  apartados 
Lo  qae  no  liicieraa  nnijlas. 
Veo  conmigo,  pensaremos 
Cómo  bcmos  de  castigar 
Esta  especie  de  pesar.. 

Vo  vengara  sus  eitremos 
Con^ divertirme,  pues  va. 
Viéndole  entrar  al  Jardiu ,    ' 
Suena  la  müsica ,  I  Hn 
De  decirle  dónde  esti. 

Dices  liien ,  y  lo  mejor 

Es  dejarlos  al  desprecio, 

Due  uno  es  loco  v  oiro  es  necio,  ( Vantt.) 

ífieiUre.  Cantad,  j  no  sea  de,anior.l 
i  Hiisicos.  {Deiilro.) 

I  A  nadie  puede  ofender 
\  Querer  per  tolo  querer. 

ESCENA    XL 

LAURENCIO,  ROBERTO. 


Vuélvete  i  casa,  Roberto; 
Qu^  pues  oo  he  de  estar  yo  eo  ella , 
Seguir  quiero  de  mi  «slrella 
Nuevos  rumbos. 

aOBElTO. 

No  sé,  cierto. 
De  faltar  delta  iiué  oiga, 
Y  de  venir  donde  vienes., 
Cnando  dOs  huéspedes  tienes. 


aOUEBTO. 

Déjame  reír  de  ti. 
¡Amor de  Flérida! 


Locura,  diris  mejor. 


ij^aim  lu  lu  i|uc  HU.inj4uu 

Tieoe  i  ningnn  hombree!  ludo? 

.  ROBERTO. 

'  Amor  hs  tvem  segura ; 
Has  ¿de  qué  suerte  sabré 

■  Qaeesotro  es  honor?. 

LADREUCIO. 

■       Vo  ri 
■  Volver  a  Lisardoensli 
^  Y  al  instante  Imaginé 
'  La  pena  que  le  ha  de  dar , 

Haber  yo,  Roberto ,  sido 

K  quien  la  vida-faa  debido; 
,  V  asi ,  lo  quiero  excusar : 

Porque ,  si  bien  se  repara ,' 
I  No  es  de  ooble  pecho  io)licio 
, .  El  bacer  un  beneficio , 

Pan  ¿BT  con  él  en  cara. 


cGooglc 


inmlgo. 


Yo  be  amp*rado  i  mi  enemigí 
Y  en  ga.rortuftk  crae< 
No  quiero  mis  gracias  dé[ , 
Qu«  biber  codplido  ci 
VikIta  poM. 

HoiniTO. 

V  si  él  i  mi 
Hs  conoce,  iqu4  be  de  bacer! 

iCómo  te  hi  de  coaocer. 


Y  procura  por  la  <rida 

Une  husij  estar  convaleddo 
iilé  asisüdo  ;  aerrido ; 
YenraxoudemiparUila, 
.  A  él  j  al  otro  caballero 
Alguna  disculpa  di. 

Y  pues  oo  be  de  estar  30  allí,    .' 
Quiero  estar  adonde  quiero. 

noBEito. 
Yo  piento  que  ina  regaloa 
Preilo  él  pagari ,  seiior. 
*    uoiEncio. 
¿Comot 

ROMRTO. 

Como  desle  amor 
Haa  de  volver  muerto  i  palos, 

Y  babri,  ai  el  buen  cortesaao,' 
Menester  ctvarte  &  1]. 

Vo}4  decir  que  de  allt 

No  se  va^a  el  cirojaoo.  {Ym 

ESCENA  XXL     . 

LAURENCIO,  ir  de^uet,  itísicos 


ISah.) 


DeniMlada  raion  tiene 
Quien  se  riere  de'mi,  ■ 
Ciiaculo  nilriiidome  tul , 

Vea  que  mi  amor  [irerieiie 
Al  sul  atreverme;  piro... 

■   «isleos.  (Denlre.) 
A  nadie  puede  efeader 
'  Querer  por  tolo  querer. 

■  LAUnE.tCIO. 

'•¡Querer  por, solo anerer,   ■ 

A  nadie  puede  ofender ! » 
'  iV  mi  propósito  tnliei'o 

Que  la  letra  rCspoiidiú ; 

Que  yo  lo  mrsmo  dijera ,    . 

Ki  la  voi  se  susfien diera. 

Ileniro  del  jardín  soiiá . 

V  por  aquesias'parede&, 

Donde  esli  uiia  obra  empegada  i 

No  esti  dificit  la  entrada. 

Ea ,  comoo ,  hii-n  puedes 

Atreverlo  t  entrar,  que  al  liii,,. 
■ÚHCOS.  {Dentro.)  _ 

A  nadie  ptieSe  ofender 

Querer  per  telo  querer. 

{Vate  Laurentia.) 

l*Hla. 

ESCENA  XUL 

LWRZtiaO  ídítpaei,  FLERIDA. 

Va  esto;  dentro  del  jardia. 
A  mala  ocasión  llegué, 
Pucí  hici)  esta  p>ne  tola 


AGRADECER  Y  NO  AMAR. 
Viene  Flérlda,  dejando 
De  la  música  la  tropa 
Por  el  jardín  esparcida , 
Para  que  de  lijos  se  oiga , 
Pues  regalando  y  no  bi riendo. 
Es  como  mejor  se  goxa. 
Foraoso  ei  que  dé  conmigo. 
Estos  rosalM  me  escondan; 
Que  su  oHcio  hacen  ,  pues  son 
Bijas  d«  Venus  las  rosas.  (Bie&ndete.) 

rUaiM.  (Oenlr».)- 
Guslo  me  dan  tono  y  letra. 
Volved  i  cantar  la  copla. 

■lisíeos.  [Denlrn.) 
El  qie  adora  en  conflama 
De  corueouir  lo  que  adora , 
Mirila  KingHnp  altanxa, 
Putt  enjuga  lo  queMora 
Ai  aire  de  la  eiperama; 
Mal  el  que  en  áttcoafianta 
Quiere  por  tola  querer, 
A  nadie  puede  ofender. 

Es  verdad ,  como  el  amor 
Tanto  .en  el  pecho  se  esconda 

?ue  se  sienta  j  no  se  diga ; 
ero  en  saliendo  k  la  boca, 
no  ea  querer  por  querer, 
« lo  que  se  habla ,  se  eou. 
Y  asi,  JO. ...Pero;  qtté  mirol 
parece  que  aquellas  hojas 
De  mas  im[iiilso  se  mueven. 
Que  del  céllro  quf  sopla. 
La  sombra  de  nn  hombre  be  visto. 
,   iQuiénesliaquIT 

).  {SaHendo.) 
Vo.seBora; 
One  i  vista  del  sol ,  fué  ftierza 
Ser  delincuente  Ij  sombra. 

Pues  ¿qué  hacéis  aqoiT 

LkU*EHCIO. 

*  -     ■  Adoraros , 

Stn  qne  podáis  rigurosa. 

Porque  os  adore,  ofenderos , 
Pues  sola  en  ofensa  toea.,. 

{Dentro.) 
El  que  adora  en  eonflaAza 
De  coateguir  lo  que  adora... 

Villano,  loco,  airevidoi  . 

iCómo  cotí  cordura  poca . 

Os  atrevéis ,  no  i  adorarme 

(Que  eso  i  mi  aliiveí  ao  importa), 

Sino  i  decírmelo  !  siendo 

Asi  que  el  que  amor  blasona... 

ELLA  1  aOsicos.  (Denlror) 
Mérilo  ninguno  aleania, 
l'uet  enjuga  lo  que  llora... 


Cnmoj'o,  aunque  mi  amor  diga, 
No  lo  diao;  que  es  tan  poca 
4>arte  del    que  sinjjedrse 
Se  queda,  por  mas  que  corra... ' 

■lisíeos.  {Dentro.) 
Al  aire  de  la  etperonia; 
Mat  elque  en  detcon/linta,  etc. 

l>or  mi  esa  voi  os  responda... 

i  Qité  InporU  ti  la  voi  miente... 

Cundo  dice... 


A  nadie  puede  ofender. 

Y  para  que  veáis  si  mienten  r 
Vuestras  altiveces  locas 
Castigaré  desta  suerte. 
■>o  tengo  criados í  —¡Bola! 
No  hav  qnleu  me  mate  un  villano? 

LACHBnCIO. 

No  llames  quien  te  socorra 

Contra  mi  vida ;  que  tQ 

Te  basla«,  pues  que  te  enojas. 


eojeí 


ESCENA  XIT. 


TOMS. 

Señora. 

LADRIltCIO.  {Ap.)    ■ 

Llegé  el  térm'no  i  mi  vida.  ' 

UsiDik.  (j1;>.) 
Llegú  el  Hn  i  mis  congojas. 

jQnéoosmandasT 


1'orció  el  Intento  i  la  fuerza. 
Volviéalenojolahojj. 

tiSIDA.  {Áp.) 
;  Ajde  mil  Todo  lo  tiento. 
SI  castiga  '  "■  — '-"- 


{Vate.) 

{Vate.) 


perdona. 

Venid,  dareos  lo  qne  manda. 
La  Princesa  mi  señora. 

(.AliaKHCID. 

Donde  ha;  limosna  hay  piedad , 
Partamos  su  acción  herúica  : 
Tomad  la  limosna  vos. 
Que  a  mi  la  piedad  me  sobra.. 

JORNADA  SEtiüKDA. 

Sala  it  uta  de  LiDnnelo. 
ESCENA  PHUHEKA. 
EL  PRINCIPE,  LISARDO. 


alma  os  do;  con  los  brazos. 
nlNCtPE. 
iCAmoot  tenlitT 

i.tsAnnu. 
La  caída,-  . 
El  golpe  j  el  sobresalto, 
lUHiDeao  i|ue  rneuiaeron       , 
ü„i,zoaeyGOOglC 


Fuera  de  leittíilo ,  y  Uiitn , 
(Jae  abora  oo  sé  ()mt>n  üi'l  oicnle 
Me  Lr^o  i  aquesU'  (joliladu, 
()ué  curas  eii  él  me  han  hfthn , 
N)  dótide  eaiojr;  solo  mu  hallo 
4^00  fuerzas  para  si-((uirDs; 
V  asi,  os  pido  prosíganlos 
El  viaje,  parque  |>or  mi , 
SeGor,  no  os  delcngaia. 


.)IAS  DE  DÜ.N'  PEDaO  CALDERÓN  DK  I 
'  Midró'el  término  ftlal 
ijue  hi;  desde  la  cuna  al  Ulamo, 
r.uaudo  estado  tomar  quise... 
.  Va  presumiréis  que  bablo 
"ii  3i|uel  3iilÍ);uo  tema 


No  fuera  aqni  la  jornada , 
La  seguridad ,  Llsardn , 
D«  vuestra  Tida,  me  hicier 
No  dar  adelante  un  paso. 

USAtttO. 

iA(|ui  es  la  jomada? 


No  me  atreva  i  pregunlaroi 
Dónde  estoy,  aunque  to  ignoro, 
Ni  i  qué  vengo,  aunque  no  alcauEO 
La  inieucion;  y  pues  salwis 
One  os  sli^o  y  os  acompaño 
Tan  Gno  que  no  me  Birevo 
A  pregunlsTlo,  llevando 
Adelante  todo  el  duelo 
De  quiMio pueda  uuo,  cuando 
Le  dice»  tvenid  conmigo,» 
l'KgiHilar  iii  adunde  vamos  ?> 
Sabed  tamliieo  que  eEloy  bueuo 

Y  quedemos  ú  partamos ; 
Que  ]o  i  todo  trance  tuestro, 
Obídecifodu  y  callando, 
Cumpliré  la  ohligacion  * 
De  amigo ,  deudu  j  criado. 

Ru  dos  dadas,  una  queja 
bUfraiada  me  halwis  dado; 

Y  de  ana  queja  y  dos  dndaí 
Satisfaceros  aguardo , 
Asentando  lo  primero 

8ue  haber  hasta  ai|ui  callado 
I  inienciou,  fué  por  traeros 
Para  cómplice  <le  un  caso 

Me  le  hubiérades  culpado 
Por  Inüi límente  necio , 
CapricboGO  ó  temerario ; 

Y  asi,  Lisardo.  no  quise 
Decirle ,  baria  haber  llegado 
A  la  vista  del  empego. 

Y  pues  de  dM  con  liad  o 
Callé  hasta  aqui,  va  la  queja 
EsU  salisfcrcha.  Vamos 

A  las  dadas  :  oíd,  sahréU 
Mmúe  estáis,  y  ü  to  que  os  trajjjo. 
Yo ,  lieredero  de  mi  casa , 
Por  la  muerte  de  mi  hprmaoo, 
A  quien  desdichadameute 
(Pero  ya  tatieix  el  caso) 
Mató  un  aleve,  un  traidor. 
Sin  poder  hasUi  hoy  vengarnos, 
Pues  ni  del  ni  de  la  dama 
Noticia  hemos  alcaniado... 


No  traigáis  1  h  n; 

Suceso  tan  dcsdichailn 
Pues  ya  $»lieis  que  no  i  iva 
Hasta  que  nie  vengue  de  ambos. 

.      PRhcIPM. 

En  obligación  me  hallé 

De  tomar  diverso  estado 

Que  pensé ,  por  repa^n anclas 

Qfis  aci  en  mis  dücuisos  bügo; 

Pues  apenas  la  raioo 

Que  me  dieron  breves  años 


.  .    ps  el  ^-asarse  ponieiKlo 
Su  honor  puro ,  limpio  j  claro 
Kirinuiiüs  de  una  mujer 
t^on  tanto  imperio,  con  taolO 
Uiimiiiio ,  que  de  su  culpa 
Kri  él  resulte  el  agravio. 
Pues  no ,  Llsardo ,  no  es  eso ; 
Porque  no  hay  hombre  tan  bajo , 
Que  su  estiuiacion  pretenda 
Deslucir;  y  ioles  alabo 
Por  muy  justa  ley  que  gocen 
Las  mujeres  tanto  aplauso, 
Que  seau  hermosDS  duehos 
De  todo;  y  asi,  díjando 
Su  privilegio  en  ja  íuena , 
A  cosas  distintas  paso.) 
Cuando  entre  lodos  los  fueros 
Que  Koza  el  comercio  humano. 
Admitidos  por  sos  leves, ' 
Heciblilos  por  sus  tratos , 
Uno  solamente  bailé 
Que ,  entre  los  discursos  varios. 
De  ios  políticos,  fuese 

Esto  es ,  qae  un  hombre  se  case . 
Sin  haber  visto  ni  hablado 
Con  quién ,  y  que  remitiendo 
A  la  ranon  de  un  contrato 
&  unit  dos  voliintides, 

8u¡te  el  oCi'ib  á  los  astros, 
njer,  que  lia  de  serlo  mía. 
La  que  >'U  be  de  dar  la  mano 

Y  á  loilns  horas  coiimii^o 
Ha  di- vivirá  mi  lado, 

¡  Me  la  ha  de  eirgir  á  mí 

U  gusto  de  mis  vasallos , 

His  deudos  y  mis  amigos. 

Conmigo  i  la  parte  entrando 

Primero  su  conveniencia 

Une  mí  elección,  arriesgado 

A  morir  aborreciendo 

l.o  une  he  de  vivir  amando! 

íQue  me  imporlu  á  mi  que  sea 

Princesa  de  Bisiniano 

Plérida,  ti  vo  en  Ursino 

No  echo  menos  sus  Estados* 

^Qué  me  importa  que  sea  bermusa , 

Si  no  siempre  sujetando 

A  la  hermosura  el  aseo , 

Cna  y  mil  veces  miramos. 

Que  no  logra  una  betleía 

siempre  el  no  sé  qué  del  garliu  ? 

^udo  ul  matrimonio  llaman  : 

Ko  uiiicro  que  ajeno  laclo 

Le  dé  el  nudo,  sino  yo, 

Siie  sabré,  cuando  le  ato, 
edir  con  el  sufrimiento 
Sí  aprieta  ú  no  aprii'ta  el  lazo ; 
Porque  esto  de  la  hermosura , 
Pomiia ,  esplendor,  lustre  y  fausto , 

?aeda  en  los  vestidos  lodo ; 
solo  llega  a  mis' braceos 
El  gusto  con  que  con  ella 
La  mitad  del  ¿ozo  parto. 
Yo  no  me  he  áe  cautivar 
Por  ambiciones  del  mando, 
l'or  acrecentar  mis  rentas , 
Ni  por  rabones  de  Estado. 
Mujer  i  mí  gusto  quiera  : 
Sea  su  dote  mi  agrado ; 

Sue  el  que  á  oiro  ínteres  M  vende , 
o  es  marido,  si  no  esclavo 
De  la  ambición  nue  le  compra... 

Y  así ,  oculto  y  disfrazado , 
Va  que  i  casar  me  dispongo , 


:  A  este  fin  la  vengo  i  rer, 
En  una  Industria  fiado , 

'  Uue  habéis  de  saber  detpue* , 

'  Donde  ver  y  hablar  aguardo 
A  Plérída ;  pues  no  quiero 
Creer  á  mis  oídos  Unto, 
Cuma  informar  i  la  vista. 
Pues  ya  quedáis  informado 

'  De  la  duda  i  que  venimos, 

!  Vaja  la  de  adonde  esUinot. 

I  O  porque  del  sol  la  sa&a 

I  Era  diluvio  de  rayos, 
O  por  no  paíar  de  día 
A  vista  dése  palacio. 
Determinamos,  sí  bien 
t^on  pena  ó  con  sobresalto, 
Hacer  hora ,  dése  monte 
En  el  mas  ameno  enacio , 
Donde  sentados  los  dos, 
EípiTÜsemos  i  que  el  pluo, 
Une  dio  de  treguat  al  ala 
La  noche ,  rompiese ,  cuaDdo 
liiierruinjiió  nuestro  oido 
La  riña  Je  li>s  caballos, 
Que  ai'hejidados  sus  ramas, 
estaban  al  pié  de  un  Irbol. 
A  despsrclrios  los  dos 
Fuimos  juntos,  j  llegamos 
Al  tiempo  que  por  las  camas 

'  Tenia  el  mío  hecha  pcdaios 
La  brida  :  cobrarle  qiúte, 
Val  ir  i  echarle  la  mano. 
Corrió,  y  al  punto  subisteis. 
Para  ir  a  atajarle  el  paso , 
En  el  vuestro;  y  como  estaba 
De  haber  reñido  irritado. 
Colérico  ya  y  fogoso. 
Viendo  al  otro  ir  por  el  campo. 
Tras  él  fué,  sin  qne  pudieseu 
K educirlo  ni  lem|Jario, 
Ni  con  rigor  el  castigo, 
Ni  con  blandura  el  nalago. 
Desbocado  pues,  corriendo 
(Mejor  dijera,  volando), 
Ett  aquel  instante  os  vi 
Sobre  los  riscos  mas_  altos  : 
Coa  que  seguiros  no'pude; 
V  asi,  solo  ti  i  lo  largo 
Que  chucando  ciego,  diü 

Aquí,  cuando  yollegné. 
Va  os  tenían  en  losbraios 
Dos  cazadores ,  que  al  monte 
Pisaban  la  senda  y  caso. 
Go  toda  mí  lida  vi, 
En  humilde  tr^e  basto , 
Aposentador  mas  Doblen' 
I  Ni  corazón  mas  hidalgo 
I  Como  eo  uno  delkn,  pues 
I  Vuestras  desdichas  llorando , 
Os  trajo  hasta'  9<[uesia  aldea. 
Donde  eo  sa  casa  albergado , 
Aunque  pobre,  limpiamente. 
Cuidó  de  cura  y  regalo. 
Lo  primero  fUé  traeros 
Dése  fecino  palacio 
Adunde  Fléridí  vive , 
Médicos  y  cirujanos 
Üe  su  familia,  y  después 
De  haberos  asi  guardado, 
Al  monte  vohió,  de  donde 
Trajo  lamtiien  los  caballos. 
Sin  que  faltase  ni  una 
Joya  de  algunas  que  guarifo 
En  sus  arzones ,  a  efecm 
De  la  experiencia  que  iraio  : 
Acudiendo  luego  i  tu'ln. 
Tan  noble,  tan  cortesano , 
Tan  liberal,  que  no  dudo 
Que  en  obligación  le  estenios 
De  vuestra  vida ,  i|ue  el  cielo 
Os  deje  goiar  mil  a&os. 


dbyGOOglC 


Que  Klérida  es  el  milagro 
Uajor,  el  inajor  hechizo, 
Uajor  iriUDro,  majar  lauro 
De  las  victorias  üe  amor, 
í  nada  be  de  replicaras , 
Cor  no  sacar  verdadero 
Vaesiro  temor  :  y  asi,  vamos 
Sola  me  me  i  que  deseo 
Ver  «se  (riadoso  hidalgo 


le  dio  vi 


príncipe. 
De  aquí 


ESCENA  IL 

ROBERTO  .-EL  PltINCIPG,USAIt  DO. 

ralücirs. 
¿Dónde  esiü)  amigo,  lueatroamoT 

Fué  i  un  negocio,  que  1  importarle 
Henos  que  la  «ida  ,  es  llano 

¿  La  vida  ? 

■OBIRTO. 

Si. 

iCómo? 

nOBitiTO. 
Son  cuenlM  largos ; 
Mas  haste  que,  i  lio  esur  vos. 
Caballero ,  bueno  y  sano , 
No  os  dejara...  ¥  que  os  sirtais 
De  su  casa  os  ruega,  en  tanto 
Oue«ntera  salud  cubráis... 
(iorridü  j  avergonzado 

i^uanlo  sea  necesario 
A  vnesiro  seniciu.  liero 
Hasta  un  rocín  j  dos  galgos. 
Tres  naveses  y  un  laiiion, 
(jiia  Jaga  y  tres  ú  cnairo 
Sillude  brida  úgineta. 
Un  peto  Tuerte  j  dos  cascos , 
Un  lampeón  en  el  portal, 
V  una  alcándara  en  el  pütio. 
Sin  otras  ruinas  de  noble. 
Que  son  los  precisos  trastos 
ue  una  casa  solariega, 
Sil  escudero ,  sus  vasallos. 
Sus  reutas.,. 

nlxcíVR. 
iVasallostienel 

BOBERTO. 


í>'o  son  hartos 
Las  orracas  dése  soto , 
Y  desa  torre  los  grajus  ? 


interesado 

Hoy  ea  susjíit:dades^,  ilda  , 
Hospedaje  y  ai;asajo^ 


AGRADECER  V  NO  AHAR. 

Ve  aqoi  por  lo  que  oo  puede 
Hacer  nada  un  hombre  honrado 
Delaote  de  su  amo. 


Yo  también  os  tr^je  en  braios. 
;  Hi/.o  él  mas  que  ¡o?  Por  señal 
t>e  que  sois  liombre  pesado. 
PueSiiiorquéamíT.. 

Ya  os  entiendo. 
Perdonad ,  qné  no  me  hallo 
Aquí  con  mejor  albaja , 
(^ue  esta  cadena. 

ROBERTO. 

De  esclavo 
He  la  erbals,  señor,  al  pié, 
Cou  ponérmela  en  la  mano. 

¿Qu¿  mir^sT 

■OBEBTfl, 


Pues;i  de  qué  t( 


to? 


De  que  si  algo  me  da  otro, 
Al  punto  me  da  con  algo. 

rabctrE. 
Decid ,  Usardo ,  ¿podréis. 
Porque  tiempo  no  perdamos. 
Ir  de  aquí  á  la  torre? 

IISARDO. 

SI. 
mLicipe  (Ap.  dUiardt.) 
Pues  la  indusirla  con  que  vamos 
A  ver  aquesta  hermosura 
Que  encarecido  habéis  tanto , 
Ha  de  ser...  Perotenid, 

le  p'>r  el  camino  hablando 
US  lo  diré.  -Si  viniere     {A  Roberle.) 
Vuestro  due&a,  amiijo ,  en  tanto 
Que  volvemos,  le  diréis 
Que  se  deje  ver ;  que  estamos 
Ueseusos  de  servirle, 

ÚSAHU). 

V  yo  mas .  pues  que  me  hallo 
En  ohligacloD  de  ser 
Su  amigo. 

ROBERTO.     * 

Viváis  mil  aÑos , 
Que  él  desea  Sfrlo  vuestro.. 


I  —Que  10  esta  cadena  guardo 

¡  En  mi  peclio ;  porque  fuera 

Un  ejemplar  muy  bellaco 

Saber  el  amo  lo  que  hay 
,  ICu  el  pecho  del  criado  : 
.  Y  asi,  que  Hppa  ó  no  sepa, 
4  Voy  t  buscarle  rolando.  (Vbíi 

tiilerli  del  puado  de  Flétida. 
ESCENA  IV. 

HdsicA,  dentro;  LISIDA.  * 

Aria  y  Utre  »ÍH  toiiego , 
Uorando  y  ardUnda  ¡bkIo  , 
j  Que  ni  e¡  faega  apufa  rl  ¡Uinle, 
Ni  el  llanto  eontume  el  fuege. 

I  ■  i  Ardo  y  lloro  sin  sosiego, 

:  Llorando  y  ardiendo  tamo. 
Que  ni  el  tuegu  apaga  «I  llanto , ' 
Mel  llanto  consume  el  fíiego!  > 
Por  mi ,  du  duda  ninguna , 
Kl  concepto  se  escribió ; 
Pues  siempre  ardo  y  lloro  yo. 
Sin  que  nunca  a  mi  forluna 
Le  deba  piedad  alguna; 

¡  SI  ya  no  es  que  siempre  «¡ue 

'  Flerida  gozando  esté 
La  mú»ca,  hagan  los  cíelas 
Que  del  amor  y  los  celos 

Srauriculo,  que  dé 
Itespuestas  i  mi  v  Laurencio. 
Piii's  si  á  entrambos  nos  habló, 
I  Ño  basta  que  gnarde  jo 
En  mis  desdichas  silencio , 
Que  por  deid;id  reverencio,         « 
Sino  que  (I  viento  prosiga 
TanivocesmifiíllK», 
Que  ni  aun  arder  ni  llorar 
Pueda  i  solas  mi  pesar, 
Sin  que  el  viento  me  lo  digif 
Ya  veloi ,  si  mu;  sonoro, 
Vuelve  el  triste  acento  tardo. 
Ya  té  yo  que  siempre  ardo. 
Ya  sé  yo  que  siempre  lloro  : 
y  pues  mi  pena  no  ignoro, 
^Para  qué  a  escucharte  llego?... 
ELtJt  T  Hdsicos. 


BOUERTO. 

Ve  aqui  que  en  obligación 
De  filosofar  un  rato 

Quedo,  pnes  oue  solo  qnedo  ; 
ta  ,  ingenio,  discurramos. 
Aqui  bay  dos  cosas  que  importa 
Que  sipa  j  no  sepa  mi  amo. 
—i  Cuales  son?  pregunta  ahora 
El  entendiiníeulo  anciano. 
—  La  que  lia  de  saber,  que  vj 
■       -'  Lisida;r-" — 


Puci 


I»  Mk-í 


FLERIDA,  FLORA,  ISMENIA,  damas 
deipuet,  LAUHENCIO.^LISIUA. 

jTodo  ha  de  ser  amor?  Flora  , 

Avisa ,  porque  ir  quisiera 

Al  niAie. 

LisiDA.  [titiioie.) 
;Est4  puesta  ahí  Tueía 

La  carros? 

(Sale  Laurencia.) 


ruÉHiuA. 
;T6eAOS  responder  ahora 


•    Ko:  pero  si  ciego 
A  este  iimbral  i  verme  llego . 
En  no  hacerlo  liidera  mal. 


«ijué  hjceis..vusúestcujul>i'aU 

JglizodeyCiOOgiC 


•04 

UOIENCIO. 

Arda  g  iloro  m  totiego. 
Mil  esie  loco... 

LblDA.  {Ap.) 

i  A;  de  mi! 

CÍM  lie  1«  piedad  mía. 
Avisa  i  la  monierU , 
Uue  voy  al  bosque. 

fLoKA.  (Véndate.) 
i  V.i\A  allí 

.    (Sale  Laurencia.) 

SI. 

jSowlo  vos! 

'  UDREKCIO. 

No ;  mas  i  cuaDia 
Sea  servir,  me  adelanto , 
Por  si  firviendo  cuusigo 
Obligar  ja  que  no  obligo 
Uorandii  g  ardiendo  tanto.       (Vue.j 

Ya 00 Mldr¿,  Flora.— Hira  (Alemenia.) 
Que  abierto  el  jardín  este. 

■SHKU.  (Véndate.) 
¡Ab  jardineros! 

(Salt  LaureiwU-) 

I.AtlIltllCiO. 

Voiré 
A  avisarlos. 

Ver  me  admira 
Que  n)  i  trpiedad  ni  &  la  ira 
Atento,  nada  oi  dé  espanlo. 

LADRENCIO. 

Pnes  ni  H  favor  al  enc:into 
Cede.,  dI  el  gusto  al  di'sdc ti , 
jPor  qué  no  admiráis  también 
Que  ni  el  fuego  apaga  el  llamo  í 

'Pues  viTS  Dlo«,  atrevido , 
IBirbaro,  loco,  villano, 
'{}ae  sea  otra  vei  eu  vano 
Torcer  mi  enojo  ál  bcdiJiío. 

LAIiaiNCIO. 

Seguro  Ir  muerte  pido. 

i Seguro T    . 

ukoKncio. 
Si ,  si  a  ver  llego 
Que  libre  al  niego  me  entrego. 
Puesto  que  ahora  ni  después 
t^unsoma  la  vida ,  pues  .    • 

Ni  úí  llanto  cotttame  el  fuego.  (Vaie.) 

Ya  esta  uo  «•  lema ,  es  agravio. 
iUué  tengo  uae  esperar  mas?— 
¡fabio!¡H<^al 

ESCENA  VI. 


COMGUIAS  DK  UOK  l-KUkO  CALDEKON  DE  LA  BAItfA. 

Fjk«|o.  Esii  la  seguridad 

iConmigol  Acción  es  d«  la  deidad , 

-----  "     —  --'i  lie  serlo  indi 

'  SI ,  pues  ni  sabio 

Ni  leal  sabéis  servir 
Vos,  ni  cuantos  i  asistir 


Digo  ei 


I 


Pnes  00  dais  á  un  loco  muerle. 
Llegando  i  *er  j  advertir, 
l>oco  GiM» y  leales, 
Ofender  la  aitive7,.mia. 
Pues  de  ooche  ni  de  día 
Se  aparta  destos  umbrales. 
Con  demosiraciuiies  tales, 
(jue  ya^del  valle,  el  aldea , 

Y  aun  de  lodo  el  ninudo  sea 
La  deavergilcnia  qne  pasa. 
Publica  nota  en  mi  casa  : 
Sin  que  seBora  me  vea 
Ue  ir  al  bosque  ni  al  jardíu , 
Ni  aun  de  ponenne  1  una  reja, 
Sin  que  le  escncbe  eo  mi  queja , 
O  su  sombra  encuentre,  eu  Bu. 

Y  si  DO  hajr  jamas  aqui 
Criado  ni  vasallo  ateto 
A  volver  por  mi  resppiu. 
Yo  liabr¿  de  volver  |ior  mí. 

UsiM.  {Ap.¡ 
i  Aj  Infelice  de  mi ! 

A  00  pensar  qn«  el  eftio 
De  su  castigo ,  señora , 
Ilustrara  su  osadía'. 
Va  tu  ramilla  hecbo  babria 
Lo  que  la  mandas  ahora  : 

Y  presto  veris  si  llora , 
Trucados  en  escarmientos. 
Atrevidos  pensamientos.  (Vate.) 

ESCENA  VU. 
IfLEKIDA,  LIS1UA.  KLOItA,  ISUE- 


Va  tu  semblante  propicio; 

Que  el  culto  que  a  nn.dios  se  da. 

En  el  saciiBcio  esti , 

No  en  quien  bace  el  sarriScio. 

■  iPor  qué  aquesie  hombre  padeceTi 
Diri  el  luegon  de  la  fama. 

i  Ha  de  decir  :  i  Porque  ama 

A  quien  lanío  lo  merece?» 
,  No ,  señora ,  que  parece 
I  Especie  de  tiranía. 

Uorir  de  amunie , -serla 

Dejar  im  mal  ejemplar 

Ai  muodo,  }'  aun  acabar 

Con  todo  el  muodo  en  un  día. 

Pues  si  eso  lo  rigor  siente. 

Va  procede  en  inOiiilo; 

Que  de  tan  noble  delito 
'     Todo  el  mmtdo  es  delincuente  : 

No  hagas  que  el  castigo  coeitle 

Lo  que  calla  la  fatiga , 

NI  quieras  que  después  diga 

La  piedra  en  so  sepultura  : 

■  Yace ,  porque  ooa  bennosura  < 
Lo  que  na  Ue  eslimai,  castiga.*.  . 
Digo ,  señora ,  estimar. 
No  digo  favorecer; 
Uue  bien  puede  una  mujer 
Agradecer,  u  a»  aaiar. 
Deja  que  le  llegue  i  dar 
Huerte  su  desconOanza  : 
Adore  Sin  «speranxa ; 

ane  fupra  de  lu  memoria , 
orir  él ,  srrá  victoria , 
V  matarle  lú,' vénganla. 
Que  le  olvides  desde  aliora 
Ks  lo  que  pretendo  vo  : 
Huera  i  tos  desprecios,  no 


ESCENA  inu. 


NIA,[ 
tJsiDA.  (Ap.) 
\  Mal  haya  lan  poco  sabios 
Afectos,  que  los  agravjos 
Coiivlerleo  eu  seutimieolos '. 

im  Irisíéf 


Den 


LeiU 


Tan  enojada ;  que  i  mi 
¿Qué  puede  darme  cuidado 
QUF  este  loco  castigado 
l'.slé,  ni  deje  de  estar? 
Si  liieii  no  puedo  dejar 
Ue  cul|iar,  señora  ( t  av,  cielos '. 
Valga  JO  mas  que  mis  celos, 
Y  mi  aninrque  mi  pesarj. 
El  rigor  co»  que  oieiidida 
Te  riiuesiras  de  verte  amada. 
iQué  hermosura  celebrada 
li^apó  de  ser  querida? 
Aun  <le  no  serlo,  admitida 
Queja  pudieras  teniT; 
Que  al  absoluto 'poder 
Has  raioii  es,  que  convence. 
Le  ofeoda,  que  lo  que  ventar. 
Lo  que  deja  de  vencer. 
9i  esti  en  la  desigualdad 

Se  haj  de  Lu  estrella  i  su  cslri-i 
culpa,  también  eu  ella 


Señora... 
^Turbado,  Fabio... 

LblDA.  (Ap.) 

iAydemi! 

Volvéis?^ Pues oué  ba  snceihdo' 
¿Dieroo  muerte  i  ese  atrevido  ? 


iJsiba'.  (Ap.) 

Eso  si- 


no bagáis  lo  que  mandé  : 

ina  cwera  me  ciegue 
A  hacer  de  las  burlas  téras . 
Coo  un  misero  rendido. — 
Ves  que  he  hecbo  lo.  que  he  podido. 

(A  LMéa.) 

LiSlDA.  (Ap.) 

I  ¡  Pluguiera  i  Dios  no  lo  hicierMl 
I  Que  moerla  entre  dos  <lesu-l(0, 
;  Sin  saber  cuil  es  mator, 

u.nt.zodb/GoOglc 


Tu  CToelilad  siente  mi  amor, 
To  piedad  sieiileD  mis  ce  loa. 

Decid  TOE  abara ,  ¿qué  haj 
De  iinevof 

Dos  mercaderes 
Dicen ,  señora ,  bí  quieres 
Ver  anas  joyas  que  iriT 
Su  codicia ,  porque  ahora  , 
Oyendo  lu  casamienlD,  ' 
Te  quiereu  ver,  con  inlentn 
De  Jiue  aquí  han  de  bacer,  seitoi» 
De  su  caudal  rico  empleo. 

Y  eu  ¿qní  os  da  que  leAerí 

KBIO. 

Hucbo,  qne  el  un  mercader... 

Que  és  el  Principe  creo. 
jDe  qné  lo  inferís! 

Lo  aseguran  modo  5  iraje , 
uübilo ,  eiUlo  y  lenguaje. 

rLÉMIM. 

Pues  que  lA  me  has  dicho  que 
Le  conoces,  desde  aquí 
Hira.LisIda.siesél. 

ÜSIM,  (ip.) 

¡Quién  ti6  lance  maS  cruel ! 
Qne  yo  en  mi  vida  le  vi ; 

V  el  decirlo  enióoces,  fué 
'a  de  que  no  era 


Segura 
ElLaur 


Que  esto  culpanne  podrá; 
Pues  cuando  cles¡)ues  no  Taere,  • 
Diré  qne  me  pareclú.) 

¡Hq  hubieras  dicho  qne  no, 

Llsida  ¡  No  sé  qué  quiere 

Hi  pecho  hacer  con  quien  viene 

A  venne,  desconfiado 

De  lo  qne  de  mi  ha  conLado  • 

Lo  qne  con*<ene, 
A  mi  parecer,  hacer. 
Es ,  ftBora ,  que  te  vea , 
Para  que  i  sos  ojos  eren. 

CoDirario  es  mi  parecer. 
Que  mo  Tiera  oo  dejara, 
por  DO  dejarle  salir 
Con  10  inienU) ,  y  con  liDir 
Del  el  rostro,  me  vengara. 


AGRADECER  V  NO  AMAR. 
V  tener  de  qne  guardarle - 
Otro  loco. 

riiHLDA. 

Desa  suerte 
Seri  su  desconOania 

iQué  importa  dejarse  ver. 
(¡men  puede  con  ul  conHanza? 

Deslos  dos  exiremos  sea 

Otro  eii;;año  el  medio.  Oíd  paes 

El  parecer  mió. 


Pues  viéndome  sin  saber 

Quién  soy,  volverá  por  m4 

Hi  vanidad,  cnjiido  aquí 

Por  oira  me  llegue  i  ver; 

V  no  viéndome,  creyeJido 

Que  hablando  i  otra  habla  conmigo, 

Su  fingimiento  castigo, 

Ülngaño  i  engaño  añadiendo. 

A  quien  miente  be  de  meutir  ; 

Haya  de  ¿mor  en  la  escuela 

Cautela  contra  cautela. 

Tü,  Lisida    ■       ■    " 

Hi  papel ,  i 

Que  quiero  ei. 

Que  sobre  la  estimación 
Al  crédito  Oe  mi  fama. 
Lo  que  no  venga  por  mi , 
No  lo  quiero  agradecer 
Al  estado  ni  al  poder. 
Vénpui:s,  y  i  todas  les  di. 
Que  vuelvan  contigo  luego. 

UsibA. 
Harto  castigo  es,  si  aquí 
Viene  á  verte,  el  verme  i  mi; 
Pero  si  i  servirle  llego. 
Aunque  yerre  estilo  y  modo. 
Lo  bate, 

riiaiDU. 
SI  quieres  coo  él 
Rnsayar  hien  el  papel, 
Uesagridate  de  Iodo  : 
Vuelva  su  curiosidad 
Castigada.  ■ 

( Vete  Utiáa ,  IliváAdete  etntig»  á  la» 


Decid  VI 


w.) 


Que  euiren  los  dos. 
Aqui  de  mi  vanidad. 

(VoMt  FabUt.) 

ESCENA  a. 

EL  PRINCIPE,  LISARDO.-FLEniDA. 

tUbida. 
La  Prin_fesa  nv  señorp 
Conmigo  i  decir  envia 
Que  eu  aquesta  galerfc 
La  etpereli. 

■  pHlitara. 

» tal  aurora 
Es  el  primero  arrebol 
Deata  soberana  esfera , 
i  Aj  del  iniélii  que  espera 
A  que  le  amanezca  el  sol ! 


Si  en  las  liMnJas  está 
Vuestro  caudal,  poco  i  fe 
Feriaréis. 

;  Por  qué! 

Deso  hay  mucbo  |)or  acá. 

phIscipb. 
Cuando  lisonjas  trajera , 
No  aqui,  seüora,  lli'gara; 
Porque  aqui  no  se  empleara 
Caupal  que  lino  no  fuera. 
Falsa  es  la  lisonja  1  y  sou 
Joyas  de  mayor  fineza , 
De  mas  lustre  y  mas  rlqueía 
V  de  mas  esUmaciOn 
Las  que  traigo ;  si  bien  creo 

?ue  es  inúlirmi  venida , 
diligencia  perdida 
La  esperanza  de  mi  empleo. 

¿Porqué* 

ralKcirí. 
Porque  ¿quién,  sebo 
Uevú  al  roayoiores  bellas, 
Al  campo  del  cielo  estrellas, 
Luces  a  la  blanca  aurora  T 
Pues  si  ü  vista  dtl  crisol 
Fallecen  las  mas  brillantes. 
Lo  mismo  es  poner  diamantes 
Junto  i  los  rayos  del  sol. 
njluDA. 


acá  hemos       . 

Cortesano  mercader. 

¿Cómo! 

Como  hay  aci  u 
Que  nos  dice  caila  día 
Huchas  de  aquesas  ternezas, 


loco. 


y  nos  cansa  oir  finezas. 

Al^io  cuerdo  trocarla 
Kl  juicio  por  tai  locura. 


FABIO,  V  dtipue$  USIDA,  FLORA, 
ISNBNIA  T  iMMU.-fiL  PHINCIPE, 
FLERIUA,  LISAKDÜ. 

Su  Alteza  sale. 
(Sale  Utida  cea  Itu  olrat  damat.) 
raiiKiPS.  (Ap.  á  Uiarde.) 
i  Arde  mi; 
Que  en  toda  mi  Tida  vi 
Mas  peregrina  hermosura ! 
Llegad  i  Flérida  vos, 
Porque  pueda  retirado 
Vo  notar  sin  ser  notado. 
FLÍHIDjI.  (Ap.) 

e~iiil  seri  de  aquestos  dos 
Principe!  El  que  me  habla 
Se  relira,  j  Ay  Dios ! :  Quién  niega 
Qne  es  ^  qne  t  Lisida  llega 
Imaginando  soy  yoT 

usAUK).  (A  Uttía.)' 
Si  ha  merecido,  seBora, 
Siquiera  por  forastero, 
Un,  humilde  mercader 


Dadle  licencia 


"ítiWwSi' 


Panqué  (lueiia  (AD.'¿Qué 
A  vueílris  pbiius  labrar 
Tan  gran  (licba. 


Alud  del  sui>lo ; 
One  la  Ilson)>  de  buber       {Conécile.) 
Venido...  {Ap.  \Qúévi\o  que  vfo!) 
Coa  intento  de  servirme... 
{Áp.  ¡Turbada  esloy ! ) 

LMARDO.  (Ap. 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  (lALDEROH  DB  LA  DARCA. 

Ue  esmeraldas  es , ; 

^e  el  color  de  la  ési>eraau 


He  pone  en  obligarion 

De  agradecéroslo,  iip.  Uieiilii, 

Que  no  liaher  venida  Aiera 

Yo,  sehon,  si...  mas...  cuando... 
— Perdonadme,  aue  no  puedo 
Con  la  turbación  hablar. 

Pnei  {de  qué  os  turbáis* 


No  es  poca  la  admiración , 
( i4p.  Que  i  tai  me  pasa  lo  mesmo.) 
iswnu.  [Áp.  á  FUrida  y  Flora.) 
El  se  ba  turbado  de  verla. 

tLlaro  nos  ba  dicbo  en  eso 
Uue  es  el  novio,  pues  se  turba. 

En  otra  cosa  es  mas  cierto. 

¿  Es  qué^ 

En  que  no  es  de  los  dos... 
(Áp.  Pito  proseguir  nu  auiero; 

?ue  para  seiilirio  es  larde , 
para  decirlo  es  presto.) 
LISABDO.  (Ap.) 
¡  Llsida  en  este  palacio... 
LiSIIIA.  {Ap.) 

¡Lisardo  en  este  deserto... 

UStKDO.  (Ap.) 

Fingieodo  ser  la  Princesa ! 

LfSIDA.  (Ap.) 

Ser  un  mercader  fingiendo ! 

US«DO.  ÍAp.) 

Mal  disimular  procuro. 

lIsida.  (Ap.) 
Mal  diumular  intento. 

nSiian.(Ap.) 
Hennota  Flérida  toen , 
A  DO  haber  visto  primero 
Otra  mujor  hermosura. 

ntnoA.  (Ap.) 
(íalao  fuera  el  forastero , 
Si  DO  miera  i  m  lado 
A  qoiea  le  estli  desluciendo. 

á¡aé  Jojas  de  mas  valor 
Son  las  tiaé  traeisT  que  quiero 
Feriar  algunas. 
usaudo.  (.Sacando  alguna»  joya:) 
Pues  I 


Labró  aniBcf  discreto. 
Por  Ter  finoe  algún  aroor^ 

Antes  anduvo  mu;  ne^; 
tJuftJMor  de  diamantes  no  es 
Jo}a  del  uso  ni  el  tiempo. 

..  .1  iguiía  es,  señora  : 

Vedla  y  advertid  que  en  medio 
Del  pecho  trae  un  diamanlc 
De  muclio  (oiidu. 

SI  advierto; 
I  mucho,  que  jo  alcanzo 
Todo  el  fondo  de  su  pecbo. 

LisABDO.  (Ap.  á  Utida.) 
Ab  ingrata,  que  no  me  entiendes ! 

lIsida.  (Ap.  d  Litardo.) 
Ah  tirano,  que  si  entiendo  I 

FIÍRIDA.  (Ap.  á  U*id4.) 
Qué  bien  lo  Hogesl  De  Iodo 
Muestra  enfado  ;  hai  desprecio. 

LISID*.  (Ap.) 

£Aj  st  supieras  qué  poco 
Tengo  que  fingir  en  esto  > 

Esta  es  Bnoeía,  se&ora. 

I  abráis,  que  verla  no  quiero. 

LISABIM. 

Pues  i  por  qué  uo  la  miráis? 

Son  joyas  que  ;o  me  tengo. 

fLÍaiDA.  (Ap.  i  Utida.) 
n  respondes. 

LlSIDA.  (Ap.) 

Y  tan  bíeo , 
(Jae  te  admirara  el  saberlo. 

LISARDO. 


¿Por  lo  contrarío! 

ttSIbA. 


Flci'  es  el  argumento , 

Porque  s)  lo  que  fs  flrnteía , 
Por  tenerla  no  la  feria, 
Lo  que  eS  memoria,  seri 
Por  no  tenerla,  suput^-^lo 

Sue  memorias  y  firmezas 
o  me  han  de  ser  de  provecho , 
Las  unas  por  no  tenerlas. 
Las  otras  porque  las  tengo. 
pbIkciti.  (Ap.) 
Sobre  no  ser  mnj  hermosa , 
Tiene  Flérida  despego : 
Si  me  casara  sin  vena 
i  Buena  hacienda  hubiera  becho '. 

i  Qué  joya  es  esií 

Es,  señora. 
De  menos  estima.  ■ 

¿  Henos  T 

SI ,  porque  no  e*  de  diamauíes; 


meut 


Os  desagrade,  supuesto 

Sue  quien  no  estima  Arme  _. 
i  memorias ,  es  muy  cierto 
Que  con  mayor  causa  barí 
De  la  esperauía  desprecio. 

Mirad  cuánto  es  al  cootrario; 
Que  ánics  la  aacrré,  por  serlo. 
Ésta  joya  he  de  feriar. 

¿Estar 

~.,  porque  no  quiero 

Sue  volváis  con  esperanu, 
abicndo  entrado  aquí  dentro. 
pUbida.  (Áp.  á  Utida.) 
—  .-  .'ida  has  hecho  cosa, 
M  mejor  ni  mas  i  tiempo. 

Mirad  la  tasa ,  y  baced , 
Fabio,  que  den  el  dinero 
Desta  joya  :  j  advenid , 
Hercuderes  extrai^jeros,. 
Que  volvéis  sin  esperanu , 
Que  es  con  lo  que  yo  me  quedo. 
rutncD*.  (J^.  ú  Utida.) 
¡  Qué  bien  has  hecha  el  papel  1 


prIncipb.  (<4p.  d  él.) 
lAy,  Lisardo,  yo  voy  muerto! 

Ven,  señor,  qne  hay  muchas  cosas 
Que  aili  fuera  trataremos. 
(Vaaietodot,  quedando  ti  Principe 
r  FUrida.) 

ESCENA  XI. 

EL  PRINCIPE,  FLÉRIDA. 
íRlNCira.  (Ap.) 


Que  no  seré  Un  dichoso. 

Íi4fi.  1  Ah  si  fuera  alguno  !...Pero 
:s  locura  imaginario.) 
,No  despejáis,  extranjero 
Mercader?  ¿A  qué  os  quedáis? 

ralKCire. 
Solo  i  deciros ,  me  quedo. 
Digáis  i  Flérida... 

FtiKIDA. 

¿Qué? 

Que  aunque  es  hermosa,  la  tdvierlo 
Qtte  00  os  eovle  delante 
Pues  Mis  el  sol  de  «u  cielo. 

Pues  decidle  vos  también 
A  ese  cam  arada  vuestro 
Que  os  deje  vender  las  joyas 
^A  vos ,  que  os  turbaréis  méaoc 

FRhrGiPE. 
No  diré ,  porque  al  argayo 
Cuánto  es  turbarse  respeto. 
Querer  quitAnele  Ibera 
Quitarle  el  merecimiento. 


dbvGooglc 


FLÍRID*. 

^Cuáles? 

fo...  . 

riíKiujt. 
Que  prosigáis  no  quiero. 

j Por  qué? 

-    Por  quedirniejOT. 
nAnan. 
Id  con  Oíos. 

Gulrdees  el  cielo.  [Vanie.) 


UURBNCIO,  RÓBEATO. 


ROIEHTO. 

Lo  que  pasa. 

LklIBENClO. 

iüue  babia  *eflldo,  dijeron, 
A  Duscar  oiia  liermosnra 
Une  ilabú  LisardoY 

ROMtTO. 

Es  cierto. 
Llsid)  es  sin  duda. 


¿Pues  qué  leñemos  con  efoT 
:  Tú  no  esUs  eoamorailu , 
Con  unios  kkcoB  CTlramot, 
De  Fléndsf 


Ni  honrado  es,  ni  seri  noble. 

¡Mno  iurame,  vil  y  necio, 

()ulen  celos  que  iuto  amando, 

No  los  llene  aborreciendo; 

Uue  aunque  baya  mudado  un  hombre 

(■usio ,  no  ha  de  batier  por  eio 

Mudado  estimaciou  :  fuera 

De  que  hasta  ahora  hay  olro  duelo 

Supuesto  que  babiendo  sido 

Hi  competidor,  es  cierto 

§ue  ouelTe  i  hacerme  el  agravio 
lempre  que  me  bace  el  acuerdo. 

Engaitar  i  oii  tiempo  i  dos , 
Vaya ,  seBor  r  yo  lo  he  hecbo 
Huchas  veces, ; 

'  Diwmpo. 


Huchas  veces,  j  ei 


Yo  uropoco ;  que  no  son 
Sino  00  tMiítt  j  gnoa  celw , 
Da  la  lui  porque  laffiíHe.  r 
De  la  otra  ponjM  la  qatero.| 


AGRADiCER  Y  NO  AHAR. 
«oBnTO. 
Yo  me  alegro ,  pues  sert 
Ya  con  esa  raiou  m¿nos 
De  FlérJda  eljiíuw; 


No  lo  entiendo. 


;Vlsle  pavesa,  que  al  paso 
Que  ardía  ,  si  al  humo  denso 
Que  aun  cons<'vva  sr  le  aplica 
Mueva  llama ,  arde  al  momento? 
Pues  conti|di>ra  que  i  mi 
Me  ha  sucedido  ío  mesmo. 
Dispuesta  maleria  era 
La  pavesa  de  mi  pecho; 
Yasl.couraciiidsd 
Arde  i  nuera  tus  mas  presto. 
Porque  incendio  que  aun  humea 
Ño  Jeja  de  ser  incendio:    . 

Y  no  es  tan  grande  locura, 
SI  he  de  contarle  el  suceso, 
Que  no  baya  merecida 
Alguna  piedad. 

■OSBSTO. 

Dime  eso 
Que  tta  habido. 

LADRENCIO. 

Que  alguna  ves 
Culpando  mi  atrevimiento 
Diú  voces,  i  COJO  ruido 
Los  criados  acudieron... 

Y  le  mataron  i  palos. 
I  Lluila  piedad  I 

LADHCKCIO. 

Calla,  necio; 
Que  de  un  instante  i  otro  instante 
Mudó  de  la  Ira  el  aféelo. 

Vengándose  íolamente 
En  un  airoso  desprecio, 
Hotejludome  de  pobre. 

bOIEHTO. 

¡De  pobre?  Pues  peor  es  eso 

Que  matarte ,  porque  quien , 

Ed  oprobio  j  menosprecio,  • 

Dijo  pobre ,  dijo  todas 

Las  seis  palabras  del  duelo. 

Sin  las  menores  de  calvo. 

Zurdo ,  corcovado  J  tuerto. 

i  Pobre  dijo  1 


Vive  Dios, 
Que  te  dé  inaerte ,  si  necio 
He  quitas  la  estimación 
De  una  [Htídad.— Has  ^qué  es 


¡Qué  cadena  es  caá? 


iQuiéaieladiéT 

'  El  forastero. 

•  L«biEncto. 

jPor  quéla  tomastet 
ROiea». 

Es  de  oro. 


SI  dejo. 
Por  dejarla  y  por  dejarle , 
Porque  ya  apurar  deseo 
A  qué  ban  «enido  los  dos 
A  este  palacio. 

Pues  de  lio* 
Puedes  salwrlo,  que  aqui 
Vienen.  Vimonos. 


Ko  «pile» : 
Que  un  lance  puedo  excusarle 
Yo;  pero  huirie  no  puedo ; 
Que  nno  es  buscarle  yo,  j  otro 
Buscarle  él :  y  asi ,  tengo 
De  esperarle  ct~  ' 


EScmA  xnL 


Sne  por  si 
oslv  la  vU-  ■ 

ralNciPE. 
Uno  estimo  y  otro  siento  : 
Estimo  que  no  sea  ella , 
Por  si  es  la  que  yo  deseo 
Que  lo  sea;  y  siento  que 
Este  agrario  me  hayáis  hecbo ; 

8ue  esta  mujer  de  mi  aiar 
aya  sido  el  Insinimenio. 
4  Qué  babri  sido  la  ocasión? 

No  sé ;  mas  lo  que  yo  siento 

Es  que  Plérida  ha  sabido 

Qne  lú...  Vo  Id  diré  laeM; 

Que  he  visto  en  el  mirador 

Algunas  damas,  y  quiero. 

Si  estl  allí,  averiguar  algo 

De  las' dudas  que  padezco.       (V«e.) 

ESOEIIA  XIV. 


noacHTo. 
Lisardo  se  ti  ,  y  el  otro 
Viene  i  nosotros. 


No  tengo 
De  buscarle  ni  de  huirle  : 
Venga  ó  no  venga  el  empeHo, 

FNInCII'E. 

Flérída  tan  cautelosa 
Conmigo,  que...  Uas¡qnéveoI 
Dadmr  mil  ttnni  Inti  brawi. 
Que  deseaba  mucbo  veros. 


Guárdeos  Dios.  CrM  que  mi  M 
■  No  salo  M  es  Fl 


iMesFUiMa.  , 

,t,zodb,LiOOglC 


COMERÍAS  DE  DON  PEDRO  CALDBBON  DE  LA  BARCA. 


Fué  precisa.. 'Porque  pienso 
Que%s  sino  ea  ellt. 

nínciTt. 
lAmlT 


Atm 

*  PKinCIPE. 

No  OS  pDtiendo. 

UVRSNCIO. 

Vo  me  eultendo. 
nbiawc. 
Mirad  que  mi  csmirada 
Desea  mucho  conoceros. 
Venid  conmigo. 

lahiuncio. 
Sibar^; 
Hm  de  ana  cosa  oi  adiierto. 

rnlncirB. 
Decid,  ¿qaéesf 

uhrikcio. 
Qoe  íoy  con  vo». 

HÍNCIPE. 

CliTD  esit. 

BOBKHTO.  (Ap.) 

Halo  va  esto , 
Que  vuelve  Lisardo.  ' 

ESCENA  XV. 

LISARDO.— Picaos.    - 


Ninguna  Lisida. 

PltilCIPE. 

A  Itempo 
Vrnis  qae.  dando  íugar 
Las  dudas  (|ae  padecemos, 
Oouoceríis  al  que  os  di6 

Hucho  me  alegro. 

PllHCIPI. 

Pues  llegad. 


Los  brazos,  para  que  en  ellos... 
(Cafe  d  abraior,  s  al  c«Meerle,  it 
apartan  f  tacan  lai  ttpaiat  leí  doi.) 
Os  dé  muerie. 


painel  p(. 

'  iOuées  estoT 

LISARDO. 

Haber  nn  traidor  hallado 
Adonde  una  ingrata  encuentro. 

LAOnucio. 
Haber  Du  traidor  venido 
Adonde  001  Sera  veo. 
ROaniTO. 


EflCEHAXVL 


,  Tan  presto,  d  bvor  trocido 


Vos  de  quien  os  diú  la  vida , 
Vos  (le  i  quien  te  la  habéis  dado  I 

SI ,  porque  si  JO  supiera 

Que  ¿I  era  el  que  me  la  di6, 

PornorecibiriaTO, 

Hi  proprio  homicida  lüen, 

'  LtOBIHCIO. 

Si.  porque  si  ;ra  mejora 
De)  peliiiro  en  que  fe  vl , 
Solo  eniáncM  se  la  di 
Para  quillrsela  ahora. 

Digo  que  ét  es  mi  enemigo. 


Ya  mi  piedad  es  crueL 
ndncipi. 
Ved  vos  que  vengo  con  ¿I.  - 
Hirad  que  venís  coamigft. 


i  lan  presto,  e 
En  furor,  ioli 


Hal  esa  accioo... 

141*100. 

Hal  el  labio... 

UDRCnCIO. 

piensa  estorbar... 

LISAIM. 

Quitar  piensa-.. 

LáVlEliao. 

Que  50  no  vengue  mi  orensa. 

Que  yo  no  vengue  mi  agravio. 

¿Agravio  TOS?  Nada  os  digo. 
Perdonad ,  que  ayudar  tengo 
Al  amigo  con  quien  vengo. 
Obre  bien  ó  mal  mi  amigo. 

Decir  que  me  dejéis,  no 
Es  decir  que  me  ayudéis. 

nina  PE. 
Pues  entrambos  rdiiréis, 
Sa  hiendo  la  causa  yo. 
Haced  me  del  lance  daeBo. 

Yo  no  lo  puedo  decir. 

rues;porquéT 

Por  lio  aBadir... 

PhlNCIPt. 

Proseguid. 

Empe&o  i  empefio. 

*     LAURinCIO. 

Yo  ti  lo  sé:  pienso  que 


Hiedo ,  porqoe  no  se  diga , 
KiAendo  con  él  <  maté 
(A  las  puertas  de  una  dama  . 
Que  aun  hasta  aquí  i  matar  vino) 
A  Federico  de  Ursino; 

PHÍHCIPE. 


Pnes  va  eso  toca  i  mi  fama. 
iTlt  disie  muerte  i  mi  bermai 
Logró  d  cielo  mis  deseos, 


j  Qué  et  lo  que  escucbo ! 

'  Jenéoa. 
rainciPE. 
í  Vos  defendéis  á  un  tiraiM 
Que  muerte  t  mi  hermano  dióT 

Si,  por  pagarle  la  vida 
Que  del  tengo  recibida, 
Parü  quitirseia  yo. 

LAUaSNCIO. 

Pues  porque  no  defendáis 

Yo  a  la  rao  la  obligación 
Que  de  la  vida  me  esüls. 
Señor  principe  de  Unino, 
Si  a  vuestro  nermaoo  mtté , 
Sin  ventaja  ó  traición  fué. 
Porque  acompañaudo  vino 
A  quien  mi  dama  servia, 
V  asi ,  si  os,quere1s  vengar , 
Cómo  ha  de  ser  contuliar 
Debe  vuestra  biiarrla; 
Que  yo,  para  que  os  venguéis. 
Su  favor  no  he  de  admitir. 
Si  vos  habéis  de  reBir 
Coo  uno ,  aqui  iae  tenéis. 

Ko  COD  ventaja  yo  aquí 
Hoy  me  be  de  satisfacer. 
Retirios. 

No  ha  de  ser; 
(fue  el  duelo  me  toca  a  mi. 

rni^ciPK. 
Yo  soy  mas  Interesado. 

Has  ofendido  estoy  yo. 

paiNCItK. 

Ved  que  mi  hermano  mató. 

LMllDO. 

Ved  que  le  mató  i  mi  lado. 

nhciPE. 
Pues  algún  medio  ha  de  baber. 

UtOBENCM. 

Ese  elegidle  los  dos. 
Escoged  tí  imo  vos. 

LADBEBCtO. 

Pnes  ai  tei^o  de  escoger , 
Lisardo  es,  pues  todavía 
He  ofende ,  viniendo  boy 
Tras  Usida  adonde  estoy. 

palncipt. 
Oid,  que  esa  es  culpa  mia 
Yo  le  traigo,  vive  Dios, 
A  ver  i  Plérída  aqnli 

iAveríFléridaf 


i.AoaBiicio. 
Pues  ahora  os  escojo  1  (Ot. 

V  ya  que  i  dos  el^. 

No  me  he  de  volver  airas. 
^  Refiid  ambos. 

PBblCtPI. 

Loco  estás; 

V  aunque  yo  pudiera  aquí 
Castigar  eia  oaadlt , 

No  h)  he  de  bacer,  porqu  <fát 

u,nt,zodb/L-.OOglC 


Dir  utisracñfin  priniPra 
l>e  reñir  solo.  Desvia . ' 
Pues  jú  la  «paila  saiiué ; 
r  Bi  tk  la  Meas ,  ja 
Tova  la  iDramia  seri , 

{niñea.) 

Ver  00  podré 
IteBIr  sin  refiir,  por  Dios. 
Que  ja  ito  baj  duelo  ningano , 
Pnei  dos  pneaeii  malar  uno , 
Ciiaiido  nno  le  títere  i  dos. 

ESCEHA  ZVIl. 


üsiDA,  (Dentro.) 
Lfti  «padM  ban  tacado. 

niniD*.  íDenira.) 
Acadid,  acudid  prcEto, 

I^hkincio. 
Sa  Aileu  «stl  aqar. 
(SaltnFUridti,  LUUa,FltratFaU«.) 

iQaéesesioT 

M.^a,  habiendo  tos  Depdo ; 

Q  e  auDoiie  qnieti  de  íngitiar  trata . 

Üe  atención  ro  ms^esila. 

Pues  k  if  mismo  se  qalta 

Todo  lo  que  se  recata; 

He  reportaré  al  miraros , 

Porque  el  délo  podrá  darme 

Otra  ocasión  de  vengarme , 

y  tM  otra  de  reepeiaros.  (Vate.) 

¿Cómo  en  mi  casa  los  dos?... 

tiaat.  {Ap.) 
¡  Aj  de  Dil  I  yo  estoy  turbada. 

Decid  pues,  { qué  es  eslo? 

Nada , 
Habiendo  llegado  tos; 
.  Que  auucjne  pudiera  obllifanne 

8ne  coa  uua  iogrtii  está 
n  traidor,  uoialuri 
Ocatiüii  para  vengarme. 

Seguiílki,  Pahio.— 

(Vatt  FabU.) 
lÜvÉ  ha  aldo?(A  Laureaeh.) 
Decid  voii  le  que  ba  pasado. 

LtuaiNCio. 
Ser  yo  solo  desdichada. 

Decid  pues,  iqaí  ha  sucedido! 

LAdHENCIO. 

Si  diré.  {Af.  Pues  mi  tbrlnna 
Dispone  qne  pueda  ( ¡  a*  Dios  t ) 
Hablar,  Kablaadocoa  dos. 
De  por  ai  con  cada  una.) 
K'sto  ha  sido  qae  an  amante 
Viene  i  aqueste  moute  i  ver 
Diifraiado  i  una  mi^er, 
Qoc  fbé  i  fflsurme  basunte. 
Quién  es  decir  no  imagluo  -. 
NoUe  en  mi  pecho  lo  guardo. 

üsipa.  iAp.) 
Por  mi  lo  dtee  j  Litardo. 

niaisa.  {Ap.)  ' 
Pot  mi  dice  j  el  de  Ursiiio. 


ACnADBCER  Y  NO  AMAR. 


Loco  de  tt[os;  pues  no , 

Que  amtque  yo  lo  *o;[ ,  no  tanto , 

Que  ya  que  celos  tuviera , 

AnadielospuMeara: 

Que  por  mt  proprio  callan ; 

Cuando  por  ella  no  fuera. 
f  La  causa  que  bemos  tenido , 
'  Cs  halier  sido ,  seRora , 
j  Contrarios  intes  de  ahora, 

Por  habernos  competido 

Por  ana  esfinge  engaSosa , 

Por  uika  sirena  infiel , 

'nranaincnte  cruel, 

Injastameiile  alevosa. 

Ik'lla  bojeado,  vine  aquí, 

Ipiorado  y  escondido , 

Donde  i  busrarme  ha  venido 

Hi  contrario:  siendo  asi 

El  liaberme  hallado  lloro, 

i'or  ser  el  mal  que  radeico 

Tener  hoy  lo  t[i\e.  aborreico 

Tbb  cerca  de  lo  que  adoro. 

y  pues  va  entendéis  las  do.i 

Por  quien  lo  dirá,  de  mi 

No  ha  de  decirse  que  aquí 

Htt  ti>'iie  el  temor.  Adiós.  (Vai«.) 


(V«í.) 


FLERIDA,  LISIDA,  FLORA. 


Tu  voa,  veloz  en  eiiremo 
Va  i  buscarlos. 

Mucho  temo 
Qne  los  dos  le  han  de  matar, 
O  él  mate  a  alguno ;  ;  cualquiera 
Lance  no  le  es  tari  biei) 
A  mi  oplnioa :  y  asi .  es  bien 
Eacusar  que  mato  o  muera.— 
Flora  ,  llama  a  ese  hombre. 

iÁp.  Pues 
Lleg6  i  extremo  su  dolor. 
Deje  de  ser  noble  ^lor.l 
Pavor  ni  amparo  le  des  : 
Deja  que  le  dea  la  muerte. 
Como  lo  tenias  mandado ; 
Que  el  haberse  declarado 
Que  ama  y  que  padece ,  ei  furrie 
liHliclo  contra  \í:  fuera 
De  que,  ja  el  Principe  aqai , 
imtioTia  el  volver  por  il. 
Ksie  hombro,  digo  que  muera, 
y  DO  tu  piedad  le  obligUL- 
A  que  del  favor  blasone. 


Lina*. 
Esto  es  k»  qae  me  |Mrece. 

V  ¿qué  ba  de  decir  la  bma  1 
¿Ha  de  decir :  t  Porque  ama 
A  quien  tanto  lo  merece?i 
No, Uslda.uoes  Mendiga 
La  piedra  en  su  sepultura  : 
■  Vace  porque  uña  hermosura 
Lo  que  ha  de  estimar  castiga.  > 


V  después 
iQüé  diráude  tíf 

rUais*. 
Que  es 
ÁgraieetT  y  n»  ampr. 


JORNADA  TERCERA. 

Gslerli  del  pálido. 
ESCENA    PRUUEHA. 

ROBERTO,  eon  la  etpaia  ittaui*. 

iQué  es  aquesto*  ;Cuu  nil  ano 
SupcTcIterfa  tan  lirava !.     , 
No  en  mis  dias.  ¿Dos  annoT 
Q  traigo  6  no  traigo  espada. 
Tiróle  á  este  un  par  de  tajos 
Risgole  i  estotro  la  capa. 
¡Qué  bien  rlfie  uno  1  sos  sotas! 
A  este  embisto;  aquel  repara : 
Bigote  la  conduslou , 
Vui. 


UUREHCIO.  —  ROBERTO. 


Babieodo  llegado  tú. 

i.t(iaiiKio. 
¡  Vive  Dios ,  si  no  mirara 
Une  estás  borracho!... 


Apenas  llegué  jo  1  casa , 
Cuando  llegaron  tras  mi, 
y  sacando  de  la  estala 
Los  caballos,  se  iiusieron 
Ed  ellos,  dándoles  alas 
El  liento. 

LAustncio. 
¿Dtjeroaaigo* 

Ellos  no  hablaron  palabra; 
Vo  si  que  les  dije  á  ellos 
Que  era  ingratitud  villana  ' 
Pagar  tan  mal,  hoapedale 

V  vida;  qne  de  su  infamia 
Yo  les  darls  á  eutender 
La  ruindad  á  cnchilladaa. 
Pues  que  jo  baaisba  solo. 

V  eiluSiqnédlieroDT 

Nada; 
Bien  qne  no  lo  dije  jo  * 
De  auerte  qne  lo  escneliaran. 
Porque  toé  entre  mi  anedlio  ; 
Lo  que  solo  i  voces  atlas 
Les  dile ,  fué  que  lomasen 
Su  cadena  enlwramala . 
Porque  aqnel  no  era  mrson 
Pata  pagar  la  posada ; 


dbyG?)OglC 


filo  GOH£DI\S  DE  DüN  PEDRO  CALDERÓN  DE  U  BARCA. 

V  aTTOjindola  en  el  mkIo  , 
Llsardo  la  Uin)6. 

uoMKCio.  {Vete  la  eaiena.) 
Aguarda. 
S  la  lomó ,  diaie  ¿qaé  ea 
Kilo  que  aqal  veoT 


El  alma , 

Sue  apenas  ie  m  agujero 
ar  donde  ella  no  te  salga. 
Pero  dejando,  aefior, . 
Cosas  de  pocí  impuriancia, 
í  Sal)et  lo  que  piensol 


Hai  decoro  qoe  creerla , 
Seti ,  seiSora ,  dudarla. 
¿Qué  es  k>  que  declat 


Que  al  pnaio 
Que  salisteis  de  la  estancia 

üe  su  iardia,  me  maiidó 

siga  j  diga  qoe  os  llama. 


auc  DO  vuelven  las  espaldas 
ombres  tales,  siu  íuieiito 
De  asegurar  su  veoganra. 
V  este  Fabio  no  me  ba  dado 
Buena  espina,  porque  esiaba 
Con  ellos  en  gran  secreto 
Después  del  monte  eo  la  estancia. 


;  Y  squl  01 


Tildo  un  mundo  T  Has  la  bita 
Perdonad. —  Daca,  Roberto, 
Esa  cadena. 


Aun  si  supieras  el  otro 


Que  pnr  criarse  eu  Alemania , 
No  le  cnnocl  basta  ahora. 
V  aun  esta  no  es,  con  ser  lama. 
La  mayor  desdicha  mía. 


Pues  ya  con  eso,  ¿que  aguai 
Y  puesto  que  lio  te  queda 
f)e  amor  m  vi4a  esperanza. 
Unjamos,  scñnr ,  ae  aqui. 


LAURENCIO. 

No  os  espanleis ; 
Que  dicha ,  .(ue  gloria  tanta , 


La  estimación  sople  el  firedo. 


!  Pues 

I  No  tenris  que  ^atularla, 
i  Porque  no  es  sino  de  estotra. 


Procuro  quilai'ta, 
I  Porque  si  te  llama  i  ti , 
I  Gratula  tú ,  pi'se  á  mi  alma ; 
'  Hcis  ¿|Hti'  qué  be  gratular 

'I  Yo? 


Fuera  de  que  c 

llii'i)  i  mi  honor  bacer  falla 

Del  puesto  en  que  quedé. 

ESCBKA    UI, 

FLORA.  —  UURENCIO ,  ROBERTO. 

ILOIA. 


Fléj-ida  os  llama , 
Y  manda  os  vengáis  conmigo , 
Adonde  hahlyos  aguarda. 


I         Guiad  donde  me  manda 
'  Plérida  que  vaya  i  verlu, 
'¡  Y  tú  nje,  mira  jr  calla; 
.  Une  uo  salles  lo  que  el  batía 
I  Al  mas  iiirulice  guwda. 

{Vatue Laurencio  ¡¡Fiara.) 

ESCENA  IV. 


FLERIDA ,  LISIDA. 
Qué  es  lo  que  trazas , 


Señora ,  llamando  i  este  hombre 
Después  de  estar  informada 
,  De  tahlo,  que  )a  los  dos 
La  vuelta  del  monte  marcbaul 

¡  No  sé  cdmo  te  to  diga; 

:  Que  temo  baldarte  palabra: 

Pues  cuando  so  muerte  hítenlo , 

Intercedes  por  su  causa ; 
I  V  cuaitdu  iuteuto  su  vida. 

Acriminas  su  arrogancia: 

Y  asi,  eu  esto  no  quisiera 

Decirte ,  Ltsida ,  nada , 

Porque  Do  sé  si  estarás 

O  favorable  it  cr '- 


I  Yo  siempre  estaré ,  «eüora , 

I  De  la  parte  de  tu  fama. 

I  El  mudar  consejo  es 

I  Mas  prudencia  que  ignorancia.  . 


:  Puet  ya  que  de  los  e¡ 

I O  te  ofendes  A  te  cau>u, 

i  Veamos  si  un  medio,  por  serlo 

:  Es  tío;  el  que  mas  le  agrada. 

1  Yo  determino  decir 

I  A  ese  hombre  que  se  vaya  ¡ 

Pues  sabiendu  que  enemigo 
¡  Es  de  Cirios ,  cusa  es  clara 
I  Uue  haré  mal  en  permiiir 
\  Sea  mi  Éstailo  el  qin'  le  ampara : 
I  Fuera  de  que  el  ausentarse 

Cirios  con  iiretleu  tauía , 
[  Da  i  enieuoer  que  lleva  mas 
I  Intención,  A  esto  se  añada 
I  Haber,  Lisida ,  sabido 

Sue  esti  contra  éi  conjurada 
i  familia  :nue«hal)leDdo 
Corrido  ya  la  palabra 
De  que  es  el  Principe  aquel, 

Y  este  su  enemigo ,  tratan 
De  matarte  con  violencia , 

V  asi,  entre  amparar  «u  lida, 
Lisida ,  ú  dejar  quitarla. 
Ausentarle,  me  parece 

Que  es  el  medio  donde  halla 
'  Si  piedad  y  mi  rigor 
La  bien  medida  distancia 
De  Agradecer  y  no  amar; 
Pues  compasiva  y  ingrata, 
NI  favoreico  su  amor. 
Ni  permito  ta  desgracia. 


En  bora  tan  desoradá  . 

Que  si  i  las  (|tii  nolis  juego. 

Siempre  los  oros  me  faltan ! 

íQué  he  hecho  yo  i  este  metal. 

Que  tan  mal  conmigo  ae  baila 

En  escudos  y  cadenas? 

Mas  ser  bermejo  le  basta. 

Pero  ahora  bien  ( i  saber 

Voy  lo  que  el  hadónos  guarib. 

Esto  te  llama  seguir 

A  loage.  (Vale.) 


Pues  repara  ■  -  ■  ■ 
(Si  mudar  consejo  es 
Has  que  defecto  alabanT.3; 
En  que  no  quiero  tampoco. 
Ya  qne  su  penona  pasa 
A  aléuna  estimación,  que 
Vuelva  i  hablarme  cara  i  cara, 

Le  has  de  decir  que  se  vaia 
O  le  haré  quitar  la  vida ; 

Y  para  ver  lo  qoe  pasa, 

V  excusar  que  me  lo  cuentes 
Lo  escucharé  retirada 
Detras  de  esta  verde  murta. 


dbyGOOglC 


AGRADGCBR  Y  NO  AMAR. 


Sefton,  JO... 

ri.itu»A. 

i  En  qa¿  reparase' 
fíat,  Lfslda,  lo  qae  digo.  [Eteé^eu. 

Uíiok.  í,Ap.) 
¡Cielos!  la  suerie  esiá  ecbad*, 
Kie*  sin  saberlo  L-aurencio, 
Klérl<I:i  oje  lo  qae  él  habla. 

eSCEHA  Vh 


FLOR*.  (A  Lakrtnelt-i 
Allí  la  dejé  .  j  allí 
EsU:  llegad.  {Vaie. 

LjIDRERCIO. 

Humilde,  Tengo  í  sabrr. 
Seaora,  lo  qne  me  nandas. 

So  Alteía  os  tUma,  et  verdad; 
Hasauriiiue  sii  Alloza  os  llama. 
En  esla  parle  soy  jo 
Quien  (le  sa  parle  os  aguarda. 

UDtncio. 
Claro  eai  que  báblas  de  ser, 
Siemiire  aleve,  aiempre  Ingnii, 
.   y  siempre  (vara  mi  llera , 
Tú  ái  mi  inuerie  la  caosa; 
Pasinitome  con  las  dos 
Lo  que  al  peregrino  pasa 


I 


Con  la 


le  la  I 


Para  quitarle  I»  vid». 

Y  asi,  caulelosas  amhas, 
Ilalipjs  boy  entre  las  dos 
l'aitidn  dulzura  j  saña, 
PuL'a  elln  m  \»  qae  me  trae , 

V  «rts  íii  la  qae  me  matas. 

Hidalgo,  vo  no  os  entiendo , 
NI  sé  qo¿  rar.on,  qné-causa 
Tenéis  para  hablarme  asi ; 
Si  ja  DO  es  que  desto  os  salva 
HaeTO  lema  de  locura. 
{Áp.  i  Oh  quJer»  el  cielo  que  baja 
Soteiidldonie  um  sei^ ! ) 


las  ¿qní  mucho,  poea  que  alenpre 
Conmigo  haseslMO  bisa! 

iTo  con  vDsT  Si  dwm»  os  i1. 

nlaiDA,  {Ap.) 
¡Qaé  ruera  qoe  averignara 
Que  no  era  jo  de  sn  amor , 

Sino  Uslda,  b  causa'! 

Linaencio. 
En  fin,  ¡qué  es  lo  que  me  quierr.sT 

Ltafedicnas  que  me  caestan 
Tn  tñlSoSf  to  imidaDu , 
Hasta  hacerme  deite  monta 
Fiera  racional  bumana... 

flíhim.  {Áp.) 
iSl  sentiré  jro  saber 
Que  no  era  por  mi  la  taKancIaT 

No  01  entiendo...  Y  la  pHoeeaa 


Calla  pues,  calla : 
No  prosigas,  no  prosifsas; 
Que  ya  te  entiendo,  tirana. 
Como  has  visto  aquí  i  Lisardo... 


LADnanciO. 
No,  nn  me  alropelles. 
{Presumes  que  es  por  tu  causa T 


conozcoT  (.íp.  iQa£  no  haya 
Entendido  me  una  seña 
Aon ,  con  balterle  hecho  laota-s '.) 


Para  que  no  estorbe,  dices 
Que  )'o  del  maule  me  vaja. 

Lisio*.  (Ap.) 
;  A;  de  mi  I  Atajar  no  [w.'do 
H<  llanto  ni  sul  palabras. 


Pnes  no  me  lie  de  ii-,  no  (Mrque 

La  venida ;  que  no  quiero 

Que  auu  de  aquesto  quedes  vana.. 


Qne  ya  mis  celos  no  son 
Üél,  sino  del  que  acompaBa, 
üuaiiilo  lo  que  adoro  y  pierdo, 
Flérída  es. 

(Ap.) 


>,  *»7« ; 


Hombre,  no  eatleudo  i  qué  electo 
Ue  dices  locuras  tantas, 
tila  roanda  que  Le  diga 
Que  deste  monte  le  vayas. 


Y  si  al  punto  no  salís 
De  todas  estas  comarcas , 
Os  haré  t^uiíar  la  vida ; 
Que  ya  mía  |iiedj(ilt3  listan. 


anseiitarmí'  y  morirme 
iiu  man  dos  cosas  coDtrarias , ' 
Sino  tan  una  las  dos. 
Que  eqoivocindose  ambas , 
De  mi  se  ausente  la  vida , 
Pues  de  Tot  se  ansenla  el  rima.  (Fose.) 


FLURIDA,  USIDA. 

Y  bien,  Llsfda,  j  ahora 
iDe  qué  parecer  te  taallut 
iVivirt  ó  morirl  T 


SI. 

iJsiM. 

Pues  oye  aienia. 

Levanti. 

Este  noble  caballero , 
A  qnlen  la  forluna  ultraja, 
Deslncienilo  en  sus  desdichas 
Lnstre,  honor,  nulileiB  y  Tama , 
E,n  Ná}ioles... 

{Dentro  cuehiUaiU*.) 

ESCESA  nn. 

CaiAuos.  — FlEillDA,  USIDA. 
u:iCRUBO.(0«nn'p.) 
V    Muera. 

OTRO.  [Dealro.) 

Traidor,  qne  i  todos  agraiia, 

¿Qué  es  aquello! 

¡  Ay  cielos!  Mira 
Que  Lus  criados  le  matan. 
Acude  presto,  srjiora. 

Pnr  no  remediarlo  estaln , 
Por  pedírmelo  Lb. 

oiriBos.  {Detilra.) 


EBCOaiA  tx. 


Vida».. 

Deteneos.  {Qué  et  esto!^ 

Es  lo  que  el  liado  oos  guarda. 

áNo  miráis  que  esto;  yo  aguí? 
Tened,  tened  las  espadas.— 
íQué  es  esto,  FabioT 
rAsto. 

Del  agravio  de  tu  casa , 
Tomar,  eomo  criados  tajos. 
Por  U  y  por  Cirios  Tengánu , 
OcaHonsdos  de  vw 
Due  el  que  1  Federico  mata , 
Tanto  huye  eomo  pierda , 
Que  entra  hasta  aquí. 
rtiaiDA. 

Basta,  basta.- 
(A  LanreneU.)    ' 
Por  esla  ptíérla,  qne  al  parque 
Sale,  déla  anvene  escapa , 
Que  yo  te  defieudo. 


Sabe  qae  en  «íesdiebaa  untas 

Vuelvo  i  tus  respetos  mas 

Que  i  su  temor  lu  espaUai.    (Vsm.) 


dbvGooglc 


COMEDIAS  DE  DON  l-Kt)»»  CM.IiF.ItDN  DE  LA  VARCA 


Idrí 


Fi.íKÍD'i.f.t  liobtrle.i 


Que  baré  de  moy  bneaa  gana.  {Vait., 

Y  tosotroa  ved  ahora 
Qae  w>n  mu;  auticipadaí 
Flneui,  j  taaj  »)n  iieni|io, 
Touiv  de  Cirios  la  causa. 

Nada  digáis. 
rABM.  (V-  d  'M  eriaioi.) 
Venid,  que  en  taño  le  dmpara, 
Poes  Cirios  a  la  salida 
De  esotra  parte  le  aguarda. 
{Vate  eoñloi  cHaáot.) 

Trosigui;  lA. 

Digo  pues 

Sue  en  Klpoles,  naesira  paifia, 
e  sirri6  rste  caballero , 

Y  debajo  de  palabra 
De  esposo... 

{Dentro  euehiUniat.) 

ESCENA  X. 

EL  PRIKCIPE.  y  ¿Mpun  LISARD». 
FLERIDA,  LISIDA,  LAURENCIO  i 
MOBKHIO. 

rnlüciri.  (DMfrii.) 

Abora  ba  de  ver 

Tu  nresumida  arrogaucia, 

Ifuiéii  basia  1  reñir  eoii  doü. 

UDaiNcio.  {DfíUrc.) 

I'no  que  por  tos  dos  basta. 

'    ruÉniu*. 
t  Qué  et  aquello! 

Vo  iqué  puedo 
Decir,  sluo  penas  3  ansias  1 

Uik  remediarlo. 

Tenle. 
Que ea el  Principe;  no  vayas.  (Vate) 

Antes,  porque  Kl  lo  estorbas,    - 
Irí  JO  de  mejor  Rana.— 
Teneos  lodos.  ;  Qué  es  aquesto* 
(Sale»  riñenSo  el  Principe  g  Uf  arda , 
ton  Laurencia  y  ñvberla.) 

El  lú  que  el  hado  nos  guarda. 

LISAS  DO. 

Dentro  del  palacio  mQera. 


;  De  que  síi'mpre  ha  de  lener 
Attgel  seguudo  de  guarda. 

¡  Oid,  esperad. 

I  PRi.lCIPE. 

Perdonadme , 
Pues  no  darle  muerte  basia 
I  Sin  q^ue  (amblen  iirelPiidals 
¡  Itesairar  lauto  mi  Taina , 
1  Que  ante  ios  cSlemoG ,  él 
:  Con  vida  y  yo  sin  venganza. 

V  ast,  liasta  estar  mas  airoso, 
Es  tuerxá  volver  Ja  espalda, 
Porijue  no  fuera  quien  soy. 
Ya  que  el  disfraz  se  declara. 
¿Cómo  be  de  estar  desairado 
A  los  ojos  de  una  dama , 

V  dama  A  quien?..  Pern  esto 
Para  otra  ocasfon  se  guarda.'   (Vat«.> 

Oid,  FS(icrad,  leiicd,— 
I  Isida.  qiie.iio  se  vayan 
¡  Sin  oírme,  di  i  los  <los, 

'iQuién  vio  confusiones  tamas  1  (Vate.) 

!  ESCENA   XI. 

FLEItlDA,  LAURENCIO,  ROBEnTO. 

Hombre,  iqné  me  va  en  tu  vida, 
te  amparas 


'*•) '  ¿Qué  es  esto,  RobertoT 


is  piedades 


De  I 


Por  ti ,  no  por  mi  la  guardas 


No, 
Porque  es  piedad  muy  tirana 
Et  quitar  que  otros  la  quiten. 
Sin  quitarte  á  ti  el  quitarla. 

Siempre  para  estas  locdras 
Fué  tarde,  y  boy  con  mas  caos. 
Ni  para  que  ocasión  puedas 
Tener  tú  de  mí  esperaiiia. 

LJtURENaO. 

Hasta  tenerla  bien  puedo; 
Lo  que  no  puedo  es  lograrla. 


efalU, 
;[  Tajur  que  vite  en  mi. 

Ved  que  ha  llegado  a  mis  piaiiias. 

nÍMirt: 
Otra  ves  ese  sagrado, 
V  otras  mil  veces,  le  ' 
Segimila  vez  por  vos 

Pero  no  con  esperania 


Aunque  la 
No  el  Tajuí 


v^lga. 


'  Es  bueno  para  la  ttm. 

Has  no  para  la  verdad ; 
I  V  lia  de  ser  tan  nueva  traía 
I  La  de  mi  vida,  que  vea 
i  El  mnudo  que  mi  honor  saca 
I  Esta  del' común  estilo, 
¡  Y. que  pnede  una  bizarra 
(Loe.)  ¡  Presunción,  una  alüv» 

Generosa,  uoa  fe^hldalga, 

Agradecer  y  no  amar, 
utmincio. 

¡Dé  qiií  suerte» 

Aqui  te  aguarda , 
Y.hasia  tener  orden  mía , 
DeslM  jardines  uo  saldas. 

(Retiróte  |r  oeúUate.) 


Dudas?  i  Hay  cosa 
j  No  io  conoces? 

íE» 
ñas  clara 

tio 

■«00. 

Pues 
Es  lo  que  el  bado  nos  guarda 

iQné  conftisionei  ion  estas 
Con  que  Plérída?... 

■Olí aro. 

Í'Esn  hablas? 
ira  que  Flérída  e»- 
'órque  detras  desas  ramas      [l-ucIm, 
S«  ha  parado,  y  oye  cuanto 
Dices.) 

tiVREIlGIO. 

Ho  vuelvas  la  cara, 
n  te  des  por  eoieodido. 

rufaina.  (Af.) 
A  eua  pane  retirada. 
Que  Llslda  vuelta  espero. 

Hermosura  soberana , 
Bien  té  que  no  te  merctco , 
Porque  eres  deidad  tan  alt». 
Que  te  me  pierdes  da  vista ; 
Pero  alienta  mi  esperanu 
Ver  que  nadie  te  merece. 

WlÉttDK.  (i4p.) 

Bien  suenan  de  amor  !•■  aosbs,   ^ 
Por  mas  que  uno  las  eicnehe.. . 

ESCENA  Xn. 

L1SIDA.-LAUHBNC10,  ROBERTO. 

Tan  veloces  las  espaldas 
Volvicion,  que  00  escucharon 
Que  lü,  señora,  los  llamas... 
i¥  su  Alteza? 

LtoncKcto. 


Pues  puedan,  traidor,  mis  ansia*. 
Aunque  de  paso... 

LAVaíNCio.  (Ap.) 
]Af  demi. 
Si  Usida  eo  sqanwJmbla. 
Síd  saber  que  ella  lo  escacha '. 

Quejur«e  de  ofensas  tantas, 
i  Ea  posiMe,  ingrato  dueño , 
Que  aunque  alwrrecido  hiyas 
Coquii  i|iibisi>.'T... 

i.iuncí'cia. 
Miijer, 
nQué  dices  óeoii  quién  hablas? 
Ponjue  yo  no  sé  quién  eres. 

Ingrato,  presto  te  pagas 
Del  disimulo  que  tuve  , 
Porque  Klérida  escuchaba. 

*  LADREnCIO. 

Pues  si  piensas  que  es  por  esn  , 
Lo  mismo  es.  D^rae,  colla: 

Ko  prosigas. 

Decir  quiero , 


eyCOOglC 


AGRADECER  V.NO  AHAR. 


Por  si  oira  ocuhw  ms  tulu, 

lAmucio. 
No  be  de  escucbarte. 

iCdnoesposiUef    . 

uVRtMao.  {Ap.) 

Entemtidonie  uní  leSa ,  . 
Con  haberla  ya  becbo  lanías ! 

:Qae  seas  tan  crael  qiie  niegue* 
Lo  que  paso  por  lu  cansa  1 
iCómo  es  posible  T... 

UDIINCIO 

¿Qué  dices* 
Que  aun  siquiera... 


iVo! 
No  te  entienilo. 

Pues  me  alijas , 
Y  sin  oir  airopellas 
Va\  sola  una  raioo  tantas, 
Sal  deci»  jirdhi. 

LAunr.icto. 
No  quiero. 


LAuntncio. 
Nd  en  eílo  tomes  venganza. 
Que  ella  manda  que  aqui  es|iere. 

^a  mauüa,  traidor. 

ISaleFIMia.) 

SI  manda, 
Lisida.  éitlrale  alU  dentro ; 
Tü  en  esotra  parle  aguarda, 
uoawwo.  {Ap.) 
¿Haj  hombre  ñus  lafelKet       (Vate.) 

idsiM.  (Ap.) 
¡Haj  mnjermas  desdichada!     (Yaie.) 

ROBsaro.  (i*p?) 
íHay  hoDdtre  y  muier  mas  tieciox 
Que  él,  que  babeaudo  se  anda 
Hecho  un  Juao  de  esliera  amor? 
iQai  es  lu  quiJÜ  hadu  «us  guarda? 

[Vate.) 

ESCEHA  XIU 


Espíritu,  uue  i  la' cara 
Ue  mi  deiaad  atrevido , 
Puso  locas  esperaoia*  i 
Que  al  sol  fuera  ménoc 

Que  osado  in 


Quemarse  las  alas. 

Aquí  lia;  una  dama  bermosa 

Que  vino  i  valerse  i  casa , 

tí  intercesión  de  una  ami^, 

Oe  una  muerte  ( ¡  qné  desgracia ! ) 

Que;  i  lo  que  se  deja  ver, 

Uebló  de  ser  ella  causa , 

PUes  desla  causa  se  inBere    .  , 

Que  é\  h  aborrece,  ella  le  ama. 

;  Oh  cuinto  se  ofende. 

Desluce  y  ultraja. 

Mujer  que  se  queja , 

Amante  que  agravia  1 

Del  secreto  de  los  dos, 

Aunque  DO  bien  informada  , 

Llegaron  mis  vanidades 

A  entrar  en  desconüanta  ' 

De  que  por  ella -( ;  aj  de  mil ) , 

Y  no  por  mi ,  fuera  lauta 

PorSad*  tema  de  amor. 

De  que  el  mismo  amor  se  salva  , 

Sunáudome  su  des¡irecio 

Auu  mL'jor  que  mi  alábanla. 

>o  sé  qué  se  tiene 

1^1  Brr  ana  aniada, 

8ue  aun  iieins  que  ofenden , 
ronden  m  faitau. 
ücjemoí  en  esta  parte 
A  L'Ste  galin  y  i  esu  dama. 
Pues  ya  on  me  engaña  á  inl , 

?uien  i  ella  la  desengaüa  ; 
tamos  li  que  el  de  Ursino 
I*sra  verme  se  disfraza, 
O  sea  agravio  A  sea  lisoiiia. 
Que  á  mis  altiveces  hag»- 
Siu  iiue  eiitrc  a  lu  partí; 
Hilustreómifama, 
Vendiendo  liiieus^ 
espera  iiz 


I-jilo  n' 


Unasi  otras  se  rmharaj: 
Porque  ya  cuntiuas. 
Opuestas  V  varías, 

¡  O  qulian  la  vida , 

I  O  turban  el  atina. 
Ahora  bien,  discurso  nii( 
Procuremos  apurarlas 


Y  presto  iliran  .';us  ansias 
Que  aunque  i  mi  lnl'uKisura  diesen 

He  basto  yopor  mi  snlu 
A  una  viciaría  mas  alti 
De  la  que  al  amor  le  oñ'i^ccii 
Los  blasones  de  lui  casa ; 

8ue  dama  qne  viene 
o  mas  qui'  i  ser  dama, 
m  gana  (rofi'os , 
Ni  Iriuuros  arraslra. 

Y  pasando  de  una  ye?. 
Desde  una  cansa  i  otra' causa. 
Lleguemos  solo  a  que  luirlos 
Aquí  su  enemigo  halla  , 
Donde  i  desoecbode  ser 
Mi  sagrado  el  que  le  ampara, 
neciamente  solicita 
Asegurar  su  venganza. 
Aqui  pues  del  duelo 
í'wti  ley  bizarra 

Que  muera  i  otras  manos 
Uuien  llegú  U  mis  plantas  ? 

'  Ño.  que  de  algo  hau  de  servirle 

.  Los  seguros  de  mí  casa  : 
Fuera  de'que,  aunque  me  ofende 
Su  presumida  arrogancia , 

;  He  ofende  tan  de  buen  aire , 

¡  Que  la  misma  ofensa  basta 
_  A  interceder  por  él.  sbndo 

I  Culpa  y  disculpa  tan  dar» , 

'  Que  esUn  en  mi  pecho 


Puesui 


leoNig: 


Se  queda,  los  que  le  aguardan ; 
El  Principe  j  mis  criados , 


Ue  ver  que  me  ama, 
lenerlcyo  en  ellos, 
Seri  confirmarla. 
Pero  ;de  qué  me  embaraioT 
i  No  liay  en  el  ingenio  trazas 
Para  que  dellos  a  uu  tiempo 
liste  hombre  salga  y  no  salga  ? 
SL  fiorque  no  aeri  bien 

8ue  hombre  que  ba  leoido-tauta 
oble  altivez,  muera  1  manos 
I>e  menos  ílUsUes  annas ; 


Ingrata,  quien  puede 
Piados^  é  ingrata. 
Para  que  coiioica  el  mundo, 
Dtudolei  éliidí,  tiu  daña 
Honor,  venganza  al  de  tlrsüio, 

V  nuevo  asuuto  á  la  fama , 
Que  hay  hermosura  tan  uoble. 
Que  hay  presunción  tan  bizarra , 
Vanidad  tan  generosa , 

V  en  Bn  piedad  tan  hidalaa, 

Sue  sin  que  el  amor  la  obligue , 
I  la  obligue  la  venganza, 
Cattiga  y  perdona , 
Piadosa  y  ingrata, 
Pues  salte  dar  vida 
Al  mismo  i  quien  mala.  ( Vate .) 

ESCENA   nv. 

LISAHDO,  EL  PRINOIPE. 
Fid:vciee. 
ÜegUTOs  los  cal>allDS 
Deja. 

Cuidado  puse  an  desvia  I  los , 
Porque  no  nos  suceda 
Segunda  ves  one  de  su  ríia  pueda 
Seguirse  00*  desdicha  de  fortuna. 

FRiltClFI. 


Que  se  pierde  del  numero  el  sentido. 

'  Justamente  hoy  le  admitas , 

I  Porque  si  todas  de  una.  vez  las  miras , 

Dudo  que  baya  memoria 
I  QueinAmeroreduzgaDuestra  historia. 
painciTE. 

No  nos  seri  posible ; 
I  VasIbaMemosnomasdecniu  terrible 

tn  Plérída  ha  tomado  la  venganza 
'  .Su  vanidad  de  mi  desconOanta ; 

Pue&poropa,  fausto,  autoridad  depuso, 

V  solamente  eit  la  campaña  puso , 

Para  vencer  segura, 

Kl  armado  eSi^uadrop  de  su  bemosnra. 

Bien  queiíanto  poder  gloria  espequeña 

Una  vida,  pues  cuando... 


($«« 


«.} 


Respoadamns 
Con  otra,  porque  nepa  donde  cslamM 

ü,B,l,z9dbyC-.OOglC 


eiJ  COMEDIAS  DE  DOK  PEIHtO  CALDERÓN  D 

CSCMA  XT. 
FABIO^  BL  PRITOIK,  LBARDO. 


¡Ob  Clrloi.lt  «ni  lAt 

T  agradecido 
A  ta  Uneu  coa  qn«  liabeia  qiurído 
De  mt  parte  poneros , 
Os  eito;  Mperando  pra  hacen» 
Sabidor  de  que  babieado 
Lanreodo  aquí  venido... 

Ya  oe  eoileado ; 
V  lo  mimo  UBaMea  i  loa  et4adoi 
Sucedió,  pnea  qae  todoi  conjurados 
Contra  el,  darle  qalshnoi , 
Cuando  enemigo  tajo  Mr  aa[riiDos , 
EneljardinUnBerle, 
T  FUrlda  ampara  «a  tafeHx  «lerle. 
Pero  ja  00  ea  posible  que  Irse  pueda. 
Pues  del  jardín  adonde  le  be  dejado, 
Fueru  es  salir,  j  lodo  «siA  eerrado, 
Part  que  no  le  tal^ 
Sm  dicha,  por  oaalquler  parle  qae  salga. 

Aunque  de  ios  no  dudo, 
Due  mi  valor  de  mi  íiirarmaroc  pudo, 
Cuandoi  hombres  como  jo  orenüfrce 
ui  pjrücular,  primero  debe  [atreve 


i&i'¿ 


Sillada  el  jardín  léala  ; 
Paes  eida  nao.  Imaginando 

8ue  fué  el  otro  el  me  (tro, 
jcndD  tu  vox  dej6 
Los  puestos.  SolidUDdo, 
No  le  reconoiean ,  veo ; 
Que  isJ  FlériUa  lo  mtsda. 


lu  desdan 


Piadoso  C( 

Su  fivor  j  su  d 

¿Qué  tienes  de  que  quejarle. 
Cuando  ves  que  su  nermosur 
Tan  i  so  cosía,  procnn 
De  tus  contrarios  librarte  T 


Porque  de  lo  qoe  ba  pasado 
No  quede  aquí  algún  [esligo. 
Venid  pues  los  dos  coaniigo , 
Síguiéudome  bicii  este  Udo. 


Lo  personal  del  riesgo  del  acero 
Vero  en  habiendo  dadu 
flaUsbccioo,  si  acaso  barajado 
El  lance  queda,  j  vivo  el  enemigo . 
Le  queda  acción  en  él  1  su  castigo 
Para  desenojane ; 
Que  una  cosa  es  refíir, 
Y  asi,  JO  he  seepiado 
Hstaríe  como  pueda ;;  como  he  dado 
MnestraítlueeoerpoiaüeriKi en  menor 
Pude  reñir  con  él.  .  [duelo 

IDUparm  rfenfrn  una  pitUila.) 

ESCENA  xn. 

.    LAUHEItCIO.  -  Dichos 

LADMxciu.  (Oeifre.)  | 

iVtlgame  H  ctelo ! ; 

jQae  (OE  hs  sido  aquesla? 

r*Bio. 
La  pisliila  lo  ha  dicho  eo  su  respue!kta. 
Pues  ni  dudo  ui  admiro 
Que  uno  du  untos  ha  logrado  el  tiro. 

Vamos  1  ter  sdonde 

Hatido  el  tiro,  y  el  rutrior  se  esconde. 

La  misma  conhisioa  que  lú  padeces, 
Padeicojo.  Venid.  {Yaai*.) 

I.  iOBHtn.) 
j  Jesoa  mil  veces ! 


En  segunda  oscuridad 

Vas  coiirundieodo  mis  bacilas. 

Pues  ya  oaceii  las  estrellas, 

Muriendo  la  claridad. 

¿Adonde  desde  el  janlin 

A  oscuras  desta  manera 

Me  traes  T  Dónde  esioj  quisiera 

En  un  carnario , 
Doode  Flérida  manda, 
Laurencio,  que  le  dejase, 

V  que  al  punto  la  avisase ; 

V  asi  es  preciso  que  jo 
Te  dejo  aquí   Solo  digo. 
No  hahles,  ui  aiieuiei,  ni  des 
Paso;  Id  demás  después 
Itlrl  ella  al  verse  couUgo.         (Vi 

B8CEIU  ZVUL 

LAURENCIO,  ROBERTO. 


■KBNAXVU. 

LAURENCIO,  ROBERTO  t  FLORA. 


Va  aquesta  pistola  mía 
Y  esa  voz  tuju  desmiente 
La  prevención  que  cuu  gente 


1  Al  vene  conmigo  1  Cierta 
■ti  dicha  es.  jVes  si  guardó 
Algo  el  badoT 

Aqueso  10 
;No  lo  dije !  Hits  la  pueiia 
Orió  tras  *1  la  mujer. 

uoaiNCw.  ' 
No  te  muevas,  j  bablí  quedo. 


M6  dé  ser  querida. 
'  que  arde  mas  poco, 
al  Rd  de  aer  fuego. 


¡Wren  Dsi«deil  [j  Inefo 
Dirto  qne  es  malo  ser  loeol 
Lo  qne  te  pido,  seBor 
(Pnes  señor  serts  dvsptws 
Oe  baldad  *  estado,  que  es 
Le  mejor  de  lo  neíor}, 


:  LA  BARCA. 

Te  acoerdet  qM  le  be  wrfMo 
Sin  beldad  j  sin  estado. 
Sin  mirar  qoe  soj  criado. 

bikoanciO. 
Habla  <|aedo ,  j  no  hagas  n^do. 


:o  diri  mi  peni 


Ion  callado*  lalnus  modo*  : 
Memeitt ,  amo,  cka  escodott 
)  in  puiMre»  cadeDB.  ■ 


'  Salto  jbrioco  de  contento. 


■■  (tuedo  esii.  ¿Quieres  quebrar 
Ueste  cama  no,  que  llene 
'  De  riqueus  ealarl, 
I  Algo,  COJO  ruido  liark 
'  Ser  descubiertos? 

;  No  es  baeno 
Que  es  tal  el  gusto ,  qne  no 
Iteparo  que  i  cada  lado 


.    ¡«•Jó 
Que  sert.  (Qué  Hndo  espejo 
Uue  debe  de  ser  aqUel  1 
¡Qué  escaparate  esia  eu  él ! 
Ilabrí  ,  según  el  reflejo  , 
Que  uo  da  la  luna ,  aaui 
Hil  jagüeles  de  cristal. 
De  porcel^ina  j  coral. 
;  Este  no  es  un  catreT  SI, 

V  de  la  china ,  dorado. 
De  suerte  que  maravilla  : 
De  plata  es  bbaranililla, 

V  cabecera.  A  este  lado.., 
Kii  un  brasero  bír.arro... 

La  espíoilla  Fui  i  quebrar. — 
¡  A)' !  j  iliiele  el  tropeiar 
Kii  plata  como  en  guijarro. 
¡Oh  qhé  catre!  ;quiín  te  \iml 


,  ¡  Que  hable*  tanto  disparate ! 

■omn, 
¡  Pues  qué  esotro  escapifale. 


;  Por  resquicios  imioece. 

,  Dicísliien,  ¡j  vive  Dios, 

8UC  á  la  escasa  lombre  breve, 
ujeron  escauaral^, 
I  Escritorios  j  buretesi 
I  V  inlo  quedó  la  piedra 
'  En  que  tropecé! 


Este  albeqpte, 

lias  que  camarín  de  dama, 
I  Parece  cáinara  fuerte. 


Soria  leía  es.  V  tno  adriertea 
ne  es  un  cubo  de  sus  lonet , 
Sin  lu£,  adorno  nigetleT 
Pues,  ¡vt'game  Dioe!  ihabenoa 
Muerto  aqai  nneatraa  mojerea. 
Para  eooibamos!  Qae  aonque 


Los  dos  hi 


nos  sido  sienpre 

byGoogk 


ACRADECER  Y  NO  AHAU. 


Perros  y  Ralos,  do  lanío 
Que  ja  que  tañe ,  oo  fuese 
Cnbi,  j  DO  cubo. 

'UimEHCio. 
Sin  dada 
Que  por  tihrarme  me  premie , 
U  es  que  Flérid*  ( ¡  a;  de  mi ! ) 
Publicar  al  id  nudo  (|u¡ere 
IjDe  ya  me  castiga ,  dando 
Saii«raccton  de  U  muerie 
(>e  Fcileríeo  i  su  hermano  '. 
y  tiendo  qae  era  iadeceole 
El  maurme  en  sus  jardines , 

Sniwre  hacetío  de  oira  suerte , 
urienilo,  no  como  amante, 
Sinu  couM  delincuente. 

KOBCHTII. 

i  Lindamente  lo  discurres ! 

V  aliora  veo  claramente , 
Oue  de  ser  queridas ,  nutici 
Se  ofendieron  las  mujeres. 

;  Mal  haya  el  alma  j  la  tida , 
(jue  Men  &  uinguna  quiere '. 

{Cae  de  le  aU«  «n  tílíele] 

Y  mas  abon ,  que  del  aii« 

Ño  sé  qní  es  lo  que  desciende. 

t.ADKKWIO. 

Este  ¿no  es  billete? 

Yo 
No  juzgo  bien  de  billetes. 

LtUHCNCIO. 

Aguarda .  I  ver  lo  que  dice. 


De  motes  mi  amor  rio  enlieiidt^  ;■ 

Has  lo  que  iiníere  decir 

De  cierto,  es  i|Ui:  no  te  quiere. 


Hiremos ,  pues  que  ya  pI 
Con  mavor  lux  nos  adtie 
Si  habrí  por  donde  salir. 


Una  tronera  parece 
Que  mas  adentro,  seüor. 
Alumbra  :  y  sin  duda  quiere 


FLORA.  -  LAURENCIO,  ROBERTO. 
tioiut.  {Denlro.) 

«Quien 
He  ha  llamado,  y  qué  pretendeT- 

«naiaro. 
Par  Dios ,  que  tiene  esta  dama 
Co*at  de  la  Dama  duende 

FLoaA.  (Denlro.) 
Por  esis  partf  que  al  cuarto 
De  Flérkfs  sale,  el  breie 
Caracol  de  una  escalera 
Hitlaris  :  mira ,  j  allende, 
ur  a  ene  10. 


Una  galería  eicelenle , 
Adonde  ir  entrando  veo 
Por  dos  parles  diferentes 
Al  Principe  y  I  lisardo , 
K  Flérida  y  sus  mujeres. 

alendamos  k  ver 

íueva  capricho  es  este.    (Vanie.) 


ESGEHA  XX. 

EX.  PRINCIPE,  LISABDO,  PABIO. 

Patncire. 
Aunque  DO  babemos  saUdo 
Dónde  Laurencio  cayó. 
Basta  el  saber  que  escapó 
De  nuestras  armas  herido, 
Para  quedar  yo  rengado; 

V  asi,  lo  que  ahora  quisiera. 
Es ,  Fahiu ,  untes  que  me  fuera , 
Dejar  solo  disculpado 

Con  Plérída  mi  rÍKor... 

V  que  dispongáis,  espero. 
Que  la  liable. 

Ficil  iuBen 
Conseguir  eso ,  sefior. 
Porgue .  6  lo  que  yo  he  enleodldo. 
Ella  hablaros  pretendió 
La  postrera  «ez  que  os  <rió... 

V  parece  iiue  ha  salida 
'  -  '  --  -  el  mismo  Intento. 

Ya  que  prevenido  estaba , 
Animo ,  íujol;  que  ya  aeaba 
Uno  y  otro  Qagiaiieuto. 


Aquí  o 


eSCCHAXXI. 

FLERIDA.    PLORA,    LISIDA.  -  EL 
PRINCIPE,  LISARDO,  FABIO. 
Fiim»*.  {Ap.  á  ella.) 
\¿sM.» ,  quédate  aqnj , 

Y  A  nada  que  oigas  ahora. 
Salgas. 

{Quédate  U$Ua  trat  taa  puerta.) 

ÍAp.  á  ella,  i  oyiste  lü ,  Plora , 
¡ne  escache  i  Laurencio  1J 

St, 

PRlüCtPE. 

Dadme,  seiiord,  i  besar 

Alzad  del  suelo, 

V  escocbadne.  {Ap.  Aquí  enita  el  duelo 
De  agradecer  j  no  amar.) 
SeBor  principe  de  Ursino, 
Bien  pensaréis  que  ofeodida 
De  vuestras  desconfianzas 
He  llenen  m\í  bizarrías ; 
Pues  no ,  que  Antes  el  Qugiros , 
Para  llegar  i  mi  risla , 
Un  mercader,  es  agravio 

SDeporfatorcalillca 
i  vanidad,  porque  el  oro 
Qe  noble  vena,  real  mina, 
Hiciera  mal  en  quejarte 
Del  crisol  nue  le  eiamioa: 
Pues  mas  debe  1  la  experiencit 
Su  valor  oue  i  la  lé ,  el  día 
Que  aceitando  del  eximen , 
Coo  mejor  crédito  brilla. 


Y  cuando  de  iqnesle  engaDo 
Resulte  i  la  alUieimia, 

No  sé  si  diga  un  desaire , 

0  si  nna  lisonja  diga. 

Lo  que  haya  sido  os  perdono , 
Ufana  de  uue  yo  misma 
Tan  por  mi  vuelva ,  que  pueda , 
A  costa  de  otra  mentira. 
En  resultas  hny  de  amor. 
Veros  condenado  en  vista. 

Y  ul ,  be  dejado  i  una  parte 
Amorosas  tropetiis. 

Que  los  llmiles  no  nasan 

De  airosa  cortesanía , 

De  que  se  engañe  el  que  engaüt , 

Y  de  que  al  que  finge  Unjan  : 
Voy  á  que  solo  me  ofendo 
Ue  que  puedan  ruestras  Iras 
Hacer  teatro  mi  casa 

De  tragedias  y  desdichas. 
Un  bombre ,  que  una  vez  j  oin 
Pudo  amparar  sus  faiigu 
En  la  Inmunidad  sagrada 
De  verse  i  las  plantas  mías, 

1  Deja  rencor  para  otra 
Ocasión,  tal,  que  amulina 
En  su  fsTur  los  afectos 
Traidores  de  su  AmUIaT 

iQué  cosa  es  que  en  mis  jardines 
Halle  las  flores  tridas 
De  humana  sanare,  i  qae  cnando 
Salgo  i  gorar  sus  delicias, 
Vea  el  Itanlo  de  la  aufora, 

Y  no  del  alba  la  risaT 
Uuerl«  en  ellos  hallé  boy 
ALaarencio,y... 

{Sale  Lüiaa.) 


¡Qué  desdicha ! 
PlIteAmi  lidael  alleulo. 
Pues  faltó  aliento  i  mi  vida... 

V  perdóname,  que  aunque 
He  has  mandado  que  le  stisla 
Sin  salir  aquí ,  no  llenen 

Ley  ni  obediencia  las  jua., 

Y  a  Unto  tropel  de  penu. 


muerte  de  mi  esposo. 

Y  no  A  11  solo  me  riada , 
Siuo  ai  centro  soberano 

De  vuestras  plantas  iu vicias. 
A  amitos  loca  el  ampararme : 
A  II.  porque  perseguida 
Vine  a  valerme  de  ti ; 

Y  A  tos,  porque  desú  impla 


íieRor.  y  no  hacer  Jusui.ia. 
Lisaroo  es  Ae  quien  la  pido, 
Q«e  fné  fa  única  desdicha. 
Pe  vuestro  bermaoo;  puessi  él 
Le  llevó  eu  su  compañía 
Para  una  traición  tan  fea. 
Para  ana  acción  tan  indigna  , 
Tomo  quehranlir  la  easa 
Ue  dama  que  otro  quería; 
El  fué  quien  lé  di6  la  muerte , 
Pues  l<í  expuso  su  osadía 
A  iiue  riSa  en  oeasion 
Adonde  sin  razón  riña. 
V  para  que  no  parezca 
Que  desta  tragedia  impla , 
Siendo  ye  cómplice,  quiero 
Librarme ,  lo  que  os  suplican 
UIs  voces  es  que  empecéis 
La  vi-nganra  por  mi  misma. 
Diga  Lisardo  si  yo 


Ocasión  le  di  en  mi  lida 


dbyGOOglC 


COSBDÍAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


NopTotígas; 
Qvti  sapdMlo  que  uo  fué 
HuDti  ea  el  amor  mal  vitu 
La  colpa  de  que  va  uotale 
Tralcíoaes  j  engtjhw  Ddji  , 
No  qolero  qne  ■bon  to  sea. 
Con  que  abora  düs  labios  Oigau 
Qae  lá  me  ditie  ocasión , 
Puesto  qae  hiera  mentira. 
T  pan  que  le  vea  cuioio 
Tu  hma  eiU  pura  y  Itmpta , 
Lamajrorsatisraccion 
Sea  qae  mi  amor  publica, 
HoerU)  Laurencio ,  mi  mano. 

USIDÁ. 

No  praai^ ,  no  praalgas; 
Que  lotes  me  daré  la  muerte 
Une  consteDii  ni  qne  admita 
1.1  mano  de  i]u<en  con  sangro 
Uoj  de  Laurencio  la  tifia. 

pnl:!Cipe. 
Pnes  •^^ai  satltraccion  puedo 
Daros,  si  tula  desesllina 
Vuestro  unor,  no  siendo  ja 
!>oslble  Laurencio  liraf 
Que  i  serlo ,  viven  los  délos , 
Une  ñor  no  ver  ofebdlda 
A  Flerídi ,  k  tros  quejosa , 
Con  H  partiera  Ip  vida. 


Con  la  uiano,  de  cumplirla. 

Yo  cou  la  mano  la  acoplo: 
y  nnn  ja  es  vuestra  la  oiia , 
Sal ,  Lanreocto ,  j  A  los  pi^ 
Hoy  del  Principe  te  humilla ; 
V  purs  no  puedo  la  mano, 
Basta  que  le  dé  la  vida. 

ESCENA  XXn. 

UURENCIO,  ROBERTO—DicHos. 

L*Daincio. 
Hel  nuevo  estado ,  seflora , 
No  puedo  dar  va  i;n  altiricías 
Sino  esta  banda...  V  ahora 
Kt  biKn  que  i  los  pies  ma  rinda 
Uel  Principe. 

rutaiD*. 


Es  bien ,  porque  no  $e  diga 


que  Antes 


V  agradecida 
ELsIma  AtanlaOnen.  , 
Va  que  los  celos  me  quila 
La  salisbcdon  que  baceis. 

Hof  se  lograron  mis  dicfaas. 


Vuestras  plantas  dad ,  sabor. 

Nada  quiero  que  me  digas ; 

Sue  iJ  con  aquesta  accioó 
e  hablaran  tus  biiarrias 
Cuando  supiste  quien  era , 
Lograras  la  piedad  mía. 
Lis^ano. 


aosaaro. 
Pues  Flélida  generosa 
Ks,  Llslda  agradecida, 
Kl  Principe  liberal. 
Lisardo  queda  sin  ira, 
Laurencio  premiado ,  j  todos 
Can  gusto  y  con  alezría . 
De  Agrnáteer  y  »• 


ibyGoogle 


LOA  PARA  LA  £GLOGA  PISCATORIA 

EL'  GOLFO  DE  LAS  SIRENAS. 


ALFEO. 
CKLPA. 
SU>l£KO. 


ASTREA. 
LAUHU. 

PUCAPOKES. 


(^OlTRU  CUaOS  DE  IIÚ»CA. 


Hitina. 
ESCENA  PBIHEBA. 

ALKEO,  CELPA. 

'tieade  esas  redes  al  >ol , 


¿Con  qoiéD.diroe,  es  la  pentltüicJat 
Con  el  mar  ;  la  cabaüa. 

CELTA. 

iPuesjiné  titüe  que  \fr,  bestia. 
La  ubaüa  con  el  mar'í 

Fícil  es  la  contecnencia. . 
Vó  al  mar  v  pesca  no  bailo : 
IWilacali^i&alavuella, 
Y  bttlote  a  ti  en  la  cabana: 
Pues  i  quí  mucbo  que  dar  sleiUa 
( Vieiiilu  cüiilra  inl  a  las  dos 
En  sus  erectos  ojinesias) 
Cou  la  mala  peB^a  alh , 
y  aquí  con  la  boeiia  |>e5Ca? 


Alguna  malic 

AítíO 

Pues  enaa&iisos . 


KUera  de  que , 
El  enojo .  no  e: 
Soldé  meule. 


que  Ruiica 
idencia: 
adelanto 


i  Pues  c< 


Con  lodos  cuantos  poetas 
Dicen  que  ne  la  aurora, 
V  si  llora ,  llora  perlas, 
Wn  cuantos  dicen  que  el  mar 
De  piala  la  orilla  .irijenl», 
Ea  COJO  retiaxo  son 
Caires  de  Dores  las  selvas. 
Los  arixijos  Instruuienlm 
De  cristal ,  citaras  bellas 
Los  iríwles  de  esnieralila , 
Las  aves  cupllla  die^ra 
De  la  cinurradel  sol... 
— Enamorada  catena, 
Uue,  reacia  en  el  hueii  tiempo, 
^uoca  del  malo  te  acuerdas. 
Sal  at  campo,  si  eres  lioiubie. 
<:on  todas  tus  copras  llenas 
l)e  rosicleres  j  albores : 
Veras  si  mientes,  cubierta 
|)e  cellos  bailando  al  alba, 
Al  Mi  lie  tupidas  nieblas, 


Las  RTes  mudas  j  tristes. 
Las  BOres  masiias  y  yerta , 
Val  mar  enojado,  tanto. 
Que  bidrúpica  su  soberbia 
Se  quiere  beber  los  montes. 
V  si  DO,  porque  lo  veas, 
toe, Celta,  loquedicen  ' 
Aire,  igua,  ruego  ;  tierra. 

áJuei  qué  dice  el  aire  ? 


Cd,ITBO>COKO! 

COBO  l.''(Deiiírí.) 

git  el  enero  vu  Mrdtt  Imperio* 
talafartoueonráfagailaleí,  \p«t. 
Que  en  cei  de  que  enlenen  tm  ave*  y  eo  ■ 
Sai  copa»  te  qutiaa  g  gimen  lut  avei. 

¿V  qué  dice  el  agua? 

coHo  9.°  {Dentro.) 
Que  el  enero  «w  campal  de  vidrio 
En  páramo*  euelii»  i¡e  nieve  g  eieareha, 
QueenvetéequealalbaüdnmBdeM- 

De  helado*  embote*  le  *inen  al  alba. ' 

¿V  qué  dice  el  Ihiego? 

coao  3.*  iOeitlro.) 
Que  ti  enero  im  luce*  hermoiat 
1^  apaga  entre  nube*  de  pálido*  velo*, 
Qiteenvtideqtualhielatutrajiotde*- 
\ha3an , 
l'aimado*  iw  rafti  tlrilan  al  IHela. 

,Qué  dice  la  tierral 

cuao  *.°  [benlTo.) 
Que  el  «ñero  *at  fltre*  ti  reta* 
Ue*Herie  marclula*  y  nuiliai  le  dei» , 
Qite,enue*deqae*eaHei¡rellailueieu- 

Auater  no  permite  edipiada*  eitreilet. 

y  todos,;  qué  dicen! 

TOBOS.  {Oenlro.) 
Qtte  porque  el  enero  cruel  let  embiete. . . 

Á.'  (OMfrW.) 
Iau  flore*  *e  patmau..'. 

coao  3."  (Dentro.) 

Lo*  rafU  tirilttñ... 
coao  !.•  (fienfro.) 
Lat  onda* *e  quejan... 

CORO  l.»(Oemro.) 

Loep^arot  íiimeii¡ 


íQué  dicen? 

(Qué  dicen ! 

tonos.  (Denlro.) 

Ote  porque  el  enero  con  elh*  emtitle. 

La*  flore*  *e  paeman,  toi  raga*  Ifriíaa, 

La*  onda*  *e  quejan,  lo*  pajare*  gimen. 

ESCENA  ni. 


siLtno.  (Dentro.) 
Venturosos  pescadores 
Ue  las  sagradas  riberas 
Del  trinacrío  mar... 

ASTREA.  (Dentro.) 
Hermosas 
Zagalas ,  que  en  sus  arenas 
Tamas  veces  de  sus  ninfag 
Vencisteis  la  competencia... 
[Salen  per  una  parle  SUene  t  pena- 
dore*,  y  por  otra  Atlrea  g  villa»»*.). 


iQué  nos  quieres? 


Antes  que  jo  las  mías  diga , 
Diga  las  sujas  Asirea; 
Uue  ta  urbanidad  mas  ruda 
cortés  con  la  belleía. 

ASTREA. 

Aunque  no  lo  sea  la  mía. 

Agradezco  la  liceneia. 
Desde  aquel  pardo  peñasco 
En  cujos  boúibros  se  asienta, 
i\d  sin  vanidad  de  noble, 
Hústica  fabrica  bella. 
Breve  alcázar  dalos  dioses 
La  vei  que  de  sus  esFeraa 
Descienden  ü  nuestios  lalles, 
Husta  esa  torta  ptuuefiu , 
(Jue  verde  i  pesar  del  tiemjio 
todo  el  año  se  conserva 
( Advertidjle  dónde  adonde 
Ulgo  :  no  perdáis  las  señaj ; 
Que  ini porta  saber-que  son  , 
Si  la  planta  se  os  acuerda , 
Si  se  os  acuerda  el  peñasco, 
DesdeelPoritoálaZarMeia), 
Discurría  apaceritando 
La  siempre  bmília  ioquieu 


dbyGOOglC 


De  mis  obras ,  qt 
De  hüO  en  olro  ila 


COMEDIAS  UE  D0>  PEDRO  CALDERÓN  l»B  LA  BARCA. 


i  goloüas 


Cadii 


l'orque  les  pague  b  boja 
ha  qoe  les  áebe  la  yvrbü  ; 
-  Cuando  de  su  iraeuo  rapudu 
La  enmarañada  a9[icrez4 
Hiro  discurrir  i  Ironas 
Feslivas  carrozas,  fícuM 
De  bennosos  coros  d>'  iiiiir:i<; , 
Cu»s  divinas  belluías 
A  desagraviar,  sin  duda , 
Vienen  i  la  primavera, 
Resti luyendo  i  los  camims 
Cuantas  mattces  grosera 
Robó  de  enero  la  sa&i. 
Pues  les  baceii  que  nori'r:caii 
te  las  destroncadas  ruinas 
iae  marchitó  la  vioUnicia, 
Sadi  coKcya  un  davel , 
"'  'a  iriita  naa  azucena. 


I  lijereza 
ndado  reliaüo. 
Procuré  saber  qnié»  eran ; 
Y  supe  que  erau  de  dos 
Deidades,  que  ihjii  tras  ellas. 
Sagrado  oi>sei[Uiu ,  bien  cumo 
La  rosa,  del  prado  reina. 
La  maravilla,  del  jira  do 
iDrania.  salen  riSueDas 


El  cielo  de  lus  m , 

El  campo  de  las  estrellas. 
Sus  nombres  oi;  pero  soj 
Tal.  <^ne  ja  uo  se  me  acuerdao ; 
Has  bien  sé  que  el  uno  dellos, 
Slgnilicando  que  reina 
En  guerra  3  paz,  se  compoije 
De  deidad  ae  i>ax  </  guerra. 
Pues  Diana  el  nombre  araba. 
Siendo  Uaric  «iiiicti  le  empieza. 
Primero  y  úllimo  acento 
Dando  los  dos  :  de  manera 
Uiie.lomando  á  Marleel  Mar, 
V  i  Diana  el  Ana,  eucieiia 
Kl  uonibre  de  Mar-u-Aiu 
Imperiosas  eiceleocias. 
El  segundo  en  su  principio 
Con  el  conviene ;  mas  echa 
Por  uira  parle,  acabando 
Kn  no  sé  qué  cosa  Ursa; 
Slya  cieña  líargarüa, 
l'au  linda  como  ella  mesnia , 
No  la  presi6  para  el  caM 
Kl  atribulo  de  perla.' 
Kn  [|ii,  sean  las  que  fueren 

(tjuie eenteiHliere  me  entienda}. 

Fiando  el  sagrado  solio 
Al  respeto  de  la  ausencia , 
A  nuestro  misero  albergue 
Descienden ;  quc  la  eraudeu 
l'al  vez  se  diVlene  afable 
Entre  la  humilde  timpleta 
De  lo  rustico,  porque 
Cott'iaudo  lilTerenctas, 
Ver  lo  que  ton  ;  no  son 
Les  suele  servir  de  liesia. 
Salid  pues  á  recibirlas. 


V  añade ,  para  que  sean 
Aun  mas  diguos  bñ  festejos, 
IJue,  aiRivesanilo  la  selva 
<  II  un  enfrenado  hraio, 
'l'»n  ajustado  ü  la  rienda , 
\i»e  le  sobraba  el  castigo 
Para  estar  t  la  obediencia , 
V.\  Apolo  desloa  valles 
(Pues  como  coarto  pianela. 


Por  mas  que  se  emboce,  no  bay 
TrijeenqueaoTtMlandeMa}, 
Cuidado  liaciendo  el  acaso 
Y  descuido  U  Uneía 
I  Si  bay  lineo  descuidada). 
Las  sigue ;  que  esla  es  la  oueva 
Ifue  vo  os  traigo ;  porque  estando 
A  la  falda  desa  sierra, 
M untado  Adonis  IC'Vi 
lijar,  haciendo  deshecha 
De  que  en  su  busca  venia 
ül  alcance  de  una  liera, 
Uue ,  colmilluda ,  pensaban 
Ser  de  otra  Vínus  tragedla , 
Sin  ver  que  i  su  rayo  no  liuy, 
l'or  mas  que  vuele  lijera , 
Por  mas  que  lijera  corra , 
Pluma  ú  piel  que  se  delienda, 
y  pues  mejaraudo  el  dia. 
Tanta  montarai  grandeza 
Hace  que  los  elementos 
Retiren  sus  inclemencias , 
Valeos  del  templar. 
Oyendo  sus  asperezas 
Como  en  halagos  comierien 
Aire,  agua,  fuego  y  li 


o  \° 
¿Pues  qué  dice  el  airel 

coao  1."  (Dentro.) 
Que  fa  tut  gemiáat  ««m  tett  tüacei. 

fkSMuoa  l.° 
(Pues  qué  dice  el  agusT 

coso  i.°  {Dentro.} 
Que  m  ton  *M$  hietot  etpejot  de  pial: 

i\  qué  dice  el  fuegoT 

coKu  3."  {Denlro.) 
Qiie¡iaeontusmil>eile«iptado$relleJit. 

PESCA  uon  2." 
¿Qué  dice  la  tierra? 

CORO  i.*  (Uoifru.) 
Queet  que  dWe»  faí  iuitmo  re  ¡la  pri- 
Tiilios.  [manera. 

V  todos  ¿qué  dicru? 

TOMis  tas  conos.  (DeMro. 
Que  i  Billa  de  tatet  deidadet  fel  cet... 

cono  t.°  [Denlro.} 
Lot  pájarot  ccatan... 

LORO  2.°  (Dentro.) 

Lat  tuce»  *e  alegran... 
COKO  S.*  (Dentro.} 
Lat  pereí  renacen. .. 

CORO  4.* 

Lax  onda*  terirn... 


Las  redes ,  para  que  leugu , 
Si  les  cansare  la  caza , 
Segunda  holgura  en  la  pesca. 

j^rfo  sera  aii)or,  (urque 
Tiempo  el  festejo  110  pierda , 
Que  desde  luego,  cantauto 
V  bailando,  demos  muestra 
.   De  nuestro  alborozo? 

Bien 
Ha  dicho. 

ceLta. 
Pues ,  Alfeo ,  empfeía 
Tú  la  canción ,  pues  que  tú 
Eres  quien  lodo  lo  alegra. 

.  Eso  no  baré  yo  en  verdad ; 


Deidades  tan  ri 
,  Que  de  olrot  cultos  tes  pesa. 
,  Si  sjheis  que  Escila,  envidia 
'  De  Aiilllrite ,  pues  por  ella 
Ue  Neptuno  despreciada, 
Lii  rstos  montes  se  alberga , 
Semidea  deslos  montes. 


¿Qué  dicen} 

¿Qué  dicen! 

TOBOS  LOS  conos.  (Dentro.) 

Que  d  vUla  de  lalet  deidadet  frikel, 

Loipájaroieanian.latlueeiie  alegran. 

Lat  floree  renacen ,  lat  ondat  u  ríen. 

tm  PISCADUR. 

Ea,Mgalss,  vosotras 
Venid,  reduciendo  i  aquella 
Zarzuela  é  ¡lequeña 


Vuestras  e: 


porque  st 


,  Si  por  ventura  t  su  abrigo 

guisiereii  oasar  ta  siesta , 
e  su  candido  tributo 
DlTertimiento  la  ofrenda. — 
Vosotros  echad  al  mar 
I  {Á  U*  ptuaderet.) 


a  bt-lleí 


Es  veneno  de  los  ojos. 
Pues  cuantos  náufragos  echa 
A  esta  playa  el  mar, la  siguen. 
Venciendo  el  ceño  i  esa  cunta 
Que ,  eu  ve);  de  alctzar,  remata 
bii  una  nrofuuda  cueva , 
Donde  el  Irisle  peregrino,        • 

Sue  engañado  una  lez  entra , 
uere  despeñado  al  mar; 
tQue  asi  la  pasada  ofensa 
e  AiiDlrite  y  de  Kepiuno 
En  sus  huéspedes  la  venga )  i 
Si  sabéis ,  que  hija  de  Aglauco , 
Marino  dioa,  y  una  belta 
Sirena ,  Caribdis ,  tiene 
Su  adoración  eu  aquellas 
Rocas ,  que  dentro  del  mar 
Sobre  nii  escollo  se  asieutaii : 
Cuya  reifalLida  voz . 
Traidoramenle  halagüeña , 
Es  veneno  del  oido , 
De  suerte  que  nadie  llega 
A  oiría,  que  arrebaiailu 
De  su  aceuiu  no  perezca , 
Siendo  imperio  suvo  lodo 
El  golfo  de  las  Sirenas, 
En  venganza  de  su  madre , 
A  quien  Aglauco  desprecia  : 


Paces  con  loi  mercader— 
Desiis  iDEladas  arenas. 
En  fe  de  los  sicriBdos 
Oue  llegamos  i  ofreeeiiaa? 

No  quiero  nada  cou  ellas. 
Ayudando  i  celebrar 
Las  deidades  exiranjerai, 
M  desa  áfnri-Moaa , 
Ni  de  esoira  Mari-Teraa, 
Porque  Escila  ni  Caribdis 
Contra  mi  no  s«  coasiertao 
En  alguna  Mari-Brara, 
Oue  como  otra  vex  me  prenda , 
¥  sin  cometió  j  bebelb). 
Venga  yo  i  pagar  la  Itesta. 

I  Aunque  1  esos  riesgos  nacimo* 
Los  que  iiacluins  en  estas 
Islas  del  tríitacrio  mar, 

I  Anies  por  la  causa  mesma 

!  Uebenios  á  otras  deidades 

i  Tener  gratas. 

DigmzíídbvGOOglC 


Juro  i  Bic«,  diM  riñoso 
(Qoe  er*  niijnr  para  pera 
Que  para  dios),  de  do  Ir, 
Si  uo  me  llevan  i  cuesias. 

{Tiéndete  eu  el  lutlo.' 

No  rt^neis  i  un  rula  i  qae  jo 
A  Un  digna  acción  alniía. 
Su  auseñdi  sopriré. 

íCulndo 
Ku  sopris  TOS  mis  aiueBclai 
Y  enrermedadest  Mas  ¿cvmo 
Ha  de  (erT 

Dala  manera. 
(Cania.)  Lat  nimof  lUiiadei 
be  nuetira  ribera , 
A  ietagraviar 
A  ta  primavera 
Vengkn  norabuena. 

(Bailan  todni.) 

SarabuenM  vendan. 

La  alba  detlot  mtintt», 
Qae  con  ta  belleía 
Hace  que  á  la  larda 
El  tol  amaneiea , 
Venga  nora^uaiia. 


El  wl  ow  la  HíMe ,     * 
Caga  iuf  aiprema 
Aun  mat  que  en  las  viiat 
Ea  la*  almat  reina, 
Veofa  nor^uena. 

Norabuena  veaga. 

La  aurara ,  que  á  entrarlo* 
Igual  ligue,  en  nueilra 
De  que  parücipa 


EL  GOLVO  DB  LAS  SIRENAS. 


SeriAuena  «Mga. 

Lai  ninfa!  hermaiat , 
Lat  gracia*  discreta* , 
De  aquella  alba  floret , 
De  aquel  *ii¡  eitrellat , 
VíBjfliiiir--' 


Norabuena  tenga». 

Ypuet  ya  tu*  raye* 
Se  ven  de  mat  certa , 
Digan  en  tu  tolva 
Fuego,  aire ,  agua  s  tierra... 
{Dentro  ruido  come  de  lerremcfo.) 

ESCENA  IV. 
Gente,  ieniro.—lilcoos. 
vya.  {Denlro.) 
¡Júpiter,  piedad  1 

OTBo.  {Dentro.) 
i  Nepluno ,  clemencia '. 

Aquel  es  otro  cantar.        {Leeintate 

¿Qué  es  aquello? 

9<  las  S0í)as 
No  desmiente  )a  dinuncia. 
Con  agna  y  rienlo  forcrja 
Cootrastaao  allí  un  bajel. 

Tocn.  {Denin:, 

\  Amaina ,  amaina  la  vela ! 

Dno.  {Oemro.) 

OTHo.  (DeintQ.) 

i  Al  charaMeie '. 
OTRU.  {Dentro.) 
\K  (a  escola! 

¡Qué  tragedia! 
Pues  nosotros  aa  bastamos 


A  repararla ,  sos  quejas , 
No  oigamos.  Volved  al  baile, 

V  alratesBiiüo  esa  selva. 
Venid  iaaliral  paso. 

LAURO. 

üien  dice. 

Prosigue,  Celfa. 

cEtrik.  {Cania.) 
La*  nuevat  deidaáe* 
De  nue*tra  ribera... 
(Entrante  eanlande  y  bailando,  y  que- 

da  *vlo  Jd(*o.) 

ESCENA  V. 

ALFEO;  Hínn,  deMro. 

vocu.  {Dentre.) 
¡Júpiter,  piedad  I 
i  M^luno,  cleoieDCia ! 

TODOS.  {Dentro.) 
Nerabuena  vengan. 
Vengan  norabuena. 

VOCES.  {Dentro.) 
¡Júpiter,  piedad! 
¡Nepluno,  clemencia! 

DIen  mursira  lamento  J  canto 

Que  (le  alegría  y  trisiexa 

Este  siempre  vorai  monstruo 

De  los  siglas  se  alimenta. 

Has  i  quién  me  melé  en  moral. 

Siendo  almendro?  Y  asi  entre  estas 

V  esii-iras,  i)or  no  cauí^r 
A  Esdlí  s  Caribdis  queja. 
De  mi  red  allí  cogiendo 
Los  puntos  ¡f  las  carreras 

(Que  si  lia;  medius  que  son  redfü, 
también  redes  nue  son  medias). 
Diré  solo  que  si  hultiese 
Eslo  de  servir  de  liesta , 
Aquí  acabara  la  loa 

V  empeiara  la  comedia. 
Diciendo  las  unos... 

■lisie*.  {Dentro.) 
Sorabuena  vengan. 

•Los  otros  diciendo...  {Va*e.) 


EL  GOLFO  DE  LAS  SIRENAS. 


ULISES.ÍAlBN.. 

ESCILA ,  taladora. 
CABIBUIS,  deidad  eu 


I  DANTE,  criado.  I  CBLFA ,  villana. 

Atit^O ,  criado.  ASTHEA,  riíÍBna. 

■  \LfB.O ,  pe*eader  ñmple.  I  SILENO,  pítead«rp 


ICUATIO  SIHEHM. 
VlLl-ANOl. 
PlSCjtlWBtS.—  Gbkte. 


JOKNADA  liNlCA. 

HiriB).—  tn  mopic ,  uní  torre. 
ESCEMA    PBIMBBA. 

ULISES,  GENTE. 

ULÍscs.  (Di Miro.) 
Amaina  U  vela , 
Y  tules  que  vicalo  de  mar 


ue  con  nosotros  en  esai 

'  Altas  rocas,  el  esquite 

Los  que  pueda  ulve. 


..  j.  {Denlro.) 
Seao 
Ulises,  Dante  y  Anteo 
Los  primeros. 

DLtiCS. 

Hiéntrat  vneK:], 
Pues  nunca  el  voto  es  inútil , 
Repitan  las  voces  nuestras  ,. 


certc.  {Dentro.) 
¡Jüpiler,  piedad! 
¡Neptnnn,  r* 


ESCILA,  díciuuitora.TCARIBDIS, 
ie  tirena ,  cada  una  por  m  parte.— 
Gente,  dentro. 


rn  parece  Ijtl  vista... 
,t,zodb,GoOglC 


CUMEDtAS  DE  DON  Pb:l)HO  CALDERÓN  DE  LA  BARr.A 


El  toicdwado  bnracín, . . 

CAntBDIH. 

L)  descsperaüü  queja... 

De  aquel  buiel,  ijue  embestí  Jo-. 

camíidis. 
I)e  aijuelb  nave,  que  expuciu... 

De  Iw  ríiragas  del  vleitiu... 

CAtiBDIS. 

A  los  b;ijos  de  la  tierra... 
(arriendo  Tiene  fortuoi! 

CAKilblS.' 

Está  corriendo  lonnenla '. 
.Olí  niutraii  lodos! 

¡  üb  ninguno  mot 
\}ae  uo  haj  pan  mia  rencores... 

CltnlBDIt. 

Que  uo  hay  para  mis  soberbias... 

Míisica  como  el  gcuiido. 

Dolor  como  la  miseria. 

Porque  ¿qné  lUajor  lisuiija... 

Porijué  ;qué  major  orcctsa... 

Que  ver  que  perezcan  loiluc... 
CAüianis. 

Que  ver  que  nadfe  perer-ct... 


is  manos? 


Aunque  no  sea  i 

Y  que  a  mil  manos  no  sea  T 

ESCILA. 

Y  asi,  alegre  eu  su  desdiclia... 

canIbois., 

Y  asi,  triste  en  su  iragedla... 

EsiOslo  que  Ut  celebre... 

oalaois. 
Es  preciso  que  la  sienta... 

Al  ver  que  los  trae  el  rumbo 
Al  cboque  de  aquestas  peña^... 

cuIbdis. 
Al  oir  que  j»  no  tienen 
tJspenuitus  cus  taoa»»— 

Pues  los  irlxilps  troncados... 

gaMbuis, 
Pues  rebujabas  las  velas... 

Desatracadas  las  jarcias... 

CAHflDIS. 

EDniarañada»  las  cuerdas... 


Sin  gobernalle  el  timón... 

CARtlBiS. 

I..1  bilicora  sio  nuestra... 
Cascado  crujiendo  el  fino... 

CAalSMS. 

Al  tope  la  qoUla  vuelta... 

r,  el  buque 

cintE.  {Dentro.) 
¡  Júpiter,  piedad ! 
■¡  Nepluno,  clemencia ! 

i  Ob  mueran  todos ! 

CAalSDIS. 

¡Oh  ubiRuno  muera 
Uaa  ¡  bien !  que  de  loa  que  j» 
tíébteaúo  la  muerte  anhelan... 

Mas  ¡  aj !  que  de  los  que  animau 
f^rcanlas  de  )a  tierra... 
cabIbois. 
Algunos  salva  el  esquife... 

Algunos  la  lancha  albei^. 

car)  IMS. 

Con  que  lograré  míi  írus. 

UCILA. 

Pero  ¡qn¿  me  desconinela. 

Si  morirán  á  mi  saúa , 

Va  qne  i  sn  mina  oo  mueran? 

V  asi  saliendoá  ta  orilla... 

V  asi  bajando*á  la  selva... 

Kallarin  fuera  del  mar 
Mas  derrotada  tormeota. 

ESCIU. 

in  lodos! 

jOh  ninguno  muera !  - 

BSCIU. 
i  Caribdis! 

¿Dóade 


Hi  misRia  duda  es  esa; 

V  con  mas  ra/on,  pues  jo , 
Trascendiendo  desia  sierra 
A  esta  plajra,  uo  trasciendo 
Los  términos  de  m¡  esfira  ; 
Til  si ,  pues  dejas  Ja  luja , 

Qne  es  el  mar.  ;Qaé  Iwjr  que  te  ni 
A  venir  i  tierra? 

CarIsdis. 
Ver 

Que  algunas  vid»s  reserva 
Dése  uaurrasio  el  estiuire, 

V  vo;  a  acabar  con  ellas. 

Pues  Men  te  pnedís  volver; 
Que  vo  haré  eia  dillgeuda. 

cAalMia. 
Hio  fué  el  primero  riesgo. 


Qne  es  ya  mió  comidera. 
Pues  ja  es  eu  tierra  el  peUgro. 

Paco  Importa,  si  resuella 
Le  tomé  á  mi  cargo  jo. 

;  ^Tú  conmigo  competeucias? 
I  cabIrdis. 

I  i  Por  qué  no? 

ESCIU. 

Porque  te  excedo. 
Ya  que  es  nna  la  acción  nuestra. 
En  ser  bandoleras  ambas. 
Vengando  ambas  las  afrentas 
De  Aglauco  v  Nepluoo,  cuanto 
Es  la  grao  dislaacia  inmensa 
Déla  bermosuia  áia  voi. 

Pues  iqidén  diá  mas  preminencia 
Al  encanto  de  la  vista , 
Que  al  del  oldoT 


Naiuraleía,  qne  puso 
En  la  vista  major  fuetxa. 

CARlaais. 
Es  error  :  mayor  la  puco- 
En  «I  oído,  Ei  llegas 
A  considerar  que  sulo 
Lo  hermoso,  que  es  parte  ajena 
Del  aluia,  es  becbiio  suyo ; 
Has  la  voz  que  al  alma  entra , 
Es  el  veneno  del  almj. 

SI  ese  el  mayof  riesgo  fuera. 
No  lea  pusiera  á  loa  ojos 
En  los  párpados  defensa. 
Ponerles  antemurallas , 
Con  que  lo  hermoso  deQeudan , 
Fué  prevenir  el  peligro. 

CAaiBUlI. 

Es  verdad  ;  mas  nó  ponerlas 
A  las  or^as,  fué  darse 
Por  vencida  de  que  era 
(^tra  superior  poder 
Inütil  la  reslalencia. 

ESCIU; 

No  fué  Bino  lu  que  dija 

El  filósofo.  I 

carIbois. 
i  Qué? 

Quo'eran 
Las  orejas  del  bnmano 
Mundo  tan  vílea  ram«as, 
i.)ue  1  nli^tifT interés  saben 
l'eoer  cerradas  laa  puertas. 
cMiaais. 
:  También  ser  h»  ojos,  dijo , 
I  ,  Tan  traidoras  centinelas. 
I  <Jne  eo  vei  de  avisar  el  oafio 
Son  las  que  en  casa  le  entran. 

I  Aunque  pudiera  á  raiooes 
'  1  Convencerte,  porque  veas 

Que  no  las  esumo,  quiero 

,  uue  una  sola 

líen  pues  á  ti, 
■  Te  permito  la 

A  precio  de  que  decida 
1  Esta  cuestión  la  experiencia. 
!  Veamos  cuál  de  las  dos  vuelve 


L ;  que  jo 


üigmzíídbvGoOgle 


EL  GOLFO  K  LAS  SlRBIf&S. 


Coo  majorM  irinnfos  ilesa 
nenie  qne  i  merced  del  bido 
Cuando  IM  deiDM  M  anegan , 
NÉurrajfa  lieae  arribanda 


iCuílPí! 

CAKilIblS. 

Que  ningutiB  pueita 
Decirles  de  la  otra  el  iiunibre, 
Déjaado  la  compcleiicu 
A  lo  libre  del  arbiirin. 


Nonliaena. 


Pnei  iqné  esperasT 

Puei  ¿<[ilé  aguardas  t 


Piies¡á  lii'rra! 
;  Ea,  eiicanlo  de  la  voz , 
One  toja  ha  de  ser  la  eniprr«a ! 


ALKEO.— UUSES,  ANTEO,  DANTE. 

iAp.  iCoauío  n 
1^  ne  buEcaEscila  bella 
O Caribdis,  parad^me 
Las  gracias  Qe  que  no  sea 
Vo  íe\  baile!)  ^Qoiéa  me  llama  T 

ñlsu. 
Decidnos  por  vida  voeiira... 

aLTEO.  lAp.) 
¡  Doenas  Cirlbdis  6  Escilai !' 
Sino  que  do  iod  mu;  bueoas. 

DlUo. 
A  tres  derroiadoi  bijos 
De  la  Tortuna,  que  fiera 
Nos  arrojó  i  esiot  ombrales , 
iQvé  Ignorada  palria  es  es  la  , 
Qaé  tierra,  taié  selva,  qué  Isla , 
Y  qué  deidades  venera. 
Porque  acodamos  al  Toto 
(}ue  fué  de']  aaaftagio  ofrenda? 

:Gr3c¡as  i  Dios  que  Regó 
;  Kl  (lía  de  que  jo  bloiera 
I  Una  rt'laeioal  Uld... 

i 


ULISES,  DANTE,  AKTÉO.  . 
dlísis. 
(Denfr».  ¡Atierra!) 

{Sale  )  Aunque  ya  de  lautas 
rorlunas  siempre  deshechas 
Ful  asumo,  nunca  con  mas 
Hendido  voto  la  arena 
Besé,  i  Oh  madre  coman  1 1 

Ted.^    --' '-'-    - 

Turi 


Annqae  siempre  fué  piedad , 
Tal  veiqnlere  que  parezca, 
Has  que  cariño,  ojeriza. 

Y  si  psrcibes  las  señas 
Deste  iohabitado  seno. 
Donde  la  «Isla  no  encueulra 
Verde  hoja,  ni  el  oído 
t^^rdida  toz,  que  do  sea 
Oe  inculta  Sera  bramido. 
Gemido  de  ave  fnnesia , 
Hoy  es  onando  menos  madre 
Nos  recibe. 

Ved  por  «as 

Iiiirliieadas  breñas,  que 
Impiíleu  hallar  la  seiida. 
Si  pordicba  tía;  poblaciun 
O  gente  alguua. 


Pescador  es,  según  muestran' 
"--'tí  ejercicio,  pOés 
denioga  Tremiendo. 
olIse*. 


2^« 


CasliDls.  (Ap.) 
Desde  esta  parte  encubieru... 
ISCIL*.  (Ap.) 

Oculta  desde  esl»  pane... 

CitklBMS.  (itp.) 

Pensaré  con  qué  cautela... 

'     ÍKIÍA.lÁp.) 

Iltscurrtré  con  qué  indostrla... 

canIipis.  {Ap.) 
Mi  voz  oigan. 

tsciLa.  lAp.) 
NI  lux  vean. 

EsM  patria  es  una  patria... 
—Pero  ahora  se  me  acuerda 
De  que  no  puedo  ser  largo. 
He  vó  con  vuesa  lleenda. 

nUsKS. 
DI  qué  patria,  j  te  Iris  luego. 

Como  mas  no  me  detengan , 
Esta  patria  es  una  paina , 
Esta  tierra  es  nna  uerra , 
Bata  isla  es  nuaisJa, 
V  esta  selv)  es  uha  selta 
"    tantísimo  trabajo , 

I  ea  la  Trlnacria  desierta , 

ide  (aquí  que  no  nos  Ojtn, 

NI  es  posible  que  olmos  nuedail ) 


de  la  legos, 
Q«e  andan  por  nootes  j  mares 
Hobando,  como  si  Ibera 
El  mar  la  calle  Hayor,- 

Y  estos  peDaseos  sus  tiendas. 
Tan  Aeras  son  las  dos,  que 
Me  vó  sin  decir  cúin  ñeras ;  ' 
Porque  hij  muclu)  que  decir, 

V  no  cabe  en  hora  j  media. 

{Htee  qm  k  m.) 


Teoedle. 

íA  qué,  si  es  un  locí'? 

{Alenlrane  Aifeo  encuentra  con  EuUa, 

B  le  vuehe  huyenio.] 

tAaLi.lÁp.úAiret.) 
(Asi,  vtlIaDO,  me  afrentas! 

ALTfiO.{Ap.) 

jVlve  el  cielo,  que  lo  ojú 
Todo!  i  Nal  baja  mi  lengua '. 
Hniré  por  esiotra  parte. 

Va  que  vuelves,  oye.  espera. 

El  diablo  que  espere  ul  oiga. 
(Vate  á  ir  per  la  olraparte,  ¡/eneurn- 
tra  ton  Cariiáit.) 

CMU,li.[Ap.áit.) 

i  Que  asi,  viilauo,  me  ofMdas! 

ALfíO.  (Ap.) 

Aun  peor  esti  que  cataba, 
saa  LA.  (Ap.) 
Yo  véngate  mis  ofrnsas. 

CASlSUlS.  {Ap.) 
Yo  vengaré  mis  agravios. 
ílfío.  [Ap.) 
¡  Hemos  hecho  buena  hacienda  i 

iQné  llenes,  que  bujes  j  vuelvesT 


■labrando  pan  ofenderlasT 
Haa  Uen  empreado  esti , 
SI  eu  mi  sus  enojos  vengan , 


paRTB. 
Por  loco  que  es,  nos  ha  dicho 
Cuinto  es  nuestra  suerte  adversa , 
Pñas  eotre  Ksella  y  Caribdis 
Nos  bailamos,  de  quien  cueaia 
Tantas  cnteldadet  le  tema.  * 

mlsM. 
¡ Ob  tirana  Vénos  bella. 


Tns  rencores! 


D^jas  inf¡enio  j  belleu. 


Purs  |iar  mu  qne  dm  •eooieicar  , 
importa  niéuos,  qn  no 
.1 .  gntipnd» 


^Z'S 


la  nristaa  . 

iwindBewta         , 

,zodb,GOOglC 


COUKDUS  DB  IHIN  PEDBO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


Ultaei  enritccia 

El  aniiguo  bouor  de  Grecia. 

ij  YOi  mas  armoolos;! , 

Ya  suene  sutil,  ;a  cuerda , 

jEs  mas,  di,  que  ona  asonaactaT 

La  hermosura  mas  perfecia , 

ya  afable  mire,  ys  esqaiía , 

¡Ea,  di,  mas  aoe  ujia  apariencia , 

Tan  hija  aquella  del  viento , 

Tan  hija  del  tiempo  esla, 

8 no  cualquier  aura  la  gasta , 
ualqaier  hon  le  la  Ueva ! 
Poes  ipor  qu*  se  ha  de  pensar 
Que  eii  heroico  peebo  ptteda 
Perfección  que  es  accideiile 
Postrar  valor  que  es  esencia  ? 
Mi  Tiíta  j  mí  oído  j  es  jnst'i 
Que  i  ajeno  dueAo  me  veudací  ? 
No,  ni  es  posible. 

ísciu.(:4p.) 
i  Qué  oigo? 
CARtmis.  {Ap.) 
I  Qué  eacuchoT 

y  asi  iio  lemau 
Vaettros  recelos,  que  airados 
Duchos  peligros  me  Teaiaii. 
Has  porque  temeridad 
Esperarlos  no  purezca ; 
Para  que  de  aquí  tos  tres 
Salgamos  con  mavor  prieM , 
Sigue  lude  aonef  villano, 
Daute,  la  perdidj  huelb ; 
Tú,  riba»  población.  Anteo, 
Hira  dnde  esa  emlnenci» : 
Pues  ;i>,  para  que  jwdamus 
Hallamos,  me  quedo  en  esu 
Parle,  haciendo  punto,  donde 
A  dar  vuestras  lineas  vuelvan. 


Esciu.  (Al  alta  vot,  ienlro.) 
jA;  infellce  de  mi ! 

DLises. 
Pero  ¿qué  rozes  aquella! 
carIbdis.   (Ap.) 
De  mano  me  gana  Esclla; 
Mbs  to  esperaré  que  tea 
Mi  a  la  ocasiou. 

esciuk.  {Dtitire.) 
i  No  haj  quien 
A  Doa  mtelii  favoreicaT 

Huier  y  afligida,  jcónio 
Puedo  fallar  a  la  deuda 
De  si'r  quien  soy! 

EsciL*.  (Que  tale  eai/eii<li>.) 

Destos  montes,  cujas  señas 
Generosamente  nubles 
No  es  posilile  que  dismienlan 
Ül  valor,  una  iiifeiice 
( \  quien  una  inculta  fiera  | 

Uue  siendo  aborto  del  nioiile  i 

l::scúndalo  es  de  la  selva. 
Andando  i  ,caia  ba  salido 
Al  paso),  i  lus  plantas  nueHa,  I 

Te  pide...  Pero  uo  puedo  ¡ 

Proseguir,  porque  suspensa 
La  voz  desde  el  pecho  al  laUo, 
Ñi  bien  viva,  ni  bien  muerta , 
Con  andarla  cada  día , 
!  Se  le  ha  olvidado  Useoda; 
.Si  }a  no  es  que  el  corazón 
Tímidamente  no  deja. 
Porque  le  baga  compaüla , 
Que  salsa :  con  que  la  lengua 
Torpe,  Balbuciente  el  labio , 
"■ lira,  d1  otro  alienta. 


Has  la  fortuita  uo  quiera... 

pero  DO  parmlta  el  hado... 

Dám. 
Que  reconozcas... 

iBTtO. 

Que  adviertas... 
Mim. 
La  jactaada  escarmentada... 

Cattigada  la  soberbia... 

Del  que  lo  que  oje  no  eaUma.  (Faie.) 

«KHO- 

De(  que  lo  que  ve  desprecia.     {Vate.) 


UL1SBS,  CARIBDIS,  ESCILA. 

Siempre  los  sentidos  fuéroa 
Vasallas  de  la  prudencia, 
V  DO  tienen  contra  mi. 
Ni  vista  ol  Oído  fuerza. 
Has  que  aquella  que  jo  quiero 
Que  jiriaaamente  tengao. 
iseitA.  (Ap.) 
Ahora  lo  veris. 

cahIsdis.  {Ap.) 
Ahora 
Tfl  lo  diit  la  experiencia. 


Sne  ella  viva  v  que  ;fo  mnen.— 
i  habla,  ni  alienta,  ni  mueve. 
Turbado  i  tocarla  llego. 
iQuiéii  créra  que  toda  ea  fnuo, 
i  ('líelos  i  donde  todo  es  oieieT 
¿Qué  baré?  Dejarla,  es  aleve 
Acción ;  cargar  mis  iiiidades 
Con  ella,  temeridades: 
Pues  no  sé  que  baya  reliroi .. 
I  cabIbdis.  (Cante,  ienir».) 


1  Qué  nuevo  acento  et  aquel 
Que  dejó  mi  vox  en  calma! 
iíA  es  de  aqueste  cuerpo  el  ili», 

?ue  no  se  halla  faera  at\1 
sin  lien  do  ciiíia  cruel 
i  Desamparó  sus  donains, 
I  Los  repelidos  desaíKs 
I  Que  van  vagando  horizontes, 
1  Enternecen... 

I  cARlBiHS.  [Cania,  detn.) 

I  E$tat  mnlet, 

y  embarazan  etlo*  aira... 

Ella  es.  Bien  mi  pensamiento 
Previno ;  que  mal  pudiera 
Decir  loqueyodijerí, 

guien  no,  cAtnpltee  en  biI  tHeM», 
i[itiera  to  que  yo  siento. 
V  pues  mis  dudas  persuades, 
BIme,  oh  tú,  que  las  aüades, 
i  Dónde  que  las  busque  quieten 
Aquí* 


Ly  de  raí  iu: 


ciaisDW.  {Ap.) 
Noel 


Cautelosa  Escila 
Que  el  valor  de  la  hermosura 
Mas  con  la  llsiima  crezca ; 
Has  uo  la  valdrü ,  pues  hay 
Cautela  contra  cautela. 
Divirtiendo  yo  de  «irme 
Las  atenciones  de  verla. 

Beldad,  que  con  tus  temores 
Compadeces  j  deleitas, 
V  al  revés  de  otras  te  afeius, 
Que  es  quitándote  colores  , 
¡Contra  una  flera  facores 
Pides!  y  aunque  te  asegura 


Hlb. 


Qdererqñe  dé  mi  Qneía 
Arma*  contra  una  Üere», 
Si  me  mata  una  hermosura. 
Demás  que,  si  solicitas 
Que  me  resuelva  í  ampararte , 
;  Cúmo  be  de  poder  yg  Jarte 
La  vida  que  (ume  quitas! 
Has  ¡  ay  !  que  bien  solicitas 
Ser  la  Sera  mis  despojos. 
Previniendo  tus  enojos 
Piadosamente  Uranos, 
Porque  ella  muera  i  mis  manos. 
Que  lio  muera  yo  i  tus  ojos. 
Pero  ¿cúmo  puede  ser 
Que  va  la  muerte  resista  T 
Que  a  quien  mata  coa  ser  vista , 
iQué  faiu  le  hace  do  ver! 
V  asi,  bleo  puedes  volver; 
No  tanto  porque  la  fiera 
Debió  de  torcer  iijera 
La  senda,  cuanto  porqué 
Veas  que  tu  triunfo  fiié 


c*«1bbis.  (Cania,  ietín.) 
ÚonJe  neeia*  laatre» 
Hit  vanai  leguridaíet... 

._  -.-  .  espera 
Culpes  i    _.  ,. 
"'--  si  Iras  lu  alma  «oy, 
u  dejarte  i  Ü  por  Ü. 
KMCUA.  IVobrieud*  eat¡) 
¡Ay  liifcliAileml!  ¡ 

■  ES.  ■; 

Pero  Dui  duda  i  otra  iguale,  | 

Aunque,  si  otra  alma  la  vals. 
Todas  quedarln  deshecha) 

ciKisDis.  (Cania,  dnb'*') 
De  mU  mipethat , 
Caáttetgmeetamia¡t. 
\  {DUtet  va  á  entrarte,  ^Qnmit «  ""-i 

Forastero...  (4p.  Vuelracnal; 
No  aquel  acento  veWz 
Con  el  iDUD  de  su  vus 
Le  quiera  llevar  Iras  al.) 
Dichosa  en  ballarU  fui. 


No  es  tanta  la  dieba  mia , 

Sue  te  haya  servido  en  nada. 
1  obllgaclDn  satisfice 
Con  aójenle  esperar ; 
Que  no  me  quiero  alabar 
De  fineza  que  uo  btce. 

ESCU^. 

Con  que  dos  veces  felice 
A  mi  ser  me  restituye.' 
Pues  constante  mente  arguyo 
Desempeñado  tu  brto 

uigmzíídbvGoOglc 


A  cosía  del  aullo  mío, 
Slii  la  d«l  peligro  lojo. 
y  pues,  seiierosa  ud  pecbo 
Que  noble  se  coosklera , 
l^a  Silera  que  se  bicieri 
luualii  i  la  que  se  lia  becbo. 
Ven  cojimigo.  MtisTecho 
U«  que  en  mi  albergue  lendris 
Fiel  galirdoD...  {Ap.  Pae«  verás 
Que  il  mar  despeñado  moeres.) 

Bien  ae  ve  que  deidad  eres, 
Pues  premio  al  iiilenlo  das. 
Pero  auiitiue  lú  no  me  dieras 
La  licencia,  la  lomara 
Yo,  pues  nunca  le  dejara . 
Hasia  que  de  incultas  ñeras 
Asegurada  esiu  rieras. 

No  sé  si  lo  crea. 

ULiSKS 

j; Por  qué! 

MCIU. 

Porque  al  volfer  te  miré 
Dejarme  por  el  veloz 
Eco  de  no  sé  qué  toz. 
nUsEs, 
Bs  verOad ;  pero  eso  filé 
Dar  crédito  i  una  locura. 
Pensando  dejarte  1  U  * 

Por  ti ;  que  á  no  ser  asi , 
No  quedara  lu  bermosara 
Sin  mi  asistencia  segura. 


lis  aqueste  cou  que  lúclm. 
Que  cuando  atenta  le  escBcbo 
Cuando  restado  le  feo, 
Me  parece !.,  Has  iiiué  díao , 
Ni  qué  me  ha  de  parecer, 
Si  con  lodos  ba  de  ser 
De  mis  rigores  testigo  ? ) 
Sigúeme  pues. 

DUsas. 

Va  le  sigo. 

uou. 
!laa  no  me  algas  :  espera. 

i  Qué  te  suspende  y  altura? 

Pensar,  si  conmigo  vas. 
Que  el  galardón  no  tendría 
Oue  q malera  j  no  quisiera. 

Enigma  es  que,  aunque  pretcixln 
Enli-nderle,  no  es  bastante 
Hi  díseurao. 

No  te  espante. 
Que  yo  tampoco  le  entiendo. 

OUSEÍ. 

Con  todo  eso,  to;  siguiendo 
Tus  pasos. 

■sau. 
Vea...  j  no  fHi. 

Dilses. 
jluotoibvor}  desden? 

■aai-A. 
SI,  qne  deadeo  y  Ikvor, 
Uno  es  bijo  de  mi  boaor. 


EL  GOLFO  DE  LAS  SIRENAS. 
Percsea  f|Uien  ac  fuere , 
Basla  saber  de  mi  y  del, 
tíue  entre  piadoso  y  cruel 
1'an  confuso  nace  y  muere , 

?ue  quiere  lo  qim  no  quiere. 
pues  á  un  tiempo  me  obligas 
V  me  oferiOps;  porque  digas 
La  que  en  mis  arectos  puedes. 
Quédate...  Has  no  te  quedea. 
SlKueme...  Haa  no  me  sigas.      {Vaie.i 

ESCENA  Vin. 

tlLISES,  CADIBDIS. 


*QuÍ< 

1  Habrá  quien  pued 

Descifrar  mii  ibidasT' ' 


Ctaiaoit.  <Caai«,  átuir».) 
Sí. 
nifass. 
^Seguiré  sus  pasos? 

gakIbvis.  (Denfra.) 
No. 
dlísis. 
i  Quién  me  lo  aconseja  ? 

cabIbdis.  (Denlro.) 
Yo. 
(SaleCaríMii  een  un  velo  en  ti  raitro,) 

\ot,  que  llevas  suspendidas 
Tras  tus  ecoa  mia  sentidos, 
Y,  sin  dejarte  mirar. 
Me  solicitas  tapar 
Los  ojos  con  loa  oidne, 
i  Por  qué  me  aconsejaa,  di , 
Que  aouella  belilad  no  siga  , 
(km  tal  dulzura,  que  obliga 
A  que  me  vaya  tras  tlT 
canteo  13. 
Por  ver  si  consigo  asi 
Probar  que  es  paaioii  mu  fiíerte 
El  oir  que  el  ver. 

Adiíerte 
competir,  es  locura, 
'01  a  uua  hermosura. 


1)1,  ítAttal 

De  ata  suerte. 
(Cania.)  Etire  nitla  y  oído 
La  tentsja-et. 
Que  hay  tiempre  que  oir, 

Ai|uel  citerior  aentido 
Que  se  agrada  ea  lo  que  ve  , 
Nunca  con  terdad  se  rinde , 
Pues  se  agrada  al  parecer. 
El  que  en  lo  que  oye  se  agrada 
Tiene  mas  intención ,  pues 
Pasando  al  alma,  acredita 
La  roiilidad  de  su  ser. 
Quien  alaba  una  tiermoaura , 


De  suerte  que,  yendo  uno 

A  menguar,  y  otro  i  crecer, 

" >  se  ilustra, 


Fafie 


Enlre  vitla  y  olee 
La  nentaja  tt , 
Dm  hay  tiempre  que  oir, 
Pero  no  que  ver. 
El  sol  ó  la  material 
Lúa  lo  acrediten,  en  quien 
Ven  en  su  edad  Ea  hfrmosura , 
Pues  la  apagan  ella  6  él. 
Digalo  el  que  ludie  i  oscuras 
Logró  lo  hermi>BO.  pori|uá 
Del  rosicler  de  otra  Ibma 
Se  adorna  su  rosicler. 
Lo  entendido  da  \S  loz 
Ni  aun  al  sol  ha  menester; 
Que  lo  discreto  y  afuble 
Aun  lucen,  sin  tui  también. 
Perfección  que  de  la  noche 
No  estli  sujeta  al  desden, 
Nipídebtoraldia, 
jQülén  duda  qtie  pruebaf.. 
vlIses. 


Que  hay  tiempre  que  oir, 
Pero  no  que  ver. 
Y  ai  al  desvanecí  míen  lo 
Apela  el  galán  de  que 
Fué  dueilD  de  una  hermosura , 
Dígame,  ;quién  no  lu  fué? 
Porque  si  en  i'l  verla  estriba 
De  su  didia  el  mayor  bien. 
El  mayor  bien  es  igual 
A  cualquiera  que  la  ve. 
£1  no  ser  vista  una  dama 
No  puede  el  recato  hacer ; 
Porque  eatl,  sin  gusto  suyo, 
Eu  otra  mano  el  poder. 
Pero  el  nu  ser  okla  si ; 
Porque  no  puede  romper. 
Sin  gnsto  mió .  mi  voi 
"    mi  silencio  la  ley. 

>go  común  la  Lermosura 

■1  tí  ■-- 


a  todos  <|ue  ni 
'  'imun  el  ingenio, 
.  .0  adore  soTo  aquel ; 
Viendo  asi.  dejn  en  los  ojos 
Lo  vulgar  de  su  placer : 
V  oyendo,  i  lo  no  vulgar 
Del  alma,  mostrando  ulen 

e  enlre  vitla  p  tÜo 
—  ventaja  ei. 
Que  hay  tiempre  que  otr, 
Pero  no  que  ver. 

ESCENA  IX 
{ILl&ES. 


Puea  la  mas  hermosates 

Harl  bario  en  ser  maBaaa 

Tan  linda  como  era  ayer. 

El  objeto  del  oido 

Cada  instante  crece,  en  fe 

De  qoe  siempre  bay  mas  que  oír, 

siempre  bay  mas  que  saber  ; 


Que  neutral  el  alma  dude. 
Si  duefio  mauayo  ea 
Crueldad  qu^usca  piadosa, 
Que  piedad  que  huye  cruel. 

I  (Tras  cual  iré  de  los  dos? 
No  sé  ( ¡  ny  infeliz ! ) ,  no  sé , 
Que  el  hierro  de  mis  setilidos 
Tiran  con  Igual  poder 
El  norte  de  lo  que  oyen, 

]  Y  el  imán  de  lo  que  ven. 

'  i.  No  me  dijo  un»  hermosura 

,  Can  desmayada  altivez 

I  Que  la  siga  y  no  la  alga  T 

'  t  No  me  dijo  una  voi-,  me  i 

,     :,       llyCOOglC 


694 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  DARCA. 


DülceiDeDU  ariBooioii 
■«  ha  podido  iDspeader, 
Qiía  tras  eHa  laja?  SI. 
iPnM  quá  dudo ,  4  cníodo  taé , 
Cielo,  argninenLo  d«l  mal. 
La  duplicación  del  bi«n  T 

ESCENA  X 


MClL».(Ap.) 

Habiendo  oído  de  Carlbdis 
La  »oi,  YHclio  por  saber 
Si  va  Iras  ella. 

{Sale  CatitídUalpaña.) 
CarUdis.  (Ap.) 
No  viendo 
Que  me  ligue,  vuelvo  i  ver 
Si  ti  bennoKnra  de  Eicila 
Tras  si  le  lleva ,  no  sé 
SI  con  nuevo  areclo  ¡  ¡  aj  cielos '. ) 
Qne  el  de  la  envidia 

iQué  baréT 
Pero  ¡aqnl  de  la  bermoanra ! 
One  no  üene  mas  que  hacer. 
Que  ser  bermoia,  una  dama. 


dad  que  ser 
j  así  JO... 
{StltEuUa.) 


Vast 

K  me  das  i  escoger 
Entre  quedarme  t  seguirte , 
iQní  dadas  I  i  Cuando  tío  fué 
Tan  grosero  ei  propio  amor , 
Tan  vüiaiK)  ei  interés, 

Sué  lo  melar  para  si 
u  elija  T 

Sígneme  pues; 
Qne  aunque  Ignores  tú  j  jo  Ignoro 
A  qué  vas,  baste  saber 
Qus  e«  i  dejar  la  hermosura 
Coronada  üe  lurel. 

Ella  sola  eitl. 

CABlso».  (Canto,  dtntft.) 
lAyieU! 

Düsu.  IM.,ieteiiÍiniou.) 
I  De  qui  calmado  bajel 
Se  cuenta  que  rneae  el  aire 
La  rénMra  de  sns'piísT 


4  Qué  te  suspende  \ 


une  traidoramenta  Bel 
He  ha  amenaudo ,  diciendo... 
cuíbpis.  (DfltfrP.) 
,-  \u  de  U! 


Si;  pero  espírame ,  aguarda 
Un  instanta,  halla  entender 
<)iit  quiere  decirme. 

Mira  ' 
Que  no  me  halbrls  después. 


CAálaiHs. 
Pues  sígneme  tú  basta  baliaria.' 

No  estí  á  mi  vanidad  bien. 

Pues  quédate  6  no  le  quedes , 
O  sigaeme  ó  do  :  saber 
Tengo  con  qué  fin  intenta 
Mil  dichas  desvanecer. 
Antes  con  aoSstrrlas. 
Y  con  ilsiimas  después. 


ñas  puédeme  obligar 
A  que  eiamiae  porqué 
Se  lamenta  an  mis  furtunas. 
(&íe  Carlbilit.) 


lunallasT 


Aunque  la  oigas,  no  ta  escuches. 


illas  entre  oír  ui 
Que  me  las  divjdesl 

K1CU.A. 

Que 
El  oír,  essoio  oír, 
V  el  escuchar,  ateuder. 

i  Qué  me  quieres  decir  lút 

carIbois.  - 
Que  no  te  pares  en  ver  . 
Sin  que  pases  1  mirar ; 
Que  el  mas  bernuno  verjel 
Contiene  tal  vez  el  ispid 
Eutre  ta  ro&a  j  clavel. 


Que  DO  te  creas  del  aire ; 
t>ue  el  que  espira  al  parecer 
Blandas  aurai,  venir  suele  ' 
InQclonado  tal  vea. 
rio  la  escuches. 

Ao  la  veas. 

Y  ven  tras  mi... 


De  un  misma  sentido  entrauílus 

EigujiDcas  os  valéis. 

Que  no  bay  que  ver  dieei  tú : 

Confieso  que  verdad  es. 

Habiéndote  tisio  t  ti. 

Tú  dices  que  bav  que  oír  :  tamliien 

T.  1 í..„   ,  hay 


■Telo 

Tn  dulce  acento;  co 
'  Concedieado  i  cada 


que 


Paes  t  mi  el  dudar  ne  baKia 
Para  llegarme  i  ófeuder. 

Para  tieganne  i  seuiir, 
A  ni  me  basta  el  temer. 


«talsm. 

Haces  bien ; 
tú  me  tengarts  ■ 

oüscs. 
Los  pasos  deten , 
Dulce  encanto ;  que  tras  ti 
V«f  también.  Mas  mal  podré,  - 
Siendo  UDO ,  seguir  i  dos. 

i>s  DOS.  [Denirff.) 
Con  que  diremos  los  tres... 


Que  entre  vista  y  oido 

La  veutaja  es , 

Que  hay  siempre  que  oír, 

luisn. 
iOyeiá!  ¡  Espera  tú!  ¡CieUW! 
iQuIéa  igual  duda  vl6T 


Al  pié 
Dése  monte  esta  vilians , 

?ue  venia  hiela  aquí,  lialU, 
le  la  traigo  i  que  diga 
Lo  que  pretendes  saberi 
(Sa¡tP9Tl»elraptrUI>mtee4nAIff.) 

Yo ,  penetrando  la  selva , 
Este  vIHano  alcancé , 
V  segunda  vei  le  traigo 
A  que  te  iiifosme  mas  Mea. 

DlIscs. 


Casadera  desloe  uiwtMr 

Si  es  una  que  yo  encbnlré . 
Volviendo  nlda  ta  cabaha 
Baria  de  bailar,  de^es 


dbyGOOglC 


One  rorattoras  d«idail«t 
Festejamos  mú  ó  Uen, 
ütciU  era. 

Calta ,  calla. 

CtLtA. 

iUeqaéseeuojaT 

; De  que? 
Diciéndonifl  qae  eru  Esclla , 
Me  dices  qae  puede  ser 
Traidora  aijaella  hermosura. 

tOaí  bennoBora  no  to  esT 
aera  de  qoe  ella  j  quí  bace 
Has  qae,  dejándose  v«r. 
Llevar  i  su  lorre  i  un  hombre 
Y  dar  ea  d  mar  con  éll 


La  que  me  avisú  el  pellero.; 
Dtmeiú.TlIiano.iquiñ 
Es  uoa  ocnlia  beldad , 


Si  es  uaa  que  jo  cacaclié , 
Caribdls  era. 


í  Por  qué  t 

oUaEs. 


i  Ahora  sabe  lu  merced 
Qm  el  eogaüar  con  bálagos 
La  hace  cualquiera  mujer  T 

¡Ajtofelii!        ""*"" 

;  Qué  suspiras? 

DARTt. 

íQdc  tienes  T 

íQuáhedelener, 
Si  una  hermosura  que  vi , 
Y  si  oaa  toi  que  escuché. 
Por  dar  doa  muertes,  han  dado 
Una  <ñát  al  eooocerf... 


EMEHAXn. 

CARIBDIS  Y  ESCILA.  —  Dicaoi. 
UMBDis  T  iscilji.  (Denlr».) 

Se  enlte  vista  j  oído 
teotajaes, 
Que  baj  siempre  que  Oir 
Pero  uo  que  ver. 

:No  dices  que  los  sentidos 
Tñ  solo  sabes  vencer  T 


Pero  DO  HcU  de  bacer. 


EL  GOLFO  DE  LAS  SIRENAS. 
V  siendo  asi  que  me  dau 


Dasm 


n  que  escoger, 


Nueras  las  meiori __. 

Tras  de  Escila  bennosa  iré ; 
Que  morir  de  una  liermosura 
Es  achaque  mas  cortés. 
Has  no :  vaya  tras  Car  ibdis ; 
Que  mas  noWe  elMcioa  es 
Uorir  i  manos  del  alma. 

Mira...  "*""' 


Bien 

He  aconsejáis  ;  no  se  diga 
De  UUsea  que  envilecer 
tina  voz  6  una  hermosura 
Su  valor  pndo ,  después 
'^""  ?«  Circe  hermosura  j  *< 

er  sopo.  Vamos  pues , 
Salgamos  presto  de  aqui. 
I  Pero  ¿cúmo  puede  ser, 
1  SI  el  esquife  que  nos  trajo, 
I  Dando  en  la  roca  al  través, 
iPedKossehizu? 


!  Bu  la  plava 

I  Varados  barcos  liaj. 
I  mJsES. 

I  ¿Quién 

Nos  aprestar!  uno? 


Este 
Pescador. 

Has  dicbo  bien. 

No  ha  dlcbo  sino  mujr  mal. 

UlJSES. 

Tu  barco,  anfEO,  preven. 
Llega  1  la  orilla,  que  yo 
Te  lo  sabré  agradecer. 
En  echándome  á  otra  plaja 

Harto  tengo  jro  que  hacer 
Eu  lo  que  dije  de  Escita 
V  üaribdis ,  sin  querer 
Etwj  arlas  par  libraros. 


Celh ,  pues  eres  mujer , 
Ruégales  lú  que  me  dejen. 


Los  l)ajos  de  aqueste  puerto, 

Sio  dar  en  niogun  través , 

Por  mas  braio  que  ande  el  ma^ 


Digo  lo  que  verdad  es. 


Digo  to  ( 
i&bela 


Que  en  dos  paladas  ó  tres 
Atravesar  todo  el  goiroT 

ai.no. 
iQuemedesirujea,  mujer! 

cELr*.  (Ap.) 
Por  eso  lo  digo  jo. 

De  grado ,  villano,  veu , 
O  arrastrando  irás. 

ALFEO. 

.   .  Será 

Andar  el  mundo  al  revés, 
Ser  JO  el  arrasiradoi  siendo 
El  sentenciado  vusted.  — 
¡Cell^mia,  queme  Uevaa! 

CELTA. 

Los  tales  hablan  de  ser 

Y  los  cuales. 

njUí™  T  ANTIO. 

De  aquí  vamos. 

Mátenme  i  coces,  j  Iré, 
Porque  JO  soj  mi^  galanía 
Eu  llevándome  por  bien. 

dlIsis. 
Llevadle,  j llevadme  á  mi, 

Ke  voj  forzado  también, 
Dto.oue  licencia  03  doj, 
Si  me  vléredes  volver 
El  rostro ,  que  los  olilos 

Y  los  ojos  me  lenileis 
AUdo  al  árbol;  j  aun  Iodo 
No  basta,  ai  oigo  otra  vn.,, 

<l;ti.aíiios,  áeiilrv. 
Que  entre  vista  j  oído 
La  ventaja  es , 
Que  liaj  siempre  que  oír , 
Pero  no  que  ver. 

Aquel  adagio  qne  dijo  : 
-La  Ida  del  bumo,i  j  aquel 
De  allá  vayas  y  no  tome». 
Nunca  ban  venido  mas  bieu. 
( Vaiue  toáot,  ménot  Cet(a.) 

ESCENA  Xm. 


CAiIsDis.  (Pare  U.) 
I  Qué  mal  descansa  uo  rigor ! 
iscujt.  {Para  tí.) 
i  Qué  mal  sosiega  nn  desden  I 
GARlsDis.  (Faratl.) 
....  dada,  pues  no  está  aijul, 
ni  en  todo  el  monte  se  ve , 
Fué  tras  de  Esctla. 

MciLA.  (Pamir) 
Sio  duda , 
Pues  va  no  está  aquí ,  que  fué 
Tras  Carlbdis. 

CARlsDM.  (Para  tí.) 
Ynova 

ento  por  mi  alliTez , 

Tanto  como  por  mi  envinia. 

aauí.  (Para  tí.) 
.  ...  ja  tamo  cruel 
Lo  siento ,  como  celosa. 

cARlans.  (Para  tí.) 
¡Oh  ira  vil! 

ESCILA.  (Pwra  tí.) 
¡OhafeetojiriMI 
ü,B,l,z9dbyC-IOOglC 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  OE  U  BABCA. 


CILFA. 

j Quién  llamar 

'  Yo. 

Coiiromiias  las  lios ;  )>nrqii4 
Llamada  t  un  U?mtMi  ■!>■  «iilramli^i' 
Ignoro  t  cuil  responder. 

A  elli,  (|ue  Tiínclola  aquí,- 
No  tingo  yo  qué  saber. 
cmfBDii. 
ViéiiiJole  i  if ,  JO  tampoco. 

.    tsau: 
Scgiin  ese ,  \\ei\e  i  ser 
Una  la  duda,  v  pailris 
Hespon liemos  de.  una  vez. 
¡Viste  lio  derrotado  tuésped  . 
Del  mar ,  que  abara  aqui  dejé? 


'       iOoé  esT 

Dejarme  sin  mi  marido ; 
Porque  apéoas  le  iiooibré 
Quién  erais,  cuando  por  faen.» 
Lé  biio  aprestar  Su  hatel. 
En  que  huyendo  <ie  las  doii 
Se>olvió... 

'  citaianis. 
La  101  delen. 


¡  Cielos !  i  quiéu 
Créri  que  muera  .jo  i  manos 
De  un  aesprecio?  jOh,  nimca  fiel 
Se  hub^ra  dado  íi  partido 
Hi  aiempre  altiva  esquivez! 

cahíbdis. 
iVÁ  primero.dia  que  afable 
Uellego  i  reconocer, 
Es  et  primero  ( ^  ay  de  mf !  I 
QnR  me  miro  padecer 
El  desaire  de  ima  fuga! 

Ya  la  barqullli  romper 
Se  ve  desde  aquí  las  ondas. 

CELFA. 

Abl  que  DO  os  miento  vetéis. 

SSCIL*. 

¡  viven  los  cielos,  rillsna, 

Sae  has  de  pagarme  el  baber 
iebo  quién  soj! 

cahIbdis. 
Bella  Escila , 
Ya  que  Igual  el  rencor  es, 
pue  nuestra  compeicncia 


.  _js  que  soy  deidad  ni 
Naeíos  encantos  en  él , 
De  tas  Sirenas  baciendo 
Que  annoaloso  el  tropel 


Le  entre  en  so  golfo.  Pon  tO, 
Pues  que  te  llegas  i  ver 
Deidad  de  la  tierra,  escollos 
En  i|ue  cboque.  Y  pues  aquel 
Villano  de  las  dos  dijo 
Lo  que  escnebamos  tal  vez , 

V  esta  quién  eramos ,  tü   -   ' 
Te  venga  en  ella ,  y'yo  en  él. 

Yo  desde^ estas  altas  rocas. 
Basas  dése  azul  dosel. 
Peñas  arrojaré  al  mar, 
Aun(|ue  se  desplome  el  ej 
■Jue  en  ellas  estriba ,  haciendo 
Que  et  impulso  del  caer 
Le  zozobre  i  los  embales 
De  un  vaivén  y  otro  vaivén. 

Y  ü  esta  villana... 

En  esa  torre  daré 

La  prisión  que  A  él  le  esperaba , 

Adonde  encantada  esté. 

Para  mas  pena,  basta  que  baja 

Quien  la  l»)re. 

CEkFk. 

Mire  usted 

..  letra,  pues  se  _.. 
Cantar  villancicos,  no 
Villaneicai. 

TIera,  ven 
A  esa  cumbre ,  en  cuyo  « 
Miras  dfl  aire  pender 


Unací 


¡Hat  agasajo  para  una 

Huéspeda  como  yol  Aunqné 

Por  lo  menos  me  consuela 

El  que  Aireo  no  lo  ve , 

V  cantada  á  no  cantada ,  - 

Al  lili  viviré  sin  él.       (Yante  la*  dot.) 


CAItlDUIS,  «  iHffO  ,  rUÁTRO  SIHKMAS 

Yo  en  tanto  de  las  Sirenas 

El  coro  convocaré. 

Cantando  y  llorando.!  un  tiempo ,. 

Supuesto  que  es  menesler. 

Para  <|ue  me  oigan ,  mezclar 

El  pesar  con  el  placer. 

ÍCanta.):  Hola .  ahe!  ¡  oh  del  golfo 
le  loj  Strenail 

SIRENAS.  (Dentro,  cantando.) 

ÍUola,  aho!  ¿quién  itoi  llama 
'etde  la  lelvaf 

cmiIbdis. 
¿Ya  la  en  de  Caribáit 
fio  Asti  guien  conotea  ! 

■     awEn«s.  (Dentro ) 
¿Quién  conoce  á  quien  caula 
La  vet  que  llorar 
Pero  dina» ,  ¿  qul  quiere» 
De  nuetlra  etferai 

carIudis. 
Que  el  que  apiuai  la  mica. 
La  $utque  á  pena». 
AqiiKl  misero  Imjel , 
Que  monstruo  dedos  especies. 


Agalla  del  m 


>  siendo  alberRoe. 
(Dentro.) 
i  Pue»  9UÍ  manda»  f 

itos.  (Dentro.) 

i  Qu¿  quiere»  T 
CiaisMi. 
Que  en  cahna  siputa,  llare,g)aia  y  p«iic... 

(DeuiTo.) 
SUUa^. 

Oía*.  (Dentro.) 

oni.  (Dentro.) 

Gima... 
OTW.  (Dentro.) 

Pene.^ 

CAIÜBMa. 

Entre  Carlbdis  y  Esclli, 

Coronado  de  laureles, 

Ese  ^DKro  adalid 

Que  pu^  que  tmyeodo  veooe  : 

Como  SI  ser  putfiese 

gnedar  mejor  el  que  bnye  que  el  qoe 
e  una  voz  y  una  bermosura    [nmefe. 
Triunfando  va,  yos  compete. 
Por  hermosas  y  por  dulces. 
Que  et  ejerotilarlQ  escarmiente. 
¡Llamadle,  deteuedle  I  (Fam.) 

CSCEIfA  XV. 

ESCILA.  —  SinniAs. 

EsciLA.  (Dentra.) 

;  Llamadle ,  detenedle !'  [te... 

Que  yo  guerra  tamblea  le  harddeiner- 

(Terremoto.) 

ELU,  y  dentro  siatH*a. 

Que  en  calma  lienta,  llore, gima  gpene. 

Conociendo  gue  el  golfo 

De  la»  Sirena», 


ESCENA  ZVI. 


•ALFEO ,  remando. 
o  Uses. 

Pío  costees;  barquerol. 
Sino  hazte  al  mar ;  que  de  üern 
Nos  bacen  los  montes  guerra 
Con  terremotos  ,'que  alsel 
Turban ,  despeñando  encima 
Del  barco  una  y  otra  cumbre 
De  su  inmensa  pesadumbre 
La  mas  eminente  cima. 


Peorseri,  que  i 

Tomo  elgolíu,  i    ..  ._ 

Aumeute  de  lis  Sirenas 

La  voz,  que  ya  se  ba  escuchado. 

iQOé  Sirenas!  Hazte  al  mar; 
Que  esas  sabré  vencer  yo. 

ALrco. 
Rasia  esto  para  quieo  no 
Tiene  gana  de  remar. 
(Deia  leí  remo» .  y  para  et  barct.) 

¿No  dijeron  que  correr 

UglizodCyCbOglC 


El  golfo  ea  nn  pnnlo  puedecT 
PuM¿qué  esperasH 

j  Luego  nttetluK 
Crejeron  á  mí  mujer  I 
Ea  BU  lida  habló  verdad , 
Y  esa  es  la  major  meniira 
Que  en  su  vida  dijo. 

Uira 
Que  e*  loca  temeridad 
Pararle,  cuando  se  viene 
Sobre  uosotros  la  &ierra. 

Yo  I9f  pescador  de  lie'rra , 
E  Ir  u  terrado  conviene 
Tierra  i  Unm ,  lan  despacio , 

Rué  me  eaiierre  la  terrau 
s  nu  terrado  de  la  piau , 
O  un  terrero  de  piúcw ,  . 
Antes  que  de  uñ  terremoto 
El  terror,  «ne  me  totíerra 
En  soterralias  de  tierra  , 
Ha  dé  sepulcro  remcFb) 
En  el  agua. 

Un  loco  es. 


V  aun  dos. 

jQué  haremos  T 

Tomemos 
Nosotros,  Anteo ,  los  renos. 

V  de  mi  iqué  harao  despnesT 

0:inTs. 
Echarle,  villano,  al  mar. 

(Agarrante  entre  toi  ím.) 

V  el  alijerarse  gana 
El  baixo. 


Vajá  il  mar  por  embustero. 

Hijor  por  eso  era  baber 
ArroiMo  1  mi  mujer 
Uo  poquitico  primero. 


¡  Hambre  i  la  m 


Eero  que  me  eebait  os  dejo; 
oraue  en  llegando  i  ser  (lejo, 
j,Que  bombre  do  es  bomlire  i  la  m 


Has  I  ay  ahogado  de  m< ' 
¿(}ue  pez  horrible  j  cruel , 
^ae  bada  aqni  viene,  pb  aquel? 
i6I  qnerrji  tragarme?  SI 
Parece.  Y  pues  escapar 
No  puedo,  usted;  seaor  peí, 
H«  trague  por  esu  vez; 
Hu  no  sirva  de  ejemplar. 

{TrigaU  el'pet,t  ucinieu.) 

DlfelS. 

Nada  en  mar  i 
Queol 


(Rtma*  DmU  p  ArIm.) 


BL  COLFO  DE  LAS  SHtENAS. 

SiREMS.-ULISES,  DANTE, ANTEO. 

siKEius.  (Deaíra.) 
No  pedriii ,  porgue  el  golfe 
De  ía*  SiTtnat, 
El  que  apéaat  le  tutea , 
Le  iHÍea  i  penat. 

¡Qué  nuevo  sonoro  canto 
Es  el  que  Ikabemosoidol 

(SMtpiadeiue.) 

A  todos  ha  Suspendido 
De  su  dulzura  el  encanto.  ■ 

oLÍses. 
¿Quién  canta  en  el  mar  también?.. 

siREtiA  1.*  (Detifro.) 
Quien... 

Cuando  otra  voz  me  desiierra... 

smENA  2.*  Ipeulro.)    . 
De  tierra... 

dUsu. 
De  que  ]>o  escapar  pretendo... 

sisEiu  s.'  {Demr».) 
Hugenio... 

olÍbis. 
Porque  i  mi  honor  le  conviene? 

iuiEiu  t.'  lüeMlro.) 

VWJM. 


Quien  de  ¡ierra  Hugenia  lüne 
;  De  quién  pretendo  jo  hnir  ? 
De  oir... 


Cutí»... 

Quejo  á  mi  me  quiera  dar?... 


Si,  pues  dice  que  se  signe... 

TODAS; 

D«  «ir  v  MT  gutío  t  ptiar. 

Puei  Ane  juzgué  murieado... 

Vifio...        '"*"* 

nJsEs. 
Ud  peligro  i  otro  a&adieñdo... 

KBEKt  t.' 

Ogendo... 

iiUut. 
Dorar  mi  dador  cnielj.. 


Ñr  j  no  inarl 


Has  ;  ají  que  para  vengar 
La  Tuga  que  haciendo  voj , 
En  el  mismo  riesgo  e«U>j... 

Yie]id9  V  Bgenáe  en  el  mar. 

Y  asi  el  que  fencer  inteuta... 

sniBiu  1.* 
SUhU... 

El  que  una  voz  le  enamore.,.  . 

VIERA  >.* 

Llore... 

.(tlIses. 

Y  el  que  tma  verdad  no  estima... 

«RE»*  3.' 


y  pnea  remedio  no  tiene... 

SiaBHA  4.* 

Peme... 

-       DÜSES. 

Solo  este  medio  conviene ; 
Que  quien  librarse  procort 
De  una  vozj  una  hermosura... 

Sienta,  ¡tere,  pina  gpetie. . 


Junta  todos  sus  acentos. 


Quien  ie  ñarra  huyendo  viene 
be  oir  V  ver  güito  gpeíbr. 
Viendo  g  agenda  en  et  mar. 
Sienta,  liare,  gima  g pene. 

Pues  si  llorar  ;  seniir 
Fuería  es.setiiir  f  penar. 
Mejor  es  que  acabe  el  mar 
De  una  vez  tanto  sufrir 
Embales  de  la  fortuna. 

LOS  MU. 

4Qiié  haces? 

DlJSES.* 

Arrojarme  donde, 

Ínien  tanta*  vidas  esconde ^ 
Hada  al  número  una;  > 

Y  mas  si  después  de  oír 
Las  sonoras  amenaias 
Deass  hermosas  Siren.is, 
Que  i  un  tiempo  canian  y  encaniu 
Tanto,  que  aun  los  dos  sospeosa 
Dejáis  sin  remo  la  barca , 
Veo  sobre  aquella  roca 
La  hemwawa  soberana 


dbvGooglc 


COMEDIAS  D8  Wm  PEDRO  CALDERÓN  DE  U  BARCA. 


D«  Eidli ,  T  lotm  aqnd  risco 
Btcacho  lat  voces  blanda» 
Da  Ciríbdli ,  lu  dos  etendo 
Vicos  Imioei  del  alma. 


iQuéesT 

Que  núes  que  jri  en  I: 
Sopla  ravorable  el  aura, 
V  Je] la  el  barco  impelido 
No  te  hacen  Jos  remos  f^lia, 
Cerrados  ojos  ;  oldoa 
Corlrer  nos  dejemos,  ha<ita 
.  Que  dé  del  hado  el  arbitrio 
Con  noaolros  t  otra  playa. 


QHies  lU  tierra  /tuiíendo  vient 
Be  oir  t(  ver  gutía  y  petar. 
Viendo  y  aneado  ea  el  mar. 
Sienta ,  tiere,  gima  ypene . 
Conociendo  que  el  golfa 
De  lat  Sirenet , 
El  que  opinat  le  tulca , 
Le  tutea  ú  penat. 


Fuerza  i  los  o]oa,  sl'ojoa 

V  oídos,  ladronea  de  casa,  - 
Saben  los  riucones  della  ; 

Y  viendo  Impedir  sus  catisis , 
Retiran  al  corazón 

Las  especies ,  ;  él  las  guarda 
Tan  vivas,  que  i  los  sentidos 
Volver  el  uso  les  mandaT 
Coa  que  menos  que  arrojado 
Al  mar,  al  el  fuego  se  apaga , 
NI  el  coraaon  se  sosiega. 
Ni  los  sentidos  descansan. 


Batís  que ,  de  la  licencia 

Se  nos  diste ,  usemos  hasta 
nr  el  golfo. 

íQué  (aé? 

DAHTC. 


I A  qaé  loco  DO  le  atant 
Bien  bacels.  —  Escita  bermoM. 
Suave  Carlbdla,  sagradas 
Sirenas  del  negro  golfo, 
Alloa  montes  de  Trinacria , 
[)ecid  i  voces  que  llllsea , 
Dándole  el  viento  sus  alas, 
'  Entre  Csrlbdis  j  tlscila 
Atado  T  vendado  esca]>a 
De  vuestros  riesgos,  porque 


Le  quede  al  mmido  enaelianu 
Que  asi  se  bujen  los  eitrcmos 
De  la  hennosnra  ;  la  gracia, 
{Etcdnieu  el  barco.) 


XIX. 

ESCILA,  CABIBDIS,  sianus. 
£mí\wm. 

Si>guidle,  seguidle  todas. 

;A  qué  ,  si  no  sirve  nada 
Con  111  quien  ojos  j  oidos 
De  voz  ■}  hermosura  guarda? 

CARlSDIS. 

Pues  si  DO  bastan  mis  ecos... 
hermosura  no  basta... 

CiaJBDIS. 

Coutra  quien  vencerlos  quiera... 
Contra  qui«n  quiera  postrarla. .. 

CAnlBDU. 

Dando  la  rienda  á  la  ira... 

ESCILA. 

Soltando  el  fk'eno  k  ta  rabia... 

cahíbsis. 
Caiga  despeilada  al  mar.. 

Al  mar  deB{iefiada  caiga... 

Muriendo  como  él  habla 
IM  morir,  en  cuja  saña 
Las  funerales  eiequias 
Montes  j  piélagos  b¡i gao. 
{Arréjante  al  mar,  tuena  ruido  de  It 
pettad,  1/  etcóndeate  lat  Sirenai. 


ESCENA  XX. 


ASTREA ,  viLLAKOS  T  ptaciwMBS. 


Abaj«  el  orbe  se  viene. 

pescAtioa  1.° 
De  todo  ese  auil  alciiar 
Los  peñascos  de  su  centro 
Proceloso  viento  arranca. 

PESCADOR  3.* 

SI,  pues  el  mar  4  BU  esfera 
Parece  que  los  traslada. 
PESCADOS  5.° 

Es  verdad ,  que  dos  escollos 
Miramos  !"'bre  las  agoas. 
Nunca  haaia  ahora  descubierta. 

TODOS. 

jüué  ser*! 


SILENO.  —  DiCBOS. 
¡  El  cielo  me  valga ! 
;Qoéesesio,SílenoT 

SILCHO. 

Que 
Mirando  el  mar  en  bonania , 
Salí  i  pescar,  j  i  lo  lejos 
Vi  arrojarse  despeDadaa 
Al  mar  Escila  j  Carlbdis, 
Cujo  sei^nlcro  de  plata 
Construyen  dos  onevoa  montes 
En  dos  pirtmides  sitas. 
Contra  cuantos  marineros 
Tocaren  en  esas  playas; 
Pues  quien  ^cape  de  Esdla , 
Tendrá  en  Carlbdis  borrasca. 
Y  no  paró  aqai  el  prodigio. 
Sino  que  la  red ,  que  echada 
Tenia  al  mar.  al  recogerla 


Marino  mantiruo,  que  abre 
La  boca ,  de  sus  entraBaí 
Arroja  otro  horrible  monstrao 
Todo  vestido  de  escamas. 


ESCENA  XXn 

Vuelve  á  vene  el  pe*  en  lat  &niMt,  j 
tale  por  la  baca  de  41  ALFEO  ,  wf 
tidí  de  lalfoje.  —  Dichos. 

¡Gracias  fi  Dios  que  he  llegado 
Alaorillal  ¡Pira,  pira, 
Coche  pea ,  que  me  bas  traído 
En  ti  como  en  una  caja ! 
Todos  estamos  acl. 


¡Qué  Dert  eitr«3a  i 

AMaEA. 

iQaé  salvaje  uu  cro«ll 
Aino. 
Tb  eres  la  Dera  j  ta  alma, 

Y  tú  la  sálvala .  puesto 

Que  aqnf  no  ha;  otra  salvaja 
Ni  otra  llera.  Y  pues  prodigios 
tS  \n>j  toda  esta  comarca. 
Huyamos  todos. 

Bajamos. 

Pues  cnn  dejar  transtbrmada 
En  escollos  i  Carlbdis 

Y  á  Escila,  queda  acabada 
La  tibuta,  ahora,  riendo 
Arrojar  en  esta  playa 
Aquese  marino  monsimo. 
Empiece  la  mogiganga. 

(VotiH  Udot,  v  pieda  Alfeo  t»I«.) 


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EL  GOLFO  DE  LAS  SIRENAS. 


MOGIGAXGA. 


ALPea 

CKLFA. 
Vm  salvaje. 


ESCENA  PBIUERA. 
ALfEO  (el  actor  Juan  Rana);  detpae$, 


iQuí  mogisanga?  |  Esperad ! 

iOidT—iEl  cielo  me  lalgai 

Ahora  que  caifto  en  ello, 

i  Dónde  estoy  ?  Que  aquesta  esiancli 

no  es  mi  tierm ,  paes  «n  ella 

^o  bahía  aquellas  peñas  altas, 

Y  había  cierta  miijer  mía. 

Pero  (i  ella  de  aquí  Talla, 

Has  que  esté  donde  estuviere. 

Manos  i  labor,  ;  ^'aya 

De  náufrago  peregrino  ■ 

One  dmoHádo  se  halla , 

Sin  saber  cniodo  ni  cómit 

!  Ah  de  lot  mociles ! 

■ísic»,  (Déalro.) 

■  iQuiia  llamar 


Como  son  aborrecerme 


He  ba  malparido  i  esta  tierra, 
Donde,  aunque  he  sido  vianda, 
NI  soj  carne  ni  pescado. 


eoao  S." 

Phh  iquétHondatf 

Ya  que  Dstedrs  me  responden, 
Sean  quien  fueren ,  con  tanta 
Helanoche  ú  melodía , 
^Dí  tierra  es?  que  como  en  lanas 


¿uueiierraesr<] 
Eoellaestoj',.. 


«IISICA. 

/•a  Zarfuela. 

HitSICA. 

¿Qai  te  etpaníatT 


Algon  critico  que  pon^a 
i;n  raion  las  moolgannas, 
í'aa  ;a  que  lo  saben  todo, 
■i  Saben  quién  jo  soy* 
níticA. 


¡Gloría  4  Dios ,  que  di  conmigo ! 
Que  bi  rsto  que  me  buscaba, 
T  00  me  podía  eoconlrar. 
Has  digan,  st  no  se  caniau. 
En  este  bosqua  vustedei 

(Quién  son,  que  cantan  que  raliian, 
'  i  qué  he  venido  jo  i  é1 1 

ICtSICA. 

Tu  lo  tabrdt  tí  le  andat. 

Ve  aquí  que  le  ando ,  t  que  no 
Losé.  , 


CELFA,  en  la  torre.  --  ALPGU. 
cii.r*.  [Dentro.) 
I  A;  triste,  ay  desdicttadi,    ' 
A;  misera,  ajaOlgida, 


CELFA.  {Beatfo.) 
Los  ojos  al  deSTBn  alia 
Ueste  monte,  verás  dónde 
Ue  dejó  Gscila  encerrada. 
Por  úliimo  encantamiento 
De  so  postuma  venganza , 
Hasta  que  haya  calüllero 
■Jue  me  libre  :  con  tan  rara 
londiclon  en  la  aventura. 
Que  lo  primero  que  manda 
Ls  que,  cuando  entre,  un  salvaje 
Venza,  un  dragón  cnando  salga, 
Pena  de  que  si  venciere 
Uno  sin  otro ,  se  vayan 
Los  encantados,  y  él  quede 
En  la  prisión. 

Grande  infanta 
Sin  duda  es;  que  estos  primores 
Las  de  la  villa  no  gastan, 

csLU.  {Dentro.) 
Por  ahora  no  se  me  acuerda 
Bien  de  cómo  me  llamaba 
En  el  siglo ;  pero  sé 
Que  estoy  aquí  con  lal  ral>ia , 
Contal  cólera,  tal  ira. 
Tal  impaciencia  y  tal  saña , 

Siie  lodos  los  encantados 
e  llaman  la  Mari- Brava. 

i  Han  -Brava  y  Zannela  I 
csi.rA.  (Denlf*.) 
Ahi 
Veris  lo  qae  el  diablo  eouru. 
De  liuena  ventura  eres 
Si  desia  prisión  ¡oe  tacas, 


Porqne  sacu&s  conm^ 
Cuantos  encantados  audan 
Por  aquestos  v<  ' 


[Llevara  Bercebu  el  alma 
Que  lal  sacara !  Que  fuera 
Hay  heroica  patarata , 
Que  la  que  me  prendió  antifio 
Desprendiera  h^aBo. 

CELTA.  {Dentro.) 
jCniciM 
A  lo  valor! 


mt 


eqné 


No  ha^o  tal.  ¡  Devola  sanu , 
Por  mi  vida ,  para  qtie 
Tomara  yo  su  demanda! 

CELFA.  (Bmtra.'i 
Encantados  caballeros 
y  princesas  encantadas , 

gue  andáis  por  aquestos  roonli 
D  diversas  Formas  varías , 
Un  aventurero  dice 

fue  quiere  tomar  las  armas 
or  ni  amor. 


ciLFA.  {Dentro.) 
Que  yo  me  lo  entienda  basta; 
Que  esto  de  verse  sertidas, 
Basta  soüarlo  las  damas. — 
Venid  todos ,  venid  todas 
A  recibirle. 


Salen  homb*: 
diiitrtai  ú 
dirán  deipuet  íoi  vertoi. -^ALVÍ.0. 

iDeogracias! 

En  toda  mi  vida  vi 

Fieras  tan  buenas  cristianas. 

TODOS.  (Coníou.) 
DeteneantaiorcUo  del  alma. 
Mira  aquí  le  que  deteneantat. 

ALFío.   {Canta.) 
Puei ,  eneantaáorcUoi  del  cuerpo , 
Veit  aquí ,  que  me  van  huyen4o. 


'':.rSogic 


utrr.o. 
Si  ¡ró'tal  ..porque  venciJo. 
La  (luedo  \olver. 


COMEDIAS  DE  DON  I-EDRO.  CALDERÓN  DE  LA 
A  ntK^siros  Tnroias  pasad»..  t 

Deieneanladoreito  ilcl  oJno ,    . 
Jfira  aqui  lo  que  deitncanU*. 


IHn  aquí  te  que  4eiencantai. 


Vu ,  fiuf  fui  L'ii  (.'I  uiuiiilu  lia , 
Soy  arpia. 

Vo,  que  ine  asombro  3  me  arrobo. 
Soy  u   ■-' 


Un  i^LVUE.— Dichos. 

tQuIío  eres ,  oh  lú ,  que  oSado 
Hasia  aqDI  mueves  las  plantas, 
Déiidoine  i  entemler  que  quieres 
Entrar  coninlgo  en  liatallaí- 

Par?  un  salvaje  esc  es  muclio 
Discurrir;  narque,  en  mi  alma, 
Que  uo  quiero  tal. 

Si  quieres , 
Pues  de,  sus  términos  pasas 
El  coto,  i[ue tiene  puesto 
A  ios  eucantos  que  guarda 
El  grande  cuento  de  cueutM, 
Gosparilis  de  Aravica. 

Si  es  usted ,  ponga  entre  esotros 
Cuentos  que  cuenta ,  que  el  que  haga 
Guerra  yo  i  an^ú  es  el  cuento 


n  lotKi. 


Y  JO,  que  nn  gran  puerco  fui, 
Soyi»bali, 

Cea  que ,  naeairat  [arinai  cebrada». 
Mira  li  le  que  deten<:a'ite*. 


ue  nunca  actuar. - 

TÚ,iquÍenUviJadebcm(w, 

Ho  basta; 

Ahora  que.  bajes  WU. 

ir  É  ese  propósito  escucha.   ■ 
TeuU  una  dueña  una'eBani... 

ESCEHA  V. 

'    '          ALFEO. 

.  CELFA.  —  Dichos.. 

Ya  ese  es  tíejo,  y  nd'be  de  oirle.  ' 

CE1.FA.  {Dentro] 

i  Pues  hay  mas  de  que  otro  Tiya» 
A  cuatro  6  ciuco  chiquillos... 

\a  bajo  yo  en  uua  nube. 

(B^iiaCelfaenuaaPanatla.) 

ALFEO._ 

TaiuMen  ese  tiene  cauas. 

lEsi  es  nube  Ó  es  banasta? 

V  no  te  causes ;  que  ui  e^e , 

Metro  alguno, SI  me  muus. 
No  lie  de  oirle. 

lOué  te  espanta?  ¡No  conoces 
IJue  es  nube  de  mogiganga  í 

Aqueso  es 
Matarme  tú  coii  ventea. 

ifiíaén  es  el  que  me  h»  librado» 

i  Ay,  que  me  ha  muerto!      ,  .  (Coi.) 

TOMS. 

Vesle  aquf. 

i  Al  salvaje 

AI-FEO. 

Mató! 

Humilde  i  ius  plantas 

Uas  ¡qué  miro'. 

Ello  vendría  de  casa; 

CELÍA,    . 

Que  yo  DO  he  llegada  i  él. 

Uas  ¡qué reo! 

SALVAJE. 

iTüere»,llcroT 

TÚ  me  has  muerto. 

iTúeres,ralsaí 

\.                           jCon  qué  armas  T 

toios. 

SALVAJH:. 

¡Qué  es  esto?    ^^^^^       • 

Con  no  oírme ;  que  i  uii  salvaje 
fiuien  no  le  escucha,  le  mala. 

Que  es  mi  marido. 

IODOS. 

Cdii  qne  yi' volver  podemos 

Que  es  mi  mtjjer. 

BARCA. 

Deso* 

Oueí 
Ko  quiero. 


jY  quó  sacan 
I  libertad 


I  .Ni  yo  librarla. 

Pues  buen  remedia. 

I  ¿Qué  esT 

.  Qne  pues  de  vencer  te-falta 
'  El  dragón  de  la  safída, 

EicususesulMtalla, 
I  Y  que  lú  preso  le  quedes, 

¥  que  ella  libre  se  Taya. 


Vo  soy  C 


Vo  y  iodo. 


Pues  metámosle  on  banasta, 
Señores  desencaiilados. — 
Advierta ,  no  liable  palabra;  {A  Alfea ) 
Porque  en  el  piinlo  que.  hable , 
Dará  una  gran  /aparrada. 

No  hablaré  mas  que  un  marido 
EncaMado. 
{UiteiUe  en  la  baaaila  g  tOewle) 

Arriba  «aya. 
Vaya  arriba. 

;Qué  haces,  moiot 

Está  la  cuerda  enredada. 

¡Que  se  va  el  toniu !  ¡Jesús 
lili  veces! 

(Dejante  caer  ie  felpe.) 


Acabemos  sin  Juan  llana. 

CELFA.  {Cania ) 
Sin  maride  y  deiepeaulada , 
jQué  dot  vtnlnreí,  feíiDtrat  Ion  rurví 
{Utáutau  Alfee  y  va  trat  Celfk  j 

;  No  os  teréis  en  ese  cpio , 
1  Picara  desvergoii/ada ,  ["■ 

I  (Cania.)  Que  eon  maride  y  ietrneu»'*- 
,  ¡Qut<teiveHlar<i»,  teuUtrat  Um  iw 

Quedo,  quedo  :  sed  amigos, 
Cantrnido  y  b;ülanda: 

LOS  DOS. 

Vaya. 

•TOIMIS. 

Qm  ten  Nwríd»  y  deu^eanlaia, 
;Qm4  dei  ventKfwi ,  venlurat  Ioh  rarm 


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FORTUNAS  DE  ANDRÓMEDA  Y  PERSEO. 


PERSONAS, 

PKRSEO. 

BERCUniO. 

CELIO,  criado 

ANDROHEM. 

LA  DISCORDIA, 

MKIIUSA. 

BATO. 

BLnEYDETRlNACRU. 

LlÜLV, 

GILUTE. 

JÚPITER. 

SiKKrve. 

LAURA. 

cahuehio. 

Seis  NEiieiDits. 
Una  pvgAa. 
Cuatro  dubas. 

Httsicos, 


JORNADA  PRIMERA. 

DeteAbieu el  teatro,  que  trrá  de  cate- 
tia»  nevada» :  dicen  áentra ,  u  talen 
aetpuet.  HISELl).  CILOTH,  BATO 
EKCASru  1  PlilRSEO. 

•iSELO.  {Üentra.) 
Huje ,  Gikite. 

ciLOTK.  (Oínlra.) 
Eluje ,  Balo. 
-  ■        B.IO.  [Dentro.) 
I  luje,  Bi^asLo. 

IR«AST0.  {Díalra:) 
Buje,  Biselo. 
PERSEO.  [üealre.y 
¡Vivé  Júpiter,  viriauai, 
{fue  habéis  de  morir  1 

{Sale  Ritelo.) 

Los  fresons 
HA  amparen. 

tSalo  ErfMo.) 

JtlCASTO. 

A  mi  los  chopos. 
(Sale  Gihte.i 

A  mi  los  ibmos  oegros. 
{.Sale  Bau.) 

A  ul  las  cepu  j  parras. 
Los  pimpanos  j  sanilieiiios. 
Arboles  santos ,  pue?  siempre 
Por  ermiUs  bs  encueairo. 

GILOTS. 


ERCASTO. 

Coanda  los  nnoales  cubiertos 
De  nieve  tiene  ateridos 
La  ancianídatl  del  invierno, 

Et  cnando  mas  solicila 
Llevamos  por  Fueraa  i  ellos. 
Para  qne  á  suí  c;icert:is 
Le  sirvamos  los  ojeos. 

Un  lobo,  que  áU  ijue  anda 
En  h  sierra,  es  el  Imeiito 
Conque  hoj  pnli'nde llevamos. 


Que  el  lobo  es  an  peniido , 
Jugador  y  inojeriego ; 
Que  á  ser  un  ¡olio  apricado, 
IJeslos  que  llanta  a  caseros, 
E¡  primei'o  huera  ;o 
UupTuera ,  donde  el  primero 
Le  meüera  en  mis  eatraBat. 

Yo  nieve  Di  lobo  lema, 
Sino  que  es  tan  atrevido,    , 
Tüii  osado  ;  tau  resifello, 
Que  UD  dii  me  quiso  entrar 
En  ese  lóbrego  seito, 
Funesta  gruta  sagrada 
A  la  deidad  de  Hórreo, 
Uonde  siempre  andan  visiones. 

NoSQiros  mismos  leoemí» 
La  culpa  de  que  dos  trate 
Uu  rapaz  cou  tanto  imperio; 
Une  si  hubiera  entre  nosotros 
(Aunque  pesara  á  Cárdenlo, 

8ue  por  nielo  le  ha  criado) 
no,  que  osado  j  resuello 
Le  dirra  itentender  quién  es, 
A  fe  que  tuviera  menos 
SoberUa. 

Muchos  hubiera. 
Que  si  les  dijeran  esu. 
Quila  ahajaran  los  bríos. 

Decidme,  para  saberla: 
i  Es  cierto  qae  si  supiera 
Qujín  es ,  desde  aquel  momento 
No  diera  los  molicoQes 
Que  suele  dar? 


me  viviera  desde  alh 

las  humilde  jr  mas  modesto 

_in  atreverse  luí' 

A  las  caras. 


¡Vive  el  cíelo, 
Ine  ki.ba  de  saber  de  mi 
tu;  l)ien  sabido!  pues  puedot 


Decirlo  miior  que  iodos , 

Como  tcsljgo  del  cuento  ; 

Una  sota  enrccullad 

Se  me  ofrece  .  He  aqui  que  empiezo 

La  historia  ;  ¡basta  empezarla 

Para  que  él  se  me  está  quedo, 

V  DO  se  atreva  i  mirarme 

A  la  cara? 

GILOTC. 

No  por  cieno , 
Porque  la  ha  de  saber  toda. 

Pues  entre  otro;  que  no  quiero 
Que  al  principio  de  la  historia 
Vea  donde  «a  el  intento,  ' 
Vinles  que  ella  llegue  al  Bn, 
Lleíoe  JO  al  Qn. 

BHGASTO. 

Para  eso 
Habrl  una  traza. 

iQné  traza  T 

Nosotros  te  le  tendremos 

De  inerie ;  que  aunque  no  quiera , 

Todq  te  (o  escuche. 

*iV  luego! 

1.0S  TRES. 

Luego  seguro  esUs. 

,  ,   ,  .  Manos 

A  la  labor:  qae  reviento 

Por  detirselo  en  su  cara 

Dónde  j  címo  j  cuándo ,  i  troceo    ' 

De  que  él  uo  mire  la  mia. 

SaU  PERSEO,  vettido  de  tílkno. 

Villanos ,  iqüé  atrevimiento 
Esllaroarol  JO,  jhuirT 

«ILOTB. 

Como  hacia  tan  mal  tiempo,' 
Rehnsíbanios  ir  al  monte. 

iHícele  para  mi  bueno? 
Pues  el  que  pasare  yo, 
Bírharos,  viles,  i 
tlfl  le  pasaréis  < 
Feniíl  coomigo... 

.      >*T0.  {Ap.)  • 
i  Qné  presto 
Ba  de  b^aresioK  briosa 


IOS  pnov  I 

idbyLiOOgk 


i^ne  seguir  la  Sera  quiero 
Üoe  eicaadaliía  ellos  Talles 
Gon  tantos  robot  xanfiieDU» 


C0IKD1AS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE 

BATO. 

iBieo.bienT 

Tan  bien,  qne  no  creo 
Que  se  escajie  de  mis  brazas. 


De  lópller,  que  en  las  altas 
Cnmbres  del  monte  es  opuesto 
Rebellín  contra  los  rayos , 
Lot  relimpagos  ;  truenos 
Qae  Acija  padece  :  i  quisa 
To  no  M  por  (pié  secreto. 
Ano  mas  que  todos  adoro, 
Has  que  lodos  reTerencio; 
SeiMo  asi  que  DO  haj  renwta 
Prorinda,  aparudo  reino, 
Que  po  enrié  i  conndurte 
Los  arduos  casos :  y  puesto 
Que  se  la  tenso  ofrecida, 
Hojr  su  armada  testa  tengo 
De  clavar  t  sus  umbrales.—' 
Ven ,  Brgasto. 

Va  obedezco. 
PtaSEO. 
VM.GUote. 


No  te  escondas  tü.  Biselo. 
Va  íoj  tras  ti. 


(Ami? 

Si. 
^Ent■o. 

Pues 
jQué  historia  tif 

(JUiráfaaie  fof  fret  con  él.) 
Lus  laes. 

Agora  es  tiempo. 


;i:6nio  mtjorf  M  aun  lan  Ini 
jViienlos  cieiui,  vlllaitos!.. 
Bato,  dile  sus  sncesM. 


jl'stl  blen]pni<loT 


Vo  aquesta  mano  le  tengo. 

y  o  estotra. 

Pues  Qnalmenie, 
Gomo  digo  de  mi  cuento... 

¡Que  esto  Júpiter  permita! 

Desf  aoecido  moiuelo , 
Plsa-verde  destos  prados, 
Písa-pardo  desloa  cerros, 
íQuiéii  le  imaginas  y  piensas 
Que  ism,  para  uo  tenernos 
Hocliisima  estimación 
y  mochísimo  respetoT 
iQué  cosa  es  que  cada  día 
líos  trates  como  1  tus  negros , 
Siendo  lus  braocos?  i  De  qué 
Nace  el  desianecimieiitoT 
SI  presumes  que  eres  liijo 
De  la  h^a  de  Cárdenla 
Hueso  majoral ,  le  engafias  : 
NI  ellaesbiia.uitíiiiitjui. 
— iVabtenT 

Lindameuie -va. 


¡Que  esto  coosieniaa  los  cielos! 

BATO. 

Pues  leoedle  lindamenle , 
No  se  deslinde  el  inteoio  — 
Porque  has  de  saber  que  un  día. 
Alterada  el  mar,  corriendo 
Forioua ,  triúo  un  bajel 
A  la  visla  desle  puerto, 
Donde  encallando  en  los  bajos, 

§ue  son  Kscilas  del  griego 
iélago  del  Negro-Ponto, 
Fué  escollo  de  algas  cubierto. 
Ni  trbol  ni  Jarcia  ni  Tela 
Traía  el  buque :  }  uresumiendo 
Que  de  deshecho  del  agna , 
braojeritadel  viento. 
No  causó  mas  novedad 

Sao  la  lástima  de  verlo; 
asía  que  unos  pescadores 
Que  de  la  cólera  huyeudo 
tíe  Neptuiio,  i  estas  orílJaa 


Volviai 


vela  y  r. 


Conlaroii  que  al  pasar  cerca 
Ue  aqni'i  derrotado  leño, 
HalMUii  escuchado  humana 
Voi,  que  CD  misero  lamento 
Pavor  pedia  i  los  dioíes. 
— iVabieut 

LOS  KM. 

Ha;  bien. 


Ya  no  hay  para  qué ,  supnesto 

Sae  mas  que  esta  rncria  atado . 
e  tiene  esa  voz  snapeoao. 

Aplacó  su  saüa  el  mar, 
Y  en  mirándole  sereno, 
La  curiosidad  Ilev6 
A  conucrr  si  era  cierto 


U  BARCA. 

?ne  habla  étate,  peacadores 
villanos,  lino  desloa 
tai  yo,  j  abordando  al  Aso, 
Vimos  una  mujer  denlro 
Con  un  infante  en  loe  liraios , 
Que  abrigándole  en  el  pecho. 
Sin  leneiíe  ella  le  daba 
El  calor  y  el  alimento. 
Ni  olra  itersoiia,  ni  seitis 
De  haberla  tenido ,  TÍeron 
Nuestros  ojos...  La  piedad 
La  sacó  i  tierra...  —  Tenedlo  i 

?ne  parece  que  se  escurre, 
ya  falla  poco  al  cnmto. 
nasco. 

mas ,  que  aunque  dedilo 

No  quieras ,  querré  saberlo. 

&itre  cuanta  gente  pues, 
A  tierra  sacA  el  suceso , 
Fué  uno  Cárdenlo-,  ;  moTido 
De  ver  el  temblanle  bello 
De  la  mujer,  que  aun  estaba 
Diciendo  el  d^iio  honesto. 
Sí  ya  no  de  la  hiocenie 
Culpa  del  infante  liento, 
Bn  su  casa  la  albergó. 
Dándola  el  anciano  viejo, 
Obngadü-t  su  hermosura,' 
A  su  verlud  y  í  su  ingenio , 
Nomhre  de  luja.  Esta  es  tu  madre , 
V  el  infante  tü  :  j  supuesto 
Due  nunca  por  buena  fué 
Entregada  al  mar  violento 
Con  tan  grande  desamparo, 
Desabrigo  y  desconsuelo, 

SQué  te  persuade  1  paliar 
¡ue  eres  mas  que  on  extranjero. 
Advenedizo  pastor, 
Hijo  vil  de  uu  adulterio, 
ti  de  otra  traicionT  V  asi 
TraU  desde  hoy  de  no  tenaos 
Las  caras,  siendo  desde  hoy 
Has  humilde  j  mas  honesto. 


I  Eslo  suiro,  etU)  CMUiento 
Siu  haceros  mil  pedaiosT 

LOSTSU. 

Vamos  de  su  furia  huyendo. 


(Van 


rÍMlr 


»■) 


Para  qné,  si  se  ha  de  estar 
IQueditoT 

I  ¡Birbaro,  ueclo, 

Inhme,  loco,  villano. 
Que  has  tenido  atrevimiento 
Para  decirme  es  mi  cara 
Mi  desdicha!... 


dbyGoOglC 


Alflo  se  m«*B1vÍdÓ  al  coento, 
Vws  aun  pe^i  lodavla. 
¡Aj'  (luunic  inauul 

Sale  DAKAR,  víiliUa  <U  tíUúaa. 


FORTUNAS  DE  ANDROMEDA.Y  PERSEO. 

Pues  TI  qne  la  tienen  elloB, 

Tca^cáinosla  todos.  Dimu 

"■"  üi  soy  j  quiáu  eres,  pueslo 

el  presumir  que  sd|  mas 

:■■  tu  delito  menos, 
r^nsuétame  cnn  que  sepa 


Al  ir 


i  lo  iiue  alguii 


I  pienso 


Eslo  es  vengar,  en  quien  no 
Tiene  la  culpa,  tus  jierros. 

Tenle,  sehora ;  que  csli 

Hají  loco  que  iiiles,  y  habiendo 

Oidolo  lodo,  aun  no  uulere 

Mudestu  «er,  ;  es  molesto.        (YateJ 


Raion  tienes  de  reñirme 
Cuando  no  solo  noierlo, 
Hai  ni  aun  atreverme  i  Ter 
Al  sai  debiera,  sabiendo 
Va  en  tu  Toriuna  mi  agraTio, 
V  en  tu  traiciuD  mi  desprecio. 

iQué  dices?  ¡A]r  Inrelice '. 

PERSEO. 

Que  ;por  qué  el  nalUo seno, 

Sie  a  ¡nr^me  ser  dispoiiia 
I  iurelice  nacimiento. 
No  le  hiciste  nti  sepulcro, 
AborUiidome  primero, 

8ue  darme  i  la  luí  del  sol? 
íporqué  (jaque  pariendo. 
Víbora  no  reienuste) 
Aquel  derrotado  leito, 
Que  fué  mi  primera  cuna , 
No  hiciste  mi  monum^to ! 
]  Por  qué.  inte*  que  me  abrigaran 
Las  piediides  de  tus  pechos , 
\o  me  arrojaste  á  las  ornlas  ? 
Fuera  mi  desdicha  méiiat. 
Huerto  en  el  primer  umbral 
De  la  vida,  qne  no  muerto 
Ai  baldón  d<;  unos  i'illaDos , 

Sue  con  todos  tus  sucesos 
e  han  dado  en  roslm,  notando 
be  adienedi'.o  ettra ulero 
Pastor,  hijode  un  delito. 
Merecedor  de  aquel  riesgo. 

¡  Ah  Perseo  1  lu  soberbia 
bu  este  trance  le  lia  pueblo ; 
Que  lio  ruer;in  ellos  libres 
Si  tú  no  hieras  solierbin. 
Pocas  veces  el  humilde 
Escucha  baldones. 


o  sayal  cubierto. 
- — odeur-  '-' — 


Razón  tieoeu  ? 


No  lo  piego , 
Porque  contra  la  razón 
No  haj  mas  razón  que  el  silencio. 

PERSEO. 

;En  nn,  qoela  tienen? 

'si. 


Plisemos  i  otro ;  que  i  precio 

Te  perdono  cualquier  yerro. 
¥  supuesto  que  no  eres 
Rumilde  liija  de  Cárdenlo, 

ÍQué  puede  ser  que  no  sea 
íeiorT  Dinie,  pues  te  ruego, 
j  Quién  ares  t 

Ku  sé  quiéa  soy. 

Poei  iqiiién  fbisteT 

Eso  sé  menos. 


iPor  qnd  te  echó  airado  y  Oer» 
Almarf 

No  lo  sé  tampoco. 


Hosé. 

i  Que  es  eslo  T 

No  sé  nada ; 
;  apures,  que  puesto 
secreto  y  soy  uiiúer 
digo,  no  debo 
De  poder  decirlo  ;  y  baste 
Ver  nn  prodigio  tan  nuero, 
Como  qne  en  un  pedio  vivan 
Juntos  mujer  y  .'¡ccrelo. 
Pregúntaselo  a  los  dioses  : 
Quizá  enternecidos  ellos 
"•e  reapondcrin;  que  yo 
-'-  -in  el  llanto  puedo 

- e  que  ba»  soberano 

Poder  qui-  me  (diliuuc  a  esto. 

¿Por  une í 

Por  piardar  tu  vida. 

PCMEO. 

Yo  desde  aquí  se  la  orrezoo', 
V  pues  me  mata  el  dudarlo. 
Haz  que  me  mate  el  saberlo. 
Hiblame  claro. 


íNada 


Solo  ci 


;Cóaio? 

Como  fw  me  atrevo 
NI  aun  á  Fespfmr. 


Sasplrai 


o  tengo 


Ya  apelación  i  no  ser 
Hijo  de  delito,  puesto 
Que  00  bay  celos  sin  delito. 

Bien  puede  sin  él  haberlos. 

tOb  {norata  deidad  de  Jnno, 
n  qué  conrnsion  me  has  pueH( 


Koié. 

ikíuoti  nelves  1 

Tampoco  sé  dónde  vuelvo. 

V  déjame,  no  me  allijas; 

Que  no  puedo,  qne  no  puedo 

Decir  mas  ni  calNr  mas. 

lAp.  Grande  Júpiter  supremo, 

Va  qne  ocasionaste  el  daito. 

Acude  con  el  remedio.)  (t'oie. 

Oye,  aguarda,—  Has  ¡  ay  triste ! 

Que  aunque  seguirla  pretendo. 

No  sé  qué  oculto  poder 

En  viva  esUtua  de  hielo 

He  ha  transformado,  quedando. 

Sin  alma,  vida  ni  alicato, 

¡Oh  gran  Júpiter,  olí  padre 

be  los  hados!...  Has  íqué  es  esto? 

Al  decir  padre,  no  sé 

finé  no  usado,  qué  violento 
mpulso  me  alborozó 
Kl  corazón  aci  dentro. 
Como  i|ue  le  dan  las  llaves 
De  las  cArceles  del  pecho. 
HassiJúpiter  y  hados 
Dije ,  j,por  qué ,  por  qué  pienso 
Que  fué  una  voz  y  no  olra 
La  que  dio  el  latidoT  puesto 

8ue  del  no  iincdo  ser  liijo . 
i  dellos  il^jnr  ile  serlo. 
I  Oh  gran  Jupiíi'r,  ob  psdre 
be  los  liados  j  los  tiempos , 
Digo  Olra  vez!  si  i  piedad 
Te  ha  movido  algún  lameula , 
Sirva  de  ejemplar  al  mió. 
Que  yo  i  tus  aras  ofreico 
El)  víctima  cniíitas  Qeras 
El  monti^  contiene.  Al  ru^o 
Te  compadece  de  un  triste. 
Que  niurrago  de  k»  vientos 
Navega  í  saler  nul^^i) qo\q 


COHBDUS  OE  DON  PEDRO  CM.DERON^E  LA  BUCA. 


t  pues  mi  inailre'lo  calla, 
Diine  ló.  jsi  babrá  cousuelo 
Tul  veiimiduJa? 

■lisict.  (Dentro.) 
SI. 

PEMEÚ.. 

¿Qué  armoniosos  acentos 
UiyoT  ¿Si  rué  llusibii? 

HÜSiCA.  (Deatr»-) 

No. 


Pues  i|i]c  ya  en  siiavus  ecos    - 
Oiiio  U9  voces  quesuelcii 
Tener  ■il'aire  su9|>euso, 
Uuaiidn  al^uiiu  ilcidad  plu 
Lu  lierra  ((loi'que  su  aceiilo 
Uélricameiile  bou  uro 
Sueua  tiiüs  ilulce  One  el  naeslro), 
t:un  albo  lie  habbr.—  iUtilá. 
Utfidail  (|ue  escucho  j  no  veo! 
Si  eres  ini  oráculo,  dime, 
¿  (JuJéu  SO}  T 

uiisKJi.  {Dentro.) 
Tú  ¡o  tabre*  pretto. 

ne  loba  de  decir? 
■lisicA.  (Dentro.)  . 

NaiUe. 


be  las  que  escaché  jirimero , 
Responde!)  ?-PequeDa  iropa 
,  Alb,  alli  bajel  pequttBo, 
'    Kt  puerto  j  la  población 
<  Buscando  ifeiien.  i  liempo 
I  Que  de  la  parle  del  moiiie 
.  Catadores  y  monteros 
Salen  también.  Pero  i  mi     - 


Y,  pues  qoe  del  reudlmieuto 
Tal  lei  se  vale  et  rencor. 
Humilde  i  «us  plantas  puesto, 
SollciUr  que  me  dici 
Hi  bado  inles  que  llegue  el  tiempo?. 

th  1  aiisicA. 
A  decirlo,  tUi  iecirlo , 
Y  á  taberlo,  lin  laberlo. 


íQaién) 


HVsic*.  {Denlra.} 
Lleganáo... 
F cáseo. 
Prosigue,  que  oo  te  entiendo. 

■ÜÍIC*. 

A  áf'cirlo ,  i'n  deeirío. 
Y  d  taberlo,  fin  Muerto. 

1  lá  decirlo,  sin  decirlo, 
Va  saberlo,  siu  saberlo  t> 
Ahora  conoico  j  »y  de  mi ! 
Que  es  llu^oii  de1  'deseo 
La  que  me  persuade  i  que 
Hablan  conmigo  los  cielos  ; 
Uue  ellos  no  usaran  conrusos 
Enigmas  ;  j  mas  si  atiendo 
A  que  lodos  los  espacios 
Uel  aire  estin  taa  si^renos , 
Que  apenas  pequeña  ^ube 

{Empieía  á  tallr  una  nube.) 
Se  descubre  en  lodos  ellos. 
Que  lioreal  carro  triuitral 
Sea  de  iajtrjdo  dueüo 
De  la  vox  i  pues  una  sola 
Que  alli  en  el  perúl  iiostrcro 
Del  bonzDole,  es  apenas 
Fingida  gana  del  viento. 
No  es  capaz  trono  de  liermosa 
Deidad.  Has  con  lodo  eso , 
Preguntar  quiero  oira  vez. — 
Ob  tit,  sonoroso  eslruendo, 
Uiblame  claro. 

«Bine.  (Denir».  d  unaparU.) 
'  Tfr,to. 

Linono.  {Dentro,  á  otra  parte.) 

A  U  cumbre. 
FiREO.  (üenlre.á  otra  parte.) 
Al  puerto. 


Vate ,  y  mlinirat  la  miiiea 
eon  loi  vocei  de  adentro,  i 
eienda  la  nube  hatia  ta  mitad  del 
tablada,  donde  se  ha  de  abrir :  vente 
eu  ua  ¡roña  i]l:lltCUItiO  con  elat  en 
el  tomtrrero  y  en  loi  piit,  y  el  cadu- 
ceo en  la  mano,  y  PALAS  armada 
con  una  aifaen  lamano  yembrata- 
do  un  etcudo,  en  que  ha  de  eilar  un 
■etpeje,  y  bajan  á  tferray  detaparé. 
eete  la  nube. 

0E5TB.  (Dentro.) 
Tp,  to,  Helampo,  Barcino. 

roiJoirES.  ifientro.) 
Al  llano. 

UDoao.  (Dentro.)  - 
A  la  cumbre. 
FiNEO.  (Dentro.) 

Al  puerto. 

A  deeirto,  tin  decirla, 
Y á  taberlo,  m  taberlo. 

Ya,  hermoso,  gatan  Mercurio , 

Alado  dios  del  ingenio. 

Que  has  querido  qué  dejando' 

El  sacro  palacio  ei^celso 

De  Júpiter  nuestro  padre , 

La  rértil  tierra  pisemos 

De  Acá  ja,  haciendo  sus  montes 

Volcanes  de  nieve  y  Tuego , 

Dime,  jqué  intento  le  trae 

A  sus  campos,  pretendiendo 

Qne-jo  en  ellos  («  acompa&e! 


Oje,  y  sabrás  et  intento , 
Va  que  porque  no  lo  aícaoce 
El  «empre  safiudo  ceik) 
De  nuestra  madrastra  Juno, 
Contigo  i  estos  m<inies  veugo. 
Va  sabes,  hermosa  Palas, 
Cuja  beldad,  cuyo  acero 
Las  almas  rinde  á  su  agrado 
V  lasvidasisuesfueno, 

Sae  de  Jüpiter  divino 
ijo  el  iolelii  Perseo, 
Hermano  es  nuestro;  ;  ;a  sabes 
Que  por  temor  de  los  celos 
De  Juno,  no  le  declara , 
Obligando  sus  despedios 
A  que  en  rústicos  pajales 
Le  deje  vivir  muriendo. 
Yo,  compadecido  boj 
De  ver  su  ultraje,  atendiendo 
A  que  Júpiter  quisiera 
Responder  i  sus  lamentos. 


Si  aqueUa  lobusU  dddad 
De  la  Discordia,  i  quien  cOen 
Las  altiveces  de  Juno 
En  nuestro  dosel  asiento , 
Sus  soberanas  ptedadea 
No  embaniara ,  preleado 
Que  interesados  Tos  doc , 
SoUcileoios  un  medio, 
Que  sin  decirte  quién  es. 
Le  diga  quién  es,  haciendo 


i  Qué  medio  puede  ser  ese? 
Que  como  tú  le  des,  quiera 
Vo  ajndarle ;  que  tambieo 
Su  mal,  como  berro  ana,  sieolo. 

■ERCCaiO. 

Yo  le  he  de  representar 
En  |as  Taotasmas  de  un  sa&o 
Toda  su  historia,  con  que 
Alenta<>o  i  un  mismo  tiempo , 
y  descouQado  viva ; 
Pues  ¡gnorando  j  crevendo, 
NI  aquello  le  tendrá  humilde 
Ni  estotro  le  hará  soberbio  : 

8ue  viendo  por  una  fiarte 
uién  es,  ;  por  otra  viendo 
Ouien  no  es,  las  cercanías. 
Disfrazadas  en  los  lejos. 
Le  harán  que  iulenle  labrarse 
Su  TorUma ,  conociendo 
Que  para  cierto  es  engaño 
Lo  que  para  engaño  es  cierto. 
A  este  Un  le  be  de  llevar 

ÍCon  algún  ungido  objeto, 
|ue  le  arrebate  Iras  si) 
A  la  gruta  de  HorTeo , 
Donde  entre  confosas  sombru 
Ha  de  ver  su  nacimiento. 

Pues  si  has  de  fingir  alguno  i 
El  mas  hermoso,  el  mas  bello' 

Íue  puede,  para  ungido , 
restarte  lo  verdadero , 
E*  Andrómeda. 

■Eaceaio. 
En  su  im^B 
Transformado,  hablarle  pienso  ¡ 
Sola  la  diSculiad 
Que  resta  es  que  Juno  viendo 
El  On,  no  totenie  estorbarlo  : 
A  euvo  advertida  efecto  ' 
Tú,  palas,  mañosamente. 
La  has  de  asistir,  pretendiendo 
Apartar  i  la  Discordia 
De  su  lado  aquel  momemo. 


grideico,  no  solo 


Yo  le  agrid 

Lo  pladosirdel  Bfecto, 

Pero  también  lo  sutil 

l)e  la.industria  te  agradeico. 

Y  pues  lo  que  !i  mi  me  toca , 

Para  reparar  ios  riesgos 

Del  hado  que  le  ameoaiá, 


Que  á  pesar  de  lodo  el  cíelo 
Conserva  en  el  cielo  Juno; 
Vo  desde  aquí  te  lo  oCirezco, 
Con  inimo  que  si  uo 
Basta  mañoso  el  Intento, 
liaste  el  valor  W  arrojarla 
Df  I  no  merecido  asiento  :  * 
A  cuyo  glorioso  Un, 
Sobre  las  alas  del  viento 
Otra  vez  i  los  umbrales 
De  uueatro  alcizar  me  vudvo. 


b/Googlc 


Pues  JO  en  eu  coofianza 
HoT  en  la  tierra  me  quedo 
A  iiiiKir  una  hermosura 
y  i  represeolar  un  sueño. 

Puee  queda  en  paz. 

En  |>az  parte, 
Porcniíllegne  A  uii  mismo  tiempo-.. 

A  decirlo,  sin  decirk», 
V  i  sabeiio,  sin  sülirrlo 

ÍVuela  Pálat,  B  oaie  Mercurio.) 
BtTit.  (Deulro.) 
To,  lo,  Ifelampo,  Barcino. 

P0LÍD<T£3.  (Detilro.) 
Al  valle. 

LiDOiio.  [Deairo.) 
A  la  cumbre. 
Tinto.  {Dentro.) 

Al  puerto. 

*  SoJ^n-POLIDITES  T  CMABOB. 
roLicn-FS. 
Rclirese  la  gente  j  do  prosiga 


(Qué  es 


or,  loque  te  obliga? 
.  polIdites. 
Habiéndome  I  uforní  a  do 
La  desvelada  posla,[1<!l  cuiílado 
Que  asiste  coii  ari-cios  singulares 
Mguarda  desLOs  moiiLesjestoí  mares, 
Por  esperar  que  un  dia 

ÍSi  no  ni  fe  Ríe  la  docta  astrologla) 
la  de  vanir  aaa  belducT  i  ellos,  [líos 
Hadre  dt;  UDÍáireu  que  ba  jle  enrkuiece  ■ 
De  triunfos  de  queel  sol  sevltestigu;. 
Ifabiándome  Intbhnaclovolra  veidigo. 
La  atenta  ceolinela , 
Que  reía  el  mar  y  la  campaña  vela , 

8ue  unos  j  olroi  eS|iaoLiis 
capan  desloa  rúslicos  iiaiacios 
Extranjeras  uacioiieB,  cuya  uneva , 
Hallándomecaiuiiido,  elr|u>r  lalleii, 
En  el  nionte'me  dlú,  salii'r  desi,'o 
Quién  soo. 

Sale  DANAE. 
dA.i*e.  (Ap.) 
Aqui  i  Pci^PK 
En  las  dudas  deje  de  mi  Torluna  : 
Vuelvo  i  buscarle,  por  si  acaso  alguna 
Rfion  puede  ei)  mi  bnnor  asegurar  le. 
Va  que  posible  no  es  desmuga ii arle, 
"ornue  sellan  mis  bliios 
leJu 


FORTUNAS  DB  ANDRÓMEDA  T  PERSEO. 

Auoque  decirlo  quiera 
" -—-lile  ;  que 

poUdites. 
Esperad. 

Haré  mal  sf  me  detengo, 
Porqneen  alcance  voj  de  otro  cuidado. 

polIdites. 
Va  uo  le  llevaréis,  pues  le  habéis  dado. 

Eso  es  lo  que  no  entiendo. 

poLionís. 
Bienficiles,  pues  lo  que  yo  pretendo 
Decir  es,  que  si  os  lleta 
Un  cuidado  y  la  dais ,  será  acción  nueva 
Darle  j  quedar  coa  él. 

i  A  quién  le  be  dado? 

íOliniTlS. 

A  qnien  le  tiene  va  de  baber  mirado 
Vuestra  rara  belleza. 

Es  error;  qué  no  puede  mi  tristeza 
Dar  su  cuidadoinadte,y  bienio  pruebo. 
Pues  DO  es  el  que  tenéis  como  el  que  lle- 
müuiTEs.  [vp. 


lo  seria 


De  Juno  celus  j  di 


^.  Una  villana  liicia  esta  parte 

polIdites. 

.  Al  ver  perrcccíon  tan  soberana, 

Di  una  deidad  en  irajedevilljoa.—  [ra>) 

Oecídme,MP'  jCieBOeslojiluitaiipU' 

Prodigio  Uestes  montes,  [:íf.  ¡Quéher- 

[uíDsura  f) 

iQué  gente  es  la  n«e  ve  vuestro  horiion- 

SulcarelgnlfoydiscorrírdmonleT  [te 


Bien  podida 
Ser  que  lo  hese ;  pero  - 
Posible  que  lo  Tueae 
Tal,  que  mi  amor  al  vuestro  pareciese. 
Quedad  coa  Dios. 

POLfoiTES. 

Oíd. 
Salé  PERSEO. 

j Qué  .es  la  que  veo? 
bíKjIE.  (Ap.) 
Amal  tiempo  (¡ay  Je  rol  I)  llegó  Perseo. 

'  PEHStO. 

Hidalgos  cortesanos. 
Queda  la  lengua  esté,  quedas  las  manos 
(.V.Un  nuevo  rui'BO  en  mis  entrañas  ar- 
Que  tiene  la  aagulaquIcD  la  guarde. )[de. 

polIdites. 
rQué  donairosa  brlú 

Perdonad,  que  es  hijo  mió; 
V  criado  eii  ai|ueslas  casrrias , 
No  talle  lo  que  son  cortesanías. 

polIdites. 
4HÍJ0  es  vuestro  ó  hermano? 

¡Qué  lisonjero  chiste  coriesauu! 
Hijo  y  muy  hijo. 

polIdites. 

(Y  es  de  aquesta  aldea? 
aliuB. 
Aquí  oaciá. 

■   polIdites. 
Feliz  la  patria  sea 
De  nni  j  otra  hermosura  soberana. 
¿Cómo  08  llamáis? 

Diana. 


polIdites. 
¡Hija  de  quién? 


Salea  CARDEMO  T 


Dame  tus  plantas. 
viLLAnos.    ■ 
Y  1  todos  mos  las  dé. 

No  mas  que  i  vellas ; 
Que  su  merced  se  quedara:  con  ellas. 

polIdites. 
Del  suelo  alzad. 


Habiéndome  contado 
Vuestros moiiterosconto  habéis  troca  - 
E\  bosque  iior  la  aldea,  [do 

Veiigu  a  siIrt  nné  dicha  nuestra  sea 
La  que  aquí  os  na  traído.. 

POÜblTES. 

Habiéndome  inrormado  que  b)  tenido 
Portíerray  maráaquestepuerrogeoie. 
Quise  saber  quién  son. 


Pues  ficil  mente 
Podrá  informaros  ella , 
Pues  de  tierra  y  de  mar  llegáis  á  vella. 

DilUI. 

i  Quién  es,  señor,  aqueste  eaballND  t 

GARDETIIO. 

El  Rey. 

PíKto.  (Ap.) 
.     tf.^taesclRey?Sindtidahoyinuero. 


Decid,  ilustres  cortesanos.. 

UDOHO. 

iPor  dúnde  desta  cumbre 

Antes  podré  vencer  la  pesadumbre? 

{Ap.  Pero  ¡qdéee  lo  que  miro!) 

dAnae.  {Ap.)  . 
Lldoro  es  este. 

IIDORO.  (Ap.) 

Justamente  admira 
Suhermosurajsuséña.    ' 
m. _ .  ggiijf^  pygg  j  callar  enseña 


Fueruei 


.    ,.„_.....„, duda  veo 

En  otros  labios  puesta. 
Satisfaga  á  los  aos  una  rcspiiest.1. 

.polIdites. 
Aates  es  bien  que  acuda 
A  dos  dudas  mi  voz  con  una  duda. 
Unién  sois  saber  pretendo , 
Primero  que  os  iurormí-. 

Yo  siguiendo 

Í4p.Fuerzaesdisimular,)  voy  la  rentara 
le  la  mas  lareliz  triste  hermosura 
Que  vlú  el  sol,  cuya  misera  htiga  ' 
A  consultar  í  Júpiter  me  obliga.— 
No  puedo  detenerme,  n 


^IWgff*' 


COHEUIAS  OB  DON  PEDRO  CALDERO»  DE  LA  BARCA. 


Vo  UDipoco,  que  pierdo  d  me  qocilo 
Kl  mejor  lemporsl,  para  volremn' 
Al  insuiile  qnellegui;  A  rripaiidcriiiL' 
Kl  oricalo  i  ana 

I>reuunia,hij3iiimbiriidi'olr3ronuiij. 
PtuWMiaü  qntitaoj  sin  respouüer  nt;  va- 


Tamliien ,  i  eUu  rendido. 
Me  tím  de  disculpa 
Saber  que  la  ¡Knoraiicta  duducs  culpt. 


AuDque  el  electo  tocru 
De  mi  primer  iuieiiio. 
Ley  el  resptfio  es :  escoclia  atento. 
Cuiopea,  de  1*riiiacria 
BerraoM,  Infelice  reiua 
(Qm  Iu  fnliiUckladea 
Son  lanar  de  la*  belleía*), 
De  Celeo,  amaole  sujo, 
Una  biia  tuvo,  tao  bella, 
Qoe  afrentó  con  su  bermosora 
Toda  la  naturaleza. 


Aparó  SL 

Creció  Aadrúmeda  (que  éste 
Es  su  uonüire]  tan  perrecta... 
— í  Pensarás  que  i  decir  voj 
Que  no  bay  nadie  que  la  tea 
Une  no  le  euaniorel  Pues 
Tai)  al  contrario  lo  piensa, 
Que  DO  bay  nadie  que  la  mire, 
Uue  ta  ame;  que  no  deja 
Esperaous  para  anurii 
A  uadie  qm  llegue  i  verla. 
V  asi,  «I  sn  primer  instante 
La  TuliuMad  mas  atenía 
No  es  posible  quedar  viva. 
Viendo  tu  etperau;ía  muerta. 
Dígalo  jro...  Pero  «sio 
No  es  Jel  caso.  Casiopea, 
Mirando  i  Andrómeda  un  dia 
Uue  i  la  orilla  llsouiera 
t)el  Nerei't  restejaiTi 
l>e  las  bermosas  Nfreldas, 
Nítiras sayas,  Oorecia 
Ki  oro  de  su*  aruu^is 
Al  contacto  de  sus  ptnnias , 
Desranecida  y  solierbia 
Lrsdüu  :  dh-Cid  á  ^cnut, 
Marítima  deidad  vuestra , 
Qoe  reina  de  la  liermosura 

Kn  u  ¡iililÉiU      miai  ll.>ni 


Nou 


iijiule,! 


■I  que  Andrómeda  sola 
Hay  que  e.w  iiiiperio  mereica; 
Pui-s  ella  sola  deliia 
Ser  de  la  liermosura  reina.) 
Ufeodiíronse  las  iiinrus; 

8ue  en  locando  i  esta  materia 
e  mas  hermosa  soy  yo. 
No  hay  deidad  qae  no  lo  sienta : 
Samerciéronse  en  las  ondas, 
V  oreudidas,  por  si  mesmas 
En  Tua  de  Venus,  pidieron 
tiaiisraccion  de  la  ofensa. 
Ñereo,  sagrado  rio, 
(jue  en  el  mar  gotoso  eatra 


Solo  por  ver  si  en  el  n 
Con  alguna  espoma  ene 
Ue  las  que  tuina  de  Véons 
Cuna,  pnt-s  amante  della, 
Son  su»  ligrimas  sus  ondas , 
Sintió  de  suerte  la  afrenta , 

Sue  en  toda  Trínacría  qtilso 
«ngarla  y  satisfacerla. 
Hanuo  monstruo  escanudo 
De  ceríiteas ,  verdinegra* 
Conchas,  con  pies  y  con  alls 
En  sus  bóiedas  en);endra , 
De  su*  entraña*  aborta, 

V  de  EOS  senos  retieoia  : 
Tan  disforme ,  que  si  nada , 
Tan  tremendo,  que  si  vuela, 
Brama  el  aire  y  gime  el  mar, 
Ckmhindidos  de  manera , 
Qae  no  se  sabe  si  es 

Aire  ó  mar  adonde  llega ; 
i'ncs  escupidas  las  ooass , 
Hace  cada  vez  que  alienta, 
Que  el  mar  se  suba  á  las  nubes 

Y  el  aire  i  las  ondas  venga 
A  ocupar  aquel  vacio, 
Hadeudo  la  azul  etlera 
Mil  desígnales  montañas 
De  nubes  y  de  caienias. 
Este  pues  Hero  vestiglo , 
Esta  pues  marina  bestia , 
Con  su  saliva  las  aguas 

De  todo  el  rio  avenena , 
Con  su  anbélilo  laüciona 
Del  monte  plantas  y  yerbas, 
y  de  todos  los  ganados 
El  templado  ambiente  loresta. 
A  la  orilla  00  es  posible 
Uegar  nadie ,  que  no  sea 
Pasto  suyo;  oooa;  bajel 
De  cuantos  al  puerto  Uegan, 
Que  no  loiobre  i  su  visia; 
Porque  su  eí    ' 


Sise 


Tienen  i  Trina  cria  )iecha 
Sepultura  de  si  misma , 
En  sed,  hambre  y  peste  envneita. 
De  varios  ritos  ha  usado 
Detota  la  piedad  nuestra, 
Sacrilicindola  i  Venus 
En  BUS  albres  diversas 
Victimas ;  pero  Dloguna 
Su  sacra  ojeriu  templa. 
Vo  ( que  mas  interesado 
Que  todos  soy  en  su  adversa 
Fortuna ,  porque  infelice 
Primo  de  Andrómeda  bella , 
Espero  lograr  su  mano. 
Siendo  en  tan  gloriosa  empresa 
El  no  merecerla  medio 
De  llegar  i  merecería) 
A  Júpiter  en  su  templo , 
Que  mas  antiguo  celebra 
La  anciaaidaa  de  los  ¡iglos, 
t^ue  es  ese ,  cuya  eminencia 
Sobre  la  siempre  nevada 
Cerviz  de  Acaya  se  asienta, 
Ofreci  DU  preciosa  don, 
Que  traigo  conmigo  en  muestra 
Del  voto ;  y  asi  te  pido , 
Señor,  que  me  des  licencia 
Para  |>eneirar  su  cumbre, 

V  saber  de  su  respnesla 

8ué  sacriflcios  i  Venus 
aremos,  con  que  se  vea 
Su  beldad  desagraviada 

V  mi  feliz  patria  exenta 
Deste  mooslruo  qne  la  aQigc, 
Este  susio  que  la  cerca , 
Este  pasmo  que  la  asnmbra . 
YeHehonmrfMUai ' 


Prodigio! 

Fiasco. 
¡  Rara  eitratoa ! 
No  porque  baya  un  monstruo ,  ctuntii 
Porque  uo  baya  quien  le  venia. 

VILLANOS, 

¡  Quién  de  oírlo  do  se  *d*áira  1 

j  Qoiéa  de  escacharlo  no  tiembn  ! 


üye,i 


EiLfafia  es  la  que  me  lleva 
Al  templo  tambiea  i  mi 
Oe  Júpiter,  con  la  mesroa 
Acción ;  ^  bien  es  la  causa 
En  sus  principios  opuesta. 
lAp.  i  Ay  Dluae !  do  sé  si  al  verte 
Palabras  tendrl  la  lengna.) 
Yace  i  la  falda  de  aqnel 
Monte  africano,  oue  ostenta 
Sobre  su  cervii  el  cielo 

IRieu  que  ya  alguna  eiperíenda 
losirú  que  solo  un  cuidado 


que  sos  rombos  pesa). 
Yace  pues,  digo,  i  bu  falda 
Una  fibrica  pequeba. 
Casa  de  cajnpo  k  una  parte, 

V  1  otra  oua  iolrincada  selva. 
Cuyo  variado  pais 

Tiene  siempre  en  competencia 
De  primores ,  aqui  el  arte 

V  allí  la  naiuraleía. 

teísta  pues  noble  alqaeria. 

Nativa  cuna  primera 

Pni  de  Medusa ,  beldad 

Tan  sId  eji^mplar,  qoe  Bpéaat 

Le  vendría  las  alabanzas 

Que  otro  de  Andrómeda  cuenia ; 

Bien  que  oo  tan  venturosa  ; 

Coya  infelice  nperlenda 

Dice  que  es  mas  su  hermosura 

Cuanto  es  mas  triste  su  estrella. 

Entre  coantas  perfeccione* 

Doiú  el  cielo  su  Iwlleza, 

En  la  que  mas  se  esmeró 

Fué  el  cabello ,  cuvas  hebras 

Hiló  el  sol  entre  stis  rayos. 

Siendo  su  frente  una  esfera. 

Que  trenzada  anochecía 

Porque  amaneciese  suelta. 

Dígalo  el  efecto,  pues 

Va  dia  que  i  la  ribera 

Del  mar  tpeioar  salió 

El  rubio Onr  de  sus  tremas, 

EDvidioEO  al  ver  Ne[)(uno 

Que  el  aire  en  su  espacio  tenga 

Mas  bello  ^olfo  de  ondas 

t Cayos  piélagos  navegan 
n  bajeles  du  marlU 

Conchas  de  nác:ir  i  perlas), 

Pasó  la  envidia  i  deseo, 
:  Si  ja  no  t  codicia  necia 

De  presumir  que  podia 
,  Enriquecer  so  soberbia 
I  Con  el  oro  de  otras  Indias. 
I  Mas  ricas  cuanto  mas  cerca. 

Amante  pues  suvo ,  no 
I  Se  valió  de  las  linezas 
!  De  rendido;  que  el  amor 
j  De  nn  poderoso  no  ruega , 


¡Vriersedi 


iricTa 


dbvGooglc 


FOBTUNAS  DE  INDRMIEDA  V  PBRSRO. 


y  aii,  OD  dia  que  lavló 
Bd  el  [emiilo  de  Minerva , 
Qdc  i  iM  orillas  del  mar 
Sobre  sus  riscos  k  asienta  , 
Desatando  de  sus  ondas 
Toda  la  safia  viólenla. 
Para  sus  irangullidades 
Se  valió  de  sos  lonnenUS. 
El  templo  Innodó,  y  entre 
Et  susto  qtie  i  lodoa  cerca , 
Ei  miedo  que  t  todos  larha  , 
Rl  pavor  qae  i  lodos  ciega , 
Reservando  Ue  Medusa 
La  soberana  belleza , 
Por  üiena  logró  su  amor... 
—Has  miente,  miente  mi  lengua ; 
Que  aunque  consigue ,  no  logra 
El  que  coQsigiie  por  fnerza. 
HlDerva  ofeudida ,  al  ver 
Los  dos  sacrilegas  muestras, 

Sue  i  su  templo  j  su  decoro 
iio  la  ruina  y  la  ofensa, 
No  pndíeodo  eu  él  vendarse. 
Dispuso  rengarse  en  ella ; 

Sue  un  rencor  que  en  el  calpado 
o  te  satisface ,  queda 
Siempre  rencor,  hasta  que 
En  el  que  puede  se  venga ; 
X  viendo  que  rué  el  calKllo 
Causa  de  su  amor  primeTi, 
Las  hebras  t|ue  fueron  de  oro 
Trocó  en  rizadas  ctilebras. 
Cafo  veneoo  en  los  ojos 
Se  comunica  j  se  ceba , 
Tanto ,  que  i  ninguno  miran 
Que  en  tronco  no  le  conviertan. 
Rabiosa  vive  en  los  tnonlt.'» , 
Tan  sañuda  bandolera 
De  las  vidas,  que  no  pasa 
Peregrino  que  no  mnera 
A«n  vista ,  racional 
Elasilisco  de  la  selva. 
Kadie  se  atreve  i  maurta , 
Porque  nadie  que  i  ver  llega 
So  rostro,  vive,  porqué 
Darla  la  muerte  no  puedan. 
Dormida,  sus  dos  hermanas 
Bstin  en  su  guarda  nuesus ; 

Descansa ,  la  otra  esta  en  vela , 

Con  que  es  imposible  que 

Remedia  este  asombra  tenga; 

Si  ya  Júpiter  aaffrado 

( A  quien  ;o  traigo  otra  ofrenda , 

Como  prlucip''  qae  soy 

De  aquella  aíricana  tierra ; 

Bien  que  principe  infeüce. 

Dalo  i  fortunas  adversas , 

Tanto  que  il  hablara  de  otras. 

No  niera  la  mayor  esla) 

Con  su  piedad  no  socorre. 

Con  sa  poder  no  remedia 

Este  esciiidalo ,  esta  ruina . 

Este  esiraKO ,  esta  violencia , 

Ea  sus  oráculos  dando 

A  mis  preguntas  respuesta, 

lie  cámo  desenojar 

A  la  deidad  de  Minerva, 

Suedando  libre  mi  patria 
e  desdicbas  j  miserias, 
Ansias  y  calamidades. 
Iras,  muertes  y  tragedias. 

poUditei. 
De  vuestros  raros  sucesos 
Tanto  me  admiran  las  noevas. 
Que  tenfio  de  acompaíitros 
Al  templo ,  por  ver  qué  llega 
Jú]iiter  i  responderos. 
(Ap.  Has  rolenlo.  ¡  Ay,  zagala  t>ella ! 
Por  verle  esie  ratn  mas. 
No  doy  i  la  c«ric  mella.)        (Vmi 


Guirdete  el  cielo. 


{Vote.) 


Tus  plantas 
Reso.  (Ap.  ¡Ay,  Dioae,  quién  nadiers 
Hablarle!)  iVaie.) 

nAiut.  (Ap.) 
¡  Quién  por  no  verle , 
Lldoro ,  ni  que  supieras 
Ue  mi,  se  hubiera  anegado 
En  el  mar: 

CAIKIVIO. 

Vén,  Diana  bella  , 
A  ver  Júpiter  qué  dice 
En  maravillas  como  esus. 

Vén,Perseo.  '  (lVi«) 

PFUEO. 

Va  JO  voy. 

Vén,  Bato. 

B»TO, 

Id  VOS  norabuena. 
Que  JO  DO  pienso  Ir  allá. 

EMGAETO. 

4 Por  qué? 

UTO. 

Porque  DO  naijera 
Ver  nada  qne  me  acordase 
De  que  hay  monstruos  y  culebras 
En  el  mundo;  pue:»  me  basta 
SKber  que  tiaj  suegras  y  suegras. 
Que  hay  cuñados  y  cuñadas, 

Sue  hay  tios  y  lias,  viejas 
viejos,  y  finalmeoie 
Qoe  hay... 

ailATC. 

Di.^quéT    - 


Loco  pensamiento  mío. 
Que  cuando  Ignoras  quién  eres. 
Pasar  temerario  quieres 
De  la  duda  al  desvario  : 
i  Adonde  te  Meta  el  brío , 
Presumiendo  altivo  y  vano 
Qne  uno  y  otro  horror  tirano 
Tü  solo  vencer  podrás, 
SI  oyendo  i  uu  villano  estás , 
Que  ni  aun  eres  un  villanoT 
;  Quién  de  Triiiacria  venciera 
Et  monstruo!  V  de  Arríca¡quién 
Venciera  el  pasmo  también. 
Para  que  nadie  pudiera 
Decir  que  mas  qne  yo  era! 
Pues  á  quien  le  hace  por  si 
Su  rorlDOa,  es  i  quien  vi 
Dar  mayor  eslImactoD; 
"  le  hijos  de  BUS  obras  son 

>s  hombres;  mat... 

■EacDBio.  {Denln.) 
i  Ay  de  mi ! 
riasKo. 
El  I  ay  de  mi!  aquella  roca 
Antes  que  yo  pronuncié. 
No  sin  causa  me  quitó 
El  suspiro  do  U  boca ; 
Pues  es  m)  suerte  tan  poca, 
"'le  ni  aun  suspirar  merece 

r  el  alivio  qne  ofrece 

ay  a  un  triste;  j  asi 
No  digo  yo  el... 

I.  (Dentro.) 
iAydeml! 


Oírte  mas  cerca  par 
Mal  har^.,  si  osado  no 
Descubro  c6vb  es  la  ira , 

Sue  anticipada  suspira 
orque  no  suspire  yo. 


Oueh 
Loshc 


AnonóiED*  (d  Mercuriv). 
Si  el  cielo ,  oh  Joven ,  te  dio 
Valor  que  desmienta  al  traje , 
Siendo  de  tu  vida  ultraje 
Verse  de  sayal  vestida , 
Procura  amparar  mí  vida 
De  ana  Sera ,  antes  que  bale 
Dése  risco,  donde  ( ¡  ay  cielos  | ) 
Andando  á  caía  la  vi. 

ÍESEEO. 

Colira  el  aliento,  y  de  mi 
Fia ,  oh  beldad ,  tus  recelos  ¡ 

8ue  no  esos  azules  velos 
u  vano  á  mi  te  han  traído. 

AKDRÓMEDA. 

Que  no  me  tiga ,  te  pido , 
■iénlras  yo  escapo. 

ESOBO; 

Qae  mal  podré  vencer  yo , 
Dejándome  lü  vencido. 
Si  mientras  le  dejo  ir, . 
Ella  desos  montes  l>aja 

V  en  otra  parle  le  ataja , 
iDe  qué  te  podré  servirí 

Y  asi ,  pues  be  de  morir 
En  tu  defensa,  será 
Bien  que  uo  le  deje  ya. 

Pues  el  riesgo  de  que  huir  qtitereí. 
Está  donde  tú  estuvieres , 
No  donde  la  fiera  está. 

ANraÓMRPA. 

Eso  es  qnerer  que  yo  boy 
Dé  en  un  riesgo  por  hnlr 

).  NI  taW  quién  soy. 
Joven,  ni  me  has  de  seguir; 
y  asi,  mientras  yo  me  voy. 
Buscarla  fiera  procura. 

i  No  ves  qne  será  locura 
De  vario  amor,  por  hallar 
A  uua  flera ,  aventurar 
El  perder  una  berm atora  T 
Contigo  he  de  ir ,  pues  contigo 
Va  tu  peligro. 

Anon6iiui4. 
Eaono. 
Quédale. 

rsnsco. 
Mat  podré  yo 
Acabarlo  ya  conmigo. 

ANDRÓUa*. 

Pues  sigúeme...        (Fose  eorrieitít.) 

Y3leBlgo.(FaKAw«JJC.) 
ALOMÓSE  a*.  (Deaira.) 
Si  á  voljr  le  atreves  mat. 

PEMBO.  (Dtatro.) 
El  viento  te  d^a  atrás. 

{VHelee  Aairimeda.) 
AKpnóaiDA. 
i  Aon  seguirme  intentas  7 
{Vtubie  Perú».) 


„,zo««Gdbgle 


COHIÜDIAS  UE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  U  BARCA. 


iunúiciiA. 
\Ky  ioMice  de  (I! 


1.  {OtNlrir) 
Ya  (Juemi  telociJuü, 
Usero  jóv«n ,  fruliereí , 

(Sale  y  da  vuelta,) 
Búscame,  t\  halbnne  quieres, 
Eu  esta  gruta.  - 

Aunqua  veo 
Que  en  la  gruta  de  Morfeo 
Se  ha  entraüo,  tras  ella  toj. 

AnDRÚaBKA.  (Dentro.) 
Aqui  me  liallari^ 
La  Eombru  de  it 


Ducoapit. 
No  liallaria,  porque  primero 
Le  diré  jo  cuanto  iiasa 
A  Juno. 

Calla,  Discordia. 


DISCOtDIjl. 

Soelta. 
Ñuf .  - 
Aparta. 
No  lias  de  haUar. 

PIICOBDI*. 

No  be  de  ni 
Hirt  qaeeneldflo  Pilas;  {J 
y  que  Mercurio  e»  la  tierra... 

Suspeiide  la  tai. 

niSCOBDIA. 

Por  declarar  el  bastardo 
Rijo  de  Jüpiíer  aodan. 
En  oprobio  de  lus  celos ; 
Pues  si  una  tei  le  declaran . 
Sabri  el  mundo  qne  oo  eítina 
Tu  DécUo  el  que  te  agravia, 

Suspende  la  aleve  lengua, 
Hentlda  deidad,  pues  basta 
(}ue  el  acento  átr  tu  voz , 
Sonando  sin  consonalida , 
Diga  quién  eres,  sin  que 
Lo  diga  también  U  sana  - 
De  ta  siempre  escandalosa 
CondidoD. 


I  De  Aiiürómeda ,  llevar  traía 
I  A  la  gruta  de  HorTeo 
A  I'i!r&eo ,  mi  es|ierauia 
Te  tendrá  aqui. 

Discoapu. 
Hal  podrás. 

Uira... 

UtSCORMA, 

Suelta. 

Eflcncha... 

DISCOHDtA. 

Apg 

O  desde  aquí  daré  voces. 


Te  haré  callar  de  olr«  suerte. 

Bisco  ■  DÍA. 

¡  Qué  soberbia  con  las  armas 

Que  te  dio  Harte,  rendido 

A  tu  hermosura  y  tu  gracia , 

Estis!  Pero  contra  mi 

Ni  escadus  ni  ameses  basun , 

Porque  ¿qué  puedes  tú  liacenne? 

Arrojarte  deste-alciiar. 
DisConiiiA. 
iTúimi? 

l>ll.A3. 
MSCOBDU. 

Pues  si  Judo 
En  él"  me  conserva  j  guarda  > 
1  De  qué  suerte  podrás  tú 
Obligarme  á  qne  del  salga  T 

rkus. 
Desta  suerte.  Recibid , 
Hontes,  envaesiras  entrañas 
Esta  mentida  deidad 
Que  alrroja  del  cielo  Pilas. 


Que  calle;  jai  para  esio 
lie  Juno  abora  me  apariai 
Vo  sabré  volverine  a  ella, 

No  baris,  porque  basta  g 
Mercurio  el  Od  conseguitfi 
Que  pretende,  i  cnn  ceu 
Con  la  beUlsioia  Imigcn 


¡Ajinrelicedemll 

Sigue,  Hercurío,  la  instancia 


JORNADA  SEGUNDA. 


^uraifeANDRO- 


Seguirle  tengo,  aunque  te  entres 
"  "DITO  mas  {>avoroso, 

ANDRÓMEDA. 

Aqui  me  hallaras,  Peraeo. 
Rayo  j  sombra  en  humo  j  potro. 


Sale  Mereurío  en  figura  ie  andiiókk- 
D* ,  t  Perteo  delrat ,  s  w  entra» ,  g 
múiate  todo  el  teatn;  g  le  que  *e 
deieubre  e*  la  gmta  del  aieñt,  « 
HOKPEO  ,  virja  venerable ,  nbre 
unátgerbaidetuHgnifleacien,  ce- 
rno ten,  beleño»  t  eipreset;  y  tale 
PERSEO.  ,  . 


Delirios  soo  CDaoloa  veo. 
Fantasías  cuantas  toco? 
i  Oh  tú,  caduca  deidad, 
Útie  con  nombre  de  re|>0M , 
Paréntesis  de  la  vida. 
Eres  la  mueite  del  oeio ! 
Dime,  si  un*  sombra  sigo, 
iCÓmo  ( 1  ay  infelice  ! )  cómo 
Entre  tantas  no  la  encneoiro 
En  sitio  tan  pavoroso. 
Si  aquí  tras  ella  llegüdo?... 
Has  ¡ar!  qne  cuindo  te  iatooo. 
No  ;ra  los  conceptos,  pero 
Aun  las  palabras  no  formo. 
Recíbeme  á  tus  umbrales  ¡ 
Que  ]'a  i  lus  raerías  me  postro. 
Viva  peña  entre  tus  peñas. 
Vivo  tronco  entre  tus  troncos. 
{Reeuitbue  en  unpeñatco,  f  ^uHsu 
difraida,) 

Felice,,  in  reí  ica  joven , 
Pues  en  un  instante  propio 
Eres  de  unosdioses  ceño 

Y  eres  cuidado  de  otros. 
Lo  Qero  de  una  dei<lad 
Temple  de  otra  lo  piudoso, 

Y  quédese  en  mi  ciencia 
Informe  el  umor  j  el  odio. 

?uiéa  eres  has  de  saber , 
en  aquel  ioslanie  proprio. 
Aun  bas  de  ignorar  quieo  eres. 
Viendo  que  no  es  uada  lodo. 

rCHSEo.  (En  titeñot.) 
i  Como  esposiUe  (¡a;  de  mi!) 
Que  si  JO  una  vei  me  informo. 
Vuelva  i  quedar  coo  la  duda? 

Ahora  te  diré  eúnao. 

Uef>reseutadle ,  Hurones. 

Su  nacimiento ,  de  modo 

Qae  le  vea ,  j  que  no  sea  - 

Creido  después  de  otros.  * 

Vate ,']/  detcúbrete  el  retrete  cm«  DA- 

I     NAlí,  veitida  dé  dama,  y  euatr»*tr 

■isconeíJo,  cantand», yvMMiaá*. 

¡  FERSEO.  [Ea  tneiot.) 

.  lili  madre  entre  tantas  reales 
¡  Pompas ,  estrados  j  adornos ! 
'i(}ué«sesto,  cíelos! 

Canud,  9 

Por  si  algún  aliento  cobro. 

CaiilM)  haciendo  labor. 

Que  bien  puedu  liacerse  todo. 

D*aAS.  (Cantan.) 
Ya  no  let  pitnto  pedir 
¡lai  lagrimal  i  mit  ojo» , 
Parque  dicen  que  ne  pueden 
Uoraf  fanlo  y  ver  tan  poco. 

DilUB. 

Bieo  i  la  fortuna  mia 
Correspoodeo  letra  y  tooo. 
Pues  to  qne  lloro  y  no  veo 
Son  mi  consuelo  y  mi  enojo. 
Hi  consuelo,  pues  no  tienea- 
Uis  penas  mas  desahogo 
Que  el  de  la  piedad  y  el  Ibnto 
Üue  en  estas  prisiones  fomo ; 
— '  enojo,  pues  al 


Que  pof  00. 


teóñle  iolo...  i 

™i00g  le 


FORTUNAS  DE  ANDRÓMEDA  Y  PERSEO. 


Ta  «9  la  piento  pedir 
■  Hat  Ugrimoi  á  mU  ejot. 

DkHAr.. 

iP«M  qué,' piadosos  citlos. 
Si  es,  cielos,  qu«  sois  |iiaüos«S 
En  dar  i  un  infeliz  vida, 
Qultab  de  la  vida  el  logra? 


Siávi 


No  nacer  mera  tUM  proprio; 

8ae  no  es  lisonja  de  un  preso 
I  dorarle  el  calabozo. 
Si  para  llorar  3Ín  ver 
He  babeis  dejado  los  oJttS , 
Para  todo  los  quiíad , 
'  O  didmeloE  para  todo. 
■    ^*<1  qu8  quejosos  de  mi , 
Nd  quieren  uno  sin  oiro... 

ELLA  y  DAMAS. 

Pfrque  dicen  que  na  pueden 
Uorar  lattto  y  ver  tanpoco. 

1  Qní  delito  comeU 
Para  oue  tan  riguroso 
H¡  padre  me  ie  casiigue'f 
Si  enamorado  Lidoro 
De  un  retrato,  i  verme  lino, 
i  Qué  causa  es  de  que  celoso 
Tema  tanto  de  su  amor, 
Y  fie  de  mi  boiior  tan  poco , 
Oue  rae  prenda!  Uas  ¡ay  irisie' 
Para  qué  gimo  Di  lloro! 
Cantad,  cantad,  rppiíiendo 
Uua  >  otra  vei  á  coros... 

Demra  hdsica,  ¡f  empiesa  á  Ihvereí 

■lÜiCA.  (Dentro.) 
B¡  que  adora  hapotiblet 
Que  llueva  ero  : 
Sia-¿1  nádate  vence , 
r  con  it  lado. 


¿PuesquéT 

Que  de  la  llorada 
Techumbre  el  ariesim  roto 
Se  viene  abajo,  llovieti<lu  . 
Sobre  nosotras  el  oro 
Que  le  esmaltaba. 

^s  en  vano 
Que  el  que  llueve ,  i  lo  iiue  noto 
Es  de  mas  sagrada  nube. 

Sea  t\  ano,  ja  que  es  bermoso , 
1  venga  como  vmiere. 

(Cogea  U/dat.) 

I>ÍH*  1.' 

Sta  duda  qne  algún  .dios  moio 
Recién  heredado,  quiere         ' 
Aplausos  de  generoso 
Y  ecba  el  oro  por  ahi 
One  le  dejó  en  |iairiinonio 
El  viejo  dios  de  su  p;idre. 

BAlUi,* 

Coge ,  Laura. 


Mañana  hago  treinta  estrados , 
Qne  ya  cinco  6  seis  son -pocos. 

Yo  el  solar  de  la  monlaña 
Que  fué  de  mi  abuelo,  compro. 


Que  no  ha  de  goianue  esposo 
Letrado  :  espaila  y  guedeja  .  . 

Ha  de  ser  lui  palrimoiiio. 

KisEO,  {En  tueño*.) 
i  Qué  dulce  sueño  me  tiene , 
Aun  ñas  que  dormido,' absorto t 

,Qué  prodigio  es  eíte ,  cieloT 

Btfja  tm  dguüa ,  y  m  eUa  IlIPITER , 
venido  de  Cupido- 

Va  yo  á  tus  dadas  respondo. 
BiJticA.  {Dentro.) 
El  que  adora  impotible* 
Que  Uueva  oro : 
Sin  él  nada  ti  vente, 
¥  ton  modo. 

itipina. 
Hermosísima  beldad , 
En  cuyo  divino  rostro. 
Por  uso  lo  desdichado 
Se  ha  rengado  de  b  hermoso: 
Favonio,  el  galán  de  Flora, 
Que  es  el  qne  penetra  solo 
Tu  alcázar  (porqu?  no  hay 
Alcaide  para  Favonio). 
l'.oii  sus  flores  me  lia  pintado 
Tus  iierreecioiies  de  modo. 
Que  i  tu  fama  los  oídos 
Se  lian  rendiito  .«in  los  ojos. 
Y  para  llegar  á  verle  , 
De)  aire  mismo  celoso, 
Ditirtiéndote  las  guardas , 
Aquesta  lluvia  dispongo; 
Que  el  que  adora,  etc. 

Alada  deidad,  ¿quién  eres. 
Que  tus  señas  duscoDozco!' 
Que  el  oro,  el  ave  y  las  ala£ 
Piensan  uno  y  dicen  olro. 
(Baja  Júpiter  al  tablado,  y  vuela  , 
djpiiia.) 

Jüpiter  soy,  aunque  ves 
í  de  (aa  plumasme  adorno 
Amor;  que  para  llegar 
D  vista  mas  uicboso, 

Depuesto  el  ceío  sagrado, 

Depni'Sto  el  semblante  herAicO' 

Con  qne  los  rajos  esgrimo 

V  los  relámpagos  Tormo, 

Liberal  y  hermoso  quise 

Que  me  vieses;  y  asi  lomo 

De  la  deidad  de  Cupido 

La  ala,  y  el  metal  ife  Apolo ; 

Si  bien  «olo  este  bastara: 

Que  para  llegar  airoso 

A  los  ojos  de  una  dama , 

No  hay  mas  gala  que  el  soborno ; . 

Qaeel  que  adora,  etc.     ' 

Si  erfes  love,  como  iJices  -, 


Y  es  ñiena  que  seas  triadoso 

Duélete  de  mi :  no  quieras, 

Que  de  ta  arecio  amorosa 

Sea  trorpo  mi  tidi. 

Decreto  hay  que  al  punte  propio 

^e  entre  aqui,  aunque  sea  deidad, 

Me  echen  derrotada  al  golfo 

Yo  sabré  ampararle 
Cuando  ílguien  le  diere  enojo. 

K"q  es  mejor  no  darle  tú 
e  vengar  que  le  den  olro»? 

JÜPITEH. 

{Átela  áe  lat  manot.) 
i  Guindo  lo  Dié  el  rendimieuto  * 

Ahora  lo  es.  ¡  Cielos  socorro ! 

il)WTEI 

Porque  sus  voces  no  escachen, 
Decid  conmigo  vosotros... 

Aunque  h»  Tientos  confiíndas, 
NI  TOZ  saldrá  sobre  lodos. 
¡Cielos,  piedad!  ¡Pavor,  cielos! 
¡Socorro,  dioses,  socorro! 
aísíCK.  {Dentro.) 
Et  que  adora,  etc. 

{Citrete  toda  la  gnta  de  Morreo  v  el 
retrete,  y  vuelve  á  quedaru  la  lebia 
como  dalet  citaba ,  can  lat  cateriai 
nevada»,  quedando  admirado  Per- 
leo.) 

nSHseo.  {Detpertando.) 

Oje,  ignarda,  escucha,  es|iera  ¡ 

Siue .aunque  seas  poderoso 
bpiter,  vengaré  su  il 
De  mi  madre...  Uas  ¡qaé  loco  « 
Del  sueño  despierto!  pues 
Nada  veo,  nada  oigo 
De  cuanto  veía  y  oia. 

tNo  es  este  aquel  sitio  proprio 
onde  mentida  ilusión 
Couira  el  sangrleuto  destrozo 
De  una  Aera  me  pidió 
t'avoF  r  Si  pues  ¿címo  í...  • 

Sale  DANAE,  de  vülatta. 
niiUE. 
_  iCómo, 

Perseo,  cuando  caminan 
Al  templo,  llevados  lodos 
De  dos  tan  nuevos  prodigios , 
Tu  aqnl  te  has  quedado  solo  1 
A  cuya  causa  i  bascane 
Como  esposa  y  madre  torno. 

Quién  vid  aqneHas  majestades 
I  ve  estos  sayales  loscosT 

iQné  te  suspende! 

.    Hosé. 

DilUE. 

iQaé  lieoesT 

ráaiEo. 
Noaé. 

iQué  abogo 


b/Googlc 


COMBOIAK  ÜR  DOM  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  MfiCA. 


Lloras  T 

No  lo  sé  lampoco. 

i  Nada  sabes  t 

Ko  sé  nada, 
Y  {deiiso  qae  lo  si  loilu. 

¿Cómo! 


Conmigo  hicisle  lo  proprio. 

Ydéjaine,  nome»|iures, 
Obli^áadonie  i  ijne  absorto 


Te  preKunle,  ;qué  se  bicieroD 
Tus  salas  j  tas  adoruos , 
TusfaastoSi  lus  majes laiks, 
Presa  enire  los  reules  solios 
D'b  qd  sIciiarTMas  ¿qué  digo? 
Hienlen  las  voces  qup  tnrmo , 
Hlenten  los  suefios  ii<ie  cn-u 
V  las  fautasmas  que  iüuura. 


Yo  tampoco. 

Dale  al  aire  lo  qae  es  sajo. 

Si  baré ,  pues  basta  rstar  locc 
Sin  que  lepan  qae  lo  esloj. 


]  Qué  abogo  i 

IhiHAK. 


¡Qné  delirio! 

LO*  DOS. 

iQoé  pasmo! 

nuco  T  DHoi.  {Dtntro.} 

¡  Qué  horror ! 
UMKO  T  OTROS.  (Oenfpp.) 

;  Qaé  asombro ! 

Segaoda  toi  de  la  l>oca 
He  ha  quitado  lieeacjoso 
El  airecISDSpiro. 

silftE. 

iQniéo 
De  la  leogaa  ;  de  Tos  ojos , 
Embargiiidome  el  gemido. 
He  ba  embanudo  el  solloioT 

Cnaolos  al  templo  subieron , 
Parece  qae  temerosos 
Vieoen  al  valle. 


&° 


1  Quién  duda 
Júpiter  riguroso 
ha  responolUot 

FRHSEO. 


M«  lo  dudaré,  ai  noto 


o  delitos , 


.    que 

.  .      muclio  hallarle  en  enojos. 

Y  si  es  coDsaelo  del  triste 
La  sociedad  dal  ahogo. 
Callemos  eo  nuestra*  penal 

V  oigamos  las-de  lo*  olroa. 

SaU  BATO. 


Yo  no  entientio  aquestos  dioses 


Éii  oriculos,  habrando 
Alli  por  sus  cercunloquios , 
Que  uadle  ba;  que  los  entienda. 

Dato... 

¡Vllgame  el  dios  Uonio, 
Que  es  dios  de  los  que  h;ibraii  mas 
Uue  deben  1 

No  temeroso 
Huyas  de  mi ,  que  ;a  quiero 
Ser  tu  amigo. 

■*io. 
¿De  qaS  modo? 
Parque  ha*  modos  en  amigos, 
y  haj  nodilh»  j  ha;  modorros. 

Agradeciéndote  el  que 
He  deseugaües  tú  solo. 

■*T0.  (Af.} 

i  OlgaD  1  Ya  la  purga  va 
Obrando.  También  y  todo 
Era  goiloria  el  querer 
Que  obrase  al  iosianie  proprio. 

Dime  i  mi,  ^qué  bubo  eo  el  templo , 
Qae  vuelven  tan  tristes  todos! 

Sue  hicieron  sos  sacriBcios 
os  dos;  j  al  uno  j  al  oiro 
Júpiter  respoLidiá... 

¿Qué! 

Dos  casos  bien  espantosos. 

PESSBO  T  DjÜUE. 

¿Qué  son  r 

UTO. 

De  uno  no  me  acuerdo 
Bien  ;  mas  del  olro  tampoco. 
Y  pues  ;a  aquí  los  he  dicho , 
Voj  i  decirlos  i  otros ; 
Qae  DO  hay  cosa  como  andar 
Con  sus  nuevas  de  retomo 
Uno  engañando  t  otros  tantos, 
A  otros  tintos  y  i  otros  tomos. 


rEiisEO  1  nXHAt. 
i  Qué  les  habrá  sucedido! 

FWK». 

¡Triste  pena! 

¡Fiero  asombro! 

No  bay  consuelo  para  mi. 

UDoao. 
Ni  para  mi  le  Ita  de  haber. 


eoüaiTEs. 
Aunque  con  vosotros  ftii 
Al  templo  para  saber 
Vuestras  respuestas,  y  ol 
La  voi  de  Júpiter,  no 
Entendí  de  su  sentido 
El  sentido  que  causa 
Vuestro  tirior,  y  asi  os  pido 
He  la  repitáis. 


uiar  mis  agravios 

s  vénganlas,  porqué 

Al  proiiuiiui^iAas,  no  sé 
Si  aliento  tendrSii  los  labios. 
tUlrecida  al  mciiistrao  muera 
indrómeda  ,1  su  confusa 
Vo:i  dijo  horrible  y  severa , 
iPues  con  solo  eso  se  excusa 
De  Tríiiacria  la  ira  llera  :  ■ 
Con  que  dos  desdichas  lloro. 
Si  al  oríiculuno  creo. 
El  sacrilegio  no  ignoro ; 

V  si  le  creo,  iroffo 

~e  uii  monsli'Uo  hago  i  la  que  adero, 
e  suerte  aue  í  un  tiempo  me  baUu 
Entre  encello  y  dudallo. 
Fiel  de  uno  y  otro  castigo, 
Pues  muero  yo  ü  lo  digo, 

Y  ella  y  todo  si  lo  callo. 

En  mi  de  no  nuénos  iiera 

Respuesta  su  deidad  osa , 

Pues  dijo  desta  manera  : 

'De  la  sangre  de  Medusa 

Uno  y  otro  alivio  espera  :  • 

De  modo  que  da  i  entender 

Que  hasia  que  haya  qoieu  dé  muerte 

K  Hedusa,  no  ba  de  haber 

Quien  nos  pueda  defender 

Se  persecncioD  tan  faerle. 

íoUdith. 
De  las  dos  respuestas  creo. 
Habiendo  oído  cada  ai» 
De  por  si ,  que  se  hace  una. 

jCómot 

NÜDITES. 


•Ofrecida  al  monsimo  muera 
Andrómeda ;  que  esto  eicusa 
De  Trinacria  la  ira  flera^i 

■  De  la  sangre  de  Uedasa 
Uno  y  otro  alivio  espera.» 
poiJDint. 
Laego  bien  se  da  i  entender 

gue  uno  de  otro  bava  de  ser 
I  remedio ;  y  sieucfo  asi 
Que  ya  no  tenéis  aquí 
Que  esperar,  pues  el  poder 
De  Júpiter  indignado 
Hoy  con  los  dos  ha  mostrado 
En  uno  v  otro  sentido 

?ue  esta  en  Venus  ofendido 
estl  en  Hinerra  agraviado. 
Sin  otra  particular 
Causa  de  oculto  destino 
"  le  i  mi  me  obliga  i  guardar 

SuerLo ;  ese  es  tu  camino , 
tuyo  lainldeo  el  mar. 


.....írssgic 


Tus  pus  bi-so.  {Ap.  pjieru  es  ir  ; 
Uai  yo,  Uánae,  volteré.)  (Vau.) 

mlIdites, 


FORTUNAS  DB  AKDItOUEUA  Y  CEIISEO. 

SaU  POLIDlTüS,  alpaSo,  y  LIBIO. 

folIditei.  {Ap.á  lÁbi9.) 

Sola  el  viejí 


La  dejó  :  bien  es  que  salga. 
Mas  uiro  ( ¡  av  de  mi ! )  iwr  mi 
He  é;iiió. 


alga  ; 


Bien  que  la  luya,  exiraiú<' 
Haadaiidóie  que  le  vayas , 

V  habiendo  tuello,  parece 
Que  tiiii  Mflrado  que  la  ial„ 

V  asi,  a  iirecio  de  qoe  sepa 
De  li  iguién  es  csia  rara 
i'erfcccioii,  quiero  4  la  i|iiejs 
Hacer  de  tu  vida  gracia. 
Vete  pues,  y  advierte  i|ue 


Nd« 


o  favor 


(Ap.  d  ¿1.) 


fardo,  j  se  vuelve  lijero. 

MLtoirss. 
El  cielo  DS  guarde,  Diana. 

píhae. 
El  aumente  tueslra  tída. 

roUoiTGS. 
(Ap.  ¡Qué  beldad  un  saber! 
Aunque  ves  que  mi  partida 
Pinjo,  Libio,  aolo  es  gar-     ' 
De  quedarme  retirado 
be  ese  monte  nt  lo  intrincado , 
Por  si  alguna  ocasión  veo 
En  que  liablar  pueda  el  deseo 
A  esa  Cslinge,  que  lia  robado 
CoD  SU  hennosura,  su  brío 

Y  su  logcitio  mi  albedrlo ; 
Pues  pensé  que  le  tenia , 

Y  era  porque  no  sabia 
Qne  c^a  suyo  y  no  era  mió. 

(Va/líe  PolUitei ,  Ubio  y  píIIohoi.) 

Padre,  de  un  );ran<le  pesar 
Cuenta  te  quisiera  dar. 

CJtnDEIlli). 

Pues  de  iqni  nos  retiremos. 

Vea  coniniga,  que  tenemos 
Huchas  cosas  qoe  tratar. 
rsiiSEO.  (Áp.) 
Pues  lie  mi  se  han  recalado ,    . 
Quiero  dejarlos.  ¡  Olí  liado '. 
Dime,  síii  tanto  desden. 
Si  fué  sojiado  mi  bien. 
Pero  iqué  bien  t>o  es  soBado?  {Vaie.) 


Con  gente  si;  pero... 

Estando  sola,  ¿cómo  es 
Posible  que  mi  esperanza. 
Que  llora  tu  niuerie ,  pueda?... 

No  prosigas,  basta,  basta ; 

Ene  importa  niucbo  que  nadie 
e|>a  quién  soj. 

FOLlBrtES. 

Oje  j  calla. 

Si  por  un  retrato  tufo. 
De  lia  Dtnae  suberana... 

uniante.lÁp.) 
(Dánae  dijaí  ;Si  esaquelb 
Que  es  uuiilo  de  la  famaü 

UUOftO. 
Vine  i  verle ;  si  celoso 
Acrisio  tu  padre,  i  causa 


Ue  nuestras  ei 


TOCES.  {Dentro.) 

Ténganse. 

jArdernt! 
uaninm. 

ntcia  alti 
Oi  roído  de  qichilladas. 
Vojí  i  saber  si  es  Petseo,  (V 

Tras  ti  iré. 

Sale  L1D0R0. 


Detente,  a^uarda- 
Qne  yo  he  líiiDido  este  ruido 
Porque  sil  imlustría  lAe  vaiga 
Para  hablarte.  . 


tades. 


Te  encerró  en  aquel  aicixar. 
Que  apenas  rompió  Favouio , 
Veloz  amante  del  Aura, 

S  del  DO  sé  pur  que... 

¡  A;  triste ! 

TransceiHliendo  su  venganM 
De  cruel  ít  escandalosa , 
De  teriible  i  temeraria , 
Ea  un  derrotado  leño 
Supe  que  le  echú.á  las  aguas, 

Y  sobre  tantas  fortunas 

Te  bailo  en  traje  de  villana  ; 

;  Cómo  es  pasible  .que  deje, 
a  de  vida  j  alma , 
;<>rrer  tus  desdichas , 

_    .   :orrer  tus  degradas , 

V  saber,  Üinae,  en  qué  puedo 
Amparar  te  T 

LRnEnu.  íVoIrindo.) 
No  fué  nada 
El  raido  :  ven,  Diana  bella. 

POÜDins.  (Saliendo.) 
I    Detente*  Dinae,  no  vajas... 

CAHDEnlO. 

wl 

i  Qué  oigo! 

;  Qué  veo! 

WllítUTES. 

Sin  que  primero  mi  saña 
Castigue  dos  osadías, 
1  Conlra  mi  decoro  ambas ; 


Me  digas. 

iAjln(ffllci>! 
Yo  me  iré,  pues  mí  contraria 
Suerte,  para  volver  suio 
A  perderla,  volvió  i  liallaila. 
¡  Ah ,  rortutias  'de  extranjeros , 
Por  cuiulos  desaires  pasan !      ( Vnt 

fui.ídites. 
;Cómo,  birt>lr»  villano. 
Cuando  tengo  puestas  guardas 
A  estos  montes  ;  á  esios  mares 
l'orque  nadie  entre  ni  saiga 
Sin  que  yolo  sepa,  vos 
Ocallais  en  vuestra  casa 
QuiíJi  la  beldad  que  espero. 
De  quien  mis  reinos  aguarilan 
Los  trofeos,  tas  victorias 
Y  los  aplausos  que  sabia 
Anticipa  en  las  estrellas 
La  luz  de  la^judiciarial 
i  Vive  el  cielo,  que  i  mis  manos 

ScQor... 

polIoites. 

Nada 
Ha  de  vaterle  tu  meso , 
Porque  eres  tú  i  quien  agraiia. 

CABDEMO, 

Señor,  JO... 

Sale  PERSEO. 

i  Qué  es  lo  que  miro  t 
poiinrat. 
Huete,  traidor. 

Ten  la  daga , 
SehoT,  y  emplea... 

i  A;  de  mi  t 

Su  cncliilla  en  mi  garganta ; 
Que  mejor  cortará  en  estos 
Brins  que  en  aquellas  canal. 


Levanta,  Perseo,  del  suelo; 
Que  lü  j  Dinae... 

PERSEO.  (Ap.) 

Dinae  dijo. 

Desdebo; 
Habéis  de  deberme  tantas 
Fineust  que  t;i  primera 
Su  vida  es. 

Beso  tus  plantas. 


Ib  iiiiuiLaa.         I 

.Cjoogic 


polIdites. 

Y  porque  no  aquí  se  quede 
El  |]riiicipio  i  uii  esperaDM... 

SeBar. 

FOLlDiras. 
A  la  corle 
El  bien  qae  al  insunte  pirias, 

Y  que  prevenido  loelvas 
De  camtts,  ¡vjaá,  galas, 

Y  ioáot  los  apáralos 

Que  eonTieneii  i  una  inrania 
De  Bpíro;y  111,  rorqué 
Ignalet  eitreniu&  bagas 
Coa  los  dos,  mí  imor  le  orrece 
Darle  ejércitos  y  anaadas 
Coa  que  veogues  lus  agravios 

Y  rfSlIlDjag  tu  patria- 
Porqué  bas  de  salwr,  Perwo , 
Qae  eres  de  aangre  un  alia  , 

»ue  en  aquesta  uliligacioii 
e  {>one  el  cielo,  en  KOfiansa 
De  ia  tiranta  de  Acrisio 
Tu  abuelo,  que  en  una  barca 
Al  arbilrio  da  la  espuma, 
Pobre,  sola  j  derrotada,  ■ 
A  Dinae  contigo  en  braitoB, 
Al  mar.  sin  Tela  ni  jarcia. 
Entrega  i  las  üeras  ondas. 
— Pareceme  que  te  eilraüas 
De  que  lu  sepa ;  pues  no 
Lo  extrañes,  porque  criadas. 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  1 
I        VoBU,  fióle  lA  DISCORDU. 

I  DISCORDU. 

No  seri,  porque  mi  rabia 
idir  sabri  sus  dichas. 


'O  calla 


I,  ÜJlua 


Dos  disH .  cuait»  no  callan. 
Y  asi,  pnes  con  lus  sucesos 
Hoj  niis  sucesos  se  enlazan , 
DaudOiu  lí  injno  i  un  lienipo  . 
Tu  ooiicia  j  mi  eaperaiiia; 
Ven  conmigo,  en  tanto  que 
Libio  de  I*  corte  iraiea 
Lu  que  be  mandado.  Y  vosotros , 
Pastores  desias  montañas , 
Veuid  i  pedirme  albricias. 

¡Vivan  Perseo;  Diana! 

poUditbs. 
No  digáis  DisDB,  Dinae 
Es  el  nombre  que  la  ensalia. 

PEMEO.  (Ap.) 

iSi  ei  que  sueílo  todavía  T 
Vero  «ñeñe  ó  no,  me  basD 
Ser  bijo  de  mis  delirios 
Para  emprender  cosas  alias. 

¡  Viva  Dtoae  1  Y  tú  perdona 
A  qnieu  se  pone  i  tus  plantas. 

Altad, amigí»;  que  lodos 
Habéis  de  ser  en  lan  raraA 
PorUiDas  iDteresados. 

DÍNjIE. 

De  conlbsa  j  de  turbada , 
Nada  i  responder  aci^rlo. 

CARDBNIO. 

NI  JO  acleno  i  decir  nada. 


En  dos  pedazos 
El  comoa  se  me  arranca. 
polIditu. 


Sale  HERCUBIO. 


Si  seri,  porque  mi  instancia. 
Todas,  sibri  hacer  que  llegue 
I  A  cumplirlas  j  lograrlas. 


íQaé  es  esto,  Iraidor  HercnrioT 
lifio  basts  dar  de  mi!)-,  no  basta 
;  Oue  con  tan  pública  nota 
I  Me  ecbase  del  cielo  Palas, 
i  Sino  que  en  la  Uerra  tü 

También  me  pe rsigast 
!  asacoaio. 

Calla, 

)J0 

_..„_  .    3uai 

Acciuiies  inlenie. 


Y  viva  quien  Teosa. 
Vate  la  DUeoraia,  y  taU  BATO. 


4travas  iioredade*  aodau 
2a  estos  montes !  Par  diei 
Que  dicen  que  la  arrogancia 
De  Perseo  va  saliendo 
Verdad.  Este  deiss  alas 
Helodíri.— Cahaliero, 
:  Es  TOrdad  un  run  run  qne  anda 
lie  qne  es  principe  Perseo , 


Es  una  m 


E*. 


n  madre  Uiana 


\  A;  Dios ,  ;  qu¿  bien  canta  1 
No  vi  tan  buen  pajaróte 
lamas  en  tronco  ni  rama. 
Vtielva  i  decirme  oira  vei 
SI  es  verdad, 

MiacDciD.  [Cania.) 
Verdad  ei  clara. 

t  Aj  Dios,  j  qué  gorgoriía 
Qne  tiene  squl  en  la  garganta ! 
i  Es  algún  ralo— srilort 

{Canta.) 


P  SATO. 

Lo  creo  en  Dios  y  en  mi  alma; 
,  Qne  aunque  lo  s^or  no  veo , 
. Lo  nün  H 


iDfindeT 

En  la  bitba. 
«eacoaio. 
Ya  qne  te  agradas  de  mt , 


Si  haré.  > 
■Eicnsio. 
Tras  esa  mujer  le  anda 
Por  donde  quiera  que  Tuere , 
Y  sibeme  cuanto  IraU; 
Qne  cuando  lü  me  lo  digas , 
Vo  le  asegura  ta  paga. 

Yo  lo  haré,  j  iré  Iras  eUa 
Por  doode  qnier»  que  »aja  ; 
A  cnjo  «recto  me  quedo 
Escondido  entre  esias  malas , 
Desde  donde  alcauto  i  verla. 

■■BCOHIO.  {Ap.) 

Coa  aquesta  vigilancia, 
Ka  que  se  iinarde  de  mt , 
Vemfré  i  saber  caanto  trata . 
Para  que  suden  mis  favores 
Delante  de  sus  reagsDsas. 


Hermosa  deidad  de  Juno  divina , 
Di  me,  pues  sola  te  invoca  mi  voa, 

4- Cómo  consientes  ios  ojos  de  Argos. 
ine  aduerma  Mercurio  también  al  pa- 

Hlra  que  van  en  tu  orensa,  ;mi  oleosa 
pitas  altiva,  y  Mercurio  Iraidor, 
Mejorando  aquestas  Tortunas, 
Y  que  yo  no  puedo  lidiar  con  los  dos. 
Escucha  mi  acento. 


Sale  JUMO  et 


a  tramoga,  patmtd». 
JUNO.  (Cania.) 

Ya  eieuche  laaetnie, 
¡Hteordia.yterátqueUaapareftedi 
Tala  arvtat,  Qie  pvedat  eo»  ellma 
Lidiar  eia  diosa  g  vencer  ese  diu*. 


Otro  p&iaro  cania  en  el  aire, 

Y  no  menos  tjien  ane  este.  ¡Vive  &os, 

QueplenSoqneanúanlosdiosesencelo! 


Pues  iqué  arma  lia  de  ser,  que  esperii- 
ju»o.        [dolaestoj? 
ReoS>e  eit  tara,  y  taatie  ee»  tUm 
Lat  duros  entraüat  de  aqueoe  lemr, 
Qae  etpin  entre  niat  el  fUega  p» 

Por  flHerta  pateta  de  m  earaaom. 
A  su  íotpe  el  bdralre  toda 
Verdi  qae  ebeiete,  ratgmi»veUi 
Ski  entrailai.  en  eage  Cieilü 
La  Hidra  g  Cerbero  primer  gawráaMi. 
A  tu  eonUcto  adormtee  con  elim 
El  una  y  el  oira  farldrieo  harrer, 
y  pata  á  lat  Fariat,  ydi^e  Jtyf— 
De  binae  y  Pene»  ta  pemeueian. 
Con  cuya  atínteneiane  duie,IHMe»rái*. 
Qtie  pueda  tu  alíenlo  tangrientayalnt 
Ko  tolo  embolar  á  Mereuri»  y  d  Pátat , 
£n  «lia  le  fiero,  en  aquel  te  velat, 
Pero  de  Jone,  mi  adilitre  etfOM, 
La  publUidad  de  derada  traiei»». 
Yiiálai  lucet  del  mi  la  tacare. 
Empañe  tatsHeii  lat  lucei  del  tal. 
(Cruia  el  teatro  y  detapareea.) 

DJttOBOU. 

Pues  yaque  medejasl^vara  en  la  mauo, 

U,B,l,z9dbyGOOglC  f 


Verás  qae'>l  Vesuliio  de  Acaya&roz 
Hoy  rasgsDJo  las  duras  eniranas , 
PeueiTo  lo  horrible  y  ilescubroloalroi. 

BATO.(^.) 

Bien  raras  cositas  me  han  sucpilitlo ; 
Pero  con  Lodo  ti'as  ella  me  voy. 

[Oh  lú,  duro  centro! 

B*TO.(Ap.) 

Aliisp  ha  parado. 
Bien  para  acechar  i  eat»  parle  esLuy. 

At  preci>iiio  de  Juno,  tus  senos 
franquea  a!  accnlu  iiirelíz  de  mí  vox, 

Y  en  disonante  mfisica,  epuesia 

A  la  dejos  dioses,  oid  mil  avocación. 

Caniau  dtniro  ¡St  Iret  FURIAS.    . 

FumAs.  [df  enría 

iQuiqaUre;  DUeerdimfqueya  á  tu  obe- 

fm  mandan  tbrir  ProurpinasPItiton. 

PATO.  iAp.) 

i  Af  de  mf !  ¿qué  demonios  es  esint 

WSCOanu. 
¡Quién  babla  i  esla  parle? 

BATO. 

IJd  maldito  mirón 

Qne  se  ha  metido  en  garitos  dddiablo, 
Sin  qué  iri  |ior  qué ,  &  mirar  tal  rísion. 

Ya  que  seguirme  q'uisiste , 

Y  aun  a  mi  este  hori-or  me  espanta , 
Vé  tó  delante;  que  un  miedo 

•  l)e  olro  miedo  se  aconipaBa. 

¿Va  delante?  Aqueso  do, 

\)ae  i  inl  él  ir  detrás  me  mandan. 

mscoapu. 
Pasa  adelante. 
{Aparece  la  Hidra  de  tiete  cab4uu.) 


No  es  fácil  eso. 
bisco  ibu. 
Pues  á  huen  lado  le  apartas. 
(Aparece  el  Perro  de  Iret  cabtia. 

■ATO. 

Tres  bocas  tiene,  sin  ser 

Pistola,  boleta  6  llaga, 

Esle  á  nn  tiempo  ¡ierro  gozque, 

V  perro  braco  j  de  falda. 

mscoaniA. 
Toma  esta  vara,  .*  con  ella 
Sacude  agui-llas  gargantas 

V  esas  ranees. 


UltrUNAS  BB  ANOnOHEDA  Y  PEIISEO. 

Haciéndola  que 


Üb  Furias,  que  encarceladas 

nj«iA  1.'  (Dentro.) 
¿Qué  nos  solicitas?  * 

FUBU  2.'  (Oenlrg.) 
¿Qué  DOS  quieres? 

remt,  y*  (Denlra.) 

iQn¿  nos  mandas? 


Une  de  Perseo  las  fortntias 
Me  ajradeii  á  que  deshasa. 

roniA  1.*  (Deplrt.) 
Yo  oFreico  alterar  las  ondas 
t)e  suerte ,  que  sus  armadas 
Al  primer  paso  que  den, 
Corrau  en  el  mar  liarrasea. 

nnik  3.*  (Denlrp.) 
Vo,  donde  fui-rc  pnrdido, 
Ku>ias  le  sembraré  tantas. 
Que  la  menor  sera  amor 
Ldu  celos  sin  esperanza. 

u  3.'  (Dentrt.) 


Ai  tiempo  que  amotinado 
De  espuma  el  imperio  leve , 
Montes  de  piélagos  hace. 
Que  il  sol  la  cervii  encrespen. 
La  armada  aneg6,  que  vimos 
Que  becfaa  ciudad  de  bajeles 
A  Eplro  Iba. 

Al  cielo  gracias , 
;  Qne  arribé  vo ;  aunque  no  liona 
Mucho  de  piedad  el  que. 
Para  ser  vencido ,  vence. 
;  ¿Avisaste ,  Celio  (;  a<t  triste! ) 
I  A  cuantos  conmigo  vienen 
I  Que  nadie  á  decir  se  atreva 
i  el  ortcnlo  inclemente 
I  De  Andrómeda? 


Vo.ese ,  .„ 

Creceré  a  penas  tan  raras. 
Que  le  pondré  en  los  inavore 
Hiesgoa,  lomientosy  ansias. 

[IJSCOHDU. 

Poes  con  esa  condición , 
Yo  aceto  las  (res  uatal)i^; 
V  en  fe  de  que  asistiréis 
Las  tres  siempre  i  mi  vei 
Cerrad  el  seno  horroroso. 

Rso  no ,  basta  que  jo  salsa. 
Seor  can  Cerbero,  S''ora  Hidra, 
Adiós:  veámonus  mafiaiía.  (Vate.) 

US  TKM.  (Dentra.)        , 
Ve  segura,  que  á  lastres 
Tendrá  siempre  tu  esperanza 
Prontas  para  tu  olH.-diencJa. 


¡  Etteo  que  ocioso  me  parece. 

fimo. 
I  ¿Porqué? 

I  Porque  no  haj  secreto 

:  Que  entre  muchos  se  conserve ; 
Y  mas,  cnaffdg  de  un  peligro 
I  Esiln  los  demás  pendiiNites. 

'  Cumpla  mi  amor  con  mi  amor;  * 

I  Que  menos  incon  veniente 

!  bs  quitar  i  todos  vida, 

I  Que  dar  i  Andrómeda  muerte. 

Satén  EL  REV  DE  TRINACRI* ,  A^. 
DROHEDA  T  LAURA,  co.x  aconVaía- 

■lEílTO  PE  DAMAS. 


En  virtud  de  Juno,  duerme,' 
Hidra,  j  tú.  Cerbero,  calla,    ■ 
V  vosotras  res|«ndcd , 


Pues,  Furias,  al  arma... 

LAS  TRIS.  (Dentre.) 

Al  arma. 

nrscoiDiA. 

Quetengodever.sielinGemoosdesaia, 

Qué  vale  Mercurio  jr  qué  puede  Palas. 

(Vaiue,  y  etírrett  Utd^.) 

Karini  j  unjra  ei  Trinicrii. 
Salen  FINEO I  CELIO. 

A  tierra ,  i  ünn ,  j  liaclendo 
Alto  todos,  nadie  llegue 
Primero  quejo  a  las  plantas 
De  Andrómeda,  qne  en  la  breve 
Esfera  de  aquella  quinta, 
Hi7.o  su  fábrica  verde 
O  bien  de  su  oriento  ocaso, 
O  mal  de  su  ocaso  orícute. 

CILIO. 

Dicha  lia  sido  que  taa  presto 
Saliera  á  tierra  la  gente. 
Antes  de  verse  asaltada 
De  doc  contra  ríos.crueles. 


Como  apenas  \in 
La  urca  el  airado  huésped 
De  sns  ondas ,  cuando  lioriil 
Las  turbadas  alas  mueve, 


Por  las  seíias  del  bajel , 

Conocí  que  el  tuyo  fuese , 

"rque  al  ínslanie  previne 

,_e  olro  ninguno  pudiese 

Sulcar  estos  mares ;  pues 

Nadie  sin  los  intereses 

Particulares ,  locura 
I  Las  amenazas  crueles 
i  De  ese  bandido  pirata , 

Que  Dunca  en  mi  daho  duerme. 

Havores. riesgos,  señor, 
Es  justo  que  yo  desprecie 

En  (u  servicio ,  y  mayores 

Peligros  é  inconvenientes 

En  el  de  Andrúmeda ,  á  quieu 

Suplico ,  después  que  bese 

Tus  pies ,  que  me  dé  licencia  ' 

Para  que  rendido  ¡mente 

Poner  los  labios  adonJc 

Ella  tas  plantas;  pues  tienen 

Tan  buenas  señas  los  labios , 

Que  00  es  posiliie  que  jerren 

El  sitio ,  pues  al  hermoso 
I  Conlacto  de  fuego  j  nieve, 
I  Cnanf)  va  ajando  en  jaímines , 
I  Viene  broiaado  en  claveles. 
¡  axdn6>ida. 

;  Guárdete  el  cielo.  (Ap.  jAjí  fortuna  ■ 

¿  Dónde  dicen  que  estar  suolen 

Sirtes  ;  Escitas ,  si  ai  Dn, 

Sin  míe  unas  y  otras  encuentre , 

Un  aborrecido  parte, 

Y  no  aborrecido  vuelve?} 

REV. 

I  ¿Qué  baj,  Fineo,  del  intento 

Se  te  ausentó?— ¿Ahora  enmudiceaí 
.    irando  al  cielo  suspjr;    ' 


ogic 


YiiloiojotDomi«QteD, 

Lu  Ugrioi*!  iiue  recatas , 

Bien  como  hurUüas,  las  viertes.    -  . 

¿Qué  eí  eiioT 

Ho  sé.  seSoT. 
Uia  si  »é,  Mp.  Amor,  no  pie  «rrenies.) 
Júpller,  en  Venus  btill;i , 
Por  los  intormes  aleves 
De  las  ninfas  de  Hereo, 
Ofeadido  esU  de  soerte , 

«ue  con  ilctlmas  bamaiias 
eseí  satisfacerse. 
Vírgenes  vidas,  aun  no 
De  amor  tas  doradas  sienes 
Domadas  al  jugo  que 
Ficil  pesa  }  carga  débil, 
HandeserBusacriilcio, 
Si  ja  de  su  sed  ardienie 
La  hidropesía  no  apaga 
Sangre  de  Medusa  aleve. 
HeanM .  monairiio  afrlcann , 
Cujo  cabello ,  de  sierpes 
Coronado,  es  duro  asombro 
De  enanioa  desde  su  albergue. 
Basilisco  de  las  vidas, 
En  duros  troncos  convierte. 
Su  MDgrtí,  de  nuestro  monstruo 
Es  el  tosigo  qae  pueilü 
Con  su  TeneoD  postrarle, 
Coo  su  tósigo  vencerle : 
9e  soerte  que  hasta  que  baja 
Quien  uno  matar  intente , 
Ño  es  posible  morir  olro ; 

V  aun  no  es  el  mayor  mal  este , 
Sino  .alguno  qae  quii^ 
E*  tuerv.a  que  yo  reserve, 
.  Porquers  tau  escandaloso, 
Tan  riguroso ,  tan  ftierte, 
Í}ae  aun  callado  mita :  mira 

Lo  que  har&  djcbo. 

Sospeode  . 
La  TOi ,  Fineo ;  j  pues  no 
Ha;  medio  ooe  nos  consuele. 
Muramos  toaos  i  manos 
DesU  venenosa  peste , 
Basta  que  Venus  aplaque   - 
Tantas  cóleras  »j  cesen  _ 
Las  repelidas  querellas 
Be  las  Nereidas  cmelá.  (rae. 

AKMióaEDji.  (i  Fineo.) 
Ya  entrañaba  yo  que  babia 
CoDsuelo  que  iji  trajeses. 

■•ues  aun ,  si  bien  lo  supieras , 
Lo  exlrafiaras  de  otra  suerte. 

jC6moT 

rWEO. 
Como  soto  hay  ano 
Para  todos,  y  uu  debes 
Saber  tú  del. 

ANHÜaES*. 

No  nie  espanto ; 
Qoetó  tule  traes,  no  puede 
Ser  consuelo  para  mi. 

Por  mis,  Kliora,  que  esfuerces 
De  Utt  aborrecimieutos 
Lm  no  olvidados  desdenes, 
'    Por  lo  menos  esta  vea 
Do  me  quitarit  que  llegue 
A  saber  yo  para  mi 
0ae  es  miicbo  k>  que  me  debes. 

axdhúibds. 
íYoT 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  I 
nuo. 


,  «imiióaED*. 

íQuétedebof 

'  Nada. 

ARDaólEDA. 

Nada  y  mucho ,  ¿cúmo  puede 


Lo  aiireñe, 
Y  nada ,  oars  que  tú 
Lo  agradezcas;  que  quien  quiere 
Tan  rendido  como  yo . 
lan  constante  y  tan  prudente. 
Nunca  es  mucho  lo  que  calla. 
Siempre  es  poco  lo  que  siente.' 

ANDRÓ aCBl. 

Haílgome  de  no  saber 

La  cansa, '  — 

En  obligac 

Y  yo 
He  huelgo  de  que  le  huelgues  ¡ 

Que  no  es  poc^ granjeria 
De  un  triste  hacer  un  alegre. 

AHDSÓHeOA. 

No  lo  estoj  yo ;  que  iiiies  sufro 

Destemuladus  accidentes 

De  muclias  melancolías ; 

Que  la  tregua  que  lioj  conceden  , 

Solo  es  ignorar  iiuc  haya 

Que  tenga  que  agraiieceile. 

Pues  ignorarlo  no  imporia ; 
Une  el  que  una  üneía  oft^ce, 
for  ^anar  las  gracias ,  no 
l^  sirve,  sino  la  vende. 

AM«RÓaBnA. 

Kso  es  decir  que  la  bay,  . 
y  basu  (isia  <|ue  de^ 
De  ser  Uueu. 

No  basta ; 
Que  hay  nnas  de  tal  especie, 
(jue  auiiiiue  se  dicen ,  se  callan. 

AJCDRÓHEM. 

iCómo! 

Como  no  se  pueden 
Adivinar,  y  se  quedan 
Dichas  y  calladas  siempre. 

AlíDUÜaEDA. 

Tan  poca  curiosidad 

La  mía  es,  que  lio  me  mueve 

A  saberla. 

Eso  me  basta 
Para  que  jo  Mrlo  piense. 
«ir>h6hm. 
Y  esotro ,  para  que  cansen 
tii-oserlas  tan  corteses.— 
¡Hola! 


A.M>núai[>A . 
NIogana  al  monte  me  siga. 
Quieran  los  cielos  que  encuentre 
alguna  Sera,  en  quien 


.Guindo,  Laura ,  han  de  tener 

Térmiao  las  altiveces 

Con  que  siempre  me  ha  iraladuT 

Tarde  6  nunca ,  me  parece ; 
Porque  tarde  ó  nunca  hay  quien 
Ld  que  et  natural  enmiende. 

iLuego  tarde  ó  nunca'í  i  ij  triste  !) 

Serl  posible  que  lleguen 

A  enmendarse  mis^sdicbasT 

y  asi ,  habré  de  vivir  siempre 

Dltíen^O... 

DiscoRMA.  {DenOv.) 
i  Ay  de  mi  infeUce ! 

;Qué  nnevo  lamento  es  este  T 

üstin  tan  acostumbrados 

A  repetidos  desdenes 

Estos  montes  y  estos  marM , 

Qat  no  bay  quien  saber  Intente 

Qaién  se  queja.  Bien  que  alli 

Derrotado  me  parece 

Que  ha  dado  en  tierra  un  peqoeio 


Henos  la  segunda  roí 

"ue  la  primera,  me  muero, 

t^rqiie  de  mujer  aquella 

Me  pareció;  y  pues  no  puede 

A  listima  de  m^jer 

Noble  oreja  ensordecerse. 

Seguir  tengo  el  boreal  norte 

Dé  su  suspiro.  ( Vate  con  CelU 

.  Crueles 
Hados,  ¿cdíndo  bau  de  acabarse 
Tantas  ansiast 


Cuando  llegue 
La  venenosa  sed  mU         * 
En  sangre  &  satisTacersc 
De  Perseu ,  por  quien  boy 
Uercnrio  j  filas  me. ofenden. 
Y  pues  que  las  desaladas 
Kurias  su  armada  sconielen , 
De  suerte  que  no  fiaj'  bajel 
Que  por  rumbos  diferente* 
No  haya  arribado,  dejando    . 
En  su  amparo  solamente 
(Jo  esquife,  que  *  esta  playa 
Le  ha  sacado,  en  ella  íntenleii 
Persepirlé  mis  ri-ncores  : 
A  caya  causa  pretenden 
Darle  en  Fineo  un  coutrarl». 
Tan  poderoso ,  tan  (taene , 

8ue  con  aot  celos  le  mate ,  , 
por  lo  menos  le  empelle 
A  que  muera  despechado. 
I  A  cujo  lin,  seri  este 
Bosque,  de  amor  y  de  celos , 
Teatro  en  que  represente 
1  Su*  tngediu  su  fortoi». 


dbvGooglc 


V  [isn  que  el  aclo  emplace, 
¡Ajiíirelicedemi! 
Hepeiiré  Untas  ?eces, 
diiiius  mueviii  i  Fineo 
Que  Iras  mis  ecos  se  acerque , 
Donde  vea  sus  desdichas. 
Ateacion ,  orbes  celestes , 
Al  majur  de  mis  engafios.  (1 

HBSEO.  (0«nln>.) 
¡Valed me ,  cielos  ¡ 

uTo.^Ma(ra.) 
Valedme 
A  miUmbien.siesqaeba;   ■ 
l*iedad  para  los  sirneoies. 

SeUn  PERSEO  t  BATO. 


iDiriDcada  selva  es  eiu, 
'    '     '    £  crueles 

baa  derrotado  T 


FORTUNAS  DE  ANDRÓMEDA  V  PERSEO. 

De  aquel  mi  primer  orieote 
^1  extraño  origen. 


Rmbotcnda  ytux.)  Muere 
A  la  acerada  cuctíilla 
cii  venablo. 


Del 


I  Hu;  lindo  desL-ntdo  es  ette '. 
I  Pues  i  quién  se  lo  pregunláíT 
iSé  yo  mss  de  que  imprudente , 
Después  que  de  aquel  Indemo 
Que  le  he  coutado  oirás  teces . 
Salí ,  te  hallé  de  una  armada 
General ,  j  por  hacerte 
Llsooja,  quise  seguirte, 
Pasándome  Declámenle 
A  ser  escudero  andante? 
i  Sé  mas  de  <|uc  lus  hieles , 
Kmbesiidos  de  las  Furias 
Que  desaladas  le  ofenden , 
Apañados  unos  de  otros, 
Todos  de  visia  »e  pierdeuT 
¿Sé  mas  qoe  par  lo mi^  tierra , 
Kn  un  esquife  te  nieles 
Conmigo  T  Pues  |<|ué  me  haces 
Preguntas  imperiiuenles! 

Hira  st  acaso  descubres 
Población,  cabana  6  gente 
Por  aqueste  despoblado. 

¡Mu;  linda  flema  le  tienes. 
Cuando  ves  que  ea  todo  el  moole 
üolo  ha}  riscos  con  que  encuentre ! 

;iPara  qné ,  deidad  injuata , 
Ifue  i  cargo  mi  vida  tienes, 
Verdad  los  suefios  Liciste 
De  aquella  sombra  aparenleT 
i  Para 'qué  le  revelaste , 
I'or  exiraíios  accidemes 
APo1ldiies,quiénera 
Uinaet  jPara  qué  Inclemente 
Le  puslsie  eu  que  la  armada 
A  la  conquista  me  diese 
lie  mi  patria,  si  al  primero 
Paso  1  mi  dicha  previenes 
Que  para  dar  can  los  males 
Solo  acechase  los  bienes? 
Dejtrasme  en  mi  desdicha , 
Sin  que  de  na  punto  i  otro  biciesM 
La  cuna  de  mis  pesares 
Sepulcro  de  mis  placeres. 
Has  4qué  temo  de  los  liados , 
Ni  contrastes  ni  vaivenes ; 

gne  DUEica  crece  i  ser  grande 
I  qoeün  desdichas. crece? 
Sigúeme  por  esta  parte. 

Sale  ANDRÓMEDA. 
jki«)a6>inJk. 
( lp.  Allí  las  bolas  se  moeren : 
Sin  dmta  alli  afgma  Bera 


Deieote , 
Divino  asombro,  porqué 
Si  es  que  mi  vida  te  oTeude , 
A  menos  cosía  del  golpe 
Ticuea  lograda  mi  muerte. 

ANSkAaEDA. 

flalaojóren,  ja  tto  en  vano 
Vista  j  acción  áe  suspenden. 
MacoBDi*.  (Dratr«.) 
I  Aj  Jnfellce  de  mil 
i  No  bayMiuien  i  ampararme  llegue? 

Safe  flNEO. 


Si  llamas  bújeodo,  ^cómo 
Hshrt  quien  contigo  racunitreT 
— Has  ¡a;  infeliil  ¡qué miro? 
iCújo,  errado  acento,  eres. 


¿Dónde, 


i  Yo? 

b  de  qué  ¡ 


Hermosa  deidad ,  pretendes, 

?ue  con  tus  sombras  me  alumbre , 
con  tus  luces  me  ciefiue? 
Para  rendirme  i  ins  plantas, 
~ío  es  menester  que  ensaugrieutes 
a  asta;  que  j»  lú  sabes 
Cuín  sin  peligro  me  vences. 

Mitro.  iAp.} 
¡Gallardo  jóren  (¡a;  triste!) 
A  Andrómeda  humildemeote 
Postrado  adora !  Estas  ramas  - 
He  oculten ,  basia  que  llegue 
A  ver  El  mienten  mis  eekw. 
Hasículudo  los  celos  mienieoT 

'  (Eseto4«K.) 

ANBlÓHUll. 

F.xlrai^ero  peregrino, 
Enmunecida  dos  veces 
He  [leoes  i  tus  acciones, 
y  1  tus  razones  me  tienes, 
"  '"""o  me  viste  otra  ves? 

,  e  JO  me  de, 
j  porque  qniíl 
Alguien  en  tu  alcance  viene. 
Yo  lo  haré ;  pero  no  quieras 
Que  conmigo  no  me  acuerde 
lie  oirt  vez  que  vt  tus  soles 
Para  mi  menos  crueles. 


cúmo  b  de  qué  suerte? 
auo.  (Ap.) 
Mas  qne  la  bace  creer 
i\  que  la  ba  visf  i  otras  veces? 

PKtSEO. 

Tú  lo  sabes. 

«nPRÚiEDit. 
No  sé  nada , 

Y  déjame  :  no  me  fuerces 
A  dwirte  qne  te  engaüias , 

V  que  j,para  qué  pretendes 
Varerie  de  otras  traicioaet, 
SI  puedes ,  Jéien ,  valerte 
De  la  gala  y  de  tu  brioT 
—Pero  iqiUén  mf  aliento  mnete  t 
t  De  coIndo  aci  (;ajintelice!} 
Se  dieron  mis  altiveces 

Al  partido  del  agrado? 
Miente  el  labio, la  voz  miente. 
Huya  el  peligro. 

Eso  no. 

ANDléMED*. 

Suelta.' 


Que  ni 


knoHÓato.*. 
¿Ti  me  has  tlslo  otra  veK< 


:,iüimliqaé  me  debes? 

FIMO.  (Ap.) 

Sin  dada  qne  ella  me  ba  visio 
Y  dWmnlar  pretende. 

Débete  el  primer  aliento-,  - 
Para  que  Imasine  j  piense 
Qne  so;  mas  de  lo  qne  soj, 


Aguarda. 

IKoaAMED*. 

Aparta. 


Tente, 


Has  de  ser  somtH'a  aparente , 
Qne  desvanecida  buyas. 
'     *iuiB«ABia!t. 
iPiKS  quién  podrí  üeteoerme? 
{Sale  Fineo.) 

lUIEO. 

Yo  podré ,  para  que  vea* , 
Dando  i  ese  Joven  la  mnerta 
A  tus  ojos... 

IRDIÓHIDA. 

¡Xjdemi! 

nasEO.  (AfT.) 
i  Udo  de  loe  doe  no  es  este 
Qne  vi  en  el  templo  de  Acaja? 

Que  el  duelo  de  lu  mojereí 
Esii  en  que  ellas  nos  agravien, 
V  en  que  en  nosotros  sa  veogoen, 
Uoera  un  infelii  i  manas 
De  un  fellE ,  j  quien  merece 
De  ti  el  honor  j  la  vida , 
Que  eonBess  que  te  debe. 

Primero  iierl  la  tova 
De  mi  espirita  vállenle  . 
Trofeo. 

Esto  DOS  rallaba. 

UDRÓHIP*. 

Tente, joven-  Fitieo,  teMe. 

D^a  que  quien  muere  mate. 

Deja  que  mate  quien  muere, 
DucoiDtA.  [Denlre.) 
Ya  qne  cowesui  el  principio , 
Conseguir  el  In  no  dgje.— 

dbyGOOglC 


Koda,  sino  solo  ano; 

Ooe  JO  ■o;,  tí  bien  se  idvlerie, 

Cero  lecei  cero,  otda. 

SayenELREV,  CEUO, 


Hoera  quieu  mi  «angra  orende. 


Na  un,  se&or,  sino  muchoa. 


Pues  «i  el  consejo  no  quieres. 


Esperad ,  ao  le  maleis. 
i  Pues  tú  su  vitU  (leGendesf 


Si ,  porque  no  ba  de  morir 
Con  un  generosa  suerte, 
(lomo  1  vista  de  quien  ama  , 
Desesperado  j  valiente. 
Ko  quiero  que  Minera  aMto 
A  visia  de  lo  que  i^uíere , 


$ue  muere  del  amor  pieuse. 
pues  que  en  llegaMu  á  celos , 
Ko  bay  iiuuilonor  que  no  cese, 
pues  el  que  sien  le  ñas  noble 
Es  uuicD  mas  infume  liiute  , 
Civilmenle  |)e  los  dos 


o  y  prudente 
Puede  callar  con  desprecios, 
Pero  con  celos  no  puede. 
Quien  pierde  uiia  Jama,  niéños 
Sensible  dolor  padece 
Para  qne  muera,  que  cuando 
Para  otro  galán  la  pierde. 
El  oráculo  que  yo 
Callé  sacrUegamenle, 
Manda  que  al  saflitdo ,  al  lieio 
Moiistru"  Andrómeda  se  eulregiw. 
\o  creáis  i  mis  di'sdiclias ; 
'  <^reed  i  todos  los  que  tienen 
<^>nmigo  :  y  pues  <l<-l  silencio 
■"  ceguedad  os  absui-lr  ■ 


COMEDIAS  DE  tiON  PEDRO  CALDEnON  DE  LA 

(Va  que  i  perderla  me  hiercen) 

Eu  poder  de  quien  la  mate,  ! 

Que  «n  poder  de  quien  la  aprede. 


StU  HERCURIO. 


!  Esto  Júpiter  onleaa, 

Ííiblico  riel 
ecerli  trata ; 
Que  sea  at  Iln  cuya  fuere , 
Henos  importa  una  vida. 
Que  tantas  como  perecen. 


Aodrómeda  muera. 


Vasallos  y  amigos  Seles. 
No  un  d^pecbo  os  oer  - 
A  seguirle  j  i  creerle. 


,  Vo  lo  aceto.  ¡Ob  si  entre  u 
;  Hi  fin  j  uo  el  tuyo  viesel 
knoBóacDA. 
¡Suerte  injusta! 


I  Dnta  nene  : 

iCttnU.)  Ama,  etftrafctuflm; 
Porque  no  pueie 

I  El  que  nemee  ate  Tit$f», 
D*eir  que  wemee. 

,  jQaün  eres,  bermoto  J6*eo , 

Soe  dalce  j  veloa  dos  veces, 
uspeadea,  no  sin  isooibn», 
'  Al  aire, que  te  suspende? 
iQuiéa  eres,  qne  tremolando 
!  Loa  alados  martinetes 
Del  sombrero  j  del  cotorno, 
I  Vacias  pijaro  cekaiet 


Hablad  todos ,  decid  lodos 
Si  es  verdad  qu«  el  eieio  quiere 
Que  1  Véont  se  saiisTiiga  • 
l^n  la  que  i  Venus  ofende. 
Kniregadla ,  si  queréis 
Que  vuestras  desdiebas  cesen: 
Cesarlo  umbica  las  mias. 
Si  i  la  disianria  se  atiende 
De  la  Itsiima  i  la  envidia ; 
Poea  menos  inconvenienie 
Serli  ler  i  la  que  ailom 


l  PJera  pena! 

¡Estrella  Tuerte! 
¡Ay,  bija,  toque  me  cuestas!  {Vate) 
ANaadHEM.  (Ap.) 
I :  Ay,  joven ,  b>  que  me  debes!    ( Vate.) 

¡  ;0n¿  es  lo  que  pasa  por  mlT 
ijjuién  vio  en  na  espacio  brete 
Tantas  penas,  tauus  ausus 
■  (lomo  mi  vida  acometen, 
.  Homo  mi  discurso  asaltan, 
;  V  mis  pensamientos  vencen? 
'  Uioses,  si  algún  auiiltar 
I  De  una  hermosura  se  duele. 

De  unas  celos  se  lastima , 
I  Oc  un  amor  se  compadece , 
I  Penniíidnie  que  me  diga 
I  Piadoso,  humano  y  clemeiKc, 
j  í.  De  qué  suerte  podré  yo 
,  Volrer  por  míí 


!  Soy  quien  de  ins  artos  bedtoa, 
,  Perseo ,  A  sn  cargo  tiene 

Que  la  Dbcordia  no  togra 
.  Las  Iras  coa  que  le  oTemle. 
!  Mercurio  soy,  4|ae  k  aainurU 

Vengo,'  para  que  no  entregas* 
i  Al  acaso  la  e^terania. 
I  Ni  el  valor  >t  accidente. 
'  %o  temas  pnea  de  ios  hado*, 

;  Que  nunca  crece  i  ser  grande 

¡  Quien  sin  sobreMlioa  crece. 
'  Amo ,  etpera,  etc. 

Perdóname  que  de  ocloaa 
A  tu  persuuion  moteje. 
Pues  el  brío  i  que  persuades, 
Vo  le  tengo. 


Qne  falten  medioa  al  brto 
Con  que  generoso  intente 
La  <^ecucioa. 

■  KHCVtlO. 

Pues  porqué 
Lo  minos  áv  mi  no  pienses , 
Quiero  de  mi  caduceo 
Hacerte  duerio  :  con  este 
Cetro  de  áspides  alado. 
Los  ojos  de  ArROS  se  aduermen. 
Aduerme  con  él  los  nos 
lie  Medusa,  porque  llegaes. 
Vencido  uu  mou&lru» ,  A  vencer 
Uno. 

Aunque  ei  justo  que  aceto 
Humilde,  pueitlo  1  los  plantas. 
El  alto  don  que  me  ofreces, 
i,  l)e  qué  suerte  pedri  el  eetio 
Asegurar  que  me  acerque 
S'm  que  a  lo  lejos  su  vista 
He  mate  Antes! 

PALAS ,  ett  ana  apariencia  em  • 

Desta  suerte. 
j4»a, «piro, etc. 
Vo ,  óue  la  deidad  iJe  Pilas 
Soy,  a  quien  también  compelea 
Tus  triunfos ,  porque  no  menos 
Que  i  Mercurio  me  enmodecea, 
A  su  don  vengo  1  aia^ne 
Este  escudo  iraosparentn . 
Que  de  Esiérope  y  de  Brúnies 
Le  diú  la  fatiga  lüiple. 
Experiencia  es  que  si  el  Aero 
basilisco } si  se  viese, 
A  si  se  mate ,  porqué 
"  -  -'  -    venruo  vlrrte. 


dbyCOOglC 


SI ,  mal  1  cómo  recibirla 
Puedot  Porqne  no  e»  decente 
Petlirie  que  lü  \e  bajrs; 
Uue  sí  Mercurio  descleade 
A  la  tierra ,  iiu  e»  lo  miiniD 
Que  lú  el  alio  sulio  dejes 
De  la  Ppiciclo;  que  il  Gn 
lleldailüe  otro  sexo  eres, 
Coya  respeto  me  turba. 
Me  cniharaKi  j  me  suspende . 
Para  que  no  le  suplique 
Que  del  orbe  qae  transciendes 
Abatjs  el  vuelo  ¡  pues 
Para  que  se  privIfi'Bien 
Mujeres  que  son  deidades , 
No  dejan  de  ser  mojeres. 

Agradecida  de  oír 

Tus  itenckmes  corteses , 
Quiero,  dejando  mi  solio , 
l^jar  adonde  te  entregue 


Tú ,  Perseo ,  le  mereces , 
Que  eres  de  Júpiter  Lijo, 

Dldéndoie  una  y  mil  tecf 


Recibe  puea  estos  dones. 

Tu  caduceo  el  tridente 
Serl ,  con  que  yo  felice 
Piélagos  de  luz  navegue. 

Voyme  i  mi  ugrado  solio... 

auc  otilo. 
Vojme  i  los  orbes  celestes.,. 

Donde  mi  faror  te  ampare... 

Üoiide  mi  Taior  te  alíenle... 

rkiM. 
Para  que  Telíce  triunfes... 

■Kacnaio. 
Pan  qne  dicboso  reines... 

Venciendo  dlflcultadea. 
iincuuo. 
Allatiando  Inconvenleoles. 

Ninguno  habrl  para  ttil 
Que  lio  poitre ,  no  airopelle , 
Como  aquel  escudo  embrace 
V  este  caduceo  gobierne. 

Pnei  en  esa  conSanaa , 
Digamos  una  j  mil  leces  . 
Ama,  etpira  y  confía,  etc. 


JORNADA  TERCERA. 
GiiiposTB<nlwde]paisdaLl<Ian>,MAMet. 
Salm  BATO  T  PERSEO  con  eltieuio 


FORTUNAS  DE  ANDHWEDA  V 
Que,  por  funestos,  el  sol 
Los  TÍsiu  nunca  ó  lardet 

LDÓade  (después  que  le  bailé 
ibre  de  aquel  riesgo  grande 
En  que  le  dejé,  ;  saliste 
Del  victorioso  j  Irluntinte) 
'  """'a  en  nías  lejos  países 
^  babilaiiea  de  nadie , 
Camina  DI  os  heclfos  libro 
De  caballeros  andanas  ? 
Sicame  de  aquesta  duda , 
übnelo  por  Dios. 

Si  sabes , 
Como  le  he  contado.  Bato, 
Los  SQcesos  admirables 
Que  me  pasaron ,  ;  que 
Í>OT  mavor  timbre  j  realce , 
Mercurio  ;  Pálu,  en  qnien 


Desie  escudo  de  diamante 
V  este  caduceo,  con  une 
Venciendo  el  común  ultraje 
De  Medusa,  Tolver  pueda 
Donde  altivo  f  arrogante , 
Con  un  horror  Tema  otro , 
iQné  preguntas? 

1 A  hora  sal  e^ 
Con  que  á  buscar  k  Merluza 
Vienesl  ¿Por  ventura  sabes 
Que  es  una  mujer  que  tiene 
Por  moflo  T  por  aladares 
Mi  laoroi  j'  Msi  liscos , 
Con  licencia  del  romance? 

rasiio. 
Sisé. 

hiTO. 
jPaei  cómo  con  esa 
Flema  vienes  en  su  alcance  f 


Como  no  haj  riesgo  que  no 

Venia,  temor  que  no  allane, 

Peligro  qae  no  atropello, 

DiBcultad  que  no  arrastre 

Un  amor,  que  lo  gue  adora 

Ve  en  peligro.  Si  llegases 

Tb  i  saber  cómo  se  sirate 

El  manos  violento  achaque 

De  quien  gasta  i  nn  mismo  tiempo 

Su  vida  I  la  de  su  amante , 

Vieras  que  aun  el  mas  difícil 

Remedio  parece  Kcll.  ^ 

Has  tú,  ipor  qué  bas  de  saberlo?  * 

Que  primores  aemejanies 

Ño  caben  en  pecbos  viles; 

Solo  en  reales  pecbos  caben. 

Y  pues  no  veo  la  bora 

De  conseguir  el  lin,  ínies 

Sue  de  Ids  coiitadus  días 
1  breve  término  pase. 
Mira  si  liabrjí  quién  nos  diga 
Porer -"- 


>r  estos  Incultos  vaHes, 


¿No  es  disparate 
.ne  buyen  |  -    ■   ■ 
Quieras  que  te  diga  m 


iQa*pape 
T  joí 


Mejor  ea  que  tin  doctor  llac 
Y  nn  bolicario ,  que  soo 
Asesinos  Ta  mili  ares. 


¿Rabrli,  cielos. 
Nacido  en  el  mundo  ílgaiei 
Manos  i  los  sastres  dado , 
V  maa  dado  i  los  desastres? 


Contigo  iba,  j  s)  no  echase 
A  correr,  me  hubieran  dado 
Con  algo  no  poquito  Antes. 
Y  pues  ya  tengo  eiperiencla 

Sue  es  remedio  saludable 
1  hnlr,  déjame  huir. 

LiBoao.  (Oeslr*.) 
O  prendedles  ó  maladles. 

Pues  que  nos  dan  i  escoger , 
El  prendernos  es  mas  fidl. 

¿Qué  gente;  armas  es  esta? 


Igoorados  caminan  (es , 
A  quien  trae  su  destino 
Sin  saber  adonde  ot  trae, 
Daos  i  prisión. 

Yo,  por  mi, 
Dado  esto;.  ¿Dónde  es  la  ctrcel? 

Pfuao.  {Ap.) 
Este  ¿no  es  el  otro  joven 
De  AcajaT 

¿Qué  esperas!  Date 


Ningano;  mas  sin  ninguno. 
Hay  bados  inexorables 
Que  dan  la  innerte  siu  culpa 
De  quien  Biuere  ni  quien  mate. 

Y  porque  con  el  consuelo 
Mueras  de  que  ellos  te  hacen 
La  ^nrazon ,  y  no  jo , 

;  lufellce joven,  sabe 
:  Que  este  monte,  de  Medusa 
I  Teatro  es ,  en  cuyo  hoscaja 
:  No  hay  verde  tronco  qne  no 
I  Sea  nn  humano  cadiver. 
'  No  han  bastado  contra  ella 

SacriOclos,  hasta  darle 

A  Júpiter  ea  Acaya 

Hamos,  que  ardieron  en  balde. 

De  su  sangre ,  respondió , 

Que  hablan  de  fabricarse 

Los  remedios  de  otras  minas  : 

Y  asi ,  boy  los  natorales 
Hemos  elegido  uo  medio 
Para  derrunar  su  sangre. 
Esie  es  que  todos ,  armados 
De  arcos  ;  flechas  ,  se  amparen 
De  las  sombras  de  los  troncos , 

Y  poniendo  á  sos  ambnüea 

D,B,l,z9dbyGOOglC 


A|8 

Condenatk)  i  iDnerte  i  uno , 

Sva  el  reclama  ijiie  la  saqut!. 
Para  que,  miáiitrae  é\  muerü 
Todos  los  (lemas  disiiareii , 

V  coroiin  ami>r  üe  plumu 
A  la  Decli:!  iiue  la  akance. 
Sohre  cu  i  I  babia  de  ser 
Al  qoe  la  suerte  lócate , 
Fué  volo  ser  el  piimern 
(}ue  por  esla  üenda  pasi'. 
A  los  dos  capo  la  suerte  : 

Y  pues  en  dcsdídias  I  a  les 
Pódela  queiaros  de  lodos 
Sin  ofenderos  de  nadie. 


COMEDIAS  m  DON  PEDRO  CALDF.ROM  DE  LA  BARCA. 


«  el  nue 


Huera  j  el  otro  «e  salve. 
Sea  el  que  muere  el  de  peor" 


Cuando  esa  lej  se  guardase , 
Soj  el  de  peor  cara  T 

Si, 
r  macho  peor. 

BATO. 

No  se  engaBeii. 
Faccinn  por  faecioii  mo  miren  -, 
Vean  que  soy  como  un  ángel. 
Viren  ¡qué  rostro ,  si  llorii ! 
üirio',  ¡  miren  qué  semhlaiileí 
Ai  mesararmn,  ¡qué  tez  1 
Y  ¡qiié-«eíioaler-' " 


Esle  lia  de  ser  el  que  m 


Si  la  noTedad  i»  place 
l*e  que  baya  quien  niuj'ir  (gulera, 
tlaced  cítenla  qu¿  me  calw 
l,a  suerte.  Yo  me  preliero 
Ser  quien  i  Medusa  llame  : 
V  como  f^paflá  ni  escudo 
Sil-  (luileis,  i  sus  umiirales 
li'é  Jelaiiie  de  lodos. 

Si  1  aqueso  le  atreves,  parte; 
\)ae.  aquel  edilicio  que 
A  tierra  en  minas  se  alíate , 
l'ls  su  allien!ue. 


[Va me.)    i 


¿Qué  es  aquesto,  eoraion? 

íAgora  cun  pavor  lales' 

Has  ;  av ,  que  el  primer  cfcelo 

No  es  de  ánimo  col>ardu, 

PorquK  una  cosa  es  temerle , 

Y  oira  cosa  es  despreciarle! 

Sus  dos  herniaiias ,  sin  duda , 

Son  las  que  i  la  |iueru  salen. 

Hasta  mejor  ocaston, 

lisua  minas  me  recalen.  {Eicóndete.) 

Salen  SIREME  i  LIBIA. 

Híéatras  que  Medusa  duerme , 
Porque  no  nos  sobresalte 
ÑiQgun  temor,  la  campaía 
Iteconoicamo^.  . 


Pisada  se  mira. 

En  lanío 

§Qe  nuestros  desvelos  guarden 
U  sui'fio,  para  engañar 
La  posta ,  el  cuidado  cante. 

UBu.  (Canta.) 
Pisa,  pita  con  liento  tatfleret. 


Ypuetle  qun  tea  de  tiiipereí  el  iipid... 

No,  na  (di  dftpiertft; 
Duerman  g  caiUn. 
FtiiSEo.  ( Ap.  acereá»do*e  i  lat  doi.) 
¡Quién  al.tomar  una  y  otra 
Vuelta,  i  una  y  otra  locase 
Cuu  aqueste  caduceo. 
Iiilroduciendu  el  suave 
.Sueíio  de  Argos  en  sus  ojos , 
ponjue,  ellas  dormidas,  pase 
Vo  adonde  duerme  Mcdiisu  1 
Mercurio  mi  In lento  ampare. 
{Toca  con  el  eadHcea  á  Ubia  y  ietpue» 
d  Síreae.) 

Pita,  pita  quedilo  lat  floret, 
tíaeMO,  palito,  amor,  que  bo  tabet... 
itlaé  es  esto?  ¿qué  ardiente  liiclu 
Hay  que  en  mis  venas  se  esparce  ■ 


iUué  lienra! 

No  sé,  pasa  lA  adelante 

¿  En  cuál  dellai  te  etcanden  htcrtest 
ipneslo  que  ton  de  »m*  Poret  el  ihfld.. . 
Hjs  i  aj  lri>lel  A  mi  laminen 
Ui.v  letarMii  que  me  enilurgne 
Lus  senllilus. 

¿Qué  le  lurl»? 

Tampoco  lo  sé. 

rsasRO.  (.1^.) 

Su  efecto  el  sueño. 


También  yo  me  animo  en  balde. 
Vela  lú  miéiiiras  yo  duermo. 


Pues  veniiroonos  iguales, 
llicieodo  una  y  olVa  lei , 
Para  que  el  sueño  le  eneaúe... 


Va  al  sueño  las  dos  tendidas, 
No  Lay  quien  la  eutrada-me  guarde. 
Por  medio  pasaré  de  ellas. 
Has  \  ay ,  que  al  paso  me  sale 
Hedusa  \  ;Qué  baré  después 
De  verme,  si  helado  inies 
Oue  me  vea,  me  ha  dejado 
semejanteT 


iCómo  de  mis  dos  hermanas 
Hoy  el  siempre  vigilante 
Cuidado  rallece?ii:uíiiido 
Filé  |>osil>le  iiii>>  me  falle 
l>e  una  la  asisiencia ,  el  tiempo 
One  el  vitneunso  coraje 
De  mis  nunca  luuertas  iras , 
Hendido  al  sueño  descanse  T 
i^ivi  L^bieru  sido,  si  alganof 
be  tantos  coni»  combaten 
Hi  vida ,  hubieran  co/ado 
Desla  ocasión ,  j  al  banamw 
Sin  ojos  que  me  delieudau , 
Hubieran  [loilidn  danne 
La  luucrteT  j  Libia  y  Sireue 
l£n  profundo  saeüu  jacen ! 

KiisEo.  (hp.  etcondiio.) 
Cobrado  el  primer  asombro 
Qun  el  verla  me  diú .  acercanne 
[■uedo  ya  en  fe  de  este  escudo. 

iSirenc!  ¡Liliia!*- Ka  trate 
Despenarlas;  nue  no  es  sucüo. 
Sino  letarüo,  el  <|ue  hace 
Tan  no  usado  ern.'to  i-ii  elbs. 
:0h  vengallvas  driilidcs, 
Ki)  enva  ojeri/a  vImi, 
■■ara  l'iorror  de  los  niorlalrs , 
riacionat  llera  i-ii  li>s  montes, 
llmiinniimonsli'uucu  tos  ia!li-s! 
i  l)ué  novedad  si'rá  e^^ta 
l)i>  que  lioy  me  desain[iai 


i  «Quién  puede  haber  que  A  m>Dibrarme 
'  Se  atreva ,  siendo  mi  nombre 
Tan  escíndalo  en  el  aire, 
.  Une  aun  ji  los  i'Cos  tal  vez 


byGOOglC 


KiSEO.  [Denlro ) 


jCitia 


FORTUNAS  DE  ANDRÓMEDA  V  PERSEa 

« ,  ,  Efiíe  acero  serü  bien 


Tan  osaila,  que  me  llames, 
CuanJu  otras  me  liiijiroii!' 
PERSEO.  {Saturnia. ) 

Voehc 
Los  ojos- 

V  en  ellos  tales 
Iras,  que  ell»s'te  escarmienten 
De  osailla  aeniejante. 

{Etuéñale.PersM  eletpejo.) 
UasíijUiruliiiIemi! 
jQuéeslo  que  miroT 


SI ,  esU  erei. 

íQaé  mucbo  nue  i  todo*  male. 
Si  aun  me  da  ia  niuerle  i  mi. 
El  liorror  de  mi  lembUnie  t 
¡  Quí  horrible  roraia  1  (}ué  fea ! 
Qué  asombrosa!  Qué  espantable! 

guita,  olí  lú,  auieu  (luiera  que  vret 
se  críBial  de  Jelatile 
Ue  mis  ojos  :  no  cometas 
En  mi  barbarismoa  tales. 
Como  hacer  la  que  padece 
De  la  pe  nona  que  hace. 


Que  me  pspanli; 
De  mi  es  fueru ,  ;  <|uu  úk  mi 
lluja. 
(Enlro  Mtduta  huyendo ,  y  Ptneo 
ietra*  de  ella.) 

Srguirí  tu  alcaitcp. 

¡Sitene,  Libia,  acudiJme 
A  «alerme  y  ampararme , 
Que  me  dan  muerte ! 

sin  CHE.  [Dttpertawto.) 
Las  vocea 
De  Ueüuaa  el  liento  trae. 

UBI),  {peifierta.) 
Si  ha  despenado,  á  asistirla 
Las  dos  acudamos ,  intts 
(jue  sepa  el  descuido. 

¡  A;  triste : 
)ihe:ie. 
rúes  ¿de  cii^mlo  acá  euü  ayes 
LiUtimosameiitu  sueijaní 


Y  que  cebado  en  mi  mismo 
Coraioii,  lan  sin  mi  hite, 
Oue  neutral  de  Tuego  y  nieve , 
Ni  bien  hiela,  ni  biea  arde. 

M««E0. 

Hasta  que  tu  mismo  aliento 
Te  ahogue ,  te  deje  y  te  Talte , 
Te  faa  lie  estar  dando  en  los  ojos 
La  luz  de  aquestos  cristales. 


Mus  ¡ay  de  mi,  que  <ra  es  tanle! 
Pui's  y:<  mi  ponxoña  ha  hecho 
Su  erecto  en  mi,  y  [|ue  cobardit 
No  hay  ira  que  no  fallexca, 
Ko  hay  rencor  que  no  desmaye. 
Has  con  lodo  huiré  de  Li , 
Porque  yo  conmigo  acabe. 
Respirando  Etnas  de  fuego, 
Hoogihelosy  Tolcaues, 
Soto  porque  no  lilasunes. 
Solo  iMrque  no  t^  alnbps 
Que  tú  me  diste  la  muerte. 

Por  mas  que  de  mi  buir  trati.'s , 
Te  be  de  seguir,  li:ista  que 
Vierta  mi  acero  tu  sangre. 


Huvamos ,  Libia ,  ])Uos  fuimos 
De 'desdicha  semejaule. 
Causa':  no  i  las  dos  también 

Su  venganza  nos  alcance.        • 


Sden  L1D0R0,  BATO  v 
Deteneos ,  ¿dónde  vaisT 


Nanea  en  cada  gola  un  ispld. 
I      [Córtale  la  cabna ,  y  talla  por  el 
labiada.) 

Eso  vo  también  lo  hiciera, 
'  A  saber  oue  era  lan  ticii. 
Salte  hlcia  otra  parte  usted, 
.   Senra  calt«za,y  nosalle 
Hacia  mi ,  se  lo  suiíücn. 


Al  VI 


asemejante.^ 


La  admiración  y  el  sil 

Solo  es  justo  quii  li!  ilalieii. 
;  Dame  los  braiLos ,  y  i>ieflsa 
~    '  10  haliríi  con  que  pogne 


Tan  ht 


'-  Vamos  lodos  k  ayudarle ; 
■  Que  es  Tergoniosa  omíEion , 
:  One  un  extranjero  nos  gano 

;  Para  qué 
lli-nios  de  ir,  si-ya  ella  sale 
\  Huyendo  del! 
'  (  Vuelve  tleduna  buyende ,  y  Penee  ' 
trae  ella.) 


El  premio 
Ne  ha  de  dar  aquesta  sanfrre ; 
Y  pues  he  á^  cobrar  de  ella , 
No  es  bien  que  tu  me  lo  pagues. 

LIDOIO. 

Poes  jqué  premio  della  aguardas? 

psnuo. 
;  No  sé  mas  de  que  ea  constante , 
Si  &  aquel  oráculo  creo 
De  Acaya ,  que  ella  ha  de  darle. 

^Erestúde  Acaya  Y 

'  Estaba 

,  En  ella  cuando  llegaste 
Tü  i  so  gran  templo. 

¡  unoao. 

Bien  dices , 
Porque  si  «ueiro  i  acordarme , 
De  la  sangre  de  Medusa 
U{jo  que  iíabia  de  ronnarse 
El  remedio  de  otos  ruinas. 
Has,  aunque  el  ci'evrlo  es  fácil. 
No  es  6cil  el  verlo,  pues 

'  Aunque  su  sangre  derrames, 


Para  responder,  la.lierra 
Pienso  que  en  bocas  se  ahre. 
{Ábrete  ¡a  tierra,  y  eate el  etitll» 

Pegata.) 

Horrible  bostezo  es 
UnagrieU,  y  de  ella  nace, 
SI  DO  me  miente  el  asombro , 
Un  bruto. 


VanuM  i  Tcr  qué  lo  cause. 


{Van 


Saleu  MEDUSA  t  PERSEO.  • 


,  Huir  al  monte ,  he  de  alcanzara 

I  ■BDDSj».     . 

I  íQué  mas  pretendes  de  mi , 
SI  ya  me  resisto  en  balde , 
V  íruiH'zancin  en  mi  sombra , 
Soy  de  mi  misma  cadáver? 

rEMEO. 

Ahora ,  que  ya  en  la  tierra 
Muerta  t'  tu  vene  no  yaces , 


Monstruo  es  de  dos  especies, 
'  Pues  hijo  es  de  IJen-a  y  aire. 

Sobre  la  cumbre  del  monie 
¡  Parnaso .  émulo  de  Allante 
Ha  parado  el  primer  vuelo. 

No  aqiil  hi  .idmiraclon  pare , 
Pues  hiriendo  con  la  naa 
El  fuego  i  sus  pederoalea, 
.  En  vez  de  brotar  centellas, 
I  Urotan  líquidos  cri(ir'~~ 


'"Cboglc 


COMEniAS  DE  DOS  PEDUO  CALDERÓN  DE  LA.  BARCA. 


Lahratedelospueías 
Seri. 

¿Qiié  bay  de  que  lo  aaqucsT 

De  qae  qultarl  la  seil , 
Y  DO  qiiilari  la  himbre. 


iQȎ  quieres? 

PIRStO. 

Que  al  moni» 
Subas  al  pnnio ,  j  me  bajes 
Aquel  caballo,  en  que  pueda 
Volver  volando. 

No  es  ncil 
Que  sola  yo ,  y  que  él  se  deje 
Coger  de  mi. 

Yo  i  alcsnitrle 
Sublrí ,  pues  para  mi 
La  tierra  le  aboru.  TrayU 
Til  esa  cabeía,  y  conmigo 


tQné  ca^naT 


Igiioranie , 


iPuesquiin? 

El  turco. 

Notantes 
Álzala  del  suelo  y  veo. 

(Yala  i  eeger ,  s  ella  «Ha. 

g  Líete  el  diablo  quien  tal  baca! 

¡  Vive  Júpiter ,  villano , 
Si  110  la  iraea  •  que  le  mate ! 
■  Porque  ella  ba  de  ser  blasón 
Dk  mis  hechos  lauorUlet. 

•aTD. 
¿Por  dOnde  tengo  de  adrlaT 

Por  cualquier  iruacado  ka|dd. 

¡  Buenas  Bt 
i  Ay,  qae  n 

FcasB 

Ni 

Qae  maértoi  eslin. 

Sellamos, 
Cuando  yo  con  ella  carene 
Y  le  siga ,  ¿en  qué  ha  de  ir  yo 
Si  1(1  Yolando  te  partesT 
rcHSEo, 
A  las  ancas  del  Pegaio 
Iris. 

B»TO. 

Pues,  ; y  (le  qué  sabes 
Que  surre  aiicasT 

TEBSEO. 

Tráela ,  pues. 


Yo  llevo,  para  librarme 
De  los  prligros  del  vuelo , 
Linda  cabeza  de  mirtir. 


Voso  iros  quedad  en  paz; 
Que  el  volverme  es  importante. 

.No  admiilris  de  nosoirns 
Las  grácil!  de  semejante 

AccioiiT 

Ko ,  que  las  que  esperi» , 
Amor  me  ha  de  dar  triunfante 
fiera. 

Oye. 

E*  en  vano. 

UMKO. 

Pues  dbios,  p  que  te  partes, 
iQuIéo  eresT 

Perseo .  hijo 
De  lilpiler  y  de  Dlnae.  (Vsnte.) 

LIDOHO. 

!  De  Dioae  y  Júpiter!  j  Cielos! 
Shi  duda  este  es  de  sus  graves 
Fortunas  causa  en  los  celos 
Del  rey  Acríslo ,  su  padre  : 
V  aunque  me  acuerden  los  míos. 
Tanto  me  obligan  sus  parles, 
'"-■  -  be  de  seguirte  á  saber 


Saíe  GEXTE  al  ttm  dt  caja»  dttiem 
iai,  eanlandOf  u  délra*  AND 
MEÜA ,  vestida  de  ¡uta. 

unos.  (Dentro.) 
¡  Huera  Andrómeda  * ! 
OTRoa 

¡Huera*! 

¡VílaTrioacria'l 

La  que  nace  para  ter 
Eitrase  de  lo  fortuna , 
Sienta .  calle,  llore  p  lufra , 
Yeciatlada  eengtie 
La  qtie  et  ientieha  no  n  culpa , 
Sienta  y  caite ,  Uore  y  nf^a. 

«IWRÓMIOit. 

i^Ls  que  nace  para  aer 
Estrago  de  la  fortuna. 
Sienta,  calle,  llore  y  sufra, 
Y  consolada  c«n  que 
La  qui  ea  desdicha  no  es  culpa , 
Sienta  y  calle,  llore  y  suñifi 
Miente  la  alevosa  voz. 
Que  consolarme  procura 
lnütihuente ,  asentando 
En  los  ecos  que  pronaucía , 
One,  porque  culpa  mi  es 
La  que  i  este  fin  me  redniga , 
Ko  es  desdicha ;  porqne  intes , 

>,  a,  *  Fonnin  ínt  nmn  Je  Mtsi 
;  soeltx.  Hi  de  Iillar  alto. 


Si  bien  lo  advierte  y  lo  inua . 

Es  ser  desdicha  dos  vécese 
'  Que  el  que  culpado  se  angustia , 

En  la  colpa  que  cómele 
,  Halla  honestada  la  injuria; 
I  Uaiquieii  la  padece  (¡ay  triste!) 
I  Sin  cometerla,  es  locura 

Persoadiise  i  que  es  consuelo 
i  E\  IVacaso  i  que  se  ajusta. 

¥  asi,  miente,  otra  tei  digo. 

La  voi  que  aleve  articula 

8ae  ei  aisculpa  de  su  hado, 
o  siendo  el  hado  disculpa... 


La  que  aaee  para  ter 
Earago  de  la  fiirluaa , 
Sienta  y  calle ,  llore  t  utfa, 
AnMóaiDi. 

Cuanto  le  fuera  mejor 
.1  mi  fatal  desventura. 
Morir  culpada  que  no 
Inocente!  Estrella  injusta. 

Por  i|ue  a  mí  lio  me  dlcialte 
_.a  vanidad,  que  perjura 
Me  condena  !  Fuera  mía , 
Pnee  es  mía  la  foriuna , 
La  cansa  de  ella ;  que  yo 
He  holgara  en  pena  tan  dora 
De  serla  culpada  siempre. 
Porque  no  llorara  nunca. 

Qut  eoMolada  con  que 

la  que  e*  detdicha,  na  es  culpa; 

Sienta  y  calle,  llore  y  tufra. 

Andrómeda ,  ya  es  ea  vano 
"I  llanto  :  esta  peña  dora 
|ue  dentro  del  mar  permite 
|ueen  sus  golfos  se  descubra 
.au  i  lodas  parles,  que     ' 
Por  todas  partra  la  inundan , 
Cerrando  el  paso  A  que  pueda* 
Desde  ella  poiifrle  en  fuga, 
V.S  donde  hemos  de  dejarte 
Entregada  i  la  sañuda 
Cólera  de  las  Nereidas, 
Sacras  enemigas  tuyas. 
Ellas  han  de  recibirle, 
Para  qne  la  ofensa  suya , 
En  Venus  se  satisfaga. 
Pues  Venus  es  en  quien  dura. 
Re  ti  ríos  todos.  Safadas 
Deidades,  justas  ó  Injustas , 
Ahí  09  queda  vuestra  oÍMisa, 
Ahí  os  queda  vuestra  injuria. 
O  remitidla ,  ó  veinadla ; 
Que  i  nuestra  obcdieocia  suma 
Toca  el  [lonírosta  donde 
Gima  ciega ,  y  diga  muda... 

La  que  ñaee  para  *er 
Eilrajo  de  la  fortuna , 
Sienta  y  calle,  Uare  y  lufirt.  {VoMtt.) 
AHBKÓaBb*. 


i  Piedad  en  oreja*  que  oyeo , 
Cuando  oyen  lo  aae  no  eseueb» 
Altos  monles  de  Trinacria 
Que  al  cielo  elevai*  la*  puntas , 
Siendo  el  cóncavo  palacio 
Del  alcázar  de  t*  luna ; 
Rocas  rostidas,  pilastras 
De  sos  dóricas  colouas , 
Abrid  en  el  centro  vaestro 
La  mas  horrorosa  gmta, 

j  Para  que  í  uu  vivo  eadlver 

l,z9dbyG00glC 


FORTUNAS  DE  ANDRÓMEDA  f  PERSEO. 


651 


LeRirride  aepuUnra, 

ADles  que  siendo  ese  gotro 

De  au9  Tcrdes  años  tumba , 

La  dé  nn  monstruo  en  sus  enlrañas 

Pira  I  moaameiiio  j  urna. 

¡Ei  posible  qui!  aquel  joven, 

Después  que  ciego  aventura 

MI  vida  y  mi  honor,  se  ansenle,         ■ 

Sil)  qup  de  mis  desveuiura^ 

Sea  lesivo!  iSiqniera 

Consolara  mis  Injurias 

Su  hisiima '.  que  el  ver  que  oirq 

Siente ,  si  no  alivia ,  ajudí 

A  bacer  nías  tratable  el  daSo. 

Has  i  a;  de  mi !  i  qué  locura  1 

(Múiiea  ieniro.) 
Y  mas  cuando  dulces  ecos 
La  esfera  del  aire  turban. 
Porque  mi  llanta  j  su  acento 
tluo  eo  el  otro  confundan. 


REMiBk  1.* 
raque  la  taberbia... 


QuUo  quepremnan... 

Qm  reina  poáia... 

NtKBinn  i.' 
Ser  de  la  ¡urmotara... 

nCBBID*  S.* 

VUÜma  et  ta$r»da... 

IIB»IIIA  3.* 

A  la*  ara»  ¡ugat. 

ÍAIbriCiai ,  tiirmoia 
leitlad  de  la  etpMma! 

lHDRÓBIt>Á. 

Bellu  nioras  de  Mereo 
(Sagrado  tío  qne  inunda 
Los  Imperios  de  Trinacrla, 
Patria  mia  ¡r  patria  suja , 
Desde  el  alto  Lilibeo, 

8ae  fué  su  cnoa  j  mi  cuna , 
asta  esta  funesta  boca, 
Donde  con  el  mar  se  junta], 
SI  sola,  como  sois  deidades, 
A  quien  toda  esu  cerülea 
Hepúbtlca ,  do  ba;  escollo 
En  que  no  os  labre  y  constrují 
Templos  de  coral  j  nftcar 
En  sus  bóvedas  profundas , 
Mostrad  que  lo  sois  en  ser 
Piadusas ;  que  no  lia;  ninguna 
Acción  en  que  mas  se  muvslTe 
La  deidad  que  b  un  dios  ilustra 
yue  en  la  inedad ;  j  mas  cuauílo 
A  la'cuchilla  que  empuña. 
El  rueao  le  embota  el  Hlo, 
Le  mella  el  llanto  la  punta. 
A  vuestras  plantan  postrada 
Yace  una  pompa  caduca , 
Que  solo  para  morir 
Infausta ,  amaneció  augusta. 
Si  mi  madre  apasionada , 
Con  amor  j  sin  cordura , 
He  alabó,  sobradameote 
V\  afecto  la  disculpa. 

(Guindo  el  amor  oe  los  padres 
■izo  fe  t  jUuí  sierpe  astuta 
Sis  viboreznos  no  cria 
Gon  ciirino  ;  con  blandura, 
Parecléndole  qne  son , 
Llenos  de  escamas  j  arrugas. 
Has  berntosos  ¡xk  las  ave», 


Que  ramilletes  de  plumas. 
Cuando  ellos  U  tierra  arrastran , 
Esotras  el  aire  sulctní 
Y  cuando  tiiese  indecoro 
Que  con  los  dioses  presuma 
Conipelir,  ifué  culpa  mfa 
La  que  fué  vanidad  saja  T 
Duélaos  la  ñor  de  mis  allos : 
ad  que  el  prado  os  acosa, 
'  cuando  floridas  todas , 
a  sola  dejéis  mustia. 
Acordaos  de  qne  fuimos 
Amigas ,  cuando  estas  rubias 
Areuas  i  nuestros  bailes 
La  escena  dieron,  de  cujas 
Hudaoias  el  viento  ahora 
No  tiu  ocasión  nunnnra, 
Viendo  que  de  extremo  ■  extremo 
Pjsan ;  pues  ¿ando  las  unas 


Que  i  laágícas  se  redmgan. 
Has  airosas  quedaras 
(Ea  pasión  tan  abaoloU, 
Como  el  decir  que  ;o  era 
Has  bennosa,  bella  j  pura 
Que  Vénot  j  que  Toeotrat) 
Eo  bacer,  como  seaoras. 
Desperdicio  del  bardon 

Y  de  la  arroaaocia  burla. 
Contra  la  endeuda,  no  baj 
Silogismo  que  cooclují , 

Sin  que  él  mismo  i  su  grlmera 
Consecuencia  se  confunds. 
Dígalo  el  sol :  ¿qué  importara 
A  sus  bellas  luces  rubias , 
Que  bubiera  nuo  que  dijera 

iOfendiéraseporeso! 
No ,  que  la  venganza  suya , 
Fuera  al  que  su  lux  disfama, 
Ver  que  i  su  luí  se  deslumbra. 
Pues  siendo  asi ,  jqué  mas  noble , 
Has  piadosa  ul  mas  losla 
Satmaccioo  puedo  daros. 
Que  absorta ,  elevada  ;  muda. 
Arrojarme  i  vuestras  plantas? 
Pues  no  puede  haber  uingona 
Que  mas  claramente  diga 
Quien  obedece  v  quien  triunfa. 

Y  pues  como  slll  en  el  sol 
Nada  i  su  esplendor  perturba , 

Y  yo  conUeso  qne  el  vuestro 
A  mi  i  su  sombra  me  ilustra , 
No  vengativas,  no  Seras, 
Nocrtielu,nosafiad*s,.. 

NEREIDA  1.* 

No  prosigas :  calla ,  calla. 

ItSSEIDll  3.' 

No  con  piedad  norarguyas. 


Sin  tiempo  DOS  lisoftjeas. 

NEBEIDl  2.' 

Sin  ocasión  nos  adulas. 

V  pues  ya  ecbada  la  suerte 
A  vista  de  la  fonana, 
Humildades  alectadas. 
Has  que  virtud ,  ton  lodnstria , 
De  tus  ropas  te  despoja. 

HRtlSIIU  9.* 

E>e  tu  adorno  te  desnada. 


Ko  bav  amigas  que  no  sean 
Eoem^as. 

imaúNESÁ. 
¡Suerte  Injusta! 

NEREIDA  1.* 

En  ese  elevado  escollo 
Están  las  cadenas  rodas 
Que  ban  de  atarla. 

ANDIÓlOi. 

¡AyinfeUcel 

Eq  él  arrasiiando  sul». 

(AUnla  d  ws  eieoUa  om  uhoi  eadtnu.) 

AHDiióana. 
i  Part  qué?  Soltad ,  qne  yo 
Tórrida,  qne  con  la  angustia 
Usase  del  rendimiento, 

S ulero  apelar  I  la  ftirla.— 
a  Isas ,  mentidas  deidades 
(De  vuestro  rencor  se  indoEga , 
Pnes  no  puede  serlo,  en  qoieo, 
Recada,  la  ssba  dura); 
Va  no  quiero  qne  piadosas 
ConmíBo  estéis,  pues  iiingaoa 
Desdicha  puede  ya  serlo 
Para  ini  mas  importuna. 
Que  ver  desaprovediada 
De  las  ligrimas  la  astucia , 
En  quien  usa  tan  mal  dellás , 
Que  dellas  con  fieras  asa. 

V  asi  por  ecbarle  i,  mal , 

Ya  d  llanto  de  afecto  moda ; 
Que  ninguna  piedad  vuestra 
Seri  mejor  que  ninguna. 

V  supuesto  que  el  despecho , 
Mejor  que  yo  lo  divulga , 
Voluntariamente  dobte 

La  cervii  i  la  coyunda. 
Este  destinado  escollo , 
Cliedra  de  mi  fortuna. 
El  peso  de  mis  desdichas 
Sobre  sus  espaldu  sufra. 

V  habiendo  de  llorar  k  tIgaieD  > 
Llore  i  aquesta  peBt  raiu. 
Antes  qne  k  vosotras;  pnes 
Menos  toscas,  menos  ñutas 
Son  las  que  ostentan  el  serio , 
Qne  las  que  lo  disimulan. 

.  HtMIIDk  i.* 

Uega  esas  argollas,  ata. 

HEUipA  S.' 

Vé ,  j  esta  cadena  afloda. 


nuBiDs  3.* 
Abara 
Varis  si  el  viento  te  escacha. 


ANnÓHSDA. 

iCnil  de  vosotras,  estrella*. 
De  cuantas  la  arquitectura 
Celeste  esmaltáis,  es  (iqné  ansia!! 
A  quien  ps  dado  <ine  inOnya 
La  rola?  No  porqac  quiere 
Darla  quejas,  lo  pregnnu 
La  voi;  que  totes  para  dula 
Gradas,  en  saberlo  estudia, 
Al  ver  qne  tan  liberal 
Ea  mi  su  inSiiJo  ejecnu. 
Que  haga  que  qoepan  ea  mi 
Todas  las  desdichas  junta». 


iRalirt.dinw,  joblb  entre  tamas 
I^  mas  polire,  mas  oscura. 
Mas  irémula,  mas  Infausta , 
Mas  apagada  ;  mas  mrl>ia ! 
Ilaliri ,  ditjo,  en  psle  estado 
(  Porque  iio  dí|;as  uue  á|iura 
Ui  voK  lu  poder)  afijuii 
CuMuelo,  esperanza  alguna? - 

Una. 


COMEDIAS  DB  WH  PEDRO  CALDERÓN  b^  LA  BARCA. 


Una  el  eco  mu  ri'ponde ; 
Mas;  ay!  que  flo  es  piedad  ania, 
Sino  delito ,  pues  siempre 
Algo  de  lo  que  oye .  haru. 
V  asi ,  por  mi  descousuelo. 
Volver  pretendo  á  la  duda. 
íQué  mas  puede  ser  que  sea 
Hi  lufelice  desveiiiDrat 

Vmtera. 

jtNDHÓlED*. 

Segmiila  leZj  ladren  eco , 
La  iiostrer  palalira  usurpas 
Ue  mi  úllima  nioii ; 
Uas  no  por  eso,  segunda 
Causa  eraré  que  te  tray... 


Pues  nada  en  il  me  asegura. 


;Qué  fuera  (¡ay  de  mi!)  que  el  eco 
Algo  en  mi  favor  pronuncia? 
rúes  i  mis  preguntas  dice,    . 
Si  sus  respue&las  s«  aunan , 
U,iie  eti  el  estado  que  esloj, 
l/ua  atníura  him  Mgura. 
Mas^qué  ventura  ( ¡ay  de  mil) 
l'uede  ser,  g|  yu  se  eolurbiau 
Las  ondas,  i  la  batida 
lie  l:i  disforme  eslaiura 
{Sale  un  mmulrifa  Utio  de  ettamat.) 
Ue  un  vivo  escollo ,  i]ue  cuando 
Uajel  animado,  ralea 
El  mar  y  encrespa  la  tez 
Uesu  verdinegra  bruma, 
Ue  sus  presas  3  sus  garras 
Viene  aguzando  las  punías 

msEO.  {Dentro.) 
En  aquesta  peña 
Te  apea... 

íjlto.  (Dentro.) 
Es  cosa  mnj  jnsia. 


Ya  que  i  Andrómeda  y  el 
Uniere  el  cielo  {|ue  descubra 
A  un  bucu  tiempo. 


I  De  la  sangre  de  Medusa , 
I  (Baja  el  sabaUo.) 

I  Abale  el  luelo  a  esas  ondas; 
I  Uue  Ku  cainnaña  cerfilea 
I  Hoy  el  teairo  l.a  de  ser 
'  Me  la  mas  drsíguat  lucba 
{  Que  viú  el  sol  en  cuantos  giros 
,  Dora,  ilumina  y  ilustra. 
!  audróueda. 

;  ;Oué  es  etió,  cielos,  que  veo '. 
:  i>e  la  mas  alta ,  mas  suma 
I  llegion  nuevo  alado  asombro 
I  l.a  esfera  del  ai 


iQué  te  angustia 
ndromeda  bella , 


Si  Perseo  es  en  tu  ayuda! 
Alado  Delerofonie, 
ilrnlo  y  ave  en  piel  y  pluma , 
Une  aliono  fuiste  engendrado 


Un  Joven  trae ,  y  si  1 
Me  ntieulen  y  me  ¡n 


perturban , 


Eljórenesde  la  selva.— 
Uye,  aguarda,  es|>era,  escDch;i; 
Une  i  Unu  costa ,  no  quiero , 
Como  tu  riesgo,  lu  ayuda. 
Minos  Importa  que  yo 
Huera ,  que  ver  que  aventaras 
Tu  vida  boj  por  mi  vida. 

PEUEO. 

Por  mas  que  i  las  iras  luyas 
L(H  polos  del  cielo  giman , 
Los  ejes  del  orbe  crujan , 
Sobresaltados  del  mar 
tjue  i  apagar  sus  luces  suba 
Cuando  eo  liorribles  bramido* 
Sus  ondas  al  sol  escupas , 
No  bas  de  podbrme  pavor. 
anDBÓatDA. 
Deja ,  deja  que  esa  furia 
Se  cebe  tnles  en  ni  (Kcbo , 
Que  en  el  tuyo :  noiiresumas 
Une  es  favor  el  que  Urano 
Mas  que  me  aliña,  me  asusta. 
— Ea  partida  lid  los  dos 
Va  se  apartan,  y»  se  juntan,— 
¡Piedad ,  dioses !  y  esia  vei 
Concederlo  no  se  excusa. 
Pues  para  mi  nu  la  pid<i. 
{t3  múntíruo  le  relira ,  caseaáe.) 

Va  que  la  aleve  cicuta 

De  su  sangre,  la  aiul  nlaya 

"■"■■' muaña  purpurea, 

:ída  Ji  mi  acero ; 

en  el  mar  le  hundas, 

mnü  cii  1^  acerada  luna 

Ueste  escudo,  eu  quien  impresa 

Quedó  la  faz  de  Medusa. 

ANDHÚHIDA. 


Hnye  t. 


Rastros  de  sangre  dejando, 

El  monstruo  se  ha  puesto  en  fuga. 

Va  que  vencido  de  mi , 
El  nitr  su  terror  sepulta, 
i'A  bien,  hi^rmosa  beldad. 
Que  ahora  \  desatarle  acuda. 
Libre  esias. 

{Bajan  al  labiado.] 


De  dos  albricias 
Soy  deudora  á  mi  fortuna  : 
Has  mienló,  que  no  soy  yo 
Sino  solaraeuie  de  una,         -    - 
Paet  no  as  mi  vida  deudora 
D'oode  eslü  auienor  la  luja. 
Diine  quién  eres,  porque 
Agradecida  ;  coolosa 

<  Filta  niirMat  qné  ei  lo  qae  micnie' 
iMfaBal  T  pcrlarba  t  Aadritiiiedi,  Alf sn  par 
de  versu  te  bibrl  perdido. 


A  quien  tu  amparo  basca 
1  Con  lal  riesgo ,  que  no  es 

Esie  el  mayor  de  quien  Iriuufj. 
'  Has  ;que  mucho  fücilite 
Mas  qui-  el  liado  díUculia . 
;  Amor,  que  en  e:il3s  Uneías 
,  Todos  sus  méritos  funda , 
i  Para  arrojanne  i  tus  |>U»U*! 

¡Qué  itran  dicbal 

«WaÓHIBA. 


Denlra  BATO,  y  tole  Imeg». 

Rien  podéis,  cuando  oa  oealti 
Kl  miedo  |>or  esas  peñas. 
Llegar,  aue  ya  con  mi  ayoda. 
Mi  amo  di6  la  muerte  al  mooslrao, 

Sn  i  lando  i  sn  dentadura 
I  que  boy  uo  tenga  por  poUre 
Hatijar  blanco  de  pechugas.      (Sa/e ) 

Ditos.  (Deafr*.) 
¡Vi»  quien  la  Bera  vence! 
oraos.  (Denfro.) 
iVIía  quien  del  monstruo  iríoaEi ! 

.  Salín  EL  REY  t  cnm:. 


Dame,eitni)iero,  losbraios, 
V  supuesto  que  es  sin  duda 

Sue  quien  ba  hecho  lal  bazaBa, 
eróica  sangre  le  ilustra. 
En  premio  della,  porqué 
Ella  so'a  es  paga  justa, 
Ea  diciándoDOS  quién  eres, 
Andrómeda  »eri  luya. 

Pues  oye  :  yo  soy... 

CEMK.  (DeBíra.J 

¡Qué  asombro ! 

Tente,  espera.  jQuéos  asusta 
Segunda  vez ,  que  esos  voces 


Yo  le  lo  diré,  escucha. 
Hstú  1  Medusa  el  ínclito  Perseo, 
Y  de  su  aaagre  coiiciblü  la  tierra 
Aquel  blanco  caballo,  en  quieu  le  vet 
Los  rumbos  acertar  iior  donde  jem. 
Yo,  llevado  del  noble  alto  deseo 
Deveroué  en  si  lanío  prodigio  enderra, 
SdbiendoqueiTrínacria  venia,  iolenhi 
Si^'uirporaguaal  que  navega  e«  viento. 
Enibarquéme  tras  él ,  y  cuando  bacía 
Punta  el  bajel  del  África  i  la  Eorop». 
Gozando  en  tormentosa  travesía 
Ónice  tranquilidad  del  viento  ea  popa, 
Alisorio  vi  que  sobre  mi  venia 
Krisando  con  las  nuhes  eo  quien  Ion*, 
Un  bulto  lal, que  en  el  boreal  espado, 
Era  templo  tal  vez,  tal  ve>  palaao. 
Esle  pues  esirechiadole  la  esfera 
AI  aire,  en  quien  ocu^  to  que  tortea, 

D,B,l,z9dbyGOOglC 


FORTUNAS  DE  ANDRÓMEDA  V  PERSEO. 


Une  cuando  mas  brimar  interna,  gime. 

Bien  que  pesada  rál-riua,  Itjera, 
KiíÉiida  deja  en  él,  iii  liuella  imprime, 
Siendodeuul.omODteí  otro  horizonte, 
'   Hontejrciudud.siiiserctudadnimonle. 
Aitiuna  tez  que  acaso  él  declinaba , 
O  que  acasi  el  bajel  hacia  él  subia , 
Knestr»  ateikcion  en  ecos  e&euchaiía 
Ya  humana  voi.ya  métrica  armoula : 
DesuerLequeelíiorrorqueiioscaiiuba 
Eo  lisonjas  i  tiempos  convertía, 
Haciendoelgtisioaqul.jralllel  Jhigusia,- 
Pcsaüo  al  gozo  j  apacible  al  susto . 
Con  este  Dnesprod]eio,siemprea  vista, 
Navegué  hasta  la  orilla  desa'  playa , 
Uoiiüe  be  Tteía  del  mo  nsiruo  la  conquista 
Dequieii  jamases  Tuerza  ejemplar  bava, 
Dond  cporqueuDasombroáoiroi:esista, 
üporque  uno  vil  aumento  de  otro  vava, 
Doudedelmonslnioruélalidsaiigrieii'la, 
Parece  que  la  Imbrica  se  alienta, 

AbAOTlo  esto). 


Yo  soipeiiso. 

Í'V  babi4  alguo  bobo  despue 
lúe  piense  que  es  lerdad  es 


Por  no  asistir  al  apbnso 
Que  ;a,  declarado  el  cielo. 
Da  de  Júpiter  al  liijo, 
A  pesar  de  mis  desprecios. 
Dejé  el  coro  de  los  dioses , 
Discordia,  }  conllgo  vengo 
Desde  aqai  i  *erle ,  porqué 
Lá  neceaad  de  los  celos 
Siempre  anda  aeecbando  el  daBo. 
V  asi ,  aquí  nos  retiremos, 
Ya  que  veocid^s  las  dos 
Quedamos. 

DISCOSDIA. 

De  mis  deseos 
Servida  taiá;  pero  no, 
SeBora,  demisafeclos,         • 
Porque  iraiú  de  impedirlos 
El  gran  Júpiter  supremo; 
Que  de  Mercurio  jr  de  Palas  • 
Poco  importara  el  esfueRo. 

PALAS  T  HERCURIO,  «■  tt>  alto. 

No  Importara  sino  mucbo. 
Pues  escudo  j  caduceo 


,Pues  por  qué,  si  es  triunfo  vi 


No  perderos  i  las  Jos 
De  la  vista ,  previniendo 
Que  no  inlentels  perturbarle 
Sos  venturas  íi  Perseo. 

A  tanta  a<)fn1rac[on .  solo 
Hegpoiider  puede  el  silencio. 

Quién  iTes  dijo  el  portento,  • 

Dale  i  Auilrúmeda  la  mano. 

Sale  PINEO. 
nulo. 
No  dari  (al ,  qae  primero 

Que  sus  extrañas  fortunas 
A  lograr  lleguen  ul  premio, 
Horiri  al  arrojad  lio 
Bayo  drl  templado  acero 
Desie  arpón. 

(Vaieááará  Perud) 


Va  con  esto  te  be  pagado 
Aquella  lliieía ,  puesto 
Que  si  maiasie  una  hidra 
Que  leula  en  el  cabello 
Los  íispides,  yo  maté 
A  quien  los  tenia  en  el  peebo. 
No  sii'ado  menos  rabiosos 
Los  Ispioes,  que  los  celos. 

BBT. 

Retirad  ese  cadiver : 

Y  tú,  galbrdo  extranjero. 

Por  aquesta  acción,  de  quien 

Eligió  por  instrnmento 

El  cielo ,  en  venganza  noble 

De  las  tras  de  Fineo, 

Dame  los  brazos. 

Y  i  lodos : 
Si ,  pues  lodos  te  debemos , 
Que  puesto  en  salvo  el  amor. 
Huera  el  aborrecimiento. 

DISGMPIA. 

Todo  nos  sucede  mal. 

Que  este  era  el  áliimo  esfuerzo 


Claro  esU,  que  el  favor  nuestro 
Habla  de  bailar  eo  Udoro 
Lo  que  perdiera  eo  Fíiieo.' 


y  anir  no  ha  de  par.ir  aquí 
Su  aplauso,  que  lodo  i-l  cielo 
La  gala  le  ha  de  cantar. 


j)lgalo  el  efecto. 
(4trM«  el  eieh.) 

¿Qué  nueva  Iu;í  nos  alambra? 

Ilutnloados  tos  Tientos... 


Se  traslucen  i  reüejus. 

ANoaónepA.' 
Tollo  el  coro  de  los  dioses 
Rasga  sus  átales  velos. 

Nueva  música  se  escucha. 

i  En  qué  ha  de  parar  aquesto? 


Aparécttt  JÚPITER  en  un  tal. 

Yo ,  el  festivo  parabién 

De  vuestro  aplauso  agradezco, 

Y  en  el  Iraje  de  Cupido , 
Que  fué  mi  disrrai  primera, 

Le  recibo,  por  hacer  ' 

De  mis  nuezas  acuerdo. 
Como  al  lln  primera  causa 
De  tan  gloiiosos  efectos. 

V  asi,  para  que  prosiga. 
Vuelva  i  decir  vuestro  acento... 

{Vuela  Jl^er.) 

TOMis ,  MB  mélica  y  repretentaitdt, 
¡Viva,  viva  la  gM¡á 
Del  gran  Pertea , 
Que  de  Júpiter  hijo 
Merece  *erlo , 
Cuando  á  padre  tan  grande 
Penen  tutéelo*. 
Cea  do»  moneiruM  veiicidot, 
Bapat  dtt  reinetl 


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LOA  PARA  LA  FIESTA  DE  ZARZUELA 

EL    LAUREL  DE   APOLO. 

Jlixose  al  nacimimto  del  principe  Felipe  Próspero. — 1667. 

PERSONAS. 

ra  Mdriea.  I     ZARZCICLA,  ñllana  mñtiea. 

fa  miitea^  \     Damas  t  ati.A.fU,  en  cuatr*  Mr«$  de  mMm. 


ESCENA   FHIHEHA. 


ntoi  hay  tt  alegrt»,  fiN«( 
Iht  coa  primen  arríM 
Para  toaoi  naie  el  *ol. 
Deide  ei  c«mp«  de  la  tur  ora 
DoMde  eriealal  la  Tr^itn 
Del  Atia,  cana  del  día, 
Saíuá»  al  primer  albor, 
Sienáa  Aftica  y  fifriM 
TrAiuüat  de  n  ettacum, 
Cb»  el  austro  ai  medUéla 
t  el  norte  el  lepuñirio» ; 
Hatta  donde  eeeidenlal 
AaUriea  §u  etpleador 
Ve  morir,  para  nacer 
Hijo  ¡I  padre  de  en  arder; 
Todo*  hof  te  alegren,  pnei 
Hof  een  profiero  arreiot 
Para  lodet  nace  el  lol. 


H».  iCanlMio.) 
;0A  (i,  hermeea  embajatrix 
De  lo»  diatet,  que  en  «eIm 
¡rit,  lutado  de  verde , 
.Rojo  t  pajito  eeler. 
Hablar  per  eeñae  toliae '. 
¿Qni  te  m*e*e  d  dejar  hag 
El  triunfal  arce,  y  que  dalee 
■  Le  ene  fui  malí»,  era  ve* , 
Obugdademe  i  que  diga 
En  tnmeadee  ecoe  yo , 
Deede  el  etupe  al  belga , 
Detde  elindie  aletpañol, 
One  heg  ledot  te  alegren,  puee 
Mog  eon  prStpero  arrebol 
Para  teaoi  nace  el  leIT 

Si  de  paiadat  lerwuniat 
Tremolado  acuerde  ug, 
Puet  enante  que  hay  pa»  publico , 
PiaHee  qne  hube  riger, 
jQué  exireñee,  hermeea  Eto, 
Ninfa  del  aire,  d  quUn  dlÓ 
Bereaí  tepnlero  en  lee  menue 
¡M  itadteha  de  me  amer. 


Owe  cuando  en  mi  heriico  ainnle 
Todo*  eomprendidei  ten , 
Aeorddndelet  la  dicha 
Lee  olvide  la  peutionf 
FeHee  natal  de  Stpaia 
Anáota  la  leaitad  ñí 
Bn  el  dot  vece*  real  Ujo 
Del  dguiiau  el  ¡een  ; 
¥  aunque  fecunda  ¿árfna 
A  M  SoriKo/io  aeleiU, 
Greiere  acódenle  puto 
El  aU>oro*oen  tenor,' 
Tanto,  que  el  lel  entre  nubei. 
Cerne  eide  lai  aubr*  diM, 
Pretumimet  que  licvla , 
Vera  que  Iteraba  el  sol; 
Bien  que  breee  eepaeie  :  tete 
Cuanio  díettro  tenali 
St  tutta  el  hade,  porqué 
Fuete  la  dicha  mayor; 
Que  tete  uear  la  fortuna 
De  tan  mañoto  primer. 
Que  ameaata  pera  hacer 
De  una  felicidad  dot. 
Yeiende  att,  que  i  pedir 
De  una  y  otra  albrlciat  veg 
A  todo  el  orbe,  en  quien  mué 
Su  padre  juriidiceien ; 
Ne  quiero  volar  con  teiiat 
Del  paeaio  mal,  tínó 


Puet  eu  Ion  flerleto  etanlo. 
Para  que  tt  oigan  mejor 
AMea,  América,  Kurepa 
YAtia,  digomet  lat  dei... 

Toiot  heg  te  alegren,  puei 
Bey  eon  pritfero  arrebol 
Para  ledot  nace  el  tel. 

■dtiu.  íDentro.) 
Tedei  hey  le  alegren,  puet 
Boy  compriipere  arrebol 
¡'ara  todee  naae  el  tel. 


Segandt  reí , 
A  Im  corra  que  formó 
A  uo  Üempo  en  toa  cuaira  parles, 
AptjquemM  !■  ■tención. 


■daici.  [Itenlro.) 
Toda»  hey  le  alegren ,  pues 
Bey  een  pritpero  arrebol 
Para  ledet  nace  el  tel. 


No  s«^  ea  ecos  se  explican , 
Que  ana  coa  mts  demoslraeioii 
Se  alegreu. 

■co. 
Asia  lo  diga. 
Pues  alcDii  i  iloestra  voz , 
Usaiido  de  ui  auligaoi 


Oigioios  su  aclimacioa. 


Cono  1  .*  coMMESTo  nt  aoi  mhas  t  ddb 
GAULKU.  demdtcaré,eenuuatlar- 
jeioi  en  loe  manot,  y  en  ellae  la  cifra 


íblanc 
.     .  .  -      -  -tlaaetic 

Memoria,  da  alja^te  el  natal  deileiu  . 

2uenemé»etmagnoenAtiareynaee 
I  que  at  lamUen  hfj»  de  Felipe  el 
[Grende. 
(En  habiendo  Hecho  tu  entrada,  te 
apartan.) 


OnAS  Doa  Mau  t  do*  saunis,  te» 
maicwillat  negrát  y  hacMat  eu  loe 
manee,  vttUdee  d  le  mere,  eanlande 
Dicxoi. 


NaniieM,  degre  encendió 
Las  uss,  que  en  lomiiiarias 
Hocioroos  aplanaos  son. 

£1  pritpero  dia,  el  dia  felice      Idet, 
QuaeuAfHeetAÜmlenaurviitíJU' 


OniA  cuADRiLLit,  »etti4v»á  i»  indio, 
con  Ttmot  cu  iai  manai,  eaníauUo  g 
dantaiido.  ~  Dichos. 
i*w. 

Barbar»  Améric:!,  usando 

Taniblen  de  su  unljguo  eri'or. 

Hamos  jr  Dores  consagra 

Al  liUiuo  eu  que  iiaciu. 
conu  3.' 

El  próipero  día.  el  dia  felice 

Sie  Amériaa  na  nacer  su  Cacique, 
uí-ofreeia,  impUtundo  tusragvi, 
*  £a  fácil  dtfeíaa  de  Haré*  y  ramoi. 
fasi,  repUlenda  has  '■  e*¡Bt  la  aníipua 
Memoria,  celebra  ti  natal  detu  dia 
Ponteada  ebedieule  d  laupiautat  tai 
(plaiilai 
O»  pa*iidegntrraenoHva»ypaimai. 
lApdrtaiue ,  y  *uenau  driUrg  caja»  y 
trompe  tai.) 


Otmi 


COMEDIAS  DE  IMS  PEDRO  CALDERÓN  DE 
En  quien,  coanto  mas  desnuda , 
Va  la  verdad  mus  compuesia , 

Uue  como  olvidada  fiarle 

lie  vuestro  todo,  pr<? leuda 

Kii  Ha  venturoso  dia 

Dar  lamliien  de  su  aroor  inueslr;i  1 

iQnién  eres,  ob  lü.  aldeaoi, 
Ijue  rúslícaiiieule  bella , 
tiilre  DOSüiros  preieiides 
Señilarie  t 


VL 

E  esfaSoles.— Dicios. 


Europa,  como  ras  üestu 
Truiupi-ias  j  ca¡at  soo , 
Con  ellas  le  bace  la  salva , 
Diciendo  ea  marcial  rumor... 

Elpró-peredia,  el  día  felice  [lifne, 
QHeEurepatié  ettCitarunprincipein- 
M  IB»  de  ¡ai  eaíat,  clariaeM,'írompelat, 
Rimitá  el  «ui  de  julio  al  nombre  de  tíé- 

fiul,  repítienáe  hof  ea  etíai  la  altitona 
Mem<iria,eoii*lrugeaiiialaideiU  M, 
ÁIUMorde  Felipe  el  helado  noviembre 
PorLisar  del  ano.por  rey  de  loi  vutet. 
(Júnlante  toda*  loe  t^cety  tuadrillat.) 

f  lodoi  le  aclaman,  coma  en  loiot  tiene 
Imperial  que  el  lol  de  vista  no  pierde, 
Dmda  África,  Europa,  Ainériea  y  Asia 
Laipiedrait  las  luces,  lotramoi,  íes  ar- 

DUiendo  vntA  y  elreí  en  veeei  fetiivaí. 
El  que  siendo  toante,  et  Príneipe.¡viiia! 
(Con  yriía  de  viOaaos  suenan  dentro 
inilrumentol  rietUoi,  y  todos  se  ba- 
rajan enla  acción  quesehnlliiH.) 

OM  DU.  cono  i." 

Oíd.' ¿Qué  Tüaiicas  ct 
Turban  lu  heroicas  ni 
V  en  birbaro,  rudo  esuio , 
Hijo  de  montea  r  selvas, 

SuiercD  competir  las  corles 
as  sublimes,  mu  supremas 
Del  orbe  T 

ESCENA  Vn. 

LA  ZARZUELA.- Dichos. 


Humilde,  polii't;  «l<iue 
'■"-  -  -"-ipublada  y  des: 

bay  pira  mi  dia  ciar 


Tan  despublada  y  desierta , 


Al  ceño  del  tiempo  atenta , 
Deseando  nue  llügue  el  Pardo, 
Para  que  el  su)  mo  amánete  a. 
De  sua  aümenios  vivo ; 
Pero  tSD  rica  ;  tan  llena 
De  Tavores,  qae  mereico 
1'al  vez  60  la  breve  esfera 
De  mis  cotos  ver  la  aurora , 
He  montes  y  valles  reina , 
Acoiiipafiaila  del  alba, 

V  aun  de  otras  Sores;  dijera, 

V  eslrellis.  si  no  enojara 

Va  esto  de  flores  y  estrellan  i 
l'ortiue  ba)  iK-lleías  igue  nr 


T  belleí 


V  tacen  bien,  porumí 

( Tras  estas  deidades  diya ; 
ÜuK  deidades  nu  es  ofensa , 
Pues  se  Quedan  lo  <|ue  suii) 
Tal  vei  el  cuarto  iilatiela 
También  de  rebozo  suele 
Ilustrar  mi  albergue,  en  muestra 
l)e  que  no  desdeoa  el  sol 
Humildad  (|ue  no  desdeña 
La  aurora,  y  mas  ilia  que  bace 
üet  invierno  primavera  : 
Tanto,  que  al  ir  mis  golosas 
Cabras  paciendo  la  yerba . 
La  buscan  entre  la  escarcha, 

V  la  hallan  entre  las  |H-rlas. 

V  Siendo  asi,  que. este  año 
Verla  espcral^a  contenta, 

V  1  causa  de  majordicba. 
Tuve  por  dicba  no  verla, 
(¿Quién  vio  amoi  de  puro  fino 
l^ousolado  con  la  ausencia  T) 
Porque  do  se  me  malogre 

No  sé  qué  aldeana  fiesta 
Que  tenia  prevenida , 
Viendo  las  caniestoieudas 
Tan  dentro  de  casa  ya , 
O  tarde  ó  temprano  sea , 
Por  no  esperar  i  otro  año , 
Obligindome  grosera 
A  desear  no  sea  lo  nismo , 
Vengo  al  Retiro  con  ella; 

V  aunque  pese  á  lodo  el  mundo, 
Par  diez  que  tengo  de  hacerla. 


¥  DO  competeDcia  sola 
Es  justo  qae  me  (lometa , 
Siao  Tictorla  de  todo* 
Vosotros. 


LA  DARCA. 

Que  aunque  es  verdad  que  la  aaciana 

Antigüedad  eu  las  letras 

Humanas  es  venerable 

KnUe  las  arti^s  y  ciencias, 

Uieo  poürt  lucir  en  oira 

Ocasión ;  pero  no  en  esta. 
i  Catálico  príncipe  es 
I  El  que  nac«  i  ser  defensa 

De  la  cristiana  milicia: 

Y  asi,  le  sobran  las  seAas 

De  idólatras  ni  gentiles 

Ritos,  pues  las  blancas  piedras 

Oue  Asli  construye  i  su  nouilirc. 

Solo  deben  ser  de  aquella 

Que  en  Asia  cautiva  yace , 

Cnya  liberlad  se  espera 

De  un  principe  generoso , 

Que  entre  la  suma  grandi-za 

He  cetros  y  de  coranas , 

Sea  su  miijor  beri-ncia 

La  religión,  y  en  ninguno 

(Gracias  k  la  siempre  excelsa 

Católica  casa  de  Austria, 

De  cuyo  gran  l ronco  cuelgan 

Tantos  n-yes  cumo  ramas. 

Tantas  Como  Oorfi  reinas , 


Para  que  el  dominio  teiiga. 
Las  teas  que  África  enciende 
Ku  memoria  de  que  sea 
El  Alcidesdesu  AÜaiite, 
;s  andar  con  luz  i  ciegas ; 
'nes  solamente  la- lumbre 
le  la  ardiente  anlorclia  bella  , 
Que  al  espiritual  caricter 
Ardió  material  pavesa, 
A  alumbrarle  basta;  y  coaiulo 
Para  ser  Al  el  les  crezca , 
Seii  para  ser  Alcldes 
Drl  Atlante  de  la  tg'esia, 
En  cuyos  hombros  su  síempr* 
Sagrado  peso  se  asienta. 
Los  írboles  que  Consagra 
América  al  sol,  no  seAi 


Solo  de  Europa 

Las  cajas  y  las  trompetas. 

Como  en  faustos  vaticinios 

De  las  victorias  que  espera. 

V  cuando  tantas  razones 

Como  i  extra&os  no  os  eooiCDiai 

Para  que  el  Cetlcjo  mío 

El  primero  lugar  tensa. 

Ras  te  ser  su  comisaria 

La  hermosa  liarla  Teresa, 

En  quien  mas  noble,  mas  digna. 

Mas  heroica,  mas  suprema 

¥  mas  generosa  vive 

La  verdad  de  la  nueza 

Conque  esta  ventura  aplaude, 

CoD  que  esta  dicha  celebra. 

Auoque  la  razón  del  culto 
Por  ahora  Do  nos  mueva. 
La  de  la  cortesanía 
A  todos  nos  liace  flierza 
Para  que  no  solo  demos 
Primer  logari  tu  fiesta, 
Pero  para  que  seamos 

Norabuena. 


Haciendo  mi  fe  desprecio 


No  es  comedia,  siao  soto 
Una  fíbula  peqnefla 


Ed  qna,  t  iniíaeioD  di  Italia , 
Se  «iDUef  se  Tf|>rMenii», 
QoB  alH  habla  de  servir 
Como  acuo,  sin  que  leogt 
Mas  nombre  que  fiesta  acaso. 
Digaalo'Eoo  j  [ris,  que  ellas 
TambteD  sos  papeles  haccit. 

UNODeLCOROi." 

SI,  macjdequéeslamatcrl!]? 

El  Laurelie  Apelo,  eollendo; 
Pero  mejor  ella  inesma 
Lo  dirá,  si  la  ecopeíamos. 

TODOS. 

iCimof 

De  aquesta  mauera. 
{Cantanii  g  bailande.) 
Ou«  el  claro  Iveera , 
K¡o  en  la  betUia 
úet  tol  t  la  aurora  i 
A  Etpaña  amaneiea , 
Sea  nor^Hcna. 

Norabuena  tea. 

lAniCKU. 

Que  ñatea  d  reinar 
Éu  la*  almas  nuíMirat, 
Si»  dejar  por  eto 
De  reinar  nuieH  reina. 


Norabuena  tea. 

URZUILIk. 

Que  le  di  tu  nombre 
El  cuarto  planeta , 
Porque  cuarto  p  quinU 
Goce  amut  vJetrat, 
Sea  norabuena. 

Norabuena  tea. 


?ue  taiga  d  dar  graciai 
aliaeo  Uiar. 
Adonde  tu  corle 


EL  LAUREL  US  APOLO. 


Norabuena  tea.  • 

ElR7tJCU. 

Que  el  égnila  htraota 
Examine  bella 
Al  hijo  tut  rayot, 
V  á  elíot  eonvaUíca, 
Sea  norabuena. 


Norabuena  tea. 


Que  á  la  siempre  hermata 
María  Teresa, 
Hat  que  todat  fina , 
Le  hagan-áin  ail  ftetfat. 
Sea  norabuena. 

Ntrabuena  tea. 

UiizDEl.li. 

Que  la  Margarita 
Preelota  no  tienta 
Que  otro  tea  el  diamante , 
l'uet  tiempre  se  es  perla ; 
Sea  norabuena. 

Norabuena  sea.   - 


Qut  las  damas  oigaa 
Una  loa  sin  ellas, 
Parque  no  desdeñen 
Ser  flores  ni  estrellas  : 
Sea  norabuena. 

Norabuena  sea. 

Que  din  lot  teñoret 
Be  tu  afecto  muestras. 
Con  mátcaral,  torot, 
Cañiíi  y  libreat,- 
Sea  nombHenit. 

Norabuena  tea. 


Que  venga  al  Heliro 


También  la  Zartuela , 
Porque  alguien  que  puede  ■ 
La  manda  que  venga... 

D:ioi.  (Dentro.) 
A  lo  llano. 

^nos,  (Dentro.) 
Al  monte, 
omos.  {Dentro,) 
Al  valle. 

OTBOS. 

A  la  selva. 
MFMi.  {Dentro.) 


iQuént 
Si  bien  M 


Que  et  claro  lacero , 

H^o  en  la  belteta... 

«IOS.  {Dentro.) 

A  lo  llano. 

OTROS.  {Dentro.) 
Al  monte , 

Al  valle,  a  la  selva. 


Del  Mi  y  la  aurora, 
A  Etpaña  antanetca. 
Sea  Hor^uena. 

Narabuena  tea. 

{Entrante  bailando  ¡i  tanlanifii ) 


EL 


LAUREL  DE  APOLO, 

ZARZUEU  EN  DOS  JORNADAS. 


APOLO,  de  eatatot. 
CUPIDO,  de  pastor. 
UViíO,  pesiar  gtam. 
C&fkLO,  pastor  tala». 
LAURO,  pastor. 
aNTKO,  pastor. 


JORNADA  PRIMERA. 


TiLLUWS,  Dktm,  CEFALO,  SILVIO. 

.TiLunoi.  {Dentro.) 
HoM,  paaiores,  buid , 
Qm  anda  en  et  inonle  la  Ben. 


PERSONAS. 
DAFNE,  nitt/!!. 
LIDIA,  ninfa. 
FLORA,  labradera. 
BATA,  villana. 
RUSTICO,  villano  gradou. 
SEis.NinrAS  MRiNU,  mútieat. 


La  acción  pata  en  Tesalia. 

D*m.  {DerUro.)  ■ 

lNo  liaj  quien  maMcorra! 

no  tiay  quien  m*  deOeoda  * 

ciTíLO.  (Dentro.) 

Si,  mientras  ;o  viva. 

SILVIO,  (Dentro.) 
Si,  mientras  jo  muera. 
Salen  Siltiio  y  Cifiao,  pattores  gala- 
ntt,  trayendo  entre  lot  ios  desma- 
yada d  Dafne,  vetíiOa  en  traje  ie 
ninfa  bitarra.) 


Miisir.A. 
(^ao  DE  01 


;  A;  de  mi  infelice! 

cítalo. 


,t,'z..db,CiOOgle 


Ntrio,  I  qoico  be  aborrecido, 

V  Cualo,  1  quien  be  iinido  T 

V  no  btbiendo  uno  etümado 
MI  amor,  jotro  >l,  mi  Hero 
Decden  dudó  cuil  primero 
Logar  en  mi  tietgo  adquiere , 

Suleii  logra  lo  qoe  me  quiere, 
iiaga  lo  qpe  le  quiero. 
V^sl,  bibri  de  luspeDder 
Lu  gradas,  hasta  apurar 

8oi  acdoii  ei  naa  singular, 
bligtr  ó  agradecer  ; 

V  puei  hoy  no  habéis  de  ler. 
Vos  favor,  ni  desden  voi , 
Coorórmeoa  el  cl^o  dlot ; 

Que  aunque  me  Uailo  agradecida, 
Kl  poca  alhaja  uaa  vida 
Para  partida  con  dos. 

To,  bermota  Dafne,  nad 
Mas  al  estudio  inclinado 

8ue  al  amor ;  ;  babieo^  bailada 
a  ese  siempre  birqnl 
Libro  auil,  en  que  aprendí 
Del  <iocio  maesiro  del  dia 
Indiciarla  asirokwia , 
Qoe  babia  de  venfr  i  aer 
La  beldad' de  niia  niujeí 
&D  destrnldoa  y  la  mfa , 
Negoe  uDs  Totrs  deidad 
De  Amur  y  Venus ,  y  icio 
En  laa  cliedras  de  Apolo 
•Haoiuve  mi  liberlad. 
Dígalo  la  voluntad , 
Puei  el  dia  qoe  Uegné 
-    A  terme  dicboso,  en  fe 
No  de  mi  meredmlento, 
Sino  e»  fe  del  cumplimiento 
Üt  mi  O|iuesio  hado,  dejé 
La  patria  coii  Uq  vil  irau. 
Cumo  el  buir  mi  desdicha 
Desde  luego  de  una  dicha , 
De  miedo  de  una  emcnaia. 
Viendo  pues  cuinto  embaratt 
La  ausencia  al  amor,  volví 
Creyendo  (lue  ya  habría  en  il 
Beeho  sn  erecio  veloz : 
Adonde  siendo  lu  voz 
La  primer  cosa  que  oi , 
A  socorrerte  llegní. 

V  aunque  hasta  aquí  hablé  groiero. 
Desde  aquí  perder  no  quiero 

El  mérito  que  gané  ; 

Sae  (I  agradecido  fué 
I  afecto,  y  aniaoie  ha  sido 
El  de  Siivki,  yo  be  venddo ; 
Pnet  si  puede  el  mas  contiaote 
Ser  noble  slu  ser  amante , 
No  sin  ser  agradecido. 

Yo  mas  denclas  no  aprendí 
One  el  arle  de  amar  :  si  fué 
El  mejor  libro,  no  sé ; 
Pero  presumo  qoe  ti ; 

gne  ai  lo  fué  para  II 
el  sol  el  claro  arrebol , 
El  sol  de  DafuC'  criiol 
Fné  de  mi  fe  :  ella  dirí , 
Si  de  ciencia  k  ciencia  va 
Lo  qoe  va  de  sol  á  sol. 
Si  ID  kntes  de  sucedido , 
Hallaite  que  babla  de  ser 
Tb  peligro  nna  aiuier, 
To  bailé  que  va  lo  habla  (hlo ; 

V  si ,  buacanao  un  olvido , 
T&  le  aéseotaitCi  yo  Sel 
Aendo  a  an  rigor  cruel : 
■"-" li  morirá  nejor! 


COMEDIAS  DK  DON  PEDRO  CALDEIIOlf  DE  LA  BARCA. 

Todoi  del  monte  ae  ampara: 
Haciendo  de  sus  pefiaKot , 


^ü  por  buir  de  oi 
V  n  por  volver  i  ei : 
Baber  é  tiempo  llegado 


Que  la  bayamoa  tocorrido 
Los  dos,  es  haber  auerldo 
Ponerse  una  vex  íl  hado 
De  parte  del  desdichado. 
En  quien  con  el  desden  crece 
El  amor ;  qoe  el  que  se  ofrece 
Amado  i  cualquier  fatiga , 
Satisface;  mas  no  obliga  : 
Cumple';  pero  no  merece. 

V  aunque  para  la  cuestión 
Basta  la  raion  que  be  dado; 
Hableudo  Dafne  tomado 
Plato  i  la  aatisfacdon , 

No  quiero  tener  raion. 
Sido  darme  por  venddo; 

V  asi,  qoe  suspenda  pida 

A  qoien  las  gracias  previene  i 
Que ,  aun  en  tenerla ,  no  lieoe 
Haion  un  aborrecido. 

V  para  alajar  la  doda , 

La  he  de  preguitur  (dejando 
Al  lieinpo ,  que  él  sabe  cuando 
Con  el  desengaño  acudaj , 
I  Qué  oca^on  helada  y  muda. 
Después  que  las  voces  dié, 
En  la  falda  la  dejó 
Del  noate  donde  lAhallaroost 

Dices  IKen.—  DafnCí  sepamos 


Yo 
Olio  diré,  agradedda 
A  la  dilación,  pues  basta 
Que  reconozca  la  deuda , 
fijánlrasnosé  i  quién  pag.irla. 
Va  sabéis...  (Pero  es  forzoso 
Que  de  noticias  me  valga,. 
Ifue  nunca  por  muchas  sobran  , 
V  tal  vei  por  una  fallun) 
Que  este  enmarañado  monte. 
Que  en  Tesalia ,  nuestra  paliia , 
Ka  verde  coluna ,  en  quien 
Del  cielo  pI  eje  descansa , 
Albergue  fué  de  Pitón , 
Aquel  mágico,  que  en  varias 
Diabólicas  ciencias  diestro. 
Quitó  i  los  dioses  la  sacra 
Adoradon  de  sus  doctos 
Simulacros ,  poes  que  en  claras 
VoceS  bable  en  esqueletos 
Mejor  que  ellos  en  estatuas. 
Uricolo  pues  de  todas 
Las  gentes  deltas  moatañal , 
Ya  no  eran  Apolo  y  Véuns 
Sus  auxiliares ,  con  tanta 
Desestimación ,  que  habiendo 
En  esas  dos  cumbres  altas 
Dos  templos  su  vos ,  apenas 
Vimos  por  edades  largas 


Porijiie  i  la  lóbrega  gruta 
De  l-iton  era  i  quien  daban 
La  fe  y  el  voto ,  teniendo 
Sus  respuestas  por  mas  sabias. 
Viendo  pues  las  dos  deidades 
Ya  sus  antorchas  sin  llama , 
Sus  altaras  sin  ofrenda , 
V  sin  victima  sus  aras, 
Ofendidas  dtspusiero'n,, 
Bn  religiosa  vi 


Me  abortó  marina  nliiA., 
Embrión  de  fuego  y  agua. 
Rompiese  el  margen,  talando 
Con  obedecida  saAa 
Lis  lÁrbaras  pobisclonei 
De  todas  estas  comarcal: 
En  cuya  aodota  aveni<Ja 


Oe«t    , 

Contra  pólvora  de  nieve 
Hebellínes  de  esmeralda. 
Los  sacerdotes  de  Apolo, 

V  de  Venus  las  sagradas 
Sacerdotisas,  en  vea 

De  dar  abrigo  i  sus  ansias,       * 

Les  intimaron  sentencia      * 

De  muerte  :  con  que  cerrada* 

Las  puertas  de  entramiHis  tmiploa 

Reconocieron  ser  causa 

De  su  estrago  la  ojeriza 

De  los  dioses;  y  trocada 

La  esiim  ación  de  Fiton 

En  ira  .  en  cólera  v  rabia , 

Bn  su  mal  vivo  caaéver 

Er.s a ng rentaron  las  arma*. 

UQné  deja  al  enojo  el  que 

Por  el  desenojo  mala?) 

Templó  el  bomicidio  el  ccfio, 

Redui'ida  la  umeiiar.a 

De  la  inundación  al  coto 

De  las  margenes  t^oe  hoy  guarda; 

Pero  apenas  el  peligro 

Cesó,  cuando  en  vezd^  gracia*, 

llii'fon  i  los  cielos  quejas, 

Lamentando  mas  la  falla 

Del  mago  Fiton ,  que  no 

La  culpa  que  fué  la  causa  : 

Con  que  enojados  segunda 

Ve^  los  dioses,  la  pasada 

Pare  cuya  cruel,  ritraiiá 

Ira  os  prevengo,  ya-que 

Si  basta  aqui  supisteis ,  ban 

Novedad  desde  aqui.  oyendo 

Lo  que  eo  lui'Slra  ausencia  pSM. 

El  monte  que  zo^.obrado 

Bajel  fué,  y  de  la  resaca 

A  los  embales  quinló 

Mal  enjuto  de  las  claras 

Luces  del  sol,  y  no  bieo 

Oreado  de  las  auras, 

Kii  corrompidos  va)>ores 

lie  oviis.  légamos  y  lamas. 

Se  pobló  de  inmundos  monstruM 

Desde  la. cumbre  i  la  falda. 

Entre  cuyas  venenosas 

ICspccies,  la  mas  tirana. 

Mas  horrorosa ,  mas  liera , 

Mas  terrible  y  mas  inrausta, 

Fué  una  escamada  serpieuie. 

Que  abrigindose  en  la  eftanda 

De  lacuevadeFItoD, 

Motivó  i  las  siempre  vagas 

i  Supersticiones  del  valgo, 

'  Ser  de  su  cadéver  alma. 

I  Esa  pues  ni  ave ,  ni  llera , 

I  Ni  pez ,  siendo  asi  que  en  agua. 
En  tierra  y  aire,  pez,  Üera 

[Yave, corre, vuetaynada: 
Sirviéndose  para  todo, 

:  En  el  airé  de  lasalat, 

:  En  la  tierra  de  los  pies, 

I  Y  en  el  mar  de  las  escamas ; 

.'l'.oo  su  anhélito  el  ambiente 

'  Infesta,  siempre  que  brama ; 

V  siempre  que  pace  A  liebe, 

'•  <kin  su  espuma .  ondas  y  plaiilai ; 
Tanto,  que  agiénas  hay  flor. 
Que  no  sea  avenenada 
Cicuta ,  siendo  ya  en  todo 
El  orbe  ponmña  amarga. 
Pare  el  abuso  de  hechizos. 
De  ihisioiiM^fantasmU, 
La  menos  locada  verba 
De  los  montes  de  Tesalia. 
No  en  esto  solo  el  estrago 
"-  - —  eaeiodalo  otra 


Sino  en  qne,íiaad¡(lD  dmiis 

OOglt 


qne,l)aad¡(lD  uMiistniíi 
dbyGOOQlC 


De  lixlas'MIu  campaO^ , 
Loí  errados  pecrgniiós 

Y  moraüorM  asalla, 
Hasia  que  unos  ;  oirns  sean 
De  sus  presas  j  sus  gaitaí 
Sai^ieulo  (k^jo:  A  cujo 
Terror ,  vleiiüo  cuiíito  ^gañi 
Peligro  [|ap  do  escatmirnia , 
Volvió  i  sos  prünmi  ansias 
El  rutKO,  recoaoeieudo 

Uoe  Jiu  bajr  medios  que  le  salgan  , 
Que  no  sean  acudir 
CoD  ilunes ,  feudos  ;  parias 
A  los  enojados  dioses  ; 
Paes  cuanto  nías  los  agravia 
Nuestro  error,  unlo  mas  nuesiio 
Iteiidimieiilo  los  aplaca. 
V.  asi ,  eu  divididas  tropas 
De  uil  fcMivas  escuadras , 
Que  con  varios  ioslrumciilos  , 
Hininos  i  ambos  dioses  cauían; 
Al  templo  de  Apolo  boy  salten , 
Los  tiumbres  por  una  bauda . 

V  las  majeres  tiur  oira 

Al  templo  de  venus ,  para 
Oue  orrendaa  y  saerillclos 

Yo,  lue  al  ruido,  dejé  el  coro 

t>e  (lluras .  y  aconitiafiada 

De  unos  rüslicos  tíllanos. 

Seguir  quise  las  estampas  . 

Del  femenil  escuadrón , 

Sentí  moterse  una»  malas; 

Y  presumiendo  <io-;  Tuera 
Alguna  pequeña  caía 
tJae  llevar  al  sacrilício, 
Seguirla  quise  y  matarla. 
Pero  *p¿iias  la  torcida 
Senda  dejé ,  y  do  la  aljalia 
Al  arco  puse  la  Oecba, 
rujndo  eiilro  las  verdes  jaras 
Üe  un  ribaxo,  i  quien  serdan  - 
lie  eittri'trjlda  muralla 

Sobre  düís  desnudas  pellas 
Cuatro  mal  vestidas  xarras. 
El  monstruo  \\,i  cuyo  horrible 
Asombro  volvió  la  espalda 
La  amedreniida  cuadiílla, 

V  yo  absortamente  faeladu , 

•jNó  haj(|oiín  me  socorra?*  juigo 
Uue  dije,  ;  di  desmajada 
E<i  tierra,  donde  no  supe 
Ue  mi  ( )  ay  liirelice ! ) ,  bast^ 
Que  ea  los  tirauw  de  los  dos 
Perdi  el  sasio  y.cobré  el  habla. 

Y  pup»  se  deja  inferir 
One  mañosamente  incauta 
La  Gera ,  estaba  en  acecho . 

-Y  al  ver  laoia  geuiey  armas, 
A  ocultarte  al  monte  Irla, 
Con  el  instinto  que  alcansa , 
Qniíl  heredado  de  quien 
!■*  dió  el  nombre,  |iues  la  llaoian 
Todos  el  monstruo  t'iton; 

V  pues  con  su  ftiga  pasa 
Ue  un  susto  en  oirola  duda 

Db  i  quién  le  debo  las  graciaí; 
Por  no  agraviar  i  ninguno 
(Pueslo  qUe  mujer  que  paga 
A  dos,  i  ninguno  obliga, 

V  intes  i  entrambos  agravia ), 
(Juicro  i  segunda  eiperíenci» 
Dejar  la  duda  fiada  : 

Y  asi ,  el  que  desde  boy  <old> 
Por  mi  ma  llneía  haga , 
Ser!  quien  de  ni  socorro 
Merezca  el  trigofo  y  la  palDtt. 
La  fineza  ba  de  ser  que 

TÚ,  Céblo,  que  coa  tanta 
-Vanidad  no  amar  blasonas. 
Finjas  amar;  lü,  que  amas, 
Silvio ,  Uitju  que  aborreces : 


EL  LAUREL  DE  APULü. 
lanera  que  trocadas 


De 


I  Vd  en  II  rendimientos  y  ansias, 
1  En  U  olvidos  ;  desdenes ; 
[  Que  el  que  con  major  ventaja 
;  Disimulare  su  afecto , 
'  V  el  no  aféelo  suyo  traiga 

Mas  desuieiilido  a  mis  ojos , 
.  Saá  el  que  venrido  liaja 

t^n  la  cuestioti.  V  porqué 

{Dentro  ¡rita  de  viUann.f 

Ya  de  entrambos  templas  bajan 
'  Las  tropas ,  baciendo  A  uu  lieuipo 
:  l.oii  tésiiías  consouanciaií. 
;  Ite  iiisirumetilos  y  de  voces 
I  Unas  i  otras  )a  salva, 
;  Cautelad  vuestras  paaionesi 

ijue  JO  librjiído  la  paga 

Del  socorro  de  mi  vida 
i  Auna  eiperieacia  taurara, 
I  He  de  vir  quién  hace  mas 
i  En  servicio  Je  una  dama  : 
I  Quien  lo  que  ama  disimula ,  . 
I  U  linge  lo  que  no  ama. 

Adtierie  que  no  es  igual 
¡i.\  uariido  ;.que  me  encargas , 
.  Ualiie ,  á  mi  lo  mas  difícil. 

iQué  lo  mas  difícil  llamas? 

¡Disimnlar  un  afecto, 
!  Que  mudo  volcan  del  alma, 
:  Siempre  eslí  ardiendo ,  y  no  es 
I  Posible  que  modo  buya 
Con  que  la  llama  se  oculte, 
I  Para  que  siu  bumos  ai-da. 

|CDiuto  es  mas  diliculioso 

«urrer  que  donde  no  hay  llama, 
aya ,  ui  aun  bumo ,  pues  no 
'  Hespirá  él  donde  ella  falta? 

:  Caer  en  defectos  es  fuerza 
;  El  *que  disimula  que  ama , 
Pues  lleva  dentro  de  si 
Quien  lo  contrario  le  mauJa. 

1  Cuánto  es  ma^  forzoso  que 
En  ellos  quien  (iuge  caiga , 
Pues  no  lleva  quien  le  acuerde 
El  precepto  que  le  encargan? 

Si ,  roas  í  cómo  dorlniri 
Afecto  que  nO  descama , 
Teuiendo  siempre  al  okio 
Despertador  que  le  llama  T 

4  Y  cómo  despertará 

Alas  horas sefiiladas 

El  que  sin  despertador 

Goia  el  snete  en  quietud  blailda? 

1  Podrá  representar  bien 
Uno  un  papel ,  cnando  anda 
Ohucada  la  memoria 
Con  loa  venas  de  otra  farsa? 

Podrá  atenerse  al  apunto ,     . 
Que  desde  dentro  le  liabla , 
Que  es  lo  <|ue  no  podrá  liacer 
El  que  aun  apunto  le  falta. 


Hace  uuo  cu  baoerla  luids , 
Pues  bace  porobedieucia 
Lo  que  ulrM  baceu  por  gala. 
I  clr*LO. 

¡  Henos  el  que  dtelmula 
I  Hace,  pues  es  cosa  clara 
i  Que  manJai'le.que  no  diga 
I  Es  mau Jarle  que  no  baga. 

; ;  V  no  liace  bario  en  padecer 

El  que  padeciendo  calla? 

'  No  L  que  el  i|ue  calla  no  tieua 
i  La  obligación  del  que  babla, 
:  Pues  le  obl^  á  que  sea  bueoo , 
I Y  i  esotro  el  callar  le  basta. 

<  Quien  fínge... 

Quien  disimula.. 

1  SILVIO. 

\  No  siente. 

No  espera. 

'  DARIE. 

Üaslt; 
(Airido  dentro.) 
Que  el  tiempo  lo  diia...  v  uiai 
Cuando  Vuestra  purlia  atajan 
Las  tropas,  que  ja  del  tnuoia 
Al  valle  Hielveii ,  ineicladaa 
Uuas  con  otras,  bailando 
Al  compás  de  lo  que  cantau. 

Pues  aunque  lema  ser  yo 
Quien  á  lu  mas  se  adeUuia , 
Des  Je  aqui  desengañado 
Mi  amor,  en  tu  vida,  iiigral», 
Verás  en  lui  sino  oliidos , 
Uesdeues,  Celios,  niudauías. 

Aun  no  sentidos ,  diioenao 
I.OS  desaires,  _  * 

Porque  nada 
Quede  i  deberte ,  divina 
Dafne ,  rendidu  á  tus  plantas , 
En  tu  vida  en  nii  verás 
Sino  amor ,  lineiss  y  ansias. 

AuQ-flngidos suenan  bien 
Hendimientos.  (Ap.  jAy  del  alma 
Que  se  da  á  Un  vil  partido, 
Loma  vivir  engafiMla 
De  afecto  que  ugraiía  huyendo , 
Y  afecto  que  auiando  agraiia!) 


Saltn  por  un  taio  FLORA ,  BATA  « 
om*s  lASAi.jiB :  D  por  oír»   gaU» 

LAtlBO,nUSTÍCOvoTliO:4ZAGALH. 

loáo*  e»n  intíramentei ,  caalauílo  a 
bailando.  —  UAFMK,  (;eFALO,  SIL* 


VIO. 


o  1.°  (de  Mfolat). 


Fingir  et  accíon  que  no 


De  ¡a  madre  del  Amor. . 
Otl  hijo  del  alba. 


izod'iíyGoOglc 


COMUAS  DE  DON  PEDRO  CALDEDON  DI  LA 

■ATA. 
Cldll,IMt«. 

kdnico. 
Ctllt, 


Minee 


I  tfjM  en  tQlUí  f  RmiUm. 


¡VHn  tM  fMta  it  a^Mlla 
Gara  te^trtina  utreO» , 
(^  en  Mf  Kfr  M  Mi  ta  lutcU* 
I»  primen  u  Mátala  I 

TOMM. 

¡ViMUtialal     . 

UBib  1. 

¡Vtat  ¡a  to¡a  de  «gael 
SUwtpre  amoMle .  tiempre  fi*t 
Atm ,  f  ae  «n  ÉtUenie  él 
Teilst  Jm  iteMW  igtutlal 


También  mi  copra  b«  de  Ir. 


b«  la  que  «n  el  cielo  es  diou, 
Y  par  aci  es  otra  com  , 
Ho  i4  «i  boena  t  ti  mala) 

¡ViM  ta  galal 

¡VtTt  la* gala,  I  la  accioa 
IM  padre  de  maan. 
Que  b«  de  matar  al  Agoa, 
Que  í  ti  aelo  le  regala ! 

lYhm  ¡a  fñla,  Wm  le  /ala 

Be  la  »aiTt  del  AmmTí 
DeilOioteliMal 

atm. 
OecidiM,  plan  paUor... 

roerá ,  qne  conmigo  babra. 


iQaéea  la  canta 
Be  qne  tan  alegre*  todo* 
Tolvai»  i  viieliras  cabafiat, 
Deapoei  de  los  lacriflcioa 
Que  btbeis  hecho? 


! 

L 


Sabida. 

UTA. 

Yo  b«  de  dedrlB. 
■dsnco. 
Su  no  :  JO  be  de  contarla- 

A  mi  me  lapeieadó. 
Pues  dijo  (bella  zagala» 

atiiTKa. 
Vtml,  pnet dijo ■  galán- 


Aparta, 

Bdmco. 
l  El  mas  galán  pastor 


i  Es  mis  bliana 
Zagala osted  quejoT 


'Has  •)  la  t  decirlo  Flora , 
La  primacía  he  de  darla; 
Qne  la  urbanidad  mu  roda 
Se  preda  de  cortesana 
Con  la  Itelieu. 

Aunque  no 
Lo  es  la  mia,  lie  de  acepuria. 
Ai  templo  de  Vinas,  DalDC 
Bella,  deidad  soberana 
De  las  ninfas  del  Peneo , 
Llenamos ,  doude  posiradaa 
Todas,  bldmos  rendida 
AdoradoD  i  sus  plantas^ 
Las  ofrendas  qne^levamos 
Ihuimoa  sobre  sus  aras , 

Y  en  devota  aclamación ,   ~ 
Heiclamos  en  looa  alias 
Endechas  que  el  temor  llora, 
Con  bimuaa  qne  el  amor  csoli. 
'  -  -'iosa  (que  hiila  las  diosas 
t,„_  las  didlTas  te  ablandan) 
Eu  f€«  de  su  esLatuí  dUo 

Que  el  sacrifido  aceptaría, 

Y  qae  el  Amor ,  desceadleu  do 
De  la  soberano  slciur. 
Con  las  plumii  de  sus  flechas 
En  lu  plumas  de  sus  alas-, 
berla  q^ien  presto  nos  lUese 
De  aquesta  Bera  veogania. 

UDBO. 

Lo  mismo  Apolo  nos  dijo, 

Y  qne  otando  de  las  armas 
Con  one  Délfiis,  caiador 

Le  vio  un  tiempo  en  sos  montalai, 
A  Tesalia  dtahraiado 
Vendría :  en  cuja  esperanu 
Volvemos  cantando  todos 
En  batimiento  de  gracias... 


(■VItw  le  gala 

Úe  ta  madre  del  Amor , 

Del  hli»  del  alta  ¡ 


BARCA. 

MPNk. 

Ptws  JO ,  basta  llegar  lambkm 
A  la  orilla  ane  de  nicar 
Gnanieee  el  aacro  Peoeo , 
Con  tales  niMTas,  nowa 
Con  todos  Iré. 

Ytrasü 
Quien  sdora  las  esumpaa 

SAntc 


•iLno. 
OliIdAseme  qne  baUa 
De  ol*ldar;maa  ja,  tirara,   . 
HasTa,ale*e,muja,§en, 
Eqidioc|odo  las  laalas 
Qoe  padeíoo  verdaderas, 
Con  US  qoe  desmiento  bUaa, 
M  bajeado  de  tn  fisu.  <Tte.) 

CM^lo.icómo  no  tratas 
Segnirme  cnanda  me  aoseuloT 

¡  Ah ,  si  I  no  se  me  acordaba 
be  qne  estoi  enamorMlo. 
Va  <roj  tíguMado  ue  dama 
Lnces. 


,        Vaja. 
(Ceafm.)  ]  víw  Ia.fsla.  tJM  fa  ftt» 
be  la  madre  del  Amor, 
Del  Mi»  del  alba; 
De  la  dieta  de  la  hírmMMrm  , 

donaire  y  la  gracia ; 
Delaue  etdiMea  valla  y  aumln. 
De  liare»  yplanlaií 
¡Viia  la  gata 
De  la  madre  del  Amar, 
Belk^edelalbt! 

(Taiue  caaUad»  g  Mlmtd» ,  y  f  Má 
Bou  t  Ritüea.) 


RUSTICO,  BATA. 

ktRtCO. 

I  No  ta  bñeno  qne  bastí  el  Itailar 
FVr  valles  j  montes  cansa ! 

Rbstico,  ¿cúmo  te  quedas? 

RUSTICO. 

Cansadifme  quedo,  Bau, 
A  tomar  aliento ,  auinae 
SI  viera  que  te  quedabas 
TÚ,  me  Inera  por  no  verte. 

SATA. 

Nal  el  pergeño  me  pagas 

Con  que  pienso  qne  te  qtilHOt 

SI  es  qne  el  msgiii  no  me  engría. 

adaTiCD. 
Pues  euglBete  el  magio , 
Si  es  posible;  qne  jobMia. 
Qne  encuentre  i  quito  m«  «erctca. 
No  be  de  amar. 

^Poee,  ItmUtt, 

y,B,l,z9dbyL-.OOglC 


iWMa  qM  U  neretci  qDlem 
taño  ana  dewsperadi 
ComoybT 

■itiTICO. 

De  Citarme ,  como  me  estaba, 
Uotsü/üo  de  amorf 

Pneaíl 
Veolr  llene  i  tt*  monuBu, 
Yo  me  qaejaré  í  él  de  li. 

Kisneo. 
iCómo,  dime,  meotecala. 
Le  hM  de  conocer,  si  Amor 
Para  leidr  se  disfrauT 


Los  diows ,  aun  dUnvudoi .  . 
Daa  de  qaiéi)  son  seíUa  eraras , 
Qne  DO  fiabran  como  mosoin». 

Poet  i'de  qn¿  manera  babranT 

Con  un  dulce  melodía. 
Tan  sOa  ( e  coníoaaacia , 

gue  siempre  suena  su  vox 
omo  música  en  el  alma  : 
V  asi ,  en  oyéndole  qne  hace 


Es  bien,  porque  lod«  bann 
Eu  dlsiiadon.  Has  iirae, 
iTodo  lo  que  dicen  cantan  T 

Cuando  babraii  entre  ti, 
tOat  aé  JO  lo  que  l«s pasa í 
Fnera  de  qoe  iqoléii  les  quita 
Qae  tai  tm?...     . 


fiLum^  (OnUrv.) 
k  la  ÍDoniaBa, 
Pasten*. 

oraos,  (flmbv.) 

Al  bosque. 

otaos.  [Dentro.) 

U  rto.  . 

oraos.  (Deiifre,) 

Al  mooie. 

OTROS.  [Denlro.) 
Por  aqol  aiala. 

Pero  i  qué  es  esto  ?     * 

TU.IJLII0S.  (Deittre.) 


¡Aj  de  mi  triste! 
núvnm. 
De  ni  alefre ,  »i  te  SBarri 
Primero  que  1  mi. 

i*ti. 
Hobari, 
Qoe  a^da  jo  1  tos  espaldas , 
Primero  ba  de  dar  eootlgo. 
(xi  Mr  tí,  te  ate  ella  te  sm  etpaUat 
fia  terlt:  él  luye,  f  *"'  frot  M.) 


lAjsc 


EL  LALREL.  DE  AP&LO. 
ai)ttiao. 
I  ja  me  agarra, 
m>  trincka,  ja  m§  muerdo, 
Ya  me  engulle,  ja  me  masca. 

aiTA. 
iQué  tiembras ,  qne  aun  do  es  la  I 
Henlecato,  quieo  le  traga? 

■  iJtTICO. 

Pnes  1  quite  me  tteneT 

UXk. 

Yo  aoj. 
adinco. 
Ann  peor  estt  qne  ejiaba  i 
Que  tiera  por  tfera ,  no 
La  quedas  i  deber  nada. 
Has  JO  huiré  por  esos  Ir^oi. 

V  JO  por  esas  cebadas. 

(Detáttte  deUa,  f  si  enmru  e»dt 
une  per  tu  tea»,  tale  per  et  de  fisM 
Ctipide  Hstídv  de  jMtter,  g  Apele  át 
cattder  per  el  eiro ,  e4»la»i»  leie 
le  que  repreieaUa.) 


CUPIDO,  APOLO.-ItaSTICO,B&TA. 

AMIA. 

Dimé ,  barbar»  petler... 


aroLO. 
Si  fkiTM  bu  toeet  tviret... 

SI  fltáre»  üifat  lat  antiat... 

i  Ca  euil  UtUí  ditrat  fitUirae... 


ATOUt. 

El  dnie  el  mentírue  te  eeuUu  7 

CDFUKl. 

Bt  4oid»  te  jU  ra  ati4a  t 


>ne  me  da  1  «niender  qoe  es  Pollo 


qoeesPoll 


¡ae  TÍ«ae  en  su  busca 

Que  piense  qno  et  Eacopfdo , 
Que  ja  ha  Tenido  t  malaria... 

ádsnco. 
No  esto  para  echar  et  bndgo. 

UTA. 

No  esto  para  ecbar  el  baltr*. 

adtnco. 
«•OaqnedádeTeiiir... 

UTi. 

Sállente  es  de  M  palaln. 

adnioo.. 
Por  aU  eapenrU  puede.  (VaseJ 

UT4. 

Por  iU  puede  aguardarla.       (Va*».) 


BMEN  A  TL 

APOLO  T  CUPIDO,  Hn  9tru. 

Ya  podéis  pedir  albricias. 
Altos  montes  de  Tesalia... 


Paes  dist^iiado  putor , 
Amor  t  vosotros  baja. 

AMLO. 

Poet  en  voloirot,  fingido 
Cazador.  Apolo  anda.  ' 

A  aqaeDa  pane  parece 

Qoe  se  bao  moTido  las  ramas. 

Buido  eoire  iqndlos  peHatcoi 
Han  becbo  troncos  y  plantas. 

«rpiM. 
jSI  lert  el  momtnio  e(  que  oaeoodenT 

¿SI  es  et  nioa  d  que  goardsoT 

Mal  I  qué  ndro ! 


iPor  qné ,  st  matar  al  fiera 
Fiíoa  mi  madre  me  nandat 

Porque  po  sé  qne  se  hiciesen 
Para  Iiie  nioirtes  IDS  armas. 
(Canta.)  No  detderet.üvUe, 
Tu  arce  y  f  w  {Uehet  ; 
Qae  et  detaire  de  hermeiM» 
Qat  maUn  flerat. 

cnnno.  (Coala.) 
Aniet  ealerú  jue  »ta» , 
Sigreia  Apele, 
Que  dtl  Amer  lu  sraui 
Le  rinden  ledo. 


Teme  4  ht  *,.,.. 
N»  diga  algún» 
lúe  IM  Peekat  te  empltam 
lie»  en  lee  bptUi. 

Caaad»  el  bruU  n»  ile»ta 
Be  qué  mtí  muere , 
SemOrd  per  I»  uiiuei . 


yGooglc 


.luiifiM  «J  Amar  tt  cttg», 

' hetnuio  y  niño, 
i  Cuándo  le  ha  rtHrad» 

Ningún  peligro? 


£i(i«n  i  II  adeUnlMda 
I  valar,  tipa 
De  tta  Touo»  ademU 
Cerré  la  pera; 
Y'ÚHtei  ouf  la  Ueguet, 
la  haVri  poitrad». 


Si  lut  rai/ai  'enfermaa , 
Halan  mu  rai/ot : 
Y  ait ,  aanqite  iü  la  encuentre» , 
Pird  mi  eiíuene... 


ESCENA   TU. 


L  {Deulre.) 
■'.  Qué  asomhro ! 
Liait.  IDeatro.) 
¡Valedme,  cielos! 


ujquéTi 


!s  son  esiaiT 


Vo  té ,  qup  snlo 

Sé  qae  el  escuch  arlas 

He  Ueiie  atenrio. 

(SaU  IMa  hagtnio.) 

Gallardos  caia'Jori^s, 
Que  segUD  inrerir 
Deja  al  hombro  el  rareaj 
y  en  la  mano .pI  marfil. 
Sin  duda  i  tiuesirus  laoiiiet 
De  Tenliio  conRii 
Veáis  buscando  caza , 
Sin  ver  donde  «enis: 
Hojerfnreliisov; 
Pues  csltls  dos',  parti<| 
Con  deudas  de  mujer 
Lastimas  de  inHIz . 
Y  dadinc  anparn.  Liliia, 
De  Venus  ( ; »;  de  mi! ) 
Sacerdotisa  soy  : 
Viendo  al  leulilo  «ibir 
'  u  zaj^iUs  del  «alie , 


CUHLDIAS  Dt  Uo:^  PKDRO'CALDKRU»  DE  L 

Has  vi  vi-rk'  no  puedo, 
Ni)  pni'itc)  prwKulr; 


No  lemas,  Llhli  bella. 

Suedebniede  li, 
.    e  lu  vida  seré 

'  Durensa  yo. 

Aloir 
I  Lo  dulce  de  lu  voz, 
'  Me  das  i  presumir 
I  Que  eres  deidad  que  el  cielo 
I  Da  en  mi  amparo. 

'  (Cáetele  el  are»  y  fíech», 

I  Que  al  verle  de  tan  cerca, 
I  Arco  j  flecha  twrdi. 

¡  i  Por  qué ,  Amor ,  en  sn  amparo 
;  No  inieiiias  preferir? 

CVPIDO. 

I  Por  no  vencerle  i  él, 

¡^n<p>ei\Uieaiaiü.{Va*eretiranda.) 

AFOLO.  {StguUttdole.) 
.  Ko  es  eso,  aiiio  que 

Amor  en  cualquier  lid , 

Si  eitira  al  principio  os^idn , 
'  Sale  coliarJe  al  úa. 
¡  Y  para  que  coiioicas 
;  Hi  esfuerzo,  Míe  euiit 

Arpón,  rajo  sin  llunia, 
i  pajaro  sin  malU, 
I  Cómela  de  tos  aires. 

Veras  rolar  jr  lierir, 
I  Síeudo  el  Kilou  mi  Iriunfo.         ( 


¡  Y  pues  a  medren  lados 
Hujen  Iodos  de  aquí, 
Venid  Tosolras.níi.ras 
DelPeneo.  veniií,_ 
Cuantas  de  sus  crista Its 
El  liquido  ilril 
Kn  bóvedas  de  aim , 
Piala  y  cural  vívis  : 
Venid  pues  á  mU  voces. 

ESCENA  IX. 

Salentfli  niaras  cetliiloi  de  e 
V  tocadet  de  earalet  b  P^ 
I     bkVHa^v  por  otra  paru  UIT 
!     -LIBIA. 

TMA*.  (Cíalo.) 
I  Qui  «at  qaieret ,  no$  di , 

8ae  á  tadút  d  (m  aee»U 
Migai  i  talir 
Del  erittalino  albergtu 
'  Que  liatílaiiu»  f 

Bilsnco. 
Y  i.ml 
.  De  entre  iquesas  dos  peD», 


;  i  Qué  valiente  á  salir 
Al  paso  va  i  la  llera  I 
V  ¡quéQera  (¡ajdeml!) 
r.tia  le  mira!  eniramlios 
Vibrando  á  un  mismo  Un, 
Ella  sns  aceradas 
Kavajas  de  marül , 

:  V  él  de  su  arco  la  cucrd.i. 

'  ¡Qué  tiro  tan  r<'IIi! 
Que  TaUeando  i  la  escama 
Las  conclias  que  bruñir 

'  1>udu ,  al  temple  del  sol , 


;elR 


leril , 
in  penetra. 


liru  vi. 


Coow 


sdeqi 


«rni 


lleuda  6  amiga ,  (|ni$o 

Kl  camino  parttr  : 

Y  babii^ndolas  dejado 

En  el  bello  inrdfn 

Que  hace  la  laida  al  monte ;   • 

Bien  como  astuto  vil 

Áspid .  que  disfrazado 

Se  disimula ,  vi 

?ne  at  paso  me  salía 
itnn ,  de  quieh  i  oír 
Habréis  II I 'gado  que  ea 
1  error  dpsie  país. 
Pero  lauíi  me  detengo 
( i  Av  triste !  ]  en  referir 
En  furia  v  mi  petifiro  . 
M  tu  ml  aleanc«  tras  ni... 


.Del  ai 
'aIc< 


'  tlevolmeando  el  ala, 
'_  Mr  la  inbiesta  cervia 
'  El  crinado  copete     - 

üesmeleiiaT  la  crin. 
:  Por  iKtca  y  por  heridas 
:  Va  verter,  ja  escupir 
;  De  venenosa  nieve, 

IIm  infectado  caimlñ 

Uos  fuentes  ven  las  Dores; 
'.  V  tanto,  queatleQir 

Su  tez,  loque  topacio 
:  Nació,  muere  mU.       . 
I  Túmulo  ei  de  eanKrAlda 
'  El  risco ,  al  sacudir 

La  cola;  pues  le  hace 
-  Sns  bóvedas  abrir. 

En  cuyo  s.'no  ya 
,  lieniliilíi.  convertir 

Sp  ntp  i'l  Hito  bramar 

En  liniirio  géniir. 


Que  las  rendidas  (¡racias 
Deis  al  que  redacir 
Pudo  nuestro  temor 
Al  mas  glorioso  Gn. 
Allí  Fitou  herido 
Yace,  y  triunfante  aqni 
\  Quien  pudo  darle  muerte. 

>  UCENA  Z. 

>  I  APOLO.  —  Dtciot. 

Las  niNFAS.  (Coiiftiid*.) 

i  Qaién  ereí,  oh  gentil 

Jóiien  ,  que  piulo  triaaf» 

Urgatle  4  coiueguirf 
\  .AIKILO.  {CaUtOMáo.í 

\  Apolo  tag,  oh  ninfa», 
\  Qae  del  axui  M|fr 
1  A  cumplirot  boJé 

La  palabra  qne  o»  di : 
;  ¥  aunque  quito  fl  Amor 
1  Conmigo  competir. 

El  triunfo  ha  tida  mto. 

Yn  lo  qnisB  decir, 
:  Cuando  «I  Amor  dijeron 
'  Que  babia  de  venir; 
i  Porque  ^qué  habla  de  bacar 


CUl'lDO,  alpañ».  —  Di 

i  Qué  esperáis* 
'  Uegai)  todas  ,  rendid  - 
;  Las  \idas  i  sus  plantas. 

copiM.  (Api 
;  Que  esto  pase  por  ml! 

t  Todas  ¡t  ellu  eslanws. 


,  Pues  [wr  hija  me  tora 


byCkiogle 


D«  Peneo  «pliudír 
Tan  Rían  vlciorla ,  quiero 
Hatiur  v  |iulir 
De  jatmiii  j  ikriM» 
Una  guirnuida ,  d  ñn 
De  coronar  lits  sleni's ; 
y  pats  ilcsif  ijfnsil 
Se  vienen  i  la  mano 
Desde  el  lirio  al  jaimlo, 
Las  Dores  ciento  i  ciento , 
Las  fosas  mil  i  mil... 

{Hace  una  guirnalda.) 
Admiie  ( ¡  oh  sacro  Apolo  I ) 
Ea  honra  drsia  lid , 
Roj  por  [odas ,  de  Oa^ie 
VA  don  ..  Mas;  a;  lie  mi! 
{Al  ir  d  ponerle  á  Apolo  la  guirnalda, 

te  ¡e  (;(f«,  qutdanúo  con  lai  maimt 

ubee  ¡a  cabeía  de  Apolo.) 
Qae  al  ponerle  en  tu  frente , 
Deslambrada  al  ollr 
De  liis  rajos,  eu  tierra 
Se  cayá. 


IL  LAUREL  DE  APOLO. 

KdsTICU. 

Poei  lodaí  prevenid 

Las  conchas  j  los  ramos 

Dü  coral,  qtie  soprír 

Puedan  los  csiru minios. 

{Toman  loiat  ramoi  eoloradot  y  unat 

larjeiat  á  modo  de  concha»,  con  qme 

hacen  el  ton.) 


RIÍSTICO. 

lEmpieioT 


Mi  Trente  lian  ie  ceñir. 
Vienen  t  «siar  ile  mas. 
Coa  el  Oorido  ahril 
De  tos  labios  j  manos , 
La  rosa;  el  jaimin. 

No  es,  la;  trfsie! 


No  sé  mas  de  que  al  ir 
A  coronar  tus  sienes 
Coa  mi  guinialda,  ti 

Sue  otra  de  verdes  bijjas 
lecbaba  cooira  mi 
Ardientes  rayos ,  cnjo 
Pavor  me  hace  afligir 
T>nio ,  que  sin  fjiieas 
Del  cincel  ;  el  hurií. 
Parece  que  animado 
Tronco,  f  I  hado  de  m( 
Va  labrando  una.estattia. 


No,  bella  Dafne,  ásl 
Üft  al  agüero  el  dia ; 

Y  en  tanto  que  subir 
Pueda  al  templo  la  fiera 
A  adornar  su  piel  vil 
Del  dintel  de  su  puerta 
El  grabado  perllf. 
Hasta  ¿I ,  acompañando 
A  lu  deidad,  venid , 
Cantándole  la  gala. 

«dsnco. 
Vo,  pues  que  no  perdí 
En  el  pasado  susto 
Hi  frauta  j  tamboril , 

Y  de  lance  me  hallo 
Mnfo  barbado  aqui , 
Por  el  camino  haré 

El  son;  ;  ano  he  de  ir 
,    Haciendo  de  repente 


Que  todas  i  lu  modo, 
)'or  mas  «olas.  Seguir 

Queremos  tus  frialdades. 


turra..  {Ap.) 
Fuena  es  con  todas  ¡cielos  I 
ttls  peata  desmentir. 

xrowi.  {Ap.) 
Utr*  en  mi  spiaaso.  Amor, 
Qué  caso  hacen  de  Ú. 

CWIM).  {Ap.) 

I  Pnes  qae  de  celos  muero , 

nunca  mas  Amor  fui ; 

Pero  de  mi  veugania 
:  Presto  llegara  el  ílu..  (Vi 

!  ESCENA  XIL 

DtcBos ,  tt^NM  CUPIDO. 
RÚSTICO.  (Canta.) 

Sinfiu ,  oue  e¡  rio  y  el  prado 

Vaeilre  Igual  albergue  et , 

Siendo  en  temimat  del  hado 

Sflbaiot  del  Amor ,  paet 
I  No  telt  carne  nipetcado, 
i  Sabed  que  Ap»l»  y  Amor 
■  Jvgaban  elle  verano , 
.  y  Apolo,  ceno  et  dolar. 

Salió  d  la  primera  mano 

Triunfiíndo  de  matador. 

Amor ,  al  verte  arrailrad» , 

Vn  triunfo  tirñó  de  pié , 

Y  dejó  el  Juego,  picado. 

Sin  hacer  bata,  por  qué 

No  hace  bota  Amor  baldado. 

Con  que  de  Aptlo  el  clamor 

Dijo ,  viendo  lU  otadla , 

Tiritando  de  temor : 

Tiiirití,  que  de  Apolo  eieldid, 

TSliríU .  fue  no  del  Amor.  • 

(Baitam.] 

nuria ,  que  de  Apolo  et  el  día , 

lUHUí  IM  na  dei  Amor. 
I  Bdsnco. 

j  TUriU,  que  el  rapaz  ceguexaele... 

I  TUirtít.  ""*"■ 

[  kdsTIGO. 

{ Corrido  ha  quedado... 

;  Titíria.  "*'"*■ 

I  KdintM. 

;  Pkm  de  inied»  ha  iejaio... 

TiUriU.  ^'^' 

Cur  el  areo  en  el  tuelo... 

TiMU. 

I  Mtmco. 

Porque  el  Mi  mató  t¡  vuele... 


TiliriU. 

«    sdsnca. 
Al  Monilruo  traidor. . . 


io  con  una  modorra  pedia. 


JORNADA  SEGUNDA. 


■lisTtco.  {Dentro.} 
Vuelva  el  festivo  nímor 
De  la  métrica  armonía . 
Repitiendo  con  primor  : 
TittrlU,  que  de  Apolo  et  ti  dU, 
TUiriU,  que  no  del  Amor. 

COBO.  (OAUra.) 
TiUriU,  etc. 

ccriBo. 
¡Que  estos  batdopes,  dalo*. 
He  ohllgueo  t  sentir 
Htedos  de  uo  bruto,  cuando 
He  debiera  lucir 
El  no  ser  brutos  (rfunfo  para  ral '. 
Has  ja,  cobrado  el  arco 

V  flecha  que  pefdl. 
Veri  el  celeste  coro 
Que  al  oue  venció  vencf. 
Flecha  de  oro  su  pecho 
Para  amar,  ha  de  herir, 
Cuando  el  de  Dafne,  i  ouIm 
Tejer  las  llores  tí. 

Flecha  de  plomo  hiera ; 
Porque  los  dos  asi 
Lleguen ,  aborreciendo 

V  amando ,  I  discurrir 

?ue  no  SOD  brutos  trluafet  pan  mf. 
porque  contra  todos 
Ser*  en  >ano  esparcir 
Flechas,  el  aire  tengo. 
Pues  dios  del  aire  fui. 
Detotetur.  —  lAbddEMt 

ESCENA  n. 

la  ninfa  ECO.  —  COPIOO. 


I  iQuA  qdleresf 

i  n 

¡  A  mi  honor  li 
üDequ^suerlet 


En  lodos  tui  espacios 
Vos  no  h^t  de  repetir 
Que  no  sea  Amor.  Amer 
Tu  coro  ba  de  decir: 

el  JO  baré  que  múnno 
ecos  llegue  i  lif. 


dbvGooglc 


SI  biré;  que  la  Tenganza 
Tambieu  ni«  tock  1  mi, 
l'uet  murieoda  de  amor, 
S»  lailre  mío  decir 
Que  no  sod  brutos  iríuiirog  para  ti. 
{Dentro  gñla  de  poiforet.) 


PuH  i  espkrcir  entre  esas 
VAce« ,  que  coolra  mt 
Pro^oeii  el  aplauso 
De  iDÍopueato  adiliil. 
Las  luyas ,  entre  Halo 
Que  JO  voj  k  rnnilir 
Arpoues  aue  pubUquen 
Que  es  mi  poiter  feliz , 
UooUtlu  llera*  00, 
Contra  tos  dioses  si. 


Y  asi  eo  laoio  i  ese  efecio 

Ui  coro  iDienmmpir 

Veris  de  su  alhnroio 

El  placer.  (Vate.) 


APOLO,DAPNB,PL0BA,UBIA,  RUS- 
TICO, tíllanos,  KinrAs;  deeputt, 

ECO  T  COBO. 

KAriie.  {Detitrú.) 

ProseRnid, 
V  hasta  ¡«rder  su  esplendor 
De  vista  en  la  noclie  fr!a , 
No  cese  alegre  el  rumor. 
(yutlten  otra  vti  d  ttíifUdn  bailnm- 

4o ,  eemo  ealraron.) 

Tiiirtií,  que  de  Apolo  e*  e¡  Ha, 
Titirtít,  qut  itojtti... 
{('lita  par  entre  elioi  Eee  tatuando^  y 
iodo»  le  atiptnden.) 

¡  Amar ,  amor ,  aaiarl 

Nunca  el  eco  ba  respondido 


;Oaé  et  lo  qne  os  ha  suspendido , 
Que  i  todos  iHrbar  se  veV 


Hn  sé  mal  de  que  quedé 
Yo  absorta. 

tAUftO. 

Va  tan  «in  mi 
Qiie  no  sé  lo  qne  senil. 
mlCTico. 
f flll ,  puH (pie no  to sí. 


DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DS  LA 

*  VILLIHO  1.* 


i  Qué  pena ! 


i  Qué  faor 

TILLANO  4.* 

[Qoé  patino! 

TIIWWO  S.O 

¡Qué  descontaelo: 

VILLARD  0.* 

¡  Qué  seatimieoto ! 


CoM  í.',gite  ei  tí  de  A 
Amar. 
IVtte  tttia  sns  ptr  tu  parte.) 

Oid ,  esperad. 

Sae  si  el  amor  ofendido 
oiitaglo  del  aire  ha  sido , 
Advierte  que  I  lu  poder 
Hajor  monstruo  que  vencer 
Le  qneda  que  el  que  ba  woddo. 


Pues  TW  le  temáis,  que  lleno 
El  aire  de  otra  armonía, 
Pues  es  la  música  mía, 
Venceri  el  eocanto  ajeno.— 
Iris  bella. 


IRIS.  —  APOLO. 
;Qué  me  quieres  T 

il>M,0. 

Que  pues  tormentas  reduces , 
y  i  la  merced  de  mis  luce) 
Deidad  de  las  nubes  eres , 
Remontando  i  ellus  las  aves , 
De  cuya  mbsica  he  sido 
Maestro,  solamente  oIm^o 
Di^n  tas  coros  suaves ; 
Para  que  de  mf  venciilo 
AuiOT ,  temple  su  furor. 
Dando  i  venenos  de  amor 
Conlraveneoos  de  olvido. 

Til  veris  que  el  primer  medio 
De  lograr  su  desenaaíio, 
Seré  prevenir  el  daiio. 
Porque  cuiden  del  remedio. 

{Vau  Apolo.) 


V. 


IRIS,  o 


fais.  (Cania.) 
¡  Hola ,  afio ,  sA  del  valle ,  patloreí ! 
Htiidiporque  andaolra/lera  enelmoatf. 
Y  llera  mat  ñera  tñ  taña  y  tiger, 
O  el  eco  lo  diga  en  iiu  eeet. 
cono  1.*  (Dentro.) 


Y  «tf ,  pmei  amor  loe  eeiu  apartti, 
Aquí  repUaa  oMda  bu  aett; 
Porque  competido 
DeAmorelisraeiByie/lfitttá^m, 
Publiquen  en  Hdet  dt  oUit  |  OMr, 


Uiet 


coKi  i,'  (DtUro.) 
Amor. 


De  Amor  el  agravio  n  i«  tf^tíflm, 
PubUqutn  en  lidet  dé  olMe  f  «Hr, 
Loi  too*  amor ,  y  lg$  nt*  *(n<'. 

(rswMi.) 


Salen  como  oyendo  lá  witia  SILTKI 
por  ¡a  parte  del  oMdo ,  t  CSTAU 
per  ¡a  det  amor.  —  Coso  as  unT 

iLos  ecos  amorl 

1  Las  aves  olrido? 

Beipnes  que  bidendo  poHIa, 
Por  no  dejanoe  vencer 
De  Silvio ,  di  en  aprender 
Cómo  i  Dafne  Dogiria 
Que  la  ama  ha ,  noche  i  dia 
Sienta  en  el  alma  un  ardor 
Tal ,  qne  becho  lema  el  dolor. 
He  parece  que  he  (raido 
Tras  mi  una  voz,  que  aleide 
Siempre  estl  diciendo... 

CORO  DE  ECO.  (Dtako.) 


Desde  gue  por  merecer 
Con  Dame,di«o  estntttar 
Cómo  se  ba  de  desvelar 
Lo  que  se  ba  de  padecer, 
Tal  aprensión  di  en  hacer, 
Que,  duefio  de  mi  sentido, 
No  sé  qué  llosion  taa  sida 
La  que  me  sigue  veloz,  - 
Qoe  parece  que  una  vot 
Siempre  esii  diciendo,. 

coko  DB  Iris.  (Denirt.) 

iQué  fuera,  qne  (como  aquel 
Que  domestica  una  Sera, 
Cuando  ya  la  con^dera 
Rendida. ohPdieoteyfiel, 
Jueea  con  ella,  j  cruel 
Vuelve  i  su  primer  furor ) 
Kamiliarmente  traidor, 
Viendo  que  con  él  jugitu, 
Vudva  contra  mi  su  brava 
Natural  violencia... 

coRapí  Rco.  (I>«W) 


dbyGoOglC 


iiLTtn. 
lOné  Awrt ,  qtw  como  qn>en 
Teme  nn  leneiio  lioluulo. 
Suele hicer.díl  (Ihncnlo, 
Porque  cnundo  se  le  den , 
El  DMI  se  coitvíerU  en  bien. 
Rnbieraml  arectúsldol 
Pues  de  an  olviJo  he  temido 
Horlr;  j  buieindo  el  medio, 
Se  ha  Tenido  i  t»cer  remedio 
Del  olvido  el  miunu!... 

COBO  DE  tiií.  {BeiUrt  y 
Olvido. 

Tal  vei  o(  que  por  rnsajo, 
PoltorUu  irLiHcial 
Fingía  an  iraeno  de  meU 

V  encendifi  oontra  si  el  rif  o. 
Hacho  en  mi  moría]  desmayo 
Recelo  que  mi  rslor 

Muera  i  manot  de  mi  error, 
Paei  euMdo  i  ensayarme  llego 
Í)e  amor  al  toego ,  su  Fuego 
RcTleau  contra  mi... 

CORO  M  ECO,  iOftUn.) 

A  na  hombre,  que  adoleció 
De  un  mal  ove  uo  conocía. 
Aleve  eaemigo  uo  dia 
Con  b  herida  que  ie  dl6 
El  aulle  manifestó, 

Y  quedó  convalecido  : 
Yo  asi ,  del  olvido  h<>rido , 

'   Letave  por  bomicid:), 
Hasla  ter  qua  me  dio  vida , 
Por  danne  muerte  el... 

COMO  DE  (lis.  (Danlrt.) 
Olett: 

lOné  auevo  ahclo  traidor 
l^imb  de  mi  libertad? 


coM  >■  ECO  {DealT»-) 
E  itis.  (Oíitra.) 
tíi-»|o, 

cono  K  Kco.  (S>t»tro,\ 
cttiLO. 


Oütüo. 
iOlvIdot 


Pero  es  error... 
Haber  delirios  temido... 
Haber  bvores  creído .. 


Por  mas  que  en  vago  rumor... 

LOS  DOS  1  LOS  COBOS. 

PaMif  aen  tn  lidei  dt  Apth  y  An»r. 

co«o  DMCO.  (I>«Ntr«.) 
Lti  ttM  am»r. 

|<os<tos  soior. 

cono  BE  ICO.  {Dentro.) 
Lbm  avet  eMde, 
MtV». 

Lm  atea  olvido. 


EL  UUREL  DK  APOLO. 
ESCENA  VIL' 

DAFNE. —  UEFALO,  SILVIO 

¡Los  ecos  amor,  tas  aves  olvidol 
Por  salir  de  uuallmion, 
VléndAs,  pastoree ,  aquí , 
Veugo  t  saber...  (Ap.  |  Af  de  mi ! 
Que  t^hlo  j  SUvío  son.) 

Pues  jUe  qué  es  la  snqienttoaT    - 

9.'  iqaé  causa  (bt 
La  qiié  te  trqoT 

No  sé; 

Qoe  aaaque  saberla  quisiera, 
Ko  que  de  ohiuuiio  mera 
[)e  los  dos.' 

¿Por  qué! 

Temo  qne  k  vueslrj  porní 
Volváis ;  j  briiiéudome  hallado 
Uea  con  do  haber  declarado 
AquiéaUvIdadebla; 
Mo  la  eiperieocia  qoerria 
De  la  (lasada  cuesiloo , 
Que  acuerde  la  oUigaciou. 

SILTIO. 

Por  mi,  poco  que  temer 
Tienes;  que  ju  sabr^haccr 
Desprecia  (a  jireteusion. 
Que  va ,  sin  que  sienta  eoerdo 
Kl  mirarme  aborrecido, 
Solo  me  acuerdo  ea  mi  olvido, 
qne  olvido  mo'acuerdo, 
I  en  perderte  pierdo , 
.    lO  temas,  ohbelU 
Datoe,  que  bable  en  mlquerelia. 

■Ojié  mas,  para  mi  pesar. 

En  ella  auieres  hablar. 

Que  hablando,  no  hablar  eo  ella? 

Que  si  et  que  ha  de  flnsir  eres. 

Traer  fDs  penas  escondidas , 

Fingiendo  lo  qne  me  Olvidas , 

He  acuerdas  fo  que  me  quieres. 

D  hasta  aqai.lDgTata.laBereí', 
Pero  viendo  desde  aqni 
~  e  vivo  tan  sobro  mi 

e  aun  flngido  no  me  qnqjo. 

»a  Céfalo  le  dejo 
Por  ir  hujeodo  de  tt. 
Veris  que  mi  olvido  ball6 
Cauías  que  tá  no  pteviene*; 
Pues  hlso  cOB  loB  desdenes 

'«  uo  estarlo,  bms  ño 
Cou  tos  celos;  ;  pues  jo 
He  ausento  sin  loa  reMos , 
Los  sustos  ni  los  desvelos 
l>e  ver  al  cMDpetldor, 
íCbíao  llevar!  tu  amor 
El  que  s«  deja  hu  celoaT  (VoM.) 


Lmc( 


DAFNE,  CEFALO. 
cifkCo. 
No  cruel 
le  di'ipnga,  ni<; 


celo*  qne  dejó  el. 
Tt.tpotqniT 

^ALO. 

Porune  jo  Del 
Amante  tojo,  rendido 
A  tos  plantas,  el  perdido 
Tiempo  qoe  no  te  imé ,  Uoro  ; 
y  pues  ta  ltermo*ar>  adoro, 
A  iit-sar  de  aqnel  temido 
Hado ,  ao  tras  ese  Bero 
Desdea  vaya*  ofendida; 

Ine  si  ¿I  nuge  qne  te  olvida, 
o  1)0  Sujo  qne  te  quiero. 
B^not. 
-.1  misma  razón  tallero 
Que  en  ti,  en  il,  j  no  só  1  quien 
bl  premio  mis  ansias  den  ¡ 
Pues  amor  y  olvido  ioaal . 
Aunque  él  no  lo  Ungió  mal , 
Taml^ea  tA  lo  floge*  bien  : 

Y  pne*  cMiocer  *e  d^a 
Cnanto  toé  mi  examen  necto, 
NI  desio  be  de  bacer  apredo , 
NI  de  agncHo  he  de  hacer  q^ja , 

Y  asi,  de  eotrandKi*  se  aie{a 
Corrido  mi  dneogaBo, 

{DeqQéT 

De  qne  es  Igual  dale. 
Pesando  males  y  bienes , 
Oir  por  eugafio  desdenes 
Qne  bvoces  por  engailo.       [YimUét.i 

No ,  si  1  este  campo  veolB* 
Con  la  duda  que iiD  si. 
Te  vuelva*  con  ella,  en  b 
De  lio  oir  las  sosiai  mías  : 

Y  pues  de  mi  no  la  llu* . 
A  qui  otro  la  dial  eapero 
Dar  lugar;  que  el  día  primero 
One  sabe*  que  U  qoerer. 

No  quiero  m^  que  saber 

Qoe  U  que  sabe*  que  quiero.  (Fw.) 


DAFNE,  f  dMPBM  LOS  BOB  cotos, 
átntre. 


ta  legnad/confuaioo 
De  la  que  ir^e,  rae  veo; 
Que  aunque  de  uno  y  otro  cree 
Ser  su  variada  pasión 
Efectos  de  la  cuestión , 
Con  lodo  eso ,  dabieado  habido 
Mndanza  en  mi,  la  he  creído 
En  ellos.  jQaién ,  vil  temor, 
A  Cétilo  mndóT 

coso  1."  (OeRfm.} 


iQuién  i  SiKIn  trocir 

toao  S."  (flíBlTB.) 
OltUo. 


Porqne  si  solo  hasta  aqni 
Pudo  hiiroducfr  eft  mi 
Um  voi  helado  ardor. 
Va  es  abracado  lemor 
El  qwolra  halnlj 


'tíftogle 


KA  cmv.m\%  m  DO.f  kdbo  calderón  dk  la  sarca 

Orendo  que  U  competida 

LM  Mil  COMO*.  {Dmir» ) 
PwbUqutK  en  lidet  de  Aptl»  r  ^aMr, 


En  Im  palicÍM  de  Atlante , 
Dicen  <^e  nua  ftii>iile  lialiia , 
Que  al  que  tan  libre  beliia ,  . 
Le  (lej3D>  roas  amaine , 
V  qae  oira,  poco  disianle, 
Al  <|ae  amauíe  la  gustaba  , 
Libre  en  «i  olihJo  üejaha : 
siu  duda ,  de  anbos  criitalM 
Lu  diuMiIat  dfilgnalea 
E^iai  toa  '.  poei  ¡lo,  qae  amaba 
A  Céblo,  cuando  atwnüo 

.  A  eiia  bechiiida  irmiMiia  : 
Vo  que  i  Siliio  aborrecía , 
ilnando  esto;  eitotri  ojendo, 

.    Ko  sé  Di  de  cual  me  ofendo. 
Ni  de  coal  me  nbliKo ,  no. 
áHibri.  ya  qoe  amor  Caas6 
Ijn  efecto,  quien  aqui 
■Hita  el  que  otro  caiuá! 


;^a  la  babias  tlsio  otratrecetT 

SI,  jtvro  loqaeie  ve, 
.  Sofi.  Dariie^lo  que  se  allende. 

i  Ahora  sabes  que  el  indujo 

KeserTido  punto  lieoe , 
;  V  que  no  skmpre  es  bennoso , 

Aun  loque  ea  nemoaoiienipi-a. 

Ihiea  DO  lo  es  cuando  lo  ek , 

Sino  cuando  lo  parece? 

No  té,  porque  solo  (¡ay  triste  T) 
Sé  que  00  bielo  me  estremece. 


a  incendio  me  abras;). 


APOLO.  -  UaPNE. 
áPOLo.  (Denlr».) 


Vo. 


Vo ,  que  ttn  pasmo  me  tuspeiKli- 
Taolo,  one  roo  oltJiga  a  que 
De  aquel  presagio  me  icuenlp , 
Poe*  si  alíl  ful  vivo  troDco , 
Huerta  estatua  aqui. 


Vo ,  qiM  habiéndome  iú  dicho 
Ooe  habla  otro  mas  rebelde 
Monstruo  que  vencer,  no  quise 
Dejar  el  duelo  pendiente. 
V  asi,  al  veneno  de  amor 
Busqué  el  antidoto  fuerte  * 

Del  olvido,  porque  solo 
Kl  olvido  aj  amor  vence. 

ESCENA  XI. 


CUTIDO.  iAp.) 
Ahora  lo  veris ,  y  núes 
Esperé  i  esta  ocasión ,  tjulen 
liitiiihles  Deuhas,  que  una 
Apague  lo  (]ue  otra  «nciende.  (Vait.) 

V.D  la  fiarle  que  me  tuca , 
MI  altiiex  te  lo  agradece, 
{■oes  libre  de  mía  paiilon , 
De  un  hiaiante  aci ,  parece 
Que  todo  el  Etna  del  pecho 
Kn  ceiiiías  se  convierte, 
[■esindome  el  coraron , 
Según  que  oprimido  siente , 
No  Sé  qué  grave  delirio , 
UiS  que  si  de  plomo  fuese. 


{Canla.)Briaá4mé«4  f«  rítt»  r  •'#Mt* 

Herméto  et  Mtraáa  y  g*lét»  U  4*Uil: 
Deste  pun  circulo  entero 
Del  ailo  sor  rej,  «  deste 

Coni|iDe![r)  iríuufo  de  lioñs, 
Üias ,  semanas  j  meseí,  [li  f  «úres 
{Canta.)  El  diteAo  urit,  btlla  Dafme, 
Feritrme  á  len  ith  «a  fmr  Imm  itt- 
¿Qué  ligrima  qu^  la  aurora  {iintt. 
liü liquido  aljúlar  Tiene. 

Y  en  coajada  perla  guarda 

[j  concba  que  b<'  la  beb-',         [patdr. 
(Caifa.)  flateiiSiuoHo.tialfrcUl» 
Satnrraque  diga  quedfit'atiuttttf 
iQué  oculta  veaa  eo  sus  mioa« 
Oe  plaiaudeoro,  obediente. 
O  ya  al  yunque  que  la  ablanda, 
O  ja  al  tono  que  la  tuerce , 
( Canta. )  ff»  ttri  tratMe  etfUnitr 

j4  MrfuenturMMtetordaáafiqtf 
iQué  rebelde  piedra ,  d6c9 
Ko  puliit  lo  rfbelde, 
'  Si  cuando  el  cincel  la  gast*, 
I  V  cuaado  el  buril  la  muerde,  [é  ^erta, 
I  {Cania.)  £t  para  f««  ua  WoaM,  r^a 
'  YaltoreniMpeeho,faeitreUafíHMfr^ 
1  F.i  ignorado  perfume ,  Itat 

'  Que  hssia  hov  ninguno  eoUeods 
'  Si  1,1  liallma  le  ahorte , 
Oii  el  escollo  le  engendre  4d«tpi«ln, 
{CaHU,)l}ttpuei  que  le  tina  en  tnra- 
FinixtetnBlfato.leharéqiuieqnemé. 

Y  aun  ciiaiiilo  te  agrade.  Dafoe 
Qoe  le  sina  el  mismo  fénix, 
.Si-ri  en  Lti  estrado  so  hoguera 
Drasero  de  tus  tapetes. 

( Can  fa. )  y  en  j)n  .porgue  taU  adérartt. .. 


;Oiiéruerai¡ajdemi!),  quefuera, 

8ue  al  exhalarse  el  aril  lente 
toa  de  tu  prtíio ,  en  mi 
Prendan  sus  Iras  crueles ! 

XómoT 

JIPÓLO. 

Como  diridiendo 
Ím*  contrarios  aceldeaiet 


Si  ue  Iroics  * 

Como  á  deidad  ofendida. 
Yo  sabré  [lor  complacerte , 
Que  et  i'ELilo  de  deidad 
Con  el  de  mortal  ^c  mezcle , 
Usando  lie  entrambos  tiiciií. 

i  De  qué  suerte  T 

Oesla  suerte. 
Belllsiixa  hermosa  Uafne, 
I  ¿Ves  ese  monte  eminente 
I  Uue  expuesto  al  rigor  del  hielo 
Y  i  la  saíia  de  la  nieve,  [padece 

I  (Calila.)  Humitie',  poitraio  y  rendido 
'  aeladoB  rig»r<t  del  cano  diciembre? 
¡  Pues  a|iénas  el  abril 
Bordar*  su  esfera  rerrte , 
Cuando  le  veris  eefiido 
Oe  rosas  y  de  claveles,  [gre 

{Canu.)Úfanofotani«,e(inieal»sale- 
Haliien  tat/lore*.  crtttal  en  lat  fitenlet. 
Piítitti  la  primavera , 
Veutóteii  eddd  ardiente 
El  estío ,  su  esmeralda 
Veril  quK  en  oro  guarnecí',  [albergae 
(Cania.)  Brolondo  la  falda  del  rútfica 
Campañat  de  flore»  enitlfotdemtiet. 
Llegari  el  otoño ,  j  no 
Habri  jerto  irlpl ,  que  férlll , 
Do  varios  fraUM  no  reas 
fodas  sus  ramas  pemttenles. 


Ra^««di 


La  vot ,  que  cuando  no  (kiera 
Por  mi,  dejara  de  verte. 
Por  ver  que  con  lo  que  «ÜcM 
Contradices  lo  que  sientM. 


¿Ko  publicas  olvidor 


¿Pues  qué  hay  de  que  te  qiw^, 

nadie  lie  que  le  aprendan 
Lo  que  él  enseña,  seofeodeT 
(L*aata.)(íii«dariia««ns(^|t«eBlirfw 

^i/!ir«Mran«ani(rM  de  apnaUti  ti- 
Puera  de  que  a)  al  Amor  [peeiet. 

Er,  Apolo ,  pretendes , 

:  vence  Amor  amando. 


SI ,  no  siendo  amor,  porqné 
1^  adoración ,  si  llene:'  ~ 
Y  asi ..  iRi 


Iteía'delttitída.) 


Suelta,  y  DO  roe  «¡gas.- 
Pues  que  tú  roismo  me  ofreces    [*idt, 
{Canb¡.)Coa  lalectümdeltdlitreltol' 
También  la  rt*andtantttomiMUá^. 

^  Cf*M.) 


dbvGooglc 


jCoa  ni  antidoto  me  maun  í 
¡  Aj  de  mi  intbilx  ^11  veces ! 
tiimno  (le  uila  lie  sido , 
Ya  me  he  lalirado  mi  muerie. 


BBCENA  XIL 


{Salen  Bata  y  ^Ito.) 


Ilibieiido,  PoHo,  «DUdo... 
r.uantos  el  rúsUco  albergue... 

Vr  los  moutet  de  Tesalia... 

aísTico. 
llabilaD,  lo  que  te  deben... 


>□  ido  ei 


iv  Jtm  lamente... 


Loa  eoeauíoa  del  Amor... 

«dnico. 
Puec  trabucando  calleires... 

Vine  1  olildar  yo  á  esc  toiilo. , 

Vine  a  amar  fo  á  esa  serpiente.. . 

y  habiendo  también  sabido... 

ItiSTWO. 

Cuanto  las  niafas  alegres... 


Con  diferaos  üi 
Todoc  «o  la  bnsca  vii-iii.'a 
-AlecrcmentA  fetlivos... 

HllSTICO. 

Dldendo.. 


EL  LAUREL  DR  APOLO- 

ytuaeitr  llamartt 
Quien  al  Amor  tence ! 

¡  Ay  de  mi !  qur  ;a  esiat  tocm  , 
':  Has  que  me  oblitiaa ,  me  ofenden. 

•B*TA.  {Canta.) 
Prittame  etla  wcke 
Tu  arco  y  tía  ¡Uehú» , 
Qut  me  importa  la  vida 
Matar  dui  dutñat. 
Y  itlo  puedea 
Malar  dueñat  arptnei 
Que  matan  tierpet. 

¡Viva  Apela,  trív. 
Pues  tala  puede 
Vencedor  llamarte 
Quien  atañer... 

Villanos,  vuestros  aplausos; 
Que  miente  vuestra  \az .  miente 
Voesiro  acento ,  si  de  mi 
Publica  que  solo  poedc 
Vencedor  llamarse 
Quisa. al  Amor  *enee. 
crio*. 
iQoé  es  eato  T 

ontot.  ■ 
íQnélebabridadoT 

No  sé ;  pero  el  que  quljer« 
Vliir,  guárdese  del  sol 
El  día  que  le  eufarece. 

Huid  todos,  hu'd  de  mi, 
Vilanos,  viles,  aleves; 
Qoe  ya  es  baklon  y  no  aplauso 
VA  decir  que  solo  pnede 
Vencednr  llamarse 
Quien  al  Amor  vence, 

Hu¡e,  Laura.  (Yate.) 

LADMA. 

Flora,  buje.      {Vate) 

SI,  que  esU  loco  parece. 

Debe  de  dorar  la  luna 
De  bebrero ,  cd  coya  creciente , 
Ni  cuando  anocbece  sat>e . 
Ni  sabe  euaudo  amanece.         (fM«.) 
iVaate  todot,  quiere  huir  Mítico,  v¡e 
deUene  Apolo.) 

.     ESCENA  Xm. 

APOLO,  RUSTICO. 

:  tia  huyai  lú. 

I  ailsTico.  (,Ap.) 

¡  Por  raería  bube 
¡  Yo  de  ser  «I  que  cogieae! 


I  iXtai  be  de  temer  T 

I  Que  me  dé  como  dar  suele 


V  senil  en  un  pumo  breve  , 
I  No  sé  quí  ofensa  que  balaga, 
I  No  sí  qué  halago  que  orends. 


Dijo  que  lie  nna  pasión 

Se  olvidaba :  en  que  te  inñera 

Que  llene  amor. 


Porque  ea  coH  qne  te  llene 
Pero  Antes  que  pasemos 
Adelante ,  ¿qué  le  m nevé 
A  no  babrar  cou  la  armonía 
Que  toliaT 


Deitemplaoo  el  coraion , 
Que  ta  toi  no  se  destemple  T 
Yo  es  tberza  que  Heve  d  día 
A  Im  canpot  tle  Oceidenie, 

Y  porque  sepa  <o  nilaosenela 

Si  uay  quIeD.Buqnieiiiddenela, 
Tú  la  noche  en  este  valle 
Has  de  estar,  porifue  me  coeniet 
Si  ella  del  sacro  Penco 
Deja  el  cristalino  albercua, 

Y  tale  á  hablar  t  su  orilla 
Con  su  amante. 

Bdtnco. 
Hé  aquí  que  él  vle 

Y  que  ella  sale,  y  se  enojan 

?ne  sin  ter  vecino  aceche , 
daneonniÍBoeiielrio: 
Coa  qne  yo  iliogado  y  lü  antenu 
No  das  conmigo  basta  dar 
Con  el  signo  de  los  peces. 


aúsTico. 
¿  De  qní  suene  T 

Haciendo  que  Irantrormado 
En  árbol,  ningnno  i  vene 
:  Ll^[ue,  que  por  tronco  do 
Te  tenga. 

.  adtnco. 
,  El  diablo  me  lien 
( Maldición  que  te  habri  oído 
En  Tesalia  pocas  veces), 
SI  tal  esperare ! 


(Vw.) 


Aguarda. 
yas  ^qué  importa  que  le  alejes 
Para  no  ser  racional 
Planta  entre  esoms  viviente. 
El  dia  que  mi  deidad 
Puede  Ungirla  apárenle  f 
Y  tú,  en  Unto,  liertnosa  Iris. 
Del  okido  no  te  acuerde.» ; 
Deja  que  la  voz  de  Amor 
Velax  en  sus  ecos  suene. 
Ame,  T  no  olvide. 
{Yate  Apolo ,  y  vuelve  Mitict  comer- 


Úiee 


•el.) 


Kiltnco, 

¡Valedme , 
Dioses  de  mi  devoción. 
Pues  que  lo  solí,  BacoyCíres, 
En  e^te  aprieto,  en  que  ya 
1(1  pié  en  rail  te  convierte,  - 


-A^IC 


Rn  coripu  mi  pellejo, 
Y  de  li  plinli  i  la  TreDle 
Bn  ramu  mis  bnzM ,  y  boy. 
Mi  melena  j  mi  cópele ! 


■ÚXFSe,  inpket,  CBFALO.- 
RUSTICO,A«eAadrM. 
a).7s<c..  IParatí.) 
En  aquPsU  soledad , 
Suinii'sio  que  ;a  aimcbece, 
Libre  ile  Apolo,  serl 
Bien  que  i  mil  solas  roe  queje. 
{Sale  Cifale.) 
ulsnco.  (Entre  U.) 
Peor  es  e*lo,  que  1  esta  parte 
Parece  que  sleuio  geuie. 

C*,*LO. 

En  lo  florido,  la  senda 
Es  esta  en  que  DaHíe  viene. 
■dsTica.  l_Bmrt  il.) 

Y  aun  t  esotra ',  j  si  el  escuo 
Crepüscnlo  fer  consienid, 
Heidando  luces  j  ramas. 
Entre  lo  rojo  lo  verde, 
Dafne  es  la  que  viA:e  allí , 

Y  C«rilo  el  que  alli  vieoe. 
Has  ¿qué  seria  si  ¿I  fuera 
El  galán  que  Apolo  temeT 
Atienda  pues ;  ijue  quizi 
El  placer  será  dos  veces 
Placer,  cuando  aliora  lo  sepa , 

Y  después  cuaodo  lo  caente, 

BAFNE.  (Paras/.) 
Desbeeha  fonuna  mía , 
ipné  nuevo  detirio  es  este. 
Que  no  veo,  que  no  oigo 
Cosa  alguna  en  que  do  encoenire 
Abortfeimieniof  Tanto, 
Uue  i  dil  misma  me  parece 
Que  ma  aburrí' íco  (¡ayüemi!) 
Üi-sde  aquel  iuslunte,  desde 
Aquel  punto... 

Hermosa  Dable, 
Perdona;  que  no  coiisit^iile 
Kl  nuevo  alecto  que  en  uil 
Quieren  los  bailus  que  ri'ine, 
fine  no  le  siga,  porqué 
El  rácelo  tIc  que  pienses 
Que  es  Ungido  uniur,  me  hace 
Qoe  trasLI... 

La  vot  suspende; 
Que  Dngfdo  6  no ,  oo  snih's 
A  cuín  mala  ocasión  vilques. 
V  si  quieres  que  yo  crea 
Que  es  verdad  d  qne  uie  quieres, 
O  que  crea  que  lo  fm^es 
TaJí  bíN]  que  me  lo  jiarece, 
l'iia  fitieii  lo  diga. 

iQué  dnenat 

Que  me  deje* 
4  Con  mi  soledad. 

No  sé 
Que  wa  Gneta  deceuie , 
Que  el  que  desdenes  estima ,    . 
Se  vaja  ppr  no  otr  desdenes. 
Trtiiime  mal;  pero  no 
Tan  nial  que  de  II  me  alejes.    ■ 


COHEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDEAON  DE  U  BARCA. 

■«lírico.  {Pof  a  *f .) 
Va  esli  escrita  aqnesa  plana , 
Y  si  otros  la  boja  luelven. 
Yo  vuelvo  el  tronco  ■$  la  boji. 

Aqui  veris,  si  lo  lees, 
8i  te  busco  t  no,  pues  dice...(EKrtt(.| 
A  Dabe  Silvio  aborrece.  >       (r«M.| 


Hai  esto  por  mi. 

SI  haré, 
,  l'orqiK  veas  claramente 
.  iiai:  solo  obedece  quien 


;  A  lama  costa  obedece. 
:  Mjs  partamos  el  csmlao , 
\  V  puesio  que  jo  me  ausente , 

SuhIv  quien  te  hable  ñor  mi 
I  rato  que  aquí  eatunere. 

(Quién  ha  de  hi 


En  cuja  corleu... 

adsnco.  {Pvra  it.\ 
Ese 
Es  mi  pellejo. 


aitaneo.  (Para  ti.) 
I  Hal  haya 
El  primer  impertinente 
Qne  inven i¿  motes! 

(C¿/U#  ueHbe  c*n  el  puñai.) 
ciriu). 


RdsTico.  {Para  ti.) 
Y  JO  por  Céfalo  j  Dafne. 

DArni. 
Vuelva ,  pues  que  vuelvo  i  verme 
A  mis  solas ,  i  mis  quejas. — 
iQné  bfelo !...  Has  Silvio  es  este. 
Con  su  tema  vendri. 


ESCETU  XTL 

DAFHE,  RDSTICU. 


atVlO.-  DAFi\E,  RUSTICO. 


Daflie ,  estabas! 

Por  DO  verte 
A  tl,nUosd¡e.busqué 
Esta  soledad.  Si  vienei 
A  proseguir  tus  Dngidos 
Desaires,  el  paso  tuerce, 
Y  déjame;  que  va  sé 
Lo  bien  que  lo  Unges.  Vele , 
Silvio;  que  i  solas  me  Importa 
Quedar...  ó  yo  me  iré. 


Que  00  un  solo  en  tn  busca  ■ 
Vengo,  pero  si  supiese 
Que  aquí  estabas,  no  llegara  ¡ 
Porque  aun  fingidos  no  quieren 
Acordarse  mis  petares 
De  que  liiéron  tus  placeres. 
Acaso' por  aquí  vine , 
Y  porque  falsa  no  quedes 
Présumieodo  que  es  deshecha 
De  haberte  seguido,  deje 
En  este  tronco  mi  olvido 
Quien  mi  mudanza  le  acuerde. 
(YéítunUreueldrM,  ^vhíIhu 
Sitüeo  4t  e^aUat.) 

*  HotMt«loiinv«n|«Miab«ua,^. 


iQaiénhiblftaqniT 


Vos,  icAja  eresf 

Denaaplutt, 
Para  melón  eiceleote , 
Porque  es  de  ciscan  escrita. 

Las  plantas  haUao  j  ileMca  * 

Presto  la  veris,  s)  i  mi 
Té  acercas, 

¡  Cielos,  valedma! 
Que  al  oir  qne  lo  k^ré 
Presio,  el  peebo  se  estremece. 
El  corazón  se  retira. 
El  aliento  desfallece:     ■ 
Tanto,  que  aunque  ja  las  sooArw 
De  la  noche  al  alba  vencen. 
Embargada  del  asombro 
Con  que  esta  voi  me  suspende , 
Aun  no  acierto  i  retirarme. 
¡Presto  lo  veré!  Hil  teces 
Sienta  absorta ,  tema  muda , 
Arda  helada  j  ciega  UemMe.    (fm»4 

ESCEIUXTO. 

RUSTICO,  r  *«»«  kvm/t. 

Ve  aquí  que  ja  para  mi 
Siete  afios  la  noche  tiene , 
Pues  va  ha  cerrado,  j  Apoto 
De  mino  se  acuerda.  Advierte, 
Oh  ruliio  padre  del  dia , 
Que  es  bora  de  que  despierten: 
Que  no  daré  un  cuarto  por 
Enamorado  que  duerme. 
íSale  Apolo.) 

Apenas  la  blanca  aurora 
Dor¿  la  cima  eroioente 
Ueste  monte,  cuando  1  él 
Míe  sentimientos  me  vneken. 
Piando  el  pérllgo  del  carro 
A  Etonle  y  Klegon.  Aqueste 
^-  '.I  Irbol  que  d,-\é 

esiiiii:  i  saber  llegue 
H-~  vía  en  nd  ausenda.  Hai  ét 
Que  me  responde,  parece , 
Antes  que  se  Ip  pnwiiiie : 
Pues  uu  mole  escrito  tiene 
Eulacorteu,  quedife: 

,z9dbyC00glc. 


-  (Im.)  (Céblo  por  Daliie  muvra.i 
í  Ota  mal  haV»  lú ,  porqué 
Lo  priaieto  que  en  Ü  eocaeaire, 
ScMimU  celus! 

■ÚSTKO. 

;  Con  eso 
St  TieiM  ■hora  f* 

No  quede 
Hojí  en  ll... 

■toico.  iÁp.) 
.  VoelTalabciji, 
PorqK  n  qoe  esto  le  pe*e , 
iMoUauaeunoJe. 

Qoe  DO  Ule,  que  do  queme.,. 
<0a  Apth  cm  el  pmuí  en  lu  ranal,  gr 
Bímeé  u  nebie  áe  «^eldet.) 
aúmea. 
Aqneio*  lon'mU  cuello! ; 
Uued  no  me  los  repele. 

AMU). 

Porque  otr*  tea  do  me  dlgaa... 
'  (¿«i.)  «A  Oatoe  Silvio  aborrece.' 

■Ú3TIC0.  [Af.) 

Ta  COD  eato  lo  fas  eonendado , 
Poei  H  fnem  qne  te  haelgoe. 

:  Eiio  m»,  tobme  tronco , 
ttndo  padroa  de  mi  muerte , 
Y  aon  de  doa  miiertesi  supuetlo 

8De  00  té  cutí  mt*  me  ofeude , 
el  qoe  tuna  lo  qne  (ido . 
O  el  qoe  lo  que  amo  aborre».  . 

Kúrnca.'[Ap.) 
por  aclln  ;  por  pUln 
Lo  erré. 

4ML0. 

Pero  en  mal  tan  tiierte 
Ho  M  oeaiiou  de  que  argOT* 
{tiá6a  mai  al  alma  le  atreve , 
El  que  m(  susto  disfama 
O  el  que  coi  gnsto  apetece. 

RÚSTICO. 

Poes  ;qné  ealpa  tengo  foT 


Que  dos  i  Dabe  divierten 

r.omo  quien  qnlere  la  eou , 

Y  como  quien  no  ta  quiereT      (Vue.) 


je  otro  cualquier  fuego  es  «ate , 
Que  atwrreciendo  ó  amando 
Gontrarioa  vleelos  le  eudendeuT 

ESGEHA  XVni. 
DAFNE.  —  APOLO. 
aÁR».  (Sla  ver  i  Apola.) 
El  misino  temor  que  anoche 
De  aquí  me  ausenta,  me  vuelve  '. 
Coa  el  dia,  persuadida 
A  que  sua  tombraa,  qne  alempre 
Borrorea  engendraB,  tuérMí 


EL  LAUREL  DE  AFOLO. 
Y  t  desennBanDe...  Pero 
Apolo  esta  aqui. 

Detente , 
Si  ja. DO  es  que  ver){oinoes 
IM  que  sepa  de  quieu  eres 
Aborrecida  j  amada , 
Tiraoa  la  Tuca  inientea,  * 

_.  hubieras  ssUdo,  Apolo, 

Que  era  jo  la  qoe  imprudente 

Amaba  A  aborrecía , 

Fuera  bien  irme  j  no  verte ; 

Mas  ipor  qoé  el  qoe  me  afaorreican 

O  me  amen,  ha  de  ponerme 

En  fuga  tuya  f 

Porqué 
No  sé  qnj  etttinacion  pierde, 
O  aborrecida  ó  amada , 
Una  mnier,  sea  qníen  ftiere, 
One  el  saber  que  tleoe  hechos 
Coa  oídos  á  desdeñe* 
O  i  tavoret,  taciliu 
La  acción  de  quieo  se  la  atreve. 


Ames  se  la  diflcnlta ; 
Que  aborredenda  laualmenle 
Ai  qoe  aborrece  y  al  que  ama, 
A  entrambos  afectos  tiene 
(errado  el  pasu  :  j  lo  pruebo. 


Detta  suerte. 
(Vate  hHt/enic  y  él  tra$  tWi ,  f  vut 
Ha  por  »Va  parte,  ría  etiar  la  r 


Anuqne  otra  ves  bnjras,  no. 
Como  otra  vei ,  detenerme 
Podrtn  villanos  Téstelos. 

Sai  alas  Amor  me  preste. 
aroLO. 
Cómo  ha  de  dar  contra  al     ■ 
MialuAmorr 

(Éntrame.) 

DASira.  iüentre.) 

Si  atiende 

taeesmledoelqneimimc  valga, 

wa  qne  de  U  se  vengue. 

(Salen.) 


Tn  rigor,  jo  Ite  de  vence 
Trinando  del  j  de  ü. 


(ÉiUrea.) 

SoMrredme... 

»*Fi«.(D«ifr<».) 

nisKA.  (Denir».) 

Tarde  6  nunca  podrís. 

Stctrrtdme... 

iroLO.  (Dentro.) 
i  Eres 
■SI  dia  de  hoj,  que  del  sol  hujes? 
Dinm.  (Denb-a.) 

De  un  tirano... 

irisics.  (Denm.) 
B«  un  tiran». 

8oj  el  de  ajer,  que  do  vuelve. 

De  un  aleve. 

AMi*.{D«lr..) 

■dSIGA.  (Qm*w.) 

No  eres  sino  el  de  mallaoa , 

DeMnaUte. 

Pues  1  manos  del  sol  vienes. 

(Stlen  ;  Apoli  aleénxa  é  Dafne,  i  «e- 

^      Hinela.) 

iVescAmp  nadie  te  qjaT 

j,No  pudo  Amor  contra  ti  T 
Va  es  fOeraa  que  lo  con  Bese. 


Porque  no  llepnea 
A  oirsns  voces...  ¡bella  Iriil 
Has  que  las  lujas  las  lleven 
Goornsas  al  aire.  * 

lEco! 
Porque  al  alcissr  celesta 
Subao,  repitan  las  tuvas 
lU*  andas. 

arou>. 
Todu  se  meiden. 


XIX. 

Hrisiu,  denm.—  APOLO,  DA?HK. 

Mocea,  cielo,  luna,  estrellas... 

■dsicA.  (Dentr».) 
Mmm,  aéh,  Imna,  etteeüae... 

Honles,  mares,  prados,  Itaentes... 
■dsicA.  (Dentr».) 

Mtnitt,  mtret,  praúu,  fkentet... 

(T»é»  tete  uha  de  repretentar  *u- 
ftnd»  efla,  ar  deioMndote  de  H 
Hempre  me  ia  aleancr,  *in  l¡e$ar 
diaeka.) 

Troncos,  riscos,  plantas,  florea... 

■dsica.  (Dentra.) 
I^tneet,  rüegt,  planlat,  (Uret... 

Are*,  brutos,  Seras,  peces... 

wHxu.  (Dentn.) 
Are»,  trulet,  flerai,  ptete...  ' 

OArnu. 
Dadme  amparo... 

Mdstc*.  (Dnfra.) 

Dadme  ampare... 


,zodb,GoOglc 


OTO 

Tm  que  toáoi  me  ofenden. 

I  Gnu  Peite«.  pvln  mlol... 

wtMcit.  {Dntrt.) 

¡Grarn  Pntt,  paárt  mioJ... 


Por  tn  bonor  j  mi  bouor  vuelve... 

■diic*.  {Denirv.) 
P*r  lo  ÜMur  V  ni  Aonpr  tutlee... 

Ho  parmliu... 

■diici.  (Dnlr».) 
Ittptrmitat... 

Qat  joUegne... 

■ilMCA.  <Z>«ntro.) 

Que  p0  Uegue... 

■ÜHCA.  (D««ftv.) 
A  ver  áñlci... 

Hi  iteidielí)  qae  mi  niaírtrr 

Hdsic*.  {DcHtn.) 

Mi  ietdUh»  fM  ni  murrlt. 


Ki  Im  cielM 
VertelAnior... 

SAFiE  T  HiisicA.  [Denlft.) 

No  veri. 

(Al  vMlla  Ka  veAatce  om  Da/h«  .  . 

fiMda  i  IM  etpalda*  un  Uare¡t  cM 

f«lM  M  «trau  jIpoJo.)    ' 

jHadoil  iqn*  prwJigki  ea  este? 
¡La  brldtd  que  i  alirixar  iba 
Entre  mil  hraioi,  conrlerien 
Ün  jierto  tronco  hw  dioaea, 
Qae  de  su  Danto  K  duelen ! 
A  en  JO  prodiria  paunM, 
A  COJO  aionuiro  bllMeo, 
Ana  maa  que  ella  mis  «entiilot ; 
Pero  no  mi  fbego  ardiente : 
fon  i  tn  pompa  postrado , 
Ba  bien  Jpie  Idólatra  quede 
Aieriooaadesus  linjia, 
One  de  mia  rajoi  lai  gentes , 
Adorando  su  bermosara , 
Aon  en  sa  cadtv«r  siempre. 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CAUHUtO.t  UK 
conno. 
Silvio  lógralo  I 

*  iQué  preteodtsT  (Safe. 

i:<tatoamaniet     -  '    . 

jQuéüIcesT     {Sale. 
cvrioo. 
SíHrit  del  Peneo! 


Pastores  del  Ttliel 


Noa  llamas  T 


.■Cafe  CUHDO  t  lod»i  Jm  denuí,  como 
él  lo*  M  Uammúo.—  APOLO;  DAF- 
NE, e»»t«rtid»  en  IoutbI. 


jQDí  ne  niDduT   {Sale.) 


ÍQoé  me  quieres  T  {Sate.) 


ffiat  me  0T<Iei»iT(S«b.) 


;Uué  emprendes!  (So/en.) 


Oidme,  atendedme. 
Bien  sabéis  que  mi  desaire 
Fué  (ya  lo  be  dlcbo  otras  veces) 
Ño  ser  mi*  anuís  capaces 
De  brutos,  igne  amor  no  sienten. 
I£l  triuuro  disteis  a  Apolo ; 
a  que  llegue  i  vene 
i  triunfa  coa  mas  veutajas , 
QiiiéD  mas  aplausoa  merece, 
Uuteii  vence  lierai.  ú  quién 
Vence  al  dios  que  Herss  vence ; 
Volved  los  ojos,  veréis 
Que  i  un  tronco  adorando  muere , 
Porque  eslo  de  adorar  troncoa 
"-  -is  Ídolos  lo  aprende. 

_      lie  por  baldón.  Amor, 
Me  olees,  es  bien  acepte 
Por  blawu  de  mis  baaaBas ; 
QuB  mi  major  triunfo  e*  este 
De  saber  amar,  ja  qua 
l^onDeso  que  tn  me  vences, 
Puea  solo  amar  sabe  el  que  ama 
Aun  mal  allí  de  h  muerte. 
Datbe  es  esta,  que  k  los  diosea 
Con  su  UiDto  compadece 
Tsoto,  en  cuito  de.  lu  bonor, 
Que  en  árbol  me  la  convierten , 
Tan  rarO  que,  vffsciabla 
GerogHOco,  contiene 
Su  duración  en  lo  eterno , 
Su  jnveuind  en  lo  verde. 

V  "¡o,  porque  desde  iqui 
Por  sagrado  le  Venere 
El  mundo,  elQo  11 
Para  lauro  de  mis  si. 
Siendo  su  nombre  IdNrei, 
A  quien  ni  el  Ib  regó  lile  le. 
NI  el  cieno  abrase,  gozando 
De  iguales  verdores  siempre. 
Del  rajo  ealará  seguro  ; 

V  para  que  mas  se  aumente 
Su  honor,  con  i\  sus  vlciorias 
Han  de  coronar  los  reyes. 

V  aíiade  qne  en  las  batallas 
De  aceitunas  j  eacabecbes 
Serl  general. 

A  todoi 
Tao  gran  prodigio  auspeuds. 

BdSTICO. 

Sino  t  mi,  que  ja  s¿  i  qué 
Sabe  el  ler  tronco  viviente. 

A  mi  al,  puea  ei)  mi  el  hado 


U  DMtCA.- 

Sn  luOujo  enmpllú  lodimeut* , 
V  me  ha  de  costar  la  vida 
Quedar  llurando  su  muerte. 

Yo,  aunque  libre  de  sn  aoiur 
Viva,  t  los  dos  aconseje 
Que,  en  l&r  sujo,  de  ft>s  raMas 
Ue  vemos. 

Bien  nos  ad tienes. 


Tened,  esfierad,  qne  im 
A  lodos  se  lea  couci-dc 
Ese  bonor. 

Piies^lwraquUa 
Le  guardas  T 

Íne  yo  de  la  aatrulogis 
ne  en  ese  globo  c^h-ale 
Cada  dia  leo,  Bó 

"  le  balir*  rey  tan  eicoleple 
,e  por  su  valor  ín^^clo, 
e  por  sn  ingenio  prodeuia 
30r  10  persona  amalile, 
meretca  solamenie. 


Consiga  el  ailo  honor  desta 
Primero  laurel  del  mundo, 
Uas  el  de  todos,  de  tuerte 
Que  venga  i  ser  an  corona 
El  laurerde  los  laureles: 
Cuyo  generoso  nonibre. 
El  día  que  se  celetirc , 
Seri  común  alboroto 
De  tantas  diversa  a  gcntei , 

habri  parle  en  el  orbe 


Vo  (a  quien  como  Amar  compete 
La  celebridad  del  dia, 
Pnes  ninguno  faabra  qne  niegat 
Que  el  amor  de  los  vasallos 
I  Patrimonio  es  de  tos  reyes ), 
'  A  r>esir  de  Apolo  (puesto 
Que  lunque  é\  el  laurel  deflende. 
Ño  es  triunfo  suyo  el  día  qas 
Yo  le  gDio  j  él  le  sieiile). 
Tengo  de  aer  quien  bumiide 
De  ana  bojas  1  ofrecerle 
Llegue  la  triunfal  gnlruaMi. 


i  ktinjo. 

Yo. 

Vencido  de  Amor  dos  vi'cei, 
,  A  ese  lin  seré  el  prímeni 

Que  ;u  heroico  nombrí^ intente , 
I  §1  el  alba  le  cuenU  i  dias, 
I  Que  el  tiempo  1  siglos  le  cuente 
I  Pues  todos  naciendo  caso 
.  La  iniaRinsciou ,  qne  piíede 
'  PerstiaüinioB  i  la  dicha 
\  De  que  merecemos  verle , 
:  Postrados  (como  si  aquí 

Le  tuviésemos  presente ) 
•oUurflieÁptl», 


Con  féaUvea  paraUeaes, 
imoii  MU  plaolM 

_,oog 


,  Ofreicamoi^ 


:5c 


PoT  «1  por  dlcba  mercM , 
Mendo  dnnnueílr«,  ceñir 
El  rilo  OQr  de  lus  sieoe*. 
Y  porque  la  lot  de  «mor 
Kn  loJos  i  un  tiempo  «nene. 
Pues  es  de  lodcs ,  conmigo 
Decid  lo  qae  jo  dijere. 

CUTIDO.  (Cania.) 
SeSír,  tttMT  en  tombrat... 


Señor,  a 


ir  en  lombriu... 


De  foMetot  dioiet... 

10IIM  T  mOmui. 
De  fúMotet  iioiei... 

iniLO.  (Canta. 
y  del  amCT  vencido... 

TOM»  T  HlSSICl. 

rdelamBruencida... 

El  Ceear  de  iM  orbet... 

El  Ciiar  de  IM  orbte.-. 

luis.  {Canta.) 
a  arce  de  ¡a  pax... 

TODOS  T  NtfilC*. 

a  arce  de  lapa*... 
Ibis. 
Que  nutítv  imperio  legre... 

Que  «netfrtf  imperio  logre... 

«co.  (Cania.) 
SI eu  fuete  etforta... 


BL  LAUREL  DE  APOLO. 

TODOS  T  MdSIC*. 

Eleto  que  le  eeparta... 
&i  iienpre  heriiea*  vocee... 

TODOS  T  BtílICA. 

En  eiempre  heriieat  toee*... 
Todos  bumildemenie... 

HllSICl. 

Teiot  humUdemeaíe... 
A  vuestras  plaiitss  pouea.,. 
Avueetrae^anlaiponen... 

TODOS  T  ailsici. 

Aquel  laurel  qut  pita 

La  füide  itite  monie.        (Bailande. 

CUPIDO.  (Canto.) 
y  puíihof  ei  el  día...  , 

Ypue*  ¡US  ei  el  día... 

COÍIDO. 

Que  amartutlritmfot goce... 

TODOS  Y  mlSLC*. 

Que  amor  toe  Iriunfot  goce... 


Dáao*  la  qae  Aa  de  eer... 

TODOS  T  mCíich. 
Denae  la  que  ha  de  ler... 


TODM  1  MtJSICJt. 

Amor  di  lee  ameru. 
{Cania  Apelo ,  repiíiend»  liempn  la 
miiica,  p  tedoe.) 
«POLO.  (Canfa.] 
Apele  mlotupliea. 
Previniendo  etpienderee. 
Con  que  *t  á  vo»  laureleí , 
A  ella  ragoe  eorenen. 

iús.  (Caate.) 

tga  pet,  el  aire 

SetdíUm  felit  prole... 

BCo.  (Canta.) 
Qii«  elecedeeu  fama 
Llene  maree  g  montee. 

ciriLo.  ■ 
De  tuerte  que  1  ser  «enga... 

SILVK». 

En  uoidtd  conforme... 

MTA. 

Todo  en  elli  Olletas... 

■  dETICO.  • 

V  todo  en  TOS  blaioDet... 

Siuido  aqueste  Isarel 
Cuando  anillas  Eleoes  dore... 

Bandera  de  loe  airee , 
CarMla  de  lae  ¡lórei. 

>  suerte  que  i  ser  Tenga , 
Cuando  ambas  sienes  ihm 
Este  laurel,  qoe  plia 
La  bida  desle  monte, 
Bandera  de  los  aire* , 
Cañota  de  las  flores. 


Repitióse  esta  Desta  en  el  dia  del  nombre  del  rey  nuestro  señor  Don  Carlos  II ;  en  cuya  oca- 
sión corrigiá  Doh  Pu>no  los  errores  con  que  corría  impresa  la  primera  jomada,  y  escribió  la 
segunda  con  la  novedad  que  se  advierte  en  esta  edición. 


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LOA  PARA  LA  FIESTA  DE  ZARZUELA 

LA  PURPURA  DE  LA  ROSA, 


REPRESENTACIÓN  MÚSICA. 


Bisóse  m  el  coliteo  de  Buen- Retiro,  en  la  publicación  de  las  paces  y  felices  boda»  de  la  Serenísima 
mfatOa  de  España,  MaríaTeresa,  eon  el  Crittianlsimo  res  de  Francia  Luis  XIV. ~  iQS9. 


EL  VULGOi  ehtrait  deioe». 


Sale  hk  ZARZUELA,  en  Iraie  ie 


iQuién  créri  qne  hajan  sabida 
Ser  un  niRÜMas  mis  pena*, 

Sue  obligándome  i  seoiirlM 
e  □biiaaii  &  agradecerlas! 
iMi  quien  que  mis  seiilimientos 
Taa  contjarlo  viso  ten¡;.'iii . 
Que  como  dolor  halaguen , 
V  como  lisonja  orendan  ? 
Oscaru  enigma  es  roruno 
Lft  projMtíma  psreica. 
Pues,  ¡Triileuy  Alegria!...  iUamanio.) 

Salen  por  una  parle  LA  ALKGRIA,  v 
por  »lr»  LA  TRISTEZA .  te*iida$  it 
d^mat,  Iragenil»  cada  «na  tu  uno 


Saber  cail  es  de  las  dos 
La  que  boj  en  mi  |>ecbo  reioa ; 
Purque  siendo  como  sois , 
La  Alegría  y  U  TrisLeía, 
No  té  cómo  en  mi  tei^lit 
Tau  equivocas  las  seui, 

8ue  sin  saber  dicriuauir 
all  aflija  6  cual  divierta^ 
A  uua  con  pesar  Ja  eslime , 

Y  1  oln  con  placer  la  sienta. 

En  dieiíndonos  la  cauta 
Qne  lan  confusa  le  tenga , 
Veris  cuiíito  faciliía 
A  tn  dada  ral  respoesia. 

Y  lamia,  pues  uo  acaso 
A  tos  afectos  atenías , 
Ho;  con  novedad ,  trocadas 
Las  pasiones,  nos  eneueMraa. 

Aun  esa  es  mi  cunfusMU, 
Uuc  hajra  novedad  que  quiera 
Que  el  gtM  se  descjnioica , 


V  el  no  gozo  se  agradeica. 

Y  jra  que  tan  misteriosai 
Mis  dudas  os  compadezcan, 
Oid  la  causa.  Ya  sabéis 

Que  esa  humilde,  esa  pequeña 

(Bien  que  real),  pobre  alquería  . 

Es  (31  en  mi  )o  representa 

Lo  montar»  de  mi  traje) 

La  olvidada,  la  desleru. 

La  desvalida,  la  sola 

Fábrica  de  la  Zanuela. 

También  sabéis  que  del  aüo , 

CoQ  mi  austeridad  contenta , 

Pasaba  la  edad ,  en  te 

De  que  eo  so  circular  vuelta 

Habría  dia  que  ilustrasen 

Los  términos  de  mi  esfera 

El  sol,  el  alba  j  la  aurora, 

Sue  acompañados  de  esirellas , 
uminaban  mis  colos 
Con  lan  claras  luces  bellas. 
Que  del  invierno  la  estancia 
Has  aterida  y  mas  yerta 
Era  para  mi  la  mas 
Rica  r  fértil  prlmaTera  : 
Tanto  que  de  mis  golosas 
Cabras  la  manada  itiquiela. 
Desconociendo  en  el  prado 
Los  esmaltes  de  la  yerba  , 
Paciéndolos  como  escarchas , 
Los  ijebíao'coDio  perlas 

Y  siendo  asi  que  pasaban 
Engañadas  mis  Que»! 

(^n  la  esperanza  de  un  dia, 
De  lodo  un  año  la  ausanda, 
Son  ya  dos  los  que  de  mi 
ni  se  duelen  ni  se  acuerdan. 

V  aunque  es  verdad  que  mis  ansias 
Pasaron  á  contenicnCias, 

A  causa  de  que  las  causas 
Porque  i  mis  mentes  no  vengan 
Ftiérou  lau  dlcbosas ,  como 
Que  su  venida  ImpIdReran 
Los  dos  felices  natales 
De  las  dos  felices  prendas 
l^rósnero  y  Femando,  qne 
Edades  vivan  eternas 
(l'or  quien  me  acuefdo  que  ^é 
\¡n  otra  ocasiou  como  esta. 
Que  hubo  amor  de  puro  Dno , 
Consolado  con  la  ausencia); 
Con  lodo,  viendo  ene  año. 
Aquella  esperanza  nuestra 
■ —  repelida. 


No  sé  cómo  consolarme 
De  que ,  uo  darandu  en  ella 
El  logro,  dure  en  mi  el  dafio, 

Y  que  ohldada  me  tengan. 

Y  asi,  persuadida  en  ona 
Parte  a  que  la  causa  sea 
Felice  también;  y  en  otra 
Temerosa  de  que  pueda 
Ser  que  sea  porque  ya  * 
Sos  cariños  no  merezca , 
No  sé  si  triste  ú  alegre, 
Hia  ó  llore,  viva  ó  muera. 
Aliente  ú  desmaye ,  gima 

O  respire  i  y  pues  opuestas 

Y  amigas  á  un  tiempo  entrambaí 
Iguales  me  asistis ,  sepa 

Qoé  afecto  de  los  dos  es 
Kl  que .  como  dije,  retu 

El  de  la  alegría. 

No  es  sino  el  de  la  trlsteía. 

uaiusu. 
jCémo  juntas? 

alechU. 

I  Eso  IgDorasf 


i  no 


eiinpsi 
>e¿Ui, 


iPues  no  es  filena  T 

tío.  Cuando  es  justo  que  arguyas... 

tnisnu. 
fio,  cuando  et  raxon  qae  ti>neras... 

Qne  hay  tan  parciales  acasos... 

THISTH*. 

Tan  neutrales  contingencias... 

^ALHaia. 
Qae  mezclando  llanto  y  risa... 

TRISTEZA. 

¿ne  alternando  gozo  y  pena... 
,  Oliügneo  que  i  un  tiempo  misrno... 

¡  TRISTEZA. 

1  Fuercen  á  que  i  una  bora  mesma. 


,.,Cíboglc 


COHEDtU  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


Eb  diUlaUw  coros... 
Eairopat  illYCnas... 
De  parlen*  tyet... 
De  foenies  risaíftas... 
Uore  la  Alegría. 
tJ»r*  U  ÁUgrta. 

TMSTTU. 

Cante  la  Trltleu- 
C4Hle  la  TrUUta. 

lAUOKU.  * 

i  Uore  la  Alentt,  caole  )a  Tnsteta  • 
bi  ireí  (te  allítar  mis  dudaí 
Voestrai  voces,  las  aumeatan ; 
Pues  con  ellas  me  dejáis 
Al  ver  trocadas  las  señas ,. 
Que  en  dlsünias  coros... 


Y  Francia  las  dos  diadeoMS, 
Qoe  clfió  de  rcAle  Harte , 
Ciña  de  oll*a  HiDerra... 


Que  en  tropas  diversas... 
£■  Avpai  iUmi-su... 

lARIDCU. 

De  parleras  ayei... 
De  parlera*  Mf  I— 

UKIDEU. 

Deüteoiesrlsaeñas... 

G«oS.* 
Ite/WfliMrlfNCflM... 

UalDELik. 

Llore  la  Alegría... 

cono  Í-* 
U*ri  ¡a  ÁUgrUi. 


Cante  la  TriMeía. 
CaaU  la  TtitUia. 

UaiDEL*. 

Y  asi  os  mego  <]ne  las  dos 
He  habléis  mas  claro. 

.  (We  aienla  : 
Sabrts  que  no  nenordlcba 
HoT  iln  los  reje*  te  tenga, 
llge  otros  aDoa. 

SAREDSL*. 

i  ¿No  menor T 

SI. 


iCóroo* 

aumIa. 
Desu  manera. 
Publicó  i  voces  la  bma 
La  mas  yenturosa  iioeva , 
•Qoe  coronada  de  plumas, 
Uevó ,  vesüda  de  leognas... 

Ma  orden  i  que  de  España 


1  Loa  braios  que  los  snstenian. 

■  Digalo  el  Bidasoa ,  pues 
'  lie  la  major  conrereocia.. 


La  relioion  j  la  fe, 

A  EOS  oiM  patrias  atentas. 

ALBGkU. 

;0h  Miee  edad ,  en  qoe 
Se  cansó  de  ver  la  guerra 
En  uo  opuestas  toI  mitades 
Laa  poliüca*  opuestas  I 

TBISTCIÁ. 

y,  ]«h  fells  edad  (pie  tnto 
Arbitros  que  i  engatar  vuelvan 
Con  el  español  laurel 
La  flor  de  la  lU  Iraueeia ! 

Coo  que  ocupados  los  rejei 
"   tan  sagradas  materias... 


Aunque  va  estoy  respondida, 

Y  consolada  eo  qoe  lea 

TsD  soberaos  la  causa 

Que  ho;  en  la  corte  los  tenga 

Se  mi  retirados,  no 

Lo  estoj  en  cuauto  i  cutí  pueda 

Ser  la  que,  como  ja  dije. 

Haga  que.  amigas  j  opuestas, 

Llórela  Alegría... 

COBOl.* 

Uore  ia  Megrta. 


Cante  ta  Tristeza. 

coaol.* 
Ca»U  UTritieta. 

ALEcaU. 
Conferíase  la  pai, 
V  pimine  nunca  pkretet 
k  u  lolgtr  ignoránida 
Que  enkfapuulO'deib, 
De  nuestra  loranta  diiiaa , 
Hemoaa  Haría  Tereaa; 
Bl  nopdal  tálamo  angusto, 
^n  ver  culnio  mo  farsas 


Que  en  la  corte  las  decendaí ; 
Antei  que  le  publicase , 
Como  apartaos  materia 
Tratada  en  un  miuno  tiempo 
Sin  que  nu  de  otra  dependa, 
TlDo  el  duque  de  Agramont 
A  pedirla.  • 

Tatsmi. 
De  muera  * 

t  Que  aUt  la  pas  se  ajustaba , 


Y  acá  el  casamiento,  en  nuntn 
De  ser  cosa*  tan  distintas. 
Como  ser  en  pax  j  flierra 
Desavenencias  de  Sitado , 

U  de  Estado  conveniencias  ¡ 
Pnm  para  casar  España 
Con  Francia  ,  la  mismo  fuera 
Al  lastre  de  ambas  coronas 
Haber  pace*  que  no  baberlM. 

ALicaU. 
Con  que  asentado  el  prlnc^  ■ 

Y  salva  ;a  la  sospecha 
De  que  no  se  capitulan 

Las  mano*  como  la*  Ikíena* . 
Aceptó  el  Rej  la  embatada. 
Ttwma. 

Y  pues  ja  e*ti*  tailsfsdia 

En  ia  parto  de  ambas  dadas- 


Bien  como  de  la  manera. 
Qne  entra  aquí  ahora  tañMea 
Alegre  catar  la  Trifteía. 
ALXcaU. ' 
Pues  siendo  ssl ,  q:ne  en  sus  boda 
Nos  ameaaiB  su  ausencia... 

TKUTKU. 

Poe*  Meodo  asi  qoe  su  enptee 
Sap«rdidalto<^)ea... 

AUsaU. 


Con  que  compitiendo... 

iCnál  mas  noble  aeat». 

Goio  que  entristece... 

B  dolor  que  alegra... 

Es  fiMna  que  i  un  tiempo... 

nunOA. 
Tristes  j  contentas ., . 

«dstCA. 
Lian  la  alegría  ,- 
CmUla  TrMeta. 

SAHÜfLA. 

Suspendida  entre  tas  dó* , 
No  sé  qué  afecto  preSera. 

J  qoe  por  verla  reinar*. 
Se  aacriBca  A  no  verla. 

Poco  Bdo  es  el  amor 
Ooe  el  Ínteres  le  cooaaela. 
Pues  DO  es  que  reina  la  ganí' 
£1  que  InEuta  no  la  pierda 

Taisnu. 
Henos  Bdo  es  el  amor 
Qne  aolo  tn  sosia  precia. 
V  por  uo  perderla  lobsta , 


ilaalielra       i 
vtliOOglC 


Región ,  T  cuuxlo  te  *!«{■ , 
No  porque  él  njt  i  ludr 
Dejo  JO  de  qneur  ciegt. 

SI,  mu  ji  ea  noble  hldilguii 
No  lenlir,  cuodo  ae  aiueiiia, 
El  que  me  RUocbeica  i  mi 
Para  que  á  olrot  amaneica. 

J)^TÍ  la  rérUl  mina 
De  aenür  qae  de  sus  len^s , 
Raagiodota  las  enlrañH , 
Por  mi«  duras  que  las  leoga , 
La  arraaqoea  el  orot 

-  Ño, 
Has  tolerarilo  caerdi , 
Catado  *ea  qne  el  criftol 
Pu*  coroaa  te  acendra. 
«unU. 
iñai  roaal  no  «eaUrt 
úñele  corlen  la  mas  beIJa 
Pompa  lajat 

TftUTIM. 

El  que ,  empleada 
En  sacro  cal  to.bvea. 
Sin  dejar  de  ser  aro' 
Pasarse  de  roas  i  ei 


^ella.  • 


La  mas  bronca  coocba  iDCoila 
De  seoiimiento  se  quiebra, 
Cnanilo  la  perla  le  qoilan. 

Por  bronca  incolia  qae  sel, 
Se  holgara  qae  peregrina 
Del  mas  sacro  lirio  penda. 

ALEGIlA. 

lAj!  qae  nocbe,  mina,  concbi 
Y  rosal,  robados  quedan 
Sin  peria,  oro,  rosa  7  sol. 


ALieniA. 
V  akl  interpolando 
Ligrimas  j  lieata*-. 

TsisTeu. 
Yasldesmlalieodo 
Ventoras  j  [reaaa... 

ALcettt. 


Ea  Juno  qne  tierna... 

aucaU  t  so  o 
Lhr»  ta  AUfrt; 


Aanqoe  mi  primera  dada 
Vnesira  eaesüon  desTaoeica 
I  Ho  la  segnnda ,  qae  nace 


OetaRD 

iQDéblaabaees,  Alegría, 

SdeMplaeerlepflMl 

Y  ¡qnt  bien,  Trisien,  baeet 


LA  pCrpura  de  u  »p»a 

Si  dése  pesar  te  huelgas! 
V  en  efecta,  iqa¿  bien  yo, 
Aunqoe  r^tio  J  grosera , 
Hago  también  en  qoedarme 
Hojr  entre  las  dos  suspensa , 
Sin  saber  determinar 
Sillorasafrsirlsaeaa, 
El  contrapesar  mi  amor 
El  snalo  a  la  coateiMencla, 
Es  Trisleu  bien  hallada , 
O  Alegría  mal  contenta! 

LAS  DOS. 

VenflD.tíqué  leresuekesT 


No  sé  i  lo  que  me  resaelTa , 
V  asi ,  délo  é  cada  ana 
Lo  Ubre  Je  la  sentencia ; 


Quien  ae  eattenda  minos  bien , 
Sért  quien  loeior  se  entienda. 
Solo  diré  de  mi  parte 
Que  atenta  á  las  dos,  quisiera , 
Pues  tía  verla  be  de  quedarme, 
Qae  no  se  fneaen  lin  verla. 

SaU  EL  VULGO,  MttUa  de  ¡«tt. 

SI  ese  ei*tu  deseo ,  bien  puedes 
Darme ,  oh  hermosa  Zanoela , 
AlMctaa. 


iQniineres,dtaie, 
Oh  tú ,  que  de  tan  divenas 
Colore»  el  loco  traje 
VlatesT 

tDloo. 
iQuién  quieres  que  sea , 
Sino  el  Vulgo ,  que  siguiendo 
Hoj  t  Alegría  ;  Trlstexa, 
Loco  de  contento  j  loco 
De  pesar,  en  ambos  lemas 
Loco  ;  alegre ,  se  explica 
Con  una  locara  cuerda  T 


Has  con  sa  ciddido  Iregoai; 
Pues  queriendo  divenir 
La  gCDCroaa  tarea 
De  tantos  nobles  abnes 
fPaia  volxer  quttl  1  ella 
Coa  mu  aliento ,  Um  como 
£1  que  al  sallo  b  la  carrera 
Se  nace  atrás  para  cobrar 
Haa  impelida  la  fnena), 
llanda  que  i  la  corte  lajas , 
Y  qne  le  iteres  la  flesia 
Qae  prevenida  teniaa , 
Répitlenila  aquel  emblema 
Del  arco,  por  qalea  ae  dijo , 


Con  diM  no  ae  ausentara 
La  luíanla  sin  qne  la  veas, 
Y  tan  presto ,  que  no  dado 
Que  aqueata  uocIm  te  espera. 


El  alma;  la  Tida  diera, 
81  eooiolr  1  verla  esUmOt 
No  hablen  de  sentir  verla. 


Porqoe  cooM  cataba 


Deta  dicha  tan  ajena. 
Desprevenida  me  na  lio 
Du  atguii  festejo  que  liac«ria. 

iFaltarlnmediosV 

1ABX0U.A. 

¡Qué  medios* 

VULGO. 

Mlgico  dijo  qoe  .era 
El  aléelo  un  cortesano, 
Y  no  mal ,  si  conaldems 
Cnénio  el  aféelo  se  sabe 
Esmerar  en  eitrabeías, 

?ne,  sin  saber  carao,  se  obran, 
lin  ver  cuíiido ,  se  Inveutan. 
válete  del,  I  veris 
Con  caln  pronta  ditigencia 
La  ttbuia  escribe  ;  nace 
Que  se  estudie  y  que  se  seps, 
Desde  aqui  i  Uadríd. 

i  Ay,  Volgu , 
Conque  dcili  dad  piensas 
Que  una  Beata  se  dispone ! 
Has  como  lÁ  veas  la  üesta , 

Í Quién  te  mete  en  apurar 
,0  que  t  quien  la  escribe  cneatal 
Has  ja  que  de  to  consejo 
Vateñne  por  ht^  es  tkterta 
tDéode  el  afecto  ballaréT 

VULGO. 

En  esas  nbdcas  bellas, 
Que  Trístexa  y  JUegtia 
Traen  transí. 


Paraintocarlas.dli 


í  Ah  de  la  alegre  Tristeza  t 
i  Sonoros  coros  de  entrambas ! 

ÍQm4  Hee»  f  Qui  i»andat  T 
M  jfitwrvs  .*  Qui  erdexai  f 


Qvo  el  iraeto  hace  mllagn», 
Heduigamoa  1  eiperieneia. 

ÍOa  atreveréis,  pues  sois 
le  amor  ijiiglcas  ideas, 
Eo  esta  breve  distaocia 
Que  de  sqnl  al  Retiro  resta , 
A  cstadisr  nn  TestinT 


iNo  o*  acobarda  la  priesa 
Con  qna  oa  lo  prevengo! 

ff«,  {BaUatit.) 
Porque  mtrai ,  n»Ut , 
OifaiíiMett 
Qm  ka*  Mfrs  MM  V  JMM 
ÍV0M¿a0apa^, 
T$i  terdaá,  fM  tfeclft 
Umm»  mitagrm. 


dbyGOOglC 


COMIÍDIAS  DE  DOS  rEüIlO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


Porqne  tejiii  que  lunqne  soj  loco. 
No  lo  son  mis  comccueacbs, 
Va  el  sagrado  Hmiziiiiares , 
Al  vernos  en  tus  riberas, 
A  un  cisne  ele  sus  eapnaias , 
Caiilantlo  en  fiu  edad  postrera, 


(Aon  iales  que  i  ta  nlieiJienria 
4ieolo,  alciiio  al  carifio) 
Represente  en  ana  nueti 
Pábalai  VánusTAdduis, 
Oe  qnien  el  tiíalo  sea . 
Ld  Purpitra  it  la  rosa. 
V  no  os  admire  que  sena 
Vo  el  aso»tóv«;V('l  Vulgo 
Nunca  ígaiTúi  que  sucedan 
I-as  cosas;  qae  adivinarla» 
£s  lo  mismo  que  salarlas. 
Por  señas  de  que  ha  de  ser 
Toda  música;  que  Intenta 
Introducir  es  Le  estilo. 
Porque  otras  naciones  vean 
Competidos  aus  primores. 

i  Ko  mira  cninto  se  arriesga 
En  que  cólera  espaíiola 
Sufra  toda  una  comedia 
Captada? 


La  disculpa  de  (|ue  inventa. 

Se  atreve  É  acertar;  j  aquestas 

Cosas,  eomosea  por  alto, 

¿Qué  se  pierde  eti  que  se  plerdaiiT 

iSerls  líese  parecer 

Tú,  cuando  lleguee  á  verla! 


Sea  novedad  Ano, 
Tenga  primor  ó.no  tenga. 
Como  me  parezca  mal , 
biré  lo  que  me  parezca. 


Nunea  mas  agradecido 
Fiiísl'-  tú.  V  pues  }a  se  dejan 
Ver  del  Heliro  las  turres , 
Ka  tanto  que  se  prevenga 
Esa  representación. 
Sirvan  las  músicas  vuestras 
De  dar  principio  i  la  loa. 


Cuarto  planeta  espiKol , 
Alemjna  aurora  liella, 

fsira  mrjor  eslrrlla 
Vuestro  mejor  arretwl , 
Ausente  de  aurora  y  sol 
V}  i  llevar  de  vuestro  día 
Luces  i  otra  monarquía , 
P<:rdone la  conveniencia, 
V  permitid  que  en  su  aus. 
Llore  ia  Alegría, 

llore  la  Alegría. 


Grosero  mí  placer 
l'orque  como  vos  i 

I  ¡.Que  Impoi'la  que 
V  pues  luesiro  honor  supli 
Fallas  de  vuestra  belleza, 
Pirmilid  que  en  la  liueu 

I  Con  que  se  muestra  mi  ain 


JO? 


Id  i  dar  (  para  que  en  Sn 
Mejor  se  unan  gloria  v  pena 
A  PrAsppro  una  ainecna 
VI  tlargarila  un  DelSn; 
Que  uiiOToIroserailn, 
De  gOEo  íiarln  que  ese  día... 

Llore  la  Alefrl». 


CanU  /■  TrUux*. 


Serl.i 


Porque  si  vu» 
Sus  retratos  nos  raiia, 
Dicba  de  lodos  jr  mía 
"--^    ~i^|e«ad  la  alieía... 

llore  4a  AíeoHa, 
cante  la  Tritteía , 
cante  la  TrUlexa , 
>ue  llore  Im  Alegría. 


«tras ,  deidades 
Gestas  riheras , 
Advertid  que  ar«cios 
"-  -on  Xtwtta. 

podéis  admitirlo*, 
Dirl  el  aplauso , 
Si  es  verdad  que  aléelos 
Hacen  milagros. 


Ytototra»,áeidaAet 
Delta»  riberat,  etc. 
(Repiten  Hilando,  n  dait /Íh  á  la  to«.) 


LA  PURPURA  DE  LA  ROSA, 

ZARZUELA. 


ADONIS. 

HARTE. 

AMOR. 

VENUS. 

BELONA. 


-EL  TEMOR. 

EL  DESENCAJO. 

KL  iíem;or. 

LAKNVIDIA. 
LA  lUA. 


LA  SOSPECHA. 
a\MO,  villano. 
1>KhGítV ,  toldado. 
FLORA,  ninfa. 
ClNTIA.Rfn/'a. 


JORNADA  ÚNICA. 


LIBIA ,  cada  una  de  per  U ,  cantan- 
do en  ettito  reeiíaliva,  miraudú  al 
tettuarh,  y  hituende,  como  con 
Oiomtro  y  adir — 


Al  bosque,  al  iMMque, 
One  osadamente  veloz 
Va  en  alcance  de  una  Hera 
•a  bennoH  madre  de  Amor. 


Ventores ,  al  ralle ,  al  valle ; 
Que  empeñado  su  valor, 
Sk  na  en  qne  la  hermosura 
Aun  Tence  mas  que  el  arpón. 

CLOnu 
Al  monte, al  monte,  saliueins; 
Que  bien  Icndrl  su  esplendor 
Contra  los  bombre.i  poder; 
Has  coutra  los  brutos  no. 


dbvGooglc 


Ha  Jt;tii)i)'at)o  en  iiosutras 
Vida,  alma,  alieiiio  y  acción. 

liscs.  (Üentra.) 
¡A^  tordice !  i Ko  ba; 
Quien  me  áé  amiiara  ;  faior? 
4^obaJ  quien  me  socorra  j ciólos! 
En  taa  Qero  lance  T 

ADÓHU.  (Deiilre.) 
Vo, 
\0y  qne  vito  inian  d^l  liUinlo 


Saca  ADONIS  en  brsut  ú  VtNUS. 


V  iHli-bnUiido  a  la  planta 

l.a  sacia  {i|ue  debió 

lio  lialier  quitado  la  phuna 


m  Mgrailo  castigo 
— nrilogu  (T 


Con  cuyo  a  cenado  impulso 
ti  bandido  bruto  atroz 
Dejó  úe  seguirlo,  i  tiempo 
()ue  de  ta  luga  el  ¡iivor 
Tropeiá  en  tulijereía. 
Pan  que  llegando  yo, 
'l'e  recibiese  en  mis  brazos  : 
Con  que  no  queda  deudor 
Tu  riesgo  i  uii  beueliciu. 
Pues  lao  iireslD  le  jiagtf. 
Que  ha  dejado  la  lioeía 
Ajada  del  ga lardón. 

Va  que  del  pasado  snsLo , 
Gallardo  Uormoso  garcon , 
Mis  fatigados  alientos 
Cobrau  la  respiración ; 

V  mas  \ioiida  que  Ja  liérida 
Fiera,  maiicbando  ei  verdor, 
Al  monte  i  emboscarse  vuelve, 
i:on  que  mas  segura  estoy  ; 
Sepa  qui^u  eres. 

TOOU. 

CninlH  á  sn  adoración 
Asisten ,  i  quién  deudoras 
De  tan  gran  didiva  son 
Como  la  itlda  de  fénus.  ' 

iXa  ere»  Venus  ? 

Deidad  j  reina  de  (',bi|iro. 
4Hu  de  qué  ea  la  suspensión? 

De  balfer  llegado  i  mirar 
Prodigio  tan  superior,   . 
Como  que  nacióse  nieve 
Para  i|ue  engendrase  ardor. 
íTú  eres  la  madre  de  aquel 
Desnudo  vendado  dios, 
Oue  por  nías  que  dore  el  blerroi 
Nunca  ha  dorado  el  errorí 
i  De  aquel  escíndalo  nifío , 
Tan  siempre  nifio ,  que  no 
1^  mayor  que  el  día  que  nace , 

V  crece  i  no  ser  mayor? 
¿Deaijuel  lirano  caudillo  < 


LA  PURPURA  .DE  LA  ROSA. 

Que  en  la  lid  de  una  pasión 
I  Hilo  sinraton ,  haciendo 

Prisionera  la  raion  1 
I  i  De  aquel  intruso  poder, 
I  uue  cou  el  mismo  dolor 

Uup  eo  la  prisión  atonnenta , 
I  Entretiene  en  la  prisión! 
I  Pues  perdona,  quo  aunque  sea 
[  Mi  mas  heroico  blasón 
I  Haberte  dado  la  vida, 
I  Triunro  ba  de  ser  no  menor 
.  Sú  darle  aplauso,  porqué 
I  Veas  que  Adonis  11^6 
¡  Solo  en  el  mundo  i  lograr 
!  En  una  victoria  dos. 

-  Oye ,  no  porque  pretenda 
Aplausos  tuyos,  sinA 
I  l^urque  sepa  quién  Uasona 
'  Con  tan  libre  presuDcion. 

I  ADÓKIS. 

(Jalen  aborrecido  hijo 
I  "1  an  desde  luego  nació 
!  De  sus  padres,  que  aun  en  ellos 
:  No  supo  ()ué  era  allcion. 
I  Hivra ,  mi  madre ,  lo  diga , 
',  Pues  apenas  me  engenifró . 

Cuando  en  odio  del  conceplo, 
I  Hurto  de  amante  Iraicioli, 


Cuya  misera  aflicción 
Kn  sus  últimos  alien  tus 
Los  dioses  cumpadcció , 
l>in virtiéndola  en  un  írbol, 
üe  cuio  llorado  iiuraor. 
Guardando  el  nombre  de  mirra 
!  Nací  bastardo  embrión, 
I  Maldecido  de  mis  pa^es , 
Y  con  tan  gran  maldldon , 
Como  que  de  un  amor  muera. 
Considere  tu  atención. 
Si  en  mi  horóscopo  primero 
Aborto  de  un  tuoco  soy ; 
üi  después  llevo  tras  nü 
£1  heredado  temor 
De  que  de  amor  mnera ,  puedo 
I  No  aborrecer  al  Amor. 
A  cuya  causa,  dejando 
La  comercial  población 
De  los  hombres ,  de  las  ñeras 

Tan  huésped  de  las  montañas, 
Que  muchas  veces  dudú 
">u  mismo  vulgo,  si  era 
<a  caza  ó  el  cazador, 

ís  hados,  no  t  mi. 


Culpa ,  cuando  ves  que 
Huyendo  de  ti,  en  aicaí . . 
Del  bruto  que  de  mi  buyo . 


*oy 


Qite  he  de  rematarle ,  y. 

Que  es  tan  rudo  mi  vafo. , 

Que  huyo  de  las  hermosuras 

Y  de  las  Uerezas  no.  (Vaw.J 

Oye ,  agparda ,  escucha ,  espera , 
Advirtiendo  que  no  es  don 
Para  una  dama  una  vida 

Íue  afrenta  su  estimaciou. 
enedle,  cielos. 


i  A  qoiéu, 
Hermosa  Venus,  lu  voz 
Ansiosa  llama ,  y  de  quién 
Forma  quejas  T„. 


;  Huerta  esioj ! 


SQnc  es  tan  liberal  ladrón, 
lue  hurtándote  el  medio  acento, 
Knleromele  llevó). 
Tu  eslima  clon  ofendida 
Se  lamenta  :  ;  es  baldón 

gue  lii  le  quejes  al  cielo 
slando  en  la  üerra  yo. 
iQuéesesio,  Véims* 

Áosé. 


Tan  postrado  i¡  iu  favor, 
Ho  por  eso  no  soy  Marte ; 
Oue  antes  por  eso  lo  soy. 
Pues  osar  *  una  hermosura 
Ht  el  ánimo  mayor. 
iVes  el  militar  estruendo , 
Ves  el  bélico  furor 
Con  que  me  aclaman  las  lides 
Por  su  mas  guerrero  dios, 
V  mas  hoy,  que  Egnido  y  Délfoi, 
Islas  de  Harte  y  el  Sol . 
Arden  en  guerras ,  á  cuya 
Causa,  ausente  de  II  estoy? 
Pues  todos  mis  triunfos,  lodac 


¡Mis 


otos< 


I  Hasta  llegar  i  U  m.. 

I  Vencido  que  vencedor. 

I  V  asi ,  no  porque  rendido 
He  Xfas.  juigues  que  no 
Te  sabré  vengar.  iQuléu  pues 
Te  ofende! 

vrims.  {Ap.) 
¡Qué  confusión  I 
SI  le  digo  lo  que  ha  sido , 
Ha  de  mostrar  su  rigor 
Contra  ese  joven;  j  aunque 
Pasó  i  desaire  el  favor, 
No  es  desaire  ane  me  obligua 
Mas  que  i  sentirle. 


Heqrandes! 


¿Pues  ai 


i  Para  qué  quieres 
Que  te  diga  que  el  temor 
De  que  le  ame  sin  cariño. 
Llega  á  tan  mala  ocasión , 
Que  acordándome  de  que 
Fuimos  fábula  los  dos 
De  los  dioses...  yo...  *1...  cuaodo... 
—Mas  perdona,  que  no  estoy  r 

Para  proseguir ;  que  un  susto. 
Un  delirio,  una  Ilusión  , 
Un  lelari^o ,  han  embalsado 
Alma  y  vida.  (Ap.  Huerta  »oy.)  (Vai*., 

jQué  exlrañeza  es  esta,  cielos, 

$ue  en  Vénus  mi  afecto  lialló , 
ue  mas  qqe  me  calla  el  labio , 
Me  dice  lii  turbación? 
iUuées  i'sio,  Flora! 

{Ap.  ¡Ay  demi.' 
Dne  su  llera  condición 
.4o  es  para  hurlas.)  No  té  : 
Clori  lo  dirá  mejor.  {Vaie.\ 


,t,zodb,Googlc 


COHBDIAS  DK  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


He  quedulo  pan  olri. 
iQudesetlof 

UBIA. 

Tristezas  toa 
De  In  «useDcIs. 

lli«nt«,  mieatei : 
Oae  1  ler  imante  psuon , 
tos  qae  ajer  tüérou  haligos, 
No  hieni)  despegos  liof. 
Oirae  qaé  ba  sido,  ó  la  maerie... 

Suspende,  Harie,  U  acción; 
Qoe  en  efecto  soy  criada, 
Annqne  de  deidad  lo  íoy, 
Véniu  siguió  un  jabalí... 
Y  como  en  fin ,  no  es  rajEon 
Que  acierle  con  niiiRon  puerco 
NlDguii  amoroso  arpoq , 
Erro  el  tiro :  con  que  él 
Tin  grosero  la  embistió , 
Qite  peligrara,  si  nn  bello 
Airosa  galán  garlón 
No  la  socorriera. 

URTR. 

Calla , 
No  prosigas,  tea  la  toi. 
Si  DO  era  para  rallado 
Lo  que  Libia  me  codIA, 
iPor  qaé  me  lo  calbV  VénasT 
Aquí  ba;  seguMla  Inlmeioa. 
iCniulo^  cielos,  se  adelanta 
La  amante  imaginación  t 

{Úentra  zsjat  s  Irompelái.) 
nos.  (OeHírt.) 
i  Arma ,  arma ! 

oraos.  {Oenlri.) 
|GaeiTa,gnerru' 

,,     „    ■    "»"■  (íw^w.) 
]\ita  Harte! 

ontos.  (Dentro.) 
¡Vivaeltkil! 

»*«TS. 

iPéro  qué  leitno  acenio. 
ücnpando  la  región 
Del  aire,  liega  i  mi  oido? 
iQulte  trae  estos  ecosT 

Afvete  BELONA  «n  na  orce  Mt. 


Que  al  lln ,  camq  hermana  loya , 
Interesada  en  td  boiior. 
Vengo,  Harte,  i  persoaiiirlp  * 


Sne  te  ausenia  lo  pasión, 
orqne  el  Sol  se  lo  ba  cuotado, 
(Que  no  calla  nada  el  Sol ) , 
Los  i'jércilos  de  lí|¡riido 
f saltan,  j  tn  rator  ' 

AFtam»»  «tantos  i?ii  ri 


Te  dan  taqra  adoración  : 
A  cuja  cansa,  mi  Ira, 
Siempre  tuja,  le  pidiú 
A  Juno  el  arco  de  tris, 
para  que  Toelvaa  tcIos 
A  auxiliar  tus  gentes,  qne 
Diceo  eo  marcial  clamor,.. 

[Deairo  eajai  g  eUrUut.) 
SOLDADOS.  (Dentro.) 
jArma.arma!  ¡Gnerra,  guerra! 

mos.  {Deiün.) 
I  Viva  Harte ! 

ortos.  {D«flfre.) 
iViiaelSotl 
acLom. 
jQué  aguardas,  pnesl 

[A;,  Beloaa! 
Que  bat  Tenido  en  ocasión ,  | 

gne  remora  de  mis  Iras  i 

abardes  sospechas  soo. 
Pero  mi  fama  es  primero. 
Vamos;  que  eii  Meiido  quedo; 
Fuena  i  mi  genle,  reras 
One  la  quito  t  mi  temor, 
Voliienao  donde.  .  Has  esto 
Lo  diri  el  tiempo  mejor . 
Caando ,  si  i  verdades  paun 
Sospecbas  que  abora  sou , 
Diga  el  eco  en  mis  sangrieaias 
Lides  de  celos  ;  amor... 

TODOS.  {Denire.) 
¡Arma,  arma!  ¡Guerra,  guerra! 
¡ViraHane<]Vi«aelSor! 

DivUigau  el  Irit,  bgj*  BELONA .  y 
arrebatan^  á  Hort»,  ittapareeen 
letiM,t  taita  CELPA  t  (^ATO. 


CUTO. 

Desde  qne  eres  mi  mojer, 
íQaéseri,.. 

Di.""*'  , 

Sne  de  puro 
o  terT 

.  CILTJL. 

Sabris  respondenUe  i  mi 


Y  JO  sordo  t  un  auditor. 
Mas  dónde  el  discurso  irA 
.  A  parar,  saber  espero. 

I  Todo  marido  es  arriero 

I  Que  lleta  caíais,  I  Ts 
A  dar  en  su  paradero. 
Caando  t  tct  1  VÉnns  bella 
El  dkM  Harte  viene  aqni, 

'  j,  A  qué  efecto  bac«  mi  estrella 

?ae  sea  el  mirtes  para'ella, 
elsgOeroparamfT  - 
i  Qaé  soldaduio  es  aquel 
Que  suele  TCoir  eoD  A  T 


1  ¡MDras  responaei 
Tb  I  otra  duda! 


Aborrlda  jo  también. 


Penas  se  toman  j  dan , 
A  nn  roñan  ensenar  plugo 

Y  en  t^roT  del  tal  rollan 
Yo  t1  aiotar  al  rerduga. 

CHATO. 

Yo  enterrar  al  sacristán, 

OELTA. 

A  todos  su  mhmo  error 
a  pago  da. 

c»to. 
No  lo  ntego , 


í  Quién  viú  pena  mt*  croel  T 
íDragoat 

Sf.quede  dragoau 


.Ajdeml! 
Hu  s)  es  dragón,  j,cúmo,  di. 
Tú  con  él  i  bablar  le  pones 
Cada  noche  en  el  jartfiu , 
Adonde  i  Venus  servimosT 

lAj!  iqoé  maldito  maglul 

CHAtO. 

Ello  diri...  ;  pues  veniaot 
A  este  monte,  soto  i  fin 
De  hacer  leña  ,  jo  sabré 
Cortar  un  garrote,  qne 
Diga  si  FS  dragón  Alio. 

Ditos.  (DtfBtrs.) 
Guarda  i*  Sera. 

oraos.  (DenAw.) 
To,la. 

onoa.  (Dm*».) 
De  aqnetU  montaBa  ai  pié 
La  be  dcscnbieno. 

CELF*. 

¡Ajdoml! 

No  te  asustes,  qne  fvt  ti 
Deben  de  dedrio :  áspera. 

DHbs.  (Onsfrs.)- 
Alabldt.itaribera. 

SaU  ADONIS. 

Decidme  si  por  aqaf 
Herida,  al  amanecer 
Visteis,  Tíllanos,  correr 
Una  fiera. 

En  todo  el  día 
No  he  Tlsio,  por  Tilla  mis. 
Has  fiera  qne  mí  mujer. 
I  SI  1  elb ,  qne  batíante  Indicio 
I  Da  de  ser  fiera  rabiosa , 
1  Baeca  tan  noble  ^rdcio. 
te  para  tos  no  es  co 


I  Apoque  par 
'  Abi  esté  i  r< 


'SO  kttígw.     r' 

fiOO^  le 


[r«i.) 


Ho  bagáis  c*M  de  do  vUImo 

Tan  (Oteo,  rodo  j  groaero.        (Vue.) 

El  jibill  sigo  en  vano , 

Y  puef  no  alcanzarle  ea  llano, 

Descansar  1  sombra  quiero 

Oesie  risco ,  pues  me  ofrece , 

HatUaiio  de  colores, 

En  la  alfombra  que  guarnece , 

Verde  lecho,  que  parece 

UnlliiJo  caire  ue  Dores, 

iÉehiue  en  el  meh.) 
¡  Cninlo  vive  aquí  mejor 
Oclou  la  volunutd. 
Que  en  el  alcii^ar  mayor, 
Donde  la  deidad  de  amor 
A  mi  cosEa  sea  deiOad  I 
Dígalo  en  la  verde  esfera  . 
Deiia  eiiancia  lisonjera 
Cansancio  que  en  sueño  para ; 
Poes  DO  durmiera  si  amara, 
O  DO  amara  al  durmiera. 

Quiiate  iormid»,  y  talen  VENUS 


Pues  extremos  que  él  liú , 
O  cajai  qae  jo  ol , 
AuseniaroD  a  Marte , 
Dejadme  discurrir 
Sia  mi  T  coamigo  I  solas, 
El  anMno  pais 
Oeaios  mooleí,  en  cujo 
HaraBido  cooBn 


CoDiIder*... 

No  tienes , 
Flora ,  qoe  me  decir. 


Advierte- 
No  he  de  oir. 

CLOU. 

ijaoto  de  una  Iriueía 
Te  d^aa  lencerT 


A  pesar  del  amor 

Íue  Doi  lleva  iras  U , 
e  dejaremos.  Vftnte.) 

Ya       ' 
Qnelas  eclié  de  iqul. 
Rede  ver  (i  ay  de  ail!) 
SI  bailo  el  descanso  donde  le  peadi. 
iQné  género  (Je  aiiaia; 
Alioa  montes .  decid,  > 

Qué  especie  d¡e-penar, 
Unie  de  sentir. 


Raberllegado  á  oír 
Baldones  del  amor 
Aesplrltaunvit, 
"--  -«deidad Intima? 


Qmsi 
Vnot 


la  seniioiicatos  cesan , 


LA  rÚRPUIU  DE  U  ROSA. 
Sino  que  siendo  asi  ¡ 

gue  obligada  j  quejosa 
s  foraoso  impedir 
Lisonjas  de  lo  noble. 
Injurias  de  lo  ruin, 
Eq  cuyos  dos  exlrenuw , 
Oaedando  k  discurrir 
Si  podrí  agradecer 


«oÓMS.  [Soñando,) 

¡  Aj  de  mi ! 

Que  me  da  mtterie  i  quien  la  vida  dt. 

TÍHOS. 

Mas  ¡qué  triste  lameulo 
Intenta  intemimplr 
His  penal  con  sus  penaiT 
La  voi  se  ojú  hiela  alH. 
iQué  miroT  Sobre  im  risco 
Que  sopo  persuadir 
\\  cansancio  que  era 
Florido  IransportiD , 
Del  venatorio  afán 
Treguas  dando  1  la  li<l , 
Sobre  la  aljaba  de  oro 

Y  el  arco  de  marGt 
Dormido  el  j6ven  ja  ce. 
:  Oh  si  tiubiera  (t  decir 
Vuelvo  otra  vez,  v  ciento 
Vuelvo  otra  vex .  v  mil) 
Cómo  entre  agradecida 

Y  quejosa,  partir 
Pudieran  el  camino 
Lo  Ilustre  j  la  civil! 
(Daréie  muerte^  »o. 
{He  de  vengarme?  SI. 
¡Oh  si  hubiera  un  matar 
Que  QO  fuera  morir  1 
Pero  si  liahri ;  que  70 
Llegando  i  prevenir 
f^mo  sin  morir  muera , 

He  de  ver... 

Ai>d.iis.  {Sanando.) 
i  Aj  de  mi... 

Si  hallo  el  descanso  donde  le  pMdl. 

ADÓ.11S.  {Seflando.)  _ 
Que  me  da  muerte  á  qiUen  la  vida  dil 

¡Oh  t&,  velero  dios, 

Sue  en  campos  de  aaOr 
ellmpagoaiuluz, 
pajaro  sin  matiz , 
H  o  vendo  mi  regaio , 
Nobaj  remoto  coolln 
Qoe  no  corras  veloi. 
Que  00  vueles  sutil. 
Oye  mi  vos. 

AMOR ,  en  le  alta. 
¿Qué  quieres , 
Ob  tü,  cnjo  gemir 
No  Hi(i  causa  acredita 
Lo  hermoso  de  Infelii? 
Que  va' i  tu  iuvocacioa. 
Del  diífano  viril 
■'•orlando  las  esferas 
He  ves,  para  asistir 
A  tus  lamentos,  ser 
Desús Dubes  neblí , 
Sai  piramos  ceAauro. 
Sus  piélagos  delSn , 
Siendo  en  su  azul  pensil 
Arbitro  de  on  eenft  i  otro  ceait. 
jQoá  quieres,  pues ? 


Que  veas 


?ue  ha;  anien  tenga  úa  ti 
agabnndo  el  pensar 

Y  adoso  el  discurrir. 
Dormido  yace  el  que , 
Despierto ,  tu  gentil 
Deidad  desdeña,  pues 
Montaraz  adalid 
Blasona  que  ha  sabido 
Tu  yugo  sacudir , 

Sin  que  au  blando  lazo 
Le  agobie  la  cerviz, 
y  aunque  en  una  ocasión 
La  vida  le  delil. 
Atenta  i  todo... 

ABOK. 

No 
Tienes  que  proseguir ,  * 

Puesto  que  para  mi 
El  delito  le  basta  de  dormir. 
Del  favor  y  la  ira 
El  concepto  entendí, 

Y  para  que  berir  veas 
Su  pecho  sin  herir, 
Eate  dorado  arpón, , 
Pasando  i  serpentín , 
Dése  bruto  diamante 
Abrasado  buril , 

Veris  que  tlpid  de  fíiego 

Muerde  su  pectM,  i  Gn 

De  que  los  dos  vengadas 

Con  tiro  tan  télii. 

Apuremos  asi 

Si  es  el  amar  maur  y  no  morir. 

(Ditpara  una  flecha,  que  da  en  el  ce- 

ratende  ÁdMSfgvueía,  t  AiAnit 

deipierU  aiombrade.) 

i  Favor ,  cielos  divinos  1 
i  Dioses ,  piedad ! 

Te  obliía  i  que  des  voces  ? 
Qoe  al  llegarlas  1  oir 
Veloz  vengo ,  por  ver 
Si  fuese  tan  feliz 
Que  el  favor  te  pagase. 

Si  tb  estabas  aqui , 

No  en  vano  presumí. 

Que  me  da  muerte  i  quien  la  vida  di. 

Qoé  ha  sido  esto? 

AbéNIS. 

Nesé, 
Que  ií  sombra  me  dormí 
De  estos  troncos,  j  como 
Se  anclen  repetir 
En  fantasmas  del  sOello 
De  aquello  que  intes  vi 
Las  especies,  seijé 
Que  el  Bero  iaball 
Que  t  U  le  daba  muene. 
Volviendo  cSntra  mi 
Las  aceradaa.  corvas. 
Navajas-de  marñl. 
Con  mf  sangre  manchaba 
Las  rosas,  que  hasta  aqui 
De  nieve  fueron ,  para 
Que  fuesen  de  canuin. 
y  no  solo  i  este  susto 
OeUueño.me.rendi, 
Pero  saíiudo  áspid , 
Que  debió  de  encubrir 
De  su  traidor  veneno. 
De  su  ponzoña  vil 
La  astucia  entre  uno  y  otro 
Hadlento  alhelí, 
El  corazón  me  ha  herido , 
Pues  al  restituir  ,  ^  , 

.      u,nt,z9dfiyLiOOglC 


COHGOIAS  DU  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  U  BABU- 


IhiTiD  en  illisir 

AuiHqneracriqdé, 

TemorM  qae  flnRi  < 

Puuido  [  n  inteU* ! 

M  lombrí  •  iuK ,  el  pasaio  i  Ereoest. 

La  peudei  de  un  sueHo 

Tal  *M  loele  KgaW 

Al  mu  deipierto  :  j  puM 


¿Tan  iítCSIO 
Quieres  volverte  T 


itiióins. 
No  bace  poco  el  gne  enmienda 
Sui;erroa;  jilftil 
Grosero  una  vez,  no  otra 
Lo  aeré. 

ICómo  ttít 
ADÓn». 
Como  *l  verte  labrí 
Forzar  j  reprimir 
Aquel  imenaudo 
loflujo  ei)  que  nací.  • 

rtma  • 

iPoeRnome  víate eotónceal 

ConBeao  que  U>  vi; 


Y  bien  iqué  es  to  que  adviertes? 

gue  le  lletv  traa  tí 
n  tus  ríios  del  hI 
Todo  el  dorado  oBr; 
Del  aura  en  tus  alíenlos 
Todo  el  hamo  Nlil, 
One  eo  desUlad»  gomtf 
Cualquiera  es  imbar  grla  ; 
Del  monte  eu  tu  coiuruo 
Todo  el  helio  maUt , 
Que  en  cintas  de  esmeralda 
Son  laxos  de  rubi ; 
Del  abril  en  iniena, 
O  blanco  6  carmesí , 
Todo  el  candor  j  ntcar 
Del  clivel  j  el  jaimin : 
De  suerte  que  d^ando 
~  Sin  U  el  sol  Sin  lucir, 
La  aura  sin  respirar, 
El  monie  sin  vestir, 

Y  el  abrd,  en  ehcto, 
Wli  Iterar  y  imlir 

paf  Bofes  cierno  i  ciento , 


Las  rosas  mil  h  mil, 
Que<lan  mustios  sin  tj 
El  sol ,  el  aura ,  el  monte  j  el  abril. 

VtHDS. 

i  Qué  atrasadas  lisonjas ! 

Perdona ,  que  he  de  ir 
Siguiendo  lu  hermosura, 

vinns. 
lK  qué ,  ti  en  mi  jardín , 
Que  j»  desde  esta  parte 
Se  deja  descubrir, 
be  atalaja  un  laurel 
Que  abraza  amante  tid, 
Todo  es  amor?  Por  seiUa, 
Que  del  É  recibir 
A  su  deidad  las  ninfas, 


Mejor,  Belona,  faera 
Deeh-  la  aclamaeioa  que  Harte  miaan 
Pues  aunque  de  blasones 
Victorioso  eo  Esnidn  me  corowe 


I  SJeoCbipre  estoy  luiiaiiutioopMirad»! 

I  Cujos  fanos  recelos 

{  Ni  celos  son  ni  dejan  de  ser  celoaT 


Salen  al  paso... 


-Tli. 


I  No  trmes  las 
i  Y  las  bellezas  si. 

I  «bÓNIS. 

I  i  Ay !  que  no  sé  qué  afeeiu... 
No  bas  de  pasar  de  sqiii. 
He  hace  do  obedecer, 
T  agradecer  i  mi.  (Vonse.) 


Los  heroicos  aíuotoa  de  U  lun. 

Y  mas  coa  lid  o  en  abono 

De  gue  pneda  un  barbado  baUar^eo  tOM 
I  De  falsete,  cariño, 
{  Llorando  vk-jo  ¡/  caducando  oIKo , 
I  No  ticite  otra  disculpa, 
'  Para  no  sef  ridicula  su  cnipa , 
I  Que  decir  qu«  de  Blarte 
I  £s  hijo  Amor... 

Estaba  por  qiüUrt« 


Máiáie  ti  teatro  un  el  de  Jvéín,  s  par 
la»  puerlal  laUn ,  eaiOaad»  y  bal- 
¡máe,  LU  NiKFAS ,  CELFA  t  CHATO. 


Corred,  terrea,  eriitaleí, 
Piantat,  finid  ,  viiiid, 
Aveí,  cantad,  cantad, 
Floreí,  lucid, lucid, 
Puei  qae  vueloe  VinuM 
Hcrmota  ¡/gentil. 
Trayendo  deipojM 
DeamorlTatii, 
Porque  nadie  pueda 

luí-  el  vieir  na  amando 
>e  llama  vliir. 
Corred, viiiid,  eaalad,iue:ii. 

i  Que  ano  no  le  vnelves^* 


Sue  si  de  Marte  fuera 
astardo  hijo  el  Amor,  HO  tutrodalet^ 
'  VllmeQlelisoolero, 
Que  valga  mas  lo  hermosa  qmkiBnoi 
Temor  que  ho;  eu  oat  Idelia. 


Ko, 


lYienirar  te  atreves! 

Si. 
tfaoi. 
Entra  pups ,  j  Toaolru 
Alegres  proseguid. 

Corred ,  corred ,  crittaleí , 

Plantas,  vivid,  vivid,  etc.       (Vanu.) 

Toean  caite  y  trompeta* ,  |r  habttnda 
dicho  dentro  loi  primero*  veT*oi,ia- 
{«R  HARTE,  BELONA,  DRAGÓN  t 

SOI.DAD0S.  * 


iCóino! 

URTC. 

Nadie  aquí  quede.  Ahora  esen 
(fame  Draga»  g  laldadai.) 

?ue  el  fuego  en  oue  me  abraso 
n  tola  has  de  sabef- 


HoMan  lo>  doi  en  itérela ,  f  »aU  EL 
AMOR,  iiifraiaé»,  eom»  rpeeUM 

«o«.  íAp.) 
Va  que  la  altivez  de  Adonis, 
Viendo  ahora  1  Venus,  fbé 
(Pues  en  sus  jardines  jace) 
Rendimiento  jr  no  altlvet ; 
Receloso  de  que  Harte 
Lo  ha  de  llegar  i  laber; 
Sin  slas ,  arco  ni  a|jab* 
Vengo  á  asistirle;  porqué 
Como  esté  a  la  mira  Amor 
Sin  st>r  conocido  del , 
£1  mas  receloso  amante 
Kada  que  le  digan  eré. 
Rabiando  con  inl  enemiga 
Belona  etti  :  i  oh  si  enteuder 
Algo  pudiera '.  La  üomhn 
He  valga  de  este  laurel.      {lUUr*u.) 


Hasta  aqui  me 'dijo  Libia. 


Deten 
Ls  voi ,  que  entre  squeRas  Tanas 
Roldo  lie  sentido,  i,  Quién 
En  acecho  de  lot  dos 
Haca  las  hojas  cancel  T 


dbyGooglc 


man. 
I  Quiéa  cooLn  mi  órdea... 
UOR.  (Ap.) 

;  a;  trbt«  I 

Aqai  b*  qnedidoT</)Mi:iitr«  ti  JbMr.) 
«aoB.  (Ap.) 
Si  41 
He  conoce  moerto  sot  , 
Pues  ht  de  querer  uber 
La  cauu  da  mi  dlsfm. 
■un. 
iQoiéa  eres,  dlm«,  y  t  qad 
le  oculiu  eolre  esUs  ramasl 

Sojr  quien..,  (i...  cnaado,  porqaé.,. 


Cuiíito  Bospecbosa  ea 
Para  mí  aua  mrbaclon ; 
V  mas  cuando  llego  i  ver 
Lo  que  se  parece  á  otra 
(Joe,  iTaldorameoie  inítel, 


Caito,  ironcada  en  la  vl. 
Y  bablú  pilida  en  I*  lez. 
iQuién  eres,  paesT 


No  lo  sabea,  bo  lo  si. 
^Sinololé.DolosabesT 


íS*" 


Yo  también. 
M  baUís  aliora?  — 


Salta  DIUGON  t  uildapcs. 
í Qué  mandas? 


iQuéT 

?ae  otro  me  prenda  i  mi, 
>o  uo  le  prenda  1  él. 


Tenedle.queesel  Amor. 


No  eso  idinlracian  le  dé , 
I^orqne  el  amor  de  m  celoto 
Ko  es  lídl  de  conocer , 


U  PURPURA  DE  U  RMA. 
Hasta  que  otras  Müas  digan 
Si  es  amor  6  no  lo  es. 

V  pues  decir  que  ninguuo 
A  él  le  ba  podido  prender , 
y  que  ba  depuesto  las  alas. 
Lo  ba  declarado  mas  bien , 
Seguidle  todos ,  seguidle ; 
Que  ;■  me  imiúrts  salier 

{Vaaie  leí  leUaiat.) 

disTrai  la  intención. 

Pero  ;«  en  su  aleaoce  iré. 

b-  A;  de  ti,  tí  1  Amor  qoe  baje 
iteutas  seguir ! 

HIMB. 

iPorqoét 

>KLOK<l. 

Porque  nadie  slgaa  t  Amor. 
Que  en  na|oi  riesgo  no  dé. 

una. 
lOné  Bijor  que  M  •ponr  . 

One  aqal  disfraiado  esté 

V  Qo  le  coooica  JO  t  (F«te.) 

Sitiad  ei  mont«,  corred 

La  canpafij.  (fM«.) 

Pk*eoii. 
}  Quién  «ló  andar 
A  ojeo  de  amor,  ni  quiéo 
Amó,  siuo  comofo. 
Que  si  1  Celia  quiero  bien, 

qoe  Importa 


Alan 


BELOM.  (Octrfru.} 
Romped 

vocBs.  (Oenír*.) 
Alvalle.alUano. 


Favor  lot  cielos  me  den ; 
Que  sin  alas,  el  alíenlo 
Empieza  1  desrallecer. 


{Oeab-e.) 
SI  harl ,  que  este  el  ceotro  c* 
Donde  siempre  pira  Amor. 

saABOR.  [Denlre.) 
De  aquella  monlafla  al  pié 
Entra  i  un  gtwt. 

■Aim.  {dtíUn.) 

Aunque  fitera 
AI  l>Jiralro,  entrara  en  él. 

Entra  AHOKpor  M/«Av  §a¡tp»rBÍn, 
en  cute  eipuU  m  m  «J  Umv»  4t  la 
9rnla,  y  il  »»  hace  «w  orna  Mtra- 
MÉar  por  ella,  tiaitn  MARTE  t 


En  poco  nos  ba  engatado, 
Qne  JO  pienso  que  lo  es. 
Según  borroroso  j  triste 
c  —  muestra. 

Dices  bien ,  i 

ca  la  plaiila.pnesnuncala  tista . 


«1 
A  la  eseaaa  Ini  qaa  diapenu 
El  torpe  bostetoqne  entreabre  la  gruta 
(Porque  ei  &o>.  que  de  miedo  do  pasa, 
De  lejos  la  acedía,  aun  mas  qoe  la  atum- 
Helane^lico  espacio  di«iso  [bra ), 

ite  negras  paredes ,  que  teas  abumau, 
Colgadas  de  grillos,  cadenai  j  laius, 
Troreotquei&mandeiJ;i(Iquenoilns- 
DRÁcon.  [tran. 

Aun  DO  solo  mirados  asomliran 
Despojos  tan  Tiles,  mas  oidos  asustan. 
{Dentro  nAie  te  eaáenat.) 

■MTC.  [du 

Dices  l)lra.  que  al  compás  de arrastra- 
Prísiooes ,  llorosos  lameutus  se  i>sco- 
Mieoit.  [chan. 

Atiende ,  qurtl  salnis  quién  avisa 
DelfDoelirecentroen  la  es  lera  nocturna. 
Riisici,  en  lüHO  Irkle.  [Dénlre.) 


¡\j  de  aqnel  que  ca  principio  decelos, 
fh^eiiüo  el  Amor ,  no  li-  di'Ja  que  liuvaf 
iQaieMeres,ohlá,quelaaieiiacl''5rticba, 
iririiidola  mia,  la  llenrs  por  luva? 

TE«o».  (Oí«/™.¡ 
(iii¡e»pe»a,.. 

tottteaiL.  (Dentro.) 

EKTiDik.  (Denlro.) 
Qtdea  sime... 
nt.  (Dentro.) 

Quien  llera... 

sosrECH*. 
Tupenú. 

Tu  f  ««/a. 


SI ,  pnes  que  pronniiria  : 
¡Ay  de  a^uél  que  en  principio  de  eeleí, 
Hugende  el  Aaur,  uo  le  deja  que  hu^e! 


EL  TK.H(}R  een  una  kaeha,  LA  SOS- 
PECHA con  Hfl  anlet^oVe  larga  viila, 
LA  b:(VIüIA  eon  nw  áepid,  LA  tIU 
eenmnpuHal,todatoenmaKarillat, 
g  veeHdae  de  negro. 

taien  víee... 


Puesnunca  la  planta,  pnesnunca la  Tista  TeuH. 

Pisó  temerosa,  prevltio  conltasa  drible,    Eitlre  aniiat... 

Tan  lóbrega  estancia,  mansión  tau  bor-^  |  bospccha. 

Prisioü  un  fuuesia  iil  círcellan  dura.  I  ^    ^    1ff?^©OQlC 


CUHEDIAS  DE  ÜOS-  PGDAO  CALOEROIV  DU  U  BABCA. 


Dd  «Ido  piMndo  i  tos  ojos ,  [di>- 
De  aaero  kl  principióse  vuelven  miada- 
íBÜ  vlslo  jíDSS  Un  ptllilai  sombntT 

«Yo  baUa  de  Jtr  Un  horrendas  DgurssT 


ipie  Uene  ( ¡  a;  deml ! )  til  faniUia  por  SU'. 

Ti«o>.  ipr 

Esto  el  de  Jm  MJot... 

EOSPICIl*. 

¿a  mi$erm  eéretl... 

tniriDU. 


SlcMpTí  porm  lat  fugn. 

;Ái  d«  AffiMl  fiM  e>  priaelpioie  eelot, 

Huiíenéo  ti  Aator,  a*  te  de^a  f  «e  Auya  / 

■ARTE.  [lorcha, 

íQnléa  eres,  oh  lú,  qu«  con  [rémula  aii- 

Siili¿ÍKlole>lpsso,al(|ueiliimbras(Jffi- 

THOB.  [lumbnsT 

Yo  soT  M|De1  miedo  que  lieue  el  une  ama 

De  cauto  achacosa  et  coaiquierbenno- 

[aura; 

Y  asi,  IropeíandocLi  primeros  temores, 
Le  sirvo  la  tui ,  j  dejóle  i  mcuos  , 

{Apaga  ¡a  Ju.) 
Porque  bosca  con  «Ha  so  daüo, 

Y  luego  le  pesa  de  hallar  lo  que  batea. 

Y  Ui ,  que  i  no  cristal  parece  qne,  corla 
be  vista  ,  le  estia  graduándolas  lunas, 
i  iiaiéa  eresT 


Y  Ufo>  iqoé  procarasT 


Vett  ietiírt  4e  I«  gruía  EL  DESEN- 
GAÑO, em  barba  larga ,  peilidt  it 
pi<ltt,  f  een  pritünei. 


Y  jo,q(ie  rignleodo  anteojos  de  aiuneato, 
Üoj  luego  por  ciertas  ajenas  rortmias, 
Anudando  uo  Ispid  i  otro, 
l>e  envidia  en  mi  seira  les  doj  la  cicnta. 

Con  que  á  la  Envidia  siguiendo  la  Ira, 
Los  ispldes  qne  ella  eoTaia  j  anuda. 
En  libbras  jo  convierto  Je  acero, 
Que  para  veogamas  aflleii  sus  paulas. 


y  Ih  enatr» ,  qué  tomoi  lat  guarda» 
Delpreio  negact  enpritiúu  (ou  Mcars, 
Al peregria»  el ríetgo  atltoMn; 
Mot  teúM  le  «irtfH  g  naáie  U  etcuelia. 

Poes  ja  qne  el  aviso  deciscutntOttiTaDO 
Al  perepino  al  riesgo  le  anuncia ,  [loeT 
Ya  que  JO  eniré,  iqnieii  el  preso  es  de  ce  • 

Aquella  pejet  !tctaila  y  eaiuca... 


Balientt... 

Y  in/uriai. 

Quién  et,  sepa  pues. 

Et  ti  Deteagañt, 
Porquieu  rcpeUmMjia  taÍM,yajukiat: 
¡Ay  it  aquel,  qu4  enpriueipio  ie  ettM, 
tíuj/enio  el  Amor,  ne  le  deja  que  huya  ! 


Hasta  Cbato  j  Celia  van. 

Puet  eso  i  por  qué  te  ofended 

Porque  las  mujeres  proprias 
fin  baii  de  ser  propnas  )-"'"- 

i  Faltábala  cou  quien  ir 
A  una  picara  insolente 
Que  uo  fuese  su  niaritlot 

Calla,  birharo,  j  atiende. 


¡  Ob  lü,  que  venciendo  á  todos, 
A  ti  solo  uo  te  vences, 
V  con  Luoianas  puloset, 
DiiitMt  teiaa  desmientes ! 
Sabris  qne  en  aquesta  cárcel 
Para  que  nadie  le  encuentre , 
Con  varias  guardas  lo*  celos 
Preso  al  Ueseogaño  tienen. 
Pero  ja  cnie  bujendo  Amor, 
Escapar  ue  ti  preicude, 
i  estos  umbrales,  adonde 
Su  fatiga  va  1  dar  siempre, 
Nira,  ¿qué  quieres  de  mi* 
Pues  alcanzarle  t  él  no  puedes , 
Porque  en  llrgando  aquí,  todas 
Sus  pompas  se  desvanecen. 

1  Qué  quieres  que  de  ti  quiera , 
Quieu  siguiendo  i  uo  ciego  vieue, 
Que  visto  se  desconoce , 
y  no  visto  no  se  entiende. 
Sino  saber  con  qué  causa 
Hov  disfrazado  pretende 
Asistirme  j  buir  de  mil 

BESBIWltAO. 

Si  i  UDto  empeño  te  atreves , 
Dlle  al  Temor  que  te  traiga. 
La  Sospecha  que  te  acerque , 
L»  Envidia  que  te  desmaje , 
Como  al  Rencor  qne  te  uleote.  , 
[Deteubre  wi  erp^e,  y  vete  eu  i 
que  iíeen  lat  eoplt$.) 


Corriendo  la  nutte  détaM 
Este  empañado  cristal 
Veas  claro  j  iransparenle. 


SeBoret,  iqué  encanto  es  este? 

De  las  campa&ai  de  Chipre 
El  mas  deleitoso  albergue. 
En  caja  apacible  estancia 
Festivos  coros  alegres 


Con  los  brazos  se  saludan, 

Y  el  uno  al  qj.ro  se  ofrece 
Los  despojos  de  la  caza. 

¡  Que  aquesto  mire '.  ¡Oh  aleve 
Crjsial  i  pereica  tu  luna , 
Aun  cuando  la  del  sal  fuese , 
Si  es  verdad  porque  es  verdad. 

V  si  mientes  porque  uiicutes. 


Porque  el  _  __ 
Sos  sombras  desaparece, 
Loego  que  anildoios  sujos , 
Que  sanan  con  lo  que  doeleí 
Dando  la  muerte  dan  vida. 


-      Desia  suerte. 
{Denlrt  mUe  etmo  de  Itrre*... .  , 
detapareceu  el  Detengan»,  y  lat 
ttra*  euairo  flgurat.) 


i  Quién  créra  i]De  Harte  hoja 

be  ver  prodigio  lao  fuerte  f      (Caac.) 


Cúbrete  la  gruta  g  tente  Ittjardinet. 
\  I  en  ella*  VENUS  s«M(a^,  ADU?(1S 
l  eu  tat  faldaí,  y  us  niriFu :  CHATO 
I     I CELFA. 

En  Unto  qun  decHoando 
',  El  sol  tus  ardores  temple 
:  Para  volver  1  la  caía, 
;  Porque  conmigo  no  eches 
iNéoosituinSlnadaB. 
:  Descantar,  Adóiüs,  pnedcs 
\  En  estos  jardloes. 

i  Qué 
Edisri  menos  quien  tiene. 

Cuantío  merecen  sut^dicbas 
^  Las  dichas  que  no  mf  recen , 
I  AGanxada  en  tus  fjvnres 
^  La  costa  de  tus  desdenes  t 

Tototrat,  porque  no  baja 


Celia,  «^       , 

,t,Z..MLyGOOglC 


CÉUi. 

Vetmoa 
Cómo  nnt  nfaki  pnede 
Parecer  entn  otra. 

CIATO. 

Gomo 
SdIk  lo  reto  k)  Tenle. 

CORO  i.*  bi  Nuirii. 
K*  pmté»  An«r 
UfMT  mi  Helia  mantr. 

CORO  S."  »  Huru. 

coao  1.* 


coiol.* 
SipiuUAmer... 

LO*  va*. 
floMr  «i  üelut  mager. 

Aunque  b  lelra  que  ol 
En  lo  primero  que  ofrece, 

?ae  babl)  cooniigo  parece , 
uea  JO  el  tan  dkboM  ful, 
Perdoaa ,  si 

Eu  lo  Mgnodo  mi  error 
Ponda  mejor 
Stt  dicha. 

iDeqaéDuocraT 
aaÓNB. 
Como  la  ecniienda  era 
De  Tneuio  dulce  primar.. . 

íl  1  coao  !.■ 
JV«  pueite  AaMT 
Hacer  mi  4ielM  «qw. 

tL  T  coao  t.* 
Slpiude  Am»r 
Baeer  mi  rileta  mafor. 

La  dicha  no  merecida 

Se  potee  desairada ; 

One  nal  popjle  eitar  hallada 

Slo  achaque*  de  oerdlda: 

Y  ni  *id> 

Mas  quisiera  merecer. 

Que  poseer  : 

Lnefo  tí  Amor  puede  dir 

Dlcba  que  el  mas  singular 

Cnanto  ha;  de  mtrlio  i  error.. 

ÍL  T  CORO  1.* 

Sien  pneié  Amor 
HuetT  ni  dtcAa  atopur. 
vísi». 
Dkha  qne  1  .ler  dicha  creen , 


Y  al  se  ofrece 
La  dicha  ain  nerecella. 
Dando  cnaulo  poede  eo  ella 
De  DÍrito  j  de  ralor... 

iLu  T  coao  1.* 
NofMH*Ám«r 
Bmt  mi  4bAa  mti/tr. 


I 


El  qne  ai 


U  ?tillptn*  DI  U  ROS*. 

Hd)erla«  logrado  inte* 

Podri  merecer  ilespnet : 

Lnegoal  et 

Suja  en  la  iegOMla  acdoa 

La  esUmadoQ 

Que  hacer  de  lu  dicha  pnede , 

T  en  ella  Amor  le  concede 

Quo  pueda  quedar  mcjoi... 

tL  T  eoio  1* 
Ble»  puede  Aawr 
Haeer  mi  ilcha  mafor. 

Servir  el  farorecido 

No  <^  en  lejreí  del  cuidado 

Mérito  Je  enamorado, 

?ue  es  deuda  de  agradecido  : 
el  mas  rendido 
Podri  agradecer  j  amar ; 
Kai  no  aumeiiiar 
Los  grados  i  li  Oneía ; 
Qne  es  ser  nieve  cuando  empieza , 
I  cuando  hílete  ardor. 

Se  puede  Amer 
Baeer  mi  dicha  awf  *r. 

No  hace  poco  el  qne  agradece. 

El  qne  agradece,  iqné  bacef 

«DÓNU. 

Por  lo  menos  tatishce. 


nereee. 

ADONIS. 

En  On ,  oTreco 

Lo  qne  puede  in  Teoiara. 


Ne  puede  Amor 
Haeer  ni  dielta  mager. 

ADÓms  T  coao  >.* 
Si  puede  Amer 
Baeer  mi  dUba  matar. 

Sale  AMOR. 

SI  |iuede  1  no  pnede  Amor 

Hacer  la  dicha  major. 

Ño  t>uede,  pues  qne  oo  puede 

Crrcer  las  delicias; 

y  li  puede,  supuesio  qoe  puede 

Torcer  laa  desdichas. 

liarle,  i  quien  qolse  laiiiir. 

Temiendo  aui  Iras, 

Penetró  del  disfraz  j  el  acecho 

U  c 


Rompió  SL 

Habiendo  en  sa  espejo  tísid... 
Mas  j  qoí  ha;  que  reptta , 
Si  loa  noQiea,  qne  al  Tcrie 
N^er  lelo  aVlaant 
Mira  t6  ptiei  qué  defenaa 
Poner  lolicJtu , 


Nopro«%ai'. 

Y  tü,  Adonis,  porque  aqsi 
No  leballesuTiata, 

l>r  aqnesiejardlo  pasando  á  lotnwnt^. 
Hea  laura  lu  lida. 

VCómo  puado,  Ingrata  Ténus, 
a  mas  qne  benigna. 
Asaltado  también  de  sospechas. 
Que  es  fuerza  me  embistan, 
Dejando  tu  Tida  t  riesgo , 
Cuidar  de  la  mía  T 

Ttana. 
En  cnanto  á  tos  celoi,  tener  i  no  tirano 
Temor,  do  e*  caricia  : 

Y  en  cnanto  t  mi  vida,  piensa 
Qne  estt  defendida ; 

Porque  como  aquí  k  il  no  le  encuentre , 

En  nada  peligra. 

Hnje  pnes,  buje  i  los  montes. 

VcncU  ni  porfía ; 

Óae  Amor  pudo ,  pues  podo  sin  celo* 

fiacer naa mis dichu.  (r«i«.)    . 


Gomo  bidastria  habrl  con  qne  enfrene 
Soa  saSaa  idtiras. 

«■OH. 

iQaé  industria  ha;  contra  los  celost 


Para  el  abraaado  temple 
Que  monte*  tulmma. 
De  TCnenosas  aguas  *e  vale , 
Le  teas  j  Bsügiaa. 
Ueata*  pues  rompiendo  los  diques 
Las  furias  impias , 

Har^  que  estas  fnenies  sus  i6stgo*C(Mr- 
En  voz  de  nis  ninhs,  [rao, 

Cn;a*  disonautes  voces       , 
Veris  que  al  oírlas, 
Adomecido  el  sentida-  Has  esto 
Su  efecio  lo  diga , 
Cuando  al  callado  conjuro... 
(i)entra  nild#.) 

AHORl 

Si  deso  le  llss , 

Prevente:  qae  i  mi  el  asombrode  verie 

De  aqoi  me  retira.  (V««r,) 

vtmt. 
NlngaM  bn;i  de  vosotras. 

Sale  HARTE, 
uan. 
Aleve  enemiga , 

En  quien  como  en  mi  humanas  t>aaiooes 
Se  mienten  dirinas. 


e  DO  quiero  qne  empiece  por  lo;* 
Dgaiiia  une  es  inia. 
en  lo  débil  debe  ef  rajo... 


'  I  Tiene. 

I  El  vaaa  prutenston: 

i  Que  DO  sabemos  Mi. 


..¡Cielos! 


l»u  ac  lu  nuc  CUJÍ.  ¿t 

EtiireauuasaueaduermeD.nceDii 

Y  cajas  que  incitan. 

Y  eo  Gn,  ji  qü¿  te  resuelve»! 
Di,  iqué  determinas? 


HkKTE.  (UonnA).} 


:  No  al  Dragón  llimar  iiUeole , 
I  Que  anda  en  su  coiiTersacioa ; 
[  Que  no  liace  falla  el  Dragón 
Adonde  está  b  serjiieuiti. 


.  frusélliKdeir,  |>«rKlrandolosnH>iiKS. 

LlfViitidu  tinrguia 

ICslcis  dos  villauos.  que 

Sus  fallías  y  cimas 
.  Itfgistren  conmigo,  pues  sali«n  adonde 
]  El  lemoi-  le  Teüra. 


CÜ11EI)I\S  DE  BOM  PKD&O  CALDCRON  BB  LA  BARCA. 

Tu  parlo  es  deuat  ■«Mallas , 

.,.,„„  „.„„  „■_._,,.„  Ea  cierio  que  í  elU»  feadfia. 

(itp.  VaMÜempo:iqnécsperaÍí,  Ku-    'iiie'oféZaiuThíSañ' '"''''''  I  ■*»«. 

iCorrtn  J*i  AeW"-  toces.  ,  Pues  al  aUwrfnede  guia 

"*•"■  Vpararengani*a*llariedes|.iepiaü,   «««"W.qMeoN  " 

Por  mas  one  te  injas  Alicnian  y  auiman.  '  ^'^ne- 

No  culpada  en  mis  celos,  en  vanu  ,,-,, 

Ruarlos  codicias , 
Porque  icAmoT..  Pero , 
De  >lie<iio  nie  priva  í 
~|nién  la  lengua  ~  '~^ 
H  labio  me  quiL_ 
Porque  ictano  puedes 
El  juicio  delira , 
La  ra7,an  fallece,  t  b  luz 
Se  pierde  de  risla'. 

jVes  como  tus  sinrazoiici 

Los  dioses  castigan  T 

HibU  puet :  len  qué  fundas  lus  qaejas  1 

Do  puedo  decirlas. 

Aiarméceie  UARTE.c  lale  BELOrtA. 

Sf  puedes ;  que  jo,  «jue  i  todo 
Esto;  i  la  mira, 
Al  ruidoso  estruendo  del  agaa 
Que  impura  te  hechiza , 
Con  olro  esirntiido  sabré 
Vencer  la  malicia. 

¡TblicómoT 

Al  melal  hocicudo  que  tírame, 
y  al  parche  que  gima. 
Suenen  idiomas  Je  Harte, 

V  en  troces  altivas 
CoofiíHdid  DI)  ruido  con  olro, 

V  viva  el  que  viva. 

(C^  ienlre.) 
VOCES.  [Datíro.) 
¡Al  arma,  celos,  al  anua; 
Une  agravios  obligan , 
Ypara  venganua  i  Harte  despiertan. 
Atienta n  j  animan ! 

MAiTE.  {Deipierle.) 
¿Qué  nt\pto  espirita  en  mi 
... . .._        fevistj 

is  perdidas? 

vÉíOS.  {Ap.) 
Si  voces  de  agua  ;  de  fiíego 
Cuiilrarias  raiuUQ, 
Las  del  aire  excedan  i  todas. 

ll  uigasie ,  eneoiiBa  ?. . . 

LAS  HiNrAS.  {Dentr».} 
N»  al  arma,  eeíet,  no  al  arma; 
Que  tfenias  te  olvidan, 

V  al  letargo  adaraida  la  queja , 
m  ¡¡are  ni  gima. 

Annqu'f  cobrado  pretenda 

Volver  i'cnls  iras ,         {Adormecido.) 

^o  iiuedo,  ¡ay  de  mi! 


Salen  DBAGON  v  sol»ibox. 


'  Venid  pues  a|>risa.  DBtso;i. 

LOS  i«s.  mcia  aqui 

Ani>  vendo  despacio,  iremos  cansadOB.  Bípo-indütcdel  modo 

'  fine  in  mp  man'iaiilr-   t^lnv 


■  { Vaiue  Uarle,  Belana,  Ceifa  y  Chato.) 

'  ¡Qué  desdiclia  ! 

Porque  no  le  busque  y  le  halle. 

Esferas  divinas. 

Empanad  detos  velos  amles 

Las  luces  que  brillan. 

Y  tú,  Júpiter,  pues  subes 

Lo  que  es  amar,  mira 

Que  nunca  mejor  que  ahora  etnpleas'.c 

Los  rayos  que  viliras, 

i>ues  nunca'mejor  se  emplcaa 

Sagradas  lus  iras. 


ue  con  tía  nia/'ss,  y  con  etla  múiiea 
te  muda  el  teatro  en  mente,  y  vuelve 
HAUTG,  trátenlo  át  la  maiw  a 
CHATü  1  CELFA. 


Prosiga  el  eslruendo. 


Las  voces  prosigan. 

{Cajat.) 
VOCES.  {Oeniro ) 
i  Al  arma,  celos,  al  anna , 
Que  agravloi  obligan '... 


.  Pues  salKíi  por  ilande  Fué , 
¿Quién  duda  que  sepáis  dAnde 
Lslc  cobarde  se  esconde  ? 

Yo.  señor  Harte,  no  sé 
IUjs  de  que  muy  asustado 
Huir  de  su  vista  previno. 

Bien  como  liijo  de  vecino 
Ue  los  que  entran  por  un  tado, 
V  por  un  lado  taniliien 
'  Los  escapa  su  temor , 
Luego  que  señor  mayor 
■■--lila- 


IS  quien 


Qne  estos  villam» , 
Atados  de  pies  y  manos , 
A  estos  LroiicoK  queden  hoy, 
(Let  to¡aadM  atan  i  Chat»,  p  Brcpon 
,  i  Celfa.  Vante  lo»  toldtohi.) 

DBAGOn. 

En  fin,  ingrata,  liw  venido 
A  mis  manos. 

Pues  4 cu  qué 
Te  lie  ofendido? 

Vo  lo  sé. 
vo«¡LS.  {Dentro.) 
Huid,  pastores. 


I  Hnid,  que  del  moo 

I  El  herido  jabalí. 

;  Que  tii  tantos  días  qne  aqui 

Es  terror  desie  honzonie, 

'■  Búa  ai  valle,  donde  vuelva 

I  A  hacer  etlragos  mayores. 

!  Huid,  lagalfs. 


i  Llama  ■  la  puerta. 


■I  bosfliK,  i  la  selva,  rrmw.) 

MLyGOOgrC  ■ 


So  temaii ;  (|iie  si  le  alcí 


LA  PtlUPURA  DE  LA  ROSA. 

MAMH. 

Quédese  ella  para  ella 

V  él  para  na  asno.  (Vate.) 


Abora 

Como  primero 

De  mi  desdicha  cruel.  IVate.) 

Pnei  el  que  basoa  es  aqael 
Que  alrai  va  dejaudo  el  vlenlo, 
I  Para  qué  dos  quiere  jat 

Dices  Mea,  aqueles,  si, 

EJ  que  tan  diclioso  ti; 

Ypues  traa  la  llera  va, 

Ed  c|ue  empez6  la  primera 

Fineía  suya  el  Amo^ 

Empiece  du  mi  furor 

También  la  Ira.  :  Oh  tú,  Megera, - 

gne  de  las  ireí  hirias  eres 
I  que  mas  i  Marie  asiste ! 
Ea  aquel  bralo  reviste 
Toda  la  sa5a  ijue  a4qni»e«. 
Veao  prados,  mootes,  cielos. 
Que  eu  Ténganla  de  una  liiioria 
De  toda  una  Infernal  Turía 
Nada  lea  sobra  é  los  celos.       (Vaie,) 

Con  que  aquí  }3  no  hay  que  hacer. 

DKASO;*. 
Si  ha;,  por  si  (alia  lugar 
Después. 

curo. 
;  Quá  es? 

i>nAco:c. 

No  mas  que  dar 
De  coces  i  su  mujer. 

Si  eso  solo  falta, 
Vi  usted  le  Impóna, 
Afai  (por  eso  se  dijo) 
He  las  dea  todas. 

CIMA. 

Pues  i  por  qué  á  mi  de  cocea , 
Seor  Dragoncillo  I 

Por  conjunta  persona 

De  su  marido. 

¿No  le  basta  i  un  pobre  hombre 

Sufrirla  en  casa , 

Sino  que  i  tos  ojeos 

Con  él  se  vaya? 

iQué  delito  es  ese, 
Si  hav  en  tal  Uenpo 
Maridos  que  no  sirven 
Ea  los  ojeos  T 

Aunque  nnoca  estorben , 
Es  ftierte  cosa 
Ser  la  mujer  grillo, 

VNo  basta  esposa  T 
aun  ai  fuera  con  otro. 
Poco  Importara ; 
Pero  ¡con  su  marido !      (Pegindtla.) 

CELtA. 

BasU. 

No  basta. 

CHATO.  (V) 

El  Dr^on  e«  an  santo, 
1  Quién  vio,  sefiorci , 
Gente  mas  ajustada 
Qnt  los  dragouest 


Bien  «es,  picaro,  Infame, 
Cónii)  me  lia  puesto. 

V  por  no  verlo,  diera 
Volver  i  verlo. 

i  Qae  i  tu  esposa  dejes 
Uue  den  de  coces* 


Para  mi  leudréis  manos. 

Aodais.  (DíHtni.) 
¡Valedme .  cielos ! 


Ann  mayores  prodigios 
Hay  en  la  selva  ; 
Pues  eu  desmandadas  tropas 
lie  esparcidos  escuadrones 
Todas  las  niutas  de  Venus 
Huyendo  vienen. 

SaU  VENOS,  tuelí»  el  cabello.  Me 
detauia,  ensangrentadat  la*  moiti 

Pastores, 
Decidme  ( i  aj  de  mi  ¡ ),  decidme 
Si  dijeron  unas  voces 
(¡Piedad,  cielos!* 

ADúnis.  ( DtBtrt.) 

¡Piedad,  cielos! 

¡Favor,  dioses! 

a»6nis.  (fientre.) 
i  Favor,  dioses .' 
viüns. 
Has  no  tenéis  que  decirme , 
Si  ellas  mismas  me  respoodea 

Íue  es  cuyo  temo  el  gemida , 
cuyo  imagino  el  golpe. 
Suyo  es,  sin  duda  ¡  ay  de  mi ! 
V  amH|ue  tan  cerca  se  oye , 
No  sé  si  osaré  llegar 
A  esamiiiarlo. 


Pues  aun  to  eompadtcidí 
Troqué  i  listimas  rener- 
Al  ver  tos  penas;  y  asi 


Digo  otra  *•■  qne  no  osea 
Si  no  quieres  ver  tan  6ero 
Trigfco  asnnlo,  tan  torpe  , 
Como  ver  que  salpicando 
Los  mas  cíndídos  albores , 
No  sé  qué  vivo  cadíver 
.  Desde  la  cumbre  de  un  monld 
I  Rosas  desliojadas  lít-rie 
'  A  un  valle  que  las  recoge. 

I  VÉ.VUS 

Yo  be  de  ver  quién  es. 
j  Salen  LIBIA  t  las  marAS. 

No  veas, 

Sue  yo  al  temer  qne  eu  horrores 
su  gemido  me  aOüa 
O  su  qufja  roe  congoje. 
Vengo  huyendo  con  el  miedo 
De  que  sea  el  qne  asi  llore 
El  mas  venturoso  amante 
Y  el  mas  desdichado  joven. 


No, 
Qne  la  duda  no  supone 
Lo  qne  la  evideocia ,  v  temo 
Como  la  verdad  te  intome. 
Que  sientas  saber  qoiéu  as 
Kl  que  en  pena  tan  enoims 
Con  su  sangre  tes  infunde 
Nuevo  espíritu  i  las  flores. 

váxDS. 
Entre  temer  y  apurar 
Término  no  se  conoce. 

Si  conoce ,  cnanto  dista 
Que  el  mal  se  dude  6  se  Igaort 
Yasl,  ipara  qné  bas  de  ver 
Qae  humana  púrpura  corre?... 


t i^omo,  Buiícraiioa  uiob», 
ielo,  sol,  luna  y  estrellas , 
Biscos,  selvas,  prados,  bosques. 
Aves,  brutos.  Aeras,  peces , 
Troncos,  plantas,  rosas,  flores, 
Fuen  tes,  ríos,  lagos,  mares , 
Ninfas,  deidades  y  hombres, 
SutHstal  estrago? 

Sale  MARTE. 
jiAnra. 

La  pas  nte  dio  mas  blasones 

En  un  pastoril  albergue 

Que  la  guerra  entre  nnos  robles  : 

A  cuya  causa,  tirana , 

No  hubo  en  todo  este  horíionie 

Ni  risco  qne  no  examine , 

Ni  peBasco  qne  no  toque ; 

Tanto,  que  no  diri  uno 

Que  el  rencor  de  mis  reacoret 

l.e  dejó  por  escondido 

O  le  pcrilonó  por  pobre ; 

Hasta  que  la  misma  Hera . 

De  mi  ofensa  primer  mévil , 

Primer  móvil  de  mi  ira , 

Halló  al  qne  de  mi  se  esconde, 

Y  porque  mejor  lo  veas. 

Llega,  fiera, llega  donde. 

Bien  herido  ;  mal  carado, 

Se  alberga  un  dichoso  Joven... 


•W  COHKDUS  DB  DOM  PUMO  CALÜKHIKI  DI  1 

Dtititrttt  á  iixmís,  mtmt»  t»tt» 


¡  Ay  UlUtca  de  nd ! 
K\ttao  iMaote,  qoe  pone* 
En  U  (keru  de  Um  nfiH 
La  hena  de  tni  amom; 
Aongua  Uraoo  le  tenguM, 
Por  lo  nénos  do  blMooei , 
Qm  «la  Ürarle  Amor  Becbu 
Le  eonuó  de  favoret : 
Fleckas  le  liró  el  Antor, 
Temida  deidad  de  lo*e , 
'  Tanto,  qne  porque  Mi  celos 
So  major  Iriuota  do  borreii , 
Vlviii  1  Id  ruego  eteroo , 
Adftqne  abora  eo  él  j  en  mi  wrtea 
La*  TCDis  cun  poca  langra ,   . 
Loa  ojo*  coa  nnclia  uocbe. 

Coa  U  ttaerta  del  d(rior 
Cajó  deamajada  sobre 
Lat  roaaa,  t  sai  eapiñaa 
Tan  Tiolaooo  nu  colores... 


Le  halU  eo  e)  campo  aqneüa 
Vida  ;  muerte  de  loi  hombrea. 
Júpiter  pnea,  coumorido 
O  Indignado  de  que  goce 
Sin  loa  loapertoi  de  mi  alnu 
Loa  de  ana  TÍdi  tn  nombre. 
Deta  derramada  sangre 
ODiere  que  ana  Hor  ae  lome  t 
V  qoe  de  aquella  ae  ifatao 
Rqa  pArpura  Ua  Horca, 
Para  qne  en  tierra  *  en  délo 
Eatrella  y  Borie  eoloqaeii : 
A  CDTa  cansa ,  auMendo 
Domle  eairaidKM  ae  coioiMa, 
Veris  qoe  deade  cate  dia. 
Con  la  BOeTa  tm  de  Ad6nb , 
Salo  U  Htrdta  de  Véaos 
Al  tiempo  qne  el  aol  ae  pone. 

TODO*. 

El  ItoRor  de  la  tragedla 
A  rastra  rista  ae  eieoode , 
Viendo  qne  ja  lodo  ea  dlehaa. 

■Aan. 
Ko  ea  lodo  sino  riROrea , 
Al  ter  qoe  1  irionioa  de  Amor 


00  meBO*  ad 
a  amalea  de  di 


(Hra  rea  mis  ceJoa  tomen ., 
—  I  Sapoesto  one  Pktr  j  Estrella 

l«Mrt*  ««píriirtfíí  leafrefwd  da.  *«:»«»<»«■  «no»!  Adónia, 
e^le:  «et¿>»  wlve»  M(»-l<«-   *'  t^PifP»  tlJÜ.S.**'      •***^' 
i»,w^mUm  Oekp»  ale  '^'**-^}^^'^V^^' 
ír*íto:eiAIIOR  etU  ett  I*  mUo.t    V  la  enemiga  del  dia 
VENUS  t  ADONIS  ms  aaMeada,   Su  negro  maniodeacoge'. 
cada  M*d  Miada.  ¡     i  n^ía  h  sallí»  ilitaa  J»  Mar»  taati 

'      '  t»  CalteroB  lau  ' 


roaaBM  fn  püadiia ;  Ca  as  m» 
itarHM,  ■•aaira  M  otro  aa  miaot 


Vétau  t  Ádinit : 

T  reeiiam  ufkMMt 

YéUnatntet 

Lat  alrelUu  m  eilreUa, 

Su  fiar  lat  fieret. 

A  COTO  apiíoso  fesilTO 
Fin  a  SD  libida  pona 
L»  púrpura  de  u  mm, 
Voltiendo  i  dedr  lai  roces. .« 


F^MM  f  AdMt : 
Kraww  mfanai 

Lat  eitrelUt  t*  ettnUt 
SmfitrUi  fltret. 
(/fndlMMacM  ti  AM«r, 
brtt  yeitttt  mtt4m  Ji 


a  KL  roM  II  >E  US  consAUS  es  csLonM  • 


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